Siglo XIX
Siglo XIX
Siglo XIX
El imperio Napoleónico
La revolución francesa termina con Napoleón Bonaparte, quien tomaría en sus manos a
Francia, instaurando un gobierno consular en 1800
Durante su gobierno mantiene los ideales revolucionarios, pero también comienza una
política de represión, persiguiendo a Realistas (que quieren una vuelta al antiguo régimen)
y jacobinos (que quieren profundizar en ideas de la revolución).
Se creó el Banco de Francia, se fomenta la educación pública y se estabilizan las relaciones
con la iglesia a través de un concordado.
Se establece un nuevo CÓDIGO CIVIL que recoge los ideales de igualdad, libertad y
derecho de propiedad.
Con este periodo de estabilidad, se lanza a la conquista de otros lugares, para “llevar el
pensamiento francés” a otros lugares y de esta manera “unificarlos” al suyo.
Con la conquista de Austria, entro en guerra contra Inglaterra, por lo que el Senado,
decidió otorgarle el título de “emperador de los franceses”. Comenzando así el imperio de
Napoleón y las guerras napoleónicas en 1804
Se enfrenta a diferentes regímenes absolutistas, y al derrotarlos, impulsa las ideas
de libertad, soberanía, igualdad, además de imponer un sistema constitucional
basado en el código civil francés.
En muchos de los territorios ganados impuso a sus amigos o familiares a cargo,
como el caso de España y Holanda. Además de que ya contaba con muchos aliados
como Italia, Etruria, la confederación Helvetica, el imperio Austriaco y Rusia.
El declive del imperio comenzó en 1812 cuando Rusia se negó a pasar productos franceses
a su país. Napoleón decidió invadir Rusia con un gran ejército, que termino diezmado
gracias a un crudo invierno. Rusia expulso a los franceses de su territorio y junto a a
Inglaterra y Prusia, comenzaron una coalición que acabo con el imperio napoleónico en
1815 tras la batalla de Waterloo y la firma del tratado de París.
El tratado devolvió el territorio a los países conquistados y se volvió en muchos casos a
gobiernos absolutistas. Fue durante este tiempo que se afianzo de nuevo la dinastía de los
borbones
Consecuencias
Para Europa las guerras napoleónicas tenían relevancia, pero ¿Qué pasaba en el nuevo
continente?
Para este tiempo, muchas de las ideas revolucionarias comenzaron a ser distribuidas por todo el
nuevo continente, gracias a la imprenta y el surgimiento del periódico, como medio de
comunicación. Tanto las colonias españolas, como las portuguesas, comenzaron a preguntarse si la
hegemonía de sus gobernantes, les garantizaba un futuro y una vida digna. Los ejemplos de
Francia y Estados Unidos, crearon un sentimiento de liberación que comenzó el gran tiempo de
independencia en América Latina.
Grandes independencias Libertadores importantes
1804 – independencia de Haiti - Tuissaint Louvrture
1810 – Independencia de Chile y de México - Sino Bolívar
y Colombia - José de San Martín
1811 – Independencia de Venezuela - Francisco de Miranda
1816 – Independencia de Argentina - Bernardo O’ Higgins
1821 – independencia de Panamá y de - Miguel Hidalgo
Perú - Agustín de Iturbide
1822 – Independencia de Brasil - Pedro I
1830 – independencia de Ecuador de la
Gran Colombia
Para 1830 el Reinado de los reyes borbones Luis XVIII y Carlos X comenzó a mermar en la
población burgués, quienes, gracias a los grandes avances industriales, comenzaron a emprender
un movimiento de liberación, que culminó con la abdicación del último Rey, y la instauración de
una monarquía constitucional a manos de Luis Felipe duque de Orleans. Luego. Con esto se daría
paso a la segunda república en Francia, que inspiraría a muchas más naciones a renunciar a las
monarquías absolutistas.
En Italia se dio el famoso Risorgimento, movimiento que unifico todas las naciones italianas, que
hasta ese momento estaban separadas y que comenzó en 1829. Al terminar este movimiento
Roma se volvió su capital.
Alemania por su parte comenzó su unificanción en el año 1861 teniendo como cabecilla de este
movimiento a Otto Von Bismarck canciller de Hierro de Prusia. Para 1871 se decretó el segundo
Reich nombraron a Guillermo I de Prusia como emperador, y se decretó una monarquía semi-
constitucional.
Rusia por su parte, tomando el ejemplo de Francia, se iría por la contraria. Durante el siglo XIX se
tendría el dominio de los Zares rusos y las ideas liberales no tendrían cabida ahí hasta el siglo XX.
Sin embargo con el zar Alejandro II vendría un periodo de modernización, que llevaría a una mayor
emancipación de los ciervos. Sin embargo el descontento por parte de las sociedades más
oprimidas iba en aumento, y eventualmente serviría de detonante para el surgimiento de las
ideologías sociales (socialismo, comunismo, anarquismo).
Para 1884, se llevaría a cabo el congreso de Berlín, donde las naciones Europeas, se dividirían los
territorios de África, delimitando las fronteras con pinzas.
Las potencias al final del siglo XVIII estaban constituidas ahora por grande bloques que
comenzaban una etapa de aceleración devenido de la industrialización
La revolución industrial
Fue un periodo de cambio que permitió transitar de una economía de carácter agrario-artesanal
por una del tipo mecanizado, comúnmente denominado “industrial”, la cual tuvo lugar en
Inglaterra entre 1760 y 1840. Los campesinos abandonaron sus tierras de cultivo y emigraron a las
ciudades, surgiendo una nueva clase social: el proletariado.
Puede que este sea uno de los momentos más importantes de la humanidad. Ya que es el periodo
donde la gran mayoría de las cosas, fueron hechas.
A mediados del siglo XVIII comenzó la primera revolución industrial, con el invento de la máquina
de vapor, patentada por James Watt, en 1769. Esto trajo consigo el gran desarrollo de los
transportes: los barcos y ferrocarriles, eran capaces de llevar grandes cantidades de mercancía a
menor precio y en un tiempo más reducido. De igual manera surgieron grandes cambios en la
industria minera y en la textil, haciendo más rentables su producción, al igual que en el campo,
donde la producción de alimento se disparó. Por mucho tiempo Inglaterra fue el único país
industrializado del mundo, pues su gobierno se constituyó bajo una monarquía constitucional,
mucho antes que otros países, lo que le permitió realizar una serie de cambios en cuanto a su
economía y propiedades. Pronto le sucedieron Estados Unidos y Francia.
Los burgueses fueron quienes con sus fortunas tomaron el mando admistrativo de las crecientes
fabricas e industrias. Esto provoco que eventualmente muchos se codearan con la nobleza, pues
eran ellos quienes “hacían girar al mundo”. Sin embargo la desigualdad, el impuesto y la opresión
seguían impuestas en los diferentes gobiernos. Fue gracias a la primera revolución industrial que
se dio la época de las grandes revoluciones, y fue gracias a la segunda revolución industrial cuando
las grandes ideologías sentaron las bases para el futuro del siglo XX.
La llegada del motor de combustión interna y la electricidad marcaron aún más las distancias entre
los países industrializados y los que no. De ello se deriva el reparto del continente Africano por
parte de las grandes potencias por los recursos de ese país, a finales de siglo XIX y también se da la
primera carrera armamentista para lograr el dominio en otras naciones. De esta manera nace uno
de los más grandes choques entre diferentes países, la famosa Primera Guerra Mundial.
Por último, el trabajo de estas grandes industrias no estaba para nada regulado. El trabajo infantil,
las jornadas de 16 horas, la ausencia de vacaciones pagadas, la inseguridad de los puestos de
trabajo, entre muchas otras, dieron origen a los sindicatos y organizaciones, que eventualmente
serían los partidos políticos de izquierda los cuales llevarían al siguiente gran cambio en la
humanidad las revoluciones socialistas.
La revolución industrial trajo consigo grandes cambios. La medicina por ejemplo, disparo mucho la
taza de mortalidad adulta e infantil y la población aumento en tan solo 200 años a más de 7 mill
millones de personas, siendo que un siglo antes aumentaba en aproximadamente 100 millones a
200 millones. Sin embargo, el aumento exponencial de gente, también trajo consigo, un aumento
del consumo de bienes y servicios. Durante la época industrial, ningún país tomo en cuenta el
hecho de que el acelerado consumo, traía consecuencias al ambiente. En muchas formas, lo que
comenzó hace 200 años, ahora está repercutiendo en muchos sentidos, y es por eso que se
intentan, desde ese tiempo, en regularizar para poder revertir y equilibrarlo para un mejor futuro.