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Guía de Lectura Los Gobiernos Radicales 1916 - 1930

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Guía de lectura Tema: Los gobiernos radicales (1916-1930)

1. Hipólito Yrigoyen gobernó Argentina de 1916 a 1922, y luego nuevamente de 1928 a 1930.
Llegó al poder gracias a la Ley Sáenz Peña, que estableció el sufragio universal masculino, secreto
y obligatorio. Su primer mandato terminó en 1922 con la elección de Marcelo T. de Alvear, también
del partido Radical. Su segundo mandato se vio truncado por un golpe de estado en 1930.
Entre 1916 y 1930, Argentina fue gobernada por dos presidentes del partido Unión Cívica Radical
(UCR):
● Hipólito Yrigoyen: Gobernó en dos ocasiones. Su primer mandato transcurrió de 1916 a 1922.
Llegó al poder gracias a la implementación de la Ley Sáenz Peña en 1912, que estableció el
sufragio universal masculino, secreto y obligatorio. Esta ley permitió la participación de las clases
medias y bajas en la política, lo que favoreció al radicalismo. Su primer gobierno finalizó en 1922
con la elección de Marcelo T. de Alvear, también del partido Radical. Yrigoyen volvió a la
presidencia en 1928, tras una ajustada victoria electoral.
● Marcelo T. de Alvear: Gobernó entre 1922 y 1928. Asumió la presidencia luego de que Yrigoyen
decidiera no presentarse como candidato en las elecciones de 1922.
El segundo mandato de Yrigoyen se vio interrumpido por un golpe de estado el 6 de septiembre de
1930. Este golpe puso fin a la experiencia democrática iniciada con la Ley Sáenz Peña y dio
comienzo a una serie de gobiernos de facto en Argentina.

2. El mundo político durante este período estaba dividido principalmente entre radicales y
conservadores.
Los radicales, con Yrigoyen a la cabeza, gozaban de un gran apoyo popular, especialmente entre las
clases medias y bajas, gracias a su discurso reformista y su política social. Los conservadores, por
otro lado, representaban a la élite tradicional y se oponían a las reformas radicales. También
existían otros partidos más pequeños, como el Partido Socialista, que fue ganando fuerza
gradualmente.
Durante el período comprendido entre 1916 y 1930, el escenario político argentino se caracterizó
por una fuerte polarización entre dos grandes fuerzas: los radicales y los conservadores.
● La Unión Cívica Radical (UCR): Desde la sanción de la Ley Sáenz Peña en 1912, la UCR se
había convertido en una fuerza política de peso, atrayendo a amplios sectores de la sociedad,
especialmente de las clases medias y populares.
El radicalismo se presentaba como la expresión de la voluntad popular frente a la élite tradicional
representada por los conservadores. Su figura principal era Hipólito Yrigoyen, un líder carismático
que generaba tanto adhesiones fervientes como fuertes oposiciones.
● Los Conservadores: Este grupo, que había dominado la escena política antes de la llegada del
radicalismo, veía con recelo el ascenso de la UCR. Representaban los intereses de la oligarquía
terrateniente y las élites tradicionales, oponiéndose a las reformas sociales y políticas impulsadas
por los radicales.
Perdieron el control del gobierno nacional con la llegada de Yrigoyen al poder, pero mantuvieron
una importante presencia en el Congreso, especialmente en el Senado.
Si bien la disputa entre radicales y conservadores dominaba la escena, también existían otros
actores políticos:
● El Partido Socialista: Fundado a fines del siglo XIX, el Partido Socialista fue ganando espacio
gradualmente durante este período, principalmente en el ámbito urbano y entre los trabajadores.

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● Grupos Militares: Las fuerzas armadas también tuvieron un rol relevante en la política argentina
de este período, aunque de forma menos visible. El descontento de algunos sectores militares con el
gobierno radical sería uno de los factores que contribuiría al golpe de estado de 1930.
Es importante destacar que la Ley Sáenz Peña, al establecer el sufragio universal masculino, secreto
y obligatorio, no solo permitió el ascenso del radicalismo, sino que también transformó
profundamente el escenario político argentino. La participación masiva de la ciudadanía en las
elecciones implicó un cambio significativo en las reglas del juego político, dando lugar a un sistema
más competitivo y complejo.

3. Los partidarios del radicalismo veían a Yrigoyen como un líder carismático y honesto que
representaba la voluntad popular.
Lo consideraban un defensor de los intereses nacionales y un promotor de la justicia social. Sus
adversarios, por otro lado, lo acusaban de demagogo, autoritario y populista. Lo criticaban por su
manejo de la economía, su intervencionismo en las provincias y su estilo de gobierno personalista.
Los radicales, a su vez, caracterizaban a sus opositores como una oligarquía egoísta que buscaba
mantener sus privilegios a expensas del pueblo.

Tanto los partidarios como los adversarios del radicalismo construyeron imágenes potentes y a
menudo opuestas durante este período.
Para sus seguidores, el radicalismo representaba la voz del pueblo, la encarnación de la democracia
y la justicia social. Veían en Hipólito Yrigoyen a un líder carismático e incorruptible, un defensor
incansable de los intereses nacionales y un paladín de la voluntad popular. El radicalismo, bajo esta
óptica, se erigía como un movimiento ético, más que un partido tradicional, dedicado a combatir la
corrupción y la desigualdad heredadas del régimen conservador.
Los adversarios del radicalismo, por otro lado, lo percibían con recelo y desconfianza. En Yrigoyen
veían un demagogo autoritario, un populista que apelaba a las emociones populares en lugar de a la
razón. Cuestionaban su estilo de gobierno, al que consideraban personalista y opaco.
La crítica conservadora se centraba en varios puntos:
● Intervencionismo estatal: Los conservadores criticaban la expansión del Estado impulsada por
Yrigoyen, especialmente las intervenciones federales en las provincias, considerándolas un ataque a
la autonomía provincial y un mecanismo para concentrar el poder.
● Política económica: Las medidas económicas del radicalismo, como el control de precios y la
creación de empresas estatales, eran vistas con recelo por la élite económica, que las consideraba un
obstáculo para el libre mercado.
● Relación con las masas: La apelación directa de Yrigoyen a las clases populares y su apoyo a las
demandas sociales, aunque celebradas por sus seguidores, generaban inquietud entre las élites, que
veían en ello un peligro para el orden social establecido.
Los radicales, a su vez, caracterizaban a sus opositores como la oligarquía terrateniente, una élite
egoísta que se aferraba a sus privilegios a expensas del bienestar del pueblo. Los acusaban de
corrupción, de anteponer sus intereses personales al bien común y de oponerse a cualquier cambio
que pusiera en riesgo su posición dominante.
En resumen, la imagen del radicalismo durante este período estuvo marcada por la polarización.
Mientras que para sus partidarios representaba la esperanza de una sociedad más justa e igualitaria,
sus adversarios lo veían como una amenaza al orden establecido y a sus propios intereses. Esta
polarización se reflejaba en el discurso de ambos bandos, que tendía a la exageración y a la
construcción de imágenes dicotómicas.

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4. La Primera Guerra Mundial impactó la economía argentina de manera significativa. Inicialmente,
generó una crisis económica debido a la interrupción del comercio internacional.
Sin embargo, la demanda de alimentos por parte de los países en guerra impulsó las exportaciones
argentinas, especialmente de carne y cereales. Argentina se benefició de la "economía triangular":
exportaba materias primas a Gran Bretaña, que a su vez exportaba productos manufacturados a
Estados Unidos, el cual proveía de capitales a Argentina. El gobierno argentino se mantuvo neutral
durante la mayor parte del conflicto.

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) tuvo un impacto significativo en la economía argentina,


que en ese momento se basaba principalmente en la exportación de productos agrícolas y la
importación de bienes manufacturados.
● Inicialmente, el conflicto bélico generó una crisis económica en Argentina debido a la reducción
del comercio internacional.
La demanda de productos agrícolas argentinos disminuyó y se dificultó el acceso a los mercados
europeos. Esta situación afectó particularmente a los sectores obreros, que experimentaron una
disminución en sus salarios y un aumento del desempleo.
● Sin embargo, con el transcurso de la guerra, la economía argentina se adaptó y experimentó un
período de crecimiento.
Gran Bretaña, un importante socio comercial de Argentina, incrementó su demanda de alimentos y
materias primas, lo que impulsó las exportaciones argentinas.
● Este cambio en la dinámica comercial dio lugar a lo que se conoce como la "economía
triangular". Argentina exportaba carne y cereales a Gran Bretaña, mientras que importaba bienes
manufacturados de Estados Unidos, país que se había convertido en el principal proveedor mundial
durante la guerra.
Este esquema triangular permitió a Argentina compensar la caída de las importaciones desde
Europa y abastecer su mercado interno.
En cuanto a la posición del gobierno argentino frente al conflicto, el presidente Hipólito Yrigoyen
mantuvo una postura de neutralidad.
Esta postura fue objeto de debate y controversia, con sectores internos que presionaban para una
mayor participación en la guerra. A pesar de las presiones, Yrigoyen se mantuvo firme en su
decisión de neutralidad, argumentando que la prioridad era proteger los intereses del país y evitar un
mayor deterioro de la situación económica.

5. El gobierno de Yrigoyen tuvo una posición ambigua frente a la cuestión social. Protegió el
derecho de sindicación y de huelga, pero también reprimió las protestas obreras más radicales.
Durante este período, la movilización sindical experimentó un crecimiento significativo, impulsada
por las condiciones laborales precarias y la inflación.

El gobierno de Yrigoyen se caracterizó por una actitud ambivalente frente a la cuestión social. Si
bien Yrigoyen provenía de un partido que se presentaba como defensor de las clases populares, su
gobierno osciló entre el apoyo a los reclamos obreros y la represión a las huelgas y protestas.
Apoyo a los trabajadores:
●Yrigoyen promovió el derecho de sindicación y de huelga, considerándolos mecanismos legítimos
para la resolución de conflictos laborales.
● Durante su gobierno se sancionaron algunas leyes que mejoraron las condiciones laborales,
aunque estas fueron limitadas y no lograron satisfacer las demandas más profundas de los
trabajadores.
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Represión a la movilización obrera:
● A pesar de reconocer el derecho a la huelga, el gobierno de Yrigoyen no dudó en reprimir con
dureza las huelgas que consideraba demasiado radicales o que afectaban intereses estratégicos del
país. Un ejemplo de ello fue la Semana Trágica de 1919, una serie de protestas obreras en Buenos
Aires que fueron violentamente reprimidas por las fuerzas policiales, con un saldo de cientos de
muertos y heridos.
● La represión a la Semana Trágica marcó un punto de inflexión en la relación entre el gobierno
radical y el movimiento obrero, generando un clima de desconfianza y hostilidad.
Movilización sindical:
En cuanto al nivel de movilización sindical, este período se caracterizó por una creciente
organización y participación de los trabajadores en la vida política y social.
●La llegada del radicalismo al poder generó expectativas de cambio en los sectores obreros.
● El crecimiento económico durante la Primera Guerra Mundial fortaleció a los sindicatos,
permitiéndoles negociar mejores salarios y condiciones laborales.
● El fin de la guerra y la posterior crisis económica de 1920 llevaron a un aumento de la
conflictividad social, con numerosas huelgas y protestas en reclamo de mejoras salariales y en
contra del desempleo.
● La década de 1920 fue un período de auge del movimiento obrero argentino, con la consolidación
de sindicatos poderosos como la Federación Obrera Regional Argentina (FORA) y la
Confederación Obrera Argentina (COA).
En síntesis, el gobierno de Yrigoyen mantuvo una postura contradictoria frente a la cuestión social,
oscilando entre el apoyo a los reclamos obreros y la represión a la protesta social. Por otro lado, la
movilización sindical experimentó un crecimiento sostenido durante todo el período, impulsada por
la llegada del radicalismo al poder, el crecimiento económico durante la guerra y la posterior crisis
económica.

6. Yrigoyen utilizó las intervenciones federales a las provincias para desplazar a los gobiernos
conservadores y asegurar el control político del radicalismo.
Esta práctica fue muy criticada por sus opositores, que la consideraban un ataque a la autonomía
provincial.
Las intervenciones federales fueron un punto de controversia durante el gobierno de Yrigoyen,
especialmente criticadas por los sectores conservadores que las veían como un mecanismo para concentrar
el poder y limitar la autonomía provincial
La crítica conservadora se basaba en la percepción de las intervenciones como un mecanismo para
concentrar el poder en el gobierno nacional y limitar la autonomía de las provincias. Esto se alinea con la
visión que los conservadores tenían de Yrigoyen como un líder con tendencias autoritarias.

7. A nivel cultural, la sociedad argentina experimentó importantes transformaciones durante este


período. La expansión de la educación, el crecimiento de la clase media y la urbanización
contribuyeron a la emergencia de una sociedad más dinámica y movilizada.
Surgieron nuevos periódicos y revistas, y se produjo un auge de la literatura y el arte.

Durante el período de los gobiernos radicales (1916-1930), la sociedad argentina experimentó una
serie de transformaciones culturales significativas. Estas transformaciones fueron impulsadas por
diversos factores, incluyendo la llegada del radicalismo al poder, la expansión de la economía, la
urbanización y la creciente influencia de las ideas modernas.

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● Expansión de la educación: Uno de los cambios más notables fue el crecimiento de la matrícula
escolar en todos los niveles. Las fuentes muestran un aumento considerable en el número de
alumnos inscriptos en la enseñanza primaria, secundaria y universitaria entre 1912 y 1929.
Esta expansión educativa reflejaba el compromiso del radicalismo con la educación pública y la
aspiración de integrar a las clases populares a la vida social y política del país.
● Aparición de un nuevo periodismo: El período también se caracterizó por la aparición de un
nuevo tipo de periodismo, más popular y orientado a las masas. Un ejemplo de ello fue el diario El
Mundo, que se caracterizaba por su formato tabloide, su lenguaje sencillo y su enfoque en temas de
interés para la clase trabajadora.
Este nuevo periodismo contribuyó a democratizar el acceso a la información y a la vez reflejó las
nuevas realidades sociales de una sociedad en transformación.
● Movilización social y cambio en las costumbres: La sociedad argentina se volvió más dinámica y
participativa. La llegada del radicalismo al poder, con su discurso en favor de las clases populares,
incentivó la participación política y social. Esto se reflejó en el aumento de la afiliación a partidos
políticos, sindicatos y otras organizaciones sociales.
Asimismo, se produjo un cambio en las costumbres, con una mayor presencia de las mujeres en la
vida pública y una mayor apertura hacia las ideas modernas.
● Crecimiento del consumo y la cultura urbana: La expansión económica de la posguerra trajo
consigo un aumento del consumo, especialmente en las ciudades. La creciente urbanización y el
surgimiento de una clase media urbana impulsaron nuevas formas de consumo y entretenimiento,
como el cine, el teatro y los deportes.
● Tensiones entre tradición y modernidad: Las transformaciones culturales de este período también
estuvieron marcadas por tensiones entre la tradición y la modernidad. La influencia de las ideas
socialistas y anarquistas, traídas al país por los inmigrantes europeos, desafiaban los valores
tradicionales de la sociedad argentina.
Estas tensiones se expresaron en debates sobre la moral, la religión y el rol de la mujer, entre otros
temas.

8. Las políticas de Alvear se diferenciaron de las de Yrigoyen en su mayor apego a las instituciones
y su estilo menos confrontativo.
Alvear buscó un equilibrio entre las distintas facciones del radicalismo y mantuvo una relación más
cordial con el Congreso.
Continuidad con el Yrigoyenismo: Mantenimiento del sufragio universal masculino: Alvear mantuvo la Ley
Sáenz Peña, pilar del radicalismo y que había permitido la llegada del partido al poder en 1916.
Esta ley, que establecía el voto secreto, obligatorio y universal para los hombres, representaba un
cambio fundamental en la política argentina, dominada hasta entonces por el fraude electoral y la
exclusión de las mayorías. Su continuidad durante el gobierno de Alvear demuestra el compromiso
de este último con la participación popular y la democratización del sistema político, aspectos
centrales del ideario radical.
Diferencias con Yrigoyen:
● Un enfoque más dialoguista y menos confrontativo: A diferencia del estilo de Yrigoyen,
caracterizado por la confrontación con la oposición y las intervenciones a provincias, Alvear buscó
una mayor apertura al diálogo con otras fuerzas políticas.
Esta postura buscaba generar una mayor gobernabilidad en un contexto político complejo, marcado
por las tensiones entre radicales y conservadores.
● Énfasis en la gestión económica: la importancia que Alvear le otorgó a la economía, en un
contexto internacional adverso marcado por la crisis de la posguerra.

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Se puede inferir que la promoción de la industria nacional, mencionada como una de sus líneas de
acción, se enmarcó dentro de este esfuerzo por encontrar soluciones a la crisis.
el gobierno de Alvear se caracterizó por una combinación de continuidad con el proyecto radical iniciado
por Yrigoyen, especialmente en lo que respecta al sufragio universal masculino, y la búsqueda de un estilo
propio, más dialoguista y con mayor atención a la economía.
● Apego a las instituciones: Mientras que Yrigoyen gobernó con un estilo más personalista y con un uso
frecuente de las intervenciones federales a provincias, consideradas por sus opositores como un
mecanismo para debilitar la autonomía provincial y concentrar el poder, Alvear mostró un mayor respeto
por la división de poderes y las autonomías provinciales.
● Menos confrontación y más diálogo: A diferencia del estilo confrontativo de Yrigoyen, que le generó
fuertes críticas de los sectores conservadores, Alvear se caracterizó por una búsqueda de consensos y un
estilo de gobierno más dialoguista. Esto se vio reflejado en su relación con el Congreso, la que fue más
cordial que la de su predecesor.
●Equilibrio dentro del radicalismo: Alvear buscó conciliar las diferentes facciones dentro del propio
radicalismo, un partido heterogéneo que abarcaba desde sectores más moderados hasta posturas más
cercanas al yrigoyenismo, que defendían un rol más activo del Estado.

9. Durante la presidencia de Alvear, el radicalismo se dividió en dos grupos principales: los


"personalistas", leales a Yrigoyen, y los "antipersonalistas", que criticaban el liderazgo unipersonal
del ex-presidente.
Los "personalistas" defendían la figura de Yrigoyen como líder indiscutible y criticaban a Alvear
por alejarse de su línea política. Los "antipersonalistas", por su parte, buscaban una mayor
institucionalización del partido y una menor dependencia de la figura de Yrigoyen.

Durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear (1922-1928), se profundizaron las diferencias


internas dentro del radicalismo que ya se vislumbraban en el gobierno previo de Hipólito Yrigoyen.
Estas divisiones reflejaban visiones contrapuestas sobre el rol del partido, el liderazgo y la relación
con las instituciones.
Yrigoyenistas:
● Liderazgo carismático: Veían en Yrigoyen a un líder indiscutible, casi mesiánico, y basaban su
apoyo en la lealtad personal hacia él.
● Identificación con las clases populares: Se consideraban los auténticos representantes del pueblo
y defendían una mayor intervención del Estado para mejorar las condiciones de vida de las clases
trabajadoras.
● Estilo confrontativo: Mantenían una postura combativa hacia la oposición, especialmente con los
sectores conservadores, a quienes veían como enemigos del pueblo.
Alvearistas:
● Importancia de las instituciones: Priorizaban el respeto por las instituciones republicanas y la
división de poderes, buscando una gobernabilidad más estable y menos confrontativa.
● Apertura al diálogo: Se mostraban más abiertos al diálogo con otras fuerzas políticas, incluyendo
a los sectores conservadores, con el objetivo de alcanzar consensos y soluciones para los problemas
del país.
● Énfasis en la gestión: Si bien compartían la base ideológica del radicalismo, los alvearistas
enfatizaban la importancia de una gestión eficiente y pragmática, buscando diferenciarse del estilo
más personalista de Yrigoyen.
Estas diferencias se harían más evidentes con el paso del tiempo y llevarían a una ruptura definitiva
dentro del radicalismo en 1924, con la formación de la Unión Cívica Radical Antipersonalista,

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liderada por Alvear. Esta división tendría consecuencias significativas en la política argentina,
debilitando al radicalismo y allanando el camino para el golpe de Estado de 1930.
La diferencia fundamental entre la Unión Cívica Radical Antipersonalista y la Unión Cívica Radical
(UCR) radica en la figura de Hipólito Yrigoyen y su estilo de liderazgo. Esta división, que se cristalizó
durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear (1922-1928), reflejaba un debate profundo sobre la
identidad del radicalismo, la relación entre el partido y su líder, y el rol de las instituciones.
Unión Cívica Radical Antipersonalista (UCRA):
● Críticos del personalismo yrigoyenista: Los antipersonalistas, liderados por Alvear, cuestionaban
el liderazgo carismático de Yrigoyen y su control sobre el partido. Consideraban que su estilo
personalista debilitaba las instituciones y ponía en riesgo la democracia.
● Énfasis en las instituciones y la gestión: Priorizaban el respeto a la Constitución, la división de
poderes y una gestión de gobierno más institucionalizada y eficiente.
● Apertura al diálogo y la negociación: Se mostraban más proclives al diálogo con otras fuerzas
políticas, incluidos los sectores conservadores, buscando acuerdos para garantizar la
gobernabilidad.
● Apoyo entre sectores medios y élites: Si bien no era una regla absoluta, la UCRA contaba con
apoyo entre sectores medios urbanos, profesionales y algunas fracciones de la élite que veían en
Alvear a un líder más moderado y confiable.
Unión Cívica Radical (UCR):
● Lealtad incondicional a Yrigoyen: Sus seguidores defendían el liderazgo de Yrigoyen y lo
consideraban el único capaz de representar los intereses del pueblo.
● Identificación con las clases populares: Se enfocaban en la defensa de los sectores populares y
en la necesidad de una mayor intervención del Estado para garantizar la justicia social.
● Rechazo a la "oligarquía": Mantenían una postura combativa hacia los sectores conservadores y
las élites económicas, a quienes veían como enemigos del pueblo y responsables de la desigualdad
social.
● Mayor arraigo popular: La UCR mantenía un fuerte arraigo en las clases populares,
especialmente en las provincias, donde el liderazgo de Yrigoyen seguía siendo indiscutible.
Consecuencias de la Ruptura:
La división del radicalismo tuvo consecuencias significativas en la política argentina:
● Debilitamiento del partido: La fractura interna debilitó al radicalismo y allanó el camino para el
golpe de Estado de 1930, que puso fin a la hegemonía del partido y dio inicio a una etapa de
inestabilidad política.
● Polarización política: La división agudizó las tensiones entre yrigoyenistas y antipersonalistas,
contribuyendo a un clima de polarización y enfrentamiento político que dificultó la búsqueda de
soluciones consensuadas para los problemas del país.
● Prefiguración del futuro político: La ruptura entre la UCRA y la UCR anticipó las divisiones que
marcarían al radicalismo a lo largo del siglo XX, entre corrientes más moderadas e
institucionalistas, y otras con un discurso más cercano al pueblo y con un liderazgo carismático.

10. La relación de Yrigoyen con el Congreso fue tensa, ya que los conservadores controlaban el
Senado.
Alvear, en cambio, logró una mejor relación con el Congreso gracias a su estilo más dialoguista.

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Continuidad y tensión:
● Sufragio universal masculino como punto de encuentro: Tanto Yrigoyen como Alvear llegaron al
poder gracias a la Ley Sáenz Peña, que establecía el sufragio universal masculino, secreto y
obligatorio. Esta ley, impulsada por el propio radicalismo, reflejaba el compromiso del partido con
la participación popular y la democratización del sistema político. En este sentido, el Congreso,
como espacio de representación popular, era un aliado natural del proyecto radical.
● Diferencias de estilo y gestión: Si bien ambos presidentes eran radicales, sus estilos de liderazgo
y gestión eran distintos. Yrigoyen, con un estilo más confrontativo y personalista, tuvo una relación
más tensa con el Congreso, especialmente con la oposición. Alvear, en cambio, buscó una mayor
apertura al diálogo y la negociación, lo que podría haber facilitado la relación con el Congreso.
Líneas de tensión:
● Intervenciones a provincias: La política de intervenciones a provincias, utilizada por Yrigoyen
para desplazar a gobiernos opositores, generó tensiones con el Congreso, que veía en esta práctica
un abuso de poder por parte del Ejecutivo.
● Gestión económica: La crisis económica internacional de la década de 1920 planteó desafíos al
gobierno radical y probablemente generó debates con el Congreso sobre las medidas a tomar para
enfrentarla.

11. Yrigoyen ganó las elecciones de 1928 con un amplio margen, lo que evidenció la persistencia de
su popularidad.
Sin embargo, este triunfo electoral no logró evitar la crisis que se desataría al año siguiente.

Un regreso triunfal:
● Reivindicación del liderazgo de Yrigoyen: El triunfo electoral de 1928 representó un espaldarazo
al liderazgo de Yrigoyen, quien a pesar de la oposición dentro y fuera del partido, mantenía un
fuerte arraigo popular.
● Continuidad del proyecto radical: La victoria de Yrigoyen implicaba la continuidad del proyecto
político del radicalismo, enfocado en la participación popular, la justicia social y la defensa de los
intereses nacionales.
Contexto complejo:
● Crisis económica: Es importante recordar que las elecciones de 1928 se dieron en el contexto de
una crisis económica internacional que afectaba a Argentina. La gestión de esta crisis sería uno de
los principales desafíos para el segundo gobierno de Yrigoyen.
● Tensiones políticas: Las divisiones dentro del radicalismo, con la formación de la UCR
Antipersonalista, generaban un escenario político complejo. La polarización entre yrigoyenistas y
antipersonalistas se agudizaría durante el segundo gobierno de Yrigoyen.

● Reafirmación del liderazgo: Tras un período alejado del poder durante la presidencia de Alvear,
el triunfo electoral de Yrigoyen confirmó su figura como líder indiscutible del yrigoyenismo. A
pesar de las críticas y divisiones internas dentro del radicalismo, el pueblo argentino volvió a
elegirlo, lo que demuestra la vigencia de su liderazgo carismático.
● Continuidad del proyecto político: La victoria de Yrigoyen en 1928 no solo significó su regreso al
poder, sino también la continuidad del proyecto político del yrigoyenismo. Este proyecto, centrado
en la participación popular, la justicia social y la defensa de los intereses nacionales, se había visto
parcialmente relegado durante la presidencia de Alvear.

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● Desafíos en un contexto complejo: Las elecciones de 1928 se dieron en un contexto
internacional marcado por la crisis económica, lo que planteaba un desafío crucial para el segundo
gobierno de Yrigoyen. La crisis afectaría a Argentina, generando malestar social y dificultades
económicas que el gobierno debería afrontar.

12. A partir de 1929, Argentina se vio afectada por la crisis económica mundial, que provocó una
fuerte caída de las exportaciones, aumento del desempleo y malestar social.
Esta crisis agravó las tensiones políticas existentes y creó un clima propicio para el golpe de estado.

Conflictos Económicos:
● Impacto de la crisis internacional: La economía argentina, dependiente de las exportaciones
agrícolas a Europa, se vio fuertemente afectada por la crisis de 1929. La caída en la demanda
internacional provocó una disminución en las exportaciones, afectando los ingresos del país y
generando desempleo.
● Conflictos en el sector de la carne: La crisis exacerbó los conflictos existentes en el sector de la
carne. Los frigoríficos, en su mayoría de capitales extranjeros, buscaron proteger sus ganancias a
través de medidas como la baja de precios a los criaderos y la reducción de salarios. Esta situación
generó tensiones con los ganaderos y los trabajadores del sector.
Conflictos Políticos:
● Debilitamiento del gobierno radical: La crisis económica y el malestar social que trajo aparejada
debilitaron al gobierno de Yrigoyen, quien había asumido su segundo mandato en 1928.
● Aumento de la conflictividad social: La crisis generó un aumento de la conflictividad social, con
huelgas y protestas por parte de trabajadores que veían deteriorarse sus condiciones de vida.
● Polarización y violencia política: La crisis agudizó la polarización política entre el gobierno
radical y la oposición, representada por los sectores conservadores. Esta polarización se tradujo en
un clima de violencia política creciente, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de
seguridad.
● Golpe de Estado de 1930: En este contexto de crisis económica, malestar social y violencia
política, se produjo el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930, que derrocó al presidente
Yrigoyen e instauró una dictadura militar. Este golpe marcó el fin de la hegemonía radical y el
inicio de una etapa de inestabilidad política en Argentina.

13. Los principales críticos del radicalismo yrigoyenista fueron los conservadores, la oligarquía
terrateniente, sectores del ejército y algunos grupos de la clase media que se vieron afectados por la
crisis económica.
Criticaban a Yrigoyen por su estilo de gobierno, su política económica y su supuesta incapacidad
para manejar la crisis.
Sectores Conservadores:
● Antipersonalismo: La figura de Yrigoyen generó una fuerte oposición dentro y fuera del
radicalismo. La formación de la UCR Antipersonalista, mencionada en las fuentes, evidencia la
existencia de un sector crítico dentro del propio partido, que cuestionaba el liderazgo personalista
de Yrigoyen.
● Élite económica y grupos de poder: Si bien las fuentes no lo mencionan explícitamente, es posible
inferir que la élite económica y los grupos de poder tradicionales, que veían con recelo el ascenso
del radicalismo y sus políticas en favor de los sectores populares, fueron críticos del gobierno de
Yrigoyen.

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Sectores Militares:
● Malestar en las filas militares: El golpe de Estado de 1930, que derrocó a Yrigoyen, fue llevado a
cabo por un grupo de militares. Si bien las fuentes no profundizan en las causas del golpe, se puede
inferir que existía un malestar dentro de las fuerzas armadas hacia el gobierno radical.
Factores de crítica:
● Intervenciones a provincias: Las intervenciones a provincias, utilizadas por Yrigoyen para
desplazar a gobiernos opositores, fueron objeto de crítica por parte de distintos sectores que las
consideraban un abuso de poder.
● Estilo de gobierno: El estilo de liderazgo de Yrigoyen, considerado por algunos como
personalista y poco transparente, también generó resistencias.
● Gestión económica: La crisis económica que se desató a partir de 1929 agravó las tensiones
políticas y sociales, y generó críticas hacia la capacidad del gobierno radical para gestionar la
situación.
Se pueden identificar a algunos sectores críticos del yrigoyenismo, como el antipersonalismo dentro del
radicalismo, los sectores conservadores y algunos sectores militares.

14. El golpe de estado de 1930 se llevó a cabo con el apoyo de sectores del ejército, la Iglesia
Católica y algunos grupos civiles.
El golpe fue relativamente incruento, ya que no hubo resistencia significativa por parte del gobierno
o sus partidarios.
"si bien no hubo resistencias significativas, los golpistas no contaban con el apoyo de la totalidad del
ejército ni, mucho menos, con el del conjunto de la sociedad"
El golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930.
Contexto Previo al Golpe:
● Debilitamiento del gobierno de Yrigoyen: La crisis económica de 1929 impactó fuertemente en
Argentina, generando malestar social y debilitando al gobierno de Yrigoyen.
● Oposición y conflictividad política: El gobierno radical enfrentaba una fuerte oposición de
sectores conservadores y del antipersonalismo dentro del propio radicalismo. El clima de
polarización y violencia política se había intensificado.
● Malestar en las fuerzas armadas: el hecho de que el golpe fuera perpetrado por militares sugiere la
existencia de un malestar dentro de las fuerzas armadas hacia el gobierno.
Factores que propiciaron el golpe:
● Crisis económica y malestar social: El impacto de la crisis económica mundial de 1929 en Argentina, como
se describe en las fuentes, debilitó al gobierno de Yrigoyen y generó un clima de malestar social propicio
para la intervención militar.
● Oposición política y radicalización: La figura de Yrigoyen despertaba tanto apoyo popular como una
fuerte oposición, incluso dentro del propio radicalismo. La formación del antipersonalismo y la polarización
política contribuyeron a la inestabilidad que facilitó el golpe.
● Debilidad del gobierno yrigoyenista: El segundo gobierno de Yrigoyen se vio afectado por la crisis y la
oposición, lo que lo llevó a tomar medidas cuestionadas, como la intervención a provincias. Esto erosionó
aún más su legitimidad y fortaleció a sus detractores.
● Malestar en las fuerzas armadas: la concreción del golpe por parte de un sector militar indica un
descontento preexistente con el gobierno radical.

15. Cattaruzza considera que la experiencia democrática argentina entre 1912 y 1930 fue
contradictoria. Si bien la Ley Sáenz Peña permitió la llegada al poder del radicalismo y la

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ampliación de la participación política, la democracia argentina de este período se caracterizó por la
inestabilidad, la violencia política y la fragilidad institucional.
El golpe de estado de 1930 puso fin a este período democrático e inauguró una etapa de dictaduras
militares e inestabilidad política en Argentina.
Cattaruzza presenta un análisis matizado de la experiencia democrática argentina entre 1912 y 1930,
destacando tanto los avances como las limitaciones que llevaron al golpe de Estado de 1930.
Avances Democráticos:
● Instauración del sufragio universal masculino: La Ley Sáenz Peña de 1912, que estableció el voto
secreto y obligatorio para los hombres, significó un avance crucial hacia una mayor participación
electoral y la ampliación de la ciudadanía política.
● Ampliación de la participación política: La llegada del radicalismo al poder en 1916, con Hipólito
Yrigoyen a la cabeza, representó la irrupción de nuevos actores sociales en la política y una mayor
democratización del sistema.
● Consolidación institucional: A pesar de las dificultades y tensiones, la Argentina vivió durante
este período un proceso de consolidación institucional, con elecciones regulares y alternancia en el
poder.
Limitaciones y Tensiones:
● Límites de la reforma electoral: Si bien la Ley Sáenz Peña amplió la participación masculina, las
mujeres aún no tenían derecho al voto. Además, persistían prácticas fraudulentas que limitaban la
transparencia electoral.
● Conflictividad social y política: El período estuvo marcado por una creciente conflictividad
social, con huelgas y protestas obreras. La polarización política, con la oposición de sectores
conservadores y el surgimiento del antipersonalismo dentro del radicalismo, generó un clima de
inestabilidad.
● Debilidad institucional y personalismo: Cattaruzza destaca la fragilidad del sistema institucional y
la persistencia de prácticas políticas personalistas, que dificultaron la resolución pacífica de los
conflictos. El estilo de liderazgo de Yrigoyen, considerado por algunos como poco transparente y
autoritario, contribuyó a la inestabilidad.
● Impacto de la crisis económica: La crisis económica mundial de 1929 agudizó las tensiones
sociales y políticas existentes, debilitando al gobierno de Yrigoyen y creando un contexto propicio
para el golpe de Estado.
Conclusión:
En síntesis, Cattaruzza reconoce los avances democráticos del período 1912-1930, pero también
destaca las limitaciones y tensiones que llevaron al quiebre institucional de 1930. La fragilidad del
sistema político, la conflictividad social y política, y el impacto de la crisis económica crearon un
escenario propicio para la interrupción del orden democrático.

¿Se cumplieron los objetivos de la Ley Sáenz Peña según Cattaruzza?


Cattaruzza no ofrece una respuesta definitiva a si se cumplieron o no todos los objetivos de la Ley
Sáenz Peña durante el período 1912-1930. Sin embargo, su análisis de la experiencia democrática
argentina durante esos años nos permite inferir que si bien la ley logró algunos avances
significativos, también enfrentó obstáculos que impidieron su plena realización.
Logros:
● Mayor participación electoral: La instauración del sufragio universal masculino, el voto secreto y
obligatorio, tuvo un impacto positivo en la participación electoral. Cattaruzza destaca la llegada al

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poder del radicalismo en 1916 como un ejemplo de la ampliación de la ciudadanía política gracias a
la reforma electoral.
Obstáculos:● Limitaciones del sufragio: La Ley Sáenz Peña no contempló el voto femenino, lo que
excluía a una parte importante de la población.
● Fraude electoral: A pesar del voto secreto, Cattaruzza menciona la persistencia de prácticas
fraudulentas que limitaban la transparencia y legitimidad de las elecciones.
● Conflictividad social y política: El período estuvo marcado por una creciente conflictividad social
y política, que puso en tensión la estabilidad institucional y el funcionamiento efectivo de la
democracia.
● Debilidad institucional y personalismo: Cattaruzza señala la fragilidad del sistema institucional y
la persistencia de prácticas personalistas, que dificultaron la consolidación de una democracia plena.
En conclusión, Cattaruzza reconoce la importancia de la Ley Sáenz Peña como un paso
fundamental en el camino hacia la democratización de Argentina. Sin embargo, su análisis sugiere
que la ley por sí sola no fue suficiente para garantizar el cumplimiento de todos sus objetivos. Las
prácticas fraudulentas, la exclusión de las mujeres del sufragio, la conflictividad social y la
debilidad institucional representaron obstáculos importantes para la construcción de una democracia
sólida y duradera.

Cattaruzza no ofrece una respuesta categórica sobre si se cumplieron o no todos los objetivos de la
Ley Sáenz Peña durante el período 1912-1930. Sin embargo, su análisis de la experiencia
democrática permite inferir que si bien la ley representó un avance significativo, también enfrentó
obstáculos que impidieron su plena realización.
Avances:
● Mayor participación electoral: La instauración del sufragio universal masculino, el voto secreto y
obligatorio, representó un cambio crucial.
La llegada del radicalismo al poder en 1916, con Hipólito Yrigoyen, ejemplifica la ampliación de la
ciudadanía política impulsada por la reforma electoral.
Obstáculos:
● Límites del sufragio: La Ley Sáenz Peña no otorgó el voto a las mujeres, excluyendo a una parte
importante de la población.
● Fraude electoral: A pesar del voto secreto, persistían prácticas fraudulentas que afectaban la
transparencia de las elecciones.
● Conflictividad social y política: El período estuvo marcado por huelgas, protestas obreras y
polarización política. La oposición de sectores conservadores y el surgimiento del antipersonalismo
dentro del propio radicalismo generaron un clima de inestabilidad.
● Debilidad institucional y personalismo: Cattaruzza resalta la fragilidad institucional y la
persistencia de prácticas personalistas que dificultaron la consolidación democrática.
El estilo de liderazgo de Yrigoyen, considerado por algunos como poco transparente y autoritario,
contribuyó a la inestabilidad.
● Golpe de Estado de 1930: El quiebre institucional que puso fin a este período democrático
demuestra que la ley por sí sola no fue suficiente para garantizar la estabilidad y la continuidad del
sistema.
En conclusión, Cattaruzza reconoce la importancia de la Ley Sáenz Peña como un paso
fundamental hacia la democratización en Argentina. Sin embargo, su análisis sugiere que la ley no
logró alcanzar todos sus objetivos. Las prácticas fraudulentas, la exclusión de las mujeres, la
conflictividad social y la debilidad institucional obstaculizaron la construcción de una democracia
plena y duradera.
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