Dialnet-LaCortesiaDeLaEnsenanzaDelELEALusofonos Artigo
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ESPAOL PORTUGUS
Yo Eu
T Tu
l, ella, Usted Ele, ela, voc
Nosotros, nosotras Nos
Vosotros, vosotras Vos
Ellos, ellas, Ustedes Eles, elas, voces
Al ver este tipo de cuadros el alumno puede llegar a deducir cul es la forma del espaol que se
corresponde con su equivalente en portugus, y por tanto, utilizando un mtodo tradicional de gra-
mtica traduccin, lo ms probable es que acabe produciendo oraciones sin xito como la que ejem-
plificamos1 en (Ib) donde mantiene la misma construccin sintctica que en su lengua materna
(sujeto-verbo-suplemento) o como la que aparece en (2b) donde cree que el equivalente para la
forma Voc sera Usted. De todos modos con una presentacin gramatical contrastiva como
Los ejemplos de la interlengua que presentamos a lo largo de este trabajo han sido seleccionados de las producciones
escritas de los alumnos de la licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidade do Minho durante el ao lec-
tivo 2004/2005.
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ACTAS DEL XVI CONGRESO INTERNACIONAL DE SELE
sta tambin podrn llegar a hacer otras construcciones de mayor xito como las que presentamos
en (3b).
2. Sistema verbal
ESPAOL PORTUGUS
Cant-o Cant-o
Cant-as Cant-as
Cant-a Cant-a
Cant-amos Cant-amos
Cant-is Cant-ais
Cant-an Cant-am
Al igual que con el cuadro anterior de los pronombres personales, el estudiante puede llegar a
deducir cul es la forma del espaol que se corresponde con su equivalente en portugus. Con esta
presentacin, tan slo se fijar en las diferencias ortogrficas de la segunda y tercera persona del
plural; y si contina utilizando ese mtodo tradicional de gramtica/traduccin, lo ms probable es
que nuevamente produzca oraciones sin xito como las que ejemplificamos en (4b) y (5b) u otras
con ms xito como en (6b).
3. Adjetivos posesivos
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LA COMPETENCIA PRAGMTICA Y LA ENSEANZA DEL ESPAOL COMO LENGUA EXTRANJERA
Lo mismo nos suceder cuando se les presenten cuadros como ste de los adjetivos posesivos,
aunque en este caso los aprendices lusfonos podrn visualizar dos tipos de adjetivos determinati-
vos posesivos en espaol frente al nico paradigma existente en portugus, por lo que tambin
podrn deducir que el funcionamiento no tiene por qu coincidir en ambas lenguas. Sin embargo,
se quedarn tan slo con la duda de cundo se utiliza el tipo-1 y cundo el tipo-2; y probablemen-
te, acabarn produciendo errores como los presentados en (Jb) y (8ft), o en otros casos oraciones
perfectamente gramaticales como en (9b).
Se pretende con esta comunicacin avanzar en los habituales anlisis contrastivos espaol/por-
tugus que se vienen haciendo estos ltimos aos y presentar un nuevo contraste que vaya ms haya
de la presentacin de las formas, es decir, que describa el funcionamiento de la lengua en la comu-
nicacin y que tenga en cuenta los parmetros que determinan la distincin social y sus manifesta-
ciones lingsticas, ya que es aqu donde ms evidentes se hacen las diferencias culturales en lo que
a normas de uso de la lengua se refiere y, por tanto, donde se manifiestan de manera ms clara los
fenmenos de interferencia pragmtica.
Conviene sealar que el portugus europeo es mucho ms formal que el espaol peninsular e
incluso existen varias diferencias pragmtico-culturales que sorprenderan a cualquier hablante
espaol si stas fuesen transferidas, como por ejemplo:
Santos Gargallo (1993) indica que la versin prctica de la lingstica contrastiva -donde encua-
draremos esta presentacin- busca tanto las diferencias como las similitudes entre pares de lenguas
con el propsito de aplicar los resultados al proceso de aprendizaje/enseanza de segundas lenguas.
Tambin es verdad que existe la falsa creencia general de que, cuando trabajamos con lenguas pr-
ximas como es el caso del portugus y del espaol, las semejanzas superan generalmente a las dife-
rencias. Pero, sin embargo cmo justificaramos hoy en da que, con esos continuos intercambios
entre los dos pases peninsulares o incluso entre Brasil y el resto de sus vecinos latinoamericanos,
continen sin entenderse? La respuesta a este interrogante puede ser tan simple como obvia, ya que
cuando escuchamos hablar a un italiano, a un rumano, a un portugus... -una lengua romnica en
general- los entendemos con mayor facilidad que si fuesen japoneses, rusos o rabes los interlocu-
tores; pero, si nos pusisemos a estudiar sus lenguas llegaramos a dominarlas? Probablemente no,
verdad? Lo mismo le sucede al estudiante lusfono cuando se acerca al espaol como lengua
extranjera. Entiende, pero no domina.
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No pretendo negar aqu que trabajar con lenguas prximas no favorezca la adquisicin en los
primeros estadios, al contrario. Prcticamente mi experiencia docente se limita a trabajar con este
colectivo, pero de todos modos conviene resaltar que la utilidad de esa proximidad va disminuyen-
do rpidamente a medida que aumenta la competencia de los estudiantes pudiendo incluso entorpe-
cer el desarrollo normal de la interlengua e incluso provocar su fosilizacin. La mayora de los estu-
diantes lusfonos no consigue avanzar en el proceso aprendizaje, sino que llega un momento que
fosilizan su interlengua haciendo de ella un sistema gramatical coherente, desarrollado, con reglas
propias. Y es que, si analizsemos detenidamente la lengua que utilizan los estudiantes lusfonos
cuando tratan de comunicarse en espaol (los ejemplos de Ib, 2b, 4b, 5b, Ib, W), nos daremos cuen-
ta de que realmente se trata de un sistema propio de ese grupo de estudiantes que en ocasiones puede
mediar entre los sistemas lingsticos del portugus y del espaol, e incluso algunas veces puede
separarse de ambos. Pero tambin es un sistema en constante evolucin y autnomo, porque se rige
por sus propias reglas.
Es curioso que los principales estudios que se han realizado sobre las formas de tratamiento en
portugus -Cintra, 1972; Jensen, 1981; Medeiros, 1985; Hammermller, 1993; Carreira, 1997-
hayan tenido su origen en interrogantes vinculados al empleo de esas formas por locutores extran-
jeros. Sin embargo, es tal la complejidad que nos presentan estas formas en portugus que no es para
menos. Incluso Carreira (1997: cap. 2) basndose en los estudios precedentes de Granier, 1984 o el
de Jensen, 1981 compara esta complejidad del sistema de las formas de tratamiento en portugus
europeo, variable segn la edad, el sexo, el parentesco o la categora profesional o social... con el
de algunas lenguas orientales como el japons.
En el caso del espaol y del portugus, aunque las dos lenguas se encuadren dentro del dominio
lingstico Ibero-romnico, esto no quiere decir que funcionen exactamente igual en todos sus para-
digmas y como veremos a continuacin ste ser uno de los campos donde ms se alejan.
Existen muchas lenguas que como el espaol utilizan dos formas de tratamiento diferentes: una
informal y familiar (t) y otra formal y de distancia (Usted). Conocer las condiciones de uso de las
diferentes formas es una necesidad fundamental para aquellos alumnos que provienen de lenguas
en las que tal distincin no existe. Pero dominar este aspecto es quizs ms difcil para los alumnos
en cuya lengua hay dos formas parecidas a las nuestras, ya que las condiciones con las cuales se
atribuye el uso de una u otra forma varan extraordinariamente de una sociedad a otra. (Escandell,
2004: 190).
Carreira (1997: cap. 2) propone dos ejes organizadores del conjunto de las formas de tratamien-
to: un eje vertical que rena diferentes jerarquas y un eje horizontal que se corresponda con el
grado de distancia o de familiaridad expresado o sugerido.
Escandell (2004: 191) tambin propone los dos mismos ejes sealando que la jerarqua est
determinada por la relacin vertical en funcin tanto de las caractersticas fsicas inherentes de cada
individuo (edad, sexo, parentesco, etc.) como de los roles sociales que tienen atribuidos y que resul-
tan relevantes para el intercambio (jefe, secretario, botones, etc.) Tanto las caractersticas inheren-
tes como los roles sociales pueden dar lugar a relaciones simtricas (coetneos, compaeros de estu-
dios, colegas de trabajo, etc.) o asimtricas (viejo/joven, cliente/empleado, mdico/paciente, profe-
sor/alumno, etctera) Sobre el eje de la familiaridad, Escandell aade que se trata de una relacin
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simtrica determinada por la relacin horizontal que establece el conocimiento previo (desconoci-
dos, conocidos, amigos ntimos etc.)
Efectivamente, como afirma Escandell, ste es uno de los problemas principales con el que nos
vamos a encontrar al comparar el espaol y el portugus, ya que en verdad el uso de la forma t
en ambas lenguas no coincide. El t en espaol es mucho ms habitual que en portugus y su uso
est ms extendido.
Carricaburo (1997: 9) dice que el uso del tuteo en espaol sirve para expresar la familiaridad, la
informalidad, la solidaridad (sta cuando el trato es recproco: entre pares o interclase, cuando
implica pertenencia a una misma ideologa, a la misma profesin, a grupos integrados como equi-
pos deportivos o escolares) y el acercamiento psicolgico o afectivo. Tambin aade Carricaburo
(1997: 9) que el t tambin puede responder a un trato no recproco, donde se polariza el Usted
en quien tenga mayor autoridad o jerarqua o ms edad. Prcticamente estos seran tambin los mis-
mos casos en los que se utiliza la forma vos tan difundida en gran parte del territorio hispanoa-
mericano.
Sin embargo, en portugus europeo no siempre coinciden estos usos ya que partimos de la exis-
tencia de otra forma de tratamiento, el voc, que, aunque imponga una mayor distancia o menor
familiaridad, la jerarqua puede ser la misma. As un hijo puede tratar a su padre por voc o puede
ser utilizado por ejemplo entre colegas de trabajo.
El problema que se nos plantea aqu es que al no existir un equivalente en espaol para ese
voc los alumnos intentan encontrar la correspondencia en el Usted y a pesar de que exista en
espaol un Usted solidario que se emplea entre iguales cuando se quiere mantener una distancia
o cuando entran en juego distintas variantes, (como podran ser la mayora de edad de un interlocu-
tor, pero el mayor prestigio social del otro), el uso comunicativo de la lengua espaola, por lo menos
en la variante peninsular, no lo aceptara con tanta frecuencia como los estudiantes lo usan. S podr-
amos aceptar excepcionalmente el otro Usted de solidariedad que puede expresar bien distancia
psicolgica, bien distanciamiento momentneo, como podra ser el caso de un padre en el momen-
to que est regaando a su hijo.
Los hablantes sabemos qu es lo que se espera de cada persona que represente un determinado
comportamiento en el discurso que utiliza, es decir, un determinado papel (Goffman, 1961). Parti-
mos del principio de que todos los estudiantes de ELE tienen su propia imagen pblica y que quie-
ren conservarla, al mismo tiempo que respetar la de su interlocutor. Realmente todos desarrollamos
en nuestra vida cotidiana un conjunto de papeles, bien sea porque la situacin en la que nos encon-
tramos lo requiere, bien sea porque intentamos crear determinada posicin ante los dems. De este
modo el director de un departamento internacional de cualquier empresa tendr que saber compor-
tarse de una u otra manera, as como comunicarse, con su director general, con sus empleados, con
su mujer, con sus hijos, con sus amigos o con el seor que todos los das le vende el peridico.
Uno de los aspectos ms relevantes que se presentan en el acto de la comunicacin es la dife-
rencia social que puede existir entre emisor y receptor. Este desequilibrio se refleja en frmulas y
expresiones de tratamiento que marcan tal distancia en el discurso. Son aspectos necesarios no slo
para el mantenimiento de las buenas relaciones, sino tambin para conseguir adecuacin y eficacia
en los mensajes. Gutirrez Ordez (2004: 547).
Desde una perspectiva que intenta simplificar y generalizar encontramos la equivalencia de ese
tu portugus, tambin del voc de la lusofona en el t espaol. Tambin se podra incluir en
este apartado la forma habitual de tratamiento en portugus europeo por el nombre propio. De este
modo dejaramos reducido el uso de Usted tan slo para todos aquellos vocativos que el portu-
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gus europeo puede expresar con diferentes frmulas como Dona Laura, o senhor, o senhor
Oliveira, o Doutor Carlos,2 o Engenheiro Lopes Vossa Excelencia o Vossa Senhoria.
Veamos los siguientes ejemplos donde los apartados de (a) representan la forma en espaol, los
de (b) la del portugus y los de (c) -slo en los ejemplos de 11 y 12- la forma de interlengua.
10. A un hijo:
a) Quieres un vaso de agua?
b) Queres um copo de agua?
12. A un amigo
a) Quieres un vaso de agua?, Nuno.
b) O Nuno quer um copo de agua?
c) *Nuno quiere un vaso de agua?
14. A un cliente:
a) Quiere un vaso de agua?
b) O Senhor Oliveira, quer um copo de agua?
16. A un ingeniero:
a) Quiere un vaso de agua?
b) O Senhor Engenheiro, quer um copo de agua?
Si estos problemas son los que encontramos cuando nos tenemos que dirigir a un solo interlo-
cutor, ms complicado ser el paradigma cuando nos comuniquemos con varios interlocutores al
En Espaa doctor o los ttulos acadmicos en general slo se emplean como vocativo para los mdicos. En cambio
en Mxico en el Ro de la Plata tambin pueden ser comunes los ttulos profesionales: licenciado, ingeniero, doctor,
arquitecto,... Carricaburo (1997: 60)
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mismo tiempo, ya que en espaol es tan fcil como tratar por vosotros o vosotras a todos aque-
llos que tratbamos en singular por t; sin embargo, aunque en portugus inicialmente esta fr-
mula funcionaba de la misma manera que en espaol, hoy el uso de vos est prcticamente des-
aparecido y ha sido sustituido por voces. Quiero decir, por tanto, que voces en plural no se
corresponder nicamente con el plural de voc en singular, sino que tanto puede ser el plural de
voc como el de t. Esto complica todo el sistema verbal, ya que hace que la segunda persona
del plural desaparezca del paradigma verbal recayendo sobre la tercera del plural. Sin embargo,
como veremos posteriormente, este sistema no afecta a los pronombres de implemento, de comple-
mento o de suplemento, ni a los adjetivos posesivos.
18. A Ana:
a) Quieres un vaso de agua?
b) Tu queres um copo de agua?
19. A Pedro:
a) Quieres un vaso de agua?
b) Tu queres um copo de agua?
Adelantaba antes que aunque voces sea equivalente en espaol a vosotros no afecta a los
pronombres de implemento, complemento o suplemento. Veamos algunos ejemplos de pronombres
de implemento, siguiendo con nuestros amigos Ana y Pedro de los ejemplos anteriores.
Complemento:
21. A Ana:
a) Te he comprado un regalo.
b) Comprei-te urna prenda.
22. A Pedro:
a) Te he comprado un regalo.
b) Comprei-te urna prenda.
Implemento
24. A Ana:
a) He ido al centro a buscarte.
b) Fui procurar-te ao centro.
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25. A Pedro:
a) He ido al centro a buscarte.
b) Fui procurar-te ao centro.
Suplemento
27. A Ana:
a) Jugar contigo.
b) Brincarei contigo.
28. A Pedro:
a) Jugar contigo.
b) Brincarei contigo.
Adjetivos Posesivos
30. A Ana:
a) Tengo tus llaves.
b) Tenho as tuas chaves.
31. A Pedro:
a) Tengo tus llaves.
b) Tenho as tuas chaves.
Sin embargo, aqu s entramos en conflicto con el uso del posesivo vosso, vossa.vossos, vos-
sos, ya que en ocasiones es utilizado como formal, con distancia y sin familiaridad y sin embargo
no debera ser as utilizado. Veamos la siguiente carta (33) como ejemplo:
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33-
Excelentssimos Senhores,
Venho por este meio comunicar-lhes que a nossa empresa vai realizar no prximo 23 de Maio
pelas 16:00 urna recepgo para todos os nossos clientes. Temos por tanto o prazer de convid-los
e gustaramos de contar com a vossa presenca,
Atenciosamente,
Eng. Gonqalves
Reparemos aqu en este uso del posesivo final. Todas las marcas lingsticas sealadas en negri-
ta en el texto nos indican un excesivo grado de formalidad. Sin embargo el posesivo final no se
corresponde con la forma de tratamiento inicial o con los clticos de complemento o implemento.
Este uso de los posesivos en espaol como transferencia lingstica negativa del portugus puede
ser uno de los errores a tener en cuenta en el anlisis de la interlengua de los estudiantes portugue-
ses, adems de las habituales formas de la preposicin de + pronombre en lugar del posesivo corres-
pondiente, como ilustramos en 34c.
Todava podramos complicar ms el sistema si nos fusemos a la primera persona del plural, ya
que tanto en portugus como en la interlengua de los estudiantes lusfonos encontramos la gente
como sustituto de nosotros.
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CUADRO 1 T
CUADRO 2 USTED
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CUADRO 3 NOSOTROS
CUADRO 4 VOSOTROS
CUADRO 5 USTEDES
Forma de Correspondencia Correspondencia con Correspondencia con
tratamiento verbal pronombres de los posesivos
Implemento,
Complemento y
Suplemento
PORTUGUS Ossenhores Cantam - os, -as Seu, sua, seus, suas
-lhes
-prep.+ forma Deles, dlas
Vosso,a,os,as (cortesa)
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A modo de conclusin, aunque sabemos que tambin han quedado muchos aspectos pragmti-
cos fuera de este anlisis, recordaremos a Lado (1957) quien insista en la importancia de que el pro-
fesor de lengua extranjera conociese la lengua materna de sus alumnos para que de este modo pudie-
se proporcionar la explicacin o ejemplo ms adecuado. Aqu se apoya la tesis de Lado y se justi-
fica sobretodo en el caso de las lenguas prximas ya que si realmente ese profesor no conoce la len-
gua materna de sus alumnos no ser capaz de identificar cules son las transferencias lingsticas3
positivas que no debe de anotarse como un tanto y cules son las negativas en las que deber insis-
tir e incluso corregir. Era ste el nico objetivo que pretendamos en este artculo: alertar para el
diferente uso de las formas de tratamiento en portugus y espaol y rehacer los cuadros de la lin-
gstica contrastiva para que el profesor que vaya a trabajar con este grupo de estudiantes est pre-
venido y preste atencin desde un primer momento al diferente uso pragmtico de estas formas en
las producciones tanto orales como escritas de sus alumnos.
Bibliografa
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Segn T. Odlin, la transferencia lingstica es la influencia resultante de las similitudes y divergencias que presentan la
Ll y la lengua meta. sta puede ser negativa (interferencia) o positiva (el parecido entre determinados aspectos de la Ll
y la L2 facilita el aprendizaje de la segunda lengua).
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