ÁNgel Ganivet

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Al observar la evolución de España desde una perspectiva europea y fijarse en el lugar que ocupaban las ideas políticas en la visión del mundo de los autores tratados en este estudio surge una imagen que diverge en gran medida de las interpretaciones habituales de las discusiones políticas que tuvieron lugar en España en el periodo 1890-1914. Por ejemplo, se pone de manifiesto que la derrota de 1898 no supuso un importante punto de inflexión en el debate. Sólo incrementó la intensidad de éste y puso de manifiesto a un público más amplio el retraso de España respecto a los principales países de Europa Occidental. En cambio, tanto el creciente interés por la cuestión social en torno a 1890 como el paso de algunos intelectuales a un punto de vista vitalista, dieron, al igual que en otros lugares de Europa, una nueva orientación a las discusiones políticas.

Las cuestiones que interesaban más a los autores de la Generación del 98 también divergían de las de sus predecesores. Apenas si mostraron interés por las cuestiones jurídicas, por la relación entre el Estado y el ciudadano y por los derechos y deberes correspondientes. Y tampoco les interesaba el afán por lograr un progreso económico o el deseo de educar a la población para convertirla en ciudadanos conscientes de su deber o respetuosos con las autoridades. No querían socializar a la población y convertirlos en burgueses, sino hacer de ellos buenos españoles. Sin una clara perspectiva de futuro, la cuestión de la propia identidad —tanto la del individuo como la colectiva— se convertía en el centro de su pensamiento. ¿Cómo se había convertido el hombre en lo que era? ¿Tenía el individuo la posibilidad de escapar a la influencia de su entorno y del peso del Volksgeist y darle él mismo forma a su vida? Esta misma pregunta también se podía aplicar a la nación. ¿Era el pueblo un producto fatal del entorno natural y del pasado o se podía modelar o reformar el “alma española”? El lazo de unión que sentían estos autores con la nación y con símbolos nacionales como Don Quijote era mucho más íntimo, más existencial que el de sus predecesores. El joven Ortega y Gasset a su vez se rebelaba contra el extremado individualismo de Unamuno. Había que combatir por todos los medios la idea de que cada uno tenía que determinar por sí mismo cómo se debía interpretar el mundo y de qué manera había que vivir. Si todo el mundo, al igual que Don Quijote, se dedicara a perseguir su propia verdad, la sociedad se desharía en un montón de unidades sueltas. Dentro del perspectivismo propagado por Ortega ya no había sitio para relativizar el conocimiento o para el fatalismo pasivo y ha desaparecido también la base para un pensamiento utópico y dogmático. Además de seguir esta tendencia general europea, el debate político español también poseía algunas características específicas, que se analizan en esta conclusión.

El presente artículo constituye un repaso de las colaboraciones en revistas literarias de la primera etapa (1896-1914) del escritor Melchor Almagro San Martín (1881-1947), quien destacó en el género de la pequeña historia y mantuvo durante toda su vida una muy activa y fecunda relación con la prensa escrita, en sus más diversas variantes.

El semanario Vida Nueva (1898-1900) fue la última publicación periódica en  la que escribió Ángel Ganivet antes de suicidarse, en noviembre de 1898.  Fue, además, la cabecera con mayor relevancia en la que colaboró. El difícil  acceso a esta revista ha propiciado que apenas se haya prestado atención a  sus colaboraciones en ella y que, además, se hayan generalizado  incorrecciones al mencionarlas. El estudio de las colaboraciones de Ganivet  permite tener un conocimiento más certero de esa cabecera cuyo estudio es  capital para una cabal comprensión del fin de siglo. En este artículo se
examinan, además, los textos de forma autónoma; se analiza cómo fueron  y cómo comenzó la relación de esta revista con el escritor de Granada, lo  que ésta supuso para su carrera y la interpretación que desde ella hicieron  de su muerte.

En el ambiente finisecular de la España decimonónica pleno de pesimismo, provocado por la pérdida de las últimas colonias ultramarinas, los intelectuales españoles se lanzaron a la búsqueda de las claves de la decadencia del país; si se consultan los manuales escolares de Historia utilizados años después -manuales que acabarían creando estado de opinión al respecto-, se aprecia el resultado de las elucubraciones de estos pensadores, que pretendían, en especial, fundamentar dicho desastre en una suerte de forma de ser de los españoles del pasado o, dicho de otro modo, intentaban explicar el proceso histórico a partir de una especie de psicología colectiva hispana.
Una de las explicaciones más curiosas sería la ofrecida por el intelectual granadino Ángel Ganivet.

Angel Ganivet es visto como uno de los miembros de la Generación del 98. Por su prematura muerte en el año 1898, quizá sea más bien un precursor. En parte por su trabajo como diplomático en Amberes y Helsinki, fue un pensador cosmopolita. Publicó una novela curiosa sobre la conquista de una colonia africana imaginada y varios ensayos, tanto sobre su Granada natal como la vida cultural de Finlandia. Su obra más conocida es Idearium Español (1897), donde se anticipa al nacionalismo integral de algunos de los miembros más importantes de la Generación de 1898. Este capítulo contiene un análisis cronológica de todos los escritos de Ganivet, enfocado en sus implicaciones políticas y situándolo en su contexto intelectual europeo.

Algunas de las obras analizadas en este capítulo son:
Angel Ganivet, España filosófica contemporánea (1889).
Angel Ganivet, Granada la bella (1896).
Angel Ganivet, La conquista del reino Maya por el último conquistador Mío Cid (1897);19 novela.
Angel Ganivet, Idearium español (1897).
Angel Ganivet, Cartas finlandesas (1898).
Angel Ganivet, El escultor de su alma (1898).
Angel Ganivet, Los trabajos del infatigable creador Pío Cid (1898).
Angel Ganivet, Hombres del norte / Porvenir de España (1898).

El deseo de regeneración de la vida espiritual y cultural de su ciudad natal de Granada mueve a Ángel Ganivet continuamente a espolear la peculiar idiosincrasia del grupo de amigos y cofrades. Se trata de una lucha de la voluntad contra la lánguida indolencia. Así, Ganivet supervisará desde la distancia y atentamente todo el proceso de edición de un libro, cuyo nacimiento se revela largo y parsimonioso, y que no verá la luz más que tras la muerte de su mentor.
El emocionado recuerdo de quien tanto luchara por elevar el clima cultural de Granada y, probablemente, el deseo de estar a la altura de las esperanzas que en ellos había cifrado Ganivet, posibilitará el nacimiento, un año más tarde, en junio de 1900, de la que se podría considerar, a todas luces, una obra póstuma de la voluntad ganivetiana. Se trata de la publicación Idearium , revista quincenal de composición esmerada y edición exquisita, con clara influencia visual del modernismo, con la que los escritores de la Cofradía del Avellano, y algunos otros incorporados con posterioridad, parecen demostrar que han aprendido la lección que Ganivet pretendía inculcarles, realizando un considerable esfuerzo por revitalizar la vida espiritual granadina y sacarla de su prosaísmo y apatía. Idearium significó un intento notable de renovación y de incorporación receptiva a las corrientes artísticas surgidas con la crisis de fin de siglo, en las que también estuvo inmerso el propio Ganivet.

Discurso de ingreso en la Academia de Buenas Letras de Granada de Richard A. Cardwell como académico correspondiente por Nottingham (Reino Unido), centrado en el modernismo/simbolismo y en concreto, en tres autores: Ángel Ganivet, Nicolás María López y Federico García Lorca. Contestación a cargo de Amelina Correa Ramón

Ángel Ganivet serves as an important political, philosophical, and literary voice in late 19th century Spain. According to certain critics, he serves as a transitional voice between the 19th and 20th century philosophical and literary voices in Spanish nationalist discourses.

In this project, I trace his philosophical development from a localized, regional focus to the international considerations that characterize his later writings. I trace this through his early work of Granada la bella, about his hometown, through his sequential works, culminating in the posthumous publication of his letters with Miguel de Unamuno El porvenir de España. El porvenir de España emphasizes that, after the humiliating loss of the Spanish colonies in the Spanish-American War in 1898, Spain’s future glory is to be found in a focus on Africa.

I analyze how Ganivet reflects contemporary ideas in his early writings, and how these same ideas evolve as his posts as consular in Belgium and Finland give him an expanded global view.

My thesis is that the seed from which his later thought develops can be found in the Alhambra and the Islamic heritage of Granada. This early consideration of the Islamic past of Granada and Andalucía impacts his future international, political and philosophical interrogations.