Bloque 5 PAU
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2º BACHILLERATO
1. La caída del gobierno conservador de Maura que fue sustituido por otro liberal.
2. El acuerdo de los grupos de oposición al régimen de la Restauración, republicanos y
socialistas, para hacer frente común contra el régimen monárquico, primer paso de un
proceso de colaboración que desembocará en la II República.
3. La dura represión gubernamental contra el movimiento obrero saldada con más de 1.000
detenidos, 216 consejos de guerra con 17 condenas a muertes de las cuales 5 fueron
ejecutadas, entre los que se encontraba Francisco Ferrer, pedagogo anarquista, impulsor de
la llamada “Escuela Moderna” donde se impartía una enseñanza laica y racionalista, que
fue acusado sin pruebas de organizar la rebelión.
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El asesinato de José Canalejas tuvo lugar en la Puerta del Sol de Madrid el 12 de noviembre de
1912, con el resultado de la muerte del entonces presidente del gobierno de España. De esta forma
trágica terminó el segundo intento de «regeneración desde arriba» del régimen político de la
Restauración durante el reinado de Alfonso XIII.
Dos hechos que condicionarán la historia posterior de los acontecimientos que van a suceder en
España, serán la intervención española en territorio marroquí y la crisis económica de 1917,
cuando la Primera Guerra Mundial está llegando a su fin. En la política interior del país, poco a
poco va desapareciendo el sistema del turno de los partidos dinásticos, lo que creará más
inestabilidad política y gubernamental.
2. A partir del análisis del texto, explica las causas del golpe de Estado de
Primo de Rivera y las razones de las organizaciones políticas y sociales
que lo apoyaron o lo rechazaron. (2,5 puntos)
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El texto del manifiesto de Primo de Rivera, es una fuente primaria, es expositivo- argumentativo de
tipo histórico y de naturaleza política. Se trata de un documento público, destinado a toda la nación
española. Publicado en el diario La Época entre otros muchos, el 13 de septiembre de 1923. El autor
es Miguel Primo de Rivera y la finalidad del texto es justificar el golpe de Estado a través de
diferentes argumentos.
En el primer párrafo indica que quiere liberar a España de los “profesionales de la política”. Se
refiere a los miembros del partido liberal y el conservador que llevan en el poder desde el comienzo
de la Restauración. También indica en este párrafo que estos políticos son los responsables de los
males de España y que empezaron en 1898 en la pérdida de las colonias de América y Asia.
En el tercer párrafo enumera una serie de problemas que, según él, existían en ese momento en
España como son: los asesinatos, la corrupción política y económica, el nacionalismo, el
comunismo, crisis económica y el problema de Marruecos (“rastreras intrigas políticas tomando por
pretexto la tragedia de Marruecos”). Hace referencia a que le querían echar la culpa al rey y a los
militares por parte de los políticos y la población española, de la muerte de los 14000 hombres de
la batalla de Annual.
Ante este hecho, el gobierno vaciló y acudió al monarca para que tomara cartas en el asunto; pero
Alfonso XII dejó pasar lentamente las horas y, transcurridos los primeros momentos apoyó
abiertamente al general sublevado, a quien confió la tarea de formar gobierno. En tres días, España
dejó de ser una monarquía parlamentaria y se convirtió en un régimen autoritario. El régimen de
Cánovas había desaparecido.
2.2 Explica las causas y los apoyos con lo que contó. (1.5p.)
Las principales causas por las que Primo de Rivera realizó el golpe de estado, están relacionadas con
la crisis económica de 1917, la crisis social de 1919 y el conflicto de Marruecos de 1921.
El boom económico posibilitado por las exportaciones españolas durante la Primera Guerra Mundial
generó un reparto desigual de los beneficios. A esto se sumó la creciente inflación que llevó a una
profunda crisis en 1917. La crisis se dio en diversos aspectos:
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Crisis militar. El descontento entre los oficiales de la península ante los rápidos ascensos de los
oficiales “africanistas” (los que participaban en las actividades del norte de África) culminó con la
creación de las Juntas de Defensa, que aspiraban a una mayor intervención del ejército en la política.
El gabinete conservador de Eduardo Dato aceptó y legalizó las juntas.
Crisis parlamentaria. Setenta diputados y senadores, tanto de la Lliga Regionalista (un partido
catalanista) como republicanos, socialistas e incluso algún miembro del Partido Liberal,
constituyeron en Barcelona una Asamblea de Parlamentarios que demandó un cambio de gobierno y
la convocatoria de Cortes Constituyentes para, entre otras cosas, reformar la Constitución.
Crisis social. En agosto de 1917 tuvo lugar una huelga general en España convocada por la UGT
(organización sindical socialista) y la CNT (organización sindical anarquista). Tuvo impacto en
muchas ciudades y provocó enfrentamientos con el ejército y la policía que dejaron un saldo de un
centenar de muertos y miles de detenidos.
El fin de la Primera Guerra Mundial provocó una crisis económica que desencadenó una
gran conflictividad social en Barcelona entre 1919 y 1921.
Las huelgas y protestas promovidas por los anarquistas fueron duramente reprimidas por
el gobierno español, que contaba con el apoyo de la burguesía catalana.
Para contrarrestar la “acción directa” de los anarquistas, el sector más duro del empresariado
creó el denominado Sindicato Libre, una organización que contaba con un grupo de
pistoleros dedicados a atentar contra dirigentes sindicales y que actuó con el apoyo
policial. El conflicto aumentó con la aplicación de la “Ley de Fugas”, un mecanismo para
facilitar la ejecución sin juicio de los detenidos.
La respuesta anarquista llegó en 1921 con el asesinato de Eduardo Dato, presidente del
gobierno. Dos años después, el dirigente anarquista Salvador Seguí murió también
asesinado.
En el verano de 1921, las tropas españolas se embarcaron en una acción mal planificada, dirigida
por el general Manuel Fernández Silvestre. Este episodio, conocido como el Desastre de Annual,
les costó la vida a más de trece mil combatientes, entre ellos el general Fernández Silvestre.
El Desastre de Annual provocó en la opinión pública española una impresión contraria a la guerra.
Hubo grandes protestas en España y los republicanos y socialistas reclamaron el abandono de
Marruecos. La presión de la opinión pública llevó a la formación de una comisión militar que debía
investigar las responsabilidades en la derrota española. El informe resultante, conocido como
Expediente Picasso, puso en evidencia irregularidades, corrupción e ineficacia en el ejército español.
Sin embargo, antes de que se pudiera emitir un dictamen, el general Miguel Primo de Rivera dio un
golpe de Estado en septiembre de 1923 y estableció una dictadura militar.
El segundo, vinculado a Madrid, tenía como objetivo recoger las aspiraciones del
ejército de África sobre el futuro marroquí. Pretendía la "instauración de un gobierno fuerte"
y dispuesto a resolver los problemas generales del Ejército y del orden público manteniendo
la Constitución y la monarquía.
El Gobierno vaciló, mejor podría decirse que no fue capaz de reaccionar, y acudió al
monarca para que tomara cartas en el asunto; pero Alfonso XIII dejó pasar lentamente las
horas y, transcurridos los primeros momentos, apoyó abiertamente al general sublevado, a
quien confió la tarea de formar gobierno. En tres días España dejó de ser una monarquía
parlamentaria y se convirtió en un régimen autoritario.
La implantación del Directorio Militar (nueva denominación del gobierno) fue aceptada
con satisfacción por la gran masa neutra del país, que presentía un seguro restablecimiento del
orden, y esto le era suficiente; si bien, y en pura lógica, los partidos políticos recibieron el
golpe de Estado con recelo y vacilación.
El golpe de Estado fue posible, sobre todo, por la actitud de dos fuerzas: la burguesía y el
movimiento obrero. Aquella se puso sin disimulos del lado de la dictadura, y la que marcó la
pauta fue la catalana; la burguesía moderna, con esta postura, alcanzaba lo que había intentado
desde 1875: frenar a la clase obrera y a los políticos de los antiguos partidos, defensores en su
gran mayoría de la España retrasada y terrateniente. Pero del mismo modo, iba a abandonar al
dictador en 1930, cuando juzgó que su sistema no le servía para mantener y salvar la estructura
económica, base de su influencia.
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El gran éxito conseguido por Primo de Rivera fue, ante todo, político y popular; le
reconcilió con los ciudadanos cansados de guerras, con todo el ejército porque había salvado
su honor, con los empresarios inversores en Marruecos y con la propia hacienda.
Hubo dos fuerzas que contribuyeron directamente a la caída de Primo de Rivera: los
intelectuales y el ejército de la Península. Los intelectuales, que no habían aceptado el
régimen desde el principio, se vieron acallados por la destitución de Unamuno como rector de
la Universidad de Salamanca y con su posterior destierro; con la clausura del Ateneo de Madrid
porque se decía que estaba inclinándose hacia el republicanismo y con el proyecto de Reforma
Universitaria por la que se otorgaba la facultad de expedir títulos universitarios a centros
privados. Las revueltas de los universitarios en el curso 1928-29 acabaron con represiones y
con el cierre de la Universidad.
Los militares destinados en la península se encontraron con un Primo de Rivera
favorable a los militares de Marruecos y poco proclive a los convencionalismos que protegían
la carrera militar de los de la Península. Además, el ataque frontal contra el cerrado cuerpo de
artillería fue el que rompió la armonía de la familia militar y precipitó la caída del régimen.
En 1930 los republicanos se habían convertido en el primer referente político de la
sociedad española, que comenzó a identificar cada vez más republicanismo con democracia.
En los últimos meses de 1929 y a la vista de la utilización por parte de la dictadura de nuevos
procedimientos caciquiles para que el régimen se sostuviera, arreciaron las protestas y se
precipitaron todos los acontecimientos. El día30 de enero, de 1930 Alfonso XIII aceptó la
dimisión de Primo de Rivera, encargando al viejo militar Dámaso Berenguer la formación de
un nuevo gobierno.
El rey pretendía cerrar la última página del régimen y volver a la fase anterior a 1923,
es decir, al sistema constitucional inaugurado en 1876. Esta medida hubiera sido prudente y
hasta aplaudida de haberse cumplido al menos dos condiciones: en primer lugar, que el sistema
de la Restauración no estuviera tan agotado en 1923 como lo estaba la dictadura en 1930, y en
segundo lugar que el rey no hubiera dado su beneplácito al golpe de estado de septiembre de
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1923. Ese fue "el error Berenguer" o tal vez el error borbónico: el querer actuar como
si no hubiera pasado nada desde el golpe de estado de Primo de Rivera.
Los partidos republicanos se reunieron en agosto de 1930 y firmaron el pacto
de San Sebastián, por el que se comprometían a llevar a cabo una insurrección que
instaurara la República en España. Crearon un comité revolucionario, que era, en
realidad, un Gobierno provisional clandestino presidido por Alcalá Zamora. En
octubre se unieron al pacto el PSOE y la UGT que promovieron una huelga general
de apoyo a las fuerzas republicanas. A estas fuerzas políticas y sociales se unieron los
intelectuales de la Agrupación al Servicio de la República liderados por Ortega y
Gasset y Gregorio Marañón. La actitud de algunos sectores del ejército supuso un
respaldo a la causa republicana.
Los firmantes del pacto de San Sebastián acudieron formando una coalición
electoral. Las elecciones se celebraron en un clima de incertidumbre y limpieza por
parte del Gobierno, con una excesiva confianza por parte de las facciones
monárquicas. Sin embargo, acabaron convirtiéndose en un plebiscito sobre la
monarquía. El sistema electoral caciquil propio de la restauración estaba anquilosado
tras ocho años de dictadura, por lo que apenas pudo controlar las áreas rurales; en estas
zonas, sin embargo, los resultados fueron favorables a los partidos monárquicos. Por el
contrario, en las capitales de provincia, donde los votos expresaban realmente la opinión
pública, triunfaron los republicanos.