Distinción Dolo-Culpa (Postítulo Teoría y Prática en Derecho Penal)
Distinción Dolo-Culpa (Postítulo Teoría y Prática en Derecho Penal)
Distinción Dolo-Culpa (Postítulo Teoría y Prática en Derecho Penal)
En cuanto a la definición, la misma varía según la teoría acogida que, básicamente, han sido
dos: la teoría del consentimiento y la teoría de la representación.
-La teoría del consentimiento se caracteriza porque exige el elemento voluntad, el “querer”, en
relación al posible resultado, de manera que existirá dolo eventual cuando el agente se
representa un posible resultado, el cual acepta de antemano, pero que no necesariamente va a
ocurrir. Se utiliza para esta teoría la fórmula hipotética de v. Hippel enunciada así: “¿Cómo se
habría comportado el autor, si hubiese sabido con seguridad que con el resultado perseguido se
produce necesariamente el resultado antijurídico? Si, a pesar de ello, hubiese actuado...existe
dolus eventualis; en caso contrario, imprudencia consciente”.
El error vencible excluye el dolo (no se configura el tipo doloso), pero mantiene la
existencia de la culpa del autor. El autor realizaría un tipo culposo, en caso de que el
mismo haya sido tipificado por el legislador. En cambio cuando el error es invencible
(concreto), la conducta siempre quedará impune.
Otra clasificación:
La doctrina distingue igualmente entre el error de tipo esencial y el error de tipo
accidental. El primero se caracteriza porque recae sobre un elemento estructural del
tipo, por lo tanto excluye el dolo del autor. Así, quien dispara contra una persona
creyendo que se trataba del animal feroz que perseguía solo podría responder, a lo
sumo, por un tipo culposo. En cuanto al error accidental, el mismo recae sobre un
elemento no estructural del tipo, en el sentido de que su desconocimiento no implica
la ausencia total del dolo, sino exclusivamente del dolo sobre ese concreto elemento
accidental. Así, quien dispara contra su padre confundiéndolo con el mejor amigo de
este a quien se perseguía matar, no comete el tipo de parricidio (Art. 390 CP), aunque
sí el tipo básico de homicidio doloso
C. Modalidades adicionales de error
Error sobre el objeto o en la persona (error in objeto vel in persona): en este caso el
autor se equivoca respecto al objeto material hacia el cual dirige su conducta, como
sería confundir la víctima con otra persona (confusión en la identidad de la víctima).
Por ejemplo, los secuestradores que planean privar de la libertad a un importante
industrial, pero yerran en la descripción y secuestran a la persona equivocada. En
principio, tal error carece de relevancia salvo que, por causa del error, la acción
recayere sobre una persona con tratamiento especial (vgr. un ascendiente o el jefe de
Estado), caso en el cual al autor no se le podría castigar por el tipo calificado que
protege tal característica especial. Así, quien persigue dar muerte al edecán del jefe de
Estado y, por error en la identidad de la persona, da muerte al propio Jefe de Estado,
no responderá por el delito de magnicidio sino por homicidio simple.
El tratamiento de este ejemplo como un caso de error depende del contenido del
dolo. Así, si se considera que el dolo no solo se constituye mediante el conocimiento
del autor sobre los elementos del tipo, sino también por un componente volitivo
sobre ellos (el querer), debe entonces admitirse que en la aberratio ictus nos
encontramos ante una auténtica falta de dolo en relación al objeto realmente
afectado, de allí su tratamiento como error. Esta pareciera ser la posición de la
doctrina dominante, ya que esta considera el caso planteado como un concurso de
tipo doloso con un tipo culposo.
4.- “Un soldado…fue rociado con alcohol en el pecho. Estómago y muslos. Poco
después, sus dos compañeros, A.R. y J.F., le instigaron con un encendedor,
amenazándolo con encenderlo. Probablemente en la creencia de que el alcohol se
había evaporado, sus compañeros encendieron el mechero prendiendo
inmediatamente las llamas n el cuerpo del soldado. El herido permaneció en la unidad
de cuidados intensivos…durante varios días y estuvo de baja más de 300 días”.
5.- “…el recurrente marcha de noche, por la carretera…, en curva de reducida
velocidad, se apercibe que al borde del arcén hay dos personas, que hacían indicación
de…autostop, para que les llevara y parase el coche y el procesado, comenta con los
ocupantes de su vehículo que iba a dar un susto al peatón que les hacía la señal y
realizándolo, avanzó de modo descuidado e irreflexivo, orillándose hacia el arcén
donde se encontraban los peatones que demandaban su parada, lo que determinó
golpear a uno de ellos, lanzándolo sobre el capó del automóvil, arrastrándolo unos
cinco metros, ocasionándole tan graves heridas en la cabeza que a los tres días falleció
a consecuencia de ellas” (Tribunal Supremo español, junio 1979).
6.- El procesado Carlos celebraba una fiesta en el interior de una casa. En un momento
dado, Héctor, tomando una botella, retó a Carlos a acertarle a la misma de un disparo,
mientras bebía, ya que el procesado era portador de una pistola que le había sido
oficialmente adjudicada en su calidad de militar, y con la cual había estado jugando y
haciendo alardes de puntería desde su llegada al lugar. Carlos aceptó el reto, apuntó
con el arma la botella que sostenía Héctor y disparó sobre ella en el instante mismo en
que aquél efectuaba un movimiento con el cuerpo para limpiarse algo de vino que le
había caído encima. Héctor fue alcanzado por el proyectil en el pecho, y falleció 23
días más tarde (Tribunal Supremo español, 1990).