Civil Un 1
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Civil Un 1
ESTADO
—Propiamente la finalidad del Estado como entidad, como
persona jurídica, como sistema orgánico unitario y soberano, no
puede ser otra que la finalidad de sus funciones. O en otras
palabras, la finalidad del Estado consistirá en realizar la función
legislativa, la jurisdiccional y la administrativa.
FINALIDAD DEL
ESTADO
FUNCIÓN EJECUTIVA
En la función administrativa el Estado cumple también de manera específica su finalidad, no
simplemente como ejecutor de la ley o por la realización de actos materiales que impliquen el
cumplimiento de los servicios públicos, sino realizando obras de cultura, en esa actividad que ha dado
en llamarse fin cultural (por lo que se refiere al fomento de los servicios públicos o a la ejecución de
obras de previsión o beneficencia social). También en este aspecto el Estado cumple estrictamente un
fin jurídico. Dice al respecto Kelsen:
“Pero una vez que el Estado, en su evolución progresiva, ya no se conforma con castigar ladrones y
asesinos o dictar ejecución contra el deudor moroso poniéndolo a disposición del acreedor, sino que
regula la actividad industrial de los ciudadanos, cuida de su salud y educación, en una palabra,
persigue fines de cultura, todo eso no puede realizarse sino a condición de que sean dictadas ciertas
normas jurídicas generales (leyes) —un Derecho industrial, un Derecho sanitario y pedagógico, en
una palabra un Derecho cultural—, sobre la base de las cuales se realizan actos jurídicos individuales,
decisiones y resoluciones de los órganos del Estado. Y la técnica de este Derecho de cultura —
llamado por la misma teoría “Derecho administrativo”, la cual contrapone el fin perseguido con este
Derecho al fin jurídico—es fundamentalmente la misma que del antiguo Derecho judicial, es decir, el
Derecho civil y penal”.
FUNCIÓN LEGISLATIVA
Desde el punto de vista de la Filosofía del Derecho, el legislador debe
al elaborar las normas jurídicas realizar o pretender realizar, la
finalidad universal y propia del Derecho. En esta actividad o en el
desempeño de su función, el legislador puede proponerse fines
distintos de aquellos que la esencia misma del Derecho entrañe, pues
por razones de orden político, ético, económico, religioso, o
simplemente por determinadas tendencias tales como el
individualismo o el socialismo, la norma jurídica elaborada puede
proponerse finalidades diversas y distintas de aquello que podría
considerarse como la esencia de lo jurídico. En ese caso, la finalidad
del Estado tendría que ser la de realizar y aplicar el Derecho
legislado, aun cuando éste no entrañara la realización del Derecho
mismo.
FUNCIÓN JUDICIAL
En la función jurisdiccional encontramos claramente realizada la
finalidad del Estado, al impartir Justicia, crear y aplicar el Derecho a
través de las sentencias que, según hemos dicho, son normas jurídicas
individualizadas que continúan el proceso creador a que se refiere
Kelsen, y además, constituyen quizá la forma en que de la manera
más pulcra y específica se realizaría la finalidad estatal: declarar y
aplicar el Derecho, con la fuerza de la verdad legal, para dirimir una
controversia o para ejercer la función punitiva en la represión de los
delitos.
FINES DEL ESTADO
Una parte de la doctrina constitucional es insistente en la pretensión de precisar los fines
del derecho y del Estado, concluyendo que son: la justicia, el bien común y la felicidad de
los seres humanos. Debemos distinguir dos posiciones sobre este tema la que podemos
asumir concibiendo a un hombre, a una sociedad, a un Estado y a un derecho idealizados,
y la que corresponde a la realidad. En la especulación sobre los fines del derecho y del
Estado es posible admitir que son la felicidad del hombre en su ser individual y en su ser
colectivo, pero salta a la vista la tendencia, consciente o inconsciente, de “cientifizar”
apreciaciones subjetivas pasando por alto al Estado y al derecho como hechos de la
realidad.
OBJETO MATERIAL Y
FORMAL DE LA TEORIA DEL UNIDAD 1
ESTADO.
OBJETO
CIENTÍFIC
OS Entre estos métodos están todos los que utiliza la
moderna Ciencia Política positiva en convivencia con
las demás ciencias sociales. Son métodos básicamente
empírico-causales que aprovechan el procedimiento
inductivo para observar los acontecimientos políticos,
compararlos y sacar conclusiones.
Son los que estudian la realidad última, más profunda
del Estado: Despojando a los Estados concretos de su
vestidura fenoménica, prescindiendo de sus notas
individuantes por el proceso de la abstracción, tratan
de llegar a la esencia misma “del” Estado como tal.
Una esencia realizada, y por ello objeto del saber
MÉTODOS perinoético, del saber filosófico en primer grado de
abstracción.
FILOSÓFI Los métodos filosóficos no hacen caso omiso de los
COS datos de hecho. Al contrario, los toma como punto de
partida de su especulación y tratan de explicarlos en
un nivel más hondo y radical. Y justamente de
comprenderlos, enjuiciarlos críticamente y
valorizarlos.
No puede hablarse de un solo método filosófico sino
de varios, porque emplean técnicas muy diferentes.
Tienen por objeto examinar al Estado en su evolución temporal, en su
devenir. Ninguna institución humana tiene acaso una historia tan
larga, tan rica y tan compleja como el Estado, la comunidad política
en general. Ha pasado por múltiples vicisitudes antes de llegar al
“tipo” de Estado que estudia en la actualidad a la teoría política. Por
tal razón tienen una gran importancia los métodos históricos, que
MÉTODOS corresponden al saber que hemos denominado en su oportunidad “de
comprobación pretérita de lo singular sucesivo”.
MÉTODOS
define, aplica y sanciona el Derecho positivo; y por la otra,
está sometido tanto a los preceptos positivos del ordenamiento
jurídico como a los principios éticos del Derecho.
JURÍDICO Tanto en su consideración general como en los dos aspectos de
S
la actividad normativa del poder público, el Estado es objeto
de estudio por los métodos jurídicos. Éstos pueden ser – como
lo exponen los tratadistas—de tipo racionalista o de tipo
empírico; pueden buscar una interpretación gramatical de la
ley o una interpretación ideológica; pueden tender a la
construcción jurídica o tener otra finalidad pero todos ellos
examinan al Estado en su relación con las normas jurídicas.