Ensayos Interna
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ENSAYOS
MEDICINA
INTERNA
AUTOR: LUNA
RODRIGUEZ
ANGELICA ANAETZY
PROFESORES: HERNANDEZ
JUAREZ
RAFAEL
MENDONZA
LOPEZ
GLORIA
Introducción……………………………………………………………………..………………………………………3
Acné…………. ………………………………………………………………………………………………… 4
Psoriasis………………………………………………………………………………………………………..6
Conclusiones……………………………………………………………………………………………….16
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………………………………. 17
INTRODUCCION
La piel se considera como la cubierta protectora que nos aisla del ambiente y limita nuestra
individualidad. Compuesto de múltiples sistemas que forman parte de un complejo fundamental
del sistema inmune. Por otro lado, la piel es el órgano más extenso del cuerpo y está a la vista de
otro, por lo cual hay demasiadas patologías que pueden reflejarse en la misma. Por lo que al
explorar la piel y descifrar las expresiones, podemos saber si los pacientes cursan con
enfermedades primarias o secundarias, como en el caso de las personas que cursan con
hipotiroidismo, falla renal en contraste con las que cursan con herpes o tumoraciones propias de
la piel.
Para ello, es primordial identificar las alteraciones que son más comunes en la infancia, así como
las afecciones de la edad joven, adultos jóvenes y vejez. Siendo que muchos de las lesiones
indeseables que se expresan en la piel, pueden comenzar desde un prurito o eritema, hasta la
protrusión, deformidad o cambios de coloración drásticos de la piel.
Es por ello, que en el presente trabajo se pretende explicar de forma breve las patologías
dermatológicas comunes en los adultos; con el fin de identificar las características y las lesiones
elementales de las patologías, con lo cual seremos capaces de determinar el tipo de laboratorio y
gabinete que se debe solicitar, asi como diagnosticar y dar manejo a las mismas y/o en caso de
ameritar la valoración por especialistas.
ACNE
El acné se define como aquella afección de la glándula sebácea, cuya característica es la alteración
de la función y estructura de la unidad pilosebacea.
Considerada como una de las principales patologías dermatológicas, puesto que afecta a casi 80%
de los adolescentes, (usualmente en 13 y 18 años de edad); además de considerarse como una
causa de baja autoestima por las marcas o cicatrices que puede generar.
Su patogenia es multifactorial, sin embargo, se han identificado cuatro principales factores para
desarrollar el mismo:
1. Aumento de la producción de la secreción sebácea
2. Aumento de la queratinización con obstrucción del folículo pilosebáceo
3. Bacterias (colonización), principalmente el Propionibacterium acnes
4. Inflamación resultante de las lesiones previas
Sin embargo, como se mencionó anteriormente se encuentra más en los adolescentes, y esto se
debe a la estimulación hormonal que tiene efecto sobre la producción de sebo y respuesta
inflamatoria. Aunque también se ha asociado a hormonas, anticonceptivos, estrés y mala higiene
de piel, entre otras.
Todo lo anterior dando lugar a diferentes lesiones, la primera se menciona como microcomedón
(hiperqueratosis en los folículos); lo cual, a su vez, generan los comedones abiertos o cerrados
(puntos negros o blancos). En el caso de las lesiones inflamatorias, se denominan pápulas o
pústulas (las cuales son de expansión adicional a la unidad folicular; Por ultimo encontramos los
nódulos, que corresponden a cuando se rompe la pared folicular, pueden encontrarse uno encima
de otro y usualmente dejan cicatrices.
El acné se puede clasificar de acuerdo a la cantidad de lesiones en: leve (≤20 lesiones), moderada
(>20 lesiones y ≤50 lesiones) y severa (> 50 lesiones). Así como se clasifica de acuerdo a los tipos
de acné que se presenta:
Conglobata: correspondiente a quistes y ulceraciones (se dan en lugares que el acné
clásico no lo haría)
Fulminans: Forma aguda severa, en este caso hay un ataque al estado en general, presenta
a veces mialgias, artralgias, fiebre y adenopatías
Comedonico: Más común en encontrarse, caracterizado por los “puntos negros y blancos”
Otros tipos: Usualmente son secundarios, como en el caso de los cosméticos
Para el diagnostico, se basa en la clínica y el tipo de lesiones que se encuentran. De acuerdo a las
lesiones es el tratamiento, sin embargo, en general el manejo del acné es mejorar la limpieza de la
piel, en especial la zona “T”, así como auxiliares tópicos para evitar la colonización de las bacterias
entre los de uso común están el peróxido de benzoilo, así como el ácido salicílico.
Por otro en el caso de acné inflamatorio, se puede utilizar antibióticos tópicos, como clindamicina,
tazaroteno o tretinoina (solo que, en este caso, se debe evitar el embarazo al menos un mes en el
caso de mujeres). Cabe recordar, que, en el manejo en los acnés inflamatorios, el manejo no será
monoantibiotico por la falta de respuesta, por lo que se agregaran antibióticos sistémicos como:
minociclina, doxiciclina, Isotretinoina, durante al menos 4 a 8 semanas. Todo lo anterior con
cambios en el habito de dieta, antiinflamatorios, extracción de comedones y uso de tónicos
faciales, así como cambio de cosméticos.
ALOPECIA AREATA
Mucho tiene que valorarse la estructura de la base del folículo piloso, donde se considera que su
defensa, supresión de perdida de calor y sensibilidad táctil se alteran al perturbarse una de las
fases de crecimiento piloso (prematurez de la fase anagena a la catagena o de la fase anagena a la
telogena). Por lo que, algunas referencias, mencionan que afecta a ambos géneros por igual, sin
embargo, la tendencia cambia con respecto a las edades, donde es poco común en los niños, pero
un 60% aproximadamente es parece que desarrolla los primeros síntomas alrededor de los 20
años; en México lo asocian a antecedentes de familiares con alopecia areata, aunque como se
mencionó arriba tiene un proceso autoinmune, por lo que se asocia a asma, dermatitis atópica,
enfermedades de tiroides, rinitis alérgica, etc. Otros de los factores de tipo ambiental son las
infecciones, toxinas y la alimentación.
Para el diagnostico, la clínica es más que suficiente, en caso de dudas contra la tricotilomanìa, se
puede realizar la inspección con el dermatoscopio, donde se aprecian puntos amarillos
(infundíbulos foliculares dilatados). Se puede realizar también la toma de biopsia, sin embargo,
este método es poco común, así como es para determinar las áreas de actividad de la lesión, ya
que se realiza con un sacabocado de 4mm y con cortes transversales.
De acuerdo a la guía de práctica clínica, el tratamiento de primera línea tópico son los
corticoesteroides intralesionales (acetonido de triamcinolona) el cual a las 4-6 semanas se
menciona el repoblamiento, sin embargo, este medicamento no debe usarse mas de 6 meses por
la atrofia local y discromía. Otra alternativa del tratamiento es la combinación de valerato de
betametasona mas ácido garlico, en el caso de la alopecia de moderada a severa se puede recurrir
al propionato de clobetasol. La inmunoterapia tópica, se aplica semanalmente en piel cabelluda
para favorecer una dermatitis alérgica de contacto, lo cual general una reacción inflamatoria
asociada al crecimiento del cabello, por lo que actualmente se considera el tratamiento más
efectivo en pacientes con alopecia areata total, sin embargo, no esta aprobado por la FDA, por lo
que su uso es en protocolos de estudio. Por otro lado, el minoxidil, la antralina y fotquimioterapia
son tratamientos de segunda línea. Y por último el manejo integral se compone de la valoración
por psiquiatría para descartar trastornos psicoafectivos.
En cuanto al pronóstico, en los niños es malo, a menor edad de aparición, la perdida de pelo y
alteraciones en las uñas son más graves, casi llevando en la edad adulta a la falta total de pelo.
PSORIASIS
Esta enfermedad se define como una patología inflamatoria crónica, inmunomediada, en la cual
las implicaciones son biológicas y psicosociales.
Aunque la mayoría de los autores mencionan desconocer la causa principal de la psoriasis, en otro
artículo se menciona la participación recurrente del sistema inmunitario innato y adaptativo, las
células Th17 que generan el proceso inflamatorio y más aún si está relacionado a comorbilidades
metabólicas y cardiovasculares.
Su lesión característica es una placa inflamatoria, de distintos tamaños, con una capa de escamas
blanquecinas, a menudo pruriginosas, las cuales se desprenden, cuando esto sucede, se produce
un traumatismo en los capilares, generando sangrado de punta de la lesión, signos conocido como
“auspitz”. Estas lesiones suelen ser bilaterales, casi simétricas, localizada en codos, rodillas, región
lumbosacra, cuero cabelludo y uñas, aunque se han descrito en otros artículos la afección en
mucosas y pliegues; la lengua geográfica presenta placas eritematosas no dolorosas,
correlacionadas con la perdida de las papilas.
Por otro lado, la presentación más común de la psoriasis es el tipo vulgar (90% de las personas
afectadas por psoriasis). Además de esta manifestación, esta patología la podemos encontrar con
4 variantes llamadas:
En gota inversa: que es las más frecuente para niños y adultos jóvenes, presentando eritema
delimitado, sin escala, localizada en áreas como axilas, pliegues, genitales y cuello.
Pustulosa: como su nombre indica, desarrolla pústulas en la periferia de las placas y puede
acompañarse de fiebre, leucocitosis, hepatotoxicidad.
Eritrodermica: que cursa con eritema generalizado, usualmente con antecedentes de quemaduras,
lo cual favorece la infección-
En cuanto al diagnóstico, la clínica y el examen físico suelen ser suficientes, sin embargo, en caso
de duda, se debe realizar biopsia de piel.
Comenzaremos con la tiña de uñas, también conocida como onicomicosis, la cual es una
enfermedad causada por Hongos, que afectan la estructura de las uñas desde los lechos, hasta la
parte más distal.
Como se mencionó arriba, los hongos son la causa de esta enfermedad, de los cuales, los más
frecuentes son: dermatofitos (59%), mohos no dermatofitos (20%), seguidos de las levaduras
(20%). Aunque esta incidencia es variable de acuerdo al ambiente predominante con el paciente,
edad, género y ubicación de la onicomicosis.
En cuanto a las manifestaciones clínicas por la onicomicosis, es aumento del grosor de la uña,
cambios de coloración desde amarillo, opacidad, hasta color negruzco, deformidad de la misma,
descamación, etc. De acuerdo a esto, se observan 7 formas de afectación: subungular distal y
lateral, superficial, endonix, subungular proximal, mixta, distrofia total y secundaria. Dentro de
esta clínica también encontramos su clasificación (Zalas): Subungular distal y lateral, blanca
superficial y proximal.
En cuanto al tratamiento de la onicomicosis, se debe realizar primero una conciencia de que este
tipo de patología tarda en desaparecer y solo la constancia y disciplina serán las que les ayuden
para la eliminación de esta. Existiendo de tal manera la terapia tópica, la cual utiliza cremas de
terbinafina, clotrimazol, amorolfina, ciclopriroxolamina, las cuales se recomiendan desde 1-2 veces
al día, hasta cada 3er día en el caso de la última, no sobrepasando los 6 meses. En cuanto al
manejo sistémico, la griseofulvina y el ketoconazol han sido reemplazados por menos dañinos,
como itraconazol, fluconazol y terbinafina. La dosis indicada va de 5mg/kg/ día en los niños y en
los adultos 500mg a 1g al día vía oral, con el uso de esta vía debemos considerar el daño a hígado
por el metabolismo del medicamento, por lo que el uso es restringido en hepatopatas. Y por
último el tratamiento combinado es con antifúngicos vía oral y tópico; sin embargo, como se
mencionó antes, la constancia del paciente y apego al manejo es la base de este tratamiento para
llegar a la efectividad.
En cuanto a la tiña corporis, la infección como su nombre indica es en la piel y anejos cutáneos
causados por hongos; los cuales son capaces de colonizar la piel, pelos y uñas, por la afinidad que
tienen a los tejidos con queratina, por lo que no viven en las mucosas. Por lo tanto, existen
alrededor de 39 especies de dermatofitos; de los cuales 3 principalmente son patógenos para los
humanos (Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton).
Estos hongos, generan una respuesta inmunitaria de tipo celular, con un proceso inflamatorio
similar al eccema.
En el caso de la incidencia, los niños son los principales infectados en estos casos, siendo más
frecuentes en el verano y en climas húmedos. Aunque las enfermedades que alteran la inmunidad
como la diabetes, sida y demás enfermedades sistémicas, favorecen la infección y extensión de la
micosis.
En cuanto a la clínica puede afectarse cualquier zona de la piel, siendo más común en la cara,
tronco y extremidades; De primera instancia aparecen como pápulas que confluyen hasta formar
placas eritematoescamosas, que van del centro a la periferia y cuyo centro tiende a aclararse
dando una apariencia en algunos casos de piel normal; sin embargo, la piel es seca y conforme la
extensión de la lesión avanza, en los bordes, se menciona que pueden encontrarse en
superposición de varios elementos. Esta aparición de las lesiones, es más común encontrarlas en
partes descubiertas, por la fácil diseminación de las esporas a la piel.
En cuanto a las lesiones específicas de cada agente causal, se menciona que el Trichophyton suele
dar placas extensas únicas, mientras que los del género Microsporum dan pequeñas lesiones
múltiples que se deben al contagio a partir de mascotas domésticas, como gatos y perros.
El diagnóstico diferencial sobre todo en los niños, mencionan debe ser realizada con pitiriasis
rosada de Gilbert, ya que la primera lesión de la esta última, le refieren como medallón heráldico,
con características muy similares a la tiña corporis y posterior a esto las lesiones aparecen
idénticas. Otro de los diagnósticos diferencias es la psoriasis, impétigo, granuloma anular, eccema
numular y la dermatitis por contacto de tipo Lucky-Luke (placas eritematosas, con escamas,
vesículas y costras).
Para el tratamiento, al igual que en la onicomicosis, los antimicóticos tópicos como el clotrimazol,
econazol y oxiconazol se pueden utilizar diariamente por 2-4 semanas hasta una semana posterior
a la desaparición de las lesiones. Otros medicamentos como la terbinafina se aplican 2 veces al día
y su efectividad es similar a los imidazoles, solo que en menor tiempo. Y en casos graves con
extensión de las placas o más de cinco lesiones, se recomienda la griseofulvina y en caso de alergia
terbinafina. Se menciona no combinar esteroide-antifúngico, ya que no erradican la infección y se
altera el cuadro clínico.
Se denomina a tumores benignos a cualquier neoformación en la piel, los cuales pueden ser de
distinto origen, desde la epidermis, los anexos o el tejido conectivo dérmico y subcutáneo, hasta
las estructuras de la dermis, en la mayoría de los casos incluyendo vasos y nervios.
Lesiones vasculares: en esta clasificación encontramos las anomalías del desarrollo, como la
mancha de vino oporto, angioqueratoma, lago venoso, nevo en araña, etc. Así como los linfomas e
higromas que abarcan la linfa.
Pilomatrixoma: formado por células parecidas a las de la matriz del pelo, manifestado como un
nódulo, duro, localizado en hipodermis, tumor palpable, asintomático a la presión, su tratamiento
es quirúrgico para la exceresis.
Xantugranuloma juvenil: tumor más frecuente en los niños, de origen histiocitario; se clasifica en 3
tipos de acuerdo a la afectación, abarcando desde compromiso óseo, hasta las que incluyen
leucemia y al histiosarcoma. Se presentan como lesión nodular única o múltiple, de color rosa que
evoluciona a amarillo, típicamente en la cabeza. En este caso la mayor parte del tiempo es
autoresolutiva, por lo que no amerita manejo, sino vigilancia, en otras situaciones la extirpación
quirúrgica puede ser lo ideal.
Dermatofibroma: pápulas y nódulos definidos, asintomáticos la mayor parte de ellos, localizados
en extremidades, de color marrón, el diagnóstico es la palpación y exploración de la “pastilla”
(lesión), solo en caso de duda realizar biopsia, en cual, el manejo solo en casos de estética extrema
se realizará con la crioterapia o extirpación quirúrgica.
En cuanto a los tumores malignos de piel; esta clase de tumores, se dividen en 2 grandes grupos:
melanoma y no melanoma (en este último, se encuentran el carcinoma basocelular y el
espinocelular, así como linfomas cutáneos, tumores de células Merkel, etc.).
De los tumores anteriores, el cáncer basocelular es responsable del 80% de los casos, en donde la
exposición a radiaciones ultravioletas y pieles sensibles (claras, rubias), edad avanzada son las
principales causas que generan este tipo de lesión, en un 95% de los casos, se presentan a los 40 y
79 años de edad, afectando más a los hombres.
Carcinoma basocelular: es el cáncer de piel más común, como se mencionó arriba se da con
antecedentes de exposición solar intensa, por lo tanto, se verá principalmente en zonas expuestas
a este, como cabeza, cuello, parte anterior del tórax, de estos un 26% se hallará en la nariz; de
estos, existen unas variantes de acuerdo a su presentación, como lo es el de tipo nodular, que es la
forma más común, con lesión única, rosada. Otra de tipo superficial, que es una placa eritematosa
poco indurada. Un tipo más, la esclerosante: lesión aplanada, ligeramente elevada de coloración
blanco-amarillento o rosada, considerado como el más agresivo. Por ultimo están las formas
infiltrativas, basoescamosa, micronodular. Para el tratamiento de estos tumores, depende de la
variante, localización y tamaño. Por lo tanto, el manejo puede ir desde la exceresis quirúrgica de la
lesión, la cirugía de Mohs, el farmacológico con fotodinámica que utiliza porfirina, hasta la
radioterapia en caso de tumores irresecables.
Carcinoma espinocelular: segunda neoplasia maligna de la piel, pero es más agresivo en cuestión
de extensión, en comparación al cáncer basocelular, la queratosis actínica es la principal lesión,
clínicamente apare con mayor frecuencia en la cara, manos y antebrazos; y este a su vez, se
subdivide en 2 tipos: Verruscoso: lesiones exofiticas en plantas y palmas, con bajo riesgo de
metástasis. El ulcerativo: presenta bordes elevados con ulceración central, con comportamiento
agresivo que invaden rápidamente a ganglios linfáticos. El tratamiento en estos casos son la
resección quirúrgica, para lesiones con alto riesgo de metástasis, se realiza biopsia con aguja fina,
linfadectomia y radioterapia.
Comenzaremos con el herpes zoster, el cual es una enfermedad de tipo viral, causada por el virus
del virus zoster.
Según Lourdes Romero, existen más de 80 tipos de herpes, de los cuales 8, son patógenos para el
humano; estos virus miden aproximadamente 200 nanómetros de diámetro y la prevalencia en los
países varia de 50 a 80% en niños mayores de 12 años. Se estima que en México el promedio de
casos es de 220 000 al año y el riesgo de padecer herpes zoster se incrementa con la edad, dando
un pico de incidencia en mayores de 75 años.
Aunque la enfermedad como se dijo antes, predomina en los adultos mayores, diversos autores
mencionan que al menos un 3% de la población tiene 2 factores para desarrollar herpes zoster en
la infancia.
Entre los principales factores de riesgo, la edad es de los principales, seguido de compromiso de la
inmunidad, diabetes, inmunodefinciencia adquirida, estrés, desnutrición, artritis reumatoide,
enfermedad pulmonar crónica obstructiva, enfermedad péptica ulcerosa, pacientes con cáncer, así
como caucásicos, entre otros.
En lo que corresponde al herpes simple, le mencionan por ser el principal responsable de un gran
número de infecciones de la región orofacial y genital. Dentro de este tipo de virus, existen 2 tipos
simples, correspondientes al grupo α, los cuales son Herpes simple tipo 1 y tipo 2.
Al igual que en el herpes zoster, los factores de riesgo siguen siendo inmunocompromiso.
Dentro del mecanismo, se puede dividir en varias fases, comenzando por la de entrada, donde el
virus se une a la superficie celular y la membrana plasmática, posteriormente viene la fase de
expresión, donde los componentes del virus y la participación de las proteínas, aumentan la
producción del virus, donde una célula infectada, puede ser capaz de producir hasta 50 tipos de
RNA y posteriormente se realiza la replicación, seguido de la combinación y encapsulación, lo cual
genera en breve la infección activa y la latencia. Todo este mecanismo de infección es generado
por contacto del virus con alguna herida, ojos, mucosas, a partir de esta primoinfección, el virus
puede llegar a las terminales nerviosas, donde puede manifestarse o permanecer en forma
latente.
Por lo que las manifestaciones clínicas, son dependiendo del tipo de virus simple, como en el caso
del herpes tipo 1, que mencionan principalmente lesiones orales, lo más común es el herpes labial
(donde presentan vesículas en racimos, dolorosas, prologadas y desfigurantes), faringitis herpética
(usualmente en adolescentes, presentándose como lesiones ulcerosas en amígdalas con exudado
gris, adenopatías cervicales y fiebre), otras de las manifestaciones son el llamado panadizo
herpético, apareciendo vesículas en los dedos (parte distal), quemantes y dolorosas, común en el
personal de salud. Otra es el herpes gladiatorum, que según los autores se puede ver en áreas de
cara, cuello y brazos, generalmente aquellos que practican deportes. Otras poco comunes, pero de
igual importancia son el eritema multiforme y la que se considera la más grave la
meningoencefalitis.
En contraste con el herpes simple tipo 2, este da lesiones a nivel ano-genital, aunque también se
puede dar herpes neonatal. Con respecto a la infección genital, estas se dan más los jóvenes,
siendo la infección de transmisión sexual ulcerosa frecuente, en el cual se cursa con
manifestaciones sistémicas, como fiebre, cefalea, mialgias y la lesión característica ulceras
externas y en periné, así como adenopatías inguinales dolorosas. En este caso, el diagnostico debe
hacerse con chancro y sífilis. Mientras que se menciona que las complicaciones son la disfunción
autonómica sacra, con retención urinaria y proctitis en los hombres.
Por otro lado, una de las lesiones epiteliales hiperqueratosicas secundarias a daño en las células
epidérmicas de tipo viral, son las verrugas víricas.
Estas afectan a personas jóvenes en la mayoría, mencionando que se transmiten por contacto
directo e indirecto; de estas las más frecuentes son las vulgares en un 70% de incidencia, seguidas
de las verrugas plantares en un 26% y por ultimo las planas en 4%. Se refiere que no hay distinción
de géneros y como se mencionó arriba, la incidencia es en jóvenes, su pico de mayor incidencia es
de los 6 a los 12 años de edad, con predominio durante la época de verano. Su localización es
principalmente en manos, cara, cuello, lechos ungueales y rodillas.
Esta clase de verrugas, se producen por la infección del papiloma humano, y tienen una baja
trasferencia. Esta clase de virus, tienen atracción por las células basales del epitelio, sin embargo,
se menciona que cerca del 30% de estas desaparecen espontáneamente, lo cual hace que en
algunos casos se asocien al uso de maquillaje, dolor o irritación por un trauma con algún objeto,
no obstante, los pacientes con inmunocompromiso cursan con un riesgo más elevado que la
población en general.
Se denomina así a la reacción inflamatoria, ya sea aguda o crónica que se presenta posterior a la
respuesta a un agente externo. Existen 2 tipos de dermatitis de contacto, de origen irritativo (que
corresponde a un daño directo en la piel) o de tipo alérgica (que es la reacción de hipersensibilidad
retardada tipo cuatro y que solo se presenta en personas previamente sensibilizadas).
En cuanto a los agentes causales de tipo irritativos predominan las de origen laboral, cuya
naturaleza es variada, pero se ha asociado a químicos, peluqueras, trabajadores metalúrgicos, uso
de jabones o detergentes, productos de aerosol, pegamentos, entre otros, los cuales
principalmente afectan las manos en su parte dorsal. En cuanto al origen de la dermatitis de tipo
alérgica, se menciona la participación de ácaros, caspa de animales, polen, picadura de insectos,
entre otros, en cuyo caso, se asocian a rinitis alérgica, atopia, gemelos, género femenino, asma,
entre otras enfermedades de las mismas características.
A los alérgenos de la dermatitis por contacto, se les asocia a las células de Langerhans, que
inducen una respuesta inflamatoria mediada por linfocitos T, de tal manera, que se necesita la
exposición más de una vez para generar la reacción dermatológica.
En cuanto a la clínica, es común hallar eritema, escamas, vesículas y ampollas en la fase aguda, y
en algunos casos es posible localizar el punto de contacto, mientras que, en la fase crónica, debido
a la lesión de la piel, se puede observar liquenificación y fisuras. En ambos casos, la mayoría de la
ubicación será en las manos, aunque también es posible encontrar el punto de origen en tronco o
abdomen.
En cuanto a las atopias, los autores las refieren como aquellas personas que cursan con
estornudos continuos, piel roja, sensación de lagrimeo, así como llevan los bolsillos llenos de papel
para limpiarse.
Esta clase de enfermedades alérgicas son medidas por IgE, las más relevantes son en la edad de la
infancia, aunque también suelen presentarse en edades adultas, pero en menor frecuencia, dentro
de estas atopias, las más comunes son la alergia a los alimentos, la dermatitis atópica que ya se
trató previamente, la rinoconjuntivitis alérgica y el asma. Aunque también se les conoce un
componente genético que les predispone a la patogenia. Aunque se podemos diferenciar 4 tipos
de alergia, se menciona que, para hablar de las atopias, la reacción de hipersensibilidad es tipo I,
ya que es el antecedente genético que favorece la posibilidad de producir mayor cantidad de IgE.
Si esta sensibilización se expresa clínicamente causando síntomas, entonces es una alergia o
enfermedad alérgica
En cuanto a la fisiopatología, el alérgeno actúa de forma específica en las IgE, a través de vía
hematógena y respiratoria, donde los mastocitos juegan un papel primordial para reconocer uno o
varios de estos alérgenos, una vez detectado, esta célula se activa para liberar los mediadores
químicos, células proinflamatorias, histamina, leucotrienos y prostaglandinas, por lo que esta
respuesta determinara el grado de atopia a demostrar ante el contacto con el alérgeno.
Existen diferentes teorías para desarrollar la atopia; la teoría de la higiene menciona que cambia la
estimulación de las células presentadoras de antígenos, potenciando la respuesta de las
interleucinas 2; en cuanto a la teoría alimentaria, las alergias de origen alimentario mencionan
que, a mayor precocidad para la ablación, los niños son más sensibles por el compromiso
gastrointestinal, lo que genera cólicos, vómitos y dolor abdominal.
Por lo tanto, la atopia abarca a las siguientes enfermedades: dermatitis atópica, rinoconjuntivitis
intermitente, hiperreactividad bronquial, sibilancias recurrentes que pueden evolucionar al asma,
alergia a los alimentos y la dermatitis atópica.
Para el diagnostico, por lo general cursan con al menos 1 antecedente de sensibilización, así como
se pueden realizar pruebas para determinar el grado de atopia, las cuales van desde laboratorios
como BH, eosinofilos en moco, coproparasitoscopio, hasta la realización de pruebas cutáneas.
En cuanto al manejo, se menciona que depende de las manifestaciones clínicas, sin embargo, el
impacto o recurrencias dependerán de los cuidados, higiene y evitar en la medida de lo posible el
contacto con los alérgenos. Aunque se menciona que también existen factores protectores, que
pueden contrarrestar el desarrollo de la enfermedad alérgica, cambiando el ambiente, haciendo
que se favorezca la apertura del aire en los cuartos, no contacto con peluches, animales, así como
lavar las alfombras y ropa de cama más seguido. Y en los niños, el antecedente de la lactancia
materna exclusiva ayuda a mejorar las defensas y prevenir que los síntomas sean más floridos.
En caso de cuadros agudos, se puede recurrir a los esteroides intravenosos, o esquemas de los
mismos de forma inhalada, por otro lado, para las afecciones de la piel, podemos utilizar
esteroides tópicos o sistémicos, en estos últimos en dosis reductoras. Sin embargo, las medidas de
prevención son las más favorecerán la ausencia de los cuadros.
CONCLUSIONES
Como se pudo observar antes, la piel es piel es un órgano que realiza muchas funciones:
protección frente agresiones externas, impermeabilización, termorregulación, producción de
vitamina D, absorción de radiación ultravioleta y la detección de estímulos sensoriales.
En México, podemos encontrar padecimientos sencillos, hasta otros que son de un país de primer
mundo, por lo tanto, las enfermedades de la piel son universales y por lo cual la demartologia pasa
a convertirse en uno de los principales pilares de la consulta médica, con el fin de evitar las
iatrogenias dermatológicas y poder ofrecer al paciente un diagnóstico certero para determinar el
manejo adecuado de las personas.
Es por ello que debemos mejorar y actualizarnos en los temas dermatológicos, debido a que en
algunas ocasiones la clínica no es suficiente y se requiere de complementos para correlacionar el
padecimiento con los hallazgos de laboratorios y de gabinetes, tomando en cuenta los factores de
clima, medio geográfico, nutrición y región geográfica, ya que no es lo mismo un paciente
inmunocomprometido a uno que cursa con patologías.
Por último, las enfermedades que se han detallado previamente, solo reflejan una proporción
mínima del universo de la dermatología, lo que quiere decir que la cantidad de patologías de esta
índole son más comunes y diversos, siendo primordial el tener claro las lesiones básicas y su
historia natural de la enfermedad; por lo que, pese a que la mayoría de los padecimientos como ya
se mencionó antes son de carácter estético, se debe identificar de forma precoz el padecimiento,
ya que la mayoría de las situaciones graves, pasan de forma desapercibida, lo cual, al ser
identificados, tienden a complicar el manejo; siendo idóneo, como se mencionó antes el inicio del
manejo adecuado para cada lesión y patología.
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