DEMANDALABORALEJJE
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DEMANDALABORALEJJE
QUE POR MEDIO DEL PRESENTE OCURSO ENTABLO FORMAL DEMANDA EN CONTRA
DE:
PRELIMINAR
PRESTACIONES
HECHOS
DERECHO
De los artículos 58 a 61 y 66 a 68 de la Ley Federal del Trabajo se advierte que la jornada de trabajo es
el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del patrón para prestar su trabajo; que existen
tres tipos de jornadas de trabajo, a saber: a) diurna; b) nocturna; y, c) mixta; y que el trabajador y el
patrón fijarán su duración, sin que pueda exceder de los máximos legales, pues de acontecer ello se
considerará tiempo extraordinario, al actualizarse la hipótesis de prolongación de la jornada por
circunstancias extraordinarias prevista en el artículo 66, lo cual dará derecho al trabajador a su pago, en
términos de los citados artículos 67 y 68. Si se parte de esas bases, y se toma en cuenta que el artículo
784, fracción VIII, de la mencionada ley, dispone que es carga del patrón acreditar la duración de la
jornada de labores, cuando en un juicio se demanda el pago de horas extraordinarias, como elementos
de la razón de hecho indispensables para la procedencia de esa pretensión y conforme al artículo 872
del invocado ordenamiento, el trabajador deberá expresar con precisión: I. La hora de inicio y fin de la
jornada real de labores; II. El tiempo intermedio de descanso, si es que éste existió, así como si se
desarrolló dentro o fuera del centro de trabajo y, III. Los días de la semana en que laboró esa jornada.
Es así que, a partir de tal información, el órgano jurisdiccional tiene elementos de hecho con base en
los cuales podrá determinar: a) el número de horas de que consta la jornada de trabajo; b) si fue
continua o discontinua; c) los días en que se laboró; y, d) el tipo de jornada, esto es, diurna, nocturna o
mixta. Esto encuentra sentido, si se toma en cuenta que en el referido artículo 61 se establecen los
máximos generales que una jornada diaria debe durar para estimarse ordinaria o legal; de suerte que,
precisados éstos, así como el número de horas de la jornada, el tiempo intermedio de descanso -de
existir-, y los días de trabajo, la Junta de Conciliación y Arbitraje puede cuantificar en el laudo las
horas extraordinarias, puesto que las horas trabajadas después de la jornada ordinaria servirán de base a
la responsable para precisar la procedencia de dicha pretensión. Conclusión que, además se sostiene en
la idea de que los elementos de hecho que debe colmar la pretensión, sólo son aquellos necesarios o
indispensables para producir su procedencia; de manera que si la Junta debe determinar con exactitud
el número de horas extras que un trabajador laboró al servicio del patrón, ello lo puede hacer con los
elementos antes preciados, sin que sea dable sostener que en los hechos de la demanda el trabajador
deba expresar cuándo comenzaba y cuándo concluía la jornada extraordinaria, pues por un lado, ese no
es un elemento indispensable para cuantificar el tiempo extraordinario, ya que como se ha dicho, las
horas trabajadas después de la jornada legal, servirán de base a la responsable para precisar la
procedencia de la pretensión y, por otro lado, porque conforme a la aludida fracción VIII del artículo
784, corresponderá al patrón probar su dicho cuando exista controversia sobre la duración de la jornada
de trabajo.
De los artículos 58 a 61 y 66 a 68 de la Ley Federal del Trabajo se advierte que la jornada de trabajo
es el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del patrón para prestar su trabajo; que
existen tres tipos de jornadas de trabajo, a saber: a) diurna; b) nocturna; y, c) mixta; y que el trabajador
y el patrón fijarán su duración, sin que pueda exceder de los máximos legales, pues de acontecer ello se
considerará tiempo extraordinario, al actualizarse la hipótesis de prolongación de la jornada por
circunstancias extraordinarias prevista en el artículo 66, lo cual dará derecho al trabajador a su pago, en
términos de los citados artículos 67 y 68. Si se parte de esas bases, y se toma en cuenta que el artículo
784, fracción VIII, de la mencionada ley, dispone que es carga del patrón acreditar la duración de la
jornada de labores, cuando en un juicio se demanda el pago de horas extraordinarias, como elementos
de la razón de hecho indispensables para la procedencia de esa pretensión y conforme al artículo 872
del invocado ordenamiento, el trabajador deberá expresar con precisión: I. La hora de inicio y fin de la
jornada real de labores; II. El tiempo intermedio de descanso, si es que éste existió, así como si se
desarrolló dentro o fuera del centro de trabajo y, III. Los días de la semana en que laboró esa jornada.
Es así que, a partir de tal información, el órgano jurisdiccional tiene elementos de hecho con base en
los cuales podrá determinar: a) el número de horas de que consta la jornada de trabajo; b) si fue
continua o discontinua; c) los días en que se laboró; y, d) el tipo de jornada, esto es, diurna, nocturna o
mixta. Esto encuentra sentido, si se toma en cuenta que en el referido artículo 61 se establecen los
máximos generales que una jornada diaria debe durar para estimarse ordinaria o legal; de suerte que,
precisados éstos, así como el número de horas de la jornada, el tiempo intermedio de descanso -de
existir-, y los días de trabajo, la Junta de Conciliación y Arbitraje puede cuantificar en el laudo las
horas extraordinarias, puesto que las horas trabajadas después de la jornada ordinaria servirán de base a
la responsable para precisar la procedencia de dicha pretensión. Conclusión que, además se sostiene en
la idea de que los elementos de hecho que debe colmar la pretensión, sólo son aquellos necesarios o
indispensables para producir su procedencia; de manera que si la Junta debe determinar con exactitud
el número de horas extras que un trabajador laboró al servicio del patrón, ello lo puede hacer con los
elementos antes preciados, sin que sea dable sostener que en los hechos de la demanda el trabajador
deba expresar cuándo comenzaba y cuándo concluía la jornada extraordinaria, pues por un lado, ese no
es un elemento indispensable para cuantificar el tiempo extraordinario, ya que como se ha dicho, las
horas trabajadas después de la jornada legal, servirán de base a la responsable para precisar la
procedencia de la pretensión y, por otro lado, porque conforme a la aludida fracción VIII del artículo
784, corresponderá al patrón probar su dicho cuando exista controversia sobre la duración de la jornada
de trabajo.
PROTESTO LO NECESARIO
CIUDAD DE MÉXICO A 15 DE JUNIO DE 2023