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Filosofía Del Hombre

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UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE


PSICOLOGÍA

FILOSOFÍA
“ENSAYO: NATURALEZA SOCIAL”

AUTORES:

FIORELLA YASMÍN ALVA FARFÁN COD. 2111805541

DOCENTE:

MIGUEL ANGEL PEREZ PEREZ

CICLO ACADÉMICO:

IV CICLO

AULA:

402 A

2012 - II
INTRODUCCIÓN

El ser humano es un ser social por naturaleza lo que hace que siempre busque
compañía, formas de asociarse con otros seres humanos y formas de cómo
lograr mejores resultados en sus relaciones sociales.

Este instinto nos lleva a desarrollar formas de vida cada vez más complejas y a
la vez a acumular una serie de conocimientos que nos han permitido, poco a
poco, ir comprendiendo lo que llamamos sociedad.

Al revisar la historia de la humanidad se puede observar que los pueblos


antiguos trabajaron en organizaciones formales, como los antiguos ejércitos
romano y egipcio, las tribus nómadas, la Iglesia Católica Romana, y ya se
pensaba en cómo lograr mayor eficiencia y eficacia en las organizaciones ya
que tenemos la tendencia a organizarnos, cooperar y buscar alianzas con
nuestros semejantes para el beneficio común.
FILOSOFÍA DEL HOMBRE

¿Es el hombre un animal social por naturaleza?

Los humanos nacemos poco dotados anatómica y fisiológicamente para ser


autónomos, es por ello que necesitamos de los demás en un modo absoluto
para que nos ayuden a sobrevivir y a madurar en un grupo, familia, comunidad
y estados aparte que nos desarrollamos en el habla progresivamente; es esto
lo que nos ayuda a pertenecer a un grupo social ya que contamos con objetos,
costumbres, reglas e ideas básicas y similares creados por los hombres y que
tiene que ser aprendidos.

Aristóteles nos dice que: “La razón de que el hombre sea un animal social más
que cualquier abeja y que cualquier otro animal gregario, es clara. La
naturaleza no hace nada en vano.
Sólo el hombre, entre los animales, posee la palabra”, para así poder expresar
o manifestar lo que es bueno o dañino, justo e injusto.

Siguiendo y teniendo una argumentación bastante parecida a la de Aristóteles


el teólogo Tomás de Aquino nos dice que “un hombre asocial o es un genio, un
ser sobrehumano, o un animal; la vida asocial o aestatal es un signo de
naturaleza <<beluina>>, de infra humanidad. Por debajo del hombre esta,
como ser no social, sino gregario, el animal; por encima del hombre, Dios”.

Agregando a los argumentos anteriores, José Ortega y Gasset, fiilosofo


español de la primera mitad del siglo XX, historicista, lo cual lo lleva a
enfocarse a una corriente que reacciona de modo especial contra la
preponderancia dada a la naturaleza, nos da tambien una perspectiva de como
el ser humano se ve envuelto en la sociedad.

Ortega afirma que el individuo necesita la sociedad por la necesidad de


comunicación y la posibilidad del desarrollo del pensamiento, llegando
finalmente a la enunciacion clara de su tesis: sin sociedad, no hay individuo
humano.

Ortega recoge una frase de Natorp: “el individuo humano separado de la


sociedad –ha dicho Natorp- no existe, es una abstraccion”

Nos explica que es imposible que el ser humano no sociabilice y si es esto


sucediera no sería considerado, o basándonos en otras condiciones sería un
ser anormal o un fenómenos.

La socialización es un proceso de influjo entre la persona y sus semejantes,


que resulta de aceptar las pautas y normas de comportamiento social y saber
adaptarse a ellas. Es un hecho mediante el cual se inculca y transmite de
generación en generación la cultura a los miembros de la sociedad.
Dentro de estas pautas de comportamiento se encuentran las normas, valores
y formas de percibir la realidad, que para ser aceptadas deben ser compartidas
y defendidas por los distintos miembros de la sociedad

El objetivo de que la naturaleza dé dotes al hombre para que se interrelacione


es para que así pueda vivir en comunidad ya que así logrará desarrollarse y
desarrollar todos sus potenciales como individuo.

El poder conocernos a nosotros mismos y por ende conocer a las personas que
nos rodean ha sido el eje principal de la sabiduría humana. Además que al
conocernos a nosotros mismos, cuáles son nuestras limitaciones o ciertos
parámetros nos hacen madurar personalmente.

El hombre no puede, ni podrá vivir solo ya que estamos en constante cambio y


esto requiere una constante interacción con los demás. A pesar de ello habrán
ciertas limitaciones en la interacción como: las costumbres, creencias y género.
Rousseau es el primer autor con el que describiremos la parte refutante de la
tesis, éste nos dice que: “La sociedad es fruto de la necesidad externa: para
defenderse de la agresion, de los peligros externos, los hombres establecieron
un <<contrato social>> del cual surge la sociedad”.

El ser humano no nace ya en condiciones de vivir en sociedad con toda


normalidad y eficiencia. Muy al contrario, nace como siendo ajeno a la
sociedad, totalmente distinto y distante de ella, por no decir opuesto a la
misma.
Pero éste está destinado a vivir en sociedad: eso es su bien, su necesidad y
su salvación; sin vida social el hombre no sería humanamente nada; algunos
dicen como los sociólogos que no sería ni siquiera hombre.

El hombre no nace con unas capacidades ya efectivas y naturales, sino que


tales capacidades no existen en el momento del nacimiento ni se formarán por
sí sola, sino que habrá que aprenderlas trabajosamente.

Y además existen en el individuo unos profundos instintos animales


(egocentrismo, agresividad) que son opuestos a la vida social, y a los que
habrá que superar. Por todo esto diríamos que el ser humano es un ser poco
dispuesto para esa vida social a la cual se halla ordenado.

Según el profesor P. Fermoso: “la socialización podría definirse como un


proceso de interacción entre la sociedad y el individuo, por el que se
interiorizan las pautas, costumbres y valores compartidos por la mayoría de los
miembros de la comunidad, se integra la persona en el grupo, se aprende a
conducirse socialmente, se adapta el hombre a las instituciones, se abre a los
demás, convive con ellos y recibe la influencia de la cultura, de modo que se
afirma el desarrollo de la personalidad”.

La Socialidad humana es algo que no solamente hay que construir al inicio de


la vida de la persona, sino que también hay que mantenerla cuidadosamente a
lo largo de la misma, luchando contra todos los obstáculos que pueden
comprometerlo.
CONCLUSIONES

Las relaciones sociales son necesarias para el hombre tanto para su


supervivencia como para la satisfacción de él mismo, algunas veces estas
relaciones son tan diversas como peligrosas y es necesario controlarlas es por
ello que desde pequeños nos tienen que inculcar pautas por no decir valores
que logren que establezcamos acciones beneficiosas para nosotros mismos
como para la sociedad en sí, y llegar a así a una convivencia o estado de
sociabilización en donde podamos opinar, hablar o simplemente dirigirnos de
manera asertiva, respetando las opiniones y creencias de las demás personas.

Somos la única especie que tiene el don de poder convivir pasivamente o en


armonía con las personas que nos rodean ya que podemos expresar nuestras
inquietudes, molestias y saber que la persona entenderá y tratara de asimilar
para poder llegar a una conclusión que beneficie a ambas partes, ya que
hablamos de una sociedad igualitaria que respeta los derechos, creencias,
costumbres de las demás personas sin juzgar, porque tenemos base previa es
decir el aprendizaje suficiente o deficiente con el cual nos hayan educado
nuestras familia pero principalmente nuestro padres.
BIBLIOGRAFÍA

 Peces, G. Derechos económicos sociales y culturales. (1º.ed.). Editorial

Murcia.

 Martínez; M. (2007). Sociología. Módulo I. (1º.ed.). Argentina: Río Cuarto.

 Robles, L. (1992). Tomás de Aquino. (1º.ed.). Salamanca, España: Editorial


de Salamanca.

 Fernández, M. & Benito, J. (1996). El comentario de textos: Asimilación y


sentido crítico. (4º.ed.). España: Edinumen.

 Marín, A. (1999). Envejecimiento, sociedad y salud. (1º.ed.). España:


Universidad de Castilla-La mancha.

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