Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
RECORDANDO MAYO DEL 68: EL PODER DE LA MÚSICA, LA ORALIDAD Y LA IMAGEN. Miguel Cesar Rodo Patricia Gil Salgado Carlos Ruiz López SFO Presentación. El fin de la presente comunicación es analizar el movimiento estudiantil en la Universidad Central de Madrid, en una fecha tan simbólica como Mayo del 68. Nuestro objetivo ha sido comprender y analizar la percepción de cinco asistentes al recital del cantautor valenciano Raimon, el 18 de mayo de 1968 en la facultad de Ciencias Políticas. El grupo de trabajo creyó acertado la utilización de fuentes orales debido a la falta de libertad que disfrutaban los registros escritos más allá de las fuentes oficiales. Asimismo, durante la investigación y las entrevistas, nos hemos servido de una serie de fotografías, desconocidas para los entrevistados, encargadas por la Dirección General de Seguridad (DGS) para la vigilancia e identificación de ciertos personajes especialmente significativos en la contestación estudiantil. ¿Qué era una fotografía, después de todo, sino un instante convertido en eternidad?. Gracias a esas imágenes, sometimos a los entrevistados a un ejercicio retrospectivo, donde regresan a las jornadas que rodean el día del concierto Durante la entrevista, pretendemos que los entrevistados recuerden las personas que les acompañaron, su posición durante el concierto y sus sensaciones en el mismo y el papel desarrollado en torno al movimiento estudiantil. La elección del objeto de investigación vino motivada por la visita al Archivo General de la Universidad Complutense, donde quedamos cautivados por una fotografía que mostraba el hall de la facultad de Ciencias Políticas, actual Geografía e Historia abarrotada por jóvenes, pancartas y octavillas. Al observar tanta gente, esas pancartas y esas octavillas volando por los aires, nos suscitaron una multitud de preguntas sobre cómo dicha concentración de energía social pudo converger en ese momento. La imagen de nuestra facultad como escenario central de un episodio contracultural, espoleó nuestras inquietudes personales. Los autores Guy Thuillier y Jean Tulard, nos invitan a escoger un tema en el que las posibilidades de aburrirse sean escasas, en su obra Cómo preparar un trabajo de historia: Métodos y Técnicas (1989), señalan además cuatro factores que rigen la elección del tema, y que nosotros a la hora del mismo hemos seguido: el nivel de innovación, el grado de tecnicismo, la audiencia que se persigue y el placer que se experimenta en la investigación. Considerando novedoso e interesante la conjunción de fuentes orales y fotográficas durante la entrevista. Delimitación espacio-temporal: La investigación se centra cronológicamente en el mes de mayo de 1968 en la Ciudad Universitaria de Madrid, con especial importancia de las jornadas que rodearon al concierto de Raimon. Nuestra secuencia fotográfica se compone de ocho fotografías tomadas en las facultades de Ciencias y Filosofía el viernes 17 de mayo, cinco imágenes del recital en la facultad de Ciencias Políticas y siete del 20 de mayo en Derecho y Filosofía. Hipótesis y Objetivos: A la hora de realizar el trabajo, basándonos en las lecturas de algunas obras monográficas sobre los estudiantes durante el franquismo o de la Universidad en general, surgieron una serie de hipótesis que decidimos contrastar:  Conflicto generacional: La existencia de un enfrentamiento entre las generaciones que no sufrieron la guerra, ni el inicio de la dictadura con sus padres. Una rebelión de la juventud vinculada a las nuevas modas, normas y valores de la actividad lúdica y musical, se enfrentaba a la rigidez política, social y moral que dominaba en el universo de los mayores.  Proceso de autoafirmación: Por medio del carácter contestatario del concierto, contrario al ideario del Régimen y a la cosmovisión impuesta por el mismo. El recital serviría a ciertos jóvenes a reafirmar sus posiciones al ver que sus ideas eran compartidas por un grupo importante de gente.  La música como agente congregador: La música produciría por tanto una movilización entre los individuos que difícilmente podría conseguirse de otra manera.  Oposición al apoliticismo inculcado por la dictadura: Frente a la cultura del individualismo, la apatía, la atonía, del Régimen, algunos jóvenes responden, arropados por el sentimiento de unión y solidaridad, frente al enemigo común. Nuestro objetivo se basa en el estudio de los comportamientos juveniles que rodearon las jornadas del recital de Raimon incluyendo el propio día del concierto. Pretendemos analizar los espacios de sociabilidad, las redes de comunicación y el proceso de politización del movimiento estudiantil y la deconstrucción de los procesos mentales que motivaron la celebración de actividades contestatarias durante esos días. Asimismo, examinar la presencia de las fuerzas del orden y la represión en aquel contexto, a través de los ojos del fotoperiodista confidente, indagamos en la información que recibía el Estado sobre las actividades que realizaban los estudiantes. Justificación de la utilización de las fuentes orales: La historia oral es una técnica de investigación histórica de carácter cualitativo, basada en la memoria. Para algunos especialistas, como Edmonds Hill, consiste en la recuperación y recopilación sistemática de un corpus de información oral, para su utilización posterior por parte de los investigadores. El investigador oral, deberá situar los testimonios dentro de un relato histórico de carácter más amplio, en el que se hayan utilizado toda suerte de fuentes historiográficas existentes: fuentes primarias, estadísticas, censos, fuentes bibliográficas, fuentes hemerográficas, biográficas. Los testimonios nos plantean un tiempo distinto al tiempo histórico. Mercè Vilanova, citando a Franco Ferrarotti comentan la existencia de cuatro tiempos: el tiempo histórico o lineal, que es el tiempo de las cronologías políticas; el tiempo cíclico que es el tiempo natal de las cosas que vuelven a suceder, como pueden ser las estaciones del año; el tiempo sagrado o eterno,atemporal como las fiestas míticas y después evidentemente el tiempo personal, existencial, biológico en el que se entremezclan los sucesos, en el que se acortan, se alargan o se olvidan. Las condiciones socio-políticas del país impidieron cualquier conservación o registro de materiales clandestinos en el momento en que aquellos hechos ocurrían, las fuentes orales se presentan como uno de los métodos más apropiados para la investigación de dichas actividades. Al ser la realidad compleja y multiforme, es mérito primordial de la historia oral el permitir la recreación de la multiplicidad de puntos de vista en mayor medida que la mayoría de las fuentes. Metodología oral: El historiador oral precisa elaborar una serie de preguntas, con la intención de extraer conocimientos mediante la estimulación de la memoria de los entrevistados. La memoria es un conjunto de recuerdos permanentes, transformados en estereotipos basados en representaciones simbólicas con una función social, que permite definir nuestra identidad. El recuerdo se basa en imágenes que la persona evoca para trasladarse a una vivencia concreta. El testimonio realiza una percepción selectiva del pasado, que modela su visión del mundo y de los comportamientos humanos, y, a su vez narra los hechos, muchas veces a partir de una cronología propia, que no es la “oficial” que vertebra el discurso histórico tradicional. Como considera Fraser, a su manera también son historiadores, al mostrarnos una visión teleológica de la historia que inevitablemente ignora la construcción del proceso histórico. Sin embargo, el análisis del documento oral presenta diversos problemas como: la selección de la muestra, la memoria, el silencio, el tiempo y el tipo de vínculo que se establece entre el entrevistado y el entrevistador. El grupo auto-seleccionado raramente será representativo de una comunidad. De ahí, la gran importancia de realizar una buena muestra de entrevistados, con una amplia cantera de entrevistadores cualificados. ¿A quién debe entrevistarse? Encontrar la respuesta adecuada a este tipo de pregunta es determinante para el resultado final de la investigación. ¿A cuántas personas hay que incluir en la muestra? Se debe tener en cuenta los limitados recursos económicos, el tiempo establecido para realizar la investigación y la dificultad de establecer criterios cuantitativos que garanticen la representatividad de la muestra. Hemos contado con diversidad de medios para encontrar a los informantes: contactos personales, centros culturales, organizaciones políticas, periódicos e incluso encuentros casuales. En la selección de informantes no hay reglas absolutas, sino más bien un cierto número de factores a tener en cuenta. Durante la preparación del cuestionario, precisamos profundizar en las hipótesis de trabajo de las que se parte y el contexto histórico-social en que se desarrolla la misma. El guión de la entrevista constituye una guía base para la entrevista, así el entrevistado posee plena libertad para improvisar nuevas preguntas que se susciten, sin olvidar que la dirección de la entrevista se encuentra en manos del entrevistador. Las preguntas deberán formularse en un lenguaje que se adapte al entrevistado, evitando términos muy técnicos o utilizados exclusivamente en el ámbito académico. Se evitarán las preguntas complejas o las dobles, han de ser concretas. Las primeras han de ser para establecer el ritmo y las segundas para precisar las áreas de potencial interés. Para profundizar en nuestra investigación, las preguntas formuladas deberán poseer más que una respuesta afirmativa o negativa; es útil comenzar la entrevista con interrogantes como: ¿Por qué...?, ¿Cómo...?, ¿Dónde...?, ¿Qué tipo de...?, ¿Quién?. Para elaborar el cuestionario es necesario conocer la situación personal y profesional de la persona entrevistada, en unas primeras charlas informales. Tras familiarizarnos con el entrevistado, necesitamos averiguar las motivaciones que le llevaron a aceptar la entrevista. Danièle Voldman han encontrado dos tipos, los que creen que han hecho historia y los que la han padecido, resultaría útil saber por qué se acepta la entrevista y las motivaciones que están en juego. Nos hemos servido del método américano denominado <<teach me approach>>, que permite que el entrevistado articule sus propias ideas sin que nosotros le contradigamos. Nuestro grupo de trabajo se ha decantado por un tipo de entrevista semi-guiada o semiabierta, cuyas preguntas intentaran seguir una línea cronológica para así estimular la memoria, provocando el recuerdo. El espacio físico donde se desarrolla la entrevista determina igualmente el resultado de la misma. El espacio doméstico tiende a ser el más adecuado para realizar entrevistas sobre temas de vida privada y cotidiana, a diferencia de los espacios públicos, que sirven de soporte para recuperar la memoria colectiva de grupos cívicos u organizaciones políticas.El mensaje puede igualmente diferir según el lugar donde se ha escuchado. Una entrevista a domicilio incrementará la presión de los ideales “respetables que giran en torno al hogar; una entrevista en un bar será proclive a resaltar las notas atrevidas y las bromas; y en el lugar de trabajo, acudirá la influencia de las actitudes y conversaciones laborales. La personalidad de quiénes participan en el juego dialéctico, es otro elemento a tener en cuenta. Wildauvsky considera vital la capacidad de empatía, flexibilidad, coraje y adaptación. Según Thompson, todo entrevistador debe poseer: interés y respeto por las personas, comprensión y simpatía hacia sus puntos de vistas; y sobre todo, predisposición a sentarse y a escuchar. Lo ideal es mantener una conversación y no un interrogatorio, el ritmo debe ser establecido por el propio entrevistado para crear cierta espontaneidad; sin olvidar la intención de nuestra investigación, siguiendo una guía que cumpla los objetivos que buscamos. Las propias estructuras de conceptualización de los entrevistadores influye sustancialmente en la línea de investigación. Nuestro grupo de trabajo está compuesto por dos investigadores varones y una mujer. Hemos creído conveniente acudir a las entrevistas concertadas los tres componentes del equipo, gracias a ello conseguíamos encauzar las entrevistas y solventar los problemas aparecidos durante las mismas. Si bien, es una decisión que puede ser considerada poco apropiada, al poder intimidar al sujeto; la estrategia se demostró efectiva. La entrevista al ser un documento historiográfico, como testimonio directo de una experiencia, debe ser reflejada fielmente en su totalidad a través de un relato. La transcripción debe utilizar los recursos del lenguaje escrito (puntuación, signos de exclamación, pausas), intentará salvaguardar al máximo el sentido el espíritu del discurso hablado. La transcripción deberá incluir los giros dialectales, las repeticiones intercaladas en los discursos, las frases incompletas; la labor de edición se limitará a reordenar la puntuación y a verificar la corrección de los nombres propios, fechas o corregir errores. El texto se debe transcribir íntegramente, manteniendo el discurso escrito en la misma forma que presenta en la cinta grabada, incluidas las conjunciones, las contracciones, las abreviaturas e incluso errores de pronunciación o incorrecciones gramaticales. Las preguntas y respuestas estarán claramente diferenciadas y con márgenes amplios, dejando espacios en blanco en aquellas palabras o párrafos que no sean totalmente inteligibles. Se le añadirá una ficha técnica en la que incluyan datos como nombre del proyecto, nombre del informante, fecha y lugar de realización de entrevista, temas tratados en ella, breve descripción de la misma, comentarios finales y la inclusión de materiales complementarios, tales como fotografías, cartas, manuscritos, documentos personales, etc. Tras recoger, clasificar y organizar la evidencia oral de modo accesible, cómo ponemos los testimonios en relación a un marco teórico más amplio y sobre todo, cómo construimos el discurso histórico. No debemos olvidar la naturaleza de la fuente, se trata de un material que no hemos descubierto, sino en cierto sentido, ayudado a crear; y eso lo diferencia bastante de otros documentos. . Nuestro enfoque teórico será creado a partir de un marco global del sistema lingüístico en todos sus aspectos: fonético, morfosintáctico, léxico y estadístico. Para evitar la linealidad de la entrevista transcrita, la reducción o la manipulación de información, de forma que se incluya no sólo la palabra, sino también todos los elementos no dichos: silencios, pausas, suspiros, lágrimas, risas, etc., todo ello en el marco contextual de información oral. Muestra seleccionada: Pese a que muchos de los testimonios ya habían hablado, escrito o hecho declaraciones públicas previas, toda entrevista resulta única y producirá respuestas diferentes y recuerdos distintos a cualquier cuestionario anterior. Es por ello que, ninguna preparación previa puede llegar a prever completamente las preguntas que le van a ser realizadas. Se produce por tanto una diferencia entre las respuestas programadas y las naturales e improvisadas, menos estructuradas pero más autenticas. Cuadro con los datos de los personajes entrevistados: JAIME PASTOR como otros muchos estudiantes, venía de fuera de la capital, concretamente de Valencia. Hubo de trasladarse a Madrid ya que su carrera, Ciencias Políticas y Económicas, sólo se impartía en la Universidad Central de Madrid. Al comenzar sus estudios ingresó en la Federación Universitaria Democrática Española (FUDE), siendo elegido después delegado del Sindicato Democrático de Estudiantes de la Facultad. Es en aquellos años cuando también comienza a militar en el Frente de Liberación Popular (FLP). El estado de excepción y la represión generada por el incremento del movilización estudiantil en el curso de 1968-1969, se vio obligado a exiliarse a Francia. Estuvo durante doce años en busca y captura por parte de un tribunal militar que pedía doce años de prisión para él. ESPERANZA YLLÁN cede su testimonio sobre el concierto por primera vez. Si bien entraba en su primer año de universidad cuando se produjo el evento, acudió al mismo cuando la policía ya había acordonado la zona. Descendiendo junto con otros jóvenes por caminos alternativos consiguió llegar al recital donde, como ella misma afirma “no se cabía, porque es que estaba lleno (…) porque vibraba la escalera” Desde su llegada, nada más traspasar el umbral de la puerta fue testigo de la magnitud del concierto, de la impresión que producía ver una congregación tal en una Régimen que prohibía cualquier tipo de reunión. Pero el día del concierto, jóvenes estudiantes y trabajadores se reunieron para disfrutar de un momento de respiro en la opresión de la dictadura. No sólo había música allí, sino sobre todo, política. JAVIER MAESTRO acababa de volver de Finlandia el mismo año 1968. La llegada repentina en Cuarto curso de una persona desconocida para todos los estudiantes hizo pensar a muchos de un posible contacto de Javier con la policía o la DGS en general. Llegado de un ambiente totalmente diferente, más abierto y democrático en Finlandia, la opresión del Régimen le llevó a radicalizar sus posturas desde un socialismo democrático a un apoyo mayor a las teorías comunistas. Trabando pronto amistad con personas significadas en la facultad y la lucha contra el Régimen, como Jaime Pastor, fue introduciéndose en los grupos contestatarios de su facultad. El día del concierto acudió al mismo para mostrar su apoyo al acto y a sus amigos “ sus compañeros de viaje”. CLARA BALLESTEROS a su entrada en la universidad, desconocía temas políticos en general, como ella misma reconoce. Sin embargo, pronto comenzó un proceso de politización y acercamiento al movimiento estudiantil generado por el carisma de los líderes de esos movimientos. Perteneciente entonces al grupo Liga Comunista Revolucionaria (LCR), su testimonio resulta fundamental a la hora de valorar el papel de la música y los cantautores en estos movimientos. Su interés por aquella la convirtió en “la cantante de la facultad”, conociendo el carácter movilizador de las canciones de figuras como Chicho Sánchez Ferlosio. En su entrevista quiso dejar claro que “la canción nos sirve, y que nos ayuda, nos unifica, nos da ánimos y nos hace también sacar lo mejor que uno tiene dentro, lo más sensible, lo más profundo y expresarlo; yo creo que hay que cantar siempre lo que sea, pero cantar eh, la música es muy necesaria, yo creo que sí, no puede haber un cambio social sino va acompañado de música”. LUIS RONCERO aporta al trabajo el importante testimonio de un obrero, un trabajador que, junto con su grupo de compañeros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) acudió para mostrar su militancia en la oposición al franquismo. De su grupo es la pancarta en que se puede leer “Democracia Popular” y fue él mismo, quien llevó bajo un abrigo dicha pancarta. Trabajador conectado con la universidad por su hermano vio, como muchos otros, una oportunidad que no podían desaprovechar. Cualquier brecha que dejase la dictadura para la expresión era una ocasión idónea para practicar su militancia. “una oportunidad clarísima, una oportunidad clarísima y militante… quiero decir, no íbamos a escuchar un concierto cualquiera como se podría escuchar hoy en libertad ¿no?… sabíamos que nos estábamos jugando algo ¿no?. Que íbamos a hacer, a hacer protesta.” Metodología de fuentes fotográficas Para el análisis de los aspectos técnicos de las fotografías, hemos contado con el testimonio del fotógrafo profesional Roberto Cuezva Ortega quien nos proporcionó las herramientas formales necesarias para deconstruir su grámatica visual y conocer más detalles sobre el fotoperiodista confidente. Una fotografía se puede considerar desde distintos niveles, para empezar se trata de un objeto físico, de una impresión. En la impresión aparece una imagen, la ilusión de una ventana abierta al recuerdo. No explorar el contenido fotográfico, sino describir los atributos formales y físicos de una fotografía que constituyen las herramientas que definen e interpretan ese contenido. ¿En qué se diferencia la fotografía de la escena real? ¿Qué aspectos de la fotografía determinan la apariencia de una imagen?¿Qué parte de la imagen es producto de objetivos, obturadores y medios? ¿Cuáles son las cualidades que conforman la gramática visual que permite dilucidar su significado? Las imposiciones físicas y químicas configuran las fronteras que circunscriben la naturaleza de la fotografía. Dichas características físicas de la copia determinan algunas de las cualidades visuales de la imagen. El delgado papel fotográfico establece el plano de la fotografía, los bordes de la copia exigen el encuadre o delimitación de la imagen y su estatismo concreta la experiencia temporal. La gama tonal de una fotografía en blanco y negro se ve afectada por el tipo de emulsión con que se efectúa la impresión. La composición de la emulsión química de la película y de los líquidos de revelado así como la naturaleza de la fuente de luz con la que se revela la fotografía también determinan el aspecto de las sombras, semitonos y brillos; establecen cuántos tonos de gris contendrá la copia y si quedarán uniformes o contrastados. La fotografía es una disciplina ante todo analítica, si para crear un cuadro el pintor parte de un lienzo en blanco, el fotógrafo parte del caos del mundo y selecciona una imagen. Al escoger un ángulo de visión, un encuadre, un tiempo de exposición y un plano de enfoque, el fotógrafo impone su orden. La imagen fotográfica describe, dentro de ciertas limitaciones formales, un aspecto del mundo. El carácter formal de la imagen responde a todo un abanico de factores físicos y ópticos, factores que definen el nivel material de la fotografía. En el nivel descriptivo son cuatro los aspectos básicos que determinan la manera en que el mundo situado delante de la cámara se transforma en fotografía: la bidimensionalidad, el encuadre, el tiempo y el enfoque. El mundo es tridimensional, mientras que una imagen fotográfica es bidimensional, la profundidad del espacio descriptivo siempre guarda relación con el plano pictórico.Una fotografía puede ser plana, pero encerrar la ilusión de profundidad. La imagen es monocular, ya que es obtenida desde un único ángulo; cuando un espacio tridimensional se proyecta de forma monocular en un plano se establecen relaciones que no existían antes de que se tomara la fotografía. Los objetos situados en el fondo de la imagen se yuxtaponen con los del primer plano. A diferencia del mundo, una fotografía queda enmarcada, los bordes separan lo que aparece retratado de lo que no. Circunscribe el contenido de una fotografía, realzado por la decisión. Del mismo modo que la visión monocular produce yuxtapociones de líneas y formas en el seno de la imagen, el marco establece relaciones entre las líneas y formas de la misma y los bordes. Las relaciones que propicia el encuadre son tanto visuales como de contenido. El marco confiere energía al espacio que rodea a las figuras. Una fotografía es estática, mientras que el mundo es un fluir constante en el tiempo. Cuando ese flujo se interrumpe pulsando un obturador, se delinea un nuevo significado, un significado fotográfico. En toda fotografía existen dos factores temporales determinantes: el tiempo de exposición y el estatismo de la imagen final. El enfoque constituye la cuarta gran transformación del mundo en fotografía. La cámara no sólo capta una imagen de forma monocular desde un ángulo de visión concreto, sino que además establece una jerarquía en el espacio descriptivo definiendo un único plano de enfoque. Inclusión de las fuentes fotográficas en la entrevista: El entrevistador ha de calcular el momento en que mostrará las fotografías al entrevistado. Convendría introducir a éste en los hechos del concierto mediante una serie de preguntas orientadas al recuerdo cronológico de los hechos. Basándonos en la terapia de la rememoración creada por la historiadora Joanna Bornat hemos creído interesante la inclusión de fotografías del concierto en las entrevistas. Realmente, la visualización de una imagen produce un efecto en la memoria del individuo comparable al que se da con la propia canción de Raimon. Son esas sensaciones las que, recogidas en el trabajo, dan un cariz innovador a las propias entrevistas. Las fotografías al ser evocadoras, catalizarán el ejercicio de la memoria que se activa consiguiendo el retorno de escenas, sensaciones y sentimientos de la jornada del 18 de Mayo. Contexto: La Universidad Central y el movimiento estudiantil. Los años sesenta del siglo XX serán protagonistas de uno de los momentos clave de la historia de la protesta juvenil y estudiantil en particular. Las protestas que comenzaron en 1964 en la universidad americana de Berkeley sacudieron al globo llegando a Francia, Checoslovaquia y también España. En cada uno de estos lugares las protestas cobraran matices y características diferentes aunque no deben dejar de apuntarse sus puntos en común. En el caso de España, el movimiento estudiantil ya había comenzado su contestación al Régimen apoyando entre otros, el boicot a los tranvías de Barcelona en el año 1951. Aunque no fuera esta una protesta puramente estudiantil, se podía observar una incipiente contestación a la dictadura, proveniente del ámbito universitario. Poco a poco, una nueva generación que no había sufrido la Guerra Civil irá cobrando consciencia de las contradicciones del sistema. Estos jóvenes, negarán la postura apática de unos padres que sufrieron la guerra y la inmediata y represiva posguerra. La reacción contra esa atonía buscará un cambio frente a la frustración de un Régimen que les oprimía. Las protestas se encaminarán contra una universidad, purgada de los profesores de la República, inspirada en una política educativa propia de la “Nueva España”, es decir una conjunción de los valores de católicos tradicionales a los que se suma la influencia de Falange y de la derecha más radical. La dictadura llevó la contradicción del Régimen hasta las universidades. Si por un lado apostó siempre por la apolitización de la población, se vio forzada a crear una carrera de Ciencias Políticas y Económicas, donde los estudiantes cursaban asignaturas que trataban sobre aquello que el Régimen, en su vertiente más falangista, había combatido desde la Guerra. Este viraje, debe entenderse dentro de un marco de enfrentamiento y conflicto entre los sectores más recalcitrantes del sistema, los falangistas, y una corriente pragmática, de los tecnócratas del Opus Dei. Es así como, en el imaginario de un Estado tecnocrático, se necesitaba formar unas élites afines, que conociesen los entresijos de la Política, las teorías más modernas e imperantes en la Sociedad Internacional. Con ello, la inclusión de España en los más altos órganos internacionales iría avanzando conquistando etapas y sacando al país del bloqueo al que sometían todas las potencias. Ya en 1956, tendrá lugar en Madrid la primera protesta estudiantil. El detonante fue la celebración de un Congreso Nacional de Estudiantes, convocado al margen y en contra del falangista Sindicato Español Universitario (SEU). Esta convocatoria acabó con una manifestación violenta entre los estudiantes, los falangistas y la policía mostrando al Régimen lo que sería un continuo quebradero de cabeza: la cuestión universitaria. Un año antes, Pedro Laín Entralgo, rector de la Universidad Central había realizado un informe en que mostraba su inquietud por la indiferencia de los jóvenes hacia el Movimiento a la vez que afluían unos sentimientos cada vez mayores de inquietud política, religiosa y social. Es decir, existía y aumentaba en los dos focos principales de España (Madrid y Barcelona) una desazón total hacia el Régimen que significaba, en cierta medida, el fracaso de la universidad franquista. Entonces, en un intento de recuperar a esa juventud, el aparato franquista responderá con el apoyo a diferentes actividades culturales tanto en los colegios mayores como en las universidades. Estas actividades serían coordinadas por profesores afines al Movimiento, recibirían ayuda y, en general, se encontrarían controladas y dirigidas por el Estado. Por su parte, el SEU, sindicato que intentaba adaptarse a la situación, acabó convirtiéndose en objetivo principal de las protestas y la contestación de los estudiantes. Éstos, abogaban por la creación de un Sindicato Democrático y al margen de Falange, el futuro Sindicato Democrático de Estudiantes Universitarios (SDEU). En 1968 nos encontramos con un franquismo que nada tiene que ver con su etapa más fascista, ni con el de hacía doce años cuando se produjeron las primeras revueltas estudiantiles. En plena época del desarrollismo, la Universidad, tema al que nos ceñiremos, había presenciado un cambio importante acorde con la evolución de la sociedad y el país en su conjunto. La cantidad de personas que podían optar a un estudio universitario fue aumentando. No solamente por el contexto internacional sino también por factores inmediatamente más internos como la recuperación económica, lenta pero importante, una expansión demográfica y un incremento de las clases medias García Delgado habla de “círculo virtuoso” del desarrollismo como una fuente constante que se retroalimentaba, el crecimiento de la renta per cápita ofrecía un mayor número de posibilidades de acceso a la enseñanza media y superior y estos estudios eran a la vez como una fuente de promoción social. Por lo tanto asistimos a una época que experimenta una masificación de la universidad debido al deseo de unas clases medias a que sus hijos disfruten de unos estudios universitarios. Se trata de clases medias tradicionales, que intentan progresar o mantenerse frente a los cambios y las alteraciones de los años cincuenta y sesenta. Sin embargo, los jóvenes de clases medias que afluyeron a esa nueva universidad masificada, se encontraron con un panorama yermo copado por profesores de afines a la dictadura en general. Pero he aquí que se produce una nueva situación. A mayor número de alumnos, se necesitó mayor número de profesores y estos fueron surgiendo de canteras de estudiantes cada vez con menor afinidad al Régimen. Por ello, poco a poco se fue configurando una universidad cada vez más conflictiva y contestataria. Sumado al páramo que era la universidad en esos años por el bloqueo cultural, los jóvenes poco a poco fueron percibiendo que los valores caducos chocaban de forma radical con sus ansias de “vivir la época” cada vez más alejados de sus mayores eran hijos de sus padres, tanto como de su tiempo. En esos momentos de búsqueda de nuevos valores, exteriores y ajenos a lo que sus padres les habían inculcado, cuando estallan una serie de respuestas y movimientos de oposición estudiantil y juvenil, en general, por todo el mundo. Iniciándose la llama en la universidad de Berkeley en California, y espoleada por la impopular campaña bélica de Vietnam, los jóvenes de diferentes ciudades a lo largo del globo, mostraron su descontento frente a una situación que consideraban cargada de contradicciones. La crueldad de la guerra de Vietnam iba a sacudir todo el contexto internacional, despertando la conciencia de los más jóvenes. Los militantes más radicales vieron en el imperialismo norteamericano, el gran enemigo que había que combatir. La invasión de Checoslovaquia por parte del bloque comunista, igual que en Hungría doce años antes, iba a desencadenar también muchas críticas. El imperialismo, el capitalismo, la exclusión y explotación del tercer mundo sensibilizaron a una juventud con un mayor acceso y conocimiento de la situación internacional a pesar del bloqueo de la dictadura. Sin embargo, no olvidemos que la protesta comenzó con un objetivo claro y universitario: acabar con “el autoritarismo vigente en la gestión de las universidades”. A esta protesta le seguirán campañas por los derechos civiles, en contra de la guerra o el antiamericanismo, según el lugar. En España, el objetivo era aún más evidente. Los jóvenes marchaban contra la dictadura, por la democracia y la libertad de la que carecían y a las que aspiraban. En ese mismo Mayo del 68, unos días después del inicio del Mayo francés pero cuatro años desde Berkeley (1964), cuando tiene lugar en la facultad de Ciencias Políticas de Madrid el primer recital dentro de una facultad española. Cargado de connotaciones políticas, el recital del militante cantante valenciano Raimon congregó a gentes tanto universitarias como externas a ese ámbito. Todos, o la mayoría, jóvenes contrarios al Régimen se reunieron para mostrar su oposición, su desafío y sus ansias de libertad, de igualdad y su deseo de acabar con un Régimen caduco y oscuro que había conseguido aglutinar en su contra a una gran parte de la juventud española. Presentación del evento. Construcción del discurso histórico: El domingo 19 de mayo de 1968 la emisora “clandestina” La Pirenaica se hacía eco de la gran manifestación de estudiantes madrileños y el posterior choque con la policía originado tras el recital de Raimon en la Facultad de Ciencias Políticas. Tal recital era descrito como la coronación de una semana de Asambleas Libres, destacando su escenografía contracultural. Las fotografías de aquel día recogen las consignas de la pluralidad del espectro ideológico democrático. Por su parte, las letras de un cantautor poeta sirvieron entonces para canalizar la actitud crítica de un colectivo ante la universidad y la dictadura, al mismo tiempo que ante el capitalismo y el imperialismo, todo ello imbuido de una orientación anti-burguesa. De este modo, los asistentes al acto que hemos entrevistado destacan el entusiasmo generado por el tema Al vent del món, la cual muchos hicieron suya y opusieron al Himno de la Falange Española y de las Jons, el Cara al Sol. Hay que tener en cuenta que el proceso de creación de una lírica nacionalista por un régimen político, implica dar a sus canciones un carácter claro de ensalzamiento de los valores patrios, reprimiendo como contraste toda experiencia musical que tenga por objetivo el mostrar su realidad social con carácter reivindicativo o recriminatorio. El escenario de aquel recital tampoco era algo despreciable. En la Facultad de Ciencias Políticas confluían dos carreras importantes para la dictadura, cuyos estudiantes eran especialmente sensibles a la politización, convirtiendo a la facultad en uno de los principales focos de de oposición en la Universidad a la Dictadura. Así se pronuncia Jaime Pastor al respecto: “En el caso de Madrid con mayor razón, porque además cuando yo empecé el primer año estaba todavía en el viejo edificio de la universidad de San Bernardo ¿no?, entonces claro era más…estaba más en el centro de la ciudad, luego ya, a partir del segundo curso, estuve en lo que se conocía como <<Galerías Castañeda>> ¿no?, por el nombre del decano que había entonces en nuestra facultad”. El concierto de Raimon, aquel 18 de mayo de 1968 se encuentra en “la cresta de la ola” de las nuevas experiencias y expectativas culturales despertadas en aquella década de los sesenta. A lo largo de estos años el poder contestatario de los jóvenes cobró fuerza gracias a los cambios experimentados en el número, la composición social y el género del estudiantado, yendo más allá de un mero cambio generacional. El número de estudiantes contestatarios creció, reflejo de una disconformidad en aumento y en relación a esos cambios. Autores como Javier Tusell coinciden en afirmar que es en la segunda mitad de la década de los 60 cuando los estudiantes inconformistas se fueron convirtiendo en una mayoría. El desarrollismo característico de los años 60 motivó un incremento considerable del número de estudiantes. El Anuario Estadístico de España ofrece datos en los que se aprecia el incremento de estudiantes: si entre 1955-1960 el número no alcanzaba los 70.000, entre 1970-75 llegó a sobrepasar los 400.000 estudiantes matriculados en enseñanza superior. Pese a que en comparación con otros países europeos –exceptuando Portugal- el número de universitarios era menor, los contemporáneos pudieron atestiguar la congestión del proceso masificador. Era un proceso más allá de la cantidad, constituyendo el aporte de contingentes populares una de las grandes transformaciones ocurridas en la composición social del alumnado desde los años sesenta del siglo XX. Aumento que vendría explicado además por una gradual presencia de las mujeres. Además, el crecimiento de estudiantes conllevó la contratación de los denominados “profesores no numerarios”, los cuales solían proceder de los últimos licenciados y experimentaron también un notable aumento. Constituían un colectivo cuyas condiciones de trabajo –salarios ínfimos, constantes retrasos en el pago- estimularon sus reivindicaciones. Éstas se sumarían a la rebeldía estudiantil, alentándola y reforzándola. “PNN’s y estudiantes, ¿eh? Pues casi formábamos un frente común ¿no? contra la…el autoritarismo de la universidad y contra la cerrazón y la opacidad democrática que había entonces, ¿no? y la falta de libertad” dice Esperanza Yllán El comité de los delegados de actividades culturales del Sindicato Democrático de Estudiantes Universitarios fue el encargado de la organización del recital. Los entrevistados coinciden en remarcar el papel desempeñado por los tristemente desaparecidos Marta Bizcarrondo, de los Felipes, y Arturo Mora. Éste último, aparece en un total de tres fotografías, quedando patente su importancia en las actividades clandestinas. El carisma de éstos “líderes”, contribuiría a explicar la politización de algunos compañeros, como el ya mencionado caso de Clara Ballesteros. Sobre el origen social de los organizadores del recital de Raimon en la Facultad de Políticas, todos los entrevistados, coinciden en atribuírselo a las clases medias, en general: “Bueno, el origen social pues…el origen social era clase media alta o mediana, en mi casa mediaba baja. Pero vamos, en general pues…yo creo que…Por ejemplo, Marta, de origen vasco, yo creo que una familia más o menos acomodada; Arturo no recuerdo bien…pero en general, pues eso, era gente de clase media. Y por supuesto que había mujeres que eran bastante activas en el propio sindicato democrático. En mi facultad una de ellas era Marta Bizcarrondo, pero vamos que había otra, que además fue compañera de Felipe también, del Frente de Acción Popular. Había otras que aunque no eran delegadas eran también muy activas en aquel entonces y en otras facultades…Claro, estamos hablando de un momento justamente claro…por ejemplo, muy significativa la Escuela de Cine, la Escuela de Bellas Artes, de Arte Dramático…esta gente jugaba un papel importante, cuantitativamente no eran muchos pero eran muy activos. En filosofía había más mujeres que en mi facultad…Pero vamos, en general…pues claro, siempre había un hijo de un burgués ilustre, o no tan ilustre no, o de militares. Vamos, la compo…los orígenes eran muy variados pero eso era. Se puede decir de clase media, de ese sector que a partir de los 60 va masificando, digamos, el acceso a la Universidad”. Los estudiantes contestatarios no procedían de sectores sociales que sufrieran privaciones materiales. La “novedad” de los nuevos movimientos sociales suele residir en una serie de diferencias en cuanto a ideología, orígenes, estructura, estilo y finalidades de estos grupos, que lo distinguen de los movimientos campesinos y obreros. El recital, por tanto, se inscribe dentro de un cambio generacional, una mutación cultural que fue, a su vez, experimentada por estudiantes de otros países capitalistas desarrollados y en vías de desarrollo. En nuestro país, “ecos contraculturales” de contestación global al sistema y a la vida burguesa, son registrarlos débilmente hasta 1968. Paulatinamente el cuestionamiento de los papeles y funciones de la familia tradicional, el asumir y practicar la liberación de las relaciones sexuales, la denuncia del “consumismo burgués”, la reivindicación de la igualdad de la mujer, irían cobrando importancia. Clara Ballesteros comenta sobre sus años en la facultad de Políticas y Económicas: “Fue interesante porque fue un momento también de rebeldía en el amplio sentido, de cuestionarte la familia, de cuestionarte las relaciones personales, que fuimos muy desastrosos algunos, de cuestionarte las lecturas…”. El reflejo de un mundo cambiante era otro de los temas del propio Raimon en Diguem no, una de cuyas estrofas proclamaba “Nosaltres no som d’e eixe món”, un mundo con cuyos valores sociales y culturales no se sentían identificados y que les llevaba a apostar por ideas y formas culturales distintas y lejanas al ideario del Régimen. Un distanciamiento voluntario de sus mayores, en pos de un mundo propio. La elección de Raimon viene explicada por esos anhelos y, su actuación no defraudó. Éste había estudiado Filosofía y Letras y ya en 1963 Edigsa había publicado su primer disco con la discográfica, con temas como Al vent, Som, La pedra y A colps, logrando un gran éxito de ventas. Raimon había protagonizado ya recitales multitudinarios y se pensó en él para dar un paso adelante en la lucha política en la universidad. Como señala Luis Roncero “Yo creo que era algo más, y luego un concierto”. La mala acústica, señalada por los asistentes se debe a que el objetivo no era el recital en el puro sentido musical, sino el constar que ese acto se estaba realizando, con un cantautor como Raimon, en esa facultad en particular y en la Universidad Central en la misma capital del Estado. La música demostró aquel día su capacidad movilizadora, llegando a hacer temer a los congregados por las estructuras de la facultad, cuyas escaleras recuerdan haber visto vibrar. La masa parecía ofrecer además una seguridad, paliando ese miedo que se sentía en otras situaciones como al participar en una asamblea llevando la voz cantante o repartiendo panfletos, periódicos o prensa subversiva. Las horas en que Raimon cantó parecieron ofrecer una sensación de libertad compartida, un sentimiento que iba más allá de la admiración por el músico. Resulta importante destacar que el acto contaba con la autorización del propio decano –el tercero de aquel curso-. Tal obtención podría atribuirse tanto al éxito del disfraz de simple acto cultural del evento, a una muestra de aperturismo, o a un exceso de ingenuidad de un decano que, tras ese día, hubo de dimitir. Téngase en cuenta que la Universidad española de los años 60 se producía de forma corriente la alternancia entre fases de tímidas aperturas y otras de rigurosa represión, expulsiones y apertura de expedientes. Dice Clara Ballesteros al respecto “la represión y la asimilación, había que ir jugando con las dos cosas, o sea que una cosa así tienen que dejarla, tienen que dejarla porque de alguna manera es una válvula de escapa, o sea que no pueden estar reprimiéndonos absolutamente todo el tiempo, yo creo que eso jugó esa doble táctica ¿no? Tocó asimilación o tocó apertura y luego buscar siempre cabecillas ¿no?, los que se manifiestan o los que no se qué, pues esos son los que hay que atrapar”. Muchos afirmaban ser conscientes de estar siendo vigilados por las fuerzas del orden durante el acto. Sin embargo, muchos se asombraron del detallismo de las fotos tomadas durante el acto y que evidenciaban el control al que estaban sometidos. A la pregunta ¿Sintió en algún momento que no debía estar allí? Todos subrayan su total compromiso. La obsesión del Estado por vigilar de cerca estos movimientos, llevará a la contratación de un fotoperiodista confidente autor de la serie fotográfica que recoge los sucesos más significativos de las jornadas previas y posteriores al concierto. Pese al anonimato del autor de las fotografías encargadas por la Dirección General de Seguridad, la colaboración de Roberto Cuezva nos ha servido para conocer con más nitidez las habilidades y equipo del fotógrafo. Nuestro fotógrafo experto remarca la dificultad de acceso en aquella época a un equipo fotográfico, debido a su coste, nuestro testimonio identifica al menos tres ópticas distintas a la hora de tomar las fotografías. El autor “podía ser tanto un policía que fuese fotógrafo como a lo mejor un estudiante con alta formación en fotografía (…) la persona que está haciendo las fotos está escogiendo las ópticas y lo que necesita para cada momento, no es una persona que no tenga formación o que no sepa lo que está haciendo”. En su ambición de dar testimonio con profundidad de los hechos que observa, el fotoperiodista tiene que estar informado, tiene que formarse sobre su oficio y los problemas que afectan al mundo. En la historia del fotoperiodismo hay cinco tipos de fuerza que se hacen sentir simultánea e interactivamente: la acción personal, la acción social, la acción ideológica, la acción cultural y la acción tecnológica. Importante durante el recital fue también la presencia de gentes de fuera del ámbito universitario, siéndonos fundamental el testimonio de Luis Roncero. Junto con su hermano, estudiante universitario de Filología inglesa, acudió al concierto con sus compañeros de la fábrica, apreciando la importancia contestataria del acto. Éste subraya la simbiosis total entre estudiantes y obreros como reza la pancarta que se aprecia en la manifestación “Los obreros apoyamos la lucha de los estudiantes contra la oligarquía”. Esa simbiosis irá marcando las pautas renovadas de la movilización colectiva. Hubo en muchos momentos en que el movimiento estudiantil le debió ayuda de Comisiones algo más que el aliento. Por otro lado, el conocimiento de las canciones de Raimon, representativo de la Nova Canço, se prestaba a la euforia y a que la gente se animara a cantar a coro a pesar de la cuestión lingüística. El músico valenciano, formaba parte de aquellos cantautores que apostaba por su lengua como modo de expresión, un posicionamiento cultural, opción política e ideológica, que hacía que el acto fuera percibido también como un “acto de solidaridad con los pueblos ibéricos”, afirma Jaime Pastor. El sindicato se había encargado también de repartir la letra de las canciones y además, no podemos olvidar, muchos estudiantes tenían procedencia valenciana, catalana –no tantos- y vascos. Aquel mismo año, la negativa de Joan Manuel Serrat de ir a Eurovisión si no cantaba en catalán patentizó la problemática de los cantantes en lenguas autóctonas. La llegada de estudiantes a la capital, -caso, por ejemplo, de Jaime Pastor - debido al centralismo, también permite entender muchos aspectos del movimiento estudiantil del momento. Trabajar en la captación de allegados y militantes cuya procedencia fuese ajena al propio lugar, será un valor seguro para los partidos y agrupaciones de la oposición al régimen de Franco, puesto que esos estudiantes ofrecían una mayor disponibilidad para la asistencia regular y frecuente a las citas y reuniones clandestinas. Parecían correr menos riesgos, siendo más sencillo a la hora de esconderles y se podía utilizar los Colegios Mayores para diversos preparativos. Fundamental era también que no estuvieran mediatizados continuamente por la influencia familiar y la introducción “de la cosa individualista” que el franquismo había inculcado “Tú a lo tuyo, decían ¿hmm? tú a lo tuyo, tu no temas en nada, tú no te signifiques”. Por lo tanto, fueron más fácilmente politizados en un código antifranquista por redes informales, sobre todo de amigos y compañeros de curso que habían conocido en la Universidad. En relación a los estudiantes venidos de fuera de Madrid, los Colegios Mayores constituyeron unos destacados espacios de sociabilidad. Jaime Pastor dice al respecto: “Bueno los espacios de sociabilidad eran las facultades, luego eran los colegios mayores para la gente que no éramos de Madrid, en aquel momento ten en cuenta que había pocas universidad ¿no? en aquel entonces y claro estábamos muchos estudiantes que veníamos de otros lados, los colegios mayores había bastantes entonces ¿no? y fueron espacios de socialización importantes ¿no?, porque también se hacían muchas actividades culturales, aunque fueran colegios controlados ¿no?, es decir, que estaba el Colegio Mayor Francisco Franco, José Antonio, Pio XII, vamos yo estuve en dos de ellos ¿no?, de los dos me expulsaron en su momento, pero vamos, a mí como a otros más ¿no?, pues por hacer una representación de obra de Jean-Paul Sartre ¿no? o por alguna protesta, incluso por la calidad de la comida y cosas de estas ¿no?. Y bueno pero también, por ejemplo, en los colegios mayores había una actividad importante que eran los cine-clubs, el cine-club los fines de semana, que siempre se acababan con un debate político ¿no? y en Madrid también…En fin.. es decir que…pero vamos ya digo, recordando más o menos serían esos: facultad, porque había muchas actividades culturales, había mucha hambre de lecturas, la gentes nos pasábamos los libros, las novelas.. es decir, había un hambre de información, de conocimiento y particularmente, claro, de lo que era prohibido ¿no?” Sobre esa hambre de lecturas, Javier Maestro alude a la especial relación de confianza establecida entre el joven estudiante y el librero, para tener acceso a la trastienda, donde se ocultaban los “libros prohibidos”, y con la que contaban algunas librerías; a los libros venidos de Francia y las artimañas para que las obras no fueran incautadas en las librerías. Hay que recordar que hasta mediados de la década, salvo pocas excepciones, si no fuera por esta llegada de libros clandestinos, hubiera faltado en la universidad española las corrientes de pensamiento del momento –existencialismo, funcionalismo o marxismo-. Clara Ballesteros, por su parte, alude en este sentido, a un cierto “sectarismo” de la facultad, estudiando Karl Marx “en primero, en segundo, en tercero, en cuarto…y decía bueno habrá otros autores digo yo, o sea que había una polarización un poco excesiva”. La cantautora reconoce también como al llegar a la facultad leyó “a borbotones”, sin orden, ni jerarquización reflejando con ello la falta de una persona o institución que pudiese guiarlos en esa adquisición de conocimiento. Entre otras cosas, no olvidemos que los propios profesores, en algunos casos, conocían menos obras incluso que sus alumnos. Los estudiantes también compartían la música, llegando también del exterior, diferentes iconos representativos. Otra revolución que iba a inspirar a los jóvenes de todo el mundo sería la Revolución cubana, en enero de 1959, los hermanos Castro y el Ché Guevara pusieron fin a la dictadura de Fulgencio Batistas, estableciendo un gobierno provisional que no fue reconocido por Estados Unidos. Como podemos observar en una de las fotografías del recital, aparece un póster del Che Guevara formando así también parte de la imaginería de los jóvenes de los sesenta. El carácter inspirador de la situación internacional de Mayo del 68 no faltó, constituyendo para muchos un horizonte. Así, ejemplo de las influencias francesas será la ocupación de la Facultad de Filosofía y Letras el día 29 del mismo mes y que provocó el primer arresto, durante aquella jornada, de Enrique Ruano. Con todo, los estudiantes españoles contra Franco querrían sin embargo, prioritariamente, acabar de una vez con la dictadura, instaurar en España la “normalidad”. Esa prioridad contrastaba a veces con las defensa de los intereses despertados por los cambios sociales que se fraguaban entonces. El testimonio de Clara Ballesteros resulta bien esclarecedor al respecto: “Ahí no cambió nada, no cambió nada y costó mucho que además que los compañeros militantes entendieran que no había etapas eh, primero vamos a quitar a Franco y después ya veremos lo de las mujeres, no mire usted, costó mucho eh…entonces me acuerdo que empezó a teorizarse lo de la famosa doble militancia, estás en un partido pero tú puedes estar en un movimiento feminista con tías de otros partidos…” Esperanza Yllán también se pronunció de la siguiente manera al ser preguntada por el papel de la mujer en la lucha estudiantil: “Pues muy… importante (…) muy importante y ahí empezó también, (…) la toma de conciencia de las mujeres de que incluso, militando en partidos de izquierda, (…) “tráeme un café, trala tal”, (ríe) (…), el machismo, ¿eh? el machismo, también se daba, eh? en los partidos de izquierda, (…) Muy progres, muy avanzados y muy comunistas y muy socialistas, pero a la hora de…, había excepciones también, pero quiero decir, eso son mentalidades, eso tarda mucho tiempo en, en… erradicarse, ¿no? entonces, son ticks… de comportamiento que te salen espontáneo, entonces si hay una mujer o si hay tal, pues, pues bueno a las que les toca quedarse los últimos o arreglar la tal, o ir a por los bocadillos, o… hacer las no sequé, hmm, los, los trabajos subalternos, digamos, (…) las mujeres” Con todo, en los días posteriores al concierto muchos afirmaban haber conseguido dar un paso adelante intentándose el ir a más, llegando a plantear un boicot a los exámenes. Los estudiantes apreciaron como en otoño la represión se tornaba cada vez más dura, en un intento de descabezar el sindicato estudiantil y siendo el castigo no ya un Tribunal de Orden Público sino un consejo de guerra. Los entrevistados coinciden en la posible mitifación del concierto visto a posteriori. Sin embargo también están de acuerdo en destacar la importancia de tener referentes. El testimonio de los entrevistados se suma hoy, con este trabajo, al retrato que de aquel acto realizara el propio Raimon en su “18 de maig, a la villa”: I la ciutat era jove,/ aquell 18 de maig./ Sí, la ciutat era jove, /aquel 18 de maig/ que no oblidare mai.// Per unes cuantes hores/ ens varen sentir lliures,/ i qui ha sentit la llibertat/ té més forces per viure.// De ben lluny, de ben lluny,/ arribaven totes les esperances,/ i semblaven noves,/ acabades d’estrenar:/ de ben lluny les portàvem.// Per unes quantes hores/ ens vàrem sentir lliures,/ i qui ha sentit la llibertat/ té mes forces per viure.// Una vella esperanza/ trobava la veu/ en el cos de miles de joves/ que cantaven i que lluiten.// No l’oblidaré mai,/ no l’oblidaré mai,/ aquel 18 de maig,/ no l’oblidaré mai,/ aquell 18 de maig/ a Madrid. Conclusiones: Los movimientos sociales contemporáneos provocan fascinación intelectual tanto entre la población como entre los estudiosos. Un factor probablemente importante que influye es las ambigüedades relativas a ellos, en la falta de información confiable y susceptible de comparación sobre casi todos los rasgos importantes de estos movimientos. Pensar la educación universitaria, es un acto que no necesita por sí mismo justificación alguna y que debería hacerse más a menudo de lo habitual, no sólo por quienes tenemos una relación más directa con la institución sino también por el conjunto de la sociedad. La hipótesis de un cambio intergeneracional, donde la mayoría de sus poblaciones no viven en condiciones de hambre e inseguridad económica. Las generaciones de postguerra dará menos importancia a la seguridad económica y física que otros grupos de edad, los cuales han atravesado la experiencia del hambre y la devastación de una guerra civil. A la inversa, las cohortes de personas nacidas mas tarde darán mayor importancia a necesidades no materiales como el sentido de comunidad y la libertad política. Tras años vividos bajo el imperio del individualismo y el hedonismo, volvió a ser descubierta la dimensión creativa de la socialización comunitaria y de lo colectivo como lugar de encuentro, de expresión y de análisis Los testimonios han dibujado la universidad como el ámbito idóneo para el despliegue del espectro ideológico democrático. La confluencia de estudiantes y obreros, pertenecientes a distintas organizaciones clandestinas, quedan ratificada durante la entrevista de Luis Roncero. Mayo de 1968 fue un despertar del deseo y de la utopía en diversos rincones del mundo, dando lugar a la aparición de grandes luchas simbólicas, como la contestación del disciplinamiento de la vida social. En el caso español, podemos hablar de un carácter más doméstico, más propio, siendo la abolición de la dictadura el objetivo prioritario de la mayoría de estudiantes españoles. La música se ha confirmado como uno de los principales elementos aglutinadores y congregadores en los movimientos sociales. En el caso que nos ocupa, el recital de Raimon en la facultad de Ciencias, llego a reunir a un número más que considerable de jóvenes contestatarios que aprovecharon la oportunidad para proclamar una negación compartida social, generacional y proclamando un mundo propio. En lo concerniente al trabajo de fuentes orales, nuestra investigación nos ha suscitado una serie de cuestiones metodológicas a tener en consideración. En primer lugar, la selección de la muestra planteó una serie de situaciones inesperadas que imposibilitaron la entrevista de algunos seleccionados, que bien no acudieron a la cita o se negaron a firmar la correspondiente autorización. La inclusión ambos géneros en el grupo de trabajo, produjo unos inconvenientes no previstos a la hora de preparar y acudir a las entrevistas. De esta manera, los entrevistados respondían de forma diferente antes las preguntas del cuestionario, según fueran formuladas por un varón o una mujer. Probablemente uno de los aspectos más duros del trabajo con fuentes orales sea la transcripción literal de la grabación, por el tiempo que conlleva, su dificultad y al ser éste uno de nuestros primeros trabajos con dicha metodología. Sin embargo, cabría destacar la satisfacción que produce el proceso de creación de la fuente y la relación de empatía generada con el entrevistado. La juventud es orgullosa porque aún no fue humillada por la vida, y está llena de esperanzas porque todavía no fue decepcionada. Prefiere la compañía de sus coetáneos antes que cualquier otro trato. Para la juventud el futuro es largo y el pasado breve. (Aristóteles, Retórica) Bibliografía. ALCOVER, Norberto. La cultura española durante el franquismo. Equipo reseña, Bilbao, 1977. BADENES SALAZAR, Patricia. La estética en las barricadas. Mayo del 68 y la creación artística, Universitat Jaume I: Castellon de la Plana, 2006. DALTON, Russell; KUECHLER, Manfred. Los nuevos movimientos sociales. Edicions Alfons El Magnánim, Generalitat Valenciana, 1992. DISEÑO DE PROYECTOS DE HISTORIA ORAL, Seminario de la Universidad Complutense de Historia, fuente y archivo oral. Madrid, 29 y 30 de abril de 1988. Coord. María del Carmen García-Nieto, Margarita Vázquez de Parga, Mercè Vilanova. Madrid: Dirección General de Bellas Artes y Archivos, Dirección General de Archivos Estatales, 1999. FERNÁNDEZ, Francisco. “Entre mayo del 68 y la guerra de Vietnam”, en www.upf.edu. FOLGUERA, Pilar. Cómo se hace Historia Oral, Madrid, Eudema, 1994. FUENTES, Carlos. Los 68. París, Praga, México. Debate, Barcelona, 2005. HERNÁNDEZ, Elena; CARNICER, Miguel Ángel; BALDÓ, Marc. Estudiantes contra Franco (1939-1975). Oposición política y movilización juvenil, La esfera de los libros, Madrid, 2007. HORE, Stephen. Lección de fotografía. La naturaleza de las fotografías. Phaidon, Barcelona, 2009. SOUSA, Jorge Pedro. Historia crítica del fotoperiodismo occidental, Comunicación Social ediciones y publicaciones:, Sevilla, 2003. THOMPSON, Paul. La voz del pasado: la historia oral, Alfons El Magnànim,Valencia, 1988. TORRES EGIDO, Luis Marian . Canción de Autor y educación popular (1960-1980), Editorial De la Torre, Madrid, 1999. TUSELL, Javier . Manual de historia de España, tomo VI (siglo XX), Historia 16, Madrid, 1970. YSÁS, Pere. Disidencia y subversión. La lucha del régimen franquista por sus supervivencia, 1960-1975. Crítica, Barcelona, 2004.