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Posturas y Gestos

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Galería de posturas y expresiones gestuales.

Lo que tus gestos dicen de ti.

En la comunicación personal influye tanto lo que se dice como lo que se


transmite. Y de esto último es de lo que vamos a hablar.

Todos adoptamos posturas según lo que sentimos y usamos gestos voluntario


y no voluntarios. Para alguien avezado en la kinesia y en la programación
neurolingüística, el cuerpo es como un libro abierto a nuestra mente y a
nuestras intenciones.

Series televisivas como El Mentalista, por ejemplo, tratan de cómo, a través de


la observación de los gestos, las posturas y las actitudes de las personas, se
puede detectar la veracidad o no de lo que se proclama. De hecho, según los
expertos, el 93% del mensaje que transmitimos procede de la comunicación no
verbal y el 55% de la efectividad del mensaje está en lo que el interlocutor ve,
no en lo que oye, por lo que no está de más que aprendas a reconocer o
transmitir algunas de las intenciones más habituales en el mundo de la
comunicación profesional o de exposición pública.

En cualquier presentación pública se necesita transmitir transparencia,


veracidad, sinceridad, especificidad, integridad, honestidad, rigurosidad,
profesionalidad, respeto y escucha, para poder captar la atención de quienes te
observan, ya que es el modo en que se abre una brecha comunicativa inicial. Si
alguien considera que no tienes nada que ofrecerle o que no eres creíble, no
querrá escucharte. Pero una vez obtenida la atención inicial, deberás sostener
en el tiempo esa recepción activa por medio de claridad, síntesis, distensión,
tenacidad y una dosis perfecta de lenguaje científico asociado al coloquial para
atravesar al público, tanto en su nivel mental como emocional y corporal. Si
conseguimos llegar, atravesar, tocar a las otras personas con nuestra
exposición, habremos alcanzado el objetivo y esto solo se logra enviando
información a todos los niveles de comprensión, no sólo al auditivo o al visual,
sino a todos los sentidos.

Ejemplos simples de comportamiento público y sus asociaciones más


frecuentes:

Respeta las distancias. El éxito en las comunicaciones pasa por reconocer la


distancia ideal. Varía según las culturas, pero se considera ideal los 45 cm. Lo
importante es no invadir lo que se llama la zona íntima, ni físicamente ni
virtualmente (señalando con la pierna que cruzamos o colocando objetos en la
zona del otro).

La mirada. Ésta es un reflejo del alma y un mal uso de los ojos puede provocar
la desconfianza o la animadversión del otro. Como regla general, es una
excelente elección mirar a los ojos (o al triángulo que se forma entre los ojos y
la frente o a la altura de los ojos del público, pero en el fondo de la sala, en un
punto fijo, en algunas ocasiones).
Si se mira de forma insistente, a la misma persona, se pierde atención sobre
los demás y esa persona puede sentirse demasiado expuesta o demandada,
pero no es confiable que se baje la mirada cuando haya que realizar una
afirmación importante y hay que tener conciencia de la intensidad del
parpadeo, que puede asociarse a la inseguridad.

La sonrisa es un liberador de adrenalina, descarga tensiones y relaja el


ambiente, por tanto, se agradece que el que expone proponga este clima con
su propia sonrisa. La sonrisa eficaz es aquella que es franca y cálida,
acompañada de los ojos y ligeramente entreabierta. (Si se percibe la fila
superior de los dientes, tiene un perfil más comercial).

Habla sólo de aquello que creas, en lo que tengas fe, confianza y tengas
herramientas para defender, desde diferentes ámbitos de conocimiento. Y tu
cuerpo transmitirá veracidad y credibilidad.

Inclinar el cuerpo o la cabeza hacia delante puede percibirse como una


agresión o sumisión, pero la inclinación de la cabeza hacia un lado se percibe
como un gesto de interés hacia el otro y de predisposición para alcanzar algún
acuerdo.

Algunas de las posturas más habituales en exposiciones públicas y pequeños


detalles que pueden ayudar a la elección de la propia gestualidad.

Benjamín Netanyahu, en una rueda de prensa en Jerusalén. //


Barack Obama en campaña política.

El dedo acusador o indicador

La agresividad resulta bastante evidente: desde el dedo acusador que apunta


firme hacia un objetivo, hasta la mirada fija o incluso la inclinación de la cabeza
hacia el lado contrario de donde mira. Seguramente, está dando paso a un
periodista, pero la dureza de la expresión hace que percibamos hostilidad y
agresividad.
Otra forma de utilizar el dedo es para reforzar nuestra idea, tal y como lo utiliza
Barack Obama. La intención del dirigente parece ser la de recalcar que habla
para aquel a quien dirige el dedo, como instándole a que lo que está diciendo lo
van a conseguir entre los dos y además es cierto; es como un desafío.
Javier Bardem

El aplomo hecho postura

Piernas abiertas, con la izquierda ligeramente adelantada, sonrisa franca,


cabeza levemente ladeada hacia un lado, los brazos detrás, en posición de
autoridad… Éste es el gesto de alguien que está satisfecho consigo mismo, la
expresión de la autoconfianza, del aplomo. No existe en la actitud del actor,
ningún asomo de agresividad o de posición defensiva, todo lo contrario: es más
bien lo que los expertos llaman una postura abierta que refleja seguridad,
aunque los brazos a la espalda pueden indicar un deseo de mantener las
distancias. La sonrisa abierta, dejando entrever los dientes de arriba, señala
satisfacción con la situación que se vive. Es una buena postura para utilizar en
foros empresariales cuando tienes que estar ante un auditorio o cuando tienes
que posar en una foto

Baltasar Garzón (izquierda) Viggo Mortensen (centro) Isidro Fainé (derecha)


Meditando

En el primero la preocupación es evidente tanto por la expresión de la cara


como por el movimiento de la cabeza que parece apoyarse en las manos como
si le pesase el mundo y por esos dedos entrelazados que, cuando están cerca
de la cabeza, reflejan inseguridad, disgusto y deseo de defenderse.
En el segundo, ocultar la boca con las manos, igual que apretar la nariz,
frotarse un ojo, según el contexto, son gestos que pueden revelar inseguridad,
falsedad e incluso mentira.
El tercero parece haber escuchado algo interesante pero no quiere dar aún su
respuesta, se acaricia la barbilla, cruza un dedo sobre su boca con el índice
hacia arriba. Es un gesto que ayuda a ganar tiempo y transmite seriedad y
atención, aunque puede dar algún signo de petulancia.

Real Madrid vs.Barça

Transmitir órdenes

Hay maneras y maneras de tratar a la gente. En el caso del Real Madrid,


Pellegrini habla con Guti y lo hace de una forma que se ve crispada: le agarra
por el brazo y se inclina hacia él como con agresividad, sin respetar su espacio
personal. Están situados en ángulo recto o casi cara a cara, lo que denota
rivalidad y posición de debate. La mano izquierda está abierta de forma tensa,
con los dedos separados entre sí, y la cara se ve crispada, tensa, expectante.
En el caso de Guardiola, aún transmitiendo preocupación, hay gestos que
suavizan y dulcifican la tensión. Están de lado, lo que indica espíritu
cooperativo. La mano que explica está relajada, se curva haciendo una C, lo
que denota deseo de argumentar, no de imponer como en el caso anterior.
11 de febrero de 2009, justo después de conocerse el caso Gürtel. PP.

A la defensiva o a la ofensiva

Curiosa imagen, donde se busca la escenificación pública de la unión reinante


en el PP. Todos junto al líder. Pero es, además, un buen catálogo de gestos
individuales. Si quieres que ‘cruzar los brazos’ refleje seguridad y aplomo,
liderazgo y proactividad, intenta dejar la mano derecha sobre el brazo
izquierdo, tal y como hace Francisco Camps (en la foto, a la dcha. de Rajoy). Si
la mano que se apoya en el otro brazo es la izquierda, como hace Soraya
Sáenz de Santamaría, podemos hablar de un interlocutor defensivo, reactivo,
que busca la aceptación. Además, con una mano se sujeta el brazo en un claro
gesto de querer protegerse de las agresiones externas. Rita Barberá y Ana
Mato tienen las manos cruzadas delante, un gesto muy habitual cuando hay
que estar delante de un auditorio. Pero, en el caso de Mato, la actitud de
sujetarse la muñeca señala necesidad de autocontrol y de incomodidad.

Iker Casillas
Cuando estamos muy 'a gustito'...

Quizás sea excesivamente informal la postura, pero demuestra comodidad,


relajación y, lo más importante, autoconfianza. No tiene problemas en
mostrarse como es. Esa seguridad también se refleja en la amplitud de
movimientos: las piernas abiertas y los brazos reposados. Es un gesto que
revela tranquilidad, consistencia, plenitud. Una amplitud que dice que nos
queremos y no tenemos complejo de ocupar el espacio que merecemos.

Patxi López // Sarkozy y Catherine Margaret Ashton, de la UE.

Apretones de mano

Puede tener significados muy diferentes: sumisión o dominación. El que tiene


mayor poder es siempre el que lleva la palma de la mano hacia abajo, por tanto
si se desea trasladar al otro el mensaje de que le cedes el poder, se puede
ofrecer la mano con la palma hacia arriba. Cuando las dos partes quieren
mantener el control, puede darse un saludo vertical. Sujetar del codo o agarrar
del hombro mientras se da la mano es un gesto afectuoso. Pero también puede
expresar dominio. La manera de contrarrestar esta exhibición de autoridad es
devolviendo el gesto: sujetar por el codo o incluso tocarle el hombro. Cuando
se agarra la mano del otro con las dos manos se expresa agradecimiento,
afecto.

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