MONOM
MONOM
MONOM
GROHMANN
MONOGRAFÍA
SEMESTRE: I
CÓDIGO: 2007-30608
TACNA-2023
INDICE:
INTRODUCCIÓN:
Nacemos en estado más inmaduro que cualquier otro animal. Ello exige que
el ser humano necesite de los demás en un modo absoluto. Necesita de los
adultos, de los padres, que le ayudarán a sobrevivir y a madurar. Y hablamos
no sólo de maduración psicológica, sino evidentemente de maduración física.
El filósofo alemán Arnold Gehlen (1904-1976) meditó sobre esta "naturaleza
precaria" del ser humano y señaló que, como nacemos poco dotados
anatómica y fisiológicamente para ser autónomos, sustituimos nuestra falta de
potencia o de agilidad por los recursos de nuestra inteligencia, que va
madurando en sociedad, paso a paso.
Aristóteles (384- 322 a.C.) ya subrayó el papel social del ser humano, su
función social, junto a la función lingüística. Somos animales sociales, en tanto
que nos agrupamos en familias, comunidades y Estados, y además somos
seres que hablamos. Aristóteles compara al ser humano con las abejas,
animales que forman colectivos en forma de panal o colmena. Pero por
supuesto lo hace no para equipararlos, sino para ver la enorme distancia que
hay, pese a que las abejas sean también animales que viven agrupados. Esta
complejidad estriba en muchas cosas. Se puede decir de la abeja que es una
"animal social", pero aquí el sentido de social no es el mismo que el del ser
humano. La sociedad humana, como paradigma de lo propiamente social, se
define por formar "culturas". Una cultura es un conjunto de elementos
(básicamente: objetos, costumbres, reglas e ideas) creados por el hombre y
que han de ser aprendidos. El ser humano no nace con ellos, no son
instintivos. Un buen ejemplo de estos elementos es el lenguaje hablado y
escrito, el lenguaje de símbolos, que es distinto a la comunicación de
determinados gestos espontáneos (como un gesto de miedo, o de placer).
Las abejas, pueden ser llamadas "animales sociales", igual que otros
animales, sin embargo, no tienen una cultura, actúan por conductas que se
repiten siempre igual, de modo instintivo, desde millones de años. Por eso hay
investigadores que los llaman sólo "animales gregarios o grupales", pero no
estrictamente sociales. Realmente el apelativo social se aplica propiamente al
hombre y después se usa de modo derivado para hablar de otros animales que
viven formando grupos.
http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/quincena1/
quincena1_contenidos_1.htm
La teoría del pacto o contrato social afirma que la sociedad humana tiene su
origen y fundamento en un pacto o libre acuerdo entre los individuos. Esta
teoría, que está en la base del liberalismo clásico, ha sido defendida por
autores como Hobbes, Locke y Rousseau. Así, Hobbes considera que la
naturaleza humana es esencialmente egoísta y antisocial. En esa situación de
inseguridad y temor en la que el hombre es un lobo para el hombre, los
hombres renuncian al interés personal y a su derecho absoluto sobre los
bienes materiales mediante un pacto en el que se constituye el Leviathan: un
poder fuerte, absoluto, pero más amable que el poder del hombre, capaz de
formar las voluntades, y que surge del pacto de cada uno con todos los demás.
Por su parte, Rousseau supone que el estado primitivo del hombre era asocial
y que, en aras de un mayor perfeccionamiento, la sociedad se constituye
gracias a un contrato social por el que los individuos ceden sus derechos en
favor de la comunidad y del poder civil que representará la voluntad general.
Tomás de Aquino apunta tres razones por las cuales se constata que el hombre
tiende naturalmente a vivir en sociedad: el hombre no se basta a sí mismo para
atender a las necesidades de la vida; precisa de la ayuda de los otros para
conocer lo que necesita para su subsistencia y procurárselo; es esencialmente
comunicativo, como lo demuestra el hecho del lenguaje.
https://trabajosocialunam.files.wordpress.com/2015/08/la-relaciocc81n-del-
hombre-con-los-demacc81s.pdf
¿Qué ocurriría si una gran catástrofe, como una guerra nuclear generalizada o
el impacto de un gran meteorito, destruyera la sociedad tal y como hoy la
conocemos, y condujera a un reducido grupo de supervivientes a una situación
sin ley ni Estado? ¿No supondría tal circunstancia una especie de regreso a
una situación primitiva desde la que sería posible una refundación de las
sociedades humanas?
De hecho, muchos de los filósofos que se han ocupado de cuestiones políticas
han planteado como punto de partida de sus investigaciones una hipotética
situación original, llamada estado de naturaleza, a partir de la cual surge por
algún motivo el Estado. Su idea consiste en que entendiendo el origen del
Estado podemos comprender mejor la naturaleza del mismo y su relación con
el individuo, es decir, aclarar qué clase de poder político es legítimo.
En general podemos decir que los filósofos han planteado, sobre esa cuestión,
dos tipos de teorías:
Teorías naturalistas, para las que el Estado es algo natural y en cierto sentido
previo al individuo. Desde este punto de vista, el individuo solo tiene sentido
dentro del Estado y para el Estado, por lo que los derechos individuales
estarían subordinados a los colectivos (el individuo está al servicio del Estado).
Teorías contractualistas, según las cuales el individuo es anterior al Estado,
surgiendo este último como consecuencia de un acuerdo o convención (el
contrato) entre los primeros. Desde esta perspectiva, el Estado solo tiene
sentido a partir de los intereses de los individuos, por lo que los derechos
colectivos no pueden ser prioritarios sobre los individuales (el Estado está al
servicio de los individuos).
Las sociedades actuales no tienen mucho que ver con lo que hemos descrito
anteriormente, en las teorías naturalistas. El Estado no se considera como algo
natural, sino como el resultado de un acuerdo o convención entre los seres
humanos. El poder no es indiscutible, más bien al contrario: ha de ser vigilado y
controlado y, en caso de exceso en sus funciones, sería perfectamente legítimo
dejar de obedecer. Hoy no hay vasallos, ni siervos, ni mucho menos esclavos,
sino ciudadanos iguales en derechos y deberes. El lugar que cada uno ocupa
en la sociedad es (o al menos debería ser así) el resultado de su propio
proyecto y esfuerzo.
En fin, las sociedades actuales son totalmente diferentes a las que describen
las teorías naturalistas. Podríamos decir que son consecuencia de las teorías
contractualistas, que comienzan a plantearse a partir de los comienzos de la
Modernidad.
Hobbes.
El “estado natural” es una situación en la que cada ser humano solo busca su
propio interés, lo que le lleva necesariamente a un permanente conflicto con los
demás. Para Hobbes, el ser humano está sometido por naturaleza a dos
poderosos impulsos: el de conservación de la propia vida y el de búsqueda de
lo placentero (y rechazo de lo doloroso).
Las personas poseen, además, el derecho natural de dar satisfacción a esos
instintos utilizando los medios necesarios. Llevados por tales impulsos
egoístas, si los seres humanos vivieran en total libertad el conflicto entre ellos
sería inevitable: la guerra de todos contra todos sería su estado natural.
Es evidente que Hobbes no tiene un concepto muy positivo de la naturaleza
humana. Aunque admita que existe en las personas cierta moralidad natural,
los impulsos egoístas son dominantes: el ser humano es malo por naturaleza.
De ahí que Hobbes hiciera suya la antigua expresión latina (originaria del
escritor romano Plauto) que da título a este apartado: homo homini lupus
est (el hombre es un lobo para el hombre).
En el estado de naturaleza, la vida de los seres humanos es, según Hobbes,
brutal, insegura y breve. Pero los seres humanos quieren conservar su vida a
toda costa. Como son seres racionales se dan cuenta de que esa situación es
insostenible. El miedo les hace buscar una solución: un pacto, un contrato entre
los individuos por el que se comprometen a no hacer uso de su derecho a
utilizar la violencia a cambio de paz y seguridad.
Pero para estar seguros de que el contrato será respetado por todos se hace
necesario que exista un poder suficientemente fuerte para garantizar su
cumplimiento. De esta forma, según Hobbes, los seres humanos ceden
mediante el contrato su derecho utilizar la violencia (es decir, el poder que por
naturaleza tienen para conservar su vida) en favor de un poder único y
absoluto: el Estado.
Así pues, para Hobbes, el Estado surge como consecuencia de un contrato que
los seres humanos firman, movidos por el miedo, para asegurar su
supervivencia. Ceden su libertad a cambio de seguridad.
Locke.
¿Cómo es esto posible si el ser humano posee por naturaleza la ley moral?
Una vez más nos contesta Locke:
Rousseau.
https://elcorajedelafilosofia.wordpress.com/1o-bachillerato-filosofia-y-
ciudadania/
http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/bitstream/handle/
123456789/4720/02%20CHILPO%20Interpretaci%C3%B2n%20y%20Arg
%20Legislativa.pdf?sequence=2&isAllowed=y
Diccionario de filosofía
https://www.filosofia.org/enc/ros/ex2.htm#:~:text=El%20marxismo%20entiende
%20por%20ser,en%20el%20curso%20del%20mismo.
La evolución del ser social se remonta a la aparición del ser humano como
especie. Los seres humanos han vivido en grupos desde el principio de su
existencia, y esta forma de vida en comunidad ha sido esencial para su
supervivencia. A medida que la sociedad humana evolucionó, también lo hizo la
naturaleza del ser social. Las sociedades más complejas requieren formas más
sofisticadas de interacción social, y esto ha llevado al desarrollo de normas,
valores y sistemas de comunicación que hacen posible la cooperación y la
coordinación en grupos grandes y heterogéneos.
El hombre y la sociedad.
¿sería posible afirmar que el hombre actual, mucho más desarrollado que el
primitivo, podría existir sin la sociedad? De ninguna manera. Ciertamente, un
cazador moderno puede enfrentarse solo, son su rifle, al animal más potente
que exista sobre la tierra. Pero su arma misma es una expresión social: no ha
nacido con el cazador: ha sido fabricada por grupos humanos, es el resultado
de conocimiento acumulado a lo largo de generaciones de operarios, técnicos,
científicos, usuarios. Esta consideración puede ampliarse en forma importante:
en la sociedad moderna, la mayor parte de lo que consume un individuo no ha
sido producido por éste, y lo que produce, en su totalidad, es consumido por
otros.
Es fácil ver la gran influencia que ejerce la sociedad en sus integrantes. El niño
y también el adulto, reciben conocimientos, normas de conducta, en una
palabra, el ambiente humano que los envuelve. Esto se efectúa en forma
consciente, a través de la escuela y de otros elementos de intención educativa
y también de manera muy importante, espontáneamente, por medios de la vida
misma de la sociedad. La organización de la producción y de la distribución de
riqueza, de las creencias, de las formas culturales, de la moral, de las
estructuras políticas: todo esto son elementos sociales que determinan la
actuación, las aspiraciones, el comportamiento de cada persona.
Para hablar de las influencias que ejerce, también de las que recibe la
sociedad, hay que tomar en cuenta que a través del tiempo se han presentado
muchas formas distintas de organización social. El término mismo “sociedad”
se emplea para muchos tipos diferentes de agrupación humana: se habla de
sociedades mercantiles, o de filantropía; los partidos políticos son sociedades
en el sentido de constituir agrupaciones organizadas con fines específicos, etc.
aquí se toma por sociedad su forma más amplia y general, el conjunto de
personas, organizadas establemente, que poseen sus propias instituciones y
que interaccionan regularmente con el fin de procurarse los bienes que
consumen,
El campo económico es aquel que, dentro del conjunto del acontecer histórico,
sigue en grado de proximidad al de la relación del hombre con la naturaleza,
organizada e incorporada en la técnica. Si esta agrupa los instrumentos de que
el hombre se vale para, operar sobre la naturaleza, la economía se refiere al
conjunto de actividades dirigidas hacia el fin de su mantenimiento físico. El
hombre, como todos los seres vivientes es individuo biológico que necesita
alimentarse y satisfacer una serie de otras necesidades elementales, exigidas
por su condición animal. En cuanto tal individuo biológico, el hombre satisfaría
esas necesidades en una relación directa con el medio ambiente, como lo
hacen los demás animales. Pero esto solo podría hacerlo así el hombre natural
y no el hombre histórico que nosotros conocemos y que nosotros somos.
http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020115361/1020115361_006.pdf
El ser social es importante porque permite a los seres humanos satisfacer sus
necesidades básicas, como la comida, el refugio y la seguridad, pero también
les permite satisfacer necesidades más complejas, como la necesidad de amor,
amistad y pertenencia. La interacción social es esencial para el desarrollo
cognitivo y emocional de los seres humanos, y también es fundamental para el
aprendizaje y la transmisión de la cultura.
Todo ser humano es social porque es imposible que alguien pueda vivir sin sus
semejantes y sin la cultura del mundo histórico que vive. Cada persona es
resultado de aquello que padres, abuelos, tíos y profesores le enseñaron. Es
indispensable reconocer que cada ser humano esta socializado porque
pertenece a un grupo familiar, a una clase social, nace y vive un periodo
histórico determinado, tiene un sexo, específicamente, un género, una edad
que lo asemeja y distingue de otros muchos, saber leer y escribir, etc. Es un
individuo particular. Una mujer urbana de la década de los 50 del siglo XX es
diferente de la mujer urbana del año 2017; las dos pueden tener 25 años,
habitar en la misma colonia, pero los trayectos vitales serán diferentes,
cualitativamente, porque las sociedades y las vivencias responden: a periodos
históricos específicos. Un ejemplo interesante es el que proporciona Daniel
Defoe, en su famosa novela Robinson Crusoe. En ella el autor describe a un
personaje (Robinson) imaginario del siglo XVII, quien adoraba el mar. Viajar de
un lugar a otro era su pasión. En uno de sus viajes, la nave en que se
trasladaban tuvo un severo accidente. El fue el único sobreviviente. Cuando
despertó, se encontró en la orilla del mar, ubicado en una isla. El debe
enfrentarse al mundo en condiciones adversas: solo, sin alguien con quien
compartir obligaciones y con quien charlar, incluso una persona para
discutir. Rescata herramientas del barco; por lo tanto, debe aprender a
utilizarlas para arar la tierra, para cortar un árbol y obtener leña, hacer fuego,
cocinar alimentos y construir su vivienda; también pudo escribir un diario. Era
un ser humano producto de su momento histórico y sus conocimientos
pertenecían a la sociedad, no obstante el los había incorporado y los utilizaba.
Logro vivir apartado del mundo humano y fue capaz de sobrevivir sin ayuda de
algún semejante. Estaba aislado de los seres humanos, sin embargo, llevaba
consigo el conocimiento y las normas de la sociedad de su momento. Esta
peculiaridad impide que el ser humano pueda actuar autónomamente, que
su libertad sea ilimitada, esto es, desconectada de la del resto de sus
contemporáneos. Las normas, la moral, es la esencia humana, es la que
permite la conexión de las personas; a través de ella (la moral) se comparten
los mismos códigos y con ellos se clasifican y sancionan las acciones.
Robinson, independientemente de su separación del mundo humano, él
era un ser humano socializado, portador de los códigos morales, de los
conocimientos y habilidades trasmitidas por sus mayores en su sociedad. Fue
educado dentro de una familia prospera económicamente. Su padre le
proporcionó consejos importantes para la vida. Pertenecía a una clase social, el
sector medio que, según su padre, era lo mejor porque no tenía la presión
social de los altos ni la pobreza de los más bajos. Su padre era un hombre
prudente, que conocía la vida y trato de que su hijo siguiera un trayecto
similar, dentro de la casa paterna y dentro de la tierra que lo vio nacer.
Robinson Crusoe era un hombre ingles del siglo XVII, representante de la
cultura y los códigos morales de su sector social. Lo anterior nos deja una
enseñanza importante: la mayor parte de nuestros conocimientos son
resultado de la sociedad en la cual vivimos, tanto para obtener y preparar,
construir una vivienda, elaborar la ropa que nos protege, como para realizar
otras acciones necesarias dentro de nuestra reproducción cotidiana. Por
ejemplo, una actividad tan elemental como es la alimentación es tanto
universal, porque no hay sociedad y grupo humano que sobreviva sin
alimentos, como particular, porque responde a sociedades y grupos
específicos. Desayunamos, comemos y cenamos aun determinado horario,
en un lugar específico y con los utensilios indicados. Estas acciones que son
necesarias para la mayoría de los seres humanos, ya en su operación
especifica puede diferir notablemente dependiendo de los grupos que lo
hagan por ejemplo, japoneses, mexicanos, norteamericanos, italianos entre
otros. También pueden cambiar dependiendo del periodo histórico en que se
lleven a cabo, simplemente imaginemos a las personas de una comunidad rural
del siglo XXI, a personas de una comunidad rural pero en el siglo XIX. Estas
prácticas con las cuales estamos familiarizados tienen como marco de acción a
la sociedad del momento. Por esto, el ser humano es un ser social. Robinson
Crusoe estuvo apartado, aislado, lejos de sus semejantes pero era portador del
conocimiento y las normas de sus semejantes. Los instrumentos o
herramientas que manejaba le permitieron reproducir, lo mas cercano posible a
sus contemporáneos de la ciudad, una vivienda y una forma de vida. Sin
embargo, muchas veces se dice que hay animales sociales, animales que
viven en grupos o comunidades y que de otra manera seria imposible su
supervivencia. En efecto, estos animales requieren de sus iguales para
sobrevivir ante un ambiente hostil, pero la manera de su asociación es
instintiva. Así nacen y así mueren, incluso, cuando llega a existir una alteración
a su ambiente natural, en su hábitat, la especie está en peligro de extinción.
Los animales difícilmente se pueden adaptar a un medio que no es el natural,
el propio de ellos. Esta es una diferencia tajante con el ser humano, el cual
tiene la ventaja de adaptarse a un medio ambiente, de modificar el medio
ambiente o usar los recursos que provee ese medio para diseñar una vivienda
o para proteger su cuerpo. Las herramientas, el trabajo como una acción que
busca la modificación de la naturaleza y el trabajo en colaboración con los
otros, ha permitido al ser humano sobrevivir, construir aldeas, ciudades. Pero
para lograr esto, se requieren reglas no escritas que regulan las acciones
individuales. Las reglas impiden que la persona tenga un margen de maniobra
ilimitado sino que este será regulado; las normas permiten la creación de un
mundo estrictamente humano; ellas se encuentran por encima de la voluntad
de las personas; no se ven pero están ahí, ejercen una fuerza en la voluntad de
las personas, de manera que impiden que cada quien haga lo que desea, sino
que se hace lo permitido por ellas. Vivir en sociedad es vivir con reglas; por
tanto, con una moral. Las normas son producto de un mundo social o humano
que integra a los individuos, que forman comunidades y sociedades, que
permite organizarse para el trabajo, administrar a una sociedad y a sus grupos,
convivir con los semejantes. Sin normas y sin leyes es imposible la vida en
sociedad.
https://www.studocu.com/es-mx/document/universidad-ciudadana-de-nuevo-
leon/servicio-social/concepto-del-ser-social-y-del-ser-individual/29852789
Amala y Kamala
Cuando el reverendo llegó a la linde de la selva se encontró con que un nutrido
grupo de cazadores locales ya había cercado a los espíritus. En medio de un
círculo de armas de fuego, dos niñas aterrorizadas y sucias miraban a todos
lados mientras eran protegidas por una loba que lanzaba dentelladas al aire.
Asustados, los habitantes de Godamuri abrieron fuego abatiendo a la loba y
sólo la intervención de Singh salvó a las niñas de seguir el mismo camino que
su madre adoptiva. Amala y Kamala (como el propio reverendo las llamaría)
fueron capturadas por la fuerza y llevadas hasta un orfanato gestionado por el
propio Singh y su familia. Fue allí donde las niñas empezaron a revelar su
secreto en toda su magnitud.
Comiendo en el patio
Kamala tuvo que ser separada a la fuerza del cadáver de su hermana, pero
tras un periodo de luto, empezó a hacer avances en el proceso de socialización
que la mujer del reverendo, inasequible al desaliento, nunca había
abandonado.
La niña empezó a andar erguida en algunas ocasiones, aprendió conceptos
relativos a la cantidad e incluso consiguió asimilar un reducido vocabulario
formado por unas 40 palabras monosílabas que le permitían comunicarse con
el reverendo y su mujer, junto a los que vivió hasta su muerte por tifus en
1.929, con 15 años de edad.
Esta sería una historia asombrosa tanto por la propia rareza que implica como
por las conclusiones médicas que podrían haberse extraído de su estudio
detallado... de no ser porque es falsa. El autor francés Serge Aroles desveló en
su libro "El enigma de las niñas lobo" (2007) la cruda realidad que rodeó a
Amala y Kamala durante su estancia en el orfanato de Singh.
Conclusiones: