de cierta relevancia como revela su asistencia a dos de los
concilios más antiguos conocidos, que no estaría gobernada por un obispo y que disfrutaba en estos momentos de un
alto grado de autonomía. Tras el envío de su representante a
la reunión iliberritana, el presbítero, según se advierte en el
propio concilio, quedaría subordinado en materia doctrinal
y litúrgica a la cátedra de una ciudad próxima (CASTILLO
MALDONADO, 2005, p. 184). En nuestro caso, debería tratarse de la existente en la ciudad de Astigi, por lo que pasaría a
<*"0#"'/#"%&',&'.!',+9)&.+.6'Q'&.%&'B&)B*'/#"&)&')*$2'"0#".&'
REFLEXIONES SOBRE LA OSUNA
por la desaparición de representantes de la iglesia ursaonense
TARDOANTIGUA
a partir de estas fechas en los sucesivas reuniones conciliares, pues ya quedaría integrada en el territorio diocesano de
Por
Astigi y, por tanto, sería representada por el obispo astigitano.
JULIO M. ROMÁN PUNZÓN1
Aún podemos obtener alguna noticia más acerca del presbítero Natalis. Ésta nos fue ofrecida por el erudito sevillano
JOSÉ ILDEFONSO RUIZ CECILIA2
Rodrigo Caro, y que de haber sido cierta, nos habría llevado a
/&$.#"'=!&'(#'+$O'!&$)+#'?'#!%*"+,#,'0*"#('?'"&(+1+*.#',&'$!&.4
Introducción
tro clérigo debió haber sido tan altamente considerada por parACE ya algunos años salió a la luz la compilación de te de la incipiente jerarquía eclesiástica que unos años después
los trabajos presentados al Seminaro que el Ayunta- sería designado sucesor de Melancio como obispo de Toledo
miento de Osuna organizaba en marzo de 2000, con IJ8RS-'TUVL-'/6'TWXN-'(#'=!&'/*.%&"+*"0&$%&'.&"D')*$2'"0#,#'
el objetivo de ofrecer una visión actualizada de los últimos como Sede Primada de la iglesia hispana. Desgraciadamenavances sobre la Historia de la antigua Urso. En ella, la Dra. te, este último dato, obtenido del falso «Cronicón de Dextro»
Chaves Tristán presentaba un artículo titulado “Urso: la his- (SALAS, 2001), no es más que un intento por parte de la historia pendiente” en el que se exponían los problemas que toriografía renacentista y barroca de dotar de un excelso pasaatañían al conocimiento de los orígenes e historia de Urso do cristiano a ciudades que intentan legitimar mediante este
IJF8EK7-' LMMLN6' 3!&.' G+&$-' )*$%+$!#$,*' (#' "&O'&P+9$' ,&' recurso la necesaria preeminencia del Cristianismo sobre otras
dicha investigadora, la historia de Osuna tiene un periodo confesiones religiosas. Asimismo, la ilusoria designación ve
histórico especialmente afectado por la falta de informacio- "#%+2')#,#'.!'<#(.&,#,'0&,+#$%&'.!'+$&P+.%&$)+#'&$%"&'&('(+.%#,*'
nes y hallazgos, que corre paralelo a una lógica ausencia de de obispos de la Diócesis toledana para esos años.
Existe, además de las mencionadas, otra referencia escrita
análisis históricos al respecto, la Antigüedad Tardía, que la
)*$2'1!"#')*0*'(#'A&",#,&"#'B+.%*"+#'/&$,+&$%&',&'(#')+!,#,6' de Osuna en la Tardoantigüedad. Es la breve alusión que apaY es que si tanto de la romana Colonia Genetiua Iulia como rece en el Anónimo de Rávena, donde se la menciona como
de la Urso prerromana poseemos, cada vez más, un volu- Cirsone en la vía que une Hispalis con Malaca (316.11-19).
men de información que nos permite reconstruir una imagen De ésta, sólo podemos destacar que, si bien con el nombre
aproximada de la historia de los citados periodos, del espacio #(1*'0*,+2')#,*-'#Y$'/&"A+A+"H#'!$#'&$%+,#,'/*G(#)+*$#(-',&'
que ocupan los ss. IV al VIII, hasta la llegada de los musulma- dimensiones y carácter, por ahora, desconocido, que funciones a la Península Ibérica, contamos con escasísimas noticias naría como mansio de dicha vía, en donde antaño se ubicara
escritas y muy escuetos datos arqueológicos, que nos impi- la antigua Urso.
,&$'"&)*$.%"!+"',&'0#$&"#'2'#G(&'&(',&.#""*((*'B+.%9"+)*',&'(#'
!"#$"%&"'()*+,&-.%
ciudad ursaonense en dichos siglos.
Con este trabajo, únicamente pretendemos recopilar los esIgualmente magro en hallazgos se muestra el apartado
casos datos que tenemos al respecto de la Tardía Antigüedad
!"#$%&'()' *' (+,*-)' ,.' ! $")/)' -,$/),*-"#+)0' 1*"(,2 *- '
para, por un lado, comenzar a vislumbrar lo que pudo ser la
Urso tardoantigua, y por otro lado, evidenciar el potencial se puede destacar una inscripción funeraria, fechada en el
que aún tiene la arqueología urbana en la ciudad como fuente s. V o VI, de procedencia incierta (nº inventario CIL 1109 (=
de obtención de valiosa información con la que completar el 672 del CILA)). Ésta se conoce de antiguo en una colección
particular y parece que «junto a ella, se encontraron numerodesarrollo histórico de Osuna.
sas tegulas con crismón» (CILA II/III, p. 85). Su carácter de
hallazgo descontextualizado impide obtener cualquier dato
Fuentes escritas
al respecto del poblamiento tardío de Osuna. Simplemente,
Quizás la referencia escrita más importante a la Osuna tar- señalar el posible carácter cristiano de la necrópolis que hubo
doantigua sea la información que nos ofrecen las primeras de acoger esta inscripción, atendiendo a las tégulas con crisActas conservadas de un concilio cristiano en la Península món junto a las que apareció, que debieron formar parte de
Ibérica, el Concilium Eliberritanum. Dicho concilio, celebra- la estructura de las tumbas de dicha necrópolis, y recordar
do en la Granada tardorromana en los primeros años del siglo la frecuente asociación necrópolis-iglesia cristiana que se da
tan a menudo en estos momentos tardoantiguos.
IV d.C. (SOTOMAYOR MURO, 1979; 1994) cuenta con la
3,4 '2 *(")*,$5',.'$ 6! (-)'/ '.)6'7,..,8#)6' !"#$%&'()65'
presencia del presbítero ursaonense Natalis. Asimismo, dicho eclesiástico se encuentra entre los asistentes al posterior dos placas decoradas, una del tipo Marciano (nº inventario
CIL 1110, datada en el s. VII (= 674 del CILA), la cual «fue
Concilio de Arlés (314), en compañía del diácono Citerius.
Estas evidencias escritas son de gran importancia para el encontrada, junto a varias otras, en 1986 en las inmediacioconocimiento de la sociedad tardorromana de Osuna, pues nes de Osuna» (CILA II/III, p. 87), y otro del tipo Becari
nos informan de la existencia de una comunidad cristiana or- (nº inventario CIL 1111). En cuanto a la primera de ellas,
ganizada para fechas tan tempranas como los inicios del s. IV. resulta interesante porque evidencia la posible existencia,
Probablemente se tratase de una asamblea cristiana urbana, 9 *'.,6'"*2 /",(")* 6'/ ':6+*,;5'/ ',.#<*' /"&'(")'(+.-+,.'
cristiano, lugar habitual del hallazgo de estas piezas decora1
Arqueólogo. Miembro del “Grupo de Investigación Interdisciplinar de las
tivas (ROMÁN PUNZÓN y RUIZ CECILIA, 2007), por lo
Ciencias y Humanidades” (HUM-143), de la Universidad de Granada.
2
Conservador de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. Miembro menos, en el s. VII, si bien, la parquedad de datos respecto a
del Grupo de Investigación “De la Turdetania a la Bética” (HUM-152), su descubrimiento y localización imposibilita cualquier otra
de la Universidad de Sevilla.
consideración.
ARQUEOLOGÍA
H
14
AMIGOS DE LOS MUSEOS
FIG. 1: UBICACIÓN DE LOCALIZACIONES REFERIDAS EN EL TEXTO.
Por último, si bien se trata éste de un epígrafe ciertamen- presencia de contingentes militares visigodos en la comarca
te contradictorio, pues no existe aún hoy consenso entre la por esas fechas (RUIZ CECILIA y FERNÁNDEZ FLORES,
()2+*"/,/' (" *-=&'(,' *' (+,*-)' ,' 6+' ()$$ (-,' /,-,(">*' *' 2000, pp. 188-189).
tiempos visigodos, se conserva en el Museo Arqueológico de
Osuna una placa cerámica (nº inventario CIL 1045 (=635 del
3?@ABB'C+ '2+ 6-$,'+*,'"*6($"!(">*'7)*)$=&'(,' *'* #,-"D)'
referente a un monumento dedicado por una liberta a su esposo y patrono. De ella se conocen, además de la conservada
en el Museo Arqueológico de Osuna, otras seis copias más
repartidas por diferentes colecciones particulares y museos,
todas ellas procedentes de Osuna, aunque se desconocen las
circunstancias del hallazgo (CILA II/III, p. 61). El CILA la
fecha en el s. I según el tipo de letra, pero los redactores del
CIL matizan que la placa cerámica sería una copia de época
visigoda.
Fuentes arqueológicas
En cuanto a la información que nos ofrece la arqueología,
ésta tampoco se ha mostrado muy pródiga en cuanto a bienes
muebles e inmuebles fechados en esta época. Y no lo ha sido
tanto por su propia inexistencia como por la lamentable escasez de intervenciones arqueológicas practicadas en el casco
urbano de Osuna.
Hasta el momento, los únicos restos que se han podido
documentar arqueológicamente proceden de la intervención
realizada en 1999 en la C/. La Huerta, 3 y 5 (Fig. 1: 1) (RUIZ
CECILIA y FERNÁNDEZ FLORES, 2002), en la cual, se
exhumaron tres muros trabados entre sí que daban lugar a
otras tantas estancias (Fig. 2). Todo el conjunto parecía haber sido destruido de manera violenta, como demostraba el
!)- *- ' *"D .' / ' "*( */")' C+ ' .)' (+4$=,5' *' -)$*)' ,' &'*,. 6'
del s. IV-inicios del V d.C., y que fue relacionado por sus excavadores con los acontecimientos bélicos vinculados a la
15
FIG. 2: CONSTRUCCIONES TARDORROMANAS HALLADAS EN EL SOLAR DE CALLE LA
HUERTA Nº 3 Y 5.
Asimismo, en la primera fase de la intervención arqueológica practicada en el solar de la calle Tesoreros, 6 y Santa
Clara, 3 (Fig. 1: 2), se constataron en dos de las catas realiza/,6'+*)6'!,C+ - 6' 6-$,-"#$%&'()6',*-$)!"8,/)65'C+ '6 '7,..,E
ban cortados por elementos constructivos bajomedievales, y
que fueron datados, genéricamente, a partir de unos escasos
fragmentos cerámicos, durante tiempos bajoimperiales (PÉREZ SÁNCHEZ et alii, 2005, p. 536).
AMIGOS DE LOS MUSEOS
Algo más amable con la arqueología ha sido la documentación del mundo funerario tardoantiguo ursaonense, que si
bien no nos ha proporcionado un gran número de necrópolis,
sí nos ha legado un excepcional conjunto funerario rupestre, el conocido como “Las Cuevas” (PACHÓN ROMERO y
RUIZ CECILIA, 2006), con una secuencia ocupacional que
arranca desde los inicios de la ocupación romana de la ciudad
hasta las postrimerías de la etapa visigoda (RUIZ CECILIA
y ROMÁN PUNZÓN, 2006, p. 255). Aparte de su indudable interés histórico y patrimonial, se muestra indispensable
!,$,'.,'F+6-"&'(,(">*'/ '.,' G"6- *(",'/ '+*'7%4"-,-'()*-"*+,/)'
durante los siglos V al VII, fecha en la cual han sido datadas
muchas de las sepulturas exhumadas (Fig. 1: 3). Efectivamente, tanto las características constructivas de ciertas tumbas, así como la aparición de determinados objetos pertenecientes al depósito ritual (Fig. 3) y al atuendo personal que
acompaña a los difuntos, nos remontan a la ocupación visigoda del territorio ursaonense (RUIZ CECILIA y ROMÁN
PUNZÓN, 2006).
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A pesar de la parquedad de datos que hemos expuesto en
los párrafos precedentes, podemos extraer varias consideraciones de interés acerca de Osuna durante la Antigüedad
Tardía:
Ya en el s. IV debió existir una comunidad cristiana orga*"8,/,' *':6+*,5'/ '"2!)$-,*(",'6+&'(" *- '()2)'!,$,'2,*E
dar un representante, no sólo a una de las primeras reuniones
de la iglesia hispana para deliberar y decidir sobre las materias de dogma y disciplina, el Concilio de Elvira, sino a
otro congreso, más ecuménico (participaron representantes
de las iglesias de Hispania, Galia, África, Bretaña e Italia),
celebrado en la ciudad francesa de Arlés (314). Por ello, no
/ 4 $=,'6 $' G-$,H)' .'I+-+$)'/ 6(+4$"2" *-)'/ ' /"&'(,(")* 6'
religiosas que albergaran a esa nutrida comunidad, y ejemplo
de las cuales puede ser ese lugar del que se recuperaron las
placas decoradas o la inscripción funeraria y las tégulas con
crismón inscrito.
Durante los ss. V al VII, siguió existiendo algún tipo de hábitat en la ciudad, aunque su carácter es, por el momento, indescifrable. Probablemente, la ciudad haya perdido sus funciones, se haya constreñido en sus antiguos límites y adopte
un carácter, en cierto modo, residual. Pero esos habitantes
que aún conviven en la antigua colonia romana son los que
se siguen enterrando en la cercana y tradicional necrópolis
rupestre del Camino de Granada, la conocida como “Las
Cuevas”.
Es obvio que las evidencias con que a día de hoy contamos para la reconstrucción de la Urso tardoantigua son, a
-)/,6'.+( 65'"*6+&'(" *- 60'J'#$,*'!,$- '/ ' 6-,'6"-+,(">*'D" E
ne generada por el lastre que supone para la investigación
arqueológica en la ciudad la actual inexistencia, no sólo de
"*- $D *(")* 6' ,$C+ ).>#"(,6' D $/,/ $,2 *- ' !.,*"&'(,/,6'
y sistemáticas, sino incluso, las necesarias actuaciones de
urgencia previas a las construcciones que diariamente se
acometen en el casco urbano de Osuna. De ello resulta el
desolador panorama que ofrece, especialmente, el periodo
tardoantiguo en la localidad ursaonense. No obstante, somos
optimistas de cara al futuro; la regularidad de la actividad
arqueológica en la ciudad debe proporcionar una mayor y
mejor documentación del desarrollo urbano de la ciudad, y
permitirá a buen seguro obtener unas secuencias arqueológicas que inunden de probos testimonios el preocupante vacío
de la arqueología tardoantigua de Osuna.
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FIG. 3: JARRITO FUNERARIO (SS. V-VI DC) HALLADO EN UN ENTERRAMIENTO DE LA
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16
AMIGOS DE LOS MUSEOS