EPILEPSIA
EPILEPSIA
EPILEPSIA
Clasificación:
Hay dos grandes Clasificaciones que utilizamos en la actualidad en epilepsia: La Clasificación de las
Crisis Epilépticas y la de las Epilepsias y Síndromes Epilépticos.
Crisis Parciales o Focales: Son aquellas en las que existe evidencia de inicio focal y la
actividad epiléptica queda circunscrita a pequeñas áreas de la corteza cerebral. Una crisis
focal se clasifica por el grado de consciencia durante el inicio de la crisis y que puede
alterarse en cualquier momento del evento. Las crisis focales con o sin alteración de la
consciencia también pueden subclasificarse según inicien con síntoma motores o no
motores, se han dividido en seis grupos: motores, automatismos, sensitivos, emocionales,
cognitivos o autonómicos:
o Motores. Involucro de la musculatura en cualquier forma, un incremento
(positivo) o disminución (negativo) en la contracción muscular para
producir un movimiento. Los más frecuentes son: arresto motor, astático,
disartria, distonico, etc.
o Automatismos. Actividad motora más o menos coordinada que ocurre
generalmente cuando la cognición está deteriorada y en el cual el sujeto
está después generalmente (pero no siempre) amnésico. Habitualmente
se asemeja a un movimiento voluntario, los más frecuentes son: agresión,
manuales, correr, sexuales, etc.
o Sensoriales. Relacionados con sensaciones, por lo tanto, no son signos en
este caso, sino solo síntomas. Los que se reportan con mayor frecuencia
son: síntomas auditivos, gustativos, olfatorios.
o Emocionales. Son crisis que se presentan como una emoción como un
rasgo prominente inicial como miedo, alegría o euforia espontánea, risa,
llanto, que se dan en ráfagas o brotes.
o Cognitivos. Los datos que con mayor frecuencia se reportan en este grupo
son: acalculia, afasia, alteración en la atención, disfasia, etc.
o Autonómicas. Alteración de la función del sistema nervioso autónomo,
que puede implicar aparato cardiovascular, pupilas, diaforesis, aparato
gastrointestinal, vasomotor.
En las crisis focales también se debe tener en cuenta los espasmos epilépticos.
Crisis parciales simples (CPS). Cursan sin alteración del nivel de conciencia. Pueden ser
motoras, sensitivas-sensoriales, autonómicas o psíquicas.
Crisis parciales complejas (CPC). Cursan con alteración del nivel de conciencia. Pueden
presentarse como alteración aislada o inicial del nivel de conciencia o comenzar como una
crisis parcial simple que en su curso presenta una disminución del nivel de alerta; son
frecuentes los automatismos o actos estereotipados involuntarios.
Crisis parciales secundariamente generalizadas (CPSG): Son crisis generalizadas que se
originan a partir de una crisis parcial simple o compleja, al propagarse hasta afectar a
ambos hemisferios; son generalmente del tipo tónico-clónicas y ocurren más
frecuentemente en aquellas crisis con foco en lóbulo frontal.
Crisis generalizadas (CG): Son episodios clínicos y electroencefalográficos bilaterales sin
un comienzo focal detectable y con alteración de la conciencia desde su inicio. Traducen
una descarga generalizada de neuronas de toda la corteza cerebral. Se dividen en:
Tipos de Epilepsias
Síndromes Epilépticos
Diagnostico
Los antecedentes etiológicos más importantes son los de trauma perinatal, alteración en el
desarrollo psicomotor, convulsiones febriles, meningoencefalitis, otros traumatismos craneales,
enfermedades neurológicas o psiquiátricas familiares e historia de epilepsia familiar.
Resonancia magnética. Una resonancia magnética usa imanes potentes y ondas de radio
para crear una vista detallada del cerebro. Al igual que la tomografía computarizada (TAC), la
resonancia magnética (IRM) examina la estructura del cerebro para detectar lo que puede estar
causando las convulsiones. No obstante, la resonancia magnética ofrece una imagen más detallada
del cerebro que la tomografía computarizada.
Tratamiento
1. FAE antiguos: fenobarbital (PB), fenitoína (PHT), primidona (PRM), etosuximida (ESM),
carbamazepina (CBZ), ácido valproico (VPA), clobazam (CLB) y clonazepam (CLN).
2. FAE modernos: vigabatrina (VGB), lamotrigina (LTG), gabapentina (GBP), felbamato (FBM),
topiramato (TPM), tiagabina (TGB), oxcarbazepina (OXC), levetiracetam (LEV), pregabalina
(PRG), zonisamida (ZNS), retigabina (RET), rufinamida (RUF), lacosamida (LCM),
eslicarbazepina (ESL) y perampanel (PER).
De todos los FAE, la PHT (y su profármaco fosfenitoína), el PB, el VPA, el LEV, la LCM y las
benzodiazepinas están disponibles por vía intravenosa, lo cual tiene gran utilidad en
postoperatorios u otras situaciones en las que el paciente no pueda alimentarse por vía oral y en
los estados de mal epiléptico.
Los FAE son eficaces si se prescriben para el síndrome o tipo de crisis adecuado, pero tienen un
estrecho margen terapéutico, lo que significa que la concentración requerida en el interior del
sistema nervioso central para que sea eficaz está muy próxima a la que produce efectos
secundarios y es difícil, a veces, encontrar un equilibrio entre ambas.