La Ética en La Edad Antigua
La Ética en La Edad Antigua
La Ética en La Edad Antigua
Resumiendo un poco, Platón defiende el mundo espiritual, y plantea que el hombre tiene un
alma inmortal. Para él, el bien tiene que ver con conseguir la purificación a través
del desarrollo de ciertas virtudes que iluminan la vida humana:
El esfuerzo físico
La sabiduría
El cultivo de las virtudes morales: fortaleza, templanza, prudencia.
La justicia: la virtud de todas las virtudes.
Por su parte, Aristóteles agrega un nuevo punto de vista en la historia de la ética y la moral.
Para este filósofo, el hombre no está solo hecho de una parte racional, sino que también
existe una parte importante: la de las pasiones y deseos.
La ética en la Edad Media
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) es una de las figuras más destacadas de la Edad Media en la
historia de la ética. Como discípulo de Aristóteles, fusiona el intelectualismo griego y el
cristianismo, y establece que la finalidad suprema de todo hombre es la unión con Dios. Para Santo
Tomás de Aquino, la felicidad como bien máximo se equipara con Dios, y para alcanzarla, es
necesario cumplir con nuestros deberes y obedecer las leyes que nos indican qué es lo bueno y qué
es lo malo. En este punto, el origen de la ética es la religión.
En la Edad Moderna, la historia de la ética toma un giro desde la religión, hacia el hombre
como centro. En este antecedente histórico de la ética, se estudia la moral, el deber, la
felicidad y lo que es correcto o no en el comportamiento humano.
Descartes es una de las figuras que comenzó a dejar huellas en este momento de la historia
de la ética. El filósofo, matemático y físico francés, subraya a la razón como única fuente
de conocimiento, y es así como la ética queda completamente separada de la religión,
dando paso al individualismo.
Kant es otro nombre muy importante dentro de la historia de la ética y la moral moderna.
El científico y filósofo, fue el responsable de anunciar la Fórmula de la Humanidad, en la
cual establece que uno debe tratar a los demás y también a sí mismo, como un fin, y no sólo
como un medio. Con esta fórmula, Kant le otorgó al ser humano un valor absoluto,
incomparable, objetivo y fundamental llamado dignidad. Para Kant, reconocer y respetar la
dignidad de una persona, es también reconocer su valor único y esencial.
La ética en el Siglo XX
Mark Scheler, filósofo alemán, es uno de los autores más destacados en la historia de la
ética del siglo XX, ya que desarrolló una fenomenología de los valores. Para Scheler,
todos tenemos un conocimiento previo, una cualidad inherente que nos permite diferenciar
lo bueno y malo, y elegir cómo actuar.
Los valores, según esta breve historia de la ética, son cualidades independientes de los
bienes, y se estructuran según dos categorías fundamentales:
la polaridad: todos los valores pueden ser positivos o negativos
la jerarquización: cada valor puede ser inferior, igual o superior a otros
valores.
fundamentos de la ética
La ética implica necesariamente hablar de la práctica de valores y de
principios, que permiten al ser humano orientar su actuación hacia el bien.
Nadia Delgado.
1
La ética y la razón:
Mediante el uso de la razón y el conocimiento un individuo no solo se forma en
un ser capaz de pensar y reflexionar con el fin de realizar una conclusión o un
juicio en determinada situación, sino también en alguien suficiente que llevaría
a cabo una mejor capacitación sobre los valores éticos mediante la evidencia y
consecuencias.
2
La ética y la responsabilidad:
Al hablar de responsabilidad y ética como algo que va agarrado de la mano, es
preciso hacer referencia a las acciones de responsabilidad que van más allá de
lo que exige una o la ley, de modo que aquellos individuos que realizan
actividades socialmente responsables actúan haciendo el bien, no porque la ley
lo exija o imponga, sino porque existe un profundo sentido ético de lo que es
correcto e incorrecto, de las normas que deben guiar su conducta,
independientemente de las consecuencias legales o sociales que esto conlleve.
3
La ética y la libertad:
No puede haber ética sin libertad, ni libertad sin ética.
La ética nace de una decisión personal que no puede ser impuesta por nadie, a
su vez la libertad es posible como resultado de la práctica de las virtudes que
llevan a la excelencia personal y profesional, a través del conocimiento.
Al hablar de la relación que existe entre la ética y la libertad, nos referimos a la
decisión personal que ha realizado un individuo ante una situación, a través del
conocimiento que posea de las distintas opciones posibles que consentirán su
felicidad, pues, al tener conocimiento este le permitirá decidir y, al decidir, el
ciudadano construye su libertad.
4
La justicia y la ética se sustentan en aquellos individuos que nacen libre y que
buscan y luchan por su libertad, mientras contribuyen la libertad del mundo en
el que viven, es decir, buscan la equidad o igualdad; pero cuando el individuo
fracasa en volverse ético, por sí mismo, el grupo toma medidas contra él, y a
esto se le llama justicia.
la ética y la justicia:
5
La ética y el bien común:
El bien común junto a la ética se reflejan en todas las acciones que realiza el
individuo hacia su comunidad con el fin de llevar a cabo una función en la que
todos los seres que viven junto a el tenga un beneficio que complete tanto su
felicidad como su integridad. De esta manera, se esperaría que la ética forme
parte integral de la cultura y que su actuación se encuentre regulada a través
de un código de ética, que incluya los valores y principios de cada institución.
6
La ética y la virtud:
La ética y la virtud complementa aquella filosofía que tiene que ver con la
búsqueda de vivir una vida moral; en donde esta perspectiva privilegia el
carácter moral de las personas, y dicta que adquirimos la virtud a través de la
práctica. Al practicar la honestidad, valentía, justicia, generosidad, etc., las
personas desarrollan un carácter moral y honorable. Según Aristóteles, al
desarrollar ciertos hábitos virtuosos, las personas podrán tomar decisiones
correctas cuando enfrenten retos éticos.