Paola González Carvajal
SIMETRIA, SIMBOLISMO E IDENTIDAD
PATROCINIO:
SIMETRIA, SIMBOLISMO E IDENTIDAD
Paola González Carvajal
Paola González Carvajal, arqueóloga chilena, ha estudiado y dibujado diseños
de la cultura Diaguita por más de 20 años, presentes en colecciones y fragmentos
cerámicos de sitios habitacionales, llegando a estar profundamente interiorizada
con este arte. Sus trabajos han permitido acercarse a la comprensión de este arte
visual, altamente complejo, y al contexto cultural que le rodea. Los resultados de
sus investigaciones se contienen en numerosas publicaciones científicas en Chile y
el extranjero.
ARTE Y CULTURA DIAGUITA CHILENA
ARTE Y CULTURA DIAGUITA CHILENA
Esta obra aborda el estudio del arte visual de la cultura Diaguita Chilena (900-1536
d.C.), expresado en los diseños de su cerámica. La muestra alcanza a 401 diseños de
diferentes períodos e influencias culturales. Esta aventura estética de cinco siglos
ha dejado como legado numerosas imágenes imperecederas de enorme belleza,
obras maestras gestadas por manos anónimas que enriquecen nuestra percepción
de mundo. Los diseños cerámicos de la cultura diaguita chilena, por su variedad,
extraordinaria composición y complejidad, configuran uno de los más hermosos
universos visuales que heredamos de la América precolombina. El acercamiento
a este arte visual consideró distintos caminos complementarios, por una parte, se
explica el contexto cultural que lo rodea, distinguiendo entre el período pre Incaico
(900-1470 d.C.) y el período de contacto entre Incas y Diaguitas (1470-1536 d.C.),
y también se caracterizan los diseños atendiendo a su origen cultural y simetría,
facilitando su comprensión.
Serie Monográfica de la Sociedad Chilena de Arqueología
NÚMERO 2
2
ARTE Y CULTURA DIAGUITA
CHILENA
SIMETRÍA, SIMBOLISMO E
IDENTIDAD
PAOLA GONZÁLEZ CARVAJAL
SERIE MONOGRÁFICA DE LA SOCIEDAD CHILENA DE ARQUEOLOGÍA
NÚMERO 2
Queda prohibido, salvo excepción prevista en la ley, la reproducción
(digital, electrónica, química, mecánica, óptica, de grabación o de fotocopia), distribución, comunicación pública y transformación de cualquier parte de esta publicación -incluido el diseño de la cubierta- sin
previa autorización escrita de los titulares de la propiedad intelectual
y de la Editorial.
© UCAYALI EDITORES, Santiago, Chile, 2013
Impreso en Chile
Imprenta FYRMA GRAFICA
ISBN Libro normal: 978-956-9380-00-6
ISBN Libro tapa dura: 978-956-9380-01-3
Registro de Propiedad Intelectual Inscripción N° 233.208
Derechos Reservados.
UCAYALI EDITORES
Roberto Del Río 1378, Providencia, Santiago, Chile.
ucayaliconsultores@gmail.com
Primera edición: 1.600 ejemplares.
4
Dedicado a mis padres Irma y Ariel
Título Original:
ARTE Y CULTURA DIAGUITA CHILENA:
Simetría, Simbolismo e Identidad
Autor:
PAOLA GONZÁLEZ CARVAJAL
Editorial:
UCAYALI EDITORES
Comite Editorial:
Andrés Troncoso Meléndez
José Luis Martínez Cereceda
Gonzalo Ampuero Brito
Diseño y Diagramación:
María Isabel Aliste Tapia
contacto@miarquitectura.cl
Diseños Diaguitas:
Paola González Carvajal
Claudia Campos Mendoza
Ilustración de Vectores de UM:
Jorge Zamora Covarrubias
Fotografía:
Jorge Zamora Covarrubias y Paola González Carvajal.
Ayudante de Diagramación:
Diego Fuenzalida Ramírez
Diseño Portada:
Jorge Zamora Covarrubias
info@colordigital.cl
Detalle pintura en portada, Claudia Campos Mendoza
Asesoría técnica Nch 3091-2:
Jorge Zamora Covarrubias
info@colordigital.cl
6
Ilustración de Pinturas: Claudia Campos Mendoza
Todos las ilustraciones de Diseños Diaguitas utilizadas en esta obra fueron realizados en acuarela
pastosa sobre pastel por la Artista Visual Claudia
Campos Mendoza, por encargo y en base a dibujos
efectuados por la Autora que se encuentran contenidos en su memoria de grado titulada “ Diseños
Cerámicos Diaguita - Inca : Estructura, Simbolismo,
Color y relaciones culturales”, inscrita en el registro de propiedad intelectual bajo el Nº 107.157, en
Santiago de Chile 6 de Enero de 1999, y en otras
publicaciones científicas.
AGRADECIMIENTOS
Desde mi primer acercamiento al arte de la cultura diaguita chilena albergué la esperanza de dar a conocer estas notables obras y aportar a su comprensión, pero esta tarea no habría sido posible sin la generosa colaboración
de muchas personas e instituciones. En primer término, agradezco a mi hija Gracia por su paciencia. También a mis
profesores del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, Victoria Castro y Carlos Thomas, por sus
valiosas enseñanzas, punto de partida para aproximarme al arte diaguita, desde la arqueología. Agradezco también
a los colegas del Museo Arqueológico de La Serena, Gabriel Cobo, Gonzalo Ampuero, Marcos Biskupovic y Gastón
Castillo, quienes compartieron generosamente sus conocimientos sobre la cultura diaguita. De igual modo, este
libro no habría podido ser escrito sin el apoyo y reflexión de los colegas con los que emprendimos el estudio de la
arqueología del valle del Choapa y Limarí, a través de proyectos Fondecyt, Jorge Rodríguez, Cristian Becker, Andrés
Troncoso y Daniel Pavlovic. Gracias a este trabajo mancomunado generamos valiosa información sobre el contexto
cultural del arte diaguita, a través del estudio de sitios habitacionales. Los proyectos referidos incluyen FONDECYT
1950012, 1980248, 1000039, 1040154, 1080360 y 1110125.
Agradezco también al arqueólogo Gabriel Cantarutti, por sus aportes científicos y generosidad.
La artista visual Claudia Campos, dedicó mucho tiempo a la reproducción de mis dibujos diaguitas, los cuales
se vieron enriquecidos con su talento, agradezco su constancia. También a Isabel Aliste y Jorge Zamora, integrantes
de nuestro equipo editorial, quienes entregaron sus conocimientos y tiempo para concretar una obra que parecía
a ratos interminable. Agradezco a Gabriela Alt y Daniela Serani, del Museo del Limarí, por facilitarnos el acceso a
piezas cerámicas.
En forma especial, agradezco a los arqueólogos Javier Tamblay, Andrés Troncoso, Gonzalo Ampuero, y al historiador José Luis Martínez, por los valiosos comentarios al manuscrito. Finalmente, comprometen mi agradecimiento todos los anónimos artesanos diaguitas chilenos que realizaron los diseños estudiados en este libro, quienes
concibieron imágenes de eterna belleza, capaces de vencer al tiempo y conmovernos.
I.
PATRÓN ZIGZAG
80
1.- Patrón Zigzag A
ÍNDICE
2.- Patrón Zigzag B
3.- Patrón Zigzag C
4.- Patrón Zigzag D
5.- Patrón Zigzag E
Agradecimientos
7
Índice
8
Presentación
15
Introducción
20
6.- Patrón Zigzag J
7.- Patrón Zigzag L
8.- Patrón Zigzag M
9.- Patrón Zigzag N
10.- Patrón Zigzag O
PRIMERA PARTE
11.- Patrón Zigzag P
Arte Diaguita y contexto cultural
26
- Arte Visual Diaguita Pre Incaico y contexto cultural
26
- Arte Visual Diaguita Inca y contexto cultural
46
II.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG
92
1.- Patrón Doble Zigzag A
2.- Patrón Doble Zigzag B
3.- Patrón Doble Zigzag C
SEGUNDA PARTE
4.- Patrón Doble Zigzag D
Arte Visual de la Cultura Diaguita Chilena
66
- Fundamentación y alcance del Análisis de Simetría
66
5.- Patrón Doble Zigzag E
6.- Patrón Doble Zigzag F
en Contextos Arqueológicos
7.- Patrón Doble Zigzag K
8.- Patrón Doble Zigzag L
- Procedimiento de Análisis de Simetría
68
- Metodología y Criterios de Sistematización de los
70
Patrones Decorativos Diaguita
III.- PATRÓN ONDAS
1.- Patrón Ondas A
2.- Patrón Ondas B
ARTE VISUAL DIAGUITA PRE INCAICO
74
Principios que gobiernan el arte Diaguita Pre Incaico
74
Diseños No Figurativos de Origen Diaguita
79
3.- Patrón Ondas C
4.- Patrón Ondas D
8
5.- Patrón Ondas E
6.- Patrón Ondas F
104
VIII.- PATRÓN LABERINTO
7.- Patrón Ondas G
8.- Patrón Ondas H
1.- Patrón Laberinto A
9.- Patrón Ondas I
2.- Patrón Laberinto B
10.- Patrón Ondas J
3.- Patrón Laberinto C
11.- Patrón Ondas K
4.- Patrón Laberinto D
152
12.- Patrón Ondas L
IX.- PATRÓN PUNTOS EN TRASLACIÓN
IV.- PATRÓN CADENAS
126
HORIZONTAL Y VERTICAL
154
X.- PATRÓN OBLÍCUAS EN TRASLACIÓN VERTICAL
155
1.- Patrón Cadenas A
2.- Patrón Cadenas B
3.- Patrón Cadenas C
4.- Patrón Cadenas D
1. Patrón Oblicuas en Traslación Vertical A
5.- Patrón Cadenas E
2. Patrón Oblicuas en Traslación Vertical B
6.- Patrón Cadenas F
7.- Patrón Cadenas G
V.- PATRÓN RETICULADO
140
XI.- PATRÓN CUARTO ESTILO
156
XII.- PATRÓN ESCALONADOS EN REFLEXIÓN
157
DESPLAZADA
VI.- PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS
142
XIII.- PATRÓN SIMETRÍA COMBINADA:
1.- Patrón Líneas Quebradas A
2.- Patrón Líneas Quebradas B
1. Patrón Simetría Combinada A
3.- Patrón Líneas Quebradas C
2. Patrón Simetría Combinada B
4.- Patrón Líneas Quebradas D
3. Patrón Simetría Combinada C
158
5.- Patrón Líneas Quebradas E
Diseños Figurativos de Origen Diaguita
VII.- PATRÓN ESCALONADOS EN REFLEXIÓN
HORIZONTAL Y TRASLACIÓN
1.- Patrón Escalonados en Reflexión Horizontal A
161
1. Antropomorfos
148
2. Felinos
ARTE VISUAL DE ORIGEN INCA CUZQUEÑO
169
2.- Patrón Escalonados en Reflexión Horizontal B
3.- Patrón Escalonados en Reflexión Horizontal C
Principios que gobiernan el arte visual Diaguita de
4.- Patrón Escalonados en Reflexión Horizontal D
Origen Inca Cuzqueño
170
DISEÑOS NO FIGURATIVOS DE ORIGEN INCA
CUZQUEÑO
VI.- PATRÓN CRUCES EN TRASLACIÓN
196
VII.- PATRÓN CRUZ DIAMETRAL
197
175
I.- PATRÓN AJEDREZADO
176
1.- Patrón Cruz Diametral A
1.- Patrón Ajedrezado A
2.- Patrón Cruz Diametral B
2.- Patrón Ajedrezado B
3.- Patrón Cruz Diametral C
3.- Patrón Ajedrezado C
4.- Patrón Cruz Diametral D
4.- Patrón Ajedrezado D
5.- Patrón Cruz Diametral E
5.- Patrón Ajedrezado E
6.- Patrón Cruz Diametral F
6.- Patrón Ajedrezado F
7.- Patrón Cruz Diametral G
7.- Patrón Ajedrezado G
8.- Patrón Cruz Diametral H
8.- Patrón Ajedrezado H
9.- Patrón Cruz Diametral I
9.- Patrón Ajedrezado I
10.- Cruz Diametral J
II.- PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN
186
VIII.- PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR
1.- Patrón Clepsidras en Traslación A
1.- Doble Reflexión Especular J
2.- Patrón Clepsidras en Traslación B
2.- Doble Reflexión Especular J
203
3.- Patrón Clepsidras en Traslación C
4.- Patrón Clepsidras en Traslación D
IX.- PATRÓN EQUIS AISLADA
5.- Patrón Clepsidras en Traslación E
205
1.- Equis Aislada A
2.- Equis Aislada B
III.- PATRÓN CLEPSIDRA AISLADA
190
IV.- PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS
191
X.- PATRÓN ESPIGAS EN TRASLACIÓN
1.- Patrón Cuatro Figuras Opuestas A
1.- Espigas en Traslación A
2.- Patrón Cuatro Figuras Opuestas B
2.- Espigas en Traslación B
206
3.- Patrón Cuatro Figuras Opuestas C
XI.- PATRÓN GRECA INCA
V.- PATRÓN CÍRCULOS EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL-VERTICAL
1.- Greca Inca A
194
2.- Greca Inca B
3.- Greca Inca C
1.- Patrón Círculos en Traslación Horizontal-Vertical A
2.- Patrón Círculos en Traslación Horizontal-Vertical B
10
4.- Greca Inca D
208
XII.- PATRÓN CÍRCULO CONCÉNTRICO
210
11.- Patrón Rombos en Hilera K
12.- Patrón Rombos en Hilera L
XIII.- PATRÓN LÍNEA ONDULADA
211
XIV.- PATRÓN LÍNEAS ONDULADAS EN
13.- Patrón Rombos en Hilera O
XX.- PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-
TRASLACIÓN
212
VERTICAL DE ROMBOS
XV.- PATRÓN PECES EN ROTACIÓN
213
1.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos A
226
2.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos B
XVI.- PATRÓN RECTÁNGULOS EN ROTACIÓN
214
3.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos C
4.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos D
XVII-
PATRÓN
RECTAS
EN
TRASLACIÓN
215
HORIZONTAL Y VERTICAL
5.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos E
6.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos F
7.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos G
1.- Patrón Rectas en traslación horizontal y vertical A
8.- Patrón Traslación Horizontal-Vertical Rombos H
2.- Patrón Rectas en traslación horizontal y vertical B
XVIII.- PATRÓN RETICULADO OBLICUO
XXI.- PATRÓN ROTACIÓN ASPAS
230
XXII.- PATRÓN TRASLACIÓN RECTÁNGULOS
232
216
1.- Patrón Reticulado Oblicuo A
2.- Patrón Reticulado Oblicuo B
XXIII.- PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL Y
XIX.- PATRÓN ROMBOS EN HILERA
218
ROTACIÓN RECTAS
233
1.- Patrón Rombos en Hilera A
2.- Patrón Rombos en Hilera B
XXIV.- PATRÓN TRIÁNGULOS EN ROTACIÓN Y
3.- Patrón Rombos en Hilera C
REFLEXIÓN
234
4.- Patrón Rombos en Hilera D
5.- Patrón Rombos en Hilera E
XXV.- PATRÓN TRIÁNGULOS EN TRASLACIÓN Y
6.- Patrón Rombos en Hilera F
REFLEXIÓN DESPLAZADA
235
7.- Patrón Rombos en Hilera G
8.- Patrón Rombos en Hilera H
XXVI.- PATRÓN TRASLACIÓN VERTICALES
9.- Patrón Rombos en Hilera I
PARALELAS
10.- Patrón Rombos en Hilera J
1.- Patrón Traslación Verticales Paralelas A
2.- Patrón Traslación Verticales Paralelas B
236
3.- Patrón Zigzag G
XXVII.- PATRÓN TRIÁNGULOS EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL Y VERTICAL
237
4.- Patrón Zigzag H
5.- Patrón Zigzag I
XXVIII. PATRÓN VOLUTAS EN ROTACIÓN
238
6.- Patrón Zigzag K
7.- Patrón Zigzag Q
1.- Patrón Volutas en Rotación A
2.- Patrón Volutas en Rotación B
II.- PATRÓN DOBLE ZIGZAG
XXIX. PATRÓN ZIGZAG CUZQUEÑO
239
260
1.- Patrón Doble Zigzag G
1.- Patrón Zigzag Cuzqueño A
2.- Patrón Doble Zigzag H
2.- Patrón Zigzag Cuzqueño B
3.- Patrón Doble Zigzag I
3.- Patrón Zigzag Cuzqueño C
4.- Patrón Doble Zigzag J
4.- Patrón Zigzag Cuzqueño D
5.- Patrón Zigzag Cuzqueño E
III.-
6.- Patrón Zigzag Cuzqueño F
VERTICAL Y TRASLACIÓN
264
IV.- PATRÓN ONDAS
265
XXX.- PATRÓN DISEÑOS COMPLEJOS
243
PATRÓN
ESCALONADOS
EN
REFLEXIÓN
1.- Ondas F 4
1.- Diseños Complejos A
2.- Diseños Complejos B
V.Diseños Figurativos de Origen Inca Cuzqueño
245
1.- Felinos de Origen Cuzqueño
246
DISEÑOS DE ORIGEN MIXTO INCA-DIAGUITA
251
ESCALONADOS
EN
REFLEXIÓN
HORIZONTAL
266
1.- Patrón Escalonados en Reflexión Horizontal E
VI.- PATRÓN RETICULADO
267
1.- Patrón Reticulado B
Principios que gobiernan el arte de origen Mixto
Inca-Diaguita
PATRÓN
252
VII.- PATRÓN AJEDREZADO
268
DISEÑOS NO FIGURATIVOS DE ORIGEN MIXTO
INCA-DIAGUITA
I.- PATRÓN ZIGZAG
1.- Patrón Zigzag D 2
2.- Patrón Zigzag F
12
255
1.- Patrón Ajedrezado O
256
VIII.- PATRÓN ZIGZAG EN TRASLACIÓN VERTICAL
269
IX.- PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS
270
XVI.- PATRÓN COMPLEJO EN REFLEXIÓN
VERTICAL
1.- Triángulo A
290
2.- Escalonado B
DISEÑOS FIGURATIVOS DE ORIGEN MIXTO
X.- PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS EN ROTACIÓN Y
REFLEXIÓN HORIZONTAL
DIAGUITA-INCA
291
274
1.- ANTROPOMORFOS
XI.- PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR O
CUATRIPARTITO
2.- FELINOS
276
3.- CAMÉLIDOS
DISEÑOS DE ORIGEN SAXAMAR O PACAJE
1.- Patrón Doble Reflexión Especular A
303
2.- Patrón Doble Reflexión Especular B
3.- Patrón Doble Reflexión Especular C
I. Traslación Horizontal Vertical de llamas estilizadas
4.- Patrón Doble Reflexión Especular D
II. Rotación llamitas estilizadas
5.- Patrón Doble Reflexión Especular E
6.- Patrón Doble Reflexión Especular F
7.- Patrón Doble Reflexión Especular G
DISEÑOS DE ORIGEN INCA PAYA O
8.- Patrón Doble Reflexión Especular H
SANTAMARIANO
XII.- PATRÓN GRECA ESCALONADA EN
REFLEXIÓN HORIZONTAL
311
I.- Aves Estilizadas
284
II.- Aves y antropomorfo
III.- Cuatro triángulos reticulados opuestos
1.- Patrón Greca Escalonada en Reflexión Horizontal A
IV.- Hilera de triángulos bajo el borde
2.- Patrón Greca Escalonada en Reflexión Horizontal B
DISEÑOS DE ORIGEN YAVÍ
321
I. Botella subglobular Antropomorfa
324
EPÍLOGO
326
BIBLIOGRAFÍA
332
ANEXO PROCEDENCIA DISEÑOS
338
XIII.- PATRÓN TRIÁNGULOS RETICULADOS Y
VOLUTAS CON APÉNDICES
286
XIV.- PATRÓN VOLUTAS ESCALONADAS EN
ROTACIÓN
287
XV.- PATRÓN GRECA ESCALONADA EN
REFLEXIÓN VERTICAL Y TRASLACIÓN
288
Jarro Pato Diaguita II. Museo del Limarí, nº inventario 31.
14
PRESENTACIÓN
Las primeras referencias arqueológicas sobre lo que hoy conocemos
como Cultura Diaguita Chilena se remontan con claridad hacia fines del siglo XIX, cuando comienzan a describirse las primeras piezas cerámicas de
estos grupos, las que no pasaron desapercibidas debido a la complejidad de
sus diseños decorativos. Desde ese momento hasta el presente, el conocimiento sobre la Cultura Diaguita se ha ampliado notablemente gracias a los
aportes de múltiples investigadores, radicados principalmente en el Museo
Arqueológico de La Serena. En este desarrollo histórico de la investigación
han existido una serie de hitos relevantes que han quedado marcados como
libros clásicos de la arqueología chilena. Ejemplo de lo anterior son Cultura
Diaguita y Cultura El Molle de Francisco Cornely o Cultura Diaguita Chilena
de Gonzalo Ampuero.
El libro que tenemos frente a nosotros, sin duda alguna, será otro de
los hitos históricos dentro de la investigación de la Cultura Diaguita; obra
de lectura necesaria y esencial para todo estudioso de este grupo humano, pero también para cualquier persona interesada en el arte prehispánico
americano.
En efecto, nos encontramos ante una obra prolija, pero provocativa,
que aborda de manera sistemática uno de los primeros temas que rondaron
en torno a la Cultura Diaguita Chilena: su complejo arte visual, o para usar
palabras de la autora, su lenguaje visual. A partir del estudio de una amplia
cantidad de vasijas cerámicas por medio del análisis de simetría, se formalizan un conjunto de patrones decorativos y se proponen hipótesis interpretativas que integran el arte Diaguita dentro de un conjunto más amplio que
la autora define como arte chamánico.
15
PRESENTACIÓN
Los procedimientos metodológicos aplicados y su resolución en patrones decorativos serán ejemplos para cualquier investigador interesado
en buscar estrategias para decodificar y sistematizar la complejidad de los
lenguajes visuales prehispánicos. A su vez, esta sistematización permitirá
avanzar y profundizar los estudios comparativos sobre los patrones decorativos Diaguita, donde ya la autora propone una variabilidad regional a nivel
de valle actuando estos lenguajes visuales como verdaderos recursos de
autoidentificación de estas poblaciones.
Pero será este último aspecto, el conjunto de propuestas interpretativas, las que abren una serie de nuevas vías de investigación y preguntas que
orienten estudios futuros. Sus hipótesis varían desde las dinámicas locales
de la Cultura Diaguita hasta otras de carácter más global. Su resolución
implicará profundizar en los contextos y dinámicas regionales de estas poblaciones, así como en estudios comparativos interculturales. Posiblemente
algunas de las propuestas serán rápidamente adoptadas por los estudios
del arte y la Cultura Diaguita, pero otras puede que sean más resistidas. Y
esta última situación es lo que debemos esperar de la buena ciencia, una
investigación que entregue respuestas a preguntas, pero que entregue nuevos y más complejos cuestionamientos sobre su objeto de estudio, llevando
a que otros estudiosos tomen posición ante tal tema y fomente la discusión.
Invitamos a los lectores a recorrer esta obra y apropiarse de ella intelectual y visualmente. Reflexionar y aprovechar el conjunto de ideas y propuestas entregadas, pero también disfrutar y maravillarse ante la belleza
y prolijidad de los diseños Diaguita que recorremos a lo largo de estas páginas. Mientras miremos ese complejo lenguaje visual surgirán múltiples
16
PRESENTACIÓN
preguntas sobre su significado, sentido, producción, una parte de esas respuestas están en estas páginas, otras tantas se tendrán en el futuro gracias
a los aportes entregados por este libro.
Andrés Troncoso Meléndez
Sociedad Chilena de Arqueología
17
18
19
INTRODUCCIÓN
“Todo arte se origina en la mente humana, en nuestras reacciones ante el
mundo más que en el mundo visible
en sí, y precisamente porque todo arte
es “conceptual”, todas las representaciones se reconocen por su estilo.”
FUENTE
(Gombrich, 2002 [1960]:76)
20
En esta obra abordamos el estudio del arte visual de la
cultura Diaguita Chilena (900-1536 d.C.), expresado en los diseños de su cerámica, nuestra muestra es amplia, alcanzando
a 401 diseños de diferentes períodos e influencias culturales,
lo que permite acercarnos a las categorizaciones indígenas
que participaron en su producción. Proponemos una mirada
en detalle, pausada, que permita detenernos sin prisa en la
descripción de este universo visual, sus formas, variabilidad
y contexto cultural. Se trata de un arte marcado por su carácter abstracto, la maestría en su ejecución y la exploración de
juegos ópticos que engañan nuestra percepción, a través de
complejas simetrías.
El arte abstracto es en esencia ambiguo, es decir, no resulta fácil para el observador atribuir un contenido unívoco
a las representaciones. A este respecto, Verónica Cereceda
(1988: 284) señala refiriéndose al ídolo que se exhibe en el
Museo de Pachacamac “es justamente su ambigüedad lo que
nos seduce, dejándonos como en un estado de encantamiento”. Es precisamente esa emoción la que experimenté al conocer por primera vez el arte de la cultura diaguita chilena, hace
ya muchos años atrás. Estas letanías visuales, de difícil lectura e inesperados efectos visuales permanecían como una
suerte de eco lejano, impreciso y a la vez fascinante. Gombrich reflexiona sobre el arte óptico señalando que “incluso
formas y esquemas puros tienden a transformarse ante nuestros propios ojos. Casi parece como si el ojo conociera sentidos de los que la mente no sabe nada. La yuxtaposición de
formas y colores nos hace caer en las más inesperadas tram-
Paisaje Norte semi Arido. Valle de Mostazal
pas, las trampas conocidas como “ilusiones ópticas” (Gombrich, 2002 [1960] : 260). Efectos semejantes son logrados
por los artesanos diaguitas en muchas de sus creaciones, sin
embargo, ¿qué hay detrás de este marcado esfuerzo cultural
por explorar con maestría los derroteros del arte abstracto y
simétrico?, o en otros términos, ¿cómo puede ser comprendido este concepto indígena de lo estético? En un sentido
semejante, Verónica Cereceda (1988 : 285) reflexiona sobre
la estética aymara-andina preguntándose si “¿disociaba el
pensamiento andino la belleza de la sacralidad?”.
Con el objeto de abordar estas preguntas nuestro acercamiento al arte de la cultura Diaguita chilena consideró
distintos caminos complementarios. En primer término, en
la primera parte de este libro profundizamos en el contexto
cultural que rodea el arte visual de esta cultura, apoyados
en antecedentes arqueológicos, etnohistóricos y etnográficos. En el desarrollo cultural de este pueblo precolombino
se distinguen claramente dos momentos: el período pre Incaico (900-1470 d.C.) y el período de contacto entre Incas y
Diaguitas (1470-1536 d.C.), cada uno de ellos aportó un sello
característico a sus manifestaciones gráficas.
El período pre incaico abarca el inicio y consolidación
de los diaguitas en el territorio del norte semi árido chileno
(entre los ríos Elqui y Choapa) y su arte visual manifiesta
profundas semejanzas con otras tradiciones culturales sudamericanas, vinculadas con prácticas chamánicas, donde el
arte visual cumple un importante rol social. En efecto, el arte
Diaguita pre incaico comparte una serie de características
que permite incluirlo como un representante del arte chamánico sudamericano. Entre ellas destacan, la asociación de los
diseños a un alter ego, que en este caso es un jaguar o felino
moteado, la presencia en su ergología de espátulas para el
consumo de alucinógenos y, particularmente, la naturaleza
de su arte visual.
Las características intrínsecas del arte visual que comparte la cultura diaguita con otras tradiciones chamánicas
de Sudamérica comprenden: un hábil manejo de la simetría; técnica de visualización de los diseños en positivo y
negativo; cualidad rítmica de los diseños que determina
una autogeneración de los mismos, sin inicio ni término;
principio estético de horror vacui, entre otros. La evidencia etnográfica nos habla de un arte fuertemente vinculado a la sacralidad. Un aspecto interesante lo configura la
dimensión sinestésica del arte chamánico sudamericano
etnográfico, que permite el tránsito de las impresiones de
una modalidad sensorial a las de otra, de lo visual a lo
auditivo, y viceversa, ligados por su ritmo o movimiento
regular recurrente. Se trata de artes visuales en que caminan unidas la estética y la medicina, impresiones visuales
traducibles a cantos que reestablecen la salud perdida del
enfermo. No obstante, para poder afirmar que un contexto
semejante rodeó al arte visual diaguita del período pre incaico es necesario aún una mayor investigación tanto desde la arqueología diaguita, como de la etnografía de estas
sociedades.
21
INTRODUCCIÓN
En este período de contacto cultural, el arte visual de la
cultura diaguita chilena se ve enriquecido también con diseños procedentes del noroeste argentino (Inca Paya y Yaví) y
de la zona altiplánica de Bolivia (Saxamar o Pacaje), correspondientes a pueblos que fueron incorporados al Imperio
Inca.
Se explican también las diferencias observadas en las estrategias de dominio empleadas por el Inca al interior del territorio Diaguita, donde se observa una marcada diferencia entre
la profunda integración e influencia Inca en los valles de Elqui
y Limarí, respecto de lo que ocurre en el sector meridional del
territorio Diaguita (valle del Choapa). En este proceso, el comportamiento del arte visual da importantes luces acerca de los
cambios sociales acaecidos en este período. Esta información
es complementada también por estudios de antropología física, prácticas mortuorias y análisis de contextos habitacionales.
Jarro Pato Diaguita II. Museo Arqueológico de La Serena N° inventario 928.
Por otra parte, la llegada de los Incas al norte semiárido
chileno y la consecuente incorporación de la cultura Diaguita
al Tawantinsuyu, produjo un enorme cambio social que tuvo
un importante correlato en el arte visual desarrollado por los
artesanos diaguitas. No obstante, a diferencia de lo que normalmente ocurre cuando una cultura es integrada en la esfera de otra cultura dominante, en este caso, la relación entre
Incas y Diaguitas no produjo un quiebre y abandono del universo representacional propio de la cultura local. Los patrones decorativos de origen diaguita pre incaico continuaron
representándose, y se incorporan además mejoras técnicas
en la manufactura de la cerámica. Simultáneamente, el bagaje iconográfico de los artesanos diaguita se ve enriquecido con numerosos diseños de origen cuzqueño, estructuralmente más sencillos que los diseños diaguita pre incaicos,
pero que reflejan principios simbólicos muy valorados por
el Incanato, como la cuatripartición. También surgen diseños
innovadores que sintetizan elementos de ambas tradiciones
culturales, a los que hemos denominado diseños Mixtos IncaDiaguita.
22
En la segunda parte de esta obra, abordamos de lleno
el análisis del arte visual de la cultura diaguita chilena, representado en los 401 diseños recopilados. En primer término, se
precisa el marco conceptual mediante el cual se efectuó este
estudio, consistente en el análisis de simetría aplicado a contextos arqueológicos, se explica su alcance y procedimiento de análisis desarrollado para dar cuenta de este universo
gráfico. En segundo término, se organizó la información de
acuerdo al origen cultural de cada grupo cultural involucrado,
distinguiendo entre diseños: Diaguita Pre Incaicos; Cuzqueños; Mixtos Inca- Diaguita; Saxamar; Inca Paya o Santamariano y Yaví, caracterizándose los principios que gobiernan cada
uno de estos artes visuales. En el caso de los tres últimos grupos (Saxamar, Inca Paya y Yaví) debido a su escaso número,
se realiza una breve reseña de los antecedentes disponibles.
Con el objeto de hacer más fácil la visualización de los
principios simétricos involucrados en el arte visual estudiado,
se representó separadamente su unidad mínima, de modo de
ayudar al lector a comprender los movimientos simétricos a
que será sometida. Sin duda, el esquema clasificatorio propuesto es susceptible de mejoras, sobretodo en el caso de los
diseños más complejos, principalmente de origen pre inca,
Diseño Plato Diaguita III. Sitio Loma los Brujos.
Pintura de Claudia Campos Mendoza.
no obstante, resulta una ayuda para comprender la enorme variabilidad de este arte visual y
la impresionante complejidad alcanzada en numerosos ejemplos.
De este modo, presentamos la información
atendiendo a la identificación de las unidades
mínimas, su organización simétrica y variaciones cromáticas al interior del campo de diseño,
con el fin de ordenar toda la variabilidad decorativa registrada, definiendo patrones, variantes
y subvariantes. De este modo todos los diseños
diferentes registrados son organizados en un esquema clasificatorio que reconoce las particularidades existentes dentro
de familias mayores que constituyen el patrón decorativo
genérico.
En definitiva, esperamos contribuir a la comprensión de
este hermoso y complejo arte visual que heredamos de la
cultura diaguita chilena. Claramente, la simetría actuó como
fuente de variabilidad y el esclarecimiento de los principios
que operaron en la generación de estos diseños nos acerca a
las etno categorías empleadas por los artesanos diaguita en
la génesis de este arte visual.
Retomando las reflexiones esbozadas en párrafos precedentes acerca de la conceptualización y rol social de este
arte visual precolombino, pensamos que tanto en sus manifestaciones pre y post incaicas, nos encontramos frente a
una creación cultural desarrollada con un fin trascendente,
destinado a mediar con dimensiones supraterrenas. A este
respecto, destacamos las reflexiones de Cereceda (1988:
347) en torno a la estética aymara- andina, ella indica que
“la belleza, por ejemplo, no aparece nunca como algo que
solo tiene un valor en sí- indiferente al acontecer del mundo-, sino con una tarea a cumplir: producir un enlace o paso
entre dos términos contrarios (enfermedad/salud; vida/muerte; natural/sobrenatural; opaco/brillante, etc.). Una idea de
belleza se presenta en asociación constante con una idea de
mediación…”.Tanto la etnografía de pueblos que desarrollan
actualmente un arte vinculado a prácticas chamánicas en
Sudamérica, como la arqueología del período diaguita pre
inca sugieren que por medio de esta incansable exploración
de las posibilidades del diseño abstracto y simétrico, el pueblo diaguita encontró en el arte visual un camino de trascendencia. Por su parte, en el período de contacto con los Incas,
el rol mediador se mantuvo, pero integrando también principios de gran relevancia simbólica para los Incas, orientados
a la mediación de fuerzas opuestas, a través de la cuatripartición.
Invitamos entonces a iniciar este recorrido por el mundo
visual de la cultura diaguita chilena, con la clara convicción
que se trata de una creación cultural sobresaliente y única,
cuyo objeto va más allá de la búsqueda de una armonía formal. A este respecto, destacamos lo expresado por Kandisky
(2008 [1910]:129) en cuanto a que “la pintura es un arte, y el
arte en su conjunto no implica una creación innecesaria, de
entes que se diluyen en la nada, sino una fuerza que contribuye al desarrollo y a la sensibilización del alma humana”.
23
Escudilla Ánimas IV. 900 a 1000 DC. N°
de Inventario 51, Museo del Limarí.
24
Escudilla Diaguita I. 900 a 1200 DC N°
de Inventario 78, Museo del Limarí.
Escudilla Diaguita II. 1200 a 1470 DC. N°
de Inventario 889, Museo del Limarí.
PRIMERA PARTE
ARTE DIAGUITA Y
CONTEXTO CULTURAL
Pieza Zoomorfa. 1470 a 1536 DC.
N° de Inventario 1087, Museo del Limarí.
Aríbalo Diaguita III. 1470 a 1536 DC.
N° de Inventario 147, Museo del Limarí.
Escudilla Zoomorfa Diaguita III. 1470 a 1536 DC.
N° de Inventario 203, Museo del Limarí.
25
ARTE VISUAL DIAGUITA
PRE INCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
¿Qué mano inmortal, que ojo pudo
idear tu terrible simetría?
FUENTE
Poema “El Tigre”, Cantos de experiencia. William Blake (1980 [1789] : 227)
La cultura Diaguita Chilena se desarrolló en el norte semi árido, entre los ríos Elqui y
Choapa. Su origen se remonta a 900 d.C., caracterizándose por una economía agrícola y la gran
destreza de sus ceramistas. En 1470 d.C. se incorpora al Imperio Inca, junto al que accede a territorios meridionales y septentrionales bastante
alejados de su área de origen. En el período pre
incaico se distinguen dos fases: Diaguita I (9001200 d.C.) y Diaguita II (1200-1470 d.C.). Esta última se considera una etapa de consolidación de
la cultura Diaguita, observándose un aumento en
el número de sitios y un manejo cada vez más
acabado de las técnicas de manufactura y decoración cerámica, generándose nuevas formas y
patrones decorativos más complejos que en la
fase anterior (Ampuero, 1989).
La cultura Diaguita Chilena creó un estilo de
representación abstracto y simétrico del cual recién en nuestros días hemos logrado descubrir
en parte su simbolismo y contexto. Los diseños
cerámicos quedaron como mudos testigos de
una aventura estética de cinco siglos que alcanzó un grado de maestría pocas veces visto en la
América Precolombina.
26
ORIGEN DE LA CULTURA
DIAGUITA CHILENA
El origen del arte diaguita y de la cultura Diaguita, en general, no ha sido suficientemente esclarecido.
Su parentesco con la cultura Ánimas fue primero notado por Montané (1969).
La cultura Ánimas se desarrolló aproximadamente entre el 700 y 900 d.C. en el Norte Semiárido Chileno, en forma inmediatamente anterior al desarrollo
de la Cultura Diaguita. Los estudios de antropología
física indican un cambio poblacional respecto de la
Cultura El Molle, propia del Período Agroalfarero Temprano (Niemeyer et al., 1997). Con la alfarería Ánimas,
la cerámica polícroma llega a ser muy popular en la
región. Este estilo se caracteriza por el uso de trazos
gruesos y geométricos, que decoran tanto la superficie exterior como interior de la vasija, también se observan ceramios de superficie interior ahumada brillante. La división cuatripartita del campo del diseño
es muy común en la cerámica Ánimas, por medio de
espacios triangulares que abarcan desde el borde a la
base de las escudillas.
En la cultura Ánimas existen evidencias de consumo de alucinógenos, que incluyen espátulas de
hueso. Algunas de ellas poseen representaciones de
felinos moteados y un personaje de pie con tocado
cefálico (Sacrificador). Otros artefactos asociados
con esta práctica incluyen tubos hechos de huesos de
ave, a veces con una boquilla de madera cilíndrica;
tabletas de conchas de ostión, que en estos contextos
reemplazan a la tableta de madera para consumo de
narcóticos; y manojos de espinas de cactus que habrían servido para la limpieza de los tubos (Castillo,
1992). En contextos propios de la Cultura Ánimas (sitio La Puerta), Niemeyer et al. (1997) informa que en el
Túmulo 93, se exhumó un joven asociado a un infante
con ofrenda compuesta por un kero de plata decorado con franjas en relieve, de estilo Tiwanaku. De igual
manera, pinturas rupestres han sido encontradas en
Mapa del territorio de la cultura Diaguita Chilena
este sitio, una de las cuales representa la figura de El
Sacrificador. La cultura material de los grupos Ánimas
exhibe influencias de la Cultura Tiwanaku, y también
un fuerte parentesco con el desarrollo Diaguita posterior. Estas conexiones tempranas aportan luces sobre
el exitoso encuentro entre Incas y Diaguitas durante el
Período Tardío.
Las estrechas conexiones entre las culturas Ánimas y Diaguita se infieren a partir de las semejanzas
existentes en la cultura material de ambos grupos.
Además de los paralelos decorativos, existen también
coincidencias en ciertas formas cerámicas, las que incluyen “jarros zapato”, escudillas con lóbulos opuestos en el borde, ceramios con hendidura circular en la
base, y cuencos subglobulares. En otras categorías de
artefactos, existen estrechas correlaciones entre los objetos de cobre, como campanillas, aros, cuchillos rectangulares y cinceles; espátulas y tubos de hueso, así
como finas puntas de proyectil triangulares. Finalmente, la presencia de deformación craneana tabular erecta- modalidad muy popular en contextos Diaguita- ha
sido también registrada en el contexto Ánimas del sitio
La Puerta (Niemeyer et al., 1997).
27
PRIMERA PARTE
La estratigrafía de los sitios Puerto Aldea (Montané y Niemeyer, 1960) y Compañía de Teléfonos (Ampuero y Rivera, 1972-73), más los estudios estilísticos
de los 4 tipos cerámicos establecidos por Montané
(1969), vinculan la fase más tardía del Complejo Ánimas (Ánimas IV) con los momentos iniciales de la cultura Diaguita (Fase Diaguita I).
LA SOCIEDAD DIAGUITA PRE INCAICA
El período preincaico comprende las fases Diaguita I (900-1.200 d.C.) y Diaguita II (1.200-1.470 d.C.). La
sociedad Diaguita preincaica puede ser definida como
una sociedad campesina primitiva que, centrada en la
familia como unidad social básica, responde a una lógica de apropiación de la naturaleza que se basa en el
trabajo e independencia de la unidad familiar, complementada ocasionalmente con algún tipo de instancia
aglutinadora que permite el acceso a recursos foráneos a su área de asentamiento. Se trata de sociedades campesinas simples, de baja o nula diferenciación,
organizadas probablemente bajo el modelo de familia
extensa (Troncoso, 1999, p.132).
Como agricultores a pequeña escala, la alteración
del entorno por parte de estas poblaciones no tiene un
gran alcance y se orienta básicamente a solventar las
necesidades de la familia campesina.
El estudio de los contextos mortuorios diaguita preincaicos en el valle del Choapa
(Rodríguez et
al. 1995; Becker et al.,2003) ha dejado en evidencia la
existencia de una escasa diferenciación social en estas
comunidades, al menos en el plano mortuorio, existiendo mucha homogeneidad en la naturaleza y distribución de las ofrendas cerámicas en relación a las categorías de sexo y edad. Esta aseveración también es
observable en el contexto de los cementerios de Calle
Uruguay y Calle Independencia en la ciudad de Illapel
(González, 1996). Sin embargo, se han detectado ciertos atisbos de diferenciación social en los contextos
de determinados individuos de sexo masculino, cuya
28
Norte semi árido chileno. Valle del Limarí.
ofrenda incluye artefactos destinados al consumo de
alucinógenos (espátulas y conchas de ostión) que
hemos interpretado como chamanes. Nos referimos
específicamente al Entierro N°7 del sitio Estadio Municipal de Illapel (Rodríguez et al. 1995) y al Entierro
N°5 del sitio Los Coiles 136 (Alfonso, 2000). En ambos casos los individuos presentaban un rico contexto
mortuorio, caracterizándose físicamente por poseer
inserciones musculares leves, indicadores de la realización de actividades que exigían un menor esfuerzo
físico, en comparación con las tareas ejecutadas por
el resto de la población.
De gran interés es el estudio de las prácticas mortuorias del sitio Loma El Arenal, en el valle de Chalinga, localizado en la frontera meridional del territorio
Diaguita (Becker et al., 2003). Este sitio cuenta con
contextos domésticos y funerarios, con fechados que
fluctúan entre el 1240 +- 75 d.C al 1465+-50 d.C. Por
lo que probablemente en este sitio se encuentre una
ocupación humana que abarque las fases Diaguita I,
II y III, aunque sin claras evidencias diagnósticas de la
fase Diaguita-Inca (Rodríguez, 2005). Se recobraron 30
individuos pertenecientes a las siguientes categorías
PRIMERA PARTE
(torteros, agujas de hueso y punzón de camélido). En la
ofrenda de infantes y párvulos, en cambio, predominan
los ceramios monócromos (escudillas alisadas y rojo
engobadas). En tanto, en los contextos de individuos
de sexo masculino (siete en total), tres tumbas presentan ofrenda cerámica, una cuenta con otro tipo de
ofrenda (vértebras de zorro) y tres no poseen ofrenda
de ninguna especie. En el sitio Loma El Arenal no se registraron individuos asociados a artefactos destinados
al consumo de alucinógenos. En términos generales,
observamos una gran homogeneidad en los contextos
de esta población en atención a las categorías de sexo
y edad.
Plato cultura Ánimas, fase Ánimas IV N° inventario 51, Museo del Limarí
EL ARTE VISUAL DIAGUITA Y ESTRATEGIAS DE AUTOIDENTIFICACION CULTURAL
de género y etarias: adultas femeninas jóvenes (6) y
adultas femeninas maduras (2), adultos masculinos
jóvenes (5) y adultos masculinos maduros (2), adultos indeterminados (5), infantes y párvulos de sexo
indeterminado (10). El análisis paleopatológico realizado por Henríquez (2003) reveló que esta población
estuvo afectada por estrés nutricional, alteraciones
degenerativas e inflamatorias, procesos infecciosos y
lesiones traumáticas, con una mala salud bucal producto de una dieta rica en carbohidratos, propia de
sociedades agricultoras. Sólo un 10% de la población
presenta deformación craneana del tipo tabular asimétrica (Entierro N°13; Entierro N°17 y Entierro N°19).
Un 63,33% de la población presenta ofrenda cerámica. De un total de 8 individuos de sexo femenino registrados, 5 presentan ofrenda cerámica, 1 presenta
otro tipo de ofrenda y 2 no registran ofrenda de ninguna especie, estas últimas corresponden a mujeres
adultas con una edad estimada de veinte a treinta y
cinco años. Resulta de interés consignar que predomina en los contextos mortuorios femeninos la ofrenda
cerámica polícroma y el número de ceramios varía entre cinco a uno por tumba. La ofrenda más numerosa
(adulta joven- Entierro N°5) se complementa además
con implementos relacionados a la actividad textil
Nuestras investigaciones en la cuenca del río
Choapa han generado una gran cantidad de información sobre el arte visual de la cultura Diaguita presente en su cerámica, en tiempos pre y post incaicos. Al
estudiar sitios habitacionales fue posible comprender
cómo se organizó la producción de este arte dentro de
cada comunidad y valle que conforma la cuenca del
Choapa. Específicamente pudimos caracterizar detalladamente los patrones decorativos de la cerámica procedente de los ríos Illapel (González 2004) y Chalinga.
Al comparar el comportamiento y variabilidad de este
arte en ambos valles notamos importantes diferencias
que indican que estas comunidades emplearon su arte
como un emblema, para favorecer identidades locales,
al interior del territorio diaguita. En efecto, mientras el
valle de Illapel se caracteriza por una vasta presencia
de asentamientos Diaguita con un rico universo representacional, que alcanza a 53 bandas de diseño diferente. En el valle de Chalinga el universo representacional
es más reducido, alcanzando a 28 bandas de diseño
diferentes, no obstante, posee también una gran complejidad estructural. Ambos sectores se asemejan en
la presencia de determinados diseños idénticos que
alcanzan altas frecuencias en los dos valles (patrón zig-
29
PRIMERA PARTE DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
BANDAS DE DISEÑO EXCLUSIVAS DEL VALLE DE CHALINGA
(PROVINCIA DEL CHOAPA)
PATRON ZIGZAG J1
Escudilla Zoomorfa, Diaguita II (900-1200 d.C.). N° de Inventario 972,
Museo del Limarí.
zag A, cuarto estilo), no obstante, existe una gran cantidad de diseños que son exclusivos de cada uno. Algo
similar ocurre con las formas cerámicas monócromas.
Por una parte, en el valle de Chalinga registramos
ocho formas cerámicas monócromas ausentes en el
río Illapel, estas son las escudillas alisadas, escudilla
semiesférica, jarro pato monócromo (Tipo B), jarro con
vasos comunicantes, escudilla zoomorfa monócroma,
jarra Tipo B, jarra ovoide Tipo B y cuenco subglobular).
La cultura Diaguita en el Valle de Chalinga, refleja una
fisonomía particular, y se diferencia de otras zonas diaguita del valle del Choapa. Esta especificidad intervalle
se ve también confirmada al analizar el material cerámico polícromo.
Esta singularidad de los patrones decorativos a
nivel de valle, tiene alcances identitarios y señala que
el arte visual diaguita participa en estrategias sociales
de interacción y autoidentificación de las comunidades insertas en un territorio mayor. El arte visual estaría marcando fronteras intervalle. Es decir, cada comunidad de un valle específico se esfuerza por generar
diseños que le son propios y que marcan su identidad.
30
PATRON ZIGZAG P1
PATRON ZIGZAG D2-1
PATRON ZIGZAG F
DOBLE ZIGZAG I
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
DOBLE ZIGZAG K
DOBLE ZIGZAG L
ONDA A2-1
ONDA C2
CADENAS C4-1
Por ejemplo, el arte visual de la cerámica Diaguita procedente del río Chalinga posee 15 bandas
de diseño exclusivas, es decir, un 53,57% del total de
bandas registradas en ese sector, las cuales no han
sido registradas en el valle de Illapel, hasta el momento. Destaca también el hecho que se trata, en su gran
mayoría, de estructuras de diseño muy complejas que
requirieron de gran pericia por parte de sus ejecutores. Las bandas de diseño a que hacemos referencia
son las siguientes: Patrón Zigzag P1; Patrón Zigzag J
1; Patrón Doble Zigzag K; Patrón Doble Zigzag L; Patrón Doble Zigzag D2-1; Patrón Doble Zigzag F; Patrón
Doble Zigzag I; Patrón Ondas A2-1; Patrón Ondas C2;
Patrón Cadenas C4-1; Patrón Cadenas ; Patrón Cadenas D2; Patrón Laberinto B; Patrón Laberinto C y Patrón Greca en Reflexión Horizontal A2.
Estos resultados nos parecen muy importantes porque señalan que pese a la cercanía geográfica existe un esfuerzo social en torno a lograr un arte
visual distintivo, siempre bajo los estrictos cánones
estilísticos del arte Diaguita pero que abre paso a una
enorme variabilidad interna que contribuye a perfilar
identidades intergrupales. Al mismo tiempo, la alta
frecuencia del patrón zigzag y cuarto estilo en ambos
valles señala la existencia de un conjunto de diseños
que son capaces de hacer permeables las fronteras
intervalle unificando sus tradiciones.
De Boer (1990:103) observó un comportamiento
semejante en la distribución de los patrones decorativos de la cultura shipibo-conibo en la Cuenca del Ucayali (Amazonía Peruana), notando que su estilo de arte
visual “está actuando claramente como un emblema”,
demarcando y señalando su identidad separada de
otros. Sin embargo, al igual que en el caso diaguita,
el estilo Shipibo-Conibo va acompañado de una gran
variabilidad, en otras palabras, el autor citado señala
que “el estilo es suficientemente complejo como para
asegurar una interminable novedad. Hay siempre lugar para la expresión artística individual.”
31
PRIMERA PARTE DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
BANDAS DE DISEÑO EXCLUSIVAS DEL VALLE DE CHALINGA
(PROVINCIA DEL CHOAPA)
CADENAS D2
CADENAS F
LABERINTO B
LABERINTO C
GRECA EN REFLEXION HORIZONTAL A2
32
Vinculación del arte visual Diaguita pre incaico con
tradiciones de arte chamánico sudamericano
Uno de los aspectos más llamativos de la cultura Diaguita Chilena es su arte visual, expresado
en la decoración cerámica. La maestría y delicadeza
de sus diseños da cuenta de la importancia cultural
asignada a esta actividad por sus creadores. No obstante, no se trata de un logro aislado en el contexto
indígena sudamericano, sino que forma parte de una
tradición cultural mayor, que cuenta con una gran
profundidad temporal y de la que existen aún pueblos indígenas actuales que la practican y reactualizan, en distintas regiones del cono sur americano.
Al describir al pueblo amazónico Caduveo,
en la decáda de los cincuenta, Levi Strauss (1992]
[1955]:194) se mostró muy sorprendido frente a
“esos hombres que pierden días enteros haciéndose
pintar, olvidados de la caza, la pesca y sus familias”,
se trata de comunidades con una fuerte inclinación
artística, donde el arte desempeña un papel bastante
más prioritario que en nuestra cultura occidental. Sin
embargo, poseemos sólo una vaga idea acerca del
concepto indígena de lo estético, sabemos, por cierto, que arte y religión se vincularon estrechamente y
que en muchas culturas originarias las manifestaciones artísticas presentan claras regularidades, reflejo
de un esfuerzo social coordinado y coherente en sus
manifestaciones iconográficas, logrando desarrollar
una suerte de lenguaje visual.
En general, parece haber sido una práctica bastante común entre los pueblos indígenas sudamericanos tanto etnográficos como precolombinos el
empleo de una codificación mnemotécnica basada
en símbolos gráficos. Entre ellos podemos mencionar los apliqués geométricos de los Cuna (Nordenskiöld 1928-1930), las tablas de madera de los Y’upa o
Macoita del norte (Lhermillier, 1982), los signos tocapu de los keros y vestimentas quechua, así como los
textiles aymara.
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
Fosfenos universales de Max Knoll (Reichel-Dolmatoff, 1985:294)
Platt (1992:147) ha sugerido al respecto que “los
pueblos andinos recibieron la escritura alfabética en
términos de un reconocimiento pre-existente del poder sagrado de los signos gráficos”...se trata “de una
técnica ya conocida, inteligible en principio para los
pueblos andinos”.
Acerca del Arte Chamánico
Debemos ahora referirnos a una clase de arte
visual dentro de este universo de representaciones
gráficas precolombinas, se trata del “arte chamánico”
(Reichel- Dolmatoff, 1985). Nos interesa como concepto dado que en él apreciamos una inquietante similitud
con el arte Diaguita pre incaico, que excede el ámbito
gráfico en sí, para abarcar determinadas esferas de actividad y prácticas culturales. En general, en todos los
estilos analizados y pese al hermetismo de las representaciones se genera un universo familiar, existe en
ellos un reconocible esfuerzo por representar esferas
determinadas de su experiencia.
En 1985, el autor destacaba que “uno de los descubrimientos más importantes en las últimas décadas,
en el campo de la etnología, consiste en la confirma-
ción de que el arte y las religiones chamanísticas se
relacionan estrechamente con el uso de drogas alucinógenas”... “la ingestión de drogas alucinógenas representa el mecanismo principal de inducir estados visionarios chamanísticos, acompañados de la ilusión de
viajar por los aires, de transformarse en un animal y de
penetrar en otras dimensiones cósmicas, fuera de esta
tierra” (Reichel- Dolmatoff, 1985: 292). El autor agrega que la experiencia alucinatoria ofrece un inmenso
potencial de imágenes, las cuales son reproducidas
después por los indígenas Tukano, generando un arte
visual de naturaleza abstracta y simétrica. El autor explica que los motivos geométricos utilizados en dichas
representaciones cuentan con una base neurofisiológica, reflejan fosfenos, esto es, “sensaciones luminosas
que aparecen en el campo de visión, independientemente de una luz externa, es decir, son producto de la
autoiluminación del campo visual y se producen en el
cerebro” (Reichel- Dolmatoff, 1985:293). Se trata de “un
gran número de elementos brillantes de forma geométrica, tales como estrellas, puntos o líneas que aparecen súbitamente sobre un fondo oscuro, moviéndose
como en un caleidoscopio. Son formas a veces parecidas a flores o plumas, a cristales, todo con una marcada simetría bilateral”(Reichel- Dolmatoff, 1985:293)
33
PRIMERA PARTE DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
En tanto, entre los indígenas Shipibo- Conibo de
la Amazonía peruana cuyos diseños también son visualizados por medio del trance alucinógeno “las visiones
de los diseños son descritas como siendo sobre todo
impresiones no analíticas de “páginas” o “sábanas”
enteramente ordenadas en un patrón que centellean
rápidamente enfrente del ojo del chamán y se desvanecen tan pronto él trata de obtener una mirada más
profunda” (Gehbart-Sayer,1985:161).
Esta búsqueda de los pueblos amerindios pre y
post hispánicos por acceder a otros estados de conciencia inquietó a los conquistadores occidentales desde los
albores de la Conquista. Según Salazar-Soler (1993:31)
“los alucinógenos constituyeron otro vector cultural nativo, imprevisto y sin duda más temible que el alcohol,
que preocupó fuertemente a los extirpadores de idolatrías. Convencidos de que jugaban un rol decisivo en
la transmisión de una tradición y en la evolución de un
universo onírico al margen del cristianismo”.
A partir de la observación del arte Diaguita, así
como de otros estilos de arte visual etnográfico sudamericano, vinculados con religiones chamánicas, especialmente amazónicos, como los Tukano (Reichel- Dolmatoff,1985), Shipibo- Conibo (Gehbart-Sayer,1985) y
Caduveo (Levi-Strauss,1992[1955]) hemos descubierto
un conjunto de caracteres comunes entre todos ellos.
En relación a los aspectos externos al estilo de
arte visual, una característica que los agrupa es la asociación a un alter ego chamánico (jaguar, anaconda,
felino) y la práctica de consumo de alucinógenos. Sin
embargo, los paralelos más interesantes se observan
al considerar las características intrínsecas de su arte
visual, por una parte, se trata de diseños que manejan una compleja simetría para articular los motivos,
registrándose tres o más principios simétricos operando conjuntamente, y con un reiterado énfasis en
la reflexión en espejo. Otra característica es la continuación sin fin o poder autogenerador de los diseños,
que los dota de una cualidad notoriamente rítmica.
34
También está presente el principio de horror vacui y
el seccionamiento de los diseños en campos delimitados. Otra característica se refiere a la posibilidad de
ser percibidos en positivo y negativo. La utilización de
motivos geométricos (estrictamente no figurativos) y
la complejidad de la composición que los hace difícilmente inteligibles constituyen otro de sus rasgos
característicos.
Se trata de procedimientos de elaboración refinados y sistemáticos, reconcentradas letanías visuales,
de gran abstracción y sutileza, que generan una suerte de atracción hipnótica. En poblaciones etnográficas
se constata la reproducción reiterativa de los diseños
en diferentes soportes: pintura facial, decoración de
textiles, cerámica y decoración de casas.
LOS DISEÑOS DIAGUITA PRE INCAICOS Y SUS VINCULACIONES CULTURALES
El arte Diaguita pre incaico comparte una serie de
características que permite incluirlo como un representante del arte chamánico sudamericano. Por una
parte, la asociación de los diseños a un alter ego, que
en este caso es un jaguar o felino moteado, presente
en jarros pato, vasos dobles y escudillas zoomorfas.
Además la presencia en su ergología de espátulas
para el consumo de alucinógenos señalan la existencia de esta práctica (Castillo,1992). Sin embargo, es la
naturaleza de su arte visual lo que más ilustrativamente evidencia su pertenencia a la tradición chamánica.
En relación a las características recién definidas
para ciertas manifestaciones de arte visual chamánico, en el universo representacional diaguita observamos una diestra utilización de la simetría, así como
la posibilidad de ser vistos en positivo y negativo,
cualidad ya advertida por Cornejo (1989:53). También
se percibe una propiedad rítmica en los diseños que
determina una autogeneración de los mismos, sin
inicio ni término. Asimismo está presente el principio
estético de horror vacui, o esfuerzo por cubrir cada
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
rincón del campo del diseño. Otro rasgo característico
y común con los estilos de arte chamánico analizados,
es el seccionamiento de los diseños en campos artificialmente delimitados, que de no mediar haría que
ellos se extendieran sobre todo el soporte. Se trata de
diseños complejos, abstractos y difícilmente inteligibles. Las características reseñadas también son visibles en numerosos diseños Diaguita pre incaicos.
Es muy interesante referirnos a los caracteres del
arte Diaguita en tiempos previos a la llegada del Imperio
Inca a su territorio, dado que conocemos bien el resultado de esa fusión cultural en términos gráficos. La llegada
de los Incas produjo importantes cambios en el universo
representacional diaguita, que tendremos oportunidad
de comentar en el capítulo siguiente. Destacamos el hecho que la fundación de una nueva discursividad que se
percibe en el arte visual introducido por los Incas, refleja un cambio poblacional. Es decir, no asistimos a una
revolución del universo representacional gestado desde
dentro de la cultura. Se requiere de portadores físicos de
estas nuevas ideas. Es diferente a lo que ocurre entre las
fases Diaguita l (900- 1200 d.C) y ll (1200- 1470 d.C) donde a partir de las mismas unidades mínimas se va complejizando la estructura simétrica de este arte, a partir o
retomando siempre su lógica inicial.
En cuanto a la nueva discursividad, a nivel gráfico,
que acompaña la expansión Inca, ésta se traduce en la
incorporación de nuevos motivos y patrones de diseño,
simétricamente más simples, que reiteran el principio
simbólico de cuatripartición. Formando parte, a nuestro
parecer de lo que (Ziólkowski, 1996) define como “estrategia propagandista” Inca. A este respecto el autor indica “parece entonces que el fundamento de éxito inicial
de la Conquista Inca reposaba en la combinación de un
discurso “propagandista” basado en ciertos conceptos
socio- políticos y creencias religiosas bien arraigadas
en el mundo espiritual andino, con un no menos eficaz
manejo de la “argumentación” (o intimidación) militar”
(Ziólkowski,1996:12).
EVIDENCIA ETNOGRÁFICA DEL ARTE CHAMÁNICO:
“¿POR QUÉ NO ME DIBUJAS LO QUE VES CUANDO
TOMAS YAJÉ?”
La pregunta anterior la hizo Reichel Dolmatoff
(1985:292) a su informante iniciando así su aprendizaje
sobre arte visual chamánico de la cultura Tukano. La etnografía ha aportado importantes antecedentes sobre
el sentido de este arte en culturas amazónicas actuales, que nos sugiere caminos posibles para su contextualización arqueológica. No estamos planteando una
equivalencia directa con el contexto social en que se
desarrolló el arte diaguita preincaico, pero consideramos que mientras más elementos de juicio se añadan
a la percepción de sus restos arqueológicos, más ricas
serán también las hipótesis que se generarán a partir
del estudio de su cultura material, específicamente en
lo relativo al arte visual.
Las investigaciones de G. Reichel- Dolmatoff entre los indígenas de la Amazonía colombiana ha dado
luces sobre la naturaleza de la relación entre arte, religiones chamanísticas y consumo de sicoactivos. Entre
los indios Tukano también se observa la asociación de
su arte con un alter ego chamánico, nos referimos nuevamente al jaguar.
Uno de los aspectos más interesantes del trabajo
de este autor se refiere, en mi opinión, a la constatación del hecho que las visiones fosfénicas transformadas posteriormente en diseños formaban parte de un
código de comunicación visual. Según el autor “los
motivos basados en fosfenos estaban codificados y
cada uno de ellos tenía el valor fijo de un signo ideográfico” (Reichel- Dolmatoff, 1985:295). El autor agrega
“lo importante es que el código contenido en los fosfenos se extiende más allá de los estrechos confines de
la alucinación individual y se aplica al ambiente físico de la vida diaria” (Reichel- Dolmatoff, 1985:295), es
decir, “los fosfenos traen a la memoria códigos” (Reichel- Dolmatoff, 1985:296). El autor nos aclara que “los
fosfenos constituyen un importante mecanismo de
codificación, por medio del cual los objetos de la cul-
35
PRIMERA PARTE DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
tura material se convierten en vehículos para la transmisión de un gran cúmulo de mensajes no verbales”
(Reichel- Dolmatoff, 1985:295).
Existe una relación estrecha entre los mecanismos de comunicación visual, la generación de códigos abstractos (cercanos a un sistema de escritura)
y la práctica de obtener visiones mediante el consumo de sicoactivos en contextos rituales. Al respecto
señala el autor...“Entre los indios tukano el individuo
está permanentemente consciente de formas, colores, sonidos, movimientos y olores y reacciona a estas
sensaciones de una manera fija, basada en el código
simbólico derivado de las experiencias alucinatorias”
(Reichel- Dolmatoff, 1985:296).
Por otra parte, las investigaciones de Levi-Strauss
entre los indígenas amazónicos Caduveo refleja también su pertenencia a lo que hemos definido como
“arte chamánico”. La importancia de la pintura facial se
refleja en que los Caduveo no consideraban humanos
a quienes no la poseían, o como lo indica el autor “había que estar pintado para ser hombre” (Levi-Strauss,
1992[1955]:194).
Al considerar el estilo del arte visual Caduveo, reconocemos varias de las características ya examinadas, por ejemplo, “cada motivo puede ser percibido
en positivo y negativo” (Levi-Strauss, 1992[1955]:199).
El autor destaca (sin dar con el término) la utilización
de complejas configuraciones simétricas para articular
los diseños, señala...“Cuando se estudian los dibujos
Caduveo se impone una comprobación: su originalidad no tiene que ver con los motivos elementales, que
son lo suficientemente simples como para haber sido
inventados independientemente antes que tomados
de otra parte, sino que resulta de la manera como estos motivos están combinados entre sí”(Levi-Strauss,
1992[1955]:197).
Ideas similares se expresan en el siguiente
párrafo...“Los temas primarios son primero desarticulados, luego recompuestos en temas secundarios
36
que hacen intervenir en una unidad provisional fragmentos tomados de los precedentes y aquellos son
yuxtapuestos de tal manera que la unidad primitiva
reaparece como por un truco de prestidigitación” (Op.
Cit:199). Los artistas Caduveo...“recurren a motivos
simples tales como espirales, eses, cruces, rombos,
grecas y volutas, pero combinadas de tal manera que
cada obra tiene un carácter original” (Levi-Strauss,
1992[1955]:193).
Otro rasgo ya señalado para las manifestaciones gráficas del arte chamánico y que es visible en
el arte Caduveo es el principio de horror vacui y el
“acuartelamiento” de los diseños, los cuales poseen
una cualidad autogenerativa o rítmica. Al respecto
Jarro Pato con rostro de felino. Museo Arqueológico de Limarí. N° de Inventario 1280
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
señala el autor “…finalmente la decoración respeta a
menudo un doble principio de simetría y asimetría simultáneamente aplicados, que se traduce en formas
de registros opuestos entre sí, raras veces partidos o
interrumpidos, más a menudo seccionados, divididos
o también acuartelados o jironados” (Levi-Strauss,
1992[1955]:198).
Tal vez una de las observaciones más interesantes de este autor en relación al universo de representaciones Caduveo, se refiere a cómo estos diseños
traducen un tipo de organización social específica,
nos referimos a las sociedades duales. Levi-Strauss
indica que la estructura social Caduveo se divide en
dos mitades que se subdividen a su vez en tres clases.
Siempre existe una doble oposición binaria versus ternaria y plantea que los patrones decorativos reflejan
una organización espacial específica, señala “…basta
considerar el plano de una aldea bororo para darnos
cuenta de que está organizada como un dibujo Caduveo” (Levi-Strauss, 1992[1955]:201). Esta relación entre
diseños y organización social no nos resulta ajena, de
hecho, la organización cuatripartita del Cuzco se expresa de variadas maneras en la decoración Diaguita- Inca
(González,1998, 2008).
LA TRADICIÓN DE ARTE CHAMÁNICO SHIPIBO-CONIBO Y SU RELACIÓN CON LA CULTURA DIAGUITA
CHILENA
El estudio de los restos materiales de la cultura
diaguita chilena nos ha dejado un enorme legado de
arte visual, que describimos en detalle en la segunda
parte de este libro. No obstante, el contexto cultural y
el rol social que desempeñó este arte, al interior de las
comunidades diaguita, permanence aún lejos de ser
comprendido a cabalidad. Es por esta razón que consideramos de gran importancia profundizar en el conocimiento del contexto cultural que rodea las manifestaciones artísticas de pueblos indígenas sudamericanos
actuales, donde arte visual y prácticas chamánicas se
encuentran estrechamente ligados. En este sentido, la
información sobre arte y cultura shipibo-conibo de la
Amazonía Peruana es relevante, ya que aporta caminos de interpretación que enriquecen nuestra percepción del arte diaguita pre incaico.
El pueblo shipibo-conibo vive en la Amazonía peruana, en las márgenes del río Ucayali y sus afluentes,
pertenece a la familia lingüística Pano. Su población
se estima en unas 20.000 personas (Heath, 2002:17).
Poseen una organización social matrilineal, propia de
grupos agricultores. Los shipibo conibo son grandes
artesanos, producen alfarería polícroma de gran calidad, tejidos y pinturas.
En cuanto a los orígenes de la cultura shipibo conibo, se ha planteado que sus ancestros se encuentran
en la cultura Cumancaya, grupo que arribó a la region
del Ucayali procedente del norte, aproximadamente entre los años 650 a 810 d.C. (Lathrap, 1970). Esta
proposición se basa en la existencia de un gran número de rasgos comunes entre el estilo de la cerámica
shipibo-conibo y el estilo Cumancaya (Morales Chocano, 2002:29). Por una parte, la cerámica Cumancaya es
polícroma y los diseños se basan en líneas y figuras
geométricas, realizadas por medio de incisiones (rectángulos, triángulos escalonados, espirales entrelazadas). De acuerdo a Morales Chocano (2002: 30) “lo
más importante del estilo Cumancaya en estos asentamientos es que se asemejan bastante al estilo de los
Shipibo-Conibo, lo que confirmaría que éstos son los
descendientes directos de la tradición Cumancaya”. El
mismo autor hace mención a las investigaciones de
Girard (1958), quien plantea la existencia de un parentesco estilístico y cultural entre el pueblo Cumancaya y
“las culturas de Marajo, Napo, Miracangeras y los Shipibo-Conibo” (Morales Chocano, 2002:33). Entre las
características en común menciona, a nivel de decoración, la utilización de simetría bilateral para organizar
los diseños y el uso de unidades mínimas consistentes en espirales escalonadas en rectángulos. También
la presencia de figuras cruciformes en forma de T y H
y el motivo de serpiente estilizada. Otro elemento común es la ejecución en cerámica de personajes zoo-
37
Diseño Caduveo. Levi Strauss ([1955],1992:188)
morfos y antropomorfos. Por otra parte, en lo relativo
a las características técnicas de la cerámica, observa
el empleo de incisiones y pintura, así como el uso de
barnizado y modelado. También nota coincidencias en
ámbitos distintos a la cerámica, como la práctica de
deformación craneana, también presente en la cultura
Diaguita chilena.
En este sentido, resulta sorprendente la estrecha
semejanza que presenta el estilo Cumancaya con la cerámica diaguita. A nivel de decoración, existen numerosas coincidencias en las unidades mínimas utilizadas
por ambas culturas (grecas escalonadas, triángulos
unidos a volutas, escalonados simples) y los principios
simétricos que articulan estas unidades (reflexión desplazada unida a traslación, doble reflexión especular).
Asimismo, existe coincidencia también en algunas de
sus formas cerámicas (escudillas de perfil compuesto).
Pensamos que es muy interesante profundizar en estos
paralelos, que podrían aportar luces sobre las vinculaciones culturales entre los diaguitas y el antecedente
cultural de la cultura shipibo-conibo. No obstante, se
trata de un tema inicial que requiere de mayor investi-
38
gación, antes de poder precisar la naturaleza y alcance
de estos paralelos formales. Otra coincidencia observada, entre la cultura Diaguita y la cultura Cumancaya, se
refiere al uso de urnas funerarias de cerámica.
Por otra parte, en la cultura Shipibo-Conibo, resulta de gran interés constatar el destacado rol social
que cumple este arte visual, de naturaleza abstracta.
Lo primero que llama la atención es su carácter marcadamente reiterativo que abarca múltiples áreas de
actividad y soportes materiales, incluyendo el cuerpo
humano, en efecto...“su rostro, manos y piernas evidencian los característicos ornamentos en filigranas.
La coreografía de sus danzas festivas sigue un patrón
imaginario sobre el suelo. Incluso, hoy en día cada
persona porta dentro de su cuerpo un diseño espiritual
relacionado a su ser esencial, el cual le es otorgado
por su chamán” (Gehbart-Sayer,1985:144).
Esta práctica social se encuentra estrechamente
vinculada con su cosmovisión chamánica. De acuerdo a lo señalado por Heath (2002:35): “El artista es
mediador entre el mundo material y el mundo de los
espíritus. La creación de un objeto se ve como la opor-
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
tunidad para expresar creencias cósmicas. La artesanía
tradicional fue siempre “labour- intensive” y conlleva
un contenido simbólico y espiritual.” Los patrones de
diseño son percibidos por el chamán, o por las mujeres
diseñadoras, mediante el consumo de ayahuasca y tienen un gran poder curativo. Illius (1994:197) consigna
la explicación dada por Neten Vitá, chamán shipibo de
Caimito, quien señala que para sanar debe contactar a
los espíritus tutelares que son “las tiras de dibujos de
mi cielo” [noco naina kené]. En tanto, Gebhart-Sayer
(1985:164) informa que para un caso de fiebre hemorrágica se aplicó el diseño “nai cano mahueca” (“curvas consecutivas en el andamiaje del cielo”).
Es importante detenernos en el concepto de “quené” o “kené”, palabra shipibo-conibo que significa “diseño”. De acuerdo a Belaunde (2009:15) esta palabra
designa a los diseños geométricos realizados a mano
sobre una variedad de soportes (cerámica, rostro, piel,
telas). En tanto, Heath (2002:59) nos indica que “los
diseños no son un mero registro: tienen shama “potencia acumulada”, transforman y curan el mundo, embelleciéndolo, y como las plantas, retoñan”. La autora
explica que, a diferencia de la escritura occidental que
persigue registrar el habla, “el kené permite registrar,
recordar y revivir las luces coloridas, las melodías, los
olores y las energías de los orígenes. De esta manera,
el kené hace retoñar a la gente.” (Heath, 2002:62). La
autora agrega que “el kené cambia al mundo: al cubrir
a la gente y a las cosas, las embellece, las sana, las
limpia y las fortalece.” (Heart, 2002:62). Por otra parte,
Illius (1992:25) nos informa que los diseños sagrados
(quené) cuentan con deidades tutelares, tales como
“el poderoso colibrí (pino ehua), el señor de la liana
ayahuasca (nishi ibo), y sobre todo, el más respetado y
temido de todos: ani ronin, la gran boa.” Acerca del culto a la deidad tutelar Ronin (Gran boa), Gehbart-Sayer
(1985: 147) señala “un aspecto central en la percepción
contemporánea de los Shipibo- Conibo es el complejo
simbólico de la anaconda cósmica, Ronin. Este ser es
el dador mítico de los diseños, esta serpiente concentra todos los diseños concebibles en su piel...” ...“Ronin
rau es también la designación simbólica de la ya mencionada terapia chamánica en la cual el chamán sana
a su paciente a través de la aplicación de los diseños
visionarios”
Resulta evidente que los diseños Shipibo-Conibo
persiguen un objetivo que va más allá de la búsqueda
de un placer estético, se trata más bien “de una compleja elaboración del cuerpo de las personas y los objetos a partir de la cosmología y la organización ritual.
En el kené se da unión de la estética y la medicina, y se
genera una conjunción de los sentidos. En el kené se
encuentran la vista, el oído, el tacto y el olfato, y también lo bello, lo terapéutico y lo correcto, lo material y
lo inmaterial.” (Belaunde. 2009:49).
La noción shipibo-conibo de belleza es bastante
compleja, implica una experiencia sinestética “visual,
acústica u olfativa provocada por la armonía, la simetría, de las realizaciones cumplidas con la mejor exactitud posible […]” (Gehbart-Sayer 1985:161).” Belaunde (2009:22) explica que “el kené tiene una finalidad
eminentemente estética y terapeútica. Tanto en la materialización de los diseños hechos sobre los cuerpos
como en la visión inmaterial de los diseños durante las
sesiones chamánicas se trata de embellecer a las personas y las cosas, envolviéndolas con los grafismos de
la energía de las plantas y, por medio de este embellecimiento, curarlos de males diversos de origen físico,
psicológico, social y espiritual. Es decir, en el kené material e inmaterial se funden la estética y la medicina
shipibo-konibo.”
Debemos tener presente que los shipibo-conibo
perciben la enfermedad “como una mancha u obstrucción en el diseño que impide el flujo de energía. Durante la curación el murayá [chamán] trata de alinear
los diseños para fortalecer la energía vital” (Heath,
2002:49). Al principio el cuerpo del enfermo aparece
como un diseño muy desordenado, desarmado. A medida que avanza el tratamiento, el diseño va apareciendo gradualmente. Cuando el paciente es sanado, el diseño se vuelve claro y discernible. En este proceso de
39
PRIMERA PARTE DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
sanación la capacidad de ejecutar musicalmente estos
patrones decorativos resulta relevante. Al respecto,
Belaunde señala que “la unión entre estética y medicina tiene una dimensión musical esencial, cada diseño
es también un canto (íkaro) que interpreta el chamán
en su ritual de sanación” (Belaunde, 2009:32). En sus
elementos esenciales, el sistema de sanación ShipiboConibo puede ser comprendido como la aplicación del
mensaje espiritual del diseño, que es percibido tanto
visual como melódica y rítmicamente y es transformado en información culturalmente significativa.
Gehbart-Sayer (1985:171) señala al respecto que
mediante el consumo de ayahuasca los chamanes obtienen visiones fosfénicas que... “cubren todo el espacio de la visión del chamán. Con la asistencia de sus
espíritus auxiliadores, el chamán comienza a interpretar las visiones como un diseño medicinal quiquin. Tan
pronto como la red flotante toca sus labios el chamán
entona melodías que corresponden a las visiones luminosas”. Describiendo el fenómeno el chamán dice:
“mi canción es el resultado de la imagen del diseño”
una transformación directa de lo visual a lo auditivo,
en alguna manera comparable a nuestras notas musicales y su ejecución auditiva. La canción es oída, vista
y cantada simultáneamente por los Nishi Ibo”.
Cerámica Cumancaya. Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia,
Lima. Vitrinas enero de 2012. Foto: Paola González.
40
En relación a la participación de los diseños y
canción correlativa en el proceso de sanación de enfermedad la autora agrega que...“cuando las voces
se expanden por el aire una segunda transformación
tiene lugar, visible sólo para el chamán. La canción
asume ahora la forma de un patrón geométrico, un
diseño quiquín el cual penetra el cuerpo del paciente
y se establece en él permanentemente. De acuerdo al
chamán el diseño curativo es resultado de la canción”
(Gehbart-Sayer, 1985:171).
Para los chamanes Shipibo- Conibo “los diseños
geométricos pueden ser vistos acústicamente”. Por
ejemplo, una medicina puede ser descrita como “mi
canción pintada”, “mi voz, mi pequeña vasija pintada”
o “mi diseño cantante” (Gehbart-Sayer, 1985:170).
Con la ayuda de Nishi Ibo (el espíritu de la ayahuasca)
el shaman identifica el diseño dañino y puede, mediante canciones, desenredarlo y borrarlo. La autora
indica que “pueden haber más de 100 diseños en una
canción” (Op.cit: 162), mientras los asistentes escuchan solo la solitaria voz del chamán.
Belaunde (2009: 32) precisa que el quené es una
anotación nemotécnica que permite recordar una canción a partir de hitos registrados en el diseño, tales
como “una línea curva o recta, o una línea en ángulo
que cambia de dirección”. Ella describe cómo la curandera shipibo Herlinda Agustín cantaba mientras
recorría con su dedo “los caminos musicales de los
diseños que había bordado o pintado sobre telas, demostrando que estos contenían guías que inspiran
la interpretación del canto.” Al parecer, “el ritmo, la
modulación de la voz, la trayectoria general de la línea melódica y el tema del canto son marcadas en el
kené” mientras que las palabras, el tono y las notas de
la melodía varían según el intérprete.
Por otra parte, Gehbart-Sayer se pregunta si
existe una correlación estructural directa entre los diseños individuales y los elementos musicales, y menciona los estudios de Lucas (1970) que establecen que
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
la figura común, más obvia es la simetría que caracteriza la estructura de ambas. Lucas (1970), citado por la autora,
observa “un interesante paralelo entre
la simetría de la música shipibo y la simetría del estilo artístico shipibo.” La
autora explica que la simetría prevalece
en las características formales, melódicas y rítmicas de las canciones, y agrega que “un ejemplo de una consonancia
más compleja es la simetría bilateral de
la inversión melódica” (Gehbart-Sayer,
1985:170).
Diseños kené en textil shipibo-conibo. Colección Paola González.
Un ejemplo sorprendente de esta
relación existente entre diseños y su
equivalencia acústica se registra en la
fabricación de grandes recipientes de
chicha (mahuetá) (Illius, 1992; Heath,
2002; Belaunde, 2009; Gehbart-Sayer,
1985). Con ocasión de la celebración
de grandes fiestas que congregaban a
diferentes comunidades, se fabricaban
estos grandes contenedores de chicha
para los asistentes. El proceso de decoración de esta vasija se realizaba por dos artesanas
localizadas en lados opuestos, lo que impedía que visualizaran los avances del trabajo de su compañera.
Entonces, para evitar errores en la ejecución de la decoración “una de las mujeres silba con el fin de comunicar la figura que ella va a pintar. Su compañera se
deja guiar solo por la música. Al comparar ambos lados
de la cerámica el observador los encontrará asombrosamente idénticos” (Heath,2002:50).
Esta correlación entre diseños y música no es un
hecho aislado, Gehbart-Sayer (1985) señala el caso de
los chamanes de los indios Yupa de Venezuela “quienes
dibujan sobre sus sueños nocturnos cuando tratan a un
paciente. La siguiente técnica los ayuda a memorizar
sus visiones: el chamán se sienta en su hamaca inmediatamente después del sueño y, al cantar transforma
la visión en una secuencia de sonidos vocales que representa la imagen del sueño” (Op.Cit.,1985: 169)
En tanto, Heath (2002:50) plantea que el sistema
de sanación Shipibo-Conibo, puede estar basado en
ciertas técnicas, que actualmente aplica la medicina
alternativa. Basada en la constatación que las células del cuerpo humano “vibran en frecuencias que se
corresponden con la escala musical”. Heath agrega
que “existen ciertos sonidos que tienen efectos revitalizadores. También se constató la existencia de una
relación matemática entre la frecuencia de las ondas
luminosas y las sonoras.” Sin duda, es una arista de
investigación de gran interés que de ser comprobada,
constituye una prueba más de la gran herencia cultural que recibimos de los pueblos indígenas sudamericanos.
41
PRIMERA PARTE DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
En cuanto al proceso de concepción, transmisión
y ejecución de los diseños, los antecedentes etnográficos señalan que es una tarea propia del chamán y las
mujeres shipibo-conibo. De acuerdo a Gehbart-Sayer
(1985:160) la tarea principal del chamán “es la visualización de diseños, la transformación de los mensajes de
los espíritus en configuraciones culturalmente significativas. El también actúa como un selector de patrones
de diseño que luego son reproducidos en múltiples variantes y editados para el público general en cerámica,
textiles y otros medios” (Gehbart-Sayer 1985:160). En
el mismo sentido, Heath (2002:46) agrega que “es responsabilidad del chamán rescatar los diseños del mundo celestial y transmitirlos a las mujeres”.
El rol de la mujer en la ejecución de los motivos,
en distintos soportes, es fundamental. Ellas manejan
los conocimientos técnicos, estilísticos y la destreza
manual que permite que esta rica y compleja tradición
estilística se reproduzca en el tiempo. Illius (1992:25)
explica que los chamanes “hacían, por pedido de mujeres que eran activas en la producción artística, sesiones especiales para darles quené. Al comienzo del ritual
las mujeres entregaban al shamán pequeños trozos de
géneros o tiras de corteza de árbol”. Si bien el chamán
se considera como el principal creador de diseños, las
mujeres shipibo-conibo también son educadas para
realizar sus propias creaciones, muchas de las cuales
revelan una gran maestría. Heath (2002:46) señala que
“la mujer shipibo se expresa creativamente por el arte
del dibujo. Diseños geométricos de gran complejidad
son transmitidos de madre a hija. Los motivos pueden aparecer en el sueño o en estados alterados por
la ingestión de plantas sicotrópicas. También la mujer
puede solicitarlos directamente al chamán.” Por su parte, Belaunde (2009: 19) explica que “desde niñas, las
mujeres pasan diariamente horas junto a sus madres
y demás familiares mujeres, observándolas, imitándolas y entrenándose en el arte de cubrir con diseños las
cerámicas, las ropas y los objetos que hacen juntas.
También son ritualmente preparadas para adquirir el
42
don de visualizar diseños en su mente y plasmarlos
con destreza en un soporte material.”
Es admirable el hecho que en la realización de estas complejas configuraciones simétricas las artesanas
no emplean ningún instrumento de medición, ni observan diseños pre existentes. Al respecto, Belaunde
(2009:22) señala: “las mujeres no utilizan ningún instrumento material para medir los trazos y tampoco realizan maquetas o borradores para realizar sus diseños.
Simplemente se colocan frente a una tela, una cerámica o una superficie de piel en blanco y comienzan
a plasmar diseños guiándose en las visiones de sus
“pensamientos”. La autora agrega que “la mujer shipibo pinta sin vacilación, como si estuviera mirando la
imagen mental del diseño completo” (Op.Cit:37).
En relación a las características del arte visual
shipibo-conibo, en sí mismo, que comparte con otros
estilos de arte chamánico sudamericano, se observa el
principio de horror vacui, la posibilidad de visualizar
los diseños en positivo y negativo así como la compleja simetría que articula todos los diseños. Al respecto
Gehbart-Sayer (1985:147) señala que...“Todos los diseños están basados en los principios de horror vacui, simetría y una dirección evasiva de la línea”. Por
su parte, Heath (2002: 48) agrega sobre los diseños
shipibo-conibo que “aunque tengan semejanza nunca
se ven dos piezas con el mismo diseño. El motivo que
se percibe inicialmente como un diseño positivo sobre
fondo negativo, se puede apreciar también al revés.
Los diseños dan la impresión de que pueden ser comprimidos dentro de un espacio mucho más limitado, o
que extendidos cubrirían el mundo entero si no estuvieran limitados por el borde de la tela o de la vasija.
Ver un diseño shipibo es mirar por una ventana sobre
el infinito: fenestra aeternitatis. Los diseños siguen una
trayectoria sin fin en la imaginación”.
Es interesante referirnos también a la génesis de
los patrones decorativos del arte visual shipibo-conibo, por las estrechas semejanzas que se perciben con
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
Diseño kené en textil bordado. Artesana Wilma García (Kurin Ravi), comunidad de Panaillo.
la lógica visual que articula el arte diaguita preincaico,
que tendremos oportunidad de analizar en detalle en
la segunda parte de este libro. De Boer detalla cómo a
partir de ciertos elementos básicos el diseño se construye por sucesivas operaciones simétricas que van
complejizando el motivo original. El autor, a modo de
ejemplo, indica lo siguiente “la cruz básica es diseñada primero. Este elemento es después sucesivamente
sometido a un número creciente de complejas operaciones que consideran concatenación, repetición, complejización- primero en una y luego en dos dimensiones- y finalmente se somete a varias operaciones de
partición y cambios de orientación. El sentido de este
patrón secuencial sugiere que un poderoso programa
madurativo del tipo diagnosticado por Piaget (1970)
está operando” (De Boer, 1990: 90). Más adelante, el
autor indica que la simetría bilateral “es llamada por
los shipibo como beibana quene, o literalmente, diseños “cara a cara” (De Boer, 1990:88).
ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL CONTEXTO CULTURAL DEL ARTE DIAGUITA PRE INCAICO
Durante el desarrollo de este capítulo hemos intentado
situar el problema del arte Diaguita pre incaico desde
distintas ópticas complementarias, por una parte, nos
preguntamos acerca de su rol como medio de comunicación visual y también sobre la naturaleza de este arte
gráfico, estrechamente ligado al arte chamánico. Lo que
subyace a este apretado recorrido a través de las evidencias arqueológicas y etnográficas se puede resumir
en una pregunta: ¿Cómo puede ser comprendido este
concepto indígena de lo estético?, o dicho en otros términos, ¿para qué sirve entonces el arte diaguita?.
La evidencia etnográfica apunta a un arte estrechamente ligado a la sacralidad, sus autores son artistas
chamanes, expertos prestidigitadores de imágenes
abstractas con un fin que va más allá de la armonía formal. Resulta además extraordinariamente interesante
advertir que en numerosos ejemplos de arte gráfico in-
43
PRIMERA PARTE DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL
dígena sudamericano, tanto en tiempos previos como
posteriores a la conquista hispana, sean las imágenes
obtenidas por intermedio del trance alucinógeno las
que actúan como estímulo para la experimentación en
el arte visual abstracto. Los estudios etnográficos han
revelado que estas visiones son luego semantizadas
culturalmente llegando a cumplir una función muy semejante a lo que en Occidente entendemos como lenguajes visuales.
Creemos que debe analizarse mejor el rol de la simetría en este despliegue de manifestaciones abstractas
que habilitan y tal vez habilitaron a los pueblos originarios de Sudamérica a comunicarse por medio de códigos visuales. Debemos recordar que la simetría es un
tipo de orden que empleado en contextos culturales
nos señala la manera en que la cultura percibe y categoriza un segmento particular de su mundo. Washburn y Crowe (1988) han planteado que los patrones
de ordenamiento simétrico reflejan normas culturalmente significativas de conducta. Esto se debe al rol
que desempeña la simetría en la percepción y al hecho
que ella es utilizada como forma de conocimiento. Los
autores señalan que la preferencia por tipos específicos de simetría es aprendida y ello explica por qué
ciertas simetrías predominan en el arte de una cultura
dada, contribuyendo al proceso de autoidentificación y
construcción de identidades culturales. A este respecto
llama poderosamente la atención la enorme cantidad
de patrones simétricos generados durante la fase Diaguita ll (1200-1470 d.C.), en tiempos previos al arribo
de los Incas. A diferencia, por ejemplo, de lo que ocurre
con sus vecinos Aconcagua. Los artesanos diaguita exploran incansablemente las posibilidades de variación
simétrica, tal como observaremos en la segunda parte
de esta obra.
La generación de estos diseños requiere de enorme
precisión aritmética y profundo conocimiento de las
leyes simétricas. No obstante, esta esmerada atención en la exploración de las posibilidades del diseño
44
Pintura inspirada en Patron Ondas. (Pintora Claudia Campos Mendoza)
Tela shipibo-conibo con diseños kené bordados y pintados.
Artesana Esther Vásquez. Comunidad Panaillo.
DIAGUITA PREINCAICO Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
abstracto no debe parecernos accidental, es una clara
forma de definir identidades y de aprehender conocimientos. Difícilmente sabremos con certeza si entre
los diaguitas estas configuraciones simétricas fueron
semantizadas culturalmente, tal como se ha descubierto en las etnias amazónicas mencionadas, y si participaron en una práctica cultural que relaciona medicina
y estética, no obstante, es una idea que podemos comenzar a manejar, al menos como hipótesis.
En relación al empleo de sicoactivos para obtener visiones fosfénicas que luego son plasmadas en diferentes
soportes hay un punto que no ha sido examinado suficientemente. Me refiero a lo siguiente, si las percepciones visuales en estados alterados de consciencia constituye el impulso generador de esta experimentación
de los artesanos indígenas en ciertos diseños abstractos ¿Qué papel debemos atribuirle a esta experiencia
en la percepción de los patrones simétricos?
En fin, pensamos que todos los temas abordados requieren de nuevas y atentas miradas, estamos recién
iniciando nuestra aproximación al arte diaguita pre incaico, no obstante, entendemos que mientras más nos
detengamos en su conceptualización más profundo
será también nuestro acercamiento a sus restos materiales.
Para terminar deseo destacar esta búsqueda constante
de un gran número de pueblos amerindios por acceder a otros estados de conciencia, vista como estado
sagrado o comunicación con la deidad, que determina tantos y tan variados ámbitos de su experiencia
cotidiana y creaciones culturales. Es dramáticamente
distinta de la concepción occidental de embriaguez entendida como mera intoxicación profana y patológica.
Pensamos al igual que Saignes (1993) que “semejante
vínculo, tan íntimo en el mundo andino, entre fiesta,
embriaguez y memoria, permite reactualizar la gesta
colectiva pasada y asegurar los fundamentos de la
identidad grupal” (T. Saignes, 1993:60).
45
ARTE VISUAL DIAGUITA- INCA
Y CONTEXTO CULTURAL
“El arte encontrado por los españoles en el Perú era, en su mayor parte,
abstracto, y la única forma como este
corpus de imaginería entró en la conciencia europea fue a través del texto”
FUENTE
“La Representación en el siglo XVI: La imagen colonial del Inca”. Cummins, 1993:92.
46
En el capítulo anterior nos referimos al período
pre inca en la cultura diaguita, la arqueología, a través
del estudio de los restos materiales, nos indica que se
trata de comunidades con muy baja diferenciación social, que desarrollaron una agricultura a pequeña escala, adaptándose a su medio ambiente sin alterarlo
mayormente. No obstante, asentados en los valles del
norte semiárido el esfuerzo cultural estuvo centrado
en el desarrollo de un arte visual abstracto y simétrico,
de gran originalidad y complejidad, vinculado a una
concepción de mundo de naturaleza chamánica, que
desempeñó un importante rol social, el cual solo recientemente comenzamos a comprender.
La llegada del Inca a territorio diaguita y su incorporación al Tawantinsuyu generó un profundo cambio
social en estas comunidades, estos cambios se reflejaron también gráficamente en la iconografía cerámica.
El Imperio Inca se desarrolló entre los siglos XIV
y XVI d.C., y abarcó territorios localizados al sur de
Colombia, Ecuador, Perú, oeste y centro sur de Bolivia,
noroeste argentino y la zona norte y central de Chile. Se
cuenta con importantes antecedentes arqueológicos,
etnohistóricos y etnográficos que aportan una acabada visión del contexto cultural en que se desarrolló el
Imperio Inca, así como las características de su cosmovisión. En este capítulo abordaremos, en particular, la
interacción de estas sociedades a nivel gráfico, donde
DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
veremos que el arte visual refleja el exitoso encuentro
cultural entre Incas y Diaguitas. Esta interacción posee
importantes connotaciones simbólicas y políticas, que
pueden ser comprendidas a través del estudio de los
diseños cerámicos de la fase Diaguita-Inca y la consideración de su contexto, tal como detallaremos a continuación.
LENGUAJES VISUALES DEL INCA
Ciudadela Inca de Machu Picchu
El término “lenguajes visuales” se refiere a la participación del arte visual, en prácticas similares a la escritura, vinculadas a la producción de significados en
la cultura Inca. Ciertamente, no se trata de una escritura propiamente tal, que utiliza signos para preservar
el discurso hablado. Más bien, sugiere un vínculo estrecho con la noción de “semasiografías” (sensu Salomón, 2001), la cual no se emplea para denotar los
sonidos del nombre del objeto, sino más bien “denota el objeto referido en sí mismo” (Salomon,2001:3).
Como Cummins (1993) ha destacado, cuando América
fue descubierta y conquistada por los españoles, ellos
específicamente constataron que el sistema de representación peruano no podía ser usado para comunicar
el sistema de creencias de la población nativa a los
europeos, dado que este arte andino consideraba nociones completamente diferentes de la forma europea
de representación. De acuerdo a Cummins: “el arte encontrado por los españoles en el Perú era, en su mayor
parte, abstracto, y la única forma como este corpus de
imaginería entró en la conciencia europea fue a través
del texto” (Cummins, 1993:92).
El carácter geométrico y simétrico de la iconografía andina se encuentra documentado en una variedad
de soportes, que incluyen textiles, pintura, escultura o
albañilería. Tiwanaku es un ejemplo especialmente relevante. Numerosos ejemplos evidencian que los Incas
poseían “genuinas formas de memorización, aunque
de concepción distinta a las formas occidentales de
escritura: khipu, qillqa (cántaros dibujados), también
tejidos.” (Harris y Bouysse- Cassagne, 1988:218). En la
47
cosmología inca se describían los conceptos primarios
por medio de signos visuales.
Nos interesa aquí comprender mejor los códigos visuales del Inca, en términos de su significado, función, y
en particular, entender cómo aquellos interactuaron con
sistemas gráficos de otras culturas.
COSMOVISIÓN INCA Y ORGANIZACIÓN SOCIAL
Para entender las imágenes Incas, es necesario
adentrarnos en su concepción del universo, concebido en forma dual. Esta concepción dualista se expresa en múltiples planos de la organización social Inca,
y cuenta con numerosas manifestaciones gráficas de
este principio simbólico.
Valcárcel (1959) profundiza acerca de la cosmovisión Inca, apoyado en antecedentes etnohistóricos. De
acuerdo al autor, los Incas concebían al mundo (pacha:
espacio, tiempo) dividido en tres planos verticales,
identificados respectivamente con el Inframundo o
Mundo Inferior (Uchu Pacha), ámbito de los muertos
y las semillas. La superficie de la tierra (Kay Pacha),
corresponde a la dimension habitada por seres humanos, animales, plantas y espíritus. En tanto, el Mundo
Superior (Hanan Pacha), es el reino del Sol y la Luna
deificados, considerados como hermanos casados,
equivalentes a la figura del Inca y su esposa Coya.
También habitan el Mundo Superior, las estrellas (concebidas como guardianas de la humanidad, animales
y plantas), el Rayo, el Arcoiris, entre otras divinidades.
La comunicación entre la superficie de la tierra y el Inframundo se produce a través de las cavernas (pacarinas), cráteres volcánicos, manantiales y lagunas, que
eran lugares de origen de toda vida en este mundo.
Valcárcel narra una antigua leyenda referente a
dos serpientes míticas que habitaban en los tres niveles del universo. Ambas surgen del Inframundo. Cuando las serpientes llegaban a nuestra dimension (Kay
Pacha), una de ellas -Yacu Mama- se arrastraba y era
48
Esquema presente en el altar de Cori Cancha (Temnplo del Sol, Cuzco)
Santa Cruz Pachacuti Yamqui (1927 [1613]
convertida en el río Ucayali, madre de los ríos. La segunda serpiente, Sacha Mama, tenía dos cabezas, caminaba de pie y era un viejo árbol. Al llegar al Mundo
Superior, la primera serpiente se volvía rayo, entonces
se llamaba Illapa, dios de la tormenta, el trueno y la
lluvia. La serpiente de dos cabezas se convertía en arcoiris (Coichi), deidad que fertiliza y da calor a la tierra
y a toda cosa viviente. Así los tres mundos se unían
por estos dioses serpientes, asociado al agua y la fertilidad.
EL ALTAR DE CORI CANCHA
En el altar principal del Templo del Sol, en el Cusco, existió una representación gráfica del cosmos inca
que fue dibujada y descrita por el cronista nativo Juan
de Santacruz Pachacuti Yamqui (1950 [1613]). Sharon
DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
Viracocha
Sol
Luna
Venus como estrella
Venus como estrella
del amanecer
del anochecer
“abuelo”
“abuela”
Camac Pacha
Mama cocha
Hombre
Mujer
Colcapata
Esquema propuesto por Zuidema (1989), relativo al altar de Cori Cancha.
(1988:128-129) explica que en este cosmograma inca, los
objetos de culto estaban dispuestos a lo largo de tres líneas verticales. La línea derecha estaba compuesta por
íconos masculinos. De arriba hacia abajo encontramos
al Sol dorado (Inti); Venus, la estrella de la mañana, el
Abuelo (Chazca Coyllor); las estrellas de las noches de
la temporada de verano; el Señor Tierra (Camac Pacha),
incluidas las montañas y la tierra interior (Pacha Mama)
rodeada por el arcoiris y desaguadas por el río Pilcomayo
(legendario lugar de origen de los incas), con un rayo zig
zagueante puesto a uno de los lados (Illapa) y siete ”ojos
de la abundancia” (Pléyades) sobre un granero (colca).
La línea izquierda estaba compuesta de íconos femeninos: de arriba hacia abajo, primero encontramos
a la Luna, esposa del sol (Qilla); Venus, la abuela (estrella de la tarde); las nubes de la estación invernal, el
Mar Madre (lago Titicaca), conectado con un manantial
(puqyo), con el gato sobrenatural causante del granizo (choque chinchay, el ccoa contemporáneo) hacia un
lado, lanzando granizo por los ojos; y un árbol Mallqui
o retoño (simbolo de los ancestros) y bajo él una terraza agrícola (pata).
En la parte superior de la línea central se representaron cinco estrellas. Las cinco estrellas eran interpretadas por los incas como un hato de tres llamas con
un pastor a cada lado; debajo de las estrellas había un
disco oval dorado que representaba a Viracocha, dios
andrógino, supremo Creador y héroe cultural. Bajo él,
se encontraba la Cruz del Sur, considerada como un
hogar de palos cruzados. Probablemente proporcionó
el modelo para las cuatro partes que dividían al Cuzco
y que se extendían a todo el imperio Tawantinsuyu.
Las dos estrellas localizadas en las puntas de los
largos ejes diagonales de la cruz fueron designados por
Pachacuti de la siguiente manera: la de arriba a la derecha era una olla de maiz, la otra, abajo a la izquierda,
es una olla de coca. Esta unión de plantas alimenticias
y flora mágica dominaba la porción central de todo el
cosmograma. Debajo de la Cruz del Sur se encontraba
otra unión, esta vez entre el hombre (a la derecha) y la
mujer (a la izquierda). Por último, en la base de la línea
central está el altar principal, semejante a una mesa que
simbolizaba al mismo tiempo el almacén de los productos agrícolas (colca) y la terraza agrícola (pata). Así pues,
polos opuestos (cielo, tierra) están representados en lo
alto y en la base del dibujo. Viracocha, el dios andrógino, anterior a la division en femenino y masculino, es la
fuente de estas categorías (Sharon, 1988).
Zuidema (1989) cree que este altar de Coricancha,
los dibujos de Pérez Bocanegra de 1631, el sistema de
parentesco incaico y el sistema de ceques describen un
orden coincidente de elementos, que estarían informándonos sobre la estructura profunda de la sociedad andina. El autor reduce el dibujo del altar de Coricancha al
esquema que se ilustra en esta página.
49
PRIMERA PARTE DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL
Santa Cruz Pachacuti plantea que Viracocha sería padre del sol y de la luna, tanto femenino como
masculino, antepasado tanto de una línea patrilineal
masculina como femenina. Luego se produce una división, el sol es padre de Venus, estrella de la mañana y
éste es padre del “Señor Tierra” y abuelo del hombre.
La luna, en tanto es antepasado de Venus, estrella del
anochecer, antepasado de la “Madre Mar” (Mama cocha) y abuela matrilineal de la mujer.
Volvemos a encontrar este esquema en el sistema
de parentesco Inca. Zuidema (1989) explica que entre
los Incas, los hombres y mujeres de un grupo eran vistos como dos sociedades distintas. Cada una con su
propia organización y reglas de transmisión a través
del tiempo. Ciertos derechos y deberes religiosos eran
heredados de hombre a hombre y de mujer a mujer.
Este tipo de transmisión era presentado como si fuera
en sentido cronológico. Al analizar los dibujos de Pérez
Bocanegra Zuidema (1989) explica la organización de
la panaca, que también parece constituirse de acuerdo a este modelo. Cada gobernante del reino fundaba
su propia panaca, integrada por sus descendientes. El
Inca, como fundador, se había casado con su hermana
y cómo tal, él y su esposa pertenecían a un mismo linaje que era tanto patrilineal como matrilineal, pues todos sus antepasados se habían casado también con su
hermana carnal. A diferencia de todos los otros mortales, el gobernante del reino se ubicaba en el mismo
lugar que el dios Viracocha en el sistema cosmológico,
también con un sentido jerárquico. Los descendientes
del gobernante del reino pertenecientes a su panaca,
bajaban un rango en la jerarquía social por cada nueva
generación, hasta que sus tataranietos (4º grado) pasaban a ser nobles “de los comunes” (Zuidema, 1989).
División cuatripartita del Cuzco
La ciudad del Cuzco como centro ceremonial,
delimitado por la fortaleza de Sacsahuamán y los
rios Huatanay y Tullumayo, estaba dividido en dos
barrios: Hanan Cuzco y Hurín Cuzco. En el primer
50
barrio vivía la alta nobleza incaica, descendientes
de esposas principales, en el segundo barrio vivia
la baja nobleza incaica, descendientes de esposas
secundarias. Fuera del centro ceremonial, el Cuzco
estaba dividido en cuatro barrios que en realidad
se extendían hasta los confines de todo el Imperio
(Tawantinsuyu, los cuatro suyus), dividiéndolo así
en cuatro provincias:
Chinchay suyu: relacionada a Hanan Cuzco y hasta
cierto punto compartía características de ésta. Se extendió hacia Ecuador.
Colla suyu: Relacionada con Hurín Cuzco, se extendía
hacia el lago Titicaca.
Anti suyu: Se extendía hacia la selva.
Cunti suyu: Se extendía hacia la costa sur del Perú.
Chinchasuyu era el barrio de la alta nobleza incaica,
Collasuyu correspondía a la baja nobleza incaica, Antisuyu y Contisuyu correspondían a los pueblos no
incas.
Según Zuidema (1989) Chinchay suyu y Colla suyu,
fueron más importante y se opusieron a Antisuyu y
Contisuyu.
Simetría en espejo, el concepto de Yanantín entre los
Macha de Bolivia
Un aporte relevante para la comprensión del
concepto de cuatripartición en las sociedades andinas contemporáneas, es el estudio realizado por Tristan Platt entre los Macha de Bolivia. Resulta sorprendente la estrecha semejanza con los principios de
organización incaica, así como la percepción geométrica del cosmos, que ha permanecido prácticamente
inalterados desde tiempos del Incanato. El autor se
refiere a la expresión esencialmente ortogonal de los
sistemas de representación andinos, donde la elección de líneas y de cuadrados, más que de arcos y
círculos son el resultado de una historia cultural específica. Sin embargo, aún no es posible comprender la naturaleza de las fuerzas que determinan esta
elección.
Platt (1978) investiga la organización social Macha, profundizando en el concepto de yanantin y su
relación con la simetría tipo espejo. El termino yanantin se relaciona estrechamente con el principio
simbólico de cuatripartición. Platt explica que, entre
los Macha, el modelo cuatripartito se vincula a la organización “vertical” del espacio andino (sensu Murra, 1972) y analiza la lógica binaria que lo gobierna,
que constituye “la matriz simbólica de la representación cuatripartita, la cual genera todo el sistema de
representaciones según la cual, la naturaleza y la sociedad andina se ordenan” (Platt, 1978:1081).
La investigación de Platt (1978) no se contenta
únicamente con describir las distintas manifestaciones de la cuatripartición en la cosmovisión Macha,
sino que aporta, además, un concepto fundamental y
un mecanismo que explica su existencia (yanantin).
El concepto de yanantin, según Platt (1978) contiene una relación geométrica que pone en evidencia
la propensión de las sociedades andinas de pensar
Doble matriz que permite la unión de opuestos.
“por cuadrados”. Yanantin denota un par de elementos simétricos nacidos de la división de un elemento
único, pero es también un mecanismo por el cual la
cosmovisión andina permite la unión de elementos
opuestos (hombre-mujer, puna-valle, izquierda-derecha). Los elementos opuestos requieren de una conversión ritual para unirse y es el símbolo del “espejo”
el que mediatiza la relación y la hace coherente con el
modelo (Platt, 1978).
Al aplicar la doble matriz, de una estructura cuatripartita sobre los elementos opuestos (alto/bajo; femenino/masculino), observamos que la unión de los
elementos opuestos, únicamente se da dividiendo el
elemento diferenciador, de manera tal que lo doblemente masculino, situado en el sector superior derecho de la matriz, se une con lo doblemente femenino,
ubicado en el sector inferior izquierdo. Ellos monopolizan la jerarquía. Existe un par que monopoliza las
fuerzas por reunir lo doblemente femenino y doblemente masculino. Es la reiteración del factor diferenciador lo que los hace contenedores válidos y, por lo
tanto opuestos.
Los elementos opuestos para poder unirse deben
primero ser “partidos” para lograr un ajuste ideal.
51
PRIMERA PARTE DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL
Esta estrategia simétrica de unión de los opuestos se registra también en algunos de los diseños
Diaguita-Inca analizados, donde una unidad mínima
(greca escalonada) se refleja verticalmente cambiando su color y luego se refleja horizontalmente como
un todo, cuatripartiendo el diseño original, hemos denominado a esta estructura simétrica “doble reflexión
especular”. Se trata de una estructura que también se
registra en diseños de origen cuzqueño, presentes en
la fase Diaguita III.
Hemos planteado (González, 1998) que esta estrategia gráfica es estrechamente similar a la organización cosmológica y social de la etnia Macha (Platt,
1978) y a la estructura espacial del Tawantinsuyu (Zuidema,1989). Representando la “doble reflexión especular” uno de los ejemplos más complejos de lenguaje visual registrados hasta la fecha en la iconografía
Diaguita-Inca.
IDEA DE CUATRIPARTICIÓN EN LOS DISEÑOS DIAGUITAS-INCA Y LAS DIFERENTES ETAPAS DEL CONCEPTO
DE YANANTIN
La manifestación gráfica de la cuatripartición
adopta distintas modalidades en la iconografía Diaguita Inca que varían en su complejidad. Ellas son: Doble reflexión de la unidad mínima, consistente en la
aplicación conjunta del principio de reflexión vertical
y horizontal; Rombo aislado o en traslación (rombos
en hilera); Clepsidra inserta en un cuadrado, aislada o
en traslación; Señalización de cuatro segmentos equidistantes en la superficie interior del ceramio; Diseño
en Cruz; Campo de diseño dividido en cuatro bandas.
Todos ellos se describen en detalle en la segunda parte
de este libro.
Por otra parte, los avances realizados en la definición del contenido simbólico del concepto de yanantin
permiten entenderlo como un proceso, cuyas etapas
nos llevan desde una oposición irreconciliable hasta
52
el equilibrio entre opuestos. Los estudios de Harris y
Bouysse-Cassagne (1988) dan luces sobre una serie
de conceptos complementarios al concepto de yanantín (taypi, awqa, kuti y tinku) que aclaran aún más el
contenido semántico de este concepto andino y que
son visibles en algunas representaciones gráficas de
los diseños diaguita-inca.
Las autoras mencionadas examinaron una serie
de documentos coloniales del siglo XVI, relativos a las
antiguas mitologías andinas sobre las distintas “edades del mundo”, con el fin de dilucidar el concepto de
pacha. Ellas concluyen que éste, en el sentido de tiempo, no se refiere a la eternidad sino a una serie de edades (o etapas) delimitadas y de duración específica;
cada edad está ligada a un espacio particular y tiene
su propia lógica. Ellas son:
1. Taypi: El taypi o línea central posibilita el encuentro de los contrarios, ya que esta posición céntrica reduce la oposición de dos elementos antagónicos.
El taypi es “el lugar donde pueden convivir las diferencias” (Harris y Bouysse-Cassagne 1988:241). Un tiempo mítico donde los distintos pueblos- que posteriormente serían enemigos – surgían del mismo centro.
Este espacio estaría representado en la línea central
de la banda de este diseño diaguita regido por doble
reflexión especular.
2. Puruma: Este término, designa lo salvaje, lo no
domesticado. Nuestro universo es un espacio poblado
por fuerzas centrífugas que logran su mayor concentración en el taypi y su mayor dispersión en los bordes.
Lo puruma correspondería a lo que está más allá de la
banda del diseño, denotando lo marginal, no representado al interior del dibujo.
3. Awqa o Pachacuti: Este concepto se refiere a un
tiempo de guerra. Bertonio (1956[1612]): “Contrario en
las colores; y elementos. Auca: y de otras cosas assí
que no pueden estar juntas”. Harris y Bouysse-Cassagne (1988:288) sugieren que Yanantin y awqa “constituyen probablemente las fases alternadas de una lógica
coherente”. Ellas opinan que en la división del Tawantin-
DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
Manifestación gráfica del principio de yanantin en un diseño Diaguita Fase III procedente del valle de Elqui
Doble Reflexión Especular E
Doble Reflexión Especular A 1 registrado en el valle del Choapa
Doble Reflexión Especular A 3-1 registrado en el valle del Choapa
suyu se recurre a una lógica idéntica, el Cuzco
actuaría como un taypi mediador que permitió
la unión de dos pares de elementos opuestos
conformando una totalidad.
El concepto awqa estaría representado
gráficamente en el motivo escalonado en
reflexión vertical que opone sus colores,
localizado sobre y bajo los bordes de la
banda. Sin embargo, no ha concluído nuestro recorrido por los senderos del yanantin.
Nosotros estamos confrontados con la oposición awqa, donde el par de elementos se
rechazan y se anulan, irreconciliablemente.
Las autoras descubren en el pensamiento aymara dos vías de reunión entre los
opuestos. Estos dos caminos también son
visibles en el diseño de origen mixto IncaDiaguita, representado en esta figura. Nos
referimos a los conceptos de encuentro
(tinku) y alternancia (kuti).
4. Tinku: Este término se refiere al encuentro de contrarios. Este puede ser observado en
las peleas rituales entre la mitad de arriba y la
mitad de abajo que conforman un ayllu y en la
oposición entre el hombre y la mujer. Las autoras lo definen como una “zona de encuentro
donde se juntan dos elementos que proceden
de direcciones opuestas” (Harris y BouysseCassagne 1988:241). En la confrontación entre
las dos mitades opuestas, se logra la igualación de los opuestos o balance. Yo sugiero que
el concepto de tinku es visible en la oposición
entre los dos pares de grecas escalonadas situados arriba y debajo de la línea media de la
banda horizontal (o taypi) ilustrado en la figura.
5. Kuti: El enfrentamiento o tinku es solo
una solución temporal, la contradicción permanece incluso después de producido el enfrentamiento. Entonces, la cosmovisión aymara nos
53
PRIMERA PARTE DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL
Doble Reflexión Especular I
Doble Reflexión Especular H
ofrece otra vía de solución: la alternancia (kuti). En este
caso, el par de elementos awqa o enemigos “se va alternando con su opuesto en un reiterado vaivén” (Harris
y Bouysse-Cassagne 1988:243). Considerando el proceso desde una perspectiva diacrónica, la alternancia es
una condición necesaria para lograr el equilibrio de los
opuestos. Este concepto de alternancia se observa en los
bordes superior e inferior de la banda de la figura analizada. En el borde superior, la greca escalonada roja siempre ocupa el sector derecho del par reflejado; en el borde
inferior, esta situación se invierte y la greca escalonada
negra se sitúa en el sector derecho.
En nuestra opinión, el diseño analizado en la figura precedente (Doble reflexión especular Variedad E)
representa un destacado ejemplo de lo que Salomon
(2001:3) denomina “semasiografías”. En las semasiografias, el lenguaje visual no replica el sonido de la
lengua hablada sino que denota el concepto referido
en sí mismo. Sugiero que este elemento gráfico está
comunicando el complejo concepto envuelto en la noción andina de cuatripartición.
En el ejemplo estudiado aquí, el sentido y alcance
del símbolo depende de la disposición espacial de las
unidades de diseño en su campo, sus interrelaciones y
color, más que de las propiedades miméticas que ellas
puedan poseer. A este respecto, es de interés mencionar el cambio detectado en la utilización del color en la
54
fase Diaguita Inca. Por una parte, se le da un rol preponderante al color rojo, en oposición al negro, siempre al servicio de ejemplificar este juego de fuerzas
opuestas, de las representaciones cuatripartitas. En
las fases preincas el color rojo se manejaba de forma
bastante discreta en su universo representacional, con
la llegada del Inca su uso se hace más abundante y
frecuente. De igual modo, se percibe una inversión de
los colores usados en las fases preincas, generándose
diseños “en negativo”, donde el fondo blanco se reemplaza por un fondo negro (ver diseños de origen Mixto
Inca-Diaguita).
Es importante considerar a los destinatarios de
estos mensajes simbólicos, dado que la doble reflexión especular es una estructura simétrica de muy
baja representación. A este respecto, nuestras investigaciones sobre variaciones percibidas en el arte visual
diaguita, dentro de su territorio, aportan ciertas luces
sobre esta problemática.
Inca y Diaguitas en el Norte Semiárido Chileno
El contacto cultural entre incas y diaguitas se
produce durante la fase Diaguita III o Diaguita-Inca,
estableciéndose tradicionalmente como fecha de
inicio el año 1470, donde se produciría la llegada de
grupos incas bajo el reinado de Topa Inca Yupanqui.
Este período finaliza en 1536 d.C., época de arribo de
Diego de Almagro al Norte Semiárido Chileno. Sin
embargo, un buen número de fechados radiocarbónicos y de termoluminiscencia indican que la presencia
Inca en el Norte Semiárido podría haberse iniciado
desde mediados del siglo XIV de nuestra era (Stehberg 1991-92; Biskupovic 1999; Cantarutti 2002; Rodriguez 2005).
Los artesanos Diaguita demostraron una extraordinaria capacidad para adoptar y adaptar formas, decoración y técnicas de manufactura introducidas por
los Incas en la cerámica local. Los contextos son más
ricos, aumentando el número y cantidad de formas
DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
Jarro pato fase Diaguita II. Museo del Limarí. N° Inventario 288
Cuenco fase Diaguita II. Museo del Limarí. N° Inventario 22
cerámicas, así como el bagaje iconográfico. (Ampuero,
1989). En esta fase cultural se continúan manofacturando
vasijas propias del período pre incaico, como jarros pato,
escudillas simples, escudillas zoomorfas y tazas, también se registran formas cerámicas propias de la cultura
Inca, como aríbalos, platos planos, platos ornitomorfos
y botellas, probablemente de manofactura local (González 1995; Cantarutti, 2002). En este período, se observan
también formas cerámicas innovadoras, sin antecedentes anteriores, como jarros antropomorfos, vasos dobles
y escudillas campaniformes. En cuanto a los patrones
decorativos presentes en estas formas cerámicas se
percibe que en las formas cerámicas que se continúan
desde el período pre inca a la fase de contacto con los
Incas, predominan los diseños diaguita locales, y en
las formas cerámicas introducidas por el Inca predominan los diseños cuzqueños. Existe una interesante
excepción, configurada por la decoración del jarro
pato, forma local que cambia sus diseños diaguitas
por diseños cuzqueños (González, 1995).
Desde el punto de vista técnico, se observa una
mejora en las pautas de producción de la cerámica,
que se refleja en la presencia de paredes más delgadas,
pasta homogénea y una mejor calidad y variedad de
colores. La adaptabilidad y creatividad de los Diaguitas queda de manifiesto en su capacidad de crear un
enorme conjunto de diseños de diverso origen cultural.
Ellos consideran patrones decorativos de origen Mixto Inca-Diaguita; diseños de origen Cuzqueño; diseños
Saxamar, procedentes del área altiplánica; Inca Paya y
Yaví, procedentes del Noroeste Argentino (González,
1995; Cantarutti, 2002). Asimismo, los patrones decorativos de origen pre incaico no desaparecen sino que se
continúan elaborando, y se expanden a diversas zonas
de su territorio.
En definitiva, al encontrarse la cultura Inca con la
cultura Diaguita, no se produjo una colisión de creencias divergentes, sino una complementación de tradiciones, igualmente andinas, lo que facilitó el proceso
de integración. Reflexionando acerca de las afinidades
ideológicas que pudieron de alguna manera determinar
la exitosa fusión entre las culturas Inca y Diaguita, creo
que es de importancia considerar el culto al felino, específicamente al jaguar o uturuncu en quechua, registrado
en ambas culturas, así como el apego a concepciones
dualistas. Hasta ahora contamos con dos grandes temáticas en la decoración de la fase III, la idea de la cuatripartición y la representación del felino, que en mi opinión configuran dos ejes articulantes de la cosmovision
tanto Diaguita como Inca, o andina en último término.
55
PRIMERA PARTE DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL
Otro factor de interés para el Inca, y que pudo gravitar en el exitoso encuentro cultural entre Incas y Diaguitas, es un rasgo de índole tecnológico. Nos referimos
a la elaboración por parte de las poblaciones Diaguita
preincaicas de cerámica polícroma. En efecto, Bray
(2002) nos informa que el Inca controló la producción
estatal de cerámica polícroma, textiles finos (cumbi), y
metales preciosos. Dichos bienes fueron distribuidos
como obsequios por el gobernante Inca a la nobleza o a
quienes se distinguieran por la prestación de servicios
al Estado. Asimismo, la presencia de altas densidades
de cerámica Inca polícroma es un rasgo prácticamente
exclusivo de las Zonas Centrales del Imperio Inca (Imperial Heartland), ubicadas en el valle del Cuzco y el valle
de Urubamba, localizados en las tierras altas del centro
sur del Perú. Este sector es el lugar de asentamiento de
la alta nobleza Inca (Bray, 2002). Pensamos que este conocimiento tecnológico y estilístico de la cultura Diaguita fue un rasgo determinante que marcó el encuentro
entre ambas culturas, distinguiéndola de otros pueblos
anexados al Imperio.
En efecto, en el marco del Horizonte Inca, la presencia de alfarería con influencias morfológicas y decorativas Diaguita en las regiones de Copiapó, Chile Central y
en las provincias argentinas de La Rioja, San Juan y Mendoza, testimonian una posición diferencial para esta población, en relación a sus vecinos de más al Norte, más al
Sur o allende los Andes, apoyando la idea de una alianza
estratégica entre cuzqueños y diaguitas. ¿Por qué se produce este fenómeno y quienes son sus destinatarios?
Resulta de gran interés, por ejemplo, la presencia
de un enorme grupo de patrones decorativos de origen
cuzqueño, del tipo Cuzco Polícromo, en la iconografía
Diaguita-Inca, que describimos en detalle en la segunda
parte de este libro, no obstante, su distribución es muy
selectiva dentro del territorio Diaguita, tal como explicaremos más adelante.
56
Arte Visual Diaguita y Espacio: Alejándonos de la homogeneidad
Nuestro conocimiento del arte visual de la fase
Diaguita-Inca se basa en el análisis de la colecciones
y sitios habitacionales de los valles de Elqui, Limarí
y Choapa, localizados en el Norte Semiárido Chileno.
Una vez identificados los patrones estructurales del
arte Diaguita-Inca, se buscó contextualizar este arte
considerando fuentes arqueológicas (prácticas mortuorias, contextos habitacionales, artefactos, etc.), etnohistóricas y etnográficas. Con el objeto de proponer
contenidos simbólicos específicos a ciertas estructuras de la iconografía incaica, especialmente vinculadas
con expresiones gráficas del principio simbólico de la
cuatripartición, el cual parece estar diferencialmente
distribuido a través del territorio Diaguita. De especial
interés resultó el estudio de una estructura simétrica
propia de la iconografía Diaguita-Inca, denominada
“doble reflexión especular” (González, 1998). En párrafos precedentes, planteamos que esta estructura
simétrica ilustra gráficamente conceptos ideológicos
muy complejos relativos a la cosmovisión andina que
se vinculan con concepciones dualistas y de unión o
mediación entre opuestos. Este tipo de estructura gráfica no ha sido registrada en tiempos preincas en el
área de estudio y parece ser una introducción propia
del Horizonte Tardío (Inca).
Como resultado de mis estudios previos, ha llegado a ser claro que la difusión de la iconografía Inca en
el Norte Semiárido chileno conlleva una intención política y estuvo vinculado con un código de notación más
que con un fin meramente estético. Por esta razón,
es importante explorar el significado de esta notable
transferencia de patrones decorativos Inca-Cuzqueños
en el universo representacional Diaguita, su distribución al interior del territorio y su función. El análisis
presentado aquí sugiere que existió un notable cambio en la conceptualización del arte Diaguita, en tiempos de contacto con el Inca. Nuestra investigación
aporta una perspectiva arqueologíca sobre la función
DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
y contextualización de los códigos visuales Inca dentro de
un territorio acotado y al interior de una cultura poseedora
de un complejo sistema representacional, desarrollado en
forma previa a la incorporación al Tawantinsuyu.
Nuestra aproximación al estudio del arte visual de la fase
Diaguita Inca considera el análisis de los principios simétricos
que estructuran estos diseños y su asignación cultural. Buscamos descubrir los principios que organizan este arte visual, y
que permiten acercarnos a las etnocategorías que operan en
su interior, al menos desde un punto de vista formal.
A continuación describiremos los resultados del
análisis de diseños procedentes los distintos valles que
conforman el territorio Diaguita (Elqui, Limarí y Choapa),
registrados tanto en piezas completas como en fragmentos cerámicos presentes en sitios habitacionales (González,2008; Troncoso et al., 2004). La muestra analizada comprende los sitios Altovalsol y El Olivar, en el valle de Elqui;
Planta Pisco Control (Biskupovic,1999) y Huana en el valle
de Limarí (Niemeyer, 1969); Loma Los Brujos, Familia Carvajal, Sucesión Ramírez, Cárcamo 6, Césped 1, Césped 3 y
Fundo Agua Amarilla el valle del Choapa, frontera meridional del territorio Diaguita.
Logrados estos antecedentes, se consideró necesario
complementar esta información con antecedentes que contextualicen este arte visual, y nos acerquen al significado
de estas simetrías. De este modo integramos información
acerca del comportamiento espacial del arte diaguita al interior de su territorio; la vinculación entre arte y las prácticas
mortuorias, así como antecedentes etnográficos relativos a
las concepciones dualistas en las culturas andinas.
De acuerdo a lo explicado en párrafos precedentes,
dentro del universo de diseños estudiados, fue posible
distinguir motivos y estructuras de diseño que expresan
el principio simbólico de la cuatripartición, eje ordenador
de la cosmovisión Inca. Es interesante notar que cerca de
la mitad de las 234 piezas cerámicas pertenecientes a la
fase Diaguita-Inca procedentes del Museo Arqueológico
de La Serena (Valle de Elqui) analizadas, presentan di-
seños que expresan este principio de cuatripartición
(González 1995). No obstante, la expresión gráfica de
este principio simbólico, se encuentra diferencialmente distribuida dentro del territorio Diaguita (González,
2008). Este principio cuenta con una gran frecuencia
de representación en el sector norte y central, nos referimos a los valles de Elqui (sitio Altovalsol) y Limarí
(sitios Pisco Control y Huana), en comparación al sector meridional del territorio diaguita (valle del Choapa).
Coincidentemente, tanto en la muestra del Museo Arqueológico de La Serena (González, 1995), como en las
procedentes de los cementerios de Altovalsol y Pisco
Control, la representación de la cuatripartición como
principio estructurante excede al 40% de la muestra.
Esto sugiere que las creencias y cosmovisión de los Incas, es comunicada a través de la estructura simétrica
y los motivos cerámicos, llegando a ser relevante para
Escudilla Zoomorfa Diaguita Fase III. Museo del Limarí. N° Inventario 203
las poblaciones locales, al menos en contextos funerarios. La estandarización de los elementos simbólicos
del sistema de arte visual puede ser entendido como
una estrategia de legitimación de la cultura Inca.
Nuestras investigaciones sobre la cultura Diaguita
en el valle del Choapa, han aportado importantes antecedentes relativos al empleo por parte del Inca de una
57
PRIMERA PARTE DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL
estrategia de interacción diferencial en el área Diaguita
central y septentrional (valles de Limarí y Elqui, respectivamente), en oposición a la observada en el valle del
Choapa, frontera meridional de su territorio (González
2008, 2004 a y b). En efecto, el estudio del arte visual
Diaguita en el valle del Choapa, específicamente del
río Illapel, dejó en evidencia la existencia de un gran
cambio estilístico en la fase Diaguita-Inca. Por ejemplo,
en los asentamientos Diaguita incaicos se percibe un
gran aumento en el número de patrones decorativos,
algunos de ellos exclusivos de esta fase, propios de
la iconografía Diaguita, existiendo también un marcado parentesco estilístico entre ellos. En estos asentamientos los diseños de origen cuzqueño se encuentran
prácticamente ausentes. Una importante excepción a
este patrón lo constituye el centro administrativo de
Loma Los Brujos. Este sitio se caracteriza por poseer
casi exclusivamente formas cerámicas y una iconografía netamente cuzqueña. Esto evidencia la existencia
de dos realidades completamente distintas de arte
visual, que coexisten durante la fase Diaguita-Inca en
esta área, con fuertes connotaciones de orden social e
ideológico.
El arte visual de Loma Los Brujos es autorreferente y concentrado en la iconografía cuzqueña e Inca, evidenciando la existencia de una frontera invisible que
distancia a este centro administrativo de los restantes
asentamientos de la fase III o Diaguita-Inca en el valle
del Choapa, los cuales probablemente corresponden
a mitimaes, procedentes del área Diaguita central y
septentrional, reasentados en el valle de Illapel. Sugerimos que estos asentamientos del período Tardío en el
valle de Illapel (los cuales incluyen Sucesión Ramirez,
Familia Carvajal, Cárcamo 6, Césped 1 y Césped 3) son
probablemente mitimaes procedentes de los valles de
Limarí y Elqui, por las siguientes razones. Primero, los
habitantes de las regiones central y norte del territorio diaguita fueron expertos ceramistas. Como hemos
señalado anteriormente, se observa un significativo
incremento en el número de patrones decorativos Diaguita de origen pre inca, en los sitios del período Tardío
58
Olla con pedestal. Fase Diaguita-Inca. Museo del Limarí. N° Inventario 105
(Inca) en el valle de Illapel. Muchos de estos patrones
no se registraban antes en la región, en forma previa
a la llegada del Inca. Paralelamente, se evidencia en la
fase Tardía una mejora tecnológica en la manufactura
de esta cerámica, perceptible en el adelgazamiento de
las paredes y colores más intensos.
El arte visual Diaguita jugó un rol muy diverso
en el área central y septentrional de su territorio. En
el área septentrional la iconografía local incorporó a
su bagaje representacional un número bastante mayor de motivos y estructuras de diseño de origen
cuzqueño, además de penetrar y transformar diseños
cuzqueños incorporando en ellos motivos Diaguitas,
como la greca escalonada, cargados de significados
simbólico. Por ejemplo, de un total de 18 patrones
cuzqueños registrados en la zona del Choapa, solo
uno no ha sido registrado en el área central y septentrional (doble reflexión B). En cambio, en los valles de
Elqui y Limarí hemos registrado 30 patrones decorativos de origen cuzqueño, 14 de los cuales no están
representados en la frontera meridional del territorio
Diaguita (González,2008).
DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
Por otra parte, la baja complejidad de los patrones
cuzqueños presentes en Loma Los Brujos, donde un
62,24% es Reticulado oblicuo, sugiere que se trata de
un arte cuzqueño mucho más estandarizado y simple.
Al parecer esta simplificación del arte visual cuzqueño,
y su segmentación espacial de los restantes asentamientos Diaguita Inca en el valle de Illapel, puede deberse al hecho que sus destinatarios no forman parte
de esta suerte de élite dentro del Imperio. Esto contrasta con la presencia Inca en el área Diaguita central y
septentrional, donde los patrones de origen cuzqueño
presentan una mayor complejidad y variabilidad interna.
Aunque resulta claro que Incas y Diaguitas protagonizaron un encuentro cultural fructífero y profundo,
las estrategias de dominio empleadas por el Inca en
esta región variaron de valle en valle. Por ejemplo, en
el área meridional destaca la alta presencia de diseños
diaguitas, no obstante, se trata mayoritariamente del
patrón Cuarto Estilo, que alcanza al 52,10% del total de
diseños registrados en el área. Esta frecuencia es muy
superior a la registrada en los valles de más al norte,
donde sólo se registró un diseño con este patrón.
Se ha planteado que el acceso restringido a importantes símbolos culturales fue una estrategia importante de la dominación imperial (Eeckhout, 2003).
Sólo algunos grupos o sociedades de estatus privilegiado estuvieron autorizados a conocer y manejar los
símbolos imperiales Inca. De acuerdo a lo expresado
anteriormente, Bray (2004) ha demostrado que la decoración cuzqueña es mucho mayor en el corazón del
Imperio que en las provincias. Aunque las piezas cerámicas de formas típicamente cuzqueñas son encontradas en numerosas zonas del Imperio, la frecuencia
de los distintos formatos decorativos empleados es
diferente, predominando la monocromía. La autora
plantea que al Inca le interesaba comunicar mensajes
diversos a los pueblos de las diversas regiones respecto de los grupos del corazón imperial. La información
presentada aquí sugiere, que existirían excepciones a
esta regla, como lo demuestra el caso estudiado en los
valles de Elqui y Limarí del territorio Diaguita.
Pese a que el Inca privilegió la circulación de
bienes, los nexos interregionales y la producción
en serie, a fin de fortalecer la idea de reciprocidad,
aquello no siempre llevó consigo la transmisión de
mensajes simbólicos idénticos a las provincias conquistadas. Es posible detectar diferentes estrategias
de interacción a nivel del arte visual incluso dentro
de grupos pertenecientes a una misma cultura. Esto
queda demostrado al comparar los sistemas de arte
visual presentes en los distintos valles que conformaron el territorio Diaguita Chileno. Esto puede estar relacionado con la observación realizado por Parsinnen
(2003:262) quien señala que “las provincias incasmás que territorios fijos-eran “personas”, aún cuando los Incas tuvieron aparentemente gran interés por
definir los límites territoriales de las provincias conquistadas”. Esta sería también la razón principal de
porqué Pizarro repartió curacas- y no territorios- a los
primeros encomenderos.
Patrones Decorativos y Prácticas Mortuorias en el valle
de Limarí
El arte visual de origen cuzqueño, durante la fase
Diaguita III, en el sector meridional (valle del Choapa),
fue menos común, más espacialmente segregado, e
iconográficamente más simple que en la región central
y septentrional del territorio Diaguita, donde se aprecia
una mayor representación de iconografía cuzqueña,
mayor riqueza y variabilidad de este arte visual, y una
distribución más homogénea dentro de su población.
Para desarrollar con mayor profundidad esta constatación, consideramos de interés integrar información
relativa a las prácticas mortuorias de la fase DiaguitaInca en el valle del Limarí, prestando atención a la riqueza iconográfica y variabilidad de formas cerámicas
de las ofrendas así como a las categorías de sexo y
edad de las sepulturas.
El análisis de los patrones decorativos registra-
59
PRIMERA PARTE DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL
le permitieron caracterizar este sitio como un importante cementerio del período incaico, no obstante, sus
habitantes desempeñaron también en este asentamiento un amplio espectro de tareas ligadas al trabajo
agrícola, actividades relacionadas al hilado, textilería,
producción cerámica y procesamiento de minerales.
Jarro Antropomorfo Diaguita III. Museo del Limarí. N° Inventario 149
dos y su frecuencia de representación, en los sitios
de los sectores central y norte del territorio Diaguita,
durante la fase Diaguita-Inca, señalan una considerable variabilidad en el número y tipos de patrones decorativos cuzqueños empleados allí (González, 2008).
Incluso, es importante notar que estos patrones decorativos coexistieron con elementos iconográficos del
arte visual Diaguita pre incaico y de origen Mixto Inca
Diaguita. En contraste a lo ocurrido en la zona sur, donde se aprecia una segregación entre contextos locales
y contextos Incas.
El sitio Estadio Fiscal de Ovalle, en el valle del Limarí, del cual el sitio Pisco Control es una continuación, es uno de los sitios más importantes de la fase
Diaguita Inca, en esta región. Fue descubierto en la
década de los treinta, y posee un largo historial de intervenciones no sistemáticas. Cantarutti (2002) estudia
las colecciones procedentes de este sitio, que alcanzan
a 444 piezas cerámicas, y reconstruye sus asociaciones
contextuales. Él efectúa también análisis morfológicos,
decorativos y tecnológicos que le permitieron identificar distintos aportes estilísticos en la producción alfarera local. Los antecedentes recobrados por este autor
60
El autor observa en los contextos mortuorios
reconstruídos una mezcla de tipos Inca Provincial,
Inca Mixto, Diaguita Patrón Local y Diaguita Mixto.
Destacando que en las sepulturas donde el conjunto
cerámico está compuesto por más de una pieza, éste
nunca se constituye por vasijas de una misma clase
y variedad. En otras palabras, no existen tumbas que
exhiban solamente ceramios de naturaleza Diaguita
de patrón local o exclusivamente ceramios del tipo
Inca Provincial. Esta información confirma la idea de
la existencia de una estrategia de interacción diferencial en los valles de Elqui y Limarí, en comparación al
valle del Choapa, esta estrategia estuvo marcada por
la integración entre las comunidades Diaguita e Inca.
Un antecedente que nos parece especialmente
relevante, aportado por Cantarutti (2002), se refiere
a que los contextos funerarios más privilegiados del
sitio Estadio Fiscal de Ovalle presentan un patrón que
asocia las sepulturas con un mayor porcentaje de
piezas pareadas (principios duales) a individuos que
presentan instrumental asociado al consumo de alucinógenos y ciertos bienes de prestigio, tales como,
adornos de metal y un mayor porcentaje de piezas
de patrón Inca Cuzqueño, producidas localmente. En
nuestra opinión, el componente chamánico de la cultura Diaguita sería un factor clave en las estrategias
de interacción establecidas por el Inca con estas comunidades.
Por otra parte, el estudio arqueológico (Biskupovic, 1999) y de antropología física (Hagn y Constantinescu, 1999) del cementerio Planta Pisco Control, localizado en un sector aledaño al sitio Estadio Fiscal de
DIAGUITA-INCA Y CONTEXTO CULTURAL PRIMERA PARTE
Ovalle aportó también importantes luces acerca de la
particular relación establecida por el Inca con las comunidades Diaguitas del valle del Limarí, localizado en
el sector central de su territorio. En efecto, los antecedentes recobrados permiten caracterizarlo como un
importante cementerio del período incaico, en el cual
se recobraron 15 sepulturas, de las cuales excluimos la
Tumba N°15 por tratarse de un osario y la Tumba N°1
por estar disturbada. En las 13 sepulturas restantes se
distinguieron tres categorías de sexo y edad: Adultos
Maduros Femeninos (6 individuos), Adultos Jóvenes
Femeninos (4 individuos) y Adultos Jóvenes Masculinos (3 individuos). Dentro de este universo un 84% de
las sepulturas presentaban ofrenda cerámica. Únicamente la Tumba N°5 y la Tumba N°11 no presentaron
ofrenda, corresponden a una adulta joven femenina y
a una adulta madura femenina, respectivamente. Una
primera constatación que llama poderosamente nuestra atención es que el 100% de los individuos regis-
trados presenta deformación craneana del tipo tabular
erecta. En este cementerio volvemos a encontrar la
asociación entre individuos con artefactos destinados
al consumo de alucinógenos y ofrenda privilegiada,
añadiéndose también la alta presencia de piezas dobles y diseños cuatripartitos en su contexto. En la Tumba N°4, correspondiente a un adulto joven masculino,
se registró una ofrenda compuesta por 12 ceramios, 10
de los cuales corresponden a piezas dobles (6 platos
planos, 2 escudillas zoomorfas, 2 platos zoomorfos) a
los que se suman un jarro pato y un aríbalo. Dentro
de este universo cerámico se registran 10 piezas con
diseños cuatripartitos. El conjunto de artefactos del
individuo de la Tumba N°4 vinculado al consumo de
alucinógenos incluye 6 espátulas de hueso, 1 pinza de
cobre, 1 alfiler de hueso, 3 conchas de ostión y 1 tubo
de hueso. Los dos individuos masculinos restantes
(Tumba N°9 y N°12 presentan también piezas dobles y
diseños cuatripartitos, en menor frecuencia, con 2 y 5
Valle de Mostazal, comuna de Monte Patria, Provincia del Limarí.
61
ceramios respectivamente.
Respecto a los individuos de sexo femenino presentes en el cementerio Planta Pisco Control, la naturaleza de su ofrenda es de gran interés. Por una parte,
dos mujeres jóvenes presentan elementos vinculados
al consumo de sicoactivos, nos referimos a una concha
de ostión (Tumba N°3) y a una concha de cholga (Tumba N°10). La Tumba N°3 pertenece a una mujer joven,
cuya ofrenda cerámica alcanza a 7 piezas cerámicas, la
segunda ofrenda mayor en número de todo el cementerio. Su contexto se ve también enriquecido con un
topu de cobre, agujas de hueso y pulidores de piedra.
La Tumba N°10. en tanto, también corresponde a una
mujer joven, cuya ofrenda cerámica alcanza a dos piezas y presenta también un tortero y una placa de hueso
perforada. Por otra parte, dos mujeres jóvenes (Tumba
N°2 y N°3) y una adulta madura (Tumba N°13) ven enriquecidos sus contextos con artefactos de metal destinados al arreglo personal, entre los que se incluyen
aros, anillos y tupus de cobre.
En cuanto al empleo de los referentes simbólicos
propios de la fase Diaguita Inca, expresados en su iconografía, tales como representación de principios duales y cuatripartitos, vemos que tanto hombres como
mujeres de esta comunidad comparten el universo simbólico propio del período, configurándose como agentes activos y destinatarios idóneos de estos principios
tan profundamente arraigados en la ideología Inca.
¿Existió un manejo politico del cuerpo durante la fase
Diaguita-Inca?
Antes de concluir esta discusión, es útil considerar
brevemente los distintos porcentajes de deformación
craneana registrados en los individuos procedentes
del sitio Loma El Arenal (valle del Choapa) y del sitio
Pisco Control (valle del Limarí). Los resultados del análisis de prácticas mortuorias registradas en el sitio Pisco Control, llaman poderosamente nuestra atención,
dado que el cambio cultural experimentado por las comunidades Diaguita se encuentra asociado también a
cambios físicos realizados en el cuerpo humano. Como
62
Jarro Pato Diaguita III con deformación craneana. Museo Arqueológico de
La Serena. N° Inventario 198
hemos señalado previamente, todos los cuerpos recobrados en este cementerio exhiben el mismo tipo de
deformación craneana intencional (tabular erecta). En
contraste con los restos humanos recobrados en el
sur del territorio Diaguita (cementerio Loma El Arenal),
donde menos del 3% de los individuos de esta población exibieron evidencia de esta deformación craneana (n=3).
Pese a que aun no contamos con los análisis de
ADN, que demuestren fehacientemente el origen local
de la población del sitio Pisco Control, los contextos
mortuorios sugieren fuertemente su asociación con la
cultura Diaguita local. Adicionalmente, la cerámica de
estilo Inca recobrada en este cementerio parece ser de
manufactura local (Cantarutti, 2002). Si nosotros asumimos, por el momento, que estamos tratando con dos
grupos que pertenecen a la cultura Diaguita, estas diferencias en los porcentajes de deformación craneana en
la zona norte, en contraste con la zona sur, son relevantes. La frecuencia diferencial en la modificación craneana registrada en ambos valles sugiere la existencia de
un esfuerzo consciente por establecer distinciones so-
nuclear. Sugiero que, la existencia de esta técnica
aplicada masivamente sobre los individuos (deformación craneana), da nacimiento a un nuevo actor
social, donde el propio cuerpo de las comunidades
diaguitas, habría participado como un objeto. Esta
práctica genera una distancia respecto del cuerpo
natural y reitera visualmente la marcada diferencia
social existente entre estas dos áreas geográficas del
territorio diaguita.
Jarro Pato con deformación craneana. Museo Arqeológico de La Serena.
N° Inventario 12727.
ciales, a un nivel más profundo que la cultura material.
Estas reflexiones recuerdan algunos de los planteamientos de Foucault (2004[1975];2005[1976]). De
acuerdo a este autor, el cuerpo humano constituye un
lugar priviligiado para el análisis del poder. El cuerpo
humano sería el producto de operaciones políticas y
sociales, y su condicionamiento social puede producir en él marcas evidentes y permanentes. En la sociedad diaguita, durante la fase Diaguita-Inca, el cuerpo
parece haber actuado como un elemento maleables
puesto al servicio del Estado, de modo de reactualizar
y visibilizar, las estrategias de interacción diferencial
que operaron en los territorios diaguita nuclear (Valle
del Elqui y Limarí) y meridional (Valle del Choapa). En
el valle de Limarí es posible observar que, junto con
el énfasis centrado en la figura de especialistas en
drogas sicoactivas y el acceso a una iconografía propiamente cuzqueña, los cuerpos de estos individuos
fueron también modificados, con el objeto de lograr
que esta diferenciación social se hiciera visible, no
sólo en su atuendo externo, sino de forma permanente en el propio cuerpo de los diaguitas del área
Consideramos que estos nuevos resultados recién reseñados apoyan la idea inicial de la existencia
de una estrategia Inca de interacción diferencial al interior del territorio Diaguita. De acuerdo a la cual, en el
área Diaguita central y septentrional (valles de Elqui y
Limarí) se habría producido un proceso único de amalgamiento cultural entre Incas y Diaguitas, perceptible
incluso en sus prácticas mortuorias.
Por otra parte, esta relación posibilitó, la transferencia y traslación de una iconografía rica y compleja,
propia del área cuzqueña y asociado a la alta nobleza
Inca (Tipo Cuzco Polícromo), mientras que simultáneamente el Inca admitió la coexistencia e interacción con
manifestaciones gráficas propias de la región Diaguita.
Esta transferencia acentuó una diferenciación interna
dentro de la población local, en este proceso los chamanes desempeñaron un rol social particularmente
importante.
Parsinnien (2003:157) nos recordaba citando a
Karsten (1946) que “nada fue más ajeno a la mentalidad inca que la idea de igualdad entre los seres humanos”. Esta fue la razón por la cual, su vocación ordenadora segmentó claramente los contextos locales de lo
propiamente Inca. Esto es visible a escala local en el
área meridional de la región Diaguita.
Es por ello que resulta particularmente interesante el quiebre de esta frontera invisible, en el área
Diaguita central y septentrional, y hemos de prestar
mucha atención, en lo futuro, al sustrato chamánico de
ambas etnías.
63
Paisaje norte semi-árido chileno.
64
SEGUNDA PARTE
ARTE VISUAL
DE LA
CULTURA DIAGUITA CHILENA
Petroglifos sitio Piedras Bonitas, comuna de Montepatria.
65
ARTE VISUAL DE LA CULTURA
DIAGUITA CHILENA
“La simetría puede ser definida como
la repetición rítmica de formas hecha
por manos humanas. Es un concepto
fundamental tanto en arte como en
ciencia, usada para analizar, crear, ordenar, clasificar y explicar. La simetría
cambia el sentido de percepción del
observador a través del ritmo e interjuego de formas repetidas.”
FUENTE
“M.C.Escher. Visions of Simmetry”. Schattschneider, 2003: IX.
En esta sección se describen y sistematizan 401
diseños diferentes de la cultura Diaguita, elaborados en
diferentes periodos y con distintas influencias culturales.
En particular, en esta sección del libro se caracterizan los patrones decorativos y simetría presente en
el arte visual de la cultura Diaguita Chilena, atendiendo
a su origen cultural. De este modo, distinguimos entre:
I.- Diseños de origen Diaguita preincaico; II.- Diseños de
origen Cuzqueño; III. Diseños de origen Mixto Inca-Diaguita; IV.- Diseños de origen Santamariano o Inca Paya;
V.- Diseños de origen Saxamar o Pacaje y VI Diseños de
Origen Yaví. Para la determinación de los patrones decorativos se emplea el análisis de simetría (sensu Washburn
1977; Washburn y Crowe 1988) que describe las unidades mínimas y estructura simétrica del campo del diseño.
A continuación ahondaremos en el alcance y procedimiento de análisis de simetría, así como la metodología desarrollada para describir y sistematizar los patrones
decorativos del Arte Visual de la Cultura Diaguita Chilena.
FUNDAMENTACIÓN Y ALCANCE DEL ANÁLISIS DE
SIMETRÍA EN CONTEXTOS ARQUELÓGICOS
El concepto de simetría está siempre relacionado
con la idea de categorización, con la clasificación de regularidades observadas en el mundo sensible, lo que, en
último término, se relaciona con la noción de límites. No
66
CULTURA DIAGUITA CHILENA SEGUNDA PARTE
Valle de Mostazal, provincia del Limarí.
obstante, de acuerdo a Wade (2006) en sí misma la simetría
es ilimitada; no existe ningún lugar que no sea penetrado
por estos principios. Además, los principios de simetría se
caracterizan por la quietud o detención, pero también se
relaciona con las ideas de transformación o movimiento.
Cuando reflexionamos acerca del rol de la simetría
en el arte una primera constatación se refiere a su universalidad y su vinculación con el concepto de estilo. De acuerdo
a Wade (2006:46) donde sea que exista simetría en el arte,
ella estará íntimamente relacionada con las particularidades
de un estilo, dado que la simetría implica siempre un principio ordenador u organizador. El autor plantea que los seres
humanos somos criaturas conscientes de la simetría, somos
buscadores de patrones (pattern-seekers), por naturaleza.
Así los principios de simetría no estarán nunca enteramente
ausentes del arte. Sin embargo, existen grandes variaciones culturales en el rol de la simetría en las expresiones
artísticas. En algunas culturas esta juega un rol pequeño,
mientras que en otras existe una obsesiva exploración de
sus posibilidades. Comparar esta fascinación (o ausencia de
ella) en un amplio rango de sociedades es un ejercicio interesante. De hecho, aunque la mayor parte de las culturas
han usado patrones simétricos como parte de su repertorio decorativo, en distintos períodos y lugares del mundo, algunas de ellas parecen haber estado especialmente
dedicadas a desarrollar los patrones simétricos como una
forma de expresión artística (por ejemplo, el arte islámico, la iconografía celta). Wade (2006:48) destaca que el
empleo de patrones regulares involucra una medición del
espacio a ser decorado. A partir de ello el artista, consciente o inconscientemente, se ve confinado a ajustarse a
las reglas que gobiernan el específico tipo de simetría que
está empleando. Sin embargo, estas limitaciones siempre
dejan abierta la posibilidad de incorporar cambios, generando variabilidad al interior del patrón. De este modo, la
exploración, muchas veces inconsciente pero también sistemática, de los distintos tipos de simetría pareciera finalmente desdibujar la distinción existente entre la actividad
artística de creación de patrones y la reflexión científica,
cuyo objeto es la detección de nuevos patrones.
Profundizando un poco más en el análisis cultural
de la simetría, destacamos el hecho que las estructuras
simétricas nos comunican información porque ellas son
parte de un sistema mayor; lo integran y, a la vez, pueden
llegar a ser una representación de él. En este sentido,
el arte es redundante, comunica y repite información expresada en otras áreas de la cultura. Según Washburn y
Crowe (1988: 15), la simetría es una propiedad culturalmente significativa por dos razones. Por un lado señala
elecciones culturales destinadas a seleccionar determinados principios simétricos para estructurar los diseños contribuyendo al proceso de autoidentificación de una cultura
dada y, por otro lado, permiten un acercamiento sistemático a los procesos de intercambio e interacción estilísticos
entre culturas diferentes.
SIMETRÍA Y PERCEPCIÓN VISUAL
Una vía de acercamiento a la lógica visual diaguita, que
inspira la generación de patrones decorativos simétricos
67
SEGUNDA PARTE CULTURA DIAGUITA CHILENA
es incorporar algunas nociones matemáticas que ayudan
a entender su génesis. Por ejemplo, la noción geométrica
de “división regular del plano” (sensu Schattschneider,
2003) que mediante el empleo de unidades mínimas variadas permite una suerte de metamorfosis de la forma a
través de la aplicación de principios simétricos.
De acuerdo a Schattschneider (2003:IX) “la
simetría puede ser definida como la repetición rítmica
de formas hecha por manos humanas. Es un concepto
fundamental tanto en arte como en ciencia, usada para
analizar, crear, ordenar, clasificar y explicar. La simetría
cambia el sentido de percepción del observador a través
del ritmo e interjuego de formas repetidas”.Los diaguitas
desarrollaron una variedad muy amplia de diseños repetidos o simétricos, explorando sistemáticamente las posibilidades de variación a partir de ciertas unidades acotadas.
Es de interés examinar la semejanza en sus resultados
con complejos ejemplos de arte visual que aplican este
principio de división regular del plano.
La división regular del plano opera como un diagrama invisible de ejes de simetría aplicados sobre diseños repetidos (unidades mínimas), que se mueven en el
campo del diseño siguiendo uno o más principios simétricos básicos (rotación, traslación, reflexión tipo espejo y reflexión desplazada). Se trata de una estructura geométrica
subyacente o esqueleto soportante que está presente en
toda división regular del plano. En geometría se le conoce
también con el término de “teselaciones”.
Estas configuraciones simétricas, que dividen
regularmente el campo del diseño con complejos movimientos simétricos, basados en unidades mínimas simples capturaron profundamente el interés de las comunidades diaguita, y la exploración sistemática de estas
configuraciones dejó como resultado un enorme legado
visual que aporta al acervo cultural y artístico de la humanidad.
Configuraciones simétricas semejantes a las logradas por los artesanos diaguitas son también objeto de
68
Escudilla Diaguita II. Museo del Limarí. N° Inventario 82.
estudio por la cristalografía de superficies planas (simetría de cristales en el plano).
PROCEDIMIENTO DE ANÁLISIS DE SIMETRÍA
La decoración se aborda en conjunto con el
análisis de simetría. Nos remitiremos a las categorías
de análisis propuestas por Washburn (1977, 1988), que
considera tres aspectos básicos :
Campo del Diseño
Se refiere a la línea construccional usada para subdividir el área de la superficie de la vasija que será
decorada.
Estructura del Diseño
Se refiere a la discriminación de los principios que
actúan sobre la simetría de un diseño (traslación,
CULTURA DIAGUITA CHILENA SEGUNDA PARTE
reflexión desplazada, reflexión especular y rotación). Estos
principios actúan sobre “unidades mínimas”.
Unidades Mínimas
Es el componente más simple en un diseño de patrón repetido. Son las partes asimétricas básicas que logran identidad consigo mismas, siguiendo uno de los principios de
simetría que se reseñan a continuación.
PRINCIPIOS DE SIMETRÍA.
(Hodder, 1988: 53)
A. Traslación. Implica el movimiento simple de una parte
fundamental a lo largo de la línea eje.
B. Rotación. Requiere que la parte fundamental sea movida alrededor del punto eje. Las partes fundamentales
pueden cambiar de orientación en cualquier punto dentro del arco de 360 grados.
C. Reflexión Tipo Espejo. Requiere que la parte fundamental sea reflejada a través de la línea eje en una relación de
imagen de espejo.
D. Reflexión Desplazada. Combina las nociones de reflexión
tipo espejo, a través de la línea eje y la traslación. Este principio produce una figura que recuerda los movimientos alternados, derecha- izquierda involucrados en la movilidad humana.
Los cuatro conceptos vistos son usados para generar todos los patrones simétricos. Además, existirían tres
principales categorías de diseño para un patrón de diseño
plano:
Finito: Son figuras únicas generadas alrededor de un único
punto eje de línea media.
Unidimensional: Son generados a lo largo de un único eje
de línea media.
Bidimensional: Son generados a lo largo de ambos ejes,
horizontal (x) y vertical (y).
La descripción de un motivo debe considerar
los tres elementos que lo constituyen, esto es, el cam-
69
Aríbalo Diaguita III. Museo del Limarí. N° Inventario 244.
Escudilla Campaniforme. Museo del Limarí. N° Inventario 182.
po del diseño en que se distribuye, sus elementos
básicos y la estructura del diseño. Para facilitar la lectura simétrica de los diseños que forman parte del universo
representacional de la cultura diaguita chilena, se precisa
en cada diseño la unidad mínima correspondiente.
fin de organizar la enorme variabilidad formal de estos diseños proponemos una aproximación sistemática que nos
permita profundizar en las categorías nativas relativas a la
generación de patrones.
Debemos tener presente que los diseños y su estructura simétrica son diagnósticos, ya que ellos son los
vehículos que reflejan el bagaje común de conocimiento y
tradición, en relación a la manera “correcta” de construir
los diseños, dentro de una escuela estilística.
METODOLOGÍA Y CRITERIOS DE SISTEMATIZACIÓN DE LOS PATRONES DECORATIVOS DIAGUITA
Nuestra investigación propone una metodología
para analizar y definir 401 diseños diferentes presentes en
la iconografía cerámica de la cultura Diaguita, basada principalmente en la identificación de sus unidades mínimas y
su organización simétrica al interior del campo de diseño. A
70
La primera distinción que establecemos a fin de ordenar
este complejo y poco conocido universo representacional
es la determinación de su origen cultural, apoyándonos en
trabajos previos sobre iconografía Diaguita (Cornely 1956,
1962; González 1995, 2004, 2008; Cornejo 1989; Cuzqueña (Fernández Baca, 1971); Santamariana (Serrano
1953; Calderari 1991), Yaví (Ávila 2005, 2008) y Saxamar
(Dauelsberg 1969; Munizaga 1957; Ryden 1947). Luego
ordenamos los patrones decorativos de acuerdo a su unidad
mínima, estructura simétrica y variaciones cromáticas, con
el fin de ordenar toda la variabilidad decorativa registrada.
De este modo se da un nombre al patrón decorativo, al interior de cada patrón se definen variantes designadas por una
letra alfabética, que dan cuanta de variaciones en la unidad
mínima o estructura simétrica. En el caso de los diseños de
origen Diaguita se mantienen los nombres propuestos por
Cornejo (1989) y se definen variantes y sub variantes dentro de
estos patrones, también se definen patrones nuevos no descritos
por este autor.
Si al interior de una variante, se identifica variabilidad
interna, representada por cambios menores en su estructura
simétrica, o por cambios cromáticos, se definen sub variantes, designadas por un número localizado a la izquierda de la
letra alfabética. Por ejemplo, Patrón Zigzag A 1, de este modo
todos los diseños diferentes registrados son organizados en un
esquema clasificatorio que reconoce las particularidades existentes dentro de familias mayores que constituyen el patrón
Jarro Pato. Museo del Limarí. N° Inventario 121.
Valle de Mostazal. Comuna de Monte Patria. Valle del Limarí.
71
Paisaje del Valle del Limarí.
72
DISEÑOS DE ORIGEN
DIAGUITA PRE INCA
Petroglifo Sitio Piedras Bonitas. Monte Patria.
Petroglifo quebrada Ponio. Monte Patria.
73
I ARTE VISUAL DIAGUITA PRE INCAICO
decorativo genérico.
este patrón en términos de su estructura simétrica.
Los diseños cerámicos diaguita de origen pre incaico, por su variedad, extraordinaria composición y complejidad, configuran uno de los más hermosos y complejos
universos visuales que heredamos de la América precolombina.
PRINCIPIOS QUE GOBIERNAN EL ARTE DIAGUITA
PREINCAICO
En Ia muestra analizada identificamos trece patrones decorativos de carácter abstracto de origen pre incaico,
y se describen también dos ejemplos de tipo figurativo. En
total describimos 179 diseños diferentes.
Los patrones figurativos, consideran la representación de felino moteado y representaciones antropomorfas.
Por otra parte, el universo de diseños abstractos considera
los patrones definidos por Cornejo (1989): Zigzag, Doble
Zigzag, Reticulado, Ondas y Cadenas. A esta definición inicial de patrones decorativos hemos aportado la distinción
de variantes, representadas por letras alfabéticas, y sub variantes, indicadas por medio de un número localizado a la
izquierda de la letra, que no estaban presentes en el estudio de Cornejo (1989). Por otra parte, aportamos la definición de ocho nuevos patrones decorativos, con sus respectivas variantes y sub variantes. Ellos son: Líneas Quebradas;
Escalonados en Reflexión Horizontal; Laberinto; Puntos en
traslación; Escalonados en reflexión desplazada; Líneas
oblícuas en traslación vertical; Cuarto Estilo y Patrón de
Simetría Combinada. El tipo cerámico Cuarto Estilo fue definido por Grete Motsny (1944), en esta obra se describe
74
El arte diaguita pre incaico se caracteriza por
su abstracción. Los diseños figurativos (antropomorfos o
zoomorfos) son esquemáticos y bastante escasos en variabilidad. Pareciera que el esfuerzo cultural y creatividad se centró en el desarrollo y exploración de patrones
decorativos no figurativos, utilizando como motor para la
generación de nuevos patrones el empleo de complejas
simetrías sobre unidades mínimas acotadas. Así, los artesanos diaguita exploran incansablemente las posibilidades de variación simétrica.
Gombrich (1999: 12) destaca el placer que experimentamos al crear órdenes complejos, así como en la
exploración de tales órdenes. Al observar estas intrincadas
configuraciones simétricas, propias del arte diaguita, he
propuesto el término de “letanías visuales”, concepto que
refleja su carácter marcadamente rítmico. La generación de
estos diseños requiere de enorme precisión aritmética y un
profundo conocimiento de las leyes simétricas. Pero tanta
esmerada atención en la exploración de las posibilidades
del diseño abstracto no debe parecernos accidental, es una
clara forma de definir identidades y de aprehender conocimientos.
Revisaremos a continuación un conjunto de principios
compartidos también por otras expresiones artísticas de pueblos
indígenas sudamericanos, tanto de época prehispánica como etnográficos, vinculadas con tradiciones chamánicas.
PLANIFICACIÓN PREVIA DEL DISEÑO
Para hacer posible el despliegue de estos intrincados patrones simétricos en el campo del diseño (rectángulo o banda horizontal), el artesano debió desarrollar en forma previa un esquema que permitiera la división regular de este este espacio, donde
se representarán después las unidades y movimientos simétricos.
Esto implica un proceso de medición y cálculo exacto del tamaño
y número de unidades. Existe un armazón invisible que permite el
encuadre de unidades. Es, sin duda, un delicado trabajo de precisión.
SIMETRÍA COMPLEJA
PATRÓN ONDAS C4.
PATRÓN GEOMETRIA COMBINADA C
El arte visual de la cultura diaguita de origen pre incaico, se caracteriza por poseer una compleja simetría que utiliza dos o más principios
conjuntamente, por ejemplo, rotación y reflexión. Uno de los patrones
decorativos más abundantes (patrón zigzag) utiliza como principios simétricos la reflexión desplazada y traslación. No obstante, al considerar
la amplia variabilidad de diseños de este período notamos que los artesanos diaguita exploran múltiples y complejas formas de simetría, que
siguen el principio de complejización gradual y revelan aspectos de la
sólida lógica visual que articula sus creaciones.
HORROR VACUI
Horror Vacui.
Los diseños diaguita pre incaicos se caracterizan por el esfuerzo
desplegado por el artesano tendiente a llenar minuciosamente
todo el espacio disponible en el campo del diseño, en este caso,
el rectángulo característico del arte diaguita. Mediante unidades mínimas abstractas y un orden simétrico preestablecido se
repite la unidad mínima hasta completar toda la superficie destinada a ser decorada.
PATRÓN ONDAS D4
75
SEGUNDA PARTE CULTURA DIAGUITA CHILENA
Contracambio o Vision en Positivo/Negativo.
que están presentes en el arte diaguita pre incaico,
CONTRACAMBIO O VISIÓN EN POSITIVO/NEGATIVO
Lo que domina la mirada en la experiencia visual se considera elemento positivo, y elemento negativo aquello que
actúa con mayor pasividad.
ESCALONADOS EN REFLEXIÓN A
Se refiere a la cualidad de ciertos diseños que permiten una
doble lectura entre figura y fondo, siendo posible alternar
la interpretación del diseño entre una y otra. Grandes ejemplos de esta técnica los encontramos en el arte islámico. En
todo momento el arte diaguita se esfuerza por crear juegos
que desafíen los umbrales de nuestra percepción visual.
REPETICIÓN PERIÓDICA
LÍNEAS QUEBRADAS C3
Continuación Sin Fin o Poder Autogenerador
de los Diseños.
En el arte diaguita observamos unidades mínimas y estructuras simétricas que se repiten periódicamente. En
estas series de agrupaciones siempre hay una secuencia
que se reitera.Existe una periodicidad a partir de un punto
de referencia. Se observa una sucesión medida en series,
como una moldura, una suerte de ritmo visual (Gombrich,
1999:37). Observamos como ciertas unidades congruentes
consigo mismas se combinan en una sucesión recurrente y
se rigen por determinados principios simétricos.
CONTINUACIÓN SIN FIN O PODER AUTOGENERADOR DE
LOS DISEÑOS
Esta característica denota la capacidad que poseen los
diseños de extenderse más allá de su campo, en virtud
de la repetición rítmica de los movimientos simétricos.
El artesano secciona y delimita forzadamente el diseño
en un espacio definido de la vasija decorada, no obstante, estas “letanías visuales” tienen la capacidad de autogenerarse y extenderse indefinidamente fuera del campo
decorado.
ONDAS E4
AMOR INFINITI
Esta propiedad se refiere a la búsqueda incesante de va-
76
CULTURA DIAGUITA CHILENA SEGUNDA PARTE
Los grandes exploradores de estas periodicidades graduales conseguidas por vinculación entre líneas rectas o curvas
fueron los artesanos islámicos.
COMPLICACIÓN GRADUAL
LÍNEAS QUEBRADAS A1
LÍNEAS QUEBRADAS A2-1
Este principio se manifiesta en la generación gradual
de una rica red de progresiva complicación. De acuerdo
a Gombrich (1999:80) es propio de toda periodicidad
geométrica el que pueda emplearse para generar nuevas
periodicidades. Gombrich define este procedimiento como
“complicación gradual”, presente en la ornamentación de
las artes visuales y música. Existe una retícula que enmarca y que es rellenada por un conjunto de motivos, ambos
constituirían el ornamento. La coherencia de esta estructura está dada por la vinculación. El enmarcado o retícula
delimita el campo y el relleno organiza el espacio resultante. En el arte diaguita podemos observar este proceso de
complicación gradual en las sucesivas etapas que se observan en la construcción de un diseño. En primer término,
se elige una determinada unidad mínima, esta unidad mínima es dispuesta en una determinada retícula y la vinculación entre las unidades mínimas y su retícula está dada
LÍNEAS QUEBRADAS A2-2
riabilidad a partir de elementos acotados, desarrollada por
los artesanos diaguitas, usando como motor de variabilidad
los cambios en las unidades mínimas, patrón cromático y
estructura simétrica. Los patrones decorativos y sus variantes y sub variantes, son iguales en un aspecto y diferentes
en otro. No hay un límite para el desarrollo exponencial de
las variantes. Gombrich (1999: 80), señala en este sentido
que todo dibujo simétrico es siempre susceptible de variaciones posteriores mediante la creación de nuevos vínculos entre sus elementos constitutivos. El autor aclara que
se trata de dispositivos para la exploración sistemática de
posibilidades visuales. De algún modo, operan como instrumentos para la expansión de la gama de invenciones por
medio de permutaciones y combinaciones. No obstante, la
libertad del artista individual se ve constreñida por el peso
de la tradición y la dificultad de los problemas implicados.
Complicación Gradual.
SIMETRÍA COMBINADA A1
77
SEGUNDA PARTE CULTURA DIAGUITA CHILENA
por uno o más principios simétricos que serán empleados
en el diseño. En el caso ilustrado, vemos como la unidad
mínima primero rota y se alinea en forma oblicua, luego se
refleja verticalmente, como un todo, formando un diseño
triangular. Este diseño se traslada en sentido vertical, y se
refleja verticalmente hasta completar la banda, formando
una línea zigzag.
Atracción casi Hipnótica.
LABERINTO A2
ATRACCIÓN CASI HIPNÓTICA
Esta propiedad se refiere a la capacidad que poseen muchos
diseños de favorecer una concentración profunda, o estado
de consciencia alterado, mediante la observación prolongada de estas imágenes.
ILUSIÓN ÓPTICA DE MOVIMIENTO Y VIBRACIÓN
En forma semejante al estilo de arte óptico, en muchos diseños diaguita de origen pre incaico se aprecia el efecto
óptico de movimiento y/o vibración a partir de diseños
planos, estáticos y bidimensionales. Se engaña al ojo de
modo que el cerebro interpreta que existe movimiento o
vibración cuando en realidad existe una ausencia total de
movimiento real. Este efecto se logra por medio del empleo repetitivo de formas geométricas simples articuladas por complejos movimientos simétricos y un marcado
contraste cromático.
Escudilla Diaguita II. Museo del Limarí Nº de Inventario 889.
78
Atracción casi Hipnótica.
LINEAS QUEBRADAS C1.
ONDAS F2-2
DISEÑOS DE ORIGEN
DIAGUITA PRE INCA
NO FIGURATIVO
patrón
Definido por Cornejo como “diseño unidireccional en que se reproduce un elemento por medio de una cantidad de movimientos de reflexión lateral en 45° grados. Entre ellos, y siguiendo los planos de reflexión, se encuentra una línea a veces
doble o triple y con agregados en forma de puntos” (Cornejo,1989:66).
Las unidades reflejadas se repiten siguiendo el principio de traslación hasta com-
ZIG-ZAG
pletar la banda.
El patrón zigzag corresponde a uno de los patrones simétricos más propios de la
cultura Diaguita y cuenta con una profundidad temporal considerable, remontándose a la fase Diaguita I, así lo evidencian numerosos ejemplos de vasijas de morfología Diaguita I que lo poseen. Ciertas variantes resultan más comunes, como el
Patrón Zigzag A, B y C. A este respecto, es interesante notar que ciertos patrones
son más comunes en un determinado valle del territorio Diaguita que en otros. Por
ejemplo, el patrón zigzag A es muy frecuente en la cuenca del Choapa, mientras
que el patrón zigzag C cuenta con una alta representación en el valle de Elqui.
Hemos definido 11 variantes dentro de este patrón, y en algunos casos se han definido también subvariantes,
estas son:
80
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ZIGZAG A
La unidad mínima es una greca escalonada en sus sectores izquierdo, derecho y superior. Entre las
grecas se dibujaron tres líneas zigzag horizontales, las dos externas escalonadas. Esta unidad se refleja
desplazadamente y se traslada horizontalmente hasta completar la banda.
PATRÓN ZIGZAG A 1
En esta variante se observa una línea
zigzag roja central bordeada de dos
líneas zigzag negras escalonadas.
PATRÓN ZIGZAG A 2
En esta variante el color rojo se
emplea en la línea zigzag escalonada
superior y en el interior de las grecas
superiores.
PATRÓN ZIGZAG B
En este patrón la unidad mínima se compone de un triángulo negro sobre fondo blanco con líneas
paralelas oblicuas en su interior que siguen la inclinación de uno de sus lados. Esta unidad se refleja
desplazadamente y se traslada hasta completar la banda. Se distinguen tres variantes:
PATRÓN ZIGZAG B 1
En esta modalidad se ha dibujado una
línea roja zigzag horizontal en el centro
de la banda que separa los triángulos
ya descritos.
81
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG B 2
En esta subvariante la unidad mínima es una figura semi triangular compuesta por dos bandas blancas oblicuas y sobrepuestas en cuyo
interior se dibujaron una serie de líneas paralelas oblicuas coincidentes con uno de sus bordes laterales, sobre fondo negro.
PATRÓN ZIGZAG B 3
En esta subvariante la unidad mínima es un triángulo decorado en su interior por líneas oblicuas paralelas, que se asientan sobre una base
triangular de color negro. Distinguimos, atendiendo al tamaño del triángulo negro dos variantes:
PATRÓN ZIGZAG B 3-1
En esta sub variante el triángulo negro
es acutángulo y angosto.
PATRÓN ZIGZAG B 3-2
En esta sub variante el triángulo negro
es de una dimensión mayor, abarcando
hasta la sección media de la banda.
82
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ZIGZAG B 4
La unidad mínima es una figura triangular
en cuyo interior se dibujaron una serie
de líneas paralelas oblicuas coincidentes
con uno de sus bordes laterales. Esta
unidad se refleja desplazadamente y se
traslada hasta completar la banda.
PATRÓN ZIGZAG C
La unidad mínima es un greca escalonada en el sector superior y en uno de sus sectores
laterales, que se refleja desplazadamente y se traslada a lo largo de la banda horizontal, las
grecas reflejadas se separan por una o más líneas oblicuas, o sólo por un espacio vacío.
PATRÓN ZIGZAG C 1
En esta subvariante las grecas son de
color negro y presenta una banda con
siete líneas oblicuas de color negro y rojo
alternadas, las líneas presentan hileras de
puntos adosadas. Esta banda separa las
grecas reflejadas desplazadamente.
PATRÓN ZIGZAG C 2
En esta subvariante las grecas reflejadas
varían su color de rojo a negro y no
presenta líneas oblicuas separando la
reflexión desplazada de la unidad mínima.
83
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG C 3
Esta subvariante es semejante a la anterior, con la diferencia que una línea quebrada y oblicua separa las grecas
escalonadas reflejadas desplazadamente.
PATRÓN ZIGZAG C 3-1
En este diseño la línea quebrada es negra y
las grecas escalonadas oponen sus colores
en cada reflexión desplazada.
PATRÓN ZIGZAG C 3-2
Este
diseño
las
unidades
se
caracteriza
mínimas
porque
reflejadas
desplazadamente, consistentes en grecas
escalonadas de color negro, se separan
entre sí por una línea zigzag horizontal
escalonada de color rojo.
PATRÓN ZIGZAG C 4
En esta subvariante la unidad mínima
(greca escalonada) es de color negro y
no presenta líneas oblicuas separando
las reflexiones. Líneas paralelas negras
verticales separan los grupos de grecas en
reflexión desplazada.
84
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ZIGZAG C 5
Esta subvariante se caracteriza porque las
unidades mínimas reflejadas desplazadamente
(grecas escalonadas de color negro) son
separadas por una doble línea zigzag horizontal
con puntos exteriores, de colores negro y rojo.
PATRÓN ZIGZAG C 6
Esta subvariante se caracteriza porque las
unidades mínimas reflejadas desplazadamente
(grecas escalonadas de color negro) son separadas
por una doble línea zigzag horizontal escalonada
de colores rojo y negro.
PATRÓN ZIGZAG C 7
En esta sub variante la unidad mínima se compone de dos grecas escalonadas de idéntico color (ya sea rojo
o negro) que rotan entre sí adosándose a una banda delgada vertical con líneas negras verticales externas y
una roja interior. Este diseño como un todo, se refleja desplazadamente en el sector opuesto de la banda y son
separadas por una banda oblicua compuesta de cinco líneas que alternan su color de rojo a negro. Las líneas
exteriores de color negro presentan un motivo de puntos a lo largo de la línea.
85
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG D
La unidad mínima es una greca sobre fondo negro, sin escalonado. Una banda blanca oblicua separa las unidades mínimas que se
reflejan desplazadamente. Esta banda oblícua presenta en su interior varias líneas oblicuas paralelas de colores alternados rojo y negro.
Un conjunto de líneas paralelas verticales de colores alternados negro y rojo, sobre fondo blanco, separa las grecas ya reflejadas, que se
desplazan siguiendo el principio de traslación horizontal, hasta completar la banda. Distinguimos:
PATRÓN ZIGZAG D 1
En este diseño se presentan dos bandas
oblicuas negras sobre fondo blanco, con
una línea roja central, separando las
grecas reflejadas.
PATRÓN ZIGZAG D 2
En este diseño se presentan tres bandas
oblicuas negras sobre fondo blanco, con
una línea roja central, separando las
grecas reflejadas.
PATRÓN ZIGZAG E
La unidad mínima es un motivo escalonado sin greca que se refleja desplazadamente y se traslada luego horizontalmente, como un todo.
Presenta líneas oblicuas paralelas separando las reflexiones. Una banda, que presenta líneas paralelas verticales que alternan su color de
rojo a negro, separa la reflexión desplazada de esta figura escalonada.
86
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ZIGZAG J
En este caso la unidad mínima es una greca escalonada en su sector superior y en uno de los sectores
laterales que se refleja verticalmente para luego sufrir, como un todo, una reflexión desplazada y traslación
hasta cubrir la banda. Distinguimos tres subvariantes:
PATRÓN ZIGZAG J 1
En esta variante, una doble línea zigzag
horizontal con puntos adosados, de
colores negro y rojo, separa las unidades
mínimas reflejadas desplazadamente.
PATRÓN ZIGZAG J 2
En
esta
subvariante
las
grecas
reflejadas verticalmente son del mismo
color (negro o rojo), pero al reflejarse
desplazadamente en el sector opuesto
de la banda alteran su color, siendo de
color negro las del sector inferior y de
color rojo las del sector superior.
PATRÓN ZIGZAG J 3
Esta
subvariante
se
caracteriza
porque todas las unidades mínimas
(grecas escalonadas) son de color
negro. Las grecas sufren primero una
reflexión vertical y luego se reflejan
desplazadamente,
en
los
sectores
opuestos de la banda. Una línea negra
zigzag horizontal, delimitada por dos
líneas rojas, separa las grecas situadas
en los sectores superior e inferior de la
banda.
87
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG L
En esta variante la unidad mínima es un triángulo antropomorfizado que presenta dos ojos representados por círculos concéntricos
y una boca representada por un trapecio blanco con trazos verticales a modo de dientes. Una línea roja zigzag horizontal separa
las unidades mínimas. Estas unidades se reflejan desplazadamente y se trasladan hasta completar la banda. Distinguimos tres
subvariantes:
PATRÓN ZIGZAG L 1
En esta subvariante el diseño
trapezoidal que representa la boca
presenta un trazo rojo horizontal en
el sector central.
PATRÓN ZIGZAG L 2
En esta subvariante el diseño
trapezoidal que representa la boca
solo
presenta
trazos
verticales
alternados.
PATRÓN ZIGZAG L 3
En esta subvariante el triángulo antropomorfizado que actúa como unidad mínima presenta ojos cuadrados negros sobre blanco
con un punto rojo central. La boca se representó por un rectángulo negro sobre blanco con una raya roja horizontal en el
centro. Numerosos apéndices rectos negros decoran los lados inferior y superior del rectángulo, a modo de dientes. La cara de
la figura antropomorfa es blanca, enmarcada en los sectores laterales y superior por una banda negra, que cae verticalmente
desde el sector superior, a modo de nariz.
88
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ZIGZAG M
Reconocemos dos variantes en este patrón.
PATRÓN ZIGZAG M 1
En esta variante la unidad mínima es
un espacio negro triangular, cuya base
coincide con el borde de la banda, del
cual nacen varios trazos negros paralelos
y verticales que decrecen en tamaño.
Esta unidad se refleja desplazadamente
en el sector opuesto de la banda y se
traslada horizontalmente, como un todo,
hasta completar el campo del diseño.
Una línea roja zigzag horizontal separa
estas reflexiones.
PATRÓN ZIGZAG M 2
En esta variante la unidad mínima es un espacio negro triangular, cuya base coincide con el borde de la banda, del cual
nacen varios trazos negros paralelos y verticales que decrecen en tamaño. Esta unidad se refleja desplazadamente
en el sector opuesto de la banda y se traslada horizontalmente, como un todo, hasta completar la banda. Una doble
línea zigzag horizontal, que es más gruesa en extremo inferior, separa estas reflexiones. La línea zigzag superior es
roja y la inferior es negra.
PATRÓN ZIGZAG N
Esta variante se caracteriza porque la unidad mínima es un triángulo negro cuya base coincide con los bordes superior e inferior de la
banda. En uno de sus lados, estas unidades mínimas presentan una hilera de trazos oblicuos paralelos. Esta unidad se refleja desplazadamente en el sector opuesto de la banda y se traslada horizontalmente hasta completar el campo del diseño. Una línea roja zigzag horizontal separa estas reflexiones.
89
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG O
Reconocemos dos variantes en este patrón.
PATRÓN ZIGZAG O 1
Esta sub variante se caracteriza por presentar dos tipos de
unidades mínimas. La primera unidad consiste en un diseño
escalonado terminado en un trazo vertical que se refleja
desplazadamente en los sectores inferior y superior de la
banda, alternando su color rojo en el sector superior a negro
en el inferior. El espacio que separa estas unidades mínimas
que se reflejan desplazadamente fue decorado mediante
líneas zigzag escalonadas, terminadas en un trazo vertical. El
escalonado inferior es de color rojo y se sitúa bajo una línea
zigzag blanca, localizada en el centro. Arriba de esta línea
zigzag blanca se sitúa un escalonado de color negro. En el
sector más alto del zigzag escalonado negro se observa una
línea negra vertical. A su vez, en el sector más bajo de la línea
roja escalonada se dibujó un trazo vertical rojo.
PATRÓN ZIGZAG O 2
En esta sub variante la unidad mínima se compone de la
mitad de un triángulo negro sobre fondo blanco delimitado
por una línea oblicua roja y un diseño escalonado negro. Este
contorno se repite tres veces. Luego esta unidad se refleja
verticalmente, formando un diseño de contorno triangular.
Esta figura triangular se refleja desplazadamente y se traslada
hasta completar la banda
90
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ZIGZAG P
La unidad mínima es una línea zigzag horizontal que se traslada verticalmente en forma paralela. Hacia los límites inferior y superior de la
banda las líneas paralelas a la línea zigzag horizontal generan triángulos que decrecen en tamaño. Se distinguen 3 variantes:
PATRÓN ZIGZAG P 1
En esta variante la línea zigzag es negra
sobre fondo blanco.
PATRÓN ZIGZAG P 2
En esta variante se observa una línea roja
zigzag horizontal la que es delimitada por
una hilera de triángulos paralelos que
decrecen en tamaño en el sector superior
e inferior de la banda.
PATRÓN ZIGZAG P 3
En esta variante se observan dos líneas zigzag horizontales paralelas en el centro de la banda delimitada por una hilera
de triángulos paralelos. En los bordes superior e inferior de la banda el triángulo de menor tamaño es de color negro. El
diseño se realizó en negro sobre blanco, salvo dos líneas zigzag rojas separadas entre sí por dos líneas zigzag negras.
91
patrón
Este segundo patrón de origen Diaguita pre incaico sigue la lógica de “complicación gradual” a la que nos hemos referido anteriormente, característica de
92
DOBLE ZIG-ZAG
este arte.
Según esta lógica vemos que la estructura simétrica del patrón zigzag se ve
enriquecida al presentar un eje de reflexión horizontal que distribuye el diseño
en nuevos espacios de traslación para las unidades mínimas reflejadas. En su
definición Cornejo indica que “cumple todas las características del patrón
zigzag visto, pero se complejiza al presentar un plano de reflexión horizontal
que permite identificar dos líneas de traslación diferentes, conformando así un
patrón bidireccional” (Cornejo, 1989:66). El patrón doble zigzag es propio de
la fase Diaguita II (1200 a 1.470 d.C.) pero se continúa representando en la
fase Diaguita III, caracterizada por el arribo de contingentes Incas a territorio
Diaguita. Las variantes del patrón doble zigzag más representados son Doble
Zigzag A, C y D.
Hemos identificado 8 variantes y una serie de subvariantes dentro de este
patrón:
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A
La unidad mínima es una línea vertical engrosada en su inicio que se refleja desplazadamente con
la unidad opuesta y se traslada en sentido horizontal. Una línea roja escalonada marca el contorno
de las configuraciones simétricas. Se distinguen las siguientes sub variantes:
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A 1-1
En este caso las unidades mínimas centrales
se unen por un trazo negro horizontal y una
línea roja escalonada horizontal marca el
contorno de las unidades reflejadas en el
sector superior e inferior de la banda.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A 1-2
En esta subvariante la unidad mínima se refleja
desplazadamente en el centro de la banda, las
unidades mínimas se unen entre sí por un trazo
horizontal, una línea roja escalonada marca el
contorno de estas unidades reflejadas. Esta
configuración se traslada horizontalmente hasta
completar la banda.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A 1-3
En este diseño una línea roja escalonada
marca el contorno de las unidades mínimas
reflejadas y se une a la línea negra que marca
los extremos superior e inferior de las unidades
mínimas.
93
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A 2
En esta subvariante las unidades mínimas centrales se unen
por una línea negra horizontal que divide toda la banda.
Una línea roja escalonada y horizontal marca el contorno
de las unidades mínimas en los sectores superior e inferior
de la banda.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A 3
En esta subvariante la banda se divide por líneas negras
verticales. Las unidades mínimas se adosan a estas
líneas verticales y se reflejan desplazadamente entre sí,
trasladándose verticalmente al interior de la banda. Luego,
la banda vertical se traslada horizontalmente, como un todo
hasta completar el campo del diseño.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A 4
En esta subvariante la unidades mínimas localizadas en el
centro de la banda se reflejan desplazadamente con las
unidades de los extremos inferior y superior. También se
observa una reflexión horizontal entre estas unidades ya
reflejadas, y la configuración opuesta, que divide la banda
en dos mitades simétricas. Una línea roja escalonada y de
bordes agudos marca estas configuraciones reflejadas.
94
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG A 5
En esta sub variante la unidad mínima es un
trazo negro vertical engrosado en su base.
Una línea roja escalonada une a las unidades
mínimas reflejadas desplazadamente que
se trasladan, como un todo, en sentido
horizontal.
La configuración descrita se
traslada una vez en sentido vertical. Una línea
negra horizontal divide la banda y sirve de
asiento a las unidades localizadas en el sector
central.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG B
En esta variante la unidad mínima es un rectángulo negro que se traslada verticalmente desplazándose hasta quedar unido por un
vértice, para luego reflejarse desplazadamente en los bordes superior e inferior de la banda. Una línea roja escalonada horizontal marca
el contorno de las unidades centrales en los sectores superior e inferior de la banda.
95
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE ZIGZAG C
La unidad mínima es una greca escalerada en sus sectores izquierdo, derecho y superior, como en el Patrón Zigzag A,
en el sector medio de la banda la greca escalerada sufre una reflexión desplazada con la greca inferior. En los sectores
superior e inferior de la banda la greca se refleja desplazadamente y se traslada hasta completar el campo del diseño.
Distinguimos las siguientes subvariantes:
PATRÓN DOBLE ZIGZAG C 1-1
En este diseño en el sector medio de
la banda la unidad mínima cambia su
color de negro en el sector superior
a rojo en el inferior. A su vez ocurre
otro cambio de color con las grecas
situadas en los sectores superior e
inferior de la banda, respectivamente.
La reflexión desplazada de las unidades
mínimas ubicadas en el sector central
de la banda es delimitada por dos
líneas zigzag horizontales paralelas y
escalonadas que se reflejan en el sector
inferior de la banda. Esta configuración
se repite hasta completar el campo del
diseño.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG C 1-2
En este diseño en el sector medio de
la banda la unidad mínima cambia su
color de negro a rojo indistintamente.
Las grecas escalonadas situadas en
los sectores superior e inferior de la
banda no intercambian sus colores,
permanecen de color negro.
La reflexión desplazada de las unidades
mínimas ubicadas en el sector central
de la banda es delimitada por dos
líneas zigzag horizontales paralelas y
escalonadas de color negro y rojo que
se trasladan verticalmente.
Esta configuración se repite hasta
completar la banda.
96
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG C 1-3
En este diseño las unidades mínimas no
intercambian sus colores, permanece
la greca escalonada de color negro. La
reflexión desplazada de las unidades
mínimas ubicadas en el sector central
de la banda es delimitada por dos
líneas zigzag horizontales paralelas y
escalonadas de color rojo y negro que
se trasladan verticalmente en el sector
inferior de la banda. Esta configuración
se repite hasta completar el campo del
diseño.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG C 1-4
En este diseño las unidades mínimas no
intercambian sus colores, permanece
la greca escalonada de color negro. La
reflexión desplazada de las unidades
mínimas ubicadas en el sector central
de la banda es delimitada por una línea
escalonada de color rojo en el sector
central de la banda. Esta configuración
se repite hasta completar el campo del
diseño.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG C 2 En este diseño las unidades mínimas que se ubican en el sector central de la banda
intercambian sus colores de rojo en el sector superior a negro en el inferior, pero estos colores se mantienen al reflejarse
las grecas en los sectores extremos de la banda. De este modo, queda dividida la banda cromáticamente, quedando el
color rojo en el sector superior y el negro en el inferior. La reflexión desplazada de las unidades mínimas ubicadas en el
sector central de la banda no es delimitada por líneas zigzag horizontales.
97
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE ZIGZAG C 3
Este diseño presenta tres planos de reflexión
horizontal, identificándose tres líneas de traslación
vertical de las unidades mínimas reflejadas. Las
unidades mínimas intercambian sus colores de
negro en el sector superior a rojo en el inferior,
produciéndose esta alternación de colores en los
tres planos de reflexión de que se compone la
banda. La reflexión desplazada de las unidades
mínimas no es delimitada por líneas zigzag
horizontales.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D
La unidad mínima es una greca escalonada en uno de los sectores laterales y en el sector superior, que se refleja desplazadamente en el
sector medio de la banda y vuelve a reflejarse desplazadamente en el sector superior e inferior de la misma. Corresponde al Patrón Zigzag
C que presenta un eje de reflexión horizontal que refleja el diseño. Se distinguen las siguientes subvariantes:
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 1-1
En este diseño, una doble línea zigzag horizontal
escalonada de color rojo sigue el contorno de las
grecas, separando las reflexiones.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 1-2
En este diseño, una doble línea zigzag horizontal
escalonada de color negro sigue el contorno de las
grecas, separando las reflexiones. El escalonado
de las grecas es de color rojo.
98
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 1-3
En este diseño, una doble línea zigzag
horizontal escalonada de color rojo y
negro sigue el contorno de las grecas,
separando las reflexiones. El escalonado
de las grecas es de color negro.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 2-1
En este diseño, no se representa la doble
línea zigzag horizontal escalonada que
sigue el contorno de las grecas, separando
las reflexiones. El color del escalerado es
negro.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 2-2
En este diseño, no se representa la doble
línea zigzag horizontal escalonada que
sigue el contorno de las grecas, separando
las reflexiones. El color del escalonado es
negro y más delgado.
99
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 2-3
En este diseño, no se representa la
doble línea zigzag horizontal escalonada
que sigue el contorno de las grecas,
separando las reflexiones. El color del
escalonado alterna entre negro y rojo.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 3
En este diseño la unidad mínima es una greca estilizada que presenta un escalonado negro en el sector superior y rojo en un sector lateral, además
la unidad mínima es delimitada por una línea escalonada roja que rodea su contorno. Estas unidades reflejadas en el sector medio de la banda se
reflejan desplazadamente en el sector superior e inferior de la misma. Una línea zigzag horizontal escalonada y paralela separa estas reflexiones
y se traslada verticalmente en el sector inferior de la banda.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 4-1
En este diseño la unidad mínima es una greca escalonada en su sector superior y en un sector lateral, ella se refleja desplazadamente cambiando
su color de rojo a negro. Un eje de reflexión horizontal reproduce esta configuración en sentido vertical. Siete líneas verticales paralelas que
alternan su color de rojo a negro enmarcan estas configuraciones simétricas. Este diseño, como un todo, se traslada horizontalmente hasta
completar la banda.
100
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG D 4-2
En este diseño la unidad mínima es una greca negra escalonada en su sector superior y en un sector lateral, ella se refleja desplazadamente
sin cambiar de color. Un eje de reflexión horizontal reproduce esta configuración en sentido vertical. Siete líneas verticales paralelas que
alternan su color de rojo a negro enmarcan estas configuraciones simétricas. Este diseño, como un todo, se traslada horizontalmente hasta
completar la banda.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG E
En este caso la unidad mínima es una greca escalonada que se refleja horizontalmente en el centro de la banda, a su vez estas grecas se
reflejan desplazadamente en el borde superior e inferior de la banda. Se distinguen las siguientes subvariantes.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG E 1-1
En el sector central de la banda las grecas que se reflejan
horizontalmente alternan su color, siendo la greca superior
negra y la inferior roja. En este caso la reflexión desplazada
de las grecas se separa por un trazo oblicuo, rojo y negro con
puntos dispuestos regularmente, como sucede con el Patrón
Zigzag C.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG E 1-2
En este diseño las grecas que se
reflejan horizontalmente no alternan
su color, el escalonado siempre es
negro. La reflexión desplazada de las
grecas se separa por una doble línea
zigzag oblicua, roja y negra con puntos
dispuestos regularmente. Esta línea
zigzag horizontal también se refleja
horizontalmente a lo largo de la banda.
101
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE ZIGZAG E 2
En esta subvariante la reflexión desplazada
de las grecas no presenta la doble
línea oblicua separándolas. Las grecas
escalonadas que se reflejan horizontalmente
en el centro de la banda alternan su color
de negro en el sector superior a rojo en el
sector inferior.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG F
En este caso la unidad mínima es un motivo escalonado sin greca que se refleja desplazadamente en el centro de la banda, a su vez este
motivo escalonado se refleja desplazadamente en el borde superior e inferior de la banda.
102
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG K
En este diseño la unidad mínima es un cuadrado negro con un apéndice vertical lineal en el sector superior, esta unidad se refleja
desplazadamente en el sector central de la banda, y se vuelve a reflejar desplazadamente en los bordes inferior y superior. Una línea
horizontal escalonada roja demarca estas reflexiones y se traslada verticalmente una vez, en el sector inferior de la banda.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG L
En este diseño la unidad mínima es un cuadrado negro con un apéndice lineal vertical en el sector superior, esta unidad se refleja
desplazadamente en el sector central de la banda, y se vuelve a reflejar desplazadamente en los bordes inferior y superior. Una línea
roja horizontal escalonada delimita estas reflexiones. Esta línea va unida a un cuadrado rojo que se alinea oblicuamente con las unidades
mínimas reflejadas. Esta línea unida a cuadrados rojos se traslada verticalmente una vez, en el sector inferior de la banda.
103
patrón
Diseño bidireccional en que la unidad mínima consiste en un motivo lineal y/o
geométrico que cubre la banda de izquierda a derecha siguiendo el principio
de traslación horizontal. Estas unidades mínimas presentan “apéndices que
se entrelazan con las líneas de abajo y de arriba” (Cornejo 1989:67). Luego,
estas unidades alineadas, actuando como un todo, se trasladan verticalmente desplazándose levemente respecto a su posición en la alineación superior.
104
ONDAS
Esta operación se repite desde el borde superior al borde inferior de la banda
produciendo la impresión general de ondas. Este patrón decorativo fue definido, en otros términos, por Cornejo (1989:67) pero nos parece más correcta
la descripción simétrica recién expuesta. El patrón Ondas también considera
una configuración simétrica diferente según la cual, entre dos alineaciones
horizontales de unidades mínimas que siguen, en su desplazamiento vertical,
el principio de traslación, se ubica otra alineación de unidades mínimas que
corresponde a una reflexión horizontal de la alineación de unidades inmediatamente superior. De este modo, esta alineación que corresponde a un reflejo
horizontal se intercala entre las alineaciones que siguen el principio de traslación vertical. Distinguimos doce variantes al interior de este patrón y un alto
número de subvariantes:
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS A
La unidad mínima se compone de dos trazos paralelos oblicuos unidos por otro trazo semi vertical, los trazos
paralelos tienen apéndices que se entrelazan con las unidades aledañas. Distinguimos 6 subvariantes del
patrón Ondas A:
PATRÓN ONDAS A 1
En este caso la unidad mínima descrita se desplaza horizontalmente siguiendo el principio de traslación,
adoptando una distribución lineal. Luego, como un todo, estas unidades alineadas se desplazan
levemente en sentido oblicuo y se trasladan en sentido vertical hasta cubrir por completo el campo del
diseño. Las variantes cromáticas de este diseño permiten aun distinguir otros niveles de variación dentro
de esta categoría. Ellos son:
PATRÓN ONDAS A 1-1
En este caso el color de las
unidades
distribuyen
mínimas,
que
linealmente
se
en
sentido horizontal y vertical, es
de color negro.
PATRÓN ONDAS A 1-2
En
esta
unidades
sub
variante
mínimas
las
alineadas
horizontalmente alternan su color
de negro a rojo, presentándose
una alineación roja cada dos
negras.
105
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS A 1-3
En este caso el color de las unidades mínimas que se distribuyen linealmente en sentido horizontal alternan su color siguiendo un patrón
cromático de dos alineaciones horizontales negras y una roja. La unidad mínima es más alargada que en la sub variante anterior y el trazo
oblicuo está notoriamente desplazado hacia el sector izquierdo de la unidad.
PATRÓN ONDAS A 1-4
En este diseño el color de las unidades mínimas que se distribuyen linealmente en sentido horizontal alternan su color de negra a roja a
medida que desciende hacia la base del campo del diseño. El diseño de la unidad contempla un trazo más grueso que en los ejemplos
anteriores.
106
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS A 2
Esta subvariante se organiza de acuerdo al segundo tipo de configuración simétrica definido por Cornejo (1989:67).
Es decir, entre dos alineaciones horizontales de unidades mínimas que siguen el principio de traslación vertical,
se ubica una tercera, que no corresponde a una traslación de las anteriores, sino a una reflexión horizontal de la
alineación localizada en el sector superior. En este diseño se presentan dos unidades mínimas diferentes, una
compuesta por dos trazos paralelos oblicuos unidos por otro trazo semi vertical, ya descrito, y otra constituida por
una superficie triangular de color negro que termina en una greca. Cada una de las unidades mínimas descrita se
desplaza horizontalmente hasta unir los bordes laterales del campo del diseño y se intercalan como un todo en
sentido vertical, varias veces, hasta completar la banda. Las variantes cromáticas permiten distinguir:
PATRÓN ONDAS A 2-1
Este diseño presenta dos unidades
mínimas diferentes. La primera, se
forma por dos trazos paralelos oblicuos
unidos por otro trazo semi vertical de
color rojo. En tanto, la segunda unidad
mínima es de color negro y consiste en
una superficie triangular que termina en
una greca o voluta. Estas alineaciones
de unidades mínimas se alternan hasta
completar la banda en sentido vertical.
PATRÓN ONDAS A 2-2
En este diseño el color de las unidades
mínimas definidas como dos trazos
paralelos oblicuos unidos por otro trazo
semi vertical son de color negro. En tanto,
la unidad mínima definida como una
superficie triangular que termina en una
greca es de color rojo. Estas alineaciones
de unidades mínimas se alternan hasta
completar la banda en sentido vertical.
107
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS A 3
En esta sub variante la unidad mínima
se desplaza verticalmente uniendo los
sectores superior e inferior de la banda
y luego se trasladan horizontalmente,
como un todo, hasta unir los bordes
laterales
del
campo
del
diseño,
cambiando de color de negro a rojo.
PATRÓN ONDAS A 4
En este caso se observan dos unidades mínimas diferentes, una compuesta por dos trazos paralelos oblicuos unidos por otro
trazo semivertical de color rojo, y otra constituida por una superficie triangular de color negro que termina en una greca. Cada
una de las unidades mínimas descrita se desplaza horizontalmente hasta unir los bordes laterales del campo del diseño y se
intercalan como un todo dos veces en sentido vertical. Una línea blanca horizontal divide en dos mitades la banda.
PATRÓN ONDAS A 5
En este caso el trazo oblicuo que une los trazos superior e inferior de la unidad mínima es reemplazado por dos triángulos
invertidos. Esta unidad se traslada horizontalmente de izquierda a derecha en forma lineal y luego, como un todo, se traslada
verticalmente hasta cubrir por completo el campo del diseño. Estas unidades alineadas horizontalmente cambian su color de
negro a rojo al desplazarse en sentido vertical, presentando una alineación roja cada dos negras.
108
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS A 6
Este diseño presenta dos unidades mínimas diferentes. La primera, se forma por dos trazos paralelos oblicuos
unidos por otro trazo semi vertical de color rojo. En tanto, la segunda unidad mínima es de color negro y consiste
en una superficie triangular que termina en una greca o voluta. En esta sub variante se observa una utilización
conjunta de dos patrones simétricos descritos anteriormente. Por una parte, en el sector superior de la banda se
aprecia el patrón simétrico Ondas A, que utiliza la primera unidad mínima enunciada. Esta unidad descrita se
desplaza horizontalmente siguiendo el principio de traslación, adoptando una distribución lineal. Luego, como
un todo, estas unidades alineadas se desplazan levemente en sentido oblicuo y se trasladan en sentido vertical
tres veces hasta el centro de la banda. En este lugar la unidad mínima cambia y es reemplazada por la segunda
unidad descrita, que sigue un patrón simétrico semejante al del patrón Ondas C. Es decir, la unidad se traslada
horizontalmente de izquierda a derecha y se produce una reflexión desplazada respecto de la unidad idéntica
localizada en el sector inferior. Luego se produce un nuevo cambio en las unidades mínimas, retomándose la
unidad del sector superior, y repite el mismo patrón simétrico (Ondas A), pero invertido debido a que sigue la
forma de la reflexión desplazada de la segunda unidad mínima.
PATRÓN ONDAS B
En esta variante la unidad mínima se compone de un trazo semivertical grueso engrosado en sus extremos y delgado
en el centro que une dos líneas paralelas oblicuas terminadas en volutas en sectores opuestos. Estas unidades mínimas
se alinean horizontalmente de izquierda a derecha. Los apéndices en forma de voluta de cada unidad mínima se
alinean oblicuamente a medida que se trasladan desde el borde superior de la banda hacia su base.
109
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS C
En este caso la unidad mínima es un diseño aproximadamente triangular y alargado que termina en un gancho, que se traslada
horizontalmente de izquierda a derecha. Luego se refleja desplazadamente respecto a la unidad ubicada en la alineación inferior. Este
diseño, como un todo, se traslada verticalmente, desplazándose levemente. Esta operación se repite hasta completar el campo del
diseño. Distinguimos las siguientes subvariantes:
PATRÓN ONDAS C 1
En esta variante la unidad mínima
es un diseño aproximadamente
triangular y alargado de color
negro, que termina en un gancho
dispuesto en un fondo blanco.
PATRÓN ONDAS C 2
En este caso tanto la unidad
mínima como las operaciones
simétricas sufridas por ellas son
idénticas al patrón anterior, pero
existe un intercambio de color de
negro a rojo en cada alineación
horizontal.
PATRÓN ONDAS C 3
En este diseño la unidad mínima es un diseño aproximadamente triangular y alargado que termina en un gancho, se traslada horizontalmente
hasta unir los bordes laterales de la banda y rota alternando su color de negro a rojo. Esta banda, como un todo se traslada una vez en sentido
vertical. Una línea blanca horizontal separa la traslación vertical de la banda descrita.
110
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS C 4
En esta subvariante la unidad mínima
es un triángulo negro que presenta
terminaciones
más
rectas,
y
una
superficie reducida. No obstante, la
configuración simétrica es idéntica a la
del Patrón Ondas C.
PATRÓN ONDAS C 5
En esta subvariante la unidad mínima
es triangular y presenta terminaciones
más rectas. Se observa un cambio de
color entre cada alineación horizontal
de unidades mínimas, salvo en el sector
central donde la alineación que sufre
una reflexión horizontal mantiene el color
negro de la alineación superior.
PATRÓN ONDAS C 6
En esta subvariante la unidad mínima
es un triángulo pequeño que presenta
terminaciones
Las
lineales
unidades
más
mínimas
largas.
alineadas
horizontalmente alternan su color de negro
a rojo al trasladarse verticalmente respecto
a la línea superior.
111
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS C 7
En esta subvariante se observa una
unidad mínima triangular y pequeña que
presenta terminaciones más rectas. En el
sector superior se observa la alternancia
cromática
entre
una
alineación
negra que coincide con el borde y la
inmediatamente inferior. En el sector
inferior esta alternación de colores no
opera, manteniéndose dos alineaciones
de unidades mínimas de color negro.
PATRÓN ONDAS C 8
En esta sub variante, la unidad
mínima es negra de forma triangular
y adosada a un gancho se traslada
horizontalmente
hasta
completar
la banda de izquierda a derecha.
Luego rota en el sector inferior. Esta
operación simétrica es separada por
una delgada banda blanca.
Este
diseño, como un todo, se repite
tres veces en sentido vertical, hasta
completar el campo del diseño.
PATRÓN ONDAS C 9
En esta sub variante la unidad
mínima presenta una orientación
vertical, se refleja desplazadamente
trasladándose, como un todo, en
sentido vertical, hasta unir los
sectores superior e inferior de la
banda. Luego, esta configuración
se refleja verticalmente y se traslada
en sentido
horizontal, hasta unir
los bordes laterales del campo del
diseño, cambiando de color de
negro a rojo.
112
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS D
Este patrón ondas se caracteriza porque la unidad mínima es un trazo oblicuo del que surgen de tres
a cinco apéndices semi verticales terminados en un gancho. Esta unidad se traslada horizontalmente
de izquierda a derecha, luego se refleja desplazadamente como un todo en la alineación inferior.
Esta nueva configuración se traslada verticalmente hasta completar la banda.
PATRÓN ONDAS D 1
En este caso la unidad mínima se compone
de un trazo oblicuo del que nacen cuatro
apéndices semi verticales y su color es
negro sobre fondo blanco.
PATRÓN ONDAS D 2
En este caso la unidad mínima compuesta
por
un
trazo
oblicuo
presenta
cinco
apéndices semi verticales y su color es negro
sobre fondo blanco.
PATRÓN ONDAS D 3
En este caso la unidad mínima se compone
de un trazo oblicuo que presenta tres
apéndices semi verticales. Su color es
negro y rojo sobre fondo blanco. El patrón
cromático considera la mantención del
color negro al sufrir la primera reflexión
desplazada de las unidades mínimas
alineadas horizontalmente. Luego le sigue
una alineación de color rojo, un par de
reflexiones horizontales negras y finaliza
con una alineación horizontal de unidades
mínimas rojas en el sector inferior.
113
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS D 4
En este caso la unidad mínima recurre a
líneas curvas, presentando un trazo lineal
oblicuo del cual nacen tres apéndices
curvos semi verticales engrosados en
su base. Estas unidades mínimas se
trasladan
horizontalmente
y
sufren
un cambio de color de negro a rojo
al reflejarse desplazadamente con la
alineación inferior. Esta operación se
repite cuatro veces hasta completar el
campo del diseño.
PATRÓN ONDAS E
En esta variante la unidad mínima definida para el patrón Ondas A como dos trazos paralelos oblicuos unidos
por otro trazo semi vertical donde los trazos paralelos tienen apéndices que se entrelazan con las unidades
aledañas, sufre un interesante cambio. Esta unidad en el patrón Ondas E se presenta dividida en dos, dejando
un espacio blanco entre los trazos semi verticales. Entonces, al trasladarse esta unidad mínima horizontalmente
produce que el espacio en blanco forme una línea zigzag. La parte superior de la unidad mínima sufre una
rotación respecto al diseño del sector superior de la banda y se refleja desplazadamente también con la parte
inferior de la unidad mínima. Estas operaciones de reflexión desplazada se repiten horizontalmente siguiendo
el principio de traslación y genera una alineación. Luego esta alineación horizontal de unidades mínimas, actúa
como un todo y se traslada verticalmente hasta completar la banda desde el borde superior hasta su base. Se
distinguen las siguientes subvariantes:
PATRÓN ONDAS E 1
En esta variante las unidades
mínimas recién descritas son
negras sobre fondo blanco.
114
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS E 2
En esta subvariante se produce una alternación de colores. Las unidades mínimas alineadas horizontalmente mantienen su color,
no obstante, al sufrir reflexiones desplazadas en sentido vertical su color cambia de rojo a negro. Se registran variaciones cromáticas
dentro de esta subcategorìa:
PATRÓN ONDAS E 2-1
En este diseño observamos 5 alineaciones horizontales de unidades mínimas. La primera de ellas presenta un
color rojo en su sección superior y negro en la inferior, la segunda alineación presenta un color negro en el sector
superior y rojo en el inferior. La tercera alineación de unidades mìnimas es de color negro. La cuarta alineación
presenta un color rojo en el sector superior de la unidad mínima y un color negro en la parte inferior. La quinta
y última alineación de unidades mínimas presenta un color negro en la sección superior y un color rojo en la
inferior
PATRÓN ONDAS E 2-2
En este diseño observamos 4 alineaciones horizontales de unidades mínimas. La primera de ellas presenta un
color rojo en su sección superior y negro en la inferior, la segunda alineación presenta un color negro en el sector
superior y rojo en el inferior. La tercera alineación es de color negro. La cuarta alineación presenta un color rojo
en el sector superior de la unidad mínima y un color negro en la parte inferior.
115
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS E 2-3
En este diseño observamos 6 alineaciones horizontales de unidades mínimas. La primera de ellas presenta un color rojo
en su sección superior y negro en la inferior, la segunda alineación presenta un color negro en el sector superior y rojo
en el inferior. La tercera alineación es de color negro en el sector superior y roja en la parte inferior. La cuarta alineación
presenta un color rojo en el sector superior y un color negro en la parte inferior. La quinta y última alineación presenta
un color negro en la sección superior y un color rojo en la inferior. Esta organización se repite en la sexta alineación
horizontal de unidades.
PATRÓN ONDAS E 2-4
En este diseño observamos 2 alineaciones horizontales de unidades mínimas. La primera de ellas presenta un color
rojo en su sección superior y negro en la inferior, la segunda alineación presenta un color negro en el sector superior
y rojo en el inferior.
116
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS E 2-5
En este diseño observamos 5
alineaciones
horizontales
de
unidades mínimas. La primera
de ellas presenta un color rojo
en su sección superior y negro
en la inferior. Esta configuración
cromática se repite en cada una de
las alineaciones horizontales.
PATRÓN ONDAS E 3
En este diseño observamos 4 alineaciones horizontales de unidades mínimas. No obstante, en el sector superior
se observa una alineación horizontal del diseño que usualmente ocupa la parte inferior de la unidad mínima, en
este caso de color rojo. Luego se observa una alineación de unidades mínimas que presentan su parte inferior y
superior de color negro. La alineación horizontal siguiente alterna el color negro en la sección superior y rojo en
la parte inferior. Le sigue una tercera alineación de color negro. La cuarta alineación presenta una alternancia
cromática idéntica a la segunda alineación.
PATRÓN ONDAS E 4
En esta variante la orientación de
las unidades mínimas, es vertical.
Entonces
estos
alineamientos
verticales de unidades mínimas
alternan su color de rojo a negro al
trasladarse de izquierda a derecha.
117
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS F
La unidad mínima se compone de una figura geométrica simple (círculo, rectángulo, cuadrado) unido a
una línea horizontal oblicua, esta unidad se traslada en sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento
vertical sufre un leve desplazamiento que alinea los puntos en sentido oblicuo. Se distinguen las siguientes
subvariantes:
PATRÓN ONDAS F 1
La unidad mínima se compone de un
círculo negro unido a una línea horizontal
oblicua, esta unidad se traslada en sentido
horizontal y vertical. En su desplazamiento
vertical sufre un leve desplazamiento que
alinea los círculos en sentido oblicuo.
PATRÓN ONDAS F 2
En esta subvariante la unidad mínima se compone de un romboide unido a una línea horizontal oblicua, esta unidad se
traslada en sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento vertical la unidad sufre un leve desplazamiento que alinea los
romboides en sentido oblicuo. Distinguimos variaciones cromáticas dentro de esta categoría:
PATRÓN ONDAS F 2-1
En este diseño el patrón cromático
considera una primera alineación de
unidades mínimas de color rojo, la
siguiente es de color negro y las cinco
alineaciones horizontales de unidades
mínimas restantes, que descienden hacia
la base de la banda, son de color rojo.
PATRÓN ONDAS F 2-2
En
este
horizontales
diseño
de
las
alineaciones
unidades
mínimas
alternan su color de negro a rojo.
118
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS F 3
En este diseño la unidad mínima consiste en un cuadrado unido a una línea horizontal oblicua, esta unidad se traslada en
sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento vertical la unidad sufre un leve desplazamiento que alinea los cuadrados
en sentido oblicuo. Distinguimos variaciones cromáticas dentro de esta categoría:
PATRÓN ONDAS F 3-1
El patrón cromático de esta subvariante
considera la alternancia de una alineación
horizontal de unidades mínimas de color
rojo cada tres alineaciones de unidades
de color negro, salvo en el extremo
superior de la banda donde se observan
cuatro
alineaciones
horizontales
de
unidades mínimas de color negro bajo
una alineación roja.
PATRÓN ONDAS F 3-2
El patrón cromático de esta subvariante
considera
la
alternancia
alineación
horizontal
de
de
una
unidades
mínimas de color rojo cada tres
alineaciones de color negro, salvo en
el extremo inferior de la banda donde
después de una alineación de color
rojo se observan dos alineaciones
horizontales de color negro.
PATRÓN ONDAS F 3-3
El patrón cromático de esta subvariante considera la
alternancia de una alineación horizontal de unidades
mínimas de color rojo por cada dos alineaciones
de color negro, salvo en el extremo superior de la
banda donde se observa solo una alineación de color
negro seguida de la primera alineación horizontal de
unidades de color rojo.
119
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS F 4
La unidad mínima se compone de un cuadrado unido a una línea vertical en
el sector inferior derecho, esta unidad se traslada en sentido vertical con un
leve desplazamiento hacia la derecha, uniéndose la línea vertical con el vértice
izquierdo del cuadrado inferior. Esta operación se repite 5 veces en sentido
vertical. Este diseño, considerado como un todo, se traslada horizontalmente
hasta completar la banda. Presenta un patrón cromático que alterna 6
alineaciones verticales de unidades mínimas de color negro por una alineación
de color rojo.
PATRÓN ONDAS G
En esta variante la unidad mínima es un trazo semi vertical que presenta un cuadrado en el sector izquierdo superior y en el sector derecho
inferior y va unido a una línea oblicua que nace en el sector superior y desciende hasta la base de la unidad mínima siguiente. Esta
unidad se traslada en sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento vertical sufre un leve desplazamiento que alinea las unidades en
sentido oblicuo. Presenta un patrón cromático que alterna alineaciones horizontales de unidades mínimas de color negro con alineaciones
horizontales de unidades de color rojo.
120
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS H
En esta variante la unidad mínima es un trazo semi vertical unido a una línea oblicua que nace en su
sector superior y desciende hasta la base de la unidad mínima siguiente. Esta unidad se traslada en
sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento vertical sufre un leve desplazamiento que alinea los
puntos en sentido oblicuo. El color de las unidades mínimas es negro sobre fondo blanco
PATRÓN ONDAS I
En esta variante la unidad mínima es un romboide unido a una línea vertical que se extiende por
sobre el límite de la figura geométrica tanto en su sector superior e inferior. Esta línea oblicua nace
en el sector superior del romboide y desciende hasta la base de la unidad mínima siguiente. Luego
esta unidad se traslada en sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento vertical sufre un leve
desplazamiento que alinea los puntos en sentido oblicuo. Distinguimos subvariantes atendiendo al
grosor de los romboides y al patrón cromático de la banda decorada.
PATRÓN ONDAS I 1
En este diseño el romboide es delgado
y el patrón cromático alterna el color de
las alineaciones horizontales de unidades
mínimas. Comienza con una alineación
de unidades rojas seguidas por dos
negras. Solo en la base de la banda se
observa solo una alineación de unidades
de color negro.
121
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS I 2
En este diseño el romboide es algo más grueso y el patrón cromático alterna las alineaciones horizontales de unidades mínimas.
Comienza con una alineación de unidades rojas seguidas por dos negras. Luego se observa una alineación de unidades de color rojo
seguidas por tres alineaciones horizontales de unidades mínimas de color negro .
PATRÓN ONDAS I 3
En este diseño el romboide es grueso y el patrón cromático alterna el color de las alineaciones horizontales de unidades mínimas. Comienza
con una alineación horizontal de unidades rojas seguidas por ocho alineaciones horizontales de unidades de color negro, para finalizar con
una alineación horizontal de unidades rojas.
122
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS J
Esta variante se caracteriza por presentar una unidad mínima compuesta por un trazo semi vertical
de terminación curva situado sobre un trazo semi horizontal. Esta unidad mínima se traslada
horizontalmente hasta completar la banda. La alineación horizontal de unidades mínimas inferior
sufre una reflexión horizontal respecto de la alineación superior, y cambia su color de rojo a negro.
Estas alineaciones reflejadas se trasladan verticalmente hasta completar la banda, manteniendo la
alternación de colores.
PATRÓN ONDAS J 1-1
En esta sub variante el patrón cromático
considera la alternación de colores entre
cada alineación de unidades mínimas
horizontales, a medida que se reflejan
y descienden desde el borde superior
hacia la base de la banda decorada. Se
observan cuatro alineaciones reflejadas
horizontalmente
que
se
trasladan
verticalmente hasta completar la banda.
PATRÓN ONDAS J 1-2
En esta sub variante se observa la
alternación de colores entre cada alineación
de unidades mínimas horizontales que se
reflejan horizontalmente a medida que
descienden desde la parte superior de la
banda hacia su base. Se diferencia de la
banda anterior en que el borde inferior se
compone de una alineación de triángulos
negros y el color de la última alineación de
unidades mínimas es roja.
123
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ONDAS K
En esta variante la unidad mínima es una línea quebrada horizontal que se desplaza verticalmente siguiendo el
principio de traslación vertical. Distinguimos dos subvariantes:
PATRÓN ONDAS K 1
La unidad mínima es una línea oblicua terminada en un trazo semi vertical que al trasladarse horizontalmente genera una línea
zigzag horizontal. Luego, como un todo, se traslada verticalmente dos veces, dando la impresión de ondas. Presenta un patrón
cromático que alterna una línea roja y otra negra.
PATRÓN ONDAS K 2
En esta sub variante la unidad mínima es una línea horizontal de color blanco que se interrumpe por un trazo semi vertical y luego
retoma su trayectoria horizontal. Esta unidad se traslada verticalmente tres veces, luego se refleja desplazadamente y se traslada tres
veces más hasta completar la banda. Presenta un patrón cromático que alterna una línea negra en el sector superior seguida de dos
grises. Luego de la reflexión desplazada se observa una línea negra seguida de cuatro lìneas grises sobre fondo blanco.
124
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ONDAS L
Esta variante es un caso único que presenta alguna semejanza con el patrón ondas C. La unidad mínima es un diseño
aproximadamente triangular y alargado que termina en un gancho, que cubre la banda de izquierda a derecha siguiendo
el principio de traslación horizontal. Luego, esta alineación horizontal de unidades mínimas se refleja desplazadamente
con la alineación inmediatamente inferior. La configuración simétrica así formada se traslada una vez en sentido vertical.
No obstante, al avanzar hacia el sector inferior de la banda decorada, el comportamiento de la unidad mínima pierde por
completo la simetría, generándose un diseño distinto al patrón ondas C.
El patrón ondas es uno de los patrones decorativos diaguita más numerosos y que alcanza una gran complejidad en algunos diseños. Resulta muy interesante observar que está presente desde el inicio de la cultura Diaguita (ver por ejemplo el patrón ondas K1)
en versiones muy simples. Los artesanos diaguitas exploran sistemáticamente múltiples variantes de este patrón, utilizando como
herramienta de variabilidad la simetría y las variaciones cromáticas en diversas unidades mínimas. En época de contacto con el Inca
se continúa representando, reflejo del respeto demostrado por esta cultura frente a los desarrollos estéticos de la cultura Diaguita.
125
patrón
Definido por Cornejo como “patrón bidireccional en que sólo un elemento se
reproduce cubriendo toda la superficie interior de la banda, por medio de dos
líneas de rotación, las que a su vez se reflejan en sentido vertical” (Op.Cit :67).
CADENAS
El patrón cadenas es, junto a los patrones zigzag, doble zigzag y ondas, uno
126
de los patrones de origen diaguita más representados. Al igual que el patrón
ondas, en sus expresiones más antiguas es bastante simple (ver patrón cadenas B7), sin embargo, gradualmente va complejizándose en la fase Diaguita
II y Diaguita III, mediante el empleo de patrones simétricos más elaborados
que actúan sobre las unidades mínimas. En tiempos de contacto con la cultura Inca, el patrón Cadenas se continúa representando, formando parte del
aporte local al universo representacional propio de esta fase. Hemos definido
7 variantes:
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN CADENAS A
La unidad mínima se compone de un rectángulo del cual se desprende un apéndice
lineal horizontal que termina en un gancho. Esta unidad sufre una rotación y luego se
refleja oblicuamente trasladándose en sentido horizontal y vertical hasta completar la
banda. Se distinguen dos sub variantes:
PATRÓN CADENAS A 1-1
En este caso la unidad mínima es un rectángulo
negro unido a un gancho sobre fondo blanco. Las
unidades mínimas organizadas en pares rotan
entre sí y se alinean horizontalmente. Al trasladarse
verticalmente, los cuadrados negros comparten uno
de sus vértices, conformando una alineación oblicua
que une los sectores inferior y superior de la banda.
PATRÓN CADENAS A 1-2
En esta subvariante una banda horizontal blanca y
delgada delimita el campo del diseño.
PATRÓN CADENAS A 2
La unidad mínima es un rectángulo negro que
alterna su color a rojo y se separa de la línea de
reflexión desplazada por una banda horizontal
blanca.
127
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN CADENAS B
La unidad mínima se compone de un triángulo rectángulo del cual se desprende un apéndice
lineal horizontal que termina en un gancho. Esta unidad puede sufrir distintos movimientos simétricos, que describiremos a continuación.
PATRÓN CADENAS B 1-1
En esta sub variante la unidad mínima sufre
una rotación y luego se refleja oblicuamente
trasladándose en sentido horizontal y
vertical hasta completar la banda. Se
observan ocho alineaciones horizontales de
unidades mínimas que rotan respecto a la
unidad mínima inferior y luego, como un
todo, se reflejan oblicuamente.
PATRÓN CADENAS B 1-2
En esta subvariante se aprecian los
mismos movimientos simétricos que en la
anterior, pero presenta cinco alineaciones
horizontales de unidades mínimas que
rotan
respecto
a
la
unidad
mínima
inferior y luego, como un todo, se reflejan
oblicuamente.
128
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN CADENAS B 2
Esta sub variante es idéntica a la anterior salvo porque el triángulo rectángulo descrito alterna su color de rojo a negro,
alineándose los colores idénticos en sentido oblicuo. Distinguimos:
PATRÓN CADENAS B 2-1
En
este
diseño
se
contabilizan
5
alineaciones horizontales de unidades
mínimas.
PATRÓN CADENAS B 2-2
En este diseño se identifican 4 alineaciones
horizontales de unidades mínimas.
PATRÓN CADENAS B 3
En esta sub variante se observan cinco
alineaciones horizontales de unidades
mínimas. El triángulo rectángulo que se
localiza en el sector inferior de la unidad
mínima que sufre la rotación, posee
un gancho de color negro. En tanto, el
triángulo rectángulo que ocupa la posición
superior posee un gancho de color rojo.
129
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN CADENAS B 4
En esta sub variante operan los mismos principios simétricos
descritos anteriormente, es decir, rotación de las unidades mínimas
y traslación horizontal y vertical. En este caso se observan dos
alineaciones horizontales de unidades mínimas, separadas por
una línea horizontal. El triángulo rectángulo que compone la unidad
alterna su color rojo a negro, siendo la alineación del sector superior
roja y la de la unidad rotada inferior negra.
PATRÓN CADENAS B 5
La unidad mínima se compone de un triángulo rectángulo negro del cual se desprende un apéndice lineal horizontal que termina en un
gancho. Esta unidad rota respecto a la unidad inferior, manteniéndose unidas por uno de los vértices del triángulo. En esta subvariante se
observan dos alineaciones horizontales de unidades mínimas que rotan respecto a la unidad mínima inferior y luego, como un todo, se reflejan
oblicuamente.
PATRÓN CADENAS B 6
La unidad mínima se compone de un triángulo rectángulo del cual se desprende un apéndice lineal horizontal que termina en un gancho.
Esta unidad rota respecto a la unidad inferior, manteniéndose unidas por uno de los vértices del triángulo. De este modo, se forma el diseño
de “clepsidra” que alterna su color de rojo a negro, tanto al desplazarse en alineaciones horizontales, como al desplazarse describiendo
alineaciones oblicuas desde el sector superior al inferior de la banda. En esta subvariante se observan ocho alineaciones horizontales de
unidades mínimas que rotan respecto a la unidad mínima inferior y luego, como un todo, se reflejan oblicuamente.
130
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN CADENAS B 7
En esta sub variante los movimientos simétricos
son más simples, reduciéndose a la rotación
de la unidad mínima que luego se traslada
horizontalmente, como un todo, hasta completar
la banda.
PATRÓN CADENAS B 8
Esta sub variante presenta un patrón simétrico
particular, la unidad mínima rota y luego se
traslada horizontalmente formando una alineación
de unidades de izquierda a derecha, luego esta
configuración, como un todo, sufre una reflexión
horizontal.
Estos
movimientos
simétricos
se
repiten tres veces en sentido vertical, cubriendo
completamente el campo del diseño.
PATRÓN CADENAS C
La unidad mínima se compone de un escalonado del cual se desprende un apéndice lineal horizontal que
termina en un gancho. Esta unidad sufre una rotación y luego se refleja oblicuamente trasladándose en sentido
horizontal y vertical hasta completar la banda. Distinguimos:
PATRÓN CADENAS C 1
En esta sub variante las unidades mínimas son de color negro y se alinean diagonalmente en el campo del
diseño generando espacios diagonales blancos que las separan y se extienden desde el sector superior
de la banda hasta la base.
PATRÓN CADENAS C 1-1
En este diseño el color de la unidad mínima es
negro salvo por el trazo horizontal superior de la
unidad mínima que se ubica en el sector superior
de la rotación, que presenta un color rojo. Se
registran cuatro alineaciones horizontales de
unidades mínimas.
131
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN CADENAS C 1-2
En este diseño se ha pintado de rojo el
trazo horizontal superior de la unidad
mínima que se ubica en el sector inferior
en la operación de rotación. Presenta
cinco alineaciones horizontales de
unidades mínimas.
PATRÓN CADENAS C 1-3
En esta sub variante las unidades
mínimas son de color negro. y se
alinean oblicuamente desde el sector
superior al inferior de la banda,
mediante sucesivas rotaciones.
PATRÓN CADENAS C 1-4
En este diseño la unidad mínima es
de color negro sobre fondo blanco. La
disposición de las unidades mínimas
no
permite
horizontales.
visualizar
Se
alineaciones
observan
cuatro
operaciones de rotación que se reflejan
oblicuamente desde el sector superior
hasta la base de la banda.
132
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN CADENAS C 1-5 En este
diseño el escalonado de la unidad mínima
es de color negro y el color del gancho
que ocupa el sector superior en la rotación
es de color rojo. Se observan cuatro
operaciones de rotación que se reflejan
oblicuamente desde el sector superior
hasta la base de la banda.
PATRÓN CADENAS C 2
En esta sub variante las unidades mínimas rotan entre sí, presentan colores opuestos en sus escalonados, siendo
de color negro la unidad localizada en el sector superior y de color rojo la unidad inferior. Es de color rojo también el
trazo horizontal superior de la unidad mínima localizada en el sector inferior de la operación de rotación.
PATRÓN CADENAS C 3
En este diseño las unidades mínimas son de color negro y se produce un contacto entre los extremos de las grecas
o ganchos de las unidades mínimas ya rotadas, a medida que descienden oblicuamente desde el sector superior a
la base de la banda. Esto origina líneas oblicuas blancas onduladas que separan el desplazamiento de las unidades
mínimas.
133
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN CADENAS C 4
Esta sub variante se caracteriza por presentar una decoración en color rojo en el centro de la banda.
PATRÓN CADENAS C 4-1
En este diseño se produce un
contacto entre los ganchos de las
unidades mínimas que participan del
movimiento de rotación, las cuales
se alinean también oblicuamente.
Presenta un patrón cromático donde
las unidades mínimas localizadas en
el centro de la banda que rotan entre
sí son de color rojo.
PATRÓN CADENAS C 4-2
En esta sub variante se observan dos alineaciones horizontales de unidades mínimas en rotación. Vistas por separado se observa una oposición
cromática donde las grecas escalonadas localizadas en la base y en el sector superior de la banda son de color negro y las localizadas en el
sector central son rojas.
PATRÓN CADENAS C 5
En esta sub variante la unidad mínima localizada en el sector superior de la operación de rotación se presenta unida por un trazo
horizontal con la unidad mínima respecto a la cual se refleja desplazadamente, que se ubica en la alineación horizontal de unidades
mínimas inmediatamente inferior. Estas unidades mínimas presentan idéntico color y, como un todo, posee un patrón cromático que
alterna los colores rojo y negro, salvo en el sector central de la banda que son negras.
134
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN CADENAS C 6
Para describir este diseño distinguiremos entre la alineación de unidades mínimas localizadas en el centro de la banda, de las localizadas
en el sector superior e inferior. El centro de la banda presenta una línea negra horizontal que divide la banda en dos. Sobre ella se observan
escalonados terminados en greca de color negro que sufren una reflexión desplazada entre las unidades ubicadas sobre y bajo esta línea
horizontal. En tanto, en la zona superior e inferior de la banda se observa que las unidades mínimas de color rojo, que comparten el mismo
nivel en la banda, es decir, que forman parte de la misma alineación horizontal de unidades, se presentan unidas por una línea horizontal
y rotan respecto a las grecas escalonadas de color negro que se posan en la línea horizontal central.
PATRÓN CADENAS C 7
La unidad mínima se compone de un motivo escalonado del cual se desprende un apéndice lineal horizontal que termina en un gancho.
Se distinguen dos alineaciones horizontales de unidades mínimas dentro de la banda decorada. En la alineación superior, la unidad mínima
cuya base coincide con el borde superior de la banda sufre una rotación, cambiando su color de rojo a negro respecto de la unidad que
tiene su base en el sector central de la banda. Al desplazarnos a la alineación horizontal inferior la unidad mínima vuelve a rotar, cambiando
nuevamente su color de negro a rojo, manteniéndose unida por un vértice con la unidad respecto a la cual rota. Una nueva operación de
rotación ocurre entre la unidad cuya base coincide con el sector central de la banda y aquella ubicada en el borde inferior de la misma,
e intercambian nuevamente sus colores de rojo a negro. Estos movimientos simétricos luego se repiten por traslación horizontal hasta
completar la banda.
135
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN CADENAS C 8
La unidad mínima se compone de un motivo escalonado del cual se desprende un apéndice lineal horizontal que termina en un gancho.
Se distinguen dos alineaciones horizontales de unidades mínimas dentro de la banda decorada. En la alineación superior, la unidad
mínima cuya base coincide con el borde superior de la banda sufre una rotación, cambiando su color de rojo a negro respecto de la
unidad que tiene su base en el sector central de la banda. Al desplazarnos a la alineación horizontal inferior la unidad mínima vuelve a
rotar, manteniendo su color de negro y se une por una línea horizontal negra con la unidad respecto a la cual rota. Una nueva operación
de rotación ocurre entre la unidad cuya base coincide con el sector central de la banda y aquella ubicada en el borde inferior de la
misma, e intercambian nuevamente sus colores de negro a rojo. Estos movimientos simétricos luego se repiten por traslación horizontal
hasta completar la banda.
PATRÓN CADENAS C 9
La unidad mínima se compone de un motivo escalonado del cual se desprende un apéndice lineal horizontal que termina en un gancho.
Se distinguen dos alineaciones horizontales de unidades mínimas dentro de la banda decorada. En la alineación superior, la unidad
mínima cuya base coincide con el borde superior de la banda sufre una rotación, cambiando su color de negro a rojo respecto de la
unidad que tiene su base en el sector central de la banda. Al desplazarnos a la alineación horizontal inferior la unidad mínima vuelve a
rotar, manteniendo su color rojo y se une por una línea horizontal roja con la unidad respecto a la cual rota. Una nueva operación de
rotación ocurre entre la unidad cuya base coincide con el sector central de la banda y aquella ubicada en el borde inferior de la misma,
las que intercambian nuevamente sus colores de negro a rojo. Estos movimientos simétricos luego se repiten por traslación horizontal
hasta completar la banda.
136
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN CADENAS D
En esta variante la unidad mínima es un rectángulo unido a un gancho. Estas unidades mínimas se organizan dentro de alineaciones
horizontales o verticales. Distinguimos:
PATRÓN CADENAS D 1
La unidad mínima es un rectángulo cuyo lado
mayor presenta una orientación horizontal.
Estas unidades mínimas comparten un vértice
con la unidad ubicada en alineación inferior
respecto a la cual rotan y mantienen su color
original. Esto permite que se perciba también
una organización oblicua de las unidades
mínimas de idéntico color. Esta configuración
considerada como un todo se traslada
horizontalmente hasta completar la banda.
Presenta un patrón cromático que alterna los
colores rojo y negro a medida que el diseño se
PATRÓN CADENAS D 2
desplaza horizontalmente.
La unidad mínima es un rectángulo cuyo lado mayor posee una orientación vertical. Estas unidades
comparten un vértice con la unidad ubicada en alineación inferior respecto a la cual rotan y mantienen su
color original. Esto permite que se perciba también una organización oblicua de las unidades mínimas de
idéntico color. Esta configuración considerada como un todo se traslada horizontalmente hasta completar
la banda. Presenta un patrón cromático que alterna los colores rojo y negro a medida que el diseño se
desplaza horizontalmente.
137
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN CADENAS E
La unidad mínima se compone de una línea quebrada adosada a un cuadrado.
PATRÓN CADENAS E1
Esta unidad sufre un proceso de rotación cambiando su color de negro a rojo, luego se traslada oblicuamente
como un todo, generando una alineación diagonal de unidades mínimas. Estas operaciones simétricas se trasladan
horizontalmente generando una serie de alineaciones diagonales de unidades mínimas hasta completar la banda.
PATRÓN CADENAS F
La unidad mínima es negra sobre fondo blanco. En esta variante la unidad mínima se compone de dos trazos horizontales
desplazados y unidos por un trazo vertical, sobre el trazo inferior horizontal presenta un diseño escalonado de tres niveles. Se
observan cinco alineaciones horizontales de pares de unidades mínimas que son repetidas por rotación y luego se trasladan
siguiendo el principio de traslación horizontal. Las unidades mínimas rotadas se trasladan también en sentido oblicuo hacia la
base de la banda, generando un ordenamiento diagonal .
138
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN CADENAS G
En esta variante la unidad mínima es un diseño escalonado en tres niveles que presenta en uno de sus lados un
trazo vertical. Estas unidades se organizan en pares de unidades regidas por rotación que se distribuyen en tres
alineaciones horizontales de unidades mínimas. Cada par de unidades rotadas se repite después en sentido horizontal
siguiendo el principio de traslación. Al pasar a la segunda y tercera alineación horizontal de unidades mínimas, en
sentido descendente, se observa una prolongación del trazo vertical y un escalonado en el sector opuesto del trazo
vertical, que también responde al principio de rotación. El patrón cromático considera la alternación de unidades
mínimas rojas y negras, salvo en la base de la banda (tercera alineación horizontal de unidades mínimas) donde el
color de ellas es negro y no hay alternancia cromática.
139
RETICULADO
patrón
140
Diseño bidireccional. La unidad mínima es un diseño basado en dos líneas paralelas terminadas en una
greca recta o gancho en sectores opuestos y unidas
entre sí por un trazo vertical. Esta unidad se traslada
horizontal y verticalmente hasta completar la banda.
Se distinguen dos variantes:
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN RETICULADO A 1
En esta variante cada unidad mínima se une a una línea vertical en su sector derecho. Esta línea vertical atraviesa la
banda generando un campo rectangular donde se disponen las unidades mínimas. Luego, como un todo, se traslada
horizontalmente hasta completar la decoración de la banda.
PATRÓN RETICULADO A 2
Esta variante se caracteriza porque las unidades mínimas se unen entre sí horizontalmente, desplazándose hasta
completar la banda de izquierda a derecha, luego se traslandan verticalmente, como un todo, cubriendo el campo del
diseño desde el borde superior de la banda hasta su base.
Este patrón decorativo es muy poco común, habiéndose registrado únicamente en
el valle de Elqui y Limarí. Esta decoración corresponde al diseño lateral de dos
escudillas zoomorfas.
141
LÍNEAS QUEBRADAS
patrón
142
Este patrón decorativo se caracteriza por presentar una
unidad mínima compuesta de dos trazos horizontales
desplazados y unidos por un trazo vertical, puede presentar un engrosamiento en el trazo horizontal inferior,
superior o en ambos.
El patrón líneas quebradas es muy interesante por la
gradual complejización que se aprecia en su estructura simétrica, que va de una sencilla traslación a un
complejo juego de ejes de rotación y reflexión operando
sobre las alineaciones de unidades mínimas. Existen
escasos ejemplos en los valles de Choapa y Elqui, alcanzando una alta representación en el valle de Limarí,
en contextos Diaguita III (sitio Estadio Fiscal de Ovalle).
Distinguimos las siguientes variantes:
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS A
Esta variante se caracteriza porque la unidad mínima presenta un engrosamiento en el trazo
horizontal superior e inferior. Esta unidad se traslada horizontal y verticalmente a lo largo de la
banda hasta completar todo el campo del diseño. Al trasladarse en sentido vertical sufre un leve
desplazamiento. Distinguimos:
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS A 1
Esta sub variante se caracteriza porque
la unidad mínima es de color negro.
Esta unidad se traslada horizontal y
verticalmente a lo largo de la banda hasta
completar todo el campo del diseño. Al
trasladarse en sentido vertical sufre un leve
desplazamiento.
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS A 2
Esta sub variante se caracteriza porque las unidades mínimas son de color negro y rojo. Presenta un engrosamiento en
el trazo horizontal superior e inferior. Distinguimos:
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS A 2-1
Esta sub variante presenta un patrón
cromático que alterna una alineación
horizontal de unidades mínimas de color
negro seguida por otra, que presenta una
unidad roja cada dos unidades mínimas
negras.
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS A 2-2
Esta sub variante se caracteriza porque
la unidad mínima es de color negro y
rojo. Presenta un engrosamiento en el
trazo horizontal superior e inferior. Posee
un patrón cromático que alterna en
cada alineación horizontal de unidades
mínimas una unidad roja por un número
variable de unidades mínimas negras.
143
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS B
En esta variante la unidad mínima es de color negro y en algunas unidades presenta el trazo horizontal superior o el engrosamiento de
color rojo. Esta unidad sufre una rotación tanto respecto a la unidad aledaña en la misma alineación horizontal como respecto a la unidad
mínima localizada en la alineación inmediatamente inferior, respecto a la cual presenta un leve desplazamiento. Esta operación se repite
horizontal y verticalmente hasta completar el campo del diseño.
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS B 1
Este diseño presenta un patrón
cromático en el cual una de las
unidades mínimas presentan una línea
roja horizontal en el sector superior que
se alterna con una unidad mínima de
color negro, respecto a la cual rota.
Vistas las unidades en su alineación
horizontal se observa que se alternan
en razón de una negra y otra con el
trazo rojo superior, pero existe un leve
desplazamiento que deja a la unidad
con trazo rojo levemente más abajo que
la unidas negra. Es posible distinguir
también alineaciones oblicuas de
unidades mínimas idénticas.
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS B 2
Este diseño presenta un patrón cromático
en el cual una de las unidades mínimas
presenta una línea roja horizontal en el
sector superior que se alterna con una
unidad mínima de color negro, respecto
a la cual rota. Vistas las unidades en su
alineación horizontal se observa que se
alternan en razón de una negra y otra con
el trazo rojo superior. Es posible distinguir
también alineaciones oblicuas de unidades
mínimas idénticas.
144
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS B 3
Este diseño presenta un patrón cromático en el cual una de las unidades mínimas presenta tanto la línea horizontal como
su engrosamiento de color rojo, esta unidad se alterna con una unidad mínima de color negro. Bajo el límite superior de la
banda se observa un diseño rectangular negro terminado en una línea quebrada que se alterna con la primera alineación
horizontal de unidades mínimas de color rojo. Más abajo se observan tres alineaciones de unidades mínimas de color negro.
La sexta alineación horizontal se compone de unidades mínimas donde predomina el color rojo. Finalmente, en la base de
la banda se encuentran dos alineaciones horizontales de unidades mínimas de color negro.
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS C
Este patrón simétrico se caracteriza porque las unidades mínimas se desplazan siguiendo los principios de traslación y
reflexión horizontal. Distinguimos las siguientes sub variantes:
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS C 1
La unidad mínima es negra sobre fondo blanco. Para una mejor comprensión de los principios de simetría empleados en
este diseño y atendida su complejidad, distinguiremos las alineaciones horizontales de unidades mínimas (siete en total),
distribuidas desde el sector superior de la banda hasta su base. La primera alineación considera la traslación horizontal
de unidades mínimas. La segunda alineación se construye por la reflexión horizontal de la primera alineación. La tercera
alineación es una reflexión horizontal de la segunda. La cuarta y quinta alineación se genera por la reflexión horizontal de
la segunda y tercera alineaciones, consideradas como un todo. Es decir, se trata de un reflejo invertido de las unidades ya
reflejadas. La sexta alineación se genera por la reflexión horizontal de la quinta alineación. Finalmente, la séptima alineación
se realiza mediante una traslación vertical de la quinta alineación, levemente desplazada.
145
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS C 2
La unidad mínima es negra y presenta el trazo superior horizontal de color rojo. Este diseño presenta cinco alineaciones
horizontales de unidades mínimas, distribuidas desde el sector superior de la banda hasta su base. La primera alineación
considera la traslación horizontal de unidades mínimas. La segunda alineación se construye por la reflexión horizontal
de la primera alineación. La tercera y cuarta corresponde a la reflexión horizontal de la primera y segunda alineación
consideradas como un todo. Es decir, se trata de un reflejo invertido de las unidades ya reflejadas. La quinta alineación
se genera por la reflexión horizontal de la cuarta alineación.
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS C 3
Esta sub variante presenta un patrón cromático que alterna dos unidades mínimas de color rojo por cada tres unidades
mínimas de color negro en cada alineación horizontal. Esto permite que se perciban columnas cromáticas que alternan
los colores rojo y negro. En cuanto a la aplicación de principios de simetría observamos que en la primera alineación
de unidades mínimas éstas se repiten por traslación horizontal. La segunda alineación es un reflejo horizontal de
la primera. La tercera alineación es un reflejo horizontal de la segunda y así sucesivamente. Cada alineación se va
reflejando con la inferior, hasta completar siete alineaciones en total.
146
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS D
En esta variante la unidad mínima es un diseño escalonado en cuatro niveles de color negro sobre fondo
blanco que presenta una línea quebrada en cada extremo de la figura. Esta unidad mínima se distribuye
horizontalmente en cuatro alineaciones. Considerando como primera alineación horizontal la del sector
superior de la banda, vemos que esta unidad mínima se desplaza horizontalmente siguiendo el principio de
traslación. Luego se refleja horizontalmente en la segunda alineación horizontal. La tercera alineación resulta
de una reflexión horizontal de la segunda alineación de unidades mínimas. Finalmente la cuarta alineación de
unidades mínimas resulta de la reflexión horizontal de la tercera.
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS E
En este diseño la unidad mínima presenta un engrosamiento en el trazo horizontal inferior y es de color negro sobre fondo blanco. Esta unidad
rota respecto a la unidad adosada a ella y luego se traslada, como un todo, oblicuamente generando alineaciones que unen el borde superior
de la banda con el borde inferior. Estas alineaciones oblicuas de unidades mínimas se trasladan horizontalmente hasta completar la banda.
147
148
ESCALONADOS EN REFLEXIÓN
HORIZONTAL Y TRASLACIÓN
patrón
Diseño bidireccional, la unidad mínima es un diseño escalonado de tres niveles
que termina en un trazo vertical, esta unidad se refleja horizontalmente y luego
se traslada vertical y horizontalmente hasta completar el campo del diseño.
Este patrón simétrico no cuenta con una representación muy numerosa. Todos
los diseños registrados proceden de la cuenca del Limarí. En ellos se visualiza
claramente el principio óptico definido como visión en positivo/negativo donde
existe un inter juego entre figura y fondo. Lo que domina la mirada en la experiencia visual se considera elemento positivo, y elemento negativo aquello que
actúa con mayor pasividad. En el caso de estos diseños, observamos que el
diseño puede ser visto, indistintamente, desde una óptica positiva o negativa,
generándose un juego visual que engaña al observador.
Distinguimos las siguientes variantes:
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ESCALONADO EN REFLEXIÓN HORIZONTAL Y TRASLACIÓN A
Esta variante presenta una unidad mínima negra sobre fondo blanco. Se caracteriza por ser un diseño escalonado en tres
niveles que presenta un trazo vertical en el sector superior de la figura escalonada. Esta figura se refleja horizontalmente
y luego se traslada horizontal y verticalmente hasta completar la banda. En el sector superior de la banda se aprecia una
hilera de unidades mínimas escalonadas de color negro, en que el trazo vertical se ubica en el sector inferior.
PATRÓN ESCALONADO EN REFLEXIÓN HORIZONTAL Y TRASLACIÓN B
En esta variante la unidad mínima es un rectángulo blanco delimitado por una línea negra, que presenta un rectángulo
negro en el sector superior, del cual nace un trazo vertical en su sección media. Una línea roja escalonada marca el
contorno de las unidades mínima. Esta unidad se refleja horizontalmente y luego, como un todo, se traslada vertical y
horizontalmente hasta completar la banda. El campo del diseño es de color blanco.
149
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN ESCALONADOS EN REFLEXIÓN HORIZONTAL Y TRASLACIÓN C
En esta variante la unidad mínima es un diseño escalonado en tres niveles que termina con un trazo vertical en el nivel superior. Esta
unidad se refleja horizontalmente y se traslada horizontal y verticalmente hasta completar la banda.
PATRÓN ESCALONADOS EN REFLEXIÓN HORIZONTAL Y TRASLACIÓN C 1
Esta sub variante se caracteriza por presentar ocho alineaciones horizontales de unidades mínimas. En el sector superior se observa
una hilera horizontal de unidades mínimas negras invertidas, con trazo vertical en el sector inferior. La segunda alineación horizontal
de unidades es de color rojo, corresponde a una reflexión desplazada respecto a la alineación superior y presenta un trazo vertical en
el sector superior. Esta hilera se refleja horizontalmente en la tercera alineación cambiando su color de rojo a negro. Las alineaciones
horizontales cuarta y quinta corresponden a una traslación del diseño generado por la segunda y tercera alineación. La sexta alineación
corresponde a una traslación vertical de la primera alineación horizontal de unidades mínimas. La séptima alienación corresponde a una
reflexión desplazada respecto a la sexta alineación, que mantiene el color negro. Finalmente, la octava alineación horizontal corresponde
a una reflexión horizontal respecto de la séptima alineación y alterna su color de negro a rojo.
PATRÓN ESCALONADOS EN REFLEXIÓN HORIZONTAL Y TRASLACIÓN C 2
Esta sub variante se caracteriza por presentar siete alineaciones horizontales de unidades mínimas. En el sector superior se observa
una hilera horizontal de unidades mínimas negras invertidas, con trazo vertical en el sector inferior. La segunda alineación horizontal de
unidades es de color negro y corresponde a una reflexión desplazada respecto a la alineación superior presentando un trazo vertical en
el sector superior. Esta hilera se refleja horizontalmente en la tercera alineación cambiando su color de negro a rojo. Las alineaciones
horizontales cuarta y quinta corresponden a una traslación vertical del diseño generado por la segunda y tercera alineación, también
alterna su color de negro a rojo. La sexta y séptima alineación corresponde a una traslación vertical de la figura formada por la reflexión
horizontal de la cuarta y quinta alineación, y son ambas de color negro.
150
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN ESCALONADOS EN REFLEXIÓN HORIZONTAL Y TRASLACIÓN D
En esta variante la unidad mínima es una figura escalonada que contempla un rectángulo blanco, uno negro de menor
tamaño y un trazo vertical, que puede cambiar de dirección (arriba-abajo) dependiendo del movimiento de las unidades
mínimas. Se distinguen 8 alineaciones horizontales de unidades mínimas. En el sector superior, la primera alineación
consiste en la traslación horizontal de un rectángulo blanco delimitado por una línea negra, unido a un rectángulo
negro de menor tamaño y un trazo vertical en el sector inferior de la figura. La segunda alineación corresponde a la
reflexión desplazada de la primera alineación. La tercera alineación se genera por la reflexión horizontal de la segunda
alineación y cambia de color de negro a rojo. La cuarta alineación se construye por la reflexión desplazada de la tercera
alineación, cambiando su color de rojo a negro. La quinta alineación se genera por la reflexión horizontal de la cuarta
alineación y mantiene el color negro. La sexta alineación corresponde a una reflexión desplazada de las unidades que
conforman la quinta alineación y se observa un cambio de color de negro a rojo. La séptima alineación corresponde
a una reflexión horizontal de las unidades mínimas de la sexta alineación y su color es negro. Finalmente, en la
sección inferior de la banda se aprecia una alineación horizontal de unidades mínimas que corresponden a la reflexión
desplazada de las unidades presentes en la séptima alineación.
151
patrón
Diseño unidireccional. La unidad mínima es una greca cuadrangular de múltiples giros que rota respecto a otra greca opuesta o se traslada horizontalmente hasta completar la banda.
Este patrón decorativo no cuenta con una gran representación, los ejemplos registrados proceden de
los valles de Limarí y Choapa. Estos diseños poseen una cualidad que hemos denominado como hipnótica, donde al mirarlos detenidamente parecen adquirir movimiento, no obstante, se trata de una
LABERINTO
ilusión óptica, una interpretación errada de nuestro cerebro, que engaña a la vista.
152
Distinguimos cuatro variantes:
PATRÓN LÍNEAS LABERINTO A
En este caso la unidad mínima es una greca de múltiples giros que presenta un diseño lateral en la sección
externa del laberinto consistente en una hilera vertical de 4 motivos aproximadamente triangulares. Esta
unidad rota respecto a otra greca opuesta sobreponiéndose ambas figuras y trasladándose horizontalmente
hasta completar la banda. Se distinguen dos sub variantes:
PATRÓN LÍNEAS LABERINTO A 1
En este caso la unidad mínima es negra sobre fondo blanco.
PATRÓN LÍNEAS LABERINTO A 2
En esta sub variante las grecas que rotan y se sobreponen alternan su color de negro a rojo.
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PATRÓN LÍNEAS LABERINTO B
En esta sub variante las unidades mínimas son negras sobre fondo blanco y presentan un diseño escalonado de cuatro niveles
en el sector externo del laberinto.
PATRÓN LABERINTO C
En esta variante la unidad mínima es una greca de lados rectos y múltiples giros que se traslada horizontalmente una vez,
manteniéndose unida en el sector inferior. Este diseño como un todo se traslada luego horizontalmente hasta completar la
banda. Las grecas unidas presentan un patrón que opone el grosor del trazo, siendo más grueso en la primera greca y más
delgado en la segunda, generando un interesante efecto óptico
PATRÓN LABERINTO D
Esta variante se caracteriza porque la unidad mínima es una greca de lados rectos y múltiples giros que presenta un motivo
trapezoidal en los sectores superior, inferior y lateral, esta unidad se traslada horizontalmente una vez, manteniéndose unida en
el sector inferior y alternando el color del motivo trapezoidal de rojo a negro. Luego este diseño, considerado como un todo, se
traslada horizontalmente hasta completar la banda.
153
patrón
Diseño bidireccional, la unidad mínima es un motivo aproximadamente circular que se
traslada aleatoriamente en sentido vertical y horizontal abarcando todo el campo del
PUNTOS EN TRASLACIÓN
diseño.
154
Este patrón decorativo se registra en la decoración del diseño central de escudillas zoomorfas
(Cornejo, 1989), y en algunos jarro pato. Cuenta con una amplia distribución, registrándose
en los valles de Elqui, Limarí y Choapa. Se ha interpretado como la representación de motas
de la piel de un felino.
patrón
Diseño unidireccional de origen diaguita, registrado en la decoración de urnas Diaguita
II, platos Diaguita I y aríbalos de la fase Diaguita III. La unidad mínima es una banda
decorada interiormente por un conjunto de trazos oblicuos que se desplazan siguiendo
PATRÓN LÍNEAS OBLÍCUAS
EN TRASLACIÓN VERTICAL A
PATRÓN LÍNEAS OBLÍCUAS
EN TRASLACIÓN VERTICAL B
Esta variante se caracteriza por la división
de la banda en dos secciones verticales,
una de ellas no presenta decoración y la
segunda se decora con trazos oblicuos en
traslación vertical.
Este diseño se caracteriza por la presencia
de una banda decorada con trazos
oblicuos en traslación vertical.
Este diseño se ha registrado en los valles de Elqui, Limarí y Choapa. Es interesante
notar que está presente en formas cerámicas de la fase Diaguita I y II (900-1470 d.C.)
como es el caso de las urnas y platos, y también en formas cerámicas de origen cuzqueño (aríbalos). Es probable que se trate de desarrollos independientes en cada cultura
debido a la fácil concepción de este diseño.
OBLICUAS EN TRASLACIÓN VERTICAL
el principio de traslación vertical.
155
patrón
Este tipo cerámico fue definido por Grete Mostny (1944). En el ejemplo que se presenta,
la unidad mínima es una greca escalonada negra bordeada por una línea blanca sobre fon-
CUARTO ESTILO
do rojo, que se desplaza horizontalmente siguiendo el principio de traslación.
156
Este patrón decorativo es propio de la fase Diaguita II, no obstante cuenta con una alta
representación en época de contacto Inca. En el valle del Choapa, por ejemplo, es uno de
los patrones decorativos más representados en los sitios habitacionales. Ignoramos si existe una mayor variabilidad de diseños porque al contar solo con fragmentos es muy difícil
reconstruir la unidad mínima y sus movimientos simétricos. Este diseño se registró en un
cuenco de base cóncava, sin diferenciación entre paredes y base.
patrón
Diseño bidireccional donde la unidad mínima es un diseño escalonado negro en dos niveles orientado verticalmente que se adosa a una línea negra vertical. Esta unidad sufre una
reflexión desplazada a medida que desciende a lo largo de la línea vertical que le sirve de
ESCALONADOS EN REFLEXIÓN DESPAZADA
soporte. Este diseño, como un todo, se desplaza horizontalmente hasta completar el campo
del diseño.
Este diseño cuenta con una escasa representación, registrándose en una vasija zoomorfa
que representa a un felino de piel moteada, perteneciente a la colección del Museo Chileno
de Arte Precolombino, se ignora su procedencia.
157
patrón
Hemos observado una categoría singular de patrón simétrico que, en la lógica ya observada de complejización gradual, combina un patrón de simetría específico con un patrón de simetría diferente, generando
entonces un nuevo patrón que no puede adscribirse fácilmente a uno solo de los patrones que lo integran.
Más bien genera un nuevo patrón representado por sí mismo. A esta categoría la he denominado “patro-
SIMETRÍA COMBINADA
nes de simetría combinada”. Contamos con cuatro diseños que ejemplifican esta categoría. Ellos son:
158
PATRÓN SIMETRÍA COMBINADA A: PATRÓN QUE COMBINA EL PATRÓN CADENAS C1
Y EL PATRÓN ZIGZAG
VARIANTE A 1
En este caso, la unidad mínima es un diseño escalonado negro en dos niveles, del cual se desprende un apéndice lineal
horizontal que termina en un gancho. Esta unidad sufre una rotación y luego se refleja alineándose oblicuamente, en
forma semejante al patrón Cadenas C 1. Luego, esta alineación oblicua de unidades mínimas se refleja verticalmente,
como un todo, generando así un nuevo patrón (Zigzag), que gobierna el campo del diseño.
NO FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
VARIANTE A 2
Esta variante es idéntica a la anterior salvo por presentar un patrón cromático diferente. En este caso las unidades mínimas que se
alinean oblicuamente mantienen un mismo color (ya sea rojo o negro), pero al sufrir el proceso de rotación alternan su color de rojo a
negro, hasta cubrir la banda. En tanto, la reflexión vertical de las unidades alineadas, que da origen al patrón zigzag, replica el color de
la alineación sujeta a esta reflexión.
PATRÓN SIMETRÍA COMBINADA B: PATRÓN QUE COMBINA LÍNEAS QUEBRADAS CON EL PATRÓN ONDAS A
Este diseño es muy interesante porque reúne características de dos patrones decorativos diversos (Ondas A y Líneas Quebradas). La
estructura simétrica es propia del patrón Ondas A pero la unidad mínima corresponde al patrón Líneas Quebradas. Es decir, consiste en
dos trazos oblicuos desplazados y unidos por un trazo semi vertical, y presenta un engrosamiento en el trazo horizontal inferior y superior.
Esta unidad mínima se desplaza horizontalmente siguiendo el principio de traslación, adoptando una distribución lineal. Luego, como un
todo, estas unidades alineadas se desplazan levemente en sentido oblicuo y se trasladan en sentido vertical hasta cubrir por completo el
campo del diseño. Estas alineaciones horizontales de unidades mínimas alternan su color de rojo a negro.
159
ORIGEN PRE INCA NO FIGURATIVO
PATRÓN SIMETRÍA COMBINADA C:
Y EL PATRÓN ZIGZAG
PATRÓN QUE COMBINA EL PATRÓN ONDAS
En este diseño, la unidad mínima es un diseño triangular negro del cual nace una linea terminada en un círculo
pequeño. Esta unidad sufre una rotación, cambiando el color de la unidad mínima a rojo, alineándose oblicuamente,
en forma semejante al patrón Ondas. Luego, esta alineación oblicua de unidades mínimas se refleja verticalmente,
como un todo, generando un nuevo patrón (Zigzag), que gobierna el campo del diseño.
Este patrón decorativo, de simetría muy compleja, refleja la incansanble búsqueda de los artesanos diaguitas
de nuevas variantes de simetría, más difíciles de concebir que las iniciales, y que requirieron de una exploración
sistemática de las operaciones simétricas. En mi opinión, se trata de una suerte de reflexión matemático
geométrica ancestral, que ocupó un tiempo importante en el desarrollo cultural de los diaguitas. En estos
casos vemos como se fueron integrando diferentes patrones decorativos pre existentes, al servicio de una
búsqueda visual.
160
DISEÑOS DE ORIGEN
DIAGUITA PRE INCA
F I G U R AT I V O
patrón
ANTROPOMORFOS
El conjunto de representaciones antropomorfas de
162
origen mixto Inca-Diaguita, propias de la fase Diaguita III, se caracterizan por su variabilidad y ausencia de estandarización, de hecho se trata de piezas,
en su mayoría, únicas. Se restringen básicamente a
jarros pato y urnas antropomorfas. Los diseños analizados a continuación no corresponden a un examen
exhaustivo de estas representaciones, sino que se
describen a modo de ejemplo.
FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
URNAS ANTROPOMORFAS
Esta forma cerámica se registra desde la fase Diaguita II
(1200 a 1470 d.C.). Presenta en su cara anterior un diseño
antropomorfo (cabeza y parte media del cuerpo). Los
ojos son representados por dos triángulos rectángulos
negros con trazos verticales y paralelos en su lado
inferior. La naríz se dibuja con un trazo vertical engrosado
en su término que nace en el sector superior. La boca
presenta un diseño compuesto por dos triángulos
concéntricos. En el lado inferior del triángulo mayor se
observan, a cada extremo, dos líneas zigzag paralelas
y un trazo vertical en la parte central. Se distingue una
pintura facial a cada lado de la boca, compuesta por
dos triangulos unidos por el vértce. Bajo la cabeza se
observa un diseño en forma de triángulo invertido, sin
base. Del que nacen catorce trazos oblicuos terminados
en un pequeño trazo perpendicular a ellos. El vértice
de este triángulo se une a un trapecio con un diseño
en base a cuadrados y líneas blancas sobre fondo
negro. Los cuadrados blancos presentan una línea
negra central. En los extremos inferiores del trapecio
nacen dos pares de líneas verticales paralelas. El
diseño descrito lo asimilamos a un collar. Bajo el collar
se ubica un rectángulo vertical con una línea central
que interpretaremos como ombligo o genitales. Los
brazos fueron representados por una línea vertical
negra que luego asciende diagonalmente para
terminar en un triángulo invertido terminando en cinco
trazos diagonales (dedos). Paralelo a la línea vertical
del brazo se ubica una banda vertical compuesta por
un diseño escalonado de cuatro niveles que se refleja
desplazadamente y se traslada verticalmente. Un eje
de reflexión vertical gobierna toda la composición.
163
ORIGEN PRE INCA FIGURATIVO
JARROS PATO ANTROPOMORFOS
Esta forma cerámica se registra desde la fase Diaguita II y sufre modificaciones con la llegada del Inca. La descripción acabada
de su variabilidad es un objetivo que excede los fines de la presente obra, orientada principalmente a la descripción de la
decoración abstracta. No obstante, a continuación describiremos, a modo de ejemplo, dos ceramios de origen diaguita
preincaico que dan cuenta de las representaciones figurativas en el universo de representaciones Diaguita.
JARRO PATO DIAGUITA
Según la clasificación de Shepard (1966), su forma puede definirse como una vasija restringida independiente de contorno compuesto.
Se caracteriza por presentar una cabeza modelada y pintada antropomorfa. Un asa horizontal une la cabeza al gollete, el cuerpo es
globular y no presenta diferenciación entre paredes y base.
PIEZA 1
En este ceramio la cabeza fue modelada y decorada.
Se observa en el sector superior de la cabeza un cintillo
decorado con rombos en traslación horizontal. Los ojos
se representaron mediante dos líneas rectas horizontales
de las cuales se desprenden tres líneas negras verticales.
La nariz es modelada y se decora con una línea negra
vertical. Las orejas se representan por un modelado circular
bordeado por una línea negra. La boca se dibujó mediante
un rombo con trazos rectos en su interior y una línea roja
horizontal en el centro. Presenta un diseño escalonado bajo
la boca. La decoración continúa en el cuerpo de la pieza,
bajo la cabeza, donde se observa un diseño en forma de
triángulo invertido, sin base, del que nacen diez trazos
oblicuos terminados en un pequeño trazo perpendicular
a ellos. El vértice de este triángulo se une a un trapecio
con un diseño en base a grecas escalonadas adyacentes
a un diseño escalonado que se trasladan horizontalmente.
El gollete presenta una banda con decoración de patrón
Zigzag B 2. Las bandas laterales presentan una decoración
en base al patrón Doble zigzag C 1. El color de fondo de la
pieza es rojo.
164
FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
PIEZA 2
La iconografía con elementos antropomorfos se encuentra en la parte delantera de la cabeza modelada y pintada. En el sector superior de la
cabeza se observa un cintillo compuesto una línea zigzag horizontal blanca sobre fondo rojo. Los ojos se representaron mediante dos rectángulos
blancos con una línea recta horizontal de color rojo en su interior. Los rectángulos blancos se insertan en un campo negro semi triangular, del cual
se desprenden doce líneas negras verticales. La nariz es modelada y se decora con una línea negra vertical que se amplía en la base de la nariz. La
boca se dibujó mediante un rectángulo con una línea roja horizontal en su interior. En cada extremo del rectángulo nacen tres líneas zigzag paralelas
y verticales. Bajo la cabeza se observa una banda horizontal con patrón Líneas quebradas A 2. El gollete presenta una banda con decoración de
patrón Zigzag B 2. Las bandas laterales presentan una decoración en base al patrón Ondas F 3 y Cadenas C. El color de fondo de la pieza es rojo.
Los jarros pato antropomorfos presentan una
amplia variabilidad interna, no obstante, la
división del campo del diseño es recurrente.
Normalmente, las bandas laterales se decoran con diseños abstractos, mientras que la
cabeza y el diseño central del cuerpo presentan características antropomorfas. El jarro
pato, a nivel de su morfología y decoración
da cuenta de la vinculación del arte diaguita
con tradiciones del Período Intermedio Temprano de la costa peruana (Nazca y Paracas) y
agroalfareras tempranas de la zona central y
sur de Chile (Tamblay, 2012).
165
patrón
Tanto en el material cerámico de la cultura
a la llegada de los incas a territorio Diaguita,
diaguita, como en las espátulas destinadas
percibiéndose desde la fase Diaguita II (1200-
al
1470 DC), y nos informa sobre el sistema de
se observa la representación del felino, a partir
creencias de la población diaguita en períodos
de la fase II (1200-1470 DC). La decoración
previos a su integración al Imperio Incaico.
de las espátulas además presenta la figura
Tanto el felino como los diseños cuatripartitos
del Sacrificador, lo que nos sugiere posibles
nos remiten al ámbito simbólico, y poseen
un
vinculaciones entre las poblaciones diaguita
contenido per se, cuyo poder condensatorio los
y la cultura Tiwanaku. La imagen del felino
transforma en pilares de la sustentación ideológica
aparece ininterrumpidamente a lo largo del
de la cultura. Uno de los factores que explica el
desarrollo de la cultura Diaguita, incluyendo el
exitoso encuentro cultural entre incas y diaguitas
período de contacto Inca. Destacamos que estos
- manifestado en la expansión diaguita a regiones
símbolos (jaguar y sacrificador) se representan
nunca antes exploradas y en la enorme producción
en la parafernalia utilizada en el consumo de
cerámica caracterizada por una gran riqueza de
psicoactivos.
FELINOS
La imagen del felino es un símbolo que antecede
formas y
166
diseños - se debe a la existencia de
consumo de sicoactivos (Castillo, 1992),
Creemos que es posible establecer una relación
creencias comunes previas a la incorporación de
entre la imaginería del felino y las
los diaguitas al Imperio Incaico, tales como el
chamánicas ligadas al consumo de sicoactivos en
culto al felino. En la decoración diaguita el felino
la cultura diaguita. Su origen puede atribuirse a
se presenta, generalmente, cubierto de puntos,
contactos con el Norte Grande (vía poblaciones
por lo que nos inclinamos a pensar que se trata
Tiwanaku) o a vínculos con el Noroeste Argentino.
de la representación de un jaguar. Sin embargo,
La presencia de estos componentes ideológicos
no descartamos que se trate de otra especie que
comunes entre incas y diaguitas facilitaron la
integre la fauna regional.
fusión de ambas culturas en la fase III.
prácticas
FIGURATIVO ORIGEN PRE INCA
DISEÑO CENTRAL ESCUDILLA ZOOMORFA
CERAMIO FELINOMORFO
Para una detallada descripción de los patrones decorativos
asociados a las escudillas zoomorfas se recomienda la publicación
de Cornejo (1989). En esta representación, la decoración se
circunscribe dentro de un rectángulo delimitado por una línea
negra que abarca desde el borde al inicio de la base de la pieza
cerámica. Se aprecian dos ojos, una boca dentada y una nariz,
más dos elementos, definidos por Cornejo (1989), como moteado
y ribete.
Los ojos consisten en un círculo con un punto en su centro,
negro sobre fondo blanco. La boca es rectangular y dentada
unida a la nariz. En su interior contiene dos corridas de dientes
entrecruzados representados con pequeños motivos triangulares.
La nariz se representa como una línea recta vertical. El diseño
denominado “moteado” consiste en una serie de puntos que
cubren la superficie en forma más o menos regular, circunscritos
por el ribete (Cornejo, 1989:64). El ribete, en tanto, consiste en
dos líneas, la interior roja y la exterior blanca, aproximadamente
rectangulares que enmarcan el rostro del felino. Dos líneas dobles,
dentadas y oblicuas nacen en el inicio de la nariz y terminan en la
base del ribete. La composición se rige por el principio de reflexión
vertical, mediante un eje localizado en la nariz del ceramio.
Según la clasificación de Shepard (1966), su forma puede
definirse como una vasija restringida independiente de contorno
compuesto. Se caracteriza por presentar una cabeza modelada y
pintada con rasgos felínicos. Se observan los ojos representados
por un círculo negro sobre blanco con un punto en su interior
y rayos en el borde externo. Las orejas fueron modeladas de
forma semi circular y decoradas por medio de dos líneas negras
concéntricas. El rostro presenta numerosos puntos negros
distribuidos aleatoriamente (moteado). La boca se representa por
un rectángulo negro con numeroso trazos verticales en su borde
(dientes), con una línea roja horizontal en su interior. La nariz se
modela y señala por una banda negra vertical que termina en
un triángulo sobre la boca. Su cuerpo es semi globular con un
orificio en el sector superior. Una cola modelada y curva, pintada
de color negro se observa en el sector opuesto a la cabeza. El
cuerpo del ceramio se posa sobre tres protuberancias cilíndricas,
a modo de patas. La decoración se realizó en negro sobre blanco,
salvo en el sector inferior del cuerpo y las patas que son de color
rojo.
Troncoso (2005) ha planteado que el plato zoomorfo/antropomorfo diaguita
representaría a individuos que desempeñan un rol central en la organización
social y cosmovisión diaguita. La organización de la decoración cerámica, con
dos mitades mediadas a partir de un centro que es un personaje que combina
elementos humanos y felínicos, ha llevado al autor a plantear que representa un
personaje sobresaliente en la vida social Diaguita que puede ser interpretado
como un chamán; un sujeto que posee la capacidad de unir opuestos y que
cuenta con un alter ego animal.
167
Paisaje Valle del Elqui.
168
DISEÑOS DE ORIGEN INCA
CUZQUEÑO
Plato ornitomorfo, fase Diaguita - Inca. Nº inventario 241. Museo del Limarí.
Platos dobles, fase Diaguita - Inca. Nº inventario 151-152 Museo del Limarí.
169
II ARTE VISUAL DE ORIGEN INCA CUZQUEÑO
El encuentro cultural entre Incas y diaguitas tuvo
una interesante manifestación en el arte visual de la
decoración cerámica, reflejo de una intensa interrelación. Se observa un enriquecimiento en la variabilidad
y manejo de patrones decorativos, donde coexisten diseños diaguita previos, junto a numerosos patrones de
clara influencia cuzqueña o Inca Imperial. En esta etapa
cultural también observamos diseños surgidos de la interacción entre estas culturas visuales (diseños mixtos
inca-diaguita). Los diseños de origen inca destacan, en
primer término, por su alta variabilidad, registrándose
en Ia muestra treinta patrones decorativos de tipo no figurativo o abstracto y cinco ejemplos de tipo figurativo,
que considera la representación de un felino. En total
identificamos 139 diseños diferentes. Otro aspecto de
interés se refiere a su empleo para difundir la ideología
inca, expresado en el alto número de diseños que representan la idea de cuatripartición, principio simbólico
fundamental en la cosmovisión inca.
PRINCIPIOS QUE GOBIERNAN EL ARTE
DIAGUITA DE ORIGEN CUZQUEÑO
Universo representacional marcadamente
abstracto
El arte diaguita de origen cuzqueño tiene, al igual
que el arte de origen preincaico, un carácter principalmente abstracto. No obstante, su sistema de organización gráfica difiere. Nos parece que ambos denotan
170
un rol social diverso. Por una parte, el arte visual pre
incaico, tanto por sus características intrínsecas como
por su entorno cultural, se vincula a la tradición de arte
chamánico sudamericano, donde la experiencia visual
que sirve de base para la ejecución de los diseños va
unida a la ingesta de sicoactivos, denotando su participación en contextos de lo sagrado (González 1999,
2004).
En tanto, la lógica visual del arte inca, de naturaleza abstracta, tiende a la simplicidad. No obstante, articula y complejiza gradualmente su estructura,
logrando comunicar mensajes gráficos que denotan
conceptos fundamentales de su cosmovisión (por
ejemplo mediación entre opuestos y cuatripartición).
Figuras geométricas simples actúan como
unidades mínimas
Los diseños de origen cuzqueño que ingresan al
arte visual de la fase Diaguita III, se caracterizan por
emplear, como unidades mínimas, figuras geométricas simples, por ejemplo: líneas (rectas, zigzag, onduladas), puntos, círculos (vacíos, llenos, concéntricos),
cuadrados, rectángulos, triángulos y rombos que son
articulados por distintos principios simétricos. El principio más representado es la traslación, pero también
son importantes los diseños nacidos de la cuatripartición de la unidad mínima, mediante la doble reflexión
especular.
II ARTE VISUAL DE ORIGEN CUZQUEÑO SEGUNDA PARTE
Lenguaje visual que denota principios simbólicos
relevantes para la cultura inca
El término “lenguaje visual” hace referencia a
sistemas no verbales de comunicación gráfica (Boone 1994, p.4). Las expresiones visuales precolombinas, en gran parte, conducen significados sin que
necesariamente reproduzcan el habla. Se trata de
sistemas gráficos de comunicación donde las marcas
comunican significados directamente, son “supralinguísticos”. En estos sistemas de representación la
forma, ubicación, y quizá la estructura, interactúan
para crear y comunicar significados (González y Bray,
2008).
Boone (1994,p.15) siguiendo a Sampson
(1985,p.26-28), plantea una concepción más amplia de
escritura, entendida como “la comunicación de ideas
relativamente específicas de una manera convencional por medio de marcas visibles, permanentes.”
Es importante no desvincular el estudio del arte
inca de los aspectos ideológicos que subyacen a estas manifestaciones visuales. Afortunadamente, tanto los documentos etnohistóricos como la etnografía
de pueblos andinos nos nutre de importantes herramientas para aproximar los diseños arqueólogicos a
un referente común con pueblos vivos, por ejemplo,
aymaras y quechuas, continuadores en el presente de
la cosmovisión del Tawantinsuyu.
Expresión gráfica de principios de Cuatripartición
y Mediación de Opuestos
Los diseños diaguita de origen cuzqueño, a menudo manifiestan gráficamente la idea de cuatripartición,
principio simbólico de gran relevancia para la cultura
Inca, empleado como mecanismo de mediación entre
principios opuestos y complementarios, tales como lo
femenino y masculino, el cielo y la tierra, lo alto y lo
bajo. En la cultura Inca este principio penetra muchas
Aríbalo, fase Diaguita - Inca. N° inventario 147. Museo del Limarí.
esferas de su vida social y también organiza simbólicamente el espacio. A nivel gráfico se observan distintas modalidades de expresión de esta idea, que varían
en complejidad. Por una parte, está la doble reflexión
especular de la unidad mínima, generada por la aplicación conjunta del principio de reflexión vertical y horizontal, registrada en pucos campaniformes. También
este principio simbólico se aprecia en el diseño de la
clepsidra inserta en un cuadrado; de escueta simplicidad, pero que nos remite al total de manifestaciones
cuatripartitas, lo que también es visible en la organización espacial del Tawantinsuyu. Otra expresión visual
de este principio lo encontramos en la indicación de
cuatro segmentos equidistantes del ceramio, visible
en un gran número de pucos campaniformes, platos
playos y platos ornitomorfos. Finalmente, observamos
171
SEGUNDA PARTE II ARTE VISUAL DE ORIGEN CUZQUEÑO
este principio en el diseño de rombos y cruces aisladas
o en traslación, presentes en platos playos, platos ornitomorfos, aríbalos,botellas y escudillas.
Lenguaje visual que destaca simbólicamente la
oposición cromática
Aríbalo Diaguita III. N° Inventario 244. Museo del Limarí.
Jarro Antropomorfo Diaguita III. N° Inventario 149. Museo del Limarí.
172
Cereceda (1988) en su trabajo sobre estética andina se ha referido a la combinación rojo-negro en la cultura aymara e inca, denominada huayruru, traducida
como “cosa muy hermosa” por Bertonio (1956 [1612]).
También se denomina así a una pequeña semilla tropical de color rojo y negro usada, aún en nuestros días,
por las poblaciones aymaras para atraer fuerzas sobrenaturales. La autora nos informa, además, que el
término huayruru se usó en tiempos del Incanato para
designar la belleza de las allqas (mujeres escogidas
para el servicio del Inca). Ellas son ordenadas metafóricamente en base a colores, según su mayor o menor
grado de hermosura, siendo la huayruru hakhlla las
“hermosas en grado mayor” (Bertonio 1956 [1612] II:
242).
Similares clasificaciones son descubiertas por
Cereceda (1988) en las crónicas de Guamán Poma
(1982 [1615]) y Santa Cruz Pachacuti (1968 [1613]). La
autora nos explica que el idioma aymara permite que
una combinación de colores se exprese de manera
monolexemática, como en el caso del término allqa
(negro y blanco). Lo importante de destacar es que el
término huayruru designa además de un grado superior de belleza, una combinación de colores específica
(negro y rojo). Nuevamente nos encontramos con que
la percepción y expresión plástica andina se liga a la
mediación entre opuestos, y todavía más, ciertos contrastes son en sí mismos considerados “bellos”. Cereceda (1988:328) indica al respecto “como ideal de belleza, el pensamiento ha elegido no una idea plástica
simple- un color entero, un blanco, un rojo- sino una
idea compleja: un “conflicto” óptico”.
II ARTE VISUAL DE ORIGEN CUZQUEÑO SEGUNDA PARTE
EXPRESIÓN GRÁFICA DEL PRINCIPIO DE CUATRIPARTICIÓN EN DISEÑOS DIAGUITAS DE ORIGEN CUZQUEÑO.
CUATRO SEGMENTOS EQUIDISTANTES EN UN CERAMIO
CRUCES DIAMETRALES
CRUCES EN TRASLACIÓN
ROMBOS
173
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR DE LA UNIDAD MÍNIMA
CLEPSIDRA INSERTA EN RECTÁNGULO
La combinación rojo-negro refuerza la idea de
un contraste entre lo opaco y lo brillante o entre
la sombra y la luz. Sin embargo, el soporte de esta
oposición de colores es una semilla, lo que conduce
a que la violencia del contraste se reduzca: “la minimización permite la unión óptica de los contrarios,
de la diferencia cromática” (Cereceda, 1988:329).
Esta reducción del contraste también es visible en los
diseños regidos por doble reflexión especular, tanto
de origen cuzqueño, como de origen mixto Inca-Diaguita. La oposición de las grecas rojas y negras, así
174
como de otras unidades mínimas, se produce sobre
un amplio fondo blanco. De esta forma el encuentro
de colores pierde violencia y resulta grato a la vista.
En el arte visual diaguita de origen cuzqueño y
mixto Inca-Diaguita, la utilización del color recurre
al contraste cromático entre rojo y negro para dar
coherencia a la expresión de ideas cuatripartitas.
DISEÑOS DE ORIGEN INCA
CUZQUEÑO
NO FIGURATIVO
AJEDREZADO
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño, fue descrito por Fernández Baca (1971:46) en el grupo denominado “reticulados perpen-
diculares”. La unidad mínima es un cuadrado que se desplaza en
sentido horizontal y vertical siguiendo el principio de traslación, y
alterna su color en cada desplazamiento.
Distinguimos las siguientes variantes:
176
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN AJEDREZADO A
Esta variante se caracteriza porque alterna cuadrados de color negro y blanco. Algunos diseños presentan figuras de color
rojo al interior de los cuadrados blancos.
PATRÓN AJEDREZADO A 1
En este diseño la unidad mínima
es un cuadrado blanco sobre fondo
negro que presenta un círculo rojo en
el sector central. Una unidad mínima
semejante fue descrita por Fernández
Baca (1971) en la Lámina 159, figura
610.
PATRÓN AJEDREZADO A 2
En esta sub variante la unidad mínima es un cuadrado blanco con un trazo vertical
rojo en su interior, que se alterna con un cuadrado negro. El campo del diseño es un
espacio de forma de romboidal delimitado por una línea negra.
PATRÓN AJEDREZADO A 3
En este diseño la unidad mínima es
un cuadrado blanco con tres líneas
horizontales paralelas de color rojo, que
se desplaza en dos bandas horizontales
siguiendo el principio de traslación vertical
y horizontal, alternando de posición con
los cuadrados negros. Se registra una
decoración semejante en la decoración
de un plato plano ilustrado por Fernández
Baca (1971, Lámina II)
177
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN AJEDREZADO A 4
En esta sub variante la unidad mínima es un cuadrado blanco
con una línea roja horizontal en el centro que se distribuye
según principio de traslación horizontal y vertical en un campo
de diseño rectangular. Se alterna con cuadrados de color
negro. Forma parte de un diseño mayor en que se registran
8 bandas horizontales. Este diseño se registra en la segunda y
sexta banda de esta configuración mayor.
PATRÓN AJEDREZADO A 5
La unidad mínima es un cuadrado negro que se desplaza en un campo de diseño trapezoidal que presenta un diseño reticulado
perpendicular negro sobre fondo blanco. En el límite inferior y central del campo del diseño se aprecian dos cuadrados negros alternados
por un cuadrado blanco, sobre ellos se posa un cuadrado negro. Sobre esta figura, en el límite superior del campo del diseño nace
un diseño triangular, cuyo vértice coincide con el borde superior, formado por dos hileras de cuadrados negros. En los límites laterales
del campo del diseño se observan dos hileras paralelas y diagonales de cuadrados negros. La composición presenta un eje vertical de
reflexión vertical localizado en el centro del diseño.
178
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN AJEDREZADO B
Estos diseños se caracterizan por la alternancia de cuadrados rojos y blancos.
PATRÓN AJEDREZADO B 1
En esta sub variante el campo del diseño es un
espacio triangular bajo el borde de un plato plano.
En su interior se alternan rectángulos rojos y blancos
siguiendo el principio de traslación horizontal y
vertical. Esta figura se refleja horizontalmente en el
borde opuesto del ceramio.
PATRÓN AJEDREZADO B 2
En esta sub variante se alternan cuadrados rojos
con cuadrados blancos. Los cuadrados blancos
presentan en su interior cuatro trazos rectos
concéntricos de color negro.
PATRÓN AJEDREZADO B 3
En este diseño la unidad mínima es un rectángulo
de color rojo que se desplaza en dos alineaciones
horizontales, sobre fondo blanco. Su ordenamiento
genera un espacio semejante a un tablero de
ajedrez.
PATRÓN AJEDREZADO B 4
En este diseño la unidad mínima es un rectángulo
de color rojo decorado con un diseño reticulado
oblicuo en su interior, que se desplaza en dos
alineaciones horizontales, sobre fondo blanco.
Su ordenamiento genera un espacio semejante
a un tablero de ajedrez.
179
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN AJEDREZADO B 5-1
En este diseño la unidad mínima es un cuadrado rojo decorado con
un reticulado perpendicular, que se alterna con cuadrados blancos.
Se distinguen cuatro alineaciones horizontales de unidades mínimas.
Fue descrito por Fernández Baca (1971) en el grupo denominado
“reticulados perpendiculares” (figura 611).
PATRÓN AJEDREZADO B 5-2
La unidad mínima es un cuadrado rojo decorado con un reticulado
perpendicular, que se alterna con cuadrados blancos. Se distinguen
dos alineaciones horizontales de unidades mínimas. Fue descrito
por Fernández Baca (1971) en el grupo denominado “reticulados
perpendiculares” (figura 611).
PATRÓN AJEDREZADO C
Estos diseños se caracterizan por alternar cuadrados negros y rojos sobre fondo blanco. Fernández Baca (1971) define estos motivos como
“Reticulados perpendiculares con espacios intermedios rellenados con rojo y negro (Figura 588, p.213).
PATRÓN LÍNEAS QUEBRADAS C 1
En esta sub variante las unidades mínimas se rigen, por un eje de
reflexión vertical localizado en el centro de la composición. En el
límite inferior de leste eje se aprecia un cuadrado rojo sobre él se
disponen dos alineaciones oblicuas de cuadrados negros que se
unen en el centro de la tercera alineación horizontal de unidades
mínimas. En sentido ascendente, se observan después dos alineaciones oblicuas de cuadrados negros que se unen en el centro del
borde superior de la banda, le siguen dos alineaciones oblicuas de
color rojo y negro, respectivamente, a cada lado.
180
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN AJEDREZADO C 2
En esta sub variante las unidades mínimas se alinean en
sentido diagonal, alternando su color de rojo a negro en
cada alineación. Se registran 6 alineaciones horizontales de
unidades mínimas.
PATRÓN AJEDREZADO C 3
En esta sub variante las unidades mínimas se alinean en
sentido diagonal, alternando su color de rojo a negro con
un patrón que considera una alineación roja cada dos
alineaciones negras. Se registran 7 alineaciones horizontales
de unidades mínimas.
PATRÓN AJEDREZADO D
En este diseño la unidad mínima es un triángulo rectángulo que se refleja desplazadamente generando una figura cuadrangular. Se
registran siete alineaciones horizontales de unidades mínimas. Las unidades se organizan en sentido diagonal desde el borde a la base
de la banda alternando sus colores de rojo a negro.
181
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN AJEDREZADO E
En esta variante se registran dos unidades mínimas, una de ellas es un cuadrado que presenta un reticulado perpendicular. La otra unidad
mínima es un cuadrado con líneas rectas paralelas en su interior. Este último motivo se encuentra descrito por Fernández Baca (1971) en las
figuras 93 a 127.
PATRÓN AJEDREZADO E 1
En esta sub variante se alternan cuadrados decorados
con líneas negras paralelas y horizontales con cuadrados
decorados con un diseño reticulado perpendicular en que
las líneas verticales son de color rojo y las horizontales de
color negro.
PATRÓN AJEDREZADO E 2
En esta sub variante se distinguen dos alineaciones
horizontales de unidades mínimas. En la alineación
superior se observan cuadrados decorados con un diseño
reticulado perpendicular de color negro sobre blanco. En
la alineación inferior se registran cuadrados decorados
con líneas negras paralelas verticales. Ellos se desplazan
siguiendo el principio de traslación horizontal.
PATRÓN AJEDREZADO F
En esta variante se produce la alternación de cuadrados decorados con líneas paralelas verticales con cuadrados sin decoración de color
de fondo negro o blanco. Esta unidad mínima se encuentra descrita por Fernández Baca (1971) en las figuras 93 a 127.
PATRÓN AJEDREZADO F 1
En este diseño la unidad mínima es un cuadrado
decorado con líneas paralelas verticales de color rojo
sobre fondo negro, que se desplaza dentro de un diseño
reticulado perpendicular. Se distinguen tres alineaciones
horizontales de unidades mínimas. Un diseño semejante
se encuentra descrito por Fernández Baca (1971) en la
figura 94.
182
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN AJEDREZADO F 2
En esta sub variante la unidad mínima es un
cuadrado blanco decorado con líneas paralelas
verticales de color negro, que se desplaza
dentro de un diseño reticulado perpendicular.
Se distinguen tres alineaciones horizontales
de unidades mínimas. Un diseño idéntico se
encuentra descrito por Fernández Baca (1971)
en la figura 94.
PATRÓN AJEDREZADO G
En esta variante la unidad mínima es un cuadrado blanco decorado con una cruz de color negro, que se alterna con cuadrados decorados por
líneas paralelas verticales. Se distinguen dos alineaciones horizontales de unidades mínimas. La unidad mínima compuesta por un cuadrado
blanco decorado con líneas paralelas verticales de color negro, se encuentra descrito por Fernández Baca (1971) en las figuras 93 a 127.
183
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN AJEDREZADO H
En esta variante la unidad mínima es un rectángulo rojo con borde blanco sobre una banda de color negro que se desplaza según
principio de traslación vertical y horizontal. Se distinguen tres bandas de características semejantes. La primera presenta dos alineaciones
horizontales de unidades mínimas. La segunda banda presenta tres alineaciones horizontales, y en la tercera banda se distinguen cuatro
alineaciones horizontales de estas unidades.
184
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN AJEDREZADO I
En este diseño la unidad mínima es un
cuadrado negro sobre fondo blanco
decorado con un círculo rojo en su interior,
que se desplaza dentro de un diseño
reticulado perpendicular siguiendo el
principio de traslación horizontal y vertical. Se
distinguen cuatro unidades mínimas alineadas
horizontalmente, que se repiten 17 veces en
sentido vertical.
El patrón ajedrezado cuenta con una representación considerable, registrándose en todo el territorio diaguita
(valles de Elqui, Limarí y Choapa). Este diseño se encuentra en una variedad de piezas cerámicas, las que
incluyen, aríbalos, platos planos, jarros pato, escudillas zoomorfas y escudillas campaniformes.
185
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño, fue descrito por Fernández Baca (1971) como “aspas sencillas”
y “aspas dobles” en las Láminas 139 a 146 (figuras 146 a 180). La unidad mínima es un triángulo simple
o de borde doble que se refleja verticalmente, generando una figura semejante a una clepsidra. Esta unidad
186
CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN
se traslada horizontal y verticalmente en el campo del diseño.
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN A
En esta variante la unidad mínima es un triángulo negro que se refleja verticalmente, formando una clepsidra.
Esta unidad se traslada verticalmente dentro de una banda y se separa entré sí por 3 o 4 líneas horizontales que
intercalan su color de rojo a negro, sobre un fondo blanco. Luego estas bandas se trasladan horizontalmente hasta
completar el campo del diseño.
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN A 1
En este diseño, en cada banda vertical se aprecian de 4 a 5 clepsidras desde el borde a la
base del campo del diseño. Una unidad mínima idéntica fue descrita por Fernández Baca
(1971) en la Lámina 44, figura 170.
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN A 2
En este diseño la unidad mínima y los movimientos simétricos
son idénticos al diseño anterior, salvo porque la unidad mínima
se observa más achatada. Esta unidad se traslada verticalmente
dentro de una banda y se separa entré sí por 3 líneas horizontales
que intercalan su color de rojo a negro, sobre un fondo blanco.
En cada banda vertical se aprecian de 5 a 6 clepsidras desde
el borde a la base del campo del diseño. Una unidad mínima
idéntica fue descrita por Fernández Baca (1971) en la Lámina
44, figura 170.
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN B
En esta variante la unidad mínima es un triángulo rojo que se refleja verticalmente,
formando una clepsidra, esta figura presenta en su sector superior dos líneas
negras paralelas sobre fondo blanco. Esta unidad se repite 4 veces a lo largo de
una banda vertical.
Los espacios dejados por las clepsidras, al interior de la banda se decoraron con
puntos en traslación horizontal y vertical.
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN C
En esta variante la unidad mínima es un triángulo realizado a una línea o a doble línea, negro sobre fondo blanco, que se refleja
verticalmente, formando una clepsidra.
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN C 1
En este diseño la unidad mínima se realiza a doble línea, y
presenta en su sector superior seis líneas negras paralelas
sobre fondo blanco. Esta unidad se repite 5 veces a lo largo
de una banda vertical. Esta banda se repite dos veces,
como un todo. Fernández Baca (1971) describe unidades
mínimas semejantes en la Lámina 39 Figuras 149 y 150.
187
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN C 2
En este diseño la unidad mínima se realiza con una sola
línea, y presenta en su sector superior cuatro líneas negras
paralelas horizontales sobre fondo blanco. Esta unidad
se repite 6 veces a lo largo de una banda vertical. Esta
banda se repite dos veces, como un todo, separadas por
una franja vertical roja. En la segunda banda el número
de unidades mínimas disminuye a cinco. Fernández Baca
(1971) describe unidades mínimas semejantes en la
Lámina 39 Figuras 149 y 150.
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN C 3
En este diseño la unidad mínima se realiza a doble línea, y
presenta en su sector superior seis líneas negras paralelas
horizontales sobre fondo blanco. Esta unidad se repite 5
veces a lo largo de una banda vertical. Esta banda se repite
dos veces, como un todo. Fernández Baca (1971) describe
unidades mínimas semejantes en la Lámina 39 Figuras 149
y 150.
188
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN CLEPSIDRAS EN TRASLACIÓN D
En esta variante la unidad mínima es un triángulo que se
refleja verticalmente, formando una clepsidra, donde el
triángulo inferior es negro y el superior rojo. Esta figura
presenta en su sector superior tres líneas negras paralelas
horizontales sobre fondo anaranjado. Esta unidad se repite
4 veces a lo largo de una banda vertical. En tanto, la banda
se repite dos veces, como un todo, siguiendo el principio
de traslación horizontal. Fernández Baca (1971) describe
una unidad mínima semejante en la Lámina 48 Figura 185.
PATRÓN CLEPSIDRA EN TRASLACIÓN E
En esta variante el campo del diseño consiste de una
banda localizada bajo el borde de un plato. En su interior
la unidad mínima rota al rededor de un punto central.
Esta unidad consiste de un triángulo negro que se refleja
verticalmente, acompañado de tres líneas negras paralelas
sobre fondo blanco, en uno de sus costados. Una unidad
mínima semejante se describe en la Lámina 44, figura 170
de Fernández Baca (1971).
Este diseño cuenta con una representación considerable, registrándose en todo el territorio diaguita. En particular, lo encontramos
en la decoración de aríbalos, botellas, platos planos y antropomorfos. Se trata, en todos los casos, de piezas cerámicas introducidas
por el Inca a la ergología diaguita, que no existían en fases previas. Este diseño posee fuertes connotaciones simbólicas, reflejando el
principio de cuatripartición, mecanismo de unión de fuerzas opuestas, reconocible también en el diseño espacial del Tawantinsuyu.
189
patrón
PATRÓN CLEPSIDRA AISLADA
CLEPSIDRA AISLADA
Diseño bidireccional de origen cuzqueño. Este patrón presenta un campo de diseño rectangular
en el cual se dibujan dos líneas diagonales, nacidas desde sus vértices, que generan cuatro
espacios triangulares. Los triángulos opuestos se decoran con trazos linealeas oblícuos orientados
de manera idéntica.
190
Este diseño se registró en una escudilla zoomorfa. Remite al principio simbólico de cuatripartición,
verdadero leit motiv de la cultura Inca.
patrón
Este patrón decorativo se registra en la decoración interior de los pucos o escudillas campaniformes (González, 1995). Se trata de cuatro figuras idénticas que se ubican opuestamente entre si, marcando cuatro
segmentos equidistantes en la cara interior del ceramio. Las figuras se repiten según principio de rotación a
cuatro vueltas.
CUATRO FIGURAS OPUESTAS
Distinguimos las siguientes variantes atendiendo a la naturaleza de las unidades mínimas:
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS A: RECTÁNGULOS
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS A 1:
RECTÁNGULO NEGRO
La unidad mínima en un rectángulo negro cuyo
lado mayor coincide con el borde. Esta figura
se encuentra delimitada por tres líneas negras
paralelas.
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS A 2:
RECTÁNGULO CON PATRÓN ZIGZAG B
La unidad mínima es un rectángulo que fue decorado
interiormente con el patrón Zigzag B.
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS A 3:
RECTÁNGULO CON LÍNEAS PARARELAS
La unidad mínima es un rectángulo decorado
interiormente con líneas negras paralelas sobre
fondo blanco. Este patrón decorativo fue descrito por
Fernández Baca (1971) como “grupos de paralelas
verticales pintadas de rojo o negro”, Lámina 26,
Figuras 101 a 103.
191
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS A 4: RECTÁNGULO RETICULADO OBLICUO
La unidad mínima es un rectángulo que nace bajo el borde y se decora mediante líneas negras que forman un
campo reticulado oblicuo sobre fondo blanco.
Fernández Baca (1971) denomina este patrón como “motivos reticulados oblicuos”, Lámina 144, figuras 553 a
555.
PATRÓN
CUATRO
FIGURAS
OPUESTAS A 5: RECTÁNGULO
CON GRECAS EN REFLEXIÓN
DESPLAZADA
La unidad mínima es una greca
inserta en un rectángulo que sufre una
reflexión lateral.
Fernández
Baca
(1971)
describe
diseños similares bajo el nombre
“figuras de volutas a base de líneas
quebradas”, Lámina 136, figuras 521
a 523.
192
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS B: TRAPECIOS
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS B
1: TRAPECIOS RETICULADOS OBLICUOS
La unidad mínima es una figura trapezoidal
decorada interiormente con un diseño reticulado
oblicuo y demarcada por dos líneas negras
paralelas. Fernández Baca (1971), describe la
figura de trapecios en la Lámina 28, figura 109.
PATRÓN CUATRO FIGURAS OPUESTAS C.
LÍNEAS ZIGZAG DOBLES:
En este diseño la unidad mínima es una línea zigzag
a doble línea, en la cual se observan grupos de tres
trazos verticales en cada quiebre de dirección de
la línea zigzag. Fernández Baca (1971) describe
diseños semejantes bajo el nombre “líneas
quebradas blancas en fajas paralelas”, Lámina 61,
figura 233.
Este diseño refleja también el principio simbólico de cuatripartición que organiza la cosmovisión Inca, y que se expresa también en
la división espacial del Imperio Tawantinsuyu (o de las cuatro partes). Hemos registrado estas configuraciones, principalmente en el
valle de Elqui, en la decoración interior de escudillas campaniformes (González, 1995).
193
194
CÍRCULOS EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL - VERTICAL
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño, fue descrito por
Fernández Baca (1971) como “circunferencias pintadas de
negro con un punto en el centro” (Lámina 10 figuras 38 a
40). La unidad mínima es un círculo con un punto en su
interior que se desplaza en sentido horizontal y vertical siguiendo el principio de traslación.
Este diseño cuenta con una escasa representación en la cerámica de la fase Diaguita III (1470-1536 d.C.), restringiéndose a dos vasijas antropomorfas procedentes del valle de
Elqui y Limarí. No obstante, cuenta con una representación
amplia, en el arte rupestre de los valles de Limarí y Choapa
(González, 2012 MS).
Distinguimos dos variantes:
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN CÍRCULOS
EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL-VERTICAL A
Esta variante se caracteriza porque la unidad mínima es
un círculo negro sobre fondo blanco con un punto rojo
en su interior.
PATRÓN CÍRCULOS
EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL-VERTICAL B
Esta variante se caracteriza porque la unidad mínima
es un círculo negro sobre fondo blanco con un punto
negro en su interior. En el sector exterior del círculo se
dibujaron trazos rectos en rotación. Fernández Baca
(1971) describe una unidad mínima semejante en la
Lámina 88, Figura 336, y en la Lámina 11, Figura 43.
195
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño, un diseño semejante fue descrito por Fernández Baca (1971)
como “cruces pequeñas a base de rayas anchas” en la Lámina N°101, Figura N°385. La unidad mínima
196
CRUCES EN TRASLACIÓN
es una cruz que se traslada horizontalmente sobre el campo del diseño.
PATRÓN CRUCES EN TRASLACIÓN A
En esta variante la unidad mínima es una cruz blanca que se traslada horizontalmente dentro de
una banda de color rojo.
Este diseño cuenta con una escasa representación, se registró en un fragmento cerámico procedente del centro administrativo Inca de Loma Los Brujos, en el río Illapel (valle del Choapa). También puede considerarse como una representación gráfica del principio simbólico de cuatripartición.
patrón
Diseño finito de origen cuzqueño, diseños semejantes fueron descritos por Fernández Baca (1971) en la
decoración interior de platos planos cuzqueños (“chua”). Nos referimos a la Lámina N°77, Figura N°299;
Lámina N°78-a, Figura 304 y Lámina N°99, Figura 377. En la fase III, de la cultura Diaguita lo encontramos en platos planos y platos ornitomorfos. En estos casos se dibujaban diferentes diseños al interior
de “dos fajas anchas cruzadas entre sí”, que actúan como un diseño finito, por una parte, y como campo
de diseño, por otra. A este campo de diseño le hemos denominado “cruz diametral” y definimos variantes
CRUZ DIAMETRAL
atendiendo a los cambios en su decoración interior.
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL A: CRUZ A TRIPLE LÍNEA
INSERTA EN CÍRCULO Y CON BORDE DE TRIÁNGULOS
En esta variante la unidad mínima es una cruz negra sobre fondo terracota, delimitada por
dos líneas negras paralelas al diseño central. Esta cruz se inscribe en un círculo bordeado por
triángulos en rotación. Fernández Baca (1971) describe un motivo semejante como “cruces
semejantes a la griega, trazadas con dos y hasta tres rayas negras y paralelas” (Lámina N°102,
Figura 387).
197
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL B: CRUZ DE BANDAS RETICULADAS OBLICUAS
En esta variante la cruz diametral se forma al intersectarse dos bandas con diseño reticulado oblicuo. Este tipo de decoración
interior de la banda fue descrito por Fernández Baca (1971) como “motivos reticulados oblicuos” (Lámina 144, Figuras 552 a 555).
Distinguimos dos subvariantes:
CRUZ DIAMETRAL B 1-1
En este diseño las bandas reticuladas oblicuas se sitúan
al interior de un círculo negro sobre fondo terracota en la
decoración interior de un plato ornitomorfo.
CRUZ DIAMETRAL B 1-2
En este diseño la cruz diametral formada por las bandas reticuladas
oblicuas se sitúan directamente sobre la superficie interior de este plato
plano, sin insertarse en un círculo.
CRUZ DIAMETRAL B 2
En esta variante la cruz diametral reticulada oblicua presenta
la forma de una “Cruz de Malta”. Fernández Baca (1971)
describe diseños semejantes en la Lámina 97, Figuras 367 a
370.
198
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL C: CRUZ CON TRIÁNGULOS
ANTROPOMORFOS
En esta variante la unidad mínima es una cruz negra sobre fondo terracota
terminada en triángulos negros con rostros antropomorfos, Fernández
Baca (1971) registra estos triángulos con rasgos antropomorfos en la
Lámina N°142, Figura 545. En este diseño se identifican dos unidades
mínimas diferentes, en los sectores externos de la cruz. La primera
de ellas es un triángulo antropomorfo donde los ojos se representan
por dos círculos concéntricos y la boca por un rectángulo dentado. La
segunda unidad mínima es un triángulo antropomorfo donde los ojos
se representan por volutas y la boca por un rectángulo dentado. Estas
unidades se reflejan verticalmente en el borde opuesto.
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL D: CRUZ DOBLE LÍNEA INSERTA
EN CÍRCULO
Este diseño presenta un reborde de grecas rectas en rotación que alterna
su color de rojo a negro cada seis o siete unidades de idéntico color.
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL E: CRUZ A TRIPE LÍNEA SIMPLE
Diseño formado por dos bandas creadas por tres líneas negras paralelas
sobre fondo terracota perpendiculares entre sí.
199
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN
CRUZ
DIAMETRAL
F:
CRUZ
Y
CUATRO
CLEPSIDRAS
Diseño formado por una cruz diametral de color rojo sobre fondo
blanco, en la cual se dibujaron 4 clepsidras de color negro y rojo,
en los espacios divididos por la cruz al interior del plato circular. Las
clepsidras opuestas presentan idéntico color.
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL G: CRUZ FORMADA POR BANDAS DE CLEPSIDRA EN TRASLACIÓN
En este diseño la cruz diametral se forma por la intersección de dos bandas decoradas internamente con el motivo de clepsidras en traslación,
separadas por líneas paralelas.
CRUZ DIAMETRAL G 1-1
En esta variante el color de fondo es terracota y el diseño se realizó en negro.
Una línea negra marca el inicio del borde de este plato ornitomorfo.
CRUZ DIAMETRAL G 1-2
En esta subvariante el diseño se realiza en negro sobre blanco y una línea roja
marca el inicio del borde de este plato.
200
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL G 2
En esta sub variante el color de la unidad mínima (clepsidra)
presenta dos colores diferentes, rojo y negro, en cada triángulo
opuesto. En el centro de la cruz se observa un cuadrado creado
por líneas paralelas. El borde de este plato está adornado por
grecas rectas en rotación.
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL H: CRUZ SOBRE CAMPO RETICULADO
En esta variante la idea gráfica de una cruz diametral sobre la superficie interior
de este plato se realiza mediante bandas terracota no decoradas que se
alternan con una superficie decorada con un diseño reticulado perpendicular en
los espacios restantes. También se observa un cuadrado reticulado en el centro
del campo del diseño. Fernández Baca (1971) describe diseños reticulados
perpendiculares en la Lámina 152 Figuras 584 a 587.
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL I: CRUZ DE BANDA RECTANGULAR Y
TRIANGULAR
CRUZ DIAMETRAL I 1
En este diseño la cruz diametral se realiza mediante la intersección de una banda rectangular
decorada interiormente con rombos en traslación y un diseño aproximadamente triangular que
intersecta esta banda en su sector medio. Este diseño triangular se forma por la reflexión de un
diseño semejante a un triángulo rectángulo, que se refleja como un todo en el sector opuesto
del plato.
201
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
CRUZ DIAMETRAL I 2
En este diseño la cruz diametral se realiza mediante la intersección de
una banda rectangular decorada interiormente con rombos en traslación,
decorados interiormente con líneas oblicuas paralelas y un diseño
triangular que intersecta esta banda en su sector medio. Este diseño
triangular se decora interiormente con un diseño reticulado oblícuo y se
refleja como un todo en el sector opuesto del plato. Una línea recta une el
diseño triangular a la banda rectangular.
PATRÓN CRUZ DIAMETRAL J: CRUZ SIMPLE SOBRE
CAMPO RETICULADO PERPENDICULAR
En este diseño se observa una cruz roja simple sobre la
superficie de un ceramio zoomorfo, dispuesta sobre un campo
reticulado perpendicular negro sobre fondo blanco.
Este patrón decorativo denominado “Cruz Diametral” cuenta con una amplia representación, no obstante, posee una alta variabilidad interna, que genera diseños únicos, no estandarizados. Refleja claramente el principio simbólico de la cuatripartición, mediante una simpleza
iconográfica que reitera este símbolo. Es interesante notar que cuando se incorpora el color rojo, lo hace siempre bajo una lógica de contraste
cromático que evidencia la existencia de fuerzas opuestas y en equilibrio.
202
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño. La unidad mínima es una greca sin escalonado, inserta en un
espacio triangular, que sufre una doble reflexión especular en el sector central de la banda. Primero se
refleja verticalmente y luego, como un todo, se refleja horizontalmente, generando un diseño cuatripartito. En los bordes inferior y superior del campo del diseño la unidad mínima se refleja desplazadamen-
DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR
te respecto a la greca localizada en el sector medio del campo del diseño. Distinguimos dos variantes.
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR I
En esta variante la unidad mínima es una greca de color blanco sin escalonado que
se inserta en un campo triangular. Al insertarse genera dos espacios triangulares de
menor tamaño que alternan su color de rojo a negro. Esta unidad sufre una doble
reflexión especular en el sector medio de la banda y se inserta en un campo en forma
de rombo. En los bordes inferior y superior del campo del diseño la unidad mínima se
refleja desplazadamente respecto a la greca localizada en el sector medio del campo
del diseño, intercambiando también sus colores. Diseños semejantes fueron descritos
por Fernández Baca (1971), en la Lámina 138 y 139, Figuras 531 y 532, en el grupo
denominado “Rombos en cadena interior y exteriormente ornamentados con figuras
de volutas a base de líneas quebradas”.
203
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR J
En esta variante la unidad mínima es una greca de
color blanco sin escalonado que se inserta en un
campo triangular. Al insertarse genera dos espacios
triangulares de menor tamaño de color rojo o negro,
que alternan su color al reflejarse vertical, horizontal
o desplazadamente. Esta unidad sufre una doble
reflexión especular en el sector medio de la banda
y se inserta en un campo en forma de rombo. En los
bordes inferior y superior del campo del diseño la
unidad mínima se refleja desplazadamente respecto
a la greca localizada en el sector medio del campo del
diseño, intercambiando también sus colores. Diseños
semejantes fueron descritos por Fernández Baca
(1971), en la Lámina 138 y 139, Figuras 531 y 532, en
el grupo denominado “Rombos en cadena interior y
exteriormente ornamentados con figuras de volutas a
base de líneas quebradas”.
Pese a que la representación de este patrón no es muy alta, se trata de una configuración simétrica y cromática de
gran relevancia simbólica, que no existía en tiempos previos a la llegada del Inca. Mediante mecanismos gráficos
designa al principio simbólico de la cuatripartición y el concepto de yanantin, que mediante diversos movimientos o etapas, logra la igualación o equilibrio de fuerzas opuestas. Fue registrado en dos escudillas campaniformes
procedentes del valle de Elqui.
204
patrón
Diseño finito de origen cuzqueño, semejante al patrón Cruz Diametral pero se diferencia en que se intersectan dos líneas paralelas oblicuas, no rectas. La unidad mínima es un diseño con forma de equis.
Distinguimos dos variantes
EQUIS AISLADA
PATRÓN EQUIS AISLADA A
En esta variante la unidad mínima es un diseño lineal
con forma de equis doble, de color negro sobre fondo
blando. Se dispone en el centro de un plato plano.
PATRÓN EQUIS AISLADA B
En esta variante la unidad mínima se realiza en
color rojo sobre blanco, enmarca este diseño un
campo reticulado oblicuo negro sobre fondo
blanco.
Este diseño también representa la idea de cuatripartición, con escueta sencillez pero expresando una idea clara y
reconocible, por medio de lenguajes visuales. Forma parte de una estrategia Inca por dar a conocer y difundir principios relevantes de su cosmovisión.
205
206
ESPIGAS EN TRASLACIÓN
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño. La unidad mínima es un
trazo o banda vertical a la cual se le adosan rectángulos oblicuos en
reflexión vertical, dando la apariencia de una planta de maíz o una
espiga. Esta configuración simétrica se traslada horizontalmente una
vez situándose a cada lado del diseño central de la cara anterior de
los aríbalos. En las piezas cerámicas de la fase Diaguita-Inca se ha
registrado también este diseño en botellas. Fernández Baca (1971)
describe un diseño semejante en la Lámina 42, Figura 161.
Este diseño cuenta con una escasa representación, no obstante, ha
sido registrado en los tres valles del territorio Diaguita (Elqui, Limarí
y Choapa) siempre en la decoración de piezas cerámicas de morfología cuzqueña, introducidas por el Inca a la ergología diaguita
(aríbalos y botellas).
Distinguimos dos variantes.
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN ESPIGAS EN TRASLACIÓN A
En esta variante la unidad mínima se compone de una banda vertical roja sobre fondo blanco delimitada por dos líneas negras
paralelas. A este dibujo se le adosan rectángulos oblicuos formados por tres líneas negras paralelas sobre fondo blanco. Este
rectángulo presenta un engrosamiento negro en su sector lateral exterior.
PATRÓN ESPIGAS EN TRASLACIÓN B
En esta variante la unidad mínima se compone de una línea negra sobre fondo blanco, a ella se le adosan rectángulos oblicuos
formados por dos líneas negras paralelas sobre fondo blanco. Los rectángulos oblicuos presentan un engrosamiento negro en su
sector lateral exterior.
207
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño, fue descrito por Fernández Baca (1971) en el grupo denominado también “Greca Inca”. Define este diseño como “rayas negras de color negro o granate
en posición vertical, alternativamente dispuestas en direcciones opuestas, guardando distancias
uniformes entre sí” (Página 50, Láminas 171 a 178, figuras 658 a 686).
La unidad mínima podríamos definirla como una línea recta que cambia su orientación de horizontal
a vertical sirviendo de borde a una figura cuadrada o trapezoidal, este diseño se repite luego por
traslación horizontal.
GRECA INCA
Distinguimos las siguientes variantes:
208
PATRÓN GRECA INCA A
En esta variante la unidad mínima consiste en un trapecio negro asentado sobre una banda
delgada negra en su sector inferior, delimitado por una línea blanca sobre fondo rojo. Esta
unidad mínima se distribuye en tres bandas horizontales separadas entre sí por una línea
horizontal blanca. En la primera banda horizontal, en el sector superior del campo del
diseño, la unidad mínima se repite por traslación horizontal hasta completar la banda. En la
segunda banda horizontal, la unidad mínima sufre una reflexión horizontal, proceso que se
repite en la tercera banda horizontal, retomando la orientación inicial.
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN GRECA INCA B
En esta variante la unidad mínima es una banda roja bordeada por
una banda negra sobre blanco de la que nacen numerosos trazos
negros verticales equidistantes. Esta banda presenta inicialmente
una orientación horizontal para luego adoptar una posición vertical,
y cambia nuevamente a una orientación horizontal para volver a
descender verticalmente, luego varía nuevamente en un sentido
horizontal. Esta unidad mínima se traslada horizontalmente hasta
completar el campo del diseño.
PATRÓN GRECA INCA C
En esta variante la unidad mínima es una banda
roja decorada interiormente por múltiples
líneas negras paralelas. Esta banda presenta
inicialmente una orientación horizontal para
luego adoptar una posición vertical, y cambia
nuevamente a una orientación horizontal para
volver a descender verticalmente, y luego
variar nuevamente a un sentido horizontal. Esta
unidad mínima se traslada horizontalmente
hasta completar el campo del diseño.
PATRÓN GRECA INCA D
La unidad mínima es un rectángulo negro posado en una banda delgada inferior
del mismo color. Esta unidad se repite siguiendo el principio de rotación hasta
completar cada banda concéntrica que conforma el campo del diseño.
El patrón decorativo definido como “Greca Inca” se ha registrado en botellas, platos planos y escudillas campaniformes, registradas principalmente en el valle de Elqui, y en menor proporción en los valles de Limarí y Choapa. Es interesante notar que está presente también en el arte
rupestre de origen Inca, en los valles mencionados.(González, 2012 MS).
209
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño, un diseño semejante fue descrito por
Fernández Baca (1971) en la Lámina N°150, Figura 577. La unidad mínima es
una línea que bordea el contorno circular de un plato en su superficie interna, y
CÍRCULO CONCÉNTRICO
luego se repite tres veces bajo el borde, siguiendo el principio de traslación.
210
Este patrón cuenta con una escasa representación, se registró en un plato plano procedente
del valle de Elqui.
patrón
Diseño finito de origen cuzqueño, un diseño semejante fue descrito por Fernández
Baca (1971) bajo la denominación “motivos ondulados”, en la Lámina N°56, Figura 215. La unidad mínima es una línea ondulada terracota inserta en una banda
negra. Presenta en su interior una línea negra ondulada. Esta línea banda decorada
Este patrón decorativo cuenta con una escasa representación, registrándose en un plato plano
procedente del valle de Elqui.
LÍNEA ONDULADA
se ubica bajo el borde, en la superficie interior de un plato plano.
211
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño, un diseño semejante fue descrito
por Fernández Baca (1971) bajo la denominación “motivos ondulados”, en
la Lámina N°56, Figura 218. La unidad mínima es una línea ondulada oblicua, de color terracota, inserta en una banda negra de igual inclinación. Esta
LÍNEAS ONDULADAS EN TRASLACIÓN
unidad mínima se mueve en el campo del diseño siguiendo el principio de
212
traslación horizontal.
Este patrón decorativo cuenta con una escasa representación, fue registrado en un
fragmento cerámico procedente del sitio Huana (Niemeyer, 1969).
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño. Fernández Baca (1971), describe un diseño
semejante en la decoración interior de un plato, realizado en forma menos esquemática
que en esta representación (Ver Lámina N°183, Figura 703). El autor citado le denomina
“peces Suche del lago Titicaca”. La unidad mínima es una figura semejante a una flecha
o pez, formada por tres triángulos conectados por el vértice superior, del cual se despren-
Este patrón decorativo sólo cuenta con un ejemplo, registrado en la decoración interior de una
escudilla, sin diferenciación entre paredes y base, procedente del valle de Elqui.
PECES EN ROTACIÓN
den trazos verticales. Esta figura se repite cuatro veces siguiendo el principio de rotación.
213
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño registrado en la decoración interior de un plato. Fue
descrito por Fernández Baca (1971), en la Lámina 23, Figura 92, definiéndolo como “grupos de
paralelas pintadas de negro y dispuestas en fajas horizontales espaciadas entre sí”. Se distinguen
dos unidades mínimas diferentes. Por una parte, un rectángulo de color rojo, y por otra, un rec-
214
RECTÁNGULOS EN ROTACIÓN
tángulo blanco decorado con cinco líneas verticales rojas y negras intercaladas. Estas unidades
unidades mínimas se desplazan en el campo del diseño, siguiendo el principio de rotación.
Se trata de un patrón decorativo de escasa representación. Solo lo hemos registrado en el borde de una escudilla procedente del valle de Elqui.
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño. Fernández Baca (1971) describe un diseño semejante en la
Lámina 23, Figura 89 bajo la denominación “grupos de paralelas pintadas en negro y dispuestas en fajas
horizontales”. La unidad mínima es un trazo corto vertical dispuesto bajo una línea horizontal que se desplaza siguiendo el principio de traslación horizontal, luego este diseño, como un todo, se repite siguiendo
el principio de traslación vertical.
RECTAS EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL Y VERTICAL
PATRÓN RECTAS EN TRASLACIÓN HORIZONTAL Y
VERTICAL A
En esta variante la traslación horizontal de un trazo vertical se
distribuye en bandas, que luego se trasladan horizontalmente
en un espacio rectangular. El trazo vertical se dibuja bajo la línea
horizontal que le sirve de soporte.
PATRÓN RECTAS EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL Y VERTICAL B
En esta variante la traslación horizontal de un trazo
vertical se distribuye en bandas, que luego se
trasladan horizontalmente en un espacio rectangular.
El trazo vertical se dibuja bajo la línea horizontal que
le sirve de soporte.
Se trata de un diseño de escasa representación y circunscrito a la decoración de asas de formas cerámicas de vasijas
de origen cuzqueño y escudillas campaniformes
215
RETICULADO OBLICUO
patrón
216
Diseño bidireccional de origen cuzqueño. La unidad mínima es una línea
oblicua negra, simple o doble, que se desplaza siguiendo el principio de traslación horizontal, esta unidad mínima se refleja verticalmente y se traslada,
sobreimponiéndose sobre el diseño inicial. Fernández Baca denomina estos
diseños como “motivos reticulados oblicuos”.
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN RETICULADO OBLICUO A
En este caso, la unidad mínima se compone de una línea negra oblicua simple. Fernández Baca (1971), describe diseños idénticos en las
Láminas 144 a Figuras 552 a 555.
PATRÓN RETICULADO
OBLICUO A
En esta sub variante, el diseño reticulado
oblicuo se dispone en un campo de
diseño rectangular. Se registra en la
decoración de aríbalos y platos planos,
en color negro sobre blanco y negro
sobre terracota:
PATRÓN RETICULADO OBLICUO B
En esta variante la unidad mínima se compone de una
línea negra oblicua doble. Fernández Baca (1971), describe
diseños idénticos en las Láminas 148, Figuras 568 a 571, lo
define como “motivos reticulados oblicuos más o menos
espaciados trazados a base de dos rayas paralelas”. El
diseño se dispone en un campo rectangular. Se registra en la
decoración de platos planos y platos ornitomorfos, en color
negro sobre blanco y negro sobre terracota.
Este patrón decorativo de origen cuzqueño, se encuentra ampliamente representado en el territorio diaguita (valles de Elqui, Limarí y Choapa).
En sitios habitacionales es frecuente encontrar fragmentos con esta decoración. Se encuentra también representado en el arte rupestre de los
valles de Choapa y Limarí (González, 2012 MS).
217
218
ROMBOS EN HILERA
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño, fue descrito por Fernández Baca
(1971) como “rombos en hilera” en las Láminas 103 a143 (figuras 391 a
548). La unidad mínima es un rombo simple o concéntrico, con decoración
interior o sin ella, que se traslada horizontal o verticalmente al interior de una
banda rectangular.
El patrón Rombos en Hilera cuenta con una amplia representación, registrándose numerosos ejemplos en los valles de Elqui, Limarí y Choapa. Se trata de
una expresión gráfica del principio simbólico de cuatripartición.
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN ROMBOS EN HILERA A
En esta variante la unidad mínima es un rombo sin decoración interior que se traslada horizontalmente hasta
completar la banda rectangular en la que se inscribe. Diseños semejantes se describen en la Lámina 116,
Figura 444, de Fernández Baca (1971). Distinguimos las siguientes sub variantes:
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA A 1
En este diseño los rombos alternan
su color de negro a blanco sobre un
fondo blanco.
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA A 2-1
En esta sub variante la unidad mínima
es de color terracota sobre un fondo
rectangular de color negro.
PATRÓN ROMBO S
EN HILERA A 2-2
Esta sub variante se distingue
por que la banda se dispone
bajo el borde de la superficie
interior de un plato plano.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA B
En esta variante la unidad mínima es un rombo concéntrico
compuesto por un rombo negro central delimitado por
un rombo rojo sobre fondo blanco. Esta figura se traslada
verticalmente al interior de una banda rectangular vertical.
Diseños semejantes se describen en la Lámina 108, Figura
411 (Fernández Baca, 1971).
219
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN ROMBOS EN HILERA C
En esta variante se distinguen dos unidades mínimas diferentes que se intercalan entre sí. Una de ellas es un rombo
concéntrico compuesto por un rombo negro central delimitado por un rombo blanco y rojo. El límite exterior de esta
unidad mínima es negro. La segunda unidad mínima se compone por un rombo concéntrico compuesto por un rombo
blanco delimitado por un rombo negro y rojo. El borde externo es negro. Estas unidades se intercalan y trasladan
verticalmente hasta completar la banda. Un diseño semejante se describe en la Lámina 121, Figura 463 (Fernández Baca,
1971)
PATRÓN ROMBOS EN HILERA D
En esta variante la unidad mínima es un rombo reticulado oblicuo que se desplaza vertical u horizontalmente.
Rombos con decoración interior reticulado oblicuo son descritos por Fernández Baca en la Lámina 110,
Figuras 419 a 421.
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA D 1
Esta sub variante presenta una unidad mínima compuesta de un rombo reticulado oblicuo negro
sobre fondo blanco, se inserta en un campo rectangular, generando espacios triangulares que alternan
sus colores de rojo a negro en el sector superior y negro a rojo en el inferior. Esta unidad se traslada
verticalmente hasta completar la banda.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA D 2
En esta sub variante la unidad mínima es un rombo reticulado
oblicuo negro sobre fondo blanco, inserto en un campo
rectangular. Genera espacios triangulares que alternan sus
colores de rojo a negro en sentido horizontal, y también en los
sectores superior e inferior de la banda. Esta unidad se traslada
horizontalmente en el campo de diseño rectangular.
220
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA D 3
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA D 4
Este diseño presenta como unidad mínima
Esta sub variante presenta una unidad
un rombo reticulado oblicuo negro sobre
mínima consistente en un rombo rojo,
fondo blanco, inserto en un campo de
reticulado oblicuo sobre fondo blanco.
diseño rectangular de color negro. La
Se desplaza cinco veces sobre un fondo
unidad se traslada verticalmente hasta
blanco.
completar la banda.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA D 5
La unidad mínima de esta sub variante es un rombo
reticulado negro sobre fondo blanco, con su contorno
delimitado por una línea roja. El campo de diseño
restante está cubierto por un diseño reticulado oblicuo
negro sobre fondo blanco.
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA D 6
En este diseño la unidad mínima es un rombo reticulado
negro sobre fondo blanco, inserto en un campo de
diseño rectangular de color rojo. La unidad se traslada
horizontalmente hasta completar la banda.
221
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN ROMBOS EN HILERA D 7
En este diseño se observan dos unidades mínimas diferentes.
La primera es un rombo reticulado oblicuo negro sobre fondo
blanco que se traslada horizontalmente en un campo rectangular.
La inserción del rombo en este campo de diseño genera figuras
triangulares de color rojo decoradas con un círculo concéntrico
central de color blanco y negro, con un punto rojo central.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA E
En esta variante la unidad mínima es un rombo delimitado por tres líneas oblicuas paralelas, que se intersectan en el sector central. Se inserta
en un campo de diseño rectangular. La unidad mínima se traslada verticalmente hasta completar la banda. Fernández Baca (1971) describe
diseños semejantes en la Lámina 150, Figuras 578 y 579 bajo el nombre “reticulados oblicuos a base de una, dos y hasta tres líneas paralelas”.
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA E 1
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA E 2
La unidad mínima es un rombo negro
La unidad mínima es un rombo
delimitado por tres líneas oblicuas
blanco delimitado por tres líneas
paralelas negras sobre fondo blanco.
oblicuas
paralelas
negras
sobre
fondo blanco.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA F
En este diseño la unidad mínima es un rombo negro sobre
fondo blanco. En su interior presenta una línea roja vertical.
El campo del diseño es una banda rectangular. La unidad se
traslada horizontalmente hasta completar la banda. Un diseño semejante describe Fernández Baca (1971) en la Lámina
126, Figura 483.
222
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN ROMBOS EN HILERA G
Esta variante se caracteriza por presentar como unidad mínima un rombo decorado con una cruz central. Esta unidad mínima se desplaza
en un campo de diseño rectangular siguiendo el principio de traslación horizontal. Un diseño de rombos decorados interiormente con
cruces de Malta, describe Fernández Baca (1971) en la Lámina 126, Figura 485. Se distinguen dos sub variantes:
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA G 1
En este diseño la unidad mínima es un rombo negro en el
cual se inserta una cruz blanca realizada por la intersección
de dos bandas. Esta cruz fue decorada interiormente con una
cruz lineal de color negro. El campo de diseño rectangular se
encuentra delimitado por una línea roja con puntos en el sector
superior y una línea negra con puntos en el sector inferior.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA G 2
En esta sub variante, la unidad mínima es un rombo negro que
presenta en su interior una cruz blanca realizada mediante la
intersección de dos bandas. Esta cruz presenta una cruz roja
lineal concéntrica de menor tamaño, sobre fondo blanco. Su
interior se decoró mediante una cruz negra lineal. La inserción
de esta unidad mínima en el campo de diseño rectangular
genera espacios triangulares en los sectores superior e inferior,
que fueron decorados por líneas negras paralelas oblicuas sobre
fondo blanco. Estas unidades se trasladan horizontalmente
hasta completar el campo del diseño.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA H
En esta variante, la unidad mínima es un rombo negro sobre fondo blanco decorado con diez líneas negras verticales paralelas. La unión de un
rombo con otro se decora con un diseño de clepsidra negra. Los triángulos que completan la banda son de color rojo. Rombos con decoración
interior de líneas rectas paralelas, fueron descritos por Fernández Baca (1971) en la Lámina 109, Figura 417.
223
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN ROMBOS EN HILERA I
Este conjunto se caracteriza porque presenta un rombo decorado interiormente con puntos situados equidistantes entre sí. Rombos
decorados interiormente con múltiples puntos fueron descritos por Fernández Baca (1971) en la Lámina 106, Figuras 402 a 404.
Distinguimos:
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA I 1
En esta sub variante la unidad mínima es un
rombo blanco sobre fondo negro, decorado
con cuatro puntos rojos, localizados en cada
extremo del rombo.
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA I 2
La unidad mínima en este diseño es un rombo
blanco sobre fondo negro, decorado con cinco
puntos negros, uno central y cuatro en cada
extremo.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA J
La unidad mínima en esta variante, es un rombo rojo con una franja
horizontal en el medio de color negro, sobre un fondo blanco. Esta
unidad se traslada a lo largo de la banda, hasta completarla.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA K
En este diseño la unidad mínima es un rombo negro realizado
a doble línea sobre fondo blanco. Se desplaza en una banda
rectangular delimitada por dos líneas negras paralelas.
Fernández Baca (1971) describe diseños semejantes en la
Lámina 150, Figuras 578 y 579 bajo el nombre “reticulados
oblicuos a base de una, dos y hasta tres líneas paralelas”.
224
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN ROMBOS EN HILERA L
Esta variante se caracteriza por presentar como unidad mínima un rombo negro decorado con cuatro líneas paralelas verticales, sobre fondo
blanco. Se distribuye a lo largo de una banda horizontal, que presenta una línea roja horizontal superior, y una línea negra inferior.
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA L 1
En esta sub variante la unidad mínima va
unida a la siguiente por dos de sus vértices.
PATRÓN ROMBOS
EN HILERA L 2
En este diseño las unidades mínimas se
representan separadas entre sí.
PATRÓN ROMBOS EN HILERA O
Esta variante presenta un interesante juego óptico, en que pueden distinguirse dos unidades mínimas dependiendo de lo que consideremos
como figura y fondo. Optamos por considerar como unidad mínima la figura de un rombo blanco que se traslada en una banda rectangular.
El fondo de esta figura presenta también un diseño de “clepsidras” que alternan su color de rojo a negro.
225
226
TRASLACIÓN HORIZONTAL
-VERTICAL ROMBOS
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño, fue descrito por Fernández
Baca (1971) como “rombos en hilera” en las Láminas 103 a143 (figuras 391 a 548). La unidad mínima es un rombo simple o concéntrico, con decoración interior o sin ella, que se traslada horizontal y
verticalmente al interior de una banda rectangular.
El patrón Rombo en Hilera se encuentra preferentemente en formas
cerámicas de origen cuzqueño (aríbalos, botellas y platos planos)
procedentes del valle de Elqui. También se registra en una vasija
antropomorfa del valle del Limarí. Se trata de otra representación
gráfica del principio simbólico de cuatripartición.
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-VERTICAL
DE ROMBOS A
En esta variante la unidad mínima es un rombo rojo
con un círculo concéntrico negro con un punto central,
sobre fondo blanco. Esta unidad se presenta bordeada
por una banda blanca decorada por cuatro líneas negras
paralelas oblicuas. Fernández Baca (1971) describe un
diseño semejante en la Lámina 107 Figura 408, definido
como “rombos en cadena ornamentados con pequeñas
circunferencias negras con un punto al centro”.
PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-VERTICAL
DE ROMBOS B
La unidad mínima es un rombo negro con una equis en
su interior, sobre fondo blanco que se inserta en una
banda roja. Esta unidad se traslada horizontalmente
una vez, y luego, como un todo, se traslada tres veces
en sentido vertical. Fernández Baca (1971) describe
un diseño semejante en la Lámina 112, Figuras 428 y
429, denominado “rombos en cadena interiormente
decorados con figuras de aspas de ángulos opuestos”.
PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-VERTICAL
DE ROMBOS C
En este caso la unidad mínima es un rombo rojo sobre fondo
blanco que se desplaza entre dos líneas rojas paralelas sobre
fondo blanco, este diseño se traslada como un todo una
vez, en sentido vertical. Fernández Baca (1971) describe un
diseño semejante en la Lámina 114, Figuras 435 a 437.
227
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-VERTICAL DE
ROMBOS D
PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-VERTICAL DE
ROMBOS E
En este diseño la unidad mínima es un rombo a doble línea
negro sobre blanco, que se inserta en un campo blanco
decorado por puntos. Esta unidad se traslada verticalmente tres
veces, y luego se traslada horizontalmente, como un todo, una
vez. Fernández Baca (1971) describe un diseño semejante en la
Lámina 149, Figura 574 definiéndolo como “reticulados a base
de dos rayas paralelas con todos los espacios adornados con
uno o varios puntos”.
En esta variante, la unidad mínima es un rombo negro realizado a doble línea sobre fondo blanco, que se traslada horizontal y verticalmente hasta cubrir el campo del diseño. Fernández Baca (1971) describe un diseño idéntico en la Lámina 149
Figura 572 definiéndolo como “motivos reticulados oblicuos
trazados a base de dos rayas paralelas”.
PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-VERTICAL DE ROMBOS F
La unidad mínima en este diseño es un rombo blanco que se traslada horizontal, y luego verticalmente, hasta completar el campo
de diseño. La inserción de estos rombos blancos en el campo de decoración, genera a su vez, un conjunto de rombos, que fueron
decorados en rojo y negro alternadamente. Fernández Baca (1971) describe un diseño semejante en la Lámina 122 Figura 467.
Distinguimos dos subvariantes:
PATRÓN TRASLACIÓN
HORIZONTAL VERTICAL
DE ROMBOS F 1
En esta subvariante, se observan dos hileras
paralelas de rombos blancos, los rombos
resultantes de la inserción de estos rombos en
una banda rectangular se pintaron de color
rojo y negro, ordenándose los colores en hileras
verticales de idéntico color.
228
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN TRASLACIÓN
HORIZONTAL VERTICAL
DE ROMBOS F 2
En esta sub variante se aprecian hileras horizontales de rombos, que luego se
trasladan en sentido vertical, hasta completar el campo del diseño. Las hileras
horizontales presentan un mismo color (blanco, negro o rojo), y al trasladarse
verticalmente alternan su color.
PATRÓN TRASLACIÓN HORIZONTAL-VERTICAL DE
ROMBOS G
En esta variante la unidad mínima es un rombo blanco sobre una
banda negra, que se traslada horizontalmente hasta completar
la banda. Luego se aprecia una banda roja con una línea negra
horizontal central, bajo ella se repite el diseño inicial.
PATRÓN TRASLACIÓN
HORIZONTAL-VERTICAL DE ROMBOS H
En este diseño la unidad mínima es un rombo negro sobre fondo
terracota decorado interiormente por tres líneas negras oblicuas
paralelas. Esta unidad se inserta en una banda y se traslada hasta
completarla. Luego, como un todo se traslada otra vez, dividiendo
es dos mitades idénticas el centro de la superficie circular que
conforma el campo del diseño. Fernández Baca (1971) describe
una unidad mínima idéntica, regida por principios simétricos
semejantes, en la Lámina 109, Figura 416 definido como “rombos
interiormente adornados con grupos de paralelas negras”.
229
230
ROTACIÓN ASPAS
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño, diseños semejantes fueron descritos
por Fernández Baca (1971), en la Lámina N°55, Figura 214 y en la Lámina
N°78 Figura 301, denominándolos como “cruz de Malta”. La unidad mínima
es un triángulo rectángulo de color blanco, rojo o negro que rota ocho veces en
torno a un punto central, alternando su color, de rojo a blanco, o de rojo a negro, respectivamente. Al inicio de la banda vertical que da forma al campo del
diseño se aprecia un modelado cilíndrico. El color de la unidad mínima es negro
y alterna a blanco, luego este motivo, como un todo, se traslada verticalmente
tres veces, alternando su color de negro a rojo en cada traslación.
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
Se trata de un principio simétrico escasamente representado, registrado en un aríbalo procedente del valle
de Limarí.
231
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño. La unidad mínima es un rectángulo
negro sobre fondo blanco, con una línea roja vertical central, sobre fondo blanco. Esta unidad se traslada horizontalmente tres veces. Este diseño decora la
TRASLACIÓN RECTÁNGULOS
parte superior del cuerpo de un aríbalo.
232
Tanto la unidad mínima (rectángulo) como el principio simétrico que la gobierna (traslación) son de
gran simpleza, característica propia de una buena parte de los diseños de origen cuzqueño.
patrón
Este patrón presenta una unidad mínima compuesta por un trazo negro vertical sobre fondo blanco que
se traslada horizontalmente formando un cuadrado. Luego, este cuadrado se comporta también como una
unidad mínima rotando alrededor de un campo de diseño formado por dos bandas circulares concéntricas.
El centro del campo del diseño fue decorado con una cruz. Fernández Baca (1971) describe una unidad
TRASLACIÓN HORIZONTAL
Y ROTACIÓN RECTAS
mínima semejante en la Lámina N°156, Figura 600 y en la Lámina N°153, Figura 591.
Este diseño se encuentra escasamente representado, registrándose solo un ejemplo presente en la decoración interior
de dos platos planos idénticos procedente del valle de Limarí.
233
patrón
Diseño unidireccional de origen cuzqueño. La unidad mínima es un triángulo rectángulo que alterna su color de negro a rojo. Los triángulos de un mismo color se mueven siguiendo el principio de
rotación a dos vueltas. En tanto, los triángulos de color opuesto se reproducen según principio de
reflexión vertical. Estas operaciones se repiten hasta completar la banda. Fernández Baca (1971)
TRIÁNGULOS EN ROTACIÓN
Y REFLEXIÓN DESPLAZADA
ilustra, sin definirlo, un diseño idéntico en la Lámina N°106, Figura N°402.
234
Este patrón decorativo sólo cuenta con un ejemplo registrado en un aríbalo procedente del valle de Elqui.
Es interesante notar el efecto óptico de profundidad y volumen que produce este tipo de simetría operando
sobre la unidad mínima triangular.
patrón
Diseño bidireccional. El campo del diseño se divide en dos bandas verticales delimitadas por tres
líneas negras verticales. La unidad mínima es un triángulo rectángulo negro que se desplaza verticalmente dos veces en la primera línea. En la segunda línea vertical se observa un triángulo rectángulo
negro, resultante de la reflexión desplazada de los triángulos de la primera línea. Este diseño, como
un todo, se repite por traslación horizontal en la segunda banda vertical. Se registró en la decoración
TRIÁNGULOS EN TRASLACIÓN
Y REFLEXIÓN DESPLAZADA
de un aríbalo.
Se trata de un diseño único, procedente del valle de Elqui.
235
patrón
PATRÓN VERTICALES PARALELAS
Diseño unidireccional de origen cuzqueño. La unidad mínima es una línea vertical que se traslada en el
campo del diseño siguiendo el principio de traslación horizontal. Distinguimos dos variantes:
PATRÓN VERTICALES PARALELAS A
En esta variante la unidad mínima se repite
cuatro veces en una banda rectangular,
y luego se traslada horizontalmente 10
veces, separándose entre sí por un espacio
TRASLACIÓN VERTICAL
PARALELAS
rectangular rojo, sin decoración. Este diseño
236
decora el cuello de una botella (aysana).
Fernández Baca (1971) describe un diseño
semejante en la Lámina N°24, Figura 93
PATRÓN VERTICALES PARALELAS B
En este diseño la unidad mínima se traslada tres
veces en sentido horizontal. Este diseño se ha
registrado en la decoración del cuerpo de aríbalos.
patrón
Diseño bidireccional de origen cuzqueño. La unidad mínima es un triángulo
negro invertido posado sobre una línea negra horizontal, sobre fondo blanco.
Esta unidad se traslada múltiples veces en sentido horizontal, luego este diseño
se traslada, como un todo, en sentido vertical. Fernández Baca (1971) describe
diseños semejantes en las Láminas 72 y 73, números 277, y 280 a 284, bajo
TRIÁNGULOS EN TRASLACIÓN
HORIZONTAL Y VERTICAL
el nombre de “motivos dentados dispuestos en fajas múltiples”.
Este patrón se encuentra representado en aríbalos procedentes del valle de Elqui y Limarí.
También se ha observado en el arte rupestre del valle del Choapa (González, 2012 MS).
237
patrón
PATRÓN VOLUTAS EN ROTACIÓN
Diseño unidireccional de origen cuzqueño, la unidad mínima es un triángulo terminado en una voluta
que sufre una rotación a dos vueltas con la figura localizada en el sector opuesto de la banda. Un diseño
semejante fue definido por Fernández Baca (1971) como “figuras dentadas terminadas en volutas”, en la
Lámina 82 y Lámina 83 (Figuras 314 a 321). Se distinguen dos variantes:
PATRÓN VOLUTAS EN
ROTACIÓN A
La unidad mínima es de color negro sobre
blanco y rota en una banda vertical. Fue
VOLUTAS EN ROTACIÓN
registrada en la decoración del cuerpo de
238
un aríbalo.
PATRÓN VOLUTAS EN ROTACIÓN B
En esta variante la unidad mínima cambia de color de rojo a negro en cada rotación, siendo las unidades superiores
de color negro y las inferiores de color rojo. Fue registrada en la decoración del cuerpo de un aríbalo.
Este patrón decorativo cuzqueño cuenta con una baja representación, registrándose en formas cerámicas de
morfología cuzqueña (dos aríbalos) procedentes del valle de Elqui.
patrón
Diseño unidireccional, la unidad mínima es una línea oblicua que sufre una reflexión vertical y luego
se traslada horizontalmente, como un todo, hasta completar la banda rectangular. Estos desplazamientos generan también espacios triangulares dispuestos en los sectores inferior y superior de la banda.
ZIGZAG CUZQUEÑO
Distinguimos seis variantes:
PATRÓN ZIGZAG CUZQUEÑO A
La unidad mínima es una línea roja oblicua sobre fondo blanco, inserta en una banda
reticulada oblicua negra sobre fondo blanco.
239
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG CUZQUEÑO B
Esta variante fue definida por Fernández Baca (1971) como “Líneas quebradas pintadas de blanco con ambos ángulos adornados
con figuras cuadradas concéntricas” (Lámina 62, Figura 238). La unidad mínima es un triángulo negro con un cuadrado blanco en su
interior que se refleja desplazadamente y se traslada a lo largo de la banda. Una línea roja oblicua que se refleja verticalmente y se
traslada horizontalmente, enmarca la reflexión de los triángulos.
PATRÓN ZIGZAG
CUZQUEÑO B 1
En esta sub variante el triángulo negro
fue decorado con un rectángulo
blanco que presenta una línea
horizontal en el centro.
PATRÓN ZIGZAG
CUZQUEÑO B 2
En esta variante el triángulo presenta
un rectángulo concéntrico negro sobre
fondo blanco con una línea horizontal
en su interior.
PATRÓN ZIGZAG CUZQUEÑO C
La unidad mínima de esta variante es un triángulo negro que presenta un rectángulo blanco dividido en dos por un trazo vertical. Una línea
roja oblicua que se refleja verticalmente separa la reflexión desplazada de los triángulos negros.
240
NO FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN ZIGZAG CUZQUEÑO D
En este caso la unidad mínima es un trazo oblícuo rojo sobre fondo blanco que es enmarcada por tres líneas negras paralelas sobre fondo
blanco, esta unidad se refleja verticalmente y se traslada horizontalmente, como un todo, hasta completar la banda. Estas operaciones simétricas
se insertan en una banda rectangular negra, generándose un conjunto de espacios triangulares.
PATRÓN ZIGZAG CUZQUEÑO E
En esta variante la unidad mínima es una figura formada por un conjunto de rectángulos verticales que aumentan gradualmente de
tamaño hasta el mayor, que sirve de eje, para luego decrecer en forma simétrica hasta llegar al último que es de idéntico tamaño que el
primero. Esta figura se refleja desplazadamente en el sector opuesto de la banda. Una línea oblicua separa estas reflexiones desplazadas
de la unidad mínima, se refleja verticalmente y se traslada hasta completar la banda. Distinguimos dos sub variantes:
PATRÓN ZIGZAG
CUZQUEÑO E 1
En esta sub variante la unidad mínima se
compone de nueve rectángulos verticales y
las reflexiones desplazadas de esta unidad
se separan por una línea oblicua doble con
puntos en su sector externo.
PATRÓN ZIGZAG
CUZQUEÑO E 2
La unidad mínima de esta sub variante se
elabora por medio de once rectángulos
verticales, cada uno de ellos presenta
un ennegrecimiento en el extremo. Las
reflexiones desplazadas de esta unidad se
separan por medio de una línea oblicua roja.
241
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG CUZQUEÑO F
La unidad mínima es una línea oblicua que sufre una reflexión vertical y luego se traslada
horizontalmente, como un todo, hasta completar la banda. Fernández Baca (1971) describe diseños
semejantes en la Lámina 63, Figuras 241 a 244.
PATRÓN ZIGZAG
CUZQUEÑO F 1
La unidad mínima es un trazo rojo oblicuo
sobre fondo blanco. Esta unidad se inserta en
una banda negra.
PATRÓN ZIGZAG
CUZQUEÑO F 2
La unidad mínima es una banda blanca oblicua
enmarcada por dos líneas rojas a cada lado.
Esta unidad se inserta en un campo de diseño
rectangular de color blanco.
PATRÓN ZIGZAG
CUZQUEÑO F 3
En esta sub variante la unidad mínima está compuesta por un par de líneas negras paralelas oblicuas sobre fondo blanco, que se desplaza en una
banda blanca vertical.
Este principio cuenta con una amplia representación registrándose en todo el territorio Diaguita (valles de Elqui,
Limarí y Choapa) y en un variado número de vasijas cerámicas, tanto de origen cuzqueño (aríbalos, botellas)
como locales (escudillas y escudillas campaniformes).
242
patrón
En esta categoría hemos incluido dos diseños que combinan patrones decorativos descritos anteriormente, los cuales actúan como unidades mínimas de un diseño más com-
DISEÑOS COMPLEJOS
plejo. Ellos son:
PATRÓN DISEÑOS COMPLEJOS A
Diseño bidireccional de origen cuzqueño. El campo del diseño se divide en siete bandas horizontales. De
arriba hacia abajo, las bandas 1, 4 y 6 presentan el patrón Zigzag Cuzqueño F1, que se desplaza verticalmente
siguiendo el principio de traslación. La segunda banda presenta el patrón decorativo denominado Rombos en
hilera A 2. El patrón Volutas en Rotación B se dibuja en la tercera banda. Finalmente, en las bandas quinta y
séptima se aprecia el patrón Rombos en Hilera O.
243
ORIGEN CUZQUEÑO NO FIGURATIVO
PATRÓN DISEÑOS COMPLEJOS B
En esta variante se ejecutaron conjuntamente los patrones Doble Reflexión Especular H y Traslación
Horizontal-Vertical de Rectas B, que se intercalan entre sí y se repiten siguiendo el principio de
traslación horizontal. El patrón Greca Inca C, sirve de marco para la traslación de los patrones descritos
anteriormente.
Esta categoría denominada “diseños complejos” es muy interesante porque apreciamos la búsqueda de nuevos diseños
mediante la recombinación de diseños preexistentes. Destacamos que en todos los casos se están seleccionando diseños
de origen cuzqueño para la construcción de estos patrones nuevos, utilizando un mecanismo de agregación. El primero de
estos patrones decora un aríbalo y el segundo una escudilla campaniforme, ambos procedentes del valle de Elqui
244
DISEÑOS DE ORIGEN INCA
CUZQUEÑO
F I G U R AT I V O
patrón
A continuación se describirán algunos diseños figurativos de la iconografía Diaguita Inca,
específicamente, la figura del felino. Distinguimos tres variantes:
246
FELINOS DE ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN FELINO DE ORIGEN CUZQUEÑO A
Presenta cuatro áreas de distribución del diseño, con distintas modalidades de decoración, denominadas:
cabeza, tronco, extremidades y cola.
La cabeza fue modelada y pintada. Presenta dos orejas protuberantes y pintadas con dos líneas negras
horizontales paralelas. Dos ojos, señalados por dos puntos negros y una boca, modelada y pintada. El
diseño corresponde a un rectángulo que presenta trazos verticales intercalados. El sector del tronco
presenta un diseño de origen cuzqueño, que hemos denominado “patrón ajedrezado”, donde se alternan
cuadrados negros y blancos.
Las extremidades presentan una decoración consistente en líneas rojas y negras intercaladas, que se
distribuyen horizontalmente. La cola fue decorada con líneas rojas y negras intercaladas horizontales y
paralelas.
FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN FELINO DE ORIGEN CUZQUEÑO B
En este diseño se distinguen dos variantes, ellas son:
PATRÓN FELINO DE ORIGEN
CUZQUEÑO B 1
En esta variante, el asa de una botella
presenta un diseño en forma de
felino. Se observa una cabeza negra
y ojos circulares rojos, con un punto
negro. El cuerpo presenta puntos
negros en traslación horizontal y
vertical sobre fondo rojo (mancha
de jaguar). El sector inferior al asa,
presenta un diseño distribuido en una
franja vertical, dónde se aprecia una
X a doble línea asentada sobre un
cuadrado negro, desde donde nace el
asa. Bajo este cuadrado se dibujaron
cinco líneas paralelas horizontales y
luego el diseño en forma de letra X
se repite por translación vertical. Esta
decoración se ubica sobre por cuatro
líneas paralelas horizontales. La figura
es delimitada por dos líneas verticales
a cada lado de la banda.
247
ORIGEN CUZQUEÑO FIGURATIVO
PATRÓN FELINO DE ORIGEN
CUZQUEÑO B 2
En esta variante el diseño del asa se asemeja a un felino,
específicamente un jaguar o felino moteado. La cabeza
fue modelada y pintada y se ubica en el borde del cuello
de una botella, dando nacimiento al asa. Tres puntos
blancos sobre fondo negro representan los ojos y nariz.
El cuerpo del asa coincide con el cuerpo del felino, es de
color blanco y fue decorada por múltiples puntos negros
(manchas de jaguar). En la pared de la botella en que
se asienta el asa, se dibujaron dos trazos verticales terminados en tres trazos oblicuos de menor tamaño, uno
vertical y dos diagonales, a modo de patas. La cola del
felino se representó por medio de una franja curva de
color rojo sobre fondo blanco. En uno de los ejemplares
registrados esta cola se orienta hacia la derecha y se
decora con puntos negros. A cada lado de la cola se observan dos cruces. Bajo el asa, la pared presenta un diseño de origen cuzqueño, definido por Fernández Baca
(1971) como: “ rombos en hileras”, de color negro sobre
blanco. Se trata de cinco franjas horizontales, dónde la
unidad mínima (rombo negro) se desplaza cuatro veces,
según principio de translación horizontal. Estas franjas
se separan por seis franjas blancas horizontales. Una
segunda botella registrada presenta a modo de cola un
trazo curvo de color rojo orientado hacia la izquierda, y
en el lado opuesto se dibujó solo una cruz.
248
FIGURATIVO ORIGEN CUZQUEÑO
PATRÓN FELINO DE ORIGEN CUZQUEÑO C
En esta variante la figura del felino, modelada y pintada, también se localiza en el asa de una botella, en colores negro
sobre blanco, decorada con múltiples puntos negros en traslación horizontal y vertical. No se representó la cabeza. A
la altura del borde nace una franja vertical (asa), con un leve angostamiento en su sector medio. Esta franja sufre un
angostamiento curvo en el sector inferior, dando forma a la cola del felino. En tanto, dos franjas menores, oblicuas
y simétricas que nacen en la base de la franja más ancha, representan las patas. Estas patas fueron decoradas en su
extremo superior por cuatro trazos negros paralelos, a modo de garras. El asa con la figura de felino se posa en el
cuerpo de la botella que fue decorada con figuras de camélidos estilizados en traslación horizontal y vertical, de estilo
Saxamar o Pacaje.
El diseño de felinos de morfología cuzqueña cuenta con una representación discreta donde existe mucha variabilidad
interna, tratándose por lo general de piezas únicas. El felino de origen cuzqueño A, forma parte de la decoración de una
pieza compuesta por dos vasos dobles (González,1995), los felinos de origen cuzqueño B y C decoran la superficie de tres
botellas.
249
Valle de Mostazal. Provincia del Limarí.
250
DISEÑOS DE ORIGEN
MIXTO INCA - DIAGUITA
Paccha. Museo del Limarí. N° Inventario 1315.
Ceramio Antropomorfo. Museo del Limarí. N° Inventario 1332.
251
DISEÑOS MIXTOS INCAS-DIAGUITAS
Escudilla Diaguita II N° inventario 82, Museo del Limarí.
Paccha, N° inventario 1315, Museo del Limarí.
252
A diferencia de lo que usualmente ocurre cuando una cultura dominante comienza a interactuar e integrar a otra cultura dentro de su esfera de influencia,
en la relación entre Incas y Diaguitas no se observa
un quiebre y abandono del universo representacional
propio de la cultura local. Por el contrario, los patrones
decorativos de origen diaguita pre incaico continuaron representándose, y se incorporan además mejoras técnicas en la tecnología de la elaboración cerámica, que permite el desarrollo de paredes más delgadas
y una mayor variedad cromática. Sin embargo, junto
con el arribo de diseños de origen cuzqueño y la continuación de la ejecución de los patrones diaguita pre
incaicos, se observa el surgimiento de un conjunto de
nuevos patrones, que no pertenecen a ninguna de estas categorías sino que, son producto de esta nueva
realidad social, en que interactúan Incas y Diaguitas
en el norte semiárido. Se puede afirmar, que junto con
la representación de estos universos visuales pre existentes, surge también un espacio para la creación e
innovación de las pautas formales conocidas previamente, generándose este universo representacional
que hemos denominado “diseños de origen Mixto Inca-Diaguita” con el fin de reflejar el conjunto de innovaciones surgidas en esta fase de gran florecimiento
cultural, donde el arte visual cumplió un importante
rol.
A nivel simbólico, estos patrones mixtos son
de gran interés, dado que utilizan mecanismos gráficos para representar ideas de gran importancia para
Sendero Norte Semi Ärido. Valle del Limarí.
los Incas, como la mediación de fuerzas opuestas por
medio de la cuatripartición, pero empleando unidades
mínimas diaguitas. Se trata de un mecanismo gráfico
de comunicación no verbal, que sin duda contribuyó
a explicar al pueblo diaguita estos nuevos principios,
tan relevantes para los cuzqueños. Es usual también
el empleo del contraste cromático, que también refleja
este lenguaje visual de fuerzas opuestas.
De acuerdo a lo expresado, los diseños mixtos
Inca-Diaguita fueron creados durante la fase Diaguita
Inca (1.470 -1.536 d.C.), y reflejan el encuentro cultural
entre ambas culturas, que dio origen a diseños únicos,
que toman elementos preexistentes en cada cultura
los cuales son reinterpretados, y dispuestos en estructuras simétricas de diseño innovadoras, o presentan
cambios cromáticos o de diseño de las unidades mínimas.
Se observan, por ejemplo, diseños que presentan una inversión cromática respecto de los colores
empleados en estructuras de diseño diaguita preincaicas, como es el caso del patrón reticulado Diaguita
B; rectángulos escalonados en traslación horizontal y
vertical; zigzag D 2; zigzag G; zigzag I, zigzag K, zizag M,
doble zigzag G1, doble zigzag G2 y doble zigzag H. En
estos casos el color de fondo blanco tradicionalmente
utilizado en tiempos pre incas es reemplazado por un
253
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
fondo negro, realizándose la decoración en color blanco.
Por otra parte, consideramos también dentro de
esta categoría a diseños que emplean nuevas estructuras de diseño introducidas por el Inca aplicadas sobre
unidades mínimas de origen diaguita, como la “greca
escalonada”. Destaca en esta categoría la reflexión vertical de motivos escalonados y la doble reflexión especular de la greca escalonada, con fuertes connotaciones simbólicas. También consideramos como diseños
mixtos a aquellos patrones en que se ha mantenido
una estructura de diseño diaguita pre incaica, pero se
ha modificado su unidad mínima, como en los casos
de los patrones doble zigzag I.
Un ámbito particularmente interesante dentro
de estos diseños de origen mixto, lo constituyen las
representaciones zoomorfas y antropomorfas generadas en esta fase de contacto y que no estaban presentes en la iconografía Inca o Diaguita pre incaica. En
efecto, el arte diaguita pre incaico se caracteriza por
la escasa presencia de diseños figurativos, principalmente restringidos al diseño central de las escudillas
zoomorfas, así como la cabeza y diseño central de
los jarros pato. No obstante, en la fase diaguita-Inca,
surgen también un conjunto de nuevas representaciones antropomorfas, como es el caso de personajes
con traje ajedrezado, la paccha, y una variedad de
jarros antropomorfos. También detectamos cambios
en las representaciones antropomorfas de los jarros
pato, surgiendo con fuerza la representación de deformación craneana y la estandarización de las bandas con diseños de rombos en hilera. Especialmente
interesante nos resulta también la figura antropomorfa triangular cuyos brazos interactúan con las bandas
abstractas.
En definitiva, vemos como este conjunto de diseños dan cuenta de un gran dinamismo cultural, en
un orden social que da cabida a nuevas ideas y a la
reinterpretación de las pautas formales que regían el
arte visual, tanto de Incas como de Diaguita, abriendo
nuevos espacios de creación.
254
Jarro Antropomorfo Diaguita III. N° Inventario 149. Museo del Limarí.
Jarro Pato. N° Inventario 148. Museo del Limarí.
DISEÑOS DE ORIGEN
MIXTO
INCA - DIAGUITA
NO FIGURATIVO
patrón
Definido por Cornejo como “diseño unidireccional en que se reproduce
un elemento por medio de una cantidad de movimientos de reflexión
lateral en 45° grados. Entre ellos, y siguiendo los planos de reflexión, se
encuentra una línea a veces doble o triple y con agregados en forma de
puntos” (Cornejo, 1989:66). Las unidades reflejadas se repiten siguiendo el principio de traslación hasta completar la banda.
Hemos identificado 7 variantes de origen mixto (Inca-Diaguita) dentro
256
ZIGZAG
de este patrón.
El patrón zigzag es una de los patrones decorativos más recurrentes en
el universo representacional Diaguita. Las primeras manifestaciones de
este patrón proceden de la fase Diaguita I (900-1200 d.C.). Tratándose
de diseños de origen mixto Inca-Diaguita es habitual observar pequeños
cambios en la unidad mínima, por ejemplo una marcada esquematización. También observamos una inversión de colores de fondo, en la fase
Diaguita I y II el color de fondo es blanco, en cambio en ciertos diseños
de origen mixto el fondo es negro. Otro cambio observado es la incorporación de una oposición cromática de campos decorativos, generalmente
participan de ella los colores negro y rojo.
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN ZIGZAG D
En esta variante del patrón Zigzag, la unidad mínima es una greca sin escalonado que se refleja
desplazadamente. Un conjunto de líneas oblicuas separa las grecas reflejadas. A su vez, el diseño
formado por las dos grecas reflejadas, se traslada horizontalmente, como un todo, hasta completar la
banda. Un conjunto de líneas paralelas verticales separa el diseño recién descrito.
PATRÓN ZIGZAG D 2
Esta
sub
variante
se
caracteriza porque el color
de fondo de la banda varía
de blanco a negro en cada
reflexión desplazada de la
unidad mínima.
PATRÓN ZIGZAG F
En esta variante la unidad mínima es una greca esquemática y lineal adosada a una línea oblicua escalonada. Esta unidad se
refleja desplazadamente y se traslada hasta completar la banda. El color de fondo es negro y la decoración se realiza en color
blanco.
PATRÓN ZIGZAG G
En este patrón, la unidad mínima es una greca escalonada en el sector superior y en uno de sus sectores laterales, que se
refleja desplazadamente y se traslada a lo largo de la banda horizontal, las grecas reflejadas se separan por unas líneas
oblicuas decoradas por dos franjas escalonadas. El color de fondo es negro y la decoración se realiza en color blanco. Esta
variante es muy semejante al patrón Zigzag C de origen pre inca pero sus colores se han invertido.
257
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA NO FIGURATIVO
PATRÓN ZIGZAG H
Este diseño cuenta con dos unidades mínimas. Una de ellas es una greca escalonada en el sector superior y en uno de sus sectores
laterales, esta unidad se adosa a una segunda unidad mínima, que consiste en un triángulo rectángulo negro. Cada unidad se refleja
desplazadamente en el sector opuesto de la banda. Estas operaciones se repiten hasta completar la banda horizontal. El color de
fondo es negro y la decoración se realiza en color blanco.
PATRÓN ZIGZAG I
En esta variante la unidad mínima es una greca esquemática formada por dos líneas quebradas aledañas. Esta unidad se refleja
desplazadamente y se traslada hasta completar la banda. Una línea diagonal separa la reflexión lateral de las grecas. Estas figuras
compuestas se separan entre si por una o varias líneas rectas verticales. El color de fondo es negro y la decoración se realiza en color
blanco salvo por una línea recta vertical que es de color rojo.
PATRÓN ZIGZAG K
La unidad mínima es una greca escalonada en sus sectores izquierdo, derecho y superior. Entre las grecas se dibujaron tres líneas
zigzag horizontales, la del medio es de color negro y las líneas exteriores son blancas, también escalonadas. Esta unidad se refleja
desplazadamente y se traslada horizontalmente hasta completar la banda. El color de fondo es negro y la decoración es de color
blanco.
258
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN ZIGZAG Q
La unidad mínima en esta variante es un triángulo rectángulo blanco, cuyo interior fue decorado con una greca recta adosada a otro
triángulo rectángulo de menor tamaño, posado en el sector medio de uno de sus lados. Esta unidad se refleja primero verticalmente, los
triángulos rectángulos menores interiores, alternan su color de rojo a negro. Esta unidad, ya reflejada, actúa como un todo y se refleja
desplazadamente en los sectores superior e inferior de la banda, alternando nuevamente sus colores.
PATRÓN ZIGZAG Q 1
En esta sub variante los triángulos rectángulos localizados al interior del triángulo rectángulo mayor, al reflejarse
desplazadamente en el sector superior de la banda unen sus vértices formando el diseño denominado “clepsidra”, propio
de la iconografía cuzqueña.
PATRÓN ZIGZAG Q 2
En esta sub variante se agrega una línea negra horizontal bajo la reflexión vertical de las grecas en el sector superior de la
banda.
PATRÓN ZIGZAG Q 3
En esta sub variante la línea negra vertical que separa la reflexión vertical de las grecas en el sector superior va unida a la greca
adosada al triángulo negro.
259
260
DOBLE ZIGZAG
patrón
Cornejo (1989:66) describe este patrón señalando que “cumple todas las
características del patrón zigzag visto, pero se complejiza al presentar un
plano de reflexión horizontal que permite identificar dos líneas de translación
diferentes, conformando así un patrón bidireccional”.
En forma semejante a lo ocurrido con el patrón zigzag, en los diseños de origen mixto, que forman parte del patrón doble zigzag, observamos la inversión
del tradicional color de fondo blanco del período diaguita pre incaico, por
otro negro o rojo. La oposición cromática, probablemente relacionada con la
idea de igualación de fuerzas opuestas es otra constante. A nivel de las unidades mínimas, se observa la eliminación del escalonado en la greca.
Hemos identificado 4 variantes del patrón doble zigzag de origen Mixto IncaDiaguita, y algunas subvariantes dentro de estos patrones. Todos ellos sufrieron cambios respecto a los cánones estilísticos preincaicos:
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG G
La unidad mínima es una greca escalonada en uno de los sectores laterales y en el
sector superior. Un eje de reflexión horizontal reproduce esta configuración en sentido
vertical, transformándolo en un diseño bidireccional. En este diseño, no se representa la
doble línea zigzag horizontal escalonada que sigue el contorno de las grecas, separando
las reflexiones. Es muy semejante al patrón Doble Zigzag D2-1 de origen pre inca, pero
el empleo del color es diferente. Distinguimos dos sub variantes:
PATRÓN DOBLE ZIGZAG G 1
En esta sub variante el patrón
cromático considera como color de
fondo el negro y la decoración se
realiza en color blanco.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG G 2
En esta subvariante el color de
fondo es negro y la decoraciòn se
realiza en rojo.
261
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE ZIGZAG H
En esta variante la unidad mínima es una greca blanca sobre fondo negro y rojo. Esta unidad se refleja desplazadamente y se traslada
horizontalmente en el sector superior de la banda. Un eje de reflexión horizontal reproduce esta configuración en sentido vertical,
transformándolo en un diseño bidireccional. Una banda blanca diagonal separa las grecas reflejadas. Distinguimos dos sub variantes,
ellas son:
PATRÓN DOBLE ZIGZAG H 1
En esta subvariante la greca blanca se refleja desplazadamente en el sector superior,
luego un eje de reflexión horizontal reproduce esta configuración en sentido vertical.
Estas operaciones simétricas son delimitadas por una banda vertical blanca que
presenta tres líneas verticales paralelas en su interior, una negra y dos rojas a cada
lado. Esta configuración se repite horizontalmente hasta completar la banda. El
patrón cromático considera un color de fondo rojo para la greca localizada en el
sector superior de la reflexión y un color de fondo negro en la greca reflejada inferior.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG H 2
En esta sub variante una greca blanca se refleja desplazadamente y se traslada
en el sector superior de la banda. Luego, esta banda se traslada verticalmente
en el sector inferior. El patrón cromático emplea dos colores diferentes en el
fondo de la unidad mínima que será posteriormente reflejada. Presenta un
triángulo rojo en su sector superior y un triángulo negro en el sector lateral,
estos colores se invierten cuando la greca se refleja desplazadamente.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG H 3
En esta sub variante una greca blanca se refleja desplazadamente y se traslada
en el sector superior de la banda. Luego, esta banda se traslada verticalmente en
el sector inferior. El patrón cromático emplea dos colores diferentes en el fondo
de la unidad mínima que será posteriormente reflejada. Presenta un triángulo
rojo en su sector superior y un triángulo negro en el sector lateral, estos colores
se invierten cuando la greca que se refleja desplazadamente. Al reflejarse las
grecas coinciden los colores adyacentes formando una figura rectangular.
262
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN DOBLE ZIGZAG I
En este diseño la unidad mínima es una greca escalonada en su sector superior y sus sectores laterales, ella se refleja desplazadamente
en el sector superior de la banda. Un eje de reflexión horizontal reproduce esta configuración en sentido vertical, transformándolo en un
diseño bidireccional. La unidad mínima es de color blanco sobre fondo negro.
PATRÓN DOBLE ZIGZAG J
En esta variante la unidad mínima es una línea vertical engrosada en su inicio que se refleja desplazadamente con la unidad opuesta y se traslada
en sentido horizontal. Una línea roja escalonada marca el contorno de las configuraciones simétricas. En este caso las unidades mínimas centrales
se unen por un trazo negro horizontal y una línea roja escalonada horizontal marca el contorno de las unidades reflejadas en el sector superior e
inferior de la banda. Este patrón es muy semejante al patrón Doble Zigzag A 1 de origen pre inca pero el patrón cromático es diferente, siendo
el color de fondo negro y la decoración en blanco y rojo.
263
patrón
La unidad mínima es una línea quebrada negra sobre fondo blanco que se refleja verticalmente generando dos niveles luego este diseño se traslada horizontalmente hasta
completar la banda de izquierda a derecha. Este diseño se traslada después en sentido
vertical completando la decoración de la banda desde el sector superior al inferior. Presenta también una decoración en color rojo consistente en un trazo ligeramente triangu-
264
ESCALONADOS EN REFLEXIÓN
VERTICAL Y TRASLACIÓN
lar que se dispone al interior de la línea quebrada en su escalón inferior y en el exterior
de la línea quebrada en su escalón superior.
Este diseño no posee un referente en las fases diaguita I y II, pero tampoco se encuentra definido
entre los diseños Inca Cuzqueños examinados (Fernández Baca, 1971), por eso lo consideramos
como una creación propia de la fase Diaguita III, ejemplo del espacio de creatividad e innovación
abierto por este contacto cultural.
patrón
En esta variante del patrón ondas la unidad mínima se compone de una figura geométrica simple unida
a una línea horizontal oblicua, esta unidad se traslada en sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento vertical sufre un leve desplazamiento que alinea los puntos en sentido oblicuo.
PATRÓN ONDAS F
La unidad mínima se compone de una figura geométrica simple (círculo) unido a una línea oblicua.
PATRÓN ONDAS F 4
La unidad mínima se compone de un círculo unido a una línea horizontal oblicua, esta unidad se traslada en
sentido horizontal y vertical. En su desplazamiento vertical sufre un leve desplazamiento que alinea los círculos en
sentido oblicuo. Este diseño es semejante al patrón Ondas F1 pero presenta un patrón cromático diferente donde
ONDAS
el color de fondo es negro y la decoración se realiza en color blanco.
Frente a la amplia variabilidad interna que muestra el patrón ondas generado en la fase pre inca, destacamos que
solo un ejemplar presenta alteración de su color de fondo.
265
patrón
Diseño bidireccional, la unidad mínima es un diseño escalonado de tres niveles que termina
en un trazo vertical, esta unidad se refleja horizontalmente y luego se traslada vertical y horizontalmente hasta completar el campo del diseño. Distinguimos una variante:
ESCALONADOS EN
REFLEXIÓN HORIZONTAL
PATRÓN ESCALONADOS EN REFLEXIÓN HORIZONTAL E
266
En esta variante la unidad mínima es una figura escalonada en tres niveles que contempla la mitad de
un rectángulo blanco sobre fondo negro. En el sector superior del medio rectángulo se observa un
diseño escalonado de tres niveles realizado en color rojo sobre fondo negro. Esta unidad se refleja
horizontalmente, formando un rectángulo completo y luego se traslada, como un todo, horizontal y
verticalmente hasta completar la banda. Se distinguen 6 alineaciones horizontales de unidades mínimas.
Este patrón es semejante al patrón Escalonados en Reflexión Horizontal D, pero su patrón cromático
es diferente.
En este ejemplo de diseño de origen mixto inca-diaguita apreciamos un patrón decorativo que está
presente desde la fase II (1200-1470 d.C.) pre incaica, pero sufre un cambio del tradicional color de
fondo blanco, siendo reemplazado por el color negro.
patrón
Diseño bidireccional. La unidad mínima es un diseño basado en dos líneas paralelas terminadas
en una greca recta o gancho en sectores opuestos y unidas por un trazo vertical. Esta unidad se
traslada horizontal y verticalmente hasta completar la banda. Se distingue una variante de origen
mixto Inca Diaguita.
PATRÓN RETICULADO B
RETICULADO
En esta variante las unidades mínimas se unen entre si por un trazo vertical y se trasladan horizontalmente
hasta completar la banda de izquierda a derecha, luego este diseño, como un todo, se traslada
verticalmente tres veces. Este diseño es semejante al patrón Reticulado A 2 salvo por su patrón
cromático. Observamos dos sub variantes:
PATRÓN RETICULADO B 1
En esta sub variante el color de fondo
es negro y las unidades mínimas
fueron realizadas en blanco.
PATRÓN RETICULADO B 2
En esta sub variante el color de
fondo es gris y la decoración fue
realizada en blanco.
Este patrón presenta, al igual que otros generados en la fase Diaguita III (1470-1536 d.C.), un cambio del color
del fondo del campo del diseño, de blanco a negro o gris.
267
patrón
Este patrón es de origen cuzqueño y corresponde a la disposición alternada de figuras rectangulares
con o sin decoración interior, de manera similar a un tablero de ajedrez. Fernández Baca (1971:46) los
define como motivos “reticulados perpendiculares”. Consideramos la siguiente variante como de origen
mixto Inca Diaguita, por la presencia al interior de los campos rectangulares de una unidad mínima
diaguita de origen pre inca (greca escalonada).
AJEDREZADO
PATRÓN AJEDREZADO O
268
En esta variante el color de fondo es blanco y la decoración se realizó en negro y rojo. La unidad mínima es
una greca escalonada inserta en un campo rectangular que se refleja desplazadamente alternando su color de
rojo a negro. La greca roja se ubica en el sector inferior y la negra en el sector superior. Esta figura se traslada,
como un todo, una vez formando un rectángulo y luego se traslada horizontalmente, como un todo, en el sector
superior de la banda, dejando un espacio blanco de separación. Esta misma figura se traslada verticalmente
ubicándose en el espacio vacío dejado por la traslación de la figura rectangular. De este modo, la vista general
de este diseño da la idea de un campo de rectángulos alternados, semejante a un tablero de ajedrez.
En este diseño resulta evidente la interacción entre patrones decorativos incas y diaguita pre incaicos, al incorporarse la unidad mínima diaguita (greca escalonada) a una estructura propia de los diseños cuzqueños, generando de
este modo un diseño completamente nuevo, producto del encuentro cultural entre Incas y Diaguitas. Solo hemos
registrado un ejemplar procedente del valle de Elqui.
patrón
Este patrón decorativo presenta un eje de reflexión vertical que abarca varios diseños diferentes. Se observa en el sector central del borde inferior del campo del diseño un motivo rojo escalonado en dos niveles
terminado en un trazo vertical inserto en un campo triangular blanco, cuyo borde interior presenta un
escalonado de color negro. Este espacio triangular es delimitado, a su vez, por una línea roja sobre fondo
blanco. A partir de esta línea triangular se disponen 5 bandas de forma aproximadamente triangular de
ZIGZAG EN TRASLACIÓN VERTICAL
color negro separadas entre si por una banda blanca triangular con una línea roja inserta en ella. El interior de la banda negra se decora con el patrón zigzag cuzqueño F1, consistente en una línea roja zigzag
sobre fondo blanco. El desplazamiento de estas bandas se rige por traslación vertical.
El origen mixto Inca-Diaguita de este diseño se configura por la presencia del patrón zigzag cuzqueño F1 y el diseño
escalonado de origen diaguita, localizado en el sector central inferior, ambos dentro de una misma composición.
Esto refleja la interacción de dos universos representacionales de distinto origen cultural. Cuenta con una escasa
representación y fue registrado en el valle de Limarí.
269
CUATRO FIGURAS OPUESTAS
patrón
270
Este patrón decorativo se registra en la decoración interior de pucos o escudillas campaniformes (González, 1995). Se trata de cuatro figuras idénticas
que se ubican opuestamente entre si, marcando cuatro segmentos equidistantes del ceramio. Las figuras se repiten según principio de rotación a cuatro vueltas.
Consideramos a este patrón decorativo dentro de la categoría de origen mixto
Inca-Diaguita, porque no se encuentra en la fase Diaguita-Inca, y expresa el
principio simbólico de cuatripartición, de gran relevancia para la cosmovisión Inca. Algunas variantes emplean la unidad mínima diaguita definida
como “greca escalonada”. La variante de mayor representación es la A1 y
proviene del valle de Elqui.
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
EJEMPLO DE DISTRIBUCIÓN
Distinguimos las siguientes variantes atendiendo a la naturaleza de las
unidades mínimas:
271
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA NO FIGURATIVO
TRIÁNGULO
VARIANTE A 1.
TRIÁNGULOS NEGROS CON
APÉNDICES LINEALES
La unidad mínima es un triángulo negro
cuya base coincide con el borde del
ceramio, de cada vértice nacen tres
trazos verticales.
VARIANTE A 2. TRIÁNGULOS
REFLEJADOS
La unidad mínima es una figura
semejante a un triángulo rectángulo
invertido, de color negro,
que se
refleja verticalmente.
VARIANTE A 3. TRIÁNGULOS
CON GRECAS EN REFLEXIÓN Y
APÉNDICES LINEALES
La unidad mínima es un triángulo negro
sobre fondo blanco. En su interior se
aprecian dos grecas escalonadas que
se reflejan verticalmente alternando su
color de rojo a negro.
272
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
ESCALONADO
VARIANTE B 1. ESCALONADO
La unidad mínima es una figura
escalonada de cuatro niveles que se
refleja verticalmente.
VARIANTE B 2.
ESCALONADO Y VOLUTA
La unidad mínima es una figura
escalonada
de
cuatro
niveles
terminada en una voluta que se refleja
verticalmente.
EJEMPLO DE DISTRIBUCIÓN
273
LINEAS QUEBRADAS EN ROTACIÓN
Y REFLEXIÓN HORIZONTAL
patrón
274
En este patrón decorativo la unidad mínima es una línea quebrada
de color blanco sobre fondo negro que nace en el límite superior
de la banda, luego rota respecto a otra línea quebrada que nace
de una línea recta horizontal localizada en el sector central de la
banda. Este diseño, como un todo, se refleja horizontalmente en
el sector inferior de la banda. Estos movimientos simétricos son
enmarcados por una línea blanca vertical paralela al borde lateral
de la banda. Esta configuración se traslada horizontalmente hasta
completar el campo del diseño.
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
Hemos clasificado este diseño como de origen mixto Inca Diaguita, porque no se encuentra en las fase
Diaguita I y II. Cuenta con una escasa representación registrándose un ejemplo en el valle de Limarí.
275
DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR
O CUATRIPARTITO
patrón
276
Diseño bidireccional. La unidad mínima es un greca escalonada, un diseño escalonado o un motivo triangular, que sufre una doble reflexión
especular en el sector central de la banda, es decir, primero se refleja verticalmente y luego, como un todo, se refleja horizontalmente, generando
un diseño cuatripartito. Esta configuración simétrica puede actuar como
un motivo único o trasladarse horizontalmente hasta completar la banda
en su sección media. En este caso, en los bordes inferior y superior del
campo del diseño la unidad mínima se refleja verticalmente y se traslada
horizontalmente, como un todo, hasta completar la banda.
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR A
En esta variante se observan dos o tres unidades mínimas diferentes entre sí, pero coinciden en su fisonomía escalonada. En el
sector central de la banda, se observa la reflexión desplazada de dos unidades mínimas diferentes adyacentes, que forman en
conjunto un diseño cuatripartito, inserto en un campo con forma de rombo, a doble línea. Distinguimos tres sub variantes:
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR A 1
En esta sub variante se distinguen tres unidades mínimas diferentes. Una de ellas es un diseño escalonado en tres niveles de color
negro que termina en un trazo vertical. Este escalonado negro presenta una línea escalonada roja que lo delimita y se observa en su
extremo superior un trazo rojo vertical. Esta unidad se refleja desplazadamente en el sector medio de la banda. La segunda unidad
mínima corresponde a un diseño escalonado rojo de tres niveles adyacente a la primera unidad mínima de color negro que también
se refleja desplazadamente con su opuesto, generando un diseño cuatripartito. Estas operaciones simétricas en el sector medio de la
banda se insertan al interior de un rombo de color negro a doble línea que presenta un escalonado en su línea interior y exterior. Este
diseño se traslada horizontalmente hasta completar la banda en su sección media. En los extremos superior e inferior de la banda se
observa la tercera unidad mínima que refleja verticalmente y se traslada horizontalmente, como un todo, hasta completar la banda. Se
trata de un diseño escalonado en dos niveles que presenta un engrosamiento semi triangular que sigue el contorno del escalonado y
alterna su color de rojo a negro.
277
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR A 2
En esta subvariante se observan tres unidades mínimas diferentes. La primera de ellas es un diseño escalonado en cuatro niveles terminado
en un trazo vertical que alterna su color de negro a rojo. Esta unidad se refleja desplazadamente en el sector medio de la banda. La segunda
unidad mínima, se ubica adyacente a la anterior y es un diseño escalonado en cuatro niveles que alterna su color de negro a rojo terminando
en un trazo vertical. Una línea escalonada lo delimita marcando su contorno. Esta unidad también se refleja desplazadamente en el sector
medio de la banda, formando un diseño cuatripartito. Este diseño cuatripartito se inserta a su vez en un rombo formado por dos líneas
escalonadas. Este diseño, considerado como un todo, se traslada horizontalmente en el sector medio de la banda, hasta completarla. En
el sector superior e inferior de la banda se observa la tercera unidad mínima, consistente en un diseño escalonado de tres niveles, que se
refleja verticalmente y es delimitado por una línea escalonada . La unidad reflejada se traslada horizontalmente hasta completar la banda.
El color de la tercera unidad mínima se alterna de negro en el sector superior a rojo en el sector inferior.
278
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR A 3-1
En esta subvariante se aprecian dos unidades mínimas diferentes. La primera de ellas es un motivo escalonado en tres niveles de color rojo que termina
en un trazo vertical. Esta unidad se refleja desplazadamente en el centro de la banda. Adyacente a ella se ubica la segunda unidad mínima que consiste
en un diseño escalonado en tres niveles que se ubica sobre un espacio rectangular blanco que presenta una línea negra en su sección media. Esta
unidad mínima también se refleja desplazadamente en el sector medio de la banda, generando un diseño cuadripartito. Sobre cada unidad mínima se
sitúa una línea oblicua negra doble y escalonada, que por efecto de las operaciones simétricas descritas forma un rombo que circunscribe el diseño
cuatripartito. Como un todo, el diseño así formado se traslada horizontalmente, hasta completar la banda en el sector medio. En los bordes inferior y
superior de la banda se aprecia el diseño formado por la unión de las dos unidades mínimas descritas. En el borde superior presenta una posición
invertida, mientras que en el borde inferior esta unidad corresponde a un reflejo horizontal de la unidad localizada en el borde superior.
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN
ESPECULAR A 3-2
Esta sub variante es idéntica a la
anteriormente descrita, salvo que
varía la orientación de de la figura.
279
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR B
En esta variante la unidad mínima es un diseño escalonado de cuatro niveles. Esta unidad se refleja
verticalmente y luego, como un todo, se refleja horizontalmente, en el sector medio de la banda, generando
así un diseño cuatripartito. En los sectores superior e inferior de la banda, la unidad mínima se refleja
desplazadamente respecto de los escalonados del sector medio, y se reflejan verticalmente en relación al
escalonado adyacente, alternando su color de negro a blanco. Existe también una alternancia de colores
respecto a las unidades localizadas en los sectores superior e inferior de la banda.
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR C
En esta variante la unidad mínima es un diseño escalonado en tres niveles que termina en un trazo vertical.
Luego esta unidad es delimitada por un diseño lineal escalonado que marca su contorno. En el sector
superior derecho del diseño esta unidad es de color rojo, luego se refleja desplazadamentee en el sector
inferior izquierdo del campo del diseño y cambia su color de rojo a negro.
280
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR D
Esta variante presenta dos unidades mínimas diferentes. La primera es una greca escalonada negra que se inserta en un triángulo
rectángulo de color rojo. Esta unidad se refleja desplazadamente en el sector medio de la banda. Adyacente a ella se ubica la segunda
unidad mínima compuesta de una greca escalonada negra sobre fondo blanco, esta unidad también se refleja desplazadamente en el
sector medio de la banda, formando un diseño cuatripartito. El diseño así formado se traslada horizontalmente, como un todo. En los
límites superior e inferior de la banda se aprecia la reflexión desplazada de estas unidades mínimas, que se ubican adyacentes entre
sí, alternando sus colores de negro a rojo. Existe una alternancia en la ubicación de las unidades mínimas, localizándose la greca sobre
fondo rojo a la derecha de la negra en el sector superior y a la izquierda en el sector inferior.
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR E
En este diseño la unidad mínima es una greca escalonada
inserta en un triángulo rectángulo, en colores negro sobre
blanco. El diseño se dispone en un campo trapezoidal. En
la base de este campo se observa que la unidad mínima
se refleja verticalmente y se traslada, como un todo, dos
veces. Sobre este nivel se aprecia que la unidad se refleja
verticalmente y luego horizontalmente, generando un
diseño cuadripartito inserto en un rombo, localizado en el
sector central. El diseño así generado, se repite dos veces,
por traslación horizontal en el sector superior del campo del
diseño. En el sector más estrecho y superior del campo del
diseño se observa un rectángulo donde la unidad mínima
se refleja verticalmente en el sector central y se refleja
desplazadamente en el sector lateral inferior del rectángulo.
281
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA NO FIGURATIVO
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR F
En esta sub variante la unidad mínima es un motivo triangular negro sobre fondo blanco que presenta un círculo
concéntrico en su interior, esta unidad sufre una doble reflexión especular, reflejándose vertical y horizontalmente,
generando un diseño cuadripartito.
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR G
En esta sub variante la unidad mínima es idéntica
a la del patrón zigzag L. Se trata de un triángulo
antropomorfizado que presenta dos círculos
concéntricos a modo de ojos. La boca se representó
por un trapecio blanco con trazos verticales a modo
de dientes. Esta unidad sufre una doble reflexión
especular, reflejándose vertical y horizontalmente,
generando un diseño cuatripartito.
282
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN DOBLE REFLEXIÓN ESPECULAR H
Esta variante considera dos unidades mínimas. La primera es un diseño escalonado en cinco niveles de color
rojo. Esta unidad se refleja desplazadamente. La segunda unidad mínima se ubica en forma adyacente a la
primera unidad. Se trata de una figura escalonada posada sobre un diseño semejante a una letra ele de color
blanco. Esta unidad se refleja también desplazadamente, generando un diseño cuatripartito.
Este patrón decorativo denominado “Doble Reflexión Especular” es de gran relevancia para la comprensión
de los aspectos simbólicos involucrados en la interacción a nivel gráfico que sostuvieron Incas y Diaguitas en
la fase Diaguita III (1470-1536 d.C.). Todos estos diseños emplean unidades mínimas conocidas en el período
pre inca (escalonados, greca escalonada, triángulos antropomorfizados), pero la estructura simétrica que
los gobierna está ausente en ese período, y reflejan el principio simbólico de cuatripartición (ver González,
1998), generando un particular lenguaje visual que hace explícitos principios simbólicos relevantes para la
cultura Inca.
283
patrón
Patrón bidireccional de origen mixto Inca-Diaguita. La unidad mínima es una
greca escalonada en los sectores lateral y superior. Este patrón es semejante
al patrón Doble Reflexión Especular, no obstante en el sector medio de la
banda no se produce la cuatripartición de la unidad mínima sino la reflexión
horizontal de la misma. En los sectores superior e inferior de la banda la
unidad mínima se refleja desplazadamente respecto a la unidad localizada
GRECA ESCALONADA EN
REFLEXIÓN HORIZONTAL
en el sector medio.
284
Este patrón decorativo es muy interesante ya que emplea una unidad mínima
de origen diaguita pre incaico dentro de una estructura simétrica innovadora,
que denota principio simbólicos duales y de mediación entre opuestos, por
ejemplo, al incorporar la oposición cromática (negro versus rojo) en una de
sus variantes. Este patrón fue registrado en los valles de Choapa y Limarí.
Distinguimos las siguientes variantes:
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
PATRÓN GRECA ESCALONADA EN REFLEXIÓN HORIZONTAL A
La unidad mínima es una greca escalonada de color negro sobre fondo blanco, delimitada por un ángulo
realizado mediante una doble línea escalonada negra. Las unidades mínimas situadas en el sector medio
de la banda se reflejan horizontalmente y se trasladan hasta completar la banda. Las grecas escalonadas
ubicadas en los bordes inferior y superior de la banda se reflejan desplazadamente respecto a las situadas
en el sector medio. En atención al uso del color distinguimos dos sub variantes:
PATRÓN GRECA ESCALONADA
EN REFLEXIÓN HORIZONTAL A 1
En esta sub variante las unidades
mínimas son de color negro sobre
fondo blanco.
PATRÓN GRECA ESCALONADA
EN REFLEXIÓN HORIZONTAL A 2
En esta sub variante el ángulo
escalonado externo que rodea a
las unidades reflejadas en el sector
medio es negro y el ángulo interno
es rojo.
PATRÓN GRECA ESCALONADA EN REFLEXIÓN HORIZONTAL B
En esta variante las unidades mínimas alternan su color de negro a rojo en cada reflexión horizontal en
el sector medio de la banda. La grecas escalonadas localizadas en los extremos superior e inferior de
la banda permanecen de color negro. En esta variante las unidades mínimas no son delimitadas por un
ángulo a doble línea.
285
patrón
Este patrón fue registrado en la decoración interior de platos planos (González, 1995). Se observa
en su decoración dos unidades mínimas diferentes que se reflejan horizontalmente con la figura
opuesta, marcando así cuatro segmentos equidistantes del ceramio. Una de las unidades es un
triángulo con decoración interior reticulada oblicua que se une a su opuesto por una línea recta.
La segunda unidad mínima es una figura compuesta por un trazo recto terminado en apéndices
lineales que se une a una voluta, esta figura se refleja horizontalmente formando un solo diseño,
TRIÁNGULOS RETICULADOS
Y VOLUTAS CON APÉNDICES
y luego se refleja verticalmente en el sector opuesto.
286
Este diseño combina diseños de origen cuzqueño, como el patrón reticulado oblicuo, con otros de factura
local, que estaban ausentes en las fases Diaguita pre incaicas. La disposición de las figuras al interior del
plato, que marcan cuatro segmentos equidistantes expresa gráficamente el principio simbólico de cuatripartición.
patrón
Patrón bidireccional de origen mixto Inca-Diaguita. Se distinguen tres unidades mínimas en este diseño.
La primera unidad mínima es un diseño escalonado de cinco niveles terminado en una voluta, de color
negro sobre fondo rojo. Esta unidad rota respecto a otro diseño semejante localizado en el sector superior de la banda. En el espacio que queda entre las dos unidades rotadas se dibujó la segunda unidad
mínima, consistente en una línea escalonada en cinco niveles de color blanco. Este diseño se traslada,
VOLUTAS ESCALONADAS EN ROTACIÓN
como un todo, en sentido horizontal hasta completar la decoración del sector superior de la banda. La
decoración del sector inferior de la banda presenta un espacio rectangular blanco que la separa del sector superior. La decoración del sector inferior corresponde a una traslación vertical de la decoración presente en el sector superior. A cada lado de estas operaciones simétricas descritas y uniendo los sectores
superior e inferior de la banda, se observa la tercera unidad mínima, compuesta por una línea ondulada
blanca y vertical que se refleja verticalmente con otra semejante marcando de este modo los extremos
izquierdo y derecho de la banda decorada.
En este hermoso diseño resulta evidente la interacción entre el arte visual de origen Inca y el diaguita pre incaico,
las líneas onduladas y en zigzag son aportes de la iconografía Inca, en tanto la unidad mínima (voluta escalonada) y su estructura simétrica, son propias del arte diaguita pre incaico. Se registró en una taza procedente del
valle de Elqui.
287
GRECA ESCALONADA EN REFLEXIÓN
VERTICAL Y TRASLACIÓN
patrón
288
Diseño bidireccional, el diseño se realizó en negro sobre blanco. La unidad mínima es una greca escalonada en sus sectores lateral y superior,
orientada verticalmente. Esta unidad se refleja verticalmente y se inserta
en un campo en forma de rombo realizado a doble línea. Estas líneas se
decoran con puntos negros en traslación. Este diseño, como un todo, se
desplaza por traslación horizontal y vertical, hasta completar el campo
del diseño.
NO FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
En este ejemplo apreciamos la utilización de una unidad mínima de origen diaguita pre incaico,
inserta en una estructura simétrica cuzqueña, que enfatiza visualmente principios simétricos duales. Fue registrado en un ceramio procedente del valle de Elqui.
289
patrón
Este patrón está presente en la decoración de la cara posterior de una botella de la fase Diaguita III.
Se utilizan en su construcción varias unidades mínimas que se organizan siguiendo un eje de reflexión
vertical. Se distingue en el sector central inferior un pentágono con decoración reticulada oblícua en
COMPLEJO EN REFLEXIÓN VERTICAL
su interior. Sobre él se dibujaron dos triángulos que se reflejan verticalmente y se intersectan en la
290
punta. En su interior los triángulos se decoran por una greca escalonada que se refleja horizontalmente. Delimitando lateralmente este diseño, se observan dos bandas verticales que se reflejan verticalmente entre sí, decoradas interiormente con el patrón zigzgag B 2.
Este diseño, refleja la interacción entre diseños de origen cuzqueño (reticulado oblicuo) y diaguita pre incaicos
(greca escalonada). Se cuenta con un ejemplo procedente del valle de Elqui.
DISEÑOS DE ORIGEN
MIXTO
DIAGUITA - INCA
F I G U R AT I V O
291
patrón
El conjunto de representaciones antropomorfas de origen mixto Inca-Diaguita, propias
de la fase Diaguita III, se caracterizan por su variabilidad y ausencia de estandarización,
de hecho se trata de piezas, en su mayoría, únicas. Los diseños analizados a continua-
REPRESENTACIONES ANTROPOMOFAS
ción no corresponden a un examen exhaustivo de estas representaciones, sino que se
292
describen a modo de ejemplo.
REPRESENTACIÓN ANTROPOMORFA DE CUERPO AJEDREZADO
Esta imagen decora la superficie interior de una escudilla campaniforme. Se repite cuatro veces
siguiendo el principio de rotación, marcando cuatro sectores equidistantes del ceramio. La cabeza
se representa por un rectángulo negro, en su interior se distinguen tres rectángulos blancos con
una línea negra horizontal que denotan los ojos y boca, respectivamente. Sobre la cabeza se
observan dos líneas diagonales paralelas de color rojo. El cuerpo presenta un diseño ajedrezado
que alterna alineaciones diagonales de rectángulos negros y rojos sobre fondo blanco. Los brazos
se representaron por dos líneas quebradas terminadas en dos triángulos con apéndices, que
representan las manos y dedos. Las piernas se realizaron mediante un trazo horizontal que baja
luego verticalmente y después retoma la orientación horizontal. Las extremidades se organizan
mediante un eje de reflexión vertical.
FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
CABEZA ANTROPOMORFA TRIDIMENSIONAL (PACCHA)
De acuerdo a Carrión (2005) la paccha es un objeto sagrado vinculado con el culto al agua, presente en un conjunto de culturas andinas
y, particularmente relevante en la cultura Inca. Esta forma cerámica enfatiza la circulación y salida de líquido. La paccha puede presentar
uno o varios recipientes, unidos por cortos tubos de conexión o simples aberturas. A través de estos circula el líquido, y sale al exterior
por un tubo corto o una abertura circular. Entre las piezas cerámicas de la fase Diaguita-Inca (1470-1536 d.C.) se encuentra un hermoso
ceramio, que evidencia estos elementos. Se trata de una cabeza antropomorfa unida a un cuello, modelada y pintada, que presenta
un orificio circular en la sección superior de la cabeza y un tubo en la sección posterior de cuello, por donde evacúa el líquido. El rostro
presenta dos ojos, delimitados por un óvalo blanco inserto en una superficie ovalada, probablemente denota pintura facial, la nariz
fue modelada e incisa. Posee una boca modelada, incisa y pintada, donde se distinguen dientes. El peinado se realizó mediante líneas
negras verticales paralelas negras sobre fondo rojo. Se modelaron dos orejas a cada lado de la cabeza.
293
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA FIGURATIVO
JARRO ANTROPOMORFO A
VARIANTE 1
Ceramio cilíndrico de base plana. Representa a un ser humano esquematizado.
La forma cilíndrica del ceramio presenta un angostamiento en la parte media
que sirve para señalar la cabeza y el cuerpo. La cabeza presenta un gran
orificio en el sector central anterior, que representa la boca, en el sector
inferior del orificio se observa una protuberancia a modo de mentón. Los ojos
y la nariz fueron modelados y pintados. Los ojos se representaron mediante
dos rombos concéntricos, el central de color rojo y el externo negro, sobre
fondo blanco. En el sector inferior del rombo externo se aprecian tres
triángulos negros invertidos. En las mejillas se observan dos trazos oblicuos
simétricos unidos a un trazo recto central. La nariz se decora con una línea
negra que luego se bifurca para demarcar el rostro. Sobre la cabeza va una
protuberancia en forma de arco delimitado en su borde inferior por una
línea negra, a ambos lados, este arco presenta 26 trazos negros verticales
y paralelos. Bajo ellos, en la parte media va una línea negra vertical que
termina en una línea negra horizontal que marca la separación entre cabeza
y cuerpo. De esta línea media nacen ocho líneas negras oblicuas paralelas,
que se reflejan verticalmente en el lado opuesto y terminan en la misma línea
horizontal ya descrita. El cuerpo presenta dos brazos pintados representados
por una línea vertical negra unida a una línea oblicua que asciende desde el
sector inferior hacia el centro y termina en un triángulo negro terminado en
cinco trazos oblicuos (mano y dedos, respectivamente). Este diseño se repite
por reflexión vertical en el sector opuesto de la cara anterior. Presenta dos
círculos negros paralelos a modo de areola. Dos protuberancias cercanas, en
la cara anterior, señalan los pies, ubicados en el límite del cuerpo y la base.
Entre ellos se aprecia una línea vertical a modo de genitales. En el sector
posterior bajo la cabeza se distingue el diseño de patrón zigzag L.
294
FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
JARRO ANTROPOMORFO A
VARIANTE 2
Ceramio cilíndrico de base cóncava. La forma cilíndrica
del ceramio presenta un angostamiento en la parte media
que sirve para señalar la cabeza y el cuerpo. La cabeza
presenta un orificio circular en el sector central anterior,
que representa la boca, bajo este orificio se observa una
protuberancia a modo de mentón. Los ojos y la nariz fueron
modelados y pintados. Se aprecian dos protuberancias
opuestas, aproximadamente a la altura de la boca, con un
orificio central, que asemejan orejas horadadas. En el sector
posterior de la cabeza se aprecia un diseño que hemos
definido como peinado. Presenta tres líneas zigzag oblicuas
y paralelas en el sector inferior de la boca y otras tres en
el sector superior. Estas seis líneas se reflejan verticalmente
en el lado opuesto. Los brazos fueron representados por
un semicírculo sobre una protuberancia del que nace una
línea negra oblicua que desciende hacia el sector inferior
del cuerpo y luego asciende diagonalmente terminando
en un círculo del que nacen cinco líneas verticales paralelas
(dedos), este diseño se refleja verticalmente en el lado
opuesto. La vasija presenta un diseño que asemeja a un
collar o cuerda alrededor del cuello y un tupu.
En la cara posterior se observa una decoración distribuida
en una banda horizontal que abarca desde el comienzo del
cuerpo hasta el inicio de la base, con el diseño de origen
cuzqueño definido como Patrón Ajedrezado C1.
295
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA FIGURATIVO
JARRO ANTROPOMORFO B
Ceramio de cuerpo globular casi esférico. Presenta un angostamiento
en la parte superior que da origen a una cabeza y cuello. Se distinguen
una boca, dos ojos modelados y pintados, a cada lado de la cara se
observan dos protuberancias semicirculares con un orificio en medio, a
modo de orejas. La parte superior de la cabeza coincide con el borde
del cuello. Un asa tipo cinta vertical nace en el borde opuesto al rostro
y termina en la parte media superior del cuerpo (cara posterior). En el
cuerpo se distinguen dos trazos modelados y pintados. Nacen a cada
lado del cuerpo, bajo el cuello y se flectan en la parte media del cuerpo
para ascender acercándose al cuello. Las manos se representan por
tres incisiones lineales paralelas. El campo ubicado sobre los brazos
fue decorado con círculos negros con un punto rojo que se repiten por
traslación horizontal y vertical. Bajo los brazos se observan tres bandas
horizontales formadas por dos líneas horizontales paralelas de las que
nacen una hilera horizontal de triángulos invertidos, los triángulos
alternan de color, de rojo a negro. Es un diseño bidireccional de origen
cuzqueño definido por Fernández Baca en el grupo “figuras dentadas
pintadas de negro y dispuestas en fajas horizontales, cuya forma es
semejante a triángulos equiláteros”(1971, fig. 277). La unidad mínima
es un triángulo negro o rojo que se desplaza siguiendo el principio de
translación horizontal.
JARRO ANTROPOMORFO C
Ceramio de cuerpo ovalado y base semi plana. Presenta un angostamiento
en la parte superior del cuerpo que da origen a una cabeza y cuello. El
rostro fue representado por medio de dos óvalos concéntricos a modo
de ojos y una boca representada por un rectángulo rojo. La nariz fue
modelada y señalada por una línea negra. Distinguimos el rasgo de pintura
facial, representado por dos líneas oblicuas y dentadas que alternan su
color de rojo a negro. La parte superior de la cabeza coincide con el
borde y presenta dos elevaciones semicirculares sobre el sector de los
ojos. Este borde presenta una serie de líneas negras paralelas verticales.
El rostro es delimitado por dos trazos verticales paralelos. El cuerpo
fue decorado mediante el patrón círculos concéntricos en traslación
horizontal y vertical, delimitado en un campo triangular formado por
dos “brazos” lineales y esquemáticos de color rojo que forman un ángulo
agudo. Ellos terminan en un engrosamiento terminado en cuatro trazos
cortos a modo de dedos. El sector inferior del cuerpo fue decorado con
el patrón ajedrezado.
296
FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
CUENCO ANTROPOMORFO
Ceramio de cuerpo cilíndrico achatado, de base cóncava semi plana.
Una línea negra horizontal separa el sector inferior del superior. El
sector inferior que incluye parte del cuerpo y base es de color rojo
terracota sin decoración. La mitad superior presenta decoración
antropomorfa modelada y pintada de color negro y rojo sobre
blanco. Presenta un gran orificio ovalado en el sector central superior
del cuerpo, dos bandas reticuladas oblicuas en negro sobre blanco
delimitan lateralmente este orificio, bajo el orificio se aprecia una
decoración formada por rombos en hilera. En el sector opuesto se
obervan dos círculos con un punto central, a cada lado del orificio.
Sobre este orificio se distingue una decoración antropomorfa
correspondiente a un rostro humano y cuello. El cuello se señala
por un angostamiento de la vasija que da nacimiento a una cabeza
modelada y pintada. En el cuello se distingue un diseño trapezoidal
decorado interiormente con el patrón ajedrezado, semejante
a la decoración de los jarros pato. La boca se representó con un
triángulo dentado y una línea horizontal roja del que se desprenden
a cada extremo dos líneas zigzag paralelas. La nariz fue modelada
y pintada, presentando dos trazos oblicuos simétricos. Los ojos se
dibujaron mediante rombos concéntricos con un triángulo negro
adosado en el sector inferior del cual se desprenden ocho trazos
negros verticales. El cabello o peinado se dibujó mediante cuatro
líneas negras paralelas y oblicuas, que se reflejan en el sector
opuesto.
297
ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA FIGURATIVO
JARRO PATO ANTROPOMORFO
Esta forma cerámica se caracteriza por presentar una cabeza modelada y pintada
antropomorfa o zoomorfa, en este caso aportamos, a modo de ejemplo, la
descripción de un jarro pato antropomorfo. El cuerpo es globular y presenta
diferenciación entre paredes y base. Un asa horizontal une la cabeza al gollete.
La base es pequeña y circular, ligeramente cóncava. Fue decorado en colores
negro y rojo sobre blanco. En el cuerpo se distinguen dos bandas laterales y
un diseño central. Las bandas decoradas presentan el patrón rombos en hilera
D (reticulado oblícuo). El diseño central consiste en un círculo que bordea el
nacimiento de la cabeza del que nace una línea negra vertical en el centro. Se
dibujaron también dos brazos asimétricos en base a líneas verticales, una de ellas
terminada en un triángulo negro del que se desprenden cuatro trazos verticales y
el otro terminado en una línea horizontal de la que nacen tres trazos verticales. La
cabeza es semiesférica, un círculo negro decora el centro superior, del cual nacen
16 líneas negras paralelas verticales. Claramente se trata de una representación
de deformación craneana intencional. En el sector frontal se aprecia una clepsidra
negra. Esta decoración termina en una franja roja horizontal que circunda la
cabeza, delimitada por dos líneas negras. El rostro se compone de dos ojos
modelados delineados por dos líneas negras. La nariz fue modelada y la boca se
representó por dos triángulos concéntricos. Se aprecia un diseño compuesto por
dos líneas oblícuas paralelas en cada mejilla, a modo de pintura facial. Las orejas
fueron modeladas y presentan un orificio circular en el centro.
REPRESENTACIÓN ANTROPOMORFA DE CABEZA
TRIANGULAR Y CUERPO DE TRIÁNGULO EN
REFLEXIÓN HORIZONTAL
Este diseño se registró en la decoración interior de una escudilla
campaniforme. La cabeza se representó mediante un triángulo
invertido. Los ojos se representaron mediante dos círculos
blancos con un círculo rojo central. Presenta dos trazos oblicuos
paralelos de color rojo en el sector superior de la cabeza. El
cuerpo se dibujó mediante dos triángulos opuestos por el
vértice, que coincide con la cintura de la figura. Cada triángulo
divide su color en rojo y negro siguiendo un eje vertical,
oponiéndose los colores de los triángulos superior e inferior. Los
brazos se representaron por una línea recta vertical terminada
en tres trazos oblicuos a modo de manos y dedos.
298
FIGURATIVO ORIGEN MIXTO - INCA DIAGUITA
REPRESENTACIÓN ANTROPOMORFA TRIANGULAR EN BANDA HORIZONTAL
En este interesante diseño se observa una suerte de interacción entre una
representación antropomorfa y los diseños abstractos de las bandas. En el
sector central del ceramio se distingue un diseño triangular antropomorfizado,
se dibujaron dos ojos, representados por círculos concéntricos con un
punto central. El diseño de la boca se realizó mediante un trapecio que
presenta en su interior trazos verticales intercalados, a modo de dientes. Se
distinguen también dos brazos dibujados por líneas quebradas que nacen del
triángulo antropomorfo y sirven de inicio a los patrones decorativos de las
bandas laterales, correspondientes a los patrones Ondas C7 y Ondas E2-4,
respectivamente, ya descritos anteriormente.
Un interesante aporte al arte visual de la cultura diaguita lo constituyen las representaciones antropomorfas surgidas en
la fase de contacto entre Incas y Diaguitas. Se trata de creaciones únicas que innovan respecto de los patrones decorativos
propios de cada una de estas culturas. Esta nueva realidad de contacto cultural permite a los artesanos diaguita la exploración de representaciones figurativas, incorporando un buen número de diseños antropomorfos de escasa estandarización,
que se suman a los jarros pato antropomorfos propios de la fase diaguita II (1200-1470 d.C.).
299
patrón
JARRO PATO FELÍNICO
300
FELINOS
Se describe, a modo de ejemplo, este jarro pato cuyo rostro presenta rasgos felínicos, aunque existe
una marcada variabilidad al interior de esta categoría. Presenta una cabeza modelada y pintada, un
asa horizontal une la cabeza al gollete, en el sector opuesto. No presenta separación entre paredes
y base. En el rostro se observa un diseño en base a puntos en traslación horizontal y vertical. Dos
círculos con un punto central señalan los ojos. La boca del felino consiste de un óvalo con trazos
verticales en traslación horizontal, a modo de dientes, Las orejas fueron modeladas y presentan una
decoración en base a una voluta. Bajo la boca se aprecia un triángulo concéntrico escalonado. Bajo
este diseño, en la parte delantera del cuerpo del ceramio se observa un diseño ajedrezado del tipo
C1. Las paredes laterales del cuerpo fueron decoradas con el patrón doble zigzag D 2-3. Bajo el
borde del gollete se aprecia el patrón zigzag B 2.
Esta representación es muy interesante porque evidencia cómo en el período de contacto entre Incas y
Diaguitas, los Incas continuaron representando la imagen del felino con puntos (moteado), de larga data
en la prehistoria diaguita, no obstante, le agregan a esta pieza diseños de origen cuzqueño (ajedrezado),
reconociendo de este modo la relevancia de este símbolo y su reactualización en esta nueva etapa cultural.
patrón
Este diseño fue registrado en la decoración interior de una escudilla campaniforme. Se trata de una representación zoomorfa bastante esquemática, de color negro, específicamente un camélido. La cabeza
se representó por dos líneas oblicuas paralelas, con trazos rectos en hilera, a modo de dientes. Presenta en el sector superior dos trazos verticales paralelos, a modo de orejas. Bajo la cabeza una línea
negra vertical representa el cuello. Esta línea se une a una línea recta horizontal, a modo de tronco.
Las patas delanteras y traseras se representaron por cuatro trazos verticales paralelos. Una línea curva
CAMÉLIDO
en el sector opuesto al cuello representa la cola de este animal.
Esta representación de un camélido, fue registrada al interior de una escudilla campaniforme de la fase Diaguita III
(1470-1536 d.C.), procedente del valle de Elqui. Destaca su semejanza con otros camélidos muy esquemáticos de origen Inca, registrados en figuras de metal presentes en santuarios de altura y en arte rupestre (M. Sepúlveda, 2008).
301
Valle de Mostazal. Comuna de Monte Patria.
302
Quebrada Ponio. Valle del Limarí.
DISEÑOS DE ORIGEN
SAXAMAR O PACAJE
Botella Diaguita III, Museo del Limarí. Colección del Museo del Limarí.
303
DISEÑOS DE ORIGEN SAXAMAR O PACAJE
La incorporación del territorio Diaguita al Tawantinsuyu trajo consigo, además de la influencia Inca en la alfarería Diaguita, la presencia de influencias iconográficas
de otros grupos étnicos, que participaron también en la
expansión del imperio Inca. Describiremos a continuación
seis piezas con un diseño que corresponde al tipo Saxamar o Pacaje. Se trata de dos botellas, tres platos planos
y un plato ornitomorfo.
Esta situación deja de manifiesto que existió algún
tipo de relación entre la región diaguita y ciertos grupos
altiplánicos, como los Pacajes, pertenecientes al reino
Colla, mediatizados por la cultura Inca.
Dauelsberg (1970) al definir la cerámica Chilpe, señala que a la llegada del Inca, ésta adopta un engobe
rojo, pero persiste la decoración en negro, los motivos
pueden ser definidos como “llamitas estilizadas (de origen altiplánico)”, también son frecuentes las líneas serpenteadas y líneas concéntricas, y define a esta cerámica
como tipo Saxamar.
Esta cerámica manifiesta una estrecha similitud con
la del tipo Pacajes. Munizaga (1957) describe la cerámica Inca Pacaje, ubicada en la cuenca sur del lago Titicaca. Se caracteriza por tener una pasta de color rojo, con
gradaciones que van desde el rojo hasta el café oscuro,
304
de cocción pareja y acabado brillante. En la decoración
abunda la representación de “llamitas”, dibujadas esquemáticamente, ordenadas en círculos concéntricos, en la
cara interna de las escudillas. Estas “llamitas” se caracterizan por la simplificación del dibujo.
Ryden define a las “llamitas” del tipo Pacaje como: “severly stylized a stroke or two-llama figures”(1947:196). Estas llamitas se diferencian de otras
decoraciones existentes en la cerámica andina que también poseen el motivo consistente en camélidos. La estilización de las “llamitas” va desde figuras dibujadas en
forma algo incierta hasta ejemplares que muestran, junto
con un alto grado de estilización cierto énfasis de rasgos,
como la largura del cuello.
DISTRIBUCIÓN DE LAS ESCUDILLAS CON
DECORACIÓN DE “LLAMITAS”
Se han registrado en Palli Marca, Chaucha de Kyula Marca, Pucará de Tilcara, Churajín, Arequipa, Arku Punku,
Rosario, Peña Blanca, Iru Itu, Machu Picchu, Tiwanacu, Copacabana, Chucuito. En el Cusco cuenta con una
escasa representación. Debemos agregar la existencia de este tipo en los fragmentos en el sitio Tambillos
(Mendoza), descritos por Bárcena y Román (1986 - 87).
ORIGEN SAXAMAR O PACAJE
Quebrada Ponio. Comuna de Monte Patria.
Ryden (1947) asocia el tipo “llamitas” con la cultura Pacaje, ubicada al Sur del lago Titicaca. El mismo autor
ilustra también un fragmento de un plato “escudilla playa”,
con decoración “llamitas” que tiene “a rim-loss with a depression”. Forma de asa que describió como “horizontal en
arco” (aunque tiene una depresión en vez de una abertura).
En tanto, Munizaga (1957) propuso que el motivo
de “llamitas” pudo tener su origen en la cuenca Sur del
Titicaca y ser un componente del estilo Inca provincial de
esta región. Por ser los Pacajes el grupo étnico, de esta
área altiplánica en el período de dominación incaica y en
la época protohistórica, denominó al estilo cerámico “Inca
Pacaje” y lo relacionó con el similar de Rosario-Peñablanca, sitios a 30 km. de Arica, en la margen Sur del río Lluta.
Esto nos lleva a pensar que, el tipo Saxamar llegó al Norte Semiárido, junto con las poblaciones incas.
La cultura altiplánica Pacaje, estuvo en contacto con la
cultura Diaguita y participó, de alguna manera, en el proceso de integración entre la cultura Inca y la Diaguita.
305
patrón
TRASLACIÓN HORIZONTAL VERTICAL
DE LLAMAS ESTILIZADAS
I TRASLACIÓN HORIZONTAL - VERTICAL DE LLAMAS ESTILIZADAS
306
HILERA VERTICAL DE LLAMAS ESTILIZADAS DELIMITADAS POR BANDAS
TERRACOTA
La unidad mínima es un diseño de dos llamas estilizadas mediante tres trazos verticales paralelos
unidos por dos trazos oblicuos, de color negro sobre fondo blanco. Esta unidad se traslada
verticalmente cuatro veces, la hilera así formada presenta a cada lado dos bandas verticales de
color terracota, esta hilera de llamas se repite tres veces, como un todo, en sentido horizontal. Se
registró en la decoración de la cara anterior de una botella de la fase Diaguita III.
FIGURATIVO ORIGEN SAXAMAR O PACAJE
TRASLACIÓN HORIZONTAL VERTICAL DE LLAMAS ESTILIZADAS SOBRE FONDO BLANCO
EN CAMPO DE DISEÑO DISEÑO CIRCULAR
La unidad mínima es una llama estilizada en base a tres líneas rectas paralelas unidas por dos líneas
oblicuas, de color negro sobre fondo blanco. Esta unidad se desplaza por traslación horizontal y vertical
en un campo de diseño circular (interior de un plato plano).
LLAMAS ESTILIZADAS EN TRASLACIÓN HORIZONTAL Y VERTICAL ASOCIADA A FELINO
Este diseño decora la superficie exterior de una botella. La unidad mínima es idéntica a la descrita
anteriormente y se desplaza siguiendo el principio de traslación horizontal y vertical hasta cubrir por
completo el campo del diseño, correspondiente al cuerpo globular de una botella. El asa modelada y
pintada de esta botella representa la figura de un felino moteado, ya descrito.
307
patrón
II ROTACIÓN DE LLAMAS ESTILIZADAS
1. EN CAMPO CIRCULAR SOBRE FONDO BLANCO
ROTACIÓN DE LLAMAS ESTILIZADAS
La unidad mínima consiste de tres trazos paralelos unidos por dos trazos oblicuos que rotan alrededor
de un punto central en dos hileras circulares y concéntricas. El campo del diseño corresponde a la
superficie interior de un plato ornitomorfo.
308
2. EN CAMPO CIRCULAR DELIMITADO POR BANDA RETICULADA OBLICUA
La unidad mínima se repite diez veces siguiendo el principio de rotación en una hilera situada bajo el
borde del plato, decorado con una banda reticulada oblicua. El diseño se realizó en negro sobre café
claro.
FIGURATIVO ORIGEN SAXAMAR O PACAJE
3. EN CAMPO CIRCULAR DELIMITADO POR VOLUTAS EN ROTACIÓN
Este diseño está compuesto por dos unidades mínimas diferentes. Por una parte encontramos la llama
estilizada Saxamar que se desplaza en un campo de diseño circular siguiendo el principio de rotación,
en dos hileras concéntricas. Este espacio es delimitado por dos círculos concéntricos, delimitados
a su vez por el diseño compuesto por un triángulo negro adherido a una voluta que se repite seis
veces siguiendo también el principio de rotación. Bajo el borde del plato se distinguen dos círculos
concéntricos que encierran el dibujo recién descrito.
En general, los diseños de origen Saxamar o Pacaje registrados en la ergología de la fase Diaguita-Inca
(1470-1536 d.C.), presentan pequeñas diferencias con los registrados en las zonas originarias de este
estilo. Por ejemplo, el color de fondo blanco, o la disposición en alineamientos verticales, lo que sugiere su elaboración por artesanos diaguita, más que el traslado de piezas desde estas zonas distantes.
309
Valle de Mostazal. Provincia del Limarí.
310
DISEÑOS DE ORIGEN INCA PAYA O
SANTAMARIANO
Botella Diaguita III. N° inventario 963. Museo del Limarí.
311
DISEÑOS DE ORIGEN SANTAMARIANO O
INCA PAYA
Describiremos brevemente las características de
la Cultura Inca Paya, extendiéndonos, principalmente en
sus modalidades decorativas por ser la base del análisis
que permitió establecer las relaciones con la cultura Diaguita chilena.
Serrano (1953) señala que la cultura La Paya se
desarrolló en el norte del Valle Calchaquí donde reconoce
dos estilos locales: La Paya y Casa Morada o Inca Paya. De
acuerdo a este autor el estilo Inca Paya reproduce formas
típicas de la cerámica del Cuzco: jarritas, platos, pucos y
aríbalos o aribaloides, pero agrega un conjunto de motivos decorativos propios. La tendencia general del estilo
es la de llenar sus figuras de composición con reticulado,
que incluye motivos geométricos simples y representaciones zoomorfas o antropomorfas. Es común la presencia
de representaciones ornitomorfas estilizadas, asociadas a
figuras geométricas simples, se trata probablemente de
la representación de un suri (pterocnemia pennata). Predominan en este estilo los motivos geométricos, especialmente el triángulo y el rombo reticulado que se combinan
en franjas, también las guardas de triángulos con grecas
y los triángulos curvilíneos espiralados. Otro motivo recurrente es la seriación de triángulos inflectados. Hay también motivos típicamente cuzqueños como la cruz de malta
y otro muy característico de origen local. Se trata de un
312
rectángulo estrangulado (prácticamente dos triángulos
unidos por sus vértices) de cuyos lados mayores salen
sendas espirales.
El estilo La Paya emplea para sus motivos y composiciones el negro sobre la superficie alisada o pulida de
los vasos, algunas veces cubierto de un fondo rojo amarillento. Debemos hacer notar que en las representaciones
diaguitas las líneas de la figura son totalmente rectas y no
ligeramente curvas como en los diseños Inca Paya. Otros
diseños que también se registran en ambas culturas, son
los triángulos achurados, dispuestos en hileras horizontales, los rombos con diseño reticulado oblicuo y la línea
zigzag horizontal sobre un campo rectangular achurado.
Pero debemos hacer notar que estos motivos forman
parte del bagaje decorativo Inca Cuzqueño (Fernandez
Baca, 1971).
Por su parte, Calderari (1993) separó cuatro estilos en la cerámica del sitio Puerta de La Paya, denominados respectivamente: Casa Morada Polícromo; La Paya
Dibujos Negros; La Paya Negro Pulido e Inca Provincial
La Paya. Cantarutti (2002) señala que el estilo La Paya
Dibujos Negros, particularmente las representaciones ornitomorfas, es el que guarda una mayor semejanza con
ORIGEN SANTAMARIANO O INCA PAYA
Escudilla Campaniforme, fase Diaguita III. N° inventario 182. Museo del Limarí.
las representaciones Diaguita Chilenas, de la fase III.
Los datos expuestos nos llevan a la conclusión de que existieron contactos entre ambas culturas, lo suficientemente fuertes para dejar evidencia de ellos en el material cerámico diaguita. Las representaciones del arte
Diaguita que manifiestan influencias Inca Paya, o siguiendo a Cantarutti (2002), del Noroeste Argentino valliserrano
son, entre otras, las siguientes:
313
patrón
En la cultura Inca Paya se representa con frecuencia un ave esquemática conformada gráficamente por
elementos lineales y figuras geométricas básicas (círculo, rectángulo, líneas).
Podría tratarse de la figura de un suri ( Pterocnemia Pennata)
AVES ESTILIZADAS
A. CUATRO AVES DE CUERPO RETICULADO OBLICUO EN ROTACIÓN
314
En este diseño observamos el diseño de un ave estilizada, creada a partir de un triángulo invertido reticulado oblicuo,
cuya base coincide con el borde. De su punta nace un trazo vertical que luego asciende en sentido oblicuo, a modo
de cuello, y termina en un círculo con punto central (cabeza y ojo). Dos trazos horizontales paralelos representan el
pico del ave. De los vértices restantes nacen tres trazos verticales paralelos. Esta unidad mínima rota cuatro veces
marcando cuatro segmentos equidistantes del ceramio, manifestando el principio simbólico de cuatripartición. Esta
representación se encuentra en la cara interior y exterior de una escudilla campaniforme.
FIGURATIVO ORIGEN SANTAMARIANO O INCA PAYA
B. AVE Y BANDAS
La unidad mínima es un ave estilizada, de cuerpo triangular, el cuello se representa por una línea
curva terminada en un círculo con punto central (cabeza y ojo). El pico se representa por dos
trazos oblicuos paralelos. Las patas se representan por una línea vertical terminada en tres trazos
oblicuos. Esta unidad se repite dos veces siguiendo el principio de traslación, separándose entre
si por bandas negras verticales delimitadas por una línea vertical a cada lado. Esta representación
se registró en una botella.
C. AVE Y LETRA E EN ROTACIÓN
En este diseño se aprecia un ave estilizada de cuerpo semicircular. Presenta una espiral a modo de
cola, una línea curva unida a un círculo con punto central representa el cuello, cabeza y ojo respectivamente. Se observan dos líneas oblicuas paralelas en la sección superior de la cabeza y el pico
se representa por dos líneas oblicuas paralelas. Esta figura esta rodeada por un diseño semejante
a una letra E que se repite doce veces siguiendo el principio de rotación. Estas representaciones
se insertan en un triángulo negro escalonado delimitado por una línea negra. Se registró en la
decoración de una botella.
D. AVES EN TRASLACIÓN
La unidad mínima es un ave estilizada cuyo cuerpo se representa por
un triángulo invertido. De su punta nace un trazo oblicuo que luego
asciende verticalmente y termina en un círculo con punto (cuello,
cabeza y ojo, respectivamente). Esta unidad se repite siguiendo el
principio de traslación horizontal. Se registró en la decoración de una
escudilla campaniforme.
E. AVES Y TRIÁNGULOS EN TRASLACIÓN
En este diseño se aprecian dos unidades mínimas diferentes que se
repiten intercaladamente siguiendo el principio de traslación horizontal.
Una de estas unidades corresponde a un ave estilizada, idéntica a la
descrita en la variante A. La segunda unidad mínima es un triángulo
reticulado oblicuo invertido, cuya base coincide con el borde del
ceramio, de cada lado se desprenden doce trazos verticales paralelos.
Decora el exterior de una escudilla campaniforme.
315
ORIGEN SANTAMARIANO O INCA PAYA FIGURATIVO
F. AVE EN REFLEXIÓN VERTICAL
En este diseño se observa un triángulo negro, en sus
vértices inferiores se aprecian dos líneas verticales
unidas a dos círculos con punto en el centro, que
representan el cuello, cabeza y ojo de un ave estilizada.
En el nacimiento de la línea que representa el cuello,
se aprecian tres trazos oblicuos. Toda la representación
está gobernada por un eje de reflexión vertical que
duplica esta representación ornitomorfa. Este diseño
decora el exterior de una escudilla campaniforme.
G. AVE CON CUERPO DE CRUZ AJEDREZADA
En este caso la unidad mínima es un ave estilizada cuyo cuerpo es
una cruz reticulada perpendicular. En el brazo superior de la cruz se
aprecia una greca recta. Del brazo derecho de la cruz se desprende
una línea oblicua unida a un círculo con un punto en el centro que
representa un ave estilizada, cuatro trazos paralelos representan
la boca. Dos trazos oblicuos en el sector superior de la cabeza
representan plumas. Al interior de la cruz reticulada se observa un
diseño simétrico basado en líneas quebradas. Esta unidad se repite
seis veces siguiendo el principio de rotación. Este diseño decora el
interior de una escudilla campaniforme.
316
FIGURATIVO ORIGEN SANTAMARIANO O INCA PAYA
H. CUATRO AVES Y CÍRCULO CON CRUZ INSCRITA
Este diseño presenta distintas unidades mínimas. Por una parte,
en el centro se aprecia un círculo rojo con una cruz inscrita blanca,
rodean al círculo 22 volutas que se repiten siguiendo el principio
de rotación. Rotan también al rededor del círculo cuatro aves
estilizadas, de cuerpo triangular. El cuello se representa por un
trazo oblicuo, la cabeza y pico se representa por un círculo con
un punto y dos trazos oblicuos. Las patas se representaron por
dos líneas quebradas. Bajo el borde de este plato se aprecia
un diseño compuesto por 21 rectángulos negros separados
por rectángulos blancos decorados por trazos rojos verticales
paralelos.
I. AVE Y ANTROPOMORFO
En este diseño apreciamos una representación antropomorfa construida por un eje de reflexión vertical. La cabeza es de contorno triangular,
dos círculos concéntricos representan los ojos, la boca es un trazo recto horizontal del que se desprenden trazos rectos verticales. Se
distinguen dos líneas curvas a modo de orejas. En el sector superior de la cabeza se distinguen dos líneas curvas en reflexión vertical.
El tronco está representado por dos triángulos en reflexión vertical. Las extremidades se representaron por cuatro volutas. Este diseño
antropomorfo se une a la representación ornitomorfa por un trazo horizontal (cordel). El ave se construyó mediante un triángulo a modo de
cuerpo y un trazo curvo a modo de pluma trasera. Una línea vertical terminada en tres trazos oblicuos representa las patas. La cabeza, cuello
y pico se representaron por un círculo con un punto central, un trazo oblicuo y dos trazos oblicuos paralelos, respectivamente.
317
patrón
Estos diseños triangulares decoran tanto la superficie interior como exterior de escudillas campaniformes, en una distribución semejante a la vista en la decoración 1 a. Todos estos diseños presentan una
CUATRO TRIÁNGULOS RETICULADOS
OPUESTOS
decoración interior reticulada oblicua. Las unidades mínimas son las siguientes.
318
A. CON TRAZO VERTICAL EN LA PUNTA
Se trata de un triángulo reticulado oblicuo con un trazo vertical en la punta.
B. CON TRES TRAZOS EN LOS VÉRTICES
Este triángulo reticulado oblicuo presenta un triángulo negro en cada vértice del
cual se desprenden tres trazos verticales paralelos.
C. CON TRIÁNGULO NEGRO Y CUATRO
TRAZOS VERTICALES EN LA PUNTA
Triángulo reticulado oblicuo invertido con un trazo vertical en la punta terminado
en un triángulo negro y cuatro trazos rectos paralelos.
D. CON UNA VOLUTA EN LA PUNTA
Triángulo reticulado oblicuo invertido con una voluta en la punta.
E. CON VARIOS TRAZOS PARALELOS VERTICALES EN LOS LADOS
Triángulo reticulado oblicuo con trazos verticales paralelos en el sector externo.
patrón
HILERA DE TRIÁNGULOS BAJO EL BORDE
HILERA DE TRIÁNGULOS
BAJO EL BORDE
Este diseño se forma por la rotación de la unidad mínima en una banda ubicada bajo el borde de una
escudilla campaniforme, en su superficie interior. La unidad es un triángulo reticulado oblicuo negro sobre
fondo blanco.
A diferencia de lo que ocurre con el registro de influencias Yaví en la cerámica Diaguita Chilena, que es muy
escasa, las influencias Inca Paya del Noroeste Argentino son muy numerosas, presentando una importante
variabilidad interna. Se registran principalmente en la decoración tanto interior como exterior de escudillas
campaniformes o pucos (ver González 1995), aunque también forman parte de la decoración de botellas de
origen Inca cuzqueño. Proceden principalmente del valle de Elqui y Limarí. Las diferencias en la composición detectadas en los diseños registrados, los cuales tienden a realizarse mediante líneas rectas y no curvas,
como en el área de origen de este estilo, llevan a pensar que se trata de piezas de factura local fuertemente
influidas por los patrones decorativos Inca Paya, y son propias de la fase Diaguita-Inca (1470-1536 d.C.).
319
Valle de Mostazal, provincia del Limarí.
320
DISEÑOS DE ORIGEN
YAVI
Botella N° inventario 60000, Museo del Limarí.
321
DISEÑOS DE ORIGEN YAVI
Entre las piezas cerámicas recobradas del sitio
Estadio Fiscal de Ovalle (Cantarutti, 2002) se encuentran
algunas que evidencian influencia de la cultura Yavi, del
noroeste argentino. Ávila (2005, 2008) explica que la cultura Yavi abarca un lapso temporal bastante largo (5001530 d.C.) en el área comprendida desde el norte de la
puna jujeña y la cuenca del río Grande de San Juan (región
de Tupiza), incluyendo también las serranías Chichas, al sur de
Bolivia.
Los primeros aportes al conocimiento de esta
cultura fueron realizados por Krapovickas (1965,1973) a
partir de las excavaciones en el sitio Yavi Chico, en la puna
nororiental de Jujuy. Este autor desarrolla una sistematización tipológica de la cultura Yavi, basada en la cerámica, en atención a la decoración, pasta, engobes y formas.
De acuerdo a Ávila (2009) el estilo Inca Paya sería una
derivación del Yavi, tanto por las semejanzas en la técnica de elaboración como por la semejanza en los motivos
icónicos (Krapovickas, 1984).
Nielsen (2001) y Ávila (2009) distinguen dos
grupos estilísticos al interior de la cultura Yavi que presentarían un rango temporal diferente. El primero lo denominaron como “grupo estilístico calahoyo” asociado
a un período temprano (500-900 d.C.), mientras que al
322
segundo, denominado “grupo estilístico yaví” es propio
de un momento tardío (900-1536 d.C.). A su vez, este
último grupo se sub divide en un subgrupo denominado
“yaví temprano”, asociado a la quebrada de Humahuaca (período Desarrollos Regionales I o temprano (9001250 d.C.). En tanto, el segundo subgrupo, se denomina
“yaví tardío Inca” se relaciona al período de Desarrollos
Regionales 2, o Tardío e Incaico (1.250-1536 d.C.).
De acuerdo a la clasificación de Ávila (2009) la
pieza ilustrada en esta sección pertenecería al Período
Yaví Tardío-Inca, específicamente al grupo “Botellas subglobulares con asas asimétricas”. Este tipo de botellas se
distribuyen desde la región de Coquimbo en Chile hasta
los valles de Tarija en Bolivia, estableciéndose como lugar
de origen la puna nororiental del noroeste argentino.
Es durante el período Yavi Tardío Inca que se observa la mayor dispersión de las piezas yavi, tanto en Argentina como en Chile y Bolivia (Uribe, 1997, 2004; Ávila
2005, 2008, 2009). Es usual la existencia de piezas cerámicas de pasta yaví, pero con formas y motivos incaicos.
En territorio chileno se han descrito vasijas cerámicas Yavi en San Pedro de Atacama, Caspana, Quillagua
y Turi, en el Norte Grande Chileno (Tarragó, 1989; Uribe,
FIGURATIVO ORIGEN YAVI
Botella N° inventario 60000, Museo del Limarí.
2004). En tanto, en el Norte Chico se han registrado en Copiapó, Alto del Carmen, La Serena
y Ovalle (Cantarutti y Mera, 2000; Cantarutti, 2002). Por ejemplo, para el sitio Diaguita-Inca
Estadio Fiscal de Ovalle, Gabriel Cantarutti (2002) define la cerámica denominada “Diaguita Mixta con influencia Yaví” y “Diaguita Mixta con Influencia Yaví y Cuzqueña” (Cantarutti,
2002).
323
patrón
La botella subglobular que se ilustra en esta sección presenta una decoración
distribuida en dos zonas (cabeza y cuerpo). La cabeza fue modelada e incisa, no
presenta pintura. La cabeza es semi esférica y se modelaron dos grandes orejas
simétricas. En la cara anterior se distingue un rostro donde dos concavidades
señalan los ojos. La nariz fue modelada y presenta dos depresiones circulares.
En el sector correspondiente a las mejillas se observan tres incisiones lineales
B OT E LL A S U B GLO B U L AR
A NT R O P O M O R FA
oblicuas y paralelas, a modo de pintura facial. La pera se representó por una
324
protuberancia en el sector inferior del rostro.
El cuerpo fue decorado mediante pintura negra deslucida sobre rojo terracota.
Se distinguen tres secciones horizontales con diferente diseño. En la primera
sección se observa una representación ornitomorfa esquemática, gobernada por
un eje de reflexión vertical. La cabeza y ojo se representan por un círculo con un
punto, las alas se realizaron mediante dos líneas curvas terminadas en volutas
de la cual se desprenden trazos verticales y oblicuos paralelos. En la segunda
sección delimitada por dos líneas negras horizontales se aprecian dos unidades
mínimas diferentes, por una parte, bajo la línea superior se adosa un diseño en
forma de laberinto de lados rectos, unido a un rectángulo negro, esta unidad se
traslada horizontalmente. En tanto, sobre la línea inferior se observa un diseño
escalonado en dos niveles que se traslada horizontalmente. La banda inferior fue
decorada mediante una voluta que se traslada horizontalmente. En esta sección
se distinguen también dos unidades mínimas consistentes en una letra E que se
traslada horizontalmente.
FIGURATIVO ORIGEN YAVI
Botellas subglobulares, semejantes a la descrita fueron registradas por Ávila
(2005) en las figuras 2, 5 y 11 de su obra. La autora destaca que estas vasijas
cerámicas poseen un modelado antropomorfo, con diseños donde abundan estructuras de diseño de tipo reversible, dispuestas en bandas irregulares o en friso
(Ávila 2005:42).
Se cuenta con escasos ejemplos de piezas cerámicas con influencia Yaví en el material cerámico Diaguita, y todas corresponden al período
de contacto entre Incas y Diaguitas durante la fase III (1470-1536 d.C.). Es interesante que estas influencias del Noroeste Argentino se detectan también en el Norte Grande chileno, y la frontera meridional de esta dispersión se encuentra en el valle de Limarí (Norte Semiárido),
área geográfica fuertemente influida por la cultura Inca.
325
“El orden es, a la vez, lo que se da en las cosas como su ley interior, la red secreta según
la cual se miran en cierta forma unas a otras, y lo que no existe a no ser a través de la reja
de una mirada, de una atención, de un lenguaje; y sólo en las casillas blancas de este tablero
se manifiesta en profundidad como ya estando ahí, esperando en silencio el momento de
ser enunciado”
FUENTE
(Foucault, 1986 [1968]: 5).
Detalle pintura inspirada en Patrón Ondas. Pintora Claudia Campos Mendoza.
326
EPILOGO
EPÍLOGO
Ahora que hemos llegado al final de este trabajo es útil discernir su hilo conductor, que creo es la
búsqueda de un orden al interior de este notable arte visual precolombino, que permitiera su mejor conocimiento. Es por esto que el análisis de simetría de los diseños resultó una herramienta esencial para
acercarnos a la lógica visual que subyace en las distintas manifestaciones de este universo gráfico. Recordemos que Wade (2006:46) destaca que donde sea que exista simetría en el arte, ella estará íntimamente
relacionada con las particularidades de un estilo, dado que la simetría implica siempre un principio ordenador u organizador, que integra nociones de congruencia y periodicidad. No obstante, en la discriminación de este orden debemos atender también a la particular naturaleza de la sociedad que lo produjo. En
este sentido, Hodder (1988) precisa que “cuando preguntamos acerca del significado de las simetrías o
de otras estructuras formales, cuando consideramos si las simetrías de la decoración cerámica son transformaciones de las simetrías del espacio ocupado, o de las prácticas funerarias, y cuando relacionamos
estas estructuras con las estructuras abstractas de la mente, dejamos el análisis formal para introducirnos
en el análisis estructuralista”. Es decir, para que nuestra aproximación sea culturalmente relevante debemos considerar el contexto social específico en el que se insertan estas estructuras formales o patrones
decorativos.
De acuerdo a Hodder (1982:177) tanto el arte como el artista están social e históricamente determinados. El arte es producido dentro de un contexto social para producir efectos sociales. Tanto el contenido
como la estructura del arte están envueltos en estrategias sociales, tales como emulación y legitimación.
Es por ello que en la primera parte de este libro se dio relevancia al contexto cultural que rodeó el arte visual de la cultura diaguita chilena, distinguiendo entre los períodos pre y post incaicos. En último término,
esperábamos acercarnos a las concepciones indígenas que pudieron estar operando tras estas manifestaciones de arte visual, a través del examen de antecedentes arqueológicos, etnohistóricos y etnográficos.
El período pre incaico comprende el inicio y consolidación de la cultura diaguita en el norte semi
árido chileno. Examinamos sus inicios, fuertemente vinculados a la cultura Ánimas, cultura que da inicio
a la cerámica polícroma en la región. La arqueología, a través del estudio de los restos materiales, revela
que la sociedad diaguita presentó una baja diferenciación social, desarrollando una agricultura a pequeña
escala. Los contextos mortuorios revelan pequeñas diferencias que privilegian la ofrenda de individuos
asociados a artefactos destinados al consumo de sicoactivos, que han sido interpretados como chamanes. Asentados en los valles del norte semiárido, el esfuerzo cultural se destinó al despliegue y consolidación de un arte visual abstracto y simétrico, singular y complejo, que podemos asociar a una concepción
de mundo de naturaleza chamánica.
Nuestras investigaciones en la cuenca del río Choapa, permitieron situar el arte visual diaguita
dentro de una perspectiva más amplia, considerando su presencia en sitios habitacionales distribuidos
en los distintos ríos tributarios de esta cuenca (Illapel y Chalinga). El estudio de las características del arte
visual presente en sitios habitacionales hizo posible comprender cómo se organizó la producción y circulación
de este arte dentro de cada comunidad y valle. Al comparar el comportamiento y variabilidad de
este arte a nivel de valles, notamos importantes diferencias que indican que estas comunidades
emplearon su arte como un emblema, para favorecer identidades locales, al interior del territorio
diaguita. Observamos cómo el arte visual diaguita participó en estrategias sociales de interacción y
autoidentificación de las comunidades insertas en un territorio mayor, es decir, los patrones decorativos contribuyeron a definir fronteras intervalle.
De igual modo, al integrar información etnográfica sobre culturas sudamericanas que desarrollan prácticas chamánicas vinculadas a la producción de un arte visual abstracto y simétrico, apreciamos sorprendentes paralelos con el arte diaguita chileno, que sugieren algún tipo de relación,
cuya naturaleza y alcance, debe aún ser precisado. En efecto, el arte Diaguita pre incaico comparte
con estas tradiciones culturales las siguientes características: asociación de los diseños a un alter
ego, que en este caso es un jaguar o felino moteado; cultura material vinculada al consumo de alucinógenos (espátulas, tubos, conchas de ostión) y, particularmente, la naturaleza de su arte visual.
A este respecto, las características intrínsecas del arte visual que comparte la cultura diaguita con
otras tradiciones chamánicas de Sudamérica consideran: un hábil manejo de la simetría; técnica de
visualización de los diseños en positivo y negativo; cualidad rítmica de los diseños que determina
una autogeneración de los mismos, sin inicio ni término; principio estético de horror vacui, atracción
hipnótica, entre otros. La evidencia etnográfica revela que el arte visual en estas comunidades cumple un importante rol social y se vincula estrechamente a la sacralidad.
Los paralelos existentes entre el arte visual diaguita y estos universos visuales abstractos
son sorprendentes, Heath (2002: 48) destacaba en relación al arte shipibo-conibo de la Amazonía
peruana que “ver un diseño shipibo es mirar por una ventana sobre el infinito: fenestra aeternitatis.
Los diseños siguen una trayectoria sin fin en la imaginación”. Ella destacaba su infinita variabilidad,
visión en positivo-negativo, capacidad autogenerativa, compleja simetría. Características que nos
resultan muy familiares luego de interiorizarnos en el arte diaguita chileno, particularmente del período pre incaico. La evidencia etnográfica informa además sobre la relación existente entre estética
y medicina, así como la cualidad sinestésica de los diseños, que pueden ser traducidos acústicamente. Se trata de características que difícilmente podremos contrarrestar con la evidencia arqueológica,
no obstante, aportan caminos interpretativos a nuestra conceptualización de la estética indígena que
subyace al universo gráfico contenido en los restos materiales diaguita.
La llegada de los Incas a territorio diaguita y su incorporación al Imperio Inca, dio origen a
un gran cambio social, claramente reflejado en su iconografía. Sin embargo, en este período, los
patrones decorativos de origen diaguita pre incaico, lejos de desaparecer, continuaron ejecutándose, y los Incas transfirieron a los artesanos diaguitas conocimientos tecnológicos que mejoraron las
técnicas de manufactura cerámica y producción del color. Además, el bagaje iconográfico diaguita
se enriqueció al incorporar numerosos diseños de origen cuzqueño, gran parte de los cuales ex-
328
EPILOGO
presan principios simbólicos altamente valorados por el Inca (cuatripartición y mediación de opuestos).
Surge también un espacio para la innovación, a través de los diseños Mixtos Inca-Diaguita que condensan
elementos de ambas tradiciones culturales. También en este período, se perciben influencias estilísticas
de tradiciones culturales procedentes del noroeste argentino (Inca Paya y Yaví) y de la zona altiplánica de
Bolivia (Saxamar o Pacaje), pueblos que estaban bajo la esfera de influencia del Imperio Inca.
Llama poderosamente la atención, la gran transferencia de diseños cuzqueños al bagaje representacional de la cultura diaguita chilena, considerando que el acceso restringido a los símbolos culturales
relevantes para el Inca, fue una estrategia común en el Imperio (Eeckhout, 2003). Es decir, sólo algunos
grupos de estatus privilegiado estuvieron autorizados a conocer y manejar los símbolos imperiales Inca,
¿Por qué esta frontera invisible no operó entre Incas y Diaguitas chilenos?. En este sentido, Bray (2004)
ha demostrado que la decoración cuzqueña está presente en mayor medida en el corazón del Imperio,
no así en las provincias. La presencia de altas densidades de cerámica Inca polícroma sería un rasgo
prácticamente exclusivo de las Zonas Centrales del Imperio Inca (Imperial Heartland), ubicadas en el valle
del Cuzco y el valle de Urubamba, lugar de asentamiento de la alta nobleza Inca (Bray, Op.Cit). Entonces,
¿qué particularidades culturales advirtieron los Incas en la cultura diaguita chilena que determinaron esta
enorme transferencia iconográfica de símbolos altamente valorados por el Inca? Planteamos, que el desarrollo previo de este notable universo visual, así como su vínculo con prácticas chamánicas, fue un factor
determinante en el exitoso encuentro entre ambas culturas.
Es interesante ahondar también en el rol social cumplido por el arte visual diaguita en el período
de contacto, universo representacional que se volvió altamente receptivo a manifestaciones gráficas de
principios simbólicos fundamentales para la cosmovisión cuzqueña. A este respecto, examinamos en
detalle el patrón decorativo denominado Doble reflexión especular, Variedad E, como un ejemplo de lo
que Salomon (2001:3) denomina “semasiografías”. En las semasiografias, el lenguaje visual no replica
el sonido de la lengua hablada sino que denota el concepto referido en sí mismo. Hemos sugerido que
este elemento gráfico, así como otros diseños de origen cuzqueño y mixto inca-diaguita, comunican el
complejo concepto envuelto en la noción andina de cuatripartición. En el diseño denominado “Doble Reflexión Especular Variante E” se aprecia específicamente el concepto andino de Yanantín, que denota un
par de elementos simétricos nacidos de la división de un elemento único, pero también actúa como un
mecanismo por el cual la cosmovisión andina permite la unión de elementos opuestos (hombre-mujer,
puna-valle, izquierda-derecha). Asimismo, en este diseño se pueden distinguir también conceptos complementarios (taypi, awqa, kuti y tinku) que permiten entender el concepto de yanantín como un proceso,
cuyas etapas nos llevan desde una oposición irreconciliable hasta el equilibrio entre opuestos. Se trata de
un ejemplo sobresaliente del empleo de lenguajes visuales en la América precolombina.
Asimismo, al integrar la información acerca de las características y comportamiento del arte visual
en las distintas cuencas que conformaron el territorio diaguita (Elqui, Limarí y Choapa), durante el período
de contacto entre Incas y Diaguitas (1470-1536 d.C.), se evidenciaron profundas diferencias, que denotan
que las estrategias de dominio empleadas por el Inca, al interior del territorio Diaguita, no fueron las
mismas en todo el territorio. Por el contrario, se observa una marcada diferencia entre la profunda
integración e influencia Inca en los valles de Elqui y Limarí, respecto de lo que ocurre en el sector
meridional del territorio Diaguita (valle del Choapa). En la cuenca del Choapa se observa una clara separación entre los asentamientos que poseen iconografía cuzqueña, y los asentamientos con
artesanos que ejecutan diseños locales, además el arte visual de origen cuzqueño es mucho más
estandarizado y simple que en el área diaguita nuclear.
El comportamiento del arte visual da importantes luces acerca de los cambios sociales acaecidos en este período. Esta información es complementada también por estudios de antropología
física, prácticas mortuorias y análisis de contextos habitacionales. A este respecto, es muy interesante lo observado con la distribución diferencial, dentro del territorio diaguita, de la práctica de deformación craneana intencional, donde volvemos a notar una clara diferencia entre los valles de Elqui
y Limarí, por una parte, y la frontera meridional del territorio diaguita (cuenca del Choapa). Existen
antecedentes que sugieren la posibilidad de que existiera un manejo político del cuerpo durante la
fase Diaguita-Inca, en los valles de Elqui y Limarí. En efecto, los distintos porcentajes de deformación craneana registrados en los individuos procedentes del sitio Loma El Arenal (valle del Choapa)
y del sitio Pisco Control (valle del Limarí) son sugerentes. En el sitio Pisco Control, todos los cuerpos
recobrados en este cementerio exhiben el mismo tipo de deformación craneana intencional (tabular
erecta). En contraste, los restos humanos recobrados en el sur del territorio Diaguita (cementerio
Loma El Arenal) que presentan deformación craneana, solo alcanzan al 3% de los individuos. En el
valle de Limarí, junto con el énfasis centrado en la figura de especialistas en drogas sicoactivas y el
mayor acceso a una iconografía propiamente cuzqueña, los cuerpos de esta población fueron también modificados, con el objeto de lograr que esta diferenciación social se hiciera visible, no sólo en
su atuendo externo, sino de forma permanente en el propio cuerpo de los diaguitas del área nuclear.
Planteamos que la masiva aplicación de la deformación craneana en el área diaguita nuclear
está evidenciando el nacimiento de un nuevo actor social, no solo se están produciendo cambios en
la cultura material diaguita, sino en el propio cuerpo de las comunidades del área nuclear.
Por otra parte, en la segunda parte de esta obra, se presentó el análisis del arte visual de la
cultura diaguita chilena, a partir del análisis de 401 diseños. Destacamos que el marco conceptual
mediante el cual se efectuó este estudio, es el análisis de simetría aplicado a contextos arqueológicos. Claramente, en el arte visual diaguita chileno, la simetría operó como un motor o fuente de
variabilidad, prácticamente no hay un límite para el desarrollo de múltiples variantes en los patrones
decorativos. Es por ello que, sin duda, lo presentado representa solo un porcentaje de los diseños
creados por los artesanos diaguitas a lo largo de su desarrollo cultural. No obstante, nuestra muestra
es significativa, en la medida en que evidencia la lógica visual que subyace tras esta infinita variabilidad.
La información se organizó de acuerdo al origen cultural de cada grupo cultural involucrado,
distinguiendo entre diseños: Diaguita Pre Incaicos; Cuzqueños; Mixtos Inca- Diaguita; Saxamar;
Inca Paya o Santamariano y Yaví. A partir de la muestra estudiada caracterizamos ciertos principios
330
EPILOGO
que gobiernan cada uno de estos artes visuales. En el caso de los diseños de origen Saxamar, Inca Paya
o Santamariano y Yaví, debido a su escaso número se hizo una reseña de los antecedentes disponibles.
De este modo, distinguimos en cada diseño, la unidad mínima, su organización simétrica y las variaciones
cromáticas al interior del campo de diseño. Así, a fin de ordenar la variabilidad decorativa registrada,
se definieron patrones, variantes y subvariantes. Todos los diseños diferentes registrados fueron organizados en un esquema clasificatorio que reconoció las particularidades existentes dentro de familias
mayores que constituyen el patrón decorativo genérico. Enfatizamos, que el análisis propuesto es una
metodología que puede ser aplicada también a otros soportes, tanto de la cultura diaguita, como de otras
culturas, mejorando nuestra capacidad para realizar estudios comparativos y de interacción cultural, al
desentrañar la lógica visual empleada (estructura simétrica), más que focalizarnos en las unidades de
diseño individualmente consideradas.
Observamos que la simetría actuó como fuente de variabilidad y el esclarecimiento de los principios que operaron en la generación de estos diseños nos acerca a las etno categorías empleadas por
los artesanos diaguita en la génesis de este arte visual. Destacamos la creación de esta enorme cantidad
de complejos patrones simétricos. Los artesanos Diaguitas exploraron sin descanso las posibilidades del
arte visual abstracto, con gran precisión aritmética y un profundo conocimiento de las leyes de simetría.
Esta exploración casi científica del arte abstracto, fue una clara manera de definir identidades y aprehender conocimientos.
El estudio del arte diaguita resultó un enorme desafío, y requirió un gran esfuerzo para discernir e
intentar comprender y explicar este universo representacional, no obstante, quisiéramos dejar en mente
las ideas de Hodder (1982:76) respecto a que “la imposibilidad de los arqueólogos para hablar con la gente
del pasado no impide que ellos puedan estudiar e interpretar el arte, porque el arte es una importante
forma de expresión en su propio derecho.”
Así hemos concluido este largo recorrido por el universo visual de la cultura diaguita chilena,
esperamos que este trabajo ayude a su mejor comprensión y valoración. Esta aventura estética de cinco
siglos ha dejado como legado numerosas imágenes imperecederas de enorme belleza, obras maestras
gestadas por manos anónimas que enriquecen nuestra percepción del mundo, solo me resta agradecer a
estos anónimos creadores. Verónica Cereceda (1988:76) se preguntaba acerca de si el pensamiento andino disociaba la belleza de la sacralidad, y destacaba su rol mediador. En el arte diaguita tenemos fuertes
indicios de que su arte visual se vincula con lo sagrado y con las esferas más trascendentes de la existencia humana.
Santiago, septiembre de 2013
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337
ANEXO
Zigzag B 4: Escudilla Diaguita II N° Inventario 394. Museo del
Limarí.
Zigzag C 1: Escudilla Diaguita II. Colección Miguel Vicencio,
Valle del Choapa.
Zigzag C2: Puco campaniforme N° Inventario 1495. Museo Arqueológico de La Serena
Zigzag C3-1: Escudilla zoomorfa N° Inventario 1890. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag C3-2: Escudillas dobles. Museo Arqueológico de Santiago. Exhibido en vitrinas Noviembre 2012.
Zigzag C4. Puco campaniforme N° Inventario 1889. Museo Arqueológico de La Serena.
PROCEDENCIA DE LOS DISEÑOS ILUSTRADOS
EN ESTA OBRA
A continuación se indica una pieza o fragmento de referencia
para el patrón decorativo ilustrado. No se indican todas las referencias existentes para un mismo patrón.
DISEÑOS DE ORIGEN DIAGUITA PRE INCAICO
Zigzag A1: Escudilla zoomorfa Diaguita II. Colección Miguel Vicencio. Valle del Choapa.
Zigzag A2: Escudilla Diaguita I. Sitio Calle Uruguay. Colección
Municipalidad de Illapel.
Zigzag B 1: Puco campaniforme N° Inventario 1991. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag B 2: Puco campaniforme N° Inventario 12670. Museo
Arqueológico de La Serena.
Zigzag B 3-1: Escudilla Diaguita I. Colección Municipalidad de
Illapel.
Zigzag B 3-2: Escudilla Diaguita I N° Inventario 461. Museo del
Limarí.
338
Zigzag C 5: Escudilla Diaguita II. Sitio Loma El Arenal, Valle de
Chalinga. Fondecyt 1000039
Zigzag C 6: Puco campaniforme N° Inventario 1930. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag C 7: Escudilla Diaguita II. Museo Arqueológico de La
Serena. Exhibida en vitrinas. Septiembre 2012.
Zigzag D 1: Escudilla Diaguita II. Colección Municipalidad de
Illapel. Valle del Choapa.
Zigzag D 2. Escudilla Diaguita II N° Inventario 534 Museo del
Limari.
Zigzag E: Escudilla Diaguita I. Colección Arturo Serey. Valle del
Choapa. Fondecyt 1000039
Zigzag J 1: Escudilla Diaguita II. Sitio Loma EL Arenal. Valle de
Chalinga. Fondecyt 1000039
Zigzag J 2: Puco campaniforme. N° Inventario 1983. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag J 3: Puco campaniforme. N° Inventario 1835. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag L 1: Jarro Antropomorfo N° Inventario 929. Museo Arqueológico de La Serena.
ANEXO
Zigzag L2: Escudilla Diaguita II N° Inventario 92. Museo del Limarí.
Doble Zigzag C 1-1: Escudilla zoomorfa. Colección Arturo Serey. Valle de Illapel (Peralillo).
Zigzag L3: Escudilla Diaguita II. Museo Andino. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2012.
Doble Zigzag C 1-2: Urna N° Inventario 133. Museo del Limarí.
Zigzag M1: Escudilla Diaguita II N° Inventario 430 Museo del
Limarí.
Zigzag M2: Escudilla Diaguita II Museo Arqueológico de Santiago. Exhibido en vitrinas. Noviembre 2012.
Zigzag N: Escudilla Diaguita I. Museo del Limarí. Exhibida en
vitrinas. Mayo 2009.
Zigzag O 1: Jarra globular. Colección Alfonso Maturana, valle
del Choapa.
Zigzag O 2: Jarra globular. Museo Andino. Exhibido en vitrinas.
Septiembre 2012.
Zigzag P1: Escudilla Diaguita. Zapallar. Valle de Chalinga. Fondecyt 1000039.
Zigzag P3: Escudilla Diaguita II N° Inventario 454 Museo del
Limarí.
Doble Zigzag A1-1: Escudilla Diaguita II. Colección Municipalidad de Illapel. Valle del Choapa.
Doble Zigzag A1-2: Escudilla zoomorfa N° Inventario 1874. Museo Arqueológico de La Serena
Doble Zigzag A1-3: Escudilla zoomorfa N° Inventario 474. Museo del Limari.
Doble Zigzag A2: Escudilla zoomorfa N° Inventario 1875. Museo Arqueológico de La Serena
Doble Zigzag A3: Escudilla zomorfa N° Inventario 12711. Museo Arqueológico de La Serena
Doble Zigzag A4: Puco campaniforme N° Inventario 1879. Museo Arqueológico de La Serena
Doble Zigzag A5: Escudilla Diaguita II. Museo Andino. Exhibido
en vitrinas. Septiembre 2012.
Doble Zigzag B: Escudilla Diaguita II. Colección Luis Villarroel.
Valle del Choapa. Fondecyt 1000039
Doble Zigzag C1-3: Escudilla Diaguita II N° Inventario 318. Museo del Limarí.
Doble Zigzag C1-4: Escudilla zoomorfa. Museo del Limarí. Exhibida en vitrinas. Agosto 2013.
Doble Zigzag C 2: Escudilla Diaguita II Inventario 470 Museo
del Limarí.
Doble Zigzag C 3: Jarro Pato N° Inventario 137. Museo del Limarí.
Doble Zigzag D 1-1: Escudilla zoomorfa. Colección Arturo Serey. Valle de Illapel (Peralillo).
Doble Zigzag D 1-2: Escudilla zoomorfa N° Inventario 1895.
Museo Arqueológico de La Serena
Doble Zigzag D 1-3: Escudilla zoomorfa N° Inventario 360. Museo del Limarí
Doble Zigzag D 2-1: Puco campaniforme N° Inventario 920.
Museo Arqueológico de La Serena
Doble Zigzag D 2-2: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 435 Museo del Limarí.
Doble Zigzag D 2-3: Puco campaniforme N° Inventario 922.
Museo Arqueológico de La Serena
Doble Zigzag D 3: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 419 Museo
del Limarí.
Doble Zigzag D 4-1: Escudilla Diaguita II N° Inventario 477 Museo del Limarí.
Doble Zigzag D 4-2: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 445. Museo del Limarí.
Doble Zigzag E 1-1: Fragmento cerámico. Sitio Familia Carvajal. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248.
Doble Zigzag E 1-2: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 312. Museo del Limarí.
339
ANEXO
Doble Zigzag E 2. Fragmento. Sitio Césped 1. Valle de Illapel.
Fondecyt 1980248
Ondas C3: Fragmento. Sitio LV 099. Valle del Choapa. Fondecyt 1040154
Doble Zigzag F: Escudilla Diaguita II. Zapallar. Valle de Chalinga. Fondecyt 1000039.
Ondas C4: Escudilla Diaguita II N° Inventario 356. Museo del
Limarí.
Doble Zigzag K: Escudilla Diaguita II. Colección Luis Villarroel.
Valle del Choapa.
Ondas C5: Escudilla Diaguita II N° Inventario 323. Museo del
Limarí.
Doble Zigzag L: Escudilla Diaguita II, sitio Loma El Arenal, valle
de Chalinga, Fondecyt 1000039.
Ondas C6: Escudilla zoomorfa N° Inventario 315. Museo del
Limarí.
Ondas A 1-1. Jarro Pato B N° Inventario 115 Museo del Limarí.
Ondas C7: Escudilla zoomorfa N° Inventario 413. Museo del
Limarí.
Ondas A 1-2: Escudilla Diaguita II N° Inventario 386 Museo del
Limarí.
Ondas A1-3. Escudilla Diaguita II. Sitio Loma El Arenal. Valle de
Chalinga. Fondecyt 1000039
Ondas A1-4. Escudilla Diaguita I. Sitio Loma El Arenal. Valle de
Chalinga. Fondecyt 1000039
Ondas A 2-1. Escudilla Zoomorfa N°Inventario 475. Museo del
Limarí.
Ondas A2-2. Escudilla Diaguita II. Colección Miguel Vicencio.
Valle del Choapa
Ondas A3: Fragmento. Curso superior río Illapel. Fondecyt
1000039
Ondas A 4: Fragmento. Sitio LV 099. Valle del Choapa. Fondecyt 1040154
Ondas A 5: Escudilla Diaguita II N° Inventario 319. Museo del
Limarí.
Ondas A 6: Escudilla Diaguita I N° Inventario 482. Museo del
Limarí.
Ondas B: Fragmento colección Francisco Valdivia Taucán. Valle
de Illapel
Ondas C 1: Fragmento cerámico. Sitio Césped 3. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Ondas C 2: Escudilla Diaguita II. Colección Miguel Vicencio. Valle del Choapa.
340
Ondas C8: Jarro Pato. Museo Arqueológico de La Serena. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2011.
Ondas C9: Taza. Museo Andino. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2012.
Ondas D1: Escudilla zoomorfa N° Inventario 401. Museo del
Limarí.
Ondas D2: Escudilla zoomorfa N° Inventario 347. Museo del
Limarí.
Ondas D3: Jarro Pato N° Inventario 288. Museo del Limarí.
Ondas D 4: Fragmento cerámico. Sitio Sucesión Ramírez. Valle
de Illapel. Fondecyt 1980248
Ondas E1: Escudilla zoomorfa N° Inventario 418. Museo del
Limarí.
Ondas E 2-1: Escudilla zoomorfa N° Inventario 313. Museo del
Limarí.
Ondas E 2-2: Escudilla zoomorfa Museo Arqueológico de Santiago. Exhibida en vitrinas Noviembre 2012.
Ondas E 2-3: Escudilla Diaguita II N° Inventario 388. Museo del
Limarí.
Ondas E 2-4: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 413. Museo del
Limarí.
Ondas E 2-5: Fragmento cerámico. Valle de Illapel. Fondecyt
1980248
ANEXO
Ondas E 3: Escudilla Diaguita II N° Inventario 471. Museo del
Limarí.
Ondas L: Escudilla Diaguita II N°Inventario 364 Museo del Limarí.
Ondas E 4: Fragmento cerámico. Sitio Estadio Municipal. Valle
de Illapel. Fondecyt 1950012
Cadenas A 1-1: Escudilla zoomorfa. Estadio Municipal. Valle de
Illapel. Fondecyt 1950012
Ondas F1: Fragmento cerámico. Sitio Familia Carvajal. Valle de
Illapel. Fondecyt 1980248
Cadenas A 1-2: Fragmento cerámico. Sitio Huana. Valle de Limarí. Fondecyt 104154
Ondas F2-1: Fragmento. Sitio Césped 1. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Cadenas A 2: Fragmento Cerámico. Sitio Sucesión Ramírez. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Ondas F 2-2: Escudilla Diaguita II N° Inventario 93. Museo del
Limarí.
Ondas F 3-1: Taza N° Inventario 581 Museo del Limarí.
Cadenas B 1-1: Fragmento cerámico. Sitio Césped 3. Fondecyt
1980248.
Ondas F 3-2: Escudilla Diaguita II N° Inventario 330. Museo del
Limarí.
Ondas F 3-3. Escudilla Diaguita II. N° Inventario 390. Museo
del Limarí.
Ondas F 4: Taza. Colección Municipalidad de Illapel. Fondecyt
1950012
Cadenas B 1-2: Escudilla Zoomorfa Diaguita II. Sitio Loma El
Arenal. Fondecyt 1000039
Cadenas B 2-1. Fragmento cerámico. Sitio Familia Carvajal. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Cadenas B 2-2: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 406 Museo
del Limarí.
Ondas G: Urna N° Inventario 133. Museo del Limarí.
Cadenas B3: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 85. Museo del
Limarí.
Ondas H: Puco campaniforme N° Inventario 917. Museo Arqueológico de La Serena.
Cadenas B 4: Escudilla Zoomorfa N°Inventario 1886. Museo Arqueológico de La Serena
Ondas I 1: Escudilla zoomorfa N° Inventario 66. Museo del Limarí.
Cadenas B 5: Escudilla Diaguita I N° Inventario 540. Museo del
Limarí.
Ondas I 2: Escudilla Diaguita I. Sitio Loma El Arenal. Valle de
Chalinga. Fondecyt 1000039
Cadenas B 6: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 351. Museo del
Limarí.
Ondas I 3: Escudilla Diaguita I. Sitio Loma El Arenal. Valle de
Chalinga. Fondecyt 1000039
Cadenas B 7: Escudilla Diaguita I. N° Inventario 68. Colección
Durruty. Museo del Limarí.
Ondas J 1-1: Escudilla Diaguita II N°Inventario 91 Museo del Limarí.
Cadenas B 8: Escudilla Zoomorfa. Museo Andino. Exhibido en
vitrinas. Septiembre 2012.
Ondas J 1-2: Escudilla Diaguita II N°Inventario 465 Museo del
Limarí.
Ondas K1: Escudilla Diaguita I. Sitio calle Uruguay. Valle de Illapel. González (1996)
Ondas K2: Fragmento cerámico. Sitio calle Uruguay. Valle de
Illapel. González (1996)
Cadenas C 1-1: Fragmento cerámico. Sitio Familia Carvajal. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Cadenas C 1-2: Escudilla Diaguita II N° Inventario 385. Museo
del Limarí.
Cadenas C 1-3: Fragmento Escudilla Diaguita II. Sitio LV 099.
341
ANEXO
342
Valle del Choapa. Fondecyt 1040154
Arqueológico de La Serena.
Cadenas C1-4: Escudilla Diaguita II N° Inventario 889 Museo
del Limarí.
Reticulado A2: Escudilla Zoomorfa N°Inventario 1057. Museo
Arqueológico de La Serena.
Cadenas C 1-5: Escudilla Diaguita II N° Inventario 889 Museo
del Limarí.
Líneas Quebradas A1: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 314.
Museo del Limarí.
Cadenas C 2: Escudilla Diaguita II N° Inventario 385. Museo
del Limarí.
Líneas Quebradas A 2-1: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 355
Museo del Limarí.
Cadenas C 4-1. Escudilla zoomorfa Diaguita II. Sitio Loma El
Arenal. Fondecyt 1000039
Líneas Quebradas A 2-2: Jarro Pato N° Inventario 121. Museo
del Limarí.
Cadenas C4-2. Fragmento Sitio Huana, Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt 1040154.
Líneas Quebradas B 1: Escudilla Zoomorfa. Museo del Limarí.
Exhibido en vitrinas. Mayo 2009.
Cadenas C 5: Escudilla Diaguita II N° Inventario 352. Museo
del Limarí.
Líneas Quebradas B 2: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 410
Museo del Limarí.
Cadenas C 6: Escudilla Diaguita II N° Inventario 329. Museo
del Limarí.
Líneas Quebradas B 3: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 316
Museo del Limarí.
Cadenas C7: Escudilla Diaguita II N° Inventario 533. Museo del
Limarí.
Líneas Quebradas C 1: Jarro Pato N° Inventario 1310 Museo
del Limarí.
Cadenas C 8. Fragmento Sitio Huana, Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt 1040154
Líneas Quebradas C 2: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 422
Museo del Limarí.
Cadenas C 9: Escudilla Diaguita II N° Inventario 533. Museo
del Limarí.
Líneas Quebradas C 3: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 349
Museo del Limarí.
Cadenas D1: Vaso doble N°Inventario 750. Museo Arqueológico de La Serena
Líneas Quebradas D: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 415 Museo del Limarí.
Cadenas D2: Fragmento polícromo. Colección Rogelio. Valle
de Chalinga. Fondecyt 1000039
Líneas Quebradas E: Jarro Pato N° Inventario 121 Museo del
Limarí.
Cadenas E: Escudilla zoomorfa N°Inventario 315. Museo del
Limarí.
Escalonados en Reflexión Horizontal A: Fragmento. Sitio Sucesión Ramírez. Fondecyt 1980248
Cadenas F: Fragmento cerámico. Loma El Arenal. Valle de Chalinga. Fondecyt 1000039
Escalonados en Reflexión Horizontal B: Escudilla Zoomorfa N°
Inventario 372. Museo del Limarí.
Cadenas G: Escudilla Diaguita II: Sitio Loma El Arenal. Fondecyt
1000039
Escalonados en Reflexión Horizontal C1: Escudilla Zoomorfa N°
Inventario 86. Museo del Limarí.
Reticulado A1: Escudilla zoomorfa N°Inventario 1057. Museo
Escalonados en Reflexión Horizontal C2: Escudilla Zoomorfa N°
ANEXO
Inventario 469. Museo del Limarí.
tubre 2012.
Escalonados en Reflexión Horizontal D: Escudilla Zoomorfa N°
Inventario 433. Museo del Limarí.
Jarro Pato Antropomorfo N°Inventario 928. Museo Arqueológico de La Serena. Peñuelas.
Laberinto A 1: Escudilla Diaguita II. Colección Arturo Serey. Valle de Illapel. Fondecyt 1950012
Jarro Pato Antropomorfo. N° inventario 117, Museo Arqueológico de La Serena.
Laberinto A 2: Escudilla Diaguita II N° Inventario 454 Museo
del Limarí.
Felino Diseño central Escudilla Zoomorfa N°Inventario 203.
Museo del Limarí.
Laberinto B: Escudilla Diaguita II. Zapallar. Valle de Chalinga.
Fondecyt 1000039.
Ceramio Felinomorfo: N°Inventario 292 Colección Museo Chileno de Arte Precolombino.
Laberinto C: Fragmento cerámico. Valle de Chalinga. Fondecyt
1000039.
DISEÑOS DE ORIGEN INCA CUZQUEÑO
Laberinto D: Fragmento cerámico. Sitio Cárcamo 6. Valle de
Illapel. Fondecyt 1980248
Puntos Traslación Horizontal-Vertical: Jarro Pato B N° Inventario
496. Museo Arqueológico de La Serena
Oblicuas en Traslación Vertical A: Aríbalo N°Inventario 1069.
Museo Arqueológico de La Serena
Oblicuas en Traslación Vertical B: Urna. Chillepín. Valle del
Choapa. Latcham (1928).
Cuarto Estilo: Cuenco. Museo Arqueológico de Santiago. Exhibido en vitrinas. Noviembre de 2012.
Escalonados en reflexión desplazada: Ceramio felinomorfo.
Museo Chileno de Arte Precolombino.
Simetría Combinada A1: Puco campaniforme. Museo Arqueológico de Santiago. Exhibido en vitrinas. Noviembre 2012.
Simetría Combinada A2: Olla polícroma. Museo Andino. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2012.
Simetría Combinada B: Escudilla Zoomorfa N°Inventario 347.
Museo del Limari. Colección Durruty.
Simetría Combinada C: Escudilla Zoomorfa N°Inventario 101.
Museo Chileno de Arte Precolombino.
Urna Antropomorfa: Museo del Limarí. Exhibido en vitrinas. Oc-
Ajedrezado A 1: Fragmento cerámico. Sitio Sucesión Ramírez.
Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Ajedrezado A 2: Aríbalo N° Inventario 1622. Museo Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado A 3: Puco campaniforme N° Inventario 1070. Museo Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado A 4: Aríbalo N° Inventario 1914. Museo Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado B 1: Plato plano N°Inventario 1718. Museo Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado B 2: Aríbalo N° Inventario 1914. Museo Arqueológico de La Serena
Ajedrezado B 3: Puco campaniforme N° Inventario 1937. Museo Arqueológico de La Serena
Ajedrezado B 4: Puco campaniforme N° Inventario 1935. Museo Arqueológico de La Serena
Ajedrezado B 5-1: Jarro Antropomorfo N° Inventario 149. Museo del Limarí.
Ajedrezado B 5-2: Puco campaniforme N° Inventario 2682. Museo Arqueológico de La Serena
Ajedrezado C1: Jarro Pato Felínico N° Inventario 1280. Museo
del Limarí.
343
ANEXO
Ajedrezado C2: Jarro Antropomorfo N°Inventario 9488. Museo
Arqueológico de La Serena
Ajedrezado C3: Jarro Pato B N° Inventario 1909. Museo Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado D: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Ajedrezado E1: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Ajedrezado E2: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Ajedrezado F1: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Ajedrezado F2: Puco campaniforme N° Inventario 915. Museo
Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado G: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
344
1957. Museo Arqueológico de La Serena
Clepsidra Aislada: Escudilla Diaguita II N° Inventario 889 Museo
del Limarí.
Cuatro Rectángulos Opuestos A1: Puco Campaniforme N° Inventario 1937. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro Rectángulos Opuestos A2: Puco Campaniforme N° Inventario 1056. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro Rectángulos Opuestos A3: Puco Campaniforme
N°Inventario 1494. Museo Arqueológico de La Serena.
Cuatro Rectángulos Opuestos A4: Puco Campaniforme
N°Inventario 1494. Museo Arqueológico de La Serena.
Cuatro Rectángulos Opuestos A5: Puco Campaniforme
N°Inventario 1707. Museo Arqueológico de La Serena.
Cuatro Trapecios Opuestos B: Puco Campaniforme N° Inventario 2682. Museo Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado H: Aríbalo N° Inventario 244. Museo del Limarí.
Cuatro Zigzag Dobles C: Puco Campaniforme N° Inventario
1070. Museo Arqueológico de La Serena.
Ajedrezado I: Escudilla Zoomorfa. Sitio Fundo Coquimbo. Museo Arqueológico de La Serena
Círculos Traslación A: Jarro antropomorfo N° Inventario 1922.
Museo Arqueológico de La Serena.
Clepsidras en Traslación A 1: Botella N°Inventario 914. Museo
Arqueológico de La Serena
Círculos Traslación B: Jarro Antropomorfo N° Inventario 149.
Museo del Limarí.
Clepsidras en Traslación A2: Botella. Museo del Limarí. Exhibido
en vitrinas. Agosto 2011.
Cruces en Traslación: Fragmento sitio Loma Los Brujos. Valle de
Illapel. Fondecyt 1040154
Clepsidras en Traslación B: Aríbalo N°Inventario 1966. Museo
Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral A: Plato plano N° Inventario 12700. Museo Arqueológico de La Serena.
Clepsidras en Traslación C1: Plato Ornitomorfo N°Inventario
727. Museo Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral B 1-1: Plato plano N° Inventario 1725. Museo
Arqueológico de La Serena.
Clepsidras en Traslación C2: Plato Aríbalo N°Inventario 1856.
Museo Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral B1-2: Plato plano. Tumba 15. Sitio Pisco Control.
Valle del Limarí.
Clepsidras en Traslación C3: Plato Ornitomorfo N°Inventario
907. Museo Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral B 2: Plato plano N° Inventario 1696. Museo Arqueológico de La Serena.
Clepsidras en Traslación D: Plato Ornitomorfo N°Inventario
12702. Museo Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral C: Plato plano N° Inventario 12705. Museo Arqueológico de La Serena.
Clepsidras en Traslación E: Puco campaniforme N°Inventario
Cruz Diametral D: Plato plano. Tumba 4. Sitio Pisco Control. Mu-
ANEXO
seo del Limarí.
queológico de La Serena
Cruz Diametral E: Plato plano. Tumba 7. Sitio Pisco Control. Museo del Limarí
Greca Inca C: Puco campaniforme N° Inventario 1494. Museo
Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral F: Plato plano. Tumba 8. Sitio Pisco Control. Valle
del Limarí.
Greca Inca D: Plato ornitomorfo. Sitio Loma Los Brujos. Valle
de Illapel. Fondecyt 1980248
Cruz Diametral G 1-1: Plato ornitomorfo. Tumba 9. Sitio Pisco
Control. Museo del Limarí.
Círculo Concéntrico: Puco campaniforme N°Inventario 1858.
Museo Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral G 1-2: Plato ornitomorfo. Tumba 9. Sitio Pisco
Control. Museo del Limarí.
Línea Ondulada. Plato plano N°Inventario 166. Museo Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral G 2: Plato plano. Tumba 4. Sitio Pisco Control.
Museo del Limarí.
Líneas Onduladas Traslación: Fragmento. Sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt
1040154
Cruz Diametral H: Plato plano. Tumba 15. Sitio Pisco Control. Museo del Limarí.
Cruz Diametral I 1: Plato plano. Tumba 15. Sitio Pisco Control.
Museo del Limarí.
Cruz Diametral I 2: Plato plano N° Inventario 1064. Museo Arqueológico de La Serena
Cruz Diametral J: Ceramio zoomorfo N°Inventario 1087. Museo
del Limarí
Doble Reflexión Especular I: Puco campaniforme N° Inventario
1902. Museo Arqueológico de La Serena
Doble Reflexión Especular J: Puco campaniforme N° Inventario
1494. Museo Arqueológico de La Serena
Equis Aislada A: Plato plano. N°Inventario 12698. Museo Arqueológico de La Serena.
Equis Aislada B: Urna polícroma. Museo del Limarí. Exhibida en
vitrinas. Agosto 2011.
Espigas en Traslación A: Aríbalo. Museo del Limarí. Exhibido en
vitrinas. Agosto 2013.
Espigas en Traslación B: Aríbalo N° Inventario 12.724. Museo Arqueológico de La Serena.
Greca Inca A: Botella N° Inventario 1918. Museo Arqueológico
de La Serena.
Peces en Rotación: Plato plano N° Inventario 1059. Museo Arqueológico de La Serena
Rectángulos en Rotación: Plato N° Inventario 1059. Museo Arqueológico de La Serena
Rectas traslación horizontal- vertical A: Botella N°Inventario
1994. Museo Arqueológico de La Serena
Rectas traslación horizontal-vertical B: Puco campaniforme N°
Inventario 1494. Museo Arqueológico de La Serena
Reticulado Oblicuo A: Plato plano N° Inventario 909. Museo
Arqueológico de La Serena
Reticulado Oblicuo B: Aríbalo N° Inventario 1864. Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera A 1: Fragmento cerámico. Sitio Cárcamo 6.
Valle de Illapel. Fondecyt 1980248.
Rombos en Hilera A 2-1: Fragmento sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Rombos en Hilera A 2-2: Plato plano N° Inventario 12698 Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera B: Fragmento cerámico. Sitio Cárcamo 6.
Valle de Illapel. Fondecyt 1980248.
Rombos en Hilera C: Fragmento sitio Huana. Museo Nacional
de Historia Natural. Valle del Limarí.
Greca Inca B: Puco campaniforme N° Inventario 1898. Museo Ar-
345
ANEXO
346
Rombos en Hilera D 1: Aríbalo N°Inventario 1960. Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera L2: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo
Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Rombos en Hilera D 2: Aríbalo N°Inventario 1672. Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera O: Aríbalo N° Inventario 1912. Museo Arqueológico de La Serena.
Rombos en Hilera D 3: Aríbalo N°Inventario 495. Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos A: Botella N° Inventario
170. Museo Arqueológico de La Serena.
Rombos en Hilera D 4: Jarro Antropomorfo N°Inventario 1922.
Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos B. Fragmento. Sitio Cárcamo 6. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248.
Rombos en Hilera D 5: Escudilla zoomorfa N°Inventario 1065.
Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos C. Plato Plano N° Inventario 1718. Museo Arqueológico de La Serena.
Rombos en Hilera D 6: Aríbalo N°Inventario 1858. Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos D: Aríbalo N°Inventario
12.717. Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera D 7: Escudilla zoomorfa. N°Inventario 3045.
Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos E: Aríbalo N°Inventario
1864. Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera E 1: Aríbalo N° Inventario 905. Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos F 1: Cuenco. Museo del
Limarí. Exhibido en vitrinas. Agosto 2011.
Rombos en Hilera E 2: Aríbalo N° Inventario 12.720. Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos F 2: Jarro Antropomorfo
C. Museo del Limarí. Nº Inventario 149.
Rombos en Hilera F: Botella N° Inventario 1907. Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical Rombos G: Puco campaniforme
N°Inventario 1733. Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera G1: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo
Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Traslación Horizontal-Vertical Rombos H: Plato plano N°Inventario
1058. Museo Arqueológico de La Serena
Rombos en Hilera G2: Escudilla Diaguita II N°Inventario 64. Museo del Limar
Rotación Aspas: Aríbalo. Museo del Limarí. Exhibido en vitrinas.
Agosto 2013.
Rombos en Hilera H: Jarro pato N° Inventario 2001. Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Rectángulos: Aríbalo S/N°. Museo Arqueológico de
La Serena.
Rombos en Hilera I 1: Fragmento. Sitio Huana. Museo Nacional
de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt 1040154
Traslación y Rotación Rectas: Platos Dobles N° Inventario 151 y
152. Museo del Limarí.
Rombos en Hilera I 2: Botella. Museo del Limarí. Exhibido en
vitrinas. Mayo 2009.
Triángulos en Rotación y Reflexión Desplazada: Aríbalo N° Inventario 1911. Museo Arqueológico de La Serena.
Rombos en Hilera J: Plato plano N° Inventario 1967. Museo Arqueológico de La Serena
Triángulos en Reflexión Desplazada y Traslación: Aríbalo N° Inventario 1925. Museo Arqueológico de La Serena.
Rombos en Hilera L1: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo
Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Traslación Verticales Paralelas A: Aríbalo N° Inventario 1994. Museo Arqueológico de La Serena.
ANEXO
Traslación Verticales Paralelas B: Aríbalo N° Inventario 1672. Museo Arqueológico de La Serena.
Triángulos en Traslación Horizontal y Vertical: Aríbalo N°Inventario
169. Museo Arqueológico de La Serena.
La Serena.
Felino C: Botella N° Inventario 23. Estadio Fiscal de Ovalle.
Museo del Limarí.
DISEÑOS DE ORIGEN MIXTO INCA-DIAGUITA
Volutas en Rotación A: Aríbalo N°Inventario 906. Museo Arqueológico de La Serena.
Volutas en Rotación B: Aríbalo N°Inventario 1912. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag Cuzqueño A: Puco campaniforme N° Inventario 1831. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag Cuzqueño B 1: Fragmento cerámico. Sitio Césped 3. Fondecyt 1980248
Zigzag Cuzqueño B 2: Botella N° Inventario 657. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag Cuzqueño C: Fragmento cerámico. Sitio Césped 3. Fondecyt 1980248
Zigzag D 2: Fragmento cerámico. Sitio Césped 3. Fondecyt
1980248
Zigzag F: Puco campaniforme N°Inventario 1900. Museo Arqueológico de La Serena
Zigzag G: Fragmento cerámico. Sitio Césped 3. Fondecyt
1980248
Zigzag H: Puco campaniforme N°Inventario 1491. Museo Arqueológico de La Serena
Zigzag I. Fragmento cerámico. Sitio Césped 1. Valle de Illapel.
Fondecyt 1980248.
Zigzag K: Fragmento cerámico. Sitio Césped 3. Fondecyt
1980248.
Zigzag Cuzqueño D: Cornely (1956)
Zigzag Cuzqueño E1: Fragmento cerámico sitio Huana. Museo
Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Zigzag Cuzqueño F 1: Aríbalo N° Inventario 1912. Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag Cuzqueño F 2: Puco campaniforme N° Inventario 1752.
Museo Arqueológico de La Serena.
Zigzag Cuzqueño F 3: Fragmento aríbalo. Sitio Loma Los Brujos.
Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Diseño Complejo A: Aríbalo N° Inventario 1912. Museo Arqueológico de La Serena.
Diseños Complejos B: Puco campaniforme N° Inventario 1494.
Museo Arqueológico de La Serena.
Felino A: Vaso doble N° Inventario 750. Museo Arqueológico de
La Serena.
Felino B 1: Botella N° Inventario 1919. Museo Arqueológico de
La Serena.
Felino B 2: Botella N° Inventario 1918. Museo Arqueológico de
Zigzag Q 1: Puco campaniforme N°Inventario 981. Sitio Pisco
Control. Museo del Limarí
Zigzag Q 2: Puco campaniforme N°Inventario 982. Sitio Pisco
Control. Museo del Limarí
Zigzag Q 3: Puco campaniforme. Museo del Limarí. Exhibido
en vitrinas. Agosto 2011.
Doble Zigzag G1: Fragmento. Sitio Huana. Museo Nacional de
Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt 1040154
Doble Zigzag G2: Fragmento. Sitio Huana. Museo Nacional de
Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt 1040154
Doble Zigzag H 1: Puco campaniforme N° Inventario 1879.
Museo Arqueológico de La Serena.
Doble Zigzag H 2: Puco campaniforme N° Inventario 12709.
Museo Arqueológico de La Serena.
Doble Zigzag H 3: Puco campaniforme N° Inventario 497. Museo Arqueológico de La Serena.
Doble Zigzag I: Fragmento colección Rogelio. Fondecyt
1000039
347
ANEXO
Doble Zigzag J: Puco campaniforme. Sitio Huana. Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt 1040154
Doble Reflexión Especular A 3-2: Escudilla zoomorfa N° Inventario 356. Museo del Limarí.
Escalonadas en Reflexión Vertical: Fragmento. Sitio Huana.
Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt
1040154
Doble Reflexión Especular B: Fragmento. Sitio Sucesión Ramírez. Valle de Illapel. Fondecyt 1980248
Escalonados en Reflexión Horizontal E: Fragmento. Sitio Huana.
Museo Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt
1040154
Patrón Reticulado B 1. Fragmento. Sitio LV 099. Valle del Choapa. Fondecyt 1040154
Patrón Reticulado B 2. Fragmento cerámico sitio Huana. Museo
Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí.
Ajedrezado O: Puco campaniforme N° Inventario 12684. Museo
Arqueológico de La Serena
Zigzag en Traslación Vertical: Jarro Pato N° Inventario 140. Museo del Limarí.
Cuatro Triángulos Opuestos A1. Puco campaniforme N° Inventario 1900. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro Triángulos Opuestos A2. Puco campaniforme N° Inventario 1659. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro Triángulos Opuestos A3: Puco campaniforme. Sitio Fundo Coquimbo. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro Triángulos Opuestos B1. Puco Campaniforme
N°Inventario 1491. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro Triángulos Opuestos B2. Escudilla Campaniforme
N°Inventario 1910. Museo Arqueológico de La Serena
Líneas Quebradas en Rotación: Fragmento. Sitio Huana. Museo
Nacional de Historia Natural. Valle del Limarí. Fondecyt 1040154
Doble Reflexión Especular A1: Escudilla zoomorfa. Estadio Municipal. Valle de Illapel. Fondecyt 1950012
Doble Reflexión Especular A 2: Escudilla zoomorfa. Museo Andino. Exhibida en vitrinas. Septiembre 2012.
Doble Reflexión Especular A 3-1: Escudilla Diaguita II N° Inventario 82. Museo del Limarí.
348
Doble Reflexión Especular C: Fragmento. Sitio LV 099. Valle del
Choapa. Fondecyt 1040154
Doble Reflexión Especular D: Puco Campaniforme N°Inventario
1704. Museo Arqueológico de La Serena.
Doble Reflexión Especular E: Aríbalo N°Inventario 13.781. Museo Arqueológico de La Serena.
Doble Reflexión Especular F: Escudilla ornitomorfa. Museo Andino. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2012.
Doble Reflexión Especular G: Escudilla zoomorfa. Museo Andino. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2012.
Doble Reflexión Especular H: Jarro Pato. Sitio Fundo Coquimbo.
Museo Arqueológico de La Serena.
Greca Escalonada en Reflexión Horizontal A1: Escudilla Zoomorfa N° Inventario 420. Museo del Limarí.
Greca Escalonada en Reflexión Horizontal A 2: Cuenco. Sitio
Loma El Arenal. Valle de Chalinga.
Greca Escalonada en Reflexión Horizontal B: Escudilla Diaguita
II. N° Inventario 383. Museo del Limarí.
Triángulos y volutas en Reflexión. Plato plano N° Inventario 167.
Museo Arqueológico de La Serena.
Volutas Escalonadas en Rotación: Taza N° Inventario 1705. Museo Arqueológico de La Serena.
Greca Escalonada Reflexión Vertical: Olla Museo Arqueológico
de La Serena. Exhibida en vitrinas. Junio 2013.
Complejo en Reflexión Vertical: Botella N° Inventario 1994. Museo Arqueológico de La Serena.
Antropomorfo Ajedrezado. Puco N° Inventario 1704. Museo Arqueológico de La Serena
Paccha, N° Inventario 1315. Museo del Limarí.
ANEXO
Jarro antropomorfo A1 N°Inventario 929. Museo Arqueológico de
La Serena
Jarro antropomorfo A2 N°Inventario 9488. Museo Arqueológico
de La Serena
Jarro Antropomorfo B, N° Inventario 1922. Museo Arqueológico
de La Serena
Ave y Bandas: Botella N° Inventario 963. Museo del Limarí.
Ave y Letra E. Museo del LimaríAves en Traslación: Puco campaniforme N° Inventario 1910. Museo Arqueológico de La Serena
Aves y triángulo en traslación: Puco campaniforme N° Inventario 1957. Museo Arqueológico de La Serena
Jarro Antropomorfo C: N°Inventario 149 Museo del Limarí.
Cuenco Antropomorfo: N°Inventario 1332. Museo del Limarí.
Ave en reflexión vertical. Puco campaniforme N° Inventario
497. Museo Arqueológico de La Serena
Jarro pato antropomorfo N° Inventario 12727. Museo Arqueológico de La Serena
Ave con cuerpo de Cruz: Puco campaniforme N°Inventario
182. Museo del Limarí.
Antropomorfo cabeza triangular. Puco campaniforme Museo Arqueológico de La Serena. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2011
Cuatro aves y círculo: Plato hondo. Museo del Limarí. Exhibido
en vitrinas. Noviembre 2012.
Antropomorfo cuerpo triangular. Escudilla Zoomorfa N° Inventario 413. Museo del Limarí.
Ave y antropomorfo: Aríbalo. Museo del Limarí. Exhibido en
vitrinas. Agosto 2013.
Jarro Pato Felínico N° Inventario 1280. Museo del Limarí.
Cuatro triángulos reticulados A: Puco campaniforme, N° Inventario 1831. Museo Arqueológico de La Serena
Camélido: Puco campaniforme. Museo Arqueológico de La Serena. Exhibido en vitrinas. Septiembre 2011.
Cuatro triángulos reticulados B: Puco campaniforme, N° Inventario 917. Museo Arqueológico de La Serena
DISEÑOS DE ORIGEN SAXAMAR
Traslación vertical llamitas estilizadas: Botella N°Inventario 657.
Museo Arqueológico de La Serena.
Traslación Horizontal-Vertical llamas estilizadas B: Plato plano
N°Inventario 1789. Museo Arqueológico de La Serena
Traslación Horizontal-Vertical llamas estilizadas y felino: Botella.
Museo del Limarí. Exhibido en vitrinas. Agosto 2013.
Rotación llamitas estilizadas. Plato ornitomorfo N°Inventario 1506.
Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro triángulos reticulados C: Puco campaniforme, N° Inventario 915. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro triángulos reticulados D: Puco campaniforme, N° Inventario 916. Museo Arqueológico de La Serena
Cuatro triángulos reticulados E: Puco campaniforme, N° Inventario 1063. Museo Arqueológico de La Serena
Hilera triángulos invertidos : Puco campaniforme, N° Inventario 2005. Museo Arqueológico de La Serena
DISEÑOS DE ORIGEN YAVÍ
Rotación llamitas estilizadas y reticulado. Plato plano N°Inventario
1998. Museo Arqueológico de La Serena
Botella Antropomorfa: N° Inventario 60.000 Museo del Limarí.
Rotación llamitas estilizadas y volutas. Plato plano N°Inventario
1505. Museo Arqueológico de La Serena
DISEÑOS DE ORIGEN INCA PAYA O SANTAMARIANO
Aves en Rotación: Puco campaniforme N° Inventario 1933. Museo
Arqueológico de La Serena.
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