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Historia de Los Bomberos de Badajoz

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1869-2009

140 AÑOS DE LOS


BOMBEROS EN BADAJOZ

PRIMERA PARTE:
DE LA CREACIÓN A PRINCIPIOS DEL
SIGLO XX

Fernando Bermejo Martín


Inspector Jefe de Bomberos
del Ayuntamiento de Badajoz
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 9
ANÁLISIS HISTÓRICO DE LA PROFESIÓN DEL BOMBERO 10
LA HISTORIA DE LA LUCHA CONTRA EL FUEGO 11
EVOLUCIÓN DEL EQUIPAMIENTO PARA BOMBEROS 14
LA CIUDAD DE BADAJOZ HASTA EL SIGLO XIX 18
LOS BOMBEROS EN BADAJOZ 19
LOS BOMBEROS OCASIONALES 19
DE LA ACADEMIA DE GIMNASIA A LA ESCUADRA DE BOMBEROS 19
LA CREACIÓN DEL PRIMER SERVICIO DE BOMBEROS ORGANIZADO 20
EL SISTEMA DE ALARMAS 21
LOS PRIMEROS PROBLEMAS 22
LA SEGUNDA ETAPA. EL PRIMER REGLAMENTO 22
DE NUEVO PROBLEMAS 24
LA PRIMERA OFERTA DE MATERIAL 24
OTRA VEZ DISOLUCIÓN 28
¿LA REORGANIZACIÓN DEFINITIVA? 28
EL PRIMER UNIFORME OFICIAL 30
LA CAMPANA DE ESPANTAPERROS 31
SIMULACROS, PRÁCTICAS Y EXHIBICIONES 32
RETENES DE PREVENCIÓN 33
EL REGLAMENTO DE 1881 33
REFERENCIA A SINIESTROS DE LA ÉPOCA 36
EL NUEVO PARQUE DE BOMBEROS 36
LA PROFESIONALIZACIÓN: AÑO 1887 37
LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS EN LA ÉPOCA 39
LOS BOMBEROS ¿FUERZA ARMADA? 42
EL REGLAMENTO DE LAS SEÑALES DE SILBATO 42
LAS RAÍCES DE LOS BOMBEROS EN LA CIUDAD 44
TRASLADO DEL PARQUE DE BOMBEROS 47
LOS BOMBEROS EN LOS ACTOS DEL CUARTO CENTENARIO DEL
DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA 47
INUNDACIONES EN 1892 47
LA LLEGADA DEL SIGLO XX 48
EL PRIMER ACCIDENTE LABORAL 50
EPÍLOGO 51

3
1869-2009 CIENTO CUARENTA AÑOS DE LOS BOMBEROS EN BADAJOZ

PRIMERA PARTE: DE LA CREACIÓN A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX

INTRODUCCIÓN

La imagen de un camión de bomberos circulando por


nuestras calles, con sus sirenas y luces, despierta
sentimientos contradictorios en los espectadores.

Por un lado, un sentimiento de an-


gustia al pensar en el destino final
del mismo, en el que personas o
bienes están en peligro. Por otro
lado, un sentimiento de admiración
hacia aquellos que han elegido una
profesión de servicio a los demás,
en la cual su vida se pone en juego
para salvaguardar la de sus vecinos
y sus pertenencias.

Los bomberos son héroes para los


niños y motivo de admiración para los
mayores, aunque la crítica hacia sus ac-
tuaciones siempre está en el aire cuando
algo falla. A fin de cuentas, bajo el uniforme
que les imprime el carácter propio, hay per-
sonas como otras cualquiera, con sus mismas
vivencias y problemas personales.

Las páginas que siguen recogen un


pedazo de la historia de Badajoz, la re-
lacionada con los bomberos.

Tomaremos el hilo de la historia en la


segunda mitad del siglo XIX, aunque
haremos un paréntesis previo para des-
cribir el origen de esta profesión, desde
la época romana hasta la creación del
primer Cuerpo de Bomberos en nuestra
ciudad, en el mes de mayo de 1869.

La historia de los Bomberos en Bada-


joz ha sido recopilada fundamental-
mente de los documentos existentes en los archivos municipales.

9
ANÁLISIS HISTÓRICO DE LA PROFESIÓN DEL BOMBERO

Desde los comienzos de la lucha contra el fuego organizada, el éxito de los bomberos ha de-
pendido de su coraje, dureza y capacitación. La carencia de herramientas y de equipos de pro-
tección, exigía a los primeros bomberos que desarrollasen un gran esfuerzo físico y que
asumiesen enormes riesgos.

En el bombero de antaño, era


un requisito imprescindible dis-
poner de una gran fuerza mus-
cular que le capacitase para los
grandes esfuerzos que le exi-
gían algunas intervenciones de
rescate.

En el siglo XXI, sigue siendo


un requisito fundamental para el
bombero tener un gran coraje y
determinación, además de una
buena preparación física y men-
tal, pero el gran incremento del
arsenal de equipos permite intervencio-
nes más seguras y las herramientas me-
cánicas, eléctricas e hidráulicas facilitan
la realización de trabajos imposibles en
otras épocas.

El bombero moderno debe tener unos


amplios conocimientos técnicos para
aplicar, utilizar y explotar toda la tecnolo-
gía a su alcance para incrementar las
posibilidades de salvar vidas.

Del mismo modo, las técnicas de pre-


vención de incendio han sufrido extraor-
dinarios avances. Desde el comienzo de
la utilización del fuego por el hombre co-
menzaron a utilizarse medidas de prevención. Existen múltiples testimonios escritos de medi-
das preventivas para evitar incendios y para combatirlos, utilizadas por las antiguas
civilizaciones egipcia, griega, y otras.

Hoy se dispone de multitud de sistemas e instalaciones capaces de detectar, controlar e in-


cluso apagar automáticamente un incendio, alertando a los ocupantes en peligro para que pue-
dan ponerse a salvo. Las técnicas constructivas han avanzado sensiblemente y los nuevos
códigos constructivos hacen las edificaciones más seguras cada día.

Desde la antigüedad hasta hoy en día, la lucha contra el fuego ha sido la principal tarea de
los Cuerpos de Bomberos, aunque en la actualidad las tareas asignadas a los Bomberos son
de una amplia naturaleza añadiéndose a las del combate de incendios no solo actividades de
rescate diversas, sino incluso actuaciones en defensa del medio ambiente.

10
LA HISTORIA DE LA LUCHA CONTRA EL FUEGO

El contacto del hombre con el fuego se remonta a los orígenes de la humanidad. El hombre
pronto aprendió a manejar y controlar un fenómeno natural que, provocado por rayos o erupcio-
nes volcánicas, resultaba un peligroso enemigo. El control del fuego permitió al hombre defen-
derse del frío y de otros animales, transformar los alimentos incrementando sus propiedades
nutritivas, y, posteriormente, transformar otros materiales.

Los restos más antiguos de fuego hallados en España (Capellades, Barcelona) corresponden
a 15 hogueras de 53.000 años de antigüedad, y demuestran que el fuego centralizaba la mayo-
ría de las tareas de los asentamientos de los hombres de Neandertal, que se organizaban en
función de cómo se distribuían los hogares.

Cuando el hombre aprendió a hacer fuego, haciendo saltar chis-


pas golpeando pedernales, o frotando maderas entre sí, transformó
al inicial enemigo en un potente aliado, con lo que se inició una ex-
traordinaria revolución en todos los órdenes, que también debió
traer aparejadas las primeras catástrofes derivadas de un uso in-
correcto o descuidado del fuego.

Las religiones y mitos asignaron al fuego un papel primordial en


todas las civilizaciones, comenzando a asignarle un lugar en tem-
plos y hogares, no solo para usos prácticos como cocinar o calen-
tarse, sino como objeto de culto, lo que incrementó los riesgos de
incendio.

El fuego pronto pasó de ser una herramienta doméstica a una po-


tente arma en los enfrentamientos con los enemigos. Eso obligó a la
adopción de medidas no solo para apagar los incendios incontrolados,
sino a protegerse de los que pudieran ser provocados durante los
conflictos con otras tribus vecinas. Así, algunos pueblos cubrían los te-
chos de sus chozas con barro para protegerlas del fuego utilizado
como arma por sus enemigos.

Es de suponer que los pueblos primitivos se defendían de los in-


cendios utilizando métodos simples, golpeando las llamas con ramas o arrojándoles tierra. Es
también probable que de la observación de que el agua de la lluvia apagaba el fuego, se derivase
el comienzo de la utilización de este elemento natural para apagar los incendios.

La gran velocidad de desarrollo de los incendios obligó también a reforzar las medidas de
alarma, dado que aunque los pequeños incendios podían controlarse con cantidades de agua no
demasiado importantes, los grandes incendios resultaban absolutamente incontrolables. Por ello,
se sabe de la existencia en las civilizaciones egipcia, griega y romana de esclavos o funcionarios
públicos encargados de vigilar durante la noche y dar la alarma en caso de incendio para iniciar
las tareas de extinción lo antes posible.

Con diversa organización, las grandes ciudades egipcias, hebreas, romanas y griegas, aten-
dieron comunitariamente la extinción de los incendios acaecidos en las mismas. Sin embargo, es
el Imperio Romano el que da a este Servicio una organización compleja y estructurada.

La primera organización seria de la que ha quedado constancia histórica, con una organización
similar a los Bomberos actuales se creó durante el Imperio Romano. A raíz de un gran incendio
en Roma, en el año 22 antes de Cristo, el Emperador Augusto organizó una verdadera milicia en-

11
cargada de combatir los incendios. Se les denominó “vigiles” y constituyeron un cuerpo de 600
esclavos, al frente de los cuales había un Prefecto. Su misión era la de vigilar y acudir a sofocar
los incendios que se produjesen en la capital del Imperio. La organización tenía carácter para-
militar y una estructura jerárquica, siendo su misión principal la vigilancia nocturna.

El equipamiento de los primeros bomberos de la época romana era muy elemental. Tenían
cubos, hachas y, alguna escalera. Posteriormente fabricaron bombas de pistones, que permitían
lanzar el agua a distancia.

En el año 6 después de Cristo, Augusto reorganizó este cuerpo, manteniéndolo a las órdenes
del Prefecto de Vigiles, pero subdividiéndolo en siete cohortes encargadas cada una de una zona
de la ciudad, y a cargo cada una de un Tribuno.
Cada cohorte tenía un total de 1.000 hombres, to-
talizando pues 7.000 vigiles.

Los vigiles eran esclavos libertos, pero no podían Restos de


ser ciudadanos de Roma. Posteriormente, la legis- una bomba
lación les permitió obtener la ciudadanía romana utilizada
tras seis años de servicio como vigiles. durante el
Imperio
Romano
Este primer servicio de bomberos organizado de
la antigüedad sufrió diversas reorganizaciones. Se
les dotó de cuarteles específicos, que llegaron a
contar con gimnasio y vivienda para los vigiles.

Se les asignó incluso una pensión económica


para los que se jubilaban tras veintiséis años de
servicio y alcanzaron un gran reconocimiento so-
cial. Utilizaban herramientas sencillas, hachas, es-
calas, cubos, etc. e incluso bombas manuales de
pistón.

El prefecto era asimismo juez para casos de in-


cendios intencionados o de conductas negligentes que provocaran incendios o dificultaran la ex-
tinción. Por ejemplo, si alguien obstruía el paso de los equipos de Vigiles, el Prefecto podía
ordenar su arresto y juzgarle de modo inmediato.

Se dictaron normas que exigían a los propietarios de viviendas disponer de tinajas con agua en
la entrada, para su utilización en caso de incendio,
que eran comprobadas por los vigiles.

Esta ejemplar organización tuvo sus ramificaciones


en Hispania, donde importantes ciudades romanas
como Mérida (Emerita Augusta), Zaragoza (Caesa-
raugusta), Tarragona (Tarraco), Sevilla (Hispalis) o
Barcelona (Barcino), e incluso otras ciudades meno-
res tuvieron su propio cuerpo de vigiles.

La historia romana describe importantes incendios,


algunos de ellos acaecidos en la España antigua.

Los bomberos italianos actuales reciben su nom-


bre de “Vigili del Fuoco”, derivado del de aquellos antiguos “vigiles”.

12
Los Vigiles constituían asociaciones profesionales, como las de otros colectivos de artesanos
o comerciantes. Estas asociaciones, denominadas “collegia” estuvieron muy extendidas. En His-
palis, la actual Sevilla, hubo un colegio de este tipo, compuesto por cien individuos en la época
del Emperador Antonino Pio, (86 -161 D.C).

El miedo a que estas asociaciones se politizaran impidió que algunas ciudades del Imperio con-
tasen con cuerpo de Vigiles. En el año 111 Plinio el Joven, gobernador de la Bitinia a orillas del
Mar Negro, estaba regresando de una inspección de su populosa y rica provincia cuando un in-
cendio devastó la capital, Nicomedia. Plinio pidió al emperador Trajano autorización para crear un
cuerpo de Bomberos con 150 hombres. Trajano le respondió rechazando la iniciativa alegando
que esa provincia estaba controlada por ese tipo de asociaciones

Es conocido que el corrupto Marco Licinio Craso obtuvo parte de su gran fortuna ordenando pro-
vocar incendios y controlando la actuación de las Brigadas de Bomberos, ofreciendo a los pro-
pietarios de los edificios incendiados y adyacentes comprárselos a bajo precio, bajo la amenaza
de dejarlos arder hasta su destrucción total.

Tras la caída del Imperio Romano desaparecen los vigiles no volviendo a existir testimonios de
cuerpos de bomberos organizados hasta la Edad Media. En dicho período, algunas organizacio-
nes gremiales se organizan para proteger a sus barrios de los incendios que proliferaban por el
abigarramiento de las construcciones y el tipo de edificación utilizado.

Coincidiendo con importantes incendios en patrimonios singulares, aparecen diversas normas


de prevención en distintas partes del mundo.

Hay alguna constancia histórica de la creación de brigadas de vigilancia nocturnas para preve-
nir crímenes e incendios en el siglo XIII.

Con la aparición del seguro y de las compañías aseguradoras en el siglo XVI, vuelven a tomar
protagonismo los cuerpos de bomberos organizados.

A raíz del gran incendio de Londres en 1666, los propietarios de edificios comenzaron a ase-
gurar sus edificios contra las pérdidas por incendio. Esto llevó a las compañías aseguradoras a
proteger sus riesgos mediante la creación de sus pro-
pias brigadas de bomberos.

A finales del siglo XVII, en Londres, diversas Placas usadas por


Compañías de Seguros tenían su propio Cuerpo compañías de segu-
de Bomberos que protegía a las edificaciones ros inglesas para
por ellas aseguradas. Cada compañía asegura- marcar los edificios
por ellas aseguradas
dora colocaba una placa en los edificios que ase-
guraban para que sus Bomberos supieran las
propiedades que debían proteger. Dado que ha-
bitualmente había edificios de varias compañías
amenazados por el mismo incendio, las Briga-
das de las diversas aseguradoras competían entre sí incluso para
utilizar las mismas tomas de agua.

Esta competencia entre las diversas compañías privadas de


bomberos causó nefastos estragos. En Londres las compañías
más importantes llegaron a ponerse de acuerdo en 1832 para
crear una única Brigada de Bomberos, la London Fire Engine Es-
tablishment.

13
La evolución de los servicios de bomberos transformó estas Brigadas de Bomberos privadas en
entidades de servicio público, buscando que prestasen servicios más efectivos.

Esas entidades, en su mayoría públicas, son las que han llegado hasta la actualidad, aunque
la organización de las mismas puede revestir sensibles diferencias de un país a otro, e, incluso
dentro del mismo país, de una ciudad a otra.

El siglo XIX supuso la generalización de los Bom-


beros por todo el mundo. En algunos casos con ca-
rácter voluntario, en otros casos con personal
profesional remunerado, y en algunos otros como
compañías de bomberos militares. Ejemplos de este
último caso es el cuerpo militar de Zapadores Bom-
beros de París, creado por Napoleón en 1811 y que
continúa con dicho carácter militar en la actualidad,
o el creado en 1846 en la ciudad alemana de Dur-
lach.

Las herramientas y técnicas de los primeros bom-


beros no les permitían controlar grandes incendios.
En estos casos casi no tenían más alternativa que
ser espectadores impotentes de como el fuego destruía todo cuanto alcanzaba.

Los Bomberos actuales no solo disponen de equipos de alta tecnología que hacen más segura
y rápida la lucha contra el fuego, sino que la formación y las tácticas han evolucionado permitiendo
mejoras sustanciales en la eficacia aprovechando la experiencia constante de intervenciones pro-
pias y ajenas. La lucha contra el fuego se ha convertido en una disciplina compleja que exige for-
mación permanente y un coordinado trabajo en equipo.

EVOLUCIÓN DEL EQUIPAMIENTO PARA BOMBEROS

Es de suponer que los pueblos primitivos se de-


fendían de los incendios utilizando métodos simples,
golpeando las llamas con ramas o arrojándoles tie-
rra. Es también probable que de la observación de
que el agua de la lluvia apagaba el fuego, se deri-
vase el comienzo de la utilización de este elemento
natural para apagar los incendios.

Uno de los principales problemas que el ingenio


humano debió resolver para combatir los incendios
es como transportar el agua y como lanzarla hacia el
fuego con el menor riesgo posible. Los aljibes de los
edificios se utilizaron también como depósitos de
agua para combatir incendios, e incluso se llegaron
a disponer tinajas en las entradas de las viviendas con este objetivo.

El cubo de cuero fue la primera herramienta utilizada para transportar


y lanzar el agua en los incendios, pero ese método suponía acercarse en
demasía a las llamas, por lo que era poco efectivo y muy arriesgado. Los
cubos se pasaban de mano en mano, formando cadenas humanas desde
la fuente de suministro hasta el fuego.

14
Junto al cubo, el hacha, que permitía abrirse paso y demoler partes de las edificaciones en lla-
mas fue otra de las herramientas más útiles en la lucha contra el fuego. Se utilizaron también
ganchos para la demolición de edificios y he-
rramientas que combinaban ambas utilidades.
El hacha se convirtió en la herramienta por ex-
celencia del bombero, hasta tal punto que per-
dura en numerosos escudos de Servicios de
Bomberos.

A lo largo de los años las innovaciones téc-


nicas en la lucha contra el fuego han marcado
el progreso en la efectividad de las tareas de extinción. Diversos inventores aportaron su ingenio
y habilidad para conseguir lanzar la mayor cantidad de agua posible a la mayor distancia posi-
ble. Así, sobre el año 440 antes de Cristo (A.C.) se llegó a utilizar, con poco éxito, un artefacto
formado por el estómago y los intestinos de un buey, que servían de tanque y manguera res-
pectivamente: La presión ejercida por varios hombres sobre el recipiente hacía salir el agua por
el extremo de la manguera.

La primera bomba de agua fue inventada por


el sabio griego Ctesibios (siglo III A.C.), que vivió
en Alejandría y perfeccionada por otro griego,
Herón de Alejandría (siglo I D.C.), posiblemente
discípulo del anterior. Consistía en una bomba
de doble acción operada manualmente y for-
mada por dos pistones de bronce conectados a
una sola salida. Los cilindros estaban ajustados
a una base de madera qué se sumergía en el
agua. El artefacto permitía lanzar un chorro hasta
el incendio. Estás bombas se generalizaron en
Grecia y en varias ciudades del Imperio Romano.

Con la desintegración del Imperio Romano y la caída en el olvido de las bombas de pistones,
el hacha y el cubo volvieron a ser las herramientas más útiles en la lucha contra el fuego.

El precedente del extintor portátil fue la “jeringa”, que, como las utilizadas actualmente para
otros usos, consistía en un cilindro que se llenaba de agua y un pistón que se deslizaba dentro
del cilindro para proporcionar la presión que
hacía salir al agua por la boquilla. Este sencillo
aparato comenzó a utilizarse en el siglo tercero
A.C. en el Imperio Romano, pero su uso se pro-
longó durante siglos.

Uno de los primeros diseños de las bombas


de incendio consistía en una bomba manual fi-
jada a un tanque de agua. El tanque iba mon-
tado en un carro que se desplazaba hasta el
lugar del incendio, a mano o tirado por caballe-
rías. Varios hombres manejaban la bomba me-
diante palancas situadas a ambos lados de la
bomba, generando un chorro pulsante que era
lanzado desde una boquilla montada en la parte
superior del tanque. Este se llenaba con cade-
nas de cubos.

15
La aparición de las mangueras flexibles
mejoró notablemente la efectividad de las
intervenciones en incendios permitiendo
a los bomberos acercarse más al fuego
sin ponerse en peligro y logrando más
precisión en la dirección del agua. La pri-
mera manguera contra incendios verda-
deramente efectiva se fabricó en Holanda
en el año 1672. Esta primera manguera
contra incendios era de cuero y cosida a
mano.
Manguera de cuero
con remaches
A principios del siglo XIX los remaches
de cobre sustituyeron a las costuras de las mangueras, y
adaptadores de unión fabricados en bronce permitió la
unión de los tramos de manguera que podían alcanzar
hasta 15 metros de longitud. A finales del siglo XIX se em-
pezaron a fabricar mangueras de caucho recubiertas de
algodón. Las mangueras modernas se fabrican casi en su
totalidad de fibras sintéticas, lo que permite una mayor re-
sistencia y flexibilidad.

Las bombas contra incendio fueron mejorando técnicamente en una lenta evolución, desde las bombas ma-
nuales de pistón, con uno o dos émbolos, hasta la aparición de la primera bomba de vapor lo que supuso una
revolución en la extinción de incendios.

Aunque las primeras bombas accionadas a vapor se fabricaron a mediados del siglo XIX, eran tan pesadas
que no podían ser transportadas y manejadas adecuadamente, por lo que no fue hasta finales de ese mismo
siglo cuando se tuvieron bombas de vapor realmente
efectivas.

Al recibir la llamada de incendio, y mientras se en-


ganchaban al carro las caballerías, un bombero en-
cendía el carbón de la caldera que permitía generar el
vapor que accionaba la bomba. Los bomberos, con
sus cascos, botas y túnicas subían al carro que tras-
ladaba a bomba y bomberos al lugar del fuego. Al prin-
cipio los carros-bomba no disponían de ningún
dispositivo de aviso, de modo que los bomberos de-
bían ir pidiendo paso a gritos. Posteriormente se do-
taron de campanas.

Las bombas fueron evolucionando hasta llegar a las


bombas centrífugas accionadas por motores de explosión que se usan en la actualidad.

Los modernos equipos de lucha contra el fuego, utilizando agua y sus aditivos, potencian la utilización de
bombas capaces de suministrar altas presiones y lanzas que proporcionan agua finamente pulverizada, lo que
incrementa la capacidad de extinción con menores daños por agua.

La necesidad de alcanzar los pisos superiores de los edificios llevó a la aparición de las escalas de varios
tramos, que inicialmente iban soportadas en carros con ruedas, pero que acabaron, como las bombas, insta-
ladas sobre vehículos motorizados, incluso con tramos de manguera incorporados para poder lanzar agua
desde posiciones elevadas. Posteriormente, a mediados del siglo XX, las autoescaleras comenzaron a dispo-
ner de accionamiento hidráulico.

16
En los primeros tiempos el equipamiento de los bomberos se trasladaba al lugar de la inter-
vención en carros de tracción humana, que dieron paso posteriormente a otros de tracción ani-
mal.

Con la introducción del motor de combustión interna


a principios del siglo XX, los bomberos se motoriza-
ron. El primer coche con un único motor tanto para la
bomba como para propulsarse se fabricó en Esta-
dos Unidos en 1907. En 1925 los coches a motor
habían reemplazado completamente a los de vapor.
La incorporación del automóvil a los Servicios de In-
cendios supuso un importante cambio en la eficacia
de la lucha contra los incendios.

Las dotaciones en equipamiento de los Bomberos


han ido incrementándose al tiempo que evolucio-
naba la técnica industrial. Las diferentes herramien-
tas han ido adaptándose para permitir rescates más
efectivos y mayor seguridad tanto para los bomberos como para las víctimas de siniestros.

La seguridad de los bomberos ha ido ganando un papel preponderante a lo largo de los años.
A finales del siglo XIX los bomberos se protegían del humo con pañuelos o dejándose crecer la
barba para utilizarla como filtro. Los modernos equipos respiratorios
se combinan con alarmas personales automáticas para poder loca-
lizar a cualquier bombero perdido o atrapado.

No siempre la incorporación de nuevas tecnologías a los Bom-


beros ha sido rápida, pero según ha ido mejorando el nivel de vida
de la sociedad, la seguridad ha ido ganando importancia en el
concepto de calidad de vida de los ciudadanos. Esta
mayor demanda de seguridad ha exigido el incre-
mento de los medios de intervención de los bombe-
ros, y la incorporación de las nuevas tecnologías a la
lucha contra el fuego, y a los equipos de rescate.

Hoy en día, el equipamiento de los bomberos es


muy sofisticado y complejo. Ello ha permitido mejorar
sensiblemente la eficacia en las intervenciones, incremen-
tando la seguridad de los ciudadanos, y permitiendo
una mejor protección de las vidas, los bienes, y el
medio ambiente. Pero esta revolución tecnológica
en los Servicios de Bomberos, no sólo ha supuesto
una mejora en la prestación de las tareas que tie-
nen encomendadas, también ha significado una
mayor demanda de preparación técnica de los pro-
pios bomberos.

El bombero moderno tiene que ser un técnico


cualificado, preparado para manejar con eficacia
equipos sofisticados. A las cualidades de arrojo y
valentía tradicionales del bombero, se debe unir
ahora una preparación técnica de alto nivel para
conseguir obtener el máximo rendimiento de los equipos que el avance tecnológico de la socie-
dad ha puesto en sus manos.

17
LA CIUDAD DE BADAJOZ HASTA EL SIGLO XIX

La ciudad de Badajoz ha tenido una característica predominante en el transcurrir de la historia:


su situación estratégica que la proporcionó su mayor grandeza y condicionó enormemente su fu-
turo. Sus más remotos orígenes se fijan en un poblado celtibérico que existió en el cerro que do-
mina la ciudad, lugar ocupado posteriormente por un asentamiento romano y después por otro
visigodo, de los que no se conservan muchos vestigios.

A finales de la época visigoda, la ciudad había tomado importancia, y tras la invasión de la pe-
nínsula por los árabes, estos pusieron interés en ella, tanto por la fertilidad de sus tierras como
por su ubicación en lo alto del Cerro de la Muela, en la confluencia del río Guadiana con el arroyo
Rivillas. A partir de ese momento, comenzó una época de mayor importancia histórica, con el flo-
recimiento de la ciudad, teniendo su mayor auge en el siglo XI, tras la caída del Califato de Cór-
doba.

Badajoz se convirtió en la capital del reino Taifa de la prestigiosa dinastía de los Aftasíes, con-
tinuando posteriormente con los almorávides y almohades, llegando a estar bajo su influencia un
vasto territorio que incluyó la entonces aldea de Lisboa.

Durante la dominación árabe, la ciudad se convirtió en fortaleza prácticamente inexpugnable y,


por tanto, muy codiciada. La ciudad estaba albergada casi en su totalidad por las murallas de la
Alcazaba, que se conservan en la actualidad, aunque había asentamientos fuera del recinto amu-
rallado.

El paso de los siglos


en la ciudad estuvo
constantemente ligado
a guerras, duros ase-
dios y ocupaciones,
debido a su situación
estratégica y a su con-
sideración posterior de
enclave fronterizo con
Portugal.

La fortificación abaluartada, levantada abarcando los nuevos barrios, con un carácter eminen-
temente militar y dotada de fosos y baluartes, es otra muestra de este aspecto histórico del que
Badajoz fue protagonista, y, al mismo tiempo, víctima, hasta comienzos del siglo XIX.

En la segunda mitad del siglo XIX, olvidados los avatares militares, la ciudad vuelve a resurgir
culturalmente de la mano de sociedades culturales y recreativas. Ese siglo vio llegar a ferroca-
rril, la dotación de agua corriente, la luz eléctrica, y, como un símbolo de ese renacer, el Teatro
López de Ayala, concebido inicialmente para poder albergar a 1400 personas, que, con unas ca-
racterísticas arquitectónicas y constructivas excepcionales, fue sede de numerosas representa-
ciones teatrales, óperas, etc., a partir de su inauguración en 1886.

Pero este siglo vería también el nacimiento de una nueva corporación de servicio público: los
Bomberos.

Es de suponer que las circunstancias históricas de la ciudad hicieron que los incendios en la
misma fueran relativamente frecuentes, no obstante lo cual, apenas se conservan algunos testi-
monios históricos de este tipo de sucesos anteriores al siglo XIX, aunque sí algún vestigio ar-
queológico.

18
LOS BOMBEROS EN BADAJOZ
Sr. Presidente del Iltre. Ayuntamiento
Realmente, la historia de los Bomberos de Ba-
dajoz comienza en la segunda mitad del siglo Los que suscriben, Director y Discípulos
XIX. de la Academia de Gimnasia de esta Capital,
con el respeto debido a V.S. exponen:
El 3 de abril de 1865, el Gobernador emitió un
informe en el que se relacionaban las mejoras Que en virtud de tener adquiridos algu-
que, a su juicio, necesitaba la ciudad. Entre ellas nos principios en los ejercicios gimnásticos
se citaba “la creación de un servicio contra in- y, según la opinión del Director, hallándose
cendios, no con bomberos, pues sería muy cos- ya en aptitud para poder organizar un
toso, pero sí organizar a los albañiles para que Cuerpo de Bomberos, en donde se alistaran
acudan a las casas siniestradas”. quince o veinte jóvenes, agregándole al Ba-
tallón Voluntarios de la Libertad, y como
hasta la fecha no hay ninguno establecido en
LOS BOMBEROS OCASIONALES esta Capital, desean que V.S. les conceda
permiso para poder formarlo y que les ayude
No se ha localizado algún documento en el que el Iltre. Ayuntamiento a llevarlo a efecto,
conste alguna decisión relativa a solucionar la proporcionándole los escasos aparatos que
carencia citada anteriormente, pero cabe supo- se necesitan conforme vayan haciendo falta,
ner, como lo denota que existiera en el Ayunta- aparatos que no deben ser de mucho im-
miento cierto material de lucha contra incendios, porte, dando de esto modo un impulso nota-
que la extinción de estos estaba encomendada a ble a esta clase de adelantos, y no dudando
personal municipal contratado para otros me- que de este modo pueden ser utiles a la hu-
nesteres. manidad, en los incendios tanto en las perso-
nas como en los intereses materiales, pues
No obstante, no existían normas específicas ni bien conocidos los servicios que han pres-
preparación al efecto, de lo que resultaba que la tado y aun prestan en otras Capitales en
efectividad de las tareas de extinción recaía fun- donde los hay y por ultimo que, adhiriéndose
damentalmente en la libre iniciativa, diligencia y a la idea de progreso del presente siglo, se
arrojo del vecindario. colocará esta Capital a la altura de las pri-
meras de España, y por tanto:
Teniendo en cuenta la proliferación de cons-
trucciones de baja calidad, con abundancia de Suplican a V.S. que teniendo en cuenta las
madera en ellas, los resultados son fácilmente razones expuestas no deseche su petición
imaginables. que juzgan que es justa y desinteresada,
pues dicho Cuerpo no les ofrece más garan-
tías que el trabajo y la exposición de su vida
DE LA ACADEMIA DE GIMNASIA A LA ES- en los incendios, pero todo lo salvan por ser
CUADRA DE BOMBEROS utiles a sus semejantes. Cuya gracia no
dudan que V.S. les concederá. Dios guarde a
Una de las múltiples instituciones culturales de V.S. muchos años. Badajoz 28 de febrero de
que disponía la ciudad en la segunda mitad del 1869.
siglo XIX, era una Academia de Gimnasia con
gran prestigio. El Director

El 28 de febrero de 1869, veintidós miembros Eduardo Daniel


de la misma, junto con D. Eduardo Daniel, su di-
rector, solicitan del Ayuntamiento permiso para (Siguen la firma de Luciano Samperez y
constituir un Cuerpo de Bomberos, así como otras veinte firmas)
ayuda económica para la adquisición de los úti-
Texto de la carta en la que el Director de la
les necesarios para realizar el trabajo propio de
Academia de Gimnasia solicitaba autoriza-
tal cuerpo. ción para crear una Brigada de Bomberos.

19
Argumentan su petición en la preparación fí-
sica de que disponen, a su afán de ser útiles a La Comisión contestando a la solicitud del
sus semejantes defendiendo su vida e intere- Director y alumnos de la Escuela de Gimna-
ses materiales, y a su interés en colocar a Ba- sia, pidiendo la concesión de la formación de
una sección de bomberos, ha hecho cargo de
dajoz entre las principales capitales de España lo que en su solicitud se expresa y del pro-
en este tema, ofreciendo como única garantía, yecto del Reglamento pª la instalación de
su trabajo y la exposición de sus vidas. otra compañía de la misma índole, presen-
tado por D. Emilio Beltrán, Maestro de
Obras de esta Plaza.
LA CREACIÓN DEL PRIMER SERVICIO DE Examinados con escrupulosidad estos do-
BOMBEROS ORGANIZADO cumentos, es de opinión que se conceda a los
solicitantes el permiso para la formación de
El 24 de mayo de ese mismo año de 1869, el dicha sección siempre que, a mas de los
Ayuntamiento, cuyo Alcalde era D. José María alumnos se admitan otros obreros que des-
een suscribirse en la Compañía y se compro-
Domínguez, accede a la petición del Director metan a cumplir con las obligaciones que les
y los miembros de la Academia de Gimnasia, impone esta institución, y que, se expresa-
fijándose un premio de doce escudos para el rán en un reglamento especial; que se uni-
primer miembro de la Brigada que se presente formen a por su cuenta conforme a un
en el lugar del siniestro, si bien la uniformidad especial y económico modelo que les dará el
Municipio; que se obliguen en fin a prestar
se fija por cuenta de sus componentes, según los servicios convenientes, en cambio de
un modelo establecido por la Corporación Mu- estar relevados de los demás a que se obliga
nicipal. a toda la fuerza Ciudadana.

El texto del escrito que recoge la aceptación La comisión es de parecer, en vista de


esto que se les provea de local, con tal que no
municipal se expone al margen. pase su precio de cuarenta a cincuenta r. en
el cual podrá haber una habitación para el
Del Reglamento de Bomberos, redactado depósito de bombas y útiles; que a medida
por el Maestro de Obras D. Emilio Beltrán, que que el municipio vaya estando en disposición
se cita en dicho escrito no se conserva nin- de comprar los instrumentos y herramien-
tas, se les vayan suministrando por cargo a
guna copia. inventario; y por ultimo que se señale un pre-
mio de doce Escudos para el primero que se
En junio, el Ayuntamiento provee a la Com- presente dispuesto a prestar el servicio en
pañía de Bomberos, que es el nombre adop- el sitio del siniestros.
tado por los primeros Bomberos de Badajoz,
de un local situado en la calle Lagares, hoy Texto del escrito en el que se manifiesta la
Zurbarán, en las traseras del edificio en el que aceptación de la Corporación a la constitu-
estaba el Hospital Provincial, cuya fachada ción de la Brigada de Bomberos de Badajoz
principal daba a la plaza de Minayo, edificio
que abandonó su uso hospitalario a finales del
siglo XX, y para el que posteriormente se
adoptó la decisión de convertirlo en Parador
Nacional.

En el patio trasero de dicho Hospital, des-


aparecido en una remodelación del edificio en
la segunda mitad del siglo XX, en una pequeña
dependencia, se montó lo que podría conside-
rarse el primer Parque de Bomberos de Bada-
joz.

La ubicación de esta primera sede no era ca-


sual, ya que la Academia de Gimnasia, entidad Donde hoy está este jardín, en las traseras
a la que pertenecían todos los Bomberos de del que fue Hospital Provincial, estuvo el pri-
esa primera época, estaba situada en la calle mer Parque de Bomberos de Badajoz.

20
San Sisenando, que desembocaba justo junto a
la entrada del patio posterior del Hospital.
“Cuando lleguen los bomberos al lugar del
incendio, que la autoridad haga que todas las
Así pues, la primera Compañía de Bomberos
personas inútiles se marchen a fin de que las
de Badajoz se estableció en nuestra ciudad en el
maniobras de los bomberos no sean impedi-
año de 1869, y estaba compuesta por 20 volun-
das por la afluencia de las gentes, porque en
tarios al frente de los cuales estaba D. Eduardo
los incendios van tres clases de gentes: 1º
Daniel, primer Jefe de Bomberos de Badajoz.
Los curiosos inútiles, 2º los bien intenciona-
dos, y 3º los ladrones.”
EL SISTEMA DE ALARMAS
Párrafo del primer escrito del Jefe de Bomberos
En esta primera época, la existencia de un in- a la Corporación, tras la constitución de la Com-
cendio se anunciaba con un toque de campana pañía de Bomberos. Era una petición de herra-
especial, y un número de toques que identifica- mientas, y de un local, pero incluía esta curiosa
ban el distrito de la ciudad en que éste se pro- petición de que las fuerzas de orden colaboren
ducía. en los siniestros.

A tal efecto, la ciudad, que estaba delimitada


por las murallas Vauván, se dividió en 13 distri- EL PRIMER MATERIAL DE LA BRIGADA
tos que agrupaban las diversas calles de la DE BOMBEROS
misma.
El primer material específico con que contó
la Compañía de Bomberos fue el siguiente,
Este sistema de alarma se corresponde con el según relación textual:
tradicionalmente utilizado en la época en otras
ciudades, prolongándose su uso en el tiempo, • Cascos
substancialmente igual, hasta la utilización del • Dos bombas con sus carros
sistema telefónico. • Dos juegos de mangas
• Seis hachas cortantes y puntiagudas
Era tradicional la costumbre, de la que en • Cuerdas y ganchos de palo con hierro
nuestra ciudad se conservaban muestras re- • Hachas de alumbrado
cientemente, de fijar una placa en la puerta de
las viviendas de los bomberos con la inscripción No consta el material de que estaban he-
“Aquí vive un bombero”, sistema que facilitaba el chas las mangueras. Algunas en la época es-
aviso a estos en caso de siniestro. taban confeccionadas en cuero, por lo que en
poco tiempo se deterioraban, endureciéndose
y agrietándose. Otras más modernas eran de
lona o de caucho (“caouchouc” como aparece
textualmente en algunos catálogos)

EL PRIMER PRESUPUESTO

La primera dotación presupuestaria para los Bomberos, de la que se tiene noticia, corresponde
al año de 1872, con las asignaciones siguientes:

• Alquiler del local del Parque……….......................................................……. 182 pts c/ 90 ctms.


• Recomposición de los útiles……......................................................……….. 182 pts c/ 90 ctms.
• Gratificaciones por deterioro en el Vestuario del personal…………… 635 pts.
Total ……..........................................................……..... 1.000 pts c/ 80 ctms.

Estas cantidades no eran suficientes para un adecuado mantenimiento del Servicio, teniendo en
cuenta que las calidades de los materiales que se utilizaban eran muy bajas, lo que, unido a un
mínimo mantenimiento preventivo, daba lugar a frecuentes deterioros.

21
LOS PRIMEROS PROBLEMAS

En 1873, siendo ya Jefe de la Compañía D. Luciano Samperez, se plantean los primeros pro-
blemas al no atender el Ayuntamiento un acuerdo contraído de reparar las bombas que estaban
averiadas, y no abonarse las compensaciones por deterioro del vestuario del personal, así como
por la escasa dotación existente de mangas, cubos y otros útiles necesarios.

El Jefe de la Compañía, solicitó de la Corporación la creación de una Comisión Municipal que


estudiase los problemas y las mejoras necesarias para la Compañía de Bomberos.

Aparentemente la situación se complicó, y llegó a disolverse la Compañía en 1874 por un breve


período de tiempo que no está documentado, pero reorganizándose al año siguiente. Aunque no
constan documentalmente las circunstancias concretas de esta breve etapa, cabe entender que
la Corporación accediese a solucionar las carencias citadas, y que ello hiciese que los Bombe-
ros se reincorporasen a su actividad.

Durante esta primera etapa, la Comandancia de Artillería ubicada en Badajoz, colaboró con la
Compañía de Bomberos suministrando material propio en algunos casos para poder atender las
emergencias, supliendo así a las carencias antes citadas.

LA SEGUNDA ETAPA. EL PRIMER REGLAMENTO

En 1875 se redactó un Reglamento en el que se expresan las condiciones exigibles a los aspi-
rantes a Bomberos para su ingreso en la Compañía. Estas condiciones eran textualmente las si-
guientes:
1ª. Tener buena conducta
2ª. Ser mayor de diez y ocho años y no pasar de los cuarenta y cinco
3ª. Residir constantemente en esta Capital, y
4ª. Tener aptitud física bastante para esta clase de trabajo.

La Compañía Municipal de Bomberos se estructura en dos Secciones, cada una de ellas com-
puesta por un mínimo de veinte individuos, y un Cabo como Jefe de Sección. Asimismo, se es-
tablece un Jefe como órgano director, bajo la dependencia inmediata de la Comisión de Policía
Urbana y Obras Públicas.

Se establece la primera retribución fija, si bien ésta era en especie, y consistía en la atención
médica y farmacéutica gratuita para cada bombero y los familiares que con él conviviesen y, ade-
más, una retribución económica para “los que en día de incendio estén de servicio”, consistente
en 10 reales.

Se estableció asimismo una prioridad para la contratación de este personal en las obras muni-
cipales y una gratificación, cuya cuantía no se fija, para la Sección que se distinga en el cumpli-
miento de su deber.

El Reglamento, que fue aprobado en sesión celebrada el 5 de enero de 1876, establece tam-
bién las obligaciones inherentes a otros funcionarios municipales, los toques de campana para
las alertas, y el material de lucha contra siniestros necesario, cuya relación nominal era la si-
guiente: 2 bombas, 4 mangas, 8 picos, 6 hachas, 4 palas, 24 cubos de lona, 1 depósito, cuerdas,
1 escala de garfios, 1 manga de salvación.

Es nombrado Jefe de la Compañía D. Luciano Samperez, que ya desempeñó dicho cargo en


la etapa anterior.

22
La Compañía la formaban 1 guarnicionero, 7 herreros, 4 carpinteros, 20 albañiles y 11 gim-
nastas, de los que dos eran Cabos, y los restantes bomberos, mas el Jefe de la Compañía. Esta
dotación inicial se amplió posteriormente con 10 bomberos más de similares profesiones.

Se fijaron obligatorios ejercicios de simulacro para mantener al personal adecuadamente pre-


parado.

Reglamento El Jefe y la compañía, quedan bajo la depen-


para la Compañía de Bomberos dencia inmediata de la comisión de policía ur-
de esta Ciudad bana y obras públicas, a la cual acudirá cuando
necesite útiles, recomposición de ellos, o ten-
Los que deseen ingresar en esta compañía lo gan quejas que fundar.
solicitarán del Iltre. Ayuntamiento justifi- Si alguna de las dos Secciones se distin-
cando en debida forma llenar las condiciones guiese en el cumplimiento de su deber, se la
exigidas en el presente reglamento. dará una gratificación la cual nada tendrá que
Para el ingreso, es preciso: ver con lo que pueda corresponderle a cada
1º Tener buena conducta. individuo por su trabajo personal.
2º Ser mayor de diez y ocho años y no El material y útiles estarán en poder del
pasar de los cuarenta y cinco Jefe, bajo inventario, y éste responderá ante
3º Residir constantemente en esta capital, y la comisión de las faltas que pudiera haber.
4º Tener aptitud física bastante para Tan pronto como los municipales y serenos
esta clase de trabajo. encargado de la vigilancia de la población, ten-
Como compensación a los útiles y señalados gan conocimiento de un incendio, avisarán en
servicios que estos individuos están llamados la casa Ayuntamiento, para que por medio de
a prestar en la población, el Ayuntamiento les la compañía destinada a este objeto, se dé
concederá gratis la asistencia del facultativo aviso a los vecinos y las personas todas que
y las medicinas que puedan necesitar en sus por medio de su cargo tienen el deber de
enfermedades, como también a las personas asistir.
de su familia, siempre que estas vivan bajo su Para que no pueda caber duda, acerca del
mismo techo. distrito donde ocurra el incendio, la campana
También serán preferidos en las obras o después de cada toque dará golpes que lo in-
trabajos que se emprendan para la municipali- diquen en la forma siguiente: primer distrito,
dad, siempre que no exijan mayor jornal que un golpe; segundo, dos y así sucesivamente.
el que se venga abonando a los demás trabaja- Las secciones tendrán ejercicios simulando
dores maestros en ellos. incendios los días de fiesta que les señale la
Los que en día de incendio presten servicio comisión siendo obligatoria la asistencia a
recibirán como retribución de su trabajo la ellos.
cantidad de 10 reales. Con el objeto de que no se les prohiba la en-
La Compañía tendrá un jefe que serán el en- trada en las casas o edificios donde ocurra el
cargado de ella y al cual obedecerán todos en incendio, los individuos todos usarán una gorra
los casos propios del servicio. con las iniciales C.M.B. que los dé a conocer.
La compañía se dividirá en dos secciones y Los barrenderos, Alguaciles y Serenos,
tendrá cada una un cabo, que será conside- siempre que estos últimos no se hallen pres-
rado como su jefe. tando servicio de noche, están obligados a
Estos nombramientos serán del Ayunta- presentarse en el lugar del siniestro, y ayudar
miento, por medio de propuestas en terna en cuanto les sea posible a los Bomberos.
hecha por la respectiva sección a que haya de
pertenecer. Material y útiles que se necesitan
Cada Sección se compondrá de veinte indivi- Bombas .... 2 Cubos de lona ..........24
duos en la forma siguiente: Mangas .... 4 Depósitos .................. 1
Seis, destinado a maniobras en la Bomba; Picos ......... 8 Cuerdas..................
cuatro, que prestarán servicio con los picos; Hachas...... 6 Escala de garfios...... 1
tres con las hachas; dos con las palas, y cinco, Palas ......... 4 Manga de salvación .. 1
gimnastas para prestar socorros o auxilios.

Texto del primer Reglamento de la Compañía de Bomberos,


redactado a finales de 1875 y aprobado el 5 de enero de 1876

23
DE NUEVO PROBLEMAS
Madrid 12 de Diciembre 1876
Ilmo. Sr. Alcalde Presidente del Ayunta-
Pese a la clara definición de intenciones que
miento de Badajoz.
supuso el Reglamento, la carencia de liquidez
Tengo el honor de llamar la atención de V.S.
presupuestaria empezó pronto a causar pro-
hacia un particular que es del mayor interés
blemas, ya que los asistentes a los siniestros
para el municipio que con tanto celo e ilustra-
no recibían las gratificaciones que por dicho
ción preside.
servicio se habían estipulado.
El acopio de buen material para combatir los
incendios, es hoy una de las primeras necesi-
Esto hizo que comenzase el absentismo, que
dades a que deben consagrar sus esfuerzos las
fue objeto de un oficio remitido por el Jefe de
municipalidades previsoras que deseen ha-
la Compañía al Alcalde, en que expresaba su
llarse preparadas para luchar y vencer en
preocupación de que algún día ocurriera al-
casos tan frecuentes como desgraciados, esos
guna desgracia y no se presentase ningún
siniestros que destruyen en breves momentos
bombero a la llamada. Se acercaba el final de
la fortuna de los particulares y con ellas la de
1876.
la localidad en que ocurren.
Descuidar por parte de los Ayuntamientos
un servicio de tamaña importancia, equivale a
LA PRIMERA OFERTA DE MATERIAL
dejar al vecindario huérfano del mas eficaz y
perentorio de los auxilios que puedan remediar
Se conserva una oferta de “material para el una de las mayores y aterradoras calamidades.
pronto ataque y extinción de incendios igual al Estimándolo así, el Ayuntamiento de Madrid
que he suministrado al Excmo. Ayuntamiento ha aumentado el material de apagar incendios
de Madrid”, fechada en diciembre de 1876 y de que disponía, aceptando con ventajas para
suscrita por Florencio Santibáñez, domiciliado el servicio público, las proposiciones que tuve
en la calle Esparteros no 9 de Madrid. el honor de hacerle en 1º Mayo ultimo y com-
pletando por tanto, un numeroso tren provisto
La oferta iba adjunta a una carta en la que de cuanto el ingenio moderno ha inventado
se llamaba la atención del Alcalde sobre que para el salvamento de las personas y de los
“descuidar por parte de los Ayuntamientos un edificios.
servicio de tanta importancia, equivale a dejar De igual clase de material y con las mismas
al vecindario huérfano del más eficaz peren- condiciones, tengo el honor de proponer tam-
torio de los auxilios”. bién a la corporación que preside V.S. el sumi-
nistro del que crea necesario para el servicio
Refiere asimismo dicha carta la adquisición de esa población, y al fin de que pueda formar
por el Ayuntamiento de Madrid, en mayo de el presupuesto de su coste me permito reco-
ese año, de “cuanto el ingenio moderno ha in- mendarle que fije su atención en los detalles
ventado para el salvamento de las personas y estampados al frente, restándome añadir úni-
los edificios”. camente que los precios marcados se entiende
en esta su casa y que sobre ellos solo habrán
No es la primera referencia a materiales con- de aumentarse los gastos de conducción al
tra incendio existentes, ya que el primer catá- punto adonde el material haya de llevarse.
logo que se conserva corresponde a 1859, año En espera de sus apreciables órdenes, queda
en que aún no existía la Compañía de Bom- de V.S. atº. Florencio Santibañes
beros, estando la extinción de incendios a
cargo de otros funcionarios municipales.

Algunos detalles de esta primera oferta, son sión” de “12 hombres”, para suministrar “785
curiosos de analizar: cuartillos” de agua con “60 pistonazos al minuto,
Para una de las bombas aspirantes e impe- según cálculos teóricos”, estableciendo que arro-
lentes de dos cilindros, con pistones de 125 jan agua a una distancia horizontal de 38 metros
mm, se indica una “fuerza racional de impul- y a una altura vertical de 30 metros.

24
El precio de esta bomba, la más cara de la oferta, era de 2.299 pesetas, de las que 1.180 co-
rrespondían al cuerpo de bomba, y el resto al carro de transporte, boquilla de cobre para lanzar
agua, 16 metros de mangaje de 46 mm que se montaban sobre una devanadera (“armón o juego
delantero de dos ruedas para conducir mangaje”), “hacha de maniobra y cordaje para subir man-
gas”, así como “2 palancas para el balancín, un manguito y dos tamices de mimbre”.

Para que fuese aspirante, a esta bomba se le agregaba “1º El aparato de aspiración” (90 pe-
setas), y “2º ocho metros de manga de Caouchouc guarnecidos interiormente de una espiral de
alambre y recubiertos por el exterior de cuero cosido con alambre de latón” (370 pesetas).

25
Las mangas que se ofertaban podían ser de 35, 40, 45 o 50 mm de diámetro interior y confec-
cionadas de “cuero claveteado con enchufes de bronce”, igual pero cosido con alambres, o de
“caouchouc, tipo de los bomberos de París”. Las mangas para aspiración tenían una espiral de
alambre en el interior, para no colapsarse por la depresión causada por la aspiración.

Otros materiales ofertados eran: “Escalera de corredera de 7,20 metros, pudiéndose duplicar”
(48 pesetas), “Escalera de ganchos que puede doblarse, para trepar por los balcones a las ha-
bitaciones incendiadas cuando no puede hacerse por la escalera de la casa” (21 pesetas), “Fa-
roles adaptables a las bombas en sustitución de los hachones” (100 pesetas), y “Cubos de lona
para alimentar de agua las bombas sin estropearlas” (3 pesetas).

26
La oferta incluía también un curioso aparato de respiración, denominado textualmente “Apa-
rato impermeable para entrar en habitaciones sofocantes por el humo, con 25 metros de tubo
para comunicar aire respiratorio al operario por medio de la bomba que se use en el mismo fuego”
(150 pesetas cada uno),

La imagen que sigue, tomada de un catálogo de la empresa Merryweather & Sons, recoge este
y otros aparatos respiratorios para bomberos que empezaban a utilizarse en dicha época.

27
OTRA VEZ DISOLUCIÓN En primer lugar, el Ayuntamiento se dirigió a los
representantes en la ciudad de las Compañías
El problema económico subsiste como cons- de Seguros El Fénix y El Mediodía, con las que
tante que se interpone en el buen funciona- se utilizó el argumento de que eran este tipo de
miento de la Compañía de Bomberos, empresas unas de las entidades que se benefi-
afectando tanto a las adquisiciones y manteni- ciaban del trabajo de los Bomberos.
miento del material, como a las retribuciones
del personal, lo que plantea dimisiones colec- Se cita en dichos comunicados la circunstancia
tivas de bomberos en la segunda mitad de de que en otras ciudades existen Compañías de
1877. El Jefe, D. Luciano Samperez, había di- Bomberos montadas y financiadas por entidades
mitido a finales de 1876. aseguradoras. Este hecho cierto, sin embargo,
era oscurecido en ocasiones, dado que en mu-
Los miembros de la Escuela de Gimnasia, chos casos estos Servicios de Bomberos priva-
volvieron a ella. Las exhibiciones gimnásticas dos solo atendían a los siniestros acaecidos en
que se habían venido celebrando, junto con si- edificios asegurados por la entidad que los fi-
mulacros de incendio, con el objetivo de re- nanciaba.
caudar fondos para el mantenimiento de los
materiales que se utilizaban para combatir in- Sres. Representantes de las Sociedades de
cendios, pasaron a destinarse a otros fines, Seguros contra incendios El Fénix y El Medio-
como es el caso de las exhibiciones celebra- día, D. Federico Campo y D.José Dominguez
das en agosto de 1878, que tenían por objeto Codes.
recaudar dinero para redimir del Servicio Mili- Julio 19, 1880
tar a José Recio, uno de los miembros de la Entre las distintas mejoras que esta Corpo-
Academia, que también lo fue de la Compañía ración Municipal desea crear en beneficio del
de Bomberos. Esta exención del Servicio Mili- vecindario, se encuentra en primer término,
como de mas utilidad y de necesidad pública, la
tar obligatorio mediante pago de una cierta
de formar una bien organizada Compañía de
cantidad de dinero, era algo habitual en la Bomberos.
época. Se el estado financiero de este Municipio se
encontrase a la altura de lo elevado de sus
pensamientos en esta materia, no molestaría-
¿LA REORGANIZACIÓN DEFINITIVA? mos la atención de V. Mas por desgracia no su-
cede así, y no creo que se rebaje en lo mas
De nuevo se volvió a organizar la Compañía mínimo la dignidad de este Cuerpo, en signifi-
de Bomberos, si bien en esta ocasión el plan- carle que cuenta de la cooperación de las So-
teamiento se realiza con mayor seriedad. Se ciedades de Seguros contra incendios, por ser
estas las llamadas principalmente a disfrutar
plantea un Reglamento de Organización y
de los beneficios que esta clase de institucio-
Funcionamiento muy completo del que des- nes proporciona.
pués nos ocuparemos. Sabido es, que estas sociedades, sin auxilio
de nadie absolutamente, tienen montadas mag-
Se trató de conseguir financiación ajena para nificas Compañías de Bomberos, tan bien mon-
colaborar en el mantenimiento de la Compa- tadas y uniformadas, que compiten con las de
ñía, y se instruye a los restantes Servicios Mu- los Ayuntamientos y aun las del Gobierno.
nicipales en el modo de colaborar con los Teniendo en cuenta las razones expuestas, y
Bomberos en situaciones de siniestro. que por último a este Municipio le sería imposi-
ble llevar a cabo tan laudable obre sin no
cuenta antes con la ayuda de los elementos ci-
El promotor de esta etapa vuelve a ser nue-
tados, tengo el gusto de significarle, para que
vamente D. Luciano Samperez, que sería a su vez lo haga a la Sociedad que tan digna-
nombrado Jefe de la Compañía Municipal de mente representa, que se sirva manifestarme
Bomberos el 22 de agosto de 1880. con que cantidad podrá coadyuvar para el plan-
teamiento de citada Compañía de Bomberos.
Previa a la constitución definitiva, se mantu- Dios A..
vieron abundantes contactos tratando de con-
seguir apoyo económico de otras entidades.

28
Las sociedades Amigos del País, Casino de
Badajoz, y Liceo de Artesanos, son otras de
las contactadas, así como la Junta de Comer-
cio.

Otra cita curiosa, en la comunicación a ésta


última, es la que sitúa en esta fecha la conclu- Sr. Arquitecto de este Excmo Ayunta-
sión de las obras de instalación de una red de miento
En 21 de Agosto de 1.880
agua en la ciudad. La carta utiliza una compa-
El Excmo Ayuntamiento de mi presidencia
ración muy poética: “… las aguas, como la
ha tenido a bien nombrar en su sesión de 22
sangre de nuestras venas, circula por las arte-
del corriente Jefe de Bomberos municipales
rias de nuestras calles.”
a Don Luciano Samperez.
Lo que tengo el gusto de participar a Vd. a
La Diputación Provincial también recibió un
fin de que llegada la oportunidad de que ten-
requerimiento de colaboración económica.
gan aquella que prestarnos servicios, se per-
sone en el sitio en que ocurra el siniestro y
No consta en la documentación consultada,
contribuya con sus especiales conocimientos a
si la colaboración económica se llegó a pres-
hacerlos mas eficaces, imprimiendoles una di-
tar. Solo consta una negativa al efecto del
rección acotada con la indicación del estado
Liceo de Artesanos, sociedad cultural y recre-
de seguridad de los edificios incendiados y de
ativa de gran prestigio en el Badajoz de esa
las partes de los mismos para aislar el fuego
época.
y evitar progresos causando derribo poste-
rior.
Las buenas intenciones con las que se
Dios guarde a V.
arrancó en dicha época, hicieron que se man-
Juan Calleja
tuviese incluso correspondencia internacional
con fabricantes de material contra incendios,
como fue el caso de la mantenida con la em-
presa Le Melle, sucesor de Jacques Lorin De-
lacour, ubicada en la Rue de la Fidelité, 3, de
Paris. Sr. Inspector de la Guardia Municipal
Agosto, 24 de 1880
En la preparación de la organización se rea- Desde esta fecha se pondrá V,.con las es-
lizó un gran esfuerzo, incluso documental. cuadras de su cargo, a disposición del Sr.
Consta una cita al Reglamento de Bomberos Jefe de la Sección de Bomberos D. Luciano
de Granada, que se estudió por los responsa- Samperez en todos los casos que se ocurran
bles de la constitución del Servicio, si bien no de incendios, hundimientos e inundaciones, a
fin de prestarle los auxilios que para el servi-
se conserva el citado documento.
cio de tales siniestros le reclame.
Badajoz...
Todos los Servicios Municipales recibieron
instrucciones de ponerse a disposición del Jefe
de Bomberos en caso de siniestro, y así, el En-
cargado de la Sección de Barrenderos, el Ins-
pector de la Guardia Municipal, el Capataz
Guarda de Almacén de Material, el encargado
de la cuba de riego, y el Arquitecto Municipal,
reciben órdenes del Alcalde de Colaborar y de
poner a disposición del Jefe de Bomberos sus
conocimientos y los medios a su cargo, perso-
nándose en los siniestros para colaborar con
los Bomberos en las intervenciones.

29
EL PRIMER UNIFORME OFICIAL

Se aprueba el día 8 de noviembre de 1880 el primer uniforme oficial de los Bomberos, del que
no se conservan imágenes, pero sí una descripción textual:
• Casco de Zapador Bombero como los que se usan en Madrid
• Guerrera color de ceniza, con vueltas de pelo y cuello derecho grana
• Pantalón del mismo color, con dos franjas estrechas de grana

La referencia al cuello “derecho”, la interpretamos como cuello alzado.

Los uniformes no eran aún suministrados por el Ayuntamiento, sino que debían proveerse de
ellos, a su costa, los propios Bomberos, aunque a partir de la aprobación del Reglamento, fue el
Ayuntamiento el que los costeaba.

Parte de un catálogo en poder de la Brigada de Bomberos, en el que se reproducen


diversos uniformes usados por los bomberos de la época y que debieron servir de
base para el diseño del uniforme de los bomberos de Badajoz, del que no se ha
localizado ningún registro gráfico.

30
LA CAMPANA DE ESPANTAPERROS

Otra referencia curiosa del citado año de 1880


es la relativa a la destrucción y proyecto de re-
fundición de la campana que se utilizaba habi-
tualmente para dar las señales de incendio.

La misma era conocida con el nombre de cam-


pana de Espantaperros, y había sido trasladada
desde la Torre del mismo nombre, situada en la
Alcazaba, hasta el nuevo edificio del Ayunta-
miento construido sobre el emplazamiento del
anterior, en el Campo de San Juan, hoy Plaza de
España, en el año 1856.

Se decía que la campana en cuestión, que


tenía un extraño son por estar cascada, se había
venido utilizando para advertir a los vecinos de
las incursiones de los moros, por lo que se le atri-
buía una gran antigüedad, aunque investigacio-
nes posteriores determinaros que fue fundida en
1517, aunque probablemente aprovechando res-
tos de alguna antigua campana de tiempos de la
Reconquista.

La destrucción de la campana de Espantape- La campana encargada de dar la señal de in-


rros trajo una gran polémica, porque algunos la cendio estuvo inicialmente en la Torre de
consideraban una pieza histórica de gran valor. Espantaperros, y después fue trasladada al
edificio del Ayuntamiento en el Campo de San
Juan, hoy Plaza de España.
Como se destruyó golpeándola con un mazo,
estando colocada sobre su propia espadaña,
cuentan las crónicas que los vecinos sufrieron un
gran espanto, pensando que los golpes dados Sr. Presidente del Iltr. Cabildo Catedral.
Día 19 de Junio del 1880
para destruirla avisaban de algún enorme incen-
Consecuentemente con las autorizaciones
dio o de otro evento de extraordinaria importan- que V.S. se dignó conceder a petición de este
cia. Municipio, desde que se destruyó la campana
conocida con el nombre de Espantaperros, se
A raíz de la destrucción de la campana de Es- han venido haciendo por una de las de esa
pantaperros, fue el campanero de la Catedral el Sta. Iglesia Catedral las señales de incendio
responsable de dar las señales de incendio, tras en los casos ocurridos desde entonces, den-
una petición del Alcalde aprobada por el Cabildo tro de la ciudad o de su término, en estricta
Catedralicio. sujeción a las instrucciones escritas facilita-
das al campanero; más en el fuego que tuvo
lugar en la noche de ayer, a pesar del aviso
Posiblemente, un fallo de este acuerdo hizo
oportuno que por los agentes de mi autoridad
que el campanero no atendiese algún requeri- se le dio al expresado dependiente de V.S. no
miento para dar los oportunos toques de emer- hizo las señales convenidas y como estas fal-
gencia. Esto hizo que se utilizase otra campana tas pueden ocasionar perjuicio de considera-
en el Ayuntamiento, pero, a no tener suficiente ción al vecindario, ruego a V.S.
alcance el sonido por ella generada, el Alcalde encarecidamente en bien del servicio público,
volvió a requerir al Obispo para que una cam- reiterase sus órdenes al campanero de esa
pana de la Catedral diese también los toques de Sta. Iglesia Catedral para que ejecute dichas
rigor. señales, si no hubiera en ello inconveniente,
hasta que se realice la refundición de la men-
cionada campana de Espantaperros.

31
El Cabildo Catedralicio, al que el Obispo tras-
ladó la petición, acordó atenderla, si bien fijó
un plazo de seis meses como máximo, “… tér-
mino que se ha considerado suficiente para
que pueda fundirse la histórica campana de
Espantaperros que fue la destinada siempre a
dicho objeto”.

A partir de ese momento, tanto la campana


del Ayuntamiento como la de la Catedral dan
los toques correspondientes del siguiente
modo: “Señal de incendio, y, a continuación,
un toque de igual al número del distrito en el
que éste se ha producido.”

La campana de Espantaperros nunca fue


vuelta a fundir. La Campana de Espantaperros, que daba las
señales de incendio, estuvo instalada en el edificio
del Ayuntamiento hasta su destrucción. La espadaña
que aparece en este grabado fue también demolida.
SIMULACROS, PRÁCTICAS Y EXHIBICIO-
NES

La reorganización de la Compañía de Bom-


beros trajo también un cambio de su denomi- Circular
nación, pasando a denominarse Compañía de En la tarde del 25 del corriente, se efec-
Zapadores Bomberos, o Escuadra de Bombe- tuará en la Plaza de Toros de esta Capital,
ros. un gran certamen gimnástico y simulacro de
una casa incendiada por la Escuadra de Za-
Comenzaron a realizarse frecuentes ejerci- padores Bomberos, con objeto de allegar
cios programados para la formación del per- recursos para uniformarse y adquirir útiles
sonal, incluso en horario nocturno, y la para llenar los fines de su instituto.
disciplina se atiende minuciosamente, expul- Por el adjunto programa se enterará V.
sándose del Cuerpo a quienes faltaban en ex- más detalladamente del espectáculo y pre-
ceso o incumplían las normas de cios de las localidades que le ruego encare-
cidamente adquiera en el mayor número
funcionamiento establecidas.
posible, recomendando eficazmente su des-
pacho entre las personas de su familia, ami-
A fin de poder adquirir más material, se rea-
gos y conocidos, en atención al fin plausible
lizan exhibiciones en la plaza de toros, con el
que nos proponemos y que como represen-
objetivo de recaudar fondos. Estas exhibicio-
tantes de la Ciudad tenemos el deber de
nes, como la realizada la tarde del 25 de di-
patrocinar.
ciembre de 1880, es decir el día de Navidad,
El enterado de la presente ruego a mis
incluían ejercicios gimnásticos y simulacros de
compañeros se dignen firmarlo a continua-
fuego real.
ción con expresión de las localidades que
deseen se les reserve.
En la exhibición realizada el día citado, que
Badajoz, diciembre de 1880
contó con la presencia de la principales auto-
El Alcalde
ridades de la ciudad, el Alcalde, el Gobernador
Antonio Gonzalez
Civil, el Capitán General del Distrito Militar,
entre otras, se incluyó un simulacro de incen-
dio en una casa levantada sobre el ruedo a tal
efecto.

32
RETENES DE PREVENCIÓN

Comenzaron a adoptarse medidas pre-


ventivas, desplazándose una dotación de
Bomberos a los espectáculos públicos en
los que se suponía que había especial
riesgo.

El primero de estos retenes del que se


tiene noticia escrita, es el realizado en el es-
pectáculo celebrado en los salones del Con-
servatorio de la Orquesta Española,
organizado por el Ateneo de Badajoz, el día
29 de diciembre de 1880. Ambas entidades,
el Conservatorios de la Orquesta Española
y el Ateneo, eran dos de las más señaladas
asociaciones culturales del Badajoz de la
época.

EL REGLAMENTO DE 1881

Como se citaba anteriormente, la reorga-


nización de la Compañía de Bomberos en
1880, dio lugar a un movimiento en todos
los órdenes, redactándose un nuevo Regla-
mento que fue aprobado definitivamente en
1881, imprimiéndose en la imprenta de D.E.
Orduña, de la ciudad, y del que aún se con-
serva un ejemplar.

Este Reglamento tuvo en su origen dos re-


dacciones distintas, con enfoques diversos.
El primero de ellos, según redacción del
Jefe de Bomberos D. Luciano Samperez, re-
cogía profusamente la organización interna
de la Brigada, encontrándose en él una
mayor defensa y asistencia a sus miembros.
Establecía incluso una pensión vitalicia para
los familiares de los fallecidos en acto de
Servicio. Según este proyecto, los mandos
de la Brigada debían ser un Jefe Organiza-
dor o Primer Jefe, un Segundo Jefe, y cinco
Cabos que serían los Jefes de otras tantas
Secciones.

Las Secciones contempladas en el pro-


yecto de Reglamento de Luciano Samperez eran:
• Una Sección de Socorro, cuyos integrantes eran gimnastas
• Una Sección de Corte, cuyos cinco integrantes se debían encargar de abrir pasos, de los des-
escombros, etc.
• Dos Secciones de Bombas, con tres individuos cada una, y
• Una Sección de Cerco, cuya misión era evitar que los no integrantes de la Brigada estorba-
sen los trabajos de ésta.

33
La parte organizativa de este proyecto de Capítulo 4º
Reglamento sirvió para regir el funcionamiento Del ataque de los fuegos
de la Brigada, hasta la aprobación del defini- Art. 35. Se procurará siempre en todo in-
tivo en 1881. cendio echar las llamas de dentro a fuera y
con este objeto la entrada, a ser posible, se
Sin embargo, este Reglamento no fue el de- hará por los portales a los pisos bajos, por
las trastiendas a las tiendas y por las esca-
finitivamente aprobado, sino otro de carácter
leras a los pisos altos, para conservar de este
más técnico, en el que el Arquitecto Municipal modo las salidas.
aparece como Jefe Facultativo de la Brigada, Art. 36. Solo en último caso se entrará por
aunque la responsabilidad directa de la misma las ventanas, a fin de evitar que, estable-
sigue asignada al Jefe Organizador, que tiene ciéndose una corriente de aire de fuera a
a su cargo la instrucción y gobierno de aquella, dentro, se comunique el fuego a las habita-
y la custodia de los materiales. ciones interiores y escaleras, y sean más di-
fíciles los establecimientos.
El Arquitecto Municipal, como Jefe Faculta- Llegado el caso extremo de tener que pe-
tivo, inmediatamente bajo el Alcalde o su De- netrar por las ventanas, se utilizarán al
efecto las escalas de garfio.
legado, solo tiene como funciones los informes
de las solicitudes de ingreso y sobre las ad-
quisiciones de material. Algunos artículos del Reglamento de la Bri-
gada de Bomberos de Badajoz de 1881
Aparece también, curiosamente, en orden je-
rárquico por encima del Jefe Organizador, el
Capellán del Ayuntamiento y los Médicos de la Capítulo 8º
De los fuegos en sótanos y bodegas
Corporación, cargos, estos dos últimos, que
Art. 46. Para atacarlos se principiará por
llevaban aparejados la exención de todas las cerrar todos los respiraderos a fin de evitar
cargas municipales, beneficio del que no dis- que se establezcan corrientes de aire.
frutaban ni los mandos de la Brigada ni los Art.47. Practicada la operación anterior, se
Bomberos. tomarán noticias de los habitantes sobre el
modo de llegar al sótano, recodos que haya,
El Servicio sigue siendo voluntario, estable- obstáculos que puedan encontrarse en el ca-
ciéndose solo compensaciones económicas mino y naturaleza de las materias en com-
en caso de intervención, y premios por acudir bustión.
pronto al lugar del siniestro, persistiendo lo ya Art. 48. Enseguida los individuos de la Bri-
gada, encargados del ataque al fuego, se cu-
establecido en años anteriores de asistencia
brirán la boca y nariz con un pañuelo
médico-farmacéutica gratuita para los Bombe- empapado en agua y vinagre, fijarán una cla-
ros y sus familiares, y la preferencia para ob- vija de hierro a la entrada del sótano y bo-
tención de empleos municipales. dega, sujetarán a ella una cuerda delgada,
que cogerán con la mano derecha y marcha-
La dotación que establece este Reglamento rán de espalda con el cuerpo muy cerca del
es de veintidós individuos y el Jefe, estructu- suelo, para respirar la capa de aire menos
rada en tres Secciones, la 1ª de Bomberos, las cargada de humo, pues este tiende siempre a
2ª de Zapadores, y la 3ª de Cuberos. ocupar la parte superior y la corriente de
aire, que el fuego establece, rasa la superfi-
cie del terreno.
Este Reglamento, que carece de los matices
....
y detalles organizativos del proyecto inicial- Art. 52. Luego que se crea próximo a ex-
mente presentado por Luciano Samperez, tinguirse el fuego, se harán abrir los respi-
tiene, sin embargo, un aspecto técnico muy ex- raderos para que salga el humo, aumentado
tenso, ya que establece con gran minuciosidad considerablemente con el agua que se haya
la forma de atacar los incendios, describiendo arrojado y se entrará en el sótano o bodega
el tipo de material necesario, el reconocimiento, con una luz, apagada la cual, se retirarán los
la forma de establecimiento y alimentación de individuos de la Brigada por ser esta señal
las bombas, y el sistema de ataque según el evidente de ser allí todavía la atmósfera
tipo de incendios. irrespirable.

34
En concreto se establecen cinco clases de in-
cendio:
• Fuegos de sótanos y bodegas
• Fuegos de los pisos bajos, almacenes, tien-
das y tinglados
• Fuegos en los pisos altos
• Fuegos en los desvanes, buhardillas y teja-
dos, y
• Fuegos de chimeneas.

En el manuscrito original de la versión definiti-


vamente aprobada aparecía otra división, la co-
rrespondiente a fuegos de campo y campiña,
que sin embargo no apareció en la edición final-
mente impresa.

Esta parte del Reglamento constituye un ma-


nual muy completo de lucha contra incendios,
según el tipo de construcción y los medios de la
época, que incluso en la actualidad aporta deta-
lles de interés para la formación de los Bombe-
ros en incendios que ocurran en antiguos
edificios en los que la madera es ele elemento
fundamental de la construcción.

Portada del Reglamento manuscrito de


Luciano Samperez, que sirvió de base
para el definitivamente aprobado.

Capítulo 12º
De los fuegos en chimeneas
Art. 71. Reconocida la chimenea incendiada, se cerrarán las puertas y ventanas para evitar que
el aire de la habitación alimente la combustión del hollín, se limpiará con una escoba el cañón a la
mayor altura posible y se colocará inmediatamente delante de ella una sábana o manta mojada,
cuya humedad se renovará con frecuencia, si estuviese en contacto con el hollín incendiado, para
impedir también el paso del aire a través del tejido.
.....
Art. 73. Si cerrados al aire todos los conductos conocidos, el fuego sigue, sin embargo, con
fuerza, uno de los bombeos, provisto de la correspondiente hacha, trepará sobre la cubierta y tra-
tará de ganar la cabeza de la chimenea, destruyendo lo menos posible la techumbre....
.....
Art. 74. Llegado que sea el bombero, que se encargue de esta misión a la cabeza de la chimenea,
romperá con el hacha la mitra y hará caer los escombros por el cañón abajo a fin de que, lanzados
estos con fuerza, choquen contra las paredes y arrastren consigo una parte del hollín, y echará des-
pués algunos cubos de agua por el cañón abajo o por el paso para el limpia-chimenea que dejará al
momento, con objeto de extinguir las partes del hollín que estén aún encendidas..
Art. 75. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, si el cañón de la chimenea fuese de
tubos de hierro colado o batido, no se echará agua de modo alguno para que no se abran estos con
la frialdad, sino que se cerrarán herméticamente los dos extremos para que el fuego, falto de oxí-
geno, se apague por si solo.

Parte del capítulo 12 del Reglamento de 1881,


relativo a la extinción de fuegos en chimeneas.

35
El proyecto inicial del Reglamento incluía una sección dedicada al reglamento del silbato de ór-
denes, instrumento que se utilizaba para transmitir de forma rápida las órdenes a distancia. Por
ejemplo refiere “...Para llamar al Jefe de la Sección de Socorro, será de un toque y un golpe.
Para llamar al Jefe de la 1ª Bomba será un toque y tres golpes....”, y así sucesivamente.

REFERENCIA A SINIESTROS DE LA ÉPOCA

En la documentación existente, aparecen bastantes referencias a siniestros ocurridos en esos


años, fundamentalmente aquellos en los que las características de los mismos supusieron es-
pecial riesgo para los Bomberos.

Como muestra citaremos el ocurrido el día 23 de diciembre de 1880, a las nueve de la noche,
en una vivienda de D. Juan Valladares, sita en la Plaza de Minayo, en el interior de la cual había
almacenada una importante cantidad de pólvora. La efectividad de la intervención en este in-
cendio dio lugar a un premio especial para los individuos de la Brigada.

Aparecen también en algunos de los escritos que se conservan de esa época, solicitudes del
Jefe de Bomberos de que se felicite públicamente a alguno de los miembros de la Guardia Mu-
nicipal por su colaboración con la Brigada en la extinción de incendios.

EL NUEVO PARQUE DE BOMBEROS

Por razón desconocida, no volvió a utilizarse el local que constituyó el primer Parque de Bom-
beros. La ubicación del nuevo Parque fue el nº 18 de la calle Chapín, que después de la guerra
civil cambió su nombre a Regulares Marroquíes, volviendo en la actualidad a su antiguo nombre.

Este local fue cedido gra-


tuitamente por el Jefe de
Bomberos, que era su pro-
pietario, aunque el Ayun-
tamiento acometió las
obras necesarias para
transformar una ven-
tana en puerta, de
modo que pudiesen
entrar los carros de
las bombas desde la
calle.

Situación, respecto a un plano parcial del Badajoz actual, de la ubicación del primer Parque de Bom-
beros (1) y de la ubicación que siguió a esta, en la calle Chapín, hoy Regulares Marroquíes (2).

36
LA PROFESIONALIZACIÓN: AÑO 1887

En el año 1886 se comienzan a sentar las bases para la profesionalización del Servicio, ini-
ciándose una reorganización que culminaría el 9 de octubre de 1887, fecha en la que el Ayunta-
miento, cuyo Alcalde era D. José Vacas García, aprobó un nuevo Reglamento Orgánico.

El Cuerpo adoptó la denominación de Escuadra de Zapadores Bomberos de Badajoz, que ya


había sido propuesto por Luciano Samperez en 1881.

Esta reestructuración, y el Reglamento que la reguló, presentan dos importantes novedades.


Una de ellas es el establecimiento de guardias fijas en el Cuartel de Bomberos, y otra la asigna-
ción de retribuciones fijas al personal de la Escuadra.

Nos encontramos pues, a partir de 1887, con un servicio profesionalizado, con una dotación fija
de personal.

La Escuadra se estructuró en dos Brigadas, una de Bomberos y otra de Zapadores, con cinco
operarios y un Patrón cada
una.

Se nombró Jefe Práctico


de la misma a D. Luciano
Samperez, quien, en su
instancia de solicitud de tal
puesto, alegaba haber sido
Jefe de la anterior Compa-
ñía de Bomberos, y haber
pertenecido a la Corpora-
ción de Salvadores Bom-
beros del Gremio
Humanitario de Portugal,
en la que alcanzó el cargo
de Segundo Patrón.

Como auxiliares de la
Escuadra se nombraron al
Fontanero Municipal y a
sus auxiliares, a los Ba-
rrenderos, y a un Conserje
Guarda del Parque, a los
cuales el Reglamento con-
templaba como miembros
de la misma, asignándoles
funciones concretas en
caso de siniestro.

Así, el Fontanero y sus


auxiliares debían encar-
garse de la apertura y con-
trol de las bocas de riego
que se necesitase utilizar
en los incendios, y los ba-
rrenderos eran los encar-
gado de la conducción de

37
los carros de bombas y material, y la manipulación de las palancas de maniobra de las bombas,
a fin de que los Bomberos se destinasen exclusivamente al ataque al fuego y al rescate de las
personas y bienes siniestrados o amenazados.

Se establecieron las siguientes condiciones para el ingreso en la Escuadra, según cita textual:
1º. Ser vecino de esta Capital o estar domiciliado en la misma
2º. No contar menos de 20 años ni más de 40
3º. Tener complexión sana y robusta, comprobada por reconocimiento facultativo
4º. Ser albañil, carpintero, cerrajero o gimnasta
5º. Observar buena conducta.

Se establecen como méritos preferenciales saber leer y escribir o pertenecer como suplente a
la Escuadra.

Estos suplentes actuaban


como los voluntarios de la ante-
rior etapa, colaborando en la
lucha contra los siniestros, pero
sin percibir retribuciones econó-
micas.

Habida cuenta de que el mate-


rial de lucha contra incendios
que se conservaba en poder del
Ayuntamiento, entre el que se
encontraban dos bombas de un
solo cuerpo, estaba muy deterio-
rado, se adquirió nuevo material,
según acuerdo de 1 de marzo de
1886, entre el que destacan dos
bombas de doble cuerpo con de-
pósito de aire, una escala de
garfios, una manga de las llama-
das de salvación, mangueras,
hachas y picos.

No se especifica la marca de
las bombas citadas, si bien se
mantuvo abundante correspon-
dencia con distribuidores diver-
sos, conservándose excelentes
catálogos de la época.

Cabe deducir, analizando la


correspondencia que se con-
serva y de los catálogos que se
conservan, que las bombas
fueron probablemente de fabri-
cación inglesa, y que se adqui-
rieron a través de un
distribuidor portugués.

38
LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS EN LA
ÉPOCA Escuadra de Zapadores Bomberos Munici-
pales de Badajoz
Como ya he tenido el honor de oficiar a
De la preparación técnica de los responsables S.S., el domingo 18 del pasado Marzo, tuvo
de la Escuadra de Zapadores Bomberos, dan fe lugar, bajo la dirección del S. Arquitecto Mu-
algunos documentos existentes. Se citaron ya nicipal, el reconocimiento del Teatro “Lopez
las peculiaridades del Reglamento de 1881 que de Ayala”, a fin de estudiar las entradas y sa-
explicaba minuciosamente las técnicas a seguir lidas del mismo, y la mejor manera de traba-
jar en los casos de incendio.
en los ataques a incendios, y nos detendremos Verificado este acto con toda escrupulosi-
ahora en otro interesante documento, redactado dad, resulta que este edificio se encuentra
el 1º de abril de 1888 por el Jefe de la Escuadra, en las mejores condiciones para el público,
relativo a una inspección del Teatro López de dadas sus condiciones de solidez y desahogo.
Ayala, el más importante de la ciudad, que había No obstante creo de mi deber proponer
ciertas innovaciones y mejoras, las que aún
sido inaugurado dos años antes. siendo insignificantes por su poco costo, se-
rían de suma utilidad en los casos de incen-
Este reconocimiento fue realizado a fin de es- dio, y estas son las siguientes:
tudiar las vías de evacuación del edificio y el 1. La boca de incendio que se encuentra si-
mejor modo de trabajar en el mismo en caso de tuada dentro del escenario, próxima a la
puerta falsa del mismo, deberá estar colo-
siniestro. cada en los corredores del piso superior, para
de esta manera dominar todo y dirigir el cho-
Del resultado de la detallada inspección, se de- rro de agua donde se desee; lo que no puede
ducía que las vías de evacuación del edificio re- hacerse en el sitio donde hoy se encuentra,
sultaban suficientes. Se apuntaban algunas dada la poca fuerza que tiene para elevar el
agua, y sobre todo estar puesta en el paso de
modificaciones a realizar para mejorar la seguri- todo el mundo y generalmente interceptada
dad, que incluían modificaciones de la ubicación por la colocación de decoraciones, muebles,
de una boca de incendios situada en el escenario, etc.
que podía verse obstaculizada por la colocación 2. Como quiera que las balustradas de los
de los decorados. balcones centrales del piso principal carecen
de la resistencia necesaria para fijar la
manga de salvación, es preciso la colocación
Otras mejoras de seguridad que se proponían en una de ellas de una barra de hierro para
eran el refuerzo de las balaustradas de los bal- indicado objeto.
cones centrales del piso principal, para colocar 3. En los portales del piso bajo, cerrados
una manga de salvamento, la señalización de con tabique, los cuales han de ser derribados
en los casos extremos para dar salidas al pú-
accesos de emergencia tabicados para uso de blico, deberán pintarse indicadores, a fin de
los bomberos, y la recomendación de que dos que los Bomberos no duden en un momento
miembros del personal del Teatro estuviesen del sitio donde se encuentran.
acompañando al retén de guardia de bomberos 4. Acompañando a los bomberos que están
durante las actuaciones, a fin de encargarse de constantemente de guardia durante el espec-
táculos en el piso superior, deberán estar dos
auxiliar a estos en los trabajos de manipulación maquinistas del Teatro, para que al cortar
necesarios en caso de incendio del telón o de las aquellos las suspensiones fijas del telón o
bambalinas. bambalinas que se incendiasen, puedan los úl-
timos soltar las amarras de las poleas que las
Este informe indica que la preocupación sobre sostienen, y evitar de ese modo la propaga-
ción a los demás.
el tema de los incendios no se circunscribía a la Todo lo que tengo el honor de poner en el
lucha contra los mismos, y que la prevención lle- superior conocimiento de S.S. para que , sir-
gaba más allá del simple establecimiento de re- viéndose hacerlo al Excmo Ayuntamiento de
tenes en los espectáculos. que tan dignamente forman parte, resuelvan
lo que estimen más procedente, a evitar las
responsabilidades a que hubiera lugar.
El Teatro López de Ayala había sido dotado de Dios guarde a S.S. m.a.
las medidas de seguridad contra incendios más Badajoz, 1 de Abril de 1888
avanzadas en la época. El Jefe Organizador
Luciano Samperez
El Diario de Badajoz publicaba una noticia en Sres.. Concejales encargados
del Servicio de incendios.
la que se recogían las medidas de protección

39
contra incendios de que estaba do-
tado el Teatro, con el siguiente texto:

Las precauciones contra incendios


no han sido menos atendidas que las
de la estética.

Cubre la embocadura por completo,


un telón metálico, montado con arre-
glo a las prescripciones legales y al
nivel de cuya parte superior se halla
establecido un tubo de hierro tala-
drado con pequeños y numerosos
agujeros que en caso necesario mo-
jarían aquél convenientemente y ver-
terían una copiosa lluvia sobre el
tablado de proscenio, produciendo un Arriba, el Teatro López de Ayala, en su es-
aislamiento completo entre la sala y tado inicial, abajo una imagen del escenario
el escenario.

Dos bocas contra incendios, ,pro-


vistas de sus respectivas mangas y
situadas en los ángulos de inter-
sección de los palcos de proscenio
con la embocadura a la altura de un
metro sobre el tablado, otra en el
fondo del escenario y una espa-
ciosa puerta en el mismo que abre
hacia afuera en un espacio libre de
toda edificación, completan las pre-
cauciones adoptadas en la previ-
sión de estos terribles siniestros y
ofrecen la seguridad de ser fácil y
prontamente sofocado el que por
cualquier evento pudiera iniciarse.

Y, finalmente, para terminar esta ya larga descripción, diremos que 47 grandes mecheros vul-
canos, sustentados por elegantes candelabros y la batería de 20 luces del proscenio, difunden
la claridad por todos los ámbitos de la platea; y que las escaleras y galerías también se hallan su-
ficientemente alumbradas."

El Teatro contaba también con un aljibe que recogía el agua de la lluvia, a través de desagües
y canalones, para poder ser utilizada en caso de incendio.

La carencia de energía eléctrica en la ciudad obligaba a la utilización de lámparas de petróleo


para el alumbrado del Teatro, lo que suponía un alto riesgo de incendio.

De hecho hay constancia documental de un conato de incendio, producido en 1893 durante un


espectáculo, como consecuencia de que el fuego de un quinqué de petróleo prendió unos corti-
najes de la escena. El fuego fue sofocado por la decidida actuación de uno de los bomberos pre-
sentes en la sala, evitándose que el incidente acabase en un grave incendio.

40
Los rociadores automáticos ya se instalaban a finales del siglo XIX. Sobre el escenario del Te-
atro López de Ayala, no se instaló propiamente un sistema de rociadores, sino tuberías tala-
dradas, para poder provocar una lluvia de agua sobre el escenario, en caso de incendio.

41
LOS BOMBEROS ¿FUERZA ARMADA?
GOBIERNO CIVIL DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ
Una polémica surgió en este tiempo, relativa SECRETARÍA
a si el nombramiento del personal de la Es- Vista la comunicación de V.S. de esta
cuadra de Bomberos correspondía al Ayunta- fecha, indicando la conveniencia de que los
miento, tal como especificaba textualmente el individuos que componen la Escuadra de Za-
Reglamento, o al Alcalde. padores Bomberos en esta Capital sean con-
siderados como fuerza armada en atención a
A fin de que pudiesen ser nombrados por que tienen que usar ciertas herramientas que
este último, se utilizó un aspecto contemplado pueden considerarse como armas, he acor-
por la Ley Municipal en vigor, que, en su artí- dado acceder a lo que V.S. interesa en su ci-
tado oficio, y autorizar a ese Ayuntamiento
culo 74, confería a los Ayuntamientos la facul-
para que desde luego organice la referida es-
tad del nombramiento de los empleados cuadra con el carácter y las condiciones de
municipales, a excepción de los agentes de vi- fuerza armada, a los efectos de la Ley.
gilancia municipal que usasen armas. Dios guarde a V.S. muchos años.
Badajoz, 19 de Agosto 1888
Por parte de la Alcaldía, se esgrimió el argu- (Firma ilegible)
mento de que los bomberos eran un cuerpo de
vigilancia municipal por sus misiones de pre-
vención, y que utilizaban herramientas que pu- AYUNTAMIENTO DE BADAJOZ
dieran tener la consideración de armas, tales Sesión de 29 de Agosto 1888
como los picos, hachas, etc. Dada cuenta al Ayuntamiento la orden que
antecede quedo enterado, protestando el Sr.
Osorio de los nombramientos hechos por el
La polémica desatada en la Corporación, Alcalde.
entre los Concejales Inspectores de la Escua- El Alcalde
dra, D. Manuel Sito y D. Miguel de la Torre, y el José Vacas
Alcalde, D. José Vacas, acabó resolviéndose (Hay otra firma ilegible)
a favor de éste, al dictaminar el Gobernador
Civil aceptando los criterios antes citados, y
dando a la Escuadra de Zapadores Bomberos
la consideración de fuerza armada. Ocurría
GOBIERNO CIVIL DE LA PROVINCIA DE BADAJOZ
esto en septiembre de 1888. SECRETARÍA
En la comunicación que pasé a V.S. con
El dictamen del Gobernador Civil fue definiti- fecha 19 de Agosto último, se autorizaba al
vamente refrendado al siguiente año, por una Ayuntamiento de su digna Presidencia para
Real Orden de Su Majestad, expedida al Ayun- que desde luego organizara la Escuadra de
tamiento por el Ministerio de la Gobernación, Zapadores Bomberos con el carácter de
considerando correcto el nombramiento de la fuerza armada; siendo esto un hecho, claro
Escuadra de Bomberos como Fuerza Armada, se está, que a la Corporación municipal co-
lo que zanjó definitivamente la polémica. rresponde determinar el número de indivi-
duos que ha de componer la Escuadra, y a
V.S. compete hacer los nombramientos, en
uso de las facultades que le concede el artí-
EL REGLAMENTO DE LAS SEÑALES DE culo 74 de la vigente Ley municipal, quedando
SILBATO evacuada así la consulta que V.S. me hace en
su oficio de fecha 14 del presente mes.
Las comunicaciones han sido, y siguen Dios guarde a V.S. muchos años.
siendo, parte fundamental en el ejercicio de las Badajoz, 17 de Septiembre 1888
labores de los Bomberos. Ya habíamos citado (Firma ilegible)
anteriormente los problemas ocasionados por
la deficiencia de las señales de alarma dadas
por las campanas, uso que siguió en vigor,
siempre con problemas, hasta el estableci-
miento del teléfono.

42
La comunicación entre los miembros de la Escuadra durante los siniestros se resolvía mediante
toques de silbato.

Se conserva un curioso y simpático documento denominado “Reglamento de las señales de


pito para el servicio de incendios”, que recoge, en expresión literal onomatopéyica todos los to-
ques, desde los de llamadas a todos y cada uno de los miembros de la Escuadra, con toques di-
ferenciados según sus cargos, hasta misiones y herramientas, así como los correspondientes a
los movimientos a realizar durante el ataque al fuego.

Aunque viendo escritas estas onomatopeyas, tal como “Riiii…eeeo…ooo” no podemos hoy en
día reprimir una sonrisa, no cabe duda de que en su día debieron tener una indudable utilidad,
aunque es de suponer que se necesitaba una habilidad especial para traducir a sonidos estas ex-
presiones y para interpretarlas al escucharlas.

Reproducción parcial del Reglamento de las señales de pito


para el servicio de incendios

43
LAS RAÍCES DE LOS BOMBEROS EN LA CIU-
DAD

Como reflejan las páginas anteriores, la Escua-


dra de Bomberos fue, poco a poco, ligándose a la
vida de la ciudad desde el momento de su crea-
ción.

Su participación fue siendo creciente, no solo


desde el punto de vista de su intervención en si-
Excmo. Sr.
niestros de todo tipo, sino, asimismo, integrán- Los Concejales que suscriben, inspectores
dose en otras actividades ciudadanas. de la Escuadra de Zapadores Bomberos de
este Ayuntamiento, tienen el honor de pro-
Las obras de infraestructura influyeron definiti- poner a V.E. se sirva acordar que, para mejor
vamente en la misión encomendada a este servicio de la citada escuadra, se adquieran
Cuerpo. Algunas de ellas se realizaron con el fin cien metros de tubería de lona, con objeto
de facilitar su labor, tal como la instalación de de poderlos empalmar con las bocas de riego
bocas de riego, de las cuales solo en 1889 se ins- y combatir con más facilidad cualquier si-
talaron 50 en la ciudad, y cuya finalidad era faci- niestro en la parte interior del edificio que
ocurra.
litar el combate contra los incendios, según
Casas Consistoriales de Badajoz, a diez y
consta en los acuerdos municipales al respecto. ocho de Octubre de mil ochocientos ochenta
y ocho.
Otras facilitaron indirectamente su trabajo, al Firman Manuel Sito y Miguel de la Torre.
mejorar el trazado urbano, la calidad de las cons-
trucciones o de la red viaria, o bien al disminuir
los riesgos de incendio. Sesión de 24 de Octubre de 1888
Dada cuenta al Ayto. de la proposición que
En ese mismo año de 1889, se solicitó de la em- antecede, acordó adquirir el nº de metros de
presa del Ferrocarril que facilitase agua para una tubo de goma que se indican, cuyo costo se
abonará con cargo al capítulo 2º parte 5ª del
red de bocas de riesgo en la incipiente Barriada
ppto. corriente.
de la Estación, a lo que se negó dicha empresa. José Vacas.

La disminución de riesgos resultó muy sensible


a partir de la instalación del alumbrado eléctrico.
En 1888 ya había una red de bocas de riego
Hasta 1890, el alumbrado, tanto público como que se usaba para combatir incendios.
domiciliario, se basaba fundamentalmente en la
combustión de líquidos inflamables tales como
petróleo o aceites minerales o vegetales. El aceite
de oliva fue uno de los combustibles utilizados
para alumbrado público.

Sin embargo, en 1889, año significativo para la


historia de la ciudad, el Ayuntamiento contrató con
la empresa Augusto Laverré y Cia, de Oporto
(Portugal), la instalación de la luz eléctrica, insta-
lación cuya primera etapa concluyó el 21 de enero
de 1871 y que fue puesta en servicio el mismo
mes, si bien no consta en los archivos consulta-
dos por el autor que se realizase ningún acto es-
pecífico de inauguración.

44
A partir de dicha fecha, aunque muy lenta-
mente, el alumbrado eléctrico fue extendién-
dose, primero sustituyendo progresivamente al
alumbrado público de petróleo, luego introdu-
ciéndose en edificios oficiales, y posterior-
mente llegando a edificios particulares.

El año de 1889 fue también el año de insta-


lación del tranvía, que en nuestra ciudad fue
siempre de tracción animal. Aunque el pro-
yecto inicial de instalación fue más extenso, la
línea solo llegó a instalarse desde la Barriada
de la Estación hasta el centro de la ciudad, con
unas obras que crearon bastante polémica en
la época por su lenta realización, entorpeci-
miento de la vía pública con los raíles, y por
sus deficiencias técnicas que tardaron en sub-
sanarse.

El fuego fue también protagonista de excep-


ción en este año de 1889. Una grave epidemia
de difteria ocurrida en la ciudad, que causó
muchas víctimas, hizo que se adoptase como
medida preventiva la quema de ropas y ense-
res que habían estado en contacto última-
mente con los fallecidos, por lo que
desgraciadamente proliferaron las hogueras
con tan triste motivo.

El Ayuntamiento ayudó a las familias afecta-


das con subvenciones de igual valor a los ajua-
res quemados.

Quizás el uso del fuego como elemento puri-


ficador fue una de las circunstancias que hi- Un tranvía de caballos, junto a la Catedral, en
cieron que los incendios fuesen frecuentes en una fotografía de principios del Siglo XX.
ese años, de modo que se adoptaron algunas
medidas preventivas para tratar de atajar tales
desgracias.

La quema de rastrojos en el término munici-


pal solo se autorizaba bajo oportunas medidas
de control. También se dictaron normas espe-
cíficas para la construcción de los aguaduchos,
quioscos de bebidas típicos en el época, a raíz
del incendio ocurrido en uno de ellos estable-
cido junto a la Puerta del Pilar, y con el fin de
evitar otros siniestros similares.

Los incendios fuera del casco urbano resul-


taban problemáticos de extinguir, debido, ade-
más de la distancia a recorrer, al problema del
abastecimiento de agua. Esto hizo necesario

45
en algunos casos el alquiler de carros con
cuba. Tal fue el caso del incendio ocurrido en
mayo de 1889 en una cantina situada en la hoy
carretera, antes camino, de Sevilla.
Escuadra de Zapadores Bomberos Munici-
Este problema de carencia de medios ade- pales de Badajoz
cuados para el transporte de agua, provocó la
adquisición de una cuba de riego, aunque esta El lunes 25 del actual, a las dos de la tarde,
adquisición se demoró dos años, pues no se si el tiempo lo permite, tendrá lugar en la
plaza de toros, instrucción práctica y esca-
concretó hasta finales de 1891.
les, por la Escuadra de mi cargo,
Lo que tengo el honor de comunicar a V.S.
Pero en ese año tampoco el patrimonio mu- a los efectos oportunos.
nicipal se libró del fuego. El mes de septiembre Dios guarde a V.S. m.a.
se produjo un incendio en el Matadero Munici- Badajoz, 22 de Marzo de 1889
pal. No obstante, en esta época los edificios El Comandante
municipales ya estaban asegurados contra in- Luciano Samperez.
cendios, existiendo una partida específica para
este fin en el presupuesto municipal ordinario. Sr. Alcalde Presidente del Excmo. Ayunta-
La compañía de seguros La Unión y el Fénix miento de Badajoz
Español, en la que estaban asegurados los
edificios municipales, se hizo cargo de los
daños ocasionados por dicho incendio.
Excmo. Sr.
El primer miembro de la Escuadra fallecido
Los Concejales que suscriben encargados
en activo fue el conserje, encargado del Cuar-
de la inspección de la escuadra de zapado-
tel y del mantenimiento del material, hecho que
res bomberos de este Municipio, emitiendo
ocurrió en febrero de 1889, siendo sustituido
el informe que V.E. se ha servido encomen-
al mes siguiente. Este nombramiento inme-
darles, tiene el honor de manifestarle que
diato para sustituir una baja, con objeto de
han reconocido detenidamente las prendas
mantener adecuadamente dotada la Escuadra,
que constituyen el uniforme de los indivi-
es un hecho significativo de la importancia que
duos de aquella, observando que necesitan
a la misma daba la Corporación Municipal. una pronta reparación, pero más especial-
mente los pantalones, que están rotos y
A principios del siglo XX, ese interés decayó, manchados, los cuales deben sustituirse con
ocurriendo en algunas épocas que la plantilla otros de paño para la asistencia al teatro y
estuvo muy disminuida, tardándose habitual- a las instrucciones, quedando para las fae-
mente mucho tiempo en cubrirse las bajas que nas los que hoy tienen.
iban produciéndose.
Badajoz, 18 de Octubre 1888
Otro hecho anecdótico que ocurrió por pri- Manuel Sito y Miguel de la Torre
mera vez en 1889, pero que después se repi-
tió varios años, fue la inclusión dentro del
programa de la Feria de la ciudad, que en Sesión de 24 de Octubre de 1888
dicha época se celebraba en agosto, de una Dada cuenta al Aytº de la proposición que
exhibición de los Bomberos. antecede, acordó, como en la misma se pide;
debiéndose construir 33 pantalones, paga-
La primera de estas exhibiciones públicas en dero su importe del capítulo de imprevistos
la Feria, supuso una gratificación de 25 pese- el presupuesto corriente.
tas para cada miembro de la Escuadra.
El Alcalde
José Vacas.
La ciudad también sufrió en esta época de
incendios provocados. Uno de ellos, que
acabó con el procesamiento de sus autores,
ocurrió en una zona llamada Barrio del Pinar, y

46
fue provocado por unos leñadores como reac-
ción a que se lo confiscaron las hachas por un
guarda, al descubrirlos realizando una poda
clandestina. Este hecho ocurría en julio de 1891,
año en el que se inició la construcción de la ca-
rretera de circunvalación a la ciudad, bajo la Al-
cazaba.

TRASLADO DEL PARQUE DE


BOMBEROS

En el año de 1891, las depen-


dencias destinadas a los Bombe-
ros, que habían estado ubicadas
en un local cedido al efecto por el
propio Jefe de la Escuadra, se
trasladaron a un local habilitado en
los bajos del Palacio Municipal.

En ese mismo año se acordó re-


novar, con cargo al presupuesto
municipal el vestuario de los bom-
beros, compuesto por blusas, pan-
talones y quepis.
En 1891, se abandonó el local de la
calle Chapín y el retén de Bomberos se
LOS BOMBEROS EN LOS ACTOS DEL trasladó a los bajos del edificio del
CUARTO CENTENARIO DEL DESCUBRI- Ayuntamiento
MIENTO DE AMÉRICA

El año de 1892 se conmemoró el Cuarto Cen-


tenario del Descubrimiento de América, con la
celebración de muy variados actos, entre los que
destacó una Feria Regional, con exposiciones y
certámenes diversos.
El año de 1889, que tuvo una gran
Entre los actos programados para festejar tal importancia para la Escuadra de Bom-
evento, también se incluyó un certamen de gim- beros y para la ciudad, tuvo a escala
nasia en el que participaron miembros de la Es- nacional un hecho que causó sensa-
cuadra de Bomberos, muy avezados en esta ción: el invento de un submarino por D.
disciplina. Isaac Peral, a quien la Corporación
Municipal se dirigió en dos ocasiones,
una para felicitarle por el invento de la
INUNDACIONES EN 1892 “navegación submarina” y la otra por
el éxito obtenido en las pruebas del
Sin embargo, el año se inició con un temporal “buque submarino”, atenciones que
de lluvias que produjo importantes inundaciones fueron agradecidas por tan insigne in-
en las zonas próximas al río, lo que hizo que se ventor.
mantuviese durante varios días una guardia per-
manente de Bomberos en las zonas bajas de la
ciudad, con objeto de rescatar a personas y en-
seres afectados por la crecida del nivel de las
aguas del Guadiana.

47
Los Bomberos, que además de su trabajo como tales, que les aportaba una retribución mínima,
tenían otras actividades profesionales para acrecentar sus ingresos, debieron abandonar total-
mente estas últimas debido a la situación de emergencia planteada. Esta dedicación y el penoso
esfuerzo de aquellos duros días, fue reconocido y premiado por la Corporación Municipal

LA LLEGADA DEL SIGLO XX

La llegada del nuevo siglo tuvo, a nivel municipal, escasa repercusión oficial.

En los primeros años del siglo XX, la Brigada de Bomberos no tuvo tampoco especial atención
por parte de la Corporación, lo que se refleja en la escasez de acuerdos municipales relativos a
la misma, y a la congelación de las consignaciones presupuestarias a ella destinadas.

La cuestión más significativa fue una breve polémica, que no llegó a plasmarse en acuerdo en
ningún sentido, tras la propuesta de un grupo de concejales de establecer una tasa especial a
pagar por el afectado o por la compañía de seguros para los incendios ocurridos fuera del casco
urbano que fueran atendidos por la Brigada de Bomberos. Se proponía que la tasa estuviese en
función del mayor desgaste del material, ya que, en algunos casos, las distancias a recorrer eran
muy importantes y por caminos en mal estado.

Tuvo que llegar un suceso trágico, el día 13 de enero de 1909, en el que se produjo un incen-
dio en la calle Menacho que causó la muerte a dos niños, y del que fueron salvados otros tres,
para que volviese a prestarse atención a la Escuadra de Bomberos, proponiéndose una reforma
y modernización de la misma y de sus utensilios. Esto se plasmó en un acuerdo municipal en tal
sentido tomado el día 24 de marzo de ese año.

No obstante, pronto cayó en


el olvido esa buena voluntad. El
año transcurrió sin que se diese
cumplimiento al citado acuerdo,
y el 12 de marzo de 1910, casi
un año después, se acordó
aplazar la cumplimentación del
mismo en tres de sus puntos,
concretamente en lo referido al
establecimiento de un nuevo
Cuartel, la adquisición de una
escalera telescópica y la insta-
lación de teléfonos. La pro-
puesta de instalación de
teléfonos para avisar a los
Bomberos, que no llegó a eje-
cutarse, incluía la instalación de
4 aparatos, en otros tantos dis-
tritos. Un tranvía de caballos pasando sobre el
puente viejo, con el río Guadiana crecido.
El presupuesto de la Escuadra para el año 1910 ascendía
a 6.500 pesetas, parte del cual no se ejecutó, y se rebajó en años sucesivos, de modo que al año
siguiente solo se asignaron 4.739 pesetas al mantenimiento de los Bomberos.

48
La adquisición de la escalera fue acordada en julio de 1911, resultando propuesta una “esca-
lera Magirus tipo E.O. para tiro a brazo, con carro de dos ruedas y freno automático en el torno
de despliegue”. Habían pasado más de dos años desde el acuerdo inicial.

En dicha época
dirigía la Escua-
dra D. Armengol
Samperez Ladrón
de Guevara, hijo
del anterior Jefe
de Bomberos, D.
Luciano Sampe-
rez, que por en-
tonces también
era Profesor y Di-
rector de la Aca-
demia de
Gimnasia, como
lo había sido an-
teriormente su
padre.

Fueron estos
años de gran agi- Fotografía de 1905, correspondiente a una
tación política en el Ayuntamiento pacense, como recepción al rey Alfonso XIII. Al fondo, junto a
puede desprenderse de las interminables discu- la fachada de la catedral puede observarse
siones que constan en los libros de Actas munici- la escala de que disponían los Bomberos.
pales, en los que quedaron reflejados ataques
dialécticos personales, algunos muy duros, entre
los concejales de las distintas facciones políticas.

En medio de dichas tensiones, la Escuadra de Bomberos continuó la labor encomendada, pero


perdiendo sensiblemente importancia a nivel local los asuntos con ella relacionados.

Los presupuestos se mantuvieron muy reducidos año tras año, sin apenas incremento, por lo
que la efectividad operativa fue paulatinamente decreciendo.

Esta situación no fue modificada por el incendio ocurrido en el propio Palacio Municipal la noche
del 24 de enero de 1913, cuyas consecuencias no fueron más importantes por la presencia en la
planta baja del mismo edificio del retén nocturno de Bomberos, ya que, desde 1891 el Cuartel de
Bomberos tenía allí su sede.

El fuego afectó a las oficinas de Contaduría, y la compañía de seguros La Unión y el Fénix, con
quien tenía contratado el Ayuntamiento los seguros de incendio de los edificios municipales,
abonó la cantidad de 309 pesetas por los daños ocurridos.

En dicho año de 1913 se adjudicaron las primeras obras de asfaltado de calles en la ciudad, re-
alizadas por la empresa Fomento de Obras y Construcciones, de Barcelona.

49
EL PRIMER ACCIDENTE LABORAL

Aunque no llegó a contratarse, en este mismo año de 1913 se sometió a consideración la po-
sibilidad de contratar una póliza de accidentes para los bomberos, con la Caja de Previsión y So-
corros de Barcelona.

Ya cuatro años antes, el 23 de agosto de 1909, el Ayuntamiento otorgó al bombero Francisco


Viñuelas, una indemnización de 56,60 pesetas para abono de gastos médicos y farmacéuticos,
así como en concepto de compensación económica por un accidente laboral.

La compensación económica aprobada fue de la mitad de los jornales perdidos en los 17 días
en que el accidentado no pudo trabajar. El jornal del accidentado en dicha época era de cuatro
pesetas diarias, así que la indemnización recibida fue de 34 pesetas.

El accidente en cuestión ocurrió en la plaza de España, frente al Café La Estrella, al tratar de


salvar a un niño que cayó entre las ruedas del carro de material de la Escuadra de Bomberos, que
se desplazaba a un servicio.

Prácticas de los Bomberos en las orillas del Guadiana, en los


primeros años del Siglo XX

50
EPÍLOGO
El Siglo XX en España estuvo marcado por el enorme impacto de la Guerra Civil, que en Ba-
dajoz adquirió un especial significado.

Antes de ese triste periodo de la historia, los Bomberos de Badajoz fueron poco a poco intro-
duciéndose en el mundo moderno. Se compró la primera bomba motorizada, el primer camión de
bomberos, ambos con motor de gasolina, pero las técnicas y la formación se mantuvieron muy
parecidas a las del siglo anterior.

La tradición gimnástica se mantuvo y los bomberos tenían a gala su preparación física.

La introducción del automóvil y el teléfono cambiaron el panorama de las actuaciones, que pu-
dieron ser más rápidas y efectivas. Esta capacidad de ser avisados a distancia y de poder des-
plazarse muy lejos en poco tiempo, también hizo que los Bomberos de Badajoz fuesen requeridos
para intervenir en otras localidades de la provincia que no tenían Servicio de Bomberos.

La Guerra Civil supuso la ruptura de muchas vidas, ilusiones y proyectos. El que había sido
Jefe de la Brigada de Zapadores Bomberos de Badajoz, D. Armengol Samperez Ladrón de Gue-
vara, fue fusilado el 13 de octubre de 1936, dos meses después de la toma de Badajoz por las
tropas del General Yagüe.

El Teatro López de Ayala, un símbolo de la ciudad, resultó destruido a consecuencia de un in-


cendio provocado por las tropas de ocupación, para desalojar a milicianos que se había refu-
giado en él y que combatían desde su terraza.

Pero este período de sombras con que finalizó la primera mitad del siglo XX, contrasta ex-
traordinariamente con el desarrollo del los Bomberos de Badajoz a finales de ese mismo siglo.

Los años finales del siglo XX supusieron el despegue del Servicio Contra Incendios y de Sal-
vamentos de Badajoz, y su reconocimiento no solo nacional, sino también internacional. Bada-
joz se ha hecho conocida en todo el mundo por el trabajo de su Servicio de Bomberos.

De ello me siento especialmente orgulloso. El año en que esta parte de la historia de Badajoz
ve la luz por primera vez, se cumplen 140 años de la fundación de los Bomberos en nuestra ciu-
dad, pero también se cumplen 30 años de mi llegada al Ayuntamiento. Treinta años dirigiendo este
Servicio al que he dedicado muchos desvelos, mucho esfuerzo, grandes alegrías y bastantes
sinsabores. Pero todo ha merecido la pena.

Esa segunda parte de la vida de los Bomberos de Badajoz puede enorgullecer a todos los ex-
tremeños y debe ser bien conocida.

Pero esa es otra historia, que será contada en su momento.

Badajoz, mayo de 2009


140 años después

Fernando Bermejo Martín


Inspector Jefe del Servicio de Bomberos de Badajoz

51
BIBLIOGRAFÍA Y AGRADECIMIENTOS

La inmensa mayoría de la información que ha servido de base para confeccio-


nar este texto, proviene de documentos internos del Ayuntamiento y de Libros de
Actas de la época referida.

Solo una pequeña parte de información complementaria de la anterior, proviene


de otras diversas fuentes. El estudio de la evolución de los bomberos y del ma-
terial por ellos utilizados, desde la antigüedad a nuestros días, ha sido tomado de
“El Libro del Bombero Profesional” publicado por mí previamente, y de otro Ma-
nual para Formación de Bomberos, que ya está preparado para ser editado, pero
que lo hará posteriormente a este trabajo.

Todos los dibujos de material antiguo de Bomberos han sido recopilados de los
archivos municipales. Otras fotografías son del autor o cedidas a éste. La foto-
grafía de los bomberos realizando prácticas a la orilla del río Guadiana es del pe-
riódico Hoy.

Otros documentos gráficos, como el de la visita a la ciudad del rey Alfonso XIII
han sido tomados de Internet o han sido facilitados al autor, sin que haya sido po-
sible identificar a su autor.

Quiero expresar mi agradecimiento a todos los que han facilitado la información


o el material gráfico para confeccionar esta pequeña historia, incluso a aquellos
autores no identificados que recogieron pedazos de la historia de la ciudad en di-
bujos o fotografías.

El fantástico trabajo de fotógrafos como los hermanos Vidarte, Emilio Rodri-


guez, Jose Vicente (Foto Pepe), Garrorena, y otros, que he visto mientras bus-
caba documentación gráfica antigua, me ha hecho pasar muy buenos ratos, que
agradezco profundamente.

Tengo que agradecer especialmente la ayuda de Mª Dolores Gómez Tejedor,


la Archivera Municipal, cuya colaboración para acceder a la documentación a su
cargo relativa a los Bomberos de Badajoz ha sido fundamental, así como al resto
del personal del Archivo Municipal en los que siempre encontré el apoyo que so-
licité.

El Autor

52

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