Alegato Plan Cóndor - Víctimas: Nelson Santana Scotto y Otros
Alegato Plan Cóndor - Víctimas: Nelson Santana Scotto y Otros
Alegato Plan Cóndor - Víctimas: Nelson Santana Scotto y Otros
Son hechos delictivos que decimos ocurren todos los das, al punto que
los denominamos delitos comunes. Son hechos aislados que, en general, de
forma directa afectan a pocas personas.
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Los padecimientos comprobados en este juicio surgieron de un plan
sistemtico y racional para crear un modelo de sociedad, en el que se emple
toda la fuerza y logstica de un aparato de poder estatal para aniquilar a un
nmero indeterminado de personas.
All haba como un Universo con sus propios dioses. Los comandantes
de la SS que estaban encargados decidan quin iba a morir ahora, quin iba
a ser torturado. Nunca vamos a saber por qu pas lo qu pas en Auschwitz,
porque quien puede agregar y explicar ms son los perseguidores, no las
vctimas. Las vctimas tienen muy poco para decir. Yo creo que el ser humano
acta; y despus otro se pregunta por qu? No hay por qu
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Pero quien s lo tiene es el victimario: tiene un antes, yo voy a tomar a
esta persona, la voy a desvestir, la voy a dejar cinco das sin comer y sin
agua; y despus, lo voy a matar; o no.
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La guerra es algo ya de por s lo suficientemente horroroso como para
admitir el calificativo de sucia por aadidura. Esto es un eufemismo para
tratar de encubrir actividades propias de pandilleros antes que de soldados...
Se llega as, seores jueces, a la formulacin de una alternativa de hierro: O
no hubo guerra y estamos frente a una manifestacin de delincuencia
comn, o la hubo, y entonces enfrentamos a criminales de guerra.
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motivaciones o fines que pueden abrirle la posibilidad de la evasin
justificante.
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no solo no protegieron los derechos humanos de sus propios
ciudadanos sino que conspiraron para violar las normas internacionales de
recaudo: el derecho de asilo, la proteccin de refugiados
Sres. Jueces: el camino que nos llev hasta aqu fue tenebroso y
singularmente arduo.
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Tenebroso, porque transit dcadas de impunidad, en los que se
incumplieron mandatos constitucionales e internacionales.
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Si hay algo que la Historia nos ensea es que no se previenen nuevas
masacres tapando y disculpando las anteriores.
En ese contexto se origin esta causa a fines de la dcada del 90, a raz
de la querella presentada por los Dres. Pedroncini y Baign, quienes reunieron
algunas denuncias que daban cuenta de decenas de privaciones ilegtimas de la
libertad de personas de diferentes nacionalidades cuyos destinos no se
conocan, que habran sido vctimas de una coordinacin represiva sistemtica
regional cuyos efectos no haban cesado.
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Vase que en este juicio, de la misma forma en que ocurri en el primer
juicio ante este Tribunal por lo sucedido en Automotores Orletti, no podremos
acusar a uno de los imputados por su eventual contribucin a una asociacin
criminal aunque haya pruebas para hacerlo, porque esa conducta no fue
elevada.
Este error fue resaltado por varios testigos y hasta por un imputado en la
audiencia.
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A pesar de esto, con las limitaciones dadas por el objeto procesal y con
los medios disponibles, el debate intent abarcar el fenmeno Cndor en su
real dimensin. Para eso:
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Todo eso permiti superar visiones y enfoques parciales, puesto que se
intent; y se logr, representar la real magnitud de lo que fue la coordinacin
represiva regional durante Cndor, su proceso de gestacin y su anatoma
como marco funcional para el diseo de un tipo de sociedad, bajo el
argumento de la denominada LCS.
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Es un ejemplo de particular interaccin por un objetivo comn, que hizo
pasar a segunda plano las histricas hiptesis de conflicto entre diversos
pases.
Y como todo juicio, culminar con una sentencia: estamos seguros que
ser la corroboracin judicial de lo ocurrido.
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Que un Tribunal confirme en un proceso penal lo que ya todo el mundo
conoce o supone adquiere una importancia esencial en la acreditacin de la
verdad, pues la comprobacin de lo ocurrido se hace de acuerdo a los
principios que regulan el proceso judicial.
Creemos que este debate servir como punto de partida para el impulso
de investigaciones globales, que no se limiten para algunos casos y slo contra
algunos responsables, sino que se desarrollen investigaciones integrales que
permitan la persecucin y castigo de un universo coherente a la dimensin de
lo revelado en el juicio.
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Rol de las vctimas.
El camino para aplicar el Derecho fue, as, arduo. Y fueron las vctimas,
sus familiares y los denunciantes de todos los pases los que lo transitaron.
Nos expusieron lo que significa seguir viviendo sin conocer cul fue el
ltimo destino de un ser querido.
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Con la prueba reunida en este juicio intentaremos ahora explicar lo que
pas; y por qu pas.
Como recin mostramos, este juicio gira principalmente sobre dos ejes a
dilucidar, jurdicamente independientes.
Otro, determinar qu les pas a las vctimas que conforman parte del
objeto del Juicio; y si cada uno de los imputados tuvo algn tipo de
contribucin en los hechos que damnificaran especficamente a cada una de
las vctimas directas incluidas en este debate.
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Como consideramos que, ms all de la creacin de alguna herramienta
puntual, bsicamente se emplearon en esa coordinacin represiva las
estructuras existentes en cada pas pero bajo un marco de actuacin nuevo,
pasaremos luego a tratar mnimamente las estructuras de los respectivos
aparatos de poder de diversos pases y su adecuacin a Cndor, con la
siguiente aclaracin.
A esa altura ya habremos dado respuesta a uno de los ejes del juicio, lo
ocurrido a las vctimas; y habremos expuesto las premisas para la
demostracin del segundo de los ejes del debate, la verificacin de la
existencia de un acuerdo criminal. En ese momento lo concluiremos.
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El detalle del esquema expuesto indica desde ahora la primera pauta a
considerar: ninguna de sus partes es un compartimiento estanco sino que entre
ellas existe una relacin lgica y de imputacin y, a su vez, entre cada uno de
los puntos que toquemos: cada consecuente ser una derivacin necesaria del
antecedente expuesto.
1. Criterios generales.
Por el primero, los hechos pueden ser probados por cualquier medio de
prueba constitucionalmente vlido. Por el segundo, la apreciacin de los
documentos, de los testimonio y de los indicios no est previamente tarifada
por el legislador con reglas automticas, sino que es dejada libremente a los
jueces, cuyas conclusiones debern ser el fruto razonado de esas pruebas y
merced al empleo y con fundamento en los principios de la lgica, de las
ciencias auxiliares, de la experiencia, y del sentido comn1.
1
Fallos 326:1163; 321:2990
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En este debate las partes hemos acercado diverso tipo de pruebas; y en
este punto, el juicio tiene otra particularidad diferenciada.
2
CafferataNores, La prueba en el Proceso Penal, p. 94.
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En otras palabras: niegan los hechos negando verosimilitud a quienes
los sindican como responsables.
3
BARATTA, Alessandro, Criminologa critica y critica del derecho penal, Bologna, 1982, p. 75
quien sintetiza la idea original de SYKES y MATZA, Techniques of neutralization. A theory of delinquency,
American SociologycalReview, XXII, 1957, p. 664.
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Tambin que el argumento de la imposibilidad de identificar al enemigo
fue el que utiliz Herodes para ejecutar a todo los nios nacidos en Beln,
menores de dos aos.
En realidad, en tanto que los otros son tcnicas negadoras que tambin
ensayaran los nazis respecto del Holocausto, este es el argumento ms
original por su extrema perversin, pues alcanza una intensidad formidable
cuando un represor intenta deslegitimar a sus vctimas pretendiendo que stas
forman parte de una conspiracin poltica, y se autodenomina preso poltico.
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Pero si existen diferencias entre sus declaraciones es porque todos
mintieron, no importando si las diferencias realmente existen, si son
intrascendentes o si obedecen al punto de vista diferente en que apreciaron los
hechos.
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sntesis, lograban que las personas, simplemente, desaparecieran, con una
explcita motivacin intimidatoria.
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Por supuesto, resulta claro que el paso del tiempo puede influir en los
recuerdos, por ejemplo, en algunos casos desdibujando sus contornos, en
otros, deteriorndolos.
Pero tambin puede tener en otros casos un efecto inverso: no hay que
hacer mucho esfuerzo para advertir que el paso del tiempo incide
positivamente para la elaboracin de fuertes impactos emocionales
provocados por situaciones traumticas extremas: nuestro instinto primario de
supervivencia naturalmente tiende a bloquear tal tipo de recuerdos negativos,
que sin embargo pueden aflorar merced al transcurso de los aos o con el
auxilio de un tratamiento adecuado.
Estas premisas nos demuestran, entonces, que el paso del tiempo puede
tener influencia y que sta no siempre ser negativa; prevenido de tales
circunstancias, el legislador permite emplear manifestaciones anteriores para
auxiliar los recuerdos y para explicar posibles variaciones. Todas las partes,
incluso el Tribunal, tuvimos posibilidad de utilizarlas y, de hecho, las
esgrimimos cuando lo consideramos necesario.
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Pero hay otra premisa que se torna necesaria resaltar y que nos lleva a la
tercera pauta de evaluacin: la fragmentacin que han tenido las
investigaciones, extremo del que ya hemos hablado, implic un
ininterrumpido desfile de los testigos ante mltiples Tribunales que los fueron
convocando por dcadas, muchas veces de acuerdo al inters individual de
esas parcializaciones, sin someterlos a un interrogatorio global.
En todos estos aos se los fue convocando primero por un tema y luego
por otro, en causas diferentes con presupuestos investigativos diferentes o
hasta con imputados diferentes, an cuando los hechos fueran los mismos,
fueran similares o fueran conexos.
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Lo primero que debemos hacer es enumerar y describir sucintamente los
principales grupos documentales que fueron incorporados y que sern
analizados en este alegato. Son diez.
1. Documentos EX-DIPBA
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2. Documentos del Archivo del Terror.
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El tercer grupo corresponde a documentacin oficial de las Fuerzas
Armadas Argentinas. Aqu debemos tambin incluir los detallados informes
elaborados por la Direccin de Asuntos Humanitarios del Ministerio de
Defensa de la Nacin, que analizaron y correlacionaron la informacin
recolectada.
4. Documentos SIDE.
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Esta documentacin constituye una serie completa que da cuenta de las
actividades de un agente que acta fuera de su pas, dentro del Cono Sur y en
el marco de Cndor, lo cual la hace excepcional.
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Se trata de documentacin, organizada a modo de carpetas personales,
que da cuenta de gestiones realizadas por las vctimas, sus familiares u
organismos de derechos humanos que solicitan refugio ante ACNUR.
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Estos son, someramente, los grandes grupos documentales.
Consideramos necesario ahora realizar algunas observaciones generales sobre
la metodologa de trabajo que nosotros utilizamos y que entendemos debe
seguir el Tribunal.
Los documentos que utilizamos en este juicio fueron creados con otra
funcin diferente que ser prueba documental en un juicio de lesa humanidad.
Entonces, debemos mirar esos documentos pensando en para qu se
escribieron, qu es lo que se quera hacer constar o informar; qu es lo que
dice; y qu es lo que oculta.
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Siguiendo a Nazar, debemos verificar, por ejemplo, si es un documento
que proviene de un centro de documentacin, pues estos centros arman las
colecciones a partir de la clasificacin y seleccin de cualquier informacin
sobre un tema; y pueden contener documentacin original o copias que
provienen de otros acervos
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Finalmente, se debe contextualizar el documento. Si es posible, dentro
de una serie de otros documentos similares. Pero tambin, si se tiene esa
informacin, debe ser puesto en relacin con la situacin en que se escribi, el
momento general de la sociedad, del pas, de la ciudad, de la institucin. A
modo de ejemplo, al analizar los documentos de Arancibia Clavel de fines de
1977, aparecen una gran cantidad de reclamos que realiza a la jefatura de la
DINA por no estar recibiendo respuesta a sus reclamos. Esto se entiende si se
considera el contexto, que es el de la disolucin de la DINA y el surgimiento
de la CNI.
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Testigos expertos.
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El testigo lvaro Rico, declar sobre documentacin estatal de origen
uruguayo, obtenida de una gran cantidad de archivos estatales, policiales,
militares y de organismos de inteligencia tales como el Departamento III del
Servicio de Informacin y Defensa, al que perteneca el imputado Manuel
Cordero.
Informes.
Bibliografa.
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actores, como los victimarios. En cada caso, el Tribunal deber examinar estas
circunstancias a la hora de valorar este tipo de evidencia.
3. Interpretacin Integral.
4
Fallos 327:2660; 326:394; 325:1511; 323:3937; 323:1989; 321:3423; 319:1878, entre muchos
otros.
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Y tambin sabemos que la no existencia de prueba directa acerca de
ciertos sucesos caracterstica propia impuesta, como vimos, por la modalidad
clandestina empleada- no impide tenerlos por probados, cuando los numerosos
y concordantes indicios se concatenan en una nica lgica de actuacin.
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caso aislado y, consecuentemente, no pueden ameritar una visualizacin
parcial.
Por el contrario, establecer esa relacin ser prueba til tanto para
comprobar la existencia de la Asociacin Ilcita, como para establecer la
participacin de los imputados en esa Asociacin criminal
Est claro, as, que establecer ese tipo de relacin es una prueba. Por
consiguiente, los hechos individuales que conforman la plataforma fctica, si
bien importan un lmite cuantitativo a los fines de la acusacin y de la
mensuracin de las penas respecto de una persona determinada, no lo son para
construir un plexo probatorio, por cuanto en este aspecto son medios de
prueba, como lo son los testimonios, los informes y los documentos.
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persona determinada, sino tambin aquellos que, por diversas razones
(fallecimiento de imputados, separacin del juicio por razones de salud, etc.)
no podemos en la actualidad dirigir formalmente imputacin individual pero
que, sin embargo, permitan establecer esas relaciones. Y esas relaciones
debemos buscarlas, incluso, en otros hechos que se han comprobado en el
debate puesto que, insisto, pasaron a constituir medios de prueba tiles.
4. Participacin y Prueba.
a. Criterios de Responsabilidad.
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*As, para llegar a efectuarse un operativo, era necesario contar con
personal suficiente para asegurar estar permanentemente en condiciones de
poder realizarlo, sin importar el da, la hora y el despliegue de otros
operativos, ausencias, enfermedades, simples excusas o eventuales negativas,
porque el objetivo global as lo exiga.
*Y ninguno de ellos poda hacer nada, sin que todos hubieran sido
provistos del armamento, de las municiones, de los medios de comunicaciones
y de movilidad y de los dems elementos, incluida la alimentacin, que se
requirieran para el funcionamiento de todo el conjunto:
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a incrementar directa o adicionalmente el riesgo para los bienes jurdicos
avasallados.
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Las motivaciones fueron comunes. Histricamente, tambin lo fueron
las excusas.
b. Parte de Excusas:
Ralph Linton, antroplogo ingls, sostuvo que dos son las condiciones
que pueden encontrarse en todos los integrantes del reino animal: el instinto de
supervivencia, y la bsqueda de reconocimiento de los de la misma especie.
5
Hans Kelsen, Qu es la justicia?, Barcelona, Ariel, 1992.
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As, siguiendo a Garzn Valds, una manera de justificarse es alegar
que la situacin en la que hubo que actuar era ya calamitosa y que lo nico
que poda hacerse era optar por la calamidad menos grave.
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internacional cuya finalidad fue la eliminacin de valores aceptados como
absolutos
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Basta citar al respecto las palabras de Hanna Arendt:
A diferencia de lo que ocurre con las vctimas, que pese a al paso de los
aos y pese a la reiteracin de sus presentaciones, en lo esencial relatan
siempre las mismas vivencias, muchos de esos imputados fueron modificando
sus silenciosas posturas y/o cambiando radicalmente sus historias para
adaptarse, quizs porque perciben que ya las cosas se saben, el silencio no
basta y los testimonios de las vctimas y las expresiones, incluso, de otros
acusados, los complican.
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Otros quizs porque se dieron cuenta de que se iban sumando las propias
versiones de otros imputados. Las diversas declaraciones indagatorias que se
incorporaron al juicio, vertidas en otros procesos, son ejemplos de esta
afirmacin. Lo mismo ocurri en este juicio.
Es por ello que no todo lo que fueron diciendo es verdad, pero tampoco
todo lo que algunos dijeron es mentira: en este alegato interpretaremos las
diferentes versiones conjuntamente con el resto de las pruebas, para separar lo
verdadero de lo falso.
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Antes mencionamos que una de las caractersticas de este juicio es que
la mayora de las vctimas no son argentinas. Es claro que la nacionalidad
puede servir de indicio para establecer si en un hecho especfico existi
coordinacin entre las estructuras represivas de los respectivos pases y est
relacionado con la Asociacin Ilcita investigada.
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Las atrocidades que escuchamos a lo largo de todo este debate formaron
parte de una tecnologa de destruccin. Esa tecnologa fue nutrida por las
ideas y tcnicas desarrolladas fuera de nuestros pases, pero conscientemente
tomadas y ejecutadas por nuestros Estados.
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escrito por Comblin no es ms que una sistematizacin que proviene de la
lectura de publicaciones principalmente militares- y discursos de esa poca; y
de su propia observacin de la realidad.
Entre otras cosas, Prez Esquivel inform sobre las tareas del Servicio
de Paz y Justicia en la dcada del 70. Explic las propias, los viajes que hizo
y las detenciones que sufri junto a otras personas. Por las razones que dio,
interpret que todos haban sido vctimas del Plan Cndor.
Prez Esquivel explic que una de las detenciones que sufri ocurri el
12 de agosto de 1976 en Ecuador, junto a varios obispos. Los soldados que los
apresaron les dijeron que crean que eran un grupo subversivo que haba
entrado clandestinamente a Ecuador; y que la detencin la hacan por una
orden superior. Explic tambin que en determinado momento uno de los
religiosos se mostraba asombrado no ya por la detencin, sino porque el lugar
en que estaban era el mismo en el que, aos atrs, haba dado clases. Ese
religioso era Jos Comblin.
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Prez Esquivel concluy que el Plan Cndor se bas en la Doctrina de
la Seguridad Nacional.
Jos Comblin.
Para la DSN, la Nacin no tiene otra poltica que la guerra total a la que
el comunismo la ha condenado. Hay un nico bien que es la espina dorsal de
la Seguridad Nacional: es la supervivencia de la Nacin: Si le incomoda, borra
la Constitucin. Tambin borra la distincin entre poltica exterior y poltica
interior, puesto que considera que el enemigo est tanto fuera como dentro del
territorio. El enemigo es el mismo. Y borra tambin la distincin entre
violencia preventiva y violencia represiva.
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Se emparentan finalmente la Seguridad y el Desarrollo pues se sigue la
doctrina de McNamara, en tanto sostiene que
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Para Comblin, la ideologa de la seguridad nacional fue una doctrina
totalizante, fundada en el tiempo de la guerra fra y desempe para los
norteamericanos una doble funcin: interna y externa.
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y/o sicolgico de ambos pases, visando adems oponer la opinin pblica y a
la poblacin contra sus gobiernos
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Pero pese a ser un concepto abstracto, sirve para lograr la movilizacin
total: Comblin seala, recordando los nuevos elementos introducidos por las
primeras guerras nacionales revolucionarias, que:
De all parte la idea de guerra total, que es una nueva forma de guerra
absoluta, la cual debe prepararse mediante la formacin sistemtica del
pueblo, pues la guerra debe ser el acto total del pueblo entero. As, con citas
del General brasileo Golbery y del propio Pinochet, muestra como la guerra
contra el comunismo pasa a ser la guerra por la supervivencia de occidente,
una guerra absoluta, pues contra l slo se puede concebir una guerra de
eliminacin total.
Para la DSN, la guerra fra es una nueva forma de guerra. Como es una
guerra y no una simple amenaza, deben aplicrsele todas las caractersticas de
una guerra y responder a esta nueva situacin con una estrategia apropiada. Y
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como es permanente y evita la confrontacin directa, se libra en todos los
planos, no slo en el militar. La DSN es la respuesta a este tipo de guerra.
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Se interpreta entonces que se pueden obtener los mismos efectos por el
contra terror. Describiendo la doctrina de la Escuela Francesa y la importancia
que en este tipo de lucha se da a la inteligencia para la deteccin del enemigo,
al que conciben sin rostro, que est en todas partes, camuflado con la
poblacin, Comblin dice:
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La lite de las Fuerzas Armadas se dedica a !a inteligencia. La
inteligencia es el arma que atrae a los mejores talentos y tambin a
losambiciosos, puesto que es de los servicios de inteligencia que salen los
militares destinados a los ms altos puestos del Estado
Horacio Ballester.
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Segn Ballester, esa doctrina surgi en la denominada guerra fra y en la
concepcin norteamericana de considerar al resto del continente como el patio
de atrs; y fue el resultado de la firma de una serie de acuerdos internacionales
y de la costumbre. Dijo tambin que todo comenz en enero del ao 1942 en
la ciudad de Ro de Janeiro, donde se reunieron los cancilleres y resolvieron
crear una junta de especialistas a fin de estudiar la defensa del continente
americano. Destac la firma del Tratado Interamericano de Asistencia
Recproca (T.I.A.R.) en 1946, el cual estableci que el ataque de una nacin
extra-americana contra una americana deba ser considerado un ataque contra
la totalidad de las naciones del continente; y la creacin de la OEA en 1948.
Ballester indic que el armamento que prestaba Estados Unidos era apto
nicamente para la represin interior, pues se trataba de armamento porttil,
medios de comunicacin y de transporte; pero no as otros elementos como
artillera, tanques y todo lo que hace al desarrollo blico. Relat luego otros
antecedentes, sobre los que abundaremos luego.
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Yendo ahora s a sus caractersticas, Ballester expres que en la
Doctrina De Seguridad Nacional existe una sola hiptesis de guerra: Oriente
contra Occidente. El enemigo, acorde a sus postulados, es el Movimiento
Comunista Internacional.
Para esta doctrina, el enemigo interior es todo aquel que tuviera ideas
sociales, que planteara la redistribucin de la riqueza; todo lo que se desarrolle
en contra de los intereses del capital transnacional compaas
estadounidenses- y el neoliberalismo.
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teatro de operaciones una parte de un territorio de una poblacin que haba
sido tomado por la subversin, territorio que haba que recuperar.
Coronel Garca.
Auel explicaciones:
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La desesperacin de los cuasi estados es tomar experiencias ajenas.
Pero se toman experiencias equvocas. La experiencia francesa es la lucha de
irregulares no revolucionarios, son guerras independentistas. Hay una
diferencia cualitativa enorme.
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textos de estudio y de difusin en escuelas militares de la regin. Veremos que
la misma doctrina les sirve de fundamento; y que es invocada explcita o
implcitamente.
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es lo que quiere decir que su error sea intrnseco y, por eso mismo, global, en
trminos que no cabe con l ningn dilogo o transaccin posible.
Por una parte, infiltra los ncleos vitales de las sociedades libres, tales
como los centros universitarios e intelectuales, los medios de comunicacin
social, los sindicatos laborales, los organismos internacionales, incluso
los propios sectores eclesisticos.
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Ante la evidencia de esta agresin permanente, estamos abocados al
imperativo de dar una respuesta enrgica y realista, para resolver con xito el
verdadero dilema de nuestro tiempo: o totalitarismo o libertad.
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Segunda Guerra Mundial, en que las nuevas modalidades de los
conflictos daban adicionales amenazas a la seguridad de las naciones.
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Y sostuvo lo siguiente, de singular importancia para determinar la
existencia de similitudes entre diversos Estados en oposicin, extremo que
indicamos debamos examinar:
Para muchos resulta difcil admitir que el mundo est viviendo una
situacin de guerra permanente
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siendo esta ltima un concepto ms amplio, pues abarca adems de la primera,
los aspectos psico-sociales, la problemtica del desarrollo y la estabilidad
interna.
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cuyo fundamento poltico-social-econmico proviene de la accin
sobre las masas populares, de elementos activos, sostenidos y apoyados de
varias maneras por el comunismo internacional, que tiene por finalidad
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desde fines de la dcada de aos 50 el Ejrcito Argentino se vena
preparando; sobre la base de, tambin cito, un cuerpo doctrinario
constituido por numerosos reglamentos militaresLas fuerzas iban a operar
segn lo que durante aos haban ejercitado. Uno de los reglamentos, el RC-8-
2 daba las caractersticas de la Guerra Revolucionaria. Fue editado en
1969, termina diciendo.
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"No como un medio para mantener inclume la soberana territorial
detrs de fronteras rgidamente amojonadas, sino como una situacinen la
cual los intereses vitales de la Nacin se hallan a cubierto de interferencias y
perturbaciones internas o externas, violentas o no violentas, abiertas o
subrepticias que pueden neutralizar o postrar el desarrollo, y por ende la
existencia misma de la Nacin o su soberana...
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como resultado de ello, que los militares continuarn exigiendo un mayor
papel en el desarrollo econmico de la nacin.
Estas citas son suficientes para indicar que la DSN y sus axiomas eran
objeto de estudio en las escuelas militares de la regin y que las fuerzas
armadas y de seguridad de cada pas se ejercitaban para operar de acuerdo a
sus postulados.
Doctrina francesa:
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Tanto es as, que Comblin las enlaza ya en 1977. Dice:
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Est claro que no fueron los militares franceses quienes inventaron la
tortura, pero la batalla de Argel marc un hito en su utilizacin ya que, como
explica la investigadora francesa Monique Robin, por primera vez se la
acepta como un mtodo de guerra, recomendado por los jefes militares y
aprobado por los responsables polticos, al punto de convertirse en el arma
absoluta de la guerra antisubversiva, al final de un proceso de legitimacin
tanto terico como prctico.
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actividades condenables, sobre los individuos que forman parte de la
organizacin clandestina y sobre el funcionamiento de ella?.
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Seal que la instruccin de los ejecutores de la primera lnea, de los
que estaban ms abajo, se haca en la denomina Escuela de las Amricas, la
que en ese momento estaba ubicada en la zona del Canal de Panam,
aclarando que hubo una poca donde iban a cursar estudios all todos los
subtenientes del ejrcito durante quince das, luego de recibirse. Entre otros,
fueron all destacados Galtieri y Banzer, el ex presidente de Bolivia.
Refiere Ballester que esa doctrina se fue completando con los ejercicios
conjuntos, organizados por tropas de los Estados Unidos y de otros pases, con
el fin de atacar al enemigo interior. En esos ejercicios las fuerzas armadas
nunca eran utilizadas en su funcin especfica, como elementos de disuasin
para un enemigo exterior
Ballester hizo mencin de las diversas reuniones que los pases fueron
realizando por cuestiones de Seguridad al punto que, en una de esas reuniones,
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se produjo una derivacin inesperada, por la cual el General Pinochet propuso
la denominada Operacin Cndor.
Reglamentos.
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El interrogatorio deviene de hecho en el eufemismo ms comn para
hablar de tortura, pero tambin se usan palabras como persuasin,
interrogatorios estrictos o reforzados, bajo coaccin, actividades de
inteligencia, etc. etc.
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consagrada a una representacin terica de la guerra revolucionaria
caracterizada como permanente, integral, universal y multiforme.
Accin Psicolgica.
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Desaparicin de personas.
Final.
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personas, a la vista de la comunidad internacional. Las crticas hubiesen sido
devastadoras. Era ms razonable desaparecerlos.
Esto nos lleva a que no debemos olvidar que para que los planes
pudieran llevarse a cabo, las autoridades militares dispusieron el secreto de su
accionar y otorgaron impunidad a sus agentes; para lo cual incluso dictaron
normas jurdicas que garantizaran esa impunidad.
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Como dijimos al comienzo, en este juicio se represent la real magnitud
de lo que fue la coordinacin represiva regional antes y durante Cndor, su
proceso de gestacin y su anatoma; y su utilizacin como marco funcional
para el diseo de un tipo de sociedad.
En este caso, una necesidad manifiesta, por parte de quienes fundan este
marco, de maximizar los resultados de la denominada LCS en el nivel
regional.
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Pero no hay Cndor antes de la reunin de Santiago de Chile de fines
de noviembre de 1975.
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4) Sin embargo, debemos recordar que esta coordinacin se produjo
entre organismos represivos que, en ltima instancia, son nacionalistas. Y que
aunque adoptaron la DSN como rectora de sus prcticas y dieron primaca a
una nueva hiptesis de lucha, la del enemigo interno, siguieron adhiriendo a
las hiptesis clsicas de conflicto. Esto gener una contradiccin insalvable
que reemergi con el surgimiento de conflictos entre las partes constitutivas,
como el conflicto por el Canal de Beagle, que trajeron a primer plano las
hiptesis clsicas de enfrentamiento cuando ese enemigo interno estaba
prcticamente destruido. Eso llev a que las prcticas de coordinacin en la
represin extraterritorial y transnacional en el marco de Cndor se hicieran
ms espaciadas.
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que se vuelve paranoia, que se asentaba en la hiptesis de existencia de una
Tercera Guerra mundial.
El objetivo de esta reunin era discutir las vas de accin a seguir ante la
evaluacin de que, segn Manuel Contreras y cito,
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presencia de representantes argentinos en las reuniones. Como se lee en
memorndum 94K, del 15 de marzo de 1976 de Arancibia Clavel,
Lo que sabemos hoy, mucho de lo cual fue ventilado en este debate casi
cuarenta aos despus, implic un largo recorrido. Cndor naci siendo un
acuerdo secreto.
Contexto
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Por otra parte y como ya dijimos, Cndor debe ser examinada en un
contexto.
El caso de Paraguay debe tratarse aparte, porque si bien dio lugar a una
dictadura de viejo tipo, patrimonialista, a la manera de las dictaduras
centroamericanas, cuando avanz el proceso de toma del poder por las
instituciones militares de la regin, Paraguay termin alinendose y adoptando
la ideologa de poca y prcticas similares. Y tambin, con sus
particularidades, se insert en las redes de coordinacin represiva regional.
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Volviendo al ciclo de dictaduras, la fase represiva inicial que todas
atravesaron dio lugar a un proceso de destierros polticos y, de manera
paralela y en algunos casos complementaria, al surgimiento de identidades
exiliares, en pases limtrofes, siguiendo la tendencia histrica.
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Para las dictaduras, las prcticas de activismo y de denuncia en el exilio
implicaron un riesgo, porque los opositores se encontraban fuera de su mbito
natural de injerencia. Ms todava en cuanto la denuncia tuvo impacto en la
opinin pblica internacional y dio lugar a la condena y a sanciones
econmicas contra esas dictaduras.
Entonces, hemos visto hasta ac que dictaduras con una base ideolgica
y doctrinaria compartida y con problemas comunes, decidieron ir un poco
ms all de las prcticas de coordinacin represiva desarrolladas hasta fines
de 1975; y decidieron avanzar hacia un momento superior en la
coordinacin represiva.
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pregunta que debemos contestar es por qu Manuel Contreras, director de
la DINA chilena, fue quien dio el paso para que se tomara la decisin de
crear la Operacin Cndor.
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a Manuel Contreras Seplveda. Algunos de los miembros de mayor jerarqua
de la DINA, como el coronel Pedro Espinoza, luego subdirector de la DINA,
participaron de la Caravana.
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Ya en octubre de 1974 comenz a perfilarse lo que sera el modelo ms
permanente de represin. A la vez que se vaciaban los campos de
concentracin y comenzaba la poltica oficial de destierros y relegamientos, se
organiz la Direccin de Inteligencia Nacional (DINA) y junto a esta, el
dispositivo represivo clandestino centralizado que primar a partir de ese
momento, estructurado en torno a la obtencin de informacin por medio de
tortura, la desaparicin de personas y el establecimiento de centros de
detencin.
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consolidar su hegemona sobre el resto de los actores que intervinieron en el
golpe de Estado y consolidacin de la dictadura.
Esto est relacionado con las caractersticas del exilio chileno. Se trat
del exilio de los principales cuadros de un gobierno, de los mximos
representantes del arco poltico y de los principales dirigentes de los partidos y
organizaciones de izquierda. Este carcter marcadamente poltico y masivo
permiti tender puentes con sus partidos pares en los pases de acogida, con
los organismos internacionales y con los gobiernos extranjeros.
Para esto, segn sostienen tanto John Dinges como Patrice McSherry en
sus libros, Pinochet, sirvindose de la DINA, extendi dos redes para operar
en el exterior: una en la que enlaz a grupos de extrema derecha, que luego se
convirtieron en su brazo ejecutor; y que incluy a grupos cubanos, italianos,
1. Antecedentes mediatos
Recomendaciones
b) Agregados militares.
2. Tambin los archivos del terror conservan muestras del activo papel
desempeado por los agregados militares paraguayos en lo que hace al
enlace de coordinacin de inteligencia.
As, tenemos:
c) Intercambio de informacin.
Rubn Prieto Benencio, que estuvo entre los detenidos en ese hecho, en
su declaracin ante este tribunal sostuvo que cuando se produjeron las
detenciones pudo identificar la presencia de uruguayos entre los
interrogadores.
Lo que muestra que se trata del mismo listado, que fue procesado por
ambas fuerzas, es que errores de escritura de los apellidos del documento
Otra prctica que se utiliz antes de la firma del acuerdo que cre a la
Operacin Cndor fue el traslado transfronterizo de exiliados y su asesinato en
el pas de origen.
En los memos utiliza una serie de palabras clave, como facturas para
referirse a los muertos y restoranes cuando se trata de publicaciones. As, por
ejemplo, seala las facturas que acompaan a Colombo se pagarn en el
transcurso de la semana junto con 15 facturas argentinas.
El caso Silberman fue el primer intento de la DINA por hacer pasar por
muertos en Argentina a desaparecidos en Chile, pero la DINA no logr el
impacto que esperaba en los medios de comunicacin
Antecedentes inmediatos.
Dice Ribeiro:
Punto 6
La Operacin Cndor
Pero los datos que podan aportar las vctimas eran de carcter
superficial, en el sentido de que hablaban de los efectos, de la materializacin
de las relaciones de coordinacin represiva, pero no de los procesos
institucionales de las que dichas relaciones se derivaban.
Lo que queremos sealar con todo esto es que, con toda la informacin
disponible hoy en da, no podemos partir del documento de Scherrer para
definir la Operacin Cndor. Esto no quita que sea de utilidad para mostrar un
momento en su evolucin.
h) recibir a las personas que estudiaron los temas tericos del sistema
referidos al banco de datos y transmisin de antecedentes
Est claro que este documento nos est hablando solamente de los
aspectos prcticos de la puesta en funcionamiento de la Operacin Cndor en
lo que hace al intercambio de informacin. En estos documentos no qued
registro de su dimensin operativa, que es algo que si recogen los
documentos norteamericanos y sobre lo que volveremos luego.
Lo que sigue ahora es la bsqueda por comprobar que todo aquello que
se propuso fue llevado a trmino. Como ya explicamos, siempre que sea
posible elegimos ejemplificar con documentos producidos por las dictaduras
de la regin, que dan cuenta de las prcticas vinculadas con Cndor.
Entre otras cosas, Fretes inform a White que los pases seguan en
contacto utilizando el sistema de comunicaciones de los Estados Unidos en la
zona del Canal de Panam, que cubra toda Latinoamrica. Este sistema de
comunicaciones, prosigui, era utilizado oficialmente por los oficiales
estudiantes para llamar a sus hogares en Latinoamrica, pero en el perodo
inmediatamente anterior haba sido puesto a disposicin de los pases que
luego fueron miembros de Cndor, quienes mantenan la confidencialidad
sobre el servicio de comunicaciones utilizando sistemas de codificaciones
bilaterales.
Resumiendo lo que vimos hasta aqu: en este juicio se prob que los
pases miembros de Cndor concordaron instalar mecanismos y sistemas
especiales de comunicacin; y que efectivamente los instalaron.
- Cndor 6 Bolivia
- Cndor 7 Ecuador
- Cndor 8 Per
- Condortel
El documento reza:
Al pie del documento, figura que transmiti Torres y que recibi 52229
Luego, hay otro conjunto de notas, que dan cuenta del circuito interno
de la informacin proveniente de la red Cndor, que se referir ms adelante
cuando analicemos el eslabonamiento de Cndor en el interior de cada pas.
6
El transmisor y receptor del documento estn ilegibles.
En este juicio tambin hay prueba que permite afirmar que este
aspecto se concret. Veamos entonces cul es esa prueba, refirindonos
primero a las reuniones multilaterales.
Paladino hasta ese momento haba sido jefe del SIE, el Servicio de
Inteligencia del Ejrcito. Al ser nombrado en al SIDE, ocupa su lugar el hasta
entonces segundo jefe, Carlos Alberto Martnez.
De esta manera, las dos jefaturas, que hasta ese momento haban estado
en manos de fuerzas diferentes, pasan a estar ambas en la rbita del Ejrcito.
3. Que dentro de las FFAA las reuniones no eran tan secretas como
suele decirse. Que el Coronel Tefilo Saa, jefe del rea II de la Subzona
Capital Federal y sucesor del imputado Humberto Jos Lobaiza, haya
realizado las manifestaciones del tenor que comprueba el memo de
Arancibia, permite afirmar que el conocimiento sobre la existencia de
Cndor bajaba por la cadena de mandos hasta quienes tenan a su cargo
el control de un espacio geogrfico determinado, es decir, al menos hasta
la Jefatura de rea y de Sub-rea, circunstancia que deber tenerse en
cuenta al momento de examinar las responsabilidades de buena parte de los
imputados de este juicio.
Por otro lado, las diferenciaciones que hacen los documentos entre el
grado de integracin de Brasil y el resto de los pases muestra que esos otros
pases, esto es Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, realizaban otro tipo de
acciones adicionales y no limitaban sus respectivas participaciones a
intercambios de informacin.
Entonces, lo que se observa es que cada uno de los pases adopt una
forma de organizacin propia para participar en la Operacin Cndor,
Esos tres niveles de enlace tenan relacin entre s; y los tres niveles
respondan a la jefatura del departamento exterior de la DINA.
1. Primera etapa.
Ms tarde, Ciga Correa fue contratado por la DINA para organizar junto
con Arancibia la Operacin Colombo con la que, como ya vimos, se quiso
hacer pasar como muertos en Argentina a 119 desaparecidos chilenos, en un
momento en que la estrategia represiva chilena pasaba de las detenciones en
grandes campos de concentracin y fusilamientos en masa, a los centros
clandestinos y la desaparicin de personas.
2. Segunda etapa.
3. Tercera etapa.
Entonces, en el caso de Arancibia Clavel vemos que los crculos por los
que se movi fueron amplios y vinculados a la Operacin o Plan Cndor.
Dice el documento
Bolivia.
Agreg luego, citando a otra fuente, que el papel del agregado militar
era importante, adems, sobre todo si el embajador no era un militar, porque el
agregado militar tena vinculacin directa con los mandos argentinos
Afirm Sivak por ltimo, que en el caso boliviano los indicios apuntan a
que el trabajo de los agregados militares consista en intercambio de
informacin y seguimientos a los extranjeros.
Chile:
Hemos visto en este apartado que este personal puede ser civil, tal como
generalmente ocurre con Embajadores y Cnsules; y tambin personal civil o
militar de inteligencia apostado en las embajadas o actuando como delegados
en sede de los organismos de inteligencia.
Como ya explicamos:
Definiciones Cndor.
Con esa aclaracin, debemos decir que entre los testigos expertos
existen diferentes puntos de vista sobre las causas que motivaron el
surgimiento de la Operacin Cndor; y esto est ntimamente relacionado
con la definicin de enemigo que construyeron las dictaduras de seguridad
nacional del Cono Sur. Ya hemos hecho referencia cmo se derivo esto de la
Doctrina de Seguridad Nacional. Veamos entonces qu dijeron los testigos.
Stella Calloni afirm que Cndor surgi siendo una operacin elitista,
orientada a la desarticulacin de opositores pblicos y cit los nombres de los
grandes estadistas que, para ella, fueron las vctimas de Cndor: Prats,
Letelier, Leighton, Altamirano, Monseor Romero.
Es decir que, para Calloni, surgi como un plan elitista, pero luego fue
ampliando sus horizontes, incluyendo adems otros intereses, citando como
ejemplo la persecucin al PVP en Argentina, a la que atribuye intereses
econmicos, aunque sin precisar los fines de esos intereses.
John Dinges, por su parte, mostr puntos de acuerdo con Stella Calloni
en cuanto a que los blancos originalmente eran las cpulas, aunque en el caso
Por su parte, Boccia Paz concluy que fue una especie de cooperacin
internacional clandestina, en la que los ejrcitos del Cono Sur se pusieron
de acuerdo para utilizar claves, intercambiar informacin, realizar control de
personas y operativos conjuntos ms all de sus propias fronteras.
Por otro lado, para explicar la naturaleza de Cndor Carlos Osorio dijo
que se cea a un documento ya citado por las querellas, llamado la tercera
guerra mundial en Amrica del Sur.Sostuvo que los pases del Cono Sur,
ante una pretendida situacin subversiva e inestabilidad se juntaron en lo que
tambin poda convertirse en un bloque poltico, que tena como fin
erradicar la subversin, frase segn l cada vez ms que, en ese momento,
significaba erradicar a la disidencia no violenta de izquierda y centro
izquierda.
Sres. Jueces: En este juicio se prob que Cndor fue un sistema formal
de coordinacin, que facilit una cantidad de prcticas represivas.
Calloni seala que antes de esa fecha debe referirse a Pre Cndor y
para ejemplificar menciona reuniones bilaterales y entrega de prisioneros.
Por su parte, John Dinges dijo que se pueden fechar dos extremos para
dar cuenta del inicio de Cndor. El primero fue el operativo desatado en
relacin con la detencin de Fuentes Alarcn y Santucho en Asuncin del
Paraguay, a la que hicimos referencia en el punto anterior. Para Dinges, en ese
momento ya se pueden ver funcionando todos los elementos de Cndor. Y la
segunda es la reunin fundacional de noviembre de Santiago.
Fin de Cndor.
Agreg que la fase dos, es decir, las operaciones dentro de los pases
que forman parte de Cndor, se extendieron hasta ms o menos el 79 pero que
las operaciones en Mxico, Brasil y Argentina de comienzos de los 80 pueden
haber estado involucradas.
Dinges no refiri una fecha para esta ltima operacin de la fase 3, pero
esto se desprende de la documentacin incorporada que se refiere a
operaciones de fines de 1976. Es decir, Dinges no aventura una fecha, pero si
da cuenta de los ltimos indicios que establecen que la operatividad de
Cndor, al menos en sus aspectos mortferos, se habra prolongado hasta
comienzos de los 80.
I. Organizacin de la represin
Vamos a explicar ahora las bases sobre las que se planific y ejecut la
represin a nivel nacional, es decir, cul fue la organizacin y la modalidad
adoptada por las FF.AA. nacionales.
En esa poca haba once brigadas, las que tenan una organizacin
uniforme, cada una de ellas tena tres batallones de Infantera, un grupo de
Artillera, un escuadrn de Exploracin, una compaa de Ingenieros, una
compaa de Comunicaciones y un batalln de apoyo logstico
Agreg que
Sobre esto Ballester explic que adems del canal de comando, existe
el canal tcnico, que es por materia. Dijo que se da, por ejemplo, cuando el
Jefe de inteligencia de la Brigada habla con el Jefe de inteligencia del Cuerpo.
Por otra parte, ese mismo oficial, por pertenecer al canal tcnico de
inteligencia, reportar tambin a otros oficiales de inteligencia, que pueden
pertenecer a la Brigada, al Cuerpo, a un Destacamento de Inteligencia e
incluso al Batalln de Inteligencia 601.
Est claro que en su funcin principal, cotidiana, ejecuta las rdenes del
Comandante del Regimiento, impartidas a travs del Jefe de Estado Mayor, a
travs de la cadena de comando, pero como vemos, hay materias en las que
existen otro tipo de relaciones.
hay una situacin que se mantiene con el Jefe del Regimiento, toda vez
que l es responsable de la formacin y educacin militar en lo que hace a
la conducta y moral
De acuerdo con l, en trminos llanos, para que una Fuerza pueda ser
eficaz en su misin es preciso que sus recursos respondan a una sola cadena
de comando, porque de otro modo se generara confusin y sera imposible
llevar a cabo la actividad correspondiente.
Es decir, nos referimos a los decretos del PEN 1369/74 (que estableci
el estado de sitio), 261/75 (que dispuso la intervencin del Ejrcito en
Tucumn) 2770, 2771 y 2772 (por los cuales se instituyeron el Consejo de
Seguridad, el Consejo de Defensa, la subordinacin a este ltimo de la polica
federal y del servicio penitenciario, y la fatdica orden de aniquilar a la
subversin).
Esto, insisto, tena que ver con el rol preeminente que el Ejrcito
tradicionalmente desempe respecto de las dems fuerzas armadas.
Quizs estamos aclarando lo obvio, pero el Ejrcito era la fuerza que en ese
entonces tena la mayor cantidad de unidades, tropas y armamentos, ubicados
hasta en los lugares ms recnditos del pas.
b. El Golpe
3. Estructura represiva.
En todos los casos lo que se hizo fue montar sobre las estructuras
vigentes, una organizacin destinada al cumplimiento de la misin
represiva, que funcion de manera simultnea y superpuesta con la
administrativa, claro que adaptando aquello que fuera necesario adaptar en
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pos de la eficacia de la misin de aniquilamiento de la denominada
subversin.
Para citar slo algunos de ellos, por ejemplo, en el Informe del Grupo
de Trabajo sobre Archivos de las FF.AA. relativo al Colegio Militar de la
Nacin, se cita el documento de la Orientacin para el ao 1977 efectuada por
su entonces Director, que tiene un apartado sobre la llamada lucha la
subversin en el que se lee lo siguiente:
Para que esta intencin sea compatible con la misin de formacin que
tiene el instituto, afirma que se tendr en cuenta una separacin adecuada
de ambas actividades () no obstante, todos aportaran con su accin de
combate el logro del xito definitivo.
A los fines de lo que interesa en este punto, baste decir que la orden
dispona la intensificacin de la lucha contra la subversin para el ao 1977,
en el marco de lo cual especficamente adverta que la existencia de territorios
relativamente tranquilos en cuanto al accionar que llamaba subversivo, no
exima a los comandos y jefaturas pertinentes de la necesidad de aplicar en
toda su extensin el concepto y significado de la intensificacin de las
operaciones.
As, por ejemplo, se lleg a crear un rea all donde no haba una unidad
militar, por la simple razn de que en ese territorio resultaba prioritario el
ejercicio directo del control poblacional. Este es el caso del rea 400 (Zona
Zrate-Campana) que surge de la Orden Parcial 405/76 y a la que se refiri
especialmente la testigo Vernica Almada.
En virtud de ello haba una cadena orgnica que serva para llevar
adelante las operaciones militares que se le asignaban.
Literalmente dijo: "Es lo que la Polica llama las cuadrculas; slo que
son zonas con otra envergadura.
Sobre esto, Horacio Ballester declar que Jos Luis DAndrea Mohr
era un brillante oficial y que haba formado parte del CEMIDA, que escribi
libros muy importantes como Obediencia De(b)Vida y El Escuadrn
Perdido, algunos incluso con Mittelbach.
Ahora que hemos establecido cul fue la organizacin adoptada por las
Fuerzas Armadas para llevar adelante el plan sistemtico de represin en
nuestro pas, explicaremos cules fueron las funciones que desempearon los
responsables de las Zonas, Subzonas y reas, cules fueron las relaciones que
existieron entre ellos, y cul la estructura de inteligencia montada con esa
misma finalidad, lo que trataremos de manera separada para facilitar la
exposicin.
Y explica que una direccin centralizada implica que los esfuerzos que
se desarrollen en todos los campos de la conduccin nacional (poltico,
econmico, social y militar), sean coordinados y concurrentes y respondan a
objetivos claros y concretos, ya que de lo contrario se posibilita
Por supuesto, esto se haca con los matices propios del territorio que
tenan a cargo, lo que poda redundar en ms o menos recursos, o en algn
tipo de especificidad propia de la situacin existente en ese lugar, de lo que
dependa la divisin funcional de las tareas que en definitiva se estableciera en
cada mbito geogrfico.
Es por esto que las Directivas aclaran que debe quedar taxativamente
aclarado que el Ejrcito no cede en ningn sentido la jurisdiccin territorial
que le corresponde.
7
504/77.
Adems, deba brindar apoyo a las operaciones militares que por orden
del Comandante de Zona 1 o de un Comandante de Subzona ejecuten,
asignando personal y medios hasta su finalizacin.
Ahora bien, para llevar adelante esta misin, y al igual que los niveles
de comando superiores, esas Jefaturas deban realizar diverso tipo de
operaciones.
Ello, por supuesto, y por las razones que ya expresamos, sin perjuicio de
la responsabilidad que le cupo a los acusados que fueron Jefes de Zona y
Subzona, cuyos casos tambin sern tratados en particular ms adelante.
COTCE/COT
Por su parte, el COTCE, deba tambin contar en su poder con los datos
necesarios para contralor.
Para ilustrarnos acerca de las funciones de los COT, y con ello por
supuesto, de las de las unidades, especialmente las Jefaturas de rea,
contamos adems de la normativa, los informes y las declaraciones
mencionadas, con la documentacin relevada, entre otros, tambin en el
informe de la Escuela de Caballera de Campo de Mayo, rea 430, de la que
estuvo a cargo el acusado Feroglio.
8
Pg. 93.
9
Pg. 92/93 Informe.
rea liberada
Vale aclarar que esta fue una funcin de enorme relevancia para la
concrecin de los delitos que llev a cabo la asociacin ilcita que hemos
denominado Operacin o Plan Cndor, dado que garantizaba tanto la
ejecucin de las actividades de inteligencia que se realizaban en el terreno,
cuanto de los operativos de secuestro, independientemente de quienes
fueran los ejecutores directos de ellos.
De este modo, eran justamente estos jefes quienes, por ejercer ese
control, tomaran conocimiento inmediato de la ocurrencia de operaciones en
el territorio del que eran responsables, ya fuera a travs de las investigaciones
y patrullajes permanentes que realizaban, o por la denuncia de un vecino de
manera directa o a travs de la Comisara del lugar, o por prevencin policial.
Y esto, sin contar con los operativos de mayor magnitud, que tambin
fueron ejecutados por todos los grupos, tambin por los servicios de
inteligencia, muchas veces de manera conjunta con las fuerzas de seguridad y
armadas que eran responsables del territorio en cuestin.
Es por esto que era tan imprescindible que las Jefaturas de rea y
Subrea estuvieran enteradas de cundo, dnde y quines realizaran un
operativo en el territorio bajo su responsabilidad; y es por esto que es con ellas
con quienes deba coordinarse el rea liberada, coordinacin que alcanzaba
tambin a la Comisara del lugar
Y concluy:
5 Claro que estas reglas son para operaciones encubiertas porque para
las operaciones militares abiertas, el anexo establece que debe solicitarse que
la ejecucin sea realizada por la Zona o Subzona correspondiente al lugar.
10
En el punto Variantes referidas a la mecnica de coordinacin para operaciones de seguridad
(investigacin y detencin), se tratan dos variantes. En la primera, relativa al caso de que la operacin a
ejecutar se origine en un rea subzonal, se prev que la Jefatura de rea deber informar al Comando de
Subzona de quien dependa, la cual coordinar tal circunstancia con la Unidad Regional de la Polica que
jurisdiccionalmente corresponda. La segunda variante se presenta cuando la operacin a ejecutar se origina en
el COTI (Centro de Operaciones Tcticas y de Inteligencia) de la PBA, y se prev que es este organismo
determina la Brigada de Investigaciones que deber intervenir en el operativo, y coordinar con la Subzona
que corresponda su ejecucin. En cuanto a los niveles de coordinacin que regularn la tramitacin y
ejecucin de las operaciones de seguridad encubiertas, se dispone que la Jefatura de la PBA coordinar con el
Comando de Zona y las Jefaturas de las Unidades Regionales lo harn con los Comandos de Subzona.
Y todo esto coincide con los dichos del fallecido Otto Paladino
incorporados por lectura, quien, como sabemos, fue Secretario de
Informaciones del Estado durante 1975. Al respecto dijo que
Tan bien conoca Del Cerro lo que tena que hacer para evitar estos
problemas, que hasta record que la liberacin del rea se extenda por tres
cuadras a la redonda, tena una vigencia de 3 horas y deba renovarse si se
pretenda continuar, tal como dijimos que surge del acta acuerdo entre Riveros
y Surez Mason anexada a la Orden de Operaciones 9/77.
En esta denuncia ellos relataron los hechos que presenciaron durante sus
extensos cautiverios y los detalles del funcionamiento de los grupos represivos
que all actuaron, que llegaron a conocer merced a los trabajos que fueron
obligados a realizar por sus captores.
Entre ellos, vamos a mencionar aqu el reclamo que figura en Legajo del
Cabo Primero Anbal Omar D`Angelo, citado en el Informe relativo a la
Subzona Capital Federal de octubre 2012, en el que explica que fue Suboficial
destinado en la dcada del 70 en el Centro de Comunicaciones Fijo del
Comando Brigada X de La Plata, y que en ese carcter atenda, entre otras
cosas,
All explic que entre las funciones que desarrollaba deba tomar por
telfono los pedidos de rea libre para luego retransmitirlos a las comisaras
correspondientes. Asimismo, manifest que con cada pedido de rea libre se
efectuaba un informe, que luego se archivaban en biblioratos. Los pedidos de
rea libre, segn dijo, los hacan la ESMA, el Batalln 601, a veces
Comando de Institutos MM, y a veces otras reas, todos los cuales se
realizaban por telfono y en general casi siempre unas pocas horas antes del
operativo.
Esto demuestra lo que afirmamos al principio de este punto, esto es, que
todos los Jefes de Zona, Subzona, rea y Subrea, tuvieron
responsabilidad respecto de todos los secuestros y dems operativos
realizados en su jurisdiccin.
As, por ejemplo, poda ser que las vctimas se defendieran, que
estuvieran armadas, que fueran ms personas de las que tenan previstas, que
escaparan y comenzara una persecucin, etc.
Sobre ello, el Sr. Fiscal indic que de los lugares donde ocurrieron
cada una de esas muertes a manos de fuerzas militares, mencionados en cada
caso, se colige que ellas se produjeron dentro del radio de las reas que se
consignaba como responsable del ingreso del cadver y en el radio de las
Comisaras que se designaban en los registros de la Morgue, tal como surge
de los Anexos del Informe de la CONADEP.
Del informe invocado por el Sr. Fiscal como prueba de cargo surge que
la Comisara se dirigi a la Direccin Nacional del Menor y la Familia
Previa consulta a la Jefatura del rea II, Subzona Capital Federal del
Comando en Jefe del Ejrcito...
Recordemos que ese Regimiento era sede de la Jefatura del rea III de
la Subzona Capital Federal.
Todo esto, al igual que las dems operaciones que podemos calificar
como de apoyo o garanta, como vimos, se preparaban y coordinaban desde
los respectivos Centros de Operaciones Tcticas.
Por supuesto que nos referimos a una lgica de trabajo general de las
Jefaturas en todo el pas, y es por eso que dependiendo de la jurisdiccin de la
que estemos hablando, se observan variantes en este sentido.
General
Es por esto, seal, que alguien dijo fue una guerra de los tenientes
porque sin lugar a dudas fueron los oficiales de esa jerarqua que en su
Otro elemento que demuestra que las Jefaturas de rea realizaban por
s este tipo de operaciones, surge del Informe del Grupo de Trabajo sobre
Archivos de las FF.AA. relativo a la Escuela de Servicios de Apoyo al
Combate de Campo de Mayo, que fue cabecera del rea 470.
Otro pasaje que demuestra esto es aqul en el que la Orden refiere que
All obra un parte circunstanciado suscripto por Falcn como Jefe del
Batalln de Comunicaciones 601, Jefatura de Subrea 1131, que da cuenta de
un operativo realizado en septiembre de 1977 en Berazategui.
Pero eso no es todo. Dijimos que las reas incluso realizaban los
famosos lancheos. Esto, como sabemos, consista en obligar a un
prisionero a recorrer determinados lugares con el fin de que sealara a
personas que conoca para que stas tambin fueran capturadas.
Ahora bien, sobre lo dicho hasta aqu es necesario mencionar que varios
de los acusados, en diversas instancias del ejercicio de su defensa, incluso
reconocieron la realizacin de algunas de estas actividades, calificndolas
como legales.
Por otra parte, se han incorporado y hemos escuchado en este debate los
testimonios de investigadores y sobrevivientes de muchos de esos centros
clandestinos, que nos permitieron conocer con mayor profundidad las
condiciones que padecieron sus prisioneros, sus respectivas modalidades de
funcionamiento, las fuerzas o grupos que en ellos actuaban, y por supuesto, el
lugar geogrfico en el que estaban ubicados.
Lo que nos interesa en este punto es, como dijimos al principio, analizar
la relacin que, en trminos generales, existi entre estos lugares y las
cabeceras militares territoriales en las que estaban emplazados.
Por otra parte, demostramos tambin que esos jefes, a travs de los COT
que funcionaban en sus sedes, tenan sus tropas o al menos parte de ellas a
disposicin del apoyo que se pudiera requerir en el marco de un operativo que
tuviera lugar en ese territorio, o incluso para el caso de que se produjera una
persecucin que al menos en parte transcurriera por all.
En este sentido, la misma lgica cabe para los centros clandestinos que,
al igual que las unidades militares, eran susceptibles de ataques.
Cierre
Y continu argumentando:
Definicin. Relevancia
Ante tal magnitud y relevancia esa tarea ser llevada a cabo por las
estructuras normales del Ejrcito, pero tambin se contempla que, al no ser
suficiente el personal que reviste en las unidades y brigadas, puede
asignrsele nuevo personal o incluso darleapoyo a una unidad de
inteligencia.
Agreg que si bien haba un slo Batalln 601, contaba con diversas
delegaciones en cada nivel del Ejrcito. En sentido similar declar la testigo
Claudia Bellinghieri.
Esto surge no slo de los testimonios citados, sino tambin del artculo
3.002 del Reglamento de Inteligencia Tctica (RC 16-1), que en lo que aqu
interesa dispone cuatro cosas.
Del Informe relativo al rea 331 del Grupo de Trabajo sobre Archivos
de las Fuerzas Armadas, surge que a nivel orgnico, en el canal de comando,
la inteligencia funcionaba como medio de reunin de informacin para el
apoyo al combate, permitiendo a los oficiales encargados de las operaciones
contar con la informacin necesaria para planear los operativos: la definicin
del blanco, domicilio, actividades, etc.
Textualmente dijo:
Y continu:
Esto surge, tal como explic Vernica Almada, del Reglamento 9-1 de
Operaciones contra elementos subversivos donde se
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afirma que las Brigadas pueden ser reforzadas o pueden colocrseles
en apoyo destacamentos de inteligencia, (lo que) implica que el rgano de
Direccin, en el caso del apoyo, son las Brigadas.
caso del rea 400, la Orden Parcial n 405/76 especifica que una
seccin del batalln de inteligencia colabora con la inteligencia de Campo de
Mayo o de la Zona 4, que es la inteligencia orgnica del G2 del Comando de
Institutos Militares y los S2 de cada una de las Escuelas
Comunidades informativas
Funcionamiento concreto
11
RC-16-1 (1977), Cap. III, Secc. III, Ap. 3030.
Desde los COT se otorgaban las reas Libres para que se efectuaran
los Operativos. Es decir, no haba novedad operativa que no fuera
registrada, controlada y centralizada por los Centros de Operaciones
Tcticas (COT).
Este paso del material por la sede del rea, confirma nuevamente que el
circuito de la inteligencia inclua a las reas sin perjuicio de la actuacin de
las unidades de inteligencia, dado que all, en las reas y Sub-reas, era
donde se obtena la informacin proveniente del territorio, que luego era
procesada por las diversas instancias y distribuida en la comunidad de
inteligencia.
No hay dudas de que este era tambin uno de los mtodos utilizados,
pero eso no significa que el Jefe de un rea o de una Sub-rea, que tena la
responsabilidad no slo de prevenir supuestos hechos terroristas en su
territorio, sino tambin la de actuar ofensivamente contra la subversin, no
estuviera correctamente informado de cul era la situacin en su territorio.
En esto fue nuevamente claro Jos Luis Garca cuando afirm que el
secreto es para el enemigo", y que son pocos los casos en que la operacin
tambin lo es para el que agrega los elementos. Agreg que las rdenes
incluyen en su respectivo distribuidor a quin le llega, y us como ejemplo a
la Orden Parcial 405/76.
Esta variedad de contactos que tena Del Cerro en Capital Federal y los
diversos trabajos que reconoci haber hecho en apoyo de diferentes grupos y
estamentos militares, an cuando se deslig de su responsabilidad vinculada a
las torturas y desaparicin de personas, resultan concordantes con el resto de
los elementos incorporados al debate y demuestran que la coordinacin entre
fuerzas y organismos de diferentes niveles de comando era la regla, tal como
surge de la normativa que citamos y de las declaraciones de los expertos que
mencionamos.
Sres. Jueces: Es importante que queden claros los conceptos que hemos
desarrollado en este captulo porque muchos de los acusados sostuvieron que
en las unidades de la estructura orgnica operativa, en particular los
Comandos de Subzona y las Jefaturas de rea, no estaban vinculadas a la
ejecucin de tareas represivas (encubiertas) ya que stas, segn sostienen,
estaban a cargo exclusivamente de los elementos de inteligencia.
Sres. Jueces: hasta aqu llegaremos por el momento con el anlisis del
funcionamiento de la estructura represiva de nuestro pas y de la
responsabilidad que a partir de ella entendemos le cabe a los respectivos
Comandantes y Jefes de las estructuras territoriales, en relacin a las
privaciones ilegtimas de la libertad de las personas que fueron capturadas y
mantenidas en cautiverio dentro de los territorios de los que estaban a cargo,
que es una de las figuras penales por las que han sido acusados los aqu
imputados por el fiscal de instruccin.
Por las razones que ya expusimos, toda esta informacin, al igual que
ocurri con el resto del contenido de las Directivas del Comando en Jefe, fue
replicada en las rdenes de operaciones que sucesivamente libraron los
Comandos de Zona y Subzona.
Esta tarea, segn surge de este anexo, deba recaer principalmente sobre
la Gendarmera y la Prefectura Naval, con misiones complementarias de
control de la poblacin, ejecucin de procedimientos, vigilancia y traslado de
detenidos, mantenimiento del orden, etc., a cargo de las fuerzas policiales.
Pero adems de las rdenes que surgen de las Directivas y rdenes del
Ejrcito, se incorporaron otros elementos que demuestran que los Comandos y
Jefaturas territoriales, al menos hasta nivel de rea y Subrea inclusive, no
slo tenan conocimiento sobre la existencia de las redes de coordinacin
represiva montadas entre los pases de la regin en el marco de Cndor.
A fs. 197 Gutirrez declar que el motivo del viaje era tomar contacto
con una persona en territorio boliviano, la misma participara en un trabajo a
efectuar por la central, todo esto previsto a la aprobacin del Jefe de rea.
Es por esta razn que lo ocurrido en ese CCD y el rol represivo de ese
grupo, resultan representativos de los hechos cometidos por la asociacin
ilcita que est siendo juzgada.
Lo primero que tenemos que decir sobre esto es que, como bien
sabemos, este Tribunal, si bien con una composicin parcialmente diferente,
ya realiz un juicio en el que se ventilaron especficamente esos hechos y
dict una sentencia condenatoria contra algunos de los miembros de ese
grupo, sentencia que fue confirmada por la Alzada y que actualmente se
encuentra firme.
Por ese motivo es que en este acpite nos vamos a limitar a sintetizar los
puntos ms salientes a ese respecto y que a nuestro modo de ver resultan ms
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relevantes para las imputaciones de este debate; y oportunamente
analizaremos con mayor grado de detalle los eventos concretos que afectaron
a las vctimas, as como la responsabilidad que entendemos que en ellos les
cupo a los imputados.
Es en este contexto que debe entenderse la relacin que existi entre las
actividades de ese organismo, el SIE y los comandos territoriales del Ejrcito,
en el marco de los cuales actuaron grupos operativos integrados por miembros
de la SIDE.
1 B.O. 10/10/66
Por esta razn, destac que en aquellos lugares del territorio nacional
donde no tena recursos propios, requera la ejecucin de los operativos a las
jurisdicciones respectivas.
Por otra parte, en los lugares en los que los grupos de la SIDE, que eran
integrados tambin por miembros de la PFA, tuvieron una accin operativa
directa, se ha acreditado que actuaron coordinando rea liberada y apoyo
de distinta ndole con las jefaturas territoriales, a travs de las cadenas de
comando establecidas, todo de acuerdo con lo dispuesto en la Orden de
Operaciones 9/77, la que, sin perjuicio de su fecha de emisin, es un reflejo de
las modalidades que ya se venan empleando.
De la prueba surge que gran parte de las personas que all operaban
aparecen en los registros de la SIDE como parte del personal de la Base
ubicada en la calle Billinghurst 2457 de esta Ciudad, que fuera denominada
OT 1.
Por lo tanto las conductas que este grupo adopt en ese sentido tenan
una relacin directa con el cumplimiento de la misin que se les haba
encomendado. Son numerosas las pruebas que demuestran que elementos que
se les confiscaban a las personas secuestradas, eran luego utilizados por las
fuerzas para llevar a cabo sus actividades represivas, o se usaban para
financiarlas.
Ahora bien, a esta altura es posible afirmar que la existencia del centro
clandestino de detencin, tortura y exterminio conocido como Automotores
Orletti, tambin denominado por sus operadores como El Taller, El
Jardn, La Cueva de la va o La Cueva de Flores, y su emplazamiento en
la calle Venancio Flores n 3.519/21, entre las calles Emilio Lamarca y San
Nicols de esta ciudad, es un hecho notorio y no controvertido, razn por la
cual no vamos a detenernos en la prueba que da cuenta de ello.
Sin perjuicio de ello, debemos sealar que del Sumario Militar 4I7
surgen elementos que permiten acreditar que en el domicilio de la calle
Bacacay 4232 que fue utilizado como garanta para el alquiler de Orletti,
habra funcionado anteriormente tambin una base de la SIDE.
Una vez all, lo que ocurra normalmente era que eran llevados al
espacio de la planta alta del edificio que estaba destinado a los interrogatorios
bajo tortura donde haba una mquina con la que se colgaba a las vctimas,
hacindolas pender con sus brazos colocados por detrs, y que las bajaba y
suba provocando que tocaran con la punta de los pies el piso que haba sido
inundado de agua y sal gruesa.
En cualquiera de los dos casos, las condiciones en las que los forzaron a
permanecer eran completamente inhumanas, lo que constituy una pieza
esencial del funcionamiento de Orletti tendiente, en ltima instancia, a la
destruccin de la personalidad y a la desestructuracin de la identidad de los
prisioneros.
Cierre
No slo aqullas que fueron llevadas a ese CCD, el que, sin perjuicio de
lo paradigmtico que result para la ejecucin de la Operacin Cndor,
representa slo una parte de los delitos cometidos bajo el marco de esa
asociacin ilcita, sino los casos de todas las vctimas de este juicio.
Por razones expositivas, los hemos agrupado con criterios que atienden
a la nacionalidad de la vctima o al lugar en el que se produjo su desaparicin,
dando prioridad a la relacin que se ha comprobado que existi entre ese
suceso y otros que tambin forman parte del debate, ya sea porque las vctimas
pertenecan a la misma organizacin poltica, o porque se advierte que los
hechos pueden enmarcarse en una sucesin de secuestros determinada.
Es por esto que los casos de las vctimas de Orletti, que constituyen un
importante porcentaje del total de este debate, van a ser tratados en apartados
diferentes de acuerdo a esos criterios.
Para dar un adecuado contexto a todos estos sucesos, cada uno de estos
apartados estar precedido de una breve explicacin de la situacin histrico-
poltica existente en esos pases, de las organizaciones polticas de las que
formaban parte las vctimas, as como de las estructuras represivas vigentes en
ellos.
Tambin, cuando ello corresponda, explicaremos las razones por las que
entendemos que algunos de esos hechos dan cuenta de la ocurrencia de una
sucesin de secuestros o incluso de una oleada represiva, y sacaremos
conclusiones a partir de ello.
- El ltimo acto que clausur este lento proceso de golpe de Estado fue
el pedido, por parte de los militares, de desafuero del Senador frenteamplista
Enrique Erro, quien fue acusado de tener vnculos con los Tupamaros; seguido
por el rechazo de la cmara de senadores de esta solicitud castrense y la
disolucin de ambas cmaras el 27 de junio de 1973,
"La ruptura institucional fue un acto poltico que a nuestro nivel para
nada afect ni vari la conduccin y ejecucin de actividades operacionales
contra la guerrilla.
Gavazzo, que por entonces era segundo jefe del Grupo de Artillera 1 de
Montevideo escribi sobre esto que:
Tal como precis lvaro Rico, otra caracterstica es que los organismos
represivos valoraron la destruccin de los recursos econmicos de las
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organizaciones como medio para evitar que siguieran funcionando, y al
mismo tiempo, para disponer de capitales para sostener la lgica represiva.
Sres. Jueces: Teniendo en mente lo dicho hasta aqu, vamos a ver ahora
la evolucin y caracterstica de los organismos uruguayos afectados a la
represin que tomaron parte en la coordinacin represiva regional.
Rico agreg que en 1973 Trabal fue separado del cargo y enviado a
Pars, donde fue asesinado en 1974.
A partir de lo que surge del Informe, podemos afirmar que el SID tena
tres funciones: desarrollar tareas de contrainteligencia dentro de las FFAA,
servir de nexo con servicios de inteligencia de otros pases y coordinar con
la Polica en todo lo relacionado con actividades catalogadas de "terroristas".
Sin embargo, como no fue mencionado por Barboza Pla, es posible que
estuviera vigente en el organigrama de 1971 que figura en el Informe sobre la
dictadura, pero que hubiera dejado de existir para marzo de 1976, cuando
Barboza Pla ingres al SID.
lvaro Rico, por su parte, seal que Rodrguez Buratti fue jefe del SID
desde 1975, y que su mandato coincidi con el de Prantl, hasta agosto de
1977, en que asumi Gavazzo, que era quien de hecho ejerca como jefe
cuando el titular no poda hacerlo.
Los tres subdirectores provenan de cada una de las armas, con el grado
de Coronel y Teniente de Navo.
- La Casona de Milln y;
- Base Valparaso.
- Castillo de Carrasco
Esto cambi recin en 1978, cuando pas a la rbita del Ministerio del
Interior.
Del informe tambin surge que el trato a los detenidos en ese lugar era
diferenciado, ya que se organiz un sistema llamado computadora, mediante
el cual un grupo de prisioneros era obligado a colaborar con informacin,
anlisis de prensa, orientaciones en interrogatorios y procesamiento de
informacin. Es decir, sobre ellos se ejerca un tipo de trabajo esclavo.
Segn Vzquez, habran sido dos las razones; la primera, el peligro que
crean percibir en la existencia de la JCR, y la segunda, para quitar poder al
Comisario Campos Hermida, que haba establecido relaciones en Argentina y
Paraguay.
Esa mesa habra estado integrada, adems del SID, con el OCOA, el
Servicio de Inteligencia de la Armada (N2), el servicio de inteligencia de la
Fuerza Area (S2), y la Direccin Nacional de Informaciones e Inteligencia.
Los dos espacios geogrficos desde los que se busc esa reorganizacin
fueron el Chile de la Unidad Popular, hasta septiembre de 1973 y luego, la
Argentina en transicin a la democracia.
Por otro lado, el Comit Central Miguel Enrquez dio lugar a una
divisin en el interior de los Tupamaros, a partir de la que surgi una nueva
organizacin, denominada Nuevo Encuentro.
Estaba integrada, entre otros, por Zelmar Michelini, Enrique Erro, las
Agrupaciones de Militantes Socialistas, el Partido Comunista Revolucionario,
los Grupos de Accin Unificadora y Nuevo Tiempo.
En abril de ese mismo ao, en Uruguay, los detenidos del ahora PVP
que se encontraban alojados en penales fueron trasladados a la sede del Grupo
de Artillera 1, e interrogados sobre las actividades del PVP en Argentina.
Sobre esto el testigo experto lvaro Rico declar que el ataque contra el
PVP en principio se dirigi contra el componente ubicado en Buenos Aires.
Seal varios momentos de esta oleada. El primero fue entre abril y junio de
1976, indic que en ese perodo cayeron cinco personas en esa ciudad, entre
ellas Gerardo Gatti (dirigente mximo de esa organizacin).
Ese mismo diciembre, por otra parte, fue puesto en libertad tambin
Enrique Rodrguez Larreta Piera, quien se exili e inici una campaa de
denuncia internacional por lo ocurrido.
Pero Cordero, los dems oficiales uruguayos y por supuesto tambin los
argentinos que haban colaborado con ellos, saban otra cosa.
Por supuesto que a la vez ese dinero resultara muy til a los fines de
financiar la continuacin de las actividades represivas de ambos grupos, y de
paso, satisfacer el inters personal de sus integrantes de llenarse los propios
bolsillos.
Claro que otros de los miembros del partido que quedaban en Buenos
Aires pertenecan a estructuras que, si bien haban sido alcanzadas, no lo
fueron por completo, o incluso tenan una participacin perifrica.
En ambos casos, adems del inters que los represores tenan sobre ellos
por su carcter de dirigentes de los que dependan otras personas, haban
obtenido el dato adicional de que los dos eran depositarios del dinero que
estaban buscando.
Es por eso que una vez que tuvieron la informacin que les faltaba, los
grupos de Gavazzo y Gordon planificaron, coordinaron y ejecutaron los
operativos para secuestrar a Soba, Mechoso y Julien, los que se llevaron a
cabo el da 26, con colaboracin de otras fuerzas locales en un lapso de no
ms de 12 horas.
Mara Elena Laguna y Beatriz Castellonese junto con sus hijos, fueron
trasladadas a Uruguay el 27 de septiembre por agentes uruguayos en un vuelo
comercial.
Como nosotros no sabamos dnde vivan los unos y los otros, por
razones de seguridadporque si te detenan en la tortura podas delatar el
lugar donde podan encontrar a otras personassi uno se perda, o
desapareca de los lugares habituales poda ser que para reencontrarse
como norma de seguridad se fijaba un lugar, una esquina en general, en
donde uno tena que comenzar a caminar en cierto sentido y a cierta hora.
Quiere decir que a cierto punto, uno se cruzaba con el otro y dependa
de la actitud del otro si la persona paraba hablar o segua caminando.
Dijo que los fueron llevando a ese lugar en tandas de cuatro o de cinco;
y que en fotografas que se le exhibieron durante la instruccin de la causa,
identific a Washington Cram Gonzlez y a Rubn Prieto Gonzlez como dos
de ellos.
El testigo lvaro Nores, por su parte, dijo que dentro de Orletti tambin
vio a Mara Emilia Islas en el sector de la cocina, y que habl con Anatole
Julien, quien le dijo que estaba junto a su hermana y Marianita.
Nores tambin dio cuenta de que Juan Pablo Recagno estaba en poder
de los grupos que actuaban en conjunto, dado que lo vio al momento de su
secuestro, circunstancia en la que advirti rastros de tortura en su cuerpo, y
afirm que en el automvil en el que lo trasladaron a Orletti, tambin llevaban
a Recagno.
En ese mismo legajo aparece una nota del 3 de octubre de 1976 dirigida
al Jefe del Departamento de Asuntos Extranjeros, firmada por el Teniente
Coronel (R) Juan Ramn Nieto Moreno, como Jefe del GT5.
Ahora bien, del vuelo del 5 de octubre al que refiere esta nota, no hemos
hallado sobrevivientes.
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Los traslados de prisioneros recluidos en Orletti que, como vimos, se
produjeron en fechas cercanas, incluso uno el mismo 5 de octubre, de acuerdo
a lo que declararon sobre los trasladados y a otros elementos, se llevaron a
cabo a travs de vuelos comerciales de la aerolnea Pluna.
Dri, Quiroga, sus tres hijas, Milesi, Pisarello y su pequea hija tambin
fueron repatriados forzosamente por miembros del grupo de tareas de la
ESMA en coordinacin con el FUSNA, y mantenidos en cautiverio en ese
CCD. Todos ellos sobrevivieron.
Con esta introduccin general, que brinda lneas para ordenar lo que
sigue, podemos pasar ahora a analizar lo sucedido con cada una de las
vctimas.
Para ese momento Cabrera Prates haba formado pareja con Asil
Maceiro, quien tambin formaba parte del PVP, y se haba radicado, con otros
compaeros de esa agrupacin, en una casa ubicada en la calle Hilario de
Prueba.
Por su parte, Adriana Cabrera Esteve, hija de Ary, cont que su padre
fue secuestrado el 5 de abril de 1976 por personal del Ejrcito Argentino en un
gran operativo.
Nos cont de su viaje a la ciudad de Buenos Aires para intentar dar con
su paradero, y cmo encontr el domicilio en donde viva y fue secuestrado, a
partir de un papelito que le haba llegado con informacin sobre el secuestro
de su marido y que deca, simplemente, el tropezn.
Nos describi el periplo que debi realizar durante das, en los que
recorri zonas que eran absolutamente desconocidas para ella, hasta que lleg
a la localidad conocida como el Tropezn, ubicada en el partido de San
Martn.
Nos cont que los vecinos le confirmaron que efectivamente all haba
ocurrido un gran operativo en el que se haban producido disparos y durante
el cual haban retirado a la rastra una persona herida.
Explic que ella misma observ las marcas que los disparos que se
haban efectuado dejaron en el frente de la vivienda.
Por otra parte, tambin confirman que los hechos que damnificaron a
Ary Cabrera Prates ocurrieron del modo descripto las declaraciones de
Ricardo Gil Iribarne, Eduardo Dean Bermdez, Adriana Cabrera Estve, Asil
Maceiro y Elba Rama Molla.
Ricardo Gil Iribarne nos dijo que cuando Manuel Cordero Piacentini
lo interrog y tortur en abril de 1976, le pregunt por Ary Cabrera y le dijo
que lo tenan secuestrado en Buenos Aires.
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Incluso, destac que Cordero le hizo referencia a una dolencia
cardaca que padeca Ary Cabrera, circunstancia que l ya conoca, y que en
razn de esto, y dado que en determinado momento dejaron de preguntar por
l, concluy que haba muerto producto de esa dolencia.
Entre ellos una persona muy torturada en un piso inferior, que fue
asesinada por una persona a la que llamaban el jefe.
Rama Molla explic que los captores haban dado a entender que haba
pasado por ah y que haba sido trasladado, segn crea recordar la testigo, a
Campo de Mayo.
Por otro lado, que Ary Cabrera Prates permaneci privado de su libertad
y fue torturado en el local de la calle Bacacay se encuentra confirmado a partir
del hecho acreditado de que en el secuestro particip personal de la OT 18 de
la SIDE, que de manera sucesiva administr, para estos fines, el local de la
calle Bacacay y luego Automotores Orletti.
Las pruebas expuestas, as, no slo confirman que Ary Cabrera Prates
fue secuestrado en su domicilio y llevado al inmueble de la calle Bacacay,
sino tambin que su privacin ilegtima de la libertad, torturas y desaparicin
fue la accin coordinada de las fuerzas argentinas, principalmente de personal
perteneciente a la OT 18 del Departamento de Operaciones Tcticas I de la
SIDE; y del grupo de agentes uruguayos que se encontraba a cargo de Jos
Nino Gavazzo, en particular, el imputado Manuel Juan Cordero Piacentini.
Por este hecho, fueron condenados, entre otros, los militares uruguayos
Jos Nino Gavazzo, Jos Ricardo Arab y Jorge Alberto Silveira Quesada,
todos ellos miembros del Departamento III del SID del ejrcito uruguayo, al
igual que el imputado Manuel Juan Cordero Piacentini.
Para esa poca, y con motivo de esa actividad poltica, fue requerido
pblicamente por las fuerzas de seguridad de la dictadura que usurpaba el
poder en la Repblica Oriental del Uruguay, por lo que haba pasado a vivir en
la clandestinidad.
Prueba
Tambin Mara del Pilar Nores afirm haber conocido a Telba Jurez
y Eduardo Chizzola por haber trabajado con ellos dentro del PVP, aunque en
ese momento no supo sus verdaderos nombres.
12
Esas piezas se encuentran identificadas con los siguientes nmeros: 00009FA4, 0000A95C, 0000A2DB,
0000A939, 00009F9A, 0000AA49, 0000A7C2, 0000A8D5, 0000A07B y 0000A8A2.
Entre sus contactos en esta ciudad estaba tambin Luis Muiz Sosa, y a
travs de l, mantenan correspondencia con otro amigo exiliado en Suecia.
Les preguntaron por Montoneros, por el PRT, por el PVP y por otros
uruguayos. Adems de los agentes uruguayos, Muoz Barbachn identific a
Ral Antonio Guglielminetti como uno de sus interrogadores.
Prueba:
Se encontraron tambin con Luis Muiz Sosa, quien les reciba las
cartas de sus amigos en el exilio.
En este marco, explicaron que fue a travs de las cartas que las fuerzas
represivas llegaron al domicilio de Luis Muiz Sosa.
Falero refiri adems que mientras estaba en el CCD, advirti que sus
captores tenan copia de esas cartas, lo que da cuenta del trabajo de
inteligencia realizado para interceptarlas.
Pudo distinguir del otro lado a un hombre con un revolver que ingres
violentamente, junto con un grupo de personas.
Record tambin, que las personas que ingresaron a su casa tenan unas
boinas con unos escudos celestes y blancos con inscripciones del Ejrcito
Argentino.
Muoz agreg que fueron llevados al Hotel Pinot, donde sus captores
secuestraron a un grupo de refugiados chilenos.
Falero, coincidi en que las personas que les hablaron en ese momento
eran uruguayas, y agreg que la indicacin al liberarlos fue que deban
presentarse ante el comandante a cargo del Batalln donde haban sido
detenidos en Uruguay.
Tambin acredita que todo ello sucedi como producto y dentro del
contexto de la coordinacin represiva regional, bajo el marco del denominado
Plan Cndor.
Secuestro
La esposa de Gatti, Marta Casal, junto a dos de sus tres hijos, pidi
refugio y se exili en Francia.
Prueba
Dos das despus, integrantes del PVP les informaron que haba sido
secuestrado.
Ante tal situacin intent retirarse, pero fue interceptada por dos
hombres, quienes la obligaron a ingresar nuevamente al departamento y tras
aplicarle una fuerte golpiza, la interrogaron acerca de su identidad y la del
hombre que, segn estos referan, haban secuestrado con anterioridad en
ese mismo lugar.
Segn sus dichos este hombre solo poda ser Gerardo Gatti, ya que
ninguna otra persona habitaba en ese departamento.
Ana Ines Quadros, por su parte, record que mientas estuvo cautiva en
ese CCD, Len Duarte le dijo que seran trasladados junto a Gerardo Gatti a
Campo de Mayo a fin de negociar la liberacin del grupo, pero que luego,
durante una sesin de tortura, vio que Gatti continuaba all en un psimo
estado fsico.
Esto tiene correlato con los dichos de Jorge Washington Prez, quien
afirm en el debate que Gatti le cont a su padre que en una oportunidad lo
haban llevado a Campo de Mayo.
Para llegar a esa conclusin se valoraron tanto los testimonios a los que
hicimos referencia como la prueba documental mencionada.
All lleg horas ms tarde Mara del Pilar Nores y encontr todo en
completo desorden.
Desde ese lugar, fue conducida hacia lo que ella identific como el
edificio de la Superintendencia de Seguridad Federal, ubicado en la calle
Moreno 1417 de esta ciudad, donde permaneci alrededor de tres das.
Una vez que tuvieron en claro quines eran ella y Gatti, la trasladaron
a Automotores Orletti, donde estuvo clandestinamente detenida en
condiciones inhumanas por casi 40 das, lugar en el que, como ya explicamos,
actuaban coordinadamente argentinos y uruguayos.
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All continuaron las amenazas y los requerimientos de informacin, que
ella se vio forzada a brindar.
Prueba
Entre las personas listadas se halla Mara del Pilar Nores Montednico.
Nos dio detalles del Congreso fundacional del PVP, del que particip en
1975.
Adems, nos habl del trabajo que desarroll junto a Gerardo Gatti y de
las dems actividades que realiz para el partido, lo que coincide con los
testimonios de otros integrantes del PVP como Rubn Prieto Benencio; y de la
esposa de Gerardo Gatti, Marta Casal del Rey.
Tambin dijo que la maana del 9 de junio sali de su casa sin haber
recibido un llamado de Gerardo Gatti que estaba previsto, y que adems
olvid ver antes de entrar si estaba la seal de seguridad en la puerta del
departamento de la calle Manzanares.
A su vez, dio detalles de las torturas que padeci los tres das estuvo en
la dependencia de la Polica Federal, a lo que tambin hizo referencia la
testigo Marta Casal del Rey el da de su declaracin.
Nores tambin dijo que cuando lleg al CCD, la subieron hacia una
planta alta por una escalera y la colocaron en un recinto cerrado en donde se
encontraban otros cautivos y donde se escuchaban gritos provenientes de
personas que eran torturadas.
Para llegar a esa conclusin se valoraron tanto los testimonios a los que
hicimos referencia como la prueba documental mencionada.
Sin bien no se integr al PVP, estaba vinculado con sus miembros, a los
que conoca por su larga trayectoria sindical en Uruguay y por su relacin con
la ROE.
Durante el tiempo que permanecieron all, Jorge fue mantenido con los
ojos tapados en casi todo momento.
Cuando, mientras los sacaban del CCD, quiso sacarse la capucha uno de
los agentes lo amenaz.
Fue por eso que al ser liberado, se contact con Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para que le otorgaran estatus de refugiado poltico.
Prueba
Dijo que a raz de esa participacin, su padre fue requerido por las
Fuerzas Armadas uruguayas, lo que motiv que todos se trasladaran a
Argentina como medida de seguridad, donde su padre trabaj de repartidor de
diarios y, al igual que su hermano Walter, estuvo vinculado al PVP.
Sara Rita Mndez, por su parte, agreg que supo que durante las
negociaciones, el hijo mayor del perro Prez fue conducido a Orletti junto a
su padre.
Para llegar a esa conclusin se valoraron tanto los testimonios a los que
hicimos referencia, como la prueba documental mencionada.
Prueba
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Estos hechos se encuentran acreditados por distintas pruebas producidas
e incorporadas al presente debate.
A ellos slo resta agregar que por las caractersticas de los hechos que
relatamos, entendemos que lo que le ocurri a Julio Csar Rodrguez
Rodrguez es una prueba ms que evidencia la existencia y funcionamiento de
la asociacin ilcita que denominamos Operacin Cndor.
Una vez dentro del CCD, fue sometido a golpes y a dos simulacros de
fusilamiento.
Sin embargo, como ocurri en todos los casos, no pudo obtener ningn
dato por parte del Estado, que as ocult lo que le estaba ocurriendo a su hija.
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Prez Lutz y Gonzlez Cardozo fueron mantenidos en cautiverio en
Orletti hasta el 24 de julio de ese ao.
Prueba
Asimismo, durante su relato expres que producto del horror que les
toc vivir, l perdi una pieza dental y Prez Lutz hasta la actualidad se
encuentra imposibilitada de prestar testimonio.
Por otra parte, queremos destacar que por el modo en el que ocurrieron
los hechos y el contexto en el que se desarrollaron, es manifiesto que Prez
Lutz y Gonzlez Cardozo fueron vctimas de la coordinacin regional
ejecutada en el marco de la denominada Operacin Cndor.
13
La especificidad de los participantes proviene de la declaracin de Vaello en CONADEP.
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de agentes a cargo de Jos Nino Gavazzo; entre ellos, el imputado Manuel
Juan Cordero Piacentini.
14
Sin perjuicio de eso, no est imputado a Riveros.
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En una oportunidad, llevaron a Martnez Addiego a una sala de torturas
donde la colgaron con la intencin de pasarle corriente elctrica. En ese
momento irrumpi otro de los represores, quien se refiri a ella como su
garanta, impidiendo al resto continuar la sesin.
All surge que Jos Hugo Mndez Donadio era requerido por parte del
Juez Militar de Instruccin de 3er turno por estar vinculado al GAU que
funcionaba en la fbrica Alpargatas.
Por su parte, respecto de los hechos en los que result vctima Mara del
Carmen Martnez Addiego, se imputa a Miguel Angel Furci su privacin
ilegtima de la libertad y la imposicin de tormentos.
15
Por estos hechos tambin debi haber estado imputado Riveros. El secuestro ocurri dentro de la Zona IV,
en un perodo en el que no hay dudas respecto de su funcionamiento dentro de la estructura represiva y
cuando Riveros era el titular del Comando de Institutos Militares. Del relevamiento hecho no advertimos
ninguna razn para no haberle imputado el caso.
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A raz de la persecucin de la que era objeto por parte de las fuerzas
represivas de la dictadura que usurpaba el poder en Uruguay, en el ao 1975
tuvo que radicarse en Argentina.
Fue as que, tal como se demostr en este debate, dos das ms tarde, el
17 de junio de 1976, miembros de esos dos grupos secuestraron a Candia
Correa en la pensin en la que viva, ubicada en la calle Ramn Freire n 834
del barrio de Colegiales de la Ciudad de Buenos Aires.
Prueba
Ella nos habl del encuentro en Buenos aires entre Hugo Mndez y
Candia Correa, y del traslado de Candia a Orletti la madrugada del 17 de junio
de 1976.
Por otra parte, las torturas y el asesinato de Candia Correa, as como las
condiciones en las que fue encontrado su cadver, se encuentran acreditados
con las constancias agregadas al expediente n 13.032, iniciado a raz del
hallazgo de los cadveres de Candia y Hugo Mndez-; y el legajo de la
Cmara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal n 89,
formado para la identificacin de esos cuerpos.
16
Se trata de los documentos identificados como 0000A939 y 0000A8D5.
Aqu trabaj y vivi en una casa que comparta con su prima Ins
Camou y su esposo, Claus Fiterman Kolischer, y los hijos de la pareja.
Se integr al PVP.
Solio Platero tambin describi cmo fue su vida durante los das que
pas en Buenos Aires, y en particular, sobre su participacin en el PVP.
Esta referencia evidencia en este caso tambin, y tal como era la regla,
que ese grupo haba actuado bajo el amparo de las autoridades militares y
policiales que tenan jurisdiccin sobre ese domicilio.
Al respecto, Altuna Facal record que ella se encontraba cerca del lugar
cuando eso ocurri.
En este punto, Solio Platero refiri que luego de pasar por los CCD
ubicados en Punta Gorda y en la calle Boulevard Artigas en Montevideo, ella
y sus compaeros, fueron parte de la farsa que mont el SID en Shangral, a la
que ya nos referimos.
17
La direccin que tenemos en Barrio de Constitucin, Av. Juan de Garay, la zona prominente de
Constitucin y la plaza misma corresponden al rea VI.
Prueba
Describi que fue torturada por medio de descargas elctricas y con las
manos atadas por detrs, que la suban como colgada de algo, sin dejarle tocar
el piso.
Tambin afirm que le hicieron plantones. Record que cada vez que
era torturada tambin era desnudada.
Por otra parte, queremos destacar que lo que le ocurri a Cecilia Irene
Gayoso Juregui es otra prueba ms de la coordinacin regional ejecutada en
el marco de la asociacin ilcita que hemos denominado Operacin Cndor.
18
R046F0291 - 0342.pdf
19
0000a11f.pdf
Pgina 536 de 1891
Finalmente, debemos mencionar que la privacin ilegtima de la libertad
y tormentos a los que fue sometida Gayoso Juregui fueron tenidos por
acreditados en la sentencia de este Tribunal correspondiente a la causa N
1627, en la que fueron condenados Guglielminetti, Ruffo, Martnez Ruiz, y
que actualmente se encuentra firme.
Ella tena la misin de comprar todos los diarios a los que tena acceso y
formar un semanal de recortes de noticias que hablaban de Uruguay, para
enviarlo a su pas con el objeto que sus connacionales se informaran de lo que
estaba ocurriendo.
Prueba
*Mara del Pilar Nores Montednico, Sara Rita Mndez Lompodio, Ana
Ins Quadros Herrera, Nelson Eduardo Den Bermdez, Margarita Michelini
Delle, Piane, Edelweiss Zahn, Sergio Rubn Lpez Burgos, Mara Elba Rama
Molla, Ariel Rogelio Soto Loureiro, Alicia Raquel Cadenas Ravela, Mara
Mnica Solio Platero, Ana Mara Salvo Snchez, Gastn Zina Figueredo,
Vctor Hugo Lubian Pelaez, Marta Petrides, Cecilia Irene Gayoso Juregui,
Jos Flix Daz, Laura Anzalone, Asil Maceiro y Jorge Ral Gonzlez
Cardoso, los que tambin dan cuenta de los das que pasaron Nogueira y
Rodrguez Larreta padre e hijo en Orletti y los tormentos sufridos en esos
das.
Recordemos tambin que fue por sus propias indagaciones que se logr
identificar el lugar preciso en que estaba ubicado.
20
Alphabetical list of persons reportedly seen in clandestine detention centres
Para llegar a esa conclusin se valoraron tanto los testimonios a los que
hicimos referencia como la prueba documental mencionada.
Margarita Michelini Delle Piane y Ral Altuna Facal era una pareja de
jvenes uruguayos que en su pas participaban de la ROE, por lo que al igual
que muchos otros, fueron perseguidos y es por eso que emigraron a la
Argentina.
Ese domicilio estaba ubicado dentro del rea Militar 450, cuyo Jefe en
ese momento Ral Csar Corletti, quien a su vez, responda a las rdenes del
Comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros.
Sin embargo, el estado argentino, como en todos los casos, dijo que no
tena antecedentes del matrimonio y de su hijo.
Prueba
Asimismo, record que unos das antes de su propio secuestro, vio una
camioneta cerca de su casa.
Ral Altuna, por su parte, recalc el dolor que sinti al ver a su esposa
tendida desnuda, y el flagelo mientras era torturada.
Del mismo modo, tanto Larreta, como Alicia Cadenas hablaron del
cautiverio de Altuna Facal en ese mismo CCD y recordaron que Altuna
presenci, junto a ellos, el momento del asesinato de Carlos Santucho.
Una vez en Orletti, Duarte fue llevado al piso superior, donde fue
interrogado y torturado por miembros del grupo a cargo de Anbal Gordon y
de los agentes uruguayos a cargo de Gavazzo, entre quienes se encontraba,
nuevamente, el imputado Cordero Piacentini.
Las referencias de los sobrevivientes ilustraron sobre el especial
encarnizamiento y salvajismo ejercido sobre el cuerpo de Duarte. Segn
palabras del propio Lpez Burgos, cuando lo bajaron, Duarte estaba
deshecho, no poda moverse.
Esa fue la primera de las mltiples sesiones de torturas a las que fue
sometido Duarte mientras permaneci en ese CCD.
Como vimos, Prez fue llevado a Orletti con la intencin de que oficiara
de intermediario en el pago de un rescate a cambio de la liberacin de Duarte.
Antes de que fueran trasladados Duarte les haba prometido que aunque
fuera lo ltimo que hiciera, ellos iban a salir vivos de all.
Prueba
Estos hechos se encuentran acreditados por diversos elementos de
prueba producidos a lo largo del debate.
En efecto, Prez cont que una de las personas que fue a secuestrarlo
la ltima vez que fue llevado a Orletti, para negociar un rescate por la libertad
de Duarte, fue el imputado Manuel Juan Cordero Piacentini.
El testigo sostuvo que todas las personas con las que comparti
cautiverio en Orletti fueron torturadas pero que los torturadores se
ensaaron particularmente con Duarte.
Tambin Mara del Pilar Nores cont que fue Cordero Piacentini
quien le inform que Duarte haba sido secuestrado.
Por este hecho, fueron condenados, entre otros, los militares uruguayos
Jos Nino Gavazzo, Jos Ricardo Arab y Jorge Alberto Silveira Quesada,
todos ellos miembros del mismo grupo que integr el imputado Manuel Juan
Cordero Piacentini, y que se encontraba a cargo de Gavazzo.
Prueba
Estos hechos se encuentran acreditados a partir de distintos elementos
de prueba producidos o incorporados durante el debate, que se detallan a
continuacin.
Tambin dijo que fue golpeado por Cordero Piacentini cuando intent
resistirse y que como consecuencia de los golpes recibidos sufri una fractura
del maxilar, lesin no atendida que lo acompaara durante su cautiverio.
El piso del lugar estaba mojado y haban esparcido sal gruesa. En esas
condiciones fue interrogado por el militar uruguayo Manuel Juan Cordero
Piacentini mientras se le pasaba corriente elctrica, hasta que se desvaneci.
Entre ella debemos destacar la que da cuenta del relato que efectu en el
ao 1984 en la ciudad de Viena, mientras todava se encontraba en el exilio.
Para llegar a esa conclusin se valoraron tanto los testimonios a los que
hicimos referencia como la prueba documental mencionada.
Den Bermdez debi cumplir una condena de dos aos y Quadros una
de cinco, luego de lo cual recuperaron la libertad y denunciaron lo que les
haba ocurrido.
Prueba
Quadros record que fue despojada de todos sus objetos de valor apenas
lleg y que en el lugar estaba estacionada una camioneta suya, que haba sido
apropiada por sus captores.
Dijo que eso le provoc un dolor tan grande, que tard veinte aos
en poder testimoniarlo.
Eso le gener una crisis nerviosa; y se puso tan mal que la llevaron
arriba a la habitacin donde estaban Solio Platero y Gayoso y la pusieron al
cuidado de ellas.
Por otra parte, resulta relevante el croquis del CCD realizado por
Quadros que obra en su legajo CONADEP n 3.891, y las actas de las dos
inspecciones oculares llevadas cabo en el inmueble sito en la calle Venancio
Flores 3519/21 de esta ciudad, en las que particip la vctima.
En este sentido tambin debemos resaltar que los hechos de los cuales
fueron vctimas Ana Ins Quadros Herrera y Eduardo Den Bermdez, tal
como los hemos relatado, se tuvieron por probados por este mismo Tribunal
en la sentencia dictada en la causa n1627, en la que fueron condenados Ral
Antonio Guglielminetti, Honorio Martnez Ruz y Eduardo Alfredo Ruffo,
sentencia a la fecha firme.
Form pareja con Mauricio Gatti con quien tuvo a su hijo Simn,
nacido en junio de 1976 en Buenos Aires.
Prueba
Sres. Jueces: son numerosas las pruebas que acreditan los hechos
descriptos.
Explic que en ese mismo lugar la torturaron con el objeto de que les
revelara el paradero de Gatti.
Entre los hechos traumticos que fue obligada a soportar en ese lugar,
record especialmente el asesinato de Carlos Santucho.
Agreg que una vez en Orletti fue conducida por una escalera precaria
hacia un piso superior, en donde fue sometida a torturas con el mtodo de la
colgada a la vez que le aplicaban electricidad por el cuerpo.
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(fs. 6808/6810vta)
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de los torturados o de la guardia, quienes amenazaban permanentemente con
golpearlos.
22
0000A7C2
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0000A87E
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sobre su cautiverio y un croquis del centro clandestino reconocido al prestar
testimonio.
Para llegar a esa conclusin se valoraron tanto los testimonios a los que
hicimos referencia como la prueba documental mencionada.
Luego, los encapucharon, les ataron las manos, y se los llevaron en una
furgoneta a Automotores Orletti.
Prueba
Daz, adems, cont que al menos dos de los miembros de la patota eran
uruguayos; y que uno de ellos, mientras lo encapuchaban le dijo: Gallego,
por fin te tenemos, lo que le daba la pauta de que lo estaban buscando
haca tiempo.
En este sentido, Flix Daz cont que durante una de las sesiones de
tortura que padeci, tambin vio a Manuel Cordero, quien se diriga a l
como el Gallego, y que en una ocasin le dijo, cito,
Ese particular episodio tambin fue recordado, entre otros, por Sara
Mndez y Mara Elba Rama en sus respectivas declaraciones..
A su vez, tanto Daz como Anzalone contaron que dentro del CCD
escucharon y vieron cmo torturaban a otros detenidos.
Por ltimo, corresponde mencionar aqu que, como en todos los otros
casos, del contexto y del modo en el que se produjeron los hechos descriptos,
se encuentra acreditado que formaron parte del Plan Cndor.
Prueba
Sobre la alimentacin, dijo que en esos diez das solo comi una vez,
porque las pocas veces que les dieron de comer, les ofrecan comida en
descomposicin o con basura.
Por otra parte, debemos mencionar que estos hechos tambin formaron
parte de la sentencia de la causa n 1627, dictada por este mismo Tribunal,
en la que se los tuvo por acreditados.
Prueba
Seal que entre dos o tres horas despus, ubicaron en el mismo lugar a
Ana Salvo Snchez, secuestrada en el mismo domicilio.
Asimismo, afirm que durante sus interrogatorios, fue torturada por los
uruguayos Gavazzo y Cordero Piacentini, quienes le aplicaron descargas
elctricas mientras estaba colgada con sus manos hacia atrs y desnuda.
En cuanto a las condiciones en las que tanto ella como sus compaeros
fueron mantenidos, entre otras cosas mencion que los guardias se les suban
encima del cuerpo y los obligaban a calcular el peso que cargaban, que
tambin eran obligados a realizar flexiones de brazo, y que les aplicaban
electricidad por medio de un bastn que aplicaba descargas.
Por ltimo, queremos destacar que dado que en los hechos que
damnificaron a Cadenas Ravela se verific la actuacin conjunta de fuerzas
represivas argentinas y uruguayas, ellos adems constituyen prueba de la
operatividad de la asociacin ilcita denominada Cndor.
Prueba
Sobre las condiciones en las que ella y los dems cautivos estaban en
Orletti, describi, entre otras cosas, que la negativa a acceder a un bao era
utilizada por sus captores como otro mtodo de tortura.
Aqu se radic con su pareja, Alicia Cadenas Ravela y junto con ella
integr el PVP.
Pgina 603 de 1891
El 14 de julio de 1976, por la noche, luego de que se produjeran los
secuestros de Cadenas Ravela y de Salvo Snchez en el domicilio de Ernesto
Salvo que, recordemos, se ubicaba en la calle Humberto Primo 1.403, 7 piso,
dpto. C, Ariel Soto tambin se present en el lugar.
Una vez adentro, advirti que en el lugar haba otros agentes, que segn
percibi eran argentinos, quienes incesantemente se comunicaban con el
exterior por medio de una radio.
Entre los represores argentinos que actuaron que estaban all record los
apodos de Pajarovich o Pjaro, Paqui, Igor, Grumete, Ruffo, y Anbal
Gordon.
Afirm tambin que entre los uruguayos que vio all, estaban, entre
otros, Gavazzo, Silveira, Arab y el imputado Manuel Cordero.
Alicia Cadenas, Mara Mnica Solio, Mara del Pilar Nores, Sara
Mndez, Ana Quadros, Eduardo Den Bermdez, Margarita Michellini, Ral
Altuna Facal, Edelweiss Zahn, Mara Elba Rama, Gastn Zina, Vctor Lubin,
26
0000A7C2.pdf
Ese espacio geogrfico estaba bajo control del rea IIIA de la Subzona
Capital Federal, rea que entonces estaba a cargo de Rubn Jacinto Chamorro
en su carcter de Director de la Escuela de Mecnica de la Armada.
Tal fue la intensidad con la que hicieron esto que le causaron lesiones
permanentes en el rgano auditivo, y por eso debi utilizar audfonos el resto
de su vida.
Prueba
En este sentido, explic que ese da arrib a la que haba sido su casa
para buscar ropa y comida, y observ que la puerta de ingreso estaba
destrozada.
Ante ello, intent disimular y retirarse del lugar, cuando fue tomada por
la fuerza por un grupo de personas que la introdujeron en la casa.
De all la llevaron a un lugar que, aos despus y tras ser liberada, pudo
determinar que era Orletti.
Cuando finaliz y sali del lugar, fue interceptada a pocos metros de esa
dependencia y secuestrada por personas vestidas de civil, que mediante el
empleo de armas la obligaron a subirse a un automvil.
Estos hechos ocurrieron dentro del territorio que en ese momento era
controlado por el imputado Federico Antonio Minicucci, titular del rea 112
con asiento en el Regimiento de Infantera Mecanizada, quien en ese momento
responda a las rdenes del Comando de la Subzona 11, a cargo de Adolfo
Sigwald, comandante de la Brigada de Infantera Mecanizada X.
Prueba
Record que el operativo fue auxiliado con dos o tres automviles, entre
los que pudo visualizar dos Ford Falcn.
Una vez en ese lugar, Lubin explic que lo condujeron a la planta alta
donde nuevamente fue torturado por aproximadamente cuatro personas de
nacionalidad uruguaya, entre los que tiempo despus reconoci a Gavazzo.
Al mismo tiempo sinti que otro se par sobre su pecho y le coloc una
pistola entre los dientes y le dijo a vos te vamos a matar.
Prueba
Describi las torturas a las que fue sometido a lo largo de toda la tarde y
el interrogatorio del cual fue objeto sobre sus vinculaciones con el PVP y las
condiciones econmicas de su familia.
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0000A270
28
0000A7C2
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- El documento consistente en una base de datos sobre cerca de 9000
personas desaparecidas que fue recopilada por la Embajada de EE.UU en
Buenos Aires29, y que en la pgina 142 incluye a Gastn Zina Figueredo.
Las cuatro personas secuestradas esa noche, Nora Gelman, Luis Peredo,
Marcelo Gelman y Mara Claudia Garca Iruretagoyena, fueron trasladadas al
CCD Automotores Orletti, donde fueron sometidas a condiciones
inhumanas de detencin y a torturas.
Recordemos que en ese CCD uruguayo, Manuel Cordero fue visto por
los sobrevivientes que tambin estaban prisioneros all, luego de ser tambin
trasladados desde Orletti.
Prueba
En esa oportunidad explic que para la poca del secuestro viva con su
madre, en la calle Medrano al 1015, que no recuerda la fecha exacta, pero s
que estaba en el vestbulo del edificio despidiendo a su novio, cuando
ingresaron cuatro personas, que le preguntaron su nombre y apellido, y al
responder, manifestaron es esta.
Y sobre Mara Claudia Iruretagoyena, dijo que la vio por ltima vez en
el CCD el 6 o el 7 de octubre de 1976.
Tanto por sus caractersticas como por la distancia del disparo, debe
concluirse que fue ejecutado.
En los das posteriores, vio a una mujer con un bebe en brazos en uno
de los balcones del edificio.
Por su parte, Mara del Pilar Nores, refiri que vio a quien despus supo
que era Mara Claudia Iruretagoyena en el CCD en Uruguay, quien estaba
junto con Anatole y Victoria Julien, y supo tambin, que haba nacido su beb.
Soba Fernndez tena 32 aos y estaba casado con Mara Elena Laguna,
con quien tuvo 3 hijos: Leonardo, Sandro y Tania.
31
REJ: Mara Claudia Garca Iruretagoyena de Gelman, argentina, C.I. 7.808.422. Privada de su libertad con
siete meses gestacin- en la Ciudad de Buenos Aires junto a su marido, Marcelo Ariel Gelman, en horas de la
madrugada del da 24 de agosto de 1976, en la calle Gorriti 3868, Capital Federal, por personal fuertemente
armado que dijo pertenecer a las fuerzas de seguridad. Posteriormente fueron alojados en el CCD
Automotores Orletti, lugar en el que aqulla diera a luz a su hija. Luego, fue trasladada al Uruguay por
personal dependiente del SID uruguayo que se desempeaban en el CCD Orletti, el Capitn Jos Ricardo
Arab y el Mayor Manuel Juan Cordero Piacentini.
Cuando Mara Elena Laguna logr reencontrarse con Soba dentro del
CCD, l haba perdido la vista como consecuencia de la tortura. Esta fue la
ltima vez que lo vio.
A tal fin, uno de los miembros de ese grupo, Jos Ricardo Arab, se hizo
pasar por Adalberto Soba.
Una vez en Uruguay, a raz de los ruegos de Mara Elena Laguna, sus
hijos Sandro y Tania fueron llevados al domicilio de unos familiares, pero
Laguna y su hijo Leonardo, que no quiso separarse de ella, fueron recluidos en
una casa en el barrio de Carrasco en Montevideo.
Prueba
El informe que integra el rollo 143 del Archivo del Terror, fotograma
0386, la ficha confeccionada por el SID y los antecedentes policiales ya
mencionados, son documentos que contienen la misma informacin; esto es,
que Soba form parte, en Buenos Aires, del Congreso fundacional del PVP y
que desde 1975 integra la Direccin del sector Militar.
Laguna explic que, luego, le dijeron que tenan un regalo para ella y
la llevaron hasta el fondo de la casa, donde pudo ver a Soba envuelto en una
manta, lleno de sangre y con los ojos blancos.
Tambin Gil Iribarne refiri en este debate que supo del secuestro de la
familia Soba; y que en el operativo, se haban llevado de la casa dinero de la
organizacin.
Una vez en Orletti, Laguna pudo reconocer a Gavazzo, jefe del grupo de
uruguayos; y al Turco Arab, uno de sus integrantes; y los identific como
las personas que la trasladaron desde su domicilio hacia ese lugar.
Explic que Soba no poda hablar, que slo peda agua, que no poda
abrir los ojos y estaba todo quemado, producto de la picana.
Finalmente, sobre las gestiones que realiz su familia para dar con
alguna respuesta sobre el destino de Adalberto Soba, contamos con las
denuncias ante la COMIPAZ en Uruguay, y ante la CONADEP en Argentina.
Los hechos aqu examinados, comprobados por las diversas piezas que
citamos, constituyen en s mismos elementos que integran el plexo cargoso
que demuestra la existencia y la operatividad de la asociacin delictiva
llamada Plan Cndor.
En este juicio se prob tambin que los secuestros, las torturas y las
desapariciones de Juan Pablo Errandonea Salvia y Ral Nstor Tejera Llovet
formaron parte del plan ejecutado por la asociacin ilcita que hemos llamado
Operacin Cndor.
Prueba.
Por otra parte, Rubn Prieto Benencio, Raquel Nogueira Paulier, Mara
Isabel Tejera y Jos Ignacio Errandonea nos hablaron en la audiencia de
debate de la participacin de ambas vctimas en el PVP y de sus desempeos
en la imprenta que el partido haba instalado en Buenos Aires.
Incluso, Mara Isabel Tejera dijo que crea recordar que su hermano
Nstor Ral, mientras viva con ella, trabajaba en una imprenta.
Cont cmo fueron golpeados y que no supo qu pas luego con ellos.
En esa ocasin Soba indic creer reconocer en ellas a las personas que
trabajaban en la imprenta y que se encontraban en su casa el da de su
secuestro.
Segn explic, fue en ese contexto que supo que su hermano haba sido
detenido en la calle junto con Errandonea, a quien no conoca.
32
Ojo, no hay denuncia formulada por este hecho. Tambin surge del expediente por la declaracin de
ausencia. All se present el hermano y en un escrito, cont este episodio
33
Se trata de los documentos identificados como: 0000A8D5, 0000AA49, 0000A8A2, 0000AA73, 0000A494,
0000A425, 0000A964, 0000A96B, R021F1435 y 0000A7C2.
Por otra parte, el hecho de que Laguna haya sido llevada a Orletti, no
slo permite concluir que Tejera y Errandonea Salvia tambin fueron llevados
all, sino que en su secuestro intervino la OT 18 de la SIDE que administraba
ese CCD.
Por este hecho fueron condenados, entre otros, los militares uruguayos
Jos Nino Gavazzo, Jos Ricardo Arab y Jorge Alberto Silveira Quesada.
Saban que estaba en Buenos Aires, con su esposa y sus dos hijos,
que utilizaba documentos argentinos, conocan detalles de su actividad
poltica, hasta saban el modelo de auto que conduca.
Secuestro:
No slo porque haca aos que haba logrado eludir a los militares
uruguayos, sino tambin porque, como mencionamos en la parte general de
este apartado, para septiembre de ese ao era el nico integrante de la
Direccin original del partido que sobreviva en libertad en Buenos Aires, y de
quien dependa el grupo que se haba salvado de la primera oleada represiva.
Por las razones que recin explicamos, una vez que lo tuvieron en
su poder, no perdieron tiempo.
Prueba
Tambin dio cuenta de los recaudos que tuvieron que tomar para
no ser encontrados por las fuerzas uruguayas.
Argentina/militancia:
Secuestro:
All se cas en 1968 con Mario Roger Julin Cceres, quien al igual que
ella integraba la Federacin Anarquista Uruguaya.
Prueba
Esto demuestra que, tal como afirm Cullari, Grisonas fue llevada del
lugar con vida.
En ese acta, figura que el motivo del fallecimiento fue: cito. paro
cardaco traumtico. Hemorragia aguda heridas de bala.
Nieto Moreno, como Jefe del GT5, haca saber al superior orgnico la
relevante actuacin de Nerone, Gmez Mignez y Gutirrez, en comisin
en ese grupo operativo, en los procedimientos que condujeron al
desbaratamiento del sector militar de la organizacin subversiva OPR 33
Orientales.
Por otro lado, los testimonios de lvaro y Mara del Pilar Nores
tambin comprueban tambin la permanencia de Anatole y Victoria Julin en
la sede del SID en Montevideo.
Tal como haba acordado con su hermano, Luca Zaffaroni dej pasar
tres das y al no recibir llamados suyos dio aviso sobre lo ocurrido a su madre,
Marta Castilla y a Mara Esther Gatti.
Prueba
Tambin que ese grupo esper a que llegara Islas con su hija, lo que
ocurri alrededor de las 18 horas, tras lo cual se llevaron a la familia. Esta
vecina le pidi a los captores que dejaran a la nia a su cuidado, pero se
negaron.
Barboza Snchez sostuvo que dentro del centro habl con Mara Emilia
Islas, y vio a su hija Mariana Zaffaroni. Islas le cont que ella y su familia
haban sido secuestradas el 27 de septiembre, que Jorge Zaffaroni tambin
estaba en el centro clandestino; y que haba sido brutalmente torturado.
Tambin seal que en Orletti habl con Anatole Julien, quien le dijo
que estaba junto a su hermana y Marianita.
Por ltimo, en el informe que integra el rollo 143 del Archivo del
Terror, especficamente el fotograma 0386, encontramos los nombres de
Mara Emilia Islas Gatti y Jorge Zaffaroni.
Por ltimo, sobre las gestiones de la familia para dar con sus hijos y su
nieta, debemos mencionar, que se encuentra incorporado a este debate la
accin de habeas corpus presentada el 7 de octubre de 1976, las denuncias
ante la CONADEP, y el expediente de ausencia por desaparicin forzada que
declar como fecha presuntiva de desaparicin el 27 de septiembre de 1976.
Con los aos, Mariana Zaffaroni Islas pudo recuperar su identidad. Sus
padres continan desaparecidos.
l la llevo hasta una casa segura y le cont que haba ido hasta al bar
ubicado en Juramento y Ciudad de la paz, donde iban a estar, y ah se enter
del operativo.
Pgina 692 de 1891
Por su parte, Rubn Prieto Benencio, expres en este debate que supo
que el secuestro de Cram y Tras tuvo lugar en el Hospital Pirovano en un
encuentro automtico con Jorge Zaffaroni, lo que resulta coincidente con el
relato que Rodrguez Mercader le hizo a Irma Hernndez, ya que si bien el
Hospital Pirovano no queda exactamente en la interseccin de las calles
Juramento y Ciudad de la Paz, se encuentra a pocas cuadras de all, y se trata
de la misma zona de la Ciudad.
Breijo refiri que los llev hasta la casa de unos amigos, donde se
quedaron, hasta que pudieron volver a Montevideo.
Esto ocurri en jurisdiccin que estaba bajo control del rea III de la
Subzona Capital Federal, cuyo responsable en ese momento era el Jefe del
Regimiento de Granaderos a Caballo, Rodolfo Whener.
Prueba
Explic que el trayecto fue encapuchada y sus manos atadas hacia atrs,
adems precis que escuch una sirena de un patrullero al cual le dieron
alguna explicacin y continuaron viaje, lo que nuevamente da cuenta de la
connivencia existente entre las fuerzas que actuaban bajo la coordinacin de
las comandancias y jefaturas territoriales.
34
nro. 0000A964.
Fue tambin en nuestro pas que form pareja con Mara de los ngeles
Michelena, con quien tuvo una hija en septiembre de 1975.
Nos explic que l formaba parte del FER, que ambos fueron
perseguidos en su pas y que a fines de 1972 Prieto Gonzlez fue requerido
por las fuerzas uruguayas.
Pgina 704 de 1891
Por su parte, en la audiencia de debate la madre de Prieto Gonzlez,
Milka, tambin hizo referencia a la participacin poltica de su hijo mientras
era estudiante.
Por otra parte, de la persecucin que fue objeto en su pas de origen, las
detenciones que padeci y el seguimiento que hacan de sus actividades las
fuerzas represivas tambin dan cuenta la ficha patronmica confeccionada por
la propia Direccin de Informacin e Inteligencia del ejrcito uruguayo y la
Investigacin Histrica Sobre Detenidos Desaparecidos, en donde se
encuentra transcripta una ficha confeccionada por el Departamento I del
Ministerio de Defensa Nacional.
Nos dijo tambin que ese da, Prieto Gonzlez tena prevista una cita
con un compaero del PVP.
Al regresar por la tarde a su casa con su hija, Michelena vio que estaba
todo desordenado y su pareja no se encontraba all.
Tambin nos dijo que una vecina le cont que personas armadas, abordo
de un Falcon y una ambulancia, haban allanado la vivienda.
Tambin nos dijo que intent prevenirlo de que no fuera a la cita, pero
que Prieto Gonzlez fue de todos modos.
Mara de los ngeles Michelena tambin dio cuenta del modo en que
tuvo que escapar de su domicilio luego del secuestro de Prieto Gonzlez,
cmo se traslad a Uruguay un tiempo despus, cmo fue secuestrada en
Uruguay y todo el tiempo que permaneci formalmente detenida all por su
pertenencia al PVP.
Por este hecho, fueron condenados, entre otros, los militares uruguayos
Jos Nino Gavazzo, Jos Ricardo Arab y Jorge Alberto Silveira Quesada,
todos ellos miembros del grupo de agentes uruguayos a cargo del primero.
Tal como ocurri con el resto de los que por entonces conformaron el
PVP, la vigilancia, el inters por conocer sus actividades y la persecucin por
parte de las Fuerzas Conjuntas Uruguayas prosigui en nuestro pas.
Previo a ese encuentro, muy cerca de all, haba tenido una reunin en
un bar con otros dos compaeros del partido, lvaro Tato y Jos Imaz Breijo,
quienes insistieron en acompaarlo a la cita con Goessens, pero l se los
impidi porque no tena confianza de que se tratara de un encuentro seguro.
Prueba
Contamos tambin con la prueba que acredita que la PFA no slo estaba
al tanto de esta bsqueda, sino que tena la orden dar aviso al Servicio de
Informacin de Defensa uruguayo, en caso de encontrarlo.
que posee prontuario D.E. 221.505, donde consta con fecha 5-1-74
en Orden del Da Montevideo de fecha 29-8-72, art. 1, inciso 8, pedido de
CAPTURA, por sabrselo vinculado al MLN, habido dar aviso al Servicio
de informacin Def. del Minist. De Def. Nacional, Expte. 77779.
El primero, como dijimos, fue visto all por Jos Luis Bertazzo.
Para ese entonces, pese a que su actividad poltica era secreta, el SID
uruguayo ya saba que utilizaba esa identidad falsa; que su esposa tambin
estaba en Buenos Aires y que ella tena participacin poltica en la ROE.
Secuestro:
Sin embargo, los hechos probados en este debate nos permiten afirmar,
del mismo modo que lo hicimos en los casos anteriores, que lo que le ocurri a
Arnone Hernndez es un ejemplo ms del accionar desarrollado bajo el marco
de coordinacin represiva de la denominada Operacin o Plan Cndor.
Prueba
Como expres en este debate Cristina Mihura sentan que se les venan
encima y as fue como el 1 de octubre de 1976 Arnone Hernndez fue
secuestrado al salir de su casa.
35
Ficha 98-247/2006.
Ya en esta ciudad los tres se integraron al PVP. All formaron parte del
sector a cargo de Mechoso Mndez, uno de cuyos referentes era Carlos
Goessens.
Carretero Crdenas, por su parte, haba formado pareja con Juan Pablo
Recagno Ibarbur, otro miembro del PVP, a quien nos referiremos ms
adelante.
Tambin, que, al igual que ocurri con el resto de sus compaeros, los
tres fueron conducidos a Orletti.
A los pocos das del secuestro de su hijo, Rafael Ignacio Lezama Mulet
se traslad a Buenos Aires para buscarlo. Interpuso una accin de habeas
corpus en la que el Estado argentino neg tener conocimiento sobre el
paradero de su hijo.
Prueba
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Los elementos de prueba producidos durante el debate, valorados a
continuacin de manera conjunta, acreditan que los hechos ocurrieron tal
como fueron descriptos anteriormente.
Tambin fue Prez Iriarte quien dio cuenta del exilio de Lezama
Gonzlez y Moreno Malugani en Chile. Nos habl, asimismo, de su traslado
con Malugani a la Argentina en agosto de 1972.
Nos habl tambin sobre el ltimo contacto personal que tuvo con
Moreno Malugani cuando el testigo se encontraba asilado en la embajada
Argentina en Chile, antes de exiliarse en Cuba.
Por otra parte, del seguimiento que hacan las fuerzas represivas
uruguayas de las actividades de Moreno Malugani dan cuenta tanto la Ficha
Patronmica confeccionada por la Direccin Nacional de Informacin e
Inteligencia de ese pas, agregada a su Legajo Comipaz, como la
Investigacin Histrica sobre detenidos desaparecidos, en donde se
encuentra transcripta la ficha confeccionada por el Servicio de Informacin de
Defensa.
All, por ejemplo, se asent que Moreno Malugani figura en una lista de
ciudadanos que solicitaron el pasaporte uruguayo en el consulado de Santiago
de Chile.
Nos dijo que ella desconfiaba de ese encuentro porque se haba pactado
a raz de un llamado telefnico luego de que Goessens se ausentara por unos
das, a partir del 26 de septiembre.
Por otra parte, en una de esas exposiciones sostuvo que obtuvo esa
informacin a partir de un llamado annimo que atendi su hermana el da 3
de octubre de 1976.
Por otro lado, de ese legajo surge que entre 1981 y 1982 Cordero
Piacentini fue Delegado Alterno del Ministerio de Defensa Nacional ante la
Comisin Especial con el cometido de inventariar y ordenar la informacin
para la planificacin de los recursos de la zona Tacuaremb-Rivera.
Cualquiera de los dos destinos, y las fechas en las que Cordero cumpli
funciones all, son lo suficientemente similares con el relato de la testigo como
para dotarlo de verosimilitud.
Por otra parte, tambin contamos con los expedientes en los que se
declararon sus ausencias por desaparicin forzada y los documentos agregados
a sus legajos CONADEP y COMIPAZ.
36
Se trata de los documentos identificados con los nmeros: 0000AA73, 0000A8A2, 0000A939, 0000AA49,
0000A95C, 0000A964, 0000A7C2, B041 y 0000A8D5.
Tena 25 aos.
Prueba
Hemos afirmado que Juan Pablo Recagno integr el PVP; de ello dio
cuenta, entre otros, Ricardo Gil Iribarne, quien dijo que al igual que l,
Recagno estaba vinculado al PVP, aunque participaban en estructuras
diferentes de ese mismo partido.
Esto coincide con los dichos de lvaro Rico e Ivonne Tras, quienes en
sus respectivos testimonios se refirieron a la pertenencia de Recagno a esa
organizacin.
A ello agreg que, una vez que sus captores, que estaban sentados en
otras mesas, lo tomaron por la fuerza, a Recagno le sacaron la campera y es
as como observ que sus muecas estaban laceradas.
Ambos sealaron que Cordero saba que eran amigos de Recagno y que,
por eso, les mencion su captura cuando se encontraban prisioneros en
Uruguay.
Rodrguez Larreta Martnez dijo que Cordero le cont que haba estado
con Recagno en Buenos Aires y con los otros, aludiendo al resto de los
secuestrados; y que le haban pedido que lo ayudara, pero que l no poda
hacer nada.
Segn el propio Gavazzo, esto era por venganza, pues las fuerzas
uruguayas le atribuan el asesinato de un polica, hecho ocurrido aos antes en
Uruguay, cuando Recagno integraba otra organizacin.
Los tres das que permaneci en Orletti, Nores estuvo la mayor parte del
tiempo esposado y encapuchado.
Por otro lado, las declaraciones de lvaro Nores efectuadas durante los
juicios de las causas Plan Sistemtico y Automotores Orletti y que fueron
incorporadas a este debate, nos aportan precisiones acerca de su exilio en
Buenos Aires y de su participacin en el PVP.
Record que una vez que lvaro lleg a ese CCD, estuvieron alojados
en el mismo lugar junto a Laura Anzalone y Flix Daz.
Coincidieron con los dichos vertidos por Pilar Nores, los testigos
Macarena Gelman, Ral Altuna Facal, Alicia Raquel Cadenas Ravela y Ana
Ins Quadros, quienes tambin manifestaron haber visto a lvaro Nores en la
sede del SID en Boulevard Artigas.
Lo mismo fue mencionado por Julio Csar Barboza Pla, quien como ya
explicamos se desempeo como guardia en ese CCD de Montevideo.
Barboza Pla record que lvaro Nores fue uno de los ciudadanos
uruguayos que all se encontraba detenido y que haba sido trasladado desde la
Repblica Argentina.
Al igual que el resto de sus compaeros del PVP, Queiro fue trasladado
a Automotores Orletti, donde fue sometido a condiciones inhumanas de
detencin.
Sin embargo, los hechos que han sido demostrados en el juicio nos
permiten concluir que su desaparicin forma parte de los delitos cometidos en
el marco del plan ejecutado por la asociacin ilcita denominada Operacin
Cndor.
Prueba
Nos habl tambin del temor que sintieron cuando se enteraron del
Golpe de Estado en Chile, y la tranquilidad, al retomar el contacto con l en
Buenos Aires. Del libro A todos ellos, incorporado a la causa, surge la
misma informacin.
Ella nos cont que iniciaron juntos las actividades en la FAU y que
luego se reencontraron en Buenos Aires; incluso, que en alguna oportunidad
trabajaron juntos en uno de los equipos del PVP.
Carmen Queiro expuso en este debate que poco antes del 4 de octubre,
Queiro la llam por telfono y le dijo que tena que dejar la Argentina y que
por eso viajara a Suecia.
Explic que Carlos Lpez, el socio de Queiro con quien tena el local en
el mercado de la calle Nan, le coment que al medioda haba hablado por
telfono con l y que la conversacin se haba cortado bruscamente.
Agreg que, a partir de ese da y hasta el momento en que logr salir del
pas, ella continu asistiendo a los encuentros automticos que tena
previstos con Queiro.
37
Ficha 98-247/2006.
All conoci a su pareja, Mara del Carmen Posse Merino. Tras el golpe
militar en ese pas debi nuevamente trasladar su residencia.
Tal como se indic, tena un nico hijo que durante un tiempo estuvo
detenido en la crcel de Punta Carretas, en Montevideo y por eso se traslad a
esa ciudad.
Decidieron irse del pas hacia Brasil y desde all intentar obtener refugio
en Europa. E
Detencin. Operativo.
Las fuerzas represivas paraguayas llegaron all a partir del aviso de una
informante que denunci la operacin de documentacin falsa tras haber
escuchado una conversacin en la Direccin de Identificaciones. En el local,
qued una guardia policial.
Luego de unos das, los alojaron junto a los tres prisioneros argentinos
en el Departamento de Investigaciones.
Traslado
El traslado coincidi con una visita que Jorge Rafael Videla realiz a su
par paraguayo los das 14 y 15 de mayo de 1977.
Actualmente los cinco, Gustavo Inzaurralde, Jos Luis Nell, Dora Marta
Landi, Alejandro Logoluso y Nelson Santana Scotto, permanecen
desaparecidos.
PRUEBA
Fue por esta razn que viaj a Paraguay, con la intencin de obtener
documentacin que le sirviera a l y a otros compaeros a salir de la regin.
Agreg que fue a raz de estos hechos que decidieron irse al extranjero.
Secuestro
En este debate nos revelaron lo que las vctimas les contaron sobre el
momento de sus capturas.
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Adems de Lidia Cabrera y Sotero Franco, Esteban Cabrera, Jaime
Burgos Valdivia y Csar Bez Samaniego, tambin tomaron contacto con las
vctimas dentro del Departamento de Investigaciones de la Polica en
Asuncin.
Cont que durante ese tiempo conversaron mucho y en ese marco tom
conocimiento de los interrogatorios y torturas sufridos por todas las vctimas.
En particular, Landi le cont que las personas que la interrogaron eran de
Coordinacin Federal.
Franco confirm tambin las torturas padecidas por Jos Nell, a quien
vio muy golpeado; y aquellas padecidas por Logoluso por parte de la Polica
Del distribuidor del documento, que puede apreciarse al pie del informe,
surge que esta informacin se puso en conocimiento de la subzona 23 y del
rea 234 del Ejrcito Argentino; y de la Direccin De Investigaciones de la
Polica de Asuncin.
Existe, adems, otro documento del Archivo del Terror, que obra
38
Fs. 4183 y 3841/3852 de Cndor I, respectivamente.
Acerca del destino de este traslado, record que cuando se los llevaron
escuch que dos guardias hablaban en guaran y se decan: a estos Videla no
se los va a perdonar, se los va a llevar en el avin a Bs As, pero no van a
llegar. Los van a tirar por el camino.
En este sentido relat que el propio Logoluso le dijo que con seguridad
Videla ira a Asuncin para un acto con Stroessner y se los llevaran, pero que
los iban a tirar del avin.
Burgos Valdibia, por su parte, cont que Inzaurralde le dijo que estaba
seguro de que l y Santana Scotto seran trasladados, y record haber visto
cmo lo preparaban en lo que l entendi que sera un traslado. En ese
momento Inzaurralde le dijo que los estaban entregando a la polica
uruguaya.
Sin embargo, a la luz del resto de los documentos en los que se plasman
las actividades de inteligencia, es obvio que la insercin de esa informacin no
es otra cosa que un intento, por parte de la autoridades paraguayas, de solapar
la entrega ilegal de prisioneros por motivos polticos a las fuerzas represivas
argentinas, y de esa manera pretender desvincularse de su responsabilidad por
el destino nefasto que tendran esas personas.
A pesar de que compartieron slo ese da, pudieron conversar sobre sus
historias, y es as que se enter de quin era l; y que haba sido secuestrado
en Asuncin y trasladado clandestinamente a la Argentina.
Por ejemplo, Nidia Landi, hermana de Dora, relat con detalle los
viajes realizados a Paraguay.
Por su parte, Liliana Nell, sobrina de Jos Nell, se explay sobre las
averiguaciones que realizaron su padre y su ta, hermanos de Jos, sin obtener
informacin.
Esta circunstancia coincide con el relato hecho por la propia Sara Nell
obrante en el legajo SDH n3526, correspondiente a la vctima.
Por otro lado, los hechos relatados y las gestiones realizadas por sus
familiares tambin se encuentran en las actuaciones agregadas a los legajos
CONADEP correspondientes a estas vctimas e incorporados a este debate.
De los hechos que hemos probado, en este juicio slo est formalmente
imputado Antonio Vaek por la privacin ilegal de la libertad de la que fue
vctima Gustavo Edison Inzaurralde Melgar.
Secuestro
Evidentemente, no se equivoc.
Esa jefatura de rea, al igual que todas las de la Zona 4, en esa fecha
responda a las rdenes de Riveros, Comandante de Institutos Militares y Jefe
de esa zona de defensa.
Prueba
Tambin habl del temor que su padre demostraba tener cada vez que le
relataba la desaparicin de alguno de sus compaeros.
Esta sentencia fue aportada por esta parte e incorporada por lectura al
debate.
All, el Tribunal de San Martn tuvo por acreditado que todas las
vctimas fueron ilegtimamente privadas de su libertad en la sede del Astillero
Mestrina en dos operativos realizados el 24 y 25 de marzo de 1976 por
personal perteneciente al Ejrcito Argentino; que fueron trasladados a la
Comisara 1 de Tigre en donde fueron mantenidos cautivos durante algunos
das, luego de lo cual fueron nuevamente trasladados, esta vez al CCD que
funcion en Campo de Mayo.
Muchos de esos relatos demuestran que los detenidos en ese lugar que
estaban a disposicin de la Zona 4, eran trabajadores de Mestrina, Astarsa o
Ford; y que no se asentaban en los libros de la dependencia policial. Incluso,
se afirma que los policas de ese lugar tenan la orden de los militares de no
dar ninguna informacin a los familiares de esos detenidos que se presentaran
a preguntar por ellos, lo que, como vimos, Elvira Martnez, vivi en carne
propia.
Fue tambin por estas actividades que, luego del golpe de Estado, fue
despedido de su lugar de trabajo y le fue impedido encontrar uno nuevo.
Con un revolver sobre el escritorio, les dijo que esa noche se haban
realizado varios operativos en conjunto con el Ejrcito y que no tena nada
ms para informarles.
Sin embargo, poco tiempo despus desisti de esa accin, luego de que
un funcionario del Ministerio del Interior le recomendara que as lo hiciera,
si quera volver a ver a su hijo.
Prueba
Por otra parte, debe tenerse en cuenta que el relato de los testigos se
encuentra confirmado por documentacin remitida por la Comisin Provincial
por la Memoria y que forma parte del archivo de la ex-DIPPBA.
Cont que conoca a Gavazzo del Uruguay, dado que haba sido el
responsable de llevar adelante un allanamiento realizado, por orden judicial,
en su domicilio.
Por este hecho, fueron condenados, entre otros, los militares uruguayos
Jos Nino Gavazzo, Jos Ricardo Arab y Jorge Alberto Silveira Quesada.
Estaba casado con Cristina Nlida Prez con quien tena un hijo, Oscar
Ariel, de tres meses.
Identificacin:
Prueba
Sin embargo, ese da, luego de que Lila y Claudio retiraran el pasaje de
Lila de las oficinas de Pluna en la ciudad de Punta del Este, fueron
secuestrados por un grupo de aproximadamente siete personas
pertenecientes a las fuerzas represivas argentinas, que se movilizaban en
dos autos con patente argentina, y que actuaron en coordinacin con fuerzas
uruguayas.
Tambin tom contacto con personas que vivan all, que le aportaron
informacin sobre lo que haba ocurrido con Claudio y Lila.
Tambin que ese da, vecinos de esa ciudad haban visto cmo sus hijos
eran seguidos por dos vehculos con patente argentina, en el que se
movilizaban siete personas.
Lpez no slo los vi, sino que durante su permanencia habl con
Claudio y Lila Epelbaum, quienes le relataron que haban sido secuestrados
en Uruguay y trasladados a nuestro pas en un avin.
Explic adems que Claudio y Lila haban sido llevados a ese lugar una
o dos semanas despus de que l fuera apresado y que ambos hermanos fueron
Incluso, destac que pudo retener sus nombres porque les tomaban lista
cada vez que se cambiaba de guardia, cosa que ocurra cada 24 horas.
Lpez record, adems, que dentro del CCD se enter a travs de otro
prisionero que Lus Marcelo Epelbaum tambin haba estado all y que haba
sido trasladado antes de su llegada.
Sin dudas, que su nombre figure en ese manifiesto slo puede ser
interpretado como una maniobra para ocultar que el secuestro ocurri en
Uruguay y establecer pistas falsas, aprovechando el hecho de que Lila
efectivamente tena un pasaje en ese vuelo, lo que sus secuestradores saban
perfectamente puesto que la siguieron desde la salida del local donde ella y
Claudio lo adquirieron.
Tambin dan cuenta de las gestiones realizadas para dar con el paradero
de los Epelbaum, las copias de las constancias del trmite que tuvieron las
denuncias formuladas por Shoshi Epelbaum ante la Comisin Interamericana
de Derecho Humanos y que fueran remitidas por la propia Comisin.
Esta Sub-rea estaba subsumida dentro del rea 113 cuyo Jefe era el
Coronel Roque Carlos Presti. A su vez, el rea 113 dependa del Comando de
la Brigada de Infantera Mecanizada X, responsable de la subzona 11, en ese
momento bajo las rdenes de Juan Bautista Sasiain, integrada dentro de la
Zona de Defensa 1.
40
Hay foto en el legajo de cmara n60.
Sus hijos fueron testigos de esta brutalidad, que lleg incluso a que uno
de los captores balanceara de un lado a otro, tomada por los pies, al beb
recin nacido, para obligar a sus padres a hablar.
Tras los informes negativos remitidos por las fuerzas, en abril de 1977,
la accin intentada respecto de Gndara Castromn, fue rechazada.
Ella le dijo que l saldra en libertad pero que los represores le haban
dicho que ella estaba muy comprometida y que la iban a matar.
Los hechos de los que fue vctima Elba Luca Gndara Castromn
tambin fueron materia de juzgamiento en la causa n13/84.
Estas circunstancias, a las que se sumaron los tormentos sufridos por las
vctimas, tambin se dieron por probadas en el marco del debate celebrado en
la causa N 1487 Zeolitti, Roberto Carlos y otros; con la nica diferencia de
que por el cmulo de probanzas en ese juicio, se determin que el lugar en que
haban sido alojados durante el cautiverio no era el Regimiento Sptimo de
Caballera sino, como ya lo hemos afirmado, en el CCD "El Vesubio".
Los GAU
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Nos referiremos ahora a los hechos que tuvieron lugar en diciembre de
1977, en los que las FFAA argentinas en actuacin conjunta con las fuerzas
represivas uruguayas, perpetraron una serie de operativos consecutivos en
nuestro pas, dirigidos especficamente contra ciudadanos uruguayos
pertenecientes a los llamados Grupos de Accin Unificadora (GAU), al PC
uruguayo e incluso al Movimiento de Liberacin Nacional - Tupamaros
(MLN), entre otros.
Antecedentes
Por ltimo, Carlos Federico Cabezudo Prez integraba las filas del
Partido Comunista Revolucionario en Uruguay.
Es a partir de este hecho que las fuerzas uruguayas pensaron que los
GAU estaban relacionados con la organizacin argentina Montoneros.
Tal como surge tambin del informe del 26 de septiembre de 2005 del
Comando General de la Armada Uruguaya al Presidente de la Nacin,
remitido mediante exhorto desde Uruguay, Rico explic que el 16 de
noviembre de 1977 fue detenido Degregorio, y a partir del allanamiento que se
produce como consecuencia de ello, es que el Cuerpo de Fusileros Navales
infiere la existencia de una filial en Buenos Aires.
Alfredo Bosco Muoz es uno de los que logr huir de esta arremetida,
refugindose en Argentina a partir del 29 de noviembre. Aqu se instal en la
casa de sus compaeros Edmundo Dossetti e Ileana Garca Ramos.
Secuestros
El testigo cont las peripecias que sortearon sus abuelos para poder
llevarlo a Uruguay; entre ellas, que lograron salir del pas a travs del
aeroparque luego de que en el puerto de Buenos Aires un oficial de la aduana
argentina descubriera que el nio figuraba como requerido por las Fuerzas
Conjuntas uruguayas.
Con respecto al caso de Elena Lerena Costa figura, entre otras cosas, la
respuesta emitida por la Polica de la Provincia de Buenos Aires en donde, el
26 de enero de 1978, informa que se ha podido constatar el secuestro ocurrido
en el domicilio la calle Monteverde y que, como consecuencia de que los
secuestradores dejaron a su hijo a cargo de unos vecinos, la comisara de
Vicente Lpez instruy actuaciones tendientes a proteger al menor.
La Sra. Michele les contest que ya no estaba con ellos y que deban
consultar al juzgado de menores.
El partido de Vicente Lpez tambin era jurisdiccin del rea 450 cuya
jefatura, como ya dijimos, responda a las rdenes del comando de la zona 4 a
cargo del imputado Santiago Omar Riveros.
Ella nos inform sobre la amistad que una a su marido con Dossetti, y
explic que si bien desconoca el lugar en donde viva, se mantuvieron
comunicados por telfono y correspondencia hasta pocos das antes de su
secuestro, y que el ltimo contacto fue una tarjeta navidea que Bosco Muoz
le envi el 19 de diciembre de 1977.
Respecto del secuestro cont que las familias tomaron conocimiento por
una carta que recibieron en Uruguay sus consuegros, proveniente del Sr.
Fausto Bucci, presidente del consejo de administracin del edificio en que
vivan su hija y yerno.
Sin embargo, los hechos sufridos por Alfredo Fernando Bosco Muoz
no se tuvieron por acreditados en virtud de que, para ese momento, no se
confirm la presuncin de que hubiera sido secuestrado junto al matrimonio
Dossetti a pesar de que contaban con la declaracin del testigo Luis Guillermo
Taub, sobreviviente de los CCD COT I Martnez quien dio cuenta del
cautiverio, torturas e interrogatorio de una persona de apellido Muoz.
41
Ver si lo dejamos ac o lo bajamos a la conclusin de este caso, en el cautiverio, para no adelantarnos.
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pormenores que pudo reconstruir del operativo de secuestro de sus padres, a
travs de lo que le contaron sus abuelos.
Tambin le cont que los captores preguntaban a los vecinos por dnde
estaban los uruguayos y que, de la casa de Borelli, sacaban cosas envueltas
en frazadas.
Agreg que tiempo ms tarde se enter lo que haba ocurrido con sus
compaeros Ro Casas y Gallo ya que ella tambin permaneci cautiva en el
CCD Pozo de Quilmes, donde se reencontr con Ada Sanz.
Ella le cont que haba hablado con Eduardo Gallo y Miguel ngel Ro
Casas en el CCD y que ellos le contaron que haban sido detenidos en un
operativo vinculado a Atalivas Castillo.
Explic que ellos vivan juntos en Buenos Aires; y que supo del
secuestro a travs de una llamada telefnica que recibi en Uruguay otro
hermano, de nombre Ivn Carneiro.
Por su parte, el testigo ngel Gallero, quien era compaero del PCR y
la UAL de Cabezudo, describi las circunstancias en que sucedi el secuestro,
aclarando que pudieron reconstruir los hechos entre algunos compaeros.
Cautiverio
COT I Martnez
Tambin sabemos del paso de las vctimas por ese lugar a travs de los
testimonios prestados por los testigos Corro y Chamorro, quienes si bien no
estuvieron prisioneros all, posteriormente compartieron cautiverio con
algunas de las vctimas en el CCD "Pozo de Banfield".
En ese lugar escucharon los relatos que ellas les hicieron acerca de lo
que vivieron en Martnez, lo cual reprodujeron en sus declaraciones.
Aclar tambin que segn le dijo Artigas Nilo, conocan a Gavazzo del
Uruguay como un represor.
Entre ellos estaba Eduardo Gallo Castro; y Artigas Nilo crea que
tambin lo estaban Carlos Cabezudo Prez y la pareja de Yolanda Casco, Julio
Csar DEla Pallares.
Asimismo, afirm que de los 5 que trasladaron, hay por lo menos 2 que
fueron vistos en Uruguay.
Por esos movimientos se le corri un poco la venda que cubra sus ojos
y fue as como pudo ver que Carlos Federico Cabezudo Prez se encontraba
colgado de los brazos, muy lastimado.
De acuerdo a lo que explic, ese CCD era manejado por personal del
OCOA. All le dijeron, y cito, vos ests en el infierno y los diablos estn de
viaje pero ya van a venir, en clara referencia a los que seran sus
interrogadores.
Adems, Gallero explic por qu razn dedujo que en ese CCD tambin
se encontraba secuestrado Eduardo Gallo Castro.
Por otra parte, el CCD conocido como Pozo de Quilmes, como tambin
observamos en la inspeccin ocular realizada en el debate, funcion en
dependencias de lo que hoy es la Direccin Departamental de Investigaciones
de esa localidad de la Polica de la Provincia de Buenos Aires, otrora conocida
como Brigada de Investigaciones.
43
Dentro de la documentacin que remiti el Juzgado de La Plata, hay una inspeccin ocular que se realiza
con sobrevivientes del CCD. No suma ms informacin pero es un reconocimiento del lugar de detencin...
Del cautiverio al que las vctimas fueron sometidas en los CCD Pozo de
Banfield y Pozo de Quilmes, contamos con los testimonios de las vctimas
sobrevivientes de esos CCD, que vieron y conversaron con algunos de ellos.
Corro cont que luego de su paso por el CCD Brigada de San Justo, fue
trasladado al Pozo de Banfield.
Record que Ada Sanz, con quien tuvo oportunidad de hablar, le cont
que todos ellos conformaban un grupo de 22 personas de diferentes grupos
polticos (Partido Comunista Revolucionario, Tupamaros y GAU); y que
estaban alojados en un local en Banfield como en una especie de depsito,
pero que los llevaban al Pozo de Quilmes para torturarlos.
Finalmente refiri que para cuando fue liberado en los primeros das de
mayo de 1978, el grupo de uruguayos todava estaba en el Pozo de Quilmes.
Tambin le cont que haba estado con Gallo Castro y Ro Casas, que
ambos estaban muy heridos y que a Ro Casas lo iban a llevar a atenderse a
algn lado pero que haba muerto en el camino.
Vzquez relat que, una vez instalada en Buenos Aires, tena relacin
con Ada Sanz y realizaba tareas de solidaridad con compatriotas que estaban
en la misma situacin.
Cont que sentado ante una mesa, esposado, se le puso esta carpeta en
frente y un oficial pasaba las pginas.
En ese momento vio una hoja en donde haba una foto y una declaracin
de Alberto Corchs Lavia.
Traslado final
Partos
Por su parte, al igual que sus hermanos Esteban qued primero bajo el
cuidado de miembros de la organizacin, pero luego lo llevaron con sus
abuelos maternos que vivan en la zona de Beccar de la PBA.
Prueba
Los tres testigos dieron cuenta, entre otras cosas que detallaremos a
continuacin, de las actividades polticas que desarrollaba el grupo y en
particular por la familia Hernndez Hobbas, del contexto de persecucin del
que eran objeto y de las maniobras que permanentemente deban realizar para
evadir a las fuerzas represivas, entre ellas, las constantes mudanzas y el
cuidado alternado de los hijos de los integrantes de la agrupacin.
Sostuvo que, entre otros lugares, vivieron junto a una compaera en una
casa cercana a la estacin ferroviaria de Olivos, tambin en la zona norte de la
provincia de Buenos Aires, hasta que una noche del mes de octubre de 1976
debieron abandonarla cuando, luego del secuestro de esta compaera, un
fuerte operativo militar se mont en la casa.
Hernndez, agreg que luego del viaje, perdi el contacto con sus
hermanos ya que qued al cuidado de familiares y poco tiempo despus viaj
a Uruguay.
Yrurtia explic que una vez que ingresaron, llevaron detenidas a las tres
mujeres adultas que estaban all y a Fernando Washington Hernndez; y que
sin dar ninguna explicacin se retiraron del lugar.
Agreg que en aquel sufrido por sus padres, las fuerzas llevaron a una
persona que, por la descripcin que le realizaron, el testigo concluy que se
trataba de la vctima.
En este debate se prob que Mary Norma Luppi Mazzone, Mara Luisa
Eiras, Cristina Calero y Rita Echave fueron violentamente secuestradas el
10 de junio de 1977 en el departamento n 23 de la calle Vicente Lpez 1933,
piso 3, de esta Ciudad, por integrantes de las fuerzas represivas estatales que
actuaban en coordinacin con las fuerzas de otras dictaduras del Cono sur, con
el objeto de eliminar a sus opositores.
La nica informacin que les dieron sobre Luppi Mazzone fue que ella
tena una causa pendiente en Montevideo.
44
Rita Echave dijo: no nos esposaron, ni nos encapucharon
45
Rita dijo que viaj en un auto grisaseo, de los 70. Me pareca como un Mercedes Benz antiguo, como
de coleccin, achatado.
46
A lo largo de la declaracin se contradice, ms adelante dice: primero sacaron a dos, y despus a las
otras dos. Hablaron por Handy y dijeron que iban a buscar a las otras dos. La uruguaya que viaj conmigo
(Rita) estuvo todo el tiempo conmigo. A Eiras no la vi ms.
Prueba
De eso dan cuenta tambin las fichas del OCOA y la ficha patronmica
de la Direccin Nacional de Informacin e Inteligencia de Uruguay, que
aparecen transcriptas en La Investigacin Histria.
Tambin all hay constancias que demuestran que las fuerzas uruguayas
estaban al tanto de que ella se encontraba en Buenos Aires.
Echave, nos cont que escucharon los gritos de ella mientras era
sometida a tortura y cmo le rogaba a sus captores que dejaran tranquilas a las
otras tres mujeres.
Por otra parte, Cristina Calero relat en este juicio que fue su madre
quien le comunic lo sucedido a Juan Jos Luppi y que luego se enter de que
vino a la Argentina a realizar todas las gestiones para dar con su hija.
Aqu conoci a Daniel Omar Vattino, un activista del PRT con quien
planeaba casarse el 22 de agosto de 1977.
Secuestro
48
As est en las denuncias, google no lo encuentra.
A su vez, el rea 430, como todas las reas con jurisdiccin dentro de la
Zona n 4, responda a las rdenes del Comando de Institutos Militares en
donde, al momento de los hechos, Santiago Omar Riveros era su comandante
y Reynaldo Benito Bignone su 2 comandante y jefe del Estado Mayor.
Prueba
Prueba
Agreg que tanto su hermano Ary Severo Barreto como el resto de sus
familiares estuvieron detenidos ilegalmente en un CCD en la provincia de
Buenos Aires y agreg que supo por medio de Rosa lvarez, quien fue
liberada el 12 de mayo de 1978, que los represores que interrogaban eran
uruguayos y que pudo identificar esto por el acento de sus voces, pero
adems porque durante los fines de semana viajaban a Uruguay.
Agreg que pocos das despus de su regreso a Uruguay, entre los das
27 y 28 de abril de 1978, fue detenido en la ciudad de La Paz del
Pgina 891 de 1891
departamento de Canelones; y que mientras estaba en la comisara escuch
que por una radio informaron que tena requisitoria de la Repblica
Argentina por delito poltico.
Relat que luego de 15 das en los que fue indagado por personal de la
jefatura de inteligencia departamental, lo trasladaron a la Direccin Nacional
de Informacin e Inteligencia en Montevideo y que all nuevamente fue
interrogado, pero esta vez respecto de Ary Severo Barreto y su esposa,
Beatriz Anglet.
Cont que Ary Severo Barreto comparti celda con su esposo, Alberto
Illarzen; y que ella lo vea pasar cuando era llevado a los interrogatorios.
Record que Ary Severo fue alojado en la celda junto a Alberto Illarzen
y al ser preguntada por los interrogatorios sufridos coincidi con el resto de
los sobrevivientes sealando que a Ary lo atormentaban, agregando que los
represores llevaban primero a la esposa y luego a Severo Barreto para
torturarlo.
Por otro lado, lvarez relat que una sola vez le hicieron preguntas
sobre sus actividades y que mientras ella responda, los represores realizaban
llamadas como para contrastar sus respuestas.
Agreg que consult esta situacin con el guardia con el que haba
conversado y ste le inform que los represores uruguayos se comunicaban
desde el CCD con Uruguay, y cito: ellos de ac directamente tienen todo y
se comunican con Montevideo.
An permanecen desaparecidos.
Refiri tambin que varios de sus compaeros del Liceo Naval, lugar
donde se haba conocido con Claudio Logares, haban sido secuestrados, entre
ellos, Laureano Donda, y Lucero.
Explic que fue por ese motivo que decidi exiliarse en Uruguay,
aproximadamente, para semana santa de 1977.
Agreg que Claudio Logares lo visit all y le dijo que senta mucho
miedo de lo que le poda ocurrir.
Las menciones efectuadas por Elsa Pavn, relativas a que advirti que
las cartas que reciba de ellos haban sido abiertas, confirman que Logares y
Grispn estaban siendo vigilados.
Asimismo, destac que la ltima vez que la pareja fue vista en el CCD
fue para junio de 1978, cuando los llevaron para traslado.
Por ese motivo los guardias sacaron a Maria Asuncin Artigas Nilo para
que le cortara el pelo.
Maria Artigas le cont que estaba desesperada, y que slo haba podido
calmarla un poco.
Pgina 902 de 1891
Atilio Corro, coincidi con el relato de Chamorro, y agreg que Mnica
Grispn le cont que en la Brigada de San Justo haban sido torturados por
argentinos y uruguayos.
Toda la prueba incorporada acredita, entonces, los hechos tal como los
hemos descripto.
49
La sentencia de la causa 44, dice que no se encuentra acreditado que Paula estuvo
secuestrada en la Brigada de San Justo. Plan Sistemtico s dice que paso por la Brigada.
Jos Luis Urtasn, por su parte, fue detenido en 1972 y una vez
liberado, mientras permaneca sometido a un rgimen de libertad vigilada,
escap a la Argentina.
Sabemos que es en este marco que Jos Lus Urtasn Terra fue
asesinado por miembros de ese grupo mediante un disparo de arma de fuego.
Como ocurri en el resto de los casos que hemos tratado, a pesar de los
esfuerzos realizados por familiares y amigos, tanto el Estado uruguayo como
el argentino ocultaron lo que les ocurri a Flix Maidana Bentn, Jos Lus
Urtasn Terra y Mara Rosa Silveira Gramont.
Pgina 907 de 1891
Recin el 18 de julio de 2003, una sentencia judicial estableci que ese
cuerpo enterrado como NN en el cementerio municipal de la Matanza,
perteneci a Jos Luis Urtasn Terra.
Prueba
Myriam Proenza nos habl del rol que cumpli Maidana Bentn en la
formacin del movimiento de trabajadores de la industria azucarera en el
Uruguay y del lugar destacado que ocupaba dentro del Movimiento de
Liberacin Nacional.
Nos habl tambin, del contacto que tuvo con l en Buenos Aires.
All relata las circunstancias en que fue detenida, y el rol que cumpli
en el operativo un militar de la Unidad que la conoca personalmente, todo lo
cual confirma la participacin de Jorge Silveira en el episodio, de conformidad
con lo sealado por los testimonios que escuchamos en el debate.
Este documento da cuenta del rol que cumplan Flix Maidana Bentn y
Jorge Omar Urtasn Terra recordemos, hermano de Jos Lus y pareja, al
momento de los hechos, de Mara Rosa Silveira Gramont-, en las actividades
que, entre 1976 y 1978, llev adelante el MLN - tendencia proletaria- en
Buenos Aires, para intentar unificar las distintas vertientes dentro del
movimiento.
Explic que estuvo con Jos Lus Urtasn aproximadamente hasta las
once de la maana de ese da, cuando l parti rumbo a esa reunin.
Nos cont tambin que deban encontrarse a la una, es decir, una hora
despus de esa reunin, en una parrilla en la localidad de Laferrere, pero
que Urtasn Terra nunca lleg, y que tampoco volvi a su casa.
Fue por ese motivo que huy con unas pocas pertenencias y se refugi
en lo de unos amigos.
Por otra parte, Proenza explic cmo fue que supo la verdadera
identidad de Jos Luis Urtasn y Mara Rosa Silveira Gramont, dado que, por
razones de seguridad, no utilizaban sus verdaderos nombres.
Ella pensaba que viva cerca de la zona de San Miguel, cuando en rigor
haca un tiempo que haba dejado esa localidad para instalarse en localidad de
Laferrere.
Fue por eso que ella crey, y as lo sostuvo en las primeras noticias que
dio sobre estos hechos, que se haban reunido cerca de la estacin Jose C. Paz,
localidad vecina a San Miguel.
Debemos recordar que entre los dos encuentros haba slo una hora, por
lo que resulta claro que se haba prefijado el segundo en un lugar cercano al
primero.
En este mismo sentido, Oscar Javier Urtasn dijo que su hermano, Jorge
Omar, quien haba hecho averiguaciones con otros compaeros, haba llegado
a la conclusin de que la reunin, y consiguiente, el secuestro pudo haber sido
en Gonzlez Catn, pues haba algunas versiones que indicaban que all se
haba producido un tiroteo por esa fecha.
En primer lugar, se demostr que eran las fuerzas uruguayas las que
tenan directo inters en sus capturas.
En este sentido debe recordarse que las tres vctimas haban estado
detenidos en aquel pas, y que sobre Silveira Gramont y Urtasn Terra pesaba
un pedido de captura originado en Uruguay.
1) La dictadura chilena
Destierros y exilios
Estructura represiva
A esto hay que sumar las alianzas con grupos de extrema derecha:
argentinos, exiliados cubanos e italianos principalmente.
50
Digitalizacin A000293
51
Digitalizacin A000302
1. El MIR.
En este marco, se asent una base del MIR en Buenos Aires. En ese
grupo estuvieron destacados los brasileos Emir Sader, que se fue de
Argentina durante 1975, su compaera Regina Marcondes Pinto, Patricio
Biedma y luego, en mayo de 1975, Edgardo Enrquez.
52
Tenemos prueba de Mario Espinoza Barahona y Claudio Ocampo Alonso, a los otros no
los mencion nadie en el juicio pero pudimos reconstruir esto a partir de entrevistas de la
fiscala y de publicaciones.
El Partido Socialista
***
Muoz se par dentro del vehculo, en cuya caja no llevaba lona que lo
cubra, y levant sus brazos llamando la atencin de los transentes.
En esa misma noche en la parte trasera de una camioneta tipo pick up,
fueron trasladados a Chile.
Prueba
Si bien se refiri a las reuniones, aclar que por seguridad no saban las
actividades de los dems.
Los tres explicaron, adems, cul fue el destino dado a las vctimas, de
acuerdo a lo que con el tiempo pudieron reconstruir.
As, los tres afirmaron que luego de sus detenciones, Hernndez Zaspe,
Muoz Velzquez y Tamayo Martnez fueron trasladados desde la ciudad de
Mendoza hacia Chile, en donde fueron vistos por ltima vez en el CCD
conocido como Villa Grimaldi.
Agreg la testigo que aos despus supo que se trataba del CCD Villa
Grimaldi; y que haba sobrevivientes de ese Centro de Detencin que
recordaban la llegada, desde Argentina, de 3 prisioneros que se encontraban
en muy estado de salud.
As, pudo constatar el deplorable estado fsico en que estaba Muoz por
la forma en que se quejaba de dolor.
Feres concluy que, sin lugar a dudas, Muoz haba sido torturado en
ese CCD.
Atribucin de responsabilidad
Bruno Serrano, que formaba parte del MIR, tambin se refiri al rol de
Enrquez dentro de la JCR.
Por otro lado, Kremer record que Enrquez estaba en contacto con
miembros del MIR, especialmente en capital federal, y se encargaba de
organizar la salida y el ingreso clandestino de compaeros a Chile.
Por eso y tal como dejara asentado Arnol Kremer en su libro Los
Perros, tom precauciones a la hora de elegir su domicilio.
Como destac Kremer y pudimos verificar con las cartas aportadas por
Grete Weinmann, escriba misivas en letra imprenta mayscula e, incluso,
All, Arancibia informaba que las fotos de Edgardo Enrquez que las
fuerzas argentinas haban solicitado ya haban sido entregadas a los servicios
del ejrcito y que haban sido distribuidas por todo el pas.
La carta escrita por Enrquez, que las fuerzas argentinas mandaban a sus
pares de Paraguay como anexo al interrogatorio para Fuentes, no era producto
de un descubrimiento eventual y azaroso.
Para eso ambas fuerzas trabajaban juntas, tal como podemos advertir del
anlisis integral de la documentacin secuestrada a Arancibia Clavel y del
documento elaborado por el Comisario Obregn de la PFA.
Record que Enrquez tuvo que permanecer varios das escondido en las
zonas aledaas, hasta finalmente poder retomar el contacto.
La carta fue aportada al juicio por Grete Weinmann, quien explic que
se encontraba cifrada, para evitar que las fuerzas de seguridad pudieran
conocer su contenido en caso de interceptarla.
Ellos dos, si bien simpatizaban con las ideas del MIR, no integraban el
partido.
Pgina 953 de 1891
Sin embargo, no eran desconocidos para las fuerzas represivas
argentinas que haban incluido preguntas sobre ellos en el interrogatorio
enviado a Paraguay cuando Fuentes Alarcn haba sido secuestrado.
De Ipola confirm que aquella era la persona que l haba conocido con
el nombre Javier.
A lo largo del debate supimos que los operativos para dar con Enriquez
continuaron.
Sobre este punto contamos con dos cables desclasificados aportados por
el NSA, que no slo confirman lo manifestado por Muoz Martnez sino
tambin ponen de manifiesto que las dos fuerzas, chilenas y argentinas, saban
que el intercambio era imposible: Enrquez estaba muerto.
53
Causa Rol 2182-98.
La segunda, que ese sumario nos permite tener por acreditas las causas
de la muerte de Enrquez, es decir las heridas de bala que provocaron la
hemorragia interna.
All se uni al MIR pero, luego del golpe de Pinochet, se vio obligado a
emigrar a Argentina por las persecuciones sufridas.
Se pudo probar adems, que al igual que ngel Omar Athanasi Jara,
desde nuestro pas Basso segua participando polticamente en el MIR y tena
contacto con los miembros y dirigentes del partido aqu radicados, como
Edgardo Enrquez.
Valoracin de la prueba
En este sentido, las cartas escritas de puo y letra por las vctimas a sus
familiares, aportadas por Haydee Athanasiu, muestran la vida de la joven
pareja en Argentina, los viajes y el embarazo de Frida desde principios de
1975.
Nos sentimos tan solos que nos hace sufrir y lo triste es que solos y
sin posibilidades.
No lo hizo solo sino con un grupo compaeros, entre los que haba dos
de nacionalidad chilena, conocidos como Mauro y Marco; y uno de
nacionalidad paraguaya.
Fruto de esta actividad poltica, gener vnculos muy cercanos con los
vecinos; quienes le permitan alojarse y refugiarse en sus casas.
Pruebas
Por ltimo, debemos hacer notar que las limitaciones de esta etapa nos
impiden responsabilizar a una persona concreta por lo ocurrido con Miguel
Ivn Orellana Castro, pues slo se haba imputado a Albano Eduardo
Harguindeguy y Jorge Rafael Videla; ambos han fallecido.
El temor se acrecent luego del golpe del 24 de marzo de 1976; por eso
estaba en sus planes ms prximos emigrar a Europa.
Pese a ello, a los pocos das present un habeas corpus por su hijo y su
nuera que fue rpidamente rechazado; e hizo un pedido de bsqueda dirigido a
quien detentaba el Ministerio del Interior, Albano Harguindeguy.
Prueba
Por otro lado, Ana Mara Nieto, Ulises Penayo, Horacio Tamburini y
Odette Magnet, destacaron que a raz la represin que se viva en esos das en
Buenos Aires, el matrimonio estaba planeando exiliarse en Europa los
Esta vecina expres que segn lo que supo por el portero, los haban
matado a los dos en la calle; y que el portero haba tenido que limpiar todo.
Lleg horas despus del operativo, dando cuenta que haba autos Falcon
cruzados en la Av. Crdoba y que haba vecinos mirando que le comentaron
que se haban llevado a una pareja de ese lugar.
Sus padres eran Ruth Daz Vargas y Luis Elgueta Estevan, sus
hermanos menores Carlos y Laura Ruth.
Luis Enrique Elgueta Daz tuvo una permanente transicin entre Chile y
Argentina.
A partir de este viaje a Chile, Luis Enrique Elgueta Daz form pareja
con Clara Fernndez Riquelme y comenzaron en aqul pas la convivencia.
Hacia fines de junio de 1976, Luis Enrique Elgueta Daz advirti que
sus vidas se encontraban en peligro, ya que compaeros de la actividad
poltica no estaban llegando a los encuentros.
Prueba
Los elementos que prueban estos hechos son por dems variados.
Tambin debe ser relacionado con las constancias remitidas por exhorto
internacional de la causa Cndor Chile, donde se encuentra los dichos de
Ximena Subercaseaux Sommerhoff.
Esto fue confirmado en este juicio por Laura Elgueta, quien manifest
que sus interrogadores contaban con una larga lista de preguntas.
Explic que el Comisario Fioravanti le dijo que ellos saban todo, que
ya contaban con informacin y que nicamente deba responder con la verdad.
Como ocurri con el resto de los detenidos que pasaron por este CCD
recibi golpes y amenazas; no se le dio una adecuada atencin mdica; y se lo
oblig a escuchar los gritos de otras personas al ser torturadas o al quejarse de
sus dolores a causa de las heridas producidas por la tortura, entre muchos otros
tormentos.
En cuanto a sus captores, adems del grupo que actuaba en ese CCD al
que ya nos hemos referido, entre quienes estaba Miguel ngel Furci, est
probado que llegaron desde Chile integrantes de la DINA para colaborar
en los interrogatorios e indagar sobre la nueva informacin que pudieran
arrancarles a los prisioneros, para luego continuar con la persecucin de
quienes an no haban sido capturados.
Prueba
54
Documento n 00080F 0721/2
55
documento n 00080F 0724/0725
56
documento n 00080 0734
Como mero ejemplo, basta con mencionar uno de los documentos que
fuera obtenido en el marco de la causa n 4012 de la justicia de San Martin y
que se encuentra dentro de los 6.348 fotogramas digitalizados remitidos por
esa jurisdiccin a este proceso.
Fue el propio Biedma quien le relat las duras sesiones de tortura a las
que fue sometido all, y la participacin en los interrogatorios de personal
chileno de la DINA.
Todas las pruebas hasta aqu expuestas permiten, por s solas, acreditar
la coordinada persecucin regional que llev al secuestro de Biedma, su
Pgina 1004 de 1891
alojamiento en el CCD Automotores Orletti, las torturas a las que fue
sometido y su posterior desaparicin. Sin embargo, eso no es todo.
All, luego de resear los operativos contra otros miristas realizados con
anterioridad y que, como ya explicamos, aunque el documento no lo diga
expresamente se refiere a Elgueta Daz, Enrquez Espinoza y Orellana Castro,
entre otros, se seala y cito:
El documento sigue:
Entre sus interrogadores estaban no slo los integrantes del grupo que
actuaba habitualmente en Orletti bajo la direccin de Gordon, sino que
tambin haba llegado desde Chile al efecto Michael Townley y otros
miembros de la DINA.
Este terreno haba sido rellenado con tierra proveniente del dragado del
Rio Lujan, lo que resulta relevante porque, como hemos visto, en ese mismo
ro fueron encontrados en 1976 ocho tambores de similares
caractersticas, que contenan los cadveres de otras vctimas que haban
sido mantenidas cautivas en Automotores Orletti.
Prueba
57
T I, pg. 82.
Por su parte, el testigo experto John Dinges coincidi en este punto con
lo afirmado por Blixen; e hizo hincapi en el inters que haba desde las
fuerzas represivas en desnudar los vnculos entre los cubanos y las distintas
organizaciones polticas y con la JCR.
John Dinges, por su parte, relat que sobre este caso entrevist a
Eduardo Ruffo, quien, como sabemos, era agente de la SIDE y participaba
activamente de todas las actividades desarrolladas en Orletti.
Bertazzo dio cuenta adems sobre las torturas a las que fueron
sometidos, en tanto relat cmo Biedma refiri que haba podido escuchar
cmo torturaban a los cubanos.
Dinges aclar que luego se supo que eso no era as, pero que supo que
posteriormente s se los encontr, pero en otros tambores que se encontraron
en tierra seca, lo que indica que en el 79 Scherrer ya tena informacin
bastante detallada.
All vivieron juntos hasta que Jose Luis Appel y Carmen Delard
partieron a la localidad de Cipolletti, provincia de Rio Negro donde fueron
secuestrados.
Ellos eran una pareja de amigos chilenos que vivan en Cipolletti, a los
que Carmen Delard conoca desde antes del exilio.
Efectivamente, Carmen nunca ms fue vista y desde aquel da, tanto ella
como Appel de la Cruz permanecen desaparecidos.
Los dos secuestros ocurrieron en territorio bajo control del rea 521,
cuya sede era el Batalln de Ingenieros de Construcciones 182, a cargo, en ese
momento, de Enrique Braulio Olea, la cual dependa de la Subzona 52de la
Zona de Defensa V, y que, a los fines represivos, utilizaba como rgano de
inteligencia al Destacamento de Inteligencia 103, que entonces estaba a cargo
del imputado Mario Alberto Gmez Arenas.
Pgina 1018 de 1891
Ha quedado acreditado que en estrecha vinculacin con este secuestro y
enmarcado en el Plan criminal Cndor, el lunes 17 de enero de 1977 Gloria
Delard y Roberto Cristi Melero fueron tambin secuestrados de su casa en
Castelli 1270, de la localidad de Ramos Meja, Provincia de Buenos Aries.
Al saber que all viva una joven pareja de chilenos con sus dos hijos se
dirigieron raudamente a la casa de Gloria Delard y Roberto Cristi.
Prueba
Y sobre la forma en que Jos Luis Appel fue apresado, se agregan los
dichos de Alberto Cidades del 30 de noviembre de 1998, obrantes a fs.
221/222 del legajo n 64 del Anexo 18 de la causa Reinhold, remitido por el
Juzgado Federal n 2 de Neuqun.
De all surge que Cidades se enter, por vecinos de la zona, que Jose
Luis Appel haba sido secuestrado por diversas personas, algunas de civil y
otros uniformados, que se desplazaban en un Falcon Verde.
Record que pudo ver como se llevaban a travs del comedor de su casa
a Roberto Cristi desmayado y con sangre en su frente.
Lo sabemos con certeza, no solo por las denuncias hechas por familiares
tales como Orlando Delard ante la Comisin Interamericana de DDHH,
sino tambin a partir de los testimonios de Paula Cristi Delard, Mara Isabel
Cristi Melero, Victoria Appel Delard y Liliana Ins Meza.
Respecto de la mujer chilena, record que ella era joven aunque mayor
que l (Vagni tena entonces slo 15 aos), y de acuerdo a su impresin estaba
embarazada de 7 u 8 meses aproximadamente.
De esto dieron cuenta las testigos Mara Isabel Cristi Melero y Paula
Cristi Delard.
La testigo tambin record que en esa poca los cuatro vivan en la casa
de la calle Castelli y eran muy precavidos al hablar de poltica, ya que saban
que la represin desconoca las fronteras polticas.
Adems del testimonio de Cristi Melero, el acta ya citada que refleja las
manifestaciones de Mario Omar Meza, ratifica la ida del matrimonio Appel-
Delard del domicilio en Ramos Meja.
l era chileno pero desde los 18 meses de edad viva en Argentina con
su familia.
Antes de mudarse, queran compartir unos das con sus familiares para
despedirse.
Nunca volvieron.
Esa jefatura de rea, al igual que todas las de la Zona 4, en esa fecha
responda a las rdenes de Santiago Omar Riveros, Comandante de Institutos
Militares y Jefe de la Zona 4.
Pgina 1031 de 1891
Recordemos aqu que el propio imputado reconoci en su declaracin
indagatoria la divisin del territorio nacional a los fines de luchar y aniquilar
a la subversin terrorista y, particularmente su responsabilidad como
comandante de la Zona 4.
Tal falta de precisin no fue bice para que ms tarde, ese mismo da,
un grupo de personas ingresaran y revisaran la casa en la que vivan Urra y
Ossola.
Ninguna de estas gestiones les permiti saber que haba pasado con sus
seres queridos.
Sin embargo, les confirm que exista informacin dentro de las fuerzas
de seguridad sobre las actividades polticas de Susana Ossola.
El mismo Santiago Omar Riveros fue quien all los recibi; y fue a l
a quien le contaron lo ocurrido con su hija.
En particular, Riveros les dijo que eso ocurra cuando una chica culta y
bonita, que es profesora de piano y con tercer ao en letras, entra a trabajar
de obrera en Terrabusi.
Saba que era imposible que Riveros supiese cosas tan personales si
desconoca el caso.
PRUEBA
Gustavo Orlandau aport tambin dos cartas que Oscar Urra envi a
Susana Ossola, que confirman su actividad poltica.
En este sentido, las misivas enviadas por Oscar Urra a Susana Ossola,
meses antes del secuestro, muestran con meridiana claridad el temor que tena
la pareja ante el incremento de la persecucin.
Por un lado, contamos con las notas que Ileana Dora Ramn de
Ossola enviaba al Obispo Jaime de Nevares y a la misma CONADEP
pidiendo ayuda y detallando lo que Santiago Omar Riveros les haba dicho.
Sumado a esto, tenemos una nota que enva Ileana Ramn de Ossola al
por entonces Comandante de Institutos Militares de Campo de Mayo el 6 de
enero de 1977, en la que hace referencia a la reunin que haban tenido del 17
de diciembre de 1976.
Durante este debate se prob que Rafael Antonio Ferrada fue privado
ilegtimamente de su libertad el 4 de agosto de 1976, aproximadamente a las
00:30 hs., en su domicilio Lavalle 4821, localidad Billinghurts, Partido de San
Martn, Provincia de Buenos Aires, por un grupo conformado por 5 6
personas portando armas cortas y largas; y vestidos con pasamontaas,
pantaln y botas militares, quienes adems de llevrselo violentamente,
Prueba
Prueba
A lo largo del debate, qued acreditado que al igual que su padre y que
Valenzuela, Alexei Jaccard era miembro del Partido Comunista Chileno.
Por otro lado, la necesidad de instalar una base que sirviera de puente
para el ingreso seguro de esos recursos. El lugar elegido fue la Ciudad de
Buenos Aires.
Resulta claro que el viaje era secreto y que no deba generar sospechas.
Jaccard reuna todos los requisitos para esta operacin: no era parte de
la estructura orgnica del partido, no era muy conocido por los organismos
represivos, tena documentacin suiza en regla y nombre extranjero.
Tal como estaba planeado, se acredit que Alexei Jaccard viaj desde
Miln a Buenos Aires, el 14 de mayo de 1977, arribando al da siguiente y
alojndose en el Hotel Bristol del centro porteo. Vesta elegantemente de
traje simulando ser un hombre adinerado.
En esta ltima, sita en la calle Defensa 979, padre e hijo fueron tambin
secuestrados.
Es ms.
Sin perjuicio de todas las pruebas hasta aqu mencionadas y de todas las
que luego se mencionarn, sus particularidades y caractersticas son de por s
prueba suficiente de su ejecutoriedad y de su alcance, pues esos hechos son
particularmente ilustrativos de su dimensin:
La coordinacin abarc:
Prueba
Tambin dijo que con tal fin, vino del exterior Ricardo Ramrez a
Buenos Aires y se ide una operacin con Amrico Zorrilla a la cabeza, para
hacer llegar dinero desde la estructura exterior del partido hacia el interior.
Obviamente, esta era la misin encomendada a Jaccard.
Entre ellas, que cabe mencionar aqu las declaraciones de los dirigentes
del Partido Comunista chileno Carlos Toro Seplveda, documento remitido
va exhorto por la Repblica de Chile en diciembre de 2009; y Carlos
Fuchslocher Crcamo y David Canales Ubeda, piezas que fueron aportadas
por Paulina Veloso en su declaracin testimonial en el debate.
Por otro lado, Paulina Veloso detall el recorrido que hizo su marido
desde que parti desde Miln a Buenos Aires y del encuentro con sus
familiares en la casa de Rodrigo Muoz.
Todas ellas, nos permiten tener una concepcin global de la cada y del
rol que cumplieron cada uno de ellos dentro del plan financiero del PCCh.
Por otro lado, Edith Glaif cont acerca del secuestro y desaparicin del
resto de sus compaeros, integrantes del Partido Comunista Argentino, lo que
pudimos corroborar con los legajos de la Liga Argentina por los Derechos del
Hombre aportados por Graciela Rosenblum en su declaracin.
Esto nos permite concluir, entonces, que las fuerzas que secuestraron
estuvieron conformadas, al menos parcialmente, con personal policial
argentino, y efectivos de la DINA chilena.
La tarjeta de embarque que evidenciaba esto estaba escrita con una letra
que no era la de Alexei.
El nico fundamento por el que figura su nombre real fue que las
fuerzas que lo secuestraron en Buenos Aires y lo trasladaron a Chile
necesitaban crear alguna constancia apta para intentar engaar al gobierno
suizo hacindole creer que Jaccard haba salido de nuestro pas por su propia
voluntad, para as hacer cesar la presin diplomtica de ese gobierno.
Dijo tambin que agentes chilenos que trabajaron en ese predio, dieron
indicios concretos de tres detenidos que por sus caractersticas seran Jaccard,
Ramrez y Velzquez.
Por ejemplo, Hctor Valdebenito Araya record haber visto all a dos
detenidos del PCCh que haban estado exiliados en Hungra, que luego los
secuestraron en Argentina y los trajeron a Chile.
Dijo tambin, que ese detenido fue eliminado por medio de gas sarn
con otro compaero que resida en Noruega y que haba sido enviado como
correo por Amrico Zorrilla con veinte mil dlares. Sin dudas, estaba
haciendo referencia a Jaccard.
Que los asesinaban por medio de inyecciones letales o gas sarn, los
metan en sacos de papas, los envolvan con alambres y en muchos casos los
llevaron hacia las afueras de Santiago, en donde los tiraban a un pozo,
echando cal encima de los cuerpos.
Resumiendo lo expuesto:
Prueba
58
Testimonio prestado en el debate de la c. N1.668, conocida como ABO, incorporada al presente juicio
en virtud de la Acordada 1/12 de la CFCP.
Edith Glaif tambin dijo, al igual que Graciela Rosenblum, que despus
que Carreo se fue de Buenos Aires, ya no supieron nada ms de ella porque
cuando regres, en julio en 1978, no se contact con la LADH, sino que fue
directamente al ACNUR.
Por otro lado, sobre el cautiverio de Cristina Carreo en los CCD antes
mencionados, contamos con los testimonios de los sobrevivientes del circuito
conocido como Atltico-Banco-Olimpo y que fueron incorporados a este
juicio.
Entre ellos, los de Daniel Aldo Merialdo, Norma Teresa Leto, Porfirio
Fernndez, Graciela Irma Trotta, Isabel Teresa Cerruti, Isabel Fernndez
Blanco, Susana Caride, Carlos Enrique Ghezan y Mario Csar Villani.
En una de ellas, escuch que uno de los que la violaba le dijo: qudate
quietita, bncatela que otro ms no te va a hacer nada, si total a vos te queda
poca vida.
Prueba
Entre ellas, integr el G.O.P.A, que dependa del G.A.P, esto es, el
Grupo de Amigos del Presidente Allende, que chequeaba todos los lugares
donde concurra el mandatario a realizar actos de presencia hasta el ao 1972.
Ese fue el motivo por el cual debi cambiar de domicilio y fue ubicado
en una casa de seguridad junto a otros integrantes que se encontraban ms
expuestos.
Adems expuso que Espinoza fue objeto de persecucin luego del golpe
de Estado en Chile, manifestando que su domicilio fue allanado por militares
en diversas oportunidades para detenerlo, reiterndose estos episodios por 3
4 aos.
Como vimos, las cartas describen dos detenciones: una previa que dur
aproximadamente 3 das; y la del 10 de diciembre.
Atribucin de responsabilidad
El binomio paraguayo.
Parte General
Para el perodo que nos ocupa en este juicio, conserv algunas de las
caractersticas iniciales, sobre todo en la organizacin institucional, pero se
observ un alineamiento de la dictadura paraguaya con los procesos
regionales, a travs de la adopcin e internalizacin de los principios de la
seguridad Nacional.
La estructura represiva
Sobre ellos, explic Rosa Palau que eran delatores de la polica. Eran
personas infiltradas que informaban sobre todos los aspectos de la vida social
de los paraguayos: sobre las actividades de las iglesias, de los estudiantes, de
las organizaciones polticas y sindicales.
Haba de diferentes tipos: los que cobraban, los que estaban en las
fronteras, los que vendan informacin, los fanticos, los convencidos del
sistema.
Tambin las maestras, que eran afiliadas coloradas, y para eso deban
delatar.
Guanes Serrano se encontraba a las rdenes del Jefe del Estado Mayor
General de las Fuerzas Armadas, a cargo de Alejandro Fretes Dvalos.
Dvalos inform a White que haba tenido una reunin con el jefe de
inteligencia de Chile y que esta era simplemente una de las tantas reuniones
que tenan lugar anualmente entre los jefes de inteligencia de los pases del
Cono Sur.
El exilio paraguayo
Los Blancos
Resta agregar aqu que las actividades de coordinacin en torno del caso
de Amlcar Santucho no terminaron en 1975.
En este documento, Pastor Coronel relat una reunin que haba tenido
con dos policas argentinos, el Comisario Mayor Roberto Jos Rivera y el
Comisario Inspector Enrique Jos Di Napoli Vita, quienes asistieron a la
reunin acompaados de Agustn Matiauda, primo del dictador.
***
Desde ese lugar, los condujeron a uno de los CCD que funcion en
Campo de Mayo, en donde Nstor Rodas fue torturado.
Sus hijos quedaron solos en la casa familiar durante algunos das hasta
que avisaron a la familia y tanto sus abuelos como sus tos se ocuparon de
ellos.
Prueba
Adems, tanto Juan De Dios cono Nstor coincidieron en que una o dos
personas fueron llevadas por el Ejrcito a su casa ese da.
Record tambin que una vez que el Ejrcito se retir, el barrio qued
bajo vigilancia, ya que se adverta la presencia de personas desconocidas que
circulaban tanto a pie como en autos Ford Falcon.
Por otra parte, Juan De Dios Rodas agreg que a los pocos das de
producido el secuestro, un primo llamado Rafael Gonzlez, aprovechando que
era compaero de estudios de uno de los hijos del aqu imputado Santiago
Omar Riveros, acudi a l para solicitarle informacin sobre Nstor Rodas.
Relat que juntos fueron a Campo de Mayo, y que si bien no los dejaron
ingresar a verlo, Riveros le inform a su hijo que Nstor Rodas se encontraba
con vida, que su situacin era muy complicada y lo exhort a que no fuera
ms a preguntar por l.
Fue Juan De Dios tambin quien reprodujo el relato que de los hechos
hizo a la familia Olimpia Fernndez luego de ser liberada.
Entre las cosas que les cont, mencion que haba estado encerrada
en un CCD en Campo de Mayo, junto con Rodas.
Y agreg que despus de este episodio ella tom sus cosas, se fue de la
casa y nunca ms tuvieron contacto con ella.
Cercaron desde las 2 de la madrugada una parte del bajo Boulogne que
tiene forma triangular, delimitado por la calle Sarratea, el fondo de la hoy
Autopista del Sol y Camino Real Morn.
Prueba
Los hijos de Florencio Bentez dieron cuenta de las razones por las que
su padre migr a la Argentina, de su lugar de asentamiento, de su trabajo
como obrero de la Papelera Pedotti, ubicada en Beccar, Provincia de Buenos
Aires, de su actividad sindical, de las preferencias polticas de la pareja y de su
desempeo en la sociedad barrial mencionada.
Esto fue confirmado, incluso, por las constancias aportadas por Hctor
Sanpaulise del libro de Actas de la sociedad vecinal.
De ellas slo algunas fueron liberadas tiempo despus, como ser los
hermanos Luduea, mientras que otras personas permanecen desaparecidas.
Refiri que una de las cosas que ms lo moviliz fue haber visto una
camioneta volcada en la que tanto en su interior como en su entorno haba
personas que, de acuerdo a lo que percibi, se encontraran heridas o
fallecidas.
Despus supo por comentarios que eran personas del barrio vecino, que
fueron atacadas mientras se dirigan a sus trabajos, y que actualmente estn
desaparecidas.
Por orden del Jefe militar a cargo del operativo, que se proceda de la
misma manera que se hace en esos casos de corte subversivo. Los cadveres
fueron remitidos al Cementerio de Boulogne.
Sobre esto Sinesio Bentez refiri tambin que tiempo despus de este
hecho, a partir de las gestiones que realiz ante el Arsenal de Boulogne y
Campo de Mayo, personal militar le reconoci que en el barrio se haba
producido un operativo con estas caractersticas.
Resulta claro, entonces, que Florencio Bentez fue secuestrado entre las
4:30 y las 5 hs., en el trayecto que va desde su casa y la parada de colectivo
314, ubicada a pocas cuadras.
Sonia Bentez agreg que a los pocos das del primer operativo,
nuevamente se presentaron en su casa personas que tenan en su poder un
plano y, delante de ella y de su abuela, desenterraron del patio unas bolsas
que contenan papeles y afiliaciones al Partido Peronista Autntico.
Aos despus, los tres hijos de Florencio Bentez pudieron hablar con al
menos uno de ellos, cuyo mal estado fsico y psquico era fcilmente
perceptible.
Del encuentro, Miriam Bentez se enter de las torturas fsicas a las que
fueron sometidos.
Eran tres jvenes paraguayos de quienes su madre slo los conoci por
sus apodos.
Gestiones
Prueba
Que, por el acento con el que hablaba, su abuela not que un integrante
de la patota era de nacionalidad paraguaya.
me encontr con un hombre joven, bien afeitado, con botas, las gorra
bien puesta, que me dijo tranquila seora, que venimos un rato, prenda la
luz; y yo encend la del patio creyendo que era esa la que me peda.
Explic que a ella le vendaron los ojos y que cuando pregunt por su
hijo le dijeron: ah est, bien como usted tambin, seora. A ver pibe!
Contstele a su madre!; Si, mam, respondi Ledesma Medina.
Cont que a los pocos das se enteraron que quien se tapaba la cara
durante el operativo result ser un polica conocido de un amigo de la casa,
que les dijo que Oscar haba sido trasladado al Liceo Militar.
Pgina 1121 de 1891
Tiempo despus trataron de contactar al agente, pero nunca lo lograron.
Se prob que, durante los primeros das del mes de agosto de 1976,
motivadas por la visita de Videla a la Provincia, las fuerzas represivas
argentinas realizaron un gran nmero secuestros dirigidos en particular a
integrantes del PRT-ERP de Formosa.
En primer lugar y tal como surge del documento del Archivo del
Terror de fecha 11 de agosto de 1976 remitido a este Tribunal por la
CIDH en el marco del caso de Goibur, se ha acreditado que las fuerzas
paraguayas se mantenan permanentemente al tanto de lo que pasaba en
Formosa gracias a la coordinacin informativa existente entre las dictaduras
americanas del cono sur.
Pudimos saber a lo largo del juicio que las fuerzas represivas argentinas
se proponan no solo secuestrar a Fausto Carrillo, lder de la Zona de Formosa
del PRT-ERP, sino tambin desarticular toda la organizacin.
Y por si esto fuera poco, se encuentra acreditado que pocos das despus
de regresar de Asuncin, Sosa, identificado tambin por Felicita Gimnez; y
Domato, tambin integrante de la Jefatura de rea 234, pidieron al jefe de
rea, Reinaldo Alturria, que gestionase la remisin desde Asuncin de copia
del resultado del interrogatorio realizado a Gimnez de Carrillo.
Pero esos hechos s pueden ser utilizados como pruebas que se suman a
las ya expuestas y a las que posteriormente se citarn, para demostrar el
andamiaje logstico, tcnico e ideolgico proporcionado por la Operacin
Cndor para la coordinacin represiva regional.
Por esa poca contrajo matrimonio con Idalina Radicce Arriola, con
quien tuvo tres hijos: Mara Magdalena, Mara Cristina y Federico Jorge.
Permaneci all hasta que, luego de pasar por Brasil, en 1954 retorn a
Paraguay.
Es por eso que en 1963 retorn a nuestro pas, y esta vez se instal en la
Ciudad de Resistencia, Provincia de Chaco.
Junto con algunos de ellos, entre los que se encontraban Gloria Strag,
Mercedes y Coral Soler, Juan Bernardino Mndez Vall y Elvio Romero, lo
llevaron al edificio de Coordinacin Federal de la PFA, oportunidad en la que
le tomaron sus datos personales y le sacaron fotografas, que luego fueron
enviadas a Paraguay.
Sres. Jueces: Los dos secuestros del 15 de octubre de 1976 que hemos
descripto, el de Ricardo Barreto Dvalos por la maana y el de Federico Jorge
Tatter Morinigo por la tarde, ocurrieron en la Subzona Capital Federal.
Afortunadamente no lo encontraron.
Sin embargo, no contaba con que en ese lugar las autoridades haban
asignado justamente al agente del Batalln de Inteligencia 601
Espaadero, quien haba participado en el secuestro de su esposo, para
que brindara asesoramiento a los familiares de desaparecidos.
Prueba
Esto surge claramente de los documentos del archivo del terror 00010F
1750 y 1583, 00011F 1255 y 0242F 0387.
Fue por eso que identific que uno de los que particip en ese operativo
fue Carlos Espaadero.
Muestra de ello son los documentos del archivo del terror n 0038F
0068 y 00178F 0473/4, que incluso se refieren a Tatter Morinigo como
Activo dirigente del partido comunista paraguayo desaparecido en
Argentina, luego de participar en actividades subversivas.
Pgina 1142 de 1891
Adems, contamos con la resolucin dictada por el defensor del pueblo
de Paraguay en 2005 aportada por la testigo Roln.
En este sentido, los documentos del archivo del terror n 00172F 0334 y
00188F 1703 tambin dan cuenta del intercambio de informacin entre
Paraguay y la Argentina y demuestran en forma concluyente cmo las
autoridades paraguayas estaban informadas del ingreso de Federico Tatter
Radicce a Paraguay y el inters argentino en su captura.
Sres. Jueces: Sobre los hechos que hemos relatado, las limitaciones
impuestas durante la etapa procesal anterior, sumadas a los fallecimientos de
los imputados Videla, Harguindeguy y, recientemente, Olivera Rvere, nos
impiden dirigir una acusacin formal contra alguno de los responsables de su
secuestro y posterior desaparicin.
Juan Jos Penayo, por su parte, que ya haba sido detenido durante la
dcada del 60, y ahora estaba nuevamente requerido en Paraguay, lleg a la
Argentina en 1976.
Los pusieron a disposicin del Jefe del rea 2.3.2, que entonces era el
imputado Carlos Humberto Caggiano Tedesco, y los trasladaron a distintas
dependencias de la provincia, donde permanecieron en condiciones inhumanas
de alojamiento y donde los interrogaron por su participacin poltica.
Ese mismo da, Juan Jos Penayo y Cstulo Vera Bez fueron
secuestrados por fuerzas de seguridad argentinas en la terminal de mnibus de
Puerto Iguaz y conducidos al CCD ubicado en el Servicio de Informaciones
de la Polica provincial, en la ciudad de Posadas.
All fueron vistos por ltima vez ,con muestras visibles de haber sido
salvajemente torturados.
Prueba
Sobre el recorrido que hizo Cstulo Vera Bez en Puerto Iguaz hasta
que fue secuestrado junto con Juan Jos Penayo, declararon Lidia y Esteban
Cabrera y Sotero Franco.
Para ello utilizara los mismos documentos falsos con los que haba
ingresado a Paraguay.
En estos hechos no slo tom parte el personal del lugar sino tambin,
segn el testigo pudo advertir, personas que tenan tonada chilena y
paraguaya.
Estos documentos consisten en una ficha que se elaboraba cada vez que
una persona ingresaba en ese lugar; y un informe sobre sus actividades
polticas y su detencin.
Corroboran el relato de Roln sobre los tormentos que padeci, las actas
elaboradas por la defensora del pueblo de Paraguay, relativas a los dichos de
Julin Cubas, Eulalia Leguizamn de Gmez y Esteban Cabrera, quienes
compartieron cautiverio con l en el Departamento de Investigaciones.
Domingo Roln Centurin denunci los crmenes de los que fue vctima
ante organizaciones internacionales como la Cruz Roja y ante el Estado
paraguayo, que eventualmente reconoci las violaciones a los derechos
humanos de las que fue vctima y le otorg una indemnizacin, mediante la
resolucin N 110/02 de la Defensora del Pueblo.
Estaba casado con Elba Elisa Gimnez, con quien tena tres hijos:
Rogelio, Rolando y Patricia.
En ese momento una camioneta del tipo Pick- Up, tripulada por dos
hombres, ingres en contramano por la calle Nogoy, momento en el cual se
sum al operativo una cuarta persona, que simulaba ser un transente
ocasional.
Prueba
Nos dijo que era habitual que integrantes de las fuerzas represivas
paraguayas fueran a su domicilio y al trabajo de su padre, para espiarlo e
informar sobre sus actividades.
Adems, son hechos que la propia Corte IDH tuvo por acreditados.
De esta forma, dieron cuenta de que en ellas puede verse no slo la casa
en la que vivan y lugares de trabajo de su padre, sino tambin el automvil de
su propiedad.
Rolando Goibur agreg que, a partir de los datos que surgen de ese
informe de seguimiento, pudo determinar que haba sido realizado poco antes
del secuestro.
El acta que recoge los dichos de Rodolfo Jorge Sanneman Hermanns del
13 de agosto de 1998 ante la justicia paraguaya, remitida por la Corte IDH,
reafirma que ambos pases trabajaban juntos para dar con Goibur.
Ello surge, adems, de los dichos de los testigos presenciales del hecho,
vecinos del lugar, quienes declararon en sede policial en el marco de la causa
Bentez de Goibur, Elba Elisa sobre denuncia de privacin ilegtima de la
libertad.
PRUEBA
Secuestro
Gestiones
*su desaparicin;
Por su parte, Maidana, que en su pas era Secretario general del Partido
Comunista, fue encarcelado en diferentes oportunidades.
La ltima vez, a pesar de que haba sido condenado a tres aos y nueve
meses, estuvo prisionero por ms de 19 aos.
Los tres fueron tristemente clebres por ser los presos polticos ms
antiguos del continente.
Es en este contexto que, tal como se demostr en este juicio, Emilio Roa
y Antonio Maidana fueron secuestrados el mircoles 27 de agosto de 1980
aproximadamente a las 12 del medioda, en las cercanas de la interseccin de
la Avenida Directorio y la calle Lacarra de esta Ciudad, donde se encuentra el
Parque Avellaneda.
Prueba
Entre ellos, los testimonios brindados en este juicio por los hijos de
Roa, Reinaldo y Limpia Concepcin.
Por otro lado, contamos con los documentos del Archivo del Terror
identificados como 00192F 0234 y rollo 0172F nmeros 0838, 0839 y 0797,
que dan cuenta de la incesante persecucin de la que fue objeto Antonio
Maidana luego de su liberacin en Paraguay.
Y en relacin con esto record tambin que, unos das despus del
secuestro de su padre, una persona se present en la casa familiar e inform a
su madre acerca del secuestro de su padre y de Maidana, hechos justamente
ocurridos en la esquina de Lacarra y Directorio.
Reinaldo Roa tambin record esta visita y aclar que crea que se
trataba de una persona apodada Morenito, quien habitualmente se reuna
con su padre.
Agreg que "Morenito" dijo que no haba ido antes a hablar con ellos
por temor a que la casa estuviera vigilada.
La testigo relat que estaban al tanto de que Maidana tena una cita
concertada cerca de la zona de Mataderos y que le advirtieron que no
concurriera, porque se saba que haba dificultades.
Por otro lado, el testigo Casabianca relat que tambin como norma de
seguridad, era habitual tener una persona de confianza, un enlace que supiera
todas las actividades del da para el caso de que se presentara algn
inconveniente.
All indic que era al gobierno argentino a quin deban recurrir por
Emilio Roa Espinoza, y argument que los reclamos por los presos polticos
no eran ms que una campaa orquestada por el comunismo internacional para
desprestigiar a su pas.
Respecto del destino que tuvieron tanto Antonio Maidana como Emilio
Roa luego de su secuestro, si bien no ha podido acreditarse inequvocamente
lo ocurrido, la prueba producida en el debate permite describir que
inmediatamente despus de haber sido secuestrados, habran permanecido en
cautiverio en las dependencias de Seguridad Federal de la ciudad de Buenos
Aires; y que all habran sido interrogados por personal de las fuerzas de
seguridad argentinas y paraguayas.
Respecto del rol partidario que ambos tenan en el PCP, describe que
Antonio Maidana era el Secretario General y que Emilio Roa era responsable
de finanzas y correo y que viajaba permanentemente a Paraguay.
Adems, que tanto l como el Jefe del Estado Mayor General de las
Fuerzas Armadas, Alejandro Fretes Dvalos, en el marco de Cndor
mantuvieron un rol de enlace en el intercambio de informacin, en el largo
plazo, durante el perodo que nos ocupa.
Seores Jueces:
Sivak cit a un ministro de gabinete que off the record le explic que
Banzer segua cada detalle de la represin porque pensaba que si no asuma
esa conduccin iba a quedar debilitado y lo reemplazaran inmediatamente.
Seal que aunque era funcin del ministerio del interior mantener el
orden interno, cada accin era comunicada a Banzer. Gerardo Irusta, en su
libro Espionaje y servicios secretos en Bolivia (1930-1980), Operacin
Cndor en accin, al respecto seal que el ministerio del interior era el
corazn de los servicios de inteligencia de las dcadas del 60 y del 70.
All se ve como la jefatura de Cndor Bolivia est a cargo del SIE, que
la subjefatura de Cndor la ejerca el jefe del DOP y tambin vemos miembros
del DOP y del Ejrcito actuando en diferentes funciones.
En otra parte del libro, se citan los dichos de otro agente del Ministerio
del Interior, donde se explica cmo funcionaban los pedidos de captura
Irusta cita una entrevista con un agente del DOP que estuvo en el
operativo de detencin de Luis Stamponi, que se tratar luego.
Blancos:
***
Lucas era pareja de Graciela Rutila Artes, que era argentina, pero que
haba vivido desde la adolescencia en Bolivia.
Fue en ese contexto que el 28 de junio de 1975, dio a luz a una nia,
hija de Enrique Lucas, a la que llamaron Carla.
Dicho esto, hay otros hechos que deben tratarse en conjunto con los que
venimos desarrollando: los que afectaron a Efran Fernando Villa Isola.
Villa Isola haba sido detenido en Santa Cruz por militares bolivianos,
por carecer de documentos.
Asimismo y una vez que recobr su libertad, Nila Heredia hizo diversas
presentaciones ante organismos internacionales por Luis Stamponi y su madre,
sin resultado.
Prueba
En esa carta, se inform que cuando Rutila dio a luz a su hija Carla,
viva de manera clandestina en Lima, Per.
Persecucin
Por ejemplo, nos cont que cuando viajaba en tren con Luis Stamponi,
se bajaban antes de llegar a las estaciones, por seguridad.
Carla afirm que, luego del operativo, su madre fue trasladada a una
dependencia del Ministerio del Interior en La Paz, mientras que ella fue
alojada en un orfanato.
All tambin estuvo alojada por esos das Nila Heredia, quien declar en
esta audiencia que a Graciela la torturaron mucho y que durante los
interrogatorios le mostraron a la nia y le dijeron que si deca dnde
estaba Joaqun Lucas, se la iban a devolver.
Por otro, en una entrevista que cita Gerardo Irusta en su libro titulado
Espionaje y servicios secretos en Bolivia.
Tambin sabemos, por los dichos de Nila Heredia, que en julio o agosto
de 1976, Graciela Rutila fue interrogada por agentes argentinos.
Al igual que lo que pas con el operativo que acab con las vidas de
Lucas y Silvetti, las agencias represivas bolivianas tampoco se abstuvieron de
hacer pblica la detencin de Stamponi y sus compaeros.
Repatriaciones forzadas
Tambin contamos con otro listado, incluido en el Rollo 143 del archivo
del terror, en donde Villa Isola figura dentro de una nmina de terroristas
argentinos, y con un documento enviado por el NSA, consistente en una ficha
secreta con fotografa, datos filiatorios y antecedentes suyos.
Lora dijo que una tarde del mes de octubre los vio en el DOP y
describi que estaban bien peinados y con las manos atadas por detrs.
Este relato encuentra sustento en los dichos del testigo Edmir Espinoza
en la audiencia de debate, quien asegur haber visto a dos agentes
aparentemente argentinos el da que se llevaron a Stamponi del DOP.
Y del citado informe, surge tambin que el agente del DOP, Jos Luis
Ormachea Espaa, dijo que lo entregaron a la Gendarmera Argentina.
Sres. Jueces: Las familias de todas las vctimas realizaron una enorme
cantidad de averiguaciones con posterioridad a los secuestros de sus seres
queridos.
Sus dichos en este sentido coinciden con el contenido de una misiva que
envi a Amnesty International el 21 de abril de 1978, agregada a fs. 1 y 2 del
legajo CONADEP n 8.384; y tambin con el contenido del formulario para
determinar el estatus de refugiado de Villavicencio remitido por ACNUR.
Esto fue as por cuanto, si bien se acredit que el motivo inmediato del
secuestro del Dr. Villavicencio fue el hecho de haber brindado atencin
mdica a una joven perteneciente a la organizacin Montoneros, una vez que
lo tuvieron cautivo, se pusieron en funcionamiento las redes de
coordinacin.
Pero, por otro lado, la testigo tambin record que mientras su esposo
permaneca cautivo en la Brigada de Polica, ella se entrevist con el entonces
Jefe de Polica provincial, Mario Zimermann.
El 9 de abril de 1978, dos das despus del deceso, ella retir los restos
de su marido de la Unidad Penitenciaria.
Fue dirigente sindical minero durante los aos 1970 y 1971, actividad
por la que fue perseguido tras el golpe de Estado en Bolivia en agosto de
1971, siendo detenido en octubre de ese mismo ao.
Pero an cuando se dudara que la persona vista por Barreira Garca fue
Surez Balladares u otro minero, tambin de nacionalidad boliviana, y
tambin secuestrado en la misma poca, lo cierto es que, en cualquier caso,
demuestra que sobre la suerte de esa vctima boliviana el inters regional
primaba sobre el local.
La dictadura brasilea.
Tanto que hacia 1976, tal como el afirma, fue responsable por la cada
de la regional Santa Fe de esta organizacin.
All se menciona que miembros del GT2 llevaron al CCD Olimpo dos
lbumes de fotos.
Posteriormente comprobaron que esas fotos eran las mismas que exiga
la polica brasilea a los refugiados para salir del pas.
Tambin surgen del libro escrito por Ernesto Salas y Florinda Castro,
titulado Norberto Habberger. Cristiano, descamisado, Montonero,
aportado por la propia Castro durante su declaracin.
Una vez liberada, Florinda Castro se exili en Mjico junto con su hijo.
Fue as, que hacia fines de julio de 1978 Norberto Habegger viaj a ese
pas, donde adems de participar de varias reuniones polticas, aprovech para
visitar una vez ms a Florinda Castro y a su hijo, Andrs.
Por otra parte, del ingreso a Brasil de Hctor Esteban Cuello, es decir de
Habegger, tambin dan cuenta dos notas periodsticas incorporadas por lectura
al debate.
All, el Cardenal refiri que era peligroso que ella viajara a ese pas a
realizar gestiones.
Coordinacin represiva
Son muchas las pruebas que acreditan que los organismos represivos
que operaron en el secuestro de Norberto Habegger se sirvieron del andamiaje
que brindaba Cndor para llevarlo a cabo.
Gestiones
La nica respuesta que dio por este caso el gobierno argentino fue la
que envi en el ao 1980 a la Comisin Interamericana de DH, en la que neg
todo conocimiento del hecho.
Pinus y Campiglia
Se cas con Edgardo Binstock, con quien tuvo dos hijos, Ana y Miguel.
De este episodio dan cuenta, por un lado, un documento que forma parte
del archivo de la ex DIPPBA identificado como legajo N 2825, Mesa DS,
remitido por la Comisin Provincial por la Memoria, y, por otro, la
declaracin en este juicio de Edgardo Binstock.
59
Nros. N 0000A8FD y 0000B0FE.
El otro documento forma parte del rollo 00053, Folios 2042 a 2064.
Esto prueba que, al menos hasta esa fecha, Campiglia segua vivo y en
cautiverio.
Tambin dimos cuenta del modo en que se utilizaron las redes para
intercambiar informacin sobre Pinus y Campiglia.
Adems, Krischke acerc en este debate una copia del boletn oficial del
26 de diciembre de 2003, donde se public la inclusin de lo acontecido a
Campiglia y Pinus en el marco de la ley 9140.
La noche del 9 de julio de 1976, entre las 23 y las 23:30 hs., cuando
salan del teatro, Bianchi advirti que en la puerta estaban apostados dos
automviles y una camioneta, que le llamaron la atencin.
Pgina 1261 de 1891
Inmediatamente le avis a Brandoni y al grupo de amigos que estaba
con ellos, entre quienes estaba Mara del Carmen Otonello que haba ido a
buscarlos al teatro para cenar con ellos.
Luego los llevaron a una oficina de la planta alta, donde haba una
imagen de Hitler y otra del Comisario Villar.
Los sacaron del lugar y los dejaron a dos cuadras de su casa ubicada en
la calle Repblica de la India de esta Ciudad, y los liberaron.
Prueba
60
nmero informtico 00009F83
Pgina 1264 de 1891
En cuanto a las circunstancias de modo tiempo y lugar del secuestro y el
traslado al CCD, tambin se explayaron Brandoni y Bianchi.
Cristina Navajas, tambin miembro del PRT, estaba casada con Julio
Santucho, hermano de Carlos y Manuela.
Adems, Manuela fue obligada por sus captores a leer, en voz alta, una
crnica relativa a la muerte de su hermano Mario Roberto Santucho.
Prueba
Segn sus palabras, haban sido demonizados por el hecho de que sus
miembros tuvieron un compromiso por cambiar el pas.
61
R080F0752 - 0754.pdf
Agreg que una hora despus lleg una mujer y un hombre, quienes se
llevaron a los nios.
Por otra parte, y en relacin con las torturas psicolgicas a las que
fueron sometidas, fueron numerosos los testimonios de los sobrevivientes que
refirieron que los captores forzaron a Manuela a leer, en voz alta, la noticia
que daba cuenta de la muerte de Mario Roberto Santucho, y que tanto ella
como Cristina fueron obligadas a presenciar el asesinato de Carlos Santucho.
Sergio Lpez Burgos, por su parte, refiri que durante los ltimos das
de su cautiverio Carlos deliraba.
Cada uno de ellos explic lo que pudo percibir desde los diferentes
lugares donde se encontraban ubicados, todos tirados en el piso cerca de la
escalera que conduca a la planta alta, maniatados y vendados, sin perjuicio de
lo cual algunos de ellos, adems de or lo que estaba sucediendo, pudieron ver
algunos fragmentos, ya sea a travs de la venda que se transparentaba o
porque sta se les corri.
Entre las personas que participaron de este acto, Altuna Facal identific
a Osvaldo Paqui Forese y al imputado Miguel ngel Furci.
Tambin le relataron las torturas a las que haban sido sometidas en ese
lugar, y le dieron detalles de la muerte de Carlos Santucho, que coinciden con
lo que afirmaron los sobrevivientes de Orletti.
Del mismo modo, Manuela le cont que haba sido obligada a leer la
noticia de la muerte de su hermano Mario Roberto Santucho.
Calvo agreg que ellas no tenan dudas de que los secuestradores eran
gente de la Federal y vinculados a los Servicios de Informaciones del
Estado; e identificaron claramente en Orletti a integrantes de la SIDE en
los interrogatorios.
Finalmente, Calvo refiri que la ltima vez que las vio en el Pozo de
Banfield fue el 25 de abril de 1977, cuando se produjo un traslado masivo.
El hecho tuvo lugar en el territorio que estaba bajo control del rea III
de la Subzona Capital Federal, cuyo responsable era el Jefe del Regimiento de
Granaderos a Caballo Gral. San Martn, Rodolfo Enrique Luis Wehner.
Sres. jueces: Se acredit en este debate, que al igual que ocurri con el
resto de las personas que fueron llevadas a Automotores Orletti, Carolina
Segal y Nstor Rovegno fueron mantenidos en condiciones inhumanas de
vida, y que, de acuerdo a la prctica sistemtica implementada en ese lugar,
fueron sometidos a tormentos fsicos y psquicos.
Prueba
Gurtman record tambin que a los pocos das del secuestro de su hija
concurri a su casa la madre de Guillermo Binstock, y fue as que se enter
que l, Marcelo Gelman y su esposa tambin haban sido secuestrados.
Agreg que dentro en ese lugar tambin vio a una pareja que estaba
tirada en el piso cerca de ella, respecto de la cual Binstock le refiri que los
haban reventado en la tortura, pero no pudo identificar si se trataba de
Carolina Segal y de Nstor Rovegno.
Sus padres realizaron todo tipo de gestiones para dar con su paradero,
pero el Estado no les dio ninguna respuesta.
Prueba
En ellas refiri que Guillermo era llamado por sus amigos el chino y
que haba estudiado en el Colegio Nacional Buenos Aires, donde entabl
amistad, entre otros, con Marcelo Gelman, Mara Claudia Iruretagoyena y
Carolina Segal.
Ella le relat que, en un primer momento, les dijo a las personas que se
presentaron en el edificio que Guillermo no se encontraba all, pero que
hicieron caso omiso de esto e ingresaron por la fuerza.
As tambin, relat que dentro del CCD supo que Guillermo era parte de
un grupo de personas secuestradas, entre las que tambin estaba Marcelo
Gelman y una ex novia de l, Carolina Segal.
l le explic las razones por las que le haba dado su nombre a los
represores.
Pero adems, no puede soslayarse que este mismo Tribunal, tuvo esos
hechos por acreditados en su sentencia de la causa n 1627, y por ello conden
62
registro informtico 0000A95C y 0000AFF3.pdf
Todo esto, por supuesto, ocurra mientras era interrogado por diferentes
personas, entre las que se encontraba Anbal Gordon.
Prueba
Mientras lo hacan le decan que ellos eran del ERP, que lo iban a
matar, y poco despus le dijeron que eran torturadores de la Triple A.
Esa misma noche se efectuaron dos operativos en las casas de los padres
de Raquel y Ubaldo, ubicadas una en Av. Nazca al 4800 y la otra en Malabia
1451, las dos de esta Ciudad.
Pablo, por su parte, fue internado en el Instituto Mara del Pilar Borchez
de Otamendi, y luego de las gestiones familiares qued al cuidado de su ta
paterna, Lidia.
Rosa Mara Zlachevsky fue liberada a las 48 hs., y se reencontr con sus
familiares y su hijo Luciano.
Prueba
Al respecto, dijo que ella viva tambin en el lugar; y que al llegar luego
de su trabajo, encontr a su madre descompuesta en el suelo.
Fue su madre quien le dijo que se haban presentado dos personas con
ropa de fajina buscando a Ubaldo.
Tambin detall los tormentos a los que ella misma fue sometida.
Precis que si bien no volvi a Orletti, mir filmaciones del lugar por
internet, y no tiene dudas que es ese el lugar en donde estuvo desaparecida.
Recordemos que ella mencion haber visto dentro del CCD a una pareja
tendida sobre el piso, respecto de quienes Guillermo Binstock le coment que
los haban reventado.
Sus familiares le contaron que luego del operativo los chicos haban
quedado con una vecina, que era polica de minoridad y nos les haba
permitido llevrselos, interviniendo luego la comisara de la zona.
Estaba casado con Blanca Leontina Albornoz y era padre de tres hijos.
Prueba
Entre otras cosas, record que Zelarayn sufri mucho las condiciones
de vida impuestas que tenan dentro del CCD, y que su salud se haba
deteriorado mucho, ya que era un hombre mayor y con sobrepeso.
Bertazzo recalc que Zelarayn fue una de las personas trasladadas del
CCD en septiembre de 1976.
Gustavo Gay, por su parte, tena 26 aos, estaba en pareja con Estela
Mara Moya, con quien tena un hijo de 15 meses de edad llamado Ernesto.
Sin embargo, sabemos que desde all Ricardo Gay fue conducido a
Orletti, donde se lo mantuvo cautivo.
Su homicidio forma parte del objeto procesal del debate que celebrar
este mismo Tribunal respecto de la causa n 2261 y su acumulada, sin
perjuicio de lo cual debemos mencionarlo aqu por formar parte del contexto
de los hechos que damnificaron a las dems vctimas.
En los tres casos se concluy que las heridas eran compatibles con
homicidio.
Prueba
Asimismo, del legajo surge que se le dio de baja del servicio en marzo
de 1977 por medio del Decreto 573/77.
Ellos le refirieron que Gustavo intent huir tirndose desde el balcn del
sexto piso al del cuarto piso, pero que fue herido.
Dijimos que luego de su secuestro, Ana Mara del Carmen Prez fue
conducida al domicilio de su amiga Mercedes Vega, donde las personas que
actuaban en Orletti pretendan capturarla a ella tambin.
Como no logr comunicarse con ella y saba que tena fecha de parto el
30 de septiembre, viaj desde Tucumn.
Cuando lleg, habl con una amiga de su hija llamada Blanca, quien le
inform que Ana haba sido secuestrada.
Nannini seal que en una instancia del trayecto pudo percibir que la
calle era de adoquines y que pararon en una barrera, pas el tren, el auto
retom la marcha, y a los pocos metros ingres a un local, previo a lo cual los
represores dijeron una contrasea que no record.
Adems, seal que el piso de ese sitio era ms liso que el de la calle.
Record que lo sacaron del auto y lo subieron a la planta alta por una
escalera con recorrido recto y que segn su percepcin era angosta y de
aproximadamente 10 12 escalones.
Explic que habl con Carlos Gay y ste le dijo que haba ledo mucho
sobre sus recuerdos del adoquinado y la barrera.
Tena las piernas engrilladas, con una cadena unida a una bola.
Por su parte, Oscar Gmez declar no haber visto a los hermanos Gay
en Automotores Orletti, y tampoco a Nannini, aunque s escuch su voz
cuando lo torturaron despus de haberle aplicado corriente elctrica a l.
Por otro lado, tambin respecto del cautiverio de los Gay y Prez en
ese CCD se prounci Jos Luis Bertazzo, quien afirm haber compartido celda
en ese lugar con Ricardo.
Destac que Ricardo Gay sufri un trato ms severo, que fue muy
torturado, y que a diferencia del resto tena tanto las manos esposadas como
los pies engrillados, lo cual coincide con lo expresado por Nannini.
Segn explic Bertazzo, esto se deba a que Ricardo era del ERP, y que
haba trabajado en Coordinacin Federal, lo que l mismo le cont.
Fue Bertazzo quien tambin explic que a los pocos das de este hecho,
en el CCD se produjo un traslado en el que se llevaron, entre otros, a los
hermanos Gay, a Marcelo Gelman y Ubaldo Gonzlez.
All se especific que dentro del cadverde Ana Mara del Carmen
Prez fueron hallados en la zona pelviana los restos de un feto, rotado hacia
abajo en posicin de preparto, lo que coincide con las referencias que hicieron
los testigos sobre el estado avanzado de su embarazo.
Esto tambin coincide con los relatos de los testigos acerca de la herida
que sufri al momento de ser capturado y que evidenciaba estando cautivo en
Orletti, conforme sealara Bertazzo.
Prueba
Adems resalt que estas personas tenan informacin sobre ella, saban
quin era, de dnde vena, y le preguntaban por su actividad poltica.
Agreg que luego de este primer interrogatorio, fue vctima de otro que
tuvo lugar en horas de la tarde, durante el cual volvieron a torturada.
Prueba
Refiri que la persona que luego identific como Eduardo Ruffo, le dijo
que se olvidara de su esposo, de su hijo Luis Alberto y de su nuera Nidia
Beatriz Sans, lo cual le dio la pauta de que ellos haban sido capturados.
Luego se la llevaron.
Vidaillac explic que una vez que llegaron al lugar fue conducida a la
planta superior, hasta una habitacin donde fue sometida a las brutales torturas
que ya mencionamos.
Vidaillac tambin explic que una vez que ella y Morales lograron salir
a la calle, detuvieron a un vehculo cuyo conductor los llev a la casa de una
persona amiga de su marido, donde se refugiaron, hasta que algunos das
despus volvieron a su casa.
All dio cuenta de que una vez en libertad, viaj a la ciudad de Buenos
Aires donde tom conocimiento, a travs de la colonia uruguaya de
refugiados, que la descripcin del lugar donde l haba sido mantenido cautivo
coincida con la que haba hecho un matrimonio argentino que haba logrado
fugarse de un centro clandestino de esta ciudad, ubicado en la calle Venancio
Flores esquina Emilio Lamarca.
Tambin dan cuenta de los sucesos que hemos detallado, las constancias
agregadas a los legajos CONADEP N 4331 de Luis Alberto Morales, N
4332 de Jos Ramn Morales (padre) y N 3469 correspondiente a Nidia
Beatriz Sans.
Calificacin legal.
I- Introduccin.
Sres. Jueces: recin expusimos las razones por las que en este juicio se
comprob que Cndor fue una asociacin ilcita; y por qu debe
responsabilizarse a la mayora de los imputados por haberla integrado.
Pero estos hechos no slo eran crmenes para la ley internacional, sino
que nuestro cdigo describa claramente las conductas y sus respectivas penas.
63
Art. 2, CP, art. 18, CN, y art. 9 de la CADH en funcin del art. 75 inc. 22 de la CN. Calificacin legal
Recin en los ltimos aos, es decir con posterioridad a los hechos que
aqu se analizan, la desaparicin forzada ha sido tipificada internacional y
localmente.
En los casos que se estn juzgando aqu, ninguna de las vctimas fue
puesta inmediatamente a disposicin de autoridad competente, ni respecto de
ellas se dio aviso de la detencin a sus familiares o allegados, ni tampoco se
les provey de asistencia jurdica.
Pero como este proceso est regido por las garantas constitucionales,
no podemos aplicar retroactivamente esos tipos penales, sino los que estaban
vigentes al momento del hecho, que son ms benignos (art. 9, CADH en
funcin del art. 75 inc. 22 de la CN y art. 2, CPN).
Sin embargo, no queremos pasar por alto el hecho de que ni los tipos
bsicos ni sus agravantes entonces vigentes, logran capturar esas especiales
circunstancias que hacen que ese tipo de privacin ilegal de la libertad -la
desaparicin forzada- sea un delito gravsimo y equiparable al homicidio,
resulte o no la muerte de la vctima.
Esa gravedad pues, al no estar abarcada por el tipo penal, deber ser
valorada al momento de determinar la pena que estimamos corresponde
aplicar de acuerdo a las previsiones de los arts. 40 y 41 del CP.
Como veremos, no hay dudas de que el aspecto subjetivo del tipo penal
se encuentra satisfecho respecto de todos los imputados, tanto en lo que hace a
la figura bsica como a los agravantes.
Por estas razones, todos los hechos que constituyen objeto de este
debate configuraron el delito de privacin ilegal de la libertad cometida por
funcionario pblico en abuso de sus funciones y sin las formalidades previstas
por la ley, agravada por haber sido cometida con violencia y amenazas, y
algunas tambin porque esa privacin se prolong durante ms de un mes (art.
144 bis inc. 1 y ltimo prrafo del CP -texto segn ley 14.616-, en funcin del
art. 142 incs. 1 y 5 texto segn ley 20.642).
64
Donna, Edgardo, Derecho Penal, parte especial, tomo II-A, Rubinzal Culzoni, 2003, p. 181.
65
Vase Soler, Derecho Penal Argentino, t. IV, p. 51.
66
Vase Nuez, Ricardo, Tratado de derecho penal, t. IV, Lerner, 1967, pp. 53 y 56; Laje Anaya,
Comentarios al Cdigo Penal. Parte Especial, volumen I, Depalma, 1978, p. 146; Manigot, Marcelo, Cdigo
Penal de la Nacin Argentina, (anotado y comentado), Abeledo Perrot, 1969, pp 269 y ss; entre muchos otros.
67
Derecho Penal Argentino, tomo IV, p. 50.
Basta citar como ejemplo los relatos de los prisioneros que presenciaron
el asesinato de Carlos Santucho.
Pero hay que tener en cuenta adems que todo esto suceda en un
contexto en el que las personas eran privadas de la posibilidad de satisfacer
sus necesidades ms elementales.
68
Vase Soler, cit. T. IV, p. 53; Nuez, Tratado de derecho penal, t. IV; Laje Anaya, Justo, Comentarios al
Cdigo Penal. Parte Especial, vol. I, p. 146, entre otros
De este modo, entendemos que no hay dudas de que todas las personas
que fueron recluidas en Automotores Orletti padecieron tormentos en los
trminos exigido por el tipo penal.
69
Pargrafos. 85, 91, 92, 93 y especialmente 95.
70
Par. 150.
71
Par. 96.
Resulta claro, entonces, que las personas que permanecieron varios das
o semanas recluidas en Orletti en esas condiciones, fueron vctimas de
tormentos con un grado de intensidad superlativo.
O lo que es peor, en algunos casos se les sac las vendas que cubran
sus ojos, por lo que pudieron ver a sus captores y, adems, percibir que
estaban en un lugar clandestino, sin ventilacin ni luz natural; y sin ninguna
posibilidad de socorro, abandonados completamente a la decisin de
criminales.
Por otra parte, estimamos, que no hay dudas de que los requisitos del
tipo subjetivo se encuentran cumplidos en este caso, pues, como
demostraremos, Furci conoca los padecimientos a los que eran sometidas las
personas recluidas en Orletti, y que con las conductas que realiz contribua al
funcionamiento de ese CCD.
V. Concurso.
En primer lugar, debe dejarse aclarado que cada uno de los delitos
concurre entre s de manera real, es decir, que la privacin ilegal de la libertad
de cada una de las vctimas constituye un hecho independiente, a los efectos
de las reglas del art. 55 del CP, aun cuando varios secuestros hayan ocurrido
en un mismo operativo.
72
Sancinetti, Marcelo A., Derechos Humanos en la Argentina Post-Dictatorial, Lerner Editores
Asociados, Buenos Aires, 1988, p. 48.
9. Adalberto Soba,
Por su parte:
8. Marta Bianchi,
9. Luis Brandoni, y
Adems,:
5. Mnica Solio,
5. Patricio Biedma, y
6. Marcelo Gelman
I. Imputacin
Lo primero que tenemos que decir sobre esto es que en este juicio se
demostr que durante 1976, y ms concretamente durante el espacio temporal
afectado por la imputacin, que va desde junio a noviembre de ese ao,
Miguel ngel Furci se desempe como agente civil de inteligencia en la
SIDE.
A fs. 54 del legajo obra el memo del 20 de febrero de 1976 por el que se
inform del pase al departamento de Personal de la SIDE, el que dice que
Furci fue dado de alta en la Ayudanta General.
En otra foja del legajo, aparece la nota por la que se informa al respecto
y est firmada por el Jefe de A.III.I, Pealoza: es decir, Guillamondegui.
Es por esto que Visuara solicita que tanto Guerra (Garzilli) como Fillol
(Furci), continen cobrando la bonificacin, y habla de un quince por ciento
adicional.
En ella se seala que es, cito, un agente capaz que cumple con empeo
las exigencias del servicio (y que) posee seguridad en sus decisiones.
Es por eso que la resolucin que aparece a fs. 95/6 se declara que la
afeccin cardaca que tiene fue ocasionada por actos de servicio.
De lo expuesto hasta aqu, podemos decir que, adems del hecho de que
Furci estaba efectivamente destinado a la SIDE durante el perodo
imputado, a partir del anlisis de la prueba remitida por ese organismo, se
encuentra acreditado que:
Ello se desprende tanto de los cargos que le fueron asignados como del
contenido de las calificaciones que recibi a lo largo de los aos, tanto antes
como despus de 1976, y en especial de la felicitacin por su intervencin en
el Operativo Oro.
De ese sumario tambin surge que la base estaba integrada adems por
personal inorgnico que dependa de Anbal Gordon y que haba sido
agregado, contratado, para formar parte de ella.
Por el contrario, afirm que ese personal era inorgnico, que vena de
afuera, que no era suyo.
Tambin sostuvo que las custodias que llevaban a cabo esas tareas,
estaban a cargo de civiles que tenan dependencia directa del Jefe de la SIDE.
Por el otro, un dato que tambin fue aportado por el propio Furci, y que
es que a principios de 1976 se produjo un atentado contra la madre de
Paladino, lo que evidentemente debe haber motivado que se ampliara el
personal puesto a disposicin de su seguridad.
IV. Su indagatoria
Sobre esta base, veamos ahora cul es la versin de los hechos que nos
proporcion Furci en su declaracin indagatoria ante este Tribunal.
Sobre sus tareas en ese destino, explic que formaba parte de la custodia
mvil de Paladino que involucraba tres automviles.
haba pedido la cabeza de los dos porque estaban saliendo con dos
mujeres, una de las cuales era la amante de l.
Segn explic Furci, a pesar de ello, Gordon les dijo que como l no se
meta en esos temas, los iba a mandar a otro lugar.
Sobre lo que ocurri mientras estuvieron all, dijo que les haban
entregado un handy a travs del cual podan comunicarse con Venancio, y
cito, para el caso de que nos necesitaran para algo, lo cual, segn dijo,
nunca ocurri.
Segn explic, esta tambin era una casa que haba sido allanada por
Gordon, y all concurran custodios orgnicos de Paladino.
Recordemos tambin que ella declar que en ese lugar haba sido
custodiada por agentes argentinos.
Que es cierto lo que primero dijo Furci acerca del tiempo que l y su
compaero permanecieron en este primer lugar, esto es, aproximadamente un
mes a contar entre fines de agosto y principios de septiembre.
De ser esto cierto, entonces sabemos que ellos estuvieron all mientras
la familia Mechoso-Castellonese permaneci en cautiverio en ese lugar.
Una versin que, como vemos, admite una parte de la verdad: aqulla
que ya no puede negar, o no le conviene negar; pero que se acomoda de
modo tal de dejarlo lo ms lejos posible de la responsabilidad por los hechos
atribuidos.
Y decimos que es la versin que Furci dio en este juicio, porque del
anlisis del resto de la prueba que fue incorporada, encontramos otras
versiones que el acusado enunci tanto ante la justicia, como ante Mariana
Zaffaroni Islas, y al resto de la familia Zaffaroni Islas.
Sres. Jueces: hay al menos dos hechos que fueron comprobados en este
debate que, a nuestro juicio, dan cuenta de la falsedad del relato de Furci y
que nos conducen a afirmar su responsabilidad.
Del anlisis del expediente, surge claramente que quien haba sido
inscripta por Furci como hija propia con el nombre de Daniela Romina Furci
es en realidad Mariana Zaffaroni Islas, quien, como hemos visto, cuando tena
un ao y medio de vida fue secuestrada junto con sus padres, el 27 de
septiembre de 1976 y conducida a Automotores Orletti.
Unos das ms tarde Mariana estaba viviendo con la familia Furci, como
si fuera su hija.
Se acredit as, y al igual que se hizo en este debate, que en 1976 Furci
formaba parte de la SIDE.
Son las palabras de Zaffaroni Islas, agregadas a ese expediente las que
dan cuenta de que tanto esta ltima versin, como la que dio ante este
Pgina 1388 de 1891
Tribunal, son falsas, y que la que ms se acerca a la verdad es la anterior, que
lo coloca no slo dentro de Orletti sino tambin a disposicin del grupo de
tareas que all funcionaba para hacer procedimientos.
Sres, Jueces: De dnde pudo haber sacado ella semejante idea sino
de su apropiador?
Pero, incluso, esta tampoco fue la nica versin que Furci le dio a la
familia de Mariana.
Antes les haba dicho que en un principio no saba que la nia era hija
de dos secuestrados, que lo supo despus.
Y en algn momento tambin Furci le dijo a Mara Esther que vio por
primera vez a Mariana en Automotores Orletti, y que le haban ofrecido
llevrsela, dado que sus padres seran trasladados con destino incierto (pg.
257 del libro).
Luego agreg que Furci le dijo que fue Ruffo quien le mencion que
haba una nena en ese lugar, y que lo hizo porque saba que su esposa haba
perdido un embarazo recientemente.
Pero ntese que sobre lo que Furci le dijo a Mariana, ante una pregunta
que le hicimos, Mara Luca Zaffaroni declar lo siguiente:
Le dijo que haba estado en Orletti una semana; otra, que l pasaba
por Orletti, yendo a otro lado, y le ofrecen a Mariana.
Van cambiando.
Es decir,
- de la que Furci le dio a Mara Esther Gatti: situacin con Mara Emilia
en la escalerilla del avin;
- de otras que surgen del anlisis integral de la causa n 154: esto es,
que la vio dentro del CCD, donde prest funciones una semana, y luego fue a
una base en la calle Amenbar desde donde pasaba por Orletti todos los das.
Que se la ofrecieron en adopcin o que en realidad l pidi que se la dieran;
Al respecto dijo:
A los pocos das recibe una carta que supuestamente las haba
firmado Mariana, eran cartas que tienen un tono bastante insultante para mi
familia.
Est escrito a mquina, con un lenguaje muy adulto, todo indica que
no fueron escritas por la nia.
Hay una segunda carta del mismo tono, diciendo cosas sobre el
comunismo, comparando su concepto de moral de la familia Furci, muy
religiosa y moralista, en contraposicin de la familia de Mara Ester.
Para Mara Esther eran muy duras y no eran escritas por un nio.
Pero a pesar de ello, los relatos que fue proporcionando en las diferentes
oportunidades en las que se le pidieron explicaciones, no alcanzan para
comprender por qu se le habra entregado a l, quien supuestamente no
tena nada que ver con lo que ocurra en ese CCD, a la hija de dos
prisioneros uruguayos que iban a ser asesinados.
O por qu, pese a ello, ese mismo ao, y luego de haber sido
nuevamente asignado a la OT I, Furci es ascendido de categora.
Agreg que en este contexto conoci a la nia que Ruffo haca figurar
como hija propia, quien, como sabemos, es Carla Rutilo Artes.
Se agrega que la reunin estaba relacionada con que Furci haba sido
acusado de la apropiacin de la hija de una mujer desaparecida.
All la testigo manifest que dos de sus jefes en la SIDE, el Sr. Stiuso y
el Sr. Arndt, le indicaron que por orden del entonces Secretario de
Inteligencia, deba presentarse en el Juzgado en un da determinado a decir
que Furci no poda concurrir a la audiencia fijada porque estaba en la
provincia de Crdoba por razones laborales, y que la esposa de Furci tampoco
poda ir porque estaba enferma.
Esto se desprende del documento del Archivo del Terror, aportado por
el NSA, n 00027F-2028, fechado el 20 de marzo de 1988.
Asimismo, el informe indica que se presume que nunca fue dado de baja
de SIDE, sino que mientras estuvo en ese pas entreg blancos de neta
tendencia anticomunista y ex compaeros de trabajo en el organismo, y que,
cito,
Tambin que junto con otras personas, particip en una campaa para
detectar y ubicar a militares que iban a ese pas y que respondan a Aldo Rico.
Ahora bien, como adelantamos, hay otro hecho que fue acreditado en
este debate que no es compatible con el relato que hizo Furci en esta
audiencia.
Altuna Facal afirm que ese da, como muchos de sus compaeros, se
encontraba en la planta baja del CCD, tirado boca arriba, al lado de la escalera
por la que se accede a la planta alta, a pocos metros del tanque de agua que
utilizaron para hundir a Santucho.
Sus ojos estaban vendados pero, como haba ocurrido muchas veces, la
venda se le haba corrido.
Explic que desde esa posicin, por debajo de la venda que le haban
puesto para taparle los ojos, pudo percibir cmo entre dos o tres personas
colgaron a Santucho de una polea y lo hundieron en el tanque de agua hasta
asesinarlo.
De acuerdo a lo que nos dijo, este rostro, a cuya descripcin agreg que
era una persona de piel blanca, pelo morocho, saco azul, cejas oscuras,
camisa blanca, pantaln gris, de estatura y contextura regular, es el mismo
que el de la persona que identific en la sala de audiencias durante el debate
de la causa n 1627 en las fotografas nro. 15, 16 y 17.
es difcil tener una visin calma cuando uno est en riesgo su vida.
Todos ellos recordaron este hecho como un episodio que qued tallado
en su memoria por la violencia y crueldad con la que actuaron los autores de
este crimen.
Tambin Den Bermdez aludi a que pudo ver el episodio por debajo
de la venda, y de modo similar, Edelweiss Zahn seal, y cito, que
En este marco, cada uno de ellos aport los datos que percibi desde el
lugar y la posicin en la que se encontraban en ese momento.
Dijo que esa persona estaba en Orletti, y que lo reconoca con "un grado
de certeza de ms de un noventa por ciento".
Ante las preguntas del periodista, Lpez Burgos afirm que entre las
personas que estaban ese da, adems de Martnez Ruiz y Gordon, estaba
Furci.
Sobre esto corresponde mencionar que, pese a que Lpez Burgos asoci
a Furci al episodio de Santucho en esas dos declaraciones que mencionamos,
en su testimonio ante este Tribunal a fines de 2010, no lo nombr entre las
personas que recordaba que haban participado de ese episodio.
Pgina 1403 de 1891
Sin embargo, cuando all se le volvi a exhibir el lbum de fotografas,
nuevamente lo reconoci y reiter que tom conocimiento de su apellido con
motivo del juicio de apropiacin de Mariana Zaffaroni.
Por otra parte, la circunstancia de que, de las personas que los testigos
mencionan que participaron del suceso de la muerte de Santucho, resalten los
nombres de Paqui Forese, Pajarovich y Gordon, se explica por el hecho de que
eran personas fcilmente identificables para ellos por haberlos maltratado y
hablado con ellos en varias ocasiones.
Sobre esto, Gastn Zina dijo que las voces de Paqui y Pajarovich eran
inconfundibles, y Eduardo Den Bermdez explic que
Gastn Zina, por citar un ejemplo, dijo que "dentro de Orletti haba
cinco o seis personas estables, y otras que entraban y salan".
Que Furci cumpli ese rol, no slo se desprende del anlisis de la causa
n 154, sino que resulta compatible con la fusin que, como vimos, se produjo
entre las funciones de los integrantes de la base OT 1.8 y el personal de
custodia de Paladino.
Esto no le resta valor a sus dichos, sino que por el contrario, esos
fragmentos que nos transmitieron en sus declaraciones, en su conjunto, son los
que permiten reconstruir el rompecabezas de los hechos y de quines fueron
sus responsables.
Recapitulando todo lo dicho hasta aqu sobre las pruebas que existen en
este juicio sobre la responsabilidad de Miguel ngel Furci, podemos afirmar
lo siguiente:
*Tambin vimos que algunas de las versiones que dio para intentar
justificar esa entrega lo colocan dentro del propio CCD.
Y es por esto que a nuestro modo de ver no constituyen otra cosa que un
intento de su parte de eludir la responsabilidad que le corresponde por esos
hechos.
Grupo de Artillera n 5.
Cordero permaneci en este destino hasta 1973, y fue all donde pudo
especializarse en las dos tareas que desarrollar durante los aos siguientes:
Es que debe quedar claro que cada vez que all se habla de paciencia en
la indagatoria, tenacidad en el interrogatorio o se destaca su aptitud para
obtencin informacin, se est hablando de su intervencin en sesiones de
tortura.
Pero no son estos los nicos rasgos salientes del desempeo de Cordero
Piacentini en este tipo de funciones. Sabemos, adems, que como torturador se
destac particularmente con las detenidas mujeres.
Tal como dijimos anteriormente, este perodo no slo sirvi para que
Cordero perfeccionara sus habilidades como secuestrador y torturador,
tambin le permiti acumular informacin sobre las organizaciones polticas
uruguayas, algunas de las cuales, como ya veremos, se transformarn en una
obsesin para Cordero.
Durante este debate hemos sabido que estuvieron all, por ejemplo,
Len Duarte, Alberto Cecilio Mechoso Mndez, Pablo Recagno Ibarbur e
Ivonne Tras Hernndez.
Cordero estaba, una vez ms, en el lugar que quera estar, haciendo lo
que mejor saba hacer.
Nos cont, adems, que el jefe formal del departamento era Rodrguez
Buratti, pero que, en los hechos, la jefatura era ejercida por Gavazzo, quien,
formalmente, era su segundo jefe.
Una pieza esencial de ese grupo, fue Manuel Juan Cordero Piacentini.
Era el hombre perfecto para esa funcin. Como ya vimos tena vasta
experiencia en actividades vinculadas con la denominada lucha
antisubversiva.
Pgina 1426 de 1891
Para ser claros, Cordero saba perfectamente cmo planificar y ejecutar
un operativo de secuestro y era especialista en realizar interrogatorios bajo
tormentos.
Por otra parte, de otro pasaje de ese descargo surge que fue l el
responsable de haber llevado a Uruguay, en esa poca, desde Argentina, autos
Ford Falcn para ser utilizados por personal del SID y adems afirma, una vez
ms de manera textual:
Pero no son estos los nicos elementos de los que surge la presencia
continua de Cordero Piacentini en nuestro pas para esa poca.
5. Cordero en Orletti.
*** Ana Ins Quadros, Mara del Pilar Nores Montednico, Margarita
Michelini Dellepiane, Raquel Nogueira Paullier, Enrique Rodrguez Larreta
Martnez, Alicia Cadenas Ravela, Laura Anzalone, Ral Altuna Facal, Ana
Mara Salvo Snchez, Gastn Zina, Edelweiss Zahn, Cecilia Gayoso, Jos
Flix Daz Berdayes, Mara Mnica Solio Platero, Ariel Soto Loureiro,
Sergio Lpez Brugos, Enrique Rodrguez Larreta Piera, Sara Rita Mndez y
Jos Lus Muoz Barbachn.
As, por ejemplo, Ana Quadros cont cmo, en Orletti, fue llevada a un
cuarto donde haba 4 5 personas, la colgaron de las muecas para atrs, la
enroscaron con un cable, pusieron sal y agua en el piso, y cada vez que por el
peso la cuerda ceda, sus pies tocaban la sal y le daba el golpe de electricidad.
Dijo que entre los hombres que se encontraban all, haba uno que
decan que era mdico, y le tomaba las pulsaciones para ver si podan seguir
hasta que en un momento, la dejaron tirada en el piso y se retiraron.
Tambin Cecilia Gayoso dijo que cuando lleg a Orletti fue interrogada
por Manuel Cordero.
Por su parte, Ariel Soto Loureriro nos cont que en Orletti fue torturado
As, por ejemplo, Jorge Washngton Prez, quien dio cuenta que, el 17
de julio de 1976, Gavazzo y Cordero, fueron a su casa y lo llevaron a Orletti.
Por su parte, Ral Altuna Facal dijo que escuch la voz de Cordero
cuando fue interrogado en una camioneta durante su secuestro.
Queda claro, de este modo, que dos de las funciones que desempe
Cordero como parte del grupo de agentes que se ocup de perseguir a
ciudadanos uruguayos radicados en Argentina durante el ao 1976, consisti
en participar en los operativos de secuestros y de las sesiones de torturas para
buscar informacin.
Y agreg ms adelante:
De este rol desempeado por Cordero tambin dio cuenta Ana Quadros,
quien describi cmo, estando en Orletti, la llevaron a un cuarto donde se
present un hombre que le dijo llamarse Manuel Cordero, que haba conocido
a compaeros de ella detenidos en Montevideo y que comenz a preguntarle
por vacos en un organigrama.
Nos cont, por ejemplo, que uno de los mtodos preferidos era la
colgada.
Tambin nos cont que fue torturado por Manuel Cordero y Jorge
Silveira.
Dijo que no tena dudas de que haba sido interrogado por Cordero, por
un lado por su voz, y por otro porque en una oportunidad le dijo mira que te
vuelvo a colgar.
De tal modo, luego del traslado a Uruguay de una parte de las personas
secuestradas en Argentina, la presencia de Cordero Piacentini en su pas se
hizo ms necesaria, y, por lo tanto, su presencia en Buenos Aires se volvi
ms espordica.
Es en razn de todas estas acciones que desempe desde ese rol que
Cordero Piacentini es responsable por todos esos hechos, ejecutados de
manera coordinada por el grupo de agentes a cargo de Nino Gavazzo, al que
perteneca ,y por las fuerzas represivas argentinas.
6. Adalberto Soba,
11- Cierre.
Cada uno ejecut una parte del mismo plan criminal, sabiendo que la
propia actividad contribua a los hechos comunes.
6. Adalberto Soba,
El rea que estuvo a cargo del imputado Olea, formaba parte de la sub-
zona 52. Veremos ahora cmo estaba compuesta.
Pero fue recin cuando fue secuestrado por personal que se identific
como de la Polica Federal el 13 de enero de 1977 que experiment en carne
propia qu suceda ah dentro.
Cont que cuando estuvo recluido en ese predio, que luego pudo saber
que era La Escuelita, fue interrogado bajo tormentos.
All eran trasladadas las personas para ser interrogadas bajo tormentos
de manera sistemtica, pero como regla general, no permanecan alojadas all
por perodos prolongados de tiempo.
Segn del informe de calificacin del perodo 75/76, que forma parte de
su Legajo Personal del Ejrcito, a partir del 6 de diciembre de 1975, y con el
rango de Teniente Coronel, pas a desempearse como Jefe del Batalln de
Ingenieros de Construcciones 181, con asiento en la Ciudad de Neuqun.
3- Indagatorias.
Sostuvo, en este sentido, que sus funciones como jefe de rea estaban
relacionadas con la ejecucin de operaciones reglamentarias militares y de
seguridad, tales como, patrullajes, controles de ruta y controles de poblacin
en general.
Sostuvo adems que, para su cumplimiento, slo dispona del 30% del
personal del batalln a su cargo; y que los procedimientos eran realizados con
vehculos militares debidamente identificados y con personal uniformado.
Finalmente, indic que el territorio asignado al rea 521, era una zona
de relativa tranquilidad en trminos de actividad subversiva, que estaba
catalogada como una zona de descanso y trnsito de subversivos.
Sin embargo, a pesar de lo negado por Olea, lo cierto es que, tal como
ya explicamos en la audiencia anterior y como detallaremos a continuacin, la
prueba producida durante el debate demuestra que las funciones que
desempe en su carcter de Jefe del rea 521, estuvieron ntimamente
ligadas con la represin ilegal desarrollada por la ltima dictadura
militar, y contribuyeron a la ejecucin del plan criminal y a los secuestros
y desapariciones de Carmen Delard y Jos Luis Appel.
Pero tambin hemos destacado que este juicio prob que, mnimamente
y por estar relacionadas con el control directo del territorio, sus funciones
exigan que conocieran si dentro de su jurisdiccin se iba a realizar un
operativo, para garantizar su ejecucin y para evitar el enfrentamiento entre
las llamadas fuerzas amigas.
Esto significa que, desde el vamos, las tareas que Olea reconoce haber
efectuado ya implican una contribucin suficiente para fundar un reproche
penal.
a- Cuestiones genricas.
Simplemente implica que la autonoma que tuvo la jefatura del rea 521
fue menor que la que tuvieron otras jefaturas de rea, en otras regiones.
A raz de sus funciones tena contacto frecuente y fluido con el Jefe del
BIC.
Explic que para eso se haba establecido una pequea compaa, con
un grupo mvil de suboficiales.
En este sentido, destac que como jefe del rea 521, Olea reciba
rdenes secretas del comandante de sub-zona.
b- Allanamientos.
Manifest que si bien eran reuniones secretas, a las que nadie tena
acceso, l supo de ellas porque a veces atenda a esa gente mientras esperaban
ser recibidos por el jefe de la unidad.
Sres. Jueces: Debe quedar claro que estas reuniones no forman parte
de las tareas habituales del jefe de un Batalln de Ingenieros.
Era necesario coordinar con esas fuerzas porque, como vimos, muchas
veces actuaban en conjunto, pero adems porque deban garantizar la
ejecucin de las operaciones y evitar que las fuerzas de seguridad
entorpecieran el desarrollo de las operaciones militares.
d - Detenciones.
detenido por efectivos del rea 521, pasando luego a disposicin del
comando sub-zona 52, en virtud de estar vinculado con la OPM Montoneros.
Tal como surge del libro Memoria Debida, Perlinger fue un Coronel
del Ejrcito Argentino, que fue detenido el 24 de marzo de 1976 en un puesto
militar al llegar a Zapala.
Radonich agreg, por su parte, que durante uno de los juicios llevados
adelante ante la justicia federal de Neuqun, se pudo establecer que esta
persona sobrevivi y que su apellido es Inostroza.
Esto muestra que las autoridades del Batalln eran conscientes que esa
bsqueda formaba parte de sus tareas en tanto jefatura de rea; y es por
eso que utilizaron al efecto la compaa que haban preparado para cumplir
con esas tareas.
Dijo recordar adems, que Gmez Arenas era, en ese momento, el jefe
del Destacamento de Inteligencia 182.
a- Cuestiones genricas.
Amare dijo haber cumplido funciones en el BIC 181 desde 1973 hasta
1980, y haberse desempeado durante el ao 1976 en la Compaa de
Construcciones A, como encargado de la sala de armas y auxiliar del
intendente del cuartel.
Lo que debe quedar claro es que su existencia para nada significa que el
imputado Olea haya perdido control sobre las actividades represivas
desplegadas en el mbito de actuacin de la sub-rea.
Permaneci recluido en ese lugar unos cuatro das y luego fue llevado
por personal del Ejrcito a la Unidad penitenciaria n 9 de Neuqun.
All fue llevado a una cama de hierro sin colchn, a la cual fue esposado
de pies y manos.
del Comando Operacional del Ejercito a cargo del Tte. Primero Vitn,
conduce en calidad de detenido a una persona que dice llamarse Pedro Justo
*Enrique Braulio Olea fue, durante los aos 1976 y 1977, Jefe del
Batalln de Ingenieros de Construccin 181, y, como tal, Jefe del rea de
Defensa 521.
*Tambin hemos demostrado que Olea, en tanto Jefe del rea 521,
participaba activamente en los operativos represivos que se realizaban en el
territorio a su cargo.
Pero hay dos circunstancias ms, que han sido acreditadas durante este
debate, que muestran la intervencin que le cupo a la Jefatura del rea 521 en
esos hechos.
Como ya vimos, fue desde all que la jefatura del rea 521 organiz y
ejecut los operativos represivos que realiz en esa localidad.
Adems, sabemos, por uno de los testigos, que en uno de los juicios
llevado adelante por violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo
de Estado ante la justicia federal de Neuqun, se determin que esa persona es
de apellido Inostroza.
Por un lado, que Jos Lus Appel estaba vinculado a una persona que
fue secuestrada dentro del mbito territorial correspondiente al rea 521 y que
fue posteriormente torturado en el CCD conocido como La Escuelita.
Por el contrario, el personal que estuvo a su cargo como Jefe del rea
521 tuvo una participacin destacada en los operativos represivos realizados
en el territorio bajo su jurisdiccin.
Por otra parte, tambin debe ser tenido en consideracin que, durante el
debate se acredit que las privaciones ilegtimas de la libertad de Jos Luis
Appel y Carmen Delard, formaron parte de los hechos ejecutados bajo el
marco de coordinacin provisto por la asociacin ilcita Cndor.
* el valor estratgico que tena el territorio asignado al rea 521 para los
fines que persegua la asociacin ilcita;
*** Todo eso, nos permite afirmar que se encuentra acreditado que, a
travs de las actividades desplegadas desde la Jefatura del rea de defensa
521, Olea tom parte en la asociacin ilcita Cndor, que en consecuencia
integr.
Para llevar adelante esta tarea, adems del personal del Tercer Cuerpo
del Ejrcito, el operativo cont con refuerzos y relevos de personal derivado
de unidades del resto del pas.
Al igual que otras zonas del pas, la Zona III estaba dividida en
Subzonas. En este caso, como dijimos, eran 3 y cada una de ellas abarcaba un
grupo de provincias en sus respectivos territorios.
Veremos a continuacin el rol que cumpli la jefatura del rea 331, con
jurisdiccin en la provincia de Mendoza y conforme los criterios de
imputacin adelantados, al haber dado por probados los secuestros, privacin
ilegtima de la libertad y desaparicin de Juan Humberto Hernndez Zaspe y
Luis Alfredo Espinoza Gonzlez, debemos determinar la eventual
responsabilidad de Carlos Horacio Tragant y Juan Avelino Rodrguez sobre lo
ocurrido.
73
Declaracin indagatoria de Julio Cesar Santuccione del 13.05.1987.
Tragant fue director del Liceo Militar General Espejo desde el mes de
diciembre de 1975 hasta diciembre de 1977.
La ejecucin por parte de Tragant de esas dos rdenes, que por sus
propias manifestaciones eran absolutamente ajenas a su funcin educativa y
an de las que poda recibir por temas guarnicionales, en la prctica implica
reconocer que adems de ser Director de un liceo militar, cumpla un
determinado rol en la estructura represiva local y regional, respondiendo
a las rdenes de quien era su superior directo a esos fines, el comandante
de la subzona; y que imparta las rdenes necesarias a sus subordinados a
fin de ejecutarlas.
Jefatura del rea 331. Plan Conintes vs. Plan de capacidades de 1972.
Reconocida por el propio imputado la dependencia al Jefe de la Sub- Zona 33
y la instalacin del CCD dentro del predio del Liceo que dirigi, referiremos
ahora a la responsabilidad que le corresponde respecto de la porcin de
territorio asignada a los fines de la represin ilegal, esto es, el rea 331 con
jurisdiccin en la provincia de Mendoza.
Por otro lado, Tragant manifest tambin que el Liceo Militar General
Espejo no contaba con las fuerzas necesarias para el desempeo de las tareas
que se le imputan y que, en cambio, la Octava Brigada de Infantera de
Montaa s las tena; y que haba reservado todos sus efectivos para las
acciones antisubversivas.
Como dijimos hace unos instantes, todas las unidades militares estaban
afectadas al cumplimiento del objetivo mximo impuesto por el Ejrcito.
Para ello, emplearon los elementos con los que contaba, muchos o
pocos, pero involucrados en la misin sin dejar de lado sus funciones
especficas.
En este debate se acredit que el Liceo Militar General Espejo, sin dejar
de lado sus actividades educativas regulares, puso a disposicin de la Lucha
Contra la Subversin sus instalaciones y personal, demostrando que, a
diferencia de lo planteado por Tragant, el Liceo tena capacidad operativa y
oper en la represin ilegal, al menos en el perodo en que Tragant fue su
director.
A diferencia del relato del imputado, quien manifest que all slo
permanecieron recluidas personas que integraban el gobierno provincial, se
encuentra acreditado que no todas las personas alojadas all clandestinamente
pertenecan al gobierno provincial.
Sabemos que como ninguna Unidad puede quedar sin direccin por la
ausencia del comandante, formalmente es su segundo quien ejerce el mando
hasta su regreso; sa es una de las funciones de los segundos comandantes.
En este sentido, Flor Hernndez Zaspe relat en esta sala las cartas
remitidas por su hermano Juan Humberto desde Mendoza a distintos
miembros de la familia.
Entre ellas ley un pasaje en que su hermano cont que pasaba mucho
tiempo dentro de la casa ya que las fuerzas de seguridad argentinas
molestaban y perseguan particularmente a las personas de nacionalidad
chilena.
Tal como explicamos, uno de los objetivos de este acuerdo criminal fue
la identificacin, detencin y eventual traslado extraterritorial de secuestrados
a fin de perseguir ilegalmente opositores polticos a pesar de las fronteras.
Sobre este punto contamos con los testimonios de Alex Muoz, Jos
Israel Cerda Herrera y Juan Jorge Tamayo, todos ellos chilenos que para
los aos 1975 y 1976 haban migrado a la ciudad de Mendoza debido a la
persecucin de la que eran objeto en su pas.
coordinacin represiva.
Sres. Jueces: todo lo expuesto nos permite afirmar que en este debate se
comprob que durante la totalidad del perodo en que fue Director del Liceo
Gral. Espejo, Tragant tom parte de la asociacin ilcita Cndor,
Pgina 1512 de 1891
contribuyendo a su sostenimiento con las tareas que desarroll como Jefe del
rea 331.
Y como vimos, desarroll esas tareas hasta que fue destinado a otro
cargo el 5 de diciembre de 1977.
Extraccin de testimonios:
Sub-zona.
Sin embargo, contamos con ciertos indicios que ponen en duda esta
circunstancia respecto de la Sub-zona 33 ya que, de comprobarse
modificaciones sustanciales, supondran variaciones en la estructura represiva
a) Escrito.
Por las actividades que desarroll en ese rol fue convocado tanto en este
mismo proceso y en el que se le sigui en Mendoza.
En ese sentido, sostuvo que por orden del comando de la Zona 3 debi
volcar todos los esfuerzos y medios disponibles a esta nueva misin y
descomprimir todo lo relacionado con el frente interno, es decir la llamada
lucha contra la subversin, la cual sostuvo haba pasado a una segunda
prioridad, en tanto haba disminuido considerablemente en la jurisdiccin.
* que para esa poca las prioridades en esa Sub-zona habran cambiado;
Sin embargo, no nos detendremos aqu pues, si bien nos sirve para
comprender su trayectoria, recordemos que en este juicio se le imputa, adems
de haber participado en una asociacin ilcita, su responsabilidad como Jefe
Indagatoria
terrorismo
Rol de Guaabens.
Esto coincide, por otra parte, con lo asentado en el libro Sobre Areas y
Tumbas de Mittelbach. En oportunidad de declarar, Guaabens manifest
que en el momento de los hechos el pas estaba dividido en zonas, dentro de
las cuales las brigadas conformaban las subzonas, que a su vez estaban
divididas en reas.
Supervisin.
Pgina 1538 de 1891
Adems; y como dijimos, el Jefe de Subzona no slo ordenaba
operativos, sino que tambin supervisaba su cumplimiento al ser informado de
sus resultados.
Los dichos de quien fuera Jefe del rea 234, jurisdiccin en la que
justamente fue secuestrado Juan Alberto Filrtiga, son confirmados por la
documentacin remitida por el TOF de Formosa, obtenida de los
registros del Regimiento de Infantera de Monte 29.
Continuando con los elementos probatorios que nos permiten tener por
acreditada la directa participacin de personal de la Subzona 23 en operativos
represivos y para facilitar su comprensin, haremos referencia a las sentencias
de las causas De Marchi y Urribarie, ambas del TOF de Corrientes.
Destino de vctimas.
Por ltimo, como dijimos, otra de las funciones que en este juicio se
acredit cumplan las Jefaturas territoriales y que, especficamente, cumpli la
Brigada VII de Infantera en su rol de Jefatura de Subzona 23, era la de tener
la capacidad de disponer del destino de las personas secuestradas en su
mbito territorial.
Ya dimos cuenta de las pruebas por los que arribamos a tal aseveracin.
Pero aqu queremos citar otra, que no slo corrobora lo expuesto, sino
que tambin permite recrear parte del poder detentado por Guaabens y
dar una pequea semblanza de su personalidad.
Sostener que lo ocurrido con Filrtiga debe ser escindido del propsito
de combatir la subversin que sign la actuacin de Guaabens, implicara
una irrazonable interpretacin de las pruebas producidas en el debate.
Sres. Jueces: Resulta cuanto menos curioso que al citar la directiva 1/75,
Guaabens haya omitido mencionar el prrafo inmediatamente anterior a
aquel al que se refiri.
Asociacin Ilcita.
Pero ya dimos cuenta que en este juicio se prob que para poder
concretar sus objetivos, la asociacin criminal requera de la actuacin
coordinada de las Jefaturas de Zona, Sub-zonas, reas y Sub-reas, por lo
que el conocimiento de su existencia llegaba, mnimamente, al nivel de
quienes tenan responsabilidad en un espacio territorial determinado.
Del mismo modo, el documento del Archivo del Terror n 00010F 0582
ilustra el modo en que desde el Destacamento de inteligencia 124, asignado
bajo el mando directo de la Subzona 23, se suministraba informacin a
Paraguay sobre personas que eran requeridas en aquel pas.
Podemos confirmar que esta dinmica continu con el paso del tiempo
y, ya con Guaabens Perell en cabeza de la Subzona, el intercambio de
informacin sobre lo que llamaban delincuentes subversivos sigui siendo
moneda corriente.
Basta con revisar el documento del Archivo del Terror n 00143F 0704
para confirmarlo.
puestos a disposicin del Jefe del rea 234 de Formosa por estar
seriamente comprometidos por actividades subversivas.
Justamente, es por el rol cumplido como Jefe del rea 232 que en este
debate se atribuye responsabilidad a Caggiano Tedesco por la privacin ilegal
de la libertad de Cstulo Vera Bez.
All fue visto por ltima vez, con signos visibles de haber sido
salvajemente torturado.
Su defensa:
All se determin que Juan Antonio Beltrametti, jefe del Distrito Militar
Misiones durante el ao 1976, fue el jefe del rea 232 y luego, a partir del 5 de
enero de 1977 lo sucedi el aqu imputado Caggiano Tedesco.
Este fue el perodo en que el rol de Jefe del rea 232 fue ejercido por el
Jefe del Regimiento de Infantera de Monte 30, Tte. Cnel. Leopoldo Hctor
Flores, quien reemplaz a Beltrametti en el mando de la jefatura del rea
durante su ausencia.
Cumplido dicho trmino, la jefatura del rea volvi a estar en cabeza del
jefe del Distrito Militar Misiones, Juan Antonio Beltrametti, hasta que fue
sucedido en el cargo por el aqu imputado.
Si el jefe del RIM 30 regimiento fuera tambin el jefe del rea, sera
manifiestamente absurdo consignar en su legajo personal la asignacin en
comisin al rea, puesto que sera una asignacin en comisin al mismo
destino en el que ya se encuentra el sujeto.
Por otro lado, como referimos hace unos instantes al indicar las
objeciones del imputado en su declaracin indagatoria, la ubicacin de la
sede de la jefatura del rea no fue discutida por Caggiano.
Disposicin de prisioneros.
Personal agregado.
Esto revela tambin la mayor importancia relativa que tena el rea que
luego pas a estar a cargo de Caggiano.
Recordmoslas:
Por otro lado, este artculo tambin nos demuestra la relevancia del acto
en cuestin y, particularmente, de la relevancia de la jurisdiccin a los fines
del cumplimiento de la misin impuesta, ya que segn se indica, el acto fue
presidido por el jefe del Segundo Cuerpo del Ejrcito, Leopoldo Fortunato
Galtieri y estuvo presente el Comandante General de la Armada, almirante
Eduardo Emilio Massera.
Resumiendo.
Y desde ese rol de jefe de rea, con las tareas adicionales que
desarroll, tom parte de la asociacin ilcita Cndor y contribuy a su
sostenimiento22.
Entre enero de 1976 y el mismo mes de 1979 ocup ese cargo Carlos
Guillermo Surez Mason.
De acuerdo a lo que surge del distribuidor, esa orden fue recibida por
los Comandos de las siete subzonas a cargo de la Zona I, la Polica Federal
Argentina y la Polica de la provincia de Buenos Aires.
Sub-zonas.
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Como ya hemos visto, los comandos de sub-zona eran responsables de
las operaciones militares y de seguridad que se ejecutaban en la jurisdiccin a
su cargo.
a- Cuestiones Generales.
Una de las siete sub-zonas en las que haba sido dividido el territorio a
cargo de la Zona de defensa 1, era la Subzona Capital Federal.
Ocuparon ese cargo entre 1976 y 1982, los Generales Jorge Carlos
Olivera Rvere (1976), Jos Montes (1977), Andrs Anbal Ferrero (1978),
Jos Rogelio Villareal (1979 y 1980) y Mario Alfredo Piotti (1981 y 1982).
Por otra parte, tambin debe tenerse en cuenta las dificultades que
ofreca el territorio a cargo de la Subzona.
b- Funciones.
Asimismo, era a travs del COT que transmita las rdenes a las
jefaturas de rea que, como veremos, dependan de ella, y reciba, a su vez, la
informacin sobre las novedades que se producan en cumplimiento de esas
rdenes.
All, del Cerro explic que entre fines de 1977 y principios de 1979 fue
integrante del cuerpo de informaciones de la Superintendencia de Seguridad
Federal y que prest funciones en la Direccin General de Inteligencia.
mencionado.
d- Divisin en reas.
Surge, adems, del Suplemento I del Acta Acuerdo celebrada entre los
Comandante de la Zona I y la Zona IV.
Por otra parte, debemos mencionar que, segn la obra de los hermanos
Mittelbach, confirmada por algunas referencias dadas en sus declaraciones por
Como ya hemos visto, las tareas de las reas estaban vinculadas con el
control inmediato del territorio, lo que les exiga un esfuerzo de coordinacin
permanente con las fuerzas policiales que actuaban all, en particular para
Por otra parte, seores jueces, tambin debe tenerse en cuenta que las
jurisdicciones de las Comisara de la Ciudad de Buenos Aires haban sido
modificadas en febrero de 1976 a travs del decreto 428/76, cuando Albano
Harguindeguy era Jefe de la Polica Federal.
Por otra parte, confirma este modo de estructurar las reas el legajo del
Te. Cnl Francisco Domingo Michelli, relevado en el informe por el Grupo de
Trabajo sobre Archivos de las Fuerzas Armadas.
Micheli fue Jefe del Batalln de Arsenales 101y como, tal jefe del rea
IV.
cito textual:
Este dato, resulta coincidente con el mapa que forma parte de la obra de
los hermanos Mittelbach, de acuerdo al cual el rea IV, efectivamente, tena 7
Comisaras dentro de su territorio:
*las n 41, 43, 44, 45, 47, 50 y 13, composicin que es coincidente con
la de la Zona IV de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la
Polica Federal Argentina.
All se encuentra registrada una sancin firmada por el jefe del batalln
por, y cito textual:
Sres. Jueces: Esta fue una muy breve descripcin de la forma en que, a
los fines de la denominada LCS, se dividi el territorio de la Capital Federal.
1.a. Lobaiza.
Indagatoria.
Argument que tal vez haya sido por esta exposicin que se decidi que
no participaran activamente de la LCS.
Y que los efectivos del regimiento que tuvieron que ser agregados
estaban en esta condicin.
Expres que el rea II tena slo una persona fija, que era el Segundo
Jefe de Regimiento, quien estaba en forma permanente en esa rea, y se
desempeaba como su Jefe.
Explic que haba seis unidades destinadas a tal efecto, que se entregaba
una unidad por da, y que ese personal dependa del comandante de la sub-
zona Capital Federal.
Indic que slo tena que aportar los elementos (morales y materiales)
para que realizaran las misiones que se le haban impuesto.
1.b Alespeiti.
Indagatoria.
Explic que mientras l fue 2do Jefe del Regimiento nunca se produjo
un enfrentamiento, ni se realizaron detenciones.
Afirm que las tareas como 2do Jefe ocupaban todo su tiempo, que sus
funciones en el rea II eran totalmente secundarias y que no se le asignaba
personal alguno para esas tareas, razn por la cual se vala de efectivos del
propio Regimiento para cumplirlas.
Dijo que nunca mantuvo una reunin con personal del 1er Cuerpo en la
que se lo instruyera sobre el modo en que deba operar en caso de
enfrentamiento con elementos subversivos; y que la nica instruccin que
recibi fue la relativa a la tarea de patrullaje.
Aclar que durante el perodo en que fue jefe del rea II no se produjo
ningn enfrentamiento, ni le informaron que as hubiera sucedido.
2.1- Funciones.
Pero adems, ha quedado acreditado que los efectivos del rea II, no se
limitaron a garantizar el rea liberada, sino que, cuando fue necesario,
participaron activamente de los operativos realizados por otras fuerzas.
Pero hay otros elementos que confirman estas colaboraciones por parte
de efectivos del regimiento.
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En el libro histrico se dej constancia de una nota de agradecimiento
del Jefe del rea V, dirigida al jefe del Regimiento por la participacin de
efectivos a su cargo en un operativo de seguridad en dicha jurisdiccin.
DEL SEOR JEFE AREA V. Informo al seor Jefe, a los fines que
estime corresponder, que el desempeo del personal militar de esa Unidad
que a cargo del Tte. 1ro D Jos Mara de Feli particip en la operacin de
seguridad cumplida en el rea V el da 15 de Set. 77, se caracteriz por su
correccin, disciplina y eficiencia.
2.1.b. Allanamientos.
As, por ejemplo, del informe del Grupo de Trabajo sobre Archivos de
las Fuerzas Armadas, surge que en el legajo del Tte. 1 Cesar Miguel Irigoyen,
quien, segn surge del libro histrico, prestaba servicios en el Regimiento de
Infantera I al ao 77, hay constancia de una sancin impuesta por el 2do Jefe
del Regimiento en diciembre de ese ao por, y cito textual:
Del informe surge que en el libro histrico del ao 80, hay un asiento
titulado hallazgo de depsito de armas de la subversin.
Se detalla, adems, que una copia del mismo debe ser agregado a la
carpeta Operacin Guardamuebles y archivada en la oficina del rea.
Se explica quines sern sus jefes, los efectivos que tendrn a su cargo y
los vehculos que tendrn a disposicin.
Del mismo informe surge que esas tres personas eran Julio Csar
Genoud, La Mariana Ercilia Guangiroli y Vernica Mara Cabilla.
Parte de las tareas de las jefaturas de rea consista en lidiar con estas
situaciones, para facilitar la impunidad del hecho concreto en el que se estaba
interviniendo pero, adems, para garantizar la continuidad de las operaciones.
Una vez cumplida con esa instruccin, en la nota se explica que, cito
nuevamente textual:
Jefatura.
Por otra parte, tambin en ese legajo obra un informe del Servicio
Nacional del Menor y la Familia, del que surge que las dos nias fueron
entregadas a su abuela paterna, en atencin a que se haba presentado con una
nota del Comando en Jefe del Ejrcito Argentino, que indicaba que no
exista ningn inconveniente para que as se procediera.
Frente a dos nias que se haban quedado sin sus padres, la Jefatura del
rea coordin con la Comisara de la zona su traslado y su posterior
derivacin a un instituto de menores.
Era indispensable que esta intervencin fuera inmediata, para evitar que
se activaran los mecanismos institucionales habituales y se vieran en la
obligacin de sustanciar una investigacin respecto de lo ocurrido.
2. 1.d. Cierre.
Pero adems fue confirmada por distintos elementos de prueba a los que
nos hemos referido anteriormente.
Ms precisamente la 11 y la 23.
4- Jefatura.
Hemos visto tambin cules fueron las funciones que en ese carcter
desempe el Regimiento y cul fue el territorio asignado a esa rea.
Ya veremos cules son los elementos que demuestran que esto fue
efectivamente as, pero antes es necesario explicar cmo se materializ,
reglamentariamente, la asignacin del rea II al Regimiento de Infantera I.
Como ya explicamos, el Comando de la Subzona Capital Federal estaba a
cargo del 2do. Comandante del Primer Cuerpo de Ejrcito.
El propio Lobaiza, como vimos, reconoci que el Jefe del rea II era el
2do Jefe del Regimiento que comandaba.
Para ello tuvo en cuenta que, a travs del relevo realizado sobre el libro
histrico del Regimiento del ao 79, se encontr un asiento que dej
constancia de que, y cito textual:
Por otra parte, el informe da cuenta que del relevamiento del legajo del
Tte. Hernn Vecchietti, quien prest servicios en el Regimiento de Patricios
desde diciembre de 1977, registra una sancin en septiembre de 1979
impuesta por el 2do Jefe del Regimiento por llegar tarde a una reunin
ordenada en el Comando de subzona Capital Federal.
Pero que el 2do. Jefe del Regimiento haya sido quien ocup el cargo de
Jefe del rea II, de ningn modo significa, como sostiene el imputado Lobaiza,
que l, como Jefe del Regimiento, no haya sido tambin responsable de su
funcionamiento.
Sin perjuicio de ello, sostuvo, por un lado, que al estar ese personal
agregado a otro comando, l, a pesar de ser su jefe orgnico, no era
responsable por lo que hicieran mientras durara la agregacin.
Y, por otro lado, sostuvo que las rdenes que recibieron los efectivos a
su cargo durante la agregacin eran secretas, y l no tena ni la obligacin ni el
derecho de pedir informes sobre las misiones que cumplan bajo otro
comando.
Pgina 1619 de 1891
Los elementos de prueba producidos durante este debate, demuestran
que estas afirmaciones no slo no son ciertas, sino que son a todas luces
absurdas.
Lobaiza saba perfectamente cules eran las misiones que cumplan los
efectivos a su cargo y con qu objetivos se ejecutaban esas misiones.
Esto facilitaba el ejercicio del control por parte del Comando orgnico,
esto es, por parte del propio Lobaiza.
Veamos.
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Para el momento de los hechos, el Regimiento tena en su estructura,
cinco compaas de infantera, una compaa de comando, una compaa de
servicios y la banda militar.
Para cumplir con las tareas que le haban sido encomendadas, el Jefe del
Regimiento podra haber dispuesto integrar el Equipo de Combate, de manera
rotativa, con alguna de las cinco compaas de infantera que tena en su
estructura orgnica.
f-Se desempe como oficial interrogador del rea II, aun sin ningn
tipo de experiencia previa, logrando xitos resonantes en la mayora de los
casos;
* El 2do jefe del regimiento desempendose como jefe del rea II;
Pero no, en los dos aos que se desempe como Jefe del Regimiento I,
Lobaiza recibi las mximas calificaciones por parte de sus superiores.
Por un lado, ya nos referimos a la nota remitida por el Jefe del rea V
destacando el desempeo del personal del Regimiento de Infantera I en un
operativo de seguridad, agregada al Libro Histrico del Regimiento.
Una vez ms, esto muestra que Lobaiza conoca, como no poda ser de
otra forma, las tareas desempeadas por los efectivos a su cargo cuando
cumplan funciones como jefatura del rea II, y adems, que el cumplimiento
de sus obligaciones le exiga que conociera cmo se haban desempeado esos
efectivos en el cumplimiento de esas tareas.
Sres. Jueces: Lobaiza mereci esa singular mencin porque fue quien
tena el poder de decisin ltimo sobre el rea II y su manejo mediato, cuya
ejecucin l decidi delegar en su inferior ms prximo que, a su vez, tuvo el
control mediato del grupo rotativo que se coloc a su cargo.
Ya hemos visto, adems, cules fueron los aportes que Lobaiza realiz,
en su carcter de Jefe del Regimiento de Infantera I, para el funcionamiento
de la Jefatura del rea II.
Hemos demostrado cules eran los lmites del territorio asignado a esa
jefatura.
de Alespeiti en l.
Seores jueces, tanto Humberto Jos Romn Lobaiza como Felipe Jorge
Alespeiti, se encuentran imputados en este debate, adems, por haber
integrado la asociacin ilcita Cndor.
Como vimos, esta operacin, realizada por orden del entonces Jefe del
Regimiento de Infantera I de Patricios, en tanto sede del rea II, fue el punta
De este modo vemos cmo la jefatura del rea II, a travs del aporte de
parte de la inteligencia necesaria para su ejecucin, contribuy a la realizacin
de un operativo fuera de nuestro pas en coordinacin regional con fuerzas
extranjeras en el marco de Cndor.
Por todo lo expuesto, tanto Humberto Jos Romn Lobaiza como Felipe
Jorge Alespeiti son autores del delito de asociacin ilcita.
Jurisdiccin.
Este dato resulta por dems significativo por cuanto, como recin
mencionamos, el rea V de la subzona Capital Federal, coincida con la
jurisdiccin de la Zona V de Seguridad Metropolitana de la Polica Federal.
Control Poblacional.
All se indica que, por disposicin del rea 131, con fecha 15 de
diciembre de 1976 se traslada al GADA 101 de Ciudadela a una persona que
estara dispuesta a colaborar para identificar a otras, cito:
En relacin con las sedes en las que operaron estos CCD, determin que
el ltimo, el Olimpo, fue especialmente diseado para operar como centro
de detencin.
Entre otras cosas, explic que dentro de las instalaciones del Olimpo
haba oficiales del Ejrcito, del Servicio Penitenciario Federal y de la Polica
Federal.
Elementos adicionales.
Esto se deriva, por ejemplo, del testimonio prestado en este debate por
Alberto Prspero Barret Biedma.
Barret relat que dentro del CCD, luego de ser torturado e interrogado
sobre sus actividades y relaciones, fue llevado a una oficina en donde el
represor Julio Hctor Simn, el famoso Turco Julian, lo oblig a que
relatara todos sus antecedentes polticos.
Barret explic que das antes del secuestro de su compaero, recibi por
parte de un compatriota paraguayo una advertencia sobre la persecucin de las
fuerzas paraguayas hacia Villamayor.
Pgina 1654 de 1891
Aqul compatriota, haba estado detenido en Paraguay y tras ser
liberado, se exili en Argentina.
Barret Biedma tambin dio cuenta del secuestro y las torturas padecidas
por Villamayor, quien estuvo alojado en el Olimpo un da antes que l y
habra sido trasladado a Paraguay en el marco de la coordinacin
represiva de Cndor.
Cierre:
Antonio Vaek
Entre ellos:
Imputacin.
Indagatoria.
Entre ellas y slo para citar algunas como ejemplo, encontramos que
debe ejercer el comando de las fuerzas navales, aeronavales y de infantera de
marina; integrar la defensa de las bases y establecimientos navales; designar a
los comandantes de las Fuerzas o Grupos de Tareas que constituya, a efectos
de la ejecucin de las operaciones navales y de adiestramiento.
Eso ocurri con 2 de las 7 reas en las que fue subdividido el territorio
de esta Ciudad: El rea VI a cargo de la Fuerza de Tareas 3.4; y el rea IIIA a
cargo de la Escuela de Mecnica de la Armada (G.T. 3.3), dependiente de la
FT 3.
Regulacin. PLACINTARA.
Sres. Jueces: Para que no queden dudas, se trata del punto 7 del anexo
B, que dice:
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Las fuerzas policiales y penitenciarias que estn dentro de la
jurisdiccin territorial propia o surjan de acuerdos inter fuerzas armadas, se
subordinan con el siguiente criterio:
Jurisdiccin
Y esto nos permitir ver como efectivamente coinciden con todas las
que mencionamos a lo largo de este alegato.
Vale agregar que se hace especial hincapi en que uno de los objetivos
fundamentales a alcanzar en este tipo de operativos sera la obtencin de
inteligencia.
All dice:
Por eso, en aquellas reas en las que otra fuerza ejerci el control, esa
fuerza deba necesariamente coordinar con el comando de la subzona en la que
se encontraba, la cual estaba en cabeza del Ejrcito.
CCD Atltico:
Vimos que correspondi a un nico CCD, que mud su sede entre los
establecimiento clandestinos conocidos como el Atltico, el Banco y el
All se indica que una vez que se produjera la detencin de alguna de las
personas requeridas, ese organismo -el SIN- se lo comunicar al organismo
que la hubiese solicitado a efectos de que se adopten las medidas de
coordinacin que se consideren convenientes.
Conclusin Cndor:
Tal como describimos al relatar los hechos de los que fue vctima su
hermano Luis, Laura Elgueta y su cuada Sonia Magdalena Daz Ureta fueron
privadas ilegalmente de su libertad por un grupo de personas fuertemente
armados, entre los que se encontraba Arancibia Clavel, agente de la DINA
chilena que operaba en nuestro pas.
Los dichos de Sasian son confirmados no solo por los libros histricos
de cada una de las unidades mencionadas, sino tambin por las actuaciones
militares de la poca, reclamos y sanciones del personal subalterno; y rdenes
y directivas del ejrcito que reflejan la estructura represiva que describi.
Estos ltimos dos partidos, no solo se encontraban dentro del rea 113,
tambin pertenecan a una subunidad de esta: la Sub-rea 1131.
Sasian dijo:
Sin embargo y ms all de que est acreditado que cumpli esa funcin
en un perodo mayor, esa diferencia carece de entidad a los fines de este
juicio.
As, a lo largo de este juicio oral se acredit que Falcn fue jefe de la
Sub-rea 1131 y no del rea 116 como se crea.
Esta misma orden, en su pgina 12, dispuso que a los efectos de afrontar
esa lucha, se estableca que el Batalln deba prever para tal fin el
alistamiento y empleo de una seccin de contra subversin y otra de
Tiradores; estableciendo a su vez cmo se deban integrar ambas secciones.
Como era de esperarse, al contrastar sus dichos con el libro histrico del
Batalln del ao 1977, advertimos que todos los nombres asentados por
Lucero, entre ellos Badas, Laciar, Fleba, Bazan y Barreria, figuran en los
listados de personal del Batalln que Falcn diriga.
Das ms tarde, tal como surge de fs. 27, Falcn elev la prevencin
que haba ordenado instruir; y aprovech aquella oportunidad para manifestar
que estaba en un todo de acuerdo con las conclusiones a las que arrib el
Oficial Preventor.
All, Falcn expone con claridad cul era su rol operativo y el lugar que
ocupaba en la estructura represiva que ahora dice haber desconocido.
Tal como surge del caso al que nos hemos referido con anterioridad,
aqu tambin advertimos en forma palmaria el rol operacional desempeado
por Falcn y por la Unidad a su cargo, asignado elementos propios ante un
pedido concreto.
Como hemos visto, son mltiples las pruebas que acreditan el rol
desempeado por Nstor Horacio Falcn en las actividades represivas dentro
de la jurisdiccin correspondiente a la Sub rea 1131, es decir en las
localidades Florencio Varela y Berazategui.
Incluso, contamos con otros legajos tales como los n 12719, 18631 y
19627, que ms all de corresponder a eventos posteriores a la gestin de
Falcn a cargo del Batalln de Comunicaciones 601, permiten observar
nuevamente el control operacional que este Batalln ejerca en Florencio
Varela y Berazategui dirigiendo a las fuerzas de seguridad locales.
Tambin explicamos por qu ese tipo de tareas eran parte esencial del
plan sistemtico criminal y provenan de una divisin funcional de tareas para
su ejecucin.
Sres. Jueces: Falcn se limit a decir que no saba lo que era el Plan
Cndor.
Ya dimos cuenta que est probado que para poder concretar sus
objetivos, el conocimiento de su existencia llegaba mnimamente al nivel de
quienes tenan responsabilidad en un espacio territorial determinado, pues
ellos eran quienes realizaban parte de las tareas imprescindibles para el
funcionamiento de Cndor.
Ntese por ejemplo la especial atencin que deba tenerse a los efectos
de poder lograr descubrir los llamados blancos de oportunidad.
Es evidente que antes de que llegaran a ese CCD, las fuerzas represivas
ya saban algo que al momento del secuestro desconocan, informacin que
Pgina 1711 de 1891
llev a que hicieran esas preguntas y a que Vzquez fuera interrogado por
una persona de nacionalidad uruguaya.
Indagatoria.
Como en todos los casos, sus dichos deben ser analizados en el contexto
de toda la prueba producida, pues de su relato se advierten referencias ciertas
Pgina 1714 de 1891
y falsedades notorias, entremezcladas con aqullas para que se asemejen a la
verdad.
En este juicio, tambin hemos visto que la Jefatura de rea 112 fue la
funcin que tuvo asignada dentro de la estructura represiva mientras lider el
Regimiento de Infantera n3.
Fue por tal razn que el comando General del Ejrcito lo consider un
espacio geogrfico prioritario para la asignacin de recursos logsticos, entre
ellos, armamento y personal.
A su vez, pudimos confirmar otro de los extremos por los que fue
condenado en la causa Vesubio II.
Prueba adicional.
Aqu advertimos que, por un lado, conforme surge del parte urgente n
1427, el Jefe del rea 112 haba ordenado a la Polica la detencin, y cito:
Por otro lado, el parte n 1.402, obrante tambin en el legajo 6773, nos
permite introducirnos al tratamiento de otra de las funciones que, como ya
adelantamos, desempe Minicucci en su carcter de Jefe de reas:
Resumiendo.
Entre ellos, vale resaltar una nota elevada por el propio Minicucci como
Jefe del Regimiento de Infantera n 3, al Comandante de Brigada de
Infantera n 10, es decir al Comandante de la Subzona 11, su superior directo
en el comando operacional.
Es ms, al cotejar el libro histrico del Regimiento se puede ver que por
su intervencin en aquel operativo y a pedido de Minicucci, Ros recibi, post-
mortem, la medalla Ejrcito Argentino Muerte Heroica en Combate.
Sres. Jueces: Estas referencias no son las nicas que encontramos sobre
las tareas operacionales del Regimiento a cargo del imputado.
Las aptitudes que tena Minicucci para dirigir a los hombres a su cargo
para el desarrollo de las diversas tareas ejecutadas con el objeto de perseguir y
secuestrar personas en el marco de la denominada LCS, las mismas que ahora
pretende desconocer, tambin eran conocidas por sus superiores.
*** pero que ahora dice no haber tenido control sobre las fuerzas de
seguridad ni tampoco haber tenido dominio sobre el territorio a su cargo.
Sres. Jueces: Hasta aqu hemos visto cmo Federico Antonio Minicucci
ordenaba detenciones a las fuerzas de seguridad y tambin dispona la
realizacin de operativos represivos, ya sea en forma conjunta con fuerzas de
seguridad o sirvindose nicamente de su personal.
Presencia en operativos.
Acciones civiles.
Una vez ms, y tal como resaltamos antes, estos elementos muestran el
conjunto de tareas realizadas desde la unidad a su cargo a los fines del plan
sistemtico y sirven, adems, para confirmar la jurisdiccin del rea 112.
Resumen.
Tal como vimos, la prueba adicional demuestra que todos esos hechos
efectivamente ocurrieron dentro de su jurisdiccin y que no intervino fuerza
alguna sin conocimiento del Jefe de rea, es decir, de Minicucci.
Toda vez que, como se prob en este proceso, Minicucci dej de ser
Jefe del rea 112 el 6 de diciembre de 1977, al momento del secuestro ya no
desempeaba la funcin en virtud de la cual se le atribuye responsabilidad en
este hecho.
Responsabilidad Cndor.
Lo que aqu interesa, es que como vimos que estas tareas tenan una
incidencia particular en Cndor porque, de acuerdo a las circunstancias,
deban realizarse tareas adicionales que, entre otras cosas, fundamentalmente
implicaban la coordinacin regional, para cuyo marco estaban de manera
organizada y permanente a disposicin.
Se prob que en aquel momento uno de sus captores descendi del auto
para hablar con policas.
Vamos a parar porque los tenemos atrs y hay que mostrarle los
papeles
Sres. Jueces: Ya hemos visto que con esas mismas fuerzas de seguridad,
el imputado Minicucci tena un contacto diario en el que l ordenaba
Pgina 1737 de 1891
detenciones y operativos, y la polica renda cuentas continuamente a la
Jefatura de rea sobre las novedades que pudieran surgir dentro de esa
jurisdiccin en relacin a la denominada LCS.
No es el nico.
Sin embargo, como ocurri en otros casos a los que ya nos hemos
referido en detalle en este juicio, Venegas fue secuestrada antes de poder
exiliarse.
Sobre este aspecto, contamos con los dichos de Paul Isaac Venegas
Illanes, quien se enter de lo ocurrido tras un llamado realizado por el novio
de Venegas, Ivar Leiva.
Adems, con las actas del testimonio brindado por Mercedes Mara
Alicia Borra, victima sobreviviente del CCD que operaba en la Comisara de
Monte Grande, quien comparti cautiverio en la misma celda con Venegas,
hasta una fecha situada entre el 9 y 11 de agosto de 1976 por la noche, cuando
Venegas fue retirada y nunca ms la volvi a ver.
Por otro lado, tambin se ratific su destino posterior, una vez que
Venegas Illanes ya haba sido retirada de la celda que compartan.
Vemos que este informe no slo confirma los dichos de Borra, sino que
es un elemento adicional que seala la existencia de detenidos dentro de
dependencias policiales a disposicin del rea 112.
Eduardo Samuel de Lo
Indagatoria.
Puntualizamos aqu sus dichos ya que, cuando habl del CCD Pozo de
Quilmes, si bien nuevamente neg conocer su existencia no lo excluy del
mbito territorial asignado a su Batalln.
En definitiva, seal que durante los tres aos en que fue Jefe del
Batalln no se produjo ningn tipo de hecho que pudiera alterar la normal
actividad de Batalln.
Jefatura de rea.
Como destac la testigo experta Claudia Bellingeri, ese rol fue ejercer,
desde el Batalln de Depsito de Arsenales 601, la Jefatura de rea 111.
Personal asignado.
Es por eso que resulta cuanto menos llamativo que, al detallar con tanta
precisin el personal con que contaba, haya casualmente olvidado mencionar
los equipos de combate y el personal de otras unidades que le fueron
asignados para intervenir en la denominada LCS, adems del desarrollo
de tareas de coordinacin y de la realizacin de tareas operativas
conjuntas con una unidad de la Fuerza Area, situada dentro de su
jurisdiccin.
Esto surge, por ejemplo, del informe del Ministerio de Defensa titulado
Informe Taller Regional Quilmes, que especficamente se refiere a esta
unidad.
Eso no es todo.
Operaciones Psicolgicas.
Claro est que no fue su intencin tener por acreditada con ello la
prctica de acciones psicolgicas en el marco de la LCS sino mostrarse, en
resumidas cuentas, como un hombre de bien, amado por la comunidad civil.
En este punto, vimos que las personas que vinieron al debate a declarar,
convocadas por la defensa, desconocan por completo la mayora de sus
actividades.
Adems, sirven para confirmar el mbito territorial del rea 111 pues
todas estas actividades tenan lugar en el partido de Quilmes.
Otras actividades.
a. Divisin especial.
A los dos das de estar en la unidad fue elegido por un capitn para
operar en servicios especiales, grupos operativos antisubversin
All dice:
CRI.
CCD.
Una de ellas es Ary Severo Barreto, quien fue visto por ltima vez en el
CCD Pozo de Quilmes.
Departamental de Investigaciones.
Asociacin ilcita.
Sres. Jueces: Hasta aqu nos hemos referido a las privaciones ilegtimas
de la libertad que le imputan a De Lio en uno de los ejes del juicio.
Entre ellos, vale resaltar los de Mara Serantes Lede, Matilde Severo,
Alberto Illarzen, Erlinda Vzquez, Adriana Chamorro y Alcides Antonio
Chiesa.
Zona IV.
1- Antecedentes en el ejrcito.
La designacin fue por 750 das y para cumplir con ella Riveros se
traslad a los Estados Unidos.
2- Indagatioria.
Por otra parte, neg que los hechos que se le atribuyen tengan
vinculacin con el Plan Cndor, pues entendi que en ninguno se encontraba
acreditada la intervencin de fuerzas militares extranjeras.
Detall que si una persona era detenida en los operativos ejecutados por
efectivos bajo su mando, era inicialmente trasladada a un LRD, del cual era
responsable.
Dijo que todas las operaciones ejecutadas por personal a su cargo fueron
ordenadas en base a instrucciones impartidas por el Jefe del Estado Mayor del
Ejrcito, que todas ellas fueron documentadas y sus resultados informados por
escrito al Comandante en Jefe del Ejrcito, a travs del jefe del Estado Mayor
General del Ejrcito.
3- Zona IV.
La Brigada deba ser completada con una Fuerza de Tareas provista por
el Vto. Cuerpo de Ejrcito.
Esa Brigada tena por misin constituir la reserva del Comando General
y deba estar en condiciones de operar en cualquiera de las reas prioritarias
en el trmino de 24 horas.
Por otra parte, es importante destacar que esos partidos, son los mismos
que luego le son asignados a la Zona IV en la Orden Parcial 405/76, ms los
de de Pilar, Exaltacin de la Cruz, Escobar, Zrate y Campana.
Finalmente vimos, que el Plan del Ejrcito es decir la orden misma del
golpe-, no slo le asigna al Comando de Institutos Militares funciones
similares a las otorgadas a los Comandos de zona, sino que adems vuelve a
poner a su cargo una jurisdiccin, de hecho prcticamente la misma que luego
le es asignada en la Orden Parcial 405/76.
As, por ejemplo, del acta que transcribe los dichos del Sargento Julio
Arturo Peralta surge, y cito textual:
Por otra parte, del acta que transcribe los dichos del titular de la
Comisara 1ra. de Tigre al momento del golpe de estado, Jos Norberto Ismael
Maiolo, surge que incluso antes del golpe de Estado el jefe de la Escuela de
Ingenieros les haba dicho que quedaban subordinadas operacionalmente al
rea militar.
Adems, de all surge que deban elevar a esa Escuela un parte diario
con todas las novedades vinculadas con actividades subversivas o gremiales.
Por otra parte, en ese mismo libro histrico hay constancias de que fue
la Fuerza de Tareas de la Escuela de Caballera la que se ocup de dar
cumplimiento a la misin que le haba sido asignada al Comando de Institutos
Militares para el da del golpe.
3.b. Estructura.
Por otra parte, la distribucin de los territorios entre las reas antes
descriptas, as como la asignacin de cada una de esas jefaturas de rea a los
distintos institutos militares, ha sido confirmada en este debate por diversos
elementos de prueba.
Esto implicaba, entre otras medidas, garantizar el rea liberada para que
pudieran ejecutarlas sin interferencias.
Como las sedes de los distintos institutos estaban casi todas en Campo
de Mayo, para cumplir adecuadamente son sus misiones instalaron en los
territorios a su cargo Centros de Operaciones Tcticas.
Por un lado, debe destacarse que el acuerdo estableca que los jefes de
los grupos operativos encubiertos deban conocer los lmites de las reas de la
Zona IV.
Por otra parte, debemos recordar que all se dej establecido que los
pedidos de rea libre formulados por la Zona I, deban ser comunicados
por el Comando de la Zona IV al COT del rea que correspondiera; y recin
despus de realizadas las acciones de coordinacin necesarias se otorgaba el
rea libre.
Pero la estructura montada por el imputado Riveros para cumplir con las
funciones asignadas como comando de Zona IV, no se limit constituir las
jefaturas de rea.
Durante los aos 79/80 fui Jefe del Dpto II Icia del Cdo IIMM.
Durante ese periodo, con los medios especiales puestos a mis rdenes, se
obtuvo la informacin necesaria, planifiqu las acciones contra el terrorismo
que aprobadas por la superioridad, fueron ejecutadas con mi directa
intervencin en todos los casos, logrando resultados trascendentes, que co-
adyudaron posteriormente a que la superioridad pudiera asegurar que la
subversin estaba derrotada totalmente en el terreno militar
Puedo mencionar muchos otros casos, pero para ser conciso dejo
constancia que el Jefe del Dpto II Icia del Cdo II MM (El entonces Coronel
D FERNANDO VERPLAETSEN), me otorg un recordatorio Como
testimonio de reconocimiento a su abnegacin y valor.
Y ms adelante concluye:
All, del informe de calificacin del perodo 79/80, surge que en enero
de 1980 fue designado en comisin al Comando de Institutos Militares
proveniente de la Escuela de Servicios para Apoyo al Combate Gral.
Lemos.
Explic Ibez en esas declaraciones que a los pocos das del golpe de
Estado del 24 de marzo, fue asignado a cumplir funciones en el Departamento
de Inteligencia de ese comando, a cargo en ese momento del Coronel
Verplaetsen.
Dijo que supo que en ese predio haba personas detenidas porque lo
comentaban los suboficiales que iban a buscar las raciones, entre ellos uno
apodado petete, que segn crey recordar, era un cabo de apellido Ibez.
Por otra parte, cont que, ya en el ao 78, en una ocasin estuvo en ese
lugar.
All eran subidos a un avin a bordo del cual partan con rumbo
incierto.
Dijo que, en ese momento, el rumor era que las personas eran arrojadas
al mar.
Esta variacin se explica por los traslados, que eran realizados todas
las semanas.
Pues bien, una de las funciones asignadas a ese personal, era conducir
las sesiones de torturas.
As, del Boletn Boletn Pblico del Ejrcito 4094, surge que, por
resolucin del Comandante General del Ejrcito, se le concedi al Capitn
Leonetti una promocin post-morten al grado inmediato superior, a partir del
Pgina 1800 de 1891
19 de julio de 1976, fecha en la que ocurri el operativo en el que fue
asesinado Santucho.
4- Atribucin de casos.
5- Asociacin ilcita.
Por otra parte, neg que los hechos que se le atribuyen tengan
vinculacin con Cndor pues, a su entender, en ninguno se encontraba
acreditada la intervencin de fuerzas militares extranjeras.
Debe quedar en claro que slo lmites procesales nos impiden formular
acusacin en contra de Riveros por esos casos.
Al poco tiempo escuch que les dijeron a esas personas, y cito textual:
Ese discurso fue difundido por el Comando en Jefe del Ejrcito y una
versin parcial publicada en una nota del diario La Prensa, que fue
incorporada por lectura al debate.
llegu hasta aqu desde mi pas que acaba de salir de una larga
guerra contra los enemigos de la Nacin,de una guerra en la que particip
intensamente por la gracia de Dios
2- Indagatoria.
Por otro lado desconoci haber sido Segundo Comandante del Comando
de Institutos Militares.
Explic en este sentido que la diferencia entre uno y otro cargo, es que
el Jefe del Estado Mayor no tiene mando sobre las unidades dependientes, de
l slo depende el Estado Mayor, que es un organismo de planificacin y
asesoramiento del Comandante.
Con relacin a sus funciones como Jefe del rea 480, explic que ellas
constan en una causa sustanciada en el ao 1984 por la desaparicin de dos
soldados del Colegio Militar.
Al igual que en las otras zonas, eran estas jefaturas las que tenan un
control inmediato del territorio y de la poblacin que se encontraba en l.
Es por ello que, como vimos, deban ocuparse de realizar las actividades
que reiteradamente explicamos, que incluan las maniobras de coordinacin
necesarias para que las operaciones pudieran realizarse exitosamente. Como
parte de estas maniobras, las jefaturas de rea se ocupaban de garantizar el
rea liberada, a fin de garantizar la realizacin de las operaciones y,
tambin, evitar enfrentamientos entre las denominadas fuerzas amigas. As lo
hizo la jefatura de rea a cargo de Bignone, tal como lo ilustran
adicionalmente diversos elementos de prueba incorporados al juicio. Esto
surge, por ejemplo, de un informe que forma parte del archivo de la ex
DIPPBA incorporado al debate. Est identificado como Mesa DS legajo 8403.
All se dej constancia de que el 3 de octubre de 1976 la Seccional 1ra de la
Comisara de Tres de Febrero recibi una llamada telefnica, y cito textual:
procedente de la guardia de prevencin del Colegio Militar de la
Nacin(rea 490) (que) haca saber que a partir de las 14.00hs personal
dependiente del SIDE, utilizando dos automviles, un Ford Falcon Blanco,
otro dem bord, operara en la zona delimitada por las calles Avenida Justo
Jos de Urquiza, Marcelo T. de Alvear, San Martn y Carlos Tejedor. El
informe da cuenta, adems, de que el operativo efectivamente se llev a cabo
y que en l se secuestr material explosivo que habra pertenecido a la
organizacin Montoneros.
COT.
Por otra parte, tambin se encuentra acreditado que, al igual que las
otras jefaturas de rea, para el adecuado cumplimiento de sus funciones, en el
mbito del Colegio Militar de la Nacin se cre un Centro de Operaciones
Tcticas. As surge del informe confeccionado respecto de esa institucin por
el Ministerio de Defensa. Ese informe da cuenta del relevo de dos actuaciones
de la justicia militar, sustanciadas a raz de un accidente automovilstico
sufrido por dos soldados conscriptos cuando se dirigan a realizar un operativo
en Villa Bosch, Partido 3 de febrero, el 11 de marzo de 1977. En el marco de
esas actuaciones prest declaracin el teniente primero Del Torchio quien, al
Pgina 1818 de 1891
explicar el contexto en el que se produjo el accidente afirm que, y cito
textual: siendo aproximadamente las veintitrs y cuarenta y cinco horas, del
da once de marzo del corriente ao, por orden del Seor Jefe del COT me
dirijo a la comisara de Monte Hermoso, para tomar contacto, ante una
denuncia de que, delincuentes subversivos, estaban pintando paredes en esa
jurisdiccin. Orden el alistamiento para el combate del personal y
encolumn de la siguiente forma, F100, con el suscripto y el denunciante, en
segundo lugar el JEEP, y en tercer lugar el camin Mercedes Benz, cada uno
de los vehculos a cargo de un jefe de grupo. Es importante destacar que el
Libro Histrico del Colegio Militar de la Nacin del ao 77 confirma que,
para esa fecha, el Teniente Carlos Osvaldo del Torchio se desempeaba en esa
institucin. Ms all de que se trate de un hecho posterior al desempeo de
Bignone en el Colegio Militar, este documento confirma el funcionamiento de
un COT en el mbito de esa institucin, a la vez que ilustra el modo en que se
relacionaba con la fuerzas policiales que actuaban dentro del territorio a su
cargo y llevaba adelante las operaciones que su rol de jefatura de rea exiga.
Sres. Jueces: de acuerdo a lo expuesto hasta el momento, no hay dudas de que
en este debate se ha acreditado que:
- reemplazar al comandante,
Pero, por otra parte, como vimos, Bignone era tambin el Jefe del
Estado Mayor del Comando de Institutos Militares. Esto no slo lo converta
en el principal asesor del Comandante - como reconoci el propio Bignone en
su indagatoria- sino que, adems, era responsable por la ejecucin de las
tareas del Estado Mayor y de coordinar el trabajo de sus miembros. Estas
funciones se desprenden tambin, tanto del Reglamento de Servicio Interno
como del Reglamento de Organizacin de los Estados Mayores. En efecto, el
primero, en su punto 1.032, estableca que el jefe de plana mayor era
responsable por la eficiente ejecucin de las tareas de ese organismo, de
Pgina 1824 de 1891
coordinar el esfuerzo de sus miembros y de transmitirles a los grupos que lo
conforman y, eventualmente, a los subordinados y fracciones dependientes, en
nombre del jefe, las rdenes que ste imparta, y en materia disciplinaria es
instancia entre los jefes de subunidades y el jefe. En sentido similar, el RV 3-
30, en su punto 3.002, estableca que el jefe del estado mayor era responsable
de todas las tareas que este organismo ejecutara, as como de la eficiente y
rpida reaccin y del esfuerzo coordinado de todos sus miembros. Entre sus
funciones estableca las siguientes:
- controlar su cumplimiento,
5- Asociacin ilcita.
Indagatoria.
Jefe de rea.
1. Atacar a orden.
Pgina 1830 de 1891
2. Conquistarla y Ocuparla
Como ocurra en las dems reas, las tareas que los efectivos a cargo de
Feroglio realizaban en ese mbito iban desde tareas de control poblacional,
hasta, como ya vimos, la realizacin de operativos militares.
COT.
Estas circunstancias surgen, una vez ms, del propio libro histrico de la
institucin a cargo de Feroglio.
Por otro lado, ya explicamos que parte de las funciones de las jefaturas
de rea consista en realizar acciones de control poblacional.
De acuerdo a lo que surge del libro histrico, la vctima del robo relat
que el hombre que haba protagonizado el robo estaba herido de bala y que,
posteriormente, en el lugar del hecho se encontr, abandonado, el vehculo
que haba eludido el control de ruta por la maana, con impactos de bala.
A raz de ello, la Jefatura del rea 430 envi una comisin que
procedi a rastrillar la zona.
COT.
De all surge, por ejemplo, que en el legajo de Tte. 1ro Hctor Salvador
Girbone, quien revistaba en la Plana Mayor de la Escuela de Caballera como
S2-Icia desde el 3 de octubre de 1978 hasta el 1 de diciembre de 1980, se
encuentra agregado un informe circunstanciado elaborado el 6 de octubre de
1980, que detalla que ocho obreros de la fbrica FAMATEX S.A. se
presentaron denunciando el cierre de la misma por parte de los directivos.
El informe tambin seala otra evidencia en este sentido, que surge del
Expte. CX8 1546/82 CONSUFFA, sustanciado contra el Tte. Rubn Nstor
Llanos, en particular, de la sentencia all dictada, donde se concluy que, y
cito textual:
Del informe surge que estos hechos fueron puestos en conocimiento del
COT del rea 430.
Finalmente del informe surge que el comando del rea Militar 430,
dispuso la libertad de los nombrados, la que se hizo inmediatamente efectiva
desde el asiento de la sub-comisara de Jos Len Surez en donde se
encontraban alojados.
* como Jefatura de rea, realizaba todas las tareas a cargo de ese nivel
de comando operacional;
Asociacin Ilcita:
Pgina 1842 de 1891
Pero, adems, las acciones adicionales desarrolladas por Feroglio en su
carcter de Jefe del rea 430, incluyendo su intervencin en el secuestro y
desaparicin de Cabrera Prates, Mndez Donado, Ferrada y Ledesma Medina,
demuestran su contribucin al otro hecho por el que se encuentra imputado en
este juicio, esto es, su participacin en la asociacin ilcita Cndor.
Por otra parte, debemos recordar que en este juicio se comprob que las
privaciones ilegtimas de la libertad de Ary Cabrera Prates, Hugo Mndez
Donado y Oscar Ledesma Medina, en las que, como vimos, intervino
Feroglio, formaron parte de los hechos ejecutados por la asociacin ilcita
Cndor.
Recordemos que Feroglio, como jefe del rea 4360, era responsable de
realizar todas las acciones de coordinacin necesarias para garantizar que los
operativos que se realizaban dentro del territorio a su cargo se ejecutaran con
xito.
*** Todo eso, nos permite afirmar que se encuentra acreditado que, a
travs de las actividades desplegadas desde la jefatura del rea de defensa 430,
Pgina 1844 de 1891
Feroglio tom parte en la asociacin ilcita Cndor, que en consecuencia
integr.
En este juicio se prob que fue secuestrado entre las 4:30 y 5 horas de la
maana del 21 de julio de 1976 mientras iba caminando desde su casa hasta la
parada de colectivo que lo conduca a su trabajo.
Ese da, desde las 2 de la madrugada, personal del ejrcito junto con
fuerzas de seguridad realizaban un gran operativo del tipo rastrillo en la zona
del bajo Boulogne, San Isidro.
Indagatoria.
Al declarar, Pepa neg cualquier tipo de vinculacin con los hechos que
se le imputan.
Indic que la Escuela que dirigi slo se ocup de realizar las tareas
formativas para las que haba sido creada.
Jefe de rea.
Operaciones Psicolgicas.
Claros ejemplos de este tipo de acciones son las que quedaron asentadas
como desarrolladas los das 3 de febrero, 25 de mayo; 11, 19 y 26 de agosto,
todas del ao 1978.
Por otro lado, el desempeo de este tipo de actividades por parte del
rea 420 sirve nuevamente para confirmar otro extremo: la jurisdiccin que
la Escuela de Comunicaciones tena a su cargo, pues las actividades de
Pgina 1851 de 1891
accin cvica siempre se encontraron vinculadas con el Partido de San
Isidro.
Operaciones.
Es importante sealar que para realizar esas tareas Pepa se vali tanto
de su propia tropa como de las fuerzas de seguridad que se encontraban dentro
de su jurisdiccin.
En lo que aqu interesa, confirma que personal del rea 420 intervena
en operativos represivos; que decida el destino de las personas asesinadas; y
que desde la Jefatura de rea se ejerca el control operativo de las fuerzas de
seguridad de la jurisdiccin.
Todos ellos, sin excepcin, sealan que era la Jefatura del rea 420 con
sede en la Escuela de Comunicaciones, quien tena el control operacional del
Partido de San Isidro.
Esto se conjuga con lo que surge del acta que recepta el testimonio del
entonces comisario Juan Carlos Pose del 15 junio de 1983, obrante en el
expediente del TOF n 3 de San Martn, caratulado Furci, Miguel Angel y
Gonzlez de Furci, Adriana por Averiguacin de Circunstancias de
Desaparicin de Zaffaroni, Islas Mariana.
Es justamente por este episodio que Luis Sadi Pepa fue condenado por
la sentencia del 23 de Mayo de 2013, dictada por el TOF 1 de San Martn.
Por otra parte y en lo que aqu interesa, los legajos 7726, 5917, 5887,
8931, 8453 y 9458, todos de la Mesa Ds, Carpeta Varios evidencian la
prctica reiterada y coordinada existente entre las autoridades militares y las
fuerzas de seguridad de Partido de San Isidro durante el perodo en que Pepa
fue director de la Escuela y Jefe del rea 420.
Por orden del Jefe militar a cargo del operativo, que se proceda de la
misma manera que se hace en esos casos de corte subversivo. Los cadveres
fueron remitidos al Cementerio de Boulogne.
En otras palabras, nos permite confirmar que fue Luis Sadi Pepa en su
carcter de Director de la Escuela de Comunicaciones de Campo de Mayo y
Jefe del rea 420 quien orden el operativo en cuestin, design al personal
interviniente, control a las fuerzas de seguridad de la jurisdiccin y,
finalmente, dispuso el destino tanto de las personas asesinadas como de
quienes fueron secuestrados.
Por lo expuesto, debe concluirse que por las tareas que realiz desde su
posicin de Jefe del rea 420, Luis Sadi Pepa es coautor mediato penalmente
responsable de la privacin ilegtima de la libertad doblemente agravada de
Florencio Bentez Gmez.
Asociacin Ilcita.
Los tres eran integrantes del GAU y sus detenciones eran requeridas por
la dictadura uruguaya.
Ya vimos que, como Jefe de rea, Pepa ejerci un estricto control de las
dependencias policiales ubicadas en su jurisdiccin.
Por lo tanto y toda vez que en aquel momento Pepa era Jefe del rea
420, tom conocimiento de que en aquella dependencia policial permanecan
detenidos Michelena Bastarrica y Gouveia Gallo, pues estaban a su
disposicin.
En consecuencia, del mismo modo que Pepa supo que dos uruguayos
integrantes del GAU permanecan cautivos a su disposicin en la Comisara
4ta de San Isidro, donde era violentamente interrogado para enviar la
informacin obtenida a las fuerzas uruguayas, resulta evidente que conoca el
despliegue de personal extranjero en su jurisdiccin, dentro de una unidad que
estaba bajo su mando operacional.
Sres. Jueces: todo lo expuesto nos permite afirmar que en este debate se
comprob que mientras fue Director de la Escuela de Comunicaciones de
Campo de Mayo, Luis Sadi Pepa tom parte de la asociacin ilcita
Cndor, contribuyendo a su sostenimiento con las tareas que desarroll
como Jefe del rea 420.
Es por eso que Luis Sadi Pepa es autor del delito de asociacin ilcita.
Mensuracin de la Pena
I. Introduccin
I. Clase de Pena
Pero resulta claro que esa eleccin deben hacerla dentro de los lmites
acordados por el legislador y, obviamente, cuando ste lo permite.
En otras palabras, no pueden los jueces reemplazar una pena por otra, o
imponerla en montos inferiores o superiores a los legislados, toda vez que,
como ha sostenido la CSJN en Fallos 263:460:
Por esto, su propsito no debe ser obviado por los jueces, so pretexto de
posibles imperfecciones tcnicas en la instrumentacin legal, evitando realizar
interpretaciones que pongan en pugna sus disposiciones destruyendo las unas
por las otras, y adoptando como verdadero el valor que las concilie y deje a
todos con valor y efecto (Fallos: 308: 1745; 310: 149; 312: 1283; 320: 1962;
entre otros).
*** las leyes 25.087, 25.188, 25.601, 25.742, 25.816, 25.825, 25.882,
25.886, 25.890, 25.893, 25.928, 26791, 26842 y resolucin 428/2013 del
Ministerio de Seguridad.
De esos antecedentes surge con claridad que todos vivan una vida de
privilegio para el contexto de la poca.
Todos ellos haban recibido una de las mejores educaciones que nuestro
pas brindaba en ese momento.
A estas personas se les confiaron esos cargos porque pasaron una buena
parte de sus vidas preparndose para ello.
Nada ni nadie los oblig a estar all donde estaban; o a hacer lo que
hicieron.
Sres. Jueces: no hay dudas, nada hay en sus biografas que permita
atenuar el reproche que debe hacerse por los hechos que cometieron.
Respecto de los medios utilizados para cometer los hechos por los
cuales los acusamos, debe tenerse en cuenta que las acciones realizadas por
los imputados formaron parte de un plan de persecucin, orquestado por
quienes usurparon el poder estatal y utilizaron, para ponerlo en prctica, todos
sus recursos.
Pero como tambin explicamos, ese tipo penal no logra capturar la real
gravedad de esos hechos.
Asimismo, tampoco puede perderse de vista, que los hechos por los
cuales estamos formulando acusacin, constituyen, adems, delitos de lesa
humanidad, y como tales, no slo afectaron los derechos de las personas
particularmente afectadas, sino que, por haberse ejecutado en el marco de un
plan estatal de represin ilegal, la lesin se extendi a toda la humanidad.
Es, por otra parte, esta especial caracterstica que exhiben los hechos
por los cuales estamos formulado acusacin, que en estos casos, adems de la
retribucin por el mal causado, la pena tiene sentido de prevencin general
positiva pues, siguiendo a Hassemer, pretende especialmente la afirmacin
pblica y el aseguramiento de normas fundamentales, en una sociedad regida
por un derecho penal y un derecho procesal penal, orientados a valores como
una necesaria ltima ratio de control social y afirmacin normativa.
* a todo los nios que crecieron sin madre y sin padre, a las madres que
continan buscando a sus hijos, a las abuelas y abuelos que siguen buscando a
sus nietos,
PETITORIO:
21. Ary Cabrera Prates. (arts. 5, 12, 19, 20, 29 inc. 3, 40, 41, 45, 48,
55, 56, 142 inc. 1 segn ley 20.642, 144 bis inc. 1 y ltimo prrafo segn ley
14.616 y art. 210 segn ley 20.642 del C.P.)
(arts. 5, 12, 19, 29 inc. 3, 40, 41, 45, 48, 55, 56, 142 inc. 1 y 5 segn
ley 20.642, 144 bis inc. 1 y ltimo prrafo y 144 ter ambos segn ley 14.616
del C.P.)
Eplogo.
Sres. Jueces: al iniciar este alegato, hace ms de tres meses, citamos las
palabras de prceres, de victimarios y de vctimas.
Cada uno de los testigos de este juicio nos revel no slo lo que
supieron, sino lo que padecieron.
Decimos que nos hablaron del dolor que sufrieron en carne propia y por
el que estiman sufrieron sus familiares, sus allegados y sus conocidos, que no
estn.
Nada ms.