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Platón y Temas de Actualidad

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RELACIÓN DEL PENSAMIENTO PLATÓNICO CON TEMAS DE ACTUALIDAD

a) Conocimiento y felicidad

La salida de la caverna supone para Platón la posibilidad de conquistar la felicidad. No


podría ser de otra manera para alguien que se mueve en las coordenadas del
intelectualismo moral.

Miguel de Unamuno en su novela San Manuel bueno, mártir plantea exactamente lo


contrario, en la línea de la tradición cristiana basada en la posible escisión entre
conocimiento y felicidad. Ahora bien, sin conocimiento, ¿podemos realmente fundar una
vida auténticamente propia?

Otros autores de la época actual plantean que la felicidad solo puede asentarse en el
conocimiento, así Bertrand Russell: “La buena vida es una vida inspirada en el amor y
guiada por el conocimiento”. Formulaciones semejantes encontramos en otros filósofos
contemporáneos.

Ortega se propugna, con su concepto de “razón vital”, una reconciliación entre la razón y la
vida (véase tema “Cultura y vida” en el capítulo de Ortega).

b) La educación como clave para solucionar los problemas políticos.

La insistencia platónica en la educación es netamente moderna (piénsese que la


escolarización obligatoria no se instituyó hasta después de la Revolución Francesa).

Y se trata de una idea “la educación como factor de transformación social” que no solo ha
tenido importantes defensores, sino que es completamente actual, si bien para algunos
cumplir ese sueño supondría modificar profundamente las estructuras sobre las que se
asienta el modelo educativo vigente. La dificultad principal quizás estribe en que a aquellos
encargados de esa transformación, la clase política, puede no interesarles el fomento del
pensamiento crítico o el desarrollo armónico de la personalidad, pues ciudadanos con ese
equipaje personal no tolerarían cierto régimen de cosas característico de los gobernantes
actuales. ¿Cómo salir de ese círculo vicioso?

c) La mayéutica como modelo de relación pedagógica.

Platón se burla de los sofistas que entienden la educación como un infundir “vida a unos
ojos ciegos”. Por el contrario, la facultad de ver, como la de aprender, está en el alma.
Educar no consiste en “dar” conocimientos al discípulo, sino ayudarle a “sacarlos” de sí
mismo.

Platón fundamentaba su mayéutica en su doctrina de la preexistencia, pero, más allá de


esta, su planteamiento de la educación como una ayuda especializada, y no como un
injerto, resulta indudablemente actual, ha tenido acogida en muchas corrientes de
pedagogía, en todas en las que se reivindica un papel activo del alumnado. Y de
movimientos como Filosofía para niños o Filosofía práctica.
d) ¿Qué es real y qué virtual de lo que nos rodea?

La oposición real/virtual que pone Platín en primer plano con su alegoría de la caverna es
hoy más actual que nunca. De hecho, en octubre de 2006 se celebró, bajo el patrocinio de
la UNESCO, el Congreso de Filosofía que llevaba por título “De la caverna platónica a
Internet: lo real y lo virtual”.

La conocida película Matrix nos proporciona excelentes oportunidades para reflexionar


sobre esta cuestión y también para valorar cómo los avances tecnológicos potencian la
posibilidad de fabricar mundos virtuales que usurpan al real. Ahora bien, ¿hasta qué punto
podremos hablar de “mundo real”?, ¿no sería acaso todo mundo el resultado de una
construcción, en parte social y en parte individual?

Y ya que estamos con películas, también son muy interesantes para esta temática con El
show de Truman, o programas reality-show como “Gran Hermano”. En literatura novelas
como 1984 de Orwell (donde aparece precisamente el personaje de ‘Big Brother’, o Un
mundo feliz de Huxley también nos dan ocasión de reflexionar sobre mundos de diseño.

Es fácil de entender la vigencia de la alegoría de la caverna en una sociedad que se


alimenta intelectualmente de imágenes prefabricadas, de eslóganes engañosos, de noticias
manipuladas, con la televisión como irrebatible oráculo. O donde los avances tecnológicos
llevan incluso a especular con la posibilidad de experimentar impresiones sensoriales
(olfativas, gustativas, táctiles…) a través de la red telemática, lo cual abre horizontes
completamente nuevos a la hora de delimitar a la hora de delimitar qué es real y qué no.

Extracto del libro Ocho filósofos.

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