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Sociabilidad antifranquista en los años 60 y 70 ALBERTO CARRILLO-LINARES UNIVERSIDAD DE SEVILLA AH ABRIL 2016 34 C onquistar espacios, reales o imagi- ciosa, es indudable su interés pues en ella nados, constituye un objetivo es- comenzó a curtirse política y culturalmen- tratégico y psicológico de cualquier te una nueva generación llamada a ser la opositor político. Sólo a partir de los años protagonista de la historia del tránsito ha- cincuenta, con la desmovilización de las cia la democracia y con la que se fraguaron guerrillas que actuaban quirúrgicamente las bases sociales de dicho cambio. R E S I S T E N C IA S D O S I E R La conquista de espacios imaginados De entre las diversas formas de resistencia cotidiana que existieron durante la dictadura franquista en la Andalucía de los en espacios muy reducidos y sin apenas Existieron diversos tipos de espacios de impacto real ni sobre la estabilidad del ré- sociabilidad que dieron refugio a la activi- gimen ni sobre el universo antifranquista dad opositora o, simplemente, que permi- en general, se pusieron en marcha inicia- tieron actos culturales o difusión de ideas tivas que procuraban acciones de masas y poco agradables para el régimen pues de la vertebración de la cultura la ampliación de las bases de la oposición manera más o menos solapada conforma- política cívica participativa a la dictadura. Fue el momento en el que ban un frente intelectual disolvente del se centró en la conquista además de las luchas en las fábricas, en mismo. Los hubo directamente vinculados los centros educativos, en el campo o los con partidos políticos u opciones religiosas o construcción de espacios barrios, se exploraron otras formas de re- de compromiso, otras veces fueron aprove- sistencia cotidiana mucho más efectivas chadas por los movimientos sociales, en en los que poder socializarse en el medio plazo. En la retórica política de ocasiones algunas librerías crearon luga- y desarrollar actividades la época se acuñó la expresión de conquista res de formación alternativa, cuando no culturales cargadas de intención de "zonas de libertad" para hacer alusión fueron los ateneos los que dieron cobertura a la creación de lugares donde, de manera a dichas acciones. política. Clubes culturales, intencionada y semiencubierta, se pudie- También el teatro (especialmente el años 60 y 70, una de las más eficaces en alternativos a la oficialidad ateneos, cine, librerías y grupos de teatro constituyeron refugios ra "hacer política" desde frentes culturales independiente, que sirvieran lo mismo para la toma de Cuadra, Quimera, etc.) jugó un papel re- que alimentaron las esperanzas conciencia social o política que para su- levante, como espacio con entidad propia y sirvieron para formar a gerir mundos alternativos. Estos espacios en el que se encontraba y socializaba una fueron imaginados como pequeñas bur- parte del universo antifranquista a través ciudadanos comprometidos bujas de libertad en la ciénaga dictatorial de las representaciones (obras, directores, que ahogaba las voces libres, de ahí que actores, etc.), eficaces vehículos de trans- trascendieran los meros misión de valores cívicos y políticos. Desde objetivos culturales los años sesenta, las aulas de cultura uni- o políticos para versitarias se podrían definir como "bur- convertirse en bujas en burbujas", pues actuaban dentro habitáculos en de un marco de convulsión casi permanen- los que se recon- te propio de una zona relativamente per- fortaba el espí- dida para la dictadura; allí, en pequeños ritu y gestaban profundos como Esperpento, La locales controlados por los alumnos, se meca- intensificaron las actividades culturales, nismos de identifi- de agitación y propaganda, constituyendo cación y sociabilidad anti- los verdaderos cuarteles generales del mo- franquistas. vimiento estudiantil. Se trató de un fenómeno generalizado por todo el país y Andalu- CÍRCULO CULTURAL JUAN XXIII. La Ley cía no quedó al margen. Aunque de Asociaciones de 1964 —que sustituía al resta mucho por saber de esta Decreto de enero de 1941 con el que has- oposición, más o menos silen- ta entonces se había regulado la materia con la lucha contra el régimen y a favor de la democracia. Cortesía de su dueño. Hacia 1965. Carnet de socio de Borja Mapelli del Círculo Cultural Juan XXIII de Córdoba. asociativa— abrió una pequeña puerta de Marcos, Felipe González, etc. También se concibió más como un lugar de encuentro posibilidades para la construcción de espa- proyectaron en el Círculo actuaciones de de personas sensibles a la apertura política cios de resistencia cotidiana a través de los músicos de indudable sentido social y po- que como mera correa de transmisión del clubes culturales, aunque algunos comen- lítico como Carlos Cano (donde dio uno de partido. Constituido oficialmente como zaron su andadura antes de la aprobación sus primeros conciertos), Luis Llach, etc. una "sociedad de ámbito local entre los de dicho marco jurídico. Así lo hizo el Cír- Aquellas actividades no pasaron inad- culo Cultural Juan XXIII, en Córdoba, que vertidas por lo que la asociación estuvo so- [sic], poetas, músicos y, en general, profe- abrió sus puertas en diciembre de 1963 y metida a la atenta vigilancia de la Brigada sionales y afines de las artes", se miró en que continúa con vida activa en la actuali- Político Social, la policía franquista, quien el espejo del Juan y por sus locales pasaron dad, manteniendo su perfil de compromi- fijó su mirada también en otros centros que comprometidos intelectuales de diversos so social y político. El origen del Juan, como poco después fueron surgiendo por la geo- ámbitos de la cultura como Carlos Castilla popularmente se le conocía, se relaciona grafía andaluza, dado el óptimo resultado del Pino, Julio M. de la Rosa, Roberto Mesa con el cambio de actitudes registradas en e interés que despertaron. Los partidos que o músicos como Raimon. En su caso, llega- las altas esferas eclesiásticas durante el se movían en la oscuridad de la oposición ron incluso a publicar un boletín de igual pontificado del Papa bueno, verificadas en el clandestina no desaprovecharon tan in- nombre y entre sus afiliados se encontra- Concilio Vaticano II y, particularmente, en teresante fórmula. Así, el PCE en Sevilla, ban artistas, estudiantes, obreros, inte- la encíclica Pacem in terris. La fisura entra la procurando atraerse a la intelectualidad, lectuales, etc. Tampoco pudo escapar a la dictadura y una parte de la Iglesia católi- puso en marcha en 1967 el Centro Cultural mirada inquisitorial de poder gubernativo. ca quedó patente con el surgimiento de un Tartessos, bajo la dirección del ingenie- sector en franca oposición a Franco que se ro agrónomo Ignacio Vázquez Parladé: se cruzó con diversas opciones políticas opositoras. Un ciclo de conferencias organizadas por José Aumente Baena (psiquiatra), escritores, pintores, escultores, cineístas CLUB GORCA. Por otro lado, en la ciudad hispalense se constituyeron otros centros Un vacío terrible Rafael Sarazá Padilla (abogado) y el padre culturales mucho más vinculados a opciones políticas concretas, concebidos como espacios a través de los cuales poder am- Luis Molina Torres para difundir dicha en- Q "Sentía un vacío terrible, porque pliar las bases de la militancia y de sim- cíclica, un mes después de su publicación, la única librería que existía era patía. El Club GORCA, feudo cultural del sirvió para amasar la idea del proyecto aso- Welva. Me encontraba falta porque andalucismo, o el CERES-75, del Partido ciativo que, dada su fachada, resultaba en- además en Madrid había librerías Socialista Popular, fueron dos modelos de tonces poco sospechoso para el régimen; de que ejercían otra función, aparte de este fenómeno. El GORCA además patroci- hecho, su primera sede fue la Ermita de la la de vender libros, servían un poco nó, ya en 1978, el malogrado Congreso de Alegría. Pronto se constataría el trasfondo de locales culturales, aquí en Huelva Cultura Andaluza, un hito en la construc- del asunto que dio, a lo largo del tiempo, entonces tampoco había apenas ción de la identidad andaluza durante la cobijo a sensibilidades políticas muy di- actividad cultural; creo que lo único transición. En Cádiz fueron el grupo Drago versas (cristianos marxistas, comunistas, que había era el cineforum de José o el Centro de Cultura Popular Andaluza socialistas, democristianos, andalucistas, Luis Ruiz… Por lo visto anterior- los que desarrollaron actividades de este etc.), cuando no a actos culturales, como mente había habido un intento de tipo y matiz regionalista. conferencias que reflejaban la pluralidad fundar un Ateneo pero no perduró". ideológica del momento: Manuel Giménez Otros espacios de resistencia cotidiana del movimiento democrático fueron las Fernández (exministro con la CEDA y des- Mª José Zafra, sobre la librería Saltés aulas de cultura adscritas a facultades y tacado democristiano además de opositor de Huelva, en una entrevista reali- colegios universitarios. Granada, Sevilla, al régimen, que impartió la primera char- zada por Encarnación Lemus, citada Málaga, Almería, etc. contaron con activas la), Alfonso de Cossío, Enrique Tierno Gal- en Nada va a surgir de la nada. aulas desde las que se planificaron actos de ván, Marcelino Camacho, Alejandro Rojas fondo político: una simple conferencia, AH ABRIL 2016 35 D O S I Programa del homenaje a Luis Cernuda organizado por el Club GORCA de Sevilla. E R Fraga pide vigilar los grupos de teatro Q "Ya te indiqué, en ocasión anterior, los dudosos matices y tendencias que vienen orientados y definiendo las realizaciones teatrales de los Grupos Universitarios (…) En el Concurso de TEUS, celebrado en Zaragoza y Sevilla, se han representado obras sin autorización previa de este Departamento, a saber: “La hija del capitán”, de ValleInclán (…) todas las cuales podían presumirse dificultades de censura, por razones políticas (…). Recientemente el TEU de la Escuela AH de Ingenieros Industriales, ha recabado nuestra ayuda económica para ABRIL 2016 presentarse en el Certamen Internacional de Nancy. Los organizadores sugirieron a dicho TEU que fuera 36 elegida para ello una obra española, sugerencia que no se ha tenido en cuenta, programando a Bertolt Brecht. En vista de ello hemos denegado la subvención recabada, sin aludir para nada a la filiación política de este autor, pero señalanArchivo General de Andalucía. do a los peticionarios la procedencia de haber elegido para el Certamen una obra de autor español, clásico o moderno. Creo que todo ello aconseja una actitud vigilante sobre estos Grupos Universitarios por parte de los mandos políticos y de aquellos que regentan sus actividades culturales". un recital poético o musical eran armas la autorización de éste para la celebración Carta de Manuel Fraga, Ministro de cargadas de intención y las diferentes del evento, en el que debían intervenir Au- Información y Turismo, a José Solís autoridades, académicas y gubernativas rora de Albornoz y José Manuel Caballero Ruiz, Ministro Secretario General actuaron en consecuencia, generalmente Bonald, el gobernador civil lo prohibió. del Movimiento. 1966. prohibiendo su celebración o cerrando los Para la policía se trataba simplemente de espacios en los que debían tener lugar. un acto propagandístico "de los prepara- En 1967 el rector Calderón Quijano clausuró la Universidad de Sevilla para evitar dos por la subversión para el Primero de Mayo". ocurría lo propio en la Universidad de Gra- un recital de poesía de Miguel Hernández; También en Almería, el 30 de abril del nada donde no fueron autorizadas las con- e incluso en fecha tan tardía como abril de mismo año, se suspendieron todas las ac- ferencias. Por su parte, diferente suerte 1975 se boicoteó la iniciativa de las aulas de tividades culturales previstas en el Colegio corrieron los conciertos de Luis Pastor en cultura del distrito universitario de Sevilla Universitario, entre las que se encontra- las universidades andaluzas. cuando planificaron un acto-homenaje a ba una semana de homenaje a Machado. Clubes, como el Larra de Granada, esta- Antonio Machado en la facultad de Filo- Unos meses después, ya muerto Franco, ban vinculados a los universitarios y fue- sofía, aprovechan- ron espacios alter- do que entonces se nativos, ya en plena contaba con un decano sinceramente demócrata, Alberto Díaz Tejera. Pese a Se acuñó la expresión de conquista de “zonas de libertad” para hacer alusión a la creación de lugares donde, de manera intencionada y semiencubierta, se pudiera “hacer política” desde frentes culturales transición, para debates que superaban con mucho los ámbitos culturales, O S I E R Imagen publicada en Historia de Sevilla. La memoria del siglo XX, Diario de Sevilla (2000). D AH ABRIL 2016 37 Cines y librerías, espacios de resistencia Q "El cine fue la universidad de la vida. (…) El gran impacto del cine de aquella época fue el neorrealismo italiano. El ladrón de bicicletas, Milagro en Milán y las cuantiosas comedias en las que se podían visitar las casas de las familias pobres, comunes, con problemas tan parecidos a los de las familias españolas, eran mis preferidas. (…) Para mí la lucha democrática tenía otro frente, el cultural, el teatro y la poesía y los libros. (…) La fundación de la librería fue una aplicación estricta del principio de "hacer de la necesidad virtud". El asunto era que tanto un amigo y compañero del teatro como yo éramos muy aficionados a la lectura, y nuestros ingresos económicos no llegaban a nuestros deseos infinitos de poseer libros que necesitábamos. Se nos ocurrió montar una librería, pues además de la difusión momento en el que proliferaron los clubes de la literatura prohibida nos permitía leer todos los libros que quisiéramos (…) juveniles, gestionados por sacerdotes o mi- Elegimos el nombre de Antonio Machado, que entonces era una provocación para litantes comunistas. A estos guetos culturales el régimen; fue la primera con ese título, que habríamos de pagar en reiterados y políticos, se sumaban los muy dinámicos ataques de la extrema derecha, con rotura de vitrinas, pintadas identificándonos cine clubes universitarios que fueron pro- con ETA y vigilancia permanente, aunque discreta, de la policía político-social”. gresivamente "ocupados" por estudiantes inquietos, un fenómeno que se vivió en Alfonso Guerra, sobre el cine y las librerías como espacios de resistencia, en Cuan- Granada o Sevilla (desde finales de los 60), do el tiempo nos alcanza, pp. 67-68, 112 y 113. siendo espacios de encuentro que permitían debates al calor de películas que servían de excusa para trascender la cultura oficial. Otro tanto se podría decir del Cine comprometidos intelectuales, profesores perseguida era un acto político. El hecho Club Vida, regentado por el jesuita Padre universitarios, etc. hicieron de aquella isla de comprar un libro de la editorial Ruedo Alcalá en Sevilla. de libertad intelectual un lugar conforta- Ibérico, por ejemplo, escondido en la tras- ble para muchos que se sentían hastiados tienda de una librería de confianza, cons- en los estertores del franquismo. tituía un suceso de rebeldía cotidiana, sin Se exploraron también nuevos espacios de resistencia cultural y política como los ateneos. El de Málaga, impulsado entre Otra vía sutil de resistencia se regis- más trascendencia que la de adquirir una otros por el historiador Juan Antonio La- tró a través del consumo lector: la adqui- cultura que se escapaba a los intentos de comba, fue uno de los espacios emblemá- sición de literatura proscrita, vedada y domesticación cultural del régimen. De ticos en los que las este modo se podía actividades acceder forma- tivas enmascaraban objetivos políticos en sentido amplio. Las invitaciones a Se exploraron también nuevos espacios de resistencia cultural y política como los ateneos. El de Málaga, impulsado entre otros por el historiador Juan Antonio Lacomba, fue uno de los más emblemáticos ciones a explica- alternativas que no casaban con la verdad impuesta a golpe de censura D O S I E R Representación teatral de Farsa y licencia de la reina castiza, de Valle Inclán. En la imagen Amparo Rubiales y Roberto Quintana. Más información Q Carrillo-Linares, Alberto AH ABRIL 2016 38 Imagen publicada en Historia de Sevilla. La memoria del siglo XX, Diario de Sevilla (2000). Subversivos y malditos en la Universidad de Sevilla (1965-1977). Centro de Estudios Andaluces, Sevilla, 2008. Q Foronda, Alfonso y otros La cara al viento. Fundación de Estudios Sindicales, Córdoba, 2012. Q Lemus López, Encarnación “Nada va a surgir de la nada. Democracia y modernización: la sociedad andaluza en la pretransición”, en Lemus López, Encarnación y Quirosa-Cheyrouze, Rafael. La transición en Andalucía. Universidad de Huelva, Huelva, 2002. Q Ramos Santana, Alberto (coord.) La transición: política y sociedad en Andalucía. Ayuntamiento, Cádiz, 2005. y prohibición. Librerías de este tipo, algunas vinculadas a partidos políticos, hubo Brechas por las que se colaba el aire de libertad por toda Andalucía: Saltés (Huelva), Don Quijote y Al-Andalus (Granada), Librería Q "[En esa sociedad] empiezan a abrirse Popular Andaluza, Antonio Machado y brechas, pequeñas al principio, pero precisamente porque la cultura, el tea- Pretil (Sevilla), fueron sólo algunas de las por las que se cuela un aire de libertad tro o el cine, y ni si quiera el deporte, que existieron. que refresca y da ánimos. (…) Estas fuesen manifestaciones apoyadas por brechas (…) empiezan a convertirse en el régimen anterior, sino porque bajo tos culturales, realizados en espacios muy espacios de libertad. la cobertura legal de una asociación diversos, que daban sentido a la vida, re- Y entre esos espacios, en la primera con dichos fines, se lograba reunir a forzaban el sentimiento de pertenencia y época del último franquismo, apare- personas interesadas de verdad en esas dotaban de contenido al proyecto demo- cen los primeros despachos colectivos manifestaciones culturales y, además, cratizador en una atmósfera reconfortan- y fundamentalmente los despachos se conseguía intercambiar opiniones te. Fueron verdaderos espacios de socia- de abogados laboralistas que, junto en una esfera de libertad, inalcanzable lización política. La represión y asfixia a con otros despachos de Abogados, se en cualquier otra reunión de carácter que fueron sometidos espacios y actos los convierten en auténticos espacios de oficial. (…) Y en esa esfera de libertad, convirtieron en reductos de resistencia co- libertad. lógicamente, se ejercía la oposición al tidiana y vital donde se sembró la simiente (…) Además de los despachos de aboga- régimen”. de demócratas convencidos. Antes que por dos, otros espacios de libertad durante la vía política, al antifranquismo se llegó el franquismo y la transición lo consti- Filomeno Aparicio, sobre despachos por la experiencia vital; los partidos sólo tuyeron los Círculos Culturales. de abogados y círculos culturales como dieron cobertura y programas concretos a Los Círculos Culturales, bajo las más espacios de libertad: en “Espacios de esa inquietud. Aquellos espacios de resis- diversas denominaciones como Clubes, Libertad, despachos de abogados y tencia cotidiana, atalayas de libertad, no Peñas, Asociaciones y las más varia- círculos culturales”, III Encuentro sobre mataron a la dictadura, qué duda cabe, das adjetivaciones, como Culturales, el franquismo y la transición, Sevilla, 1998. pero colaboraron en la creación de un te- Recreativos, Deportivos, Juveniles, de Inédito. Archivo Histórico CCOO, jido social y cultural que hizo inviable el Teatro, Cine-Club, etc., proliferaron folleto 2223. Se trataba en definitiva de simples ac- franquismo sin Franco. n en los años finales del franquismo, no