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Int - Guía - Mineralogía

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FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES Y MUSEO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA

INTRODUCCIÓN A LA GEOLOGÍA

Guía de trabajos prácticos


MINERALOGÍA
MINERALOGÍA
INTRODUCCIÓN

Los materiales que nos rodean se diferencian entre sí por sus propiedades físicas y químicas.
Dentro de las propiedades físicas se incluyen diferentes colores, durezas, brillos, etc., mientras
que las propiedades químicas incluyen la solubilidad, la reactividad y conductividad entre otras.
Por ejemplo, los diamantes son transparentes y duros, la sal de mesa es blanda y se disuelve en
agua, el oro conduce la electricidad y es maleable. Estas propiedades de las sustancias,
observables macroscópicamente, pueden entenderse y explicarse en el mundo submicroscópico,
el mundo de los átomos y las moléculas.

La diversidad del comportamiento químico es el resultado de la existencia de más de una


centena de elementos químicos, es decir más de 100 clases de átomos. En cierto sentido, los
elementos son como las 27 letras del alfabeto, que se unen en diferentes combinaciones para
formar la infinita cantidad de palabras de nuestro idioma.

Los átomos (del griego: indivisible) son los bloques de construcción básicos de la materia; son
las partículas más pequeñas que conservan la identidad química de cada elemento. Los átomos
están formados por un núcleo, donde se concentra la masa, constituido por protones con carga
positiva y neutrones que no tienen carga, por lo que su carga se considera neutra. Rodeando al
núcleo existe una zona denominada extra nuclear, conformada por una nube de electrones (de
carga negativa y masa despreciable), que se encuentran en continuo movimiento.

ENLACES QUIMICOS

La unión entre átomos se denomina enlace químico. La manera en que los átomos se
enlazan ejerce un efecto profundo sobre las propiedades físicas y químicas de las sustancias. Los
enlaces químicos presentes en la naturaleza pueden ser de tres tipos: enlaces iónicos, enlaces
covalentes y enlaces metálicos.

Un enlace iónico consiste en la unión de iones (átomos o moléculas cargadas


eléctricamente), uno de carga negativa (anión) y otro de carga positiva (catión), en los cuales los
electrones se transfieren del ión positivo al ión negativo. Un ejemplo de una sustancia que
presenta este tipo de enlace es el Cloruro de Sodio (NaCl). El Na tiene un total de 11 electrones,
con uno en la capa externa de electrones (Figura 1), mientras que el Cl tiene un total de 17
electrones con 7 en la última órbita. Cuando el Na elemental reacciona con Cl elemental, un
electrón se transfiere de un átomo neutro de sodio a un átomo neutro de cloro. Al perder un
electrón, el Na se transforma en un ion positivo o catión (Na+) y al ganar el Cl un electrón, se
transforma en un ion negativo o anión (Cl-). Las partículas con cargas opuestas se atraen, así los
iones Na+ y Cl- se enlazan para formar el compuesto cloruro de sodio (NaCl). Ambos átomos
quedan con 8 electrones en la capa más externa adquiriendo así el octeto electrónico. Esta fuerza,
denominada electrostática, mantiene unidos los iones formando un compuesto iónico.
Figura 1 - Molécula de Cloruro de Sodio, en la cual un electrón de carga negativa del átomo Sodio (Na) migra a la capa
externa de electrones del átomo Cloro, transformando el Sodio (Na) en un catión (Na+) y el Cloro en el anión Cloruro
(Cl-).

Por lo general, los compuestos con enlaces iónicos forman sólidos cristalinos y se rompen
con facilidad. Este es precisamente el caso de la halita o sal de mesa. Además, estos compuestos
suelen tener puntos de fusión elevados y son solubles en agua.

Un enlace covalente es un tipo de enlace químico en el que dos átomos se unen


compartiendo electrones de su capa externa. Un excelente ejemplo de este tipo de enlace es la
molécula de oxígeno (O2). La unión de dos átomos individuales de Oxígeno (O) se realiza
compartiendo 2 pares de electrones de la capa más externa adquiriendo así el octeto electrónico y
la molécula logra su máxima estabilidad (Figura 2). Las sustancias sólidas compuestas por
elementos unidos mediante enlace covalente son duros, no son solubles y son malos conductores
de la electricidad. Los compuestos covalentes suelen darse entre no metales.

Figura 2 - Molécula de Oxígeno (O2), en la cual dos electrones de carga negativa son compartidos entre los dos átomos
de Oxígeno (O) para formar la molécula Oxígeno (O2).

Los enlaces metálicos son un tipo de unión química que se produce únicamente entre los
átomos de un mismo elemento metálico. En este caso, lo que ocurre con los electrones de la capa
externa, es que abandonan sus órbitas alrededor del núcleo atómico cuando éste se junta con
otro, y permanecen alrededor de ambos núcleos como una especie de nube electrónica.

Los enlaces metálicos se encuentran en metales nativos como el Oro, la Plata y el Cobre. En
estas sustancias los electrones pueden desplazarse libremente, lo que le otorga a estas
sustancias elevada conductividad eléctrica y térmica, maleabilidad y ductilidad.
Figura 3 - Sustancia con enlace metálico en la cual los electrones de la capa externa de los metales están
deslocalizados, formando una especie de nube. De este modo, se genera una atracción electrostática entre las cargas
positivas (1) y negativas (2) formando un enlace metálico.

La mineralogía es la ciencia que estudia la forma, propiedades físico - químicas, composición


y relaciones mutuas de los elementos o compuestos que se presentan de modo natural como
integrantes de la porción sólida del universo.

La definición formal y autorizada de un mineral la realiza la Comisión de Nuevos Minerales,


Nombres y Clasificación (CNMNC), un órgano de trabajo de la Asociación Mineralógica
Internacional (IMA). Esta comisión es la autoridad en materia de definición, aprobación,
denominación y clasificación de un mineral, antiguo o nuevo. Tanto la IMA como la CNMNC están
formadas por mineralogistas profesionales designados por las sociedades mineralógicas de las
naciones del mundo. Según estos organismos la definición de “mineral” es: "un sólido,
homogéneo, formado por procesos geológicos (inorgánicos y naturales), que posee una
composición química definida y una organización atómica ordenada". Es decir, que una
sustancia para ser considerada como mineral debe cumplir con las siguientes condiciones:

1. hallarse en estado sólido a condiciones normales de presión y temperatura (CNPT).


2. ser una sustancia natural. La sustancia es generada por procesos geológicos en los
que no ha participado la actividad humana. No se consideran aquellas sustancias producidas
mediante reacciones de laboratorio, ni los fabricados de manera sintética.
3. ser una sustancia inorgánica, es decir que no se consideran los productos de
actividad animal o vegetal como valvas de moluscos, savia de plantas (ámbar), huesos, etc.
4. ser una sustancia homogénea, es decir que la sustancia no es una mezcla de dos o
más sustancias mezcladas. Por ejemplo, la limonita es una mezcla de óxidos e hidróxidos de
hierro hidratados y no es una única fase química. Se trata de una mezcla de goethita, akaganeíta,
lepidocrocita y jarosita.
5. poseer una composición química definida. Un mineral puede ser un único elemento
químico, como por ejemplo el carbono (C) (diamante o grafito), el azufre (S), el oro (Au) o el cobre
(Cu), o puede ser un compuesto químico que tenga una fórmula química definida que represente
su composición como la calcita (CaCO3) o pirita (FeS2).
6. ser una sustancia cristalina. Se denominan sustancias cristalinas a aquellas en las
que los átomos, iones o moléculas se repiten de forma ordenada y periódica en las tres
direcciones del espacio. En los materiales amorfos no existe una distribución regular dentro del
sólido, sino que las partículas que los componen se disponen de manera caótica o aleatoria en el
espacio. Los minerales están formados por cristales. Un cristal es un cuerpo sólido limitado
naturalmente por superficies planas, denominadas caras cristalinas, que constituyen la expresión
externa de un ordenamiento regular interno de los átomos que lo integran. Una sustancia que
cumple con el resto de las condiciones de esta lista pero es amorfa (no cristalina), se la denomina
mineraloide.

Debido a que nuestro marco teórico son las ciencias naturales, se deben tener en cuenta las
excepciones de este campo: el mercurio es considerado un mineral a pesar de encontrarse en
estado líquido a condiciones normales de presión y temperatura (CNPT). Así mismo, el agua en
estado líquido no es una especie mineral, pero su forma sólida (hielo) sí es considerada como tal.

Una roca es una sustancia sólida de origen natural formada por una asociación de minerales.
Los componentes de una roca son minerales. La mayoría de las rocas tienen varios minerales que
la componen, mientras que algunas pocas sólo están compuestas por una única especie mineral.

POLIMORFISMO E ISOMORFISMO

En la naturaleza existen sustancias químicas con la capacidad de presentarse bajo dos o más
formas cristalinas diferentes. Estas sustancias cristalinas constituyen minerales diferentes según
la estructura atómica con la que cristalizan. Ambos minerales poseen la misma composición
química pero tienen diferentes estructuras cristalinas. Estos minerales se denominan polimorfos.
Por ejemplo, la Calcita (CaCO3) cristaliza en el sistema trigonal, mientras que la Aragonita
(CaCO3), de igual composición química que la calcita, cristaliza en el sistema rómbico (figura 4).
Otro clásico ejemplo son el diamante y el grafito: la composición química de ambos minerales es
el carbono (C), sin embargo el diamante cristaliza en el sistema cúbico mientras que el grafito
cristaliza en el sistema hexagonal (figura 5 y figura 6).

Figura 4 - La calcita (CaCO3) cristaliza en el sistema trigonal (izquierda), mientras que la Aragonita (CaCO3) cristaliza
en el sistema rómbico (derecha).
Figura 5 - Aspecto de cristales de grafito y diamante. El grafito (C) cristaliza en el sistema hexagonal (izquierda),
mientras que el diamante (C) cristaliza en el sistema cúbico (derecha).

Figura 6 - Estructura cristalina del grafito y del diamante. El grafito (C) cristaliza en el sistema hexagonal (izquierda),
mientras que el diamante (C) cristaliza en el sistema cúbico (derecha).

Siguiendo una lógica inversa al polimorfismo, determinadas sustancias con la misma


estructura cristalina pueden presentar composiciones químicas diferentes. En estos casos la
composición química de ambas especies es muy semejante pero varía entre dos extremos. Es
decir que ambas especies minerales comparten la mayor porción de la fórmula química que define
su composición, pero sin embargo se diferencian entre sí ya que en los extremos de cada fórmula
química se reemplazan determinados elementos químicos por otros. Estos minerales se
denominan isomorfos y constituyen soluciones sólidas. Una solución sólida es un cristal que
consta de dos o más elementos que se encuentran atómicamente dispersos, formando una única
estructura cristalina.

Un ejemplo de minerales isomorfos que constituyen una solución sólida son las plagioclasas,
que conforman una serie continua de minerales que cristalizan en el sistema triclínico (Figura 07)
y cuyos dos extremos son la Albita (NaSi3AlO8) y la Anortita (CaSi2Al2O8). El Na y el Ca se
reemplazan mutuamente. Otro ejemplo son las olivinas (Figura 08), en las cuales hay reemplazo
mutuo de Fe y Mg, presentando un extremo férrico (Fayalita) y otro magnésico (Forsterita).

Figura 7 - Aspecto de cristales de Albita, NaAlSi3O8 (izquierda) y Anortita, Ca(Al2Si2O8)(derecha). Ambos minerales
cristalizan en el sistema triclínico.
Figura 8 - Aspecto de cristales de Forsterita, Mg2SiO4 (izquierda) y Fayalita, Fe2SiO4 (derecha). Ambos minerales
cristalizan en el sistema ortorrómbico.
PROPIEDADES FÍSICAS DE LOS MINERALES
Cada mineral tiene una estructura cristalina y una composición química definidas, que le
proporcionan un conjunto único de propiedades físicas compartidas por todas las muestras de esa
especie mineral. Para reconocer e identificar una muestra mineral, se determinan las propiedades
físicas en superficies frescas, es decir, una superficie recién rota.

PROPIEDADES FÍSICAS ÓPTICAS (QUE DEPENDEN DE LA LUZ)

Las propiedades ópticas de los minerales son aquellas propiedades físicas que resultan de la
interacción de la sustancia mineral con la luz.

COLOR

Todo cuerpo iluminado absorbe una parte de las ondas electromagnéticas y refleja las
restantes. Las ondas reflejadas son captadas por el ojo e interpretadas en el cerebro como
distintos colores según las longitudes de onda correspondientes. El color específico de un mineral
está dado por las longitudes de onda de la luz blanca que refleja. Un mineral será blanco si refleja
todas las longitudes de onda, negro si las absorbe todas y de un determinado color si solo refleja
las longitudes de onda de ese color y absorbe las demás.

El color de un mineral es una propiedad que debe ser tenida en cuenta con precaución ya que
una misma especie mineral puede presentar numerosas coloraciones diferentes. Así mismo el
color de un mineral puede ser sustituido por otro debido a alteraciones superficiales.

Muchos minerales no presentan un color constante y esta variación puede deberse a


diferentes factores. Por ejemplo, la sustitución del Zn por Fe en la Esfalerita (ZnS), cambia
levemente la composición química, lo que provoca un cambio de color que va desde el blanco al
amarillo y del castaño al negro. También por la presencia de impurezas puede existir una variación
en la coloración, como en la variedad violeta del Cuarzo (SiO2), llamada amatista, que se debe a
la presencia de Mn.

Aunque el color es una de las propiedades físicas más sobresalientes de los minerales, no
siempre es constante y por lo tanto debe considerarse con precaución en la determinación de
ciertas especies.

RAYA

La raya es el color del polvo fino de un mineral. Su importancia radica en que es una
propiedad constante para un determinado mineral, ya que el color puede variar, mientras que la
raya suele ser constante. Por ejemplo, el cuarzo puede ser de varios colores (incoloro, rosa,
verde, violeta, gris, negro) sin embargo en todos los casos la raya será blanca. Si bien, es un
ejemplo clásico, la raya es difícil de obtener con el instrumental provisto en las clases prácticas
porque se trata de un mineral duro.

Para la obtención de la raya se presiona un sector del mineral contra una superficie áspera y
dura (bizcocho de porcelana) y se traza una línea sobre dicha superficie de 2 centímetros. La
porcelana en la escala de Mohs presenta una dureza de 6,5. Si el espécimen mineral es más
blando que la porcelana, quedará en la placa una marca de polvo. El color de la marca es la "raya"
(figura 9). A veces es útil utilizar una lupa para determinar el color. Cuando la dureza del mineral a
rayarse es mayor que el de la porcelana, la misma puede obtenerse pulverizando el mineral con
un martillo o un mortero.
Figura 9 - Raya de la Pirita (izquierda) y del Cinabrio (derecha). Se observa como el color del polvo fino del mineral no
necesariamente es igual al color del mineral.

BRILLO

El brillo es el aspecto general de la superficie de un mineral al reflejar la luz. Cuando la luz


incide sobre la superficie de un mineral, ésta puede ser absorbida, transmitida y/o reflejada. La
diferente proporción entre estos procesos de interacción de la luz con la superficie de un mineral
determina el tipo de brillo de cada especie.

El brillo puede ser de cuatro tipos: metálico, submetálico, no metálico o mate. Los
minerales de brillo metálico tienen un aspecto similar a la superficie de un metal, es decir que
reflejan la mayor parte de la luz que incide en ellos. Los minerales de brillo metálico poseen rayas
obscuras. Los minerales con brillo submetálico presentan un aspecto de metal no pulido o sin
lustre. Por su parte, los minerales de brillo no metálico presentan una gran variedad de
interacciones de la luz con su superficie, generando diferentes tipos de brillos no metálicos: vítreo
(por ejemplo cuarzo y fluorita), nacarado (por ejemplo micas), sedoso (por ejemplo talco y
asbestos), graso (por ejemplo triplita y grafito), resinoso (por ejemplo òpalo), adamantino (por
ejemplo esfalerita), céreo (por ejemplo calcedonia). Los minerales de brillo no metálico tienen en
general rayas de colores claros. Aquellos minerales que no presentan brillo, se los denomina con
brillo mate.

Brillo metálico: aproximadamente el 15% de los minerales pueden tener brillo metálico. Los
elementos nativos, sulfuros, sulfosales y óxidos están bien representados. Entre los minerales
más comunes con brillo metálico se encuentran: calcopirita, cromita, galena, goethita, hematita,
magnetita y pirita.

Brillo submetálico: los minerales con brillo metálico pueden presentar una disminución de la
intensidad de su luz reflejada o bien un aspecto de poco lustre.

Brillo adamantino: el brillo adamantino es luminoso, brillante, casi como un metal muy pulido, pero
sin presentar la intensidad ni el aspecto metálico. Los diamantes pulidos exhiben este tipo de
brillo. Los minerales que contienen iones muy pesados, como la plata, el mercurio y el uranio,
suelen tener un brillo adamantino. Menos del 10% de los minerales presentan brillo adamantino.
Algunos minerales con lustre adamantino son: esfalerita, calcita, yeso.

Brillo vítreo: el brillo vítreo es el lustre del vidrio recién roto. Es luminoso, con un brillo intenso,
pero no tan brillante como los reflejos de los minerales de lustre adamantino. Alrededor del 70%
de todos los minerales presentan un brillo vítreo. Una gran proporción son silicatos, carbonatos y
fosfatos. El cuarzo, uno de los minerales más comunes, tiene brillo vítreo. Otros son: ortosa,
plagioclasa, granate, calcita, berilo, apatita, baritina.
Brillo nacarado: un brillo nacarado tiene la cualidad de la luz como la que se refleja en las perlas o
el nácar. Es ligeramente nebuloso, difuso, desenfocado. El brillo nacarado se suele atribuir a un
mineral con planos de clivaje paralelos, como la moscovita, en los que se reflejan planos apilados
muy próximos entre sí. Entre los minerales que suelen mostrar un brillo nacarado se encuentran:
muscovita y biotita.

Brillo sedoso: un mineral de brillo sedoso refleja la luz como una fina tela de seda. Entre los
minerales que pueden mostrar un brillo sedoso se incluyen: yeso (variedad fibrosa), malaquita,
tremolita y ulexita.

Brillo resinoso: un brillo resinoso refleja la luz como un trozo de ámbar (resina de pino solidificada)
o un trozo de plástico. Los minerales con un brillo intenso y un color marrón, amarillo o rojo suelen
parecer resinosos, ya que el color puede afectar la percepción subjetiva de los diferentes brillos.
Los minerales que pueden mostrar un brillo resinoso incluyen: granate, epidoto y azufre.

Brillo graso: los minerales de brillo graso, además de parecer un grumo de grasa, poseen un
aspecto de haber sido untados con aceite de cocina. Los minerales que pueden tener un lustre
graso incluyen: cuarzo, triplita.

Brillo céreo: los minerales de brillo céreo tienen un aspecto de haber sido untados con una vela o
un jabón sólido. Los minerales que pueden tener un brillo ceroso son: ópalo, talco y turquesa.

Brillo terroso: el brillo terroso es aquel en el que las superficies del mineral se asemejan a un trozo
de tierra seca. Este brillo depende en gran medida del tamaño de las partículas o de la friabilidad
del mineral. Sin embargo, un gran número de minerales que suelen tener un brillo más intenso
también pueden presentar un brillo terroso. Por ejemplo, la azurita suele presentarse en forma de
cristales adamantinos, pero también se encuentra en forma de polvo azul terroso en la medida
que sus cristales sean de tamaños inferiores a 0,5 milímetros. Otros minerales que suelen tener
brillo terroso son las arcillas, como la caolinita y la montmorillonita.

En los minerales la proporción de luz que se refleja depende en gran medida del estado de la
superficie. Por ejemplo un mineral que puede tener un brillo vítreo cuando la cara del cristal es
plana y muy lisa, puede mostrar un brillo graso si presenta una fractura concoide bien
desarrollada.

PROPIEDADES FÍSICAS ESTRUCTURALES

DUREZA

Es la resistencia que ofrece la superficie de un mineral a ser rayada. Puede determinarse en


forma absoluta, por medio de un esclerómetro, o en forma relativa. En este último caso, el grado
de dureza se determina por la facilidad o dificultad relativa con la cual un mineral es rayado por
otro.

Friedrich Mohs hacia el 1820, ideó una escala de dureza relativa de diez minerales
estándares (Tabla 01) en la cual los números más altos indican que el mineral puede rayar
minerales con un número más bajo. Por ejemplo, la calcita (3) puede rayar el yeso (2), pero no a
la fluorita (4).

Dicha escala es denominada Escala de dureza de Mohs y cuenta con los siguientes minerales:
Tabla 01 - Escala de Mohs.

Para obtener la dureza, se intentará rayar el mineral estudiado con los distintos minerales que
componen la escala de Mohs o bien con elementos como la uña, clavo de cobre, clavo de acero y
lápiz de dureza. Es importante, a la hora de determinar la dureza, trabajar con superficies
frescas.

Dureza de los elementos presentes en el aula:


● Uña: 2,5.
● Clavo de cobre: 3,5.
● Clavo de acero: 5,5.
● Lápiz de dureza: 6,5.

Por ejemplo, si el mineral objeto de estudio no es rayado por la uña (dureza de 2,5) pero a su
vez es rayado por el clavo de cobre (dureza de 3,5), su dureza será de 3.

CLIVAJE

El clivaje es la tendencia de un cristal a romperse a lo largo de superficies lisas y planas. Un


plano de clivaje es un plano en la red de la estructura cristalina para el cual los enlaces atómicos
son más débiles en una dirección que en otra. Hay minerales que presentan uno, dos, tres o más
direcciones de clivaje, mientras que hay minerales que no presentan ninguno. Es en este sentido
que a los minerales se los puede clasificar con presencia o ausencia de clivaje.

FRACTURA
Los minerales pueden fracturarse de diversas maneras y la fractura se refiere a la forma en
que un mineral se rompe cuando no presenta clivaje en esa dirección. A diferencia del clivaje, que
sigue planos de debilidad específicos en la estructura cristalina, la fractura no sigue direcciones
definidas.

Es importante tener en cuenta que tanto la fractura como el clivaje son propiedades
vectoriales que pueden coexistir en un mismo mineral. Por ejemplo, la mica exhibe una dirección
de clivaje, mientras que en las demás direcciones se rompe por planos de fractura.

Los diferentes tipos de fractura de los minerales se describen a continuación:

Fractura concoide: formada por superficies cóncavas o convexas (figura 10), similares a las que
se generan cuando una botella de vidrio se rompe. Entre los minerales que pueden mostrar una
fractura concoide se incluyen: cuarzo y ópalo.
Figura 10 - Fractura concoide en obsidiana (vidrio volcánico).

Fractura astillosa: caso en el que el mineral al romperse genera fibras o astillas (fragmentos
delgados y largos). Un ejemplo es el asbesto (Figura 11).

Figura 11 - Fractura astillosa en crisotilo.

Fractura ganchuda: caso en el que el mineral al romperse genera protuberancias alargadas en


forma de ganchos, como por ejemplo los elementos nativos como el oro, la plata y el cobre (figura
12).

Figura 12 - Fractura ganchuda en cobre nativo (izquierda) y plata nativa (derecha).

Irregular: la superficie de fractura es desigual y áspera. Se presenta en la mayoría de los


minerales (figura 13).
Figura 13 - Fractura irregular en cuarzo.

HÁBITO

El hábito es el aspecto o forma natural con la que crecen y se presentan los cristales. El
hábito de un mineral es una propiedad variable ya que depende de las condiciones de formación
del mismo, como lo es el tiempo de formación, temperatura, presión, y espacio de crecimiento
disponible. El hábito puede apreciarse en su máxima expresión cuando la muestra mineral se
analiza sin haber sido rota o afectada ya que así se puede observar su forma de crecimiento
original.

Hábitos de cristales individuales. El hábito en cristales individuales se define por la relación de


tamaños que hay entre las tres direcciones de crecimiento de cada cristal.

Hábito granular: cristales equidimensionales en los que el desarrollo de los individuos es igual en
las tres direcciones (figura 14). Ejemplos: granate, pirita.

Figura 14 - Hábito granular.

Hábito prismático o columnar: cristales en los cuales predomina una dirección de desarrollo frente
a las otras dos (figura 15). Las dos direcciones menores son iguales entre sí. Ejemplos: turmalina,
berilo, anfíboles y piroxenos.

Figura 15 - Hábito prismático.


Hábito tabular: cristales en los cuales predomina una dirección de desarrollo respecto de las otras
dos (figura 16). Las dos direcciones menores son diferentes entre sí. Ejemplos: feldespatos
(feldespato potásico, plagioclasas).

Figura 16 - Hábito tabular.

Hábito laminar: cristales que presentan dos direcciones mucho más desarrolladas que la tercera
(figura 17). El cristal se asemeja a una hoja de papel. Ejemplos: muscovita y biotita.

Figura 17 - Hábito laminar.

Hábito acicular: cristales en los cuales predomina una dirección de desarrollo respecto de las otras
dos. Las dos direcciones menores son iguales entre sí siendo la relación ancho/largo mucho
menor en los cristales aciculares que en los columnares o prismáticos (figura 18). Los individuos
tienen forma de agujas. Ejemplo: rutilo.

Figura 18 - Hábito acicular.

Hábitos para grupos de cristales. El hábito en grupos de cristales describe la manera en que un
conjunto de cristales individuales crecen formando agregados que desarrollan distintos diseños.

Hábito dendrítico: conjunto de cristales con diseño arborescente, en ramas divergentes, similares
a plantas (figura 19). formando agregados que desarrollan distintos diseños. Ejemplos: dendritas
de óxidos de manganeso, oro nativo y cobre nativo.
Figura 19 - Hábito dendrítico.

Reticulado: grupo de cristales dispuestos en enrejado. Los cristales individuales (generalmente


con hábito tabular) se disponen cortándose entre sí (figura 20). Ejemplos: yeso en rosetas.

Figura 20 - Hábito reticulado.

Hábito radiado: grupo de cristales que se irradian de un mismo punto (figura 21). Ejemplos:
anfíboles y turmalina.

Figura 21 - Hábito radiado.

Hábito fibroso: agregado de fibras (figura 22) dispuestas al azar o en forma paralela (fibroso
paralelo) o radiada (fibroso radiado). Ejemplos: yeso, aragonita y wollastonita.

Figura 22 - Hábito fibroso.

Hábito botroidal o mamelonar: conjuntos de cristales que adoptan formas globulares semejantes a
racimos de uvas (figura 23). Ejemplos: pirolusita y hematita.
Figura 23 - Hábito botroidal.

Hábito bandeado: mineral que presenta bandas definidas por cambios de color y/o hábito (figura
24). Ejemplo: aragonita, calcedonia y fluorita.

Figura 24 - Hábito bandeado.

Hábito hojoso: mineral que presenta un crecimiento a modo de láminas superpuestas unas sobre
otras asemejando una resma de hojas (figura 25). Ejemplos: muscovita y biotita.

Figura 25 - Hábito hojoso.

Hábito macizo: agregado compuesto por granos equidimensionales de pequeño tamaño, no


diferenciables en muestra de mano (figura 26). Ejemplos: cuarzo y calcita.
Figura 26 - Hábito macizo.

PESO ESPECÍFICO

El peso específico de una especie mineral es el valor expresado en g/cm3 que muestra la
relación entre el peso de un mineral y el peso de un volumen igual de agua a 4ºC. El peso
específico de una sustancia cristalina depende de la clase de átomos que la componen y de la
manera como éstos están empaquetados (estructura cristalina). En la práctica, el peso específico
de una muestra se determina aproximadamente, comparando su peso con el de una muestra de
igual volumen de una especie mineral conocida de peso específico medio; así se puede
determinar si la muestra analizada tiene un peso específico bajo, medio o alto.

MAGNETISMO

Es la propiedad que tienen ciertos minerales de ser atraídos por un imán. Los minerales
magnéticos suelen contener hierro con un estado de oxidación +2, tal como la magnetita y la
pirrotina.

PROPIEDADES ORGANOLÉPTICAS O SENSORIALES

Las características de los minerales que podemos percibir por nuestros sentidos también
pueden servirnos para ayudarnos en su identificación. Las propiedades organolépticas son las
que podemos percibir por nuestros sentidos.

Olor: es la sensación al olfato producida por la emisión de sustancias por parte de algunos
minerales al ser golpeados, calentados, frotados o mojados (azufre). Algunos minerales como la
pirita desprenden un olor parecido al de los huevos podridos cuando se calientan o son
golpeados.Los minerales que contiene arsénico, como la arsenopirita, desprenden vapores
cuando son calentados (o golpeados o triturados) que huelen a ajo. Los minerales arcillosos,
como la caolinita, desprenden un olor similar a la arcilla fresca. Los minerales que contienen
restos de materia orgánica o bituminosa desprenden olor fétido al ser golpeados con un martillo.

Sabor: los minerales que son solubles en agua, o en saliva, suelen tener un sabor característico.
Esta propiedad puede resultar de gran ayuda para identificar un mineral de un modo rápido.
Seguramente, el ejemplo más característico es el de la halita (sal común) que podemos reconocer
por su sabor salado. A su vez, se la puede distinguir de otra sal, como la silvita, la cual tiene un
sabor más amargo.

Tacto: en algunos casos, al tocar un mineral se produce una sensación que puede ayudarnos en
su determinación. Algunos minerales pulverulentos como el talco o el grafito producen una
sensación de untuosidad al tacto.
REACCIÓN AL ÁCIDO

Los minerales compuestos por carbonato de calcio (CaCO3) reaccionan al entrar en contacto
con sustancias ácidas como lo es el ácido clorhídrico (HCl). Esta reacción disuelve la sustancia
mineral emitiendo gases que se manifiestan en forma de burbujas. Este simple experimento
permite identificar rápidamente especies minerales específicas de la clase V de Strunz
(carbonatos).

LOS MINERALES COMO FORMADORES DE ROCAS

La clasificación de Strunz es un sistema de clasificación, usado universalmente en


mineralogía que se basa en la composición química de los minerales (fundamentalmente en los
aniones). Fue creada en 1938 por el mineralogista alemán Karl Hugo Strunz​ y ajustada
posteriormente en 2004 por la International Mineralogical Association (IMA).

Este sistema divide los minerales en diez clases, que a su vez se dividen nuevamente en
varias divisiones, familias y grupos, de acuerdo con la composición química y la estructura
cristalina de los ejemplares. Las diez clases principales son:​

I. ELEMENTOS NATIVOS
II. SULFUROS Y SULFOSALES
III. HALOGENUROS
IV. ÓXIDOS
V. CARBONATOS Y NITRATOS
VI. BORATOS
VII. SULFATOS
VIII. FOSFATOS, ARSENIATOS Y VANADATOS
IX. SILICATOS
X. ORGÁNICOS

Es prioridad de todo profesional que se dedique a la geología poder distinguir especies


minerales pertenecientes a la clase “silicatos”, del resto de los minerales que componen el
planeta. Para tal fin se debe tener presente que la clase IX está compuesta, en su gran mayoría,
por minerales de colores claros, rayas claras, durezas superiores a 6, clivaje presente y peso
específico medio. Así mismo se debe aspirar a poder determinar a qué clase de Strunz pertenece
cada muestra mineral analizada.

BIBLIOGRAFÍA

● Klein, C. and Cornelius S. Hurbult, 1993. Manual of Mineralogy. J. Wiley.


● Klein, C., Hurlburt, C. 1998. Manual de mineralogía. Editorial Reverté S. A.
● Tarbuck y Lutgens (6ta. Ed., 1999 y 8va. Ed, 2005). Ciencias de la Tierra, Una Introducción
a la Geología Física. Ed. Prentice Hall. Madrid.
● Nickel, Ernest H. (1995) The Definition of a Mineral. The Canadian Mineralogist, Vol. 33,
pp. 689-690 (1995).
● Nickel, Ernest H. and Grice, Joel D. (1998) The IMA Commission on New Minerals and
Mineral Names: Procedures and Guidelines on Mineral Nomenclature, 1998. The Canadian
Mineralogist, Vol 36, pp.3-ff.
● De Fourestier, Jeffrey (2002) The Naming of Mineral Species Approved by the Commission
on New Minerals and Mineral Names of the International Mineralogical Association: A Brief
History. The Canadian Mineralogist, Vol. 40 pp 1721-1735 (2002).
● Gaines, Richard V.; Skinner, H. Catherine W.; Foord, Eugene E.; Mason, Brian;
Rosenzweig, Abraham; King, Vandall T.: Dana's New Mineralogy. John Wiley & Sons, Inc.,
New York, 1997. ISBN 0-471-18310-0Mason, Brian and Berry, L.G. (1968) Elements of
Mineralogy. W. H. Freeman and Company, San Francisco.
● Peck, Donald B (2007) Mineral Identification: A Practical Guide for the Amateur
Mineralogist. The Mineralogical Record, Tucson Arizona.
● Pough, Frederick H, (1996) A Field Guide to Rocks and Minerals. Houghton Mifflin
Company, Boston.
INTRODUCCIÓN A LA GEOLOGÍA

MINERALOGÍA

TRABAJO PRÁCTICO N°1

Contenidos

● Definición de “sustancia mineral”.


● Propiedades físicas de los minerales.

Objetivos

● Comprender las propiedades físico - químicas de los minerales.


● Familiarizarse con las técnicas para la obtención de las propiedades físico - químicas de
minerales en muestras de mano.

Herramientas de trabajo

● GEOFICHA 01 - MINERALOGÍA - PROPIEDADES FÍSICA.


● GEOKIT: lupa de mano, clavo de cobre, clavo de acero, lápiz de dureza, bizcocho de
porcelana, imán y ácido clorhídrico.

Actividad I

Determinar las propiedades físicas de cuatro muestras minerales mediante la utilización de las
herramientas de trabajo.

● Color
● Raya
● Brillo
● Dureza
● Clivaje
● Fractura
● Hábito
● Peso específico
● Magnetismo
● Propiedades organolépticas o sensoriales
● Reacción al ácido clorhídrico (HCl)

Actividad II

Responder las siguientes preguntas.

1. ¿El color de la raya es siempre igual al del mineral?


2. ¿La dureza es una limitante en la obtención de la raya de un mineral?
3. ¿Cómo se determina la dureza relativa de un mineral?
4. ¿Qué diferencia existe entre un mineral opaco y otro mate?.
5. ¿Cuáles son las condiciones que debe cumplir una sustancia para ser denominada
mineral?
6. ¿Qué es un mineraloide? Cite un ejemplo.
7. ¿Cuáles son las propiedades más características de los minerales: Cuarzo, Berilo,
Calcita, Yeso y Feldespato potásico? Ordene estos minerales en orden creciente de
dureza.
8. Explicar los conceptos de polimorfismo e isomorfismo. Cite ejemplos.
9. Explicar cómo se diferencian en la práctica las caras cristalinas de los planos de clivaje.
INTRODUCCIÓN A LA GEOLOGÍA

MINERALOGÍA

TRABAJO PRÁCTICO N°2

Contenidos

● Propiedades físicas de los minerales.


● Clasificación de Strunz.

Objetivos

● Dominar las técnicas para la obtención de las propiedades físico - químicas de minerales
en muestras de mano.
● Clasificar las especies minerales identificadas como Silicatos o No Silicatos.

Herramientas de trabajo

● GEOFICHA 01 - MINERALOGÍA - PROPIEDADES FÍSICAS.


● GEOFICHA 02 - MINERALOGÍA - CLASES DE STRUNZ.
● GEOFICHA 03 - MINERALOGÍA - SILICATOS.
● GEOKIT: Clavo de cobre, clavo de acero, lápiz de dureza, bizcocho de porcelana,
imán y ácido clorhídrico.

Actividad I

A partir de la determinación de las propiedades físicas de cuatro muestras minerales clasificarlas


como Silicato o No Silicato utilizando las herramientas de trabajo.

● Color
● Raya
● Brillo
● Dureza
● Clivaje
● Fractura
● Hábito
● Peso específico
● Magnetismo
● Propiedades organolépticas o sensoriales
● Reacción al ácido clorhídrico (HCl)

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