Teoria General Del Delito
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La teoría general del delito se encarga del estudio del delito, este estudio
del delito se refiere a un estudio de sus elementos de manera general, es
decir, el delito dentro de la parte general del derecho penal, estudiando
elementos comunes a todos los delitos, cabe hacer notar que el estudio de
las características propias de cada figura delictiva corresponde a la parte
especial del derecho penal, Muñoz Conde en su libro Teoría General del
Delito nos refiere que “la teoría del delito se ocupa de las características
comunes que debe tener cualquier hecho para ser considerado delito, sea
este en el caso concreto una estafa, un homicidio o una malversación de
caudales públicos”.[1]
Por lo expuesto podemos afirmar que los elementos del delito son: el tipo,
que es la conducta descrita por el legislador como delito, la antijuricidad y
la culpabilidad.
Al respecto Antonio Berchelmann Arizpe nos dice que “la acción como
forma externa de la conducta, equivalga a la racionalización espacial y
temporal de cierto comportamiento corporal de una persona. Ya sea por la
actividad de uno de sus miembros (brazos, piernas, manos, pies, etc.) ya sea
por cualquier órgano que ponga en marcha el complejo muscular del cuerpo
humano que se perciba en el mundo exterior (gestos, palabras, etc) por su
parte se dice que la omisión es la inactividad física o inercia muscular con
relación a una acción esperada; es la actitud pasiva o inmovilidad de
aquellas partes del cuerpo cuya actuación depende de la voluntad”[4].
Es muy elocuente lo dicho por el maestro Arilla Bas, la conducta tiene una
manifestación negativa y una positiva, que se traducen en una acción u
omisión respectivamente, por tanto la norma penal prohíbe tanto la acción,
así como la omisión, lo cual se traduce en que lo abstracto descrito por el
legislador, esto es el tipo penal[6], tiene la función de intimidar al
ciudadano común para que se abstenga de actuar contrario a la sana
convivencia social, así como también lo conmina a que cumpla con su
deber en caso de que así le sea exigible por su actuar cotidiano en alguna
determinada profesión, por ejemplo la enfermera de un hospital tiene la
obligación de atender por prescripción de un medico, a un determinado
paciente, si esta no lo hiciere así y el paciente fallece, porque su conducta
fue omisa con cumplir con dicha obligación, pues tendría que responder
penalmente por dicha omisión de actuar.
1.2. EL TIPO.
Una vez precisado lo que es el tipo penal, es importante añadir que con la
evolución de la dogmática penal – situación que veremos en el siguiente
capítulo – a partir de los estudios de Beling, se considera al tipo como un
tipo de injusto; es decir, “como se ha dicho, antes de la obra de Beling, en
1906, la concepción que se tenía del delito era bipartidista, estimando sólo
dos aspectos esenciales de la ley penal: la norma concentradora de la
prohibición y que establece la pena, y por otra parte, la sanción que captaba
los elementos determinantes de la punibilidad. De esa manera Binding lo
deducía como consecuencia de afirmar que el delincuente no obra contra la
ley sino contra la norma que en aquélla se contiene. Por tanto, uno de los
aspectos más trascendentes de la consideración de Beling fue, como lo
refiere Jiménez Huerta, arrancar del concepto de especie delictiva,
concebida como un todo compuesto de una pluralidad de elementos
(previstos a veces expressis verbis y otras subintelligenda), para precisarse
o completarse por la interpretación, que se encuentran en la correspondiente
descripción legal, para llegar a proponer la comprensión del tipo como algo
distinto a lo que, como se ve, venía a ser una imagen unitaria equivalente al
delito mismo……., el tipo en sentido estricto se traduce en el
reconocimiento de su característica fundamental y predominantemente
descriptiva, lo que lo hace un componente distinto al delito en general”.[8]
Como comentario final al tipo como elemento del delito, conviene citar al
Maestro Urosa Ramírez, quien al respecto nos comenta que “al vocablo tipo
se le han atribuido múltiples connotaciones, pero son dos las más
reconocidas: por una parte, como la garantía-tipo empotrada dentro de la
legalidad que recoge el aforismo nullun crimen, nulla poena sine lege,
aceptada por la mayoría de los estados de derecho democrático y por otra
parte, como un dispositivo legal que cumple una importante función
sistemática dentro de la estructura de la teoría del delito, que describe
aquellas conductas humanas penalmente relevantes.
1.3. ANTIJURIDICIDAD.
Antes de comenzar con este tema, quisiera hacer la aclaración de que dado
que el presente esfuerzo académico se refiere ha realizar un breve estudio
de la teoría general del delito así como del delito y la evolución dogmática
del estudio del mismo, no pretendemos ser muy profundos en los elementos
que integran el delito, sino dar una sucinta pero puntual explicación de los
mismos, lo que nos permitirá efectivamente cumplir con el objetivo de este
estudio, una vez aclarado el punto, pasemos a la explicar la culpabilidad
como elemento del delito.
CONCLUSIONES.