José Mª de los Santos López (1935-1990):
testimonio y mensaje en favor de un
compromiso social cristiano.
Manuel Ruiz Romero. 1
Universidad de Sevilla
Para citar este trabajo: RUIZ ROMERO, M., “José Mª de los Santos López (19351990): testimonio y mensaje en favor de un compromiso social cristiano”, en Actas del
III Congreso Católicos y Vida Pública, Tomo III, Madrid, Fundación San Pablo CEU,
2002, pp. 701-716. (ISBN: 84-348-9144-1).
Introducción.
El papel de muchos sacerdotes comprometidos con las libertades desde el seno
de la Iglesia se encuentran aún por estudiar –al menos- en el contexto de la transición
andaluza, y mucho tememos que en el contexto del Estado2. Esta comunicación
profundiza en aspectos biográficos de la biografía del personaje, pero
fundamentalmente, refleja la unidad de su obra publicada y las constantes de su obra
social y pensamiento. Además de sacerdote salesiano, José María fue un sociólogo
comprometido a hilo de la Doctrina Social de la Iglesia del Concilio Vaticano II, con la
emergencia de una nueva disciplina: el trabajo social. Gran comunicador y articulista en
distintos medios de comunicación. Buscó como socioanalista el porqué a muchos de los
procesos vividos por los andaluces durante la transición y, ello le llevó coherentemente
a beber de la fuente Andalucismo Histórico. 3
1
.- Email del autor: mruizromero@ono.com también en tuitter y facebook. Miembro del Grupo de
Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación de la Universidad de Sevilla, y
colaborador del Departamento de Historia Contemporánea en la Facultad de Historia. Además, es Secretario
del Centro de Estudios Históricos de Andalucía
2
.- El primer intento de abordar el papel de la Iglesia en el compromiso autonomista lo encontramos en:
DEL RÍO MARTÍN, Mons. Juan, “El papel de la Iglesia en la autonomía andaluza”, ponencia
mecanografiada en el VI Curso de Otoño de la Universidad de Cádiz: Andalucía 25 años después: de la
transición a la autonomía (1975-2000), Jerez, 2001 (en prensa). No obstante, algunas consideraciones
generales sobre Iglesia y autonomías en: Coordinadora de CCP de Sevilla, “La autonomía andaluza: papel
de la Iglesia”, Misión Abierta (3), junio de 1981.
La bibliografía en este sentido se nos antoja breve con la salvedad de las citadas a lo largo de
nuestra comunicación: MARTIN DE SANTA OLALLA, P., “La Iglesia Católica ante el proceso de
transición democrática: el caso de Antonio Dorado, obispo de Cádiz-Ceuta”, en Actas del Congreso de la
transición en Andalucía, Cádiz, Fundación Municipal de Cultura (en prensa); así como GONZÁLEZ DE
LA CRUZ, J., Aproximación a la historia de la JOC durante la transición en Andalucía, en Actas del
Congreso de la transición en Andalucía, Cádiz, Fundación Municipal de Cultura (en prensa).
3
.- Quizás la paradoja de esta situación viene de la mano de que en el caso hispalense, la única historia
editada de la Iglesia en esta provincia finaliza justo con el nombramiento como Arzobispo del franciscano
Carlos Amigo Vallejo en 1982. Relatando a través de sólo una página los momentos de nuestra transición.
Cfr. CARLOS ROS, (dir.), Historia de la Iglesia de Sevilla, Sevilla, Castillejo, 1992. Algunos muy
breves apuntes se citan en la obra: VV.AA. Historia de Sevilla, Sevilla, Universidad, 1992, pág. 553.
Aspectos biográficos.
José María de los Santos López, nace en el municipio sevillano de El Viso del
Alcor (Sevilla) un 5 de Julio de 1935. Exactamente cincuenta años después de que
naciera Blas Infante Pérez. Durante los duros años de represión y hambre de la
postguerra su padre, Manuel de los Santos López de Tejada, médico rural de esta
localidad a través de su sensibilidad social, le inicia en el conocimiento de la clase
jornalera. Tras cursar el bachillerato en los Salesianos de Utrera, ingresa en el
Seminario de esta congregación religiosa en Posadas (Córdoba) donde realiza los
Estudios Eclesiásticos de Filosofía, Pedagogía y Teología, con prácticas en la Escuela
Técnica de Campano (Chiclana-Cádiz).4
Fruto de esta primera etapa en su vida es el aprendizaje de conocimientos
fundamentales para su vida de pensador, así como de la metodología necesaria para su
posterior desarrollo intelectual. El contacto con la cultura agraria durante los años que
permanece en la Escuela de Campano, le proporciona aquella atracción por la naturaleza
que será constante a lo largo de su existencia. Es aquí donde, bajo la dirección del profesor
suizo Marcos Tognetti, inicia sus primeros estudios sobre temas de reforma agraria en al
Mezzogiorno italiano, los cuales más tarde, aplicaría al caso andaluz como reivindicación
histórica del jornalero. Su intuición le empuja a descubrir ciertos paralelismo sociales y
territoriales propios de la esfera mediterránea.
Finalizado sus estudios y afianzada su vocación religiosa es ordenado sacerdote en
1960, fecha donde es seleccionado para completar estudios en la Universidad Salesiana de
Roma. Allí obtiene la Licenciatura de Derecho Canónico y es nombrado profesor de
Ciencias Jurídico-Morales e Historia del Pensamiento Social, en el Centro de Estudios
Teológicos Salesianos Juan XXIII de Sanlúcar La Mayor (Sevilla).5
Como bibliografía de referencia de la Iglesia católica en la Transición podemos citar: PIÑOL,
J.M., La transición democrática de la Iglesia católica española, Madrid, Trotta, 1999; GONZÁLEZ DE
CARDEDAL, O. (ed.), La Iglesia en España,1950-2000, Madrid, PPC, 1999; de esta mismo autor una
compilación de sus artículos en: la palabra y la paz, Madrid, PPC, 2000; LABOA, J. Mª, La Iglesia en
España 1492-2000, Madrid, San Pablo, 1999.
La revista XX SIGLOS (47), 2201 ofrece en este número una relación de breve biografías de
personajes, entre ellos de Alfonso Carlos Comín realizada por Alfonso Álvarez Bolado sj, (p. 21-23), así
como de José María Javierre elaborada por Juan Mª Laboa (pp. 59-60).
4
.- El punto de partida de la presente comunicación es el expediente instruido para la concesión de la
distinción y nombramiento de Hijo Predilecto de la Villa a título póstumo a José Mª de los Santos, como
documento en el que tuvo el honor de participar.
.- Según se dice: “Afloran las tensiones internas dentro de la Iglesia católica andaluza, donde un grupo
de innovadores profesores del Centro de Estudios Teológicos de Sevilla, muy conectado con la realidad
andaluza, ve cómo no se les renueva sus contratos. Al menos reciben la solidaridad, con dimisiones de la
mayoría de sus compañeros”. Cfr. CHECA GODOY, A., “La reforma”, en MELLADO, J. de D. (dir.),
Crónica de un sueño: 1973-1983. Memoria de la transición democrática en Andalucía, Málaga, El País,
2001, p. 39.
5
A partir de ese momento inicia su dedicación a la Sociología como ciencia,
transcurriendo su formación entre la Universidad Pontificia de Salamanca (León XIII), la
Universidad Católica de Lovaina donde realiza el curso correspondiente a la “licenciatura
en Sociología”, así como en la Facultad de Ciencias Sociales de Santo Tomás de Roma.
Durante esta segunda estancia en la capital italiana al inicio de los años setenta, es
discípulo del profesor Julio Girardi (uno de los ideólogos más significativos de la corriente
Cristianos por el Socialismo), persona con quien establece una estrecha relación
intelectual. Con él aprende a esclarecer dialécticamente marxismo y cristianismo a la vez
que reafirma sus convicciones en favor de una iglesia popular comprometida con la
liberación de las personas y de pueblos. De hecho José María es uno de los impulsores en
Andalucía de la reflexión que ofrece Cristiano por el Socialismo a partir de las
Comunidades Cristianas de Base, movimientos ambos en donde participó al hilo del
compromiso de muchos sacerdotes con la democracia que habría de llegar6. El Concilio
Vaticano II y el amplio debate que suscita dentro de la comunidad eclesiástica le permite
evolucionar hacia el compromiso social.
Precisamente, durante los últimos años de la dictadura del general Franco José
María de los Santos es, como en otros casos emblemáticos, uno de los sacerdotes
comprometidos en pro de la llegada de las libertades. Momento histórico que sin duda va a
marcar en nuestro protagonista unos densos años de vida personal, intelectual y social. De
esta manera interviene decidida y activamente en los cambios de las estructuras
eclesiásticas para adaptarlas a este nuevo y progresista marco de relaciones sociales y
públicas. Ello le lleva junto a su inquebrantable vocación religiosa a ser uno de los
fundadores y promotores del colectivo de oposición Alianza Socialista Andaluza (ASA),
nacido en 1973 al amparo de la primera conjunción de fuerzas progresistas del Estado
denominada Junta Democrática y, de la que deriva en 1976 el denominado Partido
Socialista de Andalucía como embrión del andalucismo político moderno y al que
proporciona sus primeras tesis ideológicas7. Fuerza política en la que, no obstante, nunca
llega a ser candidato electoral y en la que sólo ocupa cargos básicos en la estructura interna
6
.- Sobre ambos movimientos en el seno de la Iglesia pueden consultarse: GIRARDI, J., Fe cristiana y
lucha revolucionaria, Sevilla, Cristianos por el socialismo, 1976, (Materiales para uso privado fruto del
cursillo celebrado en Sevilla durante el 30 de noviembre y el 1 de diciembre/ 86 páginas); REY, J. y
TAMAYO, J. J., Por una Iglesia del pueblo, Madrid, Mañana, 1976 (autorizado después de todo un año
de secuestro); COORDINADORA CPS DEL ESTADO ESPAÑOL, Cristianos por el socialismo,
Madrid, Mañana editorial, 1977; CRISTIANOS POR EL SOCIALISMO, Una palabra de esperanza. Un
compromiso de acción, Madrid, Editorial Laia, 1980.
La figura más emblemática de este movimiento de Cristianos por el Socialismo es el filósofo
francés expulsado del Partido Comunista: Roger Garaudy. Precisamente, la presencia de esta nueva visión
de la militancia cristiana en los partidos de izquierda crearía no pocos roces con la ligera interpretación
que algunos medios hacían del ideal. Algún ejemplo en: Que el pueblo nos juzgue, EL CORREO DE
ANDALUCIA, 2-IV-1977.
7
.- Sobre la irrupción de esta ideología en el sistema de partidos de la Transición: RUIZ ROMERO, M.,
La emergencia del andalucismo político en el contexto del tardofranquismo a la transición” en Actas del III
Simposio de Historia Actual, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, del 26 al 28 de octubre de 2000 (en
prensa). Así como del mismo autor: Política y Administración Pública en el primer Gobierno
Preautonómico de Andalucía. La gestión de Plácido Fernández Viagas al frente del ente preautonómico,
Sevilla, Instituto Andaluz para la Administración Pública, 2000.
Una visión del devenir de la autonomía andaluza en la transición a través de sus textos: HIJANO
DEL RÍO, M., y RUIZ ROMERO, M. Documentos para la historia de la autonomía andaluza (18821982), Málaga, Sarriá, 2001.
del partido fundamentalmente relacionados con la formación militante y los aspectos
ideológicos. Precisamente como representante de este grupo político redacta el Plan de
Urgencia para Andalucía junto a una Comisión al efecto encargada desde el segundo
Gobierno preautonómico de la Junta de Andalucía.
Su dimensión social
Como hombre humanista y demócrata amante de las libertades y junto a otros
sacerdotes de su época, se implica de forma directa en la transformación política de nuestra
sociedad hasta el punto de llegar a ser uno de los pilares básicos de la ideología de un
andalucismo político que irrumpe novedosamente en el sistema de partidos de la época8.
La reacción de la jerarquía eclesiástica ante esta proposición de cambios estructurales es
inmediata. Sólo así se comprende el cierre del Seminario Salesiano de Sanlúcar La Mayor
y su posterior exclusión, junto a otros profesores, del Seminario de San Telmo de Sevilla.
Su intento de marginación del mundo eclesiástico se traslada también al mundo laboral e
intelectual. De forma que, al no poseer las titulaciones de las universidades eclesiásticas
ningún reconocimiento por parte de las instituciones civiles, el nivel alto académico
alcanzado no es valido para la enseñanza en centros fuera de la Iglesia. La presión que la
jerarquía eclesiástica ejercía sobre sus “disidentes” bien podemos considerarla como de
una intensidad equiparable al del resto de poderes del régimen.9
Con ello, en el año crucial para la llegada de la democracia de 1975 y con 40 años
de edad, pese a su experiencia y preparación, inicia pacientemente de nuevo sus estudios
de sociología en ámbitos civiles. Poniendo a prueba, pero sin cuestionar en modo alguno
su profunda fe cristiana y, con la humildad que le caracterizó a lo largo de su, vida,
validando la Licenciatura Superior de Ciencias Políticas y Sociología, asignatura por
asignatura hasta acabar en 1980.
Sin embargo, a pesar de la inquietud intelectual que nos muestra la vida de José
María, resulta evidente que lo fundamental de estas reflexiones son los contenidos que nos
8
.- Precisamente, la Agrupación local del Partido Socialista de Andalucía en Los Palacios (Sevilla) como
homenaje tras su fallecimiento, editaría en 1994 el último discurso pronunciado por José María en una
intervención pública (20 de octubre de 1989) con el título: Discurso de la mano abierta, en alusión al
símbolo de esta fuerza política.
9
.- En el informe elaborado por encargo de los Obispos del Sur de España con motivo de la vista a
Andalucía del Papa, puede contemplarse un serio estudio sobre la situación de la Iglesia en nuestra
Comunidad, así como del proceso autonomista. Cfr. VV.AA., en Andalucía, informe a Juan Pablo II,
Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros, 1983, pp. 239 - 296. Puede consultarse también los
materiales de la “Semana de teología y liberación de Andalucía”, celebrada en Málaga del 27 al 31 de
julio de 1982, publicadas en un monográfico de la revista Misión abierta en su extraordinario de octubre
de ese año. Entre las conclusiones finales se afirma: “Queremos que nuestra Iglesia andaluza pierda el
miedo a llamar a las cosas por su nombre, pronunciándose claramente contra las injusticias que sufre el
pueblo, empezando por pedir perdón de sus complicidades claras y encubiertas en los sufrimientos
seculares del Pueblo andaluz”; “Como cristianos andaluces saludamos con alegría al primer gobierno
autonómico que el pueblo ha votado mayoritariamente, depositando en él la esperanza de un cambio
efectivo en la vida de hombres y mujeres,...” (pág. 166). Finalmente se afirma: “seguiremos empeñados
en la liberación de nuestro Pueblo andaluz, luchando en las distintas organizaciones existentes,
aportando en ellas la fuerza del Evangelio -buena noticia para los pobres- que queremos seguir haciendo
más realidad en nuestra tierra andaluza” (pág. 167).
transmite –algunos premonitorios y, en muchos casos, todavía vigente-. Unos y otros serán
fruto de la experiencia profunda de un hombre que no sólo es un ideólogo o un teórico
socio analista, sino que sobre todo es, un gran militante de su pueblo desde una fe vital y
aún a costa de los problemas que ello le acarreó en su tiempo.
En todo caso, es necesario reconocer la honradez del cristiano que con valentía
bebe de la dialéctica de una izquierda tradicional a la vez que conserva sus votos y
creencias a lo largo del tiempo. Los enriquece con elementos propios de un compromiso
cotidiano de lucha por la verdad de los hombres y mujeres de este rincón de la humanidad
donde nos ha tocado vivir. Y hay que considerar igualmente en este extremo, su
compromiso moral que le hace depurar las adherencias que las clases dominantes han
tenido para con la fe como si de su monopolio se tratara, falseando no pocas veces el
mensaje evangélico de igualdad, justicia y fraternidad.10
De nada le sirvió, a estos efectos, su dilatada experiencia docente ni el rigor
intelectual demostrado en tantos artículos publicados en distintos medios de comunicación.
José María ha sido asiduo colaborador de publicaciones diarias como Nueva Andalucía,
ABC de Sevilla y Diario 16; en semanarios como Tierras del Sur, e incluso; en revistas del
momento como Cuadernos para el Diálogo o Andalucía Libre en la segunda época.
Habiendo sido profesor del Centro Nuevas Profesiones de Sevilla, asume la
Dirección de la Escuela de Trabajo Social donde imparte clases de Sociología General,
Estructura Social Contemporánea y Antropología. Y lo hace en una época especialmente
dura para este tipo de estudios destinados a la formación de profesionales que inciden
sobre la calidad de vida comunitaria. La congregación de las Hijas de la Caridad que
venían siendo promotoras de esta Escuela de Asistentes Sociales como espacio docente
privado, ceden el proyecto al conjunto de profesores después de haberlo acogido durante
25 años en el seno de su propio convento. De esta forma dicha Escuela, bajo la Dirección
de José María de los Santos y siendo docente de la misma hasta su muerte, obtendría el
reconocimiento del rango universitario para sus enseñanzas a la vez que inaugura por vez
primera una sede propia en la sevillana calle jimios un 23 de abril de 1987. De esta manera
culmina una etapa de ingentes esfuerzos destinados, en primer lugar, a evitar el cierre en
nuestra provincia de una especialidad profesional sobre la que se viene demostrando su
intrínseca vinculación con las capas más desfavorecidas de la sociedad y del justo acceso
de éstas al denominado Estado del Bienestar. Por otra parte, se sentaban las bases de la
actual Facultad de Trabajo Social adscrita hoy a la Universidad Pablo de Olavide de
Sevilla la cual conserva en su seno un seminario de carácter científico y docente con el
nombre de este ciudadano visueño, a la vez que continúa expuesta en esta sede la cerámica
conmemorativa que le recuerda de cara al futuro.
10
.- Como ejemplos de biografías o autobiografías de destacados cristianos en la Andalucía de la
transición, podemos citar la del jesuita Natera de Córdoba: NATERA, F., Mi fe no es una droga, Madrid,
Sedmay ediciones, 1976. E incluso, para el caso de otro idologo del andalucismo político de raíz cristiana
muy vinculado al Círculo Cultural Juan XXIII: VV.AA., José Aumente. Obras Completas, Tomo I (perfil
biográfico y testimonios), Córdoba, Diputación, 1999; JUAN LEIVA, El penúltimo militante obrero de
Jerez, Grupo Publicaciones del Sur, S.A., Jerez de la Frontera 1999, p.156-158. Del mismo modo:
ARCAS CUNERO, F., “Los intelectuales y la idea de Andalucía: Alfonso Carlos Comín”, en Actas del
III Congreso de Historia de Andalucía celebrado en Córdoba, abril de 2001 (en prensa).
Nada mejor que la propia editorial de la Memoria Académica de dicha Escuela
Universitaria en del curso 1989-1990 para valorar su etapa de Director a lo largo de toda
una década:
“Al presentar la MEMORIA ACADEMICA del curso 1989-90 de la
Escuela de Trabajo Social de Sevilla, emerge señera, con fuerza inusitada,
la figura de quien era, lo venia siendo desde hacía años, nuestro Director,
y que nos dejó para siempre un 7 de Enero de 1990 con la
irremediabilidad de lo que carece de retorno: JOSE MARÍA DE LOS
SANTOS LÓPEZ.
Por eso la Escuela de Trabajo Social de Sevilla le dedica en pleno
el mejor recuerdo y el más amplio eco de la presente MEMORIA. Todos
estamos de acuerdo en que JOSÉ MARÍA no sólo marcó el camino, sino
que supo imprimir la clase, el estilo, el sello de lo que debe ser nuestra
Escuela.
En esta sociedad tan reticente y áspera, de tan escasa benevolencia
recíproca, era altamente significativa la conciencia con que enjuiciábamos
en vida a nuestro Director desaparecido, sin matices ni regateos: su
calidad humana; el vigor intelectual de su pensamiento y la habilidad de
que daba muestras como comunicador del mismo; su capacidad
conciliadora para aunar intereses y esfuerzos en ocasiones muy dispersos;
el espíritu de empresa manifiesto en el afán común de incrementar el nivel
y la categoría de la Escuela y lanzarla a su integración en la Universidad;
el reconocimiento social de su personalidad y amplitud de sus relaciones...
JOSÉ MARÍA era el punto de referencia de todos: profesores,
administrativos, alumnos.
Todos veíamos en él la realización de esa especie de fortuna que
toca a algunos en la vida: haber topado con el tipo de persona que sabe
descubrir tus valores personales y estimularlos convenientemente,
transmitiendo seguridad en ti mismo, firmeza e ilusión.
Y, en realidad, no podía ser de otra forma. Mientras las
condiciones para la realización de los individuos, de su libertad y
bienestar, sigan siendo la meta a conseguir para la mayoría de la
humanidad, un centro donde se pretende formar Trabajadores Sociales
precisa de educadores, de personas, adornados con las virtudes de que dio
muestra en todo momento JOSÉ MARÍA DE LOS SANTOS. Esa fue
nuestra suerte. Ella no nos ha dejado, porque constituye la MEMORIA a la
que nos hemos propuesto ser fiel.
Desde aquí nuestro agradecimiento a todos los que, trabajando o
colaborando con la Escuela, han querido respaldar el esfuerzo que hemos
puesto en seguirle, posibilitando una convivencia en paz y una acción
eficaz tras nuestros más altos objetivos”.11
******
11
.- Memoria Académica de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, Serie Comunicación y Sociedad
(4), curso 1989-1990, pág. 9.
Pese a la dimensión docente que impregna todas las actuaciones de la vida de
nuestro protagonista, así como su actitud vital en la pedagogía del ser y estar con los
demás, centra también sus esfuerzos a investigar sobre Andalucía. Realidad que el sirve de
estímulo, constante referencia e inspiración.
De esta manera su labor investigadora recoge, en las referencias bibliográficas que
figuran en el anexo del presente escrito, un conjunto de artículos y una selecta producción
de ensayos que se extienden desde 1975 a 1989. Nos encontramos ante un permanente
proceso de interiorización de la problemática de Andalucía y sus gentes en el difícil
contexto de la transición política española y, como producto de una praxis andalucista
personal y de una dialéctica establecida sobre otras realidades históricas similares a la
andaluza. Su tarea como intelectual, inserta en su coherencia de vida y obra, le empujó a
beber de nuestro pasado, para explicarnos y comprender el presente, en el prospectivo
intento de adelantarnos al futuro para humanizarlo al ritmo y a la escala de unos hombres y
mujeres acordes y consecuentes con los retos de la sociedad contemporánea. A imagen de
lo contemplado por pensadores clásicos como Mounier o Fromm. Es más, Andalucía fue
siempre un motivo de una actividad entusiasta tanto para su aguda pluma como para una
oratoria afable y cautivadora por él ejercida a través de multitud de actos sociales.
Estos tres momentos: ayer, hoy y mañana, fueron hábilmente conjugados por José
María en su polifacética e íntegra vida científica, en un feed-back constante que le
retroalimenta en sus convicciones más profunda, en su magisterio, su militancia crítica y su
decidida fe. Así, desde que en 1978 fuera nombrado miembro del Centro de Estudios
Históricos Jerezanos entidad adscrita al Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
José María de los Santos inicia un conjunto de publicaciones en donde pasa revista al pulso
vital de la Andalucía del momento y revisa los orígenes históricos de las problemáticas que
encierra nuestra realidad socio económica, así como la compleja y singular personalidad de
Andalucía.
Análisis de su obra editada
Coincidiendo con la eclosión de la voluntad autonomista de los andaluces José
María de los Santos acomete su obra Andalucía en la revolución nacionalista (1979),
donde al amparo de un Estado generalizado de Autonomías al hilo de una Constitución
recién aprobada, nos invita a reflexionar sobre el modo de producción capitalista que ha
logrado con el paso de las décadas conformar un país andaluz sin identidad propia. Muy
al contrario, más bien de percepción desarraigada, dependiente, periférica y
subdesarrollada. De este modo se nos invitaba a los andaluces a participar de una
autonomía en la que Andalucía, como se llega a expresar en dicho texto, tome en sus
manos su destino como pueblo, pero no sólo por ejercer unas posibilidades
constitucionales, sino desde el convencimiento de que el proceso debe conllevar una
intensa dinámica de transgresión y movilización social a través de la cual la población
andaluza comience a edificar una nueva personalidad construida desde las legítimas
reivindicaciones no sólo políticas sino también sociales, culturales y económicas.. No
nos sirven los nacionalismos románticos ni las declaraciones idealistas -nos
sentenciaba José María- y con ello nos animaba a todos a la participación activamente
del reto.
Junto a otros autores también publica un estudio sobre La Constitución de
Andalucía de 1883 (1978), hito en la España decimonónica, y en cuyo texto, tal y como
se ha señalado, “se encuentra la base de un nacionalismo andaluz”. Junto a la
recuperación del texto, se acuña en su estudio preliminar el término autonomía
generatriz como concepto básico con el que, primero Blas Infante y más tarde el
andalucismo político, pretenden constatar la dimensión popular, autogestionaria y
federalista de todo movimiento destinado a recuperar la personalidad cultural y política
de Andalucía en el contexto de otros pueblos de España. De igual forma, y amén de
abordar los antecedentes del proceso autonómico andaluz durante la II República, junto
a su compañero José Aumente publica y comenta en su sesenta aniversario el
denominado Manifiesto andalucista de Córdoba de 1919 (1979), trascendente
documento en la historia de Andalucía por el que se reclama una autonomía para
nuestro pueblo sobre la base de los tres poderes clásicos y, se nomina por primera vez a
nuestra Comunidad como nacionalidad a sabiendas de su identidad singular, por otra
parte tan necesaria para una nueva España que quiera despejar con aires de modernidad
los fantasma de la crisis del 98.12
Intenta ofrecernos respuesta sobre los orígenes de nuestra problemática socioeconómica y, como corresponde a toda sociedad eminentemente agrícola, ésta va a estar
relacionada con el histórico problema de la tierra como hecho consustancial al devenir
de la historia de Andalucía y por ende a nuestra identidad como pueblo. Por ello en el
ensayo colectivo: La Tierra. Proyecto económico del Andalucismo Histórico,
1868-1931, (1980) aborda el discurrir de esta reivindicación jornalera desde el pasado
siglo, a la vez que lo enlaza con la percepción y la elaboración del discurso en torno al
Ideal Andaluz elaborado por Blas Infante. Enmarcando esta aspiración con los sucesivos
fracasos habidos por las reformas burguesas para con el campo andaluz y en la
necesidad de que la autonomía que se comenzaba a dibujar con la democracia, acometa
una solución integral y definitiva a esta realidad prorrogada en nuestra tierra durante
años.
Su dimensión como investigador y promotor de la corriente científica hoy
consolidada y denominada como Andalucismo Histórico, le lleva primero tomar contacto
con los componentes de la Junta Liberalista como entidad heredera de la doctrina de Blas
Infante, y más tarde, a ser uno de los componentes del Consejo de Patronato de la
Fundación que lleva el nombre de quien es nominado por el Parlamento de Andalucía
como Padre de la Patria Andaluza. Entidad constituida por iniciativa de la Junta de
Andalucía y los herederos de Infante, al objeto de impulsar el estudio y la difusión de la
vida y doctrina de quien fue ilustre precursor de la lucha por la consecución del
autogobierno que hoy representa el Estatuto de Autonomía para Andalucía. Constituida
igualmente para profundizar en el proceso histórico de conformación de la personalidad
andaluza en sus diferentes vertientes socio económica, cultural y política. Cargo honorífico
12
.- Este manifiesto junto a otros del Andalucismo Histórico, y a la par, la bibliografía sobre esta corriente
historiográfica así como de la transición andaluza puede consultarse en la página web antes apuntada del
Centro de Estudios Históricos de Andalucía
que ocupa en dicho Patronato de la misma junto a otras personalidades desde la
constitución de esta entidad (21 de enero de 1983) hasta la fecha de su fallecimiento.13
Como socioanalista que era y dignificador de la política a su vez, todo lo relativo
a la conciencia autonómica de los andaluces en los instantes de su particular transición
(1977-1982), constituye uno de los ejes temáticos más constantes en su obra.
Consciente de la especial sensibilidad que los habitantes de esta tierra tenían aquellos
años y, analizando esta especificidad, José María de los Santos desde su compromiso
político disecciona las causas y las expresiones de un fenómeno que recordemos,
sorprende a la clase política del Estado desde aquel mítico primer Día de Andalucía un
4 de diciembre de 1977. Con su visión científica, crítica y libre, nos invita a clarificar el
momento histórico por el que atraviesa nuestra Comunidad. Son tiempos de
enfrentamientos con el Gobierno Central por la conquista de una autonomía en pié de
igualdad con otras Comunidades del Estado y, es momento también para un auto
reconocimiento de las posibilidades y valores de una colectividad que, en demasiadas
ocasiones, ha sido sometida a silencio, marginación o cuando no, a un sistemático
desprecio.
Con seguridad la culminación de este productivo análisis sobre nuestra tierra y
sus gentes elaborado a través de buena parte de su producción bibliográfica, lo
constituye la obra Sociología de la transición andaluza (1990). Una visión diacrónica
aún al día de hoy no superada, de las variables sociológicas por la que atraviesa la
particular transición andaluza a la autonomía. Trabajo que en buena medida, podemos
decir, constituye la culminación de toda una experiencia personal política y social de más
de 15 años de vivencias y uno de los estudios más agudos en orden a los diferentes factores
que en el campo de la sociología y de la ciencia política inciden sobre el status
autonómicos que en la actualidad disfruta Andalucía. Las claves decisivas que apunta José
María aún no han sido rebatidas en el marco de los incipientes estudios sobre la transición
y, a su vez, esta investigación constituye con seguridad la única visión de conjunto hasta
ahora publicada recogiendo todas las vicisitudes por las que atraviesa nuestra Comunidad
en su particular y única utilización de la vía del artículo 151 como procedimiento de acceso
a la autonomía. No obstante, al encarar una temática tan compleja y nueva, el optimismo
del escrito no deja de reconocer que se está aún muy lejos del alcanzar las metas del ideal
andaluz, “de la utopía encerrada en los viejos textos, amasada con la sangre de algunos,
las lágrimas de otros y la imaginación de todos”. Un trabajo, del que no podemos obviar
el hecho de que constituya parte de su tesis inédita presentada en la Universidad
Pontificia de Salamanca y por la que José María recibe el grado académico de doctor.
Pero su olfato intelectual va más allá de la simple descripción de los fenómenos por
los que transcurres las sociedades y los pueblos. José María de los Santos es
13
.- La ingente obra periodística de José Mª de los Santos se encuentra dispersa entre distintas cabeceras,
y en proceso de reunión y estudio. Nos consta escribió profusamente en medios ya citados como: ABC de
Sevilla, Tierras del Sur, El Correo de Andalucía, El País, Diario 16 Andalucía, Triunfo,... Hasta el
presente sí está identificado aquellos escritos que vieron la luz en el órgano portavoz del Partido
Socialista de Andalucía. Cfr. el anexo onomástico en M. RUIZ ROMERO, ´Andalucía Libre´. Una
revista andaluza de la transición. Indice bibliográfico, Sevilla, Grupo de Investigación Estructura,
Historia y Contenidos de la Comunicación, 2000.
fundamentalmente un profesor-maestro que con ojos de pedagogo contempla, analiza y
quiera cambiar la realidad donde está inmerso. Más allá de una visión crítica a modo de
justificación científica con el ambiente que le rodea, nos encontramos ante un hombre con
una profunda creencia y convicción en los cambios personales y grupales que genera la
educación en su sentido más íntimo, amplio y noble.
*****
De este modo, junto a artículos sobre las vertientes anteriormente apuntadas en
estas breves páginas, la dimensión educativo-cultural constituye otro de los ejes más
significativos tanto del bagaje intelectual así como de su acción personal y profesional.
La prioritaria, si cabe señalarla así.14
Según la misma, no puede entenderse el subdesarrollo económico y social de
Andalucía sin la existencia de un proceso alienador y dominante que perpetúa y
alimenta el resto de realidades, para conformar una política de dependencia, aceptación y
conformismo social. Para el investigador, la cultura es un reflejo de la realidad
socioeconómica al constituir la superestructura de esa realidad. Mantiene con ello que
existe una interconexión dialéctica entre la triple formulación de la realidad: económica,
social e ideológica, de manera que no se entiende el comportamiento de sometimiento de
los andaluces a su circunstancias adversas sin la presencia ni la imposición de una cultura
en la dependencia que invade, somete y pervierte la verdadera identidad social y cultural
de Andalucía.
El advierte que no conviene considerar como independientes entre sí estos tres
ámbitos estructurales antes señalados, porque son precisamente las relaciones recíprocas
las que impulsan a entrever una salida racional a los problemas: la estructura ideológica no
cambia independientemente de la estructura económica.
Como apunta José María de los Santos “de esta forma la cultura es exaltada y
despreciada a su vez, pero en ambos casos, manipulada”. Cultura marcada como él
gustaba en decir. Según describe en sus ensayos, tales condiciones peyorativas, resultan
sólo superable a través de un doble objetivo: superar la mitificación (positiva y
negativa) a la que viene siendo sometida, y recuperar su identidad, su principio
configurador, aquello que le proporciona sentido, significado y unidad. Así, su interés
porque el proceso liberador de Andalucía no sólo ponga su énfasis en modificar sus
14
.- Hasta estos instantes, la biografía de nuestro personaje sólo había aparecido muy brevemente en
algunas pestañas de algunas de sus publicaciones e incluso en la referenciada enciclopedia de Andalucía
dirigida por José Mª Javierre (Voz: “Santos, José María de los”, Gran Enciclopedia de Andalucía, Tomo
VII, Sevilla, Ediciones Anel, pág. 2980.
Puede contemplarse algunos apuntes sobre su persona junto a otros sacerdotes comprometidos
en la Andalucía de estos años en: MEDINA CASADO, M., “Una visión de la Transición Andaluza a la
Autonomía (1976-1984)”, en AAVV. Transición y Autonomía de Andalucía, Jaén, Cámara de Comercio
e Industria, 1999, pp. 59-62.
depauperados indicadores socio económicos, sino porque procure una justa y real
percepción de la cultura andaluza -su desmitificación- como consecuencia natural de la
toma de conciencia histórica a la que debe aspirar el pueblo andaluz. Estimando con ello
también que la recuperación de la identidad y la regeneración de la cultura aparecerán
bajo el signo del federalismo solidario, entendido como planteamiento del ideal andaluz
ya intuido por el mismo Blas Infante.
En su prólogo a la edición facsímil de La dictadura pedagógica de Blas Infante
(1989), coincide con la posición de Blas Infante en el sentido de que el fin de la
existencia de un pueblo es el de “engrandecerse por sí, pero no para sí”. Así,
contempla que el individuo libre y responsable en un ejercicio permanente de acción
cultural para con los demás. “Vengan los hombres -dirá Infante- creadores de
humanidad, los inflexibles ejecutores de la injusticia y del bien, los pedagogos
escultores de una gran conciencia de la masa amorfa de las infectas muchedumbres
burguesas y proletarias”. De este modo, si este proceso cultural logra desarrollarse,
cumpliría la función de “sostener la esperanza”, cuestión que sólo será posible si se logra
acumular un fuerte potencial de imaginación política, coherencia, honestidad y fidelidad a
los intereses de la mayoría de los andaluces.
Así se entiende que a José María le doliera en el alma la mediocridad de unos, la
apatía de algunos y el desinterés de no pocos. Así era radical por cuanto firme y
convencido en sus posiciones pero, sensible y flexible con las oportunidades que los signos
de los tiempos le deparaba para avanzar. El abrigaba en su interior la impaciencia de una
Andalucía justa en un mundo más humanizado. Por ello quizás en lo que es su último
ensayo: Sociedad tecnocrática, (1985), nos alerta sobre un mundo cuya dimensión
humana de la evolución ha sido rota y superada por la tecnocracia, la burocratización y
el pensamiento único que nos inunda con procesos cada vez más globales y, en donde la
decisión de los individuos y pueblos son cada vez menos libres. Por ello nos previene
ante un milenio que nos ha tocado en suerte vivir: deshumanizado, falto de sensibilidad
y espíritu crítico. Nos profetizaba con su aguda intuición un futuro no falto de grandes
retos a los que –hoy por hoy José María- damos fe que nos debemos de enfrentar con
sensata entereza a sabiendas de que está en juego la existencia misma de la Humanidad.
Comprobando el gozo y la serenidad con que transcurre la vida de José María,
parece difícil comprender que un corazón tan vivo y grande, acabara por romperse entre la
rapidez y las exigencias de los tiempos. El Dios en el que tanto confió José María y del que
tanto fue su testimonio así lo quiso. Y lo dispuso con la seguridad de buscar un magnifico
interlocutor para conocer mejor a los andaluces. Por eso un 7 de enero de 1990 nos dejaba
joven de espíritu y, desde la plenitud de un pensador atrapado, por la densidad que procura
el transcurso de una vida intensa, imbuida de ética, consecuente, esperanzada, sustentada
sobre arraigadas convicciones y llena de amor y amistad15. Precisamente uno de sus
15
.- Antonio Muñoz Sánchez, profesor de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Educación de Sevilla,
le dedicaría a su muerte un emocionado homenaje In memoriam bajo el título de “Vivió del corazón”,
publicado en la revista Folklore Andaluz editada por la Fundación Antonio Machado (5), II época, 1990.
últimos actos en este municipio que le vio nacer y crecer y ahora reposar, fue la realización
del Pregón de la Romería de la Virgen de Santa María del Alcor en el otoño de 1989.16
Si complejo es esbozar en breves párrafos la intensidad de una vida, entendemos
bien puede ser ésta reflejo de los anhelos que explicitara en su legado sobre El Ideal
Andaluz el mismo Blas Infante (1885-1936), nominado por el Parlamento de Andalucía en
abril de 1983, con el título de Padre de la Patria Andaluza:
“Gobernantes de que sean maestros,
Estado que sea escuela,
Políticos que sean arte de educación”.
BIBLIOGRAFÍA DE JOSÉ MARÍA
DE LOS SANTOS LÓPEZ.
LIBROS PROPIOS
J. Mª. de los SANTOS LÓPEZ, Andalucía en la revolución nacionalista, Granada,
Aljibe, 1979.
-- Sociedad tecnocrática, Sevilla, Alfar, 1985.-- Sociología de la transición andaluza, Málaga, Librería Agora, 1990.
LIBROS EN COLABORACION CON OTROS AUTORES
J. ALVÁREZ OSSORIO y BARRAU; M. RUIZ LAGOS; E. LEMOS ORTEGA, E. y
J. Mª. de los SANTOS LÓPEZ, , La conciencia autonómica de los andaluces.
Aproximación sociológica, Sevilla, Andalucía Libre, 1982.
J. AUMENTE BAENA; M.,RUIZ LAGOS, y J. Mª., de los SANTOS LÓPEZ,
Manifiesto andalucista de Córdoba de 1919. Ideario de la nacionalidad, Sevilla,
Imprenta Haro, 1979.
J.L. ORTIZ DE LANZAGORTA; M. RUIZ LAGOS, y J. Mª de los SANTOS
LÓPEZ, La Constitución de Andalucía de 1883, Jerez, CEHJ, 1978.
ARTICULOS Y CAPITULOS EN LIBROS
J. Mª. de los SANTOS LÓPEZ, La autonomía andaluza, problema de Estado, Sevilla,
Colección Manifiesto Andaluz, Gabinete de estudios PSA, 1980.
"Conciencia autonómica en Andalucía", en Documentación Social, (45), Caritas
española, 1981, pp. 199 - 217.
-- “Conciencia autonómica en Andalucía”, en La conciencia autonómica en Andalucía,
Sevilla, Andalucía Libre, 1982, pp. 45-66.
16
.- Este pregón fue editado en este municipio y en 1989 por la Hermandad del mismo nombre bajo el
título: Sevillanas para una Reina, a propósito del Cincuenta aniversario de la llegada de la imagen de la
Patrona de este municipio.
-- “El testigo de la Historia”, en La conciencia autonómica en Andalucía, Sevilla,
Andalucía Libre, 1982, pp. 95–114.
-- "La conciencia andalucista", en Nacionalismo y regionalismo en España, Córdoba,
Diputación, 1985, pp. 225 - 231.
-- en VV.AA., “Reivindicación de la tierra en Andalucía” en La Tierra. Proyecto
económico del Andalucismo Histórico (1868 - 1931), Jerez, Sexta, 1980, pp. 25-45.
-- "Un documento económico andalucista", en E. LEMOS; M. RUIZ LAGOS, J. Mª. de
los SANTOS, La Tierra. Proyecto económico del Andalucismo Histórico (1868-1931),
Jerez, Sexta, 1980, pp. 139-154.
-- "La lucha por el Estatuto de Andalucía en la II República", en El siglo de Blas
Infante, 1883-1981. Alegato frente a una ocultación, Sevilla, BEA, 1981, pp. 133 - 159.
-- "El trasfondo ideológico de la Constitución de 1883", en Actas del I Congreso sobre
el Andalucismo Histórico, Sevilla, Fundación Blas Infante, 1985, pp. 183 - 216.
-- Prólogo a la edición facsímil de La Dictadura Pedagógica, (Sevilla, Avante, 1921),
Reed. Sevilla Fundación Blas Infante, 1989, pp. VII a LXIV.
-- "Una revolución cultural para Andalucía", en Actas del II Congreso sobre el
Andalucismo Histórico, Sevilla, Fundación Blas Infante, 1987, pp. 511-532.
-- “La cultura andaluza como cultura en la dependencia”, en Antropología cultural de
Andalucía, Sevilla, Consejería de Cultura, 1984.
-- “Reflexiones sobre la cultura andaluza”, en Comunidad y Sociedad. Memoria de
actividades de la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Sevilla. Curso 1986-1987,
(1), 1987, pp. 119-145.
-- voz "autonomía" en Gran Enciclopedia de Andalucía, (tomo I) Sevilla, Promociones
Culturales Andaluzas, 1979.
OTROS ARTICULOS RELEVANTES
LEMOS, E.; M. RUIZ LAGOS; J. Mª. de los SANTOS: “Las Juntas Liberalistas de
Andalucía. Unidad Andalucista”, en Andalucía Libre, (24), dossier 42, mayo 1980.
M. RUIZ LAGOS; E. LEMOS ORTEGA, y J. Mª. de los SANTOS LÓPEZ:
"Andalucistas al margen de los clásicos", en Andalucía Libre (35), dossier 14, abril de
1981.
R. ILLESCAS; J. M ª. de los SANTOS y M. RUIZ: “Un Estatuto no nacionalista”, en
Andalucía Libre, (3), dossier núm. 2, febrero de 1981.
J. A. HURTADO SÁNCHEZ; M. RUIZ LAGOS, y J. Mª de los SANTOS: “La
LOAPA todo lo tapa. Algo más que una Ley”, en Andalucía Libre (44), dossier 23,
febrero 1982.