Felipe IV De España

Revisión bibliográfica acerca de la Historia de la Monarquía Católica en conflicto con el Principado de Cataluña durante 1640 y 1714. Posteriormente se analizan las repercusiones de estos dos acontecimientos y su uso político por parte de las entidades soberanistas en la actualidad.

En el siglo XVII español, tan convulso para este país que veía avanzar la decadencia de su Imperio por diferentes frentes, acaeció un hecho histórico que contribuyó a este fin y que, no obstante, es plenamente desconocido por los lectores y amantes de la Historia: el intento de independencia de Andalucía, promovido por el IX Duque de Medina Sidonia en connivencia con otros nobles andaluces, con Portugal y con los países que entonces estaban en guerra con España (Guerra de los Treinta Años): Francia, Inglaterra y Holanda. Conocido a tiempo por el rey Felipe IV, pudo ser frustrado, aunque no se logró evitar el cambio de dinastía en Portugal.

RIVERO RODRíGUEZ, M.. The Dutch enemy, Count Duke of Olivares and the service of the vassals in the recovery of Bahia of Brazil. Eikón Imago, North America, 9, jul. 2020. Available at:
Este trabajo se plantea la lectura de “La recuperación de San Salvador de Bahía”, proponiendo una correspondencia entre el momento histórico del año 1625 con el de 1633, en el que se hizo el encargo de las pinturas del salón de los reinos. El acontecimiento tuvo un papel fundamental en la construcción de un proyecto de Monarquía que precisaba de un enemigo común para construir la solidaridad entre los reinos. Mal afianzada la unidad de las coronas de Portugal y Castilla, Olivares utilizaría las campañas de Brasil para exaltar esa necesaria cooperación, no sólo para la defensa común, sino también para desarrollar el proyecto de Monarquía Católica o Universal.
Palabras clave: Unión de las armas; Juan Bautista Maíno; Salón de los Reinos; Gaspar de Guzmán; Monarquía Católica.

„Para que el cercano parantesco se estreche con nueva afinidad entre su Cesarea Magestad y su Real Magestad de las Españas” (1647)

En la historiografía internacional generalmente se habla sobre la división de la Casa Imperial & Real de los Habsburgo a lo largo de los siglos 16 y 17. En este artículo intento analizar el tema desde el aspecto jurídico, según las fuentes más relevantes como los testamentos de Carlos V, Felipe II, Felipe IIII y Felipe IV, los tratados de succesión, y las capitulaciones matrimoniales entre los Archiduques e Infantas. De ahí podemos constatar que la orden de la sucesión en la Monarquía Católica se puede poner en relación con la política matrimonial de los Habsburgo durante estos siglos. Pues la conexión entre la orden judicial de la sucesión, los matrimonios y la última voluntad del rey es muy evidente. Durante el siglo 16 la primogénita del rey español se casó con el hijo del rey húngaro. Aunque las infantas primogénitas se hayan casado con los reyes de Francia a lo largo del siglo 17, ellas fueron excluidas siempre de la orden de sucesión. Las segundogénitas contrayendo matrimonio con los reyes de Hungría muy al contrario, expresamente seguían dentro de la orden de sucesión. En pocas palabras según estos documentos y la cooperación estrecha entre las dos ramas de la dinastía, podemos notar que la Casa de Austria era mucho más unida que dividida.

García de Trasmiera, Inquisidor de Sicilia, aprovechó la revuelta siciliana de 1647 para impulsar un cambio de gobierno. Por lo general las revueltas en la Monarquía española atienden más a los sucesos de 1640 en Cataluña y Portugal o la revolución de Massaniello en Nápoles en 1647. En este trabajo se estudia la influencia que los sucesos de Palermo tuvieron en Nápoles y cómo a partir de la crisis del Mezzogiorno se produjo la reforma del gobierno de la Monarquía.

En este artículo se analizan las enormes dificultades a las que la Orden del Carmen descalzo se enfrentó en Tarazona (Zaragoza) para conseguir asentarse en la ciudad a lo largo del siglo XVII, más concretamente entre 1650 y 1680. Felipe IV y sus virreyes y, a su muerte, la reina Mariana de Austria y Juan José de Austria, se vieron involucrados en un ingente aparato burocrático, así como en ardides administrativos que, finalmente, permitieron a los carmelitas establecerse en suelo turiasonense. Abstract This article discusses the enormous difficulties that the discalced Carmelite Order faced in Tarazona (Zaragoza) to get settled in the city throughout the 17th century, specifically between 1650 and 1680. Philip IV and his viceroys, and after his death, Queen Mariana and John of Austria, were involved in a huge bureaucracy, as well as administrative schemes that ultimately allowed the Carmelites established in the city.

Tras Lepanto, la República de Venecia se había manifestado como un firme aliado del monarca galo en su enfrentamiento contra los Habsburgo por la hegemonía en Europa. No obstante, tras el estallido de la Guerra de Candía (1645-1669), la República se vio obligada a modificar su política respecto a la Monarquía Hispánica, cuyos intereses orientales eran mucho más similares.
El apoyo español a Venecia parecía lógico si tenemos en cuenta que los próximos puntos hacia Occidente eran las costas de Nápoles y Sicilia. Ciertamente, el Rey Católico se mostró dispuesto a contribuir con la causa veneciana. Sin embargo, a la hora de materializar estas ayudas, se demostró que Felipe IV era esclavo de una política dinástica que no le permitía hacer frente a otras empresas que no fuesen las propias.
Los venecianos, conscientes de ello, no dudaron en continuar sus buenas relaciones con la corte parisina, cuya amistad con el sultán podía serles también de gran ayuda. Así mismo, Francia ansiaba el fin del conflicto, con vistas a contar con el apoyo de la República en su guerra contra los españoles en Italia.
Pero los españoles no estaban dispuestos a permitir que la interferencia francesa pusiese en peligro sus posesiones en Italia. Tal vez por ello, se entienden algunas acciones hasta el momento impensables como el envío de un embajador a Constantinopla en 1650. Medidas que son una clara prueba de que, tras la Guerra de los Treinta Años, la filosofía política europea se fue modificando en un marco en el que el antagonismo religioso pasaba a un segundo plano.