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Estrategias Para Escribir Trabajos Académicos

La escritura de un trabajo académico comienza con la redacción de las oraciones, las cuales
pueden estar separadas por comas, puntos y comas, por puntos seguidos y por puntos y
aparte. El conjunto de oraciones que explica una idea completa se llama párrafo y el conjunto
de párrafos con determinada estructura que desarrollan una idea forman un trabajo académico.
Un párrafo está compuesto por una idea central. La composición comienza con una oración
temática o idea central, es decir, plantea el tema y una opinión, definición o dato sobre el tema.
De la segunda oración hasta la penúltima oración, las oraciones son ejemplos, definiciones,
comparaciones, contrastes o argumentos a favor o en contra para aclarar, validar o afirmar la
idea central. En su totalidad, el párrafo tiene un mínimo de seis oraciones.

Un trabajo académico está compuesto por un párrafo tópico que expresa una idea completa
más desarrollada, que a la vez determina una estrategia, postura o rumbo y a la vez la acota.
Esta composición comienza con el párrafo de introducción o tópico que plantea el tema y la
hipótesis o premisa del trabajo académico. El párrafo de introducción resume los ejemplos,
datos o ideas de o los autores que se considerarán para justificar y ampliar la premisa. Del
segundo párrafo hasta el penúltimo, se explican los ejemplos, datos o ideas de los autores que
justifican y amplían el párrafo de introducción. Se ofrecen ejemplos, definiciones,
comparaciones, contrastes o argumentos a favor o en contra para aclarar, validar o afirmar la
idea central.

En un trabajo académico, cada párrafo de desarrollo amplía las proposiciones o argumentos ya


explicitados en el primer párrafo de introducción. La composición termina con un párrafo de
resumen, de recapitulación y de conclusión que usualmente comienza con frases como: En
resumen..., por último..., en conclusión..., finalmente. En este párrafo de conclusión se
recapitula lo establecido en el párrafo de introducción. Una de las actividades propias de los
quehaceres universitarios es la elaboración de trabajos académicos, los cuales tienen como
uno de sus fines desarrollar un pensamiento crítico. A continuación se presenta una serie de
estrategias necesarias para realizar dichos trabajos.

Definición
La definición responde a la pregunta de ¿qué es? En forma general pensamos que definir es un
acto mecánico que efectuamos al copiar las palabras que encontramos en el diccionario o en
los libros de texto. Muchos exámenes solicitan definir términos, por lo que tenemos que escribir
definiciones sobre la marcha. Sin embargo, definir es un proceso continuo y sirve para
desarrollar un pensamiento crítico. Definir algo significa ver las cosas de una manera más clara.
Hablamos de algo que está bien definido cuando percibimos sus límites o fronteras dentro de
un entorno. Un estudiante aprende en forma rápida a distinguir el núcleo de una célula si
percibe su localización en el centro y su diferente color dentro del citoplasma. La definición
generalmente es usada en coordinación con otras estrategias de trabajos académicos, rara vez
se utiliza de manera aislada. Las definiciones son flexibles, se pueden expandir, comprimir o
cambiar de énfasis de acuerdo con el uso que se le va a dar.

Serialización
La serialización responde a las preguntas: ¿Cómo fue?, ¿cómo sucedió?, ¿cómo fue el
proceso? La serialización en un trabajo académico que es utilizada cuando se enumeran o
describen los pasos de un proceso o procedimiento. Existen palabras o frases que se utilizan
como: primera..., segunda, o la siguiente y finalmente. Un trabajo desarrollado de esta manera
muestra el manejo del tiempo; es importante la coherencia de los eventos o la relación entre las
causas y los posibles efectos. Si un trabajo dice “por tres razones” deben existir tres párrafos u
oraciones que expliquen esas razones. Es común que sólo aparezcan dos y falte una, o que
haya más. Una forma de establecer la serialización es contestar las preguntas ¿qué?, ¿cómo?
y ¿por qué? para establecer una secuencia.
Clasificación
La clasificación responde a la pregunta: ¿Cómo está estructurado o formado? La clasificación
ocurre todo el tiempo, cuando decimos que una película es de terror o de ciencia-ficción, o
cuando decimos que determinada zona es rural u urbana, estamos efectuando una
clasificación. En la clasificación se establecen categorías o se efectúan agrupaciones en
términos de nuestras ideas o en categorías establecidas por otros. En trabajos académicos, de
manera constante se establecen categorías. Las asignaturas de un programa están
establecidas por los niveles de “principiante”, “intermedio” o “avanzado”. Una nueva
clasificación bien estructurada o fundamentada es una aportación que un estudiante puede
proponer y será un trabajo original que dará una nueva visión de lo estudiado.

Es importante aprender a pensar de una manera crítica y establecer nuevas categorías o


clasificaciones. Lo anterior implica ser capaz de ver las categorías no como una parte natural
del mundo, sino como construcciones humanas que influyen en las ideas de otros. Para
efectuar una categorización debemos pensar en sobre qué bases se diferenciarán las
categorías. La categorización implica la creación de un sistema coherente basado en nuestra
experiencia. Al hablar de experiencias infantiles podemos pensar en aquellas cómicas, felices,
dolorosas o terroríficas. La clasificación puede ser modificada sobre una anterior establecida
por otra persona.

Las clasificaciones pueden ser flexibles o fijas. Algunas clasificaciones se utilizan como
representaciones ideales de una situación para entender un fenómeno. Las clasificaciones
deben ser englobantes, deben abarcar todas las posibles instancias. Otra pregunta que se
debe contestar al efectuar una clasificación es: ¿Cuál es el uso que se va a dar a esta
clasificación? ¿Qué nos permite hacer o ver?, o ¿qué ganamos con esta clasificación?. Un
trabajo académico que está bien clasificado implica una buena sumarización que nos lleva a
una buena conclusión. La clasificación ayuda a efectuar el análisis y también facilita la
comparación.

Sumarización o recapitulación
El trabajo académico está lleno de sumarizaciones o recapitulaciones. En muchos libros de
ciencias sociales, los capítulos empiezan y terminan con un sumario de los contenidos de los
capítulos. Una forma de sumarización es el prefacio o lo denominado abstract o resumen. Los
sumarios son escritos condensados de un material que se presentará de manera extendida. Un
sumario es cuando un estudiante presenta un resumen de un experimento químico o cuando en
un examen se pregunta cuáles fueron las causas de la Segunda Guerra Mundial. Este tipo de
trabajos ayudan a crear un pensamiento creativo y ayuda a establecer juicios.

Comparación y contrastación
La comparación y contrastación responde a las preguntas: ¿En qué se parece? o ¿cuáles son
sus diferencias? La comparación es una de nuestras actividades más constantes. De manera
natural comparamos gentes, objetos, experiencias y circunstancias. Nosotros mismos nos
comparamos con otras personas; comparamos el presente con el pasado. Cuando nos
confrontamos con algo nuevo, tratamos de establecer relaciones con lo que ya conocemos. La
comparación es una estrategia fundamental para el pensamiento académico. Existen estudios
de literatura comparada, historia comparada, anatomía comparada, por mencionar algunos
ejemplos. La comparación puede ser un método para llegar a la obtención de conocimientos.
Los estudios sociológicos que versan sobre la comparación entre culturas son muy famosos.
Un curso de filosofía que no relaciona las tradiciones filosóficas de Platón y Aristóteles sería
incompleto.

Comparar y contrastar es algo recurrente en los trabajos académicos. La contrastación significa


comparar en forma antagónica dos objetos de estudio diferentes. La comparación y la
contrastación implican efectuar primero una clasificación para después comparar o contrastar
las categorías establecidas bajo un mismo criterio. Así ocurre cuando se comparan dos
ilustraciones, o un conjunto de datos estadísticos implican el establecimiento de categorías
para poder establecer comparaciones o contrastaciones. Es obvio que hay cosas que no se
pueden comparar. Por ejemplo, no se puede comparar un perro y una saeta. Pero casi todas
las cosas del universo tienen cierta similitud, en la mayoría de las cosas se pueden idear
categorías para establecer comparaciones o contrastaciones. De alguna manera un perro y una
saeta son entes vivientes. Pero, ¿cómo se podrían establecer comparaciones entre el perro y la
saeta? En primera instancia deberíamos estudiar de manera más profunda a éstos para
encontrar nuevas posibles categorías. El establecimiento de categorías implica, en muchas
ocasiones, definir o delimitar qué es y cuáles son los alcances de la categoría. Una manera de
desarrollar tal estrategia para este tipo de trabajo académico es establecer, en un primer
apartado, similitudes, y en otro apartado diferencias. Este trabajo terminaría con una
sumarización o recapitulación de cada uno de los apartados, para cerrar con una conclusión.

Análisis
El análisis responde a la pregunta: ¿Cómo está compuesto o formado? o ¿cómo se
interrelacionan sus componentes? El análisis en un trabajo académico ocurre cuando
abordamos un tema de manera minuciosa y selectiva, para después interpretar lo que
percibimos. Cuando estudiamos una palabra y examinamos las formas en que la utilizamos
estamos efectuando un análisis. El análisis implica tener un conocimiento más profundo sobre
el tema que se aborda, no se puede hacer un trabajo académico sin conocer bien aquello de lo
que se está escribiendo. Un trabajo que implica la estrategia del análisis requiere la utilización
de varias de las estrategias mencionadas anteriormente. Este tipo de labor puede requerir el
establecimiento de definiciones; o describir un proceso que requiere la estrategia de
serialización; o establecer categorías para después someterlas a la comparación o a la
contrastación y después recapitular o sumarizar para, después, unir las partes del todo
analizado, que es la síntesis, y que terminará con una conclusión.

La sustentación de un argumento académico


Argumentar es tratar de persuadir con la evidencia y el razonamiento. Muchos trabajos
académicos se basan en la argumentación. Definir, serializar, clasificar, sumarizar o recapitular,
comparar o contrastar y analizar son estrategias de la argumentación. Cuando un autor define
“salud” no sólo como la ausencia de enfermedad sino como “una visión moral positiva de la
vida”, esta definición, cuando es expuesta, se presenta con argumentos para defenderla contra
posibles objeciones: esto es la argumentación. De manera similar, si escribimos un trabajo que
compara las características del cristianismo con el budismo, esta comparación podría
convertirse en una argumentación si se organizan las ideas en torno a una tesis. La
argumentación implica el acopio, manejo y organización de mucha información, actividades que
proporcionan el conocimiento necesario para definir, establecer procesos, clasificar, comparar y
analizar la información para sustentar un argumento.

Las anteriores estrategias sirven para elaborar un trabajo académico, además nos sirven para
definir un plan de acción de nuestro trabajo, que está íntimamente ligado a la oración tópica y
cierra o termina en un resumen o recapitulación que sustenta nuestra idea inicial. Actualmente,
la falta de hábito de lectura, de práctica de escribir, la vulgarización del lenguaje, las nuevas
formas de expresión generadas por el móvil y los e-mail o el chateo, son algunas de las causas
de que los estudiantes lleguen en muchos casos a la Universidad con notables deficiencias de
expresión escrita. Esto justifica la necesidad de favorecer y potenciar en la Universidad la
enseñanza de técnicas para la mejora de l comunicación escrita.

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