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Tarea Calvinismo 1

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IBF

CALVINISMO
Prof. Hno. Franklin

T A R E A 1

Alumno : Francisco Sirvent


P R E G U N T A S

BIOGRAFIA DE AGUSTIN DE HIPONA


BIOGRAFIA DE MARTIN LUTERO
BIOGRAFIA DE JUAN CALVINO
RESUMEN DEL PENSAMIENTO TEOLOGICO Y EL
APORTE A LA DOCTRINA DE LA GRACIA O
CALVINISTA
BIOGRAFIA DE AGUSTIN DE HIPONA

Nace el 13 de noviembre de 354 en Tagaste, norte de


África, actual Argelia, era provincia del imperio Romano
Los eruditos creen que eran berenberes, grupo étnico del
norte de África. El y su familia estaban muy romanizados y
su hablar era el latín por cuestión de status, Su padre llamado
patricio era funcionario romano y su madre era dulce y
abnegada cristiana llamada Mónica, y educo a su hijo
Agustín bajo sus creencias religiosas.
Desde muy joven deseaba el conocimiento antes de las
distracciones y una vez terminado sus estudios gramaticales,
estudia artes liberales en Metauro y luego retorica en
Cartago. Tiene una concubina muy joven a la que tiene un
hijo con él, de nombre Adeodato, y estudia teatro y
espectáculos esta vida lo lleva a negar de su fe, decía que la
fe impuesta y no fundada en la razón, era una decepción.
En busca de filosofía humana lo lleva a estar en el
escepticismo, la cual no cubrió sus exigencias de verdad.
Aunque en estos años se apego al dogma maniqueo. después
de excesos y desenfreno ,decide abandonar todo esto y
realiza una conversión y acercamiento hacia Dios, decide
abandonar toda filosofía y se retira a una hacienda en
Casiciaco, donde descansa ,reflexiona y escribe, se bautiza
en la fe cristiana en la pascua del año 387 ,al morir su madre
se dirige a su pueblo natal llamado Tagaste,reparte su
herencia entre los necesitados y funda un monasterio donde
convive con los amigos, su plan de vida era la oración y
muere su hijo en el año 388,al año 391 viaja a Nipona a
visitar un amigo ,ya era conocido en el medio y sus amigos
piden que sea sacerdote ,5 años después es ordenado Obispo,
dirigiendo así la diócesis de Nipona durante 34 años, su fama
se extendió por todo el imperio romano
Muere 28 de Agosto de 430.
Ideas de Agustín de Hipona
EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO La fe da lugar a
la religión y la razón a la filosofía, y, en tanto que la fe y la
razón tienen su origen en Dios, no puede haber oposición
entre ambas. La fe es una gracia de Dios y, junto con la
Sagrada Escritura, forma la palabra divina, infalible e
invariable; la fe no es algo irracional, guía la investigación y
protege frente al error. Por su parte, la razón y la filosofía (la
palabra humana), aunque limitadas y frágiles, son buenas
porque pueden favorecer a la religión: permiten la
comprensión intelectual, aunque imperfecta, de verdades
religiosas, ayudan a refutar las herejías y a convencer a los
que dudan. Fe y razón se complementan: “creo para entender
y entiendo para creer”, dice San Agustín. Puesto que en el
hombre encontramos una sustancia material y otra espiritual,
habrá también dos tipos de conocimiento, el sensitivo y el
intelectual. San Agustín no rechaza completamente el valor
de los sentidos (conocimiento sensitivo) pues nos informan
de las cosas sensibles, incluido nuestro propio cuerpo, y son
necesarios para la vida práctica. La sensación es común a los
animales y al hombre, pero nosotros disponemos además de
la razón, con la que podemos alcanzar un conocimiento más
elevado de la realidad (conocimiento inteligible). Mediante
la razón inferior conocemos el mundo sensible, temporal y
cambiante, y resolvemos las necesidades prácticas de la vida;
y gracias a la razón superior podemos alcanzar las esencias,
lo inmutable, necesario y eterno como los objetos
matemáticos (el mundo inteligible), e incluso a Dios, dando
lugar a verdades eternas, inmutables y comunes a todos. San
Agustín combatió el escepticismo y creyó posible la certeza
de verdades como el principio de contradicción, o de la
existencia de las propias sensaciones de las cosas; más aún,
de un modo muy parecido a Descartes, mostró también la
existencia de verdades indubitables a partir de los hechos de
conciencia: podemos dudar de lo exterior, de las cosas, pero
no de que vivimos y de que nos acordamos, entendemos y
queremos, hechos de nuestra alma que encontramos cuando
miramos en nuestro interior. En cuanto al conocimiento
objetivo, referido al mundo inteligible, sus verdades no
dependen del mundo sensible ni tampoco de la mente
humana; nuestra mente tiene que aceptarlas y reconocer que
poseen una validez absolutas, independiente del sujeto que
las considera. La verdad es una y la misma para todas las
personas, y es inmutable y eterna; pero dado que nuestra
razón es limitada, temporal y finita, pensó San Agustín, es
necesario el auxilio de algo que también sea eterno e
inmutable: Dios. Las ideas ejemplares y las verdades eternas
están en Dios. Para captar las verdades eternas, universales y
necesarias nuestra inteligencia, nuestra alma, tiene que ser
iluminada por Dios (teoría de la iluminación).
EL PROBLEMA DE DIOS El argumento principal de San
Agustín para probar la existencia de Dios parte de las
“verdades eternas”: en el interior de nuestra alma
encontramos verdades universales, inmutables y necesarias,
como los primeros principios de la razón, a las que nos
tenemos que someter y presentes en todos los hombres. Su
fundamento no pueden ser las cosas físicas, realidades
contingentes, cambiantes y mortales, pero tampoco nuestra
alma, que también cambia; estas verdades nos trascienden,
luego debe existir algún ser que posea sus características y
sea su fundamento: Dios. Dado que es tan superior y distinto
de las cosas finitas, no podemos conocerlo con total
fidelidad, pero sí cabe una cierta comprensión de su ser.
Defiende San Agustín, la Trinidad de Dios: Dios es Padre,
Hijo (Verbo) y Espíritu (Amor), tres personas en una misma
y sola naturaleza divina. Dios es el principio y fuente de
todos los seres, la realidad plena, inmutable, infinita, única,
simple, eterna y perfecta; es el Bien, la Verdad, la Belleza y
el Ser. Las cosas temporales cambian, no posen
completamente el ser, por lo que no se han creado a sí
mismas, y necesitan de un ser radicalmente distinto para
existir, Dios; estas entidades forman el mundo finito, en el
que encontramos substancias espirituales y substancias
materiales, y todas ellas, incluidos los ángeles, han sido
creadas por Dios libremente y desde la nada. Dios crea el
mundo desde la eternidad y en ese acto crea también el
espacio y el tiempo. Dios creó la materia informe y caótica
en la que depositó todos los gérmenes de las cosas, o razones
seminales, de los que a lo largo del tiempo irán formándose
todos los seres. Utilizó unos modelos o arquetipos para crear
las substancias finitas (doctrina del ejemplarismo), las ideas,
que existen en Su mente o inteligencia, y que son como las
esencias de todas las cosas, eternas, inmutables y
fundamento de todo conocimiento perfecto. Dios gobierna y
administra todas las cosas del mundo, y las dirige a los fines
que les convienen para su perfección.
EL PROBLEMA DEL HOMBRE De todas las sustancias
finitas, las más perfectas son los ángeles; después viene el
hombre, compuesto de alma y cuerpo. Su concepción del
hombre se incluye en la tradición platónica al defender un
claro dualismo antropológico: el hombre consta de dos
substancias distintas, cada una de ellas completa e
independiente, el alma y el cuerpo, siendo la primera
superior en dignidad y ser al segundo. Pero, a diferencia de
Platón, no entiende San Agustín que el alma esté unida al
cuerpo como consecuencia de un castigo ni que el cuerpo sea
su prisión. El alma humana, como la de los animales, anima
al cuerpo, está unida a él por una inclinación natural y está
presente en cada parte del cuerpo. El alma vivifica el cuerpo,
y produce la vida vegetativa, la sensitiva y la intelectiva. El
alma humana es una substancia espiritual, inmaterial, simple,
lo que asegura su inmortalidad, de la que San Agustín ofrece
varios argumentos; por su perfección, el destino más propio
del alma es Dios. El alma humana no es una parte de Dios,
pero sí su imagen, y con sus tres facultades principales,
memoria, inteligencia y voluntad, también de la Trinidad.
Dios se refleja de alguna manera en todos los seres, pero de
forma especial su imagen está en nuestra alma, en lo más
profundo de nuestro ser, por lo que el hombre puede elevarse
al conocimiento y cercanía de Dios descubriendo y
contemplando dicha huella divina. Para San Agustín está
muy claro que el alma ha sido creada por Dios, pero no el
tiempo y modo de dicha creación. Rechaza la tesis platónica
de la preexistencia del alma, pero duda entre el
traducianismo (transmisión del alma de padres a hijos a
partir de Adán, y que mejor explica el dogma del pecado
original) y el creacionismo (el alma creada en cada caso
desde la nada).EL PROBLEMA DE LA MORAL Para San
Agustín el fin último de toda la conducta humana y Bien
Supremo es la felicidad, que no se puede alcanzar con los
bienes exteriores finitos, ni perfeccionando nuestra mente, y
sí en la vida beatífica, en la presencia de nuestra alma ante
Dios. Para satisfacer esta vocación sobrenatural se necesita
del esfuerzo humano y de la gracia de Dios. La vida buena
consistirá precisamente en buscar a Dios, y hacerlo con todas
las capacidades de nuestro ser, el corazón, el alma y la
mente. Naturalmente, dirá San Agustín, este amor a Dios se
extenderá también al prójimo. El bien y el ser coinciden, y,
dado que Dios es la plenitud del ser, es también la plenitud
del bien o bien absoluto. En sentido estricto el mal no existe,
es una ausencia de un determinado bien, una privación;
incluso la destrucción y muerte de los seres finitos (mal
natural) es en cierto modo un bien pues permite la aparición
de nuevas cosas. Por su parte, el mal moral corresponde a los
actos humanos, actos que dependen de nuestra razón y
voluntad, y en esa medida de nuestra libertad. Mediante
nuestra voluntad podemos acercarnos a Dios y alcanzar la
bienaventuranza, pero también podemos elegir el mal.
Además, hay en nosotros una tendencia o facilidad para el
mal, consecuencia del pecado original: por este pecado el
cuerpo, y los deseos sensibles e ignorancia que provoca en
nuestra alma, nos impide atender al auténtico bien (Dios), y
nos lleva a elegir bienes inferiores como los materiales o a
nosotros mismos. Dios nos ha dado la facultad de captar las
leyes eternas de la moralidad, que están impresas en el
corazón de todo hombre. Dichas leyes no son arbitrarias pues
son expresión de la eternidad de Dios; esta capacidad es
necesaria para acercarnos a Dios, como también nuestro
esfuerzo y elección libre del Bien, pero no es suficiente,
principalmente por la fuerza del pecado original;
necesitamos también del perfeccionamiento de nuestras
facultades mediante la gracia de Dios, que disfrutamos
mediante los sacramentos, y de la orientación de la Iglesia.
La voluntad busca necesariamente la felicidad, pero es libre
de elegir los medios para este propósito, pudiendo acercarse
a Dios o elegir los bienes imperfectos del mundo sensible.
Mediante la gracia, el albedrío o voluntad puede dirigirse
hacia el Bien Supremo y es realmente libre. La posesión
plena de Dios en la vida futura constituye, según San
Agustín, la suprema felicidad y el destino final del hombre;
en la vida presente, nuestra felicidad consistirá en la unión
con Dios por medio de su conocimiento, de la virtud y de la
práctica cristiana. Podemos dividir a los seres humanos, nos
dice San Agustín, en dos grupos: los que aman a Dios, se
someten a su Palabra y buscan la paz eterna, y los que
quieren los bienes materiales y temporales y se prefieren a sí
mismos antes que a Él. Aunque estos grupos están
mezclados desde el principio de la historia, en cierto modo
pertenecen a dos pueblos o ciudades distintas: los primeros
al territorio místico de la Ciudad de Dios (Jerusalén), y los
segundos a la Ciudad temporal o terrena (Babilonia). San
Agustín cree que desde el principio del mundo están
enfrentadas, pero con el juicio final se separarán
definitivamente. Esta división corresponde a la división entre
el Estado pagano (“Ciudad de Babilonia”) y la Iglesia
(“Ciudad de Jerusalén”), y expresa la primacía que debería
tener ésta sobre el Estado

BIOGRAFIA DE JUAN CALVINO

Juan Calvino, el teólogo de la reforma Protestante, nació


en Noyon, un municipio del departamento de Oise, en
Francia, el 10 de Julio de 1509.su nombre de pila fue Ehan
Cauvin, desde sus primeros años, ya anunciaba inclinación
por los asuntos religiosos y espirituales.
Gérard Cauvin, un abogado, secretario del obispo de Noyon
y Jeanne Lefranc fueron sus padres quienes lo educaron bajo
la fe católica, Estudio en el Collége de la Marche y el
Collegé de Montaigne .
Luego se muda a la universidad de Orleans y en 1532, se
doctoró por esa misma universidad en derecho. Durante sus
años de universidad inicia en los estudios sobre filosofía de
Martín Lutero.
A los 22 años se perfila como filosofo cuando publica De
clementina de Séneca, y al año siguiente ocurre la fractura
con la iglesia católica cuando debido a su influencia en el
discurso pronunciado por el rector de la universidad de la
Sorbona, este es perseguido. A raíz de este evento, comienza
la aventura de Calvino como protestante al catolicismo.
Luego ambos huyen de Paris, en el discurso, estuvo lleno
de verdades, las cuales, la iglesia católica se sintió
ofendida .este fue el comienzo del calvinismo: separación de
la autoridad del papa, negación de la sucesión apostólica y el
modelo de la biblia como único camino para alcanzar la
perfección y la gracia. Sin embargo, no fue el único
reformista por aquellos tiempos. Calvino muere en Mayo de
1564
Calvino

Calvino creó un cuerpo doctrinal con las ideas que tenia


Lutero y de otras corrientes reformistas. Pero el calvinismo
se diferencio del luteranismo en 2 ideas: la primara es que
parte de una concepción más optimista del hombre y la
segunda es que Dios es un soberano absoluto, todopoderoso
e incognoscible, ya que decide a quien salvar y a quien
condenar.
Para Calvino la vida cristiana es un signo fundamental para
la pertenencia del hombre y con esto se podrá salvar.
También ha que decir que el éxito en las empresas
temporales es la bendición de Dios. Por lo tanto el cristiano
debe buscar y conseguir el éxito para confirmar su salvación,
esto quiere decir que Calvino se mostrara muy duro con los
pobres e inmisericorde, porque serán condenados por Dios.
La iglesia era para él una comunidad de creyentes que su
idea es de pueblo elegido por Dios. Esta organización dio
solidez y empuje a la Reforma.
Contexto de Ginebra en la época de Juan Calvino
Para entender un poco mejor la reforma en Ginebra por
Juan Calvino hay que tener un marco general de qué era
la ciudad de Ginebra hasta el momento en que Calvino
llegó. La ciudad de Ginebra tenía cierta libertad política y
religiosa para ese momento. En años anteriores, Ginebra
estaba liderada por los Duques de Savoya, y los obispos
que servían en la iglesia. Pero a través de guerras
sangrientas, por fin la ciudad del dominio de los Duques
de Savoya, y posteriormente, también el obispo de la
ciudad tuvo que huir. Al estar libres, Ginebra instituyó
un sistema de gobierno por concejos menores y mayores.
El concejo pequeño estaba constituido por 25 personas, y
ellos se encargaban de los asuntos rutinarios y normales.
Luego estaban el consejo de los 70 que era un apoyo para
el primero. Y en 1527 se instituyó el concejo general,
constituido por 200 personas, que se encargaban de los
asuntos que podían afectar al pueblo. Es importante
entender esta forma de gobierno, porque estos concejos
en ocasiones fueron un estorbo y en otros una ayuda para
las reformas de Calvino. Mientras hubo más personas a
favor de Juan Calvino en los concejos menores, más se
aceptaban la propuesta de Calvino; mientras que, al ser
menos, su ministerio recibió más oposición.

El gran aporte de Juan Calvino a Ginebra


Durante esos 14 años durante fuerte oposición, terribles
amenazas, y grandes tribulaciones, Calvino no se detuvo
en su trabajo pastoral, sino que se dedicó a la predicación,
a las visitas, a hacer conferencias, a escribir todos sus
comentarios del Nuevo Testamento que terminó en 1551,
escribió muchas otras obras, propuso planes sociales en
Ginebra como crear industrias para dar empleos a los
ciudadanos a los refugiados inmigrantes, construir un
sistema de drenaje en la ciudad, y recursos de sanidad y
hospitalarios para los enfermos de la ciudad. Incluso,
también creó la Academia de Ginebra, donde se preparaba
teológicamente, y también en otras áreas, a muchas
personas.

Gracias a esto, la moral del pueblo cambió radicalmente;


los ginebrinos eran decentes, ordenados, santos, piadosos;
la prostitución fue erradicada casi totalmente; las tabernas
disminuyeron en gran porcentaje y las que quedaron
fueron bien reguladas; se fundaron nuevas
congregaciones para gente de otros idiomas; los pobres y
enfermos eran ayudados en el hospital de Ginebra; de
modo que Ginebra, gracias al Reformador, se volvió en
un ejemplo para toda Europa en lo que significa
someterse a Cristo verdaderamente.
BIOGRAFIA DE MARTIN LUTERO
Martín Lutero, Teólogo y reformador religioso alemán nace
en Turingia el 10 de Noviembre de 1843,estudio en Erfurt, y
ya en 1505 recibe el grado de maestro ,amedrentado por una
fuerte tormenta, formulo el voto de entrar en religión ,e
ingreso en el orden de los agustinos ,en la que se ordenó
sacerdote en 1507,viajo a Roma en 1510 y se doctoró en
teología en 1512,profesor de la universidad, en 1517 publicó
95 tesis invitando a los doctores católicos a una discusión
pública sobre las indulgencias ,la penitencia y el mérito. Los
obispos de Muguncia y Brandeburgo le incitaron a
retractarse. Los escritos de Lutero rápidamente una enorme
difusión entre el pueblo alemán . En 1518,el asunto fue
llevado a Roma y tras una entrevista con el cardenal
Cayetano de Vio, Lutero reafirmó su propuesta, apelando un
concilio universal y al papa. En 1519 rechazo la infalibilidad
de los concilios universales y atacó violentamente al papado,
que a su vez respondió con la bula Exurge Domine,
condenando 41 artículos del manifiesto de Lutero, y
quemando esta bula públicamente Lutero. El Papa León X
excomulga a Lutero, el rechaza someterse a un concilio, y el
emperador Carlos V le prohíbe toda actividad pública. Desde
1522 y hasta 1534 trabaja en la traducción del Nuevo
Testamento. Mientras esto ocurría se estaban formando
comunidades Luteranas las cuales Lutero les da nuevas
formas litúrgicas .pubica libros en contra del clero. En 1525
contrae matrimonio ,en 1539 Lutero expuso su doctrina
sobre la iglesia católica en la que rechaza definitivamente los
concilios y el papado. Falleció en Eisleben en 1546.
SU TRABAJO
En el año de 1517, ocurre un hecho significativo que indigna
al monje Lutero, pues, el Papa León X ordena conceder
indulgencias para la salvación de las almas con el objeto de
obtener dinero para seguir costeando proyectos de Roma.
Esto se presenta como el suceso catalizador que da rienda
suelta a las preocupaciones que lo agobiaban por años al
notar el suplicio de los hombres para obtener la gracia de
Dios y con ella, la salvación; y la preocupación por las
prácticas indecorosas del Vaticano. Lo que lo lleva  a alzar la
voz contra tales acciones corruptas de la institución las
cuales se alejan de las enseñanzas de las Escrituras.
Asimismo, levanta su voz contra las indulgencias ya que
consideraba que incentivan a pecar, pues, al venderlas
proporcionan la “salvación” de las almas, por tanto toda
persona que tenga capacidad de costearlas podrá realizar
cualquier acto despreciable, ya que al final del día, podría
conseguir su salvación comprando las mismas, sin que esto
implique un arrepentimiento sincero.  También porque lo
considera un engaño a las almas nobles e ignorantes. Todo
esto lo lleva a  enfrentarse a la iglesia al exponer sus 95 tesis,
y al expresar que la gracia de Dios no se obtiene por medio
de una carta, sino por el arrepentimiento del pecado y por
medio de la fe, por lo tanto,  Dios libera a los hombres de la
compra de indulgencias y de la necesidad de hacer buenas
obras para la salvación de las almas, y eso lo llevó a
responder diversas interrogantes, como “¿Qué deben hacer
los cristianos con esa libertad?”, a lo que responde: “La
verdadera  vida cristiana es cuando un hombre se dedica con
alegría y amor a servir voluntariamente a los demás y por
nada, haciendo sólo lo que es útil, ventajoso y sano para
nuestro prójimo, ya que, por la fe, abundamos en todas las
cosas buenas en Cristo”.
Este enfrentamiento frontal con la iglesia, demuestra que
para él ya había dejado de existir una autoridad divina en esa
institución, por tanto, cuestiona a la iglesia como los
filósofos políticos se encargan de cuestionar la autoridad del
poder político al responder el ¿por qué? de la obediencia
política, el por qué se debe obedecer al Estado. En este caso,
Lutero lo hace con la iglesia y el Papa, pero no para
cuestionar a Dios, sino para mejorar la obediencia para con
él y sus Escrituras. Esto lo convierte en un pensador
revolucionario que llega a las multitudes, gracias a la ayuda
de la imprenta. Entonces vemos que al cuestionar las
prácticas de la iglesia, cuestiona el sistema social el cual
hace al hombre un ser pasivo, pues el arquetipo cristiano
clásico es esa pasividad y sufrimiento, donde el
cuestionamiento es pecado, el dudar es igual a no creer, y
todo alzamiento de voz te lleva a ser considerado como
hereje.
Ahora bien, ¿cómo su reforma religiosa pudo haber incidido
en la transición del pensamiento político medieval al
pensamiento político moderno? Pues, aunque sus ideas no
son una causa directa de la modernidad, y mucho menos, del
pensamiento liberal; incide al cambio del lenguaje político
que contribuye en esa transición, ya que pensó la relación del
hombre directamente con Dios, y no de la institución de la
iglesia con Dios, que subordina al hombre a un status de no
cuestionamiento o razón limitada a la autoridad –falacia de
autoridad-. Es decir, contribuye al paso –sin intención
alguna- de pensar al hombre meramente como una creatura,
a pensar al hombre como un individuo. Puesto que al
cuestionar al monopolio de la interpretación de las Escrituras
de la iglesia, fomenta la subjetividad en relación con Dios,
siendo la subjetividad clave en la formación de la
racionalidad –elemento característico de la modernidad y del
individualismo-.
Finalmente, como sostiene S. Wolin “este pensamiento
religioso despolitizado ejercía una profunda influencia sobre
la posterior evolución de las ideas políticas”. Por
consiguiente no es descabellado ver como aporte  -visto en
retrospectiva, sin caer en anacronismo- que su teología
revolucionaria alimenta el ideario democrático – sin caer en
prolepsis, pues no se afirma que esa era su intención-  ya que
demuestra el poder de los medios de comunicación -
imprenta- para modelar y condicionar a la opinión pública,
pues por medio de ella se regó el germen de la reforma
religiosa. Asimismo, con su reforma, se demostró que la
imprenta sirve para controlar al ejercicio del poder, así como
el demostrar la importancia de la libertad de expresión y el
conocimiento público, al traducir el Nuevo Testamento al
idioma alemán y fomentar la educación a las niñas, siendo
considerado revolucionario. Por tanto, conocer los elementos
que sirvieron de caldo de cultivo para el paso de una forma
de pensamiento político a otra –y con ella de lenguaje
político- nos sirve de herramienta para pensar y reordenar
nuestra realidad, pues sin duda, vivimos en tiempos de
cambios constantes.

¿Qué hizo?
Martín Lutero fue el principal artífice de la Reforma
Protestante, en la que tuvo un papel mucho más destacado
que otros reformadores.

Lutero se caracterizó por exhortar a que la Iglesia cristiana


regresara a las enseñanzas originales de la Biblia.

Sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una


versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en
un modelo en el arte de la traducción.

Cuando Lutero tradujo la Biblia al idioma alemán, la


mayoría de la sociedad era analfabeta. Lutero hizo posible el
acceso al conocimiento, la información y la educación,
desmitificando la Biblia con el fin de lograr la búsqueda de
la verdad.

Lutero facilitó la propagación del protestantismo, fue la


primera persona que imprimió un libro.

Su matrimonio con Catalina de Bora inició un movimiento


de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas
corrientes cristianas.

Las opiniones de Lutero sobre los judíos han sido descritas


como antisemitismo racial por unos o religioso por otros.
La visión de Lutero es esencialmente pesimista: sostiene que
la naturaleza humana tiene un carácter pecaminoso y niega el
libre arbitrio. Así pues, la salvación depende de la
misericordia de Dios. Pero lo verdaderamente
crucial de su pensamiento es la idea de que la fe está por
encima de las buenas obras.

Obras
El número de libros atribuidos a Martín Lutero es bastante
alto.

El estilo literario de Lutero era polémico, en parte porque


cuando le apasionaba un tema llegaba a insultar a sus
oponentes. Al igual que otros reformadores era muy
intolerante con otras creencias y con los puntos de vista
opuestos al suyo.

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