Década Infame 1930-1943 - Resumen de Autores
Década Infame 1930-1943 - Resumen de Autores
Década Infame 1930-1943 - Resumen de Autores
Hipótesis de Horowitz:
Contexto nacional
Algunos meses después del triunfo de Hipólito Yrigoyen, se produce el primer golpe
de Estado en la República Argentina, derrocando al presidente electo. Según Rapoport, los
presidentes de facto tuvieron que adaptarse a las condiciones inestables y las restricciones
que imponía la situación económica mundial. El librecambismo se vió eliminado en
favor de acuerdos bilaterales, como lo sería el Pacto Roca-Runciman de 1933.
Ciria/Cantón/Moreno explican que el acuerdo convenía las siguientes pautas:
● Gran Bretaña accedía a:
- Mantener la cuota de importación de carnes argentinas hacia su territorio
- De lo que se importaba, el 85% tenía que ser exportado por frigoríficos
extranjeros, y el 15% restante por empresas argentinas
● Argentina accedía a:
- Las mercaderías inglesas podían ser importadas sin restricción alguna
- No reducir las tarifas ferroviarias
- Proteger los intereses de las empresas británicas radicadas en Argentina
- Los ingresos que Argentina ganara a partir de los negocios realizados con
Gran Bretaña debían ser usados para comprarle a ellos, y no a otras naciones
competidoras
Años más tarde, la restauración conservadora enfrentó otro problema provocado por
el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939. El cierre de los puertos europeos y en
consecuencia de los argentinos, llevó a que Argentina alcanzara números desfavorables en su
balanza comercial a mediados de 1940. Por esta situación Federico Pinedo propone el Plan
de Reactivación Económica (Plan Pinedo) para paliar las problemáticas. Las propuestas
eran:
1) El Estado compra los excedentes de la producción agropecuaria a precios moderados
2) Construcción de viviendas populares, facilitando negocios de las empresas privadas
de construcción.
3) Estimular actividades manufactureras con créditos bancarios a largo plazo y la
utilización de materias primas nacionales.
4) Fomento de una zona libre de comercio entre países limítrofes
5) Limitación de importaciones provenientes de EEUU a la vez de que se pidió
préstamo al mismo país para financiar las compras.
El golpe de Estado en septiembre de 1930 fue llevado a cabo por un grupo de fuerzas
militares constituido por cadetes jóvenes. El objetivo político del golpe de Estado de 1930 es
posible dividirlo en dos partes. Por un lado, ubicamos la problemática que representa al
UCR como partido representante de los trabajadores y los sectores más desfavorecidos.
Uriburu evoca la idea de que la democracia debe ser manejada por “los mejores” en
contraste al 70% analfabeto que “manejaba” al país, se proyecta la idea planteada por Macor
de que el desalojo del poder de Hipólito Yrigoyen fue la única alternativa para solucionar la
crisis política. Según el autor, el uriburismo (idea de la personalización), englobaba a
los sectores intransigentes de la derecha nacionalista y sectores del conservadurismo,
con los cuales pretendía revisar y cambiar las disposiciones del sistema electoral, sus
mecanismos de representación y la Constitución Nacional. El discurso de Uriburu que
justifica el golpe se fijaba en el personalismo yrigoyenista; este mismo corrompía el
sistema afectando el sufragio en el proceso de construcción del ciudadano. Los propios
ciudadanos no podían corregir esta situación, porque su juicio era tapado por la
“corrupción” del gubernamental encarnada en dicho personalismo. La ley Sáenz Peña era
distorsionada por el gobierno radical, por lo cual la intervención militar era necesaria como
mecanismo correctivo. Sin embargo, se produjeron diversas contradicciones dentro del
gabinete de Uriburu, agregando la inexperiencia política del mismo, y la negativa de los que
estaban del lado del presidente. Uriburu y Lisandro de la Torre tuvieron un acercamiento
respecto de dicha idea pero, según Darío Macor, éste último a partir de su experiencia
política definía que el único camino hacia la legitimidad del gobierno era mediante el voto
universal.
El remedio que plantea para la crisis institucional del país radica en modificar el
sistema de representación, para dar espacio a las organizaciones corporativistas
donde la sociedad podría reconocerse finalmente como una comunidad. No
obstante, dicho modelo no se apoya en las masas, sino en el Ejército. Según el autor,
José Luis Romero lo define como un estilo de “Fascismo Criollo”. El problema sobre esto es
que Uriburu no controlaba al ejército. Esto se debía a la presencia de Justo en figura de
jefe de dicha máquina centralizada, desde la cual presionó a partir de los cuadros de oficiales
superiores el regreso a la normalidad institucional y la amenaza de levantamiento. Las
relaciones que tenía Justo con las fuerzas políticas y sociales que promovieron el golpe de
Estado eran fuertes, además de que observaban el cambio que quería realizar Uriburu como
peligroso e innecesario. Es importante tener en cuenta, al mismo tiempo, que Uriburu no
poseía un plan económico definido y sus políticas estuvieron ligadas al ajuste, debido a la
inhabilidad de equilibrar la balanza de pagos, lo que dió espacio a la presión de la cotización
del peso. Por otro lado, las elecciones de 1931 en Buenos Aires, donde la UCR salió
victoriosa contra el candidato del gobierno Matias Sánchez Sorondo reveló el peso político
que todavía poseían incluso luego del golpe. Dichas presiones, más el levantamiento de
Gregorio Pomar en Corrientes limitaron totalmente al gobierno, consolidando así la imagen
de Agustín P. Justo.
La derrota de 1931 significó el abandono de la Federación Nacional Democrática, que
nucleaba a las fuerzas conservadoras provinciales y se había creado inmediatamente luego de
la asunción de Uriburu. Propulsaron la creación de una organización nacional, a partir de la
cual se crea el Partido Demócrata Nacional, cuyos miembros representaban a las clases
propietarias, pero respondían a tradiciones diferentes. Fueron la fuerza más
cuantitativamente importante del bloque oficialista. A fines de ese mismo año ganaría las
elecciones nacionales Agustín P. Justo a partir de la coalición de La Concordancia. Macor
argumenta que el antipersonalismo tuvo un terreno amplio para poder desarrollarse. Justo
esperó el apoyo de los sectores antiyrigoyenistas de la propia UCR para el apoyo en carrera a
la presidencia. El regreso de Alvear a la Argentina representó un problema para Justo, ya
que el perfil político del primero otorgaba menos espacios para poder avanzar con las
tácticas y acusaciones antipersonalistas. De hecho, la Unión Cívica Radical presentó dos
vertientes distintas como oposición: La UCR recurrió a la cuestión identitaria mediante la
evocación de la tradición, el antipersonalismo optó por lo organizacional, en la estructura
del partido que lleva a los aparatos del Estado, donde pueden conseguir los materiales que
continúen la reproducción de la organización.
A pesar de que el bloque oficialista estuvo en el poder más de una década, la
competencia con el radicalismo luego de su regreso a la arena electoral nacional en 1935
mostraba la ilegitimidad e inestabilidad del régimen. Incluso con el equilibrio dinámico que
consiguió a partir del Partido Demócrata, el antipersonalismo y el socialismo
independiente, tuvo que recurrir al fraude electoral para mantenerse en el poder.
Década de ‘20: Los sindicalistas, en la teoría, evitaban la política ya que creían que
el centro doctrinariamente correcto era la acción dentro del sindicato, y que la
revolución llegaría mediante la huelga general. Sus roces constantes con los socialista y su
inactividad respecto de la acción en los espacios políticos hicieron posible una
cooperación informal con la UCR. Hacia finales de la década, ya no pudieron contar con
la UCR debido a que a este último no les servía la estrategia de los sindicalistas. Otro
problema fue las disputas sectarias que se extendieron hasta los años ‘30; los sindicalistas
no eran tolerantes a adherentes de otras ideologías, hecho que llevó a rupturas y luchas
constantes.
En general sobre el movimiento sindical y obrero, los cambios que se produjeron
por la progresiva aceleración del proceso de industrialización llevaron a la coexistencia de
las grandes fábricas con los talleres artesanos. Esto llevó a que los sindicatos de oficio
tradicionales tuvieran dificultades para incorporar a los obreros sin calificación de las
industrias.
Hacia 1928, los obreros del rubro gráfico promovieron la unificación del
movimiento obrero; sólo dos de las cuatro confederaciones sindicales respondieron a
favor, la Confederación Obrera Argentina (COA) y la Unión Sindical Argentina (USA).
La campaña para formar la Confederación General del Trabajo (CGT), recién tomó
lugar en 1930 luego del golpe de septiembre, debido a disputas ideológicas entre las
organizaciones.
Luego del golpe de septiembre de 1930, Horowitz plantea que el movimiento
obrero enfrentó dos problemáticas durante el gobierno de Uriburu:
- Desempleo a gran escala: empiezan a aparecer las primeras villas miseria en
Buenos Aires
- Tendencia a la persecución: Con Uriburu se impuso la ley marcial y después el
Estado de sitio. Los sindicatos anarquistas y comunistas son empujados a la
clandestinidad. Primer intento sistemático de suprimir ideologías mediante la
violencia estatal. Incluso empresas usaron la represión para bajar salarios, despedir
empleados y cambiar condiciones laborales. Pocas huelgas.
Horowitz sostiene que dentro del movimiento obrero argentino hay un mito
de que lo natural es que haya una unidad de los trabajadores. El autor destaca, como
estuvimos viendo hasta recién, que el movimiento obrero no se unió pero ni de
casualidad. En primer lugar, la CGT dejó por fuera a las agrupaciones anarquistas y
comunistas. En segundo lugar, y la más importante, la rivalidad entre socialistas y
sindicalistas por el control de la CGT impidió que se lograra alcanzar algún atisbo
de unidad. Cabe aclarar que los sindicatos se movían principalmente en el triángulo
CABA, GBA y el Litoral, el alcance hacia otras provincias era mucho menor.
Cuando la Unión Ferroviaria empezó a priorizar su apoyo hacia la CGT socialista,
los sindicalistas quedaron marginados. Ya para 1936, las organizaciones que
manejaban los comunistas se incorporaron a la CGT socialista. (Hipótesis)
Una de las razones por las cuales los comunistas toman tanta tracción a partir de
este momento, ocurrió por la mala fortuna de otros grupos. Tanto los anarquistas como
los sindicalistas habían quedado marginados prácticamente de los sindicatos. El P.S no
estaba en condiciones de proporcionar el mismo tipo de ayuda organizativa que los
comunistas, o no estaba dispuesto a hacerlo. Por otro lado, los grupos que no estaban
vinculados al P.C sufrieron un duro golpe, luego de que los sindicalistas se fueran de la
Unión Ferroviaria.
Otra razón que puede darse del éxito comunista surgió por el deterioro del
consenso liberarl que había dominado el pensamiento de la élite política desde la segunda
mitad del siglo XIX. Se buscaban nuevas ideologías que se adaptaran a un panorama
internacional en constante cambio. La izquierda atenuó sus roces ideológicos cuando en
1935 el P.C adoptó la estrategia de Frente Popular que hizo posible un espíritu de
cooperación. Aunque no lograron una unión con los otros partidos, les permitió hacer
una intervención estatal para solucionar problemas laborales.
Todo este clima de cooperación duró poco, según Horowitz. Esto se debió a que la
lucha contra el fascismo fue uno de sus estandartes principales. El pacto entre Stalin y
Hitler en 1939 deshilvanó esa posición. A partir de este acontecimiento, el P.C tomó una
posición de neutralidad y antiimperialismo, es decir, se posicionaron contra EE.UU y
G.B. Esto avivó los choques con los socialistas que eran pro-aliados. La situación política
argentina, con Castillo a la cabeza, que era anticomunista, no ayudó tampoco. Cuando
Alemania invade la URSS en 1941, volvieron a cambiar de táctica, buscando la alianza
entre los partidos de izquierda, pero la unidad en el movimiento obrero no fue posible.
Esto se debió a que los conflictos que habían surgido dentro de los Sindicato Obrero
Textil en 1940 respecto de la posición contra países imperialistas, se extendieron a otros
sindicatos.
Tesis: Comienza a formarse desde las derechas una imagen de un rival político, un
oponente interno, sobre las izquierdas.
Por otro lado, el comunismo pasa a ser una forma que encuentra el estado para clasificar
un problema: diversidad de entidades políticas englobadas en “comunistas”. Las ideas
anticomunistas no “miran” solo al PC, miran conductas, banderas políticas, etc. La
conflictividad obrera será leída con el lente anticomunista
● Analiza la inflexión de los sucesos del año 1936 en el desarrollo de las ideas
anticomunistas en el país. Sí bien las repercusiones del inicio de la Guerra Civil
española influyen en estas ideas, eran ideas que ya existían y solo son reforzadas.
● Sucesos decisivos en la conformación de las imágenes dicotómicas de las ideas
anticomunistas: estallido social que acompañó a la huelga general del sector de la
construcción, el reacomodamiento de la vida partidaria cuando la UCR termina
con su abstención en 1935, el rol que fue adquiriendo el PC (Partido Comunista)
y las alianzas entre partidos en el marco de la lucha contra el fascismo.
● Guerra Civil Española: inicio de un proceso de polarización ideológica. Sin
embargo, esta polarización ya se estaba desarrollando desde el proceso
bolchevique. Luego de la guerra la dualidad que comienza a darse entre fascismo y
antifascismo, debido a nacionalistas y católicos, absorbe o continua la línea de
razonamiento que había disparado la “amenaza roja”. La GCE (Guerra Civil
Española) fue leída en clave anticomunista y contrarrevolucionaria.
● 4 hechos ocurridos en lo regional-racional colaboran en el clima de tensiones:
1. Levantamiento de la abstención de la UCR
2. Transformaciones en el mundo sindical (división de la CGT).
3. PC abandona la línea política de clase contra clase para adoptar la
estrategia de frente popular. Proponía la formación de alianzas entre
liberales, socialdemócratas y el conjunto de la izquierda ante el avance del
fascismo. Esto encerraba una identificación del fascismo con los
reaccionarios, es decir, los nacionalistas, oscilando en incluir el gobierno de
Justo como cómplice por momentos y excluyendo de ese fenómeno a las
clases propietarias.
4. “Intentona comunista, levantamiento liderado por Luis Carlos Prestes en
Brasil en 1935. Punto de partida de la primera ola anticomunista.
El impacto de la huelga general convocada por los gremios de la construcción
generó como consecuencia la segunda presentación del proyecto de ley de Represión al
Comunismo de Matías Sánchez Sorondo con el argumento de que el comunismo era un
sistema de delincuencia social y enfatizó en la necesidad de un marco regulador para sus
actividades. Tuvo media sanción. Este suceso trazó un recorrido que marcó la
configuración de las ideas anticomunistas en los años sucesivos.
Epílogo