Resumen Del Capítulo 3 de Romero
Resumen Del Capítulo 3 de Romero
Resumen Del Capítulo 3 de Romero
Justo podía presentarse como un militar con vocación civil y con el respaldo del
Ejército. Salió triunfante de una guerra con Uriburu por el control de los
mandos principales. Los oficiales eran reclamados por diferentes grupos de
activistas: los radicales, los nacionalistas, y los adeptos a Justo que unían las
banderas del profesionalismo con las del constitucionalismo, pero en el grueso
predominaba la desconfianza hacia la política. La mayor dificultad estaba en los
radicales que habían resurgido, pero no tenían ideas definidas entre apostar a la
carta electoral y derribar el gobierno provisional. Los oficiales radicales
iniciaron una revolución que fue sofocada, y el gobierno vetó la candidatura de
Alvear por motivos de seguridad y por razones constitucionales. Los radicales
volvieron a la abstención y dejaron el campo libre a la candidatura de Justo,
como un punto medio entre Uriburu y Alvear. Justo fue enfrentado en las
elecciones sólo por una coalición entre el Partido Socialista y el Demócrata
Progresista, que proponía a Lisandro de la Torre y a Nicolás Repetto, pero no
tenía mucha organización nacional.
La crisis y las respuestas habían creado una serie de condiciones que hacían
muy difícil el retorno a la situación previa.
La presencia británica
La cuestión de la relación con Gran Bretaña resultó muy controvertida. Gran
Bretaña optó por reconcentrarse en su imperio, fortalecer sus vínculos con las
colonias y dominios, presionada por el avance de Estados Unidos. Redujo en un
tercio las compras de carne congelada argentina y en un 10% la enfriada. Esto
se trataba de un punto sensible por la magnitud de los intereses constituidos en
torno de la exportación de carne: productores, frigoríficos y empresas navieras
eran capaces de presionar fuertemente sobre el gobierno. A la vez, el gobierno
argentino tenía un arma decisiva: la política arancelaria y el control de cambios
permitían discriminar las importaciones y regular el monto de las divisas que
sería utilizado para pagar el servicio de la deuda británica, para seguir
comprando productos británicos o para remitir las utilidades de las empresas
británicas instaladas en la Argentina. En un contexto de escasez de divisas y con
fuertes demandas de los intereses comerciales norteamericanos, el punto era
sumamente importante para Gran Bretaña.
El tratado fue apoyado por los grupos propietarios pero opuesto por el Partido
Socialista, preocupado sobre los efectos sobre los consumidores locales. Luego
afloraron los conflictos entre los frigoríficos y ganaderos invernadores, y los
criadores, que debían optar entre la exportación de carne congelada de menor
calidad, la venta a los invernadores o el consumo interno. Los grandes
invernadores se organizaron en la Sociedad Rural; los criadores en la
Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa
(CARBAP). La Junta Nacional de Carnes debía intervenir en la regulación del
mercado.
Estados Unidos entró en la guerra y procuró atraer a los países americanos, pero
la oposición argentina frustró sus planes. Argentina fue excluida del programa
de rearme de sus aliados en la guerra y los grupos democráticos opositores al
gobierno empezaron a recibir apoyo de la embajada.
Justo cultivó a los militares y se propuso despolitizar la institución. Castillo
aumentó la presencia de los militares, que constituyeron un actor político
(nacionalista, antiliberal, xenófobo, jerárquico). Pensaban que el equilibrio
regional tradicional se alteraba por el apoyo estadounidense a Brasil y no a
Argentina, porque la defensa requería de equipamiento industrial e insumos
básicos. El Ejército se dedicó a promover industrias para garantizar la autarquía,
y requería de un Estado fuerte y legítimo que no se parecía al gobierno
tambaleante y radicalmente ilegítimo de Castillo.