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Shannon K. Butcher - Serie Las Guerras de Los Centinelas - 02 Do Lo Perdido

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KalosiS

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ENCONTRANDO LO PERDIDO...

Ellos son los Centinelas... Tres razas descendientes de antiguos Guardianes de la Humanidad, cada una posee habilidades nicas en su batalla por proteger la humanidad contra sus eternos enemigos- Los Synestryn. El Guerrero Centinela Paul ha estado buscando durante siglos una mujer como Andra. Para encontrarla, hace un trato con un Cazador de Sangre que podra costarle su propia vida. Ahora, su deseo por Andra amenaza con destruir su ms que necesitado control. En contra de sus deseos, Angra accede a unirse a Paul en un viaje contra el peligro -y que conduce directamente al Sinestryn que masacr a su familia hace ocho aos.

CAPTULO 1
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Omaha, Nebraska 14 de julio.

Los aterrados murmullos del nio se debilitaban a cada segundo. Andra


Madison apenas poda orle ahora, incluso aunque tena el odo presionado contra una grieta de la pared del abandonado depsito a las afueras de Omaha. Aquellos sordos, aullantes sonidos de terror le rompan el corazn y hacan que quisiera destrozar a los monstruos que haban secuestrado a Sammy con las manos desnudas. O hacerlos volar en pedazos con su pistola. Eso tambin vala. Incluso a las tres de la maana, el aire de julio todava estaba caliente y espeso por la humedad, haciendo ms difcil el respirar. Entonces, otra vez, quizs fuera slo su reaccin a dicho miedo. Haba al menos cuatro monstruos all guardando a Sammy, dos ms de los que se haba encargado de vencer antes. Y en esa batalla haba sido por los pelos. Ni siquiera estaba segura de cmo iba a conseguir sacar al chico con vida. Tendra que improvisar y rogar que saliera lo mejor posible. Uno de los monstruos dej escapar un profundo gruido que envi una sacudida de miedo rasgando a travs de su organismo. El sudor brot de la frente mientras luchaba con la urgencia de huir. Plant las botas con firmeza y apret los dientes hasta que la necesidad de huir pas sobre ella y empez a desvanecerse. Qued temblorosa y goteando de sudor, pero al menos permaneci en el lugar. Andra saba de lo que eran capaces esas criatura -lo haba visto con sus propios ojos en ms de una ocasin- y el sonido de lo que estaban haciendo ahora no era una buena seal. Los monstruos estaban listos para alimentarse. La imagen del pequeo cuerpo de Sammy siendo hecho pedazos por las garras y los dientes llen su mente e hizo que le diera un vuelco el estmago. No poda dejar que sucediera. Esta vez no. Andra estaba oficialmente quedndose sin tiempo para explorar el edificio y planear su ataque. Plan o no, tena que sacar al pequeo Sammy de all ahora mismo. Subi de un salto las tres escaleras de cemento y gir el pomo de la vieja puerta del almacn, pero estaba cerrada. Por supuesto. Las ventanas estaban demasiado altas para que se colara por ellas, y no iba a perder tiempo buscando otra manera de entrar. No quedaba tiempo, les haba prometido a los padres de Sammy que llevara a su beb a casa con vida. Estpida, estpida, estpida.

Nunca debera haber hecho promesas que quizs no fuera capaz de mantener, pero cuando se enfrent con tanto temor y pnico en los suplicantes ojos de sus desamparados padres -tanto amor- no pudo evitarlo. Haba querido estpidamente darles esperanza. Despus de todas las veces que haba fallado en encontrar nios perdidos, o rescatarlos antes de que fuese demasiado tarde, debera haber sabido hacer algo mejor que realizar promesas vacas. Andra tom una profunda respiracin para darse valor, diciendo una rpida plegaria para tener suerte, agarr con fuerza la escopeta y lanz el tacn de la bota contra la descompuesta puerta. Los trozos de madera se esparcieron por la gigantesca habitacin donde Sammy haba estado siendo mantenido prisionero. Andra se agach, utilizando el marco de la puerta para ocultarse mientras oteaba el almacn, buscando frenticamente algn tipo de plan que consiguiera sacarlos a ambos con vida. Estaba oscuro, con slo unos rayos de luz amarilla del mugriento farol de la calle flotando a travs de las ventanas rotas situadas en lo ms alto de las paredes. El edificio era viejo y mostraba cada uno de sus aos en las cadas vigas y el resquebrajado mortero. Los grafitis cubran las paredes, y la basura se amontonaba en pequeos montones aqu y all. El suelo de madera estaba podrido donde simplemente haba desaparecido, dejando desiguales agujeros que daban a cualquier lugar que hubiese debajo. En el lado ms alejado de la habitacin ella vio a Sammy. Estaba atado a una de las pocas columnas que todava eran lo bastante fuertes para sostener el techo. Sus ojos estaban enormes por el miedo, y las lgrimas se derramaban por su cara, dejando estrechas lneas de piel limpia en su estela. Una sucia mordaza llenaba su boca, pero Andra poda or los lastimeros quejidos de Sammy viniendo de detrs de la mordaza. Gracias a dios, todava estaba vivo. Ahora todo lo que tena que hacer era sacarle de all en la misma condicin y devolverle a casa, a donde perteneca. Un plan brillante. O debera haberlo sido, de no ser por los hambrientos y babeantes monstruos que permanecan entre ella y el nio. Andra haba estado cazando esas cosas durante ocho aos y todava no tena otra palabra para ellos que no fuese monstruos. Eran del tamao de enormes perros, con la cabeza de un lobo y el cuerpo de un chimpanc. Tenan largas y afiladas garras y dientes a juego. La aceitosa piel negra cubra sus cuerpos y largos hilillos de saliva amarillenta goteaba de sus demasiado inmensas fauces. Y por razones que Andra todava no consegua adivinar, a las criaturas que mantenan a esas cosas como mascotas les gustaba robar nios. No haba visto ninguno de esos monstruos insectoides de unos dos metros de alto por los alrededores, pero saba que no estaran lejos de sus preciosas mascotas.

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Su explosiva entrada haba alejado la atencin de los monstruos del nio y la haban vuelto sobre ella, un lugar mucho mejor para ello, por lo que la concerna. Se arrastraron gateando hacia ella, sus largas garras dejando desiguales rasguos en el viejo suelo de madera. El temor amenaz con paralizarla y, una vez ms, tuvo que luchar contra la urgencia de salir corriendo y dejar que el nio se las apaara por s mismo. No era fcil de asustar, pero esas cosas tenan la habilidad de hacer que la sangre se la congelara y el aire se le helara en los pulmones. Haba algo desnaturalizado en el temor que causaban. Era ms que slo el hecho de estar cara a cara con demasiadas garras y dientes. Era ms que simplemente el temer por su vida. Haba algn conocimiento instintivo enterrado profundamente en su interior que le adverta que cuando se enfrentaba a esos monstruos, se estaba enfrentando a algo mucho ms grande y ms oscuro de lo que era capaz de imaginar. Y despus de todas las cosas que haba visto, tena una muy vvida imaginacin. Andra se oblig a respirar, a permanecer calmada y centrarse en sacar a Sammy con vida. Se deshizo del desnaturalizado temor y fingi que slo estaba enfrentndose a perros rabiosos. Una aterrorizada esquina de su mente brinc ante la ridcula idea, pero la ignor lo mejor que pudo. Andra rog que las manos la dejaran de temblar lo suficiente como para conseguir un disparo limpio; entonces se levant de su escondite y apunt el arma hacia la ms grande de las bestias. Todava haba casi cien metros entre ella y ellos, y todo menos un categrico disparo los jodera. Permaneci all, justo por fuera del umbral, donde slo podran ir hacia ella de uno en uno, y esperar a que los otros monstruos cerraran la distancia.

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Estamos cerca dijo Logan.

Cmo de cerca? pregunt Paul. La excitacin bombe a travs de su organismo, hacindole aferrar con ms fuerza el volante. Mir al Sanguinar con el que haba estado recorriendo el rea industrial a las afueras de Omaha. Los ojos de Logan emitan un extrao brillo plateado en la oscuridad, y estaba contemplando algo en la distancia que Paul no poda ver. No estaba seguro de que Logan supiese lo que estaba haciendo, pero seguro como el infierno que esperaba que lo hiciera. El futuro de Paul -su vida- penda de un hilo. Si encontraba a la mujer y ella era la nica, el poder que se haba estado construyendo en su interior durante dcadas, y el dolor que causaba, finalmente tendra una salida.

Hemos estado conduciendo por el Medio Oeste durante das gru Madoc desde el asiento de atrs. El jodido chupasangre no sabe qu infiernos est haciendo. Slo te est llevando de paseo. No tenas que haber venido con nosotros dijo Paul. No le preocupaba demasiado el solitario en el asiento de atrs. Se tomaba demasiadas libertades y no habra reconocido a un compaero de equipo si lo hubiese tenido sentado en su regazo. Era el tipo de hombre que dejaba bolsas de cadveres tras de s. Su nica gracia por lo general, era que los tipos malos necesitaban ms de esas bolsas de cadveres que los tipos buenos. Joseph lo decidi de otra manera. Desde cundo sigues sus rdenes? pregunt Paul. Tengo mis razones dijo Madoc. Cmo cuales? Ninguna de tu jodida incumbencia. Y, para que conste, slo porque est aqu no quiere decir que piense que esto vale una mierda. Si fuese tan fcil para Logan encontrar hembras Theronai, entonces, por qu no supimos de ese particular don hace cien aos, antes de que nuestros hombres empezaran a morir? Y si ests equivocado? Respondi Paul. Y si Logan puede rastrear la lnea de sangre de Helen y encontrar ms mujeres como ella? Por el espejo retrovisor, Paul vio a Madoc mirando con asco hacia Logan. Hemos estado tan ocupados siguiendo ese supuesto rastro que no hemos matado un demonio en das. El brazo de mi espada se est convirtiendo en una enorme bola de melaza mientras t sigues toda esa mierda de Logan. Te est engaando para conseguir tu sangre, to. No lo ves? Eso quizs fuese verdad. Paul saba que era posible. Los Sanguinar no eran los hombres ms confiables. Su necesidad de sangre los haca impredecibles. Si Paul no estuviese tan desesperado por encontrar a una mujer como Helen, nunca habra hecho un trato con Logan. Pero estaba desesperado. El dolor se haba hecho insoportable. No estaba seguro de por qu su cuerpo no haba explotado, por qu el poder que hospedaba no rasgaba a travs de la piel y el hueso y lo haca pedazos. Tena que hacer tres horas de meditacin cada da slo para ser capaz de funcionar, para salir de la cama cada noche. Slo le quedaban un par de hojas colgando de su marca de vida, y en el momento en que cayeran, no estaba seguro de que su alma viviera ms all de otros diez das. Despus de eso, las cosas se pondran realmente feas.

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Aqu, gira a la izquierda susurr Logan en una voz suave. La he encontrado. Una brillante burbuja de esperanza se hinch dentro de Paul mientras haca rugir el motor y tomaba un brusco giro. Se lanz saltndose una seal de stop, pero eran ms de las tres de la maana y no haba nadie en los alrededores de esa envejecida rea industrial. Adems, si los polis queran multarlo, tendran que cogerle primero. Ests seguro? Pregunt Paul. Has encontrado realmente una mujer Sangre Pura? T, jodido chupasangre bram Madoc con disgusto. No hay mujer. Vamos a aparecer y l te va a contar alguna historia de que la hemos perdido, al igual que cada una de las otras noches de esta semana. Logan no respondi a la acusacin de Madoc. Su rostro estaba sereno mientras se quedaba mirando la noche. Sus ojos destellaron brillantes durante un momento y tom una aguda respiracin. Deprisa, Paul. No est sola. Siento a los Synestryn. El temor de perder a la mujer que poda salvarle antes de que la encontrara siquiera, hizo que a Paul se le encogiera el estmago. Pis el acelerador a fondo justo cuando vio un movimiento al final de la calle. No haba demasiada luz, pero haba la suficiente para que viese la sombra de una mujer de pie en el umbral de una puerta. All est ella! No creo una jodida cosa de eso dijo Madoc. Ni tampoco Paul. Logan haba realmente rastreado a una mujer que quizs sera capaz de salvarle la vida. Una mujer con algo del mismo tipo de sangre corriendo por sus venas que Helen, la cual era la primera hembra Theronai que haba nacido en unos doscientos aos. Todava no tenan ni idea de dnde haba venido Helen, pero despus de ver el milagro que haba hecho en Drake, difcilmente le importaba. Paul se detuvo en seco en el exterior del viejo almacn, casi rozando con el SUV la barandilla de metal que bordeaba el parking. Los faros brillaron sobre los restos de un ancho marco de una puerta y la mujer que permaneca all de pie. Ella era alta -casi metro ochenta- aunque quizs fuera su postura de mando y el confiado agarre sobre su escopeta lo que la hacan parecer ms alta. Paul ya se haba escabullido del coche y desenfundaba su espada cuando vio dos demonios Sinestryn sgath- cargando hacia ella, y dos ms detrs de ellos. Con escopeta o sin ella, no era rival para esa cantidad de dientes y garras. La haran pedazos antes de que tuviera tiempo de apretar dos veces el gatillo.

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Sal de ah! le grit mientras suba corriendo de tres en tres las agrietadas escaleras de cemento hacia ella. Poda or los pesados pasos de Madoc y Logan resonando detrs de l. No se volvi hacia l, ni siquiera se preocup en reconocer que lo haba odo. De hecho, no mostraba signo del espeso y paralizante miedo que los Synestryn causaban generalmente en los humanos. Pareca totalmente tranquila, como si esperara que los demonios la atacaran todos los das. El sgath se acerc con sus cuatro metros y medio y no mostr signos de ir ms despacio. Estaba todava demasiado lejos para ayudarla. Iba a verla morir antes de que tuviera siquiera una oportunidad para tocarla y descubrir si ella era la suya, si podra salvarlo. Ella dispar su escopeta al sgath ms cercano. Su cuerpo oscil levemente contra la fuerza del arma y el profundo disparo hizo eco en la calma de la noche. Le dio a uno de los demonios. Este vol unos sesenta centmetros hacia atrs, rociando sangre negra a travs del almacn. Bajo las espesas y aceitosas gotas, el suelo de madera comenz a chisporrotear mientras la corrosiva sangre se coma todo a su paso. Si algo de esa sangre la hubiese alcanzado, se comera su piel igual de fcil. Paul alcanz finalmente a la mujer. Quera detenerse y tocarla, pero no haba tiempo. Otro sgath estaba justo all, a slo unos metros de distancia. Independientemente de si poda salvarla o no, el hecho de que hiciera frente al sgath sin temor prob que era un raro regalo y tena que ser protegida a toda costa. Paul la empuj con el hombro apartndola del camino y carg a travs del umbral, espada en mano y lista para golpear. Ella impact contra la pared con un poco ms de fuerza de lo que l haba esperado y dej escapar un dolorido gruido, pero al menos estaba fuera de peligro. Un ileso sgath vio a Paul cargando y sus ojos se iluminaron con un enfermizo fuego verde de excitacin y hambre. Eso levant el hocico y dej escapar un aullido para avisar a los de su tipo, igual que si los alertara de que la comida acababa de llegar. No haba nada que les gustara ms a los demonios que comer la carne y la sangre de un Centinela, y Paul y sus compaeros eran un banquete andante.

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A Andra le llev un par de segundos recobrarse de ser lanzada contra


la pared de ladrillo. Buena cosa que hubiera sido el hombro el que se haba llevado el primer golpe en vez de la cabeza. Si no, se habra quedado fuera de combate. Cuando esto acabase, iba a tener una larga charla sobre modales

con el hombre que la haba empujado, pero ahora mismo tena que sacar a Sammy de all. Para el momento en que Andra se haba despejado del impacto, dos de los tres hombres que haban aparecido ya estaban en el interior del almacn. No estaba segura de quienes eran, o qu estaban haciendo all, pero no iba a cuestionar su buena fortuna. O sus espadas. El monstruo al que haba disparado estaba todava en el suelo, pero se mova culebreando, chapoteando en piscinas de su propia sangre con esa lengua larga y bfida. Ella saba por experiencia que si consegua recuperar bastante de su sangre, la cosa se levantara otra vez, todo remendado y como nuevo. Andra no poda hacer nada excepto estremecerse ante la visin. Era una que se le iba a pegar durante las muchas noches que seguiran. Fantstico. Como si necesitara ms combustible para pesadillas. Otro monstruo se volva hacia el hombre que la haba empujado. l tena el pelo rubio oscuro y rgidas y agudas facciones. Manejaba una espada un poco ms corta que su brazo y por sus anchos y musculosos hombros y la facilidad con la que esgrima el arma, era obvio que tena mucha prctica con ella. Gracias a Dios que estaba de su lado. El monstruo se agach, entonces hizo uso de su rapidez sobrenatural, pero el hombre estaba listo para atacar. Se desliz bajo el salto del monstruo e hizo pivotar la espada en un enorme arco de gran alcance que le reban el vientre. El hombre salt limpiamente a un lado, esquivando la salpicadura de inmundicia y sangre que se derramaba del monstruo. La cosa lanz un hmedo y delirante sonido y dej escapar un rugido de desafo mientras intentaba permanecer de pie. El hombre se movi en lo que pareca ser casi un crculo lento, su espada brillaba en un tenue arco de luz amarilla. Cuando este se detuvo, la cabeza del monstruo cay a tres metros de su cuerpo. El oscuro humo que se elevaba del charco de sangre sobre el suelo de madera, arda. El humazo cre un hedor tan violento que Andra tuvo que contener el impulso de vomitar. Cmo vamos, Madoc? pregunt el hombre, sin apartar nunca los ojos de la restante amenaza. En un lado alejado del almacn, Andra observ al segundo hombre -un tipo con mirada de enfado, con fuertes facciones y espeso pelo negro- cuando redujo a otro de los monstruos. l ni siquiera jadeaba. Uno menos, queda otro dijo mientras se acercaba rodeando la posicin del monstruo. La cosa haba retrocedido a una esquina y Andra estaba bastante segura que no iba a escaparse vivo.

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Huelo a ms cerca dijo una profunda voz detrs de ella. Demasiado cerca. Andra salt en sorpresa y se gir, apuntando con su escopeta al tercer hombre del grupo. Cuando pos los ojos sobre l, el cerebro opac los odos y se qued all de pie, mirndole, incapaz de hacer nada ms. l era hermoso. Te detena el corazn, esa enorme e inducida hermosura, con pelo negro, brillantes ojos plateados y un rostro de modelo de portada. Estaba un poco delgado para su gusto, pero haca que aquello funcionara bastante bien para que ella cambiara aqu y ahora. l le dedic una conocedora sonrisa llena de brillantes y blancos dientes y dijo: Soy Logan. Mis amigos y yo hemos estado buscndote. Andra se dio a s misma una sacudida mental y parpade de modo que pudiera dejar de mirarlo fijamente. Ahora mismo no voy a aceptar ningn caso. Tengo las manos llenas con Sammy. l frunci el ceo ligeramente confundido y onde una elegante mano. Hablaremos despus. Ahora mismo, tenemos que entrar antes de que el resto de los Synestryn aparezcan. Justo entonces, Andra mir por encima del hombro de l hacia la oscuridad que la rodeaba y vio el intenso brillo de los ojos verdes de los dems monstruos que se acercaban. Ya. A dentro. Andra mir fijamente a travs de la puerta del almacn y vio a ambos hombres rebanando y cortando en pedacitos a los monstruos restantes. Ellos tenan las manos completamente ocupadas en ese momento y Logan no pareca que fuese demasiado bueno en la lucha con lo delgado que era. De hecho, pareca que se vendra abajo de un momento a otro, lo cual revel sus instintos protectores. Andra agarr a Recogi la parte ms travs de la entrada pesas ltimamente o roble. Logan y lo arrastr a travs de la puerta con ella. grande de la puerta que haba derribado y la apoy a abierta. Gracias a dios que haba estado levantando nunca habra sido capaz de levantar la slida losa de

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Empieza moviendo esos viejos pals al camino para retrasar a esas cosas le orden ella. Yo voy a coger a Sammy. Corri cruzando el recinto, saltando sobre un enorme agujero en la madera. Slo tenan unos pocos segundos antes de que esos nuevos monstruos llegaran y con un poco de suerte, podran liberar a Sammy y

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encontrar la puerta trasera para salir de ese lugar antes de que las asquerosidades irrumpieran a travs de la barricada. Alcanz a Sammy, pero l estaba en silencio y mirando fijamente al vaco, lo cual no era una buena seal. Sus ojos estaban desmesuradamente abiertos por el shock y el temor, y se encogi alejndose de ella cuando se le acerc. Las lgrimas inundaban sus ojos, y eran tan abundantes que mojaban el cuello de la camiseta de su pijama. Andra estaba perdiendo preciosos segundos, pero no poda pensar en aadir combustible a su miedo. Encontr en algn lugar una sonrisa y se oblig a mantenerla. Est bien, Sammy. Me enviaron tu mam y tu pap. Estoy aqu para llevarte a casa. Tan suavemente como pudo, quit la sucia mordaza de su boca y cort las cuerdas que lo ataban. Slo le llev unos segundos, pero para cuando termin, el rubio de la espada estaba a pocos metros de ella, cubrindole las espaldas. El monstruo al que haba disparado y apenas daado estaba ahora tendido en varios trozos esparcidos a lo largo del suelo del almacn. l lo haba hecho por ella, y a juzgar por la sangre negra que se escapaba del resto de los monstruos, lo haba hecho ms que bien. Ests herida? le pregunt. No, pero Sammy no parece estar bien. El hombre asinti una vez, como si entendiera exactamente lo que quera decir. Entonces de nuevo, pareci preparado para luchar con algo como eso. Quizs saba lo que estaba pasando aqu. Soy Paul. Voy a sacaros a ti y al nio de aqu con vida. Eso no sonaba a un vano alarde. Sus palabras eran slidas y pesadas, con confianza. As que, has hecho esto anteriormente, Paul? le pregunt en un tono casual. l se volvi y le gui el ojo. Una o dos veces. Permaneced detrs de m. Su sangre es corrosiva. Voy a coger a Sammy y buscar una puerta trasera. No. Te quedars donde yo pueda verte. Puede haber ms ocultos en el edificio. Andra pens en discutir y se dio cuenta que l poda estar en lo cierto. No estaba dispuesta a arriesgarse, especialmente desde que Sammy estaba con ella.

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El primer monstruo golpe la barricada. La puerta rota y los destrozados pals cedieron fcilmente. Paul se movi hacia la barricada. El hombre de la mirada furiosa avanz hasta quedar al lado de Paul, enfrentando la amenaza. Ambos levantaron sus espadas como si supieran cmo usarlas. De hecho, haba pruebas de eso desperdigadas por todo el suelo del almacn. El guapo Logan se movi hacia la parte de atrs del almacn cerca de Andra. Voy a ir a localizar otra salida. Paul y Madoc se las han arreglado antes con cosas peores, pero mantente en guardia. No oste lo que dijo Paul? Puede haber ms ocultndose por ah. Si los hay, ser capaz de olerlos cuando vengan. No te preocupes. No soy uno que arriesga la vida innecesariamente le sonri de nuevo, slo que esa vez estuvo bastante segura de que haba visto colmillos. Adorable. Andra levant a Sammy y retrocedi hasta que estuvieron contra la pared ms alejada. Quienes fueran estos hombres, no eran normales. Hasta que descubriera ms, no iba a dejar que ninguno de ellos consiguiera acercarse a Sammy. Dej escapar un suave y desesperado gemido. Andra baj la mirada y l estaba contemplndola con ojos que no vean. Haba visto esa exacta mirada en una noche como esta, y cada semana desde entonces, en los ltimos ocho aos. Haba llegado demasiado tarde. Incluso si sala con vida de esta, Sammy estara perdido para siempre. Los monstruos se estrellaron contra la barricada, dos ms de esas cosas lobo-chimpanc y dos enormes monstruos como escarabajos que los mantenan como mascotas. Eran fcilmente de uno ochenta y tres de alto y caminaban erguidos sobre cortas y espinosas patas. Sus diminutas cabezas contenan cuatro ojos negros como abalorios que se centraron justo sobre Sammy. Uno de ellos dej escapar un siseo metlico que son igual que la palabra de un nio, entonces seal hacia Sammy y Andra. El otro asinti, solt la correa que lo sostena y despleg un par de amplias alas. Salt hacia el aire y aterriz colgndose de las vigas que soportaban el almacn. Los peludos monstruos cargaron contra el par de hombres mientras la segunda cosa escarabajo se mantena atrs. Andra resguard a Sammy tras ella y apunt con la escopeta a la cosa con aspecto de escarabajo de la viga. Dispar y el tiro arranc un enorme pedazo donde haba estado el monstruo. Desafortunadamente, este haba saltado, evitando el disparo. Examin el techo mientras volva a recargar,

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buscndolo, pero no estaba en ninguna parte a la vista. Oy un zumbido tras ella y se gir para encontrar a la cosa escarabajo volando directamente hacia ella y el muchacho. No tendra tiempo para acabar de recargar y poder disparar de nuevo. Agarr la culata de la escopeta y la nivel por delante de la cara para mantener esas triturantes mandbulas del insecto a distancia. Este se precipit sobre ella. Oy como algo se quebraba y el dolor se extendi por el brazo. Grit en consecuencia, incapaz de contener el grito de agona. El arma choc ruidosamente contra el suelo y Andra intent arrastrar las manos para agarrar el cuello del escarabajo, pero el brazo izquierdo no respondi. Colgaba intil al costado, con un profundo dolor ardiendo hasta el hueso que hizo que el estmago le diera un vuelco. Se las arregl para poner una mano contra el pecho del escarabajo, pero era fuerte. La empuj con facilidad, haciendo que las botas se deslizaran por el suelo de madera. Sammy fue empujado hacia atrs con ella, su pequeo cuerpo desmadejado y rodando justo detrs de ella. Andra ech un rpido vistazo sobre el hombro y vio que se estaban precipitando hacia uno de los enormes agujeros en el suelo. Sammy caera primero si no haca algo. Desafortunadamente, nada le vino a la mente. Un rugido de ultraje lleg desde algn lugar de la sala, pero no poda imaginarse de dnde haba salido o lo que significaba. Todo lo que poda hacer era quedarse en pie e intentar reducir la marcha de la cosa. Por el rabillo del ojo, vio un brillo metlico destellando ms all de donde estaba ella. La cabeza de esa cosa parecida a un escarabajo pas volando y su cuerpo comenz a caer hacia delante. Cada latido de corazn haca que le palpitara el brazo, pero lo ignor y puso hasta el ltimo gramo de su fuerza en empujar al escarabajo a un lado. Este cay y golpe el suelo con un seco traqueteo. Ests bien? pregunt Paul. Su espada estaba cubierta de limo y la cabeza del escarabajo rodaba cerca de sus pies. Ella hizo un rpido examen del almacn y slo vio cadveres. Todos los monstruos estaban muertos, gracias a estos hombres. Nunca habra sobrevivido esta noche sin ellos. Andra asinti. Tengo el brazo roto, pero vivir. Ahora, si slo pudiera mantenerse de pie y no derrumbarse ante sus pies, sera fantstico. Muy profesional.

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Ella se centr en Paul en un esfuerzo por no pensar en el dolor. Su pelo tena el aspecto de estar siempre despeinado. Era varios centmetros ms alto que Andra, lo cual no era pequea hazaa, ya que meda metro ochenta descalza. Poda incluso decir que bajo la ropa, l era todo msculo, pero no tan abultados como para que obstaculizaran sus movimientos. Haba visto su destreza de primera mano y tena que admirar a cualquier persona que pudiera moverse tan rpido, tan fluidamente, mientras que se vea como si no hubiese hecho ms esfuerzo que el de bajar por la calle. Pero ms que eso, era su rostro el que la mantena interesada. No tena la hermosura de modelo de Logan. Ni siquiera estaba segura de llamarle guapo, pero haba algo en su rostro que la intrigaba, que la atraa. Lneas de cansancio enmarcaban su boca como si hubiese pasado un infierno, pero su postura era fuerte y constante. Poda ser que hubiera sufrido, pero no lo haban derrotado. Andra no tena nada sino respeto por un hombre como l, lo cual era absurdo, porque no saba nada sobre l. La nocin de que poda leerle mirando su cara era slo una completa estupidez. Entonces, de nuevo, la estupidez era el tema de la noche. Quien quiera que fuera, la haba salvado la vida esta noche, y estaba agradecida por ello. Gracias le dijo. Paul se estir hacia ella como si fuera a tocarle el rostro. Es un placer. No lo hagas grit Logan. Aqu no. Es demasiado peligroso. Sabes lo que le sucedi a Drake cuando toc a Helen. La mano de Paul se cerr en un puo y la dej caer al costado. Quizs hubiese sido su imaginacin, pero cuanto ms cerca haba estado su mano de ella, menos le haba dolido el brazo. Ahora que la haba retirado, el dolor destell por su extremidad otra vez y cerr las rodillas para permanecer en pie. Est mal, no es cierto? No es agradable admiti ella. Yo puedo ayudarte ofreci Logan. Reparar tu brazo y eliminar el dolor. Toca su sangre y eres hombre muerto dijo Paul, la voz spera con la amenaza. Andra se mir el brazo, aterrada de que quizs estuviera sangrando. Los monstruos parecan ser capaces de olerla la sangre y algunas veces les conduca a ella. Qu sangre?

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No era eso a lo que se refera l dijo Logan. Simplemente est siendo un poco posesivo. Drake nos advirti a todos de lo que le habas hecho a Helen. A ella no se lo hars. Andra no tena idea de qu estaban hablando, pero ahora mismo, realmente, le importaba una mierda. Quera sacar a Sammy de all y conseguir que le arreglaran el brazo de modo que dejara de ponerla enferma con cada latido de corazn. Realmente aprecio lo que habis hecho todos aqu esta noche, y odio pediros ms ayuda, pero no hay forma de que pueda conducir. Puede alguno de vosotros, tos, llevarnos en mi coche al hospital y dejarnos all? Un hospital no ayudar al chico dijo Logan. Pero yo puedo. Andra no confiaba en l. Nada en esa hermosa cara era humano. Por lo que saba, podra ser uno de ellos. Ella pas frente a Sammy y midi a Logan con la mirada. Mantente alejado de l. Es mi responsabilidad y t no vas a tocarle. Tiene buenos instintos. Tengo que concederle eso dijo el hombre de mirada enfadada. La voz de Logan baj a un tono de advertencia. Mantente fuera de esto, Madoc. Esto no te concierne. Tampoco te concierne a ti, de hecho dijo Paul. Tu trabajo era ayudarme a encontrarla. Y ya lo has hecho. Tenemos un trato dijo Logan. Y lo mantendr hasta al final. Lo s. Pero y si ella no es la tuya? Todava no la has tocado. A Andra le dola demasiado como para seguir su conversacin. Saba que estaba en el centro de ello, pero no tena idea del porqu. Y francamente, ahora mismo no poda permitirse el que le importara. Podemos, por favor, llevar a Sammy al hospital? Logan la mir como si fuera a decir algo, pero Paul habl antes de lo que quiera que fuera a decir. Absolutamente se arrodill frente al chico, pero todava la miraba. Cul es tu nombre? Andra. Andra qu? exigi el hombre llamado Madoc. Tena unas facciones tan firmes que se agrietaran si intentaba sonrer.

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Una ola de dolor rugi sobre ella y tuvo que apretar los dientes para permanecer en pie. Ya, poda sentir la piel debajo del hombro empezando a hincharse. Madison grazn ella. Y slo para que quede claro, no os molestis en preguntar por mi nmero de telfono. No salgo con tos que llevan espadas. Lo cierto era, que por lo general, no sala. Nunca tena tiempo, no con el reciente incremento en las desapariciones de nios que haba a travs del medio oeste. Tena suerte si encontraba tiempo para dormir y comer. Ms nios desaparecan cada mes y necesitaba estar disponible para encontrarlos. No era que sus esfuerzos le hubiesen hecho ningn bien a Sammy. El pobre chiquillo estaba ahora perdido, encerrado dentro del terror de lo que haba visto esa noche. Al menos podra decirles a sus padres en qu instalaciones estara mejor cuidado. Las haba investigado todas. Logan dijo Paul. Crale el brazo. Eres mdico? pregunt Andra. No exactamente dijo Logan. Entonces no vas a tocarme. Todo lo que necesito es largarme de aqu y nos arreglaremos a nuestro modo. Puedo reparar el hueso dijo Logan. Es fcil hacerlo despus de haberse roto tan pronto. Tan extraas como eran esas noticias, tan recelosa como estaba de aceptar ms ayuda de esos extraos en absoluto humanos, Andra estaba tentada de aceptar su oferta. El estar escayolada durante seis semanas no sonaba en absoluto divertido. A parte que el tiempo que estuviera sin trabajar no iba a ser bueno de todos modos para todos los nios desaparecidos. Cmo? Simplemente alcanzara tu interior con mi mente y volvera a juntar los trozos. Andra se qued por un momento en atnito silencio. Sonaba serio, un hecho que la acojonaba an ms. Claro. Creo que estoy lista para irnos ya. No dejara que te tocara si no fuera seguro le dijo Paul. Ella respir demasiado profundamente y otro agudo dolor la atraves el brazo. No s quin o qu sois todos vosotros, pero no estoy segura de querer saber ms. En lo que a m concierne, este planeta ya est bastante jodido como est.

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Todava no est lista para aceptarnos, Paul dijo Logan. Dale algo de tiempo. Una vez que el dolor sea demasiado, ceder. No particularmente, pero entonces de nuevo, ellos no la conocan tan bien, as que poda perdonar su ignorancia. Si cambias de opinin dijo Paul. Hzmelo saber. No lo har. Slo pon a Sammy en mi coche, por favor. Paul baj la mirada hacia el nio con tal compasin que hizo que le doliera el pecho. Claramente, no saba que era demasiado tarde. Que ella haba llegado demasiado tarde. Haba fallado. Otra vez. Ese fallo la atraves, doliendo incluso ms de lo que poda dolerle el hueso roto. Quizs era hora de colgar su escopeta. Dejar de usar sus habilidades para encontrar a los nios perdidos por su bien esta vez. Intentaba permanecer al margen, pero en ocasiones como esta, era difcil. Estaba desesperada por salvarlos a todos. Hey, pequeo dijo Paul en una profunda y calmante voz. Una ancha mano llena de cicatrices recorri los miembros del nio como si buscase heridas. En la mano izquierda del hombre estaba un extrao anillo, una simple banda que pulsaba con color, girando en una iriscente mezcla de pequeos arco iris. Andra tena dificultad para apartar la vista de l. Soy Paul, y quiero que sepas que ahora ests a salvo. Nada va a hacerte dao. No mientras yo est alrededor. E incluso tan cnica como era Andra, incluso sabiendo las cosas que saba acerca de cuntos monstruos vagaban en la noche, crea que Paul estaba diciendo la verdad. Eso slo era ms increble que el hecho de que los monstruos existan realmente. Logan olfate profundamente. Tenemos que darnos prisa con el nio. Se est alejando rpidamente se volvi y mir a Madoc. Deberas hacerlo t. De ninguna jodida manera, sanguijuela. No jodo con las mentes de los cros. Son demasiado fciles de quebrar. Quebrar? Pregunt Andra, deslizando el cuerpo entre Madoc y Sammy. Eso no suena muy bien. No es eso dijo Paul, entonces volvi su atencin hacia Logan. Si Madoc no lo hace, yo me ocupar del nio. T ests demasiado dbil dijo Logan. Tom demasiada sangre de ti anteriormente. Tiene que hacerlo Madoc. Madoc sacudi la cabeza. Yo no tengo esa clase de delicadeza y t lo sabes. Si quieres que mate alguna cosa, soy tu hombre, pero no voy a remendar a la gente. Ese es tu trabajo.

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Logan observ fijamente a Madoc con una mirada brillante. Ests ofreciendo suministrar el poder que necesito para curar la mente del nio? La cara de Madoc se torci en disgusto y desnud los dientes. No vas a tocar mi sangre. Jams. Andra miraba de uno a otro hombre, intentando adivinar qu estaba pasando. Si ella hubiese sido capaz de conducir quizs hubiese intentado volar de all con Sammy mientras discutan. Pero ni siquiera poda levantar al nio, mucho menos conducir, y si lo intentaba, las oportunidades que tenan eran ms de conseguir matar a Sammy que llevarlo a casa con sus padres. De verdad puedes ayudar a Sammy? le pregunt a Logan. Si todo lo que necesitas es sangre, te dar algo de la ma. No! gritaron Paul y Madoc al mismo tiempo. Logan la taladr con una mirada que la hizo sentirse atrapada. Como un ciervo bajo la luz, condenado y atrapndose an ms en su prisa por soltarse. Tan tentadora como es esa oferta, temo que estos hombres me haran pedazos si despeino un solo cabello de tu cabeza. Quizs en otro momento. Ella no estaba segura de dejar que esos dos individuos musculosos se colocaran en medio del futuro de Sammy. No mientras tena una escopeta tendida a algunos metros de distancia. Midi la distancia tentativamente hasta sta. No estaba segura de cmo iba a recargarla con slo un brazo bueno, pero se las arreglara de alguna forma. Quiero que ayudes a Sammy dijo ella. Cueste lo que cueste. Si haba esperanza para l, quizs la hubiese para Nika. Andra aplast ese pensamiento antes de que floreciera. No haba lugar en su vida para falsas esperanzas. Saba lo tristes que eran realmente las cosas y era mejor que fuera realista, como siempre lo haba sido. No te atrevas a tocar su sangre gru Paul en un tono que hizo que el vello del cuello se la pusiera de punta. Yo ayudar al muchacho. Ests seguro? pregunt Logan. Tom mucho de ti esta noche de modo que pudiera encontrarla. Los ojos de Paul se centraron en Andra tan brevemente que no estaba segura de si haba sucedido. Vali la pena. Estoy seguro que estoy lo bastante fuerte para esto. Y si no lo ests? pregunt Madoc. Paul se llev la mano al pecho como si le doliera, entonces le tendi a Madoc su espada. Entonces ya sabes qu hacer.

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CAPTULO 2

Paul llev a Sammy fuera, a la noche, y encontr un pedazo de tierra


rica que ayudara en la curacin del muchacho. Andra y Logan salieron tras l, mientras Madoc vigilaba la zona, asegurndose de saber si llegaba compaa. Paul no quera nada ms que tocar a Andra y averiguar si era la mujer que haba estado buscando durante dcadas. La nica cosa que le retena era la seguridad de ella, al igual que la de Sammy. No deba hacer nada para estropear ese momento. Era su ltima oportunidad. Si la tocaba, y pasaba por el mismo dolor incapacitante que Drake haba sufrido con Helen, no habra forma de que fuera capaz de protegerlos si venan mas Synestryn.

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Y vendran, slo era cuestin de tiempo antes de que ocurriera y, con suerte, no estaran todava aqu. Tan pronto como la mente de Sammy estuviera limpia, mas rpido podra Paul ayudar a Logan a fijarle el brazo a ella. Saba que tena que estar dolorida. Todo el color haba abandonado su cara y se sostena en un ngulo raro. La manga de cuero de su chaqueta ya estaba estirada apretadamente sobre su brazo roto. Ser mejor que te quites esa chaqueta antes de que no puedas le dijo. La hinchazn est empeorando. Ella dio un suave tirn, hizo una mueca y pregunt: Alguno de vosotros, chicos, tiene un cuchillo? Permteme dijo Logan. Una garra afilada se extendi desde la punta de su dedo, remplazando la ua de manicura. Andra se estremeci ante la vista, y buf de dolor cuando el movimiento sacudi el hueso roto. Mierda sagrada! Qu demonios eres t? Qudate quieta. No te har dao. Ser mejor que no dijo Paul mientras resista la tentacin de ir hasta ella y tranquilizarla. Mantener la distancia era la ms irritante forma de tortura posible. Haca unos instantes, otra hoja se haba cado de su marca de vida, dejando slo una, y todava no estaba seguro de si ella era la mujer que poda salvarle. Le haban dado dos oportunidades antes. Incluso desear una tercera pareca algn tipo de sacrilegio. Lstima que no le impidiera desearlo de todos modos. Andra se haba despojado de su destrozada chaqueta de cuero con un poco de ayuda de Logan. Aunque su brazo izquierdo estaba hinchado y deformado, el resto de ella era todo elegante msculo y fuertes lneas femeninas. La camisa ceida mostraba pequeos pechos perfectos y abdomen musculoso. Se pregunt cunto tiempo y esfuerzo le haba costado un cuerpo como ese y si haba o no un hombre en su vida que la apreciara debidamente. l ciertamente lo hara, si le daban la oportunidad. Paul apart la mirada de ella y se enfoc en Sammy. Los ojos del chico estaban abiertos, sin pestaear. La baba se filtraba de la comisura de su boca y Paul la sec suavemente con el dobladillo de la camisa. Voy a ayudarte a dormir ahora, Sammy. Pero te prometo que no tendrs malos sueos. Los voy a alejar todos, de acuerdo?

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Paul no esperaba una respuesta, el nio estaba demasiado ido. Cerr los ojos del muchacho y dej la mano ah para mantenerlos cerrados. Se enfoc en la tierra bajo l, clida, aparentemente muerta despus de largas semanas de sequa. Sinti la tierra y las rocas de abajo, sinti las races de los rboles cercanos buscando alimento y las pequeas semillas ocultas esperando la lluvia para despertar a la vida. La tierra bajo l estaba tranquila, paciente, aceptando lo que viniera. Haba poder en la aceptacin y Paul extrajo algo de ese poder para s mismo. Instantneamente, el dolor con el que viva a diario se increment, cayendo sobre l, molindole los huesos, y tuvo que apretar los dientes contra ello para no gritar. El corazn le lata con fuerza y le palpitaba la cabeza hasta que estuvo ciego por la pura fuerza de la presin de tanto poder. El cuerpo ya tena demasiada energa, pero era energa que no poda usar, slo almacenarla para emplearla en alguien ms. Tal vez Andra. Rezaba para que fuera as. No iba a vivir el tiempo suficiente para otra bsqueda. Le haba llevado dos semanas encontrarla y no crea que le quedara, incluso, una semana. La piel de Paul se tens y ardi, y pareca que los ojos saldran volando de la cabeza si abra los prpados. Poda orse la respiracin spera, entrando y saliendo demasiado rpido, como si los pulmones trabajaran contra el dolor. Logan tena razn. Estaba excesivamente dbil para esto, pero era demasiado tarde ahora. Haba recogido poder suficiente para alcanzar a Sammy y entrar en su mente. Estara atrapado en el interior del nio hasta que hubiera hecho lo que haba venido a hacer aqu, llevarse su temor, sus recuerdos. Las imgenes dentro de Sammy eran un catico torbellino de dientes y garras, gruidos y gritos. El chico apenas tena seis aos, y no tena manera de darle sentido a lo que haba visto. La mente del muchacho haba tomado la informacin sensorial, la haba mezclado con su terror y creado una serie de imgenes an ms terribles que la realidad. En algn profundo lugar dentro de la mente de Sammy, sinti al pequeo nio huyendo de miedo, gimiendo, gritando No, no, no. Paul sinti que el cuerpo fsico se le debilitaba por la tensin de la conexin con el chico. No era muy bueno con esto, pero conoca lo suficiente para saber que si mora mientras estaba en la mente del nio, matara a Sammy tambin. Espoleado por ese pensamiento, Paul se abri paso a travs de esas pesadillas hasta que encontr el refugio mental del nio. Era una caja de cartn con ventanas torcidas dibujadas con lpices de colores brillantes. Un lado de la caja haba sido cortado para hacer una puerta lo suficientemente grande para que Sammy pudiera arrastrarse a travs de ella. Paul se agach y se asom por la puerta de cartn.

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Vas a estar bien ahora. Qudate aqu hasta que me oigas decir tu nombre, y cuando salgas, todos los monstruos se habrn ido. El chico se encogi en una esquina de la caja con las manos cubrindose los odos y los ojos cerrados, pero de alguna manera, Paul sinti que haba sido odo. Se levant y se enfrent a todas las imgenes que Sammy haba creado, cada una lo suficientemente horrible como para conducir al chico a la locura. Todas tenan que irse. Paul captur al primer monstruo con la mirada, muy parecido a un sgath, pero con largos dientes y dos cabezas que parecan de lobo. Normalmente, no le habra asustado, porque saba que no era real. Pero Sammy pensaba que era real y por eso, aquello tena poder. Paul se permiti asustarse, imaginarse lo qu deba ser para Sammy, tan pequeo e indefenso. Se imagin cmo se sentira al ser arrancado de la seguridad de su hogar y sus padres y ser arrojado a una pesadilla viviente. Sinti el temor creciendo en su interior hasta que le temblaron las manos y la mandbula le doli de luchar contra la necesidad de temblar. Acept el horror de Sammy como propio, absorbindolo hasta que lo tom todo en su interior, entonces, lo meti sin piedad en la tolerante tierra. Enterrndolo profundamente, donde no poda herir a nadie. Lentamente, el monstruo desapareci. Paul estaba sintindose dbil y mareado, apenas capaz de permanecer en pie en el contexto etreo de la mente del nio. Ya no poda moverse, as que absorbi ms poder -ms dolor- y se oblig a dar un solo paso ms hacia la siguiente pesadilla. Esto le dej sudando y temblando e hizo que el estmago se tensara en seal de protesta, pero no tena eleccin. El nio no poda vivir con esas imgenes en la cabeza.

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El brazo de Andra estaba rpidamente convirtindose en un problema.


Cada aliento mova el esqueleto lo suficiente como para enviar abrasadoras sacudidas de dolor a travs del cuerpo. Y estaba perdiendo la sensibilidad en los dedos, lo que no poda ser bueno. Pero nada de eso la molestaba realmente. Lo que en realidad le molestaba era el hecho de que estaban bsicamente indefensos. No se fiaba de esos hombres, no importaba lo tiles que parecieran. Qu pasaba si intentaban apartarla de Sammy? Cmo los detendra en una lucha de tres contra uno, con un brazo roto y una escopeta sin municin? Paul estaba profundamente concentrado y Madoc estaba vigilando en la oscuridad. Logan y sus monstruosamente afiladas uas se cerna cerca. Acechando en las sombras. Haba algo inquietante en su quietud, tal vez su belleza antinatural.

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No vamos a hacerte dao dijo l como si le leyera los pensamientos. Entonces, otra vez, ella se qued mirando su escopeta tirada a unos metros de distancia, as que tal vez, en lugar de ser psquico, simplemente no era idiota. Perdname si no estoy toda contenta y confiada respondi. Te ests sintiendo impotente, sin duda. Puedo arreglar tu brazo si quieres. Cmo vas a hacer eso? Magia. Quieres verlo? No particularmente. He visto suficientes rarezas por una noche, gracias. Logan se encogi de hombros. Haz lo que quieras. La oferta es oli el aire y a ella realmente le pareci ver a sus ojos emitir un brillo plateado. Se volvi hacia Madoc y dijo: Tenemos compaa. Compaa. Eso no sonaba bien. Cunto tiempo? exigi Madoc. Dos minutos. Tal vez tres. Estn llegando ms de esos monstruos? pregunt ella a Logan. l asinti. Mierda! No era buena en una lucha como esa. Cunto tiempo llevar arreglar mi brazo? Esta vez, estaba segura, vio sus ojos brillar slo un poco, un fro resplandor hambriento que la hizo sentir como una presa. Slo un momento, si ests dispuesta. Lo estoy. Hazlo. Paul te va a matar si tomas su sangre dijo Madoc. Paul no tiene voz en lo que me pase dijo Andra. Ponte con ello. Voy a necesitar tu sangre para recuperar mis fuerzas una vez que estemos fuera de peligro, lejos de aqu. Va a haber un montn de ella sobre la hierba si no te das prisa. Estaba bastante segura que saba exactamente cmo planeaba tomar su sangre. La palabra vampiro reson en su cabeza, ponindole la carne de gallina. Sin embargo, si viva lo suficiente para sangran un poco, estara bien para ella. Generara ms sangre.

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Logan extendi una elegante mano delgada alrededor de la base de su cuello y cerr los ojos. El calor se filtr por la piel, hacindola temblar. A medida que el calor aumentaba, comenz a preocuparse. La piel de l estaba demasiado caliente. Iba a quemarla. Tena que apartarse. Justo cuando pens en moverse, sinti el otro brazo de l sujetarla por la cintura, apretndola contra su cuerpo. Era ms fuerte de lo que pareca. Mucho ms fuerte. Y se haba equivocado sobre que era simplemente delgado, era prcticamente un esqueleto bajo la ropa, todo ngulos afilados y huesos irregulares. No tengo tiempo ni fuerza para ser amable le susurr l con la voz tensa. Lo siento. Andra no estaba segura de lo que quera decir hasta que sinti el hueso del brazo moverse y el dolor se convirti en todo su mundo. Se desliz a travs de las venas y la cubri de ampollas de dentro a afuera. Un grito brot de ella contra su voluntad. Un calor abrasador la quem desde dentro como si la soldaran los huesos juntos. El incendio sigui y sigui hasta que se qued sin aliento para gritar y el sudor le hubo empapado la ropa. Finalmente, termin. Sinti el brazo de l aflojarse, y se apart. l se tambale hacia atrs. Tena los ojos en blanco como si se hubiera desmayado, y ella se apresur a agarrarlo antes de que su cabeza golpeara en el cemento. Su peso muerto era difcil de manejar, pero se las arregl para suavizar su cada al suelo. El brazo izquierdo le dio una punzada, pero funcion, y eso era lo que realmente importaba. Andra no perdi tiempo en comprobar si estaba bien. No haba nada que pudiera hacer por l ahora excepto mantener a los monstruos apartados hasta que pudieran estar todos fuera de este infierno. Fue a buscar su escopeta, recargarla y montar guardia sobre el grupo. Realmente crees que eso va a ayudar, pequea? pregunt Madoc, mirando su arma. Seguro como el infierno que hace dao. Las espadas funcionan mejor. Tal vez, pero slo si sabes cmo usar una. Yo me quedo con lo que conozco. Por mucho que me encantara quedarme y luchar, necesitamos irnos de aqu dijo Madoc. No puedo estar ms de acuerdo. Alguna idea? Puedes conducir? En la distancia, ella vio un dbil par de brillantes ojos verdes. Ahora puedo.

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Crees que podrs arrastrar a Logan? Meterlo en el coche? Si eso es lo que tengo que hacer. Seguro. Hazlo. Cargar a Paul y al chico tan pronto como haya acabado aqu y estaremos todos saliendo del infierno en Dodge.

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Pareci una eternidad, pero una por una, Paul condujo cada pesadilla
de Sammy a la tierra. Ni siquiera el cido poder del miedo era lo suficientemente fuerte como para daar las piedras bajo l. Paul se retir de la mente del nio, jadeando en busca de aire. Se dej caer de cansancio, pero unos fuertes brazos lo sujetaron. Estaba demasiado cansado para abrir los ojos y ver quin estaba all. Puedes levantarte? pregunt Madoc. Su voz estaba cerca. Era el que evitaba que Paul cayera al suelo. Todava no. Dame un minuto. Estaba jadeando y su debilidad le rechinaba los nervios. No quera mostrarle el ms mnimo indicio de debilidad a Andra o darle ninguna otra razn para que lo rechazara. Tena que ser fuerte y demostrarle que era digno de ella. Va a estar bien Sammy? pregunt Andra. Su voz fluy sobre l como limpia agua fresca, restaurando alguna de las fuerzas que sus esfuerzos haban agotado. Quera acercarse a ella y sentir su piel bajo la punta de los dedos, pero los brazos no le escucharon y se quedaron bloqueados alrededor del cuerpo de Sammy. Paul asinti con la cabeza en respuesta a su pregunta, pero incluso ese pequeo movimiento estaba agotndole. El cuerpo estaba magullado desde el interior, y no estaba seguro de si estaba lo suficientemente fuerte como para ponerse en pie. Eliminar las pesadillas de Sam le haba hecho mella en el cuerpo, y no saba cunto tiempo le llevara recuperarse. Est durmiendo ahora jade Paul. Pero se despertar pronto y, cuando lo haga, necesitar a sus padres con l slo el suave tacto de una madre y el protector abrazo de un padre iban a terminar el proceso de sanacin que Paul haba comenzado. No hay tiempo para conversar dijo Madoc. Necesitamos comenzar a movernos. Un profundo aullido sgath rompi el silencio previo al amanecer. Estaba cerca, y Paul no estaba en condiciones de luchar. Aydame a levantarme y me recuperar en el coche.

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Paul se oblig a abrir los ojos, esperando que se asentara el estmago revuelto. No crea que vomitando en las botas de Andra fuera a ganar ningn punto. Djame coger a Sammy dijo Andra. El corto cabello castao reflejaba la luz de la lmpara sobre la cabeza. La postura era rgida y los ojos azules mostraban desconfianza. No quiero que le dejes caer. Grandioso. Ahora ella pensaba que no poda ni siquiera cargar con un nio pequeo. Fantstico. Casi le dijo que nunca hara eso, pero los brazos le temblaban y estaba lo suficientemente dbil como para no arriesgarse. Incluso aunque pareciera un pelele, al menos el chico estara a salvo. Ella tom el peso inerte del nio en los brazos justo cuando dos sgath ms rompieron a travs de una distante lnea de rboles. Se acab el tiempo dijo Madoc, y tir de Paul cruzando el aparcamiento al SUV que haba dejado arrancado. Las piernas de Paul justo haban comenzado a cooperar cuando Madoc lo empuj por la puerta de atrs. Se desliz al extremo del asiento, haciendo espacio para que Andra se uniera a ellos. No lo hizo. De hecho, ni siquiera estaba detrs de l. Ya estaba en su propio vehculo -un destartalado Ford que pareca como si hubiera sido el perdedor de una pelea o dos- encabezando calle abajo y alejndose de los demonios Synestryn que se aproximaban. Se est yendo! grit Paul. Estamos justo detrs de ella. Tranquilo. Madoc cerr de golpe el SUV en marcha, y los neumticos chirriaron mientras corra por la calle tras ella. O al menos, debera haber estado all, pero no lo estaba. Paul escudri las calles y no vio nada. Dnde fue? Cmo voy a saberlo? Hay un montn de calles laterales por aqu. Probablemente tom una de ellas. Encuntrala, maldita sea la desesperacin haca las palabras afiladas y amenazadoras. Tenemos una pareja de sgath a nuestras espaldas, as que tal vez encontrarlos a ella y al chico no sea lo mejor ahora mismo. Al menos, si los Synestryn nos siguen a nosotros, no la seguirn a ella. Paul mir por encima del hombro, y efectivamente, haba dos demonios en su parachoques, manteniendo el ritmo del SUV como si todava estuviera detenido. De ninguna manera podan llevar esas cosas tras Andra y Sammy. Desvate. Encontraremos un lugar para eliminarlos y despus iremos tras ella. Logan la encontr una vez. Podr encontrarla de nuevo.

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Paul esperaba que no fuera slo una expresin de sus deseos. El Sanguinar estaba desplomado en el asiento delantero, con la cabeza colgando como una mueca de trapo cuando Madoc gir a la derecha bruscamente. Si recupera la conciencia antes del amanecer, quieres decir. El SUV aceler, y los sgath comenzaron a quedarse atrs, incapaces de seguir el ritmo. Madoc gir en una curva y llev al SUV a una parada balanceante. Le dispar a Paul un gesto a travs del espejo retrovisor. Hay buenas noticias y malas noticias. Cules quieres primero? Paul todava se senta como el infierno -dbil y frgil- pero al menos las piernas estaban ms fuertes. Madoc salt del vehculo mientras Paul se apeaba de algn modo, luego, l y Madoc, se quedaron de pie en un campo recin arado. Los sgath los vieron all y cargaron. Las buenas noticias estaran bien ahora. Logan ser capaz de encontrar a Andra no importa cundo, as que no tienes que preocuparte por eso. Eso era ms que buenas noticias, eran grandiosas noticias. No iba a perderla. Entonces, cules son las malas noticias? Paul levant su espada y se prepar para la carga de los demonios. Madoc hizo lo mismo. Logan puede encontrarla porque le san el brazo roto. Ella le debe sangre. Pagara la deuda de ella. De ninguna manera iba a dejar a Logan introducirle los colmillos en su bonito cuello, o en cualquier otro lugar. Sobre mi cadver dijo Paul. Madoc se burl una vez ms. Si te sientes tan mierda como parece, ese puede muy bien ser el caso. Levanta la jodida espada, hombre. El sgath ms cercano salt en el aire. Paul lanz un corte al demonio, pero tena los brazos dbiles, el objetivo se puso fuera de alcance, y en lugar de golpear cualquier punto vital, slo logr amputarle una pierna. La cosa aterriz fuertemente, aullando de dolor, y se apresur torpemente a levantarse. Senta la espada pesada, era la prueba de que no estaba completamente recuperado de la sanacin de la mente de Sammy. Pero

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pesada o no, haba estado luchando contra esas cosas durante siglos y saba qu hacer. El cuerpo sigui las rdenes y fint a la derecha, engaando al sgath a pensar que haba dejado el flanco sin proteccin. Sus dientes brillaron en un enfermizo amarillo cuando fueron hacia esa apertura. Paul cambio el peso en el ltimo segundo y condujo la espada a travs del crneo del sgath antes de que sus dientes pudieran conectar. Se retorci all, todava aferrado a la vida, araando hacia l con sus garras delanteras. Paul retorci la espada y finalmente el sgath qued inerte. Paul haba matado a la cosa, pero estaba respirando con mucha dificultad y apenas era capaz de recuperar la espada. Madoc le mir, de pie sobre su propio asesinato, al que haba cortado limpiamente en dos, o no tan limpiamente, teniendo en cuenta lo que escapaba de la tripa del sgath. Te llev bastante tiempo. Podas haberme echado una mano. Madoc se encogi de hombros. Qu tendra eso de divertido? Paul pas la espada por la hierba para limpiar la aceitosa sangre negra de ella. Las manos le temblaban lo suficiente como para cabrearlo. No poda permitirse el lujo de ser dbil ahora mismo, no con Andra por ah, debiendo una deuda de sangre a uno de los Sanguinar. Est ya Logan despierto? pregunt Paul. Madoc comprob el asiento delantero. No. Sigue fro. Excelente. Ahora cmo vamos a encontrarla? Puedes buscar su nmero de matrcula. Podra si lo tuviera. Madoc recit el nmero. Cmo sabes eso? Lo vi cuando arranqu tras ella. As lo hice yo, pero no lo recordaba. Madoc se encogi de hombros. No es gran cosa. Recuerdo nmeros y mierdas as cuando las veo. Paul dio a Madoc una palmada en el hombro, disfrutando del modo en que el contacto fsico le haca retorcerse incomodo. Eres como una especie de genio, hombre. S, del tipo que va a sacarte el infierno a golpes si no dejas de hablar de ello y me quitas las manos de encima.

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Paul levant las manos en seal de rendicin, pero no poda ocultar la sonrisa. Slo estoy diciendo que es un truco genial el que tienes ah, cabeza de huevo. Que te jodan. Paul no conoca a Madoc bien. Sola pasar solo la mayor parte del tiempo, mantenindose a distancia del resto de los Theronai. Paul haba estado bastante seguro de que no le iba a gustar el solitario, pero el tiempo le haba demostrado que estaba equivocado. Madoc estaba siendo ms aceptable para l. Y era til como el infierno. Voy a llamar a Nicholas para que rastree su matrcula. Te importa quedarte vigilando? Lo que sea. Paul se sent en el suelo junto al SUV para dejar que el cuerpo se recuperarse, sac el telfono mvil, y llam al jefe de seguridad del recinto. Es mejor que sea bueno fue como Nicholas respondi al telfono, con la voz arenosa, como si no la hubiera usado durante das. Tal vez no lo haba hecho. Nicholas era un poco un recluso, eligiendo quedarse en su tecno guarida la mayora de las veces. Yo, uh, he conocido a alguien esta noche. Te necesito para que hagas una verificacin de antecedentes sobre ella. Qu, te pidi dinero prestado o algo as? No ese tipo de antecedentes dijo Paul. Ella nos ayud a salvar a un nio de algunos Synestryn esta noche. Te necesito para saber si ella golpe el radar de alguien ms. Slo nuestro radar o el de los Sanguinar y los Cazadores tambin? Paul mir a Logan. Por lo que poda decir, el Sanguinar estaba todava inconsciente. Bien. Cualquiera. Crees que es una Dorjan? pregunt Nicholas, usando el termino para un humano que trabajaba para los Synestryn a cambio de dinero o poder. No, pero se enfrent a varios Synestryn armada slo con una escopeta. Paul todava se acordaba de la manera en la que ella se haba quedado all firme, con los pies separados en una posicin de batalla. No estaba seguro de si estaba ms impresionado por su valenta o asustado por su ignorancia. Poda haber sido asesinada, y si era quien pensaba que era, era demasiado importante para l como para dejarla asumir ese riesgo nunca ms. Su vida era demasiado preciosa como para arriesgarse.

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No, mierda Nicholas dej escapar un impresionado gruido. Probablemente slo sea una de esos valientes humanos con ms coraje que cerebro. Dijiste que haba un nio involucrado. Mucha gente puede hacer cosas asombrosas cuando hay un nio en juego. Tal vez, pero algo me dice que hay ms que eso. No iba a contarle a Nicholas que haba negociado con Logan para cazarla, y l saba que era pura sangre, por lo menos. La mayora de los Theronai sospechaban de los Sanguinar, incluso a pesar de que sus razas estaban actualmente en paz la una con la otra. Su negocio era vinculante y no era el tipo de cosa con la que reaccionaran bien los otros hombres en el recinto. Lo ataba al Sanguinar y le pona en desventaja si la paz no se mantena. Ms? Cmo qu? Pregunt Nicholas. Nos gustara saber si es una de los nuestros. Habra estado usando el anillo de los Gerai. Viste alguno? Tal vez olvid ponrselo, o tal vez se lo estn cambiando de tamao las excusas sonaban ridculas incluso para sus propios odos. O tal vez slo hizo un infierno de un trabajo de nieve y sea realmente una Dorjan. Dime que no la dejaste escapar antes de que pudieras preguntarle o al menos ponerle una marca de sangre. Tena que llevar al chico a un hospital. Madoc tiene su nmero de matrcula. No ir muy lejos. Cul es su nombre? Andra Madison. Matrcula de Nebraska le dio a Nicholas su nmero de matrcula. Paul oy una rpida serie de tecleos y esper que Nicholas obrara su magia. Tena acceso a ms informacin -tanto de los humanos como de Centinelas- que cualquier otro hombre vivo. Unos pocos segundos ms tarde, Nicholas dej escapar un suave silbido. No es difcil de encontrar, eso es seguro. El nombre de la mujer est plasmado sobre todos los peridicos. Es una buscadora de nios perdidos, una de esas personas que los padres contratan cuando su hijo se pierde y la polica y el FBI no pueden ayudar. Al parecer, es bastante buena con eso, tambin. Tan buena que la polica tiene una etiqueta con su nombre para mantener un ojo sobre ella. Parece que piensan que en realidad podra estar detrs de algunos de los secuestros. Porque no pueden encontrar a los chicos, pero ella s puede adivin Paul. Suena bastante correcto. Aqu dice que slo toma ciertos casos. Puedes tener una idea de qu tipo de casos coge? pregunt Paul.

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Unos pocos tecleos rpidos ms y un momento de silencio a continuacin antes de que Nicholas dijera: Paul, hombre, creo que tenemos un problema. Qu? Has encontrado una cazadora de Synestryn de buena fe. Un humano sin conexiones o soporte de ninguno de los Centinelas por lo que puedo ver. Lo que significa Lo que significa que mejor la encuentro rpido o se va a meter en una situacin que podra matarla. Paul no tena ms tiempo que perder. Se oblig a ponerse de pie. No podemos perderla ahora, verdad? dijo Nicholas. Paul escuch a alguien hablando por detrs, entonces Nicholas baj la voz tanto que Paul apenas pudo orle. No vas a creer quin acaba de entrar. Quin? Espera un segundo. Ella quiere hablar contigo. Voy a escribirte esa direccin. Hubo unos sonidos de araazos y Nicholas le pas el telfono a alguien, luego lleg una voz por la lnea. Era alta e infantil pero imbuida en un aire inconfundible de mando. Sibyl. La nica entre su pueblo dotada con la capacidad de ver el futuro. Cuando ella hablaba, todos escuchaban. Theronai dijo Sibyl. Debemos hablar. Paul apenas escondi su asombro. Ella le haba hablado dos veces en el pasado siglo, incluyendo ahora, y ambas veces haban sido en el ltimo mes. Sin duda tanta atencin no poda ser una buena cosa. S, mi seora. La has encontrado no era una pregunta. Ella? Quieres decir Andra? Andra dijo ella lentamente, como si de repente reconociera el nombre. S. Andra. Tremela. Paul se debati entre dejar o no que Sibyl supiera que a pesar de que la haba encontrado, la haba perdido de nuevo. Definitivamente la encontrara, pero podra llevarle un poco. Se cubri, diciendo: No estoy seguro de que quiera venir conmigo. Entonces tala. Entrgala inconsciente. Haz lo que debas, pero tremela. Puedo preguntar por qu? Yo la necesito. Para qu? pregunt Paul.

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Por mucho que respetara a Sibyl y su don, no iba a meter a Andra en algo feo. Haz lo que te dicen, Theronai su pura voz de nia reson con un extrao tipo de poder que hizo que el pelo de la nuca se le erizara. No puedo ahora mismo. No est conmigo. Dnde est? No lo s. Encuntrala. lamentables. Trela. Hoy. Si fallas, las repercusiones sern

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Eso no sonaba bien. Har lo que pueda prometi. El poder de su promesa se envolvi a su alrededor cuando se at a su palabra, hacindole difcil respirar por un momento. Vigila lo que haces. Su presencia es vital. Para ambos. La lnea qued en silencio y Paul se meti el telfono en el bolsillo. Buenas noticias, a mi entender dijo Madoc. Ms o menos, ms o menos. Puedes conducir? Siempre. Dnde vamos? A encontrar a Andra y llevrsela a Sibyl. No, mierda. Sibyl? S. Madoc sacudi la cabeza. Excelente. Si esa mueca est involucrada, las cosas no puedes ser buenas.

CAPTULO 3

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Le llev a Andra ms de tres horas reunir a Sammy con sus padres y


convencer a las autoridades que quienquiera que lo hubiera raptado haba desaparecido en el momento que ella le encontr. Les dio la nica historia que poda: No tena ni idea de quin era el secuestrador y si recordaba algo nuevo, se asegurara de hacrselo saber. Odiaba mentirle a la polica, pero era mejor que estar encerrada las setenta y dos horas que mantenan a los psicpatas. Otra vez. La locura est en la sangre. Gracias a Dios que nadie saba sobre Nika. Le dio a la polica la direccin del almacn, a sabiendas que para el momento en que ellos llegaran all, el sol habra hecho un buen trabajo quemando los restos de los monstruos que haba matado. Aparte de las marcas de quemaduras en el suelo, no habra evidencia de que el chico haba sido retenido por unos peludos monstruos con garras. Demonios Synestryn. Eso era lo que aquellos hombres les haban llamado. Normalmente ponerle un nombre a algo lo haca menos temible, pero no en este caso. Slo saber que esas cosas eran tan comunes, que tenan un nombre, era suficiente para secarle la boca de miedo. No se permiti pensar en ello, porque no importaba lo cansada que estuviera, algo como eso rondando por la cabeza, le hara imposible dormir. Y ahora mismo, necesitaba dormir ms que nada. Su cuerpo estaba a punto de irse a la huelga. Todo le dola, senta la cabeza como si tuviera una mquina de niebla metida en una de las orejas. Si no poda dormir pronto, las piernas le fallaran y se negaran a impulsarla ms hacia delante. Haba estado en ese punto de ni-un-paso-ms antes y no era agradable. Tena quiz otros pocos minutos antes de que lo alcanzara de nuevo. En ese punto, donde quiera que estuviera, era donde se quedara dormida. Tal vez sus sueos serian agradables a cambio, llenos de masculinos guerreros empuadores de espadas y sus amigos vampiros nios bonitos. Ella podra trabajar con esas imgenes. Y tena debilidad por un hombre al que le gustaban los nios. Paul haba hecho un gran esfuerzo en salvar a Sammy de una vida de gritar de locura, lo que quiera que hubiera hecho haba funcionado. Sammy era todo sonrisas y abrazos en el momento que le entreg a los brazos amorosos de su madre. Era como si nada le hubiera pasado. Tal vez Paul pudiera de alguna manera ayudar a Nika, tambin. Por otra parte, tal vez estaba slo engandose a s misma. Cuando llegaba a este cansancio, sus instintos no eran fiables, por lo que no se habra sorprendido de saber que, incluso a pesar de que Paul haba parecido un to decente, era realmente algn tipo de curandero autoproclamado. Que llevaba una espada. Bonito conjunto.

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Andra meti la camioneta en el garaje del complejo de apartamentos, rogando permanecer despierta el tiempo suficiente para lavarse los dientes antes de derrumbarse en la cama. Tir el bolso sobre el mostrador de la cocina, ignorando el fregadero lleno de platos sucios y los montones de correo sin abrir. Nada de eso importaba tanto como subirse al colchn. Hola dijo Paul desde el sof, haciendo saltar a Andra e inundndola el sistema con un completo nuevo montn de adrenalina. Se haba quitado los zapatos y estaba recostado all como si tuviera todo el derecho de estar en su casa. Espero que no te importe que haya entrado. Dejaste la puerta del balcn abierta. Andra se detuvo en seco, a pesar de que el nublado cerebro tena algunos problemas para entender lo que estaba viendo. Le tom unos pocos segundos encontrar la lengua a travs de la conmocin. Nunca dejo mi puerta abierta dijo, como si fuera la cosa ms importante a destacar, ms que el hecho de que l estuviera dentro de su casa sin permiso. Y estamos en el tercer piso. Cmo ms podra haber entrado? pregunt l, atrevindose a ofrecerla una encantadora sonrisilla que provoc que sus ojos marrones brillaran. Era una pregunta lgica, estaba tan terriblemente cansada que no poda imaginarse ningn tipo de respuesta inteligente. Qu ests haciendo aqu? Esperndote dijo l, como si debiera haberlo sabido. Cmo me encontraste? La matrcula de tu camioneta. Tengo un amigo en el Departamento de Vehculos a Motor. Un amigo que est trabajando tan temprano esta maana? No son las ocho todava. Paul se encogi de hombros. Pareces agotada. Lo estoy. Mira, el problema es que no tiendo a irme a la cama cuando hay extraos en mi saln. Esa encantadora sonrisilla se ampli a una sonrisa. No somos extraos. Lo s todo sobre ti. Eso sonaba un poco espeluznante, hacindola desear no haber dejado su escopeta en la camioneta.

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Escucha. No s cmo has entrado y realmente no me importa ahora mismo. Todo lo que quiero es que te vayas para que pueda dormir un poco. No poda ni siquiera recordar que da era. Eso era una mala seal. Paul se levant y se puso de pie delante de ella. Era unos cinco centmetros ms alto que ella en botas y desde esa distancia poda ver clidas astillas de fuego dorado en sus ojos marrones. No se haba afeitado la barba en ese da, otorgndole a su mandbula sombras adicionales que acentuaban los ngulos de su rostro. Una pequea cicatriz sobre su ceja izquierda resaltaba contra el bronceado de su piel y si los crculos bajo sus ojos eran un indicio, estaba tan cansado como ella. No puedo irme sin ti. Lo siento. No voy a ninguna parte dijo. Bueno, entonces podemos simplemente sentarnos y hablar durante un par de minutos? Algo acerca en el modo en que habl le dijo a ella que no estaba ni siquiera cerca de lo que quera decir realmente. Sea lo que sea, podemos hablar de ello en unas pocas horas. Me reunir contigo en la cafetera de la esquina a las seis, de acuerdo? l apret la boca. Esto no puede esperar. Va a tener que hacerlo. Se volvi y le abri la puerta, esperado que cogiera la indirecta y saliera. Lo siento. Tengo que saber. Paul puso una mano sobre el hombro de ella y la detuvo en seco. Su palma era clida, incluso a travs del tejido de la camisa. La cabeza de ella gir por un momento, su toque le trajo una extraa sensacin de dj vu. Tal vez lo haba conocido antes en alguna parte? No crea eso, teniendo en cuenta el hecho de que estaba bastante segura que se acordara de un hombre como l, una alarmante mezcla de atractivo masculino y la confianza en su competencia para respaldarla. Por no hablar de la parte en que l llevaba una espada. Se volvi a mirarlo, esperando que eso la ayudara a recordar quin era. l estaba mirando hacia su mano con una extraa mezcla de esperanza y confusin destellando en sus ojos marrones. Despus de un segundo, se aclar la garganta. Sentiste algo? Oh, s, pero iba a jugar a hacerse la interesante. Esas cosas eran todas demasiado extraas para ella. Cmo qu?

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Se encogi de hombros, distrayndola durante un segundo con la impresionante anchura de sus hombros. No estoy seguro. Tal vez slo funciona si toco piel desnuda. Andra haba odo hablar de muchas formas diseadas para tenerla desnuda antes, pero esta era de lejos la ms extraa. Qu slo funciona si tocas la piel desnuda? l desliz su mano hacia abajo por el brazo hasta que justo las puntas de sus dedos contactaron con la piel bajo la manga. El calor se filtr a su interior, junto con algo ms. Algo extrao, como una descarga de electricidad esttica, pero una que no le hizo dao. De hecho, se senta muy bien y se senta mejor a cada segundo. Una fuerza rugi a travs del sistema de ella, haciendo que su necesidad de dormir se desvaneciera. Su cuerpo cobr vida, volando con un torrente embriagador de placer que la hizo estar segura de que poda flotar. Su cansancio se disip, dejando tras de s una dbil energa zumbante a su estela. Mir a Paul, conmocionada por lo que estaba haciendo con ella, pero el movimiento sbito la hizo marearse y perder el equilibrio e instintivamente se agarr a l para no caer. La atrajo hacia s, ella fue sin luchar, incapaz de hacer nada ms en medio del vrtigo. Tranquila, ahora dijo l en voz baja. Te tengo. Cuando las palabras se deslizaron a su interior, el suelo del mundo de Andra se detuvo. Tena la nariz presionada contra su garganta y ella poda oler el calor de su piel, ver los latidos de su pulso a lo largo de la gruesa columna de su cuello. Una plida banda luminosa brill a slo unos centmetros de los ojos, tuvo el irresistible impulso de alcanzarla y quitrsela. Ella quera eso. Lo necesitaba. Esa gargantilla era suya y siempre lo haba sido. Era suyo. Todo l. Desde el fondo de sus amplios pies calzados con botas hasta lo alto de su despeinado pelo y todos los encantadores lugares duros intermedios. Ella respir profundamente, absorbiendo su aroma. Un bajo murmullo de excitacin se arremolinaba en su interior, apartando la spera fatiga que la haba gobernado slo momentos antes. Todava quera irse a la cama, pero no para dormir. Quera a Paul all con ella, desnudo y dispuesto para su placer. Iba a tomarse su tiempo aprendiendo lo que a l le gustaba. Montones y montones de tiempo. Pero la cama estaba demasiado lejos para que ella esperara. Necesitaba tocarle. Saborearle. Las manos se dirigieron bajo el dobladillo de su camiseta de punto y se deslizaron bajo ella. Firme piel clida tentaba a los dedos para

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explorarle ms, mientras ella presionaba la boca abierta contra un lado de su cuello. Ella le oy hacer incoherentes sonidos de sorpresa, pero no pareca importarle lo que ella le estaba haciendo. De hecho, l inclin la cabeza a un lado para darle espacio y que pudiera deslizar la lengua sobre su salada piel. Qu infiernos est pasando? dijo l con la voz spera. Si no lo sabes, voy a tener un infernal buen tiempo para mostrrtelo. Esto era una locura, pero al parecer no poda detenerse, ni le importaba no poder. Le quit la camiseta por encima de la cabeza para llegar a ms piel, necesitando sentir ms de l bajo las manos. Estaba muy tatuado, luciendo un gran dibujo de algn tipo de rbol que se extenda desde sus hombros y la parte superior de sus brazos hasta su cinturn. Se mora por ver slo lo lejos que llegaba. Las ramas de su tatuaje estaban muy detalladas, casi desnudas excepto por una sola hoja solitaria, y estaba casi segura que era algn tipo de metfora de la vida o alguna mierda as. No es que le importara. Poda ser tan filosfico como quisiera, siempre que lo hiciera desnudo. Ella pas un dedo a lo largo de una rama, hacia abajo por el tronco del rbol donde alcanzaba la cintura baja de sus vaqueros. Sus abdominales se tensaron como si hubieran sido golpeados, marcando sus msculos para disfrute de ella. Paul se estremeci bajo su toque, pero cuando se movi para abrirle el botn de la bragueta, l le agarr las manos y las sostuvo en un fuerte apretn. Tenemos que parar le dijo. Ella le mir a los ojos, los cuales estaban oscurecidos de necesidad, todos esos dorados destellos se haban ido ahora, devorados por sus pupilas. Sus mejillas estaban enrojecidas y un sutil sudor haba perlado su pelo. No me deseas? pregunt. Dios, s. No puedes sentirme temblar? Poda y eso la hizo sonrer con una sensacin de victoria. Mi habitacin esta justo detrs de esa puerta. Paul gimi y cerr los ojos. No eres t, a pesar de que deseara como el infierno que lo fueras. Qu no soy yo? Esta cosa que estamos sintiendo. Tena razn. Normalmente no desnudara a extraos que haban irrumpido en su casa. Algo estaba fuera de lugar aqu.

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Andra agit la cabeza, intentando aclararse o darle algn sentido a la maraa de pensamientos y sentimientos que la pasaban por el cerebro. Mientras estaba distrada, Paul la solt y retrocedi. Su postura deca que pensaba que ella podra golpearle o algo, porque estaba todo tenso como si estuviera esperando recibir un puetazo. No le golpe, por supuesto, pero la necesidad de tenerle desnudo tambin estaba desapareciendo. Todava estaba caliente, especialmente con todos esos msculos en su pecho y el abdomen exhibindose, pero al menos ahora poda mantener la lengua para s misma. No estaba segura si eso era una mejora o no. Las manos de Andra estaban temblando, as que se las meti en los bolsillos de los vaqueros. El cansancio, profundo hasta los huesos, estaba volviendo rpido, como si nunca se hubiera ido del todo. Qu infiernos es esto? le pregunt a l. No estoy seguro. Su tono era duro, sus palabras cortantes. Te hice dao? No. Por qu lo haces sonar como si eso fuera una mala cosa? Levant la mano -la que tena un anillo iridiscente- y la mir como si su vida dependiera de ello. Pequeos arco iris atrapados en l bailaban en un vendaval, dando vueltas alrededor como si estuvieran levantados por algn viento invisible. Ves el color? pregunt l. S, todos. De dnde sacaste eso? Es una larga historia. Mira ms. Ves algn color ms que otro? Andra mir la banda, le encantaba el fluir de los arco iris sobre la superficie. Era magntico. Hipnotizante. Bello. Pero no vea ningn color dominante. No. No realmente. Mierda gru. Qu pasa? Slo te confund con otra persona. Eso es todo. Lo siento.

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tocar a Andra. Esa era la idea que se mantena resonando en el cerebro de Paul, volvindole loco. Se supona que iba a doler. Haba necesitado que le doliera. Haba querido que Andra fuera la nica para l tan arduamente que haba comenzado a creer que era cierto. Qu tonto era por pensar que mereca otra oportunidad! Drake haba encontrado a Helen primero, as que haba fallado all, nunca haba sido capaz de hacer feliz a Kate, a pesar de que el cielo saba que lo haba intentado todo lo posible. Llevaba muerta doscientos aos y todava no poda entender por qu ella no pudo amarle, qu ms poda l haberle dado para hacerla feliz? Paul se neg a detenerse en eso. Incluso si Andra no era su dama, podra ser capaz de salvar a uno de sus hermanos. Evidentemente era una pura sangre. De hecho, basndose en la forma en que reaccion su luceria, posiblemente era una Theronai. Slo que no la suya. Paul se mir el pecho. La ltima hoja de su marca de vida se balanceaba al son del tiempo con la brisa veraniega exterior. Pareca un poco ms marrn que verde hoy. Realmente no le quedaba mucho tiempo y todava tena un trabajo ms que hacer: llevar a Andra a Dabyr, justo como orden Sibyl. Tenemos que movernos le dijo a Andra. No voy a ir a ninguna parte hasta que haya tenido sobre diez horas de sueo. Adems, qu te hace pensar que ira a cualquier parte contigo? pregunt. Paul no tena paciencia para esto. Haba demasiado en juego aqu. Incluso si no hubiera estado obligado por su promesa a Sibyl de llevar a Andra a casa, necesitaba llevarla de vuelta para que pudieran ver si poda ser compatible con alguno de los otros hombres de all. Estaban todos muriendo, slo que no tan rpido como l. Poda ser capaz de salvar a uno de sus hermanos en armas. Llevarla a Dabyr era la ltima cosa que poda hacer por su gente antes de ir a su muerte. La agarr por los hombros y la apoy contra la pared. Ella se senta bien bajo sus manos, lo cual le enfadaba. Por qu se senta tan bien si no era suya? Nos vamos. Vienes con nosotros. Puedes caminar, o te llevar. T decides. Para su crdito, no se acobard o se vino abajo, incluso cuando se enfrentaba a un hombre armado de su tamao. Sus ojos azules brillaron ante el desafo y levant la punta de su barbilla hasta encontrarse con su mirada. Crees que puedes empujarme? pregunt ella. Empujar, tirar, arrastrar. Lo que sea necesario.

No doli cuando Paul dej de

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Tengo responsabilidades. Gente que me necesita. No voy a dejarte decidir a dnde voy. Lo siento por explotar tu burbuja de macho. Paul se imagin que tena un par de opciones. Poda hacer valer las amenazas y arrastrarla de all pataleando y gritando, lo que sin duda atraera la atencin de los vecinos, o podra utilizar un poco de delicadeza. La delicadeza no era su punto fuerte, pero hara lo que fuera para llevrsela a Sibyl y los hombres. Dej escapar un suspiro lento y largo, retir las manos de su cuerpo, esperando que lo ayudara a mantener la calma. Qu responsabilidades? Tal vez poda hacerse cargo de ellas, dejndola libre para volver con l. Tengo un trabajo que hacer. Chicos que estn siendo secuestrados de sus hogares todo el tiempo. Necesito estar aqu para encontrarlos. He odo hablar de tu talento. Simplemente cmo eres capaz de encontrarlos cuando nadie ms puede? pregunt. Ella se apart de la pared, l not que su equilibrio estaba un poco inestable. Tal vez estaba ms exhausta de lo que pensaba. Paul se acerc a ayudarla, pero ella le apart la mano de un manotazo y se hundi en el sof como si ya no tuviera otra opcin. Soy buena en lo que hago. Eso es por qu me pagan con billetes grandes. Realmente dudo de que esa sea la historia completa, pero si es dinero lo que estas buscando, puedo pagar. Tengo un montn y te dar lo que quieras si vienes conmigo. Vio un atisbo de victoria destellar en los ojos de Andra y supo que haba encontrado la palanca correcta para usar con ella. Dinero. Ella se levant, revolvi entre algunos papeles que haba sobre el mostrador de la cocina y garabate algo en un bloc de notas. Arranc la primera hoja y se la entreg a l. Esto es un nmero de cuenta donde quiero que enves el dinero. Pon medio milln ah hoy e ir donde quiera que desees. De acuerdo? Paul tom el papel, algo en l se marchit. Se la haba imaginado como alguna gran herona que hacia todo lo necesario para encontrar a los nios, no importaba cunto dinero hiciera. Haba pensado que era una de los buenos, como l. Haba estado equivocado. No era ms que otra persona intentando hacer dinero con el dolor y el sufrimiento de los dems. Cmo podra haber estado tan equivocado? Sus instintos eran normalmente mejores que eso.

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Paul no poda mirarla a los ojos. No poda soportar ver la codicia que saba que iba a estar al acecho all. Trato hecho dijo l, pero no se atreva a darle la mano. Voy a tomar una ducha rpida dijo. Si el dinero est cuando salga, podemos irnos.

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estaba a punto de llorar de alivio cuando Paul acept sus condiciones. Ya estaba con el telfono mvil haciendo la transferencia de fondos en su cuenta cuando fue a ducharse. No poda creer lo fcil que haba sido. Finalmente, Andra podra estar segura de que Nika siempre iba a tener un lugar para vivir. Entre el medio milln que Paul le daba y la gran pliza de vida de Andra, si algo le pasaba a Andra, Nika siempre estara cuidada. Estara a salvo. Andra hizo un rpido trabajo lavndose el sudor del dolor y el temor de la ltima noche, se puso el primer par de vaqueros ms limpios que pudo encontrar. La colada se estaba convirtiendo en un problema, uno que tendra que hacer frente cuando volviera, pero no ahora. Ahora tena que salir a la carretera con un hombre que apenas conoca. Un hombre que la haba hecho pur con un slo toque. Andra iba a tener que ir con mucho cuidado para no dejarle tocarla ms. Fue al saln, presentable pero de ninguna manera glamurosa. El pelo estaba todava hmedo y no se haba tomado la molestia de tomarse tiempo para maquillarse. Estaba demasiado malditamente cansada para que le importara cmo se vea. Est hecho dijo Paul en un tono sombro. La calidez en sus ojos haba desaparecido, lo que le haca menos humano. Ms mortfero. Le haba visto en una pelea y saba que el hombre era un oponente formidable, pero ella nunca se haba preocupado de estar en el extremo receptor de su espada. Hasta ahora. El dinero haba cambiado la forma en que la miraba y no importaba cuanto se dijera que no le importaba, saba que era una mentira. Quera gustarle. Que la respetara. No tena ni idea de por qu le importaba. Nunca la haba tenido antes. Haba cabreado a ms que slo un poco de gente en su determinacin por encontrar chicos desaparecidos, pero con Paul era diferente. Ese ligero desdn elevando su labio cuando la miraba dola. Andra no poda hacer que no le importara lo que l pensaba, as que se neg a pensar en ello. Tenan un trato. Nika estara a salvo. Era hora de moverse.

Andra

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Dnde vamos? Missouri.

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Andra casi gimi. Estaba demasiado cansada para conducir tan lejos. Saba que lo estaba. Nunca llegara all con vida. Por otra parte, si no sobreviva, Nika recibira todo el dinero de su seguro de vida. As que decidi poner esa situacin bajo el membrete de ganar-ganar. Algo de sus pensamientos se debi filtrar a su rostro, porque Paul dijo: Yo conduzco. No querra que chocaras tu camioneta antes de que hayas terminado de darme lo que mi dinero vale. Andra asinti. Bien. Empaqueta para un par de das, pero s rpida. Andra cogi una de las dos bolsas para pasar la noche que tena empaquetadas y listas para salir en todo momento en caso de que recibiera una llamada de padres desesperados. Estoy lista. Crey ver un destello de respeto cruzar sus duros rasgos, pero no poda estar segura. Hubo unos fuertes golpes en la puerta, como si alguien estuviera intentando tirarla a patadas. Paul desenvain una espada de ningn sitio -lo cual era el mejor truco que haba visto- y se llev un dedo a los labios pidiendo silencio. Probablemente sea mi repartidor de peridicos queriendo el pago. Te apartaras, infiernos? Dio un paso para mirar por la mirilla, pero Paul la detuvo con un grueso brazo musculoso. Slo le roz la piel del brazo, pero fue suficiente para que Andra cerrara los labios para evitar lanzar un gemido de placer. Un hormigueante calor se extendi desde el punto de contacto e la invadi los miembros, hacindola sentir pesada y lnguida. Quera frotarse contra l como un gato, deseaba que no se hubiese vuelto a poner su camisa mientras estaba en la ducha. Se habra sentido tan bien pasando los dedos por su espalda y conocer todos los rgidos msculos que yacan bajo su carne. La piel se la calent hasta que estuvo segura que estaba roja brillante. Una dolorosa vaca necesidad le roa, presion sus muslos juntndolos en un esfuerzo por aliviar el dolor. No funcion. Necesitaba que Paul la tendiera y la llenara, deslizndose en su interior una y otra vez hasta que se alejaran del mundo y nada ms que ellos dos existieran. Sin preocupaciones. Sin miedos. Sin monstruos. Slo Paul y el tacto de su piel sobre la de ella.

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Se apart, dejndola tambaleante, casi balancendose con la fuerza poderosa de la necesidad. Se agarr a la pared para apoyarse, pero le hizo poco bien. Termin sentada de culo, temblando como si hubiera pasado la ltima semana vomitando. A travs de la puerta se oy: Soy Madoc. Abrid la jodida puerta. Vagamente, fue consciente de que Paul estaba dejando pasar al hosco gigante a su casa. Estaba llevando algo grande y pesado envuelto en una sbana. Unos pies con botas salan de un extremo. Sagrada mierda. Haba llevado un cadver a su apartamento. Est mal dijo Madoc. Cmo de mal? pregunt Paul. La preocupacin volva speros los bordes de sus palabras. Comenz a tensarse hace un par de minutos. Pensaba que el sol podra empeorar las cosas, as que lo traje a dentro. No dejaras que ninguna luz le tocara, verdad? Pregunt Paul. No necesitamos ese tipo de problemas ahora mismo. Madoc dej la carga sobre el sof y empez a cerrar las cortinas sobre las ventanas de Andra. Parezco un jodido idiota? Tuve cuidado, le envolv bien y apretado. No necesitamos ninguna sonrisa ms. Andra se levant. Qu est pasando? Es ese Logan? Paul ni siquiera le ech una mirada. Estaba demasiado ocupado desenvolviendo el capullo de sbanas de alrededor del cuerpo de Logan. Cuando termin, dej a Logan sobre el sof. De alguna manera haba perdido ms peso y ahora era un esqueleto envuelto en piel. Su piel estaba plida, casi azul y estaba completamente inmvil. Esta muerto? pregunt Andra. Casi. Paul le dispar a Madoc una mirada acusadora. Por qu infiernos no le alimentaste? He pasado siglos sin dejar que una de esas sanguijuelas me tocara. No voy a empezar ahora. A ella le pareci or a Paul murmurar algo como Hijo de puta egosta por lo bajo. Te guste o no, todava lo necesitamos. Habla por ti mismo dijo Madoc. No necesito una mierda.

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El cuerpo de Logan comenz a agitarse como si estuviera teniendo un ataque. Paul apret la parte superior del cuerpo contra la de Logan para sujetarlo. Extendi el brazo hacia Andra y seal con la cabeza su espada yaciendo en el suelo junto al sof. Crtame la mueca, luego mantn su boca abierta le dijo a ella. Vampiro. Ah estaba de nuevo, esa palabra tirando de las esquinas asustadas de su mente. Haba visto suficientes cosas para saber que los monstruos eran reales, pero no le gustaba saber que ese en particular exista. Era demasiado misterioso. O tal vez fuera el hecho de que uno estaba en su casa lo que la molestaba. Vamos, Andra. Corre. Se est muriendo. Y ella haba prometido darle su sangre. Paul ya le haba dado mucha. Logan lo haba dicho ms temprano. No poda arriesgarse a dejarle que se daara por algo que ella haba prometido hacer. Cunta sangre necesita? No lo s, pero no ser suficiente para matarme. Bueno. Entonces no la matara, tampoco. Andra tom su espada justo cuando el cuerpo de Logan se arque del sof en un ataque particularmente feroz. Antes de que Paul pudiera detenerla, ella us su espada para abrirse un corte en la mueca, abrir los labios de Logan y sangrar en su boca. Paul se dio cuenta de lo que ella haba hecho y grit: Andra, no! El ataque se detuvo al instante. Los misteriosos ojos plateados de Logan se abrieron ampliamente y le agarr la mueca con ambas manos, sostenindola el brazo contra su absorbente boca con un agarre irrompible. Se imaginaba que sera doloroso, pero no lo era. Ni siquiera haba sentido la espada cortndole el brazo, as era de afilada. Todo lo que poda sentir ahora era un movimiento suave contra la piel y una especie de ingravidez, como si estuviera siendo llenada con helio. Era extrao, pero no desagradable. En la distancia, poda or a Paul gritando y ver a Madoc apartndole fsicamente de Logan. Pero nada de eso importaba. Sinti una presencia exterior tocndola la mente como una caricia caliente. Logan. Quera saber ms de ella. Quin era. De donde haba venido. Andra le dej entrar. Tenerlo en la mente la haca sentir bien y de todos modos estaba demasiado dbil para luchar contra algo tan fuerte como era. Demasiado cansada.

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l quera que ella se durmiera. Descansara. Ella quera eso, tambin. Durante un momento, le preocup haber olvidado hacer algo. Apagar el horno? Lavarse los dientes? No poda recordar qu era y de pronto, no pareca importarle nada ms. Fuera lo que fuese, no era importante. Andra se dej ir y se alej, el cuerpo sin peso flotando hacia el sueo.

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Andra qued inerte y una nauseabunda oleada de pnico se elev por


la garganta de Paul. Se retorca contra la sujecin de Madoc, tratando de llegar a ella. Qu cojones hiciste con ella, chupa sangre? Logan le lami la mueca, no dejando tras de s ningn rastro de la herida. Ya no estaba hasta los huesos, tan delgado y plido. El cuerpo se haba llenado y un saludable brillo impregnaba la piel. En un tono calmado, explic: La pobre nia no haba dormido en tres das. Se estaba exigiendo demasiado, as que la puse a dormir. Paul logr romper el agarre de Madoc y empuj a Logan lejos de ella. Su cuerpo cay al suelo al lado del sof, sin huesos y lnguido. Revis su pulso y lo encontr fuerte y constante. El alivio le sac el aliento del cuerpo y baj la cabeza contra la de ella en agradecimiento. El aroma de su piel lo calm, no poda dejar de apartar el cabello de su cara. Iba a estar bien. Paul recogi su largo cuerpo en los brazos y la llev al dormitorio. El lugar era un desastre, con ropa tirada por todas partes. Las mantas estaban arrugadas, mostrando signos de donde haba dormido la ltima vez. Haca tres das. Paul debera haber sido ms consciente de su fatiga. Tendra que haber insistido en que descansara. No era como si estuviera ciego a la debilidad de las personas que le rodeaban. Eso poda matar a un montn de gente en la guerra contra los Synestryn. Lo escondi muy bien dijo Logan desde la puerta, como si estuviera leyendo sus pensamientos. Entonces otra vez, su juramento de sangre haca posible realizar un montn de cosas para que Paul no se divirtiera. Paul todava quera golpear al Sanguinar, pero no quera apartar los ojos de Andra, no importaba lo bien que le habra sentado tumbar a Logan. Debera haberlo sabido, de todos modos. Si hubiera sido mi dama, lo habra hecho. La decepcin le dej un sabor amargo en la boca.

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Puso a Andra en la cama, le quit los zapatos y tir de las mantas alrededor de su delgado cuerpo. Estaba indefensa ante eso, haca que sus instintos protectores rugieran a la vida. Nada iba a acercarse a ella hasta que tuviera tiempo de recuperarse. Sibyl tendra slo que esperar. No necesariamente dijo Logan. Ha pasado largo tiempo desde que los Theronai encontraron compaeros. Sabemos tan poco sobre esas mujeres. Las cosas pueden ser diferentes ahora. Los signos pueden ser diferentes. Paul fue a la puerta donde estaba Logan, el Sanguinar se apart. Un hombre inteligente. No estoy de humor para otra decepcin, as que perdname si no compro la mierda que ests vendiendo. No es ma. Decir las palabras hizo que el pecho le ardiera. Logan slo sonri. Creo que podras estar equivocado. No lo estoy. Paul se negaba a permitirse sentir incluso la menor agitacin de esperanza. Estaba fuera de tiempo e iba a ser un buen jugador y tomar la derrota como un hombre. Haba tenido ms oportunidades que la mayora. Paul cerr la puerta de Andra y fue a buscar algo de comida, llevando a Logan con l para que no pudiera verse tentado a entrar en la habitacin de Andra. Su apartamento era pequeo, con la cocina, el saln y el comedor apiados uno encima del otro. El lugar pareca no haber sido limpiado en meses, excepto por el brillo de un pesado banco de hacer pesas que llenaba lo que debera haber sido el comedor. El diseo abierto le daba una clara vista de todo el espacio, incluyendo la cocina, la cual necesitaba una limpieza a fondo. Madoc le haba golpeado a la caza de alimento, ya estaba revolviendo en los armarios y el frigorfico. Por la escasa oferta en el mostrador -un par de latas de sopa y una cuestionable carne del almuerzo- no haba encontrado mucho. Logan segua acechando tras l. Paul vio su espada, todava manchada con la sangre de Andra, y la recogi. Es casi seguro que es una Theronai dijo Logan. Supuse un poco esa parte. Paul humedeci una toalla de papel y limpi su espada, despus tir la toalla por el inodoro, donde el olor de la sangre no poda traer ningn problema. Estaban bastante seguros durante el da, pero no tomara ningn riesgo con Andra durmiendo en la habitacin de al lado.

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Logan estaba pisndole los talones.

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Qu te hace pensar que no es tuya? Mi anillo no respondi a ella como debera. No haba color. Todava. Paul enfund su arma antes de decidirse a usarla en Logan y se dio la vuelta. Se quedaron cara a cara, pero haba algo diferente en l ahora. Algo que Paul no poda emplazar. Era como si Logan supiera un secreto que no estaba dispuesto a compartir. Para ya y vete al infierno. Estoy sin tiempo, eso es todo. Quieres ir a buscar el nido esta noche? pregunt Madoc, completamente serio. Ir y ser tu testigo. Testigo del ltimo acto heroico de Paul. Era una peligrosa oferta por parte de Madoc, una que podra matarle. Paul poda meterse en un nido de Synestryn, sabiendo que sera la ltima cosa que hiciera y si Madoc estaba cerca de la accin, la espada de Paul sera llevada de vuelta de forma segura al Saln de los Cados. A Paul no le iba a gustar usar una espada diferente, pero no poda permitirse el lujo de dejar que la suya fuera tomada, y no era como si fuera a salir con vida, de todos modos. El objetivo era eliminar tantos demonios como pudiera antes de que le derribaran. Gracias hombre, voy a aceptar tu oferta, pero tengo que llevar a Andra a Sibyl primero. Lo he prometido. Madoc asinti con la cabeza y empez a manosear a travs del frigorfico de Andra, sin inmutarse por hablar de suicidio. Vete a matarte si quieres dijo Logan pero te estoy diciendo que ests equivocado sobre ella. Paul iba a lamentar preguntarlo, pero lo hizo de todos modos. Qu te hace pensar eso? Ella sinti algo cuando la tocaste. Una chispa de esperanza se encendi en su interior, tan frgil y dbil que apenas poda sentirla. Lo hizo? S. Pero yo no. No hubo dolor. No nada. Logan se encogi de hombros. He estado intentando decirte que tu experiencia puede ser diferente de la de Drake. No sabemos incluso cmo existen estas mujeres. No hay

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manera de que podamos predecir qu tipo de reaccin causaran, no despus de tantos aos de espera. Pero yo cre que todos los Sanguinar os habais juntado despus de que Drake encontrara a Helen y decidisteis que ese dolor era debido al tiempo en que haba cargado con su poder. He estado arrastrando el mo alrededor del mismo tiempo, pero no me doli cuando ella rompi el contacto. Le doli a ella. En cierto modo. Paul sinti un repugnante retortijn de culpabilidad en las entraas. Le hice dao? No exactamente. Digamos slo que se sinti mejor cuando la tocabas. La haba encendido. Eso estaba claro. Haba estado dispuesta a dejar que la tomara. Tal vez era eso lo que Logan quera decir. Ahora lo ests cogiendo dijo Logan. Qu ms viste? exigi Paul. El rayo de esperanza estaba creciendo, y como era tan tonto como era, lo estaba permitiendo. Quera saber todo sobre ella as que igual esta vez las cosas seran diferentes. No como con Kate. No mucho. Estaba demasiado dbil para que yo pasara demasiado tiempo en su mente. Sent que ella no es todo lo que parece. Est pasando a travs de una tragedia. Nunca ms. No quera que la tragedia volviera a tocar la vida de ella de nuevo. Qu tipo? Logan se encogi de hombros. La misma que todos nosotros. Ha perdido a sus seres queridos. Su madre se fue, lo que es una vergenza. Esperaba que hubiramos averiguado una manera de preguntarle y ver si el padre de Andra tena alguna conexin con el de Helen. Podran ser hermanas? Paul no poda ver similitudes entre el exuberantemente curvado cuerpo de Helen y la elegante complexin musculosa de Andra. El color de sus melenas era similar, pero eso era todo. No. No lo creo. Sus sangres no estn lo suficientemente cerca. Has aprendido algo ms? Slo que ella trabaja demasiado duro. No come bien o duerme lo suficiente la mayora del tiempo. En eso tienes razn gru Madoc desde la cocina. No hay mucho aqu que sea comestible y es malditamente demasiado temprano para pedir

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comida para llevar. Nada est abierto. Voy a hacer una carrera en busca de comida. Alguna solicitud? No dijo Paul. Slo s rpido. Tan pronto como se levante, estaremos en camino. Eso va a tomar un tiempo dijo Logan. Podras tambin ponerte cmodo y tomar tu propio descanso. Eso no va a pasar. No mientras ella sea vulnerable. Logan sonri con satisfaccin. Hablas como un hombre ya vinculado. Paul se mir el anillo. Se vea como lo haba hecho durante los ltimos dos siglos, slo decolorndose con el tiempo. Quera creer, pero y si Logan estaba equivocado? Madoc cerr la puerta a su salida. Qu si no estoy equivocado? pregunt Logan. Qudate fuera de mi cabeza advirti Paul. Estoy a un largo camino de verte sangrando a Andra. Ella se ofreci. La prxima vez, no escuches ninguna oferta que haga ella. Si no me hubiera alimentado de ella, todava estaras pensando que tus das haban llegado a su fin. Ciertamente esa esperanza en algo vale la pena. S, la pena de darte una paliza si ests equivocado. Logan slo se ri. Vete a proteger a tu mujer. Te har menos grun. Fuera o no que Andra pudiera ser de l, estar cerca de ella sonaba como una buena idea, as que tom el consejo del Sanguinar y fue a su lado.

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CAPTULO 4

Zillah odiaba ser convocado por un nio, pero le sigui el juego, porque
le convena. Mi seora salud a Maura haciendo una leve reverencia, suficiente para calmar su ego. En qu puedo servirle? El plido cabello de Maura resplandeca en contraste con el resto de su entorno. Todo en sus aposentos personales era de un profundo y rico rojo, el color de la sangre fresca. Cortinas de terciopelo revestan la cmara y una espesa y mullida alfombra sobre el suelo ayudaba a silenciar el sonido de su voz para que no hiciera eco en las paredes de la cueva. Senta claustrofobia aqu, aunque ninguna de las habitaciones ms pequeas pareca tener efecto sobre l. Extrao. Tal vez era la compaa lo que encontraba tan asfixiante. Su pequea y redondeada cara adopt un aire despectivo con ira hacia l. Ella lo ha hecho de nuevo dijo Maura. Zillah resisti el impulso de zarandear a la chica. La necesitaban demasiado como para matarla justo ahora. Sera pronto, pero no todava. Quin ha hecho qu? pregunt con una tono paciente, como si l no tuviera un centenar de asuntos ms apremiantes que exigan su atencin. Sus rizos se agitaron furiosamente cuando ella se gir sobre sus talones. Andra Madison. Rob al nio que necesitaba antes incluso de que tuviramos la oportunidad de traerlo aqu y saber si era el adecuado. Encontraremos a otro la tranquiliz Zillah. No debe alterarse. Alterarme? pregunt, aparentemente con la voz tranquila. Maura camin hacia l y aunque slo pesaba casi tanto como su pierna, a pesar de eso, ella le aterrorizaba. Haba algo dentro de esos negros ojos que le hizo sentir fro. Miedo. No importaba que gobernara un ejrcito de miles de personas. No importaba que ejerciera ms poder que todos los desatados Theronai combinados. Ni siquiera importaba que ella fuera una pequea cosa que poda romper con un descuidado gesto de la mano.

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Maura era poderosa de una forma que no poda comenzar a entender. Ella saba cosas. Podra destruirlo, con nada ms y nada menos que el esfuerzo de sonarse su delicada nariz y l ni siquiera lo vera venir. Por todo lo que l saba, ella ya le haba sellado el destino. No tena intencin de darle poca importancia a su sufrimiento, mi seora. Slo quera decir que todo estar bien. Vamos a encontrar a otro nio. No con su linaje. No ha habido un nio humano tan fuerte como l nacido en dos siglos. Necesitamos esa fuerza si queremos tener xito. Todava hay tiempo. La chica slo tiene catorce aos. Por eso es por lo que quera al nio ahora. An estamos a tiempo de alterarlo para ser apropiado para ella dijo como si l fuera el nio. Zillah resisti la tentacin de abofetearla, y mantuvo su voz firme. Debo enviar a otra unidad para recuperarlo? No. Esta mujer es la nica que debe ser detenida. Andra. Es la nica que sigue robando mis juguetes. Quiero matarla. Por supuesto, mi seora. Ser como usted desee. Voy a enviar tropas inmediatamente Zillah hizo una pequea reverencia, despidindose a s mismo, ms que listo para estar lejos de su compaa. Su tctica para irse no surti efecto. Los ojos de Maura tenan esa vidriada mirada, lo que significaba que estaba teniendo una visin. El momento era inconveniente, pero no tena ms remedio que quedarse y enterarse qu estaba viendo ella. Estas visiones era la nica razn para soportar pacientemente su petulancia. La nica razn de que no hubiera alimentado a sus mascotas con ella. Ella se desplom en el suelo, pero Zillah no se atrevi a ayudarla. Nadie tocaba a Maura. Nunca. Ella se levant, jadeando y temblndole todo el cuerpo. Si l hubiera tenido algn instinto paternal, le habra estado retumbando en los odos en este momento. Pero no lo tena. Preferira verla morir que prestarla ayuda. Desde que haba venido aqu, cada criatura que la haba tocado mora a los pocos das, gritando en agona. Si no hubiera sido tan frgil, hubiera sido un arma formidable contra los Centinelas. Envindola, dejndola interpretar el papel de nia y abrazndolos a todos. Un complejo entero podra ser destruido en cuestin de das. Qu habis visto? pregunt l, ansioso por saber y escapar de su presencia. Maura estaba plida, y si no hubiera sabido que ella era incapaz de ello, habra pensado que pareca asustada. Olvida al chico. Hay otro al que debemos encontrar y traer aqu. Otro? Quin?

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No quin. Qu. Qu, entonces?

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Se apart los rizos lejos de la cara de mueca. Cebo. Cebo irresistible. No lo entiendo dijo l. Lo s respondi Maura con torpe y discordante desprecio en la voz de nia. Nunca lo haces.

Tan pronto como Logan estuvo seguro de que Paul estaba ocupado con
Andra, llam a Tynan, el lder de los Sanguinar. S respondi Tynan. Puedes hablar? S. Sammy McMullins fue secuestrado por los Synestryn anoche. Lo siento, Logan. S que era uno de tus xitos ms recientes. Debes estar desolado. Has encontrado el cuerpo? Lo tenemos con vida. Un atnito silencio llen la lnea. Cmo? Una mujer llamada Andra Madison. Busca hasta dar con nios perdidos. Ella lo encontr. Dnde est ahora? Con sus padres. Y la mujer? pregunt Tynan. Estoy en su apartamento. Con Paul. Creo que ella es su mujer. Otra mujer? Dijo Tynan con temor. De dnde viene? Todava estoy trabajando en eso. Su educacin fue bastante normal, pero es fuerte. Tal vez incluso tan fuerte como Helen. Puedes localizar a sus padres? Su madre ha muerto. No creo que sepa mucho acerca de su padre. No fui capaz de buscar demasiado profundamente en su mente, con dos Theronai de pie haciendo guardia sobre ella. Tal vez si puedo sorprenderla sola. Puedes llevarla a Dabyr?

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S. Esta noche. Sibyl le ha ordenado a Paul que se la presente. Bien dijo Tynan. Mientras tanto, averigua lo que puedas sobre Sammy. Voy a visitar a sus padres y a consolarlos. No queremos que se preocupen de que esto vaya a suceder con el nio que estn esperando. Ella est embarazada de nuevo? S, pero no lo sabe todava. Vamos a dejar que lo descubran por s mismos. Nuestra intervencin ser menos evidente de esta manera. Otro xito. Logan no poda creer que su plan estuviera funcionando. Tal vez haba merecido la pena todo el sufrimiento y el hambre que haban pasado. Se tendrn que mudar, para estar seguros. Yo me ocupar de ello. Voy a ver si puedo convencer a alguno de los Slayers para vigilar a la familia, tambin. Esa idea aprision el pecho de Logan. Por qu? Crees que los Slayers estarn de acuerdo? Hubo una larga pausa, como si Tynan estuviera decidiendo qu decir. O si no decir nada. Tal vez. He estado... negociando con ellos. Esto va bien. El shock congel el cuerpo de Logan. Ninguno de su especie haba tenido tratos con los Slayers desde que los Theronai les declararon la guerra. Eran una raza violenta, orgullosa y mortal de cambia formas que haca tiempo que haban dado la espalda a los humanos. Ellos se protegan y se mantenan a s mismos. Y si los Theronai averiguan que estamos tratando con los Slayers? No les gustar saber que nos hemos aliado con sus enemigos. Es por eso que nunca lo sabrn. Esta guerra es ridcula, de todos modos. Me niego a tomar partido. Ya lo hicimos. Elegimos el bando de los Theronai. Slo porque su sangre era ms pura. No porque ellos tuvieran razn. Algo en lo que dijo Tynan dispar una alarma en la mente de Logan. Dijiste que las negociaciones iban bien. Qu posible oferta podras hacer a los Slayers? Quieren participar en el proyecto Lullaby. Les hablaste sobre eso? Ests loco? No se lo dirn a los Theronai. Estn ms interesados en mantener nuestros secretos. A ellos les hace tanta falta reforzar su linaje como a nosotros. Sus poderes prcticamente han desaparecido.

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Pens que eso era lo que queran. Detener la lucha contra los Synestryn y sentarse a vivir como los humanos. Entre ellos ha habido un cambio en el gobierno. Andreas Phelan ha llegado al poder y ha exigido a su pueblo regresar a las viejas costumbres o abandonar la manada. l era slo un nio cuando lo vi por ltima vez. Las cosas han cambiado. Para mejor. Logan no estaba tan seguro, pero no tena otra opcin que confiar en el liderazgo de Tynan, hasta que pudiera averiguar la verdad por s mismo. Adems, ya era demasiado tarde. Los Slayers ya saban demasiado, y no eran fciles de matar. Ten cuidado advirti Logan. Hay demasiado en juego como para arriesgar tantos aos de esfuerzo. Siempre tengo cuidado Tynan pareca cansado. Dbil. Tendr sangre para compartir cuando regrese dijo Logan. Prefera mantener toda la fuerza que Andra le haba dado para s mismo, pero no poda ser tan egosta. La supervivencia de su raza le exiga que no lo fuera. Las cosas cambiaran pronto para su pueblo. El Proyecto Lullaby se encargara de eso. Gracias, hermano. Es penosamente esencial. Logan oy los pesados pasos de Madoc venir por el corredor hacia el apartamento de Andra. Tengo que irme. Colg el telfono justo antes de que Madoc entrara llevando dos grandes bolsas de comida. Le lanz a Logan una sospechosa mirada, como si supiera sobre la conversacin que acababa de tener. Por otra parte, Madoc siempre pareca desconfiado. Qu has estado haciendo, sanguijuela? Logan odiaba el trmino despectivo, pero se neg a dar evidencia de ello. Slo descansando. Siempre me siento dbil cuando el sol est levantado. S, claro. Doy fe de ello. Qu trajiste? Desayuno. Mucho. Espero que tengas hambre. Siempre dijo Logan.

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Madoc no estaba seguro de cunto tiempo ms poda esperar a que la


mujer apareciera. Se haba quedado con Logan maldiciendo siempre que caa adormecido, y Madoc no quera que el chupasangre supiera cmo de grave estaba. Nadie poda saberlo. Se apoy en la puerta del apartamento de Andra, donde haba estado esperando durante los ltimos veinte minutos. La madera fresca le alivi el ardor en la piel, pero no hizo nada por el resto de l. El dolor pulsaba en su interior, creciendo cada vez ms con cada latido del corazn. Las chispas de energa en el aire, lo encontraron y lo bombardearon, hacindole desear gritar. No poda recibir ms poder. Tena que desviar alguno. Correcto. Ahora. Madoc estaba bastante seguro de que hoy era el da en el que iba a morir. Y si no lo era, estaba totalmente seguro de que no quera saber cunto peor poda herirse. Si slo hubiera sido capaz de conseguir ms combates en los ltimos das, habra purgado parte del poder de esa manera. O al menos, no aadirlos a la gigante piscina de energa que amenazaba con destruirlo en un sangriento caos. Pero no haba sido capaz de luchar hasta la noche anterior. Haban gastado demasiados das conduciendo de aqu para all en busca de Andra para que Paul pudiera sentirse mejor. Maldito pensamiento. Por supuesto, si Andra hubiera sido la mujer de Madoc, hubiera merecido la pena. l daba por hecho que cuando su alma comenzara a morir, no sentira esperanza alguna. Gracioso lo equivocado que haba estado. No estaba seguro de si todava poda ser salvado o no, pero saba qu era lo que quera: poner fin a su sufrimiento, de una manera u otra. En el fondo de la mente de Madoc, segua sufriendo por el hecho de que no senta conexin alguna con Andra. Una vez ms, su alma haba comenzado a morir haca meses, y era cada vez ms difcil sentir nada. Era uno de los de la Banda de los ridos, el grupo secreto de Theronai que ya no llevaba las hojas en sus marcas de vida. Sus almas estaban muertas, pero se ayudaban unos a otros a esconderlo de los otros Centinelas, fingiendo ser normales. Si algn otro Centinela lo supiera, seran marginados. O peor an, enviados a los Slayers. Madoc se apret la palma de la mano contra el pecho, donde la presin era peor. La Banda era un tipo de grupo de slo-con-invitacin, pero uno de los hermanos lo haba reclutado a tiempo para frenar la cada de su ltima hoja. Ahora colgaba medio cada en la piel, movindose demasiado lentamente para que el ojo lo viera. Los otros hombres decan que la desaceleracin de la cada le ayudara a aferrarse a sus principios. O al menos lo suficiente como para pretender engaar al resto de Centinelas. Madoc no estaba convencido de que estuviera funcionando. Todava estaba empeorando da a da. Otra ola de presin explot dentro de l, casi

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rasgndole en trozos. Se desliz hasta el suelo y se arrastr a s mismo en una apretada pelota, con la esperanza de mantener las tripas sin vomitar el ombligo. Un grito de dolor creca dentro de l, pero haba aprendido haca mucho tiempo a no hacer ruido. Nadie fuera de la Banda de los ridos poda saber que estaba perdido, que ya no perteneca a ellos. Un suave golpe en la puerta hizo le eco en los odos como su salvacin. Ella finalmente estaba aqu. Madoc encontr la fuerza para darse empuje a ponerse de pie y abrir la puerta. La mujer al otro lado pareca ser cuarentona, pero probablemente era una dcada ms joven. Tena pelo rubio rizado, y el maquillaje de anoche todava rodeaba sus apagados ojos marrones. No era bonita, pero llevaba puesta una corta falda y eso era suficiente para l. Soy Candi dijo con una falsa sonrisa. Madoc tir de ella al interior del apartamento y cerr la puerta. No importa dijo l rechinando los dientes. Su voz era spera, con dolor, pero no importaba, tampoco. No haba verdadera privacidad en el pequeo apartamento, por lo que llev a Candi a la cocina, que era tan adecuada como lo que l poda conseguir. Logan estaba aletargado en el sof, no muy lejos, pero normalmente los Sanguinar dorman como los muertos durante el da. Bueno, no eres del tipo conversador? dijo Candi. Cunto? exigi l. Depende de lo que quieras. Joderte. Cunto? Cien para una jodida autntica. Las perversiones te costarn un extra. Madoc sac algunos billetes de la cartera y se los lanz a ella. No estaba seguro de cunto haba, pero era ms que suficiente, basndose en la manera en la que sus apagados ojos se iluminaron. Cuidar bien de ti, querido ronrone. Madoc no poda esperar mucho ms. Deba tener algn tipo de liberacin para toda la presin rechinando en su interior. El sexo funcionaba mejor que cualquier cosa adems de exterminar demonios Synestryn. La agarr de las caderas y le dio la vuelta, de espaldas a l. Realmente no quera mirarla mientras la utilizaba, aunque no estaba seguro de por qu le importaba. Ella se agarr del mostrador para no caerse, dicindole que estaba siendo un poco rudo. As la jodera. Era una profesional. Poda soportarlo. Madoc empuj su corta falda y baj sus bragas con una mano mientras se liberaba la polla con la otra. Ola a drogas y a desesperacin, lo que le habra molestado en algn momento de su vida. Ya no. Ahora, simplemente le importaba que no lo jodieran.

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Clmate, muchachote. Debes protegerte primero Candi sujet un condn por encima del hombro. Madoc aborreci la interrupcin. El dolor estaba golpendole slidamente para follarla duro y rpido, pero saba por experiencia que ponerse la cosa era la manera ms rpida de conseguir lo que quera. No quera que gritara y despertara a Logan o Paul. Se cubri y us una mano para forzar sus hombros hasta el mostrador de la cocina. Ella lanz un gruido, pero no se quej. Madoc meti la polla dentro de ella y se puso a trabajar. Ella empez a hacer ruiditos como si lo estuviera disfrutando. Cierra la maldita boca le gru a ella. Candi lo hizo. A Madoc no le llev mucho tiempo. Unos cuarenta y cinco segundos. Eyacul sin hacer un sonido, pero Candi era un profesional y saba cuando un hombre haba terminado. Ella se enderez, pero Madoc empuj su espalda hacia abajo. No he terminado todava. Odio discutir, pero sent que Dame otra goma o lo har a pelo. Candi enganch otro condn de su sujetador y se lo entreg. Madoc se quit el usado y lo arroj a la basura antes de colocarse uno limpio. La prostituta intent moverse, pero Madoc la mantena las caderas clavadas. Todava estaba duro, palpitante, como si no hubiera tenido una mujer en un ao. El orgasmo no haba hecho mucho, pero al menos no senta como si el cuerpo fuera a destrozrsele ms. Tal vez, las prximas tres o cuatro veces le haran sentirse normal de nuevo. Al menos por un corto tiempo.

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CAPTULO 5

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Andra se sinti como si acabara de quedarse dormida, pero echndole


una mirada al reloj vio que lo haba hecho durante casi doce horas. Al menos, se senta mejor. Ms fuerte y capaz de hacer todas las cosas que estaban esperndola. Como el nio, que sin duda, sera raptado esta noche. Y si no esta noche, entonces pronto. Los secuestros nunca paraban. Estaba justo empezando a oscurecer afuera. Los monstruos estaban probablemente preparndose, planeando dnde atacar. Era hora de trabajar. Se sent lentamente, sintindose un poco mareada. No estaba segura de cunta sangre haba tomado Logan, pero no haba comido desde entonces, y estaba bastante segura de que eso no era bueno para la recuperacin del volumen de sangre. Baj las piernas por el costado de la cama y casi pis a Paul. Estaba arrodillado en el suelo entre pilas de ropa sucia, magnficamente con el pecho desnudo y con su espada frente a l. Sus ojos estaban cerrados, pero senta que no estaba dormido. Su respiracin era demasiado profunda y controlada para estar dormido. Pareca como si estuviera meditando. No queriendo molestarle, cuidadosamente camin rodendolo dirigindose al bao, tratando de ser silenciosa. Estuvo en el servicio durante unos minutos, y cuando sali, an no se haba movido. Casi haba logrado llegar a la puerta cuando los dedos de Paul la aferraron el tobillo desnudo, justo por encima del calcetn. Ese estremecedor zumbido se desliz a lo largo de la pierna y la calent la parte interna de los muslos. Dej salir un ronco gemido, incapaz de retener el revelador sonido. Dios, su toque se senta bien. Se qued all, absorbindolo, dejando que se hundiera hasta los huesos y se convirtiera en parte de ella. Era ms que un simple placer fsico, aunque era eso. Era tambin un sentimiento de satisfaccin, de apropiado. Cuando la tocaba, todas las cosas malas de su vida desaparecan durante un momento, dejndole el sentimiento de limpia y contenta. Ninguno de sus errores la persegua aqu. Ninguno de sus miedos. Ninguna de sus penas. Era libre. Feliz. Sus largos dedos la frotaron el tobillo, deslizndose algunos centmetros por debajo del dobladillo de los vaqueros. Otro sonido de satisfaccin escap de ella, y dese que moviera esos dedos arrastrndose hasta arriba del todo. Si l poda hacerla sentir as de bien tocndola el tobillo, slo poda imaginarse cunto mejor sera si l se centrara en los lugares ms sensibles. Realmente quera descubrirlo. Logan tena razn dijo Paul en una tranquila y casi reverencial voz. S sientes algo, verdad? S la palabra sise saliendo de ella.

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Quizs no debera haberle dejado saber la clase de poder que tena sobre ella, pero no le importaba. No ahora. Estaba deseando darle casi cualquier cosa y, la verdad, era fcil de dar. l tom su mano y se elev de la posicin arrodillada. Extraaba su toque en el tobillo, pero lo perdon tan pronto como sus dedos la trazaron una gentil lnea por la mejilla. Andra se estremeci e hizo que los ojos marrones de Paul se oscurecieran con satisfaccin. Ella se inclin ante su toque, incapaz de detenerse. Qu me ests haciendo? Te agrada? le pregunt sonando complacido, como si ya supiera la respuesta. Ella observ su boca. Era una bonita boca, se vea suave, con un lleno labio inferior que la haca desear mordisquearlo. Sabes que s. Entonces no me detendr. Cuanto ms cerca estemos, ms fcil ser para ti. Andra no entenda lo que quera decir. Estaba demasiado ocupada decidiendo si iba a besarlo. Seguro, realmente no lo conoca, y s, l llevaba una espada y mataba monstruos, pero eso no era parte de la ecuacin decidir besarlo. Era un simple asunto de necesitar ver si l saba tan bien como lo perciba. Ella enred las manos en su suave y sedoso cabello y se elev sobre las puntas de los pies. l no trat de detenerla. De hecho, la encontr a mitad de camino. Los labios tocaron los de l y el resto del mundo ces de existir. Su boca era suave y firme. Perfecta. No trat de apresurarla o de meterla la lengua en la boca como tantos hombres hacan. En cambio, le permiti tomarse su tiempo mientras aprenda la sensacin de l. Ella desliz fuera la lengua y prob la comisura de su boca. Paul dej salir un bajo gruido de apreciacin y atrajo su cuerpo contra el suyo. Ella poda sentir los msculos de su pecho y abdominales, tan bellamente definidos. Pero incluso ms distraccin, era poder sentir su ereccin a travs de los vaqueros, grande, dura y lista por ella. Esto no puede estar pasando inhal ella. Nada as de bueno puede ser real. l desliz los dedos bajo la camiseta y los extendi por la desnuda espalda. Se siente bastante real para m.

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Ella lo volvi a besar, succionando su lleno labio inferior en la boca. Sus dedos se tensaron en la espalda, revelando cunto le gustaba. Bien, porque no estaba ni de cerca dispuesta a acabar con l. Haba una cama a slo medio metro de distancia y estaba ya deshecha de todos modos. Poda tambin hacer buen uso de ella. Andra lo empuj hacia atrs, hasta que sus piernas golpearon el costado de la cama, pero l no se sent, como esperaba. Era demasiado fuerte y slido para que ella lo intimidara a menos que l lo permitiera, y ahora mismo, no lo estaba haciendo. Ella se separ de su boca y le mir. No ests interesado. Simplemente decir las palabras casi la hizo gritar. Tena el cuerpo excitado, resbaladizo y listo para ser tomado. Estoy ms que interesado. Simplemente no estoy seguro de que esto sea inteligente. Claro que no es inteligente. Ni siquiera te conozco. Normalmente no me tiro a extraos. Exactamente. Esta no eres t. l tena razn. Quienquiera que estuviera en el asiento del conductor de su cuerpo, no era ella. Algo ms estaba ocurriendo aqu. Algo loco. An as, tena el cuerpo excitado y caliente por l, y no crea ser lo suficiente fuerte para apaciguarlo. No, cuando saba que la sombra realidad estaba all afuera, esperando por ella. Esto estaba mucho mejor. Lo volvi a besar, a probarlo, permitindole a l hacer lo mismo. Sus lenguas se entrelazaron, hacindola marearse. Se dej caer contra l, pero Paul la elev, sosteniendo su peso fcilmente. Cuando l apart la boca ella estaba respirando dificultosamente. Voy a detener esto ahora. Antes de que ya no pueda hacerlo. No quiero asustarte. La sent sobre la cama, pero no se fue muy lejos, como si estuviera asustado de que ella pudiera desmayarse o algo as. Cuando otra oleada de mareos la atraves, no pens que eso fuera tan mala idea. Ese necesitado ofuscamiento estaba desvanecindose, pero esta vez no desapareci. No del todo. Los ojos estaban a la altura del impresionante bulto de sus vaqueros, y no haba ninguna mujer de sangre roja all afuera que no hubiera estado un poco admirada por una vista como esa. l la deseaba, y la prueba de ello la estremeca hasta los pies.

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Andra tena que dejar de mirar. Se dej caer en la cama y se cubri los ojos con el antebrazo. El repentino movimiento hizo que la cabeza girara hasta que crey que podra vomitar. No lo excitara eso? Ahora que ya no le estaba tocando, no se senta tan caliente. De hecho, se senta ms que un poco enferma. Las articulaciones dolan y los ojos ardan como si estuviera con fiebre. Qu mal. No era momento para estar enferma. Debo tomar un poco de agua o algo. Creo que Logan pudo haber tomado un poco ms que un vaso. Ella no poda verlo, pero poda prcticamente sentir la vibracin de su enfado llenando la habitacin. No ocurrir nuevamente. Andra onde la mano. Estar bien. Slo necesito un poco de zumo y galletas. Madoc pidi pizza. Ests interesada? La idea de la comida la agit el estmago, pero saba que se sentira mejor si se las arreglaba para tragar algo. La pizza me viene tan bien como cualquier otra cosa. Dame un segundo y estar lista. No tom la mano de Paul cuando se la ofreci para ayudarla a levantarse de la cama. l frunci el ceo, pero poda seguir hacindolo. Por mucho que disfrutaba con la manera en la que la haca sentir, tena cosas ms importantes de las que preocuparse. Igual que l. Estaba anocheciendo. El telfono de Andra son y ella agradeci la distraccin. Se levant de la cama sin ninguna ayuda y descolg. Hola. Andra, soy Melanie del Hospital Twin Oaks. Creo que deberas venir aqu inmediatamente la voz de la mujer era alta y aguda, casi frentica. Algo terrible haba pasado. Andra enderez las rodillas para evitar caerse al suelo de miedo. Muchas cosas horribles la destellaron en la mente. Nika era tan frgil. Poda ser herida tan fcilmente. Qu ocurre, Melanie? El doctor dijo que no te molestramos, que se las arreglara, pero creo que querras saberlo. Saber qu?

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Por favor, Dios, permite que Nika est bien. Andra no crea que pudiera soportar perder a otra hermana. Nika se ha puesto peor. Mucho peor. Parte de Andra estaba aliviada de que estuviera an viva, aunque el resto estaba hirviendo de furia. Por qu no la haban llamado antes? Ocurri algo? No lo s. Su deterioro parece demasiado repentino dijo Melanie. Realmente, creo que deberas venir. Te necesita.

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observaba que el rostro de Andra palideca. Quienquiera que estuviera al telfono la haba asustado ms que unos demonios atacndola con las garras extendidas y los dientes desnudos. No poda escuchar lo que estaban diciendo al otro lado, pero no tena que orlo para saber que era malo. Acort la distancia entre ellos, asegurndose de estar lo bastante cerca como para atraparla si ella se desmayaba o algo as. Se vea como si estuviera a punto de hacer justamente eso. Est bien dijo. Estar all en veinte minutos. El telfono cay de los dedos de Andra. Se la vea vulnerable. Asustada. Paul se movi para poner los brazos a su alrededor, pero ella se escabull del toque. Igual que Kate haba hecho tantas veces. No iba a pasar de nuevo. No con Andra. Ella sali de la habitacin con l tras los talones, negndose a dejarla alejarse de l. Dime qu est ocurriendo la urgi. Logan estaba durmiendo en el sof y se despert ante el ruido. Madoc estaba viendo lucha profesional y estaba levantando pesas del impresionante mini gimnasio de Andra. Le dirigi a Paul una mirada interrogativa y Paul le contest con un encogimiento de hombros de infiernos-si-lo-s. Andra se detuvo en la cocina y comenz a hurgar entre papeles y correspondencia. Un resplandeciente brillo de lagrimas la llenaba los ojos, pero parpade varias veces para limpirselas. Yo, uh, necesito irme. Es una emergencia. Qu emergencia?

Paul

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Los movimientos se volvieron ms frenticos y comenz a arrojar la correspondencia al suelo como si buscara algo. Slo necesito irme dijo. Cierra con llave cuando salgas. Ella estaba temblando. Plida. Esa confianza, dura como una piedra, que haba visto antes haba desaparecido ahora, dejndola vindose hecha aicos y asustada. Paul quera atraerla a los brazos, pero no se atreva a tocarla. Tena que recordar que ella slo estaba cooperando con l porque se haba ofrecido a pagarle. No voy a abandonarte le dijo. No crea que estuviera, de ninguna manera, bien para conducir con seguridad. Adems, fuera lo que fuera, quera estar all para ella. Slo en caso de que necesitara ayuda. l trabajaba gratis. Djame conducir. No, gracias. Puedes quedarte aqu si quieres. No me importa. Volver lo ms rpido que pueda cort un trozo de rollo de papel de cocina y se frot los hmedos ojos. Puedo hacer algo? pregunt Madoc, vindose un poco demasiado esperanzado para la tranquilidad mental de Paul. Habis visto mis llaves? No, lo siento. Sin tener nada ms que hacer para ayudarla, Paul comenz a buscar sus llaves tambin. Dime qu est ocurriendo. Quizs pueda ayudar. Aprecio el gesto, pero no hay nada que puedas hacer salvo salir de mi camino para que as pueda encontrar mis malditas llaves su voz qued atrapada en un sollozo, uno que trat y fall en esconder. Paul no pudo soportarlo ms. Tena que consolarla. Ayudarla. Algo. La tom por el brazo y la gir, y en el segundo en que la palma toc su piel se vio invadido por sensaciones de placer fsico. Inspir por la fuerza de ello. El cuerpo se estremeci. Cantaba de alegra. Cada clula dentro de l estaba realizando un feliz pequeo baile que lo haca querer romper a carcajadas. Gran parte de su vida la haba pasado con dolor y se haba olvidado lo que era vivir sin l. Los ojos azules de Andra se abrieron de par en par y comenz a observarlo estupefacta. Las pupilas se dilataron y la mirada descendi a su boca. Y luego lo golpe, una oleada de lujuria que choc contra l y lo recorri por completo. El cuerpo se endureci tan rpido que dola, pero incluso ese dolor era una clase de placer. La piel se calent y la sangre se espes en las

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venas. Se le hizo la boca agua por probarla, y los dedos se tensaron alrededor de su piel, buscando un contacto ms cercano. Los labios de ella se abrieron al tiempo que aspiraba un sobresaltado aliento y l supo que tena que besarla. Iba a forzarla a abrir la boca y que le dejara probarla, y no iba a detenerse all. Iba a acostarla en el suelo e iba a probar cada pulgada de suave piel, cada dulce hueco y curva. Iba a desnudarla y hacerla suya en la ms bsica y primitiva de las maneras que conoca. Ma, gritaba su alma, y saba que si se mova incluso un centmetro haca sus labios, estara perdido, incapaz de detenerse sin importar lo que ella quisiera, sin importar qu emergencia tena que enfrentar. Nada ms en la vida de ella podra, posiblemente, ser ms importante que su necesidad por ella. Y esa verdad penetr en l como agua helada, extinguiendo su lujuria hasta que slo qued una pila de cenizas de deseo. Con cuidadosos movimientos, Paul solt el agarre sobre Andra y apart la mano. Perder el contacto con ella lo dej ardiendo y con picazn por todas partes, pero l se regocijaba en ese dolor. Significaba que haba esperanza, esperanza de que Andra fuera la mujer que pudiera salvarlo. Ahora Paul era el que estaba temblando. Andra frot las manos sobre el lugar donde l la haba sostenido por los hombros y lo mir con una mezcla de confusin y temor. Nunca ms le dijo. Nunca vuelvas a tocarme. Jodidamente imposible, pero mantuvo la boca prudentemente cerrada y continu con la bsqueda de las llaves. Las encontr escondidas debajo de la tapa de una caja abierta de pizza y las onde delante de ella. No ests bien como para conducir. Al menos, djame llevarte a donde sea que te dirijas. Ella vacil y l pudo sentir su indecisin, as que utiliz la ltima municin. Sea lo que sea, no podrs arreglarlo si te estrellas en el camino. Cuando sus hombros se derrumbaron, supo que haba ganado. Bien dijo. Pero si no conduces lo suficientemente rpido, te tirar de mi camioneta.

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salt de la camioneta tan pronto como llegaron al hospital psiquitrico, dejando a Paul encontrar un lugar para aparcar. El personal de recepcin deba haber sabido que estaba en camino, porque estaban esperndola con una placa de visitante tan pronto como se cerr la puerta principal. El olor a desinfectante y el dolor se aferraban a las paredes de ese lugar, pero era mejor que el resto de hospitales mentales que haba visto. Cobraban un brazo y una pierna para que Nika se quedara all, pero al menos cuidaban muy bien de ella. Andra se presentaba de improviso cada par de semanas, adems de sus visitas normales, y ni una sola vez en ocho aos haba visto ningn signo de maltrato en los pacientes. Estaban limpios y tan tranquilos como eran capaces, a pesar de todo. Melanie se reuni con Andra en la sala fuera de la habitacin de Nika. Estaba en algn lugar en sus tardos cuarenta aos con suave piel oscura y grandes ojos. La mujer nunca sonrea, pero transmita consuelo con el mnimo contacto de su regordeta mano. No saba que ms hacer, as que te llam dijo Melanie. Mi ltimo turno fue hace dos das, pero juro que entonces no estaba tan delgada. Y nadie ms parece verlo. Ninguno de los doctores me escucha cuando les digo que necesita ser alimentada mediante el tubo. Es como si ni siquiera vieran que se est consumiendo. Andra saba que Nika tena tendencia a pasar das sin comer, pero nunca haba durado. Los doctores decan que sera ms perjudicial forzarla que dejarla tener hambre suficiente como para que las necesidades de su cuerpo superara los temores imaginarios de su mente. Andra se acerc a la puerta, pero Melanie la detuvo. Hemos tenido que atarla hoy. No ha bebido lo suficiente, y tuvimos que ponerle una va intravenosa para mantenerla hidratada. Se la quitaba. Odia estar sujeta dijo Andra. La ira le quemaba en el pecho, un bienvenido alivio de la constante tristeza que senta por su hermana. Lo s, cario, pero fue por su propio bien. Segua lastimndose, abrindose las venas. Hemos conseguido que deje de sangrar, pero no podemos darle ms oportunidades. Ya est muy dbil. No estoy segura de que sea capaz de luchar contra una infeccin ahora mismo.

Andra

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Melanie tena razn. La pobre Nika estaba tan delirante que tenan que hacer lo necesario para protegerla. Mantenerla a salvo. En la parte trasera de la mente de Andra, se preguntaba si mantener viva a Nika no sera slo una cruel forma de tortura. Tal vez sera ms amable dejarla ir. Dejarla escapar del miedo y la miseria que eran su vida. Si Andra hubiera sido una persona ms fuerte, tal vez habra hecho justo eso. Pero no lo era. Era dbil y egosta. Ya haba dejado morir a una hermana. No poda dejar que eso sucediera a la otra. Necesitaba a Nika para vivir. Andra puso la mano sobre la puerta y rez pidiendo fuerzas. Melanie le dio a Andra un rpido abrazo. Necesitas saber que hay algo de sangre en su camisn. Normalmente la habramos cambiado, pero le causa tanta angustia que simplemente la dejamos en paz. Las ropas limpias pueden esperar unas pocas horas. Andra asinti y abri la puerta de la habitacin de Nika. Haba visto a Nika angustiada antes, pero nada poda haberla preparado para la salvaje mirada de miedo en los ojos de su hermana. Estaba luchando contra las ataduras que la mantenan en la cama del hospital. Contusiones inflamadas de color prpura estropeaban sus brazos donde se haba arrancado las intravenosas. Su camisn blanco estaba salpicado con gotas de sangre, y la mujer bajo el camisn se haba vuelto peligrosamente ms delgada de lo que haba estado slo hacia cuatro das. Su cara estaba demacrada, sus plidos ojos azules estaban hundidos y brillaban como enfebrecidos de terror. Lloraba con lgrimas gordas que empapaban el pelo blanco en sus sienes. Andra contuvo un gemido de dolor. Pobre Nika. Tan prdida en su propio mundo de pesadillas. Nada de lo que Andra haba hecho la haba ayudado. Andra se trag las lgrimas y fue hacia su hermana.

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vio a Logan y Madoc entrar en el aparcamiento detrs de l. Madoc estaba en el asiento del conductor, y Paul fue a su ventanilla. Vienes dentro? Logan estaba en la parte de atrs, cubierto para evitar que los ltimos rayos del sol le tocaran la piel. Dnde estamos? pregunt. Hospital Twin Oaks. Es una institucin psiquitrica dijo Logan.

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Excelente. Andra est ah con un montn de locos. A Paul realmente no le importaba la idea, y se mora de ganas por estar a su lado, donde poda mantenerla a salvo. Alguna idea de por qu estamos aqu? pregunt Madoc. Ninguna. No dijo nada mientras venamos. Excepto para decirme que condujera ms rpido. Creo que te voy a dejar esto a ti, hombre. Es ms probable que asuste a la gente de ah que otra cosa. De acuerdo. No te muevas. Te llamar cuando sepa qu est pasando. Le tom un poco de charla rpida convencer a la mujer al frente de la recepcin de que le dejara entrar en el hospital mental, pero Paul consigui ganar su paso al interior. Un corpulento bedel le escolt a la habitacin donde Andra haba ido, y entr en silencio. Andra estaba sentada al lado de una cama sosteniendo la mano de una frgil joven, con un llamativo pelo blanco. La mujer se agitaba en la cama, luchando contra las ataduras que la mantenan en su lugar. Una serie de lamentables gemidos llenaban la sala, hacindose eco en las desnudas paredes. Este bien, Nika la tranquiliz Andra, apartando el plido cabello de la mujer de su frente. Estoy aqu ahora. Vas a estar bien. Lentamente, Nika comenz a calmarse, Paul no tena ni idea si era por las palabras de Andra o por puro agotamiento. Tan pronto como Nika se relaj y vio que Andra estaba all, la mirada de temor se desvaneci de las delicadas facciones de la mujer. Tena tal vez veinte aos, y a pesar de que su pelo era blanco donde el de Andra era castao, no haba duda de la semejanza familiar en sus caras. Tenan los mismos labios llenos, pmulos salientes y brillantes ojos azules, como un cielo claro de invierno. Nika estaba mucho ms delgada que Andra, hasta el punto de ser flaca, y tena una frgil apariencia etrea que contrastaba duramente con la saludable fuerza de Andra. Paul se mora de ganas de saber la relacin entre ellas, pero no se atrevi a preguntar. Sinti la desesperacin en la habitacin, un sutil zumbido de frentica energa que no se disipaba. Provena de Nika, casi como si hubiera combatido a su manera a travs de la locura porque Andra estaba all. No hara nada para poner en peligro eso. Andra? pregunt la joven mujer. Su voz estaba ronca de gritar y dbil de fatiga. Estoy aqu, Nika. Justo aqu. El cuerpo de Nika qued inerte, y se detuvo en su empeo de luchar contra las ataduras.

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Por favor haz que me suelten. No puedo soportar estar encadenada. No ests encadenada, cario. Te ponen stas restricciones para evitar que te quites la intravenosa. No me la voy a quitar. Lo prometo. Las lgrimas llenaron los ojos de Nika mientras imploraba su libertad. Andra mir a la enfermera que estaba discretamente en la esquina de la habitacin. Le quiero soltar los brazos le dijo a la enfermera. No es una buena idea dijo la mujer. Andra ignor el aviso y comenz a desatar las ataduras alrededor de los brazos de Nika. No va a luchar ms, y no puedo soportar verla as. Tan pronto como Nika estuvo libre, se sent y agarr a Andra por el cuello en un fuerte abrazo. Pareca pequea al lado de Andra. Casi infantil. Estoy tan contenta de que ests aqu. He intentado llamarte, pero no me oste dijo Nika. Paul sinti que Andra estaba ms tensa de lo que pareca. Todo lo que tienes que hacer es usar el telfono o que una de las enfermeras me llame. Siempre vendr. No haba telfonos donde estaba, Andra. Te lo juro. No me lo estoy inventando. Andra le apart el blanco cabello de la cara a Nika y le sec las lgrimas de sus mejillas. S que no ests mintiendo. Est bien. Ayud a Nika a tenderse y se subi a la cama al lado de ella, tomando a la frgil mujer en los brazos. Me dijeron que no estabas comiendo dijo Andra sin acusar. Nika trag. Lo intento, pero no puedo. Todo lo que ella trae para comer es sangre negra. Quema como cido. Cmo puedo comer alimentos cuando todo lo que trae es sangre? Paul no tena ni idea de quin era ella, pero aparentemente Andra s. Nadie te est alimentando con sangre, Nika. Es slo un truco de tu mente. Tienes que comer. Nika sacudi la cabeza. Lo intento, pero todo me sabe a sangre y me pone enferma. Andra se qued en silencio por un tiempo, simplemente pasando una mano tranquilizadora por el pelo de la mujer.

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Quieres que encuentren otra manera de alimentarte? Tal vez poner un tubo en tu estmago no te hara sentir tan enferma? No! Nika intent sacudirse, pero el cuerpo ms fuerte de Andra fcilmente la contuvo. No, no, no. No tubos! Muy bien dijo Andra con un tono conciliador. Nada de tubos. Pero tienes que comer. Lo intentars por lo menos? Pero la sangre No es real. Es un truco. Andra mir a la enfermera como si decidiera si confiar en ella o no. La astuta enfermera vio la mirada y dijo: Voy a buscar una bandeja. Cuando se fue, mir curiosamente a Paul cuando pas a su lado. Una vez que la enfermera se haba ido, Andra dijo: Hemos hablado de esto antes. A los monstruos les gusta jugar a hacerte bromas. Te hacen creer que las cosas son reales. Nadie va a alimentar con sangre a nadie. Ests a salvo. Nika tom la mano de Andra y la apret con fuerza con sus esquelticos dedos. Estoy a salvo, pero Tori no. Siguen hacindole dao. Ponindole cosas en su interior. Cambindola. Est tan asustada, Andra. La mandbula de Andra tembl durante un momento antes de que la controlara. Slo el brillo de los ojos mostraba su dolor. Tori no va a estar ms asustada. Est muerta, Nika. Arriba en el cielo con mam. No, no lo est! Los monstruos la tienen. Le estn haciendo algo para hacerla diferente. Tenemos que encontrarla pronto o ser demasiado tarde. Paul vio la angustia tensar el cuerpo de Andra, a pesar que su expresin se mantuvo en calma. Sin duda, por el bien de Nika. Por favor, cario, intenta no preocuparte por Tori. Nada podr nunca hacerle dao de nuevo. La enfermera volvi con una bandeja de comida y la puso sobre la mesa junto a la cama. Volver en unos pocos minutos. Necesitas algo ms? No, estaremos bien, Melanie. Gracias. La enfermera se fue y Andra quit la cubierta metlica de la bandeja de comida. Parece un poco de sopa de pollo y pur de patatas. Qu suena mejor? Las patatas, no. Demasiado espeso. Demasiado parecido

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Aparta ese pensamiento de tu mente. Enfcate en m. Dime lo que has estado dibujando ltimamente. Andra comprob la temperatura de la sopa con los labios antes de llevar la cuchara a la boca de Nika. Nika cerr los ojos, tom un profundo aliento y abri la boca. Andra puso una pequea porcin de sopa sobre su lengua, e inmediatamente Nika comenz a temblar. Su cuerpo temblaba y las lgrimas corran por su rostro. Paul poda ver el esfuerzo que estaba haciendo por tragar la sopa, pero no estaba funcionando. La mente de la pobre chica estaba demasiado daada, y no poda separar la comida real de la sangre negra de sus delirios. Nika agarr la servilleta y escupi la sopa. Lo siento, Andra. Lo siento. Andra apart la mesa y abraz a Nika. De acuerdo. Lo intentaste. Probaremos de nuevo dentro de unos pocos minutos. Andra volvi la atencin a Paul. Esperaba que le mirara con rabia por espiarlas, pero en cambio, sus ojos estaban implorando. Puedes ayudarla como hiciste con Sammy? le pregunt. Paul se acerc lentamente para no asustar a Nika. Cunto tiempo ha estado de sta manera? Ocho aos. Paul no tena ni idea de cmo haba sobrevivido tanto. La mayora de la gente no duraba un ao despus de ser tocada por los Synestryn. Ha sido demasiado. No creo que pueda ayudar, pero puedo ser capaz de ayudarte a darle de comer. Pero no ser fcil. Qu puedo hacer? Paul mir a Nika, que le estaba mirando con grandes ojos asustados. Puedo acercarme ms? le pregunt a ella. Nika mir a Andra, que dijo: Es un amigo. Nika asinti con la cabeza y Paul se movi lentamente al lado de Andra. Dame tu mano le dijo a Andra, tendindole la mano izquierda, que lata con el anillo iridiscente de los Theronai. Andra obedeci y l la sinti tensa justo antes que una ola de placer rodara a travs de ellos desde el punto de contacto. l vio sus ojos dilatarse y sus pezones perlarse bajo la delgada tela de su camisa. Tuvo que luchar para contenerse de apretarla contra l, o incluso mejor, tirarla en la cama, donde poda extenderla y pasar el tiempo saborendola.

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Entonces se acord que Nika estaba en la cama y que les necesitaba a ambos enfocados. Paul apart todos esos inapropiados pensamientos lujuriosos y se aclar la garganta. Qu puedo hacer? pregunt Andra. Inclnate hacia m. Pon tu mano sobre la cabeza de Nika. Concntrate en la piel que nos une. brete y no luches contra lo que pase. Yo har el resto. Paul no tena acceso a la tierra, as que se enfoc en el aire. Sac de all pequeas chispas de energa no mayores que motas de polvo. Se haba empujado duro recientemente y no haba meditado lo suficiente. Su cuerpo intent rechazar el poder, apartarlo para no tener que sufrir. Paul tom el control de sus instintos de auto preservacin y los oblig a ceder. A aceptar el dolor. Saba que no tena mucha fuerza, y an menos tiempo, pero rez para que fuera suficiente para darle a Nika una oportunidad. En lugar de intentar establecer una conexin con Nika, us la conexin que ya tena con Andra. Ambas se conocan. Confiaban en la otra. Nada de lo que pudiera decir superara alguna vez esa confianza. Dej flotar la energa a travs de la mano, al brazo de ella, cruzando su pecho, bajando por el otro brazo y hacia Nika. Andra se tens y sise un aliento dolorido. Ests bien? pregunt l, luchando contra su propio dolor. Slo date prisa dijo ella. Paul lo hizo. Renunci a la delicadeza y forz el poder a travs de la conexin de piel con piel hasta que toc la mente de Nika. Tan pronto como lo hizo, se ech para atrs, tambalendose por la agona oscura que la mujer haba sufrido. Nunca haba sentido nada como eso, y esperaba nunca volver a sentirlo. Era humana en el exterior, pero en el interior, era una masa retorcindose por la tortura infligida por los Synestryn. No tena ni idea de cmo poda soportar el sufrimiento. No era de extraar que la pobre no pudiera comer. No estaba seguro de que l incluso fuera capaz de estar consciente si tuviera que vivir con ese nivel de tormento. Y Paul conoca el tormento. No haba manera de que fuera capaz de meterse en su mente con su limitada habilidad. Tema hacerle un dao incluso mayor. Todo lo que poda esperar era encerrar el horror el tiempo suficiente para introducir algo de alimento en la mujer. As que eso fue lo que hizo. Indujo a su mente a dormir mientras su cuerpo se quedaba despierto. Cerr su conciencia con duras rdenes inflexibles. Paul se apart de Nika tan rpido como fue posible. Tena el cuerpo cubierto de una capa de sudor fro y estaba temblando. Incluso con el toque de Andra, haba sido una tortura. Nika estaba rota. Irrevocablemente.

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Oh, Dios exclam Andra. Cmo puede vivir con eso? Paul forz su cuello cansado a levantar la cabeza. Viste el interior de su mente? Eso no es posible. No, sent tu horror. Tu compasin por ella. Lo siento. No me haba dado cuenta de que seras capaz de hacerlo. Si lo hubiera sabido Sobrevivir dijo Andra, su tono sombro y aceptndolo. Funcion? Creo que s. Intenta alimentarla ahora, pero despacio. Su mente est dormida, as que no ser capaz de prestar atencin a lo que ests haciendo. Se ahogar si vas demasiado rpido. Andra levant la cuchara de nuevo, y esa vez Nika trag la sopa. Est funcionando dijo ella, ofrecindole una sonrisa de alivio. Las entraas de Paul se tensaron como reaccin. Era la primera vez que haba visto su sonrisa, y no poda recordar haber visto nunca algo ms hermoso. Habra pasado una eternidad intentando hacerla sonrer de nuevo, si le dieran la oportunidad. El telfono mvil de Paul zumb, una advertencia a tiempo contra su lnea de pensamientos. Lo coger en la sala le dijo a ella. Sali y respondi al telfono. S? Encontr algo que deberas saber dijo Nicholas. Adelante. Esa cuenta que me diste para transferir los fondos? Resulta ser parte de un fideicomiso de algn tipo establecido para pagar los gastos mdicos de una mujer llamada Nika Madison. Tiene esto algn sentido? Paul mir atrs hacia la puerta de la habitacin de Nika. Una habitacin privada en un lugar como ese no poda ser barata. Era un bonito lugar. Tranquilo, elegante, bien gestionado. Oh, s, ese lugar definitivamente costara una fortuna. Una extraa clase de alivio le inund ante las noticias. Andra no era la mujer hambrienta de dinero que haba temido. Estaba protegiendo a Nika. S dijo Paul al telfono. Tiene perfecto sentido.

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casi le haba dado toda la comida a Nika antes de que se tendiera y cerrara los ojos. Ella respir dejando salir un suspiro de alivio y limpi la mancha del pur de patatas en la comisura de la boca de Nica. Nunca antes haba visto nada como esto, pero otra vez, estaba empezando a pensar que haba muchas cosas que nunca haba visto. Paul y sus amigos encabezaban esa lista. Melanie entr en la habitacin y mir los cuencos vacos. Conseguiste que comiera. Paul ayud dijo ella, justo cuando l volva a entrar en la habitacin. Tu prometido es un hombre encantador y un buen to? Eres realmente afortunada de encontrar un hombre as con el que casarte. Es una vergenza que no me dijeras que estabas comprometida. Ni siquiera saba que estabas saliendo en serio. Prometido? Ella abri la boca para negarlo, pero antes de que pudiera hacerlo, Paul dijo: Nos hemos conocido recientemente, pero cuando es amor verdadero, Por qu esperar? Melanie observ a Andra cuidadosamente, como si esperase su versin de la historia. Despus de lo que l haba hecho por Nika, no estaba segura de llamarle mentiroso frente a Melanie. De hecho, quera lanzarse ella misma sobre l en agradecimiento por lo que haba hecho. En vez de eso, se estir y tom la mano de Paul. Caliente y vibrante el placer la recorri los miembros y tuvo que esforzarse para sofocar un temblor. Su reaccin debi haber sido suficiente para convencer a Melanie, porque ella solo sonri, felicitndolos a los dos por su inminente unin, y dej la habitacin con la bandeja vaca. Andra intent retirar la mano correctamente, pero Paul no la solt. Prometido? le pregunt a l. Tena que conseguir pasar del mostrador principal de alguna forma. l sonri y ella se alegr de verlo. Desde que le haba pedido el dinero, la haba mirado como si hubiese cometido algn crimen atroz, y hasta ahora, no se haba dado cuenta como su mala opinin la haba preocupado. Gracias dijo ella. Parece que te lo estoy diciendo mucho ltimamente. Es un placer mir a donde estaba durmiendo Nika. Te importa decirme quien es ella? de modo que pudiera pensar

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Andra vacil. No conoca a este hombre y con todo, l acababa de sufrir para ayudar a la nica persona en la tierra a la que amaba Andra. Le deba ms de lo que nunca podra pagarle. Mi hermana. Los ojos de Paul se ensancharon con una especie de desesperada esperanza. Perdname si esto es una impertinencia, pero, Comparts los mismos padres? Andra estaba demasiado sorprendida por la extraa pregunta que no consider siquiera el si deba responderle o no. Creo que s. Mam tena un novio que vena a visitarla cada pocos aos. Nunca lo conocimos, pero ella le amaba. Deca que estaba en el ejrcito y eso era por lo que nunca llegbamos a verle. En el ejrcito? Andra se encogi de hombros, negndose a dejar que el dao de su infancia rigiera su vida actual. Creo que era una historia que se invent Mam para que no la odisemos. Lo cre durante algunos aos, pero finalmente empec a resentirme con l. Qu endemoniado tipo de padre no poda enviar siquiera una tarjeta de cumpleaos o llamar por telfono al menos una vez? Creo que solo era un holgazn que dej a Mam embarazada y se larg dejando que se las arreglara ella misma. Suena como un verdadero triunfador dijo Paul, pero no haba fuego en su tono, solo especulacin. Supongo que mi vida estuvo mejor sin l, sabes? Estoy seguro que tienes razn dijo, pero no sonaba como si lo creyese ni por un minuto. Sabes algo que no me ests diciendo? le pregunt ella. Sobre tu padre? Creo que no. Nika dej escapar un murmullo en su sueo y Andra fue a su lado. Shh, pequea. Duerme. Se estn acercando farfull Nika. Los monstruos se estn acercando. El corazn de Andra se rompi y cay por su hermana. Aqu ests a salvo. No dejar que nadie te haga dao. La puerta de la habitacin se abri y Logan y Madoc entraron en ella como si les perteneciera el lugar. Andra estaba empezando a cuestionarse la seguridad.

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Cmo conseguisteis entrar?

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Logan ignor su pregunta. Estaba demasiado ocupado olisqueando el aire por algo. Madoc encogi los enormes hombros y dijo. Una vez se puso el sol, Logan ejerci su rutina de El Hombre Invisible y vinimos directos aqu. Sin problemas. Realmente se volvi invisible? pregunt Andra. No exactamente dijo Logan. Es ms un truco de la mente. Quin es la nia? pregunt Madoc. El miraba a Nika con demasiado inters para comodidad de Andra. Angra dio un paso lateral para bloquear su lnea de visin. Creo que deberais marcharos. Los plidos ojos de Logan brillaron y se movi hacia Nika como si fuera flotando. Nunca dijiste que tenas una hermana. Respir profundamente por la nariz. Su sangre es tan pura como la tuya. Puedo olerlo. Andra vio los cercos oscuros de sangre en el camisn de Nika. Puedes oler que somos hermanas? Eso es demasiado raro para ponerlo en palabras. Logan dijo Paul en tono de advertencia. Vuelve a apagar ese infierno. Ella tiene mucho dolor. Solo quiero aliviar su mente se estir hacia Nika. El sonido de metal contra metal llen el aire cuando ambos Paul y Madoc sacaron sus espadas, hacindolas aparecer en el aire. La espada de Paul fue a la garganta de Logan, la de Madoc a su entrepierna. Tcala y morirs de manera muy dolorosa gru Madoc. Logan alz las elegantes manos al aire y la sobrenatural luz en los ojos disminuy. La nia est sufriendo. Yo puedo ayudarla. Andra no estaba segura de que estaba pasando. Puede ayudarla? le pregunt Andra a Paul. Paul dedic a Andra una rpida mirada. Querr beber su sangre. Es la nica manera de diagnosticarla de encontrar la verdadera causa de su ruptura mental explic Logan.

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No caigas en ello, Andra dijo Madoc. Ya ves la manera en que la mira. Quiere su sangre y est utilizando la excusa de ayudarla como un modo de conseguirla. Eso no es completamente cierto. Quiero su sangre, pero tambin quiero ayudarla. Solo djame acercarme a ella para ver si puedo darle algo de consuelo. Andra le haba dado al vampiro su sangre y eso no la haba lastimado, a parte de un acceso de mareos. Tambin la haba ensamblado el brazo roto. Si poda ayudar a Nika, estaba dispuesta a afrontar el riesgo y dejarle acercarse a ella. Puedes mirarla, pero no puedes hacer nada ms. Como desees acept Logan.

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Madoc no quiso apartar su espada. Probablemente iba a necesitarla en


cualquier segundo de una manera u otra. Logan era un jodido depredador, y l pareca ser el nico que lo vea. A Madoc no le gustaba la idea de Logan acercndose a la nia. No poda verla la cara desde aqu, pero apenas abultaba en la cama, estaba tan delgada. Solo los huesos de las rodillas y los dedos de los pies sobresalan lo suficiente para ampliar la sbana. Logan se desliz hacia delante y Andra se hizo a un lado para hacerle sitio al lado de la cama. Madoc tuvo un vistazo de la cara de la nia y se dio cuenta de que no era una nia. Era una mujer joven, mucho mayor de los diez o doce aos que haba pensado por su esculida figura. La mujer se revolvi y Andra le puso la mano sobre el brazo. Est bien, Nika. l est aqu para ayudarte. Madoc gru con disgusto. l no poda ayudar en nada. La nica persona a la que Logan va a ayudar es a Logan. Basta, Madoc dijo Paul. No va a hacerle dao por mirarla. Logan puso las manos sobre la cabeza de Nika. Justo cuando lo hizo, Nika abri los ojos como si alguien hubiese encendido una lmpara. Su piel estaba mortalmente plida, casi tan blanca como su pelo. Sus ojos estaban abiertos desmesuradamente con temor, los cuales eran de un puro y brillante azul igual que el cielo de invierno. Y all haba mucho azul, demasiado. Sus pupilas se haban contrado hasta ser unos puntos. Ella golpe con fuerza la mano de Logan apartndola y se escabull de l, acurrucndose en un pequeo espacio contra el pasamanos ms alejado

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de la cama. La bolsa usada para la intravenosa se sacudi en su soporte cuando pivot rodeando el tubo. l quiere mi sangre susurr ella, contemplando a Logan con terror. Quiere mi sangre, quiere mi sangre, quiere mi sangre una y otra vez, sus palabras suban ms y ms de volumen. Andra se precipit rodeando la cama para calmar a su hermana. Madoc decidi que el tiempo de Logan con la mujer haba terminado. Agarr el delgado cuerpo del Sanguinar alrededor del pecho con un solo brazo y lo arrastr cruzando la habitacin. Lo empuj al cuarto de bao, cerr la puerta y sujet el pomo de modo que Logan no pudiera salir hasta que l le dejara. La puerta se mova cuando Logan luchaba contra el agarre de Madoc, pero no se mova. Logan no era un enclenque, pero Madoc era infernalmente mucho ms fuerte. Eso no va a ayudar dijo l desde el otro lado de la puerta. De hecho, si lo haca. Nika se haba calmado, y ahora se aferraba al cuello de Andra, sollozando. A Madoc nunca le importaron mucho las lgrimas, pero estas sacaban el infierno a golpes, al verlas en esa asustada mirada en su rostro, lo nico que quera era matar algo cualquier cosa con tal de se detuvieran. Paul le lanz a Madoc una amarga mirada. Tiene razn y lo sabes. No puede ayudarla desde ah. La nia no quiere su ayuda dijo Madoc. Solo pregntala. Paul cruz hasta Madoc y le dijo casi en un susurro: Ella no est cuerda. Logan la asust. Eso es todo. Ella no quiere que l tome su sangre. En lo que a m concierne, eso la hace la persona ms cuerda en esta habitacin. Paul sacudi la cabeza y se volvi. Qu quieres hacer, Andra? Ella mir por encima del abrazo. Las lgrimas la corran por la cara, y los ojos tan parecidos a los de Nika estaban llenos de pena. Algo en eso tir de Madoc. l habra pensado que era compasin, pero seguramente no le quedaba ninguna. No soporto verla as de trastornada. Va a enfermar despus de que finalmente hemos conseguido que comiera algo. De acuerdo dijo Paul. Qu tal si esperamos hasta que se calme y le contamos que est sucediendo. Quizs si sabe quin es Logan, no le tenga miedo. Ella no me temi a m. Porque t no quieres beber su sangre, idiota dijo Madoc.

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Andra sorbi por la nariz y asinti, ignorndolos a los dos. Vale la pena intentarlo. Los monstruos se acercan dijo Nika. Su voz rota cuando hablaba, y Madoc tuvo la casi incontrolable urgencia de hacerle una visita a Logan en el bao y sacudirlo un poco. Shh, beb. Los monstruos no pueden cogerte aqu dijo Andra. Nika alz el rostro mojado por las lgrimas. Las mejillas estaban hundidas bajo la piel. Ahora saben dnde estoy. Me ven. Y a ti. No, no lo hacen. Aqu ests a salvo. No estoy loca, Andra. Se estn acercando. La pequea no sonaba loca. Triste, asustada, cansada, por supuesto. Pero no loca. Madoc mir por la ventana hacia el csped verde de abajo. Estaba muy iluminado, y no vio nada, pero eso no quera decir una mierda. Hay sangre en su camisn dijo l. Si ella es uno de nosotros, ellos quizs sean capaces de olerla. Nika volvi la cabeza y lo mir por primera vez. Cuando sus ojos encontraron los suyos, sinti como si le hubieran dado un puetazo en las tripas. Se agarr al marco de la puerta para sostenerse. Quien quiera que fuera ella, tena poder. Casi poda verlo flotando a su alrededor. Matndola. No estaba seguro como saba que ese era el caso, pero lo saba, profundamente. Hasta sus huesos; de la misma manera que saba que su alma se descompona en un montn de cenizas ms y ms con cada da que pasaba, y no haba una jodida cosa que pudiera hacer. Logan abri la puerta detrs de l. Madoc se movi de modo que Nika no pudiera ver al chupasangre. Su proteccin natural debera enmascarar la esencia de su sangre a los Synestryn dijo Paul. No si ella sabe acerca de ellos. Paul le pregunt a Andra: Nika sabe sobre los Synestryn? Andra dio un tembloroso asentimiento. Nos atacaron cuando ramos nias. Logan aspir profundamente, oliendo el aire.

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Nika tiene razn. Los Synestryn se estn acercando. Rpidamente. Madoc se prepar a s mismo y dej que la sonrisa le cubriera la cara. Finalmente, algo que podra matar. Tenemos que salir de aqu dijo Paul. Andra sostuvo el rostro de su hermana contra el pecho. No sin Nika. Claro. Puedes llevarla? le pregunt Paul a Angra. Ella asinti y sac la bolsa de suero del soporte. Vamos, Nika. T y yo vamos a dar una vuelta le tendi la bolsa a su hermana y la cogi con los fuertes brazos. Andra estaba destrozada, y Madoc se tom un momento para disfrutar la visin antes de sacar su arma. Me ocupar del frente. Yo cerrar la retaguardia dijo Paul. Logan. Vas a tener que escudarnos a todos de ser vistos. Ests lo bastante fuerte? S dijo Logan, aunque no sonaba convencido. Ahora se estaba quedando cerca de Paul, como si le preocupase que l quizs necesitara un guardaespaldas. Jodida sanguijuela. Tendr que dejar el ensangrentado camisn atrs dijo Logan. Todos, daros la vuelta orden Angra. Madoc lo hizo, asegurndose que los otros tambin lo hacan. l oy abrir un cajn y cerrarlo y el suave roce de la tela. Entonces el aullido de un sgath atraves la noche, lo bastante alto como para que Madoc pudiera orlo a travs del cristal. Los Synestryn estaban cerca. Ya estamos listas dijo Andra. Vmonos. Madoc hizo rodar los hombros y sali por la puerta, listo para patear culos.

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sostena a Nika cerca mientras salan corriendo del edificio. Asombrosamente, nadie pareci advertir su avance. Era como si fueran invisibles, justo como Madoc haba dicho. No solo eso, si no que los guardias les haban abierto cada puerta sin que hubiesen hecho la peticin. Ella no tena idea de que pensar excepto que Logan deba estar utilizando algn tipo

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de truco de control mental. Era mejor si no pensaba demasiado en lo que podra hacer l con ese tipo de poder. Nika se aferraba a ella con dbiles brazos, temblando y ocultando su rostro contra el cuello de Andra. Ella estaba ahora cubierta con un camisn limpio, pero Andra haba visto en que se haba convertido el cuerpo de su hermana cuando la haba ayudado a cambiarse. El pobre cuerpo de Nika era un esqueleto cubierto por flcida y plida piel. Su vientre estaba hundido y sus costillas y huesos de las caderas eran grotescas protuberancias, que le rompan a Andra el corazn. Lo nico reconocible en su cuerpo era la marca de nacimiento en forma de anillo sobre su hombro izquierdo, el mismo que tena Andra. A Andra le tom cada onza de voluntad no romper en lgrimas ante la visin de la silueta perdida de su hermana. La haca preguntarse cmo era que Nika estaba todava viva. Por qu los mdicos no haban hecho algo antes? Por qu haban esperado hasta que estuviese as de mal antes de amenazarla ms drsticamente. Era peor su estado psicolgico que su estado fsico para que no lo hubiesen notado? No tena respuestas, pero estaba segura como el infierno que iba a encontrar alguna. Ellos se apresuraron a entrar en el parking, y por el rabillo del ojo, Andra vio un movimiento. Sostuvo a Nika con ms fuerza y apur el paso. El aullido de esos demonios se haca ms alto a medida que se acercaban, y estaba segura que prcticamente poda or los sonidos de sus garras araando el pavimento. Tendremos que enfrentarlos aqu dijo Logan por detrs de ella. Mtete en la camioneta y vete le orden Paul a Andra. Ella pens en decirle que no se ira sin l, pero la verdad era, que hara lo que fuese para poner a Nika a salvo. l era un tipo enorme, y saba de primera mano que era capaz de cuidar de s mismo. Qu vais a hacer? Matar a los jodidos bastardos dijo Madoc. La voz de Paul vino desde detrs de ella, fuerte y lista. No te preocupes. Estaremos justo detrs de ti. l presion su dedo contra el brazo desnudo por un momento y ella sinti un golpe de energa saltar a su interior, igual que la electricidad esttica, solo que este no dola. En vez de eso, una extraa sensacin de paz se extendi sobre la piel, hacindola sentir a salvo y protegida. Ella baj la mirada y vio una brillante marca, rojo sangre, sobre la piel donde l la haba tocado. Qu es eso?

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Una marca de sangre. Ahora ser capaz de encontrarte, donde quiera que vayas dijo Paul. Algo en su tono, la manera en que dijo las palabras, la comunic que eso no era tanto una declaracin como una promesa. l la encontrara. Ellos estn aqu murmur Nika. Andra no se par a preguntarle si estaba segura. El temblor en su cuerpo le deca a Andra que lo estaba. Como lo saba era otra historia, una para la que ahora mismo no tenan tiempo. Paul tom una postura de lucha entre ella y la direccin de los aullidos. l de dio una ltima mirada, entonces se alejo. Andra tuvo que contener la urgencia de volver y luchar a su lado. Ella perteneca all. Saba que era verdad, aunque no tena idea de cmo lo saba. Eso pareca estar pasando mucho esa noche. Andra desliz a Nika en el interior del coche, saltando al asiento del conductor, puso el motor en marcha y se alej. Por el espejo retrovisor, vio media docena de esas cosas peludas desde las sombras y cargando hacia los hombres. La espada de Paul destell bajo las luces del atestado parking cuando redujo radicalmente a uno de los demonios, su cuerpo fuerte y fluido mientras se mova a travs del pavimento. Podra quedarse mirndolo durante horas y no aburrirse. l haca que luchar pareciera tan fcil, sin esfuerzo. Casi hermoso. Andra golpe la acera y puso de nuevo toda la atencin en conducir. No volvi a mirar atrs. Nika estaba a salvo. Eso era suficiente. Pero no lo era. Senta como si estuviera abandonando a las nicas personas sobre la tierra que le haban dado la ms ligera esperanza de salvar a su hermana de la locura. Por no mencionar que dejaba atrs a un hombre que haca que el cuerpo cobrara vida cada vez que la tocaba. Tan egosta como era considerar siquiera meterlo en la ecuacin, lo hizo. Quera ms tiempo con l para descubrir que tena que la llamaba y le haca palpitar el corazn. Van a morir susurr Nika. Hay demasiados monstruos. Y estn llegando ms. Andra mir a los lados. No lo sabes. Lo s. Estn acercndose, Andra. Lo siento. Nika pareca tan lcida como ella, no es que eso dijera mucho. Por favor, tenemos que regresar. La mano de Andra se cerr con fuerza sobre el volante de modo que no pudiera hacer nada estpido y volverse. No puedo arriesgarnos. T ests demasiado dbil. Por favor, Andra. Volvamos.

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T eres ms importante. Les necesitamos.

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Mierda. Quizs tuviera razn. Los nudillos de Andra estaban blancos y el cuerpo tenso por la indecisin. Haba mucho en juego. La vida de Nika colgaba en la balanza sin importar lo que hiciera. Si volva, quizs la hicieran pedazos los monstruos; pero si Andra no volva y los hombres eran masacrados, entonces Nika quizs pasara el resto de su vida gritando de temor. Al menos hasta que muriera de hambre. Por favor, Andra. Lo necesito. El tono de ruego en su voz decidi finalmente a Andra. No haba sido capaz de hacer mucho por su hermana en ocho aos. En todo ese tiempo, Nika nunca le haba pedido nada a Andra hasta ahora. Esto era algo que poda darle, e incluso si era la eleccin equivocada, era mejor que golpear el infierno y dejarla morir de hambre. No? El cielo saba que no le gustaba la idea de que los hombres que haban dejado atrs murieran. Por no mencionar que le sucedera a la gente del hospital si los monstruos conseguan entrar. Donde estaba el camisn ensangrentado de Nika. Ponte el cinturn y agrrate dijo Andra. Estaban en una larga carretera que llevaba a una calle principal. El nico trfico all fuera eran granjeros y gente que se diriga al hospital. Andra giro ciento ochenta grados y apret el acelerador. La furgoneta vir con un rechinar de ruedas y se dirigi de vuelta a la colina. Dame mi escopeta. Est bajo el asiento. El atestado parking estaba delante. La lucha todava estaba en auge. Pareca que Paul y Madoc haban derribado a tres de cuatro de esas cosas. No estaba segura de lo que estaba haciendo Logan, pero estaba trabajando con ahnco permaneciendo totalmente inmvil con las manos levantadas y algn tipo de luz manando de esta, esparcindose contra la pared ms cercana del hospital. Alucinante. Andra tom el arma que le ofreca y le dijo a Nika: Al suelo! y qudate ah. Nika lo hizo, pero Andra oy su aterrador cntico: Se estn acercando, se estn acercando, se estn acercando Ya que tena las manos ocupadas para bajar la ventanilla, Andra utiliz la culata del arma para romper el cristal de la ventana del lado del conductor. Despej lo suficiente los cristales para sacar el can. Aparecieron tres de esas cosas como escarabajos, y estaban apiados en un pequeo encantador grupo.

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Andra apag las luces de la camioneta y apret el acelerador hacia ellos. Ellos no la vieron venir hasta que fue demasiado tarde. Aceler y lanz el frontal de la camioneta directamente contra ellos. Las cosas se dispersaron igual que bolos. Uno de ellos pas bajo las ruedas e hizo que la furgoneta despidiera un desagradable ruido, el exoesqueleto se destroz bajo la rueda. Ejecut otro duro giro, casi golpeando un BMW en el atestado parking, y volvi por ms, solo en caso de que ellos no se quedaran abajo. Ests bien ah abajo? le pregunt a Nika. S dijo, pero no sonaba bien. Sonaba como si estuviese deseando una bolsa para vomitar. Solo aguanta. Casi estamos all. Desde su ngulo, tena una fantstica vista de Paul y Madoc rebanando monstruos, sus fuertes brazos y musculosas espaldas trabajando casi al unsono. Esa era una hermosa vista que contemplar. Puro combustible para las fantasas femeninas. Ella apart la mirada y se concentr en su trabajo. Una de las cosas a las que haba golpeado se volva a levantar. sta exudaba una materia verde de una brecha en su pecho, lo cual a ella le vala. Andra se arm y dispar a esa grieta, esperando que su disparo fuera capaz de reventarlo. La cosa explot igual que un meln de agua lleno de dinamita. Vol en un montn de pedacitos, haciendo necesarios los limpiaparabrisas. Trozos de carne verde manchaban el cristal, y el estmago la dio un vuelco. Andra trag para mantener el control. Ahora no tena tiempo para enfermarse, el estmago tendra que esperar. Ella escaneaba el rea, pero se quedaba sin objetivos. Los hombres haban hecho su trabajo y ahora estaban cerca de una pequea montaa de piel negra de la que manaba sangre negra. Nika no poda ver eso. Todava estaba demasiado frgil para enfrentar una visin sacada directamente del horror de su propia mente. Permanece abajo, beb le dijo a Nika. Estaremos fuera de aqu en un segundo. Ella condujo la furgoneta hacia los hombres que estaban limpiando sus espadas. Logan pareca ms plido y delgado que antes, pero por otro lado, pareca estar bien. Paul respiraba con fuerza, pero no estaba herido. Madoc, por otra parte, tena una fea incisin a travs del muslo. Regresaste dijo Paul. Eso sonaba como una acusacin, pero estaba dispuesta a dejarla pasar. No poda dejar que os quedarais con toda la diversin. Madoc le gru. Largaos de aqu. No es seguro.

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El tiene razn dijo Paul. Su sangre solo atraer a otras de esas cosas. Estn cerca susurr Nika desde donde estaba agachada. Esta vez, Andra la crey. Madoc gru igual que algn tipo de animal salvaje, entonces dijo: Vosotros dos ir con ella. Yo los mantendr entretenidos. Nika se agarr la cabeza y empez a canturrear. No, no, no, no Ve a cogerla y cuida de ella ofreci Paul. Yo conducir. Andra estaba agradecida por ello. Atrajo a Nika a su regazo, asegurndose que sus ojos estaban cubiertos y que su intravenosa permaneca en su lugar. Logan se meti en el lado del pasajero. La verdad es que no se vea bien. De hecho, tena la misma apariencia que cuando Madoc lo haba llevado a su apartamento delgado, plido y temblando. Paul se adelant, dejando a Madoc detrs. Va a estar bien? pregunt Andra. Si continua movindose, estar bien. Algo en su tono deca que deseaba que as fuese. Logan, Alguien en el hospital nos vio? No susurr Logan en una cansada brizna de aire. Yo los escud. As que eso era lo que estaba haciendo ah fuera. Sagrada alucinante vaca. Esto se estaba volviendo ms extrao por momento. Estaba la cosa de saber que los monstruos eran reales -lo haba sabido durante aos- pero magia? Eso era un poco ms difcil de digerir. Y haca que demasiadas cosas tuvieran sentido, considerando las cosas que haba estado viendo en la pasada dcada. Toda su percepcin del mundo cambi en ese momento, y fue como si ella estuviese mirando de repente entre bastidores todos los mecanismos que sucedan detrs de las escenas. Haba mucho ms incluso de lo que saba. No estaba segura de que realmente quisiera saber nada ms. Su vida ya era bastante complicada como estaba. Dnde vamos a ir ahora? pregunt Andra. Paul le dedic una rpida mirada, entonces mir a Nika. La compasin salt por su ceo y sacudi la cabeza. Si vienes a casa con nosotros, quizs seamos capaces de ayudarla. Nika todava estaba canturreando: No, no, no Andra no poda soportar verla as. Si tuviera el poder de hacer algo para ayudarla, lo habra intentado. No importaba cuanto no quera profundizar en

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ese nuevo mundo de magia que haba descubierto. Era la hermana mayor de Nika, y hara lo que tuviera que hacer para que estuviera bien de nuevo. Andra le apart el pelo blanco a Nika de la cara, esperando consolarla. Esa es una posibilidad.

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Madoc se asegur de dejar un rastro de sangre agradable y fcil de


seguir mientras se alejaba de la vista del hospital mental. Ninguno de esos trabajadores del interior necesitaba ver el tipo de cosas con las que l combata. Entonces sus mentes acabaran realmente jodidas. El hospital era encantador y aislado, lo que quera decir que haba un montn de granjas ah fuera, todo enmarcado por el crecimiento de los gruesos rboles. Encontr una oscura y aislada zona para luchar antes de detenerse. El cuerpo le canturreaba con poder. Este golpeaba contra los ojos y araaba las venas intentando salir. Diablos, se senta como si fuera a ser hecho pedazos por ello si no haca algo pronto, y esa pequea escaramuza no haba sido siquiera un desafo. Gracias a Dios la noche era joven. Tena horas de oscuridad antes de que todos los Synestryn se replegaran de vuelta a los agujeros en los que vivan y no fuera capaz de encontrarlos y matarlos. Madoc se arranc la camiseta y la at alrededor de la herida del muslo para detener la hemorragia. No quera perder sangre mientras tuviera todava luchas a las que enfrentarse. Necesitaba cada onza de esfuerzo que pudiera conseguir para apagar el jodido dolor que le mola los huesos. Por no mencionar que si lo dejaba salir, eso sera la ltima cosa que hara. Literalmente. Quizs eso no fuera tan malo. No haba manera de que la muerte pudiera doler ms que la vida. De ninguna jodida manera. Un profundo gruido sacudi la tierra. Los demonios se acercaban. Haban encontrado su olor y estaran aqu en cualquier minuto. Bien. Apenas poda esperar.

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Nika sinti el hambre de los monstruos. Su excitacin.


No quera ir con ellos, pero no tena eleccin. Una astilla de su mente estaba dentro de ellos, arrastrndola a su caza. Trat de pensar en algo ms, cambiar el canal en la cabeza para quedarse en la camioneta con Andra, sana y salva en el regazo de su hermana. Le gustaba esa parte de s misma. Incluso, a pesar de que haba extraos en la camioneta con ella, y que uno de ellos quera beber su sangre, estaba mejor que en los otros lugares en que exista ahora mismo. Tantos lugares. Tantos monstruos. No poda seguirles la pista. Su mente se rompi en demasiados pedazos y ya no poda sentir si quedaba algo de su ser real. Nika vio a travs de los ojos de un grupo de sgath cmo cazaban. Sinti la hierba hmeda bajo sus patas y el clido aire de la noche agitndole la piel. Sus garras se clavaban profundamente en la tierra con cada poderosa zancada del cuerpo. La presa estaba cerca. Poda oler su sangre, rica en poder. Su vientre retumb con hambre y la boca se le hizo agua, chorreando brillante saliva sobre el suelo a su paso. Estaba cerca. Poda or el lento latido constante de su presa. Su grupo se abri paso a travs de los rboles y vio entonces lo que cazaban. Tena una espada y llevaba el luminiscente collar que le marcaba como un Theronai, un guerrero que quera matarla y librar a la tierra de todos los de su especie. La parte de Nika que saba que era humana alentaba al hombre, el mismo hombre que antes haba estado cerca de su cama en el hospital. Pero la parte de Nika que era una bestia le siseaba con odio. Iba a hundir los dientes en la carne y tragar su sangre antes de que pudiera ser absorbida por la tierra y se desperdiciara. Ms pedazos de ella se acurrucaban en el interior de tres sgath ms cuando cargaron contra el hombre. Vio el ataque desde todos los ngulos a la vez y su mente humana tuvo que luchar para convertir las imgenes en algo que pudiera traducir. Era demasiada informacin. Demasiado odio y rabia desde todos los lados. No quera ver la muerte del hombre, pero si se quedaba entre los sgath, tema lo que iba a suceder.

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El hombre mir hacia un par de ojos cuando ella se abalanz a su garganta. No la reconoci. No saba que esto no era lo que ella quera. No quera verle morir. l ni siquiera pareci moverse, pero ella sinti el metal de su espada deslizarse por su vientre. Aterriz fuertemente en el suelo y sus entraas rezumaron fuera por la abertura. Sus patas estaban torpes y no poda empujar todos sus rganos de vuelta al interior. Su propia sangre ola como comida y estaba tan hambrienta. Saba que era intil y que se estaba muriendo, pero no poda dejar de lamerla del suelo mientras se desangraba. De vuelta al interior de la Nika real, el estmago se rebel ante el sabor cido de la sangre y el denso olor a podredumbre de la misma. Se empuj fuera de la mente de la cosa, slo para encontrarse atrapada dentro de otra. Se estaba escondiendo del hombre, esperando para golpear tan pronto como le diera la espalda. Slo aos de prctica le permitieron retirarse a su cuerpo real. Dios, estaba tan dbil. Apenas poda levantar la cabeza. l est en problemas se las arregl para decir. Quin? pregunt Andra. El Theronai que estaba contigo esta noche. No conozco a ningn Theronai, beb dijo Andra con la paciente y gentil voz que siempre utilizaba con su hermana loca. Nika tena ganas de gritar que no estaba loca -su mente estaba slo rota en mil fragmentos que vivan dentro de otros- pero saba por experiencia que nunca funcionara. Cuando gritaba, los asistentes venan con agujas y ponan su mente real a dormir para que no tuviera ningn lugar al que retirarse. Ningn lugar para esconderse. Soar era un horrible collage de sangre, hambre y guerra, con la mente atrapada dentro de tantos monstruos. Pero eso no era lo peor. No poda soportar estar con Tori ms. Las cosas que le haban hecho eran horribles. Inhumanas. Ni siquiera era realmente Tori, era el oscuro y retorcido objeto que los Synestryn planeaban utilizar como arma. Pero Nika le haba prometido a Tori que no la abandonara, as que no poda. Ni una sola vez en todos esos dolorosos largos aos. Tienes que advertirle dijo Nika. Hay un sgath escondido cerca. Detrs de l. De qu demonios est hablando? Pregunt Paul. Cmo sabe sobre los Theronai y los sgath? No tengo ni idea dijo Andra. Pero lo que s, es que ha estado completamente acertada toda la noche. Te sugiero que la escuches.

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La camioneta fren y despus se detuvo. Nika se oblig a abrir los ojos, a pesar de que el esfuerzo era casi ms de lo que poda soportar. Se senta como un globo desinflado, vaca y floja. Intil. De quin ests hablando, bebe? pregunt Andra. El hombre. Contigo. Madoc? El nombre sonaba correcto en su mente, como si el viento que ruga dentro de ella de repente se calmara y se oyera pensar a s misma de nuevo. S. Madoc. Est en problemas. Cmo lo sabes, hija? pregunt una nueva voz. Volvi la cabeza hacia l y vio una dbil luz plateada proveniente del interior de sus ojos. Ella conoca esa luz. Ese hambre. El pnico le dio fuerzas y se revolvi apartndose del monstruo. l quiere mi sangre. No le dejes tenerla. No voy a hacerte dao dijo l. Mentiroso, mentiroso, mentiroso. Oh, Dios, se estaba perdiendo a s misma, extendindose en la noche, de vuelta a las mentes de los monstruos que perseguan y asesinaban, y empujaban sus pecados en su alma cada vez que lo hacan. Llam a Tori para que la ayudara, pero no hubo respuesta, y no pudo encontrar la mente de su hermana pequea entre todas las dems. Ellos tiraron de ella, estirndola en mil finas hebras hasta que estuvo segura que se rompera. No poda soportarlo ms. Tena que dejar de luchar. Renunciar. Dejar que la tuvieran. No le importaba nada ms. Hara cualquier cosa para detenerlo, incluso si rompa su promesa a Tori. Lo siento se oy susurrar. Era un buen sonido, su propia voz real saliendo de su propia boca. Poda tomar ese sonido con ella y estar en paz. Lo siento.

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Nika se desplom en los brazos de Andra. Su respiracin era laboriosa,


y Andra pudo ver el rpido latido de su corazn en sus venas a lo largo de la sien. Se est muriendo dijo Logan. La indignacin y el rechazo se elevaron en Andra, consumindola.

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No! grit. No lo est. Va a estar bien. La bolsa de la intravenosa est vaca. Eso es todo. Necesitamos otra. Rezaba a Dios para que fuera verdad. No poda perder a Nika, tambin. Si lo haca, no tendra a nadie ms. Sin familia. Sin amigos. La mano de Paul se puso sobre su brazo, y la calidez y la compasin cayeron como una manta sobre su piel. Quera meterse en su regazo y quedarse all, donde se senta bien. Protegida. Donde Nika estara a salvo. Pero era artificial. Lo que quiera que fuera esa cosa entre ellos, no era real. Slo un poco de magia, probablemente diseada para engaarla. E incluso si no lo era, no poda hacer una maldita cosa por Nika. Andra atrajo a su hermana cerca y la meci. Intent pensar una manera de calmarla, pero nada le vino, ni siquiera el dbil recuerdo de una cancin que solieran cantar. Nada. Necesitamos llegar a un lugar donde pueda descansar y comer dijo Logan. Est demasiado dbil para viajar. Hay una casa Gerai no lejos de aqu. Iremos all. No saba lo que era una casa Gerai, pero confiaba en que Paul supiera lo que estaba haciendo. Qu pasa con Madoc? Pregunt Andra. Deberamos al menos hacerle saber lo que dijo ella. El cuerpo de Paul se movi cuando sac su telfono mvil y marc. En el silencio de la cabina de la camioneta, pudo or el profundo sonido de la voz de Madoc a travs del delgado plstico. Un poco ocupado jade. Nika dijo que estabas en peligro. Hubo un gruido y un monstruoso grito de dolor. No, mierda. Dime algo que no sepa. Dijo que hay un sgath all, escondido detrs de ti. Cmo demonios podra ella? Espera una serie de salvajes gruidos llenaron la lnea, despus silencio. Madoc? Dijo Paul. Ests ah? Sin respuesta. Madoc? mir a Andra y neg con la cabeza. Un agudo grito de dolor llen la lnea. Sonaba como si alguien hubiera dado una patada a un perro. S, estoy aqu. Encontr al cabrn. Lo mat. Nos retiramos por esta noche. Puedes alcanzarnos?

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Sigo sangrando.

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Entonces para la hemorragia y nete a nosotros. Por qu? Porque sera agradable tener otra espada cerca cuidando a las mujeres. Andra casi dijo que poda cuidarse sola, pero se contuvo con esa estpida mentira autoindulgente. Cuantas ms espadas tuvieran entre Nika y esas cosas de ah afuera, mejor. Tena planes dijo Madoc. Los cambias, verdad? Joder. Est bien. Ir a limpiarme al lago y me reunir con vosotros pronto. Suficientemente bueno? S. Gracias, hombre. Madoc no se molest en contestar. El tipo no era exactamente seor Amistoso. Andra estaba contenta de que estuviera de su lado.

Paul instal a las mujeres en una de las habitaciones de la casa Gerai.


Como tantas otras casas, esta estaba aislada, lejos de vecinos curiosos. Era un rancho de tres habitaciones, abastecido con alimentos, ropas y suministros, cualquier cosa que pudieran necesitar para proveerse de combustible y protegerse a s mismos o a cualquier humano de lo que podra ser un largo paseo. Debido a que esos lugares de refugio estaban mantenidos por los seres humanos pura sangre conocidos como Gerai, el trmino pegaba. Paul nunca haba estado tan contento antes de tener un lugar seguro cerca. Nika no se vea bien. Andra desliz a Nika bajo las mantas, entonces se tendi a su lado y la sostuvo con fuerza. Nika pareca tan frgil al lado de Andra, como si una palabra dicha con demasiada dureza quebrara sus frgiles huesos. Incluso si era una Theronai como Andra, no podra seguir adelante durante mucho ms. Necesitaban introducir algo de comida en ella y quitarle la intravenosa del brazo sin que sangrara por todas partes. Realmente no tenan necesidad de atraer a ms Synestryn. Andra acarici el pelo de su hermana y le susurr en una voz tan baja que Paul no lo escuch. Independientemente de lo que dijera, su cuerpo estaba rgido con tensa desesperacin. Andra deba saber lo mal que estaba Nika, incluso si no quera admitirlo. Su temor la delataba. l poda verlo en el modo en que sus dedos temblaban cuando los pas por la cabeza de Nika, el modo en que sus ojos miraban

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frenticamente la delgada forma de su hermana como si estuviera buscando una manera de restaurarla. Paul tuvo que apretar los dientes para contenerse de ir a Andra. Quera consolarla y meterla entre los brazos y protegerla de todas las cosas malas de la vida. Irnico. En su lnea de trabajo, era todo lo que tena para ofrecer. Nada ms que slo una ilusin temporal. Se oblig a salir de la habitacin y cerrar la puerta. Necesitaba que Logan mirara a Nika y viera si haba algo que hacer por ella, no importaba lo poco que fuera. Ahora que estaba dormida, al menos, no poda asustarla. Logan estaba fuera, en el patio delantero de la pequea casa, olfateando el aire. La oscuridad pareca cerrarse en torno a l, pero le sentaba bien. Perteneca al lugar, fuera, en medio de la noche. Todos los Sanguinar parecan estar ms a gusto en la oscuridad. Paul no lo entenda, pero haba llegado a aceptarlo a lo largo de las dcadas. Preferira mucho ms estar tumbado en alguna playa inundada de sol, pero eso no estaba en las cartas para l. No poda hacer nada ms durante el da que un ganadero su trabajo en mitad de Manhattan. Eso, simplemente, no iba a suceder. Estamos tranquilos? pregunt Paul. S. Por ahora. Deberas ir a ver qu puedes hacer por Nika mientras est dormida. Logan no se volvi. Contino mirando hacia la noche. No hay nada que pueda hacer. Se est muriendo. Los ojos de Paul se cerraron de dolor. Pobre Andra. Amaba mucho a su hermana. Poda verlo en cada movimiento que haca. Nika era su mundo, e iba a perderla. Lo que fuera, tena que ayudarla a pasar por ello. Estar ah para ella. Por qu se est muriendo? No puedo decrtelo sin tomar su sangre, y est demasiado dbil para eso. No puedes hacer nada? Ayudar a mantenerla durante un poco ms de tiempo para que pueda ponerse ms fuerte? Por qu debera importarme lo que le pasa a una sola alma? pregunt Logan. No se molest en recordarle que probablemente Nika no era humana. A ti no te importa? Logan se volvi y mir a Paul con esos ojos de hielo.

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No. Por qu debera? Fue criada como una humana. Ellos no se preocupan nada por los de mi clase. Nos llaman vampiros. Has visto las pelculas que han hecho sobre mi gente? Las mentiras que les dicen a sus hijos sobre nosotros, como si furamos a cazar a su especie hasta la extincin? Ellos son vuestro alimento. Eso hara que alguien se sintiera un poco incmodo, no te parece? Slo tomo su sangre. Esperara que ese hecho los tranquilizara si se pararan a pensarlo un solo momento. Por qu iba yo a matar algo que necesito para sobrevivir? Sera como un agricultor que talara su huerto para cosechar ms fruta ese mismo ao. Una repentina compresin le lleg a Paul, una que nunca haba considerado incluso. Ests resentido con ellos. Los humanos. Verdad? Por supuesto que no. Lo ests, ests cabreado porque los necesitas. O a nosotros. Tengo que admitirlo, yo tambin estara un poco enfadado, si tuviera que depender tan fuertemente de alguien ms. Logan resopl. Dices eso como si no necesitaras una mujer para vivir. Tal vez Andra. Paul reprimi un escalofro de emocin y encaden sus necesidades hasta que se calmaron. Iba a tener que averiguar qu era esa cosa entre ellos, pero no era el momento. Tena cosas ms importantes en qu pensar. Necesito una mujer, pero he vivido por m mismo durante un largo tiempo. T nunca lo hars. Basta de esto Logan le empuj pasndole. Voy a entrar. Todo esto hace que tenga mucho ms sentido. Vosotros, los Sanguinar, no sois del todo oscuros e inquietantes. Ests poniendo mala cara. No te gustan las reglas y no puedes cambiarlas, as que ests poniendo mala cara. No sabes nada de lo se siente siendo de mi clase. Deja de fingir que lo haces. Estoy equivocado? Antes de que Paul lo viera llegar, Logan lo haba agarrado y empujado contra la puerta. Logan estaba dbil por el esfuerzo, pero incluso dbil, estaba lo suficientemente fuerte para hacer que Paul prestara atencin. Poda sentir los bordes de la pequea ventana presionndole la espalda as como los huesos del antebrazo del hombre quitndole el aire.

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No estamos poniendo mala cara. Nos estamos muriendo. Dos ms de mis hermanos murieron mientras t dormas. Murieron de hambre porque no hay comida para nosotros y, sin embargo, tu gente nos mira como si furamos buitres, resentidos con nosotros por la sangre que debemos tomar para vivir. Paul mantuvo las manos apartadas de su espada con un esfuerzo de voluntad. No quera cortar a la nica persona en los alrededores que podra ser capaz de salvar a Nika. Decidi ser un hombre ms magnnimo que eso y levant las manos en rendicin. Logan le dej ir, pero Paul iba a llevar una contusin en el cuello durante das, estaba seguro. Quieres ms sangre? Grazn Paul. Bien, toma algo de la ma, pero sala para salvar a la chica. Los ojos de Logan se encendieron y un hambre depredadora le dilat las pupilas. Dame tu brazo.

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CAPTULO 9

Logan entr en la habitacin sin llamar, haciendo que Andra saltase de


la cama. Ella intent de disimular el sobresalto, pero la ligera elevacin de la esquina de su hermosa boca le deca que saba lo que estaba haciendo. Y lo encontraba divertido. Tena mejor color y pareca como si hubiese ganado peso nuevamente. Tena que ser alguna clase de ilusin ptica, porque nadie cambiaba de tamao tan rpidamente. No era posible. Por otra parte, se record, haba visto toda clase de cosas imposibles en las pasadas veinticuatro horas. Djanos le orden, sealando hacia Nika. Como el infierno que lo har. Voy a quedarme justo aqu donde pueda vigilarte. Y hacer qu? Qu crees que podras hacer si quisieras detenerme? l no iba desencaminado. Ella ni siquiera tena su escopeta. De acuerdo, hora de ser agradable. Estoy preocupada por ella. Con buena razn. No es probable que sobreviva. Andra apret las rodillas y se le hizo un nudo en la garganta cuando el pnico la embarg. Una enorme pena se estaba construyendo en su interior, y la nica cosa que evitaba que se derramase sobre ella era la esperanza, la esperanza de que estuviese equivocado. Volver a unir a Nika podra hacerlo alguien con toda la magia que haba visto. Por favor rog ella, sin importarle lo estpido que fuera su orgullo. Por favor haz algo para salvarla. La mandbula de Logan se apret y los ojos se cerraron en derrota. Dej escapar un pesado suspiro. Bien. Lo intentar, pero hay poco que pueda hacer sin su sangre. Cunta necesitas? No mucha, pero ms de la que ella puede darme.

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Puedes tener la ma le dijo Andra.

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Logan se inclin hacia ella hasta que la toc el cuello con la nariz. Se prepar a s misma para el mordisco, pero este nunca lleg. En vez de eso, respir profundamente, como si le oliera la piel. l se enderez y sacudi la cabeza. Hoy no. Tom demasiado de ti antes. Pero mantendr tu oferta y beber de ti ms adelante, cuando ests plenamente recuperada. Ahora estoy bien. Lo importante aqu es Nika. Logan la observ con una brillante mirada. Paul discutira ese punto. Adems, l te necesita. Deberas ir con l. Ella quera hacerlo, pero eso slo era ms de esa cosa artificial del hocus-pocus. Siempre y cuando no fuera real, ella podra ignorarlo. Lo har despus de que intentes ayudar a Nika. l se la qued mirando durante un largo momento antes de dedicarle un simple asentimiento. Ve a llenar la baera con agua, moja una toalla y tremela. Andra hizo lo que le pidi. Cuando volvi unos segundos despus, Logan estaba sentado sobre la cama de Nika con una mano sobre su frente y la otra entre sus flacos pechos. Tena la cabeza inclinada como si rogara y casi poda sentir un tipo de vibrante calor emanando de l. l levant la cabeza. La respiracin era un poco laboriosa. Sujeta la toalla cerca. Andra se acerc a l y se la present. Gotas de agua se deslizaban por las manos y caan al suelo de madera. Voy a sacar la intravenosa del brazo y ponerlo en la toalla. Quiero que lo envuelvas lo ms rpido posible y lo lleves al lavabo. Deja correr el agua sobre ello hasta que desaparezca el olor. No queremos que el aroma de su sangre se filtre en el aire y atraiga a los Synestryn hasta nosotros. Ellos pueden olerlo tambin? l le dedic una mirada que hizo que se sintiera como una idiota por no saber la respuesta. Quieres comprobarlo? Andra sacudi la cabeza. De acuerdo. Aqu vamos sac el catter del brazo de Nika. La fina y floja piel se estiraba demasiado, haciendo el trabajo difcil. l la levant el brazo. Voy a lamer la sangre y sellar la herida con mi boca, as que si no quieres verlo, no mires.

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Nika no puede luchar contra una infeccin. Por favor, dime que est a salvo de los grmenes de tu boca. Son mgicos o algo as, verdad? l sonri entonces, y su belleza casi hace que Andra dejara caer la toalla. Se preguntaba cuntas mujeres habran cado a sus pies a causa de esa sonrisa. Esa sera una gran arma natural. Grmenes mgicos. Me gusta eso dijo. No te preocupes. Es perfectamente seguro para ella. Seguro. Eso es bueno. Ests lista? S. l extrajo la intravenosa del brazo y lo deposit sobre la toalla. Andra lo envolvi apretadamente y lo llev al bao, donde dejo corriendo el agua sobre todo el desastre y volvi para asegurarse que Nika no haba sufrido ningn extrao efecto al ser lamida por un vampiro. Su brazo estaba bien y su piel estaba impoluta, como si nunca hubiese tenido el catter. Esto es fantstico le dijo ella. Pero Logan no escuchaba. Estaba mirando fijamente hacia la pared con los ojos muy abiertos que iban de izquierda a derecha como si estuviera en la fase REM del sueo. Cada segundo o dos, su cuerpo temblaba igual que si hubiese sido golpeado por una descarga elctrica. No era bueno. Andra le agit la mano por delante de la cara. Hey. Ests ah? Su boca comenz a moverse, pero no emiti ningn sonido. Logan. Nada. Andra le puso la mano en el hombro y lo sacudi. Logan! Reacciona. Finalmente lo hizo. Sus ojos parpadearon lentamente y detuvieron su rutina de Ping-Pong. Respir profundamente como si fuera la primera bocanada que haba tenido en mucho rato. Djanos. Necesito tiempo para examinarla. No me voy a marchar. Te prometo que no le har dao. Y si no traes a Paul dentro, los Synestryn seguramente lo encontrarn antes de que salga el sol. Traer a Paul? De qu ests hablando?

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Necesito fuerza para atender a tu hermana. Paul me ofreci su sangre. Desafortunadamente necesit bastante hace un momento y l me haba dado recientemente. Est fuera. Recuperndose. Por qu diablos no me lo dijiste antes? dijo Andra. Lo hice. T elegiste ignorarme. Ella tena que ir por Paul. No poda dejarle tendido all afuera en la oscuridad con todos los monstruos rondando alrededor. Si la tocas un solo cabello, voy a matarte. Est claro? Logan le dirigi una educada sonrisa. Ve a tu Theronai. Nika est a salvo a mi cuidado. Andra le crea, lo cual podra parecer increble, pero as era. Paul la necesitaba ahora, y sin l, Andra no estaba segura de poder mantener a Nika a salvo de los monstruos. Adems, se lo deba. l haba dado su sangre para ayudar a Nika, y en su libro, eso lo haca un hroe. Ella acababa de volverse para marcharse cuando l le dijo: Oh, por cierto, ese collar que lleva es tuyo si eliges tomarlo. Andra se detuvo en seco. Ella tambin haba sentido eso, pero lo haba hecho a un lado como un sentimiento irracional ms. Paul nunca lo dijo. Porque te estaba protegiendo. Andra frunci el ceo. De qu? De la responsabilidad del poder que manejars si decides llevarlo. Poder? La sostuvo la mirada. Ms del que puedes imaginar. Suficiente para mantener a tu hermana a salvo. Quizs bastante tambin como para sanarla. Le tom un par de segundos procesar lo que estaba diciendo. Todo ese asunto era tan extrao, que al principio no saba que pensar, pero una cosa estaba clara. Si Paul poda ayudarla a salvar a Nika, iba a hacer lo que fuera. Es por eso que me siento extraa cundo lo toco? S. Es la manera que tiene la naturaleza de ayudarte a encontrarle. Sugiero que no esperes demasiado tiempo para ordenar tu mente independientemente de que vayas o no a reclamar lo que es tuyo. Nika ya est fuera de tiempo. Ser afortunada de sobrevivir tres das ms a este paso.

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Tres das. A Andra se le cerr la garganta mientras luchaba contra las lgrimas. No necesito ms tiempo. S lo que debo hacer. Primero iba a asegurarse de que Logan no estaba metido de lleno en la mierda. Despus iba a hacer la nica cosa que poda. Salvar a Nika.

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Andra encontr a Paul tirado sobre el porche. Su enorme cuerpo estaba


flccido e inmvil. El pnico se precipit sobre su piel mientras corra hacia l, buscando sus signos vitales. Ella presion los dedos contra su cuello para sentir el pulso, y el calor se dispar por el brazo. l tom una estremecedora respiracin, y los ojos de Andra se cerraron de alivio. Su pulso era fuerte y su respiracin estable. Ahora todo lo que tena que hacer era conseguir llevarlo adentro, donde al menos habra una puerta entre l y los monstruos. Saba por experiencia que eso no los detendra mucho tiempo, pero al menos los hara ir ms despacio. Aqu afuera, a descubierto en la oscuridad circundante, nada lo hara. Andra tir de su brazo a modo de prueba. Seor, era pesado; casi treinta y seis kilos ms pesado que ella. Poda hacerlo, pero uno de ellos iba a acabar con el hombro dislocado en el proceso. Quizs si lo pusiera sobre los tablones de madera sera ms fcil. Quizs acabara con astillas en el culo, pero se alegrara de sacrselas mientras vivieran para poder hacerlo. Estaba bastante segura de que disfrutara echando una larga mirada a su musculoso trasero, de todas formas. Lo movi de manera que su cabeza se lade. La iridiscente gargantilla que llevaba captaba y mantena la luz del nico foco que brillaba sobre ellos. Esa gargantilla era suya. Siempre lo haba sido. Quera quitrsela. Toda esa magia de abra-cadabra la haba dejado tambalendose en la oscuridad, pero tena fuertes instintos acerca de esa cosa, y no tema seguirlos, especialmente despus de la demostracin de Logan. Si esto no ayudaba a Nika, de todas formas no tena nada que perder. Andra se estir y la acarici con la punta del dedo. Una feliz y tintineante sensacin la barri el brazo y se asent profundamente en el pecho, otorgndola la confianza de que estaba haciendo lo correcto. Los colores en el interior de la banda hicieron remolinos alrededor del contacto, como si supiera que ella la estaba tocando. Una pluma de azul zafiro se extendi desde debajo del dedo, amplindose en concntricos anillos mientras se mova cruzando el collar.

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El color era tan hermoso, tan rico y profundo, quera tenerlo para s misma y verlo adornndola la garganta. Justo cuando el pensamiento pas por la cabeza, la banda se desliz abrindose y call del grueso cuello de Paul. Andra recuper el resbaladizo objeto de los tablones de madera y dej que resbalara entre los dedos, pasndola de una mano a otra. Todava estaba clida por el cuerpo de Paul y era ms pesada de lo que haba esperado. Le haba parecido como si estuviera hecha de algn tipo de plstico, pero ahora que la sostena y senta su peso, saba que no era as. Los extremos estaban rematados, sin broche, pero ella supuso que la misma magia que la haba abierto la sujetara otra vez. Se coloc la banda alrededor del cuello y los extremos parecieron encontrarse el uno al otro como si fueran atrados por imanes. Tan pronto como sinti el ligero clic de la banda al cerrarse, los ojos de Paul se abrieron. Chispas doradas brillaban bajo el marrn ms profundo de sus ojos, hacindolos destellar a la luz del porche. Su mirada se movi a la garganta de ella y su mano fue a la suya propia. Cmo has? su voz era un atnito susurro, apenas audible bajo el cercano canto de los grillos. l se estir y coloc una yema del dedo contra la banda y la desliz por esta, acariciando su piel a lo largo del borde mientras pasaba. Sus pupilas se dilataron y las ventanas de su nariz se ensancharon. l dej escapar un bajo y satisfecho gemido que la provoc un temblor por la columna. Es tan bueno dijo l. Probablemente no debiste hacerlo, pero es tan bueno no tener ms dolor. Ests bien? le pregunt ella. Estabas inconsciente. Ahora estoy perfecto. Gracias a ti movi el dedo desde la gargantilla a un lado de su cuello y baj a lo largo de su mandbula. Eres una de nosotros. Quines somos nosotros? Somos Theronai. Eso qu es? Somos una de las tres razas de guardianes. Centinelas. Estamos para vigilar la puerta al otro mundo, para protegerla de una invasin Synestryn. Tambin protegemos a los humanos de caer vctimas del mal. Cmo hiciste con Sammy? l asinti. Estamos aqu para proteger a otros. Est en nuestra sangre, en tu sangre. Eso es el porqu casi te matas a ti misma intentando encontrar a esos nios perdidos, el porqu nunca te rendiste. Eres como yo. Haba esperado que no fueras humana, pero sabiendo la verdad

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Por supuesto que soy humana incluso cuando lo deca, se cuestionaba la verdad de sus palabras. Siempre haba sido diferente. Al igual que sus hermanas. Andra haba justificado su rareza como algn tipo de capricho gentico aleatorio, pero ahora que Paul deca esas palabras, se dio cuenta de que haba estado equivocada. Era diferente de los otros humanos porque no era humana en s misma. Esto tena demasiado sentido para no ser verdad, a pesar de su deseo de negarlo. Su madre siempre haba sido reservada en lo que se refera a su padre, evadiendo preguntas, mintiendo cuando le daba respuestas. Andra siempre haba pensado que ella estaba encubriendo a algn holgazn, pero quizs era algo ms que eso. Si tan solo su Madre siguiera viva de modo que pudiera preguntarle y descubrir as la verdad. Ahora todo lo que tena era la palabra de un hombre que apenas conoca y sus instintos, instintos que le decan que no era humana. Que era diferente. Eso era por lo que poda encontrar nios perdidos. El mundo de Andra haba cambiado. Los colores que haban pintado las experiencias de su vida cambiaban a una masa distorsionada, mezclada con los recuerdos y los inexplicables eventos de algo claro y visible. Esa extraa pieza de puzle nunca haba encajado realmente en su lugar. Cmo puedo no haberlo sabido? Paul le acarici la mejilla, los ojos brillando con compasin. Nadie te lo dijo nunca. Pero est bien. No ests sola. Quizs no, pero toda mi vida ha sido una mentira no poda hacer otra cosa excepto sentirse traicionada por su madre. Cuntas veces le haba preguntado por su padre? Cuntas veces le haba mirado su madre a los ojos y haba mentido? Esa mentira te protegi. Probablemente te salv la vida. Y me dio tiempo para encontrarte. Eso no es excusa para lo que hizo. Quizs no minti dijo Paul. Quizs tu madre no lo saba. Ella saba algo. Ahora puedo verlo, en perspectiva. Ella minti. Pero ahora sabes la verdad. Eres una Theronai. Puedes aceptarlo y seguir adelante o estancarte en el pasado. T eliges. No tena tiempo para estancarse. Logan le haba dicho que Nika quizs no viviera ni tres das. Nika me necesita para seguir adelante. Un brillo de satisfaccin ilumin los ojos de l. Entonces debemos acabar con esto, t y yo.

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Acabar?

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l asinti, contemplando su boca. Y entonces te mostrar la verdad. Y mi poder, tu poder ahora. Vamos adentro. Andra se levant y le ofreci la mano. l la tom, pero no porque se tambaleara. Su postura era slida y fuerte, igual que el resto de l. Pareces haberte recobrado. Todava estoy un cuatro o dos por debajo, pero me siento fantstico desliz la mano a la parte de atrs del cuello de ella y la mantuvo inmvil. l era algunos centmetros ms alto, y ella se encontr mirando directamente a su boca, deseando tener las agallas de besarle otra vez. Lo que haba tenido ya no era suficiente. Nunca lo sera. Despus le dijo l, y sonaba igual que una promesa. Cuando sea seguro. Y tengamos mucho tiempo. La mente de Andra se volva brumosa por momentos. Algo estaba sucediendo en su interior, alguna clase de calor que se extenda, asumiendo el control. Tiempo? pregunt ella. Paul asinti otra vez. Montones de tiempo. Llegar a conocerte. Descubrir lo que te gusta. Le gustaba l. Demasiado. Tanto que se senta mareada con la fuerza de eso y lo que la estaba sucediendo. Andra se balance y se agarr de sus brazos para estabilizarse. Sus msculos se sentan duros bajo las yemas de los dedos, esculpidos de modo que sus manos casaran perfectamente contra las suyas. T y yo, podemos tener un para siempre si t quieres. Para siempre sonaba bastante bien ahora mismo, considerando lo que senta. La parte lcida de ella dijo: Pero apenas te conozco. Eso cambiar muy pronto. Voy a llevarte adentro y vamos a terminar lo que t has empezado. La alz en brazos y ella tuvo la sensacin de volar durante un segundo. Una risa burbuje saliendo de ella, y sonaba casi embriagada en sus propios odos. Ella descans la pesada cabeza sobre su hombro y cerr los ojos mientras ese calor se expanda en su interior. Qu me est sucediendo?

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l enterr la nariz en su pelo y le susurr bajito al odo: Shh. Solo djate ir. Ahora eres ma.

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Paul se sinti como un dios. Ni siquiera estaban completamente unidos


y ya le haba cambiado la vida. El dolor se haba ido. Desvanecido. La fuerza le atravesaba el cuerpo con cada latido del corazn. Claro, no tena tanta sangre como se supona, pero difcilmente eso le importaba. Andra estaba entre sus brazos, y l se senta invencible, como si pudiera derribar un nido entero de Synestryn sin ayuda de nadie y sin empezar a sudar. Su cuerpo se senta bien contra l y no quera que le dejara. Nunca. Poda sentir la elegante firmeza de los msculos de su espalda y muslos, mientras que las leves ondulaciones de sus pechos eran suaves y blandas contra el pecho. Su corto pelo le haca cosquillas en la nariz, fino como el de un beb y tan suave como una pluma. Y ola tan bien. Un hombre poda perderse en una mujer como ella y nunca sentirse privado, nunca faltarle nada. Tena que establecer su reclamo y hacerlo definitivo. Una pequea punzada de culpa le hizo detenerse, pero la desestim como no importante. Ella no tena ni idea de en lo que se estaba metiendo, pero no poda permitirse detenerlo. Ya no. Haba aceptado su luceria por propia voluntad, y no iba a dejar que ese milagro pasara de largo. No ahora, y probablemente, nunca. La necesitaba demasiado. Tena que quedarse con l. Ser suya. Pertenecerle a l y slo a l. Deba asegurarse de que ella nunca lo lamentara. Algo en esa lnea de pensamientos estaba mal, pero no le importaba. Era la hora. Paul la recost en el sof, se arrodill a su lado y se quit la camisa por la cabeza. Andra sonri y se inclin hacia l, ronroneando. Ella le pas las manos por los hombros y hacia abajo, por la marca de vida. Las ramas se balanceaban reaccionando a su tacto, y la nica hoja que quedaba se estremeci. Sus dedos eran clidos y se ensortijaron contra la carne, amasndole los msculos. El cuerpo de Paul respondi predeciblemente ante las caricias de una mujer hermosa. La piel se le enrojeci y la polla se puso dura, hacindole desear poder perder los vaqueros, tambin. Estaba tan hermosa all tendida, acaricindolo, mirndolo fijamente, como si fuera el nico hombre en la faz de la tierra. Todo lo que l quera hacer era quitarle la ropa y extender esas largas piernas para poder tocarla, saborearla y hacerla correrse slo para l. Oh, s. Ese era definitivamente un buen plan.

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Pero no hasta que sus vnculos fueran completos. Irrompibles. No como haba hecho con Kate. Una vez Andra fuera suya, l lo hara todo y ms. Su espada estaba justo a su lado, lista y esperando como siempre. l cogi sus manos y las sostuvo inmviles, para que no pudiera cortarse accidentalmente cuando llegara a la hoja. Mi vida por la tuya le dijo mientras se haca un delgado corte sobre el pecho, lo que significaba la disposicin a derramar su sangre por ella. La promesa le colm, hacindole sentir ms fuerte y completo. Hara cualquier cosa para protegerla, y porque haba aceptado su luceria, podra vivir lo suficiente para cumplir ese propsito. Presion el dedo contra el corte y manch con un poco de sangre la luceria. Esta, se redujo para ajustarse a la piel y los colores se agitaron otra vez frenticamente. Azul. Haba ms azul ahora que ningn otro color. Una incredulidad nerviosa le atraves, congelndole en el lugar, hacindole mirar fijamente. Estaba funcionando. Andra era realmente su dama. Incluso vindolo, todava no poda creer su buena fortuna. Extendi la mano, con la intencin de abrazarla contra l en agradecimiento, pero el mundo se disolvi, y ella junto a l. La vista le fall durante un momento antes de volver de nuevo, pero cuando lo hizo, ya no estaba en la casa Gerai, en Nebraska. Estaba en una pequea habitacin cubierta de carteles de una banda de rock y trozos de volantes aniados. Una boa de plumas rojas colgaba sobre el espejo del tocador y una bufanda de seda de color prpura estaba arrojada sobre la lmpara de la mesita de noche. Una chica adolescente estaba tendida sobre su estmago, apoyada sobre los codos, leyendo una revista en la cama. Sus piernas desnudas se agitaban en el aire detrs de ella, las uas de sus pies estaban pintadas de color rosa chicle y sus pies se balanceaban al ritmo de la msica que bombardeaba desde la radio. La chica levant la mirada de su revista como si hubiera odo un ruido, y Paul pudo ver ahora que era una versin mucho ms joven de Andra. Tena, quizs, diecinueve o veinte aos. Estaba delgada, menos musculada, y tan guapa que le hizo sonrer. Esa era una visin del pasado de ella, algo importante que la luceria haba elegido para mostrarle. Paul recorri la escena, absorbindola. Era hermosa, pero de algn modo infantil. Prefera la manera en que se vea ahora, confiada, femenina y lista para todo lo que l tena que darle. Sin embargo, hubiera dado casi cualquier cosa por haberla conocido entonces, cuando todava tena tiempo para ser paciente con ella y facilitarle la entrada a su mundo cuidadosamente. Lentamente.

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Pero eso no era posible ahora. La necesitaba demasiado para ralentizarlo. La nica cosa que poda hacer ahora era aprender lo que pudiera sobre ella para ayudarla a hacer su transicin de la forma ms fcil posible. Un ruido de cristales rotos llen el aire. Un grit agudo le sigui y, entonces, finaliz abruptamente, como si se cortara. Andra salt de la cama y corri fuera de su habitacin. Paul la sigui, sin ser visto. Tres pasos en el pasillo, y se par en seco enfrente de una puerta. La puerta estaba abierta. Sangre fresca recorra la brillante pintura blanca y goteaba por la parte inferior de la puerta, empapando la alfombra. Ella dio un tentativo paso adelante y el pie desnudo se hundi en la alfombra. La sangre se escurri entre los dedos. Sacudi el pie hacia atrs y pareca que podra vomitar. Mama? susurr. Oh, Dios la mano se extendi hacia algo en el suelo justo cuando otro grito son desde una habitacin al final del pasillo. Andra se volvi y corri hacia el chillido. Paul pas por la ensangrentada puerta y vio los restos de la madre de Andra yaciendo sobre el suelo de la habitacin. El Synestryn haba dejado la cabeza y se haba llevado el resto. Los ojos sin vida de la mujer le miraban, la boca abierta congelada en un silencioso grito. Un gran rastro de sangre marcaba el camino por donde haban arrastrado el cuerpo hasta la ventana. Por los sonidos guturales que provenan de fuera en la oscuridad, Paul estaba seguro de que seguan all, alimentndose del cadver. Esa haba sido la madre de Andra. Probablemente, la persona ms importante de su vida. Y ahora estaba muerta. Andra abri la puerta al final del corto pasillo. Otra ventana haba sido rota all, tambin. Pero esta vez, el trabajo del sgath no haba terminado an. Uno de ellos se arrastraba a travs de la abertura, los ojos relucan con un color verde brillante. La negra lengua bfida asom por delante, y dej escapar un silbido salvaje. Andra qued paralizada de miedo. l poda ver el sutil temblor del delgado cuerpo, or la respiracin demasiado rpida y spera. Mama! Andra! Ayuda! Grit una nia desde dentro de la habitacin. Tori, vuelve! El sgath se lanz hacia delante y agarr a una pequea nia por la cintura. No poda tener ms de ocho aos. Tena el mismo pelo oscuro y ojos azules que Andra, slo que su pelo estaba enredado en una salvaje maraa. El infantil camisn rosa se amontonaba en el brazo peludo de la cosa mientras luchaba para liberarse. Otra chica, tal vez de doce o trece aos, agarr la pata del sgath en un esfuerzo para liberar a su hermana menor. El sgath hizo un giro extrao y le rasg con las garras el muslo. Ella grit y se solt, cayendo contra la pared.

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Era Nika. Paul estaba seguro de ello, su pelo era igual de oscuro y era tambin aos ms joven. Nika se puso de pie y se mir la herida con horror, despus de nuevo a su hermana. Se va a llevar a Tori. Paul no estaba seguro de cmo Nika lo supo, pero pareca estar convencida. No tena ni idea de los planes del sgath para la nia, pero estaba claro que tena algn otro propsito para ella que usarla como comida. El olor de la sangre de Nika estaba en el aire ahora. Otro sgath gate a travs de la ventana rota. Andra sali del estado de conmocin y busc frenticamente un arma. Agarr una lmpara de la mesilla de noche cercana. Con un furioso rugido, se lanz a travs de la habitacin y golpe al sgath que sostena a Tori. Por supuesto, la lmpara no hizo nada al sgath. Se rompi contra la cabeza de la cosa y cay en un intil montn de piezas. La sangre se acumulaba a los pies de Nika, goteando en gran medida de su herida. El veneno de las garras del sgath ya corra por su sistema, provocndola que el rostro enrojeciera de fiebre. Paul no tena ni idea de cmo haba sobrevivido a esa herida -el veneno del sgath era normalmente fatal si no se trataba inmediatamente- pero l la haba visto en el futuro y saba que de alguna manera ella se haba obligado a pasar a travs de aquello. El monstruo que tena a Tori se volvi para irse, y Andra salt sobre su espalda. Paul le grit que se mantuviera alejada. No era seguro. Alarg la mano hacia su espada, slo para encontrar que no tena ninguna. No tena cuerpo aqu. Tampoco la voz tena sonido, era slo un observador y no poda hacer nada para ayudar. Todo lo que iba a pasar ya haba ocurrido, y no poda cambiar nada. Andra se aferr a la espalda del sgath con las piernas y le clav los dedos en los ojos. Aquello aull de dolor y movi la cabeza violentamente para lanzarla de su espalda. Andra continu apretando, clavando y excavando. El sgath se encabrit y la tir contra una pared. La cabeza golpe fuertemente. El yeso se aplast bajo el impacto, y Andra dej salir un quejido ronco de dolor. Afloj el agarre y el sgath se apart, dejando que el cuerpo de ella se deslizara hasta el suelo en un flojo montn. Paul le grit que se levantara, pero ningn sonido le sali de la boca. En el otro extremo de la habitacin, un sgath se agach a los pies de Nika. Ella estaba temblando, pero era incapaz de moverse. La lengua del sgath sali, lamiendo la sangre a medida que se filtraba del muslo de ella. Los

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ojos de ella estaban pesados y vidriosos, pero sus labios se estaban moviendo y mir a Tori, ignorando completamente al sgath que se alimentaba de ella. No te dejar susurraba a su hermana, una y otra vez. No te dejar. Tori estaba gritando y luchando, pero el pequeo cuerpo no era rival para el sgath. Se la llev por la ventana y hacia la noche. La ltima cosa que Paul vio de ella fue un pequeo brazo estirndose hacia sus hermanas en busca de ayuda. Andra se puso de pie. Apenas poda mantenerse. El cuerpo la temblaba cuando cogi una silla de madera del escritorio y se dirigi a Nika. El sgath estaba demasiado ocupado alimentndose como para darse cuenta de su acercamiento. Ella estamp la silla sobre la cabeza de la cosa. Aquello lanz un grito y se volvi para atacar. Un hombre armado entr en la habitacin. Podra haber sido un oficial de polica vestido de civil o, tal vez, slo un vecino con un arma. Quienquiera que fuese, vio a la cosa y abri fuego. Algunas balas ms tarde, el sgath decidi irse, salt por la ventana y sali corriendo. Andra cay de rodillas junto la ventana. Tori! grit. Tori! su grito se convirti en un sollozo y Paul pudo or romprsela el corazn. Hubo una extraa mancha de movimiento alrededor de Nika, pero a Paul no le import. Su necesidad de dar testimonio del dolor de Andra era demasiado fuerte. Haba perdido a su familia esa noche. Su madre y su hermana haban muerto, y Nika se haba vuelto loca por el veneno o el trauma. No era de extraar que Andra fuera tan protectora hacia Nika. Era la nica familia que a Andra le quedaba con vida. Paul se afliga por ella y dese de nuevo haberla encontrado antes. A tiempo de salvarla. Te ayudar a mantener a Nika segura dijo Paul. Esta vez oy sus palabras y supo que haba vuelto al presente. Nunca estars sola. Pero Andra no pareci orle. Estaba perdida dentro de su propia visin, lo que fuera que la luceria haba elegido para que viera ella.

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La energa pulsaba alrededor de Andra, vibrando en el aire. Poda sentir


el poder fluyendo del collar, pero an no poda tocarlo. Faltaba algo, pero no tena ni idea de qu. Ese poder que haba estado suspendido all, esperndola, estall en una ola de electricidad. El pelo se la puso de punta y la piel se calent cuando

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brillantes chispas volaron sobre los miembros. Los ojos se la calentaron y sinti que podra explotar. Andra cerr fuertemente los ojos contra la presin, y su visin se llen con escenas de la vida de Paul. Le vio como un chico aprendiendo a usar su espada, sus miembros desgarbados mientras se acostumbraba a su cada vez mayor longitud. Le vio como un adolescente combatiendo cuerpo a cuerpo con media docena de demonios. Le vio como un hombre ms joven de pie, ante las tumbas de su madre y hermana. Le oy jurar ese da que hara todo lo posible para librar al mundo de los Synestryn. Dara su libertad, su poder, su vida todo- para proteger a aquellos a los que los Synestryn cazaban. Entonces vio a una mujer. Kate. Estaba de pie sobre una exuberante colina, su largo pelo rubio y ondulante falda flotaba tras ella en el viento. Sus profundos ojos verdes hacan juego con el color del bosque circundante, y cuando Paul se acerc a ella, sinti su resignacin. Su aceptacin. l la haba amado, pero Kate amaba a otro. l haba intentado obligarla a quedarse con l, y ella le haba rechazado. Nunca ser tuya le dijo a l. Andra vio como se quitaba la luceria y la volva a poner alrededor del cuello de l. Paul cay de rodillas y se agarr el pecho desnudo mientras ella le miraba, con la cara calmada e impasible. Las hojas cayeron de las ramas del tatuaje hasta que estuvieron casi desnudas, y l estuvo sudando y retorcindose de dolor en el suelo. Tambin Kate vio su sufrimiento, pero despus de mirar durante un largo momento, le dio la espalda y se alej. Hacia otro hombre. Horas ms tarde, dos hombres jvenes le encontraron yaciendo en el suelo. Ellos llevaron su cuerpo desmadejado de vuelta a un pueblo y le tendieron en el sucio suelo del interior de una tosca cabaa. Una hermosa mujer con una tnica gris se arrodill a su lado. Ella le puso las manos sobre el pecho e inclin la cabeza como si estuviera rezando. Poco a poco, pequeos brotes comenzaron a formarse en las ramas de su rbol tatuado. La mujer se desplom sobre l y un hombre con el rostro surcado por las arrugas la cogi entre los brazos antes de que pudiera caer. El adolescente Paul abri los ojos y vio lo que la mujer haba hecho. Andra no conoca el lenguaje en el que hablaban, pero entenda las palabras de todos modos. No has terminado de crecer an, Theronai dijo la mujer con una voz dbil. Eso salv tu vida. Eso y el hecho de que no estuviste con ella demasiado tiempo. Afortunadamente, te recuperars esta vez. El anciano le dispar una mirada de advertencia.

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No habr una prxima vez. No voy a permitir a Gilda hacer esto por ti de nuevo. Le cuesta demasiado. Entiendes? S, seor. El hombre mayor mir a uno de los chicos que haba llevado a Paul all. Encuentra a Kate. Trela aqu para que responda por sus actos. El muchacho se inclin y huy de la casa. Ve ahora, Paul, y asegrate que vales la pena por los problemas que has causado este da. Paul se puso en pie y se dirigi con paso vacilante hacia la puerta. Andra poda sentir su ira y su vergenza como si fueran propias. Tambin poda sentir su determinacin a hacer el bien y enorgullecer a ese hombre mayor. Los aos se precipitaron en la cabeza de Andra. Vio pequeos atisbos de su vida. Sus luchas para vivir a la altura de sus expectativas. Sus batallas. Haba luchado y matado a miles de monstruos, salvado cientos de vidas, y sin duda haba hecho valer la pena por todos los problemas que haba causado. Por qu, entonces, no senta que haba hecho lo suficiente? Cuando volvi a la realidad, pregunt: Qu infiernos fue eso? Qu viste? A ti como un muchacho. Lo que Kate te hizo. No entiendo qu pas, pero estuvo cerca de matarte, no? l apart la mirada. Eso fue el pasado. Lo que importa es lo que hagamos ahora. Logan dijo que t podras ser capaz de hacerme lo suficientemente fuerte para ayudar a Nika. Fragmentos dorados de esperanza iluminaron los ojos de l. Eso es lo que quieres? S. Entonces debemos completar nuestra unin. Cmo hacemos eso? pregunt ella. Se inclin hacia ella, mirndole la boca. Te he dado mi promesa de mantener tu sagrada vida por encima de la ma, y ahora, para sellarnos juntos, tendrs que darme una promesa a cambio.

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Qu tipo de promesa? pregunt Andra.

La promesa de que te quedars conmigo le dijo Paul. Ese era un voto de duracin indefinida, y uno que la atara a l de por vida. Parte de l saba que engaarla estaba mal, pero a la otra no le importaba una mierda. Quera conservarla. Para siempre. No quera darle la oportunidad de alejarse como lo haba hecho Kate. No quera volver nunca a esa vida de tormento otra vez. No puedo quedarme contigo. Nika me necesita. Su rechazo lo inund con rabia y resentimiento. Quera rugir que tambin la necesitaba, pero contuvo la lengua. Ahora no era momento para perder la cabeza. Tena que tener cuidado all. Precaucin. Se haba precipitado cuando se haba vinculado con Kate, no incurrira en la misma equivocacin dos veces. Ahora era ms viejo. Un hombre adulto con ms de tres siglos de madurez para mantenerlo estable. Ms de tres siglos de dolor que le gritaban que lo hiciera funcionar esa vez. Paul tom su mano en las de l e puso un tono paciente y comprensivo. Nunca me interpondr en la manera en que cuidas de tu hermana. Ya te dije que te ayudar a mantenerla a salvo. Ella frunci el ceo como si intentara averiguar algo. Pero esto es una promesa real, verdad? Puedo sentirlo. Ella presion la mano contra su pecho. Lo que quiera que prometa suceder, independientemente de si todava quiero o no mantenerla hasta el final. As pues, ella conoca los riesgos. l intent convencerse de que era para mejor, pero fall. Necesitaba que lo liberara. Que lo salvara. Entonces promteme lo que puedas. Dame tanto como puedas y me contentar. De alguna manera.

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Ella asinti lentamente e hizo su promesa con cuidadosas palabras. De acuerdo. Siempre y cuando no interfiera en la manera de mantener a Nika a salvo, te prometo quedarme contigo durante tres das. Tres das. Un mero parpadeo de tiempo para un hombre que haba vivido durante siglos. Incluso Kate se haba quedado con l ms tiempo. Las magnficas visiones de Paul de un futuro libre de dolor con Andra se convirtieron en polvo. No habra un para siempre para ellos, slo unos pocos breves das. Quera gritarle que eso no era suficiente, que tena que retirarlo y darle ms, pero era demasiado tarde. El vnculo estaba hecho, el pacto estaba hecho, y Paul ya poda sentir la promesa hacindose parte de l, aunque fuera una pequea parte. El resentimiento le subi por la garganta, dejando un sabor amargo tras l. Haba pasado toda su vida luchando y sufriendo a travs del dolor y la soledad de modo que pudiera mantener a los humanos a salvo de los Synestryn. Ni una sola vez haba evadido los deberes o haba intentado evitar las misiones ms peligrosas de modo que algn otro ocupase su lugar. Casi haba muerto por las heridas o el veneno ms veces de las que poda contar, pero esa vez, volvera a las primeras filas tan pronto como fuera capaz, porque lo necesitaban. Y ahora, para sobrevivir, necesitaba una compaera, lo nico que siempre haba querido para s mismo. Finalmente haba encontrado a otra mujer que poda salvarle la vida de modo que podra seguir luchando. Estaba dispuesto a darle todo lo que tena, incluyendo su vida, y todo lo que ella tena para ofrecerle a cambio eran tres das. Cmo poda hacerle eso? Cmo poda traicionarle tan cruelmente sin darle una oportunidad para demostrar lo mucho que tena para ofrecer? Poda ser ella igual que Kate? Ests enfadado le dijo, frunciendo el ceo confundida. Qu he hecho mal? Paul calm sus desenfrenados pensamientos. Ella podra probablemente ya sentir sus emociones escapndose a travs de la conexin de la luceria, su anillo y el collar de ella. No has hecho nada malo. Slo esperaba ms tiempo. Eso es todo. Ella entrecerr los ojos como si supiera que no le deca toda la verdad. No es suficiente? Ella no lo entenda, pero por otra parte, Cmo poda? No era parte de su mundo. No saba lo que su voto significaba o cmo afectaba a su vida. Estar bien la tranquiliz. Al menos era ms tiempo del que habra vivido probablemente sin ella. Deba haber estado feliz por ello. Pero no lo estaba.

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Entonces qu sucede? Cundo termine nuestro tiempo? le pregunt ella. La luceria caer y sers libre. Y yo volver a morir de dolor. Eso es todo? l eligi entender mal su pregunta. No quera que conociese su debilidad, su poder sobre l, y la culpa que le causara si descubra la verdad. Se mereca algo mejor que eso. Eso es todo lo que ests dispuesta a dar. Pero qu sucede si deseo permanecer contigo ms tiempo que ese? Paul haba estado tan ultrajado que no se haba parado a considerarlo. La esperanza se alz otra vez en l. No tena que morir. Ella todava poda salvarle. Todo lo que tena que hacer era provocar que le amara antes de que se acabara su tiempo. Entonces le prometera quedarse con l para siempre. Poda hacerlo. Tena la habilidad, ahora que estaba conectado con Andra. Poda utilizar la luceria para invadir su mente y susurrarle a su alma que era el nico hombre para ella. Poda convencerla de que estara perdida sin l, y que se haban amado el uno al otro. Funcionara. Alz la barbilla y la mir a los ojos. Quizs deba empezar ahora, mientras todava no saba nada de lo que l poda hacer. Le haba salvado la vida, tambin la de Nika. Ahora confiaba ms en l, lo cual iba a hacer ms fcil que se deslizara dentro de sus defensas naturales. Para deslizarse dentro de ella. Hacer que su cuerpo lo necesitara tanto como su mente. Entonces no tendra ms opcin que quedarse con l. Parte de ese plan iba a ser fcil. Ella ya lo deseaba. Todo lo que tena que hacer ahora era mostrarle cun bueno poda ser eso entre ellos. Paul inund su nuevo vnculo con el deseo por ella. No haba dejado de desearla desde que la haba conocido, y era fcil dejar que esos sentimientos se liberaran y se hundieran. Dejndola sentir lo que senta, esa acuciante necesidad de tocarla. De saborearla. De tenerla desnuda y hmeda bajo l, donde poda tenerla completamente. Ella parpade por un momento, y gimi. Entonces contempl su boca y como su lengua se deslizaba para mojarse los labios. Oh, s, definitivamente lo estaba sintiendo ahora. No haba nada que Paul pudiera haber hecho para evitar besarla, as que se rindi. Pos la boca sobre la de ella, unindolas juntas como si hubiesen sido hechos para ese nico propsito. Ella dej escapar un pequeo jadeo de sorpresa, despus se derriti con el beso. Su boca era clida, suave y flexible y estir la punta de la lengua para acariciarla el labio inferior.

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Las manos de Paul la cogieron enderezndola, cerrndose a su espalda. La sostuvo en el lugar mientras disfrutaba de su boca, acariciando, probando y jugando hasta que ella le devolvi cada movimiento de la lengua con uno propio. En algn lugar de la mente sonaron campanas de advertencia, pero las ignor. Andra estaba en sus brazos, dispuesta e impaciente, y nada ms importaba. Desliz las manos por sus hombros desnudos, era todo lo que poda hacer para evitar gruir de placer. La chispa que haba sentido cuando la haba tocado antes se haba magnificado hasta hacerse un glorioso y ardiente fuego en las entraas. El ms ligero de sus toques lo encenda, hacindole desear poder arrancarla la ropa y hundirse en su flexible cuerpo. Ella lo adorara. Se asegurara de ello. Besara cada extensin de su lisa piel, explorara cada tentador hueco y curva con la lengua. La despojara de cualquier reserva que tuviera con tiernas caricias de las manos y boca. La quitara la ropa y adorara su cuerpo con el suyo hasta que no hubiese ningn lugar entre ellos que no fuera la resbaladiza pasin. Entonces sera suya. Totalmente. Completamente. No habra vuelta atrs. Ella estaba realmente cerca, justo al borde de darle todo lo que quera. No tendra que empujarla mucho para ello. Su mente estaba abierta, receptiva y dbil ahora mismo. Slo tomara una pequea brizna de poder sobre sus pensamientos y estara de camino a la total devocin. Su esclava. Ese pensamiento lo detuvo en seco. No quera eso para ella. Esa era la manera en la que trabajaban los Synestryn. Obligaban a sus sirvientes humanos, los Dorjan, a amarlos, a trabajar para ellos. Paul se alej de ella, tanto en mente como en cuerpo, antes de que hiciera algo irrevocable. Imperdonable. Andra intent atraerle de nuevo, pero estaba demasiado dbil y no poda hacer nada, por lo cansada que estaba ahora mismo. Por qu te detuviste? le pregunt en una voz llena de deseo. No podemos le dijo en un susurro. Lo deseo, pero est mal. No es real. Qu no es real? le pregunt. La voz aturdida. Para m seguro que se senta real. Paul se apart un par de pasos, dejando a Andra all tendida, toda expuesta y sin respiracin. Tuvo que apartar la mirada y centrarse en el vaco hogar de la chimenea para recuperar su autodominio.

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S. Lo era. Porque l era un jodido bastardo. Hacindolo que fuese real para ella. El estmago de Paul se encogi y tuvo que ajustarse los pantalones y respirar profundamente sin emascularse a s mismo. Lo siento. Por qu? pregunt con voz embriagada. Estaba justo aqu contigo, lista, anhelante e impaciente. Los persistentes efectos de los besos eran todava visibles. Su piel se haba calentado, y un precioso sonrojo rosado haba cubierto sus mejillas. Sus labios estaban hinchados y separados en invitacin, y la desgarbada postura de sus largas piernas haca que Paul apretara los puos dolorosamente para impedirse estirarse a por ella. Lo s. Ninguno de nosotros estaba pensando correctamente. Logan y Nika estn a slo una puerta de distancia. Nika jade como si hubiese olvidado que tena incluso una hermana . En qu estaba pensando? Se cubri la cara con las manos y dej escapar un gruido de frustracin. La urgencia de consolarla tironeaba de l, pero consigui mantener las distancias. Voy a limpiar sta sangre antes de que sea un problema. Se puso de pie, o ms bien, esa fue la intencin. En cambio, se tambale haciendo una mueca cuando la ereccin se pellizc dolorosamente contra la cremallera y coje hacia la cocina. Logan manipul la sangre de Nika como alguna clase de basura txica. Me hizo envolver la intravenosa en una toalla mojada para que los monstruos no pudieran olerla y dejarlo todo bajo el chorro del agua. Probablemente deb haber tenido ms cuidado con la ma, pero no pensaba correctamente. Lo sigui a la cocina, pero se mantuvo a una prudente distancia. Tambin haba una mancha de sangre en su camiseta. l se la indic con un movimiento de cabeza. Vas a tener que cambiarte. Tengo que quemar esa camiseta, junto con cualquier cosa que tenga sangre de Nika. Andra vio la sangre, la mir con horror, y se quit la camiseta, quedndose slo con su sujetador deportivo. Era bastante modesto, pero ni de cerca lo modesto que tendra que ser para evitar que Paul la deseara. Hay algo limpio por aqu? pregunt ella.

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Al menos uno de los armarios de los dormitorios est lleno de ropa. Coge lo que quieras. Se volvi para hacerlo, cuando un grito atraves la pequea casa. El grito de Nika.

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Andra abri la puerta del dormitorio de golpe, incapaz de contener el


temor por su hermana. Estaba a slo veinte pasos del dormitorio, pero en ese momento, la mente de Andra fue a travs de todas las horribles cosas que Logan poda haberle hecho. O tal vez no era Logan despus de todo. Quizs los monstruos los haban encontrado a causa de la sangre. Cuando lleg a la habitacin, Nika estaba fuera de la cama pateando y golpeando a Logan. l estaba frente a la ventana abierta, bloquendole la salida con el cuerpo. Ella me necesita! Gritaba Nika. Tengo que ir a ella. Estoy aqu le dijo Andra, apresurndose a entrar. Estoy bien. Los ojos de Nika se encontraron con los de Andra, pero haba poco de la hermana que Andra recordaba ahora mismo en su interior. Todo lo que quedaba era la aterradora desesperacin por el miedo. Andra la haba visto demasiadas veces como para desear que tuviesen algn tipo de tranquilizante con ellos. Esa era la nica cosa que haba funcionado en el hospital para calmarla de modo que no se hiriera a s misma. T no grit Nika como si le doliera. Tori. La estn haciendo dao. Nika ara el cuerpo de Logan, pero l ni se movi ni intent evitar su asalto. Logan hizo una mueca y mir a Andra. No quiero lastimarla, y si intento detenerla, lo har. Tienes que calmarla. Nika grit con frustracin y cogi el marco de un cuadro de la pared. Lo lanz contra la cara de Logan. l se agach a un lado, pero no lo suficiente. El marco se astill, el cristal se rompi y algo de eso le golpe, abrindole una brecha en la sien. Mierda dijo Paul desde detrs de ella, y corri al cuarto de bao. Nika cogi un trozo del dentado cristal del marco roto. Tena unos veinticinco centmetros de largo y lo sostena como un arma que estuviese dispuesta a utilizar. Los brazos estaban temblando por el esfuerzo de sostenerlo, y temblaba como si estuviese a punto de caer. Andra se adelant lentamente. Nika, por favor baja el cristal. Te vas a hacer dao.

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Los ojos de Nika estaban salvajes, pero abogaron a Andra para que entendiera. Tengo que ir. Tori me necesita. Tori se ha ido, beb. Nadie va a lastimarla nunca ms. Decir las palabras hizo que a Andra se le agarrotara la garganta con la necesidad de gritar y maldecir como Nika estaba haciendo. Envidiaba la habilidad de Nika para dejarse ir y evadirse del mundo. Pero Andra tena que ser ms fuerte. Permanecer controlada. Era la nica que quedaba para cuidar de Nika. Una delgada lgrima baj por la mejilla hundida de Nika, rompindole a Andra el corazn. Le estn haciendo dao ahora. Puedo verlo. Sentirlo. Aydala por favor. Slvala. Nika se qued mirando hacia la noche. Est diciendo tu nombre. No puedes orla? Andra cerr los ojos otra vez contra la imagen de su hermana pequea gritando pidiendo ayuda. Haba tenido ocho aos, llevaba un pijama rosa, araando el brazo del monstruo que la sujetaba. Eso haba sucedido de verdad, e incluso aunque fue hace aos, era todava tan horrible y devastador en estos momentos como lo haba sido entonces. Andra le haba fallado a su hermana y permiti que los monstruos se la llevaran. Y ahora iban a matar tambin a Nika. Lentamente. Horriblemente. Andra se trag el dolor, apret los dientes para luchar contra las lgrimas, y camin hacia Nika. Tienes que dejarla ir. S que es duro de aceptar. Me ha llevado aos hacerlo yo misma, pero ella se ha ido, beb. La busqu durante mucho tiempo durante aos y nunca la encontr. Yo la veo. No es ella. Son los monstruos mintindote, engaando tu mente. Tori no querra que sufrieras de sta manera. Paul sali del bao con una toalla mojada. Logan cambi la camiseta que haba estrujado contra la herida por la toalla. Tengo que marcharme antes de que los conduzca aqu le dijo a Paul. Paul asinti, pero mantuvo los ojos sobre Nika y esa improvisada arma. Me alimentar de modo que pueda curarme y volver lo antes posible. Si no vuelves antes de que amanezca, las llevar a Dabyr. Logan asinti y se march. Dame el cristal la coaccion Andra.

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Nika agarr con ms fuerza el cristal, su frgil piel solamente a una pulgada de rasgarse con el filo. No poda soportar ms heridas. Estaba demasiado dbil. Qu demonios crees que ests haciendo? Bram Madoc desde el umbral. Logan sali de aqu como si le ardiese el culo. Qu le has hecho? Y por qu demonios no me dejaste mirar? Andra se volvi para decirle que estaba intentando ayudar a su hermana, pero l no estaba hablando con ella. Estaba hablndole a Nika. Cruz la distancia a zancadas, apart a Andra del camino y dijo: Dame ese jodido cristal y mueve tu culo a la cama antes de que te vengas abajo. Nika lade el cuello para mirarle y parpade unas pocas veces. Entonces, asombrosamente, le ofreci a Madoc el cristal roto. l lo cogi y lo lanz sobre el aparador sin mirar dnde caa, rompindose. Estaba demasiado ocupado fulminando a Nika cuando se mova lentamente hacia la cama. Ella se arrastr de nuevo sobre el colchn. Madoc dio un tirn a la manta hasta que sta la cubri hasta el cuello, entonces asinti una vez ms como si estuviese satisfecho. Se volvi a Paul. Ni siquiera puedes mantener a una esculida mujer en la cama? No es culpa de Paul dijo Andra. Logan la estaba vigilando. Jodida sanguijuela gru Madoc en voz baja. Andra se sent sobre la cama y comprob las manos de Nika en busca de cortes. Estaba ms plida de lo normal y sudaba, pero pareca que no estaba herida. De hecho, pareca estar nuevamente calmada y ser ella misma. Ests bien? le pregunt Andra. Nika asinti. Tena los ojos rojos de llorar, pero al menos las lgrimas haban dejado de caer. No, ella no est bien escupi Madoc. Est malditamente delgada. La nia necesita una hamburguesa con queso. Andra lo fulmin con la mirada. No le importaba lo enorme que fuera, no iba a hablarle de Nika como si la conociese. Tiene problemas para comer. Regresa al infierno. Madoc rod los ojos y se sent en una silla cerca de la ventana. Mejor ahora? Estoy al otro lado de la habitacin. Nika agarr la tira del sujetador de Andra recordndole que no llevaba puesta una camisa.

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Tienes que encontrarla. Promteme que la encontrars. Andra reuni lo que le quedaba de paciencia. No puedo, beb. Tori est muerta. Cuando te sientas mejor, te llevar a ver su tumba de modo que sepas que es verdad. Agujero vaco, agujero vaco, agujero vaco. Esa mirada vaca volvi, y Andra quiso gritar de frustracin y rabia. En vez de eso, apart el pelo blanco del rostro de Nika y se oblig a utilizar un tono calmado. Intenta dormir algo. Tenemos que irnos pronto, y quiero que intentes comer algo antes de que nos vayamos. Sangre no. No la beber. No puedes obligarme. Nika se haba ido ahora, slo permaneca una cscara vaca de loco terror. Andra haba visto esa mirada suficientes veces para saber que era intil intentar razonar con ella. Sin las drogas que le daban en el hospital, probablemente tampoco sera capaz de dormir. Nika se estaba consumiendo ante los ojos de Andra y no haba nada que pudiera hacer para detenerlo. La fuerte mano de Paul le apret el hombro y el toque de su piel desnuda sobre la suya le ayud a calmarse. Dndole fuerzas para no perder la esperanza. Nada de sangre. Te lo prometo. El polluelo piensa que la ests alimentando con sangre? pregunt Madoc. Djalo le advirti Paul. No tienes idea de lo que est pasando aqu. Madoc resopl. S que morir si no la alimentas. La clera emergi dentro de Andra hasta que no tuvo ms opcin que dejarla salir. Se apart de la cama y se precipit hacia donde se sentaba Madoc. Crees que sabes lo que es mejor para Nika cuando ni siquiera su hermana o un equipo de mdicos ha podido ayudarla? Bien. Cuida t de ella entonces. Aparentemente eres alguna clase de experto. T la consientes. Est enferma. Necesita ser consentida. Madoc se irgui en toda su estatura y la mir desde arriba con unos brillantes ojos verdes desprovistos de misericordia. Protegida. No consentida. La estoy protegiendo. No de ti misma.

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Andra no poda soportar ms su arrogancia.

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Eres un estpido si crees que sabes que es lo mejor para ella. Entonces soy un tonto. Bien. Cuida de ella sta noche, pero lo juro por Dios, si la lastimas, te matar tan lentamente como un hombre pueda morir. Eso era una promesa, y sinti la pesada rabia de sta asentarse en ella. Se tambale y Paul la cogi, sostenindola. Madoc le dedic una fra y vaca mirada. No deberas hacer promesas que no puedes cumplir. No te lo dijo Paul cuando te at? Todava no sabe la forma en que funcionan las cosas en nuestro mundo dijo Paul. Pero eso no importa, porque no vas a lastimar a Nika, verdad? Madoc se encogi de hombros. Supongo que lo veremos. No voy a dejarle solo con ella dijo Andra. Claro que lo hars. Tenemos un pacto. Y mientras todos nosotros estemos haciendo esa clase de promesas Madoc se arrodill delante de Andra. Sac su espada y se hizo un corte en el pecho, directamente a travs de la camisa. Mi vida por la tuya. Gracias a Dios que Paul todava la sujetaba por el brazo o se habra cado entonces de culo. El juramento de Madoc cay igual que una pesada manta sobre ella. Atrapndola. Qu infiernos? exigi con un carraspeo. Madoc le dedic otra sonrisa vaca. Ser mejor que te acostumbres. Tendrs ms de sta mierda una vez que lleguemos a casa. Paul la pas una tranquilizadora mano sobre la espalda. No te preocupes por eso. Todo va a estar bien. Lanz al pecho de Madoc una significativa mirada. Lmpiate. Claro que lo har. As que los dos podis ir marchndoos al infierno. La chica loca y yo tenemos trabajo que hacer. Ella no va a trabajar de ninguna manera le dijo ella a Madoc mientras l se iba al cuarto de bao colindante. Andra se movi para seguirlo, lista para golpearle hasta que dejara de ser un gilipollas. Paul se le puso delante y choc con su duro cuerpo. Djalo en paz, Andra.

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No puedo. Es mi hermana. Est dbil y no puede cuidar de s misma. Madoc no la lastimar. Y alguien necesita quedarse con ella de modo que no intente escapar otra vez a travs de la ventana. Esa debera ser yo dijo Andra. Le dijiste a l que poda quedarse. Ahora tienes que vivir con ello. Intentar detenerle, slo va a lastimarte y no puedo dejar que eso suceda. Nika se haba calmado, pero estaba contemplando el techo, los labios movindose una y otra vez en un silencioso cntico. Andra no haba sido capaz de hacer nada por ella, pero Madoc pareca al menos ser capaz de hacer que escuchara. Quizs fuese mejor si dejaba que intentase las cosas a su manera. Nada ms haba funcionado. Excepto cuando Paul la haba ayudado anteriormente a conseguir que comiera. Quizs si poda convencerle de que le enseara cmo hacerlo, podra ayudar a Nika ella misma. l le dijo que ahora tena poder, y saba exactamente cmo quera utilizarlo. De acuerdo dijo Andra, sintiendo un brillo de esperanza. T sabes lo que le gusta comer dijo Madoc cuando sali del cuarto de bao. Hazle algo y djalo fuera de la puerta. Yo conseguir que coma. Andra rog que su confianza no fuera en vano. Slo ten cuidado con ella. S, s. Es frgil y toda esa mierda. Ya lo tengo. Ahora largaos de aqu.

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CAPTULO 12

Paul se encarg de quemar la ropa que l y Madoc haban manchado


de sangre en sus juramentos a Andra. Mientras la tela se quemaba, l encontr una camisa limpia para cubrir las tentadoras ondulaciones de los pechos. Cuando regres a la cocina, Andra haba hecho una montaa de comida para Nika. No hay manera de que ella sea capaz de comer todo esto le dijo. Lo s, pero se vuelve demasiado loca con ciertas texturas y colores. De esta manera tendr donde escoger. Adems, no me vendra mal una comida y pens que a todos vosotros, tampoco. Sus movimientos eran bruscos y torpes, l pudo ver un parche de piel de color rojo intenso donde se haba quemado la mano con algo. A travs de la luceria, sinti su frustracin. Su temor por la vida de Nika. Su determinacin de no dejar a su hermana. No se atrevi a decirle que iba a estar bien. A menudo la vida le haba enseado lo contrario. Las personas moran cada da. Al final, Nika, tambin. Quiero tratar de llegar a ella dijo Andra. De la misma manera que lo hiciste con Sammy. Podemos intentarlo le contest.

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La esperanza ilumin su rostro, pero l levant la mano antes de que ella pudiera entusiasmarse. No te hagas demasiadas ilusiones. La esperanza es lo nico que tengo ahora. Lo entiendo. Creme. Pero hay bastantes probabilidades de que no funcione dado que el dao que ocurri hace tanto tiempo. No me importa lo pequea que sea la posibilidad. Tengo que intentarlo. Slo dime qu hacer. Tienes que aprender a controlar mi poder para que puedas usarlo. Cmo puedo hacer eso? pregunt. Prctica. Salgamos fuera, donde no podamos hacer explotar nada y empezar a probar cosas para ver lo que funciona. Con el tiempo, le cogers el truco. Con el tiempo no es suficiente. Voy a tener que esforzarme, hasta que yo sea capaz de hacer lo que sea necesario para salvar a Nika. Paul no iba a dejar que ella se lastimara, pero la idea de que lo necesitara era un pensamiento embriagador. Si lo necesitaba, ella se quedara con l. No te har ningn tipo de promesa, pero haremos lo que podamos. Ella se volvi y le mir con una especie de frentica desesperacin. Esto tiene que funcionar, Paul. Simplemente tiene que hacerlo. En ese momento, Paul supo la verdad. Si Nika mora, Andra lo hara, tambin. Ella nunca sera capaz de perdonarse a s misma o dejar ir el dolor y seguir adelante. Los destinos de las dos hermanas estaban unidos. Si Paul la quera viva, entonces tena que encontrar una manera de salvar a Nika. As que eso era lo que l hara. No importa lo que le llevara.

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la noche Andra sigui a Paul. La casa estaba situada junto a un lateral de un campo de maz, escondida detrs de un grupo de altos rboles y espesos matorrales. No poda ver la carretera, o ninguna otra casa desde aqu, pero haba un dbil resplandor lejano en el cielo que ella supuso perteneca a Omaha. Se la llev fuera de la casa, hasta el borde del maizal. Su mano era clida y firme, se aferr a ella como a un salvavidas. Si esto fallaba No poda fallar. Esto tena que funcionar. Entonces, qu hacemos? pregunt.

Por

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En primer lugar, tienes que conseguir utilizar el poder dentro de m. Piensa en ello como en una gran piscina llena de energa y que puedes desviar tanto de ella a la vez como desees. Cmo puedo llegar a ella? l desliz un dedo sobre la banda alrededor del cuello de ella. La luceria nos conecta. Levant la mano y le mostr el anillo a juego . El poder puede fluir a travs de ellos, de mi anillo a tu gargantilla. Andra casi poda ver lo que sucedera, mientras l lo explicaba. Era como si hubiera nacido con el conocimiento instintivo de lo que deba hacer, y ese conocimiento se acabara de despertar en su interior. Prueba con algo sencillo al principio. Seal un madero que sobresala del suelo. Intenta prenderle fuego. Cmo? Cierra los ojos y reljate. Andra lo hizo y sinti su cuerpo moverse hasta que l estuvo de pie detrs de ella. Su voz era tranquila en la oscuridad, fluyndola sobre la piel como una brisa. Los grillos cantaban alrededor y un suave viento le susurraba a travs del maizal. Poda oler la riqueza de la tierra alzndose desde el clido suelo, sintiendo el fuerte cuerpo de Paul apretndose contra la espalda. Sus manos la acariciaron los brazos en un lento y perezoso ritmo que la calmaba los latidos del corazn. La piel de sus palmas era un poco spera, totalmente varonil. Eso es la dijo en el odo. Lo ests haciendo muy bien. Ahora, quiero que te enfoques en la luceria. Siente su peso contra tu piel, su calidez, como mantiene su calor junto a tu cuerpo. Lo hizo. Poda sentir eso y mucho ms. Emita una sutil vibracin, tan dbil que no se haba percatado antes. Era como si la gargantilla estuviera temblando, a punto de estallar por la energa. La mente de Andra toc esa energa y como un choque de electricidad, le dio una aguda sacudida. Retrocedi y dej escapar un pequeo aullido. Las manos de Paul se apretaron en sus brazos y la mantuvo en su lugar. Es mucho, lo s. Lo siento, pero no hay otra manera. Probablemente va a doler un poco. Como perder la virginidad. Lo mejor es simplemente apretar los dientes y acabar de una vez para poder llegar a la mejor parte. Andra se oblig a llegar hasta el flujo de la energa una vez ms. Se prepar para el choque, esta vez no fue tan malo. Acept el dolor y dej que fluyera sobre ella, dejando que la llenara. Bien. Ahora vamos por ello. Libera el poder para que puedas quemar el madero.

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Andra no estaba muy segura de cmo hacerlo, pero supuso que sera mejor que apuntara correctamente. No deseaba prender fuego a la casa o chamuscarse los dedos del pie. Mir el madero y se imagin que era Supermn, enviando un rayo de calor con los ojos. Eso no estaba ni siquiera cerca de lo que pas. No hubo ningn rayo de luz y el madero no estall en llamas, pero empez a humear mientras senta disiparse el poder en su interior, hacindola sentir ms ligera. La victoria se apoder de ella y salt de la emocin por ello, slo para encontrarse que caa en el camino, las piernas ya no podan sostenerla. Los gruesos brazos de Paul la agarraran y la bajaron al suelo. Con calma, ahora. A Andra le daba vueltas la cabeza y senta el cuerpo diluido, pero a pesar de eso lo haba hecho. Haba golpeado ligeramente una fuente de poder que podra salvar a Nika. Paul la tena en el regazo como si fuera demasiado delicada para acomodarse, lo cual la hizo sonrer. Nunca haba conocido a un hombre que la hiciera sentir tan femenina como lo haca l. Haba trabajado y desarrollado los msculos porque necesitaba la fuerza para luchar contra los monstruos, no porque le gustara. De hecho, sera bastante agradable no tener que levantar pesas durante horas cada semana slo para sentir que tena una oportunidad para luchar por la supervivencia. Con Paul y su mortal espada alrededor, tal vez no tendra que hacerlo. Slo eran tres das, se record. Nada ms. No debera emocionarse tanto por cambiar su estilo de vida slo porque un hombre estuviera hoy alrededor. Eso no significara casi nada maana. Tena que mantenerse fuerte y seguir presionando. Nika la necesitaba. Vamos otra vez dijo Andra. Tmate un minuto contest l mientras deslizaba el dedo pulgar sobre su brazo. Su toque se senta agradable. Quiz demasiado agradable. Estaba casi complacida de sentarse aqu toda la noche y dejar que la tocara. La abrazara. Y quin sostendra a Nika? Seguro como el infierno que no sera Madoc. Estoy bien para seguir le dijo. Qu es lo prximo? Qu tal acerca de ensearte a ver en la oscuridad? Preferira aprender cmo ayudar a Nika. l sacudi la cabeza. Eso es complejo. Va a llevar tiempo. Yo no tengo tiempo. Nika no tiene tiempo. Se est muriendo.

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Lo s, pero no hay mucho que puedas hacer. No puedes empezar lanzando alrededor la clase de poder que vas a recibir para ayudarla. Todava no. Nuestra conexin es demasiado nueva y pequea. Podras terminar perjudicndola. Entonces vamos a expandirla. No es tan simple. Estas cosas llevan su tiempo. Estaba ocultndole algo. Poda sentirlo. Hay algo que no me ests diciendo. Qu es? Estoy protegindote. No necesito que me protejas. Te necesito para proteger a Nika. La puso la mano en la mejilla, su tacto se senta tan bien. Correcto. Un zumbido de fuerza fluy hacia ella y quiso ms. Primero tienes que llegar. Entonces ensame como obtener suficiente poder para ayudarla. Sin ella, no tengo nada. Apret la boca en una sombra, lisa lnea. Es demasiado pronto. No podemos forzarlo. A la mierda con eso. Quiero forzarlo. No poda continuar sentada en su regazo. Tena que levantarse y poner algo de distancia entre ellos antes de que hiciera algo que lamentara, como darle un puetazo por no cooperar. Paul la sigui. Sus ojos oscurecidos de un rico, marrn chocolate, como si la idea de ir demasiado rpido, le atrajera. No es inteligente. No voy a aceptar el riesgo de que puedas herirte a ti misma. No es tu eleccin. Voy a hacer lo que sea necesario para ayudar a Nika. No importa lo peligroso que sea. Si no puedo salvarla, nada importa. No lo entiendes? Lo hago. Ms de lo crees. Entonces aydame. Paul dio un paso hacia adelante. Apoy la palma de la mano contra su pecho, justo debajo de la luceria y sobre la redondez de sus pechos. Qu ests haciendo? pregunt. Te estoy dando lo que quieres. Ms poder. Esto parece una manera extraa de Una sacudida de caliente energa rasg a travs de ella, pasando como un rayo desde donde el anillo se mantena cerca de su piel con slo el tejido

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de la camisa entre ellos. La sacudida no era exactamente dolorosa, pero era un infierno de primo cercano. Andra estaba respirando con dificultad, temblando. Dbil. Se senta como si acabara de correr kilmetro y medio cuesta arriba despus de un ataque de gripe estomacal. Decas? pregunt Paul, con una presumida y amplia sonrisa levantando su voz. Fue suficiente? pregunt ella, rezando porque as fuera. Claro que no me siento ms fuerte. Difcilmente. Se trata de una mera chispa. Si quieres ayudar a Nika, vas a necesitar tomar mucho ms que eso. Adems, tendrs que aprender a canalizarla. Andra no estaba segura de cunto ms podra tomar, pero saba cunto ms necesitaba tomar de l, lo suficiente para recomponer a Nika. Entonces ensame. La mir a los ojos, con una expresin muy seria. Asegrate, Andra. Estoy segura. Coloca tu palma en el suelo dijo Paul. Se arrodill en el suelo y clav los dedos a travs de la hierba seca para poder sentir el camino de tierra. l se arrodill a su lado y su mano cubri la suya en su lugar. Ahora, cierra los ojos. Qu sientes? Rastrojos. Es clida. Un poco hmeda. Hay una roca debajo de mi dedo. Eso es slo la superficie. Ve ms profundo. No puedo tocar nada ms profundo. Tampoco podrs tocar la mente de Nika, pero tienes que aprender como sentir el camino en su interior. Andra tena su motivo. No le dijo que haba estado fisgoneando en el interior de los pensamientos de los nios perdidos durante aos. Todo lo que ella era capaz de hacer con ellos no funcionaba con Nika -lo haba intentadopor lo que se oblig a concentrarse. El cuerpo de l estaba caliente y duro contra el suyo. Era ms fcil sentir su musculoso muslo rozndola de lo que era sentir el interior de la tierra, pero segua intentndolo. Pens sobre cmo sera estando dentro de la tierra, todo oscuro y pesado, pero senta que todava no estaba bien. Lo siento. No siento nada.

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Eso es porque lo ests haciendo por tu cuenta. Tienes que usar mi poder. Extremelo. No s cmo. Yo te ayudar dijo Paul. Ahuec la mano en la nuca de su cuello y sinti el anillo golpear contra el collar, se adhirieron como un imn. Se inclin sobre ella hasta que pudo sentir su aliento abanicarla la mejilla, puso su mano libre junto a la suya en el suelo. El cuello se calent bajo la banda y esa calidez se extendi por el brazo y por cada dedo. No era como en la sacudida anterior. Era ms suave, o tal vez slo lo senta de esa manera porque el poder estaba drenando de ella al suelo. Puedes sentir el suelo justo debajo de la punta de tus dedos? Andra asinti. Esa parte fue fcil. Debajo de eso hay una capa de roca agrietada. Las races de las plantas han excavado su camino a travs de pequeas grietas, absorbiendo el agua que queda atrapada all cada vez que llueve. Andra cerr los ojos y trat de ver lo que l describa. Unos treinta metros ms abajo hay una gruesa capa de piedra. Piedra antigua que ha estado aqu desde antes de que mis abuelos hubieran nacido. Con cada palabra, el poder que flua en su interior pareca aumentar. Poda sentirlo expandindose para llenar el brazo y que vibraba ms rpido con cada segundo que pasaba. Lo ves? pregunt en un susurro. Me lo puedo imaginar, pero no puedo verlo. No lo ests reteniendo. Mi poder est fluyendo a travs de ti, pero no lo ests usando. Lo siento, pero no s lo que estoy haciendo mal. Nada. La falta de adecuacin es ma, pero puedo arreglarlo. Tom una profunda respiracin. No te resistas. Ser ms fcil si lo aceptas. No saba lo que quera decir hasta que sinti una presin dentro del crneo como si algo intentara abrirse paso en el interior. Los instintos luchaban contra la invasin, pero trat de dejar que sucediera. Reljate le oy rechinar con un tono de dolor. Dej escapar el aire que estaba reteniendo y se inst a aflojar los tensos msculos. No iba a hacerle dao. Paul nunca la hara dao. La presin en la cabeza se liber repentinamente y pudo sentir un trocito de l dentro de la mente. Slo djame tomar el timn dijo.

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Las palabras la resonaron en la cabeza, as como en los odos. Era extrao, pero agradable, tambin. Se senta rodeada. A salvo. Andra hizo lo que le pidi y dej vagar la mente. Dios, eres hermosa susurr en sus pensamientos. Desinteresada. Fuerte. Valiente. Me siento abrumado. No tena ni idea de lo que estaba viendo, pero comenz a sentirse incmoda con la idea de que pudiera mirar en su interior. No. No pelees conmigo. Dejar de fisgonear, te lo juro. Su presencia en la mente retrocedi y lo sinti mantener su palabra. Andra se relaj de nuevo y le dej al timn. Preparada? le pregunt. Lo estaba, pero no tena que decir las palabras. l formaba parte de ella y ya lo saba. Aqu vamos. Sinti otra terrible sacudida, slo que sta era menos dolorosa, ms como una onda de presin al pasar por ella. Senta los ojos como si hubieran sido empujados desde la cabeza, pero se produjo un extrao zumbido en ellos, tambin. Tena los prpados cerrados, pero vio algo enorme que acechaba frente a ella. La roca. Puedo verlo susurr. Bien. Dime lo que ves. No estaba segura de qu camino seguir, por lo que baj ms, penetrando en el sendero a travs de la slida roca hasta que lleg a la parte inferior. Agua le dijo. Hay gran cantidad de agua aqu abajo. Y algo brillante. O al menos sera brillante si hubiera alguna luz. Cmo puedo ver sin luz? No ests viendo realmente; sin embargo, lo percibes como si estuvieras vindolo, dado que el estmulo visual es lo que tu mente utiliza para la interpretacin. Esto es tan tranquilo. Lo senta sonrer en la oreja, notando su presencia relucir con calidez dentro de la mente. Ahora, quiero que retrocedas hasta que ests cerca de la tierra otra vez, casi en la superficie, pero no del todo. Poco a poco, Andra hizo lo que le pidi. Ahora, sientes todas las semillas en el suelo?

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Sentir las semillas? Andra escarb alrededor, tratando de averiguar lo que quera decir, cuando se tropez con una. Vida. El potencial de vida dentro de la pequea mancha era increble. Poderosa y decidida, esperando pacientemente el momento adecuado. Eso es todo dijo en voz baja. Ahora dile que crezca. Qu? Dile a la semilla que germine. Trae el agua desde el suelo y convncela de que crezca. Cmo puedo hablar con ella? Slo intntalo. Te guiar. Andra hurg en la pequea cosa con la mente, pinch en ella, como para despertarla. No pas nada. No est funcionando. Eso es porque no ests usndome. Saca de m la fuerza necesaria para hacerle escuchar. No saba cmo hacerlo, tampoco, salvo que senta como si debiera saber. Un clido aro de poder la brillaba alrededor del cuello, as que fue all primero. La luceria podra desviar su poder. Eso era lo que le haba dicho. Se concentr en el aro y se imagin conectndole un cable como hizo a su TV. Al principio, no crea que hubiera pasado nada, pero luego sinti otra de esas olas bandola. Dej escapar un gemido y agradeci a Dios que ya estuviera en el suelo. Le ahorr algo de tiempo, ya que era donde tena que haber terminado de todos modos. La cabeza le daba vueltas como si alguien la hubiera dado un buen giro al cerebro, pero se haba conectado al poder de Paul y se qued de esa manera. Poda sentir el enorme ocano de fuerza profundamente dentro de l, solo esperando por ella. Y la quera. La ansiaba. Ese ocano podra salvar a Nika y si pudiera haber encontrado una manera, habra drenado cada pedacito de l. El problema era que no pareca poder llegar a l, o al menos no demasiado. No estamos lo suficientemente cerca le dijo No estamos unidos de la forma que necesitamos estar para que consigas lo que quieres. Todava. Si era una promesa o una advertencia, no estaba segura, pero lo senta deslizarse fuera de la mente, dejndola extraamente sola de nuevo. Abri los ojos para mirarlo y preguntarle qu quera decir, pero no lleg tan lejos. La exuberante y rica alfombra de hierba y flores bajo sus cuerpos la distrajo. Incluso en la oscuridad, pudo ver los colores vibrantes de las flores silvestres que no haban estado all unos momentos antes.

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Yo hice eso? Le pregunt.

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Claro que s se puso de pie y puso mucha distancia entre ellos. As que ahora estoy preparada? pregunt ella. Puedo ayudar a Nika? Todava no, pero pronto. Cmo de pronto? Se encogi de hombros y apart los ojos. Depende. De qu? l se meti las manos por el revuelto pelo y se alej. Se trataba de una maniobra evasiva y ella lo saba. Andra lo agarr del hombro y lo hizo girar. Depende de qu, Paul? Estamos precipitando cosas. Tenemos que reducir la velocidad. No. No hay tiempo. Soy una alumna rpida. Vamos a terminar con esto. La boca se le retorci como si hubiera probado algo asqueroso. Esa no es la manera en que funciona. No puedes simplemente abrirte camino, como explotar a travs de una escopeta. Se necesita tiempo. Tenemos tres das. Es eso suficiente? Probablemente no dijo mientras se alejaba de nuevo, con los ojos deslizndose hacia la tierra. Qu ests ocultndome? Paul la mir por encima del hombro y le lanz una sombra y resignada mirada. Lo siento. No te ayudar a hacer esto. No dejar que te hagas dao. La frustracin se levant dentro de ella y la empuj con clera en l. Tan infantil como era, quera que sufriera tanto como ella lo haca, quera que l supiera cmo era tener tan cerca los medios para ayudar a Nika y a la vez tan lejos. Andra sinti la frustracin y la ira deslizarse a travs de su conexin y vio como su cara se oscureca, mientras l sufra por el remordimiento, con el sentimiento de impotencia que ella le haba obligado a soportar. Segundos despus de que lo hubiera hecho, ya se senta mal. No era culpa de l que no pudiera hacer esto. Era la suya. Siempre haba sido culpa de ella cuando fallaba.

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Instintivamente, se extendi por su mente, con ganas de pedirle perdn, con la esperanza de calmarlo. La dej entrar y los ojos se cerraron como si le gustara la sensacin de tenerla en su interior. Andra roz sus pensamientos. Haba tantos sentimientos intensos, tantos, que apenas poda darle sentido a nada. Vio su necesidad de mantenerla segura brillando como un faro, sombreando todo lo dems. Esa devocin era humillante y no tena ni idea de por qu l se preocupaba tanto por su supervivencia. Tena algo que ver con la energa pulsando dentro de l, pero no poda catalogar lo suficiente el nudo de pensamientos y sentimientos, para averiguarlo. Tambin haba algo ms inminente dentro de l. Algo ms oscuro que esconda detrs de ese faro. Andra se estir para alcanzarlo y sinti un atisbo de conocimiento parpadeando, conocimiento que estaba escondiendo de ella. Curiosa, Andra se acerc a l y lo estudi. Ella sinti a Paul tratar de empujarla a salir de su mente, pero se afianz y se neg a marcharse. Ella necesitaba enterarse que era esta cosa que estaba escondiendo y por qu era tan importante para l mantenerla alejada de ella. Eso es suficiente le oy decir, pero no le hizo caso. Ella se protegi los ojos de la resplandeciente luz y tom el control de los ocultos conocimientos con mano inquebrantable. Su poder. Ella podra tenerlo todo si estuviera lo suficientemente cerca de l. Eso era lo que l haba estado ocultando. No ests preparada rechin a travs de los apretados dientes. Es demasiado pronto. Confianza, amor, intimidad. Eso era lo que necesitaba tener para fortalecer lo suficiente la conexin para que ella salvara a Nika. No es de extraar que dijera que llevara tiempo. Esas cosas no se podan conseguir de la noche a la maana. Al menos, no todas ellas. Intimidad. Sexo. Poda compartir eso con l. Andra sinti otro fuerte impulso en su contra cuando trat de llevarla a la verdad. Yo no quiero que te prostituyas de esa manera. No es como si yo no lo deseara dijo ella, aunque si estaba hablando con voz o la mente, no podra decirlo. Normalmente no tengo relaciones sexuales con hombres a los que acabo de conocer, pero voy a hacer una excepcin contigo. Por Nika. El sexo y la intimidad no son necesariamente la misma cosa. Tal vez no dijo, pero slo hay una manera de averiguar si estn lo suficientemente cerca.

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Paul gimi y ella sinti una ola de deseo elevndose en su interior, eclipsando a ese faro que brillaba intensamente. Yo no quiero que sea as entre nosotros. Quera hacer lo correcto esta vez. Correcto es todo lo que funciona. Cualquier cosa por salvar a Nika. Yo no quiero tener sexo contigo porque pienses que salvar a tu hermana dijo. Entonces, no lo hagas por eso. Ten sexo conmigo, porque yo quiero. Porque t lo deseas, tambin. Y para estar segura de que lo hiciera, anid el cuerpo contra el de l. Si bien encerrada dentro de su mente, no poda verlo con claridad, pero poda sentir el calor de su cuerpo, sentir sus poderosos msculos temblando mientras luchaba contra s mismo. Con una casi violenta fuerza de voluntad, Paul la empuj de sus pensamientos y aterriz duramente de regreso al interior del cuerpo. Por un breve momento, el lugar se senta extrao para ella, no se pareca al hogar que siempre haba sido. Pero tan pronto como lo sinti, la sensacin desapareci y todo volvi a la normalidad. Paul, de pie ante ella, con las manos cerradas alrededor de sus bceps. Ella poda sentir sus brazos temblando como si no pudiera decidir si atraerla ms cerca o apartarse de ella. Andra no necesitaba ninguna ayuda para decidir lo que quera. Estaba de pie delante de ella, una embriagadora combinacin de noble sacrificio y bruta potencia fsica. Era el tipo de hombre con el que las mujeres slo podan soar, de los que slo existan en la fantasa y sin embargo l estaba de pie delante de ella, slido y real, y con la respuesta a cada una de sus oraciones. Extendi la mano y entrelaz los dedos alrededor de su cuello. l dej caer las manos a los lados y apret los puos. Tena sus brazos rgidos e inamovibles, pero Andra no cedi. Se acerc de puntillas y le dio un suave beso en la comisura de su boca. l apret los labios, aunque ella sinti su abdomen tensarse y supo que estaba luchando contra s mismo. La deseaba. Todo lo que tienes que hacer es rendirte. Dame lo que quiero susurr ella. Paul apret los cerrados ojos y aspir un rpido aliento. Andra se desplazaba lentamente, besando el camino a lo largo de su angular mandbula hasta que lleg a su cuello, justo debajo de la oreja. La lengua daba golpecitos, apenas rozando la piel. S que t lo deseas, tambin. Lo que deseo no es importante.

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Estaba sin aliento y jur que poda or su decisin debilitarse con cada latido del corazn. Es para m. S que tendrs cuidado conmigo. Andra le cogi el puo entre las manos y le afloj los dedos. Bes la palma de su mano, luego se instal la mano sobre el corazn para que sus dedos ahuecaran la redondez del pecho. Confo en ti. Esas tres palabras le quebraron. Sinti que l se desmoronaba y su rostro cambi de una mscara de acerada determinacin a un semblante de implacable hambre. Cogi un puado de su corto pelo y ladendole la cabeza hacia atrs la oblig a mirarle a los ojos. No haba piedad all. Ya no. Su voz era un murmullo, casi amenazador en su ferocidad. No digas que no te lo advert. Andra iba a conseguir lo que quera. Slo esperaba que fuera suficiente mujer como para tomarlo.

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Madoc estaba listo para salir como un rayo de la habitacin y dejar que
Nika se alimentara por s misma. La temerosa polluela luntica casi le haba escaldado las pelotas con un tazn de sopa, y ahora tena puesta la mirada en la cuchara como si tambin tuviese planes para utilizarla. Ni se te ocurra la advirti. Nika lo fulmin con la mirada. No vas a obligarme a beber tu sangre sin importar lo bien que la disfraces. Hasta ahora, haba sido el seor To Encantador -o al menos encantador segn l-, pero eso no estaba funcionando, as que era hora de pasar al plan B. No es mi sangre. Los Sanguinar no pueden tenerla y t menos an. Ahora baja esa jodida cosa y come algo. Nika apret los labios. Probablemente no habra querido a desafiarle as, pero por desgracia para ella. Lo haba hecho.

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Madoc observ su frgil cuerpo. Odiaba manipularla. Se vea como si fuera a partirse en dos si la rozaba la piel, lo cual era por lo que haba tenido cuidado de no hacerlo, ni siquiera por accidente. Pero qu eleccin tena ahora? Tena que conseguir que comiera algo o iba a caer muerta, y eso no poda suceder. Ella quizs fuera capaz de salvar la vida de uno de sus hermanos. Quizs incluso la de l. Madoc se mir el anillo otra vez, por billonsima vez en los ltimos diez minutos. Nada. Nada de remolinos de colores, ni vibraciones. Ninguna jodida cosa. Todo lo que vea era el poco color que quedaba y que se haba desvanecido incluso ms desde ayer, los colores moran al tiempo que lo haca su alma. Una salvaje llamarada de rabia lo inund hasta que quiso gritar, romper los muebles y darle de puetazos a las paredes hasta que solo quedara polvo y sangre. No era justo. Despus de todos aquellos siglos de leal servicio, de trabajar, sudar y sangrar para cumplir con su juramento, no era justo que ella no pudiera ser la nica que lo salvara. Liberarle de su dolor. Esta era una enfermiza broma del Solarc, no haba duda. Alguien tena que atravesar el portal y pegarle una fuerte patada en el culo al rey de Athanasia. A Madoc no le importaba si l era descendiente del Solarc. El jodido se mereca una buena paliza. Un suave jadeo atrajo su atencin de vuelta a Nika. l haba estropeado la cuchara que haba estado sujetando, doblndola hasta que ya no serva para nada. Mierda. Al menos no la haba tocado a ella. Habra hecho lo mismo con sus dedos o su brazo. Madoc lanz la cuchara a travs de la habitacin. Los ojos azules de Nika se abrieron desmesuradamente e intent apartarse de l cruzando la cama. No ms. Ya estaba cansado de ese juego. Basta de esos jodidos rodeos, Nika. Vas a comer y a ponerte fuerte y descubriremos a cul de los hombres puedes salvar una vez que volvamos a Dabyr. Entendido? No voy a permitir que mueras de hambre. Ella todava tena los ojos muy abiertos y temblaba, y el conocimiento de que l haba sido quien lo haba provocado haca que cada porcin de su alma se estremeciera con repugnancia. Madoc respir profundamente y reuni cada pedacito de paciencia que pudo encontrar. Lo que realmente necesitaba era pasar algunas horas machacando hierro, despus unas pocas ms bombeando en una mujer. No necesitaba jugar a las enfermeras.

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Pero lo era, y estaba atrapado, as que se estir lentamente y envolvi con la mano su mueca, que era tan gruesa como dos de sus dedos y mucho ms frgil. Nika se congel en su asimiento y los ojos se le pusieron en blanco. Todo su cuerpo comenz a sacudirse y ella dej escapar un grito de dolor. Madoc la dej ir como si estuviera en llamas. Oh, dios. Lo siento. se oy diciendo a s mismo, esperando que la sangre empezara a manar de su brazo donde la haba tocado. Deba haberle roto un hueso o algo, pero no vea signo alguno de rotura. Ni siquiera una marca roja. Ella se lanz al otro lado de la cama, haciendo volar la comida por todos lados. Cuando empez a deslizarse de lado, Madoc se apresur a rodear la cama y a cogerla antes de que cayese. Quizs haba tenido algn tipo de ataque y no tena nada que ver con l. S, claro. Y l iba a vivir feliz para siempre, rodeado de conejitos, gatitos y perritos y todo el algodn de azcar que pudiera comer. Si no haca algo, iba a hacerse dao a s misma, as que la arrastr a la cama y envolvi su cuerpo con las mantas, usando los brazos y piernas para tirar de la tela, poniendo cuidado en no tocarla de nuevo. Lentamente, el temblor se detuvo y su cuerpo qued inmvil. l todava no poda asegurar si estaba respirando y el pnico lo cubri hasta que se puso a sudar por todos los poros. Madoc presion el odo sobre su corazn, desesperado por or un latido, sentir su pecho elevndose con la respiracin. Algo. Pasaron los segundos y pens que haba sentido algo, pero no estaba seguro. Entonces oy un tenue latido y su pequeo turgente pezn se presion contra la mejilla cuando respir. Madoc cerr los ojos de alivio. No la haba matado. Ella cambi de posicin contra la sujecin de las mantas, as que l se incorpor, montando todava sus piernas a horcajadas, pero sin posar ningn peso sobre ella. Su piel estaba plida y sus ojos estaban vidriosos, pero ella lo mir, y por primera vez esa noche, pareca lcida. Sed susurr ella con voz seca. Puedo tomar algo de agua? Madoc asinti y salt de la cama. Recogi la taza que estaba en el suelo, la lav y la llen en el lavabo del bao. Cuando volvi, vio a Nika intentando sentarse sin conseguirlo. Sus brazos no eran lo bastante fuertes para soportar incluso su insignificante peso.

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Lo cual quera decir que tendra que tocarla otra vez. Sagrada mierda, no quera hacerlo. No es que lo que l quisiera hubiese realmente importado alguna vez en el esquema de las cosas. l baj la taza y desliz el brazo detrs de sus hombros para incorporarla. Estaba tan huesuda como el infierno y pesaba tan poco como su alegre disposicin. l le sostuvo la taza de modo que no la derramara, no es que fuera a importar con el desastre de comida que ya cubra la cama. Ella vaci la taza y cay como si ese pequeo esfuerzo la hubiese drenado. Gracias le dijo, y todava pareca cuerda. Eso lo acojonaba ms que slo un poco. Puedo tomar alguna tostada o galleta? Quieres comer? pregunt Madoc, incapaz de ocultar la sorpresa. Si no es demasiado problema. Problema? Y qu mierda pensaba que haba sobre toda la cama? A l eso le pareca un enorme infierno de problemas. Vas a lanzrmelo o intentar cortarme el pene con el borde de la galleta? Esta vez fue ella la que lo mir como si fuese l el loco. Esa no es mi primera eleccin, no. Prefiero comrmela. Haba llegado un paquete de galletas junto con toda la otra comida. Madoc lo encontr bajo un bol de macarrones con queso y limpi la mayora del desastre con su camiseta, aadindolo a la mezcla de comida que ya estaba seca en ella. Rompi el plstico para abrirlo y se lo tendi a ella. Ella se estir por l, pero le temblaba tanto la mano, que Madoc lo hizo a un lado. Lo har yo le dijo, sonando disgustado. Sac una galleta salada y se la acerc a la boca. Ella le dio un mordisco, mastic, y sus ojos se cerraron con un dichoso gemido. Dios, esto est bueno. Madoc frunci el ceo ante el paquete y lo mir, buscando el ingrediente secreto que la haba hecho tan feliz. Fuera lo que fuera, le habra gustado cubrirse l mismo con ello y dejarla lamerlo Sagrado infierno. No iba a ir por ese camino con ella. Ni en un milln de aos. Ni siquiera si todas las putas sobre la faz de la tierra caan redondas y l no tena a nadie con quien joder. Nika era pura. Preciosa. Frgil. Y no era suya.

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Adems, no le gustaban los polluelos huesudos. Al menos, crea que no le gustaban. El pene pensaba de forma diferente, pero es que siempre haba tenido una mente propia. Ms? pidi ella. Madoc la aliment con otro mordisco y la observ comer. Era bastante bonita, aunque se imaginaba que con unos nueve o trece kilos ms sera realmente maravillosa. Quedando fuera de su alcance. Adems, incluso si ella estuviera fuerte, probablemente todava sera demasiado frgil para la clase de sexo que le gustaba tener: duro, rpido y a menudo. Infiernos, probablemente era el tipo de mujer que querra que despus se pegara a ella y la abrazara, tambin. No poda soportar esa mierda. l solo quera meterla y sacarla. La lnea de pensamientos hizo que su pene palpitara y los restos de la galleta se convirtieron en polvo en el puo. l cambi de posicin las caderas de modo que ella no pudiera ver su ereccin y cogi otra galleta. Despus de comer seis galletas, suspir como si estuviera llena. Crees que podra convencerte de darme un bao? Pregunt, mirando las manchas de comida de la ropa. Estoy hecha un desastre. Ests segura que te mantendrs en pie? Lo que s, es que no dormir con esta inmundicia toda la noche. S, lo que digas. Si no tienes tiempo, estoy segura de que Andra me ayudar. Como el infierno. Este era su trabajo por esta noche y lo estaba haciendo malditamente bien. Ella est ocupada. Nika le dedic un ceo herido que le hizo querer besarlo para borrarlo. Whoa. Realmente estaba perdiendo la cabeza. Desde cundo quera besar a alguien? Ni siquiera poda soportar besar a la mujer que joda. Una esperanzada sospecha se ilumin en l y baj la mirada hacia su anillo otra vez buscando algn tipo de seal. Nada. Ni una jodida cosa. La esperanza muri con rapidez, que era exactamente como debera ser.

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No digas que no te lo advert.


Andra estaba teniendo serios pensamientos acerca de seducir a Paul, persuadirlo para que se atreviese a tener sexo con ella. Algo en l haba cambiado en el momento en que le haba dado esa advertencia. Lo vea en

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sus ojos era un tipo de brillo depredador que encenda las virutas doradas. Incluso su postura haba cambiado. Ya no le estaba ofreciendo comodidad. Su agarre sobre ella era caliente y duro. Posesivo. Andra intent cambiar de posicin, solo para que su apretn se hiciera ms fuerte. Su grueso brazo la envolva y la sostena en el lugar. Tena la otra mano todava enterrada en el pelo, sostenindola tan fuerte que casi la lastimaba. Probablemente habra podido escaparse si realmente hubiese puesto la mente en ello, pero no estaba segura de que su huda pudiera durar. l emita con fuerza esa predatoria ansiedad, advirtindole de que si hua, ira tras ella. Y esas piernas largas y poderosas no tendran problemas en alcanzarla. Qu ests haciendo? le pregunt ella. Su voz fue baja, as que ella tuvo que esforzarse en orle sobre los cantos de los grillos. Dndote lo que quieres. El poder para ayudar a Nika. Bueno. Vale. Puedo encargarme de eso. Lo que quiera que conlleve? dijo l, y la acarici la oreja con la boca, sus palabras vertindose en ella igual que una oscura seduccin. El estmago de Andra se encogi y se le sec la boca. Asinti. l solt su pelo y movi la mano alrededor de su cuerpo hasta que la rode la garganta con los dedos, cubriendo la luceria. Las chispas saltaron de las yemas de los dedos y se hundieron en ella, resbalando por su cuerpo hasta caer en la tierra. Ella se tens ante la intensidad, pero Paul la calm con pequeos movimientos del pulgar. Shhh. Lo detendr si quieres, e iremos a dentro. Podemos intentarlo otro da. A Nika no le quedaban muchos das si las cosas no cambiaban. So hazlo. Yo puedo con ello. l se ri entre dientes y ella sinti la vibracin hasta los dedos de los pies. Este hombre se le suba rpidamente a la cabeza y no estaba segura como guardarse eso para ella. Su pulgar continu acaricindola en una perezosa trayectoria sobre el cuello. Ella luch con el impulso de retorcerse, para que de algn modo, l se moviera ms abajo. Tan valiente en el exterior. Pero yo s cmo te sientes realmente. Tu corazn est desbocado la dijo. Casi pensara que tienes miedo. El orgullo se elev en su interior, hacindola enderezar la espalda. No estoy asustada. Simplemente no s lo que ests haciendo. S, lo sabes dijo bajando la cabeza hacia la de ella.

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Este no fue un amable y engatusador beso como antes. Este era caliente y exigente, y le rob todo el aire de los pulmones. l empuj la lengua en su interior y presion el cuerpo sobre el de ella, obligndola a separar las piernas para hacerse sitio. Probablemente debera haberle empujado para que se detuviera, pero no quera, que dios la ayudara. Quera lo que le daba y ms an. Un momento despus, una ola de energa acometi a travs de ella y la dej temblando a su paso. Senta el cuerpo como si estuviera en llamas, ardiendo desde el interior hacia fuera. Un hambriento hoyo se asent en su bajo vientre y necesitaba encontrar la manera de detenerlo. Al no estar acostumbrada a relaciones a largo plazo, Andra conoca la frustracin sexual, pero esto iba ms all de cualquiera cosa que hubiese sentido antes. Esto no era un deseo, sino una necesidad, como la de respirar. No estaba segura de si quera sentir esta desesperacin por alguien, pero no tena mucha eleccin. Ya no. Se apret a si misma contra su muslo, intentando encontrar algn tipo de alivio, pero all no haba nada que hacer. Haba demasiadas ropas bloqueando la piel. Ella necesitaba ms contacto. Ms friccin. Un spero quejido se elev saliendo de ella, sobresaltndola con el frentico sonido de necesidad. Eso est bien murmur Paul contra su boca. Ahora nos vamos acercando. No saba exactamente lo que quera decir con eso, pero la verdad es que no le importaba. Le necesitaba desnudo y dentro de ella. Ahora mismo. Andra tir de su camiseta y oy el desgarrn de la tela bajo la fuerza de su desesperacin. La tela desapareci de su pecho, revelando el tatuaje del rbol que haba visto antes, solo que ahora ya no estaba desnudo. Pequeos brotes se haban formado a lo largo de las ramas, hacindolo parecer casi frondoso. Ella pas el dedo sobre ello, distrayendo a su cuerpo del propsito principal. Ms magia? pregunt ella. Nada comparada a la que est almacenada para ti.

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CAPTULO 14

tena que controlarse a s mismo o iba a herirla. La quera demasiado. La necesitaba. Pensaba que haba sido malo antes, pero ahora que haba visto en el interior de su mente, era mucho, mucho peor. Ella era hermosa por dentro. Tan cuidadosa y generosa. Tan asustada de estar sola. Tan asustada de fallarle a Nika de nuevo. Ese miedo hizo que todos los sobredimensionados instintos protectores de Paul se pusieran en pie y rugieran. Iba a asegurarse de que nunca estuviera sola de nuevo, de que su familia estuviera a salvo. Independientemente de lo que le llevara, fuera lo que fuera lo que costase, Paul iba a protegerla de la nica cosa que ms tema. Perder a Nika.

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No tena ni idea de cmo iba a hacerlo, pero encontrara un modo. Encontraran un modo juntos. E iba a comenzar asegurndose de que ella pudiera usar tanto de su poder como pudiera soportar. Era lo que ambos queran. Todo lo que tena que hacer era asegurarse de reservarse lo suficiente para que ella no terminara hacindose dao. Abri los ojos y la mir. Era tan hermosa bajo la luz de la luna que difcilmente poda creer que fuera real. Tena las mejillas encendidas y su boca estaba abierta, el aliento la llegaba en rpidas rfagas jadeantes. Jurara que casi poda ver el resplandor del calor elevndose de su piel. Ma. Ella haba aceptado su luceria, y eso le haca suya. La una a l. Abre la boca orden l. Se haba estado muriendo por besarla toda la noche y no se haba aproximado lo suficiente para apaciguarlo. Ni siquiera de cerca. Una mirada de preocupacin cruz la cara de ella. Paul, ests? Abre. La. Boca. Ella lo hizo, slo un poco, y Paul la bes profunda y duramente. No la haba abierto lo suficiente para l, as que la inst a que le diera ms. Tomar ms. Ella saba tan condenadamente bien, nunca tendra suficiente. Le pas la lengua por los labios y le inclin la cabeza hacia atrs para poder obtener un ngulo mejor, ms profundo. Su suave suspiro le dijo que no le importaba en absoluto. De hecho, le pas los brazos alrededor del cuello y le apret fuertemente, como si tratara de evitar que escapara. Como si l quisiera parar ahora. No tena oportunidad. Le haba advertido que esto podra no ser seguro, pero ella no le haba escuchado, y ahora se mereca todo lo que le pasara. El calor se derram en l hasta que pens que haba ardido. La polla estaba tensa contra los vaqueros, rogando por la liberacin. El corazn lata fuerte y rpido, y el poder dentro de l creci y puls como si supiera qu haba planeado para ella y no pudiera esperar para ser dejado en libertad. Paul empuj hacia arriba su camisa y su sujetador, exponiendo sus pechos a la luz de la luna. Era hermosa ah, tambin. Perfectamente formados para llenarle la mano, con pezones arrugados y apretados. No haca fro fuera, lo que dejaba slo otra razn. Ella le deseaba, tambin. Tal vez no tanto como l lo haca, pero iba a arreglar eso. La cubri el pecho con la palma, gimiendo ante la intoxicante sensacin de su piel desnuda contra l. El tenso pezn se alzaba contra la mano,

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volvindolo loco. Saba que las manos estaban speras por aos de combate, pero no le importaba. Tena que tocarla, sentir la piel desnuda contra la suya. Frot la palma contra l, hacindola inspirar un afilado aliento. La mente de l estaba demasiado nublada para averiguar si ese sonido era bueno o malo, pero saba una cosa que a ella le gustara seguro, un lugar que no era demasiado spero para ella. Apart la boca de la suya y se movi lentamente por su cuerpo, apartando las amontonadas ropas fuera de su camino, sobre su cabeza y brazos. Paul le pas la lengua por el pezn. Las caderas de Andra corcovearon y se arranc las ropas de los brazos y le agarr el pelo con los puos, sujetndolo a ella. Ms orden. Paul obedeci felizmente y la cubri con la boca, tirando con fuerza. Ella le clav las uas en el cuero cabelludo y dej escapar el ms hermoso sonido de placer que jams haba odo. Muy dentro de l, algo estaba pasando -algo verdaderamente maravilloso- pero no saba qu era. No poda pensar con claridad. No con la boca pegada al pecho y el cuerpo retorcindose bajo el suyo. No con la luz de la luna baando su piel y el aroma de su excitacin flotando fuertemente en el aire nocturno. El poder fluy fuera de l, goteando por todas las partes donde las pieles desnudas se tocaban. Era ertico sentirla absorberlo, sentirla aceptar lo que necesitaba darle. Oh respir hondo y la sinti contener el aliento durante un momento . Eso es lo que queras decir. Paul no poda hablar. La garganta estaba demasiado tensa por la necesidad de empujar ms poder en ella y forzarla a tomarlo todo. Slo su necesidad de protegerla le contuvo y le permiti una valiosa medida de control. La feroz necesidad de tomarla se apoder de l. Si ella no poda tomar ms poder, malditamente bien iba a tomar su polla en su interior tan profundo como pudiera entrar. Los dedos fueron a la cinturilla de los vaqueros, desesperado por tenerla desnuda. Quera sentir su piel contra l y averiguar si estaba tan hmeda y lista para l como necesitaba que estuviera. No crea que pudiera ser suave ms. No la primera vez. Tal vez despus de unas cuantas rondas, despus de derribar los aspectos ms speros de su necesidad. Se puso rgida y se movi para detenerle la mano, pero Paul se sacudi el intento. Ella lo intent de nuevo y l gru de frustracin mientras le capturaba las manos y se las pona por encima de la cabeza contra la descartada camiseta.

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Paul susurr su nombre como si estuviera asustada. l no quera parar, pero se vio obligado ante su promesa de mirar y descubrir lo que la asustaba. Una vez lo hubiera matado, podra volver a su dulce cuerpo firme. Cuando mir alrededor, no vio nada. Qu? le pregunt a ella con la voz turbia de necesidad. Me ests sujetando. Y? Estaba intentando detenerlo. Qu esperaba que hiciera? Sultame los ojos estaban muy abiertos y brillantes, con franco miedo. Paul mir donde la mano encadenaba las muecas de ella. Su presin era suficiente para magullar. Suficientemente apretado como para hacerla dao. Mierda gru Paul. La solt y se empuj apartndose de ella. Estaba yendo demasiado rpido en su desesperacin. Forzndola. Esa no haba sido su intencin. Lo haba sido? La ereccin palpitaba al ritmo del pulso acelerado y tena la piel enfebrecida. En su interior, estaba temblando de necesidad, pero se las arregl para permanecer quieto tendido sobre la tierra seca y no asaltarla. El rostro de ella entr en su lnea de visin y tena un tentativo ceo preocupado. Ests bien? Paul cerr los ojos. Ni siquiera poda mirarla sin luchar contra la necesidad de establecer su reclamo. E incluso con los ojos cerrados, todava poda sentir su piel bajo las manos y su pezn contra la lengua. Eso no era el tipo de cosas que un hombre olvidaba. Ella le toc la cara, y l apret los dientes contra la tentacin de echarla hacia atrs y tomarla fuerte y rpido, antes de que tuviera oportunidad de detenerle. No tenemos que parar, pero ms lento es mejor dijo ella. Puedes ir ms despacio? Probablemente no. No s que me haces, pero me estoy muriendo por ti. Necesito estar dentro de ti slo decirlo casi le volvi del revs de lujuria. Andra exhal un aliento tembloroso. El pecho de ella le roz el brazo, y pudo sentir la suavidad sedosa de su piel. Todava estaba sin camisa.

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Paul abri los ojos para mirar porque no tena otra opcin. Tena que ver sus pechos desnudos. Ella le mir fijamente y se puso de rodillas. Ms lento, de acuerdo? Paul asinti, incapaz de hablar. No estaba seguro de si poda reducir la marcha, pero saba que lo intentara. Hara cualquier cosa para conseguir tenerla de espaldas debajo de l, donde perteneca. Antes de que pudiera encontrar la voluntad para moverse, Andra se puso a horcajadas sobre sus caderas. Funcion le dijo. Qu funcion? La intimidad ella tom su mano y se la presion contra el pecho. Cuando me besaste aqu, sent sent que nuestra conexin se haca ms fuerte. Tal vez debera hacerlo de nuevo, slo para estar seguros. Ella le dedic una sensual sonrisa que le hizo querer sentir sus labios rodendole la polla mientras le chupaba. Todo el cuerpo se estremeci con el esfuerzo de permanecer inmvil y no obligarla a hacer precisamente eso. Eres hermoso dijo ella. Soy un hombre. Ella pas los dedos por la marca de vida, arrastrndolos hacia los vaqueros. Sigues siendo hermoso. Todo duro y musculoso. Es realmente excitante. Si ests tan excitada, entonces no te importar dejarme sentirte. Ests hmeda, Andra? Ella le sostuvo la mirada mientras se desabrochaba los vaqueros y deslizaba la cremallera tan lentamente que le hizo doler las pelotas. En lugar de dejarle a l hacer el trabajo, se introdujo la mano dentro de las bragas. Sus ojos se volvieron lnguidos y la cabeza le cay hacia atrs cuando ella movi los dedos contra su propia piel. Paul no poda aguantar ms. Ni un slo segundo. Le agarr la mueca y le sac la mano. Sus dedos brillaban con su excitacin a la luz de la luna. Le haba provocado eso a ella. La haba hecho humedecerse y ahora iba a saborearla. Tom los dedos de ella en la boca y estuvo cerca de correrse ah mismo. Ella saba a sal, a mujer y a necesidad insatisfecha. Pero no por mucho tiempo. La satisfara y la llenara con su semilla para que no hubiera ms dudas de que era su mujer. Ella olera a suya. Sabra a suya. Sera suya.

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Andra le mir con los parpados pesados y l pudo sentir sus vaqueros speros contra el estmago cuando sus caderas se movieron como si tuvieran mente propia. Qutatelos orden Paul. Te quiero desnuda. Andra levant una ceja en desafo. T tambin. Cualquier cosa que la desnudara valdra para l. Paul se quit el cinturn de la espada y lo dej al alcance. Tan pronto como se separ del cuerpo, el arma se volvi visible, mostrando los intrincados grabados de vides en la vaina. Se quit los vaqueros y las botas justo a tiempo de verla hacer lo mismo. Todava llevaba las bragas, pero ella lanz el resto de sus ropas a un lado y sus ojos se clavaron en la dura ereccin. sta corcove en respuesta a su ansiosa mirada. Si sigues mirando, voy a deshonrarme. Una sonrisa de pura codicia femenina curv la boca. Oh, s? Se acerc y envolvi los dedos alrededor de l, hacindole aspirar un spero aliento. Creo que me gustara ver eso. Tal vez mas tarde le dijo, y la puso de espaldas en el suave y espeso csped. Ahora mismo, tengo otros planes. Ella lo acarici con el puo. Sus dedos eran lo suficientemente largos para hacer bien el trabajo, y lo senta como el cielo. Paul tuvo que apretar los dientes para contenerse de correrse sobre la mano de ella. La separ la mano y su polla dio un latido de resentimiento, que l ignor. Todava llevas la ropa interior dijo l. Soy tmida. Paul dej escapar una carcajada que no pudo contener. No tena un solo hueso tmido en el cuerpo. Se estaba burlando de l y eso estaba bien. Dos podan jugar a ese juego. La bes en la boca hasta que la dej sin aliento, y luego se traslad por su cuello y sobre sus clavculas. Am cada pecho con la boca y la lengua, provocando dulces gemidos de placer en ella hasta que no pudo aguantar ms. Arrastr besos por sus costillas y sobre su tenso vientre, deslizando las bragas mientras bajaba. Sus piernas eran largas y musculosas, como el resto de ella. Pero incluso con todos esos femeninos msculos, todava era suave y blanda mujer. Tena que tocarla y disfrutar de la sensacin de su piel bajo l. No estaba seguro de si iba alguna vez a tener lo suficiente de ella, pero estaba malditamente bien yendo a intentarlo.

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Volvi hacia arriba por su cuerpo, abrindole las piernas mientras la acariciaba. Cada centmetro que suba enviaba un nuevo escalofro en ella, otro suave gemido. Contenerse casi le mata. Habra sido tan fcil simplemente deslizarse derecho en su interior. Pero ella le haba pedido que fuera ms lento, as que lo hara. Cuando desliz los dedos por su sexo, abriendo los hmedos labios, ella salt ante el contacto. Oh exhal en un largo suspiro mientras el cuerpo qued inerte. Paul no estaba esperando una invitacin. Le separ las piernas lo suficiente para hacer espacio para los hombros y se estableci entre ellas. La hierba le hizo cosquillas en el cuerpo, pero era lo suficientemente suave que no se preocup por la espalda de Andra. Podra montarla tan fuerte como quisiera y no temer hacerle dao. Lo cual era bueno. No confiaba en su contencin una vez sintiera de cerca su cuerpo rodendole la polla. El aroma de su cuerpo caliente le hizo girar la cabeza y la boca agua. Separ su carne, y el cuerpo de Andra se tens. No saba si era porque estaba impaciente o ansiosa, pero le presion suaves y blandos besos a lo largo del interior de sus muslos para tranquilizarla y que ella le dejara darle placer. No funcion. Estaba nerviosamente apretada, vibrando de tensin. La mente quera relajarla y aliviar su ansiedad, pero el cuerpo tena otras ideas. Necesitaba saborearla de nuevo, hacerla correrse. Despus de un orgasmo o dos, estara plenamente relajada. La idea era demasiado potente para resistirse, as que no lo hizo. Abri sus piernas, las alz y las sostuvo all mientras la tomaba con la boca. Andra le agarr el pelo en sus puos y dej escapar un agudo grito de necesidad. Sus caderas se movieron debajo y l las sostuvo inmviles mientras pasaba la lengua por su pequeo nudo sensible. Entonces l lo sinti. Ella estaba empujando frenticamente, intentando encontrar la manera de entrar. en su mente

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Kate nunca haba querido esa cercana con l. Siempre haba mantenido la distancia. Fra y distante. Nunca le haba permitido ms que besarla. Pero no Andra. Estaba intentando acercarse a l, tratando de convertirse en una parte de l. El alma de Paul se llen de satisfaccin y la dej entrar, sintiendo una oscura sonrisa en la boca. No tena nada que esconderla -ya nopero la orient hacia lo que l ms quera que viera. Iba a verlo todo de l, sentir el deseo por ella y eso aumentara el de ella. En su inocencia, no se daba cuenta que l estaba canalizndola a travs de los pensamientos, dirigindola hacia la vibrante y consumidora necesidad de tenerla y mantenerla para siempre. Le sigui fcilmente y l la dej sentirlo, la liber del control y le permiti sentir cunto la deseaba.

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Un crudo gemido se escap de los labios de ella, y se arque, sosteniendo la cabeza de l apretada contra s. Como si l necesitara algn estimulo. Poda sentir lo cerca que estaba, cunto lo deseaba. Lo necesitaba. Su cuerpo estaba temblando en el borde, y todo lo que necesitaba era el mnimo empujn para enviarla sobre l. La polla de Paul palpit cuando desliz un dedo dentro de su apretado cuerpo caliente. Ella dej escapar un quejido casi doloroso, as que la chup con fuerza, dndole lo que necesitaba. Eso fue todo lo que necesit. Sinti barrer su orgasmo atravesndola y sinti sus msculos contraerse cuando estall contra ella. Dej salir un alto grito de liberacin que hizo que el mundo de Paul cambiara bajo l. El eco ni siquiera haba cesado todava y ya quera que volviera a hacerlo de nuevo. Y otra vez. Su cuerpo se relaj bajo l, volvindose suave y flexible. Todava estaba flotando dentro de la mente de l, pero su presencia era dbil y contenida. Sus piernas estaban ampliamente extendidas, su sexo brillando con la luz de la luna. Si hubiera sido un hombre mejor, se habra apartado y la habra dejado descansar. Pero no era bueno. La necesitaba demasiado. El sudor le cubri la piel y los msculos estaban anudados de dolor. Tena que tenerla. Ahora, antes de que tuviera la oportunidad de negarse. Ascendi por su cuerpo besando el camino, rezando para que ella comprendiera su necesidad. Lo siento dijo crispadamente cuando aline el cuerpo para adaptarse a ella. Ella abri los ojos. Paul esperaba ver conmocin o tal vez rechazo, pero en cambio, le abraz y tir de l hacia ella. Las caderas de l se movieron por propia voluntad, facilitando la entrada a la ereccin. Estaba ajustada, pero relajada y tan hmeda que se desliz sin hacerle dao. Gracias a Dios. Los brazos se sacudieron en contencin mientras apuntalaba el peso sobre el cuerpo de ella. Se estaba muriendo por empujar ms profundamente y clavarse en su interior, pero se contuvo. Ests bien? encontr la fuerza para preguntar. Ella ronrone y arque la espalda para que se deslizara ms profundamente. Paul tom aire y apret los dientes para evitar el orgasmo slo un poco ms. Por mucho que necesitara correrse, necesitaba estar seguro de que esta no sera la nica vez. Tena que ser bueno para ella. Solo tena unos pocos das para demostrarle que no podra vivir sin l, y eyacular en su interior a los treinta segundos escasos no era el modo de hacerlo. Calm su cuerpo y se concentr en la cara de ella, la suave curva de sus mejillas, el blando abultamiento de su boca, el modo en que sus parpados aleteaban cuando la polla se contraa dentro de ella.

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No te ests moviendo susurr ella, y apret los msculos a su alrededor. Paul jade por aire. Estoy intentando mantener un poco de control aqu. No ests ayudando. No quiero tu control. Te quiero a ti. Sera demasiado rudo ahora mismo. Ella le devolvi una sexy sonrisa conocedora. Rudo es agradable de vez en cuando cogi el labio inferior de l entre los dientes y desliz la lengua por l antes de dejarle ir. Adems, soy resistente. Puedo tomarlo. No slo poda tomarlo, lo quera. l poda ver el deseo brillando en sus ojos, sentirlo parpadear a travs de la conexin. El control de Paul se rompi. Se desliz de su cuerpo y se sumergi en ella de nuevo, forzndola a tomarlo todo de l. Los ojos de Andra se abrieron ampliamente y sus pupilas se dilataron cuando se qued profundamente en su interior y encaj las caderas contra ella. Oh, Dios exhal y se aferr a su trasero. Otra vez. l obedeci, pero no porque ella lo hubiera pedido. No tena otra opcin. Los instintos eran violentos ahora, el cuerpo movindose fuerte y rpido en respuesta. En algn lugar en el fondo de la mente, pens que debera hacer algo ms. Besarla, acariciarla? Ya no estaba seguro. Nada importaba excepto el frreo control de su sexo contra la polla y el calor resbaladizo formado entre ellos. Estaba estrecho y resbaladizo, y su cuerpo amortiguaba sus embates, aceptando lo que l la diera. La base de la columna vertebral se tens y chispas se formaron en su vista. Estaba cerca y quera a ella all mismo con l, hundindose en el borde. Paul forz el paso al interior de la mente de ella y la dej sentir lo que estaba sintiendo. Canaliz el poder hacia su cuerpo, estrechando los lmites del vnculo tan fuerte como pudo, obligndola a tomar ms de lo que nunca haba tomado antes. Andra grit contra la presin, pero l no cedi. Esto era lo que ella quera -lo que necesitaba para ayudar a Nika- y l iba a drselo. Ella arque el cuerpo, elevando las caderas de l con ella. Eso le enterr ms profundamente en su interior, y Paul se perdi, deleitndose en las sensaciones de su cuerpo y mente cuando la llenaron. Su orgasmo le agarrot la garganta y le estrangul el aire del cuerpo. La empuj de vuelta a la tierra y se introdujo hasta la empuadura mientras disparaba la semilla en su interior. Los pulsos de energa la llenaron a la vez que los de su cuerpo hasta que l pudo sentir sus esfuerzos contra la sensacin. Era demasiado para ella, y

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cuando ella le sigui, gritando, cuando lleg al clmax sacudi las caderas contra l. Su estmago se tens rtmicamente y una luz resplandeciente fluy de sus brazos y sali de la punta de sus dedos, hundindose en la tierra. Lentamente, la luz se desvaneci y el silencio descendi sobre ellos. Incluso los grillos estaban silenciosos. Una suave brisa le refresc la piel mientras luchaba para frenar la respiracin irregular. Haba tenido siglos de sexo y nunca haba sido as. O bien tena algo que ver con la relacin que compartan, o haba estado haciendo algo realmente mal durante un tiempo muy largo. Creo que me has matado dijo ella. La voz estaba ronca y spera. Tal vez, pero es una buena manera de morir. Paul se apart de su cuerpo, pero no fue lejos. La cruda necesidad salvaje que haba sentido se haba ido ahora, pero cuando mir su agotado cuerpo hmedo yaciendo all y vio la prueba de la unin brillando en la polla y los muslos de ella, saba que no se apartara mucho tiempo. Ella era suya ahora y no iba a dejarla olvidarlo. Eres slo un poco posesivo, huh? le pregunt sin abrir los ojos. Ella perciba sus pensamientos. Paul se deleit con el conocimiento de que eran lo suficientemente cercanos como para que ella pudiera sentirlos. Absolutamente. Te sugiero que te acostumbres. Una pequea sonrisa elev un lado de su boca. Una chica puede acostumbrarse a este tipo de sexo realmente rpido. Y slo con eso, Paul estuvo duro y listo para empezar de nuevo. Nunca sera igual con nadie ms le dijo a ella. La voz sonaba spera, casi enfadada, pero tena que hacerle saber que no era reemplazable. Ella abri un ojo. Abajo, chico. No soy de salir corriendo. Puedes relajarte. No, no poda, pero si no daba marcha atrs, iba a asustarla o enfadarla tanto que nunca le dejara tenerla as de nuevo. Y eso no poda pasar. Tena que calmarla. Rpido. Ella se levant y se mir entre los muslos. Una mirada conmocionada le cruz la cara, despus se convirti en afliccin. No puedo creer que olvidara hacerte cubrir. Cubrir? No saba lo que quera decir, pero pareca tan disgustada que necesitaba solucionarlo. Lo que quiera que fuera. No usaste un condn. Por favor, dime que no ests sufriendo algn tipo de mgica podredumbre de entrepierna.

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Paul parpade, completamente perdido. El cuerpo todava le estaba tarareando, la mente an no se haba puesto al da y tena que obtener la cuota de suministro de sangre. Mgica qu? ETS dijo ella, como si debiera saber que quera decir. Ya sabes, enfermedades de transmisin sexual. Finalmente, lo cogi. Oh, lo entiendo. Enfermedades humanas. No, preocuparte. Nuestra especie no enferma, al menos no as. Ella levant la mano. No quiero saber nada ms ahora mismo. Tal vez ms tarde. No puedo darte un nio, tampoco le dijo por obligacin. Saba que podra significar que le abandonara por un hombre que pudiera ser el padre de sus hijos, pero tena que correr ese riesgo. Era algo demasiado grande para pasarlo por alto. Ella se qued quieta e inclin la cabeza a un lado. Hablas en serio o simplemente lo ests diciendo para que te deje hacerlo sin condn de nuevo? Porque eso no va a pasar. Me pondra un traje de materiales peligrosos y un tut si eso es lo que se necesita para volver dentro de tu dulce cuerpo. Lo que quieras. Pero lo digo en serio. Nuestros hombres no pueden engendrar hijos. Nos hicieron algo. No sabemos qu, pero todos somos estriles ahora. Ella frunci el ceo y le alcanz. Tal vez haba sentido la ira que le haba robado la alegra, o tal vez algo en la cara se lo haba dado a entender. No estaba seguro. Pero lo que fuera, ella le acariciaba la mano como si le ofreciera condolencias, lo que supuso era apropiado. La ausencia de vida era casi tan desoladora como la prdida de la misma. Lo siento. Quiero decir, no estoy buscando ser madre ahora mismo, y con el loco camino que lleva mi vida, probablemente nunca, pero al menos tengo la opcin. Lamento que t no. Yo tambin lo lamento. Pero son viejas noticias. No tiene sentido demorarse en ella. Slo pens que deberas saberlo. Estuvo extraamente tranquila durante un momento mientras recoga su ropa. Cuando se dio la vuelta, tena los ojos brillantes, como si hubiera estado conteniendo las lgrimas. Sabes, de algn modo, eres afortunado. Nunca tendrs que preocuparte de que tu hijo te ser arrebatado en mitad de la noche, o que se vuelva una babeante cscara aterrorizada en lugar de lo que fue una vez. Nunca tendrs que preocuparte de si eres lo suficientemente bueno para no tienes que

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mantenerlos a salvo y protegerlos del peligro. Nunca conocers la angustia de fallarles. Ahora estaba hablando de su hermana Tori, aquella que haba sido secuestrada esa noche hacia ocho aos. Lo saba porque lo haba visto pasar, y senta la culpabilidad de ella por no haber sido lo suficientemente fuerte como para detenerlo. Paul la tom en los brazos porque no poda dejar de abrazarla. Le necesitaba ahora, y era su deber -su honor- darle lo que necesitara. No le fallaste a tus hermanas le dijo. S. Lo hice. Todava estoy fallndole a Nika. Tal vez no dijo Paul. Eres ms fuerte ahora. Somos ms fuertes ahora. Podemos intentarlo de nuevo. Ella dej escapar un tembloroso suspiro y se aferr a l con desesperada fuerza. Y si fallo otra vez? Entonces lo haces, pero no puedes perder la esperanza. Conozco gente que puede ser capaz de ayudarla incluso si nosotros no podernos. Haremos lo que sea necesario, de acuerdo? Sinti su gesto de asentimiento contra la mejilla. No estoy segura de cunta esperanza queda en m. No te preocupes dijo, apretando el abrazo. Tengo suficiente esperanza por ambos.

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CAPTULO 15

El Prncipe Eron estaba de pie en el balcn, mirando desde lo alto hacia


la ciudad a sus pies. El viento glacial le azotaba el largo cabello alrededor de la cabeza, producindole picazn en los ojos. Las lunas gemelas se estaban desvaneciendo. Maana, la puerta a la Tierra se abrira y a travs de ella se

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encontrara con sus hijas. All sera verano, si su calendario era correcto. El octavo verano desde que haba visto por ltima vez a sus hijas. Ni siquiera haba pasado un ao en Athanasia desde el ataque Synestryn a su familia de la Tierra. Sin duda, no el tiempo suficiente para que dejara de afligirse por Celine. Para detener la melancola con cada aliento que daba. Pesados pasos sonaron detrs de l en el suelo de piedra. Eron ni siquiera necesit volverse para ver la expresin de disgusto en el rostro de su hermano mayor. Pudo orlo suspendido en el tono serio de voz. No irs dijo Lucien. S. Ir. No es seguro. Podran matarte. La ira se apoder de Eron, aunque trat de controlarla. Si esperaba sobrevivir al viaje a travs de la puerta, necesitaba mantener la calma y centrarse. Me est matando igual no saber si mis hijas estn vivas o muertas. Las encontrar por ti y te informar. As es ms seguro. Y si me necesitan? Lucien coloc la amplia mano sobre el hombro de Eron. La voz se suaviz con comprensin. Ese es el riesgo que todos asumimos cuando nos decidimos a recorrer este camino. Sabamos que nuestros hijos creceran sin saber de nosotros. Es el precio que debemos pagar. Eron se dio la vuelta apartando la mano de su hermanastro. El cuidadoso control hecho pedazos en escombros, sin posibilidad de reparacin. Mis hijas pueden estar muertas. Ninguno de nuestros hermanos ha sido capaz de encontrar algn rastro de ellas. Tengo que volver. Necesito saber. Los amarillos y dorados de los ojos de Lucien se agitaron, arremolinando y retorcindose alrededor de las pupilas. La compasin le seren los rasgos, y puso la mano sobre el pecho de Eron. Este camino se ha vuelto ms difcil de lo que ninguno de nosotros hubiera imaginado, pero tenemos que seguir centrados en nuestra misin. Slo quiero ver a mis nias. No voy a interferir en nuestros planes. Sabes que no es tan simple. Sigues estando dbil despus de tu ltimo viaje, para librar a Nika del veneno de los sgath. No sers capaz de escudar tu entrada, y advertirs a Padre que cruzaste. Estoy lo suficientemente fuerte.

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No. No lo ests. Todava no. Padre te matar y entonces, qu pasar con tus hijas? Eron inclin la cabeza sobre el brazo de Lucien. Tena razn. Estaban tan poco tiempo en la Tierra, que ninguno de los dems podra conseguir ms para cuidar de sus nias. Tenan los suyos propios que cuidar. No puedo seguir hacindolo afirm Eron, el precio es demasiado alto. Igual que para los dems, pero los informes muestran que nuestras previsiones eran correctas. Los Synestryn son cada vez ms poderosos, y no quedan suficientes Centinelas para contener la puerta. Debemos perseverar. As pues, vuelves a empezar. No era una pregunta. Eron saba que Lucien era el ms entregado de todos ellos, sin importar el coste personal. Pero por otro lado, si sus planes fracasaban tendra ms que perder aqu que cualquiera de ellos. Voy. Solo. Eron neg con la cabeza. Cmo puedes continuar insistiendo, despus de saber lo que mis hijas han sufrido? Lucien mir con cuidado las lunas, luego hacia abajo, al interior de la campia salpicada por las luces de las casas que se extendan a travs de ella. Voy yo porque es la nica manera de salvar lo que tenemos aqu. La nica manera de proteger mi hogar. Mi familia se volvi para mirar a Eron con los ojos girando velozmente con el dorado fuego de la determinacin. No debemos fallar. Eron suspir con resignacin. Al principio el camino le haba parecido tan glorioso, tan justo. Pero ahora... Eron sac su posesin ms preciada de la bolsa que le colgaba sobre el corazn. La fotografa usada y descolorida de su mujer y sus tres hijas, aunque no le haca falta para recordar las lneas del rostro de su amada Celine, o la dulce curva de las mejillas de sus bebs. Tena la imagen grabada en la memoria, donde los felices rostros y el conocimiento de que les haba fallado viviran para la eternidad. Con la mano temblorosa le entreg la fotografa a Lucien. Las buscars por m? Averiguars si mi pequea escap de la captura? Lucien mir la imagen e hizo una solemne inclinacin de cabeza. Lo intentar.

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Cuntas horas permanecers en la Tierra? Nueve. No ms. Eron rez para que fueran suficientes. El verano siempre nos priva de nuestro tiempo con ellos. Lucien se encogi de hombros. Es como debe ser. Lo s. Supongo que no debera seguir hacindome ms dao por ello. Celine est muerta, y mi tiempo con ella se acab. Tal vez los humanos tienen razn y su cielo existe. Es una hermosa idea, poder reunirse con aquellos que amamos para vivir por siempre en paz. Celine lo crea. Si alguien se mereca semejante destino, esa era la amada de Eron. Con el agudo golpe de apresurados tacones por el pasillo, Aurora se desliz bordeando la esquina. El largo y plido cabello estaba alborotado por la carrera, y las mejillas sonrojadas en un color rosa brillante. Los ojos del color de una puesta de sol estaban muy abiertos a causa del miedo, los suaves labios entreabiertos para facilitar la dificultosa respiracin. Era la ms bella de las mujeres en su mundo, e incluso Eron, cuyo corazn perteneca a otra, tena que detenerse por un momento cada vez que ella entraba en la habitacin. Era una sierva, pero como el tesoro ms preciado del Solarc, conoca ms la libertad que la mayora. Tambin era su aliada ms poderosa. El Solarc viene susurr. Lucien escondi la fotografa en la chaqueta. Debo irme ahora. La puerta estar alineada para abrirse dentro de unos momentos. Ve, pues. Me quedar aqu y distraer a Padre. Si encuentras a mis hijas, dales mi amor. Lo juro los ojos de Lucien brillaron en la oscuridad, los remolinos de colores activndose en respuesta a su voto. Ahuec la mejilla de Aurora y le habl en un tranquilizador pero urgente tono. El Solarc no puede saber dnde he ido, o nuestras vidas y las de nuestros hijos en la Tierra estarn perdidas. No voy a permitir que eso suceda. Ella baj la cabeza. S, Alteza. Entiendo. Lucien sali a travs de una puerta oculta, y Eron volvindose hacia Aurora le tendi la mano.

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Ven conmigo. Vamos a distraer a Padre y, al mismo tiempo, cubriremos las seales de su rpida carrera. Aurora fue a sus brazos sin titubear. Cuando Eron la bes, ella fingi disfrutarlo como un buen siervo hara, dejando escapar un suave gemido. Eron no sinti nada. Tan bella como era, no era Celine. No ola como su Celine, ni tena su sabor. Pero false su respuesta en el abrazo de todos modos, sabiendo que distraera a su padre como nada ms podra. La vida de las nias de Eron, si todava vivan, dependa de ello. Si el Solarc descubra que sus hijos haban quebrantado la ley, los masacrara a todos sin hacer caso del hecho que esos nios eran sus nietos tambin. Eron lo saba. Lo haba visto ocurrir antes.

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fue tan dulce que hizo llorar a Andra, maldita sea. Se sec las lgrimas y se desliz los arrugados pantalones vaqueros sobre las caderas. No tena tiempo para llorar. Tena una hermana que salvar. La energa pulsaba en su interior, hacindole sentir la piel como si estuviera al rojo vivo. Tal como l dijo, la intimidad que haba compartido con Paul haba funcionado, y ahora quera ver si tena la capacidad de ayudar a Nika. O si tal vez necesitaba otro empuje con Paul sobre la hierba. Ambas opciones eran atractivas. El cuerpo la cantaba, satisfecho y completo. Normalmente se habra sentido como dormir durante medio da, pero esto no era normal. Ni siquiera cerca. Por un momento, al final, pens que podra haber sido capaz de ver a travs de los ojos, sentir a travs de la piel. Seguramente era slo una ilusin, un efecto secundario del sexo mgico o algo por el estilo. Crees que ahora nuestra conexin es lo suficientemente fuerte? le pregunt. Paul descansaban desnudo en la hierba, observndola vestirse con ojos soolientos. Es posible, pero si no lo es, no puedes correr este tipo de riesgo. No es seguro para ella. Si puedo conseguir que coma ser suficiente. Slo tengo que mantenerla con vida el tiempo necesario para hacerla ms fuerte lo suficiente para que Andra tambin fuera ms fuerte. El proceso iba a ser definitivamente divertido. Entonces qu? pregunt Paul. Hubo una extraa nota en su voz, un indicio de desafo, tal vez? No estaba segura.

Paul

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Qu quieres decir?

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Suponiendo que puedas sanar a Nika, despus qu? Andra se puso la camiseta sobre el sujetador. No he llegado tan lejos. Supongo que se vendr a vivir conmigo. Terminar la escuela. Ese tipo de cosas. Tiene un montn de vida para ponerse al da. Quiero decir, qu pasar con nosotros cuando ya no me necesites ms? Ella se pein el pelo corto dndose un momento para pensar. Todo se le vena encima demasiado rpido. No poda mantener el ritmo. No lo s, Paul. Te conoc anoche. Eso no es mucho para pensar sobre nosotros. Me gustas, pero Nika va primero. l apart la mirada, pero tena la mandbula apretada con clera o frustracin. No le conoca lo bastante bien como para notar la diferencia, lo cual slo sirvi para demostrar su punto. Y sin embargo se haba acostado con l, y disfrutado de cada momento. Disfrutado tanto que ya se preguntaba si tendra oportunidad de hacerlo de nuevo. Ests utilizndome contest Paul. No poda negarlo. Despus de lo que haba hecho por ella, le deba sinceridad. Lo hago. Por lo menos s a qu atenerme. Eso es ms de lo que tuve la ltima vez se puso de pie y se march todava desnudo, detenindose slo lo suficiente para recoger la espada. La ltima vez. Con Kate. Un ataque de ira se filtr a travs de la conexin antes de que ella la sintiera cerrarse definitivamente. Andra se frot las manos sobre la cara. Era un buen hombre, no se mereca ser utilizado de esa manera, pero no tena eleccin. Haba sido honesta con l desde el principio. Nika era lo primero. Era de la nica manera que Andra podra vivir consigo misma.

Paul resisti la tentacin de cerrar de golpe la puerta trasera de la casa


Gerai al entrar en la cocina. No debera haberse sentido tan herido porque Andra le estuviera usando. Diablos, en cierto modo l tambin lo estaba haciendo. Era una relacin simbitica. Ella necesitaba que l ayudara a Nika, y l la necesitaba

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para sobrevivir. Era un trato justo, uno donde se beneficiaba ms de lo que lo haca ella. Pero si ese era el caso, entonces, por qu le cabreaba tanto? Madoc estaba en la cocina con un montn de sndwiches delante de l. No se tom la molestia de tragar antes de decir: Qu diablos se arrastr por tu culo? Paul realmente dese haberse acordado de recoger la ropa antes de volver dentro. No haba nada tan incmodo como hablar del propio culo con otro hombre mientras estabas de pie desnudo. As que hizo caso omiso de la pregunta. Cmo est Nika? Durmiendo. Bien. Estars atento de vigilar a Andra por m mientras me visto? Estoy seguro de que estar aqu dentro en un segundo. Lo que sea. Paul pens que eso era lo ms cercano a un s que obtendra de Madoc. Gracias. Las nicas ropas de repuesto estn en la habitacin de Nika, pero si la despiertas te cortar las pelotas. S. Gracias por la advertencia, hombre contest Paul. Madoc gru en respuesta y volvi al sndwich. Cuando Paul desliz la puerta del dormitorio para abrirla, Nika ni siquiera cambi de posicin. De hecho estaba tan quieta que se qued con la mirada fija, intentando detectar el leve movimiento de las sbanas sobre el pecho mientras respiraba. Cuando la manta se movi dej escapar un suspiro de alivio. Gracias a Dios que todava estaba aguantando. Si hubiera muerto mientras Andra y l se encontraban fuera haciendo el amor, nunca se habra perdonado a s misma, aunque no hubiera nada que pudiera haber hecho para impedirlo. Paul se desliz en silencio en el vestidor, buscando entre las ropas pulcramente etiquetadas para su tamao. Todo era sin estrenar y rgido, pero la ropa estaba limpia, le quedaba bien, y le cubra completamente. Sabes, podras haber salido y recoger tu ropa dijo Andra desde la puerta del vestidor. No la haba odo entrar en el dormitorio, lo que le hizo preguntarse dnde tena la cabeza. Tal vez simplemente era muy silenciosa. Sus mejillas estaban ruborizadas, y el cabello todava tena restos de hierba. Los labios estaban rojos e hinchados donde la haba besado con demasiada fuerza, y la luceria alrededor de la garganta se haba

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profundizado en un remolino de ricos azules zafiro. La Dama Zafiro. Le gustaba. Infiernos, le encantaba. Slo con pensar en conservarla hizo que la polla se le hinchara de anticipacin. De ninguna manera podan estar juntos mucho tiempo sin repetir lo que haba ocurrido fuera. Normalmente no me marcho furioso y desnudo asegur l. Ella se encogi de hombros. No me import. He disfrutado viendo el espectculo, tienes un culo estupendo. Una amplia sonrisa cosquilleaba en la boca y cedi. Le gustaba cmo lo consegua ella, cmo le poda hacer sonrer cuando no pareca haber ninguna razn para hacerlo. El tuyo tambin es bastante bonito. Entonces, ese es el motivo por el que has venido aqu enfadado. Quieres hablar de ello? Cmo poda explicarle lo que senta por ella sin parecer un hijo de puta necesitado? Sin duda no quera decirle que morira sin ella. Nadie debera tener que vivir con una presin como esa. No quera ser una carga. Si iba a quedarse con l, quera que fuera por una razn verdadera. No por culpabilidad. Tal vez ms tarde. Creo que primero deberamos ver lo qu podemos hacer por Nika. Andra asinti. Est bien. Entonces en otra ocasin. Claro. La vio cambiar el chip hacia Nika. Esa familiar mirada de culpable preocupacin que haba llegado a reconocer le llen los ojos, y ella ech un vistazo por encima del hombro, donde yaca Nika. Qu hacemos? le pregunt. Ojal lo supiera con seguridad. No s qu le pasa, as que tendremos que improvisar. Ir despacio y con calma. Existe el riesgo de que puedas hacerla dao? No poda mentirla. S. Pero llegados a este punto, qu opciones tienes? Y ella? Dijiste que haba personas en tu casa que podran ser capaces de ayudarla, no? la voz la tembl con inseguridad. Paul ignor sus propios problemas. Ya se preocupara ms tarde. En este momento Andra le necesitaba. Le agarr de la mano y una sutil rfaga de

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calor fluy entre los dedos. Sera tan fcil centrarse en lo fsico e ignorar los problemas a su alrededor, pero eso no iba a resolver nada. Los Sanguinar, los hombres como Logan, son nuestros sanadores. Podran ser capaces de ayudar, si la podemos recuperar hasta el punto en el que les pueda dar su sangre. Por eso no s si ella lo har, pero podemos intentarlo. Pueden hacerlo indoloro para ella. Tomar su sangre mientras duerme, asegurndose de que no lo sepa nunca. Eso es un poco espeluznante, no te parece? Cmo sabes que nunca te ha pasado? Paul haba vivido con ello durante tanto tiempo que ya no le molestaba. No lo s. Slo elijo no preocuparme por eso. Tan pronto como estemos all, estar a salvo. Nunca permitir que nadie la haga dao ms de lo que t lo deseas. Pero esa no es nuestra nica opcin. Incluso si el Sanguinar no puede ayudarla, Sibyl puede saber qu hacer. Quin es Sibyl? Es una vidente. Sabe cosas que nadie ms sabe. Podra ser capaz de ver lo que tenemos que hacer para sanar a Nika. Hay artefactos mgicos alrededor del mundo que pueden hacer cosas asombrosas. Puede conocer alguno que podra ayudar, y decirnos dnde encontrarlo. As que hay esperanza coment Andra estrechndole la mano con fuerza. Paul desliz el dedo a lo largo de su mejilla, deleitndose con la suavidad de la piel. Hay muchas esperanzas. Si existen todas estas personas que pueden ayudar, tal vez yo no debera interferir con ella. Podra empeorar las cosas. Slo la deberamos llevar a tu casa, donde esas personas saben lo que deben hacer. Ten un poco de fe en ti misma. Conoces a Nika. La quieres. No vas a hacer nada que le haga dao. Adems, Logan dijo que ella estaba demasiado dbil para viajar no quera decirle que haba temido que estuviera muerta cuando entr en la habitacin. No haba ninguna garanta de que incluso sobreviviera a esa noche. Andra le mir a los ojos, rogndole silenciosamente que la ayudara. No s qu hacer, Paul. No s cmo ayudarla. Est bien. Te lo mostrar.

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Nika ni siquiera se movi cuando Andra se desliz en la cama a su lado.


Bajo el peso de Andra, su delgada figura se hundi en el colchn, aunque siquiera parpade. Andra presion la mano sobre la cabeza de Nika. Estaba fra al tacto. El pulso que revoloteaba en su cuello era dbil e inestable. Lo haremos como lo hicimos antes, recuerdas? Pregunt Paul. Slo tienes que abrirte a ti misma y dejar que te gue. Primero slo echaremos un vistazo. Andra asinti. La mano de Paul la rode la nuca, su anillo trabndose con la gargantilla. Ella sinti la banda caliente alrededor del cuello. La respiracin se aceler, y una especie de burbujeante presin se acumul en su interior. La cabeza empez a latir y el estmago se revolvi con nauseas. Ests luchando contra ello dijo l. No es mi intencin hacerlo. Ella trat de relajarse, apretando la mandbula contra el dolor y las nuseas. No iba a ser capaz de hacer esto. Iba a ser como perder a Tori una vez ms. Simplemente iba a levantarse y observar, mientras su hermana se escabulla y Basta ya gru Paul. Eso no va a suceder. Cntrate. Andra tom una profunda respiracin y trat de hacer lo que l deca. La presin se elev hasta que el sudor irrumpi sobre la piel, estaba temblando por la fuerza de la misma. Sin embargo, no pas nada. Andra abri los ojos y mir el pequeo cuerpo de Nika. Ella estaba tan dbil. Indefensa. Su mente era una retorcida masa de locura e imgenes demasiado horribles para ser reales. Aquella noche la haba destruido. Tal vez fue el trauma, o tal vez fue algn tipo de infeccin de la amarilla saliva del monstruo. Le haba lamido las heridas, bebiendo a lengetadas su sangre. Algo podra haber entrado en su cuerpo e infectarla con esta enfermedad. Tal vez, necesitaba un antibitico mgico. La presin dentro de Andra se liber de pronto, como si una burbuja hubiera estallado. Dej escapar el aliento que haba estado conteniendo y, cuando levant la vista, ya no estaba en el dormitorio con Nika. Estaba en algn oscuro lugar. Se oa el goteo constante de agua rebotando en las duras paredes y el olor a moho de la humedad en el aire. Haca fro aqu, el tipo de fro que se colaba en la sangre y robaba la voluntad para moverse. No deberas estar aqu dijo Nika. Ella apareci cerca de una pared de roca, su imagen traslcida y brillando tenuemente, como una especie de holograma. Era ms joven, tal vez diecisis, y su cabello oscuro y ondulado, como haba sido antes de la

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noche en que Tori y mam murieran. Llevaba puesto un vestido negro, y aunque ella estaba delgada, no era flaca. En qu lugar estoy? pregunt Andra, mirando a su alrededor. Era algn tipo de cueva, pero no aquellas con bonitas formaciones brillantes. Se trataba de un opresivo agujero negro en la profundidad de la tierra. Shh susurr Nika. Te van a or. Tienes que irte. No puedo. Tengo que ayudarte. No hay nada que puedas hacer por m. Ya no. Por favor, Nika. Djame ayudarte. Nika frunci el ceo con confusin, ladeando la cabeza. Me ves y, sin embargo, todava no me crees. Creer el qu? Nika se gir repentinamente, abriendo los ojos de par en par. Ya vienen. Tienes que irte. No trates de volver. Te encontrarn y os matarn a ambas. Antes que Andra pudiera preguntarle quin vena o lo que quiso decir con ambas, fue empujada fuera de la mente de Nika regresando de nuevo a la habitacin. Nika se movi agitadamente en la cama con los ojos desorbitados y temerosos. Vienen por ella. Andra se trag un grito de angustia y mantuvo sujeta a Nika. De qu ests hablando, cario? Tori. Vienen por ella. Van a hacerle dao otra vez se cogi de la camisa de Andra con un agarre sorprendentemente fuerte. Tienes que ir a buscarla. Salvarla. La puerta del dormitorio se abri tan bruscamente como para hacer un desconchn en la pared. Madoc entr a la carga con la espada desenvainada. Tena la boca torcida en una mueca de furia, y las venas del cuello y los brazos sobresalan totalmente en relieve. Qu demonios le hiciste? exigi. Paul se levant y puso el cuerpo entre Madoc y las mujeres. Estbamos tratando de ayudarla. Menuda ayuda. Estaba durmiendo hace un minuto. Te dije lo que te hara si la despertabas.

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La clara invitacin a cruzar metal contra metal, hizo que los pelos de la nuca de Andra se erizaran. Podras intentarlo dijo Paul. Estoy bien dijo Nika, luchando por sentarse. Andra no iba a permitir que estos hombres se mataran el uno al otro por un simple caso de envenenamiento por testosterona. No estaba segura de lo que estaba haciendo, pero pens que cualquier cosa era mejor que no hacer nada, as que tir del poder de Paul y lo utiliz para apartar de un empujn a ambos hombres con un rgido muro de aire. Los hombres golpearon las paredes del dormitorio con una sacudida y all se quedaron, como si estuviesen pegados con cola. Caray! No esperaba que funcionara tan bien. Basta ya les orden. Vosotros dos vais a calmaros y actuar como seres humanos racionales. No me importa si sois hombres. La voz de Nika tembl desde de la cama. Deberas liberarlos, Andra. No creo que esto sea inteligente. No me importa lo inteligente que es. No van a ir a ninguna parte hasta que est segura de que no van a matarse el uno al otro. La sobrecarga de energa a travs de los miembros la hizo temblar, pero mantendra la presin contra los dos hombres hasta que estuviera segura de que no era peligroso. Paul se tranquiliz en primer lugar, su rostro perdiendo rpidamente la rabia. Nika se desliz de la cama y se acerc hasta donde estaba clavado Madoc gruendo. Pareca ahora estar ms estable sobre sus pies. Ms fuerte. Tal vez lo que haba hecho le haba ayudado de alguna manera, aunque Andra no tena ni idea de lo que haba hecho para ayudar. Paul se frot el hombro como si le doliera mientras el orgullo brillaba en su rostro. Esa fue una maldita hazaa. No saba que podas hacer eso. Ni yo dijo Andra. Nika puso la mano sobre el pecho de Madoc y su cuerpo se qued inmvil, como si temiera daarla si respiraba. Vuelve a la cama le dijo bruscamente. No hasta que te calmes. Voy a patearte el culo, si no vuelves a la cama. No, no lo hars dijo Nika con total confianza. T nunca me golpearas. Yo no lo provocara le advirti Paul.

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Los ojos verdes de Madoc se iluminaron con una promesa de violencia. Escucha a los adultos, dulce, o terminars lamentndolo. Soy un adulto dijo Nika. Madoc resopl. Esto no iba a acabar bien. Andra se acerc a su hermana antes de que ella pinchara demasiadas veces a la fiera enjaulada. Tom a Nika por los hombros y la llev de regreso a la cama. l tiene razn. No deberas estar todava levantada y caminando. Sigues estando dbil. Me siento mejor desde que com dijo Nika. Comiste? pregunt Andra. La banda de miedo alrededor del pecho se afloj un poco, dejndole espacio para respirar. Esa es una gran noticia, cario. Nika mir hacia donde estaba clavado Madoc. l me ayud. Tanto Paul como Andra miraron a Madoc en estado de shock. l tena razn. La haba obligado a comer. Cmo lo hizo? En agradecimiento, Andra dej que la fuerza de sujecin contra la pared se disipara. No trat de abalanzarse sobre ella o atacarla, aunque la miraba como si lo deseara ardientemente. Sus grandes puos se abran y cerraban repetidas veces, haciendo crujir los huesos cuando se movan. Ahora voy a irme. Que ninguno de vosotros me sigua apunt con el grueso dedo a Nika. Especialmente t. Sali de la habitacin, cerrando la puerta tras l. Nika se dej caer sobre las almohadas. Estaba plida, pero la fiereza en sus ojos se haba desvanecido. Por ahora. Andra tomara el regalo sin preguntar y lo atesorara el tiempo que tuviera con su hermana tanto como durara. Crees que podras comer un poco ms? Nika sacudi la cabeza. Los prpados cados. Ahora no. Tengo que dormir ms. Tal vez ms tarde. Andra la retir el pelo blanco hacia atrs y sinti que su cuerpo se aflojaba y se deslizaba casi instantneamente en el sueo. No s lo que hicimos, pero parece haber ayudado dijo Andra. Paul segua observando el camino por el que Madoc se haba ido, con mirada especulativa. No estoy seguro de que hiciramos nada le dijo l. Quiero decir, me encantara decir lo contrario, pero estara mintiendo.

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Otro fracaso, pero este casi no escoca tan psimamente como si hubiera sido de cualquier otra forma. No le importaba cmo Nika consigui la ayuda, con tal de que la tuviera. Pareca lcida en este momento. Paul segua mirando la puerta, con el ceo fruncido. S que lo pareca. Y comi. Eso es ms de lo que yo esperaba. Crees que ya es seguro moverla? l asinti con la cabeza. Vamos a ver cmo se siente cuando se despierte, pero creo que sera ms seguro trasladarla a Dabyr que quedarse aqu otra noche. Adems, Sibyl est esperando. Ella quera que estuvieras all esta noche, as que ya vamos con retraso. Si viajamos durante el da, los monstruos no nos pueden encontrar, verdad? Correcto. Saldremos por la maana, entonces se inclin y bes la cabeza de Nika. Has odo eso, nena? Vas a estar bien. Vamos a conseguir ayuda.

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El sol se estaba ocultando en el horizonte en el mismo momento en que


Paul lleg con la camioneta de Andra a la puerta del recinto centinela, al que l consideraba su hogar. Dabyr. La fortaleza de los guerreros. Andra y Nika haban dormido la mayor parte del trayecto hacia aqu, y l odiaba tener que despertarlas ahora. Andra se vea tan bonita durmiendo, sus mejillas sonrosadas, el corto pelo alborotado alrededor de su rostro y su exuberante boca separada como si esperara un beso. Sonri hacia la cmara, sabiendo que Nicholas estara de servicio, desliz la tarjeta de identificacin en la ranura y esper a que las puertas se abrieran. Paul aparc la camioneta en su plaza del garaje. El complejo era una extraa combinacin de estacin de esqu y base militar. Las paredes de piedras del edificio principal brillaban rosadas con la ltima luz del da, y en este momento, Dabyr se llenaba de actividad. Ms de quinientas almas consideraban este lugar su hogar, y entre ellos estaban los Theronai, Sanguinar, y algunos de los Gerai, los seres humanos que servan a su causa. Paul apag el motor de la furgoneta y acarici la mejilla de Andra para despertarla. Su piel era tan clida y suave para las manos llenas de cicatrices de los combates, que el estremecimiento de placer que le corri por el brazo

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slo intensific la sensacin. Todava no poda creer que fuera suya al menos durante dos das ms. Andra suspir y ech atrs la cabeza, ofrecindole a Paul ms de la suave piel para acariciar. l saba cmo aprovecharse de una buena situacin, pero el orgullo lo detuvo, aunque sin poder evitar deslizar un dedo sobre la luceria. En las horas que haban necesitado para llegar, los colores se haban definido an ms, sus remolinos cada vez ms lentos y relajados. El golpeteo de nudillos en el cristal sacudi a Paul fuera de la feliz ensoacin, apartando la mano como si le hubieran pillado haciendo algo indebido. Morgan Valens estaba de pie, en el exterior de la puerta del conductor, lanzndole a Paul una conocedora sonrisa burlona. Los blancos dientes destacaban en contraste con la piel morena de Morgan. Su herencia egipcia era evidente en la remarcada boca y los rasgados ojos castaos. Las mujeres adoraban a Morgan. Paul haba odo murmurar acerca de su resistencia y destreza en la cama, y lo ltimo que quera era que Morgan fuera lo primero que Andra viera cuando se despertara. No necesitaba ese tipo de competencia. Paul baj la ventanilla. Qu quieres? pregunt un poco ms bruscamente de lo que su amigo se mereca. Nika se movi de su sueo, dejando escapar un sonido suave, gimoteando. Morgan se inclin para as poder ver mejor a las mujeres. Joseph est buscndote. Est molesto porque ayer no informaste. S, bueno, l puede estar molesto. Yo estaba ocupado. Morgan atisb la forma durmiente de Andra, y Paul interpuso el cuerpo para bloquearle la visin. Ocupado. Ya veo. Dos mujeres sin duda le harn eso a un hombre. Ellas necesitan nuestra ayuda. Nika estaba demasiado dbil para viajar ayer, si no hubiramos estado aqu antes. Como Sibyl le haba pedido. No estaba deseando enfrentarse a su disgusto. Es mejor que se lo digas a Joseph antes de que ponga tu culo haciendo guardia en el permetro durante la temporada de lluvias. Creo que har una excepcin esta vez. Morgan sacudi la cabeza con asombro, los ojos deslizndose sobre la luceria que adornaba el cuello de Andra. Otra hembra Theronai. Este lugar ya se ha vuelto loco desde que Helen lleg. Una vez que los hombres se enteren de que hay otra

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Les dar esperanzas dijo Paul.

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Enviar a los pocos que quedan aqu corriendo a los cuatro vientos, en busca de sus propias mujeres. Significa eso que te quedars aqu mientras todos los dems van de bsqueda? La puerta de un coche se cerr con fuerza, seguida de cerca por una segunda. El sonido hizo eco en las gruesas paredes de hormign del gigantesco garaje. Madoc deba haber llegado justo detrs de ellos. Diablos, no. No, a menos que a una de ellas se le ocurra aparecer por casualidad antes de que termine de hacer el equipaje Morgan seal con la cabeza hacia Nika. Ella est bien? Espero que s. Quieres que la lleve al interior? Ser verdaderamente suave para que no se despierte. Tcala y muere, Romeo dijo Madoc detrs de Morgan. Logan estaba junto a l, con semblante un poco verde. Nos alcanzaste rpido dijo Paul. Madoc haba esperado a Logan para alimentarle antes de seguir a Paul y las mujeres. Tenan que haber llegado, al menos, una hora despus de Paul. Conduces como un viejo dijo Madoc. No argument Logan. T conduces como un loco. Yo, felizmente te hubiera dejado en cualquier lugar que t quisieras, sanguijuela. A la luz del da? Que caballeroso eres dijo Logan. Madoc le dedic una sonrisa llena de dientes afilados. Por mucho que me encante tu compaa, me voy adentro. Tengo trabajo que hacer Logan se march hacia la entrada de la sala principal. Andra cambi de posicin al lado de Paul, frotndose contra el muslo. Se despert lentamente, el cuerpo al principio, y Paul no poda hacer nada excepto mirar. Ella estir las largas piernas, luego los brazos, luego se enderez tanto como la cabina de la furgoneta se lo permita antes de molestarse en abrir los ojos. El espectculo que, sin saberlo, presentaba con ese encantador estiramiento hizo que cada hombre all la mirara fijamente. l se movi para que ella no estuviera a la vista, al menos para nadie que no fuera l. Dnde estamos? pregunt en un bostezo. En casa.

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l no dijo de quin. Esperaba ms de lo debido que fuera de ella, tanto como ella sera suya muy pronto. Ya? Qu rpido! mir a Nika y apret la mano contra la frente de su hermana. Nika no se movi. Ha estado durmiendo todo el tiempo? S. Pero, ha estado haciendo algunos ruidos. Madoc rode la furgoneta, el sonido de sus ruidosas y pesadas botas retumbando sobre el cemento. Qu clase de ruidos? pregunt Andra. Nada horrible dijo Paul cuando Madoc abri la puerta lateral de los pasajeros. Los gemidos haban estado partindole el corazn, pero no senta la necesidad de compartir esa informacin con Andra. Andra, este es Morgan Valens. Encantada de conocerlo dijo a travs de la ventanilla abierta. Morgan sonri, baj la cabeza en una pequea reverencia formal, y le ofreci la mano. Es un placer, mi seora. Ella le dio la mano con un breve apretn y los ojos de Paul se fijaron en la luceria de Morgan, buscando la ms mnima seal de que pudieran ser compatibles. Nada cambi, y Paul dej escapar en silencio un suspiro de alivio. La sonrisa de Morgan se desvaneci cuando se dio cuenta de lo mismo. Ella no poda salvarlo. Cundo es su ceremonia? pregunt Morgan. Todava no estoy seguro. Qu ceremonia? pregunt Andra, frunciendo el ceo. Algo que hacemos para las mujeres como t. No te preocupes por nada. Madoc desabroch el cinturn de seguridad de Nika y desliz los brazos por debajo de su cuerpo. Adnde la lleva? pregunt l. La puedo llevar yo dijo Andra, frotndose la cara con las manos como si tratara de despertarse. No tienes que molestarte. Madoc resopl. Ella no pesa lo suficiente como para ser una molestia. Por dnde? Andra dej escapar un suspiro de resignacin. Donde quiera que estn las instalaciones mdicas, supongo.

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Nuestros mdicos visitan a domicilio dijo Paul. Tenemos una enfermera, pero no creo que a ella le gustara. Demasiado estril y fra. Se sentir ms cmoda si t ests cerca. Dnde me quedar? Paul baj la voz. Yo esperaba que te quedaras en mi habitacin preferentemente desnuda, pero aceptara lo que pudiera conseguir. Ella se sonroj como si le hubiera ledo el pensamiento, lo que hizo que Paul soltara una carcajada. Tal vez ella tena una veta de timidez en algn lugar despus de todo. Andra inspir y expir con aire de indiferencia. Vamos a la habitacin de Paul. Sabes el camino? Madoc no respondi, pero cambi de direccin llevndose en brazos a Nika hacia la puerta. Le har saber a Joseph que has llegado dijo Morgan. Pero ir despacio para que tengas ocasin de instalarte le gui un ojo a Andra y corri tras Madoc, abrindole la puerta para que no tuviera que empujar a Nika. Andra todava estaba ruborizada, lo cual decidi Paul, era una buena apariencia para ella. Especialmente cuando su rubor se extendiera por sus desnudos pechos y abdomen, siendo l la causa de ello. La puerta del edificio principal se cerr detrs de los hombres, dejndolos a solas. Paul la tom de la mano y desliz la punta de los dedos por la sedosa piel. Aqu habr un montn de gente que quiera conocerte. Especialmente nuestros hombres. Todos ellos querrn hacerte su juramento. Esa es la ceremonia de la que Morgan estaba hablando. Me reunir con quien quieras, y dejar que todos ellos se golpeen el pecho o se corten a s mismos o lo que sea necesario para conseguir ayuda para Nika. Me imagin que era eso lo que sentas. Simplemente, no quera que te cogiera por sorpresa. Te ha sucedido muchas cosas en un tiempo realmente corto. Ella gir la mano y entrelaz los dedos con los de l. Su agarre era apretado, casi desesperado. Soy dura. No te preocupes por m. Lo siento. Es mi trabajo. Adems, alguien tiene que hacerlo.

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Ella apart la mirada, pero no antes de que l pudiera ver el brillo de las lgrimas iluminndole los ojos. Debemos irnos. No me gusta dejar sola a Nika. No est sola. Madoc est con ella dijo Paul, y despus de sus palabras, se dio cuenta de la connotacin. Correcto. Debemos irnos.

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Paul a travs del tnel subterrneo que conduca del garaje a lo que l llamaba saln principal. No estaba segura de que saln fuera la palabra correcta para una habitacin con el techo de cristal a quince metros sobre las cabezas y suficiente espacio para albergar un campo de ftbol. Los salones eran oscuros, largos y esculidos, no enormes, brillantes y llenos de plantas vivas en cada rincn. La habitacin estaba dividida en secciones. La mitad tenia mesas desparejadas de cocina, con asientos de dos a doce. Cada mesa estaba decorada con un jarrn de flores frescas y un brillante y alegre mantel amarillo. La otra mitad de la habitacin estaba separada en dos zonas ms, una con una enorme televisin y un montn de sillones mullidos, y la otra con una mesa de billar y varios sistemas de videojuegos conectados a ms televisiones grandes. Varios nios holgazaneaban por all, y un par de adultos estaban tomando caf, vigilndolo todo. Cuando Andra entr, todos dejaron lo que estaban haciendo y la miraron. Qu es este lugar? le pregunt a Paul. Lo llamamos Dabyr. Es el hogar de cerca de quinientos hombres, mujeres y nios. Te refieres a que esos nios viven aqu? No es solo un lugar de vacaciones? Correcto. Por qu? Algunos porque sus padres viven aqu, aunque la mayora son hurfanos a nuestro cuidado. Hoy es da de escuela, pero ahora que la jornada escolar ha terminado, pasan el rato y hacen cosas de chicos. Pero es verano. Paul sonri. Nos gusta mantenerlos ocupados para que se mantengan fuera de los problemas. No me parece que estn causando ningn problema dijo Andra.

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Eso es normalmente cuando estn en su peor momento. Especialmente los adolescentes. Siempre estn planeando algo, luchando contra los confines de este lugar. Me hubiera gustado tener un lugar como este para ir cuando era una nia. Dices eso ahora, pero muchos de esos chicos no tienen eleccin sobre estar aqu. Pueden estar aqu, o pueden morir cuando los Synestryn les cacen para comer. Ese tipo de cosas rechina sobre los adolescentes ms rebeldes. Los hacen de otra clase? pregunt ella. No desde que he estado vivo. Pasaron a travs de la zona del comedor y giraron a la derecha, entrando en un largo pasillo. Dnde vamos? Pens que deberamos comprobar para asegurarnos que Nika se ha instalado en mis habitaciones antes de ir a ver a Joseph Rayd. Sus amplios hombros extendan el tejido de punto gris de la camiseta, dejndola ver los deliciosos bultos de los msculos de su espalda. Su pelo rubio oscuro estaba alborotado, y desde su vista lateral poda decir que l tena una desesperada necesidad de un afeitado. O tal vez no. Los suaves araazos de esa barba sobre la piel poda ser una especie de dolor placentero, del tipo del que una mujer definitivamente podra acostumbrarse. Paul saba lo que estaba haciendo cuando se trataba de darla placer. Quin es Joseph Rayd? El desafortunado bastardo que fue elegido para liderarnos. Nos tiene a todos firmes, como nadie puede hacerlo. Necesitar saber sobre ti y Nika. Va a aceptar ayudarla, verdad? Lo har. Nika es una de nosotros ahora. Andra dej escapar un lento suspiro de alivio. Estaba segura que si alguien poda ayudar a Nika, seria esa gente. Paul la llev por otro largo pasillo que le record al de un hotel. Puertas alineadas a cada lado, aunque estaban ms separadas que en cualquier hotel que hubiera estado. En una puerta cerca del final del pasillo, l desliz una tarjeta llave en la cerradura y le abri la puerta para que pasara ella primero. Andra se sorprendi al encontrar que a pesar de que pareca una habitacin de hotel desde el exterior, en el interior pareca un hogar normal. El lugar era pulcro, con unas pocas piezas de arte en las paredes, todas de paisajes marinos. Una pared estaba llena de estantes que se quejaban por el peso de cientos de libros. El sof y el silln a juego estaban gastados, pero parecan cmodos, y la televisin de pantalla plana casi llenaba una pared

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ella sola. Una pequea cocina estaba metida en un rincn, con una mesa redonda y dos sillas ocupando el espacio. Te llev bastante tiempo dijo Madoc en voz baja. Silenciosamente cerr la puerta por la que acababa de salir, sin que hiciera ni un click. En la mano tena un vaso de agua vaco. Cmo entraste en mis habitaciones? pregunt Paul. Morgan tiene a Nicholas abriendo la cerradura remotamente. Madoc fue a la cocina de Paul y agach la cabeza para mirar en la nevera. Andra seal con la cabeza el vaso. Le diste de beber? S. Sin embargo, est durmiendo de nuevo. Bien. Dnde fue Morgan? pregunt Andra. Madoc sac una cerveza, la abri y tom un largo trago de la botella. Estoy seguro que fue a decirle a todos que hemos encontrado dos mujeres ms. Este lugar se va a llenar de hombres dentro de una hora. Tengo que ir a ver a Joseph dijo Paul. Entonces me quedar aqu con Nika. Madoc sac una silla de la pequea mesa de la cocina y apretuj el cuerpo en el estrecho espacio. Se ech hacia atrs y se acomod, como si no estuviera planeando dejarla en un corto plazo. Paul asinti a regaadientes. Bien. Qudate se volvi hacia a Andra. Tambin, deberas quedarte aqu. Creo que debera hablar con ese tipo de lder, contigo. Solo en caso de que necesite cualquier cosa para convencerlo para ayudar a Nika. Paul apret la boca. No creo que eso vaya a ser un problema. Tal vez no, pero si voy, entonces podr asegurarme de que no lo es. Haz lo que quieras. Andra dej caer la bolsa de viaje y sigui a Paul a la puerta. l abri y la sostuvo para que ella saliera. Cuando volvi al pasillo estilo hotel, se volvi a sorprender con el hecho de que no estaban en alguna casa de los suburbios. Y entonces se sorprendi incluso ms cuando colision con el pecho de un hombre que vena por el pasillo. Andra rebot contra el hombre y Paul la estabiliz antes de que se cayera de culo y se humillara ms. Las manos de Paul fueron sorprendentemente fuertes, incluso para un tipo tan grande como era, y a pesar que ella se mantuvo en pie, no la solt. Mantuvo un flojo asidero sobre

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su cintura y codo, y su contacto la provoc una oleada de calor que la atraves el estmago. Ella saba que debera apartarse, pero se senta demasiado bien ser tocada por sus fuertes y capaces manos. Haba visto lo que el hombre poda hacer con una espada -la brutal letalidad de la que era capaz- pero ahora mismo, todo lo que senta era dulzura, calidez y alborotados hormigueos en espiral en el vientre. Joseph dijo Paul como saludo. Me gustara que conocieras a Andra Madison. Joseph era ms alto que Paul, cerca de dos metros. Tena hombros anchos, pero estaban inclinados, como si llevaran el peso de una carga invisible. Tena profundas lneas de preocupacin grabadas en el hermoso rostro, y los ojos castaos estaban hundidos y bordeados de rojo por falta de sueo. El corto pelo oscuro tenia canas en las sienes, y pareca que haba dormido con las ropas que llevaba. En ms de una ocasin. Andra automticamente tendi la mano en seal de saludo y sinti a Paul tensarse a su lado. Joseph le dio la mano con un firme apretn. Es maravilloso conocerte, mi seora. Mi seora? Andra mir hacia atrs slo para asegurarse que l no estaba hablndole a alguien ms. Uh. Gracias. Es un trmino formal. No te preocupes. Te acostumbraras a eso. S, claro. Cuando Joseph la solt la mano, Paul se relaj, aunque ella pudo ver su intensa mirada escrutando a Joseph como si buscara algo. Andra ignor la rareza de Paul. Tal vez esos dos no estaban en los mejores trminos. Realmente no le importaba mientras l pudiera ayudar a Nika. Sabes por qu estamos aqu? Joseph asinti, pero estaba fruncindole el ceo al anillo de su mano izquierda, el que todos esos hombres parecan llevar. He odo que tu hermana est enferma. Morgan dijo que estaba peligrosamente delgada. Ella esta en problemas. Las mejillas de Andra se encendieron de vergenza, no porque su hermana estuviera enferma, sino porque Andra hubiera dejado que sucediera. Era su fracaso el que casi haba matado a Nika. Es su mente la que est en ms riesgo, Joseph dijo Paul. Lleva viviendo con eso durante ocho aos. Joseph abri la boca con conmocin. No puede ser correcto. Ocho aos? Y todava est viva?

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Es fuerte dijo Andra. No lo parece ahora, pero es una luchadora. Intenta duramente superar las imgenes en su cabeza. Ha estado en terapia durante aos, pero nada parece ayudar. Por supuesto que no. Las terapias humanas no haran nada para ayudarla. Voy a llamar a Tynan. Joseph se sac el mvil del bolsillo. Logan dijo que estaba demasiado dbil para que ella le diera su sangre. Entonces encontraremos otra manera. No la vamos a dejar morir. Es demasiado valiosa. Andra no estaba segura de que quera decir con eso, pero si pensaba que era valiosa, y eso le haca actuar ms rpido, entonces eso vala para ella. Todos los hombres quieren verla y tocarla dijo Paul. Creo que eso solo empeorara las cosas. Andra agarr el brazo de Paul. No voy a dejar que un puado de hombres desfilen a travs de su habitacin manosendola. Paul ahuec la mejilla de Andra. Por supuesto que no. Pero tienes que entender lo mucho que esos hombres estn sufriendo. Si es compatible con uno o ms de ellos, de la manera que t lo eres conmigo, podra ser otra forma de ayudarla. Andra estaba rota. Quera hacer cualquier cosa que pudiera por Nika, pero haba visto como eran esas personas. Eran agresivos, exigentes. Asustaban. Al menos, as sera para Nika. Viste la forma en que ella reaccion a Logan. Parece estar bien con Madoc dijo Paul. Las oscuras cejas de Joseph se elevaron. No creers que? No. Lo comprob. Su luceria no reaccion a ella. De hecho, los colores desparecieron dijo esta ultima parte como si tuviera algn tipo de significado especial. Crees que tenemos que vigilarle? pregunt Joseph. S. S que nunca la daara mientras su marca de vida resista, pero una vez que est seco Tendr a Nicholas manteniendo un ojo electrnico sobre l. Sus cmaras de seguridad lo recogen todo. Andra miraba a ambos hombres, intentando averiguar sobre lo que estaban hablando.

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Chicos, estis diciendo que Nika podra estar en peligro con Madoc? Estoy seguro que l est bien ahora. Slo se est quedando sin tiempo. Est murindose? Paul abri la boca y la cerr de nuevo como si tratara de decidir qu decir. S, pero no es contagioso. Solo necesitamos estar atentos de los signos que muestren que l est cambiando. Volvindose ms oscuro. El hombre ya est enfadado sin los signos. Me vuelvo dentro con mi hermana. Necesitamos hablar, Paul dijo Joseph. Paul le dio a Andra la tarjeta llave. Volver tan pronto como pueda. No te preocupes. No voy a necesitar tu ayuda con esto. Andra volvi a las habitaciones y encontr a Madoc en la puerta de la habitacin de Nika. l llenaba el espacio, as que apenas poda ver a su hermana durmiendo plcidamente en la cama. Pero lo estaba, y algo en el interior de Andra se solt y relaj. Qu ests haciendo? exigi Andra en un susurro. Madoc se dio la vuelta como si no la hubiera odo acercarse. Frunci el ceo y cerr la puerta antes de avanzar ms all de ella, ignorando su pregunta. No me ignores. Te he preguntado qu ests haciendo. Solo estaba vigilndola. Paul dice que te ests muriendo, y son como que antes de que lo hagas ibas a convertirte en algo desagradable. Es verdad? Lo suficiente cerca. Se dej caer al sof y encendi la tele. Andra le arrebat el mando a distancia y la apag. El aspecto amenazador que cruz su cara la hizo detenerse, pero no dio marcha atrs. Quiero que te mantengas alejado de ella. Muy lejos. Que infiernos crees que voy a hacer, seora? No lo s, y eso es el problema. No s nada sobre vosotros chicos o que hacis o de lo que sois capaces. Lo que s s, es que Paul est preocupado, lo que debe ser malo, porque sabe cmo manejarte. Nika no. Ests jodidamente loca si crees que voy a hacer nada slo porque lo digas.

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Soy su hermana. Es mi responsabilidad. Puedo no ser capaz de ganarte en una lucha limpia, pero si no te apartas, te encontrar y te matar mientras duermes. Est claro? Madoc se levant lentamente del sof, con los msculos agarrotados en las poderosas piernas. Una luz realmente aterradora brill dentro de los salvajes ojos verdes. Tan enfadado como estaba en el exterior, en el interior era peor. Mucho, mucho peor. Haba algo oscuro all. Algo peligroso al acecho detrs de la fachada que le mostraba al mundo. Su voz se redujo a una amenaza baja y tranquila: Sintete libre para venir y lograr tu mejor tiro. Habitacin dos-diecinueve. Dejar mi puerta sin cerrar. Pero ya que quieres que seamos claros, si vienes, estars en mi territorio. Mis reglas. No voy a jugar limpio. Qu se supone que significa eso? Significa que si quiero ver a Nika, no hay una jodida cosa que puedas hacer para detenerme. Y si lo intentas, te arrepentirs. Ella es demasiado buena para ti. Madoc se estremeci, pero lo encubri rpidamente. Tambin es demasiado buena para ti, aparentemente. Estabas all la noche que eso le sucedi, no? Que. Te. Jodan. Madoc la dedic una sonrisa burlona. Cada vez que quieras. Mantente lejos de ella. Es demasiado inocente para protegerse de gente como t. Al menos soy capaz de mantenerla a salvo. Protegerla. T ni siquiera puedes hacerla comer. Oh, Dios. Tena razn. Andra se senta como si la hubieran golpeado, pero intent no dejarle verlo. La traje aqu, no? Paul se asegurar de que est a salvo. Madoc resopl. Paul solo la est ayudando para meterse en tus pantalones. Mantenerte con el collar. Si crees algo mas, ests llena de mierda. La mano de Andra fue a la luceria alrededor del cuello. Estaba vibrando ahora, clida bajo el contacto. Un segundo despus, la puerta de las habitaciones de Paul se abri bruscamente y Paul y Joseph entraron armados con sus espadas en las manos. Qu infiernos est pasando? exigi Paul. Madoc dio un paso atrs.

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Ya me iba. Parece que ya no se me quiere aqu. Paul tena el color subido, y pareca como si estuviera listo para derribar a Madoc. Te hizo dao? Andra tuvo que tragar para encontrar la voz. No. Estoy bien. Simplemente no le quiero ms alrededor de Nika. Te he odo la primera vez gru Madoc. Se abri paso a travs de los dos hombres armados y abandon la habitacin. Paul lleg hasta Andra y la abraz. Ests segura que no te hizo dao? S. Solo me molest. La bes en la sien y apret el abrazo. l es bueno en eso. Joseph se aclar la garganta. Voy a comprobar esa cosa sobre la que me preguntaste, Paul. Gracias. Nos pondremos al da despus. Joseph sali y cerr la puerta tras l. Paul la levant el rostro para que le mirara. Pude sentir tu pena tan clara como si hubiera sido la ma propia. Qu te dijo? Nada que no me haya dicho a m misma mil veces. Olvdalo. Eso no va a suceder. Me mata verte sufrir. Su tono era tan dulce, tan carioso, que la iba a hacer llorar. Ella se apart de l antes de que pudiera hacer eso. Solo djalo ir. Quiero saber que vamos a hacer por Nika. Paul tens la mandbula de frustracin, y tom un profundo aliento. Tynan est en camino y Joseph est yendo a solicitar una audiencia con Sibyl. Bien. Eso es bueno, verdad? S. Eso es bueno. Vamos a cuidar de ella. Madoc dice que solo estas ayudando a Nika para llegar a m. Madoc es un imbcil. Eso no significa que no tenga razn dijo Andra. Paul se sent en el sof y tir de ella a su lado.

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Aunque nunca te hubiera conocido, todava estara haciendo todo lo posible para salvar a Nika. Porque es valiosa para ti? Porque eso es lo que hago. Eso es lo que todos nosotros hacemos. Cada uno de nosotros ha tomado un voto de proteger a los humanos de los Synestryn. As que incluso si ella no fuera una de los nuestros, todava estara aqu, luchando por ella. Esa es la razn por la que existo. Andra senta la verdad de sus palabras resonando a travs del vnculo. Sinti su conviccin, su honestidad, envolvindola y apretndola fuertemente. Se senta tan bien no estar sola. Incluso si era slo por unos pocos das. La ardieron los ojos, y no poda parpadear lo suficientemente rpido para hacer disipar las lgrimas. Una se desliz por la mejilla, y se volvi para que Paul no pudiera ver su debilidad. No le dijo a ella. No te apartes de m. No tienes que ser fuerte y controlada todo el tiempo. S, tengo que serlo. Tengo que seguir entera. Por favor intenta entenderlo. l se qued callado durante un momento, y ella pudo sentir algo de su frustracin pulsando a travs del enlace. No disfrutaba frustrndole, pero saba que si se agrietaba ahora, se rompera ampliamente y se destruira. Tena que mantenerse fuerte. Qu tal si nos busco algo de comer? Te doy unos pocos minutos a solas? Andra asinti. Eso estara bien. Alguna peticin? Sorprndeme.

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Cuando la puerta de la habitacin de Torr se abri, l saba que sera


ella. Grace Norman. Era la ltima persona en la faz de la tierra que quera que lo viera as, tan impotente como un beb. Si su cuerpo no hubiera sido una pila de carne sin valor, simplemente se hubiera reunido con ella en la puerta y suavemente la hubiera mandado a otra parte. Era una criatura tmida, y no le habra tomado demasiado hacerla huir. Al menos, era tmida con los dems. No con l. Estaba paralizado desde el cuello, incapaz de daar una mosca. Nadie le temera ms. Ni siquiera poda sostener su espada, mucho menos balancearla.

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Grace le ofreci una sonrisa alegre cuando entr en la habitacin llevando una caja de plstico llena de sus instrumentos de tortura. Cmo estas hoy? pregunt ella. Se desliz por el suelo con silenciosos pasos. Su nombre le iba bien, pero Torr estaba seguro que sus naturalmente rpidos y elegantes movimientos no eran producto de largas horas de clases de danza. Lo que l haba aprendido sobre ella, era que haba aprendido a esquivar puos y botellas que volaban desde una edad temprana. Nunca ms. Su padrastro se estaba pudriendo en un agujero en el suelo, y ella estaba a salvo aqu. Dese decirse que aliviara el nudo de tensin que senta entre ellos cada vez que la vea, pero no lo hizo. De alguna manera no era suficiente. Quera hacer ms. Por otra parte, esa era la historia de su vida esos das. No poda ni siquiera alimentarse, mucho menos proteger a Grace de amenazas imaginarias. Estoy cansado. Vete la gru. Ella hizo un chasquido con la lengua. No eres agradable, Torr. Estoy aqu para ayudarte, lo desees o no. Ella era una cosa tan bonita, especialmente cuando sonrea. La sonrisa nunca toc sus tristes ojos marrones, pero se haba acostumbrado a eso en las ltimas semanas. Vena a verle cada da, y nada de lo que l dijera o hiciera la ahuyentaba. Enva a otra persona dijo l. El halo de rizado pelo negro alrededor de su cabeza la haca parecer ms joven de sus veintids aos. Debera haber sido capaz de verla como una nia, teniendo en cuenta que l estaba cerca de los cuatrocientos, pero con ella, eso simplemente no suceda. Era una mujer -una que encontraba tan sexy como el infierno- y eso era parte del problema. Haba demasiadas cosas en su vida que quera ahora y no poda tener. No apreciaba la adicin de ella al montn. Por qu? pregunt ella. No crees que se lo que estoy haciendo? Por supuesto que ella lo haca. Ella sabia cuan desesperado estaba. Saba que estara paralizado durante el resto de su muy larga vida, y se compadeca de l. Eso era por lo qu estaba ella aqu. Era demasiado amable para no actuar con esa piedad. No tengo tiempo para esto dijo l. Ella sigui sonriendo y puso la caja sobre la mesa cerca de la silla de ruedas. No seas un beb. No voy a hacerte dao.

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Por supuesto que no. No puedo sentir una maldita cosa. De acuerdo, Sr. Calzones Irritables. S as. Todava no me voy a ir. Tengo una hora antes de que comience mi turno. No haba nada que pudiera hacer para detenerla. Estaba dbil. Indefenso. Si le hubiera quedado algn tipo de fuerza, la habra usado para ponerle fin a su miserable vida tan pronto como se dio cuenta de que los Sanguinar eran incapaces de curarlo, antes de que desperdiciaran ms preciosa sangre intentando curarlo. Grace le hizo condujo a la cama, la cual era el punto central de la sala de estar. Todo el equipo que se necesitaba para mantener su lamentable culo limpio y alimentado era demasiado grande para su habitacin, as que ahora viva aqu. Todo el da. Cada da. Anhelaba la libertad tanto que estaba seguro que le desgarrara la mente. Hasta el momento, no haba sido tan afortunado. Has odo las noticias? le pregunt mientras ajustaba la silla hasta que estuvo colocado. Le at con unas correas y manipul la palanca que le acomod de vuelta en la cama. Ese maldito dispositivo hacia fcil para alguien tan pequeo como Grace moverle, pero tambin significaba que ella no necesitaba ninguna ayuda. Significaba que tena que estar a solas con ella. Cuanto ms tiempo estuviera a solas con ella, ms de s mismo se perdera. Su orgullo haba sido la primera cosa en irse. En su lugar haba una ardiente bola de vergenza y humillacin de la que no poda escapar. Qu noticias? pregunt, incapaz de evitar la curiosidad sobre el mundo exterior. Grace desliz las manos en el interior de la cinturilla del pantaln de deporte y se lo quit de las piernas, dejndole en bxers. Ella le mir fijamente un poco demasiado tiempo, hacindole preguntarse en lo feo que se habra convertido su cuerpo mientras la carne se consuma por el desuso. Ella trag saliva visiblemente antes de contestar. Encontraron dos mujeres mas como Helen. Estn aqu. Torr se neg a pensar en lo que eso significaba, o al menos lo intent. Ms mujeres tan pronto despus de Helen? No pareca posible, y sin embargo estaba pasando. Tal vez ella no era una anomala gentica despus de todo. Tal vez sus hermanos podran ser salvados. Las noticias no le hicieron ningn bien, pero aun estaba contento de que el resto de los Theronai tuvieran esperanza. Quieres ir a verlas? pregunt ella.

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No. Ni siquiera considerara nunca ver si alguna de ellas era compatible con el mientras tuviera el cuerpo intil. Y no importaba con que mentiras le alimentaban los Sanguinar, Torr estaba bastante seguro que no tenan ni idea de cmo arreglar su parlisis. Grace elev la cabecera de la cama y luch con su camiseta. Su masa muscular haba comenzado a marchitarse, pero con su corpulencia, todava era una gran carga para que ella maniobrara. Ella no era muy grande, tal vez algo ms que un metro y medio de alto, pero nunca se haba quejado que fuera demasiado pesado. Tambin poda ser que fuera ms fuerte de lo que pareca en el exterior. A diferencia de muchos de sus hermanos, todava tena un buen nmero de hojas en la marca de vida. Siempre se haba sentido bendecido por no estar sufriendo como tantos otros, ahora esa bendicin se haba convertido en maldicin. Quedaban aos antes de que su rbol estuviera seco, lo que obligara a Joseph a terminar con la vida de Torr. Se las arregl para pasarle la camiseta por la cabeza, y l tuvo una agradable vista de sus pechos, suaves y llenos pechos que se escondan tras la ropa holgada. Saba que eran suaves porque ella accidentalmente le roz la mejilla una vez mientras le desvesta. l todava tena sueos con ese inocente accidente, solo que en sus sueos, haba estado desnuda y l haba sido un hombre completo. Siempre se despertaba antes de llegar a la parte realmente buena, pero disfrutaba de la fantasa durante el tiempo que duraba. Ests seguro? pregunt ella. S, estoy seguro. Ni siquiera puedo darles mi voto. Qu posible bien puede hacerme verlas? Ella le pas los dedos por el pelo para alisarlo. Torr apret los dientes contra la sensacin de los dedos sobre la piel. Ella haba pasado horas tocndole -masajendole los msculos y ejercitndole los miembros para que se mantuvieran flexibles- pero nunca haba sentido nada de eso. Acababa de ver las manos deslizndose por las piernas, dejando un rastro brillante de aceite de masajes a su paso. Por todo el bien que eso le haca, ella podra estar frotando el cuerpo de algn otro hombre. Ese pensamiento le llen la cabeza con necesidad de violencia. Quera atacar y aplastar todo a su paso. No es como si lo que quisiera importara de todos modos. No lo s respondi ella. Solo pens que si una de ellas era compatible contigo, tal vez pudiera ayudarte. Sanarme, quieres decir? pregunt en un amargo y enfadado tono. S. Ese pensamiento ha cruzado por mi mente.

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Esa no es la manera en que funciona. Por qu no dejas que las sanguijuelas me traten y te pegas a tus deberes en la cocina. Grace se estremeci como si la hubiera golpeado, y hasta que l lo vio, no pens que pudiera sentirse peor. Haba estado equivocado. Se senta como una total mierda por herir sus sentimientos as. Ella slo intentaba ayudar. Todo el mundo estaba intentando ayudar. No era culpa de ella que estuviera harto de necesitarlo. Lo siento la susurr. No quise decir eso. Ella asinti, pero no le mir a los ojos. Se puso algo de aceite en la palma y frot las manos juntas para calentarlo. l no poda sentir fro, pero ella todava se tomaba el tiempo de ver por su comodidad. Era demasiado amable para estar cerca de l. Era toxico, tan venenoso como la babosa con colmillos gigante que se le haba pegado sobre la columna vertebral y arrebatado la vida. Si ella se quedaba, solo terminara por daarla aun ms. Realmente deseo que solo me dejes solo le dijo a ella, intentando mantener su voz calmada. Sus manos se deslizaron por la pierna hasta la entrepierna. l lo vio, pero no sinti nada. Su mente estaba emocionada por su contacto, pidindole silenciosamente que se moviera hacia arriba y le cogiera la polla con sus hbiles manos, incluso aunque saba que era una intil prdida de tiempo. No lo sentira tampoco. No importaba cuan retorcida estuviera la mente, el cuerpo se negaba a responder. Nunca volvera a conocer el placer de la carne, el ntimo abrazo del cuerpo de una mujer, el caliente deslizarse de piel contra piel. S lo que quieres, pero no me voy. Cuando los Sanguinar averigen como sanarte, vas a estar agradecido que tu cuerpo no est enroscado sobre s mismo. Todava te tomar algo de tiempo recuperar tu fuerza, pero al menos tu cuerpo ser capaz de moverse para que puedas recuperarla. Los Sanguinar no tienen ni idea de cmo sanarme. Son inteligentes. Ellos lo averiguarn. Despus del tipo de vida que has tenido los golpes, ver a tu madre morir de una muerte lenta, como puedes todava tener esperanza? Tengo esperanza por la vida que he tenido. Durante quince aos rec cada noche que alguien viniera a salvarnos a m y a mi hermano del infierno que se haba convertido nuestras vidas. Y entonces llegaste t. Y?

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Y, solo han pasado unas pocas semanas desde que fuiste paralizado. Si yo pude esperar quince aos por un milagro, entonces t puedes. Quince aos? De ninguna manera. No. No puedo. No as. Grace se encogi de hombros y continu masajendole las pantorrillas. No tienes eleccin. No voy a dejar que te rindas. No es tu decisin. Levant la vista para mirarle y las lgrimas brillaron en los tristes ojos marrones. Hasta que te puedas mover, tampoco es la tuya.

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CAPTULO 18

Paul vio a Zach venir por el pasillo hacia l como un ariete. Sus ojos
verdes de leopardo estaban rojos, hundidos por la falta de sueo, y su piel de color marrn claro tena un tono gris enfermizo. Paul no lo haba visto en dos semanas y, en ese tiempo, haba aumentado su delgadez, estaba ms desesperado. Todos los Theronai haban odo los rumores de que posiblemente haba encontrado a su mujer el mes pasado, y que ella haba huido de l. Haba estado buscndola desde entonces. Sin suerte. Dnde estn? exigi Zach. Quines? Las mujeres que trajiste aqu. Necesito verlas. Asegurarme de que no son mi Lexi. Paul sostuvo en alto las manos para detener a Zach, evitando que se moviera. No son Lexi. Te lo prometo. Zach luch contra el agarre de Paul. Puedes estar equivocado. No lo estaba, pero no se lo dijo. En este caso la diplomacia era un mejor y seguro camino de accin. Andra mide 1,78, con el cabello oscuro y corto. Nika mide aproximadamente 1,70 y desde hace mucho tiempo, tiene el pelo blanco. Ambas tienen los ojos azules. Se parecen a Lexi? Los hombros de Zach se hundieron con derrota y la cabeza cay hacia adelante. No. Ella es pequea. No es tan alta. Maldita sea. Lo siento, hombre. S que esto te est matando. Ha habido alguna pista? Un par. Ella siempre se haba ido antes de que yo llegara.

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Es cierto que la marca de sangre que le pusiste no est funcionando? Paul haba odo rumores, pero no los haba credo. S, es verdad. No s cmo lo hizo, pero ha sido capaz de bloquearla de alguna manera. Paul puso la mano sobre el hombro de su hermano. Estoy seguro de que la encontrars. O morir en el intento dijo Zach, y se dio la vuelta regresando por donde haba venido. Paul clav los ojos en su amigo, al verlo prcticamente tambalearse. Zach siempre haba sido orgulloso y fuerte, y ahora estaba reducido a una desesperada confusin. Y slo haba pasado algunos momentos con Lexi. Paul haba estado con Andra durante dos das. Si ella se alejaba de l, iba a sufrir mucho ms que Zach antes de morir. Al menos, an tena esperanza. Era posible que Andra deseara quedarse. Zach haba sido rechazado categricamente. Era un milagro que todava respirara. Si Zach no encontraba pronto a Lexi, iba a ser otra espada colgada en el Saln de los Cados antes de que pasara mucho ms tiempo. Paul estaba seguro de ello. Otro hermano perdido. El dolor brot en Paul hasta que amenaz con estrangularlo. Se estaban muriendo demasiado rpido. Todos ellos. No slo sus hermanos, tambin los Sanguinar. Incluso haba odo que las filas de los Slayers se estaban extinguiendo a un ritmo alarmante, su reducida descendencia ya no era capaz de soportar la magia que una vez ejercieron. Si algo no cambiaba pronto, los Synestryn iban a ganar e invadir la Tierra. Mataran a cada humano vivo, sin importar lo pequeo que fuera el indicio de poderosa sangre que ellos poseyeran, y usaran ese poder para abrir la puerta al reino de Solarc. No habra nadie para detenerlos. Un problema a la vez. Eso era en lo que necesitaba centrarse. Si pensaba en su futuro, o en la ausencia de l, no sera capaz de seguir adelante, y eso era lo que Andra necesitaba que hiciera. Seguir adelante.

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de terminar de comer, y Andra regres a comprobar el estado de Nika, cuando Paul oy un quedo golpe en la puerta. La abri para encontrarse a Joseph all de pie con Tynan, uno de los Sanguinar.

Acababan

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Paul dud en dejarlos entrar No quera molestar el descanso de Nika, pero ms que eso, no quera a uno de los Sanguinar en ningn lugar cerca de las mujeres. Tynan iba a querer su sangre. Su instinto de proteccin hizo que le fuera difcil aceptarlo, a pesar de saber que Tynan estaba de su lado. Lo siento dijo Joseph. Sibyl ya se ha ido. Cundo va a volver? No lo s. Dej una nota diciendo que deberas haber llegado antes, como ella te pidi. No pude traerla ms pronto. Era demasiado arriesgado para Nika. Ella debera haber sabido eso malditamente bien. Tal vez lo saba. Puedes preguntrselo a ella cuando vuelva. Mientras tanto, he trado a Tynan para ayudar. Tengo que ver a las mujeres dijo Tynan. Paul los dej entrar. No necesitas ver a Andra. Nika es la nica enferma. Tambin debo catalogar la sangre de Andra dijo Tynan. De ninguna jodida manera. Logan ya tom suficiente. Oblgalo a compartir. Todo lo que l tom ya se ha consumido. Utilizado para evitar que los ocupantes del hospital vieran el ataque. Necesitamos ms. Mierda. El demasiado hermoso rostro de Tynan era liso e impasible. Era inhumanamente plido y sus azules ojos descendieron hacia el desnudo cuello de Paul. La has reclamado. Ella es uno de los nuestros ahora. No puedes negar la necesidad de estudiar su sangre. La sangre de Andra. Slo un poco, pero ms de lo que Paul estaba dispuesto a darles. No la necesitas ahora. Tal vez ms tarde. Ms adelante podra ser demasiado tarde dijo Joseph. Uno nunca sabe lo que puede pasar, y tenemos que ser capaces de averiguar de dnde viene. Otra mujer capaz de unirse con nuestros hombres simplemente aparece, con una hermana de sangre, nada menos y ests ah dicindome que no es importante que hagamos un seguimiento de su lnea de sangre? No es importante para m. Las facciones de Joseph se oscurecieron con ira.

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Por supuesto que no. T ya tienes a tu mujer. Qu pasa con el resto de nosotros? Estamos perdiendo terreno da a da y t dificultas el camino de nuestra investigacin de su lnea de sangre? No pens que fueras tan egosta. Paul hizo una mueca. Era egosta, pero la idea de derramar la sangre de Andra y drsela a otro de los Sanguinar era ms de lo que poda soportar. Es su eleccin. No la ma. Su vida est a tu cuidado dijo Tynan. La has reclamado como propia. Quin mejor que t para tomar la decisin de derramar una pequea porcin de su sangre? Con vosotros aqu, cuidando de ella, cmo podra llegar a perjudicarla? Me mataras antes de que tuviera la oportunidad de tomar demasiada. Paul sinti que deslizaba la mano hacia su espada. No hara falta mucho para alcanzarla y agarrarla. Nunca le haba gustado Tynan. Era demasiado falso. Sin demasiadas emociones. Al igual que un reptil. Esto no es negociable, Paul dijo Joseph. No voy a darte a ti o a las mujeres una opcin. Tenemos que saber de dnde vienen y cmo no pudimos encontrarlas hasta ahora, y el nico hombre que puede hacerlo es Tynan. As que llvanos con las mujeres o simplemente aprtate de nuestro camino de una maldita vez, porque esto va a ocurrir. Qu est pasando? pregunt Andra detrs de l. Paul se acerc a ella y coloc el cuerpo delante, en un gesto abiertamente protector. Quieren un poco de tu sangre. Para propsitos de investigacin aclar Joseph. Esperamos encontrar ms informacin acerca de ti, sobre cmo eres capaz de absorber el poder de Paul sin perjuicio. Crees que mi sangre te dir por qu soy una esponja mgica? pregunt ella. Tynan se ri, dejando escapar un melodioso y totalmente inhumano sonido. Encantadora imagen. Apropiada. Pienso que vas a gustarme. Deja de coquetear con mi mujer gru Paul. Tu mujer? pregunt Andra en un tono que era en parte alerta, en parte curiosidad femenina. Paul sinti como le arda la cara. Estaba sobrepasando los lmites. Tena que recordar eso. Ella no le perteneca, no importaba lo mucho que deseara lo contrario. Ella poda hacer lo que quisiera. La idea lo cabre mucho. Paul se hizo a un lado, por lo que ya no estaba protegiendo su cuerpo de la sanguijuela.

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Quieres que succione de ti? Estupendo. Srvete. Uh. Al igual que un vampiro chupasangre? Cmo Logan? Ese tipo de succin? S dijo Paul, sintindose encantado con su apropiado disgusto. No dijeron Joseph y Tynan, al mismo tiempo. Andra mir a los tres hombres y dio un corto paso acercndose a Paul. Lo siento. Me asust dijo a los hombres. Tynan dispar contra ella una fabulosa y hermosa sonrisa de modelo llena de dientes blancos. Es indoloro. Te lo prometo. Eso es lo que dicen todos los vampiros le dijo ella. Encantadora criatura. Espero que tu hermana sea como t. Podramos usar un poco de humor para aligerar el lugar. Todos estos viejos aburridos Theronai son casi tan divertidos como un funeral. Joseph dej escapar un gruido de advertencia. Atrs, sanguijuela. Ves lo que quiero decir? Ninguna diversin en absoluto. Excepto t y yo, querida, podramos divertirnos mucho juntos. La voz de Tynan rezumaba promesas. Dio un paso ms cerca de Andra, y al segundo, Paul desenvain su espada y mantuvo la hoja desnuda delante del demasiado hermoso cuello de Tynan. Ni un paso ms advirti al Sanguinar. Tynan, levant las manos en seal de rendicin, pero no eran las manos las que eran peligrosas. Eran los ojos azules, del tipo que subyuga a las presas y los mantienen as mientras come. Los ojos estaban firmemente fijos en Andra y ella no apartaba la mirada a otro lado. Aparentemente, este es un mal momento dijo Tynan. Cualquier momento es malo para que bebas la sangre de mi mujer dijo Paul. Me ir, pero regresar cuando est ms dispuesta. Estoy seguro de que su hermana aguantar ese tiempo. Puedes ayudar a Nika? pregunt Andra. Por eso estoy aqu. Entonces hazlo extendi los brazos como si le dejara decidir cul de ellos era ms sabroso. Toma tanto como quieras. Slo aydala. A Tynan le brillaron los ojos con hambre.

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Tan generosa. Qu desinteresada. Tu hermana tiene suerte de tenerte. Paul aument la presin sobre la espada. Tambin quiere la sangre de Nika, Andra. No la puede tener. Est demasiado enferma. Tendrs que tomar la ma en su lugar. Esa no es la manera en la que funciona, preciosa dijo Tynan. Voy a necesitar la suya, tambin. Logan dijo que est demasiado dbil. No soy Logan. Mis habilidades son mucho mayores que la suyas, que es por eso por lo que estoy aqu ahora. Basta ya! Grit Joseph. Yo estoy al mando aqu. Todos me elegisteis como lder y hars malditamente bien en aceptar este liderazgo, porque estoy seguro como el infierno que no hago este trabajo para divertirme. Paul mir a Joseph, aturdido. Este exabrupto no era en absoluto propio de l. Ahora dijo Joseph. Tynan va a tomar un poco -y quiero decir un poco- de la sangre de Andra para que podamos tratar de averiguar de dnde viene. Paul, simplemente te vas a sentar y a permitirlo. Y, Tynan, si siento el ms leve indicio de magia saliendo de ti, te cortar el apndice ms cercano con mi espada, probablemente tu cabeza. Puedes quedar con tus compinches sanguijuelas para volver a unirte, si crees que son lo suficientemente buenos. Paul mir a Andra, ignorando las rdenes de Joseph. No le importaba si le expulsaban por desafiarlo. Era su protegida, y no iba a renunciar el da despus de haberle hecho el juramento. Se adelant para que ella slo pudiera verlo a l. Vas a permitir a Tynan tomar un poco de tu sangre? Podemos luchar contra ellos. Los ojos azules de Andra se abrieron con sorpresa. Ests bromeando, verdad? Estoy mortalmente serio. Esas son nuestras dos nicas opciones. No podemos luchar contra estos tipos. Son los buenos, no? Paul asinti con la cabeza. Aunque buenos puede ser un poco exagerado. Estamos en el mismo bando en la guerra, si eso es lo que quieres decir. As es. Adems, l es el nico que puede ayudar a Nika. Har lo que pueda dijo Tynan.

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Andra tom aliento profundamente mientras le deca a Tynan: Est bien. Toma un poco de mi sangre, pero mejor que haya un maldito zumo y galletas esperndome cuando hayas terminado.

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A Andra estaba empezando a no gustarle los vampiros casi tanto como


a Paul y Madoc. Si esto se mantena, iba a estar seca antes de que la semana terminara. Paul se acerc a ella, con la mano en su espada, mientras Andra se sentaba junto a la mesa de la cocina, al lado de Tynan. Joseph se haba excusado para hacerse cargo de algn tipo de emergencia, advirtindole a Tynan que se andara con pies de plomo. Te prometo que no te har dao dijo Tynan, cuando se inclin hacia adelante. Toca su cuello y morirs aqu mismo advirti Paul. Andra levant la vista y no pudo dejar de mirarlo. Nunca lo haba visto con un aspecto tan feroz, ni siquiera cuando se haba enfrentado a los demonios que haban secuestrado a Sammy. Pareca un guerrero decidido a cobrar venganza, casi sin poder controlar la ira. Los anchos hombros bloqueaban la luz de la sala de estar detrs de l, moldeando la silueta de su cuerpo. Las sombras fluan por los lados de la cara, proyectando los masculinos rasgos hacia un rudo relieve. La mandbula estaba apretada y las aletas de la nariz llameaban. Andra le toc el brazo en un intento de calmarlo, pero slo logr hacerle sobresaltarse. Date prisa y termina! le dijo a Tynan. Su brazo, mi seora dijo Tynan. Andra no era la seora de nadie, pero no se detuvo a discutir el punto. No estaba segura de cunto tiempo ms podra resistirse a Paul. Poda sentir su posesividad latiendo a fuego lento a travs de su unin. Andra extendi el brazo. Me prometes que no doler? Tynan la dedic una suave sonrisa que habra hecho derretir las bragas de la mayora de las mujeres. Basta con que me mires a los ojos y todo habr terminado antes de que te des cuenta. No grit Paul. Ella es ma su voz era tan tosca que las palabras apenas fueron descifrables.

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Andra no estaba segura si la posesividad de Paul la halagaba o la molestaba. Si no hubiera sido por su conexin y el miedo que senta por ella saliendo en ondas de l, podra haber estado furiosa con su brbara declaracin. Como fuera, saba que l slo estaba tratando de protegerla de lo que perciba como una amenaza. Si no quieres que le mire, tal vez, deberas ser t el que me distraiga dijo Andra, con lo que esperaba fuera una seductora sonrisa. l se inclin, cogi el corto pelo con el puo de la mano, le reclin la cabeza hacia atrs, y tom posesin de la boca en un abrasador beso. El mundo de Andra se inclin hacia el borde y suspir en su boca. La mano libre se acerc y se envolvi alrededor de su nuca para sujetarlo en el lugar y que no pudiera alejarse esta vez. En algn lugar ms all de la esfera flotante del beso de Paul, Andra apenas era consciente de que la estaban haciendo algo en el otro brazo. No le importaba el qu. La lengua de Paul juguete con su boca abierta y ella sabore su gruido de aprobacin mientras se deslizaba en su interior. Su mano se tens en su pelo -un agradable mordisco de dolor. l la presion la espalda contra la silla, con los labios y la lengua deslizndose sobre ella con una necesidad casi frentica. El vientre de Andra se calent y los miembros se volvieron maleables y dispuestos. La luceria zumb felizmente, resonando con el ronroneo del anillo contra el cuello. Sus clidos dedos se presionaron contra el pulso, y estaba segura de que la zumbante sangre de ah se haba calentado cerca de la ebullicin. La respiracin se la aceler, y ella pudo sentir el ardor del deseo arrollando por el pecho. Todo aparte de ellos dos se desvaneci en insignificancia. Ella nunca haba sentido nada tan devorador antes, y si hubiera quedado algn sitio dentro de su hormigueante cuerpo para el temor, se habra aterrorizado. Este no era el tipo de beso que llegaba al final con cada uno de ellos yendo por caminos separados. Este era el tipo de beso que mezclaba corazones entre s y cambiaba vidas. Haba una especie de magia en eso -una especie de poder- que los teja conjuntamente con delicados zarcillos de necesidad. Andra estaba segura de que no haba nada aparte del desnudo, sudoroso sexo que pudiera apagar el fuego que la arda en el vientre. Estaba totalmente a favor de eso. El cuerpo de Paul se tens con el esfuerzo; entonces ella sinti que empezaba a alejarse. Andra apret el agarre sobre l, usando toda su fuerza para sujetarlo en el lugar. Pero l era ms fuerte y, cogindola de la mano, la mantuvo a raya. Andra qued jadeante, necesitada y dolorida. Ahora que estaban separados, pudo sentir la lujuria de Paul -separada de la suya propiaestrellndose sobre ella en violentas ondas. La deseaba tanto como le haba deseado a l y, sin embargo, se haba detenido.

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Lentamente, a medida que su confusa mente se despejaba, record que tenan audiencia. El rostro de Andra ya estaba ruborizado por la pasin, de modo que estaba segura que nadie notara su sonrojo. Tynan se aclar la garganta con una delicada tos. Yo he, ah, terminado. Andra retir la mano con fuerza y se mir la mueca. Ah no haba nada, excepto inmaculada piel. No sent nada admiti ella. No estoy de acuerdo murmur Tynan. Pero me alegro de no haberte lastimado. Ve a ayudar a Nika orden Paul. Estaba de pie a pocos metros, medio encarado hacia las ventanas. Andra poda ver la expresin de dolor en su semblante, y el rgido control que estaba tratando de mantener. Tynan elev las oscuras cejas. Ests enfermo, Theronai? Estoy bien. Ve a ayudar a Nika. Andra se levant, necesitando tocarle para calmarlo. Trat de alcanzarlo. Pero Paul se apart de un tirn. No te acerques ms, o te tendr desnuda debajo de m sobre el suelo en treinta segundos. No me importa quin est observando. El interior del cuerpo de Andra brillaba tenuemente, con los efectos residuales del beso. La requiri un esfuerzo de voluntad mantener la compostura y evitar dirigir las manos sobre la tensa espalda de Paul. l tiene razn dijo Andra, echndole un vistazo a Tynan. Nika te necesita. Tynan inclin respetuosamente la cabeza. Como quieras. Estars bien? le pregunt ella a Paul, empezando a preocuparse. S. Esto es simplemente la versin de los Sanguinar de una broma. Estar all en un minuto. Andra no estaba rindose. Le dola demasiado para encontrar algo de esto gracioso. Mir el rostro de Tynan y no pudo ver ningn rastro de humor acechando en sus ojos. Dnde est tu hermana? pregunt l. Te lo mostrar.

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Andra llev a Tynan a la habitacin donde estaba descansando Nika. Abri la puerta silenciosamente. Estaba oscuro, por lo que Andra encendi las luces. Nika no se movi, pero haba pasado aos con mdicos y enfermeras invadiendo su sueo, as que a estas alturas probablemente estaba acostumbrada. Estaba tan delgada y frgil, casi esqueltica. El cabello claro se mezclaba con las almohadas de blanco brillante. Las azules venas se extendan a travs de las sienes y sobre el dorso de las manos. Los cardenales de las correas y las intravenosas eran oscuros, desagradables marcas que an no haban comenzado a curar. El destrozado corazn de Andra se abri y sangr por su hermana. Si esto no funcionaba Cunto tiempo ha estado dormida? pregunt l, frunciendo el ceo hacia Nika. Horas. Se despert y tom algo de comer antes de salir de Nebraska, pero se durmi el resto del camino hasta aqu. Madoc le dio un poco de agua cuando llegamos, para irse directa a dormir. Tynan se sent en el borde de la cama. Cogi la huesuda mano con un cuidado exquisito. Los largos dedos revolotearon sobre su pulso por un momento. Cuando mir a Andra, el rostro era sombro. Ya no est durmiendo. Est inconsciente.

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Andra cerr las rodillas para evitar caerse.


Ests seguro? Pens que estaba mejorando cuando Madoc consigui que comiera. Nunca me habra apartado de su lado si hubiese pensado lo contrario. La culpabilidad la consuma revolvindole el estmago. Estaba tan enredada con Paul y su mundo que ni siquiera haba notado que su hermana haba empeorado. No ha estado inconsciente durante mucho tiempo, puedo sentirla desvanecindose. Su cuerpo se est debilitando. Qu hacemos? No lo sabr hasta que tome algo de su sangre. Si est dbil, eso slo empeorar las cosas. No. Slo necesito una o dos gotas la mantuvo la mirada pidiendo permiso. Andra no tena eleccin. Ninguna opcin. Est bien, pero no mucha. Tynan asinti con la cabeza, y se puso el dedo de Nika en la boca. Andra lo vio perforar la punta con los afilados colmillos, y con la misma rapidez desliz la lengua por ella, sellando la piel.

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Se qued paralizado. La mano de Nika se desliz de las suyas y cay de vuelta a la cama. Los ojos comenzaron a girar rpidamente como locos, exactamente como Logan haba hecho, y un profundo gemido le brot de la garganta. Andra contuvo el pnico. No saba lo que estaba pasando, pero no iba a dejar a Nika en medio si Tynan comenzaba a retorcerse. Rode la cama para coger a Nika en brazos y sacarla de all cuando los ojos de Tynan desaceleraron, dejando escapar un duro suspiro. Ests bien? pregunt Andra. No pareca escucharla. Esta pobre nia susurr mirando a Nika como si ya estuviera muerta. Qu pas? exigi Andra. Su sangre se limpi la boca como si no quisiera arriesgarse a probar ms. S porqu est sufriendo mir a Andra y su expresin era la de un mdico que daba a un miembro de la familia la peor noticia posible. Lo siento prosigui. Puedo obligarla a comer, y ayudar al cuerpo a sanar, pero no hay nada que pueda hacer por su mente. Andra contuvo las lgrimas gracias a la fuerza de voluntad. Qu es? Qu le pasa? De alguna manera un Synestryn consigui su sangre. Andra saba cmo. Nuestra familia fue atacada cuando tena doce aos. Uno de esos monstruos le desgarr la pierna. No se atreva a decirle que el monstruo haba bebido la sangre de Nika de la herida, y que no haba hecho nada para detenerle. Simplemente sigui de pie, dejando que sucediera. Es un milagro que est viva. Las garras y saliva son venenosas. Estuvo enferma durante mucho tiempo, pero mejor. Al menos pens que lo haca. Me llev un tiempo darme cuenta de que no era... ella misma. Aquellas primeras semanas haban sido casi ms de lo que podra soportar. Su madre haba muerto. Su hermana menor haba desaparecido y presuntamente muerto, aunque Andra se negaba a creerlo. Nika haba estado en el hospital, aforrndose a la vida por un hilo. Andra estaba sola, tomando todas las decisiones por s misma. Tena diecinueve aos, acaba de empezar la universidad. Apenas tena la edad suficiente para vivir por su cuenta, y mucho menos cargar en las manos con el futuro de dos nias. Se debata entre la bsqueda de Tori, o permanecer con Nika. Trat de hacer ambas cosas, por lo que el agotamiento la llev al hospital, as que la eleccin la tomaron por ella.

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Hubiera querido volver con su madre a toda costa, agarrarla y que le dijera que todo iba a estar bien. Pero mam haba muerto, y los mdicos seguan buscando a Andra para todas las decisiones. No tena ms remedio que aguantar. Y lo hizo. Tu hermana es psquica, verdad? pregunt Tynan. Andra asinti lentamente. Siempre las consider como espeluznantes coincidencias, pero era verdad. Nika haba sabido de un montn de hechos que no debera conocer. Por eso est as? Por qu cree ver cosas que no estn ah? La sangre que le fue tomada ha creado una relacin con el sgath que la bebi, una especie de conexin mental. Podra haberlo resistido, pero se puso peor. De alguna manera la sangre de la criatura ha sido consumida por muchos otros. La presencia de Nika dentro de ese sgath se divida cada vez que su sangre era transmitida a otro. Por lo que puedo decir, eso ha ocurrido ms de una vez. Puedes decirme todo eso a partir de una o dos gotas de sangre? S no pareca muy feliz por ello. Entonces por qu no podras solucionarlo? No soy lo suficientemente experto. Hay un Sanguinar en Europa que puede serlo, pero no es seguro. Rabia desesperada inund a Andra hasta hacerla estremecer. Por qu diablos no? Porque Nika ha sido seccionada en demasiados fragmentos. No es suficiente con tratar de unirlos. Incluso si pudiramos, es probable que las cicatrices le arruinen la mente. Es mejor si la dejas ir. Poner fin a su sufrimiento. No susurr Andra. No poda dejar ir a Nika tambin. No podra estar sola. Calor, fuertes manos se posaron en los hombros. Paul. Ni siquiera le haba visto entrar en la habitacin. Ya la has odo, Tynan dijo Paul. No vamos a dejarla ir. Puedes tener toda la sangre que necesites, pero no puedes abandonarla. Tynan se puso en pie. Como desees. Voy a investigar lo que debe hacerse. Cunto tiempo llevar? pregunt Andra. No debo actuar sin hablar con mis hermanos y reunir fuerzas.

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Voy a llamar a los Theronai para donar sangre por la causa. Todos los hombres estn esperando que Nika sea su dama. Debes conseguir bastantes voluntarios afirm Paul. Haz que se renan conmigo en el saln despus de la puesta de sol de maana. Voy a necesitar al menos ese tiempo para prepararme. Tambin vamos a hablar con Sibyl, tan pronto como vuelva. Bien dijo Tynan. Cualquier consejo que pueda dar ser bienvenido. Desde cundo sigues su consejo? pregunt Paul. Desde que la vida de esta mujer pende de un hilo Tynan dio media vuelta y se fue. Andra no poda moverse, no poda hablar. Haba luchado tanto tiempo y tan duramente por Nika, y an no haba sido suficiente. Nada de lo que haba hecho nunca haba sido lo suficientemente bueno cuando se trataba de su familia. Haba fracasado una y otra vez, y nada de lo que haba odo le haca creer que esta vez sera diferente. Lo siento susurr a su hermana. Lo siento, nena. Paul acerc la espalda contra su pecho, estrechndola. Los brazos se sentan calientes, fuertes, y reconfortantes. Parte de ella quera girarse hacia l y esconderse en su fuerza, pero el resto quera apartarle de un empujn y gritarle por hacerla sentir frgil. No poda ser frgil ahora mismo. Basta ya exclam. Deja de apartarme. Estamos juntos en esto. Es mi hermana. Y t eres mi esposa, lo que la convierte tambin en mi hermana. La conmocin la congel la lengua por un momento. Se dio la vuelta y le mir. Esposa? Nunca estuve de acuerdo con eso. Llevas mi luceria. Es lo ms cercano al matrimonio para mi pueblo. No estamos casados. l hizo una mueca endureciendo la mandbula. Bien, no estamos casados como t lo conoces, pero todava siento que ella es mi familia. Hara cualquier cosa en mi poder para salvarla. Tena razn. Andra estaba alejando al nico aliado que tena. Lo siento. S que ests tratando de ayudar. Al igual que Madoc. Pero le despediste. Porque es inestable. Lo dijiste t mismo. Paul le alis el pelo apartndoselo de la sien. El toque era suave, casi carioso.

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No puedes comprender cmo es para nosotros vivir con el dolor de la manera en que lo hacemos desde hace siglos. Nos hace vulnerables. Nos vuelve violentos y desesperados. Siglos? Vives tanto tiempo? T tambin. La conmocin recorri a Andra hacindola callar. No pareca posible, pero ltimamente haba mucho de eso a su alrededor. Reuni suficiente ingenio para hablar, aunque no lo bastante como para abstenerse de expresar impulsivamente la verdad. Vivir ocho aos con la culpa de dejar morir a mi familia, de no ser capaz de ayudar a Nika, es ms que suficiente. No me puedo imaginar varias vidas con este tipo de tortura. Nadie dijo que la longevidad fuera fcil. Todos llevamos una carga, y en el caso de los hombres Theronai tambin podemos soportar dcadas de aplastante dolor. Ese dolor hace brutal a Madoc, pero te juro que nunca le hara dao a Nika. No podemos correr ningn riesgo. Ella pareca mejor cuando l estaba cerca. Fue una coincidencia. Paul neg con la cabeza. Y si no lo fuera? Nika necesita toda la ayuda que pueda obtener. Lo pensar. Est bien. Muy bien la bes en la cabeza y se alej. Ir a reunir a los hombres y conseguir que alimenten a Tynan, as estar lo suficientemente fuerte como para ayudarla. Luego quiero que vuelvas, as tambin podemos tratar de ayudarla otra vez. Lo que quieras, Andra. Es tuyo.

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Paul tuvo que luchar para irse y dejar a Andra. Necesitaba consuelo, y
quera quedarse ah, donde poda abrazarla. Pero necesitaba ms a Nika, por lo que se oblig a salir y hacer lo que pudiera para ayudar. Encontr a Joseph sentado en la oficina a pesar de que ya haba pasado la hora que debera haber terminado de trabajar por hoy. A travs de la ventana detrs de l, Paul vio varios Theronai y humanos en el patio de entrenamiento practicando esgrima o levantamiento de pesas. Joseph debera haber estado all con ellos, desahogando un poco de fuerza para aliviar el

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dolor que Paul saba que senta. En lugar de eso Joseph estaba aqu en su oficina, estudiando minuciosamente un gran mapa. Perezosamente, deslizaba los dedos de una parte a otra sobre la luceria alrededor del cuello. A pesar de que Joseph estaba desvinculado, se haba negado a visitar a Nika para ver si podra ser su compaera. Paul iba a tener que hacer algo para cambiar esa mentalidad. Ms que cualquiera de los Theronai, Joseph necesitaba mantenerse fuerte para poder guiar a su pueblo. Sin l sera el caos, y la gente que amaban morira. Paul entr en la sala para tener una mejor vista, y reconoci el mapa como una copia de los que utilizaban para el seguimiento de los nidos y avistamientos Synestryn. Puntos rojos cubran el plano, circundando todo Dabyr como si fuera un ojo de buey. Se estaban acercando. Ninguno de los Synestryn haba penetrado a travs de su seguridad todava, pero era slo cuestin de tiempo antes de que encontraran una manera de entrar. De ah el motivo del adiestramiento a los humanos. No haba ninguna garanta de que los Centinelas vivieran lo suficiente para protegerles de esa eventualidad. Tenan que aprender a protegerse a s mismos, aunque Paul no tena ni idea de cmo lo haran. Simplemente no eran fsicamente capaces de ese tipo de fuerza. No quisiera molestarte, pero necesito un favor dijo Paul. Joseph se ech hacia atrs frotndose los ojos. Pareca no haber dormido en varios das. Claro. Qu es uno ms? Lo siento. S que estas muy ocupado, pero en realidad podra ayudar a largo plazo. Joseph le indic a Paul con la mano donde sentarse. Escucho. La hermana de Andra no pudo recuperarse, aunque Tynan va a tratar de ayudarla. Necesito que hagas un llamamiento de sangre a todos los Theronai y Gerai. Joseph dej escapar un profundo suspiro. Desde que Helen se present el mes pasado, ms y ms hombres se han ido a buscar a sus propias compaeras. Ahora que has encontrado a Andra va a ser todava peor. No quedan muchos Theronai aqu, pero voy a dar la orden. Tal vez deberas llamar a los hombres que estn fuera, atraerles de nuevo con la esperanza de la supervivencia de Nika. Si ella vive, puede ser compatible con alguno de ellos.

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Incluso si lo es, qu pasa con aquellos que no son compatibles? Voy a tener un montn de Theronai cabreados en mis manos. Es mejor que una mujer muerta. Joseph levant la mano como si intentara evitar ms presin. Lo s, lo s. Lo har. Quieres conocerla primero? Pregunt Paul. Para ver si podra ser tuya? Joseph mantuvo la cabeza baja, aunque no pudo ocultar la luz de la esperanza que le brill en los ojos por un momento. No puedo hacer eso. An las mantengo unidas. Quedaban diecisis hojas esta maana. Deja que vayan otros primero. Siempre el ltimo de la fila, eh? Ese es slo uno de los muchos beneficios del liderazgo dijo Joseph con un suspiro. Pareca cansado. Consumido. Paul senta la preocupacin arrastrndose por l. Si Joseph no sobreviva, tenan pocas esperanzas de mantener alguna apariencia de orden. An tienes pendientes otros ocho aos ms de mandato. Vas a seguir? El hombre se encogi de hombros. Probablemente no, pero voy a llegar tan lejos como pueda en mis dos dcadas. Ven a ver a Nika insisti Paul. Su lder necesitaba ser fuerte. Si tener una dama a su lado no garantizaba eso, nada ms podra hacerlo. Tal vez ms tarde. Tengo que hacer algunas cosas primero. No te preocupes. Har la peticin de sangre en una hora. Nicholas tiene alguna forma de llamar a todos los hombres de vuelta automticamente a travs de mensajes de texto, o algo as. Gracias. Esto significa mucho para m. No me des las gracias an. Una vez que todos los hombres aparezcan, no vas a tener un momento de paz. Nadie salvo t se acercar a Nika hasta que est mejor. Joseph se recost en la silla, los ojos color avellana oscurecidos con preocupacin. Entonces voy a tener que asignar un guardia. Sabes lo difcil que va a ser mantener alejados a los hombres. No es mala idea. Tal vez Angus o Drake seran una buena eleccin. Joseph asinti. Los dos hombres Theronai estaban vinculados. Ella estara a salvo con ellos.

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Estn de caza, pero tambin les informar. Quin sabe? Incluso Gilda tal vez podra ayudarla. Tiene suficiente capacidad de curacin en su interior, y no nos costara ninguna sangre si lo hiciera. Vamos a reunir toda la ayuda que podamos conseguir dijo Paul. Los ojos de Joseph volvieron al mapa, y repentinamente pareca ms viejo de lo que debera ser. Espero que Nika viva dijo. La necesitamos para contener a los Synestryn. Aunque viva, no va a estar en condiciones de luchar. Queremos darle tiempo para sanar, por supuesto, pero necesitamos a todos luchando en la frontera. T y Andra tambin tendris que ir. Paul no poda mirarle a los ojos, pero tena que contarle su fracaso. El hombre no necesitaba ms malas noticias, pero Paul le deba la verdad. Creo que comet un error. nete al club dijo Joseph. No, me refiero a uno grande. Joseph se frot las sienes, como si le palpitaran. La exasperacin le llen la voz. Todos los cometemos grandes. En nuestro trabajo, esos son los nicos que hay. Qu no dara por tener facturas impagadas, o un inodoro con fugas o, diablos, incluso un drogadicto adolescente con el que tratar? En su lugar tengo que hacer frente a resolver el destino del jodido planeta. Y la mayora de las personas a las que intento salvar ni siquiera saben que existo. Si cometo un error, es el fin de la raza humana. Entonces dime, qu es lo que crees que s es tan malo? Me he vinculado a una mujer que no puedo retener. Joseph se levant despacio, todos los signos de fatiga desaparecidos. Qu quieres decir con que no la puedes retener? Por supuesto que vas a quedarte con ella. Paul se mir el anillo. Tres tonos de azul giraban y se retorcan en la banda iridiscente. Mientras el color no se hubiera fijado an tena tiempo para desistir, pero l estara de vuelta donde comenz con slo unos das de vida. Slo me dio tres das. Los hombros de Joseph se encorvaron bajo el peso de la noticia. Ests bromeando. No sabe lo que est en juego? Ahora todo lo que puede preocuparla es su hermana. Dale un poco de tiempo. Joseph golpe ruidosamente con el puo sobre el mapa cubierto de rojo.

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No tenemos ms tiempo. La necesitamos. Haz lo que sea, pero que se vincule a ti para siempre. No s Lo juraste, Paul exigi Joseph dando seales de autoridad en su voz . Juraste que lo haras. La urgencia en ceder y cumplir su juramento era tan fuerte que a Paul se le hizo un nudo en el estmago. No puedo. Ella no tiene cabida en nuestro mundo. Si no quiere estar aqu, no la obligar a quedarse. Despus que nuestro tiempo acabe la dejar ir. Venga ya! Joseph se inclin sobre la mesa mostrndole a Paul un profundo ceo fruncido. Haz que funcione. La necesitamos. Es tu deber convencerla para quedarse y asegurarte que es feliz una vez lo haga. No es tan simple. Maldita sea, Paul! Es mejor que te tomes esto en serio. Todos contamos contigo. Todos los Theronai te necesitan para que consigas que funcione. No puedo obligarla a quedarse. Por supuesto que puedes. Nuestros hombres estn ah fuera todos los das arriesgando sus vidas para que otros ni siquiera conozcan los peligros a los que nos enfrentamos. Permitimos que los humanos vivan en la dicha de la ignorancia, y todo lo que pedimos a cambio es que cuando encontramos a uno de ellos capaz de ayudar en nuestra lucha, lo haga. No es mucho pedir. Aparte de que ese alguien sea lo bastante desafortunado como para unirse a la guerra. A la mierda con eso espet Joseph. Dej lo de librar una guerra noble. Estamos luchando contra los demonios. Y lo que es peor. Estn acercndose cada da ms. Todos vamos a morir si no lo impides. As que, ahora tambin soy responsable de las vidas de todos los Theronai? No crees que tengo suficiente presin? Aparentemente no, o encontraras una manera de atarla a ti tan fuertemente que nunca podra escapar. Ella no quiere, Joseph. A la mierda con lo que ella quiere. Haz que desee lo mismo que t. Magia. Coaccin. Eso era de lo que Joseph estaba hablando. Paul lo saba, porque haba tenido los mismos pensamientos. No ves ningn problema con eso?

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Joseph rode la mesa agarrando el brazo de Paul, y arrastrndole hacia la ventana con vistas al campo de entrenamiento. Apunt con un grueso dedo al cristal. Mira ah fuera. Veo siete buenos hombres a los que no les queda ms que un ao de vida. Tengo un problema con eso. Paul quiso apartar los ojos, pero no pudo. Esos hombres eran sus amigos. Su familia. No poda dejar que perdieran la esperanza. Tal vez Joseph tena razn. Tal vez lo que quera Andra no era tan importante como darle a su pueblo una razn para vivir, la esperanza de que podra haber ms mujeres ah fuera como ella. La esperanza de que no podan perder esta guerra. Mrales bien dijo Joseph. Recuerda esas caras cuando veas a tu mujer. Cada uno de esos hombres hara lo que fuera para salvarte. Creo que les debes lo mismo. Se lo deba. Les deba su vida. Su alma. Pero no estaba en juego slo su vida. Era la vida de Andra. Si no quera quedarse con l, no la obligara. Saba lo desesperada que era la situacin, pero si tuviera que forzar la conformidad de Andra, no la merecera. Paul calm los nervios. No le gustaba esto ms que a Joseph, pero no poda ceder. Lo siento, pero no voy a obligarla. Tiene que ser su eleccin. Entonces, le ruego a Dios que ella haga lo correcto la voz sonaba seria, preocupada. Qu es lo que no me ests contando? pregunt Paul. Joseph sacudi la cabeza. Los hombros parecan inclinarse un poco ms hacia abajo, con una carga invisible. No podemos dejarla ir. Si no haces lo que sea necesario, encontrar a un hombre que lo haga. Seguro que ser compatible con alguno de nuestros hombres. La ira se alz en el interior de Paul, furiosa y desagradable. Si lo haces, es mejor que esperes hasta despus de dar mi ltimo aliento, ya que cualquier hombre que intente tomarla por la fuerza tendr que venir por m primero. No mataras a uno de tus hermanos de armas. Paul se odiaba a s mismo al darse cuenta de la verdad. Tal vez sus sentimientos por Andra se intensificaron por la unin que compartan, o tal vez se hubiera sentido de esta manera, independientemente del vnculo. De cualquier manera, no iba a permitir que la forzaran a una vida de muerte y miedo, a no ser que fuera su eleccin.

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Por ella contest a Joseph, por ella lo hara.

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Madoc sinti como si la piel le fuera a reventar. Necesitaba sexo, pero


no poda conseguirlo aqu... al menos, no de la clase que necesitaba para alejarse del borde. Las mujeres Gerai... -especialmente Tea- no estaban dispuestas a recibir lo que l necesitaba dar. Simplemente no poda hacerlo. Terminara lastimando a una de ellas, y entonces habra mucho que pagar. La violencia era su segunda eleccin. Haba un mundo entero lleno de Synestryn all afuera que necesitaban ser asesinados, pero no poda

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resignarse a dejar Dabyr para hacer el trabajo. No poda resignarse a dejar a Nika. Joder. Empuj la pesada barra de las pesas arriba otra vez, esperando que el esfuerzo fsico de levantar pesas lo mantuviera centrado slo algunas horas ms. El sudor le brot del cuerpo y sinti el corazn como si fuera a explotar, pero continu empujando. Necesitas algo? pregunt Neal. El cuerpo del Theronai estaba repleto de msculos. Era ms que capaz de echarle una mano a Madoc. Atrs gru Madoc. Como quieras dijo Neal. Necesito regresar a entrenar de todos modos. La hora del recreo se acab. Pero el hombre no se fue. Estaba all, observando silenciosamente mientras Madoc empujaba la barra de nuevo hacia arriba. Qu diablos ests mirando? pregunt Madoc. Neal encogi los enormes hombros. Nada. Simplemente me preguntaba si has escuchado la llamada de la sangre. No estoy interesado. Los brazos de Madoc se estremecieron mientras traa de nuevo el peso hasta el pecho. Ests seguro? Escuch que Paul ha encontrado a una hembra Theronai. Ella tiene una hermana totalmente de sangre que est enferma. Yo estaba all. S todo sobre eso. Neal se agach y los ojos se iluminaron con inters. La has conocido? S. As que, vas a dar sangre? No es mi mujer. No es mi problema. Neal hizo un sonido de disgusto. Bastardo egosta. Solamente porque no es tuya no significa que no debas ayudar. Claro que s. Los brazos comenzaron a temblar bajo la tensin del peso. Los msculos le ardan y aspir algo de aire para echarles combustible.

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Ella puede no ser compatible conmigo, tampoco, pero voy a donar. Bien por ti. Mejor para las sanguijuelas dijo Madoc. Esta orden de sangre le recordaba demasiado la manera en la que haba sido con Torr. Casi cada hombre aqu haba sangrado para Tynan y, an as, no haba sido lo suficiente como para salvar a Torr. El pobre desgraciado estaba todava vivo, pero encerrado dentro de su cuerpo intil, atrapado e incapaz de salir. Madoc habra preferido morir. Qu pasara si eso era lo que le suceda a Nika? Qu pasara si no pudieran salvarla? Joder. Mejor para la mujer respondi Neal. Cmo puedes vivir contigo mismo, hombre? No te preocupas por nadie sino por ti mismo? No. Madoc sacudi la barra y se puso de pie. No poda estar ah y no hacer nada, por lo que tena que salir de aqu antes de que se volviera loco. Ira a buscar una prostituta. Tener sexo. Tal vez seguirles la pista a algunos indeseables. Eres una vergenza dijo Neal. Hicimos voto para proteger a los dems incluso si costaba nuestras propias vidas. Donar sangre ni siquiera hace dao. La camiseta de Madoc esconda el hecho de que la marca de vida estaba en su mayor parte desnuda. La Banda le haba entintado con un par de hojas falsas que eran lo bastante buenas como para engaar a alguien que no mirara demasiado de cerca, pero Madoc no confiaba en que Neal no las viera. Nada lograba escapar a ese hombre. Si descubriera que se le haba acabado el tiempo, podra enviarlo a los Slayers antes del amanecer. Fin del juego. No dejar que ningn parsito chupasangre entre en mi cabeza dijo Madoc. Aunque signifique que la mujer muera? Ella no va a morir. Madoc agarr una toalla y se limpi el sudor del cuerpo. Estaba cansado de estar en pblico, cansado de pretender que era an uno de ellos. T no sabes eso, pero espero que tengas razn. Por tu bien, como por el de ella. Esa clase de culpa es una carga pesada. Qu pasara si Neal tena razn? Qu pasara si no conseguan suficiente sangre para ella? La mayora de los hombres estaban lejos buscando a sus propias mujeres y casi nadie estaba en casa. Podan pasar das para que todos ellos regresaran. Das que Nika no tena.

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Joder.

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No poda dejar que eso ocurriera. No a Nika. Se fue pisando fuerte lejos de Neal y llam a Nicholas. La voz sorprendida de Nicholas lleg desde el otro lado de la lnea. Madoc. T nunca llamas. Nunca escribes. Comenzaba a pensar que a ti no te importaba. Joder con la chchara. Dnde est Tynan? Suenas serio. Espera un momento dijo Nicholas. Haba alguien escribiendo al fondo. Entonces, el lder de la seguridad regres a la lnea. Se dirige al comedor, hacia el ala Sanguinar. Puedes detenerlo? Seguro. Cerrar las puertas, pero por qu... Madoc colg el telfono y ech a correr. Las personas lo miraban extraadas mientras pasaba rpidamente, pero no les dijo una mierda. Tynan estaba cerrando la puerta cuando Madoc lo encontr. La sanguijuela se dio la vuelta y sus ojos helados se ampliaron con miedo. Bien. Eso iba a facilitar el asunto. Madoc escudri las paredes buscando la cmara de seguridad, la encontr y la arranc. Pedacitos de plstico se desmoronaron en el puo y dej caer el roto desorden al suelo de baldosas. Madoc dijo Tynan. Sostuvo las manos alzadas, frente a l. Qu ests haciendo? Ella se est muriendo, verdad? Tynan pestae durante un momento, como si no hubiera esperado la pregunta, y le llev un segundo entender. Nika? S. Nika. Voy a hacer todo lo que pueda por ella. No contestaste la pregunta. Los ojos de Tynan se movieron alrededor como si buscara un escape. Lo siento. Me temo que as es. Puedes curarla? An no lo s. Todava tengo que hacer un poco de investigacin y ver si esto ha ocurrido antes. Y siempre est el asunto de tener fuerzas para ayudarla cuando averige cmo.

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Madoc se acerc ms y habl bajo para que nadie ms pudiera escucharle. Toma la ma. Tynan se apret ms fuerte contra la puerta, como si intentara escapar. Qu? Madoc extendi el brazo. Toma mi sangre. sala para salvarla. Los ojos del Sanguinar llamearon con hambre. T nunca le has dado tu sangre a ninguno de nosotros. S jodidamente eso. La quieres o no? Madoc oscil de arriba abajo el grueso brazo delante de la sanguijuela. S. Fue un siseo escalofriante, que hizo dudar a Madoc durante una fraccin de segundo. Saba que iba a arrepentirse de esto... slo que no le importaba. Cunta? pregunt Tynan, lamindose los labios. Lo que necesites para salvarla. Madoc no iba a durar mucho ms tiempo de cualquier manera. Al menos, poda hacer algo decente con su sangre. Tentativamente, Tynan envolvi los dedos delgados alrededor del brazo de Madoc y se llev su mueca hasta la boca. Madoc haba esperado que eso doliera, pero en su vida haba tratado con tanto dolor durante tanto tiempo, que un par de pinchazos de colmillos ni siquiera se notaron. Todo lo que sinti fue un movimiento fuerte tirando de la piel y, an eso, empezaba a desvanecerse en unos momentos. Lentamente, una clase nebulosa de debilidad llen las extremidades de Madoc. No le molest o le preocup, pero supo que no estaba bien. El cuerpo se volvi pesado, y decidi que era una buena idea sentarse. Tynan pareci ms fuerte de lo normal y no tuvo ningn problema bajndolo al suelo sin romper el agarre en el brazo de Madoc. Un zumbido le llen la cabeza y los ojos se volvieron pesados. En realidad, necesitaba una siesta y deseaba como el infierno poder enroscarse alrededor de Nika para que nadie pudiera llegar hasta ella. El extrao pensamiento se fue tan rpidamente como lleg. De cualquier manera, Madoc no tena fuerzas para caminar ahora mismo. No es que a l le importara. No se preocupaba por una maldita cosa.

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Tynan se sinti como si volara. Por primera vez en decenios no estaba


hambriento. No estaba fro. El poder le grit a travs de las venas, una mezcla txica de fuerza e invencibilidad. La sangre de Madoc era pura. Nadie ms alguna vez haba compartido su vasto poder, el cual haba crecido a travs de los siglos. Tynan nunca haba saboreado nada como esto, y probablemente nunca lo hara otra vez. Lo que haba bebido de Madoc era suficiente para alimentarle el cuerpo durante decenios si limitaba la cantidad de magia que usaba. Una lstima que no pudiera guardarse todo ese mareante poder. Tena que compartirlo. Nika no era la nica necesitada. El egosmo no era una opcin si su especie iba a sobrevivir. Tres veintenas de Sanguinar ocupaban la cmara dormitorio en las profundidades del recinto, y distribuida entre ellos, tras ayudar a Nika, slo durara algunos meses en el mejor de los casos. Pero al menos, esos eran algunos meses ms de los que tenan ahora. Tynan cerr violentamente la puerta abierta con un estrpito metlico, dejando a Madoc cado en el pasillo detrs de l. Ya que la cmara de seguridad haba sido inutilizada, Tynan estaba seguro que Nicholas vendra en cualquier momento para ver que haba pasado con su preciosa tecnologa. Los hermanos de Madoc se ocuparan de cuidarle. Tynan se pregunt si los dems sabran lo que Madoc les estaba escondiendo a todos ellos... que su alma haba comenzado a morir. Brevemente pens en decrselo, pero no era para nada asunto suyo y no quera dar a conocer cunto poda saber de una persona cuando beba de ella. Slo ahuyentara a los dems cuando su tiempo se volviera breve. Adems, Tynan tena bastantes secretos propios que guardar. Tena planes ms importantes para el resto de ese poder. Tynan baj hasta el nivel inferior del ala del sur y cuatro tramos de escalera, ms all de seis fases de seguridad que aseguraban que slo los de su especie pudieran pasar. Haba actualmente paz entre ellos y los Theronai, pero no siempre haba sido as. Los Sanguinar eran demasiado vulnerables cuando dorman. Sera muy fcil arrasarles si otra guerra estallaba. El secretismo y su utilidad en sanar eran la nica proteccin que tenan, y utilizaban ambos con la mejor ventaja posible. Abri la pesada puerta de acero, que usualmente hubiera desplazado con la fuerza de los brazos, pero hoy necesit solamente una ayuda leve para enviarla a volando. Chocando contra el muro de piedra con un estallido metlico, sobresaltando al Sanguinar que ejerca la vigilancia sobre los que dorman. Connal se dispar sobre sus pies, escondiendo el libro que haba estado leyendo tras la espalda. Era medianamente pequeo para uno de su especie, pero ms musculoso. Era como si la falta de sangre no le hubiera puesto obstculos a la fuerza de su cuerpo. Connal tena ojos del color verde del

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pasto puestos en una cara infantil que an tres siglos no haban podido envejecer. El Sanguinar aparentaba perpetuamente dieciocho y era, tpicamente, tratado con el mismo nivel de respeto. Me sorprendiste dijo Connal. Ponindote al da con tu lectura? pregunt Tynan. Se lo ped prestado a Briant. Tynan arrug la nariz de aversin. Dime que no es una de sus novelas de vampiros erticas. La cara de muchacho de Connal se ensombreci. l dijo que era una de las mejores. Slo pens en echarle un ojo. Tynan sacudi la cabeza. Deberas ser fiel a los clsicos. Eso pudrir tu mente. No ha daado a Briant. Ese hombre es ms listo que el resto de nosotros juntos Connal marc la pgina en el libro y lo dej a un lado. Qu ests haciendo aqu, de todos modos? He venido a alimentar a los dems. Los ojos de Connal se oscurecieron de hambre y excitacin. La chica nueva? Fue sangrada? Tynan decidi mantener la fuente verdadera del poder para s mismo. La misma, pero te sugiero que guardes la distancia. Su Theronai es muy protector. No puede estar en todos los sitios a la vez. La encontrar a solas y No hars nada de eso. Dejars sola a la chica Tynan imbuy las palabras con un indicio del poder recin adquirido, obligando a Connal a escuchar y obedecer. Connal le dirigi una rpida inclinacin de cabeza. Tynan fue al final de una larga pared. Encerrados en esa pared, estaban docenas de durmientes Sanguinar. Permaneceran en su sueo, mgicamente inducido, durante cincuenta aos antes de despertarse. Era la nica manera de resistir el decreciente suministro de alimento. Cada ao, ms Sanguinar iban al sueo y menos se despertaban. An en el sueo, algunos de ellos moran de hambre. Sin ms alimento... sin ms de poderosa sangre... haba poco que nadie pudiera hacer. Tynan oprimi una seccin de la pared y se abri para revelar un pequeo tazn de piedra. Al pie del tazn haba un hueco que se diriga a una serie de tubos que alimentaban a cada uno de los Sanguinar durmientes. No se requera mucha sangre para mantenerlos vivos, pero tenan que tener algo, y haban pasado casi dos meses desde su ltima alimentacin.

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Al menos en el sueo no sentan hambre. Tynan deseaba poder decir lo mismo. Sostuvo la mueca sobre el tazn y dese que la carne se abriera. Sangre roja oscura gote de la pequea herida al tazn. Con cada gota que flua, Tynan senta menguar el poder. Antes de que estuviera demasiado dbil, cerr la carne y se lami los restos de sangre de la mueca. No poda desperdiciar ni una gota. El subidn de estar saciado se fue y las punzadas familiares del hambre volvieron de regreso. No tanto como antes, pero no eran agradables. Era fcil ahogarlas por completo cuando estaba trabajando, y tena un montn de trabajo que hacer. No slo la situacin de Nika requera su completa atencin, sino que tambin tena que sacar en claro cmo haban pasado desapercibidas semejantes lneas de sangre pura. Primero Helen y ahora Andra y Nika. Si pudieran encontrar a ms mujeres como ellas, podra salvar a su gente del hambre. Era ms esperanza de que la que haban tenido en dcadas. Vas a compartir conmigo, hermano? pregunt Connal. Le dio a Tynan una jarra de solucin salina para limpiar el interior del sistema de tubos y hacer posible que toda la preciosa sangre fuera al interior de los Sanguinar. Tynan estimaba al hombre de aspecto joven. Connal nunca le haba llamado hermano antes. Qu extrao que lo hiciera ahora. Cuando ests dormido y desvalido como un beb, te alimentar. Hasta entonces, debes encontrar tu propio alimento. Quedan muchsimos humanos proveedores de sangre en el complejo. Pdeles a ellos que te sustenten. Ninguna de sus sangres corre tan pura como la que olfate en tus venas cuando llegaste. El poder debe sentirse increble. Los ojos de Connal estaban demasiado brillantes. Demasiado avariciosos. Quizs ya era hora de que l estuviera en estado de letargo. Cualquier Sanguinar que se volva demasiado desesperado se converta en una responsabilidad. Su especie no poda permitirse ms debilidad de la que ya sufran. Enviar a alguien que te exima de tu deber de guardia mientras encuentras sustento dijo Tynan mientras sala de la cmara. Apenas logr cerrar la pesada puerta, y para cuando lo hizo, temblaba por el esfuerzo. No iba a durar mucho ms tiempo antes de que, tambin, tuviera que dormir. Antes de ese momento, tena que descubrir cmo salvar a su gente de la inanicin, y estas mujeres eran la clave.

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Se haba asegurado de eso mientras se haba alimentado de Andra alterando la esencia de ella ligeramente para asegurar que su especie fuera alimentada. A Tynan en particular no le gustaba manipular a las personas, pero no haba tenido alternativa. Su gente se mora de hambre y haba estado desesperado por actuar mientras tuviera la oportunidad. Paul era un guerrero formidable y tuvo bastante tiempo a solas para manchar la percepcin de Andra por su raza. Los Theronai miraban por encima del hombro a los Sanguinar... pensando en ellos como brbaros por su necesidad de beber sangre. Tynan no haba pedido nacer como era... incapaz de vivir sin la sangre de otros. Haba sido vctima de las elecciones de sus padres as como cualquier otro nio. No poda evitar la sed de sangre ms de lo que un nio deforme poda evitar su defecto de nacimiento. No era justo que su gente debiera sufrir, y era su deber lograr que sobrevivieran. Haba hecho la nica cosa que poda, mientras Paul estaba distrayendo tan afanosamente a Andra con sus besos. Slo rezaba para que lo que le haba hecho a ella funcionara. A los Sanguinar se les estaba acabando el tiempo, y los restos remanentes de la sangre de Solarc en la descendencia humana eran demasiado dbiles para sostener a su raza durante ms tiempo. No haba tenido alternativa. Haba hecho lo que se vio forzado a hacer. Esperaba que un da, si alguna vez se enteraba de su manipulacin, Andra viera eso y lo perdonara.

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Madoc despert con la vista de la cara preocupada de Nicholas y dese


como el demonio haber permanecido dormido. Le palpitaba la cabeza ms de lo normal, lo cual, combinado con que todo daba vueltas, hizo que el estmago le diera un empujn peligroso. No tena ni idea de lo que estaba mal. Tal vez se haba cado y se haba golpeado la cabeza, o haba recibido un golpe en el combate lo suficientemente duro como para sacudirle el cerebro. No sera la primera vez. Entonces regres a l. Tynan. Le haba dado sangre a la sanguijuela. Pisando los talones a ese pensamiento lleg uno an ms inquietante. Cunto tiempo he estado fuera? Cmo est la chica? Nicholas frunci el ceo confusamente. No por mucho tiempo y qu chica? Nika. La hermana de Andra. Madoc se empuj hacia arriba para sentarse y luch contra otra ola de retorcida nusea. Iba a golpear la bonita cara de Tynan la prxima vez que le viera por tomar tanto. No obstante, tal vez esa era la que iba a necesitarse para ayudar a Nika. No s, hombre. Vi la cmara quedar en negro y estaba seguro de que iba a llegar aqu y encontrarme a Tynan muerto en el suelo. En lugar de eso estabas t yaciendo aqu. Qu pas? No es tu jodido asunto gruo Madoc. Te golpe? Te peg con la puerta? No. Nicholas se frot una mano sobre la cara y mir la puerta que conduca al ala Sanguinar. Entonces, qu diablos ocurri? pregunt. Madoc movi la cabeza lentamente para que no girara y vio las ruinas de la puerta de acero. Pareca que haba sido abierta de golpe con un ariete. El metal estaba deforme y desgarrado donde antes haba estado el cerrojo. No s dijo Madoc. Tal vez Tynan haba consumido algo del dolor cuando haba tomado la sangre y eso lo haba puesto furioso. Bien merecido lo tena el hijo de puta, si ese fue el caso. Deseara que no hubieras acabado con mi cmara. Eso habra sido todo un espectculo. Ests seguro de que no lo sabes? Madoc ignor la pregunta. Metiste alguna de esas cmaras en la suite de Paul?

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No. Maldicin.

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Por qu no vas simplemente a ver a la chica si ests tan preocupado? Su hermana no me dejar. Sonaba como una excusa poco convincente, incluso para l. Desde cundo permita que una mujer le diese rdenes? Probablemente debido a que ella tena razn. No tena derecho a estar alrededor de Nika. Si ella fuera su mujer, sera diferente, pero no lo era. Madoc se mir el anillo por millonsima vez, slo para asegurarse de que no se haba perdido nada. Los colores eran todava iguales. Mudos, descoloridos, casi inmviles. Moribundos. Crees que eres compatible? pregunt Nicholas en un tono reverente. No. Madoc se puso de pie, usando la pared para estabilizarse a s mismo. El mareo se alivi, pero no mucho. Necesitaba lquidos, y bastante de ellos, si iba a rellenar lo que haba tomado Tynan. Nicholas mir su propio anillo, el cual, formaba remolinos con montones de colores. Todava tena mucho tiempo y Madoc estaba resentido con l por eso. No he conseguido conocerla an. Joseph nos ha ordenado a todos nosotros que nos mantengamos alejados hasta que ella est mejor. Si alguna vez mejoraba. Nadie pareca estar haciendo nada para ayudarla, y eso disgustaba mucho a Madoc. Traes alguna de esas llaves maestras contigo? Nicholas frunci el ceo, haciendo que las pequeas cicatrices en la cara se arrugaran. Siempre. Por qu? Necesito una. Y esperas que simplemente te la entregue? Madoc golpe a Nicholas contra la pared y lo sujet all por los hombros. Intent ocultar lo inestable que estaba... lo cerca que estaba de vomitar sobre los zapatos del hombre. A menos que prefirieras que te la arrebate. Nicholas no estaba ni un poco asustado. El hijo de puta. Qu vas a hacer con despreocupado por su posicin. ella? le pregunt, completamente

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Nada que sea tu jodido asunto.

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Parece que bastantes cosas caen en esa categora contigo. Nicholas se movi ms rpido que lo que la cabeza borrosa de Madoc poda seguir, y un segundo ms tarde, Madoc estaba con la cara contra la pared. Nicholas lo clav all, el grueso antebrazo derecho en la base del crneo de Madoc. Te preguntar otra vez dijo Nicholas con un tono paciente. Qu vas a hacer con ella? La urgencia de pelear se alz dentro de Madoc, gritando por la liberacin. La presin constante dentro de l lo golpeaba para que se dejase ir y destrozar a Nicholas. Se senta tan bien ceder y conducir los puos contra algo. Desahogarse de una parte de su furia porque Nika no fuera suya y nunca lo sera. Ella no poda salvarlo. Podras intentarlo le susurr Nicholas, aparentemente sabiendo lo que Madoc estaba pensando. Normalmente, dira que tendras posibilidades, pero no hoy. Ests dbil. Puedo sentir tus piernas temblando slo por sostenerte. Te tendra en el suelo y sangrando en segundos, y eso no va a conseguir que ninguno de nosotros llegue a ninguna parte. As que, por qu no simulamos que somos caballeros y me dices para qu quieres la llave? Madoc se mordi un poco los labios con los dientes, mientras la cara era machacada ms duramente contra la pared. Ni siquiera poda detener lo que ocurra. Nicholas tena razn. Estaba dbil. La nica eleccin era jugar bien. No era su fuerte. Slo quiero estar junto a ella en caso de que necesite ayuda. Qu diablos te hace pensar que querran tu ayuda? No la quieren. Por eso es que necesito la llave. No voy a dejarte entrar en la suite de Paul, donde puedes ir a causar ms problemas. No quiero entrar en la suite de Paul. Es justo la siguiente puerta. Lo juro. La presin contra el cuello de Madoc se alivi mientras Nicholas retroceda. Madoc se volvi a tiempo de verle dejar caer una tarjeta llave plstica tras de s, mientras regresaba por el largo vestbulo. Estar observando dijo Nicholas sin darse la vuelta. Rompe otra cmara y har que te la comas.

hacer que esas cosas de magia funcionaran otra vez. Poda sentir la hebra invisible de poder conectndola a Paul, pero no

Andra no pareca poder

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pareca poder hacer nada con ella. Sin importar lo fuerte que lo intentara, no poda encontrar la manera de entrar en la cabeza de Nika. Quera ayudarla, obligarla a despertar, quizs comer otra vez, pero nada de lo que intentaba funcionaba. Tal vez, estaba slo demasiado cansada, o Paul necesitaba estar ms cerca de ella. O, simplemente, no tena lo que se necesitaba para hacer el trabajo. Los ojos la ardan y le dolan las rodillas... una seal segura de que se acercaba al final de su fuerza. Otra vez. Andra coloc la cabeza sobre la almohada junto a la de Nika y rez para que la debilidad remitiera. Slo por un rato. La habitacin estaba tranquila y apacible. Los mudos azules y verdes le recordaban el ocano en un da calmado. No haba desorden aqu dentro, simplemente las necesidades desnudas de una cama, una mesa de noche y un tocador. Si bien tena la sensacin de abandono, nada estaba polvoriento o mohoso. Nika estaba ms segura aqu de lo que alguna vez estuvo en la casa de Andra. Paul le haba jurado que ningn Synestryn haba atravesado sus defensas mgicas. Aunque una de las personas de aqu sangrara, los monstruos no podran olerlo. Andra sinti el peso de la desesperacin aplastndola el corazn, e intent recordarse a s misma que todava haba esperanza. Tynan estaba buscando una cura. Sibyl podra ser capaz de ver lo que necesitaban hacer. Todava haba esperanza. Slo tena que tener paciencia, dar a esta gente tiempo para obrar su magia. Andra observ el ascenso y descenso constante del pecho de Nika. Estaba tranquila y quieta. Llena de paz. Al menos, no sufra. Si estuviera sufriendo, la paciencia no hubiera sido una opcin. Paul golpe con los nudillos ligeramente en el marco de la puerta del dormitorio, haciendo a Andra saltar. No le haba odo regresar, pero estaba muy contenta de verlo. Quiso arrojarse en sus brazos y dejar que la abrazara. l era la nica persona que pareca hacer que algo de la angustia se alejara y, realmente, necesitaba un poco de eso justo ahora. Se sent derecha en la cama y vio que su cara bien parecida estaba delineada con preocupacin y algo ms. Algo ms profundo que le concerna a ella. Sin pensar en ello, hurg en sus pensamientos, buscando la fuente. No era hbil en esto, y slo poda atrapar fragmentos y retazos, pero vio la cara furiosa de Joseph de frente en la mente de Paul. Choc contra una masa retorcida de emocin dolorosa y la reconoci por lo que era. Culpabilidad. La haba sentido demasiadas veces como para no

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saberlo instantneamente. l se senta como si hubiera cometido una especie de error... uno que no poda ser borrado. Una gentil presin la llen la cabeza mientras l la echaba fuera de su mente. Nada de eso le dijo. Pero ests sufriendo. Hablaremos ms tarde. Traje ayuda. Una joven sali de detrs de l. Era gruesa, con el pelo negro rizado y tristes ojos cafs, a pesar de la tentativa sonrisa en su cara. Se acercaba a la barbilla de Paul, pero la manera en la que se enroscaba en s misma la haca parecer ms pequea. Ms joven. No levant la vista para mirar a Andra, como si de esa manera fuera irrespetuosa. Mi seora la salud con una reverencia embarazosa. Seora? All estaba otra vez. Andra mir a Paul dudosa. Prometo que te acostumbrars. Ni en sueos. Llmame a Andra. Cualquier otra cosa slo me confunde. La mujer asinti pero, aun as, no levant la mirada. Soy Grace. Se me inform de que podra necesitar ayuda para cuidar de su hermana. Gracias, pero estamos bien. No, no lo ests, Andra dijo Paul. Necesitas un descanso, y Grace aqu sabe lo que est haciendo. Djala ayudar. Andra no quera ninguna ayuda. Nika era su responsabilidad. No estoy interesada. Grace se ruboriz con un profundo y humillado rojo. Yo, eh, lo siento por extralimitarme. Parece que eso lo hago bastante ltimamente. No la molestar de nuevo. Empez a irse, pero Paul fue ms rpido y la atrap del brazo. Grace se sobresalt como si hubiera recibido una palmada, y se acobard, cubrindose la cabeza con los brazos. Fue una reaccin refleja. Una que ella se haba acostumbrado a hacer, aparentemente. Alguien haba lastimado a Grace. A menudo. La mandbula de Paul se apret mientras vea la reaccin de Grace por lo que era, pero no pareci asombrarle. Afloj el agarre y fingi que Grace no haba pensado que iba a herirla.

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Grace se recuper y forz al cuerpo a enderezarse. Las mejillas se oscurecieron ms an con la vergenza y fij los ojos en el suelo. Por favor, qudate Grace dijo Paul con una voz gentil, suave. Ver sus largos dedos envueltos en otra mujer hizo que el estmago de Andra diera un vuelco. No importaba que fuera simplemente su brazo. Poda tambin estar sintindolo, de forma que hizo a Andra arder de celos. Antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo, Andra estuvo fuera de la cama con los puos apretados. La boca de Paul se curv con una sonrisa de conocimiento. Mir a Andra con las cejas levantadas. Algn problema? No casi se atragant. Mentirosa. Grace tir del agarre de Paul. Realmente debera irme. Siento haber molestado, seora la pobre estaba casi fuera de s de vergenza. No era su culpa que Paul la tocara. Sultala, Paul. No hasta que ests de acuerdo en dejarla ayudar. Sabe cmo cuidar a Nika. No, Grace? Grace hizo una temblorosa inclinacin de cabeza. S, seor. Cuntale a Andra lo que sabes para que se relaje y te deje ayudar. Mi madre estuvo comatosa durante dos aos antes de que muriera. No podamos permitirnos un hospital, as que cuid de ella. Por la manera en la que su voz se quebr, Andra tuvo la seguridad de que la muerte haba sido reciente. Todo el residuo de celos ardientes de Andra se evapor. Grace haba perdido a su madre, tambin. Eso las ataba juntas de alguna forma. Las hermanaba. Grace podra necesitar una distraccin... ocupada. Alguien con quien hablar. Sultala, Paul. Puede quedarse. Paul la liber, y Grace permaneci quieta, vibrando con la tensin como insegura de qu hacer despus. Andra se apiad de ella. Ven aqu y te presentar a mi hermana, Nika. Paul se desliz fuera del cuarto. algo que la mantuviera

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Grace dio un paso adelante tentativamente. Baj la mirada hacia Nika, y la mirada de compasin que llen sus ojos con lgrimas le dijo a Andra que su hermana estara a salvo con esta mujer. Grace no la dejara sufrir ningn dao. Cunto tiempo ha estado as? No mucho. Siempre ha sido demasiado delgada, pero empeor esta semana. Tiene un tubo de alimentacin? No. No quiso ninguno. Grace asinti. Tendremos que meter algo de lquido en ella. Cundo fue la ltima vez que fue cambiada? Cambiada? No est usando un paal? Andra ni siquiera haba pensado en eso. Neg con la cabeza. Eso est bien. Puedo encargarme de ello. Traje algunas almohadillas absorbentes, as como tambin sbanas adicionales. Por si acaso. Paul regres acarreando una caja grande. La coloc en el tocador. Vas a necesitar algo ms? Tendr que hacer un pedido de paales, pero los suministros de Torr servirn hasta entonces. La mandbula de Paul se apret. Cmo est l? Grace palme la mano de Nika como dicindole que todo estara bien. Fue tan natural, un gesto tan inconsciente, que Andra pens que ella ni siquiera era consciente de lo que estaba haciendo. Tal vez as fue mientras haba estado con su madre. Est igual dijo Grace. Debera ir a verlo la voz de Paul estaba cargada de pesar, haciendo a Andra pensar en quin era Torr. Por favor, no lo haga Grace se sonroj y mir al suelo. Quiero decir, creo que sera mejor que no lo hiciera. No estoy segura de que l pueda estar tranquilo vindolo as ella le seal el cuello y seal la franja plida de piel alrededor de la garganta, donde la luceria haba estado colgando antes de que Andra se la hubiera cogido. Entiendo. Le dars mis mejores deseos cuando lo veas de nuevo? S, seor. Lo har. Gracias.

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Nos alegramos de que ests con nosotros, Grace. Has cuidado tan bien de l. No estoy segura de que l est de acuerdo. Paul le dirigi una sonrisa amarga. Es un hombre orgulloso. Andra se asom en la caja y vio sbanas, algunas almohadas adicionales, latas de comida de hospital y batidos de reemplazo. Tal vez, Grace saba lo que estaba haciendo. Ciertamente, haba pensado atravesar esto mejor de lo que Andra lo haba hecho. Es un buen hombre. Rezo para que los Sanguinar encuentren la manera de ayudarlo dijo Grace. Estoy seguro de que lo harn dijo Paul, pero no se vea convencido. La cara de Grace se ilumin de esperanza. Paul se acerc por detrs a Andra. Ella poda sentir el calor de su cuerpo haciendo contacto con ella, atrayndola. Es la hora de tu ceremonia, Andra. Necesito quedarme y ayudar. Grace neg con la cabeza, manteniendo bajos los ojos. Es ms conveniente si no lo hace, mi seora. Cuando ella est mejor, se alegrar de que sea un extrao el que cuide de sus necesidades en vez de usted. Es menos bochornoso de ese modo. A Andra no le importaba eso. Ella hara lo que fuera necesario para cuidar de Nika. Grace tiene razn dijo Paul. Y todos los hombres estn esperando. No nos llevar mucho. Andra mir la dulce cara de Grace. Ya estaba revisando las cosas de la caja, sus movimientos eran confiados y seguros. Saba lo que estaba haciendo mejor que Andra. Paul envolvi el brazo alrededor de sus hombros. Estar bien. Lo prometo. Andra cedi. Estar algunos minutos lejos, donde pudiera pensar con claridad, probablemente iba a hacerle a Nika ms bien que si Andra se quedaba y haca un lo de cosas. Adems, las ceremonias eran aburridas. Tendra un montn de tiempo para pensar mientras ellos discutan sobre no importa qu basura formal que les interesara. Tal vez, incluso, se echara una rpida siesta. Tan pronto como llegaron a la gran habitacin utilizada como auditorio, y Andra estuvo cara a cara con docenas de hombres grandes de mirada

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intensa, supo que tomar una siesta no estara en un futuro inmediato. Cada par de ojos estaba fijo sobre ella... o ms exactamente, sobre el cuello. Se llev la mano hacia el cuello en un gesto nervioso. Son estos tipos vampiros? pregunt. No. Theronai. Como nosotros. Por qu estn mirndome como si tuvieran realmente hambre y yo fuera un filet min? l baj la voz y se inclin cerca de su odo. Eres ciertamente comestible, pero estn mirndote fijamente porque todos ellos esperan que puedas ser compatible con ellos as como lo eres conmigo. Puedo vincularme con ms de uno de vosotros? Paul vacil y ella sinti una oleada de miedo bloquear la conexin. Slo uno a la vez le dijo, sonando como si pronunciar las palabras le hubiera costado muy caro. Andra le dirigi una mirada de reojo, pero su cara era una mscara estoica. La gui sobre una plataforma elevada, y uno por uno, los hombres comenzaron a quitarse las camisas y a formar en las escaleras. Sabes murmur al odo de Paul, esperando aligerar su extrao estado de nimo, he tenido algunos sueos que comenzaban justo as. l elev una ceja y asinti hacia el primer hombre formado. S? Sin embargo, apuesto a que ninguno de ellos ha terminado as. El primer hombre tena una cara no tan bien parecida que estaba entrecruzada con cicatrices delgadas, pero ella apenas not nada ms all de sus ojos azul lser. Se acerc a ella, se arrodill a sus pies, se hizo un corte en el pecho con su espada y, con una voz profunda y solemne, dijo: Mi vida por la tuya, mi seora. Un calor se enrosc alrededor de ella, entonces, se solidific en un letargo que pesaba sobre los hombros. El brazo fuerte de Paul la sujet de la cintura y la mantuvo estable. Ese es Nicholas Lat dijo Paul. El hombre se levant, le dirigi a ella una sonrisa y un guio, y brinc fuera de la plataforma para dejar espacio para el siguiente hombre. Cada uno de ellos experiment la misma rutina, y cada vez, ese peso invisible se volva ms pesado. Para cuando la ceremonia termin, Andra apenas poda estar de pie. El sudor se haba formado a lo largo del nacimiento del pelo y entre los pechos, y temblaba de pies a cabeza. Casi hemos terminado dijo Paul.

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El ltimo hombre lleg hasta ella. Se haba mantenido pendiente en la parte trasera de la sala todo el tiempo, observando silenciosamente, destacndose sobre el resto. Tena corto su cabello castao y ojos negros vigilantes. Cuando se acerc, Andra capt el olor apenas perceptible de un bosque durante el invierno emanando de l limpio y fro. l no se quit la camisa, lo que caus una agitacin de susurros entre los otros hombres. En lugar de eso, atraves la tela, cortando ms profundo que el resto de los hombres, por la cantidad de sangre que derram. Mi vida por la tuya jur, rehusndose a inclinar la cabeza, sino al contrario, mirndola directamente a los ojos mientras entregaba las palabras. Andra tropez bajo el peso, pero Paul la sostuvo. El hombre extendi la mano, y el anillo que llevaba puesto estaba casi blanco. Slo el rastro ms dbil de azul zafiro form remolinos debajo de la superficie. Andra sinti el cuerpo de Paul tensarse alrededor del de ella. El hombre no dijo nada, pero haba un silencioso aire de desafo en su posicin. No la entregar, Iain dijo Paul. Su voz era spera, casi un gruido feroz de sonido. Iain guard silencio, pero levant la mano de Andra y presion un beso caliente en su palma. Ella sinti su lengua golpear sobre la piel y rpidamente arranc la mano de su agarre. En el centro de su palma haba una marca roja oscura, como la que Paul haba colocado en ella antes. Cmo te atreves a poner una marca de sangre en mi dama? demand Paul. Alguna necesidad primitiva, instintiva de matar se elev de Paul, bloqueando el enlace con su poder. Andra no comprenda la causa, pero saba lo que significaba. l trat de alcanzar su espada, pero la de Iain ya estaba desenvainada. Si ella no detena esto, iba a terminar en derramamiento de sangre. Bastante sangre. Andra se interpuso entre los hombres, orando porque Iain mantuviera esa espada letal apartada de su piel. No va a ocurrir, muchachote le dijo a Paul. Le oblig a bajar la mirada hacia ella, distrayndole de la necesidad de herir a Iain. l clav los ojos en Iain, respirando fuerte, su calor era elevado. Todava no estaba escuchando. Andra presion las manos en el pecho de Paul, clavndole los dedos justo lo suficiente para obligarlo a escuchar. Estoy cansada. Llvame de regreso a tu casa.

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Eso consigui captar su atencin. Pestae un par de veces y le dirigi a ella una rgida reverencia. Mantente lejos de mi mujer advirti Paul. Mientras sea tuya, lo har dijo Iain. Andra ignor el comentario posesivo a favor de evitar el desastre. Hablara con Paul ms tarde sobre el hecho de que ella era su mujer, pero ahora, necesitaba sacarlo de aqu. Por favor, Paul dijo, dejando que el cansancio se reflejara en el tono . Necesito acostarme. Ella tir fuertemente de l y finalmente l comenz a irse. Andra mir sobre el hombro mientras salan de la sala y esos ojos negros vigilantes estaban fijos justo sobre ella. No haba calor dentro de ese hombre. Ninguno en absoluto. Si ella no hubiera visto su sangre por ella misma, habra jurado que tena hielo fluyendo dentro de las venas.

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necesitaba asegurar su puesto, asegurarse de que Andra entendiera que no la dejara ir con otro hombre. No mientras l respirara.

Paul

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No iba a terminar con l del mismo modo que hizo Kate. Paul llevaba a Andra de la mano, tirando de ella por el pasillo ms rpido de lo que era cmodo para ella. Se oblig a reducir la velocidad y tener en cuenta su fatiga. No era culpa suya que Iain fuera compatible con ella. Poda sentir leves temblores de preocupacin y cansancio cayendo en cascada por el brazo. El Theronai dentro de l exiga que tomara medidas y la obligara a relajarse, pero el hombre comprendi que haba poco que pudiera hacer para que eso sucediera, aparte de conseguir que Nika estuviera sana de nuevo. Qu fue todo eso? le pregunt ella. Por qu ese tipo dej una marca en mi mano? As l podr encontrarte ms tarde. Por qu necesitara encontrarme? Lo ltimo que deseaba hacer era decirle la verdad, pero le deba por lo menos eso. Una vez que nuestro tiempo juntos acabe, estars libre para vincularte con otro hombre, si lo deseas. Iain quiere asegurarse de que es capaz de encontrarte cuando eso ocurra. Qu pasa si no quiero estar unida a nadie por un tiempo? Me gustara ser capaz de decirte que es tu eleccin, pero el tiempo es desesperado. Iain har cualquier cosa que est en su poder para convencerte de estar con l hizo una pausa, debatindose entre decirle o no el resto. Al final, no pudo contenerse. Yo tambin. Todava nos queda algn tiempo antes de tener que pensar en eso. En este momento, tengo suficiente a lo que hacer frente. Primero, necesitas descansar un poco. Ests agotada, y la ceremonia no puede haber sido fcil para ti. Podemos salir y tomar algo de aire fresco en primer lugar? Slo quiero sentirme normal otra vez durante unos minutos. Claro. Lo que t quieras. Andra asinti y lo sigui a travs de su habitacin, para salir fuera por la puerta corredera de cristal. Se estaba caliente, el aire era clido y pesado con la humedad. Los terrenos estaban muy bien cuidados, y las flores florecan cerca, haciendo que el aire oliera dulce. No haba ruidos artificiales, no haba trfico ni aviones volando por el cielo para arruinar la soledad de su hogar. Paul tom una profunda respiracin y trat de transmitir una sensacin de paz a Andra a travs del vnculo. Ella se aferr a su mano y envolvi la mano libre alrededor de su mueca, como si le preocupara que l intentara alejarse. l poda sentir la

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suave presin de sus senos por encima del codo, sentir el rpido latido de su corazn, sutil pero firme contra la piel. Esto es precioso dijo ella. Privado. Nunca haba disfrutado tanto como ahora, con ella. Siempre sers bienvenida en Dabyr. No importa lo que suceda. Creo que a Nika le gustar esto cuando se despierte. No si, sino cuando. Al menos Andra no haba perdido la esperanza. Eso era bueno. Estoy seguro de que le gustar. Ella se apoy en su hombro y Paul quiso gritar de alegra. No slo estaba tocndolo, sino que lo buscaba para mayor comodidad. Lo necesitaba, aunque slo fuera un poco. No poda decepcionarla, de modo que enrosc el brazo a su alrededor y la abraz. La acarici el brazo y ella dej escapar un profundo y satisfecho suspiro, permitiendo que l palpara su sensacin de satisfaccin y completa armona. Si nunca tuviera nada ms de ella, este regalo de confianza que le ofreca siempre estara con l para aliviarle en sus ltimos das. Hay una especie de paz en este lugar, verdad? pregunt ella. La hay. Los Gerai hacen un hermoso hogar para nosotros. Y seguro. Nada puede daarte aqu con tantos Centinelas alrededor. Ella lo mir. Tena los ojos inyectados en sangre. Era un signo seguro de que ella haba estado usando su poder, forzndose a s misma. l no haba sentido el tirn de energa abandonar el cuerpo, por lo que ella no debera haber estado usando mucha. Por otra parte, su canalizacin era todava demasiado nueva, por lo que slo podra obtener un goteo de ella. Tal vez la confianza que ella estaba mostrndole ahora por dejarle verla dbil podra ayudar a ese cambio. l tena esa esperanza. Cuando Nika est mejor, le permitirs quedarse aqu, no? pregunt ella. Por supuesto. Queremos que tanto ella como t os quedis. Ella apart la mirada entonces, pero no se retir. Se qued presionada contra su cuerpo, dejndole abrazarla. Vendr de visita, pero no puedo vivir aqu. Por qu no? Necesito trabajar. No puedo permitir que ms nios terminen como mis hermanas. Por eso trabajaremos juntos. Hemos recuperado a Sammy, no?

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l sinti que algo se alzaba en el interior de ella, algo que la asustaba y lo haba hecho durante tanto tiempo que ni siquiera lo notaba. Trat de averiguarlo, pero ella lo bloque, mantenindolo fuera. Paul no crea ni siquiera que ella se diera cuenta de lo que estaba haciendo. Era como si estuviera tan acostumbrada a ocultar este aspecto de s misma que ni siquiera tuviera que esforzarse. Ests hurgando de nuevo? pregunt ella. Le desliz los dedos por su pecho jugando con el cuello de su camisa. Tal vez un poco. Viste algo interesante? Siempre. Todo sobre ti me intriga. La sinti suavizarse un poco contra l, reclinarse un poco ms fuerte, confiando en l para mantener el equilibrio. Paul cerr los ojos y se deleit con su confianza, por pequea que fuera. Quin es Torr? pregunt ella. El hombre sobre el que estaba hablando Grace. Es un Theronai. Uno de nuestros ms fuertes y ms capaces luchadores. Qu pasa con l? El pecho de Paul se apret con dolor. Fue herido la noche en la que encontramos a Grace y a su hermano y los rescatamos de los Synestryn. Andra le dio unas palmaditas en el brazo, calmndole. Qu pas? Fue envenenado por un Synestryn que nunca antes habamos visto. Ninguno de los Sanguinar sabe cmo sanarlo, y ha estado paralizado del cuello para abajo desde entonces. Pobre hombre dijo Andra suspirando. Deseara que hubiera algo que pudiramos hacer para ayudar. Yo tambin. Por qu no quiso Grace que fueras a verlo? pregunt ella. Los brazos de Paul se apretaron alrededor de Andra. Ella era ms valiosa de lo que ella jams comprendera. Te he encontrado. Vindome, slo le har la situacin ms difcil para l. Por qu? Debido a que est atrapado. No puede salir y buscar a una mujer como t para s mismo. A menos que los Sanguinar encuentren una manera

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de curarlo, estar encerrado aqu, dependiente del cuidado de los dems hasta que muera. Es un hombre orgulloso. Eso debe ser una especie de infierno en vida. Tal vez los Sanguinar averiguarn como ayudarlo al igual que con Nika. Tal vez. La esperanza era una idea muy poderosa, pero era malditamente escasa ahora mismo. Ella se dio la vuelta en sus brazos hasta que estuvo frente a l. No crees que puedan ayudarlo, verdad? Paul suspir. Le han estado tratando durante semanas sin xito. Incluso con todas las donaciones de sangre que han estado recibiendo, simplemente no son suficientemente poderosos para remediarlo todo. Una vez que se encarguen de Nika, dar mi sangre a Tynan para l. Era tan generosa, tan fuerte y bella. No poda dejar de amarla. Paul no estaba seguro que ella pudiera soportar ninguna sincera confesin ahora mismo, as que mantuvo los sentimientos para s mismo. Si ella se molestaba en mirar, vera cmo se senta por ella. l la tom de la mejilla, deleitndose con la suavidad de su piel. Eso estara bien. Gracias. Es lo menos que puedo hacer. Paul la vio mover los labios y dese como el infierno estar besndola. Tu trabajo es peligroso dijo ella. Desliz los dedos por su cabello y tir de su cabeza hacia abajo acercndola a la suya. Si algo malo te ocurriera alguna vez, me gustara que alguien me avisara para que pudiera regresar y ayudarte a ti tambin. Ella ya estaba hablando de marcharse como si se tratara de una conclusin inevitable. Ni siquiera estaba pensando en quedarse. Oblgala a quedarse tala a ti. Era la orden de Joseph y exactamente lo que Paul quera. El quera atarla a l con tanta fuerza que no sera capaz de decir dnde empezaba uno y acababa otro. Pero y lo que ella quera? Haz que ella lo desee. l podra hacerlo. Simplemente no estaba seguro de que debiera. Su pueblo la necesitaba, pero no tena derecho a obligarla a hacer nada. Lo tena?

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Paul cerr los ojos para bloquear la vista de ella. Era demasiado tentadora para los sentidos. Incluso con los ojos cerrados an poda oler su piel, calentada por el aire de la noche. Su propio cuerpo ardi en respuesta y sinti un fino cordn de sudor a lo largo de la frente. Nunca hara nada para lastimarla. Ni siquiera por sus hermanos. Pero cul era el perjuicio en usar las habilidades para convencerla de que deba quedarse? Nika estara aqu, as que podra estar cerca de su hermana. Estara ms segura aqu que volviendo a Omaha. l tena un montn de dinero a su disposicin, por lo que podra darle cosas materiales, tambin. No es que eso pareciera ser importante para ella, pero podra disfrutar de ellas. Estara rodeada de amigos, siempre preocupados por ella. Siempre querida. Paul? Ests bien? Pareca preocupada, pero Paul no se atrevi a hablar. Esta decisin era muy importante y l estaba sobrevolando el lmite. Sus dedos se fijaron sobre la mandbula. No se haba afeitado hoy y, probablemente, estaba arandola la piel con la barba. A ella no pareci importarle. Se pregunt si le importara que la barba raspara contra sus pechos y vientre, mientras la besaba. Tal vez, el interior de sus muslos. Ella se estremeci en sus brazos y dej escapar un pequeo gemido de excitacin. Entonces, l se dio cuenta de que ella se haba deslizado en sus pensamientos, tratando de averiguar lo que estaba mal cuando l no le contest. Haba visto las imgenes que le bailaban en la cabeza, imgenes de ella colocada desnuda delante de l, excitada y con la boca sonrosada. Paul se qued tan quieto como un Centinela de piedra. Si l la sobresaltaba lo ms mnimo, podra correr en otra direccin. La quera demasiado, y de una manera que ella apenas poda empezar a entender, basada en su educacin humana. Ella acurruc sus caderas contra l y estaba seguro de que era capaz de sentir lo que estaba provocndole. Cmo de duro estaba por ella. No estoy corriendo le dijo ella. Deberas. Tal vez. Pero no lo hago. Al menos no todava. Ella lo bes en la comisura de la boca y Paul tuvo que resistirse a tomar el control y besarla como realmente quera. Y si es ahora o nunca? Qu pasa si no te dejo ir? pregunt l. Ella solt una dulce y femenina risa.

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Supongo que tendremos que ver cmo funciona para ti. Por ahora, soy tuya pas las manos por su espalda hasta que estuvo ahuecndole el culo . Y t eres mo. S, lo soy. Levant su rostro y la bes, tratando de decirle sin palabras lo mucho que significaba para l y su pueblo. Lo preciosa que era. Lo mucho que la amaba. El anillo zumbaba felizmente, calentndole el dedo. Andra se fundi en l, y abri la boca bajo la suya. Su pequea lengua malvada bailando con la suya envi una descarga de placer por la columna vertebral. l gimi en su boca y la inclin la cabeza, as podra besarla ms profundamente. Toda la lujuria que Tynan haba sembrado en l como una broma volvi bramando a la vida. Senta la sangre como si estuviera en llamas y el corazn le lata con tanta fuerza que estaba seguro de que podran orlo hasta el final del comedor. Paul trat de mantener el control, pero era un esfuerzo intil, una batalla perdida incluso antes de que comenzara. La levant y la llev al interior del dormitorio antes de que perdiera la cabeza y la tomara ah fuera, donde cualquiera podra pasar. Por ahora, ella era suya y slo suya, y l no quera que nadie ms la viera desnuda. Y ella definitivamente iba a estar desnuda tan pronto como pudiera ingenirselas. Andra apart bruscamente la boca de la de l, justamente cuando l abra la puerta hacia el dormitorio. Aqu no. Grace nos oir. No me importa. A m s. Entonces, bloquea el sonido. Levanta una barrera para evitar que salga de la habitacin. Puedo hacer eso? Paul no quera hablar o ensearle nada ahora. Quera tomarla y hacerla correrse tan duro y tantas veces que nunca fuera capaz de vivir sin l. S dijo entre dientes. Paul la dej en la cama y sinti un tirn de poder abandonndole el cuerpo. El aire alrededor de ellos cambi y los odos se taponaron cuando ella coloc la barrera en su lugar. l la empuj sobre el colchn y la cubri con el cuerpo de manera que no pudiera escapar. Una oscura sonrisa tir de su boca. Ahora puedes ser tan chillona como quieras.

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Crees que puedes hacerme gritar?

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Era un desafo. Uno que Paul estaba ms que dispuesto a aceptar. Las acciones hablaban ms que mil palabras, as que en lugar de responderle, simplemente at toda la abrasadora lujuria retorcindose dentro de l y la empuj a travs del enlace. El conducto de conexin tembl ante la fuerza de la necesidad por ella. Lo mismo le hizo a Andra. Ella se arque sobre la cama y aspir un jadeante aliento. Sus ojos se ampliaron en estado de shock y sus uas se clavaron en los resistentes brazos lo suficiente como para dejar marcas. Oh. Dios. Mo su voz era spera por la insatisfecha lujuria, pero no por mucho tiempo. Paul no poda apartar los ojos de ella. Le encantaba verla as, casi indefensa en su necesidad, sabiendo que era el nico hombre que podra aliviarla y darle lo que ella quera. Nadie ms puede hacerte sentir as le gru. Slo yo. No te detengas. Por favor. Paul mont a horcajadas sobre sus caderas y desliz los dedos bajo el dobladillo de su camisa, rozando con los nudillos a travs de su estmago. Ella era suave, flexible, y l nunca tendra suficiente de tocarla, ni aunque viviera para siempre. Te gusta esto? Su quedo gemido fue la nica respuesta. Qudate quieta y te dar lo que quieres. Ella le mir interrogndolo. Sus azules ojos estaban oscurecidos por el deseo. Su boca ya estaba inflamada por los besos. Para cuando l hubiera acabado, lo estara mucho ms. Andra trat de alcanzarlo, pero l captur su mano y la coloc sobre la almohada al lado de su cabeza. No te muevas o me detendr. Ella asinti comprensiva y Paul desliz otra ola de lujuria a travs del enlace. Fluy ms fcil esta vez, apenas llevndole algn esfuerzo para hacerla jadear y retorcerse debajo de l. Magnfica. Paul se desabroch el cinturn de cuero de la espada y lo apoy contra la mesita de noche para que an estuviera fcilmente al alcance. Ahora que estaba fuera de su camino, podra moverse con ms facilidad sin temor a araarla. Se desliz por sus piernas lo bastante como para poderla desabrochar los vaqueros. Baj la cremallera y apart la tela vaquera. Sus

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delicadas bragas rosa hicieron que el estmago se le apretase con deseo. Andra gimi como si lo sintiera, tambin. Tal vez lo hizo. Ella no le estaba bloqueando. Estaba abierta y receptiva con l, absorbiendo todo lo que l le daba. Ella estir el brazo para agarrarlo, pero Paul dijo: No, no. No he terminado todava. Su brazo cay al lado, pero apret el puo con frustracin. Sus ojos le avisaron del desquite, pero a l no le import. Apenas poda esperar para ver lo que se le ocurrira. Paul se inclin y sopl una bocanada de aire sobre su ombligo. Andra suspir y su estmago se tens, mostrando los msculos de sus abdominales. Tan bonita. Los dedos apenas rozaron su piel, slo agitando el fino vello. Ella se estremeci y la respiracin se la aceler. Un caluroso sofoco se extendi por su cuerpo, Paul tena que desnudarla completamente y ver exactamente lo lejos que llegaba. Se tom su tiempo desnudndola, besando cada nuevo parche de piel mientras era revelado. Para cuando hubo acabado, los dos estaban sudando y temblando de excitacin. l poda oler el aroma de su necesidad y slo sirvi para aumentar el suyo. No estaba seguro de cunto ms podra soportar. Tanto como haba querido provocarla, yendo tan lentamente, se haba hecho lo mismo a l. Disfrut de cada beso, cada golpe de la lengua sobre su piel, pero no era suficiente. Ni mucho menos. Quera estar dentro de su dulce cuerpo tan profundamente como estaba dentro de su mente. Llenndola hasta que no hubiera espacio para ningn otro hombre, excepto l. Se desnud a s mismo mientras ella le miraba. El anillo estaba caliente con el reclamo que estaba poniendo sobre la luceria. La conexin era todava demasiado nueva y frgil para la cantidad de energa fluyendo entre ellos y, sin embargo, no poda parar. Necesitaba empujarla ms, atarlos ms estrechamente con su poder. Oblgala a quedarse. La piel bajo la gargantilla era de un rojo brillante. Pas el dedo a travs de la resbaladiza banda y estaba caliente e hirviendo con ricas nubes de color azul zafiro. Me ests matando suspir ella, apretando las sbanas con el puo. Paul la cubri con el cuerpo y separ suavemente sus muslos, de manera que hubiera espacio suficiente para l entre ellos. Ella se arque, intentando unirlos, pero l la evadi y la inmoviliz contra la cama, sujetndola all con el peso. La ereccin palpitaba con urgencia, derramando gotas de lquido contra la cara interna de su muslo. Dime que lo deseas exigi l.

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Su fiera y pequea guerrera le mir con frustracin, lo cual le hizo ponerse ms duro. Sabes que lo hago, maldita sea. Ningn otro hombre alguna vez podra hacerte sentir de esta manera, hacer que lo desees de la forma en la que yo lo hago. Lo sabes, no? Envi una imagen al interior de ella, junto con las palabras. Le mostr lo hermosa que se haba mostrado cuando se corri alrededor de su polla, recordndole lo bien que se sinti cuando lo hizo. Dios, s. Ms. Al final, no pudo negarle nada. Todo lo que tuviera para dar, era de ella. As que se desliz en su interior, disfrutando del resbaladizo calor de su cuerpo rindindose al suyo. Mrame. Ella abri los ojos, que se haban oscurecido con pasin, hasta que estuvieron del mismo azul zafiro que la luceria. Cuando esta vez trat de alcanzarlo, l no la detuvo. Sus dedos le rozaron la frente y las mejillas hasta que se fijaron como la luz a las mariposas en la mandbula. Su cuerpo se apretaba alrededor de la ereccin, succionndolo en un entrecortado aliento. Al mismo tiempo, la sinti usar el vnculo para devolver algunos de los deseos que senta por l, igual que l haba hecho con ella. Su urgencia era ms suave, menos afilada y dura que la suya, pero no menos exigente. Dej que lo llenara y se inflamara dentro de l, calentando todos los lugares oscuros, que haban permanecido vacos y fros durante tanto tiempo. l nunca haba sabido lo slo que haba estado hasta ahora, hasta que ella barri con todo y lo hizo uno. Ahora lo entiendo murmur. Entiendes qu? Intimidad. Los dos juntos, as, compartir el mismo espacio. Es como una especie de magia. Eso le hizo sonrer. As es. Quieres ver otro truco? Mmm. Casi no puedo esperar. No lo hizo. Baj la boca y se ajust perfectamente a la suya. Ella saba a esperanza y silenciosos deseos, y l no poda tener bastante de ella. Desliz la mano a lo largo de su costado, absorbiendo su calor mientras se deslizaba dentro de su mente, dejando que se uniera totalmente con la suya. Ella no se resisti. De hecho, lo recibi con un suspiro de entrega. Al instante, las percepciones de Paul cambiaron hasta que pudo ver lo que ella vea, sentir lo que ella senta.

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A travs de su mente, se vio a s mismo como se cerna sobre ella. Tena el rostro rgido, con el esfuerzo del autocontrol. Los msculos hinchados en el pecho y brazos, las venas palpitando con la sangre calentada por la lujuria. La marca de vida estaba en plena floracin, de color verde brillante con el mero indicio de pequeas hojas brotando slo empezando a formarse. El pelo era un desastre, pero a ella le resultaba encantador. Tena la piel tan caliente y sensible al tacto que ella poda sentir en el momento que los surcos de las huellas raspaban contra su piel. Sus pechos le dolan por el hmedo calor de la boca y el resbaladizo deslizamiento de la lengua. Las paredes de su sexo se estiraron al aceptarlo y, sin embargo, no se haba quejado. Caray! dijo ella. Esto es Caray! As que ella estaba sintindolo tambin, lo que significaba que poda sentir que no haba nada suave en su necesidad. Le provoc para que empujara duro y profundo, para tomarla y correrse en su interior. Su tono era alto y desesperado. Realmente es necesario que te muevas ahora. Paul se movi. Se desliz dentro y fuera de ella, dejando que el cuerpo se moviera para complacerla en sumo grado. Se inclin, de manera que pudiera besarla los pechos y amar sus pezones con la lengua y dientes. Andra se apret alrededor de l, y ya pudo sentirla acercndose al orgasmo. Ella le respondi tan rpidamente que le humill. Nunca haba tenido una amante tan receptiva como ella. No te atrevas a pensar en otra mujer ahora le advirti. Los celos se apoderaron de ella, haciendo que las palabras salieran en un gruido feroz. Le clav las uas en el cuero cabelludo y envi una corriente de excitacin envolvindose a lo largo de la columna vertebral. A este ritmo, no iba a durar mucho, cualquiera de los dos. No es que le importara. Ella estaba all con l, mostrndole lo que necesitaba, y estaba ms que dispuesto a drselo. Lo que quisiera. La empuj hasta el borde y la mantuvo ah suspendida, dirigindose ms profundamente en su interior con cada poderoso empuje de las caderas. Saba exactamente cundo retirarse para mantenerla en el borde, calmndola con suaves caricias de la mano. Finalmente, despus de la tercera vez que lo hubo hecho, ella le agarr de los hombros y us una oleada de poder mgicamente realzado para girarlo, hasta que ella estuvo a horcajadas sobre l. Ech la cabeza hacia atrs con un suspiro de placer mientras se dejaba caer sobre la ereccin. Tena los pechos enrojecidos por la barba, y los pezones fruncidos y dilatados de su boca. Las costillas se expandan con cada pesada respiracin que daba, y el sudor brillaba sobre la ruborizada piel.

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Andra estabiliz sus manos en el pecho y meci las caderas. Las ramas de la marca de vida se balanceaban en respuesta a su contacto, arquendose hacia sus dedos extendidos. Paul senta un estruendo de sensaciones cada vez que ella se una contra l as, de manera perfecta. Si era de ella o de l, no poda saberlo. Ya no importaba. Todas las emociones que sentan, que compartan, ya no las poda separar. Ella lo apret estrechamente y ahora l era el nico que estaba en el borde, apretando los dientes para contener el orgasmo slo un poco ms. No funcion. Ella aceler el ritmo y lo envi volando de cabeza al orgasmo. Paul estuvo inmediatamente con ella. El cuerpo se tens y dej escapar un spero grito de consumacin mientras la primera ola de liberacin se estrell contra l. La voz de Andra se elev, junto con la suya, resonando en la barrera que ella haba creado en torno a ellos dos. Paul la atrajo hacia s y la bes en la boca abierta cuando se corri en su interior. Perdi la vista, pero a l no le import. Tena el tacto de ella contra el cuerpo y en la mente, el sonido de su voz cantando en los odos, su sabor en la lengua y su aroma en los pulmones. Y, sin embargo, no fue suficiente para saciarle. Nunca tendra bastante de ella. Sus cuerpos se calmaron hasta que slo quedaron pequeos temblores de la culminacin. Ella estaba extendida flccidamente sobre su pecho, respirando duramente. Paul la uni las piernas y la gir, pero no se atrevi a salir de su cuerpo. Todava no. Coloc los brazos hasta que ella pareci cmoda. En el momento en que hubo terminando, ella se alej de l, filtrndose fuera de la mente de manera que sinti el espacio de alguna manera vaco y oscuro. Me dejas? Pens que querras tu espacio ahora que hemos terminado dijo ella. Ella an no lo entenda. Esta es la forma en la que se supone que ser entre nosotros. No solamente durante el sexo, para cualquiera de los dos. No creo que pueda tratar contigo en mi cabeza todo el tiempo. Est un poco concurrido ah arriba. El comentario le hiri los sentimientos, pero l trat de no dejar que se notara. No lo sent lleno de m. Ests acostumbrado a todo esto. Ella le empuj por el pecho y l lo tom como una sutil insinuacin de que quera alejarse.

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Paul no se movi. Le gustaba demasiado estar dentro de ella. De hecho, probablemente, podra hacer otro par de rondas antes de que se agotara lo suficiente para detenerse. Con slo mirarla, sabiendo que el rubor de su piel lo provoc l, lo hizo endurecer. Te acostumbrars, tambin, si lo dejas. Te estoy dando casi una semana. Qu ms quieres? Toda una vida le dispar a su vez. Varias, en realidad. Ella frunci el ceo, como si no hubiera entendido que deca, para luego abrir ms los ojos conmocionada cuando se dio cuenta de que l estaba hablando literalmente. Ella aguijone en su mente, buscando la verdad; luego empuj completamente y una gruesa pared se cerr de golpe entre ellos. Mierda. La haba perdido. Asustndola completamente. No puedes querer decir eso. Puedo. Eres ma, y estoy retenindote para enfatizar su propsito, movi las caderas contra las de ella, hacindole sentir cada centmetro de la todava caliente y dura polla en su interior. Sus ojos fuertemente cerrados se agitaron y se mordi el labio para contener un suave sonido de placer. l lo oy de todos modos. Para. Por favor. Esto es demasiado. No era suficiente. La urgencia de poseerla estaba en su apogeo dentro de l. Tena que encontrar una manera de retenerla para siempre. Tres das no iban a ser suficientes. Maldita sea, para siempre, no iba a serlo, tampoco. Oblgala a quedarse. Era una orden, dada a l por su lder. Desafiarlo a l era lo mismo que traicionar a su pueblo. Deba obligarla a quedarse. Esa brillante y resplandeciente piscina de poder dentro de l se inflam en respuesta. Nunca haba sido capaz de acceder a ella antes de Andra, pero ahora que estaban conectados, podra utilizar su vnculo para recurrir a ese poder y canalizarlo a travs de ella durante cortos perodos de tiempo. Podra utilizarlo para hacer su voluntad. Obligar a Andra a hacer lo mismo. Qu ests haciendo? pregunt con voz dbil, asustada. Paul no respondi. En cambio, llam a su poder y sinti las hirvientes olas alzarse para hacer cumplir sus deseos. Arroj una densa columna hacia el vnculo. Paul susurr ella. No puedes. No puedo tomar ms. Puedes. Lo hars. Ese sonido no pareca suyo. Haba una oscura y discordante nota en sus palabras, como si hubiera otra voz hablando junto a l, spera y sin armona. Cuanto ms cerca la columna de candente energa llegaba al vnculo, ms

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pareca como si l estuviera tratando de canalizar una cascada a travs de una pajita. Tal vez ella tena razn. Tal vez era demasiado. Pero se senta tan bien. Estaba muy cerca de algo importante, algn tipo de avance que cambiara su vida. Por favor la voz de Andra sonaba dbil y lejana. Reljate dijo l con voz confusa. Ser ms fcil para ti. Las primeras gotas de energa golpearon el enlace. El poder tir de l disparando como un tirachinas hacia ella y de regreso a l. La sensacin era increble. Las chispas goteaban de los dedos y se deslizaban sobre la piel de Andra, dejando un rastro de furiosas vetas rojas. l podra curarla ms tarde, cuando todo hubiera terminado y le perteneciera para siempre. Me haces dao. l hizo una pausa. Algo aqu no estaba bien. Simplemente no poda entender lo que era. Paul! su nombre fue un grito de dolor. Estaba hiriendo a Andra. Matndola con su reclamo para que permaneciera a su lado. La amaba y estaba matndola. No poda hacerlo. Tena que parar. Esa colosal columna de poder cay de nuevo dentro del resplandeciente ocano de su interior. Abrasadora agona pasaba como un rayo a travs de los miembros, pero l apret los dientes y lo recibi. El cuerpo enfrentando cara a cara al dolor. Tienes que respirar, maldita sea oy decir a Andra. Ella estaba tan lejos. Tena los pulmones aplastados bajo una ola de presin. No haba espacio para respirar. Entonces, su boca estuvo sobre la suya, besndolo, llenndolo con aire. l dese poder verla. Era tan hermosa. Quera verla otra vez antes de morir. No vas a morirte a menos que sea soy quien te mate. Otro aliento lo llen. Andra dio un tirn a su poder, aunque no tena ni idea de lo que estaba haciendo con l. Fuera lo que fuera, se senta bien. Fresco. Limpio. Al igual que ella. Ma. Ese pensamiento rebot en la cabeza tan fuerte que estaba seguro de que ella lo habra odo. Estaba seguro de que a ella no iba a gustarle.

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Andra retrocedi conmocionada ante la posesividad de l. No estaba


slo jugando a la actitud de hombre de las cavernas. Hablaba en serio. Como l para siempre, que para l era realmente mucho tiempo. No tena ni idea de por qu l querra estar junto a una persona tanto tiempo, mucho menos alguien que haba fallado tan a menudo como ella lo haba hecho. Tena que haber sufrido algn tipo de dao cerebral en algn momento. Era la nica explicacin que se le ocurri. La haba visto por dentro. Saba que le haba fallado horriblemente a su familia cuando el tener xito hubiera significado todo para ella. Haba visto las consecuencias de su fracaso en cada uno de los delirios terrorficos de Nika. Nika se estaba muriendo porque Andra haba fallado, y sin embargo Paul todava la deseaba. No saba que slo terminara consiguiendo que le mataran tambin? Estaba durmiendo ahora. Poda sentir las oleadas de descanso fluyendo de l. La calmaba lo suficiente de la frentica necesidad de huir, para permitirle quedarse a su lado. Le apart el alborotado pelo del rostro. Era un hombre tan sexy, tan guapo de modo rudo, con lo suficiente de chico malo para hacer que las bragas estuvieran perpetuamente hmedas. Era una fantasa andante. La gruesa ereccin exigente era slo un beneficio adicional. l haba culminado, pero segua estando duro. Por ella. Lo haba visto con suficiente claridad para saber la verdad. No estaba cerrando los ojos y pensando en alguien ms cuando la tocaba. La deseaba slo a ella. Parte de ella brillaba por el conocimiento, pero el resto se preguntaba cmo l poda sentirse as cuando saba cuan defectuosa era en realidad. Tal vez no le importaba cuan cobarde fuera mientras le gustara su cuerpo. S, eso era probable. Tena perfecto sentido. Y dola como el infierno. Se frot la cara con las manos. Haba estado tan confundida desde que lo haba conocido. Todo se haba vuelto del revs y siempre estaba un paso por detrs, intentando frenticamente ponerse al da y descubrir lo que estaba pasando. Si eso ayudaba a Nika, todo habra valido la pena. Ella continuara su camino, y tal vez cuando volviera a visitar a su hermana, tambin podra ver a Paul. Eso estara bien. No quera pertenecerle o atarlo, pero tampoco deseaba no volver a verlo nunca. Podan quedar cuando las cosas no fueran tan perturbadoras y tal vez conocerse como personas normales. O, al menos tan normales como la gente como ellos poda ser.

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Disfrutara acostumbrndose a tener a un guerrero grande y sexy, que blanda una espada con una ereccin perpetua alrededor. Qu chica no lo hara? Podra funcionar. Podran incluso terminar tan cerca como para que estuviera dispuesta a dar una oportunidad a esa cosa de para siempre, una vez que estuviera segura de que l supiera que no era del tipo confiable. Cuando se deshiciera de las ilusiones acerca de ella, estara dispuesta a intentarlo. Haba posibilidades de que no funcionara, pero seguro que se divertiran dndole una oportunidad.

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Madoc apoy la mejilla contra la pared desnuda, deseando deslizarse a


travs de la desvanecida pintura. Saba que los muros de las habitaciones en Dabyr estaban aislados contra el ruido, y no haba manera de que pudiera or el corazn de Nika latiendo. Pero poda sentirlo. Justo al otro lado de la pared. Dbil, pero constante. An estaba viva. El dolor le atormentaba el cuerpo, pero an as, algo de la fragilidad en los huesos se filtraba fuera mientras se apretaba tan cerca como poda para llegar a ella. Las habitaciones contiguas a la de Paul, en la que estaba Madoc, estaban vacas. Nadie iba a venir. Los ojos electrnicos de Nicholas no podan verle aqu. Eran solamente l y el latido regular del corazn de Nika. Juntos, a solas. No saba el porqu estaba aqu. No tena nada que hacer aqu. Necesitaba estar fuera, luchando. Jodiendo. Expulsando algo de presin para poder seguir adelante slo un poco ms. Slo el tiempo suficiente para saber que ella iba a estar bien. No debera haberle importado, pero aparentemente quedaba lo suficiente de su alma para que lo hiciera. Ya no estaba seguro de cuanto de bueno tena eso, pero lo acept, como aceptaba el dolor latiendo a travs de l con cada aliento. Tan pronto como ella despertara, se prometi que se ira. Se ira y nunca volvera. No estaba seguro de cunto tiempo podra confiar en s mismo para permanecer lejos de ella. Y si ella se vinculaba a uno de los hombres de aqu, estaba bastante seguro que l sera letal. Era mejor irse antes de que eso pasara. Pero no hasta que estuviera mejor. No hasta que estuviera a salvo.

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sac a Torr fuera donde pudiera ver la puesta de sol. Ambos necesitaban algo de aire fresco y Zach realmente necesitaba un poco de cordura. Todos sus amigos se estaban largando. Kevin y Thomas estaban muertos, ambos en las ltimas semanas. Drake tena a Helen ahora. Continuaban pasando cada segundo juntos, y aunque estaba feliz por su amigo, tambin estaba tan celoso que le arda el estmago. Difcilmente poda ya mirar a Drake sin desear para s mismo ese tipo de felicidad con tanta fuerza que le dola hasta los huesos. Lexi se haba ido. No poda sentirla hoy, aunque de vez en cuando, cada pocos das, la marca de sangre comenzaba de repente a hacer su trabajo y le pona en la pista de su direccin. Nunca duraba lo bastante para localizarla, y cada vez que haba tenido ese pequeo picor, proceda de un lugar diferente. Ella siempre estaba movindose. Siempre corriendo. Ni siquiera saba por qu estaba tan asustada de l. Nunca se haba detenido lo suficiente para averiguarlo. Zach aparc la silla de ruedas cerca de un banco colocado al lado de la calzada. La tierra aqu pareca un parque, csped perfectamente cortado intercalado con lechos de flores y enormes rboles cubran la tierra. Su nuevo jardinero jefe pareca tener un don para su trabajo. El lugar nunca se haba visto mejor. Torr miraba fijamente hacia delante, sin molestarse en girarse hacia Zach a pesar que an poda mover la cabeza. El resto estaba paralizado, y ya, los fuertes msculos que haban movido el cuerpo estaban disminuyendo y desapareciendo, dejando slo un indicio de lo que haba sido una vez. El deterioro haba sido tan rpido, que estaba seguro que el hombre ni iba a durar mucho ms tiempo. Cmo lo llevas, hombre? pregunt Zach. Los ojos de color mbar de Torr brillaban de ira. Cmo crees? Cun bien lo llevaras si tu cuerpo fuera un montn intil de huesos y tuvieras un tubo en la polla para no mojarte? Quera ofrecerle paz a Torr, pero l no tena nada que perder. Lo siento. S, todos lo lamentamos jodidamente. Todos nosotros, excepto Joseph. Neg mi solicitud de nuevo. La ira vibraba en su tono, y un toque de algo ms. Algo impotente y desesperado. No va a dejarte morir an. No le has dado suficiente tiempo a los Sanguinar. Si estuvieras sentado aqu, sabras que eso es una mentira. Cada da en este cuerpo es una eternidad. Es hora de abandonar. Zach le apret el brazo, aunque saba que no poda sentirlo.

Zach

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No podemos renunciar a ti an.

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As que en su lugar, me torturis? Qu amable. Cmo te sentiras si yo estuviera ah sentado? Renunciaras a m? Entonces Torr gir la cabeza. Lo mir fijamente con tanta furia en los ojos que Zach casi apart la vista. Pero no lo hizo. Le deba a su amigo ms que una barata negacin y evasin. Si estuvieras sentado en esta silla, te quiero lo suficiente para cortarte la garganta y verte morir. No, no lo haras. Estaras por ah buscando la cosa que te mordi. Estaras sangrando en la boca de una sanguijuela cada dos das. Estaras luchando para salvar mi vida. Torr apart la mirada y su voz se convirti en un tono tranquilo y solemne. Estas equivocado, pero te perdono. Eso sonaba como si le estuviera diciendo adis, y Zach sinti una punzada de preocupacin. No vas a morir, Torr. Vamos a solucionar esto. Mejor daros prisa, entonces. Por qu? Por qu vas a renunciar? Ya lo hice. Si Joseph no me mata, yo har el maldito trabajo. Cmo vas a hacerlo? Nadie te va a ayudar. O hablar de las mujeres que trajo Paul aqu. Grace me dijo que tena que ir a ayudar porque una de ellas se estaba muriendo ya que no puede comer. Zach uni las piezas. De ninguna jodida manera. He dejado de comer. No s por qu no pens en ello antes. Supongo que no estaba pensando con claridad. Joseph no va a permitir que eso pase. No le voy a dar la oportunidad. Estoy acabado. Cuatrocientos aos es bastante para cualquier hombre. No poda dejar que su amigo renunciara as. Saba que estaba sufriendo, pero si slo aguantaba un poco ms, los Sanguinar averiguaran algo. No lo hagas. Ven conmigo a encontrar a Lexi. Torr ri sin humor. Claro. Por qu infiernos no? Solo tame al techo de tu coche y nos iremos de viaje por carretera.

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Lo digo en serio. Vamos a sacarte de aqu durante un tiempo. El cambio de escenario podra hacerte algn bien. Torr apret la mandbula. Lo nico que va a hacerme algn bien es una espada en mi corazn. No. Hemos empezado a encontrar a nuestras mujeres de nuevo. Qu pasa si la tuya est ah fuera, tambin? Y qu si lo est? No va a hacer una diferencia ahora. No voy a vincularme a una mujer cuando ella puede ser capaz de salvar a un hombre que pueda realmente hacer algo bueno. No puedo creer que ests renunciando. No? Intenta sentarte aqu durante un tiempo y lo creers. Estoy acabado. He tenido una buena trayectoria. Es hora de dejarlo. Tengo que hacerlo. No voy a renunciar a ti an. De acuerdo. Pierde tu tiempo. Simplemente no me importa. Lo hago. Quiero ayudarte a pasar por esto. Torr mir fijamente hacia la noche, pero estaba viendo otra cosa. Hay una cosa que puedes hacer por m. No te voy a matar. Apret los labios con frustracin. No. Es otra cosa. Nmbralo. No quiero que Grace me cuide ms. Por qu no? No te est tratando bien? Pens que era se es el problema. Es demasiado agradable. Demasiado inocente. No debera tener que ver lo que me voy a hacer a m mismo. Entonces no lo hagas. Ya he tomado mi decisin dijo. Lo siento. No voy a hacer esto ms fcil para ti. Por lo que a m concierne, Grace se queda. La cara de Torr se ensombreci de humillacin. No la quiero alrededor, maldita sea. Zach estaba comenzando a sospechar que haba algo ms que la preocupacin de Torr por ella. Te gusta.

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La estoy protegiendo, como mi voto exige. Es demasiado suave para su propio bien. Torr senta algo por la mujer. Estaba casi seguro. Casi. Me gustan suaves. Podra quitrtela de las manos durante un tiempo, supongo. Rastrear a Lexi me ha tenido tan ocupado que ha pasado bastante tiempo desde que me acost con alguien. Las aletas de la nariz de Torr llamearon de ira y su voz le golpe como un ltigo. No la toques, joder. Zach sonri. Lo saba. Te gusta. Eres un hijo de puta gru. Mejor reza para que nunca vuelva a caminar, porque la primera cosa que hara sera patearte el culo. Cruz los brazos sobre el pecho y le brind una sonrisa burlona. No haba conseguido la prueba de cordura que necesitaba, pero le haba encontrado a Torr una razn para vivir. Era lo suficientemente bueno para l.

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Andra se haba ido cuando Paul despert. Se estir hacia ella antes de
recordar lo que haba pasado. Para el momento en que la mano encontr las fras sbanas vacas, record todo lo que haba hecho y supo que no estara all. Se levant de la cama, se envolvi la sbana alrededor de las caderas, y la busc. No poda mirarla a la cara ahora mismo, no despus de lo que casi haba hecho, pero tena que saber que estaba a salvo y cerca. Encontr a Andra en la habitacin de Nika, acostada junto a ella con la espalda hacia la puerta, acariciando el pelo blanco de Nika. Suaves palabras de consuelo salan de ella, pero no poda or lo que decan. Grace estaba sentada en una esquina de la habitacin, haciendo punto, ganchillo o algo en lo que participaban gran cantidad de hilos. Tarareaba para s misma mientras los dedos se movan tan rpidos que eran borrosos. Grace le mir, finalmente dndose cuenta de su presencia, y se la tens el cuerpo como si estuviera a punto de saltar. No saba por qu estaba tan nerviosa cerca de l, pero levant la mano libre y agit la cabeza, dicindole que se quedara donde estaba. Necesitaba una ducha y algo de tiempo para recomponerse y encontrar la manera de arreglar lo que haba hecho.

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El disgusto le dej un sabor amargo en la garganta que no desapareca. Se haba duchado y vestido y no tena ni idea de cmo acercarse a Andra con disculpas por su error de juicio. Ni siquiera estaba seguro de que realmente supiera lo que haba intentando hacerla. Ella saba que le dola, pero podra no saber el porqu. Haba estado a punto de esclavizarla. Incluso el pensamiento le hizo dao. Un golpe en la puerta le sac de la angustia. Termin de ajustarse la espada alrededor de las caderas y fue a responder. Cain estaba all, llenando la puerta con su corpulencia. Los ojos color verde musgo estaban mates y enrojecidos, como si no hubiera dormido en das. El aroma del combate se aferraba a su piel, y el polvo le cubra la ropa. Dondequiera que hubiera estado, no haba sido divertido. Sibyl me envi dijo sin prembulos. Acept nuestra peticin? Cain asinti, pero no pareca satisfecho. Dijo que te vera a primera hora de la maana. Por qu no ahora? La noche todava es joven. Acabamos de volver de cazar y estamos exhaustos. La nia necesita su descanso. Qu pas? Cain se frot las sienes. El cansancio le pesaba en el cuerpo, tirando de l. Pregntale a Angus, pero probablemente no quieras saberlo. Voy a quebrarme. Gracias dijo, Andra se sentir aliviada de saber que todava hay esperanza. Cain pareca que le iba a decir algo ms, pero atac: No esperis ningn milagro. Sibyl ha estado actuando de una manera un poco extraa ltimamente. Sibyl siempre acta extraamente. Tena perpetuamente ocho aos y poda ver el futuro. Eso era raro en cualquier escala. Ms de lo normal, quiero decir. Slo dale algo de espacio, De acuerdo? La necesitamos. Cain suspir. Lo s. Todo el mundo lo hace. se es el problema.

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Jurara que esto es ms duro para ti que para ella. Es como una hija para m dijo. Paul se pregunt cmo debera ser eso, tener un nio que pudiera llamar propio. Eso suena bien. Algunos das, s. Pero no hoy, al parecer. Cain se apart del marco de la puerta. Me voy a dormir. Te ver maana sobre las ocho de la maana, De acuerdo? All estaremos.

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CAPTULO 24

Gilda no poda dejar de temblar. Cada gramo de fuerza le haba sido


arrancado cuando abri ese portal. Ni siquiera poda sostenerse mientras Angus la llevaba de vuelta en brazos a sus habitaciones. No era como si l necesitara ayuda. Los brazos eran fuertes y slidos, rodendola, sostenindola tan fcilmente contra el pecho como si no hubiera pasado las ltimas horas luchando sin parar. La marcha era un poco inestable debido a la herida que tena en el muslo izquierdo. No haca peligrar su vida, pero la necesidad de repararla era casi abrumadora. Ms tarde le dijo, conociendo sus pensamientos. Estar bien dentro de unas pocas horas. Necesitas descansar. La idea de dormir hizo que un grito le burbujeara en la garganta. Cada vez que cerraba los ojos vea esa abominacin. Todava no estaba segura si era real o si se lo haba imaginado. Era real gru Angus. Apret los brazos un poco a su alrededor como si intentara protegerla de eso incluso ahora. Necesito lavarme. Un bao puede esperar. Necesitas descansar. Todava poda oler el hedor de esa cosa ardiendo, or los gritos que escapaban de los pequeos pulmones. Dios, Qu haba hecho? Eso era slo un nio. No era un nio, era un demonio. Intent asesinar a Sibyl. Hicimos lo que tenamos que hacer. Pareca tan humano. Cmo era posible? Gilda trag saliva, intentando evitar las lgrimas. Haba matado a un nio est noche. Y maana, iba a tener que buscar ms y matarlos, tambin. No pienses en eso ahora. Ms tarde, despus de que hayas descansado, vers las cosas ms claramente.

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Se acercaron a sus habitaciones y la puerta se abri para Angus. Asinti hacia la recmara de enfrente de la habitacin, un silencioso agradecimiento para Nicholas, quien era sin duda el que estaba al otro lado. Nada de esto tiene sentido le dijo a su marido mientras la dejaba en la cama. Por supuesto que no. Estamos todos demasiado cansados para darle algn sentido. Djalo esta noche. Maana averiguaremos lo que hay que hacer. Necesito un bao. Sonaba desesperada, pero tena que lavarse el pelo para quitarse el olor de la carne ardiendo de esos nios. De acuerdo, amor. Preparar uno para ti. No te muevas. Gilda no poda soportar su peso lo suficiente para quedarse erguida. Se desplom sobre las almohadas y sinti las lgrimas deslizndose por las sienes, empapando las mantas. Le picaban los ojos y saba que probablemente estaban inyectados en sangre por la cantidad de poder que haba canalizado esa noche. Al menos Angus no sabra que haba llorado. Le amaba demasiado para hacerle sufrir por sus lgrimas. La cada del agua chapoteando en la baera la llen de tranquilidad y la ayud a bloquear los ecos de esos pequeos gritando. No podra hacerlo de nuevo. Nunca. Haba perdido demasiados de sus propios bebes durante siglos para tomar los de alguna otra madre. Ni siquiera ella era tan cruel. Los Synestryn haban ganado finalmente. Haban encontrado una manera de proteger su progenie de los Centinelas dndoles caras humanas. Si no lo hubiera visto por s misma, nunca lo hubiera credo. El bao est listo dijo Angus. El fuerte cuerpo estaba delineado por la luz del cuarto de bao. Incluso despus de todos esos siglos, segua siendo tan fuerte y firme como lo haba sido desde que lo haba conocido. Todava no entenda el porqu la quera. Haba hecho tantas cosas horribles. Esa noche slo era una ms. Basta ya dijo Angus con el tono que usaba para ordenar a los Theronai. Hemos hecho lo correcto esta noche. No voy a tenerte matndote de culpa. A pesar del tono duro, los dedos eran gentiles cuando la desabroch la fila de botones de la parte delantera del vestido. Tendra que quemar la seda gris. Nunca sera capaz de ponrselo de nuevo sin pensar en lo que haba hecho esa noche vistindolo.

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Angus la desnud, despus hizo lo mismo consigo. El delgado cuerpo estaba acordonado de msculos, e incluso a pesar que tena ms pelo gris ahora, ms cicatrices, todava era hermoso para ella. La recogi de nuevo y se dirigi hacia el bao. As es susurr. Piensa en cosas buenas ahora. Estamos juntos. Nos amamos. Estamos a salvo, sanos y rodeados de amigos. Cmo puedes hacer eso? Cmo puedes siempre ver el lado bueno de las cosas? l los puso a ambos en la gran baera, sosteniendo el dbil cuerpo para que no se deslizara bajo el agua. Porque te tengo a ti. Todo el resto del mundo puede desmoronarse y mientras te tenga, me considerara afortunado. Era demasiado bueno para ella, pero siempre lo haba sabido. Era slo uno de sus muchos secretos. Tal vez era el momento de hablarle de su traicin. Si alguien era capaz de perdonarla, ese era Angus. S. Ese era el problema. Sin l, estara perdida. Tan egosta como era, no poda correr ese riesgo. Le necesitaba demasiado. Haba ahuyentado a todos los dems que quera. Gilda reforz la puerta de esa parte secreta de la mente, asegurndose que estaba fuertemente cerrada y atrancada para que l nunca la viera, ni siquiera sospechara lo que haba all. Hara cualquier cosa para retroceder en lo que haba hecho, pero era demasiado tarde para eso. Iba a tener que vivir con ello, un error ms que aadir a la lista de imperdonables que haba cometido. Haba tantos, deseaba perder la cuenta, pero nunca lo haca. Recordaba cada uno de ellos.

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verte.

Buenas

noticias dijo Paul desde la puerta. Sibyl ha accedido a

Andra cerr los ojos y dio una breve oracin de agradecimiento. Bes la cabeza de Nika y se levant de la cama. Paul estaba sin camisa, y la vista de todas esas crestas masculinas le haca latir el corazn. No importaba que lo hubiera tenido slo haca unas pocas horas. Quera ms. Probablemente siempre lo hara. Crees que ella puede ayudar? pregunt. Es posible.

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Grace haba estado tejiendo en la esquina de la habitacin durante horas, pero las agujas se detuvieron entonces. Mantuvo la mirada baja cuando habl. He odo hablar de algunas de las cosas que Sibyl sabe. Es increble, mi seora. Estoy segura que ser capaz de ayudar a Nika. Andra quera abrazar a Grace por ser tan dulce. Podra ser tmida y vergonzosa, pero no dejaba que eso le impidiera confortar a otra persona. Gracias, Grace. Ella se sonroj y las agujas comenzaron a moverse de nuevo, aunque no tan suavemente como antes. Vamos a dar un paseo dijo Paul, con evidentes ganas de hablar con ella. Grace puede controlar el fuerte, verdad? S, seor. Andra asinti y le sigui afuera. El amanecer estaba justo comenzando a hacer el ms mnimo resplandor en el horizonte este. El resto del cielo estaba lleno de estrellas. Paul estaba extraamente tranquilo, casi sombro. Y no la tocaba, no era l en absoluto. Pasa algo? pregunt ella. Pareca que l no quera hablar. La mandbula estaba apretada, pero finalmente abandon la lucha. S. No debera hacer hecho lo que te hice la pasada noche. Es imperdonable. Andra frunci el ceo, completamente perdida. Incluso trat de mirar en su mente para averiguar lo que quera decir, pero todo lo que se encontraba era un muro slido. No iba a dejarla pasar y eso la haca sentir Sola. Se haba acostumbrado a compartir los pensamientos con l y se dio cuenta de lo mucho que iba a perder cuando se fuera. No deberamos haber tenido sexo? No. Por supuesto que no es eso. Estoy hablando de lo que sucedi despus. Cuando le hizo dao. Olvdalo dijo. Yo lo he hecho. Cmo puedes decir eso? Trat de quitarte el libre albedro la pasada noche. Intent esclavizarte. Y doli como el infierno, as que no lo intentes otra vez o tendr que patearte el culo.

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La atrajo y la hizo detenerse bajo un enorme arce. La sensacin de su mano sobre el brazo la calent. Le gustaba demasiado la manera en que la tocaba para su propio bien. Todava no lo entiendes, verdad? dijo. Te viol. Intent hacerte la misma cosa por la que mato a otros por hacerlo. Realmente estaba dndole ms importancia de la que tena. Escucha, s que no lo haras. No eres as. No est en ti. Cmo lo sabes? He estado hurgando en tu cabeza desde hace un par de das hasta ahora. Eres un buen chico. Slo perdiste la cabeza durante un minuto. No es gran cosa. La boca se le qued colgando de conmocin. Andra sonri y le dio un rpido beso. Al menos, intent que fuera rpido. En cambio, l la agarr por los brazos y se aferr a ella, devolvindole el beso con una desesperacin tan fuerte que la sobresalt. Cuando finalmente la dej volver a respirar, estaba mareada y se aferr a sus anchos hombros. Qu fue eso? Por ser la mujer perfecta. Andra resopl. Creo que necesitas algo ms de sueo. No ests pensando bien. l se arrodill a sus pies y le apret las manos entre las suyas. Poda sentir los callos que la espada haba puesto en su piel y eran extraamente consoladores para ella. Era un guerrero, capaz de mantenerlas a ella y Nika seguras. Si se quedaba. La resolucin de abandonarlo vacil. No tena demasiado ah fuera esperndola. l tena razn en que podra hacer su trabajo desde dondequiera que estuviera. Y l poda ayudarla. Estaba segura de ello. Nunca dejara a un nio solo y asustado. Paul presion la mano sobre la tierra y ella sinti el mismo tipo de zumbido que haba sentido antes est noche. Slo que esta vez no le doli. El poder fluy a travs de ella fcilmente en un gentil goteo que le calent la piel. El suelo bajo ellos tembl. Paul levant el puo hacia ella, y cuando abri la mano, un anillo de oro brill contra su palma. Pens que podras sentirte ms cmoda estando conmigo a la manera de los humanos, porque creas que eras una de ellos.

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Parpade, insegura de que sus ojos estuvieran trabajando. Paul se puso en pie y le desliz el anillo de oro en la mano izquierda. Csate conmigo, Andra. Qudate conmigo. La conmocin la congel en su lugar y le rob el aliento de los pulmones. Mir hacia abajo, al anillo en el dedo. Le quedaba perfectamente, brillando sin una mancha o rasguo. No tena ni idea de cmo lo haba hecho. No tena ni idea de porqu la quera. No puedo susurr. Quera decir s, pero no poda hacerle eso a l. O a s misma. l quera una compaera, alguien que pudiera estar a su lado y luchar contra los Synestryn, alguien con quien pudiera contar. No era esa persona. Fallaba cuando era ms importante, y no quera eso para Paul. No podra ser lo que quera. Si lo amaba, tena que dejarle libre para encontrara a otra mujer que pudiera. Y lo amaba. Saba que lo haca porque el corazn se la rompa y sangraba por tener que dejarle ir. Lo siento, Paul. No puedo. Su expresin se endureci, escondiendo el rechazo que ella saba que tena que estar sintiendo. l abri la boca para decir algo, pero antes de que pudiera, las sirenas berrearon una alarma en la noche. Nika Andra se dio la vuelta y corri hacia las habitaciones de Paul, oyendo los pasos golpeando justo detrs. Cuando llegaron a la habitacin, Grace estaba de pie en la puerta y Andra pudo ver a Nika detrs de ella. No haba sangre, ni monstruos. Estaba a salvo. Paul alcanz el telfono y marc. Qu est pasando? pregunt Grace. No lo s. Paul colg el telfono y fue al armario enfrente de la puerta principal. Sac una pesada chaqueta de cuero y se la cerr con cremallera, sac unas gafas de seguridad claras del bolsillo, y se las puso tambin. El recinto ha sido violado dijo. Tengo que ir a ayudar a repeler el ataque. Voy contigo dijo Andra. El rostro era de piedra fra cuando la mir. Lo que sea. Pero no voy a esperar. Sac otra chaqueta de cuero del armario y se la lanz. No salgas sin ponerte algo de proteccin. Andra asinti y le pregunt a Grace: Puedes mantener a Nika a salvo? S, mi seora. Voy a trasladarla a una de las habitaciones seguras.

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Se desliz la chaqueta y busc las gafas de seguridad en el bolsillo. Necesitas ayuda? Paul se fue y no mir atrs. Grace sacudi la cabeza, haciendo que los rizos se balancearan. No. Puedo conseguir que uno de los hombres humanos me ayude a moverla. Mejor vete. Van a necesitarte. Asinti y corri detrs de Paul.

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CAPTULO 25

Andra no vio a Paul, pero encontr la lucha con demasiada facilidad.


Era atroz, un campo abierto en la parte trasera del recinto cercana al comedor. Unos aullidos sobrenaturales se elevaban de la refriega, coincidiendo con los asquerosos golpes sordos de acero golpeando hueso. Las espadas brillaban en la luz del alba mientras cerca de dos docenas de hombres repelan el ataque. El campo estaba lleno de cuerpos de Synestryn, pero ms de esos monstruos se deslizaban desde los rboles por el oeste. A algunos los haba visto antes, a otros no. Cada uno de ellos daba el suficiente miedo como para hacerla desear una cama donde esconderse debajo. Eso y su escopeta. Haba estado en combate antes, pero nunca como ste. Haba demasiados de ellos. Docenas. Tal vez cientos. No poda decirlo con todos esos cuerpos destrozados. No haba luz exterior todava, y aunque las luces de seguridad ayudaban, todava haba demasiadas sombras. Demasiados lugares para que ms de esas cosas se escondieran. El temor se la desliz bajo la piel, por lo que estaba fra y hmeda. Se qued en el interior, mirndolo todo a travs del cristal, intentando absorber lo suficiente para moverse. Tena que hacer algo. La gente iba a morir. En el otro extremo del campo haba una mujer que ni siquiera le llegara a Andra al hombro. Estaba vestida con una bata de seda gris y el largo pelo oscuro le caa casi hasta las caderas. Tena una estructura sea tan delicada que hizo a Andra sentirse como un elefante, pero no haba nada dbil en ella. Cuatro monstruos similares a lobos, con una antinatural altura y musculatura,

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corran hacia ella. Ella se qued en pie con calma, levantando la mano mientras ellos cargaban. El primer demonio que se la aproxim sali volando hacia atrs y choc contra un segundo que haba detrs. Ambos rodaron hacia la espesura de los rboles tan fcilmente como si hubieran sido plantas rodantes. El siguiente en acercarse choc contra algn muro invisible y rebot con un audible ruido. El tercero us la distraccin para precipitarse detrs de la mujer y levantar las garras para golpear. Andra trat de llamarla para advertirle, pero el aliento se le qued en el pecho, as que hizo lo nico que poda hacer. Corri por la puerta y cruz el patio de entrenamiento, esquivando hombres y monstruos en un desesperado intento por llegar a la mujer antes de que fuera asesinada. Slo haba hecho unos pocos metros cuando la pequea mujer salt tres metros en el aire y aterriz sobre una gruesa rama de un rbol cercano. El monstruo que haba intentado matarla rasg el aire donde estado haca un segundo, su propio impulso le envi hacia arriba de que aterriz en el suelo. Un hombre que no haba visto un momento sali de detrs de un montn de monstruos muertos y cort a la cosa el crneo hasta la pelvis. haba forma antes, desde

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Andra patin hasta detenerse y se dio cuenta que estaba de pie en medio de un campo de batalla. Algo la agarr del brazo y la apart justo cuando otro de esos lobos aterriz donde haba estado parada una fraccin de segundo antes. Qu infiernos ests haciendo? gru Paul. No la mir, pero la empuj detrs de l y retrocedi hasta el grueso tronco de un rbol cercano, la nica cobertura disponible. Vine a ayudar. Entonces ayuda, pero no te dejes matar. Buen plan. Qu debo hacer? Algo con ms piernas de las que poda contar descendi del rbol. Paul lo vio y le cort la cabeza. Aquello no dej de moverse. Lo apual con su espada y arroj el largo cuerpo lejos de ellos. Acaba con algo. De acuerdo. Poda hacer eso. Encontr el poder esperndola, slo que esta vez estaba hirviendo de anticipacin, como si necesitara ser usado. Salt ante su llamada y la llen con una especie de brillante presin. El cuerpo la vibraba con fuerza cuando eligi su primer objetivo. Uno de los monstruos estaba a unos pocos metros, acercndose al costado de Morgan. Andra contrajo una rfaga de poder en una apretada bola y la expuls del cuerpo hacia la cosa. La bomba sacudi la tierra y una onda

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de aire se movi sobre ellos. Cuando pudo ver de nuevo, todo lo que quedaba del monstruo era una nube de trocitos vaporizados cayendo lentamente en la tierra. Paul le lanz una rpida mirada por encima del hombro. Quera decir fuego, pero eso tambin funciona. Buen trabajo. Su alabanza la hizo sonrer, y decidi que realmente poda meterse en toda esta cosa del combate mgico. Haca que su escopeta pareciera una pistola de agua. No tena tiempo para disfrutar de la victoria. Haba monstruos para matar.

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Paul mantuvo a los Synestryn alejados de Andra, dndole espacio para


trabajar. La mujer tena un don para la destruccin. Se rea mientras manejaba su poder, convirtiendo demonio tras demonio en pilas de fango. Angus se abri paso cruzando el campo hasta el lateral de Paul. La Seora Gris, Gilda, no se vea tan bien. De hecho, si no fuera por el grueso brazo de Angus en su cintura, Paul no crea que fuera capaz de mantenerse en pie. l dej a Gilda en el suelo detrs de Paul y Andra, y tom una posicin defensiva detrs de ella. Gilda no puede hacer nada mas dijo, acuchillando un demonio mientras ste cargaba. Ms para m grit Andra. Otro grupo de sgath explot en una nube de sangre negra y trozos de piel. Acabo de ver a Logan abandonando el campo dijo Paul. El sol se alzar en cualquier segundo. Como si sus palabras hubieran convocado el amanecer, los primeros rayos directos de luz asomaron sobre el muro. Unos diez metros frente a ellos, un Synestryn comenz a humear. Un breve instante ms tarde, estall en llamas y corri hacia los rboles. El lago! Grit Angus, lo suficientemente alto para ser odo sobre los sonidos del combate. Conducidlos al lago! Andra mir a Paul. La costaba respirar, sudaba y temblaba, y tena los ojos de un furioso rojo sangre. Por dnde? Paul seal al este. Al otro lado de esos rboles.

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Gilda agarr el tobillo de Andra antes de que pudiera correr. El humo jade. Puede hacer dao a los nios humanos. Andra asinti. Me ocupar de l. Paul sinti el tirn del poder, pero ella se estaba debilitando. Haba usado demasiado ya y todava era nueva en esto. Instintivamente, ahuec la mano izquierda en la parte trasera de su cuello, uniendo las dos partes de la luceria. La energa pas a lo largo del brazo y se desliz dentro de ella. Una brisa se agit alrededor de ellos, despus comenz a girar ms rpido. El humo de varios Synestryn ardiendo subi en espiral alejndose del recinto. Puedes seguir as si caminamos? pregunt l. Al parecer ella no le escuch. El rostro era una mscara de concentracin y tena el labio inferior entre los dientes. Llvala dijo Angus, doblndose hacia la tierra para hacer lo mismo con Gilda. Tenemos que seguir a los hombres y ayudarlos. Paul tuvo que romper el contacto con el collar, pero no haba nada que hacer. La cogi y la levant, se dio cuenta que llevar a una mujer mientras se blanda una hoja desnuda era un talento aprendido. Angus lo haca sin esfuerzo, aparentaba haber nacido para hacerlo, pero Paul estaba incmodo. Su espada se balanceaba alrededor y estaba convencido que cortara a uno de ellos. El aire sigui girando en espiral alrededor de ellos mientras corran, llevndose consigo el hedor de los demonios ardiendo. Para cuando llegaron al lago, slo quedaba un puado de Synestryn, y todos estaban ardiendo, retorcindose en el agua en un intil esfuerzo para apagar las llamas de luz solar. Cuando el ltimo demonio se hundi bajo el agua, Paul susurr: De acuerdo. Puedes parar ahora. Andra dej escapar un largo aliento y dej caer la cabeza contra su hombro. El aire es pesado jade. Paul sonri y la bes en la sien. Lo hiciste genial. Llevad a los heridos al interior grit Angus. Joseph estaba a unos metros de distancia, pero su profunda voz reson, fcil de escuchar.

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Los Sanguinar estn estableciendo camas en el comedor. Todo hombre que no est herido, que venga conmigo. Vamos a ver que lograron los Synestryn. Afortunadamente, slo haba un puado de hombres heridos, y las heridas parecan superficiales. Morgan tena un desagradable corte cruzndole la ceja, pero se enjug la sangre y se aline junto a Joseph. Paul le dijo a Andra: Te voy a llevar dentro para que puedas descansar durante unos minutos. Ests seguro que no me necesitas? Si lo hago, lo sabrs. El telfono de Angus son. Baj a Gilda y se lo sac de los arrugados vaqueros. Despus de un momento, la hosca cara se torci con un gruido. Hay alguna seal de donde la llevaron? No dijo Gilda, con los ojos abiertos ampliamente por la conmocin. Angus le puso una mano en la cabeza, ofrecindole consuelo. Va a vivir? pregunt con la voz turbia, apenas controlada. Haz lo que puedas. Estamos en camino. Qu es? pregunt Paul. Gilda se puso de pie e intent correr hacia el edificio. Slo dio unos pocos pasos antes de que las piernas debilitadas le fallaran y cayera. Angus corri a su lado y la ayud a levantarse. Luch contra l como si intentara escapar, pero Angus la abraz con fuerza. Es demasiado tarde le dijo. Ests demasiado dbil como para hacer algo ahora mismo. Gilda dej de luchar y se aferr a su marido. Los hombros se le agitaban con silenciosos sollozos. Paul nunca la haba visto llorar as antes, y algo en su interior se rompi ante la vista. Siempre era tan fuerte y estoica, no importaba lo que la lanzaran. Angus la acunaba en los brazos, pero su rostro era todo menos consolador. Pareca listo para matar. Qu ha pasado? pregunt Paul. Los ojos de Angus se cerraron por el remordimiento, y la boca se torci en un gesto de odio a s mismo. La lucha slo era una distraccin. Consiguieron lo que queran. Qu? Sibyl.

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A Paul le llev un momento que las palabras le penetraran. Sibyl se ha ido? S mascull Angus. Y no hay seal de donde se la han llevado Crey ver un brillo de lgrimas en los ojos del hombre mayor. Logan rastre la sangre de Cain y lo encontr medio muerto. Dijo que no haba rastro de olor que seguir. Incluso si hubiera habido uno, probablemente habra ardido al amanecer. No ha quedado nada? Le sac Cain sangre a alguno? No. Ninguno. Tenemos que encontrarla dijo Gilda. Su voz fue alta y desesperada contra el hombro de Angus. Le mir y Paul pudo ver las lgrimas rodando por las suaves mejillas. No podemos dejarles tener a Sibyl, tambin. El vago recuerdo de un rumor que Paul haba odo una vez le hizo cosquillas en la mente, pero no pudo recordar qu era. La encontraremos, amor era un voto, y Paul sinti la energa saliendo de Angus en oleadas. Cmo? Exigi Gilda. De la misma manera que encontramos a Maura? Maura? Haba escuchado ese nombre cuando era un nio, pero no poda recordar quin era. El cuerpo de Angus se tens como si hubiera recibido un puetazo. Eso no volver a suceder. Al parecer Joseph haba visto la conmocin y se acerc a ellos. Qu est pasando? Se llevaron a Sibyl durante la lucha dijo Paul para salvar a Angus de tener que decir las palabras de nuevo. Pondr a los hombres en ello en este mismo momento. La encontraremos antes de la puesta de sol. No hay un rastro dijo Angus. Quin lo dice? exigi Joseph. Logan. A Joseph se le transform la cara, drenada de toda esperanza. Los hombros se hundieron un poco ms, y Paul volvi a preguntarse cunto tiempo ms lograra mantenerse como lder de su pueblo. Andra haba estado mirando silenciosamente el intercambio, mantenindose enfocada en Gilda y Angus. Empuj a Paul, indicando que

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quera sostenerse por s misma. A regaadientes, la baj, pero mantuvo el cuerpo apretado contra el de ella. Se acerc y puso la mano contra el hombro de Gilda. La voz era suave, pero llena de confianza. Puedo encontrar a tu hija le dijo. Hija? Sibyl no es su hija dijo Paul. Nadie le prest atencin. Todos los ojos estaban sobre Andra. Especialmente los de Gilda. Cmo? Andra se encogi de hombros. Encontrar a los perdidos es lo que hago. Gilda se apart de Angus y tom la mano de Andra en un agarre delicado. Las lgrimas rodaban por su rostro. No puedo perderla tambin susurr. Por favor encuentra a mi beb. Tremela de vuelta. Andra cerr los ojos como si intentara bloquear la mirada de angustia de la cara de Gilda. Paul poda sentirla luchando contra s misma, el corazn y la mente en guerra el uno con el otro. Finalmente, exhal un profundo aliento resignado. Lo prometo.

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se desplom contra el suelo, impotente bajo el peso de la promesa a una madre afligida. No deberas haber hecho eso dijo Paul. Se arrodill a su lado, pasndole las manos por la cara y brazos como si estuviera asustado de que se hubiese hecho dao. Qu otra cosa poda hacer? Siempre he sido una tonta ante un padre afligido. Uno pensara que a estas alturas habra aprendido la leccin. Se recompuso y reuni las pocas fuerzas que le quedaban. De todas maneras, si Sibyl puede ayudar a Nika, entonces tambin la necesito de vuelta. Gracias dijo Angus. Por todo lo que seas capaz de hacer. Necesito ir a ver de dnde se la llevaron. Cuanto ms tiempo espere para hacer esto, ms difcil ser. El qu? Onde una mano hacia l. Todava no estaba cmoda hablando sobre su talento.

Andra

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Puedes mostrarme donde est su habitacin? Necesitas descansar primero. No hay tiempo. Sin embargo, no le dira que no a una gran taza de caf. Angus dijo: No hay otra manera. Paul, t puedes extraer fuerza de la tierra y alimentarla. No es seguro hacerlo demasiado, pero esto la mantendr durante un tiempo ms. Hazlo dijo Andra. Paul la mir como si fuera a discutir, pero luego asinti con la cabeza. Como desees, mi seora.

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llev a Andra a la habitacin de Sibyl y permaneci de pie sin estorbar en la esquina mientras ella miraba a su alrededor. Nada haba sido movido desde que haban descubierto que Sibyl se haba ido, y la habitacin estaba en perfecto estado, con todo en su lugar. Incluso las fruncidas y rizadas cortinas permanecan inalterables por delante de la ventana abierta. El nico signo de que un nio haba estado en esa habitacin era el arrugado cobertor rosa que estaba medio fuera de la ventana. Al parecer, Sibyl haba sido arrancada de debajo de las mantas mientras dorma. El segundo dormitorio en la suite de Sibyl, en la que su guardaespaldas, Cain, dorma, era una historia diferente. Aquella habitacin era un desastre total. Los muebles se haban roto donde Cain o los Synestryn con los que se haba topado haban luchado. La sangre roja salpicaba a travs de las paredes y la alfombra, pero no se encontr ninguna aceitosa sangre negra. El Sanguinar todava no estaba seguro si Cain iba a vivir o no.

Paul

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Paul rez para que no lo perdieran. De todos los hombres de aqu, era el nico que mejor se haba resistido al paso del tiempo. Tal vez se era su papel como protector de una nia que haba mantenido su alma joven y su marca de vida fuerte y sana. Si era as, Entonces qu iba a pasarle ahora que haba fallado en ese papel? Quizs sera mejor si mora. Al menos entonces no tendra que sufrir con la culpa de saber que le haba fallado a Sibyl. Paul suspir. Ahora mismo haba demasiado peligro en su mundo. Todos ellos necesitaban de Andra para encontrar y traer de vuelta al nico nio que quedaba. Andra se desliz por la habitacin, recogiendo objetos arbitrariamente aqu y all. Recogi la mueca favorita de Sibyl, que se haba cado al suelo cerca de la cama. Los cristalinos ojos negros contemplndola. Ella acarici los rizos de la mueca y Paul estuvo seguro de que haba visto el brillo de lgrimas en los ojos de Andra justo un momento antes de que los apartara con un parpadeo. Paul ansiaba acercase y consolarla, pero no se atreva a interferir. Haba que dar con Sibyl. Cmo lo sabes? le pregunt a ella. Saber qu? Que Sibyl era hija de Gilda. He visto esa mirada antes tantas veces como para equivocarme en algo as. No hay otra mirada tan desvalida y desesperada como la de un padre que ha perdido a su hijo. Eso tena sentido, pero tambin haca que Paul se preguntara por qu l no haba sabido quin era realmente Sibyl. Por qu no haba sido de pblico conocimiento? Realmente deseara que me dejaras sola por un momento le dijo. Lo siento. Eso no va a suceder. No se alejara de ella ni aunque le hubiese puesto una espada en el cuello. Le necesitaba, quisiese admitirlo o no. Andra suspir. No vas a rerte de m? Hubo un destello de inseguridad cruzando su cara que sorprendi a Paul. Siempre la haba visto confiada, y esa pequea muestra de incertidumbre haca que deseara poder atraerla a los brazos y consolarla. Nunca. Cmo podra cuando ests aqu para ayudarme? Tengo que imaginar que soy ella. Dormir en su cama. Revivir lo que vio esta noche. Parece algo estpido de hacer, pero funciona. Trag con

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dificultad, y la nica seal de miedo fue el delicado temblor de los dedos alrededor de la mueca. As que, no slo se le daba bien encontrar nios perdidos. Tena un don, uno que abundaba en magia, si lo que estaba diciendo era verdad. Paul hizo una nota mental para transmitir esa informacin. Aquello podra ayudar a otros hombres a encontrar a ms mujeres como ella. Cmo funciona esto? la pregunt. Conecto con ellos. Me pongo en el lugar donde comienza su terror y sigo ese miedo. Paul conoca a Sibyl de toda la vida y nunca la haba visto asustada. No era igual que los nios normales. No haba envejecido un da en varios cientos de aos y poda ver el futuro. Qu pasa si no tienen miedo? pregunt. Andra levant ligeramente un hombro. Cmo poda un nio no sentir miedo cuando lo sacan a la fuerza de su casa? Ella no es realmente un nio, pens, pero no expres su preocupacin. Ahora mismo ella necesitaba de su confianza. Supongo que eso es verdad. Tendrs que intentarlo. Andra asinti y se sent en el borde de la cama. Sabes qu llevaba puesto la pasada noche? No exactamente, pero siempre le gustaron las cosas con volantes. Todos los tonos pastel con pequeos encajes en el cuello. Y sta es su mueca. Durmi con ella? Probablemente. Siempre est con ella. Andra se tendi en la cama y se cubri con las mantas. Abraz la mueca contra el pecho y cerr los ojos. Dame algo de tiempo en silencio, vale? Paul se recost contra la puerta y que qued mirndola. Amaba mirarla. Era hermosa. Tan preciosa. Las infantiles cosas colocadas en la habitacin mantenan bajo control la siempre presente lujuria, pero eso haca poco para detener el encogimiento que se le formaba en el pecho al contemplarla. La amaba tanto. Tena que encontrar un modo de convencerla de que se quedara aqu y estuviese con l. Haba rechazado su oferta, pero todava no se haba quitado el anillo que le haba dado. La banda de oro brillaba alrededor de su dedo, dndole un profundo sentido de satisfaccin. No le asombraba que a tantos hombres humanos les gustara adornar a sus mujeres de aquella manera, dicindoles a los dems que ellas ya estaban reclamadas.

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Si slo aceptase llevarlo por siempre en vez de rechazarlo. No es que la culpara. Despus de lo que haba intentado hacer la pasada noche, era una maravilla que no le hubiese devuelto el anillo, o se lo hiciera tragar. Los minutos pasaban y permaneci en silencio, sin atreverse a moverse por miedo de arruinar su concentracin. Al cabo de un rato, se pregunt si simplemente se habra dormido. Saba lo cansada que estaba, cuan pulverizada deba sentirse despus de la batalla. Estaba a punto de ir a ella cuando vio que su cuerpo se pona rgido. La respiracin se hizo ms rpida y apret con ms fuerza la mueca. Ya haba cruzado la mitad de la habitacin antes de que se detuviera. Qu si eso era lo que se supona deba pasar? La veo dijo Andra en una voz que sonaba dbil y distante. La tienen los monstruos. Qu tipo de monstruos? pregunt antes de poder detenerse. No respondi a su pregunta, pero no estaba seguro si era porque no le haba odo o porque no saba cmo responder. No haba sido criada como los de su clase y quizs no supiera los varios tipos de Synestryn. Est viva. Sedienta. No est asustada. Cmo puede no estar asustada? El tono de Andra estaba lleno de curiosidad antes de volverse aterrado. Oh, dios! Me ven. Me conocen. Paul sinti el pnico cerrndole la garganta, hacindole difcil el respirar. Ella haba hecho algn tipo de conexin con los Synestryn, y eso poda no ser una buena cosa. Se arrodill al lado de Andra y la sacudi. Vuelve, cario la urgi. Atrajo el desmadejado cuerpo entre los brazos y la sacudi, esperando sacarla del trance o sueo en el que estaba. Despierta. Cmo pueden conocerme? jade y su cuerpo se tens. Quieren mi sangre. La sangre de mi familia. Han conseguido la de Tori y la de Nika y ahora quieren la ma. Despierta! Le grit Paul, y forz un aguijn de poder en las palabras, obligndola a obedecer. Los ojos de Andra se abrieron y el miedo ahuyent el color de su rostro. Tir de ella ms cerca y la acun el cuerpo como si fuera un nio. Ahora ests bien susurr. Vas a estar bien. No. No lo estoy dijo. No puedo hacerlo. Por qu no? Qu ocurre? Los monstruos han llevado a Sibyl al mismo lugar donde mataron a mi hermana pequea.

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Ests segura?

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S. Yo Sent que ella haba estado all. Sacudi la cabeza como si intentara buscarle sentido a eso. He estado buscando durante aos para encontrar su cuerpo y poder enterrarla al lado de mam. Incluso aunque puedo sentirlo, nunca haba sido capaz de encontrar ese lugar, no importa cunto lo haya intentado. Est muy bien oculto. Clav los dedos en su espalda y le susurr contra el cuello: Ya he fracasado, Paul. Llevaron a Sibyl al lugar donde estaba Tori, y nunca ser capaz de encontrarla.

respir profundamente varias veces, intentando calmarse lo suficiente para pensar. El peso del fracaso la doblegaba, hundiendo toda esperanza. Estoy seguro que eso no es verdad dijo. Las enormes manos estaban acaricindole la espalda, intentando borrar algo de la tensin. Encontraremos juntos a Sibyl. Incluso si saba dnde ir, Cmo podra llegar all? Cmo podra enfrentarse al lugar sabiendo que ya haba dejado que mataran a Tori? Y si no podemos? Poda sentir la fuerza de su juramento a Gilda tirando de ella, exigindole que lo intentara otra vez. El lugar que haba visto era tan oscuro y tan lleno de maldad que no quera volver. No quera enfrentar a lo que le haba sucedido a Tori. Lo que haba dejado que le sucediera a la nia que haba confiado en que Andra la mantendra a salvo. Podemos dijo Paul, la completa seguridad empapando su tono. Puede que antes no hayas tenido xito. Pero ahora me tienes a m. Con toda mi fuerza. No tena ms eleccin que intentarlo. Incluso si no le hubiese dado el juramento a Gilda, todava tena que pensar en Nika. Si hubiese an la ms leve posibilidad de que Sibyl pudiera ayudarla, tena que encontrarla, sin importar lo horrible que fuese el lugar. Apart a Paul. Apoyarse en l se senta bien, pero no la haca sentir fuerte, y realmente ahora eso era lo que necesitaba. Tengo que averiguar cmo llegar all. Voy a intentarlo otra vez. Paul la ahuec el rostro y la desliz el pulgar por la mejilla. Los ojos marrones estaban llenos de amor y compasin, incluso aunque se haba negado a casarse con l haca menos de una hora. No tena idea de cmo poda mirarla de esa manera sabiendo las cosas que haba hecho.

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Estar justo aqu le dijo, y presion un suave beso en su boca. S que puedes hacerlo. Su fe en ella era humillante y no quera defraudarlo. Se tendi de nuevo sobre la cama, cerrando los ojos, y dando profundas respiraciones. El agradable calor de la mano de Paul sobre ella la distrajo durante unos minutos hasta que se acostumbr a su toque. Despacio, la piel se calent a la misma temperatura y la mano se hizo parte de ella. Elimin todos los pensamientos innecesarios y se centr nicamente en Sibyl. Se imagin a la nia tendida durmiendo en su cama, abrazando su mueca favorita, completamente inconsciente de que estaba en peligro. Era fcil verla dormir plcidamente con las mejillas sonrosadas y el pelo revuelto alrededor de la cara. Ahora que tena aquella imagen, trat de imaginarse qu pas despus. Haba Sibyl odo algn sonido y se haba despertado, o haba estado dormida hasta el momento en que la arrancaron de la cama? Andra examin cada posibilidad hasta tener una cierta sensacin y la tom, asumindolo en la mente, hacindolo entrar hasta que la imagen la rode. Sibyl haba estado despierta cuando la cosa haba venido por ella. Estaba oscuro, tanto dentro como fuera. Ella haba odo aquellas garras sobre la ventana cuando se deslizaron por el cristal. Haba permanecido all tendida, congelada en el lugar, pero no por el miedo. Por aceptacin. Haba sabido que iba a suceder, que no haba nada que pudiera haber hecho para detenerlo. O ms bien, que no haba nada que ella fuera a hacer para detenerlo, lo cual era incluso peor. De cualquier modo, no haba tenido miedo, lo cual era lo que siempre haba utilizado como rastro para seguir el camino por el que haban llevado a un nio secuestrado. Sin ese rastro, no tena forma de descubrir donde haba ido Sibyl. Andra busc algo a lo que agarrarse. Algo que pudiera utilizar. Se esforz en permanecer relajada y abri la mente a las posibilidades. Quizs el monstruo haba dejado un rastro que podra seguir. Se sinti rodeada por una sensacin de satisfaccin, supona que quizs la cosa sintiera que se haba ganado su premio. All no haba nada con lo que pudiera conectar. La cosa era demasiado inhumana, casi estpida excepto por la palpitante presencia de hambre que lo controlaba, y eso era demasiado aterrador para centrarse en ello. Dbilmente, Andra fue consciente de que el cuerpo ya fatigado estaba cayendo bajo la tensin de permanecer en ese estado de trance demasiado tiempo. Tena que darse prisa. A qu se haba aferrado antes cuando haba encontrado a Sibyl por primera vez? Haba estado en la cabeza de Sibyl, s, slo por un momento. All tena que haber algo que pudiera utilizar como rastro. Qu era?

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La visin que haba creado en la mente comenz a desvanecerse cuando el cuerpo se rindi; entonces record que no estaba sola. Paul estaba all. Poda usar su poder. Alcanz dentro de s aquel brillante punto caliente donde la piel haca contacto con la suya. La luceria alrededor del cuello vibr con energa. Todo lo que tena que hacer era averiguar cmo usarlo para algo tan delicado como aquello. Luchar era fcil; siempre haba tenido destreza para hacer explotar las cosas. Pero esto era otro cantar. Nada cambi, y estaba perdiendo la fuerza rpidamente. Poda sentir el cuerpo fsico sacudindose bajo el estrs e intent ignorarlo. Desesperada por encontrar a Sibyl, se centr en el punto exacto donde la luceria tocaba el anillo a juego. Poda sentir all una tenue chispa, igual que la electricidad esttica arquendose entre dos puntos. Se estir por ese punto, agarrndose a ello con toda la desesperacin y esperanza. El poder llame en su interior, llenndola el pecho con calor. Ya no estaba cansada. Ya no estaba dbil. Se senta invencible. Los instintos le gritaban que se diera prisa, que no tena tiempo que perder, as que levant la mano y enfoc todo ese poder de modo que la formara una esfera alrededor del cuerpo. Quera la esfera para que le mostrara donde buscar el rastro, para iluminarlo de modo que pudiera seguirlo. Un lado del globo irradi cobrando vida y supo que se era el rastro. Lo examin. Empujndolo hasta que sinti lo que era. Aceptacin. Sibyl haba aceptado su destino, y la fuerza de esa emocin era tan poderosa que haba dejado un rastro, no tan fuerte como el miedo, pero lo bastante fuerte para que pudiera seguirlo. Se concentr en esa aceptacin, memorizndola hasta que conociera la sensacin donde quiera que estuviera, que fuera capaz de seguirla donde quiera que condujera. Sigui el rastro hacia el sur, su mente yendo tras ello hasta que choc con una dura barrera. Se encontr a s misma en una oscura habitacin con una sola bombilla sobre la cabeza. Los lmites del cuarto estaban ocultos en las sombras, pero de alguna manera todava pulsaban con colores. Remolinos de azul y verde florecieron a lo largo de los bordes del desnudo cuarto. Le recordaba el mar que remolinaba sobre las rocas mientras el agua era succionada por la marea de regreso al ocano. Andra haba estado antes all, por un breve momento. sta era la mente de Sibyl. Desde las sombras de esas llenas nubes de color, vino una nia. Sibyl. Llevaba un vestido blanco con volantes y calcetines de encaje hasta el tobillo con brillantes zapatos de charol. Su pelo era una cascada de perfectos rizos rubios atados atrs con un lazo de satn rosa. En los brazos, llevaba una

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mueca que pareca su gemela en miniatura, pero en vez de los ojos plidos de Sibyl, la mueca tena vidriosos y muertos ojos negros como los de un tiburn. Era la mueca que estaba sujetando ahora el cuerpo de Andra. No viniste a m a tiempo dijo Sibyl. Ahora es demasiado tarde. Lamento no haber llegado antes. Nosotros acabamos de descubrir que habas desaparecido. No. Lo que quiero decir es que le dije a Paul que te trajera a m la noche en que te encontr. Fracas en hacerlo y ahora es demasiado tarde. No entiendo dijo Andra. Por supuesto que no. Nadie lo hace. Los colores detrs de ella se oscurecieron en un profundo y desolado prpura. No deberas haber venido aqu. Ella te est buscando. Quin es ella? Sibyl mir por encima del hombro, como si esperase que alguien se materializara detrs. Mantente alejada. Esto no es seguro. Lo s. Eso es por lo que voy a llevarte a casa explic Andra. Si vienes aqu, lo lamentars advirti la cantarina voz infantil. Nunca me arrepentir de ayudarte a volver a casa, con tu familia. Las regordetas mejillas eran una mscara en blanco y esa familiar sensacin de aceptacin que Andra haba memorizado la inund los sentidos. Si debes venir, al menos espera hasta que sea seguro. Hasta que ella se vaya. Ella? Quin? Sibyl vacil un momento, como si sopesara una decisin. La nica que me trajo aqu. Te ha hecho dao? No ms que la mayora. Andra no tena ninguna pista de qu hacer sobre eso, as que lo ignor por el momento. No saba cunto tiempo ms iba a ser capaz de mantener la conexin con Sibyl, tan dbil como estaba el cuerpo. Dime dnde ests de modo que podamos encontrarte. Me encontrars por ti misma o no lo hars. No te ayudar a sufrir. No voy a sufrir a menos que falle en traerte a casa a salvo. Por favor aydame. Debo permanecer neutral dijo Sibyl.

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Neutral? Qu quieres decir?

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No puedo elegir bandos. Sera darte la libertad para actuar. No puedo permitirlo. No ahora, cuando hay tanto en la balanza. De qu ests hablando, beb? No tiene sentido lo que dices. Te has golpeado en la cabeza? Los ojos azules de Sibyl destellaron hasta volverse de un brillante amarillo. Apret la boca con clera y Andra tuvo la impresin de que haba crecido un par de centmetros. Las paredes detrs de ella pulsaron con furiosas plumas naranjas entre otros confusos colores. Estoy perfectamente cuerda, Theronai. No cuestiones mi cordura. No har ningn bien acabar aqu. Solo intento evitar tu sufrimiento. No tienes que preocuparte por m. Alguien debe hacerlo. Los Centinelas te necesitan ms que yo. T eres la nica a la que quiero ayudar dijo. Los diminutos hombros se enderezaron en una pose de falsa confianza que Andra conoca demasiado bien. Yo soy Prescindible dijo Sibyl. No. No lo eres. Ningn nio lo es. Sibyl sonri, pero no era la sonrisa de una nia. Era demasiado astuta y condescendiente para eso. Y si te dijera que ms de un nio morira si mueres intentando salvarme? No puedes saberlo. Pregntale a Paul lo que no puedo saber dijo Sibyl, mofndose de la ignorancia de Andra. Cuntas cosas imposibles has visto en tu corta vida con Paul, joven Theronai? La espeluznante nia tena un punto, pero eso no iba a hacerle cambiar de opinin. Hice una promesa para traerte a casa, y eso es lo que pretendo hacer. Ah, Gilda. Moza astuta dijo con un tono de aprobacin. Solo busca proteger a los suyos, pero siempre ha tomado las decisiones a ciegas. Deseara que yo estuviese bendecida con la ceguera. Slo est intentando ayudarte. No necesito ms ayuda de ella. De acuerdo, aparentemente all haba algo de rencor. Entonces djame ayudarte dijo.

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Si lo haces, Paul estar a tu lado. Pero date cuenta que l ve que su vida no es ms importante que un grano de arena de la playa. Hay muchos ms como l y la ausencia de uno pasar inadvertido. No vacilar en acabar con su vida de modo que la tuya pueda continuar. Mi vida por la tuya, le haba jurado. Ella crea en lo que haba dicho, pero no le dejara morir para salvarla. Tendremos cuidado dijo. Deberas quedarte con tu hermana. Mis captores no buscan hacerme dao. Entonces por qu te secuestraron? Por qu s? Quizs debas preguntarte a ti misma hasta que llegues a la misma conclusin que yo. Cul es? Algo que tendrs que descubrir por ti misma. La nia sonri, ondeando negligentemente la mano, y Andra fue arrojada de la mente de Sibyl sin ms opcin que irse. Vol a travs de la oscuridad hasta aterrizar con un sordo ruido en el interior de su propia cabeza. Lentamente, volvi a conectarse al cuerpo y dese no haberlo incomodado. La fatiga la sobrecogi, y los msculos estaban doloridos a causa del prolongado temblor. Senta fro. Se senta dbil. Demasiado cansada incluso para abrir los ojos. Ests bien? pregunt Paul. La voz era spera debido al pnico controlado. Andra hizo un sonido afirmativo, pero no pudo hacer ms. Has estado fuera demasiado tiempo. Te llevar a la cama dijo. Sinti cmo la alzada en brazos. De haber sido capaz de abrir la boca, le habra regaado por tratarla como a una nia, pero tal y como se encontraba, no tena fuerza para que le importara. La estaba sosteniendo y eso era suficiente. Ella tena una nia que salvar, e iba a necesitar cada pizca de ayuda que pudiera obtener.

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Paul estaba preocupado. Andra no se haba resistido cuando la meti


en la cama, lo cual quera decir que estaba mucho peor de lo que haba esperado. Ella le haba dicho que tenan que irse tan pronto como pudiera encontrar el rastro, y que reuniera a tantos hombres como pudiera. Haba estado a punto de hacer eso cuando vio a Angus doblar la esquina al final del pasillo. El viejo hombre no se estaba moviendo con su habitual fluidez. En vez de eso, los movimientos eran pesados y rgidos, como si estuviese herido.

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Por otra parte, su hija estaba desaparecida. Eso era ms que suficiente dolor para que cualquier hombre lo soportara. Puede ayudar? le pregunt a Paul sin rodeos. Paul asinti. Va a intentarlo. Dice que hizo contacto con Sibyl y que estaba todava con vida y sin dao. Angus se cubri la cara y dej escapar un suspiro de alivio. Tambin dijo que Sibyl no quera que fuera. Mi pobre beb susurr Angus. Probablemente piensa que Andra es ms importante para nosotros que ella. Siempre se ha sentido as, a causa de que nunca alcanz la madurez y no puede vincularse con ninguno de nuestros hombres, que es de algn modo defectuosa y sin importancia. Eso es ridculo. Cuntas veces ha salvado nuestras vidas con sus predicciones? Eso es lo que siempre le digo, pero supongo que la opinin de un padre no cuenta. No saba que era tu hija. Cmo poda no haberlo sabido? Angus se encogi de hombros. Sibyl y Gilda no se llevan bien. No quedan muchos hombres con vida que estuviesen all cuando Sibyl naci, y en algn lugar del camino, ella solo dej de reconocernos. Incluso aunque tiene el cuerpo de una nia, creci como mujer hace mucho tiempo. Era lo menos que podamos hacer para respetar sus deseos. Por qu nunca creci? Los plidos ojos de Angus se nublaron con una mezcla de rabia y tristeza. No responder a eso. Pregntale a ella si quieres saberlo, aunque dudo que te lo diga. Eso quera decir oficialmente que no era asunto suyo. Vamos a encontrarla, Angus. S que Andra puede hacerlo. Entonces por que todava no os habis marchado? Casi se mata a s misma haciendo contacto con Sibyl. Necesita algunos minutos para descansar antes de encontrar el rastro. Adems, voy a necesitar reunir a los hombres que sean capaces de venir con nosotros. Yo quiero ir. Paul puso la mano en el hombro de Angus. Por supuesto que irs. No lo hara sin contar contigo.

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Cuntos hombres necesitamos?

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Iba a ir a ver a Joseph para hablar de ello. No s cuantos hombres podemos llevarnos sin romper la seguridad. No podemos dejar el lugar desprotegido. Djame hablar con l dijo Angus. T ve a reunir a tus hombres y me encargar de los mos. No dejar a los humanos desprotegidos. No le preguntar, pero me debe algunos favores y voy a pedrselos. Ella es mi hija. Paul asinti. Encuntrate conmigo en mi habitacin en una hora. Estaremos listos para irnos.

Haban estado conduciendo hacia el sur la mayor parte del da cuando


Andra perdi el rastro. La frustracin burbujeaba en su interior, haciendo que quisiera gritar. Detente le dijo a Madoc, quien conduca el enorme SUV que haban conseguido. La cosa poda soportar ocho personas de tamao normal, pero slo a cinco Theronai y a ella misma. Estaba atestado con los guerreros cuyos enormes hombros se apretaban los unos contra los otros, todos los cuales la estaban mirando ahora a ella. Es este el lugar? pregunt Morgan desde el asiento delantero. La bronceada piel y fiera expresin haca que los ojos se vieran como si estuviesen brillando. Haba algo predador en l, movimientos grciles y sosegados, como si estuviese a la caza de algo sin importar donde fuera. No dijo Andra, oyendo el tono de pena en su voz. He perdido el rastro. Madoc comprob el reloj sobre el tablero. Oscurecer en otras dos horas. Quieres intentarlo de nuevo, o lo dejamos por esta noche? Le pregunt Paul. No haba dejado de tocarla desde que haban salido de Dabyr. Tena su brazo alrededor de los hombros, mantenindola a su lado. Incluso con el calor de su cuerpo, estaba helada, y tan cansada que apenas poda mantener los ojos abiertos. No puedo dejarla pasar la noche con esas cosas. Tengo que intentarlo otra vez. Paul asinti con comprensin.

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Todo el mundo fuera orden. Dadnos unos minutos. Madoc, ve a decirles a Angus y a los dems lo qu est pasando. Madoc asinti y los cuatro hombres salieron del vehculo. Acustate en el asiento la dijo. Andra no necesit que se lo dijera dos veces. Tena el cuerpo tan pesado y entumecido por la fatiga, que se senta como si la piel se hubiese vuelto de plomo. Paul haba encajado su enorme cuerpo en el espacio entre los dos asientos delanteros y el asiento de atrs donde ella estaba tendida. Casi se vea cmico agachado all en el pequeo espacio, y por alguna razn, la provoc que el corazn se saltara un latido en el pecho. Comprendi en ese momento que ese hombre hara cualquier cosa por ella. Era fidelidad y lealtad personalizada. Mientras respirara, hara lo que tuviese que hacer para mantenerla a salvo y feliz. Incluyendo perder la vida. No poda dejar que eso sucediera. Necesitaba devolverle el anillo y separarse de l antes de que no pudiera hacerlo. La idea de quedarse se estaba haciendo ms tentadora de lo que poda soportar. Si no se marchaba pronto, nunca lo hara y eso la asustaba como el infierno, porque saba cmo acabara, de la misma manera que haban terminado su mam, Tori y Nika. Ella hara algo mal y tendra que ver a otra persona que amaba sufrir o morir. La comprensin de que lo amaba la dej atnita por un estpido momento, y no oy lo que le haba dicho. Qu? pregunt. Ests cmoda? Difcilmente, pero asinti de todos modos. Qu est pasando por esa cabeza tuya? pregunt, con los ojos entrecerrados por la sospecha. Solo estoy preocupada por Sibyl minti. Paul le apart el pelo de la cara y la ofreci una alentadora sonrisa. No te preocupes. La encontraremos. Cuanta fe. No tena idea de donde la encontraba despus de todo por lo que haban pasado, pero si poda tener fe, entonces ella tambin. Andra cogi su mano izquierda y le beso la palma antes de posarla alrededor del cuello. Las dos partes de la luceria se unieron y fue inundada con una embriagadora acometida de poder que nunca cesaba de asombrarla. Iba a extraar eso casi tanto como iba a echar de menos a Paul. No voy a dejarte ir. Le dijo como si leyera sus pensamientos. Ests advertida. Ella no poda pensar en eso ahora mismo. Tena que concentrarse.

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Cerr los ojos y busc el rastro de aceptacin. No lo poda localizar por ningn lado. Dame la mueca le dijo ella. Paul la sac de un bolso de tela y se la entreg. El fro peso de la cabeza de la mueca de porcelana la descansaba sobre el corazn. Oli el dbil aroma de la luz del sol y rosas aferrndose a ella. El aroma de Sibyl. sta mueca era de alguna manera parte de ella, vibrante con esa propia clase de energa que Andra no entenda. Quizs eso era lo que sentan los psquicos cuando conectaban con un objeto. No era doloroso, pero tampoco era completamente cmodo. La mueca tena un revoltijo de aquella catica sensacin, una sombra o mancha que Andra no poda ver, pero poda sentir. A medida que el cuerpo caa, fue arrojada a travs del cielo y hundida en la tierra. La cabeza le dio vueltas y sinti nuseas incluso aunque ya no estaba dentro del cuerpo. Una sola bombilla colgaba del techo en una habitacin sin paredes, solo remolinantes penachos de color. Reconoci aquello como la mente de Sibyl, incluso aunque los colores ahora eran oscuros. No haba esperanzadoras tonalidades en colores pastel, slo profundos y apagados tonos marrones y grises. Sibyl sali de las sombras. Esta vez llevaba un vestido negro de volantes cubierto artsticamente por fragmentos de lazos. Los ojos estaban bordeados con delineador y los labios cubiertos con un brillante rojo chilln. Las uas eran largas y pintadas de negro. Probando un nuevo look? pregunt, incapaz de contener la paternalista consternacin en el tono. Sibyl frunci el ceo durante un momento; entonces una sonrisa satisfecha estir los pintados labios. La apariencia cambi de nuevo al traje ms apropiado para una nia, completada con calcetines de tobillo y lazos rosas. Ya no una pequea puta. Mejor? pregunt. Mucho. Me alegro de que hayas venido dijo. Pens que queras que me mantuviese alejada. La sonrisa se ensanch. He cambiado de idea. Este lugar es horrible. Sabes dnde ests? pregunt Andra. Creo que s. Ella onde una mano y un mapa parecido a la imagen de un satlite, pero recortado en un bajo ngulo, apareci. Seal una zona mientras Andra

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intentaba memorizar frenticamente las carreteras y calles cercanas. Era al norte de Alabama, a dos o tres horas de donde estaban ellos. Puedes encontrarme? pregunt Sibyl con una voz sacudida por un leve tono de miedo. No haba estado asustada antes, pero quizs las cosas se haban puesto peor donde estaba. Andra llen la voz con un tono de confianza para ayudar a tranquilizar a la nia. Ahora puedo. No te preocupes. Vamos de camino. Vamos? Quin est contigo? Hay diez hombres conmigo, Gilda y Helen. Ella no haba tenido tiempo ms que para conocer a Hellen, pero Paul le haba dicho que era poderosa. Te sacaremos de ah. Los ojos de Sibyl brillaron con un destello de rabia ante la mencin del nombre de su madre. Fue entonces que advirti que los ojos ya no eran azules. Eran completamente negros. All haba algo que no estaba bien. Qu le ocurre a tus ojos? pregunt. Sibyl encogi un delicado hombro. Es la oscuridad. Todos los ojos de los Theronai se vuelven negros cuando estn lejos de la luz durante un tiempo. Pobrecilla. Toda esa oscuridad tena que ser difcil de tolerar, incluso si no se asustaba fcilmente. Estar ah tan pronto como pueda. Slo aguanta, pequea. La voz era dbil y teida de dolor: Lo intentar. Por favor, date prisa. No s cunto ms podr soportar esto. Me han encerrado en una caja con el esqueleto de otra nia. S que me van a dejar morir aqu. Se le cerr la garganta, estrangulndola con la angustia. Qu? Lleva un camisn rosa como el mo. La dejaron morir en esta caja completamente sola. Oh, Dios, Tori. Ella haba llevado un camisn rosa la noche en que la raptaron. Su cuerpo todava estaba all. Andra sinti como el corazn se la rompa de nuevo. La angustia sangrando por ella, pero no disminuy. Todava poda sentir cada aguda pualada de culpabilidad, cada oleada de pena, como si Tori hubiese sido secuestrada apenas la noche anterior.

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Antes de que se diera cuenta de lo que estaba haciendo, volvi al cuerpo, sollozando. Shhh. Paul la sostuvo, mecindola contra el slido pecho. Te tengo. La encontr dijo. Eso es bueno, verdad? Ahora podremos traerla de regreso. No. Quiero decir que encontr a Tori. Su cuerpo est all con Sibyl. Tori haba muerto sola en una caja atrapada en la oscuridad. La presencia de Paul se desliz en su mente, fra y calmante. Lo sinti intentando consolarla, susurrndole suaves palabras directamente a su alma. Se empap de ello y dej que le diera la fuerza para respirar de nuevo. No saba cmo habra sobrevivido a eso sin l. Incluso ahora, el corazn luchaba para combatir la presin de la pena. Su hermanita haba muerto sola en alguna cueva, y haba sido incapaz de evitarlo. Recuperaremos su cuerpo le susurr Paul. La traeremos a casa. Andra intent controlar la respiracin y aquietar los sollozos que la sacudan. Quera rendirse, hacerse un ovillo y llorar hasta que ya no importara nada y todo el dolor se hubiese marchado. Pero Sibyl la necesitaba. Le deba a Tori evitar que otra nia muriera sola en la oscuridad. Hizo a un lado a Paul, ya extraando la comodidad de su clido cuerpo. Tenemos que ponernos en movimiento. No estamos demasiado lejos, y la noche se est acercando. Paul gru dejndola ir. Le limpi gentilmente las lgrimas y la bes en la frente. Sibyl tiene suerte de tener a alguien tan valiente y fuerte a su lado. Al igual que yo. Iba a extraarle. Su tiempo juntos acabara en slo unas pocas horas. Los amables ojos marrones la recorrieron el rostro como si quisiera empaparse de ella. No pienses en eso ahora. Ya tienes suficiente de qu encargarte sin estar pensando tambin en nuestro futuro. No tenan futuro. No realmente. Y a pesar de lo duro que sera apartarse de l ahora que lo amaba, volvera a pasar por todo en un latido de corazn. Ahora tena la verdadera prueba del valor y el honor que exista al luchar contra las horribles cosas que haba en el mundo. Deberamos irnos dijo. La mir como si quisiera decirle algo ms, pero en lugar de ello asinti. Sibyl nos necesita.

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horas despus, se encontraban en la cueva donde Sibyl estaba siendo retenida. La tensin en Andra era casi ms de lo que Paul poda soportar. Se estaba obligando a s misma, y si l no hubiese sentido su desesperada necesidad de ver, si l no supiera que fracasar acabara con algo en su interior, le habra exigido que se quedara atrs en el SUV. No es que tuviese derecho alguno para exigirle nada. Quedaba menos de una hora antes de que su luceria le cayera del cuello y estuviese solo una vez ms. Se mir el anillo. Los colores se haban solidificado completamente, lo cual quera decir que el vnculo estaba completo. Romperlo lo matara. A menos que ella cambiara de opinin acerca de dejarlo ir, no iba a vivir para ver la puesta del sol. Si intentaba retenerla, Andra acabara pagando el precio. Ya haba intentado obligarla a quedarse con l una vez. Tan pronto como su alma empezara a morir, no habra nada que lo detuviese de acabar lo que l haba empezado. La nica manera de mantenerla a salvo era hacerse a un lado por su bien. La triste parte de saber, no era que su vida estuviese llegando al final, haba tenido una larga y completa vida. La parte triste era tener que dejar a Andra sola. No se mereca eso. Se mereca ser feliz. Ser amada. Quizs Ian podra darle lo que realmente necesitaba una vez que Paul estuviera fuera del camino. Ahora estaba completamente oscuro, y basndose en la suciedad y la vegetacin pisoteadas cerca de la entrada de la cueva, la mayor parte de los Synestryn haban salido ya a cazar. Dnde est ella? pregunt Gilda, la Dama Gris. La mujer se vea como si apenas fuera capaz de mantenerse entera. El brazo de Angus la sujetaba, evitando que se tambaleara por la debilidad. Dentro dijo Andra. A quinientos metros de aqu. Nicholas examin la tierra circundante. ste rea es completamente baja. Acabaremos metindonos en el agua. Mierda. Eso haca todo este esfuerzo de rescate mucho ms peligroso. No solo tendran que luchar con demonios; tambin tendran que asegurarse de que no se ahogaban. Los rastros que dejaron detrs de ellos no son fangosos, quizs logremos tener suerte dijo Paul. S resopl Madoc. Porque eso sucede todo el jodido tiempo.

Tres

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Suficiente orden Angus. Vamos a entrar, cueste lo que cueste. Paul, Andra, Madoc, Nicholas, Gilda y yo vamos a entrar. El resto de vosotros protegeris nuestra salida. No dejis que nada vuelva a entrar y que vayan furtivamente tras nosotros. Todo el mundo asinti. Helen se ech las trenzas detrs de los hombros, levant las manos y un anillo de fuego erupcion alrededor de los vehculos y la entrada. Tendrn que atravesar eso primero dijo. Bien respondi Angus. Eso ayudar. Andra, t te quedars detrs de m y Gilda. Andra dio un paso hacia delante. Necesito entrar primero de modo que pueda ver el camino. Adems, Gilda se ve como si fuera a desmayarse. La Dama Gris enderez los hombros. Estoy bien, ms fuerte que una nia como t en su mejor da. Angus se puso delante de su esposa y le levant la barbilla. Suficiente. Lo haremos a su manera. Ya nos ha trado hasta aqu de lejos, no? Gilda dio un ligero asentimiento y apart la mirada. Bien. Djala ir primero. Andra ya estaba en la entrada de la cueva cuando Paul la retuvo. Necesitas estar en constante contacto con mi poder. Algo asqueroso podra aparecer, y no tendras tiempo de reaccionar si no ests preparada. De acuerdo. Puedo hacerlo. La sinti estirarse hacia l y abrirse a s misma. El vnculo era ahora ms extenso de lo que haba sido haca slo unas horas. El poder flua fcilmente de l, haciendo que su cuerpo cantara. Hblale sobre esa cosa de ver-en-la-oscuridad dijo Helen. Va a necesitarlo. Cierto. Si canalizas algo de poder a tus ojos, podrs ver en la oscuridad. Aunque ten cuidado de no poner demasiado. Podra hacerte dao. Lo tengo. Puedo verlo todo. Gracias. El tnel bajaba escarpado unos seis metros antes de nivelarse. No era una agradable y bien construida mina. Era una cueva natural con muchos giros y vueltas y ninguna superficie llana sobre la que caminar. En este punto, tuvieron que deslizarse de uno en uno por una abertura no ms ancha que un par de hombros.

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El olor de la tierra hmeda y la decadencia saturaban el aire. Un goteo constante procedente de cientos de lugares haca eco en las paredes. Las botas derraparon detrs de ellos, y Madoc gru mientras trataba de hacer entrar su cuerpo a travs del agujero. Andra y Paul esperaron al otro lado de la pequea abertura para que todos pasaran. Gilda se desliz fcilmente a travs de este, pero Angus no fue tan afortunado. Nicholas tena el mismo problema y termin por perder un trozo de la camisa en el proceso. Paul poda sentir los nervios de Andra saltando con ansiedad. Quera seguir movindose, y no poda culparla. Cada segundo que Sibyl estaba con los Synestryn, estaba en peligro. Tan pronto como Nicholas pas, Andra y Paul se movieron a otro tnel que se adentraba an ms en la tierra. Aqu tuvieron que arrastrarse sobre las manos y rodillas, y lo hombros de Paul rasparon las paredes del tnel. El tnel se ampli hasta que Andra fue capaz de ponerse de pie. Paul tena que mantener la cabeza baja, pero al menos le dio a sus rodillas un respiro. As que dijo ella, rompiendo el espeso silencio. Cunto tendr que estar en la oscuridad antes de que mis ojos se vuelvan negros? Paul no tena idea de que estaba hablando. Por qu deberan volverse negros tus ojos? El tnel acab y la boca de ste se abri en una enorme caverna con sitio suficiente para respirar. Todos la llenaron y Andra avanz cruzando una apertura a la izquierda. Eso fue lo que me dijo Sibyl. Sus ojos eran negros la ltima vez que la vi, y dijo que era por haber estado tanto tiempo en la oscuridad. Desde detrs de ellos, se escuch a Gilda, y su tono fue muy extrao, tan lleno de sorpresa y temor, que detuvo a todo el mundo en seco. Viste a una nia que se pareca a Sibyl con ojos negros? S. Angus desenfund su espada. Todo el color se desvaneci de la cara de Gilda. Qu te dijo? Me mostr un mapa para que pudiera encontrarla dijo. Gilda apret el brazo de Angus. Esa no era Sibyl. Era Maura. Nos dirigimos directamente a una trampa.

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Un estruendo sacudi el suelo alrededor del cuerpo de Andra. El polvo


se derram desde el techo, seguido de pequeas rocas. Mir hacia arriba impactada y vio que una grieta se estaba formando. Y se ensanchaba. Paul sac a Andra del camino y la empuj hacia el tnel para cubrirla justo cuando las grandes rocas comenzaban a caer. Los gritos se elevaban desde el lado contrario de la caverna. Gilda grit. Entonces Andra no pudo or nada excepto el sonido de rocas crujiendo unas contra las otras mientras llenaban el espacio. Baja al tnel grit Paul, empujndola para ponerla en movimiento. Andra se movi. La adrenalina hizo que los brazos y piernas se movieran tan rpido como los latidos del corazn. Corri por el tnel hasta que se lanz en una fosa poco profunda. Se desliz fuera de la abertura y baj hasta que estuvo de pie sobre un nicho de roca. Se movi hacia adelante para que hubiera suficiente espacio a su lado para Paul. El polvo le cubra el cuerpo, y tena un feo rasguo en la mejilla. Ests bien? la pregunt en medio de una tos. S. Y t? l asinti distradamente, pero estaba mirando el camino por el que llegaron, como si esperase ver al resto del grupo. Quedaron atrapados al otro lado, verdad? No debajo de todas esas rocas? ella rez por que fuera cierto. La expresin sombra de Paul no le dio mucho consuelo. Tena la mandbula apretada con furia, y los ojos prometan retribucin. Estamos por nuestra cuenta ahora. Podemos regresar o avanzar hacia la trampa. Qu quieres hacer? An si es una trampa, no podemos dejar a Tori aqu. O a Sibyl. Al menos ahora sabemos lo que est por llegar. Si las rescatamos, no vamos a tener ninguna diversin tratando de encontrar una salida. Har volar una abertura si lo necesito. En ese momento, la luceria cay del cuello. Andra la atrap antes de que pudiera golpear el suelo. Paul solt un suspiro dolorido. Nuestro tiempo se termina. Necesitamos ms dijo Andra. Esa es tu decisin. No la ma. Qu hago?

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Pntela. Dame un nuevo voto. Se vea como si estuviera a punto de decir algo ms, entonces apret los labios. Andra asegur la luceria de regreso a su lugar. Los ojos de Paul fueron hacia all y la mirada de nostalgia en su rostro casi la hizo llorar. l cay de rodillas y se cort una lnea en la piel, a travs de la camisa. Mi vida por la tuya, Andra. Siempre. Ella vacil. Necesitaba tiempo para pensar. Qu le ocurrira a Paul si muriera al llevar puesta esta cosa? Qu pasara si no lograra salir con vida? Era una trampa. Tena que recordar eso. l quera un para siempre. No poda permitirse querer eso tambin. Al menos no hasta que estuviera segura de que no sera una carga para l... Hasta que su gente supiera si haba ms mujeres como ella all afuera, que pudieran ser una mejor pareja para l. l crea que quera un para siempre ahora, pero qu pasara si encontraran a ms mujeres la semana que viene? No quera atraparlo. No quera que muriera junto a ella si estropeaba esto y fallaba en sacar a todo el mundo vivo. Una hora susurr. Eso debera ser suficiente para que salgamos de aqu, verdad? Si no, podemos ir a por otra hora. La boca de Paul se apret y la mandbula se trab con furia. Una hora. Ahora entiendo. No estaba segura de lo que entenda, pero no la dejaba entrar en su mente para que pudiera aclararlo. Estaba fro y rgido a su lado. La banda alrededor del cuello se apret, se acomod sobre la piel. No apareci ninguna visin, pero realmente no necesitaba ninguna para saber cmo se senta. Estaba cabreado. Ser mejor que nos movamos. Andra ansiaba explicarle, pero no haba tiempo. No es mucho ms all. Se movieron el resto del camino cuidadosamente. Paul mantuvo los ojos en el techo de roca por encima de ellos, buscando ms seales de peligro. La mayor parte de esa hora haba pasado para cuando se acercaron a un rincn y Andra sinti que una oleada de maliciosa intencin barri sobre ella. Le rob el calor del cuerpo hasta que los huesos la dolieron de fro. Se par en seco, incapaz de dar otro paso. Un gemido profundo de Paul le dijo que lo haba sentido tambin. Esto no es bueno dijo l. Que me vas a contar.

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No. Quiero decir que no podemos permanecer aqu mucho. Esto nos matar. No la molestaba la idea. Esa no eres t. Es la niebla hablando. Ignrala. Piensa en algo feliz y ponte en movimiento. Algo feliz. La cara de Tori surgi en la cabeza. La sonrisa torcida exhibiendo el hueco de los dos dientes frontales. El olor de su pelo cuando haban descansado sobre el sof juntas y haban visto dibujos animados. El sonido de su risa nerviosa cuando la haba hecho girar a su alrededor sujetndola de los brazos. Ella hubiera tenido diecisis aos si hubiera vivido... Demasiado grande para hacerla girar. Senta la bolsa vaca sobre el hombro como si pesara una tonelada. No era grande, pero Paul le haba prometido que sera lo suficiente espaciosa para contener los huesos. Eso no es feliz dijo Paul. Andra intent reenfocar los pensamientos, pero no fue fcil. Tena demasiadas cosas bailando alrededor del cerebro para concentrarse. Vamos solo a terminar con esto. Paul desenvain la espada y dieron juntos un paso hacia la esquina. Una jaula de metal de cerca de tres metros por cada lado estaba en la esquina lejana de la caverna. El suelo estaba cubierto de basura, huesos y pedacitos de pelaje. Dentro de la jaula, Sibyl estaba sentada abrazndose las piernas. Al lado de ella haba una pila de huesos y restos andrajosos de ropa. Un camisn rosado. El color del camisn en el esqueleto se haba desvanecido poco a poco con el paso del tiempo, y estaba cubierto de polvo, pero saba que era rosado porque lo reconoci. Haba sido el favorito de Tori... Uno que ella le rogaba a Andra para que le lavara para poder usarlo de nuevo cada noche. Alcanz el brazo de Paul para estabilizarse. Apenas poda respirar. Ver el cuerpo de su hermana despus de todos estos aos era ms de lo que poda aguantar. La pena casi la aplast y la rasg el corazn hasta que ya no le import si aspiraba el siguiente aliento. Si la muerte aliviara este dolor, entonces la dara la bienvenida. Se envolvera alrededor de su hermana y dejara que viniera a llevrsela. Detente con eso gru Paul. Ests dejando entrar a la niebla. Ante el sonido de su voz, Sibyl levant la cabeza. Andra esperaba ver lgrimas, pero los ojos azules estaban secos y su cara estaba tranquila. Slo la voz revel su decepcin. No deberas haber venido. Mi hermana va a matarnos a todos ahora.

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Otra Sibyl bajaba flotando desde una cornisa por encima de ellos. La falda negra se hinch mientras se situaba en el suelo. Esta Sibyl tena ojos negros y una sonrisa cruel ladeando la boca pintada. No voy a matarlos a todos dijo la chica. Te necesito a ti, hermana, y a tu bonita alma brillante. Repentinamente, las cosas comenzaron a encajar en su lugar para Andra. Todas las pequeas diferencias tuvieron sentido. Haba dos de ellas. Andra de alguna manera haba terminado en la cabeza de esta nia cuando fue a buscar a Sibyl. Haba encontrado a Sibyl cuando haba estado en su cama, pero una vez que tuvo a la mueca para contactarla... La de ojos negros vidriosos... De alguna manera haba alcanzado a la otra nia en su lugar. Paul dio un paso frente a ella. Quin diantres eres t? Maura. Sibyl es mi hermana. Pens que el parecido era una seal obvia. Mantente lejos de ella advirti Sibyl. Es peligrosa. Demasiado tarde para eso. Deberas haber escuchado cuando tuviste la oportunidad dijo Maura. Levant la mano diminuta y monstruos fluyeron como agua, babeando fuera de los altos tneles arriba de las paredes. Aterrizaban como pesadas gotas de lluvia o se arrastraban hacia abajo por las paredes de la caverna, adhirindose como araas. El miedo se apoder con firmeza de Andra y la peg los pies a la tierra. Haba muchos de ellos. Ella y Paul no iban a atravesar esto con vida. No hay tiempo para eso dijo Paul. Trabajaremos codo con codo agarr su brazo y la arrastr hacia la jaula que contena a Sibyl. Vamos, Andra. Te necesito aqu conmigo. Correcto. Sibyl la necesitaba, tambin. Andra se dio una palmada mental e intent pensar en lo que podra hacer para salvarlos. No haba forma de que pudiera combatir con todos ellos. Lo que en realidad necesitaba era encontrar la manera de impedir que los monstruos les lastimaran. No sabiendo qu ms hacer, form una burbuja alrededor de ellos para mantener atrs a los monstruos babeantes. Se requiri de una enorme cantidad de poder... Ms de lo que alguna vez haba usado antes. Las terminaciones nerviosas gritaron ante la fuerza de esa cantidad de energa viajando a travs de ella, pero se las arregl para traspasar el dolor. Cosas peludas, con garras hicieron eco fuera del escudo mientras iban a la carga, hacindole ondear como olas sobre un estanque.

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Eso funcionar dijo Paul, el orgullo vibrando en la voz. Cunto tiempo lo puedes sostener? El sudor ya empezaba a perlar la piel por el esfuerzo. No lo s. Me apresurar. La correa de la bolsa sobre el hombro desapareci. Ella no se poda permitir distraerse pensando en lo que eso significaba, as que no lo hizo. Oy el chirriar del metal doblndose demasiado rpido y una suave palabra de agradecimiento de Sibyl. Los monstruos golpearon el escudo, y sinti cada uno de los impactos como un martillo pesado explotndola en el cerebro. El sudor se desliz por las sienes y las piernas comenzaron a temblarla. El poder de Paul fluy en ella, pero destin todo lo que la llegaba al escudo, no dejando nada para recobrar las fuerzas. Se sinti hueca... Una delgada concha de piel quebradiza era todo lo que quedaba de ella, y que amenazaba con desmoronarse. El seco golpe de huesos llen sus odos, tuvo que cubrirlos y bloquear el sonido. Paul estaba recogiendo lo que quedaba de su hermana. Pobre, dulce Tori. Lo siento, cario. Las lgrimas se unieron al sudor que la corra por el rostro. El escudo vacil y una de las cosas con ojos verdes encendidos lo atraves. Paul! grit, y levant las manos para canalizar ms poder hacia la brecha. No estaba segura si el movimiento de la mano sirvi de algo, pero vala la pena intentarlo. La espada de Paul entr dentro de su campo visual. Cort a travs del aire entre ella y el monstruo que embesta, cercenando una de las patas de la bestia. La cosa aull y la sangre negra sali a chorros sobre las rocas. Lo termin con una serie rpida de cortes que enviaron la cabeza rodando lejos. Pate el cuerpo hasta donde el escudo lo permitira, donde se retorci mientras la sangre se drenaba de eso. Andra volvi a formar el escudo para conseguir que la cosa se alejara de todos ellos antes de que la sangre los pudiera quemar. Sinti el calor de la luceria mientras forzaba an ms poder dentro del cuerpo. El sudor se evapor de la piel en pequeas guedejas de vapor. La cabeza le lata al ritmo de los choques de los monstruos contra el escudo. No iba a poder sostenerlo mucho ms tiempo. Una mano pequea, fra se meti calladamente en la de ella.

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Puedes hacer esto dijo Sibyl, la voz infantil estable y confiada, como si no hubiera pasado ese da encerrada en una jaula con los restos de la hermana que Andra no haba podido salvar. Tiempo de irse grit Paul. Ir a dnde? jade Andra. Estaban rodeados. Slo la burbuja que haba construido mantena alejados a los demonios. Ya los monstruos lo estaban cubriendo, rascando y araando, como si trataran de encontrar un camino hacia dentro. Cmo te sientes sobre volar? pregunt Paul. Es genial si estoy dentro de un bonito caparazn de metal. El camino por el que entramos est bloqueado. No veo ninguna eleccin aqu. Ni tampoco Andra. Mierda. Tanto que no quera hacer esto. Arriba ser. Agrrate. Paul la desliz la mano alrededor de la nuca, trabndolos, liberando ms de su poder para que fluyera dentro de ella. Sibyl se la aferr a su cintura y Andra se agarr de los hombros de Paul. No puedo creer que est haciendo esto mascull antes de poner toda su atencin en la tarea. La energa brotaba de Paul, lanzndose a su disposicin. Ella dej que la burbuja se encogiera hasta que estuvieron nariz con nariz con los monstruos hambrientos. Tuvo que cerrar los ojos para bloquearlos fuera, para poder concentrarse, pero de alguna manera se imagin cmo usar una explosin de fuerza para empujar la burbuja del suelo. No fue muy lejos, y trataron de acurrucarse en el centro de la esfera, pero se elev, dndole a la confianza de que realmente podra funcionar. Empuj ms duro, y uno por uno, los monstruos comenzaron a deslizarse fuera del suave escudo, aligerndolo y facilitando moverse. Algunos todava se aferraban con piernas de insectos, pero no lo poda evitar. El techo estaba llegando a ellos rpido ahora, y no poda encontrar la manera de bajar la velocidad. Vas a tener que abrirte paso dijo Paul. Hay mucha roca por arriba. No dijo Sibyl. Estamos slo algunos metros de profundidad. Algunos metros. Podra hacerlo si eso era lo qu se necesitaba para llevar a Sibyl y a Paul a la seguridad. Para meter el cuerpo de su hermana en la tumba vaca junto a la de su madre.

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Andra contempl la roca, buscando un punto dbil. Una sola hendidura se extenda por toda la longitud del espacio desde una esquina, as que apunt a eso. Ella form una cua de aire, al igual que la burbuja del escudo, la endureci con la mente, y empuj la cosa en la grieta. El cuerpo la vibr bajo la presin, y sinti los ojos como si se la fueran a evaporar bajo el calor que brotaba de ella. En algn punto haba dejado de sudar, o tal vez slo se secaba ms rpido de lo que el cuerpo generaba. Cualquiera que fuera el caso, estim que tena otros pocos segundos antes de que se desmayara completamente y todos ellos aterrizaran en el centro de la masa de dientes y garras de abajo. No iba a permitir que terminara as. Se la formaban puntos blancos en la vista, hacindole difcil ver, pero podan sentir el aliento de Paul en la oreja mientras le hablaba. Lo ests haciendo muy bien. Slo un poco ms. Estaba empujando la energa dentro de ella ahora, ayudndola tanto como poda. La recogi, aforrndola hasta que la presin fue demasiado para sujetarla. Apenas poda ver ahora, justo lo suficiente como para distinguir el lugar donde haba empujado la cua. Andra la solt, golpeando ese punto con la fuerza de un ariete. Las rocas llovieron sobre ellos, y debajo del trueno de piedras, poda or los gritos doloridos de los monstruos mientras eran aplastados. La burbuja se mantuvo, resguardndolos de los trozos grandes, pero los granitos de arena comenzaron a atravesarla. El escudo se estaba debilitando, y no iba a resistir por mucho ms tiempo. Una vez ms jade Paul. Son sin aliento. No poda verlo ahora. No poda ver nada. Dej que el instinto la guiara mientras reuna la fuerza y aporreaba la cua otra vez. Otra tanda de rocas cay en cascada. Esta vez trozos del tamao de grava estaban atravesndola. Veo las estrellas! grit Sibyl. Andra no poda, pero crey en la voz excitada de la chica, y gui la burbuja hacia arriba para que pudieran salir del infierno. A la izquierda dijo Paul. All. Los odos la comenzaron a zumbar y ahora no poda or nada, tampoco. No estuvo segura si estaba afuera del hueco de la caverna o no, hasta que sinti el triunfo de Paul cantando a travs del enlace. Condujo la burbuja lateralmente, asegurndose de que no cayeran de nuevo dentro del hueco una vez que la burbuja reventara de pronto. Estamos a salvo. Puedes dejarla ir ahora.

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Era la voz de Paul en su cabeza, la presencia reconfortante; as que la dej ir. Aterrizaron con un golpe. Aspir enormes bocanadas de aire y se recost en el pasto fro. El corazn la martilleaba, desacelerando con cada pulsacin. Poda sentir los dedos de Paul entrelazndose con los de ella y deleitndose con el orgullo irradiando de l. Lo haba conseguido. Los haba sacado vivos. Y entonces su presencia se fue como si alguien hubiera apagado un interruptor. Trat de alcanzarlo en su mente, pero se estrell contra una pared. No estaba all. Estaba sola otra vez. La luceria se abri y se desliz desde el cuello hasta el pasto. Trat de alcanzarla, pero los brazos no funcionaban. Nada funcionaba. Todo estaba roto ahora, y Paul se haba ido. El mundo se desvaneci y no hubo nada que pudiera hacer para detenerlo.

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Paul haba esperado que fuera doloroso. Vio la luceria caer. Se haba
preparado para la agona que saba estaba llegando, pero nada pas. Andra haba utilizado tanto poder que ya no lata nada en su interior, intentando despedazarlo. Iba a morir, pero al menos no sera tan doloroso. Estaba agradecido por ello. Paul la tom entre los brazos y la abraz mientras su cuerpo se recuperaba. Los otros Theronai les haban encontrado y estaban corriendo hacia ellos. Vio a Gilda, junto con los dems que haban bajado all con l. Estaban a salvo. Un poco polvorientos, pero a salvo. Paul inclin la cabeza de alivio. Todo el mundo haba logrado salir con vida. Haban rescatado a Sibyl, y los restos de la hermana de Andra estaban a buen recaudo en la bolsa de lona. Con todo, fue un xito total. Lstima que no tuviera ganas de celebrarlo. Helen se inclin y comprob el pulso de Andra. Est bien? Eso creo. Slo sobrecargada. Por el rabillo del ojo, vio a Angus aplastando a su hija en un desesperado abrazo. Gilda se qued atrs, observando, retorcindose las manos como si estuviera ansiosa de unirse a ellos. No lo hizo. S lo que es eso dijo Helen. Meti una mano en la hierba y cogi la luceria. Parece que perdiste esto. A Paul le tembl la mano cuando la cogi. Los colores se arremolinaban dentro del collar, an mas azules, pero no completamente. Ella no poda siquiera darle otra semana. Slo una hora. Por mucho que tuviera la esperanza de ms, lo entendi. Haba cometido errores con ella, algunos imperdonables. No se mereca otra semana y lo saba. Ella tambin. Se abroch la luceria alrededor del cuello y sinti la primera hoja caer de la marca de vida. Se agit sobre las costillas, y antes de que dejara de caer, otra se le uni. Luego otra. Vivir hasta la salida del sol haba sido una estimacin optimista. A este ritmo, solo tendra unas pocas horas como mximo. Quera pasarlas con Andra, por egosta que fuera eso. Se jur a s mismo que no la dejara verlo morir, pero se mora por estar con ella slo un poco ms.

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Slo tena unos pocos momentos antes de que su alma comenzara a desvanecerse y tena que dejarla. No poda confiar en s mismo de no obligarla a tomar la luceria de nuevo. No poda confiar que no le hara dao o intentara esclavizarla como haba hecho antes. Quera un para siempre con ella, demasiado para arriesgarse. Estara ms segura si l fuera a cumplir su destino como haba planeado hacer durante dcadas. La levant y sigui a los hombres a los vehculos. Incluso manchada de tierra y plida por el esfuerzo, segua siendo hermosa a la luz de la luna. Era un hombre afortunado por haberla conocido, aunque hubiera sido por unos pocos das. Unos pocos das con Andra valan ms la pena que toda una vida con cualquier otra mujer.

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senta resaca. Le lata la cabeza, tena la garganta irritada, y estaba bastante segura que iba a vomitar. Esa idea hizo que se moviera lo suficiente para sentarse. No quera enfermar en su cama. Cuando se sent, rpidamente se dio cuenta que no estaba en su cama. Estaba en un coche fuera de una desagradable cueva. Las puertas estaba abiertas y una brisa veraniega se deslizaba sobre su piel. Morgan y Madoc montaban guardia no muy lejos, recorriendo la zona con la mirada, hablando demasiado bajo para que les oyera. La noche completa lleg, inundndola. Lo haba hecho. Les haba sacado a salvo. Haba encontrado a su hermana, tambin. Despus de ocho aos, poda finalmente poner a Tori a descansar. Las lgrimas le ardieron en los ojos mientras se inclinaba y abra la cremallera de la bolsa de lona. El andrajoso camisn rosa no era ms que jirones ahora. Los huesos del interior estaban polvorientos, y no se atreva a tocarlos. Era el cuerpo de Tori, pero no era todo lo que haba dejado detrs. Haba trado alegra a todos los que la rodearon. Le haba dado a Andra ms buenos recuerdos de los que ninguna persona se merece tener. No haba vivido mucho tiempo, pero los aos que haba tenido haban sido buenos, y los haba utilizado para derramar ms amor en el mundo que cualquier otro ser que jams hubiera conocido. Las lgrimas gotearon sobre la bolsa roja, dejando puntos oscuros. Te quiero, beb susurr. Puedes descansar ahora. Con eso, cerr la cremallera de la bolsa y dej el pasado atrs. Tori no habra querido verla triste. Habra querido que viviera, riera y amara. Paul.

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No estaba por ninguna parte, pero cuando pas sobre la bolsa para salir y encontrarlo, vio un destello metlico. Su espada estaba envuelta, yaciendo bajo los huesos de Tori en el suelo del SUV. Nunca iba a ninguna parte sin ella. Por qu la habra dejado detrs? A menos que no fuera a volver. Comenz a entrar en pnico e intent alcanzarle para poder encontrarlo, pero no haba nada all. Se llev la mano a la garganta y slo encontr piel desnuda. La luceria se haba ido. El tiempo de ellos haba terminado. La haba dejado. Pero por qu? Se arrastr fuera del vehculo y le fallaron las piernas. Cay al cemento y le ardieron las manos por el impacto. Madoc corri hacia ella y la ayud a levantarse. Ests herida? pregunt. Dnde est Paul? Estaba justo aqu hace unos minutos. Andra seal la espada. La dej atrs. Dnde est? Madoc la mir, con la cara inexpresiva. Fue a morir. Morgan le dio un codazo en las costillas. No tienes que hablar de ello. Dnde infiernos est tu honor? Jodido honor gru Madoc. Ella merece saber el resultado. Si l se lo ocult dijo Morgan es porque esa era su eleccin. No quera que supiera lo que estaba haciendo. Ella sufri en silencio durante un segundo, entonces mir a Madoc. Qu est haciendo exactamente? Iba a derribar a un montn de Synestryn a su paso de regreso a la cueva. Qu? Por qu infiernos lo hara? No tena tiempo para eso. Ya le pegara a Paul cuando le encontrara. Por dnde se fue? Madoc lo saba. Poda verlo en sus ojos. Andra le agarr por la camisa y le sacudi. Era demasiado grande para que lo agitara mucho, pero l pill el concepto. Dnde fue? Los ojos verdes de Madoc se movieron a la derecha, hacia la espesura de los rboles.

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El sol casi ha salido y l se haba ido con suficiente tiempo para hacer el trabajo. No lo encontrars a tiempo. Infiernos que no lo hara. Agarr el telfono mvil de Madoc de su cinturn y corri mientras buscaba en su gua de telfonos. Tena las piernas temblorosas, pero la sostenan porque esto era importante. El telfono son, pero l no lo atendi. No se molest en dejar un mensaje en el contestador. Slo volvi a marcar. Finalmente, en el cuarto intento, atendi. Djame en paz, hombre gru Paul. No dijo ella. No lo har. Era evidente que no haba esperado encontrarla a ella en la lnea. Te lo dijeron, no? S, y no voy a dejarte hacerlo. Estaba jadeando, apenas capaz de hacer salir las palabras. Eso no es una opcin, Andra. No voy a permitirme vivir lo suficiente para que mi alma muera. Te quiero tanto, que te hara dao. l contuvo un sibilante aliento. Ya he perdido a mam y a Tori. No puedo perderte a ti, tambin. La mera idea la desgarraba. Ya haba perdido demasiado. Se mereca un poco de felicidad a cambio. Se intern en el bosque, utilizando el instinto para guiarse. Deseaba todava tener esa conexin con l, podra darle caza y capturarle con la mente. No quiero que te ates a m por obligacin dijo. La voz era cada vez ms dbil. No tena ni idea de que quera decir l. Qu obligacin? El amor nunca es una obligacin. La maleza y las ramas bajas le golpeaban el rostro, pero continu. Me amas? pregunt, levantando la voz con esperanza. Normalmente, se habra echado atrs y puesto algo de distancia entre ellos. Todo esto iba demasiado rpido, y todava tena responsabilidades que tenan que ir primero. Amar a alguien iba a ser una complicacin enorme, por no mencionar el hecho de que si lo admita, no podra esconderlo ms. No se podra mentir ms a s misma. Si lo amaba, l podra hacerla dao. Si le amaba y mora, nunca se recuperara. S susurr, aunque si era porque estaba sin aliento o porque tena miedo de decirlo demasiado fuerte, no estaba segura. Te quiero.

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Ojal lo hubiera sabido. Es demasiado tarde ahora. l lanz un profundo gemido de dolor. Poda orlo cerca, y una fraccin de segundo despus, reson por el telfono. Estaba cerca. Puedes orme? grit. Te quiero tambin. Las palabras eran tan dbiles que apenas poda orlas. Vio un atisbo de azul que no perteneca al bosque. Deseaba como el infierno tener los ojos mgicos de nuevo para que la ayudaran a ver. La luz rosada del inminente amanecer era apenas suficiente para guiarla. A medida que se acercaba, vio que el azul eran sus vaqueros. Le haba encontrado. Andra se tambale a travs de los rboles y cay a su lado. Estaba recostado en un tronco grueso, desplomado e inmvil. Los cadveres de los Synestryn cubran el suelo a pocos metros de distancia. Docenas de ellos. Varios profundos cortes en la carne de Paul goteaban roja sangre. La piel estaba ms plida a cada segundo. Tena el pecho desnudo, con la camisa rasgada por el lado derecho donde las garras la haban arrancado, junto con la piel. El tatuaje sobre el pecho estaba desnudo. Todas las hojas estaban muertas, yaciendo amontonadas a lo largo de la cintura. Los colores se arremolinaban desvaneciendo rpidamente. en la luceria, pero se estaban

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Rezando para que no fuera demasiado tarde, se la arranc del cuello y se la abroch alrededor del suyo. Lo extremos se cerraron, pero nada ms pas. Todava no poda sentirle. No estaba respirando. El pnico la hizo temblar. Le presion los dedos en el lateral del cuello, intentando sentirle el pulso. Era dbil y no estaba totalmente segura de que no fuera el de ella, pero le dio esperanza. Estir su cuerpo, sin hacer caso a las ensangrentadas hojas y palitos que cubran el suelo, le insufl aire en la boca. Su pecho se expandi. Lo hizo una y otra vez. Entonces lo sinti. Una chispa de poder arquendose entre sus bocas. Todava estaba con ella. Poda sentirle luchando por regresar. No te atrevas a dejarme le dijo. Te necesito. El total del poder dentro de l era dbil, pero ella desvi lo que poda y lo utiliz para unir su piel. No saba qu estaba haciendo, pero tena que intentar algo para evitar que sangrara.

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Le cubri la boca con la suya para respirar por l de nuevo, pero esta vez no necesitaba ninguna ayuda. La tom el aire de los pulmones y la bes de vuelta. La desliz la lengua sobre los labios y un bajo gemido de placer la vibr en el pecho. Saba tan bien. Tan vivo. El corazn se la llen de alivio y gratitud. Los brazos la rodearon y los sent a ambos. La boca dej la de ella y pudo ver los ojos brillando de emocin. Dmelo otra vez orden l. Ella saba lo que quera or. Podan sentir el indicio de inseguridad que an permaneca en su interior, y le amaba tanto que no pudo renegar de l. Te quiero. Los ojos se cerraron de placer. Dios, suena tan bien. Cogi la espada prestada de donde haba aterrizado sobre las hojas, se arrodill ante ella y se hizo un corte superficial sobre el corazn. Mi vida por la tuya, Andra. Por siempre y para siempre. La sangre le goteaba por el pecho, provocando que el estmago se la retorciera ms fuertemente. Realmente deseara que dejaras de hacer eso. Acabo de remendarte. Ignor el reclamo y la mir con tal intensidad que ella quera apartar la mirada. Dame tu voto. Lo necesito. La necesitaba. Para siempre. Eso era lo que quera, y la asustaba como el infierno. Aun as, a pesar que tena miedo de atarle a una mujer que haba cometido tantos errores, estaba ms asustada de dejarle ir. Haba visto todos sus fallos. Saba que haba un montn de gente a la que haba decepcionado. Saba que les haba dejado morir. Y todava la quera. Confiaba en ella. La haca sentir humilde y sin embargo le daba fuerzas para confiar en s misma. No era perfecta, pero no tena que serlo. Siempre estara all para ella cuando fuera dbil. Siempre estara all para ella, y punto. Te necesito, tambin. As que, mientras no te canses de m, voy a estar ah a tu lado. Mientras la calidez de la promesa se apoderaba de ella, una sonrisa de masculina satisfaccin le curv la boca. Eres ma ahora, Andra, porque nunca me voy a cansar de ti. Entonces, tal vez debera volver a formular mi voto brome.

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Oh, no, no lo hars. Te tengo justo donde te quiero. Para siempre. La atrajo hacia s e inclin la cabeza para besarla mientras los primeros rayos del amanecer rompan a travs de los rboles.

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Andra contuvo la respiracin. Sibyl se qued junto a la cama de Nika.


Tynan haba utilizado todo el poder que haba recogido en el ataque a Dabyr y haba dejado de ayudar a Nika, al menos durante otra semana, por lo que Sibyl era la mejor oportunidad que ella tena ahora. Paul estaba a su lado, su fuerte brazo alrededor de ella. Su dedo pulgar le acariciaba la cintura, aliviando algunas de las tensiones que haban ido creciendo en su interior desde que haban llegado a casa. Y Dabyr era su hogar ahora, aunque uno extrao. Sibyl frunci el ceo y puso su pequea mano sobre la frente de Nika. Un momento despus, la retir como si la quemara. Pobre chica dijo Sibyl. Si se recupera no ser por tu mano. Andra se apoy contra Paul, dbil por la decepcin. l la acogi en sus brazos, slido e inflexible. Qu quieres decir? No hay nada que pueda hacer? Me temo que no. La frustracin brillaba en su interior. Se senta impotente. Incluso con todo el poder que ahora posea, todava no poda ayudar a Nika. Sin embargo, hay esperanza dijo Sibyl. T me rescataste, as que yo te ofrezco este beneficio. Cul? Cualquier esperanza que puedas darme ser ms que bienvenida. No hay nadie aqu que pueda ayudarla. No puedo ver quin es, pero siento que l ya ha empezado el proceso. l? Entonces, Grace, no? No. Grace, no. Ella es un alma de curacin, y da a Nika un gran consuelo, pero eso es todo. Qu debo hacer, entonces? pregunt Andra. Sibyl le dirigi una sonrisa tan llena de sabidura que ninguna nia de ocho aos debera poseer.

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Nada. Nada?

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Ya has hecho todo lo que has podido. La trajiste aqu. Que, o bien ser suficiente o no lo ser. Y no puedes decirlo? No, no lo dir. Ya no es mi turno. Andra estaba tratando de averiguar lo que quera decir pero estaba teniendo dificultades para seguirle la corriente con todas esas enigmticas palabras. Qu quiere decir, no es tu turno? Sibyl inclin la cabeza haciendo que sus rizos tambin se inclinaran. T eres una hermana. Sabes lo que es tener que compartir. Nunca has aprendido a hacerlo por turnos? El cuerpo de Paul se tens a su lado. Ests diciendo que Maura puede ver las cosas de la misma manera en que t lo haces? No he dicho nada de eso. Eso ira contra las reglas. Dio media vuelta y se fue, pero se detuvo en la puerta. Sin volverse, dijo: Vais a ser felices juntos. No tengo que romper ninguna regla para decirte eso. Despus de que extraamente vaca. se hubiera marchado, la habitacin pareca

De acuerdo dijo Paul. Es evidente que todava hay algunas cosas que no s de por aqu. Bienvenido al club. Santo cielo, esa chica es muy rara! Te acostumbrars a ella dijo Paul. Supongo que voy a tener que hacerlo, no? l se inclin y la bes a un lado del cuello, haciendo que la piel se acalorara. Sus brazos se sentan bien alrededor de ella. No saba cmo hubiera sobrevivido sin l. Era tan parte de ella que apenas poda distinguir la diferencia entre la presencia de l en el interior de su mente y la suya. Su lengua se desliz hacia abajo hasta que toc el borde de la luceria. Tan pronto como lo hizo, no fue slo la piel lo que se puso caliente. Ella se derreta por dentro, slo por l. Su malvada sonrisa le dijo que l lo saba tambin. S. Por ti. Porque nunca voy a dejarte ir.

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se despert de repente, como si alguien hubiera gritado su nombre. La mujer en la esquina de la habitacin se haba quedado dormida con un jersey de punto en el regazo. Nika no la conoca pero no tena miedo. Por primera vez en ocho aos, no estaba asustada. La sensacin la mare, y aunque tena el cuerpo dbil, se levant de la cama dejando la dbil carne atrs. Tena que irse ahora. Le llev un momento acostumbrarse a la sensacin de flotar fuera del cuerpo. Estaba tan acostumbrada al hambre insaciable y al dolor profundo que la prdida la pona nerviosa, casi la hizo sentirse sola sin su constante compaa. Nika volvi a mirar a la cama donde yaca su concha. No reconoca a esa persona. Ese esqueleto. Una vez ms, sinti una oleada de reconocimiento, como si alguien la estuviera llamando. Tena que ir con l. La necesitaba. Nika sali de la sala, por la puerta que estaba enfrente, hacia un largo pasillo. No saba dnde estaba pero saba adnde iba. El instinto la guiaba como una flecha, y corri a travs de los oscuros y desiertos pasillos, flotando sobre el suelo. Estaba cerca ahora. Poda sentirlo, sentir su poder. Haba llegado a casa, aunque no tena ni idea de cmo saba que era el caso. La puerta se pareca a todas las dems, pero para ella, era un hervidero de poder. Presion las manos contra ella y se desliz a travs de la madera con facilidad. l estaba all. Durmiendo. No quera despertarlo. Necesitaba descansar; era la nica manera de escapar de su dolor. No quera hacerle dao. Por eso necesitaba estar cerca de l. Para calmarlo. Para llevarse su dolor. Nika se desliz a travs de la puerta de la habitacin que se pareca mucho a la que ella acababa de dejar, pero slo en la superficie. Ese lugar era una casa de dolor y tormento. Era una casa de tristeza y desesperacin. Aun as, era el lugar ms reconfortante en el que haba estado porque l estaba all. Cuando flot en la habitacin y cay en la cama, l no se despert. No estaba segura de si poda sentirla o no, pero se arrim a l y cubri su cuerpo con el de ella. La calidez de su piel se uni a la de ella, ahuyentando el fro constante en las extremidades. Como si sintiera su necesidad de calor, l se movi en sueos. Coloc su grueso brazo alrededor del cuerpo de ella, sujetndola en el sitio con su

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grueso muslo. No pas a travs de ella. Era como si l fuera lo nico real en ese mundo etreo. Tena el espritu rodeado de su calor, de su olor. Esto era lo que necesitaba. l era lo que ella necesitaba. Ahuyentaba el terror que siempre la persegua. Incluso la ms vil de las criaturas temblaba ante l. Mientras estuviera con l, no podran hacerle dao. Ya no.

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CAPTULO 31

Lexi estaba ah. Zach senta su presencia como si hubiera caminado a


travs de un portal dentro de Dabyr. Salt desde el pesado banco y corri por los pasillos hacia ella. No iba a perderla. No otra vez. Gir en la esquina y se abalanz contra la puerta de Drake. sta se sacudi, pero no cay. Estaba all. Tena que llegar a ella antes de que desapareciera de nuevo. Zach acababa de levantar la pierna para derribar la puerta de una patada cuando sta se abri. Drake le miraba como si hubiera perdido el juicio, obstruyendo la entrada para evitar que la locura de Zach alcanzara a su amada Helen. Dnde est? exigi. Helen est al telfono. Qu diablos quieres? Helen, no. Lexi. Ella est aqu, lo s. La estn escondiendo Zach lo empuj para entrar, pero Drake mantuvo su cuerpo entre l y Helen. Ella sali de la cocina con el mvil pegado a la oreja. Cuando lo vio, su rostro pas por todos los colores. Se puso el dedo en los labios para pedirle silencio y hablo al telfono: No, Lexi, estoy bien. Nadie me ha herido. Lexi no estaba ah. Estaba al telfono. Mierda. Zach tard un buen rato en recuperarse de la aplastante decepcin. No estaba all. No poda verla. Tocarla. Cuidar de ella. No poda azotarla el culo por huir de l. Por supuesto que estoy segura dijo Helen. Te equivocas sobre ellos. No s qu te cont tu madre, pero tambin estaba equivocada. Son buenos chicos.

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Zach mir a Drake, quien an se interpona en su camino. Djame hablar con ella le pidi a Helen. Los ojos de Helen se agrandaron y neg con la cabeza, haciendo que sus trenzas se mecieran. Al menos dime donde podemos vernos para hablar. Te juro que ir sola. Y un infierno lo hars dijeron a la vez Drake y Zach. Zach aprovech la distraccin de Drake para pasar a su lado y coger el telfono de la mano de Helen. Hola, cario dijo con voz calmada cuando lo que en verdad quera hacer era gritarle a Lexi por haberlo abandonado. Zach Su voz estaba cargada de miedo y no pudo disimular la fatiga que flua a travs de esa nica palabra. Dnde ests? En Phoenix. O, tal vez, en Madison. No consigo diferenciar una de otra. Ya basta de esta cansada rutina. Dnde ests? Estoy a salvo. En un lugar donde t y tus monstruos no podrn encontrarme nunca. Zach apret la mano y el mvil chirri bajo el agarre. La ira bombe a travs de l, junto con algo ms: necesidad, desesperacin y miedo. Dnde ests, cario? Necesito ir a buscarte. No. Aunque la palabra no son tan contundente como ella hubiera querido. Por favor, Lexi. Te necesito su voz estaba tan llena de splica que Drake le mir divertido, pero a l no le import. Ella era ms importante que el orgullo. No. Ests tratando de engaarme otra vez. Eso no suceder. Y juro por Dios que si tocas un solo pelo de la cabeza a Helen, te cazar yo misma y te asfixiar con tus propias pelotas. Nunca le haramos dao a Helen. Es una de los nuestros. Se escuch un sollozo ahogado. Oh, Dios. Qu la habis hecho? Le hemos dado un hogar. Una familia. Nosotros la protegeremos y la mantendremos a salvo. Y queremos hacer lo mismo por ti, cario. Mentiroso! Mam deca que todos vosotros mentais tan bien como el propio Satans. Ahora s que tena razn. Sobre todo.

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No s qu es lo que te dijo, pero ninguno de nosotros te hara dao. Djame conocerte. Hablar contigo. Intentars abducirme otra vez. No lo har minti. Ella emiti otro suave sollozo, que le rompi el corazn. Senta dolor. Estaba sufriendo. Cansada. Todo en Zach gritaba que fuera a buscarla pero no saba a dnde ir. Por favor, Lexi. Dame una oportunidad. Quiero ayudarte. Deseara que fuera cierto, Zach. Dios, lo dese de verdad. Estoy metida en un gran lo. Yo... Se oy el fuerte ruido de un golpe del otro lado de la lnea. El pnico recorri a Zach, hacindole alcanzar su espada. Lexi? Qu est pasando? Ella baj la voz a un susurro. Tengo que irme. Estn aqu. Quin est ah? Y dnde coo ests t? No quin, qu. Los monstruos han vuelto a encontrarme. Monstruos? Se refera a los Synestryn. Se escuch otra fuerte explosin. Zach sali corriendo de la habitacin hacia el garaje. Lexi. Dime dnde ests. Voy a ir a ayudarte. Ya sabes dnde estoy. T los enviaste. El corazn le lata tan fuerte que apenas poda hablar. No, cario. Yo no. Dnde ests? Ella vacil. Otra fuerte explosin fue seguida de un estruendo, como de cristales rompindose. Texas susurr. Denton, Texas. La lnea se cort. Lexi! grit al telfono pero no obtuvo respuesta. Ella ya se haba ido. Oy los pesados pasos de Drake detrs suyo mientras corra por la habitacin y el pasillo, pero l no aminor la marcha. Se subi a la camioneta y chirri por el recinto del garaje, tomando el camino hacia la entrada. Si la puerta no estaba abierta para cuando la alcanzara, pasara como el viento a travs de ella.

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