Los Cazasonidos
Los Cazasonidos
Los Cazasonidos
UN BULLICIOSO DÍA
Amaneció ese día con el canto de los pájaros tan fuerte, que
hasta el cachorro dormilón de la casa despertó de un salto y comenzó
a ladrar.
¿Saben dónde las llevaba? ¡Sobre la cabeza! Era una pila alta de gorras: primero, su gorra a
cuadros blancos y negros. Encima, las gorras rojas; después las gorras azules; más arriba, las
gorras marrones; y arriba del todo las gorras verdes.
-vendo gorras! ¡a veinte pesos cada una!...¿quién compra gorras?...
En ese mismo momento…plaf, plaf, plaf…, todos los monitos se sacaron la gorra y la tiraron al
suelo, tal como había hecho don Gorrín.
-¡qué suerte! ¡Por fin me devolvieron mis gorras!-exclamó don Gorrín.
Y empezó a recogerlas: hizo una pila de gorras rojas; otra de gorras azules; otra pila de gorras
marrones y otra pila de gorras verdes.