Pedro Castillo
Pedro Castillo
Pedro Castillo
ECONOMIA
El sol peruano experimentó su mayor caída diaria en más de siete años después de
que Castillo nombrara como presidente del Consejo de Ministros (también llamado
primer ministro) a Guido Bellido, miembro del ala radical del partido Perú Libre.
"Los mercados no contaban con este gabinete. Los agarró por sorpresa y eso
provocó una depreciación acelerada del sol", le dijo a BBC Mundo Diego Macera,
economista y gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE)
DESACELERACIÓN ECONÓMICA
Esta coyuntura amenazaría con desacelerar la economía de Estados Unidos al
empeorar la inflación y aumentar la incertidumbre, trayendo consecuencias
directas a la economía de América Latina. Si este evento resulta prolongado, el
impacto inflacionario sería más persistente, lo que induciría un mayor desanclaje
de las expectativas de inflación.
En el Perú se ha desarrollado una política de recuperación económica, a la cual se
suma este periodo de incertidumbre por la coyuntura internacional, teniendo como
consecuencia directa el incremento en los precios de determinados productos
alimenticios que influyen directamente en el aumento registrado en los precios
mayoristas y que seguirán trasladándose a los precios finales para el consumidor.
Todo esto sin contar, el malestar en el gremio de transportes quienes brindan el
servicio y diariamente cubren mayores costos de combustible.
De acuerdo a los reportes del INEI correspondientes al presente mes de marzo, se
observa la variación de precios de alimentos y bebidas no alcohólicas de 9.35%,
transporte 8.81% y alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles
11.38% siendo los principales productos que han sido afectados.
INCREMENTO DEL COSTO COMBUSTIBLE
Siendo Rusia y Ucrania grandes productores de petróleo y gas, en el marco de este
conflicto se prevé un incremento sostenido de los precios que tendrá impacto en
los costos de transporte en un corto plazo. Asimismo, la inflación producida, en
especial el gas y la gasolina impacta a una cadena de valor muy larga, afectando a
varias industrias.
Cuando se altera el costo, la disminución o la escasez de uno de estos elementos de
la cadena productiva de valor, se observan impactos a largo plazo a nivel mundial.
Se estima que el aumento sostenido de los precios de la energía encarecerá los
vuelos y mantendrá elevados los costos del transporte.
Es así que, en el Perú, en lo que va del año, los precios de referencia de los
combustibles que publica el Osinergmin presentaron un alza acumulada y esta
tendencia se refleja en los precios locales de comercialización, es decir, los grifos,
situación que produce un malestar en los consumidores debido al encarecimiento
del transporte y productos relacionado.
EDUCACION
El Ejecutivo declaró en estado de emergencia el sistema educativo del Perú durante
el segundo semestre del año 2021 hasta el primer semestre del año 2022. Esto,
debido a los “efectos negativos” como consecuencia de la pandemia del COVID -19.
Como es público, el pasado 28 de julio, tras jurar como jefe de Estado para el
periodo 2021-2026, el presidente Pedro Castillo anunció que se tomaría esta
medida, con el fin de recuperar los aprendizajes y evitar que “la falta de equidad en
el magisterio siga creciendo”.
Según el Decreto Supremo 014-2021-Minedu, publicado hoy en las normas legales
del diario El Peruano, la declaratoria contempla que el Ministerio de Educación
apruebe mediante resolución ministerial el “Plan de emergencia educativa que
contenga las medidas a adoptar en el segundo semestre del año 2021 y en el
primer semestre del año 2022”, en un plazo de 20 días hábiles, contados a partir
del día siguiente de la publicación del presente dispositivo legal.
La norma señala que este plan tiene como objetivo consolidar y lograr los
aprendizajes de los estudiantes de la educación básica, superior y técnico –
productiva, potenciando la innovación y respuestas educativas en atención a la
diversidad de los territorios del Perú, cerrando las brechas de inequidad y dando
respuesta desde la educación a la emergencia sanitaria del coronavirus.
En el primer año de Pedro Castillo y del Congreso se volvió a aulas, pero sin
mejoras, se anuló el concurso de nombramiento tras irregularidades y se abrió la
puerta a grupos conservadores para que intervengan en textos. Hubo tres cambios
de ministros.
La educación ha sido uno de los sectores más afectados en este primer año de
gestión del presidente Pedro Castillo y del Congreso. Pese a que ya atraviesa una
crisis por la pandemia, también ha sido impactada por el retorno tardío a las clases
presenciales, la filtración y anulación del nombramiento docente, y por la amenaza
al enfoque de igualdad de género ante la posible intervención de los grupos
conservadores en los libros.
El futuro de 8 millones de escolares ha pasado por las manos de tres ministros de
Educación. El primero, Juan Cadillo, declaró en emergencia el sistema educativo, el
cual tenía entre sus objetivos la recuperación y consolidación de aprendizajes y el
retorno a la presencialidad. Lo mismo se dijo en el mensaje a la nación del 28 de
julio pasado. Y si bien se reabrieron escuelas hacia fines de marzo de este año, aún
no se muestra evidencia de que los indicadores hayan mejorado.
CURRÍCULO Y EVALUACIONES
Otro importante retroceso nació en el Congreso y no hubo respuesta del
Ejecutivo. Se trata de la ley promulgada en junio que permite a padres —entre ellos
los que se oponen al enfoque de género y la educación sexual integral— participar
en la elaboración de textos escolares. Esta arremetida conservadora, que data del
2016, se concretó en este periodo. El presidente no la observó.
A este revés en el currículo, se suma el de la reforma magisterial. Y es que en
noviembre pasado se terminó anulando el concurso de nombramiento docente del
2021 tras serias denuncias de filtración de exámenes. Esto provocó la censura del
entonces titular del Minedu, Carlos Gallardo, quien previamente dejó entrever la
posibilidad de que los profesores contratados que ya habían pasado por varias
evaluaciones sean nombrados.
El 2021, más de 124.000 interrumpieron sus estudios por falta de internet y otros
problemas.