Reducción de /s/ final de
sílaba entre transmigrantes
salvadoreños en el sur de Texas
José Esteban Hernández
Rubén Armando Maldonado
En el siguiente trabajo, exploramos la reducción de /s/ final de sílaba
en el habla de transmigrantes salvadoreños en la ciudad de Brownsville,
Texas. Reconocemos como transmigrante a toda persona que está de
paso en una región receptora (e.g. Brownsville) antes de partir hacia otro destino final (por ejemplo, el interior de los Estados Unidos). Estudios previos sugieren que los salvadoreños en contacto con
mexicanos en los Estados Unidos modifican sus patrones de habla,
para parecer más como estos lingüísticamente (cf. Hernández 2009,
2002; Aaron y Hernández 2007). Se propone que el contacto suscita
un incremento en el grado de inseguridad lingüística en las comunidades salvadoreñas, lo que a la vez promueve actitudes desfavorables
hacia su propia variedad. Por lo tanto, analizamos el grado en que el
cruce por México agudiza las actitudes lingüísticas de los transmigrantes que acaban de entrar a los Estados Unidos y la medida en que
el cruce permea los patrones lingüísticos. Lo primero lo medimos de
manera cualitativa y lo segundo de manera cuantitativa a través de la
comparación de frecuencias relativas de la reducción de /s/ final de
sílaba. El análisis variable mostró una estratificación de los patrones
de reducción. Los transmigrantes salvadoreños produjeron frecuencias de reducción menores que sus compatriotas en El Salvador; sin
embargo, los mismos transmigrantes produjeron frecuencias de reducción mayores que otros inmigrantes salvadoreños en Houston.
Palabras claves: transmigrantes centroamericanos, contacto dialectal, actitudes lingüísticas, acomodación, reducción de /s/.
Syllable-final /s/ weakening among Salvadoran transmigrantes
in South Texas. In the following study, we explore the weakening
of syllable-final /s/ in the speech of Salvadoran transmigrantes
or transitory migrants in Brownsville, Texas. Transmigrante
is understood here as someone traveling through a region (e.g.
Brownsville) en route to a final destination (such as the interior
of the United States). Previous studies suggest that Salvadorans in
contact with Mexicans in the United States modify their speech
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patterns to appear more like them linguistically (cf. Hernández
2009, 2002; Aaron y Hernández 2007). The proposal is that contact
brings about an increase in the level of linguistic insecurity in the
Salvadoran communities, which in turn promotes unfavorable
attitudes toward their own variety. Thus, we analyze the degree to
which the crossing through Mexico heightens the linguistic attitudes
of the transmigrantes entering the United States and the point to
which the crossing permeates their linguistic patterns. The former
is measured qualitatively and the latter quantitatively through the
comparison of relative frequencies in syllable-final /s/ weakening.
The variable analysis showed a stratification of the weakening
patterns. The Salvadoran transmigrantes produced smaller
frequencies of weakening than their fellow citizens in El Salvador;
however, the same transmigrantes produced greater frequencies of
weakening than other Salvadoran immigrants in Houston.
Keywords: Central American transmigrantes, dialect contact, linguistic attitudes, accommodation, /s/ weakening.
1. Introducción
44
La creciente diversidad en las comunidades latinas en los Estados Unidos se ha transformado en campo fértil para la investigación de las consecuencias sicológicas y lingüísticas que se verifican en situaciones de
contacto dialectal (cf. Hualde, Olarrea, Escobar y Travis 2010: 471). La
presencia salvadoreña en las principales ciudades de los Estados Unidos,
por ejemplo, ha venido aumentando desde la década de los ochenta, algo
que ha ocasionado comunidades de habla en las que coinciden múltiples
variedades dialectales. Estas relaciones entre hispanohablantes, que hasta hace poco habían recibido escasa atención, son ahora el foco de atención de varios investigadores que profundizan sobre la manera en que la
intensidad del contacto ha llevado a procesos de acomodación entre los
hablantes de variedades a veces muy distintas (cf. Otheguy, Zentella y
Livert 2007 en Nueva York; Parodi 2004 en Los Ángeles; Potowski 2008
en Chicago; Hernández 2002, 2009 en Houston). Los estudios previos
sobre salvadoreños en los Estados Unidos sugieren que al entrar en contacto con mexicanos estos modifican sus patrones de habla, para parecer más como sus interlocutores lingüísticamente (cf. Hernández 2009,
2002; Aaron y Hernández 2007). Se ha propuesto también que el contacto suscita un incremento en el grado de inseguridad lingüística entre
los hablantes salvadoreños, lo que a la vez promueve actitudes negativas
hacia su propia variedad. Esta actitud, desfavorable hacia la variedad salvadoreña, ha sido comentada desde muy temprano por investigadores
como Lipski (1988, 1989) y Schreffler (1994), quienes argumentan en sus
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trabajos que la inseguridad lingüística resulta del contacto intenso con
comunidades mexicanas.
Para los salvadoreños que ingresan a los Estados Unidos por las ciudades fronterizas del norte de México, el contacto cultural y lingüístico
empieza mucho antes de llegar a su destino final. Sin embargo, a pesar
de la trascendencia que el cruce por México asume en la conformación
de las actitudes posteriores y en la modificación sucesiva de los patrones
lingüísticos, a nuestro conocimiento, no hay estudios que hayan medido
el impacto de la travesía ni en la sicología ni en el habla de los transmigrantes salvadoreños. Todo esto hace que el estudio de esta población
fluctuante sea tan ventajoso desde un punto de vista sociolingüístico. El
análisis de los patrones lingüísticos de esta inmigración tan permeable
puede aportar resultados significativos a la investigación del contacto
dialectal y a la aproximación sociolingüística de otras comunidades latinas en los Estados Unidos.
En este trabajo, nos proponemos realizar un análisis variacionista
que examine los efectos del contacto dialectal en el habla de los transmigrantes salvadoreños. Ofrecemos un análisis empírico de los efectos
que el contacto con la variedad mexicana ejerce sobre los patrones de
reducción de la /s/ final de sílaba en el habla de transmigrantes salvadoreños que transitan por México. Argüiremos que el acoplamiento que
se ha visto en trabajos posteriores con relación a los salvadoreños en los
EE.UU. y en contacto con otros grupos de hispanohablantes empieza en
México, para los salvadoreños que llegan a los EE.UU. por esa ruta. Asimismo, y a través de un examen cuantitativo comparativo, examinamos
los patrones variables de la /s/ final de sílaba en tres grupos de salvadoreños: en Houston, El Salvador y en tránsito por México. Sugerimos que
debido a la acomodación que promueve el contacto, las frecuencias de
reducción de /s/ final de sílaba entre los transmigrantes serán más bajas
en comparación a las frecuencias de reducción producidas por los hablantes en El Salvador, pero más altas en comparación a las frecuencias
de reducción producidas por hablantes salvadoreños en Houston.
1.1. Contacto dialectal
El interés por el contacto dialectal ha resultado en la proliferación de
trabajos que comprueban que el contacto intenso de variedades dialectales afines trastoca los patrones variables que rigen el habla (e.g. Kerswill 1994, 1995, 1996, 2002; Trudgill 2004, 1986, 1983, entre otros). En
situaciones en las que hablantes de variedades a primera vista disímiles
convergen en espacios comunes por experiencias migratorias, se confirman tendencias de nivelación y simplificación sistémica (Britain 2002;
Britain y Trudgill 1999; Kerswill 1993). La primera tendencia se sustenta en el desuso de cualquier variante que compite en el habla y que se
asume como socialmente marcada (Britain y Trudgill 1999: 246). La seLengua y migración 4:2 (2012), 43-67
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gunda conduce a la retención de cualquier variante que se percibe como
una opción más simple lingüísticamente a costas de otra más compleja,
sea de carácter fonológico, morfológico o sintáctico (Britain y Trudgill
1999: 246; Silva-Corvalán 1994: 3). Cualquier impulso por simplificar
el sistema comúnmente se cimienta en el mayor uso de variantes más
elementales y convencionales, a la vez que se relegan los usos que en
un sentido paradigmático se advierten como atípicos (Kerswill 1994:
11). En situaciones de contacto, como la que nos interesa aquí, podemos
analizar procesos de simplificación y nivelación en los patrones variables. En casos de reducción fonológica, por ejemplo, la variante plena (la
[s], frente la aspiración o elisión) sería la opción menos marcada, por su
asociación cercana con la norma estándar. Las actitudes de los hablantes
podrían agudizarse aún más a favor de las variantes menos marcadas si la
variedad debilitante, entra en contacto con una variedad que no favorece
la reducción consonántica.
1.2. Rutas migratorias de los transmigrantes dentro de
México
Figura 1. Principales rutas de los transmigrantes centroamericanos y de
otras nacionalidades en México: 2001-2005 (Casillas, 2008: 167)
46
De acuerdo a la Ley General de Población mexicana, se reconoce
como transmigrante a toda persona “extranjera” que se encuentra en
tránsito por México (Córdoba Luna 2004: 46). Esta distinción jurídica
pone de manifiesto la situación de miles de latinoamericanos, sobre todo
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centroamericanos, que buscan ingresar, la mayoría de ellos sin documentos, a los Estados Unidos a través de México. Para los centroamericanos, la problemática de los desplazamientos transnacionales se agudiza a partir de los años ochenta, debido a los conflictos sociopolíticos
que afligieron a la mayoría de los países de la región. El flujo de transmigrantes se ha sostenido y ha sido cuantioso desde entonces. Como ejemplo, el Instituto Nacional de Migración (INM) indica que entre el 2001 y
2007 se aseguró la detención de 1.165.000 centroamericanos en territorio
mexicano, 195.000 de estos de nacionalidad salvadoreña. No es difícil
suponer que las aprehensiones representan una cifra moderada de lo que
en realidad comprende el tránsito migratorio por México.
El evitar ser deportados a su país de origen se convierte en meta tangible de estos transmigrantes, y para muchos, la manera más eficaz de
lograr cruzar por México con éxito los obliga a negociar sus identidades.
Aguayo (1985: 85), por ejemplo, señala que ante el peligro de deportación “es comprensible que el centroamericano desarrolle mecanismos de
defensa. La estrategia principal consiste en hacerse pasar por mexicano.
Para lograrlo, adquieren documentación o conocimientos sobre alguna
región del país, con lo cual pueden responder a las preguntas de los funcionarios de migración”. Aguayo se centra en el tipo de información que
se adquiere, para lograr la travesía, aunque a nosotros nos interesan los
cambios que ocurren al nivel del habla, que necesariamente acompañan
otras modificaciones cognitivas en su comportamiento. Existe, por lo
tanto, una motivación práctica, por la cual los salvadoreños modifican su
conducta lingüística en su travesía por México.
Los salvadoreños que nosotros entrevistamos comparten ciertas características que los definen como transmigrantes: son ciudadanos salvadoreños que viajaron por México entre dos a cinco semanas, ingresaron
recientemente al sur de Texas y tienen la intensión de adentrarse al interior de los Estados Unidos. La mayoría de estos transmigrantes permanece en el sur de Texas un promedio de una semana a un mes antes de
continuar su viaje. Son muchas las razones que los expulsan del país de
origen, pero la inestabilidad política y socioeconómica que generan los
patrones sociales caducos, a la vez generadores de la violencia social, pesan considerablemente (cf. Casillas 2008). La frontera sur de México se
ha convertido en la principal puerta de entrada para los transmigrantes
centroamericanos, caribeños y sudamericanos que atraviesan por México de manera continua. Como resultado, se entreteje una red de tránsito
a lo largo del país por donde circula este desplazamiento humano cuyo
flujo natural desemboca en la frontera sur de los Estados Unidos, como
lo muestra la Figura 1.
Al ingresar a los Estados Unidos, los transmigrantes encuentran un
ambiente cultural fronterizo que es marcadamente latino. Esto es favorable para los transmigrantes, quienes no tienen problemas notables
para comunicarse con los residentes del área. Como región fronteriza,
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Brownsville, Texas —nuestra comunidad de enfoque— es un lugar lingüísticamente interesante. El 77% de su población es de origen mexicano, y el porcentaje de su población latina es ligeramente más alto
(Garoogian 2004: 1331). El español se mantiene como lengua del hogar,
pero también como lengua de intercambio y comercio por los fuertes lazos económicos e históricos que atan a la región a la ciudad mexicana de
Matamoros, Tamaulipas al otro lado de la línea fronteriza. No sorprende que el 93% de la población mexicoamericana haya reportado hablar
español en casa (Garoogian 2004: 1492). Por su ubicación geográfica,
Texas es el estado con más cruce de transmigrantes centroamericanos
después de California, y Brownsville es una de las ciudades a lo largo de
la línea fronteriza que recibe una cantidad notoria de esos cruces. Es por
todo esto que Brownsville ocupa un lugar esencial en la composición de
nuestro estudio. Por ser este el primer paréntesis dentro de los Estados
Unidos, después de haber transitado por México, el análisis del habla de
los transmigrantes nos permite establecer hasta qué punto el cruce por
México ha permutado sus actitudes hacia su propia variedad lingüística. Asimismo, nos permitirá cuantificar posibles transformaciones en los
patrones de uso variable de la reducción de la /s/ final de sílaba, uno de
los rasgos más notorios de los salvadoreños.
Una vez en los Estados Unidos, las relaciones con mexicanos y mexicoamericanos continúan materializándose. Es muy probable que los
primeros contactos de estos transmigrantes se den con otros camaradas
latinos, sobre todo si se establecen en el suroeste de los Estados Unidos,
donde las similitudes laborales y de vivienda, y el uso de una misma lengua, intensifican el nivel de contacto (cf. Hernández 2009; Lipski 1989;
Rodríguez 1987). Bajo estas condiciones, los salvadoreños se apoderan
de estrategias que les permiten integrarse a su nuevo entorno sociolingüístico. Las repercusiones de la acomodación son diversas. Por un lado,
pueden traducirse en un impacto negativo en la retención de la identidad
grupal; aunque por otro lado, consiguen establecer cierto nivel de solidaridad entre latinos, a través de las prácticas lingüísticas, como lo notan
Woods y Rivera-Mills (2012) en su trabajo sobre las comunidades hondureñas y salvadoreñas en contacto con mexicanos en Oregón.
1.3. Salvadoreños en los Estados Unidos
48
El censo poblacional del 2000 determinó que los centroamericanos representaban cerca del 5% de la población de origen latino y que los salvadoreños, el grupo más grande entre los centroamericanos, constituían
cerca del 2% de dicha población (U.S. Census 2006). El censo demostró
también que hay 655.165 salvadoreños que habitan en casi todas las regiones del país. Los estados y ciudades norteamericanas con comunidades numerosas de salvadoreños aparecen a continuación; son los estados
y ciudades que comúnmente atraen a los transmigrantes.
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Estado
Salvadoreños
California
Texas
New York
Virginia
Maryland
272.999
79.204
72.713
43.653
34.433
Cuadro 1. Estados norteamericanos con las cinco principales poblaciones salvadoreñas (U.S. Bureau of the Census 2006)
Ciudades norteamericanas
Los Ángeles, California
Houston, Texas
Nueva York, New York
Washington, D.C.
San Francisco, California
Hispanic Data Book (2000 U.S. Census)
135.381
41.344
25.266
11.741
11.682
Cuadro 2. Ciudades norteamericanas con las cinco principales poblaciones salvadoreñas, de acuerdo al Hispanic Data Book
(Garoogian 2004)
En Texas viven 79.204 salvadoreños; el estado cuenta con la segunda comunidad salvadoreña en los Estados Unidos, rebasada solamente
por California con 272.999. Algunas de las ciudades de la costa este (e.g.
Nueva York, Washington, D.C. y Boston) y del medio oeste de los Estados Unidos son el destino principal de los transmigrantes, aunque urbes
como Houston, Dallas, San Antonio y Nueva Orleans son también centros de atracción para muchos.
2. Análisis cualitativo
2.1. La sicología del contacto
Los salvadoreños que se establecen en áreas en las que predominan los
hablantes de variedades mexicanas, generalmente optan por acomodar
su habla a la de sus interlocutores en los intercambios cotidianos. La predisposición que demuestran al aceptar o rechazar cualquier modificación en el habla refleja los valores sociales que emergen de la comunidad
en esta situación de contacto. Milroy y Milroy (1997: 51) lo han planteado en términos de los cambios actitudinales que emergen del comportamiento social de los hablantes y que permean el sistema lingüístico
de la comunidad. Estos juicios y actitudes, tanto los negativos como los
positivos, hacia las variedades de habla en situaciones de contacto con
frecuencia se distorsionan de tal modo que llegan a manifestarse como
juicios y actitudes metafóricamente atribuibles a los hablantes de dichas
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variedades. Hernández (2002: 96) sugiere, por ejemplo, que los salvadoreños y sus vecinos mexicanos parecen estar mucho más conscientes de
ciertos usos relacionados a formas lingüísticas que se comportan como
estereotipos lingüísticos de la identidad y de la manera de hablar “salvadoreña”. En esta situación de contacto, son estos usos atribuibles a los
salvadoreños los que sufrirían mayores modificaciones en el habla.
En términos de variación lingüística, el efecto que produce el contacto en la variedad salvadoreña se puede medir de acorde a cualquier
modificación que se evidencie en los patrones lingüísticos de los transmigrantes en comparación con datos de habla recaudados en El Salvador
y en Houston. Proponemos que, así como Brownsville se encuentra a la
mitad del camino entre El Salvador y Houston (o cualquier otro destino
final), el análisis variable de los patrones lingüísticos puede demostrar
que el habla de los transmigrantes se encuentra también en un punto intermedio entre la variedad que se habla en El Salvador (lugar expulsor)
y la que se habla en Houston (lugar receptor). Cualquier diferencia en
las frecuencias variables de las variantes de interés en el presente estudio
puede interpretarse como intentos de acomodación a la variedad del investigador de origen mexicano.
2.2. Teoría de la acomodación
50
La acomodación se ha entendido como alternativas contextuales complejas que buscan o bien obtener solidaridad o bien marcar la disociación
con un interlocutor a través del habla (Giles y Coupland 1991; Giles,
Taylor y Bourhis 1973: 179). Como postulado principal, la teoría de la
acomodación plantea que los hablantes modifican su habla (entiéndase
los patrones lingüísticos variables) en los intercambios lingüísticos cotidianos, (Coupland 1985: 153; Giles, Taylor y Bourhis 1973; Giles y
Powland 1975; Trudgill 1986). Trudgill (1983: 143), por su parte, describe la acomodación como ajustes a la pronunciación y a otros aspectos
lingüísticos, para conseguir mayor acercamiento con un interlocutor en
el discurso. Congruente con otras aproximaciones que analizan la variación, los procesos de acomodación obedecen a factores contextualizados
en toda situación lingüística: el interlocutor, el tema de la conversación y
el lugar en que se da el intercambio lingüístico, entre otros (Giles, Taylor
y Bourhis 1973: 177). Por un lado, la acomodación es motivada por el
anhelo de aumentar las capacidades comunicativas en los intercambios
cotidianos o de obtener una mejor aceptación del interlocutor. Por el
otro, las repercusiones de la acomodación se proyectan en términos de
una mayor aceptación social dentro de la comunidad de habla. Coupland
(2007: 62) propone, por ejemplo, que los participantes en la conversación convergen en su manera de hablar con sus interlocutores en espera
de ser juzgados como personas más agradables, pero divergen (es decir,
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no alteran los patrones lingüísticos de manera significativa) si aspiran a
reducir cualquier posibilidad de intimidad.
Estudios previos que han analizado los patrones lingüísticos entre
hablantes de comunidades inmigrantes que coinciden en un punto geográfico común han verificado, aunados a las tendencias de acomodación,
procesos de nivelación o de mayor simplificación sistémica (Britain 2002;
Britain y Trudgill 1999; Kerswill 1993). La nivelación ocasiona comúnmente el desuso de cualquier variante que se reconoce o asume como
marcada socialmente (Britain y Trudgill 1999: 246). Kerswill (1994: 11)
diría que la nivelación conlleva la desaparición de la mayoría de las variantes (fonológicas o morfológicas) en competencia de cualquier variable en la variedad original. Como norma general, las formas marcadas
que se juzgan y asumen como “raras” en las variedades en contacto tienden a desaparecer, mientras que las que se comparten comúnmente se
imponen sobre las demás. Desde esta perspectiva, la simplificación como
agente del cambio conlleva a la retención de las variantes que se perciben
como más simples a expensas de las más complejas (Britain y Trudgill
1999: 246; Silva-Corvalán 1994: 3).
La acomodación que analizamos entre los salvadoreños transmigrantes podría explicarse como un intento precipitado por presentar una
imagen más cordial, complaciente o cálida a sus interlocutores mexicanos. Una manera expedita, aunque quizás un poco atropellada, de hacerlo es a través de duplicar los esquemas léxicos y morfosintácticos de
la variedad de contacto. La realidad es que por cuestiones de seguridad
los transmigrantes tienen la necesidad de incorporarse o camuflarse en
el ambiente mexicano, casi desde el momento de cruzar la frontera sur
del país. En la práctica, la acomodación significa el deshacerse de ciertos
rasgos asociados al modo de ser “salvadoreño”, y en especial, al modo
de hablar “salvadoreño”. Se modifican los patrones lingüísticos con la
finalidad de abrirse camino en su afán de llegar al norte y de usar el habla como garantía de protección y seguridad contra los ataques y extorciones a los cuales con frecuencia se les somete. Lipski (1988) propone
que la acomodación tiene un lado práctico, pues al parecer, al adaptarse
lingüísticamente y mimetizarse con sus homólogos mexicanos, algunos
centroamericanos evitan ser deportados de México y de EE.UU. directamente a sus países de origen.
2.3. Actitudes y contacto
El papel de las actitudes se acentúa en la consciencia colectiva de las comunidades inmigrantes, pues comúnmente aportan una valorización
cognitiva y afectiva de las variedades en contacto (Hernández-Campoy
2009; Martín Butragueño 1993, 1995). En sus estudios sobre los patrones
lingüísticos de los salvadoreños en Houston, Hernández (2009) y Aaron
y Hernández (2007) han reportado una intensificación de las evaluacioLengua y migración 4:2 (2012), 43-67
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Reducción de /s/ final de sílaba entre transmigrantes salvadoreños en el sur de Texas
nes negativas hacia la variedad salvadoreña como resultado del contacto
dialectal. En el caso de los transmigrantes, al existir similitudes tanto físicas como culturales, el comportamiento lingüístico adquiere relevancia porque delata el origen del interlocutor en cualquier intercambio
y desata los estereotipos y las actitudes. La lengua funciona como un
instrumento que marca esa distinción con el otro. Como resultado, los
transmigrantes están conscientes del valor que brinda el manejar nuevos
códigos. El poder hacerlo es una destreza que ofrece una ventaja al intentar esconder o alterar identidades o al apelar para que se les concedan
sus derechos básicos, como se demuestra en el ejemplo (1).
(1) Entrevistador: ¿Adoptas alguna característica mexicana en tu
ruta hacia los Estados Unidos?
Entrevistado: Cuando quieren abusar les decimos: ¡Chales
güey! ¡Si somos mexicanos cabrones!
En este caso, se adopta la jerga que puede ser utilizada para reclamar
cierta consideración hacia su persona. Llama la atención la consideración
que recibe el léxico porque la imitación se cimienta en la adquisición y
uso de elementos que son en sí estereotipos de lo que para el transmigrante conlleva el “hablar como mexicano”. No hay duda de que en esta
situación de contacto las valorizaciones que se hacen de las variedades
provienen de los prejuicios a los que se enfrentan los transmigrantes.
La predisposición a adaptar, resistir o a monopolizar la acomodación se
vincula a actitudes, condiciones y exigencias que emergen del contacto
mismo.
Por ser esta una migración de paso, la acomodación entre los transmigrantes es parcial y apunta hacia la adquisición de formas lingüísticas
que sobresalen en la variedad de contacto, inicialmente léxicas, como dijimos anteriormente. Sin embargo, a pesar de que surge un énfasis desorbitante en el léxico, la verdad es que los hablantes mexicanos seguramente perciben rasgos fonológicos, morfosintácticos e incluso giros semánticos que delatan al transmigrante en la conversación, como lo sugiere el
participante en el ejemplo (2).
(2) Nomás cruzando Guatemala, enseguida empiezas a hablar como
mexicano pa’que crean que eres de ahí. Rápido nos queremos quitar
el acento y decir chales, vato, güey, ése, joto y cabrón, pero pinches
mexicanos de volada lo descubren a uno porque no pronunciamos
todo... [risas]…
52
Parece que las actitudes que se forman los salvadoreños hacia su variedad y la mexicana comienzan a cuajar desde el momento de ingresar a
México. Tratan de neutralizar su otredad, adaptando elementos léxicos
propios del habla mexicana, pero reconocen lo difícil que resulta hacerlo.
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La consciencia lingüística se agudiza por el contacto, como lo demuestra el ejemplo anterior en el que el informante reconoce que disfrazar el
acento o pronunciación es importante también al momento de negociar
identidades. Su comentario sobre el hecho de que los salvadoreños no
“pronuncian todo” seguramente se refiere a la reducción de la /-s/, entre
otros rasgos. La acomodación, por lo tanto, debe ocurrir en los diferentes niveles de la gramática (e.g. fonológico e incluso morfosintáctico),
para tener éxito. Nótese, por ejemplo, la variación de tuteo (eres, vienes)
y voseo (decís, salís) en el ejemplo (3) a continuación (el español mexicano es principalmente tuteante y el salvadoreño es voseante).
Una y otra vez, los trabajos sobre contacto han verificado que los
estereotipos (positivos o negativos) sobre un grupo suelen trasladarse a
su manera de hablar. Los transmigrantes recurren a rutas preestablecidas
que otros como ellos han recorrido con anterioridad, y por lo mismo,
transitan por ciudades y lugares que otros han visitado también. A lo
largo de estas rutas, se crean actitudes y prejuicios al paso de los transmigrantes que —si bien no son actitudes negativas generalizadas hacia
los centroamericanos a lo largo del país— sí promueven los estereotipos
que emergen en cuanto se escucha algún acento centroamericano en los
lugares de contacto.
Existen lugares a lo largo de las rutas en donde los transmigrantes no
son bien recibidos debido a un supuesto historial delictivo, por lo que
los estereotipos negativos se generalizan entre la población mexicana. En
estos casos, el confundirse o mimetizarse con la población general es de
vital importancia.
(3) No, si los centroamericanos en San Luis Potosí son bien rechazados.
Hace años mataron a un sacerdote que dizque porque los sacó de la
parroquia por andar dando problemas. Por eso cuando uno anda cerca de ahí, te dicen, vos decís que eres mexicano y que vienes del Sur
porque si no, no salís de ahí
El ejemplo (3) comprueba las actitudes negativas que existen hacia
los salvadoreños debido a un supuesto historial delictivo. No solamente
deben semejar su habla a la de los mexicanos, sino que además se ven en
la necesidad de esconder su verdadero origen, para evitar abusos o represalias. Esto ha creado un sentimiento de distanciamiento de los mismos
transmigrantes hacia su propia identidad, debido a las consecuencias que
esto les puede ocasionar. Como resultado de las actitudes negativas hacia los transmigrantes, estos se ven en la necesidad de adaptarse al habla
y a la cultura de contacto, para poder sobrevivir y poder continuar su
travesía.
Consecuentemente, los transmigrantes evitan cualquier intercambio
innecesario y buscan de preferencia la protección del grupo, aunque esto
también conlleva desventajas. A pesar de todo, los juicios, las evaluaLengua y migración 4:2 (2012), 43-67
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Reducción de /s/ final de sílaba entre transmigrantes salvadoreños en el sur de Texas
ciones y los estereotipos son tan inevitables como el contacto mismo,
como vemos en el ejemplo (4) en el que la lengua es la única condición
distintiva.
(4 )Un día estaba yo en la central y se acercó una señora a ofrecerme trabajo pa’pintar una casa, le dije que sí y le pregunté dónde era, y nomás
donde me oyó hablar me dijo, pero eres de El Salvador verdad, y le
dije que sí, y ella dijo, olvídalo ustedes son bien ratas, entre mí pensé,
los ratas son ustedes.
El ejemplo (4) sugiere que en esta situación de contacto la única característica distintiva son los patrones lingüísticos y que los prejuicios
que se presentan están íntimamente asociados a nociones preconcebidas sobre la manera de hablar de los transmigrantes, algo que a la vez es
atribuible al comportamiento general del grupo. El acento salvadoreño
actúa como catalizador de los peores prejuicios en la interlocutora mexicana, para quien el comportamiento social se ve directamente predeterminado por el origen o por la pertenencia a un grupo distinto al suyo.
Las dificultades que supone la acomodación para los transmigrantes
no terminan cuando se incorpora un componente lingüístico. En muchos casos, la acomodación es parcial o accidentada, como se demuestra
en el ejemplo (5) a continuación.
(5) El problema es cuando te adentras al país. En la frontera con Guatemala hay de todo, pero en el D.F. no, ahí no vosean, todos se tutean
y pos nosotros tenemos que aprender a hablar de “tú”, pero si le hablas de “tú” a un policía, ‘uta madre, te metes en apuros, ‘tonces hay
que aprender a hablar como mexicano. Ahí me doy cuenta que hablar
como yo hablo atrae problemas a donde quiera que vaya.
54
Es interesante observar que la integración de formas nuevas a su repertorio no garantiza la adquisición de las normas lingüísticas o sociales asociadas a estas (cf. Labov 1972: 120-121). En el ejemplo (5), vemos que, si bien se han asimilado las formas lingüísticas del tuteo, no
necesariamente se dispone de las normas necesarias para su uso, como
lo sugiere el participante. El “hablar como mexicano” seguramente implicaría el atar la forma a una norma y eventualmente a un contexto de
uso apropiado que refleja los cánones lingüísticos de la comunidad. Las
actitudes que se presentan en las narrativas personales repercuten en la
producción lingüística, por lo que el análisis cualitativo necesariamente
complementa el análisis cuantitativo. Nosotros proponemos que es posible analizar la acomodación de manera cuantitativa en el habla de los
transmigrantes, ya que cualquier intento de acomodación lo revelará el
análisis de los patrones lingüísticos en su habla.
Lengua y migración 4:2 (2012), 43-67
ISSN : 1889-5425. © Universidad de Alcalá
José Esteban Hernández, Rubén Armando Maldonado
3. Aproximación variacionista
El método variacionista concibe la lengua como un sistema cuya
heterogeneidad no es arbitraria, sino sometida a reglas sistemáticas
–reguladoras de la alternancia lingüística (Labov 2001, 1994,
1972). De este modo, la preocupación primordial de la investigación
variacionista se enfoca en el análisis del habla, con miras a esclarecer los
patrones lingüísticos que subyacen en los intercambios comunicativos
(Silva-Corvalán 2001: 86; Poplack 1993: 252; Lavandera 1989: 46).
Desde esta perspectiva, la metodología variacionista se ha encaminado
a descubrir los patrones de uso en las frecuencias relativas de ocurrencia
de las estructuras lingüísticas (cf. Poplack y Tagliamonte 2001: 7). Es
decir, los patrones lingüísticos se confirman en la alternancia sistemática
de las variantes, que poseen un carácter opcional de aplicación debido
a su correlación con variables internas y externas a la lengua. En breve,
la aproximación variacionista se encamina hacia la explicación de la
distribución de dos o más variantes que están sujetas a variables que
promueven o inhiben su aparición en el habla.
En principio, el método variacionista reitera que las variantes, formas diferentes de uso regular en el habla, pueden desempeñar una misma función lingüística. Por lo tanto, la investigación variacionista asume como máxima fundamental que las variantes son realizaciones homólogas, más o menos compatibles semánticamente (Paolillo 2002: 23;
Poplack y Tagliamonte 2001: 7). La variación fonológica, por ejemplo,
gravita en torno a los alófonos, mientras que la variación morfológica
lo hace en torno a morfemas atados, o a formas gramaticalizadas no adheridas a otros elementos lingüísticos. El precisar la distribución de las
variantes ha sido una empresa numérica, por lo que la cuantificación de
las variantes ha resultado el instrumento metodológico básico para los
estudios variacionistas (Guy 1993: 223). Esta dependencia en el análisis
cuantitativo, como la técnica de comparación por excelencia, calcula la
distribución de las variantes. Nuestro trabajo contribuye al mejor entendimiento de la metodología variacionista y de su aplicación a la investigación del contacto dialectal a través de la aplicación de un análisis
variable de la reducción de la /s/ final de sílaba en el habla de los transmigrantes salvadoreños.
4. Reducción de /s/
La /s/ final de sílaba es la variable que más ha atraído la atención de los
investigadores hispanistas (Brown 2005). La reducción de la /s/ final de
sílaba ha resultado también una de las características más útiles, para la
descripción dialectal del español; es decir, ha sido utilizada como rasgo diferenciador en las principales clasificaciones de las variedades del
mundo hispánico (Carvalho 2002: 90; Lipski 1994, 1988). La /s/ final de
Lengua y migración 4:2 (2012), 43-67
ISSN : 1889-5425. © Universidad de Alcalá
55
Reducción de /s/ final de sílaba entre transmigrantes salvadoreños en el sur de Texas
sílaba es, además, una variable sociolingüística, sensible a las diferencias
socioculturales en las variedades en las que ocurre con cierta frecuencia
(Carvalho 2002). Lipski (1984) comenta que se trata de un proceso de reducción que resulta en la relajación de la articulación del sonido sibilante
como aspirado ([h]) y posteriormente como variante nula o cero fonológico ([ø]). La reducción de la /s/ ha sido abordada por un sinnúmero
de estudios en diferentes variedades del español (e.g. File-Muriel 2009;
Brown 2005; Terrell 1981, entre muchos otros). En el contexto lingüístico mexicano, Moreno de Alba (1994: 94) encuentra una reducción de /s/
final e inicial de sílaba generalizada en las áreas costeras de Campeche,
Tabasco, Chiapas, Guerrero, Nayarit, Sinaloa y Sonora, con zonas aisladas en Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua. Lipski (1994) propone
una distribución geográfica similar, y advierte que en algunas áreas rurales del noroeste la reducción es posible también en posición inicial de
sílaba.
Una diferencia fonológica esencial entre el español salvadoreño y
las variedades del noreste mexicano que se hablan en el sur de Texas y
Houston se asocia a los procesos de reducción que sufren las consonantes en el primero. De estas reducciones, la reducción de /s/, sin lugar
a dudas, ha recibido la mayor atención de los investigadores, como lo
comprueban los trabajos de Canfield (1960, 1981) y Lipski (2008, 2000,
1994, 1989, 1988). Aaron y Hernández (2007: 331) establecen que el
interés de los investigadores va de la mano con el grado de percepción
que la reducción de la /s/ final de sílaba produce entre los mexicanos
en Houston quienes recurren al uso de la reducción (además de otros
rasgos como el voseo) en cualquier imitación estereotípica del habla salvadoreña. Los autores sostienen que si la comunidad de habla discrimina
entre ambas realizaciones es porque la variante plena y sus variantes reducidas difieren en cuanto al valor social que representa cada una dentro
de la comunidad. Nosotros tomaremos todo esto en cuenta al analizar
la variación de la /s/ final de sílaba desde la perspectiva de la teoría de la
acomodación, y verificaremos las posibles modificaciones en sus patrones de uso entre transmigrantes salvadoreños en Brownsville.
5. Datos y metodología
56
Utilizamos tres corpus en nuestro estudio. El primero proviene de entrevistas llevadas a cabo entre transmigrantes salvadoreños que se encontraban de paso por la ciudad de Brownsville, Texas. Este Corpus Transmigrante consta de ocho entrevistas sociolingüísticas de aproximadamente
una hora cada una (cf. Silva-Corvalán 2001: 52). Fueron realizadas en un
centro de ayuda al inmigrante en Brownsville por un entrevistador de
origen mexicano que ha radicado en el área por más de trece años. Los
entrevistados eran transmigrantes con una estancia menor a los veinte
días en la ciudad, y ninguno se conocía entre sí antes de llegar al área de
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ISSN : 1889-5425. © Universidad de Alcalá
José Esteban Hernández, Rubén Armando Maldonado
contacto. A cada uno le tomó diferente tiempo realizar la travesía por
México: el menor tiempo de cruce se realizó en quince días, mientras el
mayor tiempo de cruce se realizó en treinta y cinco. Los temas de interés
en las entrevistas giraron alrededor de la problemática general que afecta
a los transmigrantes en su travesía por México y en su corta estancia en
los Estados Unidos. Predomina el estilo casual en las entrevistas, y en
todas, los informantes tuvieron la oportunidad de hablar sobre intereses
propios. La mayoría habló de las razones por las que se abandonó el país
de origen, la inestabilidad política por la que atraviesa el país y de la travesía por México. Todos mencionaron algo sobre los cambios de actitud
e identidad que experimentaron durante el viaje.
El segundo corpus proviene de entrevistas llevadas a cabo entre salvadoreños en un área de Houston conocida como Segundo Barrio. El
corpus Segundo Barrio consta de veinte horas de grabaciones (para más
detalle, c.f. Hernández 2009: 598), aunque en el presente análisis utilizamos solamente las primeras doce entrevistas. El tercer corpus proviene
de San Sebastián, El Salvador, una pequeña comunidad en donde se recaudaron cerca de 36 horas de grabaciones (c.f. Hernández 2009: 599).
Las primeras ocho entrevistas del Corpus San Sebastián nos servirán
como el grupo de control con el que se medirán los cambios que emergen en las situaciones de contacto que aquí nos interesan.
Para poder llevar a cabo el análisis de la variable en cuestión, se extrajeron las primeras cincuenta ocurrencias de /s/ final de sílaba en el
Corpus Transmigrante y el Corpus San Sebastián, después de adelantar
los primeros cinco minutos de la misma. Los datos de Houston provienen de un trabajo previo en el que Aaron y Hernández (2007) analizaron
procesos de acomodación entre salvadoreños en Houston. Para ese trabajo se extrajeron las primeras cien ocurrencias de /s/ final de sílaba de
las primeras doce entrevistas del Corpus Segundo Barrio. En los tres casos, se excluyeron del análisis las lexicalizaciones del verbo estar, como
‘ta y ‘taba. Se excluyeron, asimismo, todas las ocurrencias de /s/ en posición anterior a una forma lexicalizada de estar y a otra /s/. Esto resultó
en un total de 1.952 ocurrencias: 394 en el Corpus Transmigrante, 1.146
en el Corpus Segundo barrio y 412 en el Corpus San Sebastián. En total,
se encontraron 723 ocurrencias debilitadas (37%) y 1.229 realizaciones
plenas (63%).
6. Análisis Cuantitativo
Para averiguar hasta qué punto el contacto incide sobre los patrones
de habla, se comparó la distribución de la /s/ final de sílaba en los tres
corpus en cuestión. Los resultados iniciales sugieren que la situación
geográfica tiene un efecto en la producción de la /s/ final de sílaba en el
habla de estos tres grupos de salvadoreños. Las variantes debilitadas de
la /s/ predominan en San Sebastián y en Brownsville en donde alcanzan
Lengua y migración 4:2 (2012), 43-67
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57
Reducción de /s/ final de sílaba entre transmigrantes salvadoreños en el sur de Texas
un 72,8% y 62,9% respectivamente; su uso disminuye de manera considerable entre los salvadoreños en Houston, con un 15,3% de las ocurrencias solamente. La realización plena muestra una tendencia inversa: su frecuencia es más alta en Houston (84,7%) y disminuye entre los
transmigrantes y en San Sebastián, 37,1% y 27,2%, en ese orden. Hay
una relación inversa en la que, a medida que los hablantes se alejan de El
Salvador, aumenta la frecuencia de la /s/ plena, hasta llegar a predominar
numéricamente entre los salvadoreños en Houston.
VARIANTE
Plena [s]
CORPUS
Houston
Brownsville (transmigrantes)
San Sebastián
Debilitada [h, ø]
%
N
%
N
84,7%
37,1%
27,2%
971
146
112
15,3%
62,9%
72,8%
175
248
300
Cuadro 3. Distribución de /-s/ en tres corpus: variantes plena y
debilitada
58
Los datos apoyan nuestra hipótesis inicial: el habla de los transmigrantes salvadoreños en Brownsville se ve afectada por la travesía a través de México. Entre los salvadoreños entrevistados, los patrones de uso
de /s/ son claramente distintos entre sí, pero Brownsville es en efecto
el punto intermedio entre los tres grupos de salvadoreños en nuestra
investigación. El habla de los transmigrantes, como punto intermedio,
metafóricamente refleja la posición geográfica de la ciudad como punto
intermedio entre San Sebastián y Houston. La disminución relativa de
las variantes debilitadas y el aumento de la variante plena demuestra que
el proceso de acomodación empieza en México y que, por lo tanto, las
repercusiones en las modificaciones de los patrones lingüísticos entre los
salvadoreños en Houston seguramente empiezan desde muy temprano.
Los resultados apoyan de manera parcial la hipótesis que sostiene que la
acomodación adquiere un aspecto práctico que promueve la adopción
de patrones lingüísticos parecidos a los presentes en la variedad de contacto, en este caso el incremento en el uso de /s/ plena por imitación con
el habla mexicana.
Vemos también en el Cuadro 3 que en la travesía los salvadoreños
experimentan cambios en su actitud hacia las variedades en contacto que
tienen repercusiones abruptas en su habla: hay una diferencia de casi
58% de reducción entre los hablantes en San Sebastián y Houston, e incluso un 10% entre los transmigrantes y San Sebastián. Schilling-Estes y
Wolfram (1994) sugieren que este tipo de modificaciones en el comportamiento de variantes que compiten en el habla ineludiblemente se atan
de manera estrecha a cambios repentinos de índole social, comunes a
condiciones de alteraciones sociales intensas en las que los movimientos
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José Esteban Hernández, Rubén Armando Maldonado
migratorios (por los desplazamientos humanos que conllevan) son, sin
lugar a dudas, foco y campo fértil para el cambio lingüístico vertiginoso. En el caso de los transmigrantes, mencionamos la palabra “abrupta”
porque el escaso tiempo que les costó atravesar por México ha tenido
repercusiones patentes en la distribución variable de /s/. Recuérdese que
el tiempo de cruce más largo fue de treinta y cinco días.
Los resultados indican que los patrones lingüísticos se siguen modificando entre los salvadoreños que viven en Houston donde continúa
disminuyendo la /s/ final de sílaba. Todos los informantes que viven en
Houston hicieron el recorrido por México. Por lo tanto, la experiencia
transmigrante, con seguridad, es calco fiel de experiencias pasadas y de
modificaciones similares en su comportamiento lingüístico. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que los transmigrantes hacen por mimetizarse e incluso incorporase al entorno mexicano, el nivel de acomodación que vemos reflejado en los datos, no es suficiente para camuflar su
acento salvadoreño. En este entorno tan transitorio que con frecuencia
se torna hostil y peligroso, el habla es el rasgo más distintivo entre transmigrantes y mexicanos. Los datos nos muestran que bajo la presión del
contacto intenso los transmigrantes hacen un esfuerzo por acomodar sus
patrones lingüísticos, a nivel léxico y fonológico.
Los resultados arrojan luz sobre un punto adicional de suma importancia para quienes investigamos los efectos del contacto en el cambio
lingüístico. Los estudios han distinguido entre la acomodación a largo
plazo (“long-term accommodation”) y la acomodación a corto plazo
(“short-term accommodation”). El primer tipo sugiere un contacto más
íntimo que supone la intensificación en la frecuencia con que interactúan los hablantes, pero sobre todo supone una interacción prolongada.
Trudgill (1986: 11) lo plantea en términos del efecto que se obtiene de la
acumulación de un sinnúmero de acomodaciones a corto plazo en intercambios discursivos. La idea sería que la acomodación a largo plazo es la
que tiene un mayor impacto sobre los cambios que emergen a la sombra
del contacto. Si bien entendemos que los términos “largo plazo” y “corto plazo” son conceptos subjetivos, los datos sugieren que el nivel de
intensidad del cambio, ligado a la necesidad que implica el manejar nuevos códigos, en efecto tiene repercusiones profundas en los patrones de
variación. Aun durante el tiempo que les toma el transitar por México, la
preferencia por las variantes que parecen asociarse a la variedad mexicana está claramente en marcha entre los transmigrantes.
6.1. Variación de [s], [h] y [ø]: prestigio y contacto
En un estudio reciente, Pesqueira Barragán (2012: 46) analiza la reducción de la /s/ final de sílaba entre inmigrantes bonaerenses que viven en
la Ciudad de México. La variedad argentina se caracteriza por su tendencia a reducir la /s/ final de sílaba; el español del centro de México, al
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Reducción de /s/ final de sílaba entre transmigrantes salvadoreños en el sur de Texas
contrario, se inclina por la retención. En esta situación de contacto, Pesqueira Barragán (2012) argumenta que la frecuencia de uso de la variante
plena aumenta entre los hablantes bonaerenses, impulsada por ciertas
variables sociales y lingüísticas que la promueven (e.g. actitudes de los
hablantes, contacto intenso con mexicanos, contexto fonológico previo,
entre otras). Sin embargo, el hallazgo más importante es que el aumento
parece afectar mucho más a la variante elidida (0,2%) que a la aspirada
(78,9%). Los datos sugieren que, como resultado directo del contacto, la
elisión no es una opción viable en las interacciones diarias de los bonaerenses que residen en la Ciudad de México.
Los resultados que presenta Pesqueira Barragán contrastan con los
resultados que presenta Bybee (2001) en su trabajo sobre la reducción
de la /s/ final de sílaba en el español argentino. En el análisis de Bybee
(2001: 140), la elisión tiene una presencia importante en todos los contextos fonológicos considerados por la investigadora: 8% antes de consonante (e.g. eøte); 20% a final de palabra ante consonante (loø coches);
5% a final de palabra ante vocal (loø otros); 11% ante pausa (el luneø #).
No hay duda que el contacto en la Ciudad de México actúa en detrimento de la elisión de /s/ final de sílaba. Pesqueira Barragán (2012: 57) explica el fenómeno de la siguiente manera: “El hecho de que algunos de ellos
[los informantes bonaerenses en la Ciudad de México] no sean plenamente conscientes de que su dialecto es debilitador hace pensar que para
este grupo no es tan relevante el contraste entre [s] y [h], y por lo tanto,
el cambio no puede darse con tanta frecuencia”. Los investigadores que
han abordado los cambios fonológicos de /s/ generalmente han negociado la variación en términos de realización plena frente a reducción, pero
los informantes argentinos en México parecen conceptualizar el mismo
fenómeno en términos de la realización (plena o debilitada) frente a la
reducción completa.
VARIANTE
Plena [s]
CORPUS
%
Aspirada [h]
N
%
Elidida [ø]
N
%
N
Houston
84,7%
971
13,0%
149
2,3%
26
Brownsville (transmigrantes)
37,1%
146
52,3%
206
10,6%
42
San Sebastián
27,2%
112
48,5%
200
24,3%
100
Cuadro 4. Distribución de /-s/ en tres corpus: variantes plena, aspirada y elidida
60
En el Cuadro 4 se puede observar que la aspiración predomina en San
Sebastián (48,5%) y entre los transmigrantes en Brownsville (52,3%),
pero deja de ser la variante predominante en Houston (13,0%). Las frecuencias relativas de la variante aspirada en Brownsville y San Sebastián
Lengua y migración 4:2 (2012), 43-67
ISSN : 1889-5425. © Universidad de Alcalá
José Esteban Hernández, Rubén Armando Maldonado
sugieren que probablemente no hay diferencias significativas en el uso
de esta variante en los dos corpus. Es más revelador el hecho de que el
aumento en la frecuencia de la variante plena (37,1%) entre los transmigrantes se debe a la reducción de la variante elidida que disminuye a un
10,6% en el habla de los transmigrantes. Los patrones de uso de la /s/
final de sílaba en Brownsville revelan que, al igual que los argentinos
en la Ciudad de México, los transmigrantes parecen conceptualizar la
variación en términos de la realización (plena o debilitada) frente a la
reducción completa, en detrimento de la variante elidida. Sin embargo,
los datos sugieren también que debido al contacto más prolongado e intenso con sus vecinos mexicanos, las variantes debilitadas continúan su
descenso en el habla de los salvadoreños en Houston. En general, la /s/
entre los salvadoreños en Houston se debilita mucho menos, en comparación con el habla de los transmigrantes. De hecho, la elisión sufre
una caída reveladora en Houston (2,3%) en donde los datos indican que
desaparece casi por completo del uso cotidiano. Las diferencias que se
presentan sugieren que en el contacto prolongado la conceptualización
del fenómeno se ha modificado entre los salvadoreños en Houston. El
hecho de que disminuya, tanto la elisión como la aspiración, nos indica
que en Houston el fenómeno se visualiza ahora en términos de realización plena frente a reducción (aspiración y elisión).
Ante este tipo de escenario, caben dos observaciones importantes.
Primero, el hecho de que la interacción intensa provoca en los hablantes
mayor concientización de algunas formas determinadas y de los patrones lingüísticos asociados a estas, presentes en su habla o en la de sus
vecinos. No hay duda de que a medida que incrementa la sensibilidad
de los hablantes, de manera paralela, incrementa el significado social que
se le asigna a dicha forma o patrón en el entorno social. Es posible, por
ejemplo, que la elisión sufra de mayores niveles de estigmatización que
la aspiración, que parece interpretarse en la conceptualización de los hablantes como una articulación mucho más cercana a la realización plena;
al menos, así lo sugiere el comportamiento lingüístico de los transmigrantes. Entre los salvadoreños en Houston, los datos sugieren que la
realización plena es la variante de prestigio indiscutible, aunque no hay
manera de saber si alguna de las variantes debilitadas mantiene algún
tipo de prestigio encubierto dentro de la comunidad salvadoreña (Consulte el estudio de Hernández 2009, para ver el uso de la nasal velar a
final de palabra entre los salvadoreños en Houston).
Segundo, el hecho de que los argentinos en la Ciudad de México
produjeran la variante plena solamente un 20,8% de las veces, muy por
debajo del 37,1% de los transmigrantes en Brownsville y del 84,7% de
los salvadoreños en Houston, nos demuestra la importancia del componente social en las situaciones de contacto (de manera muy particular
las actitudes lingüísticas de los grupos en contacto). La mayoría de los
transmigrantes salvadoreños son de clase trabajadora y en muchos caLengua y migración 4:2 (2012), 43-67
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Reducción de /s/ final de sílaba entre transmigrantes salvadoreños en el sur de Texas
sos transitan por México sin la documentación migratoria necesaria; al
contrario, los argentinos en la Ciudad de México se caracterizan por ser
de clase media y por estudiar o trabajar para empresas que los patrocinan en México. El análisis de una misma variable lingüística (la /s/ final
de sílaba) en dos situaciones de contacto dialectal distintas socialmente,
nos muestra patrones de variación disímiles en los que se codifican las
funciones sociales que se les asignan a las variantes fonológicas que se
disputan un mismo espacio.
6.2. Contacto dialectal y la edad de arribo
Son cada vez más los investigadores que han propuesto que la edad de
arribo de un individuo que se traslada a una localidad en la que confluyen dos dialectos de la misma lengua tiene un efecto sobre los patrones
lingüísticos variables (Chambers 1992; Payne 1980; Kerswill 1996; Williams y Kerswill 1997). Se reconoce el papel fundamental que tiene la
edad de arribo a la hora de dar cuenta de los cambios que acaecen en
situaciones de contacto. Chambers (1992: 689) propone, por ejemplo,
que los individuos que se trasladan a menor edad a un sitio de contacto
generalmente rebasan a sus mayores en la adquisición de nuevos rasgos
dialectales. Entre los salvadoreños en Houston, Hernández (2002, 2009)
y Aaron y Hernández (2007) han sostenido la importancia que guarda
la edad de arribo en la adquisición de nuevos patrones lingüísticos. Por
ejemplo, en su trabajo sobre la variación de la nasal final de palabra que
tiene una variante no velarizada, como en corazó[n], y otra velarizada,
como en cansió[ŋ], Hernández (2009) argumenta que los salvadoreños
que llegaron a Houston a los catorce años de edad o menos utilizaron
frecuencias más altas de la variante que se asocia a la variedad mexicana (la nasal no velarizada) frente a los salvadoreños que llegaron a los
quince años o más. Sin embargo, los resultados del análisis demostraron
que los individuos de mayor edad de arribo participan de manera activa
en los patrones de acomodación que se confirman en el entorno social.
En relación al uso de la /s/ final de sílaba, las diferencias entre los dos
grupos son graduales y no categóricas, como lo demuestra el Cuadro 5.
VARIANTE
Plena [s]
CORPUS
62
Aspirada [h]
Elidida [ø]
%
N
%
N
%
Houston 14-
98,4%
561
1,2%
7
0,4%
2
Houston 15+
71,2%
410
24,8%
143
4,0%
23
Brownsville (transmigrantes)
37,1%
146
52,3%
206
10,6%
42
San Sebastián
27,2%
112
48,5%
200
24,3%
100
Cuadro 5. Distribución de /-s/ en cuatro grupos de salvadoreños:
variantes plena, aspirada y elidida
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N
José Esteban Hernández, Rubén Armando Maldonado
Los resultados muestran dos tendencias interesantes. Primero, todos
los transmigrantes entrevistados tenían más de veinte años al momento
de la entrevista. Sin embargo, aún en ellos, el contacto ha tenido repercusiones considerables en su habla. Segundo, si bien los hablantes en las
entrevistas se refieren principalmente a las modificaciones léxicas en su
habla, el Cuadro 5 comprueba que en este punto la acomodación se presenta también en el nivel fonológico. La comparación entre los transmigrantes en Brownsville y los salvadoreños en Houston es también
ilustrativa. Los resultados nos sugieren que los patrones lingüísticos se
alteran, pero que no se fijan durante la travesía por México. Al contrario,
se demuestra el dinamismo que implica todo este proceso de acomodación y cambio; las frecuencias de uso de las variantes debilitadas continúan descendiendo entre los hablantes de quince años de edad o más en
Houston. Los datos sugieren que si los transmigrantes se trasladaran a
Houston, el efecto de la acomodación a largo plazo probablemente aumentaría su uso de la variante plena, en detrimento de las variantes debilitadas. No hay duda de que el entorno social determina la dirección
del cambio (si es que se da) y rige el desenlace lingüístico de las variantes
alternantes.
7. Conclusión
La situación de contacto que experimentan los transmigrantes en su
paso por México arroja un poco de luz sobre los procesos de cambio
que acontecen cuando coinciden dos variedades con distintos patrones
de uso de una misma variable fonológica. Exploramos la manera en que
el contacto de dialectos molda las actitudes y los patrones lingüísticos;
nuestro análisis cualitativo sugirió que las actitudes de los transmigrantes tienden a ser conciliatorias hacia la nueva variedad, principalmente
porque se le concede un aspecto práctico a la acomodación lingüística.
Los transmigrantes saben que su viaje por México se simplifica en la medida en que logren acoplarse lingüísticamente a la variedad de contacto.
El análisis cuantitativo señaló que el recorrido de los transmigrantes
parece tener un impacto profundo en sus patrones lingüísticos. Esto nos
indica que la conducta lingüística de muchos salvadoreños en los Estados Unidos empieza a ser moldeada de manera profunda a partir de su
paso por México. Es decir, los cambios lingüísticos que se evidencian en
las comunidades salvadoreñas parecen ser etapas avanzadas de procesos
que tienen su inicio durante la travesía. Los resultados apoyan de manera parcial nuestra hipótesis que sostiene que la acomodación adquiere
un aspecto práctico que promueve la adopción de patrones lingüísticos
parecidos a los presentes en la variedad de contacto, en este caso el incremento en el uso de /s/ plena por imitación con el habla mexicana. Un
análisis más detallado de los datos nos indica que las variantes debilitadas
en competencia disminuyen en su frecuencia de uso, según el significado
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Reducción de /s/ final de sílaba entre transmigrantes salvadoreños en el sur de Texas
social que adquieren. En esta situación de contacto, la realización plena
parece gozar de mayor prestigio que sus contrapartes debilitadas, aunque la aspiración parece ser menos afectada que la elisión en las etapas
tempranas del contacto. El análisis variable mostró una estratificación
de los patrones de reducción de la /s/ final de sílaba. Los transmigrantes salvadoreños produjeron frecuencias de reducción menores que sus
compatriotas en El Salvador; sin embargo, los mismos transmigrantes
produjeron frecuencias de reducción mayores que otros inmigrantes salvadoreños en Houston. Las diferencias entre estos dos últimos posiblemente refleja el efecto de la acomodación a largo plazo en el habla de los
salvadoreños en Houston.
Entre los transmigrantes, la acomodación se ha convertido en una estrategia que ayuda a minimizar el concepto de otredad en los intercambios discursivos. Sugerimos que a través de la acomodación se anticipa
minimizar cualquier obstáculo u oposición que podría surgir. El presente estudio abre un nuevo campo de investigación al análisis del contacto
dialectal, pues si bien una cantidad abundante de estudios ha enfocado
su interés en situaciones de contacto dialectal más estables, poco se ha
hecho hasta ahora, según nuestro conocimiento, en torno a situaciones
transitorias como la experiencia transmigrante. El estudio de estas comunidades fluctuantes amerita mayor atención, para ampliar nuestro
entendimiento de los procesos que acaecen en situaciones de contacto
dialectal fugaces, pero intensas.
José Esteban Hernández
Department of Modern Languages
and Literature
University of Texas Pan American
1201 West University Drive
78539 – Edinburg – Texas
jhernandez52@utpa.edu
Rubén Armando Maldonado, M.A.
Department of Modern Languages
and Literature
University of Texas Pan American
1201 West University Drive
78539 – Edinburg – Texas
rubenar_m@hotmail.com
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