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BEA03 Sistema Inmune II

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Biología Electivo

Eje: Procesos y funciones biológicas


BEA03: Sistema Inmune II
Introducción
¿Qué es la salud? Esta definición ha variado a lo largo de los años. A mediados
de la década del 50 se consideraba a la salud como “la ausencia de enfermedad
biológica”. Luego la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
cambió, definiéndose como “el estado completo de bienestar físico, mental y social
que tiene una persona”. Actualmente, esta definición se ha complementado gracias
al aporte de la Organización Panamericana de la Salud, incluyéndose entre los
alcances de la definición el medio ambiente que rodea a la persona.
La OMS ha establecido las partes que, en equilibrio, componen la salud:
• Estado de adaptación al medio (biológico y sociocultural)
• Estado fisiológico de equilibrio
• Equilibrio entre la forma y la función del organismo (alimentación)
• Perspectiva biológica y social (relaciones familiares, hábitos).
La relación entre estos componentes determina el estado de salud y, el
incumplimiento de uno de ellos genera el estado de enfermedad, vinculado con una
relación entre la persona, el agente y el ambiente. De esta manera, en la actualidad
la OMS define el concepto de salud como:
“El completo bienestar físico, mental y social del individuo, que le
permite el desarrollo normal de actividades y no solamente ausencia de
afecciones o enfermedades.”
Se suele asociar el estado de salud a la condición normal de funcionamiento del
organismo, y la enfermedad al funcionamiento anormal. De este modo, la salud sería
sinónimo a homeostasis y la enfermedad, un trastorno o una alteración de la
homeostasis.

1. Clasificación de enfermedades
La nosología es el área de la patología que clasifica las enfermedades. Se basa en
que una enfermedad tendrá siempre una causal primaria que corresponde a su origen,
y los llamados coadyuvantes o causales secundarias entre las cuales se encuentran el
estado físico del individuo, los factores genéticos, ambientales, alimentarios, etc.
Las enfermedades pueden ser clasificadas de distintas maneras, ordenándolas de
acuerdo a sus características según duración, distribución geográfica y
etiopatogenia, es decir, origen y fisiopatología.

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Enfermedades

Etiopatogenia
Duración Distribución
(origen y fisiopatología)

Agudas (corta Epidémicas (afectan a gran parte Endógenas (genéticas,


duración) de una región) fisiológicas, etc.)

Endémicas (presencia habitual de


Exógenas (virus, bacterias,
Subagudas una enfermedad en un área
hongos, etc.)
geográfica definida)

Ambientales (contaminación,
Crónicas (larga Pandémicas (afectan a gran parte
metales pesados, pesticidas,
duración) de la población mundial
etc.)

Esporádicas (enfermedad de
Multifactoriales
ocurrencia aislada)

Fig. 1. Clasificación de enfermedades

De los distintos tipos de enfermedades, las denominadas exógenas o infecciosas


merecen atención especial, debido a su frecuencia y a que pueden afectar a un gran
número de personas. Pertenecen a este grupo todas las provocadas por
microorganismos patógenos como bacterias, hongos, protozoos, gusanos parásitos y
virus.

2. Virus
Los virus son entidades microscópicas con la capacidad de invadir las células y
utilizar su máquina molecular para hacer más copias de sí mismo. Los virus no
pueden ser clasificados como organismos vivos, ya que, por sí mismos, carecen de la
capacidad de reproducirse, pues no poseen un metabolismo propio. Por esta razón es
que toma “prestado” el metabolismo de una célula hospedera para replicarse e
infectar otras células. En algunos casos, la célula no sufre un gran daño, pero en la
mayoría de ellos, la célula muere a consecuencia de la infección, y los virus producidos
son liberados al medio infectando nuevas células. Buena parte de los daños producto
de una infección vírica reflejan los resultados de la lisis celular.
La estructura de un virus es bastante similar a la de los seres vivos. Están
formados por una región central de ácido nucleico (ADN o ARN), rodeada por una
cubierta proteica o cápside y, en algunos casos, por una envoltura lipoproteica. Esta
partícula se llama virión. El virión es una partícula resistente, capaz de reconocer e

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infectar a la célula hospedadora específicamente. Los viriones no presentan ninguna
actividad e incluso pueden ser cristalizados y almacenados durante largo tiempo,
readquiriendo su capacidad infectiva cuando las condiciones vuelven a ser apropiadas.
Atendiendo a su material hereditario, hay distintos tipos de virus. Cada uno
sigue una estrategia de multiplicación distinta en función de su material hereditario
y del huésped al que parasita. Por ejemplo, algunos virus que poseen ARN como
material genético hacen copias directamente de él, utilizándolo como molde, mientras
que otros antes fabrican una copia en ADN, y generan el ARN genómico como si
fuera una transcripción.
En síntesis, los virus se reproducen sólo dentro de las células vivas, apoderándose
de la maquinaria biosintética de sus hospedadores y haciéndola trabajar en su propio
beneficio. Sin esta maquinaria, serían tan inertes como cualquier otra macromolécula.
Desde este punto de vista, los virus son parásitos intracelulares obligados, incapaces
de multiplicarse libremente.

Fig. 2. Esquema de distintos tipos de virus. Se muestra, en el medio superior, un virus


desnudo, a la izquierda abajo, un virus con cobertura lipoproteica, y a la derecha abajo, un
bacteriófago, con estructuración compleja.

2.2 Infección viral


Independiente del tipo de virus, las proteínas de la cápside o de la envoltura
lipídica determinan su especificidad. Una célula solo puede ser infectada por un virus
si una proteína viral puede establecer una interacción específica con un componente
de su membrana celular, es decir, si existe un reconocimiento específico. En general,

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la infección viral de una célula puede dividirse en cinco etapas, aunque los detalles
de cada una pueden variar según el virus.
1. Fijación o absorción: El virus se une a receptores de la célula hospedera.
2. Penetración: El material genético viral ingresa a la célula hospedera. Algunos
virus penetran la célula con la cápside intacta, que después debe desensamblarse
para liberar el material genético. Las formas de entrada de los virus varían,
algunos pueden ingresar por endocitosis, otros por fusión con la membrana que lo
cubre, y otros no entran, inyectando directamente su material genético.
3. Replicación: Utilizando la maquinaria del hospedero, el virus fabrica más de sus
componentes y los acumula en la célula. Por lo general, la expresión de los genes
del virus sigue un orden específico: primero se transcriben y traducen proteínas
que toman el control de la maquinaria celular, luego las encargadas de replicar el
material genético y, finalmente, los componentes de la cápside.
4. Ensamblaje: Los componentes virales se ensamblan por sí mismos dentro del
hospedero. Esta es una diferencia crucial con la manera en que se reproducen las
células.
5. Liberación: Una vez ensamblados, los virus son liberados para infectar otras
células. La liberación de los virus puede seguir varios mecanismos, algunos virus
son liberados directamente en la membrana plasmática, y se llevan parte de ella
como su cubierta, otros se acumulan en el interior de la célula e inducen la ruptura
de la membrana para salir, aún otros pueden salir a través de exocitosis.

Fig. 3. Esquema del ciclo infectivo de un virus

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La enfermedad causada por un virus tiene varios posibles cursos, pero en general
se puede clasificar como aguda o persistente. Las infecciones agudas son
autolimitadas, de rápida resolución, es decir, los virus son eliminados rápidamente
del hospedero (independientemente de las secuelas que pueda producir). En las
enfermedades persistentes, el virus, o su genoma, permanece en el organismo por
tiempo prolongado (meses, años o de por vida), con o sin manifestaciones clínicas.
Este tipo de enfermedades puede subclasificarse en enfermedades crónicas
(producción constante del virus), latente (ocasionales manifestaciones del virus) y
transformadoras (generan tumores). Ejemplos de infecciones agudas son el resfrío
común, el sarampión, el rotavirus, entre otras. Ejemplos de infecciones persistentes
son la hepatitis B y C (crónicas), la varicela zóster o peste cristal (latente), y el
papiloma humano (transformadora).

2.3 Ejemplo: Retrovirus


Uno de los tipos de virus importantes son los retrovirus, tanto por las infecciones
que causan, como por sus características, que los hacen interesantes desde el punto
de vista biotecnológico. Estos virus, que son exclusivos de los eucariontes, tienen
ARN como material genético, lo cual en sí mismo no es tan extraño, pues varios
grupos de virus también lo poseen. Lo particular de los retrovirus es que en el interior
de su cápside llevan, además, una molécula de transcriptasa inversa. Esta enzima
es capaz de catalizar la transformación de su molécula de ARN en una de ADN, es
decir, ocurre una inversión del flujo habitual de la información del ADN y ARN. Esta
capacidad fue toda una sorpresa en el momento del descubrimiento de la enzima en
1970 (varios retrovirus ya habían sido descritos, aunque no se conocía su modo de
replicación), pues parte del “dogma central” de la biología molecular indicaba que el
ADN siempre era transcrito de modo unidireccional a ARN.
Cuando el retrovirus ingresa a la célula, se activa la transcriptasa inversa, que
utiliza el genoma de ARN del virus para generar una cadena complementaria de
ADN. La cadena de ARN es luego eliminada y la transcriptasa inversa ahora sintetiza
una cadena complementaria para producir una doble hélice de ADN. Esta copia de
ADN es luego es integrada al genoma del huésped por una enzima llamada
integrasa, que también es transportada en el interior del virión. Una vez integrado,
el virus puede permanecer latente, y cada vez que la célula huésped se divide, pasa
una copia del genoma viral integrado a sus células descendientes.
Virus de la inmunodeficiencia humana (V.I.H.)
El VIH es el ejemplo arquetípico de retrovirus, y por muchos años se le consideró
uno de los peores flagelos de la humanidad. Este virus infecta específicamente a los
linfocitos T CD4+ o colaboradores. Causa la pérdida de función del sistema
inmunológico y, por ende, la susceptibilidad del hospedero a todo tipo de infecciones.
La persistencia del virus en el genoma de los linfocitos, como provirus en un estado
de latencia, dificulta cualquier tratamiento que lleve a su erradicación, una vez que
se ha producido la infección. Sin embargo, en su etapa replicativa, el virus necesita
la transcriptasa inversa como paso previo a su integración al genoma, lo que
constituye un punto vulnerable que ha sido aprovechado para generar tratamientos.
El VIH es un virus cubierto, es decir, posee una bicapa lipídica que lo rodea, en
la que están insertas las proteínas que le permiten asociarse a su célula blanco. Como
se mencionó anteriormente, su genoma es de ARN, del cual posee dos copias, no
exactamente iguales. Cuando se genera el ADN complementario al genoma, la
transcriptasa inversa va cambiando la hebra que copia, por lo que pueden generarse
mutaciones (ya sea por diferencias en las copias o errores), aunque la mayor parte de

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las mutaciones son dañinas para el virus, algunas pueden otorgarle ventajas
selectivas, que hacían aún más complejo su tratamiento. El material genético del
virus está rodeado de la cápside proteica, que posee otra capa externa denominada
matriz, a la que se asocia la envoltura. En el interior de la cápside hay varias enzimas:
transcriptasa inversa, integrasa y proteasa, entre otras.

Fig. 4. Esquema del ciclo de infección del VIH. El virus ingresa a la célula por fusión con
la membrana, luego se “desnuda”, desensamblando las proteínas de la cápside y dejando
libre al ARN viral y las enzimas que lleva. La transcriptasa inversa copia el ARN en ADN
de doble hélice, que ingresa al núcleo y se integra al genoma de su hospedera. Más tarde
será transcrito a ARN, y traducido a proteínas que servirán para armar nuevos virus que
se liberan de la célula infectada por exocitosis.

SIDA: Síndrome de la Inmuno Deficiencia Adquirida

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La etapa final de la infección por VIH es conocida como el SIDA. En esta
patología la persona experimenta gran variedad de infecciones debido a la progresiva
destrucción de los linfocitos T CD4+ o colaboradores. Una vez que se produce la
infección por VIH, la mayoría de las personas experimenta una breve afectación de
tipo gripal, que corresponde a la fase aguda. Esta etapa es seguida de una etapa
crónica, con baja, pero constante, producción viral, en la que se va perdiendo poco a
poco la capacidad de dirigir la respuesta inmune. Una persona infectada con VIH
puede estar asintomática por muchos años, aun cuando el virus se encuentre atacando
en forma activa al sistema inmune.
Debido a que el VIH se halla presente en la sangre y en algunos líquidos
corporales, se transmite más efectivamente a partir de acciones que involucren el
intercambio líquidos corporales y el contacto de éstos con mucosas. El VIH se
transmite a través del semen o fluido vaginal durante el sexo, ya sea anal, vaginal u
oral. También puede transmitirse (aunque menos efectivamente) a partir de contacto
directo con sangre, como los que ocurren entre los drogadictos por vía intravenosa
que comparten agujas hipodérmicas contaminadas. Además, el VIH, puede
transmitirse de una madre infectada a su hijo, durante el embarazo, el parto o la
lactancia.
Las posibilidades de transmitir VIH o de infectarse con el virus durante el acto
sexual pueden reducirse (aunque no eliminarse por completo) mediante el uso de
preservativos de látex. Asimismo, mediante la administración de ciertos fármacos a
las madres embarazadas, infectadas con VIH, se reduce el riesgo de transmisión
vertical del virus.
Como la mayoría de los virus recubiertos, el VIH es un virus muy frágil; no se
mantiene infectivo por mucho tiempo fuera del cuerpo humano. Este virus no se
transmite por picaduras o mordeduras de insectos. Una persona no puede contagiarse
a partir del contacto físico casual con una persona infectada, como lo son los abrazos
o el compartir objetos de uso familiar.

Fig. 5. Vías de transmisión, medidas de prevención y síntomas de infección por VIH.

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Hay tres enzimas que son el blanco de la mayoría de los fármacos diseñados
contra los retrovirus: la transcriptasa inversa, la integrasa y la proteasa. La
transcriptasa inversa, como ya se mencionó, es la encargada de copiar el ARN
genómico en ADN, que posteriormente será incorporado al genoma de la célula
hospedera por la integrasa. La proteasa actúa en el último paso de formación de
los viriones, realizando cortes proteolíticos que permiten la maduración de las
proteínas virales. Luego de años de estudios y pruebas, actualmente poseemos una
combinación de fármacos que logran mantener a raya la infección viral, y, aunque no
la eliminan, permiten que los infectados puedan llevar una vida prácticamente
normal. La combinación más usual de fármacos involucra dos análogos de nucleósidos
que actúan como inhibidores de la transcriptasa inversa, y un inhibidor de la
proteasa. Antes del desarrollo de la triterapia, las personas que desarrollaban el SIDA
normalmente morían de infecciones oportunistas en un periodo que podía ser tan
corto como un año.

Fig. 6. Progresión de la infección por VIH. Se observa una primera disminución del recuento
de linfocitos T CD4+ y un aumento de las copias virales, en este punto se produce la primera
sintomatología tipo gripe. Posteriormente el virus puede permanecer latente por años. Una
vez reactivado el virus, se observa disminución de los linfocitos T CD4+ hasta que el sistema
inmune no es capaz de defender al hospedero y se produce la muerte por otra infección o
condición

3. Bacterias
Las bacterias son organismos procariontes existentes en prácticamente todos los
ecosistemas del planeta. Algunas conviven y contribuyen con las especies que las
hospedan. Otras, sin embargo, son capaces de provocar enfermedades e incluso la
muerte. En la historia reciente de la humanidad, se ha desarrollado todo un arsenal
de antibióticos para combatirlas. Generalmente, el tamaño de las células procariotas
varía entre 1 y 10 micrones, es decir, tienen un volumen muchas veces menor que las
células eucariotas.

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Fig. 7. Hay dos formas básicas muy comunes en las bacterias. Una forma esférica u ovalada
es un coco, y una forma alargada o cilíndrica es un bacilo. Cuando aparecen uno o más
dobleces en la longitud de la célula que le dan forma espiral, es un espirilo. En algunos casos
las células se mantienen juntas después de dividirse formando diferentes grupos: parejas
(diplo-), cadenas (estrepto-), racimos (estafilos-) estructuras cúbicas (sarcinas) u otras
formas. Algunas bacterias se pueden reconocer fácilmente por sus formas peculiares, como
los espirilos, con forma de sacacorchos, o los vibriones, con forma de coma.

3.2 Reproducción y genética bacteriana.


Las bacterias se reproducen asexualmente mediante fisión binaria, a partir de
una célula parental, resultan dos células hijas iguales y con la misma copia de la
molécula de ADN circular. El proceso se inicia cuando la célula tiene un tamaño
apropiado y replica su material genético. Las dos moléculas de ADN resultantes se
asocian a sitios adyacentes de la membrana denominados mesosomas, que sirven para
separarlos a medida que la célula se alarga. Finalmente, las nuevas células se dividen
por la formación de una hendidura. Algunas bacterias se mantienen unidas una vez
que se dividen, formando largas cadenas, mientras que otras se separan o se unen de
maneras diversas.

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Fig. 8. Esquema representativo de la reproducción por fisión binaria de una bacteria.

Este método de reproducción forma clones, es decir, individuos genéticamente


iguales. La tasa de mutación en bacterias es casi tan baja como en eucariontes, pero
tienen a favor su menor tamaño, que les permite alcanzar números altos mucho más
rápidamente. Esto resulta fundamental para conseguir su extraordinaria
adaptabilidad a los cambios ambientales, aunque la tasa de mutación sea baja, un
gran número de bacterias asegura que se produzcan suficientes mutantes como para
que sean seleccionadas aquellas mutaciones que traigan alguna ventaja.
Algunas bacterias forman esporas, células latentes capaces de sobrevivir a
condiciones ambientales desfavorables de temperatura, falta de nutrientes,
resequedad, etc. Al comienzo de la formación de la espora, la célula original tiene dos
copias de ADN, y alrededor de una de ellas y de un poco de citoplasma se forman
envolturas resistentes. Luego, la célula original se rompe y libera la endospora que
ha fabricado en su interior, que permanece latente hasta encontrar un medio
adecuado para su desarrollo.
Transferencia génica horizontal
Algunas bacterias poseen estrategias para conseguir variabilidad genética a
partir de otras bacterias, es decir, mediante transferencia génica horizontal, en
contraste con transferencia vertical que se produce cuando el material genético pasa
de los progenitores a las células hijas.
Los mecanismos de transferencia de genes que constituyen la base de la
variabilidad genética de las bacterias, son: conjugación, transformación y
transducción.
Conjugación: corresponde a transferencia directa de fragmentos de ADN de
una bacteria a otra a través de una estructura denominada pilus sexual. La mayoría
de las veces el material transferido es un plásmido, moléculas de ADN circular
pequeñas, con capacidad de replicar. Algunos plásmidos son únicos, mientras que
otros existen en copias múltiples. Los plásmidos pueden llevar desde dos genes hasta
más de cien, usualmente asociados a alguna ventaja adaptativa, como resistencia a
antibióticos u otra condición ambiental adversa. Como resultado, muchos
antibióticos no son efectivos contra las infecciones bacterianas comunes para las que
fueron utilizados originalmente. Por ejemplo, la mayoría de las cepas de Neisseria

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gonorrhoeae, la bacteria causante de la gonorrea, ahora son resistentes a la penicilina,
por lo que este antibiótico ya no se usa en el tratamiento de dicha enfermedad. El
fenómeno de resistencia se relaciona estrechamente al mal uso que se da a los
antibióticos, por lo que en muchos lugares se ha restringido su venta.
Transformación: corresponde a la captación directa de fragmentos de ADN
por parte de una célula desde el medio circundante. Algunas bacterias son capaces
de adquirir desde genes de resistencia a plásmidos completos, simplemente
incorporándolos a través de su membrana desde el entorno.
Transducción: es la transferencia de material genético bacteriano empaquetado
en partículas virales de una célula infectada a otra. Al fragmentarse el ADN de la
bacteria hospedera, algunos nuevos virus empaquetan dentro de la cubierta proteica
ADN bacteriano en vez del propio, y lo pueden incorporar a otra bacteria al
infectarla. Este fragmento de ADN no causará la infección, pero podría incorporarse
en el cromosoma o en un plásmido del nuevo hospedero, contribuyendo con esto a su
variabilidad.

Fig. 9. Formas de transferencia genética horizontal en bacterias.

3.3 Antibióticos
En general, se denomina antimicrobiano a cualquier sustancia que pueda destruir
a un microbio. Entre estos agentes químicos encontramos a los antibióticos, que
tienen como blanco principal a las bacterias. Los antibióticos han sido obtenidos de
bacterias u hongos, u a partir de síntesis química, y se emplean rutinariamente en el
tratamiento de infecciones.

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Los antibióticos actúan a través de dos mecanismos principales: matando los
microorganismos (acción bactericida), o impidiendo su reproducción sin
eliminarlos (acción bacteriostática). Aunque pueda pensarse que un antibiótico
bactericida es siempre mejor, esto no es necesariamente cierto. Un antibiótico
bacteriostático puede ser tan útil como uno bactericida, pues, al detener el
crecimiento bacteriano, permite que los mecanismos inmunes naturales ataquen y
eliminen las bacterias. Existen diversos blancos posibles para los antibióticos, que
involucran vías metabólicas, síntesis de estructuras vitales como la pared o los ácidos
nucleicos, el bloqueo de los ribosomas, entre otros.

Fig. 10. Diferentes blancos de los antibióticos

La elección de uno u otro antibiótico en el tratamiento de una infección depende


del microorganismo, de la sensibilidad de éste, la gravedad de la enfermedad, la
toxicidad, los antecedentes de alergia del paciente y el costo. En infecciones graves
puede ser necesario combinar varios antibióticos (como es el caso del Helicobacter
pylori). Un examen que puede ser determinante lo constituye el cultivo y
antibiograma, que permite identificar el microorganismo y probar su sensibilidad a
varios antibióticos al mismo tiempo. Un antibiograma consiste en el cultivo de un
césped de la bacteria en un medio sólido rico, sobre el cual se colocan varios discos
embebidos en distintos antibióticos. Alrededor del disco que contenga un antibiótico
efectivo, la bacteria no podrá crecer, por lo que se verá un espacio “vacío”, llamado
el halo de inhibición. La simple medición del diámetro de los halos de inhibición es
suficiente para determinar la sensibilidad relativa de la bacteria a los antibióticos
utilizados.

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Discos con antibiótico

Halo de inhibición
Bacterias

Fig. 11. Resultado de una placa de cultivo con un antibiograma.

4. Inmunidad y vacunas
La inmunidad se considera como la protección que se adquiere contra antígenos
o patógenos. Esta protección puede adquirirse de varias maneras, que pueden ser
naturales o artificiales. En ambos casos, se distinguen formas activas y pasivas.
En la inmunidad activa, es el mismo organismo el que desarrolla los mecanismos que
lo llevan a protegerse, mientras que, en la pasiva, estos mecanismos son traspasados
desde otro individuo, ya sea por transferencia de anticuerpos o, menos usualmente,
células.

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Fig. 12. Tipos de inmunidad adquirida: pasiva o activa, natural y artificial.
La inmunización artificial o vacunación es una técnica de medicina preventiva
cuyo objetivo consiste en procurar resistencia inmune frente a un agente infeccioso,
activando de forma artificial una respuesta inmune adaptativa. Con este fin, se
inocula al individuo sano una forma del agente patógeno que no tiene capacidad de
producir la enfermedad, pero sí de inducir la respuesta inmune. Las vacunas son la
forma más eficaz de protección frente a los virus y otros organismos relacionados
contra los que los antibióticos no son eficaces. En los países occidentales se
administran ciertas vacunas de acuerdo a un calendario oficial de vacunación, y Chile
no es una excepción.
Las vacunas funcionan induciendo la memoria inmune, es decir, a través de
la respuesta inmune adaptativa, que genera linfocitos T y B de memoria que pueden
persistir por años en el organismo. Tienen la ventaja sobre la inmunidad natural, en
que no en necesario padecer la enfermedad para generar la respuesta, por lo que no
se sufre de los efectos dañinos de ésta. El objetivo de la vacunación es que, gracias a
las células de memoria, los individuos vacunados no desarrollen la enfermedad al ser
expuestos al patógeno, o que al menos no sufran todas las consecuencias negativas
de ésta. Por esta razón, la vacunación es mucho mejor que el tratamiento de las
enfermedades, tanto en sentido económico como en el de bienestar personal.

Fig. 13. Tipos más comunes de vacunas

5. Anomalías del sistema inmunitario


Los distintos sistemas que componen el cuerpo humano actúan de forma
sincronizada para mantener la homeostasis corporal. El sistema inmune también es
parte de este proceso, por lo que una anormalidad de la respuesta inmune normal
frente a un estímulo genera desviaciones de la homeostasis. El sistema inmune, en
condiciones normales, presenta tolerancia, que es el reconocimiento de lo propio.
Un exceso de tolerancia hará que el organismo sea incapaz de defenderse, al confundir
sustancias extrañas como propias y ocasionará inmunodeficiencia. La falta de

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tolerancia, es decir, la incapacidad de reconocer algunas moléculas propias como tales
y considerarlas como extrañas, puede hacer reaccionar al organismo contra sí mismo,
dando origen a la autoinmunidad.

5.1 Inmunodeficiencia
Cuando el organismo tiene un número inadecuado de células funcionales y las
respuestas inmunitarias no son efectivas, se habla de inmunodeficiencia. Las personas
que la padecen resultan muy vulnerables a infecciones por microorganismos que no
son peligrosos para la población general. Se clasifican en primarias y adquiridas,
según su origen.
Inmunodeficiencias primarias: también conocidas como congénitas, son
causadas por mutaciones en algún gen que afecta al sistema inmunitario. La
inmunodeficiencia más conocida, principalmente por ser blanco de los primeros
intentos de terapia génica, es el síndrome de inmunodeficiencia severa combinada
(SCID). Aunque este tipo de enfermedades es de pronóstico muy grave y, en ausencia
de tratamiento, suelen ser mortales, en la actualidad se dispone de tratamientos como
trasplantes de médula ósea, la utilización continuada de sustancias antimicrobianas
o la administración de anticuerpos. En los casos más graves hay que mantener a las
personas afectadas en recintos estériles con el fin de evitar el contacto con cualquier
tipo de gérmenes, por lo que a los afectados se les llamaba niños burbuja.
Inmunodeficiencias secundarias: también conocidas como adquiridas, son
las que aparecen a partir de un momento determinado de la vida. Pueden tener
diferentes orígenes. Algunas están asociadas a enfermedades o situaciones que causan
pérdidas generalizadas de proteínas, como la malnutrición, fallos generalizados en la
hematopoyesis, como las leucemias, o lesiones de estructuras que facilitan la invasión
de microorganismos, como las quemaduras graves. Otras inmunodeficiencias
secundarias están asociadas a tratamientos médicos (iatrogénicas) que matan o
inactivan a los leucocitos. Es el caso de los inmunosupresores, como corticoides o
ciclosporina, y de la quimioterapia y radioterapia utilizadas contra los tumores.
También pueden ser causadas por infecciones víricas que afectan al sistema
inmunitario, como el caso del SIDA.

5.2 Enfermedades autoinmunes


En ciertos casos, se pierde la tolerancia de los linfocitos B o T frente a moléculas
propias de nuestro organismo y se da lugar a enfermedades autoinmunes. La
activación de los linfocitos incluye un proceso de mutación somática, en que se
producen intencionalmente mutaciones en los receptores inmunes, con el fin de lograr
una mejor detección del patógeno. En ciertos casos, la mutación de los receptores (ya
sea el receptor del linfocito T o los anticuerpos) puede generar una proteína que
tenga reacción cruzada con un antígeno propio, es decir, a la pérdida de la tolerancia.
Las enfermedades autoinmunes son difíciles de combatir, pues no contamos con un
mecanismo que nos permita disminuir selectivamente la respuesta inmune. Si bien
las distintas enfermedades autoinmunes comparten algunas características, las
manifestaciones específicas dependen del tejido afectado.
Miastenia gravis: Se producen anticuerpos contra los receptores de acetilcolina
(ACh) de las células musculares esqueléticas. Estos receptores quedan bloqueados
por anticuerpos y se favorece su endocitosis, por lo que ya no pueden responder a las
señales nerviosas que producen la contracción muscular. El resultado es que los
músculos, al no responder a las señales nerviosas, sufren un debilitamiento progresivo,

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lo que incluso puede provocar que la persona quede paralizada. El tratamiento actual,
además de inmunosupresores, consta de un inhibidor de acetilcolinesterasa, la enzima
que degrada el neurotransmisor en la sinapsis, para aumentar el tiempo de
permanencia de éste, y así lograr una mejor respuesta del músculo.
Esclerosis múltiple: se produce una reacción contra la mielina que rodea los
axones de las neuronas, lo que disminuye la velocidad de conducción del impulso
nervioso. Al disminuir la conducción de impulsos, los músculos ya no reciben las
señales que le permiten mantener el tono, por lo que se origina parálisis. Si los nervios
afectados son las vías aferentes, también se asocia a pérdida de sensibilidad.
Enfermedad de Graves o tirotoxicosis autoinmune: se producen
anticuerpos que se unen a los receptores de la hormona TSH que se encuentran en
las células de la tiroides. Al unirse los anticuerpos a dichos receptores, se dispara la
señal de activación de éstos, por lo que la producción de hormonas tiroideas se hace
permanente, y se genera hipertiroidismo.
Artritis reumatoide: aparece cuando macrófagos, linfocitos B y linfocitos T
se activan contra antígenos asociados a las articulaciones de los huesos. Se ha
identificado una predisposición genética. En el suero de los enfermos que la padecen
se encuentra siempre el llamado factor reumatoide, una clase de IgM. El resultado
de la enfermedad es una inflamación crónica de las articulaciones de las extremidades,
producto de la unión de los anticuerpos a ellas, y la posterior activación de los
mecanismos inflamatorios que ello conlleva.
Lupus eritematoso: Se forman anticuerpos contra DNA e histonas, originando
diversas lesiones en células, tejidos y órganos. Además, se forman complejos inmunes,
que se depositan en articulaciones y en los riñones, causando inflamación en ellos.
Diabetes mellitus tipo I (Insulinodependiente): Aparece cuando el sistema
inmune reacciona contra moléculas de las células β del páncreas, provocando que esta
glándula produzca cada vez menos insulina, hormona indispensable en la disminución
de la glicemia.

5.3 Alergias
Los antígenos que desencadenan reacciones de hipersensibilidad inmediata
(alergias), se denominan alérgenos y pueden ser proteínas u otras sustancias
químicas. Tienen en común que, ante ellos, el cuerpo reacciona liberando IgE. Las
enfermedades alérgicas son las enfermedades inmunitarias más frecuentes.
La alergia involucra la acción de mastocitos, basófilos y eosinófilos. Los
mastocitos son células que se encuentran principalmente en la piel y mucosas
respiratorias y digestivas; los basófilos y eosinófilos se encuentran en la circulación.
Estas células son parte de la inmunidad innata, pero poseen receptores de IgE, que
unen este anticuerpo en la membrana, donde puede funcionar como un receptor
específico. Cuando las IgE unidas a receptores en la superficie de mastocitos o
basófilos se encuentran con el alérgeno, las células se activan y empiezan a secretar
una serie de factores, entre ellos la histamina, que producen una reacción
inflamatoria, caracterizada por aumento de la permeabilidad vascular,
vasodilatación, edema y contracción de la musculatura lisa bronquial e intestinal.
Las consecuencias patológicas de la alergia se producen en minutos. En su forma
sistémica más extrema, llamada anafilaxia, los mediadores derivados de mastocitos
y basófilos pueden contraer la vía aérea hasta la asfixia y producir un colapso

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cardiovascular que lleve a la muerte, lo que se denomina shock anafiláctico. El
término anafilaxia fue acuñado para indicar que los anticuerpos IgE podían conferir
lo opuesto a la protección (profilaxis) a un individuo desafortunado.

Fig. 14. Etapas de la reacción alérgica.

6. Sistema inmune y trasplantes


Como se mencionó anteriormente, las membranas plasmáticas de cada una de
las células presentan sus antígenos en las proteínas del MHC de tipo I. Estos
complejos están determinados por varios genes, de modo que se pueda exponer
distintos antígenos en ellos. La capacidad de unir uno u otro antígeno está dada por
las variaciones en los distintos genes del MHC. Estos genes muestran un alto grado
de polimorfismo (variabilidad), de manera que la combinación de ellos es diferente
en cada individuo. Esto implica que distintos individuos tendrán MHCs que
presenten distintos antígenos propios al sistema inmune, aun cuando sus proteínas
sean muy similares.
El nombre de MHC, complejo principal de histocompatibilidad, está
relacionado con la aceptación o rechazo de tejidos. En esta propiedad se basa el éxito
o fracaso del trasplante de órganos. En los trasplantes de tejidos, la respuesta inmune
que se desencadenará dependerá de la constitución genética del receptor y del
donante, principalmente de las moléculas del MHC. Existen dos tipos de trasplantes:

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Trasplante de órganos no inmuno-competentes: en los trasplantes de
órganos como hígado, corazón, riñón u otros que no tienen estructura o función
linfoide, la aceptación del órgano trasplantado dependerá de la composición genética
y de la respuesta inmune del receptor. El sistema inmune del receptor podría generar
respuesta contra el órgano extraño, atacándolo y generando el rechazo del mismo, lo
que puede llevar a la muerte. Para evitarlo, se administran inmunosupresores a los
receptores de trasplantes.
Trasplante de órganos inmuno-competentes: en particular en los
trasplantes de médula ósea, los componentes del MHC del receptor y del donante,
deben presentar un alto porcentaje de similitud genética, en caso contrario, los
linfocitos derivados de la médula ósea trasplantada destruirán los tejidos y órganos
del receptor, en una reacción llamada enfermedad del injerto contra el huésped.

6.1 Transfusiones y grupos sanguíneos


Los glóbulos rojos, o eritrocitos, poseen diversos antígenos en su membrana, que
pueden utilizarse para clasificarlos en distintos grupos. Aunque existen al menos 38
métodos de clasificación, que utilizan unos 346 antígenos en los eritrocitos y 33 en
las plaquetas, los más conocidos son el sistema ABO y el Rh, que representan los
antígenos con mayor probabilidad de generar reacciones adversas.
El sistema ABO se basa en la presencia de ciertos azúcares en los oligosacáridos
de las glicoproteínas de la membrana del eritrocito. Está controlado por un solo gen,
que tiene 3 alelos: A, B y O (a veces indicados como IA, IB e i), de los que los dos
primeros son codominantes, y el tercero es recesivo. La presencia de los alelos A o B
determina la presencia de los antígenos A o B en la superficie del eritrocito (también
llamados aglutinógenos), mientras que el alelo O no corresponde a un antígeno, sino
a la ausencia de éste. Los individuos que carecen de uno o ambos antígenos pueden
desarrollar una respuesta inmune contra él, que genera anticuerpos (también
llamados aglutininas) que pueden unirse a los eritrocitos transfundidos y causar su
aglutinación, agregación en grupos que puede causar trombos y bloquear los vasos
sanguíneos. De esta manera, los individuos que poseen solo el antígeno A, no pueden
recibir sangre que contenga el antígeno B, y los que poseen solo el antígeno B, no
pueden recibir sangre que contenga el A. Los individuos que portan la combinación
de alelos OO no poseen ninguno de los dos antígenos, por lo que no pueden recibir
sangre que tenga cualquiera de ellos. En cambio, los individuos que portan tanto el
alelo A como el B, no generan respuesta contra ninguno y pueden recibir sangre de
cualquier tipo.
El sistema Rh se basa en la presencia o ausencia de un grupo de proteínas en la
membrana de los eritrocitos (el factor Rh). Existen 49 antígenos asociados a este
sistema, pero solo 5 de ellos son frecuentes. El sistema depende de dos genes, aunque
en realidad solo se considera el producto de uno de ellos para definir Rh+ y Rh-. Los
individuos Rh+ poseen el alelo RhD, y expresan el antígeno D en su membrana,
mientras que los Rh- no lo hacen. Esta última condición es recesiva. Al igual que en
el sistema anterior, los individuos que carecen del antígeno pueden generar respuesta
inmune contra él si se les transfunde sangre que lo lleve.

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Fig. 15. Grupos sanguíneos del sistema ABO y sus diferencias en composición de antígenos
y anticuerpos presentes en el plasma.
Eritroblastosis Fetal
La enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN), también llamada
eritroblastosis fetal, es un trastorno sanguíneo en el que una madre produce
anticuerpos durante el embarazo que atacan los glóbulos rojos de su propio feto.
Puede darse siempre y cuando la madre y el bebé tengan tipos de sangre diferentes.
La sangre del feto y de la madre no se mezclan durante el embarazo, pero
durante el parto puede ocurrir que glóbulos rojos del niño pasen al torrente sanguíneo
de la madre. Si estas células son de un grupo sanguíneo distinto al de la madre, es
posible que se genere una reacción inmune contra ellos. Si bien la reacción puede
darse ante cualquiera de los antígenos de los eritrocitos, el antígeno más comúnmente
reconocido es el factor Rh.
En un primer embarazo de una mujer Rh negativa, si el feto tiene sangre Rh
positivo, podría generarse la sensibilización de la madre, es decir, el desarrollo de
anticuerpos anti-Rh. En un segundo embarazo si el feto presenta sangre Rh
positiva, los anticuerpos anti-Rh llegan a la sangre del feto atravesando la placenta
y destruyendo sus glóbulos rojos, provocando así la enfermedad hemolítica. El feto
comienza a enfermar cada vez más y puede provocarse su muerte. El tratamiento de
esta enfermedad consiste en transfusiones sanguíneas intrauterinas al feto y luego de
nacido, pero existe un método preventivo que evita la sensibilización de la madre.
Las madres Rh negativo son tratadas con un anticuerpo anti-Rh (inmunoglobulina
RhoD), que impide el reconocimiento de los antígenos de los eritrocitos del bebé. El
tratamiento debe realizarse antes de las 72 horas (3 días) de haber tenido su primer
niño Rh+ para que sea efectivo para el próximo embarazo. Algunas veces se prefiere
aplicar el tratamiento antes del parto, para evitar la sensibilización durante el
embarazo, que puede ocurrir en un número pequeño de casos.

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Fig. 16. Eritroblastosis fetal de un embarazo posterior a la exposición del antígeno Rh.

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Ejercicios
1. En salud pública, una enfermedad que está presente en una extensa zona
geográfica con un alto grado de transmisibilidad y un fácil traslado geográfico
entre continentes corresponde a
A) plaga.
B) brote.
C) endemia.
D) epidemia.
E) pandemia.
2. Los virus en general, al igual que las bacterias, presentan
A) pared celular.
B) material genético.
C) membrana lipídica.
D) reproducción de tipo asexual.
E) procesos metabólicos simples.
3. La inhibición del proceso de traducción en células infectadas por el VIH impedirá
directamente:
A) ensamblaje de partículas virales.
B) ingreso de la cápside al citoplasma.
C) actividad de la transcriptasa reversa.
D) fijación del virus a la membrana celular.
E) integración del DNA viral al DNA celular.
4. Un nuevo tratamiento contra el SIDA está siendo aplicado en hospitales y clínicas
de Sao Paulo. Este método es realizado en tres etapas:
(1) de un dador seropositivo es retirado plasma sanguíneo, rico en virus
VIH y en anticuerpos anti VIH
(2) el plasma pasa por un proceso que destruye los virus por medio de
calor, pero los anticuerpos no son afectados
(3) el plasma que contiene los anticuerpos es inyectado a un enfermo de
SIDA, que ve aumentada su resistencia a infecciones hasta tres veces,
mejorando su estado de salud.
El método descrito corresponde a una forma inmunidad:
A) inespecífica.
B) natural activa.
C) natural pasiva.
D) artificial activa.
E) artificial pasiva.

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5. Se prueba el efecto de un fármaco en la inhibición de la infección viral. Para ello
se cultivan células en laboratorio, luego se las infecta con el virus y se les agrega
el agente antiviral. Se desea conocer el efecto en las distintas etapas del ciclo de
replicación. Transcurrido un tiempo de infección, se busca distintos componentes
en las células.
Componente Control Antiviral
ARNm + +
Ribosomas + +
Proteínas de la cápside viral + +
Proteínas de la cubierta viral + +
Genoma viral (ADN) + -
Viriones en vesículas - -
Basándose en los resultados, ¿cuál es el efecto específico del antiviral?
A) Bloqueo de la entrada del virus
B) Bloqueo de la síntesis de proteínas
C) Inhibición de la exocitosis del virus
D) Inhibición de la ADN polimerasa viral
E) Detención del metabolismo de la célula
6. Un hospital está experimentando un alza en las infecciones bacterianas
intrahospitalarias en los pacientes intubados en la unidad de cuidado intensivo.
Cada vez que se detecta la infección, se realiza un antibiograma y un estudio para
identificar la bacteria. Se demuestra que la bacteria es en todos los casos la misma.
Los resultados de los antibiogramas obtenidos se muestran en la tabla siguiente:
Antibiótico Paciente 1 Paciente 2 Paciente 3 Paciente 4
Ampicilina resistente resistente resistente resistente
Tetraciclina sensible resistente resistente resistente
Eritromicina sensible resistente resistente resistente
Metronidazol sensible sensible resistente resistente
Gentamicina sensible sensible sensible resistente
Ciprofloxacino sensible sensible sensible sensible
Gentamicina sensible sensible sensible sensible
Amoxicilina sensible sensible sensible sensible
Si los pacientes están numerados en el orden en que se han infectado, ¿cuál de las
siguientes inferencias puede obtenerse del análisis de la tabla?
A) Los pacientes han ido enfermándose con distintas bacterias
B) La bacteria cuenta con bombas que eliminan antibióticos en su genoma
C) Las bacterias han sido infectadas con bacteriófagos entre un paciente y otro
D) Es probable que la bacteria cuente con un mecanismo de adquisición de genes,
como transformación natural
E) Las infecciones intrahospitalarias son muy peligrosas porque siempre tienen
resistencia a varios antibióticos

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7. A partir de las siguientes características de una infección, decida cuál es el tipo
de patógeno involucrado:
(1) Sus antígenos son presentados por macrófagos
(2) Se induce la respuesta T CD8+
(3) Genera inflamación localizada
A) Virus
B) Hongo
C) Bacteria
D) Protozoo
E) Célula tumoral
8. Se está probando dos antibióticos nuevos en un laboratorio. El antibiótico se
aplica en cultivos de bacterias que estén en fase de crecimiento exponencial, y se
mide el número de bacterias vivas, obteniéndose el siguiente gráfico, en el que la
flecha indica el momento de aplicación del antibiótico.

A partir del análisis del gráfico, es correcto señalar que


A) Los dos antibióticos probados son bacteriolíticos
B) Los dos antibióticos probados son bacteriostáticos
C) El compuesto Ab 1 es bacteriolítico, mientras que Ab 2 es bacteriostático
D) El compuesto Ab 1 es bacteriostático, mientras que Ab 2 es bacteriolítico
E) Los antibióticos se aplicaron demasiado pronto en el crecimiento bacteriano
9. En las reacciones de hipersensibilidad (alergias), el componente del sistema
inmune que presenta la anomalía corresponde a
A) Linfocitos B que producen IgE
B) Linfocitos B que producen IgG
C) Células presentadoras de antígeno
D) Mastocitos y basófilos que unen IgG
E) Linfocitos T que activan la producción de IgE
10. Los rechazos a las transfusiones se deben a
A) presencia de linfocitos T en el plasma
B) presencia de antígenos en los linfocitos
C) hipersensibilidad a los antígenos de los eritrocitos
D) anticuerpos producidos contra los linfocitos ajenos
E) sensibilización a antígenos de los eritrocitos ajenos

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11. Dos proyectos se han presentado a concurso. Ambos proponen un tratamiento
que pretende mejorar la respuesta inmune contra la misma enfermedad viral.
Usted debe elegir cuál proyecto parece más prometedor, utilizando los datos
inmunológicos que se han recopilado:
Parámetro Tratamiento 1 Tratamiento 2
Producción de anticuerpos ++ +
Activación de linfocitos T CD4+ + +
Activación de linfocitos T CD8+ + ++
Generación de memoria inmune + +
A partir del análisis de la tabla, indique qué proyecto elegirá y por qué:
A) Cualquiera de los dos tratamientos es igualmente efectivo
B) El tratamiento 1 amerita ser elegido, porque los anticuerpos son necesarios en la
respuesta contra cualquier enfermedad
C) El tratamiento 2 amerita ser elegido, porque la respuesta T CD8+ permite
eliminar las células infectadas
D) El tratamiento 1 amerita ser elegido, porque la detección de los antígenos virales
depende de los anticuerpos
E) El tratamiento 2 amerita ser elegido, porque una respuesta de anticuerpos fuerte
puede ocasionar hipersensibilidad
12. Para generar una alergia, la IgE debe unirse a
A) gránulos de histamina
B) histamina y alérgenos
C) antígenos y anticuerpos
D) alérgenos y gránulos de histamina
E) alérgenos y receptores de membrana
13. El rechazo que produce un injerto de piel se debe a que
A) las proteínas del injerto inducen la fagocitosis en el receptor
B) las células inmunes del dador atacan a las células del receptor
C) las células inmunes del receptor destruyen las células del injerto
D) los antígenos del receptor y del dador interactúan negativamente
E) el epitelio dérmico induce una respuesta inmune contra el injerto
14. Las personas del grupo O reciben sangre solo de su mismo grupo, porque:
A) poseen anticuerpos contra los aglutinógenos A y B.
B) tienen aglutinógenos que solo reconocen al grupo O.
C) tienen anticuerpos que aglutinan la sangre del grupo A.
D) poseen aglutinógenos sobre la membrana de sus glóbulos rojos.
E) poseen anticuerpos en su plasma contra los aglutinógenos del grupo O.
15. Las manifestaciones inmediatas de las reacciones de hipersensibilidad se deben a
la liberación de
A) histamina.
B) serotonina.
C) bradicinina.
D) inmunoglobulinas.
E) factores de la coagulación.

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16. Si una mujer presenta el grupo Rh– y su hijo es del grupo Rh+ puede ocurrir
aglutinación de la sangre del hijo (eritroblastosis fetal). ¿Qué medida terapéutica
resulta más adecuada para evitar que el hijo muera, una vez que se detecta la
patología?
A) tratar al feto con anticoagulantes.
B) tratar a la madre con antibióticos.
C) tratar a la madre con antialérgicos.
D) realizar transfusiones de sangre al feto.
E) deprimir la función inmunitaria de la madre.
17. El shock anafiláctico puede causar la muerte del afectado debido a
A) asfixia
B) inflamación
C) lisis celular
D) insuficiencia cardiaca
E) aglutinación sanguínea
18. A continuación, se presenta un gráfico que representa la respuesta del sistema
inmune a dos antígenos en distintas circunstancias.

¿Cuál de los antígenos está mostrando el funcionamiento de una vacuna?


A) el antígeno A.
B) el antígeno B.
C) ambos, pero comparados separadamente.
D) la combinación antígeno A + antígeno B.
E) ninguno sirve para demostrar esta característica.
19. El síndrome de diGeorge es una patología en la que se carece de la totalidad o
parte del timo, entre otras características. Desde el punto de vista inmunológico,
corresponde a
A) una condición letal
B) una hipogammaglobulinemia
C) una inmunodeficiencia primaria
D) un síndrome de hipersensibilidad
E) una inmunodeficiencia secundaria

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20. En la antigüedad, los chinos hacían que los niños inhalaran el polvo de las lesiones
de personas que habían sufrido viruela, para que posteriormente no se enfermaran.
Con esta práctica se buscaba
A) transferencia de anticuerpos a los niños
B) adquisición de factores inmunes de la lesión
C) producción de inmunidad activa en los niños
D) traspaso de linfocitos activados desde la lesión
E) activación de la inmunidad innata de los niños
21. ¿Qué diferencia existe entre la tolerancia inmunológica y la respuesta inmune
normal?
A) la primera retrasa el ataque de lo ajeno y la segunda, lo acelera.
B) la primera evita el ataque de tejidos propios y la segunda, lo realiza.
C) la primera implica un reconocimiento de lo propio y la segunda, de lo ajeno.
D) la primera reconoce tanto estructuras propias como ajenas y la segunda, solo
propias.
E) la primera genera mecanismos destructivos de tejidos propios y la segunda, solo
reconoce a los tejidos propios.

Clave Ejercicios

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
E B A E D D A D A E
11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
C E C A A D A A C C
21
C

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