La guerra en el Michoacán prehispánico en
el Posclásico Tardío. Economía política,
Estado y sociedad tarasca.
Tesis
Que para obtener el grado de
Licenciado en Historia
Presenta:
Ricardo Carvajal Medina
arespon@gmail.com
Asesor:
Dr. Igor Cerda Farías
icerda@umich.mx
Morelia, Michoacán. Febrero de 2019
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Facultad de Historia
A los pueblos, verdaderos autores de la Historia.
A mi familia, que ha estado apoyándome siempre.
A los antepasados, cuya tradición nos oprime como una
pesadilla el cerebro a los vivos.
2
―Es un dicho muy común que dice que naturalmente desean todos
saber, y para adquerir esta ciencia se consumen muchos años
revolviendo libros y quemándose las cejas y andando muchas
provincias y deprendiendo muchas lenguas por inquirir y saber, como
hicieron muchos gentiles, como lo relata y cuenta más por extenso el
bienaventurado sant Hierónimo en el prólogo de la Blibia.‖
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, prólogo,
ca.1541.
―…el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza
ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer,
beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política,
ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los
medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la
correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o
una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las
instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas
artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con
arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés,
como hasta entonces se había venido haciendo.‖
Federico Engels, Discurso ante la tumba de Marx,
pronunciado en el cementerio de Highgate en
Londres, el 17 de marzo de 1883.
―No consideramos, en absoluto, la teoría de Marx como algo acabado e
intangible: estamos convencidos, por el contrario, de que esta teoría no ha
hecho sino colocar las piedras angulares de la ciencia que los socialistas
deben impulsar en todas las direcciones, si es que no quieren quedar
rezagados de la vida.‖
Vladímir Ilich Uliánov ―Lenin‖, Nuestro Programa, [no antes
de octubre de 1899].
3
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS……………………………………………………………..
9
RESUMEN /ABSTRACT…………………………………………………..………. 12
INTRODUCCIÓN………………………………………………………….……….
I.
EL ESTUDIO TEÓRICO DE LA GUERRA……………………………….
INTRODUCCIÓN………………………………………………………......
HISTORIOGRAFÍA DE LA GUERRA EN MESOAMÉRICA Y EL
OCCIDENTE DE MESOAMÉRICA……………………………………….
LA HISTORIA Y LA INVESTIGACIÓN DEL PASADO………………....
EL MATERIALISMO HISTÓRICO COMO HERRAMIENTA DE
INVESTIGACIÓN……………………………………………………......…
MATERIALISMO HISTÓRICO Y EL ESTUDIO DE LAS
SOCIEDADES PRECAPITALISTAS………………………………....……
EL MODO DE PRODUCCIÓN HIDRÁULICO Y LOS ESTUDIOS
MARXISTAS SOBRE EL MICHOACÁN PREHISPÁNICO……………...
LA GUERRA COMO CATEGORÍA TEÓRICA…………………………...
Características económicas de la guerra……………………………………
Aspectos demográficos de las guerras……………………………………....
Características etnológicas de la guerra…………………………………....
Aspectos ideológicos de la guerra……………………………………….......
Consideraciones finales sobre la guerra………………………………….....
MESOAMÉRICA, EL OCCIDENTE DE MÉXICO Y LO TARASCO……
Nota sobre la ortografía de los nombres tarascos en la presente
investigación……………………………………………………………………......
18
18
LA SOCIEDAD TARASCA PREHISPÁNICA………………………….....
9. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………..
10. LA GEOGRAFÍA DEL PAÍS DE LOS TARASCOS………………………
11. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA
TEORÍA DEL ORIGEN SUDAMERICANO HASTA 1522……………….
Orígenes del pueblo tarasco………...………………………………………
Antecedentes de la expansión tarasca……………………………………….
Inicio de la protohistoria tarasca……………………………………………
El legado de Taríacuri………………………………………………...…….
La formación del triunvirato………………………………………………...
Nacimiento y expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa…………………..
12. EXTENSIÓN Y ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL
TZINTZUNTZAN IRECHEQUA…………………………………………….
El problema de la extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa………..
Organización territorial político-económica del Tzintzuntzan Irechequa…..
Caminos y transportes……………………………………………………….
Estrategias de control territorial tarascas……………………………..……
13. ESTRATIFICACIÓN SOCIAL Y CLASES EN LA SOCIEDAD
TARASCA PREHISPÁNICA……………………………………………….
Esclavitud……………………………………………………………………
Casta…………………………………………………………………………
Estamento……………………………………………………………………
95
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
II.
14
4
20
26
30
35
49
58
70
71
73
74
76
80
94
95
97
114
114
119
121
124
131
131
135
135
148
161
169
175
176
177
178
III.
Clase social……………...…………………………………………………..
La terminología de estratificación medieval extrapolada a la realidad
indígena del Nuevo Mundo………………………………………………….
14. EL ESTADO TARASCO Y LA CLASE DOMINANTE…………………..
Cazonci o Irecha…………………………………………………………….
La nobleza y la corte del cazonci……………………………………………
La alta burocracia…………………………………...………………………
La burocracia intermedia y los funcionarios especializados………………..
La casa del cazonci………………………………………………………….
La jerarquía religiosa……………………………………………………….
La autoridad local de los pueblos…………………………………………...
15. ECONOMÍA POLÍTICA DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA…...………
El estudio de la economía política…………………………………………...
Los recursos naturales y la subsistencia básica tarasca.…………………...
16. EL SISTEMA DE TENENCIA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN
TARASCO…………………………………………………………………..
La organización familiar tarasca...………………………………………….
El régimen de propiedad…………………………………………………….
Las formas de posesión de la tierra………………………………………….
Los objetos de trabajo y los instrumentos de trabajo...……………………..
17. RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN EN EL ESTADO
TARASCO: LA CLASE DOMINADA……………………………………..
Trabajo agrícola..…………………………………………………………...
Trabajo comunal en grandes obras…..……………………………………..
Artesanía……...……………………………………………………………..
18. USUFRUCTO DE AGUAS, BOSQUES, VEGETACIÓN, FAUNA Y
MINERALES………………………………………………………………..
19. CIRCULACIÓN DE BIENES EN EL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA……
Intercambio………………………………………………………………….
Tributos……………………………………………………………………...
Comercio…………………………………………………………………….
Redistribución del tributo……………………………………………………
La economía política tarasca. Una recapitulación…..……………………...
20. LOS APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO TARASCO…………..
21. LA COSMOGONÍA TARASCA EN SUS FUENTES……………………...
22. AGRICULTURA, ASTRONOMÍA Y FIESTAS. EL TIEMPO DE LA
GUERRA EN LA CULTURA TARASCA PREHISPÁNICA……………...
El conocimiento matemático tarasco…………...…………………………...
El conocimiento astronómico tarasco en el siglo XVI………………………
El calendario tarasco………………………………………...……………...
El tiempo de la guerra tarasca………………………………………………
178
LA GUERRA TARASCA…………………………………………………..
23. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………..
24. ZUYUANISMO: ESTADO, IDEOLOGÍA Y RELIGIÓN
MESOAMERICANA DEL POSCLÁSICO TARDÍO……………………...
Los orígenes arqueológicos de la ideología zuyuana…………………….....
La ideología y religión zuyuana……………………………………………..
La religión e ideología tarascas leídas a través del zuyuanismo…………...
373
5
183
190
191
192
193
194
195
196
201
206
207
210
216
216
219
230
241
243
243
258
261
264
277
277
279
290
303
305
307
323
338
340
344
356
364
373
376
377
379
387
25. LAS CAUSAS Y TIPOS DE GUERRA PRACTICADOS POR LOS
TARASCOS PREHISPÁNICOS……………………………………………
La guerra total o absoluta………………………………………………...…
La guerra ritual……………………………………………………………...
La guerra instrumental………………………………………………………
26. LA VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA: EL EJÉRCITO TARASCO...
Tamaño de los ejércitos del cazonci………………………...………………
Sistema de mando de los ejércitos del cazonci……………………………...
Sistemas de comunicación…………………………………………………..
Reclutamiento y entrenamiento……………………………………………...
La ideología guerrera tarasca…………………..…………………………..
Mantenimiento de los ejércitos……………………………………………...
Cuerpos auxiliares de los ejércitos………………………………………….
27. EL ARMAMENTO PREHISPÁNICO MICHOACANO…………………...
Armamento de largo alcance………………………………...……………...
Arco y flecha………………………………………………………………...
Lanzadardos o átlatl…………………………………………………………
Piedras y hondas………………………………………………………...…..
Cerbatanas……………………………………………………………...…...
Armamento de corto alcance………………………………………………...
Armas contundentes…………………………………………………………
Mazos, porras y macanas……………………………………………………
Macuahuitl……………………………………………………………...…...
“Armas de quangáriecha”…………………………………………………..
Armamento punzante y cortante…………………………………………….
Lanzas………………………………………………………………………..
Cuchillos……………………………………………………………………..
Hacha………………………………………………………………………..
Armas defensivas…………………………………………………………….
Escudos y jubones…………………………………………………………...
Sistemas de armamento michoacano prehispánico…………………………
28. INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS…………………
Penachos, guirnaldas, mitras y peinados………………………...………….
Partes de animales…………………………………………………………..
Bezotes………………………………………………………………………
Orejeras……………………………………………………………………...
Narigueras…………………………………………………………………...
Brazaletes……………………………………………………………………
Collares…………………………………………………………………...…
Calzado………………………………………………………………………
Banderas……………………………………………………………………..
Pintura corporal……………………………………………………………..
Camuflaje……………………………………………………………………
Control y almacenamiento del armamento y atavíos………………………..
29. ÓRDENES MILITARES ENTRE LOS ANTIGUOS TARASCOS………..
Militarismo, “caballeros” y sacerdotes-guerreros………………………….
Los valientes hombres……………………………………………………….
Religión y valientes hombres………………………………………………...
Los quangáriecha en las fuentes coloniales…………………………………
6
397
399
399
403
405
406
414
417
419
423
427
429
432
434
434
441
444
446
446
447
447
451
455
456
456
458
458
459
459
466
469
472
476
477
480
480
481
482
483
485
487
490
491
494
495
497
501
507
30. GUERRA Y RELIGIÓN: LOS RITUALES BÉLICOS TARASCOS……...
Ceremonia de la guerra…………………………………………………......
Rituales de espionaje, adivinación, nahualismo, y para el vencimiento…….
Otros rituales antes, durante y después al combate, y curación de heridas...
Ritual de poner flechas para apropiarse del territorio……………………...
31. EL EXPANSIONISMO DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA Y LAS
GUERRAS TARASCO-MEXICAS………………………………………...
Antecedentes de las guerras tarasco-mexicas……………………………….
La victoria de los ejércitos de Tzitzíspandácuare sobre los de Axayácatl…..
Las consecuencias de la victoria de Tzitzíspandácuare y la derrota de
Axayácatl…………………………………………………………………….
Equilibrio de poderes entre las potencias mesoamericanas………………...
La última ofensiva de Moctezuma II contra Zuangua……………………….
La última ofensiva de Zuangua contra Moctezuma II……………………….
32. LAS CUATRO CABECERAS DE LAS CUATRO PARTES DEL
TZINTZUNTZAN IRECHEQUA………………………………………...…..
La cabecera del septentrión………………………...……………………….
La cabecera del poniente……………………………………………...…….
La cabecera del meridión……………………………………………………
La cabecera del oriente……………………………………………………...
33. LA POLIORCÉTICA Y LAS GUARNICIONES FRONTERIZAS DEL
TZINTZUNTZAN IRECHEQUA……………………………………...……..
El estudio de las fortificaciones en el México antiguo………………………
¿Existió una poliorcética mesoamericana?....................................................
Los asentamientos tarascos y el uso del territorio como elemento
defensivo……………………………………………………………………..
Obras defensivas prehispánicas michoacanas en la época tarasca………...
Taximaroa: ejemplo histórico de un asentamiento fortificado……………...
Ihuatzio: ¿ejemplo arqueológico de un asentamiento fortificado?................
Las fronteras y guarniciones del Tzintzuntzan Irechequa…………………..
La frontera tarasco-mexica………………………………………………….
La frontera del Tzintzuntzan Irechequa con los señoríos del occidente…….
La frontera norte del Tzintzuntzan Irechequa con los grupos chichimecas...
La frontera suroeste del Tzintzuntzan Irechequa con los pueblos de la
costa…………………………………………………………………………
34. TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS TARASCAS: LOS EJÉRCITOS DEL
CAZONCI EN COMBATE………………………….………………………
Planeación táctica tarasca………………………………..…………………
Tácticas de marcha y formaciones de los ejércitos tarascos………………..
Tácticas tarascas a campo abierto…………………………………………..
Tácticas de invasión del territorio enemigo…………………………………
Tácticas de ataque y defensa del territorio………………………………….
35. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA
LLEGADA Y CONQUISTA HISPANA, HASTA LA PARTICIPACIÓN
DE LOS TARASCOS EN LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA
(1519-1550)………………………………………………………………….
Presagios anteriores a la conquista………………………..………………..
Las embajadas de los mexicas………………………………………………
Las primeras expediciones españolas en territorio Michoacano…………...
La conquista de Michoacán por Cristóbal de Olid……………………...…..
7
511
515
518
526
533
539
530
543
552
557
561
566
569
574
575
576
578
584
585
588
592
596
604
609
612
613
617
629
633
637
638
640
642
645
646
650
651
653
656
658
La participación tarasca en la conquista de Zacatula y Colima………..…..
La inestabilidad del gobierno colonial en la primera década de la
conquista; la participación tarasca en la pacificación de Pánuco y en la
expedición a Honduras…………………………………………………...….
La muerte del cazonci y la participación tarasca en la conquista de la
Nueva Galicia………………………………………………………………..
La participación tarasca en la conquista y colonización del norte de la
Nueva España………………………………………………………………..
664
IV.
CONCLUSIONES…………………………………………………………..
688
V.
APÉNDICES..……………………………………………………………….
A. Mapas sobre acciones militares, expansión y límites tarascos…………..
B. Cuadros sobre el armamento prehispánico michoacano representado en
la Relación de Michoacán y otras fuentes pictográficas………………...
C. Cuadros sobre la indumentaria, insignias y atavíos bélicos indígenas
michoacanos representadas en la Relación de Michoacán y otras
fuentes pictográficas……………………………………………………..
D. Aramas de la Ciudad de Zintzuntan Vitzitzilan de la provincia de
Michoacán (1595)……………………………………………………….
E. Documentos pictográficos sobre los guerreros del Tzintzuntzan
Irechequa………………………………………………………………...
F. Evidencias materiales sobre armamento e indumentaria en Michoacán,
especialmente durante el posclásico tardío (1200-1522)………………..
G. Representaciones modernas del sistema de armamento tarasco………...
H. Cronología de las guerras tarasco-mexicas……………………………...
I. Imágenes sobre poliocética en el México antiguo………………………
J. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el
padre Francisco Ramírez‖, [4 de abril de 1585] (fragmento)…………...
699
700
FUENTES…………………………………………………………………...
788
VI.
8
669
676
684
737
742
746
747
752
766
771
775
783
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo no hubiera sido posible sin mi familia, maestros y amigos, quienes me
brindaron el apoyo, consejos y palabras de aliento en el proceso de investigación.
Gracias a mis padres que me dieron el apoyo incondicional durante el tiempo
que tardé: a mi padre José Roberto, mi maestro de vida y mi primer maestro político
(espero que me disculpe por haber requisado parte de su biblioteca, pero él fue quien me
inculcó el amor por los libros); mi madre María Cruz, quien me enseñó que la mejor
herencia es la educación; mis hermanas mayores Aidé y Ariadna, quienes me cuidaron y
aconsejaron a lo largo de los años; y a mi sobrina Fernanda, que espero que disculpe los
momentos que estuve de mal humor y gruñón; todo fue por el pendiente de concluir la
tesis. A mi abuela materna, mi mamá Angelina, y mis abuelos paternos, José y Teresa,
que ya no vivieron para ver este texto finalizado.
Esta investigación no hubiera llegado a buen puerto sin el asesoramiento del Dr.
Igor Cerda Farías, de quien aprendí la importancia que tiene el partir de un marco
teórico-metodológico coherente y claro para la interpretación del pasado, así como saber
desde que paradigma historiográfico, arqueológico y antropológico se interpretan las
sociedades pretéritas no-occidentales de la América prehispánica. Gracias a estas
enseñanzas puedo considerarlo como un gran maestro y amigo.
También fue de fundamental importancia para esta investigación el Mtro. Rene
Becerril Patlán, a quien le agradezco enormemente el haber tenido la paciencia y
disposición para entablar largas platicas durante horas, así como llamadas de atención,
que permitieron el aclaramiento de ideas y fuentes, además de su amabilidad para poner
a disposición material de archivo inédito, así como bibliográfico; es un gran mentor y
amigo.
Agradezco a la Mtra. Tzutzuqui Heredia Pacheco, quien me impartió las
materias de Historia de México I y II, con lo cual tuve mi primer acercamiento con el
mundo indígena prehispánico de forma profesional, y a la historia prehispánica de
Michoacán; y a la Mtra. Rebeca Ballín Rodríguez, de quien aprendí la importancia de
tener un aparato crítico a pie de página, durante los dos años que fue mí profesora en la
facultad, que sustente la imagen del pasado que uno construye. Gracias a ambas por leer
el presente trabajo, y los comentarios y correcciones señaladas.
Quiero agradecer enormemente a quienes amablemente leyeron partes de la
presente investigaciones: al Dr. Carlos Salvador Paredes Martínez, de quien puede
confirmar la generosidad que lo caracteriza, al facilitarme material bibliográfico de
difícil consulta, y de acertados comentarios. Al Dr. José Luis Punzo Días, cuya visión
arqueológica me permitió tener un panorama más integral del pasado protohistórico de
Michoacán; a la Dra. Claudia Espejel Carbajal por sus comentarios y señalamientos
respecto al texto de la Relación de Michoacán. Al Dr. Adán Pando Moreno, cuyas
enseñanzas me permitieron tener una visión más crítica del materialismo histórico, y
sobre qué herramientas tener en cuenta para estudiar un modo de producción; al Lic.
Rafael Flores García, estimado amigo y camarada, quien también realizó acertados
comentarios sobre la exposición del materialismo histórico que realicé, y con quien he
tenido una fructífera amistad que ha permitido la elaboración de variados proyectos
académicos. También agradezco al Dr. Ramón Alonso Pérez Escutia la lectura y
comentarios sobre los aspectos donde se abordó la temática militar. Una mención
especial a Sulina Tashkent Tzintzún García, Dr. Celerino Felipe Cruz, Lic. César Zavala
9
Alcaraz y el Dr. Amaruc Lucas Hernández, quienes amablemente me auxiliaron en la
compresión de varios aspectos de la cultura purépecha, y en el entendimiento de algunas
de las palabras tarascas registradas en las fuentes del siglo XVI.
Su paciencia y sus comentarios mejoraron enormemente el borrador de toda la
investigación, los errores y omisiones que prevalecen, son enteramente mi
responsabilidad.
Quiero reconocer las enseñanzas de otros profesores que en algún momento de
mi formación me impartieron clases, al Prof. César Silva Ramírez ―Ripoll‖, maestro de
teatro y verdadero amigo, a la Mtra. Graciela Méndez; al Dr. Ricardo León Alanís quien
me impartió las clases de Historiografía Mexicana I y II, así como Historiografía
Michoacana I y II, clases donde tomé conciencia de la importancia que tiene el saber la
historia de la Historia en la investigación del pasado; al Dr. Gerardo Sánchez Díaz, de
quien tuve el primer acercamiento con el mundo de la Relación de Michoacán y el
apasionamiento por su estudio; el Dr. Moisés Guzmán Pérez, de quien aprendí la
importancia de estar actualizado en la línea de investigación que uno trabaja; y al Mtro.
Ramón Sánchez Reyna, de quien aprendí muchos aspectos del gremio de la historia que
no se encuentran registrados en los libros, ni se aprenden en el aula.
Retribuyo enormemente la amabilidad de colegas que aportaron y pusieron
material a disposición para la presente investigación. A mi estimado Vladimir Gómez
Gutiérrez por facilitarme ilustraciones sobre los guerreros quangáriecha; a Luis
Armando de la Luz Alarcón por haber contribuido con fotografías de reproducciones de
armamento mesoamericano elaborados por él mismo, así como otra ilustración sobre los
guerreros quangáriecha. Agradezco enormemente a Carla Edith Naranjo Trejo su
paciencia y dedicación para la elaboración de los mapas sobre acciones militares,
expansión y límites tarascos. A Diana Ivonne Rufino Martínez, quien me proporcionó
invaluable ayuda para darle punto final al último borrador del texto. Gracias a sus
aportes que enriquecieron notablemente el apéndice y formato de la presente
investigación.
También quiero agradecer mis amigos y compañeros que conocí en la carrera y
los años posteriores. Mis amigos de la ―Gloriosa‖ Secc. 02, Gen. 2009-2013: Andrea,
Arnulfo ―el Arnold‖, Claudia, Eder, Gregorio, Javier Lemus ―el Machín‖, Javier Torres,
Mauricio, Polette y Rubén; con quien tuve el gusto de cursar la licenciatura, y de los
cuales tengo muchos recuerdos de esos años. Durante este mismo periodo de tiempo
puede entablar amistad con mis queridas amigas las ―Gallas de Letras‖: Jessica Bolom,
Gabriela Rangel y Nora Mora. A mis compas de la ―BB‖, Abel Soria, ―único
compañero que tenemos en el estudio de las antiguallas de Michoacán‖, Alejandro
Diosdado, Balam, Benjamín, Frida, Hugo, Marco Antonio ―el Güero‖ y Vinicio ―el
Viny‖.
Del gremio de historiadores hay muchos colegas a los cuales les agradezco la
amistad y ánimos brindados durante la elaboración de esta investigación: Alexandre,
Argel Suárez, Bertín, Carlos Mendoza, Carlos Rangel, César Yáñez, Daniel Ortiz,
Dinorah Yesenia, Eduardo Lemus, Elsa, Emanuel Estada, Francisco Arroyo, Georgina,
Geovanni ―el Achú‖, Jarco Amézcua, Joel David, José ―Pepe Grillo‖, Juan Deodato ―el
John‖, Juan José Tapia, Marco Andrade, Misael, Nohemi, Norberto, Samuel, Sandy y
Selma. Agradezco la amistad de mis inigualables amigas las ―patlanbeliebers‖: Carla,
Ivonne, Nicté, Shani y Ana Laura. De la banda de Guerrero agradezco especialmente a
Maricruz Piza, y a Montze Gallegos, por el apoyo, palabras de aliento y cariño que me
10
brindaron en los momentos difíciles. A mis jóvenes camaradas, Diego Armando y
Roberto Hernández, por seguir con el espíritu de tener un mundo mejor.
Del gremio de humanistas también me gustaría mencionar los colegas
arqueólogos, en especial a los ―punzobeliebers‖: Dante Martínez, con quien siempre
pude polemizar y tener enriquecedores debates sobre la interpretación de materiales y su
contraste con las fuentes escritas; a Alejandro Valdés, Max Ayala, Lissandra y
Humberto, así como a Erick González Rizo. A los colegas del Seminario de Marxismo
―Tradiciones modernas‖, donde puede entablar amistad con Brice, Itandehui, Juan
Carlos Reyes ―JC‖, Eva, Héctor Díaz y Salvador ―Chava‖, que enriquecieron el
apartado del materialismo histórico de mi investigación. También a mis excelentes
amistades: Ale Soto, Dennise, Paola, Lalo Acuña, José ―Peperman‖ y Sergio Ulises
Martínez. Y a Rossana Calderón, Montserrat Cortés, ―Kike‖ Rivera, Fernanda Paz,
Indira, Javo, Oliver, Paulina, Erandi y Yunuen.
Estos agradecimientos no podrían estar completos, sin mencionar a las familias
Vázquez Gómez, Gómez Alfaro, Gómez de la Cruz, y Gómez Morales, quienes me
brindaron más que su hospitalidad y amistad, en mis odiseas en el sureste mexicano,
especialmente en la Perla del Sureste.
Muchas gracias por todo.
11
RESUMEN
La presente investigación aborda el tema de la guerra practicada por las
sociedades indígenas del antiguo Michoacán en la época prehispánica, durante el
Posclásico Tardío (1200-1522), especialmente las guerras de conquista emprendidas por
el linaje gobernante de los Uacúsecha. Con estas acciones bélicas, los tarascos lograron
imponer su dominio político, explotar la fuerza de trabajo, extraer los excedentes de
bienes materiales que se producían e imponer su ideología, sobre vastos territorios del
occidente de Mesoamérica habitados por un gran multitud de pueblos de diverso origen
étnico, lingüístico y cultural, constituyéndose como una de las entidades políticas de
organización estatal más importantes al momento de la llegada de los europeos en el
siglo XVI.
La investigación inicia con la exposición de un marco teórico-metodológico que
propone una imagen interpretativa del pasado cuyo eje articulador es el materialismo
histórico, complementado por otras posiciones teóricas pertinentes. Las fuentes
analizadas durante la investigación fueron documentos de valor etnohistórico ya
publicadas, algunos documentos de archivo inéditos o poco conocidos, así como
información producto de las investigaciones arqueológicas. Así mismo, fue necesario
elaborar un nuevo análisis sobre el desarrollo histórico, la economía política y sociedad
tarasca, que permitieran contemplar una imagen más completa sobre la guerra y todo lo
que a ella concierne por parte de la sociedad indígena en el occidente mesoamericano.
Los capítulos siguientes están dedicados al análisis de la sociedad tarasca,
detallando el fenómeno de la guerra de forma multidisciplinar, enfocándose la atención
en aspectos como la cosmovisión que justificaba la guerra, los tipos de guerra
practicados, el ejército tarasco, la panoplia de los guerreros, la indumentaria e insignias,
órdenes militares, rituales de guerra, las guerras tarasco-mexicas, la expansión a las
cuatro partes del mundo y las defensas de las fronteras, las estrategias y tácticas de los
campos de batalla del Michoacán antiguo, concluyendo con la participación de los
guerreros michoacanos en la conquista de la Nueva España en la primera mitad del siglo
XVI.
Palabras Clave: Occidente de Mesoamérica, Michoacán, Posclásico Tardío, cultura
tarasca, guerra, armamento.
ABSTRACT
The present research addressses the topic of the war practiced by native societies
of Ancient Michoacan in the Prehispanic period, during the Late Postclassic (12001522), especially the wars of Conquest undertaken by the governing lineage of the
Uacusecha. With this war actions, the Tarascan (empire) managed to impose their
political dominance, exploit the labor force, extract the surplus of material property that
were produced and impose their ideology, over vast territories West of Mesoamerica,
inhabited by a great multitude of peoples of different ethnic origin, linguistic and
cultural, becoming one of the most important political entities of State organization at
the time the arrival of the Europeans in the 16th century.
The research begins with the exhibition of a methodological theoretical
framework that proposes an interpretative image of the past whose articulating axis is
the Historical Materialism, complemented by others relevant theoretical positions. The
sources analyzed during the investigation were valuable documents ethnohistorical
12
already published, someone unpublished archival documents or little known, as well as
information from archaeological investigations. It was also necessary to develop a new
analysis on the historical development, the Political Economy and Tarascan Society,
that would see a more complete picture of the war and everything to it concerning
Indigenous (native) society in the Mesoamerican West.
The following chapters are dedicated to the analysis of the Tarascan Society,
detailing the phenomenon of War in a multidisciplinary way, focusing the attention on
aspects like the worldview that justified the War, the types of warfare practiced, the
Tarascan army, the panoply of the Warriors, the clothing and insignia, military orders,
war rituals, the Tarascan–Mexica wars, the expansion to the four parts of the world and
the defenses of the frontiers, the strategies and tactics of the battlefields of the Ancient
Michoacan, concluding with the participation of the Michoacan Warriors in the
conquest of New Spain in the first half of the 16th century.
Keywords: West of Mesoamerica, Michoacan, Late Postclassic, Tarascan culture,
warfare, armament.
13
INTRODUCCIÓN
En la presente investigación titulada La guerra en el Michoacán prehispánico en el
Posclásico Tardío. Economía política, Estado y sociedad tarasca, tenemos el propósito
de explicar el fenómeno de la guerra que existió en las sociedades mesoamericanas que
habitaron partes de Michoacán y regiones circundantes, que estuvieron bajo influencia
del Estado tarasco en la última etapa de la historia mesoamericana. El interés por la
guerra en Mesoamérica data desde que los primeros europeos lucharon por conquistar
los pueblos que habitaban el Nuevo Mundo hasta nuestros días. Pero hablar de guerra es
hablar de un concepto sumamente complejo y difícil de definir, en especial cuando
analizamos una sociedad única en el espacio y en el tiempo históricos. Es por eso que
para dotar de una base sólida a nuestra investigación, debemos pertrecharnos con una
definición del concepto guerra. Esta definición debe ser funcional para la sociedad
tarasca del Posclásico Tardío, es decir, no se encuentra en un manual militar ni
diccionario, sino que debe ser construida para usarse como herramienta de
investigación. Debe aclararse que el diseño para la teorización que estamos presentando,
se recurrió a fuentes conocidas ya impresas, con el fin de ser más ejemplificativos y
claros, sin dejar de lado algunos documentos de archivo inéditos o poco conocidos.
De esta tarea de teorización nos ocuparemos en el primer capítulo, se revisarán
las corrientes y pensadores que tratan de dar una explicación a la violencia mortal a lo
largo de la Historia humana. Abordaremos el fenómeno de la guerra desde la
antropología, sociología, psicoanálisis y de la polemología, así tendremos una visión
amplia de las diferentes ciencias que han tratado de explicar la violencia en las
sociedades humanas. El eje teórico-metodológico rector con el cual conduciremos la
investigación será el marxismo. Si bien las corrientes posmodernas han decretado la
―muerte‖ de las ―grandes explicaciones‖, no significa por eso que las corrientes
académicas dejen de ser realmente funcionales. En la presente investigación
expondremos por qué consideramos que el marxismo nos permite crear una base para
explicar la sociedad tarasca prehispánica; preferimos utilizar un método ―viejo‖ a tener
que realizar una deconstrucción de los metarrelatos, metanarrarativas y metadiscursos
etno-eurocentristas, que supuestamente han marcado el ―fin de la historia‖ en las
sociedades poscoloniales, llevándonos a una verborrea incomprensible del anything
goes (todo vale), los intricados significados semánticos, y el abuso del prefijo ―pos‖.1
Un fenómeno tan vasto como lo es la guerra, pide ser analizado y subdividido, es por
eso que aparte de utilizar la metodología del materialismo histórico, habrá otras
herramientas en los casos de iconografía, poliorcética, lingüística, armamento, etcétera,
que serán tratados en su apartado correspondiente. En este primer capítulo resolveremos
la postura teórica-metodológica para nuestra investigación.
Después de habernos pertrechado con las herramientas teóricas necesarias, en el
segundo capítulo entraremos de lleno al estudio del Michoacán prehispánico.
Revisaremos la geografía en la cual se desenvolvieron las sociedades indígenas y los
recursos naturales que explotaron para su subsistencia, lo que nos permitirá conocer las
relaciones entre la naturaleza y el hombre, así como las relaciones sociales existentes
entre los integrantes de los grupos étnicos, es decir, su economía. Es para el periodo
1
Para una reseña e historia intelectual breves de la posmodernidad, puede consultarse ESTRADA
MALDONADO, ÁLVARO. Historia y posmodernidad. Morelia. Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Facultad de Historia, 2016. Para el ―fin de la historia‖, Cf. FUKUYAMA, FRANCIS;
et. al.. ―Fin de la historia y otros escritos‖, en: http://firgoa.usc.es/drupal/files/Francis%20Fukuyama%20%20Fin%20de%20la%20historia%20y%20otros%20escritos.pdf (Consultado 4 de febrero de 2017).
14
protohistórico que las fuentes escritas nos permiten realizar una síntesis histórica, en
donde se narren los orígenes del Estado tarasco y conocer las políticas empleadas para
realizar la guerra, la extensión territorial que llegó alcanzar el poderío tarasco y su
división político-militar, las medidas para proteger, administrar y usufructuar los
territorios conquistados. Toda esta maquinaria estatal era cohesionada por la ideología,
que permeaba todos los aspectos de la vida de los habitantes prehispánicos, y que
jugaba un papel importante en el ámbito guerrero. Realizamos un resumen somero sobre
el sistema de creencias tarascas, pues la religión penetraba en todos los aspectos de la
vida tarasca, se hace imprescindible tratar este tema para comprender los diferentes
aspectos de esta sociedad.
En el tercer capítulo trataremos los aspectos militares más importantes del ―arte
de la guerra‖ tarasca. Hablaremos de los diferentes armamentos empleados para la
guerra, la organización del ejército, los tipos de guerra practicada por el Estado tarasco,
la total, instrumental y ceremonial; las tácticas militares en los campos de batalla. Un
tema que desde la arqueología ha sido tratado es el de la poliorcética, es decir, el arte de
atacar y defender las plazas. Las fronteras tarascas estaban resguardadas por un
conjunto de guarniciones, que constituían una red militar importante, especialmente
para la zona norte y oriental. Tanto en los restos materiales y en las fuentes coloniales
existe información donde se habla de las dinámicas bélicas existentes. También
retomaremos el simbolismo de la violencia en la cosmovisión bélica tarasca y su
articulación con la política. Con todo esto, habremos concluido nuestro proyecto de
investigación.
La guerra en Mesoamérica se ha investigado principalmente en dos regiones, el
Altiplano Central y el Área Maya. Varios pueden ser los motivos, la arquitectura
monumental, una política oficialista por parte del Estado mexicano, y académicamente
hablando, de una mayor cantidad de información para estas zonas, las crónicas nahuas,
españolas y para los mayas la epigrafía y documentación colonial. Para las otras
regiones mesoamericanas no se han hecho suficientes estudios por las razones que
hemos expuesto, a pesar de que si bien, la información es menor y fragmentaria, no
significa que estemos incapacitados para explorar tal fenómeno en otros territorios.
Por esa razón, queremos estudiar la etnia dominante al momento de la conquista,
los antiguos tarascos o purépechas,2 que dominaron gran parte del actual Estado de
Michoacán y zonas limítrofes, en un primer periodo del siglo XII a mediados del siglo
XV, donde el linaje uacúsecha luchó por su sobrevivencia; y un segundo periodo de 70
años que corren de 1450 a 1522, la primera fecha coincide con la ―fundación‖ del
2
Conocemos el debate sobre el gentilicio para designar a los antiguos habitantes indígenas y sus
descendientes (debate que se remonta a finales del siglo XIX con Nicolás León y Eduardo Ruíz);
respetamos la autodeterminación de los miembros pertenecientes a esta etnia de llamarse a sí mismos
como ―purépecha‖ a pesar de la complejidad lingüística de encontrar el gentilicio de esta sociedad
antigua. Sin embargo, es conocido que la palabra ―purépecha‖ empezó a usarse como forma de
reivindicación política y como moda antropológica en la década de 1940, así como que la mayoría de las
fuentes originales del siglo XVI consigna la palabra ―tarasco‖ como gentilicio que engloba a toda la
sociedad, no sólo a una clase o estamento, por lo que preferimos usar esta última. Para ahondar en el tema
recomendamos encarecidamente revisar los trabajos referentes a este debate incluidos en MÁRQUEZ
JOAQUÍN, PEDRO (Editor) ¿Tarascos o P‟urhépecha? Voces sobre antiguas y nuevas discusiones en
torno al gentilicio michoacano. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, Universidad
Intercultural Indígena de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha,
Fondo Editorial Morevallado, (Colección Kw‟anískuyarhani, núm. 2), 2007.
15
Tzintzuntzan Irechequa,3 periodo donde se expandió más allá de la cuenca de Pátzcuaro
y hubo guerras con otros grupos étnicos hasta la llegada de los españoles en 1522.
Después de este año, los guerreros indígenas entraron en servicio como auxiliares de los
europeos para conquistar otras regiones de la Nueva España cómo Colima y Jalisco,
hasta 1550, cuando los indígenas servían como guardianes de los grupos nómadas del
norte antes de la Guerra Chichimeca que se extendería hasta principios del siglo XVII.
El Tzintzuntzan Irechequa comprendió partes del actual estado de Michoacán y
zonas adyacentes, no sólo resistió ataques de otros grupos, sino que logró imponer su
hegemonía allende sus fronteras, teniendo una constante tensión en la frontera mexicatarasca. Los estudios que analizan el fenómeno de la guerra entre el pueblo tarasco son
escasos, algunos son repeticiones de fuentes documentales directas, y el aspecto de la
dinámica bélica ha quedado poco claro, pues la visión de los estudios han tenido
preferencia en los aspectos políticos, económicos y sociales del antiguo Michoacán.
Todas estas cuestiones nos permiten proponer un estudio profundo de las acciones
bélicas de los antiguos tarascos. Así pues, es necesario estudiar las dinámicas bélicas
para conocer un fenómeno que ha sido estudiado desde la perspectiva de la sociología
política: la formación y caracterización del Estado tarasco. Se han analizado las
relaciones que se dieron entre distintos grupos de poder y los opresores y oprimidos,
pero no se ha analizado cómo, por qué tipos y medios de la violencia armada, se logró
construir un Estado centralizado.
Aparte de nuestros intereses personales para realizar esta investigación, debemos
agregar que nuestra intención académica no es reivindicar un glorioso e idílico pasado
indígena, truncado violentamente por los europeos en el siglo XVI. No compartimos la
visión romántica de un pasado prehispánico de vida comunal, comunión total con la
naturaleza y una ―inocente religiosidad‖ que fungía como motivación única de todas las
acciones humanas. Para nosotros el mundo prehispánico estuvo conformado por
sociedades complejas, con una marcada jerarquización social, política y económica,
donde una élite poseía en sus manos el poder político, el control de los medios de
producción y la explotación de la mano de obra de la inmensa mayoría. Estas mismas
élites cumplieron un papel importante al momento de la conquista y en los años
posteriores, pues lograron sobrevivir en el régimen novohispano, es decir, lograron
adaptar sus discursos como técnica de supervivencia a la nueva realidad histórica
colonial. Esto no significa que abordemos el estudio de las sociedades indígenas a raja
tabla bajo los conceptos occidentales, sino que compartimos la idea de que las
sociedades pretéritas no-occidentales deben ser comprendidas en su contexto cultural,
sólo de esta forma podemos comprender la complejidad histórica que estamos tratando;
aunque, al final, no existe para nosotros otra forma de entender a las sociedades
indígenas que no sea desde nuestra forma y manera occidental de habitantes del siglo
XXI.
Hemos realizado esta investigación con las fuentes documentales y
bibliográficas disponibles, y sin duda -esperamos que así sea- aparecerá nueva
3
Tzintzuntzan Irechequa (otras variantes son Irechequa Tzintzuntzani, Iréchecua T'sintsunsani o
Irechekua) se puede traducir como ―Reino de Tzintzuntzan‖, de la palabra tarasca Yrechequa ―Reyno‖.
AUTOR O AUTORES DESCONOCIDOS. Diccionario de la lengua de Michoacán. Introducción,
paleografía y notas de J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, T. I, (Colección ―Fuentes de la
Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. VI), 1991, P. 616. Esta nomenclatura propuesta por Helen Pollard se
ha venido usando en la historiografía, para designar a la entidad política existente en el Michoacán al
momento de la conquista española conocida también como Estado tarasco.
16
documentación y se realizaran nuevas investigaciones que dejaran desactualizado este
aporte. El presente trabajo responde a la falta de estudios de la actividad bélica en el
Michoacán prehispánico para la época del contacto con los europeos. Nuestra
motivación académica más importante es llenar ese vacío historiográfico.
17
I.
EL ESTUDIO TEÓRICO DE LA GUERRA
―Los modos de hacer la guerra, las formas de la guerra no son siempre
iguales. Cambian con arreglo a las condiciones del desarrollo y, ante todo,
con arreglo al desarrollo de la producción. En tiempos de Gengis Kan, la
guerra no se hacía lo mismo que en tiempos de Napoleón III, y en el siglo
XX no se hace lo mismo que en el siglo XIX. El arte de la guerra en las
condiciones actuales consiste en dominar todas las formas de la guerra y
todos los adelantos de la ciencia en este terreno, en utilizarlos
inteligentemente, en combinarlos con acierto o en aplicar a tiempo unas u
otras formas, según sea la situación.‖
J. V. Stalin, En torno a la cuestión de la estrategia y la táctica de los
4
comunistas rusos, 14 de marzo de 1923
1. INTRODUCCIÓN
La guerra es un fenómeno social fuertemente marcado en la historia de la especie
humana, que la ha llevado a los límites más extremos, al grado del exterminio nuclear.
¿Qué es la guerra? ¿Dónde surgió por primera vez? ¿Cuáles son los motivos que
provocan su aparición? Se le han atribuido varios orígenes, tanto divinos, una maldición
de nuestros genes o incluso como mecanismo de equilibrio natural. Diversas ciencias y
disciplinas han abordado el tema: la antropología, la economía, la sociología, la
Historia, la psicología y hasta la biología. Debemos dejar bien claro que la guerra es un
fenómeno humano, es decir, que nos encontramos ante una manifestación histórica.
Esto tiene gran relevancia, pues significa que la guerra no se ha practicado de la misma
forma, ni en todas las latitudes ni en las distintas épocas históricas. Tener en
consideración este punto es fundamental para estudiar la guerra en una sociedad como
lo fue la mesoamericana. Para estudiar el fenómeno de la guerra en Mesoamérica,
debemos analizar una extensa bibliografía que se ha escrito al respecto. No sólo la
referente a la milenaria historia mesoamericana, sino la historiografía que ha tratado el
fenómeno desde las evidencias más antiguas de violencia mortal.
Cuando iniciamos la presente investigación, se nos realizó la siguiente ronda de
preguntas a contestar para la elaboración de nuestro marco teórico-metodólogico: ¿Qué
es la Historia? ¿Qué es el pasado? ¿Qué es el Estado? ¿Qué es la guerra? y ¿Quiénes
fueron los tarascos? Evidentemente dar una respuesta contundente y definitiva va más
allá de los objetivos de este trabajo, y su formulación responde más a la necesidad de
establecer las bases del marco teórico que se elabora en el presente capítulo, es decir,
más que preguntas retóricas, son los ejes desde los cuales abordamos la problemática de
la guerra en las sociedades humanas durante el Posclásico tardío en Michoacán. Así, al
abordar las preguntas sobre la Historia y el pasado, más que entrar al debate sí la
Historia es ciencia, disciplina, discurso o metarrelato, expondremos qué conceptos y
herramientas usamos para la construcción del pasado prehispánico, usando los
testimonios pretéritos.
4
STALIN, J. V. ―En torno a la cuestión de la estrategia y la táctica de los comunistas rusos‖ [14 de marzo
de 1923] en: STALIN, J. V. Obras completas en 17 tomos. México, Editorial Actividad Eda, 1978, T. 5,
P. 179.
18
Bajo esta misma premisa, trataremos el tema del Estado desde el enfoque del
materialismo histórico, y por ende, la guerra. Aparte de usar el materialismo histórico
como método, analizamos otros campos de conocimiento que han tratado sobre el
Estado y la guerra, esto con el fin de tener un cuadro más amplio para explicar en los
capítulos siguientes a las sociedades pretéritas. Al final de este capítulo, dedicamos un
espacio al tema de la cultura tarasca, pues esta sociedad del Occidente de Mesoamérica
ha sido objeto de amplios debates por parte de los mesoamericanistas y tarasquistas –o
si se prefiere, purepechólogos-, debido a las particularidades de este grupo étnico, pues
poco sabemos sobre su origen, filiación lingüística o religión. Al estudiar las etnias
mesoamericanas en la época prehispánica, se debe adoptar una posición epistemológica,
de la cual depende en gran manera cómo se explica su desarrollo histórico y la
concepción del pasado que se construye a través de la investigación.
19
2. HISTORIOGRAFÍA DE LA GUERRA EN MESOAMÉRICA Y EL OCCIDENTE
DE MESOAMÉRICA
La producción historiográfica sobre el Michoacán prehispánico es una tradición de 500
años. Contando con los documentos coloniales tempranos tales como la Relación de
Michoacán o las Relaciones Geográficas que nos proporcionan fuentes de primera
mano, existen diccionarios y gramáticas hechas por los primeros ―frailes etnólogos‖. Ya
para el siglo XVII se empezaron a escribir las crónicas de las órdenes religiosas que
evangelizaron a los naturales de la provincia de la llamada ―Tierra de los Pescadores‖.
Fue hasta finales del siglo XIX cuando, con la influencia de los avances de la historia
científica o positivismo en Europa, resurgió el estudio del pasado prehispánico
michoacano.
Respecto al análisis de la guerra entre las sociedades mesoamericanas este puede
remontarse a las crónicas de la conquista. Son los conquistadores quienes nos muestran
tal fenómeno, como Hernán Cortés (1485-1547),5 Bernal Díaz del Castillo (1495/1496–
1584),6 el controversial Conquistador Anónimo,7 Nuño de Guzmán (1490-1558),8 entre
otros, donde encontramos testimonios e información respecto al militarismo
mesoamericano, pues dichos conquistadores recorrieron y guerrearon en gran parte de
dicho mosaico multicultural, estas obras son fundamentales, pues a pesar de que su
concepción occidental y medieval, como profesionales de la violencia mortal, detallaron
el arte de la guerra indígena. Las crónicas coloniales y posteriores a la independencia se
limitaron mayoritariamente a reproducir los clásicos historiográficos, 9 a comparar las
antiguas culturas prehispánicas con los griegos o romanos, produciendo mamotretos de
Historia de corte romántico-liberal, que por primera vez se hacían compendios de
catálogos de los documentos conocidos para investigar la historia mexicana.10 En 1877,
5
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá, 8ª Edición, México,
Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 7), 1975.
6
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y Notas,
Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975.
7
EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran
ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, en: GARCÍA
ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar,
México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. I, 1980, Pp. 368-398. Para conocer el debate sobre el
autor de este texto véase el viejo pero ilustrativo texto de GÓMEZ DE OROZCO, FEDERICO. ―El
Conquistador Anónimo‖ en: Historia mexicana. México, El Colegio de México-Centro de Estudios
Históricos, 1953, enero-marzo, vol. 2, núm. 3, Pp. 401-411.
8
Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue nombrado gobernador de
Pánuco en 1525. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Instituto Jalisciense de
Antropología e Historia-Secretaria de Educación y Cultura de Jalisco-Universidad de Guadalajara, 1990;
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán, en que refiere la
jornada que hizo a Mechuacan, a conquistar la provincia de los Tebles Chichimecas, que confina con
Nueva España. (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México,
Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, [Apéndice 1], Pp. 264-284.
9
Por clásico historiográfico: ―…podemos decir que un libro de historia se convierte en un clásico cuando
resiste la prueba del tiempo (esto es, no se escriben otros libros, basados en fuentes primarias, que lo
desacreditan), y cuando es útil tanto para la generación contemporánea del autor como para las
venideras.‖ BARRÓN, LUIS. ―Los relámpagos críticos: La revolución de Jorge Ibargüengoitia‖ en: Istor.
Revista de historia internacional. México, Centro de Investigación y Docencia Económicas, invierno
2008, Año IX, núm. 35, P. 11.
10
CHAVERO, ALREDO. México a través de los siglos. Historia antigua y de la conquista. RIVA
PALACIO, VICENTE (Director general). 14ª Edición, México, Editorial Cumbre, Tomo I, 1977. La
comparación entre las culturas del mediterráneo no fue el único ejercicio de esta naturaleza, pues el
mismo autor de esta obra declara sobre nuestro tema: ―Ignoramos cuál era la organización de los
20
se publicó el trabajo clásico de Adolph Francis Adolphus Bandelier (1840-1914), ―On
the art of war and mode of warfare of the ancient mexicans‖,11 dónde haciendo uso de
muchas fuentes del siglo XVI y XVII, abordó el tema de la guerra en el mundo mexica,
tocando temas como la composición del ejército, entrenamiento, armamento ofensivo y
defensivo, almacenamiento de armas, atuendos, organización militar, sistema de mando,
tácticas de guerra, fortificaciones, y tácticas de ataque y defensa durante la conquista.
Para finales del siglo XIX empiezan a tomar fuerza nuevos enfoques en la
investigación, y es posible identificar dos grandes concepciones sobre la guerra desde
donde se ha concebido la guerra en el mundo prehispánico. El arqueólogo Marco
Antonio Cervera Obregón ha facilitado a los investigadores una bibliografía selecta
sobre la guerra en Mesoamérica,12 mencionando que ―los estudios militaristas
mesoamericanos sufren de una bipolaridad que daña su equilibrio, según las dos
escuelas que están imponiendo sus criterios:
a) La explicación del problema a partir de propuestas meramente
simbólicas, exaltando el asunto de la guerra como la tradicional forma de
capturar prisioneros para el sacrificio y todo lo que en ello pueda representar
sus dioses, la sangre y los respectivos aspectos iconográficos que se
conocen. Este enfoque está más arraigado en la escuela mexicana de
antropología que hunde sus raíces en los estudios de investigadores como
Alfonso Caso, pero que no da respuesta satisfactoria a multitud de
cuestiones.
b) La escuela norteamericana, especialmente, que ha comprendido la guerra
mesoamericana desde aspectos más ―humanos‖ en detrimento de los
―divinos‖ por los que abogaba la escuela mexicana, exceptuando a José
Lameiras. El precursor de esta corriente es Ross Hassig…‖.13
Si bien se consignan algunas obras para el estudio de la guerra mesoamericana,
los dos últimos autores mencionados se han erigido como referencia obligada, uno es el
mexicano José Lameiras (1938-2003),14 sus obras se centran en el militarismo mexica
tal como el mismo autor lo declara, su metodología es fundamental para este tipo de
investigaciones. El otro autor es el norteamericano Ross Hassig, quien dedicó un
guerreros michoaca, pero suponemos que debió ser parecida á la de los mexica…‖. Véase Lib. V, Cap. II,
P. 761.
11
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, en: MORGAN, LEWIS H.; BANDELIER, ADOLPH F.. México antiguo [antología].
Prólogo y edición de Jaime Labastida; traducción de Stella Mastrangelo y Josefina Anaya. 2ª edición,
México, Siglo XXI editores-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes, 2004, Pp. 61-126.
12
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Bibliografía selecta sobre la guerra en Mesoamérica
(1877-2002), en:
http://www.naya.org.ar/biblioteca/bibliografia_militarismo_mesoamerica.htm
(Consultado
28
de
noviembre de 2012).
13
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―La arqueología e historia militar en México y el
conocimiento de los ejércitos prehispánicos, una visión panorámica‖, en: et. al., Historia de los ejércitos
mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, P.
35.
14
LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados. Un espectro de la guerra prehispánica. Zamora,
El Colegio de Michoacán, 1985; LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. El encuentro de la piedra y el acero. La
Mesoamérica militarista del siglo XVI que se opuso a la irrupción europea. México, El Colegio de
Michoacán, 1994.
21
estudio general de la guerra prehispánica, así como un estudio del militarismo mexica.15
Otro de los autores que han generado interés recientemente es el ya mencionado
investigador Marco Antonio Cervera Obregón y sus investigaciones que se encuentran
en el campo de la arqueología experimental,16 además de investigar la guerra como un
fenómeno social complejo, y que es necesario fundamentar bien desde la teoría
antropológica e historia, pues sólo desde una perspectiva multidisciplinar podrá
avanzarse en esta línea historiográfica, poniendo énfasis en la realidad material, pero sin
desatender la parte supraestructural.17 Otra autora que recientemente se ha dedicado a
estudiar el militarismo mexica es Isabel Bravo Bueno, quien ha escrito libros y artículos
sobre el tema.18 No menos importantes son los trabajos de Geoffrey W. Conrad y Arhur
A. Demarest19, cuyo trabajo en coautoría muestran una síntesis de las teorías y métodos
empleados para explicar los dos Estados expansionistas prehispánicos más grandes del
continente, la Excan Tlatoloyan (Triple Alianza mexica) y el Tawantinsuyu (Imperio
Inca). En Ancient Mesoamerican Warfare20se abordan varios aspectos bélicos de las
zonas del altiplano central y área maya, incluso cuenta con un estudio comparativo entre
la forma de guerrear mesoamericana y Norte de México y sur de Estados Unidos (en la
región que se ha conocido como Oasisamérica).
Si bien hemos mencionado someramente los trabajos que mayor huella han
dejado, estos se han alimentado de trabajos anteriores, especialmente de artículos y
algunas otras obras. En nuestras pesquisas, hemos encontrado trabajos que hablan sobre
el armamento, tanto el contundente21 como el arrojadizo,22 sobre la tecnología de
15
HASSIG, ROSS. War and Society in Ancient Mesoamerica, E.U.A., University of California press,
1992; HASSIG, ROSS. Aztec Warfare: Imperial Expansion and Political Control. 1ª reimpresión,
E.U.A., University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian series vol. 188) 1995.
16
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas. Armas, técnicas de combate e
historia militar del implacable ejército que conquistó Mesoamérica. España, Ediciones Nowtilus,
(Colección Historia incógnita), 2011.; CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de
armamento entre los mexicas. España, Consejo superior de investigaciones científicas-Ministerio de
educación y ciencia-Ediciones Polifemo, (Anejos de Gladius), 2007.
17
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―La arqueología e historia militar en México y el
conocimiento de los ejércitos prehispánicos, una visión panorámica‖, Óp. Cit., Pp. 35-36.
18
Una visión global de sus investigaciones puede consultarse en BUENO BRAVO, ISABEL.
Mesoamérica: territorio en guerra. Prólogo de Ross Hassig. México, Secretaría de Educación PúblicaCentro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, (Serie Eslabones en el
desarrollo de la ciencia), 2015.
19
CONRAD, GEOFFREY W.; DEMAREST, ARTHUR A. Religión e imperio, dinámica del
expansionismo azteca e inca. Traducción de Miguel Rivera Dorado. México, Alianza editorial mexicanaConsejo nacional para la cultura y las artes, (Colección ―Los noventa‖ no. 10), 1990.
20
BROWN, M. KATHRYN; STANTON, TRAVIS W. (Editores) Ancient mesoamerican warfare.
E.U.A., Altamira press, 2003.
21
GONZÁLEZ RUL, FRANCISCO. ―El macuahuitl y el tlatzintepuzotilli, dos armas indígenas‖, en:
Anales. Instituto nacional de antropología e historia. México, Secretaría de Educación Pública, 1971,
Época 7ª, Tomo II, 1969 (50 de la colección), Pp. 147-152. CERVERA OBREGÓN, MARCO
ANTONIO, ―The macuahuitl: an innovative weapon of the Late Post-Classic in Mesoamerica‖, en: Arms
& Armour, [¿Gran Bretaña?], Maney Publishing, 2006, vol. 3, núm. 2, Pp. 127-148. Podemos encontrar
una versión parcial en español de este trabajo en CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El
macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces,
2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 60-65.
22
MARTÍNEZ LAÍNEZ, FERNANDO. ―Las armas de la conquista‖, en: Historia y Vida Para disfrutar
de la Historia. España, Mundo Revistas, Año XXXIV, No. 416, Noviembre, 2002, p. 54-61.; OBERG K.,
JORGE. ―La honda: una antigua arma mexicana‖, en: México desconocido, Editorial Jilguero, 1986,
noviembre, núm. 117, Pp. 17-19.
22
defensa corporal,23 así como investigaciones respecto a la poliorcética24 y las causas
religiosas, con cierta inocencia romántica de las guerras.25
Como se podrá notar, la mayoría de los estudios se ha concentrado en el
Altiplano Central y el Área maya, quedando rezagados el Occidente (y ni que decir
sobre el Norte de México-Suroeste de Estados Unidos, la región conocida como
Aridoamérica) de estudios arqueológicos y de la guerra prehispánica. Si bien se han
hecho estudios sobre la guerra desde finales del siglo XIX, podemos contar con los
dedos de las manos los trabajos realizados respecto al militarismo en el Occidente de
México. Los estudios de la sociedad tarasca que han abordado el tema de la guerra, se
han limitado a la reproducción de la información obtenida de la Relación de Michoacán
y algunas Relaciones Geográficas. José Bravo Ugarte (1898-1968) fue de los primeros
en reparar en un aspecto relacionado con el militarismo tarasco, ya que en su historia de
Michoacán, mencionó los nombres y descripciones someras de las armas tarascas según
las fuentes mencionadas.26 Probablemente el trabajo pionero de estos estudios fue el
artículo de Carlos Herrejón Peredo,27 que hasta el día de hoy se ha mantenido como un
clásico de la historiografía prehispánica michoacana. Helen Pollard dedica varios
capítulos al expansionismo y arte de la guerra tarascas en varios trabajos.28
Lamentablemente como ocurre a nivel nacional donde se ha privilegiado el
estudio de ciertas áreas de Mesoamérica, a nivel regional se ha centrado la investigación
en las zonas de la cuenca de Pátzcuaro y la antigua frontera tarasco-mexica-chichimeca.
23
NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, en: Internationales archiv für
Ethnographie, Leide, Holanda, P.W.M. Trap. Publisher, 1892, pp. 34-53, Láminas 1-3.
24
PALERM, ANGEL. ―Notas sobre las construcciones militares y la guerra en Mesoamérica.‖ En:
Anales. Instituto nacional de antropología e historia. México, Secretaría de Educación Pública, 1956,
Tomo VIII, (No. 37 de la colección), Pp. 123-134. ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, en:
Cuadernos Americanos. México, septiembre-octubre, 1948, vol. VII, núm. 5, Pp. 143-163; ARMILLAS,
PEDRO. ―Fortificaciones mesoamericanas.‖, en: Pedro Armillas: Vida y obra. México. Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social, Tomo I, 1991, Pp. 233-250. CERVERA OBREGÓN,
MARCO ANTONIO. ¿Podemos hablar de una poliorcética Mesoamericana?, en:
http://arqueomilitar.blogspot.mx/2009/02/podemos-hablar-de-una-poliorcetica.html (Consultado 2 de
abril de 2013) Es conveniente aclarar que la poliorcética, según la RAE es: ―Arte de atacar y defender las
plazas fuertes.‖
25
CANSECO VINCOURT, JOSÉ. La guerra sagrada. México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, 1966.
26
―Las armas defensivas eran principalmente la rodela (atapu), el jubón de algodón y peto de que habla la
Relación Geográfica de Pátzcuaro […], ―hecho de hilos de maguey muy tejidos, que es defensa fuerte‖. Y
las ofensivas, el arco (canícucua) y las flechas (pihtacua), que eran las que más usaban por cierto con
proverbial destreza; lanzas o ―varas de palo recio de dos brazas de largo, que tenían unos ganchos‖, porras
y macanas, éstas –llamadas cuinari- con filos de obsidiana. La fabricación de todas las armas estaba
encomendada a funcionarios del cazonci, excepto las flechas, pues ―como había menester muchas, la
gente de la cibdad las hacían cada día‖.‖ BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. 2ª
edición, Morelia, Morevallado Editores, 1993, P. 96.
27
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia,
Toluca, Edo. Méx, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1, Pp. 947. Cabe decir que este artículo fue reeditado hace poco con nuevos mapas, véase HERREJÓN PEREDO,
CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ
AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores). …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del
Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los pueblos
Indígenas, 2012. Pp. 120-151.
28
El más importante es PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan
state. Oklahoma, University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian series vol. 209)
1993.
23
Aun así hemos tenido importantes aportes con los trabajos de Shirley Gorenstein,29 José
Isabel Hernández Rivero,30 Estela Peña Delgado,31 son ejemplos de los estudios
realizados en la conflictiva zona fronteriza. Para las zonas limítrofes de la costa
michoacana, Colima, Jalisco y parte de la denominada Gran Chichimeca, los estudios
son escasos, queremos creer que las condiciones historiográficas no han permitido
ahondar en el estudio de estas regiones, aun así contamos con trabajos sobre
Acámbaro,32 Jalisco,33 sobre los grupos subyugados por los tarascos34 y los vestigios de
actividad militar del Occidente mesoamericano durante el Preclásico.35
A pesar de toda la investigación y toda la cantidad de fuentes, sólo conocemos
un par de trabajos que nos precede en nuestra línea de investigación, el trabajo de
Roberto Martínez e Iván Valdez, que ha sentado la primera piedra en el acercamiento al
fenómeno bélico tarasco, si bien se aportan nuevas propuestas, consideramos que no se
le dio la profundidad suficiente, e incluso, mantiene una actitud pesimista, pues se
declara en las conclusiones que ―los datos son demasiado escasos y fragmentarios como
para pretender reconstruir la totalidad del sistema bélico tarasco. No obstante, las
fuentes documentales en correlación con los contextos arqueológicos, nos permiten
formarnos una imagen general del ―arte de la guerra‖ de dicho pueblo.‖ Nosotros por
supuesto no compartimos tal opinión, y tratamos de mostrar otra propuesta en este texto.
El gran aporte de Roberto Martínez e Iván Valdez es haber realizado una tipificación y
clasificación del armamento tarasco representado en las láminas de la RM, ya que con
éstas pueden realizarse más avances en este campo.36 Un segundo trabajo más amplio
cuya autoría pertenece a Jesús Erick González Rizo, muestra el panorama de la
dominación tarasca en Jalisco. Si bien el trabajo es más amplio que el del armamento,
no se volvió a profundizar en la abundancia de fuentes existentes, aun así, es la primera
29
GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border. Con
contribuciones de David Chodoff, John Hyslop, Helen Perlstein Pollard, Michael Snarskis, Lee Anne
Wilson. Nashville, Tennessee, Vanderbilt University (Publications in Anthropology núm. 32.) 1985.
30
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Tesis para optar el título de Licenciado en arqueología. Director:
Rubén Cabrera Castro México, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 1994. HERNÁNDEZ
RIVERO, JOSÉ. ―La arqueología de la frontera tarasco mexica: arquitectura bélica.‖ En: Contribuciones
a la arqueología y etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2004, Pp.
115-155.
31
PEÑA DELGADO, ESTELA. Los Matlatzincas de la zona oriente de Michoacán y el occidente del
Estado de México. Morelia, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro Regional Michoacán,
2002.
32
LEFEBVRE, KARINE. ―Acámbaro, en los confines del reino tarasco: una aculturación discreta (14401521)‖, en: Trace (Dinámicas espaciales en arqueología), México, Centro de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos, 2011, núm. 59, Pp. 74-89.
33
PLANCARTE Y NAVARRETE, FRANCISCO, ―Los Tecos‖, en: Anales del Museo Michoacano,
Morelia, Imprenta y Litografía del Gobierno en la Escuela de Artes, 1889, año II, Pp. 16-26.
34
AGUILAR IREPAN, FRANCISCO ANTONIO. Diversidad étnica en el estado michoaque. Origen y
convivencia. Tesina para obtener el grado de Licenciado. Asesor: Jorge Silva Riquer. Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2010.
35
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento vislumbrados en las
figuras de guerreros del occidente de México‖, en: Gladius. Estudios sobre armas antiguas, armamento,
arte militar y vida cultural en oriente y occidente, España, Consejo Superior de Investigaciones
Científicas-Departamento de Publicaciones - Instituto de Historia (CSIC)- Instituto Hoffmeyer para el
estudio de las Armas , 2007, vol. XXVII, Pp. 121-136.
36
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Instituto de Investigaciones
Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2009, enero-junio, núm. 49, Pp. 17-52.
24
monografía de la guerra tarasca en esta parte del Occidente de México.37 Nosotros
consideramos que sobre estos elementos inexplorados en la historiografía sobre la
cultura tarasca, existe la información suficiente que nos permita realizar una
investigación profunda.
37
GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la
frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia.
Director de tesis: Dr. Luis Gómez Gastélum. Universidad de Guadalajara-Centro Universitario de
Ciencias Sociales y Humanidades, 2012.
25
3.
LA HISTORIA Y LA INVESTIGACIÓN DEL PASADO
El concepto ―Historia‖ ha generado en el pasado y en nuestra época una diversidad de
debates y discusiones,38 si a eso les agregamos los diferentes conceptos de las diversas
escuelas y corrientes historiográficas, así como sus expositores y autores -y habría que
agregar los usos, abusos y utilidades de la historia- llegamos a la conclusión que al final
el concepto viene a ser ambiguo y polisémico. Es claro que en este trabajo de
investigación no encontraremos la panacea a este debate, y que lo más que podemos
hacer es delimitar nuestra posición respecto a la Historia para evitar navegar a la deriva;
debemos adoptar una posición teórica, es decir, hacernos con un cuadro de
interpretación sobre el pasado, recurriendo a conceptos, y de un método, como vamos a
plantear nuestra investigación y a usar los conceptos teóricos. Una de las preguntas para
la elaboración de nuestro marco teórico es ¿Qué es la Historia?, consideramos que la
pregunta idónea para iniciar nuestra exposición en realidad debe ser ¿Cómo se conoce la
Historia?
La mejor forma de conseguir algo de claridad sobre este punto es revisando la
etimología de la palabra Historia, que proviene del griego ―ἱστορία‖, y significa
búsqueda, averiguación, observación.39 Fue el griego Heródoto Halicarnaso (484-425 a.
de. n. e.), el ―padre de la Historia‖, quien inmortalizó el término ―investigación‖ en su
obra escrita ca. 430 a. de n. e.40 La práctica historiográfica se ha desarrollado por miles
de años, desde la aparición de la escritura hasta nuestros días. Han existido distintas
tradiciones historiográficas a lo largo del tiempo y el espacio, escritas por una variedad
enorme de culturas, pero la actual tradición historiográfica moderna y metódica
pertenece a la cultura Occidental.41 Fue hasta que en los siglos XVIII y XIX, con la
Ilustración y la aparición del método científico, que inició la profesionalización de la
Historia. Los avances científicos que se dieron en las ciencias naturales en el siglo
XVIII permitieron el perfeccionamiento del método científico. Con éste, las ciencias
naturales revolucionaron la imagen que el hombre tenía del universo y de sí mismo;
conociendo las leyes de la física, química, etcétera, lograba conocer y controlar la
naturaleza. Si las ciencias naturales podían modificar la naturaleza para beneficio del
hombre ¿las nacientes ciencias sociales podían hacer lo mismo con la sociedad? ¿y en
beneficio de quién o quiénes? Se pretendió entonces injertar este concepto de ciencia en
la investigación del conocimiento histórico-social. Según éste, ―la ciencia se define
como una forma de conocimiento sistemático, explicativo, no contradictorio, fáctico (no
38
Tales como que si se escribe con ―H‖ mayúscula o minúscula, que si es una ciencia, una ciencia social,
una disciplina, una disciplina científica, un saber, acontecimientos del pasado, un género literario, un
metarrelato o producto de la cultura, etcétera.
39
COROMINAS, JOAN; PASCUAL, JOSÉ A. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, 5ª
reimpresión, Madrid, Editorial Gredos, (Biblioteca románica hispánica), tomo III, 2001, P. 370; GÓMEZ
DE SILVA, GUIDO. Breve diccionario etimológico de la lengua Española. 6ª reimpresión, México,
Fondo de Cultura Económica-Colegio de México, (Colección Lengua y Estudios Literarios), 2009, P.
348.
40
―Ésta es la exposición de las investigaciones de Heródoto de Halicarnaso, para que no se desvanezcan
con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria grandes y maravillosas obras,
así de los griegos como de los bárbaros y, sobre todo, la causa por la que se hicieron la guerra.‖
HERÓDOTO. Los nueve libros de la Historia. Traducción y estudio preliminar por María Rosa Lida de
Malkiel. 15ª Edición, México, Editorial Cumbre, (Colección ―Los Clásicos‖), 1980, Lib. I, proemio, P. 3.
Cursivas nuestras.
41
Para una breve síntesis de la historiografía occidental puede consultarse el texto de ZORAIDA
VÁZQUEZ, JOSEFINA. Historia de la historiografía. 3ª edición, México, Ediciones Ateneo, 1983.
26
valorativo) y testificable.‖42 La Historia no puede ser encuadrada bajo este concepto,
porque su objeto de estudio, por la naturaleza del conocimiento histórico -es decir los
acontecimientos históricos, el pasado- no existen en el presente, no es un objeto de fácil
aprehensión. Se ha intentado clasificar a la Historia bajo diferentes parámetros, como
ciencia del espíritu (social), o idiográfica (de lo particular).43 Independientemente de
que la Historia no sea una ciencia exacta o predictiva, no impide que sea un
conocimiento elaborado a partir de prácticas organizadas y sistematizadas de tipo
científico, sujeto a un método explicativo, aceptado y controlado.44 Compartimos con
Aróstegui la idea de que las ciencias de la sociedad, entre ellas la Historia, ―están por
encontrar todavía el punto «galileano» de su imagen del mundo, que no podrá ser
geométrico pero al que no le bastará tampoco ser poético‖45 Actualmente las grandes
bases teórico-metodológicas de la Historia datan del siglo XIX; historicismo,
positivismo, marxismo, viejos y nuevos paradigmas, e incluso, el fin de la historia
misma, nos preceden.46
El objeto de estudio de la Historia son las acciones de la humanidad en el
espacio y en el tiempo. La principal fuente de la Historia es el pasado, es decir,
acontecimientos que ocurrieron en el tiempo anterior a un punto temporal determinado.
Durante el trascurso de ese tiempo, quedan restos materiales de las acciones de la gente
que vivió, aunque estos restos son materia inerte, poco nos pueden decir por sí solos
sobre el pasado; la concepción del pasado arqueológico es diferente al del historiador,
para el caso mesoamericano, trabajamos a partir de la fuente documental, escrita en la
mayoría de los casos con grafía latina, que describe el que hacer de las sociedades
conquistadas, desde una óptica europea de los conquistadores, no antes:
―Los objetos no pueden contarnos nada acerca del pasado porque el pasado no existe. No
podemos tocar el pasado, verlo o sentirlo; ha muerto y desaparecido. Nuestros amados
objetos pertenecen en la realidad al presente. Existen en el ahora y aquí. Pueden o no haber
sido hechos y usados por gente real miles de años atrás, pero la comprobación de la fecha
de su manufactura y uso, es asimismo, una comprobación que hacemos en el presente.
Hasta que inventemos una máquina del tiempo, el pasado existe únicamente en las cosas
47
que decimos sobre el mismo.‖
La Historia ―investiga‖, es decir que genera conocimiento nuevo sobre el
pasado, en base de la explicación de los testimonios existentes. Las acciones de la
humanidad ocurren en el espacio y en el tiempo, pero el pasado fue y no es, significa
que el objeto de estudio de los historiadores no existe, sólo quedan rastros y evidencias
de lo que acaeció, pero no los hechos en sí, ―la Historia no es una «cosa», sino una
«cualidad» que tienen las cosas.‖48 Las evidencias materiales que nos permiten
interpretar el pasado, se desvanecen con el correr del tiempo, por lo que es preciso
conjeturar, bajo una serie de postulados teórico-metodológicos, las posibles respuestas
sobre el pasado. A esto hay que agregar que no toda la realidad histórica queda
42
ARÓSTEGUI, JULIO. La investigación histórica: teoría y método. 2ª edición revisada y aumentada,
Barcelona, Crítica, 2001, P. 42.
43
Ibíd., Pp. 47-50.
44
Ibíd., P. 60.
45
Ibíd., Pp. 9-10.
46
También habría que revisar todas las posturas en debate sobre si la Historia es ciencia o no, y para eso,
tendríamos que revisar que entendemos por ciencia, pues también existen muchas clasificaciones sobre la
―ciencia‖.
47
JOHNSON, MATTHEW. Teoría arqueológica. Una introducción. Traducción de Josep Ballart.
Barcelona, Ariel, 2000, Pp. 29-30. Cursivas originales.
48
ARÓSTEGUI, JULIO. Óp. Cit., P. 22.
27
plasmada en los testimonios –escritos o materiales- por lo que debemos encontrar
explicaciones entre esos vacíos de información:
―La tarea de los arqueólogos [e historiadores] es investigar el pasado. Queremos saber qué
pasó entonces. Nuestras fuentes materiales –huesos, piedras, utensilios- están en el presente
y el pasado que construimos también pertenece al presente. Nunca conoceremos qué
sucedió realmente; sin embargo, porfiamos para poder escribir el mejor relato sobre el
pasado, un relato que es informado por las pruebas obtenidas y que procuramos que sea
49
coherente y satisfactorio.‖
Para nosotros la Historia es una imagen del pasado, que realizamos a través de la
―imaginación histórica‖, usando los testimonios pretéritos que han sobrevivido al paso
del tiempo, dándole una narración coherente. Recurrir a la ―imaginación histórica‖ es
fundamental sí queremos aprehender parte de ese pasado del cual abrevamos.
Collingwood (1889–1943) consideraba que la Historia es una ciencia, por dedicarse a
generar conocimiento nuevo. Nosotros trataremos de utilizar la ―imaginación histórica‖
bajo los postulados teórico-metodológicos del materialismo histórico.
La ―imaginación histórica, como la definía Collingwood,50 es una posición
teórica-metodológica en la cual se construye una imagen coherente del pasado, a través
del conocimiento inferencial o razonado. Esta forma de escribir sobre el pasado es
opuesta a la que el mismo Collingwood denominó ―teoría del sentido común‖, en la cual
el historiador está supeditado a la memoria y a las autoridades, limitándose a creer en el
criterio de verdad histórica de estas. Sólo que al momento de escribir, el historiador
agrega elementos diferentes, es decir, aunque el historiador se límite a copiar a sus
autoridades, ya es una obra diferente donde se seleccionaron cosas que se consideraron
importantes, y se desecharon otras según los criterios del autor. La ―imaginación
histórica‖ difiere, entre otras cosas, en que el historiador debe ser su propia autoridad
buscando el criterio de verdad histórica en su relato coherente del pasado.
Para escribir dicha imagen, el historiador debe hacer una selección de la
información que proporcionan las llamadas autoridades, dejando fuera lo que no
considera importante y tomando lo que le parece esencial. Más que intransigencia, el
historiador se está haciendo responsable de la imagen del pasado que esta presentado,
no las autoridades. Se realiza el ejercicio importantísimo de la crítica, así el historiador
tiene el deber de cuestionar las fuentes y a las autoridades, pues ni esas mencionan toda
la verdad ni son totalmente confiables, ni éstas son infalibles. Al interrogarlas, nos
proporcionan información que había estado retenida, o que un autor omitió porque no la
tenía o por mala fe. El historiador debe hacer una labor de construcción, pues tanto las
fuentes como las autoridades, al hablarnos de tal o cual fase de un proceso, dejan fases
intermedias sin describir. El historiador debe usar su capacidad aquí para proponer
soluciones a estas fases intermedias incógnitas, usando su capacidad de raciocinio o
inferencia, de acuerdo con su propio criterio, sus propias reglas de método y sus propios
cánones de pertinencia.51 Así la construcción del marco teórico es sólo de cada
historiador particular, nutriéndose de una teoría u otra, y al final la interpretación de la
Historia es un acto individual, producto de una muy particular forma de entender el
mundo, el pasado, la Historia, y la carga ideológica de cada autor. Para tener claridad en
49
JOHNSON, MATTHEW. Óp. Cit., P. 30. Información entre corchetes nuestra.
COLLINGWOOD, ROBIN GEORGE. Idea de la historia. 3ª edición revisada y aumentada [segunda
reimpresión]. México. Fondo de Cultura Económica. (Sección Obras de Historia) 2011. Véase
especialmente la ―introducción‖ y los ensayos intitulados ―Epilegómenos.‖
51
COLLINGWOOD, ROBIN GEORGE. Ibíd., Pp. 313-323.
50
28
este punto, conviene usar la misma metáfora que Collingwood usa para explicar este
punto:
―Si miramos hacia el mar y percibimos un barco, y en cinco minutos más tarde volvemos a
mirar y lo percibimos en un lugar diferente, nos vemos obligados de imaginarlo como
habiendo ocupado posiciones intermedias cuando no lo estábamos mirando. Éste es ya un
52
ejemplo de pensamientos histórico…‖.
En esta metáfora el barco observado son las fuentes de las que dispone el
historiador, cuando lo imaginamos en los puntos que debió ocupar es la labor
constructiva del historiador. Esta interpolación que se realiza no es arbitraria sino
necesaria; del pasado sólo nos quedan fragmentos aislados y es la labor del historiador
crear una narración sobre el pasado, para realizarla se usa la ―imaginación histórica‖.
Collingwood diferencia la narración del novelista y el historiador, pues mientras el
primero llena su narración con detalles fantásticos o arbitrarios sin necesariamente
situarla en el espacio y en el tiempo, el segundo pretende que su narración sea verdadera
ocupando un espacio y tiempo específicos, siendo una narración coherente consigo
misma teniendo una relación peculiar con el testimonio histórico.53 Así entendemos
que:
La Historia es un tipo especial de conocimiento que al lado de la filosofía,
no puede ser emparejado al de las ciencias naturales. Su objeto es crear una
imagen coherente de las acciones de la humanidad a lo largo del tiempo y el
espacio. La principal fuente de la Historia es lo que decimos sobre el
pasado, es decir, acontecimientos que ocurrieron en el tiempo anterior a un
punto temporal determinado, inexistentes en el presente. La forma por la
cual se logra una mejor imagen del pasado es a través de la ―imaginación
histórica‖, posición teórica-metodológica en la cual se construye una imagen
coherente del pasado, a través del conocimiento inferencial o razonado. La
Historia investiga, genera conocimiento nuevo, elaborado a partir de
prácticas organizadas y sistematizadas de tipo científico, sujeto a un método
explicativo, aceptado y controlado.54
A pesar de la rigurosidad con la que trabaje el historiador, desde un enfoque
teórico y una metodología claros, Collingwood agregó que:
―Por muy larga y fielmente que trabaje, el historiador no podrá decir jamás que su trabajo,
ni aun en su esquema más general en este o aquel pequeño detalle, está acabado de una vez
por todas. No podrá decir jamás que su imagen del pasado sea en ningún punto adecuada a
su idea de lo que debiera ser. Pero, por fragmentarios y defectuosos que puedan ser los
resultados de su trabajo, la idea que gobernó su curso es clara, racional y universal. Es la
idea de la imaginación histórica como forma de pensamiento autodependiente,
55
autodeterminante y autojustificante.‖
52
Ibíd., P. 323.
Ibíd., P. 331.
54
Esta no pretende ser una definición de Historia novísima, sino que es el concepto que nosotros
utilizamos en nuestra investigación.
55
COLLINGWOOD, ROBIN GEORGE. Óp. Cit., P. 331.
53
29
4. EL MATERIALISMO HISTÓRICO COMO HERRAMIENTA DE
INVESTIGACIÓN
Durante el siglo XIX se iniciaron cambios drásticos en diversos aspectos a nivel
mundial que nos siguen transformando. La Ilustración del siglo XVIII implantó la razón
como nuevo paradigma científico, y cuestionó fuertemente a las monarquías absolutistas
europeas. Este cuestionamiento tuvo sus máximas expresiones en la independencia de
Estados Unidos en 1783, y especialmente en la Revolución Francesa en 1789. Estas
revoluciones fueron producto, en gran parte, del nacimiento de una nueva dinámica
económica que se venía gestado siglos antes, gracias a la acumulación del capital. El
carbón alimentó la Revolución Industrial, y gracias a ésta, se transformaron
radicalmente la economía, tecnología y sociedades, primero de Europa y luego el resto
del mundo, siendo una de sus consecuencias la aparición de dos nuevas clases sociales
antagónicas: burguesía que apareció a finales de la Edad Media, y el proletariado. Fue
este contexto histórico el que vio nacer grandes cambios en las ideas científicas y
políticas, siendo una de las más importantes la aparición del marxismo.56
―Ciertamente –nos dice Adolfo Sánchez Vázquez (1915-2011)- puede afirmarse
sin exagerar, que ningún pensamiento filosófico, político o social ha influido, a lo largo
de la historia de la humanidad, tanto como el marxismo en la conciencia y conducta de
los hombres y de los pueblos. Para encontrar algo semejante habría que buscarlo fuera
de ese pensamiento, no en el campo de la razón, sino en el de la fe, propio de las
religiones como budismo, cristianismo o islamismo…‖.57 Hoy es imposible concebir la
historia de la humanidad sin la corriente que descubrió el actuar de los pueblos que no
tienen nada que perder y todo que ganar. Las ideas y las acciones de esos pueblos han
dado luz a nuestra era, toda una tradición de pensamiento nos precede. Es innegable
tratar de estudiar cualquier área del conocimiento y que ésta no haya sido influenciada
por el pensamiento de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895). Esto se
debe a las cualidades de este pensamiento: un conocimiento filosófico dotado de
herramientas científicas para estudiar la realidad, cualidades de las que adolecen otras
posturas teóricas. El marxismo abreva de diferentes escuelas y corrientes de
pensamiento. Según la visión ya paradigmática de Lenin (1870-1924), cuyos
antecedentes están en Engels y Karl Kautsky (1854-1938), entre las fuentes más
importantes se encuentran la filosofía clásica alemana, el socialismo utópico francés y la
economía clásica inglesa,58 aunque hay otras.59
Marx y Engels desarrollaron con toda esta herencia intelectual un método y una
filosofía para analizar y transformar la realidad. Lamentablemente mucha de la crítica
que recibe el marxismo como herramienta de estudio se debe a que se desconocen
cuáles son las tesis básicas del materialismo histórico, así como el desarrollo histórico
propios de las ideas de Marx y Engels, que a lo largo de 40 años, fueron reflexiones
56
FERRARO, JOSÉ. Introducción al pensamiento de Marx y Engels. México. Editorial Ítaca, 1999, Pp.
17-35.
57
SÁNCHEZ VÁZQUEZ, ADOLFO. Por qué ser marxista hoy [Discurso pronunciado al ser investido
doctor honoris causa por la Universidad de La Habana, 16 de septiembre de 2004], en:
http://www.jornada.unam.mx/2004/09/17/014a1pol.php?origen=index.html&fly=1 (Consultado 21 de
marzo de 2015)
58
LENIN, VLADÍMIR ILICH ULIÁNOV. ―Tres fuentes y tres partes integrantes de marxismo‖ en:
LENIN, VLADÍMIR ILICH ULIÁNOV. Marx-Engels-Marxismo [Antología]. Moscú. Editorial
Progreso, [s.f], Pp.73-79.
59
Cf. KOHAN, NESTOR. Nuestro Marx. España, Editorial La Oveja Roja, 2013.
30
teóricas que nunca fueron consideradas acabadas y estuvieron en constante cambio, y
por ello conviene traerlas a la memoria aquí:
―La concepción materialista de la historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella
el cambio de sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades
que desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social
de los hombres en clases o estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y
cómo lo produce y por el modo de cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de
todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben buscarse en las
cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna
justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; han
60
de buscarse no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trata.‖
Y rescatamos estas palabras de Marx de 1859, que de forma más extensa
explica cuál fue la guía de sus estudios, así como ser la primera vez que usa los
conceptos de estructura y superestructura:
―El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis
estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen
determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de
producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas
productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura
económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y
política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual
en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el
ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo
las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones
de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las
relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se
abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o
menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian
esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en
las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia
de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas,
en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este
conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo
por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por
su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las
contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas
61
sociales y las relaciones de producción.‖
En estos pasajes queda expuesto de forma clara cuál es la visión del
materialismo histórico. Para éste, la sociedad es el resultado de la interacción entre los
hombres y las clases sociales, pero bajo una serie de condiciones que no eligen, sino que
les son heredades por las generaciones anteriores, tales como el nivel de desarrollo
económico de la sociedad, el tipo de organización social que se construyó
históricamente durante varias generaciones, el tipo de cultura, y el régimen jurídico y
político; estas condiciones y grupos limitan y encauzan los esfuerzos de las nuevas
60
ENGELS, FEDERICO. ―Del socialismo utópico al socialismo científico‖ en: MARX, CARLOS,
ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, Tomo III, 1975. P.
141. Cursivas originales.
61
MARX, CARLOS. ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política‖ en: MARX,
CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. I, 1975.
Pp. 517-518.
31
generaciones.62 Con esto no queremos decir que los individuos estén predeterminados,
al contrario, los individuos son agentes de cambio importante, el ejemplo más claro
dentro de la concepción del materialismo histórico es la misma revolución, los hombres
son capaces de transformar la realidad, aunque claro, no pueden extraerse de su propio
contexto histórico. El marxismo llega a estos postulados con la visión materialista, ya
que estudia los modos de cómo cada sociedad, en determinado momento histórico,
organiza la producción y distribución de los bienes y la riqueza social entre sus
miembros. Así, razonando estos aspectos, se podrá entender que ideas tienen esa
sociedad sobre la vida, la justicia, la riqueza, la ley, etcétera.
Para comprender la visión del materialismo histórico, es necesario conocer su
complemento filosófico, el materialismo dialéctico.63 Este considera que la base de la
realidad objetiva es la materia (es decir, todo lo que existe independientemente del ser
humano), y el resto como las ideas o la conciencia, son producto de un alto grado de
organización de la materia. Por esta razón, Marx y Engels consideraban que en última
instancia el factor que determina la superestructura (ideas, conciencia) es la estructura o
base económica (base material de la realidad). Absolutamente todas las sociedades de
todas las latitudes y todos los tiempos, han tenido que satisfacer sus necesidades básicas
con la naturaleza a través del trabajo, esto significa que las relaciones de producción
creadas han determinado la superestructura de dichas sociedades de una forma u otra.64
Marx y Engels creían que intentar explicar todo por la economía sería un error, y se
mostraron en contra de un determinismo económico,65 en el cual se centraron sus
críticos para tachar al materialismo histórico de economicista.66
Investigando cómo se regula la producción y reproducción, cómo se genera la
riqueza, en cómo se compaginan las fuerzas productivas, es decir, el conjunto de los
medios de producción y de los hombres que los emplean para producir bienes
materiales, con las relaciones de producción, el conjunto de relaciones económicas que
62
―Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas
por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les
han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla
el cerebro de los vivos.‖ MARX, CARLOS. ―El dieciocho brumario de Luis Bonaparte‖ en: MARX,
CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. I, 1975.
P. 408.
63
Hay que aclarar que lo que se conoce como materialismo histórico fue sistematizado primero en
escritos de corte histórico, económico, político y periodístico, pero usándose la filosofía del materialismo
dialéctico, que fue sistematizado posteriormente por Engels. Cf. ENGELS, FEDERICO. Dialéctica de la
naturaleza. Traducción de Wenceslao Roces. México, Grijalbo, (Colección ―ciencias económicas y
sociales‖), 1986.
64
ENGELS, FEDERICO. ―Discurso ante la tumba de Marx‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS,
FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. P. 171.
65
ENGELS, FEDERICO. ―[Carta de] Engels a José Bloch en Königsberg, Londres, 21-[22] de
septiembre de 1890‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos.
URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. Pp. 514-545.
66
―El que los discípulos hagan a veces más hincapié del debido en el aspecto económico, es cosa de la
que, en parte, tenemos la culpa Marx y yo mismo. Frente a los adversarios, teníamos que subrayar este
principio cardinal que se negaba, y no siempre disponíamos de tiempo, espacio y ocasión para dar la
debida importancia a los demás factores que intervienen en el juego de las acciones y reacciones. Pero,
tan pronto como se trataba de exponer una época histórica y, por tanto, de aplicar prácticamente el
principio, cambiaba la cosa, y ya no había posibilidad de error. Desgraciadamente, ocurre con harta
frecuencia que se cree haber entendido totalmente y que se puede manejar sin más una nueva teoría por el
mero hecho de haberse asimilado, y no siempre exactamente, sus tesis fundamentales. De este reproche
no se hallan exentos muchos de los nuevos «marxistas» y así se explican muchas de las cosas peregrinas
que han aportado...‖. Ibíd. Pp. 515-516.
32
se establecen entre los hombres en el proceso de producción, cambio, distribución y
consumo, y que dependen de la propiedad existente de los medios de producción, se
puede identificar el modo de producción, y la formación económica-social determinada
a la que pertenece la sociedad estudiada. En cada sociedad hay relaciones sociales y de
dominación que dotan de unicidad a los casos de estudio, por eso los conceptos
históricos de cada modo de producción tienen sus propias características. Para descubrir
estas relaciones se tiende a privilegiarse algunos aspectos, como el estudio de los
sistemas de trabajo, tecnológicos, rasgos de cada clase social, etcétera.
La concepción materialista de la Historia descubrió que con la desintegración del
comunismo primitivo, los modos de producción posteriores se erigen sobre la división
del trabajo y el predomino de la propiedad privada de los medios de producción, esto
provoca que la sociedad se divida en dos clases: los propietarios y los no propietarios de
esos medios; ―La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días
[desde la aparición de la propiedad privada] es la historia de las luchas de clases.‖67 Este
es un acontecimiento fundamental en la Historia de la humanidad, pues la aparición de
la propiedad privada y la división social del trabajo, dio paso a la aparición del Estado y
la guerra.68 Lenin mencionó que ―según Marx, el Estado es un órgano de dominación de
clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del ―orden‖ que
legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases.‖69 Con el
Estado hace aparición el poder público y los hombres armados necesarios para
mantenerlo, estos se pusieron al servicio de una clase para dominar y explotar a otras.
El Estado es una forma de organización social presente en las sociedades
complejas. Está conformado por instituciones especializadas financiadas por una
economía política. Estas formas de organización presentan ciertas características,
muestran por ejemplo: una fuerte estratificación social que se divide en clases con
diferentes intereses económicos y políticos; se agrupa a una gran población de miles o
millones de personas de diverso origen ético, histórico y religioso, bajo un gobierno
central o semi-central; y la existencia de instituciones de gobierno y dominio complejas
y especializadas, tales como las burocracias administrativas, sistemas legales,
organizaciones militares y religiosas, cuyas fuentes de poder son de tipo económico,
político, militar e ideológico. Como hemos mencionado, es necesaria la existencia de
una economía política para financiar las actividades y personal de estas instituciones
estatales, así por ejemplo, dependiendo de la formación económica-social, el Estado
destinara esfuerzos para la producción y almacenamiento de ciertos bienes, o adoptara
cierto sistema económico para el cobro de impuestos para su manutención.70
El materialismo histórico considera que cada sociedad, en cada momento histórico
de su desarrollo, es una totalidad integral singular, la formación social compuesta por
relaciones económicas, culturales, filosóficas, religiosas, políticas, sociales y
67
La información que se consigna entre corchetes, se rescata de una nota de Engels a la edición inglesa de
1888 del Manifiesto…, donde explica que la disolución de la propiedad comunal en diferentes partes del
orbe dio paso a la ―división de la sociedad en clases distintas y, finalmente, antagónicas.‖ MARX,
CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Ediciones en lenguas
extranjeras, (Obras clásicas del marxismo-leninismo), 1953, P. 36.
68
Sobre esta relación entre la aparición de la propiedad privada, el Estado y la guerra hablaremos en el
apartado correspondiente de la guerra.
69
LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la revolución. Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1975,
P. 8. Cursivas originales
70
[TIMOTHY EARLE] ―estado, sistema de‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de
Antropología. Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, Pp. 195-196.
33
tecnológicas, que se entrelazan de una forma específica o concreta. Así, al analizarse
cierto período histórico, los resultados que se obtengan generaran conceptos con validez
sólo para la sociedad y período histórico estudiados. Así, el método cumple con los
siguientes requisitos:71
1- Respeta el carácter histórico de los sistemas de relaciones sociales que
investiga. Sus conceptos son así válidos sólo para ese momento histórico de
la sociedad que analiza.
2- Respeta la situación concreta en que se encuentran las relaciones
económicas sociales que estudia: el investigador va «registrando» y
siguiendo el desarrollo real de los sistemas de trabajo, educación, gobierno,
etcétera, que encuentra, describiendo sus entrelazamientos entre sí, viendo
cómo un hecho histórico se conecta con otro.
3- Describe cada hecho, cada institución, en sus rasgos característicos
propios, pero a la vez nos dice cuál es su significado en el marco de
relaciones en que realmente se desarrolla.
4- Analiza tanto las partes como el conjunto
5- Explica las leyes del funcionamiento de este orden social, descubriendo
sus leyes principales. A la vez nos informa de cómo empieza a
transformarse en un orden o sistema distinto.
6- Construye conceptos que nos ilustran no sólo cómo son en realidad los
hechos históricos, sino también cómo se van transformando. El marxismo
pretende ser una teoría del conflicto y del cambio.
71
AMEZCUA CARDIEL, HÉCTOR, et. al. Introducción a las ciencias sociales. México, Compañía
editorial nueva imagen, (Serie Ciencia educativa), 1999, Pp. 36-37.
34
5. MATERIALISMO HISTÓRICO Y EL ESTUDIO DE LAS SOCIEDADES
PRECAPITALISTAS
El mundo precolombino y Latinoamérica fueron de poco interés para Marx y Engels en
general, al final de su producción teórica les interesó un poco más; en los Grundrisse y
en algunos cuadernos de Marx se encuentran breves referencias al mundo
mesoamericano, así como en diversos escritos; aunque es en El Origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado72 de Engels, dónde se muestra la exposición más
completa del marxismo clásico sobre las sociedades amerindias, limitada por el
conocimiento que se tenía sobre dichas sociedades, presentado a los mexicas, mayas e
incas en el estadio medio de la barbarie, un estadio inferior a la civilización y por lo
tanto del Estado. Si bien esta observación no deja de tener ciertos prejuicios de la
Europa decimonónica, no deja de ser cierto también que el conocimiento que se tenía
sobre dichas sociedades era muy escaso, sólo de ejemplo, el libro de Engels al que
hemos hecho alusión, fue publicado en 1884, mismo año de publicación de México a
través de los siglos,73 dónde se daba a conocer apenas el conocimiento más novísimo
sobre el pasado prehispánico de finales del siglo XIX.74 ―Las observaciones de Marx y
Engels sobre los períodos precapitalistas se basan en un estudio mucho menos completo
que el análisis del capitalismo…‖.75
Algunas posturas historiográficas y autores critican la utilización del materialismo
histórico en la zona cultural mesoamericana partiendo de la concepción que tenían los
autores de su época. Las principales críticas a Marx es que no concibió una explicación
a las sociedades nativas americanas (de eso se encargaría posteriormente Engels, como
hemos mencionado) y que esbozó varios modelos para ciertas regiones del viejo mundo
euroasiático-africano. Entre ellas se encuentra el Modo de Producción Asiático,76 que
72
ENGELS, FEDERICO. ―El origen de la familia, la propiedad privada y el estado‖, en: MARX,
CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III,
1975. Pp. 203-352.
73
RIVA PALACIO, VICENTE (Director general). México a través de los siglos. 14ª Edición, México,
Editorial Cumbre, V tomos, 1977.
74
Otras observaciones de Marx, Engels, o del antropólogo Lewis Henry Morgan que influenció
notablemente en los fundadores del marxismo, estuvieron sostenidas en información histórica de textos
clásico antiguos, e investigaciones contemporáneas a ellos. Sin embargo, con los descubrimientos
epigráficos, el nacimiento de la arqueología científica en Europa y la exploraciones de varios
asentamientos antiguos, por ejemplo Heinrich Schliemann, escavó Troya (1870-1873) y Micenas (1874),
y publicó sus descubrimientos en 1878, con lo se descubrió la edad del bronce griega. Y durante 1900 y
1905, Arthur Evans exhumó del olvido la civilización minoico-cretense. ―La interpretación de los poemas
homéricos sobre la que se apoyaron Morgan, Marx y Engels para establecer la existencia de una
―democracia militar‖ entre los griegos perdía su piso.‖ Estos conocimientos nuevos dejaron rebasados en
algunos puntos las hipótesis propuestas por ellos, pero las tesis fundamentales se han visto enriquecidas
notablemente. GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas. México, Ediciones Quinto Sol,
1978, Pp. 125, 130-131. Para revisar los textos donde Marx y Engels mencionaron América Latina, véase
MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH. Materiales para la historia de América Latina. Preparación,
notas y advertencia por Pedro Scaron. Córdoba, Argentina, Ediciones Pasado y Presente, (Cuadernos de
Pasado y Presente núm. 30), 1972.
75
HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖ en: MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones
económicas precapitalistas. 20ª edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento
socialista), 2003, P. 19.
76
Para una introducción y debate sobre este modo de producción puede consultarse a CHESNAUX,
JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª edición,
México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42), 1969; BARTRA, ROGER. El modo de producción asiático.
Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales. 2ª edición, México, Ediciones
Era, (El hombre y su tiempo), 1974; GODELIER, MAURICE; MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH.
35
trató de ―encajarse‖ a la fuerza a la realidad Mesoamérica, y es precisamente donde la
crítica toma más fuerza para desacreditar este método. Nosotros no vemos a Marx y
Engels como la panacea, era imposible que expusieran sus ideas con una limitante de
fuentes, de las cuales han quedado las notas de lectura de libros de antropólogos que
circulaban en la Europa decimonónica.77 Los sucesores intelectuales del marxismo
continuaron con su labor y profundizaron en el método del materialismo histórico, y por
supuesto, realizaron el análisis de las sociedades mesoamericanas a su luz. Aunque para
entender los estudios de corte materialista que se han realizado sobre Mesoamérica y el
Michoacán prehispánico, vale la pena analizar los escritos de Marx y Engels que hablan
sobre las sociedades precapitalistas (y tener idea que tipo de sociedades son éstas),
especialmente los que tratan el Modo de Producción Asiático, así como el trabajo de
Karl August Wittfogel (1896-1988), que tanta influencia tuvo en la historiografía sobre
las sociedades precolombinas.
Los primeros homínidos aparecieron en África hace unos 3 millones de años,
desde entonces los humanos se ha extendido sobre la faz de la Tierra. Nuestra especie,
Homo sapiens, desciende de ancestros que aparecieron probablemente en África hace
unos 200,000 años, según los datos que tenemos hasta ahora. De esa cantidad de años,
sólo 200 años ha vivido en sociedades de tipo industrial que surgieron con la revolución
tecnológica de mediados del siglo XVIII y consolidada a finales del siglo XIX. Todas
las sociedades que existieron antes de la Revolución Industrial son conocidas como
sociedades preindustriales o precapitalistas, entre las que se incluyen las sociedades de
cazadores y recolectores, las primeras sociedades agrícolas y de pastores, aunque el
término hace referencia a las sociedades complejas agrarias resultado de las
Revoluciones Neolíticas en algunas partes del mundo, consideradas como
civilizaciones. ―Todos tomamos el mundo en el que nacimos por concedido y pensamos
en la condición humana como la nuestra. Esto es un error. La inmensa masa de la
experiencia humana se ha hecho en condiciones muy diferentes.‖78
Una de las características fundamentales a considerar, para entender las
diferencias de las sociedades preindustriales y las industriales, tiene que ver con los
recursos energéticos a su disposición. Mientras nuestras sociedades industriales y
postindustriales79 hacen uso de enormes cantidades de combustibles fósiles, las
Sobre el modo de producción asiático. España, Ediciones Martínez Roca, 1969; GODELIER,
MAURICE. Las sociedades precapitalistas, Óp. Cit.
77
MARX, KARL. Los apuntes etnológicos de Karl Marx. Transcritos, anotados e introducidos por
Lawrence Krader. Traducción de José María Ripalda. España, Siglo XXI-Editorial Pablo Iglesias, 1988.
Cabe recordar que estos apuntes fueron los que utilizaría años después Engels para escribir El origen de
la familia…. ―Los capítulos siguientes vienen a ser, en cierto sentido, la ejecución de un testamento.
Carlos Marx se disponía a exponer personalmente los resultados de las investigaciones de Morgan […]
Mi trabajo sólo medianamente puede remplazar al que mi difunto amigo no logró escribir. Sin embargo,
tengo a la vista, junto con extractos detallados que hizo de la obra de Morgan, glosas críticas que
reproduzco aquí, siempre que cabe.‖ ENGELS, FEDERICO. ―Prefacio a la primera edición de 1884‖ [del
libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado] en: MARX, CARLOS, ENGELS,
FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. Pp. 203-204.
78
CRONE, PATRICIA. Pre-industrial Societies. Anatomy of the Pre-Modern World. Londres, Oneworld
Publications, 2014, P. 3 [Todos los números de página provienen de la edición digital]. Traducción
nuestra.
79
―Este concepto defendido por quienes creen que los procesos de cambio social nos están llevando más
allá del orden industrializado. La sociedad post-industrial está basada en la producción de información
más que en la de bienes materiales. Para sus seguidores, actualmente estamos experimentando una serie
de cambios sociales tan profundos como los que iniciaron la era industrial hace unos doscientos años.
36
sociedades preindustriales de cazadores-recolectores-pescadores y la de agricultores
basaban su economía en la energía solar. ―Ésta era la energía del sol que recogían como
plantas y animales, aprovechaban viento y agua que caía en los molinos, y que liberaban
en forma de fuego almacenada en la vegetación. Todas estas comunidades humanas
vivían así de los productos recientes de la fotosíntesis, a diferencia de sus sucesores
industriales que aprovechaban vastas reservas de productos de fotosíntesis almacenados
durante mucho tiempo como el petróleo y el carbón‖,80 y agregaríamos el gas natural.
Desde tiempos prehistóricos ―la madera representa al menos varios años de
acumulación y por lo tanto es un depósito de energía que puede, junto con material más
reciente como tallos de hierba, ser liberado para la quema. El fuego controlado a escala
del paisaje se puede utilizar en muchas maneras beneficiosas para mejorar rendimientos
de cazadores y agricultores, y no por nada se ha llamado "la primera gran fuerza
empleada por los humanos".‖81 Además los cazadores-recolectores y los agricultores
dependían igualmente de la energía de sus cuerpos para realizar acciones, y la
domesticación de animales fue también una fuente de energía importante. En algunas de
las sociedades preindustriales que habitaron el mundo en el pasado, no desconocían los
principios mecánicos que dieron origen a diversos inventos tecnológicos posteriores,
pero los combustibles fósiles fueron determinantes para que ocurriera la Revolución
Industrial.
Por ésta diferencia en las fuentes de energía, se puede empezar a advertir que las
características socioeconómicas de las sociedades precapitalistas o preindustriales
fueron muy particulares.82 La agricultura fue por mucho la fuente de riqueza, y algunas
veces la única, y si bien éste tipo de economía produce excedentes, las poblaciones eran
pequeñas, con tasas altas de nacimiento pero también con mortandades altas. La
mayoría de la población eran campesinos, algunas veces entre el 80% y 90%, por lo que
el mundo precapitalista era eminentemente rural. Las poblaciones urbanas eran
pequeñas, y sólo las capitales de los grandes imperios sobrepasaron los miles y
excepcionalmente el millón de habitantes. Las congregaciones de las ciudades
ofrecieron oportunidades en lo social, comercial, intelectual y otro tipo de intercambio
con el campo. Las ciudades no siempre fueron centros de producción o intercambio,
también pudieron ser centros ceremoniales con una población permanente, e incluso
establecieron relaciones parasitarias al no producir nada para el campo y ser sólo
centros de consumo. De la población urbana, sólo una pequeñísima parte pertenecía a la
clase gobernante, el resto vivía de la manufactura, comercio o diversas actividades
profesionales, como comerciantes, burócratas, artesanos, sacerdotes, guerreros,
ingenieros, médicos, astrólogos, literatos, poetas, tramposos, mendigos o ladrones.83
GIDDENS, ANTHONY. Sociología. Con la colaboración de Simon Griffiths; traducción de Francisco
Muños de Bastillo Llorante. 5ª edición, España, Alianza Editorial, 2007, Pp. 926-927.
80
ATKINS, PETER; SIMMONS, IAN; ROBERTS, BRIAN. People, Land and Time: An historical
introduction to the relations between landscape, culture and environment. Nueva York, Routledge, 2014,
P. 1.
81
Ídem. Traducción nuestra. Recordemos que el fuego fue el primer medio de producción real.
82
En nuestra investigación, usamos indistintamente por fines prácticos, los términos ―sociedades
precapitalistas‖, ―sociedades preindustriales‖ o ―sociedades tradicionales‖, para referirnos a las
sociedades que existieron entre procesos históricos similares a la Revolución Neolítica y la Revolución
Industrial, ya hayan sido éstos endógenos o exógenos.
83
CRONE, PATRICIA. Óp. Cit., Pp. 12-18. Traducción nuestra.
37
La economía de las sociedades precapitalistas fueron intermedias entre las de
subsistencia y las de mercado,84 ésta última es simplemente otro ejemplo de división del
trabajo, y para tratar de entender su complejidad, debemos poner hincapié en los
productos agrícolas, la tierra y el trabajo. El primer factor es que la mayoría de la
población rural vivía en aldeas autosuficientes, cuya unidad productiva era la familia,
con una producción de subsistencia agrícola. Para estas unidades era altamente costoso
intercambiar sus productos más allá de sus aldeas, por lo que el comercio interno era
raro, mientras que el comercio a larga distancia era generado por las elites para
satisfacer sus necesidades de bienes de lujo. Además la variedad climática, por ejemplo
entre las tierras altas frías y las bajas calientes, hace indispensable el intercambio de
productos que no son disponibles en los diferentes nichos ecológicos. ―La diversidad
regional fue apta para generar intercambios; burocracias y ejércitos acantonados podían
ser aprovisionados, y la urbanización inevitable creaba o demandaba productos
agrícolas.‖85
El segundo factor para entender a las sociedades precapitalistas es la tenencia de
la tierra; se debe distinguir entre la tenencia de la tierra, la posesión, propiedad,
usufructo, disfrute o disposición. Muchos campesinos eran inquilinos o siervos, pero no
podían enajenar las tierras que trabajaban, o necesitaban el consentimiento del
propietario; además la tenencia o usufructo de la tierra no era por parte de individuos,
sino de grupos más grandes como familias, gens, tribus, clanes, gremios o
corporaciones. Pocos gobernantes tenían la capacidad de hacer valer la propiedad del
Estado frente a los deseos de las élites políticas, latifundistas o religiosas. Los Estados
preindustriales proporcionaron el derecho de usufructo de la tierra a individuos, que
generalmente pertenecían a estratos nobles, por lo que la tierra no sólo se veía como un
activo económico, sino que era un símbolo que representaba el rango y el estilo de vida
apropiado de vida. Asimismo ―los aristócratas eran típicamente guerreros por su origen,
tendían a disgustar los asuntos financieros, considerando la actitud tacaña de los
comerciantes como vergonzosa prefiriendo un estilo de vida de consumo ostentoso, la
mayoría de las veces delegando la administración de la tierra a sus mayordomos,
agentes o esposas y limitando su propia contribución al endeudamiento.‖86
Un tercer factor diverso y complejo es el trabajo y las diferentes relaciones
sociales de producción que se dieron en las sociedades tradicionales. A diferencia del
modo de producción capitalista actual en que el mercado de obra es abundante, en las
sociedades precapitalistas la escasez hacía que fuera imposible pagar todo el trabajo
necesario, y en la medida que se dejara de hacerse, la gente era forzada a hacerlo. El
trabajo forzado adoptó diferentes formas. La esclavitud sirvió para apropiarse de la
fuerza de trabajo de extranjeros y prisioneros de guerra, y se usó generalmente para el
trabajo doméstico, minería, construcción y agricultura. La servidumbre fue una de las
formas más generales de trabajo en las sociedades precapitalistas, en que el estatus
social era hereditario, grupos de personas estaban ligados a la tierra o a personas, y la
movilidad social era muy limitada.87 Otro tipo de trabajo forzado fue la corvea,88 en que
84
Cabe aclarar que en las sociedades humanas siempre ha habido distintas formas de intercambio, como
el don (potlatch), y que a pesar de la existencia de mercado, la producción no siempre era confines
mercantilistas.
85
Ibíd., P. 20. Traducción nuestra.
86
Ibíd., P. 23. Traducción nuestra.
87
Este fenómeno es característico de las sociedades que hacían distinciones sociales basadas en
estamentos o castas, como la sociedad feudal o la India antigua. En las sociedades primitivas, había
sociedades de alter-filiación o alter-residencia, que abordaremos en el segundo capítulo.
38
independientemente del estatus de las personas, estaban obligadas a trabajar para el
Estado por un período de tiempo determinado, en la construcción de obras públicas
como caminos, estructuras defensivas, sistemas de irrigación, o servicio militar. Estos
tipos de trabajo forzado desaparecieron en Europa Occidental entre los siglos XVII y
XIX, mientras que en el resto del mundo han sido desplazados por el capitalismo, pero
no desaparecido por completo.89
El trabajo también dependía de otras razones, una de las ellas era el estatus de
adscripción, que podía ser determinado por el sexo, origen étnico y ascendencia. En las
sociedades tradicionales, los individuos nacían en un determinado grupo social,
generalmente pertenecían a el toda su vida, con pocas esperanzas de movilidad social.
Además los mecanismos para evitar la movilidad social tenían diferentes propósitos, así
por ejemplo la herencia servía para cerrar la entrada a la aristocracia, y para evitar la
dispersión de la mano de obra por los matrimonios mixtos. El trabajo y los oficios se
heredaban de padres a hijos y se asignaban por adelantado, ―no había necesidad de
sistemas educativos elaborados (las personas eran enseñadas por sus padres), o de
centros de trabajo y otras formas de intercambio impersonal‖,90 las habilidades
requeridas cambiaban lentamente, y quien fueras era mucho más importante de lo que
supieras hacer. Además para trabajar se hacían arreglos recíproco entre parientes,
vecinos, aliados y amigos. En ocasiones se hacían contratos de adopción, donde no sólo
se tomaba el trabajo de un individuo, sino también en su lealtad. ―Por lo tanto, el
concepto de trabajo como una mercancía distaba de la persona que lo ofrecía (trabajo
asalariado) estaba débilmente desarrollado: no se podía comprar la mano de obra sin el
hombre, del mismo modo que el obrero no podría venderlo sin venderse así mismo.‖91
La mayoría de las sociedades precapitalistas se desarrollaron fuera de Europa, y su
investigación es un filón de información para entender el mundo antes de la expansión
de las sociedades industriales.
Los escritos de Marx y Engels que versan sobre las sociedades no europeas
tienen una importancia capital para nuestra investigación. En primer lugar porque se
subraya la atención que le dieron sus autores a estas sociedades, proyectando el
materialismo dialéctico e histórico como un método de investigación histórica universal,
que no se limitaba sólo a las sociedades occidentales.92 En segundo lugar, es que en
estos escritos encontramos las observaciones y análisis de estas sociedades, aportando
valiosísima información teórica de la cual se puede profundizar el conocimiento desde
el materialismo. Para introducirnos en el estudio de estos textos, debemos de conocer
88
―CORVEA. Hist. de la Hac. púb. Especie de prestación personal, de origen feudal, que existió en
Francia y recaía sobre las clases trabajadores (pues las superiores no eran corveables). Consistía en la
obligación de prestar gratuitamente á una persona ó al Estado un cierto número de jornales de trabajo
corporal, de animales ó de carros. El derecho de corvea ejercido por el Estado, sobre todo para obras
públicas, dió lugar á enormes abusos y llegó á ser carga intolerable.‖ Enciclopedia Universal Ilustrada
Europeo-Americana. Espasa-Calpe, Madrid, Edición Coleccionista [de la edición de 1908-1930], 1993, T.
XV, P. 1086. A pesar de que el vocablo corvea es de origen francés, su uso se ha difundido para explicar
este tipo de trabajo en las sociedades precapitalistas; en algunas comunidades indígenas de Oaxaca y
Chiapas se le conoce como tequio al trabajo comunitario, vocablo aceptado por la RAE, del ―del náhuatl
tequitl 'tributo', 'trabajo'‖, y en su tercera acepción se asienta que es la ―tarea o faena que se realiza para
pagar un tributo.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española.
[edición en línea].
89
CRONE, PATRICIA. Óp. Cit., Pp. 24-25.
90
Ibíd., P. 26. Traducción nuestra.
91
Ibíd., P. 27. Traducción nuestra.
92
HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., P. 31.
39
someramente el contexto en el cual fueron escritos, y el contexto histórico en el cual
fueron debatidos por los estudiosos marxistas durante buena parte del siglo XX.
Maurice Godelier realizó una excelente historia de los conceptos sobre las
sociedades no occidentales en los textos de Marx y Engels, entre los que destacan la
Ideología Alemana, Manifiesto del Partido Comunista, Fundamentos de la Crítica de la
Economía Política, El Capital, Anti-Düring, los textos sobre la comuna rusa y la
comunidad germánica, y El Origen de la Familia, de la propiedad privada y del Estado,
con lo que resalta como éstas sociedades fueron objeto de interés ―durante 50 años, de
1845 a 1895, los fundadores del marxismo examinaron varias veces las formas
primitivas de sociedad y su evolución. Su pensamiento evolucionó y, hasta su muerte,
se mantuvo en estado inacabado‖, ―una reflexión teórica que no se consideraba a sí
misma como terminada.‖93 Uno de los textos marxistas más importantes, dónde se habló
de las sociedades precapitalistas, son sin duda los Grundrisse.94 Estos manuscritos son
las notas y apuntes que realizó Marx durante su estadía en Londres entre 1857-1858,
aunque venía trabajando en ellos por lo menos desde una década atrás, y es considerado
el borrador de El Capital. Estos textos son valiosos porque en ellos quedó mucha
información que no usó Marx en El Capital, y cuya importancia para el materialismo
histórico queda fuera de toda duda. De entre esta voluminosa cantidad de manuscritos,
el más importante para el debate del desarrollo histórico de las diferentes formaciones
económico-sociales es el capítulo titulado Formen die der kapitalistischen Produktion
vorhergehen (Formaciones económicas precapitalistas), comúnmente conocido sólo
con el nombre de las Formen.95 Este breve, pero denso texto, tiene diferentes
cualidades, y son el resultado de la observación de las fuentes disponibles, no de la
teoría. Por ejemplo, entre los objetivos de Marx, está el intento de explicar el desarrollo
histórico de las formas de propiedad privada que adoptaron las sociedades humanas en
varias partes del mundo tras la desintegración de la comunidad primitiva. Otra cualidad
importantísima es la mención de diferentes formaciones económico-sociales fuera del
esquema simplificado de los cinco modos de producción clásicos: comunidad primitiva,
esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo. Así nos topamos con el nomadismo,
las formas fundamentalmente asiáticas, la forma eslava, el modo de producción
germánico, el modo de producción antiguo o clásico (esclavismo), feudalismo y
capitalismo. Existieron diferentes factores históricos por los que se dio esta
simplificación del marxismo. Sobre el punto de las diferentes formaciones económicosociales, es que en las obras más importantes de Marx y Engels (Manifiesto del Partido
Comunista o El origen de la familia…) se sistematizó este esquema, aunque no
signifique que ambos den por hecho necesariamente una teleología de los modos de
producción anteriores al socialismo, tal como se puede leer en las Formen. Otro factor
importante que nosotros consideramos, es que en los países donde estallaron y
triunfaron revoluciones de inspiración marxista, tal como la bolchevique de 1917 o la
93
GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas, Óp. Cit., Pp. 15 y 87.
El nombre completo con el que se le conoce a este conjunto de textos es Grundrisse der Kritik der
Politischen Ökonomie (Elementos fundamentales para la crítica de la economía política). MARX,
KARL. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) 1857-1858.
Edición a cargo de José Aricó, Miguel Murmis y Pedro Scaron; traducción de Pedro Scaron. 20ª edición,
México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista, serie Los clásicos), III tomos, 2007.
Estos manuscritos fueron publicados en su idioma original en la URSS hasta la primera mitad del siglo
XX, entre los años 1932-1941.
95
MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición,
México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003. En adelante citados como
Formen.
94
40
china de 1949, las grandes masas tenían bajos niveles de educación, por lo que la
simplificación fue una vía para divulgar la teoría marxista. Más adelante abordaremos
los debates respecto al desarrollo de los diversos modos de producción a lo largo de la
Historia.
Esta gama de diferentes formaciones económico-sociales presupone una
dificultad para tratar de periodizar las diferentes etapas históricas, aunque se pueden
realizar algunas inferencias. Se deduce por ejemplo, que modos de producción
diferentes pueden coexistir durante la misma época histórica en diferentes regiones
geográficas. Esto contradice claramente la afirmación producto de la simplificación de
los cinco modelos de producción clásicos.96 ―La teoría general del materialismo
histórico exige sólo que haya una sucesión de modos de producción, no necesariamente
de cualquier modo en particular, y quizá no un orden predeterminado especial.‖97
El Modo de Producción Asiático tuvo una gran importancia después de la
publicación de las Formen. Marx lo caracterizó en varios de sus textos, pero sobretodo
en las Formen, según este texto, es la formación socioeconómica donde existe la
―propiedad comunitaria o tribal, producto sobre todo de una combinación de
manufactura y agricultura dentro de la pequeña comunidad, que de ese modo se vuelve
enteramente self-sustaining [autosuficiente] y contiene en sí misma todas las
condiciones de la reproducción y de la plusproducción‖.98 En los artículos sobre la
dominación británica en la India, Marx recalca como esta autosuficiencia evitó la
desintegración y evolución económica hasta la llegada del capitalismo inglés.99
También menciona que aparentemente hay ausencia teórica de propiedad privada, ya
que la propiedad tribal o comunitaria es la base de este modo de producción.100 Marx
nos habla de una ―unidad superior del gobierno despótico que flota por encima de las
pequeñas comunidades‖, cuya encarnación recae en ―el déspota [que funge] como padre
de las muchas entidades comunitarias‖.101 Pero Marx hace una importante observación
sobre este despotismo, ya que menciona que ―la entidad comunitaria tendrá una forma
más despótica o más democrática dependiendo de las relaciones de parentesco‖,102
96
Ya desde 1919, Lenin había simplificado la teoría de los modos de producción de acuerdo a la realidad
revolucionaria en Rusia. Cf. LENIN, VLADIMIR ILICH. ―Acerca del Estado. Conferencia pronunciada
en la Universidad Sverdlov el 11 de julio de 1919‖ en: LENIN, VLADIMIR ILICH. Obras escogidas en
tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, t. III, 1961. Pp. 258-274; STALIN, JOSÉ. Sobre el materialismo
dialéctico y el materialismo histórico. México, Ediciones Quinto Sol, s.f. [Publicado originalmente en
septiembre de 1938].
97
Hobsbawm agrega que ―es evidente que existen ciertos límites: es improbable que una formación
económico-social basada, digamos, en un nivel tecnológico que exige máquinas de vapor, pueda darse
antes de una que no las necesita.‖ HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., P. 19.
98
MARX, KARL. Formen, P. 69-70. La información entre corchetes original a pie de página.
99
En el primer artículo que Marx dedicó a la cuestión de la dominación británica en la India, expuso a
grandes rasgos el Modo de Producción Asiático y su desarrollo histórico, que expondremos líneas más
abajo.
100
―En la forma asiática (por lo menos en la predominante) no hay propiedad, sino sólo posesión por
parte del individuo; la comunidad [[es]] propiamente el propietario efectivo, en consecuencia, la
propiedad sólo como propiedad colectiva del suelo.‖ MARX, KARL. Formen, P. 79. Cursivas e
información entre corchetes originales.
101
Esta ―unidad superior‖ también recibe el nombre de ―unidad omnicomprensiva‖ y ―colectividad
superior‖. Ibíd., Pp. 69-70. La información entre corchetes es nuestra.
102
Ibíd., P. 70. Las relaciones de parentesco tienen también un gran peso en los modos de producción
precapitalistas. Marx hace una aclaración sobre éstas entre las sociedades antiguas (esclavistas), pero
consideramos que puede extrapolarse a otras formaciones socioeconómicas: al mencionar como las tribus
de los antiguos Estados estaban constituidas en dos maneras, sobre los linajes o los lugares, mencionaba
como el primer tipo tenía un peso mayor, ya que, en ―su forma más estricta, más extrema, es la
41
entonces esta ―unidad superior‖ puede ser descentralizada o centralizada, con forma y
organización muy distinta. En esta ―unidad superior‖ se encuentra la génesis del Estado,
aunque en una fase germinal todavía, ya que ―una parte de su plustrabajo [de la pequeña
comunidad] pertenece a la colectividad superior, que en última instancia existe como
persona, y este plustrabajo se hace efectivo tanto en tributos, etcétera, como en el
trabajo común destinado a exaltar a la unidad, en parte al déspota real, en parte a la
entidad tribal imaginada, al dios.‖103 Este plustrabajo sirve para costear los gastos de la
entidad comunitaria, tal es el caso de la guerra, servicio divino, etcétera.104
Los ―sistemas de regadío, muy importantes entre los pueblos asiáticos, medios
de comunicación, etc.‖, parecen ser obra de la ―unidad superior‖ del gobierno
despótico.105 Estos sistemas de regadío tendrían gran importancia en las sociedades
estatales de Asia,106 aunque no serían los únicos rubros de los que se haría cargo. Marx
menciona en los artículos de la dominación británica en la India, que los estados
asiáticos tenían tres rubros de la hacienda pública fundamentales: el de finanzas (pillaje
interno), el de guerra (pillaje exterior) y obras públicas.107 Marx menciona que por las
condiciones del clima y la baja densidad demográfica, fue necesaria la intervención del
poder centralizador del gobierno para organizar las obras públicas, siendo la más
importante de ellas la irrigación, ya que en Asia ―la cosecha depende tanto de un
gobierno bueno o malo‖.108 Maurice Godelier propuso una segunda hipótesis a la ya
planteada por Marx que enriquece el concepto, el control del trabajo y el comercio:
―suponemos que puede existir otra vía y otra forma de Modo de Producción Asiático
por las cuales una minoría domina y explota las comunidades sin intervenir
organización de castas, separadas las unas de las otras, sin derecho a matrimonio mixto y enteramente
diferencias en cuanto a su dignidad, correspondiéndole a cada una un oficio exclusivo e incambiable.‖
Ibíd., P. 76. Este pasaje es importante pues se puede ver el peso del parentesco en las relaciones de
producción, así como la diferencia entre los conceptos de clase, casta o estamento. Engels también
pondría el acento en las relaciones de parentesco, pues mencionó que ―el orden social en que viven los
hombres en una época o en un país dados, está condicionado por esas dos especies de producción [la
producción de medios de existencia y la continuación de la especie]: por el grado de desarrollo del
trabajo, de una parte, y de la familia, de la otra. Cuanto menos desarrollado está el trabajo, más restringida
es la cantidad de sus productos y, por consiguiente, la riqueza de la sociedad, con tanta mayor fuerza se
manifiesta la influencia dominante de los lazos de parentesco sobre el régimen social.‖ ENGELS,
FEDERICO. ―Prefacio a la primera edición de 1884‖ [del libro El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado], Óp. Cit., T. III, 1975. .P. 204.
103
MARX, KARL. Formen, P. 70. Información entre corchetes nuestra.
104
Ídem.
105
Ídem.
106
De ahí se desprende la importancia que le darían algunos autores a estos, como Karl A. Wittfogel en su
modelo de despotismo hidráulico, o Brigitte Boehm en sus estudios del Centro de México.
107
En el primer trabajo analiza como la ―idílica‖ vida aldeana ha permanecido inmutable por siglos, hasta
qué ―el vapor y ciencia británica destruyeron la unión entre la agricultura y la industria artesana‖. Sí bien
se nota cierta congoja por la destrucción de este estilo de vida ―idílico‖, se hace notar como las fuerzas
productivas indias van a desarrollarse y probablemente conquisten su independencia en el futuro del
dominio británico. En el segundo artículo vemos a un Marx menos preocupado por la destrucción de las
comunidades rurales autosuficientes, y se muestra más seguro a que la desaparición de este tipo de
organización, que dará pasó a los beneficios del colonialismo británico, como el desarrollo de las fuerzas
productivas, el fin del aislamiento de las comunidades, y la desaparición del sistema de castas milenario
en la península del Indostán. MARX, CARLOS. ―La dominación británica en la India‖; ―Futuros
resultados de la dominación británica en la India‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras
escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, t. I, 1975. Pp. 499-505 y 506-512.
108
MARX, CARLOS. ―La dominación británica en la India‖; Ibíd., Pp. 500-502.
42
directamente en sus condiciones de producción, pero interviene en cambio directamente,
tomando en su provecho un excedente en trabajos o en productos.‖109
Con la muerte de Marx y Engels, quedaron gran cantidad de manuscritos
inéditos, que salieron a la luz años, e incluso décadas después. Su publicación en la
primera mitad del siglo XX, todavía hasta hoy existen manuscritos inéditos, generó una
revolución de la teoría marxista, así como serie de debates y posturas respecto a su
contenido.110 La publicación de las Formen y la cuestión respecto al Modo de
Producción Asiático, provocó dos posturas acerca de las formaciones socioeconómicas
fundamentales: la primera fue la simplificación de la teoría de Marx y Engels, al
postular que las formaciones socioeconómicas (comunidad primitiva, esclavismo,
feudalismo, capitalismo) son una escalinata por la cual todas las sociedades trepan
peldaño a peldaño, pero a diferentes velocidades, llegando irremediablemente al
socialismo. La segunda postura se basó en una revisión formal de las formaciones
socioeconómicas, pero dejando fuera los modos de producción apenas esbozados en las
Formen, tales como el eslavo, germánico y asiático. Además existió la tendencia de usar
una categoría poco precisa de feudalismo, como modelo de explicación de las
sociedades precapitalistas, así nos encontramos con sociedades proto-feudales en África
o semi-feudales en Asia.111
Era evidente que en el primer país socialista de la Historia, la URSS fundada por
el pueblo revolucionario bajo el liderazgo de Lenin, se dieran lugar grandes debates
teóricos sobre la teoría marxista. En los años veinte se consideraba en la Internacional
Comunista que el Modo de Producción Asiático era una variedad del esclavismo,112
aunque no fue hasta la famosa Discusión de Leningrado de 1931, donde se llegó a la
conclusión de que el Modo de Producción Asiático esbozado por Marx, no era una
formación distinta, sino que solamente era una variante del feudalismo.113 Estas
conclusiones se debieron más a una postura política, ya que con la caracterización este
modo de producción como una variante del feudal, se justificaba la lucha de los
revolucionarios chinos contra las reminiscencias ―feudales‖ de la burguesía china, así
como contra el colonialismo e imperialismo.114 En los años posteriores los
investigadores soviéticos siguieron debatiendo el asunto con diversas aristas, unos
negaban la existencia del Modo de Producción Asiático, otros lo consideraban una
variante oriental del esclavismo o bien del feudalismo, otros veían una fase de transición
entre la desintegración de la comunidad primitiva y las primeras sociedades clasistas. La
argumentación de estas posturas no se construyeron en el aire, sino que la arqueología,
109
GODELIER, MAURICE. ―Modo de producción asiático y los esquemas marxistas de evolución de las
sociedades‖, en: GODELIER, MAURICE; MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH. Sobre el modo de
producción asiático. España, Ediciones Martínez Roca, 1969, Pp. Pp. 48-49.
110
Otro ejemplo de manuscritos de Marx que aportaron fuentes nuevas al marxismo fueron los
"Cuadernos de París", mejor conocidos como los Manuscritos económico-filosóficos de 1844. Versión al
español de Wenceslao Roces. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 29, 1975.
111
HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., Pp. 61-62.
112
SACHS, IGNACY. ―Una nueva fase de la discusión sobre las formaciones históricas‖ en:
CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª
edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969, P. 76.
113
PECIRKA, JAN. ―Vicisitudes históricas de la teoría del modo de producción asiático en la U.R.S.S.‖
en: CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático.
2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969, Pp. 119.-121. Maurice Godelier mencionó
sobre el Modo de Producción Asiático que ―y para aumentar la extrañeza de su destino, esta noción
excluida fue recogida entonces y vuelta contra el marxismo por K. Wittfogel, un renegado.‖ GODELIER,
MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., P. 12.
114
PECIRKA, JAN Óp. Cit., Pp. 117-119.
43
antropología e historiografía, tanto soviética como de otros países lograron importantes
descubrimientos, que permitieron defender una postura, u otra.115 Cabe recordar que las
disciplinas y ciencias soviéticas tuvieron un verdadero alcance mundial, analizando
muchas realidades científicas, filosóficas e históricas.116
Mientras éste debate se produjo entre los marxistas y marxológos, un libro
escrito a finales de la década de 1930, proporcionó información y datos para considerar
ciertos aspectos del Modo de Producción Asiático a raíz de la información arqueológica.
Así, en 1936, Vere Gordon Childe (1892-1957) publicó una de sus obras más
emblemáticas, Man Makes Himself (El hombre se hace así mismo).117 Sí bien Childe es
reconocido como uno de los grandes arqueólogos de la primera mitad del siglo XX por
toda su obra, es con Los orígenes de la civilización con la que alcanzó fama mundial, al
haber investigado un extenso período de tiempo, desde la Edad de Piedra a la Edad del
Hierro en el Viejo Mundo, especialmente las ―cunas‖ de la civilización como Egipto,
Mesopotamia, India y China. Childe fue un activo militante socialista no marxista, pero
comulgante con mucho del marxismo, el movimiento comunista internacional y la
URSS. Childe no mencionó algunos de los conceptos claves marxianos como lo es el
concepto de ―lucha de clases‖, pero su concepción de la Historia fue materialista
(consideraba que la forma en que las sociedades aseguraban su subsistencia influenciaba
enormemente su desarrollo posterior). Creyó que los motores de las sociedades antiguas
eran el evolucionismo y el difusionismo moderado, y rechazó el esquema de progreso
del marxismo simplificado, en que se menciona que toda la Historia de la humanidad es
progreso ascendente. Comparó por ejemplo, la Revolución Neolítica (el paso de la caza
y la recolección a la agricultura y ganadería) y Revolución Urbana (donde inventos
como la metalurgia, la rueda, el carro tirado por bueyes, el tiro de asnos y la navegación
a vela, dio paso a las ciudades, base de la civilización), con la Revolución Industrial de
los siglos XVIII y XIX.118 Sí bien Childe no desarrolló una concepción de la Historia
coherente y no contradictoria, y que gran parte de la información presentada en Los
orígenes de la civilización está ahora rebasada con los nuevos descubrimientos, no deja
de ser una obra fundamental dentro del debate sobre el Modo de Producción Asiático,
pues justamente llenó un vacío, para su tiempo, de información desde una concepción
materialista, para analizar las sociedades de las que apenas había información en la
época en que Marx inició su estudio sobre estas.119
115
NIKIFOROV, V. ―La discusión entre los orientalistas soviéticos‖ en: CHESNAUX, JEAN, (et. al.)
Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo,
(Colección 70 núm. 42) 1969, P. 93-110.
116
La historiografía soviética también produjo abundantes trabajos sobre Mesoamérica desde la
perspectiva del Modo de Producción Asiático después de la década de los sesentas. Gran parte de estos
trabajos no se tradujeron a nuestra lengua. Para ver una síntesis de estos trabajos véase GULIAEV,
VALERI I. ―Tipología y estructura de los estados antiguos de Mesoamérica‖ en: Revista Española de
Antropología Americana. Madrid, Universidad Complutense de Madrid, vol. XIV, 1984, Pp. 33-46.
117
Publicado en español bajo el título Los orígenes de la civilización. Traducción de Elí de Gortari.
Segunda reimpresión (de la segunda edición). México, Fondo de Cultura Económica, (Breviarios núm.
92), 2004.
118
Tanto los conceptos de la Revolución Neolítica como la Revolución Urbana, siguen siendo usados en
la historiografía actual pera computar el tiempo en las regiones del Viejo Mundo.
119
Un excelente artículo que revisa la vida, obra y aportes teóricos de Gordon Childe se encuentra en
FAULKNER, NEIL. ―Gordon Childe y la arqueología marxista‖ en: Socialismo o Barbarie. Revista
internacional de teoría y política de la corriente Socialismo o Barbarie. Traducción de Marcelo Yunes,
[s.l.], 2008, Año VII, núm. 22, 263-285, en:
http://socialismo-o-barbarie.org/revista_22/081201_sobrev22_263_gordon_childe.pdf (Consultado 18 de
abril de 2015). Lamentablemente este artículo tiene una visión sesgada de tendencia trotskista, aunque
44
En febrero de 1956, se llevó a cabo el XX Congreso del Partido Comunista de la
Unión Soviética (PCUS), durante dicho congreso, Nikita Khrushchev (1894-1971)
pronunció el llamado ―Discurso Secreto‖, donde se denunciaron y criticaron los errores
acaecidos durante el gobierno de Stalin.120 A partir de entonces y durante las décadas
siguientes, ―se desarrolló en todos los niveles de la teoría y de la práctica un vasto
movimiento internacional de toma de conciencia de las formas y de las raíces del
dogmatismo. Este movimiento revistió diversas formas, la principal de las cuales fue
[l]a que se puede llamar un ―Retorno a Marx‖. Releer a Marx, a Engels, a Lenin,
redefinir los conceptos fundamentales del marxismo a partir de sus textos y replantear
los problemas en función de estas definiciones fueron los tres aspectos de este retorno a
Marx‖.121 Sin embargo, este ―retorno‖ es ―tomar en serio la obra de Marx y Engels, de
Lenin, no es ―creerles‖ con base en su palabra y tranformar [sic.] sus hipótesis
provisionales en dogmas eternos‖,122 es reconocer los avances en los diferentes campos
del conocimiento que usaron para analizar la realidad, la lingüística, la economía
política, la historia, la arqueología, la biología, la sociología, la etnología, la
antropología, reconocer que muchas de las tesis están ahora muertas y rebasadas por
décadas de investigación en todos esos campos, y que hay que proponer conceptos
nuevos sobre la base de conocimientos y problemas de nuestro tiempo:
―Así pues el problema no es el de un ―retorno a Marx‖, pues esto querría decir regresar a un
estado superado de información científica. La cuestión es, para un marxista, la de inventar
los conceptos teóricos que den cuenta de la práctica (científica o de otro tipo) de su tiempo
y que se apoyen cada vez que sea posible en los análisis heredados de Marx. Solo a este
precio puede evitarse que el materialismo dialéctico, en cuanto concepción general del
123
mundo, se convierta en un cuerpo cerrado de recetas dogmáticas.‖
No fue sino después de la Segunda Guerra Mundial y las luchas de los pueblos
del Tercer Mundo contra el colonialismo e imperialismo, que volvió a resurgir el debate
sobre el Modo Asiático de Producción y junto a este ―retorno a Marx‖. La discusión
sobre este modo de producción trastocó en varios aspectos del marxismo: en las esferas
marxológica, histórica, metodológica y en la práctica político-económica.124 El
nacimiento de varios estados africanos y asiáticos, y su aceptación en la ONU, la
mayoría determinados a seguir la vía no-capitalista de desarrollo, produjo la inquietud
de los marxistas de explicar el pasado precapitalista de estos países, para conocer los
rumbos económicos y políticas que debían tomarse. Se discutió sobre la aplicabilidad
del Modo de Producción Asiático, es decir, que este modelo pudiera ser usado para
explicar las diferentes sociedades no europeas.125 En los textos de Marx sobre el Modo
analiza críticamente la obra de este arqueólogo, llega a caer en algunas interpretaciones cuestionables;
menciona por ejemplo que este autor se suicidó por su desencanto por la URSS tras el Informe Secreto al
XX Congreso del PCUS de Nikita Khrushchev, y la intervención soviética en Hungría en 1956. Termina
diciendo sobre el suicidio de Childe en este año: ―Quizá, en este sentido, haya sido otra de las muchas
víctimas del stalinismo.‖. Ibíd. P. 284.
120
KRUSCHEF, NIKITA. ―El discurso secreto de Kruschef‖, en: KRUSCHEF, NIKITA. Kruschef
recuerda. Introducción, comentario y notas de Edward Crankshaw. Traducción al español de José Luís
Díaz de Liaño. España, Prensa Española-Santillana, (Biblioteca de grandes documentos), 1970, apéndice
4, Pp. 567-622.
121
GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., P. 10. Cursivas originales,
corchetes nuestros.
122
Ibíd., P. 136.
123
Ibíd., P. 175.
124
SACHS, IGNACY. ―Una nueva fase de la discusión sobre las formaciones históricas‖, Óp. Cit., P. 73.
125
Para una muestra de toda ésta producción historiográfica, véase BARTRA, ROGER. El modo de
producción asiático. Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales; Óp. Cit.,
45
de Producción Asiático, se encuentran varias observaciones que permitieron un intento
de extrapolación a otras sociedades fuera de Asia. En el primer artículo sobre la
dominación británica en la India, se menciona como la ―unidad superior‖ tuvo que
hacerse cargo de la irrigación, desde los desiertos del Sahara, pasando por Arabia,
Mesopotamia, Persia, Tartaria y la meseta asiática.126 Sin duda podría considerarse que
el Modo de Producción Asiático está restringido a estas áreas geográficas, si no fuera
porque Marx referenció diversas sociedades del orbe, entre las que se encuentran la
eslava, rumana, México, Perú, los antiguos celtas y algunas tribus de la India, para la
construcción de dicho modelo.127 A esto hay que agregar que vemos cierta ambigüedad
en la nomenclatura y caracterización de este modo de producción, en pasajes de Marx
podemos leer las ―formas fundamentalmente asiáticas‖,128 o ―en la forma asiática (por lo
menos en la predominante)‖,129 lo que indica que probablemente Marx haya pensado,
como hemos mencionado, en un modo de producción intermedio entre la desintegración
de la comunidad primitiva y las sociedades clasistas con propiedad privada, y que a falta
de fuentes históricas para las sociedades mencionadas, Marx se haya decantado por la
designación de ―asiático‖, del cual disponía más fuentes. Jean Chesneaux (1922–2007)
mencionó lúcidamente respecto a la nomenclatura, que el Modo de Producción Asiático
deber ser definido por la producción, y no por la geografía, las técnicas agrícolas, los
pueblos analizados ni la organización política-social (esto aplica de igual manera a las
formaciones nómadas, eslavas, germánicas o antiguas), por lo que tal vez debería
renombrarse como despótico-aldeano o tributario.130
Ya desde 1968, Maurice Godelier había detectado las partes muertas del Modo de
Producción Asiático: el concepto de ―despotismo oriental‖ que pertenecía a la ideología
de los europeos de la Ilustración, que Marx y Engels leyeron, como Adam Smith (1723
-1790), Stuart Mill (1806-1873), Montesquieu (1689-1755), Voltaire (1694-1778),
Hegel (1770-1831); la idea de un estancamiento y miserias milenarias; y una
civilización inacabada.131 Así pues, se debe de confrontar este concepto con la
información disponible de nuestra época de los diferentes campos de conocimiento:
―la tarea teórica consistirá más bien en confeccionar una tipología de las diversas formas de
ese modo de producción, con o sin grandes trabajos, con o sin agricultura, y en
confeccionar al mismo tiempo una tipología de las comunidades en cuyo seno el mismo se
126
MARX, CARLOS. ―La dominación británica en la India‖; Óp. Cit., P. 501.
MARX, KARL. Formen, P. 70.
128
Ibíd., P. 69.
129
Ibíd., P. 79.
130
Chesneaux mencionó que el posterior desarrollo de este modo de producción en otras regiones del
mundo daría el golpe de gracia a la nomenclatura de ―asiático‖. CHESNAUX, JEAN. ―El modo de
producción asiático‖ en: CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de
producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969, Pp. 41, 58, 60. Godelier
también reparó en la nomenclatura, pues revisando la definición del concepto de ―modo de producción
asiático‖, parece ―tener un campo de aplicación, en el tiempo y en el espacio, mucho más amplio de lo
que preveía Marx y Engels. Por esta razón el adjetivo ―asiático‖ no resulta adecuado.‖ GODELIER,
MAURICE. Las sociedades precapitalistas, Óp. Cit., P. 171. A finales de la década de 1960, el filósofo
rumano Ion Banu propuso la nomenclatura de ―modo de producción tributario‖, BARTRA, ROGER.
―Tributo y tenencia de la tierra en la sociedad azteca‖, en: BARTRA, ROGER. El modo de producción
asiático. Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales. 2ª edición, México,
Ediciones Era, (El hombre y su tiempo), 1974, P. 214, nota a pie núm. 6, Apud. ―Asupra formatiunii
sociale‖, Revista de Filozofie, No. 3, Budapest, 1966. En las investigaciones mesoamericanistas, en
efecto, se adoptó la nomenclatura de modo de producción tributario. BERRERA RUBIO, ALFREDO
(Editor). El modo de producción tributario en Mesoamérica. México, Escuela de Ciencias
Antropológicas-Ediciones de la Universidad de Yucatán, (Analté, núm. 3), 1984.
131
GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., Pp. 172-175.
127
46
da. Se podría quizás, de esta manera, reconstruir varios modelos de los procesos a través de
los cuales la desigualdad se introduce en las sociedades sin clases y lleva a la aparición de
contradicciones antagonistas a ya la formación de una clase dominante. Para esta tarea, la
colaboración de los historiadores de la Antigüedad y de los etnólogos sería
132
indispensable.‖
Según Jean Chesneaux, el Modo de Producción Asiático era un modelo maduro,
tanto que aparece en el ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía
política.‖133 Nosotros consideramos que si bien el Modo de Producción Asiático es una
herramienta valiosa, ésta no se encontraba totalmente desarrollada por la falta de fuentes
históricas. Los debates al respecto son tan variados, que aquí sólo podemos exponer los
más importantes, y que han sido grandes incógnitas en la historia de la teoría marxista.
Una de ellas es por qué Marx no profundizó en este concepto, 134 que puede tener
diversas explicaciones, una de ellas ya la hemos mencionado, la falta de fuentes para
documentar la historia de las sociedades precapitalistas, la otra, porque Marx estaba
trabajando en El Capital, por lo que sus lecturas de obras históricas se enfocaban en la
Europa del Ancien régime, mientras que Engels se centró en estudiar la comunidad
germánica y sociedad feudal, principalmente en Alemania.135 Otra cuestión es por qué
Engels dejó fuera este modelo de producción en su obra de El Origen de la familia…, ya
que Marx la había integrado a las formaciones socioeconómicas. Sobre esto se ha
discutido que Engels fue muy influenciado por el libro La Sociedad primitiva… del
antropólogo norteamericano Lewis Henry Morgan, de quien Engels tomó la división de
los estadios culturales: salvajismo, barbarie, civilización.136 Sin embargo, está
documentado que semanas antes de que Engels empezara a escribir El Origen de la
familia…, retomó el concepto de ―despotismo oriental‖ en dos cartas dirigidas a August
Bebel (1840-1913) y a Karl Kautsky. Godelier propone que Engels consideraba dos
caminos para el desarrollo de relaciones de sujeción y aparición del Estado: 1) el
despotismo oriental y 2) el esclavismo. Este segundo camino dio origen a la
―civilización‖, ―es decir a sociedades de clases donde reinen la propiedad privada y la
producción de mercancías‖. Está ―civilización‖ se encontraba en la Europa
decimonónica, mientras que el primer caminó aun prevalecía en Asía, en la ―barbarie‖,
por eso no mencionó el Modo de Producción Asiático en el esquema de evolución
histórica de la familia, la propiedad privada y el Estado.137
El Modo de Producción Asiático fue durante la segunda mitad del siglo XX una
herramienta de mucha utilidad para el estudio de las sociedades que se habían sacudido
el yugo colonialista, e intentaban investigar su pasado pre-europeo. Los marxistas
132
GODELIER, MAURICE. ―Modo de producción asiático y los esquemas marxistas de evolución de las
sociedades‖; Óp. Cit., Pp. 50.
133
―A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso, en la formación
económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués.‖
MARX, CARLOS. ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política‖ en: MARX,
CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, t. I, 1975,
P. 518.
134
En 1908, Gueorgui Plejánov supuso en su obra Cuestiones fundamentales del marxismo, que Marx
abandonó el concepto de ―modo de producción asiático‖, sin embargo, Godelier menciona ―que nosotros
sepamos, ningún texto puede ser invocado en apoyo a la interpretación de Plejanov de un abandono por
parte de Marx de la noción de «modo de producción asiático»‖. GODELIER, MAURICE. ―Modo de
producción asiático y los esquemas marxistas de evolución de las sociedades‖; Óp. Cit., nota a píe núm.
67, P. 66.
135
GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., Pp. 88-114.
136
SACHS, IGNACY. ―Una nueva fase de la discusión sobre las formaciones históricas‖, Óp. Cit., P. 75.
137
GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., Pp. 126-131.
47
comprometidos en la liberación de los pueblos, y los marxólogos interesados en el
estudio de la teoría marxista, realizaron gran cantidad de trabajos en los que se
profundizaba este concepto: ―El marxismo es un método de investigación y la tarea
esencial que espera a los marxistas es analizar concretamente, a partir de esas
indicaciones de Marx y Engels, las sociedades no europeas con el fin de poner en
evidencia los rasgos a partir de los cuales será, ulteriormente, alcanzar una elaboración
teórica más avanzada.‖138 El conocimiento que se produjo posteriormente sobre las
sociedades precapitalistas, demostró que el Modo de Producción Asiático no podía
explicar satisfactoriamente estas sociedades, sin sacrificar la teoría, o tergiversar la
realidad, por lo que hubo un paulatino abandono de este modo de producción como
explicación, si bien no del materialismo histórico como herramienta de investigación.
No negamos la utilidad teórica del Modo de Producción Asiático, pero tampoco
podemos usarlo como cartabón para el estudio de la sociedad tarasca del Posclásico
Tardío. En efecto, hay que estudiar las sociedades precapitalistas con las indicaciones de
Marx y Engels, pero tampoco hay que considerar el materialismo histórico un dogma,
―no [hay que] considerar en ningún momento que los textos de Marx y Engels encierran
la verdad definitiva.‖139
138
139
CHESNAUX, JEAN. ―El modo de producción asiático‖, Óp. Cit., P. 49.
HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., P. 58. Información entre corchetes nuestra.
48
6. EL MODO DE PRODUCCIÓN HIDRÁULICO Y LOS ESTUDIOS MARXISTAS
SOBRE EL MICHOACÁN PREHISPÁNICO 140
En los años 30 del siglo XX, Karl A. Wittfogel desarrollaría lo que sería su visión del
Modo de Producción Asiático, aunque no fue hasta 1957 cuando publicaría su obra más
importante sobre el despotismo oriental, con un título por demás sugestivo.141 Según
está interpretación, las sociedades que habitaron un entorno geográfico seco, donde el
acceso al agua exigía la colaboración de las comunidades para la construcción de
sistemas de irrigación que permitían la subsistencia, desencadenaron la aparición de un
Estado despótico. El déspota mantiene la posesión total de la tenencia de la tierra y el
control de las obras hidráulicas, decidiendo quién tiene acceso al agua y quién no, lo
que le permite apropiarse de una parte de la producción e imponer un sistema de
tributos. Analizar la propuesta de Wittfogel es importante, pues durante varias décadas,
el Modo de Producción Hidráulico, diferente al llamado Modo de Producción Asiático
pero retomando mucho elementos de éste, fue el paradigma ―materialista‖ usado por la
Historia, Arqueología y Antropología mesoamericanista.
La propuesta de Wittfogel sobre el Modo de Producción Hidráulico está envuelta
en una serie de controversias, que vale la pena rescatar para entender la fuerte discusión
que se dio en los debates que giraron sobre este tópico. Una de estas controversias tiene
que ver con el pensamiento político del autor, pues en su juventud, en los años veinte
del pasado siglo, fue un militante activo del Partido Comunista de Alemania. Con la
llegada de los nazis al poder, fue preso político hasta que en 1934 logró refugiarse en
Inglaterra y posteriormente en EUA. En este país adoptó las posiciones teóricas del antimarxismo norteamericano, aunque su discípulo, Pedro Carrasco, menciona que en
realidad Wittfogel ―había roto por completo con el estalinismo, pero todavía
simpatizaba con el socialismo‖;142 independientemente de esto, el libro fue redactado
con matices que fungían como clara propaganda anti-comunista o anti-soviética.
En las primeras palabras de su obra, ya nos damos cuenta de la naturaleza del
manifiesto político que es su propuesta teórica: ―el intento de establecer las
peculiaridades de un sistema semigerencial no occidental de poder despótico y la
interpretación del totalitarismo comunista como una variante administrativa totalitaria y
mucho más despótica, de ese sistema.‖143 Pero Wittfogel va más allá, pues su libro era
un llamado para acabar con el ―totalitarismo, [que] lejos de alejarse, se extiende como
140
Presentamos una versión preliminar de este apartado en CARVAJAL MEDINA, RICARO, ―Los
estudios marxistas sobre el Michoacán prehispánico‖ en: Coloquio A 97 años de la Gran Revolución de
Octubre. Los días que siguen conmoviendo al Mundo, Facultad de Historia-Facultad de Filosofía ―Samuel
Ramos‖-Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
Morelia, Michoacán, 13 de noviembre de 2014
141
WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder totalitario. Traducción
de Francisco Presedo. Madrid, Guadarrama, 1964.
142
CARRASCO, PEDRO. ―Introducción general‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La sociedad
indígena en el Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, P. 13. El único
comentario, aislado, por cierto, que podría llevarnos a considerar esta posibilidad, es un párrafo en el libro
de Wittfogel cuando menciona: ―En 1930 empecé a abandonar la esperanza de que en la URSS la
nacionalización de todos los medios de producción más importantes podría iniciar el control popular
sobre el gobierno y la aparición de una sociedad sin clases.‖ WITTFOGEL, KARL A. Despotismo
oriental…, Óp. Cit., P. 24. Pero más adelante, mostramos las citas que permiten ver el viraje a las ideas de
derecha en Wittfogel.
143
Ibíd., P. 15.
49
una epidemia virulenta y agresiva‖;144 así por ejemplo mencionó que la Revolución de
Octubre ―desde el punto de vista de la libertad individual y la justicia social, 1917 es
probablemente el año más fatídico de la historia moderna.‖145 Wittfogel hace hincapié,
sobre sus herramientas de investigación, en la revolución macroanalítica, y en que el
marxismo sólo permite las explicaciones unilineales, mientras él está a favor de las
explicaciones multilineales; entre los teóricos que cita como parte de su tradición de
pensamiento se encuentran Newton, Montesquieu, Adam Smith, Darwin; defiende a su
―bando‖, y crítica fuertemente a los ―enemigos‖, no quedando duda de cuál es su
posición política:
―Los amos del totalitarismo moderno construyen instituciones enormes, que, según dicen,
nosotros no podemos emular. Y despliegan grandes e integradas ideas que dicen nosotros
no podemos combatir. Tienen razón en un aspecto. Nosotros no conservamos sistemas
totalitarios de poder e ideología integrados [sic.]. […] Se equivocan cuando nos creen
incapaces de producir ideas grandes y estructuradas porque rechazamos el dogma impuesto
por el estado [sic.]. La libertad política no es idéntica a la ausencia de acción organizada,
aunque nuestros enemigos serían felices si así fuera. […] No se puede luchar nada contra
nada. En una situación crítica todo vacío teórico, como cualquier otro vacío de poder, invita
al desastre. No hay excusa para dejar al enemigo la victoria cuando nuestro bando posee
reservas infinitas de fuerza superior. No hay excusa para dejar a los estrategas totalitarios
exhibir sus doctrinas en un terreno que es legítimamente nuestro. No hay excusa para
dejarles ganar la batalla de las ideas por una retirada nuestra. La investigación científica
tiene sus leyes internas. Pero sólo gana el privilegio de la libertad cuando, enraizada en la
herencia del pasado, afronta alerta las amenazas de un conflicto actual y valientemente
146
agota las posibilidades de un futuro abierto.‖
Roger Bartra realizó críticas de índole teóricas que tocan el quid del modelo que
propone Wittfogel: En primer lugar Wittfogel desarrolló el concepto de despotismo
oriental pero con los errores del marxismo, usando citas primigenias y aisladas de los
trabajos de Marx, Engels y Lenin, cuando en otros trabajos darían una posición más
acabada y madura sobre los modos de producción no europeos. 147 Otro ejemplo de esto
es que para que el despotismo oriental se explique, se debe caer en un determinismo
geográfico, pues se considera que necesariamente las sociedades que habiten en un
clima seco con acceso limitado al agua, desembocan en una sociedad hidráulica
despótica.148
La segunda crítica que menciona Roger Bartra, es que la caracterización de la
economía del despotismo oriental es lo suficientemente vaga para que pueda ser usado
con fines políticos como lo hemos visto,149 pero también como para poder caracterizar a
una gran cantidad de sociedades alrededor el mundo bajo los postulados del despotismo
hidráulico. Así, por el libro de Wittfogel desfilan sociedades tan alejadas en el espacio y
en tiempo como Egipto, Mesopotamia, la Grecia protohistórica, Roma temprana, China
antigua, India, Bizancio, Imperio Otomano, la Rusia pre-mongola, Hawái, el Perú
incaico, el México azteca y tarasco, la Centroamérica maya, y más increíblemente, la
144
Ibíd., P. 20.
Ibíd., P. 27.
146
Ibíd., Pp. 27-28.
147
BARTRA, ROGER. ―La teoría de la sociedad hidráulica‖, en: BARTRA, ROGER. Marxismo y
sociedades antiguas. El Modo de Producción Asiático y el México prehispánico. México, Grijalbo,
(Colección 70, núm. 142), 1975, P. 23.
148
Ídem.
149
Ibíd., P. 27. El Modo de Producción Asiático fue deformado y mutilado en sus posturas, ―para ser
luego utilizadas como groseros ataques contra el marxismo y el movimiento socialista mundial.‖
CHESNAUX, JEAN. ―El modo de producción asiático‖, Óp. Cit., P. 28.
145
50
URSS, la República Popular China y los países socialistas nacidos durante la Guerra
Fría. Wittfogel reduce su interpretación del Modo de Producción Hidráulico, al
conflicto antiquísimo entre Occidente contra Oriente (y el mundo periférico o nooccidental),150 pues menciona como el comunismo, es en realidad un retroceso al
despotismo hidráulico en donde una burocracia despótica toma control del Estado para
instaurar un sistema político totalitario y organizar la producción; siendo esto una
amenaza para la ―democracia‖ y la ―libertad‖ de las naciones de Occidente.
Wittfogel realizó algunos comentarios para matizar su postura claramente
antimarxista, pues sí bien por su pasado de militante marxista debía conocer las
herramientas del materialismo histórico, en su obra no se vislumbra el uso de estas,
aunque toca algunos de los aspectos de importancia. Elogió por ejemplo que ―Marx, que
quizá el científico social del siglo XIX que estudió más las clases, subrayaba este
aspecto del tema diciendo, que ―toda lucha de clases es una lucha política.‖‖151 Pero
también lo acusó de abandonar el estudio del Modo Asiático de Producción por el hecho
de que ―como miembro de un grupo que trataba de establecer un estado totalitario
administrativo y dictatorial y estaba dispuesto a emplear ―medidas despóticas‖ para
alcanzar sus metas socialistas, Marx, difícilmente sacaría provecho del análisis de
algunas similitudes inquietantes entre el despotismo oriental y el estado de su
programa.‖152 La tergiversación del marxismo y el mensaje político no pueden ser más
claros por estas declaraciones y las anteriores.153 El despotismo hidráulico de Wittfogel,
―caricatura apenas reconocible del modo de producción asiático‖,154 se convirtió en una
moda académica, el pasado del autor desacreditó su obra, en donde se ve a todas luces
su condición de revisionista, renegado, deformador y falsificador del marxismo. Como
ocurre con este tipo de modas, se pasó a la duda o al completo rechazo,155 de ahí al
olvido, y finalmente al basurero intelectual.
Las críticas156 hechas al materialismo histórico para investigar el pasado
mesoamericano corresponden más bien a una crítica del Modo de Producción
Hidráulico propuesto por Wittfogel, que al materialismo histórico como herramienta
metodológica. Entre ellas se encuentran las siguientes: La primera que ha puntualizado
la historiografía especializada es que se reinterpretan algunos textos marginales del
marxismo para explicar a las sociedades precapitalistas; entre los más importantes se
encuentra el texto de Marx de las Formen. Otra observación es el componente
darwiniano, que influenció en las diferentes corrientes de investigación histórica, tales
como el positivismo, y al mismo marxismo, lo cual tiene una fuerte carga ideológica
respecto a Europa y los pueblos no-occidentales y precapitalistas. El mismo concepto de
sociedad precapitalista -que era usado por Marx para hablar de las sociedades
preindustriales- para la explicación de la sociedad como fase o etapa, implica una
postura filosófica e ideológica, tiene un componente teleológico que apunta el desarrollo
150
Para Wirrfogel, las características anti-despóticas, cuasi democráticas y anti-totalitarias de Occidente
están presentes desde la Grecia clásica, pasando por la Edad Media, e incluso en el Absolutismo.
151
WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental…, Óp. Cit., P. 371
152
Ibíd., P. 436.
153
Ibíd., Pp. 35-37.
154
CHESNAUX, JEAN. ―El modo de producción asiático‖, Óp. Cit., P. 28.
155
MEDINA, ANDRÉS. ―El Estado en Mesoamérica‖ en: Nueva antropología. México, Vol. VI, No. 23,
México, 1984, P. 148.
156
Para las críticas sobre el materialismo histórico y el Modo de Producción Asiático para el caso tarasco,
véase AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el
Estado tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz;
Igor Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, Pp. 36-40.
51
de todas las sociedades hacia el capitalismo.157 Marx también hablaría sobre el
despotismo oriental para la explicación de las sociedades de Medio Oriente y la India;
se ha hecho hincapié que la forma de gobierno de sociedades mesoamericanas poco
compartían con este tipo de despotismo, pero un modo de producción debe ser
analizado por, valga la redundancia, la producción, y no por la geografía, técnicas o la
forma de gobierno. Consideramos que si bien estas críticas son importantes, y
cuestionan estos aspectos, no tienen el peso suficiente para desechar la opción de
estudio de la sociedad prehispánica mesoamericana y tarasca.
El materialismo histórico es una herramienta que ya ha sido utilizada en el estudio
de la sociedad tarasca prehispánica. Antes de continuar, debemos hacer hincapié en que
existe un sesgo historiográfico sobre el Occidente de Mesoamérica, pues se han
investigado principalmente dos regiones, el Altiplano Central y la Zona Maya,
destacando autores como Paul Kirchhoff (1900-1972), Pedro Armillas (1914-1984),
Ángel Palerm (1917-1980), Arturo Monzón, Andrés Medina, Pedro Carrasco (19212012), José Lameiras, Brigitte Boehm (1938 -2005), Roger Bartra, entre otros. En estas
áreas se han realizado abundantes trabajos cuyo enfoque teórico ha sido el materialismo
histórico, pero para el caso de la antigua sociedad tarasca los trabajos que se han
realizado desde esta postura, apenas si pueden contarse con los dedos de la mano. Entre
los exponentes del materialismo histórico para el caso tarasco se encuentran diversos
autores y trabajos. Roger Bartra por ejemplo, resaltó algunos aspectos que deben ser
desarrollados desde el materialismo sobre la sociedad tarasca prehispánica. Entre estos
se encuentran el uso del cobre para las actividades económicas, y la posible existencia
más o menos generalizada de la propiedad privada de la tierra. Bartra también adjudica
al auge de las fuerzas productivas tarascas a varios aspectos: el uso del cobre en la
agricultura y artesanía, las condiciones climáticas favorables y el empleo de irrigación
en cultivos, la diversificación de la economía en caza, pesca y agricultura, y a la
profunda división del trabajo de las actividades económicas. Concluye con que la mayor
parte de las actividades económicas giraban alrededor del tributo, sirviendo para
mantener a los funcionarios y administradores, así como a las clases improductivas. Por
la gran cantidad de trabajo forzado usado por el cazonci, Bartra mencionó que el modo
de producción entre los tarascos estaba emparentado con el esclavismo romano, pero
que el uso de metales lo acercaba más a los pueblos europeos [¡!].158
Agustín García Alcaraz (1943-1995) fue el primer autor en estudiar las ―clases‖
de la sociedad tarasca prehispánica.159 Las fuentes que usó fueron la RM, las Relaciones
Geográficas, algunos códices y documentos de archivo, el resultado final es la
compilación de la información dispersa contenida en estas, para crear un cuadro
comprensible de la concepción de las ―clases‖. Siguiendo a la RM, la clase dominante
(conformada por el cazonci, los achaecha o señores y principales, los diputados o
157
Ya se trató páginas más arriba, como el materialismo histórico no exige una sucesión mecánica de las
formaciones socioeconómicas. La sucesión mecánica y teleológica de los cinco modos de producción
clásicos fue convertida en dogma por el marxismo simplificador posterior a la muerte de Marx y Engels.
158
BARTRA, ROGER. ―Los tarascos. Algunas perspectivas de investigación‖ en: BARTRA, ROGER.
Marxismo y sociedades antiguas. El Modo de Producción Asiático y el México prehispánico. México,
Grijalbo, (Colección 70, núm. 142), 1975, Pp. 119-123.
159
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, en:
CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA, et. al. Estratificación social en la Mesoamérica
prehispánica. 2ª edición, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría de Educación
Pública, 1982, Pp. 221-244. En la primera nota a pie menciona que ―las investigaciones etnohistóricas en
Michoacán se encuentran en un estado incipiente. Sobre el tema de la estratificación social prehispánica
no se ha escrito nada.‖ Más adelante mencionamos que trabajos se han escrito desde entonces.
52
mayordomos y los sacerdotes) y la clase dominada (campesinos, pescadores, esclavos,
artesanos, mercaderes o la ―gente común‖). Lamentablemente el trabajo flaquea en
varios puntos, que se pueden comprender por el momento en que fue realizada la
investigación (la primera edición del libro fue en 1976).160 Trató de seguir el modelo del
despotismo hidráulico planteado por Wittfogel, pues la caracterización que hace García
Alcaraz sobre el cazonci es la de este tipo de gobernantes:
―Esta fastuosa corte estaba montada en torno al representante del dios Curicaueri, cuyo
poder era absoluto. El cazonci que presenta la Relación es, sin duda, muy semejante a los
déspotas que ya conocemos en otros pueblos y civilizaciones. Pero este señor, al igual que
aquéllos, era únicamente la personificación del despotismo y del Estado. Tenía tras de sí
una burocracia enorme, en cuyos funcionarios delegaba sus poderes, éstos hacían posible el
161
sostenimiento de este despotismo en otros niveles.‖
Con esta visión del gobierno tarasco, García Alcaraz dio paso a una visión
distópica de corte ―orwelliano‖ o ―huxleyano‖, pues menciona sobre la ―clase
dominante‖ que ―no había, pues, rama de la economía que no estuviera directamente
intervenida y controlada por el Estado. Quizá en ningún otro sector de la vida tarasca
prehispánica se nota tan claramente esa intervención por medio de una burocracia que lo
invadía todo.‖162 Mientras que a las ―clases dominadas‖ las presenta como ―el sector
mayoritario de la población, dominado por ese sector privilegiado, constituyendo una
clase a la que se controla para la producción, se le extrae el excedente del producto y
que no tiene más que sujetarse a las regulaciones de aquél.‖163 Concluyó su estudio
mencionado el alto grado de estratificación en la sociedad tarasca prehispánica, y que
las fuentes mencionan estratos y categorías entre las dos ―clases‖ principales.
Alfredo López Austin también realizó algunas observaciones sobre el mundo
tarasco desde el materialismo histórico, si bien no se considera ortodoxo de ninguna
corriente concreta, si considera que parte de su base teórica es marxista;164 aunque él
públicamente ha declarado que usa al marxismo como herramienta y no como
bandera.165 Al tratarse de un texto de divulgación, menciona rápidamente la base
material de subsistencia de los antiguos habitantes de Michoacán, la tenencia de la
tierra, las relaciones de parentesco y su relación con las deidades, y las relaciones
sociales de producción, haciendo hincapié en la falta de fuentes para decantarse por una
sola explicación para dar respuesta adecuada sobre cada uno de los tópicos. A pesar de
que López Austin identificó el relato histórico de la RM como una historia oficial para
reproducir el sistema que favoreció al estrato dominante sobre el estrato dominado,
aceptó la interpretación de que los uacúsecha eran cazadores-recolectores nómadas,
160
Por ejemplo, el considerar que la estratificación en la sociedad tarasca tuvo su origen con las guerras
que narra la RM, que los conquistadores chichimecas se habían ―culturizado‖ al entrar en contacto con los
agricultores e isleños de la cuenca patzcuarense, aprendiendo a sembrar y teniendo una ascendencia
guerrera que los hizo superiores a los sedentarios: ―Vemos, pues, claramente, cómo la estratificación en la
sociedad tarasca, según la Relación, se originó en las conquistas, o sea en la guerra. Y cómo el grupo
mejor capacitado para ello (capacidad que había adquirido durante la etapa chichimeca) fue el que pudo
dominar a los demás y controlar su economía y su organización política, así como su culto [¡!]‖.GARCÍA
ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, Óp. Cit., P. 227. Esta
visión imperaría bastante tiempo, hasta que la arqueología demostró otras evidencias.
161
Ibíd., P. 233
162
Ibíd., P. 234.
163
Ibíd., P. 243.
164
POPESCU, LIVIU; MARTÍNEZ VILLARROYA, JAVIER. ―Entrevista a Alfredo López Austin‖ en:
Ex novo: revista d'història i humanitats. Barcelona, 2007, Julio, núm. 4, Pp. 145-166, en:
http://www.raco.cat/index.php/ExNovo/article/view/144754/196574 (Consultado 05 de febrero de 2017)
165
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. Comunicación personal.
53
considerando a los tarascos con una estructura sociopolítica menos compleja a la de
otros pueblos mesoamericanos, como por ejemplo los mexicas. A pesar de esto, el
trabajo de López Austin es importante porque a principios de la década de 1980, dejó
los pendientes que debieron investigarse a la luz de nuevos documentos siguiendo el
materialismo histórico, sin embargo como hemos expuesto, pocos fueron los autores
que siguieron está postura teórica, y no se trabajaron esas líneas de investigación.166
Ulises Beltrán escribió la primera monografía de corte materialista sobre la
sociedad tarasca prehispánica, tocando temas referentes a la organización social y los
estratos, la organización política y la población, tenencia de la tierra y mano de obra,
tributos y circulación de bienes, y el impacto a estos tópicos tras la conquista hispana.167
Beltrán dio un paso adelante al declarar que el Modo de Producción Asiático y el modo
de producción hidráulico, probablemente podría explicar otras áreas mesoamericanas,
pero no a los tarascos, pues la densidad demográfica, falta de obras hidráulicas dirigidas
por el Estado y la no regulación del comercio por este, son las evidencias para dudar la
existencia de un Estado despótico e hidráulico en el Michoacán precortesiano. Es decir,
que este modelo no puede explicar la realidad tarasca, y es imposible cambiar la
realidad al modelo.168 Beltrán menciona que ―el modelo general utilizado parte del
supuesto de que las variables económicas ejercen gran influencia en la configuración de
otras actividades sociales y, por consiguiente, se centra en los modos de asignación o
distribución de los factores principales de producción –tierra y trabajo- entre los
diferentes estratos sociales, así como en los modos de circulación de los recursos y la
riqueza.‖169 Claudia Espejel se refirió al trabajo de Ulises Beltrán como ―aún cuando la
perspectiva teórica parezca actualmente cuestionable, el trabajo de Beltrán, apenas
traducido y publicado en 1994 […] es con mucho el trabajo etnohistórico más completo
que se ha escrito sobre la sociedad tarasca de la época prehispánica.‖170
En 1984 Carlos Paredes escribió un breve texto dónde sintetizó la información
conocida sobre el sistema tributario prehispánico tarasco, utilizando la información de la
RM, algunas Relaciones Geográficas, la visitación de pueblos, la visitación de Caravajal
de 1524, y estudios anteriores, caracterizó que el Estado tarasco al momento de
expandirse territorialmente se vio
―…en la necesidad de imponer gobiernos locales, con personas procedentes de su propio
grupo para instaurar un sistema de dominio estable tanto en lo político como en lo
económico. De esta manera el Estado Tarasco ejerce su dominio sobre la población sujeta,
lo cual en su expresión económica toma la forma de tributo; la extracción de bienes
166
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. Tarascos y mexicas. México, Secretaría de Educación Pública-Fondo
de Cultura Económica, (SEP/80, núm. 4), 1981, Pp. 17-54.
167
BELTRÁN, ULISES, Tarascan state and society in prehispanic times: An Ethnohistorical inquiry.
Tesis para obtener el grado de Doctorado en filosofía. Illinois, Universidad de Chicago, 1982. Partes de
esta investigación fueron publicados parcialmente en español en BELTRÁN, ULISES. ―Estado y
sociedad Tarascos‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. Óp. Cit., Pp. 45-62. Posteriormente dicha
investigación fue publicada en español en su versión in extenso en BELTRÁN, ULISES. ―Estado y
sociedad tarascos en la época prehispánica‖ en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora).
El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de
Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Primera parte, Pp. 31-163.
168
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad Tarascos‖, Óp. Cit., P. 60.
169
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 31.
170
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, T. I, P. 34.
54
materiales y mano de obra será entonces uno de los renglones más importantes de la
171
economía tarasca y fuente básica de aprovechamiento para el Estado en su conjunto.‖
Carlos Paredes mencionó que los contribuyentes de productos en especie y mano
de obra eran las familias purépecha o gente común de las cabeceras y subcabeceras del
territorio tarasco, mientras que ―en el otro extremo de la pirámide social, se encontraba
el grupo gobernante, no productor y quien tenía a su cargo la recaudación,
almacenamiento y distribución de los bienes materiales recibidos como tributo y de la
mano de obra también recibida como obligación tributaria. Dicho grupo no productor y
no tributario estaba formado por la familia real, la nobleza, la burocracia y los
sacerdotes‖;172 gracias al culto religioso pero también al cobro y distribución del tributo,
el Estado tarasco legitimaba su poder. Después de mencionar a los integrantes de este
―grupo gobernante‖ como el irecha, los ocambecha y los ―diputados mayores‖,
concluyó que
―desde el punto de vista de las relaciones de producción, el tributo constituía el principal
vínculo entre el grupo productor y el no productor. […] El grupo gobernante, constituido
por la familia real, la nobleza, la burocracia y los sacerdotes constituían el grupo
privilegiado, receptor de cierta parte de los tributos y mano de obra. El sistema tributario
aquí descrito contaba con un cuerpo político administrativo bien estructurado que se
173
encargaba del cobro, almacenamiento y distribución de los tributos.‖
Pedro Carrasco es otro autor que también dedicó su atención al pueblo tarasco.
Carrasco pertenece a una generación anterior de estudiosos que Bartra, López Austín y
Beltrán; fue discípulo de Wittfogel, por lo que se inclina más al uso del Modo de
Producción Asiático, por su valor heurístico, para explicar las sociedades
mesoamericanas.174 Carrasco resalta algunos aspectos vistos por Beltrán que son
esenciales para tratar de interpretar la sociedad prehispánica de Michoacán: el uso de
chinampas de forma no extensa ni la existencia de obras hidráulicas que justifiquen un
estado centralizado. Esto es de vital importancia pues no existen evidencias que
respalden la existencia de una sociedad de tipo despótico entre los tarascos, tal como la
concebía Wittfogel. El análisis de Carrasco usa las herramientas del materialismo para
estudiar la economía política tarasca, así dedica una parte considerable de espacio a la
tenencia de la tierra y tributación, usando datos de la RM y retomando a Alonso de
Zurita. Otros aspectos del modo de producción que analiza son el trabajo en las tierras
públicas, el campesinado, los esclavos, actividades económicas secundarías como la
pesca y la tenencia de los recursos lacustres, el mercado y el principio mercantil, y la
organización política. El trabajo de Carrasco es importantísimo para el estudio de la
base material de la sociedad tarasca, pues sí bien era partidario del Modo de Producción
171
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El sistema tributario prehispánico entre los tarascos‖, en:
BERRERA RUBIO, ALFREDO (Editor). El modo de producción tributario en Mesoamérica. México,
Escuela de Ciencias Antropológicas-Ediciones de la Universidad de Yucatán, (Analté, núm. 3), 1984, P.
183. Este texto volvió a editarse en PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El sistema tributario
prehispánico entre los tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 1990, enero-junio, núm.
11, Pp. 5-12. Aquí citamos el trabajo de 1984.
172
Ibíd., P. 187.
173
Ibíd., P. 191.
174
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La
sociedad indígena en el Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, P. 65.
55
Asiático, no notamos una tergiversación de la realidad para hacerla encajar en este
modelo explicativo.175
De los últimos trabajos, según nuestras pesquisas, que se hicieron sobre los
tarascos con corte materialista encontramos el de Víctor Antonio Acevedo Valerio.
Acevedo usa las herramientas del materialismo histórico para hacer un análisis de la
realidad indígena michoacana, desde el tiempo prehispánico tarasco hasta 1990, es
decir, un período de tiempo de casi 700 años. Así que dedica una parte de su
investigación sobre la época prehispánica. Entre los elementos analizados se encuentra
la geografía prehispánica de Michoacán, los recursos naturales explotados, la tenencia
de la tierra, la estructura económica del imperio tarasco, el excedente económico, el
aparato estatal, que Acevedo lo ve con características despótico-tributarias, y el papel
ideológico de la religión. Lamentablemente, vemos algunas deficiencias en su
análisis,176 la primera es que pasa por alto toda la producción historiográfica
especializada anterior a la publicación de su trabajo, dejando de lado una gran cantidad
de información histórica y documental, con lo que hubiera tenido más elementos de
investigación. Una segunda carencia, es el uso exclusivo de la RM y la comparación con
el mundo nahua como fuentes de información, por lo que varios puntos de su
investigación son inexactos y poco sustentables. Una tercera ausencia relacionada con
los puntos anteriores es que no hace ni una sola referencia a los estudios de corte
materialista sobre el Michoacán prehispánico de los que hemos venido haciendo
mención. Aun así, el trabajo de Acevedo es importante porque nos da una interpretación
materialista sobre la sociedad tarasca prehispánica, además de que incluye una serie de
cuadros y diagramas de apoyo, donde se representa gráficamente la relación entre teoría
y realidad investigada.177
Salvador Pulido Méndez es otro autor que ha hecho uso del materialismo histórico
para interpretar la información arqueológica, respecto a las diferencias de estratificación
social entre los tarascos prehispánicos, que él define como los tarascos y los tarascosuacúsecha. Después de hacer una revisión de la información arqueológica y de las
diferencias culturales presentes en esta, hace uso del concepto ―clase social‖ que plantea
Lenin, para tratar de identificar a las clases dominantes y clases dominadas en el Estado
tarasco prehispánico. Así, conjugando la información material con las fuentes
etnohistóricas, identifica el antagonismo de clase en el Michoacán prehispánico.178
Como podemos ver, el materialismo histórico no ha sido usado como herramienta
de estudio para el Michoacán prehispánico con tanta frecuencia, como en otras subáreas mesoamericanas, aun así, vemos con claridad una tradición historiográfica sobre
la sociedad tarasca con este enfoque. Con esta teoría y método, nosotros utilizaremos
algunas herramientas de análisis que la realidad histórica que nos permitirán realizar
nuestra investigación. Entre ellas se encuentran las categorías de proceso de producción,
fuerzas productivas, relaciones de producción, infraestructura, superestructura,
175
Ibíd., Pp. 63-102.
Cabe recordar que la investigación de Acevedo es diacrónica, y no se centra sólo en la época
prehispánica, por lo que la consulta bibliográfica no podía ser más exhaustiva para un período que para
otro.
177
ACEVEDO VALERIO, VÍCTOR ANTONIO. Retrospectiva Histórica, Económica de la comunidad
indígena michoacana. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de HistoriaSecretaría de Difusión Cultural, 1994, Pp. 17-48.
178
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha: diferencias sociales y
arqueológicas en un grupo. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección
Divulgación), 2006.
176
56
estructura ideológica, estructura jurídico-política, modo de producción, formación
social, coyuntura política, clases sociales y lucha de clases, etcétera.179 Algunos de estos
tópicos ya han sido analizados en las fuentes existentes para explicar la sociedad
tarasca, o abordados desde otras posturas teóricas
Hemos optado por este método de estudio de la realidad pues ha demostrado, a lo
largo de más de 150 años, toda la gama de frutos que dio, da y dará en el futuro. El
materialismo histórico no da ―recetas de cocina‖ para responder las incógnitas de los
acontecimientos históricos de las sociedades pretéritas, ni el materialismo histórico ni
otra postura teórico-metodológica puede hacerlo, por más novísima que sea, no va a
responder a las características únicas del devenir histórico de las sociedades humanas.
No se trata de tergiversar la realidad para acomodarla al molde, ni de modificar el molde
a la realidad, sino de observar la realidad para proponer un modelo que explique su
cualidad histórica única. ―El marxismo contemporáneo ha sido, de hecho, el conjunto de
debates sobre puntos medulares de la teoría, pero, sobre todo, la polémica, la tensión
entre dos enfoques paradigmáticos con variadas expresiones concretas: uno, que ha
seguido el camino antes mencionado del dogma y la hipóstasis, el otro, que sigue el
camino de la crítica. Desde nuestras perspectiva, en este siglo XXI que empezó en 1989,
es esencial proseguir esta crítica.‖180 Lamentablemente el desprestigio y detrimento
académico de este método responde más a los cambios geopolíticos globales actuales,
tras la caída de la URSS y el bloque socialista europeo, a las posturas teóricas al
servicio del neoliberalismo y a una continua campaña propagandística, que a una
verdadera crítica por parte de las ciencias y disciplinas humanas.
179
Cf. HARNECKER, MARTA. Los conceptos elementales del materialismo histórico. 59ª edición
nuevamente aumentada y revisada. México, Siglo XXI editores, 1994, P. 24.
180
PANDO MORENO, ADÁN. ―Los paradigmas del marxismo‖, en: Marxismos. Revista Semestral de
Educación, Política y Sociedad, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Centro de didáctica
y comunicación educativa, Diciembre, año 1, núm. 2, 2012, Pp. 18-30.
57
7. LA GUERRA COMO CATEGORÍA TEÓRICA
La parte central para nuestro proyecto es la guerra, que al igual que otros conceptos de
nuestra investigación es difícil de trabajar debido a la multitud de aristas desde donde se
ha abordado dicho fenómeno histórico. Empecemos primero con ¿Qué es la guerra? La
palabra ―guerra‖ proviene de la raíz germánica werra, vocablo que significa discordia,
pelea, confusión, tumulto, combate, desórdenes, perturbaciones.181 La definición más
temprana de este vocablo en nuestro idioma y asentada en un escrito sistemático es la
que se encuentra en el Tesoro de la Lengua Castellana o Española, obra publicada en
1611:
―GVERRA, ô gerra el conflicto de dos exercitos contrarios enemigos, que vno a otro se
hacen guerra, y se matan: el Francês, y el Italiano llaman a este rompimineto de Reynos, ô
Principes, ô Comunidades, vnos contra otros Guerra. Puede traer su origen de gara, que en
Italiano vale pordia, contienda, brega, es nombre en España de los Antiguos, y algunos
afirman ser Godo, pero entiendo tener su origen del verbo Hebreo gara, miscere litem,
pugnare, contenderé, Latiê dicitur bellum. La diferencia que ay entre guerra, y batalla es,
que la guerra se entiende por todo el tiempo, que no se assientan las pazes, y la batalla es vn
conflito, y rompimiento de vn exercito con otro: y assi se pone esta diferencia inter bellum,
& praelum, la qual se colige de Titoliuio en el lugar que dize. […] GUERRILLA, quando
entre particulares ay pendencia, y enemistad formada, que acuden vnos a vna parte, y otros
a otra, pero estas castigan los Principes de las Republicas seueramente. De aquí se dixo
182
guerrear, guerrero, guerreador.‖
En la primera edición de un diccionario de la RAE publicado entre 1726 y 1739,
conocido como Diccionario de autoridades, se consignan 15 palabras relacionadas con
guerra, y 11 acepciones de la misma:
―GUERRA. Hostilidad declarada de un Príncipe à otro, ò à alguna República, ù de una
República à otra, o à otro Príncipe.; Guerra: Se toma tambien por el Arte Militar, modo y
disposicion de hacerla, y por la misma profesion: y assi se dice, Machinas de guerra, Gente
de guerra.; Guerra: Metaphoricamente se toma por la oposición y contrariedad que hace una
cosa à otra: como el calor al frio.; Guerra: Se llaman tambien las dissensiones entre
personas, y especialmente entre los domésticos; como entre Marido y mugér, parientes y
criados, que riñen mucho sin tener quietúd. Guerra campal: La guerra abierta ù en el
campo.; Guerra campal: Se llama tambien la oposición obstinada y descubierta entre
algunas persónas.; Guerra civil. La que se hace entre los habitadóres de una misma Ciudad,
República, ò Reino: como la de Mario y Syla, las de Francia y Flandes. […] Pocos años
gozó Colomano del Reino, envuelto en guerras civiles, porque los mesmos Ruténos que le
eligieron, divididos en parcialidades, se le rebelaron.; Guerra de entendimiento. La
oposición de dictámenes, juicios y opiniones sobre alguna cosa.; Guerra galana. La que se
hace solo con partidas de gente, sin empeñar todo exército.; Guerra guerra. Repeticion mui
usada para exhortar è incitar à los soldados à entrar en la lid.; Guerra interior. La oposicion
183
que hacen las pasiones à la razón.‖
181
COROMINAS, JOAN; PASCUAL, JOSÉ A. Diccionario…Óp. Cit. tomo III, 2001, P. 258; GÓMEZ
DE SILVA, GUIDO. Breve diccionario…, Óp. Cit. P. 333.
182
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española.
Compuesto por el Licenciado Sebastian Covarrubias Orozco, Capellan de su Magestad, Mastrescuela y
Canonigo de la Santa Yglesia de Cuenca, y Consultor del Santo Oficio de la Inquisicion. Dirigido a la
Magestad Catolica del Rey Don Felipe III. Nuestro Señor. Con privilegio. En Madrid, por Luis Sanchez,
impressor del Rey N.S. Año del Señor M.DC. XI. Madrid, Luis Sánchez impresor del Rey, 1611, Letra G,
Pp. 455 y 455v.
183
Las otras 5 palabras son Guerreador, Guerrear, Guerrero y Guerrilla, estas dos últimas con dos
acepciones cada una. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se
explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los
proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Dedicado al Rey Nuestro Señor
58
Ahora bien, la RAE actualmente da cinco acepciones, y define la guerra cómo
―Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias‖, ―Lucha armada
entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación‖, ―pugna, disidencia entre
dos o más personas‖, ―toda especie de lucha o combate, aunque sea en sentido moral‖ y
―Oposición de una cosa con otra.‖184 A pesar de toda esta información, la definición de
guerra sigue siendo poco clara, aunque queda de manifiesto que nos encontramos ante
un fenómeno violento. La violencia es otro fenómeno difícil de definir por la cantidad
de aristas que puede tener, pero se puede mencionar que ―es el uso intencional de la
fuerza para infligir daño corporal. Se refiere también a la totalidad de tales actos dentro
de una colectividad social, o a un estado de cosas en la cual prevalecen actos
violentos.‖185 ―La agresión humana es una conducta cuyo propósito es causar daño a
otros, aunque algunos investigadores consideran que el comportamiento autolesivo es
esencialmente similar. Se incluye desde luego el daño físico (dolor y lesión), pero
algunos especialistas sostienen que este concepto debería abarcar también las conductas
que tiene el propósito de infligir sufrimiento psicológico, objetivo frecuente de los
chismes y del ostracismo.‖186 La violencia también puede ser directa o personal, cuando
ésta es ejecutada por personas o colectivos concretos dirigidos a personas o grupos
definidos, o violencia indirecta o estructural, donde no hay actores específicos y brota
de la organización de un grupo aunque no haya un ejecutor concreto. La violencia
también puede clasificarse según sus actores: ―De un individuo contra él mismo
(suicidio); De un individuo contra otro individuo (crimen pasional); De un individuo
contra un grupo (delitos contra la sociedad); De un grupo contra un individuo (la pena
de muerte); De un grupo contra otro grupo (la revolución, la guerra y el terrorismo).‖187
Además también existe la violencia espontánea, como ejemplos históricos encontramos
lo que sería la toma de la Bastilla, o la violencia organizada, como las guerras
napoleónicas. A esto hay que agregar una violencia patológica, ―esta última puede ser
provocada por alteraciones psíquicas primarias o por modificaciones anormales del
funcionamiento cerebral.‖188
Dado que la violencia es un fenómeno humano tan complejo, distintas áreas del
conocimiento han tratado de dar respuestas a su génesis, así tenemos tres grandes
campos que han abordado esta temática, y tenemos modelos biológicos, psicológicos y
socioculturales. Entre los modelos biológicos que intentan explicar la violencia y
agresión a parir del estado corporal y filogenético, tenemos el modelo genetista, que
menciona como la anormalidad cromosómica X Y Y predispone a ciertos individuos a
ser violentos, pero no los determina; el modelo endocrinológico ha propuesto como en
la experimentación humana y animal, ―los andrógenos, la progesterona y las aminas
biógenas (adrenalina, noradrenalina, dopamina, serotonina y acetilcolina), contribuyen a
Don Phelipe V. (Que Dios Guarde) A cuyas reales expenses se hace esta obra. Compuesto por la Real
Academia Española. Tomo Quarto. Que contiene las letras G.H.I.J.K.L.M.N. Con privilegio. En Madrid:
En la imprenta de la Real Académia Españóla: Por los Herederos de Francisco del Hierro, Año de 1734.
Madrid, imprenta de los Herederos de Francisco del Hierro, T. IV, 1734, Pp. 93-94. Negritas nuestras y
las entradas del diccionario colocadas en un párrafo.
184
ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª edición.
Espasa-Calpe, España, T. II, 2010, P. 1071.
185
[JOEL WALLMAN] ―violencia‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología.
Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, P. 533.
186
[Joel Wallman] ―agresión‖ en: BARFIELD, THOMAS, Óp. Cit., P. 6.
187
GÓMEZ BOSQUE, PEDRO. ―Consideraciones generales sobre la agresividad y la violencia‖, en:
GÓMEZ BOSQUE, PEDRO; RAMÍREZ VILLAFÁÑEZ, AMADO (Directores). XXI ¿Otro siglo
violento?. España, Ediciones Díaz de Santos, 2005, Pp. 3-5.
188
Ibíd. P. 6.
59
modular (en sentido positivo o negativo) la función de los circuitos cerebrales de los
que dependen las conductas emocionales en general y las agonistas en particular.‖189
Los otros dos modelos biológicos proponen que la violencia es parte de la naturaleza del
hombre, así el modelo neurofisiológico propone que ―el complejo «huída-defensaataque», están como «grabados» en la máquina nerviosa y listos para su
desencadenamiento cuando lo requieran las circunstancias ambientales‖; mientras que
modelo etológico propone que la violencia es una reacción automática a diversos
estímulos presentes en los animales para su sobrevivencia:
―…las otras pulsiones que forman el «gran parlamento » de los instintos (búsqueda y
captura de alimento, búsqueda del compañero del sexo opuesto y apareamiento, cuidado de
la prole, huída, etc.), no es una «facultad» puramente reactiva. El organismo no espera,
como una máquina, a que se pulse un botón disparador para ponerse en actividad sino que
se introduce espontáneamente en la situación en la cual puede desarrollarse la pulsión
agresiva. Dicho de otro modo, cuando el organismo no es afectado desde el exterior por
estímulos agresógenos se acumula en él un potencial pulsional similar a la carga de una
batería; entonces, si no se produce una situación desencadenante, desciende el umbral de
190
excitación hasta que la pulsión de agresión se descarga por motivos nimios.‖
Esta agresión intraespecífica cumpliría varias con varias funciones, como la
convivencia ordenada de grupos de individuos de una misma especie en un territorio
determinado, la existencia de individuos aptos para la pelea para la defensa del grupo, el
establecimiento de un orden o jerarquía social, y la creación de vínculos que ayudan a
dar cohesión a los grupos.191 Por otro lado, las teorías psicológicas sobre el
condicionamiento de la agresión, especialmente desde el psicoanálisis, pretenden
explicar la génesis de la violencia como parte de la psique humana. La hipótesis de la
frustración-agresión,192 propone que la frustración es un estímulo que puede engendrar
agresión, pero no es el único; el modelo de la tendencia o impulso agresivo primario,
defendida por Freud, ―de acuerdo con este modelo los impulsos humanos pueden ser
divididos en dos grandes grupos: los eróticos (el Eros) y los destructivos o tanáticos
(Thanatos). El Eros estaría constituido por aquellas pulsiones que aspiran a conservar la
vida y a unir mientras que el Thanatos (posteriormente designado con el nombre latino
«destrudo») está representado por los anhelos «humanos» que aspiran de manera
autónoma (independientemente de cualquier frustración) a destruir y a matar.‖193 El
modelo de la falta de maduración del super-yo, propone que un super-ego fuerte es
capaz de plantar cara a las tendencias agresivas, mientras que un super-ego débil está
predispuesto a la violencia al no poder con las tendencias. Y el modelo del aprendizaje e
imitación ―afirma que la conducta agresiva puede adquirirse meramente por la
observación y la imitación de actos violentos y que no requiere necesariamente la
existencia de un estado de frustración,‖ la violencia no tiene que ser real, sino que
189
Ibíd. Pp. 10-11.
Ibíd. Pp. 12-13.
191
Ibíd. P. 13.
192
―El sentimiento de frustración nace cuando un obstáculo cualquiera nos impide satisfacer un deseo o
alcanzar un objetivo. Se puede comprobar que la irritación provocada por la frustración, y que se traduce
en agresividad, no siempre se dirige al autor de la frustración. Por ejemplo, un subordinado vejado por su
superior jerárquico, descargara su mal humor en su mujer y sus hijos.‖ BOUTHOUL, GASTON. La
guerra. Traducción de Johanna Givanel. España, ediciones Okos-tau, (Colección que sais-je? [¿qué sé] en
lengua castellana, núm. 44), 1971, Pp. 73-74. Cursivas originales.
193
GÓMEZ BOSQUE, PEDRO. ―Consideraciones generales sobre la agresividad y la violencia‖, Óp. Cit.
P. 21.
190
60
también puede ser violencia imaginaria producto de la ficción.194 Los campos de
conocimiento socioculturales también han propuesto modelos para explicar la génesis
de la violencia, como la antropología, la sociología y la política, que nos ayudaran a
definir la violencia de un grupo contra otro grupo, que es la de nuestro interés. Para la
antropología, la guerra:
―Es la violencia mortal entre grupos. Algunos investigadores especifican que la guerra se
produce entre unidades políticas o territoriales distintas, y que matar tiene legitimidad
social, aunque cualquier definición de este tipo se encuentra en casos excepcionales. Suele
distinguirse la guerra de las vendettas, en las cuales se producen matanzas socialmente
sancionadas dentro de esas unidades, así como del homicidio, en el cual se define en
general que matar es socialmente ilegítimo. Algunos teóricos separan la guerra de las
incursiones, y otros restringen la ―verdadera guerra‖ a la sociedades de nivel estatal, sobre
195
todo en modelos de secuencias evolutivas.‖
Otras definiciones sobre la guerra se centran más en las sociedades modernas
legalistas, aun así, hay varios elementos que retomar y pueden enriquecer este concepto,
debemos por otro lado considerar, que la guerra es un fenómeno histórico que ha sido
diferente a lo largo del tiempo y el espacio, por lo que no existe una definición unívoca
del concepto guerra. Las definiciones de guerra por parte de la sociología196 y la política
pecan de ser apegadas al derecho moderno, dejando de lado a las sociedades sin un
código jurídico escrito. Una de estas definiciones pertenece a la política internacional
actual, y complementa la anterior con influencia weberiana:
―Sin embargo, la guerra no se libra únicamente en el ámbito externo de los países, como un
―acto de violencia por el que los Estados ejecutan su política exterior‖, además de que
reúne una serie de características, por lo que en un sentido más amplio, podemos definirá
como una lucha armada, con cierto grado, sistematización y continuidad, entre
colectividades humanas, por medio de la cual, cada bando pretende imponer su voluntad al
197
contrario.‖
El interés por la guerra es tan remoto como la misma y la escritura permitió
documentar algunos aspectos. En los textos más antiguos de los más diversos autores y
culturas, podemos ver que se hace referencia a ciertas consideraciones filosóficas sobre
la guerra, así como algunos aspectos teóricos, técnicos, tácticos, estratégicos, morales o
éticos, siendo los tratados militares textos especializados para el estudio de la guerra.
Tan sólo en la cultura occidental, la lista de autores que han abordado el tema es
sumamente amplia, pero se puede afirmar que fue hasta que Karl von Clausewitz (17801831) escribió De la guerra,198 que se sentaron las bases para el estudio científico de la
misma. Clausewitz proporcionó el paradigma para entender la guerra durante más de
siglo y medio hasta la aparición del poder del armamento nuclear, y a pesar de que su
contexto histórico es el decimonónico posterior a las guerras napoleónicas, sus
194
Ibíd. Pp. 23-25. Ejemplos de violencia ficticia se han mencionado el cine, la televisión o los
videojuegos.
195
[R. Brian Ferguson] ―guerra‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 271.
196
Guerra: ―Lucha armada entre masas humanas organizadas que se consideran soberanas políticamente
y, desde el punto de vista ético, autorizadas para hacer valer sus derechos por la fuerza; derechos que
según ellos no son reconocidos ni respetados por sus adversarios armados‖, PRATT FAIRCHILD,
HENRY. Diccionario de Sociología. Traducción y revisión de T. Muñoz, J. Medina Echevarría y J.
Calvo. 3ª impresión [de la segunda edición], México, Fondo de Cultura Económica, 2004, P. 137.
197
HERNÁNDEZ VELA S., EDMUNDO. Diccionario de política internacional. México, Universidad
Nacional Autónoma de México, 1981, P. 72.
198
CLAUSEWITZ, KARL VON. De la guerra. Traducción de Julio Tello. 1ª reimpresión, México,
Colofón, 2010.
61
observaciones permiten considerar ciertos aspectos de la guerra. Clausewitz mencionó
que ―la guerra es, en consecuencia, un acto de fuerza para imponer nuestra voluntad al
adversario […] La fuerza, es decir, la fuerza física (porque no existe fuerza moral fuera
de los conceptos de ley y estado), es de este modo el medio; imponer nuestra voluntad al
enemigo es el objetivo [el objetivo es desarmar el enemigo].‖199 Como hombre de su
tiempo, Clausewitz entendió la guerra tal y como era la guerra en la primera mitad del
siglo XIX, aunque sin duda era un hombre ilustrado sobre la guerra en la antigüedad, 200
y la guerra fuera de Europa, que definió como la librada entre naciones no civilizadas o
salvajes. Por eso mencionó que ―la guerra de una comunidad –guerra de naciones
enteras y particularmente de naciones civilizadas– surge siempre de una circunstancia
política, y se pone de manifiesto por un motivo político.‖201 De aquí se desprende la
máxima de Clausewitz de que ―la guerra es la mera continuación de la política por otros
medios‖ y que ―…el propósito político es el objetivo, mientras que la guerra es el
medio, y el medio no puede ser nunca considerado separadamente del objetivo‖.202
Clausewitz también mencionó que existen algunas cuestiones de nomenclatura, sí la
guerra es ciencia o arte, y zanjó el asunto mencionando que la guerra en ciencia cuando
se trata de investigar la teoría, mientras que la guerra es arte cuando se trata de la
habilidad práctica, es decir, la conducción de los ejércitos en el campo de batalla, pero
concluyó que ―la guerra no es ni arte ni ciencia en el verdadero sentido de la
palabra…‖.203 De hecho, Clausewitz vio la guerra más como una forma de relación
humana: ―decimos, en consecuencia, que la guerra no pertenece al campo de las artes o
de las ciencias, sino al de la existencia social‖204, y que se relacionaba más con la
economía o la política.
Fue después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, y en plena Guerra
Fría, que los esfuerzos por mantener la paz eran constantes, que se empezaron nuevas
investigaciones sobre el fenómeno de la guerra. Gaston Bouthol (1896-1980) señaló
audazmente que se han hecho propuestas para evitar las guerras sin conocer qué es
dicho fenómeno, cuál es su naturaleza, sus funciones o el papel que desempeña en la
Historia. Una observación importante que hizo Bouthoul es que los juristas pretenden
aplicar leyes y legislar sobre algo que no se conoce, y con esas reglas pretenden detener
dicho fenómeno. Ante el desconocimiento del fenómeno de la guerra, Bouthoul se
199
Ibíd. Lib. I, Cap. I, P. 9. Información entre corchetes nuestra.
Para Clausewitz, el estudio de la guerra a lo largo de la Historia, tenía por objetivo perfeccionar el
conocimiento teórico de la primera, y ―cuanto más retrocedemos, a medida que se hace más árida y pobre
en detalles, menos útil se vuelve la historia militar. La historia menos útil y más estéril necesariamente
debe ser la de los tiempos antiguos. Pero esta inutilidad no es por cierto absoluta; se relaciona sólo con
esos asuntos que dependen del conocimiento de detalles minuciosos o con aquellos en que han cambiado
el método de conducción de la guerra.‖ Ibíd. Lib. III, Cap. VI, Pp. 117-118.
201
Ibíd. Lib. I, Cap. I, P. 23.
202
Ibíd. Lib. I, Cap. I, P. 24. Lenin, que opinaba sobre Clausewitz como ―uno de los más célebres
escritores de filosofía e historia de las guerras‖, compartió este aforismo pero agregándole la visión
marxista: ―La guerra es la continuación de la política por otros medios. Toda guerra va inseparablemente
unida al régimen político del que surge. La misma política que una determinada potencia, una
determinada clase dentro de esa potencia mantiene durante un largo período de tiempo, antes de la guerra,
la continúa esa misma clase, fatal e inevitablemente, durante la guerra, variando únicamente las formas de
acción.‖ Un poco antes menciona como ―…es el carácter de clase de la guerra, sus causas, las clases que
la sostienen, las condiciones históricas e histórico-económicas que la han engendrado.‖ LENIN,
VLADIMIR ILICH. ―La guerra y la revolución‖, en: LENIN, VLADIMIR ILICH. La guerra y la
revolución [Antología]. México, Editorial Roca, (Colección ―r‖, núm. 2), 1972, Pp. 13 y 11.
203
CLAUSEWITZ, KARL VON. Óp. Cit. Lib. II, Cap. III, Pp. 91.
204
Ídem.
200
62
propuso iniciar su estudio sistemático, acuñando el neologismo Polemología (del griego
polemos, guerra, y logos, tratado).205 Así nombró los rasgos que caracterizan la guerra:
1- La guerra supone la lucha contra ―un enemigo activo y organizado,
implica reciprocidad de acción voluntaria.‖
2- La guerra es un fenómeno de carácter colectivo que se diferencia de
otros actos individuales de violencia. Mientras un crimen individual es
motivado por un elemento subjetivo y se realiza por un interés privado, la
guerra se hace al servicio de los intereses de una colectividad y llevado a
cabo por ésta. Se pueden dar objeciones a esta apreciación, pues es difícil
distinguir entre la finalidad y los motivos de los actores guerreros.
3- La guerra tiene un carácter jurídico, es un ―contrato, puesto que no hay
guerra propiamente dicha que no esté regida por unas reglas más o menos
precisas y por un derecho formal o habitual‖. 206
Con estos elementos, Gaston Bouthol propuso una definición del concepto
guerra desde la polemología, pero advirtió que ―una definición exhaustiva […]
supondría un conocimiento perfecto de este fenómeno y estamos muy lejos de ello‖:207
―la guerra es una lucha armada y sangrienta entre agrupaciones
organizadas […] es una forma de violencia que tiene como característica
esencial ser metódica y organizada respecto a los grupos que la hacen y la
forma como la dirigen. Además, está limitada en el tiempo y en el espacio y
sometida a unas reglas jurídicas particulares, extremadamente variables
según los lugares y las épocas. Su última característica es la ser sangrienta,
ya que, cuando no comprende la destrucción de vidas humanas, es un
conflicto o un intercambio de amenazas.‖208
La historia de los acontecimientos insignes realizados por personajes
extraordinarios entró en decadencia junto a la historia militar, después de la Guerra
Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Es durante la década de 1960 y con los
cambios paradigmáticos en las diversas corrientes historiográficas, entre las más
importantes se incluían el marxismo, los anales y el estructuralismo, así como las
críticas posmodernas desde la ―nueva historia‖, como el giro lingüístico, la historia
cultural y las mentalidades, que la historia militar se separó de la historia política, y es
abordada desde nuevas perspectivas y enfoques multidisciplinarios. Con ésta ―nueva
historia‖ se empieza a poner menos atención a las clases sociales dominantes para
iniciar estudios en las clases subalternas, por lo que la historia ya no sólo se encargaba
de investigar las ideologías, instituciones o sociedad en su conjunto, sino también la
vida cotidiana de otros actores sociales, como las mujeres, ancianos y niños. Este nuevo
abanico permitió que se ampliaran los temas de historia militar, ya no sólo era la
historia de los grandes estrategas y estadistas, sino de los soldados rasos, la propaganda,
el espionaje, el arte creado en los momentos de la guerra, las enfermedades y heridas de
205
―En otra obra hemos propuesto dar el nombre de Polemología al estudio científica del fenómenoguerra, considerando como un fenómeno social, para distinguirla de la ciencia de la guerra, tal como se
enseña en las escuelas militares y en los estados mayores.‖ BOUTHOUL, GASTON. Óp. Cit. P. 6, nota a
pie núm. 2. La palabra polemología esta aceptada por la RAE, y es definida como ―Estudio científico de
la guerra como fenómeno social.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la
lengua española. [edición en línea].
206
BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit. P. 30-32.
207
Ibíd. P. 30.
208
Ibíd. P. 35.
63
los combatientes, la desmovilización, los medios de comunicación, o el papel de la
mujer en la guerra. Además la cantidad de fuentes se acrecentó enormemente durante el
siglo XX para estudiar los conflictos armados de esa centuria, y aparecieron nuevas
metodologías para estudiar la guerra, como la arqueología de los campos de batalla, el
uso de modelos de simulación de ―juegos de guerra‖, la microhistoria, la prosopografía,
el método comparativo, así como un nutrido diálogo multidisciplinario, con la
antropología, sociología, psicología, literatura, lingüística, que han enriquecido
notablemente el conocimiento dentro de la historiografía militar.209
La siguiente pregunta ¿Cuándo surgió por primera vez la guerra?, también
presenta complicaciones, pues las evidencias de esta son fragmentarias; pero es
elemental intentar dar respuesta a esta cuestión para conocer este fenómeno, pues coloca
las bases para estudiar sus causas. La guerra se desarrolló en diferentes épocas en las
diversas latitudes; algunos han querido ver las evidencias más remotas de violencia
mortal entre grupos, en un yacimiento en el Valle del Nilo, hace 14000 años, con los
primeros grupos humanos con un estilo de vida semisedentario, aunque estos restos no
son aceptados por todos los investigadores como la evidencia más temprana de guerra;
en otras partes del mundo la guerra surgió junto con la aparición de las primeras
aldeas.210 En la parte septentrional de Iraq, se encuentran las evidencias arqueológicas
aceptadas como guerra más antigua y datan del 8000 a. de n.e.. Para las regiones de
Europa Central, los restos se datan en el 5000 a. de n.e., en China son de 3000 a. de n.e.,
mientras que en Sudamérica se calcula que son de 3000 a. de n.e..211 Para el caso
mesoamericano, podemos encontrar muestras de militarismo durante el Preclásico, de
los años 2500 a. de n.e. al 100 d.n.e.,212 con una larga tradición militar que se desarrolló
desde los olmecas arqueológicos hasta la llegada de los europeos en el siglo XVI.213
La evidencia arqueológica que permite documentar la presencia de la guerra se
encuentra en las huellas en los restos óseos, asentamientos, armamento y arte. 214 Las
evidencias en los restos humanos son un buen indicador de la práctica guerrera en las
209
BORREGUERO BELTRÁN, CRISTINA. ―La historia militar en el contexto de las nuevas corrientes
historiográficas. Una aproximación‖, en: Manuscrits. Revista d‟Història Moderna. Barcelona,
Universidad Autónoma de Barcelona-Departamento de Historia Moderna y Contemporánea, Vol. 34,
2016, 145-176.
210
[R. Brian Ferguson] ―guerra‖, en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 271.
211
SOUZA, PHILIP DE. ―Introducción: la terrible marca de la guerra‖ en: SOUZA, PHILIP DE (Editor).
El mundo antiguo en guerra. Una historia global. Traducción de Manuel Villanueva Acuña. España,
Ediciones Akal, (Grandes temas, núm. 9), 2008, Pp. 7-8.
212
Durante este período ―es donde podamos comenzar a reconocer algunos indicadores arqueológicos de
la práctica de la guerra. Parte de estos indicadores pueden estar registrados en los monumentos
escultóricos, piezas cerámicas con la representación de guerreros armados, o bien en los instrumentos
líticos y de madera como evidencia directa de su armamento. También parte de este registro puede estar
presente en sus construcciones que permiten explicar algunos aspectos del arte de la poliorcética
mesoamericana como son palizadas, fosos, sitios fortificados o asentamientos localizados en zonas
estratégicas de defensa ubicadas en las zonas altas de los cerros. La antropología física también puede
proporcionar datos a partir de la evidencia de restos óseos con huellas de violencia tema que aún está en
proceso de desarrollo.‖ CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento
vislumbrados… Óp. Cit. P. 122.
213
HASSIG, ROSS. ―Mesoamérica de los olmecas a los aztecas‖ en: SOUZA, PHILIP DE (Editor). Óp.
Cit., Pp. 275-293.
214
Esto no significa que estos materiales arqueológicos seas fáciles de analizar, sino todo lo contrario,
existe una gran cantidad de interpretaciones que se les pueden dar. Aunque la guerra puede ser más
antigua que las fechas dadas, es precisamente para esas fechas que se tiene seguridad arqueológica de que
la guerra era practicada por las sociedades de esas partes del mundo. FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra
antes de la historia‖ en: SOUZA, PHILIP DE (Editor). Óp. Cit., P. 15.
64
sociedades prehistóricas, como lo son puntas de flechas incrustadas, fracturas en
cráneos hundidos, huesos rotos sin soldar, cuerpos insepultos o enterramientos en masa,
pero estas evidencias pudieron deberse a otros factores, como accidentes de caza,
luchas rituales, violencia doméstica, asesinato o sacrificio. También los restos de
asentamientos son excelentes indicadores sobre la guerra, como es el aglutino de las
viviendas, asentamientos en colinas o riscos, muros y emplazamientos defensivos,
atalayas o destrucción de un poblado, pueden ser evidencias de presencia de conflicto
armado. Pero la presencia de estas características en los asentamientos pueden deberse
por la necesidad de protegerse contra los depredadores, indicar la categoría de un
pueblo, o un incendio causado por un accidente, además, sí un poblado se encontraba en
un territorio seguro, no tenía necesidad de fortificarse sí la guerra se practicaba más allá
de su hinterland.215 La presencia de armamento es otro de los elementos que nos
permiten estar frente a indicios de violencia mortal, lamentablemente es sólo hasta el
armamento especializado, es decir, el diseñado específicamente para matar otros seres
humanos, que podemos estar seguros de la presencia de la guerra, pues una lanza o el
arco y flecha, sirven como herramientas, tanto para cazar, como para guerrear. El arte
rupestre también es una excelente fuente para documentar la guerra, pero la datación del
soporte, así como la idea que se trató de representar (puede ser una escena de guerra o
un ritual, incluso una danza) impide un fechamiento apropiado para identificar la época
en que fue elaborado.216
La cuestión sobre cuando se originó la guerra ha propiciado varias posturas.
Desde la arqueología se encuentran por lo menos tres, los que aceptan su existencia
desde tiempos inmemoriales; los que aceptan las fechas dadas como inicios de este
fenómeno, considerando a la guerra como contraposición de una época anterior de paz;
y los que se mantienen en un punto medio, aludiendo que las fuentes no permiten
investigar más atrás en el tiempo, pero no descartan que no haya existido mucho
antes.217 En otros campos de conocimiento, como la filosofía, por lo menos en la cultura
occidental,218 se mantienen dos posturas opuestas: una pesimista y misantrópica que
asegura que la guerra es inherente al ser humano, que ha existido siempre y está en su
naturaleza,219 y otra que considera que la guerra es una práctica cultural, con un
desarrollo histórico determinado donde la paz existió antes de la guerra. Esta última
postura abreva en gran parte, de una larga tradición teológica donde se presenta un
pasado cuasi comunista de inspiración edénica, justo antes del pecado mortal de Adán y
Eva, así como el asesinato de Abel por parte de Caín. 220 El mismo materialismo
215
―Hinterland: éste término alemán, muy empleado en economía, significa las tierras que rodean una
ciudad o zona, de las que ésta puede abastecerse. [T]‖. HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes.
La economía política del Valle de México en el siglo XVI. Traducción de Juan José Utrilla. México,
Alianza Editorial Mexicana, 1990, nota a pie, P. 13. Corchete original. Sobre el por qué las capitales de
las entidades políticas al momento del contacto no contaban con sistemas defensivos, véase apartado
sobre la poliorcética mesoamericana en el capítulo III de esta investigación.
216
FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖, en: Óp. Cit., Pp. 15-16.
217
Ibíd. P. 16.
218
Fue durante el siglo XIX que se lograron avances importantes en diversos campos del conocimiento,
para ver un estudio en el campo de la filosofía y sus estudios sobre la guerra, Cf. GALLIÉ, WALTER
BRYCE. Filósofos de La Paz y de La Guerra: Kant, Clausewitz, Marx, Engels y Tolstoi. 1ª reimpresión,
México, Fondo de Cultura Económica, (Breviarios núm. 289), 1985.
219
Esta idea de que el pasado de la humanidad fue muy violento, se debe a que ―en el pasado [de la
investigación arqueológica], los daños óseos post mórtem a menudo incorrectamente identificados como
una prueba de violencia, un error que dio lugar a suponer escenarios muy sanguinarios en la prehistoria
humana.‖ FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 16.
220
Un buen ejemplo de esta idea es la que puso Miguel de Cervantes en boca de Don Quijote en su
famoso ―Discurso de la Edad de Oro‖: ―Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos
65
histórico ha sido criticado de abrevar de este pensamiento, Louis Althusser (1918-1990)
por ejemplo, dentro de sus tesis sui generis sobre el marxismo, menciona que el
materialismo histórico desarrollado por Marx, Engels y Lenin, ―como todo materialismo
de la tradición racionalista es un materialismo de la necesidad y de la teleología, es
decir, de una forma disfrazada de idealismo.‖221 Esto se desprendería de que al igual que
esta postura filosófica, el materialismo histórico concibe un Origen, Sentido, Causa,
Razón o Fin en la Historia. Así pues, se lee el estadio del comunismo primitivo, como
una época en la historia humana donde la propiedad era colectiva, igualitaria y
autosuficiente, y después de un pecado original (propiedad privada acumulada por unos
cuantos) y la redención (revolución proletaria), se llega al estadio idílico del
comunismo. Esta crítica por supuesto que hay que matizarla, pues en los escritos que
dejaron Marx y Engels, la imagen idílica del comunismo primitivo no existe, y sobre la
imagen del comunismo como un paraíso terrenal, ellos mismo declararon que era
demasiado temprano como para saber a ciencia cierta cómo sería la ―sociedad
socialista‖ en ese estadio.222
Nosotros nos posicionamos en esta última, pues si bien la idea de un pasado
―pacífico‖ tiene sus orígenes en la teología cristiana, la Historia ha demostrado como la
guerra ha cambiado drásticamente en los 10000 años de los cuales se tiene registro,
observándose una oposición paz-guerra. Como hemos mencionado, la definición de
guerra es fundamental, pues no es lo mismo un enfrentamiento entre dos bandas de
homínidos luchando por una presa, que un individuo en una instalación militar
subterránea, presionando un botón para lanzar un misil balístico intercontinental, con
capacidad de matar a millones de personas al otro lado del mundo. No es lo mismo la
guerra primitiva, la guerra en las sociedades pre-estatales y estatales, ni es lo mismo en
los diferentes modos de producción que existieron y existen.
Así, la tercera pregunta importante para entender este fenómeno entonces es
¿Cuáles son las causas que provocan la aparición de la guerra? Dar una explicación del
origen es sumamente complejo, diversas doctrinas y escuelas de pensamiento han
pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se
estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían
ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie
le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de
las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras
fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las
quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas,
ofreciendo a cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo. […] Todo era
paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir
ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre; que ella sin ser forzada ofrecía, por todas las
partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la
poseían. […] No había la fraude, el engaño ni la malicia mezcládose con la verdad y llaneza. La justicia
se estaba en sus propios términos, sin que la osasen turbar ni ofender los del favor y los del interese, que
tanto ahora la menoscaban, turban y persiguen. La ley del encaje aún no se había sentado en el
entendimiento del juez, porque entonces no había qué juzgar ni quién fuese juzgado. […] Y ahora, en
estos nuestros detestables siglos, no está segura ninguna [doncella], aunque la oculte y cierre otro nuevo
laberinto como el de Creta…‖. CERVANTES SAAVEDRA, MIGUEL DE. Don Quijote de la Mancha.
Estudios de Mario Vargas Llosa y Francisco Ayala; Edición y notas de Francisco Rico. 6ª reimpresión,
México, Real Academia Española-Alfaguara, (Edición del IV centenario), 2004, Primera Parte, Cap. XI,
97-99. Cursivas originales, información entre corchetes nuestra.
221
Cf. ALTHUSSER, LOUIS. Filosofía y marxismo. Entrevista por Fernanda Navarro. México, Siglo
XXI, 1988, P. 33.
222
―[Carta de] Engels a Conrado Schmidt, Berlín, 5 de agosto de 1890‖, en: MARX, CARLOS;
ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, 1975, T. III, P. 511.
66
tratado de encontrar las respuestas a esta interrogante desde tiempos remotos.223
Conociendo las condiciones históricas en las cuales se desarrolló la guerra, podemos
tener ciertas nociones sobre sus orígenes, cuál es su contexto y por qué se produce. La
realidad arqueológica e histórica nos muestra un proceso complejo, que nos impide en
pensar en una teoría simplista sobre las causas y orígenes de la guerra:
―Si comparamos algunas situaciones a lo largo del mundo, varios hechos aparecen una y
otra vez antes o en el momento de que se desarrolle la guerra. Más que la causas de la
guerra, pueden considerarse como precondiciones que hacen su inicio o su intensificación
más probables. Estas precondiciones no son independientes, muchos vínculos causales
conectan unos con otros. Pero cuando varias de ellas coinciden, se asientan las bases para
224
que cualquier chispa desate finalmente el fuego.‖
Sin embargo, siguiendo dentro de nuestra corriente de estudio, consideramos que
la mayoría de las causas de las guerras en el mundo antiguo hasta las sociedades
precapitalistas pertenecen a la base material de la realidad (ya sea por los factores
geográfico-ecológicos, de la economía, demografía o tecnología) que determinan en
última instancia, todas las instituciones y organización de los grupos humanos
(etnología, psicología, política, religión); conociéndolos, tendremos un panorama de las
causas que la provocan, y atendiendo ―el hecho de que en la guerra, los efectos rara vez
proceden de una sola cusa, sino de varias causas unidas…‖.225 R. Brian Ferguson,
revisando los casos donde está presente la violencia mortal entre grupos en el registro
arqueológico, destaca cuatro precondiciones que son constantes,226 a las cuales
agregamos otras dos que nos parecen importantes, y que nos dan un cuadro más amplio
del fenómeno:
A- En las sociedades de cazadores-recolectores, el entorno geográfico
dónde subsisten, el territorio es el principal motivo por el que puede haber
conflicto entre los diferentes grupos humanos. Marx menciona por ejemplo
que ―en la tierra de caza de las tribus indias salvajes de América: la tribu
considera a cierta región como su zona de caza y reafirma esto por la
violencia frente otras tribus o trata de expulsar a otras tribus de la región
que ella misma reclama.‖227
1- El sedentarismo es una precondición importante para que se desate la
guerra, aunque los restos materiales comprueban que la guerra era
practicada mucho antes de la agricultura o la civilización. Con el
sedentarismo también ocurren otros fenómenos importantes, cómo lo es el
aumento de la densidad demográfica, y que gracias a ella, se pueden librar
guerras donde no peligre la supervivencia del grupo, al existir un excedente
poblacional que puede dedicarse a esta actividad. El sedentarismo también
propicia la aparición de la posesión y propiedad, y con la aparición de esta,
se hace necesario proteger los medios de subsistencia.228 El sedentarismo
223
Recordemos que si bien existen textos históricos donde se mencionan acciones militares, no fue hasta
la cultura griega clásica en que Heródoto de Halicarnaso, se propuso a escribir sus Historias ―para que no
se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, […] y, sobre todo, la causa por la que se
hicieron la guerra.‖ HERÓDOTO. Óp. Cit., Lib. I, proemio, P. 3.
224
FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 24. Cursivas nuestras.
225
CLAUSEWITZ, KARL VON. Óp. Cit., Lib. II, Cap. V, P. 98.
226
FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., Pp. 25-27.
227
MARX, KARL. Formen, P. 88.
228
―La guerra es entonces la gran tarea común, el gran trabajo colectivo, necesario para ocupar las
condiciones objetivas de la existencia vital o para proteger y eternizar la ocupación de las mismas.‖ ―Por
67
también supone el almacenamiento de alimento, lo que puede ser atractivo
para otros grupos humanos, aunque el ganado229 de las sociedades de
pastores nómades tiene el atractivo de que puede ser fácilmente
transportado, al poseer su propia capacidad de moverse.
2- Otras precondiciones se relacionan con la organización social, pues
parece que con la segmentación de la sociedad en linajes o clanes, influye
notablemente en la aparición de la guerra. Con estos grupos se provee la
base de guerreros, así como la creación de identidades colectivas, que
legitiman el asesinato contra otros individuos (las evidencias más
tempranas indican que grupos de una misma cultura o similares, se hacían
la guerra). La guerra tiene sus máximos exponentes en las sociedades donde
existe una división del trabajo compleja, la jerarquía tiene importancia
política, y el papel de los líderes es de gran peso, pues se ha observado
etnográficamente, que los jefes más humildes manipulan los esfuerzos de la
guerra para adquirir cierto estatus, ―no siempre pasa, pero con frecuencia
los líderes promueven la guerra porque la guerra favorece a los líderes…si
la ganan.‖230 (Ver Cuadro 1).
3- El comercio a larga distancia, especialmente el de los bienes de prestigio,
suntuarios y de lujo, genera concentración de riqueza que puede ser
monopolizada por un grupo o sujeta a saqueos. Las rutas comerciales
proporcionan grandes beneficios a quienes las controlan, y permiten exigir
tributos o dominar el comercio, así como ejercer influencia en puntos
geográficos alejados, pero este control de las vías de comercio debe ser
protegido de ataques.
4- La guerra parece nacer o intensificarse ahí dónde ocurre un gran desastre
ecológico, que puede ser por causas naturales, como disminución de lluvias,
desborde de un río, inundación en tierras cercanas al mar, que provocan la
escasez de alimentos y el reajuste de la población. También pueden tener un
origen antropogénico, es decir, cambios en el medioambiente producidos
por la actividad humana, como lo son la degradación del suelo por la
sobreexplotación agrícola, pastoril o forestal, así como obras hidráulicas,
que modifican el paisaje de forma importante. ―La guerra intensa asociada
con cambios negativos de tipo ecológico parece haberse extendido en
muchas zonas, lo que debería alarmarnos en lo referente a nuestro actual
medioambiente global.‖231
B- La guerra también puede tener motivaciones religiosas, raciales o
simbólicas, que también tienen su origen en la base material, aunque se
desarrollan en las relaciones existentes de la superestructura. Así muchos
conflictos del pasado y presente han tenido motivaciones religiosas o
eso es la guerra uno de los trabajos más originarios de todas estas entidades comunitarias naturales, tanto
para la afirmación de la propiedad como para la nueva adquisición de ésta.‖ Ibíd., P. 71, 88. Cursivas
originales.
229
―En este caso, de lo que hay apropiación y reproducción es de hecho el rebaño y no de la tierra, la que
no obstante, es siempre utilizada temporalmente, en forma colectiva, en los puntos en que se hace alto.‖
Ibíd. P. 88.
230
FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 26.
231
Ibíd. P. 27.
68
ideológicas, porque éstas están revestidas de determinados significados que
son necesarios defender y reivindicar ante los otros.
Estas son las precondiciones identificadas con las cuales la guerra se ha hecho
presente en diferentes tiempos y latitudes. El materialismo histórico ha explicado las
causas de la guerra desde su perspectiva materialista, considerando algunas de las
precondiciones ya mencionadas. Aunque la causa principal de su origen es atribuida, en
última instancia, a un factor económico, en este caso a la aparición de la posesión o
propiedad de los medios de producción, que tiene gran impacto en la organización
social, pues aparecen las clases. Así, la guerra es producto de la lucha que existe entre
diferentes grupos de interés, lucha que trata de evitarse con la máquina estatal, de
impedir la lucha de clases para permitir a una dominar a las otras. 232 R. Brian Ferguson
se pregunta entonces, ―sí hubo un tiempo anterior a la guerra, ¿cómo es qué ésta se
volvió tan común?‖233 Ésta pregunta la responde explicando otras cuatro coyunturas
históricas que provocaron la continuación de la práctica bélica:
1- Como hemos visto, ―la guerra comenzó en más lugares en cuanto las
precondiciones enumeradas antes se hicieron más habituales.‖234 Gracias a
estas, las tradiciones guerreras sui generis de Oriente Medio, China,
Mesoamérica, Andinoamérica y el Pacífico Sur, mantuvieron una constante
durante varios milenios, teniendo un desarrollo histórico permanente.
2- ―En segundo lugar, la guerra se difunde. En Japón, la guerra fue
importada por pueblos procedentes de Corea. En Norteamérica, las jefaturas
guerreras del Mississippi se extendieron por medio oeste y este. Por su
parte, los navegantes polinesios llevaron consigo una cultura de la guerra a
los nuevos territorios.‖235
3- La aparición de los Estados también fue un aliciente para que se
propagara la guerra. Si bien la guerra se ha practicado por sociedades con
diferente organización social, es en las sociedades de tipo estatal en que
dicho fenómeno muestra sus características más complejas. Los Estados
emprenden guerras para aumentar su influencia sobre vastos territorios, lo
que provoca una reacción de defensa de sus vecinos, difundiendo la práctica
de la guerra. Además los Estados controlan rutas de comercio, y como se ha
mencionado, estas tienen un alto valor económico que es protegido por
fuerzas armadas. También la Historia ha sido testigo de cómo la caída de un
232
―La guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la forma más
alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, Estados o grupos políticos, cuando
estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su desarrollo.‖ TSE-TUNG, MAO.
―Problemas estratégicos de la guerra Revolucionaria de China‖ en: TSE-TUNG, MAO. Obras Escogidas
de Mao Tse-tung. Pekín, Ediciones en lenguas Extranjeras, tomo I, 1968, P. 195. Ross Hassig considera el
mismo origen, pero sin clave marxiana en nuestra área cultural de estudio: la ―…guerra sistemática [en
Mesoamérica], que se dio solamente tras el establecimiento de las comunidades. La acumulación de
bienes llevaba aparejada la necesidad de defenderlas, lo que permitió el surgimiento de dirigentes
poderosos.‖ HASSIG, ROSS. ―La guerra en la antigua Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana,
Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 32-40. Información entre corchetes nuestra.
233
FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 27.
234
Ídem.
235
Ídem.
69
Estado, puede abrir la puerta a cruentos periodos de lucha entre facciones o
grupos de poder.236
4- Una última circunstancia histórica está relaciona con el expansionismo
europeo por todo el orbe. Contrario a la creencia de que Europa cultivó los
valores de la paz a los ―salvajes‖ no-occidentales, los primeros contactos,
lejos de ser graduales como ocurría con los antiguos Estados, fueron
rápidos y traumáticos. Los europeos impusieron en las enormes regiones
exploradas su forma de vida, sistemas de creencias, modos de producción,
mercados y ―sus técnicas militares y su tecnología, [que] con el tiempo,
transformó de modo radical los modos de hacer la guerra indígenas. […]
Todos estos factores crearon una ola creciente de guerra que se estendió
[sic.] mucho más allá que la colonización real, y que con demasiada
frecuencia ha sido confundida con un modelo anterior a ese contacto.‖237
Estas cuatro pautas explican que la guerra es antigua, pero también por qué se ha
extendido por la mayoría de las sociedades, independientemente de su organización
social, cultura o etnia, en los últimos 10000 años, desde su plena identificación en el
norte de Iraq. Pero estos 10000 años de guerra documentada en el registro arqueológico
e histórico, muestran también un panorama de que en la Historia, preceden cantidades
de tiempo mayor de paz, en que la humanidad no practicaba la violencia mortal entre
grupos que los expertos definen como ―guerra‖.238 Ahora que conocemos cuándo, en
qué condiciones surgió y por qué continuó desarrollándose, debemos revisar cuales son
los factores y características más importantes para poder comprender este fenómeno
(Ver Cuadro 2).
Características económicas de la guerra.
Las sociedades que emprenden una guerra deben de prevenirse en diversos aspectos
económicos. La actividad bélica plantea problemas de financiación o de producción de
acumulación importantes. La infraestructura económica para realizar una guerra es
impresionante: se requiere de una acumulación previa de alimentos para la
sobrevivencia del grupo, tanto para los encargados de practicar la violencia mortal, así
como la de los no combatientes; se necesita producir todo lo necesario para el combate
como el armamento, transporte, equipamiento, etcétera. También se precisa de
administrar la mano de obra, pues se desplaza a parte de ésta para dedicarse a las
actividades militares, desatendiendo las actividades productivas. La guerra es una
actividad de lujo, ya que sólo puede prepararse con los excedentes. Esta preparación
económica es más acentuada en las sociedades organizadas bajo el Estado, pues éste
tiene que mantener cierto número de combatientes, técnicos y obreros, cuya misión es
prepararse para el ataque o defensa. Incluso vemos como en este tipo de sociedades se
dedica parte de la producción para las actividades guerreras, este excedente es llamado
236
Existen varios ejemplos históricos, por ejemplo, con la caída del Imperio Romano de Occidente y la
irrupción violenta de las tribus bárbaras, se inició la formación de los reinos románico-germánicos,
antecedentes inmediatos de los reinos medievales. Un ejemplo contemporáneo es el desmembramiento de
Yugoslavia, que tras el colapso del sistema socialista se desintegró hasta en seis naciones diferentes a
través de una cruenta guerra civil, proceso que dio origen a la palabra ―balcanización‖. En la Historia de
Mesoamérica también encontramos este tipo de fenómenos, cuando las capitales del Clásico cayeron, se
entró en un era de fragmentación política y auge del militarismo, conocida como Epiclásico, que culminó
con las sociedades militaristas del Posclásico.
237
Ídem.
238
Ídem.
70
presupuesto o tesoro de guerra; Para el caso tarasco podemos recordar las ―trojes de
guerra del cazonci‖, lugares donde se almacenaba el excedente de bastimentos,
armamento y atavíos, para ser consumidos en la guerra por las huestes del supremo
gobernante tarasco. Bouthoul resume así estos aspectos:
―Toda guerra es, desde cierto punto, una empresa económica, empieza por una
acumulación de capital, de moneda o de materiales. Y, a medida que su terreno se va
ampliando y que se va haciendo más vasta y más sabia, los medios económicos puestos en
239
juego, así como los fondos empleados, van haciéndose más considerables.‖
Las guerreas también traen consigo consecuencias económicas. En la guerra
existe un consumo acelerado, donde se destinan enormes cantidades de recursos para
sostener la guerra. ―Cuando llega a su fin, provoca unos desplazamientos de riquezas,
por el mismo hecho de que divide a los beligerantes en vencedores y vencidos.‖240
Aspectos demográficos de las guerras.
El aspecto demográfico es muy importante, ya que el homicidio colectivo, organizado y
finalizado, es la esencia de toda guerra. Gaston Bouthoul enumera tres efectos
importantes que impactan en la demografía de los beligerantes. En primer lugar, la
guerra provoca el aumento de la mortandad (menos para el vencedor que para el
vencido).241 En segundo, la guerra sería una institución destructora voluntaria, cuyo fin
es extirpar del grupo cierto número de individuos para mantener el equilibrio biológico
o relajación demográfica.242 El tercer caso es que la mayoría de las bajas en combate
son esencialmente hombres jóvenes, es una tradición militar muy antigua y difundida
que este sector de la población soporte la mayor carga del conflicto. 243 Un excelente
239
BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., P. 36.
Ibíd. P.40.
241
Esto no siempre ocurre en la Historia, a veces los vencedores pierden más de lo que ganaron, el
ejemplo más conocido, y qué es origen del adjetivo ―pírrico, pírrica‖, teniendo tres definiciones por la
REA como ―1-Dicho de un triunfo o de una victoria: Obtenidos con más daño del vencedor que del
vencido‖; ―2-Conseguido con mucho trabajo o por un margen muy pequeño‖; ―3-De poco valor o
insuficiente, especialmente en proporción al esfuerzo realizado‖; ACADÉMIA DE LA LENGUA
ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]; cuyo origen se encuentran en la
Antigüedad Clásica con el rey Pirro de Epiro, quién en el año 279 a. de. n. e., libró la Batalla de Ásculo,
perdiendo 3500 efectivos contra 6000 romanos: ―Con los dos ejércitos retirados, es fama que Pirro
contestó lo siguiente a uno de los que habían acudido a felicitarle: «Una victoria más sobre los romanos y
estaremos completamente perdidos». No en vano había perdido buena parte del ejército que había llevado
consigo, así como a todos sus amigos y generales, excepción hecha de unos pocos, a los que no era
posible reemplazar por otros; veía además que sus aliados de allí daban señales de agotamiento, mientras
que a los romanos, cuyo campamento se iba llenando de hombres rápida y fácilmente como si de una
fuente que manara desde el interior de la ciudad se tratara, con las derrotas no les flaqueaba el valor, sino
que, por el contrallo, la ira les confería incluso nuevos bríos y ambición de cara a la guerra.‖
PLUTARCO. Vidas paralelas IV. Introducción, traducción y notas de Juan M. Guzmán Hermida y Óscar
Martínez García. España, Gredos, (Biblioteca Clásica Gredos núm. 356), 2007, P. 240. Un ejemplo
contemporáneo sobre una guerra ganada con grandes pérdidas, es la que libró la URSS en la Segunda
Guerra Mundial contra el fascismo, pues sí bien al terminar obtuvo un estatus de ―superpotencia‖ que sólo
compartió con los EUA, la URSS perdió a más habitantes y bienes materiales que las derrotadas
Alemania y Japón juntas, iniciadoras de la guerra. THOMSON, DAVID. Historia mundial de 1914 a
1968. Traducción de Edmundo O‗Gorman. 10ª reimpresión [de la 2ª edición], México, Fondo de Cultura
Económica, (Breviarios núm. 142), 1992, Pp. 202-203.
242
BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., Pp. 50-58. Entre otras ―instituciones destructoras‖ cuyo fin
también es la ―relajación demográfica‖, Bouthoul cita el infanticidio directo, el infanticidio indirecto, las
mutilaciones sexuales, el monacato, la esclavitud y el derecho represivo. Ibíd. Pp. 58-62.
243
Ibíd. P. 50.
240
71
testimonio mesoamericano de estos aspectos, lo encontramos en el Edificio L de Monte
Albán, donde se encuentran bloques de piedra grabados con figuras antropomorfas
masculinas, conocidas como ―Danzantes‖. Entre las interpretaciones de estas figuras, se
encuentra la que sugiere que representan a los señores conquistados por Monte Albán, y
que fueron castrados después de ser derrotados.244
Bouthoul también le quiere dar una causa y función biológica a las guerras.245
Menciona que ―en biología, una función es una operación que se repite regularmente en
todos los organismo de una misma especie.‖246 Así, sostiene que la guerra es un
fenómeno propenso a cierta reincidencia, cuyo principal efecto es provocar un aumento
de la mortandad o un descenso de la natalidad, cuya función sería mantener la relajación
demográfica.247 Según esta tesis, la guerra serviría para mantener el equilibrio biológico.
Consideramos que Bouthoul caen en un mecanicismo, pues después de mencionar cómo
ciertos sistemas de cuerpos pueden acumular energía, para después expulsarla
violentamente, declara que este ―es el carácter de nuestra fisiología animal‖248 y que
estos procesos tienen parangón en nuestra vida psicológica. Nosotros no compartimos
esta tesis, teniendo en cuenta los argumentos líneas más arriba sobre la psicología de la
violencia.
Entonces la guerra sería una función social ―caracterizada por la acumulación de
un capital humano en una sociedad, una parte del cual, en un momento dado, es
expulsado violentamente.‖249 Bajo esta tesis, Bouthoul acuña el concepto ―estructura
explosiva‖, y la define como una estructura demoeconómica de un grupo, en la cual un
excedente considerable de hombres jóvenes sobrepasan las tareas indispensables de la
economía, situación que predispone la impulsión bélica y la expansión brusca, cuyos
dos tipos clásicos son la migración en grupo y la expedición guerrera.250 Para sostener
esta tesis, Bouthoul muestra algunos de los períodos bélicos de la historia europea: la
Guerra de los Cien Años, las guerras de Treinta Años y Religión, la Revolución
Francesa y el Imperio Napoleónico, donde ―se demuestra que los largos períodos de
guerras destructoras suceden a períodos de expansión demográfica‖,251 es decir, que la
presión demográfica da lugar a la estructura expansiva, luego incrementa la mortandad
o ―relajación demográfica‖, y se reinicia el ciclo de este fenómeno. Bouthoul concluye
la exposición de los aspectos demográficos con la siguiente cita: ―De este modo, la
experiencia histórica demuestra que ninguna gran guerra es concebible fuera del clima
particular que creo la superpoblación. Una gran guerra no puede existir sin una
infraestructura demográfica adecuada.‖252
244
ORR, HEATHER S.. ―Los Danzantes del Edificio L de Monte Albán‖. Traducido del Inglés por Alex
Lomónaco, en: http://www.famsi.org/reports/93003es/93003esOrr01.pdf (Consultado 7 de diciembre de
2018).
245
Si bien esas ideas las vamos a rebatir más adelante, es conveniente hacer mención de la función
demográfica que se le pretende atribuir.
246
Ibíd. P. 51.
247
Bouthoul llama relajación demográfica a la ―eliminación y a la disminución brusca del crecimiento
que sigue infaliblemente a cada guerra.‖ Ibíd. P. 53.
248
Ibíd. P. 52.
249
Ibíd. P. 53.
250
Bouthoul agrega que la guerra no es más que una migración armada y organizada en un país enemigo
o más allá. Ibíd. P. 53.
251
Ibíd. P. 55.
252
Ídem.
72
Características etnológicas de la guerra.
La guerra se relaciona con diversos aspectos etnológicos como lo son la fiesta, algunos
caracteres estéticos, la fuente de emociones, lo sacro y el sacrificio. Varios aspectos
comunes que existen entre la fiesta y la guerra, encontramos que la fiesta implica la
reunión material de los miembros del grupo, el desembolso o derroche ritual de bienes
previamente acumulados, la destrucción ostentatoria como acto simbólico, la subversión
de ciertas reglas morales y tabúes, la fiesta es un rito de exaltación colectiva, la
insensibilización física, y el acompañamiento de ritos sacrificantes, por lo que ―puede
decirse que la guerra es la fiesta suprema…‖.253 En la fiesta y la guerra destaca también
el carácter estético de la última, pues se han elaborado a lo largo del tiempo y el
espacio, ornamentos para el combatiente, como lo han sido adornos de metales
preciosos, plumas, telas de vivos colores, pieles de animales, etcétera; así como la
mezcla entre la guerra y danzas colectivas, ambos aspectos estéticos asemejan la guerra
con un espectáculo.254
La guerra también tiene un carácter de distracción, pues a los efectivos
movilizados se les arranca de la vida cotidiana, colocándolos en un ambiente material y
psicológico distinto, ―la guerra es, ante todo, una fuente de emociones incomparable.‖255
El salir de la vida cotidiana también trae aparejada una transmutación de los valores que
se relaciona con la guerra y lo sagrado, ―los objetos de lo sagrado y de lo profano se
modifican, sus límites sufren un desplazamiento inmediato. Induce primeramente al
homicidio, prohibido por regla general en tiempo de paz, pero de pronto permitido y
recomendado por lo que respecta al enemigo. Otras prohibiciones referentes a la
protección de la propiedad de los bienes y a la integridad física son levantadas; el pillaje
y la apropiación de los bienes del enemigo, bajo diferentes formas, se convierten en
lícitas, Igualmente, muchas veces se admite, abierta y tácitamente, el rapto y, sobre
todo, la violación.‖256 La guerra también está estrechamente relacionada con ritos
sacrificiales, y en varias culturas alrededor del mundo, la principal razón de la guerra
estaba ligada al sacrificio. Un ejemplo por excelencia, son la religiones de Mesoamérica
durante el Posclásico Tardío, donde la guerra se justificaba como un sacrificio masivo
para los dioses y la continuidad del mundo. Otro fenómeno relacionado con los ritos de
sacrificio, tiene que ver con el culto a los muertos, y en este caso, a los muertos en
combate, ya que permite a las ideologías el culto a los héroes.257 El culto a los ancestros
fue fundamental para las clases dominantes indígenas, ya que los linajes gobernantes
justificaron su autoridad y legitimidad por medio de sus antepasados; al enterrar a sus
familiares pretéritos en un territorio, se podía justificar la antigüedad y dominio sobre la
tierra, de ahí la importancia que tuvieron las genealogías de ancestros en
Mesoamérica.258
El debate de la ―guerra primitiva‖, es decir, la que se practica en las sociedades
pre-estatales, es que el que más discusiones ha generado al respecto a su origen. Una de
las primeras explicaciones que intentaron ser científicas, fue la que proporcionó el
discurso naturalista, el cual promulga que el comportamiento agresivo en el ser humano
253
Ibíd. Pp. 65-66.
Ibíd. P. 67.
255
Ibíd. P. 68.
256
Ibíd. P. 69. Cursivas originales.
257
Ibíd. Pp. 70-72.
258
FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica. México, Fondo de Cultura
Económica, (Colección Tezontle), 2009, Pp. 20-21.
254
73
es inherente a su especie, o séase, que la violencia es lo que permite al hombre la
subsistencia frente a la naturaleza y otros grupos humanos.259 Con las evidencias
actuales, y sabiendo ―el hecho de que la guerra haya cambiado de manera tan radical a
lo largo de los tiempos prueba claramente que se trata de un producto de la cultura‖,260
no podemos sino negar dicha tesis, pues si la guerra fuera una parte inherente de nuestra
naturaleza hacía mucho que la razón no hubiera imperado sobre la guerra nuclear. El
discurso naturalista, que tuvo su auge con los descubrimientos de Darwin y que
posteriormente se desenvolvieron en las teorías eugenésicas, supremacistas y fascistas
son las fuentes del discurso naturalista, y que en la actualidad sigue floreciendo en
ciertas zonas del mundo, y lamentablemente, dentro de algunos círculos académicos.
―El mal uso de hechos y teorías científicos con el fin de legitimar la violencia y la
guerra, sin ser un fenómeno nuevo, está estrechamente asociado al advenimiento de la
ciencia moderna. Por ejemplo, la teoría de la evolución ha sido ―utilizada‖ para
justificar no sólo la guerra, sino también el genocidio, el colonialismo y la eliminación
del más débil.‖261
Aspectos ideológicos de la guerra.
La ideología, entendida como el conjunto de creencias determinadas por las relaciones
sociales de producción, que permiten la cohesión social, así como el dominio de un
grupo o clase sobre otros, han jugado un papel importantísimo para la guerra. Al ser un
producto social, la ideología también es histórica, es decir, las ideas sobre la guerra se
transforman con el devenir: ―¿Qué demuestra la historia de las ideas sino que la
producción intelectual se transforma con la producción material? Las ideas dominantes
en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante.‖262
Todos los grupos, organizaciones, clases o colectividades que emprenden la violencia
mortal entre seres humanos, justifican su origen, sentido, causa, razón o fin a través de
sistemas ideológicos. Las sociedades que han practicado la guerra han generado
ideologías sobre la misma, con el fin de justificar su práctica e importancia, por lo que
su estudio se convierte en una pieza fundamental para tener una idea de la guerra como
fenómeno complejo.
La ideología de la clase dominante permite a las entidades políticas movilizar a
cientos de combatientes para que luchen o defiendan determinado sistema de valores,
que con frecuencia responde a los intereses de dicha clase. Así pues, para ―…el
vencedor se confirma en sus creencias, porque les atribuye la victoria; por el contrario,
el vencido se ve inclinado muchas veces a dudar de sus instituciones. […] La victoria
259
CLASTRES, PIERRE. Arqueología de la violencia: la guerra en las sociedades primitivas.
Traducción de Luciano Padilla López. Argentina, Fondo de Cultura Económica, (Colección Popular
núm.646, Serie Breves), 2004. Pp. 17-22. Cabe aclarar que Pierre Clastres criticaba el discurso naturalista
y el discurso economicista (marxista), mientras que el retoma el discurso basado sobre la noción de
intercambio de Claude Lévi-Strauss, desde una óptica ―libertaria‖ (el ―pensamiento libertario‖ es el
eufemismo por el cual se conoce a la ideología anarquista).
260
UNESCO. El manifiesto de Sevilla sobre la violencia. Preparar el terreno para la construcción de la
paz. Difundido por decisión de la Conferencia general de la UNESCO en su vigesimoquinta sesión, París,
16 de noviembre de 1989, presentado y comentado por David Adams. Traducción y publicada por el
Centre UNESCO de Catalunya. Barcelona, UNESCO, 1992, P. 20.
261
Ibíd. P. 16.
262
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista, Óp. Cit., P. 62.
74
confirma; la derrota transforma.‖263 La ideología también puede ser la causa para
emprender guerras contra sociedades con concepciones del mundo diferentes:
―El entusiasmo militante hace que un grupo determinado defienda sus normas y sus ritos
sociales propios frente a otro grupo que no tiene los mismos; es más, el entusiasmo
militante hace que una colectividad humana intente imponer a otra su concepción general
del mundo y de la vida (su ideología) y no se conforme con la sola defensa de lo que
264
considera valioso.‖
La ideología es parte fundamental entre los líderes y las poblaciones, pues es el
medio por el cual se pueden dar casos en que los dirigentes sigan los impulsos de las
masas, o que los primeros impongan puntos de vista sobre determinada situación.
Además hay que agregar que las guerras permiten el culto a los héroes y que
―innegablemente, nos hallamos ante un fenómeno religioso: la guerra santifica a los
jefes.‖265 En las sociedades confesionales, los dirigentes están revestidos de un halo de
santidad, ya porqué son el conducto con los dioses, representantes de la voluntad divina,
o defensores de la fe; mientras que en las sociedades laicas la guerra está rodeada de un
gran aparato de solemnidad. La guerra además es un conflicto generacional entre viejos
y jóvenes, donde podemos encontrar el ―Complejo de Abraham‖: ―Indirectamente, la
guerra hace este oficio: el jefe envía y sacrifica a los mejores de sus hijos. Los
combatientes, por su parte, cuanto más admiran y aman a su jefe más vivamente esperan
que les ordene sacrificios inauditos.‖266
Cuando unos pueblos que han sido enemigos se les engloba, muchas veces a la
fuerza, en un mismo organismo político, el pueblo o clase dominante tiende a justificar
su supremacía en concepciones ideológicas teleológicas, como la religión. Los líderes
de dichos grupos se presentan a sí mismos como hijos, elegidos, el vínculo, vicarios, o
los que están en el lugar o representación de alguna deidad. A lo largo de la historia
existen numerosos ejemplos de deidades con atributos relacionados a la guerra y a la
destrucción: Ares, Marte, Odín, Seth, Shiva; en Mesoamérica tenemos a Curícaueri,
Huréndecuauécara, Huitzilopochtli, Camaxtli, entre otros; las deidades supremas únicas
también tienen fuertes connotaciones bélicas, como Yavé, la Santísima Trinidad o Alá,
puede entenderse entonces por qué las tres grandes religiones abrahámicas monoteístas
contemporáneas y que adoran al mismo dios, judaísmo, cristianismo e islamismo,
tengan una historia milenaria de guerra y violencia. ―A esta concepción opresiva de la
unidad se la podría llamar «el complejo del pueblo elegido».‖267
La ideología sobre la guerra puede generar sistemas complejos de creencias y
doctrinas. En la tradición occidental medieval, apareció una doctrina teológica-política
del cristianismo llamada ―guerra justa‖. Fue desarrollada por Agustín de Hipona (354430), y continuada por Tomás de Aquino (1224/1225-1274), Francisco de Vitoria
(1483/486-1546), Francisco Suárez (1548-1617) y Luis de Molina (1535-1600), y no
sufrió actualizaciones hasta el pontificado del Papa Pío XII (1876-1958). Esta doctrina
establece qué criterios son tolerables de la guerra siguiendo los preceptos de la religión
cristiana; puede decirse a grandes rasgos que la doctrina de la guerra justa clásica
―distingue entre las condiciones que se deben satisfacer antes de iniciarse la actividad
263
BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., P. 100. Cursivas originales.
GÓMEZ BOSQUE, PEDRO. ―Consideraciones generales sobre la agresividad y la violencia‖, Óp. Cit.
P. 16.
265
BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., P. 95.
266
Ibíd. P. 83.
267
Ibíd. P. 101.
264
75
bélica (ius ad bellum), y aquellas que han de presidir su desarrollo (ius in bello)‖.268 El
derecho antes de guerra consiste en los siguientes puntos:
1- La guerra debe ser declarada y llevada a cabo por una autoridad legítima
(legitima potestas).
2- Debe servir a la defensa de bienes y derechos de carácter esencial, puestos
en peligro por una amenaza injustificada (iusta causa).
3- Antes de optar por el uso de la violencia deberán agotarse todas las
alternativas posibles (ultima ratio).
4- El mal que se produzca a consecuencia de la guerra no debe ser mayor a la
injusticia que se pretende combatir (proportio effectuum):
Debe existir una perspectiva de éxito suficientemente justificada (bonus
eventus).
Aparte de respetar los puntos anteriores, debe de seguirse cierta normatividad en
la guerra directa:
1- Proporcionalidad: los medios utilizados han de estar en relación con los
bienes que se persiguen. En otras palabras: para que un acto militar esté
justificado, el fin perseguido debe tener más peso que cualquier
consecuencia negativa que pudiera resultar del mismo.
2- Discriminación: la fuerza militar debe utilizarse de tal forma que se respete
la distinción entre combatientes y no-combatientes. Y, en cualquier caso,
la matanza intencional de no-combatientes no puede justificarse.269
Traemos a colación la doctrina de la guerra justa por la importancia que tuvo en
los debates teológicos y jurídicos, así como en los aspectos sociales en la conquista del
Nuevo Mundo. Pero no sólo en el Viejo Mundo se concibieron sistemas de creencias
complejos sobre la guerra, en el Nuevo Mundo también se desarrollaron para justificar y
dotar de sentido, causa, razón y fin a la violencia mortal entre grupos. Alfredo López
Austin y Leonardo López Lujan, a partir de las fuentes escritas y materiales existentes
sobre las sociedades mesoamericanas al momento de la conquista, han propuesto la
existencia de una ideología que han denominado como ―zuyuana‖ o ―zuyuanismo‖, y
que permitió a las unidades políticas expansionistas, imponer y dominar a los diversos
grupos étnicos, adaptando los sistemas de creencias particulares para adoptarlos a una
compleja ideología ―supraétnica‖, sustentada en las cosmovisiones de las religiones
mesoamericanas surgidas a partir de la caída de Teotihuacán (ca. 750-850 d. de. n.
e.).270
268
SEGURA ETXEZÁRRAGA, JOSEBA. ―La teología cristiana ante la guerra justa‖, en: CARRILLO
CÁZARES, ALBERTO (Editor). La guerra y la paz. Tradiciones y contradicciones. Zamora, Mich., El
Colegio de Michoacán, Zamora, Vol. I, (Colección memorias), 2002, P. 53.
269
Ibíd. P. 54.
270
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖, en: BATAILLON,
GILLES; BIENVENU, GILLES, VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO. (Coordinadores). Las teorías de la
guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma
de México-Facultad de Filosofía y Letras, Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C., Centro
de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2008, Pp. 23-46. El zuyuanismo será trabajado ampliamente
en el capítulo III de presente investigación.
76
Consideraciones finales sobre la guerra
Se ha dividido la guerra en cuatro fases histórico-cualitativas, cuyas causas son
diferentes: guerra animal (en sentido psicológico), guerra primitiva (en sentido
sociológico), guerra histórica entre grupos civilizados (en sentido jurídico) y guerra
actual (en sentido tecnológico).271 Por otra parte, tenemos desde distintas ciencias y
disciplinas humanas, una gama de explicaciones de las causas de la guerra, que
corresponden a explicar las diferentes fases que se mencionan líneas más arriba, no
siendo aplicables a todos los tipos de guerra. Hemos optado en sintetizarlas en cuadros
sinópticos:
CAUSAS DE LA GUERRA SEGÚN LOS TRES NIVELES DE ORGANIZACIÓN
SOCIAL
Económicas, ideológicas, psicológicas, políticas y jurídicas
Individual
Grupos
Sistema de grupos
(Estado)
(Sistema internacional)
-Decisiones consientes
-Motivaciones
inconscientes
-Económico
-Influencias externas
-Gubernamental
-Autoconservación
(principio
de
-Burocrático
homeostasis)
-Legislativo
-Grupos de presión
-Naturaleza misma del Estado
CUADRO 1. FUENTE: [Umberto Gori] ―guerra‖…Diccionario de Política. Óp. Cit. P. 739. Elaboración
propia.
CAUSAS DE LA GUERRA SEGÚN LOS ESTUDIOS HOMOGÉNEOS DE LOS
CIENTÍFICOS, HISTORIADORES Y PUBLICISTAS
Fuerzas
Influencias
Instituciones sociales
Reacciones de la
materiales
racionales
personalidad
-Balance de poder -Derecho Internacional -Organización internacional
(científicos)
-Factores políticos -Interés nacional
-Ideología
(historiadores)
-Necesidades
-Razón
-Cultura o costumbre
(publicistas)
-Opinión pública
-Factores psicológicos y
económicos
-Capricho o emoción
CUADRO 2. FUENTE: [Umberto Gori] ―guerra‖…Diccionario de Política. Óp. Cit. P. 740. Elaboración
propia.
Después de todas estas consideraciones, debemos dar nuestra concepción de
cómo entenderemos la cuestión de la guerra, no sin antes advertir que ―es obvio que las
concepciones sobre las causas de la guerra serán distintas, dependiendo del significado
que se le atribuya a este último concepto.‖272 ¿Qué es la guerra? Nosotros la
entendemos como:
La guerra es la violencia mortal recíproca entre grupos, organizaciones o
colectividades, con cierto grado de sistematización, continuidad y sujeto a
ciertas reglas, por medio de la cual cada bando, reivindicado soberano
271
[Umberto Gori] ―guerra‖ en: BOBBIO, NORBERTO; MATTEUCCI, NICOLA; PASQUINO,
GIANFRANCO (Directores). Diccionario de Política. Traducción de Raúl Crisafio, et. al. 13ª edición
enteramente revisada y ampliada, México, Siglo XXI editores, tomo I, 2002. P.738.
272
[Umberto Gori] ―guerra‖…Diccionario de Política. Óp. Cit. P. 740.
77
políticamente, pretende imponer su voluntad al contrario. Las causas
generales de la guerra se hallan esencialmente, en la realidad objetiva
material, es decir, todo lo que existe independientemente del ser humano
(geografía, ecología, economía, etcétera), y por el significado material,
religioso, étnico o ideológico que cada grupo otorgue a estos aspectos; y su
práctica y continuidad a lo largo de la Historia se debe a la aparición del
Estado, su difusión como fenómeno cultural, y el expansionismo europeo
por el orbe. Su aparición se encuentra, en última instancia, con la aparición
de las clases y los diferentes antagonismos. La guerra es un fenómeno
cultural que ha cambiado de manera radical a lo largo de los tiempos, por lo
que las causas particulares pueden rastrearse en las decisiones o
motivaciones conscientes e inconscientes de los individuos, grupos y
relaciones entre estos, de cada sociedad particular existente a lo largo y
ancho del mundo y época histórica única e irrepetible.
José Lameiras propuso un método de investigación para el estudio de la guerra
en Mesoamérica (pensando en los mexicas) basándose en los estudios de Quincy Wright
(1890-1970)273 (A Study of War) y Keitth F. Otterbein (The Evolution of War y The
Antropology of War) entre otros. Lameiras mencionó que el estudio de la guerra
prehispánica mesoamericana se ha enfocado principalmente en el centro de México,
cuyos principales exponentes serían Teotihuacán, Tula y los mexicas, esto debido a la
abundancia de fuentes arqueológicas e históricas, así como en la zona maya, gracias a la
epigrafía. De igual forma, podemos observar que el método inicia observando los
factores materiales, y sobre esa base, se puede empezar a explicar la guerra en una
sociedad. El método que expuso Lameiras no choca con nuestra línea general, y es de
enorme utilidad para nosotros, ya que su uso está presente en nuestra investigación. ―En
general, el estudio de la guerra se puede realizar en cinco grandes apartados:‖
1-―Medio geográfico determinado con formas de subsistencia y la
población de quienes la practican.‖
2-―Exploración sociológica, analizando las causas y los objetivos sociales
de la guerra, su institucionalización, el grado de participación militar de la
sociedad en su conjunto, su penetración en la organización de la vida
individual y colectiva.‖
3-―Aspectos propiamente militares, como el del tipo predominante de
formación militar, la tecnología y el armamento, la composición y
organización del ejército y los conocimientos socio-culturales sobre la
guerra en su conjunto.‖
4-―Política y la guerra; desde tipos de guerra practicados (total,
instrumental, ceremonial) hasta la concepción de una estrategia, el
significado real del éxito militar y los medios y sectores organizadores de la
guerra.‖
5-―Cuestiones de la tradición, la ideología, la cosmovisión bélica y otros
aspectos relacionados.‖274
273
WRIGHT, QUINCY, et.al. A Study of War. Chigago, The University of Chigago Press, II tomos,
1942.
274
LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados…Óp. Cit. P. 12-13.
78
La mayoría de las fuentes directas y estudios posteriores se han declarado como
insuficientes para describir el ―arte de la guerra‖ tarasca, por lo que nos vamos
aventurar a rescatar algunos vocablos indígenas, cuya traducción a términos militares
del castellano del siglo XVI nos permitirían darnos una idea o reconstruir parcialmente
las estrategias de combate. En la conquista de Michoacán participaron conquistadores
que dejaron relaciones de méritos y servicios, así como documentos procedentes de las
disputas entre los mismos y su respectiva mediación virreinal. Cabe recordar, que el
estudio de las lenguas indígenas en el territorio michoacano se debió a la conquista
religiosa, los ministros de la iglesia debieron aprender la lengua de los nativos para
evangelizarlos. De igual forma, debemos analizar las palabras castellanas que sirvieron
para categorizar una nueva realidad totalmente opuesta a la europea, y aclarar el uso de
vocablos castellanos que han modificado su significado por casi cinco siglos.
Tenemos contemplado analizar las imágenes donde se muestre algún indicio de
belicosidad, y que para nuestra fortuna, este tipo de manifestaciones son abundantes. En
la Relación de Michoacán pululan las escenas de violencia armada, así como su
descripción en el texto. En los códices michoacanos coloniales se encuentran también
estos elementos militares, ya han sido investigados, presentando visiones de su
contexto, utilidad e interpretación.275 Existen fuentes iconográficas fuera del antiguo
reino tarasco, en especial en los códices nahuas de los mexicas y tlaxcaltecas, tales
como el Códice Telleriano-Remensis o el famoso Lienzo de Tlaxcala276 que hacen
referencia a Michoacán. Se pueden observar otros elementos en grafitos,277
petrograbados278 y cerámica que nos proporcionan información. En el contexto
arqueológico se han encontrado puntas de flecha, hachas, cabezas de mazas, y lítica,
pero no el armamento descrito en las crónicas, esto debido al material perecedero del
que estaba realizado. No se han detectado campos de batallas importantes,
probablemente se debe a los tratamientos mortuorios dados a los guerreros muertos en
combate en el mundo indígena. Con estas consideraciones, la iconografía se convierte
en parte fundamental de nuestro trabajo.
275
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Tres códices michoacanos. Morelia. Centro de estudios sobre la cultura
nicolaita-U.M.S.N.H. (Biblioteca de nicolaitas notables núm. 31) 1986.; RONSKAMP, HANS.
―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y perspectivas de
investigación‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del
pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio
Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas del
Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado
editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004. Pp. 53-72.
276
Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain
385, ff. 25v y 33v; Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del
Timbre, 1892.
277
CERDA FARÍAS, IGOR. Grafitos coloniales. Imágenes sacras y seculares en el exconvento de San
Juan Bautista Tiripetío, Michoacán. Morelia. U.M.S.N.H.-Instituto de Investigaciones HistóricasSecretaría de difusión cultural y extensión universitaria-Exconvento de Tiripetío-Coordinación de la
investigación científica. 2009.
278
OLMOS CURIEL, ALEJANDRO GREGORIO. Los petrograbados de Tzintzuntzan, Michoacán: un
sistema de comunicación gráfica. Tesis para obtener el grado de Maestro en Arqueología. Directora:
Agapi Filini. La Piedad, El Colegio de Michoacán, 2010.
79
8. MESOAMÉRICA, EL OCCIDENTE DE MÉXICO Y LO TARASCO
Para concluir este primer capítulo, esbozaremos las problemáticas que atañen a las
herramientas de estudio del pasado prehispánico en México, para después optar por la
mejor postura epistemológica para el estudio del pasado tarasco. Desde la época
colonial temprana, los conquistadores percibieron cierta unidad cultural existente entre
los indígenas de México y Centroamérica. Por ejemplo, fray Bartolomé de las Casas
(1484-1566) mencionó que
―Toda esta tierra [decía el fraile al referirse a Guatemala], con la que propiamente se dice
la Nueva España, debía tener una religión y una manera de dioses, poco más o menos
[igual], y extendíase hasta las provincias de Nicaragua y Honduras, y volviendo hacia la de
279
Xalisco, y llegaban, según creo, a la provincia de Colima y Culiacán‖.
Y en 1579, Diego Garcés, corregidor de Ajuchitlán, al contestar la pregunta
cinco del cuestionario enviado por Felipe II, que pedía informar entre otras cosas ―el
talle y suerte de sus entendimientos, inclinaciones y manera de vivir‖ de los indígenas,
escribió que ―…lo he visto, clara y patentemente, en negocios q[ue] ante mí han pasado,
en más de veinte y tantos años q[ue] sirvo oficios públicos y reales, así en la provincia
de Guatemala como en la de Honduras, y ahora en esta Nueva España, y pudiera decir
mucho en esto. Y éstos y los otros, van por una orden y tienen unas mismas
costumbres.‖280 Esta unidad cultural fue de interés para los historiadores a lo largo del
tiempo, por ejemplo en el siglo XIX, Désiré Charnay (1828-1915), explorador,
arqueólogo y fotógrafo francés, reparó en la homogeneidad cultural entre el norte y sur
de México. En su libro Ciudades y ruinas americanas…, la tesis central planteada es la
unidad de la civilización americana, encarnada según Charnay, en los toltecas. Para
demostrar su teoría, Charnay realizó exploraciones arqueológicas en Tula, Teotihuacán,
el Popocatépetl, Comalcalco, Palenque, Aké, Izamal, Chichén Itzá, Kabáh, Uxmal,
Chilón, Yaxchilán, Mitla, entre otros sitios.281
Para la primera mitad del siglo XX, investigadores como E.B. Tylor (18321917), Otis T. Mason (1838-1908), Frank Boas (1858-1942), Herbert Spinden (1879–
1967), Miguel Othón de Mendizábal (1890-1945), Clark Wissler (1870–1947), Alfred
L. Kroeber (1876–1960) y Wigberto Jiménez Moreno (1909-1985),282 escribieron
aportes importantes para comprender las culturas indígenas de esta parte de América. A
pesar de la cantidad de trabajaos e investigaciones realizadas, aun no se concretizaba el
estudio de estas sociedades pretéritas, pues las categorías que se usaban en ese momento
no eran precisas, y atendían más a la división política moderna o a la geografía; existían
los términos Norteamérica o Sudamérica y se usaban como sinónimos de regiones
279
LAS CASAS, BARTOLOMÉ DE. Apologética Historia Sumaria…. Edición preparada por Edmundo
O‘Gorman, con un estudio preliminar, apéndices y un índice de materias. 3ª edición, México, Universidad
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie de historiadores y cronistas de
Indias: 1), tomo I, 1967, Lib. III, Cap. CXXIV, p. 651.
280
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán‖, en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo
XVI: Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 9, 1987, P. 31.
281
GALLEGOS TÉLLEZ ROJO, JOSÉ ROBERTO. ―Dos visitas a México… ¿un solo país? La mirada
en dos libros de Charnay‖ en: FERRER MUÑOZ, MANUEL (Coordinador) Los pueblos indios y el
parteaguas de la Independencia en México. México, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, (Serie
Doctrina Jurídica, núm. 2), 1999, Pp. 312-313.
282
ROMERO CONTRERAS, A. TONATIUH; ÁVILA RAMOS, LAURA. ―Mesoamérica: historia y
reconsideración del concepto‖ en: Ciencia Ergo Sum, México, Universidad Autónoma del Estado de
México, 1999, noviembre, vol. 6, núm. 3, Pp. 233-242.
80
culturales, además de una región medía, que algunas corrientes norteamericanas siguen
utilizando, la Middle America. No fue hasta que en 1943, Paul Kirchhoff expuso los
resultados de sus investigaciones en un breve opúsculo, donde acuñó el concepto
―Mesoamérica‖.283 La metodología usada por Kirchhoff consistió en identificar 46
rasgos culturales, analizar cuáles eran comunes con otras regiones del continente, y
cuales estaban presentes sólo en el área de estudio. Identificados estos rasgos, trazó las
fronteras de la súper-área, la frontera norte comenzaba en los estados de Sonora y
Sinaloa pasando por Guanajuato y Querétaro hacia el este en el Golfo de México,
finalizando en las regiones de San Luis Potosí y la Huasteca, mientras que la frontera
sur comprendía hasta la parte occidental de Honduras, Nicaragua, la República de El
Salvador y una porción de Costa Rica.284 A partir de la publicación de dicho trabajo, el
concepto ―Mesoamérica‖ se convirtió en el paradigma para explicar la realidad histórica
de las sociedades indígenas prehispánicas de esta zona del continente Americano.
Paul Kirchhoff quedó defraudado al ver la aceptación del concepto
―Mesoamérica‖ y el que no haya sido objeto de una crítica constructiva, o desarrollado
sistemáticamente, esto para el año 1967. Cabe mencionar que Kirchhoff tampoco
continúo o desarrolló a fondo dicho concepto.285 La historiografía actual sobre
Mesoamérica cuenta con un corpus documental más abundante que con el que contaron
los investigadores anteriores, el concepto ha sido perfeccionado ampliamente y también
ha sido criticado. Después de que Kirchhoff acuñara el concepto Mesoamérica, fue
necesario periodizar las etapas históricas, así como encontrar las diferencias regionales
de la macro-área, dividiéndola en sub-áreas. Ambos temas se han trabajado y
desarrollado abundantemente. En el siglo XX inició la periodización científica de la
historia mesoamericana. Se han utilizado diversos criterios para realizar cronologías,
como los estilos cerámicos, restos arqueológicos o los estadios culturales. Diversos
autores han propuesto y utilizado diferentes periodizaciones, aunque en los últimos años
se ha impuesto la nomenclatura de Preclásico, Clásico y Posclásico, que al principio
hacían referencia al desarrollo cultural a lo largo del tiempo, ahora se usan en el sentido
temporal, es decir, permiten computar el tiempo independientemente del desarrollo
cultural o sub-área que se esté estudiando.286 Para el caso de la división en sub-áreas ha
habido menos consenso entre los investigadores, debido a que ciertas categorizaciones
son funcionales sólo para determinada época. Para estudiar regionalmente Mesoamérica
se han seguido criterios arqueológicos, lingüísticos, etnológicos, geográficos e
históricos. A pesar de las diversas propuestas de los autores, se acepta la existencia de
seis áreas mesoamericanas: Occidente, Norte, Centro de México, Oaxaca, Golfo y
Sureste.287 Hay que aclarar que tanto la periodización como los límites geográficos
fueron fluctuantes a lo largo de la historia mesoamericana, y también se modifican en la
historiografía con los avances de los descubrimientos arqueológicos.
283
KIRCHHOFF, PAUL. ―Mesoamérica: Sus límites geográficos, composición étnica y caracteres
culturales‖ en: Revista Tlatoani (Suplemento). [3ª edición del opúsculo], México, Escuela Nacional de
Antropología e Historia-Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1967, Núm. 3.
284
Kirchhoff no menciona explícitamente estas fronteras, aunque agrega un mapa donde se delimitan.
Ibíd. P. 5. En estudios posteriores se dividió la región en sub-áreas, agregándose el área denominada
Norte de México, por lo que la frontera septentrional se extendió.
285
Véase la nota introductoria a la tercera edición del opúsculo, Ibíd. P. s/n.
286
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. ―Tiempo Mesoamericano I. La
periodización de la historia mesoamericana‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2000, mayojunio, vol. VIII, núm. 43, Pp. 14-23.
287
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. 4ª reimpresión,
México, México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las
Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Historia), 2008. P. 79.
81
Algunos de los tópicos que han sido objeto de crítica por parte de los
investigadores, tienen su origen en la misma acuñación expuesta por Kirchhoff. Para
definir los límites geográficos y rasgos culturales de la súper-área, Kirchhoff se basó en
fuentes históricas del siglo XVI, es decir, que dicho concepto era sincrónico y estaba
atado a la época del contacto con los europeos. Otra de las críticas que se han hecho a
Mesoamérica radica en la escuela de formación del autor intelectual del concepto, el
difusionismo. Dicha corriente propone que la cultura es trasmitida desde ―centros
nucleares‖, a otras regiones geográficas por agentes que utilizan medios identificables,
es decir, que han existido ―cunas de la civilización‖, y de ahí se ha trasmitido la cultura
de grupos ―cultos‖ a ―incultos‖, de ―civilizados‖ a ―bárbaros‖, de agricultores
sedentarios a cazadores-recolectores nómadas.288 Kirchhoff y los investigadores
siguientes aplicaron esta lógica a Mesoamérica, así nos encontramos con grupos de ―alta
cultura‖ en el Preclásico con la ―cultura madre‖ Olmeca, que irradió la cultura por toda
el área, luego para el Clásico nos encontramos con el cenit de la era prehispánica,
Teotihuacán y lo maya. Después de un periodo de decadencia, producida por cazadoresrecolectores norteños, se vuelve a un renacimiento de la civilización en dos culturas en
el Posclásico, lo tolteca y lo mexica es lo sublime. A esta corriente de estudio
antropológica, hay que agregar la búsqueda del nacionalismo posrevolucionario, que se
basaba en un glorioso e idílico pasado indígena, contexto histórico de la labor
historiográfica a mediados del siglo XX. Otto Shöndube menciona acertadamente que:
―Se cayó en un centralismo. Y, debido a esto, simplemente porque se hiciera un hallazgo
en el centro de México [o área maya] y después se hallaran cosas semejantes en otras
partes, por esta razón, tenía que ser el hallazgo del centro lo más temprano, lo más
289
exquisito, el punto de origen, etcétera…‖.
Afortunadamente este centralismo ha ido superándose y se han logrado hacer
avances importantes,290 así mismo las corrientes de pensamiento y teorías usadas para
investigar el pasado mesoamericano han rendido frutos. En lugar de ver las sociedades
indígenas como emisoras-receptoras de cultura, se ha identificado una compleja realidad
de intercambio económico, artístico, militar, tecnológico e ideológico, intercambios que
no parten de un único ―centro nuclear‖, sino que todas las regiones que conformaron en
algún momento Mesoamérica, compartieron una dinámica histórica en un espacio
geográfico común, es en ese desarrollo histórico en donde podemos encontrar la unidad
cultural de los pueblos indígenas. El concepto Mesoamérica es una herramienta que ha
ido modificándose con el tiempo, ha superado paradigmas y ha ido perfeccionándose,
―sólo cuando se agote y el concepto de Mesoamérica sea un impedimento para entender
los fenómenos de esta macro-área, podrá remplazarse por otro de mayor poder
explicativo, no antes.‖291
288
[GLICK, THOMAS F.] ―difusión/difusionismo‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 163.
Citado por MORÁN ÁLVAREZ, JULIO CÉSAR. ―Las culturas del Occidente de México y el cambio
del Clásico al Posclásico‖, en: Revista de Acatlán. Multidisciplinaria, UNAM-Escuela nacional de
estudios profesionales de Acatlán, 1993, febrero-abril, Segunda época, núm. 2, P. 72. Apud.
SCHÖNDUBE, OTTO. ―Conferencia‖, en: Jornadas de Historia de Occidente. Jiquilpan, Centro de
estudios de la revolución mexicana ―Lázaro Cárdenas‖, 1978 P. 30.
290
Aunque a veces sigue presentándose el fantasma del centralismo para alimentar la legitimación
histórica de la ―Historia de Bronce‖ nacional: ―El Ejército Mexicano tiene como antecedente la historia de
los ejércitos prehispánicos, en particular el de los aztecas o mexicas [¡!].‖ LEÓN-PORTILLA, MIGUEL.
―La guerra justa. La rebelión del Mixtón‖, en: et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México,
Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, P. 26. Cursivas y
corchetes nuestros.
291
ROMERO CONTRERAS, A. TONATIUH; ÁVILA RAMOS, LAURA. Óp. Cit. P. 241.
289
82
Las corrientes que explicaron Mesoamérica han influenciado en la
historiográfica de las sub-áreas culturales, aquí realizaremos una breve síntesis para
observar el desarrollo histórico de parte de la región estudiada en esta investigación. El
Occidente de Mesoamérica o México comprende total o parcialmente territorios de los
actuales estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y partes de Guerrero, y
desde el Epiclásico, partes de Durango y Zacatecas.292 Es la sub-área cultural más
grande, compleja, enigmática y de mayor diversidad cultural y geográfica de
Mesoamérica. A diferencia de otras sub-áreas, el Occidente no forma una clara unidad
cultural, aunque la escasez de estudios arqueológicos –a pesar de los avances recientesimpide realizar una subdivisión más adecuada y no se ha definido por completo. Esta
diversidad cultural pudo deberse a dos factores importantes, primero a la difícil
comunicación producto de la accidentada geografía del Occidente, y en segundo lugar,
que muchos de los habitantes que la conformaron fueron autosuficientes, por habitar en
varios microambientes complementarios.293 Hay que sumar que la cerámica del
Occidente es de las más codiciadas por los coleccionistas, con lo que se propicia el
saqueo sistemático, lo que impide el estudio adecuado de los vestigios. 294 A esto hay
que agregar que en la historiografía de años anteriores mostraba al Occidente de México
como un área marginal, respecto al resto de Mesoamérica, donde habitaron grupos
agrícolas de vida aldeana primitiva, en comunidades no demasiado grandes, arquitectura
sencilla, con religiones elementales sin dioses, de tipo mágicas, sin muestras de
jerarquización compleja, sin Estados fuertes, y más bien bajo el control de caciques y
jefes menores, aislados del resto de Mesoamérica. Todo esto en contraste con las
grandes culturas clásicas mesoamericanas que contaron con arquitectura monumental,
sistemas religiosos complejos, sociedades teocráticas y estratificadas, con escritura y
sistemas calendáricos. Esto ha llevado a proponer que el Occidente de México debe
estudiarse fuera del contexto mesoamericano, al menos para ciertas épocas, y que a
finales del Clásico y principios del Posclásico con lo ―tolteca‖, llegó de golpe la ―alta
cultura‖, un fenómeno que se ha denominado ―mesoamericanización‖ del Occidente de
México.295
A todo esto tenemos necesariamente que preguntarnos ¿qué entendemos por
―mesoamericanización‖? Para responder tendríamos que invocar de nuevo al fantasma
del centralismo arqueológico. Durante los periodos Formativo y Clásico, la presencia
olmeca y teotihuacana respectivamente, es escasa en el registro arqueológico del
Occidente,296 esto ha llevado a considerar que toda esta área no participó activamente en
la historia mesoamericana, y que fue culturizada por el Centro. Esto no es del todo
exacto, para empezar, el Occidente de Mesoamérica fue un corredor importante con
otras áreas, como el sudoeste de Estados Unidos y la costa noroccidental de
Sudamérica, además los estudios arqueológicos recientes muestran una realidad muy
diferente, pues encontramos sitios con arquitectura monumental y protourbanismo,
como son los famosos guachimontones de la tradición Teuchitlán.297 Lo que nos
encontramos en el Occidente de Mesoamérica es un desarrollo autónomo, una variante
292
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit. P. 93.
WILLIAMS, EDUARDO. ―El Occidente de México: una perspectiva arqueológica‖ en; WILLIAMS,
EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del Occidente de México: Nuevas
aportaciones. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 1994, P. 12
294
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. Óp. Cit. P. 93.
295
MORÁN ÁLVAREZ, JULIO CÉSAR. ―Las culturas del Occidente de México y el cambio del Clásico
al Posclásico‖, Óp. Cit., Pp. 69-97.
296
WILLIAMS, EDUARDO. Óp. Cit., P. 16
297
Ibíd. Pp. 24-25
293
83
de la tradición mesoamericana. El problema surge cuando se intentan usar modelos del
centro para explicar otras regiones mesoamericanas, y el Occidente es un caso
particular. Sólo de ejemplo, se habla de una ―mesoamericanización‖ de los tarascos
durante el Posclásico, ya que antes de este período no se encontraban rasgos como el
tzompantli, esculturas de chacmool, edificios de planta mixta o la confederación de tres
capitales, y división burocrática en cuatro partes correspondientes a los puntos
cardinales.298 Si utilizamos esta lógica para el resto de Mesoamérica, es decir, que
identifiquemos elementos ―toltecas‖ del Posclásico en los restos materiales, deberíamos
hablar de una ―mesoamericanización‖ de sub-áreas como Oaxaca y el Sureste maya,
pues estos elementos culturales son exógenos de estos lugares, ya que fueron
introducidos –sin saber a ciencia cierta de que forma- después del Epiclásico, cosa que
no se menciona para otras sub-áreas típicamente ―mesoamericanas‖.299
La influencia de estos rasgos fue producto del Epiclásico, periodo que se
caracteriza por la caída de los grandes centros de poder clásicos, tanto en el Centro
como en el Sureste; esto propició fragmentación política, guerras, migraciones, cambios
en el arte y discursos de poder. El Epiclásico se dejó sentir en Mesoamérica, y en el
Occidente de México no fue la excepción, pues para el Posclásico temprano (ca. 9001200 d.n.e.) una considerable influencia ―tolteca‖ y Mixteca-Puebla entró en el
Occidente, ―desde este momento en adelante esta región participó plenamente en los
desarrollos panmesoamericanos.‖300 Hay que aclarar que el intercambio económico,
político, cultural y tecnológico no sólo ocurrió del Centro al Occidente u otras áreas,
sino que fue mutuo, así elementos que habían sido considerados típicamente
mesoamericanos o ―toltecas‖ como el chacmool, tzompantli y columnatas, tienen su
antecedente en el septentrión mesoamericano, en fechas tan tempranas como ca. 600800 d.n.e., en la zona noroccidental de Mesoamérica (Durango y Zacatecas, y el
extremo nororiente de Jalisco) donde se desarrolló la cultura Chalchiuitles.301
Es después de esta época de cambios que entran en escena los tarascos, que
lograron imponer su hegemonía en parte del Occidente de México. El poderío tarasco
tuvo una complejidad que no se había visto en la región, y ―parece que fue mayor la
contribución económica y tecnológica del Estado tarasco y el occidente [de
298
Cf. CASTRO LEAL, MARCIA. ―La mesoamericanización de los tarascos‖ en: V Jornadas de Historia
de Occidente. Mesoamérica ayer y hoy. Jiquilpan, Centro de Estudios de la Revolución Mexicana
―Lázaro Cárdenas‖, 1982, Pp. 9-32. Como veremos más adelante, estos elementos culturales parecen
pertenecer a una ideología que ha sido denominada ―zuyuanismo‖, y el cual trataremos más extensamente
en capítulos posteriores.
299
Al respecto, Phil C. Weigand escribe: ―El clasificar al Occidente como una semi-periferia durante los
períodos Formativo/Clásico tiene que basarse en las ideas sobre qué es lo que constituye una metrópoli
(Braudel, Wallerstein). Los criterios deben ser objetivos y comparables desde el inicio, y no fabricarse a
partir de una noción preconcebida de dónde estaba la metrópoli. De hecho, usando una descripción
sociológica del Occidente antiguo, esta zona califica, al igual que Oaxaca, para la inclusión dentro de la
metrópoli durante estos tiempos. El hecho de que el Occidente sufrió cambios radicales durante el
Epiclásico y Posclásico tardío, estructurados según modelos del centro de México, no la hace distinta del
área maya, misma que sufrió el mismo tipo de cambios, y no por ello hablamos de la
―mesoamericanización‖ de los mayas para el Postclásico tardío.‖ Carta, 20 de febrero de 1992, Citado por
WILLIAMS, EDUARDO. Óp. Cit., P. 29. Además estos rasgos parecen pertenecer más a una ideología
político-religiosa del Posclásico, que permitía una nueva justificación del poder sobre los jirones de los
Estados del Clásico, que a un rasgo mesoamericano presente en todas las épocas históricas.
300
Ibíd., Pp. 14-16.
301
HERS, MARIE-ARETI. Los toltecas en tierras chichimecas. México, Universidad Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Estéticas, (Cuadernos de Historia del Arte, núm. 35), 1989, Pp. 68 y
184.
84
Mesoamérica] que al revés...‖.302 Lamentablemente el pasado remoto tarasco es un
enigma, pues las fuentes documentales escritas que tenemos sólo nos permiten estudiar
el periodo protohistórico, es decir, los años ca. 1200 al 1522. El estudio del pasado de
este grupo se complica debido a las particularidades de su filiación étnica y lingüística.
Desde que Eduardo Ruíz (1839-1902) expusiera la teoría de que los tarascos tienen su
origen en la zona andina, ha sido de las pocas explicaciones modernas sobre su
origen.303 Si bien la exposición de Eduardo Ruíz fue aventurada y forzada, envuelta en
la literatura de corte romántico liberal, fue de los primeros que advirtió las semejanzas
lingüísticas y arqueológicas entre los tarascos y las culturas de Perú, Colombia y
Ecuador. También es conocido el debate entre este autor y Nicolás León (1859-1929),
gracias a este debate el último escribió la primera obra académica sobre el pasado
prehispánico de Michoacán.304
Después de ellos fueron pocos los que aportaron nuevos datos sobre el origen de
los tarascos, ya que se siguió repitiendo la creación literaria de Ruíz, los autores que
encontraron nuevas evidencias fueron Eduard Seler (1849-1922), Mauricio Swadesh
(1909-1967) y José Corona Núñez (1906-2002).305 Los dos primeros dedicaron su
atención en el análisis lingüístico de los idiomas tarasco y andinos, mientras que Corona
Núñez apuntaló el origen sudamericano a través de la arqueología, en especial a través
de la tradición de las tumbas de tiro, que sólo se encuentran en el Occidente de México
y el noroccidente de Sudamérica, bordeando la costa del Océano Pacífico. 306 Aunque no
debe olvidarse que las tumbas de tiro del Occidente tienen fechas desde el 1100 a. de. n.
e. y se dejan de construir en el Clásico medio en 600 de n. e., mientras que las tumbas
de tiro de Sudamérica están datadas en los años 500-600 d. n. e. en adelante.307 Las
evidencias sobre este origen son escasas y aun no se han encontrado pruebas
contundentes, aunque
―existe evidencia que indica fuertemente que la metalurgia fue introducida a estas regiones
desde Suramérica, donde se cuenta con fechas de ca. 1000 a. C., para los más tempranos
objetos de metal. Muchas líneas de evidencia dejan en claro que las técnicas metalurgistas
se introdujeron al occidente a través de una ruta marítima desde la costa de Ecuador y
Colombia, contactos que siguieron esporádicamente hasta por lo menos 1300 d. C. También
contamos con evidencia provocativa de contactos entre ciertas áreas del occidente con estas
302
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera
de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de
Teixidor, T. II , (Colección Investigaciones), 2013, P. 538.
303
RUÍZ, EDUARDO. Michoacán, paisajes, tradiciones y leyendas. Morelia, Balsal Editores, 1984, Pp.
16-17 y 20- 37.
304
LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán, colegidas de las
obras más notables, documentos inéditos y pinturas jeroglíficas hasta hoy conocidas [1904]. Morelia,
Editorial intermichoacana ―Antonio Arriaga Ochoa‖, 1976.
305
Para un análisis completo de los trabajos que han tratado el origen sudamericano de los tarascos véase
SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria: el origen sudamericano de los
tarascos prehispánicos‖, en: SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO; LEÓN ALANÍS, RICARDO
(Coordinadores). Historiografía Michoacana: acercamientos y balances. México, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo -Instituto de Investigaciones Históricas, 2000, Pp. 33-48.
306
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta
la conquista española. Morelia, Balsal editores, 1988.
307
CERDA FARÍAS IGOR. ―Las tumbas de tiro del Occidente de Mesoamérica‖, artículo inédito, 2012;
OLIVEROS MORALES, JOSÉ ARTURO. Hacedores de tumbas en El Opeño, Jacona, Michoacán.
México, El Colegio de Michoacán-Honorable Ayuntamiento de Jacona-Secretaria de Cultura- Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección
Occidente), 2009; ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde
dentro y fuera de Mesoamérica. Óp. Cit., T. II, Pp. 459-461.
85
mismas regiones del norte de Suramérica anteriormente a 600 d. C. (por ejemplo el
complejo cerámico de Capacha, Colima. Pero esta evidencia es menos concreta que la
308
información que hoy tenemos sobre la metalurgia.‖
Hasta ahora, la teoría del origen sudamericano es la que explica de forma más
concluyente el origen de los tarascos.309
Debido al desconocimiento del pasado remoto tarasco, se ha creado una imagen
mística sobre su origen, pues incluso desconocemos cual era el gentilicio de este pueblo.
Abonando a las diversas propuestas que se han trabajado, concordamos con Igor Cerda
que probablemente el gentilicio de los antiguos habitantes del Tzintzuntzan Irechequa
pudo haber sido el de ―pueblo de Tzintzuntzan‖, ―gente de Tzintzuntzan‖, o
―tzintzuntzanecha‖. Esto se desprende de que en la relación geográfica de Tiripetío, se
mencionó que ―la lengua que hablan estos naturales se llama en su vulgar
tzintuntzanabu uandaua; nosotros le llamamos lengua tarasca. Llamábanle los naturales
tzintuntza nauo uandaua porque su Rey de Michoacán tenía su asiento y cabecera en un
pueblo de esta provincia que se dice Tzintzuntzan.‖310 Recordemos que durante la fiesta
de Equata cónsquaro, el petámuti pronunciaba un sermón a los señores y caciques,
donde les recriminaba que ya se sentían señores, a pesar de haber sido conquistados y
sus vidas perdonadas para servir a Curícaueri, y entre otras cosas, que ellos decían que
eran de Michuacan, nombre que recibió Tzintzuntzan durante la época colonial
temprana. Si tomamos en cuenta esto, los señores se identificaban con el centro por el
prestigio que proporcionaba pertenecer al poder uacúsecha, cuyo asiento se encontraba
en Tzintzuntzan:
―Vosotros chichimecas que estáis aquí, del apellido de Enéani y Çacapu hi[re]ti y de los
señores Vanácaze, que no en una parte sola están ayuntados los chichimecas, mas de en
todo en todo, son chichimecas los que están en los caminos desta Provincia, para las
necesidades de Curícaueri. Oid, esto os digo: vosotros qué decís que sois de Michuacan
[Tzintzuntzan, i. e., ―tzintzuntzanecha‖], ¿cómo, no sois advenedizos? ¿Dónde han de venir
más chichimecas? Todos fueron a conquistar las fronteras y así sois advenedizos. De una
parte, eres de Tangáchuran un dios de los isleños, vosotros que decís que sois de
Michuacan [Tzintzuntzan, i. e., ―tzintzuntzanecha‖] y sois de los pueblos conquistados, que
no dejaron de conquistar ningud pueblo, y sois en encensados, que así hacían a los cativos,
y os dejamos por rellevo de nuestra boca, que no os sacrificamos ni comimos. [..] Así ya
eres ingrato, eres ya hecho rey, tú, gente baja de Michuacan [Tzintzuntzan, i. e.,
―tzintzuntzanecha‖], todos sois señores y os traen vuestros asientos y sillas detrás de
vosotros, todos os parece que sois rey[e]s, aun hasta los que tienen cargo de contar la gente,
308
HOSLER, DOROTHY. ―Nuevos datos sobre la producción de metal en el occidente en la época
prehispánica‖, en: WILLIAMS, EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos del antiguo occidente de
México. Producción e intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2004, P.
336.
309
Un excelente estudio sobre este tema se encuentra en la voluminosa tesis de ALBIEZ WIECK,
SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica.
Tesis para obtener el grado de Doctora, Bonn, Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität [Universidad
de Bonn], II volúmenes, 2011. Publicado posteriormente como libro bajo el mismo título por el Colegio
de Michoacán. Todas las referencias posteriores a este trabajo son al texto publicado.
310
[MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio
de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, P. 17. Sobre la voz tarasca,
Igor Cerda menciona que ―de manera general significaría ―la lengua o idioma de Tzintzuntzan‖‖, Ibíd. P.
17, nota a pie núm. 16. Baptista de Lagunas también se refirió con esta nomenclatura a la lengua tarasca:
―Cintzuntzanapu vandaqua hymbo. Vreratihqui‖. BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario
con otras obras en lengua Michuacana. [Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice
documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas,
(Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. I), 1983, P. 512.
86
llamados ocánbecha: todos sois señores. Mirá que Curícaueri os ha hecho rey[e]s y
311
señores.‖
Igor Cerda menciona que ―al parecer, entre los tarascos prehispánicos existía un
fuerte sentido de centralidad hacia donde se localizaba el poder, ya sea el Real o el
local, indicando su pertenencia a ese sitio‖,312 actitud que reconocieron los españoles,
así, para 1540, Juan de Alvarado, uno de los conquistadores y primeros encomenderos
de Michoacán, mencionó que ―…las poblaciones de la provincia de mechuacan estan
muy derramadas por dichas partes e no ostante que esten ansi siempre nonbran un
pueblo e si es preguntado de donde son dizen que son de la cabecera principal…‖. 313
Además varios españoles dejaron testimonio de como Tzintzuntzan, capital del Estado
tarasco, daba nombre al idioma y gentilicio; en 1574 Juan Baptista de Lagunas al
escribir sobre el origen del gentilicio ―tarasco‖ dijo
―Y de aquí se vino a llamar Tarasca la Prouincia de Michuacan [de la palabra tarhascue,
―suegro‖] Empero no se llama sino Michuacan, Porquanto tiene mucho pescado. El qual en
lo Mexicano, se llama michin. Mas Cintzuntza, a quien los naturales tienen y llaman, Corte
y cabeça de la Prouincia: quiere dezir, lugar de vnos paxarillos pequeños de cuya pluma
hazen las ricas ymagenes. Y estos se llaman en Mexicano, Vitzitzilin. Y assi todos los
314
naturales no llaman a la prouincia ni a la lengua: sino Prouincia y lengua de Cintzuntza.‖
Y a finales del siglo XVI, cuando Antonio de Ciudad Real escribió sobre la
provincia de Michoacán, mencionó el origen de la palabra ―tarasco‖ desde el significado
de suegro, suegra, yerno o nuera, y de la etimología nahua de Michoacán, aclaró que:
―Pero entre los indios de Michoacán no se llama aquella provincia y lengua, sino provincia
y lengua de Zintzuntza, de un pueblo grande que hay en ella, llamado Zintzuntza, a quien
los naturales llaman corte y cabeza de toda la provincia; y quiere decir Zintzuntza lugar de
unos pajarillos pequeños, de cuya pluma hacen las ricas imágenes como atrás queda dicho,
porque en su comarca hay muchos dellos; pero por cualquiera casusa que ello sea, aquella
provincia se llama de Michoacán el día de hoy, y los naturales y su lengua que llaman
315
indios y lengua de Michoacán, y así mismo indios tarascos y lengua tarasca.‖
311
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de
Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Segunda Parte, Cap.,
XXXII, ff. 133-133v, Pp. 157-158. Cursivas nuestras.
312
[MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit. P. 17, nota a pie núm.
16. Además en un documento tardío como lo es el Códice Plancarte, sus autores mencionaron como
después de que los señores uacúsecha impusieron su ley en este pueblo ―…empezaron los naturales del
lugar que ya pueden llamar al pueblo de Calapan otro Tzintzontzan porque impuso nueva ley el Rey
Uacus thicatame…‖. ―Códex Plancarte‖ [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en:
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 240. Cursivas nuestras.
313
―Testimonio de Juan de Alvarado en 1540, encomendero de Tiripetío‖. Archivo General de Indias,
Justicia, legajo 130, f. 286.
314
BAPTISTA DE LAGUNAS, IUAN. Arte en lengua tarasca. Transcripción paleográfica de Agustín
Jacinto Zavala, revisión paleográfica de J. Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán,
Fideicomiso Teixidor, 2000, P. 205.
315
CIUDAD REAL, ANTONIO DE. Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España.
Relación breve y verdadera de algunas cosas de las muchas que sucedieron al padre fray Alonso Ponce
en las provincias de la Nueva España siendo comisario general de aquellas partes. Edición, estudio,
apéndices, glosarios, mapas e índices por Josefina García Quintana y Víctor M. Castillo Farreras. 3ª
edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas,
(Serie Historiadores y Cronistas de Indias, núm. 6), T. II, 1993, P. 66.
87
A esto debemos agregar que ciertos autores proponen estudiar el Occidente de
México fuera de Mesoamérica, como hemos venido exponiendo. Esto ha propiciado
diferentes posturas epistemológicas; por un lado, los que consideran que la cultura
purépecha es única y aislada de las demás culturas humanas, postura que generalmente
se arraiga en los estudiosos no profesionales y algunos miembros de la etnia
purépecha;316 otra postura corresponde a los estudiosos que consideraban la cultura
tarasca y mesoamericana como una unidad total, que podía explicarse tomando
elementos de diferentes sub-áreas para llenar los vacíos en otras.317 (Ver Figura 1) Una
tercera postura epistemológica sobre los tarascos se basa en considerar a los tarascos
como una variante regional de Mesoamérica, apoyándose en elementos compartidos en
la súper-área, así como las influencias de otras áreas que sin duda propiciaron las
diferencias culturales, pero entendiendo lo tarasco en su unicidad, es decir, que para
comprender lo tarasco se debe partir en primer lugar de lo tarasco, y no injertar
conceptos de otras áreas de Mesoamérica.
Para comprender a lo tarasco como parte de la súper-área cultural, es importante
tener presente el concepto de núcleo duro mesoamericano propuesto por Alfredo López
Austin y Leonardo López Lujan. El ―núcleo duro‖ está constituido por la similitudes,
diversidades e identidades profundas de las diferentes sociedades que existieron en la
súper-área cultural a lo largo del tiempo, como por ejemplo
―…la similitud existente en las técnicas productivas, formas de organización social y
política, concepciones acerca de la estructura del cosmos y otras muchas prácticas,
creencias e instituciones cuya semejanza deriva de una intensa y milenaria interacción;
por otra, una riquísima diversidad en los campos señalados, que apuntan a la radical
transformación histórica durante los milenios de existencia mesoamericana, a una gran
diversidad étnica y lingüística y a la variedad de climas y paisajes que fueron los nichos
318
ambientales de los pueblos indígenas.‖
Tenemos entonces que el ―núcleo duro, es el conjunto de elementos de una
cosmovisión que tienen una gran resistencia al cambio histórico, y que estructuran y dan
sentido al resto de la cosmovisión.‖319 Entre las características encontramos que los
fenómenos que le dan forma al ―núcleo duro‖ son de larga duración, así que sus
elementos son muy resistentes al cambio pero no inmunes a él, constituye un complejo
sistémico que otorga sentido al acervo tradicional, permite asimilar los nuevos
elementos culturares que una tradición adquiere, puede resolver problemas nunca antes
enfrentados, y no es una unidad discreta ni monolítica,320 sin límites definidos
temporales en la tradición mesoamericana, ya que ―se formó una gradación de lo más
316
Basta analizar el siguiente párrafo para encontrar esta postura: ―Las diferencias de tipo étnico, cultural
y lingüístico de los tarascos frente a los demás pueblos de Mesoamérica hicieron que el intercambio fuera
más bien reducido y con ello las vías de comunicación, pues al no existir una gran relación ente los
tarascos y los demás pueblos de Mesoamérica [¡!], no fue necesario tener grandes vías de comunicación.‖
GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI. ―La formación caminera en el Michoacán del siglo XVI‖ en:
GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI (Compilador e introductor). Nueve ensayos de caminería. México,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de Historia, 2000, P. 23.
317
El exponente más notable de esta postura fue José Corona Núñez.
318
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoamericana‖, en:
BRODA, JOHANNA; BÁEZ-JORGE, FÉLIX (Coordinadores). Cosmovisión, ritual e identidad de los
pueblos indígenas de México. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Fondo de Cultura
Económica, 2001, Pp. 48-49.
319
POPESCU, LIVIU; MARTÍNEZ VILLARROYA, JAVIER. ―Entrevista a Alfredo López Austin‖, Óp.
Cit. P. 146.
320
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoamericana‖, Óp.
Cit., Pp. 60-62.
88
duro a lo menos resistente, de modo que pudiéramos imaginar metafóricamente el
núcleo duro como una esfera cuyos elementos externos sufrían los mayores embates de
los procesos históricos, actuando como colchones protectores de sus partes fundantes y
estructurantes más internas.‖321
Por ejemplo Hans Roskamp resalta el esfuerzo de Corona Núñez –si bien
menciona las carencias metodológicas del autor- de que Michoacán debe estudiarse en
su contexto mesoamericano, ya que ―frecuentemente, existe cierta tendencia a presentar
a las culturas prehispánicas de Michoacán como ―exóticas‖ y ―únicas‖, enfatizando más
sus diferencias (por ejemplo, en cuanto a la lengua, el origen, la cosmovisión, etcétera)
que sus similitudes con otras culturas del México antiguo.‖322 Nosotros somos
partidarios de esta última postura, si bien reconocemos que lo tarasco debe intentar
explicarse por sí mismo, también consideramos que el Posclásico Tardío fue un periodo
de intenso intercambio económico, cultural y político, así como un ambiente de
continua guerra. Desconocemos dónde se originaron algunos de los elementos que se
difundieron por toda Mesoamérica en este período,323 resolver dicha problemática está
más allá de las intenciones de este trabajo, y sólo podemos intentar explicarlos en su
contexto histórico más amplio. Empero, esta explicación sólo podrá ser clara y
coherente sin caer en explicaciones difusionistas o centralistas, abusando de la analogía
cultural; que por el hecho de que una cultura pertenecía a la súper-área mesoamericana,
todas los elementos culturales eran lo mismo pero con diferente nombre. Por décadas
este ha sido el proceder en la historiografía sobre el Michoacán prehispánico,
interpretando los pocos datos de las fuentes documentales, y basando las explicaciones
en elementos ajenos a la cultura tarasca; un ejemplo de este proceder ha sido el tema de
la religión, donde se han construido enormes castillos en el aire, entorpeciendo el
entendimiento de la cosmovisión tarasca prehispánica. (Ver figura 1).
321
Ibíd., P. 62.
RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y
perspectivas de investigación‖, Óp. Cit., Pp. 55-56.
323
CASTRO LEAL, MARCIA. ―Elementos arqueológicos comunes a diversos grupos en el Posclásico:
un problema a desentrañar‖ en: SODI MIRANDA, FEDERICA (Coordinadora). Mesoamérica y Norte de
México. Siglo IX-XII. México, Museo Nacional de Antropología e Historia, Vol. 1, Pp. 123-134.
322
89
FIGURA 1. Sobre la supuesta unidad absoluta mesoamericana. Durante años, el proceder de
historiadores, arqueólogos, antropólogos y otros estudiosos, fue el de considerar que las culturas
mesoamericanas sólo eran ligeras variantes regionales y lingüísticas, pero que se conservaba una sola
cultura absoluta. Así, para ―rellenar‖ los huecos en que se desconocía el aspecto de una cultura, se
comparaba con elementos de otra, y se ―llenaba‖ la falta de información. Para el caso tarasco esto se ha
hecho con suma regularidad, en especial para el caso de la religión. Así por ejemplo tenemos nombres de
algunas deidades tarascas, pero no tenemos la explicación de cuáles eran sus funciones y jerarquías, lo
que hacían algunos autores era modificar la teogonía de los pueblos nahuas y sustituir los nombres. Esto
era un proceder común, a pesar de que las fuentes documentales manifiestan otros aspectos culturales, y
contradicen los intentos por darle explicación a ciertos aspectos de la cultura tarasca. Un caso inverso, es
decir, el uso elementos culturales de Occidente para explicar otras áreas mesoamericanas, lo podemos
encontrar en la explicación que se da a ciertos aspectos de las culturas nahuas y mayas a través de las
esculturas de las culturas Ixtlán y Comala, donde quedaron registrados muchos aspectos de la vida
cotidiana durante el Preclásico y Clásico del Occidente mesoamericano. FUENTE: Agradezco al Dr. Igor
Cerda Farías permitirme usar este cuatro usado en el aula. Elaboración propia.
A pesar del desconocimiento que tenemos sobre el pasado tarasco, y la falta de
estudios, se puede intentar definir lo tarasco a través de los aspectos culturales: la
antropología física, la lingüística, la arqueología y la Historia. Entre los aspectos de
antropología física, Nicolás León identificó que los cráneos tarascos humanos presentan
rasgos como un marcado prognatismo facial, con mandíbula estrecha y cuya rama
ascendente formaba un ángulo casi recto en relación con el resto de la mandíbula, los
caninos son sustituidos por pequeños molares y no se presentó la muela del juicio,324
pero se debe agregar que ―son raros los estudios sobre los restos óseos humanos que se
han localizado en Michoacán, y por tanto, en poco nos ayuda la antropología física a
324
LEÓN, NICOLÁS. ―Anomalías y mutilaciones étnicas del sistema dentario entre los tarascos precolombianos‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto
Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 175-181.
90
definir las características somatológicas de grupo tarasco prehispánico‖.325 La
lingüística es otra herramienta que puede ser de ayuda, pero lamentablemente tampoco
han abundado los trabajos sobre el idioma tarasco, considerado aislado de otras familias
lingüísticas mesoamericanas, aunque se ha intentado relacionarlo con el quechua,
aimara, zuñi y lenguas mayas, pero todo parece apuntar a que el tarasco no es una
lengua mesoamericana.326 La arqueología y la Historia son las que probablemente
aportan más conocimiento para la definición de la cultura tarasca; aunque Claudia
Espejel ha destacado diversos debates recurrentes que no han tenido una solución
definitiva: sobre la Historia menciona que ante la falta de documentos y la crítica de los
existentes, se deben replantear los esquemas establecidos y realizar nuevas
interpretaciones; desde la arqueología se ha cuestionado bastante la información
histórica, pero a pesar de los grandes avances, faltan muchas exploraciones
arqueológicas aún para comprender mejor las sociedades pretéritas del Michoacán
prehispánico.327 Desde la arqueología, se ha identificado como rasgos materiales
típicamente tarascos:
―a) arquitectura piramidal de planta rectangular, rectangular-circular o uso simultáneo de
ambas formas. Empleo de plataformas comunes a varias estructuras, que puede
considerarse un primer cuerpo de las mismas. Inexistencia de mortero en las construcción;
b) presencia de un complejo cerámico de formas características con predominio de pintura
al negativo, con diseños antropomorfos, zoomorfos y geométricos. Abundancia de cerámica
negra pulida; c) existencia de pipas de barro de formas características; presencia del
llamado Chac-mool; e) existencia de escultura en piedra con formas y representaciones
locales; f) poca presencia de lapidaria de jade. En cambio, es notoria la existencia de
obsidiana labrada con gran destreza manual, así como el uso del cristal de roca; g)
existencia de orfebrería en otro, plata y cobre, y h) práctica de cremación
328
posenterramiento.‖
Salvador Pulido matiza las características que permiten la identificación
arqueológica de los tarascos y los tarascos-uacúsecha, mencionando que rasgos como
los chac-moles, pipas de barro y cremación posenterramiento, no son rasgos típicamente
tarascos, si no que se encuentran en otras regiones culturales de Mesoamérica. En su
trabajo resalta que la falta de trabajos arqueológicos no permiten comprender bien el
desarrollo histórico del pueblo tarasco, y que sólo se ha podido identificar a la élite, que
él llama los tarascos-uacúsecha, a partir de dos tipos de vestigios; la cerámica suntuaria
y de lujo, así como la arquitectura monumental, siendo las yácatas la evidencia de
presencia tarasco-uacúsecha. Por otro lado, la Relación de Michoacán y otros
documentos nos permiten conocer varios aspectos sobre la cultura tarasca, como sus
costumbres, creencias organización política, social, historia, mitos, gastronomía, pero
estos documentos también reflejan en su mayor parte a la élite dirigente, que es la que
se ha identificado arqueológicamente. Por lo que aún hace falta mucho trabajo de todas
las disciplinas mencionadas para tratar de definir lo tarasco prehispánico.
Un último debate, reciente por cierto, que debemos considerar sobre los tarascos
prehispánicos, es sobre su organización sociopolítica. A lo largo del tiempo, la entidad
política tarasca ha recibido diferentes nombres, los primeros fueron propios de los
325
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha…, Óp. Cit., P. 38.
ALBIEZ WIECK, SARAH. Óp. Cit., T. II, Pp. 553-566.
327
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Reflexiones acerca del Estado tarasco a partir de las nuevas
investigaciones etnohistóricas y arqueológicas‖, en: ALBIEZ-WIECK; ROSKAMP, HANS (Editores).
Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección
Investigaciones), 2016, Pp. 73-94.
328
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha…, Óp. Cit., P. 54.
326
91
europeos, que hicieron analogía con su propia organización política del siglo XVI y
otras conocidas, por lo que se usaron los conceptos de ―reino‖, ―señorío‖, ―república‖ y
―monarquía‖. Otras nomenclaturas con poco rigor que se han usado a partir de la
historiografía del Michoacán prehispánico desde finales del siglo XIX, para nombrar a
ésta entidad política, han sido ―reino‖, ―señorío‖, ―cacicazgo‖, ―supercacicazgo‖,
―Estado prístino‖, ―Estado‖, e ―imperio‖, y otras variantes de estos conceptos, como
―imperio hegemónico‖ o ―imperio cuasi-territorial tarasco‖, cada nomenclatura tiene
una carga interpretativa de centralización del poder así como un enfoque
evolucionista.329 Hasta ahora el mejor estudio que se ha realizado sobre la existencia de
un ―Estado‖ tarasco es la tesis de licenciatura de José Ricardo Aguilar González, sin
embargo, él mismo ha cuestionado su interpretación y ha puesto en duda la existencia
de un ―Estado tarasco‖.330 El cuestionamiento de la existencia de una entidad estatal
tarasca proviene de las recientes investigaciones históricas y arqueológicas: la principal
fuente etnohistórica, la RM, ha sido fuertemente cuestionada por la forma en que su
compilador, Jerónimo de Alcalá, organizó la información basándose en el cartabón
proporcionado por Las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio (1221-1284),331 sin
embargo, no hay que perder de vista que la RM fue redactada por un hombre de cultura
occidental del siglo XVI, para que el texto fuera leído por hombres de cultura occidental
del mismo siglo al otro lado del océano, compilando información de un linaje
gobernante que pretendía justificar su poder en un contexto específico de la historia
colonial de Michoacán en la década de 1540, y aunque sea una fuente de sesgo
occidental y ―lagocéntrica‖ o ―uacucéntrica‖,332 es un filón de información que no
puede ser desestimado ni declarar su obsolescencia, al contrario, hacen falta más
estudios interdisciplinarios de éste texto complejo. Además, las exploraciones
arqueológicas que se han realizado en los últimos años, mostrando una complejidad
cultural que no quedó registrada en las fuentes escritas, ha sido fundamental para
reconsiderar la ―historia de bronce‖ que relata la RM, por lo que se ha cuestionado así la
existencia de un ―Estado tarasco‖, y se han propuesto la existencia de un
―superseñorío‖, ―alianza de señoríos‖, o una ―confederación de señoríos‖ para
caracterizar la entidad política tarasca al momento del contacto europeo y conquista.333
Si bien la arqueología ha cuestionado la existencia de una entidad estatal para el
caso tarasco, desde la información documental existente, es posible inferir que ésta
entidad política era fuertemente centralizada, y que el cazonci tenía más poder y
autoridad que en una alianza o confederación de señoríos, a pesar del sesgo occidental
de sus autores. En las fuentes coloniales, dejando de lado la RM, por ejemplo en los
títulos primordiales, juicios, probanzas, relaciones de méritos y servicios, crónicas
religiosas o Relaciones Geográficas, la mayoría de las fuentes indican que los caciques
o señores de los pueblos, eran súbditos o vasallos del cazonci, casi nunca se menciona
que fueran amigos o aliados, siempre se muestra la verticalidad del poder central, y de
329
Para una síntesis de autores que han usado estos conceptos, véase ALBIEZ-WIECK, SARAH, Óp.
Cit., T. I, Pp. 44-45.
330
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Comunicación personal.
331
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de
Michoacán, Óp. Cit., T. I, Pp. 17.
332
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de
Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS Publications vol.
72), 1998, Pp. 12, 14 y 27.
333
ENKERLIN PAUWELLS, LUISE; PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ――Señores‖ y ―señoríos‖; la
constitución territorial en el Michoacán temprano una visión desde la historia y la arqueología.‖, 2017, en
prensa. Agradecemos al Dr. José Luis Punzo por facilitarnos este texto.
92
hecho, en los documentos de origen indígena que se escribieron para defender linderos
de tierras, la mayoría reclama la posesión de la tierra porque el cazonci se las otorgó,
pocos documentos reclaman la posesión de la tierra antes de la aparición del poder
uacúsecha, y los que lo hacen, se aclara que obedecían en todo al cazonci, por lo que
para nosotros es evidencia del funcionamiento de los aparatos ideológicos del Estado.
Claudia Espejel agrega al debate:
―A pesar de todo lo dicho hasta aquí, hay indicios suficientes para pensar que, con el
nombre propio o sin él, los tarascos formaban una entidad unificada que al menos desde
fuera fue percibida como tal, primero por los mexicas y sus demás vecinos y posteriormente
por los españoles. El hecho de que los mexicas nunca pudieron vencerlos y el hecho de que
los españoles lograron sujetar a todos los pueblos del reino al conquistar la capital son
334
claros signos de que tal entidad estaban suficientemente consolidada.‖
Precisamente, otra razón histórica más para considerar la existía de un ―Estado
tarasco‖, tiene que ver con la conquista de Michoacán; a diferencia de la conquista
violenta de la Excan Tlatoloyan mexica y sus territorios, en que los españoles realizaban
expediciones para ―pacificar‖ las regiones que se sublevaron tras la caída de MéxicoTenochtitlán, el Tzintzuntzan Irechequa fue conquistado ―pacíficamente‖ y con pocas
referencias a sublevaciones, y su estatus frente a la Corona fue el de una especie de
―protectorado‖, en que el cazonci y la nobleza mantuvieron y adaptaron sus privilegios
en el nuevo orden colonial durante algunos años o décadas más, y varias instituciones
estatales prehispánicas tarascas sirvieron como base para que los diversos proyectos de
colonización y evangelización fueran llevados a cabo.335 Hay que agregar además que el
mismo Ricardo Aguilar mencionó en su investigación sobre el Estado tarasco que
―…el presente trabajo es susceptible de ser cuestionado, refutado, mejorado u olvidado. Sin
embargo, la crítica de este trabajo, tendrá que reunir el mismo o mayor manejo de fuentes y
una misma o mejor metodología, así como una competencia teórica como la que se
336
manifiesta en nuestra investigación.‖
Hasta el momento desconocemos que el autor que caracterizó la política y
sociedad del Estado tarasco, haya realizado una investigación de esta envergadura para
mostrar una caracterización nueva de la sociedad protohistórica tarasca, y qué concepto
sería el más adecuado para nombrar su entidad política. Otros autores han dado algunos
pasos sobre el tema, y esperamos investigaciones con la misma competencia de fuentes,
metodológica y teórica para confrontar una nueva caracterización de esta sociedad
prehispánica. Por nuestra parte, consideramos que el materialismo histórico proporciona
una teoría y metodología integrales para analizar los diversos aspectos la sociedad
tarasca prehispánica, por lo que nosotros consideramos que la entidad política era la de
un Estado, con lo que tiene fuertes implicaciones en cómo concebimos la guerra y sus
objetivos en el Michoacán del Posclásico Tardío. Debemos agregar que probablemente
estemos ante una discusión bizantina, pues independientemente de caracterizar a la
entidad política tarasca prehispánica como ―Estado‖, ―señorío‖ o cualquier otra
334
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Reflexiones acerca del Estado tarasco a partir de las nuevas
investigaciones etnohistóricas y arqueológicas‖, Óp. Cit., P. 93.
335
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Instituciones coloniales en poblaciones tarascas. Introducción,
adaptación y funciones‖; KUTHY, MARÍA DE LOURDES. ―El control de los puestos políticos. La elite
tarasca en el siglo XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores)
Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, Pp. 131-152 y 153-172.
336
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., P. 8.
93
nomenclatura, lo cierto es que está entidad política fue única e irrepetible en el espacio y
tiempo históricos, y su unicidad escapa de nuestra concepción occidental y de la
información arqueológica y documental existente.337
Nota sobre la ortografía de los nombres tarascos en la presente investigación
El idioma tarasco o purépecha ha tenido cambios notables desde que fue registrado por
los europeos en el siglo XVI hasta la actualidad. Corona Núñez mencionó que ―sí el
español ha tenido tales cambios a pesar de que el hablante ha tenido obras escritas
donde estar siendo guiado para no salirse del cartabón del idioma, [¿] qué no ha pasado
con el tarasco casi sin libros donde leerlo constantemente? El resultado ha sido que el
tarasco moderno ha perdido innumerables vacablos [sic], otros los ha cambiado en su
forma y a veces en su significado.‖338 A eso hay que agregar que los fonemas de los
caracteres castellanos también han cambiado, lo que dificulta enormemente el trabajo
lingüístico de la lengua purépecha actual.
Conviene entonces mencionar los parámetros ortográficos usados a lo largo de
esta investigación, de los nombres de personajes y lugares tarascos registrados en las
fuentes históricas. Nosotros respetamos la ortografía de las fuentes siempre que citamos
textualmente, aunque en la actualidad se hayan hecho recomendaciones de los
caracteres que representan los diversos fonemas, como la w, k, y apostrofes. Para los
nombres de los personajes, usamos la ortografía propuesta por Corona Núñez y Claudia
Espejel,339 así como la adición de números romanos (I o II), cuando mencionamos a
distintos personajes del linaje uacúsecha que sean homónimos. También respetamos la
historicidad de los nombres de los personajes, así por ejemplo, cuando nos referimos al
último cazonci antes de la conquista, lo nombramos Tzintzincha Tangáxoan, después de
la conquista lo nombramos Francisco Tangáxoan, de igual forma con Cuiniarángari o
don Pedro Cuiniarángari. Los toponímicos también los respetamos en las citas, aunque
existan dos formas distintas en el mismo pasaje; si los topónimos han sobrevivido hasta
la actualidad, tratamos de usar la ortografía actual, siempre que no se trate de una cita.
Los adjetivos en lengua tarasca y náhuatl los hemos escrito en cursivas; para los
americanismos que estén registrados por la RAE, usamos la grafía aceptada sin cursivas.
En el caso que citemos un diccionario tarasco del siglo XVI, citamos la palabra o
morfemas tarascos en cursivas, y la parte castellana en itálicas. A lo largo del texto nos
hemos valido de traducciones de varios autores; nosotros hemos intentado hacer un
ejercicio de traducción de algunos vocablos tarascos basándonos en los vocabularios y
gramáticas del siglo XVI, pero ante nuestro desconocimiento de la lengua purépecha,
deben considerarse sólo como propuestas, y los especialistas en la materia deben dar las
observaciones finales en dicho tema.
337
PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. Comunicación personal.
CORONA, NÚÑEZ, JOSÉ. ―Nota preliminar‖, en: GILBERTI, MATURINO. Diccionario de la
lengua tarasca. Introducción de José Corona Núñez. Morelia, Editorial Balsal, 1983, P. 3.
339
RM, ―Apéndice. Cargos de gobierno, oficios y nombres‖, Pp. 281-290.
338
94
II.
LA SOCIEDAD TARASCA PREHISPÁNICA
―Para el año de 1522, el rey tarasco ya gobernaba un reino que cubría una
superficie de más de 75 000 km2 en las tierras altas de la región centrooccidente de México, incluido el actual estado de Michoacán. En esa época,
el imperio tarasco era el segundo más grande de Mesoamérica y era
dominado en términos étnicos por una población que los españoles llamaron
―tarascos‖, y que hablaba el lenguaje de Michoacán, también conocido como
tarasco o p‘urhépecha. A diferencia de otros núcleos imperiales mexicanos
del Postclásico, la zona central de Michoacán no tenía antecedentes de
poderosas ciudades-estado o imperios, sino que había permanecido más bien
en la periferia de las economías políticas de los periodos Clásico y
Postclásico temprano. Empero, para principios del siglo XVI, el imperio y la
dinastía real que gobernaban desde la cuenca del lago de Pátzcuaro se habían
convertido en una potencia dentro del mundo mesoamericano. Ese mundo
estaba dominado políticamente al este y al sur por el expansionista imperio
azteca, así como por varios pequeños estados y señoríos hacia el oeste. En lo
económico, todas las sociedades mesoamericanas estaban interrelacionadas
mediante importantes flujos de bienes y servicios.‖
340
Helen Perlstein Pollard, ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, 2004
9.
INTRODUCCIÓN
Ya que nos hemos pertrechado con un marco teórico-metodológico adecuado para
estudiar el fenómeno de la guerra en la sociedad tarasca prehispánica, es momento de
estudiar las características más importantes de dicha sociedad. En éste capítulo
abordaremos desde la perspectiva del materialismo histórico, los aspectos relevantes
para lograr comprender a las sociedades pretéritas que habitaron Michoacán antes de la
llegada de los españoles en el siglo XVI, en otras palabras, vamos a desarrollar los
postulados del materialismo histórico a la realidad prehispánica tarasca. Marx y Engels
propusieron prestar atención a cinco grandes factores ―de la actividad social [que] no
deben considerarse como tres peldaños distintos, sino sencillamente como eso, […]
«momentos» que han coexistido desde el principio de la historia y desde el primer
hombre y que todavía hoy siguen rigiendo en la historia.‖341 Dichos ―momentos‖ son: 1)
La existencia de individuos humanos vivientes y su relación con el resto de la
naturaleza, es decir, la producción de los medios indispensables para satisfacer las
necesidades de su vida material, como lo es la comida, bebida, vivienda, ropa, etcétera.
2) El segundo ―momento‖ es la reproducción de la vida material del hombre, ya que la
acción de satisfacer la vida material y adquirir los instrumentos necesarios para ello,
lleva a nuevas necesidades. 3) Un tercer aspecto ―es el de que los hombres que renuevan
diariamente su propia vida comienzan al mismo tiempo a crear a otros hombres, a
procrear: es la relación entre marido y mujer, entre padres e hijos, la familia…‖,342 en
otras palabras, las relaciones sociales que se establecen entre ―la cooperación de
diversos individuos, cualesquiera que sean sus condiciones, de cualquier modo y para
340
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, en: Relaciones.
Zamora, Colegio de Michoacán, 2004, verano, año/vol. XXV, núm. 099, P. 117.
341
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―‖Feuerbach. Oposición entre las concepciones
materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS,
FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, T. I, 1975, P. 28.
342
Ibíd., P. 27.
95
cualquier fin.‖343 Estas relaciones tienen una gran importancia, pues de ellas se
desprende el siguiente momento; 4) ―un determinado modo de producción o una
determinada fase industrial lleva siempre aparejado un determinado modo de
cooperación o un peldaño social, modo de cooperación que es, a su vez, una «fuerza
productiva»; que la suma de las fuerzas productivas accesibles al hombre condicionan el
estado social y que, por tanto, la «historia de la humanidad» debe estudiarse y
elaborarse siempre en conexión de la industria y el intercambio.‖344 5) Después de estos
momentos, ―caemos en la cuenta de que el hombre también tiene «conciencia»‖, 345 que
incluye al lenguaje que es tan viejo como la anterior y relaciona a los diversos seres
humanos. ―La conciencia, por tanto, es ya de antemano un producto social, y lo seguirá
siendo mientras existan seres humanos. La conciencia es, en principio, naturalmente,
conciencia del mundo inmediato y sensorio que nos rodea y conciencia de los nexos
limitados con otras personas y cosas, fuera del individuo consciente de sí mismo…‖.346
Los primeros dos aspectos los vamos a tratar en los primeros apartados de este
capítulo, vamos a exponer de forma general la geografía michoacana durante el
Posclásico Tardío, por ser el espacio que habitaron los tarascos y por los recursos que
usufructuaban, formando parte de la base de subsistencia material. Después vamos a
exponer una síntesis histórica del desarrollo histórico del pueblo tarasco, rescatando las
teorías sobre sus supuestos orígenes sudamericanos, hasta el año 1522, momento en que
se consumó la conquista del Tzintzuntzan Irechequa por parte de los soldados europeos.
Posteriormente vamos a analizar la extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa,
cómo estaba organizado territorialmente, saber cuáles eran las políticas aplicadas para
los pueblos subyugados, y los recursos y productos que conseguían de las distintas
regiones. En los siguientes apartados vamos a entrar de lleno al estudio de la sociedad
tarasca prehispánica, analizando las relaciones sociales, la estratificación social y el
Estado tarasco. Trataremos el cuarto aspecto, la economía política y el modo de
producción, en el siguiente apartado. Estamos muy lejos de ofrecer una visión completa
sobre el modo de producción de los tarascos durante el Posclásico Tardío, pues la falta
de fuentes no permiten tener un panorama sobre este tema, aun así podemos tener
algunas noticias sobre la tenencia de la tierra, las relaciones de producción, los tributos
y la circulación de bienes. El quinto ―momento‖ que trataremos es el de la ideología, la
religión tarasca en sus fuentes y su articulación con el poder estatal como justificación
del de la entidad supraétnica. En un último apartado del presente capítulo, observamos
la articulación entre los diferentes ―momentos‖ y proponemos cuál era el tiempo de la
guerra a gran escala en el Estado tarasco, revisando los ciclos agrícolas, la época de
lluvias, el calendario tarasco, el conocimiento astronómico prehispánico y el pago de
tributos.
343
Ibíd., P. 28.
Ídem.
345
Ibíd., P. 28.
346
Ibíd., P. 29.
344
96
10. LA GEOGRAFÍA DEL PAÍS DE LOS TARASCOS
―Tiene su situación esta sierra en el centro del reino y provincia de
Michoacán, parte muy principal de esta Nueva España, y entre sus montes
emulando al Etna, conserva dos volcanes en que suelen verse cerca de
Colima el fuego y la nieve sin estorbar uno al otro su domicilio. En sus
entrañas no ocultan estos montes la oficina de Vulcano, sino ricos minerales
de oro, plata, cobre, bronce y exquisitas piedras.
Sus campiñas se ven esmaltadas de flores y yerbas medicinales y sus montes
cubiertos de frondosos árboles que impiden al sol el que penetre con sus
rayos aquel terreno. Sus frutas por abundantes y exquisitas, se hacen lugar en
todas las historias. Toda está circunvalada de hermosos y cristalinos ríos y
tiene varias lagunas, que en sus dilatados ámbitos parecen pequeños mares.
Los peces de sus aguas son tantos y de calidad tan saludable, que por la
multitud le dieron nombre a toda la provincia; no siendo otra cosa
Michoacán, que tierra de mucho pescado, en lengua mexicana.‖
347
Fray Isidro Félix de Espinosa, Crónica franciscana de Michoacán, 1751
Antes de iniciar el análisis de la guerra y las sociedades que la practicaban en la
antigüedad mesoamericana, es necesario primero familiarizarnos con su espacio, es
decir, el escenario geográfico donde habitaron estas sociedades pretéritas. Este aspecto
es fundamental para nuestra investigación, pues nos permitirá conocer la relación entre
el ser humano con su entorno material. El medio físico sufre transformaciones con el
devenir del tiempo, es decir, que pueden historiarse estos cambios. Estos cambios son
estudiados por la Geografía, la cual se divide en dos grandes campos, la Geografía física
y la Geografía humana.348 Los cambios realizados por los seres humanos son estudiados
por la Geografía histórica, esta ―geografía del pasado puede reconstruir la imagen de
una región de un periodo histórico definido o puede servir para explicar la génesis y el
proceso de la formación de una situación presente.‖349 Las tres grandes tareas de la
geografía del pasado se centran en los cambios geográficos a través del tiempo, el
desarrollo de los paisajes y la evolución de las formas espaciales.350 La presente
investigación dista bastante de un estudio de Geografía histórica, mas debemos utilizar
los parámetros de forma diacrónica que dicha disciplina ofrece como herramientas, que
nos permitan exponer nuestros propósitos, y describir el país controlado por los tarascos
en el siglo XVI.
347
ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán. Apuntalamientos bibliográficos
de Nicolás León. 3ª edición, Morelia. Instituto de Investigaciones Históricas- Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo, Morevallado Editores. 2003, Pp. 21-22. La abundancia y diversidad de ictiofauna
del territorio controlado por los tarascos en época precortesiana, fue motivo para que se le conociera a la
región como Mechuacan o Michhuahcan, toponímico de origen nahua ―que proviene de michin, o mechin,
―pescado‖; -huah, ―dueños de‖, y –can, sufijo locativo: ―Lugar de los dueños del pescado‖. Los
michhuahque son la ―gente de Mechuacan‖. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas
michoacanas‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y
gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 63.
348
CORTEZ, CLAUDE. ―Introducción‖, en: CORTEZ, CLAUDE (Compilador). Geografía histórica.
México, Instituto Mora, Universidad Autónoma Metropolitana, (Antologías Universitarias), 1991, P. 10.
349
Ibíd., P. 17.
350
Ibíd., P. 18.
97
Gracias a las fuentes coloniales, podemos hacernos una idea de la geografía del
territorio controlado por los tarascos, inmediatamente anterior a la llegada de los
españoles, pues si bien la llegada de los europeos transformó radicalmente el paisaje, la
depredación ecológica que lamentablemente existe en nuestros días es producto de la
industrialización de finales del siglo XIX.351 Los europeos se asombraron con la riqueza
natural del Nuevo Mundo, las palabras de fray Isidro Félix de Espinosa que anteceden a
este apartado son una muestra de ello. Entre los principales documentos que describen
la geografía michoacana del siglo XVI, se encuentran los documentos que la Corona
Española, bajo el reinado de Felipe II, mandó realizar en 1577 para conocer mejor los
territorios ultramarinos y poder administrarlos mejor. Se les conocen como ―Relaciones
Geográficas‖, y fueron elaboradas a partir de una instrucción compuesta por 50
preguntas, cuyos tópicos giraban en torno a poblaciones, clima, relieve, número de
habitantes, toponímicos, información etnográfica de los indígenas, los ríos, lagos,
volcanes, flora, fauna, minas, jurisdicciones religiosas, costas y puertos. Estas
relaciones geográficas han sido publicadas las que corresponden a la antigua provincia
de Michoacán.352 Otros europeos también compararon la geografía de Michoacán con
regiones reales o mitológicas del Viejo Mundo, por ejemplo el agustino fray Mathías de
Escobar comentó para 1729 que ―está Mechuacán al occidente, que si el paraíso de
Edén lo puso Dios al oriente, ad orientalem plagam Edem, este otro ameno jardín, lo
colocó al occidente, haciendo a éste quizá antípoda de aquél; colocando a Mechuacán,
como al paraíso debajo de la tórrida zona, entre los dos trópicos Cancro y
Capricornio…‖.353
El país de los tarascos abarco una porción considerable de la actual entidad
federativa de Michoacán de Ocampo y estados limítrofes, como lo son Colima, Jalisco,
Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Guerrero, al sur se encuentra la costa
bañada por las aguas del Océano Pacifico. Como se sabe, el Tzintzuntzan Irechequa fue
una entidad política dentro de la súper área cultural de Mesoamérica, geográficamente
inicia en el Norte desde el desierto localizado al norte del Valle de México, y se
extiende hasta las selvas tropicales de Guatemala, y partes de Honduras, El Salvador,
Nicaragua y Costa Rica en el Sur. William T. Sanders y Barbara J. Price dividieron
Mesoamérica por la altitud, de forma un tanto simplista, en zonas verticales de tierra
fría, tierra templada y tierra caliente, ―subdividen cada una por cantidades de lluvia, lo
que produce lo siguiente: 1. Tierra caliente (0 a 1 000 m): a) Árida (menos de 800 mm
de precipitación anual); b) Subhúmeda (800 a 1 200 mm), y c) Húmeda (más de 1 200
mm). 20 Tierra templada (1 000 a 2 000): a) Árida (menos de 500 mm); b) Subhúmeda
(500 a 1 000 mm), y c) Húmeda (más de 1 000m). 3. Tierra fría (2 000 a 2 800 mm): a)
Árida (menos de 500 mm); b) Subhúmeda (500 a 1 00 mm), y c) Húmeda (más de 1
351
Ya para finales de los años 1980, se sabía que ―hoy en día, sin embargo, el paisaje no corresponde a lo
que fuera en la época del esplendor de los tarascos; la explotación irracional de los bosques lo ha
transformado radicalmente, lo que ha repercutido en todos los aspectos del medio geofísico: suelos, clima,
fauna y vegetación.‖ CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos. México,
Gobierno del Estado de Michoacán-Comité Editorial del Gobierno de Michoacán, 1986, P. 20.
352
―Instrucción y memoria de las relaciones que se han de hacer para la descripción de las Indias que su
majestad manda hacer, para el buen gobierno y ennoblecimiento dellas‖, en: ACUÑA, RENÉ (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México,
núm. 9, 1987, Pp. 17-23.
353
ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida. Vitas patrum de los religiosos ermitaños de
Nuestro padre San Agustín de la provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. Estudio
introductorio de Igor Cerda Farías. 3ª edición. Morelia. Instituto de Investigaciones HistóricasUniversidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo- Exconvento de Tiripetío-Fondo editorial
Morevallado, 2006, P. 33.
98
000).354 (Ver Figura 2) Sin embargo, esta propuesta ha sido aceptada, y con ella se
detecta que ciertas plantas tienen tolerancia a determinada temperatura
―(por ejemplo, el caco no florece por encima de los 1 000 metros, el maguey se encuentra
principalmente por encima de los 2 000 metros, y la temporada para que crezca el maíz por
encima de 2 000 metros se limita a seis o siete meses). Incluyendo plantas indígenas e
introducidas, y combinando los datos de Sanders y [Alejandra] Moreno Toscano, se
revelan las siguientes zonas productivas: la tierra caliente produce cacao, plátanos, caña de
azúcar, zapote, tabaco y algodón; la tierra templada produce café, cítricos, maíz, frijoles y
calabaza; la tierra fría, que incluye el Valle de México, produce principalmente grano:
trigo, cebada y maíz. La altura aproximada por debajo de la cual es posible sembrar
durante todo el años, es 1 600 metros y por encima de la cual hay heladas que limitan la
355
temporada agrícola de casi todas las cosechas a unos siete meses.‖
FIGURA 2. Mapa de William T. Sanders y Barbara J. Price sobre los tres tipos básicos de clima en
el Centro de México. FUENTE: HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía
política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., P. 21.
El territorio michoacano es uno de los más accidentados de la República
Mexicana, producto de una intensa historia geológica. El escribano Francisco Toscano
Gorjón, escribió para 1579 como en la región de Chilchotla, ―son los montes muy
espesos y umbrosos, y en mucha cantidad; cogen estos montes mucha tierra, que yo, el
d[ic]ho escrib[an]o, he andado más de trescientas leguas por ellos en largo, y corren
ellos más, porque no se les ha hallado fin, y siempre [son] mont[u]osos.‖356 En la época
prehispánica se creía que en los dioses de los montes llamados Angámucuranchan o
354
Citado por HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de
México en el siglo XVI. Traducción de Juan José Utrilla. México, Alianza Editorial Mexicana, 1990, nota
a pie núm. 1, P. 20.
355
Ibíd., nota a pie núm. 1, P. 20.
356
VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 103.
99
Angamucuracha,357 Maturino Gilberti tradujo ―Angamucuni. estar en pie a la puerta, o
cueua, o orilla de la laguna, o rio‖,358 probablemente eran dioses guardianes de estos
elementos naturales con diversos atributos. Durante el Paleozoico los océanos
ascendieron muchas veces igual que las áreas continentales. En la era Mesozoica hubo
un hundimiento paulatino hasta que en el Cretácico inferior la mayor parte de
Michoacán y en la República quedaron sumergidos, y volvieron a la superficie a finales
del Cretácico. En el período Cenozoico se desarrolló una intensa actividad volcánica,
formándose la Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre del Sur, el Sistema Volcánico
Transversal y el litoral del Pacífico, modificándose intensamente el relieve de
Michoacán. Durante el Cuaternario, nuestra era geológica, el territorio michoacano no
ha sufrido cambios drásticos heredados del Cenozóico.359 Durante las eras geológicas de
intensa actividad volcánica, se gestaron las minas de obsidiana, recurso muy importante
para los habitantes prehispánicos del territorio michoacano.
FIGURA 3. Mapa que muestra las regiones naturales o provincias fisiográficas de Michoacán. FUENTE:
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖ en: FLORESCANO, ENRIQUE
(Coordinador General) Historia general de Michoacán. México, Gobierno del Estado de MichoacánInstituto michoacano de cultura, T. I, 1989, P. 11.
357
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63v, P. 18.
GILBERTI, MATURINO. Vocabulario en lengua de Mechuacan. Transcripción paleográfica de
Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de Clotilde Martínez y J. Benedict Warren. Zamora, Mich.,
El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 1997, P. 48. En adelante
citado como VLM.
359
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, en: FLORESCANO, ENRIQUE
(Coordinador. General) Historia general de Michoacán. México, Gobierno del Estado de MichoacánInstituto michoacano de cultura, tomo I, 1989, Pp. 14-16.
358
100
En el antiguo territorio controlado por los tarascos confluyen cuatro grandes
provincias fisiográficas de México: la Altiplanicie Mexicana, el Eje Volcánico
Transversal, la Depresión del Balsas y la Sierra Madre del Sur. La fisiografía es una
ciencia en que existen discrepancias sobre su definición y límites, sin embargo, su
objeto de estudio es el presente de la superficie de la Tierra y su relación con la
atmósfera, la hidrosfera y la geología. ―Las provincias fisiográficas se definen por su
morfología, estructura e historia geológica la hidrografía y los suelos,‖360 esto sobre la
base de tres factores: ―1) el estudio de la estructura desde el más amplio punto de vista,
es decir, incluyendo la historia geológica de la región; 2) el análisis de los agentes de
erosión que influyen sobre la región: acción de la atmósfera, del agua, etc.: y, 3) el
resultado alcanzado por la erosión sobre la parte de la corteza terrestre que es objeto de
estudio.‖361
A partir de esto se han propuesto cinco provincias fisiográficas para el territorio
michoacano que cruzan el paisaje paralelamente de Este-Oeste, ―en las que hay
discrepancias en los límites y nombres que se les fijan.‖362 (Ver Figura 3) Atendiendo
los aspectos de su morfología, estructura e historia geológica, y la hidrografía,
describiremos las provincias mencionando sus elevaciones más importantes, la
geología, las cuencas exorreicas (con salida al mar o cuerpos de agua) y las cuencas
endorreicas (que no tienen desagüe al mar), recordemos que el Occidente de México y
Michoacán cuenta con una rica hidrografía compuesta por cuencas lacustres, palustres y
fluviales.363 (Ver Figura 4) Fray Mathías de Escobar describió ésta riqueza diciendo
que
―cuatro copiosos ríos como veremos, son los principales de esta provincia, hasta en esto
364
parecido este occidente paraíso, al otro oriental; tiene muchas lagunas, como referiré y
todas las humedades, todas las referidas lluvias […] Como se ve, toda esta provincia de
Mechoacán, está llena de aguas. Prueba evidente, son los ríos de que goza este flamenco
americano país. Con tan dulces aguas, como las que puede desear el apetito más estragado;
no hay ciudad, villa o pueblo, por pequeño y despreciable que sea, que no tenga el agua
que necesita para su sed, y la que ha menester, así para los caseros desperdicios, como para
los deleites de la vista, en las huertas y jardines. No se asuste el que lee, que no las cuento
por ser tantas éstas, que solo sus nombres llenaran muchos valones de papel y los ojos de
aguas, mojaran muchas manos. Omito las fuentes y ojos de agua, y hago sólo breve
365
relación de los mayores ríos, que se contienen en los límites de su esfera.‖
360
Atlas geográfico del Estado de Michoacán. 2ª edición, México, Secretaría de Educación en el Estado
de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, El Colegio de Michoacán, Editorial
Eddisa, 2003, P. 42.
361
VIVÓ ESCOTO, JORGE ABILIO. Geografía de México. 4ª edición, corregida y aumentada, México,
Fondo de Cultura Económica, 1958, P. 48.
362
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 42.
363
Está riqueza hidrográfica ha sido aprovechada por grupos humanos desde épocas remotas, para un
estudio del desarrollo cultural en las cuencas del Occidente de México, véase WILLIAMS, EDUARDO.
―Desarrollo cultural en las cuencas del Occidente de México: 1500 a.C.- 1521 d.C.‖, en: WILLIAMS,
EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. (Editores). Las cuencas del Occidente de México. Época
Prehispánica. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Centro de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos, Instituto de Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación, 1996, Pp. 1559.
364
Los ríos del Jardín del Edén según el Génesis eran el Fisón, Geón, Tigris y Éufrates. La sagrada
Biblia. Traducida de la Vulgata Latina al español. Notas de Félix Torres Amat. Estados Unidos de
América, Editorial Sopena Argentina, 1975, Génesis, 2:10-14, Pp. 15-16.
365
ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 34.
101
FIGURA 4. ―Mapa del centro y el occidente de México mostrando el área aproximada que cubrían las cuencas
lacustres durante el siglo XVI y algunos sitios arqueológicos asociados a ellas: 1) Capacha, 2) Chupícuaro, 3) El
Opeño, 4) Ihuatzio, 5) Loma Alta, 6) Loma Santa María, 7) Pátzcuaro, 8) Queréndaro, 9) Teuchitlán/Etzatlán, 10)
Tinganio, 11) Tres Cerritos, 12) Tzintzuntzan, 13) Urichu‖. FUENTE: WILLIAMS, EDUARDO. ―El modo de
vida lacustre: etnografía de las cuencas lacustres de Michoacán‖, en: Arqueología Iberoamericana. España, s. e.,
diciembre, 2015, año VII, núm. 28, Pp. 107-134.
El territorio que comprendió el país de los tarascos es cruzado por dos
importantes ríos, el Lerma y el Balsas, además de los numerosos ríos de las regiones de
Arteaga y Coalcomán, y también están presentes las cuencas de varios lagos. Las
provincias fisiográficas configuran en gran medida la diversidad de climas presentes en
el territorio michoacano, aunque por supuesto existen otros factores que conforman las
variaciones climáticas. Entre estos factores podemos encontrar el tipo de suelo,
orientación de las sierras, altura respecto al nivel del mar, temperatura, heladas,
precipitación pluvial y humedad.366 En Michoacán predominan cuatro tipos de climas:
Templado con lluvia todo el año, Templado con lluvia en verano, Tropical con lluvia en
verano y Seco estepario. Viajando de Norte a Sur, las provincias fisiográficas del país
de los tarascos serían:
366
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., Pp. 27-34.
102
1) Región de los Valles y Ciénegas del Norte o Altiplanicie: Esta área comprende la
parte más sureña de la Altiplanicie Mexicana, y la más septentrional del territorio
estatal. Tiene una altura en promedio de 1200 m a 2000 m sobre el nivel del mar.
Destacan los valles de Tepuxtepec, Maravatío, Puruándiro, Angamacutiro, Penjamillo,
La Piedad, Yurécuaro, Tanhuato, Ixtlán, Pajacuarán, Zamora, etcétera. La historia de
esta región se remonta a 70 millones de años a finales del cretácico, y la actividad
volcánica provocó la expulsión de lava en la superficie,367 aunque hubo expulsión de
lava en épocas menos remotas. Estos campos de lava recientes son conocidos como
malpaíses, donde se asentaron importantes grupos humanos durante varios cientos de
años, muchos de estos grupos fueron el antecedente de la expansión tarasca en el
Posclásico tardío. En esta región también se manifiesta un intenso volcanismo
secundario en forma de fuentes termales y géiseres, sumando 68 las más importantes.
En el Bajío se encuentran las de Abasolo, Apasea, Atotonilco y Comajilla, en Jalisco
destacan las de Barranca de Oblatos, Chapala y Temacapulín, del lado michoacano se
encuentran las fuentes termales de Aguacaliente de Chincua, Cuintzio, Chucándiro,
Purúa, Puruándiro, Salada de Pedernales, Tararameo, Tiquicheao de la Laguna, Araró y
Zinapécuaro,368 precisamente estas últimas fuentes termales eran un lugar sagrado,
donde se encontraban los templos principales de la madre de los dioses, la diosa
Cuerauáperi.369
Esta región está conformada por varias cuencas importantes, la de Zacapu, que
paulatinamente ha sido desecado, pero que en tiempos prehispánicos era de gran
importancia.370 La Rea menciona que a ―dos leguas del pueblo de Tzacapo, está un
cerro, en cuya cumbre está labrado un vaso tan perfecto, que sólo la naturaleza pudo ser
artífice de su fábrica, porque todo el cerro es redondo y, por dentro, hueco y lleno de
agua […] Las aguas son clarísimas y deleitosas…‖, no debe de ser otro que Los
Espinos. Prosiguió La Rea con ―debajo de este cerro cae la cienéga de Tzacapo, donde
hay lagunas profundísimas, con infinito pescado. De esta Ciénega tiene su nacimiento
elrío Angulo que, discurriendo hacía el norte, se incorpora […] con el Grande […] En
esta ciénega hay infinita caza de patos…‖.371 También se encuentra la cuenca del Lago
de Cuitzeo y sus principales afluentes que desembocan en él, son los ríos de
Queréndaro, cuyos tributarios de los ríos San Lucas y Zinapécuaro, y del río Grande de
Morelia. En el pasado este cuerpo de agua era navegado en canoas, se pescaba charal,
langosta, que servía para proveer a la mayor parte de las Chichimeca durante el siglo
XVII, y se aprovechaba el carrizo para la manufactura de diversos artefactos. 372 La
cuenca del Río Lerma (en el pasado también era conocido como Río Grande,
―comúnmente así llamado, aunque toma tantos nombres, cuantos lugares por donde
pasa‖, así como los nombres de Salvatierra, de Santiago, Toluca y Chiconahuapan),373
cuyo origen se encuentra en la Sierra del Ajusco en el Estado de México, y atraviesa el
territorio nororiental de Michoacán en dirección noreste a suroeste. Sus principales
367
Ibíd., Pp. 10-11.
BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. 2ª edición, Morelia, Morevallado Editores,
1993, Pp. 16-17.
369
RM, Primera Parte, ff. 10-10v, Pp. 11-12.
370
Ibíd., P. 24-25.
371
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden de N. Seráfico P. S. Francisco, Provincia de S. Pedro y
S. Pablo de Mechoacan en la Nueva España. Edición y estudio introductorio de Patricia Escandón.
Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Clásicos), 1996, Lib. I, Cap. II, Pp.
67-68.
372
Ibíd., P. 67; ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 38.
373
Ibíd., Pp. 34-35. BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. Óp. Cit., P. 18.
368
103
afluentes son los ríos Tlalpujahua, Cachiví, Angulo, Tanhuato y Duero.374 Los río
Lerma y Duero desembocan en el extremo noreste del Lago de Chapala, siendo éste
lago el más grande de la República Mexicana, tan grande que en el pasado, fue
conocido por los españoles como Mar Chapálico: ―[los ríos Angulo y Lerma] entran en
el mar Chapálico, cuyo golfo rodea sesenta leguas de contorno; lástima fuera a tanta
grandeza, darle el nombre de laguna, cuando levanta olas por ser mar, y siendo tan
grande este mar, es pequeña caja a estos dos ríos…‖.375 Alonso de la Rea mencionó en
1646 que el lago de Chapala ―tiene mucho pescado y las aguas dulces.‖376 Al oeste del
Lago de Chapala, se encuentran las cuencas de las lagunas de Cajititlán, Atotonilco, San
Marcos, Zacoalco, Sayula y Zapotlan, siendo este uno de los límites más occidentales
de avance territorial del Tzintzuntzan Irechequa.
2) Región de la Sierra del Centro o Sistema Volcánico Transversal: Esta región
comprende a la porción del Eje Volcánico Transversal que cruza totalmente por el
estado. Tiene una longitud de 300 km y una anchura de 130 km, cubriendo una
superficie aproximada de 27000 km2. Ésta región se formó en el Cenozoico, a parir de
rocas volcánicas. Su relieve es alto y accidentado, oscilando sus eminencias entre los
2500 m a 3000 m sobre el nivel del mar. Destacan por su altitud el Pico de Tancítaro
(4160 m), Cerro Patamban (3750 m), Cerro de San Andrés (3690 m), Cerro de San
Miguel o Calvario (3480 m), Cerro San Marcos, Cerro Paracho (3347m), Cerro Picacho
(3340 m), Cerro El Zirate (3200 m) y Volcán Paricutín (3170 m), volcán moderno
formado en 1943. Sobresalen los valles de Pátzcuaro, Quiroga, Tzintzuntzan,
Erongarícuaro, Morelia, Zinapécuaro, Indaparapeo, Querénderao, Comanja, Villa
Jiménez, etcétera.377
Ésta zona está conformada por dos lagos de gran importancia natural e histórica,
pues es el escenario donde se desarrollaron la mayoría de los episodios narrados de la
RM, así como haber sido el corazón del Tzintzuntzan Irechequa, los lagos de Pátzcuaro
y Zirahuén. La cuenca del primero se nutre de diversos afluentes, tanto subterráneos y
superficiales, de estos destacan los ríos de San Gregorio y Chapultepec, y los arroyos de
Santa Fe y Soto. En la antigüedad sobresalían los islotes de Pacanda, Yunuen, Tecuén,
Janitzio, Jarácuaro, Uranden, Carián y Apupato, estos últimos cuatro se han convertido
en costa debido a la desecación del lago. La Rea mencionó que ―es profunda y se coge
infinito pescado blanco, muy sabroso y saludable, y otros géneros. Esta laguna fue el
depósito de los ídolos de oro y plata, y piedras preciosas, que nuestros frailes debelaron
en la fundación del evangelio.‖378 El Lago de Zirahuen se encuentra al suroeste de
Pátzcuaro y es de menor tamaño que aquel, pero es mucho más profundo, recibe tributo
de los arroyos Manzanilla y Zinamba, cuyo origen está en el municipio de Salvador
Escalante.379 Alonso de la Rea mencionó que en Zirahuén era ―a donde los reyes y
señores se retiraban al recreo y alivio de sus negocios, cuyas paredes hoy se ven junto a
la laguna. Es profundísima y tiene de boj dos leguas, y se coge gran suma de pescado
374
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 47.
ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 35.
376
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, P. 65.
377
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 42, 48-49; GUEVARA FEFER, FERNANDO.
―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., P. 12.
378
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, Pp. 66-67.
379
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 49.
375
104
blanco. No se navega, porque en medio se hace un remolino con rápido, que se sorberá
un monte. Es tradición de los naturales que se comunica con la de Pasquaro.‖380
En la región del occidente de Pátzcuaro también se encontraban cuencas
importantes, en la región de Jacona se encuentra el río homónimo, hoy conocido como
Duero, donde se recogían ―bagres y truchas, siendo aguas muy lindas, y las arboledas
muy amenas y coposas.‖381 Cruza por Chilchota y Zamora, se une al arroyo de
Tangáncicuaro para desembocar en el lago de Chapala. ―Hacia el poniente está la laguna
de la Magdalena, con tres leguas de circuito, y mucho pescado‖, actualmente ésta
laguna actualmente ha desparecida, se encontraba en los municipios jaliscienses de
Magdalena, Etzatlán, Antonio Escobedo y Hostotipaquillo. ―Y media legua de ésta [la
laguna de la Magdalena], está la de Quitupa, muy profunda y con quien se comunica por
ocultos rumbos de la tierra.‖382
3) Región de la Tierra Caliente o Depresión del Balsas-Tepalcatepec: Esta región
comprende la porción más occidental de la Depresión del Balsas. Se encuentra
delimitada al norte con la Sierra del Centro, al sur con la Sierra de Coalcomán, al oeste
con los estados de Colima y Jalisco, y al este con Guerrero y Estado de México, con una
longitud de 225 km. Tiene una altitud media de entre 500 m. a 300 m. sobre el nivel del
mar, mientras que las más bajas se encuentran a 160 m. a 300 m. Es esta región hay
pocos valles, destacando la llanura de Antúnez, al sur de Uruapan, y el plan de Tierra
Caliente en los municipios de Apatzingám, Buena Vista, Aguililla y Tepalcatepec.
Destacan las serranías de Inguarán, Curucupaceo y los Picos de Cucha, así como el
volcán Jorullo formado en 1759.383
En ésta zona se encuentran la mayoría de los ríos y arroyos del territorio estatal.
El más importante de la región es el Río Balsas, (en el pasado conocido como Río
Zacatula, porque en la desembocadura, que termina en el Océano Pacifico, se
encontraba el señorío de Zacatula), nace de la unión de los ríos Atoyac en Puebla y el
río Mixteco de Oaxaca, en Guerrero se le conoce como Mezcala, junto con sus
afluentes, se extiende a lo largo de 32950 km2, era tan caudaloso que se le comparaba
con el río Nilo, además de que ―crían en sus aguas fieros caimanes que llama el español,
y el egipcio, cocodrilos, tan corpulentos y osados, que huyendo del hombre todos los
peces, sólo estos se atreven a él como se ha experimentado en este río.‖384 Los tres
afluentes más de este río en Michoacán son los ríos Cutzamala, Tacámbaro o Carácuaro
y Grande o Tepalcatepec, de Guerrero los afluentes son Tlapaneco, Ajuchitlán, San
Miguel y el Oro. El río Cutzamala es formado por los ríos Tuzantla y Tilosto, mientras
que el río Carácuaro recibe su afluente de ríos como el Pedernales y Puruarán, y arroyos
como Inguarán, Las Truchas y Los Limones, entre otros. El tercer afluente de capital
importancia es el río Tepalcatepec o Grande, el de mayor extensión de la cuenca del
Balsas, con 8267 km2 en territorio michoacano; según Alonso de la Rea, también ―hay
en él muchos caimanes, por la corpulencia de las aguas, y, hambrientos, suelen matar
algunas personas…‖.385 Este río nace en Jalisco, donde recibe el nombre de Quitupan,
con dirección noroeste a sureste. El principal afluente de este es el Río Marqués, cuyo
origen es el manantial ―Rodilla del Diablo‖, mejor conocido como Cupatitzio, en
380
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, P. 67.
Ibíd., P. 65.
382
Ibíd., P. 67.
383
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., P. 12-13.
384
ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 35.
385
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, P. 65.
381
105
Uruapan. Desde la época prehispánica los márgenes del río Tepalcatepec han tenido
gran potencial agrícola. La cuenca del Balsas ha sufrido un cambio drástico en el siglo
XX, ya que a principios de la década de 1960, se construyó la presa Presa Infiernillo,
con lo que muchos sitios arqueológicos prehispánicos quedaron cubiertos por el agua.
En la actualidad dicha presa es la segunda productora de energía eléctrica de la
República mexicana.386
4) Región de la Sierra Madre del Sur: La Sierra Madre del Sur es un sistema montañoso
importante que atraviesa de oeste a este los estados de Jalisco, Michoacán, Guerrero y
Oaxaca. En Michoacán cuenta con dos derivaciones, el segmento occidental
conformado por las sierras de Coalcomán y Chinicuila, y el segmento oriental con las
sierras de Arteaga y Pinzandarán, ambas derivaciones cuentan con ramificaciones al
norte y sur. Se extiende en dirección noreste a sureste a lo largo de la costa del Océano
Pacífico, con 200 km. de longitud y 100 km. de anchura, cubriendo una superficie
aproximada de 16000 km2. El relieve de esta región es predominantemente montañoso,
los cerros alcanzan alturas de 2000 m. sobre el nivel del mar, mientras que las
eminencias alcanzan cerca de los 3000 m., la más elevada es el Teotepec (3500 m).387
El sistema fluvial costanero comprende la Sierra Madre del Sur y la costa de
Michoacán, donde se encuentran más de 50 ríos y arroyos que desembocan en el
Océano Pacífico. El origen de estos cuerpos acuáticos es la Sierra Madre del Sur, y la
mayoría fluyen en dirección norte a sur. Los márgenes son de relieve accidentado y son
de poco aprovechamiento agrícola. Entre los más importantes se encuentran los ríos
Coahuayana, Aquila, Ostula, Cobre o Maruata, Motín del Oro, Coire, Cachán o
Coalcomán y Nexpa.388
5) Región de la Costa o Llanura Costera: Esta región comprende una franja angosta de
litoral que se encuentra entre la Sierra Madre del Sur y el Océano Pacífico. La
topografía es irregular y accidentada, formada por planicies aluviales, causadas por las
diversas ramificaciones de los ríos, entre las más importantes se encuentran las de
Lázaro Cárdenas, Coahuayana, Mexiquillo, y las formadas por ríos como Chuta,
Cachán, Maruata, San Telmo, Ixtapilla y Aquila. Son comunes también bahías, caletas,
ensenadas, lagunas, esteros, isletas y morros.389
Todos estos elementos permiten la sustentabilidad de una rica gama de flora y
fauna, que ha sido aprovechada por los habitantes de este territorio desde tiempos
inmemoriales. En Michoacán se encuentran casi todos los tipos de vegetación presentes
en la República Mexicana, a excepción de los bosques tropicales muy húmedos del
sureste y la península de Yucatán, y los matorrales desérticos del norte y centro
mexicano. Entre esa vegetación se encuentran las plantas medicinales, muy importantes
para los pueblos prehispánicos; en 1585, el jesuita Francisco Ramírez mencionó que
Michoacán ―es tierra grandemente fértil, y donde ay más yervas y árboles medicinales
que en ninguna parte desta tierra.‖390 Los tarascos aprovecharon los recursos maderables
386
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 47-48.
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., Pp. 13-14.
388
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 48.
389
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., P. 14.
390
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre
Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta
Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, P. 491.
387
106
de los bosques de su territorio, así como plantas y hierbas medicinales. Para 1580, el
corregidor de Tiripetío, Pedro de Montes de Oca, escribió sobre la vegetación de esa
región que ―hay, a la redonda de este llano, y de este pueblo, muchos montes y llanos, y
quebradas, arroyos, fuentes, que no se pueden contar ni pintar. Los montes son tantos y
tan espesos, que jamás se pueden acabar ni aún hacer mella en ellos, por ser cosa
infinita.‖391 Y en la ―Relación de Michoacán‖, manuscrito de mediados de 1540,
menciona como el linaje uacúsecha, al llegar al lugar donde fundaría Pátzcuaro, que ―y
yendo siguiendo el agua, no había camino, que estaba todo cerrado con árboles y con
encinas muy grandes, y estaba todo escuro y hecho monte, […] Andaban mirando las
aguas que habían en el dicho lugar, y como las viesen todas, dijeron: "aquí es, sin duda
Pázquaro: vamos a ver los asientos que habemos hallado de los cúes".‖392 Sobre este
pasaje, Le Clézio comenta que ―en la época en que se compuso la Relación, la
descripción de la naturaleza era muy escasa en la literatura occidental. En las demás
relaciones no encontramos mención del paisaje. La naturaleza en el Renacimiento es un
fondo, no un sujeto. Aquí al contrario, es la naturaleza la que guía a los guerreros
nómadas hacia la fundación de los futuros templos…‖.393 En Michoacán podemos
encontrar los siguientes tipos de vegetación:
Bosque de abies: Este tipo de bosques se encuentran a lo largo de las cañadas y en las
cumbres elevadas de entre 2500 m a 2800 m sobre el nivel del mar, y donde la humedad
y riqueza del suelo lo permiten, destacan los abetos, oyameles o pinabetes, alcanzando
alturas de 20 a 40 metros. Este tipo de árboles tienen la copa cónica y su follaje es verde
oscuro, formando densas masas forestales. Este tipo de vegetación se extiende por el Eje
Volcánico Transversal, Sierra Madre del Sur y oeste de Guatemala. En Michoacán se
encuentra en la Sierra del Centro, en municipios como Angangueo, Mil Cumbres,
Nahuatzen, Otzumatlan, Patamban, Pátzcuaro, Sierra de Tancítaro, Tacámbaro,
Tlalpujahua, Villa Madero, Zitácuaro, etcétera.394
Bosque de pinos: Los bosques de pinos también se encuentran en las zonas montañosas,
sobre los 2000 m a 3500 m sobre el nivel del mar. En ocasiones bordean los bosques de
oyameles, mezclándose con ellos o formando extensas regiones forestales. Este tipo de
vegetación crece en donde el clima es del tipo templado lluvioso en verano, y se
conocen cerca de 20 especies de pinos. Se localizan en la Sierra del Centro, como en la
Meseta Tarasca, y en las sierras de Tacámbaro, Tlalpujahua, Zitácuaro. En la Sierra
Madre del Sur se encuentran principalmente en la Sierra de Coalcomán y las zonas altas
de la Sierra de Arteaga.395 Para finales del siglo XVI, Antonio de Ciudad Real escribió
391
[DE MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y
estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, P. 42. Todas las
referencias a esta Relación Geográfica de Tiripetío las tomamos de esta edición, a menos que se indique
lo contrario.
392
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de
Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008. Todas las citas textuales de
este documento las tomamos de esta edición, a menos que se indique lo contrario. En adelante se citara
como RM, Segunda o Tercera parta, capitulo, foja, y el número de página correspondiente a esta edición.
393
LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. ―Universalidad de la Relación de Michoacán‖, en:
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de
Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Pp. XXVI-XXVII.
394
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores bióticos o biológicos. La vegetación‖, en:
FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de Michoacán. México, Gobierno
del Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura, T. I, 1989, Pp. 37-38.
395
Ibíd., Pp. 38-39.
107
sobre la provincia de Michoacán que ―hay mucho y muy altos y espesos pinares,
muchos y muy espaciosos llano y valles…‖.396
Bosque de pino-encino: Estos bosque se encuentran en las regiones de transición entre
los arboles de pino y encino, en las faldas de los cerros a una altura variable de 1000 m
a 2600 m sobre el nivel del mar, donde el clima es templado lluvioso con lluvias en
verano, y en regiones de transición de climas templados a cálidos. Los arboles de estos
bosques llegan a medir de 15 a 20 metros de altura, y se encuentran en la Sierra Tarasca,
Sierra de Coalcomán, Sierra del Centro, Sierra Madre del Sur y otros bosques bajos.397
Bosque de encino: Los encinares se encuentran en las faldas de los cerros en altitudes
variables de 900 m a 2500 m sobre el nivel del mar, delimitando los bosques de pinos y
mezclándose con ellos, en climas donde se va haciendo menos húmedo a un poco
caliente. En las zonas de transición de Tierra Fría a Tierra Caliente los encinares forman
bosques bajos y abiertos de 4 a 10 metros de altura, mientras que en las partes altas y
húmedas se forman bosques de 15 a 20 metros de altura, densos y oscuros.398 Los
encinos tenían un significado importante para los antiguos tarascos, en la RM se
menciona por ejemplo, que aparte de que usaban su madera para la fabricación de
herramientas y armas,399 aparecen en otros contextos simbólicos. De encino era la leña
que se cortaba en el monte para quemar en los templos, en una ocasión, Taríacuri ―tomó
su arco y flechas y salió de casa y fuese. Y fué por el monte llamado Hoata cústio y
empenzó a escombrar allí y adrezar la leña, que había de traer para los cúes y puníla en
orden las rajas que habían de llevar e hicieron un montón redondo de rajas para quemar.
Y era ya hacia la media noche, levantóse una gran llama y llegaban las pavesas muy
altas hacia el cielo y Taríacuri estaba echado al pie de una encina.‖400 Se menciona por
ejemplo que los templos ―estaban todos cercados de rajas de encina‖,401 y cuando los
españoles llegaron a la frontera del Tzintzuntzan Irechequa, ―ahorcaron dos indios de
México[-Tenochtitlán] porque habían quemado unas cercas de leña que tenían en los
qúes de Taximaroa.‖402 Y cuando hacían la ceremonia de la guerra y quemaban hierbas
y olores, ―…hacían unas pelotillas de olores, en una casa que estaba en su casa del
cazonçi, y poníanlas en unas rajas de encina y después ponían todas aquellas pelotillas
de aquellos olores en unas calabazas…‖.403 Sin embargo, los encinos aparecen en
episodios donde transcurren eventos oníricos, donde intervienen los dioses y en la
muerte de los señores.
En un episodio de la RM, los sobrinos de Taríacuri, Tangáxoan e Hirepan están
conquistando cerca de Tzintzuntzan; durante la campaña, ambos durmieron al pie de un
encino en la cima de dos cerros cercanos, Puréperio y Taríacaherio respectivamente.
396
CIUDAD REAL, ANTONIO DE. Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España.
Relación breve y verdadera de algunas cosas de las muchas que sucedieron al padre fray Alonso Ponce
en las provincias de la Nueva España siendo comisario general de aquellas partes. Edición, estudio,
apéndices, glosarios, mapas e índices por Josefina García Quintana y Víctor M. Castillo Farreras. 3ª
edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas,
(Serie Historiadores y Cronistas de Indias, núm. 6), T. II, 1993, P. 65.
397
Ibíd., Pp. 40-41.
398
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 64-65.
399
―Y llevaban estas varas los valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina.‖ RM,
Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
400
RM, Segunda Parte, Cap. XVI, f. 91, P. 73.
401
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 111, P. 113.
402
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45-45v, Pp. 251-252.
403
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 13v, P. 188.
108
―Díjoles Taríacuri: "¿pues, por qué sobís a la cumbre de los montes? ¿Qué, vienen allí
los dioses del cielo y tocan aquel lugar? ¿Pues, habéis tenido algunos sueños puniendo
en aquellos lugares la leña?".‖404 Taríacuri les preguntó que habían soñado, y negaron
que habían soñado, pero después de insistir, contestaron: ―dijo Tangáxoan: "que me
place, padre. Yo puse leña en los fuegos y escombré al lado de una encina. Y estaba al
pie de aquella encina y quitéme el carcaj de flechas de las espaldas y púsele allí cerca de
mí, y mi guirnalda de cuero de tigre también, y traspúseme un poco durmiendo, y ansí
de improviso vi venir una persona, una vieja que no sé quién era, la cabeza cana a
trechos y unas naguas de yerbas, de una manta basta, puestas, y otra manta de lo mismo,
que traía cubierta.‖405 La anciana resultó ser la diosa Xaratanga, quien le pidió que la
rescatara del lugar donde estaba y la regresara a su templo de Tzintzuntzan, y a cambio
lo haría señor. ―Oyendo esto Taríacuri, díjole: "señor Tangáxoan, dichoso tú: ¿dónde
tomaste aquella leña para los fuegos? ¿Cómo no dejaste algud troncón? Y yo, viejo
como soy, arrancaría las raíces de aquel troncón por la virtud que tiene aquel árbol, pues
que por él tuviste el sueño que tuviste. Todo lo que yo he trabajado en traer leña para los
cúes, todo fué para ayudarte a ti.‖406
Hirepan también contó su sueño ―dijo él: "yo también estaba al pie de una
encina, y yo también puse mi carcaj de flechas allí cerca y estaba arrimado al pie del
encina y no sé quién, uno que parescía señor, que estaba todo entiznado, el cual llegó a
mí y tenía un cuero blanco por guirnalda y un bezote pequeño y díjome: 'despierta,
Hiripan, ¿cómo, dices que eres huérfano?, pues ¿cómo duermes? Despierta. Yo soy
Curícaueri…‖,407 quien le prometió lo mismo que Xaratanga a Tangáxoan. La RM
continua diciendo que ―oyendo esto Taríacuri, le dijo: "señor Hiripan, pues segud esto,
vosotros habéis de ser señores. Yo lo que he trabajado de traer leña a los cúes, para
ayudaros la he traído. Donde cortastes aquella leña para los cúes, hijos ¿Cómo no
dejastes algunas raíces, que yo las arrancaría y yo las quemaría? Id, hijos, torná a pasar
la laguna". Y fuéronse y tornáronse donde estaban primero, y hacían sus fuegos y
ahumadas como de primero.‖408
En otros episodios de la RM donde aparecen mencionados los encinos y los
dioses, es por ejemplo, cuando Ireti Ticateme es asesinado, y Curícaueri es robado por
los de Naranja. Sicuírancha, hijo de Ticateme, va en persecución de los enemigos y
Curícaueri los hizo enfermar, ―y llegó Sicuírancha donde estaba Curícaueri, que estaba
en su caja cabe el pie de un[a] encina, y como vió la caja, dijo: "aquí estaba Curícaueri,
quizá le llevan".‖409 Otro episodio es cuando la diosa Cueráuaperi le dijo a una mujer
del señor de Zinápecuaro que debía asistir a un concilio de dioses para anunciar la
llegada de los españoles, le dio un brebaje y vio a los dioses, al terminar ―hallóse
aquella mujer puesta al pie de una encina y no vió en aquel lugar ninguna cosa cuando
tornó en sí, mas de un peñasco que estaba allí, y vínose a su casa por el monte y llegó a
la media noche y venía cantando, y oyóla venir un sacristán de la diosa
Cuerábaperi…‖.410 Ya mencionamos como cuando los chichimecas llegaron a
Pátzcuaro, encontraron que ―que estaba todo cerrado con árboles y con encinas muy
grandes, y estaba todo escuro y hecho monte‖, y cuando se dieron cuenta que ahí
404
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 123, P. 137.
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, ff. 123-123v, Pp. 137-138.
406
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 124, P. 139.
407
Ídem.
408
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 124- 124 v, Pp. 139-140.
409
RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66v, P. 24.
410
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 37v, P. 236.
405
109
estaban los dioses Zirita cherengue, Vacúsecha, Tingárata y Mivequa ajeva, y que había
unos peñascos, ―conoscieron que era el lugar que decían sus dioses y dijeron:
"escombremos este lugar". Y así cortaron las encinas y árboles que estaban por allí,
diciendo que habían hallado el lugar que sus dioses les habían señalado.‖411
Cuando Taríacuri fue derrotado después se sitiar Jarácuaro, él y sus primos
Zétaco y Aramen hueyeron y fueron a esconderse. Sus primos mandaron mensajeros a
buscarlo, cuando estos llegaron, lo encontraron en ―un lugar llamado Hebário zinzú
cuíquaro, y estaba echado al pie de una encina y sus mujeres en derredor dél, y los
chichimecas estaban esparcidos por los herbazales.‖412 Y tiempo después, Aramen es
mandado asesinar, y ―como se vido herido saltó de presto por una pared y fuese
huyendo por el monte y echóse al pie de una encina, herido, e allí murió.‖413 En la
lámina XXVII de la RM, está representado el árbol genealógico de los uacúsecha, la
familia del cazonci; del vientre de Ireti Ticátame sale el tronco principal y en las ramas
aparecen otros personajes. El árbol parece ser un encino; Angélica Jimena Afanador
Pujol analizó la reinterpretación del significado iconográfico del Arbol de Jesé en el que
está inspirado, así como el contexto político de su elaboración, y menciona
precisamente que en ―la región central de Michoacán es hogar de una variedad
específica de encino llamado tocuz, el cual tiene un tronco erecto y numerosas ramas
que, como los rosales o las vides, pueden acomodar con facilidad múltiples miembros
de un fértil linaje‖.414 En 1585, el jesuita Francisco Ramírez mencionó que los indígenas
de Pátzcuaro cortaban leña para el servicio del hospital, y que preferían la madera de
encino: ―…toda ha de ser muy gruesa, y de encina, o buena madera, que la de pino no
les contenta para eso.‖415 Además se ha detectado que muchos asentamientos tarascos
en que quedaron sitios arqueológicos, se encontraban justo en las faldas de los cerros,
cerca de los bosques de encinos.416
Matorral subtropical: En el norte del estado de Michoacán, en los lomeríos que rodean
los valles y ciénegas y debajo de los bosques de encino, se encuentran los matorrales
subtropicales, a una altitud de 1500 m a 2000 m sobre el nivel del mar, en climas
semicálidos subhúmedos con lluvias en verano. En esta comunidad vegetal se
encuentran árboles de entre 3 y 8 metros de altura, y arbustos numerosos de 1 a 3
metros altura. La mayoría de las plantas pierden sus hojas en la temporada seca. Las
regiones por donde se extiende esta vegetación es en la Región de los Valles y Ciénegas
del Norte de Michoacán, norte de Jalisco y sur de Guanajuato.417
Bosque tropical caducifolio: Este tipo de vegetación es típico de la ladera de los cerros
de la Tierra Caliente, y crece desde altitudes cercanas al nivel del mar hasta los 1000 m
de altitud. Se extiende por los climas cálidos subhúmedos y secos esteparios, con
411
RM, Segunda Parte, Cap. VIII.
RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 85v, P. 62.
413
RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86v-87, Pp. 64-65.
414
AFANADOR PUJOL, ANGÉLICA JIMENA. ―El árbol de Jesé y la ―Relación de Michoacán‖:
mimetismo en el México Colonial‖, (Traducción de José Ricardo Aguilar), en: BERNAL ASTORGA,
YAMINEL (Coordinadora). Morelia, la construcción de una ciudad. Morelia, Ayuntamiento de MoreliaDirección del Archivo General, Histórico y Museo de la Ciudad, 2015, P. 53.
415
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre
Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta
Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, P. 499.
416
Igor Cerda Farías, comunicación personal.
417
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores bióticos o biológicos. La vegetación‖, Óp. Cit., Pp.
43-45.
412
110
temperaturas medias de 26°c, llegando a 30°c, Los árboles varían en altura de 8 a 12
metros, y las hojas caen en los tiempos de sequía; mientras que en las zonas donde
aumenta la aridez crecen cactus arborescentes. El bosque tropical caducifolio se
extiende por toda la Tierra Caliente, de Huetamo a Tepalcatepec, en los declives de la
Sierra Madre del Sur y en partes del litoral.418
Bosque tropical espinoso: Este tipo de vegetación de porte pequeño y espinoso se
encuentra en los valles de la Tierra Caliente, en las planicies costeras y en la depresión
de los ríos Balsas-Tepalcatepec, en altitudes cercanas al nivel del mar has los 300 m de
altitud, donde el clima es tropical o seco estepario con lluvias en verano.419
Bosque tropical subdeciduo: Este tipo de bosque se extiende en pequeños parajes,
principalmente a lo largo del litoral y en las cañadas húmedas del norte de la Sierra
Madre del Sur, donde la temperatura llega a los 20°c. La densa masa vegetal alberga
árboles que alcanzan alturas de 20 a 30 metros.420
Palmar: Este tipo de vegetación es característica de la costa del Océano Pacífico, donde
la temperatura supera los 20°c y los suelos son arenosos y profundos del litoral. La
especie dominante en esta vegetación es la palma ―coquito de aceite‖ (Orbignya
cohune), que alcanza alturas de 20 o 30 metros y es muy denso, conviviendo con otras
especies de árboles. También puede encontrarse una variante de palmar en la región de
transición entre los bosques de encinos y bosque tropical caducifolio, en la cuenca del
río Balsas-Tepalcatepec, donde crece a 1000 m sobre el nivel del mar, siendo el Sabal
pumos la palma dominante, con alturas de 6 a 8 metros.421
La vegetación de las playas costeras consiste en dos tipos: Manglar: Los
manglares se encuentran también a lo largo del litoral michoacano, en las
desembocaduras de los ríos, bahías protegidas, lagunas costeras y esteros, sujetas a la
salinidad del mar. Este tipo de vegetación está conformada por un bosque bajo o
matorral de entre 3 a 5 metros de altura, y una de sus características son las raíces
zancudas en forma de maraña. La especie más común es el ―mangle botoncillo‖
(Conocarpus erecta). Y las Dunas costeras: Esta vegetación también se extiende por la
costa michoacana, es los parajes arenosos, salinos, expuestos a una fuerte insolación y el
roció marino. Crecen plantas herbáceas que extienden sus tallos sobre la superficie,
como el zacahuistle, saladilla y patito entre otras.422
Toda esta riqueza natural que se encuentra en el relieve michoacano, permite la
sustentabilidad de una abundante fauna, que ha vivido su evolución durante millones de
años, y también de la que el ser humano ha echado mano para su sobrevivencia. Los
seres humanos han pensado mucho, y a veces antropomórficamente, sobre los animales.
Alrededor del mundo es común el enfrentamiento entre las fuerzas animales y humanas,
los animales pensados como símbolos o el uso de animales totémicos para representar
grupos humanos; ―a los animales se les han asignado mucho papeles: como parte de una
naturaleza que incluye a los humanos (religiones de los indios de Estados Unidos);
como parte de una naturaleza que excluye a los humanos o les otorga un lugar especial
(el Génesis del Antiguo Testamento); como representantes de la naturaleza que reflejan,
418
Ibíd., Pp. 45-47.
Ibíd., Pp. 47-48.
420
Ibíd., Pp. 48-49.
421
Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 66-67.
422
Ibíd., Pp. 66-67; GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores bióticos o biológicos. La
vegetación‖, Óp. Cit., Pp. 50-51.
419
111
traicionan, engañan o instruyen a los seres humanos (narraciones folklóricas de África);
como víctimas inocentes de una naturaleza humana que destruye sus hábitat y desprecie
sus necesidades (movimientos ambientalistas).‖423 En los relatos cosmogónicos de las
diversas sociedades preindustriales, la fauna jugaba un papel predominante, y para
algunas sociedades no se consideraban como objetos alienables, aunque la visión
predominante en la actualidad es la judeo-cristiana: según el Génesis, Dios dijo sobre el
hombre después de crearlo que ―domine a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a
las bestias, y a toda la tierra, y a todo reptil que se mueve sobre la tierra.‖424
Las formas de vida más abundantes son los invertebrados, entre los que se
encuentran los protozoarios, esponjas, celenterados, platelmintos, nematodos, anélidos,
moluscos, equinodermos y artrópodos. Estos organismos cumplen importantes
funciones ecológicas, como la polinización de plantas, sirven de alimento a otros
animales como las aves, reptiles y mamíferos en la cadena alimenticia, depredadores de
plagas y otros parásitos, y contribuyen a la biodegradación, y algunos son de provecho
para los habitantes de Michoacán; aunque también contribuyen a la propagación de
enfermedades que afectan la flora y fauna de sus ecosistemas.425 Sobre los vertebrados
se puede documentar la relación que mantuvieron los antiguos habitantes con este tipo
de animales. Los vertebrados se dividen en cuatro clases:
Peces: En Michoacán podemos encontrar más de 100 especies, que se dividen en dos
tipos de ictiofauna, los peces dulceacuícolas, de agua dulce, que habitan en las cuencas
hidrológicas continentales del estado y se dividen en 3 zonas: la Lermense, Balseana y
Costera; y donde destacan los lagos de Pátzcuaro, Cuitzeo, Chapala y Zirahuen, y los
ríos Lerma, Balsas y Tepalcatepec. En estas aguas podemos encontrar especies como el
acumara, bagre, carpa, charal, lobina negra, mojarra, pescado blanco y popocha, además
de las especies endémicas de cada cuenca. El otro tipo de ictiofauna son los peces
marinos, cuya variedad y abundancia son notables dada la extensión del litoral
michoacano, donde podemos encontrar especies como anchoveta, baqueta, barrilete,
cazón, cocinero, cornuda, cuatete, flamenco, guachinango, jurel, lisa, pargo, rayadillo,
robalo, ronco, sardina, sierra y tiburón.426
Anfibios: Los anfibios son organismos vertebrados que dependen del agua en mayor
grado que otro tipo de vertebrados. En Michoacán están presentes 3 de los 4 órdenes de
anfibios, el orden Gimnophina (Apoda), el orden Caudata (Urodela) y el orden Salienta
(Anura), reconociéndose más de 2000 especies de 250 géneros, extendiéndose en las
zonas cálido húmedas. Entre las especies representativas se encuentran las cecilias,
salamandras, achoques o ajolotes, ranas y sapos.427
Reptiles: Estos animales son vertebrados con piel seca y de coloraciones diversas,
además de tener un método de regulación de temperatura diferente a los mamíferos, que
depende de las fuentes de calor y la capacidad de conservar o perder calor generado. En
423
[EUGENIA SHANKLIN] ―animales‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de
Antropología. Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, Pp. 21-22.
424
La sagrada Biblia. Traducida de la Vulgata Latina al español. Óp. Cit., Génesis, 1:26, P. 15.
425
LÓPEZ BARBOSA, EDMUNDO; VILLARROEL MELO, MARÍA; et. al. ―Los factores bióticos o
biológicos. La fauna‖, en: FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de
Michoacán. México, Gobierno del Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura, T. I, 1989, Pp.
57-64.
426
CAMPOS PÉREZ, SIMÓN; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp. 64-77.
427
GUEVARA FEFER, FERNANDO; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp.
77-78.
112
Michoacán se encuentran cuatro órdenes de reptiles, Chelonia (tortugas), Crocodylia
(cocodrilos), Sauria (lagartijas) y Ophidia (serpientes), donde se encuentran
aproximadamente 129 especies que se distribuyen en regiones cálidas, secas, húmedas y
templadas. Destacan varias especies de lagartijas, culebras, iguanas, tortugas y
cocodrilos.428
Aves: La avifauna también es muy abundante en Michoacán donde se conocen cerca de
400 especies que habitan su territorio. Ocupan todos los niveles de la cadena alimenticia
y se extienden por todos los climas y ecosistemas del estado. Han tenido gran
importancia antropológica, pues los antiguos habitantes precolombinos tenían a ciertas
aves como una manifestación de las divinidades, usaban sus plumas como adornos y
consumían su carne. Existen diversas especies de garzas, patos, zopilotes, gavilanes,
águilas, halcones, pavos, guajolotes, gaviotas, golondrinas, palomas, tórtolas,
guacamayas, periquillos, loros, lechuzas, tecolotes, búhos, chupaflores o colibríes,
carpinteros, gorriones, entre muchas otras especies.429
Mamíferos: La mastofauna es otra riqueza natural con la que cuenta el territorio
michoacano, con aproximadamente 127 especies conocidas. Gracias a la adaptabilidad
de los mamíferos los podemos encontrar por toda la orografía accidentada del estado y
por sus diferentes climas, teniendo importancia en los diversos aspectos de los
ecosistemas. Encontramos diversas especies de tlacuaches, musarañas, murciélagos,
armadillo, conejos, liebre, ardillas, tuzas, ratones, zorra gris, cacomixtle, mapache,
tejón, comadreja, zorrillos, coyotes, jabalí, venado cola blanca, y felinos como el gato
montés, jaguar, ocelote o huinduri, tigrillo, onza y puma.430
Para las antiguas culturas mesoamericanas, la fauna tenía un papel muy
importante en la cosmovisión del mundo, varios animales aparecen en los relatos
cosmogónicos, y de hecho, varias deidades tenían atributos zoomórficos o estaban
relacionadas con ellos, e incluso el animal era la propia deidad. Las fuentes registran
que los ídolos estaban hechos de piedra, barro o madera, adornados con oro o plumas, y
tenían formas antropomorfas o zoomorfas, como monos, perros, aves, reptiles, felinos,
coyotes, etc.431 En el Michoacán prehispánico, la diversidad biológica era considerable,
la naturaleza fue central en los antiguos cultos, y existe evidencia arqueológica y
documental que lo testimonian.
A grandes rasgos, puede observarse cómo el país de los tarascos contaba con
abundantes recursos naturales, que eran explotados por sus pobladores, y apropiados por
parte del Estado tarasco. Recordemos que unas de las condiciones por las cuales puede
desatarse la violencia armada entre grupos humanos, es el intento de apropiación y la
defensa de riquezas, por lo que los tarascos tuvieron que preparar una complicada
estructura militar para extender su dominio, y para defender los bienes bajo su control
de otras entidades políticas mesoamericanas.
428
Ibíd., Pp. 78-84.
VILLASEÑOR GÓMEZ, LAURA E; MÉNDEZ GARCÍA, FRANCISCO; RODRÍGUEZ, JOSÉ
FERNANDO; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp. 84-96.
430
NUÑEZ GARDUÑO, ARTURO; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp.
96-106.
431
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 36, 63, 70,
82, 108, 162, 165, 174, 200, 236, 324, 391.
429
113
11. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA TEORÍA
DEL ORIGEN SUDAMERICANO HASTA 1522
―Mucho siento el no tener bastante relación de los reyes y monarcas que
eternizaron el valor del tarasco, con el político y militar gobierno; porque en
buena consecuencia este era el capítulo en que se había de copiar sus
sucesiones, referir sus hazañas, contar sus hechos, celebrar sus leyes y narrar
sus obras, pintar el origen de su monarquía, la propagación y herencia de su
reino. Pero todo ha faltado, porque faltó el cuidado en los antepasados, con
que disculpo mis deseos, que todos ellos se desvelaran en el escrutinio de sus
verdades por darlas a la estampa, para que la posteridad celebrase la memoria
de los insignes hechos del tarasco. Conveniencia que san Jerónimo encarga a
los desvelos de la historia.‖
Fray Alonso de la Rea, Crónica de la orden de N. Seráfico P. S. Francisco,
432
Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacan en la Nueva España, 1649
El pasado prehispánico de América es de una gran riqueza milenaria, de la que sólo
conocemos una brevísima parte, gracias a la labor de varias generaciones de
investigadores. El pasado remoto de una pequeña región del continente, de Michoacán,
estuvo perdido en la oscuridad de los tiempos por varios siglos desde que se efectuó la
conquista, hasta que a finales del siglo XIX, la historiografía romántico-liberal empezó
a escribir una nueva Historia de México. Es a finales de ese siglo, que se logra indagar
algo del pasado prehispánico de los tarascos. A continuación exponemos una síntesis de
la historia del pueblo tarasco, desde su hipotético origen sudamericano hasta la
conquista europea en 1522, que nos servirá para entender el contexto de la presente
investigación.
Orígenes del pueblo tarasco
El pasado remoto de la etnia tarasca es uno de los grandes vacíos que tiene la
historiografía sobre la Historia de Michoacán. Su filiación étnica y lingüística -sin
parangones dentro de Mesoamérica, y emparentadas remotamente con grupos del Norte
de México- ha planteado varias cuestiones sobre su origen, que han pasado a llamarse
coloquialmente como ―enigmas tarascos‖.433 De entre estos enigmas, el más importante
tiene que ver precisamente con su origen, ya que por las particularidades mencionadas,
es posible que los antepasados de los tarascos tengan un origen fuera del territorio
mesoamericano.434 Las fuentes indígenas que nos pueden dar luz sobre esta incógnita no
son muchas: la RM que es la más completa, parece dar información sólo del Posclásico
Tardío (1250-1522). Se ha insinuado que en la parte perdida de la RM se encontraba el
origen de los tarascos; esto es poco probable, ya que sí lee con atención, vemos que no
432
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…, Óp. Cit., Lib. I, Cap. VII, Pp. 77-78.
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Enigmas michoacanos‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS
(Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán,
,Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los
pueblos y comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del
Pueblo Purépecha, Morevallado editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004. Pp. 39-51.
434
Para un análisis sobre la discusión del origen de los tarascos, véase el estudio de SÁNCHEZ DÍAZ,
GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria: el origen sudamericano de los tarascos prehispánicos‖,
en: SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO; LEÓN ALANÍS, RICARDO (Coordinadores). Historiografía
Michoacana: acercamientos y balances. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoInstituto de Investigaciones Históricas, 2000, Pp. 33-48.
433
114
hay indicios de que los tarascos del siglo XVI hubieran tenido noticias de su pasado
remoto, ni el fraile compilador:
―…y lo que se colige desta historia es que los antecesores del caçonçi vinieron a la postre a
conquistar esta tierra y fueron señores della. Extendieron su señorío y conquistaron esta
Provincia que estaba primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma
lengua; que parece que otros señores vinieron primero y había en cada pueblo su cacique
con su gente y sus dioses por sí. Y como la conquistaron hicieron un reino de todo, desde
el bisagüelo del caçonzi pasado que fué señor en Michuacan, como se dirá en otra
435
parte.‖
Las fuentes nahuas emparentan a los tarascos con los demás grupos del Centro de
México, que en la época del esplendor mexica la mayoría eran sus súbditos o enemigos,
tales como tlaxcaltecas, otomíes, matlatzincas, etcétera. Cabe aclarar que este
parentesco tenía objetivos político-religiosos, aunque son fuentes importantes para tener
una idea de los movimientos migratorios del Epiclásico (650-900).436 Esta versión del
origen tarasco prevaleció en la mayoría de los cronistas del Michoacán colonial, no sin
excepciones, tales como el cronista agustino Mathías de Escobar, quien consideraba que
los tarascos eran descendientes de los tártaros del Asía, conservando su gentilicio y
barbarismo, aparte de mencionar a los tarascos como una de las tribus que partió de
Chicomóztoc, también los hacía venir de Asía por el supuesto estrecho de Anián, pues
mencionó que ―no olvidaron estos tarascos, el antiguo esforzado origen tártaro,
conservando en su arrogancia corrupto el nombre tártaro, en tarasco, eternizando su
valor, arriscado por el político gobierno…‖.437
No es hasta finales del siglo XIX, que se propone la teoría del origen
sudamericano de los tarascos, y desde el momento que se planteó ésta, ha desatado las
más diversas polémicas. Eduardo Ruíz fue quien la dio a conocer en 1891, basándose
principalmente en la supuesta similitud del idioma tarasco con las lenguas incaicas, pero
lamentablemente dándole una exposición en forma literaria de corte románticoliberal.438 El primero que criticó la obra de Ruiz fue el historiador Nicolás León, quien
la tildó de ―más imaginación que de historia, además de lo disparatado que le parecían
las extravagantes ideas sobre el origen de los tarascos, a las que calificaba de simple
imaginación vulgar‖.439 De posición académica positivista, León agregó que la obra de
Ruíz carecía de sustento documental, lo que lo llevó a publicar años más tarde como
respuesta, una obra con gran cantidad de información del pasado prehispánico
435
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, p. 17. Cursivas nuestras.
ROSKAMP, HANS. ―Los nahuas de Tzintzuntzan-Huitzitzilan, Michoacán. Historia, mito y
legitimación de un señorío prehispánico‖, en: Journal de la Société des Américanistes, 2010, vol. 96,
núm., 1, p. 75-106.
437
ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 47.
438
―…no obstante la exigüidad de los datos no he desmayado en mis estudios, haciéndolos extensivos a
otros pueblos americanos, en busca de etnografía y de una filología semejante a la de los tarascos; y con
sorpresa descubrí una gran analogía entre el Perú y Michoacán antiguos. Los dos pueblos tenían iguales
instituciones, las mismas prácticas religiosas, parecidas leyendas, y los dos eran adoradores del sol. En el
Perú, en Venezuela, en otras regiones de América del Sur y en las Antillas hallamos muchos nombres
tarascos, sobre cuya particularidad hemos de insistir en la presente obra. Este es el material que para
formarla he copiado ¿Son bastantes estos elementos para escribir la historia? No lo creo así, y por tanto he
adoptado el estilo legendario‖. RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México,
Balsal Editores, (Obras completas Eduardo Ruíz, núm. 1), 1969, Pp 16-17.
439
SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria…‖. Óp. Cit., Pp. 37.
436
115
sustentado en diversos documentos.440 Aunque al parecer, las similitudes entre los
tarascos y las culturas sudamericanas ya habían sido notadas por León, al grado que iba
a publicar un trabajo sobre la semejanza de la cerámica de ambas culturas, ―lo que hacía
suponer que antes de 1891, el Dr. León también había detectado algunas similitudes
culturales entre ambos pueblos. Sin embargo, dicha promesa no había sido
cumplida.‖441 Ruíz se adelantó a dar esta teoría sin mencionar las observaciones de
Nicolás León, lo que muy probablemente ocasionó un conflicto de egos académicos. El
Dr. León se presentaba así mismo como único experto en las antiguallas de Michoacán
(además de Francisco Plancarte),442 cosa que era criticada por Eduardo Ruíz.443
A pesar de las objeciones y el debate iniciado por Nicolás León, la teoría del
origen sudamericano de los tarascos continúo desarrollándose. Unos años después, en
1905, el eminente etnólogo alemán Eduard Seler, sugirió nueva información lingüística
sobre las semejanzas de algunos idiomas mesoamericanos con los sudamericanos,
incluyendo el tarasco.444 A lo largo del siglo XX varios autores tocaron la discusión
sobre el origen incaico de los tarascos. La historiografía desarrollada sobre esta teoría
tiene ciertas peculiaridades, ya que la mayoría se basa en el libro de Eduardo Ruíz -el
cual casi no recibió críticas más que las de Nicolás León- y no se indican las fuentes que
se usan para fundamentar las especulaciones. ―Así, poco a poco se fue tejiendo una
nueva historia, más sumergida en las sombras de la imaginación que iluminada por el
análisis crítico y la reflexión, esta característica estuvo presente en casi todos los
escritos sobre el tema reproducidos en las siguientes décadas.‖445
Probablemente el mayor continuador de esta teoría sea José Corona Núñez,
quien aportó valiosa información arqueológica para esclarecer el enigma, aunque no
440
LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán, colegidas de las
obras más notables, documentos inéditos y pinturas jeroglíficas hasta hoy conocidas [1904]. Morelia,
Editorial intermichoacana ―Antonio Arriaga Ochoa‖, 1976.
441
SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria…‖. Óp. Cit., P. 38.
442
Nicolás León se refería sobre Francisco Plancarte como ―único compañero que tenemos en el estudio
de las antiguallas de Michoacán.‖ Plancarte dedicaba parte de su tiempo a la arqueología y el escrutinio
de documentos antiguos. El descubrió el códice que lleva su nombre, nomenclatura puesta por Nicolás
León. Codex Plancarte [presentación y paleografía del documento de Nicolás León] en: LEÓN,
NICOLÁS. Anales del Museo Michoacano, Año primero. Morelia, Imprenta y litografía del gobierno en
la Escuela de Artes, 1888, P. 43.
443
―Desgraciadamente el Sr. León ha querido presentarse como el único que posee esos conocimientos y
no puede menos que ostentarse celoso de los que hemos estudiado y tratado la misma materia.‖ RUÍZ,
EDUARDO. Óp. Cit., Libro Segundo, ―prólogo‖, P. 407.
444
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖ [Traducción de Erika Kriegger;
Confrontación con el original alemán, introducción, correcciones y notas de Francisco Miranda] en:
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de
la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El
Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, Pp. 139-233.
445
SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria…‖. Óp. Cit., Pp. 39-40. Entre
los continuadores se encuentran Pascual Ortiz Rubio, Rafael Ferreira León (quien desarrollaría la
hipotética ruta migratoria desde el Perú hasta Michoacán, retomada después por Corona Núñez), Alberto
Oviedo Mota (hizo mención de otra hipotética migración, esta vez desde la península de Yucatán),
Salvador Domínguez Assiyan (que señaló la tradición marítima precolombina de los pueblos costeros del
Pacífico sudamericano), Félix C. Ramírez (que insistió en hacer estudios lingüísticos más profundos para
desentrañar el enigma), y el lingüista colombiano Juan A. Hasle (quién realizó trabajo de campo en la
zona lacustre de Pátzcuaro, encontrando similitudes con los idiomas incaicos), Joaquín Estrada Cisneros,
Francisco Hurtado Mendoza, Jesús Martínez García, José Fabián Ruíz (que en una aparatosa exposición,
menciona que el lugar originario de los tarascos era Centroamérica, y que tras la erupción de un volcán, la
cultura del Quiclo se bifurco en dos, una que migró al sur, fundando las culturas aimaras y quechuas que
fundarían el Imperio Incaico en Perú, y otra que se movió al norte, fundando la cultura purépecha).
116
deja de tener algunos de los errores antes mencionados, en especial la falta de un
aparato crítico en donde se referencie las fuentes utilizadas, y su estilo romántico
novecentista. Corona Núñez trató este tema en varios trabajos, pero es en dos libros
donde se expone de una forma más acabada sus conjeturas sobre el origen sudamericano
de los tarascos.446 Entre los elementos que Corona Núñez menciona como evidencias
del contacto entre Sudamérica y el Occidente de México, se encuentran las similitudes
lingüísticas de ambas áreas culturales, la cerámica, adoración al sol, el desarrollo
tecnológico en el campo de la metalurgia, y las tumbas de tiro. Así, bajo el nombre de
―pretarascos‖, denomina a los pueblos que probablemente migraron desde Ecuador,
Colombia o Perú a los estados mexicanos de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y
Nayarit; mientras que a la oleada migratoria de los grupos mencionados en la RM los
denomina como ―tarascos históricos‖.
Entre las críticas que ha recibido la teoría del origen sudamericano de los
tarascos, se encuentran la falta de fuentes para documentarla, es decir, que las fuentes
históricas,447 arqueológicas y lingüísticas presentadas por los autores mencionados, no
son suficientes para afirmar que el origen de este pueblo efectivamente sea
sudamericano. Consideramos que la mayor falla que tiene esta teoría es que se ha
venido exponiendo sin metodología y con la misma dinámica desde su génesis
(―historia, más sumergida en las sombras de la imaginación que iluminada por el
análisis crítico y la reflexión‖); pero también hay una falta de propuestas por parte de
los especialistas para tratar de resolver este enigma; en nuestras pesquisas sólo
encontramos una brevísima referencia a un comentario de Román Piña Chan, sobre que
probablemente el idioma tarasco era el único sobreviviente de una familia lingüística
más amplia que existió en Mesoamérica, de ahí que no hubiera parentesco con otros
idiomas.448 Además hay que recordar la concepción errónea que se tiene de los pueblos
mesoamericanos del Occidente de México, como atrasados y aislados:
―Las diferencias de tipo étnico, cultural y lingüístico de los tarascos frente a los demás
pueblos de Mesoamérica hicieron que el intercambio fuera más bien reducido y con ello las
446
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta
la conquista española. Morelia, Balsal editores, 1988. Posteriormente esta obra se volvió a reeditar, con
ilustraciones a color, y un texto como apéndice, CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Origen histórico de los
tarascos. ESTRADA, EMILIO. Nuevos elementos de la cultura Valdivia. México, Secretaria de Difusión
Cultural-Editorial Universitaria-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1994.
447
La única fuente que documenta el contacto con navegantes en la costa michoacana, es una carta que
envió el contador Rodrigo de Albornoz al rey de España: ―…y preguntando a los Indios de aquella costa
de Zacatula, cómo saben que debe haber por allí islas, dicen que muchas veces oyeron a sus padres y
abuelos, que de cierto en cierto tiempo solían venir a aquella costa Indios de ciertas islas hacia el Sur, que
señalan; y que venían en unas grandes piraguas, y les traían allí cosas gentiles de rescate y llevaban ellos
otras de la tierra; y que algunas veces cuando la mar andaba brava, que suele haber grandes olas en
aquella parte del Sur más que en otra parte ninguna, se quedaban los que venían acá cinco o seis meses,
hasta que venía el buen tiempo e sosegaba la mar e se tornaban a ir; y así se tiene por cierto hay islas
cerca y que hay razón de ser ricas‖. ―Carta del contador Rodrigo de Albornoz, al Emperador‖ [15 de
diciembre de 1525], en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la
historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. I, 1980, P. 496.
448
―Que sepamos, no se ha ampliado este estudio comparativo entre la lengua de Michoacán y las lenguas
sudamericanas –el quechua y el aymara-, ni con las lenguas mayences, lo cual podría dar luz sobre el
problema del origen o procedencia de los habitantes de este lengua. Aunque son muchos los que, como
Román Piña Chan –en comunicación personal- se vuelven a la teoría de que el purhé sea una lengua
fosilizada en el mismo territorio michoacano.‖ Nota a pie núm. 25 de Francisco Miranda al trabajo de
SELER, EDUARD, Óp. Cit. P. 152.
117
vías de comunicación, pues al no existir una gran relación ente los tarascos y los demás
449
pueblos de Mesoamérica, no fue necesario tener grandes vías de comunicación [¡!].‖
Hasta ahora, el mayor trabajo que ha revisado las fuentes arqueológicas,
históricas, lingüísticas y antropológicas, es el de Sarah Albiez-Wieck. Su trabajo está
enfocado en conocer los contactos exteriores del Estado tarasco, pero hace una revisión
de los períodos anteriores a su formación. La imagen que nos presenta Albiez-Wieck
sobre el Occidente de Mesoamérica y el Estado tarasco, es la de una región y culturas
altamente dinámicas, que mantuvieron contactos comerciales, ideológicos, artísticos y
militares con otras regiones mesoamericanas, e incluso fuera de la super-área cultural.
Sin embargo, ―no hay pruebas irrefutables que muestren que tales contactos hayan
existido [con Centro y Suramérica], lo que sí hay es una serie de indicios.‖450 Y en los
casos de contactos entre el Occidente de Mesoamérica y Sudamérica, estos parecen
indirectos, es decir, que pudieron efectuarse por medio de intermediarios entre ambas
regiones geográficas. Así por ejemplo, el maíz y el perro pelón mexicano, que se
domesticaron probablemente en el Occidente mesoamericano, fueron introducidos en
otras partes del continente, en este caso, en Sudamérica. Y el cacao, el cacahuate y la
grana cochillina, muy probablemente fueron introducidos desde el sur del continente
americano a Mesoamérica.451 Hay varios elementos culturales que se han propuesto
como indicios de contactos: como las tumbas de tiro, aunque por la cronología de las
existentes en Mesoamérica y Sudamérica, no son una evidencia contundente de
contacto, y bien pudieron ser un desarrollo local, Albiez-Wieck pone de ejemplo que
también existen tumbas de tiro en Gracias, Palestina y Egipto.452
La cerámica y escultura es otra fuente de información que ha sugerido contactos
entre las áreas culturales. Además, los pueblos prehispánicos de Colombia y Ecuador
eran grandes navegantes en los océanos Pacífico y Atlántico, los primeros europeos que
exploraron la región, como Cristóbal Colón o Francisco Pizarro, dejaron testimonios de
sus encuentros con balsas de gran tamaño que hacían mercaderías. Al parecer esto
explica la probable influencia mesoamericana la cerámica de la costa ecuatoriana, pues
se han encontrado piezas que se asemejan a representaciones de los tlaloque; además de
las vasijas de asa de estribo, y otras piezas zoomorfas, aunque parece ser que esta
influencia fue por medio de intermediarios centroamericanos. Albiez-Wieck menciona
que ―en mi opinión, los monteño-huacavilca, por el amplio uso de balsa para el
comercio marítimo, son el candidato más probable de haber establecido lazos de
comercio con el occidente incluso en el Poscláscio tardío [pero no hay prueba
alguna].‖453
Pero son dos elementos culturales en los que más hincapié se ha hecho para
sugerir contactos entre el Occidente de Mesoamérica y Sudamérica: la metalurgia y la
semejanza lingüística. Aunque aún faltan estudios, la evidencia apunta que la metalurgia
fue introducida a Mesoamérica en dos fases, entre el 600-1200/1300 de n. e., y de
1200/1300 hasta la conquista española. Esta conjetura se basa en lo rápido que se
449
GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI. ―La formación caminera en el Michoacán del siglo XVI‖ en:
GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI (Compilador e introductor). Nueve ensayos de caminería. México,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de Historia, 2000, P. 23.
450
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera
de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de
Teixidor, (Colección Investigaciones), 2013, T. II, P. 423.
451
Ibíd., Pp. 449-458.
452
Ibíd., Pp. 459-461.
453
Ibíd., P. 468.
118
expandió la metalurgia en el territorio mesoamericano, en la antigüedad de ésta en el
cono sur, y en las similitudes tecnológicas y estéticas, ―pues pudo haber habido
retroalimentaciones entre distintas regiones y culturas.‖454 Ente los artefactos que se
encuentran en las dos áreas, encontramos pinzas, ornamentos en forma de espiral,
cascabeles, punzones y hachas-moneda.455 Si bien las similitudes son grandes, ―por el
momento, todavía no tenemos algún artefacto que se pueda identificar inequívocamente
como importación suramericana.‖456 Por otro lado, el idioma tarasco es un gran misterio
sobre su origen y parentesco lingüístico. A pesar de que se han realizado varios estudios
donde se relaciona con lenguas de Aridoamérica o Sudamérica, estos no son
concluyentes. Terrence Kaufman propone que el tarasco se hablaba en Michoacán desde
tiempos remotos, incluso antes que el náhuatl en toda el área mesoamericana, además de
contar con préstamos del pre-huasteco y el mixe-zoque, lo que contradice la suposición
de que el tarasco es una lengua totalmente aislada, y ―con ello se confirma otra vez la ya
varias veces referida suposición de que el idioma tarasco no llegó a Michoacán en el
Posclásico tardío sino que se encontraba ahí al menos desde el Clásico temprano.‖457 El
esclarecimiento sobre este enigma tarasco dependerá de que se realicen los estudios
arqueológicos y lingüísticos adecuados; hasta que no se investigue este tópico, no se
puede negar o confirmar completamente esta teoría del origen sudamericano de los
tarascos.
Antecedentes de la expansión tarasca
Los últimos estudios arqueológicos, especialmente realizados en la cuenca de Zacapu,
han develado gran cantidad de información que ha esclarecido el origen de los
habitantes prehispánicos de Michoacán.458 Los resultados preliminares han sugerido una
gran relación entre el desarrollo cultural de los antepasados inmediatos de los tarascos y
los procesos de la ecúmene mesoamericana durante el Epiclásico. Se conoce como
Epiclásico al período de tiempo que corre del 600/650 al 1000 d.n.e. (también se le
denomina en el centro de Mesoamérica como Clásico tardío mientras que en el sur se le
conoce con diversos nombres, tales como Clásico terminal, Clásico tardío maya o
protoposclásico). El Epiclásico puede considerarse como un etapa de ruptura, donde lo
viejo caduca y se da paso a lo nuevo, donde se configura una nueva realidad en las
sociedades indígenas. Migraciones, guerras y revoluciones ideologías fueron la
constante durante esta época. El Epiclásico se caracteriza por inestabilidad política,
migraciones, guerras, cambios económicos y culturales tras la caída de los grandes
centros de poder mesoamericanos, que ejercieron su hegemonía durante casi un milenio
(Teotihuacán es el ejemplo por antonomasia), aunque también ocurrieron cambios
importantes en el Occidente de Mesoamérica, así tradiciones importantes como la
tradición de tumbas de tiro que se desarrolló entre el 200 a. de. n. e. al 600 de n. e. se
interrumpió, la tradición Teuchitlán entre el 700-900/1000 de n. e. entró en decadencia,
y una parte la cultura Chalchihuites entre 900-1000 de. n. e. migró al sureste y tal vez se
454
Ibíd., P. 499.
Sobre las hacha-moneda, la autora menciona que ―independientemente de su posible uso en cada
región [Mesoamérica o Andinoamérica], en mi opinión son el artefacto que de manera más convincente
indica contactos entre la costa norte de Suramérica y el occidente [de Mesoamérica]; y si el dato de Easby
de que no se han encontrado en el área intermedia sigue siendo cierto, también serían un fuerte indicio
para conexiones marítimas.‖ Ibíd., P. 508.
456
Ibíd., P. 497.
457
Ibíd., P. 555.
458
Los estudios en ésta región han sido realizados por el Centro de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos, CEMCA.
455
119
pueda identificar con la migración tolteca-chichimeca, ―en resumen, parece
incontrovertible la conclusión según la cual, entre los años 700 y 900, el oeste y
noroeste de México presentaron la desaparición de varias de sus manifestaciones
culturales más brillantes.‖459 En este período florecerían capitales como Monte Albán,
Tula Chico, Teotenango, Xochicalco, Cholula, Cacaxtla, El Tajín, así como las grandes
ciudades Mayas, y se perfilarían las sociedades militaristas que se desarrollaron hasta la
conquista.460
A principios de nuestra era hasta el siglo X, una franja amplia de territorio al
septentrión mesoamericano estuvo poblada por grupos sedentarios cuya subsistencia
básica provenía de la agricultura. Se ha discutido sobre cuál era el origen de estos
grupos con una marcada filiación mesoamericana, se habla de aculturación de grupos
nómadas, o colonización por parte de los pueblos agricultores del sur, que aprovecharon
una precipitación pluvial propicia para la agricultura, probablemente su origen se
encuentre en estos últimos.461 Gracias a los últimos fechamientos sobre la cerámica
policroma con técnica decorativa al negativo (considerada como un elemento
característico del Posclásico tarasco), se ha podido determinar que dicha cerámica tiene
un origen más temprano en las cuencas del norte michoacano, y que su extensión por
Guanajuato, noreste de Jalisco y sur de Zacatecas podrían ser manifestaciones de
tarascos que colonizaron los márgenes septentrionales de Mesoamérica, y que al
abandonar el norte a partir del siglo X, iniciaron el retorno a los lagos de Michoacán.
Esta es la propuesta de autores como Patricia Carot, Grégory Pereira, Dominique
Michelet y Gérald Migeon, quienes basándose en datos arqueológicos como la
cerámica, uso de metales y abandono progresivo de la deformación craneal y elementos
arquitectónicos como las salas hipóstilas, identifican tentativamente a los uacúsecha
como estos inmigrantes, ya que en la RM no se hace mención de estos y los sucesos
anteriores al arribo de estos a Zacapu.462
Con los estudios arqueológicos de los malpaíses de este último asentamiento, se
han podido recolectar datos sobre qué pasó en Zacapu durante el Posclásico Tardío.
Hacia el 800 de n.e., estuvo habitado por poblaciones diminutas que mantuvieron
niveles de población estables, hasta que alrededor del 1250 de n.e. se produce un
aumento radical de la población. Los asentamientos poblacionales aumentaron y
alcanzaron extensiones desde 50 ha. hasta 150 ha. ―Este cambio fue tan rápido que no
puede explicarse por el incremento natural de los habitantes allí presentes antes de la
fecha señalada. Al contrario, hace pensar en un movimiento de colonización por gente
de procedencia externa…‖.463 Este fenómeno fue más complejo que el traslado de
población, ya que el patrón de asentamiento revela un nuevo orden sociopolítico, donde
la población se concentra en grandes centros, alrededor barrios dominados por el
459
MICHELET, DOMINIQUE. ―La zona occidental en el Posclásico‖, en: MANZANILLA, LINDA;
LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO (Coordinadores). Historia Antigua de México. Volumen III: El horizonte
Posclásico. 2ª edición, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia- Universidad Autónoma de
México- Miguel Ángel Porrúa, 2001, P. 172.
460
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. 4ª reimpresión,
México, México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las
Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Historia), 2008, Pp. 173-193.
461
Ibíd., P. 137.
462
PEREIRA, GREGORY; MICHELET, DOMINIQUE; MIGEON, GERALD. ―La migración de los
purépecha hacia el norte y su regreso a los lagos‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007,
marzo-abril, vol. XXI, núm. 123, Pp. 55-60.
463
MICHELET, DOMINIQUE. ―El origen del reino tarasco protohistórico‖ en: Arqueología Mexicana,
Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, P. 27.
120
primero. También se presentan estructuras de función específica, como son los
basamentos piramidales y estructuras que se asemejan a las ―casas de las águilas‖ o ―de
los papas‖ que menciona la RM, así como altares, calzadas, terrazas, andadores,
etcétera. La arqueología añade que hacia el 1450 de n.e., el Malpaís de Zacapu había
descendido el número de habitantes, ―probablemente a causa de un abandono masivo y
organizado del sector.‖464 Esta información tiene congruencia con los inmigrantes
uacúsecha mencionados por la RM.
Inicio de la protohistoria tarasca465
Gracias a la RM es que se tiene conocimiento de la protohistoria466 tarasca, desde que
Curícaueri, dios patrono del linaje protagonista de los uacúsecha (―las águilas‖ o
―señores águilas‖),467 narrando los acontecimientos de 8 generaciones sucesivas de
señores chichimecas, la fundación del Tzintzuntzan Irechequa, hasta la conquista
española de Michoacán y la muerte de Francisco Tangáxoan, último cazonci, en 1530.
En el relato se entreteje la Historia y el mito, donde intervienen las fuerzas
sobrenaturales de los dioses y agüeros para castigar o premiar la obediencia de los
humanos. Hans Roskamp señala que ―la RM y otras fuentes [indígenas michoacanas] no
mencionan un solo año en el sistema calendárico mesoamericano. Aunque los
acontecimientos prehispánicos han sido ordenados cronológicamente (sucesos históricos
están relacionados con ciertos gobernantes/caciques), las fuentes no dan indicaciones
cronológicas más exactas. Una indicación de una cronología general puede ser derivada
de otras fuentes centromexicanas y estimaciones hechas por varios investigadores‖, y
que ―llama la atención que otros documentos michoacanos, como la RM y varios
documentos pictográficos (p.e. los lienzos de Jucutácato y Nahuátzen), también carecen
464
Ídem.
Para la síntesis del relato de la RM, nos fue de mucha ayuda el resumen presentado por Claudia
Espejel en su trabajo, ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la
Relación de Michoacán. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 2008, T. I, Pp. 117-163.
466
A diferencia de la escuela arqueológica inglesa, que divide la Historia en prehistoria (desde la
aparición del hombre hasta la revolución urbana), y la historia, desde la aparición de la escritura hasta
nuestros días, la escuela arqueológica francesa agrega un periodo intermedio, la protohistoire, es decir,
sociedades que comparten las características de los pueblos urbanos (como el sustento en la agricultura, la
estratificación social, especialización del trabajo, comercio de larga distancia), pero sin haber desarrollado
un sistema escriturario para registrar su propia Historia. El uso de estas periodizaciones puede causar
conflicto para el estudio de las sociedades no europeas, pues fueron concebidas para las sociedades del
Viejo Mundo, en especial las de Medio Oriente. Nosotros usamos aquí el término ―protohistoria‖ para
identificar a las sociedades urbanas ágrafas mesoamericanas, que no registraron su historia, hasta la
llegada de sistemas escriturarios externos. Cf. CLARK, GRAHAME. Arqueología y sociedad
(reconstruyendo el pasado histórico). Traducción de Pepa Gasull. España, Akal editor, (Serie
arqueología), 1980, Pp. 17-19. Autores como Helen Pollard y Dominique Michelet han hecho uso de este
término para identificar el periodo de tiempo relatado en la RM.
467
Es sintomático que a mediados del siglo XVII, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl haya mencionado que el
significado de la palabra ―chichimeca‖ se refería a ―los águilas‖, y no a otras posibles etimologías de
dicho vocablo: ―Y este apellido y nombre de chichimeca lo tuvieron desde su origen, que es vocablo de
esta nación, que quiere decir los aguilas, y no lo que suena en la lengua mexicana, ni la interpretación
bárbara que le quieren dar por las pinturas y caracteres, porque allí no significa los mamones (ó
chupadores), sino los hijos de los chichimecas habidos en las mujeres tultecas; aprovechándose los
históricos de los labios que concluyen la partícula te para pronunciar tepilhuan.‖ ALVA
IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia chichimeca‖]. Publicadas y anotadas
por Alfredo Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, T. II, Cap. IV, P.
37.
465
121
de fechas si se trata de la época prehispánica‖,468 por lo que no contamos con una
cronología exacta de los diferentes sucesos históricos prehispánicos, pero en algunos
casos sí de los coloniales. Las cronologías para el Michoacán protohistórico se han
inferido precisamente en estimaciones (por ejemplo en la aproximación de vida humana
de los señores y cazoncis, y por las fechas que se encuentran en fuentes nahuas y
otomíes del Centro de México, como lo son campañas, batallas, embajadas y gobiernos
de los huey tlatoanis. Sin embargo, a pesar de la crítica que ha recibido la RM por ser la
―historia de bronce‖ de un discurso legitimador de los uacúsecha, y el que Jerónimo de
Alcalá haya usado de cartabón las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, Claudia Espejel
menciona que:
―No obstante lo anterior, es probable que el relato tuviera una basa histórica real. Después
de todo, los acontecimientos narrados no eran tan remotos ni los antepasados demasiado
lejanos. Zuangua, el cazonci reinante cuando Cortés llegó a México, era nieto de
Tangaxoan y bien pudo haber nacido cuando Tariacuri todavía vivía; el grueso del relato se
refiere a lo sucedido cien años antes de la conquista cuando mucho; y en el momento que
se elaboró la Relación la formación de un solo reino no debe haber cumplido todavía su
469
primer centenario‖
A esto hay que agregar que la RM tiene coherencia temporal y espacial, es decir,
a pesar de la complejidad del relato, los personajes aparecen en momentos
correspondientes a su generación, y aunque no se mencione su muerte, dejan de
aparecer en el relato; por otro lado, y a pesar de que no se han identificado todos los
lugares mencionados en la RM, también existieron los lugares donde tomaron lugar las
acciones de los personajes del relato, de hecho, ―las referencias geográficas en el relato
del petamuti también son muy precisas. Muchos lugares mencionados en la narración
coinciden con los topónimos actuales y las relaciones espaciales entre ellos también son
las mismas, por lo cual ha sido posible identificarlos y ubicarlos en los mapas.‖470
La narración inicia con la llegada del señor de los chichimecas Ireti Ticátame,
mencionado en otros documentos como Uacusticatame, fundador del linaje uacúsecha y
miembro fundador de la genealogía de los cazoncis,471 y cómo su dios Curícaueri inició
su señorío en el monte Viruguarapexo, cerca de Zacapu tacanendan. Al enterarse de la
llegada de los chichimecas, el señor de Naranjan, llamado Ziranzirancamaro, temeroso
de los guerreros recién llegados, buscó una alianza matrimonial ofreciendo una hija a
Ticátame. Al desposarse, Ticátame advirtió a sus cuñados que no tomaran los vanados
que él flechara, pues no eran para él, sino para alimentar a los dioses. Sus cuñados
desoyeron la advertencia y Ticátame los flechó, inmediatamente se mudó a
Zichaxuquaro. Años después, los habitantes de Narajan se aliaron con los de
468
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de
Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS Publications vol.
72), 1998, notas a pie núms. 4 y 557, Pp. 7 y 218. La RM sólo menciona un cómputo cronológico para la
época prehispánica: ―dice esta gente, que antes que viniesen los españoles a la tierra, cuatro años
continuos se les hendían sus qúes…‖. RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233.
469
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, P. 93.
470
Ibíd., Pp. 93-95. Claudia Espejel también ha propuesto una cronología, que a nuestro juicio es una de
las más aproximadas. Ibíd., Tabla 4, entre Pp. 112-113.
471
Debe recordarse que en Mesoamérica ―una de las primeras formas de legitimar el culto a los ancestros
fue la elaboración de genealogías, cuyo origen se remontaba a tiempos lejanos. Así, entre más hundida en
las profundidades del pasado se presentaba una genealogía, más prestigiosa y noble parecía, pues estaba
ornada por los blasones de la antigüedad y la duración […] la memoria genealógica legitimaba el
prestigio de los ancestros y era el sostén de las reivindicaciones del presente.‖ FLORESCANO,
ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica. México, Fondo de Cultura Económica, (Colección
Tezontle), 2009, P. 21.
122
Cumanchen para vengarse de Ticátame, a quien mataron y robaron al dios Curícaueri,
pero el hijo de Ticátame, Sicuirancha, los persiguió y recuperó al dios.472
Después de esto, Sicuirancha y los demás chichimecas se mudaron a Uayameo
(actual Santa Fe de la Laguna), donde fundaron un nuevo cú y permanecieron varios
años. A la muerte de Sicuirancha le sucedió su hijo Pauácume I, luego el hijo de éste
llamado Uápeani I, y el hijo de éste llamado Curátame. Durante el gobierno de éste
último, aconteció un hecho muy importante: la exploración de la cuenca del lago de
Pátzcuaro (los futuros Pechataro, Paréo, Hiramucu, Curínguaro), a donde irían a vivir
tras el otro acontecimiento vital de la historia tarasca, ocurrido posteriormente a la
muerte de Curátame y bajo el reinado de los hijos de este, Uápeani II y Pauácume II, el
agüero de las culebras. Los sacerdotes de la diosa Xarátanga de Mechuacan
[Tzintzuntzan] se burlaron de ella, la diosa los castigó y se convirtieron en culebras,
nadaron en dirección de Uayameo, al ver este hecho sobrenatural, los jefes chichimecas
decidieron separase y tomar cada uno a un dios Tiripemencha: Chanshori tomó al dios
Hurendequavecara y se mudó a Curínguaro, Ypinchuani tomó al dios Tiripeme
Xungapeti y fue a Pechataro, Tarepunguaran agarró al dios Tiripeme Turupten y ocupó
Ylamucuo, Mahicuri tomó al dios Tiripeme caheri y fundó Paréo, mientras que los hijos
de Curátame, Uapeani II y Pauacume II también dejaron Uayameo y se fueron con su
dios Tiripeme Curícaueri y pasaron por Capacurio y Xenguaran, entre otros lugares,
hasta llegar a Honchequaro.473 También los habitantes de Mechuacan [Tzintzuntzan],
adoradores de Xarátanga, dejaron este asentamiento, y tras pasar por varios sitios,
llegaron a Taríaran acuezizan harocotin.474
Desde Honchequaro, Uápeani II y Pauácume II se fueron acercando poco a poco
a lo que en el futuro va ser Pátzcuaro; en sus salidas a cazar ocurre otro hecho
fundamental en la historia tarasca: el encuentro con el pescador Curiparaxan, de la isla
de Jarácuaro. Gracias a él, los chichimecas se enteraron que eran parientes de los
isleños, por lo que le pidieron una niña para casarse, Curiparaxan les dio a su hija y se
mudaron a Tarimichundiro (muy cerca de Pátzcuaro). De la unión de Pauácume II y la
hija de Curiparaxan nació Taríacuri475, mientras que Uápeani II engendró a Zetaco y
Aramen.476 Cuando los señores de Jarácuaro se enteraron que el pescador les dio una
hija a los chichimecas, estos los aceptaron como parientes, les ofrecieron más mujeres y
les confirieron el rango de sacrificadores.477 Al enterarse los de Curínguaro de la alianza
chichimeca-isleña, realizaron una serie de intrigas para que los isleños expulsaran a los
chichimecas, haciéndolos regresar a Tarimichundiro. Al regresar aquí los chichimecas,
se dieron cuenta que había unas peñas donde sus dioses les habían dicho que iban a
fundar un nuevo cu (el futuro Pátzcuaro). Los de Curínguaro, preocupados por el
resentimiento de los chichimecas, los retaron a pelear en el llano de Ataquaho, de donde
salieron victoriosos, pero sólo lograron herir a los hermanos Uápeani II y Pauácume II.
Los señores enviaron a una espía, una tía de los chichimecas, para saber sí sobrevivieron
472
RM, Segunda Parte, Caps., II-IV.
Nótese la estrategia por parte de los chichimecas de dominar la parte sur de la cuenca del lago de
Pátzcuaro, el usufructo de los recursos de esta zona, permitirán las bases materiales para la futura
expansión tarasca.
474
RM, Segunda Parte, Cap., IV.
475
Taríacuri será el gran héroe de la RM, su ascendencia de dos linajes, el chichimeca y el isleño, le
otorgará el prestigio necesario para la expansión del señorío de su dios Curícaueri.
476
Probablemente eran hijos de las mujeres que les dan los isleños a los chichimecas, y como Taríacuri,
tenían ascendencia tanto chichimeca como isleña.
477
RM, Segunda Parte, Cap., IV, f. 71v, P. 34.
473
123
a las heridas, lo que los enfureció todavía más. Temiendo la venganza de los uacúsecha,
los de Curínguaro volvieron a intrigar con los isleños, y tras varios intentos de
emboscada, lograron matar a Uápeani II y Pauácume II.478
El legado de Taríacuri
Con la muerte de estos dos señores chichimecas, inicia una nueva fase del desarrollo
histórico tarasco. Los viejos Chupitani. Tecaqua y Nuriuan decidieron que el nuevo
señor será el hijo de Pauácume II, así se encargaron de la educación del todavía niño
Taríacuri, y les pidieron a los primos de este, Zetaco y Aramen, ya hombres, que se
fueran a vivir a Vacananbaro para que su comportamiento no pusiera en riesgo las
enseñanzas de Taríacuri. Desde esta tierna edad, Taríacuri es enseñado a traer leña a los
cúes, no emborracharse y no andar en el libertinaje con mujeres, así de como su padre y
tío serían señores si no hubieran sido muertos por sus enemigos.479
Cuándo creció, Taríacuri emprendió la venganza por la muerte de su padre y tío,
empezó a cumplir el mandamiento de Curícaueri de traer leña a los cúes, ensanchar su
señorío y acrecentar sus flechas, encendiendo fuegos (señales de guerra) en distintos
lados, y en los límites de sus enemigos, logrando sitiar la isla de Jarácuaro. Esta acción
desatará un conflicto con los señoríos de Curínguaro y Taríaran. Este episodio bélico es
de los más largamente narrados en la RM (ocupa cinco capítulos de la segunda parte), y
si bien las acciones militares no son muy detalladas, se proporcionan otros datos
importantes como lo son costumbres, tácticas, alianzas y la situación geoestratégica de
ese período en la cuenca del lago. Después de la afrenta hecha a Zurumban, señor de
Tariaran (que comió la carne del sacerdote Naca), expulsó a Zetaco y Aramen de
Vacananbaro, y Taríacuri, temeroso de un ataque inminente, se mudó a Hebario zinzu
cuiquaro, mientras que Zetaco se fue a morar con los suyos al monte, y Aramen hizo su
asiento en Hirázeo. Tiempo después, Taríacuri regresó a Pátzcuaro, pero volvió a huir,
pues su primo Aramen fue asesinado por órdenes de Caricaten, señor de Xáraquaro,
porque este se acostaba a escondidas con su mujer. Taríacuri intentó regalarle plumajes
a Chanshori para que le diera permiso de cruzar su territorio e ir con Mahiquasi, señor
de Condémbaro. Chanshori le dijo que el señor de Condémbaro estaba loco y era mal
hombre, y que si quería, podía tomar asiento en un pueblo de él llamado Tupátaro,
donde tenía trojes con bastimentos, Taríacuri, temeroso de quedar sujeto a Chanshori480,
prefirió mudarse a Hoata pexo.481
Su estancia aquí marcó otra etapa, ya que se realizaron varias alianzas
matrimoniales con Curínguaro y Taríaran. Por iniciativa de Chanshori, le ofreció una de
sus hijas a Taríacuri para sellar una alianza, y veladamente, para apropiarse del dios
Curícaueri. Taríacuri y la hija de Chanshori engendraron a Curátame II, tras varios
acontecimientos, la mujer de Taríacuri fue ―mala mujer‖, pues no quiso estar con
Taríacuri, y se acostó con otros hombres. Temeroso de Chanshori de intentar reprender
a la hija de este, la dejó hacer sus libertinajes. Con esto, Taríacuri cayó en depresión, no
comía y sólo iba por leña a los montes, pero por un ardid de su tía, logró hacer que no
muriera de hambre, y le aconsejó que buscara una nueva esposa. Así fue al otro señorío
478
RM, Segunda Parte, Caps., V-IX.
RM, Segunda Parte, Cap., X.
480
―Tenía esta gente una costumbre, que si tomaban algún maíz o mantas de las trojes de los dioses que
estaban deputadas para las guerras, aquellos que las recibían, aunque fuese dado gracioso, ellos o sus
hijos quedaban obligados por ello y los hacían esclavos‖. RM, Segunda parte, Cap. XIV, f. 86, p. 63.
481
RM, Segunda Parte, Caps., X-XIV.
479
124
de Taríaran, donde Zurumban lo recibió bien, sin recriminar el episodio de Naca. Tras
ponerle varias pruebas a Taríacuri, Zurumban se dio cuenta de que ―ciertamente es
señor‖; Taríacuri le dijo que dejara de emborracharse y que fuera a hacer la guerra en su
nombre a varios pueblos de la Tierra Caliente (Hurechu, la Guacana, Cacangueo y
Cuerapan)482, para traer los bastimentos para la diosa Xaratanga, Zurumban rompió en
llanto y le dio una esposa a Taríacuri, por lo que se rompió la alianza con Curínguaro.483
La primera mujer de Taríacuri se enceló de la nueva mujer, y regresó a
Curínguaro para contarle a su padre de esta afrenta. En venganza, Chanshori se adueñó
de Hoataro pexo, quitó a Curícaueri y en su lugar puso a Hurendequavecara, pintó el
templo de rojo, color de su dios, y sacrificó a los esclavos reservados para Curícaueri,
por lo que los chichimecas se mudaron de nuevo a otro lugar, esta vez a Vpapo hoato.
Este lugar era pedregoso, por lo que Taríacuri le pidió a Chanshori que ―preste o venda
un pedazo de tierra‖, a lo que se negó su suegro, por lo que se trasladó a Vrexo
[Urecho], dónde construyeron un templo de ―céspedes‖ [¿adobes?].484 Aquí de nuevo
son atacados y sitiados por los de Curínguaro, pero gracias a la intervención divina de
Curícaueri, que enfermó a los atacantes, lograron vencer los chichimecas. Estos se
mudaron a Querenda angangueo, donde intentaron atacarlos una vez los de Curínguaro,
con ayuda de Zinzuni, hijo del señor de Taríaran. Taríacuri pidió refugio en Taríaran,
pero Zurumban le dijo que ahí no había leña, y lo mandó morar en Vacapu, luego fue a
Zurumu harupeo y por último a Santangel. A pesar de peregrinar por todos estos lados,
la persecución contra Taríacuri y los suyos no cesó; por la vejez de Chanshori, quedó
como señor su hijo Huresqua, este se enteró que los chichimecas hicieron entradas a
occidente, y les exigió que le pagaran tributo, a lo que Taríacuri les respondió con
ironía, y les entregó flechas de colores, lo que enfureció a Huresqua.485
Desde la salida de Taríacuri de Pátzcuaro, se creó un vacío de poder en este
importante centro ceremonial, que provocó la guerra de los señoríos circundantes:
Xáraquaro, Pacandan, Taríaran y Curínguaro. Después de las embajadas enviadas por
los isleños, tanto de Pacandan como de Xáraquaro, Taríacuri decidió regresar a su
antiguo asiento con el fin de que acabara la guerra. Al llegar de noche a Arízizinda,
monte cerca de Pátzcuaro, ahí a la media noche tocó un silbatillo que imitaba el sonido
del águila. Al escuchar esto, los de Curínguaro, los de Pacandan y los de Taríaran
salieron huyendo provocando gran polvareda y espuma en el lago. Taríacuri mandó a su
hijo Curátame II a Curínguaro, le dijo que llevará leña a los cúes y dejará de
emborracharse, este no hizo caso, y fue cuando Taríacuri empezó a preocuparse por
buscar a sus sobrinos para ver sí podían ser señores.486
Hiripan, hijo de Zetaco, y Tangánxoan hijo de Aramen, tendrían gran
importancia en el desenvolvimiento de los acontecimientos, pues junto con Hiquíngaje,
hijo de Taríacuri, serían los fundadores del futuro Tzintzuntzan Irechequa, consumando
los intentos de conquista iniciadas por Taríacuri. Tras el fallido intento de sitio de la isla
de Xáraquaro, los chichimecas salieron huyendo de sus asentamientos, y tras la muerte
de sus padres, Hiripan, Tangánxoan, una hermana y su madre, vagaron por diversos
pueblos de la meseta, donde sufrieron las penalidades de la orfandad, la pobreza y el
482
RM, Segunda Parte, Cap., XVII.
RM, Segunda Parte, Caps., XV-XVII.
484
Claudia Espejel propone la duda de sí Jerónimo de Alcalá se refirió a un cú de adobes en lugar de
piedras. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 145.
485
RM, Segunda Parte, Caps., XVIII-XIX.
486
RM, Segunda Parte, Cap., XX.
483
125
rechazo hacía los chichimecas. Tras diversos episodios, Hiripan y Tangánxoan quedaron
bajo la tutela de su tío Taríacuri. Posteriormente, Curátame II riñó con Taríacuri al estar
borracho, por lo que Taríacuri se mudó a Cutu, dejándole Pátzcuaro a su hijo, y un año
después, Curátame II invitó a su padre y primos a una de las fiestas, más estos se fueron
a otro lado porque en la fiesta sólo se emborrachaban, se orinaban en todas partes y se
acostaban con las mujeres. Tanto Taríacuri como sus sobrinos llegaron al monte Çacapu
hacúrucuyo, sin tener conocimiento de que ambos fueron al mismo lugar, por poco
entraron en batalla, hasta que los espías de Taríacuri se dieron cuenta que eran Hiripan y
Tangánxoan. Después de la confusión, Taríacuri invitó a comer a sus sobrinos, y cuando
se enteró que estos no quisieron ir a la fiesta de Curátame por los excesos de la gente, y
que preferían ir por leña para los cúes, y atalayar por sí atacaban los isleños, Taríacuri se
sorprendió y les dio el discurso de como habrán de ser tres señores, junto con
Hiquíngaje.487
En este discurso se puede leer entre líneas el balance que hace Taríacuri desde su
ofensiva contra Xáraquaro y la muerte de Naca, sus alianzas matrimoniales fallidas, la
persecución constante de sus enemigos, sus asentamientos son temporales, y las
conquistas de Zurumban y Chapá no le retribuyen ni en especie ni en esclavos. La única
empresa exitosa fue su entrada a occidente, las alianzas solicitadas por los isleños, y la
recuperación sin problemas del centro ceremonial de Pátzcuaro, hacen notar que
también su posición político y militar se había fortalecido notablemente.488 Taríacuri les
esbozó a sus sobrinos la situación política de la cuenca del lago de Pátzcuaro y los
territorios aledaños, y les mencionó porque ―no habrá ya más señores en los pueblos;
mas todos morirán y estarán sus cuerpos echados por los herbazales.‖489 Sobre los
isleños habló de como murieron los señores viejos, Carícaten de Jarácuaro, y Zuanga de
Pacanda, y como a los hijos que quedaron como señores, Quatá y Zuanga
respectivamente, no eran obedecidos. En Curínguaro se da un caso similar, pues el
primer suegro de Taríacuri, Chanshori, ha muerto, y sus hijos Cando, Huresqua, Sica,
Zináquabi y Chapá tenían diferencias sobre el señorío. Chapá le comentó a Taríacuri
que a él no lo obedecían por ser hijo de una esclava, así que Taríacuri le dio una parte
del dios Curícaueri, bajo la condición de tributarle madera y esclavos para sacrificar.
Con la ayuda divina, Chapá logró extender su señorío hasta Araró.490 Cuando sus
parientes de Curínguaro se enteraron de sus fructíferas conquistas, le ofrecieron por
esposa a una señora, por lo que Chapá dejó de llevar esclavos a Taríacuri, quién se
arrepintió de haberle dado una parte de Curícaueri, pues parecía que Chapá iba ser rey
pues ya lo conocían los dioses del cielo y de las cuatro partes del mundo. Pero Chapá
murió, y sus hijos Hucaco, Hózeti, Vacúsquazita, Quanírescu, Quatá maripe y Xarácato
se dividieron el señorío, tuvieron contiendas por el, y cada quién hizo sus fiestas y
bailes. La casta sacerdotal de Hetóquaro, último asiento de Chapá y probablemente
cabecera principal, dejó de servir en los cúes, los dioses se enojaron, hubo muchos
agüeros y no llovió un año. Por el hambre se despobló Hetóquaro, y sus habitantes se
vendieron como esclavos a otros señores. Tampoco iban a ser señores los de Vániqueo,
Cumachen, Erónguariquaro, Zacapu y Tacánbaro. En Taríaran todavía vivía Zurunban,
pero viejo y ciego, y sus hijos estaban esparcidos por muchos lugares, y una hija de él,
Mauina, se acostaba con mancebos, y sus hermanos la consentían en lugar de
487
RM, Segunda Parte, Caps., XX-XXI. En el texto, el discurso sólo va dirigido a los sobrinos, pero en la
lámina aparecen representados los tres jóvenes. RM, lámina XIV, f. 108v, P. 108.
488
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, Pp. 132-133.
489
RM, Segunda Parte, Cap., XXII, f. 109, P. 109.
490
Véase el Apéndice A, mapa I.
126
sacrificarle, por eso ahí tampoco habían de ser señores. Los pueblos de la Meseta,
Pungácuran, Sauinan, Arançan y Cápacuero, también tenían diferencias cada día, se
quitaban los términos y sementeras, y se flechaban. Por estas razones, no iba haber más
señores, sólo los sobrinos e hijo de Taríacuri que tenían un comportamiento moral
acorde a las exigencias de los designios de los dioses.491
Lo que sigue después en la narración de la RM es cómo los sobrinos tomaron en
serio las palabras de Taríacuri, y fueron al monte Xanóato hucazio a preparar una
emboscada, para atalayar en dirección a Xáraquaro. Ahí vieron una canoa donde venía
un principal isleño llamado Zipíuatame. Cuando tocó tierra, es capturado por
Tangánxoan, quien quiso sacrificarlo, pero este tenía una embajada para Taríacuri. Al
final se reunió con éste, y se pactó la protección de una parcialidad de los isleños, y
después de una batalla naval, los refugiados se asientan en Aterio, donde hacen sus
templos y casas. Gracias a esta alianza chichimeco-isleña, es que los uacúsecha
iniciaron la ofensiva contra los pueblos ribereños, primero a Tupúparachuen, Ychápetio,
Hiranzio, Charándavchao y Xarapen, luego hacia Varicha hopótacuyo, Syrúmutaro,
Hópiquaracha, Pucunda hacúrucu, Hoata tétengua, Tiríndini hasta los términos de
Curínguaro. Luego hicieron ahumadas en Paraxu y Paraqua hácuparaca, acción que
temieron los de Curínguaro, quienes mandaron canoas para detener a los agresores, pero
Hiripan y Tangánxoan las interceptaron, y en ellas van a conquistar Quereta parázicuyo
(Tzintzuntzan), donde moraron y se convirtió en el nuevo punto de partida para futuras
conquistas.
Curátame II, primogénito de Taríacuri, vio las humaredas que se levantaban por
las acciones militares de sus primos, se molestó porque él era señor y su padre decía que
sus primos eran hijos de él, les mandó decir a Hiripan y Tangánxoan que sí hacían las
conquistas por hambre, fueran a Pátzcuaro, y que uno le podría servir el vino, y otro
hacerse cargo del orinal.492 Ambos se molestaron con la embajada, y de respuesta
dijeron que si a Curátame le gustaba emborracharse y echarse con mujeres, que lo
hiciera, pero que las conquistas que ellos hacían eran para hacerlo señor y acrecentar su
señorío. Curátame se enojó con la respuesta, y después Hiripan y Tangánxoan viajaron
a ver a Taríacuri, quién les pidió que llevaran a Hiquíngaje, que era sacrificador, a
Quereta parázicuyo. Taríacuri les dijo ―pues id, hijos. Coma hierbas y cardos
Hiquíngaje, vosotros tres seréis señores. Coma mi hijo hierbas, ya le lleváis con
vosotros‖.493 Al parecer, realizaron un ritual de purificación en una cueva llamada
Patuquen, Hiripan y Tangánxoan comieron hierbas, mientras que a Hiquíngaje le
estaban dando maíz tostado, temerosos de que no soportara el estilo de vida chichimeca,
cuando se dio cuenta, les preguntó porque ellos no comían del maíz, y tras explicarles
que estaban temerosos de que se regresara con Taríacuri, los tres empezaron a llorar.494
Posteriormente Taríacuri les dio un pedazo de Curícaueri a sus sobrinos e hijo
para que le hicieran un altar, pero estos le hacen un cu, una casa de los papas, una casa
de las águilas y una troje para resguardarlo. Cuando le comunicaron a Taríacuri que
habían construido todas éstas estructuras religiosa, montó en cólera, y trató de flechar a
los jóvenes, porque ellos no tenían prisioneros para sacrificar, Hiripan, Tangánxoan e
491
RM, Segunda Parte, Cap., XXII.
El insultó radicó en que Curátame II les estaba dando el trato de sirvientes y de mujeres a sus primos,
ya que las tareas de servir el vino y hacerse cargo del orinal eran realizadas por mujeres de acuerdo a los
sirvientes de la casa del cazonci. RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30v, Pp. 222.
493
RM, Segunda Parte, Cap. XXIV, f. 117v, P. 126.
494
RM, Segunda Parte, Cap. XXIV.
492
127
Hiquíngaje salen corriendo ilesos y tristes a Quereta parázicuyo. Taríacuri reflexionó
que no habían hecho el cu de mala fe, y que él tenía en parte la culpa, porque les dio ese
pedazo de Curícaueri. Para solucionar el embrollo, Taríacuri mandó al sacerdote
Chupitani con Varapame, señor de la isla de Pacandan, so pretexto de que ya estaban
viejos y había necesidad de hacer una guerra ritual para conseguir cien prisioneros para
sacrificar en los funerales. Al escuchar la embajada, Varamape rompió en llanto, porque
él y sus súbditos eran pobres, y porque los prisioneros eran en realidad para estrenar el
nuevo cu de Quereta parázicuyo. Varapame sólo manda sesenta hombres a sus
sementeras en la orilla del lago. Hiripan y Tangánxoan siguieron las instrucciones de
Taríacuri y capturaron a los isleños en una emboscada, llevando a sacrificar a Pátzcuaro
a 40 prisioneros, y 20 a Quereta parázicuyo, e iniciando nuevas ofensivas a sus
enemigos. El nuevo objetivo es el pueblo de Yziparamucu, cuyo señor era Zinzuni,
pariente de los de Curínguaro; y en una ocasión Hiripan y Tangánxoan hicieron una
entrada y capturaron 100 prisioneros. Es probable que en este ataque, haya caído
prisionero Tamapucheca, hijo de Taríacuri (y tal vez de la esposa que le dio Zurumban,
señor de Tariaran). Zinzuni no tuvo el valor para sacrificarlo, por temor de Taríacuri, y
la gente que lo crio fue a rescatarlo, cuando Taríacuri se dio cuenta, se enojó, y mandó a
sacrificar a su hijo porque ya era alimento de los dioses, así como la gente que lo
rescató. Taríacuri también mandó matar a su hijo Curátame, de su esposa de
Curínguaro, por ser mal señor y emborracharse de continuo. La tarea se la encargó a
Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje, quienes dudosos, mataron a Curátame como a un
criminal (lo acogotaron con una porra), Taríacuri se alegró con la noticia, y regresó a su
asiento de Pátzcuaro.495
Es durante las conquistas emprendidas por Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje
hacia el oriente de Quereta parázicuyo, que los primeros tuvieron sueños en la cumbres
de unos montes, donde iban los dioses del cielo. A Tangánxoan se le apareció en sueños
la diosa Xarátanga, en el monte Puréperio (actual cerro Yahuarato, al este de
Tzintzuntzan). Ahí le pidió que descombrara donde iban a construirse su casa de las
plumas de papagayos, la casa de las plumas de gallina, el juego de pelota, así como los
baños llamados Puque hurínguequa. Le explicó como los de Taríaran ya no sacaban
provecho de ella, ni le temían a su madre (la diosa Cueráuaperi), por lo que debía ir por
ella, para restaurarla en su asiento original de Tzintzuntzan. De recompensa le daría
casa, trojes con mantenimientos, mujeres, y las insignias de señor. A Hiripan en el
monte Taríacaherio (actual cerro Tariaqueri, al oeste de Tzintzuntzan), se le apareció en
sueños el dios Curícaueri, quién le pidió que renovara sus atavíos de plumas blancas, y a
cambio, le daría casa, trojes, esclavos, orejeras de oro, penacho y collares. Cuando le
contaron a Taríacuri sobre los sueños, éste se alegró mucho, pues eran señales
innegables de que iban a ser señores. Después de éste episodio, siguieron haciendo
ahumadas y haciendo la guerra a sus enemigos.496 Aunque estos capítulos de la RM
ponen el acento en los sueños y augurios de dioses, la poca información disponible
sobre los acontecimientos militares, permiten observar como la conquista y defensa de
Quereta parázicuyo fue fundamental para la expansión tarasca, pues Hiripan, Tangáxoan
e Hiquíngaje aprovecharon la ventaja táctica proporcionada por los cerros Taríacaherio
y Puréperio, para enfrentarse a los batallones de Pacandan, Jarácuaro, Curínguaro,
Yziparamucu y Cumachen [Comaja], y salir victoriosos.497
495
RM, Segunda Parte, Caps. XXV-XXVI, XXXIII.
RM, Segunda Parte, Cap. XXVII.
497
Para un detalle de la batalla véase el Apéndice A, mapa II.
496
128
En el bando de los enemigos también se suscitan acontecimientos en que
intervienen los dioses. Zinzuni, señor de Yziparamucu, temeroso de que las ahumadas
de guerra hechas por los chichimecas estuvieran tan cerca, y con claras muestras de un
ataque inminente, mandó una embajada a sus sobrinos Cando y Huresqua, señores de
Curínguaro, con la intención de pedir ayuda para defenderse de los chichimecas (ellos
contenían la expansión uacúsecha, pues Yziparamucu se encontraba entre Quereta
parázicuyo y Curínguaro), pero estos desoyen la embajada, pues según ellos y en
respuesta a su tío dicen: ―Porque nosotros solos lo ocupamos todo y estamos hechos un
piélago. ¿Dónde es de agora ser Corínguaro? Porque de todo en todo es población
divina y tiene canas de muy antigua población y las piedras de los fogares han echado
muy hondas raíces. ¿Quién ha de venir a destruirnos?‖.498 Zinuni se resignó a su suerte,
por lo que les dijo a toda la gente de Yziparamucu que mataran a todos los animales de
crianza (perros, gallinas y papagayos), que hicieran bastimentos para abandonar el
pueblo, y que todos se emborracharan. Durante la borrachera, una anciana se presentó a
la esposa de Hopótacu, hijo de Zinzuni, para venderle un ratón (topo o tuza bermeja) a
cambio de maíz. La mujer de Hopótacu le compró el animalillo, para cocinarlo para
dárselo de comer a su esposo cuando regresara y bajarle la borrachera. La anciana se
fue, pero engañó a la mujer de Hopótacu, pues ésta cocinó, sin darse cuenta, a su hijo
Zinzíani y no al ratón. Cuando Hopótacu llegó y su mujer le sirvió de comer, ambos
caen en cuenta del engaño, y en un lapso de furia, Hopótacu flechó a su mujer. Al día
siguiente, cuando se empezaron a recuperar de la borrachera, Hopótacu le contó a su
padre todo lo sucedido, y Zinzuni le reveló que aquella no era una anciana, sino la diosa
Avícanime. Éste agüero,499 confirma la decisión de Zinzuni, y abandonaron
Yziparamucu, dejando el camino abierto a Curínguaro.500 Taríacuri también debilitó
todavía más el señorío de Curínguaro, pues mandó una hija o mujer suya, a la fiesta de
Hunisperaquaro que celebraron los de Curínguaro, ahí se acostó en el despoblado con
Cando, uno de los señores, cuando él durmió, la mujer le cortó la cabeza con unas
navajas.501
Las acciones también se concentraron hacia sus enemigos de Taríaran. Taríacuri
envió a Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje para que amonestaran al hijo de su cuñado,
Hiuacha, señor de dicho pueblo, le dieran pescado y lo mataran estando borracho. Al
llegar, Hiuacha no les dio tiempo de que le dieran la embajada, los invitó a comer, pero
cuando empezaron a servir la comida y a dar regalos, les dieron a todos los presentes,
menos a los chichimecas. Furiosos, los tres jóvenes uacúsecha abandonaron Taríaran, y
regresaron a Quereta parázicuyo sin haber visitado a Taríacuri. Cuando llegaron,
cortaron leña para los cues, Hiripan se subió a un árbol carcomido, y cuando cayó al
suelo quedo inconsciente. Fueron corriendo a ayudarle, y cuando volvió en sí, estaba
furioso, porque ellos tenían las espaldas marcadas y cayos en las manos por que
cortaban leña para dar de comer a los dioses, y hacían muchas ahumadas y quemaban
olores, y no consideró justo el tratamiento de Hiuacha, pues el no cortaba leña, y no
habían podido vencerlo. Los tres decidieron ir con Taríacuri, y decirle que los tres
querían morir peleando contra Hiuacha, ahora que todavía seguía vivo y anciano.
Taríacuri se preocupó porque los enemigos eran muchos, pero después de conocer las
fuerzas que integraban las fuerzas chichimeco-isleñas, aceptó que sus sobrinos e hijo
498
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 125, P. 141.
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII.
500
Consideramos que el agüero de la muerte del nieto de Zinzuni (probablemente de nombre homónimo),
puede interpretarse de como los dioses interrumpieron su descendencia o linaje, por lo que ya no iba a ver
nadie para gobernar en Yziparamucu.
501
RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV.
499
129
fueran a la guerra, y consiguió realizar alianzas con los pueblos de Cumanchen,
Eróngaricuaro, Hurichu y Pichátaro, para aumentar la fuerza de ataque.502
Antes de iniciar el ataque, Taríacuri convocó a su hijo y sobrinos a un montecillo
llamado Thiapu, antes de que llegaran, Taríacuri escombró el lugar, e hizo tres
montones de tierra y les puso encima una piedra y una flecha. Cuando llegaron los tres
jóvenes, les explicó cómo debía haber tres señores: ―Oídme, hijos: mira, Hirepan, ansí
ha de haber tres señores. Tú estarás en este montón que está en medio, ques el pueblo de
Cuyacan [Ihuatzio]; y tú Tangáxoan estarás en este montón, que es el pueblo de
Mychuacan [Tzintzuntzan]; y tú Hiquíngaje estarás en este, que es el pueblo de
Pázquaro. Así serán tres señores‖.503 Después de que les dio esta indicación, hizo una
traza en el suelo del pueblo de Taríaran, y les indicó a sus sobrinos cómo debían ir con
sus aliados. Las fuerzas chichimeco-isleñas rodearon el pueblo, capturaron a mucha
gente, e Hiuacha fue aporreado mientras intentaba escapar.504 Los prisioneros fueron
llevados a Pátzcuaro, dónde sacrificaron todo el día.505
502
RM, Segunda Parte, Cap. XXIX.
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 129v, P. 150.
504
Véase el Apéndice A, mapa III.
505
La historia de Hiuacha era conocida todavía a finales del siglo XVI; en un litigió de tierras en Patuan,
al sur de Ziracuaretiro, Gaspar Campos, un mulato libre de 49 años de edad, residente del pueblo de San
Ángel desde hacía 30 años, sujeto a Tingambato, declaro en 1592 que ―…a oído decir a muchos indios //
de los viejos y antiguos que las tierras // de Patuan eran de los señores naturales // de Mechoacán y que las
había // ganado por conquista que hicieron a un // fulano Hihuacha señor y cacique que había // sido de
Tzirapen donde era sujeto el dicho // pueblo de Patuan…‖. ―Traslado de la probanza de Francisco de
Sarria‖, Archivo Histórico de la Ciudad de Pátzcuaro (en adelante AHCP), Caja 5, Exp. 24, 1592, f. 131v.
Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por
habernos facilitado éste documento. Claudia Espejel menciona que ―no queda claro si el pueblo que
conquistan los sobrinos de Tariacuri es Tariaran o Zirapen porque después se vuelve a decir que
conquistaron un pueblo llamado Tariyaran (grupo de pueblos conquistados 3). Probablemente este
Tariyaran no es el mismo Tariaran de Zurunban y probablemente estaba al oeste del lago de Pátzcuaro,
hacia la meseta tarasca, aunque hay que notar que lo conquistaron junto con Vacapu y Acahuato, lugares
relacionados con el Tariaran de Zurunban. Pienso que Tariaran pudo haber estado cerca del actual
Cuitzitan al sur de Santa Clara del Cobre. Hice una visita a Turira donde pensaba que podría haber algo
pero no encontré ninguna evidencia de ocupación prehispánica (ni un solo tiesto ni una navajita de
obsidiana). Todavía pienso que pudo haber estado por esos rumbos o al sur de Zirahuén. Gorenstein y
Pollard (1983) pensaron que Harocotín (022) era un pueblo diferente a Tariaran (lo cual no es improbable
pero en todo caso estaría al sur de Zirahuén y no en la cuenca del lago de Pátzcuaro) y lo ubican donde se
encuentra el actual pueblo de Arocutin en la ribera oeste del lago de Pátzcuaro, al sur de Uricho.‖
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 244. Vemos que ésta duda
surge, ―por la falta de puntuación en la Relación, no está claro si Zirapen es otro nombre de Hiuacha o el
nombre de su pueblo, pero más bien parece ser lo primero, pues su pueblo era Tariaran.‖ Ibíd., P. 311.
Pero por el testimonio del mulato Gaspar Campos, se infiere que el pueblo de Hiuacha era Zirapen, por lo
que se puede puntuar la línea que menciona Claudia Espejel: ―Y trazó allí [Taríacuri] el pueblo del señor
llamado Hiuacha[,] Zirapen…‖. Hay que recordar que en el pasado prehispánico, los lugares podían tener
varios nombres o un nombre más complejo, el de Taríaran era ―Tariaran acueziçan harocotin‖. RM,
Segunda Parte, Cap. IV, f. 68v, P. 28. Este nombre lo traduce Pedro Márquez como ―Orilla del lugar
donde hay víboras y hace viento‖ MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras
p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y
rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y
estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 2000, [Apéndice I], P. 718. Por otro lado, Gilberti registró las entradas ―Culebra de agua.
tzirapen acuitze‖, ―Bibora. tzirapen acuitze‖ y ―Serpiente del agua. tzirapen acuitze‖ nombre de alguna
variedad de ofidio que está relacionado con el nombre completo de Tariaran acueziçan harocotin.
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 289, 334 y 589. Actualmente existe una ranchería llamada Ziraspén
al noroeste de Ziracuaretiro. Salvador Pulido reportó un sitio arqueológico llamado Lagunillas, entre
Zirimícuaro y Ziracuaretiro, donde se localizaba una yácata de 6 m de altura y una plataforma baja, y se
503
130
La formación del triunvirato
La conquista de Taríaran inauguró una rápida expansión de los uacúsecha en los
alrededores de la cuenca del lago de Pátzcuaro, el siguiente objetivo fue la otra gran
potencia de la región así como sus enemigos acérrimos, Curínguaro fue destruido y sus
sujetos conquistados. Luego avanzaron hacia la cuenca de Cuitzeo, la de Zacapu y al
oeste de Pátzcuaro. Taríacuri ya no pudo ver el éxito de sus herederos, pues durante las
conquistas murió y fue enterrado en Pátzcuaro. Entonces ―llamó Hirepan a Tangáxoan y
a Hiquíngaje y díjoles: "hermanos, ya es muerto Taríacuri, nuestro tío. Tú, Tangáxoan,
vete a Mechuacan [Tzintzuntzan] y yo me iré a Cuyacan [Ihuatzio] y Yquíngaje estará
aquí en Pázquaro, que aquí es su casa y asiento. Y hicieron una casa a Hirepan en
Cuyacan y a Tangáxoan otra en Mechuacan. Y tomó cada uno su señorío y fueron tres
señoríos.‖506 Después de asentados los tres señores, Hiripan507 convocó a Tangánxoan e
Hiquíngaje para que siguieran las conquistas. Durante la guerra, la gente huyó con las
joyas, y decidieron capturarla para traer las riquezas para su dios Curícaueri. Al no
decidirse quien se quedaría con el tesoro, construyeron una casa en Ihuatzio, y allí
guardaron todas las riquezas, así como al dios Curícaueri, y probablemente a la diosa
Xarátanga y los otros Tirípimencha, quedando Ihuatzio como cabecera principal de los
tres señoríos. A la gente la subyugaron, la obligaron a traer leña a los cúes, a cultivar la
tierra y luchar en los escuadrones y servirles. Pero la gente no se quedaba en un solo
lugar, así, ―entraron en su consejo Hiripan y Tagáxoan y Hiquíngaje y dijeron:
"hagamos señores y caciques por los pueblos, que placerá a los dioses que sosiegue la
gente". Y fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños tomaron una
parte en la tierra caliente y los chichimecas otra parte a la man[o] derecha […] y así
sosegaron todos. Y se hizo un reino.‖508 Estos caciques se encargaron de la expansión
territorial, la expansión fue tan rápida, que ―hasta las mujeres mandaban los pueblos.‖
Así, poco a poco, el Estado tarasco se fue fortaleciendo por medio de alianzas y
conquistas en esta región del Occidente de Mesoamérica.509
Nacimiento y expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa
La RM es escueta en información para el periodo de tiempo intermedio entre la
formación del reino y la conquista española, sólo existen unas pocas fojas y algunas
referencias en otros capítulos, en dónde se menciona a los descendientes de los tres
señores, así como un hecho fundamental para el futuro Estado tarasco: el traslado de la
capital a Tzintzuntzan y su supremacía sobre las otras dos. Al parecer se inició una
disputa entre los tres señores chichimeco-tarascos para que los descendientes de cada
uno obtuvieran el poder de las tres capitales. El documento aclara que la cabecera
principal del triunvirato era Ihuatzio, ya que ahí estaba Curícaueri y el tesoro del reino,
aunque Pátzcuaro tenía mayor jerarquía religiosa, ya que era el sitio que los dioses les
localizó un cajete y un tripote de características tarasco-uacúsecha. PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR.
Los tarascos y los tarascos-uacúsecha: diferencias sociales y arqueológicas en un grupo. México,
Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección Divulgación), 2006, Pp. 137-138. Este sitio
bien pudo tratarse del Taríaran mencionado en la RM.
506
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 131-131v, Pp. 153-154.
507
Es de notarse que en el relato, Hiripan, ancestro de la nobleza ihuatzeña, tiene la iniciativa de seguir
las conquistas y sus propuestas son aceptadas por los otros dos.
508
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 132, Pp. 155.
509
Véase el Apéndice A, mapa IV.
131
dijeron a los chichimecas que ahí debían de construir los cúes para Curícaueri.510 La RM
menciona que Hiquíngaje tuvo un hijo de su mismo nombre, Hiquíngaje II, ―que dicen
que le dió [sic] un rayo y matóle y embalsamáronle y teníanle como a dios, en la
laguna…‖. También se decía que Hiquíngaje ―tuvo muchos hijos, y por ser malos y que
se emborrachaban y mataban a la gente con unas navajas y se las metían por los lomos,
los mandó matar.‖ Aunque líneas adelante se dice que ―no hubo más señorío en
Pázquaro después que murió Yquíngaje, porque sus hijos mandó matar Hirepan.‖511
Vemos pues, como tenemos dos versiones sobre quien mandó matar al linaje de
Pátzcuaro; puede ser un error del escribano, o un intento de los informantes de la
nobleza tzintzuntzeña para desprestigiar los linajes de Pátzcuaro e Ihuatzio.
Independientemente de esto, es poco probable que Pátzcuaro se haya quedado sin señor,
pues los señores se elegían, no necesariamente el cargo se heredaba por línea directa. 512
Consideramos que pudieron haber acontecido dos cosas, primero, que los señores de
Pátzcuaro hayan sido la familia del Petamuti (recordemos que los cargos sacerdotales se
heredaban), con lo que el papel religioso del asentamiento se respetaría, más no el
político, o segundo, que el señor de Tzintzuntzan tuviera su casa en Pátzcuaro y el
primer asentamiento sólo fuera un centro administrativo del Estado tarasco.
Esto último se desprende de un documento que mando realizar Vasco de
Quiroga para justificar el cambio de la sede catedralicia de Tzintzuntzan a Pátzcuaro,
aludiendo que las poblaciones prehispánicas formaban parte de la Ciudad de
Mechoacan, y que cada asentamiento era un barrio, así como la importancia de
Pátzcuaro sobe Tzintzuntzan. En la séptima pregunta que les hacían a los testigos, decía:
―…si saben que cerca del dicho mal sitio [Tzintzuntzan] y de dicha Pazcharo iglesia y
dentro de lo que se llama y dice y entiende ciudad de Mechuacan, hay un barrio que es
sujeto y parte de ella que se dice Pazcuaro, donde los naturales de esta ciudad tenían su
principal población y sus cúes y sacrificios primeros y principales y donde era la cabecera
de la provincia antes que los españoles viniesen y antes que el padre del Cazonci postrer
cacique que fue mandase, el cual por ser el dicho valle barrio donde está la dicha iglesia
suyo y donde él moraba, luego que fue cacique por muerte de los otros que fueron ante que
él que vinieron siempre en el dicho sitio de Pansquaro como la cosa mejor y más principal
que había en la provincia, pasó de allí los cués y sacrificios en el dicho valle y quebrada,
aunque el sitio era malo, por ser suyo y tener allí su asiento, y tras ellos se fue la gente
donde han estado como desterrados y descontentos y forzados hasta ahora que comienzan
ya a pasar y volver donde solían estar poblados como ahora lo están muy contentos en
510
―Y así cortaron las encinas y árboles que estaban por allí, diciendo que habían hallado el lugar que sus
dioses les habían señalado. En este susodicho lugar, tuvieron sus antepasados, en mucha veneración y
dijeron que aquí fué el asiento de su dios Curícaueri. Y decía el caçonzi pasado [Tangaxoan II], que en
este lugar, y no en otro ninguno, estaba la puerta del cielo por donde descendían y subían sus dioses. Y de
contino trujeron aquí sus ofrendas. Aunque se mudó la cabecera a otras partes, aquí había tres cúes y tres
fogones, con tres casas de papas, en un patio que hicieron después a mano, de tierra, sacando por algunas
partes las paredes de piedra para igualarle y allanarle.‖ RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37.
511
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138v, P. 168.
512
En la RM, se menciona que antes de atacar en las guerras, el Capitán general, el señor de Ihuatzio y ―el
señor de Pázuaro‖ pronunciaban discursos. Parte de las pláticas que hacían los señores cuando moría el
cazonci y se juntaban para elegir uno nuevo, decían ―¿Cómo ha de quedar esta casa desierta y anublada?
Mirá que daremos pena a nuestro dios Curícaberi.‖ Y cuando se juntaron los señores para elegir un nuevo
cazonci tras la muerte de Zuangua, Tzintzincha trató de rechazar el cargo diciendo ―sean mis hermanos
menores y yo seré como padre de ellos; o séalo el señor de Cuyacan llamado Paquíngata.‖ RM, Tercera
Parte, Caps. V, XVII, XXIII, ff. 18, 32v, 43v, Pp. 197, 226, 248.
132
saber que se han de volver a el que es el dicho Pascuaro donde pueblan ahora los naturales
513
y un poco antes los españoles.‖
Los testigos que contestaron las preguntas fueron vecinos españoles y
principales indígenas, la mayoría de respuestas fueron afirmativas y que se contenía
como la pregunta decía, aportando alguna información etnográfica complementaria. Así
por ejemplo Suero Australiano contestó que ―…el pueblo de Pascuaro y este sitio es
todo ciudad de Mechuacan y los indios de aquí y de allá son todos unos y un principal
los gobierna a todos como una cosa, y que vio muchos cúes y casas de placer del
Cazonci que era señor de esta provincia y muy gran población junto a ellas, y que el
sitio adonde ahora está la iglesia era casa de contratación adonde el dicho Cazonci venía
a negociar con los naturales y españoles mas que el más tiempo vivía en Pásquaro
porque es asiento fresco de arboledas, aguas, tierras muy buenas, lo cual que no tiene
este sitio.‖514 La mayoría de las respuestas de los testigos españoles son del mismo
tenor, agregando que los cúes de Pátzcuaro eran más grandes que los de Tzintzuntzan.
Los testigos indígenas contestaron escuetamente, afirmando que la pregunta se contenía
como decía. Ante este testimonio, debemos tener nuestras reservas, pues el documento
está diseñado de tal forma para que las preguntas justifiquen el traslado de la catedral.
Por otro lado, las referencias históricas que se tienen sobre Ihuatzio son
mínimas, y apenas sí existen elementos para saber las causas del traslado de Curícaueri
y el tesoro a Tzintzuntzan. Claudia Espejel rescata un pasaje de la RM que puede dar
algo de luz sobre esto, cuando los dioses Tirípimencha, hermanos de Curícaueri, se
aparecieron a una vieja que vendía agua en Ihuatzio, y le dijeron:
―…vé al señor llamado Ticátame que está en Cuyacan, el que oye en Cuyacan las tortugas
y atabales y huesos de caimanes. No son sabios los señores de Cuyacan ni se acuerdan de
traer leña para los qúes; ya no tienen cabezas consigo, que a todos los han de conquistar,
que se han enojado los dioses engendradores. Cuéntaselo ansí a Ticátame, que de aquí a
poco tiempo nos levantaremos de aquí de Cuyuacan, donde agora estamos, y nos iremos a
Mechuacan y estaremos allí algunos años, y nos tornaremos a levantar y nos iremos a
nuestra primer morada llamada Bayámeo, donde está ahora Santa Fe edificada. Esto no
515
más te decimos".‖
Lo cierto es que desde que Tzitzíspandácuare trasladó a Curícaueri y una parte
del tesoro a Tzintzuntzan y otra parte a las islas del lago, el poder se concentró en este
asentamiento y los herederos de Tzitzíspandácuare mantuvieron el poder hasta la
llegada de los españoles. Bajo el reinado de Tzitzíspandácuare, se conquistó Colima,
Zacatula y otros pueblos, e ―hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le
mataron en dos veces, diez e seis mil hombres. Otras veces traía cativos.‖ Estos ataques
son la evidencia del conflicto que perduraría entre tarascos y mexicas hasta la conquista
española. La RM no entra en detalles sobre las continuas guerras entre estas potencias
del Posclásico Tardío, salvo que ―otra vez venieron los mexicanos a Taximaroa y la
destruyeron en tiempo [1479-1480] del padre de Motezuma llamado Hacángari
513
―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre
de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana,
Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. VI), 1989, Apéndice X, P. 441.
514
Ibíd., Pp. 445-446.
515
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, ff. 41-41v, Pp. 243-244. Claudia Espejel comenta que ―estos hechos no
permiten saber con exactitud las disputas que pudo haber entre Zizizpandaquare y Ticatame, llama la
atención que, como en otras ocasiones, la razón que se esgrime para justificar la detentación del poder es
el mal comportamientos de los señores y su negligencia en el cumplimiento del servicio de los dioses.
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, P. 147.
133
[Axayácatl], y Zizíspadáquare la tornó a poblar…‖516, así como que eran enemigos
acérrimos de los que había que desconfiar, enemistad que provocó que el alto mando
tarasco no mandara ayuda a la sitiada Tenochtitlán para 1521.517 Tzitzíspandácuare tuvo
un hijo llamado Zuangua, bajo el reinado de éste cazonci, el Tzintzuntzan Irechequa
alcanzó su máxima dilatación territorial, pues bajo su mandato probablemente se
conquistó la cuenca de Zayula, en Jalisco.518
516
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV.
Existen otras fuentes que documentan las guerras tarasco-mexicas, un trabajo clásico sobre el tema es
el de HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia,
Toluca, Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1,
Pp. 9-47; trabajo reeditado con el mismo título en PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ
AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores). …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del
Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los pueblos
Indígenas, 2012. Pp. 120-151.Más adelante, en el capítulo III, tratamos estos conflictos con mayor
profundidad.
518
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV. Véase el Apéndice A, mapas V y VII.
517
134
12. EXTENSIÓN Y ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL TZINTZUNTZAN
IRECHEQUA
―Hablar de la ―región tarasca‖ es presumir que existe una entidad especial
concretamente definible. Tal entidad no existe. Los límites de esa región
fluctúan con el tiempo y los criterios. En términos amplios puede uno hablar
por lo menos, de cinco regiones tarascas: la arqueológica, la socioeconómica, la racial, la política, y la lingüística. Cada una de estas ha variado
del área con el tiempo. Probablemente la región arqueológica es la que más
se apega a la definición.‖
519
Donald D. Brand, Bosquejo histórico de la geografía y la antropología en la región tarasca, 1952
El problema de la extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa
La extensión territorial que dominó el Tzintzuntzan Irechequa ha sido una incógnita en
la historiografía del Michoacán antiguo. La problemática sobre la delimitación del
territorio tarasco aumenta, si tomamos en consideración las palabras de Donald D.
Brand citadas líneas arriba. Desde el siglo XVI hasta nuestros días, se han realizado
varias delimitaciones sobre la extensión del Estado tarasco, producto del momento
histórico en que se plantearon. Los intentos historiográficos de reconstrucción de la
geografía histórica, también han dependido del momento, los criterios y bagaje teórico
utilizados por los investigadores para estudiar los límites territoriales del Estado
tarasco.520 Aquí sólo vamos hacer una mención somera de las distintas delimitaciones
planteadas para la entidad política tarasca en el momento de la conquista en la segunda
década del siglo XVI,521 para luego estudiar la posible organización político-económica
y las dinámicas étnicas internas.
De la RM se pueden hacer intentos de reconstrucción sobre el territorio tarasco
dominado antes de la conquista española, pero la información no es detallada. Se
menciona que bajo el reinado de Tzitzíspandácuare, se conquistó Colima y Zacatula, y
que ―su hijo Zuangua ensanchó mucho su señorío‖. Pero al momento de la llegada de
los españoles, Colima y Zacatula estaban fuera de la órbita de dominio tarasco, y el
autor de la RM no esclarece como se ―ensanchó mucho‖ el territorio. 522 La forma más
común que se ha utilizado para trazar los límites del Tzintzuntzan Irechequa, es
identificar en un mapa los pueblos mencionados en la RM que estaban bajo dominio
519
BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora);
MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano
(Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, P. 459. Cabe mencionar que los trabajos de Donald D. Brand contenidos en ésta misma antología
fueron separados bajo diversos títulos, pero corresponden al trabajo clásico ―Bosquejo histórico de la
geografía y la antropología en la región tarasca. Primera parte‖, traducción del inglés por José Corona
Núñez, Anales del Museo Michoacano, Segunda época, Morelia, Fimax-Publicistas, 1952, núm. 5, Pp.
41-162. Por cuestiones de accesibilidad, citamos la versión de la antología.
520
Para una relación de autores que han abordado la cuestión de las fronteras del Estado tarasco, desde el
siglo XVIII hasta 1970, véase CABRERA V., MA. DEL REFUGIO; PÉREZ GONZÁLEZ, BENJAMÍN.
El Estado p‟urhepecha y sus fronteras en el siglo XVI. Morelia, Gobierno del Estado de MichoacánInstituto Michoacano de Cultura. 1991, Pp. 10-11. En el presente apartado tratamos a los exponentes más
importantes.
521
No es nuestro objetivo hacer relación detallada de todas las fuentes y autores que han abordado el tema
de los límites territoriales del Estado tarasco, pero consideramos que es un tema que merece un análisis
más amplio dentro de la historiografía michoacana.
522
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 139, P. 169.
135
tarasco, y a partir de ahí conectar los puntos. Si se utiliza sólo la RM, los límites
territoriales son inferiores si los contrastamos con otras fuentes documentales, como por
ejemplo, las relaciones geográficas. Documentos más tempranos, como la visitación de
Antonio de Caravajal y la tasación del bachiller Juan de Ortega, también han sido
utilizados, pero los debatiremos más adelante.
En 1535, en un documento sobre la demarcación de los obispados de Michoacán
y México, los testigos tenían que declarar sobre varias preguntas para establecer los
límites territoriales, dos de ellas pedían contestar:
―2. Iten si saben que los términos / de la provincia de mechuacan / llegan a la albarrada que
esta desta / parte de Istlauaca cuatro / leguas y a unos mojones que están / dos leguas de
Tepiconza, es de Soria.
3. Iten si saben o vieron o oyeron / decir que su padre del cazonzi / y el mismo partio los
523
términos / arriba.‖
Uno de los testigos fue don Pedro Cuiniarángari, hermano adoptivo de
Tzintzincha Tangáxoan y gobernador de los indígenas de Michoacán después de la
muerte del segundo; declaró que:
―A la segunda pregunt dixo que / los términos de esta provincia / de mechuacan hacia la
parte e / camino de Yztlavaca llegan los / dichos términos a una albarrada / que esta hecha
de piedra dos leguas / de esta parte del pueblo de Iztlavaca / y que aquellos an tenido e /
tienen por términos e tierra desta / dicha provincia de mechuacan / y por la parte de hacia
Jucutitlan [Jocotitlán] / llegan los términos a tierra desta / dicha provincia hasta mas alla de
la / estancia de Soria donde esta un / cuo de la parte de la dicha estancia / camino de
xucititlan [Jocotitlán] el primer / cuo. Preguntado como lo sabe / dixo que lo poseía el
cazonzi / siendo vivo y este testigo lo a tenido / e tiene por tierra desta dicha / provincia y
esto sabe desta pregunta / e por la parte del camino que va / hacia Toluca llegan los dichos
/ términos a una estancia que tiene / e posee Vaca, la cual dicha estancia / esta de aquella
parte del pinar / como vamos desta dicha ciudad a / la ciudad de mexico y el termino / es
pasando el dicho pinar junto / a la dicha estancia desta parte / y esto sabe de mas e allende
de / lo suso dicho.
A la tercera pregunta dijo, / que no se acuerda partirse / los dichos términos que lo que /
dicho tuene lo tenía y an tenido / e tienen los señores desta provincia / por términos della e
lo demás / en la dicha pregunta dixo que no se le / acuerda mas de que limpiaban / ellos por
524
suyo los caminos hasta / allí y esto sabe desta pregunta.‖
La explicación de porqué los términos de la provincia de Michoacán se
encontraban hasta ese extremo oriental, se debe a que después del fallido intento de
Moctezuma II de conquistar el Tzintzuntzan Irechequa en 1517, los tarascos lograron
mantener una guarnición cerca de Toluca.525 A mediados de 1550, Antonio
Huitziméngari, hijo de Tzintzincha Tangánxoan, y para ese momento Gobernador de los
indios de la provincia de Michoacán, elaboró un documento para garantizar sus
privilegios como heredero del cazonci y gobernador, frente al inminente regreso de
España del obispo Vasco de Quiroga. En dicho documento falseó información sobre el
pasado prehispánico para justificar su discurso de poder, y la legitimidad de su cargo,
523
―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y distritos de sus
obispados‖ [1544], Archivo General de Indias (en adelante AGI), Justicia, legajo 1009 f. 221;
Agradecemos enormemente al Mtro. René Becerril Patlán por habernos facilitado la trascripción de este
fragmento del documento.
524
Ibíd.
525
Véase el apartado sobre el expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa y las guerras tarasco-mexicas, en
el capítulo III de la presente investigación.
136
así como de la extensión del territorio gobernado por sus antepasados.526 Una de las
preguntas atendía precisamente esta cuestión:
―[II] Ítem si saben vieron y oyeron decir que el dicho Cazonci fue Rey y señor legítimo de
toda la tierra y provincia tarasca hasta delante de Culiacán, que son más de trescientas
leguas de señorío, y por la parte de México fue señor hasta cerca de Toluca donde tenía su
guarnición contra Moctezuma y los señores de México, con quien tenía continua guerra.
527
Digan lo que saben y cómo.‖
Las respuestas que dieron testigos tanto españoles e indígenas se puede resumir
de la siguiente manera: los confines de la provincia tarasca del lado de México, se
encontraban a cuatro leguas de Toluca, y se extendía trescientas leguas hasta más allá de
Culiacán,528 donde según no había otro señor sino el cazonci; los confines al suroeste y
sureste se encontraban en los términos de Colima y Zacatula, donde el cazonci tenía
guerras contra sus señores, y contra Moctezuma II. 529 En varios documentos coloniales
se puede observar la reivindicación que realizó la nobleza tarasca sobre la extensión del
territorio dominado, sus guerras contra Moctezuma II, su rendición pacífica a los
españoles y la conversión voluntaria al cristianismo.530 Pero hay que recordar que
526
Para un análisis histórico del momento, motivos y redacción de este documento, véase CERDA
FARÍAS IGOR. ―La información de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari: el poder del discurso
en la justificación del gobierno indio de la provincia de Michoacán (1553-1554)‖, texto presentado en el
Seminario Discurso y Poder en la Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2014.
(En prensa). Se puede consultar una versión electrónica en:
https://www.academia.edu/16385111/La_información_de_méritos_y_servicios_de_Antonio_Huitziméng
ari_y_el_gobierno_indio_de_Michoacán_1553-1554, (Consultado 1 de febrero de 2018).
527
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, f. 2v. Paleografía de Angélica J. Afanador Pujol y J. Ricardo Aguilar González, revisión
y corrección de René Becerril Patlán.
528
Sarrelangue mencionó que ―seguramente se trata, no de Culiacán, Sinaloa, sino del pueblo del mismo
nombre situado en Guanajuato‖. LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza
indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. 2ª edición, Morelia, Morevallado Editores, 1999, Cap. I,
nota a pie núm. 23, P. 29. Al noroeste de Salvatierra, se encuentra el Cerro Culiacán (2830 m), en sus
faldas se encuentran varios pueblos, incluyendo a San Isidro Culiacán.
529
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, ff. 2v, 13v, 21v, 37.
530
Un ejemplo lo encontramos en la ―Información de los méritos y servicios de don Antonio
Huitziméngari, 1553-1554‖, dos preguntas pedían contestar lo siguiente: ―[IIII] Ítem si saben etcétera,
que el dicho cazonci al tiempo que vinieron los cristianos a esta tierra estaba muy pujante así de dineros
como de gentes y armas, con las cuales se pudiera [4 verso] resistir a los españoles que vinieron muy
mejor que la gente mexicana, que por fuerza de armas había sido vencida, digan lo que saben. [V] Ítem si
saben, que no obstante lo contenido en la pregunta antes de esta, recibió de paz a los españoles y se
entregó así y a sus hijos y tierra con todo lo que tenía a su Majestad, y recibió la fe de Cristo y mando que
todos sus súbditos la recibiesen, la cual recibieron y recibida la conservaron y conservan hasta el día de
hoy…‖. AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 3v-4. En la Relación Geográfica de Pátzcuaro también
encontramos este discurso, donde Don Juan Puruata, principal y gobernador de Pátzcuaro, que fue
padrastro de Don Pablo, hijo de Antonio Huitzimengari, hijo del último cazonci, mencionó como
Tangáxoan Tzintzincha fue a entrevistarse con Hernán Cortés y a bautizarse, y cómo Nuño de Guzmán lo
encarceló, pidió oro y plata, y a pesar de eso, Guzmán mandó dar garrote y quemar a Francisco
Tangáxoan. Mencionó como traían guerra con los mexicas, y ―también guerreaban con los de Colima y
Zacatula, y a éstos siempre los sujetaron.‖ MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8
de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp.
Cit., Pp. 198-200. Cursivas originales. Entre los papeles que encontró Pablo Beaumont en Tzintzuntzan
para escribir su Crónica…, había un documento pictográfico que plasmaba la conquista de Michoacán por
parte de Cristóbal de Olid, la explicación que proporcionó el cronista fue que antes de entrar a la corte del
cazonci, ―se encontró este capitán con Vibil, y otros tres capitanes tarascos, que le recibieron de paz‖ y
después de llegar a Tzintzuntzan, Tzintzintcha Tangáxoan mandó tamemes con regalos a Hernán Cortés,
137
―hacia la segunda mitad del siglo XVI, la Provincia de Michoacán era un vasto territorio en
el que los límites políticos no siempre estaban bien definidos y en muchas ocasiones, se
mezclaban con los eclesiásticos, tanto los del clero secular como los del regular. En ese
palimpsesto geográfico se gestaban numerosas formas de entender y ver el mundo que se
configuraba ya que las visiones de la Corona a través de los virreyes y la Audiencia de
México, los obispos, la nobleza de los indios, los españoles conquistadores y pobladores,
los agustinos, los franciscanos se mezclaban en diversos proyectos sociales en los que cada
grupo trataba de afianzar sus logros a la vez que trataban de sentar las bases de su futuro en
531
la naciente Nueva España.‖
En 1577, la corona española mandó una instrucción y memoria con 50 tópicos
que los gobernadores locales tenían que responder, con la intención de conocer mejor
sus dominios en América y poder administrar más adecuadamente sus recursos. La
instrucción incluyó varias preguntas referentes al pasado prehispánico. Dos de las
preguntas, la 14 y 15, pedían investigar, entre otras cosas, el señorío que tenían y cómo
se gobernaban. Las respuestas a esta instrucción son conocidas como relaciones
geográficas, la mayoría de estos documentos sobre Michoacán se han encontrado y
publicado, lo que nos permite conocer algunas de las características locales de los
dominios del Tzintzuntzan Irechequa, y conocer sus límites de forma más o menos
certera.532 Varias de las relaciones geográficas fueron utilizadas por el cronista Antonio
de Herrera y Tordesillas (1549-1626), quien tuvo a su disposición otras fuentes
referentes a la conquista de Michoacán, sin embargo, los límites territoriales que
proporcionó fueron vagos a principios del siglo XVII, entre 1601 y 1615:
―Esta Mechoacàn entre los Limites del Imperio Mexicano, i los del distrito, que agora tiene
el Audiencia de la Nueva Galicia, i estiendese mucho por la Parte de los Chichimecos, que
dicen en Lengua Mexicana, en la qual llamaban Mechoacàn, que es tanto, como Tierra de
mucho Pescado. La Residencia del Rei era en Zinzontza, que significa, Lugar de muchos
Pajaros Zintzones, que son los que dan la Pluma de varias colores, de que se hacen las
Mantas, i cosas Ricas, i aora las Imagines: i aqui estuvo poco la Silla Catedral, i el primer
Obispo de Mechucàn Don Vasco de Quiroga, la pasò à Pazquaro, que en la Habla de
533
México, quiere decir, Lugar adonde tiñe, i en Tarasco patztza, que es lo mismo.‖
Al final del siglo XVI, en 1594, Constantino Huitziméngari I, hijo ilegítimo de
Antonio Huitziméngari, promovió cierta información judicial para reivindicar su
ascendencia. Manuel Orozco y Berra citó parcialmente e in extenso este documento:
―Noticias sacadas de una información judicial, practicada en 1594, a petición de don
Constantino Huitzimengari, nieto de Caltzontzin, último rey de Michoacan, con el objeto de
probar la extensión de sus dominios. La determinación genérica de los límites, se encuentra
en la siguiente pregunta del interrogatorio, absuelta de conformidad por los testigos. El
documento que aquí se extracta es copia, no muy correcta, que sacó don Mariano Veytia de
la de Boturini, quien menciona su original en el § XIV n.º 3 del Catálogo de su Museo
Indiano.
y ―embajadores con la noticia de que él, y su reino se daban de paz.‖ BEAUMONT, PABLO. Crónica de
Michoacán. Morelia, Balsal editores, 1985, T. II, P. 30.
531
CERDA FARÍAS IGOR. ―La información de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari: el poder
del discurso en la justificación del gobierno indio de la provincia de Michoacán (1553-1554)‖, Óp. Cit..
532
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., pássim.
533
HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en
las Islas y Tierra Firme del mar Océano. Escrita por Antonio de Herrera, coronista mayor de Su
M[ajesta]d de las Indias y su cornista de Castilla. En quatro Decadas desde el Año de 1492 hasta el de
1[5]31. Madrid, Imprenta Real de Nicolas Rodriguez Franco, 1726. T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. IX, P.
92.
138
Item si saben, que don Francisco Tangajuan padre de don Antonio Huitzimengari y abuelo
de dicho don Constantino hijo del dicho don Antonio, se extendía y tenía a los términos con
la provincia de México nueve leguas de ella, hasta Ixtlahuacan, que cae en el distrito de
Toluca, donde llegaron la gente de guarnición de dicho don Francisco Tangajuan, gran
Cazontzin, y desde dicho pueblo de Ixtlahuacan hasta la mar del Sur ciento y cincuenta
leguas, y desde la Provincia de Zacatula atravesando hacia el Norte hasta Sichú, que son
más de ciento y sesenta leguas, en lo cual entran y se incluyen muchos, y muy grandes
pueblos, que hasta ahora están poblados de mucho número de gente como son la ciudad y
provincia de Michhuacan y la Culima, y Zacatula, Pueblos de Avalos, y todos los demás
pueblos contenidos en el Memorial firmado de dicho don Constantino, que pide se muestre
a los testigos para que digan lo que saben.
Los pueblos de la corona real que caen al Obispado de Michhuacan, son los siguientes:
Michhuacan y sus Barrios de la Laguna, Arimao, Cuiseo, Capula, Cinagua, Chocándiro,
Guaníqueo, Guanajo, Xaso, Necotlan, Teremendo, Tiripitio, Tinguindin, Tlapalcatepec,
Taimeo, Jucato, Zinapéquaro, Maravatío
Vcareo, Tuzantla, Asuchitlan, Cirándaro, Guayameco, Chilchotla, Xacona, Tazazalca,
Xilotlan, Xiquilpan, Ixtlan, Tancítaro, Orirapúndaro, Aguila, Estopila, Huitlan, Alima,
Acauhtlan, Atliacapan, Caxitlan, Cuzcatlan, Zacalpan, Escayamoca, Ecatlan, Quacoman,
Guepantitlan, Umalacatlan, Mitlan, Macuillititzaqualayan, Pistlan, Coscacuauhtlan, Motin,
Maronta, Papatlan, Pomaro, Pasmona, Comayahua, Petlazoneca, Tezoacan, Tlacoabayan,
Tecolalpan, Tlachinachtla, Tamatla, Tepetitango, Tecoman, Tlacatipa, Tecoxhuaca,
Tecociapan, Xolotlan, Xecotlapa, Xuluapa, Ixtlahuacan, Yescatlan, Alimanxi,
Alcozahuimitlanexo, Almoloya, Chiapa, Epantlan, Guacatitlan, Nahualapa, Ocotlan,
Tecocitlan el viejo, Xicotlan, Oztutla, Auatla, Ensaputlanexo, Cohuatlan, Contlan, Coyre,
Cihuitla, Otro Cihuitla, Ahuatlan, Chacala, Cihuatlan, Chipila, Mescalohuacan, Miquia,
Pantla, Pochotlan, Pustlan, Quetzalapan, Atlan, Quahquautla, Tohtotla, Tepolchico, Tecpan,
Taloacan, Tecomatlan, Texoapan, Tepetina, Ximalcota, Ihuitlan, Yaustepec, Ihuitlan,
Ixtapa, Achihuili, Huitlalotlan, Huixtlan, Lanava, Toliman, Zozotlan, Azutla, Atechoncala,
Axalo, Quixtlan, Axmique, Amaqueca, Atoyac, Chapala, Zazola, Tzaculco, Cocula,
Teoauztlatlan, Tepeque, Tecohuatotla, Coquimatlan, Xocotepec, Tuzpa, Tzapotlan,
534
Tamazula, Pungaravato, Cachan. [Estos últimos en lista a tres columnas]‖.
Estos documentos fueron utilizados por Lorenzo Boturini (1698-1755) y
probablemente por Pablo Beaumont (1710-1780) en sus investigaciones. Boturini lo
describió de la siguiente forma en su Catálogo del Museo Histórico Indiano…: ―Mas
ciertas Memorias en unos Autos, que siguió en el Superior Govierno de Mexico Don
Constantitno Huitzimengàri, hijo de Don Antonio, y nieto del Gran Cazòntzin, donde se
especifican las Ciudades, y Poblaciones de este Reyno. Hallanse en el Tom. 4.‖535 Con
esta información Boturini propuso en 1746 la siguiente extensión del reino de
Michoacán:
―Fuè en su Gentilidad este Reyno [de Michuacan] muy poderoso. Partìa sus confines con
los de Mexico en Ixtlahuàcan, distrito de Tolùca, y de alli hasta la Mar del Sur,
534
OROZCO Y BERRA, MANUAL. Historia antigua y de la conquista de México. México, 1880,
Tipografía de Gonzalo A. Esteva, T. II, Pp. 207-209.
535
BOTURINI BENADUCI, LORENZO. ―Catalogo del Museo Historico Indiano del Cavallero Lorenzo
Boturini Benaduci, Señor de la Torre, y de Hono, quien llegò a la Nueva España por Febrero del año
1736. y à porfiadas diligencias, è immensos gastos de su bolsa juntò, en diferentes Provincias, el siguiente
Tesoro Literario, que và especificado, y divido segun los varios assuntos de las Naciones, è Imperios
antiguos de los Indios, y puede servir para ordenar, y escribir la Historia General de aquel Nuevo Mundo,
fundada en Monumentos indisputables de los mismos Indios‖, en: BOTURINI BENADUCI, LORENZO.
Idea de una Nueva Historia General de la America Septentrional. Fundada sobre material copioso de
figuras, symbolos, caractères, y geroglificos, cantares, y manuscritos de autores indios, ultimamente
descubiertos. Dedicala al Rey Ntro. Señor en su Real, y Supremo Consejo de las Indias. Madrid,
Imprenta de Juan de Zúñiga, 1746, P. 28.
139
estendiendose 150. leguas, y desde la Provincia de Zacatùla, atravessando àzia el Norte
hasta Zichù mas de 160. leguas, en cuyos terminos se incluìan grandes Poblaciones, como
la Ciudad, y Provincia de Michuàcan, y las de Colìma, y Zacatùla, y los Pueblos hoy en
dia dichos de Avalos, è infinidad de otros, abundantes de gente belicosa. Assimismo logrò
en la Gentilidad la prerogativa [sic.] de ser independiente del Imperio [mexica], y tener sus
Reyes, como lo fueron Tzihuangà, y su hijo el Gran Cazòntzin Tangajuàn, el que recibió
536
de paz à los Españoles…‖.
Fray Pablo Beaumont fue cronista de la orden franciscana, elaboró durante años
una gran crónica que quedó incompleta debido a su muerte. Para escribirla realizo un
trabajo laborioso de consultar autores anteriores, cronistas de indias, religiosos de
diversas órdenes, archivos provinciales, pinturas antiguas en poder de los indígenas, y
recorrió algunos sitios arqueológicos tarascos.537 Entre los archivos que consultó, se
encontró la colección reunida por Boturini, que se conservaba en la biblioteca de la
Universidad de México.538 Probablemente fue al consultar la información promovida
por Constantino Huitziméngari I, que Beaumont dio una extensión territorial
sumamente dilatada del antiguo Reino de Michoacán, que de acuerdo al texto de la
crónica es la siguiente:
―…hállase la principal de Michoacán, respecto de la ciudad de México al Poniente. Dista
su primera población más de cuarenta leguas, y su altura, y elevación de polo es de
diecinueve grados, y diez minutos con poca diferencia. Su longitud de Oriente a Poniente
sin casi cien leguas, de Norte a Sur ciento veinte, de circunferencia trescientas cincuenta.
Fue en su gentilidad este reino muy poderoso. Cuando se descubrió por los cuatro
españoles mencionados, Caltzontzi, rey de Michoacán, era también señor y soberano de la
Provincia de Jalisco. Partía sus confines con los de México en Ixtlahuacán. Distrito de
Tula, y de allí hasta la Mar del Sur, extendiéndose ciento cincuenta leguas, y desde la
Provincia de Zacatula atravesando hacia el Norte hasta Zichú más de ciento sesenta leguas,
536
Ibíd., P. 26.
En el ―Aviso al benévolo lector y plan de esta obra‖, Beaumont mencionó a los autores que consultó,
entre los que encontramos a Alonso de la Rea, Antonio de Herrera y Tordesillas, Juan de Torquemada,
Isidro Félix de Espinosa, Alonso Guerrero de Zúñiga, Juan Díez de la Calle, Agustín de Betancourt,
Fernando Colón, y otros. Consultó los papeles del archivo de la provincia y documentos antiguos en
poder de los indígenas. BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Óp. Cit., T. I, Pp. 27-38.
Precisamente uno documento lo utilizó para escribir sobre la conquista de Michoacán por Cristóbal de
Olid: ―Que fuese Cristóbal de Olid, a Tzintzuntzan, parece cierto, según la memoria que conservan de
este suceso los indios tarascos, pues en el reconocimiento que hice poco ha en esta ciudad, de sus papeles
y monumentos antiguos, entre otras curiosidades que pude acopiar, fue la de una pintura antigua en
pergamino que conserva un indio llamado Cuini, descendiente de los nobles o primeros caciques de
aquella corte, que me la franqueó; van debajo de cada mapa sus explicaciones, y puestos en su lugar los
nombres de los sujetos, y cada cosa con competente distinción.‖ Ibíd., T. II, P. 30. Estas pinturas en
pergamino pérdidas ha sido tema de investigación, y se ha propuesto que pertenecían a un códice que se
ha denominado ―Códice de Tzintzuntzan‖. ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de
Tzintzuntzan: Documento pictórico de Michoacán‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 1998, enerojunio, núm. 27, Pp. 7-44.
538
―…con el favor de los amigos se me franqueó el gusto de registrar las piezas curiosas existentes en el
museo del caballero Boturini y, en fin, no omití deligencia [sic] para hacerme de alguna copia de
instrumentos que pudiesen afianzar la veracidad de mi Crónica. Con estos extractos y algunas piezas
curiosas concernientes a la Historia de Nueva España [Idea de una Nueva Historia General de la America
Septentrional], y una u otra perteneciente a la peculiar del reino de Michoacán, que pude conseguir con
solicitudes increíbles, porque cuesta en este reino grandísima dificultad conseguir semejantes
monumentos, y más de los indios, que son casi únicos depositarios de ellos, parte de la escasez de ellos, y
parte por la natural desconfianza de estos pobres, que se recelan viendo rastrear sus antigüedades, que el
fin es desojarlos de sus tierras…‖. BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Óp. Cit., T. I, P. 30,
otras referencias a Boturini en Pp. 393, 428, 486, 492, 493, 495, 496, 497, 523, 524, 525, 527, 528, 531,
532, 549.
537
140
en cuyos términos se incluían grandes poblaciones, como la ciudad y Provincia de
Michoacán, y las de Zacatula, la de Taximaroa, y los pueblos dichos de Avalos, e infinidad
de otros abundantes de gente belicosa. Esto se hará manifiesto registrando el mapa que
sigue, el que he sacado con la mayor precisión de las pesesiones [sic.] antiguas, y señoríos
del rey tarasco, según lo refieren las historias de aquellos tiempos, se verá la posición de
algunos lugares principales, especialmente las poblaciones que servían de fronteras
omitiendo muchas por evitar confusión, y porque no ha quedado memoria de los nombres
de infinitos pueblos, a causa de la destrucción de los indios tarascos por los motivos que se
refieren en esta historia. Desde los 17 grados de latitud hasta cerca de los 22, en que caen
los territorios de Jalisco, corriendo la costa del Mar del Sur, se extendían estos señoríos, y
los circunvalaban parte por el Poniente, y mucho más por el Norte, y Oriente, inmensas
naciones de chichimecas con quienes los tarascos setaban [sic.] en continua guerra, como
lo denotaban sus poblaciones, y fortalezas de Yuririapúndaro, Zinapécuaro, y otras. Ha
habido mucha variedad después en orden a los límites de este reino, y en el día el reino de
Michoacán es todo lo que comprende el obispado de Valladolid, y otras distintas
provincias entre los límites del Imperio Mexicano, y los del Distrito que ahora tienen la
Audiencia de Nueva Galicia, y se extiende mucho por la parte de los chichimecas que es
539
frontera.‖
Pero hay que tomar en cuenta la última parte del párrafo citado, pues al parecer
lo que quiso presentar Beaumont fue la extensión, no de la antigua entidad política que
existió antes de la llegada de los españoles cuyo gobernante supremo fue el cazonci,
sino la extensión de la jurisdicción que cubría el Obispado de Michoacán, y otras
jurisdicciones de México y Nueva Galicia, pero sin distinguirlas. 540 Con este proceder
Beaumont dibujo un ―Plano iconográfico del Reino de Michoacan y Estados de el Gran
Caltzontzin‖, cuya descripción que proporciona el mismo plano es la siguiente:
―Plano iconográfico del Reino de Michoacan y Estados de el Gran Caltzontzin, donde se
comprendian los Señorios de Colima y Xalisco hasta los confines de lo que oy se llama
Nueva Biscaya conforme los hallaron en el tiempo de su gentilidad los primeros Operarios
franciscanos de esta Santa Provincia de Michoacan para la inteligencia de los transitos del
Exercito de Nuño de Gusman en su expedicion y conquista de Nueva Galicia dispuesto con
sumo trabajo sobre monumentos antiguos de los indios Tarascos y Naturales de aquellos
países, como también Mapas de los mas exactos que se han sacado en estos ultimos
tiempos arreglados en lo posible á el mayor calculo de longitudes y latitudes por el
R[everen]do P[adr]e Fr[ay] Pablo de la Pur[ísi]ma Concepcion Beaumont Autor de esta
541
Chronica. Escala de 20 leguas.‖
Según éste mapa, los dominios tarascos bajo dominio del cazonci se extenderían
desde el valle de Toluca hasta el sur de Sinaloa, abarcando los estados de Guanajuato,
Jalisco, Nayarit, e incluso al norte, en Durango, cuyo punto más extremo sería Santiago
Papasquiaro. Dicha extensión es imposible, las fuentes tarascas más tempranas no
sostienen de ninguna forma que el cazonci haya dominado territorios tan dilatados, la
conquista de Nueva Galicia por parte de Nuño de Guzmán fue posible porque dichos
territorios estaban fuera de los límites de las conquistas de Hernán Cortés y del cazonci,
539
Ibíd., T. II, Pp. 40-41. Cursivas nuestras.
Para una síntesis de cómo se conformó el territorio michoacano a lo largo de la época colonial, véase
MIRANDA GODÍNEZ, FRANCISCO. ―De Michoacán al Gran Michoacán, génesis de un territorio‖, en:
ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El legado de Joseph
Benedict Warren a la historia y a la lengua de Michoacán. México, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional
de Antropología e Historia, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo
Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores, (Colección
Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 373-387.
541
Este mapa ha sido reproducido por varios autores, nosotros consultamos el publicado por LEÓN,
NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp. VI-1.
540
141
su erección en Reino, Audiencia y Obispado separados de la Nueva España fue posible
porque no existía un antecedente prehispánico que permitiera justificar que
pertenecieran a la misma jurisdicción, y la arqueología no permite sostener la idea de
una gran confederación como la que propondría José Corona Núñez a mediados del
siglo XX, pero lo que sí existe son evidencias de intercambio. La crónica de Beaumont
permaneció en el olvido durante varias décadas hasta que salió nuevamente a la luz y
fue estudiada en la segunda mitad del siglo XIX.
Autores que en sus estudios siguieron a Boturini para referirse a los límites del
Estado tarasco, encontramos en 1780 a Francisco Javier Clavijero (1731-1787),542
Alejandro Von Humboldt (1769-1859) en 1811,543 y Juan José Martínez de Lejarza
(1785-1824) en 1824.544 En 1858, el descubridor del manuscrito de la RM, Brasseur de
Bourbourg (1814-1874), fue el primero en utilizar información de dicho documento
para sus investigaciones, también realizó una delimitación sobre el Michoacán
precolombino, pero puso énfasis en los límites naturales y no en los históricos:
―Los océanos, lagos y ríos, que la naturaleza parece haber deliberadamente colocado entre
Michoacán y estados vecinos, sirven como sus límites hoy como en el momento del
descubrimiento de América. Al noreste, el Reino de Tonalán y el territorio marítimo de
Colima quedan separados por el río Pantla y el caudaloso Coahuayana, al cual se une este,
diez leguas antes de desembocar en el mar Pacífico, cuya ribera sigue limitando a
Michoacán, al suroeste, hasta Zacatula. De allí las curvas caprichosas de Mezcala forman
sus otros límites, al Este y al Sur, finalmente y siempre al Este, las ricas provincias de
542
―El reino de Michoacán, el más occidental de los cuatro [reinos, junto a México, Acolhuacan,
Tlacopan], se extendía norte sur desde las inmediaciones del país en que al presente están las ciudades de
Celaya y Querétaro, hasta tocar en la provincia de Zacatollan, y de este-oeste desde Tlaximaloya (hoy
Taximaroa) hasta más allá de Apatzingán, tierra bella, fértil, rica y bien poblada. Su capital Tzintzontzan,
que los mexicanos llamaban Huitzitzilla, estaba situada en la ribera oriental del lago bello de Pátzcuaro.
Además de estas dos ciudades eran considerables las de Tiripitío, Zacapu y Tarécuaro.‖ En una nota a pie,
Clavijero anotó que ―Boturini dice que el reino de Michoacán se extendía desde Ixtlahuacan junto a
Tolocan hasta el Mar del Sur, y desde Zacatollan hasta Xichu; pero se engañó, porque las costas del mar
Pacífico eran de los mexicanos hasta más allá de Coliman, como consta de la matrícula de los tributos.
Todo el país desde Tolocan hasta Tlaximaloyan perteneció a la corona de México desde las conquistas del
rey Axayácatl, como consta de la citada matrícula y de la historia. Es también indudable que todo el
espacio de tierra que hay desde Acámbaro y Xerécuaro hasta Xichu, estaba ocupado de bárbaros que ni
tenían domicilio alguno ni reconocieron soberanos.‖ CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia
antigua de México. Edición del original escrito en castellano por el autor. Prólogo de Mariano Cuevas.
México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 29), 1976, Lib. I, 1., P. 1. Con el paso del tiempo, se ha
demostrado que la costa michoacana, colimense y jalisciense no estaban bajo dominio de los mexicas.
543
―Esta intendencia, en tiempo de la conquista de los españoles, formaba parte del reino de Michuacán
(Michoacán), el cual se extendía desde el río Zacatula hasta el puerto de Navidad, y desde las montañas
de Xala y de Colima hasta el río de Lerma y el lago de Chapala. La capital de este reino de Michoacán,
que (como las repúblicas de Tlascallán, Huejotzingo y Chollolan) fue siempre independiente del imperio
mexicano, era Tzintzuntzan [lugar de colibríes], que los aztecas habitantes de Tenochtitlan llamaron
Huitzitzila, no es en el día sino un miserable pueblo indio, aunque ha conservado el título pomposo de
ciudad.‖ HUMBOLDT, ALEJANDRO DE. Ensayo político sobre el reino de la Nueva España. Estudio
preliminar, revisión del texto, cotejos, notas y anexos de Juan A. Ortega y Medina. México, Editorial
Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 39), 1966, Lib. III, Cap. VIII, IV, Pp. 162-163. Información entre
paréntesis y corchetes originales de la edición.
544
―El reino de Michoacán, el más Occidental de los que antiguamente hacían parte de este [Primer]
Imperio [Mexicano], confinaba hacia el Oriente y mediodía con los dominios de los Mexicanos, y
República de Matlaltzingo; por el Norte con las tierras de los Chichimecas, y por el Noroeste con otros
diversos Estados independientes. Ixtlahuacan, Xichú, Chapallan y el Mar Pacífico, eran como las
fronteras, demarcando sus límites por todos lados.‖ MARTÍNEZ DE LEJARZA, JUAN JOSÉ. Análisis
estadístico de la Provincia de Michoacán en 1822. Introducción y notas de Xavier Tavera Alfaro. Morelia,
Fimax Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. IV), 1974, P. 11. Información entre corchetes
nuestra.
142
Cohuixco y Matlatzinco, que fueron las últimas conquistas, de este lado, por los mexicanos.
Más al norte se encontraban los mazahuas, cuyos valles fértiles, así como los de
Matlatzincas, se extendían en las regiones frías de la cordillera; por final el curso
majestuoso de Tololotlan [río Lerma] y las márgenes pintorescas del Lago de Chapala
formaban una barrera natural entre los tarascos y los numerosos pueblos otomíes y
545
chichimecas de los Estados de Guanajuato y Querétaro.‖
Sin embargo en el turbulento siglo XIX mexicano, no fue hasta después de la
Intervención francesa que la historiografía nacional logró muchos avances respecto al
conocimiento prehispánico del país, gracias a la Pax Porfiriana y al acervo de
documentos que empezaron a circular entre los ambientes de intelectuales.546 Entre
otros autores que trataron el tema, encontramos a Manuel Orozco y Berra (1816-1881),
quien hace una crítica de los autores mencionados, y documentos como la tasación del
bachiller Ortega, y el documento de Constantino Huitziméngari I. Del mapa de
Beaumont dice que ―mucho de ésto es evidentemente falso, pues consta por el
testimonio de la historia que no todo aquello correspondía al Michhuacan.‖ Con toda
esta información, concluyó que
―De estas autoridades comparadas y de la lectura atenta de las crónicas sacamos, que el
reino de Michhuacan confinaba al E. con el reino de Tlacopan é imperio de México; al N.
E. se extendía hasta Zichú, al N. su límite natural era el lago de Chapalla, y al N. O. tenía
estados independientes; al S. contaba algunos pueblos en la provincia mexicana de
Zacatollan, aunque el linde natural era el rio Mescalla; al O. con el reino de Colima,
tocándole de la costa del Pacífico la intermedia entre las fronteras de Colima y el rio
Zacatolan. Abarcaba el actual Estado de Michoacan, con fracciones de Querétaro y de
Xalisco. La mayor parte del territorio estaba ocupada por los tarascos, que hablaban lengua
particular; la parte N. E. estaba habitada por otomíes y por tribus chichimecas, en el centro
547
y al E. vivían los matlatzinca.‖
En 1890, Vicente Riva Palacio (1832-1886) también dedicó algunas palabras
sobre la extensión del Estado tarasco, criticando la extensión proporcionada por el mapa
de Beaumont:
―La gran extensión de los límites de este perímetro, la dislocación que se nota en el plano
de muchos lugares y pueblos, y los datos posteriores adquiridos por otros cronistas, hacen
creer que falta completamente la exactitud al plano del padre Beaumont: en todo caso, si
545
El texto original en francés es el siguiente: ―L'Océan, les lacs et les fleuves, que la nature semble, à
dessein, avoir placés entre le Michoacan et les états voisins, lui servent de frontières, aujourd'hui, comme
au temps de la découverte de l'Amérique. Au nord-est, le royaume de Tonalan et le territoire maritime de
Colima en sont séparés par le rio Pantla et le fleuve Coahuayana, auquel s'unit cette rivière, dix lieues
avant d'aller tomber dans la mer Pacifique, dont le rivage continue ensuite à borner le Michoacan, au sudouest, jusqu'à Zacatollan. Là les courbes capricieuses du Mexcala lui constituent d'autres limites, à l'est et
au sud, puis, à l'est encore, les riches provinces de Cohuixco et de Matlatzinco, qui furent les dernières
conquêtes des Mexicains de ce côté. Plus au nord, c'étaient les Mazahuas, dont les fertiles vallées, ainsi
que celles des Matlatzincas, s'étendent dans les régions les plus froides de la Cordillière; enfin le cours
majestueux du Tololotlan et les rives pittoresques du lac Chapala formaient une barrière naturelle entre
les ïarasques et les nombreuses populations othomies et chichimèques des états de Guanaxuato et de
Queretaro.‖ BOURBOURG, BRASSEUR DE. Histoire des nations civilisées du Mexique et de
l'Amérique Centrale, durant les siècles antérieurs à Christophe Colomb, éscrite sur des documents
originaux et entiérrement inédits, puisés aux anciennes archives des indigénes. Arthus Bertrand (Editor).
París, Libraire de la Société de Géographie, 1858, T. III, P. 53. Para la traducción nos hemos valido de la
proporcionada por LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán…
Óp. Cit., P. 6.
546
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de
Carapan, Óp. Cit., Pp. 44, 227 y 283.
547
OROZCO Y BERRA, MANUAL. Historia antigua y de la conquista de México. Óp. Cit., Pp. 206211.
143
tales eran las fronteras del reino de Caltzontzin, más bien puede tenerse como una especie
548
de liga ó confederación bajo hegemonía de los tarascos.‖
Por otro lado, Nicolás León (1859-1929) realizó una relación de casi todos los
autores que hemos mencionado, concluyendo que ―como se mira por los textos citados,
nada exacto y seguro se sabe con respecto á límites del Michoacán pre-colombino, y
como ni han aparecido documentos nuevos que ilustren la cuestión, así quedará ese
punto histórico, por ahora.‖549 Los autores de la primera mitad del siglo XX, se
limitaron a citar a ésta pléyade de autores, muchos de ellos pertenecientes al
romanticismo novecentista y escribiendo historia más basada en mitos y relatos
literarios que en la búsqueda de nueva documentación o exploraciones arqueológicas.
A José Corona Núñez (1906-2002), y al parecer recuperando y expandiendo las
palabras de Vicente Riva Palacio, se le debió la creencia de que prácticamente todo el
Occidente de Mesoamérica estuvo bajo control del imperio tarasco o como él lo llegó a
denominar, ―Imperio de Occidente‖, dicha creencia perduró en el ámbito académico por
varias décadas, hasta que la arqueología ha venido demostrando otra realidad. Corona
Núñez se basó en el mapa de Pablo Beaumont para dar una extensión idealizada del
Estado tarasco, así como interpretaciones de palabras indígenas, y de documentos
coloniales, como el Códice Plancarte:
―Parece haber suficientes datos para afirmar que el reino tarasco abarcó Michoacán, gran
parte de Guanajuato, Querétaro, Guerrero, Colima, Jalisco, Nayarit, y parte de Sinaloa,
actuales estados de la República Mexicana; formaba una especie de confederación de
estados independientes, sin la cual no hubiera sido posible contener los distintos intentos de
invasión hacia el poniente del ambicioso pueblo mexica.
[…]
De lo cual se infiere [del toponímico Cíbola en el Códice Plancarte] que gran parte del
noroeste de México había sido conquistado por los tarascos, lo que les permitiría pasar con
sus tropas hasta Nuevo México. Estas regiones serían familiares para ellos, ya que al huir
de los conquistadores españoles, muchos tarascos se fueron a Sinaloa. […] No obstante, a
raíz de la conquista española, aparentemente ya casi todo el occidente se había
independizado de los tarascos. Luchaban éstos con los coca que habitaban a orillas del lago
de Chapala y habían perdido Colima. Quizás estaban reducidos a casi el territorio que
comprende ahora el estado de Michoacán. Así debilitados, los tarascos fueron conquistados
fácilmente por lo españoles, como lo fueron también sus antiguos tributarios.
Sin embargo, antes de esto, el Reino Tarasco o ―Imperio del Occidente‖ no tuvo la
grandeza monumental de la gran Tenochtitlan, porque sus reyes, más que sentarse en sillas
de oro, ponían a sus espaldas una estera y sobre ella cargaban la leña cortadas por sus
550
propias manos.‖
548
[RIVA PALACIO, VICENTE. ―Historia de la dominación española en México desde 1521 á 1808]
RIVA PALACIO, VICENTE (Director general). México a través de los siglos. 14ª Edición, México,
Editorial Cumbre, 1977, T. II, Lib. I, Cap. II, Pp. 31-32.
549
LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., P. 6.
550
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Introducción a la Primera y Segunda Ediciones‖, en: CORONA NÚÑEZ,
JOSÉ. Mitología Tarasca. 5ª edición. Morelia. Instituto Michoacano de Cultura. 1999, P. 13-15. En su
libro Historia de los Antiguos Habitantes de Michoacán, agregó otros datos: ―Pero este gran imperio se
fracturó. En la zona occidental se crearon los Cacicazgos Independientes. Se independizó también
Colima; sin duda también se perdieron muchos pueblos de los estados actuales de México, Querétaro y
Guanajuato, excepto la región de Zapotlan, Tamazula y Tuxpan en Jalisco; Yuririapúndaro (Yuriria),
Uriangato, y otros pueblos de Guanajuato. Cuando la conquista española nos invadió, los tarascos estaban
guerreando con los cochaecha (los coca) en la región del lago de Chapala, y ya habían arrojado a la
periferia de Michoacán a los tecos que tal vez fueron los teocuitlatecos, los orfebres del Lienzo de
144
Afortunadamente a lo largo del siglo XX, la información documental aumentó
considerablemente gracias a la tarea de diversos investigadores, que consultaron
archivos nacionales, así como los existentes en EUA y Europa. Probablemente las
mejores propuestas de extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa, basadas en
información documental, se las debemos a Donald D. Brand (1905-1984) y a Peter
Gerhard (1920-2006), (Ver Figuras 5 y 6) quienes muestran mapas diacrónicos, es decir,
mapas que muestran las regiones que en algún momento pudieron estar bajo dominio
del cazonci, pero que no estuvieron todas bajo control al mismo tiempo. José Bravo
Ugarte (1898-1968) atendió la cuestión de la extensión territorial del Estado tarasco
según diversos testimonios antiguos, entre los que se encontraban los que hemos citado,
la información de Constantino Huitziméngari I, la ―Matricula de Tributos‖ del Códice
Mendocino, la RM, la tasación del bachiller Ortega, las Relaciones Geográficas, y una
carta de Nuño de Guzmán. A pesar de que desmenuzó la información de todas éstas
fuentes, concluyó que ―el mejor mapa del Estado Tarasco que conocemos, es el hecho
para su ―Bosquejo histórico‖ por Brand, que reproducimos.‖551 Benedict Warren
también trató de identificar los límites territoriales del Estado tarasco, basándose en la
información documental, llegó a conclusiones similares a las de Brand y Gerhard, y
sobre la dilatada extensión del mapa de Beaumont y Corona Núñez, concluyó que
―cualquiera que sea la validez de estas estimaciones sobre la extensión más antigua del
reino tarasco de Michoacán, los límites del mismo en el momento de la conquista
española parecen haber excedido sólo en muy poco a los del actual estado que lleva ese
nombre.‖552 En estos mapas se puede apreciar una extensión dilatada, pero sustentada en
información histórica, que testimonian la presencia tarasca, así como las dinámicas
bélicas de regiones que en momentos estuvieron temporalmente bajo su control. A esta
cantidad de información histórica hay que agregar la información arqueológica, con la
cual se han trazado otros límites, bajo otros criterios.
Jucutacato.‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los Antiguos Habitantes de Michoacán, Óp. Cit., P.
77. Énfasis nuestro.
551
BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. Óp. Cit., P. 21-26.
552
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2 ª edición michoacana, Morelia,
Fimax Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. VI) 1989, Pp. 3-5.
145
FIGURA 5. Mapa de las regiones tarascas según Donald D. Brand. FUENTE: BRAND, DONALD D..
―La región tarasca‖, Óp. Cit., mapa entre Pp. 490 y 491. Modificación nuestra.
FIGURA 6. ―México central en 1519‖. FUENTE: GERHARD, PETER. Geografía Histórica de la
Nueva España 1519-1821. Traducción de Stella Mastrangelo; mapas de Reginald Piggott. México,
Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas-Instituto de
Geografía, (Espacio y tiempo, núm. 1), 1986, mapa 2, P. 4.
146
En la actualidad, los estudios que tratan sobre la entidad política tarasca
prehispánica, han trazado una gran variedad de mapas sobre sus límites territoriales,
unos basados en autores que hemos mencionado, o en diferentes criterios, como los
propuestos por Donald D. Brand, como lo son la identificación de elementos tarascouacúsecha, la distribución territorial étnica-lingüística, el dominio político, e incluso
mapas que muestran el desarrollo histórico de la expansión del territorio tarasco. (Ver
Figura 7)
FIGURA 7. ―Etapas de expansión del Estado tarasco‖. Autor: GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK.
―Entre tarascos te veas. Expansión e influencia del Irechequa Tzintzuntzani en el actual estado de
Jalisco.‖ Ponencia presentada en el Seminario Kw'anískuyarhani de Estudios del Pueblo Purépecha,
Pátzcuaro Michoacán, 28 de Noviembre de 2015, P. 17. Modificación nuestra. Texto en línea en:
https://www.academia.edu/19442125/Entre_tarascos_te_veas._Expansión_e_influencia_del_Irechequa_T
zintzuntzani_en_el_actual_estado_de_Jalisco (Consultado 31 de enero de 2018).
A pesar de que desde la arqueología no se puede demostrar un ―Imperio de
Occidente‖ que se expandía hasta Nuevo México, si da cuenta que existían enclaves
tarascos un poco más allá de las fronteras históricas, probablemente puestos de
avanzada, colonias o puestos comerciales, que permitían el resguardo del territorio y las
rutas comerciales. Sin embargo, aún queda mucho trabajo, desde la arqueología y la
geografía histórica, para identificar los toponímicos mencionados en los documentos y
tratar de trazar mapas con mayor sustento de información.
147
Organización territorial político-económica del Tzintzuntzan Irechequa
La Mesoamérica del Posclásico Tardío estaba fragmentada en cientos de entidades
políticas que los españoles identificaron como señoríos o pequeños reinos. ―Se ha
calculado que pueden haber sido unos 1500; todos ellos recibirían la denominación
colonial de ―pueblos de indios‖.‖553 Estas entidades políticas estaban en constante
pugna, algunos mantenían alianzas entre sí, otros tenían relaciones de subordinación a
las entidades políticas más fuertes, y otras entidades muy poderosas iniciaron diversas
acciones de conquista para imponer su poder sobre extensas y lejanas regiones, con el
fin de apropiarse del pusproducto a través del tributo, y mantener abiertas rutas
comerciales. Las dos grandes potencias mesoamericanas al momento de la conquista
eran dos, y estaban en confrontación total, el Tzintzuntzan Irechequa en Michoacán, y la
Excan Tlatoloyan en el Centro de México, aunque existían otras independientes, como
Tlaxcala, Metztitlán, Teotitlán, Yopitzingo o Tototepec, y los señoríos independientes
del área maya.
―Cada reino o señorío, de la dimensión que fuera, funcionaba como una unidad territorial,
se identificaba con un conjunto de templos y plazas, contaba con un área residencial y
áreas productivas, además de tener tribunales, recaudadores y una estructura
administrativa, mayor o menor según la dimensión del señorío. El nombre que los nahuas
daban a cada una de estas unidades político-territoriales era altépetl (literalmente cerro de
agua); Tenochtitlan era un altépetl, y también lo eran otros sitios mucho más pequeños,
como Cuitláhuac o Churubusco. En la mayoría de los casos, el asentamiento principal de
un señorío o altépetl era una ciudad, pero también hubo señoríos con escasa urbanización
del espacio, consistente apenas en el centro ceremonial y la residencia del gobernante y sus
parientes. Al gobernante supremo del altépetl se le conocía como tlatoani, y a la institución
554
de la monarquía se la designaba con el término tlatocáyotl.‖
Ésta conceptualización y organización territorial al parecer fue más o menos
común en Mesoamérica. ―El concepto de altépetl existió también en otras lenguas; en
algunos documentos coloniales mixtecos, por ejemplo, aparece la expresión yucunduta
(―montaña y agua‖). Sin embargo, lo más común en otras regiones era aludir al señorío
al cual se pertenecía con la expresión más sencilla de ―pueblo‖ o ―lugar‖: ñuu en
mixteco, kaaj en maya yucateco, ireta en tarasco. Las personas se identificaban como
procedentes o pertenecientes a determinado altépetl, a determinado ñuu, pero a su vez,
cada pueblo o ciudad estaba formado por comunidades más pequeñas, denominadas
barrios, ―colaciones‖ o aun parroquias en la documentación en español,‖555 así como los
vocablos sujetos o estancias. A pesar de que se han propuesto modelos para encontrar
un equivalente de altépetl entre los tarascos bajo el vocablo ireta, nosotros seguimos la
documentación colonial y fuentes michoacanas.556 Estas entidades políticas y
territoriales pueden ser consideradas como Unidades Político Territoriales (UPT),
espacios geográficos donde habitaron sociedades complejas jerarquizadas, y la clase
dominante canalizaba de la fuerza de trabajo y se apropiaba del excedente a través del
tributo; se pueden mencionar algunas de sus características:
553
ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, en: Nueva historia general
de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de México, 2014, P. 154.
554
Ibíd., Pp. 154-155.
555
Ibíd., P. 155.
556
Cf. URQUHART, KYLE RYAN. The ireta: a model of political and spatial organization of
p‟urépecha cities. Tesis para obtener el grado de Maestro en Artes. Consejero: Chris Fisher, Fort Collins,
Universidad Estatal de Colorado, 2015.
148
―1. La territorialidad en las sociedades mesoamericanas. Las sociedades agrícolas
precapitalistas, eran sociedades jerarquizadas, conformadas políticamente, que requerían
de un espacio geográfico donde ejercer el poder, manteniendo un control estricto sobre el
uso y distribución social de los recursos, así como de un espacio de identificación
simbólica, susceptible de ser defendido, con límites más o menos demarcados que señalan
la diferencia con otras formaciones, unidades o grupos.
Al tratarse de sociedades mesoamericanas es indispensable analizar la organización del
tributo y, por tanto, de las unidades sujetas a esta forma de control por parte de la jerarquía
superior. Esta organización debe tener su correspondencia espacial, como sería:
a. Un área particular donde se realicen las actividades de producción y reproducción de los
grupos.
b. La jerarquización de la sociedad queda de manifiesto al distinguirse entre el asiento del
grupo del poder político religioso y el del común a escala regional.
c. Ordenamiento territorial. Corresponde a la distribución interna de sus localidades, propia
de sociedades tributarias. Un estudio sobre este aspecto puede señalar los diversos niveles
de integración del poder en las UPT.
d. Planificación del espacio según la concepción del mundo. Asentamientos planificados
conforma a su cosmogonía y estructura religiosa.
e. Lindero o franjas plenamente identificables, como probable demarcación entre unidades
o bien entre localidades contemporáneas.
2. La fuerza de trabajo y territorialidad. El concepto de territorialidad como un espacio
propio de las unidades de producción, está vinculado a la organización social de la
población, en donde la riqueza es la fuerza de trabajo y, por tanto, el territorio que interesa
es aquél donde se puede desarrollar el trabajo organizado y no el área en sí misma.
Entonces, el poder político se ejerce no sobre el territorio sino sobre la población que
habita el territorio. […] Cabe aclarar que los espacio sobre los que un grupo humano
organizado desarrolla su trabajo, no necesariamente se encuentran delimitados físicamente.
[…]
3. Las unidades de producción como unidades políticas. En esta forma, la unidad mínima
territorial básica correspondería a una unidad productiva, ya sea un linaje o una
organización más amplia, y puede corresponder a su vez con una unidad organizativa. […]
4. Concepto de espacio y territorio. En las sociedades precapitalistas es común la
correspondencia entre el concepto mítico del espacio y la organización territorial. Así, el
concepto de la disposición del espacio como entidad cosmogónica es de primordial
importancia; este espacio ideal, con un gran contenido de significado, debe corresponder al
espacio habitado como forma de mantener un equilibrio que beneficie y procure la
reproducción de la sociedad. […] El ordenamiento territorial sigue por tanto las pautas de
distribución del espacio y define el trazo de sus poblados y de sus territorios. Dentro de esa
distribución se concibe a priori el lugar donde radica la sede del poder político religioso,
ya que es en este lugar en donde se realiza la comunión entre los poderes sobrenaturales y
lo real; este mismo principio se aplica a otros lugares de la geografía territorial
557
considerados sagrados, como fuentes de agua, cimas de los cerros y cuevas.‖
Lamentablemente la RM no menciona como estaban organizadas las poblaciones
en el territorio controlado por el Estado tarasco, aunque se sabe que existían diversos
centros administrativos rodeados de comunidades dependientes, lo que nos permite
tener una idea de la organización económica política. La información que se conoce
proviene de los documentos que hicieron los españoles para conocer las regiones
conquistadas, los tributos que se podían recolectar y el número de habitantes; por lo
557
CRESPO, ANA MARÍA. ―Unidades político territoriales‖, en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE;
WIGAND, PHIL C. (Coordinadores). Origen y desarrollo de la civilización en el Occidente de México.
Homenaje a Pedro Armillas y Ángel Palerm. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1992, Pp. 159165.
149
temprano que fueron escritos algunos documentos, se encuentra información de la
organización de origen prehispánico ya que los españoles la respetaron en parte en los
primeros años de la conquista.558 Además, gracias a los trabajos lingüísticos que se
realizaron sobre la lengua tarasca en las primeras décadas de la conquista, quedaron
registrados algún vocablos indígenas sobre la conceptualización de la organización
territorial, lamentablemente hay que considerar con reservas está información, pues no
se sabe hasta qué punto los conceptos corresponden a la realidad prehispánica, o si son
parte de una extrapolación y reinterpretación por parte de los europeos.559
La raíz de la cual se desprenden muchas palabras respecto a la organización
territorial es ire-, que según el Diccionario Grande de la lengua de Michoacán,
menciona que ―esta rraiz, Yre-, significa tener asiento, o morar‖560, pero hay palabras
con esta raíz relacionadas ―con el poblamiento como con el gobierno, en el ámbito
familiar, de pueblo y de reino […] El simple morar la casa y la posada, el morar
―junticos‖ y el morar mucha gente; el asentar aldeas, pueblos o ciudades; pero también
el rey de un reino, el capitán de un ejército y dueño de una casa. Del simple juntarse, a
las casas, los pueblos y los reinos. De la paz a la guerra, del morar al mandar. Una
misma raíz regía en Michoacán todas las unidades, desde las más pequeñas hasta las
mayores. El padre de familia es el rey de su casa. Igualmente importante es el morar que
el gobernar, por lo que no había una distinción tajante entre pueblo y señorío.‖561
Una palabra con la raíz ire- que se ha empezado a usar últimamente en la
historiografía, para designar a la entidad política tarasca de principios del siglo XVI,
cuyo gobernante supremo era el cazonci, es irechequa, que se traduce como ―reyno‖.562
Otra palabra con está raíz y que también se ha usado para designar al gobernante
supremo tarasco, es irecha, que se traduce como ―rey‖.563 En uno de los dibujos que
ilustra el manuscrito de la Crónica de Michoacán de fray Pablo Beaumont, que se
resguarda en la Biblioteca John Carter Brown, Rhode Island, EUA, están representadas
las yácatas de Tzintzuntzan, ―arriba, en la esquina izquierda, se lee la palabra
―Yrechequaro‖, que se puede interpretar como ―el lugar del reino‖, o en otras palabras,
558
Sobre el sistema tributario indígena prehispánico se ha mencionado que ―en nuestra postura hay un
elemento básico: los españoles aprovecharon el sistema indígena y lo hicieron deliberadamente.
Encontraron un Estado fuerte, con una organización económica compleja y eficiente y se limitaron, en los
primeros momentos, a sustituir a la cúpula, colocándose como los recaudadores últimos. De esta manera
mantuvieron el sistema productivo y obtuvieron beneficios desde el primer momento, dedicándose
mientras tanto a estudiar el sistema para modificarlo sin dañarlo y adaptarlo a las necesidades propias.
Esto llevó su tiempo y nos sirve para delimitar varias etapas en el transcurso del siglo XVI: prehispánica,
observación y ajuste, y reforma.‖ ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la
Nueva España durante el siglo XVI. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Ensayos), 1993, P.
15.
559
Para una revisión de conceptos relacionados con la esfera política prehispánica michoacana, véase
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., Pp. 61-90.
560
AUTOR O AUTORES DESCONOCIDOS. Diccionario Grande de la lengua de Michoacán.
Introducción, paleografía y notas de J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes
de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. VI), 1991. T. II, Pp. 293, 118. (En adelante referido como
DGLM).
561
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., P. 78.
562
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 103, 567; DGLM, T. I, P. 616; T. II, P. 293.
563
Ídem. La Relación Geográfica de Tiripetío mencionó que ―todos estos príncipes de Michoacán se
llamaban Irecha. Este nombre Irecha es como decir Rey, no embargante que cada Rey tenía su nombre
particular, porque uno se llamaba Tzintzicha Irecha, y otro Zuangua Irecha, como decir don Carlos Rey,
don Felipe Rey.‖ [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp.
15-16.
150
la ciudad capital‖.564 El irechequa estaba compuesto por varias unidades
administrativas; según un testimonio anónimo de la jornada de Nuño de Guzmán hacía
Nueva Galicia, existían alrededor de 30 unidades administrativas, pues se menciona que
el cazonci Tzintzincha Tangáxoan ―tenia treinta cabeceras de tierra, que es como acá
cibdades, sin sus subjetos, subjetos á él, y treinta señores dellas.‖565 Una palabra que
aparece en los diccionarios probablemente nos dé una idea de cómo era denominadas,
―Achaequa. Señorio‖,566 cuya autoridad era el Achá o señor, y aparecen en la RM como
―había otros llamados acháecha, que eran principales que de contino acompañaban al
caçonçi y le tenían palacio.‖567 Hay que recordar que el linaje uacúsecha impuso su
dominio sobre muchas unidades territoriales independientes, que podemos llamar
―señoríos‖, hasta que éstas quedaron subyugadas al poder del cazonci y quedaron
integradas en el Estado tarasco o Tzintzuntzan Irechequa. Muchos de estos señoríos
independientes tenían su territorio y gobernante, que en el algún momento debieron ser
también un irechequa, con un irecha como gobernantes, de ahí que en los documentos
que elaboraron los indígenas para reclamar sus derechos de propiedad de la tierra en la
época colonial, los caciques coloniales y los gobernantes prehispánicos, fueran
nombrados indistintamente con el título de ―Rey‖.568
Otra palabra que podría designar a las unidades administrativas que componían
al Tzintzuntzan Irechequa, es ireta, que Gilberti dio el significado de ―Pueblo de todos
juntamente‖, así como Yretaro, ―en el pueblo, o ciudad‖.569 Otros vocablos hacen
referencia a jerarquías de asentamientos humanos, por ejemplo Terumgambo es
traducido como ―gran población; o ciudad pueblo principal‖,570 y ―Cibdad o ciudad‖ se
traduce como terungambo. viripehtsiquaro571, mientras que ―Cibdadano ciudadano.
terungambo yreti.‖572 Otra palabra para ―cibdad‖ es Tepaquaro.573 Al parecer cada
―ciudad‖, ―pueblo‖ o asentamiento urbano o protourbano del Estado tarasco, estaba
conformado por diversos barrios, la palabra tarasca que Gilberti dio para ―Barrio‖ es
vapatzequa.574 La palabra ―barrio‖ aparece en diversas ocasiones en la RM, tanto para
nombrar los asentamientos sujetos a poblaciones de jerarquía mayor, aunque carecemos
de datos, como su organización político-económica. De Tzintzuntzan se dice que tenía
un barrio llamado Yauaro, y Pátzcuaro tenía los barrios de Tarímichúndiro, Cutú y
Çacapu hacárucuyo, aunque el número de barrios era mayor, sólo esos son
564
WARREN, BENEDICT J. ―El dibujo del obispo Vasco de Quiroga y fray Jerónimo de Alcalá con los
príncipes de Michoacán que se conserva en el manuscrito de la segunda mitad de la Crónica de
Michoacán de fray Pablo Beaumont‖, en: WARREN, BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán
colonial. Los lingüistas y la lengua. [Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax
Publicistas, (Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 24), 2007, P. 271. A la palabra Yrechequaro también se
le dio el significado de ―Corte de papa o de rrey. Yrechequaro‖, DGLM, T. I, P. 174.
565
―Primera relación anónima de la jornada que hizo Nuño de Guzmán á la Nueva Galicia‖, en: GARCÍA
ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar,
México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 295.
566
DGLM, T. II, P. 61.
567
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
568
Véase de ejemplo ―Copias del título de tierras de los reyes de Tiríndaro, Mich.‖ (Transcripción de
Cayetano Reyes García), en: JACINTO ZAVALA, AGUSTÍN. Estudios michoacanos XII. Zamora,
Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Michoacán, (Colección Estudios), 2007, 235-240.
569
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 553 y 103.
570
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 160.
571
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 341.
572
Ídem.
573
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 158.
574
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 182 y 284.
151
explícitamente mencionados como tales.575 Probablemente cada barrio estaba
conformado por conjuntos de casas habitación, ya hayan estado concentrados en el
asentamiento principal o dispersos alrededor del centro administrativo; Gilberti tradujo
―Aldea‖ por çapi yreta, y ―aldeano‖ por çapi yretaro yreri.576 El barrio era la unidad
básica de las entidades políticas más grandes, y su connotación iba más allá que lo
espacial:
―Los barrios mesoamericanos eran más que subdivisiones espaciales de los asentamientos;
eran comunidades fuertemente cohesionadas, grupos corporativos que aglutinaban a varias
familias y se identificaban como unidades sociales básicas para la vida de la unidad
política mayor. El barrio es conocido en la literatura sobre el México prehispánico con el
nombre que le daban los nahuas, que es el de calpulli, pero se trata de una forma de
organización presente en toda Mesoamérica. Los mayas lo llamaban kuuchte‟el, los
mixtecos de Teposcolula siqui, los mixtecos de Yanhuitlán siña, los tarascos
577
vapatzequa.‖
De los barrios mesoamericanos de los que se tiene más información son sin duda
los calpulli nahuas del Centro de México, pero para otros casos la información es más
restringida. Sobre los vapatzequa, los barrios tarascos, la información es todavía más
fragmentaria. La RM menciona a los funcionarios encargados de contar a la gente,
organizarla para las obras públicas y cobrar el tributo:
―Hay otros llamados ocánbecha que tienen encargo de contar la gente y de hacellos juntar
para los obras públicas y de recoger los tributos; éstos tiene cada uno dellos un barrio
encomendado. Y al principio de la gobernación de don Pedro, que es agora gobernador,
repartió a cada principal déstos, veinte y cinco casas. Y estas casas no cuentan ellos por
hogares, ni vecinos, sino cuantos se llegan en una familia, que suele haber en alguna casa
dos o tres vecinos con sus parientes. Y hay otras casas que no están en ella más de marido
578
e mujer, y en otras, madre e hija, e ansi desta manera.‖
Vemos que cada vapatzequa estaba conformado tanto por familias nucleares y
extensas, unidas por lazos de parentesco, donde existían uno o varios linajes.579 La
endogamia entre linajes y barrios al parecer fue la práctica común, cuando se casaban
los señores y caciques entre ellos, el padre de la novia que había sido pedida
mencionaban que ―días ha que tenía entención de dársela, porque soy de aquella familia
y cepa y morador de aquel barrio, seas bien venido. Yo inviaré uno que la lleve.‖580
Jerónimo de Alcalá mencionó que ―esta manera tienen de casarse los señores entre sí,
que se casaban siempre con sus parientas y tomaban mujeres de la cepa donde venían y
no se mezclaban los linajes, como los judíos,‖581 y al parecer esta costumbre también se
extendía a la gente común, pues se dice de los que se casaban por amores, que ―si eran
575
RM, Segunda Parte, ff. 67v, 71, 72, 72v, 78, 106v, 107, 107v, 135v, Pp. 26, 33, 35, 36, 47, 104, 106,
162.
576
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 256.
577
ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 155.
578
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176. Al parecer los ocánbecha incurrían en la falta grave
que podía acarrearles la muerte, de no contar bien a la gente para robarse el tributo, pues en el sermón que
daba un viejo al poner un cacique nuevo, decían ―y vosotros, principales, dadle cuenta de la gente y
contádselos todos los que tenéis encargo de los barrios en que vivís y no escondáis la gente. Mirá que no
lo disimulará el cacique, mas mataráme a mí, o a vosotros.‖ RM, Tercera Parte, Cap. IX, ff. 23v, P. 208.
579
Las palabras que se mencionaban cuando se casaban entre señores y caciques era recordar su el origen
familiar y antepasados comunes: ―Ya nos ha dado nuestro hermano [suegro] su hija, porque somos y
tenemos nuestra cepa aquí, y aquí nos dejaron nuestros antepasados, los chichimecas". Entonces
nombraba sus antepasados que habían morado allí.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 27, P. 215.
580
RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 26, P. 213. Cursivas nuestras.
581
RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 27, P. 215.
152
de un barrio, quedaban casados; si no, no se la daban [la novia al hombre].‖582 Sin
embargo ésta costumbre no aparece tan tajante en la parte histórica de la RM, donde
dependiendo del momento político, los señores contraían matrimonio con linajes
distintos, aun fuera de su grupo étnico. Un ejemplo lo encontramos cuando los de
Curínguaro les reclamaron a los isleños de Jarácuaro de por qué le habían dado mujeres
a los chichimecas, mezclando los linajes:
―id a nuestros hermanos los isleños y decidles que ¿por qué han metido en la laguna los
chichimecas?, ¿qué necesidad tienen dellos?, ¿por qué los llevaron? o ¿de qué provecho
son, que andan todo el día a cazar por el monte todos ellos, hechos vagamundos, con sus
arcos largos en las manos? ¿Cómo no tienen discreción ellos que son isleños?, ¿cómo no
han de tener hijos?, ¿cómo ha de ser un cuarto isleño y otro chichimeca? ¿cómo no tienen
discreción para sentir esto?, ¿cómo han de perder sus dioses, que no son pequeños dioses?.
Y también los chichimecas, ¿por qué no se duelen de Curícaueri?, ¿cómo, es pequeño dios
583
que ha sido engendrado muy altamente?.‖
Entre líneas se puede ver que una de las razones por la cual se evitaba mezclar
linajes o barrios, era por la cuestión de la herencia, que se iba a repartir precisamente a
personas de otro linaje. Los barrios tarascos también debieron poseer de forma comunal
un determinado territorio, donde obtenían los productos de subsistencia y para la
realización de su oficio, tierras agrícolas, bosques, caza, aguas y recursos minerales.
Puede ser que la tierra agrícola de los vapatzequa se dividiera en parcelas familiares y
en parcelas comunales, que eran trabajadas colectivamente para pagar el tributo.584 Los
señores y caciques poseían tierras que eran trabajadas por individuos adscritos
personalmente a ellos, se menciona que cuando se iba el mensajero que iba a pedir una
de las hijas de los señores y caciques ―iba aquel señor a sus mujeres y decíales: "¿qué
haremos, a lo que nos han venido a decir?". Respondían las mujeres y decían "¿Qué
habemos nosotras de decir? Señor, mándalo tú solo." Respondía él: "sea como dicen;
cómo, ¿no tenemos allá nuestras sementeras?"‖, y después de las ceremonias
matrimoniales, ―mostrábales el suegro las sementeras que les daba para sembrar‖.585
Esto era similar para la gente común, pues se menciona a los que se casaban por
amores:
―Decía el padre della: "si tuviera hacenda ese que te pide, casárase contigo y labrara alguna
sementera para darte de comer y sirviérase del tal, y a mí, que soy viejo, me guardara".
Quería decir en esto, que él tenía algún oficio o encomienda [y] que [si] por ser viejo no lo
pudiera cumplir, que aquel su yerno, que pidía su hija por mujer, le reservara de aquel
trabajo y le hiciera por él. Por eso decía que él guardara algunos días, que había de
586
venir.‖
Si los novios mantenían relaciones sexuales antes del matrimonio, eran
consideradas ilícitas, el sermón que daban los padres a sus hijas eran severos, ya que no
se pactaba una dote para iniciar una familia, de nueva cuenta aparece el problema de la
herencia:
―"yo, que soy tu padre, no andaba de esta manera que tú andas; gran afrencta me has
hecho; echado me has tierra en los ojos." Quería decir: no osaré parecer entre la gente ni
tendré ojos para mirallos, porque todos me lo darán en la cara y me afrentarán por esto que
has hecho. Decía más a su hija: "yo, cuando mancebo, me casé con esta, tu madre, y
582
RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, P. 218.
RM, Segunda Parte, Cap. VI, ff. 71v-72, Pp. 34-35.
584
Más adelante dedicamos un apartado sobre la tenencia de la tierra en el Michoacán prehispánico.
585
RM, Tercera Parte, Cap. XI, ff. 26 y 27, Pp. 213 y 215. Cursivas nuestras.
586
RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28, Pp. 217
583
153
tenemos casa y me dieron ajuar de maíz y mantas, y me dieron casa; ¿a quién pareces tú en
esto que has hecho? ¿para qué quieres aquel perdido? Por ser un perdido se juntó contigo
para deshonrarte". La madre también la reprendía. Y iban a la casa del que la había
corrompido y tomábanle todo lo que tenía en su casa, de mantas y piedras de moler, y la
sementera que tenía hecha para sí, y deshonrábanse. Y si determinaban de dársela,
platicábanlo entre sí sus padres y decían: "ya, ¿para qué queremos esta nuestra hija?, ya,
¿cómo la podemos tornar a hacer virgen? que ya está corrompida. Ya han mudado
587
entrambos sus corazones y han hablado entre si".
Cada vapatzequa probablemente tenía un dios patrono, su propio templo,
costumbres, fiestas, con una fuerte cohesión interna que dotaba a sus integrantes de
identidad de pertenecer a una comunidad. También tuvieron autoridades locales, que se
encargaban de mantener el orden interno y atender los problemas de la comunidad, y
servía de lazo con el señor de la unidad administrativa. Los vapatzequa, aparte de ser de
unidades productoras, también eran unidades básicas para la organización militar, pues
se dice que ―a cada uno destos valientes hombres [quangáriecha] encomendaban un
barrio, que era como capitanía, y iba con cada barrio un principal [ocánbecha] que
llevaba la cuenta de cada barrio y conoscia los vecinos dél,‖588 tema que
profundizaremos más adelante en la presente investigación. Un ejemplo que podría dar
información sobre la organización territorial en el Michoacán prehispánico, es referente
al vecino pueblo de San Juan Cutzalán, en la cuenca de Chapala, donde vivían muchos
indígenas
―…y por ser tantos que no cabían ya, con licencia del cacique y señor, salieron algunos
llevando consigo a los ídolos, á hacer otras poblaciones pequeñas, como fueron la de
Tomatlán, Axixic, Xocotepec y Tzapotitlán, que hoy se llama San Cristóbal. El cacique
que los gobernaba, se llamaba Xitomatl, por otro nombre Tzacuaco, porque era hombre de
grandes ojos y saltados. Tenía el solo y su familia un ídolo que era el más principal,
llamado Huitzilopoch, que quiere decir en mexicano Itztlacateotl, y en castellano ―dios
escondido.‖ Mandaba á sus vasallos que cada barrio tuviese su ídolo, y como eran muchos
los barrios, lo eran también los ídolos que adoraban, por lo cual se ignoran sus nombres;
sacrificábanles, y en particular al dios escondido, muchos niños y niñas y todos los
cautivos que prendían en las guerrillas que tenían contra la nación tarasca, que era su
enemiga, los cuales, abiertos por medio y sacados los corazones, los ofrecían con gran
gritería, fiesta, bailes y regocijo, y con la sangre de los así sacrificados, se lavaban sus
cuerpos, diciendo: que con aquello quedaban fuertes é invencibles (engaño manifiesto del
demonio, como ellos generalmente experimentaban). Al ídolo del dicho cacique, que tenía
589
en su casa, le hacían lumbre todas las noches, teniéndola encendida hasta la mañana.‖
Este testimonio es importante por pertenecer a un señorío que estaba justo en la
frontera del Tzintzuntzan Irechequa, el nombre nahua del cacique era Xitomatl
(Jitomate), y Tzacuaco probablemente sea de origen tarasco. Se menciona que él y su
familia tenían el ídolo principal llamado Huitzilopoch o Itztlacateotl, ―dios escondido‖,
que lo tenía en su casa y le hacía lumbre en las noches, a él estaban principalmente
dedicados los sacrificios humanos de los prisioneros tarascos. Los barrios también
tenían dioses propios, pero de menor jerarquía. Esto nos recuerda a los señores
uacúsecha, se menciona que el cazonci y sus antepasados tenían a Curícaueri, dios
principal del linaje, lo tenían en su casa en forma de bulto o navaja de obsidiana, lo
cubrían con pieles o mantas, y dormían junto a él para apartarlo del frío, y los
587
RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, Pp. 218.
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193.
589
TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea, en que se trata de la conquista
espiritual y temporal de la santa provincia de Xalisco en el Nuevo Reino de la Galicia y Nueva Vizcaya y
descubrimiento del Nuevo México. Guadalajara, Imprenta de "La república literaria", de Ciro L. de
Guevara y Ca, 1891, Cap. LI, P. 142.
588
154
prisioneros se sacrificaban en su honor. En la RM se mencionan muchos dioses de los
pueblos, y probablemente cada barrio tenía su propio dios.
La complejidad de la organización territorial es visible en los Fragmentos de la
visitación de Antonio de Caravajal, de los años 1523-1524, donde se mencionan cinco
regiones y su administración local: Comanja, Uruapan, Turicato, Huaniqueo y
Erongarícuaro.590 De este documento, Ulises Beltrán identifica tres niveles o categorías
políticas:
―a) Cabecera, población con jurisdicción sobre un área determinada, dependiente
políticamente de la capital del Estado.
b) Subcabecera, poblado que depende de una cabecera pero con jurisdicción sobre un
área
c) Sujeto, poblado bajo la administración de cualquiera de las dos anteriores y sin
591
poblaciones dependientes propias.‖
Rodrigo Martínez Baracs comenta que tal vez los vocablos ―Terúngambo,
uapatzequa y çapi ireta acaso hayan designado respectivamente a los pueblos cabecera,
los barrios y los pueblos sujetos. El çapi ireta, ―pueblo chico‖, era gobernado por un
çapi irecha, ―rey pequeño‖.592 En el documento, los asentamientos son descritos como
poblados o estancias, y cada uno de estos estaba conformado por casas. Lo que se puede
leer en el documento, es que los niveles o categorías políticas no dependían
necesariamente del número de habitantes, tamaño de la jurisdicción, el rango social de
los gobernantes locales, fueran señores, caciques o calpixques, y el número de
ocánbecha tampoco dependía del número de habitantes.593 Ulises Beltrán menciona al
respecto de la diferencia entre casas según la cuenta española y tarasca que ―es poco
probable que los indígenas estuvieran tratando de engañar al funcionario español…‖,594
debido a que la cuenta de casas que proporcionan los indígenas en menor a lo que
observó Caravajal;595 está documentado que en la primera década de dominio español,
la nobleza tarasca ocultó poblaciones para que no fueran repartidas a los encomenderos,
590
―Fragmentos de la visitación de Antonio de Caravajal [1523]‖, en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice IV, Pp. 386-408.
591
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖ en: BOEHM DE
LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Primera parte,
P. 109. Claudia Espejel propone una clasificación parecida: Cabeceras, subcabeceras 1 y subcabeceras 2,
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la llegada
de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, en: WILLIAMS,
EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. (Editores). Patrones de asentamiento y actividades de subsistencia en
el occidente de México: reconocimiento a la doctora Helen P. Pollard. Zamora, Mich., El Colegio de
Michoacán, (Colección Debates), 2011, Pp. 80-81.
592
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., P. 79.
593
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la
llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, Óp. Cit., Pp. 80-81.
594
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., nota a pie núm.
10.
P. 114.
595
La discrepancia en el número de casas, también puede deberse a la concepción de las unidades
familiares que tenían tanto los españoles como los tarascos. El concepto europeo de casa, frente al
concepto indígena de quahta, el primero hace referencia a la casa habitación, mientras el segundo hace
referencia a una estructura familiar más amplia de diversas familias que estaban emparentadas real o
simbólicamente a un señor. La organización familiar tarasca es más profundamente tratada en el apartado
―Economía política del Tzintzuntzan Irechequa…‖, más adelante en éste capítulo de nuestra
investigación.
155
ocultamiento que fue una de las causas que desencadeno en el juicio de Francisco
Tzintzincha en 1530.596 Otro motivo nuestro para discrepar con lo mencionado, son los
conceptos de los que parte Beltrán para leer la Visita, pues el lee que los calpixques
mencionados son ocánbecha,597 pero líneas más arriba mencionamos que tal vez estos
calpixques fueran los tenientes de los señores, por la costumbre que tenían los señores
de pasar lo más del tiempo con el cazonci, y dejar a un encargado en sus pueblos, otra
razón más que provocó conflictos de interés antes de la muerte de Francisco
Tzintzincha. Ulises Beltrán agrega la cuestión de los linajes gobernantes, pero
lamentablemente no se dispone de suficiente información sobre cómo estaban
organizados los linajes a lo largo del territorio.598 A esta complejidad hay que agregar el
desarrollo histórico del Estado tarasco, pues algunos pueblos mencionados durante la
expansión del triunvirato pueden identificarse en los Fragmentos de la visitación de
Antonio de Caravajal, por lo que Claudia Espejel menciona que
―La indefinición de los términos utilizados en ambas fuentes [RM y Visita de Antonio
de Carvajal], y la distribución aparentemente aleatoria de los calpisques mencionados
por Caravajal, no permiten formular una conclusión definitiva, pero considerando lo
dicho hasta aquí se puede proponer que al menos ciertas subcabeceras tenían una
autoridad similar a los caciques y que muchas de ellas eran remanentes de los antiguos
señoríos independientes previos a la formación del reino, cada uno de los cuales pudo
estar formado por una ―cabecera‖ y varios asentamientos dispersos en sus alrededores,
599
patrón que perduró hasta la conquista española.‖
Shirley Gorenstein y Helen Pollard propusieron otra categorización de los
asentamientos y sus niveles políticos, basándose precisamente en estimaciones del
número de habitantes de los asentamientos, así como una gran cantidad de información
etnohistórica y arqueológica. Utilizando los datos disponibles en su momento,
estimaron la población de los sitios de la cuenca de Pátzcuaro, la red administrativa
encabezada por Tzintzuntzan y la estratificación social en los pueblos, de lo cual se
desprende que probablemente existían 5 niveles de categorías políticas de los
asentamientos. Sin embargo, sus estimaciones se basaron en pocos datos arqueológicos,
donde imperaba un panorama de pocos sitios urbanos o protourbanos en el Michoacán
prehispánico, por lo que su propuesta está desfasada y debe ser replanteada a la luz de
los nuevos datos históricos y descubrimientos arqueológicos. (Ver Cuadro 3).
596
Una de las acusaciones que promovió Francisco Villegas, encomendero de Uruapan, contra el cazoni
Francisco Tzintzincha, preguntada a los testigos, fue que ―si saben que todos los dichos vezinos que ansí
tienen repartimientos no se pueden ni han podido servir de los dichos pueblos a cabsa de les tener el dicho
Cazonci los Señores de ellos, e si algunos ay, son sus calpisques que roban los pueblos para él, e los
despueblan porque no sirvan a los españoles que ansí los tienen depositados, e así es público e notorio.‖
Los testigos afirmaron dichas acusaciones. ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción,
versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los
Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530. Morelia, Frente de Afirmación Hispanista, 1997, P. 39 y ss.
597
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 109.
598
Ibíd., Pp. 112-113. Hasta ahora, las tierras mejor documentadas de un linaje, son las de la familia de
Beatriz de Castilleja, descendiente de los señores de Ihuatzio, que tenían tierras y terrazgueros a su
servicio en la Meseta tarasca, en Peribán, Cherán, Sevina, Aranza, Paracho. MARTÍNEZ BARACS,
RODRIGO. Caminos cruzados. Fray Maturino Gilberti en Perivan. Zamora, El Colegio de MichoacánInstituto Nacional de Antropología e Historia- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección
investigaciones), 2005, Pp. 25-29. Recuérdese que durante la expansión del triunvirato TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio, ―Hirypan tuvo otro hijo llamado Ticátame, que fué señor en Cuyacan‖, y que ―otro
señor hijo de Hiripan, conquistó otro pueblo llamado Carapan,‖ RM, Segunda Parte, Caps. XXXI-XXXV,
ff. 133 y 138-138v, Pp. 157 y 167-168.
599
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la
llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, Óp. Cit., P. 83.
156
Nivel administrativo
1
2
3
4
5
[CLASES DE ASENTAMIENTOS]
Rango de población
Desconocido (probablemente más de 20,000 [-35,000])
2000 y más
600-1100
100-400
30-80
CUADRO 3. FUENTE: GORENSTEIN, SHIRLEY; PERLSTEIN POLLARD, HELEN. The tarascan
civilization: a late prehispanic cultural system. Nashville, Tennessee, Vanderbilt University (Publications
in Anthropology núm. 28.) 1983, P. 37. Traducción nuestra.
Por la cantidad de información colonial que existe sobre la cuenca de Pátzcuaro,
se puede tener una idea de su organización territorial de esta región, esto gracias al
pleito que se desató a finales de la década de 1530, cuando Vasco de Quiroga trasladó la
sede episcopal y capital de la Provincia, de Tzintzuntzan a Pátzcuaro, pleito que se
extendería durante todo el siglo XVI. Ya mencionamos como no queda claro en las
fuentes cómo es que Tzintzuntzan logró imponer su hegemonía sobre Pátzcuaro e
Ihuatzio, que perdieron preeminencia y población; para el momento del contacto con los
españoles, Tzintzuntzan era la capital del Estado tarasco. Tzintzuntzan y los pueblos
rivereños, referidos como barrios, eran nombrados como ―Ciudad de Mechuacan‖.
En una información que Vasco de Quiroga mandó realizar para justificar al
cambio de sede a Pátzcuaro, una de las preguntas pedía contestar si los testigos ―saben
que cerca del dicho mal sitio [Tzintzuntzan] y de dicha Pazcharo iglesia y dentro de lo
que se llama y dice y entiende ciudad de Mechuacan, hay un barrio que es sujeto y
parte de ella que se dice Pazcuaro…‖.600 Suero Australiano, uno de los testigos,
contestó que ―…el pueblo de Pascuaro y este sitio [Tzintzuntzan] es todo ciudad de
Mechuacan y los indios de aquí y de allá son todos unos y un principal los gobierna a
todos como una cosa….‖.601 Vasco de Quiroga ―siempre justificó el cambio así,
diciendo que Pátzcuaro fue un barrio dentro de la ciudad de Michoacán y por eso
argumentó que él en verdad no había cambiado la sede.‖602 Entre estos documentos
también se registró el patrón de asentamiento disperso, en ―La posesión que se tomó en
Pázcuaro para la translación de la iglesia‖, se dice que ―está señalado y tomado sitio
para edificar la iglesia catedral, sola invocación de San Salvador para que allí se junten
los naturales de todos los barrios y familias y subjetos a ella (que viven derramados y
bestialmente por los campos)…‖603; palabras similares fueron escritas por Quiroga 3
años antes, para él, el patrón de asentamiento de los indígena se traducía en que eran
―…gente bárbara que carece de todo esto [policía y ley] y viven derramados como
animales por los campos sin buena policía y se crían a esta causa malos, fieros, bestiales
600
―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre
de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. Óp. Cit., Apéndice X, P.
441. Cursivas nuestras.
601
Ibíd., Pp. 445-446.
602
WARREN, BENEDICT. ―Vasco de Quiroga y la fundación de Pátzcuaro colonial‖, en; WARREN,
BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán colonial. Los inicios. [Antología] Presentación por Gerardo
Sánchez Díaz. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, Fimax Publicistas, (Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 23), 2005, P. 82.
603
―La posesión que se tomó en Pázcuaro para la translación de la iglesia‖ [6 de agosto de 1538], en:
LEÓN, NICOLÁS. Don Vasco de Quiroga. Grandeza de su persona y de su obra. Morelia, Centro de
estudios sobre la cultura nicólaita-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de
nicolaitas notables núm. 24), 1984, P. 267.
157
y crueles, perjudiciales, inhumanos e ignorantes e tiranos entre sí mismos…‖, así como
que tenían ―…falta de policía, y de la vida y derramamiento silvestre y salvaje en que
están, más como animales irracionales que como hombres de razón.‖604
Otro pleito que generó información sobre la organización territorial indígena en
la cuenca de Pátzcuaro, fue el que entabló Vasco de Quiroga contra Juan Infante, que
pretendió incorporar a su encomienda los pueblos de Comanja y Naranja con una cédula
falsa, apropiándose de los barrios, de la ahora cabecera Pátzcuaro, de la ribera norte y
oeste del lago, incluyendo el hospital de Santa Fe de la Laguna.605 Carlos Paredes llama
la atención de cómo los Barrios de la Laguna que formaron parte de la encomienda de
Juan Infante en 1554, San Jerónimo Purenchécuaro en el norte, que sería enlace con la
Ciénega de Zacapu, Erongarícuaro en el oeste enlazaba la cuenca con la Sierra Tarasca,
y Jarácuaro en el sur ligaba la parte sur de la cuenca, funcionaban como una entidad o
jurisdicción económica con tres cabeceras donde se cobraba el tributo. Además de
cobrar el tributo, por su ubicación en la ribera del lago, funcionarían como puertos de
recolección e intercambio de los productos de diversos nichos ecológicos606 Para 1581,
se mencionó sobre Pátzcuaro que ―tiene esta dicha ciudad setentitrés barrios, los quince
dellos, dentro de la misma ciudad, y los demás, fuera, a una, dos, tres y cuatro leguas,
algunos, a ocho y diez; q[ue], cada barrio por sí, es un pueblo formado. Y, en esta
ciudad, llaman a estos pueblos, sus sujetos, barios, como en España [a] las aldeas.‖607
(Ver Cuadro 4).
604
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, en: QUIROGA, VASCO DE; et. al.. Información en derecho, biografía e
ideario [Antología]. Presentación de Juan Hernández Luna. Gobierno del Estado de Michoacán de
Ocampo-Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, (Colección ―Ediciones inaugurales del Centro
Cultural Nicolaita, núm. 1), 1992, Pp. 108 y 134-135.
605
WARREN, BENEDICT. ―Vasco de Quiroga y la fundación de Pátzcuaro colonial‖, Óp. Cit., Pp. 8687.
606
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Sistemas de intercambio en el Estado tarasco: notas para su
estudio‖, en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE; WIGAND, PHIL C. (Coordinadores). Origen y
desarrollo de la civilización en el Occidente de México. Homenaje a Pedro Armillas y Ángel Palerm.
Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1992, P. 300.
607
La descripción sigue de la siguiente manera: ―Los principales barrios, de que se puede hacer mención,
son Zinzonza, q[ue] al principio fue la cabeza […] Erongaríquaro es otro barrio, q[ue] quiere decir ―lugar
puesto en atalaya‖, porque está fundado [a] orila de la laguna, al cabo della entre la parte del norte y
poniente, en un lugar alto donde se divisa toda la dicha laguna. Están, también, los barrios de San
Jerónimo y San Andrés, y otros, cuyos nombres no se ponen aquí por no ser de importancia; todos [a]
orillas de la dicha laguna.‖ MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de
1581], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 197-198.
Información entre corchetes y cursivas originales.
158
Rango 1
Rango 2
Rango 3
Rango 4
Rango 5
RED ADMINISTRATIVA [DE LA CUENCA DE PÁTZCUARO]
Tzintzuntzan
Erongarícuaro
Yrapo, Uayameo, Toquaro, Pangueo, Purenchequaro, Punguaricaro, Necotan
(Necontlán) de Uichichila, Xaracuaro
(Sujetos a Erongarícuaro)
(Sujetos a Purenchequaro)
(Sujetos a
Pechataro
Eazcuaro
Punguaricaro)
Urichu
Serandangacho
Cabaro
Huyramangaro
Guanimao
Cuyropeo
Opongio
Cutzaro
Tocario
Tanbbo
Tacuyyxao
Chacharachapo
Maharazo
Aran (fuera de la cuenca)
Pechequaro
Navache
(Sujetos a Necotan
(Cabecera
Charan
(Necontlán) de Uichichila)
desconocida
–
Mirio
Ceremotaro
rango probable)
Paracho (fuera de la cuenca) Capacadane
Chopicuaro
Uquacato
Aquiscaro
Aranja (fuera de la cuenca)
Noritapani
Puchumeo
Guaycaro
Pecurajo
Ycheparataco
(Sujetos a Pechataro)
(Sujeto a Urichu)
(Sujetos a Aranja)
Opomaratio
Urystibpachco
Cheranazcon (fuera
Xuyna
de la cuenca)
Canagua
Tapangatiro (fuera
Vapariquto
de la cuenca)
Urequaro
Yaorochio
CUADRO 4. FUENTE: GORENSTEIN, SHIRLEY; PERLSTEIN POLLARD, HELEN. The tarascan
civilization: a late prehispanic cultural system. Óp. Cit., P. 42. Traducción nuestra.
Entre otros documentos que también nos dan información sobre los centros
administrativos del Estado tarasco, encontramos la tasación del bachiller Juan de Ortega
de 1528, si bien el documento no proporciona los mismos datos que la Visita, si
menciona las regiones en las cuales se estaba produciendo y recogiendo el tributo en los
demás poblados del territorio dominado por los tarascos para llevar a las minas.608 Los
litigios entre encomenderos durante la primera década de conquista también
proporcionan información sobre los centros administrativos tarascos, y las Relaciones
Geográficas, vienen a proporcionar más información al respecto, a pesar de los casi 60
años que transcurrieron desde la conquista. Por ejemplo, en el pueblo de Sinagua, de la
Tierra Caliente al sur de La Huacana, el gobernador indígena llamado Alonso Tarequa,
―primeramente, dijo y aclaró tener por sujetos, este d[ic]ho pueblo, los siguientes, o los
608
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425.
159
barrios de Sinagua: Choromonco, Cusaro, [y] Ayangüitlan…‖.609 También se
registraron los cambios importantes acaecidos ya durante la época colonial, de Necotlan
se mencionó por ejemplo, que ―este pu[ebl]o siempre fue pu[ebl]o pequeño, porque era
sujeto y barrio del pu[ebl]o de Matalzingo; y el visorrey DON ANTONIO DE
MENDOZA lo dividió y apartó, y puso en corregimiento.‖610 Hay que considerar que
para el momento en que fueron escritas las Relaciones Geográficas, los límites
jurisdiccionales civiles, eclesiásticos, de órdenes mendicantes, y esferas de poder de la
nobleza indígena, se mezclaban, no quedando clara la jerarquía para épocas tardías.
Pero con esta información Helen Pollard, identificó varias unidades administrativas del
territorio tarasco, en donde se producían los bienes de subsistencia tarasca, se recogían
los tributos para enviarlos a la cuenca de Pátzcuaro y las zonas fronterizas donde había
fortalezas, así como el pago de tributo en forma de servicio militar para las guerras.
FIGURA 8. ―Mapa de las unidades administrativas del imperio tarasco‖. FUENTE: PERLSTEIN
POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, Óp. Cit., Pp. 120.
De las fuentes se puede concluir que la mayoría de las pequeñas poblaciones que
estaban sujetas a las cabeceras como las subcabeceras, barrios y estancias, estaban
localizadas en los alrededores de las primeras, y dentro de las diversas jurisdicciones
había varios polos que concentraban la población, es decir, la cabecera y una
609
PADILLA BARAHONDA, FERNANDO DE. ―Relación de Sinagua‖ [5 de diciembre de 1581], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 253.
Información entre corchetes original.
610
MORENO GALLEGO, PEDRO. ―Relación de Necotlan‖ [1 de septiembre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 186. Mayúsculas e
información entre corchetes original.
160
subcabecera podían concentrar un número de habitantes más o menos similar, o incluso
la subcabecera podía ser mayor en ese aspecto. De la Visita de Antonio de Caravajal se
desprende también que en el norte y oeste de la cuenca de Pátzcuaro, había mayor
densidad demográfica y la población se encontraba más concentrada a una distancia que
podía recorrerse a pie en menos de dos horas, mientras que al sur, en la Tierra Caliente,
la densidad demográfica era inferior, la población se encontraba más dispersa, a una
distancia que ocupaba más de dos horas de camino a pie.611
De la información arqueológica e histórica también se puede conocer parte del
patrón de asentamiento en el Michoacán del Posclásico Tardío. El estudio de sitios
donde se concentran un número considerable de viviendas, tiene los problemas
inherentes a la investigación de las sociedades pretéritas precapitalistas, es decir, la falta
de definición de conceptos como ―ciudad‖, ―urbanismo‖, ―ciudad-estado‖, ―centro
ceremonial‖, y la explicación a procesos como la densidad demográfica, etnicidad,
organización política y surgimiento de clases sociales; entre diferentes campos del
conocimiento, como lo sería el urbanismo, arquitectura, sociología, economía, historia,
arqueología, antropología; la falta de fuentes documentales que nos den una idea de
cómo vivían los habitantes en sus asentamientos; los paradigmas que han sido
utilizados, y nuestra cosmovisión occidental, moderna y capitalista que concibe el
espacio de una determinada forma, totalmente diferente a las sociedades no occidentales
del pasado. Igor Cerda ha sintetizado esas diferencias opuestas de la siguiente forma:
Espacio occidental
Espacio abstracto
Contenedor
Geometría
Superficies/Infinitamente abierto
Universal
Objetivo
Externo
Temporal
Sistema
Económico
Espacio no occidental
Espacio humanizado
Medio
Contexto
Densidades
Específico
Subjetivo
Interno
Atemporal
Estrategia
Cosmológico
CUADRO 5. FUENTE: CERDA FARÍAS, IGOR. ―Caminos prehispánicos y españoles en el Michoacán
central de la primera mitad del siglo XVI: dos formas de apropiación del espacio‖, en: ITA RUBIO,
LOURDES DE (Coordinadora). Organización del espacio en el México colonial. Puertos, ciudades y
caminos. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2012, Pp. 335.
A pesar de las dificultades, la historiografía sobre Mesoamérica ha realizado
avances importantes para comprender la concepción y uso del espacio por parte de sus
habitantes, desde diferentes campos del conocimiento. Los principios fundamentales
para que se erigieran centros urbanos en Mesoamérica parecen haber sido tres: la
selección de un territorio idóneo rodeado de montañas que fuera la materialización de la
concepción simbólica del universo; el alineamiento de estructuras urbanas con las
elevaciones topográficas y los fenómenos de la bóveda celeste; y la refinación de los
dos anteriores, inseparable de la cosmovisión mesoamericana, donde los
acontecimientos míticos tenían cabida en un lugar específico y encarnados en un
gobernante o sacerdote, que celebraban ceremonias que vinculaban a los habitantes con
611
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la
llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, Óp. Cit., Pp. 83-84.
161
planos del universo, la tierra, el cielo y el inframundo; ―…estos principios han sido
aplicados en múltiples sitios de Mesoamérica, más allá de las fronteras del espacio y el
tiempo, sugieren la existencia de una larga tradición urbanística que fue evolucionando
por más de tres milenios y de la que nos hemos ido percatando tan sólo
paulatinamente.‖612
Los centros urbanos mesoamericanos resaltaban por su arquitectura pública,
compuesta por acrópolis donde se concentraban las estructuras administrativas, palacios
de los gobernantes, casas de los cortesanos, sacerdotes y guerreros, necrópolis y plazas
de mercado, así como los espacios rituales, juegos de pelota y basamentos piramidales.
Estos últimos sobresalían generalmente por su ubicación privilegiada y su tamaño;
―conforme se acerca a la ciudad que domina dicho territorio [se] descubre que los
principales monumentos del espacio público recrean las relaciones espaciales y
volumétricas de las montañas y su entorno. Los basamentos piramidales tienen forma y
proporción similares a las de la montaña más importante y su relación con el entorno;
dichas características se emulan en el contexto urbano.‖613
Caminos y transportes
Pero un tópico en el que hay que resaltar, es que ninguna congregación demográfica
importante de cualquier tamaño (ciudad o poblado), tiene una existencia autosuficiente,
es decir, las necesidades que tienen las poblaciones urbanas como alimento y materias
primas, tienen que satisfacerse sistemáticamente de la hinterland, alterando las
relaciones existentes entre la zona urbana y la zona rural, haciendo que las segundas
dependan artificialmente de las primeras. ―Aunque las zonas urbanas siempre dependen
de las zonas rurales, las zonas rurales no necesariamente dependen de las zonas urbanas.
Para asegurar el influjo de los artículos necesarios, las ciudades intentan cambiar esta
existencia independiente en una dependiente, sobre todo por medios económicos, pero
también por medios políticos y a veces religiosos.‖614 Sólo es a través de esta relación
de dependencia de las zonas rulares a las zonas urbanas, es que las ciudades pueden
resolver y sostener su existencia. Esta situación en muy marcada para el caso
mesoamericano, en que los asentamientos humanos estaban jerarquizados en rangos.
Para el Michoacán protohistórico, los asentamientos urbanos tarascos, las ―cabeceras‖,
impusieron un sistema de dominación política, económica, militar e ideológica sobre
grandes extensiones territoriales, organizados en una red de asentamientos compleja,
mediante la cual controlaron zonas rurales donde se encontraban ―subcabeceras‖, que
tenían jurisdicción en ―sujetos‖, ―barrios‖ y ―estancias‖ que se localizaban
―desparramados‖ en el paisaje, provocando un patrón de asentamiento diseminado
cuyos núcleos urbanos fungen como centros, dicho esquema es denominado como
―sistema solar‖ por los antropólogos.
―Sin embargo, el patrón de asentamiento diseminado para una población, esencialmente
agrícola, en derredor a un núcleo cívico-ceremonial, con el que se define al centro
ceremonial, es justamente el modelo de planeación mesoamericano. Pero como este
modelo no concuerda con los principios centroeuropeos, relativos al trazo de una retícula
612
VIT, ILÁN. ―Principios de urbanismo en Mesoamérica‖, en: Revista de la Universidad de México.
México, Universidad Nacional Autónoma de México, Nueva Época, 2005, núm. 22, Pp. 74-85.
613
Ibíd., P. 84. Esta relación entre basamento piramidal y montaña ha empezado a ser estudiado para el
caso tarasco, véase PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―Paisaje y arquitectura en el mundo de los habitantes del
Michoacán antiguo‖, 2017, en prensa. Agradecemos al Dr. José Luis Punzo por facilitarnos este texto.
614
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 13-14.
162
ortogonal, la concentración de la población en un área reducida y la organización de los
artefactos urbanos en una serie de ejes compositivos, entonces, los asentamientos
mesoamericanos no tienen un orden claro y preconcebido.
Nuevamente, el modelo mesoamericano que responde a las condiciones geográficas de su
territorio y a su cosmovisión es calificado por modelos generados en momentos históricos
y contextos regionales distintos. Muchos de los ejemplos en Mesoamérica revelan una
concepción urbana que permite un desenvolvimiento flexible, sumamente distinto del
europeo. La concepción de los primeros, parte de un análisis estratégico del territorio para
ubicar el núcleo urbano en el mejor sitio posible, considerando los elementos simbólicos,
topográficos y militares que aseguren una condición de ventaja. Posteriormente se
incorporan vías de crecimiento orgánico a través de la articulación de ejes, plazas,
615
plataformas y la modificación de los cauces hidrológicos.‖
El abasto de una ciudad es determinado por la producción y el transporte. Entre
las diferentes poblaciones mesoamericanas existían diversas vías de comunicación, que
vinculaban los nichos ecológicos en que se asentaron sus antiguos pobladores. Estos
caminos respondieron a la falta de animales de tiro y que no se usó la rueda, por lo que
el todo lo necesario para la vida mesoamericana fue porteado a espaldas de seres
humanos. En las fuentes documentales no queda muy claro como estaban conformados
los caminos prehispánicos en Michoacán; en las láminas de RM están representadas las
vías de comunicación del Tzintzuntzan Irechequa, se entiende que había de dos tipos:616
los caminos terrestres intermontanos que suben y bajan cerros, así como caminos en
zonas planas (recordemos que el patrón de asentamiento tarasco era disperso y en las
laderas de las elevaciones), ―que en algún punto se unen, así mismo, de comunicación
entre pueblos y al interior de los mismos,‖617 estos eran muy variados, y redes de
caminos acuáticos y vías fluviales, que se cruzaban en canoas los lagos, lagunas,
ciénegas y ríos. Por estas vías de transporte circularon personas, mercancías, ejércitos, e
ideas. Al ser una entidad política centralizada, el Tzintzuntzan Irechequa debió tener
como prioridad mantener y controlar la compleja red de comunicaciones:
―Bajo la rectoría del Estado y autoridades subalternas, los caminos al interior del señorío
tarasco debieron ser considerados una prioridad, considerando que la capital política y
económica, no se encontraba al centro del territorio dominado, por ende, la aperturamantenimiento y conservación de los mismos debieron regirse bajo factores distanciatiempo-rentabilidad, y algo de suma importancia, seguridad. Si consideramos en general
la(s) geografía(s) al interior del señorío, bien podemos hablar de esa variedad de caminos
618
desde una perspectiva más integral y no solamente unilineal.‖
Ya mencionamos que el porteo de todo tipo de objetos (tributos, artículos para
comer, personas, armamento, materiales para construcción, etcétera) eran transportados
a las espaldas de cargadores humanos, ante la falta de animales de tiro y el uso de la
rueda en Mesoamérica. En nahua las personas encargadas de portear estos objetos eran
conocidos como tlamemeh o tlamamah en singular, tlamemehqueh o tlamamahquah en
plural, cuya raíz etimológica es tla ―algo‖ y memeh o mamh ―transportar‖. ―Llevaban
artículos sobre las espaldas en recipientes de bejuco entretejido llamados petlacalli
615
VIT, ILÁN. ―Principios de urbanismo en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 78.
Las láminas de la RM donde están representados caminos terrestres son IV, V, VIII, XV, XX, XXII,
XXIII, XXXII, XXXIII, XXXVI, XXXVII, XXXVIII, XLIV; sobre transporte acuático están las láminas
III, XV, XVII, XVIII, XLIV.
617
BECERRIL PATLÁN, RENÉ. ―Los caminos del Oriente michoacano en el siglo XVI‖, en: PAREDES
MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores.) …Alzaban banderas de
papel. Los pueblos originarios del Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión
nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas, 2012, P. 164.
618
Ibíd., P. 165.
616
163
(náhuatl, < petlatl ―petate‖ + calli ―casa‖) sobre soportes (cacaxtli) sostenidos por
mecapales, y cubiertos por cueros para proteger el contenido.‖619 Durante la Conquista,
los españoles usaron masivamente a los estos cargadores, que ellos nombraron tamemes,
registrando así su el vocablo, y quedando asentado hasta la actualidad la palabra en la
RAE.620 Es poca la información que se conoce sobre los tamemes en la época
prehispánica, pero probablemente ocupaban una posición social baja, no usufructuaban
ningún medio de producción, no tenían oficio, y probablemente era una ocupación
hereditaria.
El DGLM traduce ―tameme, carguero‖ por ―Vingataquapari, xundipari‖,621
palabras relacionadas con lo que se lleva, ―Vingataqua. carga‖, ―Xundi. cesto‖.622 Otras
entradas que registró Gilberti y además usando nahuatlismos para su labor lexicográfica,
relacionadas con los tamemes son: ―Yriraqua. una soga con que atan las cargas‖,
―Quatas. petaca‖, ―Uarasi. petates‖, ―Red con que llenan la carga, vangoche‖,
―Mecapal. siruruqua‖, ―Mayongurini. trocarse los tamemes, o remadores, o
moradores‖.623 En la RM, la palabra tameme aparece escrita en 3 ocasiones, 624 aunque
continuamente se hacen menciones a ―cargas‖ a lo largo del documento. En las láminas
también están representados los tamemes cargando pescado, petacas, bultos sagrados,
cargas de madera, ollas, hachas, sillas y bultos.625
La fuente que se ha usado para calcular el peso y distancia que podrían portear los
tamemes ha sido Bernal Díaz del Castillo, quien relatando la epopeya de la Conquista
afirmo que el Cacique Gordo de Cempoala ―tenía aparejados sobre cuatrocientos indios
de carga, que en aquellas partes llaman tamemes, que llevan dos arrobas de peso a
cuestas y caminan con ellas cinco leguas.‖626 Cada arroba corresponde a 11.5 kg, dos
arrobas serían 23 kg de carga, y una legua corresponde a 5.572 m, 5 leguas serían
aproximadamente 27 km. Ross Hassig cuestiona está información y que hay que ser
cuidadosos en usarla sin crítica, pues la obra de Bernal Díaz del Castillo se escribió
muchos años después de la Conquista, y para entonces la Corona ya había establecido
normas sobre la cantidad de peso y distancia que los tamemes debían transportar,
además Hassig rescata datos de otras épocas sobre los tamemes, y aunque la afirmación
de Bernal Díaz del Castillo parece razonable, sería necesario prestar atención a las
variables, como el peso cargado, las distancias, lo abrupto del terreno y el clima, que
afectaban el transporte por medio de tamemes.‖627
619
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI. Óp. Cit., P. 36.
620
―tameme. Del náhuatl tlamama 'cargar'. 1. m. Hond. y Méx. Cargador indio que acompañaba a los
viajeros.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª edición.
Espasa-Calpe, España, T. II, 2010, P. 1038.
621
DGLM, T. I, P. 664.
622
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 193 y 209.
623
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 103, 140, 184, 565, 494 y 106.
624
RM, Tercera Parte, Caps. XXVI, XXIX, ff. 49v, 57 v, 58 v, Pp. 260, 276, 278.
625
RM, láminas V, XII, XXX, XXXVIII, XXXIX, XLIV.
626
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y
Notas, Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975,
Cap. XLVI, P. 77. Más adelante volvió a reiterar el dato: ―…que ha menester doscientos indios tamemes
para llevar el artillería, que ya he dicho otra vez que llevan dos arrobas a cuestas y andan con ellas cinco
leguas.‖, Ibíd., Cap. LIX, P. 99. Cursivas originales.
627
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI. Óp. Cit., Pp. 40-43.
164
El transporte por vías acuáticas para el Michoacán prehispánico fue de gran
importancia, ya que como vivos, el país de los tarascos contaba con una rica
hidrográfica compuesta de lagos, ciénegas y ríos. Pedro Carrasco, al preguntar por qué
había sido la cuenca de Pátzcuaro el centro de desarrollo político que permitió el
nacimiento del Estado tarasco, y no otra cuenca de la región, dio dos razones: la alta
producción de pescado que se podía explotar a pesar de que dicha cuenca no contó con
obras hidráulicas y que sufría de un déficit en la producción de maíz, (por lo que era
necesario abastecerlo de regiones fuera de la cuenca), y la otra ventaja que ofreció el
lago de Pátzcuaro ―es que servía de comunicación, hecho también muy mencionado de
los lagos en el valle de México. Cuando todo hay que moverlo a cuestas, la existencia
de la comunicación lacustre en canoa da una ventaja considerable a los pueblos que
disponen de ella.‖628 Además agregó que los arboles de gran tamaño de los bosques de
la cuenca patzcuarense, fueron idóneos para hacer canoas. De hecho, la RM menciona al
diputado encargado de explotar los recursos maderables, y en el mismo párrafo se
menciona a un encargado de hacer canoas:
―Había otro [diputado] llamado pucúriquari, diputado sobre todos los que guardaban los
montes, que tenían cargo de cortar vigas y hacer tablas y otra madera de los montes. Y éste
tenía sus principales por sí y los otros señores. Todavía le hay aquí en Mechuacan
629
[Tzintzuntzan] este pucúriquari. Otro que hacía canoas con su gente.‖
Este diputado de hacer canoas es mencionado más adelante, así como un
barquero mayor:
―Había otro [diputado] llamado hicháruta vandari, diputado para hacer canoas. Y otro
llamado parícuti, barquero mayor que tenía su gente diputada para remar y agora todavía le
630
hay.‖
Lamentablemente la falta de fuentes michoacanas no permite realizar estudios
con la profundidad con que se han realizado en la cuenca del Centro de México. Del
Centro se sabe que se prefería el transporte de artículos por canoas, ya que era más
eficiente y más barato, a pesar de que hubiera una ruta terrestre. Los canoeros eran
especialistas que se encargaban sólo del transporte de bienes de muelle a muelle,
controlaban el cargamento y sus dimensiones, además eran ajenos a su venta o
almacenamiento. Sobre el número de canoas en la cuenca de México hay varias
estimaciones que van de los 50,000, 70,000, 60,000 y 200,000 canoas. Los tamaños de
estas embarcaciones se estiman una gran variedad de tamaños, que van de los 4.2 m,
4.24 m, 4.27 m, 5.6 m, 11.2 m, 14 m, hasta los 30.8 m x 9.8 m. La carga que podían
transportar se ha estimado en 1196 kg, 70000 kg, 460805 kg, hasta las 3.5 t. El número
de pasajeros también era variable, de 1 o 2 personas, hasta 60 personas.631
Para el caso tarasco es poca la información que existe sobre el transporte acuático,
y la que hay es muy fragmentaria, aunque las fuentes permiten tener una noción de
estas. Las canoas en el Michoacán prehispánico al parecer eran de poco calado y proa
cuadrada (en forma de ―artesa‖), realizadas tal vez de una sola pieza de un tronco de
árbol, y eran impulsadas por remos y pértigas, debieron existir muchas variedades
628
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La
sociedad indígena en el Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, Pp. 6567.
629
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7v, P. 178.
630
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
631
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI. Óp. Cit., Pp. 66-73.
165
dependiendo el cuerpo de agua por donde se quería transitar, sí era una cuenca
endorreica como Pátzcuaro, Cuitzeo o Chapala, o sí era una cuenca exorreica como los
ríos Lerma, Tepalcatepec o Balsas. Aparte de ser medios de transporte, ―las canoas han
sido indispensables para las actividades de pesca, de caza y de recolección en la zona
lacustre desde tiempo inmemorial.‖632 En las láminas de la RM están representadas
varias canoas, la información que proporcionan se puede resumir de la siguiente
manera:
CANOAS RESPRESENTADAS EN LAS LÁMINAS DE LA RELACIÓN DE MICHOACÁN
Lámina
Número de
Número de pasajeros
Otros objetos
canoas
III
1
1 persona (texto menciona 2 Red para pescar
personas)
IV
8 en puerto
V
1 en tierra
XV
1
5 personas, (3 remeros)
(2 borradas)
(1 persona en cada una con remos)
XVII
1
2 personas, (1 remero)
XVIII
1
3 personas, (2 remeros)
XLIV
2
1 persona, (1 remero)
Carga no determinada
2 personas, (2 remeros)
4 bultos de carga
CUADRO 6. FUENTE: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del
Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Láminas
III, IV, V, XV, XVII, XVIII, XLIV. Elaboración propia.
En el Lienzo de Jicalán (anteriormente conocido como Lienzo de Jucutácato)633
también está representada 1 canoa con 6 pasajeros, sin remos. 634 En la Relación
Geográfica de Cuiseo de la laguna, al momento de hablar de la cuenca, se menciona que
los pueblos ribereños ―navegan por esta laguna, desde la cabecera a estos sujetos, con
632
WILLIAMS, EDUARDO. La gente del agua. Etnoarqueología del modo de vida lacustre en
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2014, P. 198 [el número de
página proviene de la edición digital]. En esta obra hay mucha información etnográfica, que podría
ayudar a comprender la tecnología de transporte acuático en el pasado michoacano, pero no nos es posible
analizarla de forma breve en la presente investigación.
633
Hans Roskamp menciona que uno de los problemas y quehaceres futuros de la investigación de
documentos pictográficos en Michoacán, es el renombramiento de documentos individuales, cuya
nomenclatura fue dada por el uso de criterios vagos como ―códice‖, ―lienzo‖, ―tira‖, ―título‖, ―mapa‖,
relacionados con el supuesto lugar de origen, autor, descubridor, propietario o repositorio actual, y que
conveniente renombrar estos documentos acorde a los resultados de las investigaciones. Así, Roskamp
mostró como sí bien el Lienzo de Jucutácato recibió ese nombre desde 1643, en realidad su temática,
factura y uso legal, fue por los habitantes de Jicalán el Viejo, por lo que nosotros seguimos su propuesta.
RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y
perspectivas de investigación‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el
presente del pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio
Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas del
Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado
editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004. P. 67.
634
Lienzo de Jicalán, escena núm. 37, De Mechuacan. Por cuestiones de accesibilidad, usamos la
reproducción del lienzo que se encuentra en LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y
conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp. 20 y 21. Para la numeración de las escenas o cuatros,
seguimos la establecida por ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de
Jucutácato y los títulos de Carapan. Óp. Cit., Pp. 109-159.
166
unos barquillos a forma de una artesa635 grande, en q[ue] pueden ir buenam[en]te cuatro
o cinco personas: llámanla en su lengua ECHURITA. Es de una pieza entera.‖636
Debido a que las canoas eran hechas con materiales perecederos, no han sobrevivido en
el contexto arqueológico; aparte de las contadas representaciones iconográficas, en los
diccionarios de lengua tarasca encontramos más datos, Gilberti registró algunas palabras
que nos dan información sobre las canoas y navegación, tenemos de ejemplo:
―Checaqua. canoa pequeña, o pesebre o canal‖, ―Coxurani. ser ancha la canoa, o cuna, o
cama‖, ―Ycharuta. nao, o canoa‖, ―Paricuni. passar la mar, o laguna con canoas, o
barcas‖, ―Paricutahpeni. barquero‖, ―Tehpâtani. lleuar la canoa a lo hondo‖, ―Tereche.
canoa vieja‖, ―Xohtaqua. remo‖, ―Xohitati. remador‖, ―Barquero que rema.
paricutahpe‖,―Canoa. ycharuta‖, ―Encallar barca o canoa. ycharuta quirameni‖, Naue
generalmente. ycharuta‖, ―Naue pequeña. cuiris ahchuraqua‖, ―Naue de passage.
ycharuta paricutaraqua‖, ―Nauegar con remos. xohtapani paricuni‖.637
La navegación en aguas con corrientes más fuertes requirió de otros métodos
para transportar personas y artículos. En Ajuchitlán, en el río Balsas, los indígenas
cruzaban a nado para trasportar mercancías, usando unas ―calabazas grandes que hay en
esta tierra, como rodelas medianas y más hondas, y aún suelen pasar sus criaturas, si son
chicas, dentro, y se van nadando y holgando sin pesadumbre. Y los indios atan su ropa a
la cabeza y, sin mojar ninguna cosa, se pasan, por mementos, de la una a la otra parte, y
aun pasan hartas cosas de peso y volumen.‖638 Líneas adelante, se menciona otro dato
interesante sobre una balsa, sin embargo, por lo tardío del documento, 1579, y el hecho
de que se mencione que era usada por españoles, hace pensar que dicho tipo de balsas
fue una introducción o adaptación tecnológica europea a la navegación indígena, por lo
que es un dato que hay que tomar con reservas:
―Para pasar estos ríos, los sacerdotes y jueces, y otros españoles y su hato, tienen unas
balsas que son de hasta dos vara y cuadradas, y algunas menores, hechas de cañas delgadas
tejidas sobre unos palos delgados como un cañizo, y en éstas pasan muy seguros, por
recios y crecidos que vengan los ríos. Y, si quieren ir una, o dos leguas o más, el río abajo,
van con mucha facilidad. Y un indio solo la pasa, nadando con el un brazo y, con el otro,
639
tirando de la balsa; y, si van dos o tres indios, pasa con más presteza.‖
Sin embargo, es de notar que cuando la RM cuenta los agüeros que ocurrieron
antes de la llegada de los españoles, se mencione que un pescador de un río,
probablemente el Balsas, no se use la palabra ―canoa‖,640 sino ―balsa‖641:
635
―ARTESA, el tronco de madera cauado en que se amasa el pan […] los varquillos de vna pieça
cauados de vn madero, se llaman artesas.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE.. Tesoro de la
Lengva Castellana o Española. Compuesto por el Licenciado Sebastian Covarrubias Orozco, Capellan
de su Magestad, Mastrescuela y Canonigo de la Santa Yglesia de Cuenca, y Consultor del Santo Oficio
de la Inquisicion. Dirigido a la Magestad Catolica del Rey Don Felipe III. Nuestro Señor. Con privilegio.
En Madrid, por Luis Sanchez, impressor del Rey N.S. Año del Señor M.DC. XI. Madrid, Luis Sánchez
impresor del Rey, 1611, Letra A, P. 94. En adelante citado como Tesoro de la Lengva Castellana o
Española.
636
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 85. Cursivas y
corchetes originales.
637
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 62, 67, 97, 125, 158, 159, 208, 284, 305, 394 y 512.
638
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 40.
639
Ibíd., P. 41. Cursivas nuestras.
640
―CANOA, es varco hecho ordinariamente de vna pieça como artesa de que vsan los Indios, y ellos
llaman a estas varquillas en su lengua Atlcales, que vale tanto como casas de agua, porque en algunas
167
―Estas mismas palabras que vosotros habéis traído, trujeron de tierra caliente, y dicen que
andaba un pescador en su balsa pescando por el río con anzuelo, y picó un bagre muy
grande y no le podía sacar y vino un caimán, no sé de donde, de los de aquel río y tragó
aquel pescador, y arrebatóle de la balsa en que andaba y sumióse en el agua muy honda, y
abrazóse con él el caimán y llevóle a su casa aquel dios-caimán, que era muy buen
642
lugar…‖.
De hecho es en los pasajes de la RM donde también se encuentra información
interesante sobre las canoas, casi todas las referencias son sobre la cuenca de Pátzcuaro.
En el pasaje donde los chichimecas Uápeani II y Pauácume II se encontraron con el
pescador Cúriparaxan, quien explicó que ―yo vivo desta manera: de noche pesco con la
red asentado en mi canoa a popa y pongo a mi hija en la canoa para que reme, y de día
pesco con anzuelo unos pececillos y póngola allí en la canoa, chiquilla, que no se
paresce, y ctomóle gana de orinar y yo fuí a un lugar llamado Varichan hopótaco y allí
me dijo: padre, tengo gana de orinar.‖643 El dato interesante es que entonces mientras
pescaba, la persona encargada de remar, en este caso la hija, se encontraba en la proa.
Cuando Curátame II fue invitado por Tangáxoan, Hirepan y Hiquingare, con
intenciones de matarlo por órdenes de Taríacuri, se menciona que, ―venía Curátame
asentado en una silla en la canoa, con una manta de pluma de patos puesta. Y como
llegasen a la ribera, sus criados, pusiéronse a su lado, y así llegó al puerto y saltó de la
canoa y saludólos.‖644 Este viaje en canoa está representado en la lámina XVIII,
Curátame II es representado de mayor tamaño, no se observa la silla, pero se encuentra
en la popa, mientras que dos remeros, con un remo largo cada uno, se encuentran en la
proa mirando al frente. Antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, existían
varias entidades políticas, señoríos, que tenían conflictos entre sí, al parecer las canoas
eran importantes durante estas disputas645, se menciona por ejemplo que los de
Curínguaro, en una maniobra política, iban a quejarse de los isleños de Pacandan ante
los chichimecas de ―que ponemos nuestras redes a la orilla a secar, y nos las rompen, y
las canoas nos las hacen pedazos y los remos.‖646 De estos conflictos en la cuenca, hay
un dato interesante del pueblo de Curínguaro, que se encontraba aproximadamente a
partes viuen en ellas dentro de las lagunas, por assegurarse de enemigos, y de fieras de la tierra. Es
nombre compuesto de Atl, que vale agua, y calli, casa, y todo junto casas de agua. Esto es en lengua
Mexicana: mas porque las tales varquillas las llaman en Santo Domingo, donde primero estuuieron los
Españoles Canoas, las llamaron todas deste nombre. Los nuestros afirman auer en solo Mexico mas de
cinquenta mil dellas, con que portean gentes, y traen bastimentos.‖ COVARRUBIAS OROZCO,
SEBASTIÁN DE.. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra C, P. 188v.
641
No encontramos la palabra ―balsa‖ en el Tesoro de la lengua castellana o española, pero si está
registrada en el Diccionario de autoridades: ―BALSA. Espécie de embarcación de que usan los Indios
comúnmente, la qual se compóne de unos madéros juntos con otros, ligados fuertemente sin arte, árbol ni
velas; ú dé cúeros llenos de viento, u de otras cosas. […] En otras partes vá el Indio como cabellero en
una balsa de paja, y toma á las ancas al que ha de pasar, y bogando con un canaléte passa […] Donde
tenían una balsa de madéros atados unos con otros con fuertes bejucos y flexibles mibres.‖ REAL
ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido
de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y
otras cosas convenientes al uso de la lengua. Dedicado al Rey Nuestro Señor Don Phelipe V. (Que Dios
Guarde) A cuyas reales expenses se hace esta obra. Compuesto por la Real Academia Española. Con
privilegio. En Madrid: En la imprenta de Francisco del Hierro, Impressór de la Real Académia
Españóla. Madrid, imprenta de Francisco del Hierro, T. I, 1726-1739, P. 539. En adelante citado como
Diccionario de lengua castellana o de autoridades.
642
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38v, P. 238. Cursivas nuestras.
643
RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 70v, P. 32; palabras similares del mismo Cúriparaxan en Segunda
Parte, Cap. VI, f. 71, P. 33.
644
RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, f. 122, P. 135.
645
En el capítulo III abordaremos el tema de posibles batallas acuáticas en el lago de Pátzcuaro.
646
RM, Segunda Parte, Cap. IX, f. 75v, P. 42.
168
uno 6 km de la orilla del lago de Pátzcuaro, cuando vieron las señales de guerra de
Hirepan y Tangánxoan
―turbáronse los de Curínguaro viendo las ahumadas que eran en sus términos. Y trujeron
canoas y entraron en ellas una mañana y empenzaron de remar y [tachado: empenzaron]
a dar grita y entraron tras ellos Hirypan Y Tangáxoan en canoas con su gente y mataron y
prendieron dos canoas de los de Corínguaro. Y fuéronse a un lugar llamado Quereta
647
parázicuyo en Mychuacan.‖
Es decir, no sólo los habitantes de las orillas tenían canoas para navegar por el
lago, sino que podían ser transportadas desde tierra adentro. En la Relación Geográfica
de Tiripetío se menciona que este pueblo, que se localizaba a unos 20 km del lago,
―comían de muchos pescados, porque tienen cerca la laguna de Pátzcuaro, y aún tenían
facultad del Rey para pescar en cierta ensenada de ella que cae cerca de los términos de
esta jurisdicción…‖.648 Uno de los datos más interesantes sobre el número de pasajeros
de las canoas, es el episodio cuando Taríacuri necesitaba de prisioneros para estrenar el
nuevo cú de Quereta parázicuyo (Tzintzuntzan), así concertó una guerra ritual con
Várapame, señor de Pacandan, quien mandó 60 personas para que fueran capturados por
Tangáxoan e Hirepan a la señal de agitar el agua con los remos: ―Y amanesció y
venieron los de la isla a regar su sementera, y habían ya pasado todos, que estaban en la
ribera sesenta hombres, y tornóse con las canoas Zipin canaqua y estando en medio de
la laguna, alzó el agua hacia arriba, como estaba concertado.‖649 La información
documental menciona que cabían 4 o 5 personas en cada canoa, y en el Lienzo de
Jicalán aparecen 6 pasajeros. Si usamos está última cifra para calcular de forma
conjetural el número de canoas empleadas para transportar 60 personas de Pacandan a la
ribera llamada Aráuni probablemente cerca de la ribera de Ihuatzio, y en cada canoa
contamos 5 personas más 1 remero, en total se pudieron haber usado 12 canoas. Esta
cifra por supuesto es conjetural, pero en la lámina IV aparecen en puerto 8 canoas, y en
un pasaje se menciona una flota de 5 canoas.650 También se menciona que cuando
Zuangua mandó embajadores a México-Tenochtitlán, estos rompieron el sitio
atravesando el lago de Texcoco de noche en canoas.651
Conocer la jerarquización de los asentamientos dentro del Estado tarasco, los tipos
de rutas terrestres y acuáticas que eran transitadas, la red de caminos, los medios de
trasporte utilizados para movimiento de personas, mercancías e ideas, nos permitirá
abordar un tema de importancia para conocer la economía política, el del intercambio,
los tributos y comercio, que trataremos apartados más adelante.
Estrategias de control territorial tarascas
Las estrategias de control territorial por parte de los Estados han variado a lo largo del
tiempo y espacio, y Mesoamérica no es la excepción. Ross Hassig consideró y enfrentó
dos modelos de imperio para explicar la expansión y funcionamiento de la Excan
Tlatoloyan o Triple Alianza mexica. El primer modelo, el imperio territorial o de
647
RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, f. 115, P. 121.
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 26-27. Igor
Cerda menciona que ―esta zona muy probablemente se encuentre al poblado actual de Tzurumútaro‖.
Ibíd., Nota a pie, núm. 57, P. 27.
649
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, P. 132
650
RM, Segunda Parte, Cap. XII, ff. 82-82v, Pp. 55-56. Otros viajes en el lago se mencionan en RM,
Segunda Parte, ff. 70v, 71v, 81, 81v y 114, Pp. 32, 34, 53, 54 y 119.
651
RM, Tercera Parte, Cap. XXII, f. 42, P. 245.
648
169
dominio directo, hunde sus raíces en el concepto decimonónico de imperio a partir de
los estudios de Clausewitz. Según la visión clausewitziana de imperio, el objetivo de
este es la expansión territorial, el dominio interno y el mantenimiento de límites
seguros. Para lograr esto, es necesaria la existencia de un ejército permanente en
guarniciones, para asegurar por la fuerza los nuevos dominios, así como imponer
gobernantes locales que se encarguen de la administración y la extracción tributaria
intensiva. La parte nuclear del imperio estará mejor asegurada, a diferencia de la
periferia, propensa a invasiones o rebeliones, por lo que es necesario la militarización de
los territorios más alejados del centro a través de un ejército permanente y
fortificaciones.652 Ante este modelo, que según Hassig es inapropiado para estudiar la
Tripe Alianza mexica, propuso un modelo diferente para explicarla, llamado imperio
hegemónico. Hassig reanalizó las propuestas de Edward Luttak sobre el Imperio
Romano y el sistema julio-claudiano:
―Según este sistema, el imperio era de expansionismo hegemónico. El imperio romano
no fortificó las fronteras ni mandó allí muchos hombres. Antes bien, más allá de su
zona nuclear de dominio directo (el imperio territorial) había dos zonas de dominio
diplomático, una interna integrada por estados ―clientes‖ y una externa compuesta por
tribus ―clientes‖. En contraste con los pasivos estados ―amortiguadores‖, los estados
clientes aportaban activamente tropas auxiliares y daban una seguridad periférica
contra amenazas de ―baja intensidad‖. Tropas romanas se desplegaban como ejército de
campo, disponible para hacer frente a amenazas, en lugar de estar atado a una defensa
territorial. El ejército era defensivo, tendiente a sofocar toda inquietud interna. El
imperio era de predominio político, y no territorial, apuntalado por la amenaza y no por
653
la presencia del poderío militar romano, lo que le daba gran economía de fuerza…‖.
Esto le permitió al Imperio Romano de la dinastía Julio-Claudia maximizar su
poderío militar ofensivo y emplearlo para ventajas políticas y diplomáticas. Hassig
menciona tres características que compartían mexicas y romanos: ―a) expansión del
dominio político sin un control territorial directo; b) insistencia en la seguridad interna
del imperio, ejerciendo influencia sobre una gama limitada de actividades dentro de los
estados clientes, y c) logro de semejante influencia reteniendo generalmente a los
funcionarios locales, en lugar de reemplazarlos.‖654 Con esta dinámica de dominio
territorial, el ejército mexica no tenía que mantener una presencia constante, y se
movilizaba para nuevas conquistas, rebeliones y disturbios. Con este modelo se
explicaría porque la Excan Tlatoloyan no fue un imperio como lo pide el modelo
tradicional, sino uno cuyo control territorial fue mínimo, con una injerencia política
menor dentro de las diferentes unidades semiautónomas, pero sobre un vasto territorio
de Mesoamérica.655 El sistema de dominio indirecto era efectivo, pues la situación hacía
pensar a los señores locales que era más beneficioso mantener el statu quo que les
habían impuesto, manteniendo cierto poder, que ser derrotados en un intento de rebelión
que probablemente sería aplastada por el poder militar mexica.656 Pero Helen Pollard
menciona que
652
CLAUSEWITZ, KARL VON. De la guerra. Traducción de Julio Tello. 1ª reimpresión, México,
Colofón, 2010, Lib. I, Cap. II, Pp. 26-38.
653
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI. Óp. Cit., P. 102.
654
Ibíd., P. 103.
655
Ídem.
656
SANTAMARINA NOVILLO, CARLOS. ―Azcapotzalco antes que Tenochtitlan: reflexiones en torno
a un modelo azteca de imperio‖, en: Revista Española de Antropología Americana. España, Servicio de
publicaciones de la Universidad Complutense, 2007, vol. 37, núm. 2, P. 102.
170
―El Estado tarasco del siglo XVI se caracteriza por un alto grado de centralización política
y por el control incuestionable de su territorio. Desde la perspectiva de su centro
geopolítico en la cuenca del lago de Pátzcuaro, estos rasgos se pueden atribuir a la
consolidación, durante el periodo protohistórico/posclásico tardío (1350-1525), de un
sistema social en el que la identidad tarasca reemplaza a las identidades locales étnicas y
lingüísticas como base del poder político y social. Mientras que en el periodo posclásico
medio (1100-1350) existen indicios de una heterogeneidad étnica en el centro de
Michoacán, en el siglo XVI la población de la cuenca del lago de Pátzcuaro era reconocida
657
como exclusivamente tarasca.‖
Frente a estos dos modelos de imperio, el territorial y hegemónico ¿cuál es el
más idóneo para estudiar al Tzintzuntzan Irechequa? Nosotros consideramos que el
Estado tarasco fue en esencia un imperio territorial, al menos en gran parte de su
territorio, mientras que en otras zonas adoptó estrategias de un imperio hegemónico.
Hay que agregar que esta entidad política estaba en plena transformación a un sistema
cuya autoridad estaba más centralizada, gracias a la ―tarasquización‖ de los habitantes
de sus territorios.658 Los objetivos del imperio territorial (expansión, dominio interno y
mantenimiento de fronteras) pueden ser observados en las fuentes etnohistóricas
tarascas. Ya vimos como los uacúsecha y sus aliados impusieron su autoridad en un
territorio amplio que abarcó más allá de los límites territoriales del actual Estado de
Michoacán de Ocampo; la autoridad local de los pueblos (señores, ocánbecha y
sacerdotes) era puesta por la mano o tenía que recibir venia del cazonci, lo que sugiere
una dominación política más efectiva en los territorios fuera del centro político. Helen
Pollard menciona que ante los problemas a los que se enfrentan todos los imperios,
como la diversidad étnica, la explotación de recursos y la protección de fronteras, ―la
solución tarasca consistió en: 1) un alto grado de centralización de las funciones
administrativas, 2) la construcción de una etnicidad tarasca dentro de las principales
zonas de explotación económica, y 3) la segregación étnica de la población en las
principales fronteras militares.‖659 Ricardo Aguilar ha sugerido la existencia de un
ejército profesional, al menos en la zona nuclear tarasca, y la información sobre las
fronteras menciona la existencia de guarniciones y fortificaciones para defenderse de
amenazas externas.660
657
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El gobierno del Estado tarasco prehispánico‖, en: PAREDES
MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 49.
658
Sobre esta ―tarasquización‖ hablaremos más adelante en el apartado de los aparatos ideológicos del
Estado.
659
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El gobierno del Estado tarasco prehispánico‖, Óp. Cit., P. 49.
660
Estos puntos los trataremos más ampliamente en el capítulo III.
171
FIGURA 9. ―Estructura etnopolítica tarasca‖. FUENTE: PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Etnicidad y
control político en una sociedad compleja: el Estado tarasco en el México prehispánico‖ en: BOEHM DE
LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Segunda
parte, P. 210.
Helen Pollard ha propuesto un modelo de etnicidad para el Tzintzuntzan
Irechequa, precisamente para coadyuvar el entendimiento de las políticas
implementadas desde la sede del poder al resto del territorio. Ha propuesto la existencia
de tres zonas, una zona de asimilación subdividida en el centro político y zona étnica
nuclear tarasca, una zona de asimilación activa donde imperaba el idioma y la identidad
cultural étnica tarasca, y una zona de segregación étnica. (Ver Figura 9). La zona étnica
nuclear era el corazón político del Estado tarasco y comprendía la geografía de la
cuenca de Pátzcuaro. En esta zona los habitantes mantenían valores y normas, definidas
por la religión e ideología tarascas, y definió la red comercial del territorio. Para la
época protohistórica, antes del surgimiento del Estado tarasco, la RM menciona la
existencia de distintos grupos culturales y lingüísticos, autónomos políticamente, con
símbolos y rituales específicos, así como dioses propios. Ente estos grupos se
encuentran prototarascos,661 nahuas (identificados en otras fuentes como mexicanos o
661
Helen Pollard no explica la palabra ―prototarasco‖, aunque se entiende que eran los grupos étnicos no
homogéneos, pero de lengua tarasca, de los que habla la RM, entre los que se encuentran los chichimecas,
los grupos nacidos a partir del agüero de las culebras, los isleños, los habitantes de la cuenca y la Meseta
tarasca: Los antepasados del cazonci ―extendieron su señorío y conquistaron esta Provincia que estaba
172
tecos), y ―chichimecas‖. Cuando los uacúsecha dominaron la cuenca de Pátzcuaro, se
encargaron de crear esta zona nuclear homogénea; Pollard menciona que los dos
factores que hicieron posible esto fue: ―1) El grueso de la zona nuclear era
probablemente de cultura ―prototarasca‖, y 2) Los grupos en cuestión no estaban
unificados políticamente en un patrón de sociedad compleja multiétnica.‖662
En segundo lugar estaba la zona de asimilación activa, conformada por los
territorios adyacentes a la cuenca de Pátzcuaro que fueron conquistados durante la
expansión tarasca. En esta zona la población era relativamente densa y muy dispersa, y
tras ser conquistada por la zona nuclear empezó a asimilar la religión, lengua e
identidad tarascas. Por la diversidad ecológica proporciona por las regiones templadas y
tropicales, se volvió indispensable para tener acceso a recursos requeridos por la élite
tarasca de la zona nuclear, como lo eran las frutas tropicales, cacao, algodón, copal,
pieles de jaguares, plumas de aves tropicales, oro, plata, cobre y estaño.663 La tercera
zona de segregación comprendía los enclaves localizados entre la zona de asimilación
activa y las fronteras militares, ocupados por una gran variedad de grupos étnicos,
aunque también había enclaves no tarascos cerca de la zona nuclear. En la frontera
bélica, los asentamientos pagaban tributo en forma de servicios militares especializados,
la mayoría de estos eran fortificados de origen no tarasco, pero multiétnicos. Cada
grupo era administrado por separado, gobernado por un señor de su etnia con
aprobación del cazonci. Al parecer las unidades de combate también se agrupaban de
acuerdo a la etnia, pero luchando bajo las ordenes de los tarascos. Estos grupos ―tenían
la capacidad de servir de colchón a lo largo de líneas militarmente activas y ser
intermediarios culturales entre comunidades culturales entre comunidades tarascas y no
tarascas.‖664
Se puede inferir que la zona nuclear tarasca estuvo directamente bajo la
administración central; en la zona de asimilación activa se aseguraba la lealtad por
medio de la asimilación cultural gracias a la ideología tarasca, y la legitimidad
proporcionada por el cazonci a los señores locales.665 Parece ser que el Estado tarasco
promovió la colonización en regiones alejadas del núcleo, precisamente a la zona de
segregación étnica. No es raro encontrar en la documentación colonial la existencia de
tarascos en regiones de frontera como la cuenca de Sayula, Jalisco, o en Ajuchitlán, en
el Estado de Guerrero. En estas zonas, la lealtad se aseguraba por la protección otorgada
por el aparato militar tarasco, gracias a esto, se tributaba prisioneros para la guerra,
primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma lengua; que parece que otros señores
vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por sí.‖ RM, Segunda
Parte, Cap. I, f. 63, P. 17. Cursivas nuestras. Los ―prototarascos‖ serían los que José Corona Núñez llamo
―pretarascos‖, los hipotéticos migrantes que viajaron de Sudamérica a Michoacán desde tiempos remotos,
y que supuestamente serían los constructores de las tumbas de tiro. Serían estos ―pretarascos‖ los
habitantes de la región, hasta que harían contacto con los ―tarascos históricos‖ de los que habla la RM.
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta la
conquista española, Óp. Cit., P. 14. A pesar de que ambas palabras aluden a los grupos étnicos hablantes
de tarasco anteriores a la formación del Tzintzuntzan Irechequa, sus génesis teórica y conceptual son muy
diferentes.
662
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Etnicidad y control político en una sociedad compleja: el Estado
tarasco en el México prehispánico‖ en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El
Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de
Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Segunda parte, Pp. 205-206.
663
Ibíd., P. 207.
664
Ibíd., P. 210.
665
Pollard propone que los cuatro señores de las fronteras se encontraban en esta zona, en el tercer
capítulo dedicamos un apartado a ese tema.
173
esclavos y se resguardaban las fronteras.666 Entre las evidencias arqueológicas sobre la
existencia de la élite tarasca que podemos encontrar en estas zonas son, orejeras y
bezotes, vestimenta de algodón, cerámica tarasca policroma, formas tarascas de pipas de
cerámica y arquitectura estatal asociada a Curícaueri (yácatas). Es importante recalcar
que
―Con la desaparición del reino tarasco autónomo a principios del siglo XVI, se
separaron estas zonas débilmente articuladas. Al imponerse las diferencias históricas y
ecológicas se erosionó fácilmente la muy frágil apariencia de identidad tarasca en la
zona de asimilación activa. La zona étnica nuclear fue la que permaneció como unidad
667
cultural y económica cohesionada.‖
Aunque consideramos que esta afirmación de Pollard debe matizarse, la
desarticulación del poder tarasco, desarticulación producto de la irrupción española y el
fin de la política de ―tarasquización‖ en las zonas periféricas, permitió a los grupos
étnicos que cayeron en la órbita del Tzintzuntzan Irechequa, volver a sus valores,
normas y prácticas culturales, por lo menos temporalmente, por lo que la retracción del
territorio tras la conquista española fue notable, este es otro factor importante que debe
considerarse de por qué los límites de control político tarasco no pueden definirse del
todo bien. Brand documenta esta retracción en la cuenca de Chapala, pues tras la
conquista española, la lengua coca logró un repunte sobre el tarasco, aunque fue durante
poco tiempo hasta que el español y nahua se convirtieron en la nueva vía asimilación de
otra religión e ideología.668
666
Ibíd., P. 213.
Ídem.
668
BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, Óp. Cit., P. 485.
667
174
13. ESTRATIFICACIÓN SOCIAL Y CLASES EN LA SOCIEDAD TARASCA
PREHISPÁNICA
―...Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la
existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho
antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el
desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses
la anatomía económica de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido
demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas
fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases
conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma
dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las
clases y hacia una sociedad sin clases...‖.
Carlos Marx, [Carta de] Marx a Joseph Weydemeyer, 5 de marzo de 1852
669
Uno de los temas más inquietantes para las ciencias sociales, y de capital importancia
para el materialismo histórico, es el referente a la estratificación social. Éste concepto
hace referencia a ―las desigualdades que existen entre los individuos y los grupos dentro
de las sociedades humanas. […] Los individuos y grupos, según sea su posición dentro
de la estructura estratificada, cuentan con un acceso diferente (desigual) a las
recompensas. En consecuencia, la forma más sencilla de definir la estratificación es a
partir de las desigualdades estructurales que existen entre diversos grupos de
personas.‖670 Las diferencias pueden tener orígenes muy diversos, tales como la edad,
sexo, especialización del trabajo, prestigio, bienes económicos, filiación política o
religiosa, rango militar, acceso y ejercicio del poder, etcétera, dependiendo de la
formación socio-económica de la sociedad. Anthony Giddens menciona que ―todos los
sistemas socialmente estratificados comparten tres características:
―1-La clasificación se aplica a categorías sociales de personas que comparten una
característica común sin que necesariamente interactúen o se identifiquen unos con
otros. Por ejemplo, se puede clasificar por separado a las mujeres y a los hombres o a
los ricos y los pobres. Esto no quiere decir que los individuos de determinada categoría
no puedan cambiar su posición; sin embargo, la categoría continúa existiendo aunque
algunos individuos la abandonen y entren a formar parte de otra.
2-Las experiencias y las oportunidades que se representan en la vida de las personas
dependen mucho de la categoría social a la que pertenezcan. El hecho de ser hombre o
mujer, blanco o negro, de la clase alta u obrera, supone una gran diferencia en buena
suerte de oportunidades, a menudo tan importante como el esfuerzo personal o la buena
suerte (ganar la lotería).
3-Los estratos que determinan las diferentes categorías sociales tienden a cambiar muy
lentamente a lo largo del tiempo. En la sociedad británica, por ejemplo, las mujeres en
669
MARX, CARLOS. ―[Carta de] Marx a Joseph Weydemeyer, 5 de marzo de 1852‖, en: MARX,
CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, 1975, T. I,
P. 542. Cursivas originales.
670
GIDDENS, ANTHONY. Sociología. Con la colaboración de Simon Griffiths; traducción de Francisco
Muños de Bastillo Llorante. 5ª edición, España, Alianza Editorial, 2007, P. 298. Giddens menciona la
analogía de los estratos geológicos, ya que ―resulta útil comparar la estratificación con la sucesión de
capas geológicas de piedra que hay en la superficie terrestre. Se puede decir que las sociedades se
componen de «estratos» jerarquizados y que los más favorecidos están arriba y los menos privilegiados
abajo.‖ Ibíd., Pp. 298-299.
175
su conjunto sólo han empezado a adquirir igualdad con los hombres en los últimos
671
tiempos.‖
Otro punto importante a tratar sobre la estratificación social es que es un
fenómeno histórico, y a lo largo de la historia los sistemas de estratificación social han
variado enormemente dependiendo del lugar, tiempo y cultura. Diversos autores han
realizado varias tipificaciones sobre la estratificación social y su desarrollo a través del
tiempo, usando diversas teorías y metodologías. Dentro del materialismo histórico se
han desarrollado diferentes propuestas, aunque manteniendo su unidad y
complementación, por ejemplo, Marx hizo menciones a un número considerable de
formaciones socio-económicas, como la comunidad primitiva, el nomadismo, las
formas fundamentalmente asiáticas, la forma eslava, el modo de producción germánico,
el modo de producción antiguo o clásico (esclavismo), feudalismo, capitalismo y
comunismo.672 Engels realizó otra tipificación, pero sin dejar de lado los modos de
producción y enfocándose más en la cuestión de la familia, basándose en el trabajo de
Henry Morgan, siguiendo con los estadios de salvajismo, barbarie, Estado y
civilización.673 Por otro lado, el marxismo-leninismo reconoce cinco formaciones socioeconómicas: la comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y comunismo
científico.674 Tanto el materialismo histórico como otras propuestas de estudio sobre la
estratificación social, aceptan que hubo una transformación radical por el desarrollo de
la aparición de la propiedad privada, pasando de sociedades igualitarias a sociedades
jerarquizadas, estratificadas y estatales.675 A grandes rasgos, se han distinguido tres
sistemas de estratificación social, y en ocasiones podemos encontrar combinaciones de
estratificación y diversos momentos de transición de un sistema a otro:
Esclavitud
Esta es una de las formas más extremas de desigualdad en que individuos o grupos son,
literalmente, propiedad de otros. La esclavitud ha adoptado muchísimas variantes en la
historia, por lo que una definición universal de esclavitud es problemática. ―La imagen
occidental predominante de la esclavitud se deriva de los sistemas de esclavismo
específicos y poco usuales que existieron en el Nuevo Mundo hasta hace poco, y que
incluía la propiedad de seres humanos como bienes que se usaban, compraban y
vendían, el uso primordial de esclavos como mano de obra no recompensada, y su
ubicación en el estrato social más bajo. En este caso la esclavitud era una institución
económica en la cual la idea de que los esclavos carecían de ―libertad‖ era clave para
671
Ibíd., P. 299. Cursivas originales.
MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición,
México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003. En adelante citados como
Formen.
673
ENGELS, FEDERICO, ―El origen de la familia, la propiedad privada y el estado‖, en: MARX,
CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III,
1975. Pp. 203-352.
674
LENIN, VLADIMIR ILICH. ―Acerca del Estado. Conferencia pronunciada en la Universidad
Sverdlov el 11 de julio de 1919‖ en: LENIN, VLADIMIR ILICH. Obras escogidas en tres tomos. Moscú,
Editorial Progreso, t. III, 1961. Pp. 258-274. STALIN, JOSÉ. Sobre el materialismo dialéctico y el
materialismo histórico. México, Ediciones Quinto Sol, s.f. [Publicado originalmente en septiembre de
1938].
675
FRIED, MORTON H. ―Sobre la evolución de la estratificación social y del Estado‖ en: VENDRELL
FERRÉ, JOAN. Teoría social e historia. La perspectiva de la antropología social. México, Instituto
Mora, (Antologías Universitarias), 2005, Pp. 189-211.
672
176
definir su condición.‖676 Mientras que en otras latitudes y tiempos, la esclavitud era más
semejante a la servidumbre; todo esto depende en gran medida de las nociones de
propiedad, la forma de recompensar el trabajo, las nociones de libertad, y las relaciones
de parentesco. La esclavitud puede ser ―producto de la captura o compra de seres
humanos que, junto con sus descendientes, se usan para algo o se vendan o truecan‖,677
estas prácticas son el núcleo de la esclavitud y explica por qué la historia ha sido testigo
de muchos tipos de esclavitud desde la jerarquización de las sociedades. La esclavitud
en el Nuevo Mundo tuvo un destino marcadamente económico y vinculado a diferencias
de apariencia física, donde los europeos subyugaron a los indígenas o importaron mano
de obra esclava de otros lugares. En otros tipos de esclavitud, los esclavos provenían del
mismo lugar o regiones vecinas, con poca diferencia de apariencia física y cultural de
sus amos, además de que en algunas sociedades, los primeros ―se usaban también como
recursos sociales y políticos, esposas, parientes, guerreros o burócratas […] en parte del
séquito, dependientes, agentes comerciales, […] altos funcionarios, así como en
sirvientes domésticos y trabajadores de granjas y minas.‖678
Casta
La principal característica del sistema de castas, es que es la base de una estructura
jerárquica muy rígida, donde la movilidad social es prácticamente nula, y en que el
estatus personal de un individuo y grupos se adjudica de por vida, con carácter
hereditario, y dedicándose a cierta especialización, ocupación u oficio.679 El lugar
jerárquico corresponde a estatutos jurídico-religiosos, y las obligaciones están fijadas
por un conjunto de reglas, códigos y leyes propios de cada casta, un ejemplo sería la
endogamia. La nomenclatura ―casta‖ también se usa para analizar otras formaciones de
estratificación, en especial para las subdivisiones de las clases sociales más amplias, por
ejemplo la sociedad feudal, en que ―las formas de organización llamadas órdenes,
estamentos o Estados tienen también peculiaridades de castas…‖.680
676
[KOPYTOFF, IGOR] ―esclavitud‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología.
Óp. Cit., P. 191. Cabe aclarar que esta imagen occidental predominante de la esclavitud deriva, de la
subyugación de los pueblos que habitaban en los continentes de África, Asía, América y Oceanía por
parte de las potencias Europeas a partir del siglo XV. También ha influido enormemente a esta imagen el
tipo de esclavitud sufrido en el sur de Estados Unidos, antes de su abolición en el siglo XIX, en donde los
esclavos estaban prácticamente privados de cualquier derecho. GIDDENS, ANTHONY. Óp. Cit., Pp.
299-300.
677
[KOPYTOFF, IGOR] ―esclavitud‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología.
Óp. Cit., P. 191.
678
Ibíd., P. 192. Kopytoff agrega que ―el hecho de que algunos esclavos ocupasen posiciones de poder
contradice su supuesto de que los esclavos constituían necesariamente el estrado o la clase más baja.‖
679
―El estatus social de cada uno [en el sistema de castas] está basado en características personales –como
raza o grupo étnico aparente (a menudo sobre la base de características físicas como el color de la piel), la
religión de los padres o la casta de éstos- que adquiere por accidente al nacer y que por lo tanto se
considera que no puede cambiar. Una persona nace en determinada casta y permanece en ella toda su
vida.‖ GIDDENS, ANTHONY. Óp. Cit., P. 300. Como se verá en otros apartados de este trabajo, uno de
los mecanismos en que podía existir cierta movilidad social en la antigua Mesoamérica, era por medio de
los méritos obtenidos en la guerra.
680
BARTRA, ROGER. Breve diccionario de sociología marxista. México, Grijalbo, (Colección 70, núm.
127), 1973, Pp. 36-37; [LINHHOLM, CHARLES] ―castas, sociedades de‖, en: BARFIELD, THOMAS
(Editor). Óp. Cit., Pp. 102-104.
177
Estamento
Este sistema fue característico en la Europa feudal, aunque también existieron formas
similares tradicionales en otros lugares. Los estamentos estaban constituidos por
estratos con diferentes derechos y obligaciones de unos hacia otros, y en la mayoría de
los casos las diferencias estaban establecidas por ley y en parte por motivos religiosos.
En Europa, el estamento más alto lo constituían la aristocracia y la nobleza,681 le seguía
el clero, con un estatus menor pero contaba con algunos privilegios especiales. El tercer
estado estaba compuesto por los plebeyos: siervos, campesinos libres, mercaderes y
artesanos. A diferencia del sistema de castas, en los estamentos había cierta tolerancia
respecto a la movilidad social y matrimonios mixtos.682
Clase social
Otro concepto que nos puede ayudar en el estudio de la estratificación social tarasca es
el de clase social. La idea de que la sociedad estaba dividida en distintas clases se
remonta hasta la antigüedad; en las sociedades mesoamericanas también se reconocían
una serie de divisiones sociales, en la misma RM veremos que entre los tarascos se
reconocía la estratificación social. Platón mencionó que la sociedad se dividía en
hombres libres y esclavos, o en ricos y pobres. En los textos antiguos como la Biblia y
en los doctores de la iglesia católica también existe la concepción de la división en
clases. En la modernidad, en los tiempos de la Revolución francesa, se reconocieron los
tres estados o estamentos nombrados líneas más arriba, y Adam Smith dividió la
sociedad del siglo XVIII en agraria, industrial y asalariada, división que tomaría Marx
para su estudio sobre el capitalismo.683 Marx y Engels desarrollaron el concepto de clase
social a lo largo de su obra, pero nunca dieron una definición concreta de que es una
clase social, y en sus trabajos usan conceptos como casta, estamento o clase sin mucho
rigor, para hacer referencia a los estratos sociales que analizaron, lo que ha originado
confusiones sobre el sentido del concepto.684 Lamentablemente, cuando Marx se
681
―En el pasado, los estamentos han tendido a surgir dondequiera que existía una aristocracia tradicional
basada en el nacimiento dentro de la nobleza. En los sistemas feudales, como los de la Europa medieval,
los estamentos estaban estrechamente ligados a los señoríos, formando un sistema de estratificación más
local que nacional. En los imperios tradicionales más centralizados, como China y Japón, se organizaban
más a escala nacional.‖ GIDDENS, ANTHONY. Óp. Cit., P. 302.
682
―Los plebeyos podían ser nombrados caballeros, por ejemplo, como pago por servicios especiales
prestados al monarca, y los mercaderes podían en ocasiones comprar títulos.‖ Ídem.
683
SANTOS, THEOTONIO DOS. Concepto de clases sociales. México, Ediciones Quinto Sol, s.f., Pp.
11-12.
684
Entre las críticas que recibe el concepto de clase social, es que sólo han existido clases sociales en el
modo de producción capitalista, y que dicho concepto sólo puede usarse para explicar dicha realidad. Esta
confusión puede deberse a un desconocimiento del método empleado por Marx para explicar el
materialismo histórico, ya que primero investigó el capitalismo, para poder preparar las herramientas
teóricas a usar en la investigación de las sociedades preindustriales: ―Se siente obligado a metamorfosear
mi esbozo histórico de la génesis del capitalismo en el Occidente europeo en una teoría históricofilosófica
de la marcha general que el destino le impone a todo pueblo, cualesquiera sean las circunstancias
históricas en que se encuentre, a fin de que pueda terminar por llegar a la forma de la economía que le
asegure, junto con la mayor expansión de las potencias productivas del trabajo social, el desarrollo más
completo del hombre. […] Así, pues, sucesos notablemente análogos pero que tienen lugar en medios
históricos diferentes conducen a resultados totalmente distintos. Estudiando por separado cada una de
estas formas de evolución y comparándolas luego, se puede encontrar fácilmente la clave de este
fenómeno, pero nunca se llegará a ello mediante el pasaporte universal de una teoría históricofilosófica
general cuya suprema virtud consiste en ser suprahistórica.‖ MARX, CARLOS. ―[Carta] De Marx al
director del Otyecestvenniye Zapisky [El memorial de la Patria][A fines de 1877]‖, en: MARX,
178
disponía a explicar que era una clase social en su magnum opus, falleció y dejó el
manuscrito interrumpido.
Gracias a la obra que legaron los autores clásicos del materialismo histórico,
podemos tener cierta noción de qué es una clase social. Marx mencionó en el último
capítulo de El capital que ―los obreros asalariados, los capitalistas y los terratenientes,
forman las tres grandes clases de la sociedad moderna, basada en el régimen de
producción capitalista de producción.‖685 Más adelante recalca la historicidad de las
clases sociales, es decir, que estas no están en la realidad como se presupone
teóricamente, y que coexisten formas sociales distintas en antagonismo, surgimiento de
clases intermedias en vías de desaparición, en formación o transición:
―Es en Inglaterra, indiscutiblemente, donde más desarrollada se halla y en forma más
clásica la sociedad moderna, en su estructuración económica. Sin embargo, ni aquí se
presenta en toda su pureza esta división de la sociedad en clases. También en la sociedad
inglesa existen fases intermedias y de transición que oscurecen en todas partes (aunque en
686
el campo incomparablemente menos que en las ciudades), las líneas divisorias.‖
Pero el quid sobre el concepto de clase social y su definición se menciona líneas
más adelante:
―El problema que inmediatamente se plantea es éste: ¿qué es una clase? La contestación a
esta pregunta se desprende enseguida de la que demos a esta otra: ¿qué es lo que convierte a
los obreros asalariados, a los capitalistas y a los terratenientes en factores de las tres
687
grandes clases sociales?‖.
Vemos pues, que la clase social depende del lugar que ocupa un grupo social en
un modo de producción determinado. Así, una de las definiciones más amplias de clase
social se la debemos a Lenin, quien la definió de la siguiente forma:
―Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que
ocupan en un sistema de producción social, históricamente determinado, por las relaciones
en que se encuentran respecto a los medios de producción (relaciones que en gran parte
quedan establecidas y formalizadas en las leyes), por el papel que desempeñan en la
organización social del trabajo y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que
perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno
CARLOS; ENGELS, FEDERICO. “El capital” visto por su autor. México, Grijalbo, (Colección 70,
núm. 84), 1970, Pp. 149-150.
685
MARX, CARLOS. El capital. Crítica de la economía política. Traducción de Wenceslao Roces. 17ª
reimpresión [de la segunda edición en español], México, Fondo de Cultura Económica, (Sección de Obras
de Economía), T. III, 1982, P. 817.
686
Ídem.
687
El texto sigue: ―Es, a primera vista, la identidad de sus rentas y fuentes de renta. Trátase de tres
grandes grupos sociales cuyos componentes, los individuos que los forman, viven respectivamente de un
salario, de la ganancia o de la renta del suelo, es decir, de la explotación de su fuerza de trabajo, de su
capital o de su propiedad territorial. Es cierto que desde este punto de vista también los médicos y los
funcionarios, por ejemplo, formarían dos clases, pues pertenecen a dos grupos sociales distintos, cuyos
componentes viven de rentas procedentes de la misma fuente en cada uno de ellos. Y lo mismo podría
decirse del infinito desperdigamiento de intereses y posiciones en que la división del trabajo social separa
tanto a los obreros como a los capitalistas y a los terratenientes, a estos últimos, por ejemplo, en
propietarios de viñedos, propietarios de tierras de labor, propietarios de bosques, propietarios de minas,
de pesquerías, etc. [Al llegar aquí se interrumpe el manuscrito (F[ederico]. E[ngels].)]‖. Ibíd. Pp. 817818.
179
de los cuales puede apropiarse del trabajo del otro, por ocupar puestos diferentes en un
688
régimen determinado de economía social.‖
De la cita anterior se desprende otro concepto importantísimo para el
conocimiento de las clases: la lucha de clases. Según la concepción materialista de la
historia, desde la aparición de la propiedad privada hasta nuestros días, la sociedad se ha
dividido en dos grupos antagónicos, clases opresoras y oprimidas. El ejemplo clásico es
el que se encuentra en las primeras páginas del Manifiesto del Partido Comunista:
―Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en
una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha
constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la
transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna.
En las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa
diferenciación de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de
condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y
esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y,
además, en casi todas estas clases todavía encontramos gradaciones especiales. La moderna
sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las
contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones
689
de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas.‖
Si bien una clase social se define por el criterio económico, los conceptos de
clases explotadoras, opresoras o dominantes, y clases explotadas, oprimidas o
dominadas, aglutina una serie de factores muchísimo más amplios. Las clases
dominantes están conformadas por una alianza de clases o fracciones de clases que
poseen y controlan los medios de producción, la estructura económica-social, la
apropiación de los excedentes de producción y la redistribución de la riqueza, gracias a
esto ejercen un extraordinario poder político, que se refleja en el control del Estado por
esta clase y la superestructura político-ideológica. Por el contrario, las clases dominadas
están conformadas por clases no homogéneas de la inmensa mayoría de la población de
una sociedad, y al carecer de medios de producción y poder político, se ven obligados a
vender su fuerza de trabajo, a reproducir su forma de vida material según las relaciones
de explotación y producción, y regir su vida cotidiana según los lineamientos de la
ideología de la clase dominante.
Marx también mencionó que las clases pueden existir objetivamente, aunque sus
miembros no sean conscientes de pertenecer a dicha clase, así se puede entender que
existe la clase ―en sí‖ y clase ―para sí‖; al hablar del proletariado inglés en 1847
mencionó que ―las condiciones económicas transformaron primero a la masa de la población
del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado a esta masa una situación común,
intereses comunes. Así, pues, esta masa es ya una clase con respecto al capital, pero aún no es
una clase para sí. Los intereses que defiende se convirtieron de clase. Pero la lucha de clase
688
LENIN, VLADIMIR ILICH. ―Una gran iniciativa (El heroísmo de los obreros en la retaguardia. Los
―sábados comunistas‖)‖, en: LENIN, VLADIMIR ILICH. Obras escogidas en tres tomos. Moscú,
Editorial Progreso, T. III, 1961, P. 228.
689
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Ediciones en
lenguas extranjeras, (Obras clásicas del marxismo-leninismo), 1953, P. 37. De esta cita también se
desglosa que ―…las clases no son conjuntos absolutamente homogéneos, sino que en su seno presentan
subdivisiones importantes.‖ CUEVA, AGUSTÍN. ―La concepción marxista de las clases sociales‖ en:
MARINI, RUY MAURO, et. al. Teoría marxista de las clases sociales. México, Universidad Autónoma
Metropolitana, 1983, P. 82.
180
contra clase es una lucha política.‖690 Años más tarde profundizaría sobre este punto, pero ahora
hablando sobre el campesinado francés en 1852:
―Los campesinos parcelarios forman una masa inmensa, cuyos individuos viven en idéntica
situación, pero sin que entre ellos existan muchas relaciones. Su modo de producción los
aísla a unos de otros, en vez de establecer relaciones mutuas entre ellos. Este aislamiento
es fomentado por los malos medios de comunicación de Francia y por la pobreza de los
campesinos. Su campo de producción, la parcela, no admite en su cultivo división alguna
del trabajo ni aplicación ninguna de la ciencia; no admite, por tanto, multiplicidad de
desarrollo, ni diversidad de talentos, ni riqueza de relaciones sociales. Cada familia
campesina se basta, sobre poco más o menos, a sí misma, produce directamente ella misma
la mayor parte de lo que consume y obtiene así sus materiales de existencia más bien en
intercambio con la naturaleza que en contacto con la sociedad. La parcela, el campesino, y
su familia; y al lado otra parcela, otro campesino y otra familia. Unas cuantas unidades de
éstas forman una aldea, y unas cuantas aldeas un departamento. Así se forma la gran masa
de la nación francesa, por la simple suma de unidades del mismo nombre, al modo como,
por ejemplo, las patatas de un saco forman un saco de patatas. En la medida en que
millones de familias viven bajo condiciones económicas de existencia que las distinguen
por su modo de vivir, sus intereses y su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un
modo hostil aquéllas forman una clase. Por cuanto existe entre los campesinos parcelarios
una articulación puramente local y la identidad de sus intereses no engendra entre ellos
ninguna comunidad, ninguna unión nacional y ninguna organización política, no forman
una clase. Son, por tanto, incapaces de hacer valer su interés de clase en su propio nombre,
ya sea por medio de un parlamento o por medio de una Convención. No pueden
representarse, sino que tienen que ser representados. Su representante tiene que aparecer al
mismo tiempo como su señor, como una autoridad por encima de ellos, como un poder
ilimitado de gobierno que los proteja de las demás clases y les envíe desde lo alto la lluvia
691
y el sol.‖
Lamentablemente, hacer un análisis de la estratificación social entre los tarascos
prehispánicos resulta complicado por una serie de factores: la falta de fuentes, la visión
occidental con las que fueron escritas las poco existentes, los intereses propios del
contexto en que fueron elaborados los documentos coloniales (en el caso de la RM se
escribió con el sesgo de la nobleza tzintzuntzeña así como por los intereses de Don
Pedro Cuiniarángari), el mismo carácter precapitalista no occidental de la cultura
tarasca, y el factor histórico de que en el Occidente de Mesoamérica no había existido
una entidad política compleja como el Tzintzuntzan Irechequa, dificultan
considerablemente los intentos de estudio sobre esta materia. Según la información
disponible, podríamos intentar hacer una clasificación de la sociedad tarasca
prehispánica en los diferentes sistemas de estratificación social.692 E incluso, podría
usarse la categoría de clases sociales para referirnos a la élite tarasca gobernante, al
conjunto enorme compuesto por los tarascos y los pueblos no tarascos subyugados al
cazonci y el gobierno. Aun en nuestro tiempo, en que el capitalismo es el modo de
producción predominante a nivel mundial, podemos ver como coexisten distintas
formas de estratificación social, dependiendo el aspecto que se resalte, como el
690
MARX, KARL. Miseria de la filosofía. Respuesta a la filosofía de la miseria de Proudhon. Edición de
Martín Soler, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista, serie Los clásicos),
1970, P. 120.
691
MARX, CARLOS. ―El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS,
FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, T. I, 1975, Pp. 489-490.
692
―De manera que en términos generales, podríamos afirmar que un sistema de estamentos no es otra
cosa que una estructura de clases sobredeterminada, en ciertos modos de producción, por la intervención
directa del nivel jurídico; de la misma manera que los sistemas llamados de castas son estructuras de clase
sobredeterninadas por una intervención acentuada del nivel ideológico, que se encarga de fijar las
divisiones de clase como un sistema basado en diferencia étnicas, culturales u otras.‖ CUEVA,
AGUSTÍN. Óp. Cit., P. 75. Cursivas originales.
181
prestigio, aspecto físico, carisma, poder económico o político. El materialismo histórico
pide aclarar el funcionamiento de una sociedad, no por lo que dice o dicen de ella, sino
por la forma de producir y reproducir su vida material, lo mismo debe hacerse con el
concepto de clase social, este debe ser definido por el modo de producción de dicha
sociedad.693
Parece ser que en el Michoacán precortesiano, existían diferentes dimensiones
en que la estratificación social tenía fundamentaciones diversas. La forma más clara
para dilucidar un poco la problemática es analizando la información disponible, pero
debemos advertir, que la cuestión sobre la tipificación de la estratificación social entre
los tarascos prehispánicos, rebasa por mucho los objetivos de nuestra investigación. Por
dicho motivo, en el texto usamos conceptos como clase social, casta, estamento o
estrato, para hacer referencia a los diversos niveles jerárquicos que se pueden observar
en la documentación escrita, si bien dichos conceptos hacen referencia a realidades
específicas, los usamos cuando ciertos grupos sociales aparentaban tener ciertas
características, que nos permiten usar uno u otro. Además los conceptos de clases
dominantes y clases dominadas que proporciona el materialismo, nos permiten conocer
los grupos sociales de los que se componía la antigua sociedad tarasca y la interacción
entre estos, según las fuentes disponibles.
De hecho, la mayoría de las investigaciones que han estudiado la cuestión de la
estratificación social de los tarascos prehispánicos, han utilizado implícita o
explícitamente las categorías de clase dominante y clase dominada: Agustín García
Alcaraz las usó pero no mencionó cuál es su bagaje teórico, sin embargo, podemos
identificar la influencia de Karl A. Wittfogel en su trabajo, al igual que en la obra de
Pedro Carrasco;694 Ulises Beltrán, Víctor Antonio Acevedo Valerio y Salvador Pulido
mencionan el materialismo histórico como su base teórica para el estudio de las clases
antagónicas.695 Carlos Paredes utiliza una variante del concepto materialista, ―estrato
dominante‖ y ―estrado dominado‖;696 mientras que José Ricardo Aguilar González,
utilizando conceptos weberianos, divide la sociedad tarasca prehispánica entre ―los que
tienen acceso y ejercicio del poder y los que carecen de éste.‖697 Sobre la multitud de
693
―Pero todavía hay algo más, que debemos recalcar: las clases no forman parte de una realidad estática,
sino de totalidades orgánicas ―en movimiento‖, es decir, de estructuras que son al mismo tiempo procesos
[…] Las clases, como ya vimos, no son únicamente efectos pasivos de la infraestructura económica de la
sociedad sino que, a través de los niveles político e ideológico, se convierten en verdaderos agentes
sociales y, en este sentido, tienen una historia, su propia historia.‖ Ibíd. Pp. 80-81.
694
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, en:
CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA, et. al. Estratificación social en la Mesoamérica
prehispánica. 2ª edición, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría de Educación
Pública, 1982, Pp. 224 y 238. Sobre la influencia de Wittfogel en el trabajo de Agustín García Alcaraz,
véase el apartado sobre ―El Modo de Producción Hidráulico y los estudios marxistas sobre el Michoacán
prehispánico‖ en el capítulo I de este trabajo; CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino
tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 45-62.
695
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 31;
ACEVEDO VALERIO, VÍCTOR ANTONIO. Retrospectiva histórica-económica de la comunidad
indígena michoacana. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de HistoriaSecretaría de Difusión Cultural, 1994, Pp.17-18; PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los
tarascos-uacúsecha…, Óp. Cit., Pp. 170.
696
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖ en: Arqueología
Mexicana, Editorial raíces, 1996, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, Pp. 34-39.
697
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor
Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, P. 175. Aquí
consideramos la mayor parte de los estudios que abrevan de la concepción materialista de la historia, y
182
conceptos, nos gustaría citar a Salvador Pulido, quien ha expuesto de forma más
sistemática la existencia de clases sociales entre los tarascos:
―Entre los términos clase social y estrato social no observamos divergencia alguna, sin
embargo, es común que se nos quiera acusar de trabajar con términos dife1rentes y
excluyentes entre sí, a lo que nosotros contestaríamos que en este caso, si bien los términos
son distintos, sus conceptos aluden a lo mismo. La supuesta diferencia deriva
probablemente de los contextos y de las mentalidades que cada autor debía considerar para
explicar su trabajo de acuerdo con la situación social particular en la que vivía. Así, el
término de estratos sociales para nosotros no significa más que de una manera distinta de
llamar a los bloques sociales que tienen un diferente lugar en la producción y un
698
diferenciado acceso a la riqueza que la misma genera, como lo mencionaba Lenin…‖.
La terminología de estratificación medieval extrapolada a la realidad indígena del
Nuevo Mundo
Antes de adentrarnos al estudio de la clase dominante y clase dominada tarascas,
consideramos necesario revisar el significado del léxico usado por los españoles, con el
cual se designó a la nueva realidad desde el mundo hispano y del Viejo Mundo, donde
se dejan entrever las relaciones de poder, así como las relaciones sociales de
producción. Los españoles hicieron analogía entre los señores y vasallos de su marco
cultural, y extrapolaron dicha conceptualización a la realidad americana, esto implica un
sesgo importante para el análisis de la estratificación social y otros tópicos relacionados
con el estudio de las sociedades precolombinas; además del sesgo, debe considerarse la
vaguedad con que en algunas ocasiones la documentación designó a los diferentes
estratos sociales, por lo que es difícil ver los matices en las estructuras clasistas
indígenas.
Una palabra de origen caribeño que fue usada ampliamente por los españoles, y
que aún hoy en día sigue siendo de uso constante, es cacique. A partir de la definición
de esta palabra, es notorio que los españoles advirtieron que las sociedades indígenas
del Nuevo Mundo estaban dividas en señores y súbditos. Covarrubias asentó que
―CACIQVE, vale tanto en lengua Mexicana, como señor de vassallos y entre los barbaros aquel
es señor que tiene mas fuerças para sujetar a los demas…‖.699 El Diccionario de autoridades
proporcionó una definición más completa de este vocablo:
―CACIQUE. s. m. Señor de vassallos, ò el Superior en la Provincia ò Pueblos de los
Indios: y aunque en muchas partes de las Indias tienen otros nombres, según sus idiómas,
los Españoles los llaman à todos Caciques, que parece lo tomaron de las Islas de
Barlovento, que fueron las primeras que se conquistaron. Es voz Mexicana, que significa
Señor. […] Gobernaban estas poblaciones con Señorío de vassallage quatro Caciques,
descendientes de sus primeros Fundadores.
CACIQUE. Por semejanza se entiende el primero de un Pueblo ò República, que tiene mas
mando y poder, y quiere por su sobérbia hacerse temer y obedecer de todos los inferiores.‖
CACICAZGO. s. m. La dignidad de Cacique ò Señor entre los Indios: y tambien se toma
700
por el territorio y dominio que possee el Cacique.‖
que en otros estudios se abordan diferentes parámetros para estudiar la estratificación social de los
tarascos prehispánicos.
698
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha…, Óp. Cit., P. 150.
699
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra C, P. 168.
700
Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. II, 1729, P. 38.
183
Vemos entonces que para completar la definición de ―cacique‖, debemos
encontrar el significado de ―señor‖ y ―vasallo‖. Covarrubias definió señor de la
siguiente manera:
―SEÑOR, esta palabra nos declara la ley primera tit. 25. part. 2. diciendo Señor, es llamado
propiamente aquel que ha mandamiento, e poderio sobre todos aquellos que vienen en su
tierra, e a este tal deuen todos llamar señor; tambien sus naturales, como los otros que
vienen a el, o a su tierra. Otro si es dicho señor todo hom[br]e, que a poderio de armar, y
de criar por nobleza de su linaje, e a este tal no le deuen llamar, sino aquellos que son sus
vassallos, e reciben bien fecho del. Este nombre de señor, absolutamente pertenece a solo
Dios: y assi algunos Monarcas, aunque Gentiles, le renunciaron, y no le quisieron admitir
por no ser suyo, como lo hizo Augusto Cesar, que por edicto publico mando que no le
llamasen señor: dizo señor, quasi senior, porque a los primeros que se ha tenido siempre
respeto en el mundo, ha sido a los ancianos y viejos, o presbíteros, que sinifica lo mesmo, a
estos se les deue por naturaleza, y al señor temporal por dominio.
SEÑORIA, es la cortesia que se dà a los señores titulados. Señorear, es sujetar. Señorio, el
701
estado del señor. Lugar de señorio, lugar de señorio particular, que no es del Rey.‖
Mientras que en el Diccionario de autoridades, ―señor‖ se definió como
―SEÑOR, RA. s. m. y f. El dueño de alguna cosa, que tiene dominio, y propiedad en ella.
[…] Vale tambien el que possee Estados, y Lugares con dominio, y jurisdicción entre ellos.
702
Por antonomasia se entiende de los Reyes, Príncipes, y Grandes del Reino.‖
―SEÑORIO. s. m. Dominio, ò mando sobre algunas cosa, como propia, ò sujeta. […] Se
toma tambien por el imperio, y mando, que alguno afecta, y quiere tener sobre otros, sin
titulo para ello. […] Se toma asimismo por el territorio perteneciente al señor, y de que es
dueño. […] Lugar de señorio. Es el que está sujeto à algun Señor particular, à distinción de
703
los Realengos.‖
Como puede observarse, hay una trasposición de la realidad ibérica del siglo XVI
a la realidad de las sociedades indígenas del Nuevo Mundo, donde los caciques parecen
ser sólo otros señores feudales pero indios.704 Sin embargo, la Corona española prohibió
que la nobleza indígena usara el título de ―señor‖, prefiriendo la nomenclatura de origen
caribeño:
―El emperador D. Carlos y la emperatriz [Isabel de Portugal] gobernadora en Valladolid á
26 de febrero de 1538.
Que los indios caciques y principales no se intitulen señores.
Prohibimos á los caciques que se puedan llamar ó intitular señores de los pueblos, porque
asi conviene á nuestro servicio y preeminencia real. Y mandamos á los vireyes [sic],
audiencias y gobernadores, que no lo consientan, ni permitan, y solamente puedan llamarse
701
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra S, P. 26-26v
702
Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. VI, 1734, P. 87.
703
Ibíd., T. VI, P. 89.
704
Bernal Díaz del Castillo relató que durante la expedición de Juan de Grijalva, parlamentaron con unos
indígenas de la costa, ―entonces el capitán les dijo, con las lenguas Julianillo y Melchorejo, que veníamos
de lejas tierras y éramos vasallos de un gran emperador que se dice don Carlos, el cual tiene por vasallos a
muchos grandes señores y caciques, y que ellos le deben tener por señor, y que les iría muy bien en
ello…‖. DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap.
XI, P. 20. Cursivas nuestras.
184
caciques ó principales, y si alguno contra el tenor y forma de esta ley se lo llamare ó
705
intitulare, ejecuten en su persona las penas que les parecieren convenientes.‖
En las fuentes más tempranas hay una visión homogénea sobre las estructuras de
gobierno indígenas, donde no se hace distinción entre los distintos niveles en que
estaban divididas las clases dominantes. Con el tiempo los españoles lograron hacer
ciertas distinciones en las diversas sociedades indígenas, aunque quedó el sesgo
inherente del bagaje cultural medieval de los siglos XV y XVI. En 1553 la Corona
mandó una cédula para requerir información sobre los tributos indígenas en la Nueva
España: ―…también os ynformareys que tributos y quantos y que valor tenía los que
davan a los otros principales sus caciques, que eran subjetos al señor universal, y que
valdrían en cada un año de mas de lo que dauan a Monteçuma o al dicho señor
universal… […] respondían con los tributos al señor de las tierras, o si eran la paga por
razón del señorío universal o particular de los señores. […] el mismo que pagavan a
Monteçuma o a otro señor universal…‖.706 Para mediados del siglo XVI, los españoles
ya habían hecho la distinción entre los ―señores universales‖ como el cazonci o el huey
tlatoani, y otros; en 1535 Vasco de Quiroga había escrito que se reunió en la Audiencia
con ―los principales de Mechuacán y traían consigo a dos hijos pequeños del Cazonci,
cacique y señor principal que era de toda aquella tierra de Mechuacán y su provincia, y
casi tan grande como Mutezuma, ya defunto…‖;707 Juan de Zumárraga escribió que
antes de que Nuño de Guzmán emprendiera la conquista de Jalisco, ―…vino un señor
que se dice el Casulzin, el mayor despues del gran señor Motezuma, de todos los que
acá se han visto y conocido, que es señor de la grand provincia de Mechuacan y el más
rico de oro y plata…‖.708 Un autor anónimo dijo sobre la conquista de Jalisco que ―el
Cazoncí que Nuño de Guzman dice que quemó, era tan gran señor como Motenzunba, y
aun mas rico de oro y plata: tenia treinta cabeceras de tierra, que es como acá cibdades,
sin sus subjetos, subjetos á él, y treinta señores dellas.‖709 El virrey Antonio de
Mendoza, en su camino a la guerra del Mixtón, escribió una carta en 1541 donde
mencionó que mandó realizar una ―relación‖ de Michoacán:
―La relaçion de las cosas desta tierra yo he procurado de sabello muy particularmente, é
hallo diversas opiniones; porque como avia muchos señores en cada provincia, cuentan las
cosas de su manera. Yo las ando recogiendo é verificando, y hecho, os lo enviaré; porque
me paresçe que seria cosa muy vergonçosa que os enviasse yo relaçion y me alegásedes
por auctor dello, no siendo muy verdadera. Y lo de aquí no es tan poco que no podays
haçer libro dello, é no será pequeño; porque aunque Monteçuma é México es lo que entre
705
Recopilación de leyes de los reinos de las Indias. Mandadas imprimir y publicar por la magestad
católica del rey don Carlos II, nuestro señor. Madrid, Boix editor, 1841, T. II, Lib. VI, Tít. 7, Ley. V, P.
251.
706
―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno
lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 125-126.
707
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 93.
708
―Carta á su Majestad, del electo obispo de México, D. Fr. Juan de Zumárraga. [27 de agosto de 1529]‖,
en: GARCÍA ICAZBALECETA, JOAQUÍN. Don fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de
México. Estudio biográfico y bibliográfico. Con un apéndice de documentos inéditos ó raros. México,
Antigua librería de Andrade y Morales, 1881, Apéndice, documento núm. 1, P. 16.
709
―Primera relación anónima de la jornada que hizo Nuño de Guzmán á la Nueva Galicia‖, en: GARCÍA
ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México, Óp. Cit., T. II, 1980,
P. 295.
185
nosotros ha sonado, no era menor señor el Caçonçi de Mechuacan, y otros que no
710
reconosçian al uno ni al otro.‖
En 1553, Alonso de la Veracruz mencionó que
―…conviene considerar, en primer lugar, que el derecho de estos [señores], puede
entenderse de dos maneras: Del dominio que ejercía uno que era el monarca, como en la
provincia Mexicana “Moctezuma” y en la Michoacana el “Caltzontzin”. O del de otros
señores bajo estos, que gobernaban diversos pueblos, sujetos a un solo rey a la manera que
en España están los duques, condes, marqueses y otros que tienen pueblos; los que así son
señores están, sin embargo, bajo el rey que detenta la monarquía y le rinden obediencia,
711
aún contra la voluntad del conde en su condado.‖
Y fray Bernardino de Sahagún escribió para la segundad mitad del siglo
XVI que los michoaques:
―A su rey todos le tenían reverencia y respeto y le obedecían en todo, conociéndole por su
señor los demás señores y principales de su provincia, y dándole tributo todos los indios en
712
reconocimiento del vasallaje; y no era menor que el rey de México‖
Estos ―señores universales‖ estaban por encima de los ―señores particulares‖ que
se encontraban gobernando en las unidades político-administrativas de las entidades
políticas expansionistas mesoamericanas, en los señoríos tributarios a éstas entidades
políticas, o en los señoríos independientes que no obedecían a los ―señores universales‖.
En la RM el ―señor universal‖ correspondería así al cazonci, que también es nombrado
como ―rey‖. Los ―señores‖ y ―caciques‖ parecen haber correspondido con los acháecha
y los carachacapacha, aunque las diferencias no están bien delimitadas. Según
Sarrelangue, en la RM:
―dicha Relación llama caciques a los antiguos reyezuelos de la tierra y a los principales
chichimecas e isleños a quienes nombraron Hiquíngare, Hiripan y Tangaxoán (y, después,
sus descendientes) gobernadores de los pueblos; también alude a los gobernantes de los
713
pueblos conquistados cuando refiere el origen de los caciques.‖
Mientras que de los ―señores‖ menciona:
―la palabra señor se aplica a los primitivos jefes chichimecas, al cazonci, a los señores
mayores, a los señores de las cuatro fronteras y a los de Cuyuacan, Tzintzuntzan y
Pátzcuaro, que eran parientes del cazonci. Así, pues, es lícito afirmar que los señores
pertenecían al linaje real, razón por la cual les correspondía el gobierno de los señoríos más
710
[Carta del virrey Antonio de Mendoza al cronista Gonzalo Hernández de Oviedo. 6 de octubre de
1541], FERNANDEZ DE OVIEDO Y VALDÉS, GONZALO. Historia general y natural de las Indias,
islas y Tierra-Firme del mar Océano. Cotejada con el códice original, enriquecida con las enmiendas y
adiciones del autor, e ilustrada con la vida y el juicio de las obras del mismo, por José Amador de los
Ríos. Madrid, Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1853, T. 2° de la 2ª parte, T. III, Lib. XXXII,
Cap. LII., P. 539.
711
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas. Traducción de
Rubén Azuela; prólogo de Prometeo Cerezo de Diego, introducción y edición de Roberto Jaramillo
Escutia. México, Organización de Agustinos de Latinoamérica, (Colección ―Cronistas y escritores
agustinos de América Latina‖, núm. 1), 1994, P. 71. Cursivas y comillas originales. El título original de
esta obra es De iure infidelium et iusto bello, su traducción al español sería Sobre los derechos de los
infieles y la licitud de la guerra.
712
SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España. Edición de Ángel
María Garibay K. 6ª edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, Lib. X, Cap.
XXIX, 11, P. 610.
713
LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época
virreinal. Óp. Cit., P. 37.
186
poderosos y se les confiaban los puestos clavas para la seguridad del reino; y que los
714
caciques eran nobles de estirpe menos ilustre que regían a los pueblos conquistados.‖
Sin embargo en la RM se intercalan continuamente las voces ―señor‖ y
―cacique‖, y el término ―señor‖ se usa como adjetivo para referirse a la gente ―noble‖.715
Un rango inferior de la nobleza parecen haber sido los nombrados como los
―principales‖. En el diccionario de Covarrubias, la voz se definía como ―PRINCIPAL,
lo que es de estima, y se antepone a lo demas‖,716 mientras que en el Diccionario de
autoridades definió ―PRINCIPAL. Significa tambien ilustre y esclarecido en la nobleza.
[…] Se dice asimismo del que es el primero en algun negocio, ò en cuya cabeza esta.
[…] Se llama lo que dice respecto à su accessório, y tiene el primer lugár.‖717
Sarrelangue mencionó que ―con este nombre se designa a los nobles en general, o bien a
los nobles de menor categoría que desempeñaban algunos oficios palaciegos o
auxiliaban a los caciques en el gobierno de los barrios‖.718 Como puede observarse,
dentro de la clase dominante tarasca había distintos rangos, pero ésta ejercía su dominio
sobre la clase dominada.
La clase dominada tarasca también fue identificada en las fuentes coloniales de
acuerdo al bagaje cultural europeo de los siglos XV y XVI, se le identifico con varias
denominaciones: Una de ellas es que eran sujetos o súbditos del cazonci; Covarrubias
definió ―SVBDITO […] el que tiene alguna sugecion a otro.‖719 Otra denominación que
recibio la clase dominada fue la de ―vasallos‖, que tenían una relación de ―vasallaje‖
con el cazonci y los señores;720 el ―vasallo‖ según Covarrubias eran:
―VASSALLO, es el que viue en tierra de algun señor, al qual reconoce, y respeta, como a
tal: y assi se dixo de vas. dis. En quanto promete ser fiel. Estos dos nombres, señor, y
vasallo, son correlatiuos: porque ni aura [habrá] señor sin vassallos, ni vassallos sin señor
en este sentido, y assi parece dezirlo la ley primera tit. 24. par. 4. Algunos quieren se aya
dicho quasi vassus, por la inferioridad que tiene a su superior. Otros piensan ser nombre
metaphorico, a vasse, por el vaso, tomada la comparacion de los olleros porque assi como
el Alfahacero puede hazer y deshacer el varro que tiene entre las manos a su voluntad: assi
el Rey sobre la rueda de la fortuna, y su Imperio; puede hazer y deshacer al subdito,
honrando y acrecentando al que fuere virtuoso, y castigando y apocando al que fuere
721
ruyn…‖.
714
Ibíd., P. 38.
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, Pp. 228-230.
716
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra P, P. 596.
717
Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. V, 1737, Pp. 380-381.
718
LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época
virreinal. Óp. Cit., P. 38.
719
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra S, P. 34.
720
En la oración que hacían para conquistar a los pueblos, nombraban a los señores enemigos: ―…tú,
señor, que tienes la gente de tal pueblo en cargo, rescibe estos olores y deja algunos de tus vasallos para
que tomemos en las guerras‖; Y una de las obligaciones de los señores o caciques de los pueblos, era
evitar que la gente se huyera: ―entra en las casas de los papas a tu oración y retén los vasallos de nuestro
dios Curícaveri, que no se vayan a otra parte, y no comas tú solo tus comidas…‖. RM, Tercera Parte,
Caps., ff. 14 y 22, Pp. 189 y 205. Cursivas nuestras.
721
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra V, Pp. 65-65v
715
187
Se entiende que la clase dominada servía a la clase dominante y al cazonci;722
analizando el significado de la palabra ―servir‖, se puede observar que existían
diferencias también dentro de la primera, y que no era homogénea: ―SERVIR, Lat.
seruire vale obedecer a otro, y hazer su voluntad, y vnos siruen libremente dando gusto
a otros, y estos siruen con su voluntad; otros siruen forçados como los esclauos, y otros
en vna medianía, alquilándose, o haziendo concierto con la persona a quien siruen,
como son los cristianos a los señores.‖723 Vemos que aquí se desprenden por lo menos 3
formas distintas de relaciones sociales de producción: los que servían libremente de
voluntad, los forzados como los esclavos, y los que alquilaban su fuerza de trabajo a los
señores. En el diccionario de Covarrubias se entiende que ―LIBRE, tiene por opuesto
sieruo. Y dizese liber, qualquiera que es sui iuris […] LIBERTAD, oponse a la
seruidumbre o cautiuidad…‖,724 sin embargo en las fuentes documentales que hablan
del Michoacán prehispánico son pocas las referencias a que existieran personas o
grupos de personas libres de cualquier tipo de relación de sujeción, salvo los ―señores
universales‖, así como los ―señores particulares‖ independientes. Un vocablo usado y
que probablemente hacía referencia a ―gente libre‖ y sólo súbdita del cazonci y no atada
directamente a señores nobles hayan sido los ―plebeyos‖: ―PLEBEYO, el hombre baxo
en la republica, que ni es cauallero, ni hidalge, ni ciudadano…‖. 725 En las fuentes
escritas sobre Mesoamérica, las personas que eran vasallos de los señores fueron
registradas con la nomenclatura de ―plebeyos‖ o ―gente común‖, o por el vocablo
náhuatl macehualli en singular, o macehualtin en plural, muy generalizado y usado
ampliamente en la Nueva España, y registrado en la RAE como macegual. 726 En los
diccionarios de lengua tarasca, ésta clase social es referida como ―Purepecha.
maceguales la gente comun‖, mientras que en la parte castellano-tarasco se registraron
las entradas ―Vassallo. purepecha vrengaringati‖, ―Vassallaje. purepechaequa‖,
―Vassallos o gente plebeya. amiriras purepecha‖.727
Otros dos vocablos con los que se hace referencia al grueso de la clase dominada
son ―siervo‖ y ―esclavo‖, aunque también son usados como adjetivos para referirse a
parte de la nobleza sujeta, por ejemplo, al cazonci.728 De las definiciones de estos
722
La RM menciona por ejemplo: ―…y a otros esclavos desobedientes que no querían servir a sus amos‖
y ―ya os he oído, plega a los dioses que le podamos servir al rey, siendo los que debemos.‖ RM, Segunda
Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14; Tercera Parte, Cap. X, f. 25, P. 211. Cursivas nuestras.
723
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra S, P. 27.
724
Ibíd., Letra L, P. 253v.
725
Ibíd., Letra P, P. 590v.
726
―macegual, Tb. macehual en Hond. y Méx. Del náhuatl macehualli 'vasallo'. 1. m. El Salv., Hond.,
Méx. y Nic. peón (jornalero).‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua
española. [edición en línea].
727
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 137 y 616.
728
En el sermón que daba el petámuti al final de la fiesta de Equata cónsquaro, les decía a los señores y
caciques que cumplieran con sus obligaciones, pues ―para esto érades tíos; que es, para esto érades
siervos y esclavos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158. En el capítulo que relata la boda de
don Pedro Cuiniarángari, se menciona que parte del discurso que dio fue: ―Ya os he oído, plega a los
dioses que le podamos servir al rey, siendo los que debemos. Quizá no seremos los que habemos de ser y
lo que ha hecho agora el rey, no lo dice, sino por la confianza que tiene en nosotros, aquí está mi hermano
mayor y yo, ¿cómo nos habemos de apartar dél?; de nosotros es el vasallaje y echaremos las espumas por
las bocas para entender en lo que los españoles mandaren, como sus siervos. ¿Cómo habemos de ser sus
hermanos? Que nosotros en el principio fuímos conquistados de sus antepasados y sus esclavos somos,
los isleños. Y llevábamos sus comidas a los rey[e]s, a cuestas, y hachas para ir al monte por leña y les
llevábamos los jarros con que bebían y por esto nos empezaron a decir hermanos, por ser sus
gobernadores, y entendíamos en lo que los rey[e]s nos mandaban.‖ RM, Tercera Parte, Cap. X, f. 25, P.
221. Cursivas nuestras.
188
vocablos, podría entenderse que son sinónimos, pero al parecer una diferencia
importante es que los ―siervos‖ tenían ciertos derechos, mientras los ―esclavos‖ no y
que estos eran sujetos a compra-venta:
―SIERVO, en rigor vale el esclauo […] Dixose sieruo â seruando, porque los enemigos
vencidos en la guerra pueden ser muertos del vencedor, y el que se abstiene desto, y les
concede la vida, los guarda y reserua de la muerte, aunque pierden libertad. En sinificacion
mas amplia puede sinificar el criado en respeto del señor san Gregorio Papa fue el primer
Pontifice que introduxo intitularse, el sieruo de los sieruos del Señor, dando a entender el
729
cuydado y solicitud que el Pontifice ha de tener de su Iglesia.‖
―ESCLAVO, el sieruo, el cautiuo. Algunos quieren se aya dicho del hierro que les ponen a
los fugitivos y díscolos en ambos carrilos de la S. y del clauo; pero yo entiendo ser dos
letras S. y I. que parece clauo, y cada vna es iniciatiua de diccion; y valen tanto, como,
Sine Iure; porque el esclauo no es suyo, sino de su señor, y assi le es prohibido qualquier
acto libre: y de aqui resultò el nombre de esclauo […] Algunos quieren se ayan dicho
esclauos aquellos que los Esclauones vendían a los comarcanos por el derecho antiguo que
tenían los padres de vender los hijos, y algunas naciones lo han hecho: y oy dizé, que en
730
tierra de Guinea se vsa.‖
Con todo este bagaje teórico, podemos identificar entonces a las dos grandes
clases que conformaban la sociedad tarasca prehispánica, por un lado, la clase
dominante que en la documentación aparece referida y conformada por el cazonci, los
acháecha, señores, principales, caciques, sacerdotes, es decir los angámencha,731 y una
serie de funcionarios administrativos que cumplían funciones burocráticas, que
controlaban los medios de producción, aplicaban las directrices de la economía política
e imponían normas ideológicas; y por otro lado la clase dominada, que aparece referida
como los purépecha, gente común, gente baja, plebeyos, siervos, esclavos, vasallos,
villanos u hombres trabajadores, cuya caracterización lamentablemente no es tan
profunda en las fuentes como sí lo es la clase dominante, pero sí se puede asegurar que
la reproducción de la vida material de la sociedad tarasca recaía en los hombres y
mujeres de esta clase, donde existieron determinadas formas de explotación y
producción, y su vida siguió la normatividad impuesta por la clase dominante.732
729
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra S, P. 28v.
730
Ibíd., Letra E, P. 364v.
731
―Angamencha, los que tenian beçotes entre la barba y el labio. Angameni, estar de pies en el agua, o
poner los tales beçotes, que el Rey ponia a los señores y valientes en la guerra, señalando los con esta
hydalguia, quasi por sustento, pilar, fauor y amparo de la otra gente plebeya. Y assi los tales podian
tambien interceder, induzir, importunar y boluer por ellos…‖. BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y
dictionario con otras obras en lengua Michuacana. [Edición facsimilar de 1574], introducción histórica,
apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax
Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. I), 1983, Pp. 221-222 [18-19 en
la paginación original].
732
Para una síntesis de las fuentes que registran las distintas nomenclaturas, véase AGUILAR
GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp.
Cit., Pp. 171-182.
189
14. EL ESTADO TARASCO Y LA CLASE DOMINANTE
―Dichoso aquél que ha de ser rey. O éste que lo ha de ser. Quizá no es señor
mas de baja suerte y uno del pueblo, por la mucha leña que habrá traído a los
cúes de Curícaueri, ¿y será algún pobre o algún miserable el que ha de ser
rey?. Y tu cabeza estará entonces alzada sobre algún varal donde te mataren
si no eres el que debes. Trae leña para quemar en los cúes, para dar de comer
a los dioses celestes y a los dioses de las cuatro partes y al dios del infierno.
Harta de leña a todos cuantos dioses son. Mira que es muy liberal Curícaueri,
que hace las casas a los suyos, y hace tener familia y mujeres en las casas, y
viejos que hacen fuego y hace tener alhajas y esclavos y esclavas, y hacer
poner en las orejas orejeras de oro, y en los brazos brazaletes de oro, y a la
garganta collares de turquesas y plumajes verdes en la cabeza. Trai leña para
los cúes y sacrefícate las orejas. Dichoso el que ha de ser rey‖
Sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco amonestando y avisando al joven Taríacuri.
733
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540
En el primer capítulo de esta investigación referimos someramente la definición clásica
del Estado según lo propone el materialismo histórico.734 A lo largo de las páginas
siguientes, vamos a referirnos a los diversos aspectos que integraban la entidad política
conocida por la historiografía como Tzintzuntzan Irechequa, que gracias a las fuentes
podemos identificar como una sociedad estatal, cuya caracterización en su unicidad,
temporal y cultural, son haber dominado un territorio de más de 75000 km2; su
legitimidad divina fue reconocida tanto interiormente por la población tarasca y otras
etnias, así como su poderío exteriormente por otras entidades políticas vecinas hostiles;
reguló la producción, distribución y circulación de bienes a través de una economía
política; retuvo el monopolio sobre la violencia al interior a través del aparato represivo
del Estado (gobierno, justicia, burocracia), y al exterior por medio del ejército; por la
implantación de los aparatos ideológicos del Estado,735 sobre una enorme población
heterogénea cultural y étnicamente que oscilaba, según las diferentes formas de calcular
las fuentes, entre 700,000 y 1,300,000 habitantes.736 ―El Estado tarasco como un
conjunto históricamente definido fue, para finales del siglo XV y comienzos del XVI
una hierocracia, incorporativa [-para nosotros fue corporativa, RCM-], territorial, con
una clase política autorregulada y con un sistema de gobierno permisivo de la
reproducción de la sociedad siempre y cuando cumpliera con mandados precisos, como
pagar tributos, sembrar las taretas asignadas, no cambiar de residencia y cumplir con el
código de conducta impuesto por el gobierno central.‖737
Todo este aparato estatal era conformado por la clase dominante tarasca, que es
la mejor definida en las fuentes. En la tercera parte de RM, los primeros tres capítulos
hablan sobre la gobernación que tenían los tarascos antes de la conquista, de los
733
RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 77v, P. 46.
Lenin mencionó que ―según Marx, el Estado es un órgano de dominación de clase, un órgano de
opresión de una clase por otra, es la creación del ―orden‖ que legaliza y afianza esta opresión,
amortiguando los choques entre las clases.‖ LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la revolución.
Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1975, P. 8. Cursivas originales
735
Sobre los aparatos ideológicos del Estado, dedicamos un apartado más adelante en este capítulo.
736
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., Pp. 260-289.
737
Ibíd., P. 289.
734
190
diferentes sacerdotes que había, y de los oficios de la casa del cazonci, aunque a lo largo
del texto hay también información así como en sus láminas, y en otras fuentes
coloniales, como las Relaciones Geográficas y algunos documentos de origen indígena,
donde se ha podido identificar la nobleza gobernante, la corte y el palacio, la autoridad
local de los pueblos, los sacerdotes, la burocracia, los funcionarios especializados y los
diferentes linajes a los que pertenecían.738
Cazonci o Irecha
El gobernante supremo del Tzintzuntzan Irechequa era el cazonci o irecha,739 miembro
del linaje noble de los uacúsecha. El cazonci era el representante de los dioses, estaba
en lugar de Curícaueri, y como este dios era el dueño de toda la tierra, el cazonci tenía
autoridad para repartirla para su cultivo y usufructo. El cargo tenía una fuerte
investidura guerrera y militar, pues era el comandante de los ejércitos de Curícaueri y
juez supremo impartidor de justicia.740 La RM menciona que ―todo su ejercicio era
entender en las fiestas de los dioses y de mandar traer leña para los qúes y de inviar a las
guerras‖,741 por lo que tenía el control del calendario ritual, con lo que se regulaban y
fijaban las fechas de las fiestas, ceremonias y ritos. ―En torno a la figura del cazonci se
738
Estos estratos de la clase dominante del Estado tarasco han sido identificados y caracterizados por
Ulises Beltrán y Carlos Paredes Martínez. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica‖. Óp. Cit., Pp. 91-107; PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los
tarascos‖, Óp. Cit. Cabe mencionar que Ulises Beltrán sólo caracterizo el estrato dominante conformado
por la nobleza, la autoridad local de los pueblos, la burocracia y los linajes nobles.
739
No hay una etimología clara de la palabra cazonci, ni se sabe si es una palabra tarasca o náhuatl. La
mención más antigua está en la tercera Carta de relación de Hernán Cortés. A lo largo de los siglos, se le
han dado varios significados, como ―alpargate viejo‖, ―el calzado con cactle‖, ―el que siempre está
calzado con cactli‖, ―El que está en la cumbre de la casa‖ o ―Aquel en la cumbre de la casa‖, ―Señor de
las cuatrocientas casas, de las innumerables casas‖, ―El jefe de la casa‖, ―Señor de casa‖, ―el rapado‖. Por
otro lado, irecha, es la palabra que aparece en los diccionarios y otros documentos para referirse al
gobernante supremo tarasco, y fue traducido como ―rey, emperador‖, y una etimología podría ser ―señor
del pueblo‖, una contracción de ire ―tener asiento o morar‖, y acha, ―señor‖, ―Señor del asiento o
morada‖. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., Pp. 73-79.
Ricardo Aguilar Gonzáles propuso que una posible etimología de irecha sería ―Habitar la garganta‖, de
yre ―morar‖, y de una indicación de Basalenque, que –cha funciona como partícula interpuesta de las
partes del cuerpo del hombre, que denota ―para la garganta‖. AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO.
Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Cap. 2, nota a pie núm. 22, P.
177. Sin embargo, consideramos que el vocablo irecha hace referencia a un ―gobernante‖, ya haya sido al
gobernante supremo del Estado tarasco, de un pueblo o una casa u autoridad, de ahí que en los
documentos indígenas coloniales, a las autoridades de los pueblos se les llame ―reyes‖, de hecho, en el
DGLM traduce ―Yrecha. Rey, emperador, príncipe comissario provincial, y persona que es cabeça de
otros‖. DGLM, T.II, P. 293; por lo que preferimos usar la palabra cazonci para referirnos al gobernante
supremo tarasco; además, Claudia Espejel apunta que ―aunque el término cazonci se ha interpretado de
muy diversas formas porque su etimología no es clara, lo cierto es que en la Relación sólo se utiliza para
referirse a Zinzicha y a su padre Zuangua, los dos últimos gobernantes previos a la conquista; o bien de
manera abstracta, como un cargo, y rutinariamente se intercambia por el término castellano ―rey‖.‖
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 45. Quizás valga la pena
mencionar que en la relación de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari, una de las preguntas que
pedía contestarse, reivindicaba a los tres últimos gobernantes tarascos más poderosos y que pudieron
haber tenido el título de cazonci: ―…si conocen al dicho don Antonio Huitziméngari e si conocieron al
Cazonci su padre [Tzintzincha Tangáxoan], he a su abuelo [Zuangua] he bisabuelo [Tzitzíspandácuare]
padre he abuelo que fueron del dicho Cazonci, he si tienen noticia de la dicha provincia de Michoacán y
tierras y gente de ella, de que todo era señor el dicho Cazonci he lo fueron sus pasados.‖ ―Información de
los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f.
2v.
740
PAREDES MÁRTINEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖, Óp. Cit., P. 35.
741
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187.
191
agrupaba la familia real y, emparentada con ella mediante alianzas matrimoniales de
distintos grados, una nobleza cada vez más numerosa, con funciones administrativas,
religiosas, de servicios e incluso de esparcimiento y de ―compañía‖ al cazonci; este
grupo constituía una verdadera corte de palacio, y estaba presente en los actos públicos
y en las ceremonias religiosas, funerarias y de ungimiento de autoridades locales y
regionales.‖742 La nobleza se dividía en ocupar dos niveles diferentes, la corte del
cazonci y los administradores del sistema tributario, según Ulises Beltrán había cinco
cargos muy importantes desempeñados por al menos 8 personas, entre los que se
encontraba el angátecuri o gobernador, el capitán general de las guerras, el petámuti,
―administrador de tributos‖, y los cuatro señores de las fronteras.743 La hegemonía y
control sobre los distintos niveles de la sociedad, que estipulaban el uso del tiempo de
los pobladores, su movilidad, su vida cotidiana y ocio, las ceremonias y ritos, la
producción y recolección del tributo, por parte del cazonci y la clase dominante tarasca,
los convirtieron en los reguladores supremos del irechequa.
La nobleza y la corte del cazonci
Para 1553, fray Alonso de la Veracruz, al hablar de la forma en que se nombraban
caciques por los pueblos en el Michoacán prehispánico, mencionó que en la corte del
cazonci, había nobles principales y que ―cuatro eran los más importantes y que usaban
la máxima prudencia.‖744 Estos cuatro pudieron haber sido los funcionarios que
menciona la RM que estaban por debajo del cazonci: se menciona que el cazonci tenía
un gobernador o angátacuri, aunque el cargo no es explicado ni se mencionan sus
obligaciones, la RM menciona que el angátacuri estaba presente en las ocasiones
importantes.745 Revisando el significado de gobernar en Covarrubias, quizás tengamos
una idea de cuáles eran las funciones que le pudo haber atribuido Jerónimo de Alcalá
para haber designado al amgátacuri como ―gobernador‖, entre las que se encuentran
regir, encaminar, administrar, y lugar de preeminencia de administrar justicia.746
742
PAREDES MÁRTINEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖, Óp. Cit., P. 35.
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175; BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica‖, Óp. Cit., P. 94.
744
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77.
745
Ricardo Aguilar González señala, basándose en Gilberti, quien mencionó que ―Anga. Esta rayz sin h.
significa estar enhiseto o poner enhyesto cosa larga; assi como Angaçuscani, poner enhyesto algun palo o
otra cosa larga…‖; y en Basalenque, quien mencionó que anga es una preposición verbal que da una
distinta significación a las palabras: ―Angà, poner levantado. / Angâxurini, ponerse de pie. /Angâtsitâni
candela, poner encima la candela‖, que ―así, la raíz podría estar en lugar de lo enhiesto en forma de
designar, eso sí, poner levantado. Así, la raíz podría en lugar de lo enhiesto en forma de adjetivo, o poner
levantado en forma verbal, en dos sentidos distintos. En primer lugar, podría tratarse de su posición de
mando al dar los discursos en ocasión de las batallas, mientras por otro, podría también significar el
bastón de mando, coronado con una obsidiana negra, de la misma forma que aparece el Petámuti en las
láminas de la Relación de Michoacán.‖ AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan
Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Cap. 2, nota a pie núm. 147, P. 209. Las
fuentes de Ricardo Aguilar se encuentran en: GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 212; BASALENQUE,
DIEGO. Arte de la lengua tarasca. Seguido de la toponimia tarasco-hispano-nahoa por Cecilio A.
Robelo. Morelia, Editorial Erandi del Gobierno de Michoacán, 1962, P. 147; BAPTISTA DE
LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., Pp. 221-222 [1819 en la paginación original]. En la explicación de Baptista de Lagunas de la raíz anga, se entiende que
los que portaban bezotes estaban para ―sustento, pilar, fauor y amparo de la otra gente plebeya‖, se puede
entender quizás que el angátacuri estaba para sustento, pilar y favor del cazonci.
746
GOVERNAR, del verbo Latino guberno. as. propriê nauem rego, por translacion se dize gouernar, por
regir, encaminar, y administrar, o la republica, o personas y negocios particulares, su casa y su persona,
en esta mesma significacion se toma Gouernador, verdad es que de ordinario significa el que tiene en vn
lugar la preeminencia de administrar justicia, que en vnas partes se llama Corregidor, y en otras
743
192
También estaba el capitán general de las guerras, quien ―componíase [se vestía] como el
mismo caçonçi‖,747 e incluso, a veces el cargo de angátecuri y capitán general eran
ocupados por la misma persona. La principal tarea del capitán general era la de
organizar los ejércitos del cazonci en las guerras.748 Otros cargos eran ocupados por
cuatro funcionarios muy importantes, ya que ―tenía puestos [el cazonci] cuatro señores
muy principales en cuatro fronteras de la Provincia y estaba dividido su reino en cuatro
partes.‖749 Otro cargo que debió haber tenido una gran importancia jerárquica en la corte
fue la del sacerdote mayor o petámuti al cual le tenían mucha reverencia, más adelante
abordaremos a la casta sacerdotal con más detalle. Un último cargo muy importante era
el diputado sobre los ocanbecha,750 pues ―era después del cazonçi‖, y se encargaba de
dirigir a los funcionarios ocanbecha, que detallaremos líneas más abajo. Vemos pues,
como esta burocracia se ocupaba de las distintas ramas que necesitaba el Estado tarasco
para su funcionamiento: el gobierno, la milicia, la religión, recaudación de tributos y la
defensa del territorio, ―lo cual supone evidentemente cargos subordinados y de alcances
regionales múltiples.‖751
La alta burocracia
Otros cargos que son mencionados en la RM y que también formaban parte de la corte
del cazonci eran los ―llamados acháecha,752 que eran principales que de contino
acompañaban al caçonçi y le tenían palacio. Asimismo, lo más del tiempo, estaban los
caciques de la Provincia con el caçonçi, a estos caciques llaman ellos
caráchacapacha‖753, que el cazonci los ―tenía puestos por todos los pueblos caciques que
ponía él de su mano y entendían en hacer traer leña para los qúes, con la gente que tenía
cada uno en su pueblo, y de ir con su gente de guerra a las conquistas.‖754 Es probable
Gouernador, y su oficio se llama Gouernacion, y Gouierno. Gouernalle, desde vocablo vsamos en su
propia sinificacion. Latinê dicitur clauus nauis. En Castellano se llama timon, del Italiano que se llama
Temone. GOVERNAR, muchas vezes vale mantener y sustentar, y es termino de caçadores de altaneria
decir si estâ el Halcon bien gouernado, quando està bien mantenido. Gouernarse vno bien, es viuir
concertada y cuerdamente, lo que muchas vezes falta en los que gouiernan a otros, por nuestros pecados.
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit.,
Letra G, P. 445.
747
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62, P. 15 y Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
748
RM, Tercera Parte, Caps., IV-VI.
749
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. Sobre estos señores muy principales dedicamos un apartado en
el capítulo tercero de esta investigación.
750
En la RM no se menciona explícitamente el nombre del cargo ―diputado sobre los ocambecha‖, sino
que se infiere, ya que líneas arriba se menciona a los ocanbecha, e inmediatamente después se menciona
que ―había otro diputado sobre todos éstos…‖. RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. Ulises Beltrán
nombra a este cargo ―administrador general de los tributos‖, pero en la nomenclatura de este cargo
seguimos a Delfina Sarrelangue y a Claudia Espejel, que se conjetura de la misma RM. BELTRÁN,
ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 94; LÓPEZ
SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal.
Óp. Cit., P. 39; ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 97.
751
PAREDES MÁRTINEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖, Óp. Cit., P. 37.
752
De ―Acha. Señor‖, DGLM, T. II, P. 6; más la partícula echa que sirve para pluralizar las palabras,
―señores‖. Idéntica traducción proporcionada por MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las
palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 701.
753
―Caráchacapacha. Los que cargan con el registro, es decir, Administradores. Caracha (escribanos)
pacha (cargadores). Carachacapati ―gobernadores de provincia‖. Ibíd., P. 704. Cabe mencionar que el
nombre carachaca pati fue mencionado por Alonso de la Veracruz. VERACRUZ, ALONSO DE LA.
Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77; y Gilberti registró la entrada
―Principe o principal. caracha capati‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 549.
754
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. La RM no es muy clara cuando se usan las palabras ―señores‖,
―caciques‖, ―principales‖, ―carachacapacha‖, ―achaecha‖, ya que se usan para nombrar diferentes rangos
193
que casi todos estos nobles tuvieran el rango de quangáriecha, ―valientes hombres‖, que
eran los ―caballeros‖ del cazonci, y cuando éste era herido en combate, ellos lo traían a
cuestas, además capitaneaban a los escuadrones en la guerra.755 Todos los miembros de
estos cargos constituían un concejo, que se reunía para ocasiones importantes como las
fiestas o para parlamentar. En la fiesta de Equata cónscuaro se reunían para que el
cazonci hiciera justicia y el petámuti los sermoneara; cuando un cazonci se encontraba
agonizante, iban a visitarlo, y cuando fallecía, parlamentaban sobre quién iba a tomar el
cargo; cuando el cazonci los convocaba para la guerra, iban a la cuenca de Pátzcuaro
con su gente de guerra y sus dioses; y antes de la llegada de los españoles, se reunieron
para echar juicios de quien era la gente que venía.756
La burocracia intermedia y los funcionarios especializados
Por debajo de la alta burocracia noble, se encontraba la burocracia intermedia y los
funcionarios especializados con diversas tareas, mencionados como ―diputados‖ o
―mayordomos mayores‖. Entre los más importantes se encontraban los ocánbecha, que
tenían la función de contar a la gente, de organizarlos para las obras públicas y recoger
los tributos; el tareta vaxátati,757 diputado sobre todos los que estaban a cargo de las
sementeras del cazonci; otro mayordomo (la RM no da su nombre en tarasco) sobre las
sementeras de los pueblos para las guerras y ofrendas de los dioses; un tesorero mayor
con diputados principales para guardar las joyas de oro y plata; ―había otro mayordomo
mayor diputado sobre todos los oficiales de hacer casas, que eran más de dos mil, otros
mil para la renovación de los qúes, que hacían muchas veces. No entendían en otra cosa
más de hacer las casas e qúes, que mandaba el cazonçi…‖; ―Había otro diputado sobre
todos sus mercaderes [del cazonci] que le buscaban oro y plumajes y piedras, con
rescate‖; ―había otro sobre todas las espías de la guerra. Había otro llamado vaxánoti,758
deputado sobre todos los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del
caçonçi para cuando se ofrecía de inviar [a] alguna parte […] Tenían su alférez mayor
para la guerra, con otros que llevaban las banderas, que eran de plumas de aves puestas
en unas cañas largas.‖ Varios de estos funcionarios se encargaban de recolectar los
excedentes de los especialistas, por ejemplo, en la producción de bienes como maíz,
chiles, frijoles, miel, vino de maguey, mantas, pescadería y caza, y oficios como
carpinteros, pintores, curtidores, escultores, artesanos, ceramistas, plumajeros, canteros,
zapateros, plateros, navajeros; armeros que hacían arcos, flechas, jubones, rodelas y
banderas; barqueros y otros que hacían guirnaldas, guardamontes, etcétera. Incluso
había encargados que mantenían en cautiverio águilas, pájaros, leones, adives, tigres y
lobos. La RM menciona que ―todos estos oficios tenían por subcesión y herencia los que
dentro de la clase dominante tarasca. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp.
Cit., T. II, Pp. 14, 29-34, 207-208, 227-230.
755
Para más información véase CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes
militares, guerra y religión entre los antiguos tarascos‖, en: Callicanto. Estudios históricos y patrimonio
cultural. Guadalajara, Jalisco, editada por Xalixco. Estudios históricos y Patrimonio Cultural, edición
especial núm. I, [El antiguo Occidente mexicano. Investigaciones recientes sobre arqueología y
etnohistoria de Jalisco y Michoacán], año 3, vol. III, Octubre 2017-Febrero 2018, Pp. 78-92. Sobre este
rango dedicamos un apartado en el capítulo III.
756
RM, Segunda Parte, Caps. I, XXXII; Tercera Parte, Caps. IV-VI, VIII, XVI-XXI.
757
―Tareta vaxátati. Tenía cargo de las sementeras del cazonci Terata (milpa) uaxátati (el que lo asienta).
―El que fija el campo‖ [Eduard Seler]‖. MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras
p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 718.
758
―Vaxánoti. Mensajeros y correos, Vaxánotiecha ―Los que están sentados en la corte‖ E. Seler.‖
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 721.
194
los tenían, que muerto uno quedaba en su lugar algún hijo suyo o hermano puestos por
mano del caçonçi.‖759
La casa del cazonci
En la vida cotidiana del cazonci había todo un séquito a su servicio personal. La RM
menciona que este séquito estaba conformado de mujeres hijas de señores principales,
que estaban enclaustradas y sólo salían a bailar en las fiestas con el cazonci.760 La
diputada sobre todas era una llamada ―yreri, y aquélla era más familiar a él que las otras
y era como señora de las otras y como su mujer natural.‖761 ―Estas hacían las ofrendas
de mantas y pan para su dios Curícaberi. Decían que eran aquellas mujeres de
Curícaveri. En éstas tenía muchos hijos el caçonçi y eran parientas suyas muchas dellas
y después casaba algunas destas señoras con algunos principales. Todas éstas tenían
repartidos los oficios de su casa entre sí.‖762 Había mujeres que se encargaban de
guardar las joyas del cazonci, como bezotes, orejeras y brazaletes; otra se encargaba de
guardar los jubones de guerra y los jubones adornados de plumas, así como otras
mujeres de pajes le ayudaban a vestirse; había mujeres encargadas guardar las semillas,
calzado, pescado y sal; había cocineras, maestresalas, y encargadas de servir el vino de
maguey; otras mujeres se encargaban de las mantas delgadas y mantas para los dioses;
―había otra mujer diputada sobre todas las esclavas que tenía en su casa, llamada
paçápeme‖, y dice la RM que ―había un viejo para guarda de todas [las mujeres].‖763
La RM menciona otros encargados de cumplir tareas para el cazonci y la familia
real; había por ejemplo un diputado sobre todos los médicos y otro sobre los
barrenderos de la casa del cazonci;764 también ―tenía otros diputados para sus
pasatiempos que le decían novelas llamados vandónziquarecha, y muchos truhanes que
le decían guerras y cosas de pasatiempo‖,765 así como intérpretes de varios idiomas.
También se menciona a la familia real, ―sus hijos tenían sus casas, cada uno por sí,
desde que los daba a criar. Y llegábanse los parientes de aquella mujer, cuyo era el hijo,
y hacíanle sementeras y mantas; y él les daba de sus esclavas y esclavos que dejaban de
sacrificar de las guerras, llamados terúparaquaebaecha.‖766 La manutención de la familia
corría a cargo de los productos de las tierras del cazonci, que
―tenía mucha gente con sus principales, que le hacían sementeras de ají e frísoles e maíz de
regadío y maíz temprano y que le traían fructas, llamados açípecha. También tenían desta
gente [açípecha] por los pueblos, los señores y señoras, y hoy en día se los tienen dellos.
Son sus parientes dellos, esclavos de las guerras que tomaron sus antepasados o que ellos
rescataban por hambre, que les dieron algún maíz prestado, o los tomaban con algunos
759
La información citada en este párrafo se encuentra en RM, Tercera Parte, Cap. I.
La RM menciona algunas prácticas culturales referentes a las mujeres de la casa del cazonci, menciona
que las que servían la comida llevaban los pechos descubiertos, y que el cazonci ―tenía sus baños
callentes donde se bañaba con sus mujeres, todos juntos.‖ RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12, 13, Pp. 185,
187.
761
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 11v, P. 184. Gilberti registró la palabra ―Yreri. dueña de casa‖, y
―Dueño de casa. yreri.‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 103 y 381. La entrada para reina que
proporciona el mismi diccionario es ―Reyna. cucha. vari‖. Ibíd., P. 567.
762
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 11v-12, P. 184-185.
763
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12-12v, P. 184-185.
764
Estos diputados son mencionados en el capítulo sobre la gobernación que tenían los tarascos antes de
la conquista, pero claramente aluden a encargados dentro de la casa del cazonci. RM, Tercera Parte, Cap.
I, f. 8v, P. 180.
765
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187.
766
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12v, P. 186.
760
195
hurtos en sus sementeras, o esclavos que compraron de los mercaderes. De los cuales agora
767
se sirven en sus sementeras y servicio de sus casas.‖
La jerarquía religiosa
Otro grupo social muy importante de la sociedad tarasca, encargada de mantener y
reproducir la ideología estatal, fue el de la casta sacerdotal. La RM no deja claro cuáles
son las categorías de los sacerdotes, pero se puede inferir que estaban jerarquizados en
diferentes rangos y que tenían un gran peso político. Ya mencionamos como la forma de
gobierno del Estado tarasco se ha caracterizado como una hierocracia,768 aunque
Wittfogel caracterizó a los Estados mesoamericanos como cuasi hierocráticos;769
independientemente sobre este punto, Wittfogel recalcó el peso de los sacerdotes en
estas sociedades:
―En algunas regiones del Méjico prehispánico el gobernante político era también
originariamente el sumo sacerdote, y en Michoacán este persistió hasta la llegada de los
españoles. En los estados territoriales del lago de Méjico las dos funciones estaban
claramente separadas mucho antes de la conquista, pero el rey continuaba desempeñando
algunas tareas religiosas, y los templos y su personal estuvieron bajo su autoridad. En
ocasiones, el soberano, sólo o con sus ayudantes de rango superior, podían usar atuendos
sacerdotales, y él personalmente realizaba ciertos sacrificios. Además, y quizá esto es más
importante, el rey y sus ayudantes de alto rango nombraban los grandes sacerdotes; y la
tierra del templo era administrada conjuntamente con la tierra del gobierno‖
¿Por esta razón debemos llamar cuasi teocrático al Méjico prehispánico? Quizá. La
constelación mejicana se escapa a una simple clasificación, pero esto es cierto: los
sacerdotes de los distintos templos que se reunían para fines litúrgicos no tenían ninguna
organización independiente de tipo nacional. Cooperando estrechamente con los caudillos
seculares, a cuyos hijos educaban y en cuyos ejércitos servían no eran un contrapeso, sino
770
una parte integral del régimen despótico.‖
Ricardo Aguilar divide a la casta sacerdotal en dos grupos de acuerdo a las
acciones religiosas que realizaban.771 Un primer grupo pudo haber estado conformado
por un alto clero profesional al servicio del Estado, conformado por el petámuti y los
cúritiecha; y un clero bajo, elegido de entre la nobleza para las distintas acciones
litúrgicas realizadas en los templos y en las fiestas. Entre las principales funciones del
alto clero fue la de dar legitimación al gobierno estatal, pues sus prácticas fueron de
gran importancia para dar cohesión ideológica a la clase dominante, al ser depositarios
767
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12v-13, Pp. 186-187.
Warren mencionó que ―la jerarquía sacerdotal era independiente de la del gobierno civil, aunque
estrechamente ligada a ella.‖ WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit.,
P. 18. Esta interpretación es insostenible de acuerdo a las nuevas lecturas de los documentos.
769
―Sin duda, el sacerdote debe estar preparado para el cumplimiento de sus funciones religiosas, que
generalmente incluyen el ofrecimiento de sacrificios así como los rezos. Un sacerdote cualificado puede
dedicar sólo una parte de su tiempo a sus deberes religiosos, gastando la mayor parte de él en asegurarse
la subsistencia, o puede servir de una manera profesional, esto es a pleno empleo. Si definimos el
gobierno sacerdotal [hierocracia] como un gobierno regido por sacerdotes profesionales, entonces pocos
estados hidráulicos mayores, si algunos, pueden caracterizarse así. […] Por tanto, sus regímenes no son
hierocráticos en el sentido estricto del término, sino cuasi hierocráticos.‖ WITTFOGEL, KARL A.
Despotismo oriental: estudio comparativo del poder totalitario. Traducción de Francisco Presedo.
Madrid, Guadarrama, 1964, P. 112.
770
Ibíd., P. 121.
771
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco, Óp. Cit., Pp. 154-155.
768
196
de la memoria histórica de ésta.772 La RM menciona al sacerdote mayor que estaba por
encima de todos los demás, el petámuti, y que en importancia jerárquica estaba por
debajo del cazonci. Tanto el texto como las láminas de la RM detallan los atuendos que
usaba, así como sus funciones:
―Vestíase [el petámuti con] una camiseta llamada vcata tarárenguequa, negra, y poníese al
cuello unas tenazillas de oro y una guirnalda de hilo en la cabeza, y un plumaje en un
tranzado que tenía, como mujer, y una calabaza a las espaldas, engastonada en turquesas, y
773
un bordón o lanza al hombro.‖
Al petámuti774 lo vemos en las ocasiones más importantes de la vida políticoreligiosa del Estado tarasco: en la sucesión y toma de posesión del cargo de cazonci, y
en la fiesta donde se hacia la ―justicia general‖.775 En ambos casos, el petámuti se
dirigía a principalmente a la burocracia: los principales, el angátecuri, el capitán general
de las guerras, los caciques, los mayordomos, diputados y ―mucho gran número de
gente.‖ En la ocasión en que el cazonci moría y ponían otro, después de parlamentar y
disponerse a tomar asiento en la casa en el gran patio, ―iban delante dél [nuevo cazonci]
el sacerdote mayor con diez obispos o mayores [cúritiecha] sobre los otros sacerdotes,
compuestos como ellos se solían componer, con sus calabazas y lanzas al hombro.‖776
El siguiente capítulo menciona el razonamiento que hacía el petámuti: no quebrar las
palabras sobre obedecer al cazonci traer leña para los cúes, ir a las guerras con la gente,
pues él tenía ese cargo en nombre de Curícaueri;777 ―al tiempo que hace esto, el
Petámuti se convierte en el personaje que mantiene la legitimidad. Él mismo ha
establecido y ha asentado al nuevo Cazonci en su lugar.‖778
El otro momento donde la participación del petámuti fue fundamental, era cuando
se hacía justicia general a los malhechores durante la fiesta de Equata cónsquaro o de
las flechas. Durante veinte días, desde la mañana hasta medio día, el petámuti y otro
sacerdote779 escuchaban a los querellantes y delincuentes, y si era delito muy grave, lo
remetían al cazonci. Después de escuchar a toda la gente,
―levantábase en pie aquel Sacerdote mayor y tomaba su bordón o lanza y contábales allí
toda la historia de sus antepasados: cómo vinieron a esta Provincia y las guerras que
tuvieron, el servicio de sus dioses; y duraba hasta la noche [borrado] que no comían ni
bebían, él, ni ninguno de los que estaban en el patio. Y porque no engendre hastío, la
772
Ibíd., P. 155.
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62, P. 15.
774
―Petámuti. Petámuni. El que emite o pronuncia palabras. Sacerdote mayor. Tenía función de historiar.
―Anunciador‖ [Eduard Seler]‖. MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras
p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 714.
775
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., P. 155.
776
RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227.
777
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII
778
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., P. 155.
779
La RM no da más datos sobre este otro sacerdote, el texto dice: ―Y como se asentase con su silla aquel
Sacerdote mayor llamado petámuti, oye las causas de aquellos delincuentes desde por la mañana hasta
medio día, y consideraba si era mentira lo que se decía de aquellos que estaban allí presos. Y si dos o tres
veces hallaba que habían caído en aquellos pecados susodichos, perdonábalos y dábalos a sus parientes; y
si eran cuatro veces, condenábalos a muerte. Y desta manera estaba oyendo causas todos aquellos veinte
días, hasta el día que había de hacer justicia él y otro sacerdote que estaba en otra parte.‖ RM, Segunda
Parte, Cap. I, f. 62, P. 15. Es probable que se tratara de un cúritiecha preparándose para convertirse en el
futuro petámuti, o que al momento de redactar el texto de la RM, se simplificó la ceremonia y no se hayan
mencionado a otros sacerdotes auxiliando al petámuti a escuchar la gran cantidad de querellantes.
773
197
repartiré en sus capítulos e iré declarando algunas sentencias, lo más al propio de su lengua
y que se pueda entender. Esta historia sabía aquel Sacerdote mayor y enviaba otros
sacerdotes menores por la Provincia, para que la dijesen por los pueblos, y dábanles
mantas los caciques. Después de acabada de recontar se hacía justicia de todos aquellos
780
malhechores.‖
Esta historia es la que se encuentra contenida en la RM de los capítulos II al
XXXIV de la segunda parte, e inicia sobre cómo llegó Curícaueri cerca de Zacapu a
iniciar su señorío, como llegaron los antepasados del cazonci a conquistar la tierra,
como se hicieron señores de ella, y como conquistaron la provincia.781 Acabando de
contar esta historia, el petámuti les daba un sermón a los señores y caciques presentes
por ser ingratos, les recordaba su condición de conquistados y perdonados, que
prometieron hacer las sementeras de Curícaueri, traer leña para los cúes e ir a las
guerras, que no siempre lo cumplían, y que por los lujos que usaban (sillas, bezotes, y
pieles de animales) se sentían todos señores, mientras les recordaba la vida austera de
Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngare. Acabado este sermón, se ejecutaba a los
malhechores.782
En segundo lugar importancia del alto clero profesional por debajo del petámuti,
se encontraban los cúritiecha (curiti o curi en singular),783 la RM describe sus funciones
de la siguiente manera:
―Y otros muchos sacerdotes que tenían este cargo, llamados cúritiecha, que eran como
pedricadores y hacían las cirimonias e tenían todos sus calabazas a las espaldas y decían
quellos tenían a sus cuestas toda la gente. Estos iban por la Provincia a hacer traer leña,
como está ya dicho. En cada cu o templo había su sacerdote mayor, como obispo, diputado
sobre los otros sacerdotes. Llamaban a todos estos sacerdotes curá, que quiere decir abuelo,
y todos eran casados y veníanles por linaje estos oficios y sabían las historias de sus dioses
784
e sus fiestas.‖
Ya mencionamos como estos cúritiecha probablemente se encargaban de
―recontar‖ y reproducir el papel del petámuti a nivel local, de hecho, es en las relaciones
geográficas, donde podemos encontrar las funciones de este tipo de sacerdotes. La tarea
de estos sacerdotes era la de difundir la ideología de la clase dominante del centro
político, el discurso y sus símbolos, convenientes al linaje uacúsecha. También se
encargaban de asegurar la permanencia del culto de los dioses estatales y los dioses
―adoptados‖.785 En la Relación Geográfica de Tiripetío explícitamente se menciona a un
sacerdote de este tipo, coincidiendo su función de predicador y vestimenta:
780
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62v, P. 16. Cursivas nuestras. Ricardo Aguilar interpreta en estas
últimas líneas, que probablemente los ―sacerdotes menores‖, los cura o cúritiecha, reproducían el papel
del petámuti a un nivel local, celebrando la justicia en los pueblos, y ―recontando‖ la historia de los
antepasados del cazonci. AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y
sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 155. Sobre los cúritiecha ahondaremos más adelante.
781
RM, Segunda Parte, Cap. II.
782
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII.
783
―Cúritiecha. Curí, quemador. Los sacerdotes encargados de mantener el fuego. Sacerdotes
predicadores que hacían ceremonias. La Relación dice que ponían incienso. Nombre de un sacerdote.
―Atizadores‖ [Eduard Seler]. Los que se aparean.‖ MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de
las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 706.
784
RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 11, P. 183.
785
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., P. 161. En la Relación Geográfica de Cuiseo de la laguna se menciona que ―y
ordinariam[en]te, había en los templos gente, unos, quemando olores, u otros, bailando, y otros, contando
los sucesos de sus guerras; de m[ane]ra que, de noche y de día, estaba abierto y [con] grandes lumbres
198
―…revestíase el demonio en uno de los indios que estaban dedicados para los templos como
nuestros sacerdotes, y aquél, a voces, como predicador puesto en lo alto del cuy, hablaba al
pueblo y predicaba al tono y propiamente como nuestros predicadores. […] El nombre de
los sacerdotes, si así se puede llamar, era curich, y su figura o traje era como está este
ministro del diablo. Tenía corona y el cabello le llegaba hasta la punta de la nalga.
Obedecían cuanto les predicaba y ponían por la obra, porque demás de lo que les predicaba,
786
que era dicho con terrible espanto que les causaba grandísimo horror y miedo.‖
Y en la Relación Geográfica de Cuiseo de la Laguna, se menciona con más
detalle la organización del alto clero a nivel local, donde se puede inferir el papel de los
cúritiecha como ―obispos‖ de los cúes, es decir, encargados del culto en los templos de
los pueblos y sus sacerdotes:
―Las adoraciones y ritos eran que hacían una forma, como mona o como perro, y ésta era de
piedra, y la ponían en un lugar alto hecho de piedra, en una casa grande que era su templo.
En este templo había cuatro indios como sacerdotes, q[ue] tenían cargo, uno, de tañer un
instrum[en]to que llaman en su lengua CURINGUA, que es de madera, hueco, que suena
como si fuese de metal; otro, tenía cargo de tañer con las manos, sin palo alguno, un
atambor tan alto como un hombre, hecho, las cabezas de pellejo de venado; otro, tañía una
787
como trompa, hecha de un hueso de animal. El sacerdote mayor tenía cargo de guiar…‖.
Aquí podemos vislumbrar un estrato más bajo de sacerdotes, el clero bajo no
profesional, encargado de la liturgia y fiestas de los templos. La RM menciona los
nombres y tareas de este clero bajo: estaban los sacerdotes curíçitacha o curípecha, que
estaban encargados de poner incienso en los braseros de los templos; los ―sacerdotes
llamados tiuíniecha que se componían y llevaban sus dioses a cuestas, y éstos iban ansí
con sus dioses a las guerras, y les llamaban de aquel nombre de aquel dios que llevaban
a cuestas‖; ―había otros llamados paçáriecha, que eran los sacristanes y guardas de sus
dioses‖; ―había otros [llamados púngacucha] que eran atabaleros, y otros tañen unas
bocinas y cornetas‖; ―había otros sacerdotes llamados hirípacha, que tienen cargo de
hacer unas oraciones y conjuros con unos olores llamados andámuqua, en las casas de
los papas, cabe los huegos que ardían allí, cuando habían de ir a las guerras‖; ―otros
eran pregoneros. Cuando traían los cativos de la guerra, venían cantando delante dellos,
y llamábanlos hatápatiecha‖; ―había otros llamados opítiecha, que eran aquellos que
tenían a los que habían de sacrificar, de los pies y de las manos, cuando los echaban en
la piedra del sacrificio‖; los ―sacerdotes llamados axámencha, que eran los
sacrificadores, y desta dinidad era el caçonçi y los señores, y eran tenidos en mucho‖;
―había otros llamados quíquiecha que llevaban arrastrando los sacrificados al lugar
donde alzaban las cabezas en unos varales.‖788 En otras partes de la RM se mencionan
otros sacerdotes, estaban por ejemplo los hauripicipecha, ―que quiere decir quitadores
de cabello‖, sus acciones se relatan en ocasión de la fiesta de sicuindiro, donde señalaba
dentro.‖ GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579],
en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83.
786
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 19-20.
787
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 82. Mayúsculas
originales, cursivas nuestras.
788
RM, Tercera Parte, Cap. II. El nombre de los sacerdotes púngacucha se menciona sólo en una glosa de
la lámina XXX. Gilberti registro las entradas ―Pungacutaqua. trompeta o cosa assi‖, ―Pungacuti.
Trompetero‖, así como ―Âxame. sacrificador de ydolos, que sacaua el coraçon‖, GILBERTI,
MATURINO. VLM, Pp. 136 y 52. Baptista de Lagunas confirmo que los axámencha eran los que sacaban
los que sacaban los corazones: ―àxame, El sacrificador que sacaua los coraçones.‖ BAPTISTA DE
LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 165 [136 en la
paginación original].
199
los pechos de los que se iban a sacrificar, después del sacrificio, seguían a los hombres
y mujeres, les cortaban y cabello, los mezclaban con sangre y después lo quemaban Al
día siguiente estos sacerdotes bailaban con los piel de los sacrificados puesta.789 La RM
menciona otro tipo de sacerdote, que Claudia Espejel considera que pertenecía a los
sacerdotes de tipo tiuíniecha, los jupíencha, sacerdotes del Dios del mar que tocaban sus
atabales en la fiesta de cuingo,790 y otro tipo de sacerdotes de la diosa Xarátanga
referidos como vatárecha.791
Había varias diferencias importantes entre lo que hemos denominado ―alto clero
profesional‖ y ―bajo clero no profesional‖. La principal tiene que ver con el papel que
ocupaba el alto clero en el Estado como difusor de la ideología de la clase dominante,
―todos eran casados y veníanles por linaje estos oficios y sabían las historias de sus
dioses e sus fiestas‖,792 y al ser un clero profesional, es decir, que gastaba la mayor parte
de su tiempo en el culto, su subsistencia era asegurada por el Estado. Esto se desprende
de varios testimonios, por ejemplo, en la Relación Geográfica de Tiripetío, cuando se
pregunta qué tributaban en su gentilidad, se dice que ―las gallinas, hombres y mujeres
eran las aves para que comiesen los ministros de los ídolos y sacrificios, que eran
muchos; los hombres y mujeres para que les sirviesen.‖793 Y en la Relación Geográfica
de Cuiseo de la Laguna, se consigna que
―…cuando venía la gente a bailar las danzas, porq[ue] la mayor devoción suya era bailar al
son de los instrumentos d[ic]hos, en el templo, alrededor de los ídolos. Y, andando
bailando, bebían largam[en]te hasta q[ue], de borrachos, no se podían tener en pie; y el día
que había gran borrachera, ésta era la mayor fiesta suya. No bailaban las mujeres, más
empero llevaban al templo muchas ofrendas de frutas y pan hecho de maíz, de lo cual se
794
sustentaban estos sacerdotes…‖.
Por otro lado, el ―bajo clero no profesional‖ al parecer sólo cumplía con ciertas
acciones litúrgicas durante un determinado tiempo, aunque tal vez su subsistencia
llegaba a estar asegurada por la gente común por un tiempo. Otro dato muy importante
que nos proporciona la Relación Geográfica de Cuiseo de la laguna, es que a ―…estos
sacerdotes, los cuales eran elegidos de los principales y por voto del pueblo. Y les
duraba el cargo un año, y después del cual se casaban a su modo…‖. 795 Aquí reside una
de las principales diferencias de los dos cleros, uno era nombrado desde la capital, y
otro elegido dentro de los pueblos. Pero es sintomático que para pertenecer a los
cúritiecha, los sacerdotes debían de estar casados, y mientras que a estos principales que
elegían por sacerdotes, después de durar en el cargo en un año, se casaban. Tal vez
dentro de la nobleza, una de las vías para ascender en la escala social era también el
789
RM, Primera Parte, f. 10, P. 11. Gilberti registro la entrada ―Cabellos de los papas de los ydolos.
hauiri parantsiqua‖, GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 299.
790
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el
fuego… Óp. Cit., T. II, P. 223.
791
RM, Segunda Parte, Cap. IV, ff. 67v, 68, 70v, Pp. 26, 27, 160.
792
La Relación Geográfica de Tuzantla también mencionó esta costumbre para la casta sacerdotal ―…eran
reputados y acatados como sacerdotes y comían de los que a los ídolos presentaban, y, cuando alguno
dellos moría, elegían [a] un hijo suyo en su lugar.‖ COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las
minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre
de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II,
núm. 7, P. 157.
793
[MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 18.
794
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PEDRO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83.
795
Ídem.
200
sacerdocio, aunque debieron seguirse varios criterios, como ascendencia (pues se dice
―veníanles por linaje estos oficios), prestigio y méritos, así como la edad.
La autoridad local de los pueblos
La complejidad del sistema político narrado en la RM, corresponde principalmente al
gobierno que se encontraba en el centro del Estado tarasco. Esta complejidad de la
administración gubernativa, tributaria, religiosa y militar, se reproducía a lo largo y
ancho del territorio, en los pueblos, asentamientos, cabeceras, sujetos y barrios. Las
funciones de los caciques eran asegurarse de mantener la lealtad de la gente hacia el
cazonzi, que el tributo fuera pagado, y la leva para preparar los ejércitos: ―entendían en
hacer traer leña para los qúes, con la gente que tenía cada uno en su pueblo, y de ir con
su gente de guerra a las conquistas.‖796 Ya mencionamos que el cazonci nombraba
caciques por todos los pueblos, llamados caráchacapacha. Según la RM, estos
caráchacapacha se empezaron a nombrar durante la rápida expansión del triunvirato
Tzintzuntzan-Ihuatzio- Pátzcuaro, pues aunque Hiripan, Tangáxoan y Hiquíngaje
subyugaron a la gente, esta
―no hacían asiento los pueblos, como no tenían regidores y cabezas, que se meneaban los
pueblos y no estaban fijos, y de contino estaban temiendo y alterados. Y entraron en su
consejo Hiripan y Tagáxoan y Hiquíngaje y dijeron: "hagamos señores y caciques por los
pueblos, que placerá a los dioses que sosiegue la gente". Y fueron por todos los pueblos y
hicieron caciques, y los isleños tomaron una parte en la tierra caliente y los chichimecas
797
otra parte a la man[o] derecha […] y así sosegaron todos. Y se hizo un reino.‖
Los caráchacapacha utilizaban una serie de objetos de prestigio para remarcar
estatus social, como el uso de bezotes, orejeras, brazaletes, plumajes, pieles de animales,
collares de turquesas, sillas, armaduras y rodelas adornadas.798 El nombramiento y
reconocimiento de los caráchacapacha dependió directamente del centro político y de
la mano del cazonci, y de hecho, la RM dedica un capítulo ―de la muerte de los caciques
y como se ponían otros.‖ En las Relaciones Geográficas quedó registrado como desde el
centro político del Estado tarasco, el cazonci nombraba directamente a los caciques de
los pueblos, o si pertenecían a otros grupos étnicos, tenían que recibir su
―consentimiento‖: en Tiripetío se mencionó que ―de la manera que se gobernaba era
que, el principal que gobernaba este pueblo era como un juez o capitán que los tenía a
cargo…‖799; En Tuchpan, Tamazula y Zapotlan se mencionó que eran sujetos del
cazonci, y en Zapotlan, ―dicen q[ue] se gobernaban por un principal q[ue] ponía el rey
de Mechoacan, al c[ua]l obedecía y servían y daban de comer, y le hacían su casa y
sementeras‖, y en Tamazula ―dicen q[ue] se gobernaban por un principal dese provincia
q[ue] se llamaba ACATL, el c[ua]l era de consentimi[ent]o del CAZONCI, rey de
Mechoacan…‖,800 en Xiquilpan se dijo que ―este pueblo era sujeto, en tiempo de su
gentilidad, al CAZONCI, rey que fue de Mechuacan, el cual los señoreaba y tenía a
796
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 132, Pp. 155.
798
RM, pássim, y Relaciones Geográficas, pássim. Sobre estos atavíos dedicamos un apartado en el
capítulo III.
799
[MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 23.
800
FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 386, 392, 398.
Mayúsculas, cursivas e información entre corchetes originales.
797
201
cargo; el cual puso de su mano, en este pu[ebl]o, a un indio principal q[ue] se decía
NOXTI p[ar]a q[ue] los gobernase y mirase por ellos.801
Se menciona que una vez muerto el cacique por vejez o enfermedad, sus
parientes llevaban sus insignias de señor que le había dado el cazonci, cuándo fue
nombrado señor. El cazonci lamentaba la muerte del cacique, y agregaba que la gente
no debía dividirse y desperdiciarse, por lo que otro debía probar tener el oficio de
cacique. El nuevo cacique era escogido de entre cinco o seis parientes del fallecido,
entre los que se encontraban sus hermanos, hijos o sobrinos, ―y encomendaba [el
cazonci] aquel oficio al más discreto, el que tiene más tristezas consigo, según su
manera de decir, que es el más exprimentado y el que era más obidiente.‖802 Después de
haber sido elegido, el cazonci llamaba a los sacerdotes cúritiecha y le daba un bezote
nuevo, orejeras y brazaletes, y lo amonestaba en que fuera obediente, que trajera leña a
los cúes, que retuviera a la gente común y les diera comidas. Después el angátecuri o el
petámuti también lo amonestaban en que entendiera las cosas de la guerra y no tomara
las mujeres del cacique muerto como esposas, a lo que él contestaba que así lo haría.
Entonces llegaba el nuevo cacique al pueblo, acompañado de un sacerdote cúritiecha,
quien realizaba una ceremonia de nombramiento, donde amonestaba a la gente común
que fuera obediente, y al cacique le decía que fuera obediente en entender sus
obligaciones de traer leña a los cúes, ir a las guerras y trabajar las sementeras del
cazonci. Al terminar la ceremonia tras varios días, ―volvíase [el sacerdote cúritiecha] a
la cibdad de Mechuacan y hacíalo saber al sacerdote mayor [petámuti], cómo le había
puesto en el señorío. Y el sacerdote mayor lo hacía saber al cazonçi, y decía el cazonçi:
"sea ansí; pruebe a ver. Si no lo hiciere bien, quitalle hemos del oficio y probará otro en
su lugar, a ver cómo lo hace".‖803 Fray Alonso de la Veracruz también registró para
1553, la forma en que se elegían los caciques o señores de los pueblos, proporcionando
información adicional:
―Permítaseme exponer la manera que tenían en la provincia de “Mechoacán” para la
elección de sus señores, cómo escuché de los ancianos que estaban cerca del supremo
señor que era monarca y único rey. Estaban los principales nobles de todo el reino, quienes
siempre permanecían donde estaba el rey, y entre ellos, cuatro eran los más importantes y
que usaban la máxima prudencia. De inmediato, cuando en algún pueblo del reino moría el
señor, que llamaban “carachaca pati”, a la mayor brevedad, valiéndose de un mensajero,
el pueblo comunicaba la noticia al rey, e inmediatamente, conocida la muerte, el rey decía
a aquellos nobles y principales que estaban en su curia y palacio, que se reuniesen para
discutir quien debería ser constituido señor para tal pueblo, etc. Y ellos conferenciando
entre si y conforme a la condición de aquel pueblo, nombraban alguno; posteriormente esta
decisión se comunicaba a estos cuatro principales y así, habiéndolo ellos determinado,
entraban en presencia del rey diciéndole de que manera se había definido, y así eran
destinados algunos para llevar al elegido al pueblo, y públicamente comunicaban a todos
que ese tal sería ahí constituido señor, y que todos le habrían de prestar obediencia. Y si, en
algún caso, el muerto tenía un hijo ya en edad madura y tenía prudencia para regir el
pueblo, éste era colocado en el lugar del padre difunto, no solamente porque esto
redundaría en bien del pueblo, sino también porque lo que deberían darle de tributo ya
estaba señalado para siempre por el supremo señor, quienquiera que fuera el señor, pues el
804
rey señalaba lo que a cada pueblo, según su capacidad, le correspondía dar, etc.‖
801
MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de
1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 413.
Mayúsculas, cursivas e información entre corchetes originales.
802
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205.
803
RM, Tercera Parte, Cap. IX, Pp. 204-209, ff. 21v-24.
804
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77.
202
El Estado tarasco siguió distintos métodos para asegurarse la buena
administración en la poblaciones, tanto en las tarascas, como en las no tarascas. En las
Relaciones Geográficas hay información sobre los pueblos tarascos que coincide con lo
descrito en la RM. Mientras que en las poblaciones no tarascas o donde esta etnia era
minoritaria, se seguían otras estrategias. Es en las zonas de exclusión étnica, en las
fronteras, fue donde las fuentes dejaron testimonio de estas prácticas, y aunque hay
varios ejemplos, el más detallado es el de Acámbaro, cuya Relación Geográfica
responde la pregunta de cómo se gobernaban en su gentilidad:
―[Dicen] que, como d[ic]ho está, eran sujetos al s[eño]r de Mechoacan, y éste enviaba
persona que viniese a gobernar la parte de los tarascos, porque, la de los otomíes y
chichimecas, ellos eran gobernados por los señores q[ue] legítimamente eran de su nación.
Y, en muriendo uno destos, el que había de suceder iba al d[ic]ho s[eño]r a [pedir] que
diese licencia para gobernar su parcialidad; y, cuando algún gobernador que gobernaba [a]
los d[ic]hos tarascos no hacía el deber en su oficio, no lo privaban ni suspendían, sino que
805
moría por ello.‖
Cabe resaltar que se puede ver la misma rigidez hacía el cacique tarasco, por
parte del poder central, tal y como es relatada en la RM, mientras que los otros caciques
de las otras etnias, ocupaban la legitimización del cazonci para gobernar sobre su
―nación‖, aunque no se menciona la forma en que eran amonestados en caso de no
cumplir sus obligaciones, probablemente eran retirados del cargo, pero no ejecutados.
Tal vez también el trato hacía los diferentes grupos étnicos dependía de la forma en que
se habían vuelto súbditos del cazonci, si voluntariamente o por vía de la guerra. En el
capítulo de ―cuándo metían alguna población a fuego y sangre‖, después de que un
pueblo era destruido, saqueado y parte de su población sacrificada, los derrotados se
rendían, y decían
―"seamos todos unos y acrecentemos las flechas de Curícaveri, que dicen que son muy
liberales los chíchimecas". Y traían un presente de oro y plata al cazonçi y rescibíanlos muy
bien y decíales: "señores, seáis bien venidos; quizá si venís de verdad, seremos hermanos"
y haciánles a todos mercedes. Y ansí los tornaba a inviar a sus pueblos y enviaba con los
señores un valiente hombre y un intérpete, y llegando al pueblo, juntaban toda la gente y
decíanles la liberalidad de que había usado el cazonçi, y cómo los había rescibido por
806
hermanos y que tornasen a poblar sus pueblos.‖
Nótese que aquí el ritual difiere al de como ponían otro cacique, pues mientras
en este último el enviado del cazonci era un sacerdote curitiecha, para realizar una
ceremonia de nombramiento, en este caso estamos frente a una ceremonia de sujeción,
realizado por un guerrero, un valiente hombre (un quangáriecha), y un intérprete, dato
por demás interesante, pues nos habla que están subyugando a un pueblo de lengua no
tarasca.
En los pueblos había otros funcionarios que formaban parte de la burocracia
local, que administraban el gobierno y la producción. Uno de estos funcionarios muy
importante eran los ocanbecha u uhcanbecha.807 Ricardo Aguilar Gonzáles mencionó
805
VARGAS VALDÉS, CRISTÓBAL DE. ―Relación de la Villa de Celaya y su Partido [Provincia de
Acámbaro]‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán. Óp. Cit., Pp. 63-64.
806
RM, Tercera Parte, Cap. VI, P. 199, f. 19v.
807
Estos funcionarios aún estaban presentes en la cuenca de Cuitzeo para la década de 1580, pues en sus
17 pueblos sujetos ―cada uno tiene una cabeza q[ue] llaman HUGANBETE [uhcambeti]: es obedecido
dellos, y él obedece y cumple lo que le mandan los alcaldes del d[ic]ho pueblo de Cuiseo y, ansimismo,
tiene cargo de recoger el tributo de los indios de que es cabeza y traerlo a la cabecera‖. GUTIÉRREZ DE
203
como la historiografía no había prestado atención a este cargo tan importante, y que
había sido relegado sólo como un cobrador de tributos, cuando en realidad, por la
información documental y lexicográfica, al parecer tuvo un papel mucho más
importante. Eran ―mandones‖ que actuaban a favor del Estado tarasco para controlar a
la población local: conocían el número de habitantes y conocían la cantidad de tributo
recibido por los caráchacapacha y caciques de los pueblos, y cuanto tenía que enviarse
a Tzintzuntzan; eran los encargados de juntar bastimentos y movilizar a la gente para las
batallas, capitaneados por los quangáriecha y probablemente por ellos mismos, ya que
Gilberti registró ―Capitan de gente. auandari. vhcambeti‖;808 y a pesar de que habían
sido conquistados, el cazonci los dejó con vida y por eso le debían lealtad; y
organizaban el trabajo de corvea para realizar obras monumentales. En otras palabras,
los ocámbecha tuvieron una posición de mando que vinculó a la clase dominante con la
clase dominada.809
Hay un dato importante que menciona la RM, y es que los señores y los caciques
se la pasaban de continuo en la corte del cazonci, ―lo más del tiempo‖,810 ¿quién se
encargaba de administrar entonces los pueblos, en ausencia de los caráchacapacha?
Cuándo el petámuti pronunciaba su razonamiento al momento de asentar en el cargo al
cazonci, se dirigía a los señores y caciques, ―y [a] los tinientes y gobernadores de los
caciques, cuando ellos no estuvieren en los pueblos, atiendan y esperen lo que les
inviare a mandar el rey y que no será una sola cosa, sino muchas.‖ 811 Estos
―tenientes‖812 y ―gobernadores‖ probablemente eran parientes del caráchacapacha y se
dedicaban a distintas tareas en las diputaciones, mayorazgos y recaudación de tributos
en los pueblos, asentamientos, cabeceras, sujetos, barrios y estancias, mencionadas para
el centro político. Durante la época colonial temprana, en que el sistema tributario
siguió funcionando, aun después de haberse repartido el territorio en encomiendas, estos
―tenientes‖ seguían realizando sus funciones, aunque en los documentos aparecen bajo
CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 79. Mayúsculas originales.
808
Otras palabras mencionadas son ―Capitania assi. aundaqua. vhcambetiequa‖, ―Capitanear desta
manera. auandarieni. vel. vhcambetieni‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 307.
809
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado
tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, en: ENKERLIN PAUWELLS,
LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El legado de Joseph Benedict Warren a la historia y
a la lengua de Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos
del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 241-274.
810
―Los señores y gobernantes locales y sus parientes vivían en la capital tarasca de Tzintzuntzan antes de
la llegada de los españoles. Esta concentración de la nobleza en la capital fue beneficiosa para el cazonci,
quien podía cooptar y controlar a la nobleza de una manera más directa, manteniéndose la centralización
del poder en manos del linaje prominente de los uacúsecha: este proceso sirvió también para reducir
conflictos que pudieran suscitarse por el poder entre la nobleza. Mientras los caciques vivían en
Tzintzuntzan, algunos de los gobernadores, especialmente aquellos de las fronteras, vivían en sus propias
localidades. Estos gobernadores representaban al cazonci en las fronteras y su alianza con él daba
estabilidad a la región.‖ KUTHY, MARÍA DE LOURDES. ―El control de los puestos políticos. La elite
tarasca en el siglo XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores)
Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, nota a pie núm. 20, P. 156.
811
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, P. 229, f. 34.
812
Covarrubias define ―TENIENTE, haze oficio por otro, como sustituto. Tenencia, el cargo que se le da
de algun presidio, o fortaleza a quien la tenga, y mantenga con fidelidad.‖ COVARRUBIAS OROZCO,
SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra T, P. 41v.
204
el nombre de ―calpixque‖.813 Probablemente también los ocanbecha se encontraban
entre estos funcionarios.
Por ejemplo, en los fragmentos conocidos de la visitación de Antonio de
Caravajal, en la mayoría de los pueblos visitados, se menciona que ante el señor
visitador, se hizo aparecer al señor indígena para contar las casas y tributarios: en
Espopuyutla [Comanja], se presentó un señor llamado Ayuxeanare o Axuxecuari; en
Uruapan el señor Hornaco, y en un pueblo sujeto llamado ―Chirusto‖, se presentó el
señor de él, llamado Antayo; en Huaniqueo se utiliza el término ―cacique‖, pero en la
copia del documento se usa ―calpisque‖, llamado Aymotupe o Aynotape; mientras que
en Erongarícuaro se presentó el calpixque Quaca. En el caso de los sujetos y las
estancias, siempre se usa el término ―calpisque‖ para referirse a quien se presentó ante
Antonio de Caravajal a dar la información sobre las casas, cuantos vivían ahí y si había
minas de algún metal.‖814 De hecho, el funcionamiento del sistema tributario, fue uno
de los principales motivos para que el cazonci Tzintzincha Tangáxoan se enemistara con
los encomenderos españoles, y estos quisieran quitarlo de en medio, pues a pesar que
desde muy temprano de la irrupción española, Hernán Cortés le había ordenado que
dejara de cobrar tributo, este siguió recibiendo tributo hasta su muerte. Traemos esto a
colación, porque la costumbre de que los señores y caciques pasaran ―lo más del
tiempo‖ con el cazonci persistió, y cuando un encomendero quería quejarse con el señor
indígena del pueblo no podía pues sólo estaba el calpixque, y de hecho, los
encomenderos acusaron al cazonci de esconder a los caciques en su corte para que estos
evadieran sus responsabilidades con la corona española. Dos años antes de la muerte del
cazonci, el bachiller Juan de Ortega amonestó dos veces a don Pedro Cuiniarángari de
que dejara de recibir tributo de los señores, so pena de muerte, lo cual no fue
obedecido.815 Los caciques también debían cumplir sus obligaciones yendo a la guerra,
como capitanes de escuadrones conformados por la gente de sus pueblos, esto requería
de armamento, tanto ofensivo como defensivo, banderas, y provisiones para la
movilización, temas que trataremos más adelante.
813
―Del náhuatl calli 'casa' y pixqui 'guardián'. 1. m. Hond. y Méx. En la época colonial, capataz
encargado por los encomenderos del gobierno de los indios de su repartimiento y del cobro de los
tributos.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en
línea]. Cabe mencionar que a los españoles puestos por los encomenderos para administrar sus
encomiendas, también eran mencionados como calpixes.
814
―Fragmentos de la visitación de Antonio de Caravajal [1523]‖ en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530. Óp. Cit., Apéndice IV, Pp. 386-406. Ulises Beltrán por otro lado,
identifica a estos calpixques con los ocambecha, es probable que estos en algún momento fungieran como
tenientes de los señores y caciques. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica‖, Óp. Cit., 111.
815
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 316-321.
205
15. ECONOMÍA POLÍTICA DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA
―Una característica fundamental de la sociedad prehispánica, así como de
otras civilizaciones arcaicas, es la estrecha interrelación que presentan todos
los diferentes aspectos de la vida social y cultural. Debe contemplarse a las
instituciones sociales como multifuncionales, es decir, que cada una de ellas
intervenía a la vez en distintas esferas de actividad que en la sociedad
moderna suelen considerarse el campo de instituciones particulares. De este
modo, por ejemplo, la economía, en lugar de aparecer desligada de otras
actividades sociales, constituye aspectos de relaciones sociales definidas en
base a la organización familiar, política o ceremonial. La clase
económicamente dominante coincide con el personal de gobierno. Las
ceremonias religiosas son necesarias en todas las actividades técnicas y
sociales. El gran ceremonial público es una parte fundamental de la vida
política; en él se manifiestan las relaciones sociales imperantes entre los
distintos estamentos y ostenta y se consume una parte importante de la
riqueza. Por todo ello el análisis de lo que llamamos economía, gobierno,
derecho, etcétera, siempre tiene que ligarse a otros aspectos de la vida social
en forma más directa de lo que acontece en el caso de las sociedades
modernas.‖
Pedro Carrasco y Johanna Broda, ―Prefacio‖, 1979
816
Desde la aparición de la especie humana sobre la faz de la tierra hace algunos millones
de años, ésta no ha dejado de sobrevivir en su entorno natural; y desde que sus
antepasados se convirtieron en seres pensantes, no ha dejado de satisfacer sus
necesidades materiales a través del trabajo.817 Después de largos períodos de tiempo, y
en donde las condiciones históricas y geográficas lo permitieron, los grupos humanos
pasaron de tener una subsistencia basada en la caza-recolección a otras formas, ya
pasando a actividades de domesticación de animales y pastoreo, y en otros casos a la
agricultura u otras formas de subsistencia mixtas. En ciertas regiones del mundo, donde
el clima era benigno pudo desarrollarse la agricultura intensiva, que permitió la
producción de excedentes alimenticios y el desarrollo de sociedades complejas,
marcadas por la existencia de la propiedad privada o formas de tenencia complejas de
los medio de producción, y estratificación social en varias clases sociales, que algunos
autores designan como civilizaciones. Mesoamérica es considerada una cuna de la
civilización o civilización originaria,818 ya que por su desarrollo histórico particular y la
816
CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA. ―Prefacio‖, en: CARRASCO, PEDRO; BRODA,
JOHANNA (Editores). Economía política e ideología en el México prehispánico. Editorial Nueva
Imagen-Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1979, P.
11.
817
ENGELS, FEDERICO. ―El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre‖ en: MARX,
CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, 1975, T.
III, Pp. 66-79.
818
Las otras ―cunas‖ o civilizaciones originarias son Egipto, Mesopotamia, Valle del Indo, China y Área
Andina. ―El concepto de civilización, en su acepción antropológica, no se contrapone a cultura, sino que
es una forma más desarrollada de ella. En una civilización hay vida urbana, es decir ciudades y formas
más complejas de organización social, política, economía y religiosa, especialización en el trabajo y
creaciones tales como precisos cómputos del tiempo, escritura, centros educativos y producción de lo que
hoy llamamos arte. Ahora bien, en los procesos civilizatorios que ha desarrollado la humanidad, hay
algunos que deben reconocerse como originarios, es decir que en su origen se han producido
autónomamente. Todas las otras civilizaciones, por muy desarrolladas que hayan llegado a ser, deben
206
práctica de la agricultura intensiva, favoreció la aparición de sociedades complejas por
un período de más de 3000 años hasta la irrupción europea en el siglo XVI.
El estudio de la economía política
Los antiguos habitantes de Michoacán necesitaron distintos recursos que existieron en
su entorno geográfico para satisfacer y reproducir su vida material. La existencia de una
clase dominante y una dominada nos permite hablar de la economía política de la
sociedad tarasca prehispánica, de las relaciones sociales que se establecieron entre las
clases antagónicas, y de profundizar en la clase dominada. La economía política es la
―ciencia que trata del desarrollo de las relaciones sociales de producción. Estudia las
leyes económicas que rigen la producción, la distribución, el cambio y el consumo de
los bienes materiales en la sociedad humana en los diversos estadios de su
desarrollo.‖819 Tuvo su origen en los siglos XVII y XVIII, cuando los economistas
fisiócratas y de la escuela clásica inglesa trataron de explicar el desarrollo del
mercantilismo y capitalismo en Europa. Marx se dedicó al estudio y crítica de las teorías
económicas anteriores, pero basó su crítica a la economía política con una nueva
interpretación del mundo, su hilo conductor fue el materialismo histórico; con su trabajo
logró demostrar como la riqueza en el modo de producción capitalista, en realidad
proviene de la plusvalía que es arrebatada al proletariado por parte de la burguesía.820
Cabe aclarar que Marx y Engels eran conscientes de que las condiciones de producción,
intercambio y distribución son diversas de un país a otro, y de una generación a otra, ―la
economía política no puede, por tanto, ser la misma para todos los países y para todas
las épocas históricas‖:821
―La economía política es, por tanto, esencialmente una ciencia histórica. Esa ciencia trata
una materia histórica, lo que quiere decir una materia en constante cambio; estudia por de
pronto las leyes especiales de cada particular nivel de desarrollo de producción y el
intercambio, y no podrá establecer las pocas leyes muy generales que valen para la
producción y el intercambio como tales sino al final de esa investigación. No hará falta
decir que las leyes válidas para determinados modos de producción y formas de
intercambio tienen también validez para todos los períodos históricos a los que sea comunes
822
dichos modos de producción y dichas formas de intercambio.‖
La economía política vista a través del materialismo histórico, utiliza una serie
de conceptos que son fundamentales para el estudio de la producción de bienes
materiales, así como la base de la vida de las sociedades. Por su importancia, los
mencionamos aquí in extenso: ―En el proceso de producción de los bienes materiales
concurren los siguientes factores: 1) el trabajo del hombre; 2) el objeto del trabajo, y 3)
los medios de trabajo.
considerarse como derivadas o encaminadas por distintos núcleos civilizatorios. En la historia universal
son pocos los casos de civilizaciones originarias.‖ LEÓN-PORTILLA, MIGUEL. ―¿Qué es una
civilización originaria?‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2013, noviembre, edición especial
núm. 53, [Civilizaciones originarias. Mesopotamia, Egipto, China, Valle del Indo, Área Andina,
Mesoamérica], P. 10.
819
ET. AL. Diccionario marxista de economía política. México, Ediciones de cultura popular, 1978, P.
81.
820
No por nada, las trabajos llevan por nombre ―Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía
Política‖; y al cambiar el programa editorial, de publicar sus investigaciones en una obra grande y no en
fascículos, su magnum opus llevó dicho subtítulo: ―El capital. Crítica de la economía política‖.
821
ENGELS, FEDERICO. Anti-Dühring. La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring.
Traducción de Manuel Sacristán Luzón. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección ―ciencias económicas y
sociales‖), 1968, Sección Segunda-Economía política, (―I. Objetivo y método‖), P. 139.
822
Ibíd., Pp. 139-140. Cursivas originales.
207
El trabajo es la actividad del hombre encaminada a un fin, mediante la cual transforma
y adapta los objetos de la naturaleza para dar satisfacción a sus necesidades. El trabajo
es una exigencia natural, condición inexcusable de la existencia del hombre. Sin el
trabajo, hasta la misma vida humana sería imposible.
El objeto del trabajo es aquello sobre que recae el trabajo del hombre. Los objetos del
trabajo puede suministrarlos directamente la naturaleza, como ocurre por ejemplo, con
los árboles que se talan en el bosque o con minerales extraídos del subsuelo. Cuando se
les somete previamente a la acción del trabajo, como los minerales, en la industria
metalúrgica, el algodón elaborado por la fábrica de hilados o la hilaza utilizada en las
fábricas textiles, reciben el nombre de primeras materias o materias primas.
Medios de trabajo son todos las cosas de que se sirve el hombre para actuar sobre los
objetos del trabajo y transformarlos. Figuran a la cabeza de ellas los instrumentos de
producción. Son también medios de trabajo la tierra, los edificios en los que se produce,
los caminos, los canales, los almacenes, etc. Los más importantes de todos son los
instrumentos de producción, que comprenden las más diversas herramientas empleadas
por el hombre para trabajar, desde los toscos instrumentos de piedra del hombre
primitivo hasta las máquinas modernas. El grado de desarrollo de los instrumentos de
producción indica el poder de la sociedad sobre la naturaleza, el nivel a que ha llegado
la producción. Las épocas económicas se distinguen unas de otras no por lo que se
produce, sino por el modo como se producen los bienes materiales, es decir, por los
instrumentos de producción empleados.
Los objetos y medios de trabajo forman en conjunto, los medios de producción. De por
sí, aislados de la fuerza de trabajo, los medios de producción no pueden hacer crear
nada. Para que el proceso de trabajo, el proceso de creación de los bienes materiales, se
inicie, es necesario que a los medios de producción se incorpore la fuerza de trabajo.
La fuerza de trabajo es la capacidad del hombre para trabajar, el conjunto de energías
físicas y espirituales del hombre, que le permiten producir los bienes materiales. La
fuerza de trabajo constituye el elemento activo de la producción, la que crea y pone en
movimiento los medios de producción.‖823
Estos elementos son fundamentales para entender dos conceptos importantes, el
de fuerzas productivas y las relaciones de producción: ―Los medios de producción con
que se crean los bienes materiales y los hombres que los ponen en acción y producen
con ellos estos bienes forman las fuerzas productivas de la sociedad. ―Cualesquiera que
sean las formas sociales de la producción, sus factores son siempre dos: los medios de
producción y los obreros‖.824 Las fuerzas productivas no se hallan formadas solamente
por los instrumentos de producción, sino también por los objetos de trabajo. […]…la
fundamental fuerza productiva de la sociedad humana, en todas las fases de su
desarrollo, son las masas trabajadoras.
823
ACADEMIA DE CIENCIAS DE LA URSS. Manual de economía política. Traducción de Wenceslao
Roces. 3ª corregida y aumentada. México, Editorial Grijalbo, 1960, Pp. 15-16. Aunque tenemos claro que
este tipo de manuales, escritos desde las posiciones teóricas del marxismo-leninismo soviético, tienen
sesgos teóricos importantes, nos fue imposible revisar profundamente los planteamientos sobre el
funcionamiento de un modo de producción directamente en las obras de Marx y Engels, por lo que
recurrimos a este tipo de textos, y es necesaria una revisión teórica más profunda.
824
MARX, CARLOS. El capital. Crítica de la economía política. Traducción de Wenceslao Roces. Óp.
Cit., T. II, P. 37.
208
Las fuerzas productivas expresan la relación que existe entre los hombres y los objetos y
las fuerzas de la naturaleza empleados para producir los bienes materiales. Sin embargo,
en el proceso productivo los hombres no sólo actúan sobre la naturaleza, sino que, al
mismo tiempo, entran en acción mutua los unos con los otros. ―No pueden producir sin
asociarse de un cierto modo, para actuar en común y establecer un intercambio de
actividades. Para producir, los hombres contraen determinados vínculos y relaciones, y
a través de estos vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es como se
relacionan con la naturaleza y como se efectúa la producción.‖825 Las relaciones
sociales de los hombres en el proceso de producción de los bienes materiales forman las
relaciones de producción. Las relaciones de producción incluyen las formas de la
propiedad sobre los medios de producción, la situación que en la producción ocupan las
clases y los grupos sociales, las relaciones mutuas que entre ellos existen y las formas
de distribución de lo que se produce.
Toda producción, sea la que fuere, presupone necesariamente una u otra forma de
propiedad, es decir, una forma social e históricamente determinada de apropiación por
los hombres de los bienes materiales y, en primer lugar de los medios de producción. El
carácter de las relaciones de producción depende, ante todo, de quiénes dispongan en
propiedad de los medios de producción (la tierra, los bosques, los edificios en que se
produce, los medios y vías de comunicación, etc.), de que sean propiedad de ciertos
individuos, grupos sociales o clases que los empleen para explotar a los trabajadores, o
de que pertenezcan a la sociedad, la cual se ponga como fin la satisfacción de las
necesidades materiales y culturales de las masas populares. La forma de propiedad
sobre los medios de producción ejerce, por tanto, una influencia decisiva sobre el
sistema de las relaciones de producción.
La forma de propiedad sobre los medios de producción determina la posición que los
hombres ocupan dentro del sistema de la producción social, la estructura de las clases de
la sociedad. […] Las relaciones de producción determinan, a su vez, las relaciones de
distribución congruentes con ellas. La distribución sirve de nexo, de engarce, entre la
producción y el consumo. Lo que la sociedad produce puede servir para el consumo
productivo o para el consumo personal. Llámase consumo productivo al empleo de los
medios de producción para producir bienes materiales. Consumo personal es la
satisfacción de las necesidades del hombre en materia de alimento, vestido, vivienda,
etcétera.
La distribución de los productos del trabajo depende del modo como se hallen
distribuidos los medios de producción. Si éstos pertenecen a las clases explotadas, los
productos se distribuyen siempre con vistas al enriquecimiento de los explotadores y en
detrimento de los intereses del trabajador. […] En las formaciones sociales en que la
producción tiene carácter mercantil, la distribución de los bienes materiales se efectúa
mediante el cambio de mercancías.
Producción, distribución, cambio y consumo forman una unidad cuyo factor
determinante es la producción. A su vez, las formas de distribución, cambio y consumo,
aunque estén determinadas por la producción, repercuten activamente sobre ésta,
estimulando o entorpeciendo su desarrollo.‖826
825
MARX, CARLOS. ―Trabajo asalariado y capital‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO.
Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, T. I, 1975, P. 163.
826
ACADEMIA DE CIENCIAS DE LA URSS. Manual de economía política. Óp. Cit., Pp. 16-18.
209
Marx y Engels, así como sus continuadores, estudiaron la economía política de los
diversos modos de producción, ya mencionados en otras partes de nuestra investigación;
así como su propuesta de cómo sería una economía política socialista y comunista.
Hacía finales del siglo XIX, Engels escribió ―lo que por el momento poseemos en
materia de ciencia económica se limita casi exclusivamente a la génesis y el desarrollo
del modo de producción capitalista…‖.827 Aunque estas palabras tienen más de 130
años de haber sido escritas, consideramos que aún tienen validez, primero porque el
capitalismo sigue siendo el modo de producción imperante, por lo que su investigación
puede ser observada directamente; segundo, por la dificultad inherente de la
investigación histórica de sociedades pretéritas extintas y la falta de fuentes, para
conocer su economía política.
Para ayudarnos a investigar someramente el modo de producción de la sociedad
tarasca, debemos plantear una serie de preguntas que funjan como directrices a seguir,
así pues ¿cuál era la forma de posesión de los medios de producción?, ¿a quién
pertenecían los objetos de trabajo y los instrumentos de trabajo?, ¿eran propiedad
privada o propiedad colectiva?, ¿Cuál era la forma de trabajo, parcelario o comunal?,
¿cómo se repartía el producto del trabajo?, ¿el excedente era dividido en partes iguales o
un grupo se apropiaba de el?, ¿era trabajo de subsistencia o de reproducción?. Dar
respuesta a estas preguntas no es nada sencillo, por la falta de fuentes y la dificultad de
interpretar las existentes; además nuestro objetivo no es investigar a fondo el modo de
producción que existió entre los tarascos, aunque si nos interesa dejar abierto este tema
para futuras investigaciones.
Los recursos naturales y la subsistencia básica tarasca
Como mencionamos en el apartado sobre la historiografía materialista del Michoacán
prehispánico, para el caso mesoamericano, se realizaron abundantes estudios sobre la
economía política en el Centro de México y el Área Maya, pero para el caso tarasco, son
pocas las investigaciones realizadas. A pesar de su pequeño número, estos estudios han
abordado varios aspectos de la sociedad tarasca, y entre ellos se encuentra la economía
política. Además con las investigaciones posteriores, tanto de corte materialista
histórico como de otras posturas teóricas, se han logrado avances importantes en los
diversos aspectos productivos de los antiguos tarascos. Empecemos abordando el tema
de la subsistencia básica tarasca. Los pueblos del México antiguo, subsistieron con
diversas actividades económicas, Eduardo Williams y Phil C. Weigand dividen en dos
grupos los recursos que eran usufructuados por los pueblos prehispánicos:
-――Recursos estratégicos‖: ―se refieren a los más básicos e imponderables bienes
disponibles a las entidades socioculturales: agua, tierra, y el perfil demográfico per se.
-―Recursos escasos‖, por otra parte, son los bienes culturales disponibles que se encuentran
en la naturaleza ya sea a través de la obtención directa o a través del intercambio o
comercio. Los recursos escasos a su vez pueden dividirse en dos categorías básicas, aunque
hay un cierto traslape entre ellas:
1. Recursos escasos básicos (o importantes) son aquellos que se necesitan para la
explotación y manipulación directa del paisaje para la supervivencia. Una lista comúnmente
mencionada de estos recursos para el occidente incluye obsidiana, madera, ciertas fibras,
ciertos alimentos, sal, arcilla, etc. La mayoría de estos bienes es necesaria para la
explotación primaria del paisaje.
827
ENGELS, FEDERICO. Anti-Dühring…, Óp. Cit., P. 142.
210
2. Los recursos escasos de lujo, están en su mayoría destinados a servir como marcadores
de estatus dentro y entre los sistemas sociales, o bien como bienes de intercambio
(―monedas‖ de alcance limitado) o marcadores de ―identidad‖. Obvios ejemplos de lo
anterior son las conchas, la turquesa, el jade, el oro, la plata, las plumas, los textiles,
elaborados, la cerámica fina, etc. La mayor parte de estos elementos, no tenía una función
primaria, para la explotación del entorno físico, sino más bien estaba dedicada a designar la
828
posición social, distancia social, y puestos públicos.‖
La subsistencia alimenticia en esta región se basó principalmente en el cultivo
de la trinidad del maíz, frijol y calabaza. La dieta tarasca se basaba en estos cultivos, así
como otros productos de la región mesoamericana. Las fuentes documentales son
abundantes en referencias a la dieta y gastronomía consumida por las sociedades
indígenas antes y después de la conquista, gracias a que se siguieron produciendo y
consumiendo gran variedad de alimentos.829 Aparte del cultivo y consumo de las
diversas variedades de maíz, frijol y calabaza, también se consumían gran variedad de
plantas como el chile, jitomate, cacahuate, camote, chayote, nopal, piñones, cacao,
maguey (de donde se procesaba para el pulque así como para fabricar textiles como el
ixtle) y raíces; frutas como los capulines, ciruelas rojas, tunas, changungas, aguacate,
etcétera. La alimentación se complementaba con la caza y la pesca, actividades de las
cuales se aprovechaban animales como el venado, patos, codornices, culebras, ratas,
tlacuaches, tejones, ardillas, nutrías y jabalíes. Ya mencionamos como la abundancia de
peces en los ríos y lagos del país de los tarascos, le dio el nombre de Mechuacán a estas
tierras. Sus habitantes consumían estos animales, siendo tres tipos de pescado los más
comunes, el charali, el curengua y el boquerón. Entre los animales domesticados se
incluían las ―gallinas de la tierra‖, guajolotes y gallipavos, patos y perros. También se
tenían en cautiverio ciertos animales silvestres, como lo eran ciertas aves exóticas para
aprovechar sus plumajes, así como coyotes y felinos para aprovechar sus pieles y por su
simbolismo religioso.
La agricultura intensiva puede realizarse gracias a los diferentes sistemas de
cultivo, los cuales dependen de una gran cantidad de factores, tanto ambientales, como
la altitud, humedad, topografía, tipos de suelos, precipitación pluvial, clima y época del
año; botánicos tales como variedad de la planta y su resistencia o adaptación al lugar
donde se siembre. Para el caso del maíz michoacano, base de la alimentación
mesoamericana, se cuentan diversas variedades, los documentos del siglo XVI nos
permiten darnos una idea de la diversidad de plantas utilizadas, así mencionan el ―Mayz
blanco. vrapeti ahtziri‖, ―Mayz negro. tzirancz ahtziri‖, ―Mayz amarillo. tsipambeti
ahtziri‖, ―Mayz colorado. Cuxauiriqua‖, ―Mayz pintado de colores. huringu‖, ―Mayz
leonado, charancx‖ y ―Mayz que se hace en cincuenta días. pirani.830 También existían
diversos tipos de semillas de frijol, ―Bledos blancos. ahpari epes. vel. curuncue‖,
―Bledos pardos. ahpari tsirucuqua‖, ―Bledos colorados. ahpari etengari. vel. charapeti
828
Los autores comentan que en el mundo mesoamericano existieron recursos que fueron, tanto básicos
como de lujo, como el cobre y la obsidiana, pues sirvieron para manufacturar herramientas y armas, pero
también para hacer joyería. WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. ―Introducción‖, en:
WILLIAMS, EDUARDO (Editor) Bienes estratégicos del antiguo occidente de México. Producción e
intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2004, Pp. 14-15
829
La instrucción y memoria que Felipe II mandó a las Indias Occidentales, pedían responder varias
preguntas relacionadas con los alimentos que consumían los indígenas antes de la conquista, así como
para 1580, años que en fueron elaboradas las relaciones geográficas. ―Instrucción y memoria de las
relaciones que se han de hacer para la descripción de las Indias que su majestad manda hacer, para el
buen gobierno y ennoblecimiento dellas‖, en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán. Óp. Cit., Pp. 17-23.
830
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 486.
211
ahpari‖, ―Bledos amarillos. ahpari tiripehtsi‖, ―Bledos negros. ahpari tzirangui‖,
―Bledos azules. cuini yquicha‖, ―Ahpari tzihtzis. otros bledos negros‖.831 De igual
forma la variedad de las calabazas: ―Calabaça generalmente. puru. ytzuz‖, ―Calabaça
pequeña cogida verde y curada al sol. siriyani‖, ―Calabaça vaso. vrani‖, ―Calabaça
luenga. ytzuz ytzumaqua‖, ―Calabaça redonda. ytzuz‖, ―Calabaça lisa. thicatsi‖,
―Calabaça otra redonda y negra. puruvas‖, ―Calabaça chica y espinosa. apupu‖,
―Calabaça pequeña y berrugosa. quarus‖, ―Calabaça pequeñita siluestre.
puruvandas‖.832
Entre los factores humanos de los cuales depende la agricultura encontramos la
selección de semillas y terreno, y más importante, la tecnología usada para la siembra.
Los antiguos tarascos hicieron uso del cobre y otros materiales para la fabricación de
diferentes herramientas para cultivar sus sementeras, por ejemplo la tradicional
―Tarequa. coa, o palo para cauar tierra‖, instrumento que se usaba para perforar la
tierra y sembrar las semillas, o una ―Estaca para plantar. hupitzetzaqua. vel.
hotzetaqua‖.833 La combinación de estos objetos de trabajo y medios de trabajo con los
elementos naturales, son los que permiten usar determinado tipo de sistema de cultivo.
Para diversas zonas de Mesoamérica, se cuentan con bastantes estudios sobre los
sistemas utilizados por las sociedades indígenas prehispánicas, para el caso michoacano
se cuentan con algunos, con los que se puede tener un cuadro más o menos aproximado
de la forma de cultivar tarasca antes de la conquista.
Brigitte Boehm menciona que ―la agricultura de riego no ha recibido atención
en Michoacán por el ―resquemor‖ de aceptar el determinismo de Marx y Wittfogel.‖834
Nosotros no podemos aceptar esta afirmación como la causa de falta de estudios, pues
como hemos visto, los trabajos de corte materialista no fueron muy abundantes para el
caso tarasco, y porque desde hacía unos años, Ulises Beltrán ya había argumentado que
―se puede concluir que, si bien el riego desempeño un papel importante en la economía
de subsistencia tarasca, la baja presión demográfica no exigió la construcción de
grandes obras hidráulicas.‖835 Teóricamente y metodológicamente el modo de
producción hidráulico es insuficiente, y su gestación teórica muy cuestionable, faltaría
realizar las exploraciones arqueológicas necesarias. Pedro Carrasco mencionó que el
nivel de las cuencas lacustres en Michoacán fluctúan dependiendo la época del año, por
lo que probablemente no se desarrollara un potencial hidráulico como en otras cuencas
de Mesoamérica.836 Sobre este punto es importante traer a colación lo que menciona
Ricardo Aguilar, quien ha criticado como poco funcional el uso del Modo de
Producción Asiático para interpretar al Estado tarasco. El menciona, y concordamos
con él, que ―consideramos que el hecho de que un número de estudiosos del [sic]
sociedad tarasca hayan fracasado al tratar de encontrar una causalidad de desarrollo con
base en las técnicas hidráulicas, se debe a que se olvidaron de caracterizar la
excepcional organización político-militar-administrativa del gobierno tarasco.‖837 Hasta
831
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 290 y 39.
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 301-302.
833
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 153 y 422.
834
BOEHM SCHÖNDUBE, BRIGITTE. ―El riego prehispánico en Michoacán‖, en: SÁNCHEZ
RODRÍGEZ, MARTÍN (Coordinador editorial); GONZÁLES MANTEROLA, JOSÉ IGNACIO
(Fotografía). Entre campos de esmeralda. La agricultura de riego en Michoacán. Zamora, Mich., El
colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2002, P. 47.
835
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 73.
836
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 65-66.
837
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., Cap. 3, nota a pie, núm., 9, Pp. 266-267.
832
212
ahora sólo contamos con el panorama documental temprano, el cual no nos proporciona
ninguna evidencia de obras hidráulicas de gran envergadura comparables al de otras
áreas mesoamericanas.
Ulises Beltrán caracteriza los sistemas de cultivo tarasco dependiendo la altitud,
así en las tierras bajas, se utilizaba el sistema de roza y quema, lo que provocaba el
desgaste del suelo y la necesidad de un reposo largo y la búsqueda de nuevos suelos de
cultivo, mientras que en las tierras altas o altiplanos, se usaba el sistema de terrazas y
terrenos de riego, con un desgaste de suelo menor y una agricultura más intensiva, así
como el drenaje ocasional de tierras inundadas.838 Sergio Navarrete expone de forma
más completa los sistemas de cultivo tarascos; el sistema de roza mínima, se sembraba
en mayo y en septiembre se cosechaba; el sistema de labrado de suelo, cuya siembra
empezaba en mayo-junio y se cosechaba en diciembre-enero; el de terrazas y humedal,
aprovechando el rocío de la mañana de marzo a diciembre, el humedal de riego cerca
de lagunas y ríos, permitiendo aprovechar hasta dos cosechas en diciembre y en
junio.‖839 El más productivo de los sistemas de cultivo era el de riego, practicado en las
cuencas lacustres y márgenes de los afluentes, permitiendo hasta tres cosechas, dos de
regadío y una de temporal.840 Un último sistema de cultivo de menor escala eran los
solares o ekuaros, que permitían la delimitación de las casas indígenas, y se sembraban
plantas culinarias y medicinales.841 (Ver Cuadro 7).
838
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., Pp. 63-73.
NAVARRETE PELLICER, SERGIO. ―La tecnología agrícola tarasca del siglo XVI‖, en: PAREDES
MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad. Ensayos del seminario de historia colonial
de Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3),
1997, Pp. 106-110.
840
Ibíd., Pp. 113-118.
841
Ibíd., Pp. 121-122.
839
213
CUADRO 7. FUENTE: NAVARRETE PELLICER, SERGIO. ―La tecnología agrícola tarasca del siglo
XVI‖, Óp. Cit., Apéndice 3, P. 136.
Los pueblos mesoamericanos hicieron uso de los materiales a su alcance para
manufacturar objetos necesarios para su vida, los principales materiales fueron la
piedra, madera y metales. La transformación del material lítico ha sido practicada por la
humanidad desde tiempos inmemoriales, y se le ha dado diversos usos. Los tarascos
fueron herederos de una tradición milenaria en el trabajo de la obsidiana, y en menor
grado, de turquesa y jadeíta, usados para la confección de herramientas, armamento y
objetos ornamentales. Otros usos que le dieron a las piedras fueron la elaboración de
molcajetes, metates, ticuiches (mortero para metales), esculturas y en la construcción de
edificios.842 El territorio controlado por los tarascos era rico en recursos maderables, en
la Tierra Caliente se explotaba el árbol de Brasil, usado en la construcción, y el
tapinsirán para artesanías. En otras regiones se talaban sabinos, encinos, pinos y
oyameles, y se usaban para la elaboración de herramientas y armas como las coas,
arcos, lanzas, flechas y utensilios de cocina, además se extraían aceites y resinas. No
hay que olvidar el importante papel que tenía la tala de madera, como pago de tributo y
ofrenda ritual para mantener siempre encendidas las hogueras de los templos.843 La
metalurgia era otra activad económica importante para los habitantes prehispánicos de
Michoacán, quienes explotaron principalmente oro, plata y cobre con aleaciones de
zinc, estaño, plomo. Con los primeros se fabricaron objetos suntuarios de alto valor
para los miembros de la elite del poder político, como lo fueron orejeras, bezotes,
842
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha…, Óp. Cit., Pp. 63-86.
En la RM abundan las referencias de como los tarascos iban a cortar leña para tener encendidos los
braseros de los templos.
843
214
collares, rodelas, mitras, brazaletes, ajorcas, guirnaldas, argollas, cuentas, discos,
máscaras, etcétera. Con el cobre también se realizaron objetos de lujo, como las
llamadas ―pinzas-depiladoras‖ y cascabeles, pero también herramientas como agujas,
alfileres, anzuelos, aros, coas, puntas de bastones plantadores, hachas, hachas-moneda,
cinceles e implementos para la guerra como puyas y casquillos de flechas.844
Existieron otros materiales fundamentales que usaron los tarascos prehispánicos
para su subsistencia, uno de ellos fue la arcilla cocida al fuego con la cual se
manufacturaba la cerámica, usada principalmente en la elaboración, almacenamiento y
consumo de los alimentos, y otras funciones derivadas, como ollas, cajetes o cazuelas.
También tenía un papel importante en la elaboración de objetos suntuarios, como
braseros, incensario, pipas y ollas mortuorias, así como indumentarios, como discos,
cuentas o figurillas.845 Otro producto que era necesario para la vida cotidiana de los
tarascos era el algodón, que se cultivaba en la Tierra Caliente y servía para
manufacturar ropa y mantas, estas últimas de importancia ritual. Este producto se
tributaba al corazón del Tzintzuntzan Irechequa, y también se distribuía a otras regiones.
Los colorantes para los tejidos provenían del añil o índigo, los tintes negros del
nacascotol y los rojos de la resina de oyamel. También se manufacturaba artesanías
plumarias, cestas, petates, se curtían pieles, papel, etcétera.
Hasta el momento hemos tratado sobre la base de subsistencia agrícola de la
sociedad tarasca, pero también existía toda una infraestructura para la realización de
manufacturas. Esta infraestructura dependía en parte, de la materia prima que se
encontraba al alcance del nicho ecológico donde se producía, es decir, para producir
mantas en tierra fría, debía de conseguirse algodón de tierra caliente, y para producir
objetos suntuarios, por ejemplo de turquesa o conchas marinas, debían de importarse de
lugares fuera del territorio dominado por los tarascos. La RM menciona algunos de los
artesanos encargados de manufacturar la materia prima para transformarla en diversos
objetos, aunque lamentablemente no se detallan las relaciones sociales de producción.
844
HOSLER, DOROTHY. ―La metalurgia prehispánica del Occidente de México: una cronología
tecnológica‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del
Occidente de México: Nuevas aportaciones. El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 1994, Pp.
237-295.
845
CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 75-128.
215
16. EL SISTEMA DE TENENCIA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN TARASCO
―….la unidad omnicomprensiva, que está por encima de todas estas pequeñas
entidades comunitarias, aparezca como el propietario superior o como el
único propietario, de tal modo que las comunidades efectivas sólo aparezcan
como poseedores hereditarios. Dado que la unidad es el propietario efectivo
y el supuesto efectivo de la propiedad colectiva, ésta misma puede aparecer
como algo particular por encima de las muchas entidades…‖
846
Karl Marx, Formaciones económicas precapitalistas, ca. 1857-1858
La organización familiar tarasca
Antes de intentar esbozar la tenencia de los medios de producción y las relaciones
sociales de producción existentes entre los tarascos, debemos atender la cuestión de la
organización familiar, pues recordando el tercer momento de la existencia humana, que
―es el de que los hombres que renuevan diariamente su propia vida comienzan al mismo
tiempo a crear a otros hombres, a procrear: es la relación entre marido y mujer, entre
padres e hijos, la familia…‖.847 Para el marxismo, la organización familiar ha sido un
tema de suma importancia para entender la forma que los seres humanos se han
organizado socialmente. Engels expuso de forma más detallada como el ser humano al
convertirse en un ser racional, dejó de vivir en un libertinaje sexual en que la prole era
considerada como responsabilidad de toda la manada, a un matriarcado poliándrico, en
que las mujeres reconocían a sus hijos pero los padres no podían saber quiénes eran sus
descendientes. Esto cambió radicalmente con la aparición de la propiedad privada y
división del trabajo en base en el sexo, ya que las mujeres fueron relegadas al cuidado
de los hijos y la vida doméstica, mientras los hombres se dedicaron a procurar el
sustento de la familia, y al existir la propiedad privada, los hombres tuvieron que
reconocer su parentesco con los hijos para poder heredar la propiedad.848
A lo largo del tiempo y las culturas, la familia ha estado determinada por varios
factores, y debe agregarse que al tener su propia historia, esta ha cambiado con el
tiempo y que ―en el marco de este desmembramiento de la sociedad basada en los lazos
de parentesco, la productividad del trabajo aumenta sin cesar, y con ella se desarrollan
la propiedad privada y el cambio, la diferencia de fortuna, la posibilidad de emplear
fuerza de trabajo ajena y, con ello, la base de los antagonismos de clase…‖.849 El
parentesco entre individuos y familias es un grandísimo factor que ha determinado las
relaciones sociales de producción de las diversas sociedades, y los tarascos
prehispánicos no son la excepción. La información que tenemos sobre la organización
familiar tarasca antes de la llegada de los españoles es escasa, en la RM se dedicaron
capítulos especiales que mencionan como se casaban los señores, la gente baja, los que
se casaban por amores y del repudio; aunque a lo largo de todo el documento se dan
algunos ejemplos y descripciones que complementan la organización familiar de la
846
MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición,
México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003, P. 69. Cursivas originales.
847
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―‖Feuerbach. Oposición entre las concepciones
materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, Óp. Cit., T. I, 1975, P. 27.
848
ENGELS, FEDERICO. ―El origen de la familia, la propiedad privada y el estado‖, en: MARX,
CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III,
1975. Pp. 203-352.
849
Ibíd., [―Prefacio a la primera edición de 1884‖], P. 204.
216
sociedad inmediatamente antes de la conquista.850 La información colonial también ha
permitido investigar las relaciones familiares a lo largo del siglo XVI, no sin
dificultades, pues ―la manipulación de la etnicidad se convirtió en un instrumento crítico
para la supervivencia de la nobleza tarasca, y especialmente, para los mestizos que
reclamaron estar asociados (real o ficticiamente) con los linajes nobles de la época
prehispánica.‖851
Gracias al avance de las investigaciones, tenemos nuevos datos que nos permiten
tener una idea más completa sobre la organización familiar tarasca antes y después de la
conquista; en especial el estudio lingüístico del concepto quahta por parte de Cristina
Monzón y Andrew Roth-Seneff, que permite interpretar la información de otras formas
y con diversas implicaciones:
―…en la organización de Estados prehispánicos existían cadenas de clasificación de
personas y grupos de personas que se basaban en el reconocimiento de su descendencia de
figuras fundadoras reales o míticas. Los señores supremos fueron distinguidos por su
parentesco más cercano al dios o figura epónima del clan. Luego, los nobles se reconocen
por sus lazos de parentesco con los señores supremos y, así, el mismo principio de
parentesco opera en niveles descendentes para definir las diferentes clases en una
formación socialmente diferenciada. Hay una lógica de parentela en operación en un clan
que en forma cónica se mueve de una cúpula o de representantes de los dioses hacia una
base de comuneros con parentesco más y más lejano e incluso una clase de miembros
reclutados de diferentes formas (―hermanados‖ en términos tarascos) que pueden volverse
sujetos del usufructo (a menudo traducido a español como ―esclavos‖) para otros miembros
considerados como sus superiores en la escalera de relaciones de parentesco. La
pertenencia a una clase de ―parientes‖ dentro del clan, así como los principios de alianza
matrimonial u otras formas de reciprocidad dentro del grupo, legitima el derecho de
usufructo territorial y la jerarquía de obligaciones de reciprocar tributo en bienes y
852
servicios.‖
Para empezar a analizar las relaciones sociales de producción en el Michoacán
protohistórico, debemos poner atención en la organización de los linajes,853 ya que
fueron ciertas familias de las clases dominantes prototarascas las que compitieron entre
sí, hasta que el linaje de los uacúsecha logró imponerse sobre los otros mediante
alianzas, conquistas y sumisión de los otros linajes.854 La RM menciona como ya en la
época colonial temprana ―al principio de la gobernación de don Pedro, que es agora
gobernador, repartió a cada principal déstos [ocánbecha], veinte y cinco casas. Y estas
casas no cuentan ellos por hogares, ni vecinos, sino cuantos se llegan en una familia,
850
RM, Tercera Parte, Caps. X-XV
KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, en:
ROBICHAUX, DAVID (Compilador). El matrimonio en Mesoamérica ayer y hoy. Unas miradas
antropológicas. México, Universidad Iberoamericana, Vol. 1, 2003, P. 130.
852
MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El
concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, en: ALBIEZ-WIECK, SARAH;
ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El
Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, P. 96.
853
Los linajes ―son grupos de descendencia unilineal organizados sobre la base de la descendencia común
de un antepasado conocido. Si esa descendencia se traza por línea masculina se denomina ―patrilijane‖; si
por la femenina, es un ―matrinilaje.‖ [RHUM, MICHAEL] ―linajes‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp.
Cit., Pp. 311-312. Para el caso tarasco, Lourdes Kuthy menciona que ―los linajes tarascos eran
patrilineales en cuanto a la herencia de oficios, pero bilaterales en términos de la herencia de bienes.‖
KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit., P. 111.
854
Cabe mencionar que la parte histórica de la RM, se refiere a los conflictos entre los diversos linajes
gobernantes. Aunque no se consignaron todos sus nombres, sí se mencionan los linajes Hapáricha,
Vinturopatin, Hiyocan, Hurendetiechan y Zizanbanecha. RM, ―Apéndice. Cargos de gobierno, oficios y
nombres‖, P. 283.
851
217
que suele haber en alguna casa dos o tres vecinos con sus parientes. Y hay otras casas
que no están en ella más de marido e mujer, y en otras, madre e hija, e ansi desta
manera.‖855 Estas familias nucleares y extensas eran conocidas como hanguequa
echa,856 estas familias pertenecían a un siruqua o linaje,857 mientras que un conjunto de
estas hanguequa conformaban una quahta.858 Por la información colonial temprana, se
sabe que cada quahta tenía un jefe, que en ocasiones le daba nombre a los
asentamientos, aunque también lo recibían por el oficio ejercido859 (recordemos que los
oficios en la sociedad tarasca eran transmitidos por linaje y al parecer eran gremiales).
Estos grupos no fueron homogéneos y debieron existir distintos rangos de acuerdo al
poder político y emparentamiento con el cazonci, ya que ―el acceso desigual a la riqueza
puede indicar la existencia de varias capas sociales distintivas aún dentro de la nobleza
indígena.‖860 La RM menciona a los tres ―apellidos‖ de las familias que al parecer
estaban en la cúspide de la jerarquía social tarasca antes de la llegada de los españoles,
sólo por debajo de la familia real uacúsecha, en la ocasión en que el petámuti
pronunciaba la historia de los antepasados del cazonci en la fiesta de Equata consquaro:
―…vosotros, los del linaje de nuestro dios Curícaueri, que habéis venido, los que os llamáis
Enéami y Çacápuhireti, y los rey[e]s llamados Vanácaze, todos los que tenéis este apellido,
ya nos habemos juntado aquí en uno, donde nuestro dios Tirépenie Curícaueri se quiere
861
quejar de vosotros y ha lástima de sí.‖
Lamentablemente los pasajes que mencionan a estos apellidos son confusos y
difíciles de interpretar, sin embargo parece que las familias Eneani, Zacapuhireti y
Vanacaze, estaban emparentados con el linaje real de los uacúsecha,862 y hay que
agregar que este linaje es referido como el ―linaje de nuestro dios Curícaueri‖, con lo
que se nota que ―el linaje de un dios puede estar conformado por varios grupos que se
identifican con distintos nombres…‖.863 El parentesco puede ser real o ficticio, es decir,
puede derivarse de relaciones biológicas (sanguíneas), o de relaciones sociales que se
adquieren culturalmente (como en el matrimonio), y que ―siempre ha sido visto como
855
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176.
―Hanguequaecha. Vezinos de vna posada y casa, prosapia y generaçion‖, DGLM, T. II, P. 212.
857
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 249.
858
―Quahta. Casa‖, DGLM, T. II, P. 470. Si bien el termino fue traducido en el castellano antiguo como
una estructura arquitectónica, el análisis que realizaron Cristina Monzón y Andrew Roth-Seneff de varios
documentos, como por ejemplo el Visitación de Antonio de Caravajal, en el que la discrepancia entre la
cuenta española e indígena sobre el número de casas es considerable, permite a los autores proponer que
el concepto quahta hace referencia a la organización familiar de una escala mayor de las familias
nucleares y extensas.
859
Esta costumbre perduró durante la época colonial, así López Sarrelangue menciona que ―lo que parece
cierto es que los barrios donde habitaban los príncipes y demás nobles indígenas fueron bautizados con
sus nombres, y que después de fallecidos, los barrios adoptaron el nombre del santo o de la advocación de
la virgen bajo cuyo patrocinio se habían acogido desde su fundación.‖ LÓPEZ SARRELANGUE,
DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 69.
860
KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit., P. 114.
861
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 62v, P. 16. Estos ―apellidos‖ también son mencionado en ocasión de los
ritos mortuorios del cazonci, en la arenga que pronunciaba el capitán general de las guerras antes de la
batalla, y cuando concluía la impartición de justicia.
862
Autores como Pollard y Ulises Beltrán, consideran como un sólo linaje el uacúsecha-uanacaze, por las
palabras ―los rey[e]s llamados Vanácaze‖, sin embargo, parece que se trataban de dos linajes distintos
pero emparentados, y como apunta Claudia Espejel, ―tómese en cuenta, sin embargo, que el linaje del
cazonci era el llamado vacuxecha y no el Vanacaze.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el
fuego… Óp. Cit., T. II, P. 266.
863
MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El
concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., P. 103.
856
218
un sistema que proporciona la solidaridad, la confianza y la cooperación que son el
requisito funcional tanto para la vida grupal como para la sociocultural.‖864 Al
imponerse el poder uacúsecha durante la formación del Estado tarasco, los linajes de los
otros dioses tuvieron que subyugarse a Curícaueri, en la RM se menciona en varias
ocasiones ―ser hermanos‖, que se traducía en una alianza matrimonial donde las partes
nobles se casaban con las mujeres de los distintos grupos. ―El uso de este término de
parentesco ficticio [―hermano‖] indica que el cazonci ligaba a este nuevo funcionario
mediante una alianza de ―hermandad‖, asegurando de esta manera tanto obediencia
como las obligaciones que dicha alianza presuponían.‖865 El cazonci arregló alianzas
matrimoniales por las cuales, casaba a sus hijas o parientas con señores, con el fin de
recibir la ayuda de los últimos: ―Estando emborrachándose el cazonçi, decía: "cásese
fulano con tal mujer, porque tengo necesidad de su ayuda y esfuerzo". Y dábanle su
ajuar a aquella mujer y iban los sacerdotes a llevársela.‖866 De esta manera, ―la herencia
y las alianzas matrimoniales eran la base para estructurar mediante el parentesco el
núcleo rector del sistema de Michoacán.‖867
El régimen de propiedad
El conocimiento sobre la organización social tarasca en clase dominante y clase
dominada, así como su organización familiar, nos permitirá hacer una lectura de la
forma de posesión sobre los medios de producción. Lamentablemente no existen
suficientes referencias sobre el tipo de tenencia que había en el Estado tarasco, pero se
pueden hacer algunas inferencias con la información disponible. La RM menciona que
―…los dioses del cielo le dijeron [a Curícaueri] cómo había de ser rey y que había de
conquistar toda la tierra y que había de haber uno que estuviese en su lugar, que entendiese
en mandar traer leña para los cúes, etcétera. Pues, decía esta gente, que el que era caçonçi
868
estaba en lugar de Curícaveri.‖
Vemos que según la cosmovisión tarasca, la propiedad de la tierra pertenecía al
dios Curícaueri, por lo que ―el que estaba en su lugar‖, el cazonci, en realidad era el que
disponía el funcionamiento los medios de producción existentes. Pero el cazonci no
podía por sí sólo usufructuar los recursos en sus dominios ni gestionar su explotación.
Ricardo Aguilar menciona que
―…por lo que a nosotros ocupa, la legitimidad del gobierno tarasco recayó en el Irechequa
(la entidad política tarasca), no en el irecha (el soberano tarasco) que impulsó acciones
políticas para contar con un mayor apoyo y reconocimiento de los tarascos; esto es, tanto a
869
la clase política (angámencha), como a la clase sin acceso al poder (los purépecha).‖
Si bien este extracto se refiere a la esfera política, nos da pie a interpretar que la
tenencia de la tierra recaía pues en el aparato estatal, que incluía en primer lugar al
cazonci, y después a los funcionarios encargados del tributo y los principales. Ante la
insuficiencia de fuentes que nos permitan conocer la forma de propiedad en el Estado
tarasco, hemos de hacer uso de referencias indirectas que nos den alguna idea del
sistema de tenencia sobre la tierra en el Michoacán prehispánica. Una pasaje de la obra
864
[RHUM, MICHAEL] ―parentesco‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 392.
KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit., P. 110.
866
RM, Tercera Parte, Cap. X, f. 25v, P. 212.
867
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 95.
868
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
869
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., P. 273.
865
219
De Iure et Iusto Bello, de fray Alonso de la Veracruz, y que según nuestras pesquisas
ningún estudioso ha hecho referencia para el tema de la tenencia de la tierra entre los
tarascos, hace la distinción de las diferentes clases de tierra en el mundo indígena. Cabe
resaltar que en esta obra se argumentó que a pesar de la infidelidad, los señores
indígenas tenían dominio legítimo y sobre tierras, súbditos, y a recibir tributo:
―…que se deben distinguir las clases de tierras que hay en estos lugares. Pues algunas son
tierras incultas que nunca fueron propiedad privada sino que fueron comunes, tales como
los montes y algunos otros lugares desiertos dentro de los límites del pueblo. Otras son
tierras que alguna vez fueron cultivadas; y estas tienen una diferencia doble: las propias, y
las comunes que también se cultivaban en común, ya que en el tiempo de su infidelidad se
destinaban al culto de los dioses y para aquellos que residían en los templos de los ídolos y
para sus señores y reyes a quienes de lo público y común proveían; son las tierras que
870
llaman ahora las tierras de los cues.‖
Lamentablemente Veracruz habló de forma general que las clases de tierras que
había ―en estos lugares‖, sin embargo a lo largo del texto hizo referencia a Michoacán y
al cazonci. Fue maestro de Antonio Huitziméngari, hijo del último cazonci Francisco
Tangáxoan, aprendió la lengua tarasca y vivió varios años en Michoacán; por lo que
podemos considerar sus observaciones sobre la tenencia del mundo indígena para el
caso tarasco. Se desprenden cuatro clases de tierra: tierras comunes y propias de los
pueblos, ―tierras de los cues‖, tierras de los señores, tierras de los reyes. Las tierras
comunes serían los recursos naturales como los montes, ríos y bosques y que nunca
fueron propiedad privada; las tierras propias son las parcelas que los indígenas poseían
dentro de los límites de los pueblos; las últimas tres clases de tierras eran cultivadas en
común, y probablemente de ahí Veracruz las llamó ―comunes‖, pero su producto era
para los templos, los señores y los reyes. Más adelante citaremos los detalles que se
proporcionan en los tipos de tenencia de propiedad comunales y de los pueblos, ya que
de los templos, señores y reyes no mencionó mayor información.
El texto clásico que se ha consultado sobre la tenencia de la tierra entre los
tarascos prehispánicas ha sido la Breve y sumaria relación los señores de la Nueva
España…, de Alonso de Zorita;871 al confrontarlo con varios pasajes la obra
870
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 41.
Se han acentuado palabras que carecían de tildes; las cursivas corresponden a negritas en el original.
871
Alonso de Zorita o Zurita (1511/1512-¿1585?), fue un letrado, juez, oficial de la Real Audiencia, oidor
en diferentes partes de las posesiones americanas. Nació en Córdoba en el seno de una familia de la
nobleza baja de Castilla, primogénito de Alonso Díaz de Zurita e Inés Fernández de Valdelomar y
Córdoba. Estudió jurisprudencia en la Universidad de Salamanca, donde fue aprendiz del humanista
Francisco de Vitoria. Trabajó en la Audiencia de Granada en un cargo menor, y contrajo matrimonió con
Catarina de Cárdenas, no tuvieron hijos. En 1548 se desempeñó como juez de residencia y gobernador de
Nueva Granada (Colombia); entre 1553 y 1556 fue oidor en la Audiencia de Los Confines (Guatemala y
Centroamérica); entre 1556 y 1566 se ocupó el cargo de oidor de la Audiencia de la Nueva España, y fue
miembro de la Real y Pontificia Universidad de México. Para 1556 empezó a sufrir problemas de salud y
quedarse sordo, además de que entró en pugna con los encomenderos al promover reformas tributarias
para aliviar la explotación contra los indígenas. En 1566 abandonó México para regresar a España, donde
tuvo que pelear para eludir los cargos de los que era inculpado por sus enemigos, así como lidiar con la
Corona para que le fuera pagada una pensión por sus servicios. Durante los siguientes años de su regreso
a España, es cuando escribió sus obras, aprovechando su experiencia de haber observado a las sociedades
indígenas y de las diversas obras publicadas por cronistas y frailes. Las más importantes fueron la
Relación de la Nueva España y la Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…. La última
noticia biográfica que se tiene de él, es una carta fechada el 20 de octubre de 1585. AHRNDT, WIEBKE.
―Alonso de Zorita: un funcionario colonial de la Corona Española‖, en: ZORITA, ALONSO. Relación de
la Nueva España. Edición, versión paleográfica, estudios preliminares y apéndices de Ethelia Ruiz
220
veracruciana, que proporcionan más detalles, permiten complementar y comprender
ambas referencias. En 1553, la Corona española mandó varias reales cédulas a las Indias
Occidentales, para conocer la forma en que antes de la conquista los indios tributaban a
sus señores, y cómo tributaban en ese momento, con el fin de reformar el modo en que
la Corona cobraba tributo en sus dominios.872 Cuando dichas cédulas llegaron, Zorita no
se encontraba en ninguna de las Audiencias, así que cuando regresó a España en 1566,
tomó como cuestionario la cédula que enviaron en 1563 a la Audiencia de los Confines
(Guatemala),873 pasó a limpio sus borradores, y escribió dicho documento para hacerle
servicio a Felipe II. La pregunta a la que le da respuesta es la siguiente:
―CAPÍTULO VI
―Y asimesmo os informareis también si la paga de los tributos era por razón de las tierras
que labraban y cultivaban, ó por razón de las haciendas que poseían, ó por respeto de sus
personas, y ansí por cabezas.
En lo que se contiene en este capítulo había diversas costumbres, aunque en todo lo dicho
había una manera en todo lo que dicen Nueva España, en que entra México, Tlascala y
Huexocinco y Cholula, hasta Oaxaca, y otras muchas provincias. En Mechuacán había
diferente costumbre que en México y lo demás de su comarca, porque todos en general,
principales y labradores, tienen tierras propias, y hay otras comunes donde labran las
sementeras del Señor universal [cazonci], y los Señores inferiores [acháecha/angámencha]
y para los templos. El tributo que pagaban no era por las tierras ni por las haciendas, porque
eran sementeras, como está dicho, y lo demás que quedaba declarado, que todo [el tributo]
se hacía de común, si no era lo de oficiales y mercaderes, y pescadores y cazadores, y los
874
que daban fruta y loza.‖
Sobre esta cita se han realizado varias interpretaciones que han sugerido la
existencia de propiedad privada en el Michoacán prehispánico: Roger Bartra mencionó
que de la cita Zorita se desprende que existían dos formas de tenencia de la tierra,
propiedad privada y propiedad pública (las tierras comunes para Zorita), y que el tributo
de este tipo de tierras estaban destinadas a sostener a la clase dominante,
económicamente improductiva. Pero Bartra agregó que ―sin embargo, la existencia de la
propiedad privada sobre la tierra parece dudosa si se piensa en la importancia que ha
tenido y tiene la propiedad comunal entre los indígenas del Estado de Michoacán.‖875
López Austin menciona sobre este comentario de Zorita que ―esta afirmación, en
realidad nada aclara, puesto que no precisa en qué radica la diferencia.‖876 Ulises
Beltrán menciona 4 tipos de propiedad sobre la tierra que pueden ayudarnos a
Medrano, Wiebke Ahrndt, José Mariano Leyva. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
(Colección Cien de México), T. I, 1999, Pp. 17-58.
872
―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno
lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 125-128.
873
―Cédula de 1563 a la Audiencia de los Confines, sobre tributos‖, en: Ibíd., Pp. 137-139.
874
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España, y en otras
provincia sus comarcanas, y de sus leyes, usos y costumbres, y de la forma que tenían en les tributar sus
vasallos en tiempo de su gentilidad, y la que después de conquistados se han tenido y tiene en los tributos
que pagan a S. M., y a otros en su real nombre, y en el imponerlos y repartirlos, y de la orden que se
podría tener para cumplir con el precepto de los diezmos, sin que lo tengan por nueva imposición y carga
los naturales de aquellas partes‖ en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Nueva colección de
documentos para la historia de México (siglo XVI). México, Editorial Salvador Chávez Hayhoe, 1941, P.
152.
875
BARTRA, ROGER. ―Los tarascos. Algunas perspectivas de investigación‖, en: BARTRA, ROGER.
Marxismo y sociedades antiguas. El Modo de Producción Asiático y el México prehispánico. México,
Grijalbo, (Colección 70, núm. 142), 1975, Pp. 121-122.
876
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. Tarascos y mexicas. México, Secretaría de Educación Pública-Fondo
de Cultura Económica, (SEP/80, núm. 4), 1981, P. 46.
221
interpretar la información, ―patrimoniales‖ del rey, ―patrimoniales‖ de la nobleza,
tierras de uso fiscal y tierras de los comunes, pero agrega que ―no obstante, el carácter
de los derechos de propiedad que cada uno tenía sobre sus tierras es muy difícil de
determinar, lo que nos plantea serios problemas de compresión, y la apropiación del
plusproducto (y de ahí multitud de relaciones sociales) están en última instancia
determinadas por el carácter que estos derechos de propiedad tengan en una formación
social dada.‖877
A Pedro Carrasco le debemos la mejor interpretación sobre la afirmación de
Alonso de Zorita,878 quien tras una atenta lectura de la Breve y sumaria relación los
señores de la Nueva España… y su vasto conocimiento sobre la economía política entre
los nahuas, le permitió contrastar la información de Zorita, mencionó:
―Creo que lo que nos dice Zorita, a propósito de Michoacán, es que toda esa complejidad,
que incluía el pagar tributo en especie producido en la misma parcela familiar y tomar a
renta tierras de otros individuos, no existió en Michoacán. Cada quien, principales y
labradores, tenía tierras de las que la totalidad de lo producido era para el uso propio. Creo
que es todo lo que quería decir Zorita por ―tienen tierras propias‖, y si esto es propiedad
privada o no, no lo discutiré‖
―El tributo –los excedentes económicos- se producía cultivando en común las tierras
públicas asignadas al cazonci, a los caciques, a ciertos oficiales, y a los templos. Es decir de
las distintas modalidades que había en el centro de México, sólo una existía en Michoacán:
el pagar el tributo en trabajo. Una vez interpretado de esta manera el sistema de tenencia de
la tierra y de la tributación en el antiguo Michoacán según Zorita, los datos de las otras
879
fuentes, especialmente de la Relación de Michoacán, encajan todos perfectamente bien‖
Carrasco agrega que también ―en la Relación [de Michoacán] hay frecuentes
referencias a hacer sementeras para el cazonci[,] para la guerra, para el dios Curícaueri,
para el matalotaje, para el cacique del pueblo, para algunos oficiales de palacio
(ocámbecha), para hacer ofrendas de pan y vino a Curícaueri en Hihuatsio [sic], para
hacer vino al dios Hurendequavecara los de Curínguaro (los tarascos hacían vino de
maíz).‖880 Ulises Beltrán ha interpretado estas diferentes sementeras en las cuatro
formas de tenencia mencionadas más arriba, se basó en el Códice Plancarte, documento
elaborado en la época colonial sobre la fundación de Carapan, y con claros fines de
afirmar los derechos de propiedad; a pesar de la confusión cronológica que presenta el
documento, y lo tardío de su elaboración (entre los siglos XVII-XVIII), nos dan pie para
conocer los diferentes tipos de tenencia, así como las relaciones sociales de
producción.881
Al parecer desde la conquista del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, los
señores uacúsecha ya se habían reservado las mejores tierras para ellos cuando
877
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 51. Más
adelante retomamos esta propuesta de Beltrán.
878
Carrasco menciona que ―esta afirmación de Zorita ahora me parece muy clara, pero por varios años no
supe cómo interpretarla‖. CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 69.
879
Ibíd., Pp. 71-72. Sin embargo, como se verá más adelante, no todos los individuos tenían tierras
propias, sino que existía un cuadro más complejo en las relaciones sociales de producción.
880
Ibíd., P, 72.
881
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., Pp. 123-125.
Para un análisis iconográfico, de contenido y socio-histórico del contexto en que fue elaborado este
documento, y el conjunto de los llamados ―Títulos de Carapan‖, véase ROSKAMP, HANS. La
historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp.
197-282.
222
nombraron caciques y señores en los pueblos;882 el Códex Plancarte menciona que el
irecha o cazonci ―y mandó, que ya llegó el gobierno de esta ley, y mandó juntasen todos
los naturales varones de todos los lugares. Juntaronse todos los naturales de su gobierno,
notificóles que había registrado todos los puestos y lugares de su gobierno, señalando
tierras buenas, ojos de agua, para sí, y en todos los montes y cerritos puso una flecha
para que le reconozcan por rey y le den vasallaje…‖.883 Este ritual de posesión de la
tierra por medio de clavar fechas en los lugares, es mencionado ampliamente en la RM,
en otros títulos primordiales, y en las fuentes iconográficas.884 En 1593, el indígena
Pedro Congori, declaró que
―no supo su edad más // de que cuando vinieron los españoles a esta // tierra era mancebo y
tendrá ochenta años // poco más o menos […] fue criado de don Antonio [Huitziméngari]
no // asalariado en su casa sino que estuvo en unas tierras // y por terrazguero de ellas […]
antes que fuese Tangajuan // ni los sucesores que aquí a referido sus // bisabuelos de estos
enviaron un capitán // al dicho lugar de Patuan y todo aquel // llano situó y aplico para los
reyes sucesores // de esta provincia y en señal de posesión // sembró flechas por las dichas
tierras // y esto sabe por los caracteres y antigüedades // de la sucesión de esta tierra que le
declararon // los viejos y padres y abuelos de este testigo y otros // ancianos y siendo esto
885
ansi es cosa muy cierta que // no tienen allí cosa alguna los dichos maceguales…‖.
A estas tierras Ulises Beltrán las nombró ―tierras patrimoniales del linaje real‖. El
Códex Plancarte agrega que el irecha o cazonci ―mandó á los carga carcajes
haciéndolos jueces de todos los terrasgueros, para que ninguno de ellos se alce en decir
―estas tierras son mías‖, ni cultivar tierras que no son suyas señaladas, si alguno,
adelantamiento de cultivar tierras que no son suyas, tenga pena de la vida y le quiten la
cabeza y sea puesta encima de una mojonera de las dichas tierras que cultivaba no
siendo suyas, y el cuerpo sea llevado á Tzintzuntzan ofrendar á los ídolos, y esta
facultad les dio á los carga flechas.‖886 En otra parte del documento se dice que el
irecha Uacusticatame ―les avisó como presto había de haber nueva ley y en aquella ley
no consintieran flojos, ni adúlteros ni embusteros, ni mentirosos ni hechiceros. Si
v[i]eren algún hechicero, luego mandaran que le saquen los ojos, y al flojo lo mataran á
golpes, y al embustero le cortaran la lengua, y al adultero le metiera una estaca gruesa
por la boca, esto les dio á entender y saber el Rey Uacusticatame.‖887 Aquí vemos cómo
estos ―carga carcajes‖ o jueces, eran las autoridades locales de los pueblos.
Éste documento menciona como los antiguos habitantes de Carapan despoblaron
el asentamiento.888 Tiempo después, supuestamente Taríacuri (pero más adelante las
acciones fueron producto de las órdenes de Tziuanqua) mandó que se volviera a poblar
882
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155.
Códex Plancarte [presentación y paleografía del documento de Nicolás León] en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los
anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
(Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 235-249. P. 240. Ortografía y comas nuestras. En adelante
citado como Códex Plancarte.
884
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de
Carapan, Óp. Cit., Pp. 76-77, 215-217 y 225-226.
885
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, ff. 156, 157v.
886
―Códex Plancarte‖ [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en: MACÍAS
GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 240. Ortografía y comas nuestras. En
adelante citado como Códex Plancarte.
887
Ídem. Ortografía y comas nuestras.
888
Ibíd., P. 239.
883
223
Carapan: ―por la potestad que tengo, es mi parecer que en este lugar se poblara, porque
es lastima este río nadie se sirva de ella, mirad que linda agua, lugar siempre bueno y
sano y ansi os mando que cada uno de vosotros traigáis una persona para que pueblen
en este lugar, con eso cuando se nos haga otra vez camino para aquí tendremos, quiero
nos acuda y socorra en estos viajes…‖.889 Luego, Tziungua nombró a un guerrero suyo
llamado Sirundame para la repoblación de las tierras de Carapan; este funcionario
preguntó a los valientes de Sevina llamados Sincalapa, Apanducum y Axancha, y en un
lugar llamado ―Ratzaalti‖ [¿Aranzan?]890 preguntó a los valientes Conodira y Azuno
quienes podían dar gente para repoblar. Zuno, vecino del pueblo de Artantzan ―al
instante‖ entregó a tres de sus nietos a Sirundame para repoblar Carapan, llamados
Thuruqugar, Thurucuazen, Truquazcu, o Turuquazcu, Siuemaquare o Ceuemaquare, y
Cuenetze, que estaban en el puesto de Piritan con sus mujeres,891 ―que los que están en
el puesto de Piritan pueden llevarlos porque en el puesto de Piritan estaban contra un
ojo sin agua y aquellos podían poblar en el pueblo viejo de Calapan donde estaba
despoblado.‖892
Sirundame acompañó a los nietos de Zuno para dar posesión en nombre del Rey
Tziunqua, repartir y delimitar las tierras del nuevo pueblo; pusieron mojoneras, por
―señales amarraron las puntas de unas pajas señalando hasta donde de cultivar las dichas
tierras cada uno de si‖.893 Al día siguiente, ―por la mañana llevolos el valiente
Sirundame al ojo de agua que llaman Charaperao, allí les dijo que en aquel lugar que
está allí, como á modo de cuatro solares, allí les dijo: ―mirad en estos cuatro solares que
no hay más campo, allí habéis de sembrar chile‖; dándoles traza cómo habían de hacer
los almácigos y cómo los habían de tapar con ramos de sauces que all[í] hay en la orilla
del rio, y cómo lo habían de trasponerlo. Después de haberles enseñado, y ellos puestos
señales como pusieron el día antecedente en el puesto de Urapondi, ansi pusieron allí en
aquel lugar de Charaperao y se volvieron á hacer noche a Cohtiro.‖ 894 Al parecer el
puesto de Cohtiro no les gustó a los hermanos, por lo que decidieron hacer pueblo río
abajo. Las tierras que Sirundame asignó a los tres hermanos para sí, miembros de la
misma familia o linaje, Ulises Beltrán las nombró como ―tierras patrimoniales del linaje
noble‖.
Tiempo después se agregaron ―veinte personas con sus mugeres‖ en el nuevo
pueblo de Carapan con permiso de Turuquazcu, y al saberlo el abuelo de los hermanos,
Zuno, envió a decirle su nieto que ―cómo consintió que en aquel lugar de Calapan,
consintió viviesen aquellas veinte personas, ya que los consintió, que les haga hacer una
sementera en nombre de su Rey, Tziquanqua, para esquite. Respondió Turuquazcu que
les había de hacer, que no tenía corazón para con ellos, que ellos se sujetaban al pueblo
y que ya hacían sementera en nombre del Rey Ziuanqua para esquite…‖.895 Estas serían
las ―tierras fiscales del Estado.‖ Como puede inferirse, estas tierras de Carapan fueron
distribuidas a las autoridades locales y a los colonos, y se asignaron tierras para el pago
889
Ibíd., P. 242. En esta cita hemos modificado la ortografía y colocado comas donde lo hemos
considerado necesario.
890
De acuerdo a la paleografía de Nicolás León, esa parte del texto se lee ―Pasó a ratzaalti‖,
probablemente el documento original decía ―Pasó aratzalti‖, y muy probablemente se trate de Aranza,
pues parece que ―azuno‖ y ―Zuno‖ son el mismo personaje, del pueblo de ―Artantzan‖.
891
Ibíd., P. 243.
892
Ibíd., P. 239.
893
Ibíd., P. 243.
894
Ídem. En esta cita hemos colocado mayúsculas a nombres propios, puesto signos de puntuación,
acentos y comillas, donde lo hemos considerado necesario.
895
Ibíd., P. 244. También en esta cita hemos modernizado la ortografía.
224
de tributos. Las atribuciones de Sirundame fueron al parecer las de haber registrado
todos los lugares, montes, cerros, puestos, llanos, ojos de agua, barrancas, y sementeras,
y haber puesto mojoneras en contorno ―y después fué a avisar a su Rey a darle cuenta de
todo lo que obró en su nombre, empeñándolos su palabra de venir a visitarlos otra vez, y
este sabia y conocía a todos los terrazgueros del Rey‖.896 Estas atribuciones son
recuerdan al tareta vaxátati, ―diputado sobre todos los que tienen cargo de las
sementeras del cazonçi, y aquél sabía las sementeras cúyas eran. Este era como
mayordomo mayor deputado sobre todas las sementeras.‖897
La fundación o refundación de pueblos en la época prehispánica fue un
acontecimiento muy común, y quedaron registrados testimonios de varios pueblos.898
Por ejemplo, en 1579 se mencionó sobre Jiquilpan que ―el fundador deste pueblo fue
DON FRAN[CIS]CO NOX[TI], indio principal. Era natural del pu[ebl]o de Amula.
Había nueve años que estaba poblado, antes de la conquista [entre 1512 o 1513];
poblose con mil y doscientos indios,‖899 proceso similar en el pueblo cercano de
Tarecuato que ―el primero q[ue] fundó este d[ic]ho pueblo fue un indio principal q[ue]
se decía GUATANDO, el cual le puso el nombre de Tarequato, habrá más de cien años.
Quiere decir, este nombre GUATANDO, ―hombre que está muy viejo y cansado‖, el
cual fundó este d[ic]ho pueblo por mandado de CAZONCIN, rey de Mechuacan a
quien, en aquel t[iem]po, obedecían.‖900 El pueblo de Tiripetío es otro ejemplo de cómo
se fundaban o refundaban los pueblos. En la RM, Tiripetío aparece como cacicazgo
independiente, luego es conquistado por el señorío de Curínguaro y pasó ser un sujeto,
posteriormente pasa a ser conquistado por el triunvirato de Tzintzuntzan-PátzcuaroIhuatzio.901 La Relación Geográfica de Tiripetío sin embargo menciona que fue fundado
por alguno de los cazonci gobernantes en el siglo XV: ―se dice por cosa cierta y sin
duda que el nombre de este pueblo de Tiripetío es así llamado por haberlo fundado un
capitán que al mismo efecto envió el príncipe de esta provincia de Michoacán… […]
Este capitán arriba dicho, que vino a fundar este pueblo, se llamaba Tiripetío.‖902 Sin
embargo, más adelante se menciona otra versión del origen del toponímico:
―Dicen estos viejos antiguos y modernos, que desde el tiempo de su gentilidad, y desde el
tempo del capitán Tiripetío, hasta que entraron en esta tierra los frailes, y muchos días
después, en el cerro arriba nombrado de los chichimecas, andaba un hombre feo, amarillo,
atericiado, y que siempre hacía su habitación en él. Y bajaba y subía, de forma que lo
veían, y así se cree y se tiene por cierto que, porque se le aparecía muchas veces al capitán
Tiripetío y tenía con él particular amistad, se pusi el nombre conforme al color que tenía
aquel fantasma o diablo, que era atericiado, porque ya queda dicho que la significación de
903
este nombre Tiripetío es como decir cosa dorada o atericiada.‖
Igor Cerda propone que probablemente Tiripetío haya existido como cacicazgo
desde los siglos XII o XIII, luego ca. ¿1300-1350?, perdió su independencia y pasó a
ser sujeto tributario de Curínguaro. Durante la expansión del triunvirato TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio a mediados del siglo XV, Tiripetío fue destruido. Para 1480 llegaron
a asentarse los pueblos matlatzincas en las tierras entre Pátzcuaro y Charo con permiso
896
Ibíd., P. 244.
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176.
898
Los títulos primordiales aluden a estas fundaciones o refundaciones.
899
MEDINILLA ALVARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de
1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 411.
900
[Instrucción del pueblo de Tarequato y sus sujetos] Ibíd., P. 425.
901
RM, Segunda Parte, Caps. XXII-XXXI, ff. 109v y 131, Pp. 110 y 153.
902
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 15-16.
903
Ibíd., Pp. 34-35.
897
225
del cazonci Tzitzíspandácuare, por lo que se refundó el pueblo de Tiripetío con
pobladores tarascos, para reforzar militarmente este lugar estratégico que era camino
directo a la zona nuclear tarasca y al corazón político del Tzintzuntzan Irechequa.904
Nosotros concordamos con esta propuesta, y podríamos sugerir la existencia de
refundaciones de pueblos a lo largo del territorio tarasco, pues muy probablemente
después de conquistar y subyugar a los pueblos, se hicieron actos y ritos para apropiarse
del territorio, medir la tierra, registrar las riquezas naturales, otorgar tierras para su
explotación, y tasar los tributos.
Un documento que aporta nueva información905 sobre la tenencia de la tierra y las
relaciones sociales de producción, es un pleito de tierras ocurrido a finales del siglo
XVI, en 1593, cuando los indígenas de Patuan, al sur de Ziracuaretiro, se quisieron
quedar con esas tierras. El litigio mencionó como esas tierras habían pertenecido al
cazonci Tangáxoan II, y por herencia pasaron a sus hijos, primero a don Francisco
Taríacuri, y a la muerte de éste, a don Antonio Huitziméngari. Años después don
Antonio fundó hacía la década de 1550 un pueblo en Patuan, repartiendo solares y
erigiendo una iglesia bajo la advocación de San Antonio, congregando a terrazgueros de
diferentes partes,906 nombrando por principal de ellos a un tal Pedro Pío Ziquipe o
Xiquipi, y pagando el terrazgo con maíz, frijoles, chile, calabazas, jitomate, caña de
azúcar, plátanos, naranjos granados y legumbres. A la muerte de Huiziméngari, las
heredó su hijo don Pablo Huitziméngari, al ser éste menor de edad su tutor legal, Pedro
de Ábrego, mandó medir y amojonar las tierras de su propiedad en toda la provincia de
Michoacán, incluyendo Patuan. Está coyuntura fue aprovechada por Pedro Pío quien
desconoció a Huitziméngari y se quiso apropiar de las tierras de Patuan, por lo que fue
llevado preso a Pátzcuaro en tiempo de Garcí Manuel Pimentel, Alcalde mayor. Tras la
904
CERDA FARÍAS, IGOR. ―Apéndice 1. Tiripetío, antecedentes de su fundación. Una propuesta‖, en:
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio
de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, Pp. 148-150.
905
En un documento de 1647 citado por Sarrelangue y Carrasco, ya había proporcionado información
parecida a la que vamos a referir; el documento trata de como el gobernador indígena de Pátzcuaro, don
Juan Huitziméngari, se quejó que no había recibido el pago de los indios de Tzurumútaro y Pareo.
Ninguno de los dos autores refirieron información de la relaciones sociales de producción,
probablemente por lo tardío del documento: ―[Unos testigos declararon que] no siendo con esta condición
que pagasen como feudo o vasallaje a dichos naturales caciques, tenían en aquellos tiempos pena de la
vida cualquiera de los macehuales que llaman curintzicha en esta lengua tarasca; menos que por vía de
terrazgo pagasen como terrazgueros o arrendatarios a los dueños y señores y caciques y reyes de esta
tierra y provincia de Michoacán, quedaban incursos en pena de muerte (f. 29r). [Otros testigos declararon
que] tenían pena gravísima no menos que de la vida el que de este jaez y data de macehuelas [sic] o
coristes se atrevía a sembrar en tierra llana, y así sembraban por los montes, cerros, pedregales si no fuese
con licencia y con condición de tales terrazgueros de dueños y señores de las dichas tierras de pan llevar,
de donde le quedó el primer derecho a esta ciudad y propiedad de lo más esencial y más cercano y más
provechoso como lo es esta laguna (f. 30r). [Otro testigo se refiere a] pescadores, terrazgueros, o
mayordomos y administradores de dichos propios de esta ciudad, que llamaban guaruchas, de todo lo cual
se aprovechan y han aprovechado de tiempo inmemorable a esta parte. Y asismo sabe y es notorio a todos
que menos que ser las dichas posesiones por arrendamiento o terrazgo dados a los dichos macehuales, y
no podían ser dichos macehuales dueños de tales tierras y posesiones porque aun sólo por sembrar en
tierra llana los susodichos tenían pena de la vida en la gentilidad y así se retiraban a los montes (f. 34v).‖
Citado por CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 89-90. Apud.
―Expediente promovido por el asentamiento de Pátzcuaro sobre que se declare que la laguna que expresa
pertenece a los propios de aquella Ciudad, 1780‖, AGI, Tierras 3127 (1) f. 5v y 9v.
906
Los terrazgueros venían de lugares como México, San Francisco, Uruapa, Aputzetame, Jujacato, Sant
Ángel, Uiramangaro, Taretan, Pátzcuaro, así como ―indios advenedizos y extranjeros de las Chichimecas.
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, f. 160v.
226
muerte de don Pablo Huitziméngari, estas tierras pasaron a propiedad de su madre, doña
María Marvaquesco, y su esposa doña Mariana Castilleja. Luego las heredó su hija,
Beatriz de Castilleja y el esposo de ella, Sancho Ibáñez. Al parecer en algún momento,
el español Francisco de Sarria recibió como merced 3 caballerías de tierra a pesar de
que los indígenas las defendieron, por lo que Sancho Ibáñez vendió, dio derecho,
posesión y escrituras de venta a Sarria por 820 pesos. Fue cuando en 1592 los hijos y
nietos de los terrazgueros congregados por don Antonio Huitziméngari reclamaron las
tierras para sí, representados por Pedro Díaz Agüero, lamentablemente el expediente de
la demanda no se conoce, y sólo existe la probanza de Francisco de Sarria.
Aunque desconocemos como los terrazgueros reivindicaron su derecho a la
tierra, en la probanza de Francisco de Sarria se facilitan varios datos que nos pueden
proporcionar una idea. A lo largo del documento se menciona como don Antonio
Huitziméngari tenía ―una huerta que es // de cuatro paracatas cada paracata // de veinte
brazas en cuadra‖,907 hecha por un criado de él llamado Aspe, donde se sembraban
frutas de castilla, pero al ser tierra caliente no se dieron los frutos y se perdió, la huerta
se repartió entre los terrazgueros, pero no sé dice que bajo qué condiciones fue el
reparto.908 Lucas Tzitziqui, uno de los terrazgueros de Patuan, tenía 60 años y no era de
ahí, sino de Aphutzithameo o Aputzetame, había llegado a Patuan 20 años antes, es
decir para la década de 1570, y reconoció la propiedad de las tierras a don Antonio
Huitziméngari pero que ―por tierras // suyas las ha tenido este testigo todo este tiempo //
aunque los naturales del dicho pueblo las han pretendido // defender por suyas diciendo
que las // heredaron de sus padres…‖909, sin embargo, don Miguel Quara, principal de
Pátzcuaro había declarado antes que ―sí los indios las tuvieran e // poseyeran por suyas a
título de esto las hubieran // defendido y no reconocido tantas veces // que de ellas
tienen…‖.910 a los diferentes dueños que se sucedieron. Otros testimonios también
indican que algunos de los terrazgueros que en ese momento estaban en Patuan, no eran
de los hijos y nietos que congregó don Antonio Huitziméngari, sino que ya era gente
advenediza de otros lugares que se querían aprovechar de esas tierras sin tener derecho
alguno.
Entre los datos etnohistóricos que proporciona el documento, se encuentra el
testimonio que prestó Martín Tzapi, indio vecino y principal de San Juan de Tiripen
sujeto a Zirosto, pero natural nacido y criado en San Francisco Peribán. Tenía más de 70
años de edad, y ―que cuando el Marques vino a la conquista de esta // Nueva España era
ya nacido […] ―sus padres // estaban en guardia de unas tierras de cucha // aracha madre
de doña Beatriz de Castilleja‖,911 es decir, doña María Marvaquesco. A partir de que
Martín Tzapi dio este testimonio, varios testigos más proporcionaron información
parecida:
―A la segunda pregunta dijo que este testigo // oyó decir a los naturales viejos y
antiguos // de esta provincia como Tangajuan // rey y señor natural que fue en esta //
provincia de Mechoacán había tenido // y tenía y poseía en todo su reino muchas //
tierras de riego y humedad y temporal // y que oyó decir a sus mayores // que las tierras
de Patuan, Tamaquaro // y las de la Isla entre los // ríos y las tierras de Capeo y las
demás // contenidas en la dicha pregunta // por ser como son de humedad y de // riego
eran del dicho señor natural // Tangajuan […] y en semejantes tierras los // maceguales
907
Ibíd., f. 108v.
Ibíd., f. 157v.
909
Ibíd., f. 150.
910
Ibíd., f. 152v.
911
Ibíd., ff. 116v-117v.
908
227
no tenían nada por lo cual // sabe este testigo que siendo como son las dichas // tierras
de Patuan de humedad y de regadío // no pudieron tener en ellas ninguna parte // de
912
ellas por suyas propias sino por vía de // terrazgo como lo pagaban y han pagado…‖.
Otros detalles sobre las tierras que proporcionan otros testigos se pueden resumir
de la siguiente manera: los reyes de Michoacán, el cazonci, señores, principales,
caciques, tenían muchas tierras en todo el territorio de la provincia, tierras buenas de
humedad, regadío, vegas, llanos,913 y los maceguales y terrazgueros no tenían este tipo
de tierras por propiedad, y las sembraban por vía de pagar terrazgo. Las tierras que los
maceguales sembraban estaban en los cerros, montes, sierras, altos, pedregales,
quebradas y lugares de poco aprovechamiento. Esta división de la tenencia de la tierra
entre la clase dominante y la clase dominada era cosa de conocimiento público, notorio,
y muy guardada entre ellos.914
Un último aspecto importante para estudiar la tenencia de la tierra y relaciones
sociales de producción en la sociedad tarasca prehispánica, tiene que ver con las
categorías empleadas para el estudio de la identidad de los diferentes grupos sociales
que existieron. Sarah Albiez-Wieck cuestiona la existencia de una etnicidad tarasca para
la época prehispánica, de hecho menciona las tres posturas existentes sobre el debate
sobre la extrapolación de conceptos como etnicidad, género y clase; menciona que hay
tres posturas sobre que la etnicidad, la primera que es ―un fenómeno universal que ha
existido en todas las sociedades humanas‖, ―un segundo grupo de autores liga el
surgimiento de etnicidad o ―raza‖ al colonialismo europeo‖, y una tercera posición
argumenta ―que la etnicidad es un fenómeno moderno que no existía antes de la
formación del Estado nacional‖, y que en el pasado tenía más peso el parentesco, origen
regional, religión, o comunidad.915 Rik Hoekstra y Arjil Ouweneel propusieron dos
formas de entender la asociación de individuos, por asociación personal
(Personenverband) y por asociación territorial (Territorialverband).916 Aunque estas
asociaciones ya habían sido contempladas por Marx, mencionó que
―Las tribus de los estados antiguos estaban constituidas de dos maneras: sobre la base de
linajes o sobre la base de lugares. Las tribus basadas en linajes superan en antigüedad a
las tribus basadas en el lugar y en casi todas partes fueron suplantadas por éstas. Su forma
más estricta, más extrema, es la organización de castas, separadas las unas de las otras, sin
derecho a matrimonio mixto y enteramente diferenciadas en cuanto a su dignidad,
917
correspondiéndole a cada una un oficio exclusivo e incambiable.‖
Intentar comprender cuál de las dos asociaciones existió en el Michoacán
protohistórico, es fundamental para terminar de vislumbrar la información que
disponemos sobre las relaciones sociales de producción. La asociación territorial
implicaba que los habitantes de un territorio estaban sujetos a un gobierno y que existía
cierta noción de propiedad privada en una sociedad de este tipo. ―En Mesoamérica, y
912
Ibíd., ff. 117v-188.
En el DGLM se mencionan las entradas ―Emengua. Sementera de rriego‖, ―Emengua hatzini. Sembrar
de rriego‖ y ―Emengua tarequareni. Tener sementera de rreigo‖. DGLM, T. II, P. 182.
914
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, pássim.
915
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera
de Mesoamérica. Óp. Cit., T. I, Pp. 122-123. Nosotros nos posicionamos en la primera postura, y
consideramos que el Estado tarasco intento imponer una identidad étnica, al menos en la clase dominante,
acorde a la cultura de los tarasco-uacúsecha.
916
Citados por ALBIEZ WIECK, SARAH, Ibíd., T. I, P. 50.
917
MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición,
México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003, P. 76. Cursivas originales. En
adelante citados como Formen.
913
228
también en el Estado tarasco, en cambio, era común la asociación personal la cual
estaba determinadamente por relaciones cercanas entre el señor y sus vasallos. Lo que le
importaba al gobierno no era en sí el control de tierras sino el de personas, es decir la
fuerza de trabajo que le pudiera generar tributo. Sin embargo, esta dicotomía no es
tajante, ya que las conquistas tarascas siempre implicaban también el control sobre un
territorio y de sus recursos. Las personas, para poder producir tributo, tenían que poseer
tierras, sin que esto se refiera necesariamente a un derecho de posesión privado.‖918
La parte histórica de la RM documenta como existía está dicotomía, y como otros
factores como el parentesco y la lucha de clases, eran parte del devenir en las sociedades
prototarascas; dos ejemplos muy interesantes que nos permiten documentar la
asociación territorial y personal, y su interacción en las distintas formas de alianza, son
los siguientes. Un ejemplo de asociación territorial lo encontramos cuando Taríacuri
formó una alianza matrimonial casándose con la hija de Chánshori, señor de
Curínguaro. Al ser infiel la esposa de Taríacuri, éste contrajo nupcias con hijas de
Zurumban señor de Tariaran, por lo que la alianza con Chánshori terminó. Éste, para
vengar la afrenta contra su hija y su interés de apoderarse del bulto sagrado de
Curícaueri, mandó una pequeña fuerza donde Taríacuri tenía el asiento del templo de
Curícaueri, llamado Hoátaro pexo, lugar al que Chánshori se refirió como ―Taríacuri, la
tierra que tiene no es suya‖;919 es decir, que Taríacuri estaba en calidad de poseedor de
la tierra y no de propietario. El bulto sagrado fue retirado y puesto en su lugar el bulto
de Huréndequavécara, y los esclavos destinados a Curícaueri fueron sacrificados en
honor al segundo dios, por lo que Taríacuri con los suyos se retiraron a un monte
llamado Vpapo hoato. Taríacuri mandó mensajeros con una carga de hachas de cobre
para que le dijeran a Chánshori ―que me preste o venda un pedazo de tierra para poner a
mi dios Curícaueri, pues que sabe sabe ques todo pedregales donde esto[y]‖, 920 sin
embargo su suegro se negó, por lo que Taríacuri se movió son los suyos a Urecho.921
El segundo ejemplo que representa una asociación personal, es el que involucra a
Taríacuri con Chapá, hijo de Chánshori y una esclava, que por ser hijo de esclava, no le
obedecían. Por eso Taríacuri le dio una parte de Curícaueri a Chapá, y se lograron
conquistar algunos lugares de donde se obtuvieron muchos esclavos para Curícaueri. Al
ver el éxito de Chapá, los señores de Curínguaro le dieron por esposa a una señora de
dicho pueblo, por lo que las conquistas y esclavos pasaron a dar a Curínguaro y no a
Pátzcuaro ―y tomando [Chapá] algunas veces cien esclavos, no traía más de cuarenta
aquí, a Pázquaro, y lleva lo[s] otros sesenta a Corínguaro. Y después empenzó a traer no
más de veinte esclavos y después no más de cinco, que todos los llevaba a Corýnguaro.
Y otras veces tomando ciento, no traía más de uno solo, aquí a Pázquaro, y todos los
llevaba a Corínguaro.‖922 Al recriminarle Taríacuri sobre esto a Chapá, éste se fue a un
pueblo llamado Xénguaro, en o cerca del actual Capula.
918
Ibíd., T. I, Pp. 50-51.
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 96v, P. 84.
920
Chánshori mandó una embajada y contestó: ―decid a Taríacuri que esté en el lugar que está, que
aunque sea pedregales que todo es buena tierra, que allí primero se hace y granan los maizales, que en
otra parte, y los melones, y las semillas de bledos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. Sin
embargo, con la información contenida en el ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, a todas
luces Chánshori le estaba dando trato de purépecha a Taríacuri, de ahí es que decida moverse a otras
tierras, pero sigue atado personalmente a su suegro por la alianza matrimonial.
921
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85.
922
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 109v, P. 110.
919
229
Un dato más para considerar las relaciones de adscripción territorial y personal en
el Michoacán prehispánico, y que estas relaciones no eran tajantes, tiene que ver con
una de las obligaciones de los caciques de los pueblos, ya que a ellos les decían ―sé
obidiente y trae leña para los qúes, porque la gente común esté fija, porque si tú no traes
leña, ¿qué ha de ser dellos, si tú eres malo?‖923 Vasco de Quiroga mencionó una
costumbre ―entre estos naturales, y eran: que si uno servía a otro y no le quería servir y
se huía en casa del señor o del cacique, el tal había de servir al dicho cacique, y el otro,
a quien antes servía, le perdía.‖924 Vemos pues que a pesar de existir instituciones
sociales como la asociación territorial y personal, los grupos de interés tendían a
―doblar‖ los lineamientos sociales, así por ejemplo se habla del comercio de esclavos, a
pesar de que la coerción social pudo haber tenido como base el territorio o la lealtad a
familias o linajes y parentesco. Las fuentes históricas mesoamericanas documentan que
para el Posclásico
―…se habría producido entonces la combinación de dos sistemas de gobierno: el
tradicional, basado en el parentesco de las comunidades con sus dioses patronos (en cada
una de las unidades componentes del sistema político), y el globalizador, basado en el
territorio. Por medio del primer sistema, el poder se habría ejercido sobre los individuos
por su dependencia étnica, independientemente de dónde radicaran; por el segundo, sobre
todos los pobladores de un territorio, independientemente de su etnia. […] En efecto, la
simultaneidad de las dos formas de poder (gentilicio y territorial) existía en el estado
925
mexica y en otros muchos, en vísperas de la Conquista.‖
Las formas de posesión de la tierra
Roger Bartra y Ulises Beltrán caracterizaron 4 formas distintas de posesión de la tierra
en el Michoacán prehispánico, basándose en las diversas referencias documentales
existentes. Nosotros seguimos esencialmente la propuesta de Ulises Beltrán, pero con
nueva información documental, así como las nuevas perspectivas sobre la ya existente,
tratamos de complementar o afinar los que se ha dicho sobre la tenencia de la tierra.926
En el siguiente cuadro resumimos las diversas propuestas, a pesar de que ahora tenemos
un cuadro mucho más complejo de los diferentes tipos de tenencia de la tierra:
923
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205. Cursivas nuestras.
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 170.
925
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad de Zuyuá. Serpiente
Emplumada y las trasformaciones mesoamericanas del Clásico al Posclásico. México, Fondo de Cultura
Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las
Américas, Serie Ensayos), 1999, Pp. 42-43.
926
Para una síntesis de los trabajos publicados sobre la tenencia de la tierra entre los tarascos antiguos
hasta 1997, véase ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE. ―La tenencia de la tierra en el
Michoacán antiguo‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Lengua y etnohistoria
purépecha. Homenaje a Benedict Warren. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoInstituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social, (―Encuentros‖, núm. 2), 1997, Pp. 275-287.
924
230
TIPOS DE TENENCIA DE LA TIERRA EN EL MICHOACÁN PREHISPÁNICO
SEGÚN VARIOS AUTORES
Alonso de la Veracruz
Alonso de Zurita
Roger Bartra Ulises Beltrán
Tierras de los reyes
Comunes donde labran las
Propiedad
Tierras
patrimoniales
sementeras
del
Señor pública
reales
universal
Tierras de los señores
Sementeras de los Señores
Propiedad
Tierras
patrimoniales
inferiores
privada
del linaje noble
―Tierras de los cues‖
Sementeras para los templos Propiedad
Tierras fiscales
pública
Tierras
comunes
y Tierras propias de los ¿Propiedad
Tierras de la gente
propias de los pueblos
labradores
privada?
común
CUADRO 8. FUENTE: VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los
indígenas, Óp. Cit., P. 41; ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva
España…‖, Óp. Cit., P. 152; BARTRA, ROGER. ―Los tarascos. Algunas perspectivas de investigación‖,
Óp. Cit., Pp. 121-122; BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp.
Cit., 127. Elaboración propia.
Las tierras del rey o cazonci y las tierras patrimoniales reales, eran las mejores
tierras que se reservaba para sí mismo el cazonci a lo largo y ancho del territorio. La
RM menciona que había un funcionario llamado ―tareta vaxátati, diputado sobre todos
los que tienen cargo de las sementeras del cazonçi, y aquél sabía las sementeras cúyas
eran. Este era como mayordomo mayor deputado sobre todas las sementeras, que otro
mayordomo había sobre cada sementera, el cual la hacía sembrar y desherbar y coger
por todos los pueblos, para las guerras y ofrendas a sus dioses.‖927 Estas tierras eran
celosamente guardadas, la RM menciona que ―los [mayordomos] que habían dejado
perder las sementeras del caçonçi por no desherballas, que eran para las guerras‖, eran
ajusticiados en la fiesta de Equata Cónscuaro, y los que sembraban tierras del cazonci
sin permiso, se les aplicaba la pena capital.928 Los productos de estas tierras sirvieran
para la manutención de la familia real que vivía en la casa del cazonci, algunos de sus
oficiales profesionales y funcionarios, y como excedente para intercambiar por otros
productos por medio del comercio.
El resto de la clase dominante que pertenecía a la nobleza, tenían tierras
patrimoniales del linaje real dadas en comodato, es decir, tierras que pertenecían al
Estado tarasco pero que el cazonci repartía entre los nobles para que fueran trabajadas,
Ulises Beltrán llama a estas ―tierras patrimoniales del linaje noble‖.929 En varias
ocasiones se menciona que los señores, caciques y principales, tenían tierras para su
manutención en cada uno de los pueblos que regían. Por ejemplo, cuando un cúritiecha
hacía el discurso para poner al nuevo cacique, amonestaba a la gente del pueblo que le
hiciera sus sementeras, para que el cacique fuera liberal y le diera de comer a la
gente.930 Al parecer, dependiendo del rango dentro de la clase dominante, era el tamaño
de tierras que eran otorgadas por el cazonci, se menciona por ejemplo que ―a estos
principales llamados ocánbecha, por este oficio no les solían dar más de leña y alguna
sementerilla que le hacían y otros le hacían cotaras.‖931 Es probable que los derechos de
927
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176.
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14, corchetes nuestros; LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA
ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 33.
929
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 124.
930
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22v y f. 23, Pp. 206 y 207.
931
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. Cursivas nuestras.
928
231
estas tierras fueran corporados, es decir, asignados a un linaje o familias nobles
(quahta), y no a individuos.932 Pero por algunas referencias se sabe que existían
sementeras divididas en parcelas, tanto para los angámencha como para los purépecha.
En el capítulo sobre los oficios que había dentro de la casa del cazonci se menciona que
en Tzintzuntzan ―había una persona principal en la cibdad que sabía todas las
sementeras del pueblo, cuyas eran y éste oía todos los pleitos de sementeras y tierras y
las daba a cúyas eran.‖933 No queda claro si se trata del tareta vaxátati, si era uno de los
mayordomos, o era un funcionario aparte; es probable que también existieran este tipo
de funcionarios en los pueblos. Las sementeras eran parte de la dote que daba el suegro
cuando se casaban entre linajes nobles;934 Ulises Beltrán mencionó que ―no hay una sola
referencia a la circulación de tierras a excepción de las dotes matrimoniales‖, 935 pero
esto es inexacto, en la parte histórica, hay en episodio donde Taríacuri quiso comprar o
rentar unas tierras a su suegro Chánshori.936
Los angámencha o principales también podían caer en desgracia al cometer una
falta grave, por ejemplo, tomar una de las mujeres del cazonci. Cuando esto ocurría, el
cazonci lo mandaba matar, a su esposa, hijos, sus parientes y todos los que estaban en su
casa ―y tomábale toda su hacienda y todas sus sementeras y era todo para la cámara e
fisco del cazonçi, y quitábale la insinia de valiente hombre.‖ Este actuar, de confiscar la
hacienda, también se aplicaba a los hijos del cazonci. En la página siguiente de la
referencia anterior, se menciona: ―Y al hijo que mandaba matar [por emborracharse
continuamente], tomábale toda su hacienda, como a los otros principales que mandaba
matar, y mandaba matar también sus ayos y amas que le habían criado, y los criados,
porque ellos le habían mostrado aquellas costumbres.‖937 ―La Relación indica que los
derechos que la nobleza tenía sobre sus propiedades, en última instancia dependían del
cazonci, quien ejercía su autoridad frecuente e inmisericordemente.‖938
Por otro lado, las tierras fiscales del Estado, también se encontraban a lo largo y
ancho del territorio, lo cual dificulta enormemente su identificación de las tierras del
cazonci, pues ambas son llamadas con el mismo nombre (tierras o sementeras del
cazonci), pero las diferencias estriban, en que las primeras estaban destinadas a la
producción del tributo para las guerras y probablemente para la manutención de la casta
sacerdotal y otros funcionarios estatales; y las del cazonci para la manutención de él, los
habitantes de su casa, sus sirvientes, los artesanos profesionales a su servicio, y de
riqueza para comercio. Sin embargo, la diferenciación entre ambas se realiza para poder
comprender la realidad tarasca, y es probable que en el pasado prehispánico está
división no fuera tajante o explicita. Otra diferencia importante, es que las tierras
fiscales del Estado (las comunes que menciona Zorita), eran labradas por la gente
932
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., Pp. 125-127.
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187.
934
RM, Tercera Parte, Cap. XI., ff. 26 y 28, Pp. 213 y 217.
935
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 126.
936
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. Sobre este pasaje, Carrasco se preguntó si en el
Michoacán prehispánico había compraventa de terrenos, y comentó que ―bien poca cosa para pensar que
había mercado de terrenos‖. CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P.
93.
937
RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21-f. y 21v, Pp. 203 y 204. Vasco de Quiroga mencionó que en la
Nueva España, cuando ―fallecía un principal y aunque tuviese y dejase hijos y mujer iba el cacique
principales y entraba en toda la hacienda y sin dejar nada se la tomaba toda; lo mismo pienso, hacían con
los mercaderes. También afirman esto religiosos lenguas QUIROGA, VASCO DE. ―Información en
derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 171
938
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 126.
933
232
común, ―campesinos libres‖, dicha fuerza de trabajo era el tributo que le pagaban al
cazonci, el trabajo de corvea y rotativo, mientras que en las tierras del cazonci y la
nobleza eran trabajadas por siervos o criados, terrazgueros y esclavos, los llamados
mimiecha, açípecha y terúparaquaebaecha, y tal vez, ocasionalmente por los
―campesinos libres‖.939
En 1532, el corregidor de Tzintzuntzan, Pedro de Arellano, encontró el tesoro
que Francisco Tangáxoan había escondido para sus hijos, Francisco Taríacuri y Antonio
Huitziméngari. Torturó a los guardias que lo protegían en una de las islas del lago de
Pátzcuaro, y lo fundió en barras de oro y plata. Los nobles tarascos iniciaron un proceso
que duraría varios años contra Pedro de Arellano, donde se defendieron dos posturas:
Arellano insistió en que el tesoro del cazonci era parte de las ofrendas que los indígenas
dejaban a sus dioses y que eran idolatrías, por lo que procedió de forma correcta
pagando el quinto real; mientras que los indígenas mencionaron que no eran idolatrías,
que los objetos del tesoro eran objetos suntuarios con los que se vestían antiguamente, y
por lo tanto, el proceder de Arellano era un atropello. Varios testigos españoles
declararon que dichas ofrendas de objetos suntuarios eran idolatrías, pues estaban
dedicadas a los dioses, eran resguardadas en los templos, y dichos bienes eran
administrados por la casta sacerdotal. Si bien las declaraciones son tendenciosas para
justificar la apropiación de los objetos considerados como idolatría, hay información
muy interesante, pues es se deja entrever como la casta sacerdotal se apropiaba de parte
del plusproducto; quizás el origen de varios de esos bienes eran las ―tierras de los cues‖
y el trueque.
Ya mencionamos que en la Relación Geográfica de Tiripetío, se mencionó que
en su gentilidad, los purépecha tributaban ―las gallinas, hombres y mujeres eran las aves
para que comiesen los ministros de los ídolos y sacrificios, que eran muchos; los
hombres y mujeres para que les sirviesen.‖940 Los bienes de subsistencia quizás
provenían de las tierras fiscales mencionadas por Alonso de la Veracruz como ―tierras
de los cues‖, pero los objetos manufacturados con recursos escasos de lujo,
probablemente se comercializaban con los excedentes producidos de estas tierras por
medio del trabajo tributado por medio de corvea, o por algún tipo de terrasgueros. En la
RM se menciona que la expedición de Antonio Caicedo que llegó a Tzintzuntzan en
otoño de 1521, traían plumajes y otras cosas de México para comerciar. Tzintzincha
ordenó secretamente a los mercaderes y señores que no comerciaran con los españoles,
pero fue desobedecido por los sacerdotes: ―Y compráronlos todos los sacristanes y
guardas de los dioses, con las mantas que tenían los dioses diputadas para comprar sus
atavíos. Y compraron todo lo que los españoles les traían…‖.941
En el pleito de Arellano, uno de los testigos, Pedro de Molina, declaró que él
había visto en los templos mantas de algodón y tamales ofrecidos a los ídolos y
939
Ibíd., P. 129.
[MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 18.
941
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, ff. 43v-44, Pp. 248-249.
940
233
―queste testigo sabe que las cosas e joyas que asy ofrecen los dichos indios a sus ydolos
los guardan por de los mismos ydolos e que alli las dexan e estan en guardia los papas o
tapias de los ydolos que estan alli syenpre a los quales este testigo los ha visto e hallado
942
en guarda de los dichos cues…‖.
El bachiller Juan de Ortega declaró que las cosas de los templos ofrecidas a los
ídolos eran de los ídolos, no de los indios, y que los sacerdotes los guardaban, una
declaración a modo para justificar la expoliación de los templos y la casta sacerdotal:
―…queste testigo le paresce que las cosas e joyas que los indios tienen ofrecidas a los
ydolos en los dichos cues que aquello es tenido por cosas de sus ydolos e no de los
943
indios ni de otras personas pues questan alli en los cues…‖.
Los bienes de subsistencia como alimentos y leña para los templos, eran
consumidos por la casta sacerdotal; en la Relación Geográfica de Tuzantla se mencionó
que de ―…ordinario, estaban tres indios en guarda de los ídolos, y éstos se sacaban
sangre de las orejas y, con ella, se pintaban: y éstos eran reputados y acatados como
sacerdotes y comían de los que a los ídolos presentaban…‖;944 y en la Relación
Geográfica de Cuiseo de la Laguna, se consignó que en las fiestas ―no bailaban las
mujeres, más empero llevaban al templo muchas ofrendas de frutas y pan hecho de
maíz, de lo cual se sustentaban estos sacerdotes…‖.945 Pero los objetos suntuarios de
oro, plata, cobre, turquesas y plumajes, eran enajenados por los sacerdotes y para su uso
exclusivo para el culto. El testigo Pedro Veneciano, declaró los castigos que recibían
quienes se atrevían a tomar algo destinado para el culto a los dioses:
―…lo que dexan allí en sus cues e lo guardan por de los dichos ydolos e como cosa
ofrecida a ellos e que por mucho que tengan nunca de allí lo osan tomar porque si lo
hiziesen ellos dizen que serian destruydos e que luego serían quemados e los
principales e señores los castigarían e por estas causas ha visto este testigo que aunque
946
un yndio se muera de hambre no osa tocar a ello…‖.
Otros testigos refirieron como después de las fiestas, los objetos suntuarios eran
resguardados en los templo, por ejemplo, Juan de Sámano declaró que
942
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖.
(Transcripción de Alberto Carrillo Cázares y Silvia Méndez Hernández; introducción por Benedict J.
Warren), en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y
sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 1994, Tercera parte, Apéndice documental, P. 399.
943
Ibíd., P. 401.
944
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. Cursivas nuestras.
945
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PEDRO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Nótese aquí
la división del trabajo de acuerdo al sexo, en que las mujeres eran las encargadas de la elaboración de los
alimentos.
946
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖,
Óp. Cit., P. 397.
234
―…sabe que es qu [cu] e que todo lo que allí esta en aquellas figuras que dizen que
aquello esta ofrecido a aquellas ydolatrias e que dizen que lo sacan de alli solamente
947
para hazer sus juegos e areytos e fiestas e que despues lo bolvieron a poner alli…‖.
Y Francisco Morcillo mencionó que
―…todas las cosas buenas que los dichos yndios tenian en la diha [sic] provincia asy de
plata como de oro de otras cosas luego en aviendolo lo ofrecian en los cues e queste
testigo los vido ofrecer e los hallo en los dichos ofrecimientos e que los papas que
estavan en los cues despues de hecho el dicho ofrecimiento tomavan en sy las cosas que
ofrecian e las guardaban e tenian cargo dellas los papaes e questo sabe desta pregunta
948
porque lo vido muchas vezes.‖
Con las piezas documentales que hemos mencionado, se tiene un breve esbozo
de como una parte de las tierras fiscales, trabajadas probablemente por corvea o por
alguno de los tipos de terrasgueros mencionados, producían un excedente para sustentar
a la clase sacerdotal, misma que se apropiaba del plusproducto de materia prima y
objetos manufacturados (por ejemplo, mantas de algodón), que eran usadas para mercar
por objetos suntuarios como plumajes, objetos de metal y turquesas, necesarias para el
culto a los dioses, y resguardadas en las trojes de los templos.
Un último tipo de tenencia, eran las tierras de la gente común, parcelas que
servían para sustentar la manutención de los ―campesinos libres‖. Carrasco siguiendo a
Zorita, menciona que el producto de estas parcelas era para la gente común, 949 pero no
hay ninguna referencia a que el Estado no pudiera enajenar parte de la producción de
esas parcelas. Beltrán señala que ―lo único que sabemos sobre las tierras otorgadas a la
gente común es que éstas eran distribuidas a ―familias‖ y no a individuos o algún tipo
de corporación. Pero sabemos poco sobre estas ―familias‖ y sobre cómo la gente común
estaba organizada en los poblados,‖950 ni la extensión y características. El
desconocimiento de esta información tiene consideraciones muy importantes, pues si se
acepta la existencia hipotética de una organización familiar de clanes patrimoniales
exógenos o linajes, parecida al calpulli de otras regiones de Mesoamérica, significaría
que cada barrio estaba organizado en un clan, con un jefe y un consejo de ancianos, y un
sistema de castas muy cerrado. Las relaciones de producción dependerían entonces de la
organización de cada clan, sin embargo, ―no disponemos de pruebas suficientes para
confirmar la existencia de una organización clánica de los barrios tarascos.‖ 951 Si en
efecto estos ―campesinos libres‖ tenían derechos de posesión sobre parcelas de sus
pueblos, podemos pensar en que estaban ligados a la sus medios de producción, es
decir, tenían adscripción territorial.
Un documento temprano elaborado por Vasco de Quiroga, quizá podría ayudarnos
a tener una idea de la tenencia de la tierra y la organización del trabajo agrícola de los
947
Ibíd., P. 403.
Ibíd., P. 407.
949
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 71.
950
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 127.
951
Ibíd., P. 129. Beltrán menciona un quinto tipo de propiedad, ―tierras de los mercenarios‖, que se
otorgaban a grupos indígenas ―extranjeros‖. Si bien las fuentes hablan de estos ―mercenarios‖, estas
concesiones de tierras se les daba a los principales de estos ―extranjeros‖, por lo que bien podría ser una
variante de las tierras de la nobleza, aunque con una serie de particularidades que abordaremos otra parte
de esta investigación.
948
235
purépecha en los asentamientos prehispánicos. Durante el tiempo que Quiroga fue oidor
de la Segunda Audiencia, notó como los abusos cometidos por los españoles habían
trastocado profundamente la forma de vida indígena. Muchos naturales fueron
movilizados de sus lugares de origen para usarlos como guerreros auxiliares,
cargadores, en el pesado trabajo minero, o esclavizados, muchos nunca regresaron con
sus familias. Los huérfanos y los pobres no tenían tierras para labrar, y la
evangelización avanzaba a pasos muy lentos; aun existía una fuerte pervivencia de la
antigua forma de vida: creencias, costumbres, y relaciones sociales prehispánicas
permeaban profundamente en las primeras décadas de vida colonial novohispana.952 En
este contexto Quiroga, influenciado por el humanismo y las ideas de la Utopía de
Tomás Moro (1478-1535), propuso la existencia de Pueblos Hospital, en que los
asentamientos indígenas serían reorganizados en un sistema de policía mixta, y
congregados en asentamientos de acuerdo a la tradición urbanística española, ya que los
indígenas, en palabras de la toma de posesión de Pátzcuaro, ―viven derramados y
bestialmente por los campos‖,953 con el fin de evitar que los indígenas recayeran en
borracheras e idolatrías, de controlarlos mejor, instruirlos en diversos oficios, y
emplearlos en trabajos útiles.954
El documento al que nos referimos son las famosas Reglas y ordenanzas para el
gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán…955 Este texto lo
redactó Vasco de Quiroga entre 1554 y el 24 de enero de 1565, aunque las ideas
contenidas ahí habían sido ensayadas y llevadas a la práctica en los pueblos de Santa Fe
de México y Santa Fe de la Laguna en Michoacán, desde mediados de la década de
1530.956 Aunque ahí, Quiroga esbozó de forma ideal de cómo debía de ser la
reorganización de los pueblos indígenas desde las ideas humanistas y de Tomás Moro,
no podemos negar que retomó muchos elementos e instituciones ya presentes en la
organización prehispánica indígena. Carlos Paredes ha propuesto que el proyecto
quiroguiano tuvo un peso destacado en Michoacán, por las circunstancias históricas
regionales y los antecedentes instituciones prehispánicos de los tarascos, ―me refiero a
los antecedentes y a la comparación que hipotéticamente podría realizarse entre ciertas
prácticas e instituciones prehispánicas, con el modelo de hospital basado en la
inspiración de Tomás Moro e introducido por Vasco de Quiroga y otros religiosos en
Michoacán. Como se ha dicho antes, fue de gran importancia entre los tarascos no sólo
952
WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe.
Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión
Universitaria, 2015, Pp. 30-50.
953
―La posesión que se tomó en Pázcuaro para la translación de la iglesia‖ [6 de agosto de 1538]], en:
LEÓN, NICOLÁS. Don Vasco de Quiroga. Grandeza de su persona y de su obra. Morelia, Centro de
estudios sobre la cultura nicólaita-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de
nicolaitas notables núm. 24), 1984, P. 267.
954
WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe.
Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión
Universitaria, 2015, Pp. 30-50.
955
―Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán
dispuestas, por su fundador el reverendísimo y venerable señor don Vasco de Quiroga, primer obispo de
Michoacán‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa
Fe. Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión
Universitaria, [Apéndices], 2015, Pp. 173-193. En adelante citado como ―Reglas y ordenanzas…‖.
956
WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe, Óp. Cit.,
Pp. 41-42.
236
como modelo de organización social, sino también como impulsor de instituciones y
cargos civiles en las poblaciones indígenas.‖957 En palabras de Carlos Paredes, ésta es
una línea de investigación que requiere más trabajo, pero se pueden hacer las siguientes
comparaciones:
CUADRO COMPARATIVO DE INSTITUCIONES, SIGLO XVI
Instituciones y prácticas establecidas en el
Modelo de hospital en el programa de Vasco
señorío tarasco
de Quiroga
1. Distribución y redistribución de bienes a 1. Los frutos del trabajo común se reparten
cargo del grupo gobernante a nivel señorial, entre todos. Los excedentes en cada hospitalprovincial y local, en beneficio de la población pueblo se destinan a mantener los indios
en general, con motivo de grandes pobres acogidos, los huérfanos, pupilos,
acontecimientos o festividades religiosas.
viudas, viejos, enfermos, tullidos, ciegos.
2. Reciprocidad en las labores desempeñadas y 2. Trabajo comunal en obras de uso común
trabajo comunal entre la población
3. Amplia variedad de trojes-almacenes de 3. Cofres de tres llaves para custodiar dinero,
alimentos, objetos valiosos y de objetos documentos y objetos valiosos, de propiedad y
rituales a nivel señorial, local y familiar, con uso comunal, así como custodio por parte de
destino y procedencia de bienes específicos.
autoridades locales representativas.
4. Unidades familiares extensas (con varios 4. Familias extensas. Las familias urbanas
casados) en torno a una sola casa ―dos o tres moran es hospital. ―moran juntos abuelos,
vecinos con sus parientes‖.
padres, hijos, nietos, en general todos los de
un linaje, descendientes por línea masculina,
hasta 8, 10 ó 12 casados por cada familia.‖
CUADRO 9. FUENTE: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Instituciones coloniales en poblaciones
tarascas. Introducción, adaptación y funciones‖, Óp. Cit., Pp. 135-136.
Cabe advertir que lo contenido en las Reglas y ordenanzas…, fue un modelo ideal
que no siempre correspondió con la realidad indígena michoacana, debido a los
enemigos y detractores del proyecto quirogiano. También hay que mencionar que a
pesar de las similitudes existentes, las instituciones prehispánicas tarascas y el modelo
ideal de la utopía cristiana, corresponden a dos modos de producción precapitalistas
distintos, y de dos culturas muy distintas entre sí, por lo que cuestiones sobre la tenencia
de los medios de producción, instrumentos de trabajo, y relaciones sociales de
producción, sólo pueden tomarse como conjeturas y una propuesta de interpretación.
Pero a pesar de eso, puede ayudarnos a contrastar la información con otras fuentes, y
proponer un modelo hipotético de cómo estaba organizada la distribución y el trabajo de
la tierra en las unidades básicas de organización territorial tarascas, los barrios o
vapatzequa.
De acuerdo a las Reglas y ordenanzas…, la tenencia de la tierra recaía en el
colegio y hospital del pueblo de Santa Fe, y los medios de producción no podían
enajenarse, conmutarse, trocarse ni cambiarse por alguna otra cosa.958 Si suponemos que
esto reflejó parte del sistema de tenencia de las tierras en los pueblos tarascos
957
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Instituciones coloniales en poblaciones tarascas. Introducción,
adaptación y funciones‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores)
Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, Pp. 135-136.
958
―Reglas y ordenanzas…‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos
hospitales de Santa Fe, Óp. Cit., P. 176.
237
prehispánicos, vemos que estas fueron inajenables, no podían ser vendidas o cedidas a
otros pueblos o personas en calidad de propiedad privada. Además los huertos y piezas
de tierra sólo se podían tener en posesión para ser usufructuados, y de forma temporal,
de acuerdo a las disposiciones del hospital; 959 por lo que puede imaginarse que en el
pasado prehispánico, esta distribución de tierras recayó en el barrio. Alonso de la
Veracruz mencionó algo muy similar sobre las tierras de los comunes:
―…nadie, por autoridad propia, puede ocupar, contra la voluntad del pueblo, sus tierras,
aún las incultas, ya sea para sembrarlas, o para pasto de sus bestias ni para cualquier otro
uso. […] porque la tierra que se encuentra de los límites del pueblo pertenece al mismo
pueblo, aunque permanezca sin cultivar. Si por tanto tiene verdadero dueño, no puede un
individuo privado quitarla y apropiárselas, porque aunque antiguamente todas eran
comunes y se le concedían al primer ocupante, sin embargo, después de hecha la ocupación
960
y esta división, no es licito.‖
Alonso de la Veracruz también mencionó por qué no era lícito apropiarse de
tierras de los pueblos sin cultivar o baldías: ―…considerando que esta gente suele
cambiar el lugar de la siembra, de manera que en este año siembran aquí y al siguiente
en otro lugar más remoto […] conocida la condición de estos naturales, porque cambian
el lugar de siembra…‖.961 Al parecer una explicación de que existieran tierras sin
cultivar en los pueblos, respondió al desarrollo de las fuerzas productivas tarascas;
recordemos que la gente común sólo podía tener tierras en cerros, montes, sierras, altos,
pedregales, quebradas y lugares de poco aprovechamiento; y que de los sistemas de
cultivo utilizados en el Michoacán prehispánico, dos de ellos eran el sistema de roza
mínima y sistema de labrado de suelo, por lo que había que dejar temporadas sin
cultivar nada, y dejar descansar la tierra para volver a sembrarla. Se entiende entonces
que las parcelas ―propias‖ cambiaban de lugar dejando a las tierras recuperar sus
nutrientes, y se concedían otras parcelas dentro de los límites del pueblo.
En las Reglas y ordenanzas…, vemos una organización familiar similar descrita
por otras fuentes tarascas, como la RM y la Relación Geográfica de Tiripetío, en que
cada familia nuclear o extensa se encontraba un paterfamilias, que era la cabeza de la
organización familiar, y era con considerado como un tributario.962 La RM menciona
que la tierra estaba dividida en parcelas, y cada una de estas debió haber sido cultivada
por un paterfamilias, miembro de un barrio o vapatzequa; las Reglas y ordenanzas…
mencionan que cada parcela era cultivada por los miembros de la familia, desde la
niñez, y el trabajo era supervisado por el paterfamilias, que era el encargado del trabajo
agrícola dentro de su parcela.963
También se menciona que había derecho de heredar la posesión de tierras tras la
muerte o ausencia larga sin licencia, a hijos o nietos casados, y si no había herederos,
eran repartidos a paterfamilias miembros del hospital para que las usufructuaran, pero
no en calidad de propiedad, sino de posesión.964 La RM menciona como una parcela era
la dote por parte de los padres a las familias nuevas, y en caso de que una pareja
mantuviera relaciones sexuales premaritales, la familia de la mujer tenía derecho a
959
Ídem.
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 45.
961
Ibíd., Pp. 46, 49.
962
―Reglas y ordenanzas…‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos
hospitales de Santa Fe, Óp. Cit., P. 184.
963
Ibíd., P. 180.
964
Ibíd., P. 176.
960
238
tomar la sementera del hombre.965 Si seguimos a Zorita de que en Michoacán ―todos en
general, principales y labradores, tienen tierras propias‖, 966 a parte de lo mencionado
por Carrasco, tal vez es que los ―campesinos libres‖ tenían derecho a usufructuar estas
parcelas y a heredar el derecho a su descendencia, y que la producción era para su
manutención y sus familias.
Para 1585, el jesuita Francisco Ramírez mencionó brevemente la organización de
los barrios de Pátzcuaro para el mantenimiento del hospital, si bien ya es una referencia
tardía y el estilo de vida indígena había sido trastocado, la información que proporciona
es importante por la luz que pude proporcionarnos sobre la organización de un barrio o
vapatzequa:
―…un tanto al capitán que tiene cada barrio; el qual tiene cuidado con comprar las cosas, y
mirar se guarden bien […] las quales todas son de común. Y cada barrio que va entrando
cada semana, trae las suyas diferentes; que es más que el axuar de todos ellos. Una semana
antes que ayan de entrar, les avisa el capitán a los demás; y toda ella la gastan los hombres
en traer leña […] Las mugeres se ocupan en buscar el maíz, harina y todo lo demás
967
necesario, y en tenerlo prevenido.‖
De la siguiente cita vale la pena comentar algo; el ―capitán‖ de cada barrio nos
hace recordar la figura del ocánbecha, sí sus funciones eran las de administrar los
bienes del barrio en 1585, probablemente sea una responsabilidad que databa de la
época prehispánica. También se distingue una división social del trabajo, en que los
hombres cortaban leña en los montes para el hospital (en la época prehispánica era para
los templos), mientras que las mujeres se encargaban de la preparación de alimentos.
Este sería un indicio que parte de la producción y fuerza de trabajo de cada
paterfamilias y sus familias, era destinado al sostenimiento de las actividades de cada
barrio o vapatzequa.
Con ésta complejidad sobre la tenencia de los medios de producción, podemos
vislumbrar las relaciones sociales de producción de acuerdo a la información
documental y estudiar cada uno de los casos que se pueden observar. Sin embargo, con
lo que hemos mencionado, se puede inferir que ―la dinastía real otorgaba oficialmente el
acceso a tierras, aguas, bosques y recursos minerales, aunque en la práctica el acceso
para trabajar la tierra se repartía dentro de las comunidades conforme a los lazos
tradicionales de parentesco y la tierra era adquirida por los reyes para apoyar a los
funcionarios estatales (angámencha) y para el servicio de los templos y de los
dioses.‖968
965
RM, Tercera Parte, Caps. XI, XIV, ff. 26, 28, 2v, Pp. 213, 217 y 218.
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P.
152.
967
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre
Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta
Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, P. 499.
968
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Jerarquía y heterarquía en el mundo prehispánico tarasco. La
transformación dentro de una tradición‖, en: ALBIEZ-WIECK; ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas
contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección
Investigaciones), 2016, P. 58.
966
239
DIFERENTES FORMAS DE TENENCIA DE LA TIERRA EN EL ESTADO TARASCO
Territorio
Tierras
Destino
Tierras del rey o cazonci
Cazonci
Irechequa
Familia real
Gastos de palacio
Mantenimiento de sirvientes
Tierras patrimoniales del linaje noble
Caciques
Señores
Principales
Tierras fiscales del Estado
Cazonci
Burocracia
Templos
Sacerdotes
Culto
Ejército
Obras públicas
Tierras de la gente común
Tributos
Miembros de los barrios
CUADRO 10. FUENTE: BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖,
Óp. Cit., Pp. 123-131; ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Óp. Cit., pássim.
Elaboración propia, basado en CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de
la sociedad mexica según las fuentes documentales. Prólogo de Miguel León-Portilla. 3a edición, México,
Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Cultura
Náhuatl, Monografías núm. 13), 1996, P. 84, Cuadro 1.
Un gran debate que ha habido respecto a las formas de tenencia de la tierra en la
antigua Mesoamérica y en otras regiones donde han imperado modos de producción
precapitalistas, es el de sí existe posesión territorial o propiedad territorial. Líneas arriba
mencionamos como la legitimidad y administración del territorio recaía en el irechequa
cuya cabeza era el cazonci, y que la tenencia última dependía en las decisiones de él y la
clase dominante. Víctor Manuel Castillo Ferreras estudió los aspectos de la estructura
económica de los mexicas, sus observaciones pueden extrapolarse a otras regiones
mesoamericanas del Posclásico Tardío; se preguntó esta incógnita y ―…se llegó a la
conclusión, lógica y formal, de la inexistencia de la propiedad privada territorial entre
los mexicas; no obstante, cabe aún preguntarse si existía o existe alguna diferencia
substancial entre el auténtico terrateniente (de hecho y de derecho) y el individuo
poseedor solamente del usufructo de la tierra y con derecho, además, de transmitirlo a
toda su descendencia; y debe considerarse que al terrateniente, históricamente, lo que
importa es el interés del suelo y no el suelo mismo, el cual en la mayoría de las veces ni
conoce ni llega a pisar siquiera.‖969 Concluyó que sólo había dos tipos de tenencia sobre
la tierra, la comunal y la estatal, y que sí se atienden otros ámbitos de la realidad
histórica, como las normas jurídicas en que los individuos nobles tenían ciertos
derechos de posesión, con retribuciones personales de servicios, méritos o funciones, y
que tenían el derecho de poder heredar esa posesión, podría hablarse entonces de
propiedad. Sin embargo, sólo se estaría interpretando una parte de la realidad, y no toda
en su conjunto, así concluye diciendo que ―si ningún mexica, incluyendo al tlatoani,
pudo pregonar en aquella época ―esta tierra es mía‖, estaba en cierto: la tierra no era de
969
CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según
las fuentes documentales. Prólogo de Miguel León-Portilla. 3a edición, México, Universidad Nacional
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Cultura Náhuatl, Monografías núm.
13), 1996, P. 82.
240
él sino para él. Zan tlatolcuecuepaliztli, trastocamiento de palabras solamente.‖970 Casi
podrían parafrasearse éstas palabras para los tarascos y el cazonci, y aunque en la
documentación se hable de las ―tierras del cazonci‖, se podría decir que eran ―tierras
para él cazonci‖.
Los objetos de trabajo y los instrumentos de trabajo
Un último tema a tratar sobre la tenencia los medios de producción, es la cuestión de la
tenencia sobre los objetos de trabajo, las materias primas, y los instrumentos de trabajo.
En el apartado siguiente, abordaremos con más profundidad los primeros dos tópicos,
pero podemos adelantar que si bien, en última instancia, los recursos naturales que se
encontraban en el territorio tarasco pertenecían al cazonci y al irechequa, no había una
forma de tener un control absoluto sobre qué y por quiénes se explotaba la riqueza
natural, recordemos que los Estados con un alto grado de fiscalización son producto de
la Modernidad, y esta es una característica que no estaba presente en la mayoría de la
sociedades precapitalistas. Sin embargo, sobre las materias, al ser objetos de trabajo en
los cuales ya se invirtió trabajo para procesarlos, sí estaban sujetos a ser enajenados por
parte del Estado tarasco por vía del tributo.
La cuestión de la tenencia de los instrumentos de trabajo en la sociedad tarasca
es difícil de dilucidar por la falta de fuentes, pero algunas referencias indirectas nos
permiten tener alguna idea. Recordemos que en las sociedades agrícolas precapitalistas,
la población rural habitaba en aldeas que gracias a la subsistencia de los productos
cultivados, eran autosuficientes, y que la unidad productiva básica era la familia. Aparte
de dedicarse a las faenas del campo, se ocupaban de elaborar los instrumentos de trabajo
necesarios para producir y reproducir su vida material. Estas familias eran capaces,
siempre que se contaran con las materias primas al alcance, de elaborar herramientas
como azadones, hachas, bastones plantadores, cuchillos, navajas, hilados, alfarería,
raspadores, piedras de moler, agujas, anzuelos, redes de pescar, cinceles, cestería,
petates, etcétera. La tecnología mesoamericana no sufrió las grandes transformaciones
como en el Viejo Mundo, la falta de animales de tiro, y el uso relativamente reciente de
metales antes de la conquista española, provocaron que el desarrollo de las fuerzas
productivas se mantuvieran constantes a lo largo de los tres milenios de historia
mesoamericana.
Así pues, el conocimiento para elaborar herramientas para trabajo agrícola debió
transmitirse de generación en generación, y era un conocimiento común enseñado desde
la niñez, en que se aprendía a prender el fuego, tallar piedras, cortar madera, preparar la
tierra para sembrarla, elaborar cerámica doméstica, curtir pieles, hilar fibras y elaborar
mantas o petates, moler maíz, cazar, recolectar, pescar, y preparar alimentos. Este
conocimiento debió incluir también la elaboración de los instrumentos de trabajo
necesarios, por lo que cada familia contaba con herramientas para llevar a cabo sus
actividades cotidianas de subsistencia. Al parecer, la posesión de los instrumentos de
trabajo en el Michoacán tarasco pudo haber sido ser personal o familiar, además podían
ser enajenados por otras personas o familias bajo ciertas circunstancias. Un ejemplo es
cuando un mancebo conocía carnalmente a una doncella en secreto, y cuando se
enteraban los padres de la mujer, después de reprenderla ―iban a la casa del que la había
corrompido y tomábanle todo lo que tenía en su casa, de mantas y piedras de moler, y
970
Ibíd., P. 84.
241
la sementera que tenía hecha para sí, y deshonrábanse.‖971 Algunas herramientas eran
tributadas, por ejemplo en la escena núm. 12, Xiuhquilan, del Lienzo de Jicalán, dos
personajes están fundiendo puntas de terequa, coas de cobre utilizadas para labrar la
tierra, y en la escena núm. 37, De Mechuacan, el mismo tipo de objetos están frente al
señor de Ihuatzio Tucúruan, quien está recibiendo el pago de tributo; 972 y en 1533, Juan
Infante escribió en una carta que los indígenas de su encomienda en Comanja tenían que
dar como tributo frijol, mantas, cotaras ―y diez ollas y diez comales y cinco cántaros y
todo lo demás.‖973 Y una de las recompensas de los guerreros pertenecientes a la clase
dominada, eran los despojos de los enemigos, entre los que se incluían precisamente
instrumentos de trabajo, como herramientas de labranza, piedras de moler, ollas, y
materias bienes como mantas, cobre y alimentos.974
971
RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, P. 218. Cursivas nuestras.
LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp.
20 y 21.
973
[Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ―II. Carta de 6 de diciembre de 1533‖], en:
WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero en Michoacán.
Traducción de Agustín García Alcaraz. México, Secretaría de Educación Pública-Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Colección Cultural núm. 2), 1984, P. 30.
974
RM, Segunda Parte, Caps. X, XIX, XXII, ff. 78v, 100v, 111v, Pp. 78v, 92, 114.
972
242
17. RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN EN EL ESTADO TARASCO: LA
CLASE DOMINADA
―El rey tenía en aquella nación un poder absoluto sobre sus vasallos, éstos le
tributaban cuanto tenían y él quería, de suerte que no eran sino esclavos, y
vivían en terrible servidumbre; bien sujetos estaban los señores o caciques,
pero gozaban de alguna predilección, y estaban obligados a acudir al servicio
del rey, y principalmente a la guerra con sus respectivos vasallos al punto que
recibían orden de su monarca‖
Fray Pablo Beaumont, Crónica de la provincia de los Santos Apóstoles S.
975
Pedro y S. Pablo de Michoacán, ca. 1780
Trabajo agrícola
De las referencias indirectas, es que se pueden identificar estos 4 tipos de tenencia
existentes en el Michoacán prehispánico antes de la conquista. De estas formas de
tenencia se pueden analizar también las relaciones sociales de producción, aunque no
con el mismo nivel de profundidad con la que sí se pueden abordar otras sociedades
mesoamericanas. En Mesoamérica a grandes rasgos había 3 tipos de trabajadores
agrícolas:
―Junto a esta división básica de las sociedades mesoamericanas en dos grupos [pipiltin
y macehualtin/ acháecha y purépecha], había algunas otras distinciones. En la mayoría
de las regiones se habla de tres tipos de trabajadores que presentan algunas diferencias
respecto al resto de los macehuales o plebeyos: se trata de los renteros, los terrazgueros
y los esclavos. Los renteros trabajaban tierras ajenas pero no estaban adscritos u
obligados a permanecer a perpetuidad en esas tierras. Además podían tener tierras en su
calpulli de origen, pero dedicaban alguna parte del año a cultivar tierra de otro calpulli
o del gobierno: como arrendatarios, tomaban una parte de la cosecha que producían y
entregaban otra parte a manera de renta. Hay indicios de que algunos señoríos ponían
en arrendamiento ciertas tierras para incrementar el monto de productos que recibían en
palacio; en náhuatl se llamaba a esta práctica millanehuiliztli.
Los terrazgueros, llamados en náhuatl mayeque (singular maye), tay situndayu en
mixteco, acípecha en tarasco, trabajaban las tierras patrimoniales de algunos nobles y
vivían en sus cercanías; entregaban a dichos nobles la mayor parte de la producción de
esas tierras y estaban obligados a darles servicios personales, como acarrear leña y agua
y hacer tareas domésticas. Estos trabajadores se encontraban en una situación de
desventaja respecto de los demás campesinos por dos razones: carecían de tierra propia
y estaban obligados a permanecer para siempre en la tierra que trabajaban, al igual que
sus descendientes. En cierta medida, entonces, los podemos comparar con siervos. Pero
hay una distinción importante con respecto a los trabajadores serviles del Medievo
europeo: a diferencia de los siervos, los mayeque o tay situndayu mesoamericanos no
estaban bajo la jurisdicción política, judicial ni militar del señor de la tierra, pues
seguían siendo súbditos directos del rey o señor del altépetl en cuya demarcación
976
residían, y sólo estaban sujetos a la autoridad del monarca.‖
En los documentos coloniales se mencionan algunas referencias de quienes
trabajaban las tierras en el Michoacán prehispánico, y las diversas relaciones sociales de
producción existentes. Las tierras de la clase dominante, incluyendo las del cazonci, las
tierras fiscales del Estado, y de la nobleza, eran sembradas por personas bajo diferentes
975
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 59.
ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 157-158.
Corchetes nuestros.
976
243
tipos de relaciones sociales de producción. Lo que si se deja ver en las fuentes es que
gran parte de la gente que estaba al servicio directo de la nobleza, mantenía vínculos
muy estrechos de adscripción personal o emparentamiento, o estaba bajo condiciones de
servidumbre, esclavitud o semiesclavitud. La RM menciona como las tierras del cazonci
y las tierras fiscales del Estado eran trabajadas por una gran cantidad de gente adscrita
al linaje real:
―Hay otro [diputado] llamado tareta vaxátati, diputado sobre todos los que tienen cargo de
las sementeras del cazonçi, y aquél sabía las sementeras cúyas eran. Este era como
mayordomo mayor deputado sobre todas las sementeras, que otro mayordomo había sobre
cada sementera, el cual la hacía sembrar y desherbar y coger por todos los pueblos, para las
977
guerras y ofrendas a sus dioses.‖
Estos mayordomos sobre las sementeras eran de un rango importante, pues
durante la fiesta de Equata cónsquaro, ―venían allí todos los que tenían oficios del
caçonzi y todos sus mayordomos que tenían puestos sobre las sementeras de maíz y
frísoles y ají y otras semillas, y el capitán general de la guerra, que lo era algunas veces
aquel su gobernador, llamado angátacuri, y todos los caciques…‖. Estos mayordomos
tenían a su cargo gente que realizaba el trabajo agrícola, y quienes lo hacían, ―los que
habían dejado perder las sementeras del caçonçi por no desherballas, que eran para las
guerras‖ eran ajusticiados en la dicha fiesta. 978 Al parecer estos mayordomos y gente,
eran del tipo que las fuentes coloniales mencionan como terrazgueros. La palabra
―terrazgo‖ se entendía como ―pedazo de tierra por sembrar‖, así como ―vale también la
pensión, que se paga al dueño de la tierra por el que la labra.‖979 Sin embargo, hay que
poner mucha atención a los detalles en las fuentes, pues durante los primeros años de la
conquista, los españoles agruparon bajo el término ―terrazguero‖ muchos tipos de
relaciones sociales de producción, sin prestar atención a las diferencias:
―Los señores recibían tributos y servicios variados según los usos o prácticas de cada
lugar, disfrutaban de prerrogativas y en algunas regiones poseían derechos específicos
sobre algunos de sus dependientes, ligados a ciertas tierras y conocidos como mayeque
(―los que tienen manos‖). Los españoles vieron en esta situación una similitud con la
servidumbre europea y —haciendo caso omiso de muchas variantes— calificaron a
esos dependientes como terrazgueros. En contrapartida, al tributario común se le
980
llamaba macehualli, palabra de la que se derivó la española macehual.‖
La RM no menciona las características de la gente encargada a los mayordomos
de sementeras, y es complicado entender profundamente las relaciones sociales de
producción. Según López Sarrelangue, el vocablo en tarasco para los terrazgueros era
cuirintziepa, de acuerdo a un documento de tierras trasladado en 1780; Pedro Carrasco
analizó el mismo documento, pero el original de 1647, ahí la grafía es curintzicha.981
Tal vez eran terrazgueros que mantenían una relación de vasallaje con el cazonci y los
señores nobles, y estaban emparentados. Esta gente es mencionada en la RM:
977
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176.
RM, Segunda Parte, Cap. I, ff. 61v-62, Pp. 14-15.
979
Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. 6, P. 258.
980
GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la conquista‖, en: P. 173.
981
LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época
virreinal. Óp. Cit., P. 33; CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 89,
Apud. ―Expediente promovido por el asentamiento de Pátzcuaro sobre que se declare que la laguna que
expresa pertenece a los propios de aquella Ciudad, 1780‖, AGI, Tierras 3127, exp. 1, f. 25-41. No hemos
podido identificar palabras relacionadas en los diccionarios tarascos del siglo XVI con estos vocablos.
978
244
―Sus hijos [del cazonci] tenían sus casas, cada uno por sí, desde que los daba a criar. Y
llegábanse los parientes de aquella mujer, cuyo era el hijo, y hacíanle sementeras y mantas;
y él [cazonci] les daba de sus esclavas y esclavos que dejaban de sacrificar de las guerras,
llamados terúparaquaebaecha.
Tenía mucha gente [el cazonci] con sus principales, que le hacían sementeras de ají e
frísoles e maíz de regadío y maíz temprano y que le traían fructas, llamados açípecha.
También tenían desta gente [¿terúparaquaebaecha o açípecha?] por los pueblos, los
señores y señoras, y hoy en día se los tienen dellos. Son sus parientes dellos, esclavos de las
guerras que tomaron sus antepasados o que ellos rescataban por hambre, que les dieron
algún maíz prestado, o los tomaban con algunos hurtos en sus sementeras, o esclavos que
compraron de los mercaderes. De los cuales agora se sirven en sus sementeras y servicio de
982
sus casas.‖
Los açípecha, son mencionados como los que labraban las tierras del cazonci, los
señores y señoras, pero no se indica cuál es su origen social o si diferían de los
terúparaquaebaecha. Su condición frente a los linajes nobles no queda clara, sí estaban
atados directamente por un lazo de servidumbre, o sí eran ―libres‖ de lazos personales, o
tenían lazos de acuerdo a las tierras en que vivían o cultivaban. La RM menciona que
ésta gente estaba bajo mando de unos ―principales‖, los mayordomos de sementeras, y
que sembraban chile, frijol, maíz de regadío y maíz temprano, además de que tributaban
frutas.983 Pedro Márquez traduce “açípecha. Los que hacían sementeras de chile y
frijoles. Comer frutas de otros.‖984 Para 1579 un funcionario español se sorprendió de la
lealtad que todavía profesaban los indios de Sirándaro y sus sujetos a la nobleza
indígena, aunque no queda claro qué tipo de relaciones sociales de producción
mantenían antes de la conquista:
―La noticia que hay, de este pueblo de Sirandaro y sus sujetos, es que siempre, después
que dieron la obediencia a su a su Maj[esta]d, fue poca cosa, porque los señores de
Mechoacan, a quien servían de ordinario, los iban reforzando de gente que traían cautivos
de otras provincia, como de Zacatula y Colima, y los poblaban en esta tierra caliente; y lo
tenían por grandeza que de acá les llevasen tributo de algodón, jícaras pi[n]tadas y frutas.
Y así, en el tiempo de su infidelidad, iban y venían a Mechoacan, cargados de lo de esta
tierra caliente, y los [dic]hos señores los tenían por esclavos; y, sí, hasta hoy, los
descendientes destos todavía respetan a los hijos de los principales de Mechoacan,
diciendo que sus padres fueron sus esclavos y cautivos, y, por esta causa, los aman y tienen
985
reverencia, sin otro tributo alguno.‖
El ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, documento tardío de 1593,
proporciona información de interés porque algunos de los testificantes eran indígenas
tarascos que nacieron antes de la conquista, algunos de ellos eran nobles, criados de la
familia real, y ―guardas‖ de las tierras y terrazgueros, como sus padres, es decir, el
oficio les venía por sucesión desde antes de la conquista. Y aunque para finales del siglo
XVI las relaciones sociales de producción indígenas habían sido trastocadas
enormemente por la cultura europea, las primeras se encontraban en agonía igual que la
nobleza indígena. Además el documento hace referencia a la fundación del pueblo de
982
RM, Tercera Parte, Cap. III, ff. 12v-13, Pp. 186-187. Los terúparaquaebaecha los mencionaremos
más adelante.
983
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12v, Pp. 186.
984
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 701.
985
CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 265. Cursivas e información entre
corchetes original.
245
Patuan, ocurrido en la década de 1550 por órdenes de don Antonio Huitziméngari,
durante dicha fundación fueron perceptibles las relaciones sociales de producción
prehispánicas. Así por ejemplo, Domingo Antian, natural de Pátzcuaro y de más de 90
años, y que ―dijo que cuando los // españoles vinieron a la tierra ya era // hombre y
servía al caltzontzi‖, declaró que los terrazgueros de Patuan eran ―indios advenedizos //
traídos de muchas partes para guarda de las // dichas tierras que en su lengua llaman
mimiecha // que en la castellana se dicen criados…‖ y los terrazgueros ―venían a
reconocer cada año los // terrazgos y señorío que tenían los señores // de las tierras que
eran don Antonio y los demás // que han sucedido…‖.986 La traducción que proporciona
el documento sobre el vocablo mimiecha es correcta, pero gracias a los diccionarios
sabemos que el termino tenía un significado más amplio, Gilberti registró ―Mimi.
criado, o pariente‖, mientras que en el DGLM aparecen las entradas ―Mimi. Pariente,
hermano, etc.‖, ―Mimiecha. Hermanos, o criados‖, 987 lo que daría más apoyo a la
interpretación del concepto quahta como un linaje que adscribía a sus vasallos bajo un
pacto de parentesco.988 El documento nos permite identificar el tipo de relación
existente entre don Antonio Huitziméngari y los terrazgueros congregados, eran
terrazgueros vasallos del hijo del cazonci, es decir con adscripción personal, y que
venían de varias partes ya mencionadas, como México, San Francisco, Uruapa,
Aputzetame, Jujacato, Sant Ángel, Uiramangaro, Taretan, Pátzcuaro y de las
Chichimecas, es decir, no estaban adscritos territorialmente. Una parte de las tierras
cultivadas servía para la cosecha que era pagada como tributo, otra parte servía para
mantenimiento de los terrazgueros, un dato para considerar la afirmación de Alonso de
Zorita de que en Michoacán ―todos en general, principales y labradores, tienen tierras
propias.‖989 Sin embargo, no hay nada que indique que las tierras de donde se sacaba el
sustento eran de los terrazgueros, y tal vez se trataban de pegujales.990
A estos terrazgueros don Antonio Huitziméngari puso por principal a un tal Pedro
Pío Ziquipe o Xiquipi, encargado de organizar el trabajo y de pagar el terrazgo de
Patuan, cargo que nos hace pensar en los ―mayordomos sobre las sementeras‖,
trabajadas por los açípecha. Pedro Tzitziquiquare, natural de Pátzcuaro, y que no sabía
su edad pero ―que cuando vinieron los españoles a esta // tierra este testigo iba a adorar
los ídolos // y fue criado de don Antonio y tubo a cargo una las // tierras suyas...‖,
testificó que ―y vio que un criado // del dicho don Antonio que se llama Aspe por // su
mandado fue hacer una huerta al dicho pueblo // y muchas veces vio este testigo que un
don Pedro // Ziquipe principal de los terrazgueros del // dicho pueblo traían los
terrazgos y antes de mostrarlos // al mayordomo se juntaba este testigo y otros // muchos
terrazgueros de la provincia que estaban // emplazados para el día que esto había de ser
// y en juntándose muchos metían los dichos // terrazgos…‖.991 Al parecer Pedro
Tzitziquiquare fue otro mayordomo sobre las sementeras, y el mayordomo de don
Antonio Huitziméngari nos recuerda dos cargos mencionados en la RM: ―Había otro
986
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, ff. 144v-144v.
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 108; DGLM-T.II, P. 331.
988
MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El
concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., Pp. 102-111.
989
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P.
152.
990
―pegujal. Del lat. peculiāris 'adquirido con el peculio', 'propio'. 1. m. Pequeña porción de siembra o de
ganado. 2. m. Pequeña porción de terreno que el dueño de una finca agrícola cede al guarda o al
encargado para que la cultive por su cuenta como parte de su remuneración anual.‖ ACADÉMIA DE LA
LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. II, P. 1559. Gilberti registró
―Pegujal. çanihco hapingua.‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, P. P. 533.
991
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, f. 158.
987
246
mayordomo mayor llamado cavás pati, diputado sobre todo el ají que se cogía del
caçonçi, y otros mayordomos sobre todas las semillas, como bledos de muchas maneras
y frísoles y lo demás‖, y ―…otro mayordomo mayor sobre todo el maíz que traían al
caçonçi en mazorcas, y éste lo ponía en sus trojes muy grandes y se llamaba
quengue.‖992
En la RM se menciona como los que dejaban de pagar el tributo eran llevados a
Tzintzuntzan para que dieran explicaciones, esto mismo ocurrió con Pedro Pío y los
terrazgueros, pues Francisco Iquesta natural de Pátzcuaro y de más de 70 años, ―porque
cuando vinieron los españoles era ya de // razón y se acuerda de ello‖, declaró qué ―y si
algunas veces que los dichos // terrazgueros se descuidaban en traer el // terrazgo los
veía traer presos y compeler // a ello…‖ y además recalcó que los ―…dichos indios que
al presente están son hijos // y nietos de los terrazgueros e de las dichas tierras
advenedizo y no naturales // de ellas y estos ni sus pasados tuvieron // allí tierras porque
si las tuvieran no // arrendaran las del Calsonsi…‖.993 Pero es el testimonio de un
terrazguero de don Antonio Huitziméngari, el que da pie a conjeturar que la asociación
personal todavía tenía mucho peso en 1550, década en que fue la congregación. Andrés
Cuaça, de más de 70 años, natural de Patuan, declaró sobre la huerta que él fue a
cultivarla, ―y después de la muerte del // dicho don Antonio nunca más volvieron // a
limpiar ni a beneficiarla y esto hacían // sin paga… […] y que sabe que los naturales de
allí // estaban acudían por vía de terrazgo o por amor que // le tenían…‖.994
De las tierras de un linaje noble con las que se cuenta con mayor documentación,
son las de la familia de Beatriz de Castilleja, descendiente de Paquíngata, señor
uacúsecha de Ihuatzio al momento de la conquista en 1522, las cuales también eran
trabajadas por mimiecha. La familia Castilleja tuvo tierras y terrazgueros a su servicio
en la Meseta tarasca, en Peribán, Cherán, Sevina, Aranza y Paracho. Los señores de
Ihuatzio fueron los que realizaron conquistas en esta región, durante la fase de
expansión del Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio: ―Hirypan tuvo otro hijo llamado
Ticátame, que fué señor en Cuyacan‖, y que ―otro señor hijo de Hiripan, conquistó otro
pueblo llamado Carapan.‖995 En un documento de 1557, Pedro de Ábrego, esposo de
Beatriz de Castilleja
―presentó documentos que amparaban su posesión de tierras en Periban, Cheran, Sevina,
Aranza y Paracho. Presentó un cuestinario al que respondieron varios indios viejos de
Periban, Chocandiran, de Tascascuaro y San Cristóbal, que declararon que dichas tierras
habían pertenecido a Cuaraque [¿Ticátame II?], señor de Iguaceo (Yguatzio), quien las
heredó a su hijo Tucuruan (que varios testigos conocieron), quien las heredó a su hijo
Paquingata, padre de doña María, casada con el conquistador Francisco Castilleja, quien
recibió las dichas tierras y a su vez las heredó a su hija Beatriz de Castilleja, casada con
Pedro de Ábrego. Les labraban las tierras ―los naturales de toda esta comarca‖, pero
además Cuaraque y Tucuruan pusieron unos indios que eran ―como criados suyos‖
[mimiecha], para encargarse de todo, y ―los que agora están en las dichas sementeras son lo
que de los susodichos proceden‖. Estos indios –que una Real Cédula de 1536 denomina
992
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 7-8, Pp. 177-179.
Ibíd., ff. 145v, 146v
994
Ibíd., ff. 126, 127. Cursivas nuestras. Aquí se puede ver cómo Andrés Cuaça muestra cierta amargura
por haber trabajado sin paga para don Antonio Huitziméngari, en un mundo donde las viejas relaciones
sociales de producción prehispánicas estaban agonizando, y las del orden colonial estaban naciendo.
995
RM, Segunda Parte, Caps. XXXI-XXXV, ff. 133 y 138-138v, Pp. 157 y 167-168.
993
247
―esclavos‖- le seguían reconociendo su señorío a doña Beatriz de Castilleja y le llevaban su
996
tributo a Iguaceo (más delante se les designa como ―renderos‖).
Como puede observarse, es difícil diferenciar entre los distintos conceptos
usados en la documentación colonial para designar las relaciones sociales de
producción, criado, esclavos o rentero; además se debe resaltar que además de estos
mimiecha, también eran labradas por ―los naturales de toda esta comarca‖.
Las fuentes coloniales mencionan otro tipo de relaciones sociales de producción,
denominadas por los europeos con el nombre de ―servidumbre‖ o ―esclavitud‖, sin
embargo, es difícil identificar los matices. Vasco de Quiroga escribió la Información en
derecho en 1535, documento para criticar las disposiciones de la Corona que quería
readmitir la esclavitud de los indígenas, y al mismo tiempo recomendar los beneficios
de la utopía cristiana para organizar el Nuevo Mundo. Para argumentar su alegato,
Vasco de Quiroga utilizó citas de la Biblia, los Padres de la Iglesia, y autores clásicos,
medievales y renacentistas. Aquí debemos recalcar que Quiroga, para caracterizar el
mundo indígena, partió de un modelo ideal propio de su tiempo, usando las fuentes
mencionadas, partió del concepto de ―esclavitud‖ del derecho romano, por lo que en su
alegato argumentó que en la Nueva España, antes de la conquista no existía la
institución de la esclavitud, sino el alquiler o venta del trabajo a perpetuidad, y que los
indígenas que así se alquilaban o vendían a perpetuidad, no perdían su libertad,
hacienda, familia ni ciudad o lugar de origen.997 Dicha caracterización sufre, por
supuesto, de un sesgo total, en que se pretende explicar la realidad a partir de un marco
cultural ajeno, además hay que agregar la intención como autor de Quiroga, en
caracterizar el mundo indígena en determinado molde idílico edénico de ―edad de oro‖,
para justificar jurídicamente la ―pacificación‖ de los indios, y las ventajas de la policía
mixta en lo espiritual y temporal.
De hecho, hay que recalcar que Vasco de Quiroga no advirtió los matices de las
relaciones sociales de producción, como si lo advirtió, por ejemplo, Alonso de Zorita.
Mientras Zorita mencionó la complejidad en la tenencia de la tierra y el tributo, Quiroga
describió una sociedad homogénea simple e idílica, basada en la comparación de un
texto literario de Luciano de Samósata (125 de n. e. - ca. 181 de n. e.), que describía una
―Edad dorada‖, con el Nuevo Mundo:
―Y cuasi, de la misma manera que he hallado que dice Luciano en sus Saturniales que eran
los siervos entre aquellas gentes que llaman de oro y edad dorada de los tiempos de los
996
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO; ESPINOSA MORALES, LYDIA. La vida michoacana en el
siglo XVI. Catálogo de documentos del siglo XVI del Archivo Histórico de la Ciudad de Pátzcuaro.
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección fuentes, Serie Catálogos), 1999,
documento núm. 43, P. 45. Corchetes nuestros.
997
―…para que estén en poder del señor y no puedan testar ni disponer, ni tener hacienda ni cosa alguna
que sea suya, como son los que son esclavos acerca de nosotros y como lo eran cerca de los ciudadanos
romanos, cuyas leyes en esto nosotros tenemos, aunque no como leyes, sino como razón de sabios, yo
entre éstos no la veo, antes lo veo todo al lugar, ya que no mudan estado ni condición, y que no pierden
cosa de él, ni concurren en ellos las condiciones de esclavos, sino libres, que es señal e indicio grande
que no son verdaderos esclavos, porque si lo fuesen, tendrían las condiciones dellos.‖ QUIROGA,
VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo
de Indias‖, Óp. Cit., P. 140. Cursivas nuestras. Quiroga incluso dijo que ni siquiera era servidumbre: ―Por
donde parece, y se arguye muy claro, que este servicio destos naturales es este alquiler y no servidumbre
que quite libertad ni ciudad ni familia, como a los esclavos verdaderos entre nosotros y por nuestras
propias leyes y no suyas, se les quitan y lo pierden todo, como lo perdían los esclavos y mancipios por las
leyes romanas entre los romanos por previlegio especial, y no entre los bárbaros que no tenían tal
previlegio ni tal derecho, como los ciudadanos romanos…‖. Ibíd., P. 194.
248
reinos de Saturno, en que parece que había en todo y por todo la misma manera e igualdad,
simplicidad, bondad, obediencia, humildad, fiestas, juegos, placeres, beberes, holgares,
ocios, desnudez, pobre y menospreciado ajuar, vestir, y calzar y comer, según que la
fertilidad de la tierra se lo daba, ofrecía y producía de gracia y cuasi sin trabajo, cuidado ni
solicitud suya, que ahora en este Nuevo Mundo parece que hay y se ve lo superfluo con
998
aquel mismo contentamiento…‖
También agregó que ―y así, como dice aquí Luciano, a fin que los mortales
recuerden cómo era la vida durante mi reinado, cuando todo el sustento les llegaba sin
(sembrar) ni labrar la tierra, así cuasí de aquesta manera se mantenían y mantienen
estos naturales con muy poco o ningún trabajo y se contentan con los frutos y raíces que
les produce y cría la tierra, sin labrar o mal labrada y granjeada…‖.999 Por eso, ante este
panorama donde supuestamente no existía la explotación, salvo con la tiranía de los
caciques, Quiroga mencionó que ―…a mi ver, su servidumbre entre ellos no es
servidumbre, sino un servir natural en la misma igualdad de estado con sus amos…‖1000
o que ―no eran ni son siervos ni esclavos verdaderos, sino sirvientes, como en permitido
en derecho natural servirse unos a otros en igualdad con sus amos…‖. 1001 Dicha visión
sobre las sociedades indígenas mesoamericanas es insostenible si se confronta con otras
fuentes, sin embargo, la Información en derecho es rica en testimonios etnohistóricos,
que nos permiten tener idea de las costumbres y usos de las relaciones sociales de
producción, ya que Quiroga también utilizó testimonios orales, hechos atestiguados por
indígenas o misioneros, y algunos comprobados por el mismo, mucha de esta
información puede ser cotejada en otras fuentes. Quiroga fue asistido por cuatro jueces
mayores indígenas del Centro de México, y como oidor de la Audiencia atendió y
escuchó indígenas de diversas partes, ―ciertos principales de Michoacán, al cacique de
los mixes de Oaxaca, a esclavos de Xalisco, a principales de Otumba, a los
Chichimecas, a otros de lejanas provincias del sur, etc.‖1002 Quiroga mencionó que
―Pero la manera y género de esclavos o servidores que por la mayor parte entre ellos yo he
visto y veo, es muy diferente de la nuestra y de la que tenían por sus leyes los ciudadanos
romanos. Porque, en la verdad, a mi ver, casi no es ni más ni menos […] que alquiler de
obras a perpetuidad por la vida del alquilado, que en derecho se llama alquiler del trabajo
a perpetuidad, que usan mucho entre sí estos naturales para servirse unos de otros, porque
no tienen ni saben usar del alquiler de obras a tiempo como nosotros; en el cual género no
se pone, ni asienta ni constituye la servidumbre en la persona, sino solamente en las obras
del que así se alquila a perpetuidad, ni se pierde por ello libertar ni ingenuidad, ni ciudad,
1003
ni familia.‖
También añadió los peros de porque no era esclavitud propiamente dicha:
―Y este género y manera de esclavos y servidumbre, si tales nombres merecen, que en
verdad no merecen, sino que traemos corrupto el vocablo, por ventura por falta de
998
Ibíd., P. 225.
Ibíd., P. 230. Cursivas originales.
1000
Ibíd., P. 224-225.
1001
Ibíd., P. 229.
1002
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La Información en derecho de Vasco de Quiroga, fuente para el
estudio de los indios de Nueva España‖, en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La sociedad indígena en el
Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, Pp. 129-130. En la Información
en derecho hay varias referencias a la sociedad tarasca prehispánica que fueron posteriormente registradas
por Jerónimo de Alcalá un lustro después; algunos detalles sobre las exequias del cazonci, la elección
para nombrar a uno nuevo, y las guerras emprendidas para capturar prisioneros para tomar posesión del
cargo. QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas
provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., Pp. 122-124.
1003
Ibíd., P. 141.
999
249
naguatatos o por sobra de malicia o por inadvertencia nuestra, es el que entre estos
naturales se usaba y usa mucho, y así, cada cuando se enojan de servir a sus amos,
sustituyen otro en su lugar, y los amos o alquiladores lo reciben y ellos quedan libres de la
obligación de servir por sus personas y en sus casas y familias y pueblos que nunca
perdieron, como de antes; ni son esclavos sus hijos, antes retienen todas las condiciones de
hombres libres e ingenuos que son, salvo solamente cuando les acuden con aquel género de
obras y servicios que así vendieron e alquilaron, y son a las veces mejores y más ricos y
más honrados y tienen mejor casa y familia y ajuar que no aquéllos a quien sirven, y a las
veces se casan los unos con los otros: ellos con sus amas y ellas con sus amos, o con sus
1004
hijos o hijas, o con sus hermanaos o hermanas de sus amos, como gente libre.‖
Quiroga achacó que estas relaciones entre amos y servidores se tornaban en
esclavitud, debido las conductas tiránicas de los caciques y señores: ―…y aun algunos
hay que después de muertos los unos subrogados de quien se servían, tomaban y aún
toman hoy en día por su propia auctoridad otros de su linaje en su lugar para que los
sirvan; pero éstos no son sino los más tiranos entre ellos, porque los más cuerdos no lo
hacen, porque lo tienen por malo e injusto.‖1005 Esto podría tener algún sustento
histórico, si revisamos la parte histórica de la RM, podemos ver que antes de la
formación del Tzintzuntzan Irechequa, las relaciones entre amos y servidores eran más
laxas, es decir, a pesar de que en ocasiones se incumplían (por ejemplo, la rebeldía de
Taríacuri ante si suegro Chánshori), estas estaban determinadas por una serie de
factores, entre los que podemos incluir la lucha de clases existente entre los diversos
señoríos prototarascos, donde había un equilibrio de poderes regional entre las diversas
entidades políticas. Esto cambió durante el Estado tarasco, donde existía un sólo y
fuerte aparato represivo de Estado, encargado de castigar a los desobedientes. En la
documentación colonial vemos que, en efecto, hubo una dificultad por parte de los
europeos de caracterizar las relaciones sociales de producción, de una sociedad
precapitalista no occidental, y lo hicieron desde su bagaje cultural medieval, donde
existían vasallos, plebeyos, siervos y esclavos, pero las autoridades españolas se
asombraban lo fácil con lo que los indígenas aceptaban cumplir este tipo de relaciones
de servidumbre.1006 Además el concepto de ―esclavo‖ fue interpretado maliciosamente,
1004
Ibíd., P. 142.
Ibíd., P. 153. Esto podría interpretarse como la relación de adscripción personal entre las quahtas
nobles que mencionan Cristina Monzón y Andrew Roth-Senneff. MONZÓN, CRISTINA; ROTHSENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El concepto cultural quahta en las fuentes
tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., Pp. 102-111.
1006
―El daño, Católica Majestad, que se hace a los Indios de sacar y herrar tantos esclavos, es que los
señores Indios destas partes el mayor servicio e ayuda que tienen para poblar y cultivar su tierra y dar el
tributo a los cristianos a quien están encomendados, es tener esclavos de quien en esto se sirven mucho; lo
segundo, que como los cristianos les demandan muchos más de los que les pueden dar, por contentar a los
cristianos, a vuelta de diez esclavos vienen otros seis vasallos que no lo son, y algunas veces los hierran
como a los esclavos porque los mismos, siendo algunos libres, por contentar a sus señores dicen que son
esclavos: lo tercero, que cuando no bastan de los vasallos, como los Indios tienen algunos a diez y veinte
mujeres, en especial los que son personas principales, acaece a tener unos veinte y treinta hijos, y traen
algunos dellos y véndenlos entre sí, que parece lo tienen por granjería, como los cristianos de los
animales: lo cuarto, que por muy fáciles cosas y de poco crimen hacen unos a otros esclavos; a unos
porque a sus padres o madres les dieron diez o doce hanegas de maíz; a otro porque le dieron a su padre
siete u ocho mantillas de las que ellos se cubren; a otro le hacen esclavo porque hurtó tres mazorcas de
maíz o cuatro; a otro porque siendo niño le dio uno de comer medio año o uno, aunque se sirviera de él; y
así por cosas muy fáciles y de burla se hacen unos a otros esclavos; y por cosas tan livianas, que estando
yo presente al examinar de unos esclavos, dijo uno que era esclavo; preguntando por qué, si padre o
madre lo fueron, dijo que no, sino que un día que ellos estaban en sus areitos, que es su fiesta, tañía uno
un atabal que ellos usan en sus fiestas como los de España, y que le tomó gana de tañer en él, y que el
dueño no le quiso dejar tañer si no se lo pagaba; y como él no tenía que le dar, dijo sería su esclavo, y el
otro le dejó tañer aquel día, y de allí adelante quedó por su esclavo, y después le habían vendido tres o
1005
250
como mencionó Quiroga, por los grupos de poder en la Nueva España, para
aprovecharse de la fuerza de trabajo nativa:
―Hay otro género o diferencia de hombres libres entre estos naturales usurpados por
esclavos entre nosotros, que son los que después de la tierra ya pacificada e repartida en los
españoles, estos caciques e principales bárbaros e tiranos daban a los españoles, o de gracia
por contentar, o de temor por no padecer, o por rescate de casi nada que les daban, o por
ruego que les era más que mando. Estos tales venían avisados, persuadidos, atemorizados y
mandados por sus caciques e principales, que aunque fuesen libres, dijesen que eran
esclavos; porque los españoles les pedían esclavos y ellos sabían que los examinadores
españoles se lo habían de preguntar si lo eran, y porque no los tomasen en mentira, que les
daban libres por esclavos para los herrar e por cumplir con lo que les pedían los españoles.
Y estos tales miserables, así avisados y atemorizados de sus caiques, a quien temían y
tenían cuasi como a dioses, que habían de ser herrados, no osaban hacer ni decir ni boquear
1007
otra coa más de lo que el cacique y principales decían y mandaban.‖
Nuño de Guzmán como gobernador de Pánuco y sus hombres, por ejemplo, se
organizaron en bandas merodeadoras contra los indígenas de la Huasteca, a pesar de que
ya era una provincia pacificada, con tal de hacer cautivos en ―guerra justa‖, y poder
venderlos como esclavos en las Antillas.1008 Sin embargo, a pesar de las dificultades
existentes de caracterizar este tipo de relaciones sociales de producción, por la
información que encontramos en la RM y otras fuentes michoacanas, podemos
caracterizar esta fuerza de trabajo, al menos para el caso tarasco, como esclava o
semiesclava, por el hecho de que, literalmente, eran grupos humanos propiedad de
otros; podían enajenarse, sacrificarse, castigarse y estaban a disposición de sus amos.
Quiroga estimó que en sus días como oidor de la Audiencia, alrededor de dos
tercios de la gente común de Nueva España, ―a causa de sus grandes miserias, pobrezas
y necesidades […] acuden y sirven a los otros más principales y a los mercaderes que
más tienen, con algunos tributillos u obras o servicios que pueden‖, estaban sujetos a la
venta o alquiler de obras a perpetuidad.‖1009 Wittfogel mencionó que a lo largo de la
historia, la esclavitud ha jugado un papel importante, pero tal vez no predominante. En
realidad, como mencionamos arriba, la imagen de esclavitud brutal proviene de la
empleada en América por parte de los conquistadores europeos, y de la importación de
esclavos a Estados Unidos de América. La concepción que a veces se tiene sobre la
cuatro veces en sus tianguez o mercados que tienen cada día; y así hasta los músicos se venden, que es
una cosa de burla y de mucho daño, así para la conciencia como al servicio de V[uestra]. M[ajestad].‖
―Carta del contador Rodrigo de Albornoz, al Emperador‖ [15 de diciembre de 1525], en: GARCÍA
ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. Óp. Cit., T. I, 1980,
Pp. 492-483.
1007
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 176. Fray Alonso de la Veracruz también hizo mención de cómo
estos ―hombres libres‖ fueron esclavizados por parte de los españoles: ―…y por otra parte ellos fueran
siervos de los indios, no era lícito exigirles tales tributos, porque se les reducía a otra servidumbre que no
tenían entre los Indios. Pues entre ellos era un siervo que más bien podía llamarse libre; porque tenía su
peculio y familia y solo se les llamaba siervos porque llevaban agua, o leña, o barrían la casa, etc.‖
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., Pp. 58-59.
1008
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa,
(Serie Los once ríos), 1992, Pp. 32-35. Alonso de la Veracruz mencionó que ―sin embargo, nuestros
Españoles los vendían para cavar en las minas, y no solo en estas partes, sino que cargaban con ellos sus
naves para enviarlos a las Islas; y así estos miserables al cambiar del suelo natal exhalaban el espíritu. Y
así pereció una multitud innumerable de ellos. Y los vendían a un precio bajísimo, menor que el de un
buey o un carnero. VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas,
Óp. Cit., P. 59.
1009
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 170.
251
esclavitud, es producto más de una imagen hollywoodense, que de una sustentada en
fuentes históricas. Wittfogel menciona que las personas reducidas a la esclavitud eran
empleadas más bien al servicio doméstico que al trabajo a gran escala, por el hecho de
que es más fácil controlar a un número reducido de personas con las que se convive
diariamente en espacios cerrados, que a un gran número de esclavos a campo abierto
donde se generan relaciones entre ellos.1010 Además ―la esclavitud no fue importante,
desde el punto de vista económico, en Mesoamérica; afectó a una minoría de individuos
y tuvo fundamentalmente dos vertientes: había esclavos domésticos, que hacían labores
como acarrear agua y leña, y esclavos para el sacrificio, cuyo único destino era morir en
ciertas solemnidades. Los primeros llegaban a esa condición por orden judicial, al no
haber podido saldar una deuda o para desagraviar a una familia tras haberla ofendido de
algún modo. Los segundos eran comprados en las plazas de mercado por quienes iban a
sacrificarlos.‖1011 En 1528, se escribió un parecer sobre sí era legítimo marcar a los
esclavos indígenas, y se ha atribuido a Antonio de Rojas Manrique, Patriarca de las
Indias Occidentales; el texto distingue entre cinco géneros de esclavos:
―Respondiendo al primer género de indios, en el cual se tocan algunas diferencias, aunque
no tantas como en el segundo, es de notar que hay cinco maneras a las cuales se reducen
todos los que pueden ser esclavos. 1ª La primera cuando contrae la tal servidumbre de su
nascimiento, que su madre era esclava, aunque si la madre era libre cuando se empreñó es
dubda entre los juristas. 2ª La segunda se contrae a la guerra hecha por autoridad del que
no reconoció superior como Papa, Emperador e Rey de España y Francia, según los
juristas. 3ª La tercera se contrae por delito, así como el que lleva armas o otras cosas
prohibidas a los sarracenos, que éstos son esclavos de los que los toman. 4ª La cuarta se
contrae por propia voluntad, así como el que es mayor de veinte e cinco años y sabe que es
libre permite que le venda, y ésto lo han de saber el que lo vende y el que lo compra. 5ª La
quinta se contrae por necesidad de hambre, así como cuando el padre compelido con
hambre vende al hijo lo cual es esclavo, lo cual la madre no puede hacer, el tal se puede
1012
libertar en todo tiempo, ganando lo que se dio por él.‖
Para el Michoacán protohistórico, Pedro Carrasco1013 identificó a cuatro tipos de
esclavos mencionados en la RM,1014 que representan relaciones sociales muy similares a
las mencionadas por Antonio de Rojas Manrique, salvo que los que por voluntad se
venían y los que lo hacían por necesidad de hambre parecieron haber sido los mismos:
1010
WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental…, Óp. Cit., Pp. 365-367.
ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 158.
1012
―Documento número 2: Parecer del maestro Rojas sobre herrar a los indios como esclavos s.d.,
[¿Palencia?], 1528‖, en: LUCENA SALMORAL, MANUEL. ―III.- Documentación. Los pareceres de
Cereceda y Rojas sobre herrar a los esclavos indios en el rostro o en las piernas‖, en: Estudios de historia
social y económica de América. España, Editada por el Departamento de Historia de América y Servicio
de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, núm. 14, 1997, P. 238.
1013
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 81-84.
1014
Debe tenerse en cuenta que en ciertas ocasiones en la RM ―…el nombre de esclavo se utiliza para
indicar, tal vez sólo metafóricamente, la subordinación de un determinado individuo a otro. Por ejemplo
Zirutame, reconociendo que sus sobrinos Hiripan y Tangaxoan son señores, les dice que los atenderá
como si fuera su esclavo (que llevará leña para los templos, que hará sus sementeras, que cargará a sus
hijos, que les buscará hachas y cinchos para que corten y carguen la leña de los templos). También don
Pedro, cuando recibe una mujer de Zinzicha, dice que los isleños eran esclavos del cazonci, que llevaban
la comida de los reyes a cuestas, los jarros con los que bebían y las hachas para ir al monte por leña. En
este caso, sin embargo, se sobreentiende que los isleños estaban subordinados al cazonci porque habían
sido conquistados por sus antepasados. Del mismo modo, el petamuti les recordaba a los caciques que
eran esclavos porque, a pesar de haber sido conquistados, no habían sido sacrificados.‖ ESPEJEL
CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 107.
1011
252
1-Cautivos de guerra: los prisioneros de guerra que no eran sacrificados eran destinados
a ser esclavos. Se menciona por ejemplo, que cuando se conquistaba un pueblo, se
contaban los varones, mujeres, muchachos, niños de cunas, y se apartaban de los viejos,
viejas, niños y heridos, quienes eran sacrificados ahí mismo, y sus cuerpos cocinados
para ser consumidos por los guerreros. La RM menciona que ―guardaban los mochachos
y criábanlos para su servicio, para sus sememteras.‖1015 Sobre los niños de cuna se
menciona que también eran sacrificados ahí, pero en otro lado del texto se apartaban de
los sacrificados. Cabe recordar que los capítulos que hablan de la guerra, tratan de
diferentes tipos de guerra, es probable que en ocasiones los niños de cuna fueran
apartados para ser esclavos, ya que permitían ser educados en los principios ideológicos
del Estado tarasco. Los muchachos tal vez no fueran tan fáciles de doblegar
ideológicamente, pero a diferencia de los niños, ya podían proporcionar fuerza de
trabajo para ser explotada inmediatamente. Estos esclavos eran conocidos como
terúparaquaebaecha, parece que la condición de esclavos se transmitía de padres a
hijos.1016 De estos esclavos le daba el cazonci a sus hijos, pero no queda claro si
trabajaran en las sementeras o eran sirvientes domésticos, pues aparte los parientes de la
madre del hijo del cazonci le hacían mantas y sementeras; los principales, señores y
señoras, también tenían de estos esclavos por los pueblos.1017 Es decir, el cazonci ponía
una parte de la servidumbre a servicio de sus hijos, pero otra parte tenía que ser puesta
por la familia de la madre. Pedro Márquez traduce “terúparaquaebaecha. Esclavos y
esclavas que se dejaban de sacrificar. Teruparaqua (criado), euaecha (les quitaron).‖1018
2-Los rescatados por hambre: En la parte histórica de la RM, se menciona como cuando
la gente no tenía que comer, la gente se ―vendía‖ como esclava, incluyendo a su
parentela, para que les dieran de comer:
―…todos se perdieron por hambre, quel señor de Hararo llamado Thicúricata y otro llamado
Thiácani, los llevaron por esclavos. Y por los males que hacían en Hetóquaro castigaron los
dioses. Ya vi en ellos que dieron hambre; que el que tenía cinco hijos empenzó a vendellos
y daban por un poco de maíz un hijo y dos tamales, y en acabando de vender los hijos,
vendían la mujer y dábanle un tamal; y a la postre no teniendo que dar, se vendían a sí
1019
mesmos porque les diesen de comer.‖
Carrasco agregó que ―como es sabido, era una servidumbre contractual más que
esclavitud propiamente dicha.‖1020 Y Vasco de Quiroga mencionó que era costumbre en
la Nueva España que ―si uno está en necesidad y pobreza extrema, y otro le presta algo
o le halla enfermo y le cura, y no tiene después de qué pagarle, le toma, o el mismo que
recibió el beneficio se da a sí mismo para servirle toda su vida; y otras veces piden
prestado unos a otros con necesidad […] y cuando no tienen de que pagar, se dan a sus
1015
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 19, P. 199.
Vasco de Quiroga mencionó que se casaban entre amos y ―gente alquilada‖, y en el ―Parecer del
maestro Rojas…‖, se menciona que no quedó claro sí el estatus de esclavo se transmitía de padre y madre
a los hijos. Sobre este aspecto de que la ―gente alquilada‖ o ―esclavos‖ procreaban con sus amos,
recuérdese el pasaje de la RM, donde se menciona que Chapá era hijo de Chanshóri, señor de Curínguaro
y una esclava, y por eso era tenido en menos, sin embargo su estatus cambió al casarse con una señora.
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 109v, P. 110.
1017
RM, Tercera Parte, Cap. III, ff. 12v-13, Pp. 186-187.
1018
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 719.
1019
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 111, P. 113.
1020
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 82.
1016
253
acreedores y ellos los toman a este servicio perpetuo de toda su vida.‖1021 Sobre la venta
o alquiler de los hijos dijo que podía ser ―por un cuartillo de maíz‖, y que ―algunas
veces acontecía venderle en la cuna‖, y mientras el infante crecía, ―el padre y la madre y
aun toda la parentela, servía al que le compraba‖.1022 Otras cantidades mencionadas de
maíz con los que se vendía la gente era ―un puño o celemín o chicubí de maíz…‖.1023
Esto nos recuerda, aunque no sea venta propiamente dicha, cuando el cazonci daba criar
a sus hijos, y los parientes de la madre tenían que hacerle sementeras y mantas al
hijo.1024
3-Los que consumían alimentos de otros o de las trojes de los dioses: Había dos formas
de volverse esclavo bajo esta modalidad, los que sorprendían con algunos hurtos en sus
sementeras,1025 pero otra forma más era por una costumbre que existía:
―Tenía esta gente una costumbre, que si tomaban algún maíz o mantas de las trojes de los
dioses que estaban deputadas para las guerras, aquellos que las recebían, aunque fuese dado
1026
gracioso, ellos o sus hijos quedaban obligados por ello y los hacían esclavos.‖
Vasco de Quiroga registró que era costumbre en Nueva España que ―por una
mazorca de mahíz que uno tomase del mahizal ajeno, no teniendo de qué lo pagar, se
servían de él toda su vida como escavo por su propia abtoridad, sin otra condenación.
[…] Item, cuando jugaban a la pelota y perdían y no tenían de qué pagar, los tomaban y
se servían dellos toda su vida los que ganaban; y si eran los que le ganaban dos o más, y
no les pagaba, le llevaban al templo o cu y le sacrificaban delante del ídolo que
tenían‖.1027 Se entiende entonces que mucha de la gente al servicio del canzonci y la
nobleza, era sostenida por la producción de las tierras reales y de los linajes nobles, tales
como los sirvientes domésticos, los artesanos y gente dedicada a realizar pasatiempos.
Quiroga mencionó otra forma de volverse esclavo, que están relacionadas con los que
cometían delitos, por ejemplo ―que el que se echaba con esclava o sirvienta de otro y era
soltero y la empreñaba de hijo, había de servir por ello toda su vida; y si era casado y la
empreñaba de hijo había de dejar a su mujer y casa y servir al amo de la que empreño
toda su vida como esclavo, y también le hacían esclavo, si la preñada dello moría.‖1028
4-Los esclavos comprados a los mercaderes: El tráfico de esclavos es mencionado en la
RM, pero la información no es suficiente para conocer bajo qué condiciones adquirían
la condición de esclavitud, cómo se vendían, y cuáles eran las costumbres que regían su
condición. Vasco de Quiroga refirió un panorama bastante tétrico en la Nueva España,
sobre el origen de algunos esclavos: ―Otros hurtaban muchachos e muchachas
pequeños, hijos de otros, y los iban a vender lejos, y si los padres lo sabían y podían,
tomaban por su propia autoridad a los que así los hurtaban y venían y los daban y
entregaban a los hijos que así los habían dellos comprado, y así rescataban a sus hijos y
quedaban por esclavos en su lugar los que así los habían vendido,‖ pero en la mayoría
1021
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 169.
1022
Ibíd., P. 167.
1023
Ibíd., P. 101.
1024
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12, P. 186.
1025
RM, Tercera Parte, Cap. III., ff. 12v-13, Pp. 186-187. Claudia Espejel menciona que los que robaban
sementeras eran condenados a muerte, pero parece que primero eran esclavos, y si robaban más de tres
veces, los mataban. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 106.
1026
RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86, P. 63.
1027
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 166.
1028
Ibíd., P. 166.
254
de las veces esto quedaba impune, ya que ―los hurtaban de los tianguis y de otros
lugares donde los hallaban, y los transportaban y vendían en otras partes lejos de donde
los tomaban o a los mercaderes de otros lugares, que andan por la tierra mucho. 1029
Quiroga mencionó que los caciques vendían a la ―gente de alquiler‖ o los esclavos
―como los solían dar, por tres o cuatro mantillas, y a veces a celemín de maíz,
mayormente aquellos que no les cuesta más de hurtados de pequeños para después
rescatarlos a los cristianos españoles‖1030 El contador Andrés de Cereceda, quien ejerció
en León, Nicaragua, describió cómo se vendían los esclavos en Tierra firme:
―Hay otro género de indios a que llaman esclavos, y éstos son que los tenían los caciques
por esclavos antes que los cristianos viniesen a la tierra, que eran como moneda entre ellos,
que los vendían y compraban por oro y por maíz y otros mantenimientos, y por mantas de
algodón y por cuentas y por cacao y por sal y por otras maneras de mercadurías, que
vendía un cacique principal o indio a otro. En esto hay venta de padre a hijo y hermano a
hermano y un deudo a otro; y otros que eran mozos o muchachos o niños huérfanos o hijos
de alguna viuda diz que se los tomaban los caciques y los principales y los vendían a donde
y cómo y por lo que querían, como está dicho, y esto diz que se acostumbraba entre ellos,
1031
no habiendo quien volviese o defendiese el tal que querían tomar para vender‖
Lo que agrega la RM, es que los ―esclavos desobedientes que no querían servir a
sus amos, y a los esclavos que dejaban de sacrificar en sus fiestas. A todos estos
susodichos [malhechores] llamaban vázcata y, si cuatro veces habían hecho delitos, los
sacrificaban.‖1032 Parece ser que esta fuerza de trabajo esclava o semiesclava era la que
se utilizaba en las tierras de la nobleza, cuya producción estaba destinada al
mantenimiento de la misma. La característica principal de ésta, es que las personas
mantenían lazos de parentesco y de servidumbre muy estrechos con los linajes nobles a
los que estaban adscritos, pero estaban a merced de poder ser venidos a otros y que si no
cumplían con sus obligaciones, eran sacrificados.
1029
Ibíd., Pp. 166-167
Ibíd., P. 198.
1031
―Documento número 1: Las dubdas que se sienten para herrar los indios que los caciques dan por
esclavos. [¿León de Nicaragua?, circa 1528]‖, en: LUCENA SALMORAL, MANUEL. ―III.Documentación. Los pareceres de Cereceda y Rojas sobre herrar a los esclavos indios en el rostro o en las
piernas‖, Óp. Cit., P. 258.
1032
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14.
1030
255
PALABRAS RELACIONADAS CON ESCLAVOS EN LOS
DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA
Nombre en tarasco
Hapingata
Hapinbaraqua
Piuapeni
Piuacata
Significado en castellano
Esclauo
Seruidumbre
comprar esclauos
esclauo assi comprado
Pacumunscata [No se llama sino
varingati]
Teruparaquaeni
Teruparaqua
tiamu caminchaqua
cueraraquareti, hurahcucata
hapingata ynspequarequa
Cuiriperacata
Esclauo alcançado en guerra
hapingata manaratspeni
Anchequaretspeni
achaetsperi.hapimbeti
teruparaqua. hapingata
cuxareti teruparaqua hapingata
çapinda teruparaqua hapingata
cuxareti çapi teruparaqua
ma hingun hapingata
hapingata himahtuhco peuangari
hapingata.piuacata
hapingataecha. terurapaquaecha
Seruir el esclauo
Seruir el libre
Señor de sieruos
Sieruo
Sierua
Sieruo pequeño
Sierua pequeña
Sierua con otro o con otra
Sieruo nacido en casa
Sieruo que se vende
Sieruos generalmente
ser sieruo o criado
sieruo o criado
Argolla para esclauos
Horro o horra de esclauo
Mercaduria de esclauos
Nacer en casa esclauo
Fuente
(G) Pp. 89, 485
(G) P. 89
(G) P. 134.
(G) P. 134.
(D-I) P. 285
(D-I) P. 325
(G) P. 161
(G) P. 161
(G) P. 270
(G) P. 458
(G) P. 82
(G) P. 510
(D-I) P. 207
(G) P. 589
(G) P. 589
(G) P. 588
(G) P. 590
(G) P. 590.
(G) P. 590.
(G) P. 590.
(G) P. 590.
(G) P. 590.
(G) P. 590.
(G) P. 590.
CUADRO 11. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números
corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia.
Por otro lado, las tierras fiscales del Estado eran trabajadas por grupos de personas
que estaban bajo diferentes relaciones sociales de producción. Es probable que estas
tierras estuvieran arrendadas a linajes nobles y que fueran trabajadas por la servidumbre
de los señores, que el cazonci tuviera mayordomos sobre los mimiecha o terrazgueros
açípecha trabajándolas, como el caso de Patuan, y que los purépecha o ―campesinos
libres‖ con tierras propias pagaran el tributo de corvea en forma de fuerza de trabajo en
esas tierras; aunque se desconoce cómo se organizaban, probablemente los ocánbecha
participaban en la ordenación del trabajo en este tipo de sementeras.
El trabajo en las tierras de la gente común también se desconoce, aunque los lazos
de parentesco debieron de jugar un papel importante en la organización del trabajo a
escala local. Ya mencionamos que los asentamientos tarascos, cabeceras, subcabeceras,
sujetos y estancias, estaban conformados por un conjunto de casas habitación donde
vivían familias nucleares y extensas, conocidas en tarasco como hanguequa echa, a su
vez un conjunto de estas hanguequa conformaban un linaje o siruqua, los linajes nobles
conformaban una quahta o ―casa noble‖.1033 La RM mencionó como 25 casas estaban a
cargo de un ocánbecha, y que ―estas casas no cuentan ellos por hogares, ni vecinos, sino
1033
MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El
concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., Pp. 95-119.
256
cuantos se llegan en una familia, que suele haber en alguna casa dos o tres vecinos con
sus parientes. Y hay otras casas que no están en ella más de marido e mujer, y en otras,
madre e hija, e ansi desta manera.‖1034 En la Relación Geográfica de Tiripetío, se
registró también este tipo de organización familiar, pues al hablar de la marita o
estructura que servían como graneros, se dice que el alimento almacenado estaba
dividido por familia, aunque habitaran en la misma casa habitación
―Cada casa de un vecino tiene una [marita], y sí son dos vecinos, tienen dos, y si son tres,
tienen tres, porque aunque todo lo demás este justo y todos duerman en una pieza, esto que
sirve de despensas ha de estar apartada, y cada uno ha de saber y guardar lo que tienen de
1035
sus cosechas y granjerías.‖
En las Reglas y ordenanzas…, Quiroga propuso una organización familiar muy
similar a la prehispánica, en la que cada familia nuclear o extensa se encontraba un
paterfamilia, que era la cabeza de la organización familiar. Ya mencionamos que cada
paterfamilia era con considerado como un tributario, y la RM menciona a que la tierra
estaba dividida en parcelas o huertas. Se puede inferir que cada parcela o huerta era
cultivada por los miembros masculinos de la familia de diferentes edades (se menciona
que desde la niñez), y el trabajo era supervisado por el paterfamilia, que era el
encargado sobre el trabajo en la extensión de tierra asignada. Una parte de la producción
era resguardada en la marita de la familia nuclear, o en las marita de los diversos
paterfamilias que vivieran en la misma casa-habitación, y otra parte para las necesidades
comunales del barrio o vapatzequa, como pudieron haber sido la celebración de fiestas y
el culto a los dioses y antepasados locales.
DIFERENTES FORMAS DE RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN DE ACUERDO A
LA TENENCIA DE LA TIERRA EN EL ESTADO TARASCO
Trabajadores
Posesión de
Lugar de trabajo
Beneficiario
parcelas
açípecha
no es posible de Tierras del rey o cazonci
Cazonci
mimiecha
determinar
Gastos de palacio
Mantenimiento de
sirvientes
(Mercaderes de forma
indirecta)
açípecha
no es posible de Tierras patrimoniales del linaje noble Un cacique
determinar
Un señor
açípecha
no es posible de Tierras fiscales del Estado
Cazonci
mimiecha
determinar
Burocracia
purépecha
Sacerdotes
Ejército
purépecha
Con
Tierras de la gente común
Ellos mismos
Vapatzequa (barrio)
CUADRO 12. FUENTE: BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖,
Óp. Cit., Pp. 123-131; CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 63100; ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Óp. Cit., pássim. ―Traslado de la probanza de
Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, pássim. Elaboración propia, basado en CASTILLO
FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según las fuentes
documentales, Óp. Cit., P. 86, Cuadro 2.
1034
1035
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176.
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 64.
257
Trabajo comunal en grandes obras
Ya mencionamos como individuos bajo distintos tipos de relaciones sociales de
producción sembraban las tierras fiscales del Estado, cuyo excedente estaba destinado a
sostener al aparato burocrático, el clero y al ejército. Sin embargo, había otro tipo de
trabajo obligado y no remunerado que los habitantes de las diferentes entidades políticas
mesoamericanas tenían que realizar: el trabajo en las obras públicas; para el Viejo
Mundo este tipo de trabajo se le conocía como corvea. En varias regiones de
Mesoamérica y desde tiempos remotos, las obras públicas que requerían el
cumplimiento de este tipo de trabajo eran las obras de construcción hidráulicas, como
represas y acueductos, los basamentos monumentales para los templos, calzadas,
caminos y edificios públicos, así como su mantenimiento. A principios de éste apartado
mencionamos, como las fuentes documentales no mencionan la existencia grandes obras
hidráulicas para el Michoacán del Posclásico Tardío, y no se han hecho estudios
arqueológicos suficientes para determinar su magnitud, pero tanto las fuentes como en
el contexto arqueológico podemos encontrar evidencia de otras obras públicas, como los
grandes basamentos para templos y la arquitectura pública. Cuando Pauácume II y
Uápeani II llegaron a Pátzcuaro y descubrieron que ese era el lugar deputado por sus
dioses para que construyeran sus templos, ―y de contino trujeron aquí sus ofrendas.
Aunque se mudó la cabecera a otras partes, aquí había tres cúes y tres fogones, con tres
casas de papas, en un patio que hicieron después a mano, de tierra, sacando por
algunas partes las paredes de piedra para igualarle y allanarle.‖1036 En 1538, un
testigo llamado Juan Borallo, mencionó lo mismo para Tzintzuntzan, pues sobre la
iglesia que estaba ahí, dijo que ―la iglesia es de paja y muy pobre y chica y vieja y el
sitio donde está es hecho a mano sacado de un cerro donde no se puede edificar edificio
de piedra sino es con mucho trabajo.‖1037
Tan sólo de ejemplo, los centros ceremoniales de las tres cabeceras del Estado
tarasco, Tzintzuntzan, Pátzcuaro e Ihuatzio, estaban construidos sobre sendas
plataformas artificiales que requirieron la mano de obra y organización de miles de
seres humanos durante épocas distintas. Para la construcción de éstas plataformas se
aprovechaban los desniveles del terreno y se terrazeaban, hasta lograr darle forma
deseada. La gran plataforma de Tzintzuntzan está localizada en la ladera occidental del
cerro Yahuarato o Yahuarán, ―corre de norte a suroeste y tiene una longitud de 425
metros por unos 250 metros en su lado menor. Está construida aprovechando el cerro,
para lo cual se emparejó el terreno y, tanto al sur como al norte, se construyeron muros
de contención para impedir su derrumbe. Los muros fueron hechos con el mismo
sistema de construcción que el utilizado en el interior de las yácatas.‖1038 Tiene una
altura fronntal de 12 metros y ―en ella hay nueve cuerpos escalonados y en talud, con
sus esquinas redondeadas –orientadas al noroeste y al suroeste- y apoyadas a su vez
sobre otros tres cuerpos con esquinas rectangulares, que en realidad son las que forman
la base de todo el conjunto arquitectónico.‖1039 La gran plataforma sólo es una de varias
que existen en los alrededores del antiguo centro ceremonial de Tzintzuntzan. Los
1036
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37. Cursivas nuestras.
―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de
septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. Óp. Cit.,
Apéndice X, P. 450.
1038
CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., P. 48
1039
OLIVEROS MORALES, JOSÉ ARTURO. Tzintzuntzan. Capital del reino purépecha. México,
Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Colección
―Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Ciudades), 2011, Pp. 56-57.
1037
258
basamentos piramidales de Pátzcuaro también fueron construidos sobre plataformas
artificiales aprovechando una loma, donde actualmente se localizan edificios como la
Basílica de Nuestra Señora de la Salud, el Museo de Artes e Industrias Populares, el
huerto y edificios del ex Colegio Jesuita, la esquina de las calles de Alcantarilla y
Enseñanza, y el atrio de La Compañía de Jesús. ―Los restos de arquitectura que
conocemos indican la existencia de una gran plataforma y un enorme espacio sobre el
cual se levantaron los basamentos piramidales para los templos.‖1040
Ihuatzio, por otro lado, destaca por ser el mayor, complejo y extenso sitio
arqueológico de la cuenca de Pátzcuaro, uno de los más grandes del estado de
Michoacán y tal vez del Occidente de México. ―Los restos arqueológicos se encuentran
distribuidos en una superficie mayor a las 300 ha, en las que destacan los grandes
espacios nivelados y la gran cantidad de trabajo invertido en la transformación de un
entorno nada favorable para el asentamiento, a diferencia de Tzintzuntzan, donde se
representa una mayor adaptación al medio físico ya que las estructuras que se
construyeron y los espacios creados no alteraron de manera significativa la situación
ambiental.‖1041 Sobre estas grandes plataformas que requirieron un trabajo
impresionante, se construyeron los basamentos piramidales característicos de la cultura
tarasca, las yácatas.1042
Las yácatas1043 son estructuras con planta en forma rectangular, cuadrada o de
―T‖, y en ocasiones son de planta mixta con una estructura circular o semicircular
adjunta (estas últimas asociadas a los tarasco-uacúsecha), estaban construidas con lajas
cortadas superpuestas en capas alternadas y a veces usando como cementante masa de
lodo, elaborados en cuerpos de unos 95 cm de altura y 23 cm de ancho, con el sistema
de cuerpos de talud escalonados. Estas lajas están recubiertas por piedras de origen
volcánico, cortadas y pulidas, llamadas janamu, algunas de ellas con petrograbados. En
la parte superior de las yácatas se encontraban trojes que servían de templos, y se
accedía a ellos por medio de escaleras de acceso que se encontraban en el cuerpo
rectangular. Estaban distribuidas por el territorio tarasco y no presentan uniformidad
1040
CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan‖ en: Arqueología Mexicana,
Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, P. 29.
1041
CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Jiuatsio, ―la casa del coyote‖, en: CÁRDENAS GARCÍA,
EFRAÍN (Coordinador editorial). Tradiciones arqueológicas. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, (Colección Imágenes), 2004, P. 204.
1042
Para la construcción de estas plataformas se requirió la mano de obra y el traslado de material por
miles de tamemes, y lo que conlleva organizar trabajos a gran escala. A pesar de eso, se llegó a declarar
―la arquitectura monumental tarasca nunca desarrolló la magnificencia y sofisticación alcanzada por otros
grupos.‖ Cf. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad Tarascos‖, Óp. Cit., P. 47; y que ―la arquitectura
monumental tarasca no estaba tan desarrollada como su contemporánea en el México central. En
comparación con la magnífica ciudad de Tenochtitlan, las yácatas tarascas o edificaciones religiosas
resultan monumentos burdos y sencillos‖. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica‖. Óp. Cit., P. 78. Esto es una muestra más del sesgo producto del centralismo histórico,
arqueológico y antropológico que impera en la historiografía.
1043
Nicolás León propuso, a partir de una carta del Sr. D. Sebastián Olivares, que el significado de la
palabra ―yácata‖ es ―amontonamiento de piedras con lodo‖ o ―cosa ó promontorio formado de piedras y
lodo sin cuidado ni arte‖. LEÓN, NICOLÁS. ―Sobre la significación de la palabra yácata‖, en: MACÍAS
GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 116. Sin embargo, probablemente por
causa del fantasma del centralismo o por omisión involuntaria, la RAE define ―yácata. Del náhuatl yacatl
'nariz'. 1. f. Méx. Monumento indígena antiguo.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA.
Diccionario de la lengua española. [edición en línea].
259
constructiva, de tamaño o localización en el espacio.1044 Las yácatas necesitaban
mantenimiento debido a la acción de la intemperie, por ejemplo, la RM menciona que
―dice esta gente, que antes que viniesen los españoles a la tierra, cuatro años continuos
se les hendían sus qúes, desde lo alto hasta bajo, y que lo tornaban a cerrar y luego se
tornaba a hender y caían piedras, como estaban hechos de lajas sus qúes, y no sabían la
causa de esto, mas de que lo tenían por agüero.‖1045 Estos ―hendimientos‖ bien pudieron
haber sido causados por los movimientos telúricos que se registran continuamente en la
región del Occidente de México. La RM proporciona otro dato importante, se dice que
―era [durante la] fiesta de Sicuíndiro, cuando renovaban los cúes de Curícaueri‖, está
renovación probablemente consistía en resguardar la integridad estructural de los
templos, así como de pintarlos de colores, pues líneas más adelante, explicando que
Taríacuri no estaba en sus tierras ni templos, ―y como llegaron los de Curínguaro
tomaron el bulto de Curícaueri y echáronle a un rincón y dijeron: "este cu no es de
Curícaueri, mas de nuestro dios Huréndequavécara." Y pintáronle de blanquebol
[blanco], como solían pintar los cúes de Huréndequavécara y la casa de los papas
enalmagraron [pintaron de rojo].‖1046
No obstante, la tarea de renovar los edificios públicos parece que estuvo a cargo
de profesionales dedicados sólo a dar mantenimiento a estas estructuras, pues la RM
menciona entre los oficios que ―había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los
oficiales de hacer casas, que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los
qúes, que hacían muchas veces. No entendían en otra cosa más de hacer las casas e
qúes, que mandaba el cazonçi, y déstos hay todavía muchos.‖1047 No debemos olvidar
que al menos los sitios donde existieron grandes plataformas estuvieron habitados por
grupos humanos anteriores al esplendor tarasco-uacúsecha, y que fueron obras
monumentales que se realizaron a lo largo del tiempo, y no todo en un sólo momento.
―Obras de tal magnitud se lograron entonces sin contar en nada con factores que debían
estar supuestos, es decir, un alto grado de desarrollo de las fuerzas productivas, la
presencia de una tecnología avanzada, el uso técnico y generalizado de los metales,
artificios motores, animales de carga, etcétera.‖1048
Es sintomático que para 1585, el jesuita Francisco Ramírez haya mencionado
que los indígenas de Pátzcuaro pagaban parte del tributo en obras públicas para los
españoles, y que ―si en algo trabaxan de buena gana, sin sentir el trabaxo, es en reparar
los templos y hacer sementeras para comprar lo necesario para el ornato de ellos [de los
templos].‖1049 Mencionó que en cierta ocasión, cuando una iglesia necesitó reparación:
―Acuden a la obra de manera, que el mayor trabaxo es hacerles tomar algo por ella; y a
veces acontece andar en ella al pie de quinientos. La madera traen todos arrastrando con
maromas, viniendo gran número de ellos, asní hombres como mugeres, tirando de cada
1044
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha… Óp. Cit., Pp. 122-125.
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233.
1046
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 96v-97, P. 84-85.
1047
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6v-7, Pp. 176-177. El sustento de estos oficiales para hacer casas
probablemente estuvo a cargo del Estado.
1048
CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según
las fuentes documentales, Óp. Cit., P. 87.
1049
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el
padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta
Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, P. 498.
1045
260
viga, todos con sus guirnaldas de flores y gran música de trompetas, y muchas vanderas, y
1050
otras cosas de regocixo; que muestran bien la afición que tienen.‖
Artesanía
Como hemos visto, para la realización de obras de gran magnitud y de otras menores, se
conoce en la antigua Mesoamérica la existencia de grupos de individuos especializados
en diferentes conocimientos artesanales. La RM menciona más de 30 ―diputados‖ o
―mayordomos mayores‖ que desempeñaban varias actividades de la transformación de
los objetos de trabajo o materia prima, o que recolectaban la producción. Entre los
oficios encontramos curtidores, elaboradores de textiles, joyeros, canteros, plumajeros,
pintores, ceramistas, armeros, etcétera. Hay que tener en cuenta algo importante, la
unidad económica básica de las sociedades precapitalistas es la familia, y que
―Es un hecho probado -a través de diferentes disciplinas-, la presencia de una economía
autosuficiente en los grupos familiares de las sociedades más antiguas, no sólo de México
sino del mundo. Cada uno de ellos, independientemente del trabajo agrícola, se ocupaba en
la elaboración de los utensilios necesarios a su existencia. Eran capaces de bastarse por sí
mismos de artículos cerámicos como cacharros, husos, juguetes y aun pequeñas
representaciones de los dioses; objetos de piedra, como cuchillos, hachas, navajas, piedras
de moler, etcétera; los hilados y tejidos eran también labores domésticas, así como la
confección de adornos de papel para las celebraciones religiosas; la construcción de casas
habitación -excluyendo la de los grandes señores-, era ejecutada por las personas
interesadas.
Pero habían objetos para los cuales se requería conocimientos más complejos y mayor
tiempo en su realización. Si es cierto que cualquier campesino podía hacer el cajete que él
y su familia necesitaban, la hechura del mismo estaría condicionada por el uso al que se
destinaría, por el tiempo y el material disponibles y por su propia destreza. Obviamente,
tanto la hechura cuanto los factores inherentes a la misma serían bastante exiguos si se
considera la situación social y económica del campesino. Por lo contrario, la elaboración
de un utensilio similar, pero labrado y decorado delicadamente con materiales
seleccionados, sólo era posible por individuos aplicados a tiempo completo a tal labor, con
conocimientos adquiridos con antelación y cuyo sustento no fuera producido por ellos
mismos; de tal suerte, la persona dedicada a estos menesteres debía necesariamente recibir
en retribución de ellos, mercancías o artículos de cambio que le permitieran obtener el
mantenimiento suyo y de su familia o bien emplearse bajo el patrocinio de alguna
1051
institución o de alguna persona pudiente.‖
Aunque las fuentes no proporcionan detalles sobre las formas que adoptaron las
relaciones sociales de producción de los artesanos, se puede inferir que si la calidad en
materiales y hechura estaba destinada a objetos suntuarios de uso restringido o
exclusivo para la clase dominante, ésta debió de retribuir el trabajo de estos
especialistas. Lamentablemente no existen fuentes que detallen cuál era la organización
interna de estos grupos de artesanos, pero con todo lo que hemos descrito hasta aquí,
podemos imaginar que estos grupos de especialistas formaban quahta o linajes, y que
los ―diputados‖ y ―mayordomos mayores‖ que están representados en las láminas
XXVIII y XXIX, y descritos en la RM, eran los jefes del linaje, 1052 quienes establecían
1050
Ibíd., Pp. 534-535.
Ibíd., Pp. 90-91.
1052
La RM menciona que ―todos estos oficios tenían por subcesión y herencia los que los tenían, que
muerto uno quedaba en su lugar algún hijo suyo o hermano puestos por mano del caçonçi.‖ RM, Tercera
Parte, Cap. I, ff. 8-8v, Pp. 179-180.
1051
261
la relación de parentesco u de otro tipo con los achaecha y otros funcionarios de la clase
dominante. Probablemente tenían ventajas frente a los campesinos, al no depender del
trabajo agrícola, debieron tener más libertad de movilidad y tal vez no estaban adscritos
territorialmente, pero si personalmente a individuos o linajes nobles.1053 La RM
menciona un dato muy interesante, que cuando moría el cazonci, sacrificaban a varios
de las personas que le habían servido en vida, incluyendo artesanos:
―Componían así mismo toda la gente, de hombres y mujeres, que había de llevar consigo,
los cuales su hijo había señalado para que matasen con él. Llevaba siete señoras: una
llevaba todos sus bezotes de oro y de turquesas atados en un paño y puestos al pescuezo;
otra, su camarera; otra, que guardaba sus collares de turquesas; otra que era su cocinera;
otra que le servía del vino; otra que le daba agua a manos y le tenía la taza mientras bebía;
otra que le daba el orinal, con otras mujeres que servían destos oficios. De los varones
llevaba uno que llevaba sus mantas a cuestas; otro que tenía cargo de hacelle guirnaldas de
trébol; otro que le entranzaba; y otro que llevaba su silla; otro que le llevaba a cuestas sus
mantas delgadas; otro que le llevaba sus hachas de cobre para hacer leña; otro que llevaba
un aventadero grande para sombra; otro que llevaba su calzado y cotaras; otro que llevaba
sus cañutos de olores; un remero; un barrendero de su casa; y otro que bruñía sus
aposentos; un portero; otro portero de las mujeres; un plumajero de los que le hacían sus
plumajes; un platero de los que le hacían sus bezotes; uno de los que le hacían sus flechas;
otro de los que le hacían sus arcos; dos o tres monteros; algunos de aquellos médicos que
le curaban y no le pudieron sanar; uno de aquéllos que le decían novelas; un chocarrero; un
tabernero, que entre todos serían más de cuarenta. Y ataviábanlos y componíanlos a todos
y dábanles mantas blancas y llevaban todos éstos consigo, todo aquello de sus oficios, de
que servían al cazonçi muercto. Y llevaban ansímismo un bailador y un tañedor de sus
atabales y un carpintero de sus atambores. Y querían ir otros sus criados y no los dejaban
ir. Decían que habían comido su pan y que quizá no los tractaría como él, el señor que
1054
había de ser.‖
Por los testimonios del siglo XVI en el Centro de México, ―se sabe que el pago
por dicho trabajo podía consistir de ropa y mantas de diferentes cualidades, fardos de
cacao, maíz, frijol, pepita y chile, cerámica, pilones de sal, etcétera; además, en el
mismo palacio se les concedía el sustento cotidiano e incluso habitaciones‖,1055
inclusive tenían gente a su servicio para traer leña, agua y sembrar tierras asignadas al
artesano, probablemente esto era similar para el caso michoacano. Parte del excedente
alimenticio del cazonci y la nobleza servían entonces para sostener a estos grupos de
especialistas.
Un caso significativo es el de un cacique que dio información sobre las minas de
cobre en Tierra Caliente, don Juan, cacique de Cocian, naguatato y fundidor de cobre, y
otro testigo fundidor, Juan, ―indio natural de Michoacán [Tzintzuntzan]‖,1056 mencionó
como tenían sus sementeras cerca de donde extraían el cobre, lo que hace pensar que
algunos oficios artesanales permitieron cierta movilidad social en el Michoacán
prehispánico, permitiendo a sus jefes adquirir estatus y medios de producción para su
sustento. En el proceso contra Pedro de Arellano, se mencionó que un par de plateros u
1053
Por la forma en que la RM describe los oficios artesanales, parece que la gran mayoría de artesanos
estaban subyugados al cazoni y a la nobleza tzitzuntzeña, lo que supone que en otros asentamientos a lo
largo y ancho del territorio tarasco se reproducía este modelo.
1054
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, ff. 30v-31, Pp. 222-223. Cursivas nuestras.
1055
CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según
las fuentes documentales, Óp. Cit., Pp. 92.
1056
WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los
anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
(Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 594.
262
orfebres, Juan de nombre indígena Cuono, y Francisco de nombre indígena Quiauchi,
cuando fueron a declarar a ciudad de México, aprovecharon para ir al ―tianguez‖, lo que
podría indicar que una parte de las artesanías elaboradas por los plateros podía ser
intercambiadas por ellos mismos. En el mismo documento, se hace referencia que
algunos de los orfebres eran al mismo tiempo amantecas (plumajeros), por lo que dos
oficios profesionales podían ser practicados por una misma persona. También está el
caso de un artesano orfebre llamado Pedro de nombre indígena Tlatlo, natural de
Amatlan, vecino de Tzintzuntzan, este personaje de origen nahua, muestra que los
artesanos al servicio del cazonci eran de diversos lugares, y algunos probablemente de
fuera de las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa. Sin embargo, en el mismo documento,
se infiere que estos orfebres estaban adscritos personalmente al cazonci, se menciona
que ―todos ellos eran esclavos e del caçonçi‖. 1057
1057
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le
puso‖, Óp. Cit., Pp. 373 y 376, 381, 387, 420.
263
18. USUFRUCTO DE AGUAS, BOSQUES, VEGETACIÓN, FAUNA Y
MINERALES
―Pues también los pueblos de Pungácuran y Sauinan y Arançan y Cápacuero.
[borrado] Allí hay todos estos señores: Cuanzan, Hutaco hozi, Tíunchunba,
Ynzínguato, Hapúnduri. Cada día train difirencias y se quitan los términos y
las sementeras y toman todos arcos y flechas y abajaban los dioses del cielo a
comer sangre, y flechábanse y yo reñí con ellos, y enojáronse comigo
diciendo: ¿qué es lo que dice Taríacuri? ¿Cómo, no lo dice lo que dice,
confiando en la laguna? ¿Cuándo le daríamos de coces y le conquistaríamos?
Traigamos diferencias entre nosotros, [o] compongámonos, ¿qué se le da a
él? ¿Para qué nos dice nada? Estos plumajes que tenemos y atavíos, no los
quitamos a nadie por fuerza, mas dejáronnoslos nuestros padres y por eso
hacemos fiestas con ellos.‖
1058
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXII, ca.1540
Lamentablemente no hay mucha información sobre qué tipos de tenencia había sobre
los otros recursos naturales del territorio, como los son los bosques, praderas, ríos, ojos
de agua, animales, vegetación o minerales. Sin embargo, hay una serie de datos
históricos que proporcionan las fuentes, cómo lo son los títulos primordiales de varios
pueblos, que nos permiten conjeturar explicaciones sobre el tipo de usufructo de estos
recursos. La RM menciona como para la época anterior a la formación del Estado
tarasco, existían varios señoríos con sus territorios donde habitaban sus pobladores,
cultivaban sus sementeras, obtenían los recursos de subsistencia necesarios para la
producción y reproducción de las sociedades prototarascas. En la RM éstas
delimitaciones territoriales son nombradas con la palabra ―términos‖, y la definición que
proporcionó Covarrubias ―es la senda del termino, se llama vulgarmente linde, o
lindera‖,1059 en tarasco la palabra para ―término‖ era ―hamequa‖.1060 Al ser sociedades
preindustriales usaban accidentes geográficos que prácticamente no cambian con el
tiempo, para delimitar los límites territoriales, tales como la posición de los astros,
cerros, lomas, montañas, peñas, malpaíses, barrancas, arenales, ríos, ciénegas, piedras,
cuevas, ríos, fuentes y ojos de agua, así como otros donde la acción humana pude
modificar el paisaje pero que eran referencia, como plantas (arbustos o varias especies
de árboles), caminos, estancias, solares, estructuras como trojes o yácatas, o carbón
enterrado.1061 Los conflictos territoriales antes de la formación del Tzintzuntzan
Irechequa eran comunes, la parte histórica de la RM es la constante lucha entre
señoríos; ya vimos por ejemplo, como Taríacuri les explicó a sus sobrinos e hijo como
en la Meseta tarasca había pugnas por los términos de los pueblos.
Ya mencionamos como el Tzintzuntzan Irechequa estaba conformado por varias
unidades administrativas, cuyo antecedente pudo haber tenido a los señoríos
1058
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. Cursivas nuestras.
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra T, P. 42v.
1060
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 87 y 479.
1061
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., pássim; VELÁSQUEZ GALLARDO. PABLO. ―Título de tierras de
Cherán Hatzicurin‖, en: Tlalocan. Revista de fuentes para el conocimiento de las culturas indígenas de
México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1952, Vol. 3, núm. 3, Pp.238-245;
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], en:
Montaña. Revista bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas, Enero-Febrero, 1970, núm. 1, Pp. 2733; ―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], en: Montaña. Revista
bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas, Septiembre-Octubre, 1970, núm. 5, Pp. 23-26.
1059
264
independientes que existieron antes de la conquista por parte de los uacúsecha, ya que
antes de la formación del triunvirato ―había en cada pueblo su cacique con su gente y
sus dioses por sí.‖1062 Entre los señoríos más importantes se encontraban Curínguaro,
Taríaran, Jarácuaro, Pacandan, Zacapu, y los señoríos de la Meseta tarasca. Los linderos
entre estos debieron haber jugado un papel importante para el usufructo de los recursos
naturales, y que seguirían teniendo importancia después de la conformación del Estado
tarasco. La trasgresión de estos términos generó conflictos entre los pueblos
prehispánicos; en el pueblo de Ameca en Nueva Galicia, que resistieron el avance
tarasco, se menciona por qué y cómo se desafiaban para ir a la guerra contra sus
vecinos:
―Dicen que se desafiaban, los unos a los otros, con un TITLANTLI que se enviaba, q[uel
quiere decir ―embajador‖, […] y este embajador iba a los pueblos comarcanos y, sin entrar
dentro, se ponía a una parte desviada, de manera q[ue] fuese oído, y decíales a alta voz
cómo tal señor los desafiaba sobre haberles entrado en sus términos a cazar o sobre
haberles muerto algunos hijos o vasallos suyos; que en tal parte los esperaba, si eran
hombres para ello, porq[ue] querían satisfacerse del tal agravio. Este embajador iba con
1063
toda seguridad, sin q[ue] se le hiciese mal, y, ansí, salían los desafiados al campo.‖
Probablemente los recursos como aguas, bosques, caza y pesca, eran
usufructuados por los habitantes adscritos territorialmente o personalmente a los
señoríos dentro de sus términos, pero el acceso a esos recursos debió estar limitado,
condicionado o restringido, en especial a gente externa. Sobre este tipo de tierras,
Alonso de la Veracruz mencionó en 1553 que ―como dijimos, no puede el señor
[cacique] de un pueblo apropiarse de un monte para cazar o para cortar leña, o parte de
un río para pescar y esto no por otra cosa, sino porque aquellas tierras son poseídas en
común por todo el pueblo, y no se les puede apropiar, por tanto, con mayor razón, nadie
más lo podrá hacer.‖1064 Aunque algunas referencias muestran un panorama más
complejo. El tránsito entre los diferentes señoríos era restringido, al menos en
momentos de conflicto; en un episodio de la RM, cuando Taríacuri era perseguido por
sus enemigos, le pidió a su suegro Chánshori, el señor de Curínguaro, que ―le ruego yo
que me dé pasaje para mí y mi gente, por su tierra, para ir donde está Máhiquasi, señor
de Condénbaro, que dicen ques muy valiente hombre, que tengo necesidad de su ayuda.
No quiero más, que me dé pasaje para ir a Condémbaro,‖ a cambio de 4400 plumas de
diversos colores, a lo que Chánshori se negó.1065 El agua es un recurso indispensable
para la mayoría de las formas de vida, tanto plantas y animales requieren de éste
preciado líquido para su existencia cotidiana. Ya mencionamos como los manantiales y
ríos servían para delimitar el espacio, y que las tierras adyacentes a estos últimos
pertenecían a las tierras del cazonci, a la clase dominante y al Estado. En el Códex
Plancarte se hace mención que los antiguos ―reyes‖ tarascos repartieron la tierra entre
los señores, incluyendo los ojos de agua, para que los habitantes pudieran hacer
sementeras, aunque su usufructo debió de haber sido comunal debido a las necesidades
de las poblaciones. Los bosques y demás recursos forestales debieron también de haber
sido de usufructo general, de hecho no parece que haya existido alguna restricción sobre
la tala de leña, por el contrario, uno de los recursos que las poblaciones tenía que
tributar al Estado tarasco era la leña para el dios Curícaueri.
1062
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, p. 17.
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia. México, Universidad Nacional
Autónoma de México, núm. 10, 1988, P. 38. Mayúsculas originales, cursivas nuestras.
1064
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 45.
1065
RM, Segunda Parte, Cap. XIV, ff. 87-87v, Pp. 65-66.
1063
265
El episodio de caza que proporciona más detalles es uno narrado en la RM,
cuando el dios Curícaueri inició su señorío en el monte Viruguarapexo, el caudillo de
ese momento era Ireti Ticátame. Al enterarse de la llegada de los chichimecas,
Ziranzirancamaro, señor de Naranjan, se dispuso a celebrar una alianza matrimonial con
lo chichimecas. La advertencia que puso Hireti Ticatame a sus cuñados fue:
―una cosa os quiero decir que digáis a vuestros señores, y es que ya saben cómo yo con mi
gente ando en los montes trayendo leña para los cúes, y hago flechas y ando al campo por
dar de comer al sol y a los dioses celestes y de las cuatro partes del mundo y a la madre
Cueráuaperi, con los venados que flechamos, y yo hago la salva a los dioses con vino y
después bebemos nosotros en su nombre; y acontece algunas veces, que flechamos algunos
venados sobre tarde y seguímoslos y así los dejamos, y por ser de noche ponemos alguna
señal por no perder el rastro y atamos algunas matas. Mirá que no me toméis aquellos
venados que yo he flechado, porque yo no los tomo para mí, mas para dar de comer a los
dioses. Juntáos todos y avisáos unos a otros desto que os digo y mirad que no me los
toméis ni llevéis, porque sobre esto ternemos rencillas y reñiremos. No lleguéis a ellos,
mas en topando algunos destos venados herildos, cobrildos con algunas ramas y bien que
1066
comeréis la carne y haréis la salva a los dioses, mas no llevéis los pellejos.‖
Con las líneas que hemos resaltado queda de forma explícita que la caza de
venados tenía una connotación más de ritual que de actividad de subsistencia. Pero sí se
pone atención a como sigue el relato, podemos ver porque los habitantes de Naranjan no
tomaron en cuenta la advertencia de Ireti Ticátame. La historia sigue en que un día Ireti
Ticátame flechó un venado en el monte Viruguarapexo, es decir, dentro de los términos
de su señorío, pero al no haberle acertado bien, sólo lo hirió y lo persiguió hasta la
noche, cuando ató unas mantas por señal y se regresó a su casa. El venado herido huyó
y fue a morir a una sementera de Quiérequaro, lugar cerca de Zacapu cuyo cacique se
llamaba Zizanban, es decir, en los términos de sus cuñados, ahí lo encontraron unas
mujeres, dieron aviso y lo llevaron a su casa. Ireti Ticátame no encontró al venado
donde dejó la señal, vio como unos zopilotes volaban sobre el cielo, y siguió el rastro,
hasta llegar a la casa donde estaba el cuadrúpedo. Ahí se dio cuenta que no habían
seguido su advertencia, que estaban desollando mal la piel del animal, y los reprendió,
―Y respondieron los otros señores: "¿qué decís, señor?, ¿cómo, no tenemos nosotros arcos
y flechas y las traemos con nosotros para matar venados?". Díjoles Yreti Ticátame: "¿qué
decís?. He aquí mis flechas que yo las conozco". Y fuése al venado y sacóle una flecha que
tenía en el cuerpo y díjoles: "mirá esta flecha que yo la hice". Y los otros, enojándose de
oir aquello, empujáronle y dieron con él en el suelo. Y Ticátame, como quien era águila,
Vacúseecha, enojóse y sacó una flecha de su aljaba, armó su arco y tirósela a un cuñado
1067
suyo de aquéllos y hirióle en las espaldas y luego a otro y tornóse a su casa.‖
Aquí podemos ver veladamente como una de las razones por las cuales los
cuñados de Ireti Ticátame decidieron desollar al venado, es que éste se encontraba
muerto en una sementera que estaba dentro de sus términos. La RM menciona algunos
pasajes de cómo los chichimecas-uacúsecha anduvieron de caza por varios lugares
alrededor de la cuenca de Pátzcuaro, no se mencionan que hayan tenido conflictos con
los habitantes del lugar, pero sí era censurada esta forma de vida por los de Curínguaro:
―…id a nuestros hermanos los isleños y decidles que ¿por qué han metido en la laguna los
chichimecas?, ¿qué necesidad tienen dellos?, ¿por qué los llevaron? o ¿de qué provecho
1066
1067
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 64, P. 19. Cursivas nuestras.
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 65, P. 21.
266
son, que andan todo el día a cazar por el monte todos ellos, hechos vagamundos, con sus
1068
arcos largos en las manos? ¿Cómo no tienen discreción ellos que son isleños?...‖.
Para la época del esplendor del Estado tarasco, la RM menciona que el cazonci
―iban alguna vez a caza de venados y otras veces enviaba la gente‖, 1069 ésta gente era
organizada por un cazador mayor, ―había otro llamado quanícoti, cazador mayor,
diputado sobre todos los deste oficio. Estos traían venados y conejos al cazonçi.‖1070 Y
cuando la expedición de Antonio Caicedo llegó a Tzintzuntzan, ―envió el cazonçi toda
su gente, entiznados, a caza, muy gran número de gente, por poner miedo a los
españoles y con muchos arcos y flechas, y tomaron muchos venados y presenctáronles
cinco venados a los españoles, y ellos le dieron al cazonçi plumajes verdes y a los
señores.‖1071
La leña no parece haber sido un problema para satisfacerse, salvo para los
asentamientos que carecían de esté recurso en su hinterland. Durante el cerco de
Jarácuaro por parte de Taríacuri, los habitantes de dicha isla estaban preocupados por no
poder ir a cultivar sus sementeras y cortar leña, porque en la isla no bastan esos recursos
para sustentar a toda la población: ―Después de algunos días dijo Carícaten, señor de la
isla de Xaráquaro: "¿qué haremos? ¡Ha cercado la isla Taríacuri! ¿Dónde saldremos por
leña para meter en la isla ?. Y tenemos ya hambre. ¿Qué haremos?, ¿dónde saldremos a
hacer nuestras sementeras?, ¿nasce aquí en esta isla alguna cosa?. Cómo ¿no estamos
cercados de todas partes?, ¡Que allá fuera hacíamos sementeras!.‖1072 Curiosamente en
unos títulos primordiales de Jarácuaro, se menciona que los isleños tenían conflicto con
el pueblo de Paréo por leña; aunque desconocemos si es un conflicto prehispánico o
colonial, queda de manifiesto la necesidad de leña, y que hubo problemas por la
explotación de este recurso natural:
―Habiéndose embarcado para traer leña algunos naturales, fueron al monte que llaman de
los panales y los de San Pedro Pareo les salieron al camino, defendiendo la leña. Entonces
fueron los dichos tres hijos del Rey al puesto llamado Tinguntzicuaro, a donde llegaron los
valientes venturosos con la leña, corriendolos los valientes de Parea para matarlos y
quitarles la leña. Y entonces se levantaron los dichos tres hijos del Rey y embrazando las
1073
[h]ondas en defensa de sus vasallos, apenas quedaron algunos de los de Pareo.‖
La explotación de la fauna que se encontraba en las profundidades del agua, al
parecer sí estuvo regulada por el Estado tarasco, al menos en Pátzcuaro. Los pasajes de
la RM mencionan cómo antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, los diversos
señoríos prototarascos tenían acceso a explotar los recursos lacustres, aun desde lugares
no ribereños, como Curínguaro, que contaba con canoas. Esto cambio con la conquista
uacúsecha del territorio, pues para 1580, se mencionó que los habitantes de Tiripetío,
aproximadamente a 20 km del lago de Pátzcuaro, ―comían de muchos pescados, porque
tienen cerca la laguna de Pátzcuaro, y aún tenían facultad del Rey para pescar en cierta
ensenada de ella que cae cerca de los términos de esta jurisdicción…‖1074 Pedro
1068
RM, Segunda Parte, Cap. VI, ff. 71v-72, Pp. 34-35.
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187.
1070
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7, P. 177.
1071
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248.
1072
RM, Segunda Parte, Cap. XI, f. 79, P. 49.
1073
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro],
Óp. Cit., P. 31.
1074
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 26-27. Igor
Cerda menciona que ―esta zona muy probablemente se encuentre al poblado actual de Tzurumútaro‖.
Ibíd., Nota a pie, núm. 57, P. 27.
1069
267
Carrasco citó un documento de 1647, en que se les pedía a los indígenas de
Tzurumútaro y Pareo que dieran los pagos a los que estaban obligados, pero alegaron
que los recursos naturales del lago, incluyendo el pescado, ―aprovechan y han
aprovechado de tiempo inmemorable a estar parte‖,1075 es decir, alegaban que tenían
derecho a pescar en el lago por antigüedad, y que no se les podía prohibir. Estos
derechos fueron reivindicados precisamente en el pueblo de Zurumútaro en 1787, en
donde unos tales Rey Sirian, don Antonio Sirian y don Cristóbal Sirian, hicieron unos
títulos para delimitar terrenos para que ―senbraran en esta tierra y tendrán todo lo
necesario y en este Rio que entra a la laguna Grande aquí pescaran pescado y nadie les
impedirá ni pescara aquí aparte tiene cada uno de mis hijos conque servir y mantener en
esta laguna…‖1076 Aunque por lo que hemos visto, en realidad la restricción no era por
pescar, sino para pagar el tributo de los que se pescaba.
La información etnohistórica sobre la extracción de minerales es aún más
reducida, sólo tenemos algunos fragmentos que nos dan alguna idea de cómo pudieron
haber sido las relaciones sociales de producción, y de la gente encargada de la
extracción de materiales como oro, plata, zinc, estaño, plomo, cobre, obsidiana y matiz.
Sobre los minerales que eran usados como pintura natural, Hans Roskamp cita un
documento de 1565 donde quedó registrado el pleito entre los indígenas Jicalán, Urecho
y Uruapan sobre unas minas de cobre y matiz de la región. El 8 de agosto de 1565,
Diego Guacusa y Martín Acato, naturales de Uruapan se presentaron ante el teniente de
alcalde mayor en Ciudad de Michoacán (Pátzcuaro) para quejarse y pedir amparo contra
los indígenas de Urecho, ya que:
―…por nos y en nombre de los demás naturales del dicho pueblo y decimos que teniendo
nosotros como tenemos dentro de nuestros términos unas tierras que están en un cerro de
donde nosotros cogemos y nos aprovechamos de un matiz con que pintamos las jícaras que
hacemos en nuestro dicho pueblo puede haber quince días poco más o menos que los
naturales del pueblo de Urecho nos han perturbado y perturban el sacar del dicho matiz
diciendo ser suyo lo cual no pueden hacer conforme a justicia porque demás de que esté en
nuestras tierras y términos nosotros a muchos años y tanto tiempo que gente de ello no
tiene memoria que nosotros estamos en posesión y nos aprovechamos del dicho
1077
matiz…‖
Los habitantes de Urecho también comparecieron, alegando que los terrenos de
donde sacaban el matiz no eran de Uruapan, sido de su pueblo, por lo que tenían
derecho sobre esos términos, y pedían castigo contra los uruapenses:
―…los naturales del dicho pueblo [Urecho] no han perturbado en cosa que les pertenezca
de posesión ni propiedad de hacienda alguna a los indios de Uruapan ni a otros algunos
porque los dichos parte contraria no tienen ni nunca tuvieron aucción ni derechos a lo que
pida ni posesión ni propiedad por si ni por sus pasados a lo que ahora pretenden como todo
se colige del dichos sus escritos y recaudos ningunos que presenta para en guarda de su
derecho que faltando ellos es nada en su favor antes ellos deben ser castigados por todo
rigor de derecho y penas en derecho y establecidas como a hombres que favorablemente y
1075
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 90, Apud. ―Expediente
promovido por el asentamiento de Pátzcuaro sobre que se declare que la laguna que expresa pertenece a
los propios de aquella Ciudad, 1780‖, AGI, Tierras 3127, exp. 1, f. 34v.
1076
―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], Óp. Cit., P. 25.
1077
AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 1r, 8 de agosto de 1565. Paleografía y transcripción de René Becerril
Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por habernos facilitado éste documento. Hemos
modernizado la ortografía, quitado corchetes, y actualizado la ortografía de los toponímicos. Cursivas
nuestras.
268
contra la voluntad de los del dicho pueblo de Urecho a hurtadillas se entran en nuestras
1078
tierras y términos a tomar y hurtar del dicho matiz para las dichas jícaras…‖
En su alegato, los indígenas de Urecho proporcionaron un dato importantísimo
para comprender el tipo de tenencia de las entre los tarascos prehispánicos, que los
únicos poseedores de las minas fueron los señores de la Ciudad de Michoacán, es decir
los cazoncis y en última instancia el irechequa, y que al explotar los recursos naturales
de esas tierras, estaban obligados a pagar tributo, por su importancia citamos in extenso:
―…en costumbre de lo pagar y contribuir de las dichas jícaras por el valor del dicho matiz
aplicado a los señores y principales de esta ciudad cuyas son de tiempo inmemorial acá, así
de los pasados cazoncies de don Antonio [Huitziméngari] como ahora de sus sucesores don
Pablo a quien acudían con el reconocimiento y señorío de ellas con cuya licencia tomaban
el dicho matiz demás de ser en tierras y terrenos del dicho Urecho y barrio de esta ciudad y
del de Uruapan que esta más de doce o trece leguas del cerro do se toma y una poco más
del dicho Urecho en medio de otros sujetos y pueblos del pueblo de Urecho que están y
confinan con el término de Uruapan y si alguna cosa se le tomó a los partes contrarias seria
por la fuerza y hurto que hacían y hicieron del dicho matiz que deben perder y más las
costas que piden injustamente, y deberse amparar al dicho pueblo de Urecho en la
propiedad, posesión, dominio e derecho y caución que tiene al dicho matiz de tiempo de su
infidelidad acá, en nombre y consentimiento de los cazoncies don Antonio y don Pablo
señores vivientes e principales de esta ciudad a quien compete la oposición de esto que es
suyo y no de los de Uruapan por que como es dicho los susodichos como vasallos de los
señores pasados cuyo era el dicho matiz le acudían y reconocían con las cosas de sus
derechos por les conceder tomasen del [sic: dicho matiz] con su licencia y no sin ella
como clara parece hoy por las [...] /f.5v/ [...] das que el dicho don Antonio y ahora su hijo
don Pablo ha tenido y tiene en ello por lo cual deben ser echados de parte y castigados y
nosotros amparados y defendidos pues está clara nuestra justicia la cual pedimos y a ellos
puesto perpetuo silencio compensa que en sus personas […] excediendo que si hasta ahora
no habíamos reclamado [...] no haber visto la fuerza y despojo que se nos hacía por los de
Uruapan y así se probará no me ofreciendo a prueba su persona que ningún indio de esta
provincia ni fuera de ella tuviese minas, propiedad, ni tal posesión porque que era ley y
costumbre entre ellos dar la propiedad dominio y posesión de las tales minas y a otras
cualesquier al señor y señores cazoncies de esta provincia y así poseerlas y ser de él todas
y ninguna de los naturales y por esta razón ser injusto lo que piden y deben ser
condenados en costas por no tener derecho alguno a la dicha mina y ellos le pretenden
con gran perjuicio de tercero que es del dicho don Pablo señor natural de esta provincia
y señores principales de esta ciudad presentes y por venir en que si con esto saliesen
contra tales terceros y propiedades de ellos, sería dar lugar y abrir la puerta a todos los
naturales émulos de esta ciudad a que se atreviesen a hacer lo mismo, y les inventasen
pleitos sin número (sobre renglón: por las quitar y tomar) de lo que con señores han tenido
y poseído en tanta quietud y sosiego según su modo y costumbre (sobre renglón: y sin
contradicción hasta ahora por su gran malicia de los indios que lo querrían todo) sino que
ha de ser favorecida y a de prevalecer con justicia especialmente una ciudad como esta.
Sobre que pido justicia y por ello el muy magnifico oficio de vuestra merced imploro. Va
entre renglones – o disto por las quitar y tomar y ha diz/ y sin contradicción hasta ahora por
1079
su gran malicia de los indios que lo querrían todo/.‖.
Los xiuhquilteca de Jicalán también estaban enfrascados en pleito con Uruapan y
Urecho, se quejaron que los indígenas de Urecho de ―que teniendo y poseyendo
nosotros un cerro que cae en nuestros términos, unas minas de cobre y otro cerro y
otras minas de matiz con que pintamos las jícaras y junto con ello unas caleras donde
sacamos cal todo lo cual nosotros descubrimos y poseemos de muchos años a esta parte
y ahora los naturales de Urecho nos han perturbado y perturban la posesión que de ellos
1078
AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 4r, 21 de agosto de 1565.
AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 5r y 5v., 21 de agosto de 1565. Hemos modernizado la ortografía,
modificado corchetes, y actualizado los toponímicos. Cursivas nuestras.
1079
269
tenemos entrándose en nuestras minas y tomándonos por fuerza los dichos metales y
matiz y cal…‖1080 Lamentablemente Hans Roskam nos informa que el expediente no
está completo, por lo que el pleito queda inconcluso y se desconoce cómo concluyó el
asunto; también que este tipo de pleitos pudieron haber provocado que pobladores
nahuas de Jicalán decidieran registrar su historia local y como habían llegado ahí
durante una migración, y habían descubierto las minas antes de la expansión uacúsecha
por la Tierra Caliente:
―Parece que los xiuhquilteca han tratado de indicar que llegaron a ser sujetos de la élite
uacúsecha - algún tiempo después de la fundación de su pueblo - y que por lo tanto
pagaban tributo en forma de jicaras y utensilios de cobre, objetos que ya hacían desde
―tiempo inmemorial‖. Los xiuhquilteca descubrieron las minas antes de que la región fuera
conquistada por la élite del Lago de Pátzcuaro y se establecieran las relaciones tributarias.
Así fácilmente podían contradecir los argumentos presentados por Urecho en el pleito
sobre las minas de cobre y matiz […] Mientras que los de Urecho dijeron que las minas
pertenecieron al cazonci, los xiuhquilteca - en su lienzo - dijeron que ellos ya habían
1081
descubierto las minas tiempo antes de la expansión uacúsecha en la región.‖
Consideramos que aquí pueden verse las dimensionas ya mencionadas al
principio de este apartado, cada entidad territorial, como señoríos y las cabeceras, o
unidad administrativa del Tzintzuntzan Irechequa, tenía jurisdicción sobre un área
determinada de su hinterland para la explotación de sus recursos hidrológicos,
forestales, bióticos y minerales que se encontraran dentro de sus ―términos‖, que
probablemente existieron antes de la conquista uacúsecha, cambiaron durante la época
prehispánica, y perduraron durante los primeros años de la época colonial. Sí bien los
xiuhquilteca alegaron su derecho a poseer y explotar las minas por su derecho de
antigüedad y por haberlas descubierto (según la narrativa del Lienzo de Jicalán), esto lo
hicieron ante las autoridades españolas; la situación en la época prehispánica debió
haber sido bastante diferente, donde sin duda la argumentación de los habitantes de
Urecho, de que el cazonci era el único que tenía derecho sobre las minas, era una verdad
incuestionable, independientemente de que los los xiuhquilteca fueran los descubridores
y pobladores más antiguos, todos tenían que tributar al que estaba en el lugar de
Curícaueri.
Cerca de esta región procede el documento más conocido que aporta datos sobre
la extracción de cobre en la Tierra Caliente, es una información que mandó levantar en
1533 el entonces oidor de la Segunda Audiencia, Vasco de Quiroga, al escribano real
Alonso de Paz, sobre las minas de la región, la cantidad de cobre que se podría extraer,
los aparejos necesarios para ello, la distancia y la calidad de los caminos para llevarlo a
la ciudad de México. Dicho documento se encuentra en el AGI, Ramo indiferente
general, legajo 1204, fechado el 15 de octubre de 1533, y fue publicado por Benedict
Warren.1082 La información recogió los testimonios de varios españoles, entre varios
funcionarios y encomenderos, y de indígenas, incluyendo a Don Pedro Cuiniarángari y
varios fundidores que trabajan en las minas. La mayoría de los testimonios coinciden en
que la región de Tierra Caliente era rica en cobre, y que antes de la llegada de los
españoles, se extraía en cantidades importantes. Alonso Escobar, corregidor del pueblo
de Cinagua, mencionó que ―dicen que se cogía muy mucha cantidad de cobre en tiempo
1080
AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 6r., 6 de septiembre de 1565. Hemos modernizado la ortografía, y
actualizado los toponímicos. Cursivas nuestras.
1081
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., P. 173.
1082
WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., Pp. 571-598.
270
del Caconci y que no ha sabido cuánta cantidad sacavan [sic-sacaban] más que de decir
que era mucho cobre…‖,1083 y Juan Pantoja contó cómo los indígenas le habían dicho
que ―dicen que cogía allí mucho cobre el Cazonci y que se cojía en mucha
cantidad….‖.1084
Sin embargo, no quedan claras las relaciones sociales de producción, por las
cuales el Estado tarasco se apropiaba del plusproducto de la fundición de cobre. A pesar
de ser un documento temprano, hay que considerar que la caída demográfica causada
por epidemias, el trabajo forzado, maltratos, y movilización de tropas en las operaciones
de la conquista de la Nueva España y Nueva Galicia, pudieron haber trastocado las
relaciones sociales de producción en la región. A pesar de que la tenencia de la tierra
recaía en el irechequa, cada unidad administrativa que lo componían tenían una
jurisdicción delimitada, así se desprende del testimonio de Antonio de Oliver, que tenía
bajo encomienda el pueblo de Turicato, y le dijo a los indígenas de allí que fueran a
extraer cobre de una mina que estaba fuera de los términos del pueblo, de donde
antiguamente extraían cobre, pero caía en los términos de Guayameo, encomendado a
Gil González de Benavides, y los indígenas de allí ―defendían que no lo cogiesen ni lo
sacasen y que aquel cobre que se sacaba de allí no se fundía solo por sí mismo sino con
cierto metal de tierra que se llevaba del pueblo de la Guacana que está encomendado a
Juan Pantoja […] y que el metal de tierra que así echan para confeccionar el cobre para
que se funda que esto traen los indios mercado y rescatado del dicho pueblo de la
Guacana…‖1085 Vemos pues que el aditamento necesario para fundir el cobre en
Turicato tenía que ―mercarse‖ y ―rescatarse‖, es decir intercambiarse, desde el pueblo
de la Guacana, y Antonio de Godoy declaro que en Churumuco, sujeto a Cinagua, ―que
allí hay carbón mucho‖,1086 por lo que algunos de los mineros y fundidores de cobre
tenían que conseguir por si mismos los objetos de trabajo, es decir materias primas, para
pagar el tributo de cobre, fuera de sus términos.
Don Pedro Cuiniarángari mencionó que ―en tiempo del Cazonci cuando había
menester algún cobre lo enviaba a sacar al pueblo de Cocian‖,1087 mina de Turicato, y
de otras minas, como la de Cholomucho en Cinagua, de Guayameo, y de la mina de
Guaraxho en la Guacana. Ya vimos que en el trabajo agrícola del Estado tarasco
existían diferentes relaciones sociales de producción, donde existían esclavos, siervos y
terrazgueros, adscritos a personas o a territorios; consideramos que hay algunos
elementos para pensar que existían formas de trabajo similares para la actividad minera.
En el contexto arqueológico y en la documentación escrita, hay evidencias que grupos
humanos de filiación no tarasca habitaban la región de Tierra Caliente desde mucho
tiempo antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, o que llegaron en el tiempo de
su consolidación, como lo sugiere el Lienzo de Jicalán, este es otro documento
importantísimo con información pictográfica sobre la extracción de cobre en la misma
región que describió el legajo 1204, y que relata cómo el pueblo xiuhquilteca emigró
desde la costa del golfo hasta el pueblo de Jicalán, al sur de Uruapan. 1088 Pero dos
testigos llaman nuestra atención por su origen étnico, lugar de origen y la información
que declararon. Uno es ―Tapia, indio tarasco y natural de la Guacana,‖ fundidor de
1083
Ibíd., P. 583. Información entre corchetes original.
Ibíd., P. 588.
1085
Ibíd., P. 585.
1086
Ibíd., Pp. 586-589.
1087
Ibíd., Pp. 592-593
1088
HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan,
Óp. Cit., Pp. 109-159.
1084
271
cobre y no era cristiano, dijo que ―solía sacar cobre para el Cazonci y que solía sacar
mucho y ahora sacan muy poco porque están segadas las minas y no se halla ya tanto
metal[,] y que están un mes tres o cuatro indios y al cabo sacan un poco de cobre[,]
veinte indios sacarían cinco cargas de tamenes, y el mes de ellos que es veinte días y en
estos veinte días sacan esta cantidad que dicho ha porque son unas piedras y lo funden y
es muy trabajoso de sacar.‖1089 De esta cita cabe resaltar la forma de computar el tiempo
de forma vigesimal, y la cantidad de indígenas necesarios para extraer 5 cargas de
cobre, y además de que probablemente se pagaba el tributo en la época prehispánica
cada 20 días.
El otro testigo es Juan, ―indio natural de Michoacán‖, es decir de Tzintzuntzan,
lo que indica que indígenas tarascos eran mandados desde la cuenca de Pátzcuaro, el
centro político del Tzintzuntzan Irechequa, para la extracción de recursos escasos de
lujo fuera de la zona nuclear y de asimilación. Después de que Juan mencionó donde
estaban las minas se agregó ―y que lo sabe este testigo porque ha estado en las dichas
minas y que la mina de cobre que se sacaba por mandato del Cazonci…‖, pero más
adelante se dice ―y que no sabe otras minas salvo estas donde este testigo ha sido
fundidor del cobre; y que allí iban por mandado del Cazonci indios a sacar cobre y
tenían allí sus sementeras…‖.1090 Un último testigo indígena es don Juan, cacique de
Cocian, naguatato y fundidor de cobre, quien recibió el tratamiento de don, y aunque no
se especifica su origen étnico, hablaba nahua y además de ser cacique, era fundidor.
Lamentablemente no existe más información para determinar cómo eran las relaciones
sociales de producción de este rubro, y sólo existen interrogantes: ¿las sementeras eran
de los mismos mineros y fundidores, ellos mismos las sembraban y la extracción de
metal se realizaba durante el tiempo libre?,1091 ¿los mineros y fundidores estaban en un
estrato social superior, teniendo siervos a su servicio, y los purépecha o maceguales les
sembraban las sementeras?,1092 ¿había algún oficial sobre los mineros y fundidores,
como los ―plateros‖ representados en la lámina XXIX de la RM, y el Estado por medio
de los purépechas se encargaba de la manutención?, ¿los mineros y fundidores eran sólo
otros especialistas dentro de las unidades administrativas y su organización era similar a
la del centro político de Tzintzuntzan?.
Lo que sí se sabe, es que la extracción del cobre y su fundición era un trabajo
especializado, pues Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, mencionó que
―y que ha menester que sean maestros y lo sepan sacar, que los indios comúnmente no
lo saben soplar ni hacer sino los que son maestros que en cada pueblo donde hay minas
hay doce o quince fundidores que lo saben sacar…‖,1093 y que para 1533 las técnicas de
producción no se veían alteradas aun por la tecnología europea, pues Antonio de Godoy,
1089
WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 596.
Ibíd., Pp. 593-594. Cursivas nuestras.
1091
Si los mineros y fundidores de cobre tenían tierras propias y eran sembradas por ellos mismos y sus
familias, sería un apuntalamiento a la interpretación de Pedro Carrasco sobre el pasaje de Alonso de
Zorita de que en Michoacán ―en general, principales y labradores, tienen tierras propias.‖ CARRASCO,
PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 69.
1092
Beumont menciona sobre el pasado prehispánico de Michoacán que ―antiguamente no consentían
ociosos ni vagabundos, porque los castigaban con muerte civil enviándolos a trabajar a las minas de
Guaxacatlán‖ BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Óp. Cit., T. II, P. 59. Empero, las minas de
Guaxacatlán y Xocotlán, localizadas en el actual Estado de Jalisco, empezaron a ser pobladas en 1547 y
1550 por los españoles; desconocemos si en la época prehispánica eran explotadas, pero es probable que
el dato de Beumont sea un anacronismo. ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 312.
1093
Ibíd., P. 583.
1090
272
a cargo de la estancia de Choromoco, sujeta a Cinagua, en cabeza de su majestad,
declaró que ―habiendo una fragua para fundir allí el metal, que se sacaría mucho porque
los indios por no tener fuelles ni buen aparejo lo sacan con mucho trabajo y no sacan
cantidad…‖.1094 A estas preguntas sólo podemos agregar información de otros testigos,
sobre la cadena de trabajo que se realizaba, que aporta algunos datos sobre las
relaciones sociales de producción, pero no las especifica. Un documento donde se hace
referencia a las técnicas de fundición en el Michoacán prehispánico, es en el pleito
contra Pedro de Arellano, que hizo fundir parte del tesoro que dejó Francisco
Tangáxoan y que él robó, a los orfebres de Tzintzuntzan, en 1531.
La extracción comenzaba por la recolección de piedras o tierra con cobre en
bruto, dependiendo el tipo de terreno, era más fácil o complicado realizar esta tarea, ya
que las piedras tenían que molerse para poder trabajarlas. En el testimonio de varios
testigos se puede observar cómo se trastocó la producción por la caída demográfica.
Don Juan, cacique de Cocian, naguatato y fundidor de cobre, testificó que ―y que ahora
de poco acá han andado pocos indios a sacar el dicho cobre que antes de ahora sacaban
mucha cantidad y habrá un año que estaban en la dicha mina cincuenta indios sacando
cobre y que cuarenta indios unos sacaban tierra y metal y otros fundiendo…‖ y que
―preguntando cuanta cantidad de cobre podrán dar de tributo los maceguales de Cocian
dijo que podrán dar veinte pedazos del gordor y del tamaño que dicho tiene arriba y no
más porque es poca gente que no hay más de cinco fundidores y las mujeres sacan la
tierra y que esta cantidad dan de tributo a su amo Oliver.‖1095 No se puede determinar si
la participación de las mujeres en la extracción de tierra era por causas de necesidad de
mano de obra o la división del trabajo era así desde la época prehispánica, de ser de
origen anterior a la conquista, podría imaginarse que la extracción y fundición del cobre
era una actividad familiar y no profesional, y que se realizaba en los tiempos libres
después del trabajo agrícola. En la ocasión de Pedro de Arellano mandó fundir parte del
tesoro, uno de los fundidores llamado Francisco, y por nombre indígena Uyzitile,
declaro que la fundición corrió a cargo de 10 u 11 fundidores (otro testigo mencionó
15), ―e que otros eran muchachos e que no se acuerda de sus nombres.‖ 1096 Esos
muchachos probablemente eran los hijos o aprendices de los orfebres.
Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, calculaba que doce indios
habían sacado aproximadamente 80 o 100 cargas de cobre en dos años.1097 Y Tapia,
indio tarasco y natural de la Guacana, fundidor de cobre y no era cristiano, dijo que
―solían sacar cobre para el Cazonci y que solía sacar mucho y ahora sacan muy poco
porque están segadas las minas y no se halla ya tanto metal y que están un mes tres o
cuatro indios y al cabo sacan un poco de cobre[,] veinte indios sacarían cinco cargas de
tamenes, y el mes de ellos que es veinte días y en estos veinte días sacan esta cantidad
que dicho ha porque son unas piedras y lo funden y es muy trabajoso de sacar.‖ 1098 De
esta información se desprende en antes de la llegada de los españoles, el Estado tarasco
1094
Ibíd., P. 586. El testimonio de Juan Pantoja proporciona información similar: ―…los indios tendrán
mucho trabajo y no sacarán en cantidad si no hay fraguas porque le han dicho a este testigo que lo cogen
con mucho trabajo y que lo han de fundir dos o tres veces para que quede como ha de estar […] y que este
testigo ha visto fundir a los dichos indios las piedras que dicho tiene de donde sacan el cobre…‖ Ibíd., P.
589
1095
Ibíd., Pp. 594-595. Cursivas nuestras.
1096
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le
puso‖, Óp. Cit., P. 374.
1097
Ibíd., P. 582.
1098
Ibíd., P. 596.
273
destinó esfuerzos para extraer este recurso escaso de lujo, si bien no se puede hablar de
un monopolio estatal, se menciona que ―…se ha sacado y saca muy gran cantidad de
cobre de que se provee la mayor parte de esta provincia porque los naturales labran con
ello y lo tienen por metal para hacer sus herramientas muy provechoso para cortar y
labrar sus sementeras…‖.1099
La tierra y piedras ricas en cobre eran molidas, según la declaración de varios
testigos con mucho trabajo, en morteros de piedra llamadas ticuiches. Luego se fundían
en crisoles, y a la falta de fuelles, los indígenas usaban unos cañutos para soplar y
aumentar la temperatura necesaria para fundir y extraer el cobre de las piedras. Juan de
Alvarado declaró que ―ni sabe como se saca o funde más que dicen que con cañutos
soplando lo funden como el oro‖ pero que ―ha oído decir este testigo al dicho Juan
Pantoja que en su pueblo e la Guacana que le está encomendado lo funden así soplando
con cañutos y que lo hacen con trabajo mucho…‖.1100 Alonso Escobar, corregidor del
pueblo de Cinagua, declaró que doce indios ―los cuales cavan un día y cogen en hasta
tanto cuanto medio celemín del metal cada un indio porque es muy recio de coger y
después tardan en soplar y fundirlo cada uno dos o tres días‖,1101 y Juan Pantoja dijo que
el cobre ―lo cogen con mucho trabajo y que lo han de fundir dos o tres veces para que
quede como ha de estar […] y que este testigo ha visto fundir a los dichos indios las
piedras que dicho tiene de donde sacan el cobre…‖1102 En la lámina XXIX de la RM
está representado el oficial o diputado sobre los plateros, el texto lamentablemente no lo
menciona, pero se ve como está soplando con un cañuto a un crisol, y un ticuiche al
lado. En la escena núm. 12, Xiuhquilan, del Lienzo de Jicalán, se encuentra una escena
similar, donde dos personajes están soplando con unos cañutos un crisol, y a los lados
hay puntas de terequa, coas de cobre utilizadas para labrar la tierra. Mientras que en la
escena núm. 37, De Mechuacan, el mismo tipo de objetos están frente al señor de
Ihuatzio Tucúruan, quien está recibiendo el pago de tributo.1103
El resultado final después de fundir las piedras era una especie de lingote o
tejuelo, ―un pedazo de cobre tan largo como una mano o dos dedos más y de gordor dos
dedos y del mismo anchor de una mano, y que es como un adobe de la hechura‖,1104
también se menciona que eran ―pedazos de cobre de un xeme en largo y ancho como la
mano de gordor y de dos dedos‖.1105 Fundir estos tejuelos era complicado, ―y que allí
iban por mandado del Cazonci indios a sacar cobre y tenían allí sus sementeras cerca y
cuando les mandaban sacar cobre sacaba cada indio en un día un pedazo de anchor de
un xeme y de gordor como una mano porque lo que estaba fundiendo muy gran rato y
1099
Ibíd., P. 586.
Ibíd., P. 592.
1101
Ibíd., P. 582.
1102
Ibíd., P. 589.
1103
LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp.
20 y 21.
1104
WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 582.
1105
Ibíd., Pp. 594-595. Covarrubias asentó la entrada ―XEME, es genero de medida. Antonio Nebrisense
buelue semipes. dis. Los muchachos comúnmente llaman xeme lo que se alcança desde el dedo pulgar,
hasta el índice, q[ue] a mi parecer es lo mesmo que dos palmos, contanto el palmo a quatro dedos. Xeme
puede ser nombre corrompido de semis.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la
Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra X, P. 77v. En la actualidad, la RAE define ―jeme. Del
lat. semis 'mitad'. 1. m. Distancia que hay desde la extremidad del dedo pulgar a la del índice, separado el
uno del otro todo lo posible.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua
española, Óp. Cit., T. II, P. 1202.
1100
274
no podía sacar más en un día una planchuela del dicho tamaño cada indio…‖.1106 La
información existente sobre la cantidad de tejuelos que se fundían apenas nos da una
idea de la producción para 1533, pero no mucho para la época prehispánica. Juan, indio
natural de Michoacán, mencionó qué
―Y que le parece a este testigo que el pueblo de la Guacana podría dar de tributo quince
cargas de cobre que cada carga traerá treinta tejuelos del tamaño que tiene dicho que saca
cada un indio en un día, porque es muy trabajoso de fundir, porque es piedra y que se
quiebra la piedra y después se funde con mucho trabajo y así lo ha sacado y fundido este
testigo y como se les mandase a los indios que den cobre y no otra cosa que traerán en
mucha cantidad y que harán en el pueblo de Cocian en un año diez montones que habrá en
cada un montón cuatrocientos tejuelos, y que este pueblo es el sujeto a Turicato y que en el
pueblo de Cholomoco, sujeto a Cinagua, que no dando los indios otro tributo sacarán en un
año veinte montones de los dicho de a cuatrocientos tejuelos, y que estos sacarán los del
dicho pueblo o estancia de Cholomoco porque los demás de Cinagua no lo saben hacer ni
1107
hay oficiales de ello; y que esto sacarán dándoles priesa…‖
Don Juan, cacique de Cocian, naguatato y fundidor de cobre, también mencionó la
cantidad de tejuelos que llegó a extraer: ―…este testigo con otros cuatro indios han
sacado cobre en tiempo de tres meses veinte pedazos de cobre de un xeme en largo y
ancho como la mamo de gordor y de / dos dedos; y que ahora de poco acá han andado
pocos indios a sacar el dicho cobre que antes de ahora sacaban mucha cantidad y habrá
un año que estaban en la dicha mina cincuenta indios sacando cobre y que cuarenta
indios unos sacaban tierra y metal y otros fundiendo, que en un año sacaban doscientos
tejuelos como los que tiene dicho, que hay en los dichos doscientos tejuelos diez cargas
de cobre y que no pueden sacar mas cantidad a causa de ser trabajoso de sacar…‖, 1108 y
Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, dijo que ―de allí se ha sacado
cuarenta o cincuenta cargas que ha enviado a Su Majestad a México que han dado de
tributo y que además de esto cree este testigo que en estos dos años han sacado otras
tantas cargas para ellos a lo menos; y que sabe este testigo que habían sacado todo este
cobre en los dichos dos años doce indios…‖1109 Estas cargas de tejuelos debieron ser
transportadas por tamemes profesionales a los distintos centros de manufactura a lo
largo del Irequechua para ser transformados en herramientas, armamento u objetos
suntuarios de diversa índole.
Esta complejidad de las relaciones sociales de producción en la extracción del
cobre, hace suponer que debieron de ser similares para los otros minerales explotados
por los tarascos que se encontraban dentro de sus fronteras, el oro y plata. La extracción
de obsidiana en los yacimientos del territorio tarasco, Zinapécuaro-Ucareo y ZináparoVaral, también demandaron una cantidad de mano de obra importante, pero no
implicaron tanto esfuerzo para su obtención como lo fue para los metales, sino para su
distribución entre los poblados tarascos y aun para comerciarlo fuera de sus fronteras.
A grandes rasgos podemos ver como el usufructo de recursos naturales, que se
encontraban en el territorio tarasco, como aguas, bosques, caza, pesca y minerales,
fueron explotados por sus habitantes, ya que de ahí se obtenían las materias para la
producción y reproducción de la vida material. En algunos casos, dicha explotación
estaba regulada por el Estado tarasco, y se tenía que recibir permiso del cazonci, este
consentimiento era otorgado a cambio que se tributara el plusproducto del recurso
1106
WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 594.
Ídem. P. 594.
1108
Ibíd., Pp. 594-595.
1109
Ibíd., P. 582.
1107
275
explotado. En un texto colonial tardío escrito en lengua tarasca, perteneciente al
conjunto de documentos sobre la fundación de Carapan, se hace referencia a que Uacús
Thicatame nombró y tomó posesión de todas las tierras del mundo, incluyendo la tierra,
agua, sementeras, cerros y árboles de los diferentes pueblos:
―los valientes de cada pueblo, los fuertes / todo cuanto se adueñó el rey águila [Uacús] /
thicátame pueblo y tierra todo lo bueno o lmplio / por cada yácata y en cada uno de los
cerros / y todas las cosas que en ella se dan / y las aguas todas cuantas brotan y vienen / en
cada pueblo y cuanto hay hasta la piedra (o lindero) / que nombra o posee el rey / por allí
recibió todas estas cosas los fuertes / por separado, nada podrá / decirles algo así (ni
podrán) tumbar ningún / madero y agua y tierra y sembradíos y así… / el rey águila
thicátame por el cerro de Zinietzan / cuando terminó (murió) donde hay un… / allí donde
sale el sol, de allí viene el rey águila / empezó por el pie del cerro y por la orilla caminó /
hasta llegar a la cueva (¿o lugar donde hay letras?) allí gente lo hace o viste / con bezotes
de oro y orejeras de oro / y corona de oro y el precioso oro que les arrimaron al cuello / y
capa de oro, así hizo cuando llegamos (llegaron) / al cerro de Cutepec y así pudo llegar
donde / está una yácata y allí puso una flecha clavada / y así llegó igualmente a
Erongarícuaro y así llegó / a Tzintzuntzan y así el vio por todas partes se hizo / así quiso ir
cuando fue por todas partes / los cerros del mundo y aguas y fue apropipándoselos / y todas
las tierras que están buenas se adueñó / todas éstas cuantas son y entonces o desde entonces
1110
las poseyó‖.
De nueva cuenta vemos como en última instancia, la tenencia de los medios de
producción, su administración y reparto recaían en el que estaba en lugar de Curícaueri,
el cazonci, la clase dominante tarasca, y la entidad política del irechequa. En otros
bienes, el cazonci mandaba gente del centro para extraer los recursos, es complicado
identificar las relaciones sociales de producción, pero se pueden hacer algunas
inferencias, teniendo en cuenta la organización familiar en quahta, y que sí eran
mandados por el cazonci, se trató de gente adscrita a él y su manutención corrió a su
cargo.
1110
ROSKAMP, HANS; LUCAS, BENJAMÍN. ―Uacús Thicátame y la fundación de Carapan: Nuevo
documento en lengua p‘urhépecha‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2000, primavera,
año/vol. XXI, núm. 82, Pp.161-163.
276
19. CIRCULACIÓN DE BIENES EN EL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA
―Esta división del trabajo, de la que se derivan tantos beneficios, no es el
efecto de ninguna sabiduría humana, que prevea y procure la riqueza general
que dicha división ocasiona. Es la consecuencia necesaria, aunque muy lenta
y gradual, de una cierta propensión de la naturaleza humana, que no persigue
tan vastos beneficios; es la propensión a trocar, permutar y cambiar una cosa
por otra.‖
Adam Smith, La riqueza de las naciones, Lib. I, Cap. II, 1776
1111
Intercambio
El intercambio es determinado por la producción y el trabajo, y para el caso de
entidades políticas extensas que ocupan varios nichos ecológicos, se hace indispensable
el intercambio interno de productos que sólo se dan en determinados sitios, ya que sí
bien en algunos lugares permiten una economía de autosuficiencia, en pocos lugares se
encuentra todo lo necesario para la economía de reproducción de las sociedades
complejas. En ambos casos el intercambio en el territorio tarasco se realizaba con los
excedentes de la producción, a nivel de autosuficiencia las transacciones debieron de ser
de artículos de necesidad inmediata, alimentos como maíz, frijol, chile, jitomate o
pescado, por materiales constructivos como piedra o cal, madera, algodón, sal u
obsidiana; lo más probable es que se realizara el intercambio en forma de trueque en los
mercados. En la RM encontramos tres casos de la vida cotidiana donde encontramos el
trueque, el primero es cuando la esposa de Hopótacu, hijo de Zinzuni, señor de
Yziparamucu, estaba en su casa mientras su marido se emborrachaba, llegó una anciana
con aspecto pobre, que resultaría ser la diosa Avícamine, tía de los dioses del cielo:
―Y vino una vieja, que no se sabía quién era, con unas nauas de manta basta de hi[er]bas y
otra manta de lo mismo, echada por el cuello, y las orejas colgando muy largas y entró en
casa de un hijo de Zinzuni, que tenían un hijo que criaba su mujer, y como la vió su mujer,
díjole: "entrá, agüela", que ansí dicen a las viejas. Dijo la vieja: "señora, ¿queréis comprar
un ratón?". Díjole la señora: "¿qué ratón es aquél?". Dijo la vieja: "señora, un topo es o
tuza". Dijo la señora: "dale acá, agüela". Y tomósele de la mano, y era todo bermejo, muy
grande y largo. Díjole la señora: "¿qué demandáis, agüela?". Dijo la vieja: "señora, de
hambre vengo ansí: dame algunas mazorcas de maíz". Dijo la señora: "agüela, traígasle en
buen hora, yo te le compraré que mi marido se está emborrachando y yo se le coceré para
que coma; asiéntate, entretanto". Y diéronle de comer y una cesta de maíz y despidióse la
1112
vieja y dijo: "ya me voy, señora". Y fuese.‖
Otros ejemplo de intercambio de autosuficiencia también es de un
acontecimiento donde intervienen las fuerzas divinas, pues los dioses tirípemencha se
aparecieron a ―una vieja pobre que vendía agua‖1113 en Ihuatzio, tiempo antes de que la
capital del Irechequa fuera movida a Tzintzuntzan. Otro ejemplo similar, es el de ―una
mujer llamada Quénomen ques del pueblo de Huruapa, que es pobre como él
[Carócomaco], que por ahí anduvo a vender agua y se alquilaba para moler maíz en
piedras…‖1114 Cuando Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje conquistaron Quereta
1111
SMITH, ADAM. La riqueza de las naciones (libros I-II-III y selección de los libros IV y V). Edición,
traducción y estudio preliminar de Carlos Rodríguez Braun. 1ª reimpresión. España, Alianza Editorial,
(Sección: Ciencias Sociales), 1999, Lib. I, Cap. II, P. 44.
1112
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 126, P. 143. Cursivas nuestras.
1113
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243.
1114
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112v, P. 116.
277
parázicuyo (Tzintzuntzan), produjeron algunos bienes para tributarlo a Taríacuri, se
mencionó que ―pasados algunos días, no sé dónde hubieron Hiripan y Tangáxoan maíz,
de un lugar llamado Naranjan, que era muy bueno, y frísoles.‖1115 Sobre ejemplos de
intercambio de recursos escasos de lujo a nivel local los encontramos antes de que el
triunvirato iniciara su expansión. Antes de que Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje
conquistaran Taríaran, un mayordomo de Hiuacha, señor de dicho pueblo, llamado
Parangua, les dio 800 plumas blancas para el dios Curícaueri, que habían ―rescatado‖ de
las islas de Pátzcuaro por jicales; a cambio de que cuando conquistaran el pueblo, él y
sus parientes fueran apartados de los cautivos y no fuera esclavizados.1116 Otro caso
mencionado, único por ser el único que permite suponer la compra-venta o
arrendamiento de tierras antes de la expansión del Estado tarasco, es cuando Taríacuri
mandó decir a su suegro por medio de ―sus viejos llamados Chupítani, Tacaqua,
Nuriban, y díjoles: "tomad una carga de hachas de cobre bañado, muy amarillo, y
llevadlo a Vréndequabécara, dios de Corýnguaro, para que déstas hachas le hagan
cascabeles para sus atavíos; y decid al viejo Chánshori que le ruego yo, que me preste o
venda un pedazo de tierra para poner a mi dios Curícaueri, pues que sabe ques todo
pedregales donde esto[y]".‖1117
Éstas formas de intercambio revestidas como ofrendas a los dioses, en lugar de a
individuos o grupos, son mencionadas un par de veces en la RM. Cuando los isleños de
Xarácuaro se emparentaron casando a sus hijas con los señores chichimecas-tarascos,
los de Curínguaro les reclamaron el hecho de haber mezclado los linajes, y sobornaron a
Carícaten señor de Xaráquaro, para romper la alianza matrimonial:
―…tornaron a enviar otros mensajeros los de Curínguaro y dijeron: "decidles, que ¿por qué
no creen lo que les decimos los de la laguna; qués la causa por qué no nos quereis creer?;
¿por qué les distes aquesas señoras?, ¿Qué necesidad teníades dellos?, ¿de qué provecho
son, que todo el día andan por los montes a caza?. Si fuera aquí en Corínguaro, aquí se
hacen muy buenos maizales y simillas de bledos y mucho ají que se hace por los campos.
Aquí pudieran traer pescado que ofresciéramos a nuestro dios Vréndequavécara y, ellos,
en su tiempo, llevaran mazorcas de maíz y simillas de bredos y frisoles y ají para ofrecer a
1118
su dios Acuize catápeme.‖
Y cuando los chichimecas-tarascos llegaron a Uayámeo, ―en este tiempo tenía ya
su cu Xarátanga en Mechuacan [Tzintzuntzan] y sus sacerdotes y señor llamado
Taríyaran, iban por leña a Tamátaho, lugar cerca de Santa Fe [Uayámeo], y sus
sacerdotes llamados Vatárecha, llevaban ofrenda desta leña, algunas veces a Curícaueri,
y había allí un camino y los chichimecas que tenían a Curícaueri, viendo esto, iban a un
barrio de Mechuacan [Tzintzuntzan] llamado Yauaro y de camino llevaban desta leña a
Xarátanga en ofrenda a Mechuacan [Tzintzuntzan]. Y la leña que traían los unos y
llevaban los otros se encontraba en el camino.‖1119
Otro tipo de intercambio eran los presentes que los señores daban a las
embajadas de diferente índole, ya hayan sido señores, sacerdotes, gente de menos rango,
o mensajeros, ―porque era costumbre de los Reyes de Mechuacán no inviar vacíos á los
1115
RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, ff. 155v-116, Pp. 122-123.
RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127, P. 146.
1117
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. Sobre las ―hachas-moneda‖ hablaremos más adelante.
1118
RM, Segunda Parte, Cap. VI, f. 72, P. 35.
1119
RM, Segunda Parte, Cap. IV, f. 67-67v, Pp. 25-26.
1116
278
mensajeros que los venían á visitar…‖1120 Los presentes generalmente consistían en
comida, bebida, y más comúnmente, ropa, mantas de algodón, calzado de cuero o
jícaras pintadas.1121 Alonso de Zurita menciona que las mantas de algodón eran un bien
muy preciado por la gran cantidad de tiempo y trabajo que se tenía que invertir para
manufactúralas, labor que recaía en las mujeres. A las hijas de los señores desde los
―cinco años las comenzaban á enseñar á labrar, á hilar y á tejer, no las dejaban andar
ociosas,‖1122 y aconsejaba a la Corona no pedir que los indígenas tributaran ropa
―aunque la labren, porque es grandísima vejación y agravio, y lastran los pobres y las
mujeres que son las que la labran, y malparen muchas por el gran trabajo que es labrarla; y
no hay esto en la que labran para sí, porque la labran despacio, y cuando y como les
parece, y para el tributo es para tiempo señalado y con medida ó calidad ó bondad de la
ropa que han de dar; y porque vale una pieza mucho más que lo que cada uno paga de
tributo, lo han de dar entre muchos, y es imposible que haya igualdad, sino que unas
trabajan más que otras, según les dieren la prisa los que tienen cuidado de ello y de recoger
los tributos; y no es inconveniente lo que algunos dicen que habrá falta de ropa si no la
pagan de tributo, porque más va en que no falte ni perezca la gente; cuánto más que donde
tienen costumbre de labrarla, siempre la hay y labran para sí y para llevar y vender adonde
1123
no la hay; y hay mercaderes mucho de ella, indios y españoles.‖
De hecho, entre las obligaciones que contrajeron las mujeres de Ireti Ticátame y
Taríacuri cuando se desposaron, fue precisamente elaborar mantas para el dios
Curícaueri.1124 No entregar comida, bebida o ropa a las embajadas era considero un gran
insulto, esa fue una de las razones por las cuales Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje
conquistaron Taríaran, para vengarse de la afrenta cuando fueron a visitar a Hiuacha, y
no recibieron comida ni presentes.1125
Tributos
Pero había un nivel de intercambio mayor debido a ―el supuesto universal relativo a la
aparición del intercambio, es decir la existencia de una cantidad mayor de necesidades
frente a un número inferior de satisfactores posibles derivados de la productividad
1120
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. Prólogo de Manuel
Magallón y Cabrera. Madrid, The Hispanic Society of América-Tipografía de la ―Revista De Archivos‖,
1914, Lib. VI, Cap. XX, P. 782.
1121
RM, pássim.
1122
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., Pp.
109-110.
1123
Ibíd. Pp. 190-191.
1124
―Aquí tenemos una hermana; llevádsela y ésta no la damos a Hireti Ticátame, mas a Curícaueri, y a él
le decimos lo que dijéremos a Hireti Ticátame. Y hará mantas para Curícaueri, y mantas para abrigalle y
mazamorras y comida para que ofrezcan a Curícaueri, y a Hireti Ticátame […] y después que hobiere
hecho mantas y ofrenda a Curícaueri, hará mantas y de comer para su marido Ticátanme para que se
ponga a dormir al lado de Curícaueri y le aparte el frío; y le haga de comer después de hechas las ofrendas
porque tenga fuerza para llegarse a los dioses de los montes llamados Angámucuracha.‖ RM, Segunda
Parte, Cap. II, ff. 63-63v, Pp. 17-18; obligaciones similares fueron dichas a la primera esposa de
Taríacuri, RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 88, P. 67. Y cuando se casaba la gente noble, el sacerdote
cúritiecha mencionaba que una de las obligaciones de las esposas era ―haz de comer a este señor y hazle
mantas y no riñáis…‖ RM, Tercera Parte, Cap. X, f. 24v, P. 210. Una de las causas de divorcio, era de las
mujeres no hicieran mantas a sus esposos. RM, Tercera Parte, Cap. XII, f. 27v, P. 216.
1125
―Y tomaron sus arcos y asentáronse todos en el patio. Y sacaron de comer y no les dieron a ellos, mas
pasáronse de largo los que daban la comida y dieron a los suyos. Y sacaron mantas y camisetas y hizo
mercedes Hiuacha no más de a los suyos, y a ellos no les dieron nada. Y como no hacían caso dellos,
dijeron: "vámonos a nuestro pueblo".‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, ff. 127-127v, Pp. 145-146.
279
local.‖1126 La forma en que las antiguas entidades políticas lograron satisfacer las
necesidades fue a través del tributo y el comercio. De la misma información de las
Relaciones Geográficas ―se desprende que la función económica global del tributo era la
integración de diferentes zonas productivas [y ambientales]. Por ejemplo, los poblados
de las tierras altas templadas proporcionaban maíz, chile, diferentes tipos de caza, pavos
y cerámica, mientras que los de las tierras bajas proporcionaban algodón, tejidos y
jícaras, además de maíz.‖1127 El Tzintzuntzan Irechequa, al igual que otras sociedades
complejas regidas bajo el Estado, ocupó instituciones especializadas para sobrevivir y
funcionar, y éstas estuvieron financiadas por una economía política. Ya hemos
analizado en parte la economía política existente en el Michoacán prehispánico durante
el Posclásico Tardío, la tenencia de los medios de producción y algunas relaciones
sociales de producción, ahora vamos a revisar los aspectos de distribución, cambio y
consumo. La forma en que el Estado tarasco financió sus instituciones fue mediante el
tributo, que fue definido por el Diccionario de Autoridades como ―la porción, ò
cantidad, que paga el vasallo por el repartimiento, que se le hace para el Príncipe, ò
Señor del Estado, en que habita, ò en reconocimiento del Señorio, ò para la sustentación
de sus cargas, ù para otros fines públicos.‖1128 José Luis de Rojas menciona que de la
definición de la voz tributo se desprenden tres momentos, el tributario, el tributado, y lo
tributado, que se resumen en quien-qué-a quien, además de la existencia de las variables
cuándo-cómo-dónde-por qué: ―por cuándo, entendemos el momento o momentos en lo
que se efectúa el pago: cómo tiene una primera parte referente al hecho físico de la
entrega, y otra relacionada con el porqué: la regulación del pago; dónde se refiere al
lugar en el que se efectúa la entrega; y porqué se refiere a la justificación.‖1129
Así pues, consideramos ―el tributo indígena[,] entendido como la relación
establecida entre el grupo dominante y otro dominado a través de la cual el primero
extrae del segundo su producto excedente‖;1130 sin embargo, las nuevas perspectivas
sobre el tributo consideran un cuatro mucho más complejo del excedente apropiado por
la clase dominante. José Luis de Rojas considera tres tipos de tributo: el tributo en
especie, como ―alimentos, materias primas para la construcción y la artesanía, objetos
manufacturados de uso cotidiano y de lujo, etc.‖; el tributo en moneda, aunque ―en
primer lugar debemos considerar sí había moneda en la época prehispánica y si ésta se
utilizaba para pagar el tributo…‖; y el tributo en trabajo, como el servicio personal, de
portear objetos, trabajo para obras públicas y la obligación del servicio militar.1131
Por medio del tributo, el cazonci, junto a la entidad política tarasca, legitimaba
su poder y dominio sobre sus habitantes, al ser él que estaba en lugar del dios Curícaueri
para recolectar la leña que se quemaba en los templos en honor a los dioses, y generaba
noción de pertenencia de los subyugados al gobierno central. ―La tributación de las
poblaciones tarascas era una acción regulada temporalmente. El irecha y su burocracia
fijaban la cantidad y el tipo de tributo, lo cual generaba que la sociedad en general
1126
CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según
las fuentes documentales, Óp. Cit., Pp. 94.
1127
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 135.
1128
Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. VI, P. 354.
1129
ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo
XVI, Óp. Cit., P. 45.
1130
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El tributo indígena en la región del lago de Pátzcuaro‖, en: et.
al., Michoacán en el siglo XVI. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VII),
1989, P. 23.
1131
ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo
XVI, Óp. Cit., Pp. 54-57.
280
trabajara a un ritmo dictado por el gobierno estatal. Se creaba así la percepción de
trabajo relacionada con la participación dentro del Estado, al tiempo que se reconocía la
validez, por medios coercitivos e ideológicos, del gobierno en la sociedad.‖1132 En el
apartado sobre la clase dominante hablamos de cómo ésta estaba conformada por una
serie de funcionarios, que se encargaban de organizar y colectar parte de la producción
para el mantenimiento de los diversos rubros del Estado, como el mantenimiento de la
burocracia, la casta sacerdotal y las fiestas religiosas, y por supuesto de la guerra.
Sin embargo, dado al desarrollo de las fuerzas productivas, (especialmente los
factores de la falta de animales de tiro y el uso de la rueda), y a las políticas
implementadas por parte de la clase dominante en el territorio tarasco, se puede inferir
que existió una economía planificada, ya que el cobro y distribución del tributo estaba
planeado de acuerdo a las necesidades del Estado tarasco. José Luis de Rojas menciona
la existencia de dos tipos de tributos en la Mesoamérica prehispánica, el local y el
estatal: ―podríamos, como intento, reservar el calificativo de ―local‖ al tributo que se
daba en la localidad, al noble del que se dependía o al señor del pueblo, y dejar el de
―estatal‖ para el que se entrega fuera, en otra ciudad, al imperio o a ambos‖.1133 El
tributo local se destinaba a sustentar a la burocracia local, como los caciques,
principales y ocánbecha, y los sacerdotes encargados de los templos, en los gastos de
las fiestas y mantenimiento de obras públicas.
Ricardo Aguilar caracterizó dos tipos principales de necesidades satisfechas por
dos tipos de tributo estatal: la primera fue la extracción de recursos endémicos de las
zonas bióticas y geológicas del interior del territorio tarasco, de forma periódica y de
cantidades asignadas, cuya dirección fue hacía el corazón político del Tzintzuntzan
Irechequa, y su destino fue mantener y satisfacer las necesidades de la clase dominante,
la familia real, la burocracia, especialistas adscritos al linaje real, así como para su
redistribución en los rituales, regalos y comercio, este tributo correspondió al ―tributo
regular‖. La segunda necesidad del Estado tarasco fue financiar las acciones bélicas
para la defensa y conquista del territorio, ya que en las fronteras varios pueblos se
encargaban de mantener las guarniciones y fortalezas de guerreros en zonas estratégicas,
quedando algunos pobladores exentos de tributo en especie o corvea, a cambio de
cumplir con obligaciones militares, especialmente estar listos para el combate y
defender las fronteras. El tributo aquí se destinaba a mantener la infraestructura militar,
para movilizar guerreros en estado de alerta y su sustento alimenticio así como su
equipamiento. Las referencias las encontramos en los documentos referentes a las zonas
fronterizas, donde los pueblos en lugar de llevar el tributo a Tzintzuntzan, lo llevaban a
las guarniciones y fortalezas emplazadas en los asentamientos fronterizos, localizados
en las cuatro fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, este tributo correspondió al ―tributo
estratégico‖. Para ambos tipos de tributo, se ocupó de una infraestructura administrativa
para su recolección y distribución y consumo.1134
A lo largo y ancho del territorio dominado, los encargados de que el tributo de
los pueblos se pagara eran los caciques y señores, mientras los ocánbecha eran los
1132
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado
tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 247.
1133
ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo
XVI, Óp. Cit., P. 58.
1134
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado
tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., Pp.247-258.
281
administradores reales de recolectar los excedentes de la producción.1135 Dos grupos de
la clase dominante tenían derecho a recibir tributo por medio de sus tierras
patrimoniales: el cazonci con la familia real, y la nobleza, dichas tierras eran trabajadas
por los vasallos o esclavos de su servidumbre, y cuya producción estaba destinada en
parte al sostenimiento de estos grupos. ―Parece que sólo la gente común que tenía tierras
en las aldeas, o sea, los que pertenecían a un barrio [―campesinos libres‖], pagaban
tributos al Estado. Por otra parte, artesanos y mercaderes tributaban con el producto de
su comercio y estaban exentos de servicios, incluso de obras públicas, salvo en épocas
de necesidad extrema,‖ 1136 al parecer los nobles y sacerdotes también estaban exentos
de pagar tributo en especie, de hecho parece que la manutención de los últimos corrió a
cargo del Estado. Sin embargo, no hay indicios de que el Estado tarasco no pudiera
apropiarse de la producción de otras tierras. Los tributos de las tierras fiscales junto con
una parte de la producción de otros sectores, servían para sostener al Estado, Alonso de
Zorita se refería sobre los tributos que se pagaban en la Nueva España antes de la
conquista de la siguiente manera:
―Estos tributos que se daban á los Señores supremos era para la sustentación de la
república, y para las guerras, que eran ordinarias, y de ellos el Señor supremo, que era á
quien obedecían los otros que también se llamaban supremos en su tierra, tenían su
parte, y de ella pagaba los gobernadores y ministros de justicia, y daban acostamiento y
ración á muchos principales, según la calidad de cada uno, y sustentaba los capitanes, y
ordinariamente comía toda esta gente en la casa del Señor supremo, donde cada uno
tenía su asiento y lugar señalado, según su dignidad ó calidad y oficio que tenía en la
casa del Señor, ó en la guerra ó en la república, y no era en manos del Señor disponer á
su voluntad estos tributos, porque se altera la gente y los principales, si no era de su
parte, é los demás en lo que está dicho: é por ser la gente mucha era mucho lo que se
1137
allegaba y había para todo.‖
El funcionamiento del sistema tributario tarasco puede observarse a nivel de las
unidades administrativas y a nivel Estatal, ―parece que el tributo al rey pasaba de los
productores dispersos a centros de recaudación de nivel medio, las cabeceras, y de ahí
se llevaba a Tzintzuntzan.‖1138 (Ver figura 10). A nivel de las unidades administrativas,
el Tzintzuntzan Irechequa recibía tributos de las distintas cabeceras diseminadas por
todo el territorio bajo control del cazonci. La unidad básica productora tarasca eran las
familias agrupadas en un vapatzequa o barrio, en cada uno de estos se encontraba un
ocánbecha, encargado entre otras cosas, de cobrar el tributo. Estos vapatzequa
conformaban los asentamientos conocidos como sujetos, estancias y subcabeceras, los
excedentes de la producción de estos lugares eran canalizados a las trojes estatales de
1135
―A estos principales llamados ocánbecha, por este oficio no les solían dar más de leña y alguna
sementerilla que le hacían y otros le hacían cotaras. Y agora, mucha veces, en achaque del tributo, piden
demasiado a la gente que tienen en cargo y se lo llevan ellos, y éstos guardan muchas veces los tributos de
la gente, especialmente oro y plata.‖ RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. Al parecer este tipo de
abuso por parte de los ocánbecha y otros funcionarios similares, como los calpixque nahuas, se dio en
varias parte de la Nueva España durante los primeras décadas de la conquista, Quiroga mencionó que ―los
principalejos que éstos [indios] tienen entre sí y por sobre sí; que según muchos, se quejan aún ahora so
color de recoger de la gente maceoal, que es la gente común de que tienen cargo, los tributos para su
Majestad y para sus amos e comenderos españoles. Se quejan los cobran para sí más acrecentados que
solían y los alquilan por tamemes, hasta que mueren por los caminos…‖ QUIROGA, VASCO DE.
―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖,
Óp. Cit., P. 112.
1136
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 134.
1137
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P.
143.
1138
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., Pp. 136-137.
282
las cabeceras. Para que el Estado tarasco lograra apropiarse del plusproducto de las
poblaciones, era necesaria toda una infraestructura de medios de trabajo y funcionarios
para su operación. En la RM abundan las referencias a la existencia de diferentes
trojes1139 donde se almacenaba la producción, trojes para la guerra, trojes para los
dioses, trojes para diversos productos, y en general, trojes para almacenar comida de los
habitantes del Estado tarasco.
FIGURA 10. Envío del tributo (hacía arriba) de forma detrítica. FUENTE: Adaptado de HASSIG, ROSS.
Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., P.
117.
Gracias a los diccionarios, sabemos que había una gran variedad de estas
estructuras, que servían para almacenar varios bienes, así como tamaños y diversos
materiales de construcción. Gilberti asentó las palabras ―Marita. Troje‖, ―Tsirimba.
troxe asentada en quatro palos‖, ―Tziriqua. troxe pequeña de cañas‖, ―Troxe de pan.
Marita‖, ―Troxe otra. tsirinba. l. cumi‖, ―Alholi [granero o pósito] de pan troxa.
marita‖, ―Alhondiga. harataro marita‖, ―Cabaña para guardar los magueyes.
ataquaro‖.1140 En el DGLM se mencionan ―Alhondiga. Marita thantzita patzaquaro‖,
―Trox. Marita‖, ―Trox de cañas. Tsirimba‖, ―Trox pequeñita de barro. Cumy´‖,
―Cumiy´. Troje pequeñita en que guardan semillas‖1141, y Baptista de Lagunas registró
―Cumiehchuquarho lugar de vn genero de troxes quasi a manera de tinajas en que
guardan algodón o diversidad de baratijas y semillas y usanlas mucho en tierra
caliente.‖1142 La descripción más detallada de este tipo de estructuras es la proporciona
1139
―TROX, es lo mesmo que el granero do[nde] se recoge el trigo, o ceuada, &c. [etcétera] y
particularmente en el trigo.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva
Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra T, P. 56.
1140
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 108, 172, 169, 614, 257, 298.
1141
DGLM, T. I, Pp. 25, 685; DGLM, T. II, P. 109.
1142
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana.
[Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del
texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o
Purépecha‖ vol. I), 1983, [152 en la paginación original].
283
por la Relación Geográfica de Tiripetío, donde se describe como eran una marita
familiar:
―Algunas piezas las hacen redondas para sus despensas, tienen cuenco bajo y alto; en lo
bajo tienen sus semillas, que sirve de granero, y en lo alto, sus cajas y ropas. La forma es
1143
esta que aquí va pintada. Estas piezas redondas se llaman en su lengua tarasca maritas.‖
La forma con la que está representada la marita en dicha Relación Geográfica,
corresponde con las trojes representadas en las láminas VII y XVII de la RM, y tanto la
descripción como las representaciones son similares a los graneros que en náhuatl se
llaman cuexcomates, aun usados en el Estado de Morelos. Las trojes estatales
probablemente tuvieron diseños constructivos diferentes y de mayor tamaño. La RM
menciona a una serie de funcionarios que se encargaban de almacenar y recolectar la
producción de materias primas, productos semiacabados y manufacturas de los
diferentes gremios existentes, como maíz, frijol, chile, calabazas, maguey, miel, frutas,
leña, algodón, caza, pieles, pesca, sal, obsidiana y metales, armamentos, objetos
ornamentales de uso exclusivo de la élite, así como suntuarios. Sólo de ejemplo, los
encargados de almacenar en las trojes los productos de las sementeras del cazonci eran:
―Había otro mayordomo mayor sobre todo el maíz que traían al caçonçi en mazorcas, y éste
1144
lo ponía en sus trojes muy grandes y se llamaba quengue.‖
―Había otro mayordomo mayor llamado cavás pati, diputado sobre todo el ají que se cogía
del caçonçi, y otros mayordomos sobre todas las semillas, como bledos de muchas maneras
1145
y frísoles y lo demás.‖
Así el sistema tributario tarasco dependió de que los ocánbecha cobraran el
tributo a los diversos productores de los vapatzequa de las estancias sujetos y
subcabeceras, y que dicho plusproducto fuera transportado en las espaldas de los
tamemes a la cabecera, donde se encontraban el señor o cacique, el caráchacapacha
(―los que cargan con el registro, es decir, Administradores‖), y probablemente un tareta
vaxátati, encargado de las sementeras, y los demás funcionarios de los productos
semiacabados y manufacturados, quienes después de tasar el tributo, era almacenado en
las trojes a cargo del quengue o mayordomo, y de ahí fuera llevado en partes, de nuevo
a espaldas de los tamemes, a Tzintzuntzan, que se beneficiaba del ―tributo regular‖.
Pero como ya mencionamos, no todo el tributo era transportado al centro político en la
cuenca de Pátzcuaro, gran parte del tributo se llevaba a las zonas de conflicto para
ataque o defensa del territorio. El ―tributo estratégico‖ requirió de otros funcionarios
para su redistribución, de nueva cuenta era transportado a espaldas de los tamemes
purépecha, y los océmbecha se encargaban de contar a la gente para calcular el número
de bastimentos necesarios, además de que engrosaran las filas del ejército, y
posteriormente los caciques y quangáriecha los organizaban para que transportaran todo
lo necesario para la guerra, y de dar las órdenes en el campo de batalla.1146
1143
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 64. Cursivas
originales.
1144
Gilberti registró las entradas ―Quengue. mayordomo‖, ―Quengueni. subir en la troxe‖. GILBERTI,
MATURINO. VLM, P. 141.
1145
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 7 y 8, Pp. 177 y 179.
1146
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado
tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 250-258.
284
Nombre
tarasco
Tipo de
actividad
Purépecha
Producción y
transporte de
bienes
FLUJO DEL TRIBUTO REGULAR
Camahchacuhpeti
Caracha capacha y
[caciques]
tareta uaxatati
Organizar a la
Administrar y tener el
población a nivel
control sobre las
local.
cantidades recolectadas
Recolección y envío
Quengue
Almacenar los
bienes llegados
a Tzintzuntzan
CUADRO 13. FUENTE: AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema
tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P.
255. Corchetes nuestros.
Cargos
Función
FLUJO DEL TRIBUTO ESTRATÉGICO
Purépecha
Uhcámbecha
Quangáriecha
Camahchacuhpeti
[caciques]
Producir y transportar Registrar a la gente en Organizar a la gente para la
bienes [engrosar las las poblaciones.
guerra, para llevar bastimentos a
filas del ejército por
las fiestas y para la producción de
leva].
los bienes requeridos para las
estrategias del gobierno central.
CUADRO 14. FUENTE: AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema
tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P.
264. Corchetes nuestros.
Lamentablemente no hay información sobre el nivel de producción en la época
prehispánica, y no se puede calcular exactamente el monto que se pagaba, 1147 salvo
algunos casos para la época colonial,1148 y las fuentes tampoco mencionan cada cuando
se pagaba tributo en la época prehispánica.1149 Sobre este último aspecto se pueden
1147
Fray Alonso de la Veracruz mencionó que los tributos a principios de 1550 eran excesivos, debido a
la idea abundante riqueza, pero mencionó que en realidad la riqueza era por el tributo que acaparaban los
señores: ―Si lo que se pide ahora sea mayor en valor, lo dejo para que otros lo juzguen convencido de que
en el tiempo de su infidelidad servían a su rey: un pueblo, sembrando los campos, otro daba flechas y
arcos, otro leña, otro plata, otro oro, otros donde se cosechaba, algodón; y así porque todos le daban a
uno, este tenía muchísimo, no a causa de los grandes tributos, sino porque todos le daban a uno. Y el que
fuera tanta cantidad de oro y plata, se debía no a que la gastaran, sino a que siempre la conservaban. Pues
no se llevaba de reino en reino el dinero para vestidos u otras cosas de uso; y así no es de admirar que
hubiera tanta abundancia de oro y plata.‖ VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los
derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 64.
1148
Un ejemplo interesante es Juan Infante quien mencionó en una carta que en su encomienda se
recogían aparte de los productos agrícolas y cerámica, ―cuarenta jícaras grandes y cotaras otras cuarenta y
pellejos de gato otros cuarenta t sentadores siete grandes…‖, llama la atención que algunos eran
productos de lujo que antes eran de uso de la élite, y ahora eran cobrados por los europeos. [Juan Infante a
su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ―X. Carta de 18 de abril de 1534‖], en: WARREN, J. BENEDICT.
La administración de los negocios de un encomendero en Michoacán, Óp. Cit., P. 81.
1149
En la historiografía se tuvieron concepciones idílicas sobre este aspecto de la producción en la
sociedad tarasca, se llegó a decir que ―posiblemente el tributo impuesto en el Reino michua no se recogía
en plazos determinados (como en el caso de los pueblos sujetos a Mocteuczoma), sino solamente cuando
el rey los necesitaba: una o dos veces al año, y en ocasiones ninguna [¡!]. Pero siendo el territorio sujeto
tan dilatado, el rey obtenía cuantiosos ingresos por ese concepto.‖ LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA
ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., Cap. I, nota a pie núm.
45, P. 33. Fray Nicolás de San Paulo, alias de Witte, quien redactó una carta contestando la Real cédula
del príncipe Felipe II sobre tributos del 20 de diciembre de 1553 mencionó que: ―Yo, por cumplir su real
285
hacer algunas inferencias basándonos en las diferentes fuentes, así por ejemplo, en la
tasación del bachiller Ortega, se menciona como los caciques tenían que llevar el tributo
a las minas cada 20 días, que correspondía a la duración de los meses del calendario
tarasco y la celebración de las fiestas,1150 mientras que si los pueblos estaban más
alejados, tenían más tiempo para llevar el tributo a Tzintzuntzan,1151 el dato de que el
tributo se pagaba cada 20 días también se consignó, por ejemplo, para la extracción de
cobre en las minas de tierra caliente,1152 y en unas cartas de 1533 del encomendero Juan
Infante, quien mencionó ―qué bastimentos se sacan cada vez, y hacé‘ de manera que no
se pierda tributo; que salgan de veinte en veinte días todos…‖, y que a los señores
principales indígenas de unos pueblos ―tratad muy bien, y den sus tributos de veinte en
veinte días como son obligados, y no se pierda tributo.‖1153 Esta forma de computar el
tiempo correspondía precisamente a los meses del calendario tarasco, y cada 20 días se
celebraban fiestas. En 1554, los frailes agustinos también contestaron la instrucción de
la real cédula del príncipe Felipe II sobre tributos, que pedía contestar ―también os
informareys de los tiempos del año, en que pagauan estos tributos, y de la orden que se
tenía en el repartimiento y cobrança y paga dellos‖,1154 a lo que dijeron
―…si había tiempo señalado de pagar el tributo. [Cuanto a las] / sementeras era al tiempo
de cogecha [sic], cuanto a las gallinas era ordinario, cuanto a lo que para las fiestas era
cuando caía la fiesta, cuanto a lo que extraordinaria era por su voluntad, cuanto al oro,
plata y mantas que había ordinario en diversas provincias era en diversos tiempos porque
1155
unas daban de 80 en 80 días, y en otras tres veces en el año, y en otras dos veces.‖
Con estos datos, se puede ver como los calendarios mesoamericanos servían
para regular parte de la vida económica, en este caso el tiempo que en que tenían que
pagar el tributo, era en los días de fiesta; aunque la entrega de los tributos debieron estar
sujetos a factores como tiempo, distancia, lugar de entrega, quien ponía los cargadores,
mando, diré aquí lo que yo he sabido de doce años acá que conozco a indios y sé su lengua y los he
tratado estando siempre entrellos y visitado larga tierra, así de los chichimecas como la Guasteca que es
tierra de Panuco […] Acerca de la primera pregunta, qué tributo daban a su señor universal en el tiempo
de su infidelidad: En todas partes había señor universal como en México y Mechoacán y Meztitlán,
e[x]ce[p]to en la Guasteca, que es tierra de Panuco […] A este señor universal todos le obedecían cuando
generalmente mandaba servir él algo, o pidía algún tributo, y esto era pocas veces, una vez o dos al más al
año, y muchas veces, pasaba el año sin pedir, que nunca pidía sino cuando era menester. Que estos
señores así universales como particulares tenían finita su codicia, pero los encomenderos de agora es su
codicia infinita, y por eso se ha destruido tanto esta tierra.‖ ―Carta de Fray Nicolás de Witte a un
ilustrísimo señor, Meztitlán, 21 de Agosto de 1554‖, en: Documentos inéditos del siglo XVI para la
historia de México colegidos y anotados por el P. Mariano Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo
Nacional de Arqueología, Historia y Etnología. 1914, P. 221-228. Corchetes nuestros. Este documento ha
sido referenciado para estudiar la economía política tarasca, pero Nicolás de Witte dio una visión muy
general del tributo en México y Michoacán, y la información y costumbres que detalló del tributo no
tienen que ver con estas regiones, al parecer la información sirve más para la realidad de la Huasteca y
territorios adyacentes al norte.
1150
Este tema lo trataremos más adelante en un apartado sobre la agricultura, fiestas y guerra.
1151
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425.
1152
WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 596.
1153
[Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ―II. Carta de 6 de diciembre de 1533‖, ―IV. Carta
de 15 de diciembre de 1533‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un
encomendero en Michoacán, Óp. Cit., Pp. 29-30 y 43-44, otras referencias de 20 en 20 días en P. 58
1154
―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno
lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., P. 125.
1155
CARRASCO, PEDRO. ―Relaciones sobre la organización social indígena en el siglo XVI‖, en:
Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Históricas, 1967, vol. VII, P. 122.
286
si eran pagados o no, ya que ―si no hay sobras de brazos, no podrá hacerse en períodos
de gran actividad agrícola.‖1156 Otra cuestión que no queda muy clara para el Michoacán
protohistórico, es sobre cómo se tasaba el tributo, es decir, sí se pagaba de acuerdo al
tamaño de las tierras, la cantidad de tierras que se poseían, si era individual, o sí era un
tributo corporado. Los mismos agustinos dieron una pista muy interesante sobre este
tema, así, contestando la instrucción que pedía ―ansi mesmo os informareys también, si
la paga destos tributos, eran por razón de las tierras que labrauan y cultivavan o por
razón de las haziendas que posseyan o por respecto de sus personas, y ansí por
cabeças‖,1157 dijeron que
―Cuanto a lo que en el 6 capítulo se pide, si esto daban por razón de las tierras que
labraban, decimos en diversas provincias y en diversos pueblos haber diverso modo,
porque en la provincia de Mechoacán no tributan por tierras por haber muchas sobradas a
causa de no ser tan poblada. En lo de México, en muchas partes tributan conforme a las
1158
tierras que labran, que las reparte el señor.‖
Lamentablemente sólo se mencionó que no tributaban por tierras debido a una
densidad demográfica menor que en el Centro de México, lo que nos deja dos
posibilidades para interpretar, que el tributo era individual, o corporado. Ya
mencionamos que de acuerdo a la información disponible, parece que las tierras no se
daban en comodato a individuos, sino a linajes, además la unidad básica de producción
era la familia, y en los documentos tempranos del siglo XVI, quedó asentado que el
tributo se pagaba no individualmente, sino por la cabeza de familia.
Un terrazguero de Antonio Huitziméngari declaró en 1592 que la primera cosecha
la tributaban al cazonci: ―…el terrazgo que le // debían de las tierras que poseían //
suyas y que de las tierras nuevamente // labraban e cultivaban los // maceguales sabe
este testigo que el primer // fruto que cogían llevaban a su // rey en reconocimiento de
señorío y // esto se usaba en toda la dicha provincia…‖,1159 estas tierras eran trabajadas
por terrazgueros con sus familias, pero las tierras eran del tipo de posesión del linaje
real, por lo que la producción era para don Antonio independientemente del tiempo
transcurrido. Aquí debemos de reparar en un aspecto fundamental de las sociedades
preindustriales, en las que la principal fuerza motriz es la tracción animal o humana, y
para el caso mesoamericano (donde no existieron animales de tiro, como si lo fue el
caso andino o los perros en los climas árticos), la única tracción existente fue la
humana, lo que hacía imposible que, por ejemplo, el total de la cosecha fuera
transportado en un solo momento a las trojes estatales del centro político, sino
gradualmente. Ross Hassig mencionó algunos factores que afectaban la demanda de
tributos en la Excan Tlatoloyan mexica, y que bien podemos considerar para el
Tzintzuntzan Irechequa:
―1. El tiempo de la conquista y la distancia de la capital. Las provincias más cercanas
enviaban alimentos, ropas y atuendos de los guerreros, mientras que las provincias más
lejanas (conquistadas después) aportaban algunos de los mismos artículos, aunque
generalmente en cantidades menores, así como bienes suntuarios. A parte de los alimentos,
los artículos eran en gran proporción, manufacturados, y no materias primas.
1156
ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo
XVI, Óp. Cit., P. 59.
1157
―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno
lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI. ‖. Óp. Cit., P. 126.
1158
CARRASCO, PEDRO. ―Relaciones sobre la organización social indígena en el siglo XVI‖, Óp. Cit.,
Pp. 122-123.
1159
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, f. 117v.
287
2. Disponibilidad de los bienes. El tributo se pagaba, al parecer, en artículos localmente
producidos o disponibles, aunque esto, evidentemente, no fue el caso en todos los ejemplo.
3. Resistencia inicial y rebelión ulterior. Si los poblados se resistían a la conquista, eran
mayores las exigencias de tributos, así como sí se rebelaban. El castigo por, rebelión, según
decíase, una duplicación del tributo, aunque los registros de los aumentos no confirman
esto, por lo que tal vez se tratara de una duplicación de valor, y no de un simple aumento
en cantidad.
4. El aumento general en demandas de tributo. Además de las rebeliones, hubo aumento
general en la evaluación, con el tiempo, lo que tal vez reflejara unos aumentos de
población, y no aumentos per capita.
5. Las crecientes exigencias del estado azteca. Los requerimientos abundaban en las
poblaciones del Valle de México, no sólo por causa del aumento de población sino como
resultado de la proliferación de oficios políticos y religiosos, expansión de la nobleza y
1160
crecimiento del número de artesanos.‖
En las fuentes se menciona que en los pueblos se tributaban recursos escasos
básicos al cazonci, como maíz, frijol, chile o calabaza, probablemente estos eran
transportados decenas de kilómetros, hasta la cuenca de Pátzcuaro, ya que ésta contaba
con una deficiencia de producción de maíz en su hinterland. Bernal Díaz del Castillo
dio un dato interesante cuando la expedición de Cortés se encontraba en Cempoala,
donde el Cacique Gordo dio tamemes a los españoles para que transportaran las cosas
necesarias tierra adentro, que ―doña Marina y [Jerónimo de] Aguilar nos dijeron que en
estas tierras, cuando están de paz, sin demandar quién lleve la carga, los caciques son
obligados de dar de aquellos tamemes, y desde allí adelante dondequiera que íbamos
demandábamos indios para las cargas.‖1161 En Mesoamérica, al parecer los viajes de los
tamemes eran ―de su cabecera a la cabecera del distrito adyacente, y no de un límite al
otro de sus respectivos distritos. […] [En la Excan Tlatoloyan] existen al menos cuatro
excepciones en la práctica del porteo local: se empleaban tlamemes para el porteo a
largas distancias a) para llevar tributo desde los centros de provincia hasta Tenochtitlán;
b) para transportar cierto material de guerra; c) para ayudar en el comercio de los
pochtecah (comerciantes), y d) al parecer, para dedicarse a obras públicas similares a las
que se imponían a otros segmentos de la población.‖1162
Empero, no hay indicios explícitos sobre esta costumbre de proporcionar tamemes
en el Tzintzuntzan Irechequa por parte de los caciques tarascos, salvo que con la llegada
de los españoles, aun antes de la conquista, el cazonci proporcionó tamemes y guerreros
a Francisco Montaño y a Cristóbal de Olid para sus expediciones a Colima y Zacatula
1160
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 118-119.
1161
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Óp. Cit., Cap.
XLVI, P. 77. Cursivas originales. Fray Alonso de la Veracruz denunció este tipo de trabajo no
remunerado por los españoles, y consideraba que debían de ser restituidos los agraviados: ―…quien pedía
tamemes o imponía otras cargas o servicios personales, como solía hacerse, ese tal está obligado a la
restitución. […] Y no vale decir entonces fuese costumbre el pedir arbitrariamente tamemes, e igualmente
que se asignaban sin salario a todos los viajeros y así mismo en general y arbitrariamente proporcionaron
comida, etc.; digo que no vale, porque tal costumbre fue pésima y no cristianamente introducida, aunque
lo haya sido por cristianos, porque no era debido.‖ VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y
los derechos de los indígenas, Óp. Cit., Pp. 60-61. Énfasis original.
1162
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI, Óp. Cit., P. 45.
288
respectivamente,1163 y durante la primera década de dominio hispano, los señores de los
pueblos proporcionaron tamemes a los españoles para transportar bastimentos a las
minas.1164 Si está costumbre también existió en el Michoacán protohistórico, es
probable que parte del trabajo de corvea que era pagado por los purépecha en forma de
servicios públicos, haya sido precisamente el de tamemes encargados de portear
diversos recursos por las diferentes unidades administrativas del Estado tarasco,
teniendo encuentra que existió un aparato burocrático encargado de cobrar y almacenar
el tributo, y por ende, de transportarlo a las trojes estatales, cada determinada cantidad
de tiempo. Lo que sin duda sí se transportaba continuamente fueron los recursos escasos
de lujo, como la turquesa, conchas, jade, plumas, oro, plata, y textiles, algunos de estos
recursos trasportados cientos de kilómetros fuera de las fronteras del Tzintzuntzan
Irechequa por medio del comercio a larga distancia.
Al parecer las unidades administrativas tarascas tenían que tributar los bienes
disponibles de sus respectivos hinterlands; fray Alonso de la Veracruz mencionó que
cuando el cazonci tenía que poner un cacique nuevo en un pueblo y ponían al hijo del
difunto, ―no solamente porque esto redundaría en bien del pueblo, sino también porque
lo que deberían darle de tributo ya estaba señalado para siempre por el supremo señor,
quienquiera que fuera el señor, pues el rey señalaba lo que a cada pueblo, según su
capacidad, le correspondía dar, etc.‖1165 Aunque hay algunos indicios de que tenían que
tributar bienes manufacturados elaborados con recursos no disponibles en sus
territorios, y que tenían que conseguir por medio del comercio, u otros medios.1166 Para
1580 se dijo que los tarascos de la provincia de Acámbaro le pagaban al cazonci tributo,
y ―le hacían algunas sementeras de maíz y otras semillas, con las c[ua]les le acudían
para regalo y servicio de su casa, y ansimismo, de cuando en cuando, le daban algunas
mantas, no en mucha cantidad; y los otomíes y chichimecas no le servían de otra cosa
más que estar en la frontera de los enemigos, y ansí, [si] en los recuentros ganaban
1163
Véase el apartado sobre el desarrollo histórico del pueblo tarasco, desde la llegada y conquista
hispana, hasta la participación de los tarascos en la conquista de la Nueva España en el capítulo III de la
presente investigación, para la descripción de estas expediciones españolas auxiliadas por los tarascos.
1164
―Dice [el cacique de] Ucareo que dará a su amo doscientos indios para llevar los bastimentos a las
minas que su amo les diere. Fue le apercibido el dicho mando, el cual dijo que así lo otorgaba‖. ―La
tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de
Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 416.
1165
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77.
1166
José Luis de Rojas menciona que quizás ―la imposición de tributos que no se hallaban en la región
pudo ser una estrategia para diversificar la economía regional.‖ ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo
suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., P. 55. Fray Alonso de la
Veracruz mencionó un dato importante, que el virrey había actuaron injustamente al haber impuesto
tributo de las cosas que se producían localmente y sin la voluntad del pueblo, ―pues el pueblo puede
querer dar otro tributo, aunque ahí no se cultive sino que lo reciba de otra parte; porque les fuera menos
gravoso dar esto, que lo que se cultiva en el pueblo […] se sigue que el Virrey y los Oidores, obraron
injustamente cuando en la tierra donde se cultiva gossypium que llamamos algodón, se imponen los
tributos en vestidos, o lienzos elaborados, o tejidos con dicha materia, lo cual es contra el derecho y la
justicia. Esto es claro: porque, aunque en la tierra haya algodón, sin embargo no hay lienzos o sabanas,
que llaman mantas, y que las mujeres tejen con enorme trabajo, y gran peligro para su cuerpo y para su
alma.‖ VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., Pp.
64-65. Énfasis original. Se desprende entonces que había una compleja división social del trabajo, en que
unos pueblos producían materias primas, y por medio del intercambio o del comercio se transportaban
para ser transformadas en productos manufacturados, aun dentro de los límites territoriales de los Estados
mesoamericanos, con la voluntad de las unidades políticas locales, y no solamente como una imposición
de tributos.
289
algún despojo de mantas o prisione[ro]s, acudían con todo ello al d[ich]o s[eño]r.‖1167
Como ya se mencionó, lamentablemente no hay ningún registro que se refiera a las
cantidades tributos en la época prehispánica, por lo que no se conoce como fluctuó la
exigencia del tributo en el Estado tarasco, pero hacía principios del siglo XVI debió
haberse requerido cantidades mayores que en el pasado, para sostener a toda la
burocracia necesaria para mantener el orden interno y externos; también debió haber
dependido por la forma en que los diversos pueblos tributarios fueron conquistados, si
hubo una alianza forzada de subyugación o si se presentó resistencia a los ejércitos del
cazonci.
No hay referencias de rebeliones por parte las unidades administrativas dentro
del Estado tarasco, pero sí se amonestaba a los caciques que no fueran rebeldes al
cazonci y que cumplieran con sus obligaciones,1168 lo que ha dado la idea de un
gobierno cuasitotalitario de corte distópico;1169 pero con lo que hemos revisado hasta
aquí, las políticas implementadas por la clase dominante tarasca, como la distinción
entre las zonas étnicas de ―tarasquización‖ y de segregación, se puede entender que el
Estado tarasco era una entidad política sumamente centralizada y compacta, recordemos
que fue en esencia un imperio de tipo territorial. Sólo hemos encontrado una referencia
explícita a rebeliones, pero parece que se hace referencia a un contexto histórico
anterior de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, el Códex Plancarte menciona
como un personaje llamado Tzuonqua le contó a Taríacuri como ―toda su vida y
mocedad supo en guerras contra los naturales rebeldes que no le querían tributar…‖.1170
Sin embargo, el hecho de que provincias como Colima y Zacatula sean reiteradamente
referidas como lugares que conquistó el cazonci, pero que para el momento de la
llegada de los españoles hayan sido regiones fuera de la órbita de control tarasco, bien
podrían indicarnos que fueron lugares bajo dominio tarasco por un tiempo, y en que las
rebeliones en contra del mando tarasco tuvieron éxito, así, el Tzintzuntzan Irechequa
destinó recursos para sofocar rebeliones en la zona de segregación étnica, localizada en
las fronteras.
Comercio
Se conoce muy poco sobre las estructuras y prácticas de comercio en el Estado tarasco
antes del contacto, la información documental es muy escasa, los estudios arqueológicos
han dado luz sobre el tráfico de recursos como la obsidiana, turquesas, metales y sal,
pero no ayudan a comprender el complejo sistema comercial. Los cierto es que los
mercados interactuaron para posibilitar el tránsito de artículos hacia adentro y afuera de
los principales asentamientos tarascos.1171 Además ha habido diferentes posturas sobre
1167
VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya
y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 63.Corchetes y cursivas originales.
1168
RM, Segunda Parte, f. 61; Tercera Parte, ff. 18, 32v, 33, 34, Pp. 13, 197, 226, 227.
1169
―…no había, pues, rama de la economía que no estuviera directamente intervenida y controlada por el
Estado. Quizá en ningún otro sector de la vida tarasca prehispánica se nota tan claramente esa
intervención por medio de una burocracia que lo invadía todo.‖ GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN.
―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, Óp. Cit., P. 234.
1170
Códex Plancarte, P. 239.
1171
Una mención documental que hace referencia sobre el comercio del Estado tarasco fuera de sus
fronteras, es la Visitación de 1525, un ceso de pueblos de Nueva Galicia, donde se menciona que en el
pueblo de Aguacatlán ―su trato es de algodón y sal y maíz, con los de la costa de la mar; alcanzan caco y
290
estas estructuras dependiendo del paradigma historiográfico del momento, Sarah
Albiez-Wieck menciona que:
―La importancia del intercambio comercial en el Estado tarasco ha sido un tema muy
controvertido. Mientras algunos autores opinan que –en comparación con el Estado
mexica- el papel del comercio era limitado y que existían mercados locales y regionales
donde se intercambiaban principalmente bienes básicos. Otros investigadores han resaltado
el alcance del comercio en el Michoacán prehispánico, argumentando la gran cantidad de
vocablos mercantiles que se registraron en el siglo XVI. Estas diferencias en la evaluación
de la importancia de mercados y el comercio en general se deben en parte a un cambio
epistemológico. Mientras que en los años ochenta muchos autores eran seguidores de
teorías marxistas que consideraban que en Mesoamérica prevalecía el modo de producción
asiático que destaca el papel del Estado y minimiza el del comercio, artículos más actuales
escritos en una alta coyuntura de un modelo económico neoliberal y un creciente interés en
los mercados, subrayan que las entidades políticas de la Mesoamérica del Posclásico eran
altamente comercializadas. Probablemente, como pasa muchas veces, la verdad se
1172
encuentre en medio de los dos extremos.‖
Debido a ésta falta de fuentes, es conveniente hacer alusión a los mercaderes y la
estructura comercial del Centro de México donde existe mayor documentación, y
resaltar las similitudes existentes que sabemos gracias a las fuentes del Michoacán
prehispánico:
―Es preciso aclarar que los artesanos y los mercaderes no pagaban al altépetl tributo en
trabajo pero sí en especie. Y ésta parece haber sido una práctica extendida en varias
regiones. Respecto a los mercaderes, algunos autores los consideran una clase social
aparte, como una suerte de clase media o clase en ascenso. Sin embargo, la información
disponible en las fuentes coloniales permite explicar la situación de los mercaderes de otra
manera.
Los llamados pochtecas constituían el grupo más numeroso de mercaderes, pero no el
único. La voz pochteca (singular pochtécatl, plural pochtecah) es un gentilicio, «los de
Pochtlan», y hace referencia a un grupo étnico. Otras etnias de mercaderes del Posclásico,
que tenían una sede en México-Tenochtitlan o en México-Tlatelolco, eran los acxotecas
(de un lugar no identificado llamado Acxotlan) y los nahual-oztomecas (procedentes de
Oztoman). Cada etnia de mercaderes tenía algunos calpullis asentados en México y otros
situados en diferentes localidades que formaban parte de la ruta comercial.
Dentro de las etnias de mercaderes había linajes dirigentes, y familias comunes. Es decir,
había una estratificación interna: los jefes atesoraban riquezas, ofrecían fastuosos e
interminables banquetes y parecían más prósperos que los pillis de la corte nahua. Pero, al
mismo tiempo, el pueblo mercader recorría cientos de kilómetros a pie, llevaba cargas de
hasta 30 kilos a la espalda, se ulceraba la frente con el mecapal y se llagaba los pies con
piedras y espinas. Los mercaderes de más alto rango fumaban hasta la madrugada,
recostados en cojines; los mercaderes comunes andaban con el riesgo de despeñarse en los
1173
barrancos y cruzaban corrientes turbulentas.‖
Según los diccionarios de lengua tarasca, el nombre de los mercaderes era
mayapeti, la RM los menciona en varias ocasiones, en el capítulo que relata la
gobernación que tenían los tarascos, se menciona que ―había otro diputado sobre todos
es muy poco de rescate, tienen muy poca plata y dicen que la traen de Cocula y de Zaputlán, ques en
Mechuacán; tiene tiangues…‖. CORIA, DIEGO DE. ―Visitación que se hizo en la Conquista, donde fue
por capitán Francisco Cortés‖ [1525], en: ―Nuño de Guzmán contra Hernán Cortés, sobre los
descubrimientos y conquistas de Jalisco y Tepic, 1531‖, Boletín del Archivo General de la Nación.
México, T. VIII, núm. 4, Octubre-Noviembre-Diciembre, 1937, P. 560.
1172
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y
fuera de Mesoamérica. Óp. Cit., T. I, Pp. 82-83.
1173
ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 158-159.
291
sus mercaderes [de él cazonci] que le buscaban oro y plumajes y piedras, con
rescate.‖1174 Están representados en la lámina XXIX, con la glosa ―mercaderes‖,
aparecen tres personajes masculinos sentados frente a un petate o manta de algodón
donde exhiben un plumaje verde con base roja, dispuestas en forma de abanico, junto a
otros objetos no identificados, tal vez representan oro o cobre.1175 No se sabe cómo
estaban organizados, pero no debieron estar exentos de la organización en quahta o
linajes, con su jerarquización interna. Lo que sí sabemos es que los mercaderes debieron
ser de diferentes grupos étnicos; en un documento escrito en lengua tarasca pero
referente a la nobleza nahua residente en Tzintzuntzan en 1543, conocido como
Memoria de don Melchor Caltzin,1176 se describe como 20 mercaderes con ―gente a su
servicio‖ (probablemente tamemes), residían o estaban de paso en Tzintzuntzan,
entonces fueron capturados y subyugados por Tzitzíspandácuare, ―se apoderó de unos
collares preciosos y de hilos de cuentas,‖ pero los puso a su servicio, ―los veinte grandes
comerciantes fueron diligentes, fueron largos, robaron, derribaron, se les metieron. Y
por eso todos ellos capturaron muchísimo caudal, recibieron cada uno dos subyugados,
mazorcas, mantas, bledos, frijoles, chiles‖, sementeras y casas donde vivir en
Tzintzuntzan.1177 Probablemente los bienes de los mercaderes pasaban al Estado cuando
fallecían, Vasco de Quiroga mencionó que al fallecer un principal, aunque tuviese hijos
y mujer, el cacique principal podía enajenar la hacienda y herencia, y que ―lo mismo
pienso, hacían con los mercaderes. También afirman esto religiosos lenguas.‖1178
1174
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8v, P. 180.
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y
fuera de Mesoamérica, Óp. Cit., T. I, Pp. 81-82.
1176
MONZÓN, CRISTINA; ROSKAMP, HANS; WARREN, J. BENEDICT. ―La memoria de don
Melchor Caltzin (1543): Historia y legitimación en Tzintzuntzan, Michoacán‖, en: Estudios de Historia
Novohispana, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Vol. 40, Núm. 40, 2009, Pp. 31-34.
1177
Ídem.
1178
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 171.
1175
292
PALABRAS RELACIONADOS CON MERCADERES EN LOS DICCIONARIOS
TARASCOS
Nombre en tarasco
Significado en castellano
Fuente
piuani
Mercar
(G) P. 498
piuacata
Mercada cosa
(G) P. 498
menihco himangueon macuni
Mercar en vno
(G) P. 498
piuani
piuaqua
Mercaduria
(G) P. 498
mayapeti
mayapetiequa
mayepeto
lo mismo es que mercader
[mayapeti]
maoxequa
hapingata ynspequaraqua
mayapeto. vel. mayapequa
am ynspequaro. vel am
mayoxequaro
mayohtacuni
Quehpeni
Quehpani
Quehpaquareni
Mayahpeto quehpayarani
Mayahpeto quehpeyarani
Mercader que vende
Mercaderia
Mercado lugar
Merchante
(G) P. 498
(G) P. 498
(G) P. 498
(G) P. 498
Mercada cosa para vender
Mercaduría de esclauos
Feria mercado
Feria lugar de mercado
(G) P. 498
(G) P. 498
(G) P. 429
(G) P. 429
Feriar vna cosa a otra
yr al tianguez, o mercad[o]
lleuar algo al tianguez
ydem [lleuar algo al tianguez]
Lleuar algo a el mercado
Yr y ponerse en el mercado
(G) P. 429
(G) P. 141
(G) P. 141
(G) P. 141
(D-II) P. 310
(D-II) P. 310
CUADRO 15. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números
corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia.
Gracias a que podían usufructuar los medios de producción necesarios para su
manutención, podemos pensar que el oficio de mercaderes era profesional y de un rango
social con importancia, ya que Matutino Gilberti usó como ejemplo en 1558 en su Arte
de la lengua de Michuacan…, la siguiente frase: ―Mayapechax niquaesti yauanan
vanaquareni, ca purepechax aquaesti tareni. El officio de los mercadores es andar lexos
a mercadear, y el de los maceueles [maceguales] es cauar y arar.‖1179 Probablemente en
la época prehispánica había una restricción para que gente de cierto estatus noble
profesara como mercader, esto cambió durante la época colonial, ya que muchos
purépecha o gente común desatendían sus sementeras y oficios para dedicarse al
comercio a larga distancia.1180 Pero debemos atender la cuestión de la jerarquía interna
dentro de los mercaderes, y que los jefes de quahta o linaje de los mismos de alto rango,
1179
GILBERTI, MATURINO. Arte de la lengua de Michuacan. [Edición facsimilar de 1558],
introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren.
Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. II), 1987, P.
115. Lagunas copió la misma frase en 1574 pero con diferencias en la parte tarasca: ―Mayapechax
niquaesti yauanan vanaquarhen, Ca phurhepechax aquaesti tarheni. El officio de los mercadores es
andar lexos a mercadear, y el de los macehuales es cauar y arar. etc.‖ BAPTISTA DE LAGUNAS, IUAN.
Arte en lengua tarasca. Transcripción paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de J.
Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura
Purépecha), 2000, P. 190.
1180
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los
inicios de la época colonial‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad.
Ensayos del seminario de historia colonial de Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3), 1997, Pp. 149, 158 y 165.
293
no debieron realizar las mismas actividades que los mercaderes de bajo rango, que
tenían que recorrer cientos de kilómetros en caravanas con pesadas cargas en la espalda,
y con peligros por los caminos, tal y como lo menciona la Memoria de don Melchor
Caltzin: ―En la noche estaban cansados, en el día caminaban largos tramos, se cuidaban
porque en tiempos antiguos había gran peligro en los caminos.‖1181
Los mercaderes probablemente estaban adscritos o emparentados a linajes
nobles, o formaban linajes propios, y debieron de estar obligados a pagar tributo en
especie con recursos escasos de lujo. La Relación Geográfica de Tingüindin menciona
que ―[dicen] que [los de] toda esta provincia tributaban al rey que se llamaba
CATZONTZI, y que le tributaban oro y plata y cobre, y, los mercaderes que había, le
tributaban piedras de mucho valor y precio.‖1182 El cazonci debió tener varios
mercaderes a su servicio, cuando la expedición de Antonio Caicedo y otros dos
españoles más llegó a Tzintzuntzan en otoño de 1521, Tzintzincha ordenó secretamente
a los mercaderes que no comerciaran con los españoles, pero fue desobedecido:
―Y dijeron los españoles al cazonçi que querían rescatar con los mercaderes que traían
plumajes y otras cosas de México, y díjoles el cazonçi que fuesen, y por otra parte mandó
que ningún mercader ni otro señor comprase aquellos plumajes. Y compráronlos todos los
sacristanes y guardas de los dioses, con las mantas que tenían los dioses diputadas para
comprar sus atavíos. Y compraron todo lo que los españoles les traían y dieron al cazonçi,
diez puercos y un perro y dijéronle que aquel perro sería para guardar su mujer. Y liaron
sus cargas. Dióles el cazonçi mantas y jicales y cotaras de cuero y tornáronse a
1183
México.‖
La otra restricción sobre realizar mercado y comerciar que menciona la RM, la
encontramos cuando moría el cazonci y el luto que tenían los súbditos: ―Y cinco días
ninguno de la cibdad [Tzintzuntzan] molía maíz en piedras ni hacían lumbre en sus
fogares; ninguno hacía tianguez aquellos días; ni mercadeaba; ni andaba nadie por la
cibdad; mas toda la gente estaban tristes por sus casas.‖1184 Los otros miembros de la
clase dominante tarasca debieron tener mercaderes a su servicio para aprovisionarse de
los recursos escasos de lujo, con estos los artesanos manufacturaban objetos suntuarios
de uso exclusivo de la nobleza y sus rangos. Carlos Paredes considera que el pasaje de
la RM que menciona a los quangáriecha, hace referencia a que estos acompañaban a los
mercaderes,
―es decir con el diputado sobre todos los mercaderes del cazonci, lo que denota la estrecha
relación que había en el señorío tarasco entre mercado y el elemento guerrero, es decir el
―valiente hombre‖ como la mano armada del señorío, y así se manifiesta la práctica del
mercado como avanzada de conquista o viceversa, la conquista de pueblos y la imposición
no sólo de tributos, sino también el establecimiento de mercados, el forzamiento de los
productores locales a ―ofrecer‖ sus productos y al ―rescate‖ mediante la fuerza, de ciertos
1185
objetos preciosos de alta estima.‖
1181
MONZÓN, CRISTINA; ROSKAMP, HANS; WARREN, J. BENEDICT. ―La memoria de don
Melchor Caltzin (1543): Historia y legitimación en Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 31.
1182
GALVÁN, GONZALO. ―Relación de Tingüindin‖ [17 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 324. Información entre corchetes
y mayúsculas originales. Esto coincide con el dato que proporciona la RM.
1183
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, ff. 43v-44, Pp. 248-249.
1184
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 32, P. 225.
1185
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los
inicios de la época colonial‖, Óp. Cit., P. 152.
294
Clavijero, al hablar del comercio entre los mexicas, dedicó un apartado sobre el
uso de monedas para el comercio. Mencionó que el comercio no sólo se realizaba por
―permuta‖ (trueque), sino que existían cinco especies de moneda. La primera era un tipo
de cacao distinto al que se bebía, la segunda eran unas mantas pequeñas de algodón
destinadas únicamente a adquirir mercaderías, la tercera era una especie de polvo o
granos de oro adentro de cañones de ánsares (cálamo o cañón de las plumas de pato),
―la cuarta, que más se acercaba a la moneda acuñada, era de ciertas piezas de cobre en
forma de T, que se empleaba en cosas de poco valor‖, y la quinta eran piezas de estaño.
Además Clavijero agrego que ―vendíase y permutábanse las mercaderías por número y
medida; pero no sabemos que se sirviesen del peso, o fuese porque se lo creyeron
expuesto a fraudes, como dijeron algunos autores, o porque no les pareció necesario,
como escribieron otros, o por ventura lo usaron y los españoles no alcanzaron a
saberlo.‖1186
Para el caso tarasco tenemos algunas referencias de que también usaban
monedas para realizar transacciones comerciales. El cacao es mencionado sólo en una
ocasión en la RM, cuando Pedro Cuiniarángari ayudó a los españoles a conquistar
Zacatula y a llevar unas anclas al astillero de Hernán Cortés ―y llevaron las áncoras y
volvióse a Mechuacan con mucho cacao que le dieron los españoles para Cristóbal de
Olí….‖;1187 en 1525, el contador Rodrigo de Albornoz le informó al emperador que
justamente en Zacatula, que el ―…cacao, que son unas almendras que ellos usan por
moneda, de que hacen su brebaje‖, además que ―podría ser que una vez entrado el
obispo en su Iglesia, quisiere hacer con codicia que le pagasen diezmo del cacao que se
coge en la tierra, que los Indios tienen por moneda, diciendo que es fruto de los árboles,
que ahora no se diezma dello, porque como es moneda en la tierra, si se diezmase, más
tendría el obispo que viniese de renta al año que V. M. de su quinto; porque por el cacao
se da oro, y sería destruir la tierra…‖.1188 En 1541 cuando el virrey Antonio de
Mendoza regresó de la Guerra del Mixtón, lo acompaño el nombre nahua Francisco de
Sandoval Acazitli, en la relación que mandó a escribir éste último, mencionó que
―venimos a dormir a Mechoacan [Pátzcauro], y allí le fue a recibir al Sr. D. Francisco de
Sandoval el trompetero Tequimotzil, que llevó la comida de tortillas abizcochadas, y
otras grandes apiladas, cacao molido en pedazos y en polvo, pinole molido, mantas,
camisas, zaragüelles, y alpargatas o calzado, que dio y repartió a todos los
principales.‖1189 Hay referencias explícitas tardías de en 1580 el cacao era usado como
moneda en el territorio tarasco; en Apatzingán el corregidor Sebastián Macarro
describió la planta de cacao, y sobre los granos o almendras dijo
―…que valen, ciento dellas, un real, y a las veces vale más y a veces vale menos, porque se
suelen helar. Pasa por moneda en muchas contrataciones, que se compran haciendas, a
truque dél, de más de diez y doce mil ducados. Es trato muy seguro y de grandes ganancias
para los que tratan en él. Tiene muy gran salida en todo tiempo, porque lo gastan todos los
1186
CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México. Óp. Cit., Lib. VII, 36, Pp. 236237.
1187
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264.
1188
―Carta del contador Rodrigo de Albornoz, al Emperador‖ [15 de diciembre de 1525], en: GARCÍA
ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. Óp. Cit., T. I, 1980,
Pp. 490 y 500-501.
1189
―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique y señor natural que fué
del pueblo de Tlalmanalco, provincia de Chalco, con el señor visorey don Antonio de Mendoza cuando
fué á la conquista y pacificación de los indios chichimecas de Xuchipila‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA,
JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa,
(Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 330.
295
naturales que lo beben. No emborracha, mas, de que es muy frío, suele hacer poco
provecho a los que lo beben estando calurosos, y aun han muerto algunos. Hace una
1190
espuma como manteca: los que la usan comer engordan con ella.‖
En Cuitzeo de la laguna era comprado un pescado pequeño del tamaño de un
dedo meñique llamado charrao (charal), ―….pescado muy preciado entre ellos. Y cogen
gran cantidad dello, y vienen de otras provi[nci]as, de a cuarenta y cincuenta leguas, a
rescatarlo, y traen algodón [y] cacao, que es una moneda que se usa en esta tierra, de la
forma de almendras; traen, ansismismo, muchas frutas de la tierra, y quieren más llevar
desde pescado q[ue] no p[es]os.‖1191 Hay que agregar durante el siglo XVI ―los
testimonios del pago de jornales en cacao son muy frecuentes en Michoacán…‖. 1192 Las
mantas, como ya mencionamos, eran valiosas por lo difícil que era realizarlas, y servían
como regalos a embajadas, aunque en la RM se menciona que cuando llegó Antonio
Caicedo a Tzintzuntzan con plumas de México-Tenochtitlán, los sacerdotes tarascos las
compraron ―con las mantas que tenían los dioses diputadas para comprar sus
atavíos.‖1193 En el período colonial temprano, Juan Infante le recomendó a su criado
―rescata sal con las mantas siempre‖, y también quería vender en España, entre otras
cosas, pieles de felinos: ―Conviene me mucho que pellejos de gatos o papos luego den
esos indios todos los que se pueda por otra parte rogá a vuestros amigos que os den los
que pudieren y por otra parte con mantas y con maíz se resgaten cuantos se puedan
hasta cien de ellos y antes más que menos.‖1194 Las plumas de colores son la moneda
más referenciada en la RM, se guardaban en cañutos de cañaheja o en atavíos, y se
contaban por cientos o miles para realizar transacciones.1195 Las hachas de cobre
también eran usadas en el Michoacán protohistórico, además podían fundirse para
facturar otros objetos de metal,1196 y eran necesarias las aleaciones con otros metales,
diversos objetos de metal tal vez también sirvieron como monedas.
Los lugares donde se intercambiaban o comerciaban los distintos productos era
en los mercados o tianguis, en tarasco eran nombrados como mayepeto,1197 localizados
en las plazas de los diferentes asentamientos. Probablemente el mercado
mesoamericano más famoso sea el de México-Tlatelolco, donde los españoles quedaron
asombrados al ver la organización y diversidad de mercancías que se podían adquirir de
toda la Excan tlatoloyan, y otras entidades políticas vecinas.1198 Pero existieron otros
mercados importantes en toda Mesoamérica, incluyendo al Tzintzuntzan Irechequa.
Lamentablemente la información es reducida, pero se pueden hacer algunas inferencias,
1190
MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 293-294.
1191
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 85. Corchetes
originales.
1192
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los
inicios de la época colonial‖, Óp. Cit., P. 170.
1193
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, ff. 43v-44, Pp. 248-249.
1194
[Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ――VIII. Carta de 11 de marzo de 1534‖, ―XI.
Carta sin fecha‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero
en Michoacán, Óp. Cit., Pp. 70 y 77.
1195
RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127v, P. 146.
1196
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85.
1197
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 429 y 498.
1198
Véase la descripción de CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá,
8ª Edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 7), 1975, [Segunda carta de relación, 30 de
octubre de 1520], Pp. 62-64.
296
la RM menciona que había mercados prehispánicos en Tzintzuntzan,1199 ―un gran
mercado en Paréo‖, Uruapan, Naranjan, Tariaran y ―Zaueto, donde había un
mercado‖,1200 pero debieron de existir en las cabeceras y subcabeceras de las diversas
unidades administrativas del Estado tarasco,1201 además hay referencias documentales
de mercados en las fronteras en Sayula, Tuxpan y Tamazula.1202 En la lámina XII de la
RM, está representado el mercado de Zaueto, donde Hiripan y Tangánxoan mendigaban
y comían los desperdicios del suelo, en dicha lámina podemos observar personajes
masculinos y femeninos intercambiando productos en canastas, se pueden identificar
pescados, chiles, y otros objetos que probablemente sean frutas o verduras.1203
En los tianguis no sólo debió comerciarse con artículos agrícolas o
manufacturados, sino otro tipo se servicios y bienes, cómo los prestados por médicos,
astrólogos, adivinos, hechiceros, brujos, truhanes, traficantes de esclavos, o servicios
sexuales. Cuando Taríacuri les dio el sermón a sus sobrinos e hijo de porqué ya no iba a
ver más señores, les dijo que
―Zurunban, mi suegro, tiene la diosa Xarátanga en guarda y aquella su hija llamada
Mahuina, es mala: que se iba al tiangues y hizo que le heciesen en el tiangues una tienda o
pabellón llamado Xupáquatá y puniese, como ponían, a la diosa Xarátanga en aquel
pabellón, hecha una cámara de mantas pintadas y asentábase encima de muchas mantas. Y
estando en aquel pabellón decía que le llamasen los mancebos hermosos que pasaban por
el mercado y todo el día se juntaba con ellos, dentro de aquel pabellón. Y decía que les
dijesen: "si yo fuera varón, ¿no me juntara con alguna mujer?". Esto hacía aquella mujer.
¡Pluguiera a los dioses que la tomaran y la sacrificaran sus hermanos y la echaran en el río!
1204
Por esto no ha de haber señor en Taríaran donde está Zurunban.‖
Aramen, uno de los primos de Taríacuri, fue mandado asesinar por Carícaten,
señor de Xarácuaro, por acostarse con su mujer, en el mercado de Paréo:
―Y hacíase un gran mercado en Paréo, que estaba cerca de allí. Y venía a este mercado su
mujer de Carícaten, señor de la isla de Xaráquaro, desde la isla. Y Aramen fué acaso al
tiánguez, y era muy hermoso Haramen y venía todo entiznado, como se usaba. Púsose cabe
el mercado, y mirándole aquella señora, mujer de Carícaten (las señoras como son
incontinentes), envió por él y dormieron juntos. Pasaba muchas veces la laguna por venille
1205
a ver y descendió Aramen al mercado, y allí se topan ellos, y no había quien los viese.‖
1199
Es bien sabido que a finales de la década de 1530, Vasco de Quiroga promovió el traslado de la sede
episcopal de Tzintzuntzan a Pátzcuaro para erigirla como nueva capital de la provincia; de esta época
proviene un mandamiento de Antonio de Mendoza fechado el 10 de enero de 1540 y reconfirmado el 7 de
diciembre de 1555, que autorizaba que ―el tianguis que se hizo en el pueblo de Zinzunzan, se pase a la
ciudad de Michuacan‖, refiriéndose a Pátzcuaro. PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de
Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los inicios de la época colonial‖, Óp. Cit., P. 148. Apud. AGN,
Ramo mercedes, vol. 4, f. 265.
1200
RM, Segunda Parte, Caps. XIV y XXII, ff. 86 y 101 v, Pp. 63 y pássim.
1201
En una carta de Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres, le mandó hacer sementeras en los
pueblos de su encomienda, que los indígenas de ―Comanja hagan mi sementera en la vega de Comanja
que está abajo del tiangues cabe los aposentos…‖ [Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres.
―V. Carta de 15 de enero de 1534‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de
un encomendero en Michoacán, Óp. Cit., P. 49.
1202
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y
fuera de Mesoamérica. Óp. Cit., T. I, Pp. 79.
1203
RM, Segunda Parte, f. 101, P. 93.
1204
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 113, P. 117.
1205
RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86, P. 63.
297
Y Antonio Caicedo, primer explorador español que visitó Tzintzuntzan y que fue
mayordomo de Hernán Cortés en Michoacán durante la década de 1520, declaró en un
pleito en 1532 sobre que los indios que
―ha visto en muchas borracheras quellos hazen juntandose cantidad dellos e haziendo sus
areytos como es publico e notorio se emborrachan e salen fuera de juizio e que en muchos
mercados e tianguez de la dicha provincia a estado este testigo e antes que se castigase este
pecado de la sodomia supo este testigo muchas vezes que se dezian los indios
preguntandoles este testigo porque hazen los sacrificios e ydolatrias e sodomias que en los
dichos tianguez avia indios someticos que usaban e trayn por trato e granjeria e lo traian
por oficio ser someticos y estar en los dichos tianguez e hazer el dicho pecado e
abominacion con los indios que se lo pagaban e muchas vezes un naguatato español mostro
a este testigo en los tianguez indios de los que dizque trataban e usaban dicha sodomia el
qual español se dezia Juan e despues lo mataron los indios de Mechoacan e questo acerca
1206
deste pecado e de lo demas que dicho tiene es muy publico e notorio…‖
Con la información de la prostitución en los tianguis tarascos prehispánicos,
queda claro el pasaje de la RM cuando la primera mujer de Taríacuri lo engañó con
Xorópiti y Taréquzyngata; a la mañana siguiente, después de haber cometido el
adulterio
―…ella llegó entonces a la puerta, y habíase bañado. Llevaba en la mano una jical de
pescado, y miraba y parábase muchas veces a la puerta, como quien ha hecho algud mal
y de rato en rato acechaba para querer entrar; y ataviábase las naguas apretándolas, y
juntaba las manos estregándolas una con otra. Y determinóse de entrar y como entró,
puso allí el pescado donde estaba Taríacuri y díjole: "señor, seas bien venido". Y él le
respondió: "señora, tú también seas bien venida". Y dijo ella: "ay señor, que fuí a
comprar un poco de pescado". Y entróse hacia dentro y como volviese las espaldas,
paróse a una entrada de una puerta. Y llamó Taríacuri y dijo: "hora venga mi tía". Y
respondió su tía, que estaba allí y díjole Taríacuri: "ven acá y lleva este pescado y
cuécelo todo. Nosotros, ¿qué, habemos de comer pescado del burdel? [borrado]
¿Habíamos de comer este pescado?". Y la mujer estaba a la puerta escuchando y tornó a
decir Taríacuri: "levadlo todo y coceldo y queden algunos pocos para que pongamos
ofrenda dello a Curícaueri. Esta afrenta no se ha hecho a mí sino a Curícaueri". Y entróse
1207
en casa su mujer, y Taríacuri tornó al monte por leña para los fogones.‖
Gilberti registró varias palabras relacionadas con la prostitución: ―Burdel
rameria. amexengachaeueri quahta‖, ―Puta del burdel. hihcheuiremba cuiripeta
ymspequareri. vel. cuxarequa himbo mayapeti‖, ―Puta ramera, amexenga. ambetze.
cuirangari‖, ―Puteria. amexengaqua. ambetzaqua. cuirangariqua‖, ―Ramera puta
onesta. amexengati. chanari.‖1208 Sin pretender dar una traducción exacta, la palabra
cuxarequa himbo mayapeti podría traducirse como ―miembro de mujer de o por
mercader‖, de las palabras ―Cuxarequa. Matriz; o miembro de mujer‖, la preposición
himbo ―de‖ o ―por‖, y ―Mayapeti. Mercader.‖1209 En el DGLM se asentó la entrada
―Mayahpequareni cuxarequa. Vender la mujer su cuerpo‖.1210 Por las fuentes
mencionadas hasta ahora, parece que la prostitución en el Tzintzuntzan Irechequa era
tanto masculina como femenina; sin embargo el tema de la sexualidad entre los tarascos
no es del todo conocido, debido a la falta de fuentes y que las existentes no han sido
trabajadas.
1206
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le
puso‖, Óp. Cit., P. 424.
1207
RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 90, P. 71. Cursivas nuestras.
1208
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 296, 555, 561
1209
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 78, 106; DGLM, T. I, P. 217; T. II, P. 236.
1210
DGLM, T. II, P. 310.
298
Los mercados satisfacen los bienes y servicios de una región, pero para una zona
extensa, es necesaria la integración de los mercados. ―Las economías de mercado
poseen lugares centrales que están jerárquicamente organizados e interrelacionados en
formas establecidas. Varios centros tienen mercados en tiempos y lugares que permiten
el desplazamiento de hombres y personas entre ellos, ayudando a dar mayor flexibilidad
a vendedores y compradores, como queda ejemplificado en la teoría de la plaza
central‖.1211 Así como el tributo respondía a la jerarquía de los asentamientos, en que
los productores dispersos llevaban su tributo a las cabeceras, de igual manera, los
mercados respondían a la organización territorial y a la demanda de bienes. Los bienes
más comunes y menos costosos estarán en múltiples mercados y con venta frecuente,
los bienes raros y costosos estarán en pocos mercados y su venta será menos frecuente;
de igual manera, a una densidad demográfica mayor, la demanda de artículos será más
grande, y la frecuencia de los mercados será continua.1212
―Los sistemas calendáricos ejercen gran influencia sobre las pautas temporales de los
mercados. Una de las preocupaciones básicas de la programación de mercados es la
simplicidad. Es crucial que compradores y vendedores por igual sepan cuándo se celebran
los mercados. Por consiguiente, las fechas mejores y más fáciles de recordar son las que
coinciden con las unidades fundamentales de tiempo de un sistema calendárico
1213
determinado. La regularidad no basta por sí sola.‖
Lamentablemente desconocemos cómo era el calendario o calendarios de los
tarascos prehispánicos, sólo sabemos que los tarascos contaban 20 días cada luna,
durante estos veinte días se celebraban las fiestas, probablemente el año tarasco estaba
dividido en 18 meses y 5 días extras para completar los 365 días.1214 Gilberti registró
varias entradas de que el mercado o feria1215 se realizaban cada cierta cantidad de días:
―Feria de cinco en cinco días. yupequarechan mayapeto haquaro‖, ―Feria de nueue en
nueue días yunthapequarechan mayopeto haquaro‖, ―Feria de veinte en uente días.
mandan tacacurini mayapeto haquaro‖.1216 Se ha considerado que los centros urbanos
más importantes celebraron mercados diarios o permanentes,1217 mientras que ―la
secuencia de cinco días era la unidad básica de los mercados mesoamericanos. […] Sin
embargo, en los poblados en que se celebraban mercados diarios, la secuencia de cinco
días era acumulativa: el mercado de cinco días era más grande y más importante que el
mercado diario.‖1218 La misma lógica aplicaría para los mercados de veinte días, si en
un gran centro se celebraba mercado a diario, el de veinte días sería el más importante
para que coincidiera con la fiesta.1219
1211
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI, Óp. Cit., P. 77.
1212
Ibíd., Pp. 77-81.
1213
Ibíd., P. 84.
1214
El calendario tarasco lo analizamos en el apartado titulado ―Agricultura, astronomía y fiestas. El
tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica‖, que se encuentra en este mismo capítulo.
1215
―FERIA, es lo mesmo que mercado, aunque incluye en si gran concurso de gente y mercaderias […]
Ay otras ferias particulares, que llamamos comunmente mercados […] Feriar, es comprar y vender, y
trocar vna cosa por otra.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva
Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra F, P. 400v.
1216
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 426; DGLM T. I, P. 367.
1217
El hecho de que en Tzintzuntzan no se hacía mercado durante 5 días por la muerte del cazonci, indica
que el mercado ahí era a diario. RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 32, P. 225.
1218
HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el
siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 85-89 y 91.
1219
La conquista trastocó en parte las estructuras comerciales, por ejemplo Alonso de la Rea mencionó
cómo fray Juan de San Miguel modificó los días de mercado en Uruapan, y sí bien las pestes habían
299
Con toda la información que hemos mostrado hasta aquí, mencionaremos
algunas palabras sobre la cuestión de sí el Estado tarasco tenía injerencia en el
comercio. Nosotros nos posicionamos junto a autoras como Helen Pollard, en
considerar ―que la economía tarasca se encontraba dominada por dos tipos altamente
independientes de flujo de bienes y servicios: el tributo controlado por el Estado y los
mercados regionales.‖1220 Los elementos que consideramos que sostienen el argumento
que existió una economía política planificada son: 1) el alto grado de centralidad
política, en que los caciques de los pueblos eran nombrados directamente por el cazonci
o requerían la aprobación de éste para gobernar en los pueblos; 2) la compleja red
burocrática encargada de recolectar los tributos a lo largo y ancho del territorio, que
sostenía las instituciones del Estado tarasco, como la casta sacerdotal encargada de
reproducir la ideología de la clase dominante, y los ejércitos tarascos, son la muestra
evidente de dicha planificación económica; 3) la estructura y expansión territorial
tarasca requería el dominio efectivo al interior de su territorio, el mantenimiento de las
vías de comunicación, la extracción asegurada de recursos, y la defensa de las fronteras,
4) las guerras no sólo eran para conquistar pueblos y apropiarse del tributo, sino para
controlar las líneas comerciales, recordemos que los bienes de prestigio, suntuarios y de
lujo generan concentración de riqueza, está puede ser monopolizada por un grupo, en
este caso fue monopolizada por la clase dominante tarasca, conformada por
gobernantes, sacerdotes, guerreros y mercaderes, 5) el papel que jugó el Estado como
como redistribuidor fue fundamental para conectar los distintos nichos ecológicos bajo
su control, facilitando el suministro de recursos escasos básicos. Un ejemplo de esta
distribución que se ha identificado en el contexto arqueológico, ha sido la obsidiana.
Los yacimientos más importantes de obsidiana en Michoacán son los de
Zinapécuaro-Ucareo y Zináparo-Varal, y fueron explotados desde épocas remotas.
Desde el Preclásico temprano (ca. 1500-900 a. de. n. e.) y medio (ca. 900-300 a. de. n.
e.), la obsidiana del yacimiento de Zinapécuaro-Ucareo se comercializó ampliamente al
sur y centro de México. Durante el Clásico temprano (ca. 0-100/300 de. n. e.) y medio
(ca. 300-400 de. n. e.), periodos que coinciden con el esplendor del poderío de
Teotihuacán, no se usó la obsidiana de Ucareo en la cuenca de México, pero si se usó en
las tierras bajas mayas. Tras la caída de Teotihuacán, en el Epiclásico (ca. 600/650 al
1000 d.n.e.), la obsidiana de Ucareo tuvo gran importancia, pues llegó a varias regiones
mesoamericanas, como Guatemala, Chiapas, la costa de Veracruz, los valles de Oaxaca,
y volvió a fluir hacia la cuenca de México, así como para las elites de Xochicalco y
Tula. En la región de Zacapu durante la fase Milpillas (1200-1250 de. n. e.), aparecieron
talleres especializados en los asentamientos urbanos, con lo que ―las navajas prismáticas
para este entonces se vuelven un objeto común, accesible a cualquier clase de
minorado, ―…no el comercio, que como es de todo el reino, no cesa la contratación en todos los géneros
de la provincia y la tierra. Y así, el concurso es tan numeroso que obligó al pueblo a que introdujera todos
los días ―tianguis‖, a quien nosotros llamamos ferias, donde se vende, compra y trueca, desde las cinco de
la tarde, hasta las nueve de la noche. Y para evitar la confusión de la noche, así en la feria como para
volverse a sus casas, usan los indios atar en unos quiotes, tan largos como una asta, manojos de ocote o
tea que, encendidos, hacen una llama muy hermosa; y son tantos, que todo el pueblo parece un incendio
troyano, y así venden y compran y vuelven a sus casas.‖ REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…,
Óp. Cit., Lib. I, Lib. Cap. XXV, P. 299.
1220
PERLSTEIN POLLARD, HELEN; VOGEL, THOMAS A.. ―Implicaciones políticas y económicas
del intercambio de obsidiana dentro del Estado tarasco‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA,
ROBERT (Coordinadores). Arqueología del Occidente de México: Nuevas aportaciones. Zamora, El
Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 1994, P. 160.
300
gente.‖1221 Pero durante el Posclásico Tardío (1200-1522 de. n. e) el patrón de
explotación e intercambio de obsidiana cambió notoriamente con la aparición del
Estado tarasco, desapareciendo de los asentamientos de la cuenca de México, pero
siguió siendo usada en Morelos, el Soconusco y las tierras bajas mayas. Helen Pollard y
Thomas A. Vogel analizaron artefactos líticos de obsidiana encontrados en Tzintzuntzan
y sitios de la frontera tarasco-mexica, Acámbaro, Taximaroa, Tuzantla, Zizirícuaro y
Zitácuaro. Los análisis químicos dieron por resultado que 76% de los artefactos de
obsidiana de Tzintzuntzan y 89% de los artefactos de los sitios fronterizos, provienen de
Ucareo, y cuando se suman los artefactos de Zinapécuaro, los totales combinados del
yacimiento Zinapécuaro-Ucareo, son 83% de Tzintzuntzan y 89% de los sitios
fronterizos. El resto de la obsidiana proviene del yacimiento de Zináparo-Varal o de
origen fuera de las fronteras del Estado tarasco, de yacimientos localizados en Jalisco y
Puebla. ―Más del 88% de la obsidiana de Tzintzuntzan, y 92% de la obsidiana en los
sitios fronterizos, puede asignarse a las fuentes localizadas dentro de los límites del
Estado tarasco. La mayor parte de la obsidiana que debió de haber sido importada al
territorio tarasco era de color verde…‖1222
Con estos datos es posible peguntarse dónde, cómo y para quién era explotada la
obsidiana michoacana. Los resultados reflejan que la capital tarasca y los sitios
fronterizos orientales eran abastecidos desde el yacimiento de Zinapécuaro-Ucareo,1223
mientras que para otros sitios tarascos se abastecían del yacimiento de Zináparo-Varal,
lo que indica que dicho abastecimiento contó con distritos regionales con mercados
especializados en la distribución de obsidiana. La presencia de obsidiana verde y de
origen desconocido, cuya procedencia se encuentra más allá de las fronteras que tuvo el
Tzintzuntzan Irechequa, muestra que éstas fueron obtenidas a través del comercio y no
del tributo, lo que indica que no eran equivalentes. Para el caso de Tzintzuntzan, la
obsidiana de Ucareo fue encontrada en talleres donde se procesaban objetos suntuarios y
ornamentales asociados a la clase dominante, mientras que en la zona residencial de la
clase dominada, se encontraron diseminados artefactos de obsidiana roja o clara del
yacimiento de Zináparo, ―lo cual podría indicar que, mientras que el material era
adquirido principalmente por la élite, fluía a través de las redes de mercado más que las
de tributo o de prebendas.‖1224 La evidencia arqueológica sugiere que la obsidiana de
Ucareo fue transportada hacia Tzintzuntzan en forma de macronúcleos, es decir, piezas
semitrabajadas de obsidiana listas para extraer navajillas prismáticas u otras
herramientas, mientras que la obsidiana roja de Zináparo fue importada en forma de
nodúlos sin trabajar, que serían procesados en los talleres. ―Las obsidianas restantes son
todas de color verde, y fueron probablemente adquiridas por comerciantes a gran
distancia patrocinados por el Estado. Éstas conforman la mayor parte de la obsidiana
que transitaba a través de los límites políticos del Estado, y representa hasta ocho
distintas fuentes.‖1225 Esta obsidiana verde era obtenida a través del comercio a larga
1221
ESPARZA LÓPEZ, RODRIGO; TENORIO, DOLORES. ―Las redes de intercambio de la obsidiana
en la Tierra Caliente de Michoacán durante los periodos Epiclásico y Posclásico‖, en: WILLIAMS,
EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos del antiguo occidente de México. Producción e intercambio.
Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2004, Pp. 77-82.
1222
PERLSTEIN POLLARD, HELEN; VOGEL, THOMAS A.. ―Implicaciones políticas y económicas
del intercambio de obsidiana dentro del Estado tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 165-166.
1223
Baptista de Lagunas de Lagunas registró las entradas ―Tzinapu. Y de aqui sale Tzinhapiquarho, lugar
de nauajas i adonde las toman o compran: porque alli ay la piedra que las hazen.‖ BAPTISTA DE
LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 267 [64 en la
paginación original].
1224
Ibíd., P. 172.
1225
Ibíd., P. 173.
301
distancia, en nódulos en bruto o macrónucleos, para que fueran trabajados por los
artesanos profesionales, y fue consumida por la clase dominante tarasca. Un último
tema tiene que ver con la tenencia de yacimientos de obsidianas, Helen Pollard y
Thomas A. Vogel mencionan que:
―Así como no existe mención alguna de obsidiana en el contexto de los requerimientos
tributarios de las comunidades, tampoco hay mención de canteras de obsidiana entre los
recursos propiedad del Estado. Por supuesto, esto no quiere decir que éstas se encontraban
bajo control local o privado, sino que no eran de interés para los colonos españoles. […]
Así pues, la conclusión más lógica –a menos que se encuentre evidencia de lo contrario en
las mismas canteras- es que las minas de obsidiana no se encontraban controladas por la
dinastía real. Si bien las minas pudieron haber sido una fuente de poder político local, no
existe evidencia de que tanto las minas como el comercio hayan sido fuente de poder para
la élite tarasca. Los comerciantes tarascos a larga distancia adquirieron varios recursos
raros desde fuera de los límites del territorio tarasco, actuando directamente bajo pedido de
la dinastía real. Aunque el acceso a estos recursos se encontraba controlado por el rey, y
los bienes mismos eran símbolo de alto status social, no existe evidencia de que la élite
política tarasca controlara directamente las rutas de comercio, o de que hubiera establecido
1226
su poderío con base en su acceso a estas rutas.‖
Consideramos que estas palabras deben replantearse a la luz de lo que hemos
mencionado a lo largo de este apartado. En primer lugar, ya vimos como en el sistema
de tenencia de los medios de producción tarasco, el territorio era propiedad del dios
Curícaueri; tierras, aguas, bosques, caza, pesca, minerales, eran en última instancia
administrados y repartidos para su explotación por el que estaba en lugar de Curícaueri,
1226
Ibíd., P. 174. Sin embargo, al parecer Helen Pollard cambió de opinión sobre el control del Estado
tarasco en las canteras de obsidiana de acuerdo con nueva información. Rodrigo Espaza López y Dolores
Tenorio citaron un trabajo posterior de Pollard del año 1998, en que se analizaron las colecciones de 4
sitios de la cuenca de Pátzcuaro (Urichu, Jaráquaro, Pareo y Tzintzuntzan), correspondientes a diferentes
períodos (Clásico, Epiclásico y Posclásico), y se concluyó que antes del Estado tarasco, del 50% al 90%
de los ejemplares de obsidiana de Tzintzuntzan se abasteció del Cerro Varal, situación similar a los otros
sitios de la cuenca, mientras que para estas fechas la presencia de obsidiana de Ucareo es prácticamente
nula. Como ya se mencionó, esta situación cambió durante el Posclásico Tardío, en que la obsidiana de
Ucareo ―aparece en lugares de la elite tarasca, indicando según Pollard, que la dinastía central tarasca
controlaba directamente los yacimientos de Ucaeo y las navajillas prismáticas venidas de éste mismo
yacimiento. En cambio, la obsidiana de Varal aparece en cantidades importantes en todo el resto de la
cuenca de Pátzcuaro, aunque no existe una especialización marcada.‖ ESPARZA LÓPEZ, RODRIGO;
TENORIO, DOLORES. ―Las redes de intercambio de la obsidiana en la Tierra Caliente de Michoacán
durante los periodos Epiclásico y Posclásico‖, Óp. Cit., Pp. 82-83. Apud. PERLSTEIN POLLARD,
HELEN. ―Proyecto: Los señoríos Urichu, Xarácuaro y Pareo: un método para investigar el desarrollo del
Estado tarasco‖, en: ÁVILA, RICARDO; et. al. (Editores). El occidente de México: arqueología, historia
y medio ambiente. Perspectivas regionales. Actas del IV Coloquio de Occidentalistas. Guadalajara,
Universidad de Guadalajara, Instituto Francés de Investigación Científica para el Desarrollo en
Cooperación, 1998, Pp. 211-220. Sin embargo, hemos consultado dicho texto, y no hemos encontrado los
análisis de obsidiana que citan Rodrigo Espaza López y Dolores Tenorio, ni la postura de que los
yacimientos hayan estado bajo control de la dinastía real tarasca. En nuestras pesquisas, sabemos que
Pollard presentó una ponencia en 1998 (PERLSTEIN POLLARD, HELEN; GLASCOCK, MICHAEL;
RIZO, MICHAEL. ―Preliminary analysis of obsidian sources from the lake Pátzcuaro basin: the Urichu,
Xaracuaro and Pareo polities‖, ponencia, 21, Reunión Anual de Midwest Mesoamericanists, marzo,
Michigan State University, East Lansing, 1998). Probablemente hubo una confusión por lo similar de los
títulos; lamentablemente no tuvimos acceso a la ponencia y no pudimos confrontar la información y si ahí
Pollard reconsideró su postura sobre el control del yacimiento de Zinapécuaro-Ucareo por parte de la
dinastía real tarasca. Aunque en otro trabajo, Pollard si reconsidero que ―la dinastía real otorgaba
oficialmente el acceso a tierras, aguas, bosques y recursos minerales, aunque en la práctica el acceso para
trabajar la tierra se repartía dentro de las comunidades conforme a los lazos tradicionales de parentesco y
la tierra era adquirida por los reyes para apoyar a los funcionarios estatales (angámencha) y para el
servicio de los templos y de los dioses.‖ PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Jerarquía y heterarquía en el
mundo prehispánico tarasco. La transformación dentro de una tradición‖, Óp. Cit., P. 58.
302
el cazonci y la entidad política tarasca, el irechequa, junto a la clase dominante. En
segundo lugar, el ejemplo de la tenencia de las minas y explotación del cobre en la
Tierra Caliente nos puede dar una idea de en qué términos se explotaban las minas de
obsidiana; la información documental sobre el cobre no menciona un monopolio directo
por parte del Estado tarasco de las minas, sino de la extracción del plusproducto a través
del tributo. Es poco probable que sí el Estado tarasco se apropió de muy variados
recursos escasos de lujo localizados en su territorio por medio del tributo, la obsidiana
haya sido una excepción, teniendo en cuenta es un recurso escaso básico, su importancia
para manufacturar herramientas de diversa índole usadas por la clase dominada, así
como la manufactura de artefactos ornamentales y suntuarios,1227 además de ser un
recurso fundamental para para la elaboración de armamento. En tercer lugar, aceptamos
que no había un monopolio directo del Tzintzuntzan Irechequa sobre las rutas de
comercio, sin embargo, pocas sociedades preindustriales lograron consolidarse como
entidades políticas poderosas sin que hubiera una simbiosis estrecha entre las elites
políticas, religiosas, militares y comerciantes. En el caso tarasco, todas estas elites
formaban parte de la clase dominante, y hay indicios de que se traslapaban sutilmente;
el cazonci era el rey o gobernante máximo, juez supremo, sacerdote sacrificador,
guerrero quangáriecha o valiente hombre, y tenía mercaderes a su servicio.
Redistribución del tributo
Una última cuestión para comprender el tema de la circulación de bienes en el Estado
tarasco, tiene que ver con la distribución de los bienes acumulados por la clase
dominante. Una parte del tributo acumulado era redistribuido hacía diferentes gastos
para mantener de la infraestructura económica, política, militar e ideológica del
Tzintzuntzan Irechequa. En el prólogo de la RM, Jerónimo de Alcalá mencionó que ―yo
no he hallado otra virtud entre esta gente, si no es la liberalidad que, en su tiempo, los
señores tenían por afrenta ser escasos…‖1228 Sebastián de Covarrubias asentó que la
―liberalidad‖ proviene de ―LIBERAL, Latine liberalis, el que graciosamente sin tener
respeto a recompensa alguna, haze bien y merced a los menesterosos, guardando el
modo deuido para no dar en el estremo de prodigo: de donde se dixo liberalidad la
gracia que se haze.‖1229 Algunos episodios que explican la liberalidad del cazonci, es
cuando sus ejércitos conquistaban un asentamiento, subyugaba a sus habitantes, y los
adoptaba como ―hermanos‖ para que volvieran a poblar en los pueblos;1230 cuando
realizaba una alianza sellada son matrimonio y adoptaba a sus cuñados por
―hermanos‖,1231 o cuando perdonaban la vida de los malhechores.1232 En la RM, los
informantes indígenas, al menos don Pedro Cuiniarángari, se refirió en distintas
ocasiones sobre los españoles que eran muy ―liberales‖.1233 Así mismo, los tarascos
tenían la creencia de que los dioses eran muy liberales, que daban de comer a la
1227
Basta con recordar las palabras de Jerónimo de Alcalá sobre los que querían ser señores: ―Dicía en su
tiempo esta gente, que los que habían de ser señores, que habían de tener consigo a Corícagueri y que si
no le tenían, que no podían ser señores. Y por eso le guardaban los señores con mucho cuidado y después
sus hijos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 109v, P. 110.
1228
RM, Prólogo, f. 2v, P. 6.
1229
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra L, P. 523v. Mayúsculas originales.
1230
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155; Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200.
1231
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63v, P. 18; Tercera Parte, ff. 24v-25, P. 210-211.
1232
RM, Segunda Parte, Cap. XVI, f. 92, P. 75.
1233
RM, Tercera Parte, Caps. XXIV, XXVI, ff. 45v y 51, Pp. 252-263.
303
humanidad,1234 y cuando Taríacuri era niño, sus mentores le dijeron ―harta de leña a
todos cuantos dioses son. Mira que es muy liberal Curícaueri, que hace las casas a los
suyos, y hace tener familia y mujeres en las casas, y viejos que hacen fuego y hace tener
alhajas y esclavos y esclavas, y hacer poner en las orejas orejeras de oro, y en los brazos
brazaletes de oro, y a la garganta collares de turquesas y plumajes verdes en la
cabeza.‖1235 En otra parte, el fraile compilador de la RM volvió a referirse a esta virtud
de los señores con más detalles:
―Todos estos señores no tenían otra virtud sino la liberalidad, que tienían por afrenta ser
escasos. Cuando entraban en su casa, que inviaba algún cacique de algún pueblo, hacíanles
dar mantas a los mensajeros y camisetas. Repartían muchas veces mantas a la gente, en sus
1236
fiestas y banquetes que hacía a todos los señores.‖
Esta liberalidad era una de las obligaciones de los caciques, cuando un sacerdote
cúritiecha hacía un discurso para poner al nuevo cacique, amonestaba a la gente del
pueblo que le hiciera sus sementeras, además
―…decía al cacique nuevo: "no ansí, fácilmente, se hacían caciques a todos, mas aquellos
que fuertemente tienen las azadas, quienes hacían las sementeras de los cazonçies y eran
muy obidientes. Trabaja, ¿con qué has de regir la gente si no entiendes de hacer
sementeras? ¿Qué has de dar de comer a los que entraren en tu casa?". Decía a los
1237
principales: "no os apartéis del cacique, vosotros principales".‖
Alonso de Zorita mencionó que está era costumbre muy antigua en la Nueva
España, ya que la gente de los barrios ―á su principal ó cabeza le labraban una
sementera para su sustento, y le daban servicio conforme á la gente que había en el
barrio, y era por el cuidado que dellos [los indios] tenía [el cacique], y por lo mucho que
gastaba en las juntas [ceremonias] que se hacían por año en su casa en pro del común; y
esto no lo pagan por mandado del Señor supremo ni de obligación, si no era la que tenía
por ser esta su costumbre antiquísima, y ansí no era en prejuicio del tributo del [señor]
supremo.‖1238
Como ya mencionamos, ésta redistribución del tributo de bienes materiales que
daban el cazonci y los caciques, servía para distintos rubros de la infraestructura del
Tzintzuntzan Irechequa. Está redistribución se puede relacionar con el potlach, que es
―un intercambio de regalos competitivo, en el cual los que contienden por obtener más
rango social organizan complejas festividades que incluyen grandes distribuciones de
bienes, a fin de incrementar el prestigio del interesado. Se esperaba que los rivales
respondiesen con ceremonias más elaboradas aún o que corriesen el riesgo de sentirse
humillados.‖1239 En el aspecto económico, los excedentes alimenticios permitían
sustentar una serie de cuadrillas de trabajo, conformadas por personas que se
encargaban (ya haya sido de forma temporal o de forma profesional), de construir obras
públicas, dar mantenimiento a la arquitectura pública, cuidar los caminos, o transportar
artículos como tamemes. Además ―…las casas nobles desempeñaban un importante
papel en la organización del ciclo ceremonial y, por lo tanto, en la organización de los
1234
RM, Segunda Parte, Caps. II, XXXI, ff. 65v y 132, Pp. 22 y 155.
RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 77v, P. 45.
1236
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. Cursivas nuestras.
1237
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 23, P. 207. Cursivas nuestras.
1238
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P.
142.
1239
[BARFIELD, THOMAS] ―potlatch‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de
Antropología. Óp. Cit., P. 417.
1235
304
ciclos de producción. Por medio de la actividad ceremonial también desempeñaban un
importante papel redistributivo al acumular en los depósitos reales los cereales del
tributo de los que se valían en caso de catástrofes repentinas‖,1240 como sequías y malas
cosechas.
La redistribución del tributo para el rubro militar era fundamental, ya que
permitió el ―tributo estratégico‖. Está documentado como algunos de los pueblos de la
frontera, al momento de pagar el tributo, llevaban bastimentos para mantener las
guarniciones de guerreros profesionales, que defendían el territorio de amenazas
externas. Estos alimentos eran producidos en sementeras que pertenecían al cazonci y al
Estado tarasco, y eran almacenados en trojes, las famosas ―trojes para la guerra‖. Estas
debieron localizarse a lo largo y ancho del territorio tarasco para proporcionar una parte
de los bastimentos que necesitaban los ejércitos de leva, cuando el cazonci convocaba a
la gente a la guerra.
En el aspecto ideológico, el tributo redistribuido permitía la reproducción de la
ideología de la clase dominante a través de las fiestas. Aunque son pocas las referencias
de cómo se realizaban las fiestas en el Michoacán tarasco, se sabe que eran grandes
conglomeraciones de gente en los centros ceremoniales de los asentamientos, dónde se
requerían una variedad de artículos para realizar los rituales. Desde comida de maíz,
frijol, chile, carne de venado, pescados, miel, pulque; copal, substancias como tabaco,
hierbas medicinales, enteógenos; objetos de cantería, obsidiana, madera, alfarería, pieles
de animales, plumajes, orfebrería; así como esclavos y prisioneros; muchos artículos
que tenían que tributar los distintos especialistas, algunos de ellos requerían materias
primas para manufacturar objetos que tenían que intercambiarse desde fuera del
hinterland de sus lugares de origen, o desde lugares más allá de las fronteras del
Tzintzuntzan Irechequa. Estos especialistas tenían que ser sostenidos por las elites,
quienes eran los que utilizaban objetos suntuarios artesanales, elaborados con materias
primas exóticas obtenidas, algunas veces, a través de mercaderes. Por medio de los
objetos suntuarios de lujo proporcionados por el gobierno central a los caciques locales,
se lograba reproducir la ideología de la clase dominante, al legitimar su autoridad frente
a los vasallos, además de generar sentimientos de pertenencia al linaje real de los
uacúsecha.
La economía política tarasca. Una recapitulación
Haciendo una recapitulación, trataremos de contestar someramente las preguntas
planteadas sobre el modo de producción de la sociedad tarasca. La forma de posesión de
los medios de producción en el Tzintzuntzan Irechequa, recaían en última instancia en el
cazonci y en la clase dominante del Estado tarasco, quienes tenían la facultad de darlas
en comodato a los linajes nobles corporados para que fueran usufructuadas. Es probable
que entre los ―campesinos libres‖ de la clase dominada, los purépecha, tuvieran
derechos de forma comunal sobre tierras donde obtenían los productos necesarios para
la producción y reproducción de su existencia. La tenencia de los objetos de trabajo al
parecer también recaía en última instancia en el Estado, pero podían ser explotados de
forma comunal por los miembros de una unidad administrativa, pueblo o barrio, con
permiso del cazonci, y sólo cuando se les aplicaba trabajo para transformarlos en
materias primas, es que el Estado podía enajenarlos. Por otro lado, los instrumentos de
1240
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 134.
305
trabajo podían pertenecer a individuos o familias, y también podían ser enajenados,
requisados, capturados, tributados y probablemente intercambiados o comerciados.
Por lo que puede leerse entre líneas, las relaciones sociales de producción en el
Michoacán del Posclásico Tardío, parecían ser más de servidumbre, y determinadas
históricamente por la asociación personal o territorial, que del tipo asiático o despótico
oriental. De los trabajadores agrícolas, se encontraban grupos de campesinos, los
terrazgueros açípecha y mimiecha, que estaban adscritos al linaje real y a los linajes
nobles. La diferencia al parecer, es que los açípecha estaban vinculados estrechamente a
individuos nobles, pero cuyo origen era la condición de esclavitud, heredada a causa de
la guerra o la compra-venta de sus antepasados; mientras que los mimiecha
probablemente estuvieron asociados a individuos nobles, pero en una relación más de
vasallaje y emparentamiento. Por otro lado, los purépecha estaban subyugados al
cazonci y tenían que pagar tributo en forma de trabajo en las tierras fiscales. Otro tipo
de relaciones sociales de producción son los terúparaquaebaecha, esclavos que servían
para el servicio doméstico de los linajes nobles, y adscritos personalmente. Sobre los
especialistas como artesanos y mercaderes, es difícil de determinar su lugar en las
relaciones sociales de producción por la falta de documentación, pero al parecer unos
eran sustentados por los mismos linajes nobles, y mantenían vínculos estrechos con
ellos, o formaban linajes de especialistas.
Dependiendo el tipo de tenencia sobre la tierra que trabajaban los campesinos
bajo las diferentes relaciones sociales de producción, el tipo de trabajo y la distribución
de los excedentes eran distintos. En las tierras fiscales del Estado, los purépecha
pagaban tributo en forma de trabajo comunal; en las tierras del cazonci y de los nobles,
los terrazgueros tenían que pagar tributo con la mayor parte de la cosecha a los
usufructuarios de las sementeras, y probablemente una parte de ella servía para sustentar
a los mismos terrazgueros. Por otro lado, en las tierras comunes, el trabajo en las tierras
era familiar y se encargaban de cultivar su parcela, cuyo producto servía para sustento
propio, y una parte probablemente se destinaba a la organización comunal o barrio para
las fiestas.
Es probable que los europeos hayan encontrado algunas similitudes
cuasifeudales en el tipo de organización económica de las sociedades mesoamericanas,
y por eso usaron diversos términos de su bagaje cultural para hacer referencia a las
instituciones existentes. Sin embargo, viendo en su conjunto la información que
tenemos sobre la economía política tarasca prehispánica, se puede observar y
caracterizar que era un modo de producción tributario, en que el Estado (irechequa)
como ―unidad superior‖, ―unidad omnicomprensiva‖ o ―colectividad superior‖, y el
cazonci junto a la clase dominante tarasca, los angámencha, extraía, se apropiaba y
redistribuía el plusproducto de las diferentes unidades administrativas territoriales que
existían en el Tzintzuntzan Irechequa; independientemente de las formas de las
relaciones sociales de producción, ya hayan gentilicias (Personenverband), territoriales
(Territorialverband), o comunales, y de las diferencias étnicas, lingüísticas o religiosas;
para planificar la circulación de bienes, ya que era fundamental para la expansión y
defensa del territorio, y para la subsistencia de las personas que lo habitaban, debido a
que los tarascos era una sociedad compleja, su economía era de producción y
reproducción de la vida material.
306
20. LOS APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO TARASCO
―Hoy sabemos que la división originaria entre poseedores de la tierra y
desposeídos fue encubierta por la división ideológica de la sociedad entre
nobles descendientes de los dioses y macehuales vinculados a la tierra por
nacimiento. Posteriormente esta desigualdad fue legitimada por la
convivencia de ambos segmentos en un mismo territorio y la adopción de
mitos que reconocían la existencia de orígenes comunes, el vínculo de sangre
con un ancestro legendario, y la práctica de ritos y cultos que legitimaban las
creencias. Y precisamente el tema que aquí nos ocupa, la pertenencia a un
linaje, fue la base de esta ideología integradora cuyo fin último era legitimar
la desigualdad.‖
1241
Enrique Florescano, Los orígenes del poder en Mesoamérica, 2009
Después de haber analizado los primeros cuatro ―momentos‖ de la actividad social que
Marx y Engels consideraban que han coexistido y rigiendo la historia, que corresponden
a la base material, vamos a abordar el último momento, el de la conciencia del ser
humano como producto social,1242 la ideología. En el primer capítulo de ésta
investigación, ya mencionamos como Marx consideró que la base material sirve de
estructura sobre la cual se levanta la superestructura; por su importancia y para
recapitular, volveremos a citar la única ocasión en que Marx escribió sobre estos
conceptos de forma explícita:
―El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis
estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen
determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de
producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas
productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura
económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y
política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de
producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual
en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el
ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo
las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones
de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las
relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de
desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se
abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o
menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian
esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en
las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia
de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas,
en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este
conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo
por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por
su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las
1241
FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica, Óp. Cit., Pp. 20-21.
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―Feuerbach. Oposición entre las concepciones
materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, Óp. Cit., T. I, 1975, P. 29.
1242
307
contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas
1243
sociales y las relaciones de producción.‖
El concepto de ideología se ha convertido en una palabra polisémica, debido a
que es uno de los más vagamente usados, y cuyo significado se ha vuelto impreciso y
variable. El término ―ideología‖ fue acuñado por el aristócrata republicano y filósofo
francés Antoine Destutt de Tracy (1754-1836) en 1801, con la publicación de su libro
Éléments d‟idéologie (Elementos de ideología), para él la ideología era una teoría
general del origen de las ideas. Posteriormente el régimen napoleónico calificó de
―ideólogos‖ a los intelectuales republicanos que estaban en su contra, y así el término
obtuvo un sentido peyorativo.1244 Pero las connotaciones actuales del concepto
ideología fueron dadas por Marx y Engels; en 1845, escribieron La ideología alemana,
para aclarar su nueva concepción de la historia, refutando a los filósofos Hegel y sus
discípulos, los ―jóvenes hegelianos‖ (Bauer, Strauss, Stirner y Feuerbach). Es este texto,
se asimiló la ideología con el idealismo alemán, y contraponiéndola con la ciencia,
―Marx y Engels entendieron por ―ideología‖ un tipo especial de ―conciencia falsa‖
determinada por las relaciones sociales. No lo aplicaron nunca al conocimiento
verdadero, sino sólo a una forma de error socialmente condicionado.‖1245 Como ocurrió
con otros conceptos marxistas, Marx y Engels nunca definieron el concepto de
ideología, y lo abordaron desde aspectos múltiples, ―el concepto de ideología forma
parte de un esquema teórico que Marx enuncia pero no alcanza a completar en una
teoría acabada.‖1246 Hay que agregar además las dificultades para la elaboración de una
teoría científica de la ideología, ya que esta se presenta como un nudo de múltiples
significados.
El desarrollo teórico del concepto ideología fue abordado por los continuadores
de Marx y Engels, desde el mismo marxismo1247 y desde otras disciplinas y corrientes
teóricas, que han aumentado el número de definiciones, pero también han aportado
nuevas perspectivas sobre lo que es. Luis Villoro sintetizó cuatro caracterizaciones que
se ha entendido por ideología desde la conceptualización marxista (Ver Cuadro 16). Así
resaltó que las caracterizaciones 1 y 2 se refieren a un conjunto de enunciados falsos,
mientras que las caracterizaciones 3 y 4 ―se refieren a creencias determinadas
socialmente, pero no indican que sean verdaderos o falsas, sino por sus causas o
consecuencias sociales.‖1248 Al atender preguntas diferentes, los dos pares de
caracterizaciones responden a cuestiones teóricas diferentes: 1 y 2 responden a
enunciados que no están justificados y las creencias expresadas en ellos, mientras que 3
y 4 responden a las creencias con causas y efectos socialmente determinadas. Ideología
1243
MARX, CARLOS. ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política‖ en: MARX,
CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. I, 1975.
Pp. 517-518. Cursivas nuestras.
1244
RAFAEL LUIS, CARLOS. ―Cuando pensar era sentir: una mirada a la Gramática de Destutt de
Tracy‖, en: Revista argentina de historiografía lingüística. Argentina, s. e., 2010, vol. II, núm. 1, Pp. 3953; [BOAS, GEORGE] ―ideología‖, en: RUNES, DAGOBERT D.. Diccionario de filosofía. Traducción
de Ana Doménec, Sara Estrada, Juan Carlos García Barrón y Manuel Sacristán. 3ª edición castellana,
México, Grijalbo, (Tratados y manuales Grijalbo), 2001, P. 184.
1245
VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología‖, en: El concepto de ideología y otros ensayos. 2ª
edición, México, Fondo de Cultura Económica, (Biblioteca Universitaria de Bolsillo), 2007, P. 15.
1246
Ídem.
1247
Sin embargo, ―en los mismos escritores marxistas, pese a participar de una sola tradición conceptual,
la palabra es usada a menudo sin precisión y en sentidos diferentes.‖ VILLORO, LUIS. ―El concepto de
ideología en Marx y en Engels‖, en: El concepto de ideología y otros ensayos. 2ª edición, México, Fondo
de Cultura Económica, (Biblioteca Universitaria de Bolsillo), 2007, P. 38.
1248
VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología‖, Óp. Cit., P. 19.
308
entonces puede entenderse con sentido gnoseológico y en sentido sociológico.1249 ―Con
todo, en Marx se conserva la ambigüedad. Ideología es a la vez un concepto
noseológico (una forma de error) y un concepto sociológico (―superestructura‖). Esta
ambigüedad podría deberse a falta de precisión y de análisis conceptual, pero también a
que Marx intentó con ese concepto un tipo de explicación teórica que sólo era posible al
incluir en él tanto el nivel noseológico como el sociológico, aunque no acertó a precisar
con claridad suficiente cómo se relacionaban ambos en el mismo concepto.‖1250
A pesar de que el entendimiento desde la filosofía del concepto ―ideología‖ es
más complejo, y que en el marxismo-leninismo el sentido que usaron Marx y Engels se
volvió vago, al considerar como sinónimo la ―ideología‖ de la ―conciencia falsa‖,
―superestructura‖ o ―reflejo‖, que llevó a una ―ideologización del marxismo‖, al grado
de considerar cualquier idea como ideología,1251 nosotros nos limitamos a considerar el
concepto de ―ideología‖ como el conjunto de creencias condicionadas por las relaciones
sociales, cuyo fin es ser un instrumento de dominio de una clase sobre otra.
1249
Ibíd., P. 21-22.
Ibíd., P. 22.
1251
VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, Óp. Cit., Pp. 38-88.
1250
309
EL CONCEPTO DE ―IDEOLOGÍA‖ POR MARX, ENGELS Y SUS CONTINUADORES
Características
1-―Conjuntos de enunciados que
tienen estas dos características: a)
Presentan los productos de un trabajo
como cosas o cualidades de las cosas
independientes de ese trabajo; b)
explican el proceso de producción
por esos productos cosificados.‖
2-―Conjuntos de enunciados que
presentan como un hecho o cualidad
objetiva lo que es una cualidad
subjetiva.
Esta
caracterización
general puede formularse de varias
maneras:
a) Enunciados
que
presentan intereses particulares, de
clase, como intereses generales. b)
Enunciados de valor (de preferencia
personal) que se presentan como
enunciados de hecho. c) Enunciados
que se expresan deseos o emociones
personales y se presentan como
descriptivos de cualidades objetivas.‖
3-―Conjuntos de enunciados que
expresan creencias condicionadas, en
último término, por las relaciones
sociales de producción.‖
Ejemplo
―En Marx y Engels, ―ideología tiene este sentido cuando se aplica a la
religión o a la filosofía idealista alemana. En ambos casos, se refiere a
doctrinas que cosifican (reifican) ideas y que pretenden explicar por esas
ideas a su productor o al procesos histórico de su producción. En el
lenguaje común, tiene ese sentido cuando tildamos de ―deformación
ideológica‖ el intento de explicar una actuación política por las ideas que
declaran tener sus actores y no por la función objetiva que realmente
cumple (juzgar, por ejemplo, la tendencia política de un partido o de un
gobernante por sus declaraciones y discursos y no por las medidas que
toma.) También tiene ese sentido al aplicarse, en El Capital, a la
economía política clásica, que considera el valor como una cualidad de la
mercancía y ésta como una ―cosa‖, ocultando así su carácter de producto
de un trabajo concreto.‖
―La formulación a se encuentra expresamente en La ideología alemana y
en la Miseria de la filosofía. Las formulaciones b y c se pueden encontrar
aludidas incidentalmente en escritos de Marx o Engels […] La ideología
consiste en una forma de ocultamiento en que los intereses y preferencias
propios de un grupo social se disfrazan, al hacerse pasar por intereses y
valores universales, y así se vuelven aceptables para todos. En el
lenguaje ordinario se emplea continuamente en este sentido; por ejemplo,
si llamamos ideológica a una concepción moral que pretende
imponérsenos, cuando nos parece responder a prejuicios y preferencias
limitadas a un grupo o a una época.‖
―Corresponden al concepto de ideología como parte de la superestructura
social en Marx y en Engels. Aquí nos encontrarías con variantes según
los distintos autores. Podría tratarse de estilos de pensar y creencias
básicas de una época histórica, de creencias comunes al conjunto de una
sociedad, o bien de creencias que corresponden a una clase o un grupo
social específicos. De cualquier modo, ideológica sería cualquier
creencias condicionada por las relaciones sociales. Este concepto de
ideología es el que se encuentra también, con distintos matices, en la
―sociología del conocimiento‖. En este sentido solemos hablar, por lo
común, de la ―ideología imperante en la Edad Media‖, de la ―ideología
del capitalismo‖, o bien de la ideología de los ―grupos financieros‖, ―de
las clases medias‖ o ―del proletariado‖.‖
4-―Conjuntos de enunciados que ―La formulación a no se encuentra expresamente en Marx; sí en algunos
expresan creencias que cumplen una autores marxistas, como Althusser. La formulación b se encuentra en
función social: a) de cohesión entre Marx y en todos los autores marxistas. Junto con otras notas añadidas,
los miembros de un grupo; b) de forman parte también del concepto de ideología como sistema
dominio de un grupo o una clase organizado de creencias irracionales, destinado a dirigir a los individuos
sobre otros.
con vistas a una acción de dominio, utilizada por autores no marxistas
[….] Ideología se define, así, no sólo por su condicionamiento social,
como en la caracterización anterior, sino también por la función objetiva
que cumple, en las luchas sociales, para lograr o mantener el dominio de
un grupo. Ideológico resulta todo conjunto de creencias que manipulan a
los individuos para impulsarlos a acciones que promueven el poder
político de un grupo o una clase determinados.‖
CUADRO 16. FUENTE: VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología‖, Óp. Cit., Pp. 16-19. Elaboración
propia.
310
Entre los sentidos que Marx y Engels dieron sobre el concepto de ideología, fue
precisamente como un instrumento de dominio:
―Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros
términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo
tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para
la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la
producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio,
las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las
ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales
dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por
tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, o sea, las
ideas de su dominación. Los individuos que forman la clase dominante tienen también,
entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto
dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se
comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y, por tanto, entre otras cosas,
también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y
distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean; por ello mismo, las ideas
dominantes de la época. Por ejemplo, en una época y en un país en que se disputan el poder
la corona, la aristocracia y la burguesía, en que, por tanto, se halla dividida la dominación,
se impone como idea dominante la doctrina de la división de poderes, proclamada ahora
1252
como «ley eterna».‖
Las ideas de la clase dominante adquieren la forma de generalidad, como las
únicas racionales y válidas universalmente. ―¿Qué demuestra la historia de las ideas
sino que la producción intelectual se transforma con la producción material? Las ideas
dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase
dominante.‖1253 Gracias a la ideología de la clase dominante, se logra la adhesión
general a esas ideas, ocultando las contradicciones de las relaciones sociales, logrando
mantener el statu quo de explotación y cohesión social de la clase dominada:
―La ideología favorece, con el dominio de las ideas, el dominio de una clase. […] Al
presentarse como universalmente válidas, a todos los miembros de una sociedad, conceptos
y valores propios de una clase, se propicia la adhesión general. Al adherirse a ellos todos
los individuos, acaban aceptado el punto de vista de la clase y, dirigiendo su conducta por
sus valores, se someten mentalmente a las creencias que favorecen y expresan los intereses
de esa clase. Así, en la ideología el dominio real se disfraza y aparece como si fuera
exclusivamente un dominio de las ideas sobre las conciencias. El individuo cree obedecer
en su comportamiento a ideas universalmente válidas y en verdad obedece, sin saberlo, el
1254
orden de dominio de una clase.‖
Louis Althusser realizó un aporte significativo cuando habló sobre el papel de la
ideología como una herramienta al servicio del Estado. Los clásicos del marxismo
habían prestado atención al aparato (represivo) del Estado (AE), conformado por el
gobierno, administración, ejército, policía, tribunales, prisiones, etcétera, que funcionan
mediante la violencia, en los casos extremos, ya que no siempre implica represión
física.1255 Sin embargo, Althusser propuso otro tipo de realidades que él denominó
1252
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―‖Feuerbach. Oposición entre las concepciones
materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, Óp. Cit., T. I, 1975, P. 45.
1253
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Ediciones en
lenguas extranjeras, (Obras clásicas del marxismo-leninismo), 1953, P. 62.
1254
VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, Óp. Cit., P. 59.
1255
ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del estado (notas para una investigación)‖
en: ALTHUSSER, LOUIS. La filosofía como arma de la revolución. Traducción de Oscar del Barco,
Enrique Román y Oscar L. Molina. 9ª edición, México, Ediciones Pasado y Presente, (Cuadernos de
pasado y presente, núm. 4), 1979, P. 109. Esta realidad había sido notada por los clásicos del marxismo,
es decir, el papel que juega la ideología para la reproducción de las relaciones de producción, pero se
311
aparatos ideológicos del Estado (AIE), bajo la forma instituciones precisas y
especializadas tales como los AIE religiosos, escolares, familiares, jurídicos, políticos,
sindicales, de información y culturales.1256 Althusser recalca las diferencias entre el
aparato (represivo) del Estado (AE) y los aparatos ideológicos del Estado (AIE):
DIFERENCIAS ENTRE EL APARATO (REPRESIVO) DEL ESTADO (AE) Y LOS
APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO (AIE)
(AE)
(AIE)
Existe un aparato (represivo) del Estado
Hay una pluralidad de AIE
El AE es público
Los AIE son privados
El AE funciona con violencia
Los AIE funcionan con ideología
El AE constituye un todo organizado Los AIE son múltiples, diferentes
centralizado bajo una unidad de mando
relativamente autónomos
y
CUADRO 17. FUENTE: ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del estado (notas para
una investigación)‖ en: ALTHUSSER, LOUIS. La filosofía como arma de la revolución. Traducción de
Oscar del Barco, Enrique Román y Oscar L. Molina. 9ª edición, México, Ediciones Pasado y Presente,
(Cuadernos de pasado y presente, núm. 4), 1979, Pp. 108-112. Elaboración propia.
Cabe aclarar algunos aspectos de las diferencias entre el AE y los AIE,
revisando algunos aspectos históricos importantes. Althusser recurrió a la historia de
Francia y la Revolución Rusa de 1917 para hacer otra distinción importante, que el
aparato de Estado puede permanecer a pesar de las revoluciones, golpes de Estado o
desmoronamientos del Estado, ―sin que el aparato quede afectado o modificado: puede
permanecer a pesar de los acontecimientos políticos que afecten la posesión del poder
del estado.‖1257 Toda entidad clasista de dominio precisa de una ideología oficial, pues
―según nuestros datos, ninguna clase puede detentar durablemente el poder del estado
sin ejercer al mismo tiempo su hegemonía sobre y en los aparatos ideológicos del
estado.‖1258 La principal realidad que estudió Althusser fue el capitalismo maduro de la
segunda mitad del siglo XX, por eso hace la distinción entre el AE público y los AIE
privados, agregando que los límites entre lo uno y lo otro son propios del derecho
burgués, y que ―poco importa si las instituciones que los realizan son públicas o
privadas. Importa su funcionamiento. Las instituciones ―privadas‖ pueden ―funcionar‖
perfectamente como aparatos ideológicos del estado.‖1259
Sobre el funcionamiento del AE, mencionó que éste funciona con violencia,
mientras que los AIE funcionan con ideología; aunque hace la aclaración de que no
existe un aparato puramente represivo, pues de ejemplo pone al ejército y la policía (y
podríamos agregar a la burocracia y al clero) que ―también funcionan ideológicamente,
tanto para asegurarse su propia cohesión y reproducción como para proyectar afuera sus
―valores‖.‖1260 Por otro lado, ―los aparatos ideológicos del estado funcionan de manera
preponderantemente ideológica, pero secundariamente de modo represivo, aunque sea
sólo en casos extremos y suave, disimuladamente e incluso simbólicamente (no existe
había quedado en una fase descriptiva, más no se había teorizado. Althusser reconoció que el autor que
más peso puso en esta teorización fue Antonio Gramsci.
1256
Ibíd., Pp. 109-1110.
1257
Ibíd., P. 108.
1258
Ibíd., Pp. 112. Cursivas originales.
1259
Ibíd., P. 110.
1260
Ibíd., P. 111.
312
un aparato puramente ideológico). Las iglesias y las escuelas ―educan‖ con métodos
apropiados y con sanciones, exclusiones, selecciones, etc. También la familia y también
el AIE cultural (la censura, por ejemplo, para no mencionar otra cosa), etcétera.‖1261
Pero la razón por la cual se tejen combinaciones sutiles, explicitas o tácitas, entre
el AE y la pluralidad de los AIE, ―lo que unifican su diversidad es su mismo
funcionamiento, en la medida en que la ideología según la cual funciona está siempre,
de hecho, unificada –a pesar de sus contradicciones y diversidad- bajo la ideología
dominante, que es la de la ―la clase dominante‖‖.1262 Esta es otra diferencia fundamental
entre el AE y los AIE, pues mientras el primero se ―constituye [en] un todo organizado
cuyos distintos miembros están centralizados bajo una unidad de mando –la de la
política de lucha de clases que aplican los representantes políticos de las clases
dominantes que detentan el poder-,‖ los AIE ―en cambio, son múltiples, diferentes,
―relativamente autónomos y susceptibles de ofrecer un campo objetivo a
contradicciones que expresan, de modos limitados o extremos, los efectos de los
choques entre la lucha de clases capitalista y la lucha de clases proletaria y sus formas
subordinadas.‖1263
Pero todavía queda una cuestión en el aire, y es sobre cuál es la función de los
AIE. A esto, Althusser respondió tal y como lo plantea el marxismo: ―El rol del aparato
represivo del estado, consiste esencialmente en cuanto que aparato represivo, en
asegurar por la fuerza (física o de otra especie) las condiciones políticas de la
reproducción de las relaciones de producción (qué en último término son relaciones de
explotación).‖1264 En este caso, la ideología oficial es otro brazo del Estado, por el cual
mantiene la armonía entre las diferentes contradicciones sociales. Antes de entrar al
estudio de la religión tarasca como un AIE, queremos rescatar una nota de Althusser
sobre estos AIE, pues menciona que ―la lucha de las clases explotadas puede también
ejercerse en las formas de los AIE y así volver el arma de la ideología en contra de las
clases dominantes.‖1265 No profundizaremos en este punto, pero sirve de ejemplo para
desmitificar la concepción de las sociedades totalitarias de corte orwelliano, y su
extrapolación al pasado preindustrial que intentaron realizar varios autores de la
segunda mitad del siglo pasado, dónde se concebía un mundo totalmente dominado por
el Estado, y donde no había ningún tipo de resistencia.1266
Si bien el análisis que hizo Althusser se basa en el capitalismo moderno del siglo
XX, también mencionó que en las sociedades precapitalistas el principal de los AIE era
la religión, y de ejemplo mencionó la lucha que existió en Francia después de la
revolución burguesa de 1799, que se concentró en combatir el poder de la iglesia del
1261
Sobre éste punto Althusser mencionó que ―podemos afirmar que todo aparato del estado, sea
represivo o ideológico, ―funciona‖ con violencia e ideología, pero con una diferencia importantísima que
impide confundir los aparatos ideológicos con aparato (represivo) del estado.‖ Ibíd., P. 111.
1262
Ídem. Cursivas originales.
1263
Ibíd., P. 113.
1264
Ibíd., P. 114.
1265
Ibíd., nota a pie núm. 10, Pp. 144-145. Luis Villoro mencionó sobre éste aspecto que ―pensar que
contra el dominio de las falsas ideas cabe una ―lucha ideológica‖ (como pensarán tantos ―ideólogos‖
marxistas posteriores) es una ilusión; la única lucha contra la ideología es la práctica.‖ VILLORO, LUIS.
―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, Óp. Cit., P. 61.
1266
Ver capítulo I de la presente investigación sobre el trabajo de Wittfogel, en el apartado titulado ―El
modo de producción hidráulico y los estudios marxistas sobre el Michoacán prehispánico‖.
313
Ancien régime.1267 La importancia de la religión en las sociedades mesoamericanas es
bien conocida para considerarla como el AIE por excelencia, sobre la cual giraba la
concepción del universo de los pueblos indígenas. Lamentablemente no se han realizado
estudios con rigor académico sobre la transmisión del saber, la educación y
adoctrinamiento religioso entre los tarascos prehispánicos,1268 tópico que va más allá de
esta investigación. Aquí sólo esbozaremos los ejemplos de los AIE que se pueden
encontrar en las fuentes del Michoacán prehispánico, entre los que se encuentran la
familia, adoctrinamiento ideológico, avisos, razonamientos y arenga guerrera.
La familia1269 es la forma básica de la asociación de individuos y es parte
fundamental para la organización de las sociedades. No por nada Engels le prestó una
importancia capital en su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado,
donde queda de manifiesto las interacciones y evolución de esos tres tópicos a lo largo
de la historia. Lamentablemente para el caso tarasco, la información sobre la familia
prehispánica es escasa,1270 aunque la suficiente para tener una idea de su
funcionamiento como un AIE. La RM dedica seis capítulos sobre la forma que se
casaban los tarascos antes de la conquista, donde se mencionan datos interesantes de la
organización básica tarasca. Salvador Pulido hace hincapié en las distintas prácticas de
matrimonio entre la clase dominante y la clase dominada. Aunque en ambas clases se
les aconsejaba a las parejas que fueran buenos casados, no pelearan, cumplieran sus
deberes y no cometieran adulterio, una diferencia fundamental entre las ceremonias de
matrimonio, es que en las de la clase dominante eran presididas por un cúritiecha u
otros sacerdotes, mientras que a los casamientos de la gente baja, no iban los
sacerdotes.1271 Para los purépecha existía una regulación menos rígida, incluso había
cierta ―libertad‖, ya que se podían casar por amor sin dar aviso a sus padres. La RM
menciona que la clase dominante practicaba la endogamia, pues de ―esta manera tienen
de casarse los señores entre sí, que se casaban siempre con sus parientas y tomaban
mujeres de la cepa donde venían y no se mezclaban los linajes, como los judíos.‖1272
Para el caso de los purépecha se menciona que las parejas ―si eran de un barrio,
quedaban casados; sino, no se la daban [sus padres de la mujer al mancebo]‖,1273 aunque
esto se menciona cuando las parejas se conocían carnalmente y los padres de la mujer se
enojaban, no queda claro si la unión de personas de distintos barrios era aceptada.
Salvador Pulido interpreta que ―dicha ―libertad‖ [de la clase dominada] era en
realidad más que eso; era una evidente despreocupación por parte del Estado sobre
cómo se casaban los miembros de esta clase.‖1274 Mientras que la presencia de un
sacerdote en los matrimonios de los señores lo traduce ―en un mayor cuidado de los
1267
ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del estado (notas para una investigación)‖,
Óp. Cit., P. 116.
1268
Cf. TORRES SÁNCHEZ, SANTIAGO RAMÓN. La educación en el antiguo Michoacán. Tesina
para obtener el título de Licenciado en Historia. Asesor: Guadalupe Cedeño Peguero. Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 1998.
1269
Althusser menciona que ―la vida cotidiana nos ofrece innumerables ejemplos [de las sutiles
combinaciones entre el aparato (represivo) del estado y los AIE]: pero hace falta estudiarlos en detalle
para superar esta simple observación.‖ ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del
estado (notas para una investigación)‖, Óp. Cit., P. 111.
1270
El mejor estudio para el caso tarasco es el trabajo de KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio
en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit.
1271
RM, Tercera Parte, Cap. X, XI, XII.
1272
RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 27, P. 215.
1273
RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, P. 218.
1274
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha…, Óp. Cit., P. 155.
314
usos y el cumplimiento de las regulaciones que se establecen para la gente baja asociada
al mismo poder, para la gente de mayor valor social en términos del Estado.‖1275 A esto
hay que agregar que el matrimonio entre nobles también tenía la finalidad se asegurar
acuerdos políticos, servir al cazonci y obedecerle, y alegrar a los dioses. Las familias
tarascas reproducían la vida social y orden establecido, las relaciones de producción y la
ideología estatal.
Existe poca información de cómo se transmitía el conocimiento especializado,
en especial el relacionado con la ideología oficial. Hay elementos suficientes para
considerar a la casta sacerdotal como la guardiana de este conocimiento, que incluía
aritmética, astronomía, computo del tiempo, medicina, historia, música, danza, magia y
religión; este conocimiento no era monopolio de la casta sacerdotal, los mercaderes
debieron hacer uso de la aritmética para comerciar; hombres y mujeres conocían sobre
medicina, herbolaria y hechicería; y se hace mención que las familias conocían a sus
antepasados. Aunque las fuentes no lo mencionan explícitamente, los sacerdotes eran
los encargados de educar a los miembros de la clase dominante, y de predicar a la clase
dominada. La clave se encuentra en el capítulo donde Taríacuri les avisó a sus sobrinos
e hijo, como debían de ser señores y haber un señorío, y de cómo los dioses estaban
enojados a causa de la degeneración moral en los pueblos vecinos, el mal
comportamiento de sus señores y habitantes prototarascos. Tras narrar ampliamente la
situación política de la cuenca de Pátzcuaro y los alrededores, el compilador de la RM
menciona un comentario importante:
―Todo este capítulo pasado tenía el caçonzi en mucha reverencia y hacía al sacerdote, que
sabía esta historia, que se la contase muchas veces y decía que este capítulo era dotrina de
1276
los señores y que era aviso que había dado Taríacuri a todos ellos.‖
La definición que da Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o
española de la palabra doctrina es la siguiente:
DOCTRINA, la enseñança, a docendo, y dotrinado, el bien disciplinado que ha tomado la
dotrina de su maestro. Doctrina Christiana, lo que está obligado a saber el Christiano, y se
le enseña en la niñez. Doctrina sana, doctrina falsa, doctrina comun, doctrina peligrosa y
dudosa. Niños de la doctrina, pobrecitos huérfanos, que se recogen para doctrinallos y
criallos, y después los acomodadan poniendolos a que deprendan oficio, obra de gran
1277
caridad. Doctrina comun, la que tiene comúnmente la escuela de los Doctores.
Tres elementos a rescatar de esta definición son: que es enseñanza de un
maestro, se está obligado a saber dicha enseñanza, y que se enseña desde la niñez. En
los diccionarios de tarasco del siglo XVI, hay entradas sobre los conceptos que se tratan
aquí:
―Dotrina,
doctrina.
Amhurendahperaqua‖;
―Deprender
[aprender].
Hurenguareni‖; ―Escuela donde deprenden. Hurenguarequaro‖; ―Escuela de dançar.
Varaqua hurenguarequaro‖.1278 En la RM se mencionan varios lugares que pudieron
haber servido para transmitir este conocimiento a los futuros señores, las casas de los
papas, la casa del águila, mientras las mujeres se mantenían encerradas. El capítulo
donde vemos como se adoctrinaba a los señores, es el que tiene que ver sobre como los
sacerdotes le avisaban y enseñaban a Taríacuri:
1275
Ibíd., P. 156.
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 113v, P. 118. Cursivas nuestras.
1277
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra D, P. 324v
1278
DGLM-I. Pp. 276, 225, 328. En los dos tomos del diccionario existe una cantidad mayor de palabras,
sólo mencionamos estas para ejemplificar los conceptos.
1276
315
―Y los dichos sacerdotes, que eran hermanos Chupitan, Nuríuan y Tétaco, no hacían sino
amonestalle y avisalle todos tres y diciéndole: "señor Taríacuri, ya tienes descreción: trai
leña para los cúes, da de comer leña a Curícaueri, porque te han hecho huérfano los isleños
de la laguna, que te mataron a tu padre. Tú, ¿no le llamarás ahora padre si fuera vivo y
madre?. Y matárontele tu tío, hermano de tu madre y tus criados, porque tú estabas en la
isla de Xaráquaro donde nasciste. Trai leña para los cúes y acuérdate desta injuria, para
vengalla, en los tíos de tu madre. Que si no oyeres esto y lo quisieres entender, mira que
hay cu en la isla de la laguna y que sacrifican allí y allí te pondrán aspado para sacrificarte.
Mira a la otra isla llamada Pacandan, que allí también sacrifican y allí también te
maltratarán. Mira también acá a lo alto, donde está Curínguaro, que allí también sacrefican
y allí te matarán. Y en Cumachen también sacrifican y en Çacápuan y en Zizanban, que es
Naranjan, allí te mataron tu abuelo. Tú ¿no le llamarás abuelo ahora y abuela?. Y en
Zicháxuquaro te mataron otro abuelo llamado Ticátame, mira que hay allí cu y sacrifican.
Y en todos estos lugares te pueden matar si no fueres el que has de ser y oyeres lo que te
decimos. Dichoso aquél que ha de ser rey. O éste que lo ha de ser. Quizá no es señor mas
de baja suerte y uno del pueblo, por la mucha leña que habrá traído a los cúes de
Curícaueri, ¿y será algún pobre o algún miserable el que ha de ser rey?. Y tu cabeza estará
entonces alzada sobre algún varal donde te mataren si no eres el que debes. Trae leña para
quemar en los cúes, para dar de comer a los dioses celestes y a los dioses de las cuatro
partes y al dios del infierno. Harta de leña a todos cuantos dioses son. Mira que es muy
liberal Curícaueri, que hace las casas a los suyos, y hace tener familia y mujeres en las
casas, y viejos que hacen fuego y hace tener alhajas y esclavos y esclavas, y hacer poner en
las orejas orejeras de oro, y en los brazos brazaletes de oro, y a la garganta collares de
turquesas y plumajes verdes en la cabeza. Trai leña para los cúes y sacrefícate las orejas.
Dichoso el que ha de ser rey". Y diciéndole esto asíanle de la oreja, diciéndole: "señor,
señor Taríacuri, ¿cómo, no eres ya hombre?. Acuérdate de vengar las injurias. Mira, señor
Taríacuri, que nos oigas, ¡pobre de ti, si no nos oyes!. Porque mirarás a los otros cómo
comen, alargando el pescuezo para mirallos y quizá andarás por ahí con una manta hecha
pedazos. ¿Cómo, no entiendes esto que te decimos?. Mira que somos viejos. Dichoso quien
fuere señor de la gente. Quizá no es señor, mas uno del pueblo. Dichoso tú, señor
Taríacuri, óyenos esto que te decimos". Y los viejos nunca cesaban de avisalle. Quizá por
ser valientes hombres y continuos del servicio de los cúes, por eso le dicen todo esto.
Estaban todo el día e la noche avisándole y nunca cansaban sus bocas. […] Y los
sacerdotes lo habían con sólo Taríacuri y todo el día y toda la noche no hacían sino
pedricalle y avisalle. Y los viejos trabajaron tanto en lo que le decían, que oyó lo que le
1279
decían y empenzó a traer leña y rama para los cúes y llevábala a los patios de los cúes.‖
Felipe Castro Gutiérrez y Cristina Monzón investigaron algunos vocablos
tarascos registrados en los diccionarios del siglo XVI, y que giran en torno a la
autoridad. Dos de ellos son sugerentes, tomando en cuenta el pasaje de la educación
recibida por Taríacuri: ―Chechexequa (―autoridad, majestad‖). Aquello que (-qua)
induce mucho miedo (-che) en el cuerpo (xe). Chemazqua (autoridad, majestad‖). Es
aquello que (-qua) induce miedo (che) repetidamente (-zca, reducido a -z) a lo largo del
tiempo (-ma).‖1280
Por la otra parte, la clase dominada era adoctrinada principalmente en las fiestas,
donde se realizaban una serie de ritos, danza, música, sacrificios y discursos. La misma
relación de hechos narrada por el petámuti en la fiesta de Equata Cónscuaro es el
ejemplo por antonomasia de la reproducción de la ideología oficial; dichas fiestas no
sólo se celebraban en Tzintzuntzan, sino por todos los pueblos dominados,
reproduciendo la ideología por el territorio: ―Esta historia sabía aquel Sacerdote mayor
1279
RM, Segunda Parte, Cap. X, ff. 77-78, Pp. 45-47.
CASTRO GUTIÉRREZ, FELIPE; MONZÓN, CRISTINA. ―El lenguaje del poder: conceptos
tarascos en torno a la autoridad‖, en: OLIVIER, GUILHEM (Coordinador). Símbolos de poder en
Mesoamérica. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones
Históricas-Instituto de Investigaciones Antropológicas, (Serie Culturas Mesoamericanas núm. 5), 2008, P.
44.
1280
316
[petámuti] y enviaba otros sacerdotes menores [cúritiecha] por la Provincia, para que la
dijesen por los pueblos, y dábanles mantas los caciques. Después de acabada de recontar
se hacía justicia de todos aquellos malhechores.‖1281 Un ejemplo más es la ceremonia de
la guerra, que se hacía al mismo tiempo en la capital y en los pueblos del territorio
dominado: ―Y decía [el sacerdote hirípati] estas mismas palabras a las cuatro partes del
mundo y al infierno. Y hacían la cirimonia del encienso dos noches y después de haber
acabado sus oraciones, echaban todas aquellas pelotillas de olores en los fogones que
ardían delante de los qúes. Y este día, que este sacerdote llamado hirípati hacía estas
oraciones, a la misma hora, las hacían en toda la Provincia los otros sacerdotes de este
oficio llamados hirípacha.‖1282
Otra parte de la RM donde podemos ver en acción a un AIE, es el referente a la
participación de los guerreros en los combates. El grueso de los guerreros provenía de la
leva campesina, y contrario a la idealización romántica de la guerra mesoamericana, en
que las personas estaban siempre dispuestas a dar la vida por sus dioses y gobernantes,
en la RM observamos una actitud renuente a perder la vida por una recompensa mínima.
Por esta razón, los señores tenían que arengar a los guerreros para que no temieran el
combate:
―Mirá que no os halláis como de burla, si no cativáredes o matáredes los enemigos, no será
sino por el olvido que tuvistes con las mujeres en vuestros pueblos, por los pecados que
hecistes con ellas y por no entrar a la oración en la casa de los papas. Y no entrábades de
voluntad para hacer penitencia y teníades en mucho juntaros con las mujeres. Mirá, no
miréis atrás a vuestros pueblos. Mirá, no os volváis, que si os volviéredes o quebráredes
esto que os han dicho, aparejaos a sufrir. No volváis la cabeza a vuestras mujeres con quien
estáis casados ni a vuestros padres viejos. Esforzaos vuestros corazones; muramos, que
toda es una muerte la que habíamos de morir en los pueblos y la que muriéremos aquí.
1283
¿Dónde habéis de ir? Por esto sois varones. No quebréis estas palabras.‖
En caso de que el mero discurso no convenciera a los guerreros, el castigo que
sufrían los que se volvían de la guerra sin permiso era el ser asesinados o sacrificados.
Los castigos corporales eran usados para reprender las faltas cometidas, en la vida
cotidiana vimos como los sacerdotes jalaban de las orejas a Taríacuri para que hiciera
caso de los avisos, mientras que a los padres podían darles de palos a las hijas que
conocieran carnalmente a un hombre antes de casarse. Había distintos castigos para
reprender las faltas, desde el encarcelamiento por unos días, el destierro con deshonra y
embargamiento de tierras, aporreamiento, empalamiento, decapitaciones, e incluso a los
hechiceros les rompían la boca con navajas y vivos los cubrían de piedras.1284
Pero la mayor evidencia del poder y alcance de los AIE tarasco, fue la nueva
identidad étnica que logró forjar en su territorio, para lograr la cohesión territorial en el
corazón político del Tzintzuntzan Irechequa, la cuenca de Pátzcuaro y la zona étnica
nuclear tarasca, así como una zona de asimilación activa amplia, donde logró imponerse
el idioma y la identidad cultural étnica tarasca. Un verdadero proceso de
1281
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62v, P. 16.
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190.
1283
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18-18v, Pp. 197-198.
1284
RM, Tercera Parte, Cap. VIII, ff. 20v-21v, Pp. 202-204; sobre el empalamiento véase [MONTES DE
OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 24; sobre la decapitación puede
consultarse el ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 341, y en la RM también se menciona éste castigo en varias
ocasiones.
1282
317
―tarasquización‖ o ―uacusichazión‖1285 que trató de borrar la diversidad y
heterogeneidad cultural que había imperado en los señoríos prototarascos, hasta que la
identidad e ideología uacúsecha, su forma de vida, su dios Curícaueri, la toponimia,1286
e incluso su historia, fueron impuestas sobre los cultos e historias locales. Hay evidencia
documental de cómo el discurso que pronunciaba el petámuti y los curitíecha, donde se
contaba la historia de cómo los antepasados del cazonci vinieron a la provincia y la
conquistaron, caló profundamente en la memoria histórica de los habitantes de
Michoacán, aun después de la conquista española. En la Relación Geográfica de Cuiseo
de la laguna, se menciona que ―ordinariam[en]te, había en los templos gente, unos,
quemando olores, u otros, bailando, y otros, contando los sucesos de sus guerras; de
m[ane]ra que, de noche y de día, estaba abierto y [con] grandes lumbres dentro.‖1287
Estos sucesos de guerras no debieron ser otras más que el discurso de la fiesta de
Equata cónscuaro.
Los aparatos ideológicos del Estado tarasco fueron sumamente efectivos, pues
en las poblaciones étnicamente tarascas, se encuentra poca evidencia escrita en la
documentación colonial, de los cultos locales existentes anteriores a la formación del
Tzintzuntzan Irechequa. En las pocas referencias documentales que hay del pasado
prehispánico en Michoacán, cuando las comunidades indígenas usaron la historia para
reivindicar y legitimar su derecho a la tierra en el sistema colonial, el principal
argumento era que esas tierras se las había dado el cazonci, al cual le debieron lealtad y
a cambio recibieron mercedes, sin retroceder más en el tiempo; casi todas lo más lejano
en el tiempo que refieren, es el pasado uacúsecha (ca. 1200-1522) o un pasado
―antiguo‖ mítico anterior. La memoria histórica colectiva de los indígenas había sido
impuesta o influida por los AIE tarascos reproduciendo la ideología oficial tarascouacúsecha; incluso los grupos étnicos no tarascos, como los nahuas, otomíes y
matlatzincas, quienes reconocían su pasado fuera de las fronteras del Tzintzuntzan
Irechequa, pero reconocían al cazonci como su señor. Hans Roskamp identificó dos
tradiciones historiográficas indígenas en Michoacán, la tradición tarasco-uacúsecha, y la
tradición nahua de la Tierra Caliente; aunque se podrían identificar otras, como la
otomí-matlatzinca. Prácticamente todos los documentos coloniales michoacanos,
producidos por los indígenas para reclamar su derecho a la posesión en tierras, ante las
autoridades virreinales, adjudicaron al cazonci como la autoridad que les dio legitimidad
sobre las tierras de sus pueblos, o que tenían derecho a la tierra por haber descubierto y
poblado antes que los tarasco-uacúsecha, pero fueron tributarios del cazonci.
En la tradición historiográfica uacúsecha, los documentos fueron escritos y
elaborados reinterpretando o tergiversando el pasado para reivindicar los derechos sobre
las tierras, haciendo alusión a la forma de vida chichimeca, relatando episodios
históricos que probablemente nunca acontecieron, y en un gran desorden cronológico
respecto a la sucesión de los gobernantes tarascos; pero lo importante de esto, es que
1285
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., P. 3.
1286
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Toponimia purépecha. Del carácter plurilingüe y del cómo
denominaban a los pueblos en el Michoacán prehispánico‖, en: LEFEBVRE, KARINE; PAREDES
MARTÍNEZ, CARLOS (Editores). La memoria de los nombres: la toponimia en la conformación
histórica del territorio. De Mesoamérica a México. México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoCentro de Investigaciones en Geografía Ambiental, 2017, Pp. 59-60.
1287
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Corchetes
originales, cursivas nuestras.
318
aparecen personajes del linaje uacúsecha: Ireti Ticátame, Pauacume, Haramen,
Taríacuri, Tzitzíspandácuare, Zuangua, Tzintzincha, Antonio Huitziméngari y sus
herederos, como los que otorgaron derechos, colocaron mojoneras, repartieron tierras a
los habitantes de los pueblos tarascos, o durante la época colonial reafirmaron dichos
derechos. Esta tradición historiográfica fue ampliamente utilizada por los pueblos
indígenas para defender las tierras comunales frente a gente externa.1288
En otras historiografías indígenas michoacanas se reconoce un pasado anterior a
la época uacúsecha, pero se menciona la sujeción al cazonci, ya como alianza,
confederación o conquista, pero a fin de cuentas, reconociendo al cazonci como señor
supremo quien les otorgó los derechos sobre la tierra, el que impartía justicia y de
haberle pagando el tributo. Hans Roskamp también investigo la tradición historiográfica
nahua de la Tierra Caliente, y caracterizó algunas de sus peculiaridades. En 1577, los
nahuas de Santa Ana Tetlaman, pueblo sujeto a Tepalcatepec, pidieron sustraerse de la
cabecera para ya no dar servicios y obras públicas; el argumento fue que no eran
tarascos, sino de lengua mexicana, y por eso hicieron probanza donde dieron noticias de
su origen. Las noticias que se dan es que los nahuas de Santa Ana Tetlaman tuvieron su
origen en la costa del Golfo de México, en un lugar llamado Chalquicuecan o
Chalchiuquecan: ―los naturales y antepasados de él vinieron a esta provincia de
Michoacán desde la Veracruz donde aportaron puerto que es de esta Nueva España y
por su valor y esfuerzo de armas pasaron por todas las provincias de Zempoala,
Tepeaca, Tlaxcala y México, haziendo cosas señaladas por ellos sin que ninguna
persona pudiese defender el paso que traían buscando tierra dispuesta para poderla
poblar y con este intento llegaron a la mar del Sur y de allí, dieron la buelta donde al
presente están edificados y allí fundaron y poblaron el pueblo que oy se llama
Tletlaman.‖ Otra pregunta pedía contestar: ―si saben que después de edificados y
poblados los dichos naturales en el dicho pueblo de Tletlaman estubieron muncho
tiempo y residieron sin reconoscer dominio ni señorío de los señores naturales de estas
probincias hasta que de ay a munchos años vinieron a esta ciudad de Mechuacán de su
propia voluntad a confederarse con el señor que a la sazón gobernava de quien
sucedieron les cazonzis a quien admitió en paz y amistad y dexó en su libertad y
poblazión y les encomendó la frontera de esta probincia, por la parte por do ellos
estavan contra las gentes con quien tenían guerra, y así obedescían y respectavan al
dicho Cazonzi, el qual les administrava justicia en las causas y cosas que se les
ofrecían tratándolas en, esta ciudad, sin conocer otra jurisdicción sobre sí ni pueblo ni
persona alguna antes siendo ellos cabezera y frontera en la probincia digan.‖1289
La historia de esta migración, junto a otros documentos, le ha permitido a
Roskamp interpretar el Lienzo de Jicalán, elaborado hacía 1566, ya que también éste
documento hace referencia a la migración de un grupo nahua de la cosa del Golfo. Se
entiende que es la historia del grupo denominado como xiuhquilteca, cuyo lugar de
origen es llamado Chalchiuihtlahpazco, lugar mítico representado como una cueva o
vasija. A diferencia de los uacúsecha que se reivindicaron como chichimecas, los
xiuhquilteca se reivindicaron como toltecas (―maestros de artes‖), y su dios patrono fue
Tezcatlipoca. El lienzo representa los diversos lugares por los que pasaron buscando
cobre y matiz, hasta llegar a Michoacán donde descubrieron y tomaron posesión de las
1288
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., Pp. 283-284.
1289
CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, en:
Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Históricas, 1969, vol. 9, Pp. 215-221. Cursivas nuestras.
319
minas, y su posterior actividad minera y metalúrgica en el cinturón de cobre de Tierra
Caliente. Posteriormente se relata su alianza y sujeción al linaje uacúsecha, en este caso
pagando tributo al señor de Ihuatzio, Tucúruan. Para el período colonial, se hace
mención del cambio de sede de poder de Tzintzuntzan a Pátzcuaro, y al gobierno de
Antonio Huitziméngari.1290
En esta región de Tierra Caliente se localiza el pueblo de Santiago Acahuato,
que era sujeto a Tancítaro en 1580. La RM menciona que eran ―los pueblos de los
nauatlatos llamados Hacáuato, Zizupan, Chenengo‖;1291 la Relación geográfica de
Tancítaro donde se describió la región, mencionó que ―hablan, todos estos naturales
desta cabecera de Tancitaro y sus sujetos, la lengua tarasca; excepto un pu[ebl]o que se
dice Santiago Acauato, que éstos, aunque entienden la tarasca, hablan la mexicana.‖1292
Aquí vemos un proceso de asimilación donde los nahuas de la región empezaron a
adoptar la lengua tarasca. En otro documento temprano de 1543 y redactado en lengua
tarasca, la nobleza nahua de Tzintzuntzan, relató como una veintena de mercaderes
nahuas fueron capturados y avasallados por el cazonci Tzitzíspandácuare, quien les
otorgó sementeras y gente para su servicio.1293
Las relaciones geográficas de Michoacán, redactadas después de 1577, también
dan interesante información sobre el funcionamiento de los AIE, los habitantes no
tarascos y su pasado, en especial en la tradición historiográfica otomí-matlatzinca. A
pesar de que pueblos otomíes habitaron el territorio que posteriormente fue conquistado
por los tarascos, la mayoría refirieron su pasado al período uacúsecha, 100 años antes.
De acuerdo a las fuentes del Centro de México, el Valle de Toluca y sus habitantes
matlatzincas y mazahuas fueron conquistados por la Triple Alianza mexica durante los
años 1472-1475, y se volvieron tributarios.1294 Para 1476-1477, acaeció la campaña en
que los mexicas al mando de Axayácatl trataron de conquistar al Tzintzuntzan
Irechequa, pero fueron aplastados por los guerreros comandados por el cazonci
Tzitzíspandácuare. Esta derrota desprestigió enormemente el poderío mexica, y algunos
pueblos del Valle de Toluca que habían caído en la órbita de dominio de la Excan
Tlatoloyan del Centro de México aprovecharon la oportunidad para buscar la protección
del cazonci.; y ―a raíz de esta derrota es explicable que muchos matlatzincas, otomíes y
mazahuaras trataran de liberarse del yugo mexicano‖.1295 Los mexicas dejaron por
señores de los matlatzincas a Chimeltecutli y Tlatoane, pero
―…los vasallos de este se quisieron levantar contra él porque los fatigaba demasiadamente
por servir y contentar al de México, vino segunda vez [Axayacatzin] contra ellos, y les dió
guerra y los destruyó, y algunos se fueron fuera de su natural, especialmente los de
1296
Zinacantepec, que se fueron á Mechuacán, donde ahora llaman Tlaulan…‖
1290
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., Pp. 109-159.
1291
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153.
1292
MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 296. Corchetes y
cursivas originales.
1293
MONZÓN, CRISTINA; ROSKAMP, HANS; WARREN, J. BENEDICT. ―La memoria de don
Melchor Caltzin (1543): Historia y legitimación en Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 31-34.
1294
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 21-22.
1295
Ibíd., P. 26.
1296
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P.
200.
320
Estos pueblos de refugiados se establecieron en lugares como Charo, Necotlán,
Taimeo y Sirándaro, dieron relación de como para 1480, huyeron del dominio mexica
hacia Michoacán, donde pidieron asilo al cazonci Tzitzíspandácuare y este los repartió
en varias partes de su territorio. De los variados testimonios, daremos de ejemplo dos
muy significativos, los indígenas de Necotlán mencionaron que:
―Dicen los antiguos viejos que habrá como cien a[ñ]os q[ue] un principal otomí, que se
decía UCELO APANZE, vino huyendo de México y se recogió ante un señor que se decía
CHICHISPANDAQUARE, padre del CAZONCI, rey que fue desta provincia, y éste les
dio estas tierras y los mandó poblar en este sitio, y en otros pueblos que se dicen Taymeo y
1297
Matalzingo, y en otros pueblos de tierra caliente, donde al presente viven.‖
Más adelante se menciona un dato por lo demás sugestivo, pues se dice que
―estos naturales, además de su lengua otomí, hablan, tratan y contratan en la lengua
tarasca, y se confiesan en ella. Andan vestidos como los tarascos…‖. 1298 Aquí se deja
ver el funcionamiento de los AIE tarasco para asimilar culturalmente a los grupos
étnicos no tarascos, pues el idioma tarasco se había impuesto como lingua franca en el
Michoacán prehispánico, a través de la cual se trató de imponer la religión, valores y
forma de vida uacúsecha; lo cual fue aprovechado por los religiosos evangelizadores en
la época colonial, al usar la lengua de la clase dominante uacúsecha para imponer una
nueva ideología, donde Curícaueri fue sustituido para dar paso a Jesucristo. Otro
testimonio similar, pero de los otomíes de Tierra Caliente, se vuelve a mencionar como
Tzitzíspandácuare dio derecho a la tierra a los refugiados, y que aparte de hablar la
lengua otomí, también hablaban la tarasca:
―Los naturales deste pu[ebl]o de Taymeo, y [los de] sus sujetos, es toda una lengua que se
dice[n] otomíes. Solían ser naturales de tierra de México, y, en el tiempo de su infidelidad,
siendo maltratados por los REYES MEXICANOS, se vino un principal que se decía
TIMAX, y trató con un señor que había en esta provincia q[ue] se decía
CHICHISPANDAQUARE, padre de CAZONCI, que él quería poblar esta provincia y
tributarle como los demás pueblos, que le diese donde hiciese asiento y poblase. Y, ansí, el
CHICHISPANDAQUARE, como señor que era de toda esta provincia, le señaló y dio este
sitio de Taymeo donde poblase. Y, ansí, habrá como cien a[ñ]os, según LA CUENTA de
los indios, que poblaron, y, así saben su lengua materna y la tarasca, que es la general
1299
desta provincia, y, así, usan una y otra.‖
En la Relación Geográfica de Acámbaro, donde habitaban tarascos, chichimecas
y otomíes, estos últimos mencionaron que migraron desde Hueychiapan, sujeto a
Xilotepec, guiados por cuatro principales otomíes con 70 personas, y viajaron a
Michoacán para ponerse al servicio del cazonci, quien les señalo un sitio en
Guayangareo, pero no les gustó y poblaron Acámbaro: ―y [dicen] que el s[eño]r que
entonces gobernaba en Mechoacan se llamaba TARIACURE, y entonces, por la orden
q[ue] los otomíes poblaron en este d[ic]ho pu[ebl]o, poblaron ansimismo los indios que
dicen chichimecas, los c[ua]les tuvieron siempre los gobernadores del d[ic]ho
1297
MORENO GALLEGO, PEDRO. ―Relación de Necotlán‖ [1 de septiembre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 82. Mayúsculas y cursivas
originales.
1298
Ibíd., P. 187. Cursivas originales.
1299
MARTÍNEZ VERDUZCO, JUAN. ―Relación de Taimeo‖ [29 de agosto de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 276. Mayúsculas, cursivas
y corchetes originales.
321
Mechoacan, puestos en frontera para defensa de sus tierras contra los indios mexicanos
y otros enemigos suyos.‖1300
Noemí Quezada encontró información documental de como para 1630, los
indígenas de Charo aún tenían memoria de su llegada a la región, huyendo de los
maltratos de los mexicas, un testigo mencionó:
―…y esto sabe porque de unos viejos a otros ha habido siempre tradición y han entendido
que la venida de estos naturales a este pueblo fue porque sus antepasados vinieron de
Toluca por vejaciones que allá recibían y así entendieron que primero se vinieron los
naturales de Santiago Necotlan, Jesús y Neutla que están en tierras de su Majestad y los
antepasados de esta dicha Villa como hallaron este puesto desocupado se poblaron en él; y
1301
fueron aumentando hasta estar en mucha cantidad y así se ha ido continuando…‖.
Otro testigo mencionó que:
―…el bisabuelo de este testigo que era de Toluca con otros indios se vinieron huyendo de
ella por los malos tratamientos que les hacía Moctezuma Emperador de México y llegados
a esta Provincia el Rey de ella y Catzonci a quien pidieron les amparasen a lo este puesto
[Charo] para que en el viviesen y estando ya avecindados enviaron a avisar a sus familiares
y de su nación la buena acojida que habían hallado con que se vinieron casi trescientos y se
1302
avecindaron en esta dicha villa…‖.
En estas tradiciones historiográficas indígenas, a pesar de proceder de distintos
grupos étnicos, ya fueran tarascos, nahuas, otomíes, matlatzincas, mazahuas, etcétera.,
que conformaron y estuvieron dentro de los límites políticos territoriales del
Tzintzuntzan Irechequa, ya haya sido bajo conquista, alianza, confederación o
refugiados, podemos detectar dos elementos comunes: todos reconocen haber sido
vasallos y su derecho a la tierra otorgado del y por el cazonci. Esto tiene marcadas
implicaciones, pues en algunos casos vemos que, dependiendo de la región étnica
promovida por el Estado tarasco, se adoptó el idioma y hasta la forma de vestir tarascas
en la zona de asimilación, mientras que en la zona de segregación, se siguieron otras
estrategias de dominio por parte de la clase dominante uacúsecha. Si bien se nota cierta
tendencia a reivindicar un pasado anterior a la época de dominio uacúsecha ante las
autoridades coloniales (como en el caso de la historiografía nahua de la Tierra Caliente
para reclamar el derecho a usufructuar las minas de cobre y matiz), esto poco debió
importarle al cazonci, quien a fin de cuentas, estaba a la cabeza de una entidad política
que cobraba el tributo, o los pueblos sujetos se tuvieron que atener a las consecuencias
de no pagarlo.
1300
VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya
y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 61. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales.
1301
QUEZADA RAMÍREZ, MARÍA NOEMÍ. Los matlatzincas. Época prehispánica y época colonial
hasta 1650. 1ª reimpresión, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Antropológicas-Dirección General de Publicaciones, 1996, P. 44. Apud. AGN, Hospital
de Jesús, 1635, Leg. 29, Vol. 51, Exp. 34, f. 55r.
1302
Ibíd., P. 44. Apud. AGN, Hospital de Jesús, 1635, Leg. 29, Vol. 51, Exp. 34, f. 79r.
322
21. LA COSMOGONÍA TARASCA EN SUS FUENTES
―Mas los mortales se creen que los dioses han nacido y que tienen la misma
voz, porte y vestimenta que ellos. / Los etíopes afirman que sus dioses son
chatos y negros, y los tracios, que ojizarcos y rubicundos son los suyos. /
Pero es que si los bueyes, caballos y leones pudieran tener manos, pintar con
esas manos y realizar obras de arte, como los hombres, los caballos, parejas a
caballos, y los bueyes, a bueyes pintarían las figuras de sus dioses; y harían
sus cuerpos a semejanza precisa del porte que tiene cada uno.‖
Jenófanes de Colofón, 580/570 - 457/466 a. de n.e.1303
La religión de los tarascos es uno de los grandes huecos de la historiografía del
Michoacán prehispánico, la falta de testimonios sobre el tema, y el hecho de que la
fuente etnográfica más importante, la RM, cuya primera parte trataba de ―dónde
vinieron sus dioses más principales y las fiestas que les hacían‖ se encuentre perdida,
nos impide tener una idea clara de la cosmogonía de este pueblo. Los documentos que
nos permiten tener cierta noción del sistema de creencias son escasos; en la misma RM,
Jerónimo de Alcalá dejó algunos comentarios haciendo referencia a la primera parte,
gracias a ellos podemos tener una idea sobre el contenido de la parte faltante. Otro
documento capital, único por esbozar el origen de la cosmogonía tarasca, considerado
como la parte perdida de la RM, lo escribió el jesuita Francisco Ramírez (1552-1630) en
1585, y es conocido como Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro],1304
ahí tenemos noticias sobre el origen del universo y la creación del mundo, los dioses y
los hombres. Un último grupo de testimonios donde encontramos información de éste
tipo los localizamos en el conjunto de documentos denominados Relaciones
Geográficas, escritas también para principios la década de 1580, así como otros textos
dispersos. En estos documentos coloniales, se encuentran fragmentos que versan sobre
la antigua religión, y permiten esbozar algunos de sus componentes y tratar de
coadyuvar -aunque sea hipotéticamente- los huecos de información.
A pesar de la falta de fuentes, no se ha cejado en intentar estudiar la religión
tarasca prehispánica; una larga tradición de estudios sobre este tema que se remonta a
los inicios de la historiografía moderna del pasado prehispánico michoacano, es decir, la
que se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, con la publicación de la RM.
Lamentablemente, una característica sobre la investigación histórica sobre este tópico,
es que ha construido enormes castillos en el aire,1305 donde la imaginación literaria ha
estado por encima de un análisis histórico crítico, o en que se han usado paradigmas
arqueológicos y antropológicos ahora superados, como lo son el centralismo y el
1303
BERNABÉ PAJARES, ALBERTO (Introductor, traductor y notas). Fragmentos presocráticos de
Tales a Demócrito. 3ª edición, España, Alianza Editorial, 2008, P. 106.
1304
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el
padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta
Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, Pp. 474-538. La sección del documento que contiene
información teogónica se encuentra entre Pp. 492-496; que fue publicada como apéndice en ALCALÁ,
JERÓNIMO DE. La Relación de Michoacán. Versión paleográfica, separación de textos, ordenación
coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco Miranda. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección
estudios michoacanos vol. V), 1980, Pp. 359-362. Nosotros proporcionemos en los apéndices de la
presente investigación una versión de éste texto, pero con la ortografía actualizada para su mejor
compresión. Véase Apéndice J.
1305
La Real Academia Española define castillos en el aire como ―ilusiones lisonjeras con poco o ningún
fundamento.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit.,
T. I, P. 436.
323
difusionismo. Es apenas con las recientes investigaciones que se vienen realizando bajo
nuevos modelos y metodologías, que empezamos a tener una nueva idea sobre la
religión prehispánica tarasca. Existe toda una pléyade de investigadores que han tratado
el tema, entre los más importantes se encuentran Eduardo Ruíz, Nicolás León, Eduard
Seler, José Corona Núñez, Félix Ramírez, Maurice Boyd, Francisco Hurtado Mendoza,
Jean-Marie Gustave Le Clézio, Helen Perlstein Pollard, María Isabel Terán Elizondo,
Cristina Monzón, Claudia Espejel, Guilhem Olivier y Roberto Martínez González.
Muchos de los trabajos de los primeros autores están ahora superados porque
fueron escritos con los paradigmas mencionados o con base en la imaginación literaria,
de hecho, fue hasta la década de 1990, que Helen Pollard fue de las primeras en abordar
el tema de las creencias prehispánicas con un bagaje teórico especializado, que le
permitió analizar algo que había pasado desapercibido para la mayoría de los
investigadores: la historicidad de la religión oficial tarasca, es decir, como con la
creación del Estado tarasco por parte de la elite uacúsecha, se estableció una ideología
nueva para legitimar el poder de una clase. Esto implica -Pollard citando a Eric Wolfque ―la construcción, deconstrucción, y reconstrucción de unidades culturales implica
también la construcción y destrucción de ideologías.‖1306 Pollard menciona los
antecedentes arqueológicos de las culturas más importantes, y su relación con los cultos
de los dioses de los tarascos, las tradiciones arqueológicas Chupícuaro, la Chumbicuaro
y la Balsas/Mezcala, y cómo la fusión de creencias particulares de los diferentes
señoríos anteriores a la formación del Estado tarasco, dieron forma a la religión oficial
uacúsecha expuesta en la RM, y los problemas de estudio que se presentan ante una
ideología nueva.1307 Por otra parte, Ricardo Aguilar distingue tres momentos dentro de
la historicidad de los símbolos religiosos tarascos, su temporalidad y características,
según lo relatado por el discurso de la RM:
1306
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Etnicidad y control político en una sociedad compleja: el Estado
tarasco en el México prehispánico‖, Óp. Cit., P. 221. A partir de este trabajo se han redactado diversos
trabajos que han aportado significativamente el entendimiento de la religión prehispánica tarasca, más
como una cuestión ideológica que como una cuestión folclórica.
1307
Ibíd., Pp. 221-239.
324
LA HISTORICIDAD DE LOS SÍMBOLOS RELIGIOSOS TARASCOS DE ACUERDO AL
RELATO DE LA ―RELACIÓN DE MICHOACÁN‖
Momento
1- Emigrantes uacúsecha
con sus dioses particulares,
los cinco Tiripimencha
Período histórico
ca. Siglos XII-XIII
Características
-La religión a Curícaueri es accesible a todos, pero
el mantenimiento del dios se hace por medio de los
uacúsecha
-Los gobernantes uacúsecha reconocen las
cualidades particulares de otros dioses para
favorecer a los hombres, y los adoptan.
-No existe una institución religiosa
2- Consolidación del culto Siglo XIV
-Se reconocen cultos locales
de Curícaueri y de anexión
-Los Tiripimencha se dividen y van a morar a
estratégica de algunos cultos
distintas partes
locales de la cuenca de
- Los gobernantes uacúsecha adquieren cargos
Pátzcuaro
religiosos por alianza matrimonial
-Aparece una institución religiosa que da
legitimidad a los gobernantes
-Se comienza a emplear una estrategia simbólica y
pragmática: preparan batallas y establecen
símbolos distinguibles para la guerra
3- Religión de Estado
Siglos
XV
y -Se inicia la delimitación de un territorio
principios del XVI
-Los Tiripimencha se vuelven a unir y moran en un
solo lugar, junto con otros cultos locales
-Existe una institución religiosa compleja
-La religión se convierte en un legitimador, en una
base ideológica para mantener la territorialidad y el
gobierno centralizado
CUADRO 18. FUENTE: AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y
sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Pp. 112-135. Elaboración propia.
Nos enfrentamos entonces a varios problemas al intentar analizar la religión
tarasca prehispánica: la falta de fuentes sobre la misma, los cultos locales existentes en
las diversas entidades políticas antes de la aparición del Estado tarasco,1308 la religión y
discurso oficial uacúsecha, la visión occidental con la que fueron redactadas las fuentes
escritas, y finalmente, los castillos en el aire establecidos por los diversos investigadores
que han tratado el tema. No es nuestra intención aquí el hacer un análisis profundo y
detallado de la religión prehispánica tarasca, sin embargo, la importancia de conocer
este sistema de creencias estriba, en el peso que tenía la cosmovisión para gran parte de
la vida tarasca: explicación del mundo, en su vida cotidiana, justificación política e
ideológica, y por supuesto esto se traduce en la concepción de la guerra. Aquí nos
limitaremos a hacer una síntesis narrativa de lo poco que se conocemos sobre los mitos
prehispánicos tarascos, agregando comentarios que nos parecen oportunos de varios
investigadores, así como nuestros. Como mencionamos en el primer capítulo, nosotros
partimos de una posición epistemológica en que lo tarasco debe ser estudiando dentro
de la categoría de Mesoamérica, pues si bien tuvieron particularidades culturales, es
cierto que compartieron mucho con otras culturas de la región, y consideramos que
pertenecían a este ―núcleo duro‖, por lo que los datos que tenemos sobre su cosmogonía
nos recuerdan a otros relatos de la misma naturaleza.
1308
Haciendo una analogía con ejemplos mejor conocidos, intentar explicar los cultos locales
prototarascos con la religión tarasco-uacúsecha, es como intentar explicar el judaísmo desde el
catolicismo.
325
Parte de la cosmogonía tarasco-uacúsecha la encontramos en la Relación sobre
la residencia de Michoacán [Pátzcuaro]. Sobre este texto se han realizado varios
análisis, uno de Ricardo Aguilar, que evita utilizar analogías con fuentes producidas por
otras culturas de Mesoamérica e interpretar el documento per se, y Roberto Martínez,
quien aparte de contemplar la analogía con los relatos cosmogónicos de otras culturas
de Mesoamérica, hace uso del modelo de taxonomía dualista mesoamericana que
plantea Alfredo López Austin, proponiendo así un modelo hipotético ―ideal‖ que
permite una lectura más profunda de la cosmogonía tarasca.1309 La información que
tenemos sobre las génesis de la teogonía tarasca son breves,1310 Francisco Ramírez
declaró que ―sólo consta aver tenido alguna noticia de la verdad del principio del
1309
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco, Óp. Cit., Pp. 135-154; MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre
los antiguos p‟urhépecha de Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto
de Investigaciones Históricas, (Serie Culturas Mesoamericanas núm. 6), 2013, Pp. 77-86.
1310
Existen por lo menos tres relatos que explican el origen del hombre en el Michoacán prehispánico,
uno es el testimonio de Francisco Ramírez de 1585. Otro es el contenido en la Relación Geográfica de
Ajuchitlán, aunque era territorio tarasco, la información teogónica contenida se relaciona más con la
cultura nahua y los habitantes cuitlatecos de la región: ―Las adoraciones eran en muchas maneras, porque
adoraban al SOL, a la LUNA, y a ídolos de piedra, de baro y madera, de diversas hechuras y tamaños. Y
dicen que entendían [que] había un DIOS PRINCIPAL que estaba en el cielo y lo había criado todo, y que
ha de haber juicio final; y que el mundo tuvo principio, y que hizo Dios un hombre un hombre y una
mujer de barro, y q[ue] se fueron a bañar y se deshicieron en el agua; y que los volvió a hacer de ceniza y
[de] ciertos metales, y los envió a bañar, y que no se deshicieron; y q[ue], de aquéllos, empezó el mundo.
También tuvieron q[ue] hubo diluvio y que, en un palo grande, como arca, les mandó su dios se metiese
un indio principal q[ue] llabaman TEUPIXQ[UE], que era como sacerdote, con su mujer e hijos, y aves y
animales y de todas semillas, y qué éstos escaparon, y todos los demás se ahogaron; y que, desque bajó la
mar, envió aquel hombre un ave que se llama aura, q[ue] es a manera de milano, aunq[ue] mayor, y que
como halló muchos cuerpos muertos que comer, que no volvió. Y que, luego, envió una garza, y que,
como halló mucho pescado q[ue] comer, tampoco volvió. Y que, así, fue enviando otras aves y ninguna
volvió, hasta q[ue] envió un pajarito que hay en esta tierra muy chiquito, que en España no lo hay tan
chico, el cual se llama en esta lengua cuit[l]ateca PICHICHI, y en lengua tarasco TZINTZON[I], y en
lengua la mexicana, HUITZITZIL (y, de la pluma deste pajarito, se hacen las imágenes en Mechuacan),
el cual dicen, volvió con un ramito‖. GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de
octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp.
Cit., Pp. 36-37. Mayúsculas, corchetes y cursivas originales. Otro testimonio, muy posterior, lo
encontramos con Antonio de Herrera y Tordesillas, quien con toda seguridad fusionó la Relación
Geográfica de Ajuchitlán y la Tiripetío, y otras Relaciones Geográficas de Michoacán: ―i quanto a la
Religión, también eran mui conformes á Mexicanos, i crueles en derramar sangre humana en sus
sacrificios: i el mismo dominio tenia el Demonio sobre ellos. Su principal Dios era Tucapacha: tenianle
por Hacedor de todas las cosas, que daba la vida, i la muerte, los buenos, i los malos temporales:
llamabanle en sus Tribulaciones, mirando al Cielo, entendiendo que allí estaba. En suma, confessavan vn
Dios, i el Juicio final, i el Cielo, i el Infierno, i el fin del Mundo, que hiço Dios vn Hombre, i vna Muger
de Barro, que iendose a bañar, se deshicieron en el Agua, i los bolvió á hacer de Ceniza, i de ciertos
Metales: i que bolviendo á bañarse, decendió el Mundo de ellos, i que huvo Diluvio, i vn Indio dicho
Tezpi, que era Sacerdote, se metió con su Muger, i Hijos en vn Madero como Arca, con diferentes
Animales, i Semillas, i que todos escaparon: i que en menguando el Agua, embió el Ave, que llaman
Aura, i se quedó comiendo de los Cuerpos muertos: i que embió otros Pájaros, que también se quedaron: i
que el Pajaro pequeño de ellos mui estimado, por la Pluma de diversas colores, bolvió con vn Ramo.‖
HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las
Islas y Tierra Firme…, Óp. Cit., 1726, T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. X, P. 94. Roberto Martínez Gonzáles,
quien analizó estos textos, menciona que Herrera ―parece basarse en nuestro segundo texto [Relación
Geográfica de Ajuchitlán], presenta algunos datos originales que pudieran provenir de alguna otra fuente
más temprana,‖ pero no mencionó explícitamente que esa otra fuente más temprana es la Relación
Geográfica de Tiripetío. MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los
antiguos p‟urhépecha de Michoacán, Óp. Cit., P. 79. A pesar de la información que proporcionan esas
fuentes sobre los relatos cosmogónicos en el Michoacán prehispánicos, nosotros sólo analizaremos las
fuentes que al parecer están abiertamente relacionadas con los tarascos.
326
mundo, y la creación de los hombres, y del diluvio; aunque mezclado con tantas
mentiras y fábulas, que apenas se halla rastro de la verdad.‖1311
Francisco Ramírez no mencionó explícitamente donde obtuvo la información
sobre las noticias de la teogonía tarasca, pero en la misma Relación sobre la residencia
de Michoacán [Pátzcuaro], existen algunas pistas de donde pudo haber escuchado las
―fábulas‖ tarascas. En una nota a pie, Zubillaga advirtió que:
―Estos y los siguientes datos sobre las creencias y cultos religiosos de los tarascos son
tanto más apreciables, cuanto menos conocidos por otras fuentes. Adviértase, sin embargo,
que ya para esta época las enseñanzas de los misioneros católicos habían tenido influjo en
1312
las creencias religiosas tarascas.‖
Aunque concordamos en parte con Zubillaga, por el mismo Ramírez y otros
documentos (como las Relaciones Geográficas), sabemos que para la década de 1580,
aun vivían personas que habían vivido sus primeros 10 o 20 años de vida durante la
época prehispánica, y conocían el sistema de creencias tarasco antes de la conquista.
Francisco Ramírez llegó a la Nueva España en 1579, aprendió muy bien la lengua
tarasca y después el nahua. Así, al momento de redactar la relación, tenía 6 años de
haber llegado al Nuevo Mundo. Mencionó como los indígenas de Pátzcuaro gustaban de
recibir los servicios religiosos de los jesuitas, incluso había días que se la pasaban
escuchando confesiones durante todo el día. También relató algunos de los pecados,
visiones, apariciones, exorcismos y otros acontecimientos, donde pudo haber obtenido
la información. Pero el pasaje más importante, es cuando mencionó que cuando iban a
catequizar en algunos lugares, que:
―…nos acontescía muchas veces, en todo un lugar entero, no hallar dos que supiesen dar
razón de lo que creían, ni aun quántos Dioses tenemos, ni menos de quien se havía hecho
hombre por nosotros, ni quien está en el sanctiscimo Sacramento, con soler comulgar
1313
casi todos.‖
En este testimonio queda manifiesto cómo para la década de 1580, la
evangelización no había sido completa; pero algo importantísimo de estas líneas, es que
Ramírez menciona que los indígenas no sabían dar razón de ―quántos Dioses tenemos‖,
en plural, y no en singular. Consideramos que cuando mencionó ―Dioses‖, es porque
estaba haciendo referencia a las ―fábulas‖ que escuchó de los indígenas tarascos, y
fueron estos testimonios la fuente que tuvo para registrar el sistema de creencias
prehispánico.
Es interesante que Francisco Ramírez considere varios aspectos de la religión
tarasca como ―alguna noticia de la verdad‖, dicha verdad se entiende es la de la religión
católica, verdad que puede ser cotejada con pasajes de la Biblia. Sobre el principio del
mundo probablemente tenía que ver con los primeros versículos del Antiguo
Testamento: cómo Dios creo el cielo y la tierra vacía y en tinieblas, y la posterior
hechura de la luz, del día y la noche, la separación de la tierra y las aguas en tierra firme
y mares, la creación de cuerpos luminosos en el cielo para señalar la diferencia del
tiempo (días, años y estaciones), creación de plantas y animales.1314 Sobre la creación de
los hombres menciona la Biblia que ―formó, pues, el Señor Dios al hombre de lodo de
1311
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
492.
1312
Ibíd., nota a pie núm. 76, P. 495.
1313
Ibíd., P. 513.
1314
La sagrada Biblia. [Traducida de la Vulgata Latina al español], Óp. Cit., Génesis, 1:1-31, Pp. 14-15.
327
la tierra, e inspiróle en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre
viviente con alma racional‖,1315 en el relato de Ramírez, los hombres fueron hechos de
la mezcla de ceniza y sangre. Otro aspecto es el diluvio, que fue la acción que tomó
Dios para raer a los hombres por su maldad y corrupción;1316 un diluvio fue la forma en
que los dioses tarascos destruyeron por tercera vez a los hombres. Francisco Ramírez
mencionó que ―quanto a la ymmortalidad del ánima, y los lugares donde yban, tenían
grandes desatinos; aunque conocían aver cielo, donde yban los dioses y los demás que
lo merecían aver sido; y ynfierno, donde yban la demás gente‖;1317 bien conocidos son
los lugares a donde va el alma de las personas de acuerdo a su comportamiento bueno o
malo en el mundo terrenal, según la religión cristiana.
Con esto no indicamos que existieran paralelismos claros entre la religión
tarasca y católica, sino que la cosmovisión de Francisco Ramírez, católico de 1585, le
permitió considerar ciertos aspectos de la cosmogonía como ―noticia de la verdad‖ del
origen del mundo, en otras palabras, fue el único bagaje cultural que le permitió a
Ramírez describir un sistema de creencias ajeno y contrario a lo propio. Sin embargo,
parece ser que el jesuita fue más allá de ver estas similitudes entre ambas religiones, tal
como lo menciona Ricardo Aguilar, parece ser que Ramírez ocultó, ignoró u omitió
información importante respecto a la religión tarasca prehispánica, por ser ideas
escabrosas para la tarea evangelizadora.1318 De esto se han desprendido varias
posibilidades para leer la información, y proponer diversas lecturas de lo que era el
sistema de creencias tarascas prehispánicas. Otra palabra que nos gustaría resaltar antes
de detallar la información sobre la teogonía tarasca, es usada tanto por Jerónimo de
Alcalá como por Francisco Ramírez para referirse a la religión tarasca, ―fábula‖, es
sumamente significativa cuando se coteja con lo conocido en la RM.1319 En el
significado antiguo de la palabra fábula, se incluía una narración artificiosa para
entretener, cuento con moraleja donde hablan animales, el conocimiento de los filósofos
utilizado para especular sobre el movimiento de los astros, la mitología greco-romana y
el lenguaje secreto de los alquimistas. Casi todos estos elementos pueden leerse en los
datos existentes de la religión tarasca.1320
1315
Ibíd., Génesis, 2:7, P. 15.
Ibíd., Génesis, 6:7, P. 20.
1317
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
495.
1318
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., Pp. 139-140 y 145. Esto se desprende de un comentario de Ramírez sobre que los
tarascos tenían el error de los maniqueos. Este pasaje lo mencionamos más adelante.
1319
Jerónimo de Alcalá menciona las fábulas de la diosa Cueráuaperi, las fábulas de como el Dios del
infierno enviaba los asientos de los cúes, las fábulas que contaban en los pueblos durante las fiestas, y las
fábulas que se contaron en un concilio de sabios y nobles para intentar explicar de donde provenían los
españoles, donde se puede observar la connotación que se le daba a los sistemas de creencias
prehispánicas. RM, Segunda Parte, ff. 10v, 72v, 96v, Pp. 12-36-84; Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41v, P.
243.
1320
―FABVLA, en rigor significa el rumor y hablilla del pueblo, y lo que comúnmente se dize y se había
en el de algun particular o cosa acontecida. Dixose à fando: desdichados de los que son habla, o hablilla
del pueblo. […] Tomase también comúnmente fabula por cosa sin fundamento: y dezimos, Esso es
fabula, que vale tanto como, esso es mentira. Es vltra desso Fabula, vna narracion artificiosa, inuentada
para deleitar y entretener de cosas, que ni son verdad, ni tienen sombra della; como decir, que Dafne se
conuirtio en laurel, Iupiter en toro, que Tantalo estê en el infierno con el agua a la boca, y muriendo de
sed […] Fabula narratur. Llamamos Fabulas ciertos cuéntos, cuya corteza es vn entretenimiento de cosas
ridiculas, introduziendo a los animales, como al leon, al lobo, a la raposa, y a los demás que hablan, y
razonan entre si: y debaxo della ay vna dotrina moral, en la qual se nos aduirte de lo que deuemos hazer, y
de lo que nos deuemos guardar. Tales son las fabulas que andan en nombre de Isopo, auiendo sido
1316
328
Ya que hemos reconocido estas consideraciones sobre el documento de
Francisco Ramírez, vamos a revisar su contenido. Cabe aclarar que la información, a
pesar de ser un relato mitológico que tiene lugar en un espacio y tiempo indefinido,
tiene una secuencia narrativa, es decir, a pesar de que el jesuita hizo relación de las
creencias gentiles de los tarascos, éste las presentó con omisiones y sin ningún tipo de
sistematización. Los actos de la creación están desordenados, por ejemplo, no puede
haber creación de los hombres sin antes existir la superficie del mundo. Conjuntando la
Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro] con la RM, se pueden tener
cierta idea sobre la teogonía tarasca, coadyuvando a darnos una idea con soporte
documental. La Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro] menciona a
varios dioses y sus características que son mencionados en la RM, como por ejemplo
Curiti Caheri, dioses del cielo, Dios del infierno, Cueráuaperi y el Dios del mar,
mientras de otros no se mencionan o los datos son escuetos, como la Diosa del
infierno,1321 una diosa cuyo cuerpo formaba la superficie de la tierra, dos diosas que la
sujetan de los brazos, y el sumo sacerdote de Cueráuaperi (muy probablemente el
primero el inuentor dellas Hesiodo. […] Ha se de notar, que todos aquellos grandes Filosofos que se
dieron a la especulacion del mouimiento de los cielos, y de sus efectos; la generacion y corrupcion de las
cosas elementadas, la conuersion por partes de los mesmos elementos. Para ocultar su dotrina fingieron
essa multidud de fabulas con tanta diuersidad de dioses: entendiendo por ellos el Sol, la Luna, las
estrellas, los elementos: y a vno pusieron Iupiter como el aire: Iuno a la exalacion y vapor que sube de la
tierra: Febo al sol, Diana a la luna y de los demás se entiende lo mesmo. Fingieron aquellas
trasformaciones que llaman Metaforfoses, y en razón de la corrupcion de vnas cosas, y generacion de
otras, y todas las causas y efectos naturales disfraçaron con estas inuenciones; como hasta oy dia vemos
que lo hacen los Alchimistas, cuyo lenguage no se puede entender sino con particular estudio, y con la
contracifra que ellos tienen, dan los nombres particulares ad placitum de su dotrina, al oro, a la plata, al
açogue, y a los demás metales: y al modo de vsar dellos los que enseñaron la dotrina moral fuera justo
comunicarla, desnuda, sin ningún disfraz ni reboço, vsaron los símbolos, que difieren poco de enigmas,
dificilimas de declarar al mesmo Edipo: todo esto deuio ser con un fin que los que no tenian capacidad
para tratar aquellas materias, no se entremetiesen a querer enseñarlas a otros:, sin mas fundamento, que
agora tendría la vageçuela, si por auer leydo vn libro de romance, que trata algunos puntos de Telogia,
pensasse saber tanto como los que la professan. Boluiendo a mi propósito: digo que por huyr el
sobredicho inconueniente se siguio otro mayor, que se fue asirse a la gente rostica y grosera, tan de veras
a la corteza de aquellas narraciones, que creyeron auia Iupiter y Venus, y Iuno, &c. Y admitieron tantos
adulterios hechos por sus dioses, siendo cerca de los sabios transmutaciones de cosas naturales, y la
generacion y corrupcion dellas, como hemos dicho del encubrir las cosas misteriosas, y que no deuen ser
comunes a todos: exemplos tenemos hartos en las diuinas letras, que si aquí los huuieramos de ingerir,
bastaran a ocupar toda la obra. Vsò de Apologos, de symbolos, de enigmas, y parábolas el Espiritu santo,
por la grandeza de las mismas cosas, y poque con mas codicia y dilgencia procurassemos entenderlas,
para no oluidarlas y executar lo que para ellas ordena. Todo esto se ha dicho en ocasión del nombre
fabula, que como genero de las particulares que hemos especificado: rematemos con que algunas vezes
damos nombres de fabulas a las cosas que fueron ciertas y verdaderas, pero en su discurso tienen tanta
variedad que parecen cosas no acontecidas, sino compuestas, è inuentadas de algun gallardo y loçano
ingenio. Los que aueys leydo las Coronicas de las Indias, cosa que passo ayer, tan cierta y tan sabida,
mirad quantas cosas ay en su descubrimiento, y en su conquista, que exceden a quanto han imaginado las
plumas de los vanos mentirosos, que han escrito libros de cauallerias, pues estas vendra tiempo que las
llamen fabulas, y aun las tengan por tales los que fueren poco aficionados a la nacion Española, y para
euitar este peligro, se auia de auer defendido que ninguno las escriuiera poeticamente en verso, sino
conseruarlas en la pureza de la verdad con que están escritas, por hombres tan graues, y tan dignos de fe,
sin atauio, afeyte, ni adorno ninguno. Muchas vezes por la razón dicha arriba, algunas historia notables y
de gusto las llamamos fabulas, considerando su artificio, porque no le tienen mayor las que son…‖
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit.,
Letra F, Pp. 393v-394.
1321
Se entiende que tanto del Dios del infierno y la Diosa del infierno vivían en un espació debajo de la
superficie terrestre, que los europeos identificaron con el infierno cristiano. Más adelante detallaremos los
diversos niveles del universo tarasco, y aunque existen varios nombres para designarlos, nosotros
adoptamos la nomenclatura de inframundo.
329
mismo Curiti Caheri); mientras que en la RM se mencionan alrededor de 50 deidades
diferentes.1322 Parece ser que cómo en otros mitos alrededor del mundo, y Mesoamérica
no es la excepción, los tarascos creían en un doble principio creador masculino y
femenino. Tanto la RM como la Relación sobre la residencia de Michoacán
[Pátzcuaro] mencionan al principio creador femenino: la diosa Cuerauaperi, que según
la primera fuente, era la ―madre de todos los dioses de la tierra‖, ―madre de todos los
dioses terrestres‖, y Ramírez la refiere como ―madre de los dioses‖. 1323 Líneas arriba,
mencionamos como Ricardo Aguilar considera que Ramírez ocultó u omitió
información, entre la cual se puede notar el principio creador masculino, pues el jesuita
menciona más adelante después de la última creación de los hombres:
―Puestas pues todas las cosas en orden, tornó otra vez a salir el sol, por mandado de los
dioses del cielo; el qual, con las demás cosas de allá, tenían haber hecho los dioses del
1324
cielo; y las de acá baxo, los del ynfierno: pareciendo tener el error de los manicheos.‖
Vemos que se habla en plural tanto de los dioses del cielo y el ―infierno‖, de este
último lugar se menciona el principio dual masculino-femenino, es probable que esto
sucediera de igual forma para los dioses del cielo. La Relación Geográfica de Tiripetío
es el único documento donde se habla de una deidad masculina que probablemente
fuera la contraparte de Cueráuaperi:
―Su Rey [el cazonci] les tenía apercibido y mandado que oyesen a los sacerdotes de su dios
Tucupacha, porque cuando les hablaba y predicaba estaba dentro de ellos su dios, que
como digo, llamaban Tucupacha. […] Y porque vaya más claro lo de este su dios
Tucupacha, digo que a éste tenían por dios universal, y que era hacedor de todas las cosas,
y que él daba la vida y la muerte, y que él daba los temporales, y a éste llamaban en sus
necesidades y tribulaciones, y cuando esto hacían, miraban hacia el cielo entendiendo que
1325
allí estaba.‖
Tucupacha sería un dios universal, creador, dador de vida y muerte, mandaba las
lluvias, atributos compartidos también por Cueráuaperi, y se colige que era un dios del
cielo. Si aceptamos a este dios Tucupacha como contraparte de Cueráuaperi,
complementamos la información sobre el principio creador dual masculino y femenino.
De ambos dioses creadores nacerían pues, los demás dioses mencionados tanto en la
RM como en la relación de Ramírez. Esta pareja bien podría tratarse de los dioses
engendradores del cielo o dioses celestes engendradores, mencionados en la RM. La
información es inexistente sobre el estado de las cosas antes e inmediatamente después
de la creación, es probable que el Dios del infierno y su mujer, la Diosa del infierno,
fueran hijos de Tucupacha y Cueráuaperi, así se entendería porque las cosas de arriba
1322
RM, ―Apéndice. Cargos de gobierno, oficios y nombres‖, Pp. 281-282.
RM, Primera Parte, f. 10v, P. 12; Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 234.; RAMÍREZ, FRANCISCO.
―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 494.
1324
Ibíd., P. 494. ―Maniqueísmo: Doctrina religiosofilosófica que se difundió desde Persia hacia el Oeste
y que ejerció su influencia durante los siglos II y VII. Fue fundada por Mani (gr. Mane, latinizado
Manichaeus), un mago que, después de convertirse al cristianismo, intentó una síntesis de éste con el
dualismo de Zoroastro, y fue martirizado por ello. Para combatir el poder de la oscuridad, la madre de la
luz creó el primer hombre. Como Buda y Zoroastro, Mani predicó la iluminación entre los hombres.
Como Jesús, el hijo del hombre, tuvo que sufrir, se transfiguró y simboliza la salvación por la muerte
aparente en la cruz; como espíritu del sol, atraía hacia sí todas las partículas connaturales de luz. La
salvación final de las garras de los demonios se consigue llevando una vida ascética, inspirada en el
código ético hindú y reconociendo a Mani como profeta paráclito (Juan, 14, 16, 17). Revivió [el
maniqueísmo] en el siglo XI en Occidente durante las Cruzadas, con los cátaros.‖ [LEIDECKER, KURT
F.] ―Maniqueísmo‖, en: RUNES, DAGOBERT D.. Diccionario de filosofía, Óp. Cit., P. 238.
1325
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 21-22.
1323
330
las hicieron los dioses del cielo, y las de abajo los dioses del infierno, siempre por orden
de los primeros, y por medio del mensajero de los dioses, llamado Curita caheri o Curiti
Caheri, ―que quiere decir gran sacerdote‖.1326 El cielo o supramundo es referido como
Auanda o Auandaro, y con las palabras echuhcuriqua y chunguuicuriqua,1327 al perecer
el primer vocablo hace referencia a un lugar mítico que los españoles tradujeron a la
noción cristiana de morada divina, mientras los segundos hacen referencia al espacio
visible de la cúpula atmosférica.1328 La Relación Geográfica de Tiripetío menciona la
importancia que tenían los fenómenos naturales de la bóveda celeste, pues los tarascos
―no tenían cuenta con otra criatura como es sol, luna y estrellas…‖, 1329 aparte de los
fenómenos astronómicos, podrían incluirse los meteorológicos como el viento, las
nubes, la lluvia, y los rayos. Al parecer el cielo estaba dividido en varios niveles,
aunque no sabemos cuántos niveles eran, en la oración que hacían los sacerdotes antes
de hacer entradas para capturar prisioneros para sacrificar, se rezaba ―"¡oh dioses del
quinto cielo, cómo no nos oiréis de donde estáis, porque vosotros sois solos rey[e]s y
señores [y] vosotros solos limpiáis las lágrimas de los pobres!".‖1330 El cielo era la
morada de varias deidades, como Tucupacha, Cueráuaperi y las nubes negra, blanca,
amarilla y colorada que enviaba para las lluvias, Tares Vpeme y Querenda Angápeti;
estos dioses podían bajar a la tierra por la puerta del cielo que estaba en Pátzcuaro,
maderos largos en los templos, donde se hacían ceremonias de la guerra, o en los
tocones y troncos de árboles, por la aparición de animales y tal vez había otras formas
como el consumo de enervantes o situaciones oníricas que permitía viajar entre los
distintos planos del universo. Antes de que los dioses del inframundo crearan el mundo,
se entiende que ya habían nacido por lo menos el Dios del mar, y dos diosas de las
cuales no se mencionan sus nombres y no son identificables.
El inframundo, que los europeos identificaron como el infierno, era el lugar mítico
que se encontraba debajo de la superficie terrestre. Existen varios vocablos en las
fuentes escritas coloniales para referirse a este lugar, como Varichao, Cumiechuquaro o
Vtatsperaquaro.1331 Según los mitos que hemos mencionado, existía una pareja de la
cual se desconocen sus nombres en tarasco, y sólo los conocemos como dioses del
infierno, que se encargaron de crear las cosas del mundo terrenal. La RM hace
referencia continuamente al Dios del infierno, se menciona por ejemplo como este dios
enviaba las peñas donde se construían los templos a los dioses principales, como envió
1326
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
494. La lección que proporciona Ramírez parece correcta, pues la RM menciona a los sacerdotes
cúritiecha en plural, curiti o curi en singular, sacerdotes de alto rango sólo inferiores al petámuti, y entre
sus funciones se encontraba hacer traer leña para los templos, hacer ceremonias y echar olores en la
oración para las guerras, celebrar matrimonios de la clase dominante tarasca, e introducir a un nuevo
cacique en su pueblo‖, RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 11, P. 183 y pássim; mientras que Caheri significa
―grande‖, cuya raíz es ―Cahe-, significa tener grande el lugar que se señalare, o agrandarlo‖, DGLM, T.
II, P. 70.
1327
DGLM. T. I, P. 197; T. II, Pp. 60-61, 180.
1328
GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán,
Óp. Cit., P. 234.
1329
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 19.
1330
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190.
1331
Ricardo Aguilar menciona que ―uarichao o ―el infierno‖ era también el lugar donde los muertos iban
a residir, existiendo un camino para entrar (Varichaonapu xangareinitani).‖ AGUILAR GONZÁLEZ,
JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 139.
Algunas palabras más relacionadas con el inframundo eran ―Varichao. Infierno, lugar de muertos‖,
―Varichao, coumienchuquaro. En el infierno‖, DGLM, T. II, Pp. 109, 681-682, 753. La palabra
Vtatsperaquaro es traducida por ―En el infierno, o lugar de condennados‖, por lo que probablemente ya
se trató de un neologismo para la evangelización.
331
un topo para favorecer a Zurumban, como algunas personas iban a morar al infierno
después de muertas,1332 y como los que habitaban en el inframundo tenían apariencia
esquelética.1333 Es probable que la Diosa del infierno haya estado relacionada con la
diosa que los dioses tenían sujeta de las extremidades para que no cayese, y que el
mundo terrenal se encontraba en su espalda, ―así, Ynfierno y Tierra constituirían una
dupla tan cercana que lo uno se compenetra con lo otro; las rocas que emergen a la
superficie terrestre vienen del inframundo mientras que las oquedades naturales son
pensadas como entradas a la morada de los muertos.‖1334 Aparte de las oquedades
terrestres, los cuerpos de agua también eran considerados como portales al inframundo;
Corona Núñez consideraba el inframundo tarasco como un lugar acuático semejante al
Tlalocan de las creencias nahuas del Centro de México,1335 debido a una referencia que
proporciona la RM: ―Díjole aquel principal [Timas] al cazonçi: "señor, haz traer cobre y
pondrémosnoslo a las espaldas y ahoguémonos en la laguna y llegaremos más presto y
alcazaremos a los que son muertos".‖1336 Roberto Martínez menciona que dicho pasaje
en realidad sugiere que se llegaría más rápido al inframundo ahogándose en el lago,
pero recalca otros pasajes que aluden al inframundo y su acceso acuático:1337
―…dicen que andaba un pescador en su balsa pescando por el río con anzuelo, y picó un
bagre muy grande y no le podía sacar y vino un caimán, no sé de donde, de los de aquel río
y tragó aquel pescador, y arrebatóle de la balsa en que andaba y sumióse en el agua muy
honda, y abrazóse con él el caimán y llevóle a su casa aquel dios-caimán, que era muy
1338
buen lugar, y saludó aquel pescador y díjole aquel caimán: 'verás que yo soy dios.‖
Fray Alonso de la Rea documentó la creencia de que había contactos
subterráneos entre los distintos cuerpos de agua de la región: sobre el lago de Zirahuén
mencionó que ―no se navega, porque en medio se hace un remolino con rápido, que se
sorberá un monte. Es tradición de los naturales que se comunica con la de Pasquaro‖, y
que la laguna de ―Quitupa, muy profunda y con quien se comunica por ocultos rumbos
de la tierra.‖1339 En el Códex Plancarte se nombra un manantial que se encontraba en
Tzintzuntzan como ―Hucumuo‖, es decir, topo, animal asociado al Dios del infierno:
―En aquel tiempo [¿durante la conquista española?] escondieron y taparon los naturales
del pueblo de tzíntzuntzan un ojo de agua que llamaban Hucumuo y otros muchos ojos
de agua daban todos fuertemente con flechas y se fueron...‖.1340 Además la RM
proporciona otro dato importante, ya que cuando los sabios se juntaron para saber de
dónde vieron los extraños hombres que tenían sitiada a México-Tenochtitlán,
mencionaron que ―el cielo se junta con el mar y de allí debían de salir…‖1341,
1332
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, Cap. XI, 79v , Cap. XXV, f. 199, Tercera Parte, Cap. XXVII, f.
53, P. 36, 50, 129, 267.
1333
En los primeros años de la conquista, se mencionan varias cosas que los indígenas creían de los
españoles, entre estas que ―unos sacerdotes y hechiceros suyos, hiciéronles en creyente a la gente, que los
religiosos eran muertos y que eran mortajas los hábitos que traían, y que de noche, dentro de sus casas, se
deshacían todos y se quedaban hechos huesos y dejaban allí los hábitos y que iban allá al infierno donde
tenían sus mujeres y que vinían a la mañana.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53, P. 267.
1334
GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán,
Óp. Cit., P. 231.
1335
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., Pp. 26, 81-86.
1336
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 47, P. 255.
1337
GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán,
Óp. Cit., Pp. 237-238.
1338
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38v-39, Pp. 238-239.
1339
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…, Óp. Cit., Lib. I, Lib. II, P. 67.
1340
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 238. Más adelante en el mismo documento se hace referencia a un
―monte de ucumo‖. Ibíd., P. 240.
1341
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243.
332
recordemos que tanto en la RM como en la Relación de Ramírez, se menciona a un
―dios del mar‖, sin que tengamos más datos sobre él.
El mundo de los seres humanos, la superficie del mundo salía ―de las espaldas de
una diosa que los dioses pusieron en la tierra, que tenía la cabeza hacía poniente, y los
pies hacía oriente, y un brazo a septentrión, y otro a meridión; y el dios del mar la tenía
de la cabeza; y la madre de los dioses [Cueráuaperi] de los pies; y otras dos diosas, una
de un brazo y otra de otro, porque no se cayese.‖1342 La palabra que usaban los tarascos
para referirse al mundo era ―Paraquahpeni. El mundo‖;1343 según el análisis lingüístico
que realiza Cristina Monzón, la palabra hace referencia a un cuenco, un objeto cóncavo
que se encuentra en una superficie plana y extensa, pero limitada, y qué posee dos
puntos cardinales, el poniente y el levante.1344 ―Se puede entonces concebir al cuenco
terrenal como el cuerpo de un ser animado acostado panza abajo con la mano izquierda
hacía el sur, la mano derecha hacia el norte, el poniente –mu, que es el orificio por
donde entra el sol, se puede ver como la boca, y el levante –hchu, que es el lugar donde
sale el sol, puede asociarse con el ano.‖1345 En la RM hay varias referencias a la
geografía corporal de esta diosa mencionada por Ramírez: para hacer referencia a los
puntos cardinales del norte y sur, se menciona la ―mano derecha‖ y la ―mano izquierda‖.
Y en un pasaje, cuando los curinguareños mandan retar a pelear a los uacúsecha, estos
les dicen ―nos juntaremos todos y jugaremos en las espaldas de la tierra y veremos
cómo nos miran de lo alto los dioses celestes y el sol y los dioses de las cuatro partes del
mundo.‖1346 Los antiguos tarascos también tenían la idea de que los metales preciosos
eran excrementos de deidades, pues cuando se inicia la expansión del Triunvirato, se
menciona que ―y viendo aquel oro amarillo y la plata blanca, dijo Hirepan: "mirá,
hermanos, que esto amarillo debe ser estiércol del sol que echa de sí; y aquel metal
blanco estiércol de la luna, que echa de sí.‖1347
Aquí podemos vislumbrar la geografía cósmica presente en la religión tarasca. En
la RM se menciona a un gran número de dioses que habitaban y delimitaban las diversas
partes del universo, compuestas por el cielo, el mundo y el inframundo, así como cuatro
direcciones asociados a los puntos cardinales. Entre las deidades que adoraban los
tarascos según la RM, aparte de la deidad patrona principal de cada pueblo o linaje, se
encontraban el sol, seguramente la luna, los dioses celestes engendradores, la madre
Cueráuaperi, los dioses de las cuatro partes del mundo, entre los que se encontraban los
dioses de la mano izquierda (los dioses Viranbanecha, de la tierra caliente), y los dioses
de la mano derecha (probablemente los dioses primogénitos), el Dios del mar, y el Dios
del infierno. Se mencionan otros dioses que tal vez agrupaba a varias deidades que se
encuentran en la RM, como los dioses de la tierra, los dioses de los montes
(angámucurachan), y los dioses comunes.1348 Parece ser que Pátzcuaro y su cuenca era
el centro del cosmos según la religión tarasco-uacúsecha, pues Jerónimo de Alcalá
menciona que ―decía el caçonzi pasado [Tzintzincha Tangáxoan], que en este lugar, y
1342
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
495.
1343
DGLM, T. II, P. 405.
1344
MONZÓN, CRISTINA. ―Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis etimológico en la
cosmología tarasca‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2005, otoño, año/vol. XXVI, núm.
104, Pp. 138-139.
1345
Ibíd., P. 141.
1346
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37.Cursivas nuestras.
1347
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131v, P. 154.
1348
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 118v, P. 128.
333
no en otro ninguno, estaba la puerta del cielo por donde descendían y subían sus dioses.
Y de continuo trujeron aquí sus ofrendas, aunque se mudó la cabecera a otras
partes...‖.1349 Este centro al parecer poseía la capacidad de vincular los diferentes
planos, tanto las dimensiones horizontales, como la dimensión vertical del cosmos,
formando un quincunce.
Ricardo Aguilar propone que esta diosa presumiblemente acostada boca
abajo1350 es Cueráuaperi, aunque concordamos con Roberto Martínez en que no hay
ningún elemento que asocie a la madre de los dioses con lo telúrico.1351 De hecho es
más probable que la diosa en cuya espalda se encontraba la superficie del mundo, sea la
diosa del inframundo, por ser esta la que parió las cosas del mundo, pero tampoco hay
elementos claros para esta conjetura.1352 Se menciona que ―parió primero la diosa del
infierno las sierras peladas y la tierra sin fruto‖,1353 por mandamiento de los dioses del
cielo en que el dios del inframundo diese ―traza‖ en las cosas de la tierra, sin embargo,
la situación del mundo no era del agrado de Cueráuaperi, ya ―que sus hijos no se podían
pasear en la tierra, sin ser vistos ni ella podía vaxar a ella; estando cerca la luz, embió su
mensajero [Curita caheri] al dios del infierno, mandándole pusiese remedio. Y ansí
parió su mujer [la diosa del infierno] los árboles [, fuentes, ríos] y las demás plantas y
animales.‖1354 Es probable que en este punto del mito se situaban las diversas creaciones
de los dioses.
Sobre la primera creación de los hombres sólo se menciona que ―los hombres
decían aver hecho los dioses de ocho pelotillas hechas de ceniza, ruciadas con la sangre
que se sacó de las orexas un mensagero que los dioses del cielo embiaron para eso,
llamado Curiti Caheri, que quiere decir gran sacerdote; y a cabo de averlas tenido
algunos días en un bacín, de las quatro salieron varones; y de las otra quatro, mujeres;
pero sin coyuntura ninguna; de manera que no se podían sentar ni menear.‖1355 Parece
ser que precisamente esta condición de no tener coyuntura ni capacidad de movimiento,
fue lo que motivó a los dioses a destruir la primera creación de los hombres para hacer
1349
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37.
No queda claro cuál era la posición corporal de ésta diosa, sí boca abajo, teniendo en cuenta que se
dice que la superficie de la tierra se encontraba en las espaldas; pero la posición más común para que una
mujer dé a luz es boca arriba. Tal vez esto no preocupaba a los antiguos tarascos, quienes creían que era
el cuerpo de una diosa la que conformaba el mundo, independientemente de la posición corporal. Aunque
debe tomarse en cuenta que la mano derecha se encontraba al septentrión, y la izquierda al meridión, la
cabeza en el mar y las piernas al oriente, lo que indicaría que en efecto, se encontraba recostada boca
abajo.
1351
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Óp. Cit., P. 145; GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos
p‟urhépecha de Michoacán, Óp. Cit., nota a pie núm. 11, P. 81.
1352
Ibíd., P. 231.
1353
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
493. La RM menciona que cuando los uacúsecha llegaron a Pátzcuaro, ―hallaron el asiento de sus cúes
llamado Petázequa, que eran unas peñas sobre alto, encima las cuales edificaron sus cúes, que decían esta
gente en sus fábulas quel dios del infierno les envía aquellos asientos para sus cúes a los dioses más
principales.‖ RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36.
1354
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
494.
1355
Ibíd., P. 493-494. En la RM se menciona que los dioses hicieron a los hombres de ceniza: ―Esta
costumbre había [de casarse ente señores] en los tiempos pasados y aquellos señores que guardaron de la
ceniza, ques los primeros que fueron señores, que decía esta gente que los hombres hicieron los dioses de
ceniza, como se dijo en la primera parte, aquellos empezaron a casarse con sus parientas por hacerse
beneficio unos a otros, y por ser todos unos los parientes, y nosotros tenemos esta costumbre después
dellos.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 26v, P. 214.
1350
334
otra. No hay información sobre cómo fue la segunda creación de los hombres, sólo se
menciona que los dioses del cielo los tornaron a deshacer ―por no estar a su contento‖,
aunque es probable que Curita caheri volviera a hacer el ritual de sacrificarse las orejas
para rociar su sangre en ocho pelotillas de ceniza. La tercera creación de los hombres es
la más detallada de las creaciones. Se menciona como los dioses, ―los destruyeron con
un dilubio de cinco días, en que se abrieron las fuentes y ríos, y cayó tanta agua, que los
consumió a todos con todas las demás cosas de la tierra‖ que había parido la diosa del
inframundo. Las razones por las cuales los dioses del cielo deshicieron por tercera vez a
los hombres, fue ―por no estar a contento de los dioses del cielo, lo uno por no tener los
hombres cómo poder engendrar; y lo otro, por no aver caminos para poder andar, por
aver salido muchos montes y peñas.‖1356 A pesar del diluvio, ―se escaparon un hombre y
una muger sobre un monte mui alto, y allí esperaron a que descreciesen las aguas. Y, a
cabo de algunos días, baxaron a un llano donde hallaron muchos venados muertos; y,
por no tener otra cosa que comer, por averse todo anegado, con los palos que pudieron
hallar, y cierto ynstrumento, sacaron fuego; y comenzaron a asar los venados. Y,
subiendo el humo al cielo, preguntó la madre de los dioses [Cueráuaperi] qué era
aquello; que si avia quedado algún hombre. Siéndole dicho lo que pasaba, embió a su
summo sacerdote [Curita caheri] a destruirlos. El qual les dio con una calabaza en la
cabeza, y se tornaron perros.‖1357
La cuarta creación de los hombres fue de dónde se supone que el mundo tomó
forma hasta antes de la llegada de los europeos: ―entonces tornaron a mandar al summo
sacerdote [Curita caheri] los dioses que hiciese los hombres la quarta vez. Y, tomando
otras ocho pelotas de ceniza, haciendo lo mismo que la primera vez, salieron quatro
hombres y quatro mugeres, de la manera que son agora. Y, por averles contentado a los
dioses, les hecharon la bendición, y comenzaron a multiplicar y de allí vinieron los
demás. Y, para tornar a restaurar las demás cosas, mandaron al dios del ynfierno que
diese orden en eso; y concibiendo su mujer [la Diosa del infierno], vino a parir todas las
demás plantas y árboles, como están.‖1358 El orden que puso el dios del inframundo
probablemente se refiere a los ―caminos‖ y ―traza‖, relacionados con los tres niveles del
universo y las cuatro partes del mundo.1359 Aunque no queda claro, parece que
existieron varios soles, o se interrumpió el transito del mismo; la diosa Cueráuaperi
mandó al dios del inframundo que la diosa del inframundo pariera las plantas, fuentes,
ríos, peñas y animales ―estando cerca la luz‖, y después de la cuarta creación de los
hombres y ―puestas pues todas las cosas en orden, tornó otra vez a salir el sol, por
mandado de los dioses del cielo‖1360 Hay un pasaje de la RM que proporciona más
información pero es de difícil interpretación: antes de que llegaran los españoles ocurrió
1356
Estas últimas palabras podrían permitirnos situar las tres primeas creaciones del hombre en un punto
intermedio entre que la diosa del infierno parió las peñas y la tierra sin fruto, y que los dioses del cielo le
diesen orden al dios del inframundo diese ―traza‖ en las cosas de la tierra.
1357
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
494-495.
1358
Ibíd., P. 494.
1359
―Al momento de que esta diosa, primeramente parió en varias ocasiones lo material en la superficie de
la tierra, ulteriormente hubo de encargarse por poner ―traza‖ y ―caminos‖ en la tierra. La división en dos
ejes, uno horizontal y otro perpendicular a éste, es posiblemente la forma en como se obtuvieron las
cuatro partes del mundo (un referente que aparecerá posteriormente). De esta forma, Cuerauaperi es la
diosa que aprueba las acciones de los demás dioses y que se encarga de la división y del orden en la
superficie donde habita el hombre.‖ AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa.
Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 147. Cursivas originales.
1360
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
494-495.
335
un concilió de dioses, donde se anuncia que van a venir nuevos hombres creados a la
tierra, y entre los argumentos que usan los dioses en contra de ese anuncio, se
encuentra:
―A la verdad no fué esta determinación al principio, questaba ordenado que no
anduviésemos dos dioses juntos antes que viniese la luz, porque no nos matásemos y
perdiésemos la deidad, y estaba ordenado entonces, que de una vez sosegase la tierra,
que no se volviese dos veces y que para siempre se habían de estar ansí, que no se había
de mudar. Esto teníamos concertado todos los dioses antes que viniese la luz, y agora
1361
no sabemos qué palabras son éstas‖
Siguiendo los mitos de los tarascos, podemos hablar de una quinta creación de
los hombres, según la RM. Con una religión oficial de Estado, donde los cultos locales
estaban aglutinados bajo la tutela de Curícaueri, se menciona este concilio de todos los
dioses del Tzintzuntzan Irechequa. En este concilio se explica cómo Curita caheri fue al
oriente donde estaba la diosa Cueráuaperi, y estaban con ella los dioses Curícaueri,
Xarátanga, Huréndequauécara y Querenda angápeti (dioses de los señoríos conquistados
más importantes, correspondientes a Taríaran, Curínguaro y la región de Zacapu). Ellos
intentaron contradecir a la diosa madre Cueráuaperi, sin embargo no los dejaron hablar
y rechazaron las palabras de la diosa:
―"ya son criados otros hombres, nuevamente, y otra vez de nuevo han de venir a las
tierras"; esto es lo quellos querían contradecir, que no se hiciese y no fueron oídos, y
dijéronles: "dioses primogénitos, esforzaos para sufrir. Y vosotros dioses de la man[o]
izquierda, sea ansí como está determinado de los dioses, ¿cómo podemos contradecir esto
questá ansí determinado? No sabemos qués esto. A la verdad no fué esta determinación al
principio, questaba ordenado que no anduviésemos dos dioses juntos antes que viniese la
luz, porque no nos matásemos y perdiésemos la deidad, y estaba ordenado entonces, que de
una vez sosegase la tierra, que no se volviese dos veces y que para siempre se habían de
estar ansí, que no se había de mudar. Esto teníamos concertado todos los dioses antes que
viniese la luz, y agora no sabemos qué palabras son éstas". Los dioses probaron de
contradecir esta mutación y en ninguna manera los consintieron hablar: "sea ansí, como
quieren los dioses. Vosotros los dioses primogénitos y de la man[o] izquierda, íos todos a
vuestras casas, no traigáis con vosotros ese vino que traís, quebrá todos esos cántaros, que
ya no será de aquí adelante como hasta aquí, cuando estábamos muy prósperos. Quebrá por
todas las partes las tinajas de vino, dejá los sacrificios de hombres y no traigáis más con
vosotros ofrendas, que de aquí adelante no ha de ser ansí. No han de sonar más atabales:
rajaldos todos. No han de parescer más qúes ni fogones, ni se levantarán más humos. Todo
ha de quedar desierto, porque ya vienen otros hombres a la tierra; que de todo en todo
han de ir por todos los fines de la tierra, a la man[o] derecha y a la man[o] izquierda y de
todo en todo irán hasta la ribera del mar, y pasarán adelante y el cantar sea todo uno y
que no habrá muchos cantares como teníamos, mas uno solo por todos los términos de la
tierra.‖ […] Respondieron todos los dioses del concilio y dijeron que ansí sería, y
empezaron a limpiarse las lágrimas, y deshízose el concilio y no paresció más aquella
1362
visión.
Cuando los tarascos tuvieron noticia que la capital de sus principales enemigos,
México-Tenochtitlán, estaba sitiada por gente extraña con venados con cotaras de
hierro, y una cosa que sonaba como las nubes dando gran tronido y mataba de lejos,
echaron juicios sobre quien era esta gente, pues nunca habían oído cosa semejante de
sus antepasados, y nunca les dijeron que habían de venir nuevas gentes. ―"¿De dónde
podían venir, sino del cielo, los que vienen? Que el cielo se junta con el mar y de allí
debían de salir, pues aquellos venados que dicen que traen, ¿qué cosa es?".‖1363
1361
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 37-37v, Pp. 235-236.
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 37-37v., Pp. 235-236. Cursivas nuestras.
1363
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243.
1362
336
Recurrieron entonces a su sistema de creencias para explicar la nueva realidad que
llegaba de donde el cielo se junta con el mar, para los caballos recurrieron al mito del
dios Cúpanzieeri,1364 y cuando Antonio Caicedo y sus compañeros llegaron a
Tzintzuntzan, estos le regalaron a Tzintzincha Tangáxoan un perro y diez puercos, ―y
como viese el cazonçi aquellos puercos, dijo: "¿qué cosa son éstos? ¿son ratones que
trae esta gente?". Y tomólo por agüero y mandólos matar y al perro, y arrastráronlos y
echáronlos por los herbazales.‖1365 Y más adelante, en un capítulo donde se mencionan
las cosas que creían los indígenas de los españoles después de la conquista, se menciona
que ―decían que el trigo y semillas y vino que habían traído [los españoles], que la
madre Cuerábaperi se lo había dado cuando vinieron a la tierra.‖1366 Estos
acontecimientos pudieron haber sido interpretados como quinta creación, con seres
humanos, animales y plantas nuevos, venidos fuera del mundo terrenal de un lugar
donde se unía el cielo e inframundo. Así como los humanos de la primera creación
fueron destruidos para dar paso al segundo intento de creación de la segunda
humanidad, y así sucesivamente, la humanidad de la cuarta creación, el orden cósmico
establecido en el mundo tarasco, debía de ser destruido para dar paso a la quinta
creación. Por eso en el concilio de dioses, se les ordenó quebrar las tinajas de vino, dejar
los sacrificios humanos, dejar de tocar los tambores, y ya no tener el fuego prendido en
los fogones de los templo; dicha destrucción y desolación estuvo a cargo de otros
hombres nuevamente creados.
Claudia Espejel menciona como ―en general los dioses tenían características
humanas, su organización era similar a la de los señores y usaban los mismos atavíos
que éstos (o viceversa).‖1367 A parte de la jerarquía divina dentro de la religión tarascouachúsecha en dioses mayores (águilas reales) y en dioses menores (águilas pequeñas,
gavilanes, halcones y aves de rapiña ligeras, nombradas como tíntivápeme), así como
otros animales como roedores, felinos, cánidos o iguanas, también existía una jerarquía
dentro de la gran familia celestial. Tucupacha y Cueráuaperi serían los padres de todos
los dioses, y esos a su vez estarían emparentados en generaciones y en varios grados
entre ellos, son mencionados los abuelos, hermanos, tías, nietos y esposos, aunque tal
vez existían más, por ejemplo hijos de dioses. Por la información disponible sabemos
que los dioses viajaban a través de los distintos planos del universo, los dioses del cielo
bajaban a la tierra, y el del inframundo subía a la superficie. Precisamente era en el
mundo donde habitaban los humanos donde los dioses tenían gran importancia en la
vida de estos, aunque este aspecto y su relación con la guerra lo trataremos en un
apartado del capítulo dedicado precisamente a la violencia armada entre grupos.
1364
Cuando se juntaron los señores para tratar de discernir quienes eran los españoles, ―dijéronle los
navatlatos [al cazonci]: "señor, aquellos venados deben ser, según lo que sabemos nosotros por una
historia, y es que el dios llamado Cúpanzieeri jugó con otro dios a la pelota, llamado Achuri hirepe, y
ganóle y sacrificóle en un pueblo llamado Xacona y dejó su mujer preñada de Sirátatápezi, su hijo, y
nació y tomáronle a criar en un pueblo, como que se le habían hallado. Y después de mancebo fuese a
tirar aves con un arco y topó con una ivana y díjole: 'no me fleches y direte una cosa: el padre que tienes
agora no es tu padre, porque tu padre fué a la casa del dios llamado Achu hirepe, a conquistar, y allí le
sacrificaron'. Como oyó aquéllo, fuése allá para probarse con el que había muerto a su padre, y vencióle y
sacrificó al que había muerto a su padre y cavó donde estaba enterrado y sacóle y echósele a cuestas y
veníase con él. En el camino estaba en un herbazal una manada de codornices, y levantáronse todas en
vuelo, y dejó allí su padre por tirar a las codornices, y tornóse venado el padre y tenía crines en la cerviz,
como dicen que tienen esos que traen esas gentes, y su cola larga. Y fuese hacia laman[o] derecha, quizá
con los que vienen a estas tierras".‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243.
1365
RM, Tercera Parte, Cap, XXIV, f. 44, P. 249.
1366
RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53, P. 267.
1367
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, Pp. 304.
337
22. AGRICULTURA, ASTRONOMÍA Y FIESTAS. EL TIEMPO DE LA GUERRA
EN LA CULTURA TARASCA PREHISPÁNICA1368
―A quien adoraban eran ciertos ídolos de palo y de piedra con la figura del
demonio, feos, espantables, y estos ídolos se llamaban tareis. No tenían
cuenta con otra criatura como es el sol, luna y estrellas, porque el demonio se
los enseñaba así…‖
1369
Pedro de Montes de Oca, Relación geográfica de Tiripetío, 1580
Desde la prehistoria más remota, la humanidad ha percibido los fenómenos naturales
que le han rodeado, tales como la sucesión del día y la noche, el resplandor del sol y la
luna, los cambios estacionales, así como los cambios en la bóveda celeste, que han
coadyuvado la necesidad de orientación. Estos cambios se concretizaron
intelectualmente con la invención de los calendarios, ya que para lograrlos se necesitó
desarrollar el conocimiento matemático y astronómico. Estos saberes sin duda se
conocían mucho tiempo antes de la escritura, pero fue gracias a la revolución neolítica y
1368
Cabe aclarar que la información sobre el conocimiento astronómico tarasco, como lo son los nombres
de los astros, eclipses y fases lunares, que citamos en este apartado, proviene de fuentes escritas del siglo
XVI. A pesar que en la actualidad se menciona en diversos ámbitos, el conocimiento milenario
transmitido de forma oral de generación en generación, conocemos pocos trabajos que haga mención al
conocimiento astronómico purépecha actual, aunque supuestamente se ha usado para fijar nuevas
tradiciones y cómputos del tiempo no turhísï (mestizos). El único trabajo que conocemos es de Felipe
Chávez Cervantes: ―Los eclipses de sol se conocen con el nombre de juriata anantska; los de luna Nana
Uarhi Anatskua. Se pensaba que un eclipse era una lucha entre un monstruo y el sol o la luna; y que un
eclipse presagiaba acontecimientos perjudiciales al hombre como las guerras, las pestes, las sequías, etc.
Se conoce con el nombre de K‟uanari Joskua a la estrella de la mañana o el planeta Venus. A todo astro
grande y luciente se le da el nombre de Kana Kana asi‟ o P‟ungun P‟ungun asi‟. T‟amu Joskua, son las
cuatro estrellas. Uach Joskua, son las siete cabrías [sic.]. El pueblo p‘urhépecha conoce tres clases de
cometas: Si‟rauata Anatsi‟, es el cometa que parece estar encendido. Josku K‟uanikukua, el que parece
que cae a la tierra. Jancheri anapu sipapu, es el cometa grande que parece estar corriendo. Tata Juriata,
es el astro rey. Nana Uarhi es la luna considerada como la reina de los agricultores. Los conocimientos
astronómicos fueron transmitidos por medio de la tradición oral; mediante el hábito del trabajo diario,
pauan pauan niatakua, se establecieron las costumbres o leyes no escritas a las que el hombre tiene que
obedecer.‖ CHÁVEZ CERVANTES, FELIPE. ―Naturaleza, recursos naturales y cosmovisión
p‘urhépecha: notas etnográficas para su estudio‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador).
Lengua y etnohistoria purépecha. Homenaje a Benedict Warren. Morelia, Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social, (―Encuentros‖, núm. 2), 1997, P. 262. Sin embargo, Felipe Chávez no
mencionó cuales eran sus fuentes de información, aunque podemos rastrear su contenido que nos remite a
la obra de Eduardo Ruíz. Precisamente a Eduardo Ruíz le debemos el único texto que conocemos donde
probablemente se registró información etnográfica sobre el conocimiento astronómico, a finales del siglo
XIX. Como se sabe ampliamente, su libro sobre el Michoacán antiguo fue escrito con más pretensiones
literarias que historiográficas, por lo que su información debe manejarse con mucho cuidado, al no tener
certeza que es invención literaria y que es información de la tradición oral. Dentro de la ficción literaria,
mencionó el dato que ―los tarascos ven con religioso respeto esos astros que ellos llaman ―las cuatro
estrellas‖ (―tam-hoscua‖) y cantan todavía con expresión un himno antiquísimo, consagrado a la Cruz del
Sur‖; y que las ―las pléyades o cabrillas eran también objeto de una adoración tierna y apacible, y las
consideraban como las jóvenes odaliscas del serrallo del sol: por esto las llamaban y las llaman aún
guach-hoscua (las muchachas estrellas).‖ RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y
leyendas. México, Balsal Editores, (Obras completas de Eduardo Ruíz, Vol. I), 1969, Primera parte, nota
a pie núm. 1, P. 33 y P. 52. Cursivas originales. Sin duda, el conocimiento actual sobre la astronomía
purépecha es un tema que falta investigar, pero se debe evitar caer en forzar la interpretación de fuentes, y
en construir castillos en el aire cuya finalidad sea la reivindicación tergiversando el pasado.
1369
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P.19.
338
la revolución urbana, que apareció ésta, quedando constancia de los sistemas
numerarios. Los grupos humanos sedentarios que basaron su sustento en la agricultura,
tanto en el Viejo Mundo como en el Nuevo Mundo, conocieron con bastante
profundidad ciertos fenómenos celestes repetitivos, como el paso cenital del Sol y la
Luna, la regularidad de las fases lunares, el cambio de estaciones, solsticios y
equinoccios, y las posiciones solares, con lo que pudieron crear calendarios basados en
los ciclos de la luna y el sol.1370 Para el caso mesoamericano, cuya base de subsistencia
consistió en la triada de maíz, frijol y calabaza, fue necesario establecer un método para
computar el tiempo, pues para su cultivo era necesaria una sincronía con la temporada
de lluvias, las heladas y la época de secas. Los calendarios se usaron como cronómetros
para cultivar, cosechar y almacenar estos productos.
Los cambios en el entorno natural y celestial eran percibidos por los pueblos
mesoamericanos, quienes lograron realizar notables cómputos en la medición del
tiempo, a través de la observación del movimiento de los astros y otros fenómenos
naturales, cómo el florecimiento y marchitamiento de las plantas, los cambios
estacionales y las épocas de lluvias. Estos fenómenos son cíclicos, por lo que se pueden
predecir dichos fenómenos, lo que permitió computar el tiempo, logrando crear los
calendarios, estos se usaban para calcular cuando iniciar la siembra y cosecha de
alimentos, así como otras actividades, tales como la celebración de fiestas o ir a la
guerra. Los sistemas numerarios y calendáricos de estos pueblos siguen asombrando
con su complejidad y exactitud, de entre los cuales destaca el calendario maya de cuenta
larga, desarrollado en el período Clásico (ca. 200-900 de n. e.).
―Posiblemente la observación del cielo se realizó primero a ojo desnudo y después
utilizando algún instrumento de gran simpleza que permitía enfocar un área o algún astro,
como pudieron ser un par de maderos entrecruzados formando una X, o incluso, recostados
en el suelo con las piernas cruzadas orientadas hacia una dirección en particular de la
bóveda celeste. Más adelante construyeron ingeniosos y elaborados marcadores de
horizonte adaptando los edificios civiles y religiosos a la topografía del terreno y al paisaje
circunvecino y utilizaron las topoformas para señalar la posición del sol, y probablemente
1371
de la luna y otros astros, en determinadas fechas.‖
Las fuentes que documentan este conocimiento ancestral son diversas: elementos
arquitectónicos, los monumentos epigráficos tales como estelas, esculturas y
petrograbados, códices prehispánicos o posteriores a la conquista pero de estilo
prehispánico, y las fuentes escritas durante la época colonial. Se puede afirmar por las
fuentes, que el conocimiento calendárico se encontraba muy desarrollado entre los
diversos pueblos mesoamericanos al momento de la conquista, y que tenían semejanzas
notables, tanto que cuando Kirchhoff acuñó el concepto de Mesoamérica, se sirvió de
estos elementos calendáricos como un elemento cultural de la súper-área:
―Escritura jeroglífica; signos para números y valor relativo de éstos según la posición:
libros plegados estilo biombo; anales históricos y mapas.
Años de 18 meses de 20 días, más 5 días adicionales; combinación de 20 signos y 13
números para formar un período de 260 días; combinación de los 2 períodos anteriores
1370
GARCÉS CONTERAS, GUILLERMO. Pensamiento matemático y astronómico en el México
precolombino. 1ª reimpresión [de la Tercera edición]. México, Instituto Politécnico Nacional, 2012.
1371
RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Avances y perspectivas de la arqueoastronomía en
Michoacán‖ en: ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA (Editora). La investigación arqueológica en
Michoacán. Avances, problemas y perspectivas. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, (Colección
Debates), 2014, Pp. 351-352.
339
para formar un ciclo de 52 años; fiestas al final de ciertos períodos; días de buen o mal
1372
agüero; personas llamadas según el día de su nacimiento.‖
Sin duda los calendarios mesoamericanos mejor conocidos son el maya y el
mexica, ya que las fuentes ahondan en información para estudiar el cómputo del tiempo
empleado por estas sociedades. El estudio de estos calendarios nos permite entender
mejor la religión de estos pueblos, así como el conocimiento matemático, astronómico,
arquitectónico y urbanístico; y también, para localizar en el tiempo algunos de los
acontecimientos históricos que se encuentran en las fuentes coloniales referentes al
pasado prehispánico.
La relación existente entre la agricultura, calendario, y la guerra para nuestro
caso en esta investigación, nos parece de la más relevante, pues nos permite acercarnos
a la economía política del Tzintzuntzan Irechequa respecto a la última. Consideramos
que la realidad material determinó los meses del año en los cuales se llevaban a cabo las
guerras de conquista, si bien existían guerras rituales a lo largo del año, las guerras
importantes implicaban la movilización de masas de guerreros así como su
manutención, con el objetivo de obtener beneficios como botín, tributarios, esclavos y
despojos. Esto ya había sido colegido por fray Isidro Félix de Espinosa a mediados del
siglo XVIII: ―El tiempo que destinaban para la guerra era después de las cosechas,
siendo en esto avisados para que no padeciesen los sembrados, ni se talasen sus campos,
como sucede en las guerras de continuo‖;1373 también había sido notado por Eduardo
Ruíz hace más de cien años en 1891: ―La guerra era ordinaria y extraordinaria. Esta
última, determinada por las circunstancias; y la primera se hacía siempre después de las
cosechas y de estar ya entrojados los granos.‖1374 Hasta ahora, toda la historiografía
sobre los tarascos ha considerado que la época en que se realizaban las guerras de
conquista era durante las fiestas de Hanzíuansquaro e Hiquándiro, y no en la de
Purécoraqua o fiesta de la guerra. En nuestras pesquisas encontramos información que
nos permite sostener nuestra interpretación sobre la verdadera época del año en que se
libraban estas guerras, por lo cual nos vemos en la necesidad de exponer el
conocimiento matemático, astronómico, la reconstrucción más completa del calendario
tarasco, información respecto a la agricultura y épocas de lluvias, así como algunos
documentos coloniales, con valiosos datos al respecto.
El conocimiento matemático tarasco
Poco se sabe sobre el desarrollo histórico del calendario tarasco, aunque para su
elaboración debió de hacerse uso del conocimiento aritmético y astronómico. El
conocimiento matemático de los tarascos ha sido poco trabajado, pero sabemos con
seguridad que usaron el sistema vigesimal para realizar las operaciones aritméticas.
Había nombres específicos para los nombres del 1 al 9, así como nombres específicos
para las cifras del 10, 20, 40, 400 y 8000, a los cuales se les agregaba un sufijo o prefijo
de otra cifra para nombrar otras cantidades, así por poner algunos ejemplos, que
1372
KIRCHHOFF, PAUL. ―Mesoamérica: Sus límites geográficos, composición étnica y caracteres
culturales‖ en: Revista Tlatoani (Suplemento). [3ª edición del opúsculo], México, Escuela Nacional de
Antropología e Historia-Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1967, Núm. 3, P. 9. Aunque
Kirchhoff se basa especialmente en las culturas del Centro y sur de Mesoamérica, la mayoría de los
cómputos calendáricos de las culturas mesoamericanas, basados en el movimiento lunar, se regían
precisamente por años de 18 meses de 20 días, más 5 días adicionales.
1373
ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán, Óp. Cit., Lib. I, Cap. V, P. 42
1374
RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas, Óp. Cit., Primera Parte, Cap. I. P.
41.
340
Tamben yunthamu significa 10+5+4=19, Tambenequatze significa 10 veces 20=200, o
Yum Katarhiequatze, catembentham equatze yrepeta es igual a 900000.1375 La principal
fuente antigua que tenemos sobre el numeral tarasco es el que encontramos en el
diccionario de Baptista de Lagunas publicado en 1574:
NUMERALES DEL SISTEMA NUMERARIO VIGESIMAL TARASCO SEGÚN
BAPTISTA LAGUNAS
Nombre en tarasco
Nombre en
Numeral
Numeral
castellano
romano
arábigo
Ma
Tziman
Tanimu
Tamu
Yumu
Cuimu
Yuntziman
Yuntanimu
Yunthamu
Temben
Temben ma
Tembentziman
Temben tanimu
Tembenthamu
Temben yumu
Tembencuimu
Tenbenyunziman
Tembenyuntanimu
Tembenyunthamu
Maequatze. vel. makatarhi
Maequatzecatenben
Tzimanequatze
Tzimanequatzecatenben
Tanimaequatze
Tanimeequatze catenben
Thamequatze
Thamequatzecatenben
Yumequatze
Tembenequatze
Tembenequatze, ca yumequatze
Mayrepeta
Mayrepetacayunquatze
Mayrepetacatenbenequatze
Mayrepeta ca temben yumequatze
Tziman yrepeta
Tziman yrepeta ca yumequatze
Tziman yrepeta ca tenben equatze
Yum yrepeta
Yuntziman yrepeta, ca tembenequatze
Tembenyrepeta
Tembentziman yrepeta
Tembenyumyrepeta
Vno
Dos
Tres
Quatro
Cinco
Seys
Siente
Ocho
Nueue
Diez
Onze
Doze
Treze
Catorze
Quinze
Diez yseys
Diez y siete
Diez y ocho
Diez y nueue
Veynte
Treina
Quarenta
Cincuenta
Sesenta
Setenta
Ochenta
Nouenta
Ciento
Dozientos
Trezientos
Quatrocientos
Quinientos
Seycientos
Setecientos
Ochocientos
Nouecientos
Mil
Dos mil
Tres mil
Quatro mil
Cinco mil
Seys mil
1375
i
ii
iii
iiii
v
vi
vii
viii
ix
x
xi
xii
xiii
xiiii
xv
xvi
xvii
xviii
xix
xx
xxx
xl
l
lx
lxx
lxxx
xc
c
cc
ccc
cccc
d
dc
dcc
dccc
dcccc
iU
iiU
iiiU
iiiiU
vU
viU
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
30
40
50
60
70
80
90
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
2000
3000
4000
5000
6000
El único trabajo que conocemos que estudia este aspecto de la sociedad tarasca prehispánica es el de
LEÓN, NICOLÁS. La aritmética entre los tarascos‖ en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA
(COMPILADORA); MIRAMBELL SILVA, LORENA (COORDINADORA). La arqueología en los
anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
(Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 17-22.
341
Temben yuntziman yrepeta
catembenequatze
Maequatze yrepeta
Siete mil
viiU
7000
Ocho mil
viiiU
8000
Maequatzetziman
Nueue mil
ixU
9000
yrepecatatemnenequatze
Maeuatze yumyrepeta
Diez mil
xU
10000
Tziman equatze yrpeta catemben
Veynte mil
xxU
20000
yrepeta
Tanimequatze temben yrepeta, cayum
Treynta mil
xxxU
30000
yrepeta
Yumequatze yrepeta
Quarenta mil
xlU
40000
Cuimequatze yrepetaca yum yrepeta
Cincuenta mil
lU
50000
Yuntanimequatze yrepeta
Sesenta mil
lxU
60000
Yuntham equatze yrepeta, ca yum
Setenta mil
lxxxU [sic. lxxU]
70000
yrepeta
Tembenequatze yrepeta, catemben
Ochenta mil
lxxxU
80000
yrepe
Temben maequaetze yrepeta, ca
Nouenta mil
xcU
90000
tembenyumyrepeta
Tenbentanimequatze yrepeta
Cientmil
cU
100000
Makatarhiequatze yrepeta, cacuim
Dozientosmil
ccU
200000
equatze yrepeta
Makatarhi equatze catemben yuntham
Trezientosmil
cccU
300000
eqyatze yrepeta
Tziman katarhi equatze, cayun
Quatrocientos mil
ccccU
400000
tanimequatze yrepeta
Tanim katarhiequatze, ca tziman
Quinientosmil
dU
500000
equatze yrepeta
Tanim katarhiequatze, ca temben
Seycientos mil
dcU
600000
yunequatze yrepeta
Tham katarhi equatze, ca yuntanim
Setecientos mil
dccU
700000
equatze yrepeta
Yun Katarhiequatze, camaequatze
Ochocientos mil
dcccU
80000
yrepeta
Yun Katarhiequatze, catembenthan
Nouecientosmil
dccccU
90000
equatze yrepeta
CUADRO 20. FUENTE: BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en
lengua Michuacana, Óp. Cit., Pp. 149-150 y 152-154 [121-121 y 123-125 en la paginación original].
Modificación nuestra.
Algunos ejemplos que podemos encontrar en la RM sobre este sistema
vigesimal, son el pasaje en el cual Taríacuri trató de pasar por el territorio de
Curínguaro para llegar a Condémbaro, ofreciéndole plumajes a Chánshori: "dad acá un
plumaje rico y iréis a Curýnguaro, al viejo Chánshori, y llevadle este plumaje, que
destas plumas hace atavíos para su dios Huréndequavécara. Tiene ochocientas plumas y
mil e doscientas de papagayos y de otras plumas coloradas en medio, mil e doscientas, y
de otros pájaros dos mil y quatrocientas…‖1376 Otro ejemplo, y que tiene que ver con la
organización del ejército, es que cuando iban a la guerra, las cabeceras lacustres
aportaban determinado número de guerreros, Tzintzuntzan 200 banderas, Pátzcuaro e
Ihuatzio aportaban 40 banderas cada una,1377 mientras que un escuadrón se conformaba
de 400 hombres.1378
1376
RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 87, P. 65.
RM, Tercera parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
1378
RM, Tercera parte, Cap. V, f. 18v, P. 198.
1377
342
Los números también tenían una significación sagrada en la antigua cultura
prehispánica tarasca, en especial las cifras 3, 4, 5 y 20. La cosmovisión de los tarascos
dividía el universos en tres niveles, el cielo, superficie terrestre e inframundo; se nos
habla de ―tres cués y tres fogones con tres casas de los papas‖; el reino dividido en tres
capitales –Tzintzuntzan, Pátzcuaro e Ihuatzio- con tres señores que las gobernaban.
Además fueron tres los sacerdotes - Chupítani, Nuríuan y Tecaqua- que aconsejaron a
Uápeani II y Pauácume II, y se encargaron de la educación de Taríacuri tras la muerte
de los primeros. La superficie de la tierra estaba dividida en cinco cuadrantes que
correspondían a los puntos cardinales con el centro, el Tzintzuntzan Irechequa también
estaba dividido en estos cuadrantes con cuatro fronteras, con una cabecera en cada una,
gobernada por un señor muy principal. Cuatro eran las ―nubes de la lluvia‖ y cuatro
sacerdotes principales. Cinco eran los días en que se dedicaban a emborracharse en
algunas fiestas, y en la fiesta de Hanzíuansquaro, los que hacían la ceremonia de la
guerra, eran cinco axámencha (sacrificadores), cinco cúritiecha (los que ponen
incienso), y cinco tiuímencha (los que llevan los dioses a cuestas). Cinco eran los
Tiripemencha (Tirepenie Curícaueri, Hurendequauecara, Tirepenie xungapeti, Tirepeme
turupten, Tiripeme caheri), dioses patronos de los cinco grupos en que se dividen los
uacúsecha tras el agüero de las culebras; y cinco colores (rojo, verde, amarillo, negro y
blanco) con los que probablemente se designaban a los puntos cardinales con el centro;
y los meses estaban divididos en veinte días, en los que se hacían diversas
actividades.1379
Escasas noticias tenemos de como hacían las operaciones matemáticas los
tarascos prehispánicos. El documento que más información nos da es el proceso que se
realizó contra el corregidor de Tzintzuntzan, Pedro de Arellano, ya que en 1531 robó el
tesoro que Francisco Tangáxoan, último cazonci, había dejado a sus hijos Francisco
Taríacuri y Antonio Huitzimengari. El tesoro se encontraba escondido en una de las
islas del lago de Pátzcuaro, y estaba resguardado por una anciana indígena de nombre
Guata, y dos indígenas de nombre Cuini y Guancho. Cuando declararon, mencionaron
cuantas piezas de distintos objetos había en el tesoro: Cuini ―…para los contar el dicho
numero el dicho yndio los conto con mayz.‖ La anciana Guata declaro que el tesoro se
componía de casi 1330 piezas, que ―…todo lo qual dio por quenta con granos de mayz
que traya atados en una manta la dicha india.‖ Fray Francisco Jiménez, uno de los
primeros doce apóstoles de Nueva España, confirmó que los indígenas se quejaron con
los franciscanos del atropello de Pedro de Arellano, y que los indígenas ―…dixeron por
cuenta de mayzes haziendo monton e numero por cada cosa porque allý lo
ynnumeraron todo e que no le pareçio a este testigo muchas cosas ni agora se acordara
bien de todo ello…‖.1380 El testimonio de la manta con granos de maíz atados que
enseñó la indígena Guata es muy sugestivo, ya que hace alusión al uso de los elementos
para registrar cuentas, en este caso el número de piezas de la que se componía el tesoro
que dejó el cazonci a sus hijos, aunque muy probablemente pudieron usarse este tipo de
mantas y cuentas para llevar la cuenta de tributos.
1379
TERÁN ELIZONDO, MARÍA ISABEL. ―Elementos mítico-simbólicos‖ en: ALCALÁ, JERÓNIMO
DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de
Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de
Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, P. 291-292.
1380
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le
puso‖, Óp. Cit., Pp. 377, 384, 410.
343
El conocimiento astronómico tarasco en el siglo XVI
Sobre el conocimiento astronómico prehispánico de los tarascos, podemos decir que
prácticamente nadie ha trabajado este tema, o no con profundidad. Tal vez esto se deba
a la idea de la falta de fuentes que nos permitan documentar como estaba constituido
dicho conocimiento, así como los prejuicios de considerar a las sociedades del
Occidente de Mesoamérica como ―bajas culturas‖ opuestas a las ―altas culturas‖ del
Centro y Sur de Mesoamérica. Consideramos que existen elementos para documentar
tal conocimiento, aunque las fuentes no nos permitirán adentrarnos a la profundidad que
se tiene para otros casos mesoamericanos. No es nuestra intención aquí profundizar
sobre este tema, pues es iluso exponerlo en unas cuantas cuartillas, sólo nos limitaremos
a referenciar en que fuentes se pueden encontrar elementos para proponer nuevas líneas
de investigación.
La relación entre la religión y la astronomía tarasca es evidente y profunda, pues
en la RM se mencionan a los dioses celestes o dioses engendradores, con lo que es muy
probable que los tarascos identificaran ciertos astros de la bóveda celeste con algunos
dioses. Ya vimos que en la Relación Geográfica de Tiripetío quedó de manifiesto que
los tarascos adoraban al sol, luna y estrellas; palabras similares se consignaron en la
Relación Geográfica de Ajuchitlán: ―Las adoraciones eran en muchas maneras, porque
adoraban al SOL, a la LUNA, y a ídolos de piedra, de baro y madera, de diversas
hechuras y tamaños.‖1381 En la RM también se menciona que la vida religiosa tarasca
giraba alrededor de ―dar de comer al sol y a los dioses celestes [engendradores] y de las
cuatro partes del mundo y a la madre Cueráuaperi…‖.1382 Cristina Monzón, al analizar
lingüísticamente los nombres de los principales dioses tarascos mencionados en la RM,
observa un vínculo de estos con los astros y referencias al paisaje. Así, con el sol se ha
relacionado a Curícaueri (‗fuego que sale ardiendo‘ o ‗el que sale haciendo fuego‘),
aunque nada asocia directamente a este dios tutelar con el astro solar; sus hermanos los
Tiripemencha (Tiripeme: ‗el dorado‘); el planeta Venus con Hurendequavecara (‗el
primero que parte en el horizonte‘), y las estrellas con Tiripamequanencha (‗los
oficiales colgados sobre la planicie‘).1383
En los diccionarios de la lengua tarasca del siglo XVI, existen las entradas para
la palabra Astrología,1384 Astrólogo1385 y Estrellero.1386 Covarrubias da los siguientes
significados es estas palabras: ―ASTROLOGIA, ciencia que trata del mouimiento de los
Astros, y los efetos que dellos proceden, cerca de las cosas inferiores, y sus
impresiones, que por otro nombre dizen Astronomia…‖, y ―ASTROLOGO, el perito en
esta ciencia. Astrologico, todo lo que pertenece a la Astrologia.‖1387 ―ESTRELLERO, el
1381
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 36. Mayúsculas originales.
1382
Esta frase se encuentra con ligeros cambios en RM, Segunda Parte, Caps. II, V, XXXIII, ff. 64, 69v,
135, Pp. 19, 30, 161.
1383
MONZÓN, CRISTINA. ―Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis etimológico en la
cosmología tarasca‖, Óp. Cit., P. 155.
1384
―Astrologia. auandanarapu ambongasqua‖, ―Atrolugia. Auandaronapo ambongansqua,
auandoronapu hurengua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 277; DGLM, T. I, 85.
1385
―Astrologo. auandaronapu ambongasri‖, ―Astrologo. Auandoronapu hurendi, ambongansri‖.
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 277; DGLM, T. I, 85.
1386
―Estrellero o astrologo. auanda ambongasri‖, ―Estrellero, astrologo. Auandaro ambongansri‖.
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 426; DGLM, T. I, 360.
1387
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra A, P. 98v.
344
Astrologo, que anda siempre contemplando las estrellas. Estrellera, la bestia que leuanta
mucho la cebeça, que parece mirar a las estrellas, preuilegio concedido, solo al hombre
entre los demas animales.‖1388 El conocimiento astronómico tarasco debió haber sido
sumamente valioso y apreciado, como para que se tradujera la palabra ―Filosophia,
amor de sabiduria. Auandaro ambongasqua‖, una posible forma de entender esta
lección podría ser ―conocimiento en el cielo‖, de las palabras ―Auandaro en el cielo‖, y
―Noticia conocimiento. hangasqua. ambongasqua‖;1389 Gilberti también tradujo
―Filosophia, amor de sabiduria‖ como ―tepari ambonsgaqua‖,1390 una posible
traducción sería ―conocimiento muy grande, admirable y de consideración‖, ya que el
DGLM asienta que ―Tepari. Cosa mui mia grande, admirable y de consideraçion‖.1391
Los sabios conocedores del cielo no debieron ser otros que los miembros de la casta
sacerdotal. Las fuentes no mencionan gran cosa de la labor astronómica de los
sacerdotes, salvo la oración que se hacía en la ceremonia de la guerra:
―…en los qúes altos y a la media noche, miraban una estrella del cielo y hacían un gran
fuego en aquellas casas de los papas y ponían unas rajas cerca de aquellos fuegos y allí
ponían sus calabazas. Y venía aquel sacerdote llamado hirípati y llegábase al fuego y
tomaba de aquellas pelotillas de olores y hacía la presente oración al dios del fuego: "tú,
dios del fuego, que aparesciste en medio de las casas de los papas, quizá no tiene virtud
esta leña que habemos traído para los qúes, y estos olores que teniemos aquí para darte.
Rescíbelos tú, que te nombran primeramente mañana de oro, y a ti Vréndequavécara, dios
1392
del lucero, y a ti que tienes la cara bermeja.‖
Este pasaje es oscuro, pues no queda claro a que dioses se refiere, pero queda de
manifiesto la actividad astronómica. Se menciona al dios del fuego (¿Curícaueri?), la
mañana de oro (¿los Tiripemencha?), Hurendequavecara, el planeta Venus, y se ha
relacionado la estrella Aldebarán con el que tiene la ―cara bermeja‖,1393 o también puede
referirse a Curícaueri y sus hermanos los Tiripemencha. Principalmente en los
diccionarios de la lengua tarasca del siglo XVI, donde encontramos palabras que nos
permiten documentar la observación de los tarascos prehispánicos sobre algunos astros
como del sol y luna, con sus fases y eclipses, estrellas, el planeta Venus (considerado
estrella en la antigüedad), el nombre de algunas constelaciones y cometas.
1388
Ibíd., Letra. E, P. 387v.
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 551.
1390
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 430.
1391
DGLM, T. II, P. 577.
1392
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14, P. 189.
1393
Cuando Alfredo Chavero describió la oración de ceremonia de la guerra que hacían los tarascos,
mencionó que ―a media noche observaban una estrella, que suponemos era Aldebarán por su color
rojo…‖. [CHAVERO, ALFREDO. ―Historia Antigua y de la Conquista‖], RIVA PALACIO, VICENTE
(Director general). México a través de los siglos, Óp. Cit., T. I, Lib. V, Cap. II, P. 760. Sin embargo, fuera
de suposición, seguimos sin identificar ―la cara bermeja‖ ni el nombre tarasco de la estrella Aldebarán.
1389
345
PALABRAS RELACIONADAS CON EL SOL EN LOS DICCIONARIOS
DE LENGUA TARASCA
Nombre en tarasco
Huriata
huriatanapu
huriata thirengani
Huriyata anganstani, huriyata
thirengani
huriata thirecata
huriata thirequa
Parangaricuni huriata
Huriyata vananguequareni,
qhacz qhuanczahtsini
Huriyata vatzahtzacuraponi
Huriyata parangaricuni
Huriyata tahcuingaricuni
Significado en castellano
Sol, planeta
Solar cosa de sol
Eclipsarse el Sol
Eclipsarse el sol
Fuente
(G) Pp. 96, 593
(G) P. 593
(G) P. 384.
(D-I) P. 285
Eclipsado Sol
Eclipse de Sol
estar el sol en la haz del cielo
Dar, vuelta el sol todos los días.
(G) P. 384
(G) P. 384
(G) P. 124
(D-I) P. 207
Echar, dios el sol sobre las plantas
Estar, el sol en el çielo
Estar, reberuerando el sol
(D-I) P. 280
(D-I) P. 343
(D-I) P. 349
CUADRO 21. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números
corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia
PALABRAS RELACIONADAS CON LA LUNA EN LOS
DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA
Nombre en tarasco
cutsi
cutsi thirengani.
Cutsi thirengani
cutsi thirecata
cutsi thirequa
Cutsi yuririen haxenstani
cutsi variqua
Cutsi varinguqua, cutsi
hanguensqua
cutsi veusti. ve1. ymbaugue
vensti.
Cutsi cahenstani
Significado en castellano
Luna, planeta del cielo, o mes del año
Eclipsar la luna
Eclipsarse la luna
Eclipsada luna
Eclipse de la luna
Boluerse la luna como sangre
Conjunción de luna
Conjuncion de luna
Fuente
(G) Pp. 77, 481
(G) P. 384
(D-I) P. 285
(G) P. 384
(G) P. 384
(D-I) P. 112
(G) P. 322
(D-I) P. 163
Luna nueua
(G) P. 481
Crecer la luna
cutsi quepecuri.
quepecuri cutsi
cutsi viripeti, cahensti
Cutsi cahenstani
cutsi variquaro
Vetaustani
Cutsinomenyacani mandan
cutsi vquarenstani
cutsi vahtzantzihcani.
Cutsi erantzicani
Luna de mediada
Media luna
Luna llena
Estar, la luna llena
Menguante de luna
esperar el renueuo de la luna
Andar la luna su curso cada mes
(G) P. 331
(D-I) P. 178
(G) P. 481
(G) P. 494
(G) P. 481
D-I.-339
(G) P. 497
(G) P. 193
(D-I) P. 57
Lunar luz de la luna
Dar, la luna su lumbre
(G) P. 481
(D-I) P. 205
CUADRO 22. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números
corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia
346
PALABRAS RELACIONADAS CON OTROS ASTROS EN LOS
DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA Y OTRAS FUENTES
Nombre en tarasco
Hozqua
Hozquaecha
Çapihozqua, hozqua çapichu
Hozqua hangaricurani
Auanda hozqua hucangariti
Hozquaecha hagaricuraponi
Significado en castellano
Fuente
Estrella
(D-I) P. 360
Estrellas
(D-I) P. 360
Estrella pequeña
(D-I) P. 360
Estrellado, estar el çielo
(D-I) P. 360
Cileelo estrellado
(D-I) P. 197
Estar, el cielo sembrado de (D-I) P. 343
estrellas
tzitzingaritani Hermosear las estrellas el çielo
(D-II) P. 246
Hozquaecha
auandaro
Sirauata angantsi
Hozqua veroreti, quanicuqua
Hancherenapu cipapu
Hozqua vapopozquareni
Chuhpiri
hozqua
enharati
vapopozquareni
hozquaquangari
Cometa ençendida
Cometa pequeña que se cae
Cometa grande, o globo de fuego
Caerse las estrellas
Caer estrellas del çielo hechas
fuego, cometas
Luzero, estrella de la mañana
[Venus]
Caca cacahcuqua thimazqua
Astillejos constelaçion, o fuego
que sale del arcabuz [Orión]
Hozquaecha çambin vuacha, Cabrillas, constelaçion del çielo
vmbangaricuqua
[Pléyades]
Thupu
thupus
cuiruncheti Camino de Santiago de el çielo
xangari
[Vía Láctea]
Thupu
thupus
cuiruncheti El camino de santtiago en el çielo
ahcorencheti xangari
Pharhatacuqua
La cayada [Boyero]
yllearando (¿?)
estrella de la Oración
vanariqua osqua
Estrella del carro [Osa Mayor]
vanariqua tzirati
Estrella ¿?
(D-I) P. 154
(D-I) P. 154
(D-I) P. 154
(D-I) P. 126
(D-I) P. 126
(G) P. 481
(G) P. 277
(D-I) P. 85
(D-I) P. 125
(B) P.131 [334]
(D-I) P. 133
(D-II) P. 650
(B) P. 131 [334]
―Título del pueblo de
Surumútaro‖
―Títulos de un antiguo
pueblo tarasco‖
―Títulos de un antiguo
pueblo tarasco‖
CUADRO 23. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte
y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., (B); DGLM, tomos I y II (D). Los
números corresponden al número de página de las ediciones citadas. Las últimas tres entradas las citamos
líneas abajo. Elaboración propia
Estas entradas en los diccionarios del siglo XVI de la lengua tarasca, nos dejan
ver una parte del conocimiento astronómico que tuvieron los habitantes prehispánicos
del Tzintzuntzan Irechequa.1394 Sobre el Sol se mencionan los eclipses solares, y aunque
1394
En 1575, fray Juan de Medina Plaza escribió el Diálogo sobre de la naturaleza en lengua tarasca, un
tratado sobre teología católica que hablaba sobre las supuestas leyes que regían la tierra y el agua, sobre
las leyes que regín al aire y al fuego, y sobre las leyes del cielo y los planetas, de acuerdo al conocimiento
europeo del siglo XVI. En esta obra encontramos algunos nombres de astros en tarasco, como el sol, luna,
estrellas, cometa (huriata, cutsi, hozquaecha, sirauata angantsi), además se mencionan los planetas
Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno; sin embargo, no se tradujeron al nombre tarasco, sino que
se les agregó la posposición euri, que indica la posesión de algo (mercurioeuri, venuseuri, huriaraeuri,
Jupeteueri, Saturnoeuri). A pesar de que sabemos que el planeta Venus era nombrado como
hozquaquangari, Juan de Medina Plaza usó venuseuri. MEDINA PLAZA, JUAN DE. Diálogo sobre la
347
no se registraron, debieron haber conocido los solsticios y equinoccios, como la gran
mayoría de los pueblos de la antigüedad. Los fenómenos lunares eran bien conocidos
por los tarascos como lo dejan ver las diferentes palabras registradas: eclipses lunares, la
conjunción de la luna, la luna roja, y las diferentes fases lunares, luna nueva, cuarto
creciente, luna llena y cuarto menguante. Estas entradas maceren un análisis más
profundo, aquí sólo mencionamos dos que nos llamaron la atención. Tanto para hacer
referencias a ―Eclipsarse el Sol‖ o ―Eclipsar la luna‖ se usa la palabra thirengani, y
―Eclipsado Sol‖ y ―Eclipsada luna‖ se usa la palabra thirecata. Ambas palabras se
realcionan con “Thireni. Comer‖; y thirecata es ―Comida, cosa que se comio‖.1395
Tanto las evidencias documentales y etnográficas mesoamericanas, se menciona la
creencia que el Sol podía ser atacado por ―agentes de eclipse‖, (deidades de la noche,
monstruos y otras entidades), que debilitaban al astro rey e intentaban comérselo. Para
que recuperara las fuerzas, se realizaban sacrificios humanos, se ofrecía sangre de
autosacrificio, o se prendían hogueras. También parece ser que se tenía la creencia que
el Sol y la Luna eran pareja, y que al momento del eclipse había una connotación
sexual, en que el acto se expresaba como ―comer‖.1396
Las estrellas1397 eran nombradas hozqua y en plural hozquaecha, el planeta Venus
era llamado Hozquaquangari, literalmente ―estrella valiente‖.1398 Las fuentes también
mencionan estrellas o constelaciones tarascas, la mayoría se limitan a una entrada en un
diccionario, y apenas tenemos noticias sobre su significado religioso. Según Baptista de
Lagunas, los tarascos nombraban a las estrellas que se conocen como constelación de
Bootes (el pastor de bueyes = Boyero) como Pharhatacuqua, por su parecido con un
instrumento para sacar fuego:
―Pharhatacuni, sacar lumbre con vn instrumento de palos, sobre quien con la fuerça y
torcer entre las dos manos sacan el fuego al qual instrumento, y a vnas estrellas que se le
parecen, llaman Pharhatacuqua. Y estas son la cayada, o astillexos que van empos, o
siguendo a las pleyadas, o siete cabrillas. Las quales se llaman Vuacha. Y esto porque
1399
están juntas y chiquitas como niños, los quales niños se llaman Vuacha.‖
En efecto, este instrumento era nombrado Chuhpiri picuraqua o pîratacuqua,1400
probablemente era un palo que se frotaba como un molinillo o con un pequeño arco, la
naturaleza. Traducción de Pedro Márquez Joaquín. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán,
Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 1998, Pp. 33, 125127, 185, 277-278.
1395
DGLM, T. II, P. 616; T. I, P. 154.
1396
ECHEVERRÍA GARCÍA, JAIME. ―«El Sol es comido»: representaciones, prácticas y simbolismos
del eclipse solar entre los antiguos nahuas y otros grupos mesoamericanos‖, en: Revista Española de
Antropología Americana. España, Universidad Complutense de Madrid, 2014, vol. 44, núm. II, Pp. 367391. Para noticias etnográficas sobre las creencias respecto a los eclipses en las comunidades purépecha
actuales, véase PÉREZ GONZÁLES, BENJAMÍN; GÓMEZ, BRAVO, LUCAS. ―Tata Jurhiata
Angatani‖, en: MANRIQUE CASTAÑEDA, LEONARDO (Coordinador general). Eclipses en México.
Secretaria de Educación Pública- Instituto Nacional de Antropología e Historia-Instituto Nacional de
Astrofísica, Óptica y Electrónica, 1991, Pp. 90-94.
1397
ESTRELLA […] Estrellas fixas llamamos las del firmamento, y se mueuen en el por su mouimiento,
y guardan entre si la distancia de lugares do estan fixas, a diferencia de los planetas, que vnas vezes estan
en conjuncion, otras en oposicion, y en diferentes aspectos. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN
DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra. E, P. 387v.
1398
Sobre la importancia del planeta Venus en la religión tarasca véase el apartado sobre las órdenes
militares en el capítulo III de la presente investigación
1399
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp.
Cit., P. 131 [334 en la paginación original].
1400
―Paratacuni. barrenar o sacar lumbre con palos‖, ―Paratacuqua. eslabon con que sacan lumbre‖;
―Articifio para sacar fuego. paràtacuqua‖, ―Artifiçio de sacar fuego. Chuhpiri picuraqua, pîratacuqua‖.
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 124 y 274; DGLM, T.I, P. 81.
348
fricción sobre madrera con yesca como combustible, generaba el calor suficiente para
provocar fuego, este tipo de instrumentos datan desde hace milenios.1401 Es probable
que esta forma de hacer fuego tuviera gran significado religioso, pues como menciona la
oración del hirípati, ―…tú, dios del fuego, que aparesciste en medio de las casas de los
papas…‖. En la Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…, único
documento teogónico conocido sobre la religión tarasca, aparece este instrumento,
cuando los sobrevivientes de la tercera destrucción de los hombres, por parte de los
dioses, sobreviven a un diluvio:
―…se escaparon un hombre y una mujer sobre un monte mui alto, y allí esperaron a que
descreciesen las aguas. Y, al cabo de algunos días, baxaron a un llano donde hallaron
muchos venados muertos; y, por no tener otra cosa que comer, por averse todo anegado,
con los palos que pudieron hallar, y cierto ynstrumento, sacaron fuego; y comenzaron a
asar los venados. Y, subiendo el humo al cielo, preguntó la madre de los dioses qué era
aquello; que si avía quedado algún hombre. Siéndole dicho lo que pasaba, embió a su
summo sacerdote a destruirlos. El qual les dio con una calabaza en la cabeza, y se tornaron
1402
perros.‖
La acción por prender fuego con este instrumento también aparece varias veces en
pasajes significativos de la RM: por ejemplo, cuando los hermanos Uápeani II y
Pauácume II se encontraron con el pescador Curiparaxan, y este pidió fuego para
cocinar su pesca, dice el narrador: ―Y sacando fuego de un estrumencto [Vápeani]
prendió el fuego, y como hiciesen lumbre a la orilla, subió la llama y humo hacia
arriba‖1403 En otra parte, cuando Taríacuri inició la ofensiva contra sus enemigos, los
isleños, también generó fuego con este instrumento: ―Y fué Taríacuri a Zirimbo y allí
sacó también fuego de un estrumento y hizo ahumadas.‖1404 Tanto en la RM como en la
relación de Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro), el prender fuego
con este instrumento y que el humo subiera al cielo, tenía una fuerte connotación
religiosa.
Baptista de Lagunas en el mismo pasaje sobre la constelación Pharhatacuqua,
proporcionó el nombre de otra constelación considerada por los tarascos, ―las pleyadas,
o siete cabrillas. Las quales se llaman Vuacha. Y esto porque están juntas y chiquitas
como niños, los quales niños se llaman Vuacha.‖1405 El predecesor de Lagunas, Gilberti,
sólo registró ―Cabrillas constelacion. van.‖1406, mientras que en el DGLM se menciona
―Cabrillas, constelaçion del çielo Hozquaecha çambin vuacha, vmbangaricuqua.‖1407
Sin pretender dar una traducción exacta, ésta entrada podría traducirse como ―estrellas
pequeñas como muchachos o niños amontonados‖, de las palabras ―Hozquaecha.
1401
Sahagún registró que los nahuas del centro de México mencionaron que ―los Mastelejos del cielo, que
andan cerca de las Cabrillas, que es el signo del Toro […] llaman a estas tres estrellas mamalhuaztli, y por
este mismo nombre llaman a los palos con que sacan lumbre, porque les parece que tienen alguna
semejanza con ellas, y que de allí les vino esta manera de sacar fuego…‖. SAHAGÚN, BERNARDINO
DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. VII, Cap. III, P. 434. Cursivas
originales. No queda claro a que constelación se refería Sahagún, probablemente se refería al cinturón de
Orión. Aunque es significativo que tanto tarascos como nahuas del centro de México, concibieran a
conjuntos de estrellas como instrumentos para prender fuego.
1402
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P.
494.
1403
RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69, P. 29.
1404
RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 78v, P. 48.
1405
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp.
Cit., P. 131 [334 en la paginación original].
1406
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 299.
1407
DGLM, T. I, P. 125.
349
Estrellas‖, ―Çanbin […] cosa pequeña, pequeñita, y chica‖, ―Vvacha. Muchachos‖, y la
palabra vmbangaricuqua, cuya raíz es ―Vmbah-, significa amontonar, o estar
amontonado‖, como en la palabra ―Vmbagaricuni. Estar pueblo en rrepecho
asentado.‖1408 Lamentablemente no quedó registro si había una historia o fabula antigua
que explicara porque los tarascos asociaron está constelación con infantes o muchachas.
Otra constelación mencionada es la de Orión, cuya entrada en castellano aparece
en Gilberti como ―Astillejos constelacion. cacacahcuqua thimazqua‖,1409 y en el DGLM
como ―Astillejos constelaçion, o fuego que sale del arcabuz. Caca cacahcuqua
thimazqua‖.1410 Hay cierto margen de error al considerar a esta constelación con el
nombre de Astillejos, pues Antonio de Nebrija en su Vocabulario Español-Latino
menciona la entrada ―Astilejos constelacion del cielo. orion.‖1411 ―En cambio, el
astrónomo Jerónimo Chaves (1523-1574) llama astilejos a las estrellas Cástor y Pólux
de la constelación Géminis. La RAE adoptaría esta opinión de Chaves, frente a la de
Nebrija.‖1412 Por los años en que Jerónimo Chaves publicó sus obras en Europa, pero
más importante aún, el peso de la obra lexicográfica de Nebrija en el trabajo lingüístico
de Maturino Gilberti, Alonso de Molina y otros, nos inclinamos a que Caca cacahcuqua
thimazqua hace referencia efectivamente, a las estrellas de la constelación de Orión.
Gilberti menciona que ―Caca Esta rayz significa echar centellas o llamas‖,1413 mientras
que en el DGLM se registró que ―Esta rraiz, Caca-, significa çentellear, echar çentelas o
chispas, echar llamas, quebrar y quebrantar algo, etc.‖,1414 mientras que ―Thimazqua.
Claridad, luz, resplandor, lumbre‖.1415 Sin pretender dar una traducción exacta, Caca
cacahcuqua thimazqua quizás podría ser ―centellas o chispas que quiebran con claridad
o resplandor‖.
Un cuerpo celeste que era perceptible en el mundo antes de la contaminación
lumínica era la Vía Láctea, galaxia donde se encuentra el sistema solar y nuestro planeta
Tierra. Los habitantes antiguos de nuestro planeta, la observaron como una extensa
franja de luz blanca y nebulosa que cruzaba la bóveda celeste de noreste a suroeste.
Diversas culturas han relacionado a la Vía Láctea con distintos mitos e historias; para
los habitantes de la península ibérica, este cuerpo celestial se relacionaba con Santiago
el Mayor, patrón de España:
―Camino de Santiago, tanto anda el coxo como el sano: esto se entiende, si ambos van a
cauallo, o porque los mas peregrinos son pobres, y van de su espacio, gozando de la
hospitalidad que se les haze en todas partes, y assi caminan al dia tan poco, que puede ser
jornada de vn coxo, caminando todo el dia, porque cabra coxa, no quiere siesta. Ant[onio].
de Nebr[ija]. puso en su diccionario. Camino de Santigo en el cielo, via láctea, galaxias. Yo
pienso que el hablò conforme a la intencion del vulgo, y no en el rigor de la verdad. Nacio
la equiuocacion de que aquella mancha del cielo que los Fisicos, y los Astronomos dizen
ser concurso de muchas Estrellas de quinta y sexta magnitud, cuya luz se confunde vna con
otra, y causan aquel resplandor blanco, como de leche, que en Griego se llama gala, a
1408
DGLM, T. II, Pp. 246, 91, 657, 737-738.
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. P. 277.
1410
DGLM, T.I, P. 85.
1411
NEBRIJA, ELIO ANTONIO DE. Vocabulario español-latino. Edición facsímile. Madrid, Real
Academia Española, 1951, f. 16.
1412
GÓMEZ ORTÍN, FRANCISCO. ―Dos rarezas: altillejos. A(l/r/s)tillejos y el aragonesismo árabe
‗badina-badía-baina‘‖ en: Revista de estudios filológicos. Revista Electrónica de Estudios Filológicos.
España, 2014, Junio, núm. 27, en: https://www.um.es/tonosdigital/znum27/secciones/tintero-1dos_rarezas-_altillejos_baina.htm (Consultado 2 de mayo de 2015)
1413
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 213.
1414
DGLM, T. II, P. 65.
1415
DGLM, T. II, P. 605.
1409
350
nominatiuo inusitato de galax via galacea, se fueron con el sonido, camino de Santiago. Los
Poetas fingen ser leche que se le fue de los pechos a Iuno, quando estando durmiendo le
puso Iupiter a Hercules, para que la mamasse, conque pudo deificarle, y atraxo tanta leche,
que despertando Iuno fue forçoso el derramarsele por el cielo, y de lo que cayô en la tierra
1416
sobre los lilios, se tornaron blancas açucenas.‖
De acuerdo a la leyenda, hacia 814 o 830 un ermitaño que vivía en la costa
gallega, de nombre Pelayo, avistó durante varias noches raras luces en el cielo. Entonces
alertó al obispo Teodomiro, de la ciudad Iria Flavia, al llegar descubrió una tumba y la
identificó con la tumba del aposto Santiago y dos de sus discípulos. Después de la
muerte de Jesucristo, Santiago el Mayor viajó hacia la península Ibérica para
evangelizar en Hispania. Cuando regresó a Palestina en el año 42, fue mandado
decapitar por Herodes Agripa I (nieto de Herodes el Grande). La leyenda prosigue que
sus restos fueron trasportados por mar desde Tierra Santa hasta Compostela, donde
permanecieron olvidados hasta ser redescubiertos por el obispo Teodomiro. El rey
Alfonso II el Casto de Asturias, convirtió al apóstol Santiago en patrón del reino como
símbolo contra el islam (con el sobrenombre de Santiago Matamoros), y mandó
construir un templo, y posteriormente se erigiría en una basílica durante el reinado de
Alfonso III, donde se formaría la población de Compostela. Durante la Edad Media,
Compostela se convirtió en una de los destinos más importantes para peregrinar, ya que
los otros destinos, como Roma, había que cruzar los Alpes y estar preparado para la
inestabilidad política, y el viaje a Tierra Santa era riesgoso, se tenían que recorrer
territorios hostiles y una larga distancia. Las peregrinaciones a Compostela permitieron
fomentar el comercio, mejorar caminos, eliminar divisiones jurídicas y fiscales, el
intercambio de ideas, y consolidar la posición de los reinos cristianos de la península
Ibérica y Francia frente a la amenaza de los musulmanes. Las peregrinaciones a
Compostela decayeron cuando en 1300 el papa Bonifacio VIII promulgó la bula con la
que se estableció el primer jubileo, que concedió indulgencia plenaria a quien visitara
las básicas de San Pedro y San Pablo de Roma.1417
En los diccionarios tarascos del siglo XVI, el cuerpo celeste de la Vía Láctea se
registró por su nombre ibérico, y su traducción al tarasco. Gilberti tradujo ―Camino de
santiago en el cielo. thuputhupus cuiruncheti xangari‖, en el DGLM tenemos dos
nomenclaturas que son parecidas, en el tomo español-tarasco dice ―Camino de Santiago
de el çielo. Thupu thupus cuiruncheti xangari‖, y en el tomo tarasco-español menciona
―Thupu thupus cuiruncheti ahcorencheti xangari. El camino de santtiago en el
çielo‖.1418 Para intentar entender el significado del nombre tarasco de la Vía Láctea,
vamos a dar el significado de las palabras que hemos identificado en los mismos
diccionarios. En el DGLM se menciona que ―esta rraiz, Thupu-, significa blanquear
algo‖, mientras que ―Thupu thupus. Cosa blanca‖.1419 Encontramos dos palabras
tarascas diferentes para traducir el mismo cuerpo celeste, ambas tienen el mismo sufijo,
―Cheti, chetsqua. Cola, o rrabo‖1420 Está la palabra cuiruncheti, cuyo prefijo parece
provenir de ―esta rraiz, Cuiru-, significa hazer rraias, rreglar, y echar linias, etc.‖,1421
cuiruncheti daría la idea de ―cola o rabo rayado‖. Mientras que al parecer el prefijo de
1416
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra C, P. 181-181v.
1417
CISA, JAVIER. ―Santiago, la ruta del milenio‖, en: Historia y Vida. España, Mundo Revistas, Año
XLII, No. 508, Noviembre, 2002, p. 64-70.
1418
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 304; DGLM, T. I, P. 133; DGLM, T. II, P. 650.
1419
DGLM, T. II, P. 648 y 650.
1420
DGLM, T. II, P. 165.
1421
DGLM, T. II, P. 141.
351
ahcorencheti proviene de ―esta rraiz, Ahco- vel Ahcoqua-, significa poner de bruças, o
estar assi.‖1422 La palabra ―bruças‖ da idea de estar boca abajo, fue definida por
Covarrubias como ―BRVZOS, vale boca abaxo. Beuer de bruços. Beuer tendido de
pechos sobre el agua. Caer de bruços, caer sobre el rostro. Dar de bruços, dar de hocicos
&c. [etcétera],‖1423 entonces se podría entender ahcorencheti como ―cola o rabo de
bruces‖. La última palabra se traduce por ―Xangari. Camino‖.1424 Podríamos intentar
entender entonces que el significado de las entradas para traducir el camino de Santiago
o Vía Láctea serían ―Camino blanco rayado en cola‖ o ―Camino blanco de bruces en
cola‖, quizás aquí cola se refería a la forma de la franja extensa de luz blanca de la Vía
Láctea, y al estar en la bóveda celeste, quizás se creía que estaba suspendida en el cielo
de bruces hacía la superficie de la tierra.
Otro documento importante donde se consigna algo del conocimiento
astronómico tarasco de las estrellas, son los títulos primordiales del pueblo de
Zurumútaro, a través de una copia que hizo el sacerdote José Gregorio de Neri Barbosa,
el 12 de diciembre de 1787, del cual conocemos dos versiones publicadas. Este
documento contiene las características que Roskamp ha identificado en los documentos
legitimadores indígenas michoacanos de la época colonial: el caos del discurso histórico
donde aparecen personajes de diferentes épocas históricas, y el uso de ese pasado para
reivindicar la lucha de la posesión de la tierra, frente al orden colonial. A pesar de todas
estas limitantes, creemos que tiene gran importancia para el estudio de la astronomía
tarasca, pues se describe como se usaban el sol y las estrellas para orientarse. Se
mencionan tres estrellas: de la oración, mencionada en la RM, la estrella vanariqua
tzirati, y la estrella vanariqua osqua o del Carro (constelación de la Osa Mayor). Sin
embargo, hay diferencias importantes entre ambas copias; la copia que presentó Nicolás
León presenta los nombres de los 3 astros, pero la ortografía impide un intento de
traducción, mientras que la versión presentada por Agustín García sólo menciona el
nombre de 2 astros, que quizás tengan una ortografía que permita descifrar su
significado:
―…por donde sale la estrella de la Oracion que llaman yllearando […] salido de aquí dando
vuelta por donde sale la Estrella Vamuricua Tzirati […] entra el sol camino sesgado como se
1425
entra, la Estrella del carro Vamericua oscua…‖
El error paleográfico nos ha impedido tratar de identificar a la estrella de la
oración ―yllearando‖ (cuya ortografía ni siquiera corresponde al idioma tarasco o
purépecha); En la copia más tardía se mencionan los otros dos astros con otra
ortografía:
―…a la orilla de la laguna por donde va el / Sol y de aqui de este edificio saliendo fui /
reconociendo las tierras derecho como va el Sol por / la orilla de la laguna […] y por donde
sale / la estrella de la oración que llaman y […] la Barranca grande, la que baxa derecha
donde / sale el Sol […] bajando por donde sale la Estrella vanariqua tzi- / rati como serro
1422
DGLM, T. II, P. 4.
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra B, P. 153.
1424
DGLM, T. II, P. 772.
1425
[―Título del pueblo de Surumútaro‖] LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y
antropológicas. Tercera parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, en: Anales del Museo Nacional de
México. Segunda época. México, Imprenta del Museo Nacional, T. III, 1906, P. 409.
1423
352
cai a el agua […] y de aqui vuelto derecho / atravesando como se entra el Sol tantito
1426
sesgado, co- /mo se entra la Estrella del carro vanariqua osqua / […]
Lamentablemente no contamos con elementos suficientes para dar una
traducción sobre el nombre de estos dos astros. Sólo podemos señalar que ambos
nombres al parecer se componen de ―VANA. Esta rayz sin h. significa atravejar algo:
assi como vanamutani, atrauejar algun palo en la puerta…‖.1427 Quizás se podría
entender que estos astros hayan estado atravesados o fijos en relación con otros cuerpos
celestes o elementos del paisaje. La palabra tzirati está relacionada con la idea de frío,
pues se menciona que ―Esta rraiz, Thzirah-, Thzirape-, significa tener frío, estar frío, y
enfriar‖,1428 lo que podría indicar que era una estrella asociada a la época fría del año, o
alguna dirección (recuérdese que a aproximadamente a 22 km. de Zurumútaro al
Noreste se encuentra el cerro de El Zirate). Mientras que el otro cuerpo celeste, contiene
la palabra osqua, que podemos relacionarla sin duda con hozqua, ―estrella‖.
Otro tipo de astros que quedaron consignados sus nombres en tarasco, fueron los
cometas, a principios del siglo XVII, se entendía en el mundo occidental que ―el cometa
es vna impression ignita, que se causa en la region suprema del aire, por virtud de los
astros y exhalacion caliente y vntosa: y porque ordinariamente en sus estremidades por
la rarefaccion de su materia, haze vnos deshilados, a manera de cabellos, se llamò
cometa del nombre Griego…‖.1429 En los diccionarios de lengua tarasca se encuentran
varias palabras sobre estos astros: ―Cometa ençendida. Sirauata angantsi‖, que podría
traducirse como ―Humo u hollín levantado por encima‖, de ―Sirauata. Humo, hollín‖, la
preposición verbal Angà que indica ―poner levantado‖, y el sufijo Tsi, ―para
encima‖.1430 ―Cometa pequeña que se cae Hozqua veroreti, quanicuqua‖, ―Cometa
grande, o globo de fuego. Hancherenapu cipapu‖, ―Caerse las estrellas. Hozqua
vapopozquareni‖, ―Caer estrellas del çielo hechas fuego, cometas. Chuhpiri hozqua
enharati vapopozquareni,‖1431 está última entrada parecer tener sentido, pues chupiri o
chuhpiri significa ―fuego, lumbre‖; hozqua es estrella; eni, harani es ser, son la
terminación ti que indica que ejecuta la acción, y ―Vapopozquareni. Caerse, o derribarse
ello‖.1432
Los tarascos, como muchos otros pueblos de la antigüedad, interpretaban la
aparición de cometas en el cielo como augurios o presagios de acontecimientos
venideros. Al parecer los tarascos creían que los cometas eran señales de que sus dioses
les daban para emprender la conquista o destrucción de algún pueblo enemigo, por
ejemplo se menciona entre los agüeros que ocurrieron antes de la llegada de los
españoles, ―ansímismo dicen que vieron dos grandes cometas en el cielo y pensaban que sus
dioses habían de conquistar o destruir algún pueblo, y que ellos habían de ir a destruille.‖1433 Un
documento posterior tarasco donde se hace mención a este tipo de agüeros antes de la
conquista, es el Códex Plancarte:
1426
―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], Óp. Cit., P. 23-24.
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 228.
1428
DGLM, T. II, P. 827.
1429
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra, C, P, 227v.
1430
DGLM, T. II, P. 502; BAPTISTA DE LAGUNAS, IUAN. Arte en lengua tarasca. Transcripción
paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de J. Benedict Warren. Zamora, Mich., El
Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor, 2000, (Colección Cultura Purépecha), Pp. 147 y 150.
1431
DGLM, T.I, P. 126.
1432
DGLM, T. II, Pp. 171, 246, 678; T. I, P. 647.
1433
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233.
1427
353
―En aquel tiempo salió el lucero que pasó sobre todas las gentes de todo el mundo en
general y al instante desmayó y enmudeció el tal ídolo de Uandaro. Empezaron sus
ministros que sacaron los corazones para que con ellos se curara el idolo y a juntar todas las
criaturas de pecho causándoles muncha tristeza por haber desmayado el ídolo y dios de
ellos. anda grandes opiniones entre ellos y al cabo de siete dias volvió á hablar el idolo
preguntáronle que que era la causa de su mal responder que aquella estrella aquel lucero
que paso por encima de todas las gentes de todo el mundo en general y que le causo tanto
miedo en tanta manera que se desmayó y que en adelante no habia de ser él el Dios de ellos
y que lo lleven á unos desiertos altos donde hallasen despeñaderos y cuevas que allí lo
escondan y que rogaba muncho le hagan la merced que les pide y que ya habia otro dios
1434
verdadero.‖
Referencias a la creencia de que los cometas eran señalas de los dioses para conquistar
pueblos, se volvieron a mencionar para la segunda mitad de 1529, cuando se preparó la
conquista de lo que sería la Nueva Galicia: ―pues vinieron mensajeros cómo Nuño de Guzmán
venía a la conquista de Xalisco, con la gente de guerra, y antes que se partiese vieron los indios
en el cielo una gran cometa. Y llegó a Mechuacan con toda su gente.‖1435 Otro documento
indígena que al parecer registró el mismo avistamiento astronómico es el Códice Telleriano-
Remensis: ―Año de Once Casas y de 1529 se partió Nuño de Guzmán para Xalisco,
yendo a sujetar aquella tierra. Fingen que sale la culebra del cielo, diciendo que les
venía trabajo a los naturales yendo los cristianos allá.‖1436 Sahagún mencionó que los
nahuas del centro de México ―llamaba esta genta al cometa citlalin popoca que quiere
decir estrella que humea. Teníanle por pronóstico de la muerte de algún príncipe o rey,
o de guerra, o de hambre; la gente vulgar decía ésta es nuestra hambre.‖1437
Un último documento donde podemos encontrar noticias sobre el conocimiento
astronómico de los tarascos ya para la época colonial, es en el documento intitulado
Anales de Tarecuato, redactado muy posteriormente a la conquista, texto usado por
Pablo Beaumont para su crónica, importante, primero, ―porque fue escrito en lengua
tarasca y por varias personas pertenecientes quizá a una misma familia. La narración
abarca un período de más de una centuria…‖1438, segundo, por la cantidad de noticias
que da de carácter histórico, como llegada de frailes, nombramientos de obispos, de
virreyes, muerte de personajes, e incluso, sobre la Gran Guerra Turca (1645-1699), el
texto menciona que en año 1666 ―si [sic] dize que el Gran turco rauio con otros muchos
aliados sullos‖.1439 Se mencionan también muchos fenómenos naturales como
temblores, pestes, plagas de animales, rayos, heladas, torbellinos, granizadas,
inundaciones. Entre la información astronómica que nos proporciona, se encuentra por
ejemplo, que en 1578 ―huvo un eclipse d‘ sol como a la una del día primero de Septe.‖,
en 1585 ―hubo una calma que estubo obscuro tres días‖, en 1606 ―se vido un cometa
muy blanco‖, en 1161 [sic. 1611] ―hubo eclipse de Sol dia. viernes a las 2 de la tarde dia
1434
Códex Plancarte, Pp. 241-242.
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 56v, P. 274.
1436
Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits,
Mexicain 385, f. 44.
1437
SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. VII,
Cap. III, P. 435.
1438
[LEÓN, NICOLÁS], ANÓNIMO. Anales de Tarecuato. México, Editor Vargas Rea, (Colección
Amatlacuilotl), 1951, P. 8.
1439
ANÓNIMO. Anales de Tarecuato, Óp. Cit., P. 29. Estas guerras que duraron varios años, las
emprendió el Imperio Otomano y sus aliados los tártaros de Crimea, los cosacos de Zaporozhia y los
Estados vasallos de Moldavia, Valaquia y Transilvania durante gran parte del siglo XVII, contra el Sacro
Imperio Romano Germánico, la República de las Dos Naciones, la República de Venecia y el Zarato ruso.
PARKER, GEOFFREY (Editor). Atlas ilustrado de Historia Mundial. 4ª edición, España, Reader‘s
Digest, 2001, Pp. 168-169 y 186-187.
1435
354
10 de Junio víspera del apóstol S. Bernabe‖, en 1618 ―por el mes de nouiembre de dho
años por el oriente se vido mucha espesura de humo y por el poniente se vido una
estrella mui grande y reluciento‖, en 1632 ―hubo un eclipse d‘ sol como a las 2 de la
tarde‖, y en 1665 ―se vido un cometa desde el mes de noviembre hasta el de
Diciembre.‖1440
Desde la arqueología también se puede documentar el conocimiento astronómico
de los antiguos habitantes de Michoacán, aunque los estudios arqueoastronómicos son
incipientes, y poco se ha escrito al respecto.1441 Sobre la traza urbana y la alineación de
edificios en sitios del Michoacán prehispánico, José Luis Punzo ha mencionado para el
caso de Tingambato que:
―La relación entre la Pirámide 1 y el cerro Comburinda queda aún más de manifiesto
durante el solsticio de invierno, el momento en el que el sol sale en su punto más sureño, ya
que desde la parte alta de la Pirámide se puede observar al sol salir por atrás de aquella
montaña.
Así tenemos, por una parte, una relación que es observable desde las pirámides de
Tingambato con la salida y el ocultamiento del sol en distintos momentos del año, el cual se
halla en una correlación directa con algunos de los cerros y otras formas relevantes del
paisaje, lo que daba la oportunidad a los antiguos observadores de este astro de entender el
paso del tiempo y poder contabilizarlo. Así, son estos puntos solsticiales de salida y
ocultamiento del sol los rumbos del mundo, no los puntos cardinales; por eso se podía
concebir un espacio terrestre rectangular con su centro, en forma de quincunce.
Asimismo, el arco que forma el astro solar entre las dos pirámides –—cerros y la plaza—
era la representación del espacio terrestre que generó un modelo reducido del mundo. Es de
destacar, en este orden arquitectónico, que al pie de la pirámide 2, al oeste de la plaza, se
construyó una cancha de juego de pelota en un eje norte-sur. Este juego, como se ha
interpretado en muchas culturas mesoamericanas, tiene una fuerte connotación con el sol y
con la lucha que, como deidad celeste, debía enfrentar todos los días para morir al
atardecer, transitar el inframundo, y renacer por la mañana en el este. Así pues, la cancha de
juego de pelota de Tingambato en este modelo solar se encuentra en un lugar clave para
1442
entender esa concepción cosmogónica.‖
Y para el caso de Ihuatzio, Helen Pollard realizo un comentario sobre una
estructura existente en dicho sitio, y sus posibles connotaciones astronómicas:
―Sin embargo, hay excepciones a esta falta de planeación, aunque por el momento sólo
puedo documentar un complejo ceremonial que parece haber estado ritualmente orientado.
Este es el centro ceremonial de Ihuatzio, localizado cerca del centro de la cuenca de
Pátzcuaro, y construido probablemente en los inicios del siglo XIV. De las 125 ha del
asentamiento, más de 40% (50 ha) estaban dedicadas a las funciones religiosas del centro,
el cual se concentraba en una gran zona rodeada por gruesos muros de piedra. Los muros de
piedra y las estructuras mayores generalmente están alineadas hacia los puntos cardinales,
con los ejes principales corriendo de norte a sur. La sección norte de esta zona consiste de
dos plataformas piramidales rectangulares viendo hacia el este sobre una gran plaza cerrada
referida en la Relación de Michoacán como el juego de pelita, querétaro. Exactamente al
este de este complejo hay tres pequeños cerros (Cerritos los Coyotes iuatzi). Una línea
proyectada hacia el este desde el corredor entre los dos templos, cae en medio de los dos
1440
ANÓNIMO. Anales de Tarecuato, Óp. Cit., Pp. 15-28.
Un estudio preliminar sobre la orientación de sitios arqueológicos del Occidente de Mesoamérica y
Norte de México, puede leerse en ŠPRAJC, IVAN; SÁNCHEZ NAVA, PEDRO FRANCISCO; CAÑAS
ORTIZ, ALEJANDRO. Orientaciones astronómicas en la arquitectura de Mesoamérica: Occidente y
Norte. Ljubljana [Liubliana], Inštitut za Antropološke in Prostorske Študije, ZRC SAZ, (Prostor, kraj, čas
[Espacio, lugar, tiempo] núm. 12), 2016.
1442
PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―Paisaje y arquitectura en el mundo de los habitantes del Michoacán
antiguo‖, 2017, en prensa.
1441
355
cerros del norte y cuando se ven desde este corredor las cimas de los dos cerros
comprenden el ciclo de una fase linar a ambos lados de los equinoccios (Anhony Aveni,
comunicación personal, 1989). El eje norte-sur del sitio parece alinearse con un cerro
1443
inmediatamente al norte (una extensión del cerro Tariácuri hacia el suroeste).‖
Desde la arqueología también están documentados petrograbados con
connotaciones astronómicas. Los más representativos son los que ―se conocen como
pecked-cross o cruces punteadas, diseño representado por dos círculos concéntricos
atravesados por dos ejes a manera de cruz (no son figuras geométricas perfectas),
realizado mediante pequeñas horadaciones ya sea en roca o sobre piso de estuco, como
es el caso de los marcadores encontrados en la zona arqueológica de Teotihuacán.‖1444
Este tipo de petrograbados se encuentran por gran parte del territorio mesoamericano y
Norte de México. En varios de los marcadores solares localizados en Michoacán, varios
están orientados a las posiciones del sol durante los solsticios y equinoccios y a otros
fenómenos astronómicos; la cantidad de horadaciones podían ser usadas para realizar
cómputos calendáricos, y en ocasiones se encuentran otros petrograbados o pinturas
rupestres asociados posiblemente con motivos solares, lunares, estrellas o al planeta
Venus.1445 Otro tipo de petrograbados del tipo diagrama cuadricular, que se han
asociado a los tableros del juego prehispánico del patolli, y al actual juego de k'uilichi
chanakua. En Michoacán se han registrado hasta 40 de estos marcadores, que también
están relacionados a fenómenos de la bóveda celeste, ―además de ser un juego, por su
contenido y forma, este diagrama se asocia con la percepción o esquematización del
mundo, o con la idea que tuvieron en Mesoamérica sobre los conceptos de tierra y cielo,
así como con el cómputo del tiempo y la adivinación.‖1446
El calendario tarasco
Lamentablemente se desconoce sí los tarascos usaron algún tipo de registro escriturario,
todos los documentos escritos y pictográficos que se conocen fueron elaborados después
de la conquista. Hans Roskamp considera que probablemente se introdujo el uso de la
escritura conocida en el centro y sur de México a Michoacán en el Posclásico Tardío:
―Con la expansión política en el posclásico tardío (sobre todo el siglo XV y principios del
XVI) la élite uacúsecha del Lago de Pátzcuaro llegó a dominar una buena parte de
Michoacán. Parece que adoptaron y asimilaron la escritura ya conocida en la región introducida desde el centro y sur de México - y agregaron su propia iconografía. Un buen
ejemplo de un documento pictográfico uacúsecha es el escudo de armas de Tzintzuntzan
(fines del siglo XVI) que representa el poder del linaje gobernante autorizado por el dios sol
Curicaueri. También se pueden mencionar las ilustraciones de la Relación de Michoacán
1443
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state. Oklahoma,
University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian series vol. 209), 1993, Pp. 152153. Traducción de Claudia Espejel.
1444
RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Avances y perspectivas de la arqueoastronomía en
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 354.
1445
Ibíd., Pp. 354-365; NICOLAU ROMERO, ARMANDO; CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN; RÉTIZ
GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Un "Marcador solar" en Quiringüicharo, Michoacán‖, en:
http://www.rupestreweb.info/solar.html (Consultado 6 de febrero de 2018); FAUGÈRE-KALFON,
BRIGITTE. Las representaciones rupestres del Centro-Norte de Michoacán. México, Centro de Estudios
Mexicanos y Centroamericanos, (Cuadernos de estudios michoacanos, núm. 8), 1997, Pp. 24, 36, 41-50,
61 y 75.
1446
OLMOS CURIEL, ALEJANDRO. ―Manifestaciones gráfico-rupestres en la arqueología de
Michoacán. Avances y perspectivas‖, en: ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA (Editora). La investigación
arqueológica en Michoacán. Avances, problemas y perspectivas. Zamora, Mich., El Colegio de
Michoacán, (Colección Debates), 2014, P. 298.
356
(1541) - sobre todo la genealogía de los caciques uacúsechas - y el Códice de Tzintzuntzan
[…] Aparte de que los michoacanos prehispánicos muy probablemente usaron tela (lienzos)
y papel (códices) para sus documentos, sabemos que también pintaban (es decir fabricaban
mosaicos) excelentemente con plumas de aves preciosas (sobre todo de la Tierra
1447
Caliente).‖
Algunos testimonios parecen aludir precisamente al uso de códices o lienzos,1448
y el arte plumario michoacano fue muy renombrado durante la época colonial, pero con
las evidencias existentes no se puede afirmar o negar la existencia de escritura o protoescritura dentro de la cultura tarasca, aunque Roskamp agrega que ―hace falta más que
el testimonio de un fraile para negar la posibilidad del uso de la escritura en el
Michoacán prehispánico.‖1449 Por otro lado, Alejandro Olmos Curiel considera,
basándose en los petrograbados de la zona tarasca, la existencia de una proto-escritura
de esta cultura, aunque se requieren más investigaciones al respecto para intentar
desentrañar la información de estos objetos líticos;1450 sin embargo, al parecer en
Michoacán protohistórico, lo que se puede encontrar, más que una escritura, un sistema
de comunicación pictográfica, con signos convencionales con significados comunes,
entre los diversos grupos étnicos.
Se desconoce en gran parte el calendario tarasco, o sí usaron varios calendarios;
sólo tenemos algunos datos sobre el calendario compuesto de 18 meses de 20 días, pues
en la primera parte perdida de la RM, se encontraba la descripción de las fiestas que se
realizaban periódicamente.1451 Afortunadamente en el resto de la RM se encuentran
algunas referencias sobre el calendario, las fiestas celebradas con algunos datos que
explican en que consistían los ritos, y el día en que caían según la cuenta del calendario
juliano. Maturino Gilberti registró la entrada ―Calendario. huriyata miyuqua‖,1452 que
1447
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., P. 32.
1448
Cervantes de Salazar, al hablar de la expedición de Francisco Montaño a Michoacán, mencionó que
los caciques de los pueblos enviaron ―pintados‖ a los españoles al cazonci: ―De la llegada de los nuestros
á Taximaroa, el Gobernador della, que era vasallo del Cazonci, le hizo muchos mensajeros, y lo mismo
los Gobernadores de los otros pueblos por donde pasaban, hasta inviarle pintados los españoles, cómo
iban, cómo comían, cómo dormían, las armas y vestidos que llevaban…‖. CERVANTES DE SALAZAR,
FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XVI, Pp. 770-771.
1449
ROSKAMP, HANS. ―Las tradiciones escriturarias indígenas del Michoacán colonial (siglos XVIXIX) en: Ciclo de conferencias Ambonhascaquarheparini, llevadas a cabo de agosto a diciembre de
2014, El Colegio de Michoacán, Zamora, Michoacán, 26 de septiembre de 2014. Jerónimo de Alcalá
mencionó que sus investigaciones sobre la sociedad tarasca era una tarea difícil, ―como carescía esta
gente de libros.‖ Cf. RM, prólogo, f. 2v, P. 6. Pero por el contexto, parece que más bien se refiere a
―libros‖ de tipo europeo escritos con caracteres latinos en lengua indígena, y no ―pinturas‖ indígenas,
como se les llamó a los documentos pictográficos, como códices o lienzos.
1450
OLMOS CURIEL, ALEJANDRO GREGORIO. Los petrograbados de Tzintzuntzan, Michoacán: un
sistema de comunicación gráfica. Tesis para obtener el grado de Maestro en Arqueología. Directora:
Agapi Filini. La Piedad, El Colegio de Michoacán, 2010; ―La escritura prehispánica en Michoacán‖ en:
Ciclo de conferencias Ambonhascaquarheparini, llevadas a cabo de agosto a diciembre de 2014,
Universidad Pedagógica Nacional-Unidad 161, Morelia, Michoacán, 6 de septiembre de 2014.
1451
Cabe resaltar que en la única descripción completa de una fiesta en la RM, la de Sicuíndiro, no se da
ninguna indicación calendárica de ningún tipo. RM, Primera Parte, ff. 10-10v. Al parecer varios españoles
noción del calendario tarasco y sus fiestas; en 1531, un Bartolomé Aguilar, al responder sobre los ritos
idolátricos de los indígenas tarascos, mencionó que ―…a sabido este testido dellos e le an dicho [los
indígenas] los nombres de las fiestas señaladas que ellos tienen en que hazen sus ofrecimientos e
idolatrías‖, pero no se consignaron los nombres. ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte
sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., P. 398.
1452
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 302. Otra palabra relacionada es ―Cuuihchuquaro. un nombre
antiguo para contarse fiestas‖, Ídem. P. 71.
357
podemos traducir como ―Cuenta del tiempo o de los días‖, de ―Huriyata. Sol, o
tiempo‖, y ―Miuaqua. Cuenta.‖1453 Se pueden encontrar datos complementarios sobre el
calendario tarasco en algunos documentos tempranos y en los diccionarios de la lengua
tarasca, aunque no los suficientes para reconstruirlo totalmente. Sobre el calendario
tarasco se han realizado por lo menos cuatro trabajos, a cargo de Nicolás León,
Francisco del Paso y Troncoso, Eduard Seler y Alfonso Caso, quienes intentaron
traducir los nombres de los meses, y ordenarlos cronológicamente según los datos
existentes.1454 A principios de los años 1990, Helen Pollard dedicó unas páginas sobre el
calendario tarasco protohistórico, rescatando algunas palabras del vocabulario de
Maturino Gilberti, y comparado la información conocida con los calendarios mexica y
matlatzinca, esta comparación tenía el propósito de demostrar las similitudes generales
de los calendarios solares encontrados en Mesoamérica en el siglo XVI; 1455 desde
entonces no se han realizado estudios amplios o serios sobre el tema del calendario
tarasco.1456
Sabemos que los tarascos contaban 20 días cada luna,1457 estos meses se
llamaban cutsi, es decir ―luna‖, durante estos veinte días se celebraban las fiestas, lo que
significa que muy probablemente el año tarasco estaba dividido en 18 meses. Francisco
Montaño relató cómo en su estadía en Tzintzuntzan fue retenido por el cazonci
Tzintzincha, y sus mensajeros les dijeron como no debían salir de sus aposentos:
―Con esta repuesta, bien contentos los mensajeros volvieron á su señor, el cual á hora de
vísperas comenzó á hacer grandes fiestas por toda la ciudad y en los cues [y en las torres de
los templos] encender muchos fuegos y quemar muchas cosas olorosas, sacrificando en
ellos á sus ídolos gran cantidad de hombres, mujeres, muchachos, muchachas, niños y
niñas, con gran estruendo y ruido de cornetas y caracoles, con continuos bailes y danzas de
1453
DGLM, T. II, Pp. 258 y 343.
LEÓN, NICOLÁS. ―Calendario de los tarascos‖ [1888]; PASO Y TRONCOSO, FRANCISCO DEL.
―Calendario de los tarascos‖ [junio de 1888]; CASO, ALFONSO. ―El calendario de los tarascos‖ [1944],
en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (COMPILADORA); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(COORDINADORA). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México,
Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 43-49, 191-200
y 299-319. SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., Pp. 232-233.
1455
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state, Óp. Cit., Pp.
148-151.
1456
En el 2008, José Fabián Ruiz escribió un breve prólogo en un librito sobre la simbología y carteles del
Año Nuevo purépecha, donde habló de ―cuatro calendarios como bien sabemos existieron históricamente
[sic.]‖ del pueblo purépecha: el Calendario Solar o Ryyata Miyukua, Calendario Agrícola Lunar,
Calendario Astronómico, y el Calendario Ritual Festivo o Cuiuchucuaro. Sin embargo, nada de esto (que
hayan existido cuatro calendarios) se puede encontrar o inferir en la información documental existente;
Fabián Ruiz no mencionó ninguna fuente de dónde obtuvo la información, y al parecer hizo una
interpretación muy laxa de algunas palabras registradas por Maturino Gilberti, para usarlas para nombrar
los meses tarascos de 20 días; por lo que este opúsculo carece de rigor y no aportó nada para saber más
del calendario tarasco prehispánico. RUIZ, JOSÉ FABIÁN. ―Prólogo. Los cinco calendarios
p‘urhépecha…‖, en: SOTO GONZÁLEZ, JOSÉ LUIS. Arte y simbología del año nuevo p‟urhépecha.
Morelia, Casa Natal de Morelos-Taller de Investigación Plástica, (Ediciones Casa Natal de Morelos, núm.
24), 2008, Pp. 5-7. A pesar de las limitantes, este opúsculo fue citado por Pablo Alarcón-Cháires en un
trabajo sobre etnoecología purépecha, donde con otras fuentes información y propuestas de traducción (y
sin contemplar los trabajos de Francisco del Paso y Troncoso, Eduard Seler y Alfonso Caso), realizó una
reconstrucción del calendario tarasco prehispánico, que nombró Miiuchukuaro, sin fundamento e
inadmisible. ALARCÓN-CHÁIRES, PABLO. Etnoecología de los indígenas purhépecha. Una guía para
el análisis de la apropiación de la naturaleza. Morelia, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoCentro de Investigaciones en Ecosistemas-Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología Michoacán,
Morevallado editores, 2010, Pp. 35-38.
1457
―Y estuvieron los españoles seis lunas en la cibdad (cada luna cuenta esta gente veinte días)‖, RM,
Tercera parte, cap. XXV, f. 48v, P. 258.
1454
358
noche y de día, con canciones tan tristes y pavorosas que parescían del infierno. Duraron
estas fiestas y sacrificios diez é ocho días. Hízolas el Cazonci con pensamiento y voluntad
1458
que á cabo de los veinte sacrificaría á los españoles y vería si eran mortales ó no…‖.
Después de que el cazonci determinó no sacrificar a los españoles y dejarlos
regresar con Hernán Cortés, les mandó un mensaje:
―Lo que contenía el razonamiento en suma era pedir perdón á los nuestros por haberlos
detenido tantos días y que la causa había sido haber estado aquel tiempo ocupado en las
fiestas y sacrificios de sus dioses, que cada año acostumbraba hacer en aquel mismo
1459
mes…‖.
La RM menciona los nombres de las fiestas Cahera cónsquaro (17 de julio),
Cahériuapánsquaro, Charápuçapí, Coríndaro, Cuingo, Equata cónsquaro,
Hanzíuansquaro, Hiquándiro, Húnispéraquaro o Húnispéransquaro, Mázcoto (7 de
junio), Purécoraqua (23 de febrero), probablemente la misma que Purécotaquaro,
Sicuíndiro y Vapánsquaro (25 de octubre), también se menciona una fiesta que caía el
14 de noviembre, pero no se menciona su nombre.1460 El jesuita Francisco Ramírez
menciona el nombre de otras dos fiestas, que según él fueron instituidas por un
sacerdote indígena de Erongarícuaro antes de la conquista, Pevánscuaro o de la
Navidad, y Tzitacuarénscuaro o de la Resurrección. En interesante notar que Ramírez
menciona que ―comenzó a celebrar [el sacerdote de Erongarícuaro] a su modo muchas
fiestas de las que nuestra madre la iglesia celebra‖, lamentablemente no menciona más
información para hacernos una idea de cuáles eran las fiestas y sus supuestas similitudes
con las cristianas.1461 Nicolás León supuso que ―como se cita la fiesta de Caheri
Cóscuaro, es de suponerse haya existido ésta [la fiesta de] Cóscuaro‖, además se
preguntó sí ―¿Tendrá también la fiesta Vapánscuaro de los tarascos su gran festividad
Caherí vapánscuaro?‖,1462 conjeturas que no hay hallado respuesta aún. Con esta
información, y suponiendo que el calendario tarasco se dividía en efecto en 18 meses,
conocemos el nombre de 15 meses, y la fecha del año en que celebraban 5 de las fiestas,
con lo que sabemos que los tarascos concebían el transcurrir del tiempo de forma
compleja (Véase Cuadro 24).
1458
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap.
XVIII, Pp. 775. Información entre corchetes tachada en el manuscrito.
1459
Ibíd., Pp. 783. Cursivas nuestras.
1460
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250; Primera Parte, f. 10v, P. 12; Segunda Parte, Cap.
XXXII, f. 134v, P. 160; Cap. I, f. 61, P. 13; Tercera Parte, Cap. IV, ff. 13v, 14v, P. 188, 190; Cap. V, f.
16, P. 193; Segunda Parte, Cap. XXXIV, ff. 136-136v, Pp. 163-164; Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 52v, P.
266; Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248; Segunda Parte, Caps. XVI, XXI, ff. 90v, 106, Pp. 72, 103;
Primera Parte, f. 10, P. 11; Segunda Parte, Cap. XVII, f. 96v, P. 84; Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190;
Segunda Parte, Cap. II, f. 64v, P. 20; Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264.
1461
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este Colegio de Michoacán y de su
progreso y su aumento”, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio,
edición, notas y apéndices de Germán Viveros. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 1987, P. 69.
1462
LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, éticas y antropológicas. Segunda Parte,
Etnografía pre-colombina‖, en: Anales del Museo Nacional de México. Segunda época. México, Imprenta
del Museo Nacional, T. I, 1903, Pp. 486 y 488.
359
PALABRAS RELACIONADAS CON EL COMPUTO DEL TIEMPO EN
LOS DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA
Nombre en tarasco
Huriaqua
Huriatequa
Huriyatequa
Huriyaqua
Significado en castellano
Dia
Dia
Vn dia
Dia
Huriyata
Mahuruyatequa achuzcuqua
Huriyata no yoxuhati
Mintziharando huriyaqua, harauacuratiro
huriyaqua
Mahuriyatequa camateruhcan hameri,
teruxutin hameri
Huriyaqua ca ahchuri
Cuinchequa
huriyaqua,
cuincheti
huriyaqua
Huriyata yoxuquaro
Ahchuri
Sinchamando, sincha sinchando
Tziman ahchuri
Tamin ahchuri
Yon camanguensquaro
Huriyata picutspenstani
Sol, o tiempo
Dia, natural
Dia, pequeño
Dia, de entre semana
Fuente
(G) P. 96
(G) P. 373
(D-II) P. 258
(D-I) P. 265
(D-II) P. 257
(D-II) P. 258
(D-I) P. 265
(D-I) P. 265
(D-I) P. 265
Dia y medio
(D-I) P. 265
Dia, y noche
Dia, de fiesta
(D-I) P. 266
(D-I) P. 265
Entre dia
Noche generalmente
Noche escura
Noches dos
Noches tres
Noche mui noche
Deuidirles el tiempo
(D-I) P. 318
(D-I) P. 516
(D-I) P. 516
(D-I) P. 516
(D-I) P. 516
(D-I) P. 516
(D-I) P. 259
Huriyata miuni
Contar tiempo, o dias
huriyata miyuqua
Huriyata miuraqua, huriyata exerequa
Mandan cutsi
Mandan huriyatequa
Man ahchuri
Yumu huriya, huruyatequa
Tembechan thachan huriya
Vexurini
Vexuriqua
Mavetzxuriquanan nimaqua
Calendario
Calendario
Cada mes
Cada dia
Cada noche
Cinco días
De catorze en catorze días
Año
Año ya pasado
Despues de pasado vn año
(D-I) P. 167
(D-II) P. 257
(G) P. 302
(D-I) P. 130
(D-I) P. 125
(D-I) P. 125
(D-I) P. 125
(D-I) P. 198
(D-I) P. 218
(D-I) P. 66
(D-I) P. 66
(D-I) P. 253
Vexuriqua mintzinharando
Tzimandan vexurinni
tha vexurini
thapetan vexurini
Mansan hechetsio
Candela etscuquaro
lo mesmo. vel. carindaquaro. misquaretaro
caheri carindaquaro
Caheri carindaquaro
peuansqua huriaqua
Peuansqua huriyaqua
Utanoni
Entre, año
Cada dos años
Quatro años
Quatro años espacio
Cada jenero
Candelaria fiesta de las candelas
Quaresma
Cuaresma. Lo mesmo
Quaresma
Dia del nascimiento
Dia, de el naçimiento
acabarse el tiempo
(D-I) P. 318
(D-I) P. 126
(G) P. 556
(G) P. 556
(D-I) P. 125
(D-I) P. 134
(G) P. 556
(D-I) P. 182
(D-I) P. 595
(G) P. 373
(D-I) P. 266
(G) P. 202
CUADRO 24. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números
corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia
360
Lamentablemente, hoy en día todavía se tiene un sesgo importante sobre la
concepción del calendario tarasco, al considerarlo un derivado no tan avanzado como el
de los nahuas: ―Aunque de acuerdo con estos datos se puede asegurar que los tarascos
contaban con algún tipo de calendario, la misma fuente [la Relación de Michoacán]
indica que quizá éste no era tan sofisticado como el de otras culturas mesoamericanas y
que fue un rasgo introducido por la población nahua que habitaba en el territorio
conquistado por los tarascos…‖,1463 o que ―…los meses p‘urhépecha, basados
seguramente en el calendario azteca…‖.1464 En estas citas, se deja ver, primero, el
centralismo de considerar lo mexica o nahua como lo ―sofisticado‖, y segundo, de
creerse a pie puntillas el discurso legitimador del linaje uacúsecha, donde se
reivindicaban así mismos como chichimecas, cazadores-recolectores y pueblos no
agricultores, esto en especial en el pasaje cuándo Taríacuri mandó a Hiripan,
Tangánxoan e Hiquíngaje a amonestar y asesinar a su cuñado Hiuacha, en Tariaran:
―… ¿Cómo, no venís a hablar de guerra? Esperad, contaremos los días: el día de la caña y
el día del agua y el día de la mona y de la navaja, que yo Hiuacha no peleo, mas con
mantas compro los esclavos". Acostumbran los mexicanos contar sus meses e días por
unas figuras que tenían pintadas en unos papeles, una caña y agua y una mona y una
navaja. Así hay veinte figuras, un perro y un venado, etcétera. Y contando por allí los días,
tomaban sus agüeros para pelear y para ver el nascimiento de cada uno. Y esta cuenta
paresce que la tenía este señor Hiuacha y no los chichimecas y por eso dice que contarán el
día de la caña y del agua, etcétera. Oyendo lo que habló Hiuacha, Tangáxoan no se pudo
contener y dijo: "¿quién te dijo que cuentes los días? Nosotros no peleamos contando desa
manera los días, mas traemos leña para los cúes y el sacerdote llamado curí y el
sacrificador, toman olores para la oración de los dioses. Dos noches estamos en nuestra
1465
vela para mirar cómo va la gente y para despedillos, y con esto peleamos".‖
Sí se hubiera leído con atención el pasaje anterior, en lugar de haberse dicho que
los tarascos no sabían contar los días y que el calendario que tenían no era tan
sofisticado como el de otras culturas mesoamericanas, y que era un derivado del nahua,
se hubiera mencionado por el contrario, que los tarascos no contaban de esa manera los
días, si no de otra forma. ¿De qué forma contaban los días los tarascos? Los contaban,
como en el resto de los cómputos mesoamericanos, con el sistema vigesimal, en la RM
abundan los ejemplos de esto: ―Y estaba dos días el cazonçi en la cibdad y después
decía que quería ir a caza‖,1466 ―Y estaban echados los heridos en ellos y estuvieron tres
días en esta dícha casa [del águila]‖,1467 ―Y partiéronse aquellos sacerdotes y vinieron
en tres días a la cibdad de Mechuacan‖1468, ―Cinco días antes desta fiesta […] Y
emborrachábanse cinco días‖1469, ―¿Que no habemos de estar aquí, yo y vosotros, más
de cinco días […] Y emborracháronse cinco días‖1470, ―Cómo, señor, ¿no estamos aquí
1463
RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Avances y perspectivas de la arqueoastronomía en
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 352.
1464
TERÁN ELIZONDO, MARÍA ISABEL. ―Elementos mítico-simbólicos‖, Óp. Cit., P. 291.
1465
RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127, P. 145. Está es una referencia indirecta sobre el uso de un
calendario similar al tonalpohualli, que se registraban en códices de piel de venado o papel de amate
llamados tonalámat o libro de los días, y por ende, al uso de códices en el Michoacán prehispánico.
Desconocemos si los nombres de los personajes prehispánicos, mencionados en los documentos
coloniales michoacanos, tienen alguna connotación calendárica; son necesarios estudios sobre la
antroponimia en los pueblos que conformaron el Tzintzuntzan Irechequa.
1466
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 35, P. 231.
1467
RM, Segunda Parte, Cap. VIII, f. 73v, P. 38.
1468
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38v, P. 238.
1469
RM, Primera Parte, Sicuindiro, f. 10v, P. 12.
1470
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 125v, P. 142.
361
para bailar cinco días?",1471 ―Y cinco días ninguno de la cibdad molía maíz en piedras ni
hacían lumbre en sus fogares; ninguno hacía tianguez aquellos días; ni mercadeaba; ni
andaba nadie por la cibdad; mas toda la gente estaban tristes por sus casas‖, 1472 ―Y
estaban cinco días hablando sobre esto […] Y desde a cinco días iban por él…‖1473.
También hay registro del cómputo de las fiestas que eran de veinte días: ―¿no sería
bueno que dejases el vino y fueses por leña para los cúes? Y harías tus fiestas grandes y
beberéis diez días, siendo gran fiesta, y si fuese pequeña beberéis cinco días…‖;1474
―mas íbase a la casa de los papas y traía arreo veinte días leña, y después otros
veinte”;1475 cuando el dios Querenda angápeti le mandó decir a Carócomaco que tomara
por esposa a Quénomen ―y que venga de veinte en veinte días donde está su marido para
que se junten en uno‖;1476 ―Y cada día hacíen justicia de los malhechores, mas una
hacíen general este dicho día, veinte días antes de la fiesta, hoy uno, mañana otro, hasta
que se cumplían los veinte días […] Y desta manera estaba oyendo causas todos
aquellos veinte días, hasta el día que había de hacer justicia él y otro sacerdote que
estaba en otra parte.‖1477 Por último, en el discurso que daba el Capitán general antes de
entrar en combate decía:
―¡mirá questá contando los días el cazonçi, nuestro rey, para que demos batalla a nuestros
1478
enemigos! ¿Cómo le habemos de contradecir?
Como ya mencionamos, con estos datos se han intentado varías reconstrucciones
del calendario tarasco; la de Alfonso Caso es la más completa y más documentada.
Aunque su estudio data de la década de 1940 y ha aparecido nueva información; y que
su gestación teórica es propia de su tiempo, partiendo del centralismo y difusionismo,
considerando que el calendario era muy similar al mexica, no ha aparecido un estudio
que aporte más al entendimiento de este tema, pero con la nueva información y
perspectivas, podría intentarse un nuevo estudio sobre este tema (Véase Cuadro 25).
1471
RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV, f. 136v, P. 164.
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 32, P. 225.
1473
RM, Tercera Parte, Cap. XVII, ff. 32v-33, Pp. 226-227.
1474
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 95v, P. 82
1475
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 92v, P. 76.
1476
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112v, P. 116.
1477
RM, Segunda Parte, Cap. I, ff. 61v-62, Pp. 14-15.
1478
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17, p. 195. Cursivas nuestras.
1472
362
Años cristianos 1540-1543
9 abril
28 abril
29 abril
18 mayo
19 mayo
7 junio
8 junio
27 junio
28 junio
17 julio
18 julio
6 agosto
7 agosto
26 agosto
27 agosto
15 septiembre
16 septiembre
5 octubre
6 octubre
25 octubre
26 octubre
14 noviembre
15 noviembre
5 diciembre
25 diciembre
4 diciembre
24 diciembre
13 enero
14 enero
14 enero
3 febrero
18 enero
2 febrero
22 febrero (o)
23 febrero
14 marzo
15 marzo
3 abril
4 abril
8 abril
TABLA DEL AÑO TARASCO
Meses Tarascos
ANÓNIMO
ANÓNIMO
Mazcuto
[Mázcoto]
Uazcata cónscuaro
[Equata cónsquaro]
Caheri cónscuaro
[Cahera cónsquaro]
Hanciñáscuaro
[Hanzíuansquaro]
Hicuándiro
[Hiquándiro]
Sicuíndiro
[Sicuíndiro]
Charapu zapi
[Charápuçapí]
Uapánscuaro
[Vapánsquaro]
Caheri Uapánscuaro
[Cahériuapánsquaro]
ANÓNIMO
Peuánscuaro
Curíndaro
[Coríndaro]
…………………………
Tzitacuarénscuaro
Purecoracua
[Purécoraqua o
Purécotaquaro]
Cuingo
[Cuingo]
Unisperácuaro
[Húnispéraquaro o
Húnispéransquaro]
DÍAS SOBRANTES
Meses Aztecas
Huey tozoztli
Toxcalt
Etzalcualiztli
Tecuilhuitontli
Hueytecuilhuitl
Tlaxochimaco
Xocotlhuetzi
Ochpaniztli
Teotl eco-Pachtontli
Tepeilhuitl-Huey pachtli
Quecholli
Panquetzaliztli
Atemoztli
Tititl
Nemontemi
Izcalli (x)
Atlcahualo (x)
Tlacaxipehualiztli (x)
Tozoztontli (x)
(x) Los meses aztecas marcados así, principian 5 días después que los tarascos.
El mes azteca Tozoztontli, termina el 8 de abril.
(o) En la Relación dice 23 de febrero, pero evidentemente debe ser 22.
Las fechas en tipo negro, se encuentran indicadas en la Relación.
CUADRO 25. FUENTE: CASO, ALFONSO. ―El calendario de los tarascos‖ [1944], Óp. Cit., P. 319.
Modificación nuestra; hemos puesto entre corchetes los nombres de las fiestas de acuerdo a la paleografía
de la edición citada de la RM.
Nicolás León rescató unas palabras tarascas sobre el nombre de las estaciones
del año: ―Primavera, Tzitziquicuarensuca; Verano, Hozta; Otoño Haniscua; é Invierno,
Iauansqua; dándonos la significación de Época de flores, Estrella [sic. Estío], Lluvia y
363
Hielo.‖1479 Sin embargo, al parecer entre los tarascos prehispánicos no existió la noción
de un año dividido en cuatro estaciones, sino en dos, época de secas y época de lluvias,
o quizás en tres, época de secas, época de lluvias, y época de invierno. Maturino Gilbert
registró vocablos tarascos que hacen referencia a estas tres épocas del año, y no
encontramos palabras relacionadas con ―primavera‖ u ―otoño‖: ―Hozta. tiempo despues
de las aguas‖, ―Yuanasquaro. inuierno quando yela‖, ―Estio parte del año. hozta‖,
―Ynuierno. yauansquaro‖, ―Nacido en verano. hosta peuacata‖, ―Nacido en inuierno.
yauansquaro peuacata‖, ―Verano. hozta.‖, ―Verano ser o hazer. hoztareni.
hoztarenstani‖, ―Veraniega cosa. hozta pucuri‖.1480 Sin embargo, la noción de tres
estaciones anuales, parece ser de origen europeo, y no indígena, por lo que Gilberti bien
pudo traducir ese esquema a la lengua tarasca, ya que Covarrubias definió
―ESTIO, Lat. aestas, vna parte del año, que empieça del equinoccio vernal, y se termina en
el equinocio autumal, y consta de sus meses, porque antiguamente, todo el año se diuidia en
estio, y en hieme, o verano, e inuierno: despues le diuidieron en quatro partes, y empeçò a
llamarse estio el tiempo de los tres meses que el sol entra en el signo de Cancro, hasta el
equinocio autumal, que se causa entrando el Sol en Libra, y assi diuideron el año en quatro
partes; entrando el Sol en Aries, epieça el verano, en Cancro, el estio, en libra, el inuierno.
1481
Estiual, lo que pertenece al Estio.‖
Mientras que lo definió como ―INVIERNO, el tiempo en el año opuesto al
verano, y assi esta compuesto de in, y ver, veris, por el verano, Lat. dieitur hyems,
bruma, tiempo encogido por el frío, y las aguas, con días cortos y nublosos, y por las
noches largas y penosas…‖1482 Según las mismas traducciones de Gilberti, entre otras
cosas se hace referencia a los nacidos en diferentes épocas del año, y se entiende que se
concebían dos estaciones, hozta (la época de lluvias) e yauansquaro (época de secas);
los tarascos debieron haber conocido perfectamente los solsticios y equinoccios, y
considerarlos fechas para medir el tiempo, pero no para dividir el año en las estaciones
en las que actualmente dividimos el año.
El tiempo de la guerra tarasca
Con toda la información sobre el calendario, lluvias y ciclos agrícolas, debemos
recordar lo dicho por Eduardo Ruíz, sobre la existencia de dos tipos de guerra
practicada por los tarascos, una extraordinaria determinada por las circunstancias, y otra
ordinaria, que ―se hacía siempre después de las cosechas y de estar ya entrojados los
granos.‖ Tal vez a estas debería agregarse un tercer tipo de guerra, la ritual, que en la
RM se denomina ―entradas‖, cuyo objetivo era capturar prisioneros y escudriñar el
terreno antes de iniciar las movilizaciones grandes. La época de guerra de conquista
sería entonces entre mediados de enero a abril, después de las cosechas y antes de la
época de lluvias, que iniciaban en mayo, para preparar los campos para cultivar. La RM
también menciona indirectamente que los tarascos generalmente no hacían la guerra en
época de lluvias, a menos que fueran determinada por las circunstancias, pues cuando
llegaron los españoles a Taximaroa, Tzintzincha mandó investigar a Pedro
Cuiniarángari que intenciones tenían los españoles, cuándo Cristóbal de Olid le
preguntó a Cuiniarángari de dónde venía, quién lo envío y para qué, le contestó lo que le
dijo el cazonci: ―vé a rescibir los dioses (que ansí llamaban entonces [a] los españoles) a
1479
LEÓN, NICOLÁS. ―Calendario de los tarascos‖ [1888], Óp. Cit., P. 47.
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 93, 98, 424, 470, 511, 619.
1481
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra E, P. 385.
1482
Ibíd., Letra I, P. 507.
1480
364
ver si es verdad que vienen, quizá es mentira, quizá no llegaron sino hasta el río y se
tornaron por el tiempo que hace de aguas…‖, la RM indica que este episodio tuvo lugar
el 17 de julio1483 de 1522. En varias partes del mundo preindustrial, las guerras no se
practicaban en época de lluvias, pues el movimiento de tropas se dificulta por los
empantanamientos, y por la crecida de los ríos.1484 Esto difícilmente podría explicar la
información contenida en la RM de que las guerras se hacían en las fiestas de
Hanzíuansquaro e Hiquándiro, en plena época de lluvias, si tomamos en cuenta la
reconstrucción de Alfonso Caso. Si se lee con cuidado el texto de la RM, se puede
observar que Jerónimo de Alcalá ―generalizó algunos pasajes del relato del petámuti
para describir las costumbres tarascas en vísperas de la conquista.‖1485
Con esto no negamos que los preparativos de la guerra no fueran como se
describe en los capítulos dichos, sino que el fraile extrapoló información de la sociedad
tarasca. Algunos pasajes donde se nota esto son por ejemplo la destrucción de
Curínguaro. Los habitantes de esta ciudad eran los enemigos acérrimos de los
uacúsecha, uno esperaría que se describiera con detalles de destrucción de este pueblo,
en lugar de eso, tenemos la interrupción del clímax narrativo, en la RM se reduce a
menos de dos líneas la destrucción de los enemigos acérrimos de Taríacuri: ―Después
que conquistaron el pueblo de Hiuacha [Tariaran acuezizan harocotin], fueron a
conquistar a los de Corínguaro y destruyéronlos.‖1486 Sin duda este pasaje era vivamente
narrado por el petámuti, pero el fraile lo omitió, pues hablaría en un capítulo aparte de
―cómo destruían o combatían los pueblos.‖1487 Otro ejemplo de cómo se describe algo
general con un caso particular, es el capítulo ―De la manera que se casaban los señores.
Pónese aquí cómo se casó don Pedro, que es ahora gobernador, porque desta manera se
casaban todos‖.1488
Consideramos que este tipo de extrapolación se hace también en los capítulos
IV, V y VI de la tercera parte de la RM, que hablan sobre la guerra, y que en realidad
están haciendo referencia a un episodio de una guerra en particular, nosotros
proponemos que se trata de la guerra extraordinaria para la coronación de Tzintzincha
Tangáxoan. Basta con poner atención a la cronología de los sucesos y ver la conexión
entre los detalles, para ver que se trata del mismo episodio histórico desperdigado en
varios capítulos de la tercera parte de la RM. El primer indicio que observamos fue que
tanto en el capítulo IV (―De las entradas que hacían en los pueblos de sus enemigos‖),
así como el V que es continuación del anterior (―Cómo destruían o combatían los
pueblos), parecen estar ambientados en la frontera de los de Cuýnaho,1489 mismo
destino al que va el nuevo cazonci en el capítulo XVIII (―Razonamiento del papa y
sacerdote mayor y del presente que traían al caçonzi nuevo‖), después de haber hecho la
ceremonia de la guerra y convocado a la gente para ir a ella:
1483
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 44-45, Pp. 250-251.
Para un relato de la gran dificultad de cruzar el Río Balsas en época de lluvias, véase GARCÉS,
DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 40-41.
1485
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, nota a pie núm. 44, P. 64.
1486
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153.
1487
RM, Tercera Parte, Cap. V.
1488
RM, Tercera Parte, Cap. X.
1489
En el capítulo IV se dice que ―Unos iban a la frontera de México, que peleaban con los otomies, que
eran valientes hombres y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras. Otros iban en las fronteras de los
de Cuýnaho.‖ RM, Tercera parte, cap. IV, f. 15, p. 191.
1484
365
―Y íbase derecho a una frontera que estaba cerca de sus enemigos, llamada Cuýnacho, y
hacía allí una entrada de presto y tomaba cien cativos o ciento y veinte y tornaba antes que
viniese la gente que había inviado a la guerra. Y después venían todos los señores y traían
muchos cativos para sus sacrificios. Este era el principio de su reinado y quedaba entonces
1490
por señor asentado y rey, en lugar de su dios Curícaberi.‖
Otra cosa de notarse, es el número de personajes importantes que están presentes
en el capítulo V, el capitán general, los señores de Pátzcuaro e Ihuatzio, y el señor de
Jacona, dicha concentración de personajes tan importantes del corazón del Tzintzuntzan
Irechequa, y un señor de las cuatro partes, nos indican, primero, que se trata de la guerra
que mandaba hacer el nuevo cazonci para iniciar su reinado, y segundo, la ubicación
geografía, la frontera norte, hacia donde estaba Cuýnaho. La guerra para la coronación
era general y se hacía en todas fronteras, con el objetivo de conseguir prisioneros para
sacrificar en honor al nuevo cazonci, aunque muy probablemente esos sacrificios se
practicaban en las regiones fronterizas, y algunos se mandaban a la capital del
irechequa.1491 Otro indicio es un comentario hecho por el fraile, que deja ver esta
extrapolación, ya que antes de irse a la guerra el ―sacerdote llamado hirípati entraba en
la casa de vela a su oración con los olores, como se contó hablando de la guerra, y
hacía su sermón sobre aquella leña, como su dios Curícaberi lo había así ordenado.‖1492
Así, ordenando cronológicamente los episodios que extrapoló Jerónimo de Alcalá,
podemos ver como se trató de una guerra extraordinaria, en pleno tiempo de lluvias.
Se menciona que el cazonci Zuangua murió por viruelas.1493 En el capítulo de
los ritos funerarios del cazonci, se menciona que cuando era muy viejo, empezaba a
mandar un hijo señalado por él, pero líneas más adelante, dice, ―pues estaba enfermo el
cazonçi viejo, y llegábanse a curalle todos sus médicos, que eran muchos, entonces
inviaba por médicos de toda la provincia y nevían a curalle y trabajaban mucho por
curalle.‖1494 Al morir, se relatan ampliamente las exequias del cazonci, iguales a las que
debieron realizarse en honor de Zuangua.1495 Tras la muerte de Zuangua, la RM
menciona que alzaron a otro rey: ―pues entraron en consulta los viejos que habían
quedado de las enfermedades, sobre alzar otro señor y dijéronle a Zinçicha: "señor, sé
1490
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 35-35v, Pp. 231-232.
―Y mandábales que fuesen a la guerra y deshacíase todo aquel ayuntamiento, y íbanse a sus casas y
inviaba sus correos y mensajeros por todos los pueblos. Que fuesen a la guerra, a todas las fronteras de
sus enemigos.‖ RM, Tercera parte, Cap. XVIII, f. 35, P. 231.
1492
Tercera parte, Cap. XVIII, f. 35, p. 231. Cursivas nuestras.
1493
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248.
1494
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30, P. 221.
1495
En 1554, dos testigos indígenas declararon en la relación de méritos y servicios que promovió
Antonio Huitziméngari, de la información que proporcionaron, al parecer fueron testigos sólo de dos
grandes exequias de dos cazoncis. El primero fue Francisco Quirongari, gobernador de Tiripetío que tenía
más de 60 años (nacido ca. 1494), mencionó que ―…sabe he vido, que después de muerto el dicho
Cazonci [Francisco Tangáxoan] he todos sus pasados luego que muertos eran, se tenia de costumbre en
toda esta tierra entre ellos, que no se pudiese encender fuego ninguno en sus casas cinco días, he que en
estos cinco días era tan grande la tristeza y llanto que hacían que era cosa de admiración, he que vido, que
nunca jamás…‖. El otro testigo fue Alonso Ciña, principal de Tiripetío y de edad de más de 52 años
(nacido ca. 1492), mencionó que ―…vido he vio, que cuando su padre del dicho Cazonci [Zuangua] y el
dicho Cazonci, [Francisco Tangáxoan] padre del dicho don Antonio, murió, toda la tierra por tenerlos en
tanto tenían muy gran tristeza he hacían muy gran tristeza he llanto, he que a su sepultura siempre tenían
gran acatamiento…‖. ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 15531554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 76 y 78. Es probable que los informantes de la RM en 1540
hayan presenciado las exequias de Tzitzíspandácuare (muerto ca. 1486), pero es muy probable que los
ritos mortuorios detallados en dicho documentos, correspondan a los de Zuangua.
1491
366
rey."‖1496 En un capítulo anterior titulado ―cómo hacían otro señor y los parlamentos
que hacían‖, se explicó precisamente como era la consulta de los viejos para alzar a otro
cazonci; aquí las extrapolaciones empiezan a ser notorias: cuando alzaron a Tzintzincha
por rey, él quiso declinar a favor de sus hermanos menores o su primo, pero los señores
no lo dejaron: ―no digáis esto, viejos. Sean mis hermanos menores y yo seré como padre
de ellos; o séalo el señor de Cuyacan [Ihuatzio] llamado Paquíngata.‖1497 En el capítulo
de ―cómo hacían otro señor y los parlamentos que hacían‖, se menciona ―entonces daba
sus causas el hijo del señor, por qué no lo había de ser y decía: "séalo mi tío, que tiene
más espiriencia, que yo soy muchacho". Respondía el hermano del señor muerto: "yo ya
soy viejo, prueba tú a ser señor"‖,1498 este tío al parecer era ―Timas que le llamaba tío el
cazonçi [Tzintzincha], que tenía mucho mando y no era su tío…‖1499
Después de ya era elegido el cazonci, es este caso Tzintzincha, la RM describe
en el capítulo titulado ―razonamiento del papa y sacerdote mayor y del presente que
traían al caçonzi nuevo‖, cómo el petámuti pronunciaba un razonamiento para que los
señores y caciques fueran obedientes, después de este discurso ―desta manera quedaba
por rey y hacía un convite general a toda la gente. Y a la noche iba a su vela a la casa de
los papas de Curícaveri, y todos los caciques y señores, y hacían la cerimonia de la
guerra echando encienso los sacerdotes a la media noche, con sus cirimonias.‖1500 En
1535, un lustro antes de Jerónimo de Alcalá compilara la RM, Vasco de Quiroga ya
había asentado por escrito que el señor de Michoacán, hacía una guerra para tomar
posesión del cargo:
―Y lo que el difundo hacía si dejaba hijos, según yo lo he seido certificado, mayormente en
la provincia de Mechuacán, era dejarlos encomendados al que así había de ser elegido por
cacique o el difunto le nombraba; y el que así era y subcedía por esta vía de elección,
tomaba e había de tomar en si todas las mujeres del cacique defunto por suyas con todo lo
demás que él tenía, y enterraban vivos con él las que el difundo mandaba, que eran las que
más quería, y luego diz que había como por posesión de hacer guerra a los comarcanos, y
1501
todos los que entonces tomaban, los sacrificaban.‖
El nuevo cazonci iba a cortar leña, y hacía un gran convite a los señores,
sacerdotes y otros miembros de la clase dominante, y estos le llevaban presentes de
algodón, frutas, cobre petates, arcos al cazonci. ―Y despidíanse todos del cazonçi y
íbanse a sus pueblos, donde habían venido, y juntaban su gente y hacíanles saber del
nuevo rey y amonestábanles que fuesen obidientes. Y después, desde a poco, inviaba el
cazonci los sacerdotes llamados cúritiecha para hacer traer leña para los qúes, y traian
toda aquella leña la gente de los pueblos en diez días, y alzábanla en el patio grande de
los qúes. Y el sacerdote llamado hirípati entraba en la casa de vela a su oración con los
olores, como se contó hablando de la guerra, y hacía su sermón sobre aquella leña,
como su dios Curícaberi lo había así ordenado.‖1502
1496
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248.
Ídem.
1498
RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 32v, P. 226.
1499
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250. Claudia Espejel menciona que ―también es posible que
la descripción de esta ceremonia [elección y alzamiento del cazonci] corresponda únicamente a la
elección de Zinzincha, quien efectivamente intentó delegar la responsabilidad al señor de Cuyacan
[Ihuatzio]‖. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, Pp. 193-194.
1500
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 34v, P. 230.
1501
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., Pp. 123-124. Cursivas nuestras.
1502
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 34v-35, Pp. 230-231.
1497
367
Precisamente el capítulo titulado ―de las entradas que hacían en los pueblos de sus
enemigos‖ inicia con estas palabras: ―Antes que se partiesen a la guerra, por la fiesta de
Hanzíuansquaro, mandaba traer el cazonçi leña para los qúes por toda la Provincia, y en
la vigilia de la fiesta, estaba alzada toda aquella leña en grandes rimeros en el patio.‖ 1503
Después la RM narra prolijamente la ceremonia de la guerra: ―Llegada, pues, la fiesta
de Hanzíuansquaro, ataviábase el cazonçi y enviaba por toda la Provincia que viniese la
gente de guerra y llevaban los correos llamados vaxánocha, este mandamiento del
cazonçi por toda la Provincia. Y llegando a los pueblos, juntaban la gente y
amonestábanles que obedeciesen al caçonçi y que no pasase ninguno su mandamiento y
que se aparejasen todos.‖1504 A toda esta gente, el cazonci
―mandábales que fuesen a la guerra y deshacíase todo aquel ayuntamiento, y íbanse a sus
casas y inviaba sus correos y mensajeros por todos los pueblos. Que fuesen a la guerra, a
todas las fronteras de sus enemigos. Y estaba dos días el cazonçi en la cibdad y después
decía que quería ir a caza, y ansí lo pensaban todos, que quería ir alguna montería y era que
quería ir alguna entrada. Iban con él los sacerdotes que ponían el encienso en los braseros, y
de la otra gente que habían quedado en la cibdad y llevaba consigo las trompetas, diciendo
que iba a montería. Y íbase derecho a una frontera que estaba cerca de sus enemigos,
llamada Cuýnacho, y hacía allí una entrada de presto y tomaba cien cativos o ciento y
veinte y tornaba antes que viniese la gente que había inviado a la guerra. Y después venían
todos los señores y traían muchos cativos para sus sacrificios. Este era el principio de su
1505
reinado y quedaba entonces por señor asentado y rey, en lugar de su dios Curícaberi.‖
Nótese como se menciona que el cazonci hacia ―entradas‖, que no eran combates
de ejércitos grandes, sino que eran operaciones para hacer prisioneros furtivamente; en
estas entradas que se hicieron para la coronación de Tzintzincha, ―unos iban a la
frontera de México, que peleaban con los otomies, que eran valientes hombres y por eso
los ponía Montezuma, en sus fronteras. Otros iban en las fronteras de los de
Cuýnaho.‖1506 Nótese también que se mencionó que el cazonci ―íbase derecho a una
frontera que estaba cerca de sus enemigos, llamada Cuýnacho, y hacía allí una entrada
de presto y tomaba cien cativos o ciento y veinte y tornaba antes que viniese la gente
que había inviado a la guerra‖, con esto queda claro porqué en el capítulo titulado
―cómo destruían o combatían los pueblos‖, estaban presentes el capitán general, el señor
de Pátzcuaro, el señor de Ihuatzio [¿Paquíngata?], y el señor de Jacona, 1507 pero no el
cazonci, pues este había regresado para asentarse como señor y realizar los sacrificios.
Sintetizando toda esta información, podemos ver como claramente el fraile compilador
extrapoló mucha información y episodios históricos, por lo que consideramos que si
bien mencionó los preparativos de las guerras, la época del año no era la más adecuada
para hacer movilizaciones grandes de guerreros:
1503
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 13v, P. 188.
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 188.
1505
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff.35-35v, Pp. 231-232. Cursivas nuestras.
1506
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191.
1507
RM, Tercera Parte, Cap. V.
1504
368
CRONOLOGÍA DE LA CORONACIÓN DE TZINTZICHA TANGÁXOAN
Episodio histórico
Capítulo de la Tercera
Fechas
Parte de la RM
Muerte de Zuangua por viruelas
Cap. XXII
Entre verano y durante
el otoño de 1520
Funeral del cazonci [Zuangua]
Cap. XVI
Como hacían otro señor y los Cap. XVII
parlamentos que hacían
Tzintzincha es alzado rey
Cap. XXIII
―Razonamiento del papa y sacerdote Cap. XVIII
mayor y del presente que traían al
caçonzi nuevo‖
El nuevo cazonci manda hacer la Cap. IV y Cap. XVIII
Hanzíuansquaro
ceremonia de la guerra
El nuevo cazonci manda llamar y envía Cap. IV y Cap. XVII
gente de guerra
El nuevo cazonci [Tzintzincha] hace una Cap. IV y Cap. XVIII
entrada de Cuniao
El nuevo cazonci regresa a Tzintzuntzan Cap. IV y Cap. XVIII
para hacer los sacrificios
Los ejércitos del cazonci combaten y Cap. V
Hiquándiro
destruyen Cuniao
CUADRO 26. FUENTE: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Óp. Cit., Tercera Parte,
pássim. Elaboración propia.
Otro documento que aporta indirectamente información valiosa sobre el
calendario tarasco y los tiempos de siembra y cosecha, es la tasación del bachiller Juan
Ortega, realizada en 1528. Después de la conquista de Michoacán, Hernán Cortés le dijo
a Francisco Tangánxoan que dejara de cobrar tributos, ya que ahora los cobrarían los
españoles, además de proceder al repartimiento de encomiendas a los soldados.1508
Hubo bastantes complicaciones en Michoacán en los primeros años de colonia: los
encomenderos abusaban de los indios, lo que provocó el asesinato de varios españoles,
mientras que los indios seguían pagando tributo a la nobleza indígena, y los problemas
políticos capitalinos afectaban los intereses de los encomenderos en la Nueva España y
Michoacán. Desde la capital del futuro virreinato, se enviaron varios visitadores al
antiguo reino tarasco con la tarea de imponer orden y obtener información sobre la
producción, con el fin de poder recaudarla y administrarla de forma más efectiva, con
esta misión fue enviado el bachiller Juan Ortega a Michoacán.1509 El documento asienta
que el 31 de abril de 1528, Juan Ortega mandó llamar al interprete Juan Martín, para
informarle a Pedro Cuiniarángari que ordenaba convocar a los señores y principales de
los pueblos de toda la provincia ―para que tuviesen la orden en servir a los españoles y
no se le hiziese el mal tratamiento‖.1510 Para el 16 de mayo de 1528, ya reunidos los
señores y principales, el bachiller Ortega les indicó de qué forma tenían que tributar
maíz y bastimentos a las minas:
―…les mandó la manera que han de tener de servir a sus amos y de lo que les han de dar
maíz puesto en las minas y de qué tanto tiempo han de llevar cada camino y si así no lo
cumplieren y mantuvieren como les manda y de cómo sus amos los han de tratar, que es
1508
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51, P. 263.
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 153-183.
1510
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-412.
1509
369
luego desde hoy día de este concierto han de llevar cada uno dos caminos de bastimentos
de los que prometan, y después de llevados han de holgar desde el día de San Juan
primero hasta tres meses primeros siguientes y después otro mes adelante el que éllos
quisieren, y después de pasado la huelga de veinte en veinte días han de llevar cada
1511
camino.
En este extracto se da valiosa información sobre el computo del tiempo usado
por los tarascos, pues al tratarse de un documento muy temprano, igual que otras
fuentes del mismo periodo, índica la continuidad de la vida del pueblo tarasco, así como
la adecuación y uso de las prácticas indígenas por parte de los conquistadores para
dominar. En el caso de este documento, se observa como los españoles respetaron
algunos de los centros administrativos del antiguo Tzintzuntzan Irechequa,1512 así como
algunas actividades regidas por el calendario, aquí es el caso del tributo. Desde el
momento en que se les informa a los principales, deben llevar bastimentos a las minas
hasta el día de San Juan primero [de junio],1513 después de este día, deberán de dejar de
enviar bastimentos durante tres meses, es decir, de junio a septiembre, pudiendo
descansar un mes después que ellos quisieran, pero después deberán llevar bastimentos
de nuevo de veinte en veinte días. Los meses de huelga son justamente los de la época
de lluvias, se entiende entonces que el bachiller Ortega exentó de pagar tributos a los
indígenas ese tiempo para que se dedicaran a las actividades agrícolas; pasado ese
tiempo, tuvieron que pagar tributo en tiempo igual que en la época prehispánica.
Estas preocupaciones por el ciclo agrícola, las cosechas y del sustento de los
ejércitos no fueron exclusivas de los tarascos prehispánicos, sino de los mismos
españoles. Casi dos años después de la visita del bachiller Juan Ortega, Nuño de
Guzmán emprendió una gran campaña para explorar y conquistar los territorios que
estaban al oeste y norte de la provincia de Michoacán, para lo cual exigió la
participación de españoles e indígenas de diversas partes de la Nueva España, tanto de
guerreros como de bastimentos. En Michoacán Nuño de Guzmán exigió a Francisco
Tangánxoan gran cantidad de bastimentos para la expedición; aunque en una carta de
Nuño de Guzmán a Antonio de Godoy, el primero menciona como la expedición se
tenía que retrasar, ya que ―y cuanto a lo del repartimiento del maíz, creo que no se podrá
haber por ser al cabo del año, ni tampoco creo que se podrá haber tanta cantidad.
Repártase la más que se pudiere para lo nuevo y mil o dos mil fanegas de frijoles y su
ají y sal, y esto esté repartido por los señores de los pueblos para qe acudan a su tiempo
adonde les ordenáredes.‖1514 Para ese momento, Guzmán había mandado llamar al
cazonci Francisco Tangánxoan y su hermano adoptivo don Pedro Cuiniarángari, por lo
que Antonio de Godoy, en una carta posterior y sin fecha, escribió que ―bien vee [sic.]
vuestra merced que si va allá Don Pedro y Don Francisco ¿quién ha de recoger el maíz?
¿Qué aprovecha si van allá ambos señores? Manda que se venga Don Pedro y vaya el
1511
Ibíd., P. 415. Cursivas nuestras.
Véase el apartado sobre la ―Extensión y organización territorial del Tzintzuntzan Irechequa‖ en éste
capítulo de la presente investigación.
1513
La fecha exacta en que cayó el día de San Juan ese año se indica más adelante: ―…el día de San Juan
de junio primero…‖. ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN,
BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 415.
1514
―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖ [Carta del 20 de agosto de 1529 de Nuño de
Guzmán a Antonio de Godoy], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª
edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989,
Apéndice IX, P. 437.
1512
370
Cazonci.‖1515 La RM menciona que al final los tarascos, entre otras cosas, tenían
recogidas cuatro mil cargas de maíz y infinidad de gallinas.‖1516
De esta correspondencia se entrevé la preocupación de como los indígenas no
podían pagar el tributo por ser invierno, y que era necesaria la presencia de la autoridad
indígena para que los españoles pudieran apropiare del plusproducto. Consideramos que
en este apartado hemos utilizado las herramientas proporcionadas por el materialismo
histórico para el estudio de las sociedades humanas. Al analizar la realidad material en
que los tarascos tuvieron su desarrollo histórico, su entorno geográfico, la forma en que
se organizaba la sociedad para producir y reproducir la vida material, podemos observar
como todo esto determinó en última instancia la división en clases dominante y
dominadas, el aparato represivo de Estado, y los aparatos ideológicos de Estado, por los
cuales los miembros del linaje real de los uacúsecha movilizaron miles de guerreros a
las conquistas; pero se necesitó más que ser el ―pueblo elegido‖ de Curícaueri y que los
antiguos tarascos hayan sido una sociedad sumamente religiosa para ir a la guerra:
―No obstante que el pueblo en cuestión crea en Jehová, Alá, Huitzilopochtli o Chac, el
ejército solo puede avanzar determinado número de kilómetros al día, cada soldado
consume cierta cantidad de alimentos o bebidas diariamente, y es necesario proporcionar
1517
estos abastos si se pretende ganar una guerra al margen de la ideología.‖
Con la reconstrucción del calendario tarasco propuesta por Alfonso Caso, hemos
trazado la disposición de los meses sobre el calendario juliano. Con la información que
proporcionan las Relaciones Geográficas, hemos señalado el inicio y final de las lluvias
tal y como se registraron en varias regiones de Michoacán durante 1580. También los
datos de las Relaciones Geográficas y los estudios de Pelicer y Brigitte Boehm sobre los
diferentes tipos de sistemas agriculturas de cultivo, y las épocas del año, nos permiten
aproximarnos a las épocas en que se iniciaba la siembra y cosecha de cultivos. Debemos
agregar que Beaumont al hablar del maíz de la Nueva España y Michoacán, mencionó
que:
―Siémbrase regularmente el maíz en el mes de marzo, de esta manera: después de bien
cavada la tierra, se hacen unos hoyos distantes unos de otros como un paso, en lo que se
entierra cuatro o cinco granos de maíz y se viene a coger por noviembre o diciembre, sin
tanto trabajo como el trigo y aun en algunas partes dentro de tres a cuatro meses y aun en
partes dentro de cincuenta días, según las diferentes cualidades de las tierras y regiones y
los temperamentos, que varían sumamente en estos reinos, en muy cortos espacios de
1518
tierra.‖
A esto hay que agregar la ―huelga‖ o período de descanso que dio el bachiller
Ortega a los indígenas para el pago de tributos en las minas. Este gráfico sólo es un
1515
―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖ [Carta sin fecha de 1529 de Antonio de Godoy a
Nuño de Guzmán], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición
michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IX,
P. 438.
1516
RM, Tercera Parte, Cap. XXXIX, f. 65v, P. 274.
1517
Estas palabras pertenecen a Ross Hassig, citadas por CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO.
―La arqueología e historia militar en México y el conocimiento de los ejércitos prehispánicos, una visión
panorámica‖, en: et. al. Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios
Históricos de las Revoluciones de México, 2014, P. 35. Apud. HASSIG, ROSS. ―La guerra maya vista a
través del Altiplano Posclásico‖, en: La guerra entre los antiguos mayas. Memoria de la Primera Mesa
Redonda de Palenque. Edición de Silvia Trejo. México, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaConsejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000, P. 169.
1518
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. III, P. 463.
371
acercamiento preliminar, y se necesitan más estudios para comprender mejor el
calendario tarasco y el ciclo agrícola en Michoacán durante el siglo XVI (Véase Figura
11). Pero con estos resultados preliminares, y el hecho de que la fiesta de la guerra o
Purécoraqua se celebrara justo en época de secas, permite interpretar que las grandes
movilizaciones de guerreros se efectuaban en esta época del año:
FIGURA 11. El calendario tarasco, época de lluvias, los ciclos agrícolas, y la huelga del bachiller Juan
Ortega. Las mazorcas indican la fecha aproximada de la cosecha. FUENTE: ALFONSO. ―El calendario
de los tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 299-319; ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, pássim; NAVARRETE PELLICER, SERGIO. ―La tecnología agrícola tarasca del siglo
XVI‖, Óp. Cit.; Pp. 74-142. ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en:
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425.
Elaboración propia.
372
III.
LA GUERRA TARASCA
―Los Indios de este Reino [Nueva España], especialmente los Tarascos, son
valientes, i en tiempo de su infidelidad, por maravilla perdian Batalla: tenia el
Rei sus Guarniciones en las Fronteras, para la Guerra con Mexicanos,
Xaliscos, Colimas, Matalzingos: usaban las mesmas Armas que los otros:
iban en Cueros embijados de Colorado, Negro, i Amarillo, con Petos fuertes
de Maguei: todo su negocio era tomar Cautivos para sacrificar. Llevaban
grandes Musicas de Bocinas, Caracoles, i otras cosas tales; i sus Estandartes
labrados de Plumas de Colores, con mucho primor: havia Premios para los
que se señalaban, i nombrados Capitanes: tributaban al Rei quanto tenian, i èl
queria, hasta las Mugeres, i Hijos, si los quería; de manera, que eran mas que
Esclavos, i vivian en terrible servidumbre: i despues del Rei, estaban sujetos
a los Señores, los quales tenían à veinte Mugeres, mas, ò menos, i al Capitan
que se señalaba en la Guerra, le daban vna en premio, que no era pequeña
honra.‖
Antonio de Herrera y Tordesillas, Historia general de los hechos de los
1519
castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano, 1615
23. INTRODUCCIÓN
Ahora que contamos con un marco teórico-metodológico para interpretar la guerra, y
que hemos tratado a profundidad a la sociedad tarasca del Posclásico Tardío que la
practicaba, es momento de abordar los distintos aspectos bélicos que componían el arte
de la guerra tarasco. En las fuentes, la información referente a la guerra se encuentra
dispersa, por lo que es necesario desmenuzarla para poder analizar cada uno de los
momentos específicos. Así, en primer lugar examinaremos la articulación entre religión
y política, que permitía la justificación del aparato Estatal tarasco -y de otras entidades
políticas mesoamericanas- para movilizar cientos de guerreros a los campos de batalla,
dominar pueblos étnicamente distintos, e integrar sus sistemas de creencias en un culto
estatal que cobijaba y adoptaba a las deidades derrotadas. Para explicar ésta ideología se
ha propuesto el zuyuanismo o modelo zuyuano. Después analizaremos como a través de
las fuentes disponibles, se pueden vislumbrar las diferentes causas y tipos de guerra,
pues si bien se trataba de violencia mortal entre grupos, las diferencias políticas,
estratégicas o religiosas provocaban variaciones en la sistematización, reglas y
objetivos, que respondían a determinadas situaciones del propio contexto, y obligaba
que la violencia se condujera de distintos modos.
Esta violencia era practicada por los ejércitos o huestes del cazonci, el brazo
armado del Estado tarasco por el cual hacía sentir su poder fuera de sus fronteras. La
información nos permite tener alguna idea del número de hombres que lo componían, el
sistema de mando, los sistemas de comunicación, del reclutamiento y entrenamiento de
los guerreros, la ideología bélica tarasca, el mantenimiento de los ejércitos durante las
campañas, y los cuerpos auxiliares, que permitían realizar los diferentes tipos de guerra
en nombre del dios de los uacúsecha, Curícaueri. Estos ejércitos necesitaban diferentes
tipos de armamento con los cuales ofender y defenderse de sus enemigos, y aunque la
1519
HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en
las Islas y Tierra Firme del mar Océano. Escrita por Antonio de Herrera, coronista mayor de Su
M[ajesta]d de las Indias y su cornista de Castilla. En quatro Decadas desde el Año de 1492 hasta el de
1[5]31. Madrid, Imprenta Real de Nicolas Rodriguez Franco, 1726. T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. X, Pp.
93-94.
373
diversidad de estos debió ser mayor, en las fuentes sólo se consignaron algunos tipos,
que hemos tratado de describir de acuerdo a la información documental, iconográfica,
lingüística y arqueológica, así como la comparación con el armamento de otras áreas
mesoamericanas donde existe mayor información y donde se han realizado más
estudios. Además, la guerra y los ejércitos necesitaban de distintos atavíos con
significados religiosos, así como de insignias necesarias para hacer la diferenciación
entre los guerreros de acuerdo a su clase social, méritos y su estatus de guerrero, así
como la distinción de sus enemigos, de estos ornamentos dedicamos también varias
líneas pues estaban intrínsecas en la vida militar de los guerreros tarascos.
Al parecer un grupo de guerreros nobles tarascos -entre los que se encontraba el
mismo cazonci- constituyó una élite que podemos identificar con la nomenclatura que
usaron los europeos, ―órdenes militares‖, guerreros profesionales que han sido
estudiados en otras regiones de Mesoamérica, pero que para el caso tarasco han sido
prácticamente nulos los párrafos dedicados a estos ―caballeros‖. Nosotros revisamos las
fuentes históricas y lingüísticas para conocer más sobre estos guerreros y su posible
papel religioso durante la guerra. Este grupo de guerreros cumplía una función en la
batalla, ya que eran capitanes de los escuadrones, con esta y otra información de otros
guerreros, podemos identificar algunos sistemas de armamento que se usaban, por
ejemplo los arqueros, maceros o lanceros, y veremos como cada uno de estos sistemas
implicaba ciertas tácticas de combate, y definía la estrategia general con la cual se
conducía la guerra hacia los vecinos del Tzintzuntzan Irechequa.
La religión y la guerra en la concepción indígena eran indisolubles, por eso para
la realización de la segunda, existía todo un grupo de rituales y ceremonias que se
realizaban para obtener el favor de los dioses y el vencimiento en las batallas, así como
los sacrificios dedicados a los mismos. En ese apartado revisamos las reglas
establecidas por el culto para realizar la violencia mortal entre grupos humanos. La
guerra, los rituales y ceremonias se realizaban contra los enemigos del Estado tarasco,
las cuatro fronteras colindaban con otros Estados mesoamericanos así como señoríos,
que eran amenazas y presas del poder del cazonci, de los que se defendían y atacaban
para obtener tributo y mano de obra. De estas entidades políticas y las guerras que
mantuvieron con los tarascos existen testimonios de cómo las rivalidades duraron años,
destacando las guerras tarasco-mexicas, siendo éstas las de mayor magnitud y de las que
existe mayor información.
Puesto que la guerra se practicaba sobre un escenario geográfico diverso y
extenso, el territorio del Estado tenía que defenderse de las agresiones de los enemigos
externos. Las agresiones se repelían con los ejércitos del cazonci, pero también se
seleccionaron y acondicionaron una serie de asentamientos para la defensa del territorio
a lo largo de las diversas fronteras, que en algunos casos constituyeron fortalezas con
guarniciones permanentes para protegerse de los ataques enemigos. Estas guarniciones
requirieron de una infraestructura para su operatividad, y estuvieron sujetas a
determinadas dinámicas bélicas. También tuvieron un fuerte simbolismo, la RM
menciona la existencia de cuatro señores muy importantes que resguardaban las cuatro
fronteras, correspondientes a las cuatro partes del mundo, con la información existente
proponemos cuales pudieron ser estos asentamientos cuyo simbolismo y función
radicaba en expandir el señorío de Curícaueri a los cuatro rumbos del universo.
Con la breve información documental existente, y haciendo un balance con los
testimonios de otras regiones del México antiguo, dedicamos un breve apartado sobre
374
las estrategias y tácticas que implementaron los ejércitos del cazonci en la conquista y
defensa del Tzintzuntzan Irechequa. Abordamos temas como la planeación táctica,
formaciones, combates a campo abierto, invasión del territorio, y ataque y defensa de
los pueblos. En el último apartado de nuestra investigación, revisamos cómo fue el
proceso de conquista del Tzintzuntzan Irechequa, y cómo desde antes de que se
consumara el control europeo del territorio tarasco, los ejércitos del cazonci habían
cumplido con la función de ser fuerzas auxiliares que ayudaron a los conquistadores a
expandir sus zonas de influencia, papel que realizarían en una variedad de territorios a
lo largo del tiempo, consolidando la Nueva España, la Nueva Galicia, y en la
colonización de los territorios norteños, concluyendo con la existencia de la guerra
prehispánica tarasca, donde después se realizaría la guerra por parte de los antiguos
habitantes de Michoacán con otras dinámicas culturales, pero ahora bajo el dominio
español.
375
24. ZUYUANISMO: ESTADO, IDEOLOGÍA Y RELIGIÓN MESOAMERICANA
DEL POSCLÁSICO TARDÍO
―Dicho se ha en la primera parte, hablando de la historia del dios Curícaberi:
cómo los dioses del cielo le dijeron cómo había de ser rey y que había de
conquistar toda la tierra y que había de haber uno que estuviese en su lugar,
que entendiese en mandar traer leña para los cúes, etcétera. Pues, decía esta
gente, que el que era caçonçi estaba en lugar de Curícaveri. Después del
agüelo del caçonçi llamado Zizíspandáquare, todo fué un señorío esta
provincia de Mechuacan y ansí la mandó su padre y él mismo, hasta que
vinieron los españoles…‖
1520
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540
Creemos que el estudio del Estado en Mesoamérica ha dado los suficientes frutos como
para llevar una disertación profunda aquí; que la existencia del Estado está más que
confirmada y que las tendencias actuales se han propuesto buscar el funcionamiento de
dichas entidades políticas.1521 Muchas corrientes teóricas han abordado el análisis de las
sociedades estatales, y el marxismo no es la excepción. Para esta corriente el Estado es
la institución por la cual una clase o estamento impone su dominio sobre las otras clases
o estamentos. Su origen está ligado al igual que la guerra, a la aparición de la propiedad
privada, y se caracteriza por una compleja división del trabajo y un sector especializado
en actividades burocráticas.1522 Es un error pensar que todas las formaciones estatales y
sus clases dominantes que han existido en la historia, han sido conscientes que el Estado
cumple esta función como amortiguador de la lucha de clases. Ross Hassig, criticando
la función del Estado que le adjudica el marxismo, menciona que ―veo al Estado como un
actor significativo con sus propios intereses y metas en lugar de simplemente una
1523
superestructura ideológica de un sistema económico dominado por la clase explotadora ‖.
El
Estado tiene intereses, objetivos y funciones propios, esto es claro en el nivel consciente
de las clases dominantes, pero en el inconsciente, los Estados han cumplido con su
papel como instrumento de dominio de las clases dominantes.1524 Por otra parte, el
Estado tarasco ha sido caracterizado como una ―hierocracia, incorporativa [-para
nosotros fue corporativa, RCM-], territorial, con una clase política autorregulada.‖1525
En Mesoamérica, la ideología permitió a las elites con acceso al poder justificar el
status quo. A continuación presentamos un acercamiento a la ideología del Posclásico
tardío. Para nuestra exposición, recuperamos la propuesta que se ha realizado en los
1520
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
Existe abundante bibliografía sobre el Estado en Mesoamérica, véase al apartado Fuentes del presente
texto.
1522
La producción historiográfica dentro del marxismo que trata sobre el Estado es enorme, en especial
cuando uno de los principales objetivos del marxismo militante es la desaparición gradual del Estado.
Hacemos referencia aquí a los textos clásicos marxistas que estudian al Estado: ENGELS, FEDERICO.
El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO.
Obras escogidas en tres tomos. Óp. Cit. Pp. 203-352; LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la
revolución. Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1975.
1523
―I see the state as a meaningful actor with its own interest and goals rather than simply an ideological
superstructure for an exploitive class-dominated economic system‖ [Traducción nuestra] HASSIG,
ROSS. War and Society in Ancient Mesoamerica, E.U.A., University of California press, 1992, P. 181,
Nota 3 del capítulo I.
1524
LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la revolución. Óp. Cit. Pp. 13-18.
1525
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor
Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, P. 289.
1521
376
últimos años, un modelo acuñado con el análisis del discurso ideológico existente en las
fuentes históricas, así como las evidencias materiales arqueológicas, dicho modelo ha
sido denominado zuyuanismo.
Los orígenes arqueológicos de la ideología zuyuana
Con la caída de los grandes centros de poder mesoamericanos, que ejercieron su
hegemonía durante casi un milenio (ca. 200-900 de n. e.), se dio paso a un período de
inestabilidad política, migraciones, guerras, cambios económicos y culturales, derivados
del fin del mundo teotihuacano. Este período es conocido en el centro de Mesoamérica
como Clásico tardío o Epiclásico, mientras que en el sur se le conoce con diversos
nombres, tales como Clásico terminal, Clásico tardío maya o protoposclásico,
abarcando ambos una temporalidad del 600/650 al 1000 de n.e.. Durante estas centurias
entrarían en auge otros asentamientos, tales como Monte Albán, Tula Chico,
Teotenango, Xochicalco, Cholula, Cacaxtla, El Tajín, Chichén Itzá, las grandes
ciudades mayas como Calakmul o Palenque, y las culturas del Occidente, como la
tradición Aztatlán y la cultura Chalchihuites. En esta época se perfilarían las sociedades
militaristas que se desarrollaron hasta la conquista. El Epiclásico puede considerarse
como un etapa de ruptura, donde lo viejo caduca y se da paso a lo nuevo, donde se
configura una nueva realidad en las sociedades indígenas. Migraciones, guerras y
revoluciones ideológicas fueron la constante durante esta época; existen evidencias
materiales1526 que permiten conjeturar la existencia de una tradición ideológica que se
extendió por casi toda Mesoamérica, aunque no se tiene claro donde empezó a gestarse
esta ideología, Cacaxtla o Xochicalco en el Centro, son buenas candidatas;1527 Enrique
Florescano ha propuesto que quizás los orígenes de esta ideología, o al menos parte de
sus ritos, mitos, símbolos, imágenes y relatos históricos, se remontan hasta Teotihuacan,
la Tollan primordial, mencionada en muchos mitos posteriores como el origen de varios
pueblos mesoamericanos.1528 Estas evidencias -junto a las fuentes etnohistóricas, donde
podemos conocer los aspectos de las cosmogonías al momento del contacto- dejan ver
un complejo paradigma ideológico. ¿Dónde surgió este paradigma? ¿Quiénes fueron sus
1526
Entre los elementos comunes en esta época se encuentran las figuras llamadas chacmool, edificios con
planta mixta y la representación de coyotes o felinos. CASTRO LEAL, MARCIA. ―Elementos
arqueológicos comunes a diversos grupos en el Posclásico: un problema a desentrañar‖ en: SODI
MIRANDA, FEDERICA (Coordinadora). Mesoamérica y Norte de México. Siglo IX-XII. México, Museo
Nacional de Antropología e Historia, Vol. 1, Pp. 123-134. Alfredo López Austin y Leonardo López Luján
mencionan que ―los zuyuanos utilizaban el espacio arquitectónico de manera muy propia. Los reducidos y
oscuros cuartos donde los soberanos del Clásico alcanzaban el contacto casi familiar con la divinidad y
las relativamente pequeñas salas del trono fueron sustituidos por los recintos amplios, de techos planos
sostenidos por columnas, donde un mayor número de personas intervenían en las decisiones políticas y en
las ceremonias religiosas de las órdenes de guerreros. Paralelamente se multiplicaron las representaciones
de las serpientes emplumadas, del ser mítico compuesto por partes humanas, de ave y de reptil; del
chacmool y de los atlantes que sostenían el cielo o la superficie de la tierra sobre sus cabezas. El poder
militar convertido en símbolo sagrado reprodujo atavíos, armas y divisas llegadas del Occidente [de
Yucatán, es decir del Centro de México], rengleras de cráneos, portaestandartes y figuras de águilas y
jaguares devoradores de corazones humanos.‖ LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN,
LEONARDO. El Pasado indígena. 4ª reimpresión, México, México, Fondo de Cultura Económica-El
Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie
Historia), 2008 Pp. 279-280.
1527
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad de Zuyuá. Serpiente
Emplumada y las trasformaciones mesoamericanas del Clásico al Posclásico. México, Fondo de Cultura
Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las
Américas, Serie Ensayos), 1999, P. 143.
1528
FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica. México, Fondo de Cultura
Económica, (Colección Tezontle), 2009, pássim.
377
artífices? Son preguntas a las cuales aún se buscan respuestas y ya se han dado los
primeros pasos para dar respuesta a las incógnitas. Alfredo López Austin y Leonardo
López Lujan han propuesto un modelo hipotético, que intenta coadyuvar a entender las
relaciones entre la mítica Tollan -ciudad que varios grupos consideraron su lugar de
origen- y los discursos de poder usados en los Estados militaristas. ―Ya de manera
paulatina, ya drásticamente, estos hombres impusieron un orden político militarista, por
medio del cual unas cuantas capitales pretendían englobar a todos los pueblos indígenas
circundantes.‖1529
El modelo explicativo ha sido denominado como sistema político zuyuano o
zuyuanismo,1530 y es definido como ―una forma de organización política, […] su
característica primordial [era] el control, por parte de un órgano hegemónico complejo,
de las poblaciones de diversas etnias que habitaban una región dada, mediante un
sistema que asignaba a cada una de las entidades políticas subordinadas un lugar y una
función económico-política.‖1531 Bien conocido es que las sociedades preindustriales no
pueden ser adecuadamente estudiadas si no las analizamos como un todo, es decir, que
su cosmovisión religiosa impregna y dicta los aspectos políticos, sociales, militares y
morales. Por esa razón se han propuesto dos sub-modelos, parte de uno más amplio e
indivisible, uno dedicado a estudiar la ideología zuyuana y otro a la articulación de la
política zuyuana.
Cabe advertir que este modelo fue ideado principalmente para las sociedades del
Centro de México y el sur de Mesoamérica, y que la cultura tarasca fue sumamente
particular, en especial en el aspecto lingüístico y étnico, tanto así que se ha propuesto
estudiarla fuera del paradigma mesoamericano y tratarla como una región cultural
aparte. En el primer capítulo de nuestra investigación ya nos posicionamos sobre lo
tarasco-mesoamericano-zuyuano; independientemente del origen de los tarascos,1532 el
período del Posclásico tardío fue intenso en el comercio y el intercambio de ideas, y
cuando la hegemonía tarasca tuvo su máxima influencia en los años 1450-1522, de una
forma u otra, llegaron ideas de distintas partes de Mesoamérica a Michoacán.1533 Tanto
en las evidencias materiales, como en las fuentes coloniales, se pueden encontrar
1529
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit., P. 274.
Este término fue acuñado por Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan, su acuñación responde
a la necesidad de no limitarlo a una etnia, lengua, época o región. Tiene dos acepciones íntimamente
relacionadas, la primera para referirse a grupos intrusivos no identificados que ejercieron el poder en el
Área Maya durante el Posclásico, cuyo pilar ideológico era asumirse originarios de la mítica Tollan, que
recibió varios nombres, entre ellos Zuyuá, Tulán Sewán y Siwán (el término ―siwanos‖ también fue
propuesto, pero no se volvió a utilizar). El estudio de esta concepción, y su similitud con otros discursos
de Mesoamérica llevó a sus autores a concebir un modelo para todas las realidades, es decir, de lo
particular a lo general, y que explicamos en este apartado. LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ
LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit. P. 273 y pássim.
1531
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit. Pp. 40-41
1532
En el primer capítulo de esta investigación hemos hecho referencia a las propuestas que han intentado
explicar el origen de los tarascos, aunque hasta ahora la teoría más aceptada es que provinieron de
Sudamérica junto a migrantes zuñis del norte. Esta teoría del origen sudamericano fue desarrollada por
Eduardo Ruíz en el siglo XIX. Uno de los mayores exponentes fue Corona Núñez, quien denomino
pretarascos y tarascos históricos, su trabajo está basado en exploraciones arqueológicas y lingüística
comparada, ahora cuestionados por nuevas investigaciones, véase CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de
los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta la conquista española. Morelia, Balsal
editores, 1988.
1533
Hasta el momento, el mejor trabajo sobre las relaciones entre el Estado tarasco y otras regiones es el
de ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera
de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de
Teixidor, II tomos, (Colección Investigaciones), 2013.
1530
378
elementos zuyuanos en la cultura tarasca, por lo que intentaremos explicar la
articulación entre religión y poder político del Tzintzuntzan Irechequa.
La ideología y religión zuyuana
En las religiones mesoamericanas se explicaba el origen del cosmos; de manera general
podemos decir que la pareja divina o los dioses primigenios dieron origen y orden al
universo, de ellos nacieron los demás dioses y los seres humanos,1534 y por diversas
razones, estos últimos adquirieron un oficio, lengua y dios patrono particular; para el
caso tarasco sabemos que ―tenían muchos dioses, que se entiende eran hombres
principales entre ellos, que se avían señalado mucho; a los quales les hacía el demonio
adorar, después de muertos, apareciéndoseles en muchas figuras. Y de cada oficio
tenían su dios, y su lugar señalado en los montes, donde le sacrificaban; de lo qual ay el
día de oy grandes rastros.‖1535 Estos aspectos son importantes, pues líneas más abajo,
veremos toda una justificación para la guerra y la aceptación de otros dioses patronos,
así como la misión de los hombres de ―ordenar‖ el mundo, pues se consideraba que
todos los dioses eran hermanos entre sí (ya que tenían los mismos padres primigenios),
pero cada dios patrono se erigió como ―hermano mayor‖ y encomendó a los hombres
―adoptar‖ a los ―hermanos menores‖.1536 En el Posclásico ocurrieron cambios radicales
en la organización política, económica y cultural, que se tradujeron en nuevas formas de
Estado. El poder centralizado en el ajaw o el tlatoani, cede paso a ―un gobierno
colegiado, dirigido por élites militares que impulsan un programa mesiánico de
expansión conquistadora.‖1537 Estos cambios estuvieron presentes en gran parte del
territorio mesoamericano para ese período; es sintomático que la ideología zuyuana
probablemente propició no solamente los mitos de origen en común, sino una forma
similar en que los linajes gobernantes reivindicaron de forma similar su pasado, ya que
una obsesión en las crónicas indígenas de varios pueblos indígenas mesoamericanos
―…fue registrar las migraciones, fundaciones, conquistas y linajes de sus pueblos. Se trata
de relatos histórico-geográficos que describen el desplazamiento de tribus peregrinas, la
apropiación de territorios ajenos y la fundación en éstos de capitales políticas expansivas y
militarizadas. Aun cuando cada uno de estos relatos recoge la historia de grupos étnicos
específicos, todos coinciden en precisar los orígenes del grupo, la fundación del reino, la
genealogía de los gobernantes y concluyen con un registro minucioso del territorio
1538
ocupado, que enumera sus fronteras, topónimos y calidades de la tierra.‖
Dentro de los mitos mesoamericanos, existieron diferentes fases por las que
pasaron los seres humanos y obtuvieron el bulto sagrado del dios patrono, transitando
de la montaña a la llanura, de nómadas a sedentarios, incultos por cultos, de
chichimecas a toltecas, una transición que ha sido nombrada como la chichimecáyotl y
1534
Véase el apartado sobre la cosmogonía tarasca en sus fuentes, en el capítulo II de la presente
investigación.
1535
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el
padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta
Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, P. 495.
1536
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖ en: BATAILLON,
GILLES; BIENVENU GILLES; VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO (Coordinadores). Las teorías de la
guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma
de México-Facultad de Filosofía y Letras-Centro de Investigación y Docencia Económicas, Centro de
Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2008. Pp. 23-46.
1537
FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica, Óp. Cit., P. 14.
1538
Ibíd. P. 70.
379
la toltecáyotl.1539 Lamentablemente para el caso tarasco, la falta de la primera parte de la
RM nos impide tener pista clara de los mitos entre la creación de los hombres y la
obtención del bulto sagrado (salvo que Curícaueri inició su señorío en el monte
Viruguarapexo, cerca de Zacapu). Hans Roskamp observa en el Escudo de armas de
Tzintzuntzan de 1595, que en uno de los cuadrantes del escudo central, ―…vemos siete
rocas que parecen formar una cueva de donde sale un camino que va hacia un río. La
imagen hace pensar en los lugares míticos de donde según muchos documentos
indígenas nacieron y salieron los linajes nobles. Es muy sugestivo que la cueva en el
escudo tenga precisamente siete rocas, lo que concuerda con la tradición de
Chicomoztoc o ―lugar de las siete cuevas‖. En muchas versiones de esta historia de
origen, los migrantes salieron de la cueva y enseguida tuvieron que atravesar un río
caudaloso, lago o mar. Llama la atención que en el escudo de Tzintzuntzan también
aparece un río pintado enfrente de la cueva.‖1540
Roberto Martínez ha interpretado la dimensión mítica chichimecáyotl y
toltecáyotl de los uacúsecha. Hay un paralelo entre el lugar de salida y destino de la
migración donde se revela Curícaueri, ambos son lugares cuyo nombre incluye la
palabra tzacapu, ―piedra‖: Çacapo tacánendan y Çacapu hamucutin Pázquaro,1541 y
ambas poblaciones se encontraban al borde del agua; vemos que estos uacúsecha se
reivindicaban como chichimecas, mientras que los demás pueblos lo hacían como
agricultores; la migración norte-sur probablemente estaba relacionada con los
equinoccios y el cambio estacional, así el invierno sería una época de escasez antes de la
cosecha pero de abundantes recursos silvestres, relacionados con la vida nómada
chichimeca, y el verano sería la época de abundancia después de la cosecha e iniciando
una vida sedentaria tolteca.1542
En el modelo ideológico zuyuano, los pilares principales son dos, el reconocerse
como descendientes de un mismo lugar mítico, el prototipo de este lugar es, como se ha
dicho, Tollan.1543 El otro es la adoración a Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada,
personaje mítico-histórico cuyo culto inició en Teotihuacán y se extendió por gran parte
de Mesoamérica, en las advocaciones de Koo Sau o 9 Viento, Nácxit, Kukulkán,
Gucumatz, Tepechqui, Meconetzín, Ahpop, Guatezuma, Ru Ralcá, etcétera. La
adoración de esta deidad, quedó registrada en la arquitectura, relatos históricos, la
escultura, pintura mural etcétera, y fue vital en las religiones mesoamericanas.1544 Para
1539
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., Pp. 65-
68.
1540
ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan,
Michoacán‖, en: ROSKAMP, HANS; SKINFILL NOGAL, BÁRBARA (Editores). Esplendor y ocaso de
la cultura simbólica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
(Colección Emblemática, Estudios de literatura emblemática), 2002, P. 245.
1541
RM, Segunda Parte, Caps. II, VII, ff. 62v, 72v, Pp. 16, 36.
1542
MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de
Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas,
(Serie Culturas Mesoamericanas núm. 6), 2013, Pp. 89-104.
1543
López Austin y López Luján aclaran que ―con fines de claridad […] [llaman] Tollan a la ciudad
mítica, y Tula a la ciudad arqueológica ubicada en el actual estado de Hidalgo.‖ LÓPEZ AUSTIN,
ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., P. 79, nota a pie núm. 5.
1544
Ibíd. Pp. 21-29. Ambos autores agregan que ―…los gobernantes de las nuevas entidades se ostentaban
como representantes de un personaje llamado Serpiente Emplumada, e, incluso, algunos llevaron su
nombre.‖ LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit.,
P. 274.
380
el caso tarasco desconocemos sí se reconocían descendientes de un lugar mítico,1545 y
por lo que conocemos, la deidad principal, Curícaueri, es una deidad relacionada con el
fuego, aunque no dejar de ser sintomático, que el nombre del gran héroe cultural de los
uacúsecha, Taríacuri, pueda traducirse como ―Sacerdote del Viento‖ (aunque también
podría ser ―Viento Quemador‖),1546 mientras que un señor que tuvo a su cargo a la diosa
Xarátanga se llamaba Taríyaran, y el lugar que ocupó dicha diosa después de peregrinar,
se llamó Taríaran acuéziçan harócotin,1547 que Pedro Márquez traduce como ―Orilla del
lugar donde hay víboras y hace viento. Taríaran hacer viento en el centro), acuecizan
posiblemente acuitsitzan (víboras o serpientes) harócutin en la orilla de…‖,1548
significados más que sugerentes respecto a Quetzalcóatl como serpiente emplumada y
dios del viento. Otros elementos cosmogónicos presentes en las religiones zuyuanas
fueron la concepción del universo en tres planos (cielo, tierra e inframundo), así como la
división del cosmos en cuatro cuadrantes con un color específico, el cual dependía de la
tradición religiosa de cada cosmovisión.1549 ―En resumen, estos mitos se enlazaban para
1545
Ya mencionamos que Hans Roskamp llama la atención sobre el escudo de armas de Tzintzuntzan de
1595 donde tal vez se representa una cueva como lugar mítico de origen, en un trabajo posterior
mencionó: ―Unas rocas de donde sale un camino hace pensar en las representaciones de los lugares
míticos de origen que se encuentran en varios documentos procedentes de la historiografía indígena
(véase p.e. la primera escena del Lienzo de Jucutácato). Es posible que la cueva del escudo represente un
lugar de origen uacúsecha.‖ ROSKAMP, HANS. ―Los títulos primordiales de Carapan: legitimación e
historiografía en una comunidad indígena de Michoacán‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS;
MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de
Michoacán-Centro de investigaciones y estudios superiores en antropología social-Instituto Nacional de
Antropología e Historia- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 323.
1546
Corona Núñez equipara la importancia de Taríacuri con ―Topiltzin Quetzalcótl [sic.] entre los toltecas.
Su nombre significa ―Sacerdote del Viento‖, pues está compuesto de las palabras taríata: ―viento‖,
―soplo‖, y ―curiti: ―sacerdote‖ (fogonero).‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca. 5ª edición.
Morelia. Instituto Michoacano de Cultura. 1999, P. 58. El Diccionario Grande de la lengua de
Michoacán proporciona elementos para esta traducción, ya que ―Esta rraiz, Taria- Tariyah-, significa dar
el a[i]re, saca a el aire, y arrebolear algo con aire,‖ sin embargo, sobre el segundo morfema se menciona
que ―Esta rraiz, Curi-, Curu-, significa quemar, o chamuscar, quemarse, y chamuscarse, etc.‖ AUTOR O
AUTORES DESCONOCIDOS. Diccionario Grande de la lengua de Michoacán. Introducción,
paleografía y notas de J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, T. II, (Colección ―Fuentes de la
Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. VI), 1991. Pp. 558, 118. (En adelante referido como DGLM). La RM
menciona a un sacerdote llamado ―curí‖, que parece ser contracción del nombre de los sacerdotes
cúritiecha, que eran predicadores y tenía un papel importante en las ceremonias y quemaban ―olores‖.
RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127, P. 145; Tercera Parte, Caps. II, IV, ff. 11, 13v, Pp. 183,188.
Pedro Márquez Joaquín se decanta por el significado de ―viento del templo‖, y menciona que Taríacuri
significa ―El viento mismo. Taría (viento), cueri (del templo). El viento del templo. C[orona ] N[úñez]
comenta que debe ser una equivocación de copista.‖ MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de
las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de
ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación
de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del
Estado de Michoacán, 2000, [Apéndice I], P. 718.
1547
Sobre el señor se menciona ―En este tiempo [después del agüero de las culebras] tenía ya su cu
Xarátanga en Mechuacan [Tzintzuntzan] y sus sacerdotes y señor llamado Taríyaran, iban por leña a
Tamátaho, lugar cerca de Santa Fe, y sus sacerdotes llamados Vatárecha…‖ RM, Segunda Parte, Cap. IV,
ff. 67-67v, 68v, Pp. 25-26, 28.
1548
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 718.
1549
Lo colores más comunes son el verde, rojo, blanco y amarillo. LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ
LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit. P. 85. Entre los tarascos los colores que
aparentemente estuvieron asociados a los puntos cardinales fueron el rojo, amarillo, blanco negro y azul.
RM, pássim. Para el caso nahua puede revisarse a MARTÍ, SAMUEL. ―Simbolismo de los colores
deidades números y rumbos‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma
de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1960, vol. II, Pp. 93-127.
381
justificar el poder sobre las diferentes etnias. No se contraponían a las creencias acerca
de los padres primigenios…‖1550
El estudio del zuyuanismo tarasco es complejo, debido a la falta de información
referente a su cosmovisión. Es probable que esta información del sistema zuyuano se
encontrara enterrada por la adoración a Curícaueri al momento de redactar la RM, dicho
dios había encomendado al cazonci que conquistase y rigiese la tierra; aun así, este es
un documento que refleja datos que podemos leer a través de dicha ideología.1551 En
este apartado hemos tratado de sintetizar un tema sumamente complejo, y nos vemos
obligados a resumir información en el siguiente cuadro con la finalidad de dejar claro
cuáles son las similitudes entre los modelos zuyuanos y la realidad tarasca:
1550
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena…, Óp. Cit., Pp.
293-294.
1551
AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., Pp. 139-140.
382
MODELO ZUYUANO Y LOS TARASCOS
IDEOLOGÍA ZUYUANA
COSMOVISIÓN TARASCA
División del universo en tres planos y Universo dividido en cielo, tierra e
dividido en cuatro partes.
inframundo, y dividido en cuatro
partes correspondientes a los
puntos cardinales.
Tollan o algún lugar subterráneo La primera parte de la Relación de
mítico como lugar de origen
Michoacán es desconocida, no es
posible determinar cuál era el
lugar de génesis de los tarascos.
Aunque hay indicios de que
también consideraron su origen en
una cueva con siete piedras.
Culto a la Serpiente Emplumada
Hasta donde las fuentes permiten
saber, el principal culto era a
Curícaueri,
aunque
existen
indicios de culto al viento y
serpientes, el culto al fuego fue el
principal.
Dios patrono territorial / padre En la Relación de Michoacán se
adoptivo
dice: ―Dicho se ha en la primera
parte, hablando de la historia del
dios Curícaberi: cómo los dioses
del cielo le dijeron cómo había de
ser rey y que había de conquistar
toda la tierra y que había de haber
uno que estuviese en su lugar, que
entendiese en mandar traer leña
para los cúes, etcétera.‖
Creación de los humanos dividida en En la segunda parte de la Relación
las fases nocturnas, aurorales y el orto de Michoacán podemos identificar
solar.
la última fase, el orto solar, donde
los pueblos toman posesión de la
tierra y se les entrega el bulto
sagrado.
Categorías
culturales
de Los tarascos se jactaban de su
chichimecáyotl y la toltecáyotl
supuesto origen chichimeca, pero
su mensaje político era toltecáyotl.
Gobernante que enarbolaba la fuerza Según las raíces etimológicas, el
del dios Serpiente Emplumada
nombre de Taríacuri podría haber
tenido por significado ―Sacerdote
del
Viento‖
o
―Viento
Quemador‖, lo que sería por
demás sugerente dentro la
ideología zuyuana.
Respeto a los dioses (―hermanos Los dioses patronos de los pueblos
menores‖) de otras etnias.
conquistados por los tarascos eran
―adoptados‖ y puestos bajo
potestad de Curícaueri, dios muy
liberal.
383
PRESENCIA
SÍ
IMPOSIBLE DE
DETERMINAR
NO
SÍ
PROBABLE
SÍ
PROBABLE
SÍ
Elementos arquitectónicos zuyuanos
Tronos en
carniceros
forma
de
Tzompantli
Escultura de chacmool
Cremación de los nobles
El estilo arquitectónico tarasco
difería del estilo del resto de
Mesoamérica, pero podemos
encontrar en Tzintzuntzan y
Pátzcuaro edificios con planta
mixta, igual que en el resto de la
macro-región, y relacionado con
lo zuyuano.
Tanto en las iconografías mayas
mamíferos como tarascas, se encuentran este
tipo de elementos que representan
el poder de los gobernantes, entre
los mayas fue el jaguar y entre los
tarascos el coyote.
En la Relación de Michoacán se
dice: ―Había otros [sacerdotes]
llamados quíquiecha que llevaban
arrastrando los sacrificados al
lugar donde alzaban las cabezas
en unos varales‖, así como demás
referencias a dichos varales a lo
largo del texto. Corona Núñez
refiere que el nombre tarasco del
tzompantli era eraquaréquaro,
aunque probablemente es un
neologismo acuñado por él
historiador.
El chacmool es un elemento
iconográfico presente en varias
sub-áreas
de
Mesoamérica,
incluido el Michoacán tarasco.
En la tercera parte de la Relación
de Michoacán, los capítulos IX y
XVI junto con sus láminas,
titulados ―De la muerte de los
caciques y cómo se ponían otros‖
y ―Cómo muría el caçonci y las
cirimonias con que le enterraban‖,
describe el ritual mortuorio de
cremación de los nobles.
384
PROBABLE
SÍ
SÍ
SÍ
SÍ
MODELO ZUYUANO Y LOS TARASCOS (CONTINUACIÓN)
ARTICULACIÓN POLÍTICA
ESTADO TARASCO
PRESENCIA
ZUYUANA
Confederación de tres capitales, y Tzintzuntzan, Pátzcuaro e Ihuatzio
SÍ
división burocrática en cuatro partes
como centros de poder. División
del Tzintzuntzan Irechequa en
cuatro partes administradas por
altos dignatarios.
Integración multiétnica
El Estado tarasco logró aglutinar
SÍ
dentro de sus fronteras a un amplio
grupo de etnias, entre ellas a los
chíchimecas, otomíes, matlalzingas,
chontales, nahuas, etc.
Delegación del poder desde al aparato En la tercera parte de la Relación de
supraétnico a los ―señores naturales‖
Michoacán, el capítulo IX junto
SÍ
con su lámina ―De la muerte de los
caciques y cómo se ponían otros‖,
describe el ritual por el cual se
escogía a un nuevo señor. En las
relaciones geográficas hay varios
ejemplos de cómo los señores
naturales gobernaban sobre sus
grupos étnicos, pero con el visto
bueno y bendición del cazonci.
Exaltación de la guerra
La guerra era una de las principales
SÍ
actividades del Estado Tarasco, el
cazonci,
representante
de
Curícaueri tenía la misión de
acrecentar sus flechas, es decir,
engrosar a su ejército y conquistar
en dirección a las cuatro partes del
mundo.
Órdenes militares cohesionadas por un Entre los tarascos se encontraban
SÍ
culto común
los
Quangariecha
(valientes
hombres) y se les identifica como
los ―caballeros‖ del cazonci.
Dirigían a la gente de guerra de los
barrios de la ciudad.
CUADRO 27. FUENTES: LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado
indígena; Mito y realidad de Zuyuá…; LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en
Mesoamérica‖; CASTRO LEAL, MARCIA. ―Elementos arqueológicos comunes a diversos grupos en el
Posclásico: un problema a desentrañar‖; CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca; ALCALÁ,
JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Elaboración propia.
385
En cada cultura mesoamericana podemos encontrar algunos de estos elementos
religiosos, que sirvieron de sustento ideológico para legitimar el poder de las elites. 1552
Precisamente fue la ideología zuyuana la que permitió imponer un complejo aparato
supraético,1553 la articulación de la política zuyuana sobre el mosaico étnico, lingüístico
y político mesoamericano. Los gobernantes se proclamaban cómo descendientes de un
dios patrono, los llamados ―hermanos mayores‖ entre el grupo elegido por el dios. A
nivel étnico no cabía duda de quién era el legítimo representante de los dioses y
encargado de dar orden en la vida terrenal, ¿pero cómo se actuaba frente a otros dioses
patronos? Al ser el universo producto de los mismos padres primigenios, los otros
dioses patronos eran ―hermanos menores‖ a los que se debía de dar orden dentro del
culto, de ―adoptarlos‖,1554 respetando su divinidad pero cobijados bajo la protección del
dios principal, en otras palabras, una de las razones de la guerra en Mesoamérica1555 era
que en el mundo político debía reflejarse el orden del universo.1556 Por estas razones
encontramos confederaciones de tres capitales (representando el cielo, tierra e
inframundo), o la división de los territorios en cuatro segmentos burocráticos, con sus
respectivos guardianes.1557 Otros elementos políticos importantes dentro del
zuyuanismo fueron la sacralización del militarismo, órdenes militares cohesionadas por
un culto común, legitimación del poder de los gobernantes locales desde el centro de las
entidades hegemónicas, y el interés de los zuyuanos en usufructuar a gran escala los
tributos en sus territorios.1558
El zuyuanismo estuvo presente en varias regiones mesoamericanas, existieron
varias vías y ejemplos, como Tula y Cholula, la Liga de Mayapán (conformada por las
ciudades de Chichen Itzá-Mayapán-Uxmal), en los Altos de Guatemala (Jakawitz,
Tzameneb y Paraxoné) cuyo rey fue Q‘uicab, y en la mixteca oaxaqueña (TilantongoTeozacoalco-Zaachila) cuyo héroe fue Ocho Venado Garra de Jaguar. La primera vía
fue la mixteca-maya, y la segunda la tarasca-mexica, aunque fueron intentos fallidos de
implantarlo en Oaxaca, otros cayeron con el paso del tiempo como fueron los mayas, e
incluso, el sistema empezó a ser abandonado en algunas realidades históricas y que
fueron interrumpidas con la conquista. Se puede decir que la Excan Tlahtoloyan
(Tenochtitlan-Texcoco-Tlacopan), y el Tzintzuntzan Irechequa (TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio), cuyo forjador de la última entidad política fue Taríacuri, se
convirtieron en Estados post-zuyuanos, es decir, la coexistencia de 3 capitales
1552
―No todas las realidades estudiadas tienen semejanzas, así como que no todos los elementos del
modelo zuyuano están presentes en todas ellas.‖ LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN,
LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., Pp. 32-33.
1553
Palabra usada por López Austin y López Luján para referirse a la característica de estas entidades
políticas. Ibíd. P. 141. Es notable observar que la explotación no sólo era una relación entre las clases
dominantes y dominadas, sino también de una etnia sobre otras.
1554
El ―'Padre adoptivo' […] recibía bajo su amparo –y potestad- a todos los dioses patronos del mundo y
a los pueblos por ellos protegidos‖. LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El
Pasado indígena…, Óp. Cit., P. 297.
1555
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖ en: BATAILLON,
GILLES; BIENVENU GILLES; VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO (Coordinadores). Las teorías de la
guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma
de México-Facultad de Filosofía y Letras-Centro de Investigación y Docencia Económicas, Centro de
Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2008. Pp. 23-46.
1556
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., P. 124.
Los llamados ―hermanos menores‖ no eran otros más que los ―'señores naturales', cuyo poder derivaba de
su propio derecho étnico y era refrendado por‖ los gobernantes zuyuanos. Ibíd. P.137.
1557
Ibíd., Pp. 62-63.
1558
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena…, Óp. Cit., Pp.
292-293 y 297.
386
confederadas fue abandonándose hasta que el poder se centralizó en una de ellas, junto a
un dios patrono, ya que en Tenochtitlán el zuyuanismo inició un viraje hacia el culto a
Huitzilopochtli, y en Tzintzuntzan viró en el culto a Curícaueri.1559 Como puede
observarse, en el Posclásico ocurrieron cambios radicales en la organización política,
económica y cultural, que se tradujeron en nuevas formas de Estado. El poder
centralizado en el ajaw o el tlatoani de la realeza divina, cede paso a ―un gobierno
colegiado, dirigido por élites militares que impulsan un programa mesiánico de
expansión conquistadora.‖1560 Estos cambios estuvieron presentes en gran parte del
territorio mesoamericano para ese período; es sintomático que la ideología zuyuana
probablemente propició no solamente los mitos de origen en común, sino una forma
similar en que los linajes gobernantes reivindicaron de forma similar su pasado, ya que
una obsesión en las crónicas indígenas de varios pueblos indígenas mesoamericanos
―…fue registrar las migraciones, fundaciones, conquistas y linajes de sus pueblos. Se trata
de relatos histórico-geográficos que describen el desplazamiento de tribus peregrinas, la
apropiación de territorios ajenos y la fundación en éstos de capitales políticas expansivas y
militarizadas. Aun cuando cada uno de estos relatos recoge la historia de grupos étnicos
específicos, todos coinciden en precisar los orígenes del grupo, la fundación del reino, la
genealogía de los gobernantes y concluyen con un registro minucioso del territorio
ocupado, que enumera sus fronteras, topónimos y calidades de la tierra. [A pesar de las
diferencias de cada grupo étnico particular] en todos los casos el relato se concentra en el
1561
episodio de la migración, la conquista de nuevos territorios y la fundación del altepétl.‖
La religión e ideología tarascas leídas a través del zuyuanismo
En la Segunda Parte de la RM, donde se narró la migración de los uacúsecha al lago de
Pátzcuaro, antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, se mencionaron una
multitud de señoríos con dioses propios que habitaban el territorio: ―…esta Provincia
que estaba primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma lengua; que
parece que otros señores vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su
gente y sus dioses por sí‖;1562 en la RM se registran los nombres de hasta 50 dioses
diferentes. Al ser un documento del linaje gobernante cuyo dios impuso su poder sobre
los demás, estamos ante un relato sesgado, los dioses de otros pueblos debieron tener la
misma capacidad de instaurarse como ―hermano mayor‖ del antiguo Michoacán:
―Aunque inicialmente Curicaueri solamente fue uno de los muchos dioses de la región
michoacana, con el poder creciente de los uacúsecha - quienes expandieron y lograron
dominar políticamente a muchos otros cacicazgos - llegó a ser el dios principal de todos los
pueblos bajo el dominio uacúsecha. Los informantes de Fray Jerónimo de Alcalá, autorcompilador de la RM, proyectaron la importancia de su dios hacia el pasado y explicaron el
origen y establecimiento del supercacicazgo uacúsecha como resultado de los esfuerzos de
1563
su dios. Obviamente se trata de una legitimación a posteriori.‖
Ya mencionamos que se desconoce el paradero de la primera parte de la RM,
aunque en ella debió de relatarse más extensamente la ―historia del dios Curícaueri‖. A
lo largo del documento se hacen varias referencias sobre la historia del dios Curícaueri,
que fue altamente engendrado y ―sus padres del cielo le dijeron que conquistaría la
1559
AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., P. 74.
FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica, Óp. Cit., P. 14.
1561
Ibíd. P. 70.
1562
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17.
1563
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS Publications vol.
72), 1998, P. 234.
1560
387
tierra; todas las victorias de las guerras se le atribuían a él, se hacían en su nombre y en
cierta forma se realizaban siguiendo sus instrucciones o las que él mismo había recibido
de sus padres. Por ejemplo, éstos le habían dicho cómo debían organizarse los ejércitos
para atacar los pueblos, que él no debía comenzar la guerra pero que ante el ataque
enemigo debía defenderse, que debía apropiarse de las joyas de los pueblos
conquistados, lo cual justificaba el saqueo de los pueblos enemigos, y ellos le habían
dado una argolla de oro y sogas con que se ataba a los cautivos tomados en la guerra.
Además se creía que Curícaueri provocaba enfermedades a los enemigos para facilitar
su derrota, que era él quien capturaba a la gente, y en cierta forma era él también quien
la mataba. Sus atributos eran los de un guerrero, portaba arco y flechas, vestía un jubón,
plumas blancas de garza en la espalda, una guirnalda de cuero blanco y plumajes en la
cabeza tenía un besote pequeño, y estaba entiznado.‖1564 Se conjetura que los hermanos
de Curícaueri vinieron en esa misma migración, y que al separarse por el agüero de las
culebras en Vayameo, fueron a morar a otros lugares: Hurendequavecara en Curínguaro,
Tiripeme turupten en Ylamucuo, Tiripeme caheri en Pareo y Tiripenie xungapeti en
Pichátaro. Siguiendo el relato de la RM, el primer dios que Curícaueri ―adopto‖, fue
Vaçóriquare, dios de los de Naranjan, y que fue puesto en la misma arca en que se
transportaba a Curícaueri, para no volver a ser nombrado en toda la narración. 1565 Otros
dioses que son mencionados sólo una vez y que formaban parte del panteón de los
chichimeca-uacúsecha son Zirita cherengue, Vacúsecha, Tingárata y Mivequa ajeva.1566
La siguiente deidad con la que entraron en contacto los chichimecas, fue la diosa
Xarátanga de Mechuacan [Tzintzuntzan]. Esta sería en el futuro una deidad importante,
y probablemente pareja de Curícaueri ya en la religión oficial tarasca. Después de que
se separaron los chichimecas, los uacúsecha migraron hacía la ribera sur del lago. Ya
asentados, ocurrió un acontecimiento importante que marcaría la historia de Michoacán
durante el Posclásico tardío: el encuentro entre chichimecas e isleños. Después de que
se presentaron los hermanos Uápeani II y Pauácume II con el pescador Cúriparaxan, los
primeros le pidieron información sobre los habitantes de las islas, y éste les dijo:
―Dinos un poco, isleño". Respondió el pescador: "¿qué tengo de decir, señores?". "¿Cómo
se llama aquel cu que se parece en aquella isla que está en el agua?". Respondió el
pescador: "señores, allí se llama Várutaten házicurin y por otro nombre Xaráquaro".
Dijeron ellos: "bien está. ¿Cómo se llaman los dioses que tienen allí?". Respondió el
pescador: "señores, llámase el principal Hacuízecatápeme y su hermana Puríupe cuxáreti y
otro Caróen y Nurite, Xareni varichu vquare y Tangáchurani y otros muchos dioses que
nunca acabaré de contaros". Dijeron ellos: "¿Así se llaman?". Dijo el pescador: "sí,
señores". Dijo Vápeani: "estos fueron nuestros agüelos cuando venimos de camino; ya
habemos hallado parientes. Pensábamos que no teníamos parientes, mas todos somos de
una sangre y nascimos junctos. ¿Cómo se llama el señor?". Respondió el pescador:
"Carícaten". Tornáronle a preguntar: "y la otra isla, ¿cómo se llama?". Dijo el pescador:
"Tirípiti honto y tiene otros dos nombres: Vanguipen házicurin y Pacandan". Dijéronle: "y
los dioses que tienen, ¿cómo se llaman?". Dijo el pescador: "Chupí tirípeme y otro Vnazi
hirecha y su hermana Camávaperi y otros muchos dioses". Dijéronle: "el señor ¿cómo se
llama?". Dijo el pescador: "Zuangua". Dijeron los chichimecas: "también son nuestros
agüelos del camino. ¿Cómo es esto?, ¿parientes somos?. Nosotros pensábamos que no
1564
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―La religión de los tarascos a través de la Relación de
Michoacán‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; LÓPEZ MESTAS, LORENZA; ESPARZA, RODRIGO
(Coordinadores). Las sociedades complejas del Occidente de México en el mundo mesoamericano.
Homenaje al Dr. Phil C. Weigand. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2009, Pp.260-261.
1565
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 65v, P. 22.
1566
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36.
388
teníamos parientes: topado habemos parientes. ¿Cómo es esto?. ¡Somos parientes y de
1567
una sangre!".‖
Este pasaje, junto con unas líneas anteriores donde Jerónimo de Alcalá mencionó
que se colegía que ―esta Provincia que estaba primero poblada de gente mexicana,
naguatatos, y de su misma lengua; que parece que otros señores [prototarascos]
vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por
sí‖,1568 y sobre los isleños se refirió ―questa gente de esta laguna era de su mesma
lengua, destos chichimecas; mas tenían muchos vocablos corructos y serranos‖,1569 han
sido pasajes oscuros que se han tratado de interpretar para conocer el origen de los
tarascos, pero lo más probable es que, aunque exista cierta base histórica sobre
migraciones y la alianza matrimonial entre chichimecas e isleños, se trata más bien de
un discurso legitimador de cómo, a través del parentesco, los uacúsecha tenían derecho
sobre la tierra y el gobierno, y supremacía sobre sus parientes isleños al haber sido
conquistados. Después de emparentar con los isleños, fue durante las correrías de caza
en el monte cuando los chichimecas encontraron Pátzcuaro, lugar destinado por
designio de sus dioses, donde debían construir su asiento:
―Y fueron aquel lugar, donde ha de ser la iglesia catredal y hallaron allí los dichos
peñascos llamados petázequa que quiere decir asiento de cu. Y está allí un alto, y subieron
allí y llegaron aquel lugar y estaban allí encima unas piedras alzadas como ídolos, por
labrar, y dijeron: "ciertamente, aquí es, aquí dicen los dioses, que estos son los dioses de
los chichimecas, y aquí se llama Pazquaro donde está este asiento. Mirad que esta piedra es
la que se debe llamar Zirita cherengue y ésta Vacúsecha, ques su hermano mayor, y ésta
1570
Tingárata y ésta Mivequa ajeva. Pues mirad que son cuatro estos dioses".‖
A partir de que Taríacuri inició la venganza contra sus enemigos, la complejidad
política y religiosa se deja leer entre líneas en la RM. El principal enemigo fue
Curínguaro con su dios Hurendequavecara, hermano de Curícaueri; mientras que existió
una alianza matrimonial con Taríaran, cuya diosa patrona era Xarátanga, y hubo
emparentamiento con los isleños de Jarácuaro. El capítulo XXII de la segunda parte,
que trata de cómo Taríacuri les avisó a sus sobrinos como habían de ser señores y como
había de ser todo un señorío y un reino, a causa de la degeneración moral y el poco
servicio que le hacían los señores a sus dioses, es sumamente importante para conocer
los objetivos de la expansión. Aparte de los ya mencionados, se menciona por ejemplo
al dios Querenda Angápeti de Zacapu, que pasaría a formar parte de los cuatro dioses
que fueron a visitar a la diosa Cueráuaperi antes de la conquista y de cómo habían sido
creados otros hombres (los españoles), y a Tares Vpeme, ―gran dios‖ patrono de
Cumanchen, que los dioses expulsaron del cielo y al caer quedó cojo. Se mencionan a
los habitantes de la meseta tarasca, que eran chichimecas parientes de los uacúsecha, y
como tenían diferencias entre ellos por los límites territoriales, sin embargo, no se
mencionan sus dioses.1571 Todos estos dioses, incluyendo a los mencionados de otros
pueblos, fueron conquistados y pasaron a conformar la gran familia divina de la religión
oficial tarasca.
Claudia Espejel menciona que ―ni siquiera hay evidencia de que se hayan
impuesto los dioses del grupo dominante o que se haya difundido por todo el reino una
1567
RM, Segunda Parte, Cap. V, ff. 69v-70, Pp. 30-31. Cursivas nuestras.
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17. Cursivas nuestras.
1569
RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69, P. 29.
1570
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36.
1571
RM, Segunda Parte, Cap. XXII.
1568
389
religión ―oficial‖,1572 pero acepta que los dioses conquistados pasaron a formar parte del
panteón tarsaca, ya que el zuyuanismo era un sistema donde los dioses locales fueron
adoptados por Curícaueri. Además el hecho de tributar leña para los cues y acrecentar
los escuadrones de Curícaueri, se tradujeron en un reconocimiento al culto uacúsecha.
Claudia Espejel menciona ―es significativo que no se mencione ninguno de los dioses
tarascos, excepto en el caso de Taximaroa, donde se dice que adoraban a Curisticaheri y
Urendecuahuecara‖;1573 sin embargo olvidó la referencia de la Relación Geográfica de
Ajuchitlán, lugar en el extremo suroeste del Tzintzuntzan Irechequa, donde se menciona
que adoraban un ídolo emplumado de nombre Punguarancha, deidad que puede ser
identificada con Pungárecha o Pungárancha mencionado en la RM al lado de
Curícaueri.1574 Además cabe mencionar que muchos de los funcionarios que estuvieron
a cargo de redactar las Relaciones Geográficas, omitieron en la mayoría de los casos, el
nombre de las deidades prehispánicas.
Otro documento importante que menciona deidades tarascas, pero con serias
dificultades para su interpretación, es el proceso y juicio realizado por Nuño de Guzmán
contra Francisco Tangáxoan, redactado en 1530, es decir casi 10 años antes de la RM.
Las dificultades presentes son varias, los testimonios fueron presentados con intención
de afirmar las acusaciones contra el cazonci; las declaraciones de mayor peso
provinieron de testigos tarascos, algunos de ellos dieron información bajo tortura, la
información que dieron fue traducida por intérpretes, y asentada por escrito por
escribanos. En las dos copias conocidas del proceso la grafía de los nombres tarascos
difiere notablemente, y al parecer en el proceso de declaración, traducción y registro por
escrito se alteró enormemente la información y se cometieron graves errores. Sin
embargo la información etnohistórica es muy importante, y al menos permite tener una
idea del sistema de creencias tarasas. Hacía el final del proceso, se presentaron como
evidencia de idolatría de Francisco Tangáxoan varios objetos, el escribano Fernando o
Hermanado Sarmiento escribió que ―e ansimismo han paresçido que tenía çiertos ídolos,
en espeçial uno de figura de león e otro çemy de madera, barnizado e teñido de sangre,
los quales yo, el dicho escribano ví…‖.1575 Después declararon varios indígenas
tarascos, el testimonio del enigmático Quaranque o Cuaraque fue determinante, ya que
afirmó todos los cargos contra Francisco Tangáxoan. Luego dieron testimonio bajo
tortura el mismo Francisco Tangáxoan, don Pedro Cuiniarángari, y don Alonso
Ecuángari; resumimos la información de la siguiente manera:
1572
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Reflexiones acerca del Estado tarasco a partir de las nuevas
investigaciones etnohistóricas y arqueológicas‖, en: ALBIEZ-WIECK; ROSKAMP, HANS (Editores).
Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección
Investigaciones), 2016, P. 84.
1573
Ibíd., P. 84; Apud. COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y
Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México. México, Universidad Nacional Autónoma
de México, T. III, núm. 7, 1986, P. 156.
1574
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35; RM, Segunda Parte,
Cap. XVI, f. 90v, P. 72; Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198.
1575
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530.
Morelia, Frente de Afirmación Hispanista, 1997, P. 87.
390
ÍDOLOS MENCIONADOS POR DECLARANTES TARASCOS EN EL JUICIO CONTRA
EL CAZONCI FRANCISCO TANGÁXOAN
Cuaraque
Francisco
Pedro
Alonso Ecuángari
Declarantes
Tangáxoan
Cuiniarángari
Xoroacuse
Xornacusi
Xornacuse
(Yornacusi)
(Yornacuse)
[ídolo de oro]
Querendaro
―uno de
Querenda
[charchuy de obra de
charchuy‖
(Querendapire)
un palmo]
Poenacuse
―otro de
Ídolos
[figura de palo]
palo‖
Achocare
―otro de oro‖
(Chocare)
[çemy de oro]
Uricuaro
(Uricaro)
Purepe
Curibare
(Pecurisare)
CUADRO 28. FUENTE: ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y
notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de
Guzmán. 1530, Óp. Cit., Pp. 89, 94, 102, 108. La información entre paréntesis son las variantes en la
copias, entre corchetes el material del que estaban hechos los ídolos en el testimonio de Cuaraque y don
Pedro. Elaboración propia
Como podrá observarse, la información sobre los ídolos tarascos en problemática,
dado el contexto en el que se registró la información, aun así pueden hacerse varias
observaciones. No hemos podido identificar vocablos relacionados con los nombres de
algunos de los ídolos mencionados en el proceso contra el cazonci, y hay indicios de
que en el proceso de traducción y registro por escrito se cometieron muchos errores. Por
ejemplo el ídolo llamado ―Uricuaro‖, que podría relacionarse con la palabra Vriqua, que
Gilberti tradujo como ―roble‖, ―encina‖,1576 y la partícula o para indicar que se trata de
un locativo; así el nombre del ídolo ―Uricuaro‖ podría traducirse como ―lugar de robles
o encinos‖,1577 esto podría indicar un error de comprensión, pues Cuaraque mencionó
que en un pueblo llamado Querendaro (nombre de otro ídolo), Francisco Tangáxoan
mandó apresar a 5 cristianos que venían de Zacatula ―e que los llevó (llevaron) a
sacrificar a unos ídolos que el dicho Cazonci tiene en un pinal junto al ducho
pueblo…‖,1578 así probablemente se hacía referencia originalmente en donde estaba el
ídolo y no el nombre del mismo. Caso similar del testimonio de don Alonso Ecuángari,
en las copias del proceso se lee ―es verdad que tiene ídolos el Cazonci, el uno se
llamava Xornacuse (Yornacuse), y los otros Querenda Purepe Curibare (Querendapire
Pecurisare)‖.1579 Consideramos que ―los otros Querenda Purepe Curibare‖ se tratan de
1576
GILBERTI, MATURINO. Vocabulario en lengua de Mechuacan. Transcripción paleográfica de
Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de Clotilde Martínez y J. Benedict Warren. Zamora, Mich.,
El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 1997, P. 411. En
adelante citado como VLM.
1577
Aunque Gilberti mencionó ―Enzinal. vriquaendo‖, y ―Robledal de robles, vriquaendo‖. Ibíd., Pp. 411
y 575.
1578
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp.
Cit., P. 89.
1579
Ibíd., P. 108.
391
un lugar y dos deidades tarascas mencionadas en la RM. El ídolo ―Purepe‖ al parecer
también se trata de un lugar, el monte Puréperio (actual cerro Yahuarato, al este de
Tzintzuntzan), ya que en las declaraciones dadas bajo tortura, don Alonso Ecuángari
dijo ―¡que es verdad, que están los ídolos en el monte Yricuaro!‖. 1580 Es curioso que la
RM mencione a una diosa de Jarácuaro cuyo nombre que podría estar relacionado
también con ―Purepe‖, Puríupe cuxáreti, hermana de Hacuízecatápeme.1581 En los
nombres dos de los ídolos mencionados en el proceso, ―Xoroacuse‖ y sus variantes,1582
y ―Poenacuse‖, contienen el morfema ―acuse‖, que parece ser acuitze, serpiente o
víbora, que está presente en el nombre del dios de Jarácuaro Hacuízecatápeme o Acuize
catápeme. Pedro Márquez Joaquín propone cuatro posibles significados del nombre de
este dios ampliamente relacionados: ―Culebra que aprehende o el que aprehende a la
culebra‖, o ―Serpiente que encarcela o serpiente encarcelada‖.1583
Creemos que hay elementos suficientes para identificar a dos de los ídolos
mencionados en el proceso contra el cazonci, con dos deidades importantes
mencionadas en la RM. El ídolo ―Querendaro‖, ―Querenda‖ o ―Querendapire‖, puede
ser identificado con el dios de Zacapu de nombre Querenda angápeti, que entre sus
atavíos se encontraban ―un cuero de tigre en una pierna y un collar de turquesas a la
garganta y una guirnalda de hilo de colores en la cabeza y plumajes verdes y sus
orejeras de oro en las orejas.‖1584 En el proceso se menciona que este ídolo era un
―charchuy de obra de un palmo‖; ―charchuy‖ es el vocablo de origen nahua
chalchihuite, piedra semipreciosa azul o verde azulada. No queda claro sí el ídolo era
una piedra de tamaño de un palmo (20 cm. aproximadamente) con alguna forma
antropomorfa o zoomorfa, o bien pudo tratarse de un collar de este material, y que como
mencionamos, era uno de los atavíos de Querenda angápeti. El otro ídolo mencionado,
Curibare, puede ser identificado con el dios principal de los uacúsecha Curícaueri;
precisamente una de las grafías presentes en la RM es Curicaberi.
Otros ejemplos de creencias religiosas adaptadas dentro del esquema zuyuano y
sus dioses patronos particulares, ―adoptados‖ por Curícaueri, los encontramos en el
Lienzo de Jicalán, donde se narró la migración de los xiuhquilteca, grupo de filiación
nahua, cuyo lugar de origen mítico llamado Chalchiuihtlahpazco fue representado como
una cueva, y su dios patrono fue Tezcatlipoca, quien los guió por diversos lugares del
Centro de México hasta llegar a la Tierra Caliente de Michoacán, donde descubrieron
minas de cobre y matiz, su sujeción al linaje uacúsecha, y posterior actividad minera y
metalúrgica en la región.1585
Las relaciones geográficas de Michoacán, redactadas después de 1577, también
dan interesante información sobre los habitantes no tarascos y su pasado. Los otomíes
de Necotlán, Taimeo y Sirándaro, dieron relación de como para 1480, huyeron del
dominio mexica hacia Michoacán, donde pidieron asilo al cazonci Tzitzíspandácuare y
este los repartió en varias partes de su territorio; no se menciona nada sobre sus dioses,
1580
Ídem.
RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69v, P. 30.
1582
Nótese que se consignó que Cuaraque declaró sobre un ―çemy de oro‖ de nombre Achocare, pero en
el testimonio de don Pedro Cuiniarángari se habló de un ídolo de oro de nombre Xornacusi ¿entonces
había dos ídolos de oro?.
1583
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de
Michoacán, Óp. Cit., Pp. 709 y 701.
1584
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112, P. 115.
1585
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., Pp. 109-159.
1581
392
pero debieron haber sido ―adoptados‖ por Curícaueri. Los nahuas de Tamazula,
informaron parte de su cosmogonía y ritos antes de la conquista:
―…tenían por dios al cielo, [al] q[ue] llamaban XIHUITL COZAHUIC, que quiere decir en
lengua castellana ―verde y amarillo‖; y q[ue] entendían q[ue] había nueve cielos y q[ue],
allá, estaba una CIHUAPILE, q[ue] quiere decir en lengua castellana ―señora‖, [a la] q[ue]
llamaban EHUACUEYE, q[ue] en lengua castellana quiere decir ―señora que tiene
1586
faldellín de cuero‖, y q[ue] la tenían por madre.‖
Es tentador relacionar a Xihuitl Cozahuic y Ehuacueye con Tucupacha y
Cueráuaperi, no como advocaciones, sino como una pareja divina creadora del mundo
en dos cosmogonías que no se contradecían, sino que coexistían en el sistema zuyuano.
Entre los pueblos nahuas de la costa de Michoacán se adoraba a una sierpe o ―dragón‖
emplumado, por la descripción de este animal, podríamos pensar que se trataba de un
caimán emplumado, o bien de una deidad relacionada a Quetzalcóatl, la Serpiente
Emplumada. El que recopiló está información fue Juan Alcade de Rueda, que
probablemente era un criollo nacido en Motines después de 1524, y había escuchado la
―narración y cuento‖ de la serpiente emplumada desde su niñez, y resalta que era una
historia ―general en esta provincia [¿de Motín o Michoacán?], y aun fuera de ella‖.
Además informó a la Corona que en los ríos de la región había muchos caimanes, y que
los indios le informaron como en uno de los afluentes del río Tlatictla estaba un gran
caimán, y que terminando de escribir la relación, iba a ir con una billarda o arcabuz para
matar al animal, ―por que no haga mal [a] algún indio o india y se encarnice con
ellos.‖1587 Más adelante mencionó como en el mismo río Tlatictla, en un lugar llamado
Guahuayutla, a seis leguas del mar
―En el nacimi[ent]o deste río, que está debajo de una peña grande, hace un estanq[ue]
hondeable, o como dicen, ―ojo de agua‖. Y los naturales deste d[ic]ho río, y sus moradores,
dicen q[ue] muy ordinariam[en]te oían decir a sus p[adr]es y abuelos q[ue], en t[iem]pos
de su gentilidad, había allí un gran sierpe o dragón, que salía del ojo de aq[ue]l agua, cuyo
cuerpo tenía muy grande, y las alas, de plumas tenía muy ricas y doradas, y, en partes del
cuerpo, de escamas grandes de conchas. Y [dicen] que le sacrificaban y daban a comer
algu[na]s veces indios jiotes, porque de aquestos comía y demandaba, mejor que los de los
otros que no eran jiotes; y que esto hacían con ayunos y abstinencias, porq[ue] el
DRAGÓN les diese de las plumas ricas que tenía, y que, en reconocimiento deste
sacrificio, que se la hacía, se consentía, volviendo las espaldas y cola [par]a que le quitase
algu[n]as plumas que, después s[er]vían a los principales de plumajes para sus fiestas y
areitos. Y [dicen] q[ue] este DRAGÓN murió, o desapareció, un poco antes que los
españoles viniesen a esta t[i]erra. La narración y cuento deste h[ec]ho es muy general en
esta provin[ci]a, y aun fuera della, como cosa q[ue] pasó en h[e]cho de verdad, lo cual oí
contar muchas veces a muchos indios, y aun desde mi niñez. Y ahora, de nuevo, para
1588
escribirlo a[quí], repreguntándolo, se afirman en ello.‖
Sin duda en esta historia están presentes muchos elementos que considerar más
profundamente, como el mar, la peña, el ojo de agua, y el hecho de que era una historia
―muy general‖. En la Tierra Caliente y costa, precisamente en lugares como los ríos, es
que había un evidente culto al cocodrilo o caimán, y es del que existe mayor
información.
1586
FLORES, GERÓNIMO; XEREX, DOMINGO DE. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de
febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán.
México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 9, 1987, P. 398.
1587
ALCALDE DE REUDA, JUAN. ―Relación de la Provincia de Motines‖ [Relación de la parte de la
Provincia de Motín, 10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo
XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 172. Información entre corchetes original.
1588
Ibíd. P. 176. Mayúsculas e información entre corchetes originales, cursivas nuestras.
393
Cabe señalar que hubo un reconocimiento mutuo entre los dos regímenes postzuyuanos más poderosos de Mesoamérica. Los tarascos nombraron a MéxicoTenochtitlán como Echero, que Gilberti tradujo como ―cibdad principal de esta nueua
españa‖,1589 mientras que en el DGLM se menciona ―Echero. Mexico‖, ―Echero napu.
Cosa de mexico‖ y ―Echero yreti. Mexicano, mexicana‖.1590 La raíz de esta designación
es Echeri, ―Tierra‖. Rodrigo Martínez Baracs mencionó que ―no creo que el nombre
Echero haya tenido un sentido de odio o burla. Más allá de sus connotaciones agrícolas,
vitales para el hombre en todas sus dimensiones, Echero tiene un sentido político, pues
Mexico dominaba toda la tierra, y también un sentido religioso, pues se asocia a la
Tierra misma, al Dios y a la Diosa de la Tierra. Parece más bien que Mexico
Tenochtitlan era el gran modelo de ciudad imperial para los michoacanos. Mexicas y
michoacanos, hermanos enemigos.‖1591 Sin embargo, Baptista de Lagunas da una pista
de porqué los tarascos nombraban Echero a México-Tenochtitlán:
―Nahxan yauanesquiyxu, notero phazquarho huahenani, Echero hameri niyarani. vel,
Echero ni yarani. Que tanto ày, o que tan lexos es, leuantandonos, o saliendo de aquí, o del
lugar, en donde tiñen de prieto i Phazquarho, hasta Echero, pro, Echero i Mexiuhco:
1592
porque dizen que es de tierra echada a mano &c.‖
Al parecer el toponímico tarasco de la capital mexica, tenía que ver con las
características físicas del lugar, y no tanto con que fuera un ―gran modelo de ciudad
imperial‖ a seguir para realizar sus propias conquistas.
En las fuentes nahuas del Centro de México, y usadas tardíamente por los
cronistas religiosos de Michoacán, los mexicas se jactaron de que los señores de
Michoacán eran sus parientes; por ejemplo, en las guerras tarasco-mexicas, cuándo
Axayácatl les expuso a los señores para ir a la guerra, que él ―determinaba de dar guerra
a los de Mechuacan, dado que sus antepasados le habían dejado dicho que eran sus
parientes y de la parte mexicana.‖1593 Esto se desprende porque según los discursos
fundacionales mexicas, los tarascos fueron una de las tribus que vinieron con ellos
durante la peregrinación desde Aztlán-Chicomóztoc, y al pasar por el lago de Pátzcuaro,
se quedaron a habitar la región, mientras el resto llegó a la tierra prometida de MéxicoTenochtitlán. Se menciona por ejemplo ―los chichimecas tomaron á una mujer de los
mexicanos y lleváronla á Michuacán, y della proceden todos los de Mechuacán, porque
de antes eran chimecas‖.1594 Esta mujer identificada como Malinalxochitl, fue madre de
Copil, y al ser sacrificado, su corazón fue arrojado al lago de Texcoco, del cual saldría
la piedra del tunal donde se posaría el águila con la serpiente. Este aspecto lo trabaja
1589
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 79.
DGLM, T. II, P. 181.
1591
Cf. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, en: PAREDES
MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 67.
1592
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana.
[Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del
texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o
Purépecha‖ vol. I), 1983, Pp. 302-303 [99-100 en la paginación original].
1593
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. Paleografía,
introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México, Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa
núm. 37), 1984, T. II, Cap. XXXVII, P. 281.
1594
―Historia de los mexicanos por sus punturas‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Nueva
colección de documentos para la historia de México (siglo XVI). México, Editorial Salvador Chávez
Hayhoe, 1941, Cap. XI, P. 222.
1590
394
más ampliamente Roskamp en un estudio de las fuentes del Centro de México sobre las
poblaciones nahuas de Michoacán antes de la conquista.1595
En la RM se hacen varias menciones importantes sobre este reconocimiento.
Antes de la conquista, cuando hubo un concilio en la corte del cazonci para intentar
averiguar quiénes eran los extraños, dijeron al enterarse de que México-Tenochtitlán
estaba sitiada: ―Estos dos reinos eran nombrados, y en estos dos reinos miraban los
dioses desde el cielo y sol.‖1596 Cuando los mexicas enviaron mensajeros a Tzintzuntzan
para pedir ayuda en contra de los conquistadores, Zuangua desconfió y dudó sí era
cierto, por lo que mandó embajadores a México-Tenochtitlán para saber qué estaba
ocurriendo. Llegaron de noche y los embajadores se entrevistaron con Cuauhtémoc y
los señores mexicas, quienes les explicaron donde acampaban los españoles con sus
aliados tlaxcaltecas. Después de haber visto el sitio de la ciudad, los mexicas les
dijeron:
―Mirá, que ya los habéis vísto, llevad estas nuevas a vuestro señor y decidle que le
rogamos mucho que no quiebre nuestras palabras; que crea esto que le decimos, que
tenemos de nuestros dioses, que nos han dicho que nunca se ha de destruir México ni nos
han de quemar las casas. Dos reinos son nombrados: México y Mechuacan. Mirá, que hay
mucho trabajo." Dijímosles: "pues tornemos a México". Y tornamos y saliéronnos a
rescibir los señores y despidímonos de Montezuma [sic. Cuauhtémoc] y díjonos: "tornaos a
Mechuacan que ya venistes e habéis visto la tierra, no nos volvamos atrás de la guerra que
les queremos dar; haga esto que le rogamos vuestro señor, ¿qué ha de ser de nosotros, si no
venís? ¿Habemos por ventura de ser esclavos? ¿Cómo, han de llegar allá a Mechuacan?
Aquí muramos todos, primero nosotros y vosotros, y no vayan a vuestra tierra. Esto es lo
que le diréis a vuestro señor; vengan, que aquí hay mucha comida para que tenga fuerza la
gente para la guerra, no tengas lástima de la gente, muramos presto y tengamos nuestro
estrado de la gente que morirá, si no saliéremos con la nuestra, si los cobardes y para poco
de nuestros dioses no nos favorescieren, que mucho tiempo ha que le habían dicho a
nuestro dios que ninguno le destruiría su reino y no habemos oído más reinos déste y
1597
Mychuacan.‖
Después de la derrota de los mexicas, los españoles finalmente llegaron y
conquistaron Michoacán. Siguiendo el relato de Don Pedro Cuiniarángari, éste se
entrevistó con Hernán Cortés por primera vez en Coyoacán, al ser mandado por
Cristóbal de Olid para llevar el oro y la plata, el conquistador español le dijo después de
comer:
―"ve a México y verás cómo le destruímos." Y lleváronle unos prencipales a México[Tenochtitlán], que nunca había ido allá en toda su vida ni sus antepasados, muchos tiempos
había. Y saliéronle los señores a rescibir y diéronle flores y mantas ricas y dijéronle a él e a
otros prencipales que iban con él: "bien seáis venidos, chichimecas de Mechuacan. Ahora
nuevamente nos habemos visto, no sabemos quién son estos dioses que nos han destruido y
nos han conquistado: ¡mirá esta Cibdad de México nombrada de nuestro díos Zinzúviquixo
[Huitzilopochtli], cuál está toda desolada! A todos nos han puesto naguas de mujeres.
¡Cómo nos han parado tambien! ¿Os han conquistado a vosotros que érades nombrados?
Sea ansí como han querido los dioses. Esforzaos en vuestros corazones. Esto habemos
visto e sabido nosotros que somos muchachos. No sé qué supieron y vieron nuestros
antepasados. Muy poco supieron. Nosotros lo habemos visto y sabido siendo muchachos."
Respondióles don Pedro y dijo: "ya, señores, me habéis consolado, que lo que nos habéis
dicho, ya nos habéis visto, ¿cómo nos viéramos y visitáramos si no nos tractaran desta
1595
ROSKAMP, HANS. ―Los nahuas de Tzintzuntzan-Huitzitzilan, Michoacán. Historia, mito y
legitimación de un señorío prehispánico‖, en: Journal de la Société des Américanistes, 2010, vol. 96,
núm., 1, p. 75-106.
1596
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243.
1597
RM, Tercera Parte, Cap. XXII, ff. 42-42v, Pp.245-246. Cursivas nuestras.
395
manera? Seamos hermanos por muchos años, pues que ha placido a los dioses que
quedemos nosotros y escapamos de sus manos, sirvámoslos y hagámosles sementeras. No
sabemos qué gente vendrá, mas obedezcámoslos. Baste esto y tornémonos a Cuyacan, al
1598
Marqués, pues habemos visto a México".‖
Cuando Hernán Cortés se enteró que Tzintzincha Tangánxoan estaba vivo, lo
mandó traer al lugar donde estaba ―y llegó a Cuyacan, donde estaba el Marqués, y
holgóse mucho con él y rescibióle muy bien y díjole: "seas bien venido, no rescibas
pena. Anda a ver lo que hizo un hijo [sic. primo] de Montezuma [Cuauhtémoc]; allí le
tenemos preso porque sacrificó muchos de nosotros." Y hizo llamar todos los señores de
México, el Marqués, y díjoles cómo era venido el señor de Mechuacan, que se alegrasen
y que le hiciesen convites y que se quisiesen mucho. Y señaláronle al cazonçi unas
casas donde estuviese. Y fué a ver el hijo de Motezuma y tenía quemados los pies y
dijéronle: "ya le has visto cómo está por lo que hizo; no seas tú malo como él". Y estuvo
allí cuatro días y hiciéronle muchas fiestas los mexicanos y alegróse mucho el
cazonçi…‖1599 Lamentablemente no se registraron las conversaciones entre Tzintzincha
Tangánxoan y Cuauhtémoc, los dos señores más poderosos de Mesoamérica al
momento de la conquista, y conquistados por gente extraña que creyeron dioses, aunque
muy probablemente se dijeron palabras similares de resignación que los señores
mexicas le dijeron a Cuiniarángari cuando se entrevistaron.
Vemos que hay elementos para considerar la articulación de la ideología y la
política tarascas, como una sociedad y entidad de tipo zuyuano, y que gracias a esta
relación, el aparato supraétnico tarasco-uacúsecha logró imponer su hegemonía en un
amplio territorio multiétnico, dominando y controlando la producción de bienes, así
como de ejercer control en varios aspectos, y que lograron mantener una convivencia
pacífica a pesar de las diferencias culturales existentes, a la par que justificaron su
discurso de dominio sobre los sistemas de creencias de los pueblos dentro y fuera de sus
fronteras. Con esta revisión de la religión e ideología tarasca, ya podemos iniciar el
análisis de los diferentes tipos de guerra que eran emprendidos en parte de Mesoamérica
antes de la llegada de los europeos en el siglo XVI.
1598
1599
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 49v-50, Pp. 260-261. Cursivas nuestras.
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51, P. 263.
396
25. LAS CAUSAS Y TIPOS DE GUERRA PRACTICADOS POR LOS TARASCOS
PREHISPÁNICOS
―También es de [borrado] saber que los que van aquí contando en todo su
razonamiento este papa, todas las guerras y hechos, atribuía a su dios
Curícaueri que lo hacía y no va contando mas de los señores, y casi las más
veces nombra los señores qué decían o hacían, y no nombra la gente ni los
lugares dónde hacían su asiento y vivienda…‖
1600
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. II, ca.1540
Sólo después de haber visto la complejidad histórica del Estado tarasco, en los aspectos
materiales, culturales e ideológicos, podemos darnos una idea de la importancia que
tuvo la guerra en la conformación y existencia de esta potencia mesoamericana. Como
mencionamos en el primer capítulo de esta investigación, la violencia mortal entre
grupos es un fenómeno sumamente complejo, y en las sociedades militaristas del
Posclásico tardío se articularon la mayoría de los aspectos de la vida para obtener la
victoria en el campo de batalla. Podemos decir que los objetivos principales de la guerra
eran la defensa y la expansión territorial, aunque relacionados con aspectos ideológicos
importantes, siendo el principal la religión. José Lameiras, citando a Hans Speier,
menciona los tres tipos de guerra que se practicaban en Mesoamérica antes de la
conquista europea:
―…la guerra total o absoluta ―puede caracterizarse, negativamente, por la ausencia de
cualquier restricción y regulación impuesta sobre la violencia, la traición y el terror. En
la guerra total, el enemigo no constituye un obstáculo para la obtención de los valores
que controla. La guerra total no se sopesa de acuerdo al lograr un cambio en el modo de
vida del enemigo; ni se equilibra de modo de llegar a pactar la paz con él… El enemigo
absoluto no es sujeto de intereses predatorios, sino más bien un símbolo de
extrañamiento, de demonismo y de peligro para la comunidad en su conjunto‖ […] en
otras palabras, ―implica la aniquilación del enemigo‖.
―La guerra ritual es el extremo opuesto de la antes enunciada, la que se realiza bajo
condiciones estudiadas de igualdad y bajo la estrictica observancia de ciertas reglas; sus
resultados contrastan con otro tipo de guerras en cuanto a las ganancias populares.
La ―guerra instrumental‖, en cambio, está orientada a lograr el acceso a los bienes
1601
controlados por el enemigo‖
Las fuentes mencionan que los tarascos practicaban los tres tipos de guerra, y
describen algunas de sus características, que deben explicarse en el contexto histórico
en el que fueron practicadas, y aclarar que, a pesar de tener objetivos diferenciados, no
se pueden disociar sus características. Es decir, todas las guerras emprendidas por los
prototarascos, eran realizadas con un final ritual, pues cada entidad política justificaba y
defendía a su deidad patrona, mientras que para la época en que los tarasco-uacúsecha
impusieron su poder, la guerra se realizaba en nombre y servicio de Curícaueri; del
mismo modo, las guerras tenían el fin político de imponer su autoridad sobre los
enemigos, así como usufructuar la fuerza de trabajo y los medios de producción de los
pueblos derrotados. Esto lo recalcamos, pues ha sido una creencia común y romántica
en la historiografía que las guerras eran prominentemente rituales, el ejemplo por
1600
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17. Cursivas nuestras.
LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados. Un espectro de la guerra prehispánica.
Zamora, El Colegio de Michoacán, 1985, Nota a pie núm. 25, Pp. 68-69, y P. 78.
1601
397
antonomasia en Mesoamérica son las ―guerras floridas‖ mexicas, y se han considerado
que sólo tenían un fin religioso, de simular el combate para capturar prisioneros para el
sacrificio, y que no conllevaba ningún otro aspecto como el político o económico. En la
RM es claro que las guerras giran sobre los ejes económicos, políticos e ideológicos,
aunque tenían distintos objetivos.
Carlos Brokmann menciona la existencia de una dicotomía entre los ámbitos de
lo jurídico y lo militar en el mundo mexica, así ha propuesto que:
―Existió un discurso jurídico muy detallado, claramente distinguido entre las causas de
guerra y la conducta de los guerreros durante las hostilidades (las categorías jurídicas
occidentales se denominan, siguiendo al derecho romano, en latín ius ad bellum y ius in
bello). Este derecho tuvo instituciones, estructuras, funcionarios y pautas propias,
estableciendo claramente códigos de conducción de la guerra. Al mismo tiempo y como
ocurre en otros casos históricos, la aplicación de los principios y normas dependió de la
conveniencia y condiciones políticas. […] El derecho de guerra, partiendo de la tradición
romana, se clasifica en dos temas: el derecho de la guerra (ius ad bellum) y el derecho en la
guerra (ius in bello). El primero se refiere a la declaración de las hostilidades y engloba las
causas y motivos que son considerados culturalmente legítimos para hacerlo. El segundo se
aboca a la conducta de las fuerzas armadas durante el conflicto; el trato hacia combatientes
1602
y no combatientes considerados enemigos.‖
Para el caso tarasco no contamos con tantas fuentes para ahondar en estos dos
aspectos, pero con las referencias podemos tener alguna idea. En el apartado sobre qué
época del año era más propicia para las guerras en el Michoacán prehispánico,
mencionamos como los capítulos IV, V, VI de la tercera parte de la RM que hablan del
arte de la guerra tarasco, contienen información que Jerónimo de Alcalá extrapoló y
sintetizó para exponer diversos aspectos de esta sociedad. A pesar de eso, la parte
histórica y etnográfica proporcionan información para detallar los tipos de guerras
arriba mencionados.1603 Cabe recordar que el contenido de la RM es el discurso de la
clase dominante uacúsecha, y en la mayoría de las batallas son presentados siempre
como victoriosos y prácticamente capturando la totalidad de los ejércitos y pueblos
enemigos, situación que ha contribuido a la visión romántica de la guerra prehispánica.
Puede ser que los informantes hayan minimizado la violencia de las guerras, y que el
fraile haya visto la guerra a través de las ideas de la misma en la Europa medieval, como
la idea de la guerra justa. ―El concepto de guerra justa, que sigue vigente en la
actualidad, siempre ha sido relativo y cada nación ha tratado de balancear las
necesidades prácticas con el apego a la legalidad y cierta referencia ética. En
Mesoamérica, como en todas las culturas del mundo, existió casus belli considerados
provocación suficiente como para declarar las hostilidades de manera inmediata. Estas
causas de guerra fueron importantes debido a que legitimaban la acción del poder del
Estado sin necesidad de consultar o debatir.‖1604 Por la RM y otras fuentes sabemos que
en ocasiones, las guerras cobraban la vida de miles de guerreros en ambos bandos, por
lo que la violencia mortal era más exacerbada de lo que se puede leer en dichos
capítulos.
1602
BROKMANN, CARLOS. ―La guerra en Mesoamérica entre discurso y práctica‖, en: et. al., Historia
de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de
México, 2014, Pp. 73-74.
1603
Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca
prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación.
1604
BROKMANN, CARLOS. ―La guerra en Mesoamérica entre discurso y práctica‖, Óp. Cit., P. 34.
398
La guerra total o absoluta
Empecemos exponiendo la guerra total o absoluta, cuyo fin en la cultura tarasca era el
aniquilamiento o captura de la mayoría de los efectivos enemigos, la destrucción de sus
pueblos, y la adquisición de distinto botín y despojos. El capítulo VI de la tercera parte
que explica este tipo de guerras, se titula precisamente ―cuando metían alguna población
a fuego y sangre‖; después de preparar al ejército y cercar el pueblo enemigo, todos
atacaban al mismo tiempo, pendían fuego a las construcciones del pueblo y lo
saqueaban. La gente sobreviviente, ―varones y mujeres y muchachos y niños de las
cunas‖, eran contados,1605 los ancianos, bebes y heridos eran sacrificados antes de que
se fueran de los términos de sus enemigos, cocida su carne y comida por los guerreros;
el resto de los sobrevivientes era llevado a la Tzintzuntzan donde eran sacrificados o
reducidos a esclavitud. En la RM se menciona como se ponían guardias por los caminos
y sendas que se encargaban de quitarle a la gente el oro, plata, plumajes ricos, y sólo los
dejaban llevarse mantas, cobre, y alhajas, pues todo lo demás era para el cazonci. No
queda claro si estos guardias requisaban estas posesiones a los enemigos capturados, o
también de los guerreros, pues se dice estos guardias quitaban ―de todo el despojo y
saco que se había dado‖.1606 En la parte histórica de la RM se menciona como los
uacúsecha practicaron guerras de aniquilamiento, justo antes de que empezara la
vertiginosa expansión del Triunvirato: contra dos señoríos enemigos, Taríaran y
Curínguaro. Sobre Taríaran se narra la acción de forma muy parecida a la descrita líneas
arriba, se agrega que el señor de este pueblo Hiuacha, fue capturado y llevado a
sacrificar a Pátzcuaro,1607 mientras de Curínguaro sólo se menciona en una línea que
fueron conquistados, aunque la acción debió ser muy parecida, pues para ese tiempo,
Pátzcuaro y Tzintzuntzan habían adquirido gran poder y entablado alianzas con varios
pueblos de la cuenca del lago.1608
La guerra ritual
Por otro lado, las guerras rituales tenían como objetivos principales satisfacer a los
dioses, y capturar prisioneros para el sacrificio en diversas ocasiones, aunque seguía
siendo violencia mortal. En los ejemplos que proporciona la RM, no siempre se hacían
en condiciones de igualdad ni se pactaban, pero si se seguían ciertas reglas y la política
estaba fuertemente relacionada. En la parte histórica de la RM encontramos dos
ejemplos de guerras rituales: el primer ejemplo se narró después de que los chichimecas
uacúsecha emparentaron con los isleños y se asentaron en Pátzcuaro, los curinguareños
recelosos por la alianza matrimonial de estas facciones, mandaron una embajada para
indicar a los uacúsecha que trajeran leña a los dioses e hicieran la ceremonia de la
guerra, que ellos también harían los rituales, y al tercer día pelearían en un lugar
llamado Atáquaho, y ―nos juntaremos todos y jugaremos en las espaldas de la tierra y
1605
La RM menciona que en promedio capturaban 8000 prisioneros, y en una ocasión hasta 16000 ―y
ponían miedo grande en los enemigos‖. Tercera Parte, Cap. V, f. 19, P. 199.
1606
RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200.
1607
EL conquistador anónimo mencionó que los indígenas ―en la guerra es la gente mas cruel que darse
puede, porque no perdonan á hermano, pariente, ni amigo, ni dejan con vida á ninguno que prenden, pues
aunque sean mujeres y hermosas, las matan todas y se las comen. Cuando no pueden llevarse el botin y
los despojos del enemigo, lo queman todo. Solo á los señores no era permitido matarlos, sino que se los
llevaban presos bien guardados…‖. EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la
Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖,
en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª
edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. I, 1980, Pp. 574-573.
1608
RM, Segunda Parte, Caps. XXX-XXXI, Pp. 149-153.
399
veremos cómo nos miran de lo alto los dioses celestes y el sol y los dioses de las cuatro
partes del mundo‖. Después de lo pactado
―…juntáronse unos con otros a medio día y empenzaron a pelear. Y unos se daban de
pedradas, otros con terrones, ya los señores de los chichimecas tiraban flechas, porque
la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos; y tenían lo por mal
descalabrarse, y en descalabrándose alguno, alimpiábase con la mano la sangre porque
no cayese [borrado] en el suelo y ruciábanla con los dedos hacia el cielo para dar de
comer a los dioses. Y fueron heridos y flechados los dos hermanos señores de los
chichimecas Pauácume y Vápeani y tornáronlos a sus casas a cuestas a Tarímichúndiro
1609
y tornáronse los de Curýnguaro a su pueblo.‖
De este relato deben de rescatarse varios elementos de esta guerra ritual, primero
que es una guerra pactada, donde se mandaron embajadores y se estipuló el lugar y
tiempo, y segundo, se hizo para alimentar a los dioses, a pesar del trasfondo político.
Pero una palabra clave aquí es cuando la embajada menciona ―que jugaremos en las
espaldas de la tierra‖, pues a pesar de que en el diccionario de Covarrubias la definición
de juego es ―vn entretenimiento o passatiempo necessario a los hombres que trabajan
con el entendimiento para recrearse, y poder boluer a tratar con nueuos brios las cosas
de veras‖, se menciona que en la antigüedad romana ―Iuegos se llamauan los
espectaculos publicos que se hazian para entretener el pueblo, y eran en Roma muy
celebres y de muchas maneras, algunos dellos estauan señalados a sus falsos dioses,
como los juegos Forales, los Saturnales, los Megalenses, los Funebres, Plebeyos,
Apolinares, Circenses, &c. Y otros auia sueltos por ocasiones particulares de victorias
que auian alcançado…‖1610 Es probable que este sentido de que esta guerra ―estaba
señalada a sus falsos dioses‖, sea el sentido que Jerónimo de Alcalá quiso dar al traducir
la palabra ―jugaremos‖, pues por el propio relato, vemos que eran guerras violentas
donde existían probabilidades de mortandad en el campo de batalla, aunque los de
Curínguaro se arrepienten por haber flechado y malherido a Pauácume II y Uápeani II, y
tiempo después los mandaron asesinar en unas celadas.1611
El segundo ejemplo de guerra ritual presente en la parte histórica de la RM, lo
encontramos cuando Taríacuri en su avanzada edad, quiso dejar bien asentados a sus
sobrinos Hiripan, Tangáxoan y su hijo Hiquíngaje en el nuevo cú de Quereta parázicuyo
(Tzintzuntzan), para esto requirió de cautivos para sacrificar y estrenar este nuevo
templo de Curícaueri, y de personas sacrificadas para ser enterrado con ellos. Mandó a
Chupítani con Várapame, señor de Pacandan, que también ya era viejo, para realizar una
guerra ritual y conseguir prisioneros para sacrificar, y usarlos como estrado. La
embajada de Chupínani consistió en decir que la pelea se librara en una sementara de
maíz verde en la ribera, llamada Aráueni, probablemente cerca de la ribera de Ihuatzio.
Chupítani llegó a Pacandan a media noche y le platicó la embajada a Várapame, quien
empezó a llorar y aceptó la pelea, aunque reconoció el trasfondo político y que los
uacúsecha estaban empezando la conquista de la cuenca, pues Várapame le dice a
Chupítani:
1609
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, Pp. 38.
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española.
Compuesto por el Licenciado Sebastian Covarrubias Orozco, Capellan de su Magestad, Mastrescuela y
Canonigo de la Santa Yglesia de Cuenca, y Consultor del Santo Oficio de la Inquisicion. Dirigido a la
Magestad Catolica del Rey Don Felipe III. Nuestro Señor. Con privilegio. En Madrid, por Luis Sanchez,
impressor del Rey N.S. Año del Señor M.DC. XI. Madrid, Luis Sánchez impresor del Rey, 1611, Letra J,
P. 493. En adelante citado como Tesoro de la Lengva Castellana o Española.
1611
RM, Segunda Parte, Caps. VIII-IX, Pp. 38-45.
1610
400
―…muy mal lo hace Taríacuri, ¿qué no mira la miseria que tenemos? Que quiere que
nosotros seamos prencipio de los que se han de sacrificar en el cu nuevo en Michuacan
[Tzintzuntzan], que aún no ha conquistado ningud pueblo y yo con los míos empienzo
1612
primero a estrenar los cúes y tenemos de ser sacrificados en el cu de Querétaro.‖
El pacto consistió en que los que murieran allí del bando contrario, servirían
cómo estrado a Taríacuri y Várapame, aunque este último entregó a su gente a traición,
para que no capturaran a todos los isleños de Pacandan. Várapame acordó en llevar 100
hombres a su sementera de maíz de regadío, y cuando pasaran a tierra firme, el principal
que los llevaría, llamado Zipin canaqua, ordenaría a los remeros hicieran señas con los
remos, y esa sería la señal para capturaran a los hombres de Pacandan; esta información
es la que le dijo Chupítan a Taríacuri al regresar a Pátzcuaro. Después se arrepintió
Várapame de la cantidad de hombres ofrecidos, y le ordenó a Zipin caraqua que fuera a
Quereta parázicuyo, y les dijera a los sobrinos de Taríacuri que sólo serían 60 hombres.
Hiripan y Tangánxoan no entendieron la embajada, y fueron a preguntarle a Taríacuri a
que se refirió Zipin canaqua. Taríacuri les explicó cómo debían capturar a los hombres
que enviara Várapame en Aráueni. Hiripan iría por la ribera de la laguna pasando por
Patuquen, Hiuazi harata hasta llegar a Syuange, donde pondrá la celda. En cambio,
Tangánxoan deberá ir por el camino derecho hasta Yuazi xanchácuyo, donde pondrá
otra celada, esperando la señal de Zipin canaqua y los remeros. Después de escuchar a
Taríacuri, regresaron a Quereta parázicuyo, hicieron flechas en la mañana y al
anochecer, partieron a la guerra, yendo por donde les dijo Taríacuri. Al amanecer,
llegaron los isleños a regar sus sementera, después de desembarcar, Zipin canaqua tornó
a las canoas, y cuando se encontraba en medio de la laguna hizo la señal acordada, se
levantaron las celdas dando grita, y como no tuvieron a donde ir los de la isla, los
capturaron, y llevaron en procesión al cu nuevo de Quereta parázicuyo. Llevaron 40
prisioneros a Pátzcuaro para ser sacrificados, y 20 fueron dedicados al nuevo cu. ―Y así
pasó aquella fiesta de la didicación de aquel cu. Y empenzaron otra vez a traer leña para
los cúes y tornaron a cativar más de la dicha isla y hicieron otra entrada en un pueblo de
Corínguaro llamado Yzíparámuco, y cativaron cien hombres.‖1613
Del relato anterior, vemos de nuevo que fue una guerra pactada con fuertes
connotaciones rituales, pero en este caso, los prisioneros de Pacandan fueron entregados
a traición, y parece ser que no eran guerreros, más bien campesinos, pues se dice que
―vinieron los de la isla a regar su sementera […] entonces levantáronse todos [los
chichimecas] a una y dieron todos grita, y como no tenían dónde ir los de la isla,
cativáronlos a todos…‖1614 Además también fue un movimiento político de Taríacuri
para expandir más su influencia sobre los señoríos vecinos, pues sus herederos en
Quereta parázicuyo eran la punta de lanza de la expansión hacía sus principales
enemigos en Curínguaro. De hecho, Jerónimo de Alcalá hace un comentario al respecto,
sobre la costumbre de hacer sacrificios para enterrar a los nobles, para estrenar el nuevo
templo, y de sí Várapame entregó a su gente por costumbre o por miedo:
―Acostumbran los señores e señoras, cuando morían, de matar mucha gente consigo
que decían que los llevaban para el camino y que aquellos eran su estrado y cama y que
encima dellos los enterraban. Mataban algunos hombres y echábanlos en la sepultura, y
encima de aquéllos ponían al señor muerto, y sobre él, ponían más muertos, así que no
llegaba la tierra a él. Y aquellos muertos decian que era estrado de aquel señor que
moría. Por eso Taríacury envió al señor de Pacandan que era viejo, que tuviesen pelea
1612
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 119v, Pp. 130.
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 121, Pp. 133. Véase el Apéndice A, mapa II.
1614
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, Pp. 132.
1613
401
los suyos unos con otros, por tener estrado de sus gentes cuando los enterrasen. Y
hacíanlo también porque le diese el señor algunos de los suyos para sacrificar en
aquellos cúes, que habían hecho sus sobrinos, como se los dió de miedo o por aquella
1615
costumbre que tenían entre sí los señores.‖
Autores como Marco Antonio Cervera Obregón han criticado la concepción
idealizada de las ―guerras floridas‖ o rituales, donde masas de guerreros entraban en
combate pero sin matarse entre sí, ―como podemos observar, esto resulta ilógico y se
deriva de la creencia de los investigadores de la vieja guardia (e incluso de muchos
estudiosos actuales) de que la guerra florida se compone de combates con armas que
extrañamente no matan y permiten capturar al enemigo vivo para llevarlo al sacrificio,
lo cual es bastante paradójico.‖1616 Gran parte de esta idea gira en torno a la idealización
romántica de las sociedades prehispánicas, y a falta de información sobre el armamento
prehispánico mesoamericano y su capacidad de provocar daño, esto también se ha
considerado para el caso tarasco con esta concepción idealizada, pues se ha dicho que
―de todos estos datos [de las fuentes] se concluye que, al igual que los medios
materiales, la mayor parte de las estrategias no estaban destinadas al asesinato del
enemigo en el campo de batalla sino a su sometimiento y posterior muerte en la piedra
sacrifical.‖1617 Sobre la cuestión del armamento, Cervera Obregón menciona que
―No se requiere ser un experto en culturas mesoamericanas para saber que un flechazo
en el cuerpo o un buen golpe con un macuahuitl puede dejar al oponente gravemente
herido y seguramente podían llegar a ocasionar la muerte. Nos preguntamos entonces
cómo podían hacer los guerreros mexicas para utilizar sus armas con un efecto tan poco
devastador como para evitar que su oponente muriera y llegara a ser capturado al cerrar
filas. Obviamente no hay respuesta a una pregunta tan ingenua, la realidad está no en el
diseño y/o uso de las armas sino en los objetivos mismos de las campañas militares. ¿O
es que acaso las fuentes pueden reflejar los aspectos técnicos del uso de las armas
mesoamericanas con todo lujo de detalle para poder asegurar con qué tipo de golpe y
1618
cómo hacerlo para herir de manera leve al oponente y capturarlo?‖
Un tercer tipo de guerra ritual practicada por los tarascos son las referidas como
―entradas‖, y son detalladas en el capítulo IV de la tercera parte de la RM, titulado ―de
las entradas que hacían en los pueblos de sus enemigos‖. El cazonci mandaba traer leña
de todo el territorio, y se realizaba la ceremonia de la guerra, donde se quemaban
pelotillas de olores y se pronunciaban distintas oraciones, esta ceremonia era
reproducida a nivel local en los pueblos. Los ejércitos se dirigían a las distintas fronteras
del territorio, marchaban los distintos escuadrones ―y no iba ninguna mujer, mas todos
eran varones‖. Los espías hacían reconocimiento del terreno para conocer los caminos y
ríos de los pueblos enemigos, para que los ejércitos rodearan los pueblos, y antes de que
pelearan, los espías llevaban sin ser vistos pelotillas de olores, plumas de águilas y
flechas ensangrentadas para ponerlas secretamente en las sementeras, en la casa del
señor o en el templo, con el fin de hechizar el pueblo.
―Entonces poníase cada uno en su escuadrón y hacían entradas y saltos donde andaba la
gente, en las sementeras o en el monte, de noche, y porque no diesen voces, atábanles
1615
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, ff. 119-119v, Pp. 129-130.
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas. Armas, técnicas de combate e
historia militar del implacable ejército que conquistó Mesoamérica. España, Ediciones Nowtilus,
(Colección Historia incógnita), 2011, P. 50
1617
Cf. MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Instituto de Investigaciones
Históricas-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2009, enero-junio, núm. 49, P. 17.
1618
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas…, Óp. Cit., P. 50.
1616
402
las bocas con unas como jáquimas de bestias y ansí los traían al real. Y traían aquellos
a la cibdad y salíanlos a recibir los sacerdotes llamados cúritiecha y otros llamados
opítiecha, con unas calabazas a la espaldas y unas lanzas al hombro. A la entrada dela
cibdad, donde había dos altares, donde ponían los dioses que traían de la guerra y
halagaban los cativos estos sacerdotes, que venían atados en unas cañas en el pescuezo;
y saludábanlos y espenzaban a cantar con ellos, hasta traellos delante del caçonçi. Y
dábanles a todos de comer y después metíanlos en una cárcel llamada curúzequaro,
donde estaban hasta la fiesta que los habían de sacrificar. Esta manera susodicha tenían
1619
en sus entradas.‖
Recordemos la extrapolación sobre esta información, pues parece que estas
―entradas‖ eran tan sólo la antesala o primera fase de la guerra instrumental, cuyo
objetivo era capturar prisioneros sin que hubiera combate ni heridos. Probablemente en
este tipo de entradas participaban los jóvenes novatos que habían alcanzado la edad para
participar en la guerra, bajo el cuidado y supervisión de guerreros más experimentados.
Sin embargo, es interesante la información pues se mencionan los rituales para hechizar
los pueblos, que era una actividad masculina, eran guerras donde no había ningún tipo
de pacto sino más bien ataques por sorpresa, la captura se realizaba de forma furtiva en
las partes alejadas del pueblo y de noche. A lo largo del relato histórico de la RM, se
hace mención de que los señores hacían ―entradas‖ en los términos o límites de los
señoríos enemigos, que probablemente pudieron ser guerras pactadas o regidas por el
calendario, pero en la época de consolidación del Tzintzuntzan Irechequa, estas
―entradas‖ se insertaban ya en una dinámica estatal más amplia. Según Ricardo Aguilar,
estas entradas deben de entenderse como razias,1620 que se realizaban en territorios fuera
de las fronteras del Estado tarasco, donde los pobladores no reconocían la autoridad de
Tzintzuntzan; estas ―entradas‖ estarían dirigidas a los gobernantes no subyugados para
mostrar la capacidad bélica tarasca y que la guerra sólo tenía un emisor, el gobierno
central tarasco.1621
La guerra instrumental
La última forma de beligerancia, la guerra instrumental, es el tipo de guerra más común
de la que podemos encontrar detalles en las fuentes, y a pesar de que se justificaba en la
religión o cuestiones personales, como la venganza y desagravio de afrentas, entre los
objetivos principales se encontraban conquistar los recursos naturales del territorio,
usufructuar la fuerza de trabajo, apropiarse del plusproducto, e imponerse política e
ideológicamente sobre el enemigo. Entre los ejemplos explícitos cuya motivación
respondió a los mencionados, tenemos la expedición de Zurumban realizada en la Tierra
Caliente al sur del lago de Zirahuén por consejo de Taríacuri:
―Y velarías siquiera dos noches y tomarías a tu diosa Xarátanga y irías a la guerra cerca
de los términos de tus enemigos: a Hurechu y Cacángueo y a la Guacana y a Cuerapan,
porque andan por allí pájaros colorados de los cuales hacen atavíos de pluma para tu
diosa Xarátanga. Y allí hay un río, que dos veces se hacen cosas de comer en el año, de
la fruta llamada tomates y ají y melones y algodón y ciruelas, que trairéis aquí a tu
1619
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191.
―razia (Del fr. razzia, y este del ár. argelino ḡāzyah 'algara'.): 1. f. Incursión, correría en un país
enemigo y sin más objeto que el botín. 2. f. Batida, redada.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA
ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea].
1621
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor
Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, P. 100.
1620
403
pueblo. Que trayéndolo sería tu pueblo como uno de los otros, donde nascen todas estas
1622
cosas.‖
Posteriormente a estas guerras, Taríacuri también realizó algunas acciones
militares para obtener riquezas, y su cuñado Vresqua, señor de Curínguaro, se enteró y
quiso exigirle tributo: ―"id a Taríacuri y decidle que habemos oído que hizo una entrada
hacia occidente y trujo muchos plumajes verdes, largos y penachos blancos y plumas de
papagayos y otras plumas ricas de aves y color amarilla de la buena y collares de
turquesas y otras piedras preciosas y oro y plata de lo bueno y collares de pescados del
mar y otras muchas cosas: que lo traigan aquí todo para nuestro dios Vréndequabécara,
que aquellos no son atavíos de su dios Curícaueri, mas de Vréndequavécara"‖,1623 quien
en lugar les dio flechas con pedernales de distintos colores simbolizando lo que pedían.
Los conflictos por linderos de tierras entre los pueblos de la Meseta tarasca antes de la
formación del Tzintzuntzan Irechequa también se documentan, y es probable que hayan
existido algunas rencillas aun con la formación del Estado tarasco.1624
Pero el ejemplo por antonomasia de los tres tipos de guerra mencionados en la
RM y practicados por los tarascos, y cuyos objetivos religiosos, rituales, políticos y
económicos no pueden ser separados, fue la formación de un solo reino. Con una guerra
total o absoluta, Taríacuri y su herederos llevaron a cabo la destrucción de los dos
señoríos rivales más poderosos de Taríaran y Curínguaro con la que se iniciaría la
campaña de expansión territorial del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, cuyo
objetivo explícito fue precisamente la conquista del territorio, apropiarse de la fuerza de
trabajo, extraer el plusproducto de los pueblos sujetados, la imposición política e
ideológica de los tarasco-uacúsecha. La consolidación del triunvirato se logró al haber
realizado el tipo de guerra instrumental, que sirvió para sostener una economía política
planificada que le permitió la movilización de miles de guerreros por su territorio. Al
alcanzar una extensión territorial dilatada, el Tzintzuntzan Irechequa entró en conflicto
con otras entidades políticas mesoamericanas, por lo que entró en conflicto con ellas, y
fue necesaria la expansión y defensa territorial de la entidad política tarasca; una forma
de demostrar su poder fue la práctica de la guerra ritual por medio de ―entradas‖ que se
hacían en los pueblos enemigos.
1622
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 95v, P. 82.
RM, Segunda Parte, Cap. XIX, f. 99, P. 89.
1624
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 113-133v, Pp. 117-118.
1623
404
26. LA VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA: EL EJÉRCITO TARASCO
―El ejército se ha convertido en finalidad principal del Estado, ha llegado a
ser fin en sí mismo; los pueblos no existen ya más que para suministrar y
alimentar soldados. El militarismo domina y se traga a Europa.‖
1625
Federico Engels, Anti-Dühring, 1878
Las palabras que escribió Engels sobre la Europa decimonónica bien podrían aplicarse
para el caso mesoamericano, especialmente para el periodo del Posclásico Tardío,
donde las fuentes nos hablan de las sociedades militaristas que existieron antes de la
llegada de los europeos en el siglo XVI, tal y como hemos mencionado en el primer
apartado de este capítulo. Una característica fundamental de la guerra es que es la
violencia mortal recíproca entre grupos humanos organizados para tal efecto. En las
sociedades complejas, como lo son las que están organizadas bajo el Estado, éste tiene
los recursos y medios de una economía política para sostener contingentes de guerreros
profesionales, proporcionales entrenamiento, organizarlos con disciplina y dominarlos
bajo prácticas castrenses e ideológicas.1626 Los ejércitos de las sociedades estatales
sirven tanto para mantener el orden interno, como para defenderse de amenazas externas
o subyugar otros pueblos. Sobre el ejército tarasco no contamos con tantas fuentes como
para conocer todos los detalles, pero la información existente nos permite tener una idea
del brazo armado que le permitió al Tzintzuntzan Irechequa convertirse en una potencia
mesoamericana.1627
Los ejércitos del cazonci se conformaban por la población avasallada masculina
que habitaba dentro del territorio dominado por los tarascos, y a pesar de que
probablemente existía un ejército profesional o semi-profesional, como veremos más
adelante, el grueso de los ejércitos se debía a la participación de los purépecha o gente
común, que aparte de fungir como guerreros cumplían ciertas funciones auxiliares en la
guerra.1628 Esto, la conformación de los ejércitos mesoamericanos de población no
profesional, ha llevado últimamente a preferir la nomenclatura de ―milicias‖ en el
1625
ENGELS, FEDERICO. Anti-Dühring. La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring.
Traducción de Manuel Sacristán Luzón. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección ―ciencias económicas y
sociales‖), 1968, Sección Segunda-Economía política, ―III. La teoría de la violencia y el poder
(continuación)‖, P. 164
1626
LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados…, Óp. Cit., P. 94.
1627
Son pocos los autores que han puesto atención a los ejércitos tarascos, y que han dedicado parte de
sus trabajos, al tema del presente apartado. En nuestras pesquisas sólo hemos encontrado que Helen
Pollard dedicó un apartado titulado ―tarascan warfare‖, donde mencionó el armamento y número de los
escuadrones; y Ricardo Aguilar tocó de forma más amplia el tema en un aparato llamado ―violencia,
―poder‖ y ―fuerza‖; normas sociales y el ejército tarasco.‖ PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s
legacy. The prehispanic tarascan state. Oklahoma, University of Oklahoma Press, (The civilization of the
American Indian series vol. 209), 1993, Pp. 105-108; AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO.
Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., Pp. 231-259.
1628
Ulises Beltrán mencionó que ―la gente común proporcionada por el pueblo sólo contribuía en el
transporte del material necesario para la campaña, de modo que la guerra sólo peleaban los miembros de
la élite‖, sin embargo, esto es inexacto, también la gente común combatía, como veremos adelante.
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, en: BOEHM DE
LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Primera parte,
Pp. 97, y la misma idea en 105.
405
sentido de población que toma las armas en tiempo de necesidad,1629 no obstante el
significado que proporciona Covarrubias de ejército es ―EXERCITO, Llamase exercito
vna gran copia de gente de guerra, ayuntada de muchas capitanías‖. 1630 Aunque milicias
puede ser una nomenclatura más adecuada, la definición antigua de ejército también
corresponde con la información existente; ambos términos hacen referencia a los grupos
que realizaban la guerra, nosotros los nombraremos ejércitos al ser consignados así en
las fuentes. A parte de que los ejércitos estaban conformados en su mayoría por la clase
dominada, los diversos grupos étnicos acrecentaban las flechas de Curícaueri, es decir,
los distintos pueblos no tarascos también tenían que participar en la guerra por órdenes
de la clase dominante. La RM menciona a distintas etnias y pueblos que iban a las
guerras: chichimecas, chontales, cuitlatecas, escomaecha, matlatzincas, otomíes,
ocúmecha, betama, vetamaecha, los de Tuspa, los de Tamaçula y los de Capotlan;1631 la
mayoría de estos grupos se encontraban en la zona de asimilación y en la zona de
exclusión resguardando las fronteras, y para luchar fuera de ellas cuando los ejércitos
tarascos hicieran alguna guerra a los pueblos enemigos.
En el diccionario de Maturino Gilberti, encontramos varias palabras que nos
remiten a diversos aspectos de la violencia mortal entre grupos, y que nos permiten
tener noticias del vocabulario bélico prehispánico tarasco. Dos vocablos fueron usados
para traducir ―guerra‖, purecuqua y quacaraqua. Estas dos palabras son radicales en
muchas otras palabras para traducir conceptos bélicos castellanos al tarasco del siglo
XVI: ―Guerra hazer. purecuhpeni. qhuacarahpeni‖, ―Guerreador. purecuti. qhuacarati,
―Guerrero. lo mesmo es que guerreador‖, ―Batalla o guerra. purecuquaro‖, ―Batalla o
exercito. purecucha‖, ―Batalla pelear. purecuni. vel. qhuacarani‖, ―Qhuacaraquaro.
lugar de la guerra‖, ―Qhuacarani. pelear, o guerrear‖, ―Qhuacarati. Guerrero‖,
Peleador. thzendahperi. purecuhperi‖.1632 ―Exercito‖, ―Hueste gente de guerra‖ o
Vueste de gentes‖, se tradujo por purecucha.1633
Tamaño de los ejércitos del cazonci
El tamaño de los ejércitos mesoamericanos ha sido tema de debate en la historiografía,
debido a que las fuentes que se escribieron durante y después de la conquista tendieron
a ser poco objetivas y exagerar el número de guerreros indígenas para enaltecer las
hazañas de conquista. Incluso esto fue notado por varios participes y testigos de la
conquista, como Bernal Díaz del Castillo, quien en su historia criticó a varios cronistas,
en especial a Francisco López de Gómara, por exagerar el número de pobladores y
guerreros durante la conquista de México:
1629
―MILICIAS. Se llaman los cuerpos formados de vecinos de algun Pais ò Ciudad, que se alistan para
salir a campaña en su defensa, quando lo pide la necessidad, y no en otra ocasión.‖ REAL ACADEMIA
ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su
naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas
convenientes al uso de la lengua. Dedicado al Rey Nuestro Señor Don Phelipe V. (Que Dios Guarde) A
cuyas reales expenses se hace esta obra. Compuesto por la Real Academia Española. Tomo Quarto. Que
contiene las letras G.H.I.J.K.L.M.N. Con privilegio. En Madrid: En la imprenta de la Real Académia
Españóla: Por los Herederos de Francisco del Hierro, Año de 1734. Madrid, imprenta de los Herederos
de Francisco del Hierro, Tomo IV, 1734, P. 568. En adelante citado como Diccionario de lengua
castellana o de autoridades.
1630
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra E, P. 392.
1631
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193.
1632
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 445, 285, 137, 138, 535.
1633
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 285, 458 y 615.
406
―…también dice este coronista [Gómara] que iban tantos mil millares de indios con
nosotros a las entradas, que no tiene cuenta ni razón en tantos como pone, y también
dice de las ciudades y pueblos y poblazones que eran tantos millares de casas no siendo
la quinta parte, que si se sumara todo lo que pone en su historia son más millones de
hombres que en todo el Universo están poblados, y eso se da poner ocho mil que
ochenta mil, y en esto se jactancia, creyendo que va muy apacible su historia a los
1634
oyentes, no diciendo lo que pasa.‖
Para el caso tarasco también tenemos este tipo de exageraciones. Francisco
Cervantes de Salazar escribió más de 30 años después lo que le relató Francisco
Montaño de su expedición a Michoacán, tiempo antes de que se conquistara. Según
esto, Montaño con tres españoles y sus aliados indígenas ―…ya que llegaban media
legua pequeña de la ciudad de Mechuacán, aquel gran señor, que por momentos estaba
avisado [cazonci] para mostrar su poder y la voluntad que á los nuestros tenía, mandó
salir ochocientos señores vestidos de fiesta, que cada uno tenía á diez é á doce mili
vasallos ; salieron con ellos tantos de los suyos y del gran señor, que cubrían los
campos…‖;1635 Benedict Warren menciona que ―esto constituiría un ejército de ocho a
nueve millones seiscientos mil guerreros.‖1636 Hacia mediados del siglo XVIII, Lorenzo
Boturini (1698-1755), relató tardíamente un acontecimiento sin proporcionar ninguna
fuente, donde se menciona una embajada enviada por Cuauhtémoc para pedir auxilio a
Tangáxoan II para combatir a los españoles. El relato menciona que el cazonci reunió
200,000 combatientes vasallos suyos, en unos llanos llamados ―de Avalos‖ (¿los
Pueblos de Avalos?), 100,000 eran tarascos y 100,000 eran teochichimecas, pero por un
augurio en el cual una hermana del cazonci murió y revivió, ella le advirtió que no
enviara los refuerzos para combatir a los españoles.1637 Antes de dilucidar el problema
sobre el número de guerreros en los ejércitos del cazonci, debemos tomar en cuenta que
―la magnitud de los ejércitos prehispánicos fue variable; dependió de la relativa
importancia de la campaña, del tipo de guerra que se tratara, del monto del ejército
enemigo y, desde luego, de la propia constitución del conjunto armado: es decir, de si
lo conformaban cuerpos regulados de soldades [sic.] en forma exclusiva, de si se
1634
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y
Notas, Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975,
Cap. CXX, P. 267. Cabe mencionar que Bernal Díaz también proporcionó cifras infladas, un ejemplo es
cuando llegó con Grijalva a las costas de Tabasco el 12 de marzo de 1519, dice que ―estaban juntos en el
pueblo más de doce mil guerreros aparejados para darnos guerra…‖, pero en el manuscrito se encuentra
tachado ―veintiocho mil‖. Ibíd., Cap. XXXI, P. 50, y nota a pie núm. 21.
1635
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. Prólogo de Manuel
Magallón y Cabrera. Madrid, The Hispanic Society of América-Tipografía de la ―Revista De Archivos‖,
1914, P. 771.
1636
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2 ª edición michoacana, Morelia,
Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI) 1989, P. 43. Recuérdese que los cálculos
más elevados sobre el número de habitantes en el Tzintzuntzan Irechequa antes de la conquista,
proporcionan la cifra de 1.3 millones de habitantes.
1637
BOTURINI BENADUCI, LORENZO. ―Catalogo del Museo Historico Indiano del Cavallero Lorenzo
Boturini Benaduci, Señor de la Torre, y de Hono, quien llegò a la Nueva España por Febrero del año
1736. y à porfiadas diligencias, è immensos gastos de su bolsa juntò, en diferentes Provincias, el siguiente
Tesoro Literario, que và especificado, y divido segun los varios assuntos de las Naciones, è Imperios
antiguos de los Indios, y puede servir para ordenar, y escribir la Historia General de aquel Nuevo Mundo,
fundada en Monumentos indisputables de los mismos Indios‖, en: BOTURINI BENADUCI, LORENZO.
Idea de una Nueva Historia General de la America Septentrional. Fundada sobre material copioso de
figuras, symbolos, caractères, y geroglificos, cantares, y manuscritos de autores indios, ultimamente
descubiertos. Dedicala al Rey Ntro. Señor en su Real, y Supremo Consejo de las Indias. Madrid,
Imprenta de Juan de Zúñiga, 1746, Pp. 26-28.
407
agregaban a éste contingente de servidores de oficio en la guerra o de grupos de
1638
varones de la población común.‖
A pesar de que en las fuentes del Michoacán prehispánico se enumeran cifras
que podrían considerarse exageradas, lo cierto es que al menos en la RM, las cifras que
se proporcionan al hablar del número de guerreros parecen ser fiables, si las
comparamos con los ejércitos que podían movilizar las sociedades preindustriales,
tomando en cuenta las palabras de Lameiras sobre las causas, objetivos y magnitud de
los ejércitos en las guerras. En la parte etnográfica de la RM, se menciona que los
ejércitos se componían de ―escuadrones‖ de 400 hombres, con una bandera de plumas y
un ―capitán‖, generalmente el cacique del pueblo o un señor.1639 A las unidades del
ejército, el fraile compilador de la RM también las nombró como ―batallón‖ o
―batallones‖, y ―capitanías‖.1640 Sebastián de Covarrubias definió ―BATALLON, vn
cierto esquadron de gente bien armada y apercibida, y vnida entre si‖, ―escuadrón
proviene de ―ESCVUADRA, cierto numero de soldados en compañia y ordenança. Lat.
manipulus, cohors. Cabo de esquadra, cap[itan] de esquadra, cabeça de esquadra.
Esquadra de galeras, termino vsado, in re nautica. ESQVADRON, dize mas que
esquadra, parte del exercito, que por lleuar forma quadrada se dixo esquadron‖,
mientras que una capitanía era una compañía de soldados subordinada a un capitán.1641
Gilberti registró ―Escuadron batalla. vmbanumbanandequa purecuhperaqua‖,
―Capitania assi. vrerucytsperaqua. vel. angauatahperaqua‖ y ―Capitania assi.
auandaqua. vhcambetiequa‖.1642 Si utilizamos esta información para leer los pocos
datos que menciona la parte de histórica de la RM, podemos suponer el tamaño de los
ejércitos antes de la formación del Estado tarasco, aunque serían sólo eso, conjeturas
realizadas bajo los principios teóricos de la imaginación histórica.1643
Entre las referencias nos encontramos, por ejemplo, con la venganza de
Ziránziráncamaro de los de Narajan que pidieron ayuda a Oresta, señor de Cumanchen,
para atacar a Ireti Ticátame con posiblemente 400 guerreros: ―Y juntáronse sus cuñados
[de Ireti Ticátame] con los de Cumanchen y hicieron un escuadrón y en amaneciendo
estaban todos en celada, puestos cabe un agua que está junto, allí en el pueblo; y
pusieron allí una señal de guerra: un madero todo emplumado, para que la viesen los de
Ticátame y saliesen a pelear.‖1644 Un ejemplo más de venganza, es cuando Chánshori, el
suegro de Taríacuri, persiguió a éste por haber repudiado a su hija como esposa,
casándose con otra mujer
―Y tornaron los de Curínguaro a querer destruir a Taríacuri, y llevaron su gente de
guerra y cercaron a Taríacuri. Y allí dió Curícaueri, a sus enemigos, camorras y
embriaguez y estropezamiento. Y empenzaron a andar desatinados, los enemigos, y
cayeron todos en el suelo y abrazábanse unos con otros y ansí iban al pie del cu, donde
unas viejas los subían al cu, que no los tomaban hombres, y allí los sacrificaban los
1638
LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados…, Óp. Cit., P. 90.
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. Ricardo Aguilar utiliza esta información para calcular el
tamaño del ejército en la zona central tarasca. AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan
Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., Pp. 244-245. Líneas abajo trataremos más
ampliamente la organización de los ejércitos del Estado tarasco.
1640
RM, 17v, 33, 42v, 122v, 123 y 133v, Pp. 196, 227, 246, 136, 137 y 158.
1641
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra B, P. 126v, Letra, P. 380v, Letra C, P. 195v-196.
1642
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 416 y 307.
1643
Véase el apartado sobre la historia y la investigación del pasado del capítulo I de la presente
investigación.
1644
RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23.
1639
408
sacerdotes de Curícaueri, que estuvieron todo un día sacrificando; y llegaba la sangre al
pie del cu, y después iba un arroyo de sangre por el patio. Y pusieron en unos varales
1645
las cabezas de los sacrificados, que hacían gran sombra.‖
El texto no proporciona información sobre el número de la gente de guerra, pero
la lámina X que ilustra ese capítulo, muestra un ejército donde hay cuatro alféreces
portando las banderas de plumas. Si interpretamos que cada alférez representa un
escuadrón de 400 guerreros, tenemos un ejército de 1600 hombres, esta cifra puede
parecer elevada dentro del contexto del relato, pero tiempo después cuando los
chichimecas estaban a punto de conquistar Yzíparámucu, pueblo sujeto a Curínguaro, el
señor de éste llamado Zinzuni pidió auxilio a sus sobrinos, los señores de Curínguaro
llamados Cando y Huresqua, pero estos le contestaron a la embajada:
"…dice nuestro tío [Zinzuni]: ¿por miedo de quién dice esto? ¿Quién nos ha de
conquistar? ¿Qués aquello que dice, no es humo por miedo del cual dice esto, mirando
las ahumadas? Todos los que las hacen pueden andar si no veinte hombres en cada
parte. Si fuésemos a ellos, ¿habría para que tomásemos [cautivo] cada uno [de
nosotros] el suyo? Si fuésemos a ellos cada ciento de nosotros ¿no tomaría [cautivo
cada uno de nosotros] el suyo porque aquí hay falta o carestía de gente? Porque
1646
nosotros solos lo ocupamos todo y estamos hechos un piélago.
¿Dónde es de agora
ser Corínguaro? Porque de todo en todo es población divina y tiene canas de muy
antigua población y las piedras de los fogares han echado muy hondas raíces. ¿Quién
1647
ha de venir a destruirnos? Esto es lo que le diréis".
Vemos pues que según el relato, Cando y Huresqua se jactaron de ser un mar de
gente, lo que probablemente no dificultó reunir un ejército superior a los 1000
guerreros. Un dato más a considerar de la respuesta de los señores curinguareños, son
los números que supusieron eran los guerreros chichimecas, 20 guerreros, y que si
fueran 100 curinguareños, no habría enemigos suficientes para capturar. Esto es
importante pues nos habla de los números de guerreros que componían las diferentes
unidades de los ejércitos en la cuenca de Pátzcuaro antes de la hegemonía uacúsecha,
números que se computan en el sistema vigesimal. Parece que un ejército de 800 era una
fuerza promedio para realizar guerras rituales y disuadir de un ataque a otros señoríos en
tiempos de Taríacuri. En una ocasión en que sus sobrinos casi lo atacan por accidente,
ellos eran dos escuadrones:
―Y tomaron algunos que fuesen a ser atalayas. Y siendo ya hora de comer dijeron
Hiripan y Tangáxoan, que estaban en sus celadas cerca de aquel lugar donde estaba
Taríacuri con los suyos, holgándose: "levantemos a nuestro dios Curícaueri, que ya es
medio día, porque no tengamos nosotros la culpa desto". Y juntáronse todos y
pusiéronse unos cobertores de hierba encima de las cabezas y venían todos en dos alas,
por dos caminos, hacia el pueblo. Y viéronlos venir los viejos [de Taríacuri] que
estaban en atalaya y dieron voces que venían sus enemigos, que lo fuesen a decir a
Taríacuri, que se fuese delante por amor de las mujeres; que venían dos escuadrones y
venían encubiertos las cabezas con hierba y venían acachados. Y las mujeres, como
oyeron estas nuevas, que no las habían acabado de decir, huyeron todas por muchas
1645
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 97-97v, Pp. 85-86.
Covarrubias definó ―PIELAGO, lo profundo del mar[,] Latine pelagus: por translacion llamamos
pielago vn negocio dificultoso de concluir, que no le halla pie el que entra en el‖; mientras que el
Diccionario de lengua castellana o de autoridades se da la lección ―PIELAGO. Por semejanza se llama
todo aquello que por su abundancia y copia, es dificultoso de numerar o contar.‖ En la actualidad, por
piélago se entiende por mar. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva
Castellana o Española… Óp. Cit., Letra P, P.588; REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de
lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. V, P. 267; ACADÉMIA DE LA LENGUA
ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª edición. Espasa-Calpe, España, T. I, 2010, P. 1599.
1647
RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 125, P. 141.
1646
409
partes hacia el pueblo y levantaron gran polvareda a la ida y había gran ruido en liar las
1648
alhajas…‖
Y cuando Taríacuri determinó dar muerte a su hijo Curátame, lo engañó
diciéndole que sus primos Hiripan y Tangánxoan ocupaban ayuda para defenderse de
dos escuadrones de los isleños:
―Y envióle Taríacuri a decir a su hijo Curátame, con Chupitan, que le dijese que
venieron sus sobrinos a él con mucha pena, que le dijeron que hay dos escuadrones,
uno de los isleños de Pacandan y otro de la isla de Xaráquaro, y dicen que no bastan
para ellos, quél tiene muchos criados, que deje si quesiere el vino y que se bañe y entre
una noche en la casa de los papas y a la mañana, que se parta y pase la laguna y que al
1649
tercero día, vaya [a] ayudalles.‖
Un último ejemplo del posible número de guerreros en los ejércitos
prototarascos, lo encontramos en los pasajes que refieren el inicio de la expansión
uacúsecha-isleña y la conquista de Taríaran. Los sobrinos e hijo de Taríacuri decidieron
vengar una afrenta que sufrieron por parte de Hiuacha, señor de Taríaran. Cuando vio la
determinación de sus herederos, Taríacuri a través de alianzas, logró reunir un gran
ejército capitaneado por señores chichimecas e isleños, procedente de los pueblos
Querétaro (Tzintzuntzan), Pátzcuaro, Cumachen, Erongaríquaro, Hurichu y Pichátaro.
Una propuesta para intentar hacer un cálculo sobre el tamaño de este ejército, podría ser
la siguiente: Querétaro (Tzintzuntzan) con un escuadrón capitaneado por Hiripan,
Tangánxoan e Hiquíngare; Pátzcuaro y los pueblos isleños con 10 escuadrones,
capitaneados por Cueçe, Cassímato, Quiriqui, Quacángari, Anguáziqua, Capáuaxanzi
(valientes hombres) y Zapíuatame, Zanneta, Chapata y Atache hucane (principales
isleños), y 4 escuadrones de los pueblos de Cumachen, cuyo señor era Huresta,
Erongaríquaro, Hurichu y Pichátaro (Thiban probablemente era señor de uno de estos
tres pueblos); un total de 15 escuadrones conformados de 6000 guerreros. Esta cifra tal
vez podría aclarar por qué cuando los herederos de Taríacuri se quejaron ante él, se
jactaron de ser muchos guerreros:
―Y contáronle lo que les dijo Hiuacha, el señor de Taríaran. Y díjoles Taríacuri: "pues,
hijos, ¿qué decís? ¿Pensáis de pelear?". Dijeron ellos: "sí, padre, que habemos de
pelear, pues que estás vivo, vernos has cómo vamos a morir, porque no digas que
queremos estar y vivir nosotros, morir queremos y verás nuestra muerte". Díjoles
Taríacuri: "¿qué decís, hijos? ¿Quién tenéis en vuestra compañía para querer pelear y
hacer guerra a los otros?". Dijeron ellos: "¿por qué, padre, no habemos de tener
compañia? Muchos somos. Ahí está un prencipal llamado Cueçe y Cassímato y
Quiriqui y Quacángari y Anguáziqua y Capáuaxanzi, que son valientes hombres de los
nuestros. Y de los isleños, ahí están: Zapíuatame y Zanneta y Chapata y Atache hucane,
que eran de los antepasados de don Pedro que es agora gobernador, que se hecieron
amigos de los chichimecas. Paréscenos que somos hartos". Díjoles Taríacuri "¿Qué
decís, hijos? Vosotros que tanto ha que encopezastes a querer hacer guerra. Como
quien dice mucho tiempo ha que empezastes y diestros estáis. No quiero quebrar
vuestras palabras ni estobar vuestro parecer. Déjame primero hacérselo saber a Huresta,
señor de Cumanchen, que es muy creíble como mochacho, quél será con nosotros y se
juntará con [n]osotros. Y si no bastare con esta ayuda, levantarnos hemos todos y
iremos todos a un señor llamado Thiban, por tener favor y guarda en él, ques muy
1650
valiente hombre.‖
1648
RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 107v, P. 106.
RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, f 121v, P. 134.
1650
Cuando Taríacuri les indicó el plan de batalla a sus sobrinos e hijo, les dijo ―Vosotros habéis de ir por
aquí, y los de Cumanchen por aquí; y los de Eróngariquaro y Hurichu y Pichátaro, irán por este camino,
que ya vienen, que yo les señalé que viniesen mañana.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 129v, P. 150.
1649
410
Un ejército de esta magnitud podría explicar la conquista de los dos principales
rivales de los uacúsecha, Taríaran y Curínguaro, y de la cuenca de Pátzcuaro en un
tiempo relativamente corto, ya mediante alianzas que degeneraron en sujeción,
intimidación o por conquista violenta. Pero es para el periodo en que ya estaba
constituido el Tzintzuntzan Irechequa, que las fuentes consignan con más detalle a las
masas de guerreros que en tiempos de necesidad se podían movilizar. Según las fuentes
del centro de México, cuando Axayácatl intentó conquistar Michoacán durante el
reinado de Tzitzíspandácuare en 1476-1477, los mexicas reunieron un ejército de
24,000 combatientes según Diego Durán, o 32,300 según Alvarado Tezozómoc,
mientras el ejército tarasco se compuso de 40,000, y Tezozómoc elevó la cifra hasta los
50,000 guerreros.1651 Ambas versiones de la batalla intentan idealizar la guerra
emprendida contra los tarascos por parte de los mexicas, y tal vez el número de
guerreros está exagerado, aunque la RM menciona como le costaron miles de bajas a los
tarascos llevar la guerra al otro lado de la frontera, cuando ―Zizíspandáquare hizo
algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en dos veces, diez e seis mil
hombres.‖1652 Es probable que en una emergencia el Estado tarasco pudiera convocar
tantos miles de combatientes; cuando la expedición de Cristóbal de Olid llegó a
Taximaroa, Tzintzincha Tangáxoan mandó correos a toda la provincia para que llegara
toda la gente de guerra a Tzintzuntzan para defenderla, y a Cuiniarángari y a un
principal llamado Muçundira los mandó a hacer gente de guerra a Taximaroa, ―y juntóse
toda la gente de Vcáreo y Acánbaro y Araro y Tuçantlan, y estaban todos en el monte
con sus arcos y flechas.‖1653 Cuiniarángari fue capturado, pero se le envió a
Tzintzuntzan para que le dijera al cazonci que los españoles venían en son de paz, que
se quería reunir con el cazonci, y que los tarascos quitaran las emboscadas sí las tenían
preparadas. Según el relato de Cuiniarángari, precisamente eso fue lo que hizo:
―Y vínose delante, de priesa, y halló ocho mil hombres de guerra en un pueblo llamado
Ýndeparápeo, y venía un capitán con ellos llamado Xamando, y díjoles don Pedro:
"devidíos y íos de aquí que no vienen enojados los españoles, mas vienen alegres; que
el cazonçi ha de venir a rescibillos a Quangáçeo, que ansí me lo dijeron que se lo
dijese, y a esto vengo; ios a vuestras casas". Y despidióse de aquella gente y vino más
adelante a un lugar llamado Hetúquaro, unos ques questán en el camino viejo de
México, y halló también ahí otros ocho mil hombres en una celada y díjoles:
1654
"levantaos, dividíos, que yo vengo".‖
Vemos pues como en el camino entre Tzintzuntzan y Taximaroa que tenía que
cruzar la expedición de Cristóbal de Olid, los tarascos reunieron por lo menos 16,000
combatientes listos para guerrear, por lo que en una contingencia probablemente podría
triplicarse el número de guerreros traídos de varias regiones del Tzintzuntzan Irechequa,
si seguimos las fuentes sobre el intento de invasión de Axayácatl. Ricardo Aguilar
propone la existencia de un ejército profesional acantonado en la zona nuclear tarasca
de 12,800 guerreros, basándose en el número de banderas que proporcionaban las tres
ciudades principales:1655 Tzintzuntzan 200 banderas con 8000 guerreros, Pátzcuaro e
Ihuatzio 40 banderas con 1600 efectivos, y un estimado de otras 4 banderas
1651
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, Pp. 281-282; ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice
Ramírez. Manuscrito del siglo XVI. Anotada por Manuel Orozco y Berra. 4ª edición. México, Editorial
Porrúa, (Biblioteca Porrúa de Historia núm. 61), 1987, Cap. LII, Pp. 420-421.
1652
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138v, P. 168.
1653
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 44v-45, Pp. 250-251.
1654
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45v, P. 252.
1655
―Y tomaban los de la cibdad doscientas banderas de su dios Curícaveri, de plumas blancas, y de
Cuyacan cuarenta, y de Pázcuaro cuarenta…‖. RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
411
proporcionadas por otras poblaciones, otros 1600, con un total de 12,800.1656 El número
de efectivos que estima Ricardo Aguilar nos parece probable, aunque no comprendemos
la forma en que realizó los cálculos, pues por cada escuadrón no está computando 400
guerreros (200 banderas x 400 efectivos=80,000 hombres), sino 40 guerreros (200
banderas x 40 efectivos=8000 hombres).1657 Ricardo Aguilar también menciona que el
número de efectivos al ir a una campaña en las fronteras podría aumentarse hasta 16,000
guerreros del corazón político tarasco, y que esa cifra se podría duplicar con los
efectivos proporcionados por los pueblos fronterizos, es decir 32,000:
―Consecuentemente, la estimación de la cantidad de escuadrones y soldados que
podrían ser reunidos en un sitio específico rebasa grandemente la estimación de 12,800
que habíamos considerado anteriormente. Sin embargo, también debemos contemplar
que cada población no-tarasca podría suministrar un número diferente de soldados
dependiendo de su demografía y de la posición geográfica defensiva que guardara en
relación con la accesibilidad de bienes estratégico o las pretensiones del Estado mexica
1658
o de los gobiernos locales y corporados adyacentes al territorio estatal‖
El mejor ejemplo de como el número de efectivos presentes en un lugar
dependió de estos factores, es la fortaleza tarasca de Cutzamala, que era sustentada por
los tributos de los pueblos vecinos, y su valor estratégico era fundamental para
resguardar la frontera sureste del Estado tarasco en la Tierra Caliente contra los ataques
mexicas, y realizar contraataques en territorio de estos:
―El tributo que daban al rey de Mechoacan era llevarle las cosas ya d[ic]has, y hacer
sementeras de maíz, el cial por vía de tributo llevaban al pu[ebl]o de Cusamala, que
está [a] seis leguas de este pu[ebl]o [de Sirandaro], y allí se distribuía y gastaba porque
tenía en aquel pu[ebl]o de Cusamala, el rey de Mechoacan, más cantidad de diez mil
indios soldados, que seguían la guerra contra los de Méx[i]co y guardaban aquella
1659
frontera y corrían hasta la provincia de Ostuma, que eran de MONTEZUMA.‖
Dos ejemplos más que podemos dar sobre el número de guerreros que
conformaban los ejércitos tarascos, los tenemos ya cuando estos participaron con los
españoles en la exploración y conquista de otras regiones mesoamericanas: Cuando
Hernán Cortés le mandó a Tzintzincha Tangánxoan que llevara unas anclas para el
astillero que quería construir en Zacatula, el cazonci le encargó la tarea a Cuiniarángari,
quien las llevó junto a dos españoles, y 1600 tarascos.1660 Y cuando Tzintzincha
Tangánxoan le mandó a Cuiniarángari vengarse de Timas y otros señores que quisieron
que se ahogara en el lago antes de la venida de los españoles, ―partióse y llevó cuarenta
hombres consigo, cada uno con sus porras…‖.1661 Ya mencionamos como Francisco
Montaño en su expedición a Tzintzuntzan, dio la cifra imposible de 8,000,000 a
8,600,000 gentes de guerra para recibirlos; tiempo después, cuando llegó la expedición
de Cristóbal de Olid con la misión de subyugar el reino de Michoacán por órdenes de
Hernán Cortés, el cazonci sabiendo esto, preparó la defensa y mandó llamar gente de
guerra por toda la provincia. Benedict Warren menciona dos testimonios que dan
estimaciones del número de gente que llegó en defensa de la capital tarasca: uno es de
1656
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco, Óp. Cit., P. 245
1657
Ibíd., P. 245
1658
Ibíd., P. 246.
1659
DÍAZ BORREGO, BARTOLOMÉ. ―Relación de Sirándaro‖ [1 de noviembre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266.
1660
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264.
1661
Ídem.
412
Jorge Carrillo que participó en dicha expedición, afirmó que hubo 200,000 guerreros
cuando llegaron a Tzintzuntzan:
―…vido que el dicho Cazonci, padre de don Antonio, estaba muy prospero e rico de
mucho oro e plata que tenía e de mucha gente bien aderezada de armas conforme a la
usanza de esta tierra, y tenían muchos bastimentos, por lo cual le parece a este testigo,
que se pudieran defender de los españoles y hacerles mucho daño porque les salió a
recibir más de doscientos mil hombres de los naturales de la dicha provincia de
Michoacán con sus armas, e traían por Capitán General a un principal que se llamaba
1662
Hucheçilçe [Huitzitziltzi]…‖
El otro testimonio es del jesuita Francisco Ramírez, ―que al parecer se basó en
tradiciones de los nativos, da como número para los soldados tarascos, ochenta mil‖:1663
El texto de Francisco Ramírez dice que ―enviando después [Hernán Cortés] a Cristóbal
de Olid por capitán general de esta provincia, al cual salió a recibir el mismo Cazonci,
con más de ochenta mil hombres y grandes presentes, a los llanos entre Capula y
Guayangareo.‖1664 La cifra de 80,000 aunque elevada, nos parece más verosímil que los
200,000 que mencionó Jorge Carrillo, teniendo en cuenta que testimonios posteriores,
mencionan como cuando llegaron los españoles, los pueblos tarascos quedaron vacíos
por ir a Tzintzuntzan.1665 Años después, cuando Nuño de Guzmán ordenó a Tzintzincha
Tangánxoan que le proporcionara armamento y bastimentos, también lograron reunirse
8000 hombres para su campaña de conquista de Jalisco,1666 y el cazonci fue acusado de
haber reunido un ejército de 8000 guerreros para emboscar a los españoles en Cuniao,
según el testimonio de don Pedro arrancado bajo tortura, ―ay dies vezes ochocientos
onbres‖,1667 es decir 8000 de acuerdo al cómputo vigesimal mesoamericano.
Ricardo Aguilar menciona que ―de cualquier forma, manejando cifras que
consideramos conservadoras y teniendo en cuenta que por el momento no nos permiten
conjeturar algo diferente, el ejército tarasco se encontraba concentrado en el corazón
político y ninguna entidad al interior le equiparo en número y calidad.‖ 1668 Nosotros no
concordamos con las propuestas de Ulises Beltrán1669 y Ricardo Aguilar sobre ―la
1662
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo General
de Indias (en adelante AGI), legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 37v. Paleografía de Angélica J. Afanador Pujol
y J. Ricardo Aguilar González, revisión y corrección de René Becerril Patlán.
1663
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 59.
1664
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este colegio de Michoacán, y de su
progreso y aumento‖, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio, Edición,
Notas y Apéndice de German Viveros. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 1987, P. 69.
1665
―…salió electo por Rey de Tzintzontzan [Tzintzincha Tangánxoan] y este mando que se juntasen
todos los naturales de todo el reino. Luego sin dilacion ninguna se juntaron sin que quedara persona
ninguna…‖. ―Códex Plancarte‖ [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en:
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 245. En adelante citado como ―Códex
Plancarte‖.
1666
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 57v, P. 276.
1667
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530.
Morelia, Frente de Afirmación Hispanista, 1997, P. 103.
1668
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco, Óp. Cit., P. 246.
1669
―Por otra parte, la resistencia militar a los mexicas y el freno a las invasiones seminómadas del norte
indican que los ejércitos eran muy grandes. Como al parecer los aldeanos no tomaban parte en el
combate, hay que pensar en un ejército de soldados profesionales mantenido por la sociedad tarasca. No
413
existencia de un ejército profesional de tiempo completo‖1670 en la zona nuclear tarasca.
A lo mucho podría hablarse de un ejército semi-profesional integrado por una casta
militar perteneciente a la clase dominante, nobles, sacerdotes y burócratas, qué
fungieron como jefes, con algunos indígenas encargados de atalayar los lugares
elevados de valor estratégico, los espías y mensajeros en todo el territorio. Los ejércitos
profesionales debieron encontrarse en donde se necesitaban, es decir, en las fronteras
del Estado tarasco. Por otro lado, el grueso perteneció a la clase dominada, los
purépecha, gente común como campesinos, trabajadores y esclavos, que estaban
obligados a ir a la guerra en el tiempo que se requiriera, pero no de forma
permanente.1671 La existencia de un ejército profesional de tiempo completo, supondría
la existencia de toda una infraestructura económico-militar que no es perceptible en las
fuentes, y no tendría sentido tener listos para la guerra 12,000 guerreros en la zona
nuclear tarasca, donde los aparatos ideológicos del Estado mantuvieron el orden interno,
mientras la guerra se encontraba fuera del corazón político del Tzintzuntzan Irechequa,
en las fronteras.
Sistema de mando de los ejércitos del cazonci
Para comprender mejor la composición de los ejércitos tarascos, revisemos la
organización jerárquica militar y sistema de mando del mismo, conformada por
hombres ―adiestrados bajo el mando de cierto cuerpo de hombres de mayor rango y
experiencia […] La base de este fundamento [del sistema de mando] es que se requiere
del liderazgo de un individuo para que la acción violenta en masa no termine en serios
problemas de coordinación‖.1672 Debemos mencionar que la organización debió de
haber sido más compleja de la que se encuentra registrada en las fuentes, por lo que sólo
podemos esbozar la misma a grandes rasgos basándonos en la información documental
y pictográfica.1673 La jerarquía militar más alta la ocupaba el cazonci, representante de
Curícaueri en la tierra; le seguían un consejo de varios señores, entre los que se
encontraba el angátecuri o gobernador, el petámuti o el sacerdote mayor, el diputado
sobre los ocanbecha, los cuatro señores de las fronteras, y un cargo específico del
ejército, el Capitán general de las guerras.1674 En un tercer rango de funcionarios
subalternos encontramos a un Teniente del capitán general de las guerras,1675 un
obstante, la sociedad mexica estaba también muy militarizada y la guerra era una actividad frecuente. De
ahí que, incluso teniendo en cuenta que los ejecitos profesionales tarascos eran considerablemente
numerosos, el monto del producto que los trabajadores tarascos pagaban como tributo era
comparativamente menor que el centro de México. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en
la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 136.
1670
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco, Óp. Cit., P. 242.
1671
Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca
prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación.
1672
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 17.
1673
Más adelante abordaremos el tema de los atavíos, insignias y ornamentos.
1674
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176.
1675
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. Claudia Espejel menciona sobre este cargo que ―La
Relación dice sin mayor explicación que para la guerra que se hacía con motivo de la fiesta Hiquandiro el
cazonci mandaba con los ejércitos a su capitán general y que éste llevaba a su teniente. En la descripción
de la guerra, sin embargo, no se especifica qué papel jugaba el teniente del capitán general ni se le
menciona en otras partes de la Relación. NOTA: Puesto que el término ―teniente‖ en castellano se le daba
a los que suplían a ciertos oficiales (por ejemplo los tenientes de los corregidores) es posible que el
teniente del capitán general fuera de alguna manera su suplente o quizá tan sólo fuera su ayudante.‖
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, T. II, P. 248.
414
diputado sobre todos los espías de la guerra, que estaba sobre los espías que Gilberti
registró con la entrada ―Espia de batalla. erongarini‖,1676 el ―vaxánoti, deputado sobre
todos los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del caçonçi para
cuando se ofrecía de inviar [a] alguna parte‖, un ―alférez mayor para la guerra, con otros
que llevaban las banderas,‖1677 el nombre de estos ―Alferez‖ era anczcuqua pari.1678
La autoridad local respondía al cazonci o al Capitán general de las guerras, y es
probable que el señor de cada unidad administrativa tuviera bajo su mando varios
escuadrones, dependiendo de la cantidad de habitantes en su pueblo y sus sujetos. En
los diccionarios de lengua tarasca del siglo XVI se consignaron varias palabras que
hacían referencia a los mandos militares, y es necesario revisar el significado que tenían
en castellano para comprender mejor la connotación que se quiso dar al traducir en
tarasco. Sebastián de Covarrubias definió ―CAPITAN, el que tiene debaxo de su mando,
compañia de soldados […] Capitan de la Guarda, Capitan de guarnicion, &c.
Capitanear, hazer oficio de capitan, capitania, o conduta. Sobre todos estos es el Capitan
General,‖1679 mientras que ―CAVDILLO, sinifica el guiador de la hueste, quasi capdillo,
â capite, de donde tambien se dixo Capitan, que significa lo mesmo […] Acaudillar,
capitanear gente de guerra.‖1680 Esta sinonimia fue usada por Gilberti, pues registró la
entrada ―Caudillo. busca capitan.‖1681 Gilberti registró dos entradas para capitán, cada
una con dos significados en tarasco y dos palabras derivadas haciendo referencia a la
acción de capitanear y el nombre de la capitanía: ―Capitan. vrerucutsperi. vel.
angauatangari‖, ―Capitania assi. vrerucutsperaqua. vel. angauatahperaqua‖,
―Capitanear. vrerucutspeni. angauatangani‖, ―Capitan de gente. auandari. vhcambeti‖,
―Capitania assi. auandaqua. vhcambetiequa‖, ―Capitanear desta manera. auendarieni.
vel. vhcambetieni‖.1682 Las palabras vrerucutsperi, angauatangari, auandari, vhcambeti
hacían referencia a los miembros de la clase dominante local y a cargos de gobierno:
―Prinçipe y caudillo. Angauatangari, vrerucutsperi‖, ―Vhcambeti, avuandari.
Mandon‖;1683 de estos cargos, podemos identificar al vhcambeti con los ocámbecha,
principales encargados de cobrar el tributo, y de los cuales la RM menciona entre los
que iban a la guerra capitaneando los escuadrones.
Como mencionamos, cada escuadrón era de 400 hombres, 1684 estaba conformado
por un capitán, que podía ser un quangári, el cacique del pueblo, o un ocámbecha que
conocía a los hombres del escuadrón y llevaba la cuenta de ellos, un alférez que llevaba
la bandera del escuadrón y un sacerdote tiuimencha que llevaba cargando el dios
principal del pueblo; ―y cada cacique llevaba su senda, que es que llevaba su escuadrón
con sus dioses y alférez…‖.1685 Aquí debería agregarse un pequeño grupo no
1676
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 420.
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
1678
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 256
1679
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española… Óp.
Cit., Letra C, P. 195v-196.
1680
Ibíd., Letra C, 212v.
1681
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 312. Otras palabras que hacen alusión a ―caudillo‖ son
―Acaudillar. vmban vmbanahtzihpeni‖, ―Acaudilla[da] gente. vmban vmbanandequa‖, ―Acaudillador.
vmban vmbananantzihperi‖. Ibíd., P. 239.
1682
Ibíd., P. 307.
1683
DGLM, T. I, P. 585; DGLM, T. II, Pp. 696.
1684
―Y poníanse dos procisiones, de una parte y de otra, y ponían sus celadas cada seis escuadrones, con
sus dioses y banderas, y iban por medio de las celadas un escuadrón de cuatrocientos hombres y un dios
llamado Pungárancha, de los corredores.‖ RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198.
1685
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15v, P. 191.
1677
415
determinado de más funcionarios locales y sacerdotes, pues se habla de que se hacían
ceremonias y se usaban instrumentos musicales, se mencionan por lo menos cinco
sacerdotes de Curícaueri y cuatro sacerdotes de Xarátanga. 1686 La mayoría de los
hombres del escuadrón estaban integrados por los purépecha (gente baja), ya que cada
barrio era como una capitanía.1687 Estos purépecha eran enrolados al ejército por leva, y
era parte de sus obligaciones como súbditos del cazonci; en la guerra cumplían como
guerreros y cargadores:
―La lengua questos naturales hablan dicen que, en su gentilidad, la nombraban
PUREPECHA, que es como si dijésemos ―lengua de hombres trabajadores‖. Y este
nombre se les daba, a causa de q[ue] su rey, ordinariam[en]te, los llevaba cargados a las
1688
guerras, y los hallaba más fuertes, ansí p[ar]a esto como p[ar]a sus sementeras.‖
En varias ocasiones se mencionan estas obligaciones en la RM:
―Y ya nuestro dios Curícaueri ha usado de liberalidad y os lo torna. Traed leña para sus
cúes y cavá sus sementeras para la guerra y estad a las espaldas dél en sus escuadrones
y acrecentá sus arcos y flechas y libradle cuando se viere en necesidad". Y todos
respondieron que así lo harían y lloraban todas las viejas y viejos y muchachos y
1689
fuéronse todos a sus pueblos.‖
―Por esto fuimos conquistados y esto es lo que prometimos en los tiempos pasados: las
azadas y los escuadrones de guerra y que habían de llevar los relieves de Curícaveri,
1690
ques que habíamos de llevar su matolotaje a las guerra.‖
Es posible que los ejércitos de la época del Tzintzunzan Irechequa se
subdividían, siguiendo la cuenta vigésimal, en unidades de 20, 40, 80, 100 hombres, por
las referencias que mencionamos más arriba al número de guerreros que se movilizaban
en los ejércitos prototarascos, aunque no hay una referencia directa a que los
escuadrones estuviera conformados por distintas unidades. Sin embargo, hay que
recordar el dato que cada ocámbecha tenía a su cargo 25 casas, lo que daría un
promedio de 25 cabezas de familia y por lo tanto, 25 guerreros. Es probable que cada
escuadrón estuviera integrado por hombres que se conocían entre sí, unidos por lazos
familiares que ayudaban a incrementar la moral y cohesión de la unidad, recordemos
que cada barrio era como una capitanía, así, varias capitanías conformarían una unidad
de 400 hombres, el escuadrón mencionado por la RM.
Con toda la información presentada hasta aquí, se puede esbozar una cadena de
mando de los ejércitos tarascos, este esbozo es a grandes rasgos y sólo hasta donde lo
permiten las fuentes históricas:
1686
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193.
1688
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 81.
1689
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155.
1690
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 23, P. 207.
1687
416
SISTEMA DE MANDO LOS EJÉRCITOS DEL CAZONCI
Curícaueri
Cazonci
CONSEJO SUPREMO
Petámuti
Diputado sobre
Angátacuri
Capitán general de
[sacerdote mayor]
los ocanbecha
[gobernador]
las guerras
CONSEJO
Acháecha,
Carárachacapacha, Cuatro señores muy principales Teniente del capitán
caciques, principales
en cuatro fronteras de la Provincia general
de
las
guerras
Encargados de administrar los medios
―INTELIGENCIA MILITAR‖
de producción y la infraestructura Diputado sobre todos los espías de la guerra, sobre los
económica, reproducir la ideología de la espías de batalla o erongarini, y el ―vaxánoti, deputado
clase dominante tarasco-uacúsecha, y sobre todos los mensajeros y correos‖.
abastecer a los ejércitos del cazonci
mediante el tributo estratégico.
ESCUADRÓN DEL CAZONCI
Acháecha, Carárachacapacha, caciques, principales, los quangáriecha (guardia de corps), ―alférez
mayor para la guerra‖, cinco sacerdotes de Curícaueri y cuatro sacerdotes de Xarátanga, sacerdotes
tiuimencha y otros especialistas.
EJÉRCITO SEMI-PROFESIONAL DE LA CUENCA DE PÁTZCUARO
[Señores y principales de Pátzcuaro, Ihuatzio, Erongarícuaro y otros asentamientos]
EJÉRCITOS DE LAS UNIDADES PÓLÍTICO ADMINISTRATIVAS
[Señor de la cabecera de cada unidad administrativa]
[Señor de cada subcabecera ]
ESCUADRON REGULAR DEL EJÉRCITO TARASCO
Capitán: que podría ser el cacique del pueblo o un quangári
Subalternos con mando: vrerucutsperi, angauatangari, auandari, vhcambeti/ocámbecha
Cuerpos auxiliares del escuadrón:
-alférez que llevaba la bandera del escuadrón
-sacerdote tiuimencha que llevaba cargando el dios principal del pueblo
- un pequeño grupo no determinado de más funcionarios locales y sacerdotes, pues se habla de que
se hacían ceremonias y se usaban instrumentos musicales
400 guerreros (purecuti o qhuacarati): La mayoría de los hombres del escuadrón estaban integrados
por los purépecha (gente baja), cada barrio era como una capitanía, y al parecer varias capitanías
conformaban un escuadrón.
Los purépecha se encargaban de transportar los bastimentos, vituallas y armamento desde los
almacenes hasta el campo de batalla; también ser armaban para engrosar y acrecentar las filas de los
escuadrones y entrar en combate.
CUADRO 29. Sistema de mando hipotético los ejércitos del cazonci. FUENTES: ALCALÁ, JERÓNIMO
DE. Relación de Michoacán, pássim; VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos
de los indígenas, Óp. Cit., pássim; GILBERTI, MATURINO. VLM, pássim. Elaboración propia.
Sistemas de comunicación
Parte fundamental del sistema de mando es la coordinación de las fuerzas armadas
mediante un sistema de comunicación:
―La transmisión de órdenes por parte de un individuo a una masa homogénea de gran
cantidad de hombres resulta en gran parte problemática, por lo tanto es necesario contar
con un sistema de transmisión de órdenes en plena batalla. Las señales de este tipo de
transmisión pueden ser de dos tipos: sonoras o visuales. […] ―Las transmisiones
sonoras generalmente se hacen a través de instrumentos musicales, de los cuales ya se
417
tienen señales sonoras acordadas con anterioridad a dicha batalla. […] No podemos
dejar de lado los sistemas de comunicación visuales generalmente apoyados en
banderas; sin embargo, los uniformes juegan también un papel preponderante y sencillo
en el momento de la batalla por el simple hecho de mostrar en qué bando están y, por lo
tanto, el ejército distingue fácilmente a quién matar y a quién no. Sabemos que por
detrás de todo ello se esconden los sistemas de mando, los distintivos y divisas
militares e incluso factores de tipo religioso y simbólico que forman parte de los
1691
fundamentos culturales de quienes los portan.‖
Entre los mayas se han identificado sistemas de comunicación sonoros y visuales
similares
―Para guiar a los combatientes se emplearon sistemas de comunicación visuales y sonoros:
los primeros conformados por banderas y estandartes; los segundos por medio de silbidos,
gritos e instrumentos musicales de percusión y viento, como tambores de madera y
cerámica, maracas, silbatos, ocarinas, flautas de diversos materiales, trompetas de madera,
cerámica y caracol. Los instrumentos musicales aparte de marcar los ritmos de marcha y
comunicar las órdenes de los estrategas militares, también servían para causar confusión e
infundir temor al enemigo. Todos estos objetos fueron representados en los murales de
1692
Bonampak, Chichén Itzá, Chacmultún y varias vasijas policromas.‖
Las fuentes no detallan los sistemas de comunicación y transmisión de órdenes
empleados para la coordinación de los ejércitos tarascos durante la batalla, aunque se
dan algunos datos fragmentarios. Por ejemplo, cuando preparaban las emboscadas de
los pueblos enemigos y sus defensores salían, ―estando allí tenían una señal para cuando
los habían de acometer, o unas ahumadas o alguna corneta que tocaban. Decían los
capitanes: "levantaos todos".‖1693 Algunos de los instrumentos musicales se encuentran
en el registro arqueológico, ocarinas, silbatos y flautas de distinto tipo, y otros se
mencionan en las fuentes escritas:
―En este templo había cuatro indios como sacerdotes, q[ue] tenían cargo, uno, de tañer
un instrum[en]to que llaman en su lengua CURINGUA, que es de madera, hueco, que
suena como si fuese de metal; otro, tenía cargo de tañer con las manos, sin palo alguno,
un tambor tan alto como un hombre, hecho, las cabezas, de pellejo de venado; otro
1694
tañía una como trompa, hecha de un hueso de un animal…‖
Rene Acuña identificó los instrumentos de percusión con los mejor
documentados en el Centro de México, como el teponaxtle y el huhuetl,1695 también se
mencionan como instrumentos caparazones de tortugas, huesos de caimanes1696 y
caracoles. En el siglo XVIII fray Isidro Félix de Espinosa, usando a diferentes autores y
fuentes anteriores, mencionó como los tarascos, cuando iban a la guerra, ―llevaban
grandes músicas de bocinas, caracoles, y otros rústicos instrumentos: sus estandartes
eran labrados de pluma con variedad de colores, había premio para los que se señalaban
en la guerra.‖1697 Ya mencionamos como los encargados de tocar estos instrumentos en
1691
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 18.
TEJEDA MONROY, EDUARDO A.. ―La guerra y los ejércitos prehispánicos en el área maya‖, en:
et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las
Revoluciones de México, 2014, P. 63.
1693
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18v-19, Pp. 198-199.
1694
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 82.
1695
Ibíd., notas a pie núm. 30 y 31, P. 82.
1696
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41v, Pp. 244.
1697
ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán. Apuntalamientos
bibliográficos de Nicolás León. 3ª edición, Morelia. Instituto de Investigaciones Históricas- Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morevallado Editores, 2003, P. 32.
1692
418
las ceremonias eran los sacerdotes llamados púngacucha, probablemente también lo
hacían en las guerras para transmitir órdenes. Según la parte histórica de la RM,
Taríacuri recuperó Pátzcuaro, que estaba en poder de sus enemigos, tocando un silbato
que imitaba el sonido del águila para intimidar a sus enemigos:
―Pues vino Taríacuri con su gente al monte llamado Arízizinda, monte de Pázquaro. Y
a la media noche empienza a tocar su silbatillo encima del monte, que contrahacía las
águilas; y oyeron aquellos silbos a la media noche los de Curýnguaro que tenían el
asiento de Pázcuaro y levantáronse todos y fuéronse a su pueblo con gran polvareda
que iban levantando; y los isleños se entraron en la laguna, que hacían espuma al
entrar; y los de Taríaran se fueron también a su pueblo y iban haciendo polvareda,
1698
huyendo. Y volvióse Taríacuri a su asiento de Pázquaro, con su gente.‖
Los sonidos vocales como rechiflas, silbidos y gritos también debieron ser
importantes para dar órdenes en las diferentes acciones, como está registrado en los
testimonios de otras regiones mesoamericanas.1699 Entre las señales visuales, tenemos
las ahumadas que también servían como señal para iniciar el ataque, pero en la parte
histórica de la RM, se usaban más bien como guerra psicológica, es decir, para advertir
al enemigo que el contrario estaba realizando la ceremonia de la guerra, o que se
encontraba a determinada distancia, listo para iniciar el ataque. Taríacuri realizó
ahumadas para iniciar el cerco de Jarácuaro y la gente que vio el humo, huyó hacia la
isla; y sus sobrinos lograron que Zinzuni, señor de Yzíparámucu, huyera y abandonara
su pueblo por temor a ser conquistado al ver las ahumadas, dejando el camino libre a
Curínguaro.1700 Pero ya en el campo de batalla, las banderas y los atavíos, pinturas
corporales y faciales, servían para transmitir órdenes y reconocer los distintos ejércitos,
el ejemplo que encontramos en la RM, es cuando por poco Taríacuri iba ser atacado por
sus sobrinos, pero estos ―levantaron sus banderas y conosciendo las banderas, las espías
[de Taríacuri], dijeron: "de los nuestros son: ídselo a decir a Taríacuri, porque no caigan
las mujeres y se lisien, que no son sino Hiripan y Tangáxoan". Y oyéndolo Taríacuri,
tomóle gran risa y dijo a sus mujeres: "sosegad, madres, que no son sino mis
sobrinos".‖1701
Reclutamiento y entrenamiento
La información sobre el reclutamiento y entrenamiento es prácticamente nula, aunque
ciertos datos nos permiten proponer ciertas conjeturas. Se sabe que la guerra era una
actividad realizada por hombres, y que la participación de las mujeres estuvo
restringida, salvo en ocasiones extraordinarias. La RM menciona tres momentos donde
las mujeres participaron en acciones bélicas: cuando la expansión del triunvirato fue tan
vertiginosa que ―andaban también las mujeres con los que iban a conquistar y todas sus
alhajas‖;1702 cuando se amotinaron las mujeres en Tzintzuntzan para impedir que los
españoles se llevaran los tesoros del cazonci;1703 cuando Gonzalo de Sandoval salió de
Zacatula para ir a conquistar Colima ―y hasta las mujeres les llevaban las cargas‖.1704
Desconocemos la edad en que los varones se iniciaban en actividades militares, aunque
1698
RM, Segunda Parte, Cap. XIX, ff. 100v-101, Pp. 92-93.
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 78
1700
RM, Segunda Parte, Caps. X, XXVIII, ff. 78-78v, 124v-126v, Pp. 47-48, 140-144..
1701
RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 108, Pp. 107.
1702
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, Pp. 155.
1703
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 49v, P. 260. Más que una acción bélica, se trató de un altercado
donde los españoles no respondieron a la agresión.
1704
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 52, Pp. 265.
1699
419
debieron de participar desde la adolescencia dependiendo a la clase social a la que
pertenecían, así los muchachos nobles pudieron ser pajes de guerreros profesionales, o
como cargadores en caso de pertenecer a la clase dominada, y no en combate directo.
Vasco de Quiroga proporcionó un dato importante en sus Reglas y ordenanzas para el
gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán…, mencionó que
―los padres y madres naturales y de cada familia procuréis de casar a vuestros hijos en
siendo de edad legítima, ellos de catorce años arriba, y ellas de doce…‖.1705 Si
consideramos que la mayoría de edad para casarse, en el caso de los hombres, en el
Michoacán prehispánico era a los 14 años, bien podemos considerar que a partir de ésta
es cuando empezaban a participar en la guerra.1706 De hecho, los rangos militares
debieron de estar sujetos a un sistema de edades, es decir
―una serie de rangos formales y fijos (grados de edad), por los cuales van pasado
sucesivamente todos los individuos, como miembros de diferentes clases de edad o
conjuntos de edad […] Los sistemas de clases de edad se caracterizan por abarcar a
todos y también porque se prolongan a lo largo de todo el ciclo de vida adulto. Cada
rango tiene prescritos sus áreas de competencia, derechos, deberes y obligaciones, y
cumple un rol social diferente. De igual importancia es el hecho de que, a medida que
cada clase va moviéndose a lo largo del sistema, se despoja de un conjunto de
obligaciones para adquirir otro como grupo; ningún individuo, por dotado que sea,
puede asumir nuevas responsabilidades más que como parte de todo conjunto de edad,
1707
y a ninguno, por poco idónea que le resulte su nuevo estatus, puede dejarlo atrás.‖
Los casos que nos proporcionan más información son los de Taríacuri y sus
sobrinos Hiripan y Tangánxoan, sus vidas nos permiten conocer como para tener cierto
rango dentro del ejército y el sacerdocio, era necesario haber cumplido una serie de
rangos previos de acuerdo a la edad. Así por ejemplo, cuando la rígida educación de
Taríacuri estuvo a cargo de los tres sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco, pasó de
―chiquito‖ a ser ―hombre‖, y empezó a llevar leña y rama a los cúes, actividad que
podemos relacionar con los ―sacerdotes llamados curíçitacha o curípecha, que tienen
cargo de poner encienso en unos braseros, de noche, y pilas en sus tiempos. Estos agora
[en 1540] traen ramas y juncia para las fiestas,‖1708 y al tiempo que Taríacuri llevó la
leña a los templos, ponía flechas en los términos de los enemigos,1709 hechizo que
realizaban los espías antes de conquistar un pueblo ya en la época del Estado tarasco.1710
1705
―Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán
dispuestas, por su fundador el reverendísimo y venerable señor don Vasco de Quiroga, primer obispo de
Michoacán‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa
Fe. Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión
Universitaria, [Apéndices], 2015, P. 178. En adelante citado como ―Reglas y ordenanzas…‖.
1706
En la costa de Michoacán se mencionó que los muchachos indígenas empezaban a consumir bebidas
alcohólicas a partir de los 12 años, lo que podría significar que ya no eran considerados niños: ―…los
c[ua]les son muy inclinados al vicio de la beodez, y tanto, que, apenas es el muchacho de doce a[ñ]os,
cuando sabe ya llegarse entre los suyos.‖ DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia
de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa
de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 158. Corchetes originales.
1707
[BARFILED, THOMAS]. ―edad, sistemas de‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de
Antropología. Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, P. 180.
1708
RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 11, P. 183.
1709
RM, Segunda Parte, Cap. XI.
1710
―…iban aquellas espías y llevaban de aquellas pelotillas de olores y plumas de águilas y dos flechas
ensangrentadas y entraban secretamente en los pueblos y ascondíanlo en algunas sementeras, o cabe la
casa del señor, o cabe el cu, y volvíanse sin ser sentidos, y eran aquellos hechizos para hechizar el
pueblo.‖ RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 197.
420
Sobre los sobrinos de Taríacuri, Hirepan y Tangánxoan, la RM menciona como tuvieron
una vida menesterosa junto con su madre y una hermana, al quedar huérfanos de sus
padres, Zetaco y Haramen. Cuando ―eran muchachos‖ los encontró una tía casada con
Niníquaran, señor de Hucáriquaro, ella supo que eran hijos de señores y los llevó a su
casa para que cuidaran un maizal de los tordos y donde podrían comer cañas verdes.
Días después, Chapá, señor de Hetócuaro ―envió unos viejos y díjoles: "id por dos
chichimecas que dicen que están en un lugar llamado Hucáriquaro, que están con la
mujer de Niníquaran, que dicen que son muy hermosos y tienen una hermana muy
hermosa. Traedlos aquí, y el uno será sacerdote y el otro sacrificador y su hermana hará
ofrendas para Curícaueri".‖1711 Sin embargo, la tía los escondió en cuatro ocasiones y
los regresó con su madre, quienes después de andar en varios lugares, llegaron a
Eróngaricuaro, a la casa de Cuiuva o Cuyava, hermano de la madre de ellos, ahí le
dijeron ―señor, aquí te asaremos la caza que tomares y te traeremos leña del monte para
quemar en casa y haremos tus sementeras y traeremos tus hijos a cuestas, si quieres que
estemos aquí en tu casa,‖1712 pero los dos muchachos pasaron el tiempo en el mote
cortando leña, y su tío echó a su madre y hermana de su servicio. Después fueron a
Urecho, con otro tío llamado Anbaua, ahí prometieron lo mismo, ―que harían fuego en
casa y le harían sus sementeras‖, pero fueron echados de nuevo porque sólo se la
pasaban en los montes cortando leña como chichimecas. De ahí se fueron a Paréo con
otro tío llamado Zirútame
―Y fueron a casa de aquel su tío, pariente de su madre, y prometieron lo mesmo que en
las otras partes y oyéndolo aquel su pariente, lloró muy fuertemente y abrazóse con
ellos y díjoles: "¡Ay señores Hyrypan y Tangáxoan, seáis muy bien venidos! Traé leña
para los cúes. ¿Cuándo los señores se suelen alquilar y ir al monte por leña? Yo os
trairé leña del monte a vosotros y haré vuestras sementeras y traeré vuestros hijos a
cuestas y seré vuestro esclavo y os buscaré hachas y cinchos para que traigáis leña para
los cúes". Este los recebió de verdad y díjoles: "ahí está nuestro dios Curícaueri en
1713
Pázquaro y los señores chichimecas, sus hermanos. Id, llevadles leña a sus cúes".‖
Fue en estos viajes de llevar leña a Pátzcuaro, que Taríacuri encontró a sus
sobrinos, éste los llevo a su casa junto con su madre y hermana, y les contó cómo sus
parientes y enemigos no dejaban de perseguirlo por verse desfavorecido. Hirepan y
Tangánxoan le contestaron ―no estés triste, señor; venga quien viniere nosotros seremos
espías de la guerra.‖1714 Aquí empiezo la carrera de guerreros de Hirepan y
Tangánxoan, capítulos más adelante los vemos en las filas de los escuadrones
encargados de espiar para protegerse de los ataques enemigos y haciendo capturas, y
cuando Taríacuri se enteró que ellos no se emborrachaban y que preferían ir al monte a
cortar leña, les avisó como ellos debían ser señores. Después de la alianza entre isleños
y chichimecas-uacúsecha, vemos a Hirepan, Tangánxoan e Hiquíngaje, hijo de
Taríacuri, capitaneando ejércitos y atacando los pueblos rivereños hasta que tomaron
posesión de Quereta parázicuyo (Tzintzuntzan).1715 Cuando llegaron a dominar este
asentamiento, Taríacuri los convirtió en señores al darles una navaja de las que tenía
consigo Curícaueri,1716 y más adelante les encomendó asesinar a su otro hijo, Curátame
1711
RM, Segunda Parte, Cap. XX, ff. 102-102v, Pp. 95-96.
RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 102v, P. 96.
1713
RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 104, P. 99.
1714
RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 105, P. 101. Cursivas nuestras.
1715
RM, Segunda Parte, Caps. XXI-XXV.
1716
La RM no es explicita en éste punto, sólo se menciona que Taríacuri les dijo ―yo os quiero dar una
parte de Curícaueri, ques una navaja de las que tiene consigo, y ésta pondréis en mantas y la llevaréis allá
y a ésta traeréis vuestra leña y haréisle un rancho y un altar donde pondréis esta navaja‖. Pero en otra
parte de la RM, se menciona que ―dicía en su tiempo esta gente, que los que habían de ser señores, que
1712
421
II, por ser borracho y por estorbar en la sucesión de los protegidos, el que lo mató fue
Tangánxoan, que era ―valiente hombre‖, otro rango militar importante en la sociedad
tarasca.1717 Después Taríacuri envió a sus sobrinos e hijo a amonestar a su cuñado
Hiuacha, señor de Taríaran, y ―que le matarán estando borracho‖, pero no pudieron
hacerlo, y es cuando inicia la expansión y la instauración del triunvirato.1718 No hay
información exacta, pero entre los tarascos existían probablemente cuatro etapas en la
vida de los seres humanos, mencionadas como ―chiquito‖ o niñez, los ―muchachos‖, el
hombre y mujer, y la ancianidad o vejez, por lo escrito líneas más arriba, los hombres
iniciaban las actividades guerreras siento muchachos hasta antes de entrar a la vejez. La
avanzada edad de los guerreros, las heridas que dejaban a los combatientes
imposibilitados, deformaciones congénitas o algunos tipos de enfermedades mentales,
debieron ser motivos para cesar del servicio militar a ciertos individuos.
De igual manera no hay una referencia directa sobre el entrenamiento que
recibían los guerreros tarascos, aunque algunas actividades de la vida cotidiana parecen
haber sido el escenario donde se ejercitaban las habilidades necesarias para la violencia
mortal entre grupos, aunque hay que recordar que
―El adiestramiento de los ejércitos está relacionado con una serie de conocimientos,
aspectos técnicos e incluso asociados directamente con el grado de avance tecnológico
de las sociedades, así como un factor determinante: el modo cultural de hacer la guerra.
Este último factor puede incluso determinar el desenlace de un combate. […] Así, el
adiestramiento debe tener como base una serie de conocimientos de supervivencia,
ataque y defensa, muchos de ellos basados en el uso de armas ofensivas y defensivas,
su desarrollo en sistemas y el papel que todo esto tiene para determinar las llamadas
unidades específicas. A ello debemos sumar el conocimiento de técnicas de combate
cuerpo a cuerpo conocidas como artes marciales, que sin duda han constituído una de
las grandes preguntas que recientemente la sociedad mexicana se hace con respecto a
1719
los cuerpos militares del mundo precolombino...‖.
Entre los señores uacúsecha, existía la costumbre de andar en los montes,
cazando y cortando leña, de estas actividades se ufanaba el mismo cazonci. En estas
correrías es donde probablemente se aprendían distintas habilidades, como sobrevivir de
la naturaleza, seguir el rastro de la presa y cazarla, obtener dureza física, el uso de
ciertas armas como el arco y el hacha, y la generación de un esprit de corps, que le daba
cohesión a los integrantes de una partida de cazadores-guerreros. Otro escenario muy
posible donde los guerreros nobles recibían entrenamiento, fuera en las guerras rituales,
cumpliendo misiones de espionaje y capturando prisioneros desprevenidos. En un
pasaje en que Cuiniarángari va a ejecutar al conspirador Timas por orden de
Tangánxoan II, se desenvolvió el siguiente diálogo:
Díjole el prencipal llamado Timas: "¿por qué viniste tú? ¿Eres tu valiente hombre?
Peleemos entrambos. ¿Con qué pelearemos, con arcos y flechas o con porras?". Díjole
don Pedro: "con porras pelearemos". Díjole aquel prencipal: "qué, ¿eres muy valiente
hombre? ¿dónde estuviste tú en el peligro de las batallas donde pelean enemigos con
1720
enemigos? ¿Dónde mataste tú, allí, alguno? ¿a qué veniste tú?‖
habían de tener consigo a Corícagueri y que si no le tenían, que no podían ser señores. Y por eso le
guardaban los señores con mucho cuidado y después sus hijos.‖ RM, Segunda Parte, Caps. XXV, XXII,
ff. 118v, 109v, Pp. 128, 110.
1717
RM, Segunda Parte, Cap. XXI.
1718
RM, Segunda Parte, Caps. XXIX-XXXI
1719
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 19.
1720
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264.
422
De aquí se desprende que los guerreros ocupaban posiciones diferentes durante
el combate, es decir, los que luchaban a distancia con armamento arrojadizo y cumplían
funciones auxiliares de hostigamiento, y los que entablaban lucha cuerpo a cuerpo, así
como la experiencia en combate de los guerreros, Gilberti registró las entradas que
hacían referencia precisamente a los guerreros novatos y los veteranos: ―Nueuo en la
guerra. yimbangue purecuti‖, ―Ombre nueuo en las armas. cherenguequa no
pinderiquareni. yimbanguequaro cherengueti‖, y ―Ombre exercitado en armas.
purecuqua ambonsgasri‖;1721 el número de muertos y probablemente de cautivos,
aumentaban su rango y prestigio, y la obtención de distintas insignias. El entrenamiento
en el combate cuerpo a cuerpo probablemente se hacía en algunas estructuras, como la
casa de los papas o la casa del águila, donde se reunían los nobles, y probablemente en
algunas fiestas, ya que se menciona una especie de sacrifico gladiatorio con los cautivos
para sacrificar durante la fiesta de Cuingo: ―Y después que los chocarreros habían
peleado con ellos [los cautivos a sacrificar] con sus rodelas y porras, como se dijo en la
fiesta de Cuingo, los sacrificaban y se vestían sus pellejos y bailaban con ellos.‖1722
Sobre el entrenamiento que recibía la clase dominada que engrosaba los ejércitos
de Curícaueri hay menos información, la ya citada Relación Geográfica de Cuiseo de la
laguna, menciona ―q[ue] su rey [el cazonci], ordinariam[en]te, los llevaba [a los
purépecha] cargados a las guerras, y los hallaba más fuertes, ansí p[ar]a esto como
p[ar]a sus sementeras.‖1723 Así, muchas de las habilidades físicas necesarias para el
combate, formaban parte cotidiana de las actividades realizadas por la población
masculina desde su niñez. Por ejemplo, se pudieron haber adquirido habilidades físicas
en el uso de herramientas para labrar la tierra con los palos plantadores o coas, para talar
madera se usaban hachas, en la caza de animales terrestres se usaban artefactos como
arco y flecha, lanzadardos, honda y trampas, Gilberti mencionó por ejemplo ―Viquiqui.
calabacita que cuelgan en los arboles para tirar‖,1724 que probablemente se usaban como
tiro al blanco. Las relaciones personales, de parentesco, así como los aparatos represivos
e ideológicos del Estado, debieron permitirle a la clase dominante guerrera, mantener el
orden interno y el cumplimiento de las órdenes durante las acciones militares en el
campo de batalla.
La ideología guerrera tarasca
Las principales virtudes fomentadas en los ejércitos tarascos eran la obediencia, el valor
y el sacrificio, a lo largo de la RM se hacen referencia constantemente al
comportamiento de la gente, aunque específicamente es en las arengas que se
pronunciaban antes del combate donde se sintetiza esto, la RM puso estas palabras en el
señor de Ihuatzio:
―…levantábase el señor de Cuyacan y decía a toda la gente: "ya habéis oído al que está
en lugar de Curícaberi. Ya ha cumplido con lo que os ha dicho; mirá que no lo tengáis
en poco, vosotros los de Mechuacan y Cuyacan e Pázcuaro y vosotros caciques de
todas la cuatro partes desta Provincia, y vosotros matlalcingas y otomies y ocúmuecha
y vosotros chíchimecas. Yo, en esto que os digo, no hago más de aprobar lo que ha
dicho el que está en lugar de nuestro dios Curícaveri, que es el cazonçi. Si de miedo de
los enemigos os volvéis, mirá que nuestro rey hizo oración en la casa de los papas; mirá
1721
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 516 y 520.
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160.
1723
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 81.
1724
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 195.
1722
423
que no tornaremos todos a los pueblos, que algunos morirán en esta batalla y a otros les
pondrán el palo y la piedra en el pescuezo, que son los rebeldes en el camino, ques que
los matarán si tuvieren en poco esto que les ha sido dicho. Por eso, aparejaos a sufrir,
vosotros caciques. ¿Dónde habemos de morir? Sea aquí donde muramos, porque la
muerte que morimos en los pueblos es de mucho dolor. Sea aquí nuestra muerte.
¿Dónde habéis de haber vosotros los bezotes de piedras de turquesas y guirnaldas de
cuero y los collares de huesos de pescados preciosos, sino aquí? Paraos fuertes en
vuestros corazones, no miréis a las espaldas, a vuestras casas. Mirá que es gran riqueza
que muramos aquí como hermanos. Sentí esto que os digo, vosotros gente de los
1725
pueblos".‖
El castigo para los guerreros rebeldes y desobedientes que no cumplían con estas
virtudes era la cárcel, tanto para los integrantes de la clase dominante y la clase
dominada, y sí reincidían cuatro veces, eran sacrificados. Las faltas que se castigaban
eran: dejar de traer leña cuando el cazonci mandaba por ella; ―los que no habían ido a la
guerra o se volvían della sin licencia,‖ incluyendo a los espías;1726 en el campo de
batalla, vemos como era aplicable el aprisionamiento y la ejecución sumaria, pues entre
las arengas se menciona ―que algunos morirán en esta batalla y a otros les pondrán el
palo y la piedra en el pescuezo, que son los rebeldes en el camino, ques que los matarán
si tuvieren en poco esto que les ha sido dicho.‖1727 Otros ejemplos de amenaza y castigo
los encontramos en estos fragmentos de la RM:
―Pues, mirá, vosotros gente común, que no quebréis estos mandamientos y que no os
apartéis de vuestros escuadrones, porque si os fuéredes alguna parte o contradijéremos
al mandamiento del cazonçi, aparejaos a sufrir vosotros caciques que sois los
capitanes.‖
―Mirá caciques, que no [o]s apartéis de mí porque si os apartáredes y fuéredes rebeldes,
no libraré a ninguno de vosotros de la muerte, si quebráis la cuenta de la leña que se
trae para los qúes y si quebráis los escuadrones y capitanías de las guerras."‖
―Aparejaos a sufrir, si fuéredes rebeldes; hacéme a mí merced, es esto que os digo; mirá
que tenemos los escuadrones de guerra, si me quebráis alguno dellos, aparejaos a sufrir.
Y vosotros, señores, que estáis en las fronteras, que tenéis gente de guerra, no quebréis
1728
ni traspaséis nada de lo que se os ha dicho; pues, íos todos a vuestras casas."‖
Las recompensas que recibían los guerreros dependían de la clase social a la que
pertenecían, así, los guerreros de las clases dominantes recibían insignias como los
bezotes, guirnaldas de cuero o collares de huesos de pescados preciosos, y tal vez
ascendían en la escala social o adquirían derechos para ocupar un determinado
cargo.1729 De hecho, por las palabras del señor de Ihuatzio de la arenga que hemos
1725
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 17v-18, P. 196-197.
RM, Segunda Parte, Cap. I, ff. 61-61v, Pp. 13-14.
1727
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 17v-18, Pp. 196-197.
1728
RM, Tercera Parte, Caps. V, XVII, XVIII, ff. 17v, 32v-33 y 34, Pp. 195, 226-227 y 229.
1729
El ascenso social al parecer estaba asociado con el emparentamiento de los guerreros nobles con los
señores y caciques, pues según Antonio de Herrera ―havia Premios para los que se señalaban, i
nombrados Capitanes: tributaban al Rei quanto teman, i èl queria, hasta las Mugeres, i Hijos, si los quería;
de manera, que eran mas que Esclavos, i vivian en terrible servidumbre: i despues del Rei, estaban sujetos
a los Señores, los quales tenían à veinte Mugeres, mas, ò menos, i al Capitan que se señalaba en la
Guerra, le daban vna en premio, que no era pequeña honra.‖ HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO
DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano…, T.
II, Dec. III, Lib. III, Cap. X, Pp. 93-94. La relación de Chilchotla proporciona información similar y
sirvió de fuente a Herrera: ―…y el gob[er]nador tenía doscientas [mujeres], y destas repartía en sus
capitanes y principales, y lo tenían por gran honra el que alcanzaba una destas del cacique…‖. VILLELA,
PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA, RENÉ (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 109.
1726
424
citado, parece que era en la guerra dónde se podían adquirir principalmente estos
distintivos: ―¿Dónde habéis de haber vosotros los bezotes de piedras de turquesas y
guirnaldas de cuero y los collares de huesos de pescados preciosos, sino aquí?‖1730 Para
los guerreros de la clase dominada, la recompensa eran los despojos a los que pudieran
dar ―sacomano‖ y cargar en petacas,1731 como mantas, cobre, alhajas (joyas de poco
valor), alimentos y otros productos de poco valor para la clase dominante, y más bien de
uso doméstico, como herramientas de labranza, piedras de moler, ollas y materias
primas. En la parte histórica de la RM, cuando Nacá invitó a Quarácuri para romper el
cerco que había puesto Taríacuri a Jarácuaro, se dio la siguiente conversación
―Yo [Nacá] voy a la laguna y desde allí llamaré a los de Curýnguaro y voy a hacer
1732
gente [de guerra],
que habemos de destruir a Taríacuri". Dijo Quarácuri: "sí, sí, bien
me parece, señor. ¿Yo lo sabré cuando fuéredes?". Díjole Nacá: "pues hermano, ¿no
irás comigo con tu gente?". Respondió Quarácuri: "¿por qué no, señor?. Es si no muy
cerca donde dices, porque aquí luego es. Y yo cogeré los despojos de lo que les haré
dejar, aunque sean piedras de moler o algunas alhajas". Dijo Nacá: "así será, hermano,
1733
que nuestros dioses les harán dejar despojos".‖
Parece ser que otra recompensa que recibían los guerreros de la clase dominada
durante la guerra, era el consumo de carne humana. La antropofagia ritual durante las
fiestas parece que era exclusiva de la clase dominante, pero después de una victoria
cuando conquistaban un pueblo, la antropofagia al parecer se extendía a todos los
combatientes participantes. La RM menciona que a los muchachos los guardaban para
su servicio, pero a ―los viejos y viejas y los niños de cuna y los heridos, sacrificaban
antes que se partiesen en los términos de sus enemigos, y cocían aquel[l]as carnes y
comíanselas.‖1734 La lámina XXXIII que sigue después de las líneas citadas, ilustra en
su lado central izquierdo, un personaje atizando el fuego, sobre el cual está una gran
olla, con extremidades humanas cocinándose.1735 La antropofagia ritual está consignada
en varios textos posteriores, la Relación Geográfica de Chilchotla, menciona como en
los templos se hacían sacrificios ―y [dicen] que la carnicería humana q[ue] allí se hacía
se repartía en los hombres de guerra, y ellos la comían y hacían gran fiesta entre ellos. Y
esto no se hacía, sino cuando ganaban alguna victoria de los enemigos, en señal de
1730
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18, P. 197. Maturino Gilberti registró las entradas ―Ynsignias de honrra.
xararaqua hucansqua. xupangariqua‖, ―Ynsignias de vencimiento. quangariecha hucaqua‖. GILBERTI,
MATURINO. VLM, P. 469.
1731
Cuando Taríacuri les avisó a su sobrinos porque no iba haber más señores que ellos, les dijo: ―Buscad,
hijos, petacas para echar los despojos que les habemos de quitar en la guerra. Señores Hiripan y
Tangáxoan, tantos despojos habrá que no tendremos en qué echallos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f.
111v, P. 114.
1732
―Hacer gente de guerra‖ es una expresión usada en varias ocasiones en la RM y en otras fuentes.
Revisando el diccionario de Covarrubias se lee ―GENTE en lengua Castellana vale concurso de personas
en algun lugar, como huuo [hubo] mucha gente oy en la plaça. Està el lugar sin gente. Irse al hilo de la
gente, irse tras los muchos que caminan para alguna parte. Hazer gente, leuantar algun Capitan Soldados.‖
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit.,
Letra G. P. 437.
1733
RM, Segunda Parte, Cap. XI, f. 80v, P. 51. Cursivas nuestras. Cuando los isleños de Jarácuaro fueron
a pedir ayuda a Taríacuri porque fueron conquistados por los de Pacandan, este les contesta que recuperen
los despojos de guerra: ―Id y compraos unos a otros y rescataos; y pedí las pledras [sic] de moler y las
ollas y todas las alhajas y escojed los viejos y viejas y sacrificaldos, para hacello saber a los dioses".‖
RM, Segunda Parte, Cap. XIX, f. 100v, P. 92.
1734
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 19, P. 199.
1735
RM, lámina XXXIII. Otra lámina que muestra más claramente la antropofagia, en este caso de forma
profana, es la lámina VI.
425
agradecimi[en]to a sus falsos dioses.‖1736 Y en la Relación Geográfica de Tuzantla,
pueblo que estaba en la frontera occidental del Tzinzuntzan Irechequa, limítrofe con los
mexicas, se mencionó que cuando ajusticiaban a alguna persona por delitos, los
sacrificaban enfrente de los ídolos de Curícaueri y Hurendequavecara ―y [de] estos que
sacrificaban después de muertos, la carne dellos partían entre los más principales para
su comida.‖ Sin embargo, también se mencionó que ―cuando en las guerras mataban [a]
algún contrario, el cuerpo muerto y sangre se lo traían.‖1737 Se entiende que también los
restos de los guerreros enemigos eran consumidos, lo que indicaría un tratamiento post
mortem distinto para los guerreros propios, y los enemigos, en el campo de batalla.
La moral y los factores integradores en el ejército tarasco eran proporcionados en
primer lugar, por los aparatos ideológicos del Estado tarasco, es decir, la reproducción
de la ideología de la clase dominante a través de la religión principalmente, de la familia
y la transmisión del conocimiento.1738 La cadena de mando más alta, es decir, los jefes
militares pertenecientes a la clase dominante, fueron sin duda los más predispuestos y
convencidos que con emprender campañas militares, acrecentaban el territorio
dominado por su dios Curícaueri, aparte de obtener prestigio dentro de la casta de
guerreros, y según las palabras que pronunció el Capitán general de las guerras, la gente
que iba a la guerra estaba por voluntad: ―Vosotros, gente de los pueblos questáis aquí,
¡mirá questá contando los días el cazonçi, nuestro rey, para que demos batalla a nuestros
enemigos! ¿Cómo le habemos de contradecir? Y los señores tienen por mal que se
pierda la leña que se trujo para los qúes, pues estemos aquí de voluntad.‖1739 Está
convicción no pareció tan arraigada en el grueso de los ejércitos tarascos y de otros
grupos étnicos, que como ya mencionamos, eran purépecha conscriptos obligados por y
para la clase dominante. Basta leer la siguiente arenga, que era pronunciada por uno de
los señores principales que iba a la guerra, para tener una idea de todas las
implicaciones emocionales de los guerreros obligados a ir al campo de batalla:
―Mirá que no os halláis como de burla, si no cativáredes o matáredes los enemigos, no
será sino por el olvido que tuvistes con las mujeres en vuestros pueblos, por los
pecados que hecistes con ellas y por no entrar a la oración en la casa de los papas. Y no
entrábades de voluntad para hacer penitencia y teníades en mucho juntaros con las
mujeres. Mirá, no miréis atrás a vuestros pueblos. Mirá, no os volváis, que si os
volviéredes o quebráredes esto que os han dicho, aparejaos a sufrir. No volváis la
cabeza a vuestras mujeres con quien estáis casados ni a vuestros padres viejos.
Esforzaos vuestros corazones; muramos, que toda es una muerte la que habíamos de
morir en los pueblos y la que muriéremos aquí. ¿Dónde habéis de ir? Por esto sois
varones. No quebréis estas palabras. Ya están todos vistos los pasos que han visto las
1740
espías en los pueblos de los enemigos.‖
Vemos que se les advirtió a los guerreros que no tomaran en burla la captura o
muerte de los enemigos, por recordar a las mujeres con las que se han unido
carnalmente, es decir las esposas. También se les recriminaba que no se acordaran de
sus padres ancianos y la gente de su pueblo, en pocas palabras, la familia del guerrero.
1736
VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108. Corchetes originales.
En varias Relaciones Geográficas se menciona la existencia de la antropofagia de los sacrificados.
1737
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157.
1738
Véase el apartado sobre los aparatos ideológicos del estado tarasco, en el capítulo II de la presente
investigación.
1739
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17, P. 195. Cursivas nuestras.
1740
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18-18v, P. 197-198.
426
No podemos más que tener una idea del temor de algunos guerreros a dar la vida en el
campo de batalla, dejando a su mujer, hijos y padres viejos desamparados con su
muerte. Si estos procedimientos especiales para elevar la moral, como las arengas, no
funcionaban, los aparatos represivos del Estado como los guardas de los caminos y los
guerreros profesionales, se encargaban de aprisionar o sacrificar a los rebeldes y
desobedientes.
Mantenimiento de los ejércitos
Un dicho muy popular reza que ―un ejército marcha sobre su estómago‖;1741 para que un
ejército sea eficiente, este debe de encontrarse bien aprovisionado de todo lo necesario
para la guerra. Para el caso tarasco, se ha declarado que ―se ignora por completo el
modo en que los ejércitos purépecha lograban abastecerse de víveres durante sus
campañas, más sabemos que, como en todas las guerras, se asumía una actitud
predatoria hacia los poblados vecinos.‖1742 Esta declaración es inexacta. Aunque la
información se reduce a unas cuantas referencias, se puede afirmar que el
abastecimiento de los ejércitos tarascos corrió tanto de parte de los guerreros
combatientes como por parte del Estado tarasco, proporcionando alimentos, armamento,
tiendas de campaña, etcétera.1743 Cuando el cazonci mandaba a los mensajeros
vaxánocha para ordenar hacer la guerra a las fronteras, o ir a Tzintzuntzan para realizar
una acción específica, los ejércitos de los diferentes pueblos ―llevaban su provisión para
el camino, y cotaras y harina para beber en un brebaje y jubones de algodón y rodelas y
flechas…‖.1744 Entre otras vituallas de los ejércitos mesoamericanos deben de
considerarse ―utensilios y recipientes para su preparación y consumo, instalaciones
portátiles para acampar, piezas líticas, cuerdas y resinas para la reparación del
armamento. Todos estos objetos debían ser llevados por los mismos soldados, o bien,
podían ser auxiliados por cargadores que transportaban lo más pesado y voluminoso,
con la finalidad de que los combatientes no llegasen exhaustos a la batalla. […] El
transporte de los utensilios para reparar el armamento, el alimento personal y una jícara
para su consumo pudo llevarlas el soldado en un morral de tela o fibras. Las ollas para
preparar la comida, vasijas llenas de agua y fanegas con granos, frutos y carnes eran
acarreadas por los cargadores…‖1745 En caso de que el ejército saliera de Tzintzuntzan
1741
―Un ejército marcha sobre su estómago este dicho, da a entender la importancia para las fuerzas
[armadas] que sean bien aprovisionadas, ha sido atribuida tanto a Napoleón [I] y Federico el Grande. Se
registra en Inglés a principios del siglo XX.‖ KNOWLES, ELIZABETH (Editora). The Oxford
Dictionary of Phrase and Fable. 2ª edición, Nueva York, Oxford University Press, 2006, paginación
digital correspondiente al tópico ―armed‖. Énfasis original, traducción nuestra.
1742
Cf. MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 28.
1743
Por ejemplo, en la RM, se menciona que los ejércitos acampaban en el real, es decir, las casas de
campaña; Covarrubias definió como ―REAL, el exercito, y particularmente el lugar donde estâ el Rey, y
tiene su tienda. Assentar real, es poner casa. El campo, o exercito representa su Rey.‖ COVARRUBIAS
OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra R. P. 3v.
Gilberti registró ―Real de gentes armadas. yamendo purepecha thacoxuriqua‖. GILBERTI, MATURINO.
VLM, P. 562. En la lámina XVIII de la RM, están representadas dos estructuras que son mencionadas
como ―ranchos‖; Marcia Castro Leal las identificó como ―choza semiesférica enteramente construida en
paja o hierbas; parece ser muy pequeña en su interior. Servía como habitación temporal para pernoctar
cuando se andaba en el monte de cacería o se iba a cortar leña para los dioses‖, nosotros agregaríamos
que también pudieron haberse usado en las campañas militares. CASTRO LEAL, MARCIA.
Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., 66.
1744
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191.
1745
TEJEDA MONROY, EDUARDO A.. ―La guerra y los ejércitos prehispánicos en el área maya‖, Óp.
Cit., P. 63 y nota a pie núm. 79.
427
para ir a guerrear a una frontera, el Estado proporcionaba los bastimentos necesarios, y
que habían sido obtenidos a través de lo tributado por los pueblos:
―Y encomendaban a toda la gente que [l]levasen todas las vituallas y los arcos e flechas
e rodelas y harina e pan de bledos y ofrendas quel caçonçi inviaba [de leña y ramas]
para los dioses que iban a la guerra. Cada pueblo se llevaba sus vituallas y así se partía
toda aquella gente de los pueblos y por los pueblos que pasaban les sacaban al camino
1746
mucha comida…‖
Las últimas palabras son muy importantes, pues el aprovisionamiento de los
ejércitos tarascos estaba garantizada dentro del territorio del Tzintzuntzan Irechequa; a
diferencia del imperio hegemónico mexica, donde los ejércitos tuvieron que cruzar
largas distancias en territorios no controlados de forma efectiva, en el imperio territorial
tarasco existió una economía política e infraestructura para el aprovisionamiento de los
contingentes armados. Hay que recordar que a lo largo y ancho de este territorio,
existieron sementeras que eran para las guerras, la cosecha de estas se almacenaban en
trojes para las guerras del cazonci y eran administradas por la autoridad local, es decir,
este alimento servía para para los gastos públicos, como las fiestas y probablemente
para sustentar a la casta sacerdotal, además de alimentar a los ejércitos en campaña, así
de colige que ―por los pueblos que pasaban les sacaban al camino mucha comida…‖,
probablemente el racionamiento de los bastimentos corría a cargo de los ocanbecha
como especialistas de recolectar el tributo y contar la gente; este tributo correspondió al
―tributo estratégico‖, recolectado y administrado por la burocracia, caracterizado por
Ricardo Aguilar.1747 Fuera del territorio de abastecimiento, si debió adaptarse una
actitud predatoria de ―sacomano‖ como lo relatan los capítulos V y VI de la tercera
parte de la RM. El Estado tarasco no permitía que sus propios ejércitos depredarán
territorios bajo su control, y un ejemplo de esto, es cuando Juan Rodríguez de
Villafuerte, quien desobedeció las órdenes de Hernán Cortés de ir a Zacatula, se dirigió
a Colima a intentar conquistarla, pero fue derrotado y retrocedió a Zacatula, y en el
camino adopto una actitud predatoria en los territorios tarascos:
―El Capitan Villafuerte, llegado con la Gente, adonde avia de tomar el camino, tuvo
forma, para que la Gente le requiriese, que fuese à otra Provincia, àcia el Norte, cuia
pacificacion avian pedido muchos Capitanes, i por no descotentarlos Hernando Cortès,
respondia, que buelto de Panuco, queria èl mismo hacer aquella Jornada: i quando
supo, lo que havia hecho Villafuerte, temiò, que iba alçado, con ocasion de la mucha
Gente, que llevaba, cosa, que le pudo en gran cuidado. Entro Villafuerte, con poco
tiento, dando à los Soldados demasiada libertad: i asi bolvieron los Indios, que llevò de
Mechoacan, Cargados de despojos, i èl saliò presto de la Provincia, quedando de
Guerra, i porque en parte tocaba al Cazonzin, i avia ido à quexarse à Cortès, le satisfiço
1748
, i embiò contento de los agravios, que pretendía, i siempre quedaron Amigos.‖
1746
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. Cursivas nuestras.
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado
tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, en: ENKERLIN PAUWELLS,
LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El legado de Joseph Benedict Warren a la historia y
a la lengua de Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos
del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 241-274.
Véase el apartado del capítulo II de la presente investigación titulado ―Circulación de bienes en el
Tzintzuntzan Irechequa‖.
1748
HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en
las Islas y Tierra Firme del mar Océano…, T. II, Dec., III, Lib. III, Cap. XVII, P. 106.
1747
428
Cuerpos auxiliares de los ejércitos
Entre los cuerpos auxiliares del ejército tarasco debemos considerar por su importancia
a los tamemes. Como hemos visto más arriba, los purépecha o gente común tenían la
obligación de llevar a cuestas el matalotaje, bastimentos y vituallas necesarias en las
guerras.1749 Bernal Díaz del Castillo dio el dato de que cada tameme podía llevar dos
arrobas de peso y caminar con ellas 5 leguas1750, convirtiendo el peso y distancia a
medidas actuales, correspondería a 23 kg de carga y 27 km, aunque deben considerarse
variables de peso transportado, distancia recorrida, topografía, clima, moral y descanso.
Repartiendo la carga entre la gente común, los guerreros profesionales podían estar
frescos para el combate, y los mismos cargadores engrosaban las filas de guerreros de
los ejércitos prehispánicos.
Otros cuerpos auxiliares muy importantes para el funcionamiento de la logística
bélica, eran los correos o mensajeros llamados, vaxánocha. La RM menciona como
había un encargado en el palacio del cazonci ―llamado vaxánoti, deputado sobre todos
los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del caçonçi para cuando se
ofrecía de inviar [a] alguna parte. Y agora sirven éstos de llevar cartas.‖1751 Los
vaxánocha se encargaban de llevar distintos mensajes por el territorio estatal, como
pedir la leña cuando el cazonci lo ordenaba, y de reunir la gente de guerra para ir a las
fronteras o a Tzintzuntzan. En la parte histórica de la RM, la mayor parte de las veces
en que se mencionan embajadas o mensajes, comúnmente fueron sacerdotes los que las
llevaron a cabo. ―Envíaba el cazonçi un mensajero llamado vaxánoti, que era oficio por
sí, y entiznábase todo e tomaba un bordón, y llegaba a la casa del delincuente y
prendíale‖,1752 así se puede entender por qué los mensajeros que mandaba el cazonci
para encarcelar o ejecutar a un delincuente, en especial a los señores cuando cometían
un delito, les quitaban los bezotes, requisaban su hacienda y sementeras para el fisco,
ataviados con símbolos de autoridad. ―Los señores o caciques de los pueblos estaban
obligados a dar de comer a los mensajeros y también les daban mantas, lo cual
posiblemente era una especie de paga por el servicio que prestaban.‖1753
Otro grupo de especialistas muy importantes eran los espías, de los cuales
también había un diputado ―sobre todas las espías de la guerra‖ en Tzintzuntzan.1754 En
los tiempos de Taríacuri, la principal función de los espías o atalayas; era vigilar desde
lo alto de los cerros los movimientos de los ejércitos enemigos, para no ser atacados por
sorpresa, así como vigilar los movimientos de algunas personas.1755 En las guerras
tenían un papel fundamental como exploradores, se adelantaban para preparar la llegada
del grueso de los ejércitos tarascos, y ―sabían todas las entradas y salidas de aquel
pueblo y los pasos peligrosos y dónde había ríos. Estas dichas espías lo trazaban todo
donde asentaban su real y lo señalaban todo en sus rayas en el suelo‖, dicha traza se
llamaba curúzetaro, y frente a este croquis, el Capitán general de la guerra les ordenaba
1749
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 81; RM, Tercera
Parte, Cap. IX, f. 23, P. 207.
1750
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap.
XLVI, P. 77.
1751
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
1752
RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203.
1753
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 165.
1754
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
1755
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 108.
429
a los señores, caciques y capitanes de escuadrón, el lugar que les correspondía para
iniciar el ataque a los pueblos enemigos.1756 Los espías también realizaban hechizos
para debilitar a los enemigos pues ―antes que peleasen con sus enemigos, iban aquellas
espías y llevaban de aquellas pelotillas de olores [de tabaco] y plumas de águilas y dos
flechas ensangrentadas y entraban secretamente en los pueblos y ascondíanlo en algunas
sementeras, o cabe la casa del señor, o cabe el cu, y volvíanse sin ser sentidos, y eran
aquellos hechizos para hechizar el pueblo.‖1757 Como se puede observar, el trabajo de
los espías era muy importante para vigilar el movimiento de tropas y explorar el terreno
enemigo, y en las arengas previas a la batalla, se decía: ―Mirá con cuánto dolor y trabajo
han andado las espías quebrando el sueño de sus ojos y con el rucío por las piernas, por
mirar y buscar las sendas por donde ha de ir nuestro dios Curícaberi a dar batalla a este
pueblo.‖1758
También las fuentes mencionan especialistas en la construcción de sistemas
defensivos, según el relato de la exploración de Michoacán proporcionado por
Cervantes de Salazar, que a su vez es la versión de la expedición que le contó Francisco
Montaño, mencionó como Taximaroa ―de la cual será bien decir algo, por ser
extrañamente murada; la causa era la guerra que con los mexicanos tenían. Estaba,
aunque era muy grande, cercada de una cerca de trozos muy gruesos de encina, cortados
á mano; tenía [esta trinchera ó muro] de alto dos estados é uno de ancho; parescía muy
antigua; renovábase cada día, sacando los trozos muy secos y metiendo otros recién
cortados, para lo cual había maestros y peones diputados que en ninguna otra cosa se
ocupaban, salariados [pagados] para esto del dinero de la república.‖1759 Estos
―maestros y peones‖ nos recuerdan al diputado sobre los oficiales para hacer casas, que
menciona la RM: ―Había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los oficiales de
hacer casas, que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los qúes, que
hacían muchas veces. No entendían en otra cosa más de hacer las casas e qúes, que
mandaba el cazonçi, y déstos hay todavía muchos.‖1760
Las fuentes no mencionan qué tratamiento recibían los heridos durante las
guerras, la RM llega a mencionar que ―iba [el cazonci] muchas veces a las guerras con
su arco e flechas, que llevaba en la mano, y cuando caía alguna vez enfermo [herido],
traíanle en una hamaca los valientes hombres y los señores.‖1761 Esto concuerda con el
resultado de la batalla ritual entre los chichimecas y los curinguareños en el llano de
Atáquaho: ―Y fueron heridos y flechados los dos hermanos señores de los chichimecas
Pauácume y Vápeani y tornáronlos a sus casas a cuestas a Tarímichúndiro y tornáronse
los de Curýnguaro a su pueblo.‖1762 Inmediatamente después de esto, Jerónimo de
Alcalá hace un comentario de las costumbres de cuando los tarascos resultaban heridos:
―Tenían por mal, cuando estaban heridos o flechados, dormir en sus casas los heridos,
por el peligro que era. Y estos heridos, con los señores, fuéronse a la casa dicha del
águila y hiciéronles unos zarzos de cañas altos del suelo de una parte y de otra, dentro
1756
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191.
Ídem.
1758
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18, P. 197.
1759
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. Prólogo de Manuel
Magallón y Cabrera. Madrid, The Hispanic Society of América-Tipografía de la ―Revista De Archivos‖,
1914, Lib. VI, Cap. XV, P. 769. Información entre corchetes añadida y tachada en el manuscrito.
Cursivas nuestras.
1760
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6v-7, Pp. 176-177.
1761
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 13, P. 187.
1762
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38.
1757
430
de la casa. Y estaban echados los heridos en ellos y estuvieron tres días en esta dícha
casa. Y a la entrada de la puerta tomaban sahumerios con cañutos y sacaban aquellos
sahumerios a los fogones, de una banda y de otra, que se encontraban unos con otros
1763
los que entraban y los que salían a echar los sahumerios en los fogones.‖
Múltiples estudios han abordado el tema de la medicina prehispánica tarasca, y
de varios especialistas encargados de curar, encontramos que había curanderos y
hechiceros de ambos sexos.1764 Los sacerdotes también debieron tener conocimientos de
curación, y estos acompañaban a los ejércitos a las guerras para llevar a los dioses a
cuestas y efectuar diversos rituales, por lo que formaron parte de los cuerpos auxiliares
de la guerra, incluso probablemente participaron directamente en el combate, y
posiblemente estos también se encargaban de los heridos. Lamentablemente, como
hemos mencionado, las fuentes no dan muchos detalles sobre el destino de los heridos,
sabemos que los enemigos heridos de flecha eran sacrificados, pero no sabemos que
ocurría con los heridos de los ejércitos tarascos, muy posiblemente los que tenían
probabilidades de sobrevivir eran cargados a cuestas para ser curados, y los
desahuciados quedaban en el campo de batalla, pues puede inferirse que sí la guerra
ocurría en un lugar lejano, sólo algunas pertenecías eran llevadas a los familiares para
realizar las exequias, al menos en el caso de los señores, los arcos, flechas, guirnaldas
de cuero y plumajes.1765
Un último grupo de cuerpo auxiliar lo encontramos en los encargados de
mantener el orden y castigar, los guardas de los caminos. Los guardas de los caminos
eran ―personas que se ponían en los caminos del pueblo enemigo después de haber sido
atacado y saqueado para quitarle a la gente las joyas, el oro, la plata y los plumajes
obtenidos durante el saqueo y que eran para el cazonci. La gente que había realizado el
saqueo podía quedarse con las mantas, el cobre y las alhajas (probablemente las joyas
de poco valor).‖1766 Estos guardas debieron pertenecer al aparato represivo del Estado,
su tarea era mantener el orden interno dentro de los ejércitos de Curícaueri, y requisar el
botín de guerra valioso para el cazonci.
1763
RM, Segunda Parte, Cap. VIII, ff. 73v-74, Pp. 38-39.
Algunos de los trabajos que han abordado el tema y que pueden consultarse son: LEÓN, NICOLÁS.
Apuntes para la historia de la medicina en Michoacán. Edición facsimilar de la impresa en 1886. Con
estudio introductorio de Gerardo Sánchez Díaz. Morelia. Instituto de Investigaciones HistóricasUniversidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Comisión Institucional para la Conmemoración del
Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana, 2010; SEPÚLVEDA Y
HERRERA, MARÍA TERESA. La medicina entre los purépecha prehispánicos. México, Universidad
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Antropológicas, (Etnología, Serie Antropológica, núm.
94), 1988; LUNA-PÉREZ, ALBA MARÍA. Salud y enfermedad en el Michoacán del siglo XVI. Tesis
para obtener el grado de Licenciada en Historia. Asesor: Igor Cerda Farías, Morelia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2005; SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―Los saberes sobre
enfermedades y sistemas curativos entre los tarascos. Cambios y continuidades en el siglo XVI‖, en:
DOSIL MANCILLA, FRANCISCO JAVIER; SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. Continuidades y rupturas.
Una historia tensa de la ciencia en México. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto
de Investigaciones Históricas – Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Ciencias,
Morelia, 2010, Pp. 11-67.
1765
RM, Tercera Parte, Cap. VII, f. 20, P. 201.
1766
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 114. La RM
menciona: ―E tenían puestas guardas por todos los caminos y sendas y allí quitaban a la gente todo el oro
y plata y plumajes ricos, que habían tomado en el saco, y piedras preciosas, de todo el despojo y saco que
se había dado. No les dejaban llevar más de las mantas y cobre y alhajas, y todas las joyas y oro y plata y
plumajes traían al cazonçi.‖ Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200.
1764
431
27. EL ARMAMENTO PREHISPÁNICO MICHOACANO
―…el tarasco tenía cuarenta mil hombres de guerra y que las armas en que
más estribaba eran las hondas y varas tostadas arrojadizas, arcos y flechas, y
macanas, con cuchillos de navajas, porras y otras armas ofensivas, con
muchas y muy galanas rodelas y divisas de oro y plumas.‖
1767
Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e islas de la tierra firme, 1579
Un aspecto fundamental para la praxis de la violencia mortal entre seres humanos, es la
elaboración de armas que permitan infringir daño al enemigo. Existe el debate en cómo
se define un arma atendiendo criterios como la morfología, la funcionalidad, el criterio
cultural y el índice histórico,1768 aunque a grandes rasgos se puede decir que un arma
―es un artefacto que está diseñado para ofender o defender bajo diversas
circunstancias.‖1769 Parte de la dificultad de definir qué es un arma, radica en que a lo
largo de la historia se han realizado armas para cazar, de tipo simbólico y para la guerra,
o herramientas que se usaron como armas, lo que significa que no todas las armas se
facturan con un fin de ofender o defender, ―pero aquellas que sí tienen un fin en el
combate estaban diseñadas bajo diversos motivos para la aniquilación de los
oponentes‖:1770
―Cuando las diversas sociedades del mundo estructuran el diseño de sus armas, cada
una de las partes que las componen tiene siempre una función específica. Nada en el
diseño de un arma está necesariamente colocado al azar, sobre todo si sabemos que se
trata de objetos pensados y fabricados exclusivamente para la guerra. Una vez más, el
factor que determina sus trazados depende de la cultura de quienes los crean y por
1771
ende, la forma de combate está determinada por el diseño de las armas. ‖
Como todo tipo de tecnología, el origen del armamento prehispánico tiene su
desarrollo histórico; varias de las armas usadas en las postrimerías del periodo
prehispánico fueron originalmente herramientas que se usaron para diversas actividades
económicas, como la caza y la tala de madera, pensando en distintas armas arrojadizas
como arco y flecha, lanza dardos, hondas, cuchillos y hachas. Por otro lado, desde la
aparición de la guerra, fue necesaria la elaboración de artefactos ideados ya con fines
específicos para ofender y defenderse violentamente con otros seres humanos, como
porras, macanas, escudos, cascos, armaduras.1772 Lamentablemente no han sobrevivido
completamente en el registro arqueológico, muchos ejemplos de armamento usados en
las guerras por los antiguos pueblos mesoamericanos, por el tipo de material perecedero
1767
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, Pp. 282.
1768
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas. España,
Consejo superior de investigaciones científicas-Ministerio de educación y ciencia-Ediciones Polifemo,
(Anejos de Gladius), 2007, Pp. 25-27.
1769
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 91.
1770
Ídem.
1771
Ibíd., P. 20.
1772
Para el registro más antiguo de armamento prehispánico en el Occidente de México, véase
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento vislumbrados en las figuras
de guerreros del occidente de México‖, en: Gladius. Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte
militar y vida cultural en oriente y occidente. España, Consejo Superior de Investigaciones CientíficasDepartamento de Publicaciones -Instituto de Historia (CSIC)-Instituto Hoffmeyer para el estudio de las
Armas, 2007, vol. XXVII, Pp. 121-136.
432
con el que estaban manufacturados, cómo madera, fibras vegetales o partes de animales.
Lo poco que conocemos de la morfología del armamento lo sabemos gracias a los
diversos materiales arqueológicos, pictóricos y documentos escritos, que nos permiten
observar representaciones del armamento indígena durante la historia mesoamericana,
leer descripciones y al momento del contacto.
Ya hemos mencionado las dificultades de fuentes para el caso del Michoacán
prehispánico. Sobre el conocimiento del período protohistórico, las imágenes y
descripciones fueron hechas tiempo después de la conquista hispana, producto de la
obra evangelizadora cristiana, intentos de conocer el pasado de los naturales o como
obras legitimadoras con valor dentro del sistema jurídico novohispano, y que no
siempre pueden considerarse como fuentes fidedignas, o como menciona Hans
Roskamp: ―los documentos indígenas de Michoacán […] cumplen una clara de
legitimación del poder y, frecuentemente, son ―historias de bronce‖ de ciertos
asentamientos o linajes, por lo tanto, no pueden ser usados como reconstrucciones
totalmente objetivas del pasado.‖1773 Estos documentos fueron producidos por
diferentes grupos étnicos, diferente temporalidad y en diversos lugares de la Nueva
España, aun así, existen elementos para considerar que las representaciones son
cercanas a la realidad; ya que en el ámbito arqueológico no se ha encontrado este tipo de
artefactos que nos permita entender cabalmente este tipo de tecnología, dependemos de
las representaciones pictóricas y las descripciones escritas tempranas del siglo XVI.1774
La mayoría de las fuentes nos presenta el mismo panorama sobre el armamento
usado dentro del Tzintzuntzan Irechequa, se usaron armas que eran empleadas en otras
áreas del antiguo México.1775 Desde 1905, Eduard Seler había encontrado similitudes
entre el armamento tarasco y el de otras regiones de Mesoamérica. 1776 Si bien en las
1773
RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y
perspectivas de investigación‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el
presente del pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio
Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas del
Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado
editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004, Pp. 58-61.
1774
Véase Apéndice B.
1775
Aunque conocemos los nombres, tanto tarascos como nahuas, preferimos referirnos al armamento
como se consignó en el español antiguo, dado que se puede hablar que la tecnología durante el Posclásico
tardío fue muy parecida, salvo en los casos que se trate de un arma específica, adoptamos el nombre más
conocido en la literatura académica. Un ejemplo interesante sobre la similitud de armamentos lo
mencionó Nuño de Guzmán, durante la conquista de Jalisco, mencionó como los indígenas luchaban con
―sus armas heran muy buenos arcos y flechas, y rodelas de caymanes muy grandes; y lanzas y porras, y
aunque son muy recias las rodelas, no faltaron aquel día brazos para pasarlas con las lanzas, al indio, y a
ellas; traían otros rodelas de un cuero que parecía de baca, pensamos que puede ser danta…‖. ―Carta a su
Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán, en que refiere la jornada que hizo
a Mechuacan, a conquistar la provincia de los Tebles Chichimecas, que confina con Nueva España. (8 de
julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editoresDifocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, [Apéndice 1], P. 282.
1776
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖ [Traducción de Erika Kriegger;
Confrontación con el original alemán, introducción, correcciones y notas de Francisco Miranda], en:
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de
la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El
Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, P. 192. Marco Antonio Cervera
Obregón menciona que ―en nuestro recorrido de análisis del armamento mesoamericano nos hemos
topado casi con el mismo tipo de armas en toda Mesoamérica…‖; los resultados de sus observaciones los
sintetizo en varios cuadros tentativos sobre las sub-áreas mesoamericanas y períodos históricos, sin
433
láminas de la RM no se consignan algunas de las armas mesoamericanas, esto no
significa que no hayan sido usadas por los ejércitos leales al cazonci, se puede cotejar la
información con otras fuentes documentales, tales como las Relaciones Geográficas, en
las crónicas religiosas del Michoacán novohispano y en las obras lingüísticas. Antes de
iniciar el estudio del armamento prehispánico michoacano, debemos tener en cuenta que
había diferentes tipos de éste, muy variado dependiendo sí el combate era cuerpo a
cuerpo o a distancia, así como el tipo de daño que producían. Se han propuesto
diferentes formas de clasificación para los armamentos dependiendo de la postura
teórica del autor, así como por los datos recogidos, nosotros sintetizamos la propuesta
de clasificación seguida por Cervera Obregón:
Armas
Ofensivas
CLASIFICACIÓN DE ARMAMENTOS ANTIGUOS
Uso en combate
Tipo de armamento
Tipo de
combate
Cuerpo a Diseñadas para herir Cortante
cuerpo
y
matar
bajo Punzantes
diversos esquemas
Contundentes
A distancia
Arrojadizas
Defensivas Mixto
Pasivas
Activas
Ejemplos
Navajas, cuchillos, hachas
Lanzas
Macana, porra
Arco y flecha, lanza dardos,
jabalinas, honda
Están
directamente Corazas, petos, cascos, grebas,
integradas al cuerpo
etcétera.
Están en constante Escudos
movimiento
para
mantener protegido en
todo momento al
guerrero que lo sujeta
CUADRO 30. FUENTE: CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre
los mexicas, Óp. Cit., Pp. 30-31; Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 19-20 y 91-92. Elaboración propia.
Armamento de largo alcance
El armamento arrojadizo a larga distancia es de los más antiguos, debido a que desde
tiempos remotos, el ser humano prehistórico se vio en la necesidad de cazar animales
más rápidos que él, más grandes o peligrosos, por lo que era necesario mantener
distancia para alcanzar, herir y obtener la presa. Posteriormente fue usado para la
guerra; en la antigüedad la principal función del armamento a distancia era para atacar
al enemigo desde un lugar seguro, provocar bajas, debilitar y crear confusión en sus
filas, y posteriormente que entraran en combate las fuerzas de choque con armamento
cuerpo a cuerpo. El armamento arrojadizo provocó que se idearan sistemas defensivos
para proteger el cuerpo de los combatientes.1777 En las fuentes michoacanas se registró
que para el Posclásico Tardío se usaron armas arrojadizas como el arco y flecha,
lanzadardos, piedras, hondas, e incluso se mencionó la existencia de cerbatanas.
Arco y flecha
De entre las armas usadas podemos mencionar el arco y la flecha como la más
representativa de los tarascos, cargada además de un gran simbolismo. En tarasco el
embargo, las fuentes mencionan que los tarascos y los pueblos que habitaron el Tzintzuntzan Irechequa,
usaban más armas que las mencionadas en los cuadros. CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El
sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 44, cuadros en Pp. 53-55.
1777
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit.,
Pp. 31 y 130.
434
nombre del arco era canicuqua, y la flecha era pithaqua.1778 Este tipo de arma aparece
gran cantidad de veces representada en las fuentes pictográficas indígenas, y al menos
en Michoacán, fueron símbolo de autoridad, prácticamente en la mayoría de los
documentos coloniales aparece en manos de los señores indígenas. Eran utilizadas por
la mayoría de los personajes principales dentro del relato de la RM, y estaban asociadas
―al poder político, al estatus de hombre valiente, a la condición de chichimeca, al
tributo, a las ofrenda de los dioses, a la caza y la vida silvestre y, por supuesto, a la
guerra.‖1779 También era símbolo de estatus de nobleza, ya que ―los señores
chichimecas tiraban flechas, porque la gente común eran los que se daban de pedradas y
de tarronazos…‖.1780 Los tarascos eran reconocidos como expertos en su uso, pues
cuando los mexicas pidieron ayuda al cazonci para combatir contra los españoles y sus
aliados indígenas que estaban sitiando México-Tenochtitlán, los embajadores
mencionaron:
―"vosotros, los de Mechuacan, por allí vendréis y nosotros iremos por otra parte y ansí los
mataremos a todos, ¿por qué no los mataremos? Porque oímos de vosotros, los de
Mechuacan, que sois grandes flecheros, tenemos confianza en vuestros arcos y
1781
flechas.‖
En la parte histórica de la RM se mencionan un par de ejemplos de la pericia de
los chichimecas-uacúsecha como arqueros: cuando Ticátame se vio rodeado por sus
cuñados, ―armaba su arco y tiraba de dos en dos flechas y enclavaba a uno y la otra
pasaba delante de otro. Y flechó a muchos y mató los que estaban allí tendidos.‖1782 La
otra mención, es cuando Taríacuri buscó una nueva esposa por consejo de su tía y
sacerdotes, con Zurumban, señor de Taríaran. Al encontrarse Zurumban con Taríacuri,
le pidió que disparara a un pajarillo:
―Y estaba un pajarillo llamado Zenzenbo, colgado de una flor questaba chupando la miel
y viéndolo Zurunban, díjole a Taríacuri: "¡Oh, qué hermoso pajarito; señor, fléchale!
¿Cómo? ¿No eres chichimeca? Tírale". Respondió Taríacuri: "que me place. Yo le tiraré,
1783
hermano". Y puso una jara
en el arco y ya que le quería tirar, dijo Zurunban:"Mírame a
la mano y ve por él y trai hacia acá la flecha". Y como soltase, acertóle y dijo Çurunban:
"hermano, ya le acerté, ve por él". Y iba Zurunban por un herbazal y alzó la jara y el
pájaro traíale en la mano y llegando a Taríacuri le dijo: "cierto que eres chichimeca, que
este pájaro no es tan grande que, ¿era cosa de flechar por ser tan chiquito? ¿Cómo,
1784
ninguno te ha de alcanzar? No faltas ni yerras tiro y no hay quien te alcance en tirar".‖
Un último testimonio de la pericia lo proporcionó ya tardíamente Alonso de
Zorita:
―La gente de este reino dice que es robusta y de mucho trabajo y de mejor parecer que los
demás naturales de aquella tierra y que son belicosos y muy diestros de tirar flechas con
1778
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 55, 133, 270 y 434.
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 22.
1780
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. A pesar del simbolismo iconográfico y la existencia de
un encargado de guardar los arcos, no debe pensarse que esta arma era de uso exclusivo de una
determinada clase o casta, pues por varias fuentes sabemos que era de uso común, puesto que en las
Relaciones Geográficas, la mayoría menciona el uso de arcos y flechas como armas de uso común.
1781
RM, Tercera Parte, Cap. XXII, f. 42, P. 245.
1782
RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66v, P. 24.
1783
―IARA, es vna especie de saeta que se tira con la vallesta…‖ COVARRUBIAS OROZCO,
SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra I, P. 487.
1784
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 93v, P. 78.
1779
435
arcos y que a cien pasos no yerran un pequeño blanco en especial los que llaman teules
chichimecas y que muchos de ellos eran vasallos del señor de Michiuacam y que con una
flecha pasan una rodela y unas armas de algodón y que en descubriendo el ojo lo enclavan
y que cuando van a caza aunque los venados o liebres o conejos vayan a más correr lo
flechan y matan y si por alguna parte se sale alguna caza sin herir ponen una vestidura de
mujer al que se descuidó en ello dando a entender que no es hombre el que no es muy
1785
gran flechero.‖
El arco es un artefacto antiguo que usaba y usa el ser humano para la caza de
animales, y que posteriormente fue usado en la guerra. El cuerpo era elaborado a partir
de materiales elásticos como madera o bambú, y la cuerda de fibras textiles, tripas o
nervios animales. Las flechas también eran elaboradas de madera, con puntas de
diversos materiales, como líticos, metales, o huesos de animales, y plumas de aves.
Arco y flecha funcionan ―basándose en el simple principio físico de convertir la energía
muscular en energía de lanzamiento. La energía se produce tensando la cuerda del arco;
esta energía queda almacenada mientras la cuerda se mantiene en esta posición y el
arquero apunta; y se transforma en energía cinética de la flecha cuando el arquero libera
la cuerda.‖1786 Como mencionamos, no hay evidencias arqueológicas de este armamento
al haber estado elaborado con materiales perecederos, y las fuentes no detallan la
longitud de los arcos, de los cual depende en parte la potencia y alcance con la que se
pueden disparar flechas.
La representación de arcos y flechas es abundante en las fuentes coloniales
michoacanas, Roberto Martínez e Iván Valdez identifican el tamaño promedio de los
arcos representados en las láminas de la RM: tan largos como un torso humano, cortos
como el antebrazo, y de la altura del personaje. Estos investigadores agregan que ―la
cuestión es que, como en las imágenes de este tipo lo más grande suele ser lo de mayor
importancia, es difícil saber sí los objetos corresponden a sus proporciones reales.‖1787
El tamaño de arco más representado en las láminas de la RM es el del tamaño de un
torso humano, seguido de los del tamaño del personaje, y pocas veces representado
corto como el antebrazo.1788 El arco del tamaño de un torso humano es el más
representado en la RM, y probablemente corresponde al tamaño común de este tipo de
armamento en el Michoacán prehispánico. Los arcos cortos como el antebrazo están
poco representados en las láminas de la RM, y parece que su representación
correspondió más a cuestiones estilísticas que a representaciones de objetos existentes,
o sí existieron probablemente fueron ornamentales o rituales. Los arcos tan altos como
el personaje es probable que hayan existido, en las láminas de la RM siempre son
representados al lado del cazonci o el capitán general de las guerras, y si bien estos
personajes son representados más grandes que el resto, el texto menciona como se les
recriminaba a los chichimecas que cazaran todo el día en el monte, ―hechos
vagamundos, con sus arcos largos en las manos,‖1789 por lo que bien pudo tratarse de un
arco ornamental o un arco exclusivo para personajes eminentes o guerreros semiprofesionales.
1785
ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España. Edición, versión paleográfica, estudios
preliminares y apéndices de Ethelia Ruiz Medrano, Wiebke Ahrndt, José Mariano Leyva. México,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección Cien de México), 1999, T. I, Cap. XXII,
Primera parte, P. 284.
1786
Enciclopedia Salvat de ciencia y técnica. Salvat editores, España, 1985, T. II, P. 248.
1787
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖ Óp. Cit. P. 20-21.
1788
Véase Apéndice B.
1789
RM, Segunda Parte, Cap. VI, ff. 71v-72, Pp. 34-35.
436
Indígenas arqueros fueron representados en los grafitos de los conventos de San
Francisco Tzintzuntzan y Santa María Magdalena Cuitzeo, algunos portan penacho,
ropas y carcaj, otros están en posición de disparar flechas con el arco.1790 En la fachada
del convento agustino de Yuriria, edificado en la segunda mitad del siglo XVI, están
representados dos arqueros indígenas que han sido caracterizados como ―chichimecas‖
o ―guerreros de linaje indígena‖,1791 pero su representación también podría corresponder
a indígenas tarascos, que fueron la mano de obra para edificar la estructura. Ambos
portan arcos tan altos como los personajes y carcajes, taparrabos, uno de ellos tiene una
guirnalda en la cabeza; ambos están tensando los arcos en posición de disparar una
flecha, sujetando el arco con la mano izquierda, y sujetando la saeta con la derecha.
Todos estos elementos si bien pueden relacionarse con los indígenas chichimecas,
también pueden asociarse con los uacúsecha descritos en la RM.1792
Las puntas de flecha representadas en la iconografía son triangulares, alargadas,
romboidales u ojivales, y este tipo de material lítico ha sido encontrado en diversos
contextos arqueológicos michoacanos.1793 Ha existido debate sobre el uso de cobre para
hacer las puntas de las flechas, ya que no es mencionado sino después de la conquista,
cuando Nuño de Guzmán en su campaña de ―pacificación‖ y conquista de Nueva
Galicia, exigió a Tangáxoan II que hiciera ―muchas flechas y […] veinte arcos con sus
casquillos de cobre…‖1794, una vez completado el encargo de los bastimentos de armas,
el narrador de la RM nos dice que se fabricaron ―cuatrocientos arcos y doscientas
flechas de casquillos de metal, hachas y mucho número de las otras de cobre.‖1795
Gilberti registró un nombre para las puntas de flecha de metal: ―Caxquillo de saeta.
tiamu pihtaqua hucandiraqua‖.1796 La cuestión aquí seria preguntarnos si los tarascos
fabricaban sus puntas de flechas con este metal antes o después de la llegada de los
españoles, ya que en las láminas solo perecen ser de obsidiana. Los casquillos de cobre
existentes, fueron recuperados fuera de su contexto, por lo que no podemos identificar si
fueron de factura y uso prehispánico o posterior;1797 lo que sí se ha encontrado, ha sido
1790
Véase Apéndice F, figura 3.
SANTIAGO SILVA, JOSÉ DE. Yuririapúndaro. Guanajuato, Ediciones La Rana, Instituto Estatal de
la Cultura de Guanajuato, (Arquitectura de la Fe), 2006, P. 166 y 174; GONZÁLEZ LEYVA,
ALEJANDRA. Yuriria. Construcción, historia y arte de un convento agustino. México, Facultad de
Filosofía y Letras-Dirección General de Asuntos del Personal Académico-Universidad Nacional
Autónoma de México, 2008, P. 29.
1792
Véase Apéndice F, figuras 1 y 2.
1793
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖ Óp. Cit. P. 21.
1794
RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 54v, P. 270.
1795
RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 56v, P. 274.
1796
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. P. 313.
1797
Nosotros nos inclinamos a que si se usaron casquillos de cobre para la época prehispánica en
Michoacán, y probablemente se empezaron a fabricar en otras regiones de Mesoamérica, aunque
probablemente no de forma masiva. Bernal Díaz del Castillo mencionó que durante el sitio de MéxicoTenochtitlán, Hernán Cortes ―envió a decir a todos los pueblos nuestros amigos que estaban cerca de
Tezcuco que en cada pueblo hiciesen ocho mil casquillos de cobre, que fuesen buenos, según otros que
les llevaron por muestra, que eran de Castilla; y asimismo les mandó que en cada pueblo le labrasen y
desbastasen otras ocho mil saetas de una madera muy buena, que también les llevaron muestra, y les dio
de plazo ocho días para que las trajesen, así las saetas como los casquillos, a nuestro real, lo cual trajeron
para el tiempo que se los mandó, que fueron más de cincuenta mil casquillos y otras tantas mil saetas, y
los casquillos fueron mejores que los de Castilla‖, sin embargo, el mismo testimonio menciona que
llevaron muestra o ejemplo de cómo tenían que hacerse los casquillos para las ballestas. DÍAZ DEL
CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y Notas, Joaquín
Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975, Cap. CXLVII,
P. 327.
1791
437
un casquillo de oro en el entierro 2 de la yácata de Tzintzuntzan.1798 Eduad Seler
propuso que probablemente los tarascos usaban puntas ―de madera encajada‖, 1799 y que
los diferentes materiales y diseños tenían funciones distintas. Sobre este aspecto,
Cervera Obregón menciona que ―sabemos que cada punta de proyectil llevaba un diseño
adecuado para la eficiente perforación y desgarre de todo aquello que penetrara. Los
diseños de puntas adecuadas permitían una mejor penetración y sangrado al momento
de producir la herida, así también en muchos casos el diseño impedía la facilidad para
retirar la punta de la herida lo que las hacía más peligrosas.‖1800
Las flechas entre los tarascos también tenían significados religiosos, aunque por
el momento nos es imposible hacer una interpretación de los siguientes pasajes,
sabemos que los colores de los pedernales tenían diversas connotaciones, así por
ejemplo, cuando los cuñados de Ireti Ticátame quieren matarlo, él le contesta a su mujer
que le dio la noticia:
―Dijo él: "Bien está, vengan y probarán mis flechas, las que se llaman huréspondi, que
tienen los pedernales negros y las que tienen los pedernales blancos y colorados y
amarillos. Estas cuatro maneras tengo de flechas, probarán una déstas a ver a qué saben y
1801
yo también probaré sus varas con que pelean, a ver a qué saben".‖
Y en una ocasión, los señores de Curínguaro se enteraron que Taríacuri había
hecho una entrada al occidente, y había logrado capturar muchas riquezas, por lo que le
exigieron tributo, por lo que Taríacuri:
―Y hizo traer unas arcas y empezó de abrillas, las cuales estaban llenas de muchas maneras
de flechas […] y desató las flechas y sacó dellas y díjoles [a lo embajadores de Uresqua,
señor de Curínguaro]: llegaos acá y oirés lo que os dijere: mirá esta flecha que está pintada
de verde se llama Técoecha xuganda y éstas son los plumajes verdes que piden‖. Y
mostroles otra y díjoles: ―ésta, son los collares de turquesas que dice, y ésta destas plumas
blancas, es la plata que piden: y éstas destas plumas amarillas, es el oro que piden; y éstas
de las plumas coloradas son penachos colorados; y éstas son las plumas ricas, y estos
pedernales que tienen puestos son mantas. Y éstas de cuatro colores de pedernales blancos
y negros y amarillos y colorados, éstos son mantenimiento: maíz y frísoles y otras
1802
semillas.‖
Estos colores tenían un significado ritual, que después de destruirlas y
quemarlas, ya que no era lo que exigieron a Taríacuri, les dice el viejo Chánshori a sus
hijos, los señores de Curínguaro:
―Mejor fuera que no las quemaras, sino que buscáramos un cuero o carcaj y las pusiéramos
en él y se las pusiéramos a nuestro dios Vréndequavécara, porque deben tener alguna
1803
deidad estas fechas y viniera nuestro dios algunos días con ellas.‖
Francisco de Sandoval Acazitli, cacique de Tlalmanalco, mandó hacer una
relación de su participación en la Guerra del Mixtón al servicio del virrey Antonio de
Mendoza en 1541-1542. Entre uno de los episodios narrados, mencionó que los
principales indígenas de Etzatlan se entrevistaron con Antonio de Mendoza y
1798
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 21.
1799
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 192.
1800
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit.,
P. 67.
1801
RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23.
1802
RM, Segunda Parte, Cap. XIX, ff. 99-99v, Pp. 89-90.
1803
RM, Segunda Parte, Cap. XIX, f. 100, P. 91.
438
―…le dieron cinco flechas envueltas en un pellejo de venado, y le dijeron: «Aquí traemos
el engañador.» Las comenzó á desenvolver el señor visorey, y luego las hizo pedazos, y
les dijo: «¿Qué es esto que os engaña?¿Haos de favorecer, si flechásedes alguno con ellas,
y teneis por cierto que lo habeis de flechar?» Y les dijo otras muchas cosas tocantes á la
1804
santa fe católica.‖
De este testimonio cabe resaltar varios elementos, que los etzatecas creían que las
flechas eran una entidad referida como ―el engañador‖, y por la respuesta de Antonio de
Mendoza, parece que se tenía la creencia de con éstas flechas se flechaban a los
enemigos; ambos elementos están presentes en la RM.
Las flechas eran transportadas en una ―caja portátil para flechas, abierta por arriba
y con una cuerda o correa con que se colgaba del hombro‖1805, y han recibido el nombre
en español de carcaj, aljaba o goldre, mientras que en tarasco se le llamaba
angaparaqua o paratahqua.1806 El material del que estaba hecho el carcaj servía para
representar el rango, ya que los principales tenían ―su carcaj de cuero de tigre…‖.1807 La
RM menciona que los carcajes estaban divididos en cuatro apartados;1808Seler menciona
que probablemente estos cuatro compartimentos eran para disponer de mayor espacio y
diferentes tipos de munición de flechas,1809 tal vez para cazar, matar en la guerra,
capturar prisioneros o fines rituales. Al parecer el arco y el carcaj del cazonci estaba
ricamente adornado, pues Francisco Montaño dio relación que durante su expedición a
Tzintzuntzan, el vio a Tzintzincha Tangáxoan regresar de cazar en el monte, y ―llevaba
su arco en la mano, todo lleno de engastes de esmeraldas [¿turquesas?], y á las espaldas
una aljaba de oro, cuajada de pedrería, que con el sol el arco y aljaba relumbraban
mucho…‖.1810 Hernando de Alvarado Tezozómoc relató cómo unos embajadores
tarascos asistieron a la coronación de Moctezuma II, entre los regalos que dieron se
encontraban mantas, pescado ―y unos arcos con sus carcajes de flechas dorado, con cada
çien baras tiraderas en cada carcax…‖.1811 En el vecino pueblo de Ameca en Jalisco,
que tenían guerra con el Tzintzuntzan Irechequa, se menciona que ―traía cada indio, en
un carcaj de cuero de venado, cuarenta y cincuenta flechas, metido el carcaj en la
pretina q[ue] traían de cordel,‖1812 lo que nos da una idea de la capacidad de munición
que cargaba cada arquero. Es probable que este material, cuero de venado, fuera usado
por guerreros de bajo rango o los purépecha, mientras los señores usaban pieles de
1804
―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique y señor natural que fué
del pueblo de Tlalmanalco, provincia de Chalco, con el señor visorey don Antonio de Mendoza cuando
fué á la conquista y pacificación de los indios chichimecas de Xuchipila‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA,
JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa,
(Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 324.
1805
―aljaba. Del ár. hisp. alǧá„ba, y este del ár. clás. ǧa„bah. 1. f. Caja portátil para flechas, abierta por
arriba y con una cuerda o correa con que se colgaba del hombro.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA
ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. I, P. 104.
1806
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 48, 125 y 308.
1807
RM, Tercera Parte, Caps. V, XVI, ff. 16v, 30v, Pp. 194, 222.
1808
RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, f. 114v, P. 120.
1809
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit. P. 192.
1810
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap.
XX, P. 781
1811
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO DE. Crónica mexicana [Manuscrito núm. 117 de la H.
P. Kraus Collection]. Edición de Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro. España, Historia
16, (Crónicas de América), 1997, Cap. 89, P. 373.
1812
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia. México, Universidad Nacional
Autónoma de México, núm. 10, 1988, P. 38.
439
felino para sus carcajes,1813 además de que tenemos un aproximado de que cada
guerrero disponía de 40-50 a 100 municiones.
Los guerreros nobles usaban brazaletes de cuero de jaguar para protegerse del
rebote de la flecha al disparar, tal y como se muestra en varias de las láminas de la RM,
la descripción que se hace es cuando se menciona como se vestía el capitán general de
las guerras, pues se ponía un ―cuero de tigre en la muñeca, de cuatro dedos de ancho
[aproximadamente 8 cm] ‖;1814 no se menciona que los guerreros de bajo rango usaban
brazaletes de otros animales u materiales, lo que sí sabemos es que los primeros eran
muy valiosos, y fueron parte del tesoro que mandó el cazonci a Hernán Cortés: ―Veinte
brazaletes de cuero que traen los indios para tirar arcos.‖1815 Dentro de los oficios que se
mencionan en la RM para Tzintzuntzan, sabemos que se mantenía cierto control sobre la
producción y uso de estas armas, siendo ésta un arma que permitía herir a distancia, y en
manos hábiles podía resultar ser mortal. Por tal motivo, era la predilecta por los
ejércitos tarascos, y las continuas guerras provocaban la necesidad de tener un constante
suministro de flechas, de hecho, son los únicos especialistas en la producción de
armamento que se mencionan, aunque no podemos descartar la existencia de otros
especialistas:
―Había otro [diputado] llamado quanícoqua vri, diputado para hacer arcos y flechas para
las guerras, y éste lo guardaba. Y las flechas como habían menester muchas, que son de
1816
caña, la gente de la cibdad las hacía cada día.‖
Recientemente fue realizado por estudiantes de la ENAH un ejercicio de
arqueología experimental sobre el arco largo tarasco, coordinado por Dante Bernardo
Martínez Vázquez. Basándose en información inferencial y en la experiencia personal
en el tiro de arco deportivo, fabricaron un arco recurvo simple de 1.60 metros de
longitud, de madera de mezquite y la cuerda de tendón de venado. También
reprodujeron puntas de proyectil utilizando técnicas de lasqueo antiguas, de 5 a 7 cm de
longitud, y varas de flecha con longitudes de entre 35 y 40 pulgadas, y de un diámetro
de 1 o 0.5 cm. Los resultaros fueron que la penetración del proyectil varió de 2.09 cm a
3.16 cm con una herida superficial de 1.6 cm a 3.1 cm, lo que fácilmente podría
provocar daños en los órganos del tórax y hemorragias.1817 En las representaciones de
las láminas de la RM, los ataques de flecha están concentrados precisamente en el tórax:
a la altura del hígado, ambos costados bajo la axila, corazón, y espalda a la altura de los
hombros, mientras que se representó una flecha clavada a la altura de la cabeza del
costado derecho.1818 Lamentablemente no se puede calcular la distancia que tenían los
1813
Cuando se iba a investir al nuevo cazonci, se ponía las insignias de señor, entre las que se encontraba
"un carcaj de cuero de tigre con sus flechas, o de otros animales, de colores...‖. RM, Tercera Parte, Cap.
XVII, f. 33, P. 227. Cursivas nuestras.
1814
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Cursivas nuestras.
1815
―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN,
BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas,
(Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice I, P. 378.
1816
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. Gilberti registró las entradas ―Arquero que haze arcos.
canicuqua vri‖, ―Pihtaqua vri. official de flechas‖ y ―Frechero o flechero el que haze flechas. pihtaqua
vri‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 271, 133, 434.
1817
MARTÍNEZ VÁZQUEZ, DANTE BERNARDO (Coordinador de Proyecto). ―El arco y la flecha en
la cultura purépecha y la región de la gran chichimeca. Una comparación histórica‖, s. f.. Texto en línea
en:
https://www.academia.edu/21746438/_EL_ARCO_Y_LA_FLECHA_EN_LA_CULTURA_PUREPECH
A_Y_LA_REGION_DE_LA_GRAN_CHICHIMECA_ (Consultado 19 de febrero de 2018).
1818
RM, láminas V, VII, XX, XXII, XXIII, XXVII, XXXIV.
440
arcos tarascos, aunque en la relación geográfica del pueblo de Ameca, se dice que los
ejércitos se ponían a una distancia de ―cuarenta o cincuenta p[as]os los unos de los
otros, y allí se flechaban…‖1819, cada paso equivaldría aproximadamente a 0.75 metros,
es decir, una distancia entre 30 y 37.5 metros, lo que nos da una idea de la distancia que
podría ser lanzada la flecha y otras armas arrojadizas. Arqueológicamente, Macías
Goytia encontró en Tres Cerritos un esqueleto con un fragmento triangular incrustado
en las costillas, y Grégory Pereira reanalizó un cráneo con un pedazo de obsidiana en la
mandíbula.1820
Bandelier mencionó en 1877 que ―los mexicanos no usaban flechas envenenadas‖
y que ―no hay indicios de flechas envenenadas al norte del istmo de Darién‖1821 Otros
autores han seguido esta opinión a partir de que varios cronistas mencionaron que en
Mesoamérica no usaban flechas envenenadas; en la Relación Geográfica de Tancítaro
por ejemplo, se dice que a los indígenas ―fueles preguntado con qué armas peleaban en
aquel tiempo, y dijeron que con arcos y flechas y rodelas, y que no se usaba yerba entre
ellos‖.1822 Empero, Guilhem Olivier ha puesto en tela de juicio esta afirmación, ha
notado que hay algunas referencias al uso de veneno en flechas en la huasteca, la
mixteca, y durante la conquista de México, así como referencias en los vocabularios y a
una lagartija llamada teque o chacon, de donde extraían veneno para flechas. Hay
referencias etnográficas chontales y lacandonas sobre el uso de venenos, y Olivier
menciona que ―sobre este mismo tema, los testimonios se vuelven más abundantes para
las zonas septentrionales‖, lo cual es sintomático para el Occidente de Mesoamérica y
sus contactos con los pueblos norteños.1823
Lanzadardos o átlatl
Otra arma muy importante en Mesoamérica fue el lanzadardos, propulsor o átlatl, que
también fue de uso común desde tiempos antiguos alrededor del mundo, primero para la
caza y después para la guerra. En tarasco estas armas fueron nombradas de diferentes
maneras, Gilberti registró las entradas ―Auinto para tirar. tsipahqui‖, mientras que a los
proyectiles los nombró como ―Dardo. pihtaqua tsicxtaqua‖; otras palabras son
―Panguindeni. arrojar cañas, o varas, dardeando‖ y ―Panguindequa. aquel dardo, o vara
que arrojan assi‖;1824 quizás estas últimas eran más parecidas a jabalinas o venablos;
―Venablo de montero. tiamu tsiriquarequa‖, ―Vara. pirimu‖, ―Vara para hostigar.
pirimu cuiczcuicz ahcuhperaqua‖, ―Palo para asetear o picota. chuhcari
horetahperaqua‖, ―Harpon. tiuamu tsiriquarequa quenchendi‖, y el nombre del oficio
1819
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579]‖, en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38.
1820
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 23.
1821
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, en: MORGAN, LEWIS H.; BANDELIER, ADOLPH F.. México antiguo [antología].
Prólogo y edición de Jaime Labastida; traducción de Stella Mastrangelo y Josefina Anaya. 2ª edición,
México, Siglo XXI editores-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes, 2004, Pp. 65 y nota a pie, núm. 41, P. 91.
1822
MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 296.
1823
OLIVIER, GUILHEM. Cacería, sacrificio y poder en Mesoamérica: Tras las huellas de Mixcóatl,
―Serpiente de Nube‖. México, Fondo de Cultura Económica-Universidad Nacional Autónoma de MéxicoFideicomiso Felipe Teixidor y Montserrat Alfau de Teixidor-Centro de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos, (Sección de Obras de Antropología), 2015, Pp. 82-85.
1824
Ibíd., Pp. 260, 346 y 123.
441
para hacer aventadores, ―Vehpongariqua vri. official de auentadores‖.1825 El nombre
más común de esta arma en las fuentes del México antiguo es átlatl.
Esta arma ―consiste en una delgada tira de madera con una agarradera en un
extremo y un gancho en el extremo opuesto. En muchos casos tiene una acanaladura
longitudinal para colocar el dardo o jabalina. Este sencillo instrumento permitió al
cazador o guerrero aumentar considerablemente la distancia del disparo, más allá del
punto que alcanzaría si se tirara solamente con la mano. Por esa razón el lanza dardos se
convirtió en un arma popular, siendo extensamente usado en el continente
norteamericano y otras regiones.‖1826 En Mesoamérica se han encontrado varios
ejemplares en el registro arqueológico, así como en la iconografía, con ambas
evidencias se sabe que algunos ejemplares fueron adornados con plumas, labrados y
pintados, así como recubiertos con láminas de oro, y qué además de su uso instrumental,
también estuvo asociado a la religión y a la clase gobernante, pues algunas deidades y
personajes preeminentes son representados portándolos. Para el Occidente de
Mesoamérica, una de las evidencias más antiguas corresponde a una figura de cerámica
de Colima, perteneciente a la tradición de las tumbas de tiro, entre el 200 a. de. n. e. y
400/500 de .n .e., que ―representa un cazador cuya cabeza está completamente cubierta
por una efigie de pato. En su mano derecha sostiene un lanzadardos (átlatl), y en la
derecha varios proyectiles.‖1827 De hecho, gracias a la migración de patos desde Canadá
a las cuencas del Occidente de Mesoamérica, entre los habitantes de estas regiones
pervivió la caza de aves acuáticas con lanzadardos a principios del siglo XX, hasta que
la desecación de las cuencas dio fin a dicha práctica.1828
De esta época procede un ejemplar de lanzadardos resguardado en el Southwest
Museum, que compró el sr. Donald B. Cordry en la isla de Jarácuaro en 1942. ―Está
hecho de madera dura, todo de una sola pieza, y tiene dos orificios para insertar los
dedos y asegurar el tino del tirador. Su longitud es de 57.47 cm y está burdamente
trabajado, sin decoración. En el extremo opuesto a la agarradera hay una proyección en
forma de gancho, mientras que dentro de la acanaladura un pequeño remate se extiende
para sostener la flecha. Esta última es hecha de una vara de junco que termina en un
taco de madera, [de una longitud de 3.07 m,] en la cual se insertan tres picos de hierro
atados con cuerda. Los picos se encuentran limados para formar una púa, con lo que se
tiene el efecto de un arpón.‖1829 Si bien la distancia temporal entre este ejemplar y
nuestro periodo de estudio es considerable, nos permite darnos una idea de que a pesar
del cambio tecnológico (el empleo de púas de hierro), la caza de aves acuáticas con
lanzadardos fue una actividad económica recurrente entre los habitantes de los lagos del
país tarasco y sus vecinos. En el registro arqueológico de Michoacán, se han encontrado
1825
Ibíd., Pp. 618, 616, 526, 448 y 191.
WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, en: WINNING, HASSO VON.
Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams
y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco,
(Colección Occidente), 1996, P. 403.
1827
WINNING, HASSO VON. ―Un cazador de patos del Occidente de México‖, en: WINNING, HASSO
VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo
Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de
Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 411. Véase Apéndice F, figura 4.
1828
Ídem.
1829
WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, Óp. Cit., P. 405. Véase
Apéndice F, figuras 5 y 6.
1826
442
pesas de átlatl en una tumba de Tingambato,1830 y Macías Goytia encontró en un
entierro de Huandacareo una ―pesa de atlatl con forma de herradura con dos
perforaciones‖, de 2 cm de ancho y 3 cm de alto, fabricado con granito recortado y
perforado, pero podría tratarse de un artefacto anterior a la época tarasca.1831 En el
mismo sitio de encontró una concha fragmentada donde podría estar representado un
personaje que porta un átlatl.1832
La RM menciona varias veces el uso del plumaje de patos como adornos, que
―había otro diputado sobre toda la caza de patos y codornices llamado curú hapindi, éste
recogía todas estas dichas aves para los sacrificios de la diosa Xarátanga, que se
sacrificaban en sus fiestas, y después toda esta caza comía el cazonçi con los
señores.‖1833 En 1579 el corregidor de Cuiseo de la laguna, Pedro Gutiérrez de Cuevas,
mencionó como en el lago de Cuitzeo, ―por el mes de d[i]c[ciembr]e hay tanta suma de
patos reales, y cercetas y garzas y alcatraces, que no tienen número; y los naturales
entran de noche en sus barquillas, calderillas, a coger las d[ic]has aves, y ellas se vienen
a la claridad y los naturales las matan con arco y flecha: y es de tal manera y tantas las
q[ue] matan, q[ue] traen a los mercados tanta cantidad, que es cosa de espanto.
Especialm[en]te, lo q[ue] más cazan son patos.‖1834 En 1643 Alonso de la Rea dejó
consignado en su crónica la caza de patos en la ciénega de Zacapu, 1835 y en 1925 se
registró como los habitantes de la cuenca de Pátzcuaro cazaban patos con lanzadardos
con flechas con longitudes de entre 9 y 11 pies (2.7 y 3.3 m), hasta en 500 canoas entre
los últimos días de octubre y antes del día de muertos el 2 de noviembre.1836
La arqueología experimental del lanzadardos mesoamericano o átlatl, ha dado
datos muy interesantes, se ha logrado atravesar láminas parecidas a la carrocería de un
automóvil, y un lanzador experimentado ha logrado lanzar un dardo a más de 200 m de
distancia, lo que nos da una idea del daño que pudo haber provocado este tipo de
armamento.1837 Las referencias al uso del lanzadardos en el territorio michoacano son
breves y son mencionadas como armas para la guerra, pero no se proporcionan más
datos sobre su uso en combate: en la Relación Geográfica de Alimanzi, Cuzcaquautla y
Epatlán, en la costa michoacana, se mencionó como ―la gente común, [llevaban] sus
1830
VALDES HERRARA, ALEJANDRO; CASTAÑÓN SUÁREZ, MUJAELY A.; GONZÁLEZ
GONZÁLEZ LISSANDRA. ―Marine shells and green-blue stones as a funerary objects from Tomb II,
Tingambato Michoacán‖, en:
http://www.academia.edu/32304017/Marine_shells_and_greenblue_stones_as_funerary_objects_from_Tomb_II_Tingambato_Michoacan (Consultado 15 de agosto de
2018).
1831
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios, tribunal. México, Instituto
Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección científica
núm. 222), 1990, P. 112.
1832
Véase Apéndice F, figura 7.
1833
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7, P. 177.
1834
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 88. Corchetes
originales, cursivas nuestras.
1835
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden de N. Seráfico P. S. Francisco, Provincia de S. Pedro y
S. Pablo de Mechoacan en la Nueva España. Edición y estudio introductorio de Patricia Escandón.
Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Clásicos), 1996, Lib. I, Cap. I, P.
68.
1836
WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, Óp. Cit., P. 405.
1837
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 121.
443
arcos y flechas, y los principales, sus varas tostadas arrojadizas…‖,1838 de esta forma se
refirió Diego Durán al armamento michoacano que usaron para enfrentarse con los
mexicas, ―varas tostadas arrojadizas‖,1839 mientras que en otras relaciones geográficas
se hace alusión a ―medias lanzas de palo agudas‖, ―medias lanzas arrojadas con agudas
puntas‖ y ―dardos‖,1840 aunque también pudo tratarse de lanzas arrojadizas o jabalinas.
Nótese cómo los habitantes nahuas de la costa michoacana, el átlatl era un arma
asociada a los principales, igual que en otras áreas del mundo mesoamericano que se
jactaron de ser toltecas, mientras el arco era asociado a la gente común. De acuerdo al
relato de la RM, cuando Ticátame supo que sus cuñados iban a matarlo
―Dijo él "Bien está, vengan y probarán mis flechas, las que se llaman huréspondi, que
tienen los pedernales negros y las que tienen los pedernales blancos y colorados y
amarillos. Estas cuatro maneras tengo de flechas, probarán una déstas a ver a qué saben y
yo también probaré sus varas con que pelean, a ver a qué saben". […] Y ellos
arremetieron todos a una y enclavábanle con aquellas varas y sacáronle de su casa
arrastrando, muerto; y pusieron fuego a su casa y quemáronle la casa, quel humo que
andaba dentro había cerrado la entrada. Y tomaron a Curícaueri y lleváronselo y fuéronse.
Y no estaba allí Sicuýrancha, que había subido al monte a cazar. Y como vino su mujer y
vido el fuego, empezó a dar gritos y andaba alrededor de los que estaban allí muertos, y
vido a su marido questaba en el portal, verdinegro de las heridas que le habían dado con
1841
las varas.‖
Entre líneas se pueden ver dos discursos diferentes reflejados en el uso a las
armas arrojadizas. Para los chichimeca-uacúsecha, el arco y flecha es símbolo de poder
de los señores, mientras el lanzadardos es pocas veces mencionado; para los nahuas de
la costa y los señoríos prototarascos de Zacapu, el lanzadardos fue preferido sobre el
arco y flecha, quizás no reivindicándose como chichimecas.
Piedras y hondas
En los ejércitos del cazonci también se usaban piedras y hondas, este armamento es
mencionado en varias fuentes,1842 lamentablemente no contamos con los elementos para
reconstruir su descripción, aunque muy probablemente fuera similar a la usadas en otras
áreas de Mesoamérica.1843 En lengua tarasca la honda era conocida como
vimbinbataqua o vimbinbetaqua, los honderos eran nombrados como vimbinbetari.1844
1838
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO,
SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 148.
1839
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, Pp. 282.
1840
FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 386 y 398; [DE
MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio de
Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, P. 20. Todas las referencias a
esta RG de Tiripetío las tomamos de esta edición, a menos que se indique lo contrario.
1841
RM, Segunda Parte, Cap. III, ff. 66, Pp. 23-24.
1842
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579]; FLORES,
GERÓNIMO. [Tamazula] ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 37 y 398; [MONTES DE
OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 20.
1843
OBERG K., JORGE. ―La honda: una antigua arma mexicana‖, en: México desconocido, Editorial
Jilguero, 1986, noviembre, núm. 117, Pp. 17-19.
1844
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 194 y 457.
444
La honda es un arma muy antigua usada para la caza y la guerra, fue de uso común en
varias partes del mundo antiguo y requiere mucha pericia y práctica para su uso. Ya
mencionamos que en la sociedad tarasca, ―los señores chichimecas tiraban flechas,
porque la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos…‖.1845
Aunque también podían servir como arma auxiliar, pues durante las batallas, ―en
faltándoles la munición de sus flechas y varas, se apedreaban y matábanse en
cantidad.‖1846 La honda se componía de un mecate no estirable, con una canastilla o red
al centro donde apoyar el proyectil. En varias regiones de México se hacía y hace de
ixtle de maguey, se trenzaban dos tramos para encontrarse en el centro de la honda,
donde se colocaba el proyectil, y en un extremo del trenzado se dejaba un dedal. 1847 Se
colocaba el proyectil y se le daba vueltas para que al soltar el dedo del dedal, la fuerza
centrífuga permitiera lanzar el proyectil con fuerza y a una distancia considerable,1848
alrededor de 100 metros.1849 Los proyectiles debían ser piedras sin cantos para impedir
que se atoraran en las fibras del material, y probablemente en la batalla los honderos
llevaban bolsas pequeñas o morrales llenos de piedras especiales para tener munición a
la mano. Sólo hemos encontrado dos referencias, pero una parece ser copia y
reinterpretación de la otra, donde se habla de un enfrentamiento donde se usaron
hondas, aunque lo más probable es que, sí existió un conflicto real y se haya hecho
referencia a un acontecimiento histórico real, se haya tratado de un enfrentamiento entre
campesinos por linderos de tierras, y no es posible determinar sí fue en tiempos
prehispánicos y coloniales, pero se consignó el hecho. En ―Título del pueblo de
Tócuaro‖, cuya fecha consignada es 7 de Agosto de 1615, se menciona que: el ―Rey
TziUangua‖ rey de Tócuaro:
―tuvo tres hijos el uno llamado Dn. Francisco Tzintzicha y el otro Tzitris jopandaguare, el
otro Tariacari y estos tres pasaron por canoa y se desembarcaron para el monte que llaman
del panal á juntar leña, y estos que la fueron á juntar eran aquellos valientes que estos tres
reyes tenían en su compañía y salieron á la defensa de este monte y de la leña que
llevavan, los otros valientes que estavan en el pueblo de Pareo á esto vinieron los reyes
Dn. Francisco Tzintzicha y Tzitris jopandacuare, Tariacuri los tres hermanos y pasaron en
el puesto donde llaman Huinguintzequaro y entonces llegaron los valientes con la leña y
tras ellos los otros valientes de Pareo defensores del monte y leña á quererlos matar. Y
entonces se amotinaron los dichos Reyes tres hermanos y con jondas comenzaron á
tirarles á los valientes defensores de la leña y los mataron, por lo cual no quedaron en
1850
dicho pueblo de Pareo más de tres personas…‖
Mientras que en los ―Títulos primordiales de Jarácuaro‖, cuya copia contiene la
fecha de 20 de marzo de 1825, se menciona una versión distinta del relato:
―Entonces fueron los dichos tres hijos del Rey al puesto llamado Tinguntzicuaro, a donde
llegaron los valientes venturosos con la leña, corriéndolos los valientes de Pareo para
matarlos y quitarles la leña. Y entonces se levantaron los dichos tres hijos del Rey y
1845
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38.
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO,
SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 148.
1847
Véase Apéndice F, figuras 8 y 9.
1848
OBERG K., JORGE. ―La honda: una antigua arma mexicana‖, Óp. Cit., Pp. 17-19.
1849
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas... Óp. Cit., P. 105.
1850
LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte.
Etnografía pos-cortesiana y actual‖, en: Anales del Museo Nacional de México. Segunda época. México,
Imprenta del Museo Nacional, T. III, 1906, P. 406.
1846
445
embrazando las [h]ondas en defensa de sus vasallos, apenas quedaron algunos de los de
1851
Pareo.‖
Un testimonio muy interesante proporcionado por Nuño de Guzmán durante la
conquista de la Nueva Galicia, puede dar una idea del daño que podían provocar las
hondas; después de un rencuentro ―…de una piedra de honda sobre las armas que acá se
traen, que son las más de algodón [ichcahuipilli], hundieron las costillas de uno a
caballo…‖,1852 de aquí se desprende que las armaduras de algodón no protegían de
impactos contundentes de proyectiles, y que este tipo de defensa corporal siguió siendo
usada por los europeos durante las décadas siguientes en las campañas de conquista del
norte de la Nueva España.
Cerbatanas
La cerbatana es un ―cañuto en que se introducen bodoques ú otras cosas, para
despedirlas ó hacerlas salir impetuosamente después, soplando con violencia por una de
sus extremidades.‖1853 En el DGLM se mencionan las entradas ―Tirar, con zebretana.
Puuandani‖, ―Zebratana. Puhuandaqua‖ y ―Zebratana tirar. Puhuandani‖.1854 Hernán
Cortés mencionó que Moctezuma II le dio diversos presentes, entre los que se
encontraban ―una docena de cerbatanas de las con que él tiraba, que tampoco no sabré
decir a vuestra alteza su perfección, porque eran todas pintadas de muy excelentes
pinturas y perfectos matices, en que había figuradas muchas maneras de avecicas y
animales y árboles y flores y otras diversas cosas, y tenían los brocales y puntería tan
grandes como un geme de oro, y en el medio otro tanto muy labrado.‖1855 Hasta donde
nuestras pesquisas lo han permitido, no hemos encontrado ninguna referencia
documental del uso de cerbatanas en el Tzintzuntzan Irechequa, y aunque en el DGLM
se haya registrado la palabra para denominarlas, no la encontramos en Gilberti, por lo
que su uso en Michoacán pudo haber sido ya durante la época colonial, aunque no
puede descartarse su uso prehispánico en el territorio Michoacano. Es significativo que
Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, al escribir sobre los chichimecas, mencionó que ―sus
armas, [eran] arco y flecha: también usaban de cervatanas los Señores para ir á caza, y
ellos las inventaron.‖1856 Podría desprenderse entonces que las cerbatanas eran
marcadores de estatus y no de uso bélico.
Armamento de corto alcance
El armamento de corto alcance o cuerpo a cuerpo, son los artefactos ideados para
infligir daño a otros, desde una corta distancia; su uso determinaba en gran medida el
1851
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro],
en: Montaña. Revista bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas, Enero-Febrero, 1970, núm. 1, P.
31.
1852
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 273. Corchetes
nuestros.
1853
Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Espasa-Calpe, Madrid, Edición Coleccionista
[de la edición de 1908-1930], T. XII, 1993, P. 1192.
1854
DGLM, T. I, Pp. 674 y 703.
1855
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá, 8ª Edición, México,
Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 7), 1975, [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], P.
61.
1856
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia de los señores chichimecas,
hasta la venida de los españoles. Primera relación‖]. Publicadas y anotadas por Alfredo Chavero. México,
Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, T. I, P. 75.
446
desenlace de las batallas en la antigüedad, y generalmente se requirieron de habilidades
para ofender y defenderse, ya que el adversario también puede hacer uso de este tipo de
armamento. El armamento a corto alcance probablemente tuvo su origen en las
herramientas usadas para varias faenas, como hachas, martillo y enceres de cultivo, y
con el paso de tiempo se elaboraron artefacto cuyo fin específico fue el de usarse para la
guerra, como lo fueron porras, macanas, bastones de madera con navajas de obsidiana,
cuchillos y lanzas. El armamento cuerpo a cuerpo también provocó que se ideara
armamento defensivo para proteger el cuerpo de los combatientes, como armaduras de
algodón y escudos de fibras vegetales, ya que el daño que se podía ocasionar era golpear
fuertemente, punzar, cortar o desgarrar al adversario.
Armas contundentes
Mazos, porras y macanas
Este tipo de armamento contundente fue muy antiguo en Mesoamérica, siendo
representado en Tres Zapotes desde la época de los olmecas arqueológicos. También
aparecieron en el arte maya del Clásico y en el Altiplano Central durante el Posclásico.
En el Occidente de Mesoamérica, también fueron representados estos objetos desde el
Preclásico, en las figurillas que han sobrevivido de la cultura de las tumbas de tiro y en
la cultura Ixtlán. Este tipo de armamento se dividió en dos tipos: las elaboradas con un
mástil de madera y rematadas con un cabezal de piedra engastonado para aumentar el
daño contundente, y las conformadas por un mástil de madera pero rematado con una
parte esférica que fungía como talón contundente, y que se ha denominado como ―maza
con cabezal esférico‖.1857 Ambos tipos de porra son mencionados para el caso tarasco.
Las porras y macanas fueron el tipo de armamento, junto al arco y flecha, más
registrado en las fuentes tarascas, era un arma más accesible y que podía usar la ―gente
baja‖ o ―gente común‖, ya que estaban hechas de madera, que bien pudo ser una rama
de árbol usada como arma.1858 Gilberti registró las entradas ―Porra para aporrear. huas
cupuntsiti‖, ―Varipeti. aporreador‖, ―Varirahpeni. mandar dar, o aporrear a otros‖.1859
Dentro de la iconografía mostrada en la RM, se muestran diversos tipos de porra,
Roberto Martínez e Iván Valdez identifican porras de ajusticiamiento o sacrificio, con
cabeza, y con gancho,1860 aunque las diversas referencias escritas muestran una variedad
mayor de armamento contundente. La porra de ajusticiamiento o sacrificio aparece en
1857
GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El estudio técnico militar de las mazas de batalla del
Posclásico en México‖, en: Arqueología. Revista de la Coordinación Nacional de Arqueología. Segunda
época. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, mayo-agosto, 2009, núm. 41, Pp. 94-105.
1858
En la RG de Cuiseo de la laguna se mencionó que para pelear usaban ―porras de palo‖, en la RG de
Sirándaro se mencionaron ―porras‖, en la RG de Xiquilpan se mencionó que usaban ―palos‖, mientras que
en la RG de Tiripetío se mencionó que usaban ―macana‖ para ir a la guerra.‖ GUTIÉRREZ DE
CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579]; CORIA, HERNANDO DE.
―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580]; MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE.
―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones
geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 84, 426, 433. [MONTES DE OCA, PEDRO DE]
Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 20. La descripción antigua en castellano de estas
armas es la siguiente: ―PORRA, vn baston por la parte de la manija recogido, y por el cabo gruesso. Y
dixole assi por tener la forma del puerro. Con estas porras peleauan antiguamente, y para mayor fortaleza
las guarnecían con hierro y puas. De aqui se dixo Porrazo y Aporrear, y aporreado.‖ COVARRUBIAS
OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra P., P. 593.
1859
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 546 184.
1860
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 23.
447
estos contextos, aunque no era el único tipo de porra usada para este propósito: era ―una
porra mucho más masiva en su extremo superior que generalmente aparece en contextos
de asesinato o ejecución por desnucamiento…‖,1861 parece que era un pedazo de madera
de encina largo para provocar un gran daño contundente. En todas las representaciones,
aparece siendo usada a dos manos, y aunque probablemente fuera usada en combate,1862
por su tamaño y dificultad de maniobrabilidad, parece que su uso no fue en combate,
sino que estaba diseñada para proporcionar una muerte rápida a las víctimas en
situaciones controladas, como en lo ajusticiamientos y sacrificios. Objetos de este tipo
pero de menor tamaño para ser usado a una mano, son representados en un contexto de
combate en las láminas XXXII y XXXIII de la RM.
El tipo de porra más representado en las láminas de la RM, corresponde a un
objeto oblongo con forma de palo, rematado con una cabeza para provocar daño
contundente (de tipo ―maza con cabezal esférico‖). Todo parece indicar que estas porras
también estaban hechas de madera de encina, había varios tamaños y con diferentes
tipos de remate. En Ajuchitlán se mencionó que peleaban ―con porras del tamaño de
vara de medir [83 cm]‖,1863 y en Jiquilpan se registró que en la época prehispánica, los
indígenas tenían como armamento ―unos palos del tamaño de una vara de medir [83 cm]
y, en la punta, en la punta dél, ponían una piedra agujerada por medio, y con ella
peleaban…‖;1864 en el pueblo vecino de Teucaltiche, que mantenía guerra con los
tarascos, la descripción de las macanas es similar, ya que para luchar usaban
―…macanas, que son una piedra redonda metida en un palo de una vara, con
fiador…‖;1865 mientras que en la lámina XXXIV de la RM, se representa un mazo del
tamaño de un torso humano incluyendo las piernas y usado a dos manos. En el Centro
de México las porras o mazos fueron conocidas con el nombre de quauhololli, están
representados en varios documentos pictográficos, con morfología similar a la de las
láminas de la RM; en algunas de estas representaciones, aparecen con un lazo en la
parte inferior, cuya función era para que el guerrero no perdiera la porra durante el
combate, amarrando el lazo en la muñeca.1866
Parece ser que las porras largas como una vara de medir fueron las más comunes,
y podían ser usadas a una mano, dejando libre la otra para embrazar un escudo, es
probable que al momento de facturar la porra se dejara un remate del mismo cuerpo de
madera para la cabeza, siendo un diseño sencillo de elaborar. Los objetos engastonados
con contrapeso para aumentar la efectividad contundente fueron diversos, ya
mencionamos las cabezas de piedra, descritas como una ―piedra agujerada por medio‖;
Gilberti nombró estos objetos como ―manzana‖, al hablar de este tipo de porras:
―tsiriquarequa cupuhtsitio, como la espada: que tiene mançana que llaman
cupuhtsiqua‖; el DGLM menciona ―Cupuhtsita. La mançana de espada v bordon‖ y
1861
Ídem.
En la RG de Tuchpan se menciona que peleaban con ―porras de palo gruesas‖, FLORES,
GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 392 y 398.
1863
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Información entre
corchetes nuestra.
1864
MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de
1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 413.
1865
GALLEGOS, HERNANDO DE. ―Relación del pueblo de Teucaltiche [30 de diciembre de 1584]‖,
en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 306.
1866
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit.,
P. 139.
1862
448
―Cupuhtsini, cumbuhtsini. Tener lobanillo en la cabeça, o mançana en el bordon‖.1867
Este tipo de objetos han sido encontrados en territorio michoacano: A finales del siglo
XIX, Francisco Plancarte encontró varias cabezas de porra en Jacona, que pudieron
haber sido elaboradas durante la época de ocupación tarasca;1868 en 1944 Eduardo
Noguera publicó un opúsculo sobre objetos hallados y exploraciones del sitio ―El
Otero‖ cerca de Jiquilpan, donde se localizaron 2 ―dos puntas de macana de piedra, con
acanaladuras y estrías‖;1869 en la cuenca de Zacapu, se encontró un sólo ejemplar de una
estructura funeraria del complejo Lupe, similar a las piezas de Jiquilpan,
―el material de fabricación es gris verdoso. Su forma es tubular, compuesta por tres bandas de
punzones cuyo filo es de forma trapezoidal; las hojas son de sección triangular y filos
1870
redondeados. El acabado se hizo mediante picoteado, abrasión y pulido.‖
Una fotografía de un objeto descrito como ―instrumento tallado en piedra‖ hallado
en Tierra Caliente, puede ser identificado como una punta de macana.1871 La RM
menciona otro tipo de porras, cuya mención es sumamente interesante, se dice que
―otros [guerreros], en las cabezas de aquellas porras, ponían muchas puyas de cobre,
agudas‖;1872 puyas de cobre han sido encontradas en el contexto arqueológico en
Huandacareo, de 15 cm de alto y 2.5 cm de diámetro,1873 quizás puyas similares fueron
usadas para este tipo de porras para aumentar el daño contundente.
A finales del siglo XVIII y principios, el pastor criollo Juan José Pastor Morales
(1770-1838), era dueño de las haciendas El Potrero, El Cuatro, Tecacho (región de
Huaniqueo) y Bellas Fuentes (región de Zacapu), en el norte de Michoacán. En 1805 el
pastor Morales le enseñó a Benito María Moxó y de Francolí, religioso benedictino
catalán, un documento pictográfico de tela de maguey y de dos palmos de ancho y tres
de largo. Ese documento, ahora desaparecido, fue analizado por Benito María Moxó y
sirvió de fuente para interpretar algunos objetos arqueológicos encontrados en la
hacienda de Bellas Fuentes.1874 Benito María de Moxó, se declaró como poseedor de
una ―macana‖ tarasca de cobre:
―En una escavación que se hizo en el mes de Enero del año próximo pasado de 1804 en el
mismo cerro y en el propio lugar en que había sido enterrado Tzecanda, se encontraron
varias armas, de que usaban en otro tiempo los Indios Tarascos; las que probablemente
habian metido allí con el cadáver de aquel ilustre guerrero, conforme al estilo inmemorial,
no solo de los Indios de nueva España y del Perú, sino tambien de casi todas las naciones
1867
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 214; DGLM, T. II, P. 113.
ESPEJEL CARBAJAL, CLUADIA. Comunicación personal.
1869
NOGUERA, EDUARDO. ―Exploraciones en Jiquilpan‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA
(Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del
museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías,
Serie Arqueología), 1993, P. 346 y foto en 358.
1870
ARNAULD, CHARLOTTE, CAROT, PATRICIA, FAUVET-BERTHELOT, MARIE-FRANCE.
Arqueología de las Lomas en la cuenca lacustre de Zacapu, Michoacán, México. México, Centro de
Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Cuadernos de estudios michoacanos, núm. 5), 1993, P. 192.
1871
FERNÁNDEZ-VILLANUEVA MEDINA, EUGENIA. ―La provincia arqueológica de Apatzingán 60
años después‖, en: ZÁRATE HERNÁNDEZ, JOSÉ EDUARDO (Coordinación editorial); BLANCO
FUENTES, CARLOS (Fotografía). La Tierra Caliente de Michoacán. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, 2001, P. 68. Véase Apéndice F, figuras 10, 11 y 12.
1872
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
1873
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios, tribunal, Óp. Cit., Pp. 133 y 136.
Véase Apéndice F, figura 13.
1874 1874
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los
títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS
Publications vol. 72), 1998, Pp. 39-44.
1868
449
del antiguo y nuevo continente, como lo vemos verificado todos los dias en los sepulcros
que se van abriendo de los Griegos, de los Romanos, de los Arabes, de los Españoles, de
los Galos, Jermanos, Tartaros, y otros.
De las espresadas armas poseo yo una, que miro, segun se merece, como un monumento
sumamente apreciable. Es una macana de cobre muy fino y terso, que suspendida de una
hebra, da un sonido delicioso al choque de algun cuerpo duro. Parece á primera vista
cobre vírjen y así lo creia yo, hasta que el apartador de este Reino, despues de haberla
detenidamente reconocido me aseguró, que el metal había sido fundido; aunque no dejaba
de admirarse mucho, y apénas alcanzaba, como algunos hombres faltos de instrucción y
de conocimiento en el arte de la minerlojía, hubiesen podido ejecutar con tanto primor y
acierto una operación tan en estremo delicada.
No puedo omitir aquí una reflexcion que me parece muy oportuna. El eruditísimo P.
Pichardo, individuo de la respetable congregación del Oratorio de esta ciudad, y uno de
los sujetos mas beneméritos de las antigüedades Mejicanas, era de dictámen, que estos
Indios habian llegado á descubrir el arte de dar al cobre un temple y punto semejante al
del acero. La inspección y prolijo exámen, que los dos hemos hecho de la mencionada
macana en compañía del sabio botánico y naturalista Don Vicente Cervántes, puede
haberle desengañado. Su cobre es dúctil, y no tiene la fineza, no digo de nuestras armas
cortantes, pero ni aun la de las que se hallan diariamente en el Perú en las principales
huacas de los Incas. Sin embargo, esta macana pertenecé á un gran jeneral: quiero decir á
Tzecanda; y es en sumo grado verosímil, que le servia primitivamente en los duros lances
de las batallas. Pregunto pues, ¿si los Indios Tarascos hubiesen sabido, como suponia el P.
Pichardo, templar debidamente los metales, hubieran dejado de usar de este precioso
conocimiento en la fábrica de las armas, en las que era tan necesario para darle mayor
dureza, y mejor filo y corte? ¿Sobre todo, su famoso e intrépido jeneral, esto es,
Tezecanda, héroe nacido para la guerra, y animado del noble fuego y entusiasmo de las
conquistas; en una palabra, el Aquiles de los Indios Tarascos, hubiera omitido servirse de
una ventaja tan apreciable, y que por sí sola bastaba para decidir á su favor la suerte
dudosa de los combates? Cosa es esta, que no parece en manera alguna creible. […] En
cuanto á la metalurjía y mineralojía, aunque nada dice con claridad nuestro lienzo, sin
embargo las armas, que como hemos referido, se sacaron el años próximo pasado del
cerro del entierro de Tzecanda, singularmente la hermosa macana de cobre que yo poseo,
1875
demuestran lo mucho que habían adelantado tambien en este punto.‖
Esta información abre toda una gama de interrogantes sobre la elaboración y uso
de este tipo de armamento y tendríamos que preguntarnos ¿cuál fue el lugar donde se
extrajo el artefacto de cobre?, ¿el objeto que define Benito María de Moxó es una
macana?, y en caso de que haya sido una macana ¿era la cabeza y mango de cobre?, ¿o
el mango era de madera?, Moxó habla de otras armas encontradas en el entierro ¿qué
otras armas?, quizá se podría intentar responder estas interrogantes, si se supiera el
paradero de esta macana, el cual es desconocido, pero quedó una descripción de este
autor de principios del siglo XIX.
En las láminas de la RM, el uso de la porra fue dirigido a hacer daño a la cabeza,
en la mayoría de las representaciones los usuarios mantienen la porra en alto mientras la
víctima se encuentra descalabrada en el suelo, salvo en la lámina XXII, donde está
representado Tangánxoan justo en el momento que golpeó con una porra al señor de
Taríaran, Hiuacha, en la parte superior de la cabeza, donde brotó sangre de la herida. El
texto dice cuando fue conquistado dicho pueblo que ―llevaron, huyendo, los suyos a
Hiuacha, asido de los brazos. Y alcanzándole Tangáxoan, llegó a él y dióle con una
1875
MOXÓ, BENITO MARÍA DE. ―Disertación sobre una antigua pintura de indios tarascos‖, en:
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 206-207 y 209.
450
porra encima la cabeza‖, siguiendo el relato, Hiuacha sobrevivió para ser llevado a
Pátzcuaro y ser sacrificado frente a Taríacuri.1876 Grégory Pereira, en un artículo donde
reanaliza huesos y cráneos obtenidos por Carl Lumholtz y Aleš Hrdlička en el sitio
conocido como El Palacio, Zacapu, en 1898, notó la existencia de varios cráneos con
traumatismos provocados por algún objeto contundente, que por el contexto
arqueológico, bien pudo tratarse de sacrificios o traumatismos que ocurren en contextos
bélicos,1877 mientras que el daño en las extremidades pudo haber provocado fracturas.
Sobre este tipo de armamento se han realizado reproducción basándose en la
información histórica e iconografía, y se ha procedido a realizar arqueología
experimental. El daño contundente que podía provocar éste tipo de armamento eran
fracturas (muñecas, brazos, costillas o piernas), dejando inmovilizado al combatiente
enemigo, o incluso la muerte, al poder fracturar cráneos. El uso de porras debió haber
sido acompañado de armamento defensivo como escudos, para poder defenderse de los
golpes. También se puede mencionar que es un instrumento maniobrable y puede darse
mucho impulso con movimientos de la muñeca, además blandiéndolo de arriba a abajo,
usando la inercia, se podía inmovilizar a un enemigo de un impacto. Una consideración
más sobre el daño de las porras, es que era m
―Se trata sin duda de un excelente elemento de batalla, el cual —como puede apreciarse
en diversas fuentes del siglo XVI— hacía juego con un escudo, permitiendo así el embate
y la protección de armas semejantes. Por otro lado, y en comparación con otras armas de
la época, puede señalarse como un arma muy superior a otros útiles de guerra como el
macuahuitl, que perdía capacidad de ataque tras el desgaste de las navajas líticas. En
cambio, este tipo de maza podía seguirse utilizando en el campo de batalla como arma de
ataque y contención, e incluso bien pudo haber sido un arma muy certera para dejar fuera
1878
de combate a un contrincante que posteriormente podía ser capturado.‖
El uso de la porra también debió haber exigido cierta pericia en su uso, y tuvo sus
connotaciones a la valentía de los guerreros, como se deja ver en la conversación que
tuvo Cuiniarángari con Timas, cuando el cazonci mandó matar al último por traición:
―Díjole el prencipal llamado Timas: "¿por qué viniste tú? ¿Eres tu valiente hombre?
Peleemos entrambos. ¿Con qué pelearemos, con arcos y flechas o con porras?".Díjole don
Pedro: "con porras pelearemos". Díjole aquel prencipal: "qué, ¿eres muy valiente hombre?
¿dónde estuviste tú en el peligro de las batallas donde pelean enemigos con enemigos?
1879
¿Dónde mataste tú, allí, alguno? ¿a qué veniste tú?‖
Macuahuitl
El macuahuitl, de las palabras nahuas maitl ―mano‖, y cuáhuitl, ―madera‖ o ―palo‖, fue
un arma endémica mesoamericana, por las descripciones escritas y representaciones en
las diferentes fuentes, sabemos que el macuahuitl era un bastón de madera de entre 50 a
80 cm de largo, a los lados contaba con acanaladuras donde se le incrustaban navajas
prismáticas de obsidiana, usando resinas de huizache, pino o mezquite, y en la parte
inferior contaba con un anillo con una cuerda, para evitar que cayera de la mano del
1876
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, ff. 130-131, Pp. 151-152.
PEREIRA, GRÉGORY. ―The utilization of grooved human bones: a reanalysis of artificially
modified human bones excavated by Carl Lumholtz at Zacapu, Michoacan, Mexico‖, en: Latin American
Antiquity, Society for American Archaeology, 2005, vol. 3, núm. 16, Pp. 299-308.
1878
GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El estudio técnico militar de las mazas de batalla del
Posclásico en México‖, Óp. Cit., 103-104.
1879
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264.
1877
451
portador durante el combate;1880 la variación en tamaño y diseño podía ser para ser
usado a dos manos o una mano para usar escudo.1881 En las iconografías olmecas y
mayas, se conocen ejemplos de mazos con puntas de pedernal que datan del Preclásico,
pero parece que este tipo de armamento se generalizó en toda Mesoamérica hasta el
Posclásico, y fue ampliamente representado todavía en la época colonial,1882 y como
arma heráldica por la nobleza indígena.1883 Los conquistadores españoles mencionaron
esta arma y la compararon a la espada, pero la caracterización de esta arma ha sido
problemática, pues se ha mencionado que era un arma con las funciones cortantes y
punzantes, que no tuvo parangón en el armamento de las sociedades antiguas, pero lo
más probable es que sólo tuviera una función de doble filo, pero no punzante.1884 Es
poca la información que tenemos sobre las características morfológicas de este tipo de
armas: son pocos los ejemplares que se han rescatado de la investigación arqueológica,
y existió un ejemplar de macuahuitl en la Real Armería de Madrid, fue catalogado como
un arma japonesa, pero fue destruida en un incendio en 1849, aunque Marco Antonio
Cervera Obregón, a través de las descripciones y los dibujos que se realizaron, duda que
haya sido un ejemplar genuino.1885
El daño que pudo causar este tipo de arma ha generado diversas controversias, en
el Códice Florentino está representado como cuatro hombres cortan las extremidades de
un espía portando un macuahuitl cada uno, y Joseph de Acosta mencionó como podía
cortarse la cabeza de un caballo con esta arma. Esta información ha llevado a varios
investigadores a recurrir a la arqueología experimental para tener información del daño
que podía provocar, y precisamente Marco Antonio Cervera Obregón elaboró un
ejemplar de macuahuitl, recurriendo a las fuentes escritas y pictográficas. La
reproducción del macuahuitl se manufacturo con un tablón de encino, de 80 cm de
largo, 7 cm de ancho y 3 cm de espesor, el ancho de las hendiduras para las navajas
prismáticas fue de 4 mm, cupieron 7 navajas de cada lado, adicionadas con una mezcla
de resina de copal y pino. El peso final del artefacto fue de 1.5 kg, con una estabilidad
para blandirla deficiente por su peso y diseño. El objetivo que fue utilizado para probar
el macuahuitl fue el cuerpo de un cerdo salido del rastro: el primer golpe logró
desgarrar tejidos, pero no llego al hueso y varias navajas se desprendieron al momento
de retirar el arma del objetivo, por la falta de resina en el canal. Un segundo golpe fue
dado entre una extremidad, penetrando el tejido y el hueso, pero la navaja de fracturo
dejando microlascas incrustadas en el hueso. A las conclusiones que llegó el autor, fue
que el macuahuitl ―tenía la capacidad de cortar los tejidos musculares y hacer breves
1880
Véase Apéndice F, figura 14.
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en
Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, P. 61;
Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 93.
1882
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―The macuahuitl: an innovative weapon of the Late
Post-Classic in Mesoamerica‖, en: Arms & Armour, Gran Bretaña, Maney Publishing, 2006, vol. 3, núm.
2, Pp. 127-148; GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El macuahuitl (lanza de mano), un estudio
tecno-arqueológico‖, en: Arqueología. Revista de la Coordinación Nacional de Arqueología. Segunda
época. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, mayo-agosto, 2009, núm. 41, Pp. 106-115.
1883
El macuahuitl fue representados por ejemplo, en el Escudo de armas de Texcoco y en el Lienzo de
Cuauhquechollan, donde se mezclaron elementos indígenas con europeos. ROSKAMP, HANS. ―La
heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 249
y 262.
1884
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en
Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 61; El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 69.
1885
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en
Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 61; Guerreros Aztecas... Óp. Cit., P. 93.
1881
452
fracturas al hueso sin llegar a amputarlo; gran parte del filo se transformaría en
pequeñas microlascas que al incrustarse en la herida y hueso dificultarían la asepsia de
la lesión.‖ La interpretación que hace sobre el sistema de armamento, es que al ser un
arma sólo para ofender, el portador debió haber portado un escudo para defenderse, y
por lo difícil de manipularla, tal vez se ocupó de dos manos para poder blandirla. Cabe
resaltar que estos datos son productos de un ejercicio de arqueología experimental, con
lo que en nuevos experimentos podrían aportarse nuevos datos.1886
Alfonso A. Garduño Arzave realizó otro experimento con dos reproducciones de
macuahuitl con distintos diseños y elaborados con madera de pino blanco. El objetivo
de este experimento fue el cadáver de una oveja común. Los resultados fueron que el
macuahuitl tenía un poder cortante muy importante, al momento de impactar causó
graves daños cortantes, pero no logró penetrar profundamente el tejido muscular y
tampoco el hueso, pero el dolor hubiera inmovilizado a la víctima si los golpes hubieran
sido en los talones, tendones y diversos puntos sensibles. Además, ―el experimento con
los dos macuahuitl mostró que más que el palo en sí, la batería de navajas de obsidiana
eran la parte letal del arma y permitían al utensilio lograr su mayor potencial
ofensivo.‖1887 Otro resultado fue que también al momento de que la navaja impactó, se
quedaron pequeños fragmentos de obsidiana profundamente y que hubiera causado
hemorragias secundarias.
Otra conclusión es que el macuahuitl era un arma muy peligrosa al inicio del
combate por el filo de las navajas de obsidiana, pero durante la pelea se rompían o
desprendían, por lo que el macuahuitl pasaría a usarse como una macana u objeto
contundente.1888 Otras hipótesis es que el arma era ―recargada‖, es decir, se volvían a
colocar navajillas, ―ante este detalle surge la incógnita de si el arma era recargada en el
mismo campo de batalla o el guerrero era reabastecido en el fragor de la lucha por un
ayudante.‖1889 Pero los resultados de las experimentaciones sugieren que los testimonios
coloniales sobre la efectividad del macuahuitl son exagerados, no pudieron haber
cortado de tajo la cabeza de un hombre, y mucho menos la de un caballo. Además por el
diseño de arma (con un largo de 60 a 70 cm), el combate tendría que haber sido a muy
corta distancia, por lo que el guerrero que portara este tipo de armamento, tenía que
combinar su uso con un escudo para protegerse de las ofensivas del enemigo.1890
El macuahuitl también era un arma usada por los habitantes del Occidente de
México y el Estado tarasco; aunque no es representado en ninguna lámina de la RM,
sabemos por diversas fuentes escritas y pictográficas que era usada por los ejércitos del
cazonci: en la relación de Ajuchitlán se mencionó que tenían ―macanas de palo a
manera de espadas, y, por la parte de los filos, tenía unos huecos en q[ue] encajaban
unos pedernales a manera de navajas‖;1891 en Acámbaro con ―porras y con palos a forma
1886
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en
Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 63-65.
1887
GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El macuahuitl (lanza de mano), un estudio tecnoarqueológico‖, Óp. Cit., P. 133.
1888
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, Óp. Cit., P. 66; CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento
entre los mexicas, Óp. Cit., P. 142.
1889
GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El macuahuitl (lanza de mano), un estudio tecnoarqueológico‖, Óp. Cit., P. 110.
1890
Ibíd., Pp. 114-155.
1891
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Corchetes originales.
453
de espadas, con muchas navajas por los cantos;‖1892 y en la relación de Pátzcuaro se
escribió que en tiempo de su gentilidad, ―sus armas eran macanas de palo, que unos son
a manera de clavas y, otras, como espadas anchas; y lo q[ue] más usaban eran arcos y
flechas.‖1893 En el pueblo de Ameca en Jalisco, que tenían guerras con los tarascos,
―usaban, algunos, de macanas y MAQUAHUITL, q[ue] son las d[ic]has macanas;
destas traían Ios muy valientes, porq[ue] se [a]cercaban tan cerca de sus enemigos
q[ue], con aq[ue]llas macanas o mazas, daban gran golpe a sus enemigos.‖1894
En los diccionarios de lengua tarasca hay varias palabras que designan a objetos
parecidos a espadas, el nombre que se dio para traducir ―espada‖ fue thzirihta, y así
como la persona que fabricaba espadas, ―Espadero que las haze. thzirihta vri‖.1895
Gilberti también registró una cosa semejante a una espada de dos filos, que
probablemente era la forma en que se podía explicar la morfología del macuahuitl: ―De
dos filos espada o cosa semejante. tzimarahquareni ambaquemuri‖ y ―Espada de dos
filo o cosa assi. thzirihta tzimarahquaren ambaquamuri‖.1896 Pero al parecer el nombre
en tarasco de macuahuitl fue ―Cuinari. Macana, vm palo que sirue de espada‖.1897
Baptista de Lagunas dio más información sobre esta arma y la raíz de la que procedía su
nombre:
―CVINA, es afeytar, tresquilar, o rapar: y este puede venir del sonido de la tijera o tijeras.
Y también de Cuihnarhi: que es vn genero de macanas, que ellos tenian, y vsaban en sus
guerras, que tenian al cabo vn pedernal tan agudo, que adonde daua el golpe todo lo
rapauan. Y assi la nauaja se llamara, Cuinarahperaqua. vel, Tzinapu. Y de aqui sale
Tzinhapiquarho, lugar de nauajas i adonde las toman o compran: porque alli ay la piedra
que las hazen. Y assi por la semejança diran a las nuestras Castiranaputhzinapu. vel,
1898
cuinarahperaqua.‖
Existe una referencia, ya mencionada, que nos permite especular en el posible uso
de una variante del macuahuitl, pero que en lugar de estar incrustado de navajas de
obsidiana, hayan estado incrustados de cobre, ya que en la RM se lee: ―Otros, en las
cabezas de aquellas porras, ponían muchas puyas de cobre, agudas.‖1899 En las láminas,
no existe una representación de estas porras con cobre incrustado, pero debido a la
variedad de formas de las porras, es probable que fuese macuahuitl con puyas de cobre
u otra variedad de porras.
En el Lienzo Tlaxcala, se representó un grupo de guerreros del ―Reyno de
Mechoacan‖, uno de ellos blande un macuahuitl, dicha escena relata la entrada de Nuño
de Guzmán a la provincia de Michoacán, entre el sistema de armamento tarasco resalta
1892
VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya
y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 64.
1893
MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ.
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 200.
1894
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38. Mayúsculas y
corchetes originales.
1895
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 167 y 418.
1896
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 348 y 418.
1897
DGLM, T. II, 137.
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit.,
P. 267 [64 en la paginación original].
1899
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
454
el arco, flecha, carcaj, macuahuitl, armadura y escudo.1900 Abonando a esto, en ese
pliego del Lienzo de Tlaxcala se diferencian perfectamente los ejércitos Michoacanos de
los aliados tlaxcaltecas de Nuño de Guzmán, lo curioso de esta imagen, es que estos
últimos, portan armas de combate cuerpo a cuerpo, con ricos ropajes, plumas verdes y
finas, a la usanza del Altiplano Central, mientras que en los guerreros de Michoacán, se
encuentran dos descripciones que concuerdan con ciertos rasgos de los tarascos, la
primera, es que el carcaj parece ser de cuero de ―tigre‖, tal como se describe la RM
algunos de estos compartimentos, el segundo, es la cantidad de flechas dibujadas, y ya
hemos mencionado como los tarascos tenían fama de ser grandes flecheros.1901
“Armas de quangáriecha”
Un último tipo de arma contundente que aparece en las láminas X y XXXII, es un
objeto oblongo rematado con un gancho; según la descripción de la RM, para ir a la
guerra en Tzintzuntzan ―sacaban cuarenta varas de palo recio que tienen unas puntas, y
eran dos brazas en largo [1.672 m], y tenían unos ganchos. Y llevaban estas varas los
valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina.‖1902 Está arma la
hemos identificado como de uso de los quangáriecha, probables miembros de una orden
militar;1903 dado que por el momento no hemos encontrado alguna referencia de cual
pudo haber sido su nombre en lengua tarasca, hemos de referimos a ella como ―arma de
quangáriecha‖. Sobre esta arma Hans Roskamp menciona probablemente es ―un tipo de
hachas, aunque estas últimas también puede ser macanas con una punta grande de
piedra, obsidiana o cobre‖;1904 nosotros consideramos que se trata del arma descrita
como una vara o mango de madera de 1.67 m. con gancho. En las láminas mencionadas
se representan dos variedades de esta arma: 1) en la lámina X se observa un
quangáriecha levantando con la derecha objeto oblongo guardando proporción con el
tórax y cabeza de su portador, en la parte superior tiene engastonado un objeto con
forma de triángulo isósceles, que es el que Roskamp se ha referido como un tipo de
hacha, pero que puede ser el ―gancho‖ mencionado en el texto de la RM; 2) En la
lámina XXXII, entre el maremágnum de guerreros, se encuentra estilizado un
quangáriecha en primera fila esperando la orden para atacar, porta un penacho y
escudo, y un objeto muy similar a un bastón tipo ―arma curva‖, pero en la raíz de la
curvatura, del lado contrario, parece tener un objeto engastado puntiagudo; la curvatura
pronunciada del objeto parece corresponder al ―gancho‖.1905
Desconocemos si en los registros arqueológicos, pictográficos o escritos de las
otras sub-áreas mesoamericanas se encuentren armas cuya morfología sea como la
descrita y representada en la RM. El cuerpo de madera del ―arma de quangáriecha‖
1900
Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del Timbre, 1892,
P. 52.
1901
RM, Tercera Parte, Cap. XXII, f. 42, P. 245. Véase Apéndice E, figura 1.
1902
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Es probable que en la Relación Geoggráfica de Pátzcuaro
se mencione este armamento, pues se dice que los indígenas usaban armas que ―eran macanas de palo,
que unos son a manera de clavas…‖ Covarrubias define ―CLAVA, propriamente es la porra, porque tiene
a manera de clauo la [ca]beça.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva
Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra C, P. 215.
1903
Tema que trataremos en un apartado más adelante.
1904
ROSKAMP, HANS. ―Las 44 láminas de la Relación de Michoacán; una propuesta de lectura‖, en:
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de las ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios
de la Provincia de Mechuacán. Coordinación de edición y estudios: Moisés Franco Mendoza. Zamora, El
Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, [estudios introductorios], P. 425.
1905
Véase Apéndice E, figura 1.
455
parece ser similar a los bastones contundentes conocidos como ―arma curva‖, que
fueron representados en varias partes de Mesoamérica desde del Epiclásico, en los
vestigios y códices toltecas, huastecos y mixtecos, y ha sido considerada como el
antecedente del macuahuilt.1906 El mango de la variedad 2 del ―arma de quangáriecha‖
tiene similitud con los mangos de hachas que aparecen en otras regiones
mesoamericanas, como las representadas en los códices mixtecos. La morfología del
―arma de quangáriecha‖ nos genera varias interrogantes como su uso en el combate
cuerpo a cuerpo, y podemos pensar en un arma multifuncional, ya que el objeto
engastonado filoso podía usarse como punzo-cortante, y el ―gancho‖ quizás se usaba
para tratar de tumbar al adversario al suelo jalándolo del pie, o intentando atorar el
gancho en el armamento o atavíos del contrario. Estas son meras conjeturas, y
probablemente un ejercicio de arqueología experimental de este tipo de armamento, nos
dé más elementos para tratar de entender su morfología y uso en el combate.
Armamento punzante y cortante
Lanzas
Las armas de asta fueron empleadas por los antiguos habitantes del Michoacán
prehispánico, aunque son pocas las referencias documentales y pictográficas sobre este
tipo de artefactos siendo utilizada en contextos bélicos. Las lanzas han sido poco
estudiadas en Mesoamérica, por los datos conocidos se puede conjeturar que llegaban a
medir 1.90 m y que había tres tipos básicos de estas armas punzantes: las de tipo
arrojadizo cortas como jabalinas; a las que se les agregaba en la punta obsidiana o
pedernal; y la conocida en lengua nahua como teputzopilli, lanza tallada en madera con
navajas de obsidiana en la punta para provocar daños similares al macuahuitl.1907 La
RM privilegió la lanza como un símbolo sacerdotal, al ser portada por una casta de
suma importancia dentro de la burocracia tarasca, ésta fue más a menudo representada
en ceremonias y fiestas, aunque probablemente era de uso común entre los guerreros.
En las descripciones de los sacerdotes y en las láminas, los vemos portando éste
símbolo de autoridad, un bordón o lanza con un pedernal u obsidiana, que
probablemente representaba a Curícaueri, adornado con ricas plumas de colores justo
debajo de la punta, con varias líneas de colores que recorrían en espiral el cuerpo de
madera del bordón.1908 Por otras fuentes sabemos que no sólo los sacerdotes portaban
estos objetos, sino también los señores, ya que eran símbolo de la autoridad que les daba
el cazonci para gobernar: ―Este juez [que enviaba el rey] traía, por insignia, una vara tan
alta como un hombre, del gordor de un dedo pulgar, de un palo negro q[ue] llaman
TAPINZIRAN, que es como brasil; este palo era hueco y, en las cavidades, llevaba
metidas unas chinitas q[ue], cuando iba por la calle, hacía tanto ruido como si fueran
cascabeles, al cual son salía la gente [a] acompañarle. Traía, al cabo desta vara, unas
plumas de colores, q[ue] denotaba el poder que tenía de su rey.‖1909
En el Códice Telleriano-Remensis están representados dos guerreros michoaques
en dos escenas diferentes; una de las representaciones es la batalla entre tarascos y
1906
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 92; El sistema de
armamento entre los mexicas, Óp. Cit., Pp. 51, 54-55.
1907
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 97-98.
1908
RM, láminas II, XXIV, XXX, XXXVI, XXXVII, XL, XLI, XLII.
1909
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Mayúsculas
y corchetes originales.
456
xiquipilcas en 1462, el guerrero michoaque trae una armadura de algodón por
protección corporal, sandalias, un carcaj con proyectiles, una bandera y un escudo en la
mano derecha, una lanza en la mano izquierda, con una alegoría de pez sobre la cabeza
indicando que es de la tierra de los pescadores.1910 Gilberti registró varias voces que
hacían referencia a este tipo de armas de asta: ―Lança. tiyamu tsiriquarequa‖, ―Asta
como de lança. cupipas tsiriquarequa‖, ―Cuhtzancuihtzan atani. blander lança o vara‖,
―Cuitzacuitzandani. ydem‖, ―Peon lancero en guerra, nitsiquareti. tsiriquarequa
ychandiquarepari‖.1911
En la RM, la lanza como arma portada por un guerrero, sólo es representada dos
veces en la lámina XXXII. En el centro superior de la lámina, vemos a un personaje
detrás de una nopalera, portando una lanza a dos manos y casi del tamaño del portador,
en su extremo superior esta rematado por una punta en forma de triángulo isósceles. La
segunda representación de lanza es en el centro inferior de dicha lámina, es un guerrero
en cuclillas al acechó de los enemigos, la lanza tiene una longitud superior a la del
portador, está adornada con lo que parecen ser plumas de ave a lo largo del mango, pero
llama la atención la punta de la lanza, del tipo barbed head, con 4 púas.1912 En
Chocandiran se mencionó que los naturales de ese pueblo luchaban con ―palos a manera
de lanza‖.1913 Al no contar con más datos sobre las lanzas, desconocemos las partes de
las que estaban conformadas, morfología y daño que pudieron haber provocado.
Arqueológicamente se han encontrado puntas de cobre que bien pudieron servir como
puntas de lanza o bastones sembradores,1914 lo cual no resultaría sorprendente teniendo
en cuenta que los campesinos engrosaban las filas de los ejércitos del cazonci. Vasco de
Quiroga registró una historia de una familia campesina en el Centro de México para
1535, de cómo se defendieron del ataque de un tigre, que merodeó por el caserío, ―hasta
que, a palos con las coas, le mataron.‖1915 De hecho, dado que el primer guerrero que
hemos mencionado con lanza no tiene ningún atavió, más que un maxtlatl,
probablemente se trate de un guerrero purépecha con una coa; quizás también las
tarequa eran usadas como armas por los campesinos que eran reclutados por leva.1916
En el Lienzo de Nahuatzen están representados dos personajes de la época prehispánica
1910
Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits,
Mexicain 385, f. 25v. Véase Apéndice E, figura 3.
1911
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 473, 277, 70 y 535.
1912
RM, Tercera Parte, lámina XXXII, f. 15v, P. 192.
1913
MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido [Chocandiran]‖
[1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán,
Óp. Cit., P. 421.
1914
PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. Comunicación personal. Véase Apéndice F, figura 15.
1915
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, en: QUIROGA, VASCO DE; et. al.. Información en derecho, biografía e
ideario [Antología]. Presentación de Juan Hernández Luna. Gobierno del Estado de Michoacán de
Ocampo-Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, (Colección ―Ediciones inaugurales del Centro
Cultural Nicolaita, núm. 1), 1992, P. 93.
1916
Marcia Castro Leal comentó sobre las azadas que ―este tipo de instrumentos los tenemos únicamente
en Michoacán, su uso se ha asociado a la agricultura, pero posiblemente algunas de ellas sirvieron como
instrumentos de guerra.‖ CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit.,
150.
457
llamados ―cuincacahtsi‖ y ―hatame‖, portan una macana y una lanza respectivamente,
persiguiendo a un personaje desarmado.1917
Cuchillos
Los cuchillos fueron otras armas que debieron usar los antiguos tarascos en la guerra,
aunque explícitamente no se menciona en este contexto. Casi todas las referencias
escritas y pictográficas que proporciona la RM, el cuchillo está relacionado con el
sacrificio; aunque hay varios casos en que el cuchillo se utilizó en ocasiones profanas:
para deshacerse del señor enemigo de Curínguaro, Taríacuri mandó a una esposa o hija
de él para que se mantuviera relaciones sexuales con Cando, y este al dormirse,
―levantóse muy paso la mujer y apretóse las nauas y cortólas hasta la rodilla por poder
aguijar. Y desató sus navajas, que llevaba envueltas en la manta, y con una mano tomó
la navaja y con otra le trastornó la cabeza, para extendelle más el cuello. Y puso la
navaja por la garganta y corrióla y cortóle la cabeza y hízolo tan de priesa, que no pudo
dar voces. Y púsole la una mano en el pecho y tomándole, como quien desuella, cortóle
de todo la cabeza y quedó solo el cuerpo hecho tronco.‖1918 Mientras que ―en Pázquaro
fué señor Hiquíngaje; tuvo muchos hijos, y por ser malos y que se emborrachaban y
mataban a la gente con unas navajas y se las metían por los lomos, los mandó
matar.‖1919 En otras regiones mesoamericanas, los cuchillos fueron usados como
armamento complementario,1920 además debieron portarse como herramientas manuales
para diversas funciones durante la marcha.1921
Hacha
Un último tipo de arma cortante que menciona la RM, es el hacha, aunque está más
relacionada con la acción de cortar madera; en Michoacán se han recuperado del
contexto arqueológico hachas de cobre y piedra. Maturino Gilberti registró varias
palabras para designar este tipo de objetos, y se puede observar que existían de diversos
tipos, tamaños y usos: ―Toqua. hacha de piedra que vsan‖, ―Destral o hacha. tiaumu
yviraqua‖, ―Hacha para cortar leña. tiyamu yviraqua. chaparaqua‖, ―Hacha para labrar
madera. tiyamu tecaraqua‖, ―Hacha pequeña. visiraqua‖, ―Hacha que corta de dos
partes. tiyamu tzimarahcanda ambaquemuri‖.1922 El hacha es una ―herramienta cortante,
compuesta de una pala acerada, con filo algo curvo, ojo para enastarle y á veces con
peto […] cortar la madera y el hueso eran sus principales utilizaciones‖, para el filo se
ha usado ―sílex, piedras duras, cobre, bronce, hierro […] No hay duda que,
convenientemente sujetas al extremo de un palo, constituyen un arma de percusión
sumamente temible en el combate y útil en la caza, pero su utilización en usas pacíficos
debía ser preponderante.‖1923 Sólo se encuentra una mención de un contexto bélico,
usada a dos manos, en la lámina VII, donde se ilustró como Zurumban expulsó a los
1917
ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra
tarasca, Michoacán‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2004, otoño, vol. XXV, núm. 100,
Pp. 300 y 301.
1918
RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV, f. 137v, P. 166.
1919
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138, P. 167.
1920
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit.,
P. 48.
1921
Véase Apéndice F, figura 16.
1922
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 174, 370, 446 y 447.
1923
Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Óp. Cit., T. XXVIII, 1993, P. 483. Véase
Apéndice F, figura 15.
458
primos de Taríacuri, después del engaño perpetrado por este último.1924 Roberto
Martínez e Iván Valdez mencionan que ―esto nos hace pensar que, más que un arma, se
trató de una herramienta que muy ocasionalmente, podía ser usada en una actividad
bélica,‖1925 y sí llegó a usarse de forma constante, bien pudo ser de filos líticos y no de
metal, pues si bien los tarascos alcanzaron un considerable grado de extracción y trabajo
del cobre, este no era de un uso común tan difundido como para haber armado ejércitos
con hachas de cobre. Autores como Marco Antonio Cervera Obregón, consideran que
las hachas fueron usadas en la guerra como armas en varias regiones de Mesoamérica,
como consta en los códices mixtecos, donde son representadas como armas
ofensivas.1926
Armas defensivas
Escudos y jubones
La tecnología bélica de los antiguos michoacanos incluía también el uso de protección
para los guerreros. El armamento defensivo es la evidencia inequívoca de la práctica de
la guerra, pues este armamento está diseñado para defenderse específicamente del
armamento ofensivo. En el Occidente de Mesoamérica, éste tipo de defensa se remota al
periodo Preclásico, en las figuras encontradas en las tumbas de tiro, donde se
representan grandes escudos rectangulares que protegían todo el cuerpo junto con ropas
acolchadas y cascos.1927 La principal defensa corporal indígena en Mesoamérica fueron
los petos de algodón y los escudos, que fueron elaborados con distintas técnicas y
materiales. En la RG de Chilchota se mencionó que los indígenas ―peleaban con
macanas y flechas, y sus rodelas que llamaban en esta lengua ATAPU, lleva[ba]n, por
armas de vestir, unos sayos de mantas y algodón que llamaban ESCUAIPILES
[corrupción de la palabra nahua huipil, ―camisa de india‖];1928 mientras que la RG de
Alimanzi, Cuzcaquahtla y Epatlan dice que ―iban todos los demás vasallos, armados
con sus ESGÜIPILES [ichcahuipilli] estofados, que son como unas corazas […] y con
sus CHIMALES embrazados, que son a modo de adargas o rodelas.‖1929 Y en la RG de
Pátzcuaro mencionó que los indígenas ―peleaban desnudos en cueros, con sólo un peto
hecho de hilos de maguey muy tejidos, que es defensa fuerte‖.1930
Las Relaciones Geográficas escritas en el antiguo territorio michoacano, dan
varios datos interesantes sobre las armas defensivas, e incluso, descripciones muy
1924
RM, lámina VII.
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 25.
1926
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit.,
Pp. 29 y 41.
1927
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento vislumbrados en las
figuras de guerreros del occidente de México‖, Óp. Cit., Pp. 131-134.
1928
VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108. Mayúsculas y
corchetes originales, información aclaratoria entre corchetes a pie de página.
1929
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO,
SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlan]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 148. Mayúsculas y
corchetes originales.
1930
MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ.
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 200.
1925
459
detalladas sobre su manufacturación, la mejor se encuentra en la relación de la provincia
de los Motines:
―Los géneros de sus armas que tenían, p[ar]a defenderse y ofender, eran arcos y flechas y
sus carcajes, y unas rodelas redondas, de cuatro o cinco palmos de ancho, hechas de caña
q[ue] llaman OTLATES, hendidas delgadas; y juntando una vara destas con otra, y otra
con otra, íbanlas tejiendo con mucha sutileza, que quedaba, de varas, un lienzo tejido; y,
después, tejían otras del mismo tamaño y manera y, acabadas de tejer estas dos telas de
varas, juntaban una tela con otra, cruzándolas y pespuntándolas con mucho primor [y]
cercenaban esta rodela redonda, y, poniéndole sus manijas, quedaba hecha una arma
p[ar]a defenderse de las piedras y flechas de sus contrarios: que ésa eran tan tiesa arrodela,
que apenas entraba la flecha, por la mucha dureza q[ue] tenía. Y, p[ar]a defender sus
cuerpos y personas, usaban de otra arma q[ue] llaman ICHCAXICOLI, que era como una
manera de colchas, de mucha cantidad de algodón hecha, y después, tupido aq[ue]l
algodón, q[ue]daba de un grosor de un dedo, poco más o menos. Y tejida esta colcha,
hacían lo que q[ue]rían de ella: morriones y sayos y escarcelas, y otras formas de armas
1931
duras como querían; y si estaba bien hecha, no se les p[o]d[ía] entrar flecha.‖
Los españoles llamaron de distintas maneras a las armaduras que servían para
proteger el cuerpo, que cubría desde los hombros hasta la cintura o muslos, sin mangas,
ceñida y ajustada al cuerpo, acolchada de algodón. En el Centro de México a este tipo
de armaduras se les conoció como ichcahuipilli o españolizado como escaupil, que se
traduce como ―camisa de algodón colchado‖. Desde 1905, Eduard Seler conjeturó que
los jubones para la guerra que menciona la RM, se tratan de las mismas usadas entre los
mexicas y otros pueblos, lo cual se puede cotejar analizando las relaciones
geográficas.1932 La palabra en tarasco antiguo que describe estos jubones es
―xuratacherenguequa, armas de algodón‖, palabra compuesta por ―xurata, algodon‖ y
―cherenguequa, armas para la guerra‖, en un sentido más exacto podría entenderse
como ―armadura de algodón‖.1933 Este tipo de armaduras eran tan resistentes que
durante la conquista de México, los soldados españoles dejaban sus pesadas armaduras
de metal que eran atravesadas por las flechas y dardos, y en su lugar portaban estas
armaduras, por ser más ligeras y permitir mayor movimiento del guerrero. Según la RG
de la provincia de Motin, se confeccionaba una colcha rellena de algodón, aunque en
otras regiones mesoamericanas se utilizaba también sal o arena para endurecer la
protección, y fibra de maguey para confeccionar la tela.1934 Llama la atención que estas
colchas también servían para confeccionar ―morriones y sayos y escarcelas‖, es decir,
armamento defensivo para la cabeza, de la cual no se menciona más información.
En la RM se mencionan dos tipos de armaduras de algodón, los ―jubones‖ que
correspondían a los que protegían el tórax y las ingles, y el ―peto‖, que probablemente
sólo protegía el tórax, los primeros serían usados por los guerreros nobles, mientras los
segundos por la gente común; de hecho, otra diferencia importante radicaría en que las
armaduras de algodón de los nobles estarían adornados, y las de la gente común no: ―Y
todos los valientes hombres se vestían unos jubones de algodón, y la otra gente común
unos petos de algodón; y los señores y valientes hombres se ponían jubones de pluma de
1931
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA,
JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva
España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., Pp. 166-167. Corchetes y mayúsculas originales.
1932
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit. P. 192.
1933
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 210 y 271.
1934
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 105.
460
aves ricas.‖1935 El texto también parece que hace referencia a ―jubones de guerra‖, que
serían los diseñados para protegerse de los ataques enemigos, y jubones para vestir, que
estarían ricamente adornados pero no servirían para ir a la guerra. Dentro de la sociedad
tarasca existieron artesanos para la elaboración y resguardo de estos armamentos
defensivos: ―Había otro llamado cherénguequavri, diputado para hacer jubones de
algodón para las guerras, con gente que tenía consigo e principales‖, mientras que en la
casa del cazonci, y probablemente en la de los señores, ―había otra [mujer] que tenía
cargo de guardar todos sus jubones de guerra de algodón y jubones de plumas de
aves.‖1936 La relación de Tiripetío da un dato interesante sobre las armaduras de
algodón, se mencionó que los indígenas de ese pueblo ―cuando iban a pelear con sus
enemigos, iban en cueros […] Y el día que entraban en batalla, se ponían unos coseletes
de algodón que les llegaba hasta las ingles y no tenían mangas.‖1937 Hay que recordar
que Tiripetío formaba parte de la última defensa del corazón político del Tzintzuntzan
Irechequa, y el mismo documento consignó que iban a pelear con los mexicas, sí
recordamos que los purépecha eran los encargados de llevar los bastimentos necesarios
para la guerra, es probable que los guerreros no partieran con todo el armamento puesto,
sino que lo equiparan hasta llegar antes del frente de batalla. Esto quiere decir en que
había cierta seguridad dentro del territorio tarasco, para que los ejércitos marcharan sin
estar prestos al combate hasta llegar a donde fuera la acción.
Los ejércitos del cazonci también contaron con protección que podía ser
embrazada y movible, por excelencia fue lo que los conquistadores llamaron
―rodelas‖;1938 este armamento defensivo era de uso extendido en toda Mesoamérica.
Desde finales del siglo XIX, se puso bastante atención en hacer estudios de este tipo de
armamento, y Zelia Nuttal mencionó que ―todas las autoridades están de acuerdo que
los escudos de los Antiguos Mexicanos eran de dos tipos. El primero consistió en
escudos militares usados como protección en la guerra por todos los rangos de
guerreros. El segundo comprendía los escudos, usados sólo, en danzas religiosas y
fiestas.‖1939 Dentro de estos dos grupos se encontraban divididos en otros: los escudos
de guerra, que estaban adornados según el rango militar del guerrero; los escudos cuasimilitares, que estaban muy adornados y eran usados por personajes prominentes;
escudos de gala que eran usados en las ceremonias junto a escudos de danza. Esta
tipificación la realizó analizando las diversas representaciones pictográficas, las
referencias escritas, y revisando los diversos ejemplares sobrevivientes que se enviaron
1935
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
RM, Tercera Parte, Caps. I-III, ff. 8, 12, Pp. 179, 185. Gilberti registró la entrada ―Armero que haze
armas. cherenguequa vri‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 271.
1937
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 24. Véase
Apéndice F, figura 18.
1938
Rodela: ―(Etim. – Del lat. Rotella, ruedecilla.) f. Escudo redondo y delgado, que, embrazado en el
brazo izquierdo, cubría el pecho al que se servía de él peleando con espada‖ […] Rodela. Arm. Es una
especie ó variedad del escudo. La voz rodela es una contracción de redondel ó redondela, indicando que
el escudo era precisamente redondo ó circular, teniendo poco diámetro y usándose como arma defensiva
para la gente á pie, embrazada á la izquierda en el combate á la espada.‖ Enciclopedia Universal Ilustrada
Europeo-Americana, Óp. Cit., T. LI, P. 1180
1939
NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, en: Internationales archiv für
Ethnographie, Leide, Holanda, P.W.M. Trap. Publisher, 1892, P. 34. Traducción nuestra. El Conquistador
Anónimo, cuando mencionó la eficacia de este tipo de armamento, escribió que ―y porque acá en España
se han visto algunas de estas rodelas, digo, que no son de las que llevan á la guerra, sino de las que usan
en sus fiestas y bailes que acostumbran hacer.‖ EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas
cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de
Hernán Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 373.
1936
461
a Europa entre los años de 1519 y 1525. Nuttal relacionó el uso de ciertos colores y
diseños con deidades, también con los rangos de los guerreros. Entre los materiales
usados para la elaboración de estos escudos se encontraban la caña, betún, plumas de
aves, oro, plata, turquesas. Resulta interesante que algunas de las representaciones de
escudos en los códices, coincidan con los ejemplares existentes.1940
El material del que se fabricaban estas rodelas era variado, de ―rodelas hechas de
caña y tejidas con hilo, a manera de palas de pelota de viento [cestas del frontón]‖,1941
adornadas ―de pluma de muchas colores p[a]ra su defensa;‖1942 ―y para su guarda, y
reparo, traían unos CHIMALES, a manera de adargas hechas de cañas, y con ciertos
betunes que las junta y abraza, que, en efecto, defiende de una flecha.‖1943 La forma de
fabricarlos se detalla en la Relación de parte de la provincia de Motin, que volvemos a
citar el siguiente fragmento:
―unas rodelas redondas, de cuatro o cinco palmos de ancho [entre 84 cm y 1.5 m], hechas
de caña q[ue] llaman OTLATES, hendidas delgadas; y juntando una vara destas con otra,
y otra con otra, íbanlas tejiendo con mucha sutileza, que quedaba, de varas, un lienzo
tejido; y, después, tejían otras del mismo tamaño y manera y, acabadas de tejer estas dos
telas de varas, juntaban una tela con otra, cruzándolas y pespuntándolas con mucho
primor [y] cercenaba esta rodela redonda, y, poniéndole sus manijas, quedaba hecha una
arma p[ar]a defenderse de las piedras y flechas de sus contrarios: que ésa eran tan tiesa
1944
arrodela, que apenas entraba la flecha, por la mucha dureza q[ue] tenía. ―
A estos escudos se les colocaban varas de madera como refuerzo, y dotar de más
resistencia el tejido de los materiales, como se puede observar en un ejemplar
resguardado en el Castillo de Ambras, Austria.1945 Los artesanos encargados de
manufacturar escudos debieron de estar en la mayoría de los pueblos, la RM menciona
que en la casa del cazonci había un encargado para guardarlos, pero no de fabricarlos:
―Había otro diputado sobre las rodelas, que las guardaba, y los plumajeros las labraban
de pluma de aves ricas y de papagayos y de garzas blancas.‖1946 Sabemos, por los
diccionarios, que el nombre del ―Escudero que haze escudos‖ era atapuvri, y el
―Escudero que los lleua‖ atapupari. El nombre tarasco con que se nombraban los
escudos referidos era Atapu: ―Atapu. Adarga o rodela‖ y ―Escudo. Atapu‖.1947 La RM
describió de forma más detallada los escudos de gala, suntuarios u ornamentales; su
valor como tesoro, atavíos de los dioses, regalos y uso en las fiestas: ―Había otro que
era tesorero mayor, diputado para guardar toda la plata y oro con que hacían las fiestas a
sus dioses, y éste tenía diputados otros prencipales, con gente, que tienen la cuenta de
1940
NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., Pp. 34-53.
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 37. Corchetes nuestros.
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 83. Corchetes
originales.
1943
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO,
SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlan]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 149. Nótese que el autor
de está Relación Geográfica probablemente fue testigo de cómo estos escudos detenían una flecha.
1944
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA,
JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva
España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., Pp. 166-167.
1945
NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., P. 50.
1946
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. Véase Apéndice F, figura 17.
1947
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 51, 243 y 416.
1941
462
aquellas joyas, que eran rodelas de plata y mitras, brazaletes de plata, guirnaldas de oro
y ansí otras joyas.‖1948 Este tesoro fue descrito por Jerónimo de Alcalá, pero según él
mismo, debió haber sido más rico de lo que le contaron:
―Tenía pues el cazonçi, de sus antepasados, mucho oro e plata en joyas de rodelas y
brazaletes y medias lunas y bezotes y orejeras que tenía para sus fiestas y areitos. E
inquirióse de los que lo guardaban, qué tanta cantidad sería y dellos dijeron y otros aún no
han dicho: Tenía en su casa cuarenta arcas, veinte de oro y veinte de placta que llamaban
chuperi, dedicado para las fiestas de sus dioses. Mucha cosa debía de ser. Tenía ansí
mismo joyas suyas en su casa, en otra parte llamada Yhéchenyrenba, en gran cantidad.
Tenía ansí mismo, en una isla de la laguna llamada Apúpato, diez arcas de plata fina en
rodelas, en cada arca doscientas rodelas y mitras para los cativos que sacrificaban, y mil e
seiscientos plumajes verdes Curícaberi; otros tantos la diosa Xarátanga y otro su hijo
Manóvapa, y cuarencta jubones de pluma rica y cuarencta de pluma de papagayos. Estos
habían puesto allí sus bisagüelos del cazonçi. Tenía ansí mismo en otra casa, otras diez
arcas de rodelas, en cada arca doscientas rodelas, que no era muy fina la plata y habíala
puesto allí su padre del cazonçi muerto llamado Zuangua; y cuatro mil e setecienctos
plumajes verdes y cinco jubones de aquella pluma rica llamada chatani y cinco de
papagayos. En otra isla llamada Xanecho tenía ocho arcas de rodelas de placta y mitras
llamadas angáruti, plata fina, cada doscientas rodelas en cada arca y mitras de plata, y
unas como tortas redondas llamadas curinda, cuatrocientas, y esta plata había puesto allí
su padre llamado Zuangua, dedicadas a la luna. Ansí mismo tenía [en] otra isla llamada
Pacandan, cuatro arcas de rodelas de plata fina, cada cien rodelas en cada arca y veinte
rodelas de oro fino, que estaban repartidas en aquellas arcas: en cada arca, cinco. Estaban
allí sus guardas y de padres a hijos venían por su subcesion guardar este tesoro. Y hacían
1949
sementeras y ofrescíanlas a aquella plata y había un tesorero mayor sobre todo.‖
Parte del tesoro que se guardaba en la casa del cazonci fue robado por los
españoles durante la expedición de Cristóbal de Olid, incluyó muchas rodelas: ―y desde
ha cuatro dias que llegaron, empezaron a preguntar por los ídolos y dijéronles los
señores que no tenían ídolos. Y pidiéronles sus atavíos y lleváronles muchos plumajes y
rodelas y máscaras, y quemáronlo todo los españoles en el patio. Después desto,
empezáronles a pedir oro y entraron muchos españoles a buscar oro a las casas del
cazonçi.‖1950 Ahí aconteció que
―empezaron a hurtar de las cajas, que debían de ser algunos mozos, y metíanlas debajo las
capas y viéronlos las mujeres del cazonçi, y salieron tras ellos con unas cañas macizas y
empezáronles de dar de palos. Aunque estaban con sus espadas no les osaron hacer mal.
Mas ponían las manos en las cabezas por defenderse de los palos y a unos se les caían por
huir, otros las llevaban. Y estaban por allí los principales y las mujeres empezáronlos a
deshonrar diciéndoles que para qué traían aquellos bezotes de valientes hombres, que no
eran para defender aquel oro y plata que llevaba aquella gente, que no tenían vergüenza de
traer bezotes. Y los prencipales dijéronles que no les hiciesen mal, que suyo era aquello,
de aquellos dioses que lo llevaban. Sabiendo Cristóbal de Olí de aquellas arcas, hízolas
sacar fuera y lleváronlas a las casas delos papas, donde ellos posaban, y abriéronlas y
empenzaron a escoger las rodelas más finas; y las que no eran tancto, poníanlas a otra
1951
parte y partíanlas por medio con las espadas.
Las últimas palabras citadas son muy interesantes, pues los conquistadores
hicieron distinción entre las ―rodelas más finas‖, que probablemente eran de metales
preciosos o con adornos de estos, de las ―que no eran tanto‖, las cuales fueron partidas a
la mitad, y quizá sean las que se quemaron al ser de poco valor para los españoles, o
1948
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7v, P. 178.
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 49, P. 259.
1950
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 48v, P. 258.
1951
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 49v, P. 260.
1949
463
quizás porque hayan sido escudos funcionales para la guerra. Don Pedro Cuiniarángari
fue el encargado de llevar los tesoros tomados del cazonci a Hernán Cortés. Entre las
primeras joyas que tarascas que envió Hernán Cortés a Carlos V, se encontraban ―dos
rodelas de plata doradas sin brazaletes, con unos bollones que pesaron siete marcos siete
onzas […] dieciocho rodelas de plata baja con uno bollones en ellas, que pesaron
cuarenta y siete marcos y seis onzas. No tienen brazales.1952
La RM también menciona que varias de estas rodelas se usaban para adornar las
efigies de los dioses, tal vez aparte de rodelas, se trataran de discos de oro. Cuando
llegaron los primeros españoles a Tzintzuntzan al mando de Francisco Montaño, ―el
cazonçi hizo componer los españoles, como compunían ellos sus dioses: con unas
guirnaldas de oro y pusiéronles rodelas de oro al cuello y a cada uno le pusieron su
ofrenda de vino delante, en unas tazas grandes, y ofrendas de pan de bledos y frutas.
Decía el cazonçi: "estos son dioses del cielo". Y dióles el cazonçi mantasy [a] cada uno
dió una rodela de oro.‖1953 En el capítulo que habla sobre las exequias de los cazoncis,
se menciona que después de cremar el cuerpo y hacer un bulto con los restos, se le ponía
al dicho bulto ―una máscara de turquesas y sus orejeras de oro y su tranzado de pluma, y
un gran plumaje de muchas plumas verdes muy ricas, en la cabeza, y sus brazaletes de
oro y sus collares de turquesas, y unas conchas del mar y una rodela de oro a las
espaldas, y poníanle al lado su arco y flechas y su cuero de tigre en la muñeca, y sus
cotaras de cuero y cascabeles de oro en las piernas.‖1954 También se hace mención sobre
las rodelas que se usaban en las ceremonias, así, en ―el día de la fiesta [de Sicuindiro]
bailaban los dichos bailadores con sus rodelas de plata a las espaldas y lunetas de oro al
cuello,‖1955 y cuando Tzintzincha Tangánxoan intentó quitarse la vida por consejo de los
señores, ―mandó el cazonçi que trujesen los plumajes y hizo sacar brazaletes de oro y
rodelas de oro, y tomábanselas aquellos principales y bailaban todos…‖.1956 Estos
escudos de gala también servían como regalos, un ejemplo es cuando los embajadores
mexicas vieron a Zuangua para pedirle ayuda para luchar contra los españoles: ―Y
llegaron los mensajeros aquí a la cibdad de Mechuacan y fueron delante del dicho señor
Zuangua, y diéronle un presente de turquesas y charchuys y plumajes verdes y diez
rodelas que tenían unos cercos de oro, mantas ricas y mastiles, y espejos grandes.‖1957
En la lámina XLIII que ilustra el capítulo, están representados tres armas españolas: una
adarga, una ballesta y una espada. También está representado un chimalli mexica, de
cuya mitad de la circunferencia inferior cuelga una franja de plumas verdes.
Los escudos de guerra también estaban adornados, y probablemente entre mejor
adornados, mayor era el rango de los guerreros; cuando se preparaban para ir a la guerra,
se dice que en Tzintzuntzan ―sacaban sus rodelas hechas de pluma de muchas aves: unas
blancas de garzas blancas que eran de Curícaveri; otras coloratadas de papagayos
colorados; otros de unos pajaritos de color dorada y verdes,‖1958 incluso el material con
el que estaban manufacturados dependía de la clase social de los guerreros, así en la
Relación geográfica de Sinagua se menciona que usaban para la guerra ―rodelas o
adargas, de cueros de venados y coyotes; [d]estas traí[a]n los macehuales, y los
1952
―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN,
BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377.
1953
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 43v, P. 248.
1954
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 31v, P. 224.
1955
RM, Primera Parte, f. 10, P. 11.
1956
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 47v, P. 256.
1957
RM, Tercera Parte, Cap. XX, f. 39v, P. 240.
1958
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194.
464
principales, de tigres, muy galanas.‖1959 Lamentablemente en las láminas de la RM, los
escudos de guerra están sumamente estilizados, por lo que se llegan a representar como
círculos concéntricos con puntos que representan probablemente bollones, y no parecen
tener el tamaño de entre 84 cm y 1.5 m, que proporciona la información documental.
Entre los colores usados para representarlos encontramos el negro, rojo, verde, azul y
amarillo. En el escudo de armas otorgado a Tzintzuntzan en 1595, están representados
varios escudos por el lado interno, donde se observan dos manijas para traerlo
embrazado, una sujetada con la mano cerrada y la otra a la altura del brazo.1960 Las
láminas de la RM proporcionan otro dato importante, pues parece que se podía adaptar
una correa al escudo para ponerla de forma transversal en tórax sobre un hombro,
cargarlo en la espalda y tener las manos libres para usar otras armas o asir otros
objetos.1961
Sobre la efectividad de las armaduras de algodón y los escudos se ha debatido,
debido a la falta de ejemplos arqueológicos, tanto del armamento ofensivo y defensivo,
que impiden saber sí los testimonios escritos son fiables. Ya mencionamos como los
españoles dejaron sus armaduras de metal para usar las de algodón. Los testimonios
sobre la eficacia en combate suelen ser positivos, y que tanto las armaduras de algodón y
escudos sí detenían las flechas enemigas; en la relación de Cuiseo de la laguna, se
menciona que los ―jubones estofados de algodón, donde se detiene una flecha,‖1962
expresiones de estas encontramos para describir la efectividad de los escudos; por
ejemplo en el vecino pueblo de Ameca, que mantenía un estado de guerra contra el
Tzintzuntzan Irechequa, se mencionó que ―usaban de rodelas, de unas varas muy recias
y muy entretejidas, q[ue] defendían bien cualquier fuerza de flecha, o golpe de porra o
maza. Peleaban con mucha gritería y alharacas.‖1963 Resulta interesante que los europeos
que redactaron estos documentos, hablan en tiempo presente; hay que recordar que para
la década de 1580, la Guerra Chichimeca requería la presencia de españoles e indígenas
ya culturizados a la usanza europea, para ir a luchar al norte de la Nueva España. Parte
del armamento prehispánico se siguió usando en el avance español en tierras
americanas, la RM proporciona el ejemplo de cómo Nuño de Guzmán ordenó hacer
armamento indígena para su campaña de conquista de la Nueva Galicia. 1964 Hay muchos
factores que pueden influir en la efectividad de un arma, como materiales de
elaboración, experiencia del artesano, pericia del guerrero, etcétera. Aunque
probablemente eran efectivos, también acontecía que las armas defensivas eran
atravesadas, en la relación de Querétaro se mencionó que ―y, asimismo, ha acontecido
tirar [los chichimecas] a un caballo en que andaba un soldado peleando, y darle en la
testera [armadura para la frente del caballo], que era de un ICHCAHUIPIL muy fuerte, y
pasar la flecha la d[ic]ha arma y la cabeza, y salir por el pescuezo y entrarle por el
1959
PADILLA BARAHONDA, FERNANDO DE. ―Relación de Sinagua‖ [5 de diciembre de 1581], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 253.
1960
―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan" de la provincia de Michoacán, 1595‖, Escudos y
Árboles Genealógicos de México, núm. 168. Para un excelente estudio de este importante documento,
véase ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de
Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 227-268. Véase Apéndice D.
1961
RM, láminas XXII, XXXI, XXXII y XXXIII.
1962
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 84.
1963
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38. Corchetes
originales.
1964
RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, ff. 54v-55, Pp. 38.
465
pecho. Cosa qué, ciertam[en]te, si no se tuviera por cierta, parece cosa increíble.‖1965 La
arqueología experimental que se ha realizado con ambos tipos de armamentos, ha
demostrado que por el diseño en capas de los escudos, y el acolchamiento de las
armaduras de algodón, hacían rebotar los proyectiles, y defendía el tórax del armamento
cortante como el macuahuitl.1966
Sistemas de armamento michoacano prehispánico
Ahora que hemos revisado las armas usadas en Michoacán durante el Posclásico tardío,
podemos considerar ahora los sistemas de armamento. Cervera Obregón menciona que
―un arma no debe ser estudiada por sí sola sino en relación con la combinación de otras
y el desarrollo de los sistemas de armamento. Esto significa que un guerrero casi
siempre lleva varios tipos de armas que en conjunto juegan un papel fundamental en el
desarrollo de la batalla, tanto individual como en su uso combinado. Esto nos lleva a
comprender dos conceptos más: el de las unidades específicas y el de los planteamientos
tácticos.‖ 1967 Este último concepto los analizaremos en un apartado más adelante, por el
momento mencionaremos los elementos para caracterizar los artefactos para ofender y
defender de los antiguos habitantes del Tzintzuntzan Irechequa. Cabe mencionar que
―Un sistema de armamento tiene por principio dos propósitos: ofender y defender. Los
sucesos desarrollados en el campo de batalla en la antigüedad están marcados por la
inventiva de los armeros quienes desarrollaban instrumentos con propósitos defensivos,
ofensivos o en ocasiones con ambos. El equilibrio existente entre las armas ofensivas y
defensivas da como resultado el llamado sistema de armamento. Por lo tanto, un sistema
de armamento está realmente compuesto por armas particulares, que se vinculan en
1968
relación con su función específica en el campo de batalla.‖
El estudio de los sistemas de armamento se relaciona con un par de factores
básicos: ―el problema de los factores tecnofuncionales de las armas, el planteamiento
táctico y su relación en el campo de batalla para el desarrollo de unidades específicas, y
por otro lado existen muchos casos donde el factor social asociado al uso de las armas
es en cierta medida el que determina los sistemas de armamento en algunas sociedades
de la Antigüedad.‖1969 Sobre este último aspecto, ya mencionamos que la información
sobre el factor social es escasa, hay algunas armas que estaban restringidas a la elite
tarasca, y otras controladas para ser portadas sólo en tiempos de guerra, pero no hay
nada que indique un control efectivo por parte del Estado para designar sistemas de
armamento rígidos entre los guerreros. A esto debemos agregar una gran variedad de
sistemas de armamento para el caso michoacano, representados en las fuentes
iconográficas, que dificultan nuestro estudio. A pesar de que la información contenida
en las láminas de la RM llega a encontrar sustento arqueológico, como es el caso de las
pipas, bezotes, orejeras y cerámica, para el caso de los armamentos no tentemos muchos
restos arqueológicos. También parece que las representaciones de los sistemas de
armamento en la RM, respondieron más a cuestiones estilísticas, que a intentos de
representar fidedignamente a los guerreros, pues en algunos casos la información escrita
confirma o contradice lo representado en la iconografía. Hasta ahora el único estudio
1965
RAMOS DE CÁRDENAS, FRANCISCO. ―Relación de Querétaro‖ [20 de enero de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 225-226.
1966
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 124.
1967
Ibíd., P. 19-20.
1968
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit.,
P. 28.
1969
Ibíd., P. 110.
466
sobre el sistema de armamento tarasco se lo debemos a Ian Heath,1970 quien a partir de
la información iconográfica y documental, realizó algunas propuestas para interpretar
los sistemas de armamento de los guerreros tarascos, aunque lamentablemente no
profundizó y se quedó en un nivel descriptivo, aun así, su trabajo es pionero en la
materia. Vladimir Gómez Gutiérrez y Luis Armando de la Luz Alarcón recientemente
han realizado reconstrucciones visuales de cómo pudieron haberse visto los guerreros
quangáriecha.1971
Marco Antonio Cervera Obregón ha caracterizado los sistemas de armamento
mexicas; dado que la tecnología armamentista en Mesoamérica fue muy similar en las
diferentes sub-áreas en el periodo anterior a la Conquista, situación que podemos
vislumbrar en las fuentes pictográficas y descripciones coloniales, incluyendo
Michoacán, nosotros nos hemos basado en dicha caracterización; sin embargo, pueden
advertirse las divergencias culturales respecto al uso del armamento entre tarascos y
mexicas. Mientras los primeros dieron prioridad en la representación del arco, flecha y
porras, los segundos lo hicieron con el átlatl, dardos y macuahuitl: los tarascouacúsechas se reivindicaron como chichimecas, concepto que remite a al estilo de vida
semi-nómada cuyo uso de arco y flecha es vital; los mexicas se reivindicaron como
toltecas, precisamente en las representaciones de gobernantes y dioses toltecas, el átlatl
tiene la connotación de símbolo de poder. Los tarascos usaron principalmente porras,
mientras los mexicas prefirieron el macuahuitl, estas armas fueron usadas por los
guerreros profesionales de las clases dominantes de ambas culturas, pero también por
los purépecha y maceguales, y representaban el estatus de valentía y pericia en el
combate.
En las representaciones de guerreros tarascos se observa la variedad de
combinación de armamentos, algunos guerreros portaban sistemas de armamento
combinados, usando porra, arco, carcaj y armadura de algodón; o porra, arco, carcaj sin
armadura; incluso también portando lanza, carcaj, escudo y bandera. Sin embargo,
nosotros proponemos los siguientes sistemas de armamento de acuerdo a las
representaciones en los documentos pictográficos, y las descripciones de los
documentos escritos, aunque en la realidad no todos los guerreros pudieron haber
portado con todo el armamento, y que debió haber existido una gran variedad en
armamento, con diferente material, tamaño y tipos. Los guerreros de élite debieron
haber portado la panoplia tarasca completa.1972 Como mencionamos, el único estudio
sobre los sistemas de armamento tarasco fue realizado por Ian Heath (Véase Apéndice
G).
-Guerreros de combate a larga distancia:
a) Arco y flecha. Guerreros amados con arcos, flechas, carcaj, y entre 40-50 y 100
flechas. Algunos usaban armaduras de algodón y portaban escudos.
b) Lanzador de dardos. Guerreros armados con lanzadardos, probablemente con dardos
para lanzar o jabalinas, y protegidos con armadura de algodón y escudos.
1970
HEATH, IAN. Armies of the Sixteenth Century. 2: The armies of the Aztec and Inca Empires, other
native peoples of the Americas, and the Conquistadores 1450-1608. Gran Bretaña, Foundry Books, T. II,
1999, Pp. 72-75.
1971
Véase Apéndice G.
1972
Gilberti tradujo ―Ombre armado de guerra. cherengueti‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 520.
467
c) Hondas y piedras. Guerreros armados con honda elaborada de fibras vegetales,
probablemente con una bolsa o morral para cargar la munición de piedras. Debido a que
la honda era un arma de gente baja, tal vez no usaban ningún tipo de protección o
usaban petos de hilo de maguey.
-Guerreros de combate a corta distancia:
a) Guerrero con porra. Es el sistema de armamento de combate a corta distancia más
representado en las fuentes tarascas. Se componía por guerreros con porra, escudo y
armadura de algodón.
b) Guerrero quangáriecha: Estos guerreros pertenecían a una orden militar, eran
guerreros de élite y capitaneaban los escuadrones de los ejércitos. Su armamento se
componía de un ―arma de quangáriecha‖, escudo y armadura de algodón.
c) Guerrero con macuahuitl: Guerreros armados con macuahuitl, armadura de algodón y
escudo.
d) Guerrero con lanza: Guerreros armados con lanza, y quizás con escudo. También es
posible que se usaran coas y tarequas dentro de este sistema de armamento.
468
28. INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS
―Aqui hago mi memoria yo, el Rey Ziuangua [sic.], de cómo habiendo
palmeado la ceniza cuando llamaron al Rey Ziuangua y le dijeron que no
anduviera vestido si no es fajado con un pellejo y que comiese conejos y
venados y culebras y codornices. Y así le enviaron el carcaje de flechas y el
arco con preseas de oro que se pusiese en la boca y gargantillas de oro y así
se iba a bailar y buscar qué comer con su arco de flechas.
Esta es la ordenanza de los viejos antiguos. Esto dejó ordenado el dichoso.‖
―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], copia de 1825
1973
La indumentaria ha sido desde su invención, un rasgo distintivo del ser humano. No
sólo cumple una necesidad material de resguardar el cuerpo humano del medio
ambiente, sino que ha sido también vehículo para representar valores identitarios de las
sociedades que la portan. Las formas de confeccionarla, los diseños y las formas de
usarla, atañen a determinado desarrollo de la sociedad que las elabora y usa, y los
materiales empleados corresponden a la realidad material de su existencia. En la época
prehispánica, existieron incontables variedades de vestimenta, adornos, peinados,
calzados, bordados, colores, pinturas corporales; tanto para hombres y mujeres de
distintas edades, elaborados con materiales de origen animal, vegetal y mineral. Muchos
de estos adornos tenían un profundo significado religioso, función ritual o
correspondían al concepto de cuerpo de los diversos grupos indígenas. La indumentaria
también es un medio por el cual las sociedades estratificadas, hacen distinción entre sus
miembros, restringiendo el uso de ropa, color u adornos a ciertos personajes; en
Mesoamérica, las clases dominantes tenía derecho de portar peinados, abanicos,
orejeras, bezotes, cascabeles, narigueras, partes y pieles o plumajes de animales
exóticos, y diversas piedras preciosas, mientras la clase dominada tenía restringido el
uso de ciertos adornos, portando una indumentaria más sencilla. En el México
prehispánico, las personas también modificaban sus cuerpos, ya de forma transitoria o
permanente, por diversos motivos; marcadores de estatus, rituales de maduración,
celebración de acontecimientos, cuestiones estéticas que correspondían a diversos
cánones de belleza, y por supuesto, la guerra. Entre las modificaciones corporales se
encontraban la pintura corporal, escarificaciones, deformación craneal, y mutilaciones
dentarias.1974 Ésta marcada distinción en la indumentaria corporal jugó un papel
importantísimo en la jerarquía de los guerreros en los Estados militaristas del Posclásico
tardío mesoamericano. Para el caso michoacano, en la relación de Ajuchitlán se
menciona que los guerreros peleaban:
―…en cueros y embijados de negro […] El hábito y traje antiguo q[ue] dicen traían los
señores y principales eran unas ropas largas hasta los pies, tejidas de algodón, y muy
galanas y de muchos colores y, encima dellas, unas mantas hasta debajo de la rodilla,
q[ue] les servían (y sirven hoy día) de capas; el cabello [traían] largo y tranzado. Los
1973
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro],
Óp. Cit., P. 31.
1974
BAUTISTA MARTÍNEZ, JOSEFINA. ―Alteraciones culturales en el cuerpo del hombre
prehispánico‖, en: Estudios Mesoamericanos. México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoInstituto de Investigaciones Filológicas, 2002, núm. 3-4, Pp. 3-12.
469
MACEHUALES, q[ue] son la gente plebeya, [andaban] desnudos, y algunos con unas
1975
mantillas de las q[ue] digo sirven de capa.‖
Y Diego Durán mencionó sobre los atavíos de los señores tarascos que estaban
―…llenos de oro, joyas y plumas, tan resplandecientes y relumbrantes con el oro, de
braceletes [sic] y calcetas y orejeras y bezotes y apretadores en las cabezas, de oro, que
a la salida del sol, que era la hora que los descubrieron, que con el resplandor quitaban
la vista.‖1976 La necesidad de los comandantes y los guerreros de identificarse en una
batalla es crucial, para identificar al enemigo y si no se quiere que los miembros del
mismo bando se ataquen entre sí, o mantener la cadena de mando y que las órdenes se
transmitan a los subalternos.1977 Los pueblos mesoamericanos recurrían a diversos
métodos para identificarse entre ellos y remarcar su rango militar. En las fuentes
iconográficas indígenas, las principales formas de reconocimiento y distinción, son sin
duda, los colores de las vestiduras, los atavíos y los tocados de plumas. Ya
mencionamos que los guerreros usaban como defensa corporal armaduras de algodón y
escudos; en el caso del Centro de México, entre más rango tenía un personaje, más
vistoso y rico eran los adornos incrustados en estas armas,1978 en el Michoacán
prehispánico debió ocurrir lo mismo, pero las fuentes no mencionan los matices para
interpretar diseños concretos, aunque se pueden comentar algunos aspectos. En la
relación de Cuiseo de la laguna es muy explícita sobre la regulación de la indumentaria
entre las clases sociales:
―El hábito que traían en general, era a modo de un costal encajado en el cuerpo, q[ue] les
cubría hasta la rodilla, sin otra cosa alguna, sin manga ni cuello, ni calza ni zapato ni
sombrero. Traían cabellera y, cuando habían de pelear o trabajar, la entranzaban. No les
era permitido traer otras vestiduras [a los indígenas], si no era con licencia de su rey, y
ésta la había algún hombre valiente, y al tal se le daba p[ar]a q[ue] trajese manta rica, y
rodela y arco, por la calle; y, [ade]más, le daba una piedra preciosa que trujese colgada en
el labio, p[ar]a lo cual se lo horadaba. Y esto eran insignias de hombre de grandes
1979
méritos‖
Sobre las armas defensivas ya hemos mencionado como había distintos tipos, para
la guerra y ceremoniales, que eran ricamente adornadas dependiendo la clase sociales y
1975
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Mayúsculas y
corchetes originales. Más tardíamente, en 1751, el franciscano Isidro de Espinosa escribió sobre la
vestimenta prehispánica tarasca que ―tejían sus ropas y vestidos a la manera que los usaban; en especial
para los reyes y señores, eran de algodón unas mantas blancas, otras negras y algunas muy pintadas de
diversos colores; éstas eran muy sutiles y delgadas. Tejían otros vestidos de pelo de conejo y algodón, de
mucha curiosidad y ésta era vestidura de caciques y de gente muy principal: con que en la forma de
vestirse se daba cada uno a conocer. […] Curtían cueros de todo género de animales, adobados con pelo y
sin él, con mucho primor. Tenían sandalias de cuero y otros las usaban de hilo de maguey y el calzado de
los magnates era muy pintado y curiosamente compuesto.‖ ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica
franciscana de Michoacán, Óp. Cit., Lib. I, Cap. III, Pp. 31-32.
1976
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, P. 283.
1977
El Conquistador Anónimo mencionó que los jubones de algodón y la ropa de los guerreros podía ser
de diferentes colores: ―unas compañías de soldados las usan blancas y encarnadas, y otras azules y
amarillas, y otras de diversas maneras.‖ EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas
de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán
Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 372.
1978
NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., Pp. 34-53.
1979
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 84. Mayúsculas
y corchetes complementarios originales, corchetes aclaratorios nuestros.
470
rango del guerrero. La RM continuamente habla de jubones adornados de plumas, los
mejores ejemplos los encontramos en las láminas XLI y XLVI. En la primera vemos
representados a tres señores ricamente adornados, entre otras cosas, portan jubones con
líneas horizontales de color blanco, rojo y azul; diseño que se parece al jubón portado
por el cazonci en la segunda lámina mencionada, con la diferencia que en la parte
inferior, la disposición de las líneas es vertical, pero los colores son los mismos. Al
parecer sobre los jubones de guerra también se usaban mantas de varios materiales
como insignias; antes de que fuera asesinado Curátame II, se menciona que viajaba
armado con arco y carcaj en una canoa ―con una manta de pluma de patos puesta‖,1980 el
nombre de éste tipo de mantas según Gilberti era ―Cuiris punguari. manta de plumas de
anade‖. Otras palabras registradas son ―Tasta. manta‖, ―Thzanatze. manta delgada‖,
―Tziquini. manta parda de la tierra‖, ―Hohchaqua. manta tunica de ellos‖, ―Yricuengari.
vna manta azul‖, ―Mehtzara. manta o vestuario pintado o labrado‖, ―Virache. vestuario
de plumas ya viejas‖, ―Vuaponi. pelear con las mantas‖, ―Vuaperani. pelear assi vnos
con otros‖, ―Manta para combatir. [en blanco]‖.1981
Los escudos también eran ricamente adornados, pero como mencionamos líneas
arriba, están muy estilizados en la RM, los diseños son concéntricos con colores como
el negro, rojo, verde, azul y amarillo. En los escudos de guerra del Centro de México,
está documentado que llegaron a llevar figuras o motivos que identificaban a su
portador, como un glifo o fonemas;1982 el escudo que porta Vacvsticatame o Ireti
Ticátame en el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, parece adornado con una
figura recurrente en la iconografía colonial, un ave, probablemente un águila, con el
pico abierto y entrando por el un haz de luz del sol. Está figura está relaciona de cómo
los uacúsecha recibían la fuerza del sol, pero por lo tardío del documento y la
asimilación de las convenciones heráldicas europeas por parte de la nobleza indígena, es
difícil saber que tan probable fue el uso de figuras elaboradas en este tipo de armamento
en la época prehispánica.1983
El testimonio de Diego Durán deja claro que los tarascos podían reconocer las
divisas de los enemigos, pues en la batalla en que los tarascos derrotaron a los mexicas
en el intento de conquista de Axayácatl, se apoderaron de los cuerpos de los nobles
mexicas pertenecientes a las órdenes militares de los cuachic y otomí, incluyendo un
miembro del concejo supremo mexica y a un pariente de Axayácatl:
―En este rencuentro mataron los tarascos muchos valerosos mexicanos y especialmente de
los de la orden de caballería, que llaman cuahchic y de otros que llaman otomí. Y entre
ellos mataron un señor de los principales que era pariente muy cercano del rey y uno de
los del consejo real de los cuatro, que era escogido para la elección de rey. Al cual (señor)
los tarascos, conociéndole en la divisa ser de sangre real, lo llevaron a su real, así
muerto, para con esto mostrar su valor y menospreciar a los mexicanos. Con lo cual los
1984
tarascos, haciendo mucho escarnio y burla de los mexicanos, se volvieron a su real…‖.
1980
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 122, P. 135.
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 70, 154, 156, 169, 93, 103, 111, 195, 187 y 490.
1982
NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., P. 46.
1983
Véase Apéndice D. Para un panorama general del arte plumario en Michoacán y la admiración de los
españoles sobre la capacidad de los tarascos que realizar imágenes con plumas, véase PAREDES
MARTÍNEZ, CARLOS. ―Prólogo‖, en: Uzcuarecucha. El arte en la plumaria. Obras de Martha Leticia
López Luna. Morelia, Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán, 2017, Pp. 7-20.
1984
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII. P. 284. Énfasis nuestro.
1981
471
Gilberti registró algunas entradas que hacían referencia a los atavíos y adornos:
―Vxenstani. atauiarse curiosamente‖, ―Alhajas. hapimarinchaqua ambe maro‖,
―Ynsignias de honrra. xararaqua hucansqua. xupangariqua‖, ―Ynsignias de
vencimiento. quangariecha hucaqua‖.1985 Las insignias y atavíos debieron ser muy
variados, pero sólo tenemos algunas referencias pictográficas, descripciones y pocas
piezas arqueológicas. En el pleito que se dio contra Pedro de Arellano por robarse el
tesoro de los hijos del cazonci, se mencionó que ―…comunmente los indios solian e
acostumbravan labrar las dichas masca[ra]s e trigues e cabeças de aguilas e onbres por
joyas e no por ydolos y por tales las ponian comunmente entre sus joyas de oro y ansy
se usava e acostumbrava entrellos…‖.1986
Penachos, guirnaldas, mitras y peinados
Los guerreros usaban además una gran cantidad de adornos, y en varias ocasiones las
fuentes utilizan distintas palabras para designar probablemente el mismo tipo de
objetos, así en las fuentes se mencionan penachos,1987 los cuales debieron de ser
sumamente variados, de tiras de cuero de venado sosteniendo un manojo de plumas en
la parte posterior de la cabeza, hasta complejos penachos con cientos de plumas de aves
exóticas y multicolores, como los usados por los dioses en la lámina XLII, 1988 al parecer
el nombre de estos objetos en tarasco era canaqua, que se tradujo como ―corona‖.1989
Bajo el nombre ―guirnalda‖,1990 se designaron varios objetos de materiales distintos, y sí
ponemos atención al contexto en el que son mencionados, podemos entrever parte de su
simbolismo social. Esto se desprende de la información que Fernando de Alva
Ixtlilxóchitl mencionó sobre los atavíos de los señores chichimecas:
―Se coronaban los reyes según el tiempo: si estaban en guerra, con una guirnalda de roble
con unos plumajes de águila real puestos hacia el cerebro y asidos con unas joyas redondas
de oro y algunas piedras preciosas y plumas finas; y si era tiempo de paz y de aguas, se
coronaban de laurel, con unos plumajes verdes finos de una ave muy preciosa llamada
Quetzaltototl, de la misma manera que los otros; y el tiempo de secas se coronaban con
unos ramos que se crían en las peñas, blanquizcos y una flor colorada en la punta, casi
(igual) á la que nosotros llamamos Amusga, la cual ellos llaman Teoxuchitl, que quiere
decir flor de Dios, con los mismos penachos. Y los señores se coronaban con la que se cría
1985
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 202, 257 y 469.
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le
puso‖. (Transcripción de Alberto Carrillo Cázares y Silvia Méndez Hernández; introducción por Benedict
J. Warren), en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y
sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 1994, Tercera parte, Apéndice documental, P. 371. Corchetes nuestros.
1987
―PENACHO, el manojo de plumas que suelen traer en los sombreros, especialmente los soldados, y
en las celadas, del nombre Latino penna, que significa la pluma.‖ COVARRUBIAS OROZCO,
SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra P, P. 583v. Gilberti
tradujo ―Penacho. ahcandiqua tharandiqua‖; otras palabras relacionadas son ―Apuni. plumaje nombre‖,
―Ahcandini. ponerse penacho o pluma‖, ―Ahcandiqua. penacho o pluma‖. GILBERTI, MATURINO.
VLM, P. 535, 49 y 37.
1988
RM, ff. 16, 99, 99v, 122v, 131v, Pp. 193, 89, 90, 136, 154; láminas IX, X, XXVI, XXXII, XXXIII,
XXXVI, XXXIX, XLI, XLII, XLIV. Entre las dadivas de Tangáxoan II para Hernán Cortés, se
encontraban ―doce plumajes blancos de penachos y seis de plumas azules‖. ―Primeras dádivas del cazonci
al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán
1521-1530, Óp. Cit., P. 378.
1989
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 55.
1990
―GVIRNALDA, la corona de flores, dicha assi quasi girinalda a Girando, porque va dando giro, y
vuelta a la cabeça.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o
Española…, Óp. Cit., Letra G, 457v.
1986
472
en los árboles, que son aquellas barbasas, que propiamente es Amusga. Poníanse joyas en
1991
el pescuezo y en las muñecas de la manos.‖
Por ejemplo en el caso tarasco, los objetos denominados ―guirnaldas de oro‖,
eran usados para adornar a los dioses durante las fiestas, y de hecho, cuando la
expedición de Francisco Montaño llegó a Tzintzuntzan, ―el cazonçi hizo componer los
españoles, como compunían ellos sus dioses: con unas guirnaldas de oro…‖.1992 Estas
―guirnaldas‖ o ―mitras‖ son mencionadas en contextos sacros, como para adornar a los
dioses o a los sacrificados, pero al parecer también fueron de uso profano y para la
guerra, mencionados como ―apretadores en las cabezas‖ de oro. En el pleito contra
Pedro de Arellano, se mencionaron ―tiaras‖ de oro y plata, así como de ―plata baxa que
se ponen los indios en las cabeças‖.1993 En una de las láminas de la crónica de
Beaumont, se representaron las embajadas que Cristóbal de Olid envió a la corte del
cazonci Tangáxoan II; este último está dibujado bajo la glosa ―El Rey Caltzontzin‖, está
sentado sobre una silla, porta un ropaje azul y una capa roja, en la mano izquierda porta
un arco. Sobre la cabeza porta un objeto que parece ser una mezcla entre corona y un
xiuhuitzolli o mitra,1994 adorno que era usado por los nobles en el Centro de México.
Gilberti registró la entrada ―Mitra de obispo. obispoeueri cucuntsiqua‖,1995 que bien
pudieron haber sido las ―mitras‖ mencionadas en la RM.
Por otro lado, la RM es explicita cuando menciona que las ―guirnaldas de hilo‖
las usaban los sacerdotes así como un corte de cabello descrito como ―unas entradas
hechas‖,1996 y varios personajes que eran sacerdotes fueron descritos con estas
guirnaldas de hilo, entre los que se encuentran Pauácume II y Uápeani II cuando fueron
hechos sacerdotes por los isleños de Jarácuaro. También Nacá y Zurumban, sacerdote y
1991
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia de los señores chichimecas,
hasta la venida de los españoles. Primera relación‖], Óp. Cit., T. I, P. 76. Cursivas originales.
1992
RM, Tercera Parte, Caps. I, XIX, XXIII, ff. 7v, 38v, 43v, Pp. 178, 238 y 248. Estos adornos debieron
hacerse con otro tipo de metales, pues entre el tesoro que entregó Tangáxoan II a Cortés, se encontraba
―una tira de cobre dorada con tres ruedas que se ponen en la cabeza‖ y ―una tira con unas ruedas de plata
baja, que pesó dos onzas.‖ ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522],
en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377.
1993
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le
puso‖, Óp. Cit., P. 366.
1994
ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento pictórico de
Michoacán‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 1998, enero-junio, núm. 27, Pp. 19 y 30.
1995
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 502.
1996
Una representación de un sacerdote curitiecha con parte del cabello rapado se encuentran en la
Relación Geográfica de Tiripetío. [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío
1580, Óp. Cit., Pp. 20 y 103. Cuando fray Bernardino de Sahagún mencionó el gentilicio nahua de los
tarascos, los michoacaque o michoa, mencionó que ―…llámanse también quaochpanme, que quiere decir
hombres de cabeza rapada, o raída, porque antiguamente estos tales no traían cabellos largos, antes se
rapaban todos la cabeza, así los hombres como las mujeres, aunque fuesen ya viejas, sino eran tal y cual
que traían cabellos largos.‖ SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva
España. Edición de ÁNGEL MARÍA GARIBAY K. 6ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan
cuántos…núm. 300), 1985, Lib. X, Cap. XXIX, P. 609. Cursivas nuestras. Gilberti registró algunos
vocablos relacionados con la práctica de raparse la cabeza, tanto en hombres como en mujeres: ―Afeitarse
la mujer al modo antiguo. engungarini‖, ―Afeitada assi. engungarini‖, ―Afeite tal. engungariqua‖,
―Afeitarse los hombres al modo antiguo. tiringarini‖, ―Afeite assi. tiringariqua‖. GILBERTI,
MATURINO. VLM, P. 246. Sin embargo, en las láminas de la RM, los únicos personajes que aparecen
con cortes de cabello tipo ―unas entradas hechas‖ son personajes asociados a la casta sacerdotal, y en el
texto se menciona explícitamente que el cabello largo y tranzado era insignia de señor; probablemente los
informantes nahuas de Sahagún se refirieron algún grupo tarasco o práctica específica, pero no todos los
tarascos se rapaban.
473
señor de Taríaran respectivamente, fueron descritos con ―guirnaldas de hilos‖, y un
atavió del dios Querenda angápeti era una ―guirnalda de hilo de colores en la cabeza y
plumajes verdes‖.1997 Los sacerdotes de la diosa Xarátanga usaban guirnaldas de chile y
semillas de maíz y frijol.1998 También se mencionan ―guirnaldas de trébol‖ con flores,
en las ocasiones que son mencionados estos adornos, están asociados a los señores pero
en contexto no bélicos, como en la vida cotidiana, comidas, embajadas o en las
ceremonias.1999 Cuando la señora que tomó la diosa Cueráuaperi para anunciar el fin del
mundo, dejó de tener la visón, los sacerdotes que la encontraron ―pusiéronle unas
naguas muy buenas y otra camiseta encima, y pusiéronle una guirnalda de trébol en la
cabeza y pusiéronle un pájaro contrahecho en la cabeza, y unos cascabeles en las
piernas y trujeron mucho vino y empezáronle a dar de beber.‖2000 En una de las láminas
de la crónica de Beaumont, la denominada como ―Mapa 6‖, aparecen dos religiosos
franciscanos, ―Fr. Angel‖ y ―Fr. Martin de Jesus‖, que portan una cruz en la mano
izquierda, enfrente de ellos están dos personajes masculinos denominados como ―El rey
Axayatl‖ y ―Ziguangua‖, que están haciendo reverencia a los religiosos, ambos portan
guirnaldas de flores rojas y el cabello trenzado, con lo que se infiere que son personajes
de alto rango, y que el uso de guirnaldas de flores aparece en un contexto de paz.2001
Gilberti asentó varias entradas que hacían referencia a este tipo de atavíos: ―Guirnalda
de flores para poner en la cabeça. tsitsiqui canaqua‖, ―Guirnalda larga de flores.
tsitsiqui pandaquarequa‖, ―Guirnalda poner a otro en la cabeça. tsitsiqui canarahpeni.
thsiriquahtsitahpeni‖.2002
Para el caso en que los guerreros entraban en combate, se hace mención que
usaban distintos materiales de origen animal para hacer sus guirnaldas, así en la RM se
mencionan ―guirnaldas de cuero de venado o de pluma de pájaros‖,2003 algunas debieron
de haber sido pintadas de diversos colores,2004 así como de ―tigre‖,2005 y por otras
1997
RM, ff. 24, 53, 62, 71v, 79, 80, 110v, Pp. 209, 267, 15, 34, 49, 51, 112.
RM. Segunda Parte, Cap. IV, f. 67v, P. 26.
1999
RM, ff. 8v, 30v, 37, 40, 51v, 89v, 106, 128v, 136, Pp. 180, 222, 235, 241, 264, 70, 103, 148, 163.
Cuando el Conquistador Anónimo describió la vestimenta indígena masculina, mencionó que los hombres
―en la cabeza no llevan cosa alguna sino cuando van á la guerra, ó en sus fiestas y bailes: usan los
cabellos largos y atados de varios modos.‖ EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas
cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de
Hernán Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 377. Si bien ésta la información procede del Centro de México,
cabe resaltar que dependiendo del contexto social, (guerra, fiestas o vida cotidiana), y del rango social, los
individuos usaban distintos atavíos.
2000
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38, P. 237. Cursivas nuestras.
2001
ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento pictórico de
Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 36-38.
2002
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 445. Fray Diego Basalenque mencionó ya tardíamente que
cuando los agustinos iniciaron la evangelización en Tiripetío a mediados de la década de 1530, ―todos los
indígenas que se habían de bautizar venían con sus ropas limpias, guirnaldas en las cabezas, cadenas y
sogas de lindas flores de tierra caliente, que está muy ceca…‖. BASALENQUE, DIEGO. Historia de la
provincia de san Nicolás de Tolentino de Michoacán. Morelia, Editorial Balsal, (Colección documentos y
testimonios), 1989, Lib. I, Cap. II, P. 43. Y el jesuita Francisco Ramírez mencionó en 1585 que en cierta
ocasión que una iglesia fue reparada por los indígenas de Pátzcuaro, hombres y mujeres traían las vigas
del monte arrastrándolas con cuerdas, ―…todos con sus guirnaldas de flores y gran música de trompetas,
y muchas vanderas, y otras cosas de regocixo; que muestran bien la afición que tienen.‖ RAMÍREZ,
FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco
Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana, Óp. Cit.,
vol. II, documento 173, Pp. 534-535.
2003
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193.
2004
Se menciona que el dios Curícaueri ―tenía un cuero blanco por guirnalda‖ cuando se le apareció entre
sueños a Tangánxoan. RM, Segunda Parte, Cap, XXVII, f. 124, P. 139; entre el tesoro que dio Tangáxoan
1998
474
fuentes sabemos que también se usaban las pieles de ciertos roedores como ardillas,
según lo consignó Bernardino de Sahagún:
―El traje que ellos [los michoacaque] era que traían unas jaquetillas sin mangas, a manera
de huipiles, con las cuales de continuo traían sus arcos y flechas y carcajes de saetas; su
vestido era el pellejo de gatos monteses, o de tigre, o de león, o de venados o de ardillas, y
por atavío o aderezo traían plumajes redondos a manera de aventadoricos [¿bieldo?], de
pluma encarnada, metida en la guirnalda que trían en la cabeza, hecha de pellejo de
2006
ardilla.‖
Otros atavíos mencionados para los guerreros son los referentes al cabello, pues
se dice que el trenzado era insignia de señor,2007 en las láminas de la RM los señores
aparecen con el cabello trenzado con un adorno rojo, probablemente algún tipo de listón
o plumaje,2008 en otros documentos pictográficos michoacanos coloniales, también se
pueden observar los trenzados de cabello. La Relación Geogrpafica de Tiripetío
menciona que cuando iban a la guerra ―traían el cabello largo de negro y trenzado, que
hacía una cola bien larga, que en todo se parecía al demonio‖, 2009 y cuando se moría el
cazonci, entre los sacrificados durante las exequias, se encontraban él ―que tenía cargo
de hacelle guirnaldas de trébol; otro que le entranzaba…‖.2010 La RM menciona que el
petámuti a parte de la guirnalda de hilo, tenía ―…un plumaje en un tranzado que tenía,
como mujer…‖.2011 Maturino Gilberti asentó varias entradas sobre este tipo de
peinados: ―Churunchaqua. trançado de cabellos‖, ―Thacaparani. tener largos cabellos
por detras como donzella‖, ―Tepez. trença‖, ―Tepez vni. hazer trença‖, y otro tipo de
peinado del cual no conocemos más información, ―Cabellos emplastados con resina.
xunganda atahtsiqua‖.2012
Un peinado que resalta en la RM es el de los sacerdotes tiuimencha,
representados en las láminas XXX y XL. Al parecen portaban la cabeza rapada, pero
dejaban un mechón de cabello a la altura de la frente. Peinados similares se encuentran
representados en la lámina V: Haramen trae el corte de cabello de los tiuimencha, pero
en la lámina VII es representado con el cabello largo. En la misma lámina V, dos
personajes traen rapada la parte superior de la cabeza, pero con cabello a los costados.
Esto recuerda las referencia que hay que varios tipos de sacerdotes traían rapada parte
de la cabeza: cuándo los isleños de Jarácuaro aceptaron la unión entre los chichimecas e
isleños con los señores uacúsecha Pauácume II y Uápeani II, ―…llamaron un barbero y
a Cortés incluía ―ocho brazales blancos de pellejos‖. ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18
de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P.
378.
2005
RM, ff. 8v, 30v, 37, 40, 51v, 89v, 106, 128v, 136, Pp. 180, 222, 235, 241, 264, 70, 103, 148, 163.
2006
SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. X,
Cap. XXIX, P. 609.
2007
RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 21, P. 226.
2008
Cuando preparaban el cuerpo del cazonci para ser incinerado, le hacían un ―un tranzado de plumas‖.
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30, P. 221.
2009
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 24. La
vestimenta indígena de los guerreros fue asociada al demonio por parte de los españoles; en 1530 durante
la conquista de Nueva Galicia, Nuño de Guzmán mencionó como los indígenas iban a la batalla con sus
armas ―…y muy emplumados y teñidos, que piensan que en benir muy feos, aunque no son de suyo
hermosos, pareciendo diablos, an de meter miedo a los cristianos.‖ ―Carta a su Magestad del Presidente
de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO.
Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 272-273.
2010
RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30v, P. 222.
2011
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62, P. 15.
2012
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 63, 149, 158, 298.
475
cortáronles los cabellos que tenían largos, y hiciéronles en las molleras unas entradas y
diéronles unas guirnaldas de hilo y unas tenazillas para el cuello de oro, a cada uno, las
suyas.‖2013 Cuando se describió el concilio de dioses que anunciaría la llegada de
nuevos hombres a la tierra, se mencionó los atavíos que portaban, algunos de los dioses
―tenían unas entradas en las molleras‖.2014 Y en los primeros años de la conquista, los
tarascos creían que los frailes cristianos ―eran sacerdotes del dios que había venido a la
tierra y llamábanlos cúritiecha, que eran sus sacerdotes que traían unas guirnaldas de
hilo en las cabezas y unas entradas hechas.‖2015 Este dato es sumamente interesante,
pues en la RG de Tiripetío, se mencionó a los sacerdotes curich, que ―tenía corona y el
cabello le llegaba hasta la punta de la nalga.‖ Un dibujo acompaña el texto, un personaje
con un jubón, unas pinzas al cuello, en la mano derecha porta un objeto oblongo (el
cuchillo de sacrificador), tiene el cabello largo y trenzado, y en la parte superior de la
cabeza una tonsura. Sin duda, esta representación corresponde a que ―las entradas en las
cabezas‖ fueron interpretadas años después como la tonsura de los frailes.2016
Partes de animales
Ya mencionamos como muchos de los atavíos y armamentos se adornaban con
materiales de origen animal, como cueros de venados, felinos, cánidos, roedores o
plumajes de diversas aves. Los guerreros también portaron diversas partes de animales,
probablemente con la creencia que portándolas adquirían ciertas propiedades anímicas
de dichos seres vivos. La RM menciona que los señores nobles usaban ―unas uñas de
venados en las piernas, que eran insinias de señor,‖2017 Gilberti registró la entrada
―Ticzqua. pie de cabra o de venado‖,2018 y que probablemente aludía a estas uñas de
venado. Esos adornos fueron representados en las láminas V, XXXII, XL, XLIV de la
RM, y para fechas tan tardías como 1595, en el escudo de armas de Tzintzuntzan,
Vacvsticatame es representado con lo que parecen ser pezuñas de venado atadas por
debajo de las rodillas, junto a todos los demás atavíos de los señores.2019 Muchas de las
guirnaldas, diademas y brazaletes de cuero estaban hechas de pieles de animales como
venados o felinos, para el caso de los arqueros, los brazaletes cubrían el brazo del rebote
de la cuerda después de haber disparado la flecha. Al parecer estos adornos también se
usaban en las piernas, se menciona que por lo menos el dios Querenda angápeti ―que
tenía un cuero de tigre en una pierna…‖.2020 Algunas partes de reptiles también eran
usadas como atavíos, antes de que Curátame II fuera asesinado, se atavió y entre los
adornos usó ―muchos cascabeles de culebras, de las colas, que colgaban por las sienes y
un collar de huesos de pescado de la mar, ricos.‖2021
2013
RM, Segunda Parte, Cap. VI, f. 71v, P. 34.
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 234.
2015
RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f 53, P. 267.
2016
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 20, imagen
facsimilar en P. 103. Véase Apéndice E, figura 5.
2017
Cuando Uápeani II y Pauácume II fueron engañados para ir pos sus esposas, se ―pusiéronse unas uñas
de venados en las piernas‖. RM, Segunda Parte, Caps. IX, XII, ff. 75, 83, Pp. 41, 57; Tercera Parte, Cap.
XVII, f. 33, P. 227.
2018
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 166.
2019
Véase Apéndice D.
2020
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112, P. 115.
2021
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 121v, P. 134. De los collares hablamos más adelante.
2014
476
La RM describió que el capitán general usaba ―su jubón de algodón encarnado y
un mástil arpado de cuero por los lomos‖,2022 objeto representado en la lámina XXXII,
pero no tenemos claro si era un mero objeto ornamental, o pudo haber sido usado como
arnés para portar una bandera de plumas en las espaldas.2023 Muchos de los materiales
para la fabricación de estos atavíos son de origen silvestre, por lo que era necesario salir
de caza a buscarlos. Cuando Bernardino de Sahagún mencionó el modo de vida de los
chichimecas, muchos de los rasgos culturales expuestos por él fueron reivindicados por
los chichimecas-uacúsechas: eran excelentes arqueros, portaban el cabello largo,
vagaban por los montes, usaban pieles de animales como vestimenta, y eran ligeros.
Más adelante mencionó que los chichimecas ―también por causa de su poco comer y
poco vestir, allende de ser sanos y recios, y tener grandes fuerzas, eran muy ligeros;
subían por las sierras arriba y muy recia y ligeramente, que parecía que volaban por su
ligereza, que no criaban bazo ni grosura demasiada que se los impidiese.‖2024
Posiblemente se tenía la creencia que las fuerzas anímicas de los animales estaban
presentes en los atavíos, en la Relación Geográfica de Ajuchitlán se menciona que
―Los ritos eran tan diversos como las adoraciones, porq[ue] dicen [que] se sacaban sangre
de todas las partes del cuerpo, hasta de la lengua. Horadábanse las orejas; echábanse en ríos
hondos y estábanse allí metidos, y decían que de allí salían valientes, unos, hechos tigres,
otros, leones y otros, lagartos, y, otros, culebras, y que, en efecto, se transformaban en estas
2025
figuras como en España las brujas.‖
En cierta ocasión, los espías de Curínguaro ―…enviaron espías diciendo que
estaba en lugares muy fragosos; y vinieron las espías, y no podían llegar y tornáronse y
contrahicieron los ádives y leones y lechuzas y otros pájaros llamados purúcuzi…‖, y la
Tía de Taríacuri le advirtió que sus enemigos querían atacarlo: ―…"una cosa he sabido,
que se dice, que los de Curínguaro nos han de destruir y dicen que han venido a poner
espías y que se tornan leones y ádives, sabiendo en los lugares fragosos que
estamos.‖2026
Al parecer todo guerrero debía participar en la caza, se menciona que el cazonci
iba de caza y que tenía cazadores a su servicio,2027 aunque también tenía materiales a su
disposición, pues en Tzintzuntzan existía una especie de ―zoológico‖, y había un
encargado del cuidado de los animales, de donde probablemente obtenía materiales para
la fabricación de atavíos:
―Había otro [diputado] que era guarda de las águilas grandes y pequeñas y otros pájaros,
que tenía más de ochenta águilas reales y otras pequeñas, en jaulas. Y les daban de comer
del común, gallinas. Había otros que tenían cargo de dar de comer [a] sus leones y ádives
2022
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Otras menciones a estos objetos se encuentran en RM, ff
39v, 40, 42, 72, 85, 85v, 89v, Pp. 240, 241, 245, 35, 61, 62, 70.
2023
El Diccionario de autoridades definió ―MASTILES, Por semejanza se llaman los palos derechos, que
sirven para mantener alguna cosa…‖, Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. IV,
1734, P. 509.
2024
SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. X,
Cap. XXIX, Pp. 598-601.
2025
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Cursivas y corchetes
originales.
2026
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 97v-98, Pp. 86-87.
2027
RM, Tercera Parte, Cap. I.
477
y un tigre y un lobo que tenía. Y cuando eran estos animales grandes, los flechaban y
2028
traían otros pequeños.‖
Como se puede observar, muchos de los atavíos mencionados, al estar fabricados
con materiales orgánicos, casi no han sobrevivido en el registro arqueológico. Algunas
de las insignias y artefactos suntuarios hechos de materiales inorgánicos, si han logrado
sobrevivir el paso del tiempo, y la información arqueológica concuerda con la
información iconográfica y documental. La RM menciona que el ―bezote de oro y
orejeras y brazaletes y collares de turquesas, que eran las insinias de señor‖.2029
Bezotes
Los bezotes (también llamados bezoleras, barbotes o lábreles), eran adornos o arracadas
que usaban los indígenas americanos en el labio inferior,2030 para poder usarse, el
portador tenía que perforarse la carne para colocar el bezote, manteniendo una parte al
interior de la boca, y mostrando la parte exterior por debajo del labio. En Mesoamérica,
varios pueblos usaron bezotes para demostrar la jerarquía militar o el alto estatus social,
y fueron fabricados con distintos materiales como oro, jade, turquesa, obsidiana, ámbar
y cristal de roca, y plumas, y de variadas formas.2031 Marcia Castro Leal describe estos
objetos ornamentales encontrados en Tzintzuntzan, y que son similares a los
encontrados en otras partes del territorio contralado por el cazonci:
―Los besotes tarascos encontrados hasta ahora son de obsidiana con algunas partes de
metal y frecuentemente con incrustaciones de turquesa. En la Temporada V [en
Tzintzunzan] se encontraron dos bezotes ―in situ‖, la altura del maxilar inferior, en dos de
los cráneos del entierro múltiple encontrado en la yácata: uno de ellos era de obsidiana
―cuya parte interna está recubierta por una lámina fina de oro repujado rojizo que termina
en un fleco de picos‖; la lámina había sido ajustado cuidadosamente al botón central antes
de colocar el mosaico de turquesa. Piña Chán, en la Temporada VIII, descubrió otros
2032
bezotes semejantes con la misma combinación de obsidiana y oro.‖
La RM menciona como para la época de mayor esplendor del Tzintzuntzan
Irechequa, el poder central era el que otorgaba las insignias de señor a los diferentes
miembros de la nobleza y caciques a lo largo y ancho del territorio.2033 El nombre
tarasco del bezote era angamequa, y ―Angameni. tener beçotes‖.2034Los portadores de
ésta insignia eran conocidos como ―Angamencha, los que tenian beçote entre la barba y
el labio. Angameni, estar de pies en el agua, o poner los tales beçotes, que el Rey ponía
a los señores y valientes en la guerra, señalando los con esta hydalguia, quasi por
sustento, pilar, fauor y amparo de la otra gente plebeya. Y assi los tales podian tambien
2028
RM, Tercera Parte, Cap. I. f. 8v, 180.
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205.
2030
ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. I, P.
287.
2031
LOWE, LYNNETH S. ―Los bezotes como símbolos de jerarquía militar en el México antiguo‖, en:
Estudios Mesoamericanos. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Filológicas, 2004, núm. 6, enero-diciembre, Pp. 48-54.
2032
CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 151-152, corchetes
nuestros. En Huandacareo se han encontrado bezotes de ―obsidiana roja y casi todos con incrustaciones o
huellas de ellas en el centro de la cazotela‖ .MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareao: lugar de
juicios, tribunal, Óp. Cit., P. 103. Véase Apéndice F, figura 20.
2033
RM, Tercera Parte, Cap. IX.
2034
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 47 y 286.
2029
478
interceder, induzir, importunar y boluer por ellos como.‖2035 Y cuando uno de estos
angamencha caía en desgracia por haber cometido algún delito, si no era muy grave, lo
encarcelaban por unos días, si era un poco más grave, le deshonraban quitándole el
bezote y las otras insignias, pero sí era muy grave,
―envíaba el cazonçi un mensajero llamado vaxánoti, que era oficio por sí, y entiznábase
todo e tomaba un bordón, y llegaba a la casa del delincuente y prendíale, y luego le
quitaba el bezote y orejeras de oro y decía el delincuente: "¿por qué me tractas así,
señor?". Decía el otro: "yo no sé la causa, que no se quejaron a mí; yo inviado soy porquel
rey ha dado sentencia." Y acogotábale con una porra y a otros mandaba arrastrar el
2036
cazonçi.‖
En caso de no traer puestos los bezotes, la saliva salía por el orificio, 2037 y
Torquemada mencionó que la hendidura del bezote, le permitía a los guerreros producir
silbidos muy fuertes durante las batallas.2038 El material del que estaba hecho el bezote
era muy importante para mostrar el estatus social, pero la RM muestra dos formas en
que, por un lado, se ensalza la austeridad y por una parte, se recrimina el material
simple con el que estaba fabricado el bezote. En la parte histórica se menciona como
Hiripan y Tangáxoan a pesar de ser hijos de señores, sufrieron penurias antes de iniciar
la conquista de la provincia, y que en cierta ocasión le estaban dando de comer a
Hiquingaje, y ―tenían unos bezotes chicos de palo‖.2039 En el sermón que daba el
petámuti a los señores y caciques por la soberbia de que ya llevaban una vida de lujo,
éste les recordaba como Hiripan y Tangáxoan, a pesar de las penurias habían sido
esforzados y que: ―¿dónde habían de haber mantas blandas, y la insignia de honra que
son los bezotes? ¿Dónde los habían de haber ricos? Porque traían unos palos puestos
por bezotes, por ser señores.‖2040 Sin embargo, en las palabras que puso la primera
2035
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp.
Cit., Pp. 221-222 [18-19 en la paginación original].
2036
RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203.
2037
Cuando los isleños de Jarácuaro deshonraron y expulsaron a Uapeani II y Pauacume II, se menciona
que ―…quitáronles los bezotes y orejeras, y tranzados y mastiles y echáronlos a empujones, y echáronlos
fuera de la laguna y veníen babeando por los bezotes que les habían quitado…‖. RM, Segunda Parte, Cap.
VI, f. 72, P. 35.
2038
―El rey de Tetzcuco llevaba un atabalejo encima de los hombros, que tocaba al principio de la batalla,
otros usaban unos caracoles grandes, que sonaban a manera de cornetas; otros, con los bezos hendidos,
daban muy recios silvos.‖ TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana. De los veinte y un libros
rituales y monarquía indiana, con el origen y guerras de los indios occidentales, de sus poblazones,
descubrimiento, conquista, conversión y otras cosas maravillosas de la mesma tierra. Edición preparada
por el Seminario para el estudio de fuentes de tradición indígena, bajo la coordinación de Miguel leónPortilla. 3ª edición (1ª edición UNAM), México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Históricas, (Serie Historiadores y Cronistas de Indias núm. 5), 1975, Vol. IV, Lib. XIV,
Cap. III, P. 324.
2039
RM, Segunda Parte, Cap. XXIV, f. 117v, P. 126.
2040
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134, P. 159. Este discurso de austeridad también es perceptible en
los propios dioses cuando se aparecían ante los mortales. Cuando Xarátanga y Curícaueri se aparecieron
entre sueños a Tangáxoan e Hiripan respectivamente, la primera es descrita como ―una vieja que no sé
quién era, la cabeza cana a trechos y unas naguas de yerbas, de una manta basta, puestas, y otra manta de
lo mismo, que traía cubierta‖, mientras que Curícaueri es descrito como ―uno que parescía señor, que
estaba todo entiznado, el cual llegó a mí y tenía un cuero blanco por guirnalda y un bezote pequeño‖, y de
acuerdo a la lámina XIX, con un arco en la mano derecha y sin atavíos. Cuando la diosa Avícamime, una
de las tías de los dioses del cielo, se apareció ante la mujer de Hopótacu para venderle un roedor rojo, es
descrita como ―una vieja, que no se sabía quién era, con unas nauas de manta basta de hi[er]bas y otra
manta de lo mismo, echada por el cuello, y las orejas colgando muy largas…‖ (es decir, con los lóbulos
de las orejas expandidas pero sin orejeras). Pero cuando los dioses son mencionados en otros contextos,
estos son descritos con más atavíos, por ejemplo el ―dios Curita caheri se lavaba la cabeza con jabón y no
479
mujer de Taríacuri en boca de él, para hacer enojar a su padre, menciona que Taríacuri
había insultado a sus hermanos y que había dicho: ―¿Para qué se quieren poner bezotes?
¿Es por ventura bezote el que se ponen? ¿No es un palo que se ponen allí?‖.2041 El
tamaño del bezote también era muestra de la importancia social, en el mismo sermón
que daba el petámuti a los señores, les recriminaba como los hacían parecer más
grandes para mostrarse más importantes: ―…y ahora sois caciques con grandes bezotes,
que estendéis los bezos para que parezcan mayores. Mejor sería que os pusiésedes
máscaras. Pues que os contentáis con tan grandes bezotes…‖.2042
Orejeras
Las orejeras eran otro tipo de ornamentos que son mencionados como insignias de
señor, estos objetos eran una especie de rodajas que se metían los indígenas en un
agujero abierto en la parte inferior de la oreja.2043 En la RM, el material que más se
menciona es el oro: cuando Chupitan, Nuríuan y Tétaco regañaban a Taríacuri cuando
era niño, le decían que fuera esforzado y que Curícaueri era muy liberal y entre otras
cosas iba ―poner[le] en las orejas orejeras de oro‖, y cuando Xarátanga y Curícaueri se
les aparecieron en sueños a Tangáxoan e Hiripan, ambos dioses prometieron que si ellos
cumplían con ciertas tareas, ambos pondrían orejeras de oro en las orejas. Cuando
Taríacuri ya ―era ya muy viejo y cansado‖, traía orejeras de oro, y cuando preparaban el
cuerpo de los cazoncis para incinerarlos, le ponían ―unas orejeras grandes de oro en las
orejas‖, y se menciona que el dios Querenda angápeti usaba orejeras de ese material.2044
En 1531, el corregidor de Tzintzuntzan, Pedro de Arellano, reportó haber tomado un
tesoro de un templo de diferentes piezas, con el tesoro se encontraban 4 orejeras de oro
con unos picos de águila.2045 Se menciona que el dios Curita caheri ―tenía unas orejeras
de palo en las orejas‖,2046 del mismo material se usaban los bezotes de los señores
caídos en desgracia, aunque también debe considerarse que probablemente se usaba este
material para expandir el tejido y poder usar ornamentos más grandes. En Huandacareo
se han encontrado ―orejeras tubulares y de carrete, que llegan a ser traslúcidas por el
alto grado de pulimento‖ elaboradas de obsidiana,2047 de esta forma han sido todas las
encontradas en Tzintzuntzan, algunas con mosaico de turquesa, mientras que en la
desembocadura del rio Balsas se encontraron orejeras en forma de carrete elaboradas
tenía el tranzado que solía tener. Tenía una guirnalda de colores en la cabeza y unas orejeras de palo en
las orejas y unas tinazuelas pequeñas al cuello y una mancta delgada cubierta‖ (Nótese las orejeras de
palo), y el dios Querenda angápeti ―estaba compuesto, que tenía un cuero de tigre en una pierna y un
collar de turquesas a la garganta y una guirnalda de hilo de colores en la cabeza y plumajes verdes y sus
orejeras de oro en las orejas.‖ Y cuando fue el concilio de todos los dioses los dioses de la provincia, se
menciona que ―estaban asentados todos los dioses de la provincia, todos entiznados: unos tenían
guirlandas de hilo de colores en la cabeza; otros estaban tocados [con penachos]; otros tenían guirnaldas
de trébol; otros tenían unas entradas en las molleras; y otros de muchas maneras.‖ En la lámina XLII
están representados los dioses ricamente ataviados. RM, Segunda Parte, Caps. XXI, XXVII, XXVIII, ff.
112, 123v-124, 126, Pp. 115, 138-139, 143; Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 36v-37, Pp. 234-235.
2041
RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 89v, P. 70.
2042
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134, P. 159.
2043
ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. II, P.
1485.
2044
RM, Segunda Parte, ff. 77v, 123v-124, 128v, 30, 112.
2045
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le
puso‖, Óp. Cit., P. 364.
2046
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 37, P. 235.
2047
.MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareao: lugar de juicios, tribunal, Óp. Cit., P. 103.
480
con lámina delgada de plata.2048 La RM menciona que las mujeres también usaban
zarcillos, y son mencionados unos con forma de tortugas.2049
Narigueras
En varias regiones de Mesoamérica, existió un ritual en que los señores gobernantes se
perforaban el tabique o aletas nasales, las orejas o la barbilla, con lo cual podía
colocarse las insignias de su poder y la legitimidad de gobernante, ―por medio del ritual,
oficiante y penitente alcanzaban la comunión con el dios…‖.2050 Al parecer rituales de
ese tipo se realizaron en el Tzintzuntzan Irechequa, aunque el testimonio ya es tardío, no
deja de ser sintomático que se mencione el lugar donde se encontraba el templo e ídolo
mayor de la diosa madre Cueráuaperi:
―Y de este ejemplar en las orejeras y narices [de un supuesto ídolo de Curícaueri con
orejeras y nariguera en Zacapu]; el sentido y significación no se sabe. Y de este ejemplar
usaron generalmente los tarascos agujerarse las orejas y las narices, lo cual hacían en
Araro, que significa lo mismo. El cual lugar, que es el de unos baños calientes, está junto
al pueblo de Tzinapequaro, donde se hacían otros muy particulares que por faltar con el
tiempo las relaciones no lo escribo, sólo me contento con referir la veneración del tarasco
al sumo sacerdote, la frecuentación del templo y puntualidad en pagar las primicias a su
2051
dios, a quien juzgaban por autor y principio de sus bienes.‖
Sin embargo, ni en el texto ni en las láminas de la RM, se mencionan o
representan personajes con narigueras. Dos testimonios indican que probablemente los
tarascos o los pueblos subyugados, usaban narigueras: en el DGLM, se registró la
entrada ―Piedra, preçiosa que los principales se ponían en las narizes. Tihriruqua
tzacapu maruuati‖,2052 y Benedict Warren considera que en uno de las láminas que
ilustra el manuscrito de la Crónica de Michoacán de fray Pablo Beaumont, resguardado
en la Biblioteca John Carter Brown, Rhode Island, EUA, están representados 19
personajes nobles, ―seis de ellos tienen bezotes en los labios inferiores, y tres, o quizás
cuatro, tienen una piedra en el lado de la nariz,‖2053 pero también podrían tratarse de las
fosas nasales estilizadas.
2048
CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 158. Parte del tesoro
entregado por Tangáxoan II entregado a Cortés, incluía ―catorce piezas para las orejas de plata doradas,
que pesaron seis onzas.‖ ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en:
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377. Véase Apéndice F,
figura 21.
2049
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, ff. 94 y 96, Pp. 79 y 83.
2050
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad… Óp. Cit., P. 65.
2051
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. I, P. 83. Mathías de Escobar
parafraseó a La Rea: ―A imitación del ídolo Curicaneri, usaron los tarascos agujerarse orejas y narices, y
para esto, eran llevados a Araró que significa esta acción; el cual lugar, que es de unos baños calientes,
servía para el ministerio, y Tzinapécuaro, que es lugar inmediato, ministraba los pedernales o tzinapos,
como ellos llaman y que le dio el nombre, para rasgar las dichas partes del cuerpo, y así en Araró se venía
a ver remedo, así de nuestra ley, como de la antigua mosaica, juntando el agua de nuestro bautismo, con
la sangre de la circuncisión.‖ ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida. Vitas patrum de los
religiosos ermitaños de Nuestro padre San Agustín de la provincia de San Nicolás de Tolentino de
Michoacán. Estudio introductorio de Igor Cerda Farías. 3ª edición. Morelia. Instituto de Investigaciones
Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo- Exconvento de Tiripetío-Fondo editorial
Morevallado, 2006, P. 52. Cursivas originales.
2052
DGLM, T. I, P. 566.
2053
WARREN, BENEDICT J. ―El dibujo del obispo Vasco de Quiroga y fray Jerónimo de Alcalá con los
príncipes de Michoacán que se conserva en el manuscrito de la segunda mitad de la Crónica de
Michoacán de fray Pablo Beaumont‖, en: WARREN, BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán
481
Brazaletes
Los brazaletes son otro tipo de insignias con las que se distinguían los señores sujetos al
cazonci, son mencionados un número considerable de veces y se han encontrado
ejemplares de metal en el registro arqueológico:
―Los brazaletes están generalmente formados por una lámina de metal que se llevaba
comúnmente en el antebrazo, o también por una tela de algodón a la que se ensartaban o
anudaban cascabeles […] En las excavaciones de Tzintzuntzan, como ofrenda en el
Entierro 32, se encontraron dos ejemplares de brazaletes de cobre laminado envueltos con
una tela de algodón. […] En los trabajos de la desembocadura del río Balsas se
2054
encontraron dos ejemplares de cobre en el sitio B68.‖
La RM menciona que los señores y guerreros nobles usaban brazaletes de oro y
turquesa,2055 en el tesoro del cazonci había ―brazaletes de plata‖,2056 y antes de que
sacrificaran a los encarcelados durante la fiesta de Cuingo, les daban ―dos brazaletes de
cobre y unos collares de cobre, que les ponían…‖,2057 algunos de estos de estos
brazaletes de cobre debieron haber sido adornados con cascabeles. Las esculturas tipo
Chac mool encontradas en Pátzcuaro e Ihuatzio, y que son asociadas a contexto
sacrifícales, están representados con ajorcas en las piernas.2058 También se mencionaron
brazaletes de cuero pintados de color blanco, aunque pudieron haber existido de otros
colores.2059 Maturino Gilberti registró algunas palabras relacionadas con este tipo de
adornos, y menciona otro material con que se elaboraran o adornaban los brazaletes, de
pluma de aves: ―Braçalete de oro. tiripeti paraxuqua‖, ―Braçalete de pluma. ahcandiqua
paraxuqua‖, ―Braçalete otro. tatzuhcuqua‖, ―Catahcuqua. axorca‖.2060
Jerónimo de Alcalá describió otro tipo de adornos que se ponían en las muñecas
bajo el nombre de ―sartal‖, que parece fueron elaborados de cuentas de diversos
materiales. En una fiesta de la diosa Xarátanga, los sacerdotes de esa diosa
―…empezaron a escoger de las mieses que había traído Xarátanga a la tierra, ají colorado
y verde y amarillo y de todas estas maneras de ají hicieron una guirnalda como la que
solía ponerse el sacerdote de Xarátanga. Escogeron, así mesmo, de los frísoles colorados y
negros y ensartáronlos unos con otros y pusiéronselos en las muñecas diciendo que eran
las mieses de Xarátanga, que su sacerdote se solía poner. Y sus hermanas llamadas
Pazímbane y Çucúraue, escogeron destas dichas mieses el maíz colorado y lo pintado, y
ensartáronlo y pusiéronselo en las muñecas diciendo que eran otras cuentas de Xarátanga.
colonial. Los lingüistas y la lengua. [Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax
Publicistas, (Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 24), 2007, P. 274.
2054
CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 152.
2055
RM, ff. 12, 16v, 30, 30v, 47v, 77v, 124, 125v. Pp. 186, 194, 221, 222, 256, 139, 142. Se supone que
Curícaueri y Xarátanga daban los brazaletes de oro los señores. Entre el primer tesoro que le dio
Tangáxoan II a Hernán Cortés, se encontraban ―ocho brazaletes de plata dorados rizos, que pesaron todos
dos marcos seis onzas‖ y ―veinte brazaletes de plata baja, que pesaron veinticuatro marcos y dos onzas.‖
―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT.
La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377.
2056
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7v, P. 178.
2057
RM, Tercera Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160.
2058
CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Jiuatsio, ―la casa del coyote‖, en: CÁRDENAS GARCÍA,
EFRAÍN (Coordinador editorial). Tradiciones arqueológicas. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, (Colección Imágenes), 2004, P. 215. Véase Apéndice F, figura 22.
2059
―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN,
BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378.
2060
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 293 y 57.
482
También escogeron de otras maneras de maíz, de lo blanco y de lo entreverado, y
2061
ensartáronlo y pusiéronselo al cuello diciendo que eran sartales de Xarátanga.‖
La palabra ―sartal‖ se usó en la RM para referirse a los adornos de las muñequeas
usados por las mujeres,2062 pero dentro de los oficios de la casa del cazonci, había
mujeres que se encargaban de resguardar estos atavíos: ―Una tenía cargo de guardar
todas sus joyas, como era bezotes de oro y de turquesas y orejeras de oro y brazaletes de
oro; llamábase ésta chuperi pati y ésta tenía otras mujeres consigo […] Había otra que
tenía en cargo todos los sartales que se ponía el caçonçi en las muñecas, de piedras y
turquesas y plumajes.‖2063
Collares
Los collares eran otro tipo de adornos reservados para la nobleza y los guerreros. La
RM describe collares de muchos materiales y parte de su significado social. La mayoría
de las menciones a collares, son los de turquesa, que eran parte de las insignias de
señor.2064 Gilberti registro varias entradas relacionadas con este tipo de adornos:
―Uecahchaqua. collar o d[i]x[e]‖, ―Collar de vestidura. xucaparaqua hucahchaqua‖,
―Collar de oro. tiripeti vecahchaqua‖.2065 Cuando Tangáxoan II quería ahogarse en el
lago de Pátzcuaro por consejo de sus allegados, para no ser esclavo de los españoles,
Cuiniarángari mencionó ―vi los señores de México que vienen con ellos. Si los tuvieran
por esclavos, ¿cómo habían de traer collares de turquesas al cuello y mantas ricas y
plumajes verdes, como traen?‖.2066 Además Cuiniarángari se puso muchos collares de
turquesa para impresionar a los señores de Zacatula cuando fueron a llevar las anclas al
astillero de Hernán Cortés.2067 También se mencionan collares elaborados de metal.
Cuando los señores zizánbanecha buscaron venganza contra Ireti Ticátame, ya que éste
los flechó por romper la piel de un venado, sus ―cuñados acordándose de la injuria
rescebida, tomaron un collar de oro y unos plumajes verdes y trujéronlos a Oresta,
señor de Cumanchen, para que se pusiese su dios llamado Turésvpeme y pidieron ayuda
para ir contra Ticátame‖;2068 y cuando fueron emboscados por sus enemigos los señores
Uápeani II y Pauácume II, los sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco, llevaron ―un
collar de oro llamado Cazáretaqua‖ para rescatar sus cuerpos.2069 Se usaban collares de
cobre para los sacrificados.2070 Otro material para hacer collares eran huesos de
diferentes procedencias, cuando Taríacuri sacrificó a los prisioneros derrotados de
Taríaran, las victimas ―tenían al cuello unos collares de huesos llamados taropu vta, que
eran colorados y estaban todos ensangrentados de la sangre que saltaba de los
sacrificados‖.2071 Pero los collares de huesos más mencionados son los realizados con
pescados del mar, los caracoles marinos, que eran ―ricos‖ o ―muy preciados entre ellos‖,
y una de las recompensas que se podían obtener en el campo de batalla, eran ―collares
2061
RM. Segunda Parte, Cap. IV, f. 67v, P. 26.
RM. Segunda Pare, Caps. XV y XXXIV, ff. 89v, 136v, Pp. 70 y 164.
2063
RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 12, P. 185.
2064
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205. Otras menciones se encuentran en RM, ff. 30, 30v, 31v,
47v, 49v, 77v, 99, 99v, 112, 125v, 136v, Pp. 221, 222, 256, 260, 46, 89, 90, 115, 142, 164. Véase
Apéndice F, figura 23.
2065
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 189 y 316.
2066
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 47v, P. 255.
2067
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264.
2068
RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23.
2069
RM, Segunda Parte, Cap. IX, f. 76v, P. 44.
2070
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160.
2071
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 130v, P. 152.
2062
483
de huesos de pescados preciosos‖, eran puestos en el cuerpo del cazonci antes de ser
cremado.2072 En el contexto arqueológico se han encontrado collares de muchas formas,
y elaborados también de barro, conchas, cuarzo, esteatita, y otros minerales.2073 Entre
los regalos que dio el cazonci a Cortés, se encontraban ―tres pares de collares de cuero
que parecían para lebreles‖ y ―tres pares de collares de cuero aforrados en pluma de
colores‖.2074
Calzado
El calzado era otro marcador importante de estatus social, aunque su uso no parece
haber sido restringido tan tajantemente, más que en circunstancias especiales. La única
mención explícita a la regulación del calzado, era ―cuando algún señor había de hablar
con el cazonçi, quitábase el calzado y poníase unas mantas viejas, y apartados dél le
hablaban.‖2075 El cazonci tenía un diputado llamado ―cuçuri‖, que era curtidor y le hacía
cotaras de cuero, probablemente eran de las que le daban a los ocánbecha antes de la
conquista. Entre las mujeres de la casa del cazonci, había ―otra que tenía en cargo todo
su calzado‖, y cuando sacrificaban gente que acompañara al cazonci después de muerto,
se encontraba el ―que llevaba su calzado y cotaras‖.2076 Antes de cremar el cuerpo del
cazonci, se le colocaban cotaras de cuero al cadáver, y cuando se iba a enterrar el bulto
mortuorio de cenizas, también se le colocaban otras cotaras. Parte de las cenizas de
Tangáxoan II fueron enterradas en Pátzcuaro, y a su bulto mortuorio se le agregaron
entre otras cosas ―cotaras y camisictas que había tenido cuando pequeño‖.2077 El calzado
también era un presente que se regalaba en embajadas, cuando Taríacuri mandó a una
de sus mujeres o hija a matar a un señor de Curínguaro, le dio cotaras para que diera de
regalos; cuando los embajadores mexicas llegaron a pedir ayuda a Zuangua contra los
españoles, éste les dio calzado como regalo; cuando Francisco Montaño se fue de
Tzintzuntzan a México, Tangáxoan II le dio también cotaras de cuero; y entre los
objetos que regaló el cazonci al rey de España, se encontraban ―tres pares de zapatos de
cuero de indios de aquella tierra.‖2078 El cuero no era el único material del que estaban
hecho el calzado, también había calzado fabricado con fibras vegetales, como el ixtle,
en la Relación Geográfica de Chilchotla se menciona que los indígenas antes de la
conquista ―calzábanse unos alpargates, de maguey y de cuero, que en esta lengua
llama[n] ACAHUECUA‖.2079
Gilberti registró varios vocablos relacionados con el calzado, con esa información
y la que ya hemos mencionado, se puede tener constancia que había diferentes tipos de
2072
RM, ff. 18, 30, 99, 121v, Pp. 197, 221, 89, 134.
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Collares tarascos del Museo Michoacano‖, en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los
anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
(Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp.277-284.
2074
―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN,
BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378.
2075
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187.
2076
RM, Tercera Parte, Caps. I, III, XVI, ff. 6v, 7v, 12v, 30v, Pp. 176, 178, 186, 222.
2077
RM, Tercera Parte, Caps. XVI y XXIX, ff. 30, 30v, 31v, 58v, Pp. 221, 222, 223, 278.
2078
RM, Segunda Parte, Cap. XXIV, ff. 136, 136v, Pp. 163, 164; Tercera Parte, Caps. XX y XXIII, ff. 40,
44, Pp. 241 y 249; ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en:
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378.
2079
VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108. Mayúsculas
originales. Véase Apéndice F, figura 19.
2073
484
calzado, como suntuario, ornamental, o para andar por los caminos: ―Acahuenstani.
calçase los cacles‖, ―Acahuequa. çapatos, o cacles‖,―Matsicata. vn genero de cacles‖,
―Quarache. cacles viejos‖, ―Uhtaqua. talon de cotares‖, ―Calçada persona. acahueti‖
―Calçado lo que se calça. acahuequa‖ ―Calçada de camino. xangari qhuazcata‖
―Calçada hazer assi. qhuazcani‖ ―Calçar çapatos. çapatos hucani‖, ―Calçar calças.
thipinduni‖, ―Calças. thipinduqua‖, ―Calcetero. thipinduqua vri‖.2080
Por las fuentes también sabemos que las cotaras estaban pintadas de colores, en
cierta ocasión se menciona que ―estaba Taríacuri en la casa de la vela, a un rincón,
velando en su oración con unas orejeras de oro en las orejas y unas cotaras en los pies,
de cuero colorado.‖2081 En las láminas de la RM, se observan que la mayoría de los
personajes se encuentran descalzos, aunque sean personajes importantes, aun así hay
algunos personajes calzados: en la lámina I, el sacerdote tarasco que se encuentra atrás
de don Pedro Cuiniarángari trae cotaras; en la II, sólo se encuentran calzados el
sacerdote mayor, al parecer con calzado rojo, y el capitán general; en la lámina IV,
Taríacuri y sus guerreros traen calzado rojo; en la lámina V, sólo el sacerdote Naca está
calzado, en la lámina VI, el corredor trae cotaras rojas; en la lámina VII, un personaje
que está quitando los atavíos a Zétaco o Haramen está calzado; en la lámina IX,
Taríacuri es representado en dos ocasiones, y en ambas trae calzado rojo; en la X
probablemente algunos guerreros de Curínguaro estén calzados; en la lámina XV
Taríacuri está representado con cotaras rojas; en la XVI, Curátame II trae cotaras, al
parecer rojas también; en la lámina XVII, Taríacuri es representado de nuevo en dos
ocasiones, ambas calzado con cotaras rojas; en la lámina XXIV, el petámuti se
encuentra dando un sermón a los señores y caciques, trae calzado rojo; en la lámina
XXVI, Taríacuri vuelve a aparecer con calzado rojo. Francisco Montaño, segundo
explorador español en llegar a Tzintzuntzan, hizo relación que entre los regalos que
recibió por parte de Tzintzincha, se encontraron ―cinco cargas de calzado que ellos usan
de muy lindo cuero de venado, de blanco y amarillo y colorado…‖.2082
En las láminas de la Tercera Parte también aparecen personajes calzados: en la
lámina XXVIII, el angatacuri aparece con cotaras sin color; en la lámina XXX,
petámuti trae calzado de color azul; en la lámina XXXII, el capitán general trae cotaras
rojas; en la lámina XXXVI el cazonci está calzado con cotaras sin color; en la lámina
XXXVII, Tangáxoan II y don Pedro Cuiniarángari traen calzado rojo; en la lámina XL,
el nuevo cazonci trae calzado azul con rojo; y en la lámina XLVI, Tangáxoan II y otros
3 señores traen calzados rojos. En el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595,
Vacvsticatame y Harame son representados con cotaras rojas,2083 sin embargo, es difícil
atribuir algún significado a los colores o su uso ha determinado grupo social dentro de
la clase dominante. Beaumont mencionó ya tardíamente que los tarascos ―tenían
sandalias de cuero, y otros los usaban de hilo de maguey y el calzado de los magnates
era muy pintado y curiosamente compuesto.‖2084 También se menciona que las cotaras
eran parte del equipamiento militar usado por los guerreros en las batallas, se menciona
que cuando iban a la guerra, ―llevaban su provisión para el camino, y cotaras y harina
para beber en un brebaje y jubones de algodón y rodelas y flechas‖,2085 y cuando Nuño
2080
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 37, 110, 139, 202, 302.
RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 104v, P. 100. Cursivas nuestras.
2082
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap.
XXI, P. 783.
2083
Véase Apéndice D.
2084
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Morelia, Balsal editores, 1985, T. II, P. 58.
2085
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 15, P. 192. Cursivas nuestras.
2081
485
de Guzmán exigió a los tarascos armamentos para iniciar la conquista de Jalisco, les
dijo a Tangáxoan II y don Pedro Cuiniarángari: ―pues allá habemos de ir a aquellas
tierras. Hacé muchos jubones de algodón y muchas flechas y rodelas y veinte arcos con
sus casquillos de cobre e muchos alpargates e cotaras, encomendadlo a uno de vosotros
que vaya a entender en ello.‖2086
Banderas
Las banderas o estandartes eran otros artefactos usados en los ejércitos antiguos para su
identificación o la distinción de las diferentes unidades de las que se componía; las
fuentes mencionan como los ejércitos del cazonci cuando iban a la guerra, ―llevaban,
levantadas, banderas de pluma.‖2087 Gibelti registró varias palabras en castellano que
hacían referencia a estos objetos: ―Estandarte. ancxcuqua, Pendon. tasta ànxcuqua,
Vandera. tasta ancxcuqua‖, en la RM se mencionan y representan en varias ocasiones a
los ―alférez‖, encargados de llevar las banderas de los escuadrones a las guerras, en
tarasco eran los ―anczcuqua pari‖.2088 Según el mismo relato histórico de la RM, en la
época en que los chichimecas-uacúsecha se sentaron en Pátzcuaro, no contaban con
suficientes atavíos y hubo necesidad de fabricarlos para una batalla, el pasaje dice: ―Y
los chichimecas no tenían muchos atavíos de guerra. No sé dónde hallaron plumas de
águila y hicieron unos plumajes para las espaldas, y hicieron unas banderas de pluma de
gallinas blancas…‖.2089 En la RM, las representaciones que más abundan sobre estos
artefactos, que ―eran de plumas de aves puestas en unas cañas largas‖ 2090 siendo
portadas por los alféreces. En las láminas del mismo documento, solo aparecen de color
rojo, negro y blanco, y por lo menos dos diseños diferentes: uno perteneciente al
ejército enemigo de Curínguaro, donde tres alféreces portan tres banderas con los
colores rojo negro y rojo, y rematadas con borlas de plumas blancas y rojas. El otro
diseño lo podemos identificar con el linaje uacúsecha, con plumas rojas y blancas que
conforman entre 6 y 10 secciones intercaladas, también rematado por borlas de plumas
blancas y rojas.2091 Por la gran diversidad de aves, tanto en el territorio como por el
comercio, no es difícil imaginar que estas hayan sido de diversos colores, con plumas de
águilas, quetzales, colibríes, guacamayas, patos, gansos, codornices, zopilotes, garzas,
etcétera.
El Códice de Huichapan de origen otomí, que menciona la pugna entre otomíes y
tarascos, estos últimos son descritos como que tenían ―los tarascos que alzaban
[banderas de] papel, que consagraban [banderas de] papel‖. La representación de la
bandera de papel tarasca, es una vara larga rematada con plumas blancas, y un
rectángulo de papel, con franjas rojas, blancas y negras intercaladas.2092 La RM
menciona que cuando iban a sacrificar Tamápucheca, hijo de Taríacuri, lo adornaron
con los atavíos de los que iban a ser sacrificados, que incluían una ―mitra de plata en la
cabeza y diéronle una banderilla de papel en la mano y una rodela de plata al
2086
RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 54v, P. 270. Cursivas nuestras.
FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 398.
2088
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 423, 535, 616 y 256.
2089
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38.
2090
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
2091
RM, láminas X, XIII, XV, XXIII, XXIX, XXXII, XLI. Véase Apéndice E, figura 4.
2092
LASTRA, YOLANDA; BARTHOLOMEW, DORIS (Editoras). Códice de Huichapan. Paleografía y
edición de Lawrence Ecker. 1ª reimpresión, México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoInstituto de Investigaciones Antropológicas, 2003, P. 80-81.
2087
486
cuello.‖2093 En la lámina XXXIX que ilustra las exequias del cazonci, aparece un alférez
cargando una bandera, está rematada por una borla de plumas rojas, pero el material del
que parece estar facturada no son plumas, sino una manta de algodón blanca, por lo que
bien pudieron elaborarse banderas de este material.
La relación de Sirándaro menciona que ―el modo de seguir la guerra estos
naturales, era en carnes, con sus pañetes, y arcos y flechas y rodelas y porras, y sus
estandartes de pluma, y, ellos, muy lucidos, con plumajes de muchas colores; y, los que
se señalaban en la guerra, eran muy estimados.‖2094 Esta diversidad de colores les debió
permitir a los ejércitos diferenciarse entre sí, ya que estas banderas tenían un significado
heráldico. En cierta ocasión en que Taríacuri y sus sobrinos por poco se enfrentaron
entre sí:
―Y miraron desde lo alto de la cuesta Hiripan y Tangáxoan y echaron de las cabezas la
hierba con que venían cobiertos y pensaron que eran sus enemigos que les tenían alguna
celada, viendo el polvo que se levantaba. Y levantaron sus banderas y conosciendo las
banderas, las espías, dijeron: "de los nuestros son: ídselo a decir a Taríacuri, porque no
2095
caigan las mujeres y se lisien, que no son sino Hiripan y Tangáxoan".‖
Tanto en el texto de la RM, como en otros documentos pictográficos indígenas,
observamos el uso de estas banderas y se representan pictográficamente como las que
eran portadas en varas largas. Podemos encontrar dos representaciones en el Códice
Telleriano-Remensis, donde se observan guerreros michoaques con dos banderas, ambas
se encuentran en varas pero sólo se cuenta con el color de las borlas de plumas
superiores, en una de color anaranjado, y la otra rematada con azul, rojo, amarillo y
blanco.2096 Y en el Códice de Carapan, está representado un basamento piramidal, y en
su cima, cuatro banderas de plumas idénticas a las representadas que las de la RM, pero
sin color alguno.2097 La RM menciona que dentro del ejército había encargados de portar
las banderas: ―Tenían [el cazonci] su alférez mayor para la guerra, con otros que
llevaban las banderas, que eran de plumas de aves puestas en unas cañas largas.‖2098 En
el mismo documento se mencionan varios oficios que nos permiten conjeturar quienes
fabricaban estas banderas, se nos dice en entre los oficios en la casa del cazonci:
―Había otro llamado vsquarecuri, diputado sobre todos los plumajeros que labraban de
pluma los atavíos de sus dioses y hacían los plumajes para bailar. Todavía hay estos
plumajeros. Estos tienen por los pueblos muchos papagayos grandes colorados y de otros
papagayos para la pluma, y otros les traían pluma de garzas, otros otras maneras de pluma
2099
de aves.‖
2093
RM, Segunda Parte, Cap. XXXIII, f. 135v, P. 162. Cursivas nuestras.
CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266.
2095
RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 108, P. 107.
2096
Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., ff. 25v y 33v. Resulta muy interesante que estos colores son los
mismos con los que está adornado el bordón del petámuti en algunas de las láminas de la RM, láminas II,
XXIV, XXX, XLI, XLII. Véase Apéndice E, figura 3.
2097
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., Apéndice II, imagen 33. Véase Apéndice E, figura 4.
2098
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
2099
Estos mismos plumajeros eran encargados de adornar las rodelas fabricadas por el ―atapuvri‖. Vid
supra.
2094
487
Pintura corporal
Diversas fuentes que hablan del Michoacán prehispánico mencionan las alteraciones
corporales para la guerra, entre ellas la pintura corporal, aunque bien pudieron tratarse
de escarificaciones o tatuajes, sólo son consignadas de la primera forma. El documento
que mejor describe está pintura corporal usada por los guerreros tarascos, es la Relación
Geográfica de Tiripetío, que menciona sobre el hábito con el que iban a la guerra:
―Cuando iban a pelear con enemigos, iban en cueros y teñidos de un betún negro que
ellos usan para aquel efecto, y encima de él, ciertas rayas y figuras feas de colorado y
amarillo […] Traían el cabello largo de negro y trenzado, que hacía una cola bien larga,
que en todo se parecía al demonio, y así llevaban sus insignias de fuego y tinieblas, pues
untándose de negro y amarillo y colorado, como queda dicho, yendo a morir, que era lo
más cierto, ya parece que iban caminando al infierno a donde estaba su capitán y príncipe
2100
de tinieblas.‖
Y en la Relación Geográfica de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla se
mencionó también el uso de pintura corporal multicolor:
―Peleaban con arcos, y con macanas de palo y rodelas; llevaban petos y espaldares hechos
de algodón y nudillo, y, cuando habían de ir a la guerra, se almagraban de colorado y
2101
negro, y otras colores.‖
En la RM abundan referencias como traer el cuerpo pintado de negro era
algo común, y se tenía por una costumbre que reflejaba belleza, y los personajes
que son mencionados que usaban el cuerpo pintado de negro, pertenecían a la
clase dominante, como el cazonci, señores y caciques, sacerdotes, y guerreros,
pero al parecer era un costumbre común de toda la sociedad. 2102 La RM
menciona también por qué se pintaban de color negro y como se llamaba:
―Y diéronle a beber y entróse a otro aposento de dentro Zurunban, y tomó de un color
amarillo, y traíalo en la mano y llegó a Taríacuri y díjole: "señor, ¿cómo, no te pondrás un
poco desta color?". Respondióle Taríacuri: "¿qué dices, hermano? ¿Cómo, me tengo de
poner ese color? Que ya yo tengo ese color negro, que es de mi dios Curícaueri. ¿Qué es
esta tizne? Póntelo tú". Solían los señores entiznarse todos en honra de Curícaueri, su
dios. Por eso dice Taríacuri que tenía [a]quella color por amor de su dios. Díjole
Çurunban: "¿Qué dices, señor? Ponértela tienes, yo te la pondré". Y púsosela por las
narices, hacia bajo y por las uñas de las manos y de los pies y díjole: "así te lo has de
poner. ¡Oh, qué hermoso estás! Y yo todo me tengo de poner desta color amarilla, el
cuerpo y la cara". Y díjole Taríacuri: "póntelo, hermano". Y díjole Zurunban: "póngome
ahora este color porque sacrifiqué unos malhechores llamados vázcata para que vayan sus
ánimas con las ofrendas a la madre Cueráuaperi". Y paráronse todos amarillos.‖ […]
―Pues como amanesció dijo Taríacuri a sus viejos: "vamos, y tomemos el calor de los
braseros". Acostumbraban los señores, como arriba dije, de tiznarse todos por amor de su
2100
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 24-25.
Cursivas nuestras.
2101
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México. México, Universidad Nacional Autónoma de México,
1986, T. II, núm. 7, P. 157.
Cursivas nuestras.
2102
RM, 21, 37v, 43v, 75, 83, 86, 91v, 98v, 122, Pp. 203, 236, 248, 41, 57, 63, 74, 88, 135. En ocasión de
que el nuevo cazonci tomaba posesión del cargo, se menciona que ―y ya estaban en el patio toda la gente
de la cibdad y de fuera, ayuntada, con todas las espías de la guerra y todos los correos y mensajeros, todos
entiznados. Estaban todos por su orden, y estaban todos los sacerdotes en sus procesiones, y las espías, y
oficiales de los qúes.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. Cursivas nuestras.
488
dios Curícaueri y teníanlo por gran honra andar así tiznados; y para estar más lucios y que
se les pegase mejor aquel color negro, echaban unas teas en unos braseros y poníanlas
debajo de las camisetas que usa esta gente, como maredillos, y aquel humo con el calor
pegábaseles en el cuerpo y después entregábanse y parábanse muy lucios. Esto se llamaba
Virísquareny, y por eso les dijo Taríacuri a sus viejos que trujesen aquellos braserillos
2103
para tomar aquel humo.‖
Cuando Curícaueri se le apareció en sueños a Hirepan, tenía forma de un hombre
que parecía señor y con el cuerpo todo entiznado, descripción que corresponde con la
representación de la lámina XIX.2104 Y cuando fue el concilio de dioses en el monte
Xanóata hucazio, para anunciar la venida de nuevos hombres a la tierra, ―estaban
asentados todos los dioses de la provincia, todos entiznados.‖2105 La costumbre de
teñirse el cuerpo de negro antes de ir al combate es aludida por la RM, en el capítulo V
de la Tercera Parte, se menciona como antes de ataviarse, se entiznaba toda la gente. 2106
Recordado lo que dice la Relación Geográfica de Tiripetío, que dice que la pintura
corporal de los guerreros tarascos eran ―insignias de fuego y tinieblas‖, probablemente
el corregidor español, Pedro Montes de Oca, relacionó los colores rojo, amarillo y negro
con el imaginario europeo del Infierno, y agregó que tenían la forma de ―ciertas rayas y
figuras feas‖ En el mismo documento, se hace mención que en el cerro de los
chichimecas (actual Cerro del Águila), andaba un sacerdote tarasco descrito como un
―hombre feo, amarillo atereciado…‖.2107 Por la cerámica asociada a la época tarasca,
sabemos que los motivos recurrentes son geométricos, y por los petrograbados tenemos
una diversidad de formas que representan elementos naturales, como astronómicos,
zoóforos, fitomorfos, antropomorfos, y también geométricos, por lo que los motivos de
la pintura corporal bien pudo ser parecida a la evidencia que se encuentra en estos dos
soportes. En las láminas de la RM, aparecen varios personajes con pintura corporal.
Al parecer los señores usaban pintura facial negra, en las mejillas, la referencia
que da una pista es cuando Taríacuri se quejó de una mujer llamada Quénomen, que se
había convertido en señora de Querequaro, un lugar cercano a Zacapu, y que ―por
hacerse temer, tiene dos bandas de negro por la cara y que tiene a su lado una rodela y
una porra en la mano.‖2108 Este tipo de pintura facial parece estar representada en las
láminas II, III, V, IX, XXV. El petámuti y algunos sacerdotes en cambio, en algunas
láminas, aparecen representados con una línea roja en la zona lateral del rostro, junto a
las orejas descendiendo por la mandíbula, en las láminas II, XXIV, XXX XXXI y XLII.
En algunos documentos del Centro de México, los sacerdotes nahuas están
representados con pintura facial roja al lado de la oreja y la mandíbula, igual que la del
petámuti.2109 Cuando Bernardino de Sahagún relató las formas en que los indígenas del
Centro de México ofrecían sangre a sus dioses, mencionó que
―Derramaban también sangre los hombres cinco días antes que llegase la fiesta principal,
que se hacía de veinte en veinte días, por su devoción; hacían unas cortaduras en las
orejas, de donde sacaban sangre, y con aquella sangre untaban los rostros, haciendo unas
2103
RM, Segunda Parte. Cap. XVII, ff. 94-95, Pp. 80-81.
RM, Segunda Parte. Cap. XXVII, f. 124, P. 139 y lámina XIX.
2105
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 234. En el caso femenino, se menciona como se pintaban los
dientes de negro. RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV, ff. 136v-137, Pp. 16-165.
2106
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193.
2107
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 34.
2108
RM, Segunda Parte. Cap. XXII, f. 112v, P. 116.
2109
Un ejemplo se encuentra en DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de
Tierra Firme, Óp. Cit., T. I, lámina 11, Cap. V, P. 53 [en apéndice].
2104
489
rayas de sangre por ellos; las mujeres hacían como un corro, y los hombres hacían una
2110
raya derechera desde la ceja hasta la quijada‖
Para el caso tarasco se menciona el mismo rito de sacarse sangre de las orejas; y
dado que la representación iconográfica de ambas líneas rojas corresponde a la casta
sacerdotal, probablemente se trate de sangre para el caso tarasco, en lugar de pintura o
colorante. Es pues sintomático, que en la Relación Geográfica de Tuzantla, se mencione
que se adoraba a de Curícaueri y Huréndequauécara, ―y, [de] ordinario estaban tres
indios en guarda de los ídolos, y éstos se sacaban sangre de las orejas y, con ella, se
pintaban…‖, 2111 mientras que en la Relación Geográfica de Tancítaro se dice ―y ellos
[los indígenas] también se sacaban sangre de sus orejas, y de otras partes, y se untaban
las caras con ella…‖.2112
En la lámina XXXVII, el petámuti está representado con las piernas pintadas con
líneas verticales azules, pero sin pintura facial roja al lado de las orejas. En la lámina
XLII, el dios Tiripamequanencha es representado casi con los mismos atavíos que el
petámuti, pero trae un penacho de plumas, el rostro pintado de azul, y la línea roja junto
a los orejas. En esta misma lámina aparecen otras deidades con lo que puede ser pintura
facial o máscaras, de colores como azul, negro, rojo, amarillo y verde; y una mujer del
señor de Ucareo que ―tomó‖ la diosa Cueráuaperi, tiene el rostro pintado de amarillo. En
la lámina XLI, que acompaña el capítulo del discurso que daba el petámuti cuando
tomaba posesión del nuevo cazonci, aparecen tres señores ataviados muy ricamente, con
la cara pintada de amarillo, y las piernas de azul, mientras que en la lámina XXXIX, que
ilustra el capítulo de las exequias del cazonci, los sacrificados destinados a acompañar al
cazonci a la otra vida, están pintados de todo el cuerpo de color amarillo, recordemos
que éste color está relacionado con la madre de los dioses, Cueráuaperi. La única pintura
corporal representada en la RM que podemos asociar a un contexto bélico se encuentra
en la lámina XIII, donde uno de los alféreces representado tiene líneas transversales de
color negro en el tórax. Beaumont trascribió un documento sobre la fundación de
Acámbaro, donde los guamares, antiguos vasallos del cazonci, fueron congregados,
traían ―diferentes rayas en medio de las caras…‖.2113
Camuflaje
Hay una breve referencia en la RM que probablemente indique el uso de alguna especie
de camuflaje a base de hierbas entre los tarascos prehispánicos. El pasaje en cuestión es
sobre una confusión que sufrió Taríacuri con su gente y sus sobrinos Hirepan y
Tangáxoan, ya que ambos grupos desconocían la presencia del otro y por poco se
atacaron, hasta que los espías de Taríacuri reconocieron las banderas de Hirepan y
Tangáxoan, el pasaje en cuestión es el siguiente:
2110
SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. II,
Apéndice III, P. 166.
2111
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. Corchetes originales,
cursivas nuestras.
2112
MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 291. Véase
Apéndice E, figura 6.
2113
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 324.
490
―Y siendo ya hora de comer dijeron Hiripan y Tangáxoan, que estaban en sus celadas
cerca de aquel lugar donde estaba Taríacuri con los suyos, holgándose: "levantemos a
nuestro dios Curícaueri, que ya es medio día, porque no tengamos nosotros la culpa
desto". Y juntáronse todos y pusiéronse unos cobertores de hierba encima de las cabezas
y venían todos en dos alas, por dos caminos, hacia el pueblo. Y viéronlos venir los viejos
que estaban en atalaya y dieron voces que venían sus enemigos, que lo fuesen a decir a
Taríacuri, que se fuese delante por amor de las mujeres; que venían dos escuadrones y
venían encubiertos las cabezas con hierba y venían acachados. Y miraron desde lo alto de
la cuesta Hiripan y Tangáxoan y echaron de las cabezas la hierba con que venían
cobiertos y pensaron que eran sus enemigos que les tenían alguna celada, viendo el polvo
que se levantaba. Y levantaron sus banderas y conosciendo las banderas, las espías,
2114
dijeron: "de los nuestros son: ídselo a decir a Taríacuri...‖.
De este pasaje que colige que Hiripan y Tangáxoan usaron un camuflaje que era
una especie de cobertores de hierba, y que se escondían entre el terreno moviéndose
sigilosamente, hasta que llegaron a cierta distancia del grupo de Taríacuri, vieron la
polvareda y optaron por iniciar el ataque, hasta que los espías de Taríacuri reconocieron
las banderas, y se evitó el enfrentamiento. Una referencia que menciona el uso de
prendas de hierbas, aunque tal vez no haya sido usada como camuflaje, se encuentra en
la Relación Geográfica de Acámbaro: ―Y el hábito que siempre traían era tan solamente
una chamarrillas de herbaje q[ue] les llegaban a medio muslo, y no más hábito…‖.2115
Adolph Bandelier mencionó como en el Centro de México, se usaba camuflaje de
plantas como paja, ramas o follaje durante las guerras.2116
Control y almacenamiento del armamento y atavíos
La información sobre la producción, control, restricción y almacenamiento del
armamento no es muy abundante. Volviendo a citar la relación de Cuseo de la laguna,
donde se menciona algo al respecto:
―No les era permitido traer otras vestiduras [a los indígenas], si no era con licencia de su
rey, y ésta la había algún hombre valiente, y al tal se le daba p[ar]a q[ue] trajesa manta
rica, y rodela y arco, por la calle; y, [ade]más, le daba una piedra preciosa que trujese
colgada en el labio, p[ar]a lo cual se lo horadaba. Y esto eran insignias de hombre de
2117
grandes méritos‖
De esta información se desprenden varias cosas. La primera es que la restricción
parece que hace referencia a la indumentaria de elite, es decir, dependiendo la posición
social a la que se pertenecía, se podían portar determinadas insignias y adornos.
También puede conjeturarse que los nobles tenían permitido portar armas en público sin
ningún problema, pero no la gente común, por lo que el porte de armas por parte de esta
clase social sólo habría estado permitido en tiempos de guerra o para la caza. La RM
menciona a varios especialistas en la fabricación de armamento: ―Había otro llamado
quanícoqua vri, diputado para hacer arcos y flechas para las guerras, y éste lo guardaba.
Y las flechas como habían menester muchas, que son de caña, la gente de la cibdad las
2114
RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 107v, P. 106.
VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya
y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 64. Cursivas originales.
2116
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, Óp. Cit., P. 74 y nota a pie, núm. 161, P. 112.
2117
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 84. Corchetes
originales, cursivas nuestras.
2115
491
hacían cada día.‖2118 No queda claro cómo era la producción de arcos y flechas, si había
un lugar especial para fabricarlos, o ciertos individuos los fabricaban por separado, y sí
el quanícoqua vri era el encargado de un taller, o de recolectar los arcos y flechas
tributadas. Lo que queda más claro, es que había un lugar específico para guardar los
arcos. Sin embargo, hay que recordar que en la RM, tanto en el texto como en las
láminas, se hace referencia a que los señores tenían el arco y flechas a la mano en sus
casas.2119 También ―había otro llamado cherénguequa vri, diputado para hacer jubones
de algodón para las guerras, con gente que tenía consigo e prencipales,‖ y ―había otro
diputado sobre las rodelas, que las guardaba, y los plumajeros las labraban de pluma de
aves ricas y de papagayos y de garzas blancas.‖2120 Es probable que también hubiera un
lugar específico para guardar el armamento defensivo, pero también los señores
guardaban este armamento es sus casas, así por ejemplo, el cazonci tenía una mujer para
guardar joyas y objetos suntuarios y ―había otra que tenía cargo de guardar todos sus
jubones de guerra de algodón y jubones de plumas de aves.‖2121
Esto nos lleva a otra cuestión, un factor social importante sobre el armamento
usado en la guerra ¿cómo adquirían el armamento los guerreros del cazonci? Cierto tipo
de armamento, como porras, arcos, flechas, carcajes y escudos, probablemente podían
ser fabricados por los propios guerreros, se menciona por ejemplo en varias ocasiones
que los señores hacían flechas, al parecer de forma de ritual aunque su uso fuera
profano,2122 pero las armaduras de algodón y adornos, requerían primero de materia
prima que no se producía en ciertas zonas y que tenía que ser importada, y del trabajo
especializado de artesanos. Si consideramos que la organización social del centro en la
cuenca de Pátzcuaro, se reproducía a nivel local en los diferentes pueblos, los señores y
caciques probablemente se encargaban de producir y almacenar el armamento
especializado, y distribuirlo a los guerreros en tiempo de guerra. En el capítulo que
habla de cómo conquistaban a los pueblos, se menciona que
―Y encomendaban a toda la gente que [l]levasen todas las vituallas y los arcos e flechas e
rodelas y harina e pan de bledos y ofrendas quel caçonçi inviaba para los dioses que iban a
la guerra. Cada pueblo se llevaba sus vituallas y así se partía toda aquella gente de los
pueblos y por los pueblos que pasaban les sacaban al camino mucha comida, y antes que
llegasen donde habían de sentar el real, juntábanse todos y entiznábanse toda la gente y
los sacerdotes que llevaban los dioses, y componíanse todos: unos se ponían penachos
blancos de garzas blancas, otros plumas de águilas, otros plumajes de papagayos
colorados. Y tomaban los de la cibdad doscientas banderas de su dios Curícaveri, de
plumas blancas, y de Cuyacan cuarenta, y de Pázcuaro cuarenta. Y sacaban cuarenta varas
de palo recio que tienen unas puntas, y eran dos brazas en largo, y tenían unos ganchos. Y
llevaban estas varas los valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina.
Otros, en las cabezas de aquellas porras, ponían muchas puyas de cobre, agudas. Y
sacaban sus rodelas hechas de pluma de muchas aves: unas blancas de garzas blancas que
eran de Curícaveri; otras coloratadas de papagayos colorados; otros de unos pajaritos de
color dorada y verdes. Y todos los valientes hombres se vestían unos jubones de algodón,y
2118
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
Cuando el compilador de la RM relató el asesinato de Haramen, primo de Taríacuri, mencionó que ―y
los señores suelen tener allí en su casa su arco y flechas a la puerta, y los isleños tomaron el arco y flechas
y armáronle y flecháronle en las espaldas‖. RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86v, P. 64.
2120
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
2121
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12, P. 185.
2122
RM, 63v, 64, 69v, 70, 75, 80v, 82, 82v y 88, Pp. 18, 19, 30, 31, 41, 52, 56 y 67. Por otro lado, durante
las exequias de cazonci, se sacrificaban ―uno de los que le hacían sus flechas; otro de los que le hacían sus
arcos‖ para que lo acompañaran al otro mundo. RM. Tercera Parte, Cap., XVI, f. 30v, P. 222.
2119
492
la otra gente común unos petos de algodón; y los señores y valientes hombres se ponían
2123
jubones de pluma de aves ricas.‖
A pesar de la información, no queda del todo claro el origen del armamento. Se
resalta que los guerreros transportaban armas y municiones de sus pueblos, y que a los
de Tzintzuntzan se les otorgaban distintas armas. El hecho de que banderas, armas de
quangáriecha, y plumas, se mencionen como ―que eran de Curícaueri‖, probablemente
indica que se hayan guardado en armerías o trojes dedicadas a los dioses. Una estructura
que se menciona varias veces, ―la casa del águila‖, es una buena candidata para
considerarla como armería: estaba dedicada a Curícaueri, ahí se juntaban todos los del
linaje uacúsecha a velar y parlamentar, se realizaba la ceremonia de la guerra, ahí
descansaban los señores cuando eran heridos y era ―donde hacían la salva a los dioses, y
la troj donde se habían de guardar sus atavíos.‖2124
2123
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 16-16v, Pp. 193-144.
RM, Segunda Parte, Cap. VIII, f. 73v, P. 38; Tercera Parte, Cap. XXV, f. 118v, P. 128; Cap. XVIII, f.
35, P. 231.
2124
493
29. ÓRDENES MILITARES ENTRE LOS ANTIGUOS TARASCOS 2125
―No había entre los mexicanos profesión más estimada que la de las armas.
El dios más reverenciado entre ellos era el de la guerra, al cual veneraban
como principal protector de la nación. No elegían príncipe alguno por rey, si
no había dado en algunas acciones pruebas de su valor y de su genio militar
hasta merecerse el empleo de general de ejército, ni le coronaban si después
de electo no apresaba por su mano las víctimas que habían de sacrificar en las
fiestas de su coronación. […] Estas eran unas especies de órdenes militares
instituídas para premio de los buenos soldados.‖
Francisco Javier Clavijero, Historia antigua de México, 1781
2126
En 1943 Paul Kirchhoff definió el concepto ―Mesoamérica‖, entendiéndolo como una
región geográfica-cultural que comprendía gran parte de México y Centroamérica. En
dicho opúsculo realizó una lista de elementos culturales de los diversos pueblos
aborígenes del continente, así como elementos que sólo compartían los grupos humanos
que se estaba catalogando en la súper-área. Entre esos elementos mencionó la existencia
de ―órdenes militares (caballeros águilas y tigres); guerras para conseguir víctimas que
sacrificar.‖2127 Por fuentes del Centro de México conocemos a estos grupos de
guerreros, incluso conocemos las instituciones donde se instruían en su oficio. Pero la
pregunta es ¿La existencia de ―órdenes militares‖ es un elemento común de los pueblos
mesoamericanos? Es decir, en caso de que hayan existido estos grupos especiales de
guerreros en Mesoamérica ¿Qué sabemos de ellos? ¿Cómo se llamaban? ¿Qué papel
cumplían en el ejército? ¿Qué elementos los definían? Y para aterrizar estas preguntas
en una realidad histórica concreta ¿existían estas órdenes militares en el Michoacán
prehispánico? ¿O son sólo una trasposición del mundo hispano a la realidad indígena?
Sabemos que dar respuesta a las interrogantes planteadas es un gran reto, nosotros
trataremos de contestarlas grosso modo para el caso tarasco del período protohistórico,
ya que las fuentes escritas nos permiten documentar y comprender mejor el período que
corre de los años 1200-1522.
Los aspectos militaristas del Tzintzuntzan Irechequa han sido poco estudiados, y
en cambio, se ha privilegiado el estudio del militarismo en las sociedades nahuas,
oaxaqueñas y mayas, así como el de otros grupos de otros periodos históricos. En la
2125
Tuvimos oportunidad de presentar una versión preliminar de este apartado en una sesión sobre la
guerra en la antigüedad tarasca, en el seminario Kw‟anískuyarhani de estudiosos del pueblo purépecha, en
la ciudad de Pátzcuaro el 28 de noviembre del 2015. Agradecemos los comentarios que realizaron Carlos
Paredes Martínez, Ricardo Aguilar Gonzáles, José Luís Punzo y Francisco Loeza. También agradecemos
los comentarios que realizaron Igor Cerda Farías y Rene Becerril Patlán antes de presentar el texto en el
seminario. Todos los comentarios enriquecieron y ayudaron a aclarar las ideas de la versión preliminar.
Asimismo, una versión de esa ponencia fue publicada en CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los
quangáriecha. Órdenes militares, guerra y religión entre los antiguos tarascos‖, en: Callicanto. Estudios
históricos y patrimonio cultural. Guadalajara, Jalisco, editada por Xalixco. Estudios históricos y
Patrimonio Cultural, edición especial núm. I, [El antiguo Occidente mexicano. Investigaciones recientes
sobre arqueología y etnohistoria de Jalisco y Michoacán], año 3, vol. III, Octubre 2017-Febrero 2018, Pp.
78-92; pero aquí mostramos una visión más completa de la cuestión de las órdenes militares tarascas.
2126
CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México. Edición del original escrito en
castellano por el autor. Prólogo de Mariano Cuevas. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 29),
1976, Lib. VII, Cap. 21, Pp. 222-223.
2127
Kirchhoff, Paul. ―Mesoamérica: Sus límites geográficos, composición étnica y caracteres culturales‖
en: Revista Tlatoani (Suplemento). [3ª edición del opúsculo], México, Escuela Nacional de Antropología
e Historia-Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1967, núm. 3, P. 9.
494
historiografía michoacana los estudios sobre estos aspectos han sido fragmentarios y
generalmente abordados como complementos del estudio de la política o la sociedad. En
lo que concierne a la temática que tratamos en el presente apartado, la mejor exposición
sobre estos ―caballeros‖ es la que se localiza en el apéndice de del trabajo Claudia
Espejel Carbajal sobre la RM, donde se encuentran sintetizadas las fuentes sobre la
sociedad tarasca, parte de ese corpus nos indica la probable existencia de este tipo de
órdenes religioso-militares.2128
Militarismo, “caballeros” y sacerdotes-guerreros
A la llegada de los europeos al Nuevo Mundo, los Estados mesoamericanos se
encontraban en estado de guerra constante. Tras la caída de los grandes centros de poder
del Clásico (200-600/700), el territorio quedó fragmentado en pequeñas unidades
políticas que guerreaban entre sí, un período oscuro historiográficamente hablando,
conocido como Epiclásico, que daría paso a la formación de los grandes Estados que
observaron los conquistadores. Durante el Posclásico Tardío (1200-1521) se
consolidaron unidades políticas que lograron imponer su hegemonía sobre vastos
territorios y sus habitantes.2129 A través de la guerra se usufructuaba la mano de obra, se
imponía el pago de tributo, se dominaban las rutas comerciales y se cautivaban
prisioneros para el sacrificio.2130 Este estado de guerra continua encontraba sustento en
2128
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, Pp. 265-266. Otra autora
que ha dedicado unas líneas a este grupo social fue Cynthia Stone, quien hizo anotaciones de tipo
lingüístico: ―quangari (khwarjári) n. pl. quangáriecha = warrior or brave, valiant man (DG, MG, MS,
RM); also, morning star, the planet Venus (MG, MS); cf. quanguá paqua = your majesty (RM); quangah
paqua = most powerful one (DG)‖. STONE, CYNTHIA L. In place of gods and kings. Authorship and
identity in the Relación de Michoacán. Oklahoma, University of Oklahoma Press, 2004, Glosario, p. 225.
Las abreviaturas hacen referencia respectivamente a Diccionario Grande, Maturino Gilberti, Mauricio
Swadesh y Relación de Michoacán. Delfina Esmeralda López Sarrelangue dedicó algunas líneas sobre
estos guerreros, aunque haremos referencia más adelante. Jean-Marie Gustave Le Clézio también se ha
referido sobre estos guerreros tarascos, pero lamentablemente lo hizo bajo un juicio de valor sesgado,
centralista e históricamente insostenible: ―En Michoacán la nobleza hereditaria formaba el asiento del
poder del cazonci, y su fuerza para hacer la guerra. Los quangáriecha (los hombres valientes o caballeros
del dios planeta Venus, Huréndecuauecara) no favorecían el desarrollo de las artes y despreciaban el uso
del calendario de origen tolteca proveniente de México. Esta sociedad austera, viviendo en un estado
permanente de guerra en las fronteras, no favorecía la expresión artística ni el individualismo. Las únicas
expresiones artísticas estaban incluidas en las oraciones y rituales de los curitiecha, los sacerdotes
mayores. Y el papel de coordinación mitológica era atribuido al sacerdote supremo, el petámuti –de la
raíz tarasca petámuni, el que habla-que pronunciaba su discurso durante la fiesta de la justicia, Equata
Cónsquaro. Cf. LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. ―Universalidad de la Relación de Michoacán‖,
en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de
Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Pp. XVII. En otro texto Le
Clézio menciona ―la oración del sacerdote hiripati se dirigía al dios Urendequauecara; su otro nombre,
Khuangari, designaba al propio astro‖, y en la nota a pie de página menciona ―el nombre de este planeta
tal vez se lo dieron los Quengariecha, la orden guerrera de los uacúsecha, cuyo dios Urendequauecara es
el héroe fundador.‖ Más adelante menciona que ―la guerra no es para la posesión de la tierra ni para la
acumulación de riquezas, sino para el alimento de los dioses en una especie de unión mística con lo
sobrenatural. Éste es probablemente el papel de los guerreros uacúsecha que pertenecen a los
quenquariecha, los ―caballeros‖ alrededor del cazonci, orden religiosa más que jerarquía militar, como en
ciertas naciones del norte.‖ LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. El sueño mexicano o el
pensamiento interrumpido. Traducción de Mercedes Córdoba y Tomás Segovia. 2ª reimpresión, México,
Fondo de Cultura Económica, (Colección Popular núm. 466), 2008, P. 176 y nota a pie núm. 49, y P. 192.
2129
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. Óp. Cit., Pp.
173-193.
2130
Hassig, Ross. ―La guerra en la antigua Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces,
2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 32-40.
495
los discursos ideológico-religiosos, pues la guerra era exaltada por las elites gobernantes
para justificar el statu quo. La información consigna de la existencia de grupos de
guerreros profesionales encargados de sacralizar la violencia armada, desde épocas
remotas como el Preclásico (2500 a. de. n.e-200 de .n e.), donde ya eran representados
guerreros con atributos zoomorfos o en escenas de capturas de prisioneros, que
aparecerían constantemente durante la historia mesoamericana, hasta el siglo XVI.2131
Estos grupos cumplían un conjunto de ritos en donde se sustentaba la ideología y
religión de los estados militaristas. Estos cuerpos castrenses quedaron registrados en la
historiográfica como ―órdenes militares‖.
La denominación de ―órdenes militares‖ proviene del mundo medieval de los
conquistadores y posteriormente de los diversos cronistas, pues estos se vieron en la
necesidad de explicar una realidad con los conceptos culturales en los cuales estaban
inmersos. Rastreando el significado de ―orden militar‖ en el Tesoro de la lengua
Castellana o Española de 1611, se dice que ―ORDENES militares, [son] las que están
instituidas en la caualleria para defensa de la Fe contra los infieles.‖2132 Cuando los
soldados españoles lucharon contra los indígenas, los primeros notaron la existencia de
guerreros de élite, con distintivos que demostraban una posición social elevada, así
como una pericia superior para el combate,2133 lo que llevó a los europeos a
denominarlos ―caballeros‖, haciendo alusión a la vieja institución medieval de
caballería, es decir, un grupo guerreros al servicio de un señor, con un código de honor,
una jerarquía interna y defensores de la fe. Un ejemplo de nombrar a este grupo de
guerreros así lo encontramos en Bartolomé de las Casas, quien mencionó:
―Tenían costumbre antigua en la Nueva España de armar caballeros casi como dándoles
hábito de caballería donde hiciesen profesión de defender la patria, que era gran dignidad
entre ellos y llamábanla tecuitli, como en Castilla profesan las órdenes de Caballería de
Santiago, Alcántara o Calatrava, en la cual no admitían sino solo hijos de señores muy
2134
caballeros de todos cuatro costados.‖
Vemos como ―casi‖ son como los caballeros europeos estos guerreros, es decir,
Bartolomé de las Casas utilizó su bagaje cultural para explicar una realidad totalmente
nueva que se parece ―casi‖ a la que él conoció, así consideraba varios aspectos de estos
guerreros: practicaban la profesión de defender la patria, sólo admitían hijos de señores,
para ser guerreros de élite tenían que pasar en penitencia en un ritual de nombramiento,
además eran tenidos en alta estima y tenían voz y voto en los consensos.2135 En este
apartado no entraremos en discusión si los conceptos ―caballero‖ u ―orden militar‖ son
2131
TREJO, SILVIA. ―La imagen del guerrero victorioso en Mesoamérica‖, en: Estudios de cultura
náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas,
2000, vol. 31, Pp. 221-236.
2132
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra O, P. 569v.
2133
Por ejemplo en la conquista de Jalisco, Nuño de Guzmán mencionó como los guerreros contra los que
lucharon ―…heran los más escojidos de la provincia y más balientes, y muchos señores della murieron
allí; benían bien aderezados de mantas y plumajes y muy lindos carcajes de flechas muy labradas, aunque
no pareció el oro y plata; que decían y afirman que no hay mazeguales que esté sin aquellas cintas…‖.
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖,
en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 282.
2134
LAS CASAS, BARTOLOMÉ DE. Apologética Historia Sumaria…. Edición preparada por Edmundo
O‘Gorman, con un estudio preliminar, apéndices y un índice de materias. 3ª edición, México, Universidad
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie de historiadores y cronistas de
Indias: 1), tomo I, 1967, Lib. III, Cap. LXVII, P. 350.
2135
Ibíd. Lib. III, Cap. LXVII, Pp. 350-351.
496
los más idóneos para explicar la realidad guerrera mesoamericana, pues el uso de ellos
proviene de la misma historiografía. Nosotros analizaremos los grupos de guerreros que
los mismos documentos coloniales designan como ―caballeros‖, tratando de acercarnos
a tópicos tales como que aptitudes los definían, tipo de armamento, papel en el ejército
tarasco y su lugar dentro de la religión tarasca.
Los valientes hombres
En la RM se mencionan varias veces a los ―valientes hombres‖, pero sólo en una
ocasión se les llama ―caballeros‖, nos referimos al grupo social de los quangáriecha:
―Andaban con él [cazonci] los valientes hombres, que eran como sus caballeros, llamados
2136
quangáriecha, con unos bezotes de oro o turquesas y sus orejeras de oro.‖
Claudia Espejel resalta que la fórmula ―valiente hombre‖ en la RM tiene dos
significados pero relacionados ampliamente, uno como adjetivo y otro como el grupo
social mencionado.2137 Nosotros consideramos que esta fórmula sufrió un cambio
cuando los uacúsecha extendieron su poder sobre el antiguo territorio michoacano, pues
si bien a lo largo de la narración en la RM el término ―valiente hombre‖ se usa como
sustantivo, en los capítulos referentes al máximo esplendor del Tzintzuntzan Irechequa
se refiere claramente a la casta de guerreros denominados ―caballeros‖. Las fuentes no
permiten rastrear el origen de estos guerreros, es probable que los guerreros nobles que
sirvieron en las filas de los ejércitos de Curícaueri en la primera etapa de expansión
territorial se hayan profesionalizado, ocupando un lugar dentro del ejército y los
estamentos nobles, en especial los guerreros que residían en Tzintzuntzan.
Los quangáriecha ocupaban una alta posición social dentro de la nobleza
tarasca. Así cuando el cazonci ―iba muchas veces a las guerras con su arco e flechas,
que llevaba en la mano, cuando caía alguna vez enfermo [herido], traíanle en una
hamaca los valientes hombres y los señores‖2138, en otras palabras, los quangáriecha
eran los hombres de armas del cazonci, la guardia de corps. Después de las guerras y
que los pueblos enemigos eran derrotados y subyugados, se enviaba a un valiente
hombre y un intérprete para imponer las condiciones del vasallaje y celebrar la
ceremonia de sujeción.2139 Cuando el cazonci ya era viejo lo visitaban los valientes
hombres;2140 y cuando fallecía participaban en los funerales y se juntaban todos los
valientes hombres para elegir nuevo rey.2141 También portaban las insignias de la
nobleza, tales como bezotes, orejeras, guirnaldas de cuero de venado, de plumas, arco y
flechas como símbolo de poder, además de usar jubones y rodelas adornadas con
plumaje de aves exóticas;2142 según Gilberti las ―Ynsignias de vencimiento‖ eran
nombradas quangariecha hucaqua.2143 A parte de estas insignias, los quangáriecha se
diferenciaron de los demás guerreros por haber portado un tipo de arma especial, y que
nos hemos referido a estos artefactos como ―arma de quangáriecha‖, se menciona que
antes de partir a la guerra, ―sacaban cuarenta varas de palo recio que tienen unas puntas,
y eran dos brazas en largo [1.672 m], y tenían unos ganchos. Y llevaban estas varas los
2136
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8v, P. 180.
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, Pp. 265-266.
2138
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187.
2139
RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200.
2140
Menciona la RM que ―el que no venía teníanle por traidor‖, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30, P. 221.
2141
RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 32v, P. 226.
2142
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 265.
2143
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 469.
2137
497
valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina.‖2144 También usaban
arcos, flechas, porras y armamento defensivo ricamente adornado. Dos quangáriecha
están representados en las láminas X XXXII de la RM, precisamente al frente de los
ejércitos.2145 ―En general –nos dice Claudia Espejel- puede decirse que los valientes
hombres eran los guerreros, y como todos o casi todos los señores, caciques y
principales eran guerreros, todos ellos eran asimismo valientes hombres.‖2146
Dentro del ejército tarasco, los quangáriecha también cumplían un papel
importante capitaneando a las tropas, cuando se preparó la fiesta de Hiquándiro para la
coronación de Tzinzincha Tangáxoan y se reunieron todos los señores de los pueblos
con sus dioses en Tzintzuntzan, ―ataviábanse todos los valientes hombres, entiznábanse
todos y poníanse en las cabezas unas guirnaldas de cuero de venado o de pluma de
pájaros. A cada uno destos valientes hombres encomendaban un barrio, que era como
capitanía, y iba con cada barrio un principal que llevaba la cuenta de cada barrio y
conoscia los vecinos dél.‖2147 Cuando el ejército tenía que partir a la batalla, se hacía un
camino por donde pasaría el capitán general, y ahí ―todos los valientes hombres de
Mechuacan [Tzintzuntzan] venían delante de este capitán general…‖.2148 Antes de
iniciar el ataque sobre el enemigo, los espías trazaban sobre la tierra la disposición del
pueblo, ahí los capitanes indicaban la estrategia a seguir para iniciar el asalto. Los
quangáriecha luchaban en la primera línea de batalla, pues ―después de haber mostrado
aquella traza [del pueblo enemigo], concertaba el capitán general la gente deste manera:
en la frontera, poníase todos los valientes hombres de la Cibdad de Mechuacan
[Tzintzuntzan] y los sacerdotes [tiuimencha] que llevaban a Curícaberi y a Xarátanga y
todos los otros dioses mayores….‖.2149 Es por demás significativo que en el texto se
hace la diferencia ―valientes hombres de Mechuacan [Tzintzuntzan]‖, lo que lleva a
Claudia Espejel a conjeturar que los quangáriecha serían un grupo especial de guerreros
residente de Tzintzuntzan,2150 por otras fuentes documentales sabemos que no
necesariamente residían en la capital, aunque muy probablemente los valientes hombres
de la región lacustre eran los más allegados al círculo del cazonci.2151
2144
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Véase el apartado sobre el armamento prehispánico
michoacano en el presente capítulo.
2145
Véase Apéndice E, figura 2.
2146
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 266.
2147
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193.
2148
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17, P. 195.
2149
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. Nótese como esta descripción concuerda, en este aspecto
de la nobleza en la primera línea de batalla, con el enfrentamiento, que tuvo el ejército Axayácatl con el
ejército tarasco de Tzitzíspandácuare, según Diego Durán: ―descubrieron [los mexicas a] la gente tarasca
muy en orden y lucida, con todos los señores delante, tan llenos de oro, joyas y plumas, tan
resplandecientes y relumbrantes con el oro, de braceletes [sic] y calcetas y orejeras y bezotes y
apretadores en las cabezas, de oro, que a la salida del sol, que era la hora que los descubrieron, que con el
resplandor quitaba la vista.‖ DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra
Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, P. 283.
2150
Claudia Espejel dice que ―Al parecer eran un grupo especial y superior de guerreros residentes en la
Ciudad de Michoacan (Tzintzuntzan) quienes, al igual que los caciques, participaban como capitanes en
las guerras pero que se diferenciaban de ellos por no ser gobernantes de algún pueblo.‖ ESPEJEL
CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 265. Nosotros no concordamos con
esta interpretación como exponemos más adelante, sin embargo, cabe aclarar que Claudia Espejel hace la
interpretación de la RM sin salirse de ella, es decir, trata de dar una explicación que se sostenga en el
mismo texto.
2151
La fórmula valiente hombre aparece en varias Relaciones geográficas, que mencionaremos más
adelante.
498
Los quangáriecha debían cumplir con una serie de aptitudes, por ejemplo tenían
la cabeza deformada,2152 debían ser ligeros, agiles, esforzados, varoniles, capturar
prisioneros en la guerra para el sacrificio y tener los cuerpos trabajados. Este último
aspecto parece que se hace referencia no sólo a tener condición física, sino a tener la
espalda marcada por traer leña para los cúes y tener cicatrices de guerra, pues en el
sermón que da el petámuti a los señores les dice:
―¿Cómo habéis de tomar los cativos, siendo valientes hombres como lo sois? ¿No os los
quitaríades y os pondríades unas mantas por los lomos desnudos para el trabajo? Y
tomaríades vuestro arco y flechas y os pondríades vuestros jubones de guerra, que así anda
nuestro dios Curícaueri, y así iríades a la guerra a defendelle en las batallas. ¿Cómo habéis
de ser valientes hombres? Ya os habéis tornado todos ingratos porque sois ya caciques y
señores; y amáis vuestros cuerpos por no trabajallos, y yendo a la guerra os tornáis del
camino y venís mintiendo al caçonzi y le decís: señor, désta y désta manera está el pueblo
2153
que conquistaste.‖
Otro pasaje que complementa la información es el referente cuando la mujer de
Taríacuri lo acusó ante su padre de querer matar a sus hermanos, poniendo estas
palabras en su boca:
―Dicíe ques valiente hombre. Y toma la flecha en la mano y muestrámela diciendo: "Mira,
mira, mujer, con éstas [flechas] tengo de matar todos tus hermanos y parientes. ¿Cómo, son
valientes hombres? ¿Son ligeros? ¿Para qué se quieren poner bezotes? ¿Es por ventura
bezote el que se ponen? ¿No es un palo que se ponen allí? ¿Son esforzados? ¿No son
mujeres? Y las guirnaldas de trébol que se ponen en la cabeza no son sino cintas de mujeres
que se ponen por el cabello. Y las orejeras de oro no son orejeras de oro, mas zarcillos de
mujeres. ¿Por qué no se las quitan y se ponen zarcillos? Y lo labrado que tienen en las
espaldas no es de valientes hombres, mas labores de mujeres. Y las camisetas que traen no
son sino mantas de mujeres y sayas. ¿Para qué traían los cueros de tigres en las muñecas?
¿Son por ventura valientes hombres? Mejor harían de comprar sartales para ponerse en las
muñecas. [borrado] Y las otras insinias que traen de valientes hombres y los mastiles que
traen, que no son mástiles más sayas y fajas de mujeres. Y los arcos que traen no son arcos,
mas telares de mujeres; y las flechas no son sino lanzaderas y husos de mujeres. ¿Son por
2154
ventura de valientes hombres?‖
Después del conflicto entre Taríacuri y su suegro, donde perdió este último y sus
guerreros fueron sacrificados (escena representada en la lámina X), Taríacuri dice:
―"…si mi mujer, la hija del señor de Corínguaro, fuera varón, muy valiente hombre fuera,
que ahora, con ser mujer ha hecho matar de sus hermanos y tíos y su agüelo. Ha dando [sic]
en este día de comer a los dioses y les ha aplacado los estómagos. ¡Valiente hombre ha sido
mi mujer!". Quiso decir Taríacuri en estas palabras, que por su mujer había empenzado
2152
En un pasaje sobre los sobrinos de Taríacuri se lee: ―…¡oh Hirepan: aunque soy de tal estatura y tan
pequeño, y aunque tengo la cabeza redonda, que no es de valientes hombres […] Que los que la tenían de
tal manera no los tenían por valientes hombres, y por eso a los señores les allanaba las cabezas y se las
asentaban y las hacían como tortas.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 128, P. 147. Nicolás León
mencionó que ―los tarascos, como otras razas de México, usaban la depresión artificial de los cráneos.
Conozco varios cráneos deprimidos, y en el Museo Michoacano hay ídolos penantes, y cabecitas análogas
a las de San Juan Teotihuacán, notables por ellos.‖, LEÓN, NICOLÁS. ―Anomalías y mutilaciones
étnicas del sistema dentario entre los tarascos pre-colombianos‖ en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA
(Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del
museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías,
Serie Arqueología), 1993, P. 181. Eduard Seler hace referencia a la nota de Nicolás León, pero no
profundiza más en el tema, SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 188.
2153
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134, P. 159.
2154
RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 89v, P. 70.
499
aquella guerra, en la cual su dios Curícaueri había desatinado a sus enemigos y que ella
2155
había sido la causa, y que si fuera varón, como era mujer, que hubiera más muertos.‖
También el término ―valiente hombre‖ pudo haberse aplicado a los hubieran
capturado en la guerra,2156 matado a alguien en combate o por el mandato del cazonci, e
incluso parece que un noble sólo podía ser ejecutado por manos de un quangáriecha, así
cuando Taríacuri mandó a sus primos Zetaco y Aramen a matar al sacerdote Nacá, estos
discutieron que hacer: ―Entonces dijo Haramen, que era valiente hombre, a su hermano
Çétaco: "hermano, mira que se va, ¿qué haramos?". Y sacó una flecha de su carcaj y
hincósela en las espaldas, y fuese derecho a él [Nacá] y echole los brazos por el cuello y
asieron todos dél.‖2157 Lo mismo ocurre cuando Taríacuri mandó matar a su hijo
Curátame II, pues sus sobrinos se preocuparon en despertar la ira de su tío: ―Peleen
Hiquíngaje y él; él le matará". Dijo Hiquíngaje: "por qué le tengo yo de matar? Mátelo
Tangáxoan ques valiente hombre". Y dijo Hiripan: "qué decís, hermanos? Vosotros le
materéis". Y llegaba ya cerca para tomar puerto y fuéronle todos a rescebir, todos
tiznados con sus insinias de valientes hombres.‖2158 Después de matarlo, Taríacuri
pregunta a los mensajeros ―"¿quién le mató?". Dijeron ellos: "Tangáxoan le mató". Dijo
Taríacuri: "valiente hombre es.‖‖2159
De acuerdo a la RM, cuando llegaron los españoles y ningún ejército les hizo
frente, Tzintzincha Tangáxoan, por consejo de sus cortesanos, tuvo intención de hacerse
ahogar para no caer prisionero de los extranjeros. Don Pedro Cuiniarángari detuvo a los
conspiradores que querían hacerse con el poder y el cazonci escapó. El principal de
estos era un noble llamado Timas, y Tzintzincha Tangáxoan mandó matarlo: ―Luego,
como vino don Pedro, llamóle el cazonçi y díjole: "ven acá ¿qué haremos de aquellos
principales que me quisieron matar por la soberbia que tuvieron, que me escapé de sus
manos? Ellos no se escaparán de las mías: ve y mátalos, que eres valiente hombre".
Díjole don Pedro: "señor, sea como mandas."‖2160 Parece que también para ser valiente
hombre era necesario haber matado en el campo de batalla como hemos mencionado,
pues cuando don Pedro discute con Timas, este le responde ―Peleemos entrambos. ¿Con
qué pelearemos, con arcos y flechas o con porras?". Díjole don Pedro: "con porras
pelearemos". Díjole aquel prencipal: "qué, ¿eres muy valiente hombre? ¿dónde estuviste
tú en el peligro de las batallas donde pelean enemigos con enemigos? ¿Dónde mataste
tú, allí, alguno? ¿a qué veniste tú?‖‖2161 Otro pasaje es cuándo los españoles empezaron
a robar el tesoro del cazonci, y ―…las mujeres del cazonçi, y salieron tras ellos con unas
cañas macizas y empezáronles de dar de palos. Aunque estaban con sus espadas no les
osaron hacer mal. Mas ponían las manos en las cabezas por defenderse de los palos y a
unos se les caían por huir, otros las llevaban. Y estaban por allí los principales y las
mujeres empezáronlos a deshonrar diciéndoles que para qué traían aquellos bezotes de
valientes hombres, que no eran para defender aquel oro y plata que llevaba aquella
2155
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97v, P. 86.
Corona Núñez menciona al respecto que ―es posible que [Qhuángari] sea un grado militar dado al
que hacía un prisionero en la guerra.‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Aclaraciones a un vocabulario tarasco‖
en: CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Estudios de Antropología e Historia. México, Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión universitaria-Editorial Universitaria,
1992, Pp. 48-52, P. 49.
2157
RM, Segunda Parte, Cap. XII, f. 83-83v, Pp. 57-58. Cursivas nuestras.
2158
RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, ff. 121v-122, Pp. 134-135. Este extracto es una muestra clara del
doble significado de la formula ―valiente hombre‖ en la RM.
2159
RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, f. 122v, Pp. 136. Cursivas nuestras.
2160
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. Cursivas nuestras.
2161
Ídem. Cursivas nuestras.
2156
500
gente, que no tenían vergüenza de traer bezotes. Y los prencipales dijéronles que no les
hiciesen mal, que suyo era aquello, de aquellos dioses [los españoles] que lo
llevaban.‖2162
Religión y valientes hombres
Una palabra relacionada con los quangáriecha que debemos rescatar, pues da una pista
importante para el estudio de la poco conocida religión tarasca, es la palabra
hozquaquangari según Gilberti, o como se encuentra en el DGLM hozqua quangari,
pues en uno y otro tienen el mismo significado al nombrar al planeta Venus como
―Luzero, estrella de la mañana‖; ―Lucero, Lucero de el alua‖.2163 Esta palabra está
compuesta por las palabras Hozqua, estrella, y la palabra Quangari, 2164 ―valiente‖, por
lo que podemos decir que la palabra hozquaquangari tiene por significado literal
―estrella valiente‖. Gilberti mencionó también en su Arte de la lengua de Michuacan…
las palabras para referirse a la aparición del lucero: ―Qhuangari veratiro, […] ya quando
sale el luzero.‖2165 Este tópico está asociado con el Dios del lucero, pero el texto es
obscuro, pues puede tratarse de los Curícaueri o de Hurendequavecara, u otra deidad
desconocida.
Corona Núñez identificó erróneamente a ―Curicaheri‖ con Curi Caheri o Curita
Caheri (―Gran Sacerdote‖), dios identificado como mensajero de los dioses, con Venus.
Según Corona Núñez éste astro fungía como mensajero y sacerdote del sol, ―guerrero
celeste, flechador de estrellas‖, así identificó la palabra ―Hozcua-cuángari: Estrellahombre-valiente‖.2166 La interpretación del maestro Corona Núñez esta sostenida en la
concepción de que la religión tarasca era idéntica al resto de las religiones
mesoamericanas, en especial al Centro de México, de la cual existe una cantidad muy
superior de información si la comparamos para el caso tarasco.2167 Esto genera graves
problemas de interpretación, pues la información con la que contamos, aunque
fragmentaría, deja ver claramente que nos encontramos con una construcción religiosa
distinta a la de la bien conocida religión nahua.
Las fuentes identifican a Curi Caheri o Curita Caheri como mensajero de los
dioses, pero no significa que Venus pueda identificarse con esta deidad.2168 La oración
que hacían los sacerdotes hiripacha al Dios del fuego antes de iniciar una guerra, tenía
por objetivo que los dioses les dieran la victoria en el campo de batalla a los tarascos,
donde aventaban olores (pelotillas de tabaco) al fuego:
―…tú, dios del fuego, que aparesciste en medio de las casas de los papas, quizá no tiene
virtud esta leña que habemos traído para los qúes, y estos olores que teniemos aquí para
2162
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 49v, P. 260. Cursivas nuestras.
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 389; DGLM, T. I, P. 360. Huelga mencionar que el planeta
Venus fue considerado otra estrella en el firmamento desde la antigüedad, y que esto cambio con la
invención de los instrumentos astronómicos adecuados para el estudio del cielo.
2164
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 93, 139, 426.
2165
GILBERTI, MATURINO. Arte de la lengua de Michuacan. [Edición facsimilar de 1558],
introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren.
Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. II), 1987, P. 166
[f. 85v]
2166
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., P. 36.
2167
Corona Núñez llegó a mencionar que ―no obstante que los tarascos tenían idéntica religión a la de los
otros pueblos de Mesoamérica [¡!], había una nota distintiva que la hacía un tanto diferente, era
persistente adoración que rendían al Fuego‖ Ibíd., P. 33.
2168
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 82.
2163
501
darte. Rescíbelos tú, que te nombran primeramente mañana de oro, y a ti Vréndequavécara,
2169
dios del lucero, y a ti que tienes la cara bermeja.‖
Claudia Espejel menciona que una posible interpretación de este pasaje es que el
Dios del fuego esté relacionado con el sol, así, la ―mañana de oro‖ sería el sol naciente,
mientras que Hurendequavecara, muy probablemente el Dios del lucero,2170 sería la
transición entre el día y la noche, aunque lo misma autora declara que es de difícil la
interpretación de este pasaje.2171 Gracias al análisis lingüístico nos es posible afirmar
que el Dios del lucero es Hurendequavecara; así existen varias interpretaciones, las
cuales apuntan a la misma dirección.2172 Eduardo Ruíz mencionó que ―Uréndacua
significa claridad‖, aunque más adelante anotó que ―Huréndacua [significa] la
enseñanza o la sabiduría‖,2173 Eduard Seler mencionó que ―Urendequa veraca [significa]
―que sale por delante‖, ―que despunta de primero‖: el dios de la estrella de la
mañana‖.2174 Francisco Hurtado Mendoza le da el significado de ―El que delimita el sol,
al día, desde lo alto‖,2175 Pedro Márquez Joaquín expone ―El que sale primero. Lucero
de la mañana‖,2176 y Cristina Monzón propone la traducción de ―lo primero que parte en
el horizonte‖.2177 El análisis lingüístico confirma la relación entre esta deidad con el
lucero, pero también nos da indicios de su simbolismo dentro de la religión tarasca y
relacionados con los guerreros quangári. La RM menciona a un grupo deidades
denominadas ―Dioses del cielo‖, ―Dioses engendradores del cielo‖ o ―Dioses celestes
engendradores‖, y probablemente, Hurendequavecara pertenecía a este grupo, aunque
hay que recordar que los dioses podían cambiar de planos cósmicos.2178 Es probable que
los astros en la bóveda celeste hayan sido identificados con algunas deidades, por lo
menos así es con el lucero.
El lucero, el planeta Venus, es el primer astro visible durante el ocaso, y el último
durante el alba, y ahí radica la importancia de su simbolismo, pues hay que recordar que
en Mesoamérica era deber de los hombres que en el mundo terrenal debía reflejarse el
2169
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 189.
La RM no es clara al explicitar quien es el Dios del Lucero, puesto que sólo se menciona en este
pasaje, y probablemente es el dios Hurendequavecara, hermano de Curícaueri.
2171
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 89.
2172
Las referencias siguientes sobre el significado del nombre del dios Hurendequavecara se encuentran
en el apéndice del trabajo de Cristina Monzón, citado más adelante.
2173
RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México, Balsal Editores, (Obras
completas de Eduardo Ruíz, vol. I), 1969, Pp. 42, 105. Esta interpretación no es consignada en el
apéndice que proporciona Cristina Monzón. Eduardo Ruíz, basándose en Alfredo Chavero, identificaba a
Hurendequavecara con la ―estrella brillante y de luz roja‖, Aldebarán, por su color rojo. Ibíd., P. 42. La
información a la que hace referencia Ruíz se puede leer en CHAVERO, ALFREDO. México a través de
los siglos. Historia antigua y de la conquista. 14ª Edición, México, Editorial Cumbre, Tomo I, 1977,
Libro Quinto, capítulo III, p. 760.
2174
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 224. Corona Núñez
compartió la traducción de Seler. CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., P. 48.
2175
HURTADO MENDOZA, FRANCISCO. La religión prehispánica de los purhépechas. Un testimonio
del pueblo tarasco. Morelia, Linotipográfica Omega, 1986, P. 85.
2176
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 711.
2177
MONZÓN, CRISTINA. ―Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis etimológico en la
cosmología tarasca‖ en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2005, otoño, año/vol. XXVI, núm.
104, P. 146. Al final de este texto, Cristina Monzón recopila un apéndice de análisis alternativos e
interpretaciones de otros autores sobre el significado de las principales deidades tarascas.
2178
Otras deidades del mismo grupo probablemente eran Curícaueri, Xarátanga, los dioses de las cuatro
partes del mundo, Querenda angapeti, el sol, la luna.
2170
502
orden del universo,2179 así, si el dios Hurendequavecara, ―lo primero que parte en el
horizonte‖, ―Estrella-valiente‖, era el primero en presentarse; así mismo los hombres
debían ser los primeros al entrar en combate, esto se confirma con que los quangáriecha
―en la frontera, poníase todos los valientes hombres‖, es decir, los primeros en pelear, y
probablemente los últimos en retirarse de la batalla.
Otra relación entre la religión y los valientes hombres es relativo al sacerdocio,
pues Chupitani, Nuriuan y Tecaqua, sacerdotes probablemente de tipo curietecha, es
decir sacerdotes de alta jerarquía sólo por debajo del pétmuti, porque los llamaban
viejos o abuelos.2180 Estos sacerdotes estuvieron a cargo de la educación de Taríacuri,
en la RM se lee: ―Y los viejos [Chupitani, Nuriuan y Tecaqua] nunca cesaban de
avisalle [a Taríacuri]. Quizá por ser valientes hombres y continuos del servicio de los
cúes, por eso le dicen todo esto.‖2181 En la sociedad tarasca, la casta sacerdotal
pertenecía a la nobleza, y como ya lo mencionamos en el apartado sobre las clases
sociales, probablemente el sacerdocio era una vía en que los nobles podían adquirir
prestigió y un rango social superior, por lo que no es extraño la existencia de sacerdotesguerreros, recordemos que una de la funciones de los quangáriecha era el capturar
prisioneros para sacrificar a los dioses, y en los templos se contaban las historias de las
guerras:
―Y, ordinariam[en]te, había en los templos gente, unos, quemando olores, u otros, bailando,
u otros, contando los sucesos de sus guerras; de m[ane]ra que, de noche y de día, estaba
2182
abierto y [con] grandes lumbres dentro.‖
También podemos relacionar a los valientes hombres con rituales posibles de
―nahualismo‖2183 gracias a la Relación de Ajuchitlan que menciona:
Los ritos eran tan diversos como las adoraciones, porq[ue] dicen [que] se sacaban sangre de
todas las partes del cuerpo, hasta de la lengua. Horadábanse las orejas; echábanse en ríos
hondos y estábanse allí metidos, y decían que de allí salían valientes, unos, hechos tigres,
otros, leones y otros, lagartos, y, otros, culebras, y que, en efecto, se transformaban en estas
2184
figuras como en España las brujas.
2179
―Con un largo y difícil entrenamiento, pasando por pruebas iniciáticas, habiendo demostrado su valor,
su coraje, el ardor y el furor místicos necesarios para el enfrentamiento bélico, estos guerreros hacían más
poderosos a sus gobernantes y más fuerte a su grupo y con su muerte, contribuirán a fomentar y a
aumentar las fuerzas generativas de la naturaleza con lo cual se asegura el orden del cosmos
instaurado…‖. TREJO, SILVIA. ―La imagen del guerrero victorioso en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 235.
2180
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 60.
2181
RM, Segunda Parte, Cap. X, ff. 77v, Pp. 46. Cursivas nuestras.
2182
GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Corchetes
originales.
2183
El concepto ―nahual‖ es de origen nahua y estaba extendido en gran parte de Mesoamérica, está
relacionado con las cualidades de la naturaleza y los seres humanos. En términos muy someros, es la
habilidad de un individuo de tomar habilidades anímicas no humanas de un elemento natural, tales como
animales o fenómenos, para inferir sobre seres u objetos por medio de procedimientos simbólicos. Aplicar
el concepto de nahualismo a la cultura tarasca prehispánica es de gran riesgo, puesto que no hay ninguna
fuente colonial temprana que use ese término para el caso tarasco, ni equivalente en los diccionarios
etnohistóricos. Para más información consúltese MARTÍNEZ, GONZÁLES, ROBERTO. ―Sobre la
existencia de un nahualismo purépecha y la continuidad cultural en Mesoamérica‖, en: Relaciones.
Zamora, Colegio de Michoacán, 2009, invierno, año/vol. XXX, núm. 177, Pp. 212-261.
2184
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 37. Corchetes y cursivas
originales.
503
Actualmente Ajuchitlán del Progreso se encuentra en el Estado de Guerrero,
pero en la época prehispánica era un importante enclave en las guerras tarasco-mexicas.
Los habitantes de Ajuchitlán eran vasallos del cazonci, que tenía guerra con los
mexicas. Tenía el cazonci ―su guarnición y gente de guerra por ser frontera de Tetela y
Capulalcopulco‖.2185 Este enclave era tan importante, como los diferentes fronterizos,
que ―ponía el cazonci [a] un gobernador, que sólo servía de hacer aquello que él le
enviaba a mandar.‖2186 Conjeturalmente podemos saber que existían valientes hombres
allí, pues los guerreros peleaban con arcos y flechas, macuahuitl, porras del tamaño de
vara de medir y hondas, estaban ―embijados de negro‖ y usaban ―jubones de algodón de
colores‖,2187 además del uso de la palabra ―valiente‖ para hacer referencia a los que
entraban a los ríos hondos. En el mismo Estado de Guerrero, en la fortaleza tarasca de
Cutzamala, menciona que los guerreros que luchaban bajo las banderas de los tarascos
eran muy ―lucidos, con plumajes de muchas colores; y, los que se señalaban en la
guerra. Eran muy estimados‖.2188 Una última nota sobre la relación entre la religión y
los quangáriecha es el referente a la fiesta de Húnispéraquaro o Húnispéransquaro,
―cuando velaban con los huesos de los cativos en las casas de los papas‖. Por lo que
podemos decir a través de la RM, en dicha fiesta se sacrificaba a los prisioneros
capturados en la guerra, duraba cinco días, el sacerdote daba un sermón, participaban
los valientes hombres y caciques, bailaban desnudos y se cantaba con los esclavos,
posteriormente entraban las mujeres (que iban a llorar por el sacrificado que iba al
cielo2189), bailaban todos agarrados de las manos, después de bailar se tomaban un
brebaje llamado ―puzqua‖,2190 este era un ritual con connotaciones sexuales.2191
En la versión preliminar publicada de este apartado, mencionamos que quedaban
algunos puntos por aclarar, como por ejemplo si para pertenecer a los quangáriecha se
tuvo que pertenecer a la nobleza o los purépecha podía tener dicho estatus, si era un
rango hereditario o adquirido por méritos, si era un rango vitalicio o se podía perder en
ciertas circunstancias, o sí la filiación étnica tenía importancia para pertenecer a esta
orden militar.2192 Aquí expondremos las posibles respuestas que se pueden dar a estas
preguntas, y que se encuentran en la documentación conocida. Si bien se menciona que
era en la guerra donde los guerreros obtenían insignias, prestigio social, y
emparentamiento con los principales mediante alianzas matrimoniales, todo parece
indicar que el rango de quangáriecha estuvo reservado para la clase dominante tarasca.
En algunas palabras registradas en los diccionarios tarascos y líneas adelante, la palabra
quangári está relacionada en traducciones al castellano referentes a la nobleza o
hidalguía. Además, en casi todas las referencias a los guerreros quangáriecha, siempre
están asociados a cargos de poder y nobleza de la clase dominante.
2185
Ibíd., P. 36.
Ibíd., P. 37.
2187
Ídem.
2188
CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266.
2189
―Segud la costumbre que solían tener cuando tomaban algud cativo que habían de sacrificar, bailaban
con él y decían que aquel baile era para dolerse dél y hacelle ir presto al cielo.‖ RM, Segunda Parte, Cap.
XXXIV, ff. 137v, Pp. 165.
2190
Sobre este brebaje, Gilberti mencionó ―Cozido de mays sin carne para comerlo entero. pusqua‖,
mientras que en el DGLM se menciona ―Beuida de mahiz cozido. Pusqua‖. GILBERTI, MATURINO.
VLM, P. 331; DGLM, T. I, P. 106.
2191
RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV.
2192
CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes militares, guerra y religión entre
los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 92.
2186
504
A pesar de que este rango al parecer fue restringido a la clase dominante tarasca,
este no hereditario, sino que tenía que ser adquirido mediante méritos. Ya analizamos
como debió de haber existido un sistema de edades en la cual conjuntos de personas
cumplían ciertos roles, cargos y actividades de acuerdo los ciclos de la vida, sexo, oficio
y clase social, y se tenían que obtener méritos a través del tiempo para ocupar cargos
diferentes. Los personajes de los que se tiene más información sobre los méritos
adquiridos para ser quangáriecha provienen de las vidas de Taríacuri y sus sobrinos
Hirepan y Tangánxoan. Los últimos pertenecían al linaje noble de los uacúsecha, pero
al quedar huérfanos de niños, tuvieron que mendigar en los mercados, cuidar los
maizales de un tío, cortar leña y sembrar sementeras. Luego quedaron bajo el cuidado
de Taríacuri, donde empezaron a fungir como espías de la guerra, luego capitanes de
escuadrón, fueron quangáriecha, y finalmente señores.2193 Además nacer dentro de la
nobleza no garantizaba que un individuo formara parte de los quangáriecha, diversas
enfermedades, males congénitos o limitaciones físicas necesarias para el combate,
debieron haber restringido que se obtuviera dicho estatus; Gilberti registró por ejemplo
la entrada ―Flaco que no puede pelear. no qhuangari. no vrati‖.2194 Una de las
alteraciones corporales de los quangáriecha parece haber sido la deformación craneal,
pero en la parte histórica se menciona que los hombres de grandes méritos podían ser
valientes hombres a pesar de no tener la deformación.2195
Él estatus de quangáriecha probablemente tenía que sustentarse mediante
diversos méritos, como matar o capturar prisioneros en las guerras, ya que la condición
de quangáriecha no era vitalicia, y podía perderse. La RM menciona los castigos
cuando los principales cometían faltas:
―Si otro [principal] había cometido algun pecado no muy grave, encarcelábanle solamente
algunos días. Si era un poco más grave, desterrábanle y quitábanle las insinias de valiente
hombre: el bezote y lo demás. Y a su mujer quitábanle las naguas y dejábanla desnuda y
aquellos vestidos eran del mensajero quel cazonçi inviaba a hacer esta justicia a los
2196
pueblos.‖
En la parte histórica esta deshonra la mandó aplicar Zurumban, señor de Taríaran
contra los parientes chichimeca-uacúsecha de Taríacuri, sus primos Zetaco y Aramen,
ya que durante el cerco de Jarácuaro habían sacrificado y dado de comer a él con
engaño al sacerdote Nacá:
―Y llamó un criado suyo y díjole [Zurumban]: "ven acá, Vyyana. Toma gente y ve a
Bacánabaro, que está allí gente de los chichimecas y aquella sementera no es de Taríacuri,
mas es mía. Desháceles las trojes y échalas por el suelo las casas y quitá los mastiles a
Zétaco y Aramen, hermanos de Tarýacuri, y quítales los bezotes y tranzados y las orejeras,
que por soberbia hicieron lo que hecieron. ¡Que cómo nos han tratado y qué afrenta nos han
hecho!. ¡Echalos a rempujones!. Y apedréalos. Y a sus mujeres quitaldes las naguas y
faldillas y deshonraldas echándoles tierra a las mujeres". Y partióse Viana con la gente, y
deshiciéronles [las] trojes y derrocáronles las casas, y quitáronles los mastiles y bezotes y
2193
RM, Segunda Parte, Caps. XXV.
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 631.
2195
En un pasaje se relata que ―y levantóse en pie Hiripan y dijo muy enojado de sí: "¡oh Hirepan: aunque
soy de tal estatura y tan pequeño, y aunque tengo la cabeza redonda, que no es de valientes hombres,
nunca me tengo de olvidar de aquella injuria de Hiuacha!".‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXIX f. 128, P.
147.
2196
RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203. Cursivas nuestras.
2194
505
quitáronles toda su hacienda y echáronles a rempujones hacia Pázquaro. Y a sus mujeres las
2197
deshonraron, como está dicho, despojándolas todas.‖
Vemos como al cometer faltas, los quangáriecha podían ser aprisionados unos
días si la falta no era grave, si el delito de mayor dimensión, perdían las insignias, el
honor y el derecho a usufructuar diversos bienes, además de quedar desterrados. Sin
embargo, cuando el delito era en extremo grave, perdían más que el estatus de
quangáriecha:
―Si algún principal tomaba alguna mujer de las del cazonçi, mandábale mactar y a sus hijos
y mujer y parientes, y todos los questaban en su casa, diciendo que habían sido todos
traidores y habían sido mezquinos, que no le habían avisado ninguno de lo que hacía aquel
pre[n]cipal. Y tomábale toda su hacienda y todas sus sementeras y era todo para la cámara e
2198
fisco del cazonçi, y quitábale la insinia de valiente hombre.‖
Un ejemplo de alta traición mencionado en la RM, es cuando el principal Timax
trató de inducir a Tzintzincha Tangáxoan para que se ahogara en el lago de Pátzcuaro
antes que volverse esclavo de los españoles, al fallar en su intentó huyó, y Tzintzincha
Tangáxoan mando a Cuiniarángari a ejecutarlo y deshonrarlo.2199
El último tema es referente a la adscripción étnica y el estatus de quangáriecha.
En la RM se hace mención en varias ocasiones que los enemigos eran ―valientes
hombres‖, al parecer en el sentido de adjetivo que considera Claudia Espejel. Por
ejemplo, el triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio hacía la cuenca de Cuitzeo, se
mencionó que la vertiginosa expansión se complicó, pues:
―Y los de Bániqueo [Huaniqueo] eran valientes hombres y no los pudieron vencer y
apartáronse a medio día. Y viendo esto Hiripan y Tangáxoan, sacrificáronse las orejas, y
toda la gente, por podellos vencer. Y avergonzábanse unos a otros porque no eran más
esforzados. Y comieron todos y tornaron a dalles combate y durmieron allí y tornaron a la
2200
mañana a pelear y entráronles a medio día.‖
También durante la guerra de coronación de Tzintzintcha Tangáxoan, en los
preparativos de las entradas que hacían en los pueblos para capturar prisioneros, se
mencionó que las entradas se hacían en diferentes fronteras, y que los guerreros ―unos
iban a la frontera de México, que peleaban con los otomies, que eran valientes hombres
y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras,‖ y sobre los guerreros de CuinaoTototlán al norte de la cuenca de Chapala, se dijo que ―mirá que no sea responder todos
a bulto, que traéis todos vuestra gente, que quizá serán más valientes hombres nuestros
enemigos.‖2201 En un pleito en Tepalcatepec en 1577, un testigo indígena de
Mechúacan, llamado Francisco Chizauque, declaró que los nahuas de Santa Ana
Tletlaman se volvieron vasallos voluntariamente del cazonci ―y los rescibió y por ser
buenos hombres y valerosos los encomendó la frontera de Tletlaman y mandó poblasen
allí para que resistiesen a las gentes con quien ellos tenían guerra…‖.2202 No hemos
encontrado indicios de que hubiera alguna restricción para que los guerreros de otros
grupos étnicos no pudieran ser quangáriecha, al contrario, dado que el poder central de
2197
RM, Segunda Parte, Cap. XIV, ff. 85-85v, Pp. 61-62.
RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203. Cursivas nuestras.
2199
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 51v-52, Pp. 264-265.
2200
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153.
2201
RM, Tercera Parte, Caps. IV y V, ff. 15 y 18, Pp. 191 y 197.
2202
CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, en:
Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Históricas, 1969, vol. 9, Pp. 220-221. Cursivas nuestras.
2198
506
Tzintzuntzan era el que otorgaba las insignias, el cazonci reconocía la valentía de los
guerreros principales del Tzintzuntzan Irechequa. Probablemente los demás grupos
étnicos tenían sus propios guerreros de élite u órdenes militares, con características
propias, y que los tarascos las pudieron haber nombrado como quangáriecha. No deja
de ser interesante que en un cuadro del Lienzo de Jicalán donde se representó De
Mechuacan [Tzintzuntzan], está dibujado un señor del linaje uacúsecha, Tucúruan de
Ihuazio, al que los xiuhquiltecas le están pagando tributo; la glosa nahua que acompaña
la imagen es ―Niman vquiuicac tucuruan.yxpan/ oceloti mahpan‖, Hans Roskamp la
traduce como ―Luego el lo llevó ante Tucuruan, el que se atavió como ocelote‖.2203
Puede ser que se esté haciendo referencia a la piel de felino que portaban los señores
águila uacúsecha, o que los xiuhquiltecas hayan nombrado a Tucúruan con el animal
numen de sus guerreros de élite.
Los quangáriecha en las fuentes coloniales
Revisando las fuentes etnolingüísticas, que nos proporcionan valiosa información sobre
esta casta militar tarasca, tenemos luz sobre algunos de los tópicos relacionados.
Cuando buscamos la raíz de la palabra ―quangáriecha‖, en el DGLM nos encontramos
que ―esta rraiz, Quangape –quangah-, significa estar yerto, o enertar.‖2204 Gilberti
asentó la traducción de la palabra según Jerónimo de Alcalá en la RM, ―Cauallero.
quangari‖. Otras palabras registradas por Gilberti son ―Quangari. valiente hombre‖,
―Armar cauallero. quangari eratahpeni‖, ―Armado assi. quangari eratangari‖, ―Armas
[heráldicas] de caualleros o linajes. Nahueequa minda‖, ―Fortaleza de varón,
vingapequa. quangariequa‖, ―Hijo de principal o senador. quangari vuahpa‖,
―Esforçado o varonil hombre, quangari. tecauati‖, ―Varonil y esforçada persona.
qhuangari mintzita caheri hucari.‖2205 En el DGLM encontramos las siguientes palaras
con
dicha
raíz:
―Qhuangari.
Valiente‖,
―Qhuangariecha.
Valientes‖,
―Qhuangariariquareni. Jatarse de Ualeinte‖, ―Qhuangariequa. Valentia‖,
―Qhuangariequa xaratani. Mostrar su valentía‖, ―Qhuangariequa exarehpeni. Darlas a
entender su ualentia y rrigor de su fuerça.‖2206 Para el caso opuesto, es decir, buscar el
significado castellano-tarasco, también nos encontramos con palabras de sumo interés,
por ejemplo: ―Cauallero. Quanga, quangari, nahué‖,2207 ―Valiente. Quangari‖,
―Valiente ser. Quangarieni,‖ ―Valentia. Quangariequa, Vivingaxeqeua‖, ―Ynsignias de
vençedor. Quangariequa xaraqua‖, ―Estado grande. Quangariequaro terunchequa.‖2208
El cazonci era saludado como ―Quangá, ques valiente hombre, esforzado‖,
además era llamado ―Quanguápaqua‖, que la RM traduce por ―majestad‖,2209 mientras
2203
Lienzo de Jicalán, escena núm. 37, De Mechuacan. ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena
de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., P. 153.
2204
DGLM, T II, P. 463. El significado de la palabra enertarse es ―quedarse yerto‖, y yerto significa
―tieso, rígido o áspero‖. ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua
española. [edición en línea]. Tanto en el DGLM como en el diccionario de Gilberti encontramos palabras
que hacen referencia a esta raíz y su significado en castellano, en el presente sólo rescatamos las
referentes a los ―valientes hombres‖.
2205
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 312, 139, 271, 433, 454, 628, 631.
2206
DGLM, T. II, P. 464.
2207
DGLM, T. I, P. 144. La palabra nahué tiene por significado ―noble, honrrado, principal‖ en el tomo
tarasco-castellano, T. II, P. 349, mientras que en el tomo castellano-tarasco se traducen las palabras
―Hidalgo, noble. Nahue, achaequa hapindi‖, T. I, P. 411, 435.
2208
DGLM, T. I, Pp. 435, 690, 335.
2209
RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. Delfina Esmeralda López Sarrelangue usa las grafías
qhuangua y qhuanguapagua con el mismo significado expuesto aquí respectivamente. LÓPEZ
507
que el DGLM consigna ―Quangahpaqua Dios. El potentissimo dios‖;2210 Corona Núñez
tradujo Quanga-pagua por ―guerrero del alba‖, pero no proporcionó sobre qué
elementos realizó dicha traducción.2211 Swadesh mencionó la palabra ―valiente‖ según
la grafía y pronunciación moderna como ―Kuru-kuru-si, tixa-ti-xa-si urá-ti, Khuanhári‖,2212 mientras que tradujo las palabras Khuanh-á como ―regresar, revocar, entumirse,
fijo, lucero, caballero, valiente, firme, grueso, duro, crudo, nervio, vena‖2213, y
Khuanhári ―firme, valiente; hóz-kua khuanhári lucero.”2214
Hans Roskamp menciona que ―el término “qhangari” es traducido como
―valiente‖, y es usado en muchos títulos primordiales de los siglos XVII y XVIII para
referirse a los caciques y guerreros prehispánicos.‖2215 Demos recordar las condiciones
históricas en las que se produjo la conquista del Tzintzuntzan Irechequa, gracias al
―pacto‖ de vasallaje que logró conseguir la nobleza de la clase dominante tarasca con la
Corona española, pudieron mantener muchos privilegios en las primeras décadas de la
época colonial. El estatus de los guerreros miembros de esta orden militar es perceptible
en varios documentos coloniales de varias regiones del territorio tarasco, con lo que
quedó manifiesta la existencia de estos guerreros en la mayor parte del territorio e
importancia para el gobierno del Tzintzuntzan Irechequa; algunos personajes de la élite
indígena colonial incluso tuvieron nombres propios relacionados con la condición de
―valiente‖.2216 Así por ejemplo, en 1553, Antonio Huitziméngari promovió su relación
de méritos y servicios, entre una de las preguntas, se pedía contestar, se encontraba que
―si saben que la gente tarasca es la más valiente y para más que hay en toda esta Nueva
España e Indias del Mar Océano, así en disposición y fuerza de cuerpos como
entendimiento, como el valor de sus personas, y la lengua de ellos, costumbres y
ejercicios, son más de hombre y de más constancia que las de ningunos otros
indios.‖2217
Según Delfina López Sarrelangue, la palabra qhuángari se traduce como ―rey‖ en
un documento de 1579 copiado de un original del siglo XVI.2218 En el ―Título de
Chapatiro‖, elaborados supuestamente el 17 de febrero de 1531, los personajes aludidos
pedían ser amparados en unas tierras del cacicazgo de sus padres en dicho pueblo, el
documento menciona que un tal ―Rey Valiente‖ recibió la fe católica en el año 1531:
―nombraron este Rey Valiente Francisco Chequencha, su muger Dña. Ana Pana, y sus
SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal.
2ª edición, Morelia, Morevallado Editores, 1999, P. 30; RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227.
2210
DGLM, T. II, P. 463.
2211
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Aclaraciones a un Vocabulario Tarasco‖, Óp. Cit., P. 50.
2212
SWADESH, MAURICIO. Elementos del tarasco antiguo. México, Universidad Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Sección de antropología, serie Antropológica núm. 11),
1969, apartado Español-Tarasco, p. 190)
2213
Ibíd., apartado Tarasco-Español, p. 6. Cursivas originales.
2214
Ibíd., apartado Tarasco-Español, p. 102. Cursivas originales.
2215
ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra
tarasca, Michoacán‖, Óp. Cit., nota a pie núm. 46, P. 296.
2216
Aquí sólo citamos algunos de los documentos publicados más conocidos, donde se pueden rastrear la
mención de los guerreros quangáriecha, en los documentos inénitos deben de existir más menciones.
2217
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, f. 3.
2218
LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época
virreinal. Óp. Cit., P. 31. Es pertinente dar la referencia que proporciona Sarrelangue del documento, el
cual no hemos podido consultar, por lo que desconocemos el contexto en que se usa la palabra qhuángari:
―Huiramba. Títulos presentados por Felipe Santiago, alcalde, por sí y demás oficiales y demás común de
dicho pueblo, 1759. A.G.N. Tierras 3489 (4) f. 3.‖, ídem.
508
hijos Pablo Chequencha, y este otro hijo de Rey Valiente Miguel Matias y á estos mas
sus Gentes entre todo con mis Gentes tomamos á la Sta. Fé Católica Romana y el Sto.
Bautismo, son setenta y cinco personas empesaron á escoger lo que han de servir á todo
lo más su Gente de su Rey Valiente Dn. Francisco Chequencha para que no han de decir
que somos terragueros…‖.2219
En la crónica del franciscano Pablo Beaumont, también se hizo mención a estos
guerreros. En el texto de la crónica, se menciona que el capitán Cristóbal de Olid
conquistó Michoacán, ―y que antes de entrar a Tzintzuntzan, corte de Caltzontzi, se
encontró este capitán con Vibil, y otros tres capitanes tarascos, que le recibieron de paz;
que entró Cristóbal de Olid a la corte de Tzintzuntzan a tiempo que el rey Caltzontzi,
estaba en el patio de su palacio con su caballerizo Guangari, Vibil y Huimaxe…‖.2220
En las imágenes que acompañaban el texto de Beaumont, y cuya fuente fue un
documento pictográfico indígena colonial, ahora perdido y nombrado como Códice
Tzintzuntzan, también se alude a los guerreros quangáriecha: se menciona a ―el
Valiente Nanuma General de las armas del gran Caltzonzi‖, y en otra imagen aparece
sobre un personaje la glosa ―Guangari=Vibil‖, y sobre otro personaje ―Su
Caballerizo‖.2221
En el corpus documental conocido como Los títulos de Carapan, se hace mención
constante a los valientes hombres o los guerreros quangáriecha. En el Códice Plancarte
la palabra ―valiente‖ se menciona más de 30 ocasiones, la mayoría de las veces
antepuesta a personajes de la clase dominante que supuestamente vivieron antes de la
época prehispánica en la región de la Meseta tarasca: ―…agora está poblado también en
este lugar de la Calapan que los fundadores de ella fueron electos por los porteros de los
lugares que son primeramente el valiente sincalapa y el valiente ponducuen y el valiente
zuno y el valiente sirundame este fué el que nos trajo a este lugar de Calapan…‖. En el
mismo texto se mencionan otros personajes, uno llamado Gregorio Valiente, junto con
Pedro Cuiyas, procedentes de Urén, ambos con el tratamiento de ―Don‖, aceptaban
obedecer la cabecera de Carapan en 1545.2222 Una de las glosas en tarasco del Códice de
Carapan dice ―huchaeca quangaricha hamequa patzacha irecha carapun himbo‖, que
Hans Roskamp traduce como ―nosotros valientes, muchos linderos guardamos, señores
(reyes) de carapan‖.2223 En un documento en caracteres latinos pero escrito en lengua
tarasca, y que está relacionado con el corpus de Los títulos de Carapan, se menciona
―quangariecha mantan yreta vivingatecha‖, traducido como ―los valientes [los
principales] de cada pueblo, los fuertes...‖.2224 En el Lienzo de Nahuatzen, no
relacionado directamente con el corpus de Carapan pero de la misma región, varias
glosas en tarasco acompañan las representaciones de personajes importantes, en la parte
central del lienzo aparece la glosa ―quahngari ton anton ureti‖, Hans Roskamp traduce
―el valiente don Antonio, más anciano (o el primero)‖; ―quahngari anton ynscuti vuahpa
2219
LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte.
Etnografía pos-cortesiana y actual‖, Óp. Cit., P. 409.
2220
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Morelia, Balsal editores, 1985, T. II, P. 30. Cursivas
nuestras.
2221
ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento pictórico de
Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 7-44.
2222
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 244 y 246.
2223
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., P. 249.
.
2224
ROSKAMP, HANS; LUCAS, BENJAMÍN. ―Uacús Thicátame y la fundación de Carapan: Nuevo
documento en lengua p‘urhépecha‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2000, primavera,
vol. XXI, núm. 82, Pp. 161 y 170.
509
magdalenan h[…]xucata yqui[…] uepiringa hinde acha epirindi‖, traducido como ―el
valiente Antonio da un hijo a Magdalena […] cuando haya necesidad (de que) aquel
será señor‖; ―quahngari vanotsi‖, traducible como ―el valiente Vanotsi‖.2225 En el
―Título del pueblo de Tócuaro‖, se menciona una supuesta ordenanza de origen
prehispánico, que indicaba como debían vestirse los nobles tarascos, incluyendo a los
―valientes‖:
―Aqui pongo yo el Rey TziUangua [sic.], me armaron Rey, y como habia de andar y de que
habia de vestir: lo que no habia de andar vestido sino es forrado con un cuero y que habia
de comer conejos, venados, godornices [sic.] y culebras y como me inviaron un carcax de
flechas y un arco, y un mascarin oro, y una gargantilla de oro, y asi iba á vuscar en
persona, Aran, que comer con su arco y flechas. Este es tambien el mandato que los
2226
valientes dio, anduviesen de la misma calidad.‖
Hemos visto el grado de complejidad de la sociedad y religión tarasca, el grupo
analizado, los quangáriecha, nos muestra su importancia en el campo de batalla y en la
sacralización de la violencia armada como justificación ideológica del expansionismo
tarasco. Su papel en las fuerzas guerreras se encontraba capitaneando parte de los
ejércitos del cazonci, contando con objetos suntuarios con los que demostraban su
posición social, así como un armamento exclusivo con el cual luchaban en batalla. Su
lugar en el plan cósmico era ser los primeros en entrar en batalla y los últimos en
retirarse, al ser los representantes de Hurendequavecara, ―lo primero que parte en el
horizonte‖, ―Estrella valiente‖, el Lucero, que es el primer astro en aparecer en el ocaso
y el último en retirarse en el alba. Parte de las aptitudes que debía cumplir estos
guerreros era ser agiles físicamente, traer leña para los cués, y ser obedientes a su señor.
También tenían un papel importante dentro del gobierno, pertenecían a la corte del
cazonci, eran sus hombres de armas, iban como embajadores a subyugar a los pueblos
conquistados, delimitar tierras y colocar mojoneros, estaban presentes en los funerales
del cazonci, y participaban en los concilios para elegir a uno nuevo. Su estatus dependía
de la obediencia y lealtad mostrada con el cazonci, en caso de cometer alguna falta
caían en desgracia, perdían sus bienes, e incluso podían perder la vida.
2225
ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra
tarasca, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 296, 297 y 300.
2226
LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte.
Etnografía pos-cortesiana y actual‖, Óp. Cit., P. 405. Cursivas nuestras.
510
30. GUERRA Y RELIGIÓN: LOS RITUALES BÉLICOS TARASCOS
―Todo su ejercicio [del cazonci] era entender en las fiestas de los dioses y de
mandar traer leña para los qúes y de inviar a las guerras‖
2227
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540
En el primer capítulo de la presente investigación, ya mencionamos como la violencia
mortal entre grupos humanos están fuertemente relacionados con diversos aspectos
etnográficos, entre los que se encuentra ciertos temas estéticos, la fiesta, lo sacro y lo
profano, que confieren a la guerra el estatus de fiesta suprema. En la mayoría de las
sociedades preindustriales, la guerra estuvo acompañada de una gran parafernalia
religiosa, compuesta de ceremonias, danzas y ritos sacrifícales, con fuertes cargas
simbólicas que reflejaban la cosmovisión, la justificación ideológica de la guerra, y la
conquista y sometimiento de otros grupos humanos. En el presente apartado,
abordaremos algunas de las ceremonias que se practicaban en el Tzintzuntzan Irechequa
y que estaban relacionadas directamente con la guerra; la información que tenemos va
de breves pasajes hasta una descripción más o menos detallada de una ―ceremonia de la
guerra‖.
Recuérdese que en el título completo de la RM se mencionan las ―cerimonias y
rictos‖, la primera parte perdida es donde se supone se relataban detalladamente, pero
en la segunda y tercera parte se hacen constantes referencias, con lo que se puede tener
una idea general. Tanto la palabra ―ceremonia‖ y ―rito‖ aparecen como sinónimo de
acuerdo a las definiciones que proporcionó Covarrubias: ―CERIMONIA, el modo y
terminos de honrar a Dios con actos exteriores, se llamò cerimonia y cerimonias‖ y
―RITO, costumbre, o ceremonia‖.2228 Actualmente por ritual se entienden los ―actos
prescritos y formales que tienen lugar en el contexto de culto religioso […] cualquier
acto de actividad con un alto grado de formalidad y un propósito no utilitario.‖ 2229 Las
ceremonias más importantes eran las que celebraran durante cada ―fiesta‖, que
correspondía a un período de 20 días (un mes o luna del calendario mesoamericano), y
se podía celebrar otros ritos cada 5, 10 o 15 días hasta cumplir los 20 días. Gracias a la
información dispersa de la RM y de otras fuentes, se conocen los nombres de 15 fiestas
de 18 que componían el calendario, así como algunos de los ritos practicados y a las
deidades a quienes estaban consagradas; de las que contamos más detalles son la de
Sicuíndiro (descrita en la única foja existente de la primera parte de la RM), y la fiesta
donde se hacía justicia general y se pronunciaba la historia del linaje uacúsecha, la
Equata cónsquaro.2230
Francisco Montaño, capitán de la segunda expedición española que pisó
Tzintzuntzan, describió a Cervantes de Salazar de forma general las ceremonias y ritos
llevados a cabo durante las fiestas que se celebraron cuando los expedicionarios
2227
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187.
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letras C y T, Pp. 275 y 13.
2229
[ANDREW S. BUCKSER] ―ritual‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de
Antropología. Óp. Cit., P. 450.
2230
Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca
prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación.
2228
511
estuvieron en la capital tarasca, y que pueden ser cotejadas con otras fuentes
documentales; se mencionó por ejemplo que Tzintzincha Tangáxoan
―su señor, el cual á hora de vísperas comenzó á hacer grandes fiestas por toda la ciudad y en
los cues [y en las torres de los templos] encender muchos fuegos y quemar muchas cosas
olorosas, sacrificando en ellos á sus ídolos gran cantidad de hombres, mujeres, muchachos,
muchachas, niños y niñas, con gran estruendo y ruido de cornetas y caracoles, con
continuos bailes y danzas de noche y de día, con canciones tan tristes y pavorosas que
parescían del infierno. Duraron estas fiestas y sacrificios diez é ocho días. Hízolas el
Cazonci con pensamiento y voluntad que á cabo de los veinte sacrificaría á los españoles y
2231
vería si eran mortales ó no…‖.
Otras ceremonias mencionadas que se practicaban eran borracheras, convites,
baños en temazcales, espectáculos como danzas, combates gladiatorios o el ritual del
palo del volador. Las ceremonias y rituales de las fiestas, eran efectuadas y dirigidas por
una casta profesional de sacerdotes, que se encargaban de reproducir la ideología de la
clase dominante tarasca; ―en Mesoamérica la ideología tenía su apoyo más sólido en el
complejo que integraban la cosmovisión, la religión y la magia‖,2232 ya que justificó el
poder de los gobernantes como el vínculo que tenían los dioses patronos con la gente
común. Una de las fiestas mencionadas en la RM era la de Purécoraqua o
Purécotaquaro, que ocurría el 22 o 23 de febrero, y que puede traducirse como ―Tiempo
o lugar de la guerra‖; la hemos caracterizado como la época del año en que el Estado
tarasco, podía destinar todo su poderío militar para emprender campañas de conquista,
movilizando miles de guerreros a las fronteras.2233 Sin embargo, no era la única época
del año en que se efectuaban guerras, también se emprendían guerras en diferentes
tiempos del año para capturar prisioneros, y por ende, se efectuaban diversas
ceremonias y ritos para conseguir el favor de los dioses para vencer y capturar al
enemigo. La Relación Geográfica de Tuzantla es rica en enumerar los ritos practicados
por los tarascos en la época prehispánica:
―Adoraban dos ídolos de piedra de hechura de hombres, que el uno se llamaba
CURISTICAHERI y, el otro, URINDECAHUECARA, que así se llamaban por nombre
propio. Tenían, por rito y ceremonia, presentarle comida y de lo que tenían, y, cuando
habían de [a]justiciar [a] alguno por delito que mereciese muerte, le [a]justiciaban delante
dellos. Y, cuando en las guerras mataban [a] algún contrario, el cuerpo muerto y sangre se
lo traían. Y dicen que muchas veces, en sueños, les hablaban, dándoles las gracias de sus
sacrificios. Y [de] estos que sacrificaban después de muertos, la carne dellos partían entre
los más principales para su comida. Y, [de] ordinario, estaban tres indios en guarda de los
ídolos, y éstos se sacaban sangre de las orejas y, con ella, se pintaban: y éstos eran
reputados y acatados como sacerdotes y comían de los que a los ídolos presentaban, y,
cuando alguno dellos moría, elegían [a] un hijo suyo en su lugar. Sahumaban [a] los
2234
d[ic]hos ídolos con incienso de la tierra, y otros olores.‖
Antes de entrar de lleno al estudio de los rituales bélicos, es necesario mencionar
algunas dificultades epistemológicas que existen para su estudio. Primero el sesgo
2231
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap.
XVIII, Pp. 775. Información entre corchetes tachada en el manuscrito.
2232
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El fundamento mágico-religioso del poder‖, en: Estudios de cultura
náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas,
1976, vol. 12, P. 197.
2233
Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca
prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación.
2234
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, Pp. 156-157.
512
occidental de las fuentes del siglo XVI desde donde se describieron las prácticas
culturales de los pueblos indígenas, ya que fueron escritas a partir de un sistema de
creencias medieval, en el cual todo lo que no fuera la Santa Fe católica, era considerado
como idolatría, demoniaco, brujería, hechicería y supersticiones. Un segundo sesgo
importante es que se hace un intento de investigar un sistema de creencias extinto de
una sociedad pretérita preindustrial y no occidental, desde una posición occidental,
racional, científica y posindustrial, que excluye o inválida las explicaciones del mundo
que no se circunscriban a los paradigmas de la modernidad. La forma general para
denominar los sistemas de creencias no científicos es ―magia‖: ―el término describe
acciones sobrenaturales que se realizan para lograr fines instrumentales, como conseguir
amor o dinero, castigar a un enemigo o proteger a un amigo. Parece depender de
conexiones causales que un observador racional consideraría irracionales; es decir,
afirma conexiones causales que no tienen existencia demostraba en el mundo
natural.‖2235
Sebastián de Covarrubias definió: ―MAGO, esta palabra es Persica, y vale tanto
como sabio, o filosofo. Los Magos que vinieron guiados de la estrella de hazia las partes
Orientales a Belen a adorar al niño Dios Redentor nuestro[,] en algunas partes se llaman
Reyes, por quanto en aquellas prouincias lo eran los sabios: y assi estos no eran
encantadores, como en otra significacion se llaman magos los que por arte mágica
ayudados por el demonio, permitiendolo Dios, hazen algunas cosas que parece exceder
a lo ordinario de la naturaleza. Tales fueron los magos de Faraon, y que son todos los
que vsan el arte magica condenada y reprouada.‖ 2236
Como puede suponerse, exceder lo ordinario de la naturaleza es entrar en el
mundo sobrenatural, que no puede ser explicado ni por lo racional y científico de la
cultura occidental, más que como un sistema de creencias no comprobables. En las
sociedades mesoamericanas, la naturaleza y lo sobrenatural conformaron una unidad
indivisible, el cosmos, el cual estaba compuesto y habitado por deidades, fuerzas
anímicas, fenómenos naturales, elementos geográficos, plantas, animales, y seres
humanos. Entre los últimos, existió la creencia que había individuos con habilidades
mágicas para entrar en contacto con el mundo sobrenatural. Las fuentes prehispánicas y
coloniales muestran un panorama sumamente complejo de las habilidades mágicas
atribuidas a individuos o grupos; todo parece indicar que a pesar de que existieron
prácticas similares compartidas en el México antiguo, su significado dependió de la
cosmovisión de cada cultura, tiempo y espacio. Entre los tarascos, las habilidades
mágicas eran practicadas por diferentes ritualistas, entre los que se encontraban los
gobernantes, sacerdotes y hechiceros, pero debe tomarse en cuenta, que en la RM,
existió un traslape entre estos términos, es decir, los gobernantes eran sacerdotes (cómo
el cazonci y los señores que eran sacerdotes axámencha),2237 y cuando Jerónimo de
Alcalá mencionó lo que pensaban los indígenas de los españoles en los primeros años
de la conquista, dijo que ―unos sacerdotes y hechiceros suyos, hiciéronles en creyente a
la gente […] También aquellos hechiceros hiciéronles en creyente…‖,2238 por lo que se
puede pensar que los sacerdotes también eran hechiceros; aunque al parecer hubo
2235
[TANYA LUERMANN] ―magia‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología.
Óp. Cit., P. 325.
2236
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra M, P. 533. Cursivas nuestras.
2237
RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 11, P. 183.
2238
RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53, P. 267.
513
diversos ritualistas fuera de la clase dominante. Gilberti registró la palabra siquame, la
cual tradujo como ―hechizero‖ y ―bruxa‖.2239
Otras palabras registradas por Gilberti son: ―Cundiricus tsitsiqui. vna flor que dan
por echizeria‖, ―Nizcutsperi. encantador que vsa de malas artes‖, ―Vecatanstani. tomar
algo del cuerpo de otro por echizo‖, ―Vecatansri. echizero tal‖, ―Siquahpeni. enechizar‖,
―Siquarahpeni. hazer enechizar a otros‖, ―Bruxa generalmente. siquame cuini‖, ―Bruxa
que chupa sangre. siquame huriata pitsipe‖, ―Hechizero que mira en agua.
eramansri.‖2240 ―Baptista de Lagunas mencionó al ―Siquame, Hechicero. i. [e.] El que
eche suertes y haze ciertas supersticiones en el agua. […] Xurhime, vel Xurhihca, El
medico. Porquanto antiguamente curauan, o por mejor dezir engañauan mirando en el
agua.‖2241 En el DGLM aparecen las entradas ―Astrologo. Auandaronapu hurendi,
ambogansri‖, ―Bruja. Siquame ahchu vanaquareri‖, ―Çirujano. Xurihca mayahpensri,
siripensri,‖, ―Faraute, ynterprete de sueños. Ahtsangariqua teruhtehpensri.‖, ―Medico.
Xurihca, tzinahperi‖.2242 Tanto por las fuentes coloniales que describen los rituales,
como por las entradas en los diccionarios tarascos, se encontraban entre las prácticas
mágicas la medicina, adivinación, hechizos, conjuros, brujería, interpretación de sueños,
y probablemente nahualismo. En la Relación Geográfica de Tiripetío se dejo constancia
de estas practicas al hablar de la historia del ―hombre atereciado‖, un personaje con
cualidades sobrenaturales, con el que hablaban los viejos principales del pueblo en la
época prehispánica:
―Esto hacían éstos [indígenas] con mucho cuidado, porque siempre le enviaban un
principal anciano y de mucho crédito, y hablaba con él cara a cara, y el atericiado le decía
el indio que había de vivir mucho o poco; y el que había de ser rico o pobre; el que había
de ser hombre sano o enfermo; el que iba a la guerra, si había de ser valiente o cobarde; el
que había de tener muchas mujeres o pocas; y en acabando esto, le decía: dile a fulano, que
para vivir sano haga este remedio; y a fulano, que use de tal medicina, y a fulano, que ha
de ir a la guerra, que tome esto. En fin, a cada uno daba el remedio que le convenía, y
como hacía y decía esto, se hallaban bien con ello, adorábanlo y servíanlo como a Dios, y
2243
temían hacerlo enojar.‖
Estos conocimientos debieron formar parte de la vida cotidiana, y se transmitían
de padres a hijos o de grupos de especialistas a individuos. Alfredo López Austin, al
hablar del fundamento mágico del poder en la RM, advierte que se podía llegar a ser
gobernante y adquirir fuerza divina por dos vías: la transmisión del poder por linaje, y
por contacto directo por los dioses.2244 Los ritualistas de la clase dominada
probablemente también recibían sus habilidades de sus padres, o por medio de
epifanías. El mal uso de las habilidades mágicas era castigada por el Estado tarasco: en
la fiesta de Equata cónsquaro se menciona que se castigaba a ―los malhechores; los
médicos que habían muerto alguno; las malas mujeres; los hechiceros […] Si era
hechicero, traían la cuenta de los que había hechizado y muercto; y si alguno había
muercto, su pariente del muercto cortábale un dedo de la mano y traíale revuelcto en
algodón y veníase a quejar.‖2245 Un pasaje de la RM sugiere que los rituales para
hechizar que no eran efectuados por los sacerdotes, eran mal vistos por la clase
2239
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 146, 295 y 451.
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 72, 117, 189, 146, 295, 451.
2241
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp.
Cit., P. 112 [83 en la paginación original].
2242
DGLM, T. I, Pp. 85, 119, 200, 366, 484.
2243
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., Pp. 36-38.
2244
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El fundamento mágico-religioso del poder‖, Óp. Cit., P. 223.
2245
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14.
2240
514
dominante; cuando un viejo del pueblo daba un discurso para dar la bienvenida al nuevo
cacique, decía ―esto es ansí, no os juntéis ni mudéis con otros principales porque seréis
tomados y muertos por ello, y los que fuéredes adúlteros y hechiceros.‖2246 El castigo
que recibían los hechiceros era bastante cruel: ―Y el que era hechicero, rompíanle la
boca con navajas y arrastraban vivo y cubríanle de piedras, y ansí le mataban.‖2247
Después de que el petámuti terminaba de contar la historia de cómo los antepasados del
cazonci habían conquistado la provincia, daba un sermón a los presentes, en el que decía
―ahora Curícaueri ha lástima de sí en este año presente en que estamos, por eso os tiene
aquí para hacer de vosotros justicia, los que habéis sido delincuentes; vosotros que
tenéis dos naturalezas de hombre, hechiceros y médicos; vosotros que vais a poner
hechizos y los lleváis en la mano.‖2248
Ceremonia de la guerra
La ceremonia tarasca de la cual tenemos más información es de la llamada ―ceremonia
de la guerra‖, descrita en el capítulo IV de la tercera parte, y que ha sido considerada en
la historiografía como los rituales de la fiesta Hanzíuansquaro, pero poniendo atención
tanto en las características de la ceremonia, así como por las palabras del mismo fraile
Jerónimo de Alcalá, quien mencionó que cuando el nuevo cazonci tomaba posesión del
cargo, se hacía una ceremonia de la guerra ―…como se contó hablando de la guerra…‖,
por lo que creemos que la ceremonia de la guerra y la fiesta Hanzíuansquaro eran ritos
distintos. La RM menciona que la ceremonia de la guerra era practicada desde los
tiempos de Ireti Ticátame, así cuando Ziránziráncamaro, señor de Naranjan, se enteró
por sus mensajeros que habían llegado los chichimecas uacúsecha al monde
Virínguaran pexo, le dijeron: ―Hiré Ticátame trae leña para los fogones de Curícauery,
todo el día e la noche ponen encienso en los braseros o pilas los sacerdotes, y hacen la
cirimonia de la guerra y van a los dioses de los montes.‖2249 Desconocemos sí todos los
pueblos prototarascos hacían la ceremonia de la guerra, pero en la RM se menciona que
una facción de los chichimecas también la efectuaban, los de Curínguaro. Cuando los
curinguareños retaron a los uacúsecha a una guerra ritual, enviaron una embajada para
decirles:
―Y pasándose algunos días dijeron los de Curýnguaro: "no miráis cómo faltó poco que no
matamos a los chichimecas y ellos como son chichimecas, por ventura, ¿saben olvidar la
injuria?. No la saben olvidar: Id y lleváldes este mensaje y decidles: 'traed ofrenda de leña
a los dioses para contra nosotros y el sacerdote eche los olores en el fuego y el sacrificador,
para la oración a los dioses para contra nosotros y nosotros también traeremos leña y el
2250
sacerdote y sacrificador, echará los olores.‖
Líneas más adelante, Jerónimo de Alcalá explicó por primera vez el fin de la
ceremonia:
2246
RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22v, P. 206.
RM, Tercera Parte, Cap. VIII, ff. 21-21v, P. 203-204. La acción de romperle la boca a los hechiceros
con navajas, probablemente se efectuaba para impedir que pronunciaran conjuros. El Códice Plancarte
menciona que cuando el rey Vacusticatame les avisó a sus vasallos que había puesto nueva ley, ―y en
aquella ley no consentieran flojos ni adúlteros ni embusteros ni mentirosos ni hechiseros. Si veren algún
hechisero luego mandaran que le saquen los ojos y al flojo lo mataran á golpes y al embustero le cortaran
la lengua y al adultero le metiera una estaca gruesa por la boca esto les dio á entender y saber el Rey
Uacusticatame.‖ ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 240.
2248
RM, Tercera Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158.
2249
RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17.
2250
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37.
2247
515
―Esto que dice arriba, que trujesen leña unos y otros y los sacerdotes que echasen olores en
el fuego, tenían esta costumbre antes que fuesen a la guerra, de hacer estas cerimonias para
que sus dioses los favoreciesen y les ayudasen en las batallas. Y allí nombraban los señores
2251
contra quien los habían de ayudar.‖
En otro pasaje, después de que Tangáxoan, Hiripan e Hiquíngaje fueron
insultados por Hiuacha, señor de Taríaran, fueron a cortar leña al monte. Hiripan subió a
un árbol carcomido por ramas, y cayó al suelo, cuando lo ayudaron:
―Y dijo a su hermano Tangáxoan: "¿cómo tiene las manos Yuacha de quebrar ramas para
los fuegos de los cúes? Mírame las manos, qué de callos tengo. Si las tiene así Ybacha:
¡qué tanta leña cuesta y qué tantos olores ha de costar y cuán alta ha de ser la leña que ha
de cortar! Nunca olvidaré esta injuria". Acostumbraba esta gente de traer leña para los cúes
y echar olores, los sacerdotes, llamados andúmuqua, en el fuego, porque los dioses les
diesen vencimiento contra sus enemigos. Y allí, en la oración que hacían al dios del fuego,
nombraban todos aquellos señores contra quien hacían aquellos hechizos de aquellos
olores. Por eso dice aquí Hiripan que ha trabajado tanto en traer leña para los cúes, que
tiene callos en las manos, los cuales no tenía Hiuacha; y que ya él merescía que los dioses
les diesen vencimiento contra él, por aquella leña que había traído para sus cúes, o que él
trairía tanta pues que ya tenía callos hechos, que fuese bastante de vencer a Hiuacha,
2252
aunque era valiente hombre.‖
En este segundo comentario, el fraile ya menciona más elementos sobre la
ceremonia de la guerra, y un dato importante, que las oraciones que hacían eran hacía el
dios del fuego. Para preparar la ceremonia de la guerra era necesaria mucha madera, que
era cortada en los montes, y puesta en pilas en los patios de los templos. La RM
menciona que el cazonci mandaba a los sacerdotes ―cúritiecha para hacer traer leña para
los qúes, y traian toda aquella leña la gente de los pueblos en diez días, y alzábanla en el
patio grande de los qúes.‖2253 Luego pasan la noche en vela y en oración en las casas de
los sacerdotes, entonces un sacerdote hirípati (singular de hirípacha), cinco sacerdotes
sacrificadores (axámencha), y cinco sacerdotes cúritiecha, ―hacían unas pelotillas de
olores, en una casa que estaba en su casa del cazonçi, y poníanlas en unas rajas de
encina y después ponían todas aquellas pelotillas de aquellos olores en unas calabazas y
dábanles unas cazuelas y unos cañutos de sahumerios y llevaban aquellas cazuelas al
hombro cinco sacerdotes llamados tiuímencha, y ansí iban todos estos a las casas de los
papas, y poníanse a las puertas de aquellas casas los sacrificadores [axámencha] y
colgaban allí sus calabazas, a las entradas de las puertas, y iban los sacerdotes
[tiuímencha] que llevaban los dioses a cuestas y tocaban sus cornetas en los qúes altos y
a la media noche, miraban una estrella del cielo y hacían un gran fuego en aquellas
casas de los papas y ponían unas rajas cerca de aquellos fuegos y allí ponían sus
calabazas.‖2254 Las pelotillas de olores eran llamadas andúmuqua o andámuqua;2255
Gilberti registró las siguientes entradas: ―Andumuqua. yerua que chupan, o hiel‖,
―Qhuamuni. tener en la boca la yerua que dizen andumuqua‖, ―Sinchaqua. cosa [pipa]
con que toman la yerua que dizen andumuqua‖ y ―Hiel. andumuqua‖.2256 Por el DGLM,
sabemos que andumuqua es el tabaco, ―Andumuqua. Hiel, piçiete, beleño, tabaco.‖2257
Estas pelotillas, además de tabaco probablemente estuvieron hechas con copal, resina o
2251
Ídem.
RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 128, P. 147.
2253
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 35, P. 231.
2254
RM, Tercera Parte, Cap. IV, ff. 13v-14, Pp. 188-189. Del mismo relato se desprende que en este
punto, habían participado por lo menos 16 sacerdotes.
2255
RM, ff. 128 y 11v, Pp. 147 y 184
2256
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 47, 138, 145 y 453.
2257
DGLM, T. II, P. 31.
2252
516
incienso, se menciona por ejemplo que ―los sacerdotes que echaban encienso en los
braseros.‖2258
Cerca de la hoguera donde se ponían las calabazas con las pelotillas de tabaco
adentro, llegaba el sacerdote hirípati, y sacaba las pelotillas, y pronunciaba una plegaria,
conjuro u ―oración al dios del fuego: "tú, dios del fuego, que aparesciste en medio de las
casas de los papas, quizá no tiene virtud esta leña que habemos traído para los qúes, y
estos olores que teniemos aquí para darte. Rescíbelos tú, que te nombran primeramente
mañana de oro, y a ti Vréndequavécara, dios del lucero, y a ti que tienes la cara bermeja.
Mira, que con grita trujo la gente esta leña para ti". Acabada esta oración nombraba
todos los señores de sus enemigos, por sus nombres a cada uno, y decía: "tú, señor, que
tienes la gente de tal pueblo en cargo, rescibe estos olores y deja algunos de tus vasallos
para que tomemos en las guerras". Y ansí nombraba los sacerdotes y sacrificadores de
los pueblos de los enemigos, que decían que éstos tenían la gente puesta sobre sus
espaldas. Y ansí nombraba todos los señores, empezando desde México y por todas las
fronteras, y acabando ésta su oración que duraba mucho, llegábanse los otros sacerdotes
y sacrificadores a aquellos fuegos, que los levantaba el primer sacerdote [hirípati] que
hacía la oración, que estaban durmiendo [¿para tener sueños y entrar al mundo
sobrenatural?], y poníanse todos en las manos aquellas pelotillas de olores y entonces
hacían la cirimonia de la guerra: de salir aquellos sacerdotes llamados cuyrípecha a
echar encienso en los braseros, con la cirimonia y orden que se dijo en la fiesta de
Curícaberi de Sicuíndiro.‖2259
Las últimas líneas de la descripción de esta parte de la ceremonia de la guerra nos
son de difícil interpretación. De la fiesta de Sicuíndiro es de la tenemos su descripción
completa, ya que se encuentra en el único folio sobreviviente que debió haber
pertenecido a la primera parte de la RM. Sin embargo, por su contenido, los ritos parece
que estaban dedicados a la diosa Cueráuaperi y se efectuaban en la región de
Zinapécuaro, y no a Curícaueri en la región de Tzintzuntzan. Por otro lado, no se
mencionan a los sacerdotes curípecha o curíçitacha, que estaban encargados de poner
incienso en los braseros durante la noche. Entre las ceremonias mencionadas para la
fiesta de Sicuíndiro, se encuentran un baile donde representaban las nubes blanca,
amarilla, roja y negra; el sacrificio de esclavos y la extracción de los corazones con los
que hacían ceremonias, y eran arrojados a las fuente termales de Araró; después unos
sacerdotes llamados huaripicípeha cortaban los cabellos de la gente con navajas; luego
bailaban con las pieles de los sacrificados desollados, y se emborrachaban.2260 Quizás
algunos de estos rituales eran efectuados durante la ceremonia de la guerra, como el
realizar sacrificios humanos y bailar con la piel de las víctimas, que es una referencia
común sobre los ritos prehispánicos en Michoacán.
Jerónimo de Alcalá volvió a mencionar el porqué de quemar olores: ―Y hacían
todas estas cirimonias porque sus dioses diesen enfermedad en los pueblos de sus
enemigos, donde habían de ir a conquistar y hacían la presente oración: "¡oh dioses del
quinto cielo, cómo no nos oiréis de donde estáis, porque vosotros sois solos rey[e]s y
señores [y] vosotros solos limpiáis las lágrimas de los pobres!". Y decía estas mismas
palabras a las cuatro partes del mundo y al infierno. Y hacían la cirimonia del encienso
dos noches y después de haber acabado sus oraciones, echaban todas aquellas pelotillas
de olores en los fogones que ardían delante de los qúes. Y este día, que este sacerdote
2258
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 34v, P. 230.
RM, Tercera Parte, Cap. IV, ff. 14-14v, Pp. 189-190.
2260
RM, Primera Parte, ff. 10-10v, Pp. 11-12.
2259
517
llamado hirípati hacía estas oraciones, a la misma hora, las hacían en toda la Provincia
los otros sacerdotes de este oficio llamados hirípacha.‖2261 Durante el nombramiento del
nuevo cazonci, se describieron otros aspectos de la ceremonia de la guerra, como un
sermón que pronunciaba a la leña el sacerdote hirípati; y la preparación para ir a la
guerra, y un sermón pronunciado por el cazonci: ―Y el sacerdote llamado hirípati
entraba en la casa de vela a su oración con los olores, como se contó hablando de la
guerra, y hacía su sermón sobre aquella leña, como su dios Curícaberi lo había así
ordenado. Y entraba ansí mismo el cazonçi a su vela y hacían la cirimonia de la guerra y
al tercero día mandaba que fuesen a la guerra y llamaba todos los señores de su linaje,
llamados vacúxecha, que son águilas, y juntábanse todos en la casa dicha del águila,
dedicada a su dios Curícaveri, y decíales el cazonçi nuevo: "¿cómo habemos de tener
con nosotros esta leña de los qúes y las rajas que se han cortado, y los olores que han
echado los sacerdotes en los fuegos para las oraciones y los sacrificadores? ¿hánse de
perder todo esto? Pues han llamado la diosa Cuerábaperi y los dioses celestes y los
dioses de las cuatro partes del mundo y el Dios del infierno, y también lo he hecho saber
a Curícaveri y a los señores, sus hermanos [los dioses Tiripemencha], y a la diosa
Xarátanga y a los dioses primogénitos, y a los dioses llamados Viránbanecha." Y
mandábales que fuesen a la guerra y deshacíase todo aquel ayuntamiento, y íbanse a sus
casas y inviaba sus correos y mensajeros por todos los pueblos. Que fuesen a la guerra,
a todas las fronteras de sus enemigos.‖2262
Parte de la ceremonia de la guerra fue representada en la lámina XXXI de la RM.
En la parte izquierda, se dibujó una troje con una columna adornada, probablemente la
estructura sea una casa de los papas que describe el texto. Dentro de la troje, hay un
fogón con llamas rojas y amarillas, de su la lado derecho esta un personaje sentado en
un objeto con forma cuadrada y amarilla, quizás un tipo de silla. El personaje esta
ataviado con una guirnalda de bicolor roja-blanca, porta unas pinzas ceremoniales de
cobre como pectoral, a las espaldas trae una calabaza adornada sacerdotal, y porta un
braguero blanco con línea roja. En su rostro tiene pintura facial cerca de la oreja y baja
por la mandíbula, que hemos asociada a la casta sacerdotal; en las mejillas tiene dos
líneas verticales, son arrugas que indican que el personaje es viejo. Tiene la boca abierta
y tiene la lengua fuera, quizás en representación que está pronunciando un conjuro u
oración contra los enemigos. Es sus manos extendidas al fuego, porta un brasero donde
estas representados ocho círculos, que probablemente representan las pelotillas de
olores hechas con tabaco llamadas andumuqua. Todos estos elementos permiten
identificar a este personaje como un sacerdote hirípati llevando a cabo la ceremonia de
la guerra.2263
Rituales de espionaje, adivinación, nahualismo, y para el vencimiento
Las fuentes sobre los tarascos prehispánicos mencionan escuetamente otros rituales que
con seguridad debieron efectuarse, aunque no estuvieran directamente relacionados con
la guerra y sí a la vida cotidiana, como acciones simbólicas realizadas para facilitar la
conquista y victoria sobre los enemigos, entre las que se encontraban la adivinación e
interpretación de sueños y augurios, medicina y quizás nahualismo. Recuérdese que
entre los cuerpos auxiliares de los ejércitos tarascos se encontraban los espías y los
2261
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190.
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 35v, P. 231.
2263
Véase Apéndice E, figura 6.
2262
518
sacerdotes que hacían ceremonias, cargaban los dioses a las batallas, y ejercían la
curandería.
La adivinación es la práctica de la cual tenemos más menciones en la RM.
Durante la fiesta de Equata cónsquaro, se impartía justicia contra los robos, gracias a
que se descubrían a ―…los ladrones, que dicen los médicos que habían visto los hurctos
en un escudilla de agua o en un espejo.‖2264 En otro pasaje de la RM, se describe la
experiencia que tuvo don Pedro Cuiniarángari al encontrarse con los españoles en
Taxiamaroa: ―Y fuéronse a oír misa los españoles y estaba allí don Pedro, y como vió al
sacerdote con el cáliz y que decía las palabras, decía entre sí: "esta gente, todos, deben
ser médicos, como nuestros médicos, que miran en el agua lo que ha de ser y allí saben
que les queremos dar guerra". Y empezó a temer.‖2265 De aquí es necesario poner
atención en que no solamente era mirar en el agua, sino que el sacerdote con el cáliz
―decía las palabras‖, por lo que los médicos tarascos probablemente decían conjuros
mientras miraban en el agua o en espejos. De hecho durante los primeros años de la
conquista, los tarascos creían que ―cuando decían misa [los sacerdotes cristianos],
decían que miraban en el agua, que eran hechiceros.‖2266 Nótese como un ritual similar
(pronunciar palabras frente a un recipiente con líquido), fue interpretado como
adivinación o hechicería por los tarascos. La RM también mencionó el uso de la
adivinación para saber sí una pareja debía seguir juntos o no:
―Si uno tenía dos mujeres, iba la una mujer a los médicos llamados xurímecha, y ellos con
sus hechizos le apartaban de la una y decían que le juntaban con la otra, de esta manera:
toman dos maíces y una jical de agua y si aquellos maíces se juntaban en el suelo de la
jical y se sumían juntos, era señal que habían destar ansí juntos aquellos casados. Si se
apartaba uno de aquellos maíces, decían que apartaban aquella mujer de aquel marido y
2267
que le juntaban con la otra.‖
Otras habilidades relacionadas con la adivinación fueron los augurios y la
interpretación de sueños. El augurio, ―es la adivinación de acontecimientos futuros a
partir de señales, portentos o sucesos causales. Se le ha encontrado en todos los
periodos de la historia –desde la Grecia clásica hasta la época contemporánea- y en todo
el mundo. El medio del augurio es con frecuencia algún fenómeno físico…‖.2268 La RM
menciona varios portentos que acaecieron antes de situaciones que cambiarían
drásticamente con el orden establecido: el agüero de las culebras que hizo que se
separaran los chichimecas uacúsecha en Uayameo; la muerte del nieto de Zinzuni, señor
de Yziparamucu, por intervención de la diosa Avícanime; la desintegración del señorío
de Chapá con la alteración de los fenómenos naturales, la aparición de los dioses
Tiripemencha a una anciana de Ihuatzio que vendía agua avisándole que se iban a
mudar a Tzintzuntzan, y todos los agüeros que acontecieron supuestamente tiempo antes
de la conquista española: como los janamus de las yácatas se caían aunque los
repararan; veían cometas en el cielo que lo tomaban como señal de conquistar un
pueblo; o las enfermedades traídas por los españoles, viruela y sarampión hacía 1519,
donde murieron muchas personas, también fueron tomados por agüero.2269
2264
RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14.
RM. Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45v, P. 252.
2266
RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53v, P. 268.
2267
RM, Tercera Parte, Cap. XV, f. 29, P. 219.
2268
[MICHEL R. DOVE Y TAMMY CASTLEFORTE] ―augurio‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor).
Diccionario de Antropología. Óp. Cit., P. 85.
2269
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233.
2265
519
Pero fue el mundo onírico el que tuvo una profunda importancia en el mundo
tarasco. A través de los sueños, los humanos podían entrar en contacto directo con
mundo sobrenatural, habitado por las deidades y otras fuerzas anímicas. Antes de que
llegaran los españoles, las personas tuvieron muchos sueños y los tuvieron por augurios.
En un pasaje se menciona explícitamente que el sacerdote petámuti interpretaba los
sueños, y si eran agüeros, no se los contaba al cazonci:
―Y miraba esta gente muncho en sueños, decían que sus dioses les aparescían en sueños y
hacían todo lo que soñaban y hacíanlo saber al sacerdote mayor y aquél se lo hacía saber al
cazonçi. Decía, que a los pobres que habían traído leña y se habían sacrificado las orejas,
les aparescían en sueños sus dioses y les decían qué habían dicho: que les darían de comer
y que se casasen con tal o tal persona, y si [e]ra alguna cosa de agüero, no la osaban decir
2270
al cazonçi….‖.
Los sueños eran considerados ocasiones muy importantes en que los dioses se
comunicaban con los humanos. Durante las conquistas emprendidas por Hiripan,
Tangánxoan e Hiquíngaje desde Quereta parázicuyo [Tzintzuntzan], los tres se
encontraban haciendo grandes ahumadas y probablemente la cermonia de la guerra. Los
dos primeros tuvieron sueños en las cumbres de unos montes, donde iban los dioses del
cielo. Ambos cortaron leña para los fuegos, y se durmieron al pie de una encina, se
quitaron sus atavíos y dejaron su arco y carcaj a un lado. A Tangánxoan se le apareció
en sueños la diosa Xarátanga, en el monte Puréperio (actual cerro Yahuarato, al este de
Tzintzuntzan), mientras que a Hiripan se le apareció en sueños el dios Curícaueri en el
monte Taríacaherio (actual cerro Tariaqueri, al oeste de Tzintzuntzan). Cuando le
contaron a Taríacuri sobre los sueños, fue él quien los interpretó, les dijo que fueron
dichosos, y que iban a ser señores, les recomendó arrancar raíces del tocón donde
durmieron y quemarlas.2271
En otra historia se menciona a Carócomaco, señor de Quérequaro, pueblo sujeto
de Zacapu, que fue señor a pesar de ser de baja suerte y pobre mendigo. Nunca tuvo
revelación ni sueño, pero llevaba leña a los templos del dios Querenda angápeti.
Después traía más leña en medio del patio donde estaba un madero muy largo por donde
descendían los dioses del cielo, y después dormía en el templo de Querenda angápeti, y
al no tener sueños ni revelaciones, empezó a dormir en las gradas, y cada noche subía
una grada para ver si tenía sueños con los dioses. Cuando iba a llegar a lo alto del
templo, lo vio venir la diosa Péuame, mujer de Querenda angápeti, y mando al
mensajero Sirundaarán a buscar a su esposo. Querenda angápeti lo hizo señor del pueblo
de Quérequaro, pero no de Zacapu, y dejo dicho que nunca sería señor de Zacapu, ya
que los señores terminarían muertos entre los herbazales, cosa que sucedió.2272 En la ya
citada Relación Geográfica de Tuzantla, se menciona que se adoraba a Curícaueri y a
Hurendequavecara ―y que muchas veces, en sueños, les hablaban, dándoles las gracias
2270
Jerónimo de Alcalá siguió describiendo los sueños que supuestamente tuvieron algunos tarascos antes
de la conquista: ―Díjome un sacerdote que había soñado, antes que viniesen los españoles, que venían una
gente y que traían bestias, que eran los caballos, que él no conoscía, y que entraban en las casas de los
papas y que dormían allí con sus caballos, y que traían muchas gallinas que se ensuciaban en sus qúes, y
que soñó esto dos o tres veces, con mucho miedo, que no sabía qué era, hasta que vinieron a esta
provincia los españoles y llegando a la cibdad posaron en las casas de los papas con sus caballos, donde
ellos hacían su oración y tenían su vela.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233.
2271
RM, Segunda Parte, Cap. XXVII. López Austin notó que Hiquíngaje, no tuvo un sueño milagroso,
igual que Taríacuri, lo que podría explicar por qué sus descendientes perdieron la dignidad de señores, y
que Pátzcuaro pasó a segundo plano en el aspecto político, durante el reinado de Tzitzíspandácuare.
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El fundamento mágico-religioso del poder‖, Óp. Cit., 226.
2272
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 111v-112v, Pp. 114-115.
520
de sus sacrificios‖, 2273 con lo quedó testimonio de la importancia del mundo onírico
para comunicarse con los dioses.
Pero el mayor agüero mencionado en la RM, es cuando todos los dioses del
Tzintzuntzan Irechequa se reunieron para anunciar la llegada de otros hombres a la
tierra. Esta reunión fue presenciada por una mujer del señor de Ucáreo, llamado
Vquixu; el mismo Jerónimo de Alcalá no pudo diferenciar entre sueño o revelación,
pues mencionó que sus informantes ―le habían contado este sueño o revelación
siguiente, del destruimiento y caída de sus dioses, que aconteció en Vcáreo.‖ Sin
embargo, esta visión fue producto de varios elementos muy importantes: se menciona
que ―…vino la diosa Cuerávaperi, madre de todos los dioses terrestres, y que tomó
aquella mujer de su misma casa. Decía esta gente que [to]dos sus dioses entraban
muchas veces en sus casas y tomaban la gente para sus sacrificios.‖ La diosa
Cueráuaperi llevó a la mujer al camino de Araró, entonces se quitó una jícara que tenía
amarrada en las naguas, tomó agua y la lavó, luego ―echó un poco de agua en ella y
echó dentro de la jical una como simiente blanca, e hizo un brebaje y dióselo a beber [a]
aquella dicha mujer y mudóle el sentido‖, y le dijo que no que la iba a llevar al concilio
de dioses, sino otra deidad, que no le iba a hacer mal ni sacrificar, y que pusiera mucha
atención a lo que iba a escuchar para que se lo hicieran saber al cazonci Zuangua. La
mujer siguió caminando y ―encontró en el camino con una águila que era blanca y tenía
una berruga grande en la frente. Y empezó el águila a silbar y a enherizar las plumas y
con unos ojos grandes, que decían ser el dios Curícaberi‖. El águila la saludo, y le
ordeno que se subiera en sus alas, y la llevó volando a una fuente de agua caliente, en un
monte llamado Xanóata hucazio. Al llegar la mujer vio a todos los dioses de la
provincia, y durante el concilio se mencionó como iba a acabar el mundo y que iban a
ser conquistados por otros hombres, aunque los dioses trataron de contradecir ese
mandamiento. Al final ―respondieron todos los dioses del concilio y dijeron que ansí
sería, y empezaron a limpiarse las lágrimas, y deshízose el concilio y no paresció más
aquella visión. Y hallóse aquella mujer puesta al pie de una encina y no vió en aquel
lugar ninguna cosa cuando tornó en sí, mas de un peñasco que estaba allí, y vínose a su
casa por el monte y llegó a la media noche y venía cantando, y oyóla venir un sacristán
de la diosa Cuerábaperi…‖, los sacerdotes la ataviaron, y le dieron a comer sangre
humana, y trataron de interpretar la visión para comunicarla a Zuangua. Cuando todo
esto ―fuéronselo a decir a su marido, que era el señor de Vcario, questaba haciendo la
cirimonia de la guerra, echando encienso en los braseros‖, y tuvo tal temor, que dijo ―yo
no quiero ir por agora a la guerra mas estarme aquí, porque no me maten en la guerra.
Mátenme aquí los que vinieren, sacrifiquenme aquí y cómame la diosa Cuerávaperi.‖2274
En ésta visión están presentes las diversas formas en las que se podía entrar en contacto
con el mundo sobrenatural: la posesión y contacto directo por una deidad, por
alucinógenos, y el sueño.
Estas habilidades adivinatorias debieron ser muy apreciadas durante los tiempos
de guerra, ya que se tenía la creencia que por medio de mirar en el agua o espejos, se
podía saber las intenciones de los rivales, y el movimiento de los ejércitos enemigos.
Aparte de la creencia en estos rituales mágicos, probablemente tuvieron una base
material con la que si se podía observar el movimiento del enemigo, el espionaje. Antes
2273
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157.
2274
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 36v, 38v, Pp. 233-238.
521
de proseguir, queremos considerar algunos aspectos sobre ―las espías‖. En la RM se
menciona que ―había otro [diputado] sobre todas las espías de la guerra‖, 2275 pero a lo
largo de la parte histórica podemos conjeturar que cualquier persona podía cumplir la
función de espía, aunque muy probablemente para el período de mayor apogeo del
poderío tarasco estos hayan sido profesionales. Estos datos son importantes, pues
creemos que una lectura posible sobre los sacerdotes tiuimencha, es que estos hayan
cumplido funciones de espías, o por lo menos acompañado a los espías en las acciones
rituales. Antes de atacar un pueblo, los espías realizaban una serie de hechizos para
debilitar al enemigo y obtener el vencimiento:
―Y cada cacique llevaba su senda, que es que llevaba su escuadrón con sus dioses y alférez,
y ansí se llegaban donde estaba la traza del pueblo que iban a conquistar, llamada
curúzetaro, que era que las espías sabían todas las entradas y salidas de aquel pueblo y los
pasos peligrosos y dónde había ríos. Estas dichas espías lo trazaban todo donde asentaban
su real y lo señalaban todo en sus rayas en el suelo y lo mostraban al capitán general, y el
capitán a la gente; y antes que peleasen con sus enemigos, iban aquellas espías y llevaban
de aquellas pelotillas de olores y plumas de águilas y dos flechas ensangrentadas y
entraban secretamente en los pueblos y ascondíanlo en algunas sementeras, o cabe la casa
del señor, o cabe el cu, y volvíanse sin ser sentidos, y eran aquellos hechizos para hechizar
2276
el pueblo.‖
La palabra tiuímencha o thiuímencha ha sido traducida en la historiografía como
―ardillas negras‖. La difusión de este significado se debe a Corona Núñez, quien sin
embargo, reconoce la paternidad a Eduard Seler sobre haber descubierto dicha
traducción.2277 Seler traduce la palabra tihuime por ―ardilla negra‖,2278 basándose en una
hierba nombrada thuimeezqua, que estudió el naturista español Francisco Hernández de
Toledo en la segunda mitad el siglo XVI, quien le dio el nombre en latín de oculi nigri
Sciuri, ―ojos de ardilla negra‖. La descripción y efectos alucinógenos de la planta es la
siguiente, y son sumamente sugerentes:
―De la THIVIMEEZQUA u ojos de ardilla negra. Es una planta voluble de hojas amplias
con la forma de las de cidro. Nace en las copas de los árboles, y echando ramas hacia abajo
desciende hasta la tierra. Dicen que tomando una onza de la corteza de la raíz machacada,
se presentan a los ojos muchas visiones, variadas imágenes y figuras monstruosas, y que se
descubre al ladrón si algo de la casa ha sido robado; que se contienen las disenterías y se
calman los dolores del mal gálico. Nace en lugares montuosos e incultos de la región
2279
mechoacanense.‖
Vemos que se los tarascos creían que, consumiendo partes de esta planta, se
adquirían poderes para tener visiones, Eduard Seler mencionó que ―como se ve, ésta es
por su naturaleza, una genuina planta sacerdotal, y probablemente el nombre no
significa en realidad ―el ojo con que la ardilla negra ve‖, sino más el ojo con que ve el
2275
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179.
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Cursivas nuestras.
2277
―…Thiuíme, ―la Ardilla Negra‖. A Seler se debe el haber encontrado el significado de este
nombre…‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―La religión de los tarascos‖, en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los
anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
(Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 401. Corona Núñez proporciona la referencia ―Seler, Antiguos
Habitantes de País de Michoacán, p. 101 de manuscrito del Museo Nacional‖, que es el mismo trabajo
que apareció en la edición de la RM del 2000, bajo el título ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖,
citado en el presente texto.
2278
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 211.
2279
HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia Natural de la Nueva España. México, Universidad Nacional
Autónoma de México, 1954, T. III, Lib. XVIII, Cap. CXXV. P. 184.
2276
522
sacerdote de ese nombre.‖2280 A pesar de que en la historiografía sobre los tarascos, se
ha citado tantas veces que los tiuímencha eran ―ardillas negras‖, que casi se ha
convertido en una verdad inamovible, nada sostiene esta traducción. Corona Núñez
tomó la propuesta de traducción para la palabra tiuímencha de Seler sin someterla a
crítica, y empezó a explicar la religión tarasca a la luz de otros sistemas de creencias
mesoamericanos. Corona Núñez pasó por alto que los thiuimencha eran los sacerdotes
que llevaban a los dioses a cuestas, es decir, cualquier bulto con un ídolo,
independientemente del dios que cargaban. Él interpretó la frase ―y les llamaban de
aquel nombre de aquel dios que llevaban a cuestas‖, para proponer la existencia de un
dios de la muerte llamado Thiuíme, ―ardilla negra‖,2281 basándose en un pasaje del
Códice Plancarte: ―Entonces el Rey Harame les mostró á los naturales su grandeza y
teponaztle de oro y la estatua del ídolo de oro se lo mostró también al valiente
Thiuime…‖ y más adelante ―despues de todo esto mostró la estatua de thiuime.‖2282
Lamentablemente Francisco Hernández de Toledo no mencionó los elementos que
le hicieron nombrar la planta thuimeezqua como ―ojos de ardilla negra‖. Para ardilla, los
diccionarios registraron entradas que designaban las diversas especies; Gilberti registró
―Harda. vacui‖, ―Harda otra. quaraqui‖, ―Marda animal conosida. vacui‖, mientras que
en el DGML están las entradas ―Harda, Hardilla. Vacui‖, ―Harda de las paredes.
Quaraqui‖, ―Vacui. Hardilla montes.‖2283 En la RM se mencionan además al
cuinique.2284 Ninguna de las palabras para estos mamíferos, parece estar relacionada
directamente con el nombre de la planta thuimeezqua. Aunque las ardillas provocaban y
provocan daños en los graneros, varios testimonios hacen referencia a este tipo de
fauna, que era asociada al inframundo; por ejemplo en la ciudad de Pátzcuaro se
mencionó que ―particularmente, hay en esta dicha ciudad mucha cantidad de ardillas
pardas, a manera de comadrejas, q[ue] son muy dañosas a las casa, porque las minan y
horadan.‖2285 Y en la Relación Geográfica de Tiripetío se escribió que
―Hay, en este pueblo y jurisdicción, muchas ardillas: éstas andan entre las casas. Son tan
grandes como conejos pardos, tienen las colas mayores que cuerpos, que no parecen sino
unas grandes borlas. Son tantas y tan dañosas, que las doy a la maldición, porque destruyen
los graneros de trigo y maíz, horadan las casas y las contaminan, y escarban que no parece
sino que han entrado en el granero una manada de puercos, que hay que adobar cada día, y
lo peor es que no tan solamente se hartan, después de haber horadado una casa y cimientos,
pero hurtan más que comen, porque no hacen sino echar viajes a sus cuevas, llevando los
papos llenos, que, en una hora, despacio, echan cien viajes cada una, y no hay remedio
2286
para matarlas, porque gatos no les acometen.‖
2280
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 211.
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―La religión de los tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 401-405; Mitología Tarasca,
Óp. Cit., Pp. 86-87.
2282
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 238 y 240.
2283
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 447, 448, 492; DGLM, T. I, P. 399; T. II, P. 659.
2284
RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69v, P. 30.
2285
MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P, 202.
2286
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 59. Igor Cerda
menciona que en la actualidad esta situación persiste en la región: ―Este género de ardillas ha sido
siempre un verdadero problema para los habitantes de esta región, pues los daños que señala la Relación
los siguen haciendo en la actualidad. Además, es cierto que los gatos no las atacan, e incluso los perros
son inútiles para acabar con estos animales que, cuando su número crece, se transforman en una auténtica
plaga. Algunos de sus depredadores naturales en la región de Tiripetío son los gatos monteses que en la
región se les conoce como ―onzas‖ y los tlacuaches.‖ Nota a pie, núm. 176, Ídem.
2281
523
La palabra tiuíme al parecer esta relaciona con la idea de cargar algo a cuestas;
Francisco Hurtado Mendoza traduce la palabra timecha o thiuimecha de las voces Thiu-i
o Thiuí-rani que significa ―Cargar a cuestas‖; Me, partícula que da la idea de moverse o
caminar y Echa, señor, así el significado sería ―Los Señores que cargan caminando‖.2287
Pedro Márquez Joaquín por otro lado menciona que tiuime es ―el que carga las cosas‖, y
tiuímencha, tiuníecha, tivímencha son ―cargadores‖.2288 Otro ejemplo con la raíz thiuí sería
la traducción para ―Traer a cuestas. thiuiponi.‖2289 Un intento de traducción del nombre
de esta planta podría ser ―ojo o vista del que carga‖, o tomando los elementos de la RM,
―ojo o vista del sacerdote que carga a los dioses‖, de la palabra tiuíme que ya
mencionamos, y de ezqua, que Gilberti tradujo como ―Ojo con que vemos. ezqua‖ y
―Vista. exequa, ezqua‖.2290 Baptista de Lagunas mencionó la entrada ―Ezcani, mirar.
Ezqua, los ojos, o la vista, o vna yerua que haze ver visiones‖; 2291 quizás sea la misma
planta que se registró como thuimeezqua. Curiosamente Francisco Hernández de Toledo
mencionó otra planta que servía para curar malestares de los ojos, que también incluye
la idea de ―ardilla negra‖, aquí el nombre de la planta sí incluye como raíz el nombre de
una variedad de ardilla, el cuinique:
De la CUINIQUICUMANCHUQUA o sombra de ardilla negra. Es una hierba que echa
raíz fibrosa, y de ella tallos delgados y rojizos ornados de hojas ralas, alargadas, angostas y
opuestas. Es hierba insípida y de temperamento frío. El jugo de la raíz cura los ojos
enfermos instilado en ellos. Nace en las regiones templadas de Tacámbaro y en lugares
2292
fríos de la provincia mechoacanense.
Estas dos plantas están ampliamente relacionadas con el sentido de la vista, ya sea
de forma simbólica para tener alucinaciones, o con verdaderas propiedades terapéuticas
para curar los ojos. No deja de ser sintomático, que entre las arengas que se
pronunciaban a los guerreros antes del combate, se elogiara la difícil labor y cansancio
de los ojos de los espías: ―Mirá con cuánto dolor y trabajo han andado las espías
quebrando el sueño de sus ojos y con el rucío por las piernas, por mirar y buscar las
sendas por donde ha de ir nuestro dios Curícaberi a dar batalla a este pueblo.‖2293 Ya
vimos como en la Relación Geográfica de Tiripetío se mencionó que las ardillas eran y
son una plaga que horadaba las paredes de los graneros, los ensuciaba y robaba los
granos almacenados; quizás este comportamiento furtivo y destructivo fue asociado a
los espías que usaban alucinógenos para tener visiones y quizás como estimulantes, y
los hechizos que hacían para debilitar al enemigo (recuérdese que los espías colocaban
objetos para hechizar en las sementeras, en la casa del señor del pueblo o en el templo,
sin ser vistos). Un elemento mencionado por Eduard Seler para relacionar a los
tiuímencha con las ardillas negras, fue uno de sus atributos representados en una de las
láminas de la RM: ―Los sacerdotes de esta clase tienen además, en la lámina XXX, un
peinado especial. Con toda evidencia, arriba de las sienes traen cortado el pelo al rape, y
2287
Aunque también menciona la versión de ―El que carga la ardilla negra, divinidad de la guerra‖ de
Thuíhme = ardilla negra‖. HURTADO MENDOZA, FRANCISCO. La religión prehispánica de los
purhépechas. Un testimonio del pueblo tarasco, Óp. Cit., P. 108.
2288
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 720.
2289
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 500.
2290
Ibíd., Pp. 519 y 624.
2291
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp.
Cit., P. 288 [85 en la paginación original].
2292
HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia de las plantas de Nueva España. México, Universidad
Nacional Autónoma de México- Instituto de Biología- Imprenta Universitaria, 1942, T. II, Lib. IV, Cap.
CLXXXVI, P. 655.
2293
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18, P. 197.
524
sobre la frente se dejan un mechón que termina en la punta: o sobre el cráneo rapado se
pintan un mechón de esta forma. Puede ser que de ese modo se expresen ciertas
peculiaridades del animal de aquel nombre.‖2294 Es probable que los tiuímencha fueran
sacerdotes-guerreros y espías, primero, porque al llevar a los dioses a cuestas, seguían
un plan cósmico, que se traducía en la formación del ejército en ir a la guerra; en
segundo lugar, la posición que ocupaban los tiuímencha era en la primera línea de
batalla, al lado de los quangáriecha, cargando a los dioses al el campo de batalla. La
asociación de los tiuímencha con las ardillas negras en solamente conjetural, y
probablemente los espías podían identificarse con otros tipos de animales.
Algunas referencias parecen sugerir la creencia del nahualismo entre los
tarascos. El nahualismo es la creencia indígena que proviene desde los tiempos
prehispánicos y que aún está preste en la actualidad, en la que ciertos individuos poseen
habilidades sobrenaturales para metamorfosearse en formas no humanas, para afectar a
seres y objetos mediante acciones simbólicas. El nahual también es un tipo de alter ego,
comúnmente un animal, que funge como protector de individuos o grupos de individuos
y que comparten fuerzas anímicas; en algunos casos podía fungir como nombre. Para el
caso tarasco, sólo hay algunos indicios que proporcionan las fuentes sobre que, a pesar
de que no se registró un término para traducir ―nahual‖ al tarasco, existía la creencia de
que individuos se podían transformar en animales, y que los animales eran guardianes
de individuos, grupos humanos o lugares, sí son mencionados en las fuentes.2295
En un pasaje de la parte histórica de la RM, después de que Taríacuri derrotó un
ejército enviado por sus enemigos de Curínguaro, se menciona que estos últimos
estaban muy enojados y ―entonces enviaron espías diciendo que estaba en lugares muy
fragosos; y vinieron las espías, y no podían llegar y tornáronse y contrahicieron los
ádives y leones y lechuzas y otros pájaros llamados purúcuzi, Y venían ansí escuchando
hasta el lado de las casas.‖ Líneas adelante se menciona que la Tía de Taríacuri supo
cómo estaban siendo espiados y le dijo a su sobrino ―una cosa he sabido, que se dice,
que los de Curínguaro nos han de destruir y dicen que han venido a poner espías y que
se tornan leones y ádives, sabiendo en los lugares fragosos que estamos.‖2296 La RM
también mencionó que el petámuti sermoneaba a los que tenían dos naturalezas de
hombre, quizás haciendo referencia a los que se transformaban: ―vosotros que tenéis dos
naturalezas de hombre, hechiceros y médicos; vosotros que vais a poner hechizos y los
lleváis en la mano.‖2297 En la Relación Geográfica de Ajuchitlán se menciona que los
2294
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 211. Claudia Espejel
también mencionó sobre los tiuímencha que ―a diferencia de los otros sacerdotes representados en la
lámina, éstos tienen la cabeza semi rapada con un mechón de cabellos en la frente. Un grupo de hombres
con el mismo corte de cabello aparece en la lámina 14 [XL] pero no llevan bultos a la espalda. A pesar de
la importancia de estos sacerdotes tanto en las ceremonias previas a la guerra como en las guerras mismas
no se les representa en ninguna de las láminas referentes a la guerra.‖ ESPEJEL CARBAJAL,
CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 258-259. Bernardino de Sahagún mencionó sobre
los tarascos que ―el traje que ellos [los michoacaque] era que traían unas jaquetillas sin mangas, a manera
de huipiles, con las cuales de continuo traían sus arcos y flechas y carcajes de saetas; su vestido era el
pellejo de gatos monteses, o de tigre, o de león, o de venados o de ardillas, y por atavío o aderezo traían
plumajes redondos a manera de aventadoricos [¿bieldo?], de pluma encarnada, metida en la guirnalda
que trían en la cabeza, hecha de pellejo de ardilla.‖ SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general
de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. X, Cap. XXIX, P. 609. Cursivas nuestras.
2295
Para más detalles sobre el tema véase MARTÍNEZ, GONZÁLES, ROBERTO. ―Sobre la existencia
de un nahualismo purépecha y la continuidad cultural en Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 212-261.
2296
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 97v-98, Pp. 86-87.
2297
RM, Tercera Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158.
525
guerreros se sumergían en los ríos y que se transformaban en tigres, leones, lagartos y
culebras, además de que usaban hierbas con las que estaban ―elevados y atónitos‖:
Los ritos eran tan diversos como las adoraciones, porq[ue] dicen [que] se sacaban sangre de
todas las partes del cuerpo, hasta de la lengua. Horadábanse las orejas; echábanse en ríos
hondos y estábanse allí metidos, y decían que de allí salían valientes, unos, hechos tigres,
otros, leones y otros, lagartos, y, otros, culebras, y que, en efecto, se transformaban en estas
figuras como en España las brujas. Tenían muchos y diversos ayunos: de a dos, y cuatro y
seies y más días, hasta diez y doce, y q[ue], con unas yerbas q[ue] se ponían en la boca,
2298
estaban todo este tiempo elevados y como atónitos.‖
Los guerreros tarascos, y de otras partes del México antiguo, probablemente
usaban diversos alucinógenos antes de entrar en combate. Contraria a la imagen idílica
de los guerreros fanáticos, muchos combatientes reclutados por leva iban a la guerrera
con temor, por lo que los alucinógenos pudieron haber provocado euforia, así como
inhibición del dolor.2299
Otros rituales antes, durante y después al combate, y curación de heridas
Sin duda la ceremonia de la guerra fue de los rituales ex profesos más importantes para
obtener el favor de los dioses durante las guerras. Pero había otras acciones rituales que
se efectuaban durante diversos momentos que duraban las campañas militares. La RM
no proporciona muchos detalles, pero cuando llegaban los ejércitos a la capital tarasca
para partir hacía las fronteras, se celebraban grandes fiestas con bailes y música, con
todos los guerreros muy ataviados y con los dioses de los pueblos.2300 A inicios de 1530,
Nuño de Guzmán fue recibido con fiestas en Tzintzuntzan, probablemente como parte
de la inercia cultural, aún muy presente, de los rituales que se hacían para ir a conquistar
pueblos: ―Y fué por sus jornadas hasta la cibdad de Uchichila [Tzintzuntzan], que es
cabecera de la provincia é señorío de Mechuacan, y antes que llegase á esta dicha
cibdad, salió D. Pedro, gobernador de la dicha provincia é señorío, con mucha gente de
indios vestidos á manera de guerra, por le hacer todo servicio y placer; é asní con esta
fiesta entró [Nuño de Guzmán] en la dicha cibdad…‖.2301
La RM menciona en varias ocasiones hacer vela en la casa de los sacerdotes, pero
no queda claro en qué consistía. Se menciona que Ireti Ticátame, después de herir con
una flecha a un venado en el monte Vrínguarapexo, ―como fuese de noche, ató unas
matas por señal y ctornóse a su casa y fuésa a las casas de los papas a velar aquella
2298
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 37. Corchetes y cursivas
originales.
2299
De ejemplo véase el efecto de la siguiente planta descrita por Francisco Hernández: ―De la
CUNGURICUA. Es planta voluble de ramas flexibles y en parte purpúreas, cilíndricas, lisas y delgadas,
raíz gruesa, blanca, larga y cabelluda, hojas largas y angostas con muchas nervaduras, flores purpúreas y
vainas cilíndricas, delgadas, de un palmo y cuatro onzas de largo, llenas de semilla blanca y redonda que
machacada y tomada con agua dicen que produce odio de las cosas que antes eran muy queridas. La raíz
carece de sabor notable, aunque tiene algún dulzor lo mismo que las vainas y las semillas. Parece ser de
naturaleza fría o templada. Nace en los lugares cálidos más altos de la región mechoacanense, donde
dicen que cura las úlceras cancerosas de las partes sexuales.‖ HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia de
las plantas de Nueva España, Óp. Cit., T. III, Lib. VII, Cap. IX, P. 1007. Cursivas originales.
2300
RM, Tercera Parte, Caps. IV y V.
2301
―Relación de la entrada de Nuño de Guzmán, que dió García del Pilar, su intérprete‖, en: GARCÍA
ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar,
México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 248.
526
noche…‖.2302 También se menciona que el nuevo cazonci hacía vela en las casas de los
sacerdotes antes de hacer la ceremonia de la guerra: ―Y a la noche iba a su vela a la casa
de los papas de Curícaveri, y todos los caciques y señores, y hacían la cerimonia de la
guerra echando encienso los sacerdotes a la media noche, con sus cirimonias. […] Y el
sacerdote llamado hirípati entraba en la casa de vela a su oración con los olores, como
se contó hablando de la guerra, y hacía su sermón sobre aquella leña, como su dios
Curícaberi lo había así ordenado. Y entraba ansí mismo el cazonçi a su vela y hacían la
cirimonia de la guerra y al tercero día mandaba que fuesen a la guerra…‖.2303 Se
menciona que en esas velas se hacían oraciones, bailaban, oraban con esclavos,
contaban la historia de los huesos [¿?] y otros rituales;2304 por ejemplo, antes de destruir
al pueblo de Taríaran, los uacúsecha ―velaron con todos ellos en las casas de los papas
una noche, y bailaron con ellos y a la media noche tañeron las trompetas para que
decendiesen los dioses del cielo, y a la mañana, echaron su harina a los pies de los cúes.
Y subieron a los cúes Hirepan y Tangáxoan y Hiquýngaje y los otros señores, todos
compuestos.‖2305 Y capítulos antes, cuando Hiuacha, señor de Taríaran, mencionó que
contaba los días con un calendario parecido a los del Centro de México, y que en lugar
de capturar prisioneros para sacrificarm compraban esclavos, Hiripan y Tangáxoan le
contestaron: ―Nosotros no peleamos contando desa manera los días, mas traemos leña
para los cúes y el sacerdote llamado curí y el sacrificador, toman olores para la oración
de los dioses. Dos noches estamos en nuestra vela para mirar cómo va la gente y para
despedillos, y con esto peleamos".‖2306
Vemos que la expresión de pasar en vela estaba asociada a varios contextos
rituales, uno de ellos era la guerra, aunque no queda claro cuál era el significado. En el
sermón que dio el señor de Jacona durante la guerra de coronación de Tangáxoan II,
recrimina que algunos guerreros no hicieron la vela en la casa de los sacerdotes:
―Mirá que no os halláis como de burla, si no cativáredes o matáredes los enemigos, no será
sino por el olvido que tuvistes con las mujeres en vuestros pueblos, por los pecados que
hecistes con ellas y por no entrar a la oración en la casa de los papas. Y no entrábades de
voluntad para hacer penitencia y teníades en mucho juntaros con las mujeres. Mirá, no
miréis atrás a vuestros pueblos. Mirá, no os volváis, que si os volviéredes o quebráredes
esto que os han dicho, aparejaos a sufrir. No volváis la cabeza a vuestras mujeres con quien
2307
estáis casados ni a vuestros padres viejos.‖
En este contexto, hacer vela en la casa de los sacerdotes por parte de los guerreros
era un acto de penitencia. Sin embargo, se está amonestando que algunos en lugar de
hacer la vela, prefirieron pasar la noche con sus mujeres. La RM menciona que una de
las obligaciones de los señores era obedecer al cazonci y entrar en la casa de los
sacerdotes para velar.2308 Una explicación a esta contradicción sería similar a la de los
matrimonios entre miembros de la clase dominante donde se menciona la presencia de
sacerdotes, a diferencia de los matrimonios de la clase dominada. Los guerreros nobles
estarían sujetos a una vigilancia más estrecha por parte de la casta sacerdotal para que se
cumplieran las normas religiosas, mientras que había una despreocupación al
cumplimiento de ritual por parte de la gente común.
2302
RM, Segunda Parte, Cap. II, ff. 64-64v. Pp. 19-20.
RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 34v-35, Pp. 230-231.
2304
RM, ff. 96v, 136, Pp. 84 y 163.
2305
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 130v, P. 152.
2306
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 127v, P. 145.
2307
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18-18v. Pp. 197-198.
2308
RM, Tercera Parte, Cap. IX, 22v, P. 206.
2303
527
En el campamento, antes de entrar al combate, probablemente también se
efectuaban bailes y se prendían hogueras de leña. En el discurso del Capitán general
pronunciaba antes de entrar en combate que se consignó en la RM, se mencionan los
dioses que habían de alimentarse en la batalla, y de las ceremonias previas, es decir de
la ceremonia de la guerra efectuada en todos los pueblos:
―señores chichimecas del apellido de Enéani y Çacapu hireti y Vanácace que sois venidos
aquí. Ya habemos traído a nuestro dios Curícaveri hasta aquí, puniéndole encima la leña y
rama, que le habemos hecho su estrado de rama hasta aquí a este camino. Ya nuestro dios
Curícaberi y Xarátanga han dado sentencia contra nuestros enemigos y aquí han venido los
dioses llamados primogénitos y los dioses llamados Virábanecha. Cómo, chíchimecas ¿no
os paresce que ha dado sentencia Curícaberi y los dioses? Pues que tantas ofrendas les
dimos estando en los pueblos, y segud la leña que trujimos para los fogones y los olores
que echaron en los fuegos los sacerdotes con que despidimos a los dioses que venían a la
guerra? Aquí, pues, han de venir los dioses del cielo, donde está la traza del pueblo que
habemos de conquistar. Aquí donde hay leña para los fuegos en cuatro partes, donde han
de venir las águilas reales, que son los dioses mayores, y las otras águilas pequeñas que son
los dioses menores, y los gavilanes y halcones y otras aves muy ligeras, de rapiña,
2309
llamadas tíntivápeme. Aquí nos favorescerán los dioses del cielo: esto es ansí.‖
En caso de que los enemigos fueran muy valientes y difíciles de conquistar, los
guerreros se sacrificaban las orejas, como hicieron Hiripan y Tangáxoan contra
Huaniqueo, al Oeste de la cuenca de Cuitzeo: ―Y los de Bániqueo eran valientes
hombres y no los pudieron vencer y apartáronse a medio día. Y viendo esto Hiripan y
Tangáxoan, sacrificáronse las orejas, y toda la gente, por podellos vencer. Y
avergonzábanse unos a otros porque no eran más esforzados. Y comieron todos y
tornaron a dalles combate y durmieron allí y tornaron a la mañana a pelear y entráronles
a medio día.‖2310 Es interesante que en los vecinos pueblos de Cuiseo y Poncitlan, en la
cuenca de Chapala y en la frontera tarasca, se mencionara que adoraban un ídolo en
forma de culebra, ―y se agujereaban las orejas ante [é]l con una flecha, metiendo y
sacándola de una parte a otra, y la sangre q[ue] salía dellas salpicaban con las ma[n]os
encima, ofreciéndosela porque les diese vict[ori]a contra sus enemigos y, sobre todo, le
pedían favor y ayuda en sus guerras.‖2311 En la misma región, hacia el oriente de
Cuiseo-Poncitlan, se encontraba el señorío independiente de San Juan Cutzalán, que
mantenía guerras con los tarascos, se mencionó que el dios patrono de este pueblo
llamado Huitzilopoch o Itztlacateotl, ―dios escondido‖, ―…mandábales el demonio, que
les hablaba en sus ídolos como en instrumento, que cada uno hiciese un pucherito ó
búcaro pequeñito, y que rasgándose las orejas, echasen en él de cada una, una gota de
sangre, y que cuando se bañasen, echasen en la laguna el pucherito ó búcaro con la
sangre, persuadiéndolos con esto á creer que quedaban inmortales.‖2312
La RM menciona un ritual practicado por los tarascos durante el combate, pero
por el contexto de ser una guerra pactada, probablemente sólo se ejecutaba en las
guerras rituales; consistía en esparcir la sangre que rezumaba de las heridas de los
guerreros para dar de comer a los dioses. Se menciona que cuando los curinguareños
retaron a pelear a los uacúsechas de Pátzcuaro, después de haber realizado la ceremonia
de la guerra
2309
RM, Tercera Pare, Cap. V, f. 17, P- 195.
RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, f. 131, P. 154.
2311
MEDINA, ANTONIO DE. ―Relación de Poncitlan y Cuiseo del Río‖ [9 de marzo de 1585], en:
ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 183.
2312
TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea…, Óp. Cit., Cap. LI, P. 143.
2310
528
―…al tercero día señalado, fueron todos a un lugar llamado Atáquaho y los de Curínguaro
vinieron también a aquel lugar y juntáronse unos con otros a medio día y empenzaron a
pelear. Y unos se daban de pedradas, otros con terrones, ya los señores de los chichimecas
tiraban flechas, porque la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos;
y tenían lo por mal descalabrarse, y en descalabrándose alguno, alimpiábase con la mano
la sangre porque no cayese [borrado] en el suelo y ruciábanla con los dedos hacia el cielo
2313
para dar de comer a los dioses.‖
Otro acto ritualizado era la captura de prisioneros durante el combate. Ya
mencionamos que antes de atacar a los pueblos frontalmente, algunos guerreros hacían
entradas furtivas en los pueblos para capturar a personas desprevenidas, en las cercanías
de los pueblos o sus sementeras; sin embargo en las láminas de la RM se observa que
también se capturaban prisioneros durante los combates. La forma más común de
representar la captura de prisioneros, fue mediante un guerrero blandiendo un arma
sujetando por los cabellos al enemigo derrotado; convención iconográfica extendida
ampliamente en Mesoamérica y desde tiempos remotos.2314 En la lámina XV de la RM,
observamos como Tangáxoan capturó al isleño Zapíuatame, desarmado, mientras bajó
de la canoa, lo sujetó del cabello con la mano derecha, mientras blande una porra con la
mano izquierda.2315 En la lámina XXXII encontramos una escena muy similar, un
guerrero está sujetando de los cabellos a un individuo con la mano izquierda, mientras
que con la derecha porta una porra con actitud amenazadora. En la lámina XXXIII
vemos variantes de esta escena repetida hasta 6 ocasiones, algunos prisioneros parecen
forcejear. En la lámina XLI podemos ver a 5 personajes maniatados y sentados en el
suelo, 3 de ellos están siendo tomados de los cabellos por 3 sacerdotes curitiecha para
llevarlos a sacrificar.
Sin embargo esta no era la única forma de tratar a los prisioneros. En las láminas
XXII y XXXIII vemos a varios individuos maniatados, atados por el cuello con largas
sogas para trasportarlos; la RM menciona que cuando el bulto sagrado de Curícaueri fue
robado por los de Naranjan y recuperado por Sicuírancha, éste ―abrió el arca y sacóle y
dijo: "aquí está". Y llevaron una soga como sueltas, con que ataban los cativos para el
sacrificio, y habían quitado de allí una argolla de oro y una soga como sueltas que le
dieron en el cielo sus padres, y lleváronselo. Y dijo Sicuírancha: "llévenselo. ¿Para qué
lo quieren?, ¿a quién han de dar de comer con ello?. Ellos lo trairán algún día".2316
Vemos que unos de los atributos que le dieron los dioses del cielo a Curícaueri, fue
precisamente una soga para capturar enemigos. En otra parte de la RM, se menciona el
uso de cañas para mover a los prisioneros, ya que cuando llevaban a los cautivos para
ser sacrificados en Tzintzuntzan, ―a la entrada de la cibdad, donde había dos altares,
2313
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. En las guerras que tenían los habitantes de la Meseta
tarasca por los lindes de las sementeras, se menciona que los señores de los pueblos ―cada día train
difirencias y se quitan los términos y las sementeras y toman todos arcos y flechas y abajaban los dioses
del cielo a comer sangre, y flechábanse…‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 113-113v, Pp. 117-118.
2314
TREJO, SILVIA. ―La imagen del guerrero victorioso en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 233.
2315
Contraría a la visión idílica de que todos los capturados eran sacrificados obedeciendo la religión (por
ejemplo el caso de Tamapucheca, hijo de Taríacuri), en este pasaje de la RM vemos como Zapíuatame fue
perdonado, ya que era mensajero para que los isleños se sometieran a Taríacuri. El hecho de que le fue
perdonada la vida molestó a Tangáxoan, que dijo le dijo a Hiripan: ―hermano, mira cómo se va aquel que
yo tomé‖, es decir, los intereses políticos se sobrepusieron a los rituales religiosos. Pasajes más adelante,
encontramos a Zapíuatame participando en la expansión uacúsecha en los territorios circunvecinos de la
cuenca de Pátzcuaro. RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 114, P. 119.
2316
RM, Segunda Parte, Cap. III, ff. 66v-67, Pp. 24-25.
529
donde ponían los dioses que traían de la guerra y halagaban los cativos estos sacerdotes,
que venían atados en unas cañas en el pescuezo…‖.2317
La lámina XXXIII muestra otro tratamiento a los prisioneros, como ser jalados
de las manos amarradas, o arrastrados por los pies. De hecho en está lámina está
representada con mucho más detalle la violencia, que la narración del texto, pues si bien
se menciona el sacomano, los sacrificios y la destrucción, la lámina muestra la
extracción de los corazones humanos, los cadáveres ensangrentados de la gente, y la
preparación de grandes ollas sobre fuego para la cocción de las víctimas, la RM dice al
respecto: ―los viejos y viejas y los niños de cuna y los heridos, sacrificaban antes que se
partiesen en los términos de sus enemigos, y cocían aquel[l]as carnes y
comíanselas.‖2318
La antropofagia ha sido una práctica muy común en las sociedades preindustriales
de todas partes del mundo, y en América y el México antiguo también se practicaba.
Hernán Cortés mencionó que durante la conquista, los naturales de la tierra ―…comen
todos carne humana‖,2319 y durante el sitio de México-Tenochtitlan reportó como tanto
los mexicas y los indígenas aliados consumían carena humana de los guerreros caídos:
―Este día sintieron y mostraron mucho desmayo [los mexicas], especialmente viendo entrar
por su ciudad, quemándola y destruyéndola y peleando con ellos, los de Tesuico, Calco y
Suchimilco y los otumíes, y nombrándose cada uno de donde era; y por otra parte, los de
Tascaltecal, que ellos y los otros les mostraban los de su ciudad hechos pedazos,
diciéndoles que los habían de cenar aquella noche y almorzar otro día, como de hecho lo
2320
hacían.‖
Hernán Cortés también envió un alguacil a un pueblo de otomíes en la frontera
con Matlatzinco donde había enfrentamientos, donde halló mucha gente de guerra
―…por el camino que llevaban en pos de ellos hallaban muchas cargas de maíz y de
niños asados que traían para su provisión…‖.2321 Durante una celada que los aliados
indígenas y los españoles hicieron en contra de los defensores mexicas de MéxicoTenochtitlan, donde cayeron 500 principales, Cortés mencionó que ―…aquella noche
tuvieron bien que cenar nuestros amigos, porque todos los que se mataron, tomaron y
llevaron hechos piezas para comer.‖2322 Y durante el camino en su expedición a
Honduras
―Y ofrecióse que un español halló un indio de los que traía en su compañía, natural de estas
partes de México, comiendo un pedazo de carne de un indio que mataron en aquel pueblo
cuando entraron en él, y vínomelo a decir, y en presencia de aquel señor le hice
2323
quemar…‖.
Nuño de Guzmán también reportó como los aliados indígenas realizaban
sacrificios y practicaban antropofagia ritual. A las mujeres y niños del señorío de
Cuinao ―…que serían hasta quinientas personas, hice recoger, porque los indios amigos
no los sacrificasen como lo hacen…‖, más adelante mencionó como los indígenas
aliados que supuestamente ya habían sido evangelizados, seguían haciendo sacrificios a
2317
RM, Tercera Parte, Cap. IV, ff. 15-15v, Pp. 191-192.
RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19, P. 199.
2319
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de
1520], P. 88.
2320
Ibíd., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 140.
2321
Ibíd., P. 150.
2322
Ibíd., P. 154.
2323
Ibíd., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de 1526], P. 228.
2318
530
escondidas.2324 La RM menciona para el caso tarasco, que cuando los españoles
conquistaron Colima con ayuda de los tarascos, ―los indios de Mechuacan iban a la
guerra con sus dioses, vestidos como ellos solían en su tiempo, y sacrificaron muchos
de aquellos indios y no les decían nada los españoles.‖2325
Varias fuentes mencionan que una de las ceremonias efectuadas por los guerreros
del cazonci después del combate, era la antropofagia ritual. En la RM casi no se hace
mención de estos rituales (salvo el citado pocas líneas arriba), y el del episodio de cómo
Taríacuri mandó matar al sacerdote Nacá y se lo dio a comer a Zurumban, así había
antropofagia ritual en contextos de paz, pero también se menciona al antropofagia
después de la guerra. En las Relaciones Geográficas se menciona en más ocasiones la
antropofagia ritual; en la Relación Geográfica de Chilchotla se mencionó que
―degollaban a los indios p[ar]a el sacrificio, y le sacaban el corazón, y lo ofrecían a los
ídolos, y la sangre; y el cuerpo se lo comían. Y hablaban aquellos sacerdotes con el
Diablo. Y [dicen] que la carnicería humana q[ue] allí se hacía se repartía en los hombres
de guerra, y ellos la comían y hacían gran fiesta entre ellos. Y esto no se hacía, sino
cuando ganaban alguna victoria de los enemigos, en señal de agradecimiento a sus
falsos dioses.‖2326 De esta referencia cabe resaltar que la carne humana era consumida
por los guerreros, y sólo cuando obtenían la victoria, y por ende la captura de
prisioneros para el sacrificio. En la costa de Michoacán, los indígenas de Cuxumatlan
mencionaron en la época prehispánica tenían guerra con que los epatecos, habitantes de
Epatlán y ―que eran muy grandes comedores de carne humana, como los mismos
tarascos.‖2327
En la región de Tamazula, cabecera de la región y sujeta al cazonci, se mencionan
algunos ritos de antropofagia de sus habitantes, de filiación nahua. En Tuchpan ―tenían,
por dios, a LOS CIELOS, y q[ue] había ocho cielos; y [dicen] q[ue] algunos se
holgaban [de] q[ue] los matasen, y con las mejores vestiduras q[ue] tenían: decían q[ue]
se querían ir al cielo a servir al Sol; y q[ue], después de muertos, los quitaban las ropas,
y los desollaban y asaban y se los comían.‖ En el sujeto de Zapotlan tenían por dios una
piedra ―y la sacrificaban algunos indios q[ue} tomaban en la guerra, y los abrían por el
corazón y, con la sangre, untaban la piedra q[ue] tenían por dios. Y, hecho esto, los
desollaban, y el cuero henchían de paja y bailaban alrededor dél, y comían la carne
humana.‖ Mientras que en Tamazula, la cabecera, adoraban al demonio y ―los indios
q[ue] tomaban en la guerra, los sacrificaban delante destos ídolos y los ofrecían la
sangre, y, los cuerpos, comían y bailaban con ellos.‖2328 En la Relación Geográfica de
Tuzantla, pueblo que estaba en la frontera occidental del Tzinzuntzan Irechequa,
limítrofe con la Excan Tlatoloyan, se mencionó que cuando ajusticiaban a alguna
persona por delitos, los sacrificaban enfrente de los ídolos de Curícaueri y
Hurendequavecara ―y [de] estos que sacrificaban después de muertos, la carne dellos
partían entre los más principales para su comida.‖ Sin embargo, también se mencionó
2324
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 265 y 276.
2325
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 52v, Pp. 266.
2326
VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108.
2327
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA,
JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva
España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 166. Cursivas originales.
2328
FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 386, 391-392 y 398.
531
que ―cuando en las guerras mataban [a] algún contrario, el cuerpo muerto y sangre se lo
traían.‖2329 Se entiende que también los restos de los guerreros enemigos eran
consumidos, lo que indicaría un tratamiento post mortem distinto para los guerreros
propios, y los enemigos, en el campo de batalla. Para 1585, los indígenas aún tenían
memoria de las fiestas, sacrificios y antropofagia ritual que se practicaba:
―Las fiestas eran matando muchos hombres y mugeres que, con gran crueldad, sacrificaban
al demonio. Y estos eran de los que prendían en las guerras (que tenían de ordinario), o de
los que castigaban: que por no labrar las tierras del rey, o por adúlteros, o otras cosas muy
pequeñas, les condenaban a eso. Y después la fiesta era comérselos y emborracharse y
cantar muchos cantares al dios que celebraban; teniendo casi de ordinario sus exortaciones
de los sacerdotes suyos, de lo que debían honrar aquel dios, y lo que avía hecho por ellos.
Y era muy ordinario el aparecérseles el demonio en varias figuras; particularmente cuando,
después de aver sacrificádole, le cantaban los cantares que para eso tenía; y
particularmente se aparecía a los sacerdotes mayores, mandándoles que hiciesen matar a
2330
muchos. Y de los que le vieron, ay vivos muchos el día de oy.‖
Las fuentes sobre los tarascos proporcionan poca información sobre el tratamiento
que recibían los guerreros heridos en los combates. En la guerra ritual que tuvieron los
curinguareños con uacúsecha, se menciona que los señores de los últimos, Pauácume II
y Uápeani II, fueron heridos con flechas y llevados a cuestas a sus casas en
Tarímichúndiro, barrio de Pátzcuaro. Líneas más adelante, Jerónimo de Alcalá
menciona brevemente los ritos que hacían para curar a los guerreros heridos:
―Tenían por mal, cuando estaban heridos o flechados, dormir en sus casas los heridos por el
peligro que era. Y estos heridos, con los señores, fuéronse a la casa dicha del águila y
hiciéronles unos zarzos de cañas altos del suelo de una parte y de otra, dentro de la casa. Y
estaban echados los heridos en ellos y estuvieron tres días en esta dícha casa. Y a la entrada de
la puerta tomaban sahumerios con cañutos y sacaban aquellos sahumerios a los fogones, de
una banda y de otra, que se encontraban unos con otros los que entraban y los que salían a
2331
echar los sahumerios en los fogones.‖
Se menciona además que en esa ocasión, los chichimecas estaban de un lado de
la casa de las águilas, y del otro los isleños de Jarácuaro, velando por los heridos.
Además de los actos rituales donde se quemaban substancias con la creencia de
propiedades terapéuticas, también se usaba el conocimiento herbolario para curar las
heridas de guerra.2332
La RM también dedicó un breve capítulo sobre el tratamiento de los guerreros
caídos en combate, pero quedan muchas dudas sobre los rituales post mortem de los
cuerpos. Dada la brevedad del capítulo titulado ―de los que murían en la guerra‖, lo
citamos aquí in extenso:
2329
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157.
2330
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., Pp.
495-496.
2331
RM, Segunda Parte, Cap. VIII, ff. 73v-74, Pp. 38-39.
2332
Una de las posibles plantas que se usaron, de acuerdo con las creencias terapéuticas que le eran
atribuidas: ―De la QUARANQUEQUA Es una planta voluble que trepa a los árboles vecinos, de hojas
delicadas y raíz insípida y sumamente glutinosa. Cura las articulaciones luxadas y suelda los huesos rotos.
La raíz es blanca, las hojas, los tallos y las flores verdes. Nace en lugares cálidos, húmedos y acuosos de
Mechoacan, entre aquellos árboles que algunos llaman plátanos y otros musas.‖ HERNÁNDEZ,
FRANCISCO. Historia de las plantas de Nueva España, Óp. Cit., T. III, Lib. VII, Cap. XI, P. 1010.
Cursivas originales.
532
―Si acontecía morir algunos señores en la guerra, estaba muy triste el cazonçi y decía: "por
esto mataron los dioses de los nuestros, por probarnos como mantinimientos". Y daba
mantas a las mujeres de aquellos señores. Y sabiendo sus mujeres las muertes de sus
maridos, mesábanse y daban gritos en sus casas y hacían unos bultos de mantas, con sus
cabezas, y cubrían con mantas aquellos bultos y llevábanlos de noche y poníanlos en orden
delante de los qúes, cabe los fogones, y tañían unas cornetas y caracoles. Poníanles [a]
aquellos bultos sus arcos y flechas y sus guirnaldas de cuero y sus plumajes colorados en
las cabezas y poníanles muchas ofrendas de pan e vino, y quemábanlos, que serían
doscientos y más, sin los de la gente común, que hacían desta misma manera. Y tomaban
las cenizas y poníanlas en unas ollas y poníanles sus arco y flechas, y enterraban aquellas
ollas, y después juntábanse todos sus parientes del muerto, en su casa, y consolábanse y
decían ansí: "como han quisido hacer los dioses, que ya murió y se desató allá, murió en la
guerra, hermosa muerte es y de valentía es, ¿cómo nos dejó? ¿Cómo otra vez vendrá el
pobre?". Decían a la mujer: "está y vive en esta casa algunos días y está viuda algunos
días, mirando cómo va tu marido camino, y no te cases." Esto le dicían a la mujer para
consolalla: "barre el patio porque no salga yerba; no tornes a desenterrar a tu marido con lo
que dijeren de ti, si eres mala, porque era conoscido de todos tu marido y a ti te hacía
2333
conoscer; por él eres conoscida."‖
Antes de analizar la cita anterior, conviene mencionar que dicho capítulo de la
RM está ilustrado con la lámina XXXIV, que está dividida en dos escenas distintas. Del
lado derecho observamos como 18 guerreros se baten en combate, ofendiéndose con
porras, arcos y flechas; varios de ellos están heridos con flechas incrustadas en el
cuerpo, desangrándose, un guerrero se encuentra tendido en el suelo, mientras otros dos
están siendo cargados a cuestas por los demás personajes. Del lado izquierdo de la
lámina, vemos representada la descripción que se hace de los rituales mortuorios,
mencionados en el capítulo de los que morían en la guerra. Se observan varias mujeres
llorando y mesándose los cabellos, arriba de ellas están las ofrendas a los bultos en
platones de color verde, amarillo y naranja; el texto menciona que ―hacían unos bultos
de mantas, con sus cabezas‖, los rostros aparecen pintados de amarillo, blanco o azul,
tienen las guirnaldas de cuero que sujetan plumas rojas, azules y verdes; los bultos
parecen estar en desniveles cubiertos con matas de color naranja, amarilla y azul. Arriba
de estos elementos, se encuentra representada una troje, sin duda es la casa del templo.
Después de hacer poner las ofrendas, los bultos mortuorios eran incinerados, y las
cenizas se colocaban en ollas. Se mencionan dos datos importantes, que en esa
ceremonia particular los señores nobles muertos fueron más de 200 o más, y que los
guerreros purépecha o de gente la gente común recibían el mismo tratamiento
mortuorio, pero aparte de los nobles, probablemente los atavíos y las armas eran
diferentes, y quizás los ritos se hacían en los altares de los barrios. Sin embargo, en el
Michoacán prehispánico, existieron muchos ritos mortuorios, pero la RM menciona que
estos eran los rituales dedicados a los caídos en batalla.
Ritual de poner flechas para apropiarse del territorio
Otro de los rituales bélicos tarascos del que contamos con más información, era el acto
de colocar flechas en ciertos lugares que podían fungir como delimitantes del paisaje,
los llamados ―términos‖, y como acto simbólico de apropiación del territorio y
conquista. Lo interesante de este ritual, es que si bien en la RM y sus láminas se
hicieron algunas referencias, es en los documentos coloniales donde abundan los
ejemplos, por ejemplo en los tardíos títulos primordiales, y algunos documentos
pictográficos, donde se narraba cómo los poblados indígenas recibieron sus tierras
supuestamente en la época prehispánica, por la autoridad del cazonci o el cacique. En
2333
RM, Tercera Parte, Cap. VII.
533
estas historias de legitimación, los personajes de autoridad prehispánicos hacían uso del
arco y la flecha para delimitar las tierras y repartirlas. Debe recordarse que éste
armamento estuvo asociado al estatus de señor dentro la clase dominante tarasca, y la
RM sugiere que las flechas, elaboradas de materiales que conferían diferentes colores,
contenían fuerzas anímicas de deidades. Quizás el hecho de poner sobre el paisaje
flechas sagradas, tenía por significado que una deidad se estaba apropiando de un
territorio; recuérdese que una de las representaciones materiales de Curícaueri era un
núcleo de obsidiana, y los señores hacían flechas con puntas del mismo material durante
las ceremonias. Uno de los pasajes donde se menciona con más detalle el acto de
colocar flechas, mencionadas explícitamente como ―señal de guerra‖, es cuando un
joven guerrero Taríacuri puso en práctica las enseñanzas de los sacerdotes tutores
Chupitan, Nuríuan y Tétaco:
―Y los viejos trabajaron tanto en lo que le decían, que oyó lo que le decían y empenzó a
traer leña y rama para los cúes y llevábala a los patios de los cúes. Y llegó a este lugar de
Pázquaro y allí traía leña, y su casa tenía en un barrio del dicho pueblo llamado
Tarímichúndiro. Y vínose allí donde se llama Pázquaro y traía leña a un cu llamado
Zirípemeo y a Quaraco hoato, y llevaba a otro lugar llamado Yóngoan. Y punía la leña y
rama allí con los suyos y ponía encima una flecha, que era señal de guerra. Y llevaba
también de la otra banda a un lugar llamado Huríquamácurio y puniéndola allí, ponían
encima una flecha; y en otro lugar llamado Yauáticuiro, y allí puso otra flecha encima la
leña. Y andaba desta manera poniendo flechas en los términos de sus enemigos. También
llevó leña a otro lugar llamado Vanita ychácuriyo y a otro llamado Çacapo hacúrucu y a
Xangua hurépangayo y a Caménbaro. Y ansí andaba cercando los térmiminos, poniendo
flechas en los lugares que llevaba leña y rama. Llevó así mesmo a otro lugar llamado
Xarámuto y así llegó cabe la la[gu]na, a un lugar llamado Aterio, en los términos de los
isleños. Y estaban los isleños poblados en un lugar llamado Tupúparanchuen sin temor de
ninguna cosa por toda la ribera, y tenían sus redes a secar puestas en unos palos cabe la
ribera, y tenían su pescado por allí a secar. Y hizo en aquel lugar un gran fuego Taríacuri y
alzóse un gran humo a la ribera de Haterio, y viendo la gente estas ahumadas y fuego,
fuéronse todos huyendo para poner en cobro sus haciendas. […] Y fué Taríacuri a Zirimbo
2334
y allí sacó también fuego de un estrumento y hizo ahumadas.‖
Parte de este ritual de colocar flechas y hacer hogueras por parte de Taríacuri para
cercar Jarácuaro, está representado en la lámina IV de la RM, donde está pintada una
hoguera y una flecha clavada en el suelo al lado del fuego. En el escudo de armas de
Tzintzuntzan de 1595, también está presente la convención iconográfica de representar
la apropiación del territorio por una flecha clavada en el suelo. En este caso, en uno de
los cuadrantes del escudo, se dibujó un templo prehispánico y dos trojes sobre una isla,
dos peces nadan en el agua. El templo está ardiendo en llamas, y sobre el tejado del
templo, esta calvada una flecha. Al parecer este cuadrante está haciendo referencia
precisamente a la conquista de Jarácuaro.2335
2334
RM, Segunda Parte, Cap. XI, ff. 78-78v, Pp. 47-48.
Véase Apéndice D. En una primera lectura iconográfica, Roskamp mencionó que sobre este cuadrante
que ―está pintado un lago en que se encuentran dos pescados grandes y una isla con tres estructuras
arquitectónicas, dos de las cuales pueden ser identificadas como casas y una como pirámide con un
templo de donde sale humo. Podría tratarse de una clara referencia al culto religioso que fue dirigido por
los uacúsecha, quienes entre sus principales obligaciones tenían la de traer leña para los templos.‖
ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan,
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 245. En un trabajo posterior, mencionó los mismos elementos iconográficos,
pero con una lectura diferente: ―Esta escena podría referirse a las conquistas de os primeros uacúsecha en
las islas del lago, es decir, al dominio de Tzintzuntzan sobre la región.‖ ROSKAMP, HANS. ―Los títulos
primordiales de Carapan: legitimación e historiografía en una comunidad indígena de Michoacán‖, Óp.
Cit., P. 323.
2335
534
Líneas arriba mencionamos que las fuentes no mencionan si la ceremonia de la
guerra era practicada por los grupos prototarascos o sólo por los chichimeca-uacúsecha;
para el caso de las señales de guerra, sí se mencionaron diferencias. Mientras los
chichimeca-uacúsecha usaban flechas clavadas en el suelo como señal de guerra, la
parte histórica de la RM mencionó que cuando los habitantes de Naranjan y Cumanchen
atacaron a Ireti Ticatáme en Zicháxuquaro, ―pusieron allí una señal de guerra: un
madero todo emplumado, para que la viesen los de Ticátame y saliesen a pelear.‖2336 En
el relato queda implícito que a pesar de la variedad de señales de guerra, éstas podían
ser leídas por los diferentes grupos étnicos a pesar de las variaciones culturales. En uno
de los pasajes de la parte histórica de la RM, se mencionó como Taríacuri estableció que
sus sobrinos Tangáxoan, Hiripan y su hijo Hiquíngaje, serían señores y tendrían como
residencia los asentamientos de Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro; para darles la
noticia, efectuó un especie de ritual donde elaboró tres montones de tierra, y encima de
cada uno puso una piedra y una flecha:
―Y luego, en rompiendo el alba, antes que heciese claro, subió a un montecillo Taríacuri,
llamado Thiapu, y escombró allí aquel lugar un pedazo y juntó tres montones de tierra y
puso encima de cada uno una piedra e una flecha y des vióse y apartóse un poquito del
camino y estaba echado allí. Y sobieron sus sobrinos a aquel montecillo y encumbraron y
llegaron donde estaban los montones de tierra y viéndolos dijeron: "¿qué cosa es ésta?
¿Quién limpió y escombró este lugar?". Y dijeron: "no sabemos quién hizo esto, y esta
tierra ¿quién la juntó aquí? Cómo, ¿no la debía de ayuntar nuestro tío?". Dijeron: "si, mas,
¿para qué puso aquí esta tierra?". Y fingiendo Taríacuri que encumbraba el montecillo,
llegó a ellos y díjoles: "pues, ¿qué hay, hijos? ¿Qué habéis hecho aquí? ¿Para qué posistes
aquí estos montones de tierra?". Dijeron ellos: "padre, no los posimos nosotros; cómo, ¿no
los posiste tú?". Díjoles Taríacuri: "sí, hijos, discretos fuistes en no deshacellos. Oídme,
hijos: mira, Hirepan, ansí ha de haber tres señores. Tú estarás en este montón que está en
medio, ques el pueblo de Cuyacan; y tú Tangáxoan estarás en este montón, que es el
pueblo de Mychuacan; y tú Hiquíngaje estarás en este, que es el pueblo de Pázquaro. Así
2337
serán tres señores".‖
Este pasaje también está ilustrado en la lámina XXII, donde están representados
los tres montones de tierra, con un objeto esférico en la cima de cada uno, que puede
representar la piedra mencionada en el texto. Después de este episodio, es cuando los
uacúsecha conquistaron Taríaran y Curínguaro, con lo que inició la expansión del
triunvirato. En un testimonio de 1593, en un pleito de tierras en Patuan, al sur de
Ziracuaretiro, un indígena tarasco llamado Pedro Congori, ―que no supo su edad más //
de que cuando vinieron los españoles a esta // tierra era mancebo y tendrá ochenta años
// poco más o menos‖, le fue preguntado sobre unas tierras que usufructuaban unos
terrazgueros que habían pertenecido al cazonci Francisco Tangáxoan y sus
descendientes, y que los terrazgueros no tenían derechos sobre ellas, a lo que contestó:
―…sabe este testigo que antes que fuese Tangajuan // ni los sucesores que aquí a referido
sus // bisabuelos de estos enviaron un capitán // al dicho lugar de Patuan y todo aquel //
llano situó y aplico para los reyes sucesores // de esta provincia y en señal de posesión //
sembró flechas por las dichas tierras // y esto sabe por los caracteres y antigüedades // de la
sucesión de esta tierra que le declararon // los viejos y padres y abuelos de este testigo y
otros // ancianos y siendo esto ansi es cosa muy cierta que // no tienen allí cosa alguna los
2338
dichos maceguales…‖
2336
RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23.
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, ff. 129-129v, Pp. 149-150
2338
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP, Caja 5, Exp. 24, 1592, ff. 156v-157.
Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por
habernos facilitado éste documento.
2337
535
Este testimonio muestra como a pesar del tiempo, aun se mantenía en la memoria
colectiva la conquista del territorio por parte de los antepasados del cazonci, y como al
apropiarse del territorio, se hicieron rituales de colocar flechas en las tierras, memoria
que quedaría plasmada en muchos títulos de tierras a finales del siglo XVII, de los
cuales hablaremos más adelante. En la RM se menciona otro pasaje en el cual la flecha
fue usada por Zuangua frente a unos embajadores mexicas:
―Y asentáronse los mexicanos y el cazonçi hizo llamar un intérpetre de la lengua de
México llamade Nuritan, que era su navatlato intérpetre, y díjole el cazonçi: "oye, ¿qués lo
que dicen estos mexicanos?, ¿a ver qué quieren?, pues que han venido aquí". Y el cazonçi
estaba compuesto [ataviado] y tenía una flecha en la mano, que estaba dando con ella en el
suelo. Y los mexicanos dijeron: "el señor de México llamado Montezuma nos envía, y
2339
otros señores, y dijéronos: id a nuestro hermano el cazonçi…‖.
Este pasaje también está ilustrado en la lámina XLIII, Zuangua está representado
sentado en un asiento usado por los señores, atrás de él hay un arco con flecha, está
vestido con una manta, guirnalda de trébol y tranzado de señor en la cabeza, en la mano
derecha sostiene una flecha apuntando al suelo, enfrente de él están los presentes y
embajadores mexicas. El mensaje dado por Zuangua a los embajadores de sus
principales enemigos, demostrar su poder y que la tierra donde estaban era posesión del
dios Curícaueri y el que estaba en su lugar en la tierra, el cazonci.
Es común encontrar referencias al ritual de poner flechas para la posesión y
establecimiento de términos en los títulos primordiales. En el ―Título del pueblo de
Tócuaro‖, un tal ―Rey TziUangua‖ delimitó las tierras de Tócuaro. Supuestamente
después de haber visitado Guayángareo, Capula y Cutzaro ―de allí y fué al pueblo de
Janicho y alli puso tres zzacas y clavó dos flechas y salto sobre una losa y dejó alli
señalados los píes y no vido ninguno el paso, y de alli columbró á Jarácuaro el Rey Dn.
Anonio TziUangua el valiente dueño de este pueblo y tierra y desde el edificio tiró una
flecha y fué á dar al puesto de Ahinga entrecuaro, señalando asi sus tierras, tiró otra
flecha al puesto donde dejó señalados los pies en la, tiro otra flecha hacia el puesto de
Napijo donde está un cerrillo y abajo una piedra grande la cual tiene por señal una
flecha, y tiró otra fué á dar al pie de un cerrillo un monton de piedras todas estas tierras
se separó el TziUangua y por eso hiso este escrito que sirva ele titulo…‖.2340
Información similar podemos encontrar en los ―Títulos primordiales de Jarácuaro‖, que
parece una reinterpretación del documento anterior, ahí se mencionó como el ―Rey
Zivuangua‖ o ―Dn. Antonio Siguangua, dueño y rey de Xarácuaro, tiró de allí una
flecha que fue al puesto que llaman Tinguindícuaro, separándose las tierras; luego tiró
otra flecha a donde había señalado los pies; luego tiró otra al cerrito de Napízaro, en
cuya falda está una piedra y en ella una flecha pintada; luego otra flecha donde están
como amontonadas unas piedras [¿yácata?].‖2341 En ambos documentos se hace la
misma acción hacía los puntos cardinales, pero en diferentes lugares. Un análisis
comparativo de estas dos fuentes, puede dar luz sobre las tradiciones historiografías
indígenas michoacanas.
En los documentos pictográficos indígenas michoacanos, también está presente la
convención de representar la apropiación y delimitación del territorio, por medio de
2339
RM, Tercera Parte, Cap. XX, f. 39v, P. 240.
LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte.
Etnografía pos-cortesiana y actual‖, Óp. Cit., P. 409.
2341
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro],
Óp. Cit., P. 31. Corchetes nuestros.
2340
536
flechas clavadas es en el suelo. En el Lienzo de Nahuatzen, están representados
personajes de elite delimitando con flechas los términos del poblado.2342 En el Códice
Cuara, una foja donde se representa un sembradío, está pintada una flecha.2343 Pero es
en el corpus documental conocido como Los títulos de Carapan, tanto en los
documentos escritos en caracteres latinos y pictográficos, hay constantes referencias al
ritual de clavar flechas en el suelo. El Códice Plancarte, que hace referencia a episodios
históricos de forma desordenada, mencionó que en el tiempo de la conquista ―en aquel
tiempo escondieron y taparon los naturales del pueblo de tzíntzuntzan un ojo de agua
que llamaban Hucumuo y otros muchos ojos de agua daban todos fuertemente con
flechas…‖.2344 Más adelante se menciona que el fundador del linaje uacúsecha,
Vacusticatame, fue a
―…Tzintzontza y estado en la cumbre del monte de ucumo clavó cinco flechas […] Y
mandó que ya llegó el gobierno de esta ley y mando juntasen todos los naturales varones
de todos los lugares. Juntaronse todos los naturales de su gobierno notificóles que habia
registrado todos los puestos y lugares de su gobierno señalando tierras buenas ojos de agua
para si y en todos los montes y cerritos puso una flecha para que le reconozcan por rey y le
den vasallage volvióse á Tzintzuntzan otra vez puso una flecha delante de todos sus
2345
vasallos clavada en el suelo la que se convirtió en agua.‖
Líneas abajo se dio un dato muy interesante que podrían ser reminiscencias de la
memoria del pasado prehispánico, ya que Vacusticatame
―Mandó á los carga carcajes haciéndolos jueses de todos los terrasgueros para que ninguno
de ellos se alse en decir estas tierras son mias ni cultivar tierras que no son suyas señaladas
si alguno adelantamiento de cultivar tierras que no son suyas tenga pena de la vida y le
quiten la cabeza y sea puesta encima de una mojonera de las dichas tierras que cultivaba no
siendo suyas y el cuerpo sea llevado á Tzintzuntzan ofrendar á los ídolos y esta facultad les
2346
dio á los carga flechas.‖
Precisamente los personajes mencionados y representados en los documentos
pictográficos, portan el armamento asociado al estatus de señor, arco, flechas y carcaj, y
atavíos de la clase dominante, como bezotes o penachos; el hecho de que se mencione
que fueron mandados desde Tzintzuntzan por jueces los ―carga carcajes‖ o ―carga
flechas‖, puede entenderse que fueron funcionarios del Estado tarasco encargados de
administrar el cultivo y producción de tierras, y vigilar que las mojoneras de las parcelas
y pueblos fueran respetadas. Sí era necesario resolver un problema de términos, tenían
la autoridad y las herramientas (arcos y flechas) necesarias para hacerlo. En otro
documento escrito en caracteres latinos en lengua tarasca, que está relacionado con el
corpus de Los títulos de Carapan, se menciona que el yrecha uacus (rey Uacus) ―haca
ma yiacata cahmahatsidi ma pihtaqua angaqutani‖, traducido como ―está una yácata y
2342
ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra
tarasca, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 301, 302 y 307.
2343
Codex cuara, [16--?]. Garrett Mesoamerican Manuscripts, no. 14, Manuscripts Division, Dept. of
Rare Books and Special Collections, Princeton University Library., en:
http://arks.princeton.edu/ark:/88435/bz60cx55h (Consultado 23 de agosto de 2018), f. 6.
2344
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 238.
2345
Ibíd., P. 240, en la misma página se encuentran otras referencias a flechas clavadas en la tierra y
convertidas en ojos de agua.
2346
Ibíd., P. 241.
537
allí puso una flecha clavada…‖,2347 con el mismo sentido de apropiarse y delimitar
tierras.
En todos los documentos pictográficos que conforman el corpus de Los títulos de
Carapan, se representan flechas como convención iconográfica para transmitir la idea
de posesión de tierras. En el Códice de Carapan, dos flechas están clavadas en una
parcela, de la misma forma, dos flechas están clavadas en el nacimiento de un ojo de
agua. En la Genealogía de los caciques de Carapan, en frente o dentro de una yácata
está clavada una flecha, sobre una plataforma ajedrezada. Otras dos flechas en el centro
de la imagen, apuntan hacía el suelo. En el Lienzo de Carapan, varios personajes
uacúsecha asociados a la fundación de Carapan, están representados al pie de ojos de
agua, uno de ellos aparece clavando una flecha en el manantial. Está misma escena fue
reproducida en el Lienzo de Pátzcuaro, donde el personaje Irecha Halame, ataviado con
una guirnalda de trébol y el cabello trenzado, carcaj en la espalda, un jubón o manta de
señor, y calzado, está clavando una flecha en unos manantiales, otros rostros son glosas
nos indican que se trata de Irecha Vacusticatame, Irecha pauacupe e Irecha Calapu; en
el mismo lienzo, aparecen varios topónimos dentro de rectángulos, sobre los cuales se
colocaron flechas a modo de estar clavadas en el suelo. Las acciones de clavar flechas
en los lugares como posesión y delimitación, y así como de clavar flechas en los ojos de
agua, son mencionadas varias veces en el Códice Plancarte.2348 En la fachada del
convento agustino de Yuriria está representados dos arqueros indígenas, quizás su
presencia sea una reminiscencia de las creencias indígenas tarascas de tomar posesión
de un territorio mediante el arco y la flecha.2349
2347
ROSKAMP, HANS; LUCAS, BENJAMÍN. ―Uacús Thicátame y la fundación de Carapan: Nuevo
documento en lengua p‘urhépecha‖, Óp. Cit., P. 162.
2348
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos
de Carapan, Óp. Cit., Pp. 283-284, para las imágenes Pp. 373-424.
2349
Véase Apéndice F, figura 3.
538
31.
EL EXPANSIONISMO DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA Y LAS GUERRAS
TARASCO-MEXICAS
―Grande era el valor tarasco, pues cuando todos los reyes de este occidente
le bajaban la rodilla al emperador mexicano, sólo el tarasco se mantuvo en
pie y constante, con tanta maña, que cuando no podía resistirle por la
multitud de soldados, que contra él enviaba el mexicano, se valía de ardides,
y trazas con qué resistirle; varias veces lo hizo el tarasco, fingiendo huídas y
retiradas, para valerse de las emboscadas y tan desolado quedó el mexicano,
que no sólo lo venció el tarasco, pero pasó a aprenhenderle su ejército; no
dándole lugar a la retirada, quedaron presos matlaltzingos, tecos y
mexicanos, y con astucia el tarasco los dejó en su reino para servirse de ellos
en los oficios, o para reservadas víctimas, paras las aras; a los matlatlzingos
los puso entre Tiripitío e Indaparapeo y otros envió a San Juan Huetamo,
pueblo de Cutzio; de los tecas puso en Pátzcuaro y Tangamandapeo, y de
mexicanos pobló la provincia de Zacatula; así tuvieron los lacedemonios, a
los clotas, los tesalos, a los penitas, y los nuestros españoles a los africanos‖
2350
Mathías de Escobar, Americana Thebaida. Vitas patrum…, Cap. II, 1729
Mientras el linaje chichimeca-uacúsecha se asentaba en la cuenca de Pátzcuaro, y en
vida de Taríacuri se efectuaron alianzas matrimoniales y guerras que asentarían las
bases del futuro triunvirato integrado por Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, y la
posterior centralización del poder en la primera ciudad, que daría lugar a la
conformación del Tzintzuntzan Irechequa; aproximadamente a 260 km. al Este del lago
de Pátzcuaro otro pueblo, los mexicas que también se reivindicaba como de origen
norteño, se asentó en la cuenca de Texcoco en un islote, donde edificaron su ciudad de
México-Tenochtitlan. Los mexicas igualmente efectuaron alianzas matrimoniales y
guerras con lo que lograron consolidarse como el pueblo dominante en el Valle de
México; después se pactó la Triple Alianza o Excan Tlatoloyan con los asentamientos
de Tenochtitlan-Texcoco-Tlacopan, gracias a esto lograron expandir su dominio y
apropiarse del plusproducto de vastas regiones de Mesoamérica durante las siguientes
décadas. Hacía el año 1450, cuando el Tzintzuntzan Irechequa y la Excan Tlatoloyan
consolidaron su poder a nivel regional, ambas entidades políticas iniciaron la expansión
hacía los cuatro puntos cardinales, por lo que el territorio montañoso con valles
intercalados entre ambas cuencas se convertiría en el escenario de batalla, erigiéndose
una frontera de aproximadamente 240 km. de Norte a Sur, donde los tarascos con su
dios patrono Curícaueri, y mexicas con su dios patrono Zinzuviquixo (Huitzilopochtli),
junto a los pueblos que quedaron en medio subyugados a alguno de los dos primeros,
chichimecas, otomíes, mazahuas, matlatzincas, cuitlatecos, chontales, chumbias,
tolimecas y pantecas, mantendrían un estado permanente de guerra, y que sólo serían
interrumpido con la conquista de Mesoamérica por parte de los españoles.
Las fuentes indígenas tarascas apenas hacen referencias a estas guerras, donde si
bien se mencionan batallas de importancia contra los mexicas y sus vasallos, no fue
intención de sus autores o informantes enaltecer un pasado bélico contra sus otrora
enemigos mexicas. En la relación de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari, ya
se estaba haciendo hincapié el poderío militar tarasco, sus guerras de conquista, y que
nunca fueron derrotados por los mexicas. En las Relaciones Geográficas de 1580, los
2350
ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., Cap. II, Pp. 48-49.
539
informantes indígenas michoacanos aún tenían memoria de las guerras contra uno de los
tlatoani más recordados, Moctezuma II. Sin embargo, fueron los cronistas religiosos
quienes en sus obras hablaron de las guerras que los tarascos y otros pueblos indígenas
de Michoacán mantuvieron contra los mexicas, pero ya sólo como parte de un pasado
pagano e idolátrico erradicado por el cristianismo, pero a fin de cuentas glorioso. Del
otro lado de la frontera, los pueblos del Centro de México sí registraron
abundantemente sus guerras de conquista, y mencionaron las guerras entre los tarascos
y mexicas. Gracias a estas fuentes tenemos datos para conocer cuáles fueron las diversas
etapas de lucha que mantuvieron las dos potencias mesoamericanas al final de la
historia de la súper-área cultural.2351
Antecedentes de las guerras tarasco-mexicas
Antes de que ambos Estados militaristas entraran en conflicto directo, tuvieron que
subyugar a los diversos señoríos que habitaban las cadenas montañosas y valles que se
encontraban entre ambas cuencas lacustres. Durante vida de Taríacuri, y antes de la
conformación del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, los pueblos
prototarascos ya habían iniciado campañas militares para conquistar los territorios al
Este de la cuenca de Pátzcuaro. Cuando Taríacuri les dijo a sus sobrinos e hijo como
ellos serían señores, les contó la historia de Chapá, un hijo de Chánshori señor de
Curínguaro y una esclava, que por ser hijo de una esclava, no lo obedecían. Por esta
razón, Taríacuri le dio un pedazo de Curícaueri (un núcleo de obsidiana), para que
conquistara en nombre de la deidad y diera víctimas para sacrificar a Taríacuri. Chapá
conquistó Tétepo, Arángnario y Tiripetío, donde capturaron a muchas personas.
Sabiendo de estas conquistas, los señores de Curínguaro le dieron por mujer a una
señora, por lo que cada vez que conquistaba algún lugar, enviaba más cautivos de guerra
a Curínguaro que a Pátzcuaro, y temiendo la ira de Taríacuri, se fue a un monte llamado
Terecha hoato, de ahí conquisto los pueblos de Xénguaro (Capula), Hucáriquareo (cerca
de Morelia), Vayángareo (Guyangareo, hoy Morelia), Hetóquaro (Tarímbaro) dónde
―conquistó un pedazo de los otomíes que moraban por allí‖, y que convirtió en su
asiento, y finalmente conquisto Araró. Como puede observarse, las conquistas de Chapá
fueron muy importantes, y Taríacuri les dijo a sus sobrinos ―y como estuviese con él
Curícaueri, ya yo, hijos, estaba arrepiso diciendo que no quisiera haber dado parte de
Curícaueri, diciendo: ¿cómo ha de ser rey Chapá? Que ya le conoscen los dioses del
cielo y los dioses de las cuatro partes del mundo. Y yo ya pensé que aquel habia de ser
rey y por eso me había arrepentido. Ya, hijos, es muerto Chapá y dejó los hijos
siguientes: Hucaco, Hózeti, Vacúsquazita, Quanírescu, Quatá maripe, Xarácato. Todo
estos son ahora y traen contiendas entre sí sobre el señorío…‖, por lo que esta unidad
política se desintegró, pero dejó el antecedente que estos pueblos ya habían sido
conquistados por Curícaueri.2352 La RM mencionó que el reinado de Chapá ocurrió
antes de que Tangáxoan e Hiripan fueran encontrados por Taríacuri; Claudia Espejel
propone que esto ocurrió ca. 1400 o un poco antes.2353 Durante las conquistas del
triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, ca. 1420-1450, se conquistaron algunos de
los pueblos que serían parte de la frontera con los mexicas.2354
2351
Véase Apéndice H.
RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 109v-110, Pp. 110-111. Véase el Apéndice A, mapa I.
2353
Véase la línea del tiempo en ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T.
I, tabla 4 entre Pp. 112-113.
2354
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 132v-133, Pp. 156-157.
2352
540
En la cuenca de México también se gestaron movimientos que lograron ejercer
influencia hacía el Oeste. La unidad política más importante de la cuenca de México
antes de la supremacía mexica fue el llamado ―Imperio tepaneca‖ (1375-1428), con
capital en Azcapotzalco. Esta unidad política logró imponer su dominio sobre muchos
pueblos o altépetl mediante alianzas y guerras alrededor de la cuenca de México. Entre
los pueblos que logró ejercer influencia hacía el Oeste fueron Xilotepec, Xiquipilco,
Ixtlahuaca, Xocotilan, Atlacomulco y Toluca, en el valle de Matlatzinco. En 1428, los
tenochcas al mando de Itzcóatl y Moctezuma Ilhuicamina, iniciaron una rebelión para
quitarse el yugo impuesto por Azcapotzalco, asesinando a Chimalpopoca de la dinastía
tepaneca. Como tlatoani de Tenochtitlán, subió al trono Itzcóatl, quien empezó
rápidamente a imponer su influencia sobre los antiguos pueblos subyugados a los
tepanecas, aprovechando la estructura de dominación anterior, y conquistando los
pueblos; hacía el sureste conquistaron Apaxtla, Cuetzalan, Iguala, Tepecoacuilco y
Tetela, en el Estado de Guerrero.2355
Hacía el 1450, Tzitzíspandácuare centralizó el poder en Tzintzuntzan, por lo que
se inició una nueva fase de expansión territorial, que llevaría a los tarascos conquistar
Zacatula y Colima. Además la RM hace alusión brevemente los movimientos de tropas
tarascas hacía el Este: ―Zizíspandáquare hizo algunas entradas hacia Tuluca y
Xocotitlan y le mataron en dos veces, diez e seis mil hombres. Otras veces traía
cativos.‖2356 Las fuentes del Centro de México testimonian que los tarascos intentaron
imponer su dominio sobre los pueblos otomíes, matlatzincas y mazahuas del valle de
Toluca antes de que cayeran en la órbita de control mexica, mediante batallas de gran
magnitud, pero también mediante alianzas, que ayudaron a reforzar la presencia tarasca
al oriente de su territorio. Cuando un señor de Toluca le pidió ayuda a Axayácatl contra
el señor de Matlatzinco, Tlacaélel le dijo al primero: ―Hijo, no te alborotes; has de saber
que antes de ahora fui de parecer, en tiempo de mi Hermano Motecuhzoma [reinó entre
1440-1469], de que se sujetase esa provincia por guerra, temiendo que no se hiciese
(una) con los de Mechoacan y nos diese algún sobresalto y sinsabor algún día.‖2357 El
Códice de Huichapan, códice de producción otomí, registra los movimientos de
población producto de las luchas internas y de la presión producto de la expansión
mexica hacía la región:
―1436 años 9 pedernal: Aquí fue destruido Vara de Chile. Y el fuerte [=vencedor?] a los
habitantes de Vara de Chile, los mataron cruelmente. Y los cautivos que los mataron se
fugaron y se metieron con los tarascos y los montañeses. Y de los que entraron se hicieron
nobles tarascos [un] grande [probablemente = noble, hidalgo] tarasco.‖
―1460 (¿?): Aquí fue batido en el Lugar de los tules el Carpintero (`coloca-lo tajado´), todo
estaba caído, saqueado, vendieron a sus hijos y huyeron y fueron a meterse con los
tarascos. Así juzgó el señor del llano, y los encerraron a que se esperaran. Y sólo primero
ya llegaron a Tepetitlán. Y después no más prosiguieron aquí al lugar de los tules. Y así
juzgó, tuvo misericordia el caudillo Ojo-Machucado y dejo allí cuatrocientos.‖
2355
SANTAMARINA, CARLOS. ―La rebelión de 1428 de Tenochtitlan contra Azcapotzalco‖, en:
Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2011, septiembre-octubre, vol. XIX, núm. 121, Pp. 26-31;
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia,
Toluca, Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1,
Pp. 13-14.
2356
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138v, P. 168.
2357
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXV, Pp. 268-269.
541
―1467 2 caña: Aquí fue el Viejo Espina/Mano Izquierda/Tuna bendijo los
mazahuas fueron a la tierra tarasca al lado de [¿Atlacomulco?] se fue el caudillo
Ojo- Machucado [de] Jilotepec.‖2358
Si consideramos el año 1436 como un cómputo de tiempo confiable, desde esta
fecha temprana ya iniciaban los movimientos poblacionales de pueblos de valle de
Toluca, con dirección hacía el Estado tarasco;2359 migraciones que siguieron durante las
décadas siguientes, buscando la alianza o subyugación a los tarascos, quienes les
otorgaron tierras y protección a cambió de pagar tributo y defender las fronteras de
enemigos. Pero los intentos de Tzitzíspandácuare de conquistar por la fuerza el valle de
Toluca no cesaron, ya mencionamos que la RM menciona que este cazonci realizó dos
entradas a Toluca y Xocotitlan donde perdió varios miles de guerreros. El Códice
Tellerano-Remensis mencionó otra batalla, esta vez dirigida a Xiquipilco:
―Año de nueve conejos y de 1462 según la n[uest]ra [cuenta], tuvieron una batalla los de
Mechuacan y Xiquipilco, que es en el valle de Matalcingo. Este año hubo un temblor de
2360
tierra.‖
En 1440 subió al trono de México-Tenochtitlan, Moctezuma Ilhuicamina, quien
tuvo como consejero a Tlacaélel. Bajo el gobierno de este huey tlatoani, los mexicas
iniciaron una serie de conquistas que marcarían su dominio indiscutible en el valle de
México y las zonas aledañas. Hacía el Oeste las conquistas o reconquistas incluyeron
Xilotepec, Taxco, Nochtepec, Teticpac, Tepecoacuilco, Tlacozauhtitlan, Coatepec,
Tenetzinco, Cocollan, Coatlan, y las poblaciones chontales de Acapetlahuayaca,
Oztuma, Chuapan e Ixcateopan. Con estas conquistas, los mexicas lograron apoderarse
de una parte importante de la cuenca del río Balsas.2361 Al momento en que los mexicas
llegaron al Balsas, los tarascos ya habían establecido su dominio en los pueblos de la
Tierra Caliente michoacana al Oeste de dicha cuenca, y habían llegado a la costa, hasta
Zacatula bajo el reinado de Tzitzíspandácuare.
En 1469 murió Moctezuma Ilhuicamina, y subió al trono de Tenochtitlan el huey
tlatoani Axayácatl, quien también emprendió guerras de conquista en los territorios
vecinos. En 1473, el tlatoani de Tlatelolco Moquíhuix, casado con una hermana de
Axayácatl llamada Chalchiuhnenetzin, intentó revelarse contra el poder tenochca, por lo
que buscó ayuda en varios lugares, que incluyeron Xilotepec, Tula, Apazco, Chiyapan y
2358
LASTRA, YOLANDA; BARTHOLOMEW, DORIS (Editoras). Códice de Huichapan, Óp. Cit., Pp.
55, 65 y 70.
2359
Ya mencionamos como en la Relación Geográfica de Acámbaro, donde habitaban tarascos,
chichimecas y otomíes, los últimos mencionaron que migraron desde Hueychiapan, sujeto a Xilotepec,
guiados por cuatro principales otomíes con 70 personas, viajaron a Michoacán para ponerse al servicio
del cazonci, quien les señalo un sitio en Guayangareo, pero no les gustó y poblaron Acámbaro: ―y [dicen]
que el s[eño]r que entonces gobernaba en Mechoacan se llamaba TARIACURE, y entonces, por la orden
q[ue] los otomíes poblaron en este d[ic]ho pu[ebl]o, poblaron ansimismo los indios que dicen
chichimecas, los c[ua]les tuvieron siempre los gobernadores del d[ic]ho Mechoacan, puestos en frontera
para defensa de sus tierras contra los indios mexicanos y otros enemigos suyos.‖ VARGAS VALADÉS,
CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio
de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 61.
Mayúsculas, cursivas y corchetes originales. Claudia Espejel estima que Taríacuri murió después de
1420, fecha cercana a 1436 mencionada por el Códice de Huichapan como una migración otomí al
irechequa, y la más temprana encontrada en nuestras pesquisas sobre migraciones de estos pueblos a
Michoacán. Véase la línea del tiempo en ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…,
Óp. Cit., T. I, tabla 4 entre Pp. 112-113.
2360
Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., f. 33v.
2361
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 14-15.
542
Cuahuacan, que eran otomíes, pero Moquíhuix fracasó y murió en el intento. En 1475,
los matlatzincas se rebelaron contra los mexicas, por lo que se enviaron guerreros para
sofocar la insurrección; Alonso de Zorita mencionó que después de que se sofocó la
rebelión, ―algunos se fueron fuera de su natural, especial los de Zinacantepec, que se
fueron á Mechuacán, adonde ahora llaman Tlaulan…‖.2362 Tres motivos de importancia
tenía Axayácatl para dominar la zona: 1) evitar que los pueblos de la región cayeran
bajo dominio de Tzitzíspandácuare y los tarascos, que como hemos visto llevaban
varios años intentando conquistar el valle de Toluca; 2) apoderarse de la riqueza natural
y mano de obra; y 3) castigar el apoyo que prestaron algunos pueblos al insurrecto
Moquíhuix.2363
Como se puede observar la conquista de pueblos, tanto de parte de los tarascos
como de los mexicas, acercaba irreductiblemente al enfrentamiento directo a dos de las
entidades políticas, que impusieron su dominio tributario sobre vastas regiones, y que
mantendrían una lucha de poder durante los siguientes 40 años, enemistad que sellaría el
destino de millones de seres humanos en la segunda década del siglo XVI.
La victoria de los ejércitos de Tzitzíspandácuare sobre los de Axayácatl
Fue en este complejo escenario de guerras, conquistas y alianzas entre los pueblos del
valle de Toluca, en el que se produjo el primer gran enfrentamiento entre tarascos y
mexicas, cada uno defendiendo sus intereses. La lucha acaeció bajo la forma de una
gran batalla, en la que participaron miles de guerreros, y marcó la tendencia de un
equilibrio de fuerzas. En a RM apenas si hace mención a ésta batalla: ―Otra vez
venieron los mexicanos a Taximaroa y la destruyeron en tiempo del padre de Motezuma
llamado Hacángari [Axayácatl], y Zizíspadáquare la tornó a poblar…‖.2364 Domingo
Chimalpahin (1579- ca.1645), escribió en su tercera relación el año en que ocurrió esta
batalla:
―5 Ácatl, 1471. […] Tras derrotar a los de Tepetícpac y a los mazahuas, Axayacatzin se
dirigió a Michhuacan para combatir a los de Tlaximaloyan; decía Axayacatzin: ―muy
pronto llegaremos a Michhuacan‖. Pero cayeron en poder del enemigo [muchos] viejos
mexicas; allá perecieron estos guerreros águilas: Yaotzin, Cuauhhue huetzin y Huitzáhuatl,
viejos principales. Fueron derrotados [los mexicas] en tiempo de Camacoyáhuac
2365
[Tzitzíspandácuare], tlatohuani de Mechhuacan.‖
Carlos Herrerón Peredo sugiere que el año 1471 es un cálculo impreciso, ya que
para ese tiempo los mexicas aun no dominaban de forma efectiva a los matlatzincas.
2362
ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España, y en otras
provincia sus comarcanas, y de sus leyes, usos y costumbres, y de la forma que tenían en les tributar sus
vasallos en tiempo de su gentilidad, y la que después de conquistados se han tenido y tiene en los tributos
que pagan a S. M., y a otros en su real nombre, y en el imponerlos y repartirlos, y de la orden que se
podría tener para cumplir con el precepto de los diezmos, sin que lo tengan por nueva imposición y carga
los naturales de aquellas partes‖ en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Nueva colección de
documentos para la historia de México (siglo XVI). México, Editorial Salvador Chávez Hayhoe, 1941, P.
200. Estos movimientos poblacionales hacía Michoacán serían tendencia durante los años siguientes.
Tlaulan es un lugar no identificado.
2363
CRUZ DOMÍNGUEZ, SILVANA ELISA. Nobleza y gobierno indígena de Xilotepec (siglos XVXVIII). México, Fondo editorial Estado de México-Gobierno del Estado de México, (Colección identidad
historia), 2012, P. 46.
2364
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, ff. 138v-139, Pp. 168-169.
2365
CHIMALPAHIN, DOMINGO. Las ocho relaciones y memorias de Colhuacan. Paleografía y
traducción de Rafael Tena. 1ª reimpresión. CONACULTA, (Colección Cien de México), 2003, T. I,
Tercera Relación, 1471-1474, Pp. 267 y 269. Corchetes nuestros.
543
Los testimonios de esta batalla fueron escritos por Diego Durán y Hernando de
Alvarado Tezozómoc, proporcionando datos geográficos y militares, pero no
cronológicos, y con algunas variantes de importancia; en ambos, los matlatzincas
aparecen como refuerzos del ejército de Axayácatl, por lo que Herrerón Peredo sugiere
que la batalla ocurrió entre 1476-1477, calculo que nos aparece acertado, ya que otras
fuentes aluden las consecuencias de esta batalla, y situadas después del 1477.2366
Aquí sólo vamos a hacer una descripción general de la batalla, resaltar las
divergencias más importantes entre la versión de Durán y Tezozómoc, ver su
componente histórico y consecuencias políticas.2367 En la versión de Durán, la campaña
contra Michoacán fue ideada por Axayácatl y Tlacaélel quienes esgrimieron varios
argumentos: que sus antepasados les habían dicho que los tarascos eran sus parientes y
de la parte mexica, para probar el valor de los tarascos y experimentar sus fuerzas, y
para capturar prisioneros para sacrificar y estrenar la piedra del sol. Dándoles esta
platica a los señores y principales mexicas, estuvieron de acuerdo e hicieron todos los
preparativos, y lograron reunir un ejército de 24,000 guerreros, que consideraron
suficientes para conquistar la provincia de Michoacán.2368 En la versión de Tezozómoc,
los principales guerreros y generales Cuauhnochtli, Tlacochcalcatl y Ticocyahuacatl le
rogaron a Axayácatl que les diera permiso de contar cuánta gente de guerra tenían, y
resultaron contar con un ejército de 32,300 guerreros. Entonces Axayácatl les dijo que
los tarascos eran 50,000, pero que valía más el valor, ánimo y coraje de sus guerreros,
además del favor de sus dioses Tetzahuitl y Huitzilopochtli, con el cual vencerían a sus
enemigos, y dieron la orden de avanzar en dirección del enemigo. 2369 En este punto
Durán proporcionó muchos datos geográficos y sobre los preparativos que Tezozómoc
no mencionó, pasando directamente al parlamento anterior del combate. Duran
menciona que el ejército salió de Tenochtitlan en dirección a los términos de los
matlatzincas, y que los guerreros de los otros pueblos se reunieran entre los términos de
Matlatzinco y Taximaroa (¿es decir Zitácuaro?), junto a una laguna que está junto a
Zinapécuaro. La RM menciona que Taximaroa fue destruida por Axayácatl, esto debió
ocurrir antes de que los mexicas llegaran cerca de Zinapécuaro, hecho que omitieron
tanto Durán como Tezozómoc. A toda prisa el ejército de mexicas y sus aliados
prepararon un campamento con tiendas, y se levantó una tienda para Axayácatl. Cuando
estuvo preparado el campamento, enviaron dos espías matlatzincas para obtener
información del ejército tarasco, y descubrieron que los tarascos ―estaban alojados en un
llano, junto a aquella laguna‖; a 5 km. al noroeste de Zinapécuaro inicia el lago de
Cuitzeo, mientras que a 6 km. al suroeste se localizaba una laguna, que en la actualidad
es la Presa Queréndaro, por lo que uno de estos dos cuerpos de agua debió haber sido la
―laguna‖ mencionada por Durán. A 22 km. al Oeste de Zinapécuaro se encuentra Álvaro
Obregón, entre estas dos poblaciones se existe hoy un gran llano en el que actualmente
2366
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 19-22. Alfredo
Chavero, a partir de la cuenta calendárica presente en la Piedra del Sol, y en las referencias de Durán
sobre cuando empezó a esculpirse y su dedicación, colocó la derrota de Axayácatl en 1479, pero no
analizó los conflictos en el valle de Toluca antes de esa batalla. CHAVERO, ALFREDO. Calendario
Azteca. Ensayo arqueológico. 2ª edición, México, Imprenta de Jens y Zapiain, Calle de San José el Real
núm. 22., 1876, P. 7-13.
2367
Para un análisis táctico más completo de la batalla, véase el Apéndice A, mapa VI.
2368
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, P. 281.
2369
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del
siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 421.
544
son sembradíos, que bien pudo haber sido el llano donde se asentó el ejército
tarasco.2370
Cuando regresaron los espías con Axayácatl, le contaron que el armamento del
ejército tarascos estaba armado por ―hondas y varas tostadas arrojadizas, arcos y
flechas, y macanas, con cuchillos de navajas, porras, y otras armas ofensivas, con
muchas y galanas rodelas y divisas de oro, y plumas‖; y que los tarascos contaban con
40,000 guerreros. Al escuchar la información de los espías, Axayácatl no se alegró, y les
dijo a los principales: ―Sabido he que este tarasco trae cuarenta mil hombres, todos
gente robusta, alta y valiente. Ya veis que nos sobrepuja en dieciséis mil hombres. ¿Qué
os parece que debemos hacer?‖.2371 Sus consejeros vieron la flaqueza que mostraba el
huey tlatoani, y le dieron un consejo ―bestial‖, en palabras de Durán, y le dijeron que
los mexicas nunca había temido a ningún enemigo ni se habían retirado sin pelear, y
dieron a entender que sí se retiraban, iban a perder prestigió ante los otros pueblos, por
lo que sólo podían morir o vencer, además su reputación ante sus enemigos y pueblos
subyugados peligraría, ya que ―habiendo venido sin ser llamados ni provocados que qué
dirían las demás naciones.‖2372 Viendo la determinación de sus consejeros, dio la orden
de que sus ejércitos marcharan al encuentro con los ejércitos tarascos. A primeras horas
del día, los mexicas ―descubrieron la gente tarasca muy en orden y lucida, con todos los
señores delante, tan llenos de oro, joyas y plumas, tan resplandecientes y relumbrantes
con el oro, de braceletes [sic] y calcetas y orejeras y bezotes y apretadores en las
cabezas, de oro, que a la salida del sol, que era la hora que los descubrieron, que con el
resplandor quitaban la vista.‖ Al ver al ejército tarasco, Axayácatl se arrepintió, pero ya
había dado la orden de avanzar, iban capitaneando a los guerreros los cuauhhuehuetque
o ―águilas viejas‖, y por guerreros cuachic o águila; mandó que se pronunciaran arengas
al ejército para animar a los guerreros. Cuando dieron la señal de acometer, llegó una
embajada de principales tarascos con un mensaje para Axayácatl, y le dijeron:
―Gran señor, ¿quién te trujo acá? ¿A qué fue tu venida? ¿Tú no estabas quieto en tu tierra?
¿Quién te fue a llamar y te trujo engañado? ¿Trujéronte, por ventura, lo matlatzincas, a los
2373
cuales poco ha destruiste? Mira, señor, lo que haces, que has sido mal aconsejado‖
Axayácatl agradeció la embajada, y pidió que se retiraran, porque quería probar el
valor de los tarascos, y que por eso habían venido. En este punto continúa la versión de
Tezozómoc, mencionó que antes de iniciar el combate, cuatro nahuatlatos tarascos
llegaron dando voces y diciendo:
―"Mexicanos ¿a qué fue esta venida y con tantos armados a nuestras tierras?".
Respondieron los mexicanos: "nuestra venida fue por ver vuestras tierras y a vosotros."
2370
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, Pp. 280-281.
2371
En la versión de Tezozómoc, los mexicas antes de iniciar el ataque a Michoacán, ya sabían que los
tarascos tenían un ejército superior en número. Además, los pueblos mesoamericanos tenían espías en lo
alto de los cerros desde donde se podía ver el movimiento de los ejércitos enemigos, por lo que los
tarascos tuvieron tiempo de concentrar un ejército para defenderse; la destrucción de Taximaroa no debió
dejarles dudas de las intenciones de los mexicas.
2372
Probablemente este pasaje se refiere a haber iniciado una guerra injusta por parte de los mexicas, de
acuerdo a la forma de hacer la guerra en Mesoamérica.
2373
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, Pp. 282-283.
545
Dijeron los de Mechoacan: "pues de vuestra voluntad venisteis a buscar vuestras muertes,
2374
aquí feneceréis todos." Respondieron los mexicanos: "pues para luego es tarde"‖
Durán mencionó que después de que la embajada se retiró, el ejército tarasco
tomó la iniciativa y arremetió contra los mexicas con tal furia, que el ejército mexica
empezó a replegarse. Axayácatl al ver esto, reforzó a sus ejércitos con los guerreros que
venían de sus provincias sometidas, con lo que pudo sostener la batalla todo el día hasta
que atardeció, sin que los tarascos mostraran debilitamiento, al contrario, mostraban
superioridad.2375 Al anochecer, los guerreros regresaron al campamento, y los señores y
caballeros se presentaron ante Axayácatl, y
―dice la historia que traían los rostros y narices, boca y ojos con el sudor y polvo que se les
había pegado de pelear todo el día, que apenas los conocía quiénes fuesen, para poderlos
llamar por sus nombres, especialmente aquellos que tenían la profesión de no volver pie
atrás. Entre los cuales venían muchos muy mal heridos, unos de flechas, otros de piedras,
otros de golpe de espadas, otros pasados con varas arrojadizas, que el rey tuvo gran lástima
y piedad de ellos; sin gran multitud que quedaba, de todas las naciones, muertos en el
campo. Y así los mandó llamar a todos, y dar de beber un brebaje que ellos usaban para el
alivio de las guerras, que llamaban yolatl, que en nuestro romance quiere decir ―caldo
2376
esforzado‖‖.
Durante la noche descansó lo que quedaba del ejército, rearmándose con
armamento ofensivo y defensivo. En la mañana llegó el señor de Matlatzinco, con una
plática para consolarlo, y le ofreció 1000 ―cargas de flechas y de rodelas y espadas y
hondas y otros géneros de armas que ellos usaban‖, aparte de refuerzos. Estas armas las
repartieron entre los menesterosos, y los arengó para darles ánimos para que, a pesar de
la batalla del día anterior, tuvieran valor contra los enemigos. Aquí Durán refiere que la
iniciativa la tuvieron los mexicas contra ―los tarascos, y fue tan sin provecho la
arremetida, que, como moscas –dice la historia- que caen en el agua, así cayeron todos
en manos de los tarascos.‖2377
Tezozómoc mencionó que los mexicas fueron los que tuvieron la iniciativa
después de la embajada tarasca, pero que no pudieron menoscabar el ánimo y poder de
los tarascos, al contrario, los tarascos recibían refuerzos, pero a pesar de esto, hicieron
retroceder a los tarascos al pueblo de Mataltzinco (Charo).2378 Aquí existe una gran
divergencia entre las versiones de la batalla: mientras la lectura de Durán muestra un
gran y único ejército tarasco invencible, y que la batalla ocurrió en el mismo sitio
durante dos días; con Tezozómoc tenemos una batalla más dinámica, donde el ejército
tarasco recibió refuerzos, y ya haya sido por agotamiento de fuerzas o por una retirada
táctica, se replegaron al pueblo de Charo, a 25 km. al suroeste de Zinapécuaro.
Tezozómoc mencionó que la arremetida tuvo esta mejoría, y mientras esto ocurrió, un
principal llegó a toda prisa con Axayácatl a darle la mala noticia que los tarascos
estaban recibiendo muchos refuerzos, por lo que estaban muriendo muchos mexicas, a
lo que dijo al ejército y vanguardia que llevaba:
2374
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del
siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 421. Hemos modificado la puntuación y colocado comillas donde
consideramos pertinente.
2375
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, P. 283.
2376
Ídem.
2377
Ibíd. P. 284.
2378
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del
siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 422.
546
―ea, valerosos mexicanos, aquí es menester vuestros ardimiento y esfuerzo para ganar
honra, ó morir valerosamente en justa batalla, pues sabeis que nos aguarda para este bien el
gran Tetzahuitl Huitzilopochtli. Ea, aguijemos: entren ahora los chalcas, los chinampanecas
2379
y los Xochimilco: ea, los de las sierras de Tacuba, los montañeses, los matlatzincas…‖.
Sin embargo, cuando entraron estos refuerzos al combate, encontraron pocos
guerreros mexicas, con los rostros llenos de polvo, atónitos como borrachos por los
golpes, por lo que les dieron a beber un brebaje llamado ―yolatl‖.2380 Además cuando
entraban a reforzar la batalla, eran consumidos por los tarascos, así, cuando ―los
mexicanos entraban de refresco dos mil, y los tarascos volvían y entraban de nuevo diez
mil, que al momento fenecieron las vidas allí en manos de aquellos carniceros,‖ para
este punto, según Tezozómoc, el ejército tarasco con los refuerzos que había recibido,
ya había llegado a la cantidad de 80,000 guerreros.2381
En el punto en que en ambas narraciones mencionan que la victoria era imposible,
Axayácatl dio la orden de retirarse, pero en ambas están presentes diferencias notables,
acontecimientos distintos y omisión de datos. Durán mencionó que después de la
segunda arremetida de mexicas contra tarascos
―En este rencuentro mataron los tarascos muchos valerosos mexicanos y especialmente de
los de la orden de caballería que llaman cuachic y de otros que llaman otomí. Y, entre
ellos, mataron a un señor de los principales, que era pariente muy cercano del rey, y uno
de los del consejo real de los cuatro, que era escogido para la elección de rey Al cual
(señor) los tarascos, conociéndole en la divisa ser de sangre real, lo llevaron a su real, así
muerto, para con esto mostrar su valor y menospreciar a los mexicanos. Con lo cual los
tarascos, haciendo mucho escarnio y burla de los mexicanos, se volvieron a su real, no
2382
queriendo llevar adelante la victoria que el tiempo les concedía.‖
Durán sigue el relato de que ―Axayácatl mandó alzar su real y, casi como huyendo
y afrentado, con la poca gente que le había quedado, todo desbaratado y lo más de la
gente herida, que a muchos llevaban a cuestas, vinieron a un lugar que llaman
Ecatepec‖, dónde mandó llamar a los señores y capitanes de los pueblos subyugados,
para recordarles que estaban sujetos para afrentar la adversidad, como cuando se
alegraban de la prosperidad. Y Axayácatl empezó a llorar, y todos lo consolaron de no
mostrar debilidad ni cobardía. Mandó que se contaran los sobrevivientes para saber
quiénes habían quedado de la guerra: de los mexicas sólo habían sobrevivido 200, de
texcocanos 400, tepanecas 400, chalcas 400, xochimilcas y gente de la Chinampaneca,
400, otomíes 300, de la Tierra Caliente ―muy pocos‖, en total ―habían muerto en la
guerra veinte mil hombres: antes más que menos.‖ Axayácatl despidió a los señores y
capitanes en paz a sus provincias, prometiéndoles que habría otras ocasiones para
recuperar lo perdido. Después de haber hecho la cuenta de sobrevivientes, mandaron
mensajeros a Tenochtitlán para darle la mala nueva a Tlacaélel, quien al enterase, temió
una contraofensiva tarasca, ya que ―puso guardas a la ciudad y mandó tocar atambores y
caracoles‖, para poner de luto a la ciudad.2383
2379
Ídem.
Ídem.
2381
Ibíd., Pp. 422-423.
2382
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, P.
284. Conociendo las costumbres de guerra mesoamericanas y tarascas, y los rituales de apropiación de las
fuerzas anímicas de los enemigos, esos mexicas caídos en batalla, probablemente fueron consumidos en
antropofagia ritual por Tzitzíspandácuare y los nobles tarascos más principales.
2383
Ibíd., Pp. 284-285.
2380
547
Cuando Axayácatl con los 200 sobrevivientes llegó a Tenochtitlán, los recibieron
como vencedores, él fue al templo a hacer su lamentación y ofrecer sacrificios; luego se
reunión con Tlacaélel, ambos llorando, el primero le dijo: ―Señor, en mi suerte ha caído
que haya sido tanta mi desgracia que lo que no ha acontecido en tiempo de mis
antepasados, haya sucedido ahora en una pérdida tan grande y destrozo, como los
tarascos han hecho con nosotros‖, a lo que Tlacaélel lo consoló diciéndole: ――Hijo, no
desmayes ni desfallezca tu corazón. Esfuérzate, que no murieron tus vasallos tras los
tizones, ni hilando como mujeres, sino en campo, peleando por el engrandecimiento de
tu corona y por la honra de su patria, y tanta honra ganaron ellos muriendo, como otras
veces venciendo, Yo doy gracias al señor de lo criado que me deja ver tantas muertes de
mis hermanos y sobrinos. No sé para qué me guarda…‖. Y diciendo esto, empezó a
llorar amargamente. Y llegando todos al viejo, le consolaron.‖2384 Después de esto, se
realizaron exequias por los caídos.
Tezozómoc relató una retirada mucho más dramática. Axayácatl hacia el final de
la batalla, estaba ordenando que los refuerzos que quedaban, entraran en combate. Pero
el tlacateccatl (capitán general), le pronunció un largo discurso, mencionándole entre
otras cosas, los inconvenientes de seguir la batalla: ―señor, ¿qué aprovecha ir, ni enviar
dos ni tres mil soldados ,que aun no bien llegarán cuando serán muertos en manos de
ochenta mil tarascos matlatlziquipilli [¿?]? Y si estais todavía determinado de que todos
muramos aquí, alto, que yo seré el primero como mas viejo, y si os parece que
volvamos á rehacernos otras vez á México Tenuchtitlan, volvamos.‖ Axayácatl le
agradeció mucho su buena voluntad. ―En esto los capitanes Tlacochcalcatl,
Cuauhnochtli y Huitznahuacatl, apellidaron diciendo: ya vamos nosotros; llevaréis á
Tenuchtitlan nuestra memoria: moriremos aquí en manos de nuestros enemigos; y
llegados al campo que no bien acababan de llegar, cuando ochenta mil tarascos
acometieron y mataron á los mexicanos. Dijo Ticocyahuacatl al rey Axayaca: ya con los
ojos habéis visto las crueles muertes de todos los valerosos mexicanos: ya no podemos
mas, por los pocos que aquí estamos en guarda de vuestra real persona: os ruego y
amonesto que volvamos atrás. Obedeció el rey Axayaca al viejo capitan y volvieron las
espaldas.‖2385
Al contrario de la versión de Durán, en que los tarascos no siguieron el ataque,
―no queriendo llevar adelante la victoria que el tiempo les concedía‖, Tezozómoc relató
que los tarascos persiguieron a los mexicas hasta los términos y montes de Toluca: ―A
poco andar, visto los mechoacanos que estaban victoriosos y muy pujantes, pues eran
tantos que cubrían una legua, con esta soberbia dieron tras los mexicanos tirándoles con
arcos y flechas, hasta los montes de Toluca.‖ Para resguardar la retirada, se quedó un
capitán mexica de nombre Huitznahuacatl teuctli, quien pidió ―que os acordeis de mi y
de la gente de mi casa, que yo determino aguardar á estos Mechoacanes, y jugar un rato
con ellos, veamos si osarán el cumplir, que como valientes que son, uno á uno me
comentan.‖ Sin embargo, los tarascos no aceptaron el duelo, pues ―en esto llegaban ya
los tarascos, arrojando flechas que llovían á maravilla, y sembrados quedaron por el
camino. Llegados á él [Huitznahuacatl teuctli], aunque les hablaba de la valentía de uno
á uno, no curaron de esto, antes le arrojaron tantas varas y flechas, que luego, con esto
cesó el alcance de los mechoacanes. Llegó el campo tarasco, hasta Tagimaroa, que
dicen Tlazimaloyan. Los otros que habían llegado hasta los términos de Toluca, se
2384
Ídem.
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del
siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 423.
2385
548
volvieron viendo que su campo no llegaban, ni iba adelante‖; nótese el movimiento
táctico en que el ejército tarasco se dividió en dos, una parte para recuperar Taximaroa,
y otra para perseguir a los mexicas. El hecho de que la parte que estaba persiguiendo a
los mexicas ya no recibió refuerzos, quizás indica que los mexicas sí pudieron cubrir la
retirada.2386
Axayácatl y los sobrevivientes se reagruparon en Tzinacantepec, sujeto de Toluca,
donde se dan cuenta que de cada 100 hombres no sobrevivieron 10. Axayácatl también
consoló a los sobrevivientes, les dijo que fueran más esforzados y que no tomaran
temor. Luego Cuauhnochtli le pidió permiso para contar a los sobrevivientes, y que de
cada pueblo no habían sobrevivido más de 400, y mexicas 200, lo que provocó una gran
tristeza y llantos. Cuando regresaron a Tenochtitlan, fueron recibidos por los sacerdotes,
quienes consolaron a Axayácatl, quienes le dijeron ―nieto nuestro tan querido, ya es
cumplido gran deseo de los mexicanos de querer ver y probar á los mechoacanes, tan á
costa de tanto sudor, y trabajo y sangre, y de nuestro muy caros y leales amigos,
hermanos é hijos, ya lo habeis hecho por el que es dia, la noche, el aire, el agua, el cielo,
el infierno, Huitzilopochtli, que venis tan lastimado, tan cansado, tan flaco, herido,
lloroso, y lastimado vuestro valeroso corazon de ver derramado la sangre de vuestros
leales vasallos y padres, en especial la del valeroso capitan Huitzanahuatl: ya en fin, con
estas muertes dais de comer á vuestro dios y señor el Tetzahuitl, aire, abusion
Huitzilopochtli.‖2387
A pesar de las diferencias insalvables entre ambas versiones de la campaña de
Axayácatl contra el Tzintzuntzan Irechequa, Durán y Tezozómoc aportaron diferentes
datos, con los cuales tenemos un cuadro general muy rico, y podemos analizar los
variados tópicos. Durán aportó una versión más objetiva y menos inclinada a la facción
mexica, mencionó ciertos aspectos del planeamiento de la campaña, un comportamiento
más protocolario por parte de tarascos y mexicas, y un carácter muy humano, tanto el
estado desastroso de los combatientes después de un día de batalla, como un Axayácatl
que mostró temor ante una empresa, que se tornó imposible de superar al llegar al
Tzintzuntzan Irechequa, y que tras ser derrotado, lloró amargamente la suerte de sus
hombres. Tezozómoc mostró una versión favoreciendo a los mexicas, simplificó
algunos de los detalles de la planeación, pero refirió detalles tácticos muy importantes,
que permiten analizar la capacidad estratégica y de mando, tanto de tarascos como
mexicas. Ambas fuentes omitieron toda información referente al nombre de los
capitanes tarascos, incluso del cazonci Tzitzíspandácuare, que otras fuentes nahuas si
consignaron, con su nombre nahua de Camacoyáhuac.
Dos fuentes más hacen mención sobre dicha batalla; una de las láminas que
ilustran la Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme de Diego
Durán, conocido también como Códice Durán, y un canto atribuido al mismo
Axayácatl. La lámina que ilustra el Códice Durán se encuentra después del capítulo
donde se narró la guerra emprendida por Axayácatl contra los tarascos, e ilustra las
exequias que hicieron a los guerreros caídos en la batalla. En segundo plano y en la
parte superior de la lámina, se observan dos ejércitos abatiéndose, pero por lo estilizado
de la representación es difícil identificar los contingentes tarascos de los mexicas,
además ambos portan sistemas de armamentos muy similares: objetos contundentes que
podrían ser macuahuitl o porras, escudos y armaduras de algodón. Uno de los guerreros
2386
2387
Ídem.
Ibíd., P. 424.
549
porta un tocado de plumas largas de color verde sobre la cabeza. Hasta donde tenemos
conocimiento, es la única representación pictográfica en las fuentes sobre esta
batalla.2388
Entre la poesía nahua sobreviviente, existe un canto atribuido al huey tlatoani
Axayácatl,2389 titulado ―Canto de los ancianos‖, dónde se menciona la amargura de la
derrota en Michoacán. Antes de iniciar el canto, se dice que ―lo hizo cantar el señor
Axayácatl que no pudo conquistar a los michhuaques porque así regresó de
Tlaximaloyan. Y no sólo eran unos cuantos los príncipes, los esforzados, los que allí
murieron, algunos huyeron por su ancianidad, ya no eran fuertes, por ello se excusan.
Así el canto los reprende. El señor Chinchicha era ya un viejo gobernante‖; el canto
propiamente inicia así:
―Tico tico tico tico tico tico tico tico tico tico
Nos llamaron para embriagarnos / en Michoacán, en (con) Camacoyáhuac. / Fuimos a
hacer ofrenda de púas, / nosotros mexicas, nos embriagamos / cuando dejamos al águila
vieja, / al enemigo. [el nombre del gobernante (tlatoani) de allá] [los nombres de los
valientes que allí murieron]
¿Cómo es que quedaron / embriagados los ancianos mexicas? / Ya no hay quien diga / que
oprimimos ancianas, / Chimalpopoca, Axayácatl. / Ya abandonamos a nuestro abuelito, / el
pequeño Cacama.
En el lugar de la embriaguez estoy escuchando, / yo vuestro abuelo. / Están hablando los
ancianos águilas, / Tlacaélel, Cahualtzin, / dicen que bebieron sus capitanes, / salieron
abandonando al señor de Michoacán.
Allá en las manos del enemigo / acabaron los huaxtecos, / los tlatelolcas, / mis nietos,
Zaquatzin, / Tepantzin, Cihuacuecueltzin. / Con su cabeza, con su pecho / exclaman,
escuchadlo.
Cototi, cototi cototi, cototi cototi cototi cototi.
¿Qué hacen los guerreros esforzados? / ¿Ya no piden la muerte? / ¿Ya no quieren hacer
cautivos? / Vieron a sus enemigos, / frente a ellos huyen, / el metal precioso viene
reververando, / las banderas preciosas verdean, / que no os hagan prisioneros, / daos prisa.
Que no a los jóvenes, / a los que quieren hacer ofrenda, / si ello ocurre lloraremos como
águilas, / si así lloraremos como jaguares, / nosotros ancianos águilas, que no os hagan
prisioneros, / daos prisa.
Pobre de mí, Axayácatl, / ¿acaso ya en mi vejez / será la huida de mis príncipes águilas?
Que no sea a él, mi nieto, / sólo yo os dejaría, / la flor va extendiéndose, / con ella se libera
el guerrero huitznáhuatl.
Tico, etcétera, de un lado.
Estoy como un ave, / estoy escupiendo, / yo vuestro abuelito, Axayácatl.
2388
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
lámina 25, Cap. XXXVIII, P. 287 [en apéndice]. Véase Apéndice E, figura 7.
2389
LEÓN-PORTILLA, MIGUEL. ―Axayácatl, poeta y señor de Tenochtitlan‖, en: Estudios de cultura
náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas,
1966, vol. 6, Pp. 29-45.
550
Sentaos, vosotros esforzados, / los que cazáis. / Que no en su vasija de fuego, / vosotros
que huis, / os queméis; / que no con esto caiga el bastón de mando / de vuestro abuelito
Axayácatl.
Una y otra vez provoca risa de tristeza / lo que hacen los mexicas, / mis nietos, los que
raparon su cabeza, / de cuatro en cuatro se avejentan. / La flor del escudo en nuestras
manos está.
Y en verdad los mexicas, mis nietos, / están en fila de uno en uno, / están ordenados, / irán
a envejecerse, / La flor del escudo en nuestras manos está.
Del otro lado; tico etcétera.
En la estera del águila, en la estera del jaguar, / está sentado vuestro abuelo Axayácatl, /
está insuflando la guerra / en su vasija de fuego / que en verdad mucho humea.
Nunca se apagará, / con escudos, con abanico, con dardos, / se aviva en su vasija de fuego /
que en verdad mucho humea.
Aún vivimos nosotros vuestros abuelos, / anchas son nuestras lanzaderas, / nuestros
dardos, con esto alegramos / a los que junto a nosotros están.
En verdad, con fatiga se hace uno viejo, / en verdad con fatiga es la vejez. / Por esto aquí
lloro por mí. / Yo, vuestro abuelo Axayácatl, / recuerdo a mis viejos amigos, /
Cuepanáhuaz, Tecale, Xochitlahuan / los que están asentados. / Que algunos aquí pudieran
salir, / cada uno de los señores / que bien se sintieron en Chalco.
Cuántos toman con premura los cascabeles, / cuántos se entrelazan con el polvo.
Sólo de vosotros me río, / yo vuestro abuelo, / de vosotros con insignias de mujer, / de
2390
vosotros con escudos de mujer, / guerreros esforzados, / así habéis de vivir.‖
Está batalla fue recordada tardíamente por los texcocanos, pues en la Relación
Geográfica de esa ciudad, se mencionó que
―Las demás guerras y conquistas que tenían antes q[ue] los españoles viniesen eran pocas,
porq[ue], como se ha dicho, tenían toda la tierra casi sujeta, salvo a Michhuacan, porq[ue],
como nación valerosa y de gran provincia, no pudieron sujetarla, antes vinieron de allá
rompidos una vez que intentaron entrar en ella; pero, [to]do el resto desta Nueva España,
2391
hasta cerca de Guatemala, tenían llano y sujeto.‖
Cervera Obregón ha mencionado que en los debates académicos y neófitos, se ha
sobredimensionado el uso de armas de cobre por parte de los tarascos, como factor
decisivo para haber obtenido la victoria. Ya hemos visto que el cobre fue usado para
elaborar ciertos tipos de armamento, pero como bien los señala Cervera Obregón, los
tarascos no tuvieron la capacidad material para armar un ejército de 40,000 guerreros
con armas de este metal. Dos aspectos fundamentales para entender la victoria tarasca
sobre los mexicas son: la superioridad numérica que mencionan las fuentes, y el
2390
LEÓN-PORTILLA, MIGUEL, et. al., (Editores). Cantares mexicanos. Universidad Nacional
Autónoma de México-Coordinación de Humanidades-Instituto de Investigaciones Bibliográficas-Instituto
de Investigaciones Filológicas-Instituto de Investigaciones Históricas-Fideicomiso Teixidor. México,
2011, Vol. II, T. II, Canto LXXXVI, Pp. 1064-1075. Información entre paréntesis nuestra, información
entre corches de las notas a pie de página, pero al margen del manuscrito original, P, 1222.
2391
POMAR, JUAN BAUTISTA DE. ―Relación de la ciudad y provincia de Tezcoco‖ [9 de marzo de
1582], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México. México, Universidad
Nacional Autónoma de México, 1986, núm., T. III, P. 92.
551
conocimiento y uso del terrero por parte de los tarascos como parte defensora.2392
Teniendo en cuenta esto, podemos observar cómo esta campaña mexica fue un
aventurismo precipitado por parte de la clase dominante mexica, que como resultado
inclinó la balanza a favor de los tarascos.
Las consecuencias de la victoria de Tzitzíspandácuare y la derrota de Axayácatl
Cuando Axayácatl mostró flaqueza al enterarse de la cantidad de guerreros tarascos, sus
consejeros le dijeron que había que seguir adelante, pues si se retiraban ―habiendo
venido sin ser llamados ni provocados que qué dirían las demás naciones‖, su poderío y
prestigio quedarían entredichos. Con el ejército mexica aniquilado y el mito de su
invencibilidad acabado, el prestigio de Tzitzíspandácuare se elevó por los cielos; el
temor de los mexicas se cumplió. Las fuentes históricas registraron como cansados del
dominio mexica, las cargas tributarias pesadas y los maltratos recibidos, otomíes,
matlatzincas y mazahuas migraron en masa hacía el Tzintzuntzan Irechequa, donde se
convirtieron en tributarios y defensores del Estado tarasco, reforzando sus fronteras. En
las Relaciones Geográficas de varios pueblos michoacanos escritas para 1580,
mencionan que sus habitantes llegaron a esos lugares aproximadamente 100 años antes,
lo que dataría la llegada a territorio tarasco en 1480, es decir, después de la victoria de
Tzitzíspandácuare. En la Relación Geográfica de Taimeo, a 3 km. de Zinapécuaro, cerca
de donde fue derrotado el ejército de Axayáctl, se mencionó que:
―Los naturales deste pu[ebl]o de Taymeo, y [los de] sus sujetos, es toda una lengua que se
dice[n] otomíes. Solían ser naturales de tierra de México, y, en el tiempo de su infidelidad,
siendo maltratados por los REYES MEXICANOS, se vino un principal que se decía
TIMAX, y trató con un señor que había en esta provincia q[ue] se decía
CHICHISPANDAQUARE, padre de CAZONCI, que él quería poblar esta provincia y
tributarle como los demás pueblos, que le diese donde hiciese asiento y poblase. Y, ansí, el
CHICHISPANDAQUARE, como señor que era de toda esta provincia, le señaló y dio este
sitio de Taymeo donde poblase. Y, ansí, habrá como cien a[ñ]os, según LA CUENTA de
los indios, que poblaron, y, así saben su lengua materna y la tarasca, que es la general
desta provincia, y, así, usan una y otra. Derívase este nombre, Taymeo, de una sierra que se
dice ansí, que está junto al d[ic]ho pueblo. Entiéndese q[ue], cuando esta gente vino a
poblar, eran muchos otomíes los que vinieron, y el señor desta provincia los repartió por
2393
otros pueblos de tierra caliente, donde al presente tienen sus poblazones.‖
En la Relación Geográfica de Necotlán, hoy Santiago Undameo, encontramos un
testimonio muy similar:
―Dicen los antiguos viejos que habrá como cien a[ñ]os q[ue] un principal otomí, que se
decía UCELO APANZE, vino huyendo de México y se recogió ante un señor que se decía
CHICHISPANDAQUARE, padre del CAZONCI, rey que fue desta provincia, y éste les
dio estas tierras y los mandó poblar en este sitio, y en otros pueblos que se dicen Taymeo y
2394
Matalzingo, y en otros pueblos de tierra caliente, donde al presente viven.‖
2392
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., Pp. 203-209.
MARTÍNEZ VERDUZCO, JUAN. ―Relación de Taimeo‖ [29 de agosto de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 276. Mayúsculas, cursivas
y corchetes originales.
2394
MORENO GALLEGO, PEDRO. ―Relación de Necotlan‖ [1 de septiembre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 186. Mayúsculas e
información entre corchetes original.
2393
552
Domingo Chimalpahin también escribió sobre una rebelión matlatzinca en 1484,
quizás el año está desfasado y se refería a la rebelión de 1475, o está haciendo
referencia a otro acontecimiento histórico posterior a la batalla de 1476-1477:
―5 Técpatl, 1484. En este año los mexicas cumplieron 160 años de estar en Tenochtitlán.
Entonces se rebelaron los de Totomihuacan, y mataron a unos [mexicas]; también se
2395
rebelaron los matlatzincas, y por eso fueron a refugiarse en Michhuacan.‖
Cuando el agustino Diego Basalenque escribió sobre el pueblo de Charo, refirió
algunos datos sobre su pasado prehispánico, donde tenemos noticia que sus pobladores
supuestamente habían venido por invitación del cazonci, para luchar contra sus
enemigos. Basalenque mencionó en 1640 que:
―Los naturales de Charo que se llaman Matlaltzingos tienen cinco nombres y para
declararlos es necess[ari]o conoçer primero su naturaleça la qual la traen de los naturales
de la Villa de Toluca; y vinieron a esta provincia con occasion de vnas guerras que el Rey
desta provincia de Michoacan tenian con los tochos y tecuexes para la qual pidio socorro a
sus vesinos los de Toluca y auiendo venido seis capitantes con muchos soldados [y]
alcançada la victoria gustaron de quedarse en este Reyno y para su habitaçion les dio el
puesto que ay desde Handaparapeo hasta Tiripitio que es el coraçon y medio de este Reyno
de Michoacan; esto presupuesto; los nombres questos naturales tienen son cinco,
Nentambati, Nepintatuhui; Matlaltzincos, Pyrindas, Charenses los tres primeros los tenían
2396
en su patria de Toluca, los dos ultimos se los pusieron en este Reino de Michoacan.‖
En otra de sus obras mencionó de nuevo el origen de los habitantes de Charo, pero
aquí dijo haber obtenido la información en un libro antiguo escrito en lengua pirindamatlatzinca, hoy perdido:
―Antes que lleguemos a tratar de este pueblo y su doctrina, es necesario llevar sabido que
la gente deste pueblo no es tarasca, y es de una lengua singular que se llama pirinda, por
estar en medio de los tarascos, y por otro nombre se llama matlatzinga trayendo la
denominación de Toluca, de a donde vinieron, y a los cuales los mexicanos llamaban
matlaltzingas, porque les hacían las redes con que ellos pescaban en su laguna. Y pues
hemos de tratar deste pueblo, en gracia dél y en favor suyo se me conceda decir la causa de
su venida a esta provincia, la cual referiré según un libro antiguo de su lengua, y en
nuestros caracteres en que uno de los primeros bautizados y que supo escribir, según la
tradición que tenían, escribió luego para que quedase en memoria. En tiempos antiguos de
la gentilidad hubo un rey en Tzintzuntzan a quien llamaban Characu, que quiere decir el
Rey niño, en cuyo tiempo le iban haciendo guerra, y entrando por su reino por la parte del
poniente una gente llamada teca, y otros con ella diéronle tanto en que entender, que tuvo
necesidad de valerse de los vecinos extraños y envió a Toluca, que conocidamente era
gente belicosa y extraña de los mexicanos aunque les pagaban tributos; pidióles socorro, y
salieron de Toluca seis capitanes, hechos conciertos de lo que les habían de dar. Llegaron a
Michoacán, y fueron muy bien recibidos del Rey, y despachados a la guerra en compañía
de los suyos. Pelearon los matlaltzingas tan bien, que conocidamente ellos alcanzaron la
victoria. Así se lo confesaron al Rey de la gran matanza que habían hecho en los
contrarios. Llegando a la paga, los matlaltzingas como habían experimentado los buenos
temples de la tierra y el agrado de los tarascos, trataron con el Rey que les diese tierras en
su reino y le servirían en las guerras que se le ofreciesen. Túvolo el Rey a muy buen suerte,
2395
CHIMALPAHIN, DOMINGO. Las ocho relaciones y memorias de Colhuacan. Óp. Cit., T. I, Quinta
Relación bis, 1472-1486, P. 405.
2396
BASALENQUE, DIEGO. ―Arte de la lengua matlaltzinga, compuesto por el padre maestro fray
Diego Basalenque de la orden de N[uestro] P[adre] S[an] Aug[us]tin de la provin[ci]a de Michoacan anno
domino 1640 [prologo del nombre y ser de la lengua Matlaltzinga]‖, en: BASALENQUE, DIEGO. Arte
de la lengua matlaltzinga, mui copioso y assi mismo una suma y arte abrebiado compuesto todo por el
padre maestro fray Diego Basalenque de nuestro padre S[an] Aug[us]tín, de la provincia de Michoacan
anno 1640. Manuscrito original resguardado en la Biblioteca John Carter Brown, f. 1v, reproducción
digital, en: https://archive.org/details/artedelalenguama00basa (Consultado 18 de enero de 2019).
553
y dioles a escoger y escogieron desde los términos de Tiripetío hasta los de Andaparapeo
[Indaparapeo]. Concediólo el Rey con mucha voluntad, pues las familias más nobles
fundaron en Charo por los tres ríos que le cercan, las menores nobles en Santiago
Undameo, por gozar de aquel rio, las ínfimas en los altos que llamamos agora de Jesus y
Santa María; y por haber escogido el medio del Reino se llamaron los pirindas, y el Rey
honró la cabecera poniéndole su mismo nombre de Charao, que es tierra del Rey niño.
2397
Esto es en cuanto a la antigüedad antes de la conquista.‖
Independientemente de la exactitud o veracidad histórica de esta versión donde
fueron invitados por el cazonci y no huyendo de los maltratos mexicas, están presentes:
1) el movimiento poblacional con dirección Toluca-Michoacán, 2) el pacto entre las
familias nobles matlatzincas y el cazonci, 3) el otorgamiento de tierras, y el
emplazamiento en la periferia de la cuenca de Pátzcuaro, para que estos pueblos pagaran
tributo y ayudaran en la defensa del territorio; elementos presentes en otros testimonios
sobre estas migraciones. Alonso de la Rea dio una versión diferente sobre el origen de la
fundación de Charo, mencionó que después de una victoria tarasca contra Moctezuma,
―murieron infinitos y prendieron muchos tecos y matlaltzingas, de quienes se fundó el
pueblo de Charo…‖.2398 Pero como veremos líneas abajo, La Rea parece que mezcló
dos batallas entre tarascos y mexicas, no mencionó que fuentes usó, y el testimonio de
Basalenque tiene la ventaja de haber estado basado en una versión indígena de un
lugareño de Charo.
No sólo los pueblos del valle de Toluca buscaron refugió en el Tzintzuntzan
Irechequa; en la región fronteriza de Sirándaro y Guayameo, en la cuenca del Balsas, se
tiene el testimonio que un pueblo que hablaba una lengua denominada ―apaneca‖,
llegaron desde la provincia de Zacatula (en algún momento conquistada por
Tzitzíspandácuare, pero que lograron sacudirse el yugo tarasco, posteriormente
conquistada por los mexicas, y al comento de la conquista española, eran
independientes), junto con otros de otra nación y lengua (no se proporcionan más
datos), al parecer buscando refugió; Tzitzíspandácuare los mandó poblar en esta parte
de la cuenca del rio Balsas, donde los mexicas tuvieron fortalezas y guarniciones:
―Tiene este pu[ebl]o un barrio, que dista de esta cabecera [de Sirándaro] como mil pasos,
que se dice Guayameo, la vocación del cual se dice la Visitación de n[uest]ra Señora, de
indios de otra lengua que se dicen apanecas, que, en tiempos pasados, vinieron de la
provi[nci]a de Zacatula. Y un señor de Mechoacan que se decía
TZITZISPANDAQUARE, abuelo del CAZONCI, los recog[i]ó, a ellos y a otros de otra
nación y lengua, y los mandó poblar y estar con [e]ste pu[ebl]o, y así han estado, de tiempo
2399
inmemorial, juntos.‖
Se puede observar en los diferentes testimonios, que Tzitzíspandácuare y los
tarascos obtuvieron un gran prestigió militar después de haber derrotado a Axayácatl y
los mexicas en 1477-1478, por lo que muchos pueblos que no quería seguir soportando
los malos tratos, pesados tributos, o ser víctimas para sacrificios, decidieron buscar la
protección tarasca. En un documento del AGN publicado parcialmente por Pedro
Carrasco, y elaborado en 1577, casi al mismo tiempo en que se elaboraron las
Relaciones Geográficas, los indígenas de origen nahua de Santa Ana Tetlaman pidieron
sustraerse de la cabecera de Tepalcatepec, de población tarasca. Entre los argumentos
2397
BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino de Michoacán. Óp.
Cit., Lib. I, Cap. XV, Pp. 164-165.
2398
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. VIII, P. 78.
2399
CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖ [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 262-263. Cursivas e información
entre corchetes original, con algunos corchetes nuestros.
554
mencionaron que habían venido de la costa de Veracruz y poblado la región de
Tepalcatepec antes de la expansión tarasca; una de las preguntas pedía contestar a los
testigos:
―…si saben que después de edificados y poblados los dichos naturales en el dicho pueblo
de Tletlaman estubieron muncho tiempo y residieron sin reconoscer dominio ni señorío de
los señores naturales de estas probincias hasta que de ay a munchos años vinieron a esta
ciudad de Mechuacán de su propia voluntad a confederarse con el señor que a la sazón
gobernava de quien sucedieron los cazonzis a quien admitió en paz y amistad y dexó en su
libertad y poblazión y les encomendó la frontera de esta probincia, por la parte por do
ellos estavan contra las gentes con quien tenían guerra, y así obedescían y respectavan al
dicho Cazonzi, el qual les administrava justicia en las causas y cosas que se les ofrecían
tratándolas en esta ciudad, sin conocer otra jurisdicción sobre sí ni pueblo ni persona
2400
alguna antes siendo ellos cabezera y frontera en la probincia digan.‖
Este pasaje ha sido interpretado como que no existió un ―Estado‖ tarasco, sino
más bien ―una suerte de ―confederación‖, constituida por los principales linajes y
múltiples señoríos menores, legitimados por un poder central, al que se unen en
momentos específicos, como en algunas fiestas, rituales y en la guerra, ante el enemigo
común.‖2401 Sin embargo, un análisis de las respuestas de los testigos muestra otra
realidad. La palabra usada para denotar la alianza entre los nahuas de Tetlaman fue
―confederarse‖, y según Covarrubias, el sentido del vocablo ―CONFEDERAR, hazer
amistades, y vniones [uniones], para valerse los vnos a los otros contra sus enemigos,
de con, y faedus. Confederados, los aliados en esta forma. Confederacion, aliança.
Confederarse‖.2402 Podría pensarse en una suerte de confederación sí en la misma
pregunta y respuestas no estuviera implícito el poder central del cazonci, por lo menos
desde el reinado de Zuangua. Por ejemplo, el testigo ―Philippe Quaze indio de
Mechuacán‖ mencionó que
―…la pregunta como en ella se contiene porque después de poblados los dichos indios de
Tetlaman Sancta Anna no reconoscían a nadie por señor y tenían cabezera y que en aquel
tiempo gobernava en esta probincia el gobernador que por otro nombre se llamaba Cazonzi
y que este testigo fue al dicho pueblo de Tetlaman con esclavos a rescatar por oro y los
dichos indios de Tletlaman le dixeron cómo se avían concertado con el gobernador y
subjetádose a él, porque lo querían tener por señor y quando en el dicho pueblo succedía
alguna cosa, el Cazonzi embiava un juez para que los pusiese en paz y hiziese justicia
2403
como a sus subjetos y esto responde a esta pregunta.‖
Otro testigo llamado ―Ambrosio Quezpal indio de Mechuacán‖, mencionó sobre
la pregunta que
―…la sabe como en ella se contiene porque este testigo se acuerda quando los indios de
Tetlaman Sancta Ana poblaron su pueblo y entonces no avía en aquella comarca ningunos
indios poblados y los dichos indios estavan sobre sí sin conocer señorío a nadie y de ay a
muchos días vinieron a esta ciudad y se ofrexcieron por subjetos del Cazonzi que hera
gobernador y el dicho gobernador los recibió en paz y amor y les administró justicia
muncho tiempo, y les encargó la frontera de los enemigos que en hazia Tletlaman tenía el
2400
CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, Óp.
Cit., P. 219. Cursivas nuestras.
2401
ENKERLIN PAUWELLS, LUISE; PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ――Señores‖ y ―señoríos‖; la
constitución territorial en el Michoacán temprano una visión desde la historia y la arqueología.‖, 2017, en
prensa. Agradecemos al Dr. José Luis Punzo por facilitarnos este texto.
2402
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra C, Pp. 231v-232. Corchetes y cursivas nuestras.
2403
CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, Óp.
Cit., P. 219. Cursivas nuestras.
555
dicho Cazonzi y siempre estubieron por cabezera sin reconocer a otro señor sino al
2404
Cazonzi y esto responde.‖
Y otro testigo ―Francisco Chizauque indio de Mechuacán‖, declaró que
―…los dichos indios de Tletlaman Santa Ana que vinieron a tratar con el señor que a la
sazón hera en estas probincias de Mechuacán los rescibiese por sus vasallos y los rescibió
y por ser buenos hombres y valerosos los encomendó la frontera de Tletlaman y mandó
poblasen allí para que resistiesen a las gentes con quien ellos tenían guerra y así los dichos
indios obedescían y respectavan al señor que a la sazón hera padre del Cazonzi, el cual les
administrava justicia en las causas y cosas que se les ofrescía, y sabe este testigo por averlo
oído dezir según dicho tiene que en esta ciudad y en el pueblo de Tzintzontze donde el
señor residía, les administrava justicia y estavan subjetos al Cazonzi y no a otra persona ni
pueblo y como tal cabezera les encomendó la frontera que por su parte estava y esto
2405
responde.‖
Vemos que en las respuestas hubo una preocupación mayor para asentar que
Santa Ana Tetlaman fue una cabecera sujeta directamente al cazonci y no a otro pueblo,
como por ejemplo Tepalcatepec, de quien querían sustraerse. También todas las
respuestas dejan ver que si bien al principio se ―confederaron‖ al cazonci,
probablemente la alianza degeneró en sujeción, tanto que la justicia entre los nahuas de
la región sujetos al poder central, fue administrada desde Tzintzuntzan, situación que es
mencionada en la RM, y en otros documentos como la Relación Geográfica de Tiripetío
o el Códice Plancarte; la misma Relación Geográfica de Tancítaro cuando describió
Tepalcatepec se hizo mención a esta sujeción y pagos de tributos al cazonci. Es curioso
que el argumento de que los indígenas de Tepalcatepec se entregaron de paz al cazonci
en tiempos prehispánicos, sea similar al que registró Sebastián Macarro sobre la llegada
de los españoles: ―Y que no fueron conquistados estos indios, sino que ellos se vinieron
de paz al MARQUÉS HERNANDO DE CORTÉS, yéndolos a conquistar, una legua
antes que llegase a su pu[eb]lo de Tlapalcatepeque‖; en especial por parte de los nahuas
de Santa Ana Tetlama, que se jactaron de haber llegado ahí desde la costa de Veracruz
por medio de las armas sin que se pudieran defender: ―al principio de la fundación del
dicho pueblo de Tletlaman los naturales y antepasados de él vinieron a esta provincia
de Michoacán desde la Veracruz donde aportaron puerto que es de esta Nueva España y
por su valor y esfuerzo de armas pasaron por todas las provincias de Zempoala,
Tepeaca, Tlaxcala y México, haziendo cosas señaladas por ellos sin que ninguna
persona pudiese defender el paso que traían buscando tierra dispuesta para poderla
poblar…‖.2406
Parece que algunos de estos pueblos pactaron una alianza de forma inicial, pero
para el momento en que llegaron los españoles, existió un marcado centralismo en que
los señores de cada grupo étnico, tenía que recibir la venia del cazonci para gobernar sus
respectivos pueblos. Cuando se menciona en la RM que Tzitzíspandácuare conquistó
Colima y Zacatula, y que ―fué gran señor, y después dél su hijo Zuangua ensanchó
mucho su señorío‖,2407 debemos considerar que la rápida expansión fue posible por el
prestigio político y militar, donde el cazonci podía ofrecer ―protección‖ contra enemigos
2404
Ibíd., Pp. 219-220. Cursivas nuestras.
Ibíd., Pp. 220-221.
2406
MACARRO, SEBASTIÁN. ―[Tlapalcatepeque] Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre
de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp.
286-287; CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino
tarasco‖, Óp. Cit., P. 217.
2407
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 139, P. 169.
2405
556
externos, o emplear la violencia para ejercer su dominio, extender las fronteras y cobrar
tributos en amplias regiones; y en los lugares que fuera necesario, emplazar guerreros de
forma permanente para el resguardo de territorio.
Equilibrio de poderes entre las potencias mesoamericanas
Fue precisamente mediante el establecimiento de una frontera de guerra, que los
tarascos y mexicas librarían las continuas guerras durante las décadas siguientes.
Aprovechando lo abrupto del terreno como barrera natural, donde podían ser colocados
puestos de observación para vigilar el movimiento de tropas enemigas, se erigieron
cadenas de baluartes y se guarnecieron algunos poblados a lo largo de las fronteras. Del
lado tarasco, los asentamientos principales con guarniciones o fortificaciones fueron, de
Norte a Sur: Yuririapúndaro, Acámbaro, Maravatío, Taximaroa, Zitácuaro, Jungapeo,
Susupuato, Tuzantla, Tiquicheo, Huetamo, Cutzamala, Pungarabato, Tlalchapa, y
Ajuchitlán. Del lado mexica y de Norte a Sur, las guarniciones y fortificaciones más
importantes se establecieron en Jilotepec, Timilpan, Xocotitlán, Ixtlahuaca, Villa
Victoria, Valle de Bravo, Santo Tomás, Zacazonapan, Temascaltepec, Tejupilco,
Amatepepec, Tlatlaya, Alahuixtlán, Ixcateopan, Teloloapan, Oztuma y Tetela del
Río.2408 Parece que durante todo este tiempo, hubo algunos intentos de ambas partes
para penetrar en el territorio enemigo, pero el equilibrio de fuerzas no permitió cambios
significativos; las continuas guerras que se realizaron, probablemente fueron para medir
fuerzas y tratar de localizar un punto débil, en las cuales morían muchos guerreros y se
capturaban prisioneros para esclavizar o sacrificar. El Códice de Huichapan volvió a
registran algunos acontecimientos importantes referentes a estas guerras. Se mencionó
la muerte de un personaje misterioso referido como el ―Rapado‖, que algunos han
tratado de identificar con Tzitzíspandácuare: ―1480 2 pedernal. Aquí murió el Rapado
[de la] tierra tarasca, señor del gran enemigo‖.2409 Sin embargo las fuentes del Centro de
México mencionaron a Tzitzíspandácuare vivo aun en 1486, como veremos más
adelante. Por otro lado, la muerte de Axayácatl ocurrió en 1481, por lo que subió al
trono su hermano Tízoc, quien emprendió guerras hacía otras direcciones. Mientras en
el valle de Toluca, los tarascos siguieron reforzando su frontera y ocurrieron algunos
conatos de batalla, pero al parecer ningún intento serio de lanzar una ofensiva a gran
escala:
―1484 6 cuchillo. Aquí abrió El-de-la-Encorvada-Frente entrada [a] los tarascos, [no
mucho-quema-piel] no eran enojosos los tarascos, entraron no más los buenos tarascos.‖
―1485 7 casa. Aquí era guardián [del] pueblo Liado-de-Habla [de] Corvo- Río. Y Liadode-Habla el Señor aquí [en] Jilotepec así partió cuando guardaba el pueblo de Corvo-Río.
Y el [de] Corvo-Río brinca algunas veces, brinca-sale, brinca-entra [en] Lugar-de-BuscarGuajolotes, y no gritó. Así llegó [a] Coatepec enfadado-desdichado no más, y [per]siguió
[a] los tarascos que estaban allí, y los tarascos que alzaban [banderas de] papel, que
consagraban [banderas de] papel, [per]siguieron los de Corvo-Río [a] los tarascos. Y
Liado-de-Habla quedo mofado no más.‖
―1486 8 conejo. Y llegaron los tarascos [a] Anetãnttzi [Falda de la Loma] no más, pero no
2410
se batió nadie‖.
2408
2409
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 29-30.
LASTRA, YOLANDA; BARTHOLOMEW, DORIS (Editoras). Códice de Huichapan, Óp. Cit., P.
77.
2410
Ibíd., Pp. 80-81.
557
Durante el reinado del huey tlatoani Tízoc, caracterizado como un militar débil,
las conquistas se estancaron, y se enfocó en mejorar la administración de los territorios
conquistados previamente. Ocupó el trono por pocos años, y al parecer su vida terminó
debido a una conspiración, en 1486. Fue elegido como huey tlatoani un hermano de
Axayácatl y Tízoc, Ahuízotl, que gobernó durante el periodo 1486-1502. Para su
coronación, se prepararon grandes festejos, y se enviaron embajadores a los señores de
los señoríos enemigos más importantes, para ―que conbidemos en los pueblos de
Yupitzinco, Metztitlan y a los de Mechuacan, [que] bengan a beer esta solene fiesta y
çelebragión de n[uest]ro templo y ydolo Huitzilopochtli, y asimismo bengan los de las
trasmontanas y çerros mexicanos, los de Huexogingo, Chulula, Tlaxcalla,
tliliuhquitepeca y los de Çacatlan…‖.2411 Según Ahuízotl, tenía intención de invitar a
los señores enemigos de todos estos pueblos para que entendieran que los bienes
tenochcas y tributos que recibían, habían sido adquiridos y ganados con sangre,
lágrimas, suspiros, trabajos y muertes de los reyes pasados, Acamapichtli, Huitzilíhuitl,
Chimalpopoca, Itzcóatl, Moctezuma Ilhuicamina, Axayáctl y Tízoc.2412 Esto por
supuesto, era un ardid propagandístico para que los enemigos conocieran y vieran al
nuevo huey tlatoani y el poder mexica. Los embajadores partieron para dar el mensaje,
asegurando que no era para dar guerra, dos fueron enviados a Michoacán. Los
huexotzincas, cholultecas y los de Yopitzingo aceptaron la invitación, mientras que los
tlaxcaltecas, los de Meztitlan, tliliuhquitepecas, y los de Michoacán no aceptaron ir a la
coronación de Ahuízotl. De hecho se relata la respuesta tarasca en boca de
Tzitzíspandácuare:
―«Dixímosles a todos los señores que no tan solamente ellos eran conbidados, sino a los de
Huexoçingo, Chulula, Mechuacan y tanpoco quisieron con esto benir ni [en]biar sus
mensajeros, antes nos dixeron: "Bolueos. Mirá si podéis pasar por n[uest]ras guardias". Y
así, con esto, benimos por los montes de noche caminando con aspereza». Llegados los
[en]baxadores de Mechuacan, le explicaron al rrey Camacoyahuac, el rrey de la Boca
ancha: «Preguntó: "¿Quién se pone agora por u[uest]ro rrey?" Diximos que Ahuitzotl
teuctli e dixo: "El otro rrey, Axayaca, ¿cómo tomó atreuimiento de osar poner los pies en
estos mis rreynos? ¿Cómo dexó aquí muertos a todo su ynperio, [que] si no huyeran,
nenguno quedara a bida? Y con esto bolueos, que no quiero yr allá" E paresçe se
condolieron de nosotros. Porque sus guardias no nos matasen, nos binieron a dexar hasta
2413
mitad del monte». Y este es n[uest]ro mensaje de la parte de Mechuacan.‖
Sin embargo, más adelante, se mencionó que después de una guerra para celebrar
la coronación, los mexicas volvieron a enviar embajadas a los señores enemigos, en está
ocasión, Tzitzíspandácuare si envió una embajada a la coronación de Ahuízotl:
―E otro día bino el mensajero [que] fue a Mechuacan: como llegaron a Mechuacan y las
cariçias [que] les hizo el rrey Camacoyahuac y como para el cumplimiento benían sus
prençipales, de que se holgó mucho dello Ahuizotl, rrey, y dixo a Çihuacoatli: «Ya no
aguardamos más de un pueblo». Mandó luego [que] les diesen de comer muy
2414
abentaxadamente a los prençipales de Mechuacan.‖
Si este testimonio es confiable, podemos considerar entonces que
Tzitzíspandácuare vivió por lo menos hasta 1486. El sucesor de Tzitzíspandácuare fue
su hijo Zuangua; el Códice Plancarte, a pesar de lo tardío de su escritura, hace
referencia a los reinados de estos dos cazoncis:
2411
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO DE. Crónica mexicana [Manuscrito núm. 117 de la H.
P. Kraus Collection], Óp. Cit., P. 275.
2412
Ibíd., P. 275.
2413
Ibíd., P. 278-279.
2414
Ibíd., P. 293.
558
―Entonces vinieron los valientes guerreros con el Rey Tzitzitspandaquare y empezó á dar
guerra por todos los lugares para que le dieran tributo á él en Zibulan y Paquilpan y Titelan
Chapatouvato y sichoo y camadelani esto duró mucho tiempo hasta que por último ya por
la vejez no pudo guerrear mas.
Entonces entró en gobierno el Rey Tzivuanqua procuró tambien dar muchas guerras hasta
2415
que por ultimo y su vejez no pudo guerrear mas.‖
Como ya mencionamos, la RM menciona que Zuangua ensanchó mucho el
señorío, pero no aclara que territorios fueron conquistados. Probablemente durante el
reinado de Zuangua se mejoró la extracción tributaria del territorio conquistado, y la
expansión fue posible hacía la frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa, los
pueblos de Jalisco y la cuenca de Chapala, e intentos de reconquistar Colima. Zuangua
gobernaría hasta su muerte por la viruela traída por los españoles en 1520, pero en su
reinado las guerras contra los mexicas fueron intensas, y también tuvo necesidad de
dirigir muchos esfuerzos hacía la frontera oriental.
Ahuízotl gobernó en el período de 1486-1502, donde recuperó el tiempo perdido
por su hermano Tízoc, conquistando partes de la Huasteca, el Soconusco, y la costa del
Pacifico en el actual Estado de Guerrero, con lo que los mexicas lograron conquistar el
lado Este de la cuenca del río Balsas antes que los tarascos, hacía 1499. En esta región
conquistaron el pueblo chontal de Oztuma, que se convertiría en unos de los baluartes
más importantes de los mexicas en la región; los tarascos sitiaron esta fortaleza con
intenciones de tomarla, pero los pobladores pidieron ayuda a Tenochtitlan, y tuvieron
que replegarse.2416 Los mexicas mandaron gente a ésta región para colonizarla, ya que
por las guerras habían quedado deshabitados ―Teloloapan, Oztoman y Alauiztla‖, a los
principales que mandaron a la región:
―…les avisaron estuviesen siempre sobre aviso y apercibidos con gente de guarnición, a
causa de que tenían muy a los términos a los de Mechuacan, sus capitales enemigos, de
quienes les convenía guardarse con toda la vigilancia posible, por ser gente que aborrecía
2417
mucho a los mexicanos y les tenía mortal odio.‖
A la muerte de Ahuízotl, fue coronado su primo y antepenúltimo gobernante
mexica, Moctezuma Xocoyotzin. Torquemada dejó un testimonio muy importante, pues
mencionó una versión en que Moctezuma Xocoyotzin estaba en el valle de Toluca,
probablemente defendiendo la frontera mexica de la presión tarasca: ―Dicen que cuando
murió Ahuitzotl estaba en la provincia matlatzinca, que es en el valle de Tolucan, nueve
2415
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 238-239.
Carlos Herrejón Peredo menciona que este ataque ocurrió ―alrededor de 1499‖, pero no proporcionó
que elementos tomó en cuenta para este cálculo, probablemente se basó en el año en que Ahuízotl
conquistó la costa de Guerrero. HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖,
Óp. Cit., P. 31. En la Relación Geográfica de Oztuma, se mencionó que Ahuízotl envió una embajada
para que los pobladores de Oztuma se sujetaran en paz a los mexicas, a lo que se negaron. Después de tres
intentos, los mexicas lograron conquistar Oztuma. Los sobrevivientes subyugados, ―…levantaron por
señor [a] AHUEHUETL TECUHTLI, y, en tiempo deste, vinieron los de Mechoacan con sus ejércitos a
hacerles guerra para sujetarlos. Y, sabido por AHUEHUETL TECUHTLI, envió a México a pedir socorro
[a] AXAYACATZIN, rey q[ue] era entonces de México…‖. René Acuña menciona que pudo tratarse de
un ataque tarasco anterior en tiempos de Axayácatl, pero se inclina a que hubo un error de los
informantes, y que el ataque ocurrió en tiempos de Ahuízotl. PINTO, LUCAS. [Oztuma, 12 de octubre de
1579] ―Relación de Ichcateupan y su partido‖, en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del
siglo XVI: México, Óp. Cit., T. I, núm. 6, P. 286 y nota a pie, núm. 66. Mayúsculas, corchetes y cursivas
originales.
2417
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XLV, P. 354.
2416
559
leguas de esta ciudad y que sabida su muerte se vino a ella a hallarse en la elección
corno uno de los electores. Otros dicen que no se halló en ella porque era sacerdote y
que estaba en el templo, y lo uno y lo otro es creíble…‖. 2418 De nueva cuenta los
mexicas invitaron a los señores enemigos a asistir a la coronación del nuevo huey
tlatoani, incluyendo a los tarascos:
―Dixo Monteçuma a Çihuacoatl Tlilpotonqui: «Mucho quisiera que [en]biáramos a
conbidar para esta mi fiesta a n[uest]ros enemigos los tlaxcaltecas y tliliuhquitepecas y
Huexoçingo y Cholula y los de Cuextlan y Metztitlan y los de yupiçingas y Mechuacan,
dexada aparte la enemistad y guerras entre nosotros, que eso es por sí, no [en]trante ni
tocante e ello, que las guesrras [que] llamamos nosotros çibiles (xochiyaoyotl), que no se a
de mentar en tales ocasiones, sino a sus tiempos, sino sólo conbidarles a n[uest]ra fiesta en
n[uest]ra çiudad y bean de la manera que a n[uest]ros dioses serbimos y rreuerençiamos
2419
con n[uest]ros sacrifiçios y ser de la manera que es y está el gran ymperio mexicano».‖
En esta ocasión Tezozómoc sólo mencionó que los embajadores que fueron a
Michoacán, dijeron que los tarascos habían aceptado asistir a la coronación de
Moctezuma II, para ese tiempo (1502), ya gobernaba el cazonci Zuangua. El relato
continúa mencionando que fueron unos principales tarascos a la fiesta de coronación,
donde recibieron ricos regalos por parte de los mexicas, joyas de oro, plumas y pieles de
animales exóticos. Antes de entrevistarse reunieron a todos los embajadores enemigos
para presentar los saludos a Moctezuma; entonces tocó el turno a:
―los de Mechuacam, los quales a su modo y usança hiziéronle a Monteçuma gran
rreçibiento. Con muchas rreuerençias, umillaçión dieron su [en]baxada y oraçión breue a la
usança y presentaron lo que de parte del rrey CalCacçolzin y prençipales [en]biaron, [que]
heran como a manera de hueipiles o como manteos de clérigo por el pescueço
abrochachado y hasta la espinilla, braços rremangados, «y estas n[uest]ras mantas cortas
[que] llamamos tzanaton, muy bien labrados lo uno y lo otro, y unos arcos con sus carcajes
de flechas dorado, con cada çien baras tiraderas en cada carcax, y luego el rrenombre del
pueblo Mechuacan traemos estos géneros de pescado [en] barbacoa adobado». Rrespondió
Monteçuma dándole muchas saludes al rrey Cacçoltzin y a todos sus prençipales y señores
de Mechuacan y con esto les hizo asentar [en] sus lugares y estançias de su palaçio
aposentado, y fueron serbidos conforme a tal rrey era, tan temido, más que otro nengún
2420
rrey pasado.‖
A todos estos embajadores después de la gran comida que ofreció, les dieron
diferentes regalos, ―y a los de Mechuacan dieron las diuisas y armas de mariposas de
oro, con alas azules las mariposas.‖2421 Después a los embajadores los invitaron a cantar
y bailar en honor del dios Huitzilopochtli en un gran patio, donde había 2000 personas
bailando. ―Y antes de [en]trar [en] la dança los estrangeros les dieron a comer hongos
montesinos, [que] se [en]briagan con ellos, y con esto [en]traron a la dança.‖2422 Estas
fiestas duraron varios días, después los embajadores regresaron a sus tierras. Contraria a
la imagen que en ocasiones puede percibirse en la lectura de la RM, la de una entidad
política encerrada en sí misma y sin ningún contacto con el exterior, vemos por el
contrario que los embajadores tarascos tuvieron contacto y estuvieron presentes en la
capital de sus principales enemigos; Tezozómoc menciona otras embajadas tarascas
durante el reinado de Moctezuma II. Sin embargo, a pesar del respeto, discursos,
2418
TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. I, Lib. II, Cap. LXVIII, Pp. 267268.
2419
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO DE. Crónica mexicana [Manuscrito núm. 117 de la H.
P. Kraus Collection], Óp. Cit., P. 368.
2420
Ibíd., P. 373.
2421
Ibíd., P. 374.
2422
Ibíd., P. 374.
560
saludos, y obsequios dados mutuamente, tarascos y mexicas permanecerían en constante
guerra los últimos años de la historia mesoamericana. Las fuentes registraron dos
grandes campañas lanzadas por ambas partes para tratar de penetrar en el territorio
enemigo; primero los mexicas sin mucho éxito, en segundo los tarascos, con éxito de
haber iniciado la penetración en la Tierra Caliente del actual Estado de Guerrero, pero
en el año 1519 o 1520, con la amenaza española en ciernes.
La última ofensiva de Moctezuma II contra Zuangua
Tenemos noticia que durante el reinado de Moctezuma II, se realizaron varias campañas
para intentar debilitar o conquistar a los tarascos. Se menciona por ejemplo que un
capitán texcocano llamado Teuchchimaltzin, con autorización del tlatoani de Texcoco
Nezahualpilli, consiguió capturar al señor de Zacatula llamado Yopicatl Atonal.2423 Con
esto se los mexicas lograron controlar una región muy rica e importante que había
estado bajo dominio de los tarascos, y que ambicionaron reincorporar al Tzintzuntzan
Irechequa. Pero por la lejanía y los frentes en los que los mexicas tenían que luchar, la
conquista no duró mucho; cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, Zacatula era
un señorío independiente del dominio tarasco y mexica.
Carlos Herrejón Peredo hizo mención de varías fuentes que mencionan una última
gran campaña emprendida por los mexicas para conquistar a los tarascos, que el situó
hacía 1517, basándose en un dato del Códice Telleriano Remensis.2424 Esta empresa fue
mencionada por Diego Muñoz Camargo (1529-1599), cronista mestizo hijo de un
español y una indígena tlaxcalteca, que escribió sobre el pasado prehispánico del otrora
señorío indígena de Tlaxcala. En su Historia de Tlaxcala, Muñoz Camargo hizo
referencia a un personaje semi-mítico, el guerrero con fuerza sobrehumana Tlahuicole,
de origen tlaxcalteca. Sin embargo, este personaje de la época prehispánica es
controvertido ya que existen versiones totalmente diferentes e insalvables sobre su
muerte.
Durán mencionó que en el reinado de Moctezuma II, los huexotzincas le pidieron
ayuda en una guerra contra los tlaxcaltecas, a lo que Moctezuma II accedió. Los
mexicas llevaron un ejército a Huejotzingo, pero ordenó que los huexotzincas se
quedaran en la ciudad, y que sólo habrían de ir los mexicas, y que trajeran al general del
ejército tlaxcalteca llamado Tlahuicole ―un valentísimo indio que, por sus hechos, tenía
gran fama en la tierra y sonaba su fama y grandezas entre todas las naciones.‖2425
Mexicas y tlaxcaltecas se enfrentaron 20 días y los mexicas no pudieron avanzar, por lo
que Moctezuma II envió refuerzos, con lo cual los mexicas lograron capturar a
Tlahuicole y otros señores, además de expulsar a los tlaxcaltecas de Huejotzingo.
Tlahuicole fue llevado a Tenochtitlan donde recibió buenos tratos por ser un gran
guerrero. Pero Tlahuicole extrañó a su esposa e hijos, y se puso a llorar, esto se tomó
como mal agüero, enojado por esto, Moctezuma II ordenó que no le dieran de comer, y
2423
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia chichimeca‖]. Publicadas y
anotadas por Alfredo Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, T. II, Cap.
LXII, Pp. 279-281.
2424
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., P. 32.
2425
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. LX, P. 455.
561
que lo liberaran para que mendigara o regresara a su tierra. Desesperado, Tlahuicole fue
a Tlatelolco, donde subió a lo más alto del templo, y se aventó para auto sacrificarse.2426
Diego Muñoz Camargo redactó una versión con elementos en común pero muy
distinta. Mencionó que el hecho narrado ―acaeció en los tiempos que ya los españoles se
acercaban en su venida (y aun quieren decir que en aquel propio año), que prendieron
los de Huexotzinco uno de los más valientes indios que entre las Tlaxcaltecas hubo, que
se llamó Tlahuicole, que quiere decir... El de la divisa de barro.‖2427 Aquí ya tenemos la
primera gran diferencia, mientras en el relato de los informantes mexicas de Durán y
Tezozómoc los que capturaron (y que prohibieron la participación huexotzinga), fueron
los mexicas, aquí fueron los huexotzingas quienes capturaron al tlaxcalteca. Fue Muñoz
Camargo quien dotó a Tlahuicole de fuerza sobre humana:
―Este fue tan esforzado y valiente, que con solo oír su nombre, sus enemigos huían de él.
Fue de tan grandes fuerzas, que la macana con que peleaba tenía un hombre bien que hacer
en alzarla. Este quieren decir que no fue alto de cuerpo, sino bajo y espaldudo, de terribles
y muy grandes fuerzas, que hizo hazañas y hechos que parecen cosas increíbles y más que
de hombre: de modo que peleando, donde quiera que entraba mataba y desbarataba de tal
modo gente, que por delante hallaba, que en poco tiempo desembarazaban sus enemigos en
2428
el campo.‖
Sigue el relato que Tlahuicole fue capturado por los huexotzingas en una ciénega,
y llevado enjaulado a Tenochtitlan, donde recibió gran honra, y por su fama, fue puesto
en libertad, ―cosa jamás usada con ninguno.‖ Fue en este momento en que Moctezuma
II planeaba iniciar la guerra contra los tarascos; el siguiente párrafo es la referencia más
completa sobre esta campaña:
―Y fue esta la ocasión que como Moctheuzoma andaba en pretenciones de entrar por tierras
de los Tarascos Michoacanenses, a causa que le reconociesen con plata y cobre que
poseían en mucha suma y los Mexicanos carecían de ella, pretendió por fuerza conquistar
alguna parte de los Tarascos. Mas como Catzonsi en aquellos tiempos reinaba, y fuese tan
cuidadoso de conservar lo que sus antecesores habían ganado y sustentado, jamás se
descuidó en cosa alguna; y así fue, que hecha una muy gruesa armada por los Mexicanos,
al dicho Tlahuicole, prisionero de Tlaxcala, se le encargó por parte de Moctheuzoma, la
mayor parte de esta armada, para hacer esta tan famosa entrada a los Michoacanenses, la
cual se hizo con innumerables gentes, y fueron a combatir las primeras provincias fronteras
de Michoacan que son las de Tacimaloyan que los españoles llaman Taximaloa, Maravatío
y Acámbaro, Oquario [¿Ocurio o Ucareo?] y Tzinapécuaro. Aunque esta tan grande
entrada se hizo a costa de muchas gentes, que en ella, murió de la una parte y de la otra,
que puso terrible espanto a los Michoacanenses, aunque no les pudieron entrar ni ganar
cosa alguna de su tierra, a lo menos trajeron los Mexicanos plata y cobre de la que
pudieron robar en algunos reencuentros y alcances que hicieron en seis meses que duró la
guerra, en la cual Tlahuicole hizo por su persona grandes hechos y muy temerarios, ganó
2429
entre los Mexicanos eterna fama de valiente y extremado capitán.‖
De regreso a Tenochtitlan, Moctezuma II le dio la libertad a Tlahuicole para
regresar a Tlaxcala, o quedarse para ser capitán de sus ejércitos; se negó a ambas cosas,
pues servir a los mexicas significaba traicionar a su patria, y si regresaba era afrenta,
pues era costumbre sacrificar a los capturados en la guerra. Por lo que le pidió una
2426
Ibíd., Pp. 453-457; Una versión similar se encuentra en ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO.
Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI, Óp. Cit., Cap. XCVIII, Pp. 643-646.
2427
MUÑOZ CAMARGO, DIEGO. Historia de Tlaxcala. Publicada y anotada por Alfredo Chavero.
México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, Lib. I, Cap. XV, P. 125.
2428
Ibíd., Pp. 125-126.
2429
Ibíd., Pp. 126-127. Véase el Apéndice A, mapa IX.
562
muerte honorable a Moctezuma II. Durante 8 días se hicieron grandes fiestas en su
honor, además Muñoz Camargo mencionó que ―como estuviese de asiento más de tres
años en México, la mujer que más quería le fue a ver para hacer vida con él, o morir con
su marido…‖, sí recordamos que estos hechos, ocurrieron antes de la llegada de los
españoles en 1520, nos da en efecto el año de 1517. El relato de este personaje concluye
así:
―…el desventurado Tlahuicole fue atado en la rueda del sacrificio con mucha solemnidad,
según sus ceremonias; peleando mató más de ocho hombres y hirió más de otros veinte
antes que le acabasen de matar, y al fin, al punto que le derribaron le llevaron ante
Huizilopuhtli, y allí le sacrificaron y sacaron el corazón, ofreciéndoselo al demonio como
lo tenían de costumbre; y este fue el fin del miserable Tlahuicole de Tlaxcala, el cual no
fue de los muy principales, sino un pobre hidalgo que por sola su valentía y persona había
2430
tenido valor, y si no fuera preso llegara a ser muy gran Señor en esta provincia.‖
Michel Graulich analizó a este personaje y se dio cuenta que según la fuente, si es
mexica o tlaxcalteca, hay grandes diferencias con fines propagandísticos. Por ejemplo,
mientras en la versión mexica, el ejército de Moctezuma II prohíbe ir a la guerra a los
huexotzingas, en la versión tlaxcalteca son los últimos quienes capturaron a Tlahuicole
en un pantano, y ellos lo entregaron a los mexicas. Y mientras en la versión mexica,
Tlahuicole se suicidó aventándose desde lo alto de un templo, en la versión tlaxcateca,
Tlahuicole dirigió parte del ejército mexica contra los tarascos, y regresó con honores,
se le ofreció la libertad, pero prefirió el sacrificó gladiatorio donde mató a 8 mexicas e
hirió a otros 20. Graulich mencionó que es difícil decantarse por cual es la versión
históricamente correcta, y que ―la campaña contra los tarascos no es confirmada por otra
fuente, pero no debe excluirse por tanto.‖2431
Sin embargo, Herrejón Peredo citó el Códice de Tzictepec, pueblo cercano a
Tenango del Valle, descubierto en los años 1970 y publicado en 1975, que contiene el
siguiente pasaje: ―Aquí se estableció…Tlahuicole el tlaxcalteca. Aquí vino a ganar
fama, a ganar tierras. Aquí se envió…en estos pueblos, nuestros padres, nuestros
abuelos…Aquí los enemigos.‖2432 Esta fuente independiente, menciona que un
Tlahuicole estuvo en la zona del valle de Toluca realizando acciones militares contra los
enemigos, por lo que es muy probable que la versión de Diego Muñoz Camargo tenga
más peso que la versión mexica.
Una de las menciones más antiguas en la historiografía de una campaña
emprendida por Moctezuma II contra Michoacán, incluso anterior a la de Diego Muñoz
Camargo, es de pluma de Cervantes de Salazar en 1575. Al mencionar los primeros
episodios de la conquista de Michoacán, se refirió a la hospitalidad recibida por los
expedicionarios capitaneados por Francisco Montaño, por parte de los tarascos; los
españoles permanecieron en alerta, como hombres de guerra desconfiando de sus
anfitriones, por un engaño que hicieron los tarascos a los mexicas:
2430
Ibíd., P. 128.
GRAULICH, MICHEL. ―Tlahuicole, un héroe tlaxcalteca controvertido‖, en: NAVARRETE
LINARES, FEDERICO; OLIVIER, GUILHEM (Coordinadores). El héroe entre el mito y la historia.
Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas-Centro Francés de
Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Historia General núm. 20), 2000, Pp. 89-99.
2432
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., P. 36. Apud. El
Códice de Tzictepec: una nueva fuente pictórica indígena, Paleografía, traducción y comentario de
Fernando Horcasitas y Wanda Tommasi de Magrelli, en ―Anales de Antropología‖, vol. XII, México,
UNAM, 1976, P. 251.
2431
563
―…tiniendo guerra con los mechuacanenses ó tarascos; que yendo un grueso exército
dellos, por mandado de Motezuma, sobre el reino y provincia de Mechuacán, pensando que
de aquella vez le destruirían, llegando á este pueblo [Taximaroa] y poniendo su real sobre
la guarnición del Cazonci, que en esta frontera estaba, fingió que huía, dexando en la
ciudad mucha ropa, muchos bastimentos y gran cantidad de vino. Los mexicanos entraron,
pensando que les huían, y como era dos horas antes que el sol se pusiese, dieron saco á la
ciudad, y en lo que más metieron la mano fué en el comer y beber, que hartos y borrachos
cayeron casi todos sin sentido, y cuando estaban en lo más profundo del sueño, hacia la
media noche dieron con gran furia los enemigos sobre ellos, y como no hallaron
resistencia, en pocas horas hicieron tan gran matanza que apenas escapó hombre dellos, é
otro día, porque no hediesen en la ciudad, los echaron en el campo, cuyos huesos cubrieron
la tierra y casi hasta hoy hay grandísima cantidad dellos. Puso este estrago de ahí adelante
tanto miedo á los mexicanos, que jamás después osaron asomar á la raya de
2433
Mechuacán.‖
Carlos Herrejón menciona que hay similitudes entre esta versión y otra que
proporcionaría Alonso de la Rea, que citaremos más adelante. También resalta que
Cervantes de Salazar vivió en México y tuvo a la mano muchas fuentes pro-mexicas,
pero es cierto también que tuvo trato familiar con Antonio Huitziméngari, hijo de
Francisco Tangáxoan, ultimo cazonci, por lo que bien pudo haber recibido información
de la tradición oral tarasca.2434 Empero, y más allá de la verisimilitud histórica de esta
batalla, esta versión de la campaña de Moctezuma II contra los tarascos difiere
notablemente de otras fuentes sobre el mismo hecho histórico. Para nosotros, esta
batalla bien podría tratarse de la derrota de Axayácatl en tiempo de Tzitzíspandácuare
por los siguientes motivos: 1) La campaña de Moctezuma II duró 6 meses, mientras que
la versión de Salazar da la sensación que referirse a días (―…dos horas antes que el sol
se pusiese […] hacia la media noche dieron…‖), Durán y Tezozómoc cuando hablaron
de la derrota de Axayácatl, se refieren a que la batalla duró días. 2) En la campaña de
Moctezuma II, los mexicas ―no pudieron entrar ni ganar cosa alguna de su tierra‖,
mientras que en la RM, Durán y Tezozómoc, coinciden en que Axayácatl y los mexicas
destruyeron y capturaron Taximaroa, y avanzaron hasta Zinápecuaro y Charo. 3) En la
campaña de Moctezuma II, los mexicas sólo consiguieron botín de plata y cobre de los
reencuentros, mientras que Cervantes de Salazar mencionó que la treta del cazonci fue
dejar ropa, comida y vino, con lo que los mexicanos se emborracharon hasta perder el
sentido, elementos presentes en la historia similar del poema ―Canto de los ancianos‖
atribuido a Axayácatl (―Nos llamaron para embriagarnos / en Michoacán, en (con)
Camacoyáhuac. […] nosotros mexicas, nos embriagamos…‖). Probablemente
Cervantes de Salazar sólo tuvo algunas referencias a ambas u otras batallas, y fusionó
varios acontecimientos históricos para explicar el hecho del porqué Taximaroa estaba
fortificada, y la desconfianza de los españoles al buen alojamiento tarasco.
El siguiente autor que escribió de la campaña de Moctezuma II contra los tarascos
fue Juan de Torquemada, cuya fuente es fácilmente identificable, el relato de Diego
Muñoz Camargo, a quien siguió esencialmente. Entre algunos leves cambios
encontramos en la parte militar, que Torquemada omitió nombrar el asentamiento de
―Oquario‖ (¿Ucareo?), mencionó que en ambas partes hubo muchos heridos y muertos y
agregó ―porque los tarascos es gente belicosa y valiente‖. Muñoz Camargo mencionó
que los mexicas pudieron robar algo de plata y cobre en los reencuentros en seis meses,
Torquemada sin embargo mencionó que Tlahuicole a los tarascos ―les quitó mucha de la
2433
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap.
XVI, Pp. 771-772.
2434
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., P. 37.
564
plata y oro que tenían con otro mucho y muy rico despojo de otras cosas y prendió un
muy grande número de tarascos.‖ También omitió mencionar el tiempo que duró la
campaña.2435 Fue esta versión de Torquemada la que tendría más difusión, debido a que
su obra fue publicada en vida en 1615, y se reimprimió en 1723. Prácticamente todos
los cronistas religiosos que estuvieron en Michoacán, como Isidro de Espinosa, Mathías
de Escobar o Pablo Beaumont, citaron la versión de Torquemada para escribir sobre las
guerras entre tarascos y mexicas. Uno de los cronistas que al parecer tuvo fuentes de
información michoacanas, y escribió sobre la campaña de Moctezuma II contra
Zuangua, y que coincide con algunos datos presentados por Cervantes de Salazar, es el
franciscano Alonso de la Rea, quien mencionó la exitosa defensa de los tarascos contra
los mexicas durante mucho tiempo. Lo interesante es que la Rea citó a Torquemada para
referirse a la expedición capitaneada por Tlahuizoli o Tlahuicole, y mencionó una treta
hecha por los tarascos contra los mexicas, tratándolos como dos acontecimientos
distintos:
―Y si no, recurramos a los huesos que hoy se ven entre Maravatío y Tzitáquaro, cuyas
memorias están representando la más ilustre victoria que tuvo el rey de Mechoacan ni
alcanzó ningún monarca, contra el supremo Moctezuma, pues cuando más colérico y picado
de los encuentros pasados descansa en medio de ellos, como el monte en medio de los
huracanes, hasta que el rumor de nuevas invasiones le alteró, y alterado juntó gente, alistó
cuadrillas y crió el más numerosos ejército que hasta entonces se había visto, cuyas ventajas
pusieron en cuidado a la corona de Mechoacan; porque la gente que podría enviar a su
resistencia no equivalía en la tercera parte, y así se valió de sus ardides, en que era tan
valiente como por las manos. Y fue el caso que mandó juntar infinito bastimento de comida
y de bebida, con tanta abundancia que no faltase; y marchando el campo hacia el del
emperador, al hacerle rostro, en vez de plantar el ejército, sitiar los estandartes y levantar los
pabellones, fueron tendiendo la comida y la bebida por todo el lienzo que cogía la copia
militar de México; y al embestirles, dieron en correr los tarascos, fingiéndose fugitivos al
horror de Moctezuma, y los mexicanos a seguirlos; cuando, de improviso, dieron en la
comida y bebida; ellos, más hambrientos que belicosos, se dieron a ella, sin prevenir la
cautela, y cuando más descuidados, revolvieron los tarascos y los desbarataron. Murieron
infinitos y prendieron muchos tecos y matlaltzingas, de quienes se fundó el pueblo de Charó
[…] Donde veremos el estrago que hizo una cautela contra las mayores fuerzas, fingiéndose
fugitivos los tarascos, para volver a acometer, rendir y debelar a su contrario. […] Como los
mexicanos que, siguiendo el alance del tarasco fugitivo, no cuida del ardid fraguado y,
cuando se ve en él, parece miserablemente, quedando la victoria por el rey de Mechoacan,
2436
por ardidoso y por valiente.‖
Vemos que la Rea menciona este ardid que ya había sido mencionado antes por
Cervantes de Salazar, que no presentan divergencias importantes. El dato nuevo más
importante presentado por la Rea, es mencionar que el ejército mexica superaba 3 a 1 al
ejército tarasco, pero no presenta ni menciona ninguna fuente de la cual se informó.
También están presente la fundación de Charo con matlatzincas y tecos hechos
prisioneros; independientemente de sí esta batalla ocurrió realmente, la mención de la
fundación de Charo nos remonta a las migraciones de matlatzincas después de la derrota
de Axayácatl de 1477-1478; además, como mencionamos, trató como como eventos
diferentes la campaña de Tlahuicole y la treta de emborrachar a los mexicas en
Taximaroa. Sin embargo, todo parece apuntar que la campaña de Moctezuma II contra
Zuangua sí ocurrió, y que en esta ocasión, la balanza se inclinó al lado tarasco; sobre
esta guerra, Herrejón Peredo menciona que:
2435
TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. I, Lib. II, Cap. LXXXII, Pp. 300302.
2436
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…, Óp. Cit., Lib. I, Cap. VIII, Pp. 77-79.
565
―sopesando, pues, todos los testimonios, nos inclinamos a creer que la expedición, a cargo
del tlaxcalteca, consistió en una serie de incursiones con variada suerte para ambas partes,
pero cuyo saldo final estuvo a favor de los mechoacanos. Así, resulta más coherente el
panorama que ofrece la pugna a raíz de estos tiempos: los tarascos toman la ofensiva,
amagando los fuertes mexicas del sur y llegando hasta las inmediaciones de Ixtlahuaca. De
modo especial el complejo de Ostuma fue objeto de insistentes ataques y hacía el final de
los imperios, los de Michoacán habían ganado todos sus baluartes, menos el principal,
2437
puesto en asedio.‖
La última ofensiva de Zuangua contra Moctezuma II
Si las fuentes sobre la última gran ofensiva mexica contra los tarascos son escasas,
menos son los datos que pueden encontrarse sobre la ventaja adquirida por los tarascos
al desenlace de esta, y como comenta Herrejón Peredo, los tarascos tomaron la
iniciativa y lograron avances importantes en territorio enemigo, pero ya tardíamente,
justo antes o durante la presencia española en Mesoamérica.2438 En un documento sobre
la demarcación de los obispados de Michoacán y México en 1535, dos las preguntas
pedía contestar a los testigos:
―2. Iten si saben que los términos / de la provincia de mechuacan / llegan a la albarrada que
esta desta / parte de Istlauaca cuatro / leguas y a unos mojones que están / dos leguas de
Tepiconza, es de Soria.
3. Iten si saben o vieron o oyeron / decir que su padre [Zuangua] del cazonzi [Tzintzincha
2439
Tangáxoan] / y el mismo partio los términos / arriba.‖
Uno de los testigos fue don Pedro Cuiniarángari, hermano adoptivo de
Tzintzincha Tangáxoan y gobernador de los indígenas de Michoacán después de la
muerte del segundo; declaró que:
―A la segunda pregunt dixo que / los términos de esta provincia / de mechuacan hacia la
parte e / camino de Yztlavaca llegan los / dichos términos a una albarrada / que esta hecha
de piedra dos leguas / de esta parte del pueblo de Iztlavaca / y que aquellos an tenido e /
tienen por términos e tierra desta / dicha provincia de mechuacan / y por la parte de hacia
Jucutitlan [Jocotitlán] / llegan los términos a tierra desta / dicha provincia hasta mas alla de
la / estancia de Soria donde esta un / cuo de la parte de la dicha estancia / camino de
xucititlan [Jocotitlán] el primer / cuo. Preguntado como lo sabe / dixo que lo poseía el
cazonzi / siendo vivo y este testigo lo a tenido / e tiene por tierra desta dicha / provincia y
esto sabe desta pregunta / e por la parte del camino que va / hacia Toluca llegan los dichos
/ términos a una estancia que tiene / e posee Vaca, la cual dicha estancia / esta de aquella
parte del pinar / como vamos desta dicha ciudad a / la ciudad de mexico y el termino / es
pasando el dicho pinar junto / a la dicha estancia desta parte / y esto sabe de mas e allende
de / lo suso dicho.
A la tercera pregunta dijo, / que no se acuerda partirse / los dichos términos que lo que /
dicho tuene lo tenía y an tenido / e tienen los señores desta provincia / por términos della e
2437
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 37-38.
En 1553, Diego Hernández Nieto, vecino de la ciudad de México que estuvo mucho tiempo en
Michoacán, ―…oyó decir a muchos de los naturales de México, antiguos, cómo tenían por gente muy
belicosa e valiente y para mucho a los de la provincia de Michoacán, de que entre las guerras que entre
ellos había habido, antes que viniesen los españoles, los de Michoacán habían llevado lo mejor…‖.
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, f. 45v.
2439
―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y distritos de sus
obispados‖ [1544], AGI, Justicia, legajo 1009, f. 221; Agradecemos enormemente al Mtro. René Becerril
Patlán por habernos facilitado la trascripción de este fragmento del documento.
2438
566
lo demás / en la dicha pregunta dixo que no se le / acuerda mas de que limpiaban / ellos por
2440
suyo los caminos hasta / allí y esto sabe desta pregunta.‖
En un documento contemporáneo al anterior y también tocante a los linderos de
los obispados de México y Michoacán, la segunda pregunta del interrogatorio pedía
contestar:
―Ítem si saben que los dichos pueblos donde están las dichas estancias / y términos son de
2441
la provincia de Michoacán y de la / lengua tarasca.‖
Antonio de Godoy, alguacil mayor de la ciudad de Michoacán, mencionó que:
―E de la segunda pregunta, dijo, que de lo que de ella sabe es que este testigo ha visto que
las dichas estancias susodichas están asentadas cerca de los de pueblos de Maravatio e de
Acambaro e de este cabo de las albarradas que tenían hechas los tarascos e los de
Xuantitlan e de Istalavaca en tiempo de sus guerras e que están asentadas las dichas
estancias en términos de los pueblos de lengua tarasca e de otomíes e que esto sabe de esta
2442
pregunta.‖
Estos datos abonan en el entendimiento de por qué en la relación de méritos y
servicios de Antonio Huitziméngari, una de las preguntas pedía contestar sí los testigos
sabían que ―el dicho Cazonci fue Rey y señor legítimo de toda la tierra e provincia
tarasca hasta delante de Culiacán, que son más de trescientas leguas de señorío y por la
parte de México, fue señor hasta cerca de Toluca donde tenía su guarnición contra
Moctezuma y los señores de México, con quien tenía continua guerra.‖2443 Juan de
Villagómez, vecino de la ciudad de México, contesto que ―el dicho Cazonci fue señor
he rey de toda la provincia de Michoacán he que tenia gente de guarnición contra
Moctezuma la parte de Toluca he en otras partes…‖.2444 El doctor Frías de Albornoz,
abogado de la Real Audiencia de México, declaró que
―…por cosa notoria le han informado a este testigo personas de quien lo a inquirido, que
tenia guarnición de gente contra Moctezuma, siete leguas de la cabecera de México en el
Valle de Toluca que es más de treinta leguas de la cabecera de su señorío, e que allí la tenia
a pesar de Montezuma y de su gente que contra el no tenia resistencia, siendo notorio, que
por la parte de Oaxaca contra los Mixtecos tenia guarniciones, ochenta leguas e ciento de
México, en el peñol de Cuilapa, que es una o dos leguas de Oaxaca, y en Cuestalavaca y en
Teguantepeque y en otras muchas partes allí comarcanas, porque esta gente era menos
valiente que los tarascos, y por eso, les era más fácil ofender a aquellos lejos de su casa que
2445
defenderse del Cazonci en su propia casa‖.
La mayoría de los testigos mencionan que el cazonci tenía una guarnición cerca de
Toluca. Quizás esta guarnición estuvo en Ixtlahuaca (debido a las distancias
mencionadas, entre 7 u 9 leguas) por un espacio muy breve de tiempo, recuérdese que
2440
Ibíd., f. 225.
―Probanza hecha por la Audiencia Real entre los obispados de México y Michoacán‖ [1544], Fondo
Antiguo de la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Fondo Dra.
Guadalupe Cedeño, Carpeta 1, f. 4. Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos
enormemente al Mtro. René y al Mtro. Igor Cerda Farías por habernos facilitado éste documento.
2442
Ibíd., f. 8.
2443
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, f. 2v.
2444
Ibíd., f. 21v.
2445
Ibíd., f. 56v.
2441
567
Boturini mencionó que ―fuè en su Gentilidad este Reyno [de Michuacan] muy poderoso.
Partìa sus confines con los de Mexico en Ixtlahuàcan, distrito de Tolùca…‖.2446
También para finales de la época prehispánica, los tarascos mantenían un férreo
sitio a la fortaleza de Oztuma (estuvo bajo sitio durante varios años de forma
intermitentemente); la Relación Geográfica de la región mencionó que ―y dicen que,
cuando se sonó q[ue] había españoles en la tierra, tenían ganado los de Mechoacan
todas las fuerzas, fuera [de] la principal, q[ue] los tenían allí retraídos. Y esto fue, como
sup[ier]on que MOTEZUMA estaba preso,‖ es decir en 1520, pero líneas atrás, el Lucas
Pinto, autor de dicha Relación Geográfica proporcionó un dato muy importante, y es
que ―y, des[de e]ste fuerte, hacían la guerra a los de Mechoacan y, muchas veces, los
cercaban y les ganaban algunas trinche[r]as y fosos, y vez hubo q[ue] tuvieron ganado
hasta el fuerte principal, y tomadas más de cinco cercas y cavas.‖ Este pasaje se ha
interpretado como que los tarascos lograron conquistar la fortaleza de Oztuma, que ―era
la más principal fuerza q[ue] los mexicanos tenían en todas las fronteras de
Mechuacan‖. 2447 Con esto los tarascos habrían tenido la puerta abierta a la Tierra
Caliente guerrerense, pero los españoles ya habían tomado prisionero a Moctezuma II,
en el mismo año de 1520 murió Zuangua, y en menos de dos años Cristóbal de Olid
consumaría la conquista del Tzintzuntzan Irechequa, con un gran ejército que llegó a
Tzintzuntzan en julio de 1522.
2446
BOTURINI BENADUCI, LORENZO. ―Catalogo del Museo Historico Indiano…‖, en: BOTURINI
BENADUCI, LORENZO. Idea de una Nueva Historia General de la America Septentrional..., Óp. Cit.,
Pp. 26-28.
2447
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, PINTO, LUCAS. [Oztuma,
12 de octubre de 1579] ―Relación de Ichcateupan y su partido‖, en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones
geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. I, núm. 6, Pp. 291 y 286. Mayúsculas, corchetes y
cursivas originales.
568
32. LAS CUATRO CABECERAS DE LAS CUATRO PARTES DEL TZINTZUNTZAN
IRECHEQUA
―…pues vosotros caciques que estáis aquí de todas las partes, no nos
apartemos dél [cazonci], ayudémosle en los cargos que tenemos a tener, y
esperar sus mandamientos en vuestros pueblos para la leña que os mandare
traer, para los qúes de la madre Cuerávaperi y de los dioses celestes
engendradores, y los dioses de las cuatro partes del mundo, y los dioses de la
man[o] derecha y de la mano izquierda, con todos los demás, con el dios del
infierno.‖
Razonamiento del petámuti a los señores para que fueran obedientes al nuevo cazonci
2448
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540
En la cosmovisión tarasca el universo estaba dividido en tres planos (cielo, tierra e
inframundo), y en cuatro partes correspondientes a los solsticios, equinoccios y puntos
cardinales. La RM menciona varias veces las cuatro fronteras,2449 y los señores que
estaban encargados de ellas, aunque el mismo texto no proporciona mucha información
al respecto:
―Tenía puestos [el cazonci] cuatro señores muy principales en cuatro fronteras de la
2450
Provincia y estaba devidido su reino en cuatro partes.‖
Antes de entrar en materia, es necesario conocer el significado en castellano
usado por Jerónimo de Alcalá para referirse a las ―fronteras‖ y ―partes‖. Covarrubias, no
registró el vocablo ―frontera‖, pero sí ―FRONTAL, frontalera, frontera, frontero,
frontispicio, vide frente.‖ Nos remitimos a ―FRENTE […] Frontera puede ser parte
opuesta, como en la casa frontera. Frontera a la raya y termino que parte dos Reynos por
estar el vno frontero del otro. Frontero los mismo que de enfrente.‖2451 Mientras que
―PARTE, suele tomar por lugar, como en cierta parte, en cierto lugar.‖2452 De aquí se
puede entender entonces que en cada parte había un lugar o lugar donde residía cada
uno de los señores muy principales de las fronteras. Helen Pollard menciona sobre las
cuatro partes de las fronteras que ―el análisis de estas fuentes [coloniales tempranas]
indica que la división en cuatro cuadrantes era más bien simbólica y que representaba el
diseño cósmico de la empresa imperial. Otra sugerencia es que eran sitios donde se
concentraba el ejército y que posiblemente jugaban también un papel en el sistema de
recolección de tributo,‖2453 es decir, que las cabeceras de estas fronteras tenían un papel
más religioso que organizativo, pues gracias a la documentación colonial temprana, se
han identificado algunos centros económico-administrativos del Tzintzuntzan
2448
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
Se mencionan explícitamente dos fronteras, la de los chichimecas y la de los mexicas, cuando se
relata la oración que se hacía antes de la guerra. ―Unos iban a la frontera de México, que peleaban con los
otomies, que eran valientes hombres y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras. Otros iban en las
fronteras de los de Cuýnaho.‖ RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Por otras fuentes sabemos que
las otras fronteras eran con los señoríos de Jalisco al Oeste, y al Sur de la cuenca del río Tepalcatepec
hasta parte de la Sierra Madre del Sur.
2450
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
2451
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra F, Pp. 413v-414 y 415.
2452
Ibíd., Letra P, P. 579.
2453
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, en: Relaciones.
Zamora, Colegio de Michoacán, 2004, verano, año/vol. XXV, núm. 099, P. 127.
2449
569
Irechequa, donde se colectaban tributos y se cumplían diferentes funciones
gubernamentales.2454 Si bien la existencia de otros centros administrativos, así como la
referencia a diversas poblaciones defensivas a lo largo de las fronteras, nos muestran un
Estado centralizado económica y militarmente, no debemos negar la importancia
administrativa, religiosa y simbólica de estas cabeceras de las cuatro partes, así como su
papel militar.
Estas cabeceras de la provincia estaban regidas por señores muy principales,2455
parientes cercanos del cazonci,2456 su alto rango se manifiesta en que estaban presentes
en la fiesta de Equata cónsquaro,2457 en las guerras importantes de conquista, en el
consejo que se reunía para elegir al nuevo cazonci y en su coronación.2458 Su obligación
era acrecentar las flechas de Curícaueri, es decir, conquistar territorios y pueblos para
tener tributarios, así como ―impedir que los enemigos transpusieran las fronteras del
reino.‖2459 Helen Pollard los relaciona con los Caracha-capacha,2460 término que
aparece cuando se habla de los caciques de la provincia: ―Asimismo, lo más del tiempo,
estaban los caciques de la Provincia con el caçonçi, a estos caciques llaman ellos
caráchacapacha‖,2461 aunque la palabra en realidad hace referencia a los caciques de
todo el territorio, y no sólo los de las cuatro partes.2462 Ulises Beltrán al hablar de la
nobleza y corte del cazonci, menciona que:
2454
Ibíd., P. 120.
También se les menciona como señores, caciques y capitanes. Vid. infra.
2456
La RM menciona en ocasión de como ponían a otro señor: ―Muerto, pues, el cazonçi y sepultado,
como se ha dicho, luego el día siguiente se juntaban todos los caciques de la Provincia en el patio del
cazonçi muerto y juntábanse todos los señores más prencipales: el de Cuyuacan y todos los viejos y
valientes hombres y los señores que estaban en las cuatro fronteras de la Provincia, parientes del cazonçi,
y entraban en su acuerdo…‖; en el manuscrito se puede interpretar diferente ya que carece de la
puntuación actual, así cuando habla de los señores de las cuatro partes se lee ―…los señores que estaban
en las cuatro fronteras de la provincia parientes del cazonci y entraban en su acuerdo…‖, aunque no hay
duda de que la mayoría de estos integrantes de la nobleza y gobierno estaban emparentados de una u otra
con el cazonci. Otro dato que nos puede dar más información es la parte que narra cuándo los mexicas
enviaron una embajada para formar una alianza contra los españoles, y pidieron refuerzos a los tarascos, a
lo que Zuangua respondió: ―…yo no puedo por agora inviar gente, porque tengo nescesidad de esos que
habéis nombrado [Tirímarasco, Cuyni, Azinche, hijos de Zuangua]; ellos no están aquí, questán con gente
en cuatro partes conquistando.‖ En la Relación Geográfica de Tingüindin, a 30 km de la actual Jacona,
una de las cabeceras de la fronteras, se menciona que ―y [dicen] que el hijo del rey, y sus capitanes, los
levaban a las guerras, que tenían muy continuas…‖ GALVÁN, GONZALO. ―Relación de Tingüindin‖
[17 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán,
Óp. Cit., P. 324. Información entre corchetes original. Por este testimonio sabemos de la presencia de un
hijo de algún cazonci en una de las fronteras. No existen elementos para inferir el grado de parentesco,
pero debió ser muy cercano, pues la importancia religiosa y militar de estos enclaves no podría relegarse
en funcionarios de poca experiencia, confianza y lealtad. RM, Tercera Parte, Caps. XVII, XX, ff. 32v,
39v-40, Pp. 226, 240-241.
2457
Los señores de las cuatro partes también eran sermoneados por el petámuti: ―Y vosotros, caciques de
las cuatro partes de la Provincia y de los términos de los reinos; vosotros estáis en las fronteras y tenéis
sus capitanías.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158
2458
RM, Tercera Parte, Caps. IV, V, VI.
2459
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 229. La RM menciona
que ―y estaba[n] todo un día los señores haciendo sus razonamientos a la gente, que obedeciesen al
cazonci nuevo todos aquellos señores que estaban puestos en las fronteras para pelear y retener sus
enemigos, que avisasen y amonestasen a su gente por los pueblos, que fuesen obidientes al cazonçi.‖ RM,
Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 34-34v, Pp. 229-230.
2460
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state, Óp. Cit., P.
126.
2461
RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175.
2462
Cf. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, Pp. 30-31.
2455
570
―Además de los funcionarios mencionados, cuatro importantes señores administraban
el reino, dividido a su vez en cuatro provincias. La Relación no especifica sus
funciones, pero en mi opinión se trataba de parientes del irecha que heredaban las
divisiones del reino creadas durante el reinado de Taríacuri. Es probable que fueran una
especie de gobernadores encargados de administrar las diferentes partes del dominio
2463
del señor de Tzintzuntzan, el irecha.‖
Claudia Espejel mostró como Jerónimo de Alcalá se basó en Las siete partidas
de Alfonso X para describir a la sociedad tarasca de la primera mitad del siglo XVI.2464
Muy probablemente el fraile francisano relaciono a estos ―cuatro señores muy
principales‖ o caciques de las cuatro partes‖, que se localizaban en los términos o
fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, encargados de defender el territorio, con el título
nobiliario de marqués,2465 señor de una tierra que estaba en la frontera del reino, la
marca,2466 pero nunca lo mencionó explícitamente. En el diccionario de lengua tarasca
realizado por Gilberti, aparecen tres palabras sobre este título nobiliario: ―Marques, lo
mesmo. Marquesa. lo mesmo. Marquesado. marques eueri yrechequa.‖2467 Sin embargo,
hay dos palabras que podrían referirse a estos cuatro señores muy principales de las
fronteras, y a los señores de las fronteras en general. Gilberti registró ―Fortaleza
edificio. purecuquaro quahta‖, al parecer el encargado de una ―fortaleza‖, era un
―Alcayde de fortaleza, purecuquaro quatahperi, vel. erongariri.‖2468
Gracias a la información existente, podemos intentar identificar dónde estaban
estos señores de las cuatro partes y cuáles eran las cuatro cabeceras de las fronteras
antes de la llegada de los europeos a Michoacán. La RM sólo menciona la cabecera de
Jacona, por motivo de la participación del señor de este enclave en la guerra de
coronación de Tzintzincha, y no menciona las otras tres. Helen Pollard sólo menciona
Jacona y Tancítaro.2469 Claudia Espejel menciona que ―al parecer uno de estos señores
[de las cuatro partes de la provincia] estaba en Xacona, otros dos pueden haber estado
en las principales fronteras con los mexicas, en Taximaroa y Cutzamala. Probablemente
el cuarto estaba en el norte del reino, en la frontera con los chichimecas.‖2470 Erick
2463
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 94.
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, Pp. 237-297.
2465
―MARQVEZ, dignidad y ditado grande, como lo descriue la ley de Partida II. ti. I. par. 3. E Marques
tanto quiere dezir como Señor de alguna grande tierra, que està en comarca de regnos. Vide supra en la
palabra Marca. Fr. Iosef de Siguença en la historia de S. Geronimo 3. Par. Lib. I. C. II. dize assi, hablando
de los Marqueses, era lo mesmo que Capitanes de las frónteras, y de los limites: y assi los llamaron
Limitaneo, &c. MARQVESADO, la dignidad, y estado de Marques.‖ COVARRUBIAS OROZCO,
SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra M, P. 540. Cursivas
originales. Cf. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, P. 242.
2466
―MARCA, territorio amplio que se distingue de los demas cercanos, que por esta razon se llamaron
comarcanos. Viene de la palabra Fancesa marquer, que sinifica distinguir, por estar distinta de las demas,
como la Marca de Ancona, y otras. De donde se dixo Marques, señor deste territorio. De que este vocablo
sea estrangero, y Setentrional, consta por los nombres de algunas prouincias, como Dinamarca.
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit.,
Letra M, P. 539, 539v
2467
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 492. La palabra marques eueri yrechequa podría traducirse como
―reino del marques‖, de ―Eueri. Suyo. Pedroeueri. De pedro. Etc.‖, e ―Yrechequa. Reyno‖. DGLM-II, Pp.
199 y 293.
2468
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 433, 255. La palabra erongarini está relacionada con atalayar en
la guerra, ―Erongarini, atalayar‖, Ibíd., P. 83.
2469
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, Óp. Cit., P.
127.
2470
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 229. Sobre Taximaroa,
Claudia Espejel agrega ―es posible que el señor de Taximaroa haya sido uno de los cuatro señores de las
2464
571
González Rizo propuso que las cabeceras pudieron haber sido Xacona, Taximaroa,
Cutzamala y Tamazula,2471 mientras que Ricardo Aguilar propuso que pudieron haberse
localizado en Acámbaro, Cuzamala/Apanzingán y Jiquilpan o Jacona.2472
Aceptamos algunos de los lugares propuestos, pero falta justificar por que
pudieron haber sido esas esas cabeceras las de las cuatro partes de las fronteras.
Nosotros tenemos nuestra propia propuesta de cuáles pudieron haber sido las cabeceras
de las cuatro fronteras, y explicamos en que nos hemos basado para intentar dar una
respuesta a la cuestión. Los antecedentes más remotos de estas cabeceras de las cuatro
partes, las encontramos en los lugares a los que fueron a morar los señores chichimecasuacúsecha tras el agüero de las culebras, y su separación en Uayameo. Los señores
chichimecas-uacúsecha se separaron en cinco grupos y cada uno adoptó un dios
patrono, cinco dioses hermanos ―altamente engendrados‖ llamados Tiripemencha:
Tarépecha Chánshori o Chánshori tomó al dios Hurendequavecara y fue a morar
Curínguaro; Ypinchuani tomó al dios Tirepenie xugapeti y se asentó en Pichátaro;
Tarepupanguaran tomó a Tirepeme turupten y fue a morar a Iramuco; Mahicuri tomó al
dios Tiripeme caheri y se fue a vivir a Pareo; Uápeani II y Pauácume II tomaron al dios
Tiripeme Curícaueri y fueron a morar a Pátzcuaro, quedando en el centro.2473
DIOSES TIRIPEMENCHA, ―ALTAMENTE ENGENDRADOS‖
Jefes uacúsecha
Dioses
Lugar a donde van a
Residencia en el periodo
Tiripemencha
residir después del
protohistórico
―agüero‖ en Uayameo
Uápeani II y
Tiripeme Curícaueri
Pátzcuaro
Pauácume II
Tarepechachansori
Hurendequavecara
Curínguaro
Tzintzuntzan
Tarepupanguaran
Tirepeme turupten
Iramucuo
Ypinchuani
Tirepenie xugapeti
Pichátaro
Mahicuri
Tiripeme caheri
Pareo
CUADRO 31. FUENTE: Modificado de AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan
Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., P. 134.
José Corona Núñez asignó colores a los dioses Tiripemencha, de acuerdo a
posibles traducciones de los nombres; de los colores de las nubes blanca y amarilla,
colorada y negra que enviaba la diosa Cueráuaperi para que lloviera, y a la analogía con
los colores a los puntos cardinales de otras sociedades mesoamericanas: amarillo para el
Norte, rojo para el Este, negro para el Sur, blanco al Oeste, y azul para el Centro.2474 Sin
embargo, Corona Núñez confundió a dos deidades, y por lo tanto la asignación de
colores a los puntos cardinales poco fiable, si bien sus nombres están compuestos por el
vocablo tiripeme, el texto de la RM de ninguna manera los relacionó con los dioses
fronteras, pues Taximaroa estaba en uno de los principales pueblos fronterizos (en la frontera con el
territorio controlado por los mexicanos).‖ Ibíd., P. 227.
2471
GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la
frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia.
Director de tesis: Dr. Luis Gómez Gastélum. Universidad de Guadalajara- Centro Universitario de
Ciencias Sociales y Humanidades, 2012, Pp. 82-83.
2472
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado
tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 251.
2473
RM, Segunda Parte, Cap. IV, ff. 68-68v, Pp. 27-28.
2474
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., Pp. 26-27 y 42-48.
572
―altamente engendrados‖ hermanos de Curícaueri, los Tiripemencha: uno es Chupí
tirípeme, dios de Pacandan; el otro es Tiripamequanencha o Tiripamequarencha,
hermano del dios Curita caheri.2475 No hay seguridad de que los antiguos tarascos hayan
asignado colores a los puntos cardinales, de hecho es muy probable que cada señorío
prototarasco haya asignado bajo diversas formas colores de acuerdo a sus propias
cosmovisiones, y sí la ideología uacúsecha trató de imponer una asignación de colores a
las cuatro partes del mundo, no existen elementos para determinar cuáles serían.
En el texto de la RM, se menciona un mundo policromo muy rico: negro,
amarillo, rojo, blanco, verde, turquesa, dorado, plateado, azul, leonado, etcétera. Desde
la misma RM es complicado asignar un solo color a las deidades; en un pasaje se
mencionó que el color amarillo se relacionaba con la diosa Cueráuaperi, mientras que el
color negro era del dios Curícaueri,2476 pero uno de los atavíos de éste era un cuero de
color blanco en la cabeza.2477 En otro pasaje se mencionó que los templos del dios
Hurendequavecara se pintaban de blanco, pero las casas de sus sacerdotes se pintaban
de rojo.2478 El nombre del dios Tirepenie xugapeti, está compuesto de las palabras
―Tiripeti. oro‖ o ―dorado‖, pero también puede tener el sentido de ―hermoso‖, como en
―Tiripeti cuiripu. persona de lindas carnes‖; y de ―Xungapeti. amarillo‖,2479 por lo que
puede traducirse como ―El oro amarilo‖, o ―El dorado amarillo‖, o ―El hermoso
amarillo‖; aunque Ricardo Aguilar propone la traducción de ―El dorado color turquesa‖,
ya que en el DGLM se consignaron las entradas ―Xungapeni, xuxungaxeni. Estar
verde‖, ―Xanga xungacahcuni. Teñir de turquesado, o de color cielo‖, Xungah
xungahcas. Color turquesado o çielo.‖2480 En la lámina XLII de la RM que ilustra un
concilio de todos los dioses del Tzintzuntzan Irechequa antes de la conquista, vemos
como los dioses usan muchos colores en sus atavíos: pintura facial amarilla, verde,
negra blanca y azul; ropas de color azul, roja, verde amarilla y negra; y penachos con
plumas de color azul, rojo, amarillo y blanco: y guirnaldas blancas y de cuero de piel de
jaguar. El tema de la policromía en la sociedad tarasca no ha sido trabajado con
suficiente profundidad, y se necesitan más estudios al respecto.
A partir de los asentamientos ocupados por los dioses Tiripemencha, se delimitó
un axis mundi de acuerdo a los niveles del universo y las cuatro partes correspondientes
a las extremidades de la diosa recostada boca abajo; además éstas cabeceras de las
cuatro partes tuvieron su desarrollo histórico, es decir, no siempre fueron las mismas
durante el período en que existió el Tzintzuntzan Irechequa, y debieron de cambiar de
lugar conforme se avanzaba o retrocedía en la conquista del territorio; probablemente
los ídolos o bultos sagrados de los Tiripemencha también fueron ocupando como
2475
RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69v, P. 30; Tercera Parte, Cap. XIX, f. 37, P. 235.
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 94, P. 79.
2477
RM, Segunda Parte, Cap. XXXVII, f. 124, P. 139.
2478
RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 96v-97, Pp. 84-85.
2479
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 166 y 209.
2480
DGLM, T. II, P. 794. Ricardo Aguilar menciona que ―se puede entender que posiblemente, el color
que más se asemeje a la enunciación tarasca sea el turquesa, ya que en las lecciones que se dan se
presentan el verde y el azul, llegando a un color que medie entre los dos: el turquesa. La importancia
simbólica de este color reside en su difícil asequibilidad y alto costo, ya que debía ser importado desde
Nuevo México. Sin embargo, habrá de tenerse en cuenta que Fr. M. Gilberti da por significado:
Xungaperani. hazer amarillo. Xungapeti. amarillo.‖ AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO.
Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., cap. 2, nota a pie, núm. 61, P.
123.
2476
573
advocaciones los templos de los nuevos asentamientos conquistados.2481 Algunas de
estas localidades del sur de la cuenca de Pátzcuaro, debieron formar parte,
posteriormente, de la última línea defensiva que protegía el corazón del Tzintzuntzan
Irechequa, ya que ahí se encontraban los ídolos principales de los Tirípemencha,
hermanos de Curícaueri.
Con estos primeros asentamientos ocupados por los chichimecas después del
agüero de las culebras, podemos intentar identificar el axis mundi del Tzintzuntzan
Irechequa formando un quincunce, en este caso el centro sería la cuenca de Pátzcuaro, y
muy probablemente la misma ciudad de Pátzcuaro, principal centro religioso de los
uacúsecha; Jerónimo de Alcalá mencionó que ―y decía el caçonzi pasado [Francisco
Tangáxoan], que en este lugar [Pátzcuaro], y no en otro ninguno, estaba la puerta del
cielo por donde descendían y subían sus dioses.‖2482 Jacona sería entonces la cabecera
de la frontera Norte, encargada de proteger la frontera de los chichimecas y expandir el
territorio hacía el norte y hacía la cuenca de Chapala; Taximaroa sería la cabecera de la
frontera Este, protegiendo parte de la frontera chichimeca pero principalmente la
mexica; la cabecera del Sur se encontraría en Tierra Caliente, muy probablemente en
Cutzamala, o más al sureste en Ajuchitlán, desde donde no sólo se defendería la frontera
con los mexicas, sino que sería una punta de lanza para penetrar en el territorio
enemigo. La cabecera de la frontera Oeste es la más difícil de tratar de identificar,
debido a la falta de fuentes sobre la región de la Sierra Madre del Sur, así como su bajo
nivel demográfico. Hay tres posibles lugares que pudieron haber sido la cabecera de la
frontera oeste: Tepalcatepec, Tancítaro y Tamazula en Jalisco; más adelante
profundizamos en los elementos existentes para tratar de identificar cada uno de los
asentamientos de las cuatro partes.
La cabecera del septentrión
Como mencionamos, Jacona es la única cabecera de una frontera de la que se hace
mención explícitamente, ya que su señor participó en la guerra de coronación de
Tzintzincha, arengando a las tropas que iban a combatir a Cuniao. Su localización en el
noroeste del territorio hace suponer que esta la cabecera del septentrión o de la mano
derecha, lugar asociado a los ―dioses de la mano derecha‖, cuyo antecedente sería
Pichátaro o Pareo. Jacona también es el lugar donde se ambientaba la historia de los
dioses Achuri hirepe, Cúpanzieeri, y el hijo de este último, Sirátatápezi, dónde se
explicaba el origen de los tuyzen, los ―venados‖ con crines en la cerviz y cola larga que
montaban los españoles. Jacona aparece como un centro administrativo y productivo en
la tasación del bachiller Juan de Ortega en 1528, con obligación de tributar maíz, frijol,
chile y sal a las minas cercanas de españoles.2483 Desde la posición geográfica del
enclave, se lograba administrar y defender gran parte de la frontera norte con los
chichimecas, así como la cuenca de Chapala. En 1530, cuando Nuño de Guzmán acusó
al Francisco Tzintzincha de haber preparado una emboscada en Cuinao, se menciona
que uno de los capitanes encargados de la trampa era precisamente de Jacona, y nada
2481
Aunque pudieron haber movimiento de otras deidades de otros señoríos prototarascos, recuérdese que
Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje ―fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños tomaron
una parte en la tierra caliente y los chichimecas otra parte a la man[o] derecha…‖, lo que supondría que
las deidades isleñas estuvieran presentes en el sur, y las uacúsechas en el norte. RM, Segunda Parte, Cap.
XXXI, f. 132, P. 155.
2482
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37.
2483
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 418 y 423.
574
menos que el ―Señor de Jacona que se dice Curite (Cauite)‖, y otros dos capitanes
―Çipaque natural de Jacona, e otro que se dize Ytocuase, natural de Jacona…‖.2484
La cabecera del poniente
Taximaroa era otro asentamiento importante en el sistema de guarniciones tarasco, la
información etnográfica sobre este asentamiento es fragmentaría, pero nos da una idea
clara de su importancia. Fue uno de los pueblos conquistados cuando Hiripan,
Tangáxoan e Hiquíngaje iniciaron la expansión el triunvirato, y estaba habitado por
otomíes. Durante la expansión de la Excan Tlatoloyan ―otra vez venieron los mexicanos
a Taximaroa y la destruyeron en tiempo [1477-1478] del padre de Motezuma llamado
Hacángari [Axayácatl], y Zizíspadáquare la tornó a poblar‖.2485 Se ubicaba
geográficamente en el camino natural para llegar a la cuenca de Pátzcuaro, así como
estar en medio de Tzintzuntzan y México-Tenochtitlán, la convertía en la puerta en el
este del Tzintzuntzan Irechequa. Esto queda de manifiesto con varios hechos: los
embajadores que enviaron los mexicas para formar una alianza con los tarascos llegan a
Taximaroa, igual que tres otomíes que venían huyendo de la destrucción de MéxicoTenochtitlán; posteriormente, desde que el español (¿Porrillas?) que llegó el 23 de
febrero de 1522 a Taximaroa, todas las expediciones posteriores pasaron por Taximaroa
para llegar al centro político tarasco. Era un lugar idóneo para proteger la entrada al
corazón del Estado tarasco, los testimonios europeos la describieron como un lugar
fortificado con una muralla muy bien hecha con troncos de árboles. 2486 El nombre del
señor de Taximaroa al momento de la llegada de los españoles era Capacapecho,2487
quien recibió a los embajadores mexicas, los tres otomíes y a los españoles, ―recuérdese
que los señores de las cuatro fronteras estaban allí, efectivamente, para "retener a los
enemigos en las fronteras…"‖.2488 En la La tasación del bachiller Juan de Ortega en
1528, se menciona un nahuatlato llamado ―Cali‖ y un principal de nombre ―Quirite‖
como los gobernantes indígenas de Taximaroa.2489 Su localización en el Este del
territorio hace suponer que esta era la cabecera del oriente o de los pies de la Diosa
recostada,2490 cuyo antecedente sería Curínguaro, asentamiento que tenía por deidad
patrona a Hurendequavecara. Igor Cerda considera que al ser conquistado Curínguaro,
una parte del dios Hurendequavecara, un dios de los Tiripemencha, pudo haber sido
trasladada a Tiripetío (quizás dando origen al nombre al pueblo, pues comparten la raíz
titipeti, ―dorado‖, ―hermoso‖ o ―divino‖),2491 y de ahí a Taximaroa. Es sintomático
2484
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp.
Cit., Pp. 94 y 103.
2485
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, ff. 138-139, Pp. 168-169.
2486
Véase el apartado sobre la poliorcética y las guarniciones fronterizas del Tzintzuntzan Irechequa en el
presente capítulo.
2487
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 40v, Pp. 242.
2488
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 227.
2489
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 419.
2490
Recuérdese que la diosa Cueráuaperi era la que sostenía los pies de la diosa recostada. También que
los cués principales de Cueráuaperi se encontraban en Zinapécuaro, al oriente de la cuenca de Pátzcuaro;
y cuando los dioses se reunieron en el concilio para anunciar la llegada de los españoles, Curícaueri,
Xarátanga, Huréndequavécara y Querenda angápeti fueron al oriente, donde vivía Cueráuaperi.
2491
CERDA FARÍAS, IGOR. El siglo XVI en el pueblo de Tiripetío. Indígenas, encomienda, agustinos y
sociedad en el antiguo Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoSecretaría de difusión cultural y extensión universitaria, 2000, Pp. 3-16; En el pueblo de Tiripetío, en la
Provincia de Michoacán. La edad dorada… El siglo XVI. 2ª edición, México, Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión universitaria, 2005, Pp. 14-15.
575
entonces que en la Relación Geográfica de Tuzantla, pueblo a unos 50 km. al sur de
Taximaroa, se mencione que ahí ―adoraban dos ídolos de piedra de hechura de hombres,
que el uno se llamaba CURISTICAHERI y, el otro, URINDECAHUECARA, que así se
llamaban por nombre propio.‖2492
La cabecera del meridión
La cabecera de la frontera Sur probablemente se encontraba en la Tierra Caliente, la
información etnográfica que nos proporcionan las fuentes, principalmente las
Relaciones Geográficas sobre la región, es breve pero concisa, y nos permite tener una
idea clara de la importancia de esta región para el Tzintzuntzan Irechequa, así como
parte del simbolismo religioso del territorio. Como mencionamos antes, los enclaves
que pudieron haber sido la cabecera de la frontera sur son Cutzamala, Pungarabato o
Ajuchitlán, incluso es probable que este último se haya erigido cabecera ya muy
tardíamente, cuando los españoles llegaron a Mesoamérica en 1519. La región fue
conquistada por los caciques de origen chichimeca e isleño cuando el triunvirato de
Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje estaba en plena expansión.2493 En los toponímicos de
las cuatro cabeceras principales de la región se deja entrever el significado religioso. La
cabecera para 1580 era Ajuchitlán en nahua, y Tlitichu Umo en cuitlateca, que
significan ―agua florida‖, o más exactamente ―lugar de‖ o ―entre flores acuáticas‖.2494
Cutzamala en nahua, y Hapázingani o Apazingan en tarasco, puede traducirse como
―lugar de comadrejas‖, y ―llámase deste nombre porq[ue] dicen q[ue] en su antigüedad,
tuvieron [los indios] un ídolo a manera de comadreja.‖2495 También se le conocía bajo el
toponímico nahua de Tusantran o Tusantla, ―lugar de tuzas‖.2496 Otro asentamiento de la
región era Coyuca (actualmente Coyuca de Catalán), y ―Coyuca es nombre mexicano, y
no tiene otro nombre ninguno en otra ninguna lengua; quieren decir q[ue], por ser ―lugar
de lobos [coyotes]‖, se llama asina, y, así, hay muchos en su comarca.‖2497 Ambos tipos
de animales, los coyotes, así otros tipos de mamíferos, como comadrejas, ardillas,
zorrillos y tuzas, tenían un simbolismo relacionado con la muerte y el inframundo en la
cosmovisión tarasca.2498 En el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, en el la
2492
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 156.
2493
―Y iban desta manera conquistando los chichimecas y isleños y conquistaron más los siguientes
pueblos: Visíndan, Hauíri hoato, Zinapan, Zirápetio, Hapánohato, Cuyucan, Hapázingani, Pungari hoato,
que son pueblos de tierra caliente.‖ Grupo de pueblos conquistados 12. RM, Segunda Parte, Cap. XXXII,
f. 132v, P. 156.
2494
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35. No se menciona el
topónimo en tarasco.
2495
―Comadreja. apahtsi‖, GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 317. Otros significados para Cuzamala
podría ser ―donde abundan las comadrejas‖, y sí se escribiera Cuzamalan, ―lugar de la comadreja‖ o ―de
comadrejas‖; traducciones de René Acuña. GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10
de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp.
Cit., Pp. 35-36. Para no generar confusión con el actual Apatzingán, que era sujeto de Tancítaro, nos
referiremos a este enclave con el toponímico nahua de Cutzamala.
2496
―El pueblo de Cuzamala, que por otro nombre se dice Tusatran [B: Tusantla], que está encomendado
a Diego Rodríguez y a Juan de Burgos…‖. ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de
1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P.
413.
2497
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35.
2498
Recuérdese que en un episodio de la RM, el Dios del infierno mandó un topo para darle un mensaje a
Zurumban. RM, Cap. XI, f. 79, P. 50.
576
esquina superior derecha, está representado un escudo con un animal, que podría ser un
mamífero como un topo o comadreja; Hans Roskamp considera que los escudos podrían
representar los toponímicos de los lugares fronterizos del territorio tarasco.2499 Quizás
éste escudo podría representar alguno de los lugares fronterizos de la región
mencionada.2500
Otra de las cabeceras con un simbolismo importante es Pungarabato o
Pungaravato (Actualmente Ciudad Altamirano), ―es su propio nombre en lengua
materna, que es la tarasa, y quiere decir, en lengua castellana, ―cerro emplumado‖; y
llámase así porq[ue], en su antigüedad, dice, tuvieron un ídolo q[ue] se llamaba
Punguarancha, q[ue] quiere decir ―ídolo emplumado [―señor emplumado‖].‖2501 Este
dios quizás es el dios uacúsecha Pungárecha o Pungárancha; en un pasaje de la parte
histórica de la RM se menciona que durante la fiesta de Purécotaquaro (fiesta de la
guerra) ―…sacaron de las trojes su dios Curícaueri y otro dios de la guerra llamado
Pungárecha…‖,2502 el dios de los corredores, quién tenía un papel importante en las
batallas, ya que estaba al centro de la formación durante los ataques, mientras otros
escuadrones estaban en los flancos.2503
La ubicación geográfica de estos enclaves proporcionaba varias ventajas
estratégicas, entre ellas la de estar asentados en el valle del río Balsas, rodeadas de
sierras, y los cuatro asentamientos, Cutzamala, Pungaravato, Coyuca y Ajuchitlán, se
encontraban flanqueados por afluentes del río, es decir, para llegar a esos enclaves se
tenía que cruzar el caudaloso río, por lo que la topografía del paisaje servía como
elemento defensivo. Como se ha mencionado, esta región era fronteriza con las
fortalezas que tenían los mexicas al otro lado del río, por eso ―ponía el CAZONCI [a]
un gobernador, que sólo servía de hacer aquello que él enviaba a mandar.‖ 2504 También
se menciona que ―en esta jurisdicción, dicen, tenía el CAZONCI su guarnición y gente
de guerra, por ser frontera de Tetela y Capulcopulco, q[ue] eran de
MOCTEZUMA.‖2505 Gracias a la Relación Geográfica de Sirándaro, es que tenemos
una idea de la magnitud de la guarnición e importancia militar de la zona, así como la
elevada posibilidad de que en efecto, fuera Cutzamala la cabecera de la frontera sur del
Irechequa:
―El tributo que daban al rey de Mechoacan [los indios de Sirándaro], era llevarle las cosas
ya d[ic]has, y hacer sementeras de maíz, el cual por vía de tributo llevaban al pu[ebl]o de
Cusamala, que está [a] seis leguas de este pu[ebl]o, y allí se distribuía y gastaba porque
tenían en aquel pueblo de Cusamala, el rey de Mechoacan, más cantidad de diez mil indios
2499
ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan,
Michoacán‖, Óp. Cit., P. 248.
2500
Véase Apéndice D. Cabe la posibilidad, por la semejanza de los toponímicos, que tal vez se haga
referencia al Tuzantla del oriente michoacano.
2501
Además se menciona que Coyuca tenía un sujeto que se llamaba ―Andomuqua‖ (tabaco en tarasco),
planta importante para los hechizos que se hacían en contra de los enemigos. GARCÉS, DIEGO.
―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones
geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35.
2502
RM, Segunda Parte, Cap. XVI, f. 90v, P. 72.
2503
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. Precisamente, Pungaravato se encontraba entre Cutzamala
y Ajuchitlán.
2504
GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Mayúsculas y
corchetes originales.
2505
Ibíd., P. 36. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales.
577
soldados, que seguían la guerra contra los de Méx[i]co y guardaban aquella frontera y
2506
corrían hasta la provincia de Ostuma, que eran de MONTEZUMA.‖
La localización de estas poblaciones al sureste del territorio tarasco hace pensar
que alguno de estos asentamientos pudo haber sido la cabecera del meridión o la mano
izquierda, cuyo antecedente podría ser Iramuco, cuya deidad patrona era Tirepeme
turupten. Sin embargo, las fuentes escritas sólo documentaron la descripción de un
ídolo con forma de comadreja en el caso de Cutzamala, y de Punguarancha, quizás el
mismo dios Pungárancha o Pungárecha, asociado al dios tutelar de los uacúsecha,
Curícaueri, por demás sintomático. La RM también mencionó a ―los dioses de la mano
izquierda llamados Vyránbanecha, dioses de tierra caliente‖, y un Dios-caimán que
vivía en un río muy hondo, probablemente el rio Balsas.2507
La cabecera del oriente
La cabecera de la frontera Oeste para el momento de mayor expansión debió ser
Tamazula, y muy probablemente antes fueron La Huacana o Uruapan, Tancítaro y
Tepalcatepec. La ubicación de estos asentamientos respecto al centro político nos
remite a identificarlos como la parte poniente, asociada a la cabeza de la Diosa
recostada boca abajo y sostenida por el Dios del mar (recuérdese que al Océano
Pacifico se encuentra al Sureste del centro político tarasco), cuyo antecedente podría
ser Pichátaro o Pareo. Desde antes de la formación del triunvirato, Taríacuri estuvo
interesado en la región de Tierra Caliente y sus recursos naturales, por eso invitó a
Zurunban, señor de Taríaran y su futuro suegro, a hacer entradas y conseguir tomates,
ají, melones, algodón y ciruelas, dónde tenían dos cosechas al año por ser agricultura de
riego, además de que en cierta ocasión él mismo entradas a ―occidente‖. Cuando se
empezó expandir el triunvirato, Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje ―conquistaron a
Cumachen, Naranjan, Çacapu, Cheran, Siuínan y, a la vuelta, a Hurúapa y los pueblos
de los nauatlatos llamados Hacáuato, Zizupan, Chenengo, Vacapu y otros pueblos
llamados Taríyaran, Yuriri, H[o]pácutio, Condébaro.‖2508 Posteriormente un principal
llamado Cupauaxanzi se asentó en La Huacana, y desde ahí conquisto por su parte los
pueblos de ―Caxúruyo, Sycuýtaro, Tarinbo házaquaran, Zicuýtaran, Púmuchacupeo,
Yacoho, Ayáquenda, Zinagua, Churúmucu, Cuzaru.‖2509 No queda claro si la cabecera
del poniente pudo haber sido Uruapan o La Huacana, ambos lugares fueron de gran
importancia y riqueza en la época prehispánica; pero al expandirse por la Tierra
Caliente, la cabecera del poniente debió cambiar de lugar a Tancítaro, ya que, como
hemos visto, la frontera sur estaba bien resguardada, y desde Tancítaro se podía acceder
a las regiones de la costa, Colima, y los territorios de la cuenca de Sayula, y también se
usaba el río Tepalcatepec como delimitante territorial. De hecho Tancítaro pertenece al
Grupo de pueblos conquistados 11, es decir, fue conquistado después de La Huacana:
―Y otro prencipal llamado Vtúcuma conquistó por su parte, los pueblos siguientes:
Paránzio, Zinapan, Zirápitio, Taziran, Turúquaran, Vrechu ambáquetio, y un pueblo de los
2506
CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266. Mayúsculas, cursivas y
corchetes originales.
2507
RM, Segunda Parte, Cap. XXVII, f. 123v, P. 138; Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 38v-39, Pp. 238-239.
2508
Grupo de pueblos conquistados 3. RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153.
2509
Grupo de pueblos conquistados 10. RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132v, P. 156.
578
nabatlatos llamado Copúan; y conquistó a Euáquaran, Charápichu, Paráquaro, Paqués
2510
hoato, Euáquaran, Tirístaran,Puco hoato, Tanzítaro, Eruzio, Zirámaratiro.‖
Tancítaro tenía una alta jerarquía económica, y fue un centro administrativo
importante, independientemente de su simbolismo religioso, ya que ahí se colectaban
los tributos de la región, la Relación Geográfica de Tancítaro menciona sobre los
habitantes y sus sujetos que:
―Fueron, antiguamente, gobernados por un señor desta provin[nci]a de Mechuacan, que fue
rey dellos y poderoso, que se llamaba EL CAZONCI; q[ue] tuvo grandes guerras con
MUTECZUMA, q[ue] fue rey y s[eñ]or de la ciudad de Méx[i]co. A este CAZONCI
tributaban toda la Tarasca, que es una gran provi[nci]a; fue muy valeroso y animoso este
CAZONCI, [y] a éste acudían con los tributos, que en la lengua tarasca [es lo que] quiere
decir TANCITA, y, así este pu[ebl]o se llama Tancítaro, porque aquí se recogía la
2511
TANCITA, que quiere decir ―el tributo.‖‖
La importancia militar también se manifiesta en que hay que defender los bienes
materiales producidos, en la posición elevada en que se encuentra asentado Tancítaro, y
en la capacidad de recoger los tributos por la fuerza, en caso de ser necesario. Es
interesante los datos proporcionados por la Relación Geográfica de Motines, cuando se
habla sobre Quacoman, se dice al principio del documento, que antes eran sujetos del
cazonci, pero más adelante se lee ―y [dicen] que, en este d[ic]ho pu[ebl]o y naturales
dél, no conocieron señor ninguno, q[ue] les gobernase, si no era al CA[L]ZONTZIN
cuando enviaba por su tribu[t]o.‖2512 Quiere decir que la influencia que se tenía en este
territorio periférico del Tzintzuntzan Irechequa, era menor, recolectándose el tributo
cada cierto tiempo. Cabe recordar que la región de la costa michoacana es de una
geografía accidentada, que impedía el control efectivo de las diferentes etnias que la
habitan, y sólo se habrían producido entradas esporádicas para obtener botín y
prisioneros para sacrificar o esclavizar.
La región geográfica de Tancítaro era rica en recursos naturales y muchos de sus
elementos fueron importantes dentro de la religión tarasca. Ahí se localiza el Pico del
Tancítaro (4160 m), eminencia más elevada del actual Estado de Michoacán, y el cerro
Patamban (3750 m); recordemos en entre los tarascos y otros pueblos mesoamericanos,
las montañas tuvieron un papel preponderante en la cosmovisión del mundo, aunque
lamentablemente no hay información detallada sobre la religión prehispánica que haya
existido (salvo las referencias generales a idolatrías, sacrificios humanos, de sangre y
antropofagia), pero es sugerente que el nombre prehispánico del Pico del Tancítaro
haya sido ―Zinzonza‖, indudablemente relacionado con la capital tarasca. En la
Relación Geográfica se mencionó:
―Está este pueblo de Tancitaro cercado de sierras por la parte del norte y, hacia un pueblo
que se dice Tzirosto, corre un gran pedazo de serranía, que, a mi parecer, son más de siete
2510
De hecho Tancítaro pertenece al Grupo de pueblos conquistados 11, es decir, fue conquistado después
de La Huacana: ―Y otro prencipal llamado Vtúcuma conquistó por su parte, los pueblos siguientes:
Paránzio, Zinapan, Zirápitio, Taziran, Turúquaran, Vrechu ambáquetio, y un pueblo de los nabatlatos
llamado Copúan; y conquistó a Euáquaran, Charápichu, Paráquaro, Paqués hoato, Euáquaran,
Tirístaran,Puco hoato, Tanzítaro, Eruzio, Zirámaratiro.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132v, P. 156.
2511
MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 290.
Mayúsculas, corchetes y cursivas originales.
2512
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [Relación de
Quacoman]‖ [3 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 140.
579
u ocho leguas y suele haber mucha nieve en ella en invierno. Viene esta sierra corriendo
hasta media lengua deste dicho pueblo de Tancitaro y, allí, hace un pedazo de sierras más
alto, y tendrá una legua de subida. Y allí nieva por Navidad los más de los años. Y dura la
nieve más de dos o tres meses; y, durante este tiempo, es este pi[ebl]o frío, por causa de la
2513
nieve que hay en la sierra. Llámase esta sierra, en lengua tarasca, Zinzonza.‖
Los recursos naturales eran abundantes, había bosques de pinos y robles, y la
fauna se componía de felinos, venados, liebres coyotes, zorrillos, tuzas (de nuevo
animales asociados al inframundo), gavilanes, faisanes, aves de rapiña y yerbas
medicinales. Se cultivaba maíz, capulines, aguacates, chayotes, quelites, cacao, zapotes,
tenspisques, calabazas y otras frutas.2514
Cabe la posibilidad que de que Tepalcatepec haya sido en algún momento una
parte importante del sistema defensivo fronterizo, y quizás cabecera de la parte
poniente, ya que en un documento de 1577, los nahuas de Santa Ana Tetlaman
mencionaron que el cazonci ―les encomendó la frontera de esta probincia, por la parte
por do ellos estavan contra las gentes con quien tenían guerra.‖2515
Pero en su mayor extensión territorial, la cabecera del poniente debió de
trasladarse a Tamazula, Tuxpan o Zapotlán (hoy Ciudad Guzmán), los tres
asentamientos actualmente en el estado de Jalisco. La RM menciona que ―y el padre
[Zuangua] y agüelo [Tzitzíspandácuare] deste caçonzi muerto [Tangáxoan II],
conquistaron a Tamaçula y Capotlan y los pueblos Dábalos y lo demás.‖2516 No queda
claro quien conquisto la región, sí Tzitzíspandácuare o Zuangua, probablemente fue
una empresa difícil que se concluyó con Zuangua; quizás desde el reinado de éste
cazonci, la región se convirtió en cabecera de la parte poniente, ya que era frontera con
los diversos señoríos independientes de Jalisco; cuando el cazonci convocaba a la gente
para ir a la guerra, se mencionan los pueblos sujetos, entre ellos se mencionan ―Tuspa y
Tamaçula y Capotlan.‖2517 Un dato tardío asentado por Antonio Tello en el Libro
segundo de la Crónica miscelánea…, finalizado de escribir en 1653, se menciona un
pasaje de la presencia tarasca al extremo noroeste de su avance:
―Partió Cristóbal de Oñate para su viaje, y Nuño de Guzmán salió de Tonalán y vino al
valle de Tlala, donde no halló ánima nacida, sino grandes ruinas de edificios caídos, que,
según parecía, habían sido poblaciones grandes y muy de admirar, y preguntando qué se
había hecho la gente de aquella población á otros pueblos sus vecinos, le dijeron que dos
veces se había despoblado, la primera de unos gigantes que por el Sur y Poniente habían
venido, como queda atrás referido en esta historia, y á esto se debe dar crédito, porque en
los Cuisillos, Buenavista, Amec y Cocula, en este valle, se han hallado gran suma de
huesos de ellos, y que después se volvió a poblar de mucha gente de diversas naciones, y
que cincuenta años antes que los españoles llegaran á la Nueva España, la ganaron,
2518
destruyeron y asolaron, que memoria no queda DE ELLOS, los tarascos.‖
2513
MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 286-287.
2514
Ibíd., Pp. 287-295.
2515
CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, Óp.
Cit., P. 219.
2516
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 133, P. 157.
2517
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193.
2518
TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea, en que se trata de la conquista
espiritual y temporal de la santa provincia de Xalisco en el Nuevo Reino de la Galicia y Nueva Vizcaya y
descubrimiento del Nuevo México. Guadalajara, Imprenta de "La república literaria", de Ciro L. de
Guevara y Ca, 1891, Cap. XXXIV, Pp. 86-87.
580
Si este dato es fidedigno, el ataque tarasco en esta región ocurrió en 1469, durante
el reinado de Tzitzíspandácuare. La Relación Geográfica de Tuchpan mencionó que
―todos estos tres pu[ebl]os, con sus sujetos, eran del CAZONCI, rey de la provincia de
Mechoacan…‖.2519 Sobre Tuchpan (actualmente con la grafía Tuxpan) se mencionó
que ―en tiempo de su gentilidad, eran del CAZONCI, como está d[ic]ho, a quien
tributaban mantas de algodón y naguas azules. Y tenían, por dios a LOS CIELOS, y
q[ue] había ocho cielos [sic. nueve]; y [dicen] q[ue] algunos se holgaban [de] q[ue] los
matasen, y con las mejores vestiduras q[ue] tenían: decían q[ue] se quería ir al cielo a
servir al Sol; y q[ue], después de muertos, los quitaban las ropas, y los desollaban y
asaban y se los comían‖, más adelante se mencionó que también tenían un señor
particular que los gobernaba, se describió el armamento con el que iban a la guerra, ―y
q[ue] tenían guerras con la provincia de Colima…‖.2520 Este último dato es de gran
importancia, pues debe de recordarse que Colima fue conquistada por los tarascos en
tiempo de Tzitzíspandácuare, sin embargo todo parece indicar que la conquista y fue
breve, ya que al momento de la llegada de los españoles, Colima permanecía fuera de la
órbita de dominio tarasco, por lo que quizás hubo intentos de reconquista que nunca
lograron consolidarse. Es probable que aparte del tributo y salinas, los tarascos tal vez
tuvieron intención en dominar la región por la presencia de elevaciones montañosas, de
gran importancia para su cosmovisión y la de otros pueblos mesoamericanos: el
Nevado de Colima y el Volcán de Colima. En la Relación Geográfica de Tuchpan se
describieron estos macizos montañosos
―Tiene este pu[ebl]o, a tres leguas, una serranía de gran altura y fragosa, y un volcán en el
remate della, de q[ue] saca, el más tiempo del año, humo; es cordillera muy fría y, en
p[ar]te del año, está nevada la sierra y volcán; cae a la p[ar]te del poniente desde pu[ebl]o.
Llámase, la sierra, Sierra Vieja, y [a]l volcán llaman los propio; no saben decir la causa de
sus nombres. Corre, la cordillera, al norte, y el volcán, q[ue] está en la frente de la d[ic]ha
sierra, mira a la p[ar]te del sur y, por esa p[ar]te, se ve, de[sde] la villa de Colima, muy
claro, y, deste pu[ebl]o, se ve el d[ic]ho volcán y p[ar]te de la serranía; y cubre mucho de
su vista la sierra q[ue] está junto a este pu[ebl]o, q[ue] le cae al poniente, como está
2521
d[ic]ho.‖
Otro asentamiento prehispánico importante de la región era Zapotlán. Para 1580
se hablaban las lenguas ―mechoacan[a] y zayulteca, y zapoteca y nahual‖2522 en dicho
lugar, lo que deja ver que era un asentamiento multiétnico, y que la presencia de
tarascos en el lugar probablemente se remontaba a las poblaciones tarascas que eran
enviadas desde el centro político para poblar enclaves estratégicos en las fronteras del
Tzintzunzan Irechequa. Igual que Tuchpan, tributaban y obedecían al cazonci:
―Dicen q[ue],en tiempo de su gentilidad, tenían por señor al CAZONCI, rey de
Mechoacan, y le tributaban plumas grandes de colores y plata tendida muy delgada, y
algunos indios q[ue] tomaban en la guerra q[ue] tenían con otros pueblos comarcanos a
éste. Y [dicen] q[ue] tenían por dios a UNA PIEDRA, q[ue] componían y adornaban con
mantas y CHALCHIHUITES y plata y plumas, y otros géneros de cosas; y q[ue] había
hechiceros para hablar con la piedra q[ue] tenían por dios, y q[ue] éstos daban a entender
2519
FLORES, GERÓNIMO. ―[Tuchpan] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 384.
2520
Ibíd., P. 386.
2521
Ibíd., P. 387.
2522
FLORES, GERÓNIMO. ―[Zapotlán] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 390. La lengua
―mechoacana‖ era la tarasca y la lengua ―nahual‖ el náhuatl. La lengua ―zayulteca‖ era una lengua local
ahora extinta, y es poco probable que la lengua ―zapoteca‖ estuviera relacionada con Oaxaca, y más bien
era otra lengua o dialecto de Zapotlán.
581
q[ue] respondía. Y la sacrificaban algunos indios q[ue] tomaban en la guerra, y los abrían
por el corazón y, con la sangre, untaban la piedra q[ue] tenían por dios. Y hecho esto, los
desollaban, y el cuero henchían de paja y bailaban alrededor dél, y comían la carne
2523
humana.‖
Más adelante se menciona que ―se gobernaban por un principal q[ue] ponía el rey
de Mechoacan, al c[ua]l obedecía y servían y daban de comer […] y q[ue] tenían
guerras con los de Colima y Ahuatlan y Autlan y Cuzalapa, y Tenamaztlan y Ameca e
Izatlan y el Agualulco, y otros pueblos comarcanos.‖ Peleaban con el mismo
armamento que los de Tuchpan.
El último asentamiento que pudo haber sido una de las cabeceras de las
fronteras es Tamazula. De hecho en la misma Relación Geográfica de Tuchpan se
mencionó que Tamazula era la cabecera de la región: ―Y [dicen] q[ue] este pu[ebl]o era
la cabecera de toda esta provincia y, como a tal, acudían los de Tuchpan y Zapotlan y
sus sujetos, y q[ue], a lo propio, acudían los de Amula, q[ue e]s fuera desta
provincia.‖2524 En La tasación del bachiller Juan de Ortega de 1528, en efecto, se
mencionaron estos asentamientos conformando una unidad política, cuyo principal era
―Sanache‖ y se mencionó un naguatato llamado ―Tochil‖: ―El pueblo del señor
gobernador, que se dice Amula y Tamazula [B: Tacamazula] y Tuspa [B: Tuchpa] y
Zapotlan…‖.2525 En Tamazula también eran sujetos del cazonci y le pagaban tributo, se
menciona que los indígenas ―se gobernaban por un principal desta provincia q[ue] se
llamaba ACATL, el c[ua]l era de consentimi[ent]o del CAZONCI, rey de Mechoacan.
Y q[ue] le hacían sementeras y obedecían en todo. Y q[ue] tenían guerras con los de
Colima y Autlan e Izatlan y Tlaxomulco, y otros pu[ebl]os comarcanos…‖.2526 La
información sobre las creencias prehispánicas de Tamazula es la más detallada, y
complementa la información del mismo tipo dadas para Tuchpa y Zapotitlán:
―…tenían por dios al cielo, [al] q[ue] llamaban XIHUTL COZAHUIC, q[ue] quiere decir
en lengua castellana ―verde y amarillo‖; y q[ue] entendían q[ue] había nueve cielos y
q[ue], allá, estaba una CIHUAPILE, q[ue] quiere decir en lengua castellana ―señora‖, [a la]
q[ue] llamaban EHUACUEYE, q[ue] en lengua castellana quiere decir ―señora que tiene
faldellín de cuero‖, y q[ue] la tenían por madre. Y q[ue] ayunaban cuarenta días los
principales q[ue] tenían como a manera de sacerdotes, después de los c[ua]les iban a los
cerros comarcanos, y se sacaban sangre de la lengua y orejas y lo sacrificaban […] Y
[dicen] q[ue] tenían una casa como iglesia, en la c[ua]l tenían dos ídolos q[ue] hacían de
bulto con mantas, y la figura era a manera de Demonio; y q[ue, a] los indios q[ue] tomaban
en la guerra los sacrificaban delante destos ídolos y los ofrecían la sangre, y los cuerpos,
2527
comían y bailaban con ellos.‖
En el apartado sobre la religión tarasca en sus fuentes, mencionamos que era
tentador asociar a Tucupacha y Cueráuaperi con Xihutl Cozahuic y Cihuapile
Ehuacueye, ya que ambas parejas divinas pueden ser consideradas como deidades
progenitoras, en dos sistemas de creencias que no se contraponían, sino como parte de
dos cosmovisiones con elementos compartidos. Ahora, es sintomático que Xihutl
Cozahuic, cuyo probable significado sea ―verde y amarillo‖, sea similar a ―El oro
2523
Ibíd., Pp. 391-392.
FLORES, GERÓNIMO. ―[Tamazula] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 396.
2525
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 414.
2526
FLORES, GERÓNIMO. ―[Tamazula] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 398.
2527
Ídem.
2524
582
amarillo‖, ―El dorado amarillo‖, ―El hermoso amarillo‖ o ―El dorado color turquesa‖,
posibles traducciones para el nombre del dios uacúsecha Tirepenie xugapeti. Faltan
elementos para entender ambos sistemas de creencias, y no hay información alguna
para relacionar a ambas deidades de grupos étnicos distintos, con elementos religiosos
comunes, como se pueden observar en los testimonios de sacrificios, bultos sagrados y
rituales.
Los lugares mencionados en este apartado pudieron haber sido asociados a las
cuatro partes en que estaba dividido el Tzintzuntzan Irechequa, que correspondía al axis
mundi tarasco, cuyo origen era la cosmovisión, en la cual una diosa recostada era la
superficie del mundo, sus pies apuntaban al oriente y su cabeza al poniente, mientras
sus manos apuntaban al septentrión y al meridión, el centro de este eje del mundo era la
cuenca de Pátzcuaro. Desde este lugar se trató de cumplir el mandato que los dioses del
cielo le dijeron a Curícaueri de conquistar el mundo y que hubiera un representante en
la tierra de él, el cazonci. Así pues era necesaria la expansión a las cuatro partes del
mundo, y en el lugar más extremo de cada parte había un señor muy principal de las
fronteras, parientes del cazonci, encargados de defender el territorio y tratar de llevar
las conquistas más allá para acrecentar los tributarios y guerreros al servicio del
cazonci.
Además hemos mencionado los elementos significativos del paisaje que
delimitaban el espacio de la cosmovisión tarasca, si los recapitulamos, nos encontramos
que al oriente se encontraban las minas de obsidiana de Zinapécuaro y fuentes termales
de Araró, donde estaba la diosa madre Cueráuaperi (recuérdese que los dioses podían
ser núcleos de obsidiana), y que ella mandaba las nubles de la lluvia. Al septentrión se
localizaban el volcán Nevado de Colima y el Volcán de Colima, mientras que el
poniente se localizaba el pico de Tancítaro, otra eminencia que también es cubierta por
nieve en invierno, y que era nombrada ―Zinzonza‖ en la época prehispánica. Al
meridión se localizaba el afluente del río Balsas, y en algún momento los tarascos
controlaron toda la cuenca hasta Zacatula, con lo que tenían acceso directo al mar.
Todos estos elementos naturales, eran importantes para la concepción del cosmos
tarasco.
A través de las referencias documentales y de algunos elementos del paisaje,
hemos propuesto que lugares pudieron haber sido la sede de los señores de las cuatro
partes, y que tuvieron su propia historicidad, ya que al expandirse o contraerse el
territorio, cambiaron de lugar. Los lugares de las cuatro partes eran lugares estratégicos
para la defensa del territorio, el cobro del tributo, la riqueza natural, y también por su
simbolismo religioso dentro de la cosmovisión tarasca. 2528
2528
Véase el Apéndice A, mapa VIII.
583
33. LA POLIORCÉTICA Y LAS GUARNICIONES FRONTERIZAS DEL
TZINTZUNTZAN IRECHEQUA
―Mucho tiempo tuvieron guerra los mexicanos con los tarascos, y nunca les
pudieron ganar un palmo de tierra, ni pueblo alguno, ni bastó todo el imperio
mexicano para domarlos; antes tenían los mexicanos continuas guarniciones
y fuerzas en las fronteras de aquel reino, porque no les entrasen a sus tierras,
no hiciesen daño por aquella parte, y recelándose unos de los otros, el rey de
Michoacán tenía sus guardias en las fronteras que eran Tlaximaloyan o
Taximaroa, Maravatío, Tzitácuaro, Acámbaro y Tzinapécuaro, para la guerra
con los mexicanos y matlatzingas; no tenemos noticia de los demás presidios
que tenían contra los jaliscos y colimas, y usaban de las mismas armas que
otros.‖
Fray Pablo Beaumont, Crónica de la provincia de los Santos Apóstoles S.
2529
Pedro y S. Pablo de Michoacán, ca. 1780
Hasta este punto hemos analizado diversos aspectos sobre la guerra en el Michoacán del
Posclásico tardío, tales como justificación ideológica para hacer la guerra, tipos de
guerra practicados, composición de los ejércitos, armamento, atavíos, órdenes militares,
rituales y las cabeceras de cuatro partes de las fronteras. Un tema ampliamente
relacionado con las fronteras, pero que era necesario tratar aparte, es el tocante con las
guarniciones y fortalezas que existían en las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa para
defender el territorio. Este tópico ha recibido atención en la conflictiva zona fronteriza
entre el Tzintzuntzan Irechequa con la Excan Tlatoloyan, una frontera que se extendía
varios cientos de kilómetros, desde Yuririapúndaro (actual Yuriria), Guanajuato, en el
norte, hasta Tetela del Río, Estado de Guerrero, en el sur. Esta atención ha venido desde
la arqueología y existen trabajos al respecto, la preocupación de los mismos ha girado
en torno a la filiación étnica, tiempo de ocupación, ubicación geográfica y la
identificación de los mismos sitios.2530 Otra frontera que ha recibido atención es la
frontera con los chichimecas, donde también se han realizado investigaciones
arqueológicas que han aportado nueva información sobre el pasado prehispánico de la
frontera norte. Sobre las otras fronteras no se han realizado tantos estudios, debido a
características propias y la falta de fuentes históricas que mencionan algo del pasado
prehispánico.
Si bien se han hecho estos grandes aportes al estudio de lugares fortificados,
consideramos que no se ha abordado la problemática en una visión amplia, es decir,
investigar el fenómeno bélico de forma integral, haciendo uso de fuentes históricas y
materiales arqueológicos, esto apuntalado con herramientas teórico-metodológicas que
permitan sacar el máximo de información. En el presente apartado trataremos de
acercarnos al método de estudio de la poliorcética en Mesoamérica, que ha sido
propuesto por distintos expertos y ha quedado la puerta abierta para estudiar a la
sociedad tarasca, siendo una veta importante para comprender a las sociedades
2529
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 58.
Para un excelente estudio monográfico sobre el tema véase HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL.
Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Tesis
para optar el título de Licenciado en arqueología, Director: Rubén Cabrera Castro México, Escuela
Nacional de Antropología e Historia, 1994. Un artículo posterior del mismo autor sintetizó la información
en HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ. ―La arqueología de la frontera tarasco mexica: arquitectura bélica‖,
en: Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de
Michoacán, 2004, Pp. 115-155.
2530
584
militaristas indígenas del Posclásico tardío. Sin embargo, el enfoque de la poliorcética
apenas ha empezado a estudiarse en las sociedades indígenas mesoamericanas, por lo
que la exposición general del tema aquí presentada, se limitará a las fuentes históricas y
arqueológicas disponibles. Ahora que tenemos una idea general sobre la guerra tarasca,
existen más elementos para comprender las dinámicas territoriales en las fronteras.
El estudio de las fortificaciones en el México antiguo
Antes de adentrarnos en materia conviene hacer un breve repaso sobre las posturas y
debates que arqueólogos e historiadores han tenido sobre este tipo construcciones, pues
es evidente que después del llamado Epiclásico (650-1000 d. de n. e.), tras la caída de
los grandes centros de poder, es cuando empieza a proliferar el uso y construcción de
esta arquitectura; esto por supuesto, no quiere decir que en otras épocas y latitudes del
México prehispánico no se hayan tomado medidas para la prevención de ataques,
reflejadas en la construcción de elementos defensivos y el uso de la topografía e
hidrografía del territorio. Tras el colapso de Teotihuacán, se acabó con siglos de
estabilidad y se entró en una época de atomización política durante la cual surgieron
señoríos y Ciudades-Estado entre los cuales existieron continuas guerras, lo que
provoco la aparición de sistemas fortificados en centros urbanos y asentamientos
fronterizos.2531
El estudio de las fortalezas prehispánicas ha recibido atención en México desde la
época de la conquista.2532 Los mismos conquistadores dejaron testimonios sobre los
elementos defensivos que se encontraron a su paso para someter a los Estados y
señoríos indígenas; desde lugares elevados, cerros altos, barrancas, peñoles, cercas,
albarradas, acequias, muros de piedra, baluartes, fosos, y lugares ―fuertes‖, como los
templos prehispánicos o las casas de los señores indígenas.2533 Toribio de Motolinia
escribió décadas después de la conquista que Tlaxcala estaba edificada en un lugar
cerrejón, ya que ―la causa de edificar en lugares altos era las muchas guerras que tenían
unos con otros; por lo cual para estar más fuertes y seguros, buscaban lugares altos y
descubiertos, adonde pudiesen dormir con menos cuidado, pues no tenían muros ni
puertas en sus casas, aunque en algunos pueblos habían albarradas y reparos, porque las
guerras eran muy ciertas cada año.‖2534 En las postrimerías de la época colonial,
Francisco Javier Clavijero dedicó un breve apartado a las fortificaciones
mesoamericanas, mencionó que ―para defensa de los lugares usaban de varias especies
de fortificaciones, como murallas y baluartes con sus parapetos, estacadas, cosos y
trincheras‖, describió algunos asentamientos que tuvieron este tipo de arquitectura, e
hizo mención que ―pero las fortificaciones más singulares de México eran sus mismos
templos, especialmente el Templo Mayor, que parecía una especie de ciudadela.‖2535
2531
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena…, Óp. Cit., 177178.
2532
El presente análisis historiográfico no pretende ser exhaustivo, y sólo mencionamos a algunos de los
autores más representativos.
2533
Hernán Cortés, Nuño de Guzmán y Bernal Díaz del Castillo hacen constante mención a estos
elementos. Vide infra donde citamos algunos pasajes.
2534
MOTOLINIA, TORIBIO. Historia de los indios de la Nueva España. Relación de los ritos antiguos,
idolatrías y sacrificios de los indios de la Nueva España, y de la maravillosa conversión que dios en ellos
ha obrado. Estudio crítico, apéndices, notas e índice de Edmundo O‘Gorman. 4ª Edición. México,
Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 129), 1984, Trat. III, Cap. XVI, P. 185.
2535
CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México, Óp. Cit., Libro VII, Cap. 26, Pp.
228-229.
585
En la segunda mitad del siglo XIX, Adolph Francis Adolphus Bandelier publicó
su trabajo clásico ―On the art of war and mode of warfare of the ancient mexicans‖
(1877), dónde revisando muchas fuentes coloniales de los siglos XVI y XVII, estudió
varios temas del militarismo mexica, incluyendo la cuestión de las fortificaciones. Así
identificó que los pueblos del México antiguo usaban como elementos defensivos
empalizadas, plataformas de tierra o piedra coronadas con parapetos, elevaciones
naturales, y los basamentos piramidales de los templos.2536 Estas observaciones
supusieron un gran avance en el estudio de las fortificaciones del México prehispánico,
aunque habría que esperar varias décadas más, hasta que las exploraciones
arqueológicas proporcionaran más información.
Pedro Armillas escribió en 1948 uno de los primeros textos que abordaron la
cuestión de las fortalezas en el México prehispánicos en las distintas subáreas, el Norte
de México, el Occidente, el Centro, la costa del Golfo, la Mixteca y el área maya,
analizando la información histórica y arqueológica conocida en ese momento. Después
de haber revisado toda la información, mencionó que aún quedaba mucha información
histórica y arqueológica por revisar, y el pendiente que deberían atender las futuras
investigaciones: ―Hemos visto diferentes tipos de fortificación: palenques, población en
puntos fuertes, ciudades amuralladas, sistemas de fortificaciones fronterizas, defensas
de albarradas en cerros aislados. Un problema pendiente es precisar las diferencias
regionales y el origen y orden de aparición en Mesoamérica de los diferentes tipos.‖2537
En otro trabajo posterior de 1951, profundizó en el tema de las fortificaciones
prehispánicas en Mesoamérica, desde El Salvador hasta Zacatecas. Así mencionó que
los asentamientos del periodo anterior al siglo X de n. e., se encontraban en lugares
llanos difícilmente defendibles, sin ninguna preocupación por la defensa; pero que a
partir de ese siglo de crisis, las sociedades indígenas siguieron una tendencia militarista,
por lo que los nuevos asentamientos se emplazaron en lugares elevados de fácil defensa,
y se fortificaron con murallas, empalizadas, fosos, parapetos y vegetación espinosa.
Después de haber mencionado diversos sitios fortificados de las diferentes regiones
mesoamericanas, sintetizo los datos disponibles en ese momento sobre la época
prehispánica:
―a) las empalizadas tenían una distribución separada. Hacia el oriente, la región de las
Tierras Bajas mayas y Huauchinango; hacia el occidente, Taximaroa y la planicie costera
de Sinaloa; b) los asentamientos en lo alto de cerros y mesetas eran frecuentes en todos los
distritos montañosos y la fortificación de colinas aisladas era una práctica de guerra muy
frecuente; c) las ciudades (o secciones de ciudades) amuralladas a nivel del suelo son
conocidas en el centro de México y en Yucatán; d) los extensos sistemas de fortificaciones
fronterizas coinciden con las unidades políticas más grandes y más integradas: el imperio
2538
mexica, Tlaxcala y Michoacán.‖
Ángel Palerm realizó un breve estudio donde expuso algunas notas sobre las
fortalezas mesoamericanas desde el Epiclásico hasta la conquista. Haciendo uso de
fuentes materiales y escritas, diferenció tres casos donde están presentes construcciones
defensivas: 1) los poblados fortificados, aquellos asentamientos que contaban con
2536
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, Óp. Cit., Pp. 75-77 y 116.
2537
ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, en: Cuadernos Americanos. México, septiembreoctubre, 1948, vol. VII, núm. 5, P. 163.
2538
ARMILLAS, PEDRO. ―Fortificaciones mesoamericanas‖, en: ROJAS RABIELA, TERESA
(Editora). Pedro Armillas: Vida y obra. México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto
Nacional de Antropología e Historia-Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología
Social, 1991, T. I, Pp. 233-250.
586
sistemas defensivos tales como murallas, fosos, albarradas, parapetos, piedras, espinas,
troncos, etcétera, aprovechaban el terreno al ser construidos cerca de cuerpos de agua,
tales como lagunas o ríos, y accidentes topográficos, sobre los cerros o peñas, así como
una red de baluartes alrededor del centro principal; 2) los poblados ―abiertos‖, aquellos
que se encontraban en lugares de difícil defensa, sin protección natural. Palerm dio
varias explicaciones de la existencia de estos poblados abiertos en un periodo de
constante guerra, de los cuales rescatamos el más importante: el grado de organización
político-militar y extensión del territorio controlado. Es decir, que estos sitios eran las
cabeceras de entidades políticas lo suficientemente fuertes como para no tener
necesidad de contar con un sistema defensivo propio, sino situarlo en las fronteras de su
área de influencia efectiva. La ausencia de esta organización fuerte, estaría íntimamente
relacionada con entidades territoriales pequeñas (poblados fortificados), sociedades
militarmente débiles, así como la forma de hacer la guerra contra adversarios con una
organización económica-política y modus vivendi diferente. Los ejemplos serían las
redes de fortificaciones de los Estados existentes a la llegada de Cortés, por ejemplo
Tlaxcala, Iztacamaxtitlán, Cempoala, Cholula y la frontera tarasco-mexica; y 3) los
templos y fortalezas. Pálerm interpretó que en la iconografía de los códices nahuas,
cuando quería representarse la conquista simbólica de un poblado con la destrucción del
teocalli o templo, esta no solo era una representación glífica que significaba la
ocupación de un lugar, si no que literalmente, un lugar no podía considerarse
conquistado hasta que no se tomara el templo principal, último reducto de los
defensores. Pálerm aclaró que esto no significa que todos los templos hayan sido
fortalezas, o que desde su construcción se erigieran con este fin, pero en las crónicas de
la conquista y escritos posteriores abundan ejemplos de cómo los defensores se hacían
fuertes en los templos. El empleo de los templos como fortalezas estaba bastante
generalizado por lo menos en el Centro de México.2539
A partir de las exploraciones arqueológicas llevadas en las siguientes décadas en
los diversos sitios a lo largo del país, se ha podido recabar más información sobre los
sistemas defensivos en los asentamientos prehispánicos, en especial en el área maya,
donde existieron continuos conflictos entre las diversas unidades políticas existentes
después del Clásico. Para el Centro de México también se han logrado avances para
comprender los conflictos entre los diversos asentamientos que lucharon entre sí por el
dominio de la región después de la caída de Teotihuacán. Las subáreas mesoamericanas
del Centro de México y el área maya han recibido atención por diversos factores ya
mencionados, pero en el caso del Occidente de Mesoamérica, no se ha corrido con tanta
suerte. Además la problemática de las fortificaciones en esta subárea no ha sido
abordada desde posturas teóricas que permitan su estudio, ya que no se ha podido tener
una idea sobre la forma de combate de los pueblos indígenas prehispánicos que la
habitaron. Así desde la arqueología, se espera encontrar complejos sistemas de
arquitectura defensiva, cuando por las fuentes sabemos que, al menos para el caso
tarasco, estos elementos se encontraban en las fronteras, donde se practicaba un tipo de
guerra particular para cada caso, y dónde los tarascos hicieron uso de la topografía y
cuerpos de agua como elementos defensivos para resguardar el territorio conquistado de
amenazas externas; a esto hay que recordar que los límites territoriales del Estado
tarasco no son definidos de forma clara en las fuentes.
2539
PALERM, ANGEL. ―Notas sobre las construcciones militares y la guerra en Mesoamérica‖, en:
Anales. Instituto Nacional de Antropología e Historia-México, Secretaría de Educación Pública, 1956,
Tomo VIII, (núm. 37 de la colección), Pp. 123-134.
587
¿Existió una poliorcética mesoamericana?
Existen abundantes restos arqueológicos y referencias documentales, de en qué en el
México antiguo existieron lugares acondicionados para su defensa, así como elementos
arquitectónicos con fines defensivos, por lo que se puede hablar de una tradición
prehispánica de defensa de lugares. El método que permite el estudio a fondo de este
tipo de elementos y construcciones es la poliorcética, palabra de origen griego que
proviene del vocablo ―πολιορκητική poliorkētikḗ.‖, y la RAE la define como ―arte de
atacar y defender las plazas fuertes.‖2540 El estudio de éste conocimiento se remonta a la
Poliorcética. Comentario táctico sobre cómo deben defenderse los asedios, nombre de
un tratado militar atribuido a Eneas el Táctico (ca. siglos V-IV a. de n. e.), y redactado
hacía el 360 a. de n. e.; en el se fundaron las teorías militares de asedio y defensa de la
antigüedad clásica y el cuál ―es el primer tratado sobre táctica militar no sólo de la
literatura griega, sino también de la literatura universal. Además, sentó las bases de una
tradición de escritos técnicos sobre el arte de la guerra que tomaron como modelo la
obra del Táctico, con un importante desarrollo en la época romana y bizantina,‖2541
aunque el sitio de fortalezas ya se efectuaba en el mundo mesopotámico siglos antes.
El estudio histórico de esta ciencia ha tenido abundantes frutos en el Viejo
Mundo, tal es el caso de la historiografía ibérica. Es conocido que se puede caer en
interpretaciones erróneas, cuando se trata de aplicar una teoría o método a una realidad
ajena a la que fue concebida, sin antes hacer un análisis crítico, o sí es viable o no su
uso en una determinada investigación. Todo parece indicar que usar los métodos con los
que se han estudiado los lugares fortificados de los pueblos iberos y celtiberos
proporciona ventajas teóricas, pues se comparten algunas características con las
sociedades mesoamericanas, algunas son: 1) la existencia de sociedades pre-estatales y
estatales en la península ibérica pre-romana; 2) ambas son sociedades pre-industriales;
3) tanto en la península Ibérica pre-romana como en Mesoamérica se desconoció el uso
de ingeniería de asedio; 4) la guerra en ambas áreas culturales tenía un carácter
ritual.2542
Estas ventajas teóricas fueron las que alentaron a algunos académicos a iniciar
los estudios de estas edificaciones con este tipo de metodologías. Uno de ellos es Marco
Antonio Cervera Obregón, quien se plantea las siguientes cuestiones: ―¿Cuál era el nivel
de desarrollo técnico del concepto de la poliorcética en Mesoamérica? Nos preguntamos
si en Mesoamérica debemos hablar de guerras de asedio o no, ¿Cuáles eran las tácticas
tanto de defensa como de ataque? y ¿Cómo poder vislumbrar estos elementos en la
evidencia arqueológica mexicana?‖.2543 Cervera Obregón recomienda revisar los
postulados teóricos y metodológicos de la poliorcética europea del Mediterráneo
antiguo, como punto de partida para el estudio de elementos defensivos en el México
prehispánico. Es menester tener a la mano herramientas teórica-metodológicas que nos
permita investigar este tipo de construcciones de las cuales se sabe muy poco o no hay
2540
ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea].
VELA TEJADA, JOSÉ. ―Introducción‖, en: ENEAS EL TÁCTICO; POLIENO. Poliorcética /
Estratagemas. Introducciones, traducciones y notas de José Vela Tejada y Francisco Martín García.
España, Gredos, (Biblioteca Clásica Gredos núm. 157), 1991, P. 9.
2542
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―¿Podemos hablar de una poliorcética
Mesoamericana?‖, en:
http://arqueomilitar.blogspot.mx/2009/02/podemos-hablar-de-una-poliorcetica.html (Consultado 6 de
marzo de 2018).
2543
Ídem.
2541
588
registro arqueológico de las mismas, tales herramientas nos permitirán acercarnos al
conocimiento histórico de la poliorcética tarasca inserta en el contexto mesoamericano.
―La premisa fundamental de la defensa de un núcleo de población se basa en la
complejidad del sistema defensivo que se opone a un teórico enemigo.‖2544 Desde la
óptica del mundo mediterráneo, los elementos que debía estar presentes en una ciudad
fortificada eran: 1) Oppidum: ―es definido como un poblado fortificado en altura‖; 2)
Proteichisma: ―es el conjunto de obras defensivas, entendiéndose como palizadas,
muros, fosos, etc.‖; 3) Epikampion: ―son aquellas obras de trazado alrededor de una
ciudad que dificultan la utilización de la ingeniería de asedio.‖2545 Cervera Obregón
advierte sobre el uso inexacto de estos conceptos, pero propone que estos están
presentes en Mesoamérica (tal como quedó expuesto en los trabajos de Pedro Armillas y
Ángel Palerm), por lo que son un buen punto de partida, ya que las investigaciones que
han trabajado las fortificaciones no han abordado con profundidad la problemática de
las formas de hacer la guerra ofensiva y defensiva prehispánica.2546
Tocando brevemente estos aspectos teóricos, es hora de saber con qué fuentes
contamos para llevar a cabo este tipo de estudios. La principal fuente con la que
contamos son los mismos sitios arqueológicos que presentan algunas de las
características defensivas que hemos mencionado. La iconografía, poca pero importante,
es otra fuente con la que contamos, ya sea precortesiana o colonial, es fundamental para
conocer las tácticas de ataque y defensa de lugares fortificados. También contamos con
la producción historiográfica y etnográfica que se escribió a raíz de la conquista y que
se extendió por varias décadas, y por supuesto, los estudios arqueológicos actuales que
dan nueva información sobre las sociedades pretéritas.2547 Otro tipo de fuentes son los
diccionarios y gramáticas de lenguas indígenas elaborados por los evangelizadores,
dónde se consignaron algunos vocablos relacionados con los lugares fortificados. Para
el caso tarasco tenemos varios ejemplos de palabras que fueron registradas por los
religiosos para traducir conceptos referentes obras defensivas de lugares:
2544
GRACIA ALONSO, FRANCISCO. ―Análisis táctico de las fortificaciones ibéricas‖, en: Gladius.
Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y vida cultural en oriente y occidente. España,
Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Departamento de Publicaciones -Instituto de Historia
(CSIC)-Instituto Hoffmeyer para el estudio de las Armas, 2000, vol. XX, P. 135.
2545
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―¿Podemos hablar de una poliorcética
Mesoamericana?‖, Óp. Cit.
2546
Ídem.
2547
Ídem.
589
PALABRAS RELACIONADAS CON OBRAS DEFENSIVAS EN EL
VOCABULARIO EN LENGUA DE MECHUACAN DE MATURINO
GILBERTI
Nombre en tarasco
purecuquaro quahta
purecuquaro quatahpero. vel.
erongarini
purecuquaro caratzeyaquaro
purecuquaro qhuangariequa
pahchomacata
ymberaquaqueni
ymberaquaqueri
cueraraquaro quahtaro purecuquaro.
vel. ynchaquarequaro. vel.
nicuqurequaro
eropecha
eropetarahpei
purecuchan cazcuhuani
ymberaqua vanondaquarequa
vanopataquarequa. vel. ymbaraqua
yreta vanopatacata ymberaqua
yreta ymberaqua vanopatacata
ymberaqua
vatzotani
vatzotaqua
vatzotacata
Vatziri
Vatzotani
Vatzotaqua
tzirindani
tzirindaqua
tzirindaqua
tzurumben hatzini. ch[e]canduqua
hatzitspeni
vanopatahpeni purecuquaro
vanopatangacha
Significado en castellano
Fortaleza edificio
Alcayde de fortaleza
Fuente
(G) P. 433
(G) P. 255
Omenaje de torre
(G) P. 255
Omenaje que haze el alcayde de la (G) P. 520
fortaleza
Caua de fortaleza
(G) P. 312
Escalar fortaleza
(G) P. 412
Escalador
(G) P. 412
Guarida para defenderse
(G) P. 444
Guarnicion de gente
Guarnecer fortaleza
Guarnecer gente
Muro de cibdad o villa
Cerca o muro de pueblo
Villa cercada. yreta
Cercada cibdad
Cerca de casa
Cercar de seto la heredad
Cerca assi
Cercada cosa assi
monton de piedras
hazer cerco de palos
cerco assi
Cercar la heredad de estacas o ramos
Cerca assi
Cercada cosa assi
Cercar la heredad de espinas o puas
(G) P. 444
(G) P. 444
(G) P. 444
(G) P. 510
(G) P. 339
(G) P. 622
(G) P. 339
(G) P. 339
(G) P. 339
(G) P. 339
(G) P. 339
(G) P. 185
(G) P. 185
(G) P. 185
(G) P. 339
(G) P. 339
(G) P. 339
(G) P. 339
Cercar los enemigos
Cercados enemigos
(G) P. 339
(G) P. 339
CUADRO 32. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G). Los números corresponden al número de
página de la edición citada. Elaboración propia
Antes de analizar los sistemas defensivos empleados en el México prehispánico,
es necesario clarificar los términos que usaron los conquistadores y cronistas españoles
para referirse a los lugares que los indígenas usaron para la defensa del territorio.
Debido al transcurso del tiempo, el significado de dichos vocablos ha cambiado, por lo
que se puede caer en una interpretación fundamentada en definiciones inexactas. En el
parágrafo de Beaumont con el que iniciamos este apartado, se hace mención por
ejemplo, de ―guarniciones y fuerzas‖, ―guardias‖ y ―presidios‖ en las fronteras tarascas,
haciendo referencia realidades concretas.2548 Cuando Pedro Carrasco analizó la
estructura política territorial de la Excan Tlahtoloyan mexica, hizo referencia a que
2548
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 58.
590
parte del debate sobre las poblaciones militares mexicas en sus las provincias tributarias
y si existía o no un ejército permanente en dichos lugares. Carrasco trajo a colación los
significados de los vocablos mencionados, con lo que sugirió que sí existían
poblaciones dedicadas a tiempo completo de servir militarmente, y que no era necesaria
la existencia de arquitectura defensiva para considerar a una población como
guarnición.2549 Aquí sólo vamos a consignar los significados proporcionados por
Covarrubias y del Diccionario de autoridades. Sobre ―fortaleza‖ se definió en 1611
como
―FORTALEZA, casa, o castillo fuerte. Fortalecer, fortificar v hazer fuerte algun sitio, o
castillo. Fortaleza, en otra sinificacion vale animo, valor, constancia, firmeza, tolerancia,
vigor y fuerça. De manera, que fortaleza se entiende assi por valor del animo, como de las
2550
fuerças corporales.‖
En el Diccionario de autoridades se consignaron más definiciones referentes a
―fortaleza‖:
―FORTALEZA. Se toma asimismo por incapacidad u dificultad de algun sitio, para ser
vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad.‖
―FORTALEZA. Se llama tambien qualquier lugár bien flanqueado y defendido. Dividese
en regular è irregular. Fortaleza reguar es la que tiene todos sus lados y ángulos iguales:
Irregular la que tiene los lados ò ángulos desiguales.‖
―FORTIFICACION. La obra que se levanta para cerrar y defender una Plaza.‖
2551
Sobre ―guarnición‖ Covarrubias lo definició en la entrada ―GVARNECER […]
Guarnicion de soldados, porque guarnan y aseguran la fuerça, o plaça donde estan‖;2552
mientras que en el Diccionario de autoridades una ―GUARNICION. Se llama
assimismo el Presidio de soldados, para defensa y manutencion de alguna Plaza ò
Castillo‖.2553 Sobre el vocablo ―presidio‖, Covarrubias mencionó que ―comunmente
llamos presidio el castillo, o fuerça donde ay gente de guarnicion‖, mientras que en el
Diccionario de autoridades se definió como ―la guarnicion de soldados que se pone en
las Plazas, Castillos y Fortalezas, para su guarda y custodia. Sale del Latino Presidium.
[…] Se toma tambien por la misma Ciudad ò Fortaleza, que se puede guarnecer de
soldados.‖2554 Así pues, una guarnición era el conjunto de guerreros que defendían un
lugar, independientemente si estaba fortificado o no.
Vemos que al momento de describir la realidad indígena, los españoles
utilizaron alguno de los términos mencionados, que dentro del mismo castellano del
siglo XVI eran ambiguos. Sólo por poner un ejemplo, en las descripción de Hernán
2549
CARRASCO, PEDRO. Estructura político-territorial del Imperio tenochca. La Triple Alianza de
Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan. México, Fondo de Cultura Económica-Colegio de MéxicoFideicomiso Historia de las Américas, (Sección obras de Historia), 1996, Pp. 531-533.
2550
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra F, Pp. 411v. Uno de los elementos dados por Covarrubias en la definición de fortaleza es
―casa, o castillo fuerte‖; Gilberti para traducir del castellano al tarasco el concepto ―Fortaleza edificio‖
utilizo los vocablos purecuquaro quahta, que significa ―casa de pelea o guerra‖, de ―Purecuquaro. lugar
de pelea, o guerra‖, y ―Casa. quahta‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 137, 310 y 433.
2551
Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. III, P. 783.
2552
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra G, Pp. 454v.
2553
Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. IV, 92.
2554
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra G, Pp. 595v; T. V, P. 366.
591
Cortes en la campaña de conquista de México-Tenochtitlán, uso palabras como
―fuerza‖, ―fortaleza‖ o ―baluarte‖, para referirse a los lugares desde donde los indígenas
se defendían, tales como cerros, peñoles, templos, conjuntos habitacionales de nobles,
albarradas, acequias, barrancas;2555 lugares que correspondían al significado de
―fortaleza‖ como adjetivo. También hay que agregar que existieron conceptos diferentes
sobre la fortificación dentro de la cultura indígena y española; así por ejemplo, cuando
Nuño de Guzmán mandó edificar la iglesia del Paso de Nuestra Señora de la
Purificación de Santa María (¿Conguripo?), mencionó que ―…se cercó de muro, para
que dentro se pudiesen aposentar quince o veinte de caballo […] me partí, dejando en
aquella fortaleza, que para indios lo es, un español…‖.2556 Estas concepciones sobre
fortificación también dependieron de las posibilidades tácticas de los indígenas o
españoles, en la misma carta, Guzmán mencionó que en un lugar donde se preparó la
batalla, ―…fui a ver el lugar y escuadrón de los indios, que estaba en un cerro pelado y
pedregoso, donde había un que [cu], y a su pensar muy fuertes, aunque se podía subir a
caballo…‖.2557
Los asentamientos tarascos y el uso del territorio como elemento defensivo
Gracias a la información arqueológica e histórica, sabemos que los tarascos preferían
los lugares elevados y escarpados para emplazar sus asentamientos, ya haya sido en las
laderas de los cerros, o sobre las formaciones de origen volcánico conocidos como ―mal
países‖. Los tarascos creían que estas formaciones de piedra, nombradas en tarasco
como petázequa, eran enviadas por el Dios del infierno para que se construyeran los
templos de los dioses principales.2558 Algunos de los asentamientos anteriores a la
formación del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, estaban localizados en zonas
escarpadas; por el estado permanente de guerra entre los señoríos prototarascos, se
puede inferir que estos lugares fueron seleccionados para proporcionar elementos
defensivos a los asentamientos, elemento conocido en la poliorcética clásica como
oppidum. El emplazamiento de asentamientos en elevaciones naturales fue aprovechado
en gran parte del México antiguo, algo que ya había sido notado desde 1877 por
Bandelier:
―En general, la concepción de las tribus de México de la fortificación de algún lugar
consistía en elevarlo por encima del nivel circundante y coronar esa área elevada con un
parapeto de piedra o madera. No está bien claro si la elevación se extendía siempre hasta el
área del asentamiento así encerrado, formando una terraza o plataforma, o si simplemente
constituía un cinturón alrededor de él. Como principal medio de protección recurrían a la
elevación. […] En varios casos encontramos esa idea de construir los pueblos en un
2559
declive, a fin de no tener que proteger artificialmente más que uno o dos lados.‖
Cuando los sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco se encargaron de la educación
del joven Taríacuri, le dijeron todos los lugares donde podía sacrificado si no seguía los
preceptos de traer leña para los templos, uno de esos lugares era Curínguaro, cabecera
del principal señorío rival de los uacúsecha: ―Mira también acá a lo alto, donde está
2555
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, pássim.
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 264-265.
Cursivas nuestras.
2557
Ibíd., P. 272.
2558
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36.
2559
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, Óp. Cit., P. 77. Cursivas originales.
2556
592
Curínguaro, que allí también sacrefican y allí te matarán.‖2560 Taríaran, el principal
asentamiento del otro señorío rival también se encontraba en un lugar elevado; Taríacuri
fue con Zurumban, señor de dicho pueblo, a buscar una nueva esposa, se menciona que
él puso mujeres por si en caso de emborracharse, no se despeñara Taríacuri: ―ves aquí
tus madres, para cuando te dieren a beber vino, porque hace quitar el sentido y
desatienta: que hace andar como loco el vino a quien lo bebe y aquí es lugar
despeñadero; porque no cayas y te despeñes, éstas te guardarán y mirarán dónde
vas…‖.2561 Pátzcuaro, principal asentamiento uacúsecha en vida de Taríacuri, también
estaba erigido en una elevación que proporcionaba ventajas tácticas para su defensa. El
lugar fue encontrado por Uápeani II y Pauácume II, hecho monte, con un cerrillo, y
donde había peñas que fueron identificadas con dioses chichimeca-uacúsecha. En la
instrucción enviada por Felipe II para la elaboración de los documentos conocidos como
Relaciones Geográrficas, la pregunta 32 pedía contestar la existencia de ―las fortalezas
de los dichos pueblos, y los puestos y lugares fuertes e inexpugnables que hay en sus
términos y comarca‖; para el caso de la ciudad de Pátzcuaro, erigida sobre el
asentamiento prehispánico, se mencionó que ―el sitio y puesto desta dicha ciudad es
muy fuerte, especialmente p[ar]a los naturales y gente de a pie, porque, como dicho es,
está en una cordillera larga de sierras y arcabucos, [a] donde con dificultad se puede
subir a caballo.‖2562 Además en los lugares elevados es en donde se colocaban las
atalayas. De acuerdo a la definición de Covarrubias,
―ATALAYA, lugar alto, desde el qual se descubre la campiña, los que assitten en ellas,
tambien sse llaman atalayas. Estos dan auisos con humadas de dia y fuegos de noche, si ay
enemigos, o si està seguro el campo. La ley 10. titulo 26. part. 2. dize assi: Atalayas son
llamados aquellos omes [hombres] que son puestos para guardar las huestes de dia,
veyendo los enemigos de lexos (i vinieren, de guisa, que puedan apercebir los suyos que se
guarden, de manera que no prezcan, y por esso son llamados escusados. Esto es manera de
guerra que tiene gran pro, capor yn saben mostrar, quantos son los enemigos que van, o
vienen, e en que manera. Estas atalayas son vnas torrezillas puestas en algunos lugares altos
2563
y dificultosos de subir a ellos.‖
Esta definición concuerda con el sentido que se da a la palabra ―atalaya‖ en la
RM. El uso de vigías en lugares elevados para observar el territorio es un aspecto
presente en todas las sociedades humanas. Entre los elementos en que reparó Eneas el
Táctico en su tratado sobre la defensa de ciudades, fue el de los vigías precisamente:
―Hay que estacionar también delante de la ciudad guardias diurnos en un lugar elevado y
visible desde la mayor distancia posible; en cada puesto deben vigilar, al menos tres
hombres, no tomados al azar, sino expertos en el arte de la guerra, para evitar que, al
imaginar peligros por su ignorancia, den una señal o envíen un mensajero a la ciudad, e
inquieten en vano a sus habitantes. Esto suele suceder a quienes carecen de experiencia en
formaciones militares y en el arte de la guerra, pues desconocen si las operaciones y
movimientos del enemigo son premeditados o producto del azar; por el contrario, el
soldado experimentado, después de haber sabido interpretar el significado de los
preparativos del ejército enemigo, su número, sus rutas de marcha y demás movimientos,
transmitirá informaciones veraces.
Si no se cuenta con unos emplazamientos desde los que se puedan enviar señales a la
ciudad, deben situarse en diferentes puntos puestos de transmisión para que hagan llegar a
2560
RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 77, P. 45. Cursivas nuestras.
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, ff. 94-94v, Pp. 79-80. Cursivas nuestras.
2562
MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ.
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 202.
2563
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra A, P. 99v. Cursivas originales.
2561
593
la ciudad las señales recibidas. Los guardias diurnos han de ser también veloces para que
puedan llegar enseguida y comunicar el mensaje desde la mayor distancia posible, en
aquellas circunstancias en las que no resulte posible transmitir las señales pero sea
imprescindible que alguno de ellos lleve el mensaje. […] Hay que dar a los guardias
diurnos la orden de enarbolar de vez en cuando las señales convenidas, de manera similar a
2564
como alzan las antorchas durante la noche los portadores de las señales de fuego.‖
Los cuerpos de agua como lagos, ciénegas y ríos también fueron elementos
naturales usados como elementos defensivos. Cuando los mexicas se asentaron en el
islote donde fundaron Tenochtitlán, está posición proporcionó ventajas tácticas
iniciales, al ser un lugar aislado y protegido naturalmente en medio del lago.
Torquemada mencionó que:
―...vinieron a conocimiento [los de la ribera] de que en medio de estas aguas habían algunas
gentes pobladas; aunque deseaban saber quiénes fuesen, no se atrevían por respeto de estar
en medio de las aguas (que entonces era esta laguna dulce muy honda) y por no atreverse a
entrar en ella por no saber modo de poder salir. Pero vinieron a entender que eran los
mexicanos los que allí se habían rancheado y hecho su población; y aunque muchas veces
2565
quisieron hacerles guerra, no osaban por la razón dicha.‖
Y durante el sitio de México-Tenochtitlán, Cortés se refirió al lugar donde estaba
asentada la capital mexica como ―la fortaleza grande que tenían en el agua.‖ 2566 El uso
de islas para emplazar asentamientos, y aprovecharlas para la defensa, también es
mencionado en la RM. En los sermones que los sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco
daban a Taríacuri de niño, mencionaban las islas del lago de Pátzcuaro de Jarácuaro y
Pacandan, cabeceras de otros dos señoríos rivales de los uacúsecha. Si bien la calidad
insular de estas dos cabeceras proporcionaba ventajas tácticas contra los enemigos,
corrieron la misma suerte que México-Tenochtitlán, pero en la época prehispánica.
Estos dos señoríos dependían de las sementeras y bosques de tierra firme para el
sustento de la población. Taríacuri cercó Jarácuaro ocupando sus pueblos sujetos al sur
de la cuenca, por lo que Carícaten, señor de la isla, tuvo que pedir ayuda a los otros
señoríos de Taríaran y Curínguaro para derrotar a los uacúsecha. Pacandan sufrió una
guerra de desgaste igual, que la dejó a merced de los enemigos. Parte de la población
isleña fue a subordinarse voluntariamente a Taríacuri, y finalmente formaron parte de la
expansión tarasca hacía los cuatro rumbos del mundo. En la época del Tzintzuntzan
Irechequa, Tzitzíspandácuare y sus sucesores, emplazaron parte del tesoro de oro, plata
y plumas ricas en varias islas del lago de Pátzcuaro, probablemente aprovechando el
carácter insular para protegerlo de hurtos.
La antigua península dónde se localizan los asentamientos prehispánicos de
Tzintzuntzan e Ihuatzio, también tenía la ventaja de haber estado rodeada por el agua
del lago de Pátzcuaro en tres de los cuatro puntos cardinales, y Tzintzuntzan de estar en
medio de dos elevaciones importantes, los montes Puréperio (actual cerro Yahuarato, al
Este) y Taríacaherio (actual cerro Tariaqueri, al Oeste). Esta cualidad defensiva de la
península se desprende de un documento que mandó realizar Vasco de Quiroga, para
justificar el traslado de la sede catedralicia, uno de los testigos españoles, Pedro
2564
ENEAS EL TÁCTICO. ―Poliorcética‖, en: ENEAS EL TÁCTICO; POLIENO. Poliorcética /
Estratagemas. Introducciones, traducciones y notas de José Vela Tejada y Francisco Martín García.
España, Gredos, (Biblioteca Clásica Gredos núm. 157), 1991, Cap. VI, Pp. 41-43.
2565
TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. I, Lib. II, Cap. XI, Pp. 133-134.
Corchetes y cursivas nuestros.
2566
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de
1522], P. 136. Cabe advertir que aquí y en otras partes de las Cartas de relación, ―fortaleza‖ debe
entenderse como adjetivo y no como sustantivo.
594
Moreno, contestó a la pregunta de cómo era mal sitio Tzintzuntzan y mejor Pátzcuaro, y
como vio en ―Pasquaro muy mayores edificios de cúes que no en este sitio [de
Tzintzuntzan], y que sabe que allí [en Pátzcuaro] tenía el Cazonci su casa principal de
su vivienda, y que este sitio [de Tzintzuntzan] no lo tenía el dicho Cazonci sino para
venirse a él a negocios y como manera de fuerza aunque no lo es más de que por el
agua que le cerca…‖.2567. Probablemente este principio defensivo también haya
operado en el asentamiento prehispánico de Cuitzeo, que se localizaba en una península
del lago homónimo. Los lugares pantanosos a pesar de poder ser transitados a pie,
dificultan la marcha de tropas, por lo que tácticamente no son los mejores terrenos por
donde debe cruzar un ejército, y pudieron ser aprovechados como elementos naturales
de defensa; el mejor ejemplo lo encontramos en la cuenca de Zacapu; siglos antes de la
era uacúsecha, los asentamiento de las ―Lomas‖ también tenía un carácter insular,
quizás aprovechando esta situación como elemento defensivo.2568 Para 1525 se tiene
constancia que en los vecinos señoríos de Jalisco, los indígenas de Atitlán, pueblo
cercano a la cuenca de la laguna Magdalena, estaban en un peñol ―que le cerca la laguna
[…] y esta gente que está en este peñol es de la cabecera [de Etzatlán] que por miedo de
las guerras se metieron dentro, y tienen sus labranzas fuera en la tierra…‖.2569
Durante la campaña de conquista de la futura Nueva Galicia, Nuño de Guzmán
describió el pueblo de ―Cuisco‖ (Cuitzeo-Ocotlan) en la cuenca de Chapala, como un
asentamiento muy poblado y atravesado por el río Santiago; cuando éste afluente se
desbordaba, se creaban varios islotes que eran usados para la defensa,2570 tal como lo
describió Guzmán:
―Y quando al lugar llegué, donde toda la gente estaba andando asentado el real, dieron al
arma y salí el dicho río abajo, y tomé muchos indios, niños y mugeres que se iban huyendo,
y se hechaban a nado al río para pasarse de la otra parte, a la mano derecha, saliendo del
lugar que daba una isleta en el río, donde se habían acogido hasta trescientos indios de
guerra, de donde había salido el arma. Y yendo en seguimiento de los otros, sabiendo que
allí estaban hechos fuertes, envié al Veedor que fuese allá, y llegándose, comenzaron a
defender muy reciamente, pensando que estaban seguros con estar cercados de agua y,
aunque el agua hera bien alta que cubría las sillas de los caballo, entró el Veedor con
algunos de caballo y el capitán Vázquez, que es de infantería, con algunos ballesteros, y no
―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre de
1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice X, P. 447.
Cursivas nuestras. A finales del siglo XIX, Nicolás León mencionó sobre las yácatas de Tzintzuntzan que
―en nuestro concepto, estos monumentos eran templos y á la vez lugares de defensa ó fortificación…‖.
LEÓN, NICOLÁS. ―Las yácatas de Tzintzuntzan‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora);
MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano
(Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, P. 54. Gracias a las exploraciones arqueológicas, Helen Pollard mencionó que ―no hay evidencia de
ninguna fortificación dentro de los asentamientos, o murallas, fosos o cuerpos de guardia en los
alrededores de la ciudad [Tzintzuntzan]. Tampoco se conoce alguna estructura fortificada. La localización
del asentamiento entre las montañas Tariácuri y Yaguarato pudo servir para una función defensiva.
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Lugares centrales y ciudades en el núcleo del Estado tarasco‖, en:
SANDERS, WILLIAM T.; MASTACHE DE ESCOBAR, ALBA GUADALUPE; COBEAN, ROBERT
H. (Editores). El urbanismo en Mesoamérica. México, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaUniversity Park: The Pennsylvania State University, 2003, T. I, Pp. 362-364.
2568
ARNAULD, CHARLOTTE, CAROT, PATRICIA, FAUVET-BERTHELOT, MARIE-FRANCE.
Arqueología de las Lomas en la cuenca lacustre de Zacapu, Michoacán, México, Óp. Cit., Pp. 22-23.
2569
CORIA, DIEGO DE. ―Visitación que se hizo en la Conquista, donde fue por capitán Francisco
Cortés‖ [1525], en: ―Nuño de Guzmán contra Hernán Cortés, sobre los descubrimientos y conquistas de
Jalisco y Tepic, 1531‖, Boletín del Archivo General de la Nación. México, T. VIII, núm. 4, OctubreNoviembre-Diciembre, 1937, Pp. 558-559.
2570
GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. Comunicación personal.
595
por esto dejaban de defender quanto podían, y resistir la entrada, porque hera alta la salida.
Y estubieron más de dos horas peleando, que nunca los pudieron romper, defendiendo la
entrada con sus arcos y flechas y espadas y palos, a los ballesteros. Al fin le entraron, y
2571
hirieron al capitán…‖.
Los ríos son cuerpos de agua que han sido utilizados como marcadores de límites
territoriales, por muchas culturas alrededor del mundo y a lo largo del tiempo; también
se han aprovechado como elementos defensivos, ya que si bien un pequeño contingente
de hombres pude cruzar un río pasando inadvertidos, un ejército de varios cientos o
miles de hombres, por las cuestiones logísticas de preparativos, como el transporte
acuático, es algo tardado y que llama bastante la atención. Al momento de su mayor
expansión territorial del Tzintzuntzan Irechequa, en una parte de la frontera con los
mexicas, y la frontera norte hasta el lago de Chapala, la principal barrera natural fue el
río Lerma. En la frontera sur, el río Tepalcatepec y sus afluentes, servían como barreras
contra posibles ataques de los pueblos no dominados de forma efectiva de la Sierra
Madre del Sur. En la frontera con los mexicas, al sureste, la cuenca del río Balsas era
una de las principales defensas naturales de la frontera tarasco-mexica, muchos
asentamientos y guarniciones, se construyeron en las orillas para aprovechar su valor
táctico de defesa; en otras regiones el curso del río Balsas atraviesa acantilados que son
inexpugnables y se convirtieron en barreras naturales.
La topografía abrupta misma del terreno ha conformado los límites territoriales y
fronteras de muchas sociedades alrededor del mundo en distintas épocas. En el caso
tarasco-mexica, las sierras y bosques localizados entre Michoacán y el Estado de
México fueron factores que ayudaron a conformar las guarniciones de la frontera y
aprovechar las elevaciones para colocar atalayas para observar el movimiento de tropas
enemigas. En la frontera suroeste del Tzintzuntzan Irechequa, en la Sierra Madre del
Sur, fue la región donde habitaron los pueblos de la costa michoacana, que en ocasiones
eran víctimas de ataques por parte de los tarascos que buscaban tributos.
Obras defensivas prehispánicas michoacanas en la época tarasca
Para el caso Michoacano, contamos con muy pocas referencias documentales de sitios
prehispánicos fortificados. En las Relaciones Geográficas de Michoacán, la pregunta 32
pedía contestar que se describieran ―las fortalezas de los dichos pueblos, y los puestos y
lugares fuertes e inexpugnables que hay en sus términos y comarca‖, no fue contestada
o se hizo mención que no había lugares que pudieran servir como fortificación.
Desconocemos por qué no se contestó esta pregunta en las diversas Relaciones
Geográficas del territorio tarasco, a pesar de que en lugares como Cutzamala, se
mencionó una guarnición de 10,000 hombres, no se hizo alusión a arquitectura
defensiva. Debemos recordar que la arquitectura defensiva tarasca entraría dentro de la
tipología propuesta por Pedro de Armillas y Ángel Palerm, de extensos sistemas de
fortificaciones fronterizas coincidentes con los límites territoriales de las unidades
políticas más grandes y más integradas, como lo sería el Tzintzuntzan Irechequa; el
hecho de que no se encuentren lugares fortificados dentro del territorio tarasco, como la
capital Tzintzuntzan, es porque era una entidad política con el suficiente poder
económico y militar para mantener a los enemigos en las fronteras, y en caso de
invasión, podían construir distintos tipos de elementos defensivos menos complejos
para emboscar al enemigo. Varios de los lugares que fueron frontera con los mexicas no
2571
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 269-270.
596
fueron consignados en las Relaciones Geográficas. Puede ser que los funcionarios
españoles encargados de elaborar estos documentos, hayan tenido en mente
fortificaciones de tipo europeo, o para la década de 1580 ya habían desaparecido estas
estructuras (por ejemplo por haber sido reutilizando el material para otras
construcciones), pero sí percibieron que la topografía podía servir como elemento
defensivo; así Francisco Montes de Oca, corregidor de Tiripetío, contestó a la pregunta
32 de la instrucción:
―En este pueblo, y en su comarca, no hay cosa fuerte, ni inexpugnable de fortaleza, sino son
las sierras, que muchas de ellas son muy altas, como las dos dichas: la una de los
chichimecas, y la otra de la señora. Otras hay, pero ninguna de ellas es para que se pueda
conservar gente ni fortaleza; lo uno, porque en tiempo de aguas siempre está lloviendo en
ellas, y lo otro, porque en tiempo de frío están llenas de nieve, y en ellos no hay
bastimentos silvestres ni frutales de tierra, y están desviados de los pueblos. Y así, por
ninguna ocasión se acogerían a ellas para fortalecerse, no para hacer fuerte ni fortaleza para
guardar de españoles, de manera que no hay cosa ni para tener, ni para que hacer fuerza ni
2572
fortaleza. No hay más qué decir en este capítulo.‖
En esta respuesta se observa las concepciones diferentes sobre elementos
defensivos; que no son lugares idóneos para construir fortalezas para guardar españoles,
es decir, arquitectura defensiva de tipo europeo, pero sí se menciona el valor táctico de
los cerros cercanos. Otros datos interesantes es la mención de que los cerros no eran
lugares apropiados para guarnecer tropas en la época de lluvias e invierno, lo cual
podemos entender sí recordamos que la guerra a gran escala no era practicada en esta
época del año durante la época prehispánica.2573
En la Relación Geográfica de Temazcaltepec y Tuzantla, se mencionan
fortificaciones de la región, que en la época prehispánica era frontera tarasco-mexica,
contestando a la pregunta 32 de la instrucción. Del lado mexica se mencionan dos
fortificaciones:
―Tiene Texcaltitlan, por fortaleza, un risco grande de peña tajada, [a] donde se sube por una
pequeña entrada. Y, en lo alto, tiene algunos manantiales de agua du[l]ce, los cuales se
consumen en lo alto de las mismas peñas, y hay leña. En su gentilidad, les servía de fuerte,
para defenderse de los indios tarascos contrarios. Dicen [que] tendrá un tiro de arcabuz de
ancho el d[ic]ho cerro o risco. Y Texupilco tiene otra fuerza, que es otro risco muy alto de
peña tajada, que se llama Tlapi[tz]altepeque, que asimismo les servía de fuerte y defensa
contra los mismos indios tarascos. Y, con ser tierra caliente, en lo alto dél hay muchos
2574
pinos y es tierra fría, y es casi inexpugnable.‖
Para el caso tarasco en la región de Tuzantla, también contestando a la pregunta
32, se mencionó el sistema defensivo, pero no se hizo con tanta prolijidad:
―No tienen fuerte ninguno. Antiguamente, se solían defender de sus contrarios en unas
2575
sierras altas [en] donde hacían unos cercados, y de allí salían a pelear.‖
2572
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., Pp. 65-66.
Cursivas nuestras.
2573
Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca
prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación.
2574
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [1 de
diciembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp.
Cit., T. II, núm. 7, P. 152. Cursivas y corchetes originales.
2575
COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS,
DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor).
597
Desconocemos porque Diego de las Roleas no describió con tanto detalle las
obras defensivas del lado tarasco; probablemente consideró que se podía extrapolar la
información del lado mexica por tener sistemas defensivos similares, o conocía mejor la
región de Temazcaltepec que la de Tuzantla. Pero el dato de que los antiguos pueblos
michoacanos hacían uso de ―unas sierras altas en donde hacían unos cercados‖ para la
defensa es fundamental, pues este tipo de obras defensivas o Proteichisma, son
mencionadas en otras fuentes coloniales. ―El propósito de la elaboración de estos cercos
fue impedir el acceso, aunque se ha documentado que por lo general este tipo de
construcciones no perduran con el paso del tiempo.‖2576 En un documento sobre la
demarcación de los obispados de Michoacán y México en 1535, Pedro Cuiniarángari,
gobernador de los indígenas de Michoacán declaró que ―…los términos de esta
provincia / de mechuacan hacia la parte e / camino de Yztlavaca llegan los / dichos
términos a una albarrada / que esta hecha de piedra dos leguas / de esta parte del pueblo
de Iztlavaca / y que aquellos an tenido e / tienen por términos e tierra desta / dicha
provincia de mechuacan…‖.2577 Este tipo de albarrada servía como mojonera entre los
las entidades políticas tarasca y mexica. Sin embargo, Silverstein cree que también
tuvieron usos defensivos, en la región fronteriza de Tierra Caliente:
―En la cuenca del Río Palos Altos, entre la línea de colinas controlada por los tarascos y la
línea azteca fortificada, había una tierra de nadie que parece haber quedado abandonada
porque la intervención imperial en el área causó un incremento en la militarización. Tengo
la teoría que un muro de 3 km de largo descubierto en esta tierra de nadie parece haber sido
una construcción chontal cuyo fin habría sido proteger las importantes tierras productoras
de algodón y cacao. En uno de los extremos del muro se observó una distribución de
artefactos, lo que sugería que allí se había peleado una batalla prehispánica. Esta
fortificación puede haber sido un intento por parte de los chontales, ya sea independiente o
apoyado por uno u otro de los imperios, para asegurar las tierras vulnerables aunque fértiles
de la cuenca del río. Finalmente, los habitantes chontales abandonaron esta región y la
cambiaron por el borde oriental montañoso de su provincia, donde construyeron una
fortaleza y se incorporaron a la línea defensiva azteca. El descubrimiento de esta fortaleza
2578
chontal en Ixtepec resuelve parte de la cuestión acerca del destino de los chontales.‖
Es probable que una cerca o parapeto estén representados en la lámina XXIII de la
RM: en el centro de la imagen, se ve a un guerrero herido por una flecha debajo del
brazo izquierdo y caído en el suelo, su sistema de armamento se compone de arco y
flechas. Se encuentra herido sobre el camino del pueblo, frente al él, hacía la derecha, se
ve un objeto obscuro que podría ser un parapeto para defender el camino; al otro lado
del objeto se encuentra otro guerrero, también con arco y flecha, que al parecer fue el
que hirió al primero. La lámina ilustra la expansión de la alianza chichimeco-isleña
sobre los territorios alrededor de la cuenca de Pátzcuaro.
El uso de lugares elevados como cerros, peñoles o quebradas, fortificados con
elementos defensivos como cercas de piedra, empalizadas, paramentos, fosos,
Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 161. Cursivas nuestras, corchetes
originales.
2576
MEDRANO ENRÍQUEZ, ANGÉLICA MARÍA. Arqueología del conflicto. La Guerra del Mixtón
(1451-1542) vista a través del peñol de Nochistlán. México, Taberna Libraria editores, 2012, P. 96.
2577
―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y distritos de sus
obispados‖ [1544], AGI, Justicia, legajo 1009, f. 225; Agradecemos enormemente al Mtro. René Becerril
Patlán por habernos facilitado la trascripción de este fragmento del documento.
2578
SILVERSTEIN, JAY E. ―Un Estudio de la Frontera Azteca-Tarasca del Posclásico Tardío en el Norte
de Guerrero, México: El Proyecto Oztuma-Cutzamala, 1998‖. Traducido del Inglés por Alex Lomónaco,
Pp. 7-8, en: http://www.famsi.org/reports/97014es/97014esSilverstein01.pdf (Consultado 31 de agosto de
2018).
598
plataformas, o vegetación espinosa, fue muy común en las sociedades indígenas
americanas antes y después de la llegada de los europeos. El uso de este tipo de
fortificaciones temporales fue nombrado por los españoles como ―empeñolamiento‖, ya
que durante la conquista del continente o durante las rebeliones, especialmente durante
la conquista del norte de la Nueva España, los indígenas ocuparon formaciones rocosas
elevadas y abruptas para refugiarse de los conquistadores e implementar la guerra de
guerrillas.2579 Para el caso del México y Centroamérica prehispánicos, hay restos
arqueológicos, testimonios escritos, y abundantes representaciones pictográficas de este
tipo de fortificaciones.2580
Las fuentes pictográficas sobre el empeñolamiento son muy abundantes, tanto de
origen prehispánico como de la época colonial, y de autores indígenas o españoles. En
una de las fojas de la Historia Tolteca-Chichimeca, está representado el ataque a un
cerro fortificado con una cerca de piedra y magueyes, los defensores están
defendiéndose desde la cima con arcos, flechas y armas cuerpo a cuerpo, mientras los
atacantes hacen lo mismo desde abajo.2581 En otras representaciones del Centro de
México, es muy común la representación de un asentamiento con el glifo de altepetl o
―montaña de agua‖, donde un personaje posado en el glifo, lo defiende desde las alturas
del atacante. En el Códice Fernández Leal, está representada una gran batalla donde un
ejército está asediando un cerro fortificado, representado como un glifo de altepetl, pero
en la parte superior izquierda, está cortado con cuatro terrazas con parapetos, con cuatro
guerreros en cada una defendiéndose con escudos y macanas. 2582 En el Códice
Telleriano-Remensis abundan las representaciones de guerreros defendiendo su altepetl,
además se menciona que los mexicas en 1511 sujetaron el pueblo de Ycpaltepec, y por
estar en un peñol agro, subieron con escaleras, mientras el guerrero defensor tiene la
mano derecha levantada con una piedra. También se ilustró el levantamiento chichimeca
del Mixtón y lugar donde se empeñolaron en 1541, una elevación rodeada con un río y
con cercas de piedra.2583 En una de las láminas del Códice Durán, está representada en
primer plano una batalla entre españoles e indígenas, en segundo plano hay dos peñoles
donde hay guerreros indígenas armados con arcos, flechas, jabalinas, macuahuitl y
escudos.2584
En un mapa de la Nueva Galicia elaborado por el licenciado Hernando Martínez
de la Marcha en 1550, están representados los peñoles del Teul, Mixtón, Juchipila,
Nochistlán y Coyria, que usaban los chichimecas para refugiarse, fortificados con una,
2579
Para una visión general y breve de la guerra chichimeca véase RUIZ GUADALAJARA, JUAN
CARLOS. ―Capitán Miguel Caldera y la frontera chichimeca: entre el mestizo historiográfico y el soldado
del rey‖, en: Revista de Indias, España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2010, 2010, vol.
LXX, núm. 248, Pp. 23-58.
2580
Para referencias de las evidencias arqueológicas e históricas véanse los trabajos de BANDELIER,
ADOLPH F.. ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit.;
ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, Óp. Cit.; ―Fortificaciones mesoamericanas‖, Óp. Cit.;
PALERM, ÁNGEL. ―Notas sobre las construcciones militares y la guerra en Mesoamérica‖, Óp. Cit..
2581
KIRCHHOFF, PAUL; ODENA GÜEMES, LINA; REYES GARCÍA, LUIS. Historia ToltecaChichimeca. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de Investigaciones Superiores
del Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría de Educación Pública, 1976, f. 42v, ms. 4650, P. 42. Véase Apéndice I, figura 2.
2582
ACUÑA, RENÉ. (Editor). Códice Fernández Leal. México, Universidad Nacional Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 1991, láminas 13 y 14, Pp. 48-49, facsímil entre Pp. 5859. Véase Apéndice I, figura 3.
2583
Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., ff. 42v y 46. Véase Apéndice I, figuras 4 y 6.
2584
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
lámina 62, Cap. LXXVIII, P. 573 [en apéndice]. Véase Apéndice I, figura 5.
599
dos y hasta cuatro cercas de madera y piedras paralelas, desde donde los defensores
lazaban flechas con arcos y piedras.2585 Existe una descripción contemporánea de la
Guerra del Mixtón sobre el peñol de Juchipila:
―Y vimos en la cumbre de la sierra de Xuchipiltepetl, que en ella estaba el templo del
demonio, muy grande, y que estaba ya montuoso, y la sala que había tenia quince brazas de
largo y trece de ancho, y las paredes eran todas de una piedra á manera de adobes, de
edificio muy antiguo, que no se sabe quiénes fueron los que los edificaron, y el cerro
comenzó su edificio por todas las concavidades de las peñas, en partes muy ásperas y
dificultosas, y los moradores que eran, todas sus casas eran muy lindas, de losas, y de ellas
de las piedras de forma de ladrillo adobes, y de la misma piedra las gradas. Este género de
piedra es como la que se saca en Sencoc, y parte de lo exterior era de piedra, y la forma del
cerro está rodeado de un rio, que parece que el agua sale de las concavidades de las peñas, y
muy ancha su corriente; y los caminos por donde se sube son cuatro, que van dando vueltas
2586
á las peñas, en partes muy agrias y dificultosas.‖
Esta característica del Occidente y Norte de Mesoamérica, fue representada en el
Lienzo de Tlaxcala; ―en la parte que corresponde a las conquistas de Nuño de Guzmán,
cerros fortificados con albarradas de piedra representada en la convencional manera
indígena. En varios casos son dos las albarradas, paralelas. Defensas semejantes están
pintadas en el mismo lienzo en los cuadro que representan la conquista de Pánuco y la
de Guatemala.‖2587 Este sistema defensivo en el Occidente de Mesoamérica para ser
muy antiguo, pues en una figura de la cultura tumbas de tiro (200 a. d. n.e.-600 d. d .n.
e.) están representados ―dos grupos que muestran una aldea sobre un cerro –indicada
por dos chozas- cuyos habitantes masculinos, armados con macanas, rocas y hondas, y
protegidos con cascos y escudos, se resguardan de un ataque.‖2588 Entre los episodios
narrados por Hernán Cortés sobre la conquista de México-Tenochtitlán, mencionó el
ataque a un peñol cercano al lago de Texcoco que proporciona una idea de cómo los
indígenas se defendían por el empeñolamiento durante la guerra:
―Y a las dos después de mediodía llegamos a un peñol muy alto y agro, y encima de el
estaba mucha gente de mujeres y niños, y todas las laderas llenas de gente de guerra; y
comenzaron luego a dar muy grandes alaridos, haciendo muchas ahumadas, tirándonos con
hondas y sin ellas muchas piedras y flechas y varas; por manera que en llegándonos cerca
recibíamos mucho daño… [y después de dar órdenes de asaltar el peñol] …comenzaron a
subir y ganaron a los contrarios dos vueltas del peñol, pero no pudieron subir más, porque
con pies y manos no se podían tener, porque era sin comparación la aspereza y agrura de
aquel cerro. Y echaban tantas piedras de lo alto con las manos y rodando, que aun los
pedazos que se quebraban y sembraban hacían infinito daño; y fué tan recia la ofensa de los
2589
enemigos, que nos mataron dos españoles y e hirieron más de veinte…‖.
2585
―Mapa de la Nueva Galicia‖ [1550], AGI, Mapas, planos, documentos iconográficos y documentos
especiales, México, núm. 560. Véase Apéndice I, figura 7.
2586
Durante la guerra del Mixtón, los españoles destruyeron estas obras defensivas con artillería, y
cuando derrotaban a los chichimecas, ordenaban desbaratar las cercas y quemar las chozas de los peñoles.
―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli…‖, Óp. Cit., Pp. 313-314 y 316317.
2587
ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, Óp. Cit., P. 160.
2588
WINNING, HASSO VON. ―Esculturas anecdóticas antiguas del Occidente de México‖, en:
WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C.
Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría
de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 37 y fotografía en P. 161. Véase Apéndice I, figura
1.
2589
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de
1522], Pp. 122-123.
600
Con esta descripción de Cortés tenemos noticia de la efectividad defensiva que
tenía el empeñolamiento para que un grupo reducido de combatientes pudiera hacer
frente a un atacante con un número mayor de combatientes; efectividad que quedó de
manifiesto en las guerras contra los indígenas que los españoles experimentaron en la
conquista del norte, y que la RM sugiere al mencionar los lugares elevados como
lugares de asentamientos humanos.
En las investigaciones de la frontera tarasco-mexica se han encontrado algunos
ejemplos arqueológicos de arquitectura militar de lado tarasco en los sitios de
Acámbaro, Zirizícuaro (Maravatío), Taximaroa (Ciudad Hidalgo), Zitácuaro y Tuzantla.
En el extremo norte de esta frontera en Guanajuato, José Antonio Contreras Ramírez
reportó que en un sitio denominado ―Cerro Gordo‖, se encontraban estructuras que
recordaban a las yácatas de Tzintzuntzan, localizados en la cima y ladera del
mencionado cerro, y que por su ubicación natural del cerro solo era posible el acceso al
asentamiento por el lado Sur y Suroeste, ya que por lo abrupto de las laderas es
prácticamente imposible el acceso; y desde dicho asentamiento se obtiene un excelente
control visual del espacio circundante.2590 En Acámbaro, Shirley Gorenstein estudió el
―Cerro del Chivo‖, el cual también presenta aspectos topográficos y estratégicos
favorables para la defensa del territorio, y se tiene amplitud visual del Río Lerma y las
planicies norteñas; se encontraron materiales asociados a los tarascos, otomíes y
guamares que defendían esta porción de los ataques enemigos: ―Acámbaro tenía la
capacidad de mantener la posición contra un enemigo con tropas fuertes, teniendo en
cuenta las desventajas enemigas de la distancia del suministro y la ignorancia del
terreno; y de esta manera tenía un control poderoso sobre el tráfico en el Río
Lerma.‖2591
En Maravatío fue localizado otro sitio llamado Zirizícuaro, según Gorenstein ―se
encuentra sobre dos colinas denominadas Cerro de la Campaña y Cerro de las Palmas,
situados ambos en el flujo del Río Lerma el cual corre en dirección norte-sur a través
del vale. El cerro de la Campaña es una pequeña prominencia de siete metros de altura
con respecto al piso del valle, y muros de contención fueron construidos en sus colonas
superiores. Una estructura claramente definida en su cúspide con un perímetro que mide
155 m. y 30 m. en su lado norte.‖2592
Para el caso tarasco, también son mencionadas en varias ocasiones, fosos para ser
usados como trampas y preparar emboscadas.2593 La mayoría de las referencias aluden
2590
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 100. Apud. CONTRERAS RAMIREZ, JOSÉ
ANTONIO. La presencia Tarasca en el Estado de Guanajuato: Fluctuación de Frontera. Tesis de
Licenciatura en Arqueología. Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz,
1985.
2591
GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border. Con
contribuciones de David Chodoff, John Hyslop, Helen Perlstein Pollard, Michael Snarskis, Lee Anne
Wilson. Nashville, Tennessee, Vanderbilt University (Publications in Anthropology núm. 32.) 1985, P.
109. Traducción de José Isabel Hernández Rivero. La tarea de defender el territorio tarasco, era una de las
obligaciones de los pueblos subyugados al cazonci. VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE.
[Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 61.
2592
GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border, Óp. Cit., P.
10. Traducción de José Isabel Hernández Rivero.
2593
Esta práctica al parecer era común en el mundo indígena, pues durante el asedio de MéxicoTenochtitlan, Hernán Cortés mencionó que los mexicas bloqueaban los caminos ―y hacían por toda su
601
al episodio histórico de la conquista del Tzintzuntzan Irechequa, y se localizan en títulos
de tierras de pueblos de la cuenca de Pátzcuaro y en el Códice Plancarte,
complementando la información de la RM, que menciona que se planearon preparativos
para la defensa en contra de los españoles. La RM menciona como Tangáxoan II mandó
a Cuiniarángari y otros principales a hacer gente de guerra para enfrentar a los
españoles, pero por razones no muy claras, Cuiniarángari dio la orden de desbandar a
los ejércitos y dejar avanzar a Cristóbal de Olid hasta Tzintzuntzan. A su regreso, y de
acuerdo a la versión de don Pedro Cuiniarángari, ciertos principales trataron de eliminar
a Tangáxoan II, por lo que huyo a Uruapan, y los que se encargaron de recibir a los
españoles fueron Huitzitziltzi y Cuiniarángari:
―Y saliéronles a rescibir de guerra Huiçizilzi y su hermano don Pedro y todos los caciques
de la Provincia y señores con gente de guerra. Y llegaron a un lugar, obra de media legua
de la cibdad por el camino de México en un lugar llamado Api, y hicieron allí una raya a
los españoles y dijéronles que no pasasen más adelante, que les dijesen a qué venían, que si
2594
los venían a matar.‖
El enfrentamiento no se produjo, y los españoles fueron recibidos en paz en la
capital tarasca. En otras versiones, Tangáxoan II sí recibió a los españoles, aunque
también están presentes varias inconsistencias, pues dependiendo de la versión, los
recibió en Tzintzuntzan, Pátzcuaro o Guayangareo. Pero varios testimonios indican que
el recibimiento fue en Tzintzuntzan. En el Códice Plancarte se mencionó que:
―1519 en este año entraron los españoles en México y en este mesmo año murió el Rey
Tziuanqua en tzintontzan [sic. 1520] y salió electo por Rey de Tzintzontzan [Tzintzincha
Tangánxoan] y este mando que se juntasen todos los naturales de todo el reino. Luego sin
dilacion ninguna se juntaron sin que quedara persona ninguna y disputaron que harian
pozos donde estar enterrados y escondidos desde la cumbre del monte grande de tzananbo
que está al frontero de la laguna de tzintzunzan hacia la parte del oriente por el camino de
Valladolid y querían que el camino por en medio de los pasos y trinchas que ordenaban
hacer para darles bien guerra á los españoles conquistadores. Esto había ordenado el Rey
2595
Thangajoan. Año de 1522 en Tzintzuntzan entraron los españoles.‖
En los ―Títulos primordiales de Jarácuaro‖, también se hizo mención a este
episodio de la conquista del Tzintzuntzan Irechequa; se menciona que después de que se
tuvo noticia de la llegada de Hernán Cortés y de los españoles a México:
―…fué comunicado a todos los Reyes para que se previnieran cuando vinieran los españoles
a Zinzunzan.
El año de mil quinientos diez y nueve se juntaron todos los Reyes en Zinzunzan a consultar
y mandaron a todos los indios que hicieran fosas por los caminos para que al tiempo de
venir los españoles, se escondiesen en estas fosas y que de repente les salieran y les
mataran. Pero volviéndose a consultar otros Reyes les pareció mal lo que habían dispuesto
y mandaron que fueran recibidos de paz los españoles, para lo cual dispusieron provisiones
de maíz, huevos, zacate y otras cosas para el recibimiento, todo lo cual se verifico el año de
2596
mil quinientos veinte y dos.‖
Aquí es significativo que se mencionen dos reuniones de los señores de provincia,
una en 1519, es decir todavía en vida de Zuangua haciendo preparativos para enfrentar a
tierra muchas cavas y albarradas y fuerzas…‖. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit.,
[Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 106.
2594
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 48, P. 257.
2595
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 245.
2596
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro],
Óp. Cit., P. 32.
602
los españoles, y una posterior para ordenar que no se hicieran fosos y trampas, y
prepararse para recibir a los españoles, quizás esto ya haya sido ordenado en el reinado
de Tangáxoan II ante la inevitable llegada de los europeos. Contraria a la idea de que
Tangáxoan II fue un gobernante débil, carácter presente en la versión de don Pedro
Cuiniarángari, quien se benefició con la muerte del primero, en otros documentos
posteriores tenemos a un cazonci que primero se planteó enfrentar a los españoles,
aunque después se decidió por recibirlos en paz. En la Relación Geográfica de
Pátzcuaro, cuyos informantes indígenas reivindicaron la actuación de Tangáxoan II de
recibir a los españoles en paz, se menciona que el último cazonci fue
―…TANGAJUAN, q[ue] por sobrenombre desta tierra llamaban TZINTZINCHA, que
quiere decir ―hombre q[ue] edifica fortalezas‖, porque hizo [y] edificó muchas, y fue
muy valeroso en guerras.‖2597 Quizás el sobrenombre haya nacido con la orden de
preparar estas obras defensivas contra los españoles. La táctica de realizar hoyos en el
suelo para preparar emboscadas, al parecer se encontraba extendida en diversas regiones
de Mesoamérica: en la segunda carta de relación de Cortés, mencionó como los
tlaxcaltecas le advirtieron que no fuera a México-Tenochtitlan porque los mexicas
―tenían cerrado el camino real por donde solían ir, y hecho otro nuevo de muchos hoyos
y palos agudos hincados y encubiertos para que los caballos cayesen y se mancasen...‖;
y durante su expedición a las Hibueras, Cortés reportó como se dificultaba a Pedro de
Alvarado la conquista de Guatemala porque era ―…la tierra áspera y de mucha gente, y
muy belicosa y ardidas en la guerra, y han inventado muchos géneros de defensa y
ofensas haciendo hoyos y otros muchos genios para matar los caballos, donde han
muerto mucho‖;2598 Nuño de Guzmán mencionó como un español en su caballo cayó en
un hoyo y tuvo que ser rescatado de morir a manos de los indígenas de Jalisco;2599 y
Clavijero mencionó que los mexicas usaban también hoyos en la tierra para emboscar a
los enemigos:
―Usaban mucho de la guerra de emboscada, agazapándose entre la hierba y ocultándose en
hoyos que hacían en la tierra, de lo cual tuvieron bastante experiencia los españoles y
frecuentemente simulaban fuga para llevar a los enemigos empeñados en el alcance a algún
2600
sitio peligroso, o cargarles con nueva gente por las espaldas.‖
Uno de los cargos por los cuales sería procesado Francisco Tangáxoan por Nuño
de Guzmán, fue precisamente por la acusación de haber ordenado que se hicieran fosos
para emboscar a los españoles que se dirigían a los Teules chichimecas. Cuaraque,
indígena tarasco que declaró desfavorablemente en contra del cazonci, cuando le fue
preguntado que sí Francisco Tangáxoan les iba a tender una trampa en Cuniao, y que sí
al mando de esas tropas estaba al mando un capitán tarasco de Jacona de nombre
Zipaque, declaró que
―el dicho Çipaque con su gente diese en la delantera en los españoles, y el dicho Cazonzi
que va en este ejército en las espaldas e así matarían a su Señoría e a todos los cristianos. E
que en (a) Mechuacan enbió a dezir el dicho capitán Çipaque a don Pedro que se dize Pero
Pança por otro nombre, que si haría hoyos para matar en ellos a los cristianos, e que el
dicho Pero Panza le enbió a dezir al (dicho) Cazonzi, y el dicho Cazonzi respondió que no
2597
MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ.
Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 199.
2598
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., Pp. 43 y 272.
2599
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 272.
2600
CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México, Óp. Cit., Lib. VII, Cap. 25, P.
227.
603
los hiziesen porque no muriesen en ellos los indios, sino que con arcos e flechas matasen a
2601
los cristianos.‖
En la RM también se consignó este supuesto plan de Francisco Tangáxoan para
atacar a los españoles. Se menciona que los españoles llevaron al cazonci a unos
herbazales para preguntarle sí había guerreros listos para atacar a los cristianos en
Cuniao y que ―si es verdad que habéis hecho allí hoyos donde caigan los caballos.‖2602
Después que se narró la muerte del cazonci, se menciona que el ejército llegó a Cuniao,
pero la RM es confusa, al principio menciona que los indígenas de ese lugar recibieron a
los españoles con gritos, y Nuño de Guzmán ordenó a los españoles resguardar las
armas que cargaban los tamemes. Luego mandó a principales tarascos para que vieran
que gente había en Cuiniao, pero todos huyeron a un pueblo cercano, donde fueron
sacrificados por los habitantes, y regresaron a contarle a Guzmán. El ejército avanzó ―y
allí creyó quel cazonçi no había puesto gente de guerra, ni hallaron los hoyos que le
habían dicho,‖ pero más adelante encontraron un intérprete tarasco, por lo que
sospecharon de un ataque de los hombres del cazonci.2603 Está parte es confusa (y
recuérdese que es la versión de don Pedro Cuiniarángari), no queda claro sí había un
ejército tarasco esperando a atacar al ejército de Nuño de Guzmán, pero el hecho de que
no se hayan encontrado hoyos que le habían dicho, es porque el mismo testigo Cuaraque
en el juicio, dijo que si bien había sido el plan inicial, después no se llevó a cabo por
temor a que los tarascos que iban como auxiliares, cayeran en los hoyos.
Taximaroa: ejemplo histórico de un asentamiento fortificado
La única fuente histórica que menciona un asentamiento tarasco rodeado de obras
defensivas, es la crónica que escribió Francisco Cervantes de Salazar en 1575, con
información que le proporcionó el conquistador español Francisco Montaño, que fue el
capitán de la segunda expedición española en entrar en territorio tarasco hasta la capital
en Tzintzuntzan. En su travesía, tuvo que pasar por Taximaroa, que era un sitió bastante
importante ya que era la principal ruta para viajar entre las cuencas de Pátzcuaro y
Texcoco, además de ser parte de la frontera entre tarascos y mexicas; en 1476-1478,
durante el intento de conquista del Tzintzuntzan Irechequa por parte de las tropas del
huey tlatoani mexica Axayácatl, el asentamiento fue destruido, pero el cazonci
Tzitzíspandácuare mando repoblarla. Probablemente de esta época databa el sistema
defensivo tarasco atestiguado por Francisco Montaño, ya que ―parescía muy antigua‖, y
descrito por Cervantes de Salazar. El pasaje donde se describió es el siguiente:
―Caminaron cuatro días los españoles é indios juntos, sin apartarse los unos de los otros; no
les subcedió cosa de que hacer memoria. Llegaron cerca de aquel pueblo que dixe ser raya
de Mechuacán, el cual se llamaba Taximaroa, […] dieron la vuelta hacia la ciudad, de la
cual será bien decir algo, por ser extrañamente murada; la causa era la guerra que con los
mexicanos tenían. Estaba, aunque era muy grande, cercada de una cerca de trozos muy
gruesos de encina, cortados á mano; tenía [esta trinchera ó muro] de alto dos estados é uno
de ancho; parescía muy antigua; renovábase cada día, sacando los trozos muy secos y
metiendo otros recién cortados, para lo cual había maestros y peones diputados que en
ninguna otra cosa se ocupaban, salariados [pagados] para esto del dinero de la república.
Por lo alto y por el lienzo de afuera y de dentro iba tan igual y tan tupida la cerca, que no
pudiera ser mejor labrada de cantería. Acostumbraban desde su principio, por las victorias
2601
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp.
Cit., P. 88.
2602
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 57v, P. 276.
2603
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, ff. 58v-59, Pp. 246-247.
604
que contra los mexicanos tenían, de no quemar la leña vieja y seca que sacaban, sino en
sacrificio de sus dioses, haciendo ciertas cerimonias cuando metían la nueva, como
significando que con su favor se haría aquel muro tan fuerte que sus enemigos nunca
2604
entrarían por él y que del saldrían los vecinos y volverían victoriosos.‖
Vemos que al momento de describir el sistema defensivo de Taximaroa,
Cervantes de Salazar mencionó que estaba ―extrañamente murada‖, más adelante
escribió que estaba cercada de ―una cerca de trozos muy gruesos de encina‖, pero líneas
adelante tachó en el manuscrito que se trataba de una ―trinchera o muro‖. Recordemos
que el testigo que vio este sistema constructivo fue Francisco Montaño, por lo que
Cervantes de Salazar siguió la descripción de las fortificaciones de Taximaroa.2605 Es
conveniente mencionar que se entendía por cada uno de los elementos poliorcéticos
mencionados por Cervantes de Salazar. Covarrubias menciona que ―MVRALLA, lo
mesmo que muro‖, y ―MVRO. Lat. murus, la cerca de la ciudad, o villa hecha para su
seguridad y defensa.‖2606 ―CERCA, puede ser nombre: el muro que cerca la ciudad, o
villa, o la pared de tapia, o de piedra, que cerca la viña, huerta, o corral […] el muro de
la ciudad, o villa à circundado.‖2607 Como mencionamos, Cervantes de Salazar escribió
lo extraño del amurallamiento, y tachó que se trataba de una trinchera o muro,
Covarrubias definió ―TRINCHEA, es el valo o fosa que se haze para diuidirse del
enemigo, y que no pueda facilmente acometer al real, o a la fuerça de trincher.‖2608 Una
―FOSA, vale hoya, o lugar cauado. […] Tomase ordinariamente por la sepultura que se
abre en la tierra, haziendo hoyo y cauando en ella: y de alli se dixo Fosal, el cementerio,
o lugar donde entierran los cuerpos. Fosa puede sinificar qualquiera hoya, o lugar
cauado.‖2609 Bandelier mencionó un testimonio de una construcción defensiva en el área
maya donde no quedaba claro sí era un muro o trinchera, y dijo que ―esto significa que
el muro era más bien el recubrimiento de piedra de una amplia terraza, sobre la cual se
hallaba el pueblo mismo.‖2610 Sin embargo, la descripción de Taximaroa menciona
explícitamente ―una cerca de trozos muy gruesos de encina‖, quizás rodeada de una
trinchera o foso.
En la misma descripción se mencionan las medidas de esta cerca, ―de alto dos
estados é uno de ancho‖. Covarrubias definió esta unidad de medida y su uso:
―ESTADO, es cierta medida, de la estatura de vn hombre, y miden por estados las
paredes de cantería, y entre ellos ay estados comunes que hazen tantos pies, y estados, o
tapias Reales, que son mayores. La profundidad de poços o otra cosa honda, se mide por
2604
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap.
XV, Pp. 769-769. Información entre corchetes añadida y sustituida en el manuscrito.
2605
En la ―Relación de la jornada…‖ de Francisco de Sandoval Acazitli, vemos que existió la misma
ambigüedad para describir las fortificaciones del peñol de Xuchipiltepetl: los atacantes ―…llegaron á su
muralla ó cerca…‖. ―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli…‖, Óp. Cit.,
Pp. 314.
2606
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra M, Pp. 559-559v.
2607
Ibíd., Letra C, P. 274.
2608
Ibíd., Letra T, P. 54v. El Diccionario de autoridades definió ―TRINCHERA. s. f. Defensa, que se
forma levantando tierra, y disponiéndola de modo, que cubra el cuerpo del soldado, e impedida al
enemigo […] Pararon en una llanada, que estaba poco más delante de un bosque, que les servía de
trinchera, y emboscada.‖ Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. VI, P. 356
2609
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra F, P. 412.
2610
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, Óp. Cit., nota a pie, núm. 183, P. 116. Cursivas originales.
605
estados.‖2611 La RAE en la décima definición de ―estado‖, menciona ―medida
longitudinal tomada de la estatura regular de un hombre, que se usaba para apreciar
alturas o profundidades, y solía calcularse en siete pies,‖ un pie correspondía
aproximadamente a 27.8 cm., por lo que un estado sería 1.9 m. aproximadamente. Así,
la cerca de trozos de encina tendría de 3.8 m. de altura, y 1.9 m. de anchura. Un segundo
elemento para considerar estos elementos defensivos más como una empalizada que
como una plataforma, es que se menciona que ―por lo alto y por el lienzo de afuera y de
dentro iba tan igual y tan tupida la cerca, que no pudiera ser mejor labrada de cantería.‖
Otro dato muy importante sobre este sistema defensivo de Taximaroa, es que los
trozos de encina que formaban la cerca ―renovábase cada día, sacando los trozos muy
secos y metiendo otros recién cortados, para lo cual había maestros y peones diputados
que en ninguna otra cosa se ocupaban, salariados [pagados] para esto del dinero de la
república.‖ La RM menciona los oficios que había que en la zona del lago de Pátzcuaro,
y que ―había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los oficiales de hacer casas,
que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los qúes, que hacían muchas
veces. No entendían en otra cosa más de hacer las casas e qúes, que mandaba el cazonçi,
y déstos hay todavía muchos.‖2612 Probablemente se tratara de individuos bajo las
mismas relaciones sociales de producción, encargados de dar mantenimiento a las obras
públicas, como templos, terrazas y en este caso, obras defensivas. Karl A. Wittfogel
comentó sobre las sociedades con la capacidad organizativa de construir obras
hidráulicas, que también podían dirigir los esfuerzos en obras defensivas:
―Estos ejemplos [de obras hidráulicas] muestran lo que las sociedades hidráulicas incluso
primitivas pueden realizar en el campo de la construcción defensiva, cuando emplean al
máximo sus recursos cooperativos. Las sociedades hidráulicas más desarrolladas
empleaban y diversificaban el principio básico de acuerdo con las circunstancias técnicas e
institucionales.
En el Méjico precolombino la ausencia de animales de trabajo adecuados ponía una
limitación al transporte; y mientras esto limitaba la técnica del sitiador, no obstaculizaba la
fuerza ofensiva o defensiva de las ciudades. En caso de emergencia, muchas obras
hidráulicas construidas por el gobierno en la zona de los lagos desempeñaban funciones
militares, exactamente como los palacios y templos de tamaño monumental servían como
bastiones contra un enemigo invasor. La investigación actual llama la atención sobre los
distintos tipos de fuertes y muros de defensa mejicanos. A causa de su tamaño e
2613
importancia, pueden sin duda adscribirse a las empresas dirigidas por el estado.‖
Un último elemento mencionado por Cervantes de Salazar, es sobre el destino de
la leña vieja que sacaban de la cerca de encino (la renovación probablemente fue para
evitar un ataque con fuego), que la retiraban ―en sacrificio de sus dioses, haciendo
ciertas cerimonias cuando metían la nueva, como significando que con su favor se haría
aquel muro tan fuerte que sus enemigos nunca entrarían por él y que del saldrían los
vecinos y volverían victoriosos.‖ Estas palabras nos hacen pensar en la ceremonia de la
guerra, donde se hacían diversos hechizos contra los enemigos, quemando pelotillas de
tabaco y madera de encino, con la creencia que se debilitarían y sería más fácil
vencerlos; en este caso la ceremonia de la guerra se realizaba en contra de los mexicas y
sus aliados. Este testimonio es la única referencia histórica de un asentamiento tarasco
2611
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp.
Cit., Letra E, P. 382.
2612
RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6v-7, Pp. 176-177.
2613
WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder totalitario. Traducción
de Francisco Presedo. Madrid, Guadarrama, 1964, Pp. 56-57.
606
fortificado, lo que en poliorcética se consideraría un Epikampion; el testimonio tiene la
ventaja de describir con que materiales estaban construidas las obras defensivas,
dimensiones, quienes se encargaban de su mantenimiento, y los ritos asociados con que
se renovaba.
Con esta información posiblemente se puede asociar uno de los cuadros que
representan lugares en el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, con la fortaleza de
Taximaroa. En el recuadro está representado un cerro con dos albarradas paralelas, la
superior parece estar hecha de piedras, la inferior parece de otro material (¿madera?).2614
En la cima del cerro parece estar una bandera erguida; en el Códice de Carapan cuatro
banderas de plumas, muy similares a las representadas en la RM, coronan un basamento
piramidal. Esta imagen nos recuerda varias de las representaciones pictográficas de
lugares fortificados en los documentos mencionados líneas arriba.2615
Arqueológicamente Gorenstein encontró un sitio prehispánico en la región, en la
ladera de una colina cercana, a dos kilómetros al noreste de Ciudad Hidalgo, desde
donde se tiene una excelente vista hacia el Este donde se encuentra el paso entre las
montañas, y probablemente se utilizó como atalaya o puesto vigía. Se han encontrado
algunos tiestos cerámicos y entre el material lítico predominan los desechos de
obsidiana y navajillas.2616 Hernández Rivera menciona que ―llama la atención la
ubicación de este sitio arqueológico, el cual se localiza fuera del paso natural que
permite acceder a territorio michoacano. Consideramos que la razón de ello se debe
probablemente, a que su posición era ocultada y protegida entre el espeso bosque de
pino-encino (que alguna vez existió), funcionado de esta manera dentro del esquema de
tácticas de guerra tarascas (el ataque por sorpresa), y a la vez como un punto de apoyo a
la fortaleza principal de Taximaroa‖, así como un barranco producto de una falla
geológica que limitaba el acceso al valle desde el Este y Sur.2617 Hernández Rivero no lo
mencionó, pero en el proceso contra el cazonci de 1530, uno de los cargos es que
mandó matar ―en el pinal cabe Tajimaroa otros quatro españoles que venían de
México…‖,2618 con lo que la conjetura tiene adquiere soporte documental.
Sin embargo el asentamiento prehispánico de Taximaroa es desconocido, por lo
que es difícil contrastar la información histórica que proporcionó Cervantes de Salar, y
que fue reproducido por otros cronistas e historiadores a lo largo de las décadas. Según
el cronista municipal Roberto López Maya, ―en las inmediaciones de Ciudad Hidalgo,
en las Tierras Coloradas, se notan aún cimientos de lo que fuera la verdadera Taximaroa
donde tenían sus fortificaciones llamadas Uatzotacate, que Tziguangua [sic.
Tzitzíspandácuare] levantó contra los mexicanos‖,2619 pero no menciona ninguna fuente
ni proporcionó elementos de porque designó ese lugar como el asentamiento
prehispánico. Sobre las Tierras Coloradas Hernández Rivero mencionó que ―la situación
topográfica del lugar nos muestra un punto en donde el amplio valle se angosta y es ahí
2614
Véase Apéndice D.
Véase Apéndice I, figura 8.
2616
GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border, Óp. Cit., P.
13.
2617
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., Pp. 140 y 142.
2618
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp.
Cit., P. 90.
2619
LÓPEZ MAYA, ROBERTO. Ciudad Hidalgo. Monografía municipal. Morelia, Gobierno del Estado
de Michoacán, 1980, P. 80.
2615
607
donde actualmente se localizan las llamadas ―Tierras Coloradas‖ que el cronista López
Maya describe como el lugar donde se encontraban los restos de la fortaleza,
Concentrándonos en este lugar entonces, notamos que a la altura de donde se encuentra
el panteón municipal, existe una barranca natural (escurrimiento de agua de
aproximadamente 10 m. de ancho), pero desafortunadamente debido a que está
sucumbiendo esta zona por el desmedido crecimiento urbano, no encontramos evidencia
arqueológica alguna que pudiera ilustrar su existencia.‖2620 Estas palabras fueron
escritas en 1994, y la mancha urbana siguió creciendo; desconocemos si se realizaron
investigaciones arqueológicas o no en la región. Hernández Rivero también consignó
los datos que en la construcción de la zona residencial ―La Regadera‖, aparecieron
―abundantes huesos‖, y aunque no lo mencionó explícitamente, probablemente lo
relacionó con los relatos de Cervantes de Salazar y Alonso de la Rea que mencionan
que se encontraban huesos de la derrota sufrida por los mexicas a manos de los
tarascos.2621 También Hernández Rivero mencionó que en unos terrenos de cultivo de
San Lucas Huarirapeo, al Oeste de Ciudad Hidalgo, se encontraron abundantes desechos
de obsidiana obscura, si poder explicar esta situación.2622
Probablemente el asentamiento prehispánico de Taximaroa fue destruido desde la
época de la conquista. La RM no es muy clara en algunos de los pasajes de la llegada de
Cristóbal de Olid al Tzintzuntzan Irechequa, pero parece que este conquistador irrumpió
violentamente en Taximaroa, pues el noble Quézequaparé le dijo a Cuiniarángari
cuando fue a hacer gente de guerra contra los españoles que ―"ve, si quisieres, yo no
quiero hablar nada, ya son muertos todos los de Taximaroa". Y despidiéronse. Y llegó a
Taximaroa don Pedro y no halló gente en el pueblo, que todos se habían huído. Y fué
preso de los españoles y mexicanos, por la tarde.‖2623 Además Olid hizo ahorcar a dos
indígenas mexicas que quemaron las cercas de madera de los templos de Taximaroa2624
(recuérdese que la leña era usada para hacer la ceremonia de la guerra contra los
enemigos), y debido a las características del sitio, probablemente mando destruir la
fortificación de Taximaroa por constituir un riesgo contra el avance español, ya que era
el camino directo entre Tzintzuntzan y México.
Otro sitio que pudo haber servido de guarnición fortificada, es un sitió localizado
en un cerro llamado ―Peña Larga‖, identificado por Ramón Alonso Pérez Escutia, quien
lo describió de la siguiente manera:
―En un cerro situado al noroeste de Aporo, denominado Peña Redonda [sic. después
rectificado como Peña Larga], todavía existen [en 1991] vestigios de lo que fue una
importante guarnición tarasca. En varias oportunidades hemos visitado esas ruinas Ahí
existía una construcción principal de unos 12 m. de largo por 6 de ancho acompañada de
otras más pequeñas. Seguramente este recinto sirvió de albergue a las tropas y almacén de
2620
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 142.
2621
Karine Lefebvre menciona que ―con frecuencia se observan casos similares, no sólo en la
historiografía americana, sino también europea. Así, los huesos, ya sean de origen humano o no [los
huesos animales a menudo se confunden, por ignorancia, con huesos humanos], descubiertos en la
superficie, incluso en pequeñas cantidades, suelen atribuirse a un hecho histórico conocido, en la mayoría
de los casos a una batalla.‖ LEFEBVRE, KARINE. ―Acámbaro, en los confines del reino tarasco: una
aculturación discreta (1440-1521 d, C.)‖, en: Trace (Dinámicas espaciales en arqueología). México,
Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2011, núm. 59, nota a pie, núm. 13, P. 87.
2622
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 143.
2623
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45, P. 251.
2624
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 45-45v, Pp. 251-252.
608
agua y alimentos. Desde la Peña Redonda se domina perfectamente el paisaje circundante y
se constituye en una posición militar inmejorable, al vigilarse con eficacia la sierra de
Angangeo y el valle de Aporo. Debemos la gentileza de personas como Raymundo Salas, J.
Dolores Tapia y Agustín Mendoza, el contar con una gran cantidad de puntas de flecha y
otros materiales de obsidiana localizados en las ruinas de Peña Redonda, lo que prueba los
2625
fines militares de esas construcciones.‖
Otro sitio que probablemente fue parte de las guarniciones tarascas fue San Felipe
de los Alzati o Zirahuato, así ha sido mencionado en varios de los estudios de la región,
pero Hernández Rivero menciona que las características del sitio corresponden a una
época más temprana, anterior a la conformación de la frontera tarasco-mexica, y que a
falta de investigaciones, concluyó que tal vez ―el sitio fue abandonado debido a que se
situaba justo en la tierra de nadie del teatro de operaciones de guerra fronterizo y por lo
tanto no pertenece a ninguno de los grupos en discordia.‖2626 Otros cerros en Jungapeo,
Zitácuaro y Tuzantla también presentan asentamientos en los lugares elevados de difícil
acceso, y desde donde se tiene control visual de los territorios circundantes, algunos de
ellos presentan arquitectura defensiva como amurallamiento y muros de contención,
pero desconocemos si se realizaron estudios en dichos lugares desde la presentación de
la tesis de Hernández Rivero.2627
Ihuatzio: ¿ejemplo arqueológico de un asentamiento fortificado?
Un sitio arqueológico que pudo haber sido planeado para estar rodeado de obras
defensivas, es el de Ihuatzio, erigido al sur de Tzintzuntzan. La información sobre el
pasado prehispánico de Ihuatzio es muy limitada, los restos arqueológicos indican que
fue el sitio más extenso de la cuenca de Pátzcuaro y uno de los sitios monumentales más
grandes del Occidente de Mesoamérica, con una superficie mayor de 300 ha., y una
modificación considerable del terreno para la creación de plataformas;2628 la
información arqueológica contrasta fuertemente con la información histórica, pues hay
muy pocas referencias a Ihuatzio en la documentación colonial, de hecho, en la RM es
referido sólo por su nombre en náhuatl, Coyuacan, ―lugar de coyotes‖, que es una
traducción del tarasco con el mismo significado. Durante la guerra ritual emprendida
por Taríacuri contra los isleños de Pacanda, se menciona como los isleños fueron
capturados cerca de Ihuatzio, pues Hiripan y Tangáxoan tuvieron que marchar sobre dos
lugares llamados Hiuazi harata e Yuazi xanchácuyo respectivamente, ambos
toponímicos tienen por raíz hiuatsi, ―coyote‖, y han sido traducidos como ―la cueva del
coyote‖ y ―lugar donde habita el venado [sic]‖.2629 Ihuatzio volvió a ser mencionado
cuando Taríacuri le dijo a sus sobrinos e hijo como debía de ser un solo reino con tres
cabeceras, Hirepan tuvo como asiento Ihuatzio, Tangáxoan estuvo en Tzintzuntzan, e
Hiquíngaje en Pátzcuaro, con lo cual se conformaría el triunvirato que existió tras la
muerte de Taríacuri. Durante las conquistas del triunvirato, se consiguieron muchas
riquezas de joyas, plumajes, oro y plata, y los herederos de Taríacuri decidieron
concentrar este tesoro real en Ihuatzio, donde estuvieron los ídolos de Curícaueri,
2625
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 19. Pp. 143-144.
2626
Ibíd., P. 145.
2627
Ibíd., Pp. 146-151.
2628
CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Jiuatsio, ―la casa del coyote‖, en: CÁRDENAS GARCÍA,
EFRAÍN (Coordinador editorial). Tradiciones arqueológicas. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, (Colección Imágenes), 2004, P. 204.
2629
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, P. 132; MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de
las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 710 y 724.
609
Xarátanga y los dioses Tiripemencha. Tras la muerte de Hiquíngaje, Hirepan y
Tangáxoan, y bajo condiciones no muy claras, el hijo del último, Tzitzíspandácuare,
centralizo el poder en Tzintzuntzan ca. 1450, imponiéndose sobre las otras dos
cabeceras, situación que prevalecería hasta la llegada de los españoles.
A pesar de la perdida de estatus, el asentamiento de Ihuatzio siguió teniendo
gran relevancia. Los señores prehispánicos de Ihuatzio fueron los descendientes de
Hirepan, y sucedieron el cargo de padres a hijos hasta la llegada de los españoles;
fueron Ticatame, Tucuruan y Paquíngata; la RM menciona que el linaje de Hiquíngaje
se terminó por que sus hijos eran malos y los mandó matar, por lo que Pátzcuaro se
quedó sin señor, según el discurso tzintzuntzeño del documento. Entre las hazañas de
los señores ihuatzeños se encuentran, por ejemplo, que Ticatame conquistó Carapan;
Tucuruan fue representado como él que recibía los tributos de los xiuhquilteca en el
Lienzo de Jicalán; y a Paquíngata le fue ofrecido el trono tras la muerte de Zuangua,
pero los nobles tzintzuntzeños impusieron a Tangáxoan II. Los descendientes de los
señores de Ihuatzio poseyeron tierras en la Meseta tarasca, por lo que éstas
probablemente fueron las tierras patrimoniales de los señores uacúsecha de este
asentamiento. Durante el conflicto entre Tzintzuntzan y Pátzcuaro sobre cuál sería la
sede catedralicia a finales de la década de 1530, Ihuatzio no reivindicó sus derechos a
ser cabecera de la provincia; a pesar de haber sido un sitio tarasco-uacúsecha bastante
importante, existe poca información histórica del sitio. La descripción más antigua
conocida sobre el sitio de Ihuatzio, es de la mano de Pablo Beaumont:
―En cuanto a la plaza de armas de Yguatzio, que es el único monumento visible que nos ha
quedado de estos antiguos edificios, diré que a distancia de quinientos pasos corriendo para
el Poniente de dicho pueblo en la cima de una loma está un edificio de piedra formando una
muralla en forma de cuadro que tiene de longitud trescientas treinta y siete varas y media;
ciento cincuenta de ancho con seis varas. El interior de esta plaza está terraplaneado a mano
hasta arriba; se perciben en el centro unos cimientos en forma de pie de torre, y en su
cercanía está un ídolo de piedra con la figura, y estatura de un hombre, fáltale la cabeza y
los pies, pero tiene todo lo demás, y las manos unidas con el vientre; es de creer que este
ídolo fuese el de Huitzilopochtli, dios de la guerra que tendrían colocado en el centro de su
plaza de armas los belicosos tarascos, y en el paraje más eminente de ella; alrededor de la
dicha plaza se perciben como escaleras y gradas. Había otro ídolo en estas ruinas de figura
de un lagarto que tenía la cabeza quebrada. Estos ídolos son de una piedra que llaman los
naturales de allí tanamo, y es especie de tezontle. El camino que va desde Yguatzio a la
referida plaza es fragosísimo, y se ven en la testera de dicha plaza de parte del Poniente tres
yacatas de piedra puesta a mano en figura de baúl que suponen ser osarios. El pueblo de
Yguatzio estará a dos leguas de Tzintzuntzan; y hay tradición que allí tenían los tarascos su
2630
plaza de armas, cuyos vestigios son los que van referidos.‖
Muchos de los elementos descritos por Beaumont han sobrevivido al paso del
tiempo, tanto las esculturas mencionadas, que corresponden a los chac mool, tronos
coyote y zoomorfas, así como los elementos arquitectónicos. También fue el primero en
hacer referencia al supuesto carácter militar de Ihuatzio, y de haber dado nombre a la
―Plaza de Armas‖ y de las ―murallas‖ del sitio. A finales del siglo XIX, Eduardo Ruiz
hizo referencia a Ihuatzio como sitio militar a partir de supuestas tradiciones y creación
literaria: ―…el interior del extenso perímetro murado de la fortaleza de Higuatzio, en
medio del cual se levantan aún los templos del sol y la luna‖, y a pie de página
mencionpo que ―supuestas las tradiciones que comprende este capítulo, las ceremonias
de la guerra y algunas otras costumbres aquí descritas, deben datar de los reinados de
Tariácuri, de Tangaxhuan o de Tzitzc-Pandácuare, época en que ya estaba edificada la
2630
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, Pp. 53-54.
610
fortaleza de Iguatzio y ocupada Tzintzúntzan por los purépecha.‖2631 Eduardo Ruíz
atribuyó el carácter de fortaleza a Ihuatzio, y que las dos estructuras de la Plaza de
armas estaban dedicadas al sol y a la luna, pero sin ningún soporte documental. A pesar
de las noticias vagas sobre el pasado prehispánico de Ihuatzio antes de la formación del
triunvirato, fue
―con la consolidación del dominio tarasco, la ciudad creció en forma notable hasta alcanzar
las 500 ha que conforman su extensión. Se construyeron la enorme plaza abierta, sobre la
que se levantó el conjunto de tres yácatas conocidas localmente como Las Tres Marías; los
uatziris; el muro que rodea prácticamente el sitio y podemos identificar como el murocalzada; la estructura circular, y las nivelaciones con las que fue modificada la abrupta
topografía desde el centro ceremonial hasta el embarcadero y el lago.
Los uatziris son construcciones alargadas de gran tamaño de cinco metros de altura,
formadas por cuerpos escalonados. Por su forma, distribución y los espacios que
comunican, se sabe que estas construcciones servían como caminos; de hecho, el
significado de la palabra y la tradición oral coinciden en ellos. Para la gente de Ihuatzio, el
cazonci o jefe supremo era transportado del centro ceremonial a diferentes puntos del sitio
por uno de estos caminos, conocido como Calzada del Rey. Otros uatziris de menor altura
(2.5 m en promedio) tuvieron funciones defensivas; tal es el caso de los muros o calzadas
que prácticamente rodean al sitio. En general, los uatziris constituyen un rasgo
característico de este sitio y un elemento único en la arquitectura prehispánica del
Occidente de México; su principal significado cultural es que hacen evidente la planeación
2632
de la ciudad.‖
Como vemos, los uatziris son los elementos característicos del sitio. A pesar de
la tradición oral que considera estas estructuras como caminos, y que probablemente
tuvieron esa función, Gilberti tradujo ―Vatziri. monton de piedras‖.2633 Sin duda los
uatziris fueron estructuras que limitaron el espacio del centro ceremonial de Ihuatzio,
sin embargo, es difícil afirmar que hayan sido construidos como un elemento
poliorcético. Consideramos que una función de los uatziris fue la delimitación del
espacio cerrado de la élite, además si leemos la RM, fue ahí donde se concentró la
mayor parte del tesoro real obtenido durante las conquistas del triunvirato, y que
permaneció allí hasta la llegada de los españoles:
―Como no lo quisiese llevar ninguno consigo, hecieron una casa en Cuyacan y allí lo
pusieron todo en unas arcas y pusieron sus guardas, y las guardas hacían sementeras para
ponelle sus ofrendas de pan y vino. Todo este tesoro llevó Cristóbal d[e] Olid cuando vino a
2634
conquistar esta Provincia, como más largo se dirá adelante.‖
Así, una función que pudieron haber tenido estas estructuras, fue la de
resguardar las riquezas acumuladas durante décadas de conquistas, y fácilmente podían
emplearse para la defensa en caso de ataque. Ihuatzio compartió la misma situación
peninsular en el lago de Pátzcuaro que tuvo Tzintzuntzan, lo que podría permitir la
defensa del sitio. También deben de contemplarse los usos rituales de procesiones, así
como estructuras religiosas; el dato tardío de Beaumont de que era una ―plaza de
armas‖, podría indicar también el carácter militar el sitio; aunque al momento de la
llegada de los españoles al Tzintzuntzan Irechequa, el corazón político era dominado
por medio de la ideología y etnicidad uacúsecha, lo que difícilmente pudo haber
2631
RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México, Balsal Editores, (Obras
completas de Eduardo Ruíz, Vol. I), 1969, Primera parte, P. 41 y nota a pie núm. 11. Énfasis original.
2632
CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan‖ en: Arqueología Mexicana,
Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, Pp. 30-31.
2633
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 185.
2634
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155.
611
motivado la erección de los uatziris como elementos poliotcéticos, pero sí para el
resguardo del tesoro real.
Las fronteras y guarniciones del Tzintzuntzan Irechequa
Como hemos visto a lo largo de esta investigación, el Tzintzuntzan Irechequa fue una
entidad política que logró imponer su autoridad en una amplia zona territorial del
Occidente de Mesoamérica, de donde extrajo el tributo, fuerza de trabajo y fuerza
militar de los grupos étnicos dominados, por medio de diversas estrategias de control
territorial, étnicas e ideológicas. Al ser una sociedad de tipo estatal expansionista, se vio
en la necesidad de resguardar el territorio de otras entidades políticas vecinas que
oponían resistencia, o que también tenían ambiciones expansionistas, por lo que
tuvieron que defenderse las fronteras con la fuerza militar. El 20 de noviembre de 1553,
Jorge Carrillo, conquistador español que estuvo a las órdenes de Cristóbal de Olid
durante la conquista de Michoacán, declaró que el cazonci:
―…tenía guerra contra Montezuma y los señores de México y de otras partes de la comarca
de Michoacán, e con los señores de Colima e Zacatula, y tenían contra ellos puesta gente de
guarniciones, lo cual sabe e vido este testigo, porque fue a conquistar la dicha provincia de
2635
Michoacán con Cristóbal de Olid, que a ella fue por Capitán…‖.
En un apartado anterior ya explicamos el alto valor simbólico que tuvieron
algunos sitios en el plan cósmico de expansión, que fueron las cabeceras de las cuatro
partes, localizadas en las fronteras para defender y atacar a los vecinos. Estas fronteras
eran defendidas mediante la fuerza militar; ya tardíamente fray Isidro Félix de Espinosa
mencionó que: ―tenía el rey [cazonci] sus guardias en las fronteras para la guerra con los
mexicanos, jaliscos, colimas y matlatzingas, y usaban de las mismas que los otros.‖2636
En los siguientes párrafos trataremos de manera general las fronteras del
Tzintzuntzan Irechequa, pero debemos advertir que el conocimiento sobre las mismas
no es completo, pues como mencionamos a principios del capítulo II de la presente
investigación, los límites políticos se desconocen con exactitud, además de que no todas
las fronteras han sido trabajadas por igual en la historiografía; la frontera tarasco-mexica
ha recibido mayor atención por la cantidad de fuentes documentales y arqueológicas del
lado mexica. Otra frontera que ha recibido atención recientemente es la que
mantuvieron los tarascos con los señoríos de Jalisco y Colima; pero las fronteras norte y
suroeste han sido poco investigadas debido a la falta de estudios arqueológicos e
información histórica sobre la situación prehispánica, además de sus propias dinámicas
al momento del contacto europeo, pues al otro lado de la frontera norte tarasca era
habitada por grupos humanos con modos de subsistencia seminómadas o nómadas
comúnmente llamados como chichimecas, mientras que los territorios de la frontera
suroeste, entre la cuenca del Río Tepalcatepec y la Sierra Madre del Sur de la costa
michoacana, han sido de baja densidad demográfica desde la época prehispánica.
Haremos una revisión general de la documentación e investigaciones sobre las
dinámicas perceptibles en las fuentes, que implementaron los tarascos para defender el
territorio conquistado.2637
2635
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, f. 37.
2636
ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán, Óp. Cit., Lib. I, Cap. III, P. 32.
2637
Para una propuesta de la evolución territorail del Estado tarasco a lo largo de su historia, véase el
Apéndice A, mapa VIII.
612
La frontera tarasco-mexica
De las cuatro fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, la que ha sido trabajada de forma
más sistemática es la oriental, la que colindaba con la Excan Tlatoloyan o Triple
Alianza mexica. Las fuentes documentales del lado mexica permiten conocer
aproximadamente cuales eran las provincias tributarias, mientras que del lado tarasco la
información es menos abundante; con esto y con las investigaciones arqueológicas, se
han hecho avances en el conocimiento de la zona fronteriza. Uno de los trabajos que
abordó la extensa zona geográfica de la frontera tarasco-mexica fue la tesis de
licenciatura de José Isabel Hernández Rivero, quien utilizó información histórica y
arqueológica para delimitar el territorio, localizar algunos de los asentamientos
defensivos, y tratar de definir las estrategias de control territorial por parte de ambos
Estados expansionistas, siendo una frontera de conflicto muy intenso. Aquí vamos a
mencionar a grandes rasgos su trabajo y sus conclusiones, pero podemos adelantar que
por la naturaleza de constante conflicto y la existencia de lugares fortificados, estamos
ante una frontera que puede caracterizarse como ―dura‖, cuyo objetivo era impedir la
entrada de enemigos al territorio de alguno de los bandos.
Esta zona fronteriza se conformó cuando los tarascos y mexicas conquistaron y
subyugaron a los grupos étnicos que se encontraban entre las cuencas de Pátzcuaro y
Texcoco, durante los siglos XV y principios del XVI, y al parecer en algunas zonas, la
frontera fluctuaba de acuerdo al avance o retroceso de alguno de los bandos, pero no de
forma abrupta. Estas guerras provocaron grandes cambios en los pobladores locales,
pues tuvieron que volverse tributarios a uno de los dos poderes, o huir y migrar hacia
otras regiones, dándose un ―notorio despoblamiento y abandono de áreas agrícolas, las
cuales siendo altamente productivas en etapas anteriores, en este proceso se tornaron
―tierra de nadie‖ debido al repliegue de la población hacía áreas de mayor seguridad
dentro de determinado territorio político,‖2638 conformándose así un teatro de
operaciones militares. Las fuentes coloniales hicieron mención de la tensión existente en
ésta frontera: Alonzo de Zorita mencionó que ―los mexicanos dice que aunque tuvieron
mucho tiempo guerras con los de Michiuacam nunca les ganaron pueblo alguno ni bastó
todo el imperio de Mexico para ello y en las fronteras tenían fuerzas y guarniciones y
siempre se velaban los unos de os otros.‖2639 Y Bernal Díaz del Castillo mencionó que
―Y parece ser que como el gran Montezuma tenía muchas guarniciones y capitanías de
gente de guerra en todas las provincias, que siempre estaban junto a la raya de ellos,
porque una tenía en lo de Soconusco por guarda de lo de Guatemala y Chiapa, y otra tenía
en lo de Guazacualco, y otra capitanía en lo de Mechuacán, y otra a la raya de Pánuco,
entre Tuzapán y un pueblo que le pusimos por nombre Almería [Nauhtla], que en la costa
2640
del Norte.‖
seis
2641
Dada la amplitud de la zona fronteriza, Hernández Rivero la dividió en cuatro o
subregiones para su análisis (Ver Figura 12):
2638
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 22.
2639
ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España, Óp. Cit., T. I, Cap. XXII, Primera parte, Pp. 284285.
2640
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap.
XCIV, P. 180.
2641
En un artículo propuso cuatro subregiones: sector norte, sector este, sector sureste y sector sur,
mientras que en la tesis publicó un mapa más completo, pero dividió los sectores entre lado tarasco y
mexica, aunque en el texto habló de los primeros cuatro sectores. Cf. HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ.
613
1) Sector noreste: estaría formado sólo del lado tarasco, con los asentamientos de
Yuririapúndaro y Acámbaro. Esta zona al parecer no fue teatro de operaciones entre
mexicas y tarascos, pero si fue de gran importancia para los últimos, pues se desde ahí
se defendía el territorio de las incursiones de los pueblos chichimecas del norte.2642 El
Códice Telleriano-Remensis consigno un ataque tarasco en Jilotepec en 1462,
probablemente la estrategia era dominar la región para rodear el valle de Toluca y atacar
el Centro de México desde el lado noroeste.2643
2) Sector este-oeste: Está región fue de las más intensas donde se midieron los poderes
de las dos potencias mesoamericanas del Posclásico tardío. Del lado tarasco se
encontraban los asentamientos de Maravatio, Taximaroa, Jungapeo, Zitacuaro,
Tiquicheo, Cutzio, Huetamo y Cutzamala; mientras del lado mexica estaban Jilotepec,
Timilpan, Xocotitlan, Ixtlahuaca, Villa Victoria, Valle de Bravo, Santo Tomás,
Zacazonapan, Temascaltepec, Tejupilco y Amatepec. La topografía y los bosques
jugaron un papel importante para la conformación de la frontera es este sector, además
se lograron establecer sitios de tipo guarnición-vigía para observar los movimientos
enemigos.2644 La estrategia mexica fue atacar este región ya que era el camino directo
para llegar al corazón del Estado tarasco, por lo menos lanzaron dos grandes ofensivas,
en 1476-1477 y en 1517, sin éxito. Por esta razón había lugares fortificados como
Taximaroa para detener los ataques mexicas; al parecer después de la fallida campaña
emprendida por Moctezuma II contra el Tzintzuntzan Irechequa en 1517, los tarascos
lograron penetrar en el valle de Toluca, ya que para 1522, mantenían una guarnición de
guerreros a poca distancia de Ixtlahuaca, según testimonios de mediados del siglo
XVI.2645
3) Sector sureste: Esta región fue codiciada por tarascos y mexicas debido a la riqueza
natural presente, en especial el cobre que era explotado por los tarascos. De su lado de
la frontera, existiron diversos asentamientos y guarniciones que funcionaron para la
defensa de la frontera, como Pungarabato, Guayameo, Tlalchapa y Ajuchitlán, mientras
que los mexicas mantenían como frontera Tlatlaya, Alahuixtlan, Oztuma, Ixcateopan,
Acapetlahuaya, Teloloapan y Totoltepec. La cuenca del Río Balsas, la vegetación y lo
inaccesible de la topografía, permitieron el control y defensa del terreno, ya que
limitaba la movilidad de tropas.2646 Los tarascos trataron de avanzar en esta región, para
fechas tardías de la historia mesoamericana como 1520, se menciona que estaban
sitiando la fortaleza de Oztuma, por lo que los mexicas respondieron construyendo una
serie de fortificaciones importantes en la región. Exploraciones arqueológicas en esta
zona se llevaron a finales de la década de 1990, y los resultados se publicaron en el año
2000, y arrojaron nueva información sobre los sistemas defensivos usados por los
tarascos:
―Mi investigación de la región no reveló un uso excesivo de la fortificación en Cutzamala,
Pungaravato, o Ajuchitlán o en cualquiera de los pueblos orientales sujetos de estas
―La arqueología de la frontera tarasco mexica: arquitectura bélica‖, en: Contribuciones a la arqueología y
etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2004, Pp. 115-155.
2642
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., Pp. 36-33.
2643
Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., ff. 33v; HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología
de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 166.
2644
Ibíd., 43-48.
2645
Véase el apartado sobre el expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa y las guerras tarasco-mexicas,
donde se trata la última ofensiva de Moctezuma II contra Zuangua, en el presente capítulo.
2646
Ibíd., P. 58.
614
cabeceras. El patrón de asentamiento tarasco, sin embargo, mostró una clara preferencia por
incorporar líneas fluviales y otras características naturales para obtener una ventaja de
defensa de los ataques de este. Además, es posible que alguno de estos sitios haya sido
complementado con empalizadas o incluso muros de piedra que fueron desmantelados
durante la época colonial temprana. Tampoco puedo descartar por completo la posibilidad
de que los sitios altos de la colina cerca de Totolapan, Amuco, San Bartolo y Tlalchapa
tengan ocupaciones del Posclásico Tardío. No obstante, los sitios que parecían haber
albergado al grueso de la población en la región más vulnerable (es decir, Tecomatlan,
Totoloapan, Cutzamala, Ajuchitlán y Pungaravato) no se encuentran en la mejor ubicación
2647
defensiva.‖
4) Sector sur: hacía el sur de la cuenca del Río Balsas el predominio fue en su mayor
parte de los mexicas, aunque los tarascos lograron cierto avance. Debido a lo escarpado
de la topografía y al clima, fue una zona de baja densidad poblacional; hay pocos
indicios documentales que haya sido un teatro de operaciones importante. Del lado
tarasco se encontraban La Huacana, Sinagua y Guayameo, mientras que del mexica
estaban Tetela del Rio, Capulalcolulco y en algún momento Zacatula.
FIGURA 12. ―Subregiones de la frontera tarasco-mexica‖. FUENTE: HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ
ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control
estatal. Tesis para optar el título de Licenciado en arqueología, Director: Rubén Cabrera Castro México,
Escuela Nacional de Antropología e Historia, 1994, mapa entre Pp. 35-36. Modificación nuestra.
2647
SILVERSTEIN, JAY E.. A study of the Late Postclassic aztec-tarascan frontier in northern
Guerrero, México: The Oztuma-Cutzamala project. Tesis para obtener el grado de Doctor en Filosofía.
Consejero: Kenneth G. Hirth, Universidad Estatal de Pennsylvania, 2000, P. 348. Traducción nuestra.
615
José Isabel Hernández Rivero llegó a varias conclusiones sobre esta frontera.
Sobre la cerámica de los sitios del lado tarasco, detectó que los grupos locales imitaron
el estilo de la de Tzintzuntzan, por lo que la denomino como ―tarascoide‖; mientras que
del lado mexica, el influjo del estado cerámico mexica fue mayor. La explicación
posible a estas evidencias, es que del lado tarasco se procuró la tarasquización de los
distintos grupos étnicos, mientras que los mexicas mantuvieron una política de
colonización con guarniciones en las fronteras para mantener el control territorial, el
flujo de tributo y la defensa en contra de los tarascos. También las guerras provocaron
migraciones, lo que conformó que existiera una franja de territorio despoblada entre
ambas entidades políticas, dando un origen a una ―tierra de nadie‖, que fue el teatro de
operación de las guerras entre tarascos y mexicas. En este contexto de guerra,
Hernández Rivero considera como poco probable la existencia de ―puertos de
intercambio‖ para el comercio, sin embargo este es un debate que no ha sido del todo
resuelto en las últimas investigaciones, y al parecer existió comercio entre ambos lados
de la frontera, aunque no se ha estudiado lo suficiente.2648 Sobre los estudios de los
lugares fortificados, comenta que:
―…el tipo de construcciones tan complejas que son las fortalezas las cuales hacen evidente
la aplicación de una ingeniería militar para su elaboración así como para asignarles una
adecuada ubicación que por fuerza debía considerar al medio geográfico con el objeto de
ganar todos los elementos posibles como son el factor agua, el área por donde podrían ser
acometidas, vías de fuga en caso de pérdida de la plaza, posición de ataque con la mayor
efectividad y menores pérdidas posibles, visibilidad total para el envío de comunicaciones
(tal vez por medio de señales de espejos o humo), capacidad para agrupar en un momento
determinado a un número considerable de personas, puntos potenciales para atacar al
enemigo, estrategias de ataque de acuerdo a la movilidad en el terreno, el número de
combatientes, armamento y el objetivo perseguido, los recursos del adversario, distancias
por recorrer, conocimiento del terreno enemigo (a través de espías o de cautivos), rutas
factibles de ataque, control de mando sobre los diferentes cuerpos de combatientes, puntos
adecuados para la partida de suministros y de guerreros desde los sitios de marcha al campo
de batalla, cantidad, diversidad y calidad de suministros de guerras y de víveres para las
2649
distintas campañas, etc., etc.‖.
Todos estos factores considerados para el caso de la frontera tarasco-mexica,
junto con los otros aspectos mencionados en este apartado, podemos considerar que sí
existió una poliorcética bastante desarrollada, al menos en el caso de esta frontera, las
redes defensivas de ambas entidades políticas fueron bastante complejas y operativas
durante varias décadas. Además el estudio de los diversos sitios arqueológicos de la
frontera, permitió identificar algunos de los elementos poliocéticos usados por los
pueblos mesoamericanos, como visibilidad óptima, situación topográfica de fácil
defensa y con accesos restringidos. Se diferenciaron entre las guarniciones ―naturales‖,
lugares que por sus características topográficas inexpugnables eran de fácil defensa y la
fortificación se hacía innecesaria, y las guarniciones ―artificiales‖ o fortificadas, donde
sí se erigieron obras defensivas para el resguardo de guerreros, suministros y puestos
vigía. De los diferentes sitios defensivos también
―…resalta el hecho de que de que mantienen la defensa de un teatro de operaciones de
guerra no como unidades aisladas sino como un conjunto de frentes definidos para no
permitir al enemigo sitiar algún lugar en particular; esto es, conforman líneas de contención
2648
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y
fuera de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat
Alfau de Teixidor, (Colección Investigaciones), 2013, T. I, Pp. 241-344.
2649
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación,
estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 160.
616
de asentamientos apoyándose en la topografía en donde la zona habitacional se establece
por el lado interno del frente de operaciones militares, nunca por delante o a los lados como
2650
sucede en otros lugares de Mesoamérica…‖.
De esta cadena de fortificaciones también se desprende que existieron
guarniciones primarias y secundarías en la línea de guerra. Las primeras estarían al
frente del teatro de operaciones teniendo funciones ofensivas-defensivas con
movilizaciones de guerreros, mientras que las segundas se localizaban en la retaguardia
aportando bastimentos, armamentos y refuerzos.2651 Para el caso tarasco contamos con
el testimonio documental de la guarnición de Cutzamala, donde supuestamente estaban
acantonados 10000 guerreros para hacer frente a los mexicas, mientras que los pueblos
de Guayameo y Sirándaro pagaban tributo en forma de maíz y otros bastimentos al a la
guarnición de Cutzamala.2652 Dada la longitud de la frontera y el número de
asentamientos del lado tarasco, podemos extrapolar esta situación a las guarniciones
primarias existentes con las poblaciones en la retaguardia. Ejemplos históricos de las
guarniciones de retaguardia serían Ucareo, Acámbaro, Araro y Tuzantla, que
proporcionaron guerreros para preparar emboscadas en los cerros contra Cristóbal de
Olid.2653 Diego Basalenque mencionó sobre Ucáreo que ―este pueblo servía de frontera
al Caltzontzi contra el Emperador de México Motehtzuma, porque era puerto y paso por
donde le podían entrar en su reino, y así escogía dél la gente más belicosa y bien
dispuesta, y la vecindaba en este pueblo y en sus Visitas; y si no era para impedir el
paso, para otra ninguna no era a propósito el puesto.‖2654
La frontera del Tzintzuntzan Irechequa con los señoríos del occidente
La frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa es difícil de precisar debido a su
dinámica histórica, y a la falta de fuentes documentales que detallen la situación
territorial al momento de la llegada de los españoles. Antes de iniciar el estudio de las
guarniciones de esta frontera, cabe mencionar brevemente uno de los grandes castillos
en el aire que ha producido la historiografía del Occidente de Mesoamérica para el
Posclásico Tardío. En 1872, el licenciado tapatío Ignacio Navarrete (1837-1880),
profesor de escuela, publicó un libro de texto titulado ―Compendio de la Historia de
Jalisco, hecho en forma de catecismo e impreso con letra miñona en dos partes, de 87 y
123 páginas respectivamente.‖2655 Dicho trabajo está repleto de errores y datos sin
2650
Ibíd., P. 161.
Ibíd., P. 166.
2652
CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266. Debe de recordarse que el
hecho de que tarascos y mexicas hayan erigido fortalezas y guarniciones en la región de Tierra Caliente,
se debió a la riqueza natural existente, productos como el cobre, la sal, algodón y otras bienes, fueron
codiciados por las clases dominantes de ambas unidades políticas expansionistas. MARTÍNEZ,
GUILLERMO. ―Las fronteras surorientales del imperio purhépecha‖, en: MIRANDA, FRANCISCO
(Editor). La cultura purhé. II Coloquio de antropología e historia regionales. Fuentes e historia. México,
Colegio de Michoacán-Fondo para Actividades Sociales y Culturales de Michoacán (FONAPAS
Michoacán), 1981, Pp. 174-177.
2653
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 44v-45.
2654
BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino de Michoacán, Óp.
Cit., Lib. I, Cap. XVI, Pp. 171. Recuérdese que los lugares atacados en la campaña emprendida por
Moctezuma II contra los tarascos fue en las ―fronteras de Michoacan que son las de Tacimaloyan que los
españoles llaman Taximaloa, Maravatío y Acámbaro, Oquario [Ucareo] y Tzinapécuaro.‖ MUÑOZ
CAMARGO, DIEGO. Historia de Tlaxcala, Óp. Cit., P. 126.
2655
BRAVO UGARTE, JOSÉ. ―La confederación chimalhuacana y las fuentes históricas‖, en: Sobretiro
del anuario “Humanitas”, Monterrey, Centro de Estudios Humanísticos- Universidad de Nuevo León,
núm. 3, 1962, Pp. 479-500.
2651
617
fundamentos. Entre los datos inventados, se menciona que la etimología del Estado de
Jalisco fue debido a una ciudad prehispánica ubicada en el actual Nayarit, pero que ―su
nombre genérico era el de Chimalhuacán, que quiere decir país de las rodelas o escudos,
y comprendía diferentes Estados independientes y con nombres especiales‖. A partir de
aquí se mencionó la existencia de la ―Confederación Chimalhuacana‖, ya que ―el
territorio que hoy forma el Estado de Xalixco no formaba entonces una sola nación, sino
que había en él diferentes monarquías y tactoanazgos o pequeños estados
independientes, que en ciertas circunstancias formaban una confederación.‖ Entre las
supuestas monarquías se encontraban las de Tonalá, Xalixco, Aztatlan, y los
tactoanazgos independientes de Coinan, Cuitzeo, Chapálac, Sayula, Zapotlan, Autlán,
Etzatlán, Xochitepec, y varios señoríos independientes más.2656 Menciona que está
confederación sólo existía en tiempos de guerra:
―Parece que en tiempos de paz cada uno obraba aisladamente; pero en los de guerra, a
semejanza de los antiguos Estados de Grecia en los tiempos de Príamo, rey de Troya,
formaban una confederación formidable dirigida por el Estado más poderoso o por el jefe
más inteligente. Así pudieron humillar al poderoso rey de Michoacán, su natural enemigo,
cuantas veces quiso someterlos; así pudieron combatir a los españoles, derrotarlos y obligar
al virrey Mendoza a venir de México con un ejército superior a cuantos en América se
habían visto para someterlos, lo cual sólo pudo conseguir con grandes sacrificios. A veces
se hacían la guerra unos a otros y se ensanchaban o disminuían los límites de los
2657
Estados.‖
Ignacio Navarrete mencionó dos ocasiones importantes en que supuestamente se
había reunido la ―Confederación Chimalhuacana‖, la supuesta ―guerra del salitre‖,
cuando el señor de Michoacán intentó conquistar las salinas de Tzacoalco, cuya
monarquía principal fue la extranjera de Colima, y la Guerra del Mixtón en 1541.
Ninguna fuente menciona en absoluto la existencia de la ―Confederación
Chimalhuacana‖ (en Jalisco ni siquiera existió un lugar con dicho toponímico), ni de la
―guerra del salitre‖, y la insurrección de 1541 inició en Tlaxicoringa, Durango, muy al
norte de la supuesta confederación. Todo esto es producto del romanticismo
decimonónico. En 1935, José López Portillo y Weber ya había declarado que ―la
Confederación Chimalhuacana no existió‖.2658 En 1957, Corona Núñez fue todavía más
lejos al proponer la existencia del ―Imperio de Occidente‖:
―Parece haber suficientes datos para afirmar que el reino tarasco abarcó Michoacán, gran
parte de Guanajuato, Querétaro, Guerrero, Colima, Jalisco, Nayarit, y parte de Sinaloa,
actuales estados de la República Mexicana; formaba una especie de confederación de
estados independientes, sin la cual no hubiera sido posible contener los distintos intentos de
invasión hacia el poniente del ambicioso pueblo mexica. […] No obstante, a raíz de la
conquista española, aparentemente ya casi todo el occidente se había independizado de los
tarascos. Luchaban éstos con los coca que habitaban a orillas del lago de Chapala y habían
perdido Colima. Quizás estaban reducidos a casi el territorio que comprende ahora el estado
de Michoacán. Así debilitados, los tarascos fueron conquistados fácilmente por lo
2659
españoles, como lo fueron también sus antiguos tributarios.‖
2656
NAVARRETE, IGNACIO. Compendio de la Historia de Jalisco. Citado por BRAVO UGARTE,
JOSÉ. ―La confederación chimalhuacana y las fuentes históricas‖, Óp. Cit., P. 482.
2657
Ibíd., P. 492.
2658
LÓPEZ PORTILLO Y WEBER, JOSÉ. La Conquista de la Nueva Galicia. México, Talleres gráficos
de la Nación, 1935, Pp. 37-38. Citado por MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit.,
nota a pie núm. 11, P. 130.
2659
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Introducción a la Primera y Segunda Ediciones‖, en: CORONA NÚÑEZ,
JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., Pp. 13 y 15.
618
De nueva cuenta nos encontramos más ante suposiciones, escritas más producto
del romanticismo novecentista que en el análisis de fuentes. En 1983 y luego en 1987, el
escritor jalisciense Juan Rulfo criticó fuertemente la perpetuación de la invención
historiográfica de la ―confederación chimalhuacana‖:
―Es falsa la teoría inventada por el profesor Ignacio Navarrete, catedrático de historia en el
Liceo de Niños y Niñas del estado de Jalisco, de que la antigua Nueva Galicia estaba
compuesta por una dizque Confederación Chimalhuacana. Aun historiadores recientes
como el doctor Jesús Figueroa Torres ubican al milenario Chimalhuacán-Atenco, en Tepic
y Acaponeta. Y no sólo eso. Da tristeza comprobar que hasta ahora en los actuales textos
escolares aparece dicha mistificación. En los textos escolares que tiene Jalisco, siempre
aparece la Confederación Chimalhuacana. No sólo estos historiadores sino hasta Pérez
Verdía cayó en la trampa. Que los habitantes no sólo de Chimalhuacán Atenco como los de
Chimalhuacán Chalco, hayan estado en Jalisco es lo más probable. Pero esto aconteció, tal
vez, o sin el tal vez, durante la guerra del Mixtlan [sic.] en 1541. Cuando el cacique de
Tlalmanalco contribuyó con más de 20 mil guerreros chalcos a dicha guerra, de los cuales,
por cierto, regresaron muy pocos a su lugar de origen y a su lugar de origen todavía está
donde siempre ha estado: en Chimalhuacán Atenco, en las cercanías de Texcoco, en la
ribera del vaso de la laguna, y en Chimalhuacán Chalco junto a Ozumba, en el estado de
México. Los dos Chimalhuacanes, únicos, en todo el país, pertenecieron en el pasado a la
provincia de Chalco, Amecameca. En el occidente, jamás existió un sitio, lugar, pueblo,
2660
confederación con ese nombre. Ojalá que esto quede bien claro de una vez por todas.‖
A pesar de esto, en los libros de texto oficiales y en estudios académicos, se
siguió hablando de Chimalhuacán para exaltar el pasado regional de Jalisco, o de la
―guerra del salitre‖ para hacer referencia a las guerras de expansión del Tzintzuntzan
Irechequa, sin ningún tipo de crítica de fuentes.2661
Pese la breve información documental existente, dependiendo de cómo se
interpreten y se tracen los límites sobre un mapa, puede variar significativamente el
territorio asignado bajo control tarasco. El estudio monográfico más completo de dicha
frontera es la tesis de licenciatura de Jesús Erick González Rizo, quien usó información
histórica y arqueológica para entender la dinámica propia de esta frontera y la presencia
tarasca en los actuales territorios de Jalisco y Colima.
Gracias a las Relaciones Geográficas de la Nueva Galicia y de Michoacán, así
como otras fuentes documentales y evidencias arqueológicas, sabemos que existieron
diversas unidades políticas independientes al occidente de la Cuenca de Pátzcuaro, en
los actuales estados de Colima y Jalisco, de diversa filiación étnica y lingüística durante
el Posclásico tardío. González Rizo propone que para el momento de mayor extensión
territorial del Tzintzuntzan Irechequa, del otro lado de la frontera tarasca existían más de
30 señoríos independientes (Ver Figura 13). Está región fronteriza fue caracterizada por
Phil. C. Weigand como ―zona transtarasca‖ (Ver Figura 14):
2660
Citado por MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., nota a pie núm. 11, Pp. 129130. Apud. Suplemento cultural La Jornada Semanal (año 3, núm. 139, 17 de mayo de 1987).
2661
―En el actual estado de Colima durante la época prehispánica se produjeron grandes cantidades de
‗sal‘, que entre los pueblos mesoamericanos era de gran utilidad para preparar sus alimentos, ante la
escasez los michoaques decidieron invadir la región con la intención de sojuzgar a estos pueblos, sin
embargo, el tlatonazgo de Colima se encontraba gobernada por Coliman, quien ante la amenaza de los
michoaques decidió establecer una alianza militar con los pueblos nahuas del sur de Jalisco. A esta
coalición se le llamó como ‗La Confederación Chimalhuacana‘.‖ Cf. AGUILAR IREPAN, FRANCISCO
ANTONIO. Diversidad étnica en el estado michoaque. Origen y convivencia. Tesina para obtener el
grado de Licenciado en Historia. Asesor: Jorge Silva Riquer. Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo. 2010, Pp. 94-95.
619
―El término "transtarasca" se refiere al área de valles lacustres y fluviales de tierras altas
que colindaba con el Estado tarasco hacia el oeste y noroeste. Naturalmente, este término
puede emplearse solamente para el periodo Postclásico tardío (ca. 1250-1520 d. C.), o sea
desde los albores del Estado tarasco hasta su culminación, aunque el área misma tuvo un
carácter regional mucho antes del periodo Postclásico. Durante el Postclásico esta área se
convirtió en una zona de marca militar, atrapada entre las sociedades expansivas de los
tarascos en el sur y sudoeste, y varios de los Estados caxcanes (especialmente los de Teul,
Juchipila y Nochixtlán) al norte y noreste. […] Esta zona incluye a los fértiles valles
lacustres y fluviales de las tierras altas del centro, centro-occidente y sur de Jalisco, desde
Zapotlán el Grande y Sayula en el sur, Tonalá en el oriente, y Etzatlán-Ahuacatlán en el
oeste. El cañón del río Grande de Santiago forma aproximadamente la frontera norte de la
2662
zona transtarasca.‖
González Rizo menciona que está región pudo ser más amplia al contraerse las
fronteras del Estado tarasco, por lo que se podría incluir las regiones de la Sierra de
Amula y parte de Los Altos de Jalisco, el Nevado y Volcán de Colima, las cuencas de
Sayula, la ex-laguna de Magdalena, la barranca del Río Santiago, y la meseta de los
Altos. Esta región también podría considerarse como una ―zona transcaxcana‖, una zona
de conflicto entre la expansión tarasca y los señoríos caxcanes del norte, además de que
los señoríos de la región tenían guerras entre ellos, siendo la frontera una especie de
marca militar del lado tarasco.2663
2662
WEIGAND, PHIL. C.; GARCÍA DE WEIGAND, CELIA. Tenamaxtli y Guaxicar. Las raíces
profundas de la rebelión de Nueva Galicia. Traducción de Eduardo Williams. Zamora. El Colegio de
Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, 1996, P. 13. González Rizo menciona más adelante que
―aunque Weigand no lo define de manera explícita, el autor de estas líneas entiende por ―marca militar‖
un espacio fronterizo en el cual existe una constante tensión bélica entre dos –o más- entidades
sociopolíticas vecinas causada por los apetitos expansionistas de una de ellas o de ambas‖. GÓNAZALEZ
RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del
Irechequa Tzintzuntzani. Óp. Cit., nota a pie, núm. 10, P. 24.
2663
Ibíd., Pp. 22-23.
620
Figura 13. ―Estado tarasco y entidades políticas vecinas en el Occidente‖. FUENTE: GÓNAZALEZ
RIZO, JESÚS ERICK. ―Entre tarascos te veas. Expansión e influencia del Irechequa Tzintzuntzani en el
actual estado de Jalisco.‖ Ponencia presentada en el Seminario Kw'anískuyarhani de Estudios del Pueblo
Purépecha, Pátzcuaro Michoacán, 28 de Noviembre de 2015. Texto en línea en:
https://www.academia.edu/19442125/Entre_tarascos_te_veas._Expansión_e_influencia_del_Irechequa_T
zintzuntzani_en_el_actual_estado_de_Jalisco (Consultado 31 de enero de 2018).
621
Figura 14. ―La ―doble frontera trans-tarasca trans-caxcana en vísperas de la conquista española (14601521) según Weigand‖. FUENTE: WEIGAND, PHIL C.. ―La organización política de la zona transtarasca del Occidente de Mesoamérica en víspera de la conquista española‖, en: WEIGAND, PHIL C..
Evolución de una civilización prehispánica: arqueología de Jalisco, Nayarit y Zacatecas. Zamora,
Mich., El Colegio de Michoacán, 1993, P. 135.
622
Por eso González Rizo propone que para estudiar la frontera occidental del
Tzintzuntzan Irechequa, debe considerarse más como un punto de encuentro que de una
barrera infranqueable, ya que sí bien la presión de una entidad política expansionista
muy poderosa como la Excan Tlatoloyan, orilló a los tarascos a conformar una frontera
cerrada y dura con fortalezas y guarniciones permanentes en su frontera oriental; del
lado occidental no tenían la presión de un poder expansionista de importancia, al
contrario, había una serie de señoríos que luchaban entre sí, pero los tarascos no
contaron con la fuerza suficiente para sujetarlos, por lo que la frontera transtarasca fue
más bien abierta y blanda, donde se seguía la política de segregación étnica, abierta al
flujo comercial y cultural y con enclaves étnicos tarascos en la zona de asimilación. Las
características serían:
―Así pues, la frontera abierta sería un espacio heterogéneo transcultural y multiétnico, más
amplio aún que las barreras políticas entre el Estado tarasco y los señoríos vecinos, que
abarcaría tanto la llamada Zona de Segregación Étnica al interior mismo del Irechequa
Tzintzuntzani, como la conocida Zona Transtarasca en las tierras altas lacustres del centro
de Jalisco, espacio sujeto a las campañas militares michoacanas. Dadas las fluidas
relaciones culturales entre los pueblos tributarios y no tributarios de los tarascos en el
occidente de México, y a un desarrollo histórico compartido, la línea fronteriza se tornaría
difusa, y más que una barrera, debemos visualizarla como una ―esponja que absorbe las
diferentes manifestaciones socioculturales de las etnias y pueblos que compartieron éste
2664
espacio.‖‖
Los tarascos ambicionaron la riqueza natural y fuerza de trabajo del occidente,
especialmente la sal que se producía en la costa de Colima, así como el acceso a rutas
comerciales que se extendían hasta el sur de EUA,2665 pero como mencionamos, no
contaron con la fuerza suficiente para conquistar el territorio; debe de recordarse la
presión que suponía la frontera tarasco-mexica, a donde se dirigieron grandes esfuerzos
por defender y contraatacar a los mexicas. La RM menciona que la expansión tarasca
hacía el occidente se consolidó bajo los gobiernos de Tzitzíspandácuare y su hijo
Zuangua, quienes lograron extender mucho el territorio entre 1450 y 1520.2666 Las
fuentes documentales menciona que los tarascos llegaron a conquistar Colima, Amula,
Zapotitlán. En la Relación Geográfica de este último lugar, se menciona que eran
gobernados por un señor de nombre Xiutltecutle, que quiere decir ―señor preciado‖:
―Y que este s[eño]r reinó setenta y cinco a[ñ]os, poco más o menos, hasta que el CAZONCI
entró con su gente en esta d[ic]ha provi[nci]a, y lo mataron. Y el d[ic]ho CAZONCI puso
tres capitanes en esta provi[nci]a, de los cuales no les saben los nombres estos declarantes,
y éstos pelearon con los que quedaron, y los recogieron en un pue[bl]o que estaba aquí
junto, de pocas casas. Y que, allá, los d[ic]hos capitanes estuvieron recogidos y, peleando
con los demás pueblos, murieron. Y sucedió un s[eño]r que se llamaba
TEUQUTLATLQUEMI, que quiere decir en lengua castellana ―hombre vestido de plata‖, y
éste gobernó poco más de dos a[ñ]os. Y que a éste sucedió MAZATL, padre del d[ic]ho
2664
AGÜERO, FRANCISCO DE; MARTÍNEZ, BONIFACIO. ―Relación de la provincia de Amula‖
[―Relación de Zapotitlan‖, 4 de septiembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones
geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 27. Corchetes y mayúsculas originales.
2665
WILLIAMS, EDUARDO. La sal de la tierra. Etnoarqueología de producción salinera en el Occidente
de México. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, (Colección
Occidente), 2003, Pp. 205-234; WEIGAND, PHIL C.. ―La organización política de la zona trans-tarasca
del Occidente de Mesoamérica en víspera de la conquista española‖, en: WEIGAND, PHIL C.. Evolución
de una civilización prehispánica: arqueología de Jalisco, Nayarit y Zacatecas. Zamora, Mich., El
Colegio de Michoacán, 1993, Pp. 123-161.
2666
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV. Véase el Apéndice A, mapas V y VII.
623
DON GARCÍA DE PADILLA, uno destos declarantes, el cual nombre de MAZATL quiere
2667
decir ―venado‖…‖.
La referencia no es clara, pero al parecer después de la muerte de los tres
capitanes tarascos, los habitantes del pueblo de Zapotitlán lograron sacudirse el yugo
tarasco; lo mismo ocurrió en otros lugares como Colima. Pero para el momento de la
llegada de los españoles, los tarascos dominaban una buena porción del sureste del
actual Jalisco, de sur a norte se encontraban los pueblos tributarios de Zapotlán, Amula,
Sayula, Atoyac, Teocuitlatan, Zacoalco, y en el límite noroeste antes de Ameca, pueblo
que resistió el poderío tarasco. En la Relación Geográfica de este último pueblo, se
menciona que fue fundado por un indio muy valiente llamado Xoxouhqui Tequani, que
quiere decir ―cruel león‖ o ―bravo león‖, y que
―Era persona muy temida, el cual dicen que vino de muy lejos de aquí, des[d]e cabo de la
mar, y no saben decir de dónde. El cual vino con mucha gente de guerra, conquistando
muchos pueblos y sujetándolos, hasta llegar a este pu[ebl]o; y, por parecerle fértil, de
buenas tierras, montes y caza, paró en él. Y, también, por reformarse, para, dende aquí,
conquistar otros pueblos que a éste estaban comarcanos, de mucha gente, los cuales tenía
sujetos EL CAZONCI, señor de PÁZQUARO, de la provincia de Mechuacan; el cual
d[ic]ho CAZONCI, tuvo grandes guerras con él, por habérsele venido tan cerca, y por
sujetarle por su vasallo. Y, por ser tan valiente el dicho XOXOUHQUl TEQUANI, y su
gente muy usada en la guerra, nunca pudo sujetarle, ni jamás fue sujeto a otro señor.
Sustentóse, con el dicho CAZONCI, hasta la venida de los españoles; no saben decir los
antiguos el tiempo que gobernó, ni el que ha que vino a poblar, más de que ha muchos
tiempos q[ue] hijos, nietos y bisnietos, choznos, le han venido sucediendo hasta la venida
2668
de los españoles.‖
2667
AGÜERO, FRANCISCO DE; MARTÍNEZ, BONIFACIO. ―Relación de la provincia de Amula‖
[―Relación de Zapotitlan‖] [22 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas
del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., Pp. 63-64. Mayúsculas y corchetes originales.
2668
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., Pp. 28-29. Mayúsculas y
corchetes originales. En un pasaje de la crónica de Antonio Tello se menciona que en el pueblo de Tlala, a
unos 37 km. al noreste de Ameca, ―…cincuenta años antes que los españoles llegaran á la Nueva España,
la ganaron, destruyeron y asolaron, que memoria no queda DE ELLOS, los tarascos‖, por lo que estas
guerras pudieron haberse librado ca. 1469. TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica
miscelánea…, Óp. Cit., Cap. XXXIV, P. 87. Las excursiones tarascas al Occidente fueron mencionadas
en otras fuentes, como la RM, las Relaciones Geográficas o el Códex Plancarte, pero las excursiones de
los indígenas del Occidente y Norte de Mesoamérica hacia el Tzintzuntzan Irechequa no han recibido
tanta atención. Hay varias versiones sobre el origen de los habitantes de Charo, de filiación étnica
matlatzinca; que llegaron ahí después de 1476-1476, cuando los mexicas fueron derrotados, por lo que los
matlatzicas del valle de Toluca huyeron del yugo mexica, buscando el amparo del cazonci
Tzitzíspandácuare; en otra versión de Alonso de la Rea, se menciona que el cazonci pobló Charo con los
prisioneros matlatzincas y mexicas capturados en esa misma batalla, cuando Axayácatl emprendió la
campaña contra el Tzintzuntzan Irechequa. Pero en el siglo XVII, cuando Diego Basalenque escribió
sobre porqué los habitantes de Charo tenían diferente lengua a la tarasca. En 1640 mencionó que los
charenses ―…vinieron a esta provincia con occasion de vnas guerras que el Rey desta provincia de
Michoacan tenian con los tochos y tecuexes para la qual pidio socorro a sus vesinos los de Toluca y
auiendo venido seis capitantes con muchos soldados [y] alcançada la victoria gustaron de quedarse en este
Reyno y para su habitaçion les dio el puesto que ay desde Handaparapeo hasta Tiripitio…‖.
BASALENQUE, DIEGO. ―Arte de la lengua matlaltzinga, compuesto por el padre maestro fray Diego
Basalenque de la orden de N[uestro] P[adre] S[an] Aug[us]tin de la provin[ci]a de Michoacan anno
domino 1640 [prologo del nombre y ser de la lengua Matlaltzinga]‖, Óp. Cit., f. 1v. Los tochos eran un
pueblo indígena que vivía en el Norte de Jalisco y partes de Aguascalientes; mientras que los tecuexes
eran un pueblo indígena que habitaba al Norte de la laguna de Chapala, por lo que dichas guerras se
libraron en la frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa. En otro texto, Diego Basalenque mencionó
de nuevo el origen de los charenches, basándose en un manuscrito escrito en lengua matlatzinca: ―En
tiempos antiguos de la gentilidad hubo un rey en Tzintzuntzan a quien llamaban Characu, que quiere
624
De esta cita se desprende que los tarascos no tenían intenciones de permitir que
en sus fronteras existieran enemigos poderosos, pero no pudieron conquistar a los
pueblos de Ameca ni al Norte de la cuenca de Chapala. El pueblo bajo control tarasco
más importante al occidente fue Tamazula, que de acuerdo a la Relación Geográfica del
lugar fue mencionado como ―cabecera de toda esta provincia‖ y supuestamente con
20000 habitantes antes de la llegada de los españoles. Las subcabeceras fueron
Tuchpan, Zapotlan, y en la tasación del bachiller Ortega de 1528 se agregó el pueblo de
Amula, y el señor para esa fecha se llamaba ―Sanache‖.2669 Se menciona que eran
sujetos al cazonci y le pagaban tributo, el señor de Tamazula se llamaba Acatl y era
señor por consentimiento del cazonci. Tenían guerras contra los pueblos de Colima,
Ahuatlan, Autlan, Cuzalapa, Tenamaztlan, Ameca, Izatlan, Agualulco y Tlaxomulco.2670
Esta región era importante por las cuencas con gran riqueza natural donde se obtenía
pesca y la codiciada sal, que se encontraban al oeste del lago de Chapala, como
Cajititlán, Atotonilco, San Marcos, Zacoalco, Sayula y Zapotlan; durante la época
colonial temprana la región fue conocida como Pueblos de Ávalos.2671 A eso hay que
agregar que posiblemente los tarascos querían controlar el corredor natural que se
extiende, desde el Oeste de la cuenca de Chapala en dirección Noroeste hasta Tepic. En
este último lugar se tenía acceso a la costa del Océano Pacifico y sus productos, así
como a las rutas comerciales que se extendían hacia el Norte de Mesoamérica y
Aridoamérica.
Al momento de la llegada de los españoles la cuenca sur del lago de Chapala
estaba bajo dominio tarasco. El grupo étnico mayoritario al norte eran los cocas y
tecuexes, mientras que del lado sur estaba habitado por tarascos, sayultecas y
probablemente nahuas. Esta zona fue de intensas actividades bélicas tarascas, la RM
menciona por ejemplo, que la guerra para la coronación de Tangáxoan II para obtener
prisioneros para el sacrificio, tuvo como objetivo el pueblo de Cuinao, en la parte
noreste de la cuenca. Las Relaciones Geográficas registraron que los tarascos
decir el Rey niño, en cuyo tiempo le iban haciendo guerra, y entrando por su reino por la parte del
poniente una gente llamada teca, y otros con ella diéronle tanto en que entender, que tuvo necesidad de
valerse de los vecinos extraños y envió a Toluca, que conocidamente era gente belicosa y extraña de los
mexicanos aunque les pagaban tributos; pidióles socorro, y salieron de Toluca seis capitanes, hechos
conciertos de lo que les habían de dar. Llegaron a Michoacán, y fueron muy bien recibidos del Rey, y
despachados a la guerra en compañía de los suyos. Pelearon los matlaltzingas tan bien, que
conocidamente ellos alcanzaron la victoria. Así se lo confesaron al Rey de la gran matanza que habían
hecho en los contrarios.‖ BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino
de Michoacán. Óp. Cit., Lib. I, Cap. XV, Pp. 164-165. En esta versión, se menciona como en tiempos de
un cazonci, en ―…cuyo tiempo le iban haciendo guerra, y entrando por su reino por la parte del poniente
una gente llamada teca, y otros con ella…‖. Las noticias sobre el pueblo teco son vagas, pero un dato
importante que hay que tomar en cuenta, es qué el vocablo teco es referido como de origen tarasco, y fue
traducido como ―mexicano‖, mientras que tecoecha es traducido por ―mexicanos‖. DGLM, T. II, P. 527.
Recuérdese que el vocablo ―mexicano‖ en los primeros siglos de la colonia, hacía referencia al idioma
―mexicano‖ o nahua, no sólo a los mexicas; precisamente los tochos y tecuexes hablaban lenguas del
tronco yuto azteca, por lo que es tentador relacionar las referencias de los tecos y señores como
Xoxouhqui Tequani como acciones de guerra relacionadas y atribuidas a los ―tecos‖.
2669
FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 395-396; ―La tasación
del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de
Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 414.
2670
FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 383 y 403.
2671
SCHÖNDUBE, OTTO. ―La región de Sayula vista a través de las fuentes etnohistóricas‖, en:
Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de
Michoacán, (Colección Memorias), 2004, Pp. 325-339.
625
mantenían guerras contra los pueblos de Ocotlán, Cuitzeo, Cuinao, Poncitlán,2672 Así
como Cutzalán –el actual San Juan Cosalá- en el lado noroccidental. González Rizo
agrega que ―por lo demás parece que todo el lado sur de la cuenca estuvo en dominio
pleno de los michoacanos que tenían sus bases en Jiquilpan, Sahuayo y Jacona, desde
las cuales incursionaban hacía el noreste, rumbo a La Barca y Ocotlán.‖2673 Es
importante notar que entre la frontera tarasco-mexica y la sostenida ante los señoríos del
occidente es que:
―A diferencia de la frontera oriental [tarasco-mexica], en la occidental son prácticamente
inexistentes las fortificaciones, con la posible excepción del sitio de ―El Mirador‖, junto al
poblado de San Juanito, en un pequeño cerro al borde de la extinta laguna de Magdalena,
que dada su ubicación bien podría ser un puesto de vigilancia, más que una fortaleza, usada
para dar alerta a los habitantes de la orilla, que huirían a las islas de la laguna, escapando
así de los invasores michoacanos. Otro sitio sin fortificaciones, pero cuya ubicación misma
resultaba ideal para defenderse de los ataques de oponentes es Tlajomulco, población
2674
rodeada de cerros, los cuales ofrecerían una ventaja defensiva a sus habitantes cocas…‖.
En la Relación Geográfica de Amula, se menciona que en unos de los pueblos
sujetos de Tuxcacuesco de nombre Tenango, era conocido así porque en la época
prehispánica ―en el tiempo en que guerreaban, hacían unos paredones de piedra p[ar]a
su defensa, a los cuales llamaban TENANGO, que quiere decir ―casa fuerte‖.‖2675 Como
hemos visto en este apartado, este sistema defensivo fue bastante común en el mundo
prehispánico. González Rizo menciona que:
―Bien se podría deducir que la ausencia de sitios fortificados en la frontera abierta se debe
principalmente a que para su construcción y mantenimiento se necesitaba una fuerte y
constante inversión de mano de obra y recursos, incosteables para un cacicazgo. Mientras
que un Estado expansionista como el tarasco contaba con los recursos y organización
necesaria para sostener una amplia infraestructura militar, que fue el caso de su frontera
oriental con los poderosos mexicas. Caso muy distinto al de su frontera occidental donde no
2676
existía un rival que realmente pusiera en peligro la supremacía tarasca en la región.‖
Además toda esta región pertenecería a la zona de segregación étnica que fue
propuesta por Helen Pollard, por lo que la línea importante de defensa se concentraría
2672
MEDINA, ANTONIO DE. ―Relación de Poncitlan y Cuiseo del Río‖ [9 de marzo de 1585], en:
ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 188. En una
carta que escribió Nuño de Guzmán al emperador durante la conquista de Jalisco, sugirió que la cuenca
norte de Chapala estaba bajo dominio tarasco, pues al momento que pasó por la región, mencionó que
―…los pueblos que estaban rebelados y el Cazonci tenía lebantados y dellos se servía…‖. ―Carta a su
Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en:
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 271.
2673
GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la
frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani, Óp. Cit., P. 55.
2674
Ibíd., P. 94.
2675
AGÜERO, FRANCISCO DE; MARTÍNEZ, BONIFACIO. ―Relación de la provincia de Amula‖
[―Relación de Tuscacuesco‖] [22 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones
geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 72. Corchetes y mayúsculas originales.
2676
GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la
frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Óp. Cit., Pp. 94-95. Otra razón por la cual no existieron
lugares fortificados, fue porque en la región al parecer tenían más peso las guerras rituales; se menciona
por ejemplo que los cocas de Cuitzeo-Coatlán y Poncitlán ―nunca tuvieron fortalezas, ni lugares puestos
ni lugares q[ue] lo fuesen de suyo; ni tuvieron necesidad dello, por la orden q[ue e]staba entre ellos dada,
por sus guerras y uso dellas, q[ue] era de tantos a tantos días, los cuales cumplidos, acudían de una parte y
de otra al puesto señalado.‖ MEDINA, ANTONIO DE. [Relación de Cuiseo] ―Relación de Poncitlan y
Cuiseo del Río‖ [9 de marzo de 1585], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo
XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., Pp. 193-194.
626
en territorio éticamente tarasco (Ver Figura 15). En la frontera occidental del
Tzintzuntzan Irechequa también se dieron movimientos migratorios a causa de las
guerras y el abandono, fundación o refundaciones de pueblos para mantener el control
territorial. Del lado tarasco hay referencias documentales de cómo se fundaron pueblos
con permiso o por órdenes del cazonci. Sobre el pueblo de Jiquilpan-Huanimba se
menciona que ―el fundador deste pueblo fue DON FRAN[CIS]CO NOX[TI]. Indio
principal. Era natural del pu[ebl]o de Amula. Había nueve años que estaba fundado,
antes de la conquista; poblóse con mil y doscientos indios.‖2677 Si el dato es confiable,
la fundación ocurrió hacía 1512 o 1513, y podemos pensar en un proceso similar al de
las migraciones de los habitantes del valle de Toluca, pues Jiquilpan fue fundado por
personas provenientes de Amula, uno de los territorios más occidentales del
Tzintzuntzan Irechequa; el señor gobernaba con consentimiento del cazonci. Historias
similares se registraron para los pueblos de Tingüindín, Tarecuato y Periban. En la
misma Relación Geográfica de Xiquilpan, se menciona que ―los indios deste d[ic]ho
pueblo, antiguamente, tenían guerras con los indios de la provincia de Ávalos y otros
pueblos, los cuales se gobernaban por un capitán que CAZONCIN les enviaba de
Pátzcuaro, y, otras veces, salía con ellos el d[ic]ho NOXTLI.‖2678
2677
MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de
1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 411.
2678
Ibíd., P. 413.
627
Figura 15. ―Fronteras oriental y occidental del Estado tarasco‖. FUENTE: GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS
ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del Irechequa
Tzintzuntzani. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Director de tesis: Dr. Luis Gómez
Gastélum. Universidad de Guadalajara- Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, 2012,
P. 124.
628
La frontera norte del Tzintzuntzan Irechequa con los grupos chichimecas
La RM hace mención explícita de la frontera que los tarascos-uacúsecha mantenían con
los grupos humanos con un modo de vida semisedentario o nómada del norte, conocidos
comúnmente como chichimecas. Sin embargo, está frontera es de difícil definición
debido a la falta de fuentes históricas precisas, y son pocos los sitios que se pueden
relacionar a la cultura tarasca en la información arqueológica conocida. A diferencia de
la frontera tarasco-mexica de naturaleza ―dura‖ con un complejo sistema de
guarniciones y fuerte control territorial, y de la frontera occidental ―blanda‖ con
señoríos independientes del otro lado, la frontera tarasca con los chichimecas parece que
fue de menor presión para los esfuerzos militares tarascos, aunque reconocían como una
potencial amenaza a los grupos chichimecas.2679
Parece que durante la mayor expansión territorial del Tzintzuntzan Irechequa
bajo los reinados de Tzitzíspandácuare y Zuangua, las fronteras tarascas se extendieron
más allá de la cuenca del río Lerma, pero los esfuerzos orientados a la frontera tarascomexica hicieron que esta retrocediera, quedando dicho río como un límite natural. Los
asentamientos sujetos a los tarascos al sur de dicha frontera son difíciles de identificar,
aun así hay algunas pistas en la documentación. En los últimos años de la era
prehispánica, los tarascos habían logrado dominar la parte sur de la cuenca de Chapala,
y hacia 1520, durante la guerra de coronación de Tangáxoan II, al parecer habían
conquistado la parte noreste de la cuenca, anexando el señorío de Cuinao.2680 De éste
punto hacia el Este debió haber existido una cadena de poblaciones fronterizas hasta la
región de Acámbaro, el extremo oriental de dicha frontera, y también parte de la cadena
de guarniciones tarasco-mexicas; cabe mencionar que en las márgenes sur y norte del
río Lerma, existen numerosos toponímicos de origen tarasco (como lo son Guanajuato y
Querétaro), pero esto no es evidencia de dominio tarasco sobre dicho territorio.
Debemos considerar que en esta región también se siguió una política de dominio
étnico, donde los pueblos étnicamente tarascos se encontraban en la zona de
asimilación, y más allá de esta zona se encontraba una zona de segregación étnica;
recuérdese que la RM menciona en varias ocasiones que los chichimecas acrecentaban
las flechas de Curícaueri, es decir, engrosaban las filas de guerreros bajo las órdenes del
cazonci, por lo que la población de filiación chichimeca de la cuenca del río Lerma
debió haber estado en esta zona bajo los lineamientos de control seguidos en las otras
fronteras. La información histórica menciona algunos de los asentamientos tarascos que
pertenecieron a la zona de asimilación étnica.
Por la RM sabemos que la cabecera donde vivía uno de los cuatro señores de la
provincia era Jacona;2681 a 30 km. al suroeste se encuentra la población de Tingüindin,
antiguamente llamada Chocandiran. La Relación Geográfica de Xiquilpan, escrita en
junio de 1579, lo mencionó como uno de sus sujetos, se dice que ―los naturales deste
pueblo [Tingüindin], antiguamente, traían guerra con otros indios q[ue] se dicen
2679
RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38, P. 237.
En 1530 durante la campaña de conquista de los chichimecas por parte de Nuño de Guzmán, un
indígena chichimeca de nombre Guanax le fue ―preguntado si la gente del dicho pueblo de Cuynao, si es
subjeta o sirve al dicho Cazonzi, dijo que antes que los españoles viniesen a estas partes heran enemigos e
que agora son amigos e sirven al dicho Cazonzi.‖ ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción,
versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los
Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., P. 91.
2681
Véase el apartado sobre las cuatro cabeceras de las cuatro partes del Tzintzuntzan Irechequa, en el
presente capítulo.
2680
629
chichimecas, y las armas con q[ue] peleaban eran arcos y flechas, y palos a manera de
lanza, y con piedras.‖2682 Sin embargo, Tingüindin logro substraerse de la cabecera de
Xiquilpan y escribió su propia Relación Geográfica, escrita el 17 de abril de 1582, se
menciona que ―y [dicen] que el hijo del rey, y sus capitanes, los llevaban a las guerras,
que tenían muy continas, contra las provincias de Méx[i]co, donde era rey
MONTEZUMA; y que peleaban con arcos y flechas y rodelas de cañas, y desnudos en
carnes.‖2683 Independientemente de las causas que originaron estas divergencias en las
fuentes, se puede entender que los guerreros de esta región podían movilizarse a la
frontera tarasco-mexica o a la frontera chichimeca para defenderlas, y probablemente a
la occidental.
Otra población de la zona de asimilación étnica fue Tlazazalca, bajo dominio
tarasco según la tasación del bachiller Ortega. En el mismo documento se menciona que
Zacapu pertenecía a la misma zona étnica, además era un lugar sagrado por ser ahí
donde Curícaueri inició su señorío. La siguiente población importante es Puruandiro,
grupo de pueblos conquistados 13, durante el triunvirato Tzintzuntzan-PátzcuaroIhuatzio, que también aparece como parte del territorio tarasco en la tasación de
Ortega.2684 Al parecer los tarascos dominaban completamente la cuenca de Cuitzeo,
pues la siguiente población fronteriza identificable era la guarnición de Acámbaro, que
protegía el territorio de ataques chichimecas e incursiones mexicas. Como ya
mencionamos, para esta región se cuenta con trabajos arqueológicos e información
histórica que nos permiten conocer las dinámicas fronterizas con los chichimecas, y que
podríamos extrapolar a las otras poblaciones mencionadas. En la Relación Geográfica
de Acámbaro se menciona que la región estaba poblada por tarascos, chichimecas y
otomíes, los cuales se encargaban de proteger las fronteras de los enemigos. Se
menciona el dato que cada grupo étnico era gobernado por sus propios señores:
―[Dicen] que, como d[ic]ho está, eran sujetos al s[eño]r de Mechoacan, y éste enviaba
persona que viniese a gobernar la parte de los tarascos, porque, la de los otomíes y
chichimecas, ellos eran gobernados por los señores q[ue] legítimamente eran de su nación.
Y, en muriendo uno destos, el que habla de suceder iba al d[ic]ho s[eño]r a [pedir] q[ue] le
diese licencia para gobernar su parcialidad; y, cuando algún gobernador que gobernaba [a]
los d[ic]hos tarascos no hacía el deber en su oficio, no lo privaban ni suspendían, si no que
2685
moría por ello.‖
Karine Lefebvre ha seguido las investigaciones en Acámbaro, así ha podido
identificar que los sitios se establecieron en la orilla izquierda del río Lerma, y una
pequeña parte al oeste, como el cerro El Chivo, pero no sobrepasaron los 800 m. más
allá del río, ―esta situación singular (orilla izquierda ocupada versus orilla derecha
despoblada) parece corresponder a la situación que describen los textos coloniales En
efecto, la Relación de Michoacán nos informa que en el momento de la Conquista la
frontera tarasca –concretamente, la implantación de los puestos fronterizos- seguía el
2682
MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de
1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 421.
2683
GALVÁN, GONZALO. ―Relación de Tingüindin‖ [17 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 324.
2684
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425; RM, Segunda Parte, Cap. II, f.
62v, P. 16; Cap. XXXI, f. 133, P. 157.
2685
VARGAS VALDÉS, CRISTÓBAL DE. ―Relación de la Villa de Celaya y su Partido [Provincia de
Acámbaro]‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán. Óp. Cit., Pp. 63-64.
630
curso del río Lerma.‖2686 Lefebvre menciona que dicho río y la topografía fueron
elementos naturales aprovechados con fines defensivos, característica compartida con la
frontera con los mexicas, y aunque no se han encontrado elementos defensivos (que
pudieron haber sido de materiales perecederos o materiales reutilizados), la mayoría de
los sitios se encontraban en lugares elevados, que constituían un cordón a lo largo del
río.2687
También vemos de nueva cuenta las políticas seguidas en la zona de segregación
étnica, donde desde el centro del Estado tarasco, se mandaron pequeñas comunidades de
tarascos a poblar los enclaves estratégicos de las fronteras, mientras que los grupos
étnicos no-tarascos eran gobernados por sus propios señores. En esta zona de la frontera
se extendía más al norte, hasta Yuririapúndaro que ―eran del CAZONCI, s[eño]r de la
provincia de Mechoacan, y, en reconocimi[ent]o de vasallaje, le acudían con algunos
pellejos de animales; adoraban en ídolos; vivían en paucidad.‖2688 A 22 km. al suroeste
del actual Yuriria se encuentra el Cerro Culiacán (2830 m), que probablemente era el
lugar que Antonio Huitziméngari reivindicó como los territorios que reinaba su padre en
la época prehispánica: ―…el dicho Cazonci fue Rey y señor legítimo de toda la tierra y
provincia tarasca hasta delante de Culiacán, que son más de trescientas leguas de
señorío…‖.2689 Más al norte cerca de Salamanca, se reportó que en el sitio ―Cerro
Gordo‖, se encontró una estructura similar a las denominadas como yácatas, lo que
podría indicar la presencia tarasca extrema en el norte, lo que explicaría porque en el
Códice Plancarte se menciona que Tzitzíspandácuare ―empezó á dar guerra por todos
los lugares para que le dieran tributo á él‖, entre estos lugares se encontraba
―sichoo‖,2690 que podría tratarse del actual Xichú, en el noroeste de Guanajuato.
Poca información tenemos sobre la frontera tarasca entre la cuenca de Chapala y
la región de Acámbaro, que corresponde precisamente a la cuenca del río Lerma. Pero
es significativo que la Relación Geográfica de Acámbaro mencione que ―poblaron
ansimismo los indios que dicen chichimecas, los c[ua]les tuvieron siempre los
gobernadores del d[ic]ho Mechoacan, puestos en frontera para defensa de sus tierras
contra los indios mexicanos y otros enemigos suyos.‖2691 Creemos que esta situación
puede extrapolarse a toda la cuenca del río Lerma, gracias a la breve información
histórica mencionada en la campaña que emprendió Nuño de Guzmán hacia el occidente
de la Nueva España. Después de haber hecho los preparativos para su campaña de
conquista y haber llegado a Tzintzuntzan en los primeros días de enero de 1530, el 26
de enero dio inició el juicio contra Francisco Tangáxoan por las acusaciones de
Francisco Villegas. El gran ejército de Nuño de Guzmán salió hacia el norte el 29 de
enero y el proceso judicial siguió en el camino, haciendo una parada en Puruándiro, que
pertenecía a la encomienda de Villaseñor. Luego ―partiéronse todos los españoles y
llegaron a un río de los chichimecas, doce leguas de la cibdad, y asentaron allí cabe
2686
LEFEBVRE, KARINE. ―Acámbaro, en los confines del reino tarasco: una aculturación discreta
(1440-1521 d, C.)‖, Óp. Cit., Pp. 78.
2687
Ibíd., Pp. 74-89.
2688
VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Yuririapúndaro] ―Relación de la Villa de
Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del
siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 70.
2689
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, f. 2.
2690
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 239.
2691
VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya
y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 61.
631
aquel río.‖2692 El lugar fue nombrado como Paso del Río de Nuestra Señora de la
Purificación, por haber sido 2 de febrero el día que llegó la expedición a la orilla del
Lerma a acampar, y se mandó erigir una ermita.2693 En este lugar se reabrió el proceso
contra el cazonci. No queda caro bajo qué condiciones en el proceso, Nuño de Guzmán
hizo declarar a un indígena chichimeca:
―(Confesión del naguatato chichimeca)
Y después de lo susodicho, el dicho día [5 de febrero de 1530], el dicho señor Presidente e
Capitán General [Nuño de Guzmán] fizo parescer ante sí a un indio chichimeca, naguatato
tarasco, al qual por lengua del dicho Juan Pascual, aviendo jurado, se le fizieron las
preguntas siguientes.
-Preguntado cómo se llama, dijo que Guanaj.
-Preguntado que de dónde es natural, dijo que de Jorequaro [Yurécuaro].
-Preguntado que por qué lo prendieron, dijo que iba de su pueblo a otro que se llama
Çinaparo [Zináparo] por maís e que lo prendieron.
-Preguntado si sabe qué gente de guerra está en el pueblo de Cuynao e porqué mandado o
contra quien, dijo que no sabe ni a visto que aya ninguna gente de guerra en el dicho
pueblo.
-Preguntado si la gente del dicho pueblo de Cuynao, si es subjeta o sirve al dicho Cazonzi,
dijo que antes que los españoles viniesen a estas partes heran enemigos e que agora son
2694
amigos e sirven al dicho Cazonzi.‖
Este testimonio es muy interesante por la cantidad de información que se puede
inferir. Los españoles identificaron a este testigo como ―indio chichimeca‖, que aparte
de hablar su idioma (no mencionado), hablaba tarasco. Dijo que se llamaba ―Guanaj‖,
que Armando Escobar relacionó con el vocablo tarasco cuanax, ―rana‖,2695 aunque no
sabemos si su nombre era ―Cuanax‖ o su nombre chichimeca se tradujo al tarasco. El
otro dato importante es que dijo que era natural de Yurécuaro, (a 60 km. de distancia en
línea recta de Santiago Conguripo), y que fue hecho prisionero por los españoles porque
iba por maíz a Zináparo. De aquí se desprende que Yurécuaro estaba poblado para 1530,
al parecer por chichimecas, y que conseguían bastimentos la zona de asimilación étnica
del Estado tarasco. Probablemente en las márgenes del río Lerma, habitaron pueblos
chichimecas que se encontraban en la zona de segregación étnica, protegiendo la
frontera de ataques sorpresivos de otros grupos norteños, gobernados por sus propios
señores y forma de vida, pero amistados o sujetos al cazonci. Así se entendería el
testimonio de Alonso de Zorita cuando mencionó que los tarascos eran excelentes
arqueros, especialmente ―…los que llaman teules chichimecas y que muchos de ellos
2692
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 57v, P. 276.
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 352. El campamento
pudo localizarse cerca o en el actual Santiago Conguripo, municipio de Angamacutiro. Beaumont
menciona que ―aprestadas ya todas las cosas de su ruidosa expedición, salió [Nuño de Guzmán] de
México a fines del año de 1529, y fue marchando a la provincia de Xilotepec, arrimándose a la provincia
de Michoacán, y río que va de Toluca, al cual llegó (dicen algunos), el mismo día de la Concepción de
Nuestra Señora, y descubrió el vado junto al pueblo de Conguripo, al cual puso de Nuestra Señora, por
haber llegado en su día.‖ BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, Pp. 194-195.
2694
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp.
Cit., Pp. 90-91. Corchetes nuestros.
2695
Ibíd., nota a pie, núm. 74, P. 159.
2693
632
eran vasallos del señor de Michiuacam…‖.2696 Además, para fechas tardías como 1580,
se mencionó que los pames vivían cerca de la Ciudad de México y la provincia de
Michoacán, entre los otomíes y tarascos, en los alrededores de Yuririapúndaro e incluso
en Ucareo, eran considerados como ―la gente que menos daño ha hecho a los españoles.
Debe ser la causa, la comunicación de ellos con quien están entretejidos [otomíes y
tarascos]…‖.2697
Un dato difícil de interpretar lo proporciona la Relación Geográfica de
Teucaltiche, en el actual Teocaltiche, aproximadamente a 130 km. al norte de la
desembocadura del río Lerma en el lago de Chapala. Se menciona sobre los indígenas
de ahí que ―sus guerras eran contra los indios del pu[ebl]o de Xuchipila, Xalpa,
Yahualica, las Barrancas q[ue] son cerca de la ciudad de Guadalax[ar]a, y con indios
del pu[ebl]o de Tecamapuli e indios tarascones, q[ue e]staban poblados [a] legua y
m[edi]a deste pu[ebl]o; y, todos estos indios con quien traían guerra, estaban poblados
en pueblos.‖2698 Si consideramos que los tarascos en efecto ―estaban poblados a legua y
media‖ de Teucaltiche, es decir aproximadamente a 30 km de distancia, la presencia al
norte de la cuenca del Lerma sería más importante. Si en efecto existió un pueblo
tarasco tan al norte, quizás fue un puesto de avanzada y comercial; también existe la
posibilidad que un asentamiento tarasco se haya asentado ahí después de la campaña de
Nuño de Guzmán en 1530, y entrado en conflicto durante las décadas siguientes.
La frontera suroeste del Tzintzuntzan Irechequa con los pueblos de la costa
Este frontera es difícil de definir por la falta de información, tanto histórica como
arqueología, además de ser una zona de baja densidad demográfica. En los años 1950,
Donald D. Brand mencionó que la extensión del Estado tarasco hacía el Sur de los ríos
Balsas y Tepalcatepec era incierta, ya que
―fue una tierra fronteriza deshabitada o escasamente poblada que ocupó las alturas de la
Sierra Madre del sur. Hasta hoy esta región está casi deshabitada, posee un terror misterioso
para los habitantes de los declives más bajos, no es cruzada por huellas de carretera alguna
ni de pisadas, y en gran parte de ella está clasificada en los mapas oficiales mexicanos
2699
como Región inexplorada.‖
En la RM se mencionan los pueblos conquistados de la Tierra Caliente durante
el triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, algunos de esos lugares fueron
identificados por Claudia Espejel, de Oeste a Este, desde Tepalcatepec, estaban
Carapichu, Capuan, Zicuytaran, Churumucu, Cuzaru, Cuerapan, Pataçio, Sirandaro,
Guayameo, Pungarabato, Cuyucan,2700 hasta Ajuchitlán, que era el extremo sureste de la
frontera tarasca. Estos asentamientos se encontraban en las márgenes del río
Tepalcatepec, que funcionó como límite natural, pero como mencionamos, al parecer las
2696
ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España, Óp. Cit., T. I, Cap. XXII, Primera parte, P. 284.
SANTA MARÍA, GUILLERMO DE. Guerra de los chichimecas (México 1575-Zirosto 1580).
Edición crítica, estudio introductorio, paleografía y notas por Alberto Carrillo Cázares. México, El
Colegio de Michoacán-Universidad de Guanajuato, (Colección Investigaciones), 1999.Pp. 98 y 181-182.
2698
GALLEGOS, HERNANDO DE. ―Relación del pueblo de Teucaltiche [30 de diciembre de 1584]‖,
en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 306.
Corchetes y cursivas orinales.
2699
BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora);
MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano
(Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, P. 467. Cursivas originales.
2700
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132v, P. 156.
2697
633
tierras entre la cuenca de este río y las montañas de la Sierra Madre del Sur, eran de baja
densidad demográfica al momento de la llegada de los españoles. La escasa información
histórica de las Relaciones Geográficas sugiere la presencia tarasca al Sur del
Tepalcatepec y entre los pueblos costeños, que no conformaban unidades políticas
grandes, sino que cada pueblo con algunos de sus sujetos formaban pequeños señoríos.
Tampoco conformaban una unidad lingüística, se mencionó que la costa de Michoacán
―hay muchas lenguas en esta provinc[ci]a; la general, que usan los más, es la lengua
mexicana.‖2701
En la Relación Geográfica del actual Coalcomán, se menciona que ―asimismo,
este d[ic]ho pueblo, en t[iem]po de su gentilidad, dicen los naturales que reconocían por
señor al CA[L]ZONTZIN, señor natural que fue de la provincia de Mechuacan, al cual
obedecían y le tributaban.‖ Sin embargo, líneas más adelante se menciona que en la
época prehispánica sus habitantes vivían en grupos de 10 o 20 por los cerros y
quebradas ―y [dicen] que, en este d[ic]ho pu[ebl]o y naturales dél, no conocieron señor
ninguno q[ue] los gobernase, sino no era al CA[L]ZONTZIN cuando enviaba por su
tributo.‖2702 Esta información nos genera la duda de si no tenían señores ¿con quién
pactaba el poder central tarasco? Consideramos que la respuesta es que en esta región
no existió una zona de segregación étnica ni de dominio directo, sino que los tarascos
iban sólo a extraer el plusproducto (en este caso productos marinos, como caracoles,
huesos de pescados o caparazones de tortuga), y en caso de no obtenerlo, escarmentaban
a los pueblos de la región, ya que probablemente asistían con protección militar a los
habitantes de Coalcomán contra los pueblos enemigos, por lo que debió de haber
existido un acuerdo de tributación al cazonci, que aún era recordado por los naturales en
1580. Es sintomático que los habitantes no mencionen guerras con los tarascos, pero sí
guerras contra los habitantes de la provincia de Motines.2703 Los habitantes de la
provincia de Motines, en la costa, también mencionaron que tenían una organización
social similar a los de Coalcomán, y que ellos sí tenían guerra contra los tarascos:
―La manera que tenían de gobernarse, aunque no tenían gobern[ad]or, era que vivían por
familias, cada p[adr]e con su mujer e hijos por sí, apartado en algún arroyo o fuente, o
sobre algún lado deste río, y, del otro, allí hacía su sementera; y [se] estaba q[ui]eto, si no
era cuando tenían algu[n]a guerra de los tarascos, que, algu[n]as veces, les entraban y
cautivaban, mataban y comían; y, lo mismo, les daban guerra los epatecos, que están hacia
el poniente [al] siete leguas de aquí, que era gente advenediza de la provi[nci]a de los
tarascos y se apoderaron en esta tierra y costa de Mar del Sur, los que eran muy grandes
comedores de carne humana, como los mismos tarascos. Y con los unos y con los otros
tenían guerras. Y, p[ar]a aviarlas, [en] teniendo noti[ci]a que venían enemigos, juntábanse
todos en casa del mayoral y ordenaban sus concejos dellos como mejor podían, convocando
[a] sus vecinos [para] que saliesen a la ayuda. Y, así, se defendían de sus enemigos, hasta
2704
echarlos de sus casas y t[ie]rras.‖
2701
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO,
SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 147.
2702
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [HERNÁNDEZ,
GONZALO. Relación de Quacoman]‖ [3 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones
geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 140.
2703
Ibíd., P. 140.
2704
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA,
JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva
España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 166.
634
Los otros pueblos de Alimanzi, Cuzcaquahtla y Epatlan, al Oeste de la costa, al
parecer fueron sociedades más jerarquizadas: ―[En] cuanto al señorío y tratami[en]to de
los gobernadores, me dicen que se trataban absolutamente, y que los vasallos trataban y
hablaban a sus gobernadores con mucha vehemen[ci]a y respeto, y asimismo los demás
principales. Y este pu[ebl]o de Epatlan, donde asistía y era s[eñ]or el dicho DON
GONZALO, estaba aunado con el pu[ebl]o de Cuzcaquauhtla, y [ambos] traían guerra
con los de los pueblos de Maquili, Aquila y Tlatictla…‖,2705 así como contra Motin,
Coiré y Pomaro, hacía el Sureste. Ricardo Aguilar menciona que los esfuerzos militares
del Estado tarasco se destinaron a regiones estratégicas de las fronteras, como la
compartida con los mexicas,
―sin embargo, nunca conquistó las poblaciones independientes de la costa este (Maquilí,
Epatlán, Cuzcaquatla y Motín), debido a que los intereses ya señalados y el acceso a bienes
estratégicos no reportarían las ventajas duraderas (enajenación de bienes endémicos, control
de rutas de comercio, alta densidad demográfica, amenaza potencial externa, etcétera) que
las poblaciones de este corredor (desde Tiripetío y hasta Taximaroa) si representaron. Así,
el gasto económico que implicaban las batallas y la creación de un estamento burocrático
demasiado gravoso se redujo sustancialmente al oriental la incorporación de poblaciones en
base a una estrategia que permitirá extender las condiciones de gobierno en las zonas que
2706
significaran algún interés particular.‖
Caso diferente fue la región de Zacatula, que sí representaba una gran riqueza
natural, era atravesada por el río Balsas y el clima cálido era propicio para el cultivo de
productos tropicales, siendo uno de ellos el cacao. Zacatula fue conquistada durante el
reinado de Tzitzíspandácuare durante la segunda mitad del siglo XV,2707 pero al parecer
sólo estuvo bajo control tarasco temporalmente; luego Zacatula fue conquistado por los
mexicas, pero también fue temporalmente y sólo manteniendo el control en la costa de
Guerrero; la Relación Geográfica menciona que ―en tiempo de su gentilidad, sujetaba el
mexicano MONTEZUMA, en esta provincia, los pueblos que hay desde Cayaco, hasta
Suluchuca, donde tenía su frontera. Tributaban éstos bastimentos y armas para la
frontera [¿con los tarascos?] y algún oro, y esto poco.‖2708 Pero al momento de la
llegada de los españoles, Zacatula era un señorío independiente, y fue conquistado por
los hispanos con ayuda tarasca. Al parecer los tarascos se asentaron hasta las orillas del
río Balsas en la planicie ahora inundada por la presa Infiernillo.2709
Las guerras iniciadas por el expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa hacía el
Sur-Sureste también provocaron migraciones de pueblos huyendo del poder uacúsecha
o buscando su protección. Sobre los epatlecos de la costa michoacana se consignó ―que
era gente advenediza de la provi[nci]a de los tarascos y se apoderaron en esta tierra y
costa de Mar del Sur, los que eran muy grandes comedores de carne humana, como los
2705
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO,
SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA,
RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 149. Corchetes,
mayúsculas y cursivas originales.
2706
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado
tarasco, Óp. Cit., P. 265.
2707
RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 139, P. 169.
2708
VASCONES, HERNANDO DE. ―Relación de la villa de Zacatula‖ [25 de febrero de 1581], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 456.
Mayúsculas originales, corchetes nuestros.
2709
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha: diferencias sociales y
arqueológicas en un grupo. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección
Divulgación), 2006, P. 140.
635
mismos tarascos.‖2710 Probablemente se trató de un grupo de filiación nahua que huyó
del avance tarasco. Pero también se dio el caso inverso, en que pueblos no-tarascos
buscaron la ―protección‖ del cazonci. En la Relación Geográfica de Sirándaro, se
menciona que en un barrio de Guayameo, cuya advocación era de la Visitación de
Nuestra Señora, vivían ―indios de otra lengua que se dicen apanecas, que, en tiempos
pasados, vinieron de la provi[nci]a de Zacatula. Y un señor de Mechoacan que se decía
TZITZISPANDAQUARE, abuelo del CAZONCI, los recog[i]ó, a ellos y a otros de otra
nación y lengua [¿matlatzincas?], y los mandó poblar y estar con [e]ste pu[ebl]o, y así
han estado, de tiempo inmemorial, juntos. Y ha sido una encomienda, y todos hablan la
lengua de Mechoacan.‖2711 En la Relación Geográfica de Zacatula se mencionan dos
pueblos, Pantla e Iztapa donde se habla una lengua llamada panteca, que probablemente
sean la misma que la apaneca.2712 En esta región si podemos observar una zona de
asimilación étnica, donde el Estado tarasco procuro imponer el idioma y quizás la
ideología para resguardar la importante frontera con los mexicas.
2710
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA,
JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva
España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 166.
2711
CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖ [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 262-263.
2712
VASCONES, HERNANDO DE. ―Relación de la villa de Zacatula‖ [25 de febrero de 1581], en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 454.
636
34. TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS TARASCAS: LOS EJÉRCITOS DEL CAZONCI
EN COMBATE
―Es una de las cosas mas bellas del mundo verlos en la guerra por sus
escuadrones, porque van con maravilloso órden y muy galanes, y parecen tan
bien, que no hay mas que ver. […] Mientras pelean cantan y bailan; y a
vueltas dan los mas horribles alaridos y silbos del mundo, especialmente si
notan que van alcanzando ventaja; y es cierto que á quien no los ha visto
pelear otras veces ponen gran temor con sus gritos y valentías.‖
2713
El Conquistador Anónimo, Relación de algunas cosas de la Nueva España…, 1556
Hemos tratado de analizar someramente el armamento usado en el Posclásico Tardío en
Michoacán, conociendo las descripciones podemos aventurarnos a conocer las
estrategias y tácticas de combate, la mecánica bélica de control estatal ejercida por los
tarascos a los pueblos limítrofes y sus colisiones con otros Estados militaristas. Es
precisamente el aspecto de este fenómeno que atrapa nuestra atención y que deseamos
investigar, aunque que no se registró en los documentos coloniales. Debemos hacer uso
de la imaginación histórica y hacer empleo de varios conceptos de la historia militar sí
deseamos explorar estos aspectos. Dos conceptos militares fundamentales son los de la
estrategia y táctica; el primero hace referencia a los planes que se elaboran para derrotar
al enemigo, el segundo es la forma en que se llevan acciones para cumplir el objetivo, o
en palabras de Carl von Clausewitz: ―Surgen aquí dos actividades diferentes: preparar y
conducir individualmente estos encuentros asilados y combinarlos unos con otros para
alcanzar el objetivo de la guerra. La primera es llamada táctica, la segunda,
estrategia.‖2714 El aspecto de las tácticas empleadas por los ejércitos indígenas
prehispánicos es un tema poco trabajado, aunque también debe de recordarse la
limitación de las fuentes:
―Los planteamientos tácticos no son otra cosa que acomodar las piezas como en un juego
de ajedrez, para que el desempeño de las unidades tenga un factor determinante con los
efectos acordados por los estrategas en el campo de batalla. Imaginemos algo como un
partido de fútbol, donde cada jugador tiene un papel en el campo y debe actuar en función
de un plan acordado. En muchas ocasiones, las civilizaciones antiguas tenían
planteamientos tácticos específicos que llevaban a cabo generalmente con un patrón. Véase
el caso macedonio o espartano, en el cual la falange es la base del planteamiento táctico.
Nos preguntamos si en el México antiguo existía algún tipo de planteamiento táctico a la
hora de presentar batalla o solamente nos referimos a grupos de guerreros descoordinados
que atacaban a diestra y siniestra sin ningún tipo de organización. Este es un tema que está
prácticamente virgen. Nadie se ha interesado por conocer este aspecto y es que el gran
problema surge de la metodología de investigación. Para conocer un planteamiento táctico
se debe empezar por conocer los sistemas de armamento, posteriormente reconocer si
existen unidades específicas, y finalmente averiguar qué papel tienen en el combate estas
2715
unidades para establecer los patrones.‖
En el apartado de armamento ya hemos caracterizado los sistemas de armamento
presentes en los ejércitos del Tzintzuntzan Irechequa, por lo que se abre todo un abanico
de posibles tácticas que pudieron haber implementado los ejércitos del Michoacán
2713
EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran
ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 374.
2714
CLAUSEWITZ, KARL VON. De la guerra. Traducción de Julio Tello. 1ª reimpresión, México,
Colofón, 2010, Lib. II, Cap. I, P. 66.
2715
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 21.
637
prehispánico. Ya que contamos con la caracterización de dichos sistemas de armamento
tarascos, podemos empezar a analizar sus unidades específicas:
―Cuando hablamos de unidades específicas nos referimos a cuerpos especializados de
guerreros que se caracterizan por llevar a cabo cierto papel en la batalla: infanterías ligeras,
infanterías pesadas, caballería, etc. Generalmente, las infanterías ligeras siempre llevan
armas de tipo arrojadizo, tienen más movilidad y se encuentran menos protegidas. Por el
contrario, las infanterías pesadas llevan armamento diseñado para el combate cuerpo a
cuerpo, su movilidad es en cierta manera deficiente y por lo general se encuentran más
2716
protegidas debido a las funciones que desempeñarán en la batalla.‖
Dado que los escuadrones de los ejércitos tarascos tenían su origen en la leva del
grueso de la población masculina de los pueblos, y que el armamento y entrenamiento
dependía de los hombres enrolados, probablemente debemos imaginarlos como
escuadrones conformados por guerreros con diversos sistemas de armamento. En las
láminas X y XXXII de la RM, vemos a guerreros mezclados con sistemas de
armamento a corta y larga distancia (algunos con ambos sistemas). Como
mencionamos, cada sistema de armamento cumple una función táctica en el campo de
batalla, por lo debieron existir unidades específicas dentro de los escuadrones. La
información sobre el lugar que ocupaban las unidades específicas en los ejércitos
tarascos es muy fragmentaria, y debió de ser muy variada dependiendo de muchos
factores: como tipo de guerra practicada, si era una guerra ofensiva o defensiva, el nivel
de peligro o seguridad para los comandantes, sí era una batalla planificada o sorpresiva,
número de combatientes, distancia del objetivo, etcétera.
En este apartado abordaremos brevemente la información referente a las tácticas
y estrategias utilizadas por los tarascos en las guerras. En nuestras lecturas de textos
escritos por conquistadores como Hernán Cortés, Nuño de Guzmán, Bernal Díaz del
Castillo o el Conquistador Anónimo, que combatieron contra los ejércitos indígenas
mesoamericanos, desde Jalisco hasta Honduras, detectamos que a pesar de las
diferencias existentes en las diferentes sub-áreas culturales, se encontraban tácticas y
estrategias de lucha similares por parte de los distintos pueblos que las conformaron,
algunas de ellas compartidas por los tarascos. Esto nos permite proponer que es viable
comparar y complementar la información fragmentaria de la RM y otras fuentes, con las
tácticas y estrategias reportadas en otras áreas de Mesoamérica.
Planeación táctica tarasca
La RM menciona en varias ocasiones como el conocimiento obtenido por los espías del
territorio era un factor fundamental para la planeación táctica, que daba la pauta a los
señores y capitanes tarascos de atacar y defender a los enemigos. Se menciona que
cuando los ejércitos se reunían para atacar, ―…se llegaban donde estaba la traza del
pueblo que iban a conquistar, llamada curúzetaro, que era que las espías sabían todas las
entradas y salidas de aquel pueblo y los pasos peligrosos y dónde había ríos. Estas
dichas espías lo trazaban todo donde asentaban su real y lo señalaban todo en sus rayas
en el suelo y lo mostraban al capitán general, y el capitán a la gente…‖.2717 En dos
pasajes de la parte histórica de la RM, referente a como Taríacuri les indicó a sus
2716
Ibíd., P. 20.
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Según Pedro Márquez Joaquín, curúzetaro podría
traducirse como ―suelo quemado‖. MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras
p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 707.
2717
638
sobrinos e hijo como capturar a unos isleños de Pacandan para estrenar el templo que
reconstruyeron en Tzintzuntzan:
―Id a Aráueni donde señalan que han de venir a regar una sementera. Y tu Hirepan, óyeme.
Tú, que eres el mayor, irás por la ribera de la laguna a un lugar llamado Patuquen y por
otro lugar llamado Hiuazi harata y tomarás otro lugar llamado Syuange y allí pondrás tu
celada. Y tú, Tangáxoan, que eres el menor, irás por el camino derecho y irás por Yuazi
2718
xanchácuyo y darás sobre ellos.‖
En otro pasaje, Taríacuri les indicó como conquistar el señorío de Taríaran
(recuérdese que Taríacuri conocía el territorio por haber ido en persona a Taríaran y por
estar emparentado con los gobernantes de ahí), se menciona con más detalle el
conocimiento que se representaba en estas trazas en el suelo:
―Y trazó [Taríacuri] allí el pueblo del señor llamado Hiuacha[,] Zirapen, y díjoles: "mirá
que os quiero mostrar el pueblo: esta raya que está aquí es el camino por donde habéis de
ir; ésta que está aquí, es una sierra. Vosotros habéis de ir por aquí, y los de Cumanchen por
aquí; y los de Eróngariquaro y Hurichu y Pichátaro, irán por este camino, que ya vienen,
que yo les señalé que viniesen mañana. Id, pues, hijos". Dijeron ellos: "así será como dices,
2719
padre".‖
Casi 40 años después de que Jerónimo de Alcalá asentó el uso de las rayas en el
suelo llamadas curúzetaro, especie de croquis del territorio enemigo por parte de los
tarascos, Bernardino de Sahagún describió que casi el mismo procedimiento era usado
por los mexicas y otros pueblos del Centro de México:
―…cuando quería acometer guerra contra algún señor o provincia juntaba a sus soldados y
dábales parte de lo que quería hacer, y luego enviaba espías a aquella tal provincia que
querían conquistar, para que mirasen la disposición de la tierra, y la llanura o aspereza de
ella, y los pasos peligrosos, y los pasos por donde seguramente podían entrar; y todo lo
traían pintado, y lo presentaban al señor para que viese la disposición de la tierra.
Visto esto, el señor mandaba llamar a los capitanes principales que siempre eran dos, el
uno se llamaba tlacochcáltl y el otro tlacatécatl y mostrándoles la pintura señalábales los
caminos que habían de llevar, por dónde habían de ir los soldados, y en cuántos días habían
de llegar, y en dónde habían de asentar los reales; y señalábales los maestres de campo, que
2720
habían de llevar.‖
En los dos pasajes que la RM menciona la traza de los pueblos llamadas
curúzetaro, están ilustrados por láminas donde se representaron este tipo de trazas en el
suelo. En la lámina XXII, ―el mapa contiene información detallada sobre la ubicación
del asentamiento, las casas, caminos y un río. Las líneas negras que se encuentran al
lado de los caminos y del río, la mayoría representada en grupos de cuatro, podrían
indicar el número de guerreros colocados en los diferentes sitios para llevar a cabo el
ataque.‖2721 Mientras que en la lámina XXXII ―el capitán general explica la traza del
pueblo enemigo que, como bien podemos ver en la lámina, muestra la ubicación de las
casas alrededor de un espacio común, un río y los caminos por donde los militares
tenían que entrar. Este último dato es indicado por la presencia de dos guerreros
2718
RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, 132.
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 129v, P. 150. Corchetes nuestros. Véase el Apéndice A, mapa III.
2720
SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib.
VIII, Cap. XVII, P. 469. Cursivas originales.
2721
ROSKAMP, HANS. ―Las 44 láminas de la Relación de Michoacán; una propuesta de lectura‖, Óp.
Cit., P. 515. Nosotros consideramos que las líneas representan las sementeras de los pueblos, y no los
escuadrones que van a atacar el pueblo.
2719
639
(tamaño reducido) sobre los caminos y la representación de muchas huellas de pies,
todos dirigidas al pueblo enemigo.‖2722
Tácticas de marcha y formaciones de los ejércitos tarascos
La RM menciona algunos datos de cómo los ejércitos del cazonci se movilizaban a
través del territorio para atacar a los enemigos. Después de que el cazonci mandaba
llamar a los ejércitos de los pueblos para ir a las fronteras para conquistar, se dice que
cada señor sabía qué camino tomar de acuerdo a la planeación táctica: ―y cada cacique
llevaba su senda, que es que llevaba su escuadrón con sus dioses y alférez…‖.2723 En
uno de los pasajes históricos de la RM, cuando por engaños los curinguareños hicieron
salir a los señores uacúsecha Uápeani II y Pauácume II para que fueran por sus mujeres
a Jarácuaro, los sacerdotes Chupítani, Nuríuan, Tecaqua les dijeron después de que los
vieron ataviarse como guerreros:
―"hijos, ¿qué haceis?,¿a dónde queréis ir?". Respondieron ellos: "vinieron de la laguna e
dicen que vamos por las mujeres". Dijeron los sacerdotes: "qué decis, hijos. Mejor sería
que no fuésedes, que esas palabras no son de los de la laguna; mas son de los de
Curýnguaro. Mirá que si vais nos veremos en trabajo. Si queréis ir algún cabo a holgar, id a
otra parte y no allí". Dijeron ellos: "no, mas allá hemos de ir". Dijeron los viejos: "pues id,
hijos, y cada uno de vosotros tome un mancebo gran corredor y vayan delante por el
camino y vosotros id atrás bien lejos, porque no os veáis en peligro en alguna parte". Y
dijeron ellos: "así será, ya nos vamos". Y partiéronse para ir y venieron por un lugar
llamado Cuçapu hacúrucu y iban algún tanto delante los corredores, y abajaron a lo bajo de
la cuesta donde se turbaron, porque los de Curínguaro, que estaban en celada, se levantaron
todos a una. Entonces Vápeani y Pauácume paráronse y no pasaron más adelante y dijeron:
"así es la verdad, que las palabras eran de los de Curínguaro". Dijo a su hermano:
2724
"tornémonos". Y tornáronse a sus casas.‖
Claudia Espejel menciona sobre los corredores que ―de acuerdo con lo que la
Relación dice acerca de los corredores podría pensarse que simplemente eran
muchachos muy veloces escogidos en determinadas ocasiones para realizar algún
encargo específico.‖2725 Sin embargo, la palabra ―corredor‖ también podría a referirse a
los exploradores que se enviaban por delante para que tuvieran conocimiento del
territorio y evitaran celadas o ataques sorpresa; así se desprende de una de las
acepciones de la palabra ―CORREDÓR. El soldádo ò soldádos que se envían para
descubrir, reconocer y explorar la campaña.‖2726 Con este sentido, Hernán Cortés uso el
vocablo ―corredor‖, como exploradores que iban por delante del contingente principal:
2722
Ibíd., P. 581.
RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Recuérdese también que Taríacuri les dijo a los señores
aliados de Cumanchen, Erongaricuaro, Urecho y Pichátaro, los caminos que debían de tomar para atacar
Taríaran.
2724
RM, Segunda Parte, Cap. IX, ff. 75-75v, P. 41-42.
2725
Claudia Espejel continua que: ―Por ejemplo, Vapeani y Pauacume mandan dos corredores delante de
ellos cuando los isleños los citan en la ribera de la laguna con el fin de averiguar si les han tendido o no
una celada. En otra ocasión es Quaracuri quien envía a un corredor a avisar a Zurunban que se ha comido
a Naca. Sin embargo los corredores tenían su propio dios, Pungarancha, y al parecer formaban un
escuadrón de cuatrocientos hombres que, en la formación de guerra, se ponía entre las celadas (es decir,
entre los guerreros encargados de ponerse en celada). Parece ser que los corredores eran los que entraban
primero al pueblo que se iba a atacar, y fingiendo que huían o que caían o que estaban enfermos o cojos,
hacían salir a sus enemigos hasta el lugar donde los esperaban y los atacaban las celadas. Después los
corredores entraban al pueblo, incendiaban las casas y tomaban cautivos.‖ ESPEJEL CARBAJAL,
CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 65.
2726
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T.
II, P. 608.
2723
640
―….cinco de caballo que iban delante por corredores, dieron en unos escuadrones de
gente que estaban en el camino y mataron algunos de ellos, los cuales fueron
desbaratados creyendo que iba más gente de caballo y de pie.‖2727
La RM menciona que había un plan cósmico en la forma en que había de
marchar el ejército del cazonci, cuyo origen se encontraban en la cosmogonía y
concepción que se tenían del territorio:
―Esto es lo que le dijeron a nuestro dios Curícaveri cuando le engendraron: que vaya con
sus capitanías en orden, de día, y que vaya en medio nuestra diosa Xarátanga, y los dioses
primogénitos que vayan a la man[o] derecha, y los dioses llamados Viránbanecha, que
vayan a la mano izquierda, y todos irán de día, donde les es señalado a cada uno, donde
2728
tienen la gente de sus pueblos.‖
De aquí se desprende que los guerreros de la cuenca de Pátzcuaro se
movilizaban en medio del contingente (en la época en que nació el Tzintzuntzan
Irechequa, Xarátanga y los otros dioses principales uacúsecha tenían su adoratorio más
importante en la capital tarasca), los guerreros del norte del territorio se colocarían en el
ala derecha, mientras que los guerreros del sur lo harían a la izquierda (recuérdese que
cuando se conformó un solo reino, los chichimecas enseñorearon la mano derecha,
norte, y los isleños la Tierra Caliente, sur).2729 A pesar de que en el fragmento citado se
hace hincapié que la marcha se debía hacer de día, en otro pasaje de la RM se menciona
explícitamente como podía haber ataques de noche; cuando Taríacuri le indicó a su
futuro suegro Zurumban que atacara a ciertos pueblos de la Tierra Caliente, y que sí era
recriminado, dijera: ―'Yo no soy, sino Taríacuri que viene aquí de noche a hacer salto en
vuestros pueblos y dame a mí cativos para el sacrificio y por eso toco mis atabales
haciendo fiesta, que oís vosotros'.‖2730 En el pueblo de Tutultepeque, sujeto a
Teloloapan, que abasteció la fortaleza mexica de Oztuma, se mencionó que ―dij[er]on
que no se acuerdan [de] cómo se gobernaban, más de que traían guerra con los de
Mechoacan y [de] Axuchitlan; y que peleaban con arcos y flechas y macanas, y que de
noche era cuando acometían a sus enemigos.‖2731
Al momento de marchar y atacar, los escuadrones de los ejércitos
mesoamericanos al parecer lo hacían en formaciones, pero las descripciones no son muy
detalladas. Hernán Cortés describió en varias ocasiones como los indígenas atacaban en
estas formaciones, por ejemplo, cuando llegó a las costas mayas, ―…comenzáronse a
poner en orden para tirar flechas…‖, y cuando se inició el ataque de las poblaciones
alrededor de México-Tenochtitlan para sitiarla, mencionó como iba ―con más de treinta
mil hombres, por sus escuadrones muy bien ordenados, según la manera de ellos‖, en
estos ataques se mencionó como cuando los tlaxcaltecas atacaron Tacuba, ―…peleaban
los unos con los otros muy hermosamente…‖.2732 La lectura de la RM permite
interpretar que los escuadrones marchaban en orden y de acuerdo a un plan cósmico, y
que el mismo orden imperaba en el campo de batalla; Gilberti asentó una entrada
2727
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de
1520], P. 84.
2728
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17v, 196.
2729
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155.
2730
RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 95v, P. 81.
2731
PINTO, LUCAS. [Tutultepeque, 1 de diciembre de 1579] ―Relación de Ichcateupan y su partido‖, en:
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. I, núm. 6, P. 329.
2732
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., Pp. 15 y 118. Cursivas nuestras.
641
referente al orden de la batalla: ―Haz batalla ordenada. purecuquaro tzirintzirinandequa.
caratzequa‖.2733
Tácticas tarascas a campo abierto
Las referencias sobre las tácticas de los ejércitos prehispánicos son muy variadas, las
más abundantes provienen de los testimonios de los conquistadores, recordemos que los
europeos tenían una visión de la guerra, tecnología y tácticas diferentes, por lo que los
indígenas trataron de contrarrestarlas. Contraría a la idea de que las batallas
prehispánicas eran combates de guerreros desorganizados, podemos vislumbrar que
dependiendo de los factores mencionados (tipo de guerra, batalla planificada o
sorpresiva, terrenos, etcétera), las batallas seguían ciertas tácticas para que los bandos
trataran de obtener la victoria.2734 Juan de Torquemada registró cómo se llevaban a cabo
las batallas en el Centro de México:
―Cuando se admitía la batalla y venían los unos contra los unos contra otros, salían los de
la provincia o pueblo a un lugar particular que tenían entre sus términos, los cuales
llamaban yauhtlalli, que quiere decir término, o lugar de la guerra. Aquí salían los
propietarios de la tierra a recibir a los contrarios y juntos los unos de los otros, daban una
espantosa grita, poniendo las voces en el cielo, otros silbaban, otros aullaban, que ponían
temor y espanto a cuantos los oían, y parecía que allí lloraban las muertes, y heridas, que
luego habían de suceder. El rey de Tetzcuco llevaba un atabalejo encima de los hombros,
que tocaba al principio de la batalla, otros usaban unos caracoles grandes, que sonaban a
manera de cornetas; otros, con los bezos hendidos, daban muy recios silvos. Todo esto era
para animar su gente. Lo primero que hacían era jugar con hondas y varas, como dardos,
que sacaban con jugaderas y las echaban muy recias; también arrojaban piedras a mano. A
éstos seguían los de espada y rodela, y con éstos iban arrodelados los de arco y flechas y
allí gastaban su almacén; y aunque eran muy diestros, en arrodelarse, con todo hacían
2735
mucho daño estas flechas.‖
Sí recordamos que para el caso tarasco había algunas guerras pactadas, como la
guerra entre los uacúsecha y los curinguareños, o la pactada para capturar prisioneros
entre Taríacuri y Zuangua, señor de Pacadan, debemos considerar que había un lugar
dónde se daban cita para el combate (en el llano de Ataquaho y las sementeras de
Araueni respectivamente), además en la Meseta tarasca los señores se peleaban por los
términos antes de la conformación del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio.
Torquemada menciona ―que tenían entre sus términos, los cuales llamaban yauhtlalli,
que quiere decir término, o lugar de la guerra‖ donde se desarrollaba la batalla.
Maturino Gilberti registró un vocablo que indica el lugar de las batallas: purecuquaro,
que fue traducido como ―lugar de pelea, o guerra‖ y ―Batalla o guerra‖.2736
Conquistadores como Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo mencionaron
como antes de enfrentarse cuerpo a cuerpo, eran atacados con una lluvia de flechas,
varas y piedras. En el pueblo prehispánico de Ameca, Jalisco, que tenía guerra con sus
2733
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 448.
―BATALLA, el conflicto, y la contienda de vn exercito contra otro. Dixose de la palabra batir, que
vale herir â verbo Latino batuo.is.tui.por batir, o sobajar: y este verbo batallar, sinificò primero el
imponerse y exercitarse con los palos, bastones, o rudes. Los gladiatores, o soldados, antes que saliessen a
matarse, o a pelear con las espadas blancas […] Porque entonces no se herían cortando la carne, sino tan
solo se aporreauan, dándose de bastonadas, o palos. BATALLAR, contender y venir a las manos vn
exercito con otro.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o
Española…, Óp. Cit., Letra B, Pp. 126-126v.
2735
TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. IV, Lib. XIV, Cap. III, P. 324.
2736
GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 137 y 285.
2734
642
vecinos y con los indígenas de los pueblos de Ávalos (bajo dominio tarasco), se
mencionó la forma en que luchaban antes de la llagada de los españoles: ―La manera de
pelear que entre ellos había, y armas q[ue] llevaban, era que se ponían frontero los unos
de los otros, a la hila o en ala, a cuarenta o cincuenta p[as]os los unos de los otros, y allí
se flechaban…‖.2737 Como puede observarse, antes de que las unidades con sistemas de
armamento cuerpo a cuerpo entraran en combate, se iniciaba la batalla empleando el
armamento a larga distancia con el objetivo de debilitar las formaciones enemigas;
táctica muy común en los ejércitos de las sociedades antiguas de varias partes del
mundo.
En la RM, se menciona el sermón que el petámuti les daba a los señores de los
pueblos, entre otras cosas les decía: ―Y mirá que prometistes gran cosa: que haríades las
sementeras a nuestro dios Curícaueri y prometiste el cincho y hacha, que fué que trairías
leña para sus cúes y que estaréis a las espaldas de sus batallones, que le ayudaréis en
las batallas y que llevaréis sus relleves tras él, que es que llevaréis su matalotaje a la
guerra detrás dél, y que acrecentaréis sus arcos y flechas…‖,2738 lo que podría
interpretarse como que los señores se encontraban detrás de la línea de batalla en la
retaguardia, pero en la narración de la batalla entre los ejércitos de Tzitzíspandácuare y
Axayácatl, se menciona que los nobles taracos participaron en la primera línea de
batalla. 2739
Sin embargo aquí podría tratarse de distinguir dos capas diferenciadas de la
nobleza tarasca, los señores de los pueblos de mayor jerarquía en la retaguardia, o entre
los escuadrones para resguardarse de caer prisioneros o asesinados por los enemigos,
ofendiendo con su sistema de armamento a distancia (arcos y flechas), y la nobleza baja
como los quangáriecha y los ocámbecha dando órdenes a los escuadrones con su
sistema de armamento cuerpo a cuerpo (armas de quangáriecha, porras o macuahuitl,
escudos y armaduras de algodón); recuérdese que en la batalla entre los chichimecauacúsecha y los curinguareños: ―unos se daban de pedradas, otros con terrones, ya los
señores de los chichimecas tiraban flechas, porque la gente común eran los que se
daban de pedradas y de tarronazos; […] Y fueron heridos y flechados los dos hermanos
señores de los chichimecas Pauácume y Vápeani y tornáronlos a sus casas a cuestas a
Tarímichúndiro y tornáronse los de Curýnguaro a su pueblo.‖2740
Después de haber mencionado el uso de armamento a larga distancia, Juan de
Torquemada prosiguió a comentar la forma en que se hacía la guerra, ahora el combate
cuerpo a cuerpo:
―La gente de la vanguardia no era la más fuerte, ni la más diestra, más éranlo los que iban
en la batalla, que gastada mucha parte de la munición, salían de refresco y con unos
lanzones y espadas largas de pedernal; y siempre traían estas espadas asidas y fiadas a la
muñeca, porque aunque alguna vez la soltasen de la mano, por algún acontecimiento, no la
perdiesen. No tenían costumbre de romper unos por otros, mas primero andaban como
escaramuzando, volviendo a veces los unos las espaldas, haciendo como que huían y luego
volvían acometiendo a los enemigos que los habían seguido, los cuales volvían las
espaldas, como esotros habían hecho, y de aquesta manera andaban un rato prendiendo y
hiriendo en los postreros. Y después de algo trabados y cansados (y como ellos decían más
2737
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38.
2738
RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 133v, 158.
2739
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II,
Cap. XXXVII, Pp. 282-283.
2740
RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38.
643
embravecidos) salían otros escuadrones de nuevo y de cada parte tomaban a trabarse y
tenían gente suelta, para tomar luego los heridos y llevarlos a cuestas, y estaban aparejados
los cirujanos con sus medicinas para curarlos, los cuales sanaban con más brevedad a los
necesitados que nuestros médicos y cirujanos, porque no sabían alargar la cura por más ni
menos paga, aunque aquesto no debe de ser en todos, sino en el más o menos acertamiento
2741
y sobre todo en lo que Dios es servido, cuando las medicinas no valen.‖
En esta cita hay muchos elementos a desmenuzar para entender las tácticas de
guerra mesoamericanas. Se menciona que en la vanguardia, es decir, los primeros en
entrar al combate, no eran los guerreros profesionales, sino probablemente los hombres
de leva, la gente común.2742 Se menciona que ―no tenían costumbre de romper unos con
otros‖, esto es entablar combate directo continuo entre los dos ejércitos, sino que
escaramuzaban, fingiendo la retirada para cansar al adversario y medir fuerzas, donde se
aprovechaba para herir y capturar a los guerreros enemigos.2743 Cuando ya estaban
cansados y embravecidos los combatientes, entraban al combate escuadrones de
refuerzo,2744 que probablemente estos sí eran guerreros profesionales que trataban de
inclinar la balanza a favor de cada bando; durante esta parte de la batalla, se recogían
los heridos para ponerlos a resguardo.
En la Relación Geográfica de Ameca, no se menciona explícitamente, pero se da
a entender que después de haber usado el arco y flecha, entraban en combate las
unidades de combate cuerpo a cuerpo, pues ―usaban, algunos, de macanas y
MAQUAHUITL, q[ue] son las d[ic]has macanas; destas traían los muy valientes,
porq[ue] se [a]cercaban tan cerca de sus enemigos q[ue], con aq[ue]llas macanas o
mazas, daban gran golpe a sus enemigos. Usaban de rodelas, de unas varas muy recias y
muy entretejidas, q[ue] defendían bien cualquier fuerza de flecha, o golpe de porra o
maza. Peleaban con mucha gritería y alharacas.‖2745 Así el combate cuerpo a cuerpo
podía extenderse hasta que alguno de los bandos fuera derrotado y se rindiera, huyera o
combatiera a muerte hasta el final.
En las versiones conocidas de la gran batalla entre tarascos y mexicas en 14761477, encontramos algunos de estos elementos tácticos, pero también variantes. Se
menciona por ejemplo que la batalla ocurrió en un llano, con los ejércitos tarascos y
mexicas formados frente a frente. Se menciona que antes de que atacaran los mexicas,
llegó una embajada de nobles tarascos para persuadir a Axayácatl a que se retirará, pero
no lo hizo. Entonces los dos ejércitos se acometieron fuertemente, primera diferencia
con las tácticas de guerra descritas por Torquemada. Tanto Durán y Tezozómoc
coinciden que los ejércitos se enfrascaron en combate cuerpo a cuerpo durante todo el
día en lugar de escaramuzar, recuérdese que según las fuentes, ambos ejércitos estaban
2741
TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. IV, Lib. XIV, Cap. III, P. 325.
Empero, en la guerra ha sido una táctica muy común iniciar el combate con las tropas menos
experimentadas para que posteriormente los guerreros con más experiencia decidan el combate; los
españoles siguieron está misma lógica, ya que los aliados indígenas peleaban primero y luego los
españoles. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre
de 1522], Pp. 145-146, 153.
2743
Durante la Noche Triste, Cortés mencionó como durante la huida, su ejército fue hostigado por los
mexicas, quienes les gritaban y acometían y haciendo algunas arremetidas, pero para evitar a la caballería,
los mexicas se subían a los cerros donde no podían andar con facilidad los caballos. Ibíd., [Segunda carta
de relación, 30 de octubre de 1520], Pp. 84-85.
2744
Cuando Cortés se encontró sitiado en los palacios de Axayácatl en Tenochtitlán, mencionó que los
españoles tenían que luchar todo el día, pero que los mexicas ―…ellos peleaban por horas, que se
remudaban y aún les sobraba gente.‖ Ibíd., P. 79.
2745
LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA,
RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38.
2742
644
compuestos de miles de guerreros; dado que conocemos los sistemas de armamento de
ambos ejércitos, podemos imaginar que usaron el armamento de larga distancia para
debilitar las formaciones enemigas. Durante la batalla, ambos bandos reforzaron a los
guerreros que estaban combatiendo con escuadrones frescos, coincidiendo con lo
mencionado por Torquemada. Este dato es muy importante, porque se infiere que no
todo el ejército luchaba al mismo tiempo, sino que dependiendo del transcurso de la
batalla, se reforzaba a los combatientes con escuadrones de refresco, probablemente con
unidades específicas determinadas para contrarrestar las tácticas del adversario.
Tezozómoc mencionó un repliegue del ejército tarasco a Charo a 25 km. al suroeste de
Zinapécuaro, no queda claro si fue una táctica para emboscar al ejército mexica, o un
repliegue táctico, pues se menciona que en Charo, el ejército tarasco fue reforzado con
más escuadrones de refresco. Viento la imposibilidad de la victoria, Axayácatl dio la
orden de huir y reagruparse en Zinacantepec; en la versión de Tezozómoc, los tarascos
dividieron sus fuerzas en dos, una parte para recuperar Taximaroa, y la otra parte
siguieron a la retaguardia mexica que se había quedado para cubrir la retirada, los
últimos fueron atacados con arcos y flechas, fueron perseguidos en su huida hasta los
montes de Toluca, pero los tarascos no prosiguieron más allá. Los testimonios de esta
batalla son de los más ricos sobre las tácticas empleadas por los tarascos en batallas en
campo abierto, pues la RM menciona con más detalle el ataque a pueblos.
Tácticas de invasión del territorio enemigo
Las únicas tácticas tarascas que son mencionadas explícitamente en la RM, son las
referentes a la conquista o destrucción de los pueblos enemigos, es decir, relacionadas
ampliamente con la poliorcética. Entre estas tácticas encontramos otros elementos
presentes en la marcha y guerras en campo abierto, pero en este caso enfocadas a atacar
poblaciones. Dada la riqueza del testimonio, citaremos in extenso el pasaje donde se
menciona como atacaban o destruían a los pueblos:
―Y en acabando de decir su razonamiento, íbase donde estaba la traza del pueblo que
habían visto las espías y allí mostraba a todos los señores y gente que estaba allí ayuntada,
cómo estaban los pueblos de sus enemigos que habían de conquistar. Después de haber
mostrado aquella traza, concertaba el capitán general la gente desta manera: en la frontera,
poníanse todos los valientes hombres de la Cibdad de Mechuacan y los sacerdotes que
llevaban a Curícaberi y a Xarátanga y todos los otros dioses mayores. Y poníanse dos
procisiones, de una parte y de otra, y ponían sus celadas cada seis escuadrones, con sus
dioses y banderas, y iban por medio de las celadas un escuadrón de cuatrocientos hombres
y un dios llamado Pungárancha, de los corredores. Y llegaban todos éstos hasta el pueblo,
con sus arcos y flechas, y ponían fuego en las casa y íbanse retrayendo, fingiendo que
huían y fingiendo questaban enfermos y otros haciendo de los cojos; otros hacíanse
caedizos en el suelo, como que iban corriendo y caían. Y ansí sacaban sus enemigos del
pueblo y los siguían, viéndolos tan pocos, y íbanse retrayendo hasta metellos en medio de
las celadas. Y estando allí tenían una señal para cuando los habían de acometer, o unas
ahumadas o alguna corneta que tocaban. Decían los capitanes: "levantaos todos". Entonces
juntábanse de una parte e de otra las celadas que estaban al cabo y tomaban en medio toda
aquella gente que habían salido de los pueblos y cativábanlos. Y los otros delanteros
pasaban adelante y entraban en las casas y cativaban todas las mujeres y muchachos y
viejos y viejas y ponían fuego a las casas después de haber dado sacomano al pueblo y
tomaban ocho mil cativos aquella vez, o diez y seis mil, y ponían miedo grande en los
2746
enemigos.‖
Después de que el Capitán General le mostraba a los guerreros el curúzetaro, se
proseguía a emplazar los escuadrones para preparar el ataque. Se menciona que los
2746
RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18v-19, 198-199.
645
quangáriecha de la cuenca de Pátzcuaro se ponían enfrente junto a los sacerdotes que
llevaban a Curícaueri, Xarátanga y otros dioses mayores. Al parecer los escuadrones de
Tzintzuntzan y su cuenca se emplazaban en el centro de la línea de ataque, ya que a los
flancos de estos guerreros ―poníanse dos procisiones, de una parte y de otra‖, estas dos
procesiones podrían corresponder al plan cósmico mencionado líneas arriba para la
marcha de los ejércitos: ―que vaya en medio nuestra diosa Xarátanga, y los dioses
primogénitos que vayan a la man[o] derecha, y los dioses llamados Viránbanecha, que
vayan a la mano izquierda...‖.2747 Para conformar el frente de ataque, se ponían
emboscadas cada 6 escuadrones, y cada emboscada o celada estaba conformada por un
escuadrón de corredores, es decir, guerreros exploradores de avanzada, cuyo dios era
Pungárancha.2748 Estos corredores armados con arcos y flechas, prendían fuego a las
construcciones de los pueblos enemigos, y cuando los defensores contraatacaban, se
retiraban fingiendo que no estaban sanos o que se tropezaban en el suelo.2749 Está
táctica tenía como objetivo hacer salir a los enemigos de sus pueblos para atraerlos
donde estaban las emboscadas. Cuando los enemigos caían en la emboscada, los
comandantes tarascos daban una señal de ahumadas o sonora para que los capitanes de
los escuadrones atacaran, derrotando a los enemigos y capturándolos. Está táctica de
fingir la retirada descrita en la RM, es igual a la menciona por Torquemada a principios
del siglo XVII, que vale la pena volver a citar para tener claridad:
―No tenían costumbre de romper unos por otros, mas primero andaban como
escaramuzando, volviendo a veces los unos las espaldas, haciendo como que huían y luego
volvían acometiendo a los enemigos que los habían seguido, los cuales volvían las
espaldas, como esotros habían hecho, y de aquesta manera andaban un rato prendiendo y
2750
hiriendo en los postreros.‖
Tácticas de ataque y defensa del territorio
Estas tácticas de ataque y defensa del territorio ya habían sido descritas por Bandelier en
la segunda mitad del siglo XIX:
―Una táctica muy recurrente era emboscar al enemigo cuando estaba en marcha o
descansando, para aumentar el factor sorpresa éstas solían realizarse en la noche o al
amanecer. Solían invadir los asentamientos sin previo aviso o si el emplazamiento poseía
un sistema defensivo era sitiado o asediado hasta que los defensores o los mismos
atacantes claudicaran. Era común que los accesos a los poblados estuvieran fortificados
con albarradas, terraplenes, fosos y palizadas con parapetos, troneras para los arqueros y
torres de vigía para aumentar las defensas solían colocar trampas de pozos secos con
estacas cubiertas con vegetación. Incluso azolvaban las fuentes de agua para evitar el
2747
RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17v, P. 196.
Nuño de Guzmán reportó una emboscada con una táctica muy similar durante la conquista de Jalisco:
―…quel escuadrón que estaba delante de mí en la delantera, que dice hera de más de dos mill indios,
estaba echado en el suelo porque no lo biésemos […] Y yendo a romper en ellos, bí otros dos escuadrones
a los lados cada uno, que parecían de más gente que la del escuadrón donde yo di […] salido de unas
arboledas…‖. ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de
julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 281.
2749
Durante el sitio de México-Tenochtitlán, Hernán Cortes reportó la táctica de fingir la huida, pues
durante los ataques de los puentes de las calzadas ―muchas veces fingían que nos daban lugar para que
entrásemos dentro, diciéndonos: ―Entrad, entrad a holgaros‖; y otras veces nos decían: ―¿Pensáis que hay
ahora otro Mutezuma, para que haga todo los que vosotros quisierais?‖.‖ CORTÉS, HERNAN. Cartas de
Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 119.
2750
TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. IV, Lib. XIV, Cap. III, P. 325.
2748
646
reabastecimiento de los atacantes y los caminos los volvían intransitables por ser focos
2751
infecciosos debido a que dejaban excrementos y animales muertos.‖
Ya mencionamos como en el México antiguo los indígenas hicieron uso del
terreno elevado para la defensa del territorio, así como el establecimiento de fortalezas
temporales en peñoles, barrancas, cerros o bosques cuando eran atacados por el
enemigo, lo proporcionaba una gran ventaja a los defensores. Bandelier mencionó
algunas de las tácticas empleadas por los habitantes del México antiguo para la defensa
y ataque de lugares fuertes:
―A veces, sin embargo, ocurría que la tribu atacada había dotado a su pueblo de defensas
artificiales, y los mexicanos, victoriosos en campo abierto, se encontraban en presencia de
fortificaciones simples, que más adelante describiremos, como empalizadas o incluso
plataformas de tierra o de piedra coronadas por parapetos. Sólo se intentaba atacar tales
fortificaciones si el buen éxito parecía indudable, ya fuera como consecuencia de la
superioridad de los mexicanos o de las grandes pérdidas sufridas por los defensores en
luchas anteriores. En ese caso, y sólo en ese caso, se construían escaleras y se escalaban los
muros, con la debida precaución y bajo la protección de diversos artificios. Un asedio
regular era impensable, puesto que los mexicano no estaban equipados para permanecer
mucho tiempo fuera de su territorio. Podía quedarse al acecho o rondando las defensas que
sus enemigos por algún tiempo, con la intención de intentar una sorpresa de algún tipo,
pero si no podían tomar el lugar con un ataque rápido tenían que desistir y volverse a su
2752
casa.‖
Desde los lugares elevados los defensores lanzaban piedras y flechas a los
atacantes; Cortés mencionó como en un pueblo del Centro de México que estaba
fortificado, ―en toda la cerca tienen mucha cantidad de piedras grandes y pequeñas y de
todas maneras con que pelean.‖2753 Los testimonios de Cortes, Nuño de Guzmán, Bernal
Díaz del Castillo, así como los testimonios de la guerra del Mixtón, dan testimonio de la
gran dificultad que era tomar por asalto uno de los peñoles fortificados. En el Códice
Telleriano-Remensis se menciona que los mexicas sujetaron el pueblo de Ycpaltepec en
1511; está representado un guerrero sobre un cerro-peñol que lo defiende con una piedra
levantada en la mano derecha, mientras un guerrero mexica está subiendo unas escaleras
protegiéndose con un escudo en la mano derecha, el texto en caracteres latinos dice:
―Año de seis cañas y de 1511 sujeptaron los mexicanos al pueblo de Ycpaltepec
subieronse con escaleras por ser peñol agro…‖.2754
Es probable que los tarascos hayan usado escaleras para tomar por asalto las
fortificaciones enemigas. Gilbertí registró las entradas ―Escalar fortaleza.
ymberaquaqueni‖, y ―Escalador. ymberaquaqueri‖.2755 En la lámina XXIX de la RM,
están representados 3 oficiales con un objeto enfrente que parece ser una escalera con 5
escalones, con una glosa que los identifica como ―los q[ue] suben a los altos‖, sin
embargo, no son mencionados en el texto y no queda clara era su función. Gilberti
registró dos entradas que podrían referirse a estos oficiales y lo que se encargaban de
2751
TEJEDA MONROY, EDUARDO A.. ―La guerra y los ejércitos prehispánicos en el área maya‖, Óp.
Cit., P. 63.
2752
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos
mexicanos‖, Óp. Cit., Pp. 75-76.
2753
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de
1520], P. 92.
2754
Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., f. 42v.
2755
GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 412.
647
facturar: ―Quequa. escalera‖, ―Quequa vri. oficial que haze escalas‖2756 Podemos
imaginarnos que una escalera pudo haber tenido muchos usos en el Michoacán del
Posclásico tardío, como lo pudo ser la construcción de estructuras, la recolección de
frutos de los árboles, la ceremonia de palo de los voladores, pero al menos por la
referencia del Códice Telleriano-Remensis, no podemos descartar que estas escaleras
también pudieron ser usadas por los guerreros tarascos para atacar las posiciones
enemigas.
Cuando un pueblo o lugar fortificado caía en manos del enemigo, los defensores
y sus habitantes seguían la táctica de desbandarse para huir del enemigo, así como evitar
la captura masiva de la población.2757 En una ocasión que los conquistadores españoles
hicieron una correría a Matalcingo, los guerreros enemigos les hicieron frente, ―…en
tanto que las mujeres y los niños y sus haciendas se ponían a salvo en una fuerza que
estaba en un cerro muy alto que estaba allí junto.‖2758 Cuando las fuerzas chichimecoisleñas al mando de Hirepan, Tangáxoan e Hiquíngaje conquistaron Taríaran, los
guerreros al iniciar el ataque:
―…dieron gran grita y destruyeron y quemaron todas las casas y cativaron muchos
enemigos y haciendo todos gran ruido, y daban voces cuando los tomaban. Y llevaron,
huyendo, los suyos a Hiuacha, asido de los brazos. Y alcanzándole Tangáxoan, llegó a él y
dióle con una porra encima la cabeza. Y tomaron todas sus mujeres, aquí una y allí otra, y
trujéronlas al real. Y moraban unos naturales en un pueblo llamado Chumengo y otros en
otro pueblo llamado Zizupan y en Acúuato, y fué mucha gente de los enemigos huyendo a
los dichos pueblos. Y diéronlos grita y no los recebieron, y dieron la vuelta otra vez, otra
vez hacia su pueblo. Y cativáronlos y durmieron sobre ellos, que los alcanzaron de noche.
Y todo un día estuvieron ansí cazando a los que se habían escondido y dormieron allí una
2759
noche.‖
De ahí la necesidad que el ataque a los pueblos se realizara colocando celadas
alrededor en los caminos para evitar que los defensores huyeran hacía el campo
abierto;2760 además se colocaban guardias de los caminos para evitar que los guerreros
obtuvieran como botín plumajes, joyas y metales preciosos.2761 Había una preocupación
por parte de los vencedores de que la población no huyera hacía el campo abierto, pues
desde ahí se podría oponer resistencia al invasor, además se aseguraba la captura de
prisioneros, el control de la fuerza de trabajo de los derrotados, y la estabilidad política
que brindaba que los habitantes no se movieran de sus lugares de origen. Así Hirepan,
Tangáxoan e Hiquíngaje cuando expandieron su domino territorial, se reunieron para
nombrar caciques en los pueblos conquistados:
2756
Ibíd., P. 142. Baptista de Lagunas menciona: ―QVENI, Subir por escalera de palo. A la qual llaman
Quequa, a differencia de subir por qualquiera otra que tenga gradas. La qual se llamara pisqua porque
entonces tambien diran Carharani, como para subir quierquier cuesta ar[ri]ba […] Y assi me parece, que
esta preposicion, propiamente quiere dezir, Assiendo, o agorrandose al instrumento por donde suben. Assi
como a sus escalerillas; que son de solo vn madero, y solas vnas Muescas por escalones en que ponen los
pies.‖ BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana,
Óp. Cit., Pp. 353-354 [150-151 en la paginación original].
2757
Gilberti registró las siguientes entradas que quizás se relacionen con este tema: ―Descercar alcançar el
cerco desbaratando los enemigos. caczpeni, vel acauatahpemani‖, ―Desercar alcançar el cerco para
retirarse. yuaretspeni, vel yhuarequaretspeni‖, ―Descercar destruyr la cerca. terunterunantzihcani
vatzotaqua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. P. 356
2758
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de
1522], P. 150.
2759
RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 130, P. 151.
2760
Gilberti registró dos vocablos que podrían referirse a la idea de cercar al enemigo, ―Uiripatahpeni.
rodear a otros‖ ―Viriuirindahpeni. rodear, o cercar a otros‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 196
2761
RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200.
648
―Y ayuntáronse todos los que habían quedado de los pueblos y díjoles Hirepan: "id, tomad
vuestros pueblos, morá en ellos como de antes y torná a tomar vuestros árboles de fruta y
vuestras tierras y sementeras. Basta. Y ya nuestro dios Curícaueri ha usado de liberalidad y
os lo torna. Traed leña para sus cúes y cavá sus sementeras para la guerra y estad a las
espaldas dél en sus escuadrones y acrecentá sus arcos y flechas y libradle cuando se viere
en necesidad". Y todos respondieron que así lo harían y lloraban todas las viejas y viejos y
muchachos y fuéronse todos a sus pueblos. Y no hacían asiento los pueblos, como no
tenían regidores y cabezas, que se meneaban los pueblos y no estaban fijos, y de contino
estaban temiendo y alterados. Y entraron en su consejo Hiripan y Tagáxoan y Hiquíngaje y
dijeron: "hagamos señores y caciques por los pueblos, que placerá a los dioses que
sosiegue la gente". Y fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños
tomaron una parte en la tierra caliente y los chichimecas otra parte a la man[o] derecha, en
2762
Xénguaro, Cherani, Cumachen; y así sosegaron todos. Y se hizo un reino.‖
La táctica de que la población se desbandara para evitar ser capturado por los
enemigos al parecer fue muy común después de la conquista hispana. Cuando Nuño de
Guzmán inició su campaña de conquista de Jalisco, reportó en varias ocasiones como
los habitantes huían a las barrancas, bosques, cerros o a empeñolarse para pertrecharse y
defenderse, o evitar la confrontación directa en campo abierto contra un ejército más
poderoso.2763 En una ocasión que las huestes de Guzmán lograron cercar una población
grande y penetrar las defensas, no pudieron capturar a los derrotados ―…porque luego
se dividieron por muchos caminos entre unas grandes arboledas de frutales y sementeras
que duraban más de dos leguas, y así se hallaron pocos juntos aquel día…‖.2764 Quizás
esta táctica podría explicar los testimonios españoles de que los indígenas vivían
―desparramados‖ en los cerros, tal y como lo mencionó Vasco de Quiroga: ―…gente
bárbara que carece de todo esto [policía y ley] y viven derramados como animales por
los campos sin buena policía y se crían a esta causa malos, fieros, bestiales y crueles,
perjudiciales, inhumanos e ignorantes e tiranos entre sí mismos…‖, así como que tenían
―…falta de policía, y de la vida y derramamiento silvestre y salvaje en que están, más
como animales irracionales que como hombres de razón.‖2765 No es que los indígenas
vivieran como bestias, sino que los españoles no comprendieron que los primeros
estaban siguiendo una táctica para no ser sometidos por los enemigos, táctica que se
remontaba a los tiempos prehispánicos.
2762
RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155.
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 266, 272, 273,
275, 276, 278, 279
2764
Ibíd., P. 272.
2765
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones
del Real Consejo de Indias‖, en: QUIROGA, VASCO DE; et. al.. Información en derecho, biografía e
ideario [Antología]. Presentación de Juan Hernández Luna. Gobierno del Estado de Michoacán de
Ocampo-Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, (Colección ―Ediciones inaugurales del Centro
Cultural Nicolaita, núm. 1), 1992, P. 108 y 134-135.
2763
649
35. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA LLEGADA
Y CONQUISTA HISPANA, HASTA LA PARTICIPACIÓN DE LOS TARASCOS
EN LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA (1519-1550)
―Pronto el antiguo reino [tarasco] adquirió la imagen de una más de las
―provincias‖ coloniales [después de la muerte de Tzintzicha en 1530],
equiparable a Puebla o Oaxaca (así definidas porque cada una abarcaba la
jurisdicción de su respectivo obispo), como si nada la distinguiera en su
pasado ni su presente. La asimilación fue completa. Con el tiempo la
conquista de Michoacán habría de verse como un episodio regional de la de
México. En realidad no había sido así, pero México no sólo conquistó
Michoacán sino también conquistó su conquista.‖
2766
Bernardo García Martínez, Los años de la expansión, 2010
Un viejo dicho popular reza que ―la conquista la hicieron los indios y la independencia
los españoles.‖ Aunque dicha frase pase por alto la complejidad histórica, no deja de
estar sostenida en una característica importante de dicho período: la participación de los
ejércitos indígenas como refuerzos auxiliares en la conquista europea del Nuevo
Mundo, fungiendo como guías, exploradores, traductores, porteadores, y unidades de
combate realizando acciones de defensa de flancos, guerrilla, y reservas para la batalla.
Basta con revisar las cifras que proporcionan las diferentes fuentes, para notar que los
españoles que participaron, por ejemplo, en la conquista de México-Tenochtitlán,
apenas superaban el millar de soldados, mientras que los aliados indígenas, enemigos de
los mexicas, se contaban por decenas de miles. Gracias a estas fuerzas aliadas es que los
españoles pudieron dominar en menos de una década, los territorios tributarios de la
Excan tlatoloyan, el Tzintzuntzan Irechequa y otros Estados independientes vecinos,
donde se repartieron encomiendas para explotar los recursos naturales y mano de obra,
así como el inicio de la evangelización cristiana sobre las antiguas religiones
mesoamericanas.
El señorío de Tlaxcala probablemente es el más rememorado en la historiografía
por el papel importante en la conquista de México-Tenochtitlán, sin embargo, los
Estados indígenas que lucharon al lado de los españoles son diversos. Uno de ellos fue
el Tzintzuntzan Irechequa, quien también participó activamente en la conquista de otros
territorios bajo las ordenes de los conquistadores, en especial hacia territorios del norte,
donde fungieron como exploradores, auxiliares y colonos. Está participación ha pasado
desapercibida en la historiografía de la conquista, probablemente a que se le da más
peso a los aliados nahuas del Centro de México, y que la rendición del cazonci
Tzintzincha Tangáxoan ha creado la imagen de una ―conquista pacífica‖ del Michoacán
prehispánico y los territorios adyacentes. Lo cierto es que el Tzintzuntzan Irechequa fue
un teatro de operaciones en que los tarascos colaboraron activamente con los españoles,
aun antes de que Tangáxoan II le entregara el señorío a Hernán Cortés. El objetivo del
presente apartado es mostrar la última etapa histórica del Tzintzunzan Irechequa, y
enumerar algunos de esos episodios militares en que los indígenas tarascos participaron
como tropas auxiliares durante la conquista de diversos territorios. Lamentablemente las
fuentes no proporcionan mucha información, aunque los datos dispersos nos permiten
vislumbrar una intensa participación de los guerreros tarascos.
2766
GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la expansión‖, en: Nueva historia general de
México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de México, 2014, P. 239.
650
Presagios anteriores a la conquista
Después de dar una breve relación de los señores que hubo muertos los tres herederos
de Taríacuri, y de cómo se formó un sólo reino en vida de Tzitzíspandácuare, empieza
la Tercera Parte de la RM, dónde se narra la gobernación que tenía la gente así así como
sus costumbres. Es hasta el capítulo XIX, que se continúa la historia del pueblo tarasco,
en los últimos años de vida de Zuangua. Según la narración, antes de que vinieran los
españoles a conquistar la tierra, aparecieron diversos fenómenos sobrenaturales que
después se interpretaron como augurios de la conquista. Rodrigo Martínez Baracs
considera que los antecedentes de estos augurios se encuentran en el cuarto viaje de
Cristóbal Colón en 1502, cuando navegando por el Golfo de Honduras, se capturó y
saqueó una canoa mercante, probablemente de filiación mesoamericana. Entre los
objetos que transportaba la canoa se encontraban hachas y cascabeles de cobre así como
un crisol para fundirlos.
―A partir de entonces, la noticia del encuentro con estos seres extraños y perniciosos corrió
por las rutas comerciales mesoamericanas. Circulando de boca en boca la noticia adquirió
la forma mitologizada del presagio: cometas, temblores, sueños, visiones, portentos. […]
Estas hachuelas y cascabeles de cobre y recipientes para fundirlo debieron ser michoacanos,
por lo que no extraña la precocidad en de los agüeros michoacanos (uintsíyamecha) sobre la
Conquista española en la Relación de Mechuacan, muy anterior a las fuentes sobre los
presagios en la zona nahua (Francisco López de Gómara, Francisco Cervantes de Salazar,
fray Bernardino de Sahagún, fray Diego Durán, Diego Muñoz Camargo, Fernando de Alva
2767
Ixtlilxóchitl, etcétera).‖
Una referencia documental que apoya la circulación de información
precisamente de la región de Honduras hacía el Centro de México, es cuando Hernán
Cortés mencionó que los indígenas de las Hibueras tenían noticia de él y la conquista de
México-Tenochtitlan, ―porque a causa del mucho trato, en muchas de ellas [poblaciones
de Honduras] tienen de mí noticia y de las cosas de México por vías de mercaderes.‖2768
Además, en una relación escrita por Fernando Alva Ixtlilxóchitl, se mencionó como
―Túvose noticia de la venida de los cristianos por algunos mercaderes que habían ido a las
ferias de estas costas Xilanco, Ulúa y Champoton, especialmente cuando rescataron con
Grijalva; y así tenían por muy ciertas las profecías de sus pasados, que esta tierra había de
ser poseída por los hijos del sol, demás de las señales que hallaban en el cielo, de lo cual
estaban todos con grandísima pena en considera que se les acercaban sus trabajos y
2769
persecuciones…‖.
La expedición de Juan de Grijalva tuvo lugar en el año de 1518; precisamente la
RM menciona que cuatro años antes de la llegada de los europeos a Michoacán, los cúes
se desmoronaron, y aunque los renovaron, estos volvían a caérseles los janamus o lajas
con los que estaban recubiertos; también se vieron dos cometas grandes en el cielo; la
gente soñó con los dioses, pero sí eran pesadillas, no osaban decírselo al cazonci. Un
sacerdote le contó a Jerónimo de Alcalá como había soñado dos o tres veces con
2767
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. Convivencia y utopía. El gobierno indio y español de la “ciudad
de Mechuacan”, 1521-1580. Fondo de Cultura Económica-Instituto Nacional de Antropología e HistoriaConsejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Sección de obras de Historia), 2005, Pp. 109-110.
2768
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de
1526], P. 265.
2769
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles
y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN,
BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España. Edición de Ángel María Garibay K.
6ª edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, P. 825.
651
animales desconocidos para él (caballos y gallinas), y que ensuciaban los cués y las
casas de los sacerdotes donde hacían sus meditaciones. También las enfermedades
traídas por los europeos, como el sarampión y la viruela, se tomaron como presagios.2770
Pero el suceso más largamente narrado es la teofanía por medio de un sueño o
revelación que tuvo una mujer de Viquixu, señor de Ucareo. La diosa Cueráuaperi se le
apareció y la llevó al camino de Araró, ahí le dio de beber un brebaje, y le dijo como
alguien se la iba a llevar a un concilio muy importante, que pusiera mucha atención en
lo que se dijera, para que se lo hiciera saber al rey Zuangua. Entonces el dios Curícaueri
se apareció en forma de águila blanca con una verruga en la frente (¿guajolote?), y la
llevó sobre sus alas volando a la cima de un monte llamado Xanóata hucazio, allí se dio
cuenta que estaban reunidos todos los dioses del panteón tarasco, los dioses de la mano
izquierda, y los de la mano derecha. Ahí, el dios Curita caheri, mensajero de los dioses,
y su hermano Tirípamenquanéncha, explicaron como el primero fue a oriente, donde
estaba la madre Cueráuaperi, y los dioses Curícaueri, Xarátanga, Huréndequauécara,
Querenda angápeti y otros, y ahí Cueráuaperi les dijo que ―ya son criados otros
hombres, nuevamente, y otra vez de nuevo han de venir a las tierras […] ¿cómo
podemos contradecir esto questá ansí determinado? No sabemos qués esto…‖. Los
dioses trataron de contradecir este mandato de la diosa Cueráuaperi, pero ella ni siquiera
dejó hablar a los demás dioses. Después dio orden de que se quebraran las tinajas de
vino, dejaran de sacrificar personas ni traer ofrendas, que rajaran los atabales, y que ya
no se hicieran más fogones ni ahumadas, ―porque ya vienen otros hombres a la tierra;
que de todo en todo han de ir por todos los fines de la tierra, a la man[o] derecha y a la
man[o] izquierda y de todo en todo irán hasta la ribera del mar, y pasarán adelante y el
cantar sea todo uno y que no habrá muchos cantares como teníamos, mas uno solo por
todos los términos de la tierra.‖2771 Cuando se enteró Zuangua, éste estaba borracho, y
no se sorprendió, pues él ya sabía la sentencia de los dioses, pues un pescador de Tierra
Caliente fue apresado por un dios-caimán, quién lo llevó a su morada, y le dijo que él
era un dios, y que fuera con Zuangua a darle el mensaje. A Zuangua debió afectarle
mucho tanto el mensaje del pescador como el de la mujer del señor de Ucareo, pues en
la respuesta que les dio a los sacerdotes de la diosa Cueráuaperi, dio a entender que el
sería rey por un tiempo más, pero que no estaría para cuando llegaran los nuevos
hombres, se lamentó por sus hijos, porque el señorío se repartiría entre ellos, y el que
quedara en lugar de Curícaueri no sería señor por mucho tiempo.2772
En nuestras pesquisas hemos encontrado otras dos referencias documentales
sobre posibles presagios que ocurrieron en territorio michoacano, uno se encuentra en la
Relación Geográfica de Motines, al explicar la etimología del pueblo de Pomaro:
―Llámase Pomaro, que, en lenguaje de los naturales, quiere decir ―coloquio de dioses‖.
Dicen q[ue] sus antepasados ancianos dijeron a sus hijos, lo q[ue] ahora son vivos, q[ue]
antiguam[en]te, en días de su gentilidad, hicieron allí junta los DIABLOS, y hablaron
grandes y muchas cosas, y de allí se derivó el n[ombr]e deste pu[ebl]o.‖2773Aunque no
es explicito, el pasaje nos hace recordar uno de los augurios más importantes que
anunciaron la llegada de los españoles al Irechequa, el concilio de dioses en el monte
2770
RM, Tercera Parte, Cap. XIX.
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, ff. 37-37v, Pp. 235-236.
2772
RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 38v, Pp. 238.
2773
DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA,
JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva
España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI:
Michoacán, Óp. Cit., P. 173. Corchetes y mayúsculas originales.
2771
652
Xanóata hucazio narrado en la RM (recuérdese que las noticias del fin de los dioses
también se supieron por un pescador de un río de Tierra Caliente). Otro presagio se
encuentra en el Códex Plancarte, y aunque es un documento tardío del siglo XVIII,
contiene información de debió haber estado asentada en fuentes más tempranas.2774 En
este testimonio podemos encontrar varias figuras retóricas que se construyeron a
posteriori, presentando acontecimientos ocurridos en la época colonial, pero
extrapolados a la época prehispánica. Se menciona como 3 o 4 ―diablos‖, ―Cuyricua y
Charucu y el de Patzuemtan y la sierpe‖ anunciaron la llegada de conquistadores a la tierra,
que poblarían hombres con sombreros de fierro, y que traerían ―tvytzes‖ (caballos,
burros y perros), que matarían a muchos de los habitantes. Otro acontecimiento es
cuando se desmayó y enmudeció el ídolo de Uandaro por un cometa que se vio en el
cielo, hicieron sacrificios para curarlo, y les dijo que el ya no iba a ser dios, que lo
llevaran a esconder a una peña, porque ya había llegado el Dios verdadero. Muchos de
estos elementos, como la llegada de hombres extraños, con sombreros de fierro, los
cuadrúpedos ―tvytzes‖ o tuyzen que eran figuras de bledos que hacían en la fiesta de
Cuingo, la aparición de astros en el cielo, el fin al culto a los dioses y la llegada de un
solo Dios, son elementos presentes en la RM.
Las embajadas de los mexicas
La irrupción de los conquistadores dejó caer todo su peso en México-Tenochtitlán,
capital de la principal potencia en Mesoamérica, que fue sitiada por un puñado de
2774
―…en aquel lugar estaba el valiente hahchu el cual les avisó que ya en la Nueva España estaban los
españoles conquistadores, que le revele el diablo de uandaro que allí estaba en aquel lugar y el diablo de
Cuyricua y Charucu y el de Patzuemtan y la sierpe pasaron al puesto que llaman Cuzundarquaro donde se
limpiaron cahthles preciosos que eso quiere decir Cutzundarquaro, pasaron á Caurio donde hallaron al
valiente Valuxan el qual les dijo y les nombró lugares donde habia guerra. Dieronle parte al Rey
Ttzitzispandaquare [sic. ¿Zuangua?], preguntoles el Rey que donde salían tales nuevas, respondieron ellos
que fueron revelados por tres diablos que allí estaban en aquel lugar y que eran tan valientes los diablos
que en contorno anclaban tres veces al dia que no les quedaba rincón del mundo por chico que fuera y que
estos les dijeron que en toda esta tierra se han de llenar pueblos y lugares de hombres con sombreros de
fierro y que andavan encima de unos tuytzes que son los caballos y que estos hombres han de andar por
todos los pueblos y lugares asolando los dichos lugares y pueblos matando las personas que en ellos
allaren sin recerbar persona ni chica ni grande, que unos morieran á cuchillos y otros les sacaran los ojos
y otros á azotes. Todas estas noticias les dio estos tres diablos y la sierpe á estos reyes que estaban juntos
no les dio cuidado ni hicieron caso de lo que les avisaron porque ellos ya sabian lo que había de pasar y
suceder, pero otros naturales estaban ignorantes de todo esto y cuando estas noticias anduvieron en todos
los lugares y cerritos donde vivían los mas naturales causóles grande tristeza y llanto por el trabajo grande
en que se vieron […] También habia grandes imaginaciones causándoles grande llanto decían los
naturales quien se ha de atrever ni aun mirarles la cara á estos reyes, y que será de nosotros cuando
lleguen los hombres que dicen que vendrán con sombreros de fierro en cima [sic] de unos tvytzes que son
las bestias los cuales tuytzes nos han de matar con los pies y nos morderán con la boca. Son diferentes
tuytzes unos tienen cuernos otros orejas muy largas estos nos causaran grande temor y maltratamiento y
toma por medio de ausentarse del lugar largar sus tierras y patria de tzintzunantziquaro donde era primero
cabecera y ciudad de ellos y ganaron para sinoloa por ser tierra larga. Algunos andaban de cerro en cerro
los que no quisieron pasar a sinoloa. […] En aquel tiempo salió el lucero que pasó sobre todas las gentes
de todo el mundo en general y al instante desmayó y endudeció el tal ídolo de Uandaro. Empezaron sus
ministros que sacaron los corazones para que con ellos se curara el idolo y a juntar todas las criaturas de
pecho causándoles muncha tristeza por haber desmayado el ídolo y dios de ellos. anda grandes opiniones
entre ellos y al cabo de siete dias volvió á hablar el idolo preguntáronle que que era la causa de su mal
responder que aquella estrella aquel lucero que paso por encima de todas las gentes de todo el mundo en
general y que le causo tanto miedo en tanta manera que se desmayó y que en adelante no habia de ser él el
Dios de ellos y que lo lleven á unos desiertos altos donde hallasen despeñaderos y cuevas que allí lo
escondan y que rogaba muncho le hagan la merced que les pide y que ya habia otro dios verdadero.‖
―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 237-238, 241-242.
653
españoles y una gran cantidad de aliados indígenas. Es probable que los mexicas hayan
enviado diferentes embajadas solicitando ayuda a sus principales enemigos los tarascos,
incluso desde que los españoles llegaron a tierras continentales en 1519, y que el relato
que se registra en la RM sea una síntesis de dichas embajadas. 2775 En una primera
embajada narrada en la RM, los mexicas enviaron diez mensajeros a Zuangua, 2776 le
explicaron cómo habían llegado gentes extrañas, montadas como en venados sin
cuernos, con armas que sonaban como el trueno y destruían todo a su paso,2777 que
estaban sitiados, y que necesitaban la ayuda de los arcos y flechas tarascas para formar
una alianza con Zuangua, pero éste desconfiado por la enemistad histórica, dijo que no
tenía a quién enviar, pues sus hijos estaban en las cuatro partes conquistado. Los
despidió y envió cuatro interpretes para que acompañaran a los embajadores y
confirmaran lo acontecimientos; envió gente de guerra por otro camino para tener más
noticias, estos encontraron tres otomíes que venían huyendo de la guerra, y contaron
como estaban conquistados los mexicas, y que México estaba llena de muertos.2778
En lo que esperaron el regreso de los intérpretes y la gente de guerra, Zuangua
conferenció con otros señores y sacerdotes sobre quienes eran estas gentes, pues de todo
lo que tenían conocimiento, así como lo dicho por sus antepasados, no podía explicar
quién era esta gente. Tratando de dar respuesta de donde venía estos extraños,
rebuscaron entre las fábulas que contaban, y dijeron que debían venir de dónde el cielo
se une con el mar; y los venados que traían, no eran otros que el animal en que se
2775
―Hay que tener en cuenta, a propósito de esta confusión [en las diversas fuentes], que la Relación [de
Michoacán] sobrepone algunas veces series de hechos semejantes y los presenta como un solo incidente,
y es posible que en esta narración hayan sido reunidas en una sola, las historias de varias embajadas.
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 27.
2776
Hernán Cortés mencionó casi al final de la segunda carta-relación como después de la derrota de la
Noche Triste (30 de junio-1 de julio de 1520) y su posterior retirada a Tlaxcala y Segura de la Frontera,
que ―y ahora de poco a acá he así mismo sabido que el dicho Cuetravacin [Cuitláhuac] ha enviado sus
mensajeros por todas las tierras y provincias y ciudades sujetas a aquel señorío, a decir y certificar a sus
vasallos que él les hace gracia por un año de todos los tributos y servicios que son obligados a le hacer, y
que no le den ni le paguen cosa alguna, con tanto que por todas las maneras que pudiesen hiciesen muy
cruel guerra a todos los cristianos hasta los matar o echar de toda la tierra; y que así mismo la hiciesen a
todos los naturales que fuesen nuestros amigos y aliados; y aunque tengo esperanza en Nuestro señor que
en ninguna cosa saldrán con su intención y propósito, hállome en muy extrema necesidad para socorrer y
ayudar a los indios nuestros amigos, porque cada día vienen de muchas ciudades y villas y poblaciones a
pedir socorro contra los indios de Culúa, sus enemigos y nuestros, que les hacen cuanta guerra pueden, a
causa de tener nuestra amistad y alianza, y yo no puedo socorrer a todas partes, como querría. Pero, como
digo, placerá a Nuestro Señor, suplir a nuestras pocas fuerzas, y enviará presto el socorro, así el suyo
como el que yo envío a pedir a la Española.‖ CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit.,
[Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], P. 96. Podemos considerar que algunas de estas
embajadas tuvo como misión llegar a Tzintzuntzan a pedir auxilio a los tarascos, después de la Noche
Triste.
2777
La lámina XLIII de la RM ilustra esta embajada, donde se representaron presentes que los mexicas
dieron a Zuangua, entre los que se encontraban un chimalli, plumas largas verdes (¿de quetzal?), y por lo
menos tres objetos españoles, una espada, una ballesta y una rodela. Durante el sitio de MéxicoTenochtitlan, los mexicas mostraron varios trofeos a los aliados indígenas para mermar la moral; Cortés
mencionó que: ―En este comedio los de la ciudad tuvieron lugar de enviar sus mensajeros a muchas
provincias a ellos sujetas, a decir cómo habían habido muchas victorias y muerto muchos cristianos, y que
muy presto nos acabarían; que en ninguna manera tratasen paz con nosotros; y la creencia que llevaban,
eran las dos cabezas de caballos que mataron y otras algunas de los cristianos, las cuales anduvieron
mostrando por donde a ellos les parecía que convenía, que fue mucha ocasión de poner en más
contumacia a los rebelados que de antes; mas con todo, porque los de la ciudad no tomasen más
orgullo…‖. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre
de 1522], P. 148.
2778
RM, Tercera Parte, Cap. XX.
654
convirtió el dios Cúpanzieeri, sacrificado por jugar a la pelota con Achuri hirepe, y
rescatado por el hijo del primero Sirátatápezi; también mencionaron como los
Tirípimencha se le aparecieron a una anciana de Ihuatzio, y que los dioses se iban a ir de
allí a Tzintzuntzan, e iban a regresar a su morada original en Uayameo; también los
capulines daban futa estando chiquitos, y los magueyes pequeños echaban mástiles, y
las niñas se embarazan sin perder la niñez. Después de acabada la plática, Zuangua
ordenó que todos fueran más esforzados, y que llevaran más leña a los fogones, para
esperar la llegada de esta gente.2779
Después de un tiempo regresaron los intérpretes que mandó Zuangua con los
embajadores mexicas, estos le platicaron al cazonci como habían entrado a MéxicoTenochtitlán de noche, reposaron, y luego los llevaron a una sierra a ver el campamento
enemigo, ahí Cuauhtémoc2780 les dijo que estando ahí, podrían derrotarlos las fuerzas
combinadas de mexicas y tarascos, qué sólo había dos reinos, el de México y el de
Michoacán, que sería mejor morir todos ahí luchando, que morir cada uno por su lado,
que no quebrara estas palabras. A pesar de conocer la situación desesperada de los
mexicas, el desconfiado Zuangua decidió no enviar ayuda a los mexicas, que si iban a
ser destruidos, que fuera cada uno por su lado, esgrimiendo que los tarascos sí cortaban
leña para los fogones, y los mexicas sólo les cantaban a los dioses, que eso enojó a los
dioses, y por eso estaban destruyendo a los mexicanos, y que al vez los dioses
perdonaran a los tarascos si cortaban más leña para los cúes. 2781 Para este tiempo, llegó
al Tzintzuntzan Irechequa la pestilencia que había azotado otras regiones de
Mesoamérica, la viruela. La RM menciona como Zuangua, parte de los señores y la
casta sacerdotal murieron por esta enfermedad.2782 Quedaron entonces los hijos de
Zuangua: Tzintzincha Tangáxoan, que era el mayor, Tirímarasco, Hazinche y Cuyni.
Durante este interregno, llegó otra embajada mexica pidiendo ayuda, pero el hijo del
cazonci, Tzintzincha, se desentendió de la ayuda solicitada por los mexicas, aludiendo
que la embajada era para su padre muerto, y que tenían que ir al inframundo para
dársela, por lo que los mandó sacrificar.2783
2779
RM, Tercera Parte, Cap. XXI.
La RM menciona a ―Montezuma‖, pero para el tiempo de la caída de Tenochtitlán, el huey tlatoani
era Cuauhtémoc. Cabe mencionar que el nombre de Moctezuma II, como gran gobernante de mexica, fue
de gran prestigio en la memoria colectiva y registrado en la documentación colonial; aunque hubo otros
gobernantes, mexicas, el de Moctezuma prevaleció como referencia. Caso similar ocurrió con la palabra
cazonci, que pasó de ser el nombre de los gobernantes supremos tarascos, a pasar a ser un nombre propio
con el que se le conoció a al último de ellos, Tzintzincha Tangáxoan.
2781
En 1553, el gobernador de Erongarícuaro llamado Juan Chichique, de más de 70 años (nacido ca.
1480), declaró en la relación de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari que ―…este testigo vido,
que Moctezuma señor que fue de México envió a decir al dicho Cazonci, al tiempo que los españoles
vinieron, que se juntasen y los echasen de la tierra, y, que el dicho Cazonci les envió sus mensajeros y le
respondió, que hiciese él en su provincia lo que él quisiese pues se tenían por valientes e que la vez que a
la suya viniesen él sabría lo que hacer ,y que por esto lo sabe.‖ ―Información de los méritos y servicios de
don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 71.
2782
El Códex Plancarte da la fecha de 1519 para la muerte de Zuangua: ―1519 en este año entraron los
españoles en México y en este mesmo año murió el Rey Tziuanqua en tzintzontzan y salió electo por Rey
de Tzintzontan…‖ ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 245. Sin embargo, la viruela llegó a Mesoamérica por
un esclavo negro enfermo, de nombre Francisco Eguía, que venía en la expedición punitiva de Pánfilo de
Narváez, y tocaron tierra en Veracruz en abril de 1520, por lo Warren coloca la muerte de Zuagua hacía el
fin del verano y durante el otoño de 1520. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 15211530, Óp. Cit., P. 29.
2783
RM, Tercera Parte, Cap. XXII.
2780
655
Las primeras expediciones españolas en territorio Michoacano
La elite sobreviviente tarasca entró en consulta para elegir al nuevo cazonci, los señores
tarascos prácticamente obligaron al hijo mayor del cazonci muerto, Tzintzincha
Tangáxoan, a que fuera señor, pues él quería que sus hermanos fueran señores y el sería
como su padre, o que Paquíngata, señor de Ihuatzio e integrante de la familia real
uacúsecha, fuera elegido, pero los señores de la nobleza tzintzuntzeña le dijeron que él
tenía que ser señor, aceptando el cargo con pesadumbre, pues les dijo a los viejos que lo
eligieron:
―…sea como decís, viejos, yo os quiero obedecer. Quizá no lo haré bien; ruégoos que no
me hagáis mal, mas mansamente apartame del señorío. Mirá que no habemos de estar
callando. Oí lo que dicen de la gente que viene, que no sabemos qué gente es; quizá no
2784
serán muchos días los que tengo de tener este cargo.‖
La clase gobernante tarasca sufrió otro fuerte golpe, cuando Tzintzincha,
inducido por un principal muy importante llamado Timas,2785 mató a sus hermanos, so
pretexto que ellos se acostaban con sus mujeres y que se querían levantar con el señorío,
―y después lloraba que habían muerto sus hermanos y echaba la culpa a aquel principal
llamado Timas.‖2786 Para este punto, la llegada de los españoles era inminente,2787 y el
primer contacto entre un español y los tarascos ocurrió el 23 de febrero de 1521, con la
presencia de un español sobre un caballo blanco, en la fortaleza fronteriza de
Taximaroa. La fecha es emblemática pues durante esos días se celebraba la fiesta de
Purecoraqua, la fiesta de la guerra, y debió tomarse como un augurio importante; según
la RM, el español estuvo dos días en Taximaroa, y volvió a México con una embajada
de nobles tarascos.2788 Benedict Warren identifica a éste español con un tal Porrillas o
Parrillas, y probablemente está visita corresponda a otra que atestiguaron los hermanos
Juan de Herrera y Pedro Hernández en su probanza de méritos y servicios, soldados al
mando de Pedro de Alvarado durante el sitio de Tenochtitlán. Se deduce que Juan
Herrera, Juan Francés y un cierto Porras, llegaron a la frontera de Michoacán, y
regresaron al campamento de Pedro de Alvarado con ―ciertos indios y otras cosas‖.2789
Gracias a esta expedición, Cortés tuvo noticias sobre las riquezas del
Tzintzuntzan Irechequa; para el 13 de agosto de 1521, los españoles junto con sus
aliados indígenas, lograron rendir la ciudad de México-Tenochtitlán. La noticia de la
destrucción de la capital de la mayor entidad política de Mesoamérica se extendió
rápidamente, y Tzintzincha Tangáxoan envió pocos días después una embajada a
Cortés. En está embajada, los tarascos querían comprobar que los mexicas habían sido
destruidos y tratar de no enemistarse con los españoles, quienes les preguntaron que si
desde sus tierras se podía llegar al océano Pacifico, y al contestar que sí se podía llegar,
pero que no podían pasar por estar en guerra con un gran señor (probablemente el de
2784
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248.
La RM menciona que ―Timas que le llamaba tío el cazonçi [Tzintzincha], que tenía mucho mando y
no era su tío…‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250. Quizás este personaje haya sido el
angátacuri o gobernador de Zuangua, por eso tenía mucho mando y Tzintzincha se refirió a él como tío,
por el emparentamiento político con su padre.
2786
Ídem.
2787
Véase el Apéndice A, mapa X.
2788
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250.
2789
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 30-33. Véase el
Apéndice A, mapa X.
2785
656
Zacatula). La embajada duro tres o cuatro días, y Cortés hizo escaramuzar a los jinetes
para impresionar a los tarascos, y determinó enviar españoles a Michoacán.2790
Una segunda expedición fue despachada a Michoacán en otoño de 1521
conformada por Antonio Caicedo y otros dos españoles más, quienes llegaron hasta
Tzintzuntzan, ahí fueron bien recibidos por Tzintzincha, quién organizó una
demostración de fuerza al presentar a un grupo de cazadores con muchos venados
cazados y trató de infundir temor a los extraños, aunque les hizo muchos presentes de
oro y plumajes, y les dio el tratamiento de ―dioses del cielo‖. Los españoles le dijeron al
cazonci que traían cosas para rescatar, y que querían mercarlas, les dio permiso para que
fueran con los mercaderes, pero en secreto dio la orden de que nadie les rescatara nada,
pero algunos de los miembros de la casta sacerdotal, les dieron mantas de sus dioses a
cambio de lo que traían de México. Antes de regresar a México, los españoles le
regalaron diez puercos y un perro para que cuidara a su mujer, pero al ver a esos
animales extraños, lo tomó por augurio, y los mandó sacrificar y tirarlos en los
herbazales. También pidieron dos mujeres parientas del cazonci, ―y por el camino
juntábanse con ellas y llamaban los indios que iban con ellos a los españoles, tarascue,
que quiere decir en su lengua yernos. Y de allí ellos después empezáronles a poner este
nombre a los indios y en lugar de llamarles tarascue, llamáronlos tarascos, el cual
nombre tienen agora y las mujeres tarascas. Y córrense mucho destos nombres.‖2791
Después de la visita de los españoles, Tangáxoan II tenía intenciones de visitar
personalmente a Cortés en Coyoacán, pero cambió de opinión por consejo de sus
cortesanos, y mandó a sus hermanos adoptivos, Tashauacto y Cuiniarángari
(mencionados más a menudo en la RM como Huitzitziltzi y don Pedro
respectivamente), con otros hombres y muchos cargadores con regalos para Cortés,
siendo un total de casi mil personas. La embajada llegó a mediados de noviembre de
1521 y el encuentro duró de 4 a 5 días.2792 En México, los embajadores tarascos vieron
la destrucción causada en México-Tenochtitlán, se entrevistaron con los señores
mexicas derrotados, los españoles impresionaron a los embajadores tarascos con
ejercicios ecuestres, disparos de arcabuces y la destrucción de una torre (¿templo?) con
la artillería. Cortés les mencionó que quería entrevistarse con su hermano el cazonci,
días después regresaron a Tzintzuntzan a dar noticias de lo visto, y los tarascos
empezaron a hacer preparativos en caso de confrontación.2793
Una tercera expedición llegó a territorio tarasco, en esa ocasión, Francisco
Montaño, Diego Peñalosa, Gaspar de Tarifa y Bartolomé López al legar a Tzintzuntzan
pidieron veinte principales con mucha gente para ir hacia Colima, la expedición se
detuvo en un pueblo llamado Háczquaran (no identificado), ahí los españoles esperaron,
y enviaron a los principales tarascos por delante, pero nadie regresó porque fueron
sacrificados por los enemigos de Colima, acto de guerra con el cuál los últimos se
prepararon para enfrentarse a tarascos y españoles en el futuro. Es entonces que los
2790
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de
1522], P. 163. ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI,
legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 42-42v; WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530,
Óp. Cit., Pp. 33-34.
2791
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 44, P. 249. WARREN, P. 34-36.
2792
Los regalos que envió el cazonci fueron entregados al tesorero real Julián de Alderete el 18 de
noviembre de 1521. ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖, en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice I, Pp. 377-378.
2793
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de
1522], P. 166; WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 36-38.
657
expedicionarios españoles resolvieron en volver a Tzintzuntzan y de ahí a México.2794
El cazonci mandó 8 señores como embajadores y 800 cargadores para llevar regalos y
comida a Cortés. La información más detallada sobre esta expedición, la redactó
Francisco Cervantes de Salazar entre 1554 y 1566, casi 30 años después, y el mismo
Francisco Montaño redactó su versión al cronista. ―En el relato que Montaño hizo de su
hazaña a Cervantes de Salazar y en el arreglo clasicista dramático del mismo, parece
que la historieta creció mucho.‖2795 La visita de los españoles dejó en extremo
desconcertado a Tzintzincha, no sabiendo cómo actuar ante la situación, adoptó una
actitud pesimista, ya que no había nada que hacer ni a donde huir de la llegada de las
nuevas gentes. Además, estas expediciones a través de territorio tarasco, así como la
información intercambiada por las embajadas, le permitió a Hernán Cortés tener
conocimiento de la situación y mandar la expedición definitiva que pondría al
Tzintzuntzan Irechequa bajo control hispano.
La conquista de Michoacán por Cristóbal de Olid
Ésta tarea la encargaría Hernán Cortés a uno de sus capitanes más cercanos, Cristóbal
de Olid (1488–1524), que salió para Michoacán en julio de 1522. Las fuentes
documentales existentes proporcionan números muy variados sobre cuantos elementos
conformaban la fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid para subyugar el reino del
cazonci. La RM menciona llanamente que venían 200 españoles; Hernán Cortés
menciona que mandó 70 de a caballo y 200 soldados a pie; una sección del juicio de
residencia de Cortés proporciona otras cifras más detallas, una fuerza de 174 españoles,
conformada por 13 oficiales de varios grados, otras 28 gentes de a caballo, 18
ballesteros, 2 escopeteros, 113 gentes de a pie, y que en opinión de Benedict Warren,
este testimonio ―nos da una visión bastante autorizada del ejército.‖2796 Los aliados
nahuas debieron superar por varios miles de efectivos, según Fernando de Alva
Ixtlilxochitl, un antepasado de él texcocano, fue con Olid con 100 españoles de a pie, 40
a caballo, y con 5000 hombres para su servicio y ayuda.2797 Lamentablemente los
testimonios sobre la llegada de Olid a Michoacán son escasos, y el más completo es el
que dictó don Pedro Cuiniarángari en la RM, por lo que la historia se vuelve oscura en
este punto.
Las noticias de una inminente invasión española al Tzintzuntzan Irechequa
llegaron a la capital tarasca, cuando el 17 de julio, durante la fiesta de Cahera
cónsquaro, Cristóbal de Olid llegó a la frontera de Taximaroa. Tzintzincha juntó a los
viejos y señores para establecer que hacer, allí estuvieron ―Timas que le llamaba tío el
cazonçi, que tenía mucho mando y no era su tío; y otro llamado Ecango; otro
Quézequaparé; y Tasháuacto, por otro nombre llamado Vizizilçi; y Cuýniarángari, don
Pedro, que eran hermanos él y Tashábacto, y otros señores.‖2798 Tzintzincha determinó
2794
RM, Tercera Parte, Cap. XXIII.
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 40. Véase el Apéndice
A, mapa X.
2796
Ibíd., P. 51.
2797
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles
y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN,
BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 825. En efecto, Cortés
mencionó a un capitán indígena de Texcoco que ayudó a los españoles durante la conquista de MéxicoTenochtitlan, de nombre ―Istlisuchil, que es de edad de veintitrés o veinticuatro años, muy esforzado,
amado y temido de todos…‖. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de
relación, 15 de octubre de 1522], P. 138.
2798
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250.
2795
658
que había que mandar correos por todo el Tzintzuntzan Irechequa para que la gente de
guerra llegara a Tzintzuntzan para defenderla, que sí iban a morir como los mexicas,
que murieran todos juntos, y que para eso tenían a todos esos pueblos subyugados, para
acrecentar las flechas de Curícaueri. Tzintzincha también mando a Cuiniarángari con
otro principal llamado Muçúndira a que hiciera gente de guerra en Taximaroa y su
frontera en Ucáreo, Acámbaro, Araró y Tuzantla. En el camino, se encontraron con un
principal de Taximaroa que se llamaba Quézequaparé, quien le informó que ya estaban
todos muertos en Taximaroa. Cuando llegó a su destino, Cuiniarángari encontró la
ciudad desierta, y fue capturado por los españoles. Por medio de un nahuatlato llamado
Xanaqua, Cristóbal de Olid le preguntó a Cuiniarángari de dónde venía, este le
respondió que el cazonci lo había enviado para recibir a los dioses, pero Olid no le
creyó, ya que sospechaba de la emboscada, por lo que le dijo a Cuiniarángari que vería
al cazonci en un lugar llamado Quangáçeo, cerca de Charo, y que trajera mantas ricas,
gallinas, huevos y pescado. Cuiniarángari vio como hacían misa los españoles, y temió
que en cáliz ―vieran‖ la emboscada, y cómo ―veían‖ sus médicos y hechiceros. Xanaqua
le dijo a Cuiniarángari que no temieran, que los españoles eran muy liberales, y que
trajeran el oro, plata, maíz y mantas. De regreso, Cuiniarángari disgregó un ejército de
ocho mil hombres de Indaparapeo cuyo capitán era Xamando, y otros ocho mil hombres
en Hetúquaro (actual Tarimbaro), que estaban bajo las órdenes de su hermano
Huizizilzi, con el pretexto de que los españoles no venían enojados, al contrario, que
eran muy liberales y querían ver al cazonci en Quangáçeo, y tenía que llevar la noticia a
Tzintzuntzan.2799
De regreso, Cuiniarángari tuvo noticia que Timas se quiso levantar con el
señorío, le dijo al cazonci que era mejor ahogarse todos en el lago, pues ―¿fueron por
ventura tus agüelos y tus antepasados esclavos de alguno para querer ser tú, esclavo?
[…] ¿eres por aventura mazegual y de baja suerte?...‖. Cuiniarángari se opuso a que
Tzintzincha se ahogara, pues vio el engaño que le hacían los señores, pues lo incitaban a
que se lanzara el primero cargado de cobre al agua, que y los demás lo seguirían. Antes
de que lo obligaran a morir, Tzintzincha logró escapara a un monte, y luego a Uruapan,
quedando a cargo Cuiniarángari y Huizizilzi de la defensa de Tzintzuntzan. Esta versión
de los acontecimientos, es decir, del intento de ahogamiento de Tzintzincha y su
posterior escape, sólo aparece en el testimonio que dejó don Pedro Cunierangari en la
RM, pues en otras fuentes y testimonios posteriores, se menciona que el cazonci sí
recibió a los españoles y que no huyó.2800
Siguiendo el relato de la RM, Cristóbal de Olid envió a diez mensajeros mexicas
a Tzintzuntzan, y ahí le contaron que estaban muy tristes porque el cazonci había
muerto en el lago, y decidió marchar hacia la capital tarasca. Antes de que llegaran los
españoles, los tarascos sacrificaron 800 prisioneros que tenían temor a que huyera o se
pasaran del lado de los conquistadores. Cuiniarángari y Huizizilzi salieron a recibir a
Cristóbal de Olid en un lugar llamado Api, a media legua de la ciudad (al este de
Tzintzuntzan, probablemente en las faltadas del cerro Puréperio, actual cerro Yarahuato,
donde hicieron una raya y fortificaron), al frente de un ejército considerable,
2799
RM, Tercera Parte, Cap. XXIV. Véase el Apéndice A, mapa XI.
RM, Tercera Parte, Cap. XXV. Existen varios testimonios posteriores a 1522 que afirmaron que
Tzitzincha no huyó y recibió a los españoles en Tzintzuntzan o en Pátzcuaro, sin embargo, la
contradicción en las fuentes es insalvable. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 15211530, P. 60.
2800
659
probablemente 80000 guerreros.2801 Los tarascos les advirtieron a los españoles que no
pasaran la raya, que los matarían, después de dialogar y del momento de tensión, los
comandantes de ambos ejércitos se recibieron bien y se abrazaron. 2802 No hay fecha
exacta de cuándo fue la llegada de Cristóbal de Olid a Tzintzuntzan, pero debió haber
llegado después del 20 de julio; según unos títulos de Tzurumútaro, un tal cacique
Sirian recibió la Santa Fe, el bautizo, el santo óleo, los mandamientos y la doctrina el 21
de julio de 1522 cuando los españoles llegaron a Tzintzuntzan;2803 y según el testimonio
de Pedro de Vargas, miembro de la expedición, los españoles entraron ―en la capital
tarasca en la fiesta de Santiago de Compostela, es decir, el 25 de julio de 1522.‖2804
Las fuentes donde se menciona que Tzintzincha sí se recibió a Cristóbal de Olid
son varias, pero al igual que la versión de Pedro Cuiniarángari, hay trasfondos políticos
que comprometen la veracidad de los acontecimientos. En uno de los documentos que
Quiroga mandó realizar para justificar el cambio de sede catedralicia, el testigo español
Suero Australiano contestó que
―…el pueblo de Pascuaro y este sitio [Tzintzuntzan] es todo ciudad de Mechuacan y los
indios de aquí y de allá son todos unos y un principal los gobierna a todos como una cosa, y
que vio muchos cúes y casas de placer del Cazonci que era señor de esta provincia y muy
gran población junto a ellas, y que el sitio adonde ahora está la iglesia [Tzintzuntzan] era
casa de contratación adonde el dicho Cazonci venía a negociar con los naturales y
españoles mas que el más tiempo vivía en Pásquaro porque es asiento fresco de arboledas,
2805
aguas, tierras muy buenas, lo cual que no tiene este sitio.‖
Este testimonio es un par de años anterior al de Pedro Cuiniarángari registrado
en la RM, y es importante porque mencionó como era Tzintzuntzan donde el cazonci
trataba con los españoles. La nobleza tarasca, especialmente el linaje uacúsecha y sus
allegados, reivindicaron constantemente como el cazonci había entregado en paz el
reino, y cooperado con la colonización y evangelización del territorio. En 1554 Diego
Hernández Nieto declaró a favor de los derechos de Antonio Huitziméngari que ―e que
este testigo vido, que desde que entraron los españoles en la dicha provincia de
Michoacán fueron bien servidos e recibidos al uso de su tierra hasta que llegaron a la
ciudad de Huchichila donde estaba el dicho Cazonci, el cual salió a recibir al dicho
Cristóbal de Olid de paz‖.2806 En el mismo documento, Jorge Carrillo, soldado que
participó en la conquista de Michoacán a las órdenes de Cristóbal de Olid, declaró que
―a la cuarta pregunta dijo, que al tiempo que fueron a conquistar la dicha provincia de
Michoacán como dicho tiene, este testigo fue a la conquista con el dicho Capitán Cristóbal de
Olid e vido que el dicho Cazonci, padre de don Antonio, estaba muy prospero e rico de
mucho oro e plata que tenia e de mucha gente bien aderezada de armas conforme a la usanza
de esta tierra, y tenían muchos bastimentos, por lo cual le parece a este testigo, que se
pudieran defender de los españoles y hacerles mucho daño porque les salio a recibir más de
doscientos mil hombres de los naturales de la dicha provincia de Michoacán con sus armas, e
2801
Sobre el número de guerreros en ese episodio, véase el aparado sobre la violencia institucionalizada y
el ejército tarasco en el presente capítulo de esta investigación.
2802
RM, Tercera Parte, Cap. XXV.
2803
―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], Óp. Cit., Pp. 24-25.
2804
WARREN, BENEDICT. Óp. Cit., P. 59. Apud. ―Probanza de méritos y servicios de Cristóbal de
Maeda, 1544‖, AGI, Patronato, leg. 63, ramo 18. Véase el Apéndice A, mapa XI.
2805
―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de
septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit.,
Apéndice X, P. 445-446. Corchetes nuestros.
2806
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, f. 43.
660
traían por Capitán General a un principal que se llamaba Hucheçilçe, y esto es lo que sabe e
2807
declara a esta pregunta.‖
Este testimonio es importante porque coloca en el mismo lugar y al mismo
tiempo a dos personajes de la RM, Tzintzincha y a Huizizilzi en Tzintzuntzan,
recibiendo a Cristóbal de Olid. En 1581 se redactó la Relación Geográfica de la ciudad
de Pátzcuaro, uno de los informantes fue don Juan Puruata, principal y gobernador de
Pátzcuaro, que fue padrastro de Don Pablo, hijo de Antonio Huitziméngari, hijo del
último cazonci, quien mencionó como Tangáxoan Tzintzincha fue a entrevistarse con
Hernán Cortés y a bautizarse, y cómo Nuño de Guzmán lo encarceló, pidió oro y plata,
y a pesar de eso, Guzmán mandó dar garrote y quemar a Francisco Tangáxoan.2808 Para
la década de 1580, el jesuita Francisco Ramírez escribió que después que supuestamente
el cazonci se ofreció de paz a Hernán Cortés, este último ―…enviando después a
Cristóbal de Olid por capitán general de esta provincia, al cual salió a recibir el mismo
Cazonci, con más de ochenta mil hombres y grandes presentes, a los llanos entre Capula
y Guayangareo.‖2809 Y entre los papeles que encontró Pablo Beaumont en Tzintzuntzan
para escribir su crónica, había un documento pictográfico que plasmaba la conquista de
Michoacán por parte de Cristóbal de Olid, la explicación que proporcionó el cronista fue
que antes de entrar a la corte del cazonci, ―se encontró este capitán con Vibil [¿Huizil?],
y otros tres capitanes tarascos, que le recibieron de paz‖ y después de llegar a
Tzintzuntzan, Tzintzintcha Tangáxoan mandó tamemes con regalos a Hernán Cortés, y
―embajadores con la noticia de que él, y su reino se daban de paz.‖2810 Sin embargo, en
las imágenes que reprodujo Beaumont, se menciona que el lugar en que se encontraron
el cazonci y Cristóbal de Olid fue en los llanos de Guayangareo, donde se fundó
Valladolid, lugar que para el siglo XVIII era la cabecera de la provincia y obispado de
Michoacán, de allí irían a Tzintzuntzan.
Lo primero que hicieron los españoles al llegar a Tzintzuntzan fue disparar tiros
de armas de fuego y escaramuzar para poner espanto entre la gente, fueron a las casas
del cazonci, y luego fueron a los cúes, donde vieron la sangre y cuerpos de los 800
sacrificados, y revisaron que ninguno fuera español. Después subieron a los cúes a
derribar las piedras para sacrificar y al ídolo de Curita caheri, y la gente se sorprendió
de que sus dioses no los castigaran. ―Y estuvieron los españoles seis lunas en la cibdad
(cada luna cuenta esta gente veinte días) [alrededor de 120 días, 4 meses] con todo su
ejército y gente de México.‖ La mayoría de las mujeres huyeron a Pátzcuaro, y los
hombres y viejos tenían que preparar la comida a los españoles; les regalaron plumajes,
rodelas y máscaras,2811 pero los españoles quemaron todo en el patio. ―Después desto,
empezáronles a pedir oro y entraron muchos españoles a buscar oro a las casas del
2807
Ibíd., ff. 37-37v.
MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ
(Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 199-200.
2809
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este Colegio de Michoacán y de su
progreso y su aumento”, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio,
edición, notas y apéndices de Germán Viveros. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 1987, P. 69.
2810
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 30.
2811
Aunque Jorge Carrillo, soldado que participó en la conquista de Michoacán, declaró que cuando los
tarascos ―…les hicieron muy buenos tratamientos y les hizo el dicho Cazonci dar de comer e posada y lo
que hubieron menester y dio indias que los sirviesen he hiciesen pan para comer, e dio muchos presentes
de oro y plata e otras cosas a algunos de los españoles…‖. ―Información de los méritos y servicios de don
Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 37v-38.
2808
661
cazonçi.‖2812 Es de presumirse que en su estancia en Michoacán, Olid aprovechó para
explorar gran parte del Tzintzuntzan Irechequa, de ahí que en varías de las Relaciones
Geográficas de Michoacán, consignen a Cristóbal de Olid como su descubridor y
conquistador de las diversas regiones de la provincia.2813
La RM menciona los tesoros que tenía guardados el cazonci, como lo tomaron
los españoles, y de las mujeres indígenas que le reclamaron a los quangáriecha, los
valientes hombres, por no defender las riquezas, contestando que ―suyo era aquello, de
aquellos dioses que lo llevaban.‖ Cristóbal de Olid envió a Cuiniarángari para llevarle
todo este oro a Hernán Cortés en Coyoacán, México. Al llegar, Cortés le preguntó
dónde estaba el cazonci, Cuiniarángari le contestó que había muerto ahogado, por lo que
resolvió nombrar señor a Huizizilzi, al no tener Tzinzincha hermanos,2814 y le dio unos
collares de turquesas como regalo. También lo llevó con los principales mexicas a
visitar las ruinas de México-Tenochtitlán para que viera como había sido destruido, ahí
los otrora orgullosos mexicas le dieron un discurso de resignación, del mismo tenor que
el de Zuangua y Tzinzincha:
"…bien seáis venidos, chichimecas de Mechuacan. Ahora nuevamente nos habemos visto,
no sabemos quién son estos dioses que nos han destruído y nos han conquistado: ¡mirá esta
Cibdad de México nombrada de nuestro díos Zinzúviquixo [Huitzilopochtli], cuál está toda
desolada! A todos nos han puesto naguas de mujeres. ¡Cómo nos han parado tambien! ¿Os
han conquistado a vosotros que érades nombrados? Sea ansí como han querido los dioses.
Esforzaos en vuestros corazones. Esto habemos visto e sabido nosotros que somos
muchachos. No sé qué supieron y vieron nuestros antepasados. Muy poco supieron.
Nosotros lo habemos visto y sabido siendo muchachos." Respondióles don Pedro y dijo:
"ya, señores, me habéis consolado, que lo que nos habéis dicho, ya nos habéis visto, ¿cómo
nos viéramos y visitáramos si no nos tractaran desta manera? Seamos hermanos por
muchos años, pues que ha placido a los dioses que quedemos nosotros y escapamos de sus
2812
RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 48v, P. 258. Un funcionario español de nombre Luis de Cárdenas,
dejó testimonio con información muy interesante de cómo fue el proceso de conquista por parte de
Hernán Cortés y Cristóbal de Olid, que es omitida en otras fuentes del mismo hecho histórico: ―…en esta
partida conocimos / por mayor señor al Cazonzi señor de Michoacan donde son las ricas minas / de plata,
donde sacó Hernando Cortés el año de XXIII [1523], D [500] cargas de plata, / sobre esto hizo otra ley
Hernando Cortés, que so pena de cien azotes no entrase / allí ningún cristiano, y supimoslo de los indios
que nos lo dijeron, no hay / razón porque vuestra majestad no crea todo lo que digo, y viniéndonos haber
el // (f. 2) Cozonzi nos trajo de presente cuarenta y cinco cargas de oro y plata / en armaduras, y con esta
codicia envió Hernando Cortés a Cristóbal de Olid con / ciertos españoles so color que la (tachado:
robaba) (sobre renglón: poblaba) a robarles su plata, el cual entro / robando por Michoacan y alzo de
presto el Cazonzi su plata y oro / en una gran laguna que allí tiene y dejo en su casa LXXX [80] cajas
vacías, y de los templos robo (sobre renglón: Cristóbal de Olid) CXXII [122] cargas de plata y cinco de
oro / que envio a Hernando Cortés, quedándoles para sí e los valedores otro tanto, y / ordeno de presto un
engaño Hernando Cortés al Cazonzi, dijole cautelosamente / que le diese dos hijas que tenía en señal de
amistad para instruirlas en la fe, y creyendo que no le engañaba se la envió, y viniéndolas / a ver el padre
lo prendió y metió en una cárcel de fundo dándole mala / vida porque le diese su plata y oro y juro de
quemarlo vivo si no se la / daba. En estos días salí de esta ciudad para estos reinos no se en que / paro el
Cazonzi.‖ ―Información de Luis de Cárdenas, 1527-1528‖, AGI, Patronato 16, núm. 2, Ramo 6, ff. 1v-2.
Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por
habernos facilitado éste documento. De esta información cabe resaltar la cantidad de tesoros que fueron
proporcionados por Tangáxoan II en la embajada que envió a Cortés, la cantidad de plata oro que Olid se
apropió, y el maltrato que recibió el cazonci por parte de Hernán Cortés, visión contraría a la ―amistad‖
mostrada por ejemplo, en la versión de la RM.
2813
ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 101, 320,
384, 409, 418, 424 y 430.
2814
Claudia Espejel, citando a Warren, menciona que ―probablemente Huizizilzi había ido a México con
anterioridad, tal vez con Caicedo o con Montaño, o con ambos, y por eso lo conocía Cortés.‖ ESPEJEL
CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, nota a pie núm. 214, P. 157.
662
manos, sirvámoslos y hagámosles sementeras. No sabemos qué gente vendrá, mas
2815
obedezcámoslos.‖
Cuando Cuiniarángari regresó con Cortés, éste le dijo como habían llegado
cartas de Tzintzuntzan, informando que el cazonci no estaba muerto, Cuiniarángari
temió por su vida, pero Cortés lo tranquilizó, le dio una carta para que la llevara a Olid,
y que le dijera a Tzinzincha que no se preocupara, que regresara a sus casas de
Tzintzuntzan, que no le harían ningún mal los españoles a su mando. De regreso,
Cuiniarángari se juntó con los señores y caciques, y les platicó como le había ido en
México, y que Cortés era muy liberal. Huizizilzi y dos españoles fueron a Uruapan por
Tzintzincha. A su regreso a Pátzcuaro, Cuiniarángari le explicó a Tzintzincha cómo
debía ir a visitar a Cortés a Coyoacán, mientras que por otro lado, Olid le pidió más oro
al cazonci. En el camino a México, Tzintzincha temió por su vida, pues después de
escapar de los principales que lo querían ahogar, ahora tenía miedo de que
Cuiniarángari y Huizizilzi lo hubieran engañado, y tuvieran intenciones de matarlo.
Cuando llegó con Cortés, este hizo que se entrevistaran Tzintzincha y Cuauhtémoc, así
como otros señores mexicas, y le explicó que Cuauhtémoc había sacrificado muchos
españoles, que había sido malo, y por eso le habían quemado los pies y estaba preso, y
agregó ―ya le has visto cómo está por lo que hizo; no seas tú malo como él‖. Los
mexicas recibieron bien a Tzintzincha, y le hicieron fiestas varios días, ahí se dio
cuenta que ―cierctamente son liberales los españoles, no os creía‖. Lo que le ordenó
Hernán Cortés a Tzintzincha durante su visita marcó el fin de la independencia tarasca
y su sujeción a la monarquía hispánica, sujeción que tardaría varios años en ser
efectiva:
―…vete a tu tierra, ya te tengo por hermano. Haz llevar a tu gente estas áncoras [anclas];
no hagas mal a los españoles que están allá en tu señorío, porque no te maten. Dales de
comer y no pidas a los pueblos tributos que los tengo de encomendar a los españoles". Y
díjole el cazonçi que ansí lo haría, que ya le había visto, y díjole: "yo vendré más veces a
2816
visictarte."‖
La táctica que usaron los españoles para conquistar a las sociedades complejas
de América fue secuestrar o subyugar a los señores supremos, con ellos se garantizaba
la conquista de las entidades políticas preexistentes a través de un sistema de dominio
indirecto, en que al antiguo aparato político no sufrió grandes cambios, pero el
excedente ya no iba a parar a los señores indígenas, sino a los nuevos amos venidos del
otro lado del mar. Los casos de Moctezuma II, Tangáxoan II, y Atahualpa, señores de
las tres entidades políticas más poderosas de América en la primera mitad del siglo
XVI, son claro ejemplo del sistema de dominio indirecto, sin embargo, la conquista de
Michoacán tuvo una particularidad:
―Las ventajas de la posición estratégica de los españoles se hicieron evidentes en la
conquista de Michoacán. Este reino también se había constituido sobre la base de señoríos
particulares, sin embargo atados con firmeza a la soberanía de su rey o cazontzi, quien, por
tanto, encabezaba la organización estatal más compacta de Mesoamérica. Los españoles
sometieron Michoacán mediante una ocupación militar, haciendo poco uso de las armas de
manera directa pero ejerciendo una gran presión. El sometimiento del reino operó, cabe
decir, de arriba abajo, a partir de que los españoles impusieron al cazontzi Tzintzicha el
reconocimiento de la corona de Castilla, pero sin desplazarlo como señor de otros señores.
2815
2816
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 50, P. 261.
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51, P. 263.
663
Tzintzicha, sin embargo, no pudo o no supo formalizar este arreglo tan singular, que en
2817
cierto sentido convertía a Michoacán en una especie de protectorado.‖
Tangáxoan II fue el último cazonci, pero a diferencia de los mexicas que fueron
conquistados en guerra justa, según los europeos, los tarascos entregaron el ―señorío‖
pacíficamente, lo que les confería un estatus legal diferente. El Estado tarasco se
convirtió en una especie de ―reino vasallo‖ de la corona Española, y por lo tanto el
cazonci se convirtió en vasallo del Emperador. La colonización europea comenzó con el
repartimiento de encomiendas entre los conquistadores, Cortés pidió 15 muchachos
nobles para aprender la doctrina cristiana, y llegaron los primeros religiosos
evangelizadores como fray Martín de Jesús y la orden de los franciscanos. 2818
Tzintzincha, bautizado como Francisco Tangánxoan viviría hasta 1530, año en el que la
corona española y el gobierno indígena entraron en contradicción, al punto que el
cazonci se volvió un estorbo para las fuerzas políticas, económicas y religiosas del
nuevo orden colonial en Michoacán. El punto álgido de las contradicciones ocurrió
gracias a la llegada de Nuño de Guzmán, período de tiempo que trataremos más líneas
más abajo.
Además con esta sumisión del Tzintzuntzan Irechequa, ―los jóvenes y vigorosos
guerreros tarascos que no combatieron a las huestes de Cristóbal de Olid, si fueron
movilizados en gran cantidad para colaborar con los españoles en la ardua y compleja
conquista de otros puntos estratégicos del territorio.‖2819 Después de entrevistarse con
Cortés, Tzintzincha regresó a Tzintzuntzan, ocupó sus aposentos y empezó a cumplir
parcialmente las órdenes de Cortés, la primera tarea de llevar las áncoras o anclas al
astillero que estaban construyendo en Zacatula para continuar con la exploración de la
Mar del Sur; se la encomendó a su hermano adoptivo Cuiniarángari para que llegaran a
su destino, por el 14 de noviembre de 1522. Don Pedro Cuiniarángari encabezó a 1600
indígenas junto a dos españoles, para llevar las anclas a Zacatula. En el camino, sus
acompañantes lo convencieron de ataviarse de collares de turquesa para impresionar a
los señores de Zacatula. De regreso trajo mucho cacao que le dieron los españoles para
que se lo llevara a Cristóbal de Olid.2820 Al parecer el plan original de Cortés era que se
fundaran poblaciones en Michoacán, pero al ver la riqueza de la tierra, quiso reservarse
lo mejor para él y no repartió encomiendas, por lo que tiempo después Cortés mandó a
Juan Rodríguez de Villafuerte para ir a Zacatula y para relevar a Olid de su cargo, quien
tuvo diferencias y discordias con algunos españoles.
La participación tarasca en la conquista de Zacatula y Colima
Probablemente Olid regresó a la ciudad de México a finales de noviembre o principios
de diciembre, con la llegada de Villafuerte, capitán inexperto y mozo, quien
desobedeció a Cortés de ir a Zacatula e intentó conquistar Colima a principios de
1523.2821 Cortés menciona en su Cuarta carta de relación que ―…a los demás mandé
que fuesen con un capitán [Juan Rodríguez de Villafuerte] a la mar del Sur, a donde yo
tenía y tengo poblada una villa que se dice Zacatula, cien leguas de Huicicila
2817
GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la conquista‖, en: Nueva historia general de
México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de México, 2014, P. 178.
2818
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI.
2819
PÉREZ ESCUTIA, RAMÓN ALONSO. Origen y desarrollo de las fuerzas armadas nacionales en
Michoacán, 1820-1836. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Facultad de
Historia-Coordinación de Investigación Científica–Editorial Morevalladolid, 2016, P. 32.
2820
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264.
2821
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 71-73.
664
[Tzintzuntzan], donde tengo un astillero cuatro navíos…‖.2822 Al parecer está
expedición es a la que se refiere Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, en la que participó su
bisabuelo Hernando Ixtlilxóchitl, tlatoani de Texcoco:
―Cortes, viendo que los de la mar del sur eran amigos, acordó enviar cuarenta españoles
carpinteros y marineros a Zacatulan para labrar dos bergantines, y descubrir toda aquella
costa, y dos carabelas para buscar islas, que tenían noticia que había algunas muy ricas; y
para esto pidió a Ixtlixúchitl le diese algunos carpinteros y gente que fuese con ellos, y que
le llevasen el hierro, armas, velas, maromas y otras jarcias de unas que estaban en la
Veracruz; todo lo cual hizo Ixtlixúchitl con toda puntualidad, mandando a sus vasallos
2823
acudieses a los españoles con todo lo que les pidiesen y hubiesen menester.‖
Por otro lado, Tzintzincha mandó a Cuiniarángari, al mando de 40 guerreros con
porras, que fuera a matar a Timas y a otros señores a Cápacuero donde habían huido por
haberlo traicionado. Por los diálogos que quedaron registrados en la RM, sabemos que
está expedición punitiva ocurrió durante el camino a intentar conquistar Colima por
parte de Juan Rodríguez de Villafuerte:
―Y don Pedro llevaba una carta en la mano y como le vió aquel principal [Timas], díjole:
"¿dónde vas?". Díjole don Pedro: "a Colima vamos, que nos envían allá los españoles". Y
llegóse a él y díjole: "el cazonçi ha dado sentencia de muerte contra ti". […] Díjole aquel
prencipal: "¿quién no sabe que eres valiente hombre y que conquistaste a Çacatula?". Y
díjole don Pedro: "burlas en lo que dices que conquisté yo a Çacatula. ¿No la conquistaron
2824
los españoles?".‖
La expedición de Juan Rodríguez de Villafuerte para conquistar Colima fue
derrotada y tuvo que recular rápidamente a Zacatula, lo que no fue del agrado de
Hernán Cortés:
―Yendo ente dicho capitán y gente a la dicha ciudad de Zacatula, tuvieron noticia de una
provincia que se dice Colimán, que está apartada del camino que habían que llevar sobre
mano derecha, es que es al poniente, cincuenta leguas; y con la gente que llevaba [de
México y Texcoco] y con mucha de los amigos de aquella provincia de Michoacán, fué allá
sin mi licencia, entró algunas jornadas, donde hubo con los naturales algunos reencuentros;
y aunque eran cuarenta de caballo y más de cien peones, ballesteros, y rodeleros, los
desbarataron, y echaron fuera de la tierra, y les mataron tres españoles y mucha gente de los
amigos, y se fueron a la dicha ciudad de Zacatula; y sabido por mí, mandé traer preso al
2825
capitán, y le castigué su inobediencia.‖
El cronista Fernando de Alva Ixtlilxóchitl también mencionó los desastrosos
resultados de ésta expedición a Colima:
―Tuvieron noticia Cortés e Ixtlilxúchitl de cómo Cristobal de Olid [sic. Juan Rodríguez de
Villafuerte] fue vencido por los de Coliman, y que le mataron diez españoles, y muchos
michuacaneneses que eran en su favor; el cual desde Michuacan, por orden de Cortés iba a
Zacatulan a ver los bergantines con más de cien hombres y cuarenta de a caballo, muchos
2822
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524],
P. 176.
2823
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles
y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN,
BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 853. Cursivas
originales.
2824
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 51v-52, Pp. 264-265. Cursivas nuestras.
2825
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524],
Pp. 176-177.
665
naturales de Michuacan y queriendo sujetar a Coliman de camino, le fue muy mal como
2826
está referido.‖
La ruta que debió recorrer Villafuerte para replegarse a Zacatula fue al norte de la
Sierra Madre del Sur, por la cuenca del río Tepalcatepec y no por la costa michoacana.
Esto debido a que los señoríos indígenas de la consta de Michoacán eran
independientes y no obedecían al cazonci, y Tzintzincha se quejó antes Cortés que
Villafuerte había cometido agravios en territorios bajo su dominio:
―El Capitán Villafuerte, llegado con la gente adonde avía de tomar el camino, tuvo
forma para que la gente le requiriesse que fusse á otra provincia, ázia el Norte , cuya
pacificación avían pedido muchos Capitanes y por no descontentarlos , Hernando
Cortes respondía , que buelto de Panuco, quería él mismo hazer aquella jornada: y
quando supo lo que avía hecho Villafuerte , temió que iva alçado con ocasíon de la
mucha gente que llevava, cosa que lo puso en gran cuidado. Entró Villafuerte con poco
tiempo, dando á los soldados demasiada libertad: y assi bolvieron los Indios, que llevó
de Mechoácan, cargados de despojos, y él salió presto de la provincia, quedando de
guerra; y porque en parte tocava al Cazonzin, y avía ido á quexarse á Cortes, le
satisfizo, y embió contento de los agravios que pretendía, y síempre quedaron
2827
amigos.‖
De regreso a Zacatula, siete u ocho días después, Villafuerte realizo una
campaña contra los impilcingas,2828 y de regreso llegó Gonzalo de Sandoval con
órdenes de Cortés de incorporar a los hombres de Villafuerte a su ejército, y moverse a
la región de Colima para conquistarla.2829 Según Cortés, los hombres al mando de
Sandoval eran 40 de a caballo y 100 peones, ballesteros y rodeleros como refuerzos;2830
Fernando de Alva Ixtlilxóchitl proporciona cifras más o menos cercanas, pero
agregando el dato importante de indígenas auxiliares del centro de México:
―Y así Cortés envió luego a Gonzalo de Sandoval con setenta peones, y veinte y cinco de a
caballo, e Ixtlilxúchitl mandó fuesen con ellos dieciséis mil hombres de guerra, y que
vengase y castigase a los de Coliman, y también a los de Impiltzinco que hacían guerras a
sus vecinos porque eran amigos de los españoles, y de la parte de Ixtlilxúchitl, Sandoval y
2831
los aculhuas fueron derechos sobre Impiltzinco.‖
2826
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles
y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN,
BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 853. Cursivas
originales.
2827
HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en
las Islas y Tierra Firme…, Óp. Cit., 1726, T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. XVII, P. 106.
2828
En el ―Plano iconográfico del Reino de Michoacan y Estados de el Gran Caltzontzin‖, mapa presente
en la Crónica de Michoacán de Pablo Beumont, se localiza un ―Ympilcingo‖ entre Acalpica y Zacatula,
estas dos últimas poblaciones pueden identificarse con los actuales Acalpican de Morelos y el puerto de
Lázaro Cárdenas, por lo que los impilcingas eran un pueblo que habitó la actual costa michoacana. El
mapa ha sido reproducido por varios autores, nosotros consultamos el publicado por LEÓN, NICOLÁS.
Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán, colegidas de las obras más notables,
documentos inéditos y pinturas jeroglíficas hasta hoy conocidas [1904]. Morelia, Editorial
intermichoacana ―Antonio Arriaga Ochoa‖, 1976, entre Pp. VI-1.
2829
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 74.
2830
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524],
Pp. 176-177.
2831
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles
y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN,
BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 853. Cursivas
originales.
666
La nueva expedición de Gonzalo de Sandoval que partió hacia Colima estuvo
conformada por 50 de a caballo y 150 peones, 15000 indígenas acolhuas o texcocanos,
y un número no determinado de auxiliares indígenas que incluían tarascos. Al respecto,
la RM menciona quién iba por capitán de la gente, que las mujeres iban como tamemes,
y que la forma en que los auxiliares tarascos guerrearon fue como solían practicar la
violencia mortal entre grupos, con todos sus rituales:
―Y fueron luego los españoles a conquistar a Colima y hasta las mujeres les llevaban las
cargas. Y fué por capitán de la gente que fué de guerra Vizizilçi, y conquistaron a Colima y
no murió ningún español y mataron y murieron muchos de Colima y sus pueblos. Y los
indios de Mechuacan iban a la guerra con sus dioses, vestidos como ellos solían en su
2832
tiempo, y sacrificaron muchos de aquellos indios y no les decían nada los españoles.‖
Los tarascos vengaron la muerte de los embajadores sacrificados en la
expedición de Francisco Montaño, y ayudaron a someter una región que décadas antes
había estado bajo su control en la época de Tzitzíspandácuare, para ahora el dominio
pertenecía a gente venida del otro lado del mar. Al parecer ésta expedición si recorrió la
costa michoacana; Cortés mencionó como se pacificaron algunos pueblos, y según el
testimonio de Jerónimo Flores, ―el cual dijo que él acompañó a Sandoval en la
conquista de Colima y Motín. Motín estaba a lo largo de la costa del Pacífico entre
Zacatula y Colima.‖2833 Hernán Cortés menciona como los indígenas de Colima ya
estaban preparados para la llegada de los conquistadores, y como las batallas fueron
complicadas:
―…y en la parte que al otro capitán [Juan Rodríguez de Villafuerte] habían desbaratado
halló mucha gente de guerra que le estaba esperando, creyendo haberse él como con otros y
así rompieron los unos con los otros; y plugo a Nuestro Señor que la victoria fué por los
nuestros, sin morir ninguno de ellos, aunque a muchos y a los caballos hirieron; y los
2834
enemigos pagaron bien el daño que habían hecho.‖
La victoria fue tan contundente, que la provincia de Colima quedó conquistada
y ―más aun otras muchas cercanas a ella vinieron a se ofrecer por vasallos de vuestra
cesárea majestad, que fueron Alimán, Colimonte y Ceguatán…‖, 2835 y Cortés mandó
2832
RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 52-52v, Pp. 265-266. Cursivas nuestras. El uso de armamento,
atavíos, insignias y rituales de origen prehispánico en los ejércitos auxiliares indígenas, continúo durante
las siguientes décadas. En la relación de don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique de Tlalmanalco,
mencionó que cuando fue a servir al virrey Antonio de Mendoza en la guerra del Mixtón, ―…llevó por
divisa y armas cuando fue á la guerra de los chichimecas, una calavera de plumería con sus penachos
verdes, una rodela de lo mismo, y en ella un bezote de oro retorcido, con su espada y su ichcahuipil, y
vestido con un jubón colorado, y sus zaragüelles, zapatos y borceguíes, y un sombrero blanco, y un
pañuelo grande con que se amarraba la cabeza, y un collar de pedrería con dos cadenas.‖ También llevaba
―su divisa de quetzalpatzactli de plumería verde‖; y los indígenas auxiliares de diferentes grupos étnicos
(tarascos, mexicas, chalcas, tlaxcaltecas, otomíes, huejotzincas, etc.), así como algunos chichimecas
derrotados, festejaron la navidad, y el ―…día de S. Juan [27 de diciembre de 1541], danzó el Sr. D.
Francisco, y se cantó con él el canto chichimeca: hubo flores y pebetes, comida y bebida de caco que dio
á los señores; y todas las naciones de diversas provincias danzaron puestas sus armas, sus rodelas y
macanas; todos bailaron, sin que de parte ninguna quedase por bailar.‖ ―Relación de la jornada que hizo
don Francisco de Sandoval Acazitli…‖, Óp. Cit., Pp. 307, 311 y 318. En el Lienzo de Tlaxcala se ilustró
como los indígenas fueron auxiliares de los españoles en la conquista de la Nueva España, combinando
sistemas de armamentos prehispánicos con armamento europeo. Lienzo de Tlaxcala. Publicado por
Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del Timbre, 1892, Pp. 54, 69, 70, 71, 76, 77 y 78.
2833
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 75. Apud. ―Probanza de
méritos y servicios de Jerónimo Flores, México, 1536‖ AGI, leg. 203.
2834
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524],
Pp. 183.
2835
Ídem.
667
que se fundara en Caxitlán la Villa en Colima el 25 de julio de 1523, cerca de
Tecomán, nombrando alcaldes y regidores, pero por diversos problemas el
asentamiento se trasladó al lugar que ocupa actualmente, con el nombre de Villa de San
Sebastián. Así, con expediciones militares auxiliadas por miles de guerreros indígenas
de diferentes entidades políticas, es que las huestes españolas, en menos de una década,
lograron conquistar los territorios que pertenecerían al virreinato de la Nueva España.
Sin embargo, está rápida conquista no estuvo exenta de la lucha de clases dentro del
seno europeo.
La primera década de la conquista fue un periodo convulso en que las diferentes
facciones de conquistadores lucharon para que la Corona reconociera sus privilegios,
méritos y dominio sobre la nueva fuerza de trabajo y medios de producción indígenas.
La Corona propició éstas pugnas, al mismo tiempo que intentó trasplantar las
instituciones necesarias para la colonización y explotación de sus nuevas posesiones
ultramarinas, enviando funcionarios civiles y eclesiásticos que contrarrestaran el poder
de los conquistadores, que aspiraron a convertirse en señores feudales del Nuevo
Mundo (Ver Cuadro 33). El personaje por antonomasia que tuvo aspiraciones feudales,
pero pasó el resto de su vida luchando para que fueran reconocidos sus derechos en la
Nueva España, fue Hernán Cortés, quien tuvo que enfrentarse a diferentes adversarios y
a la Corona, ésta última buscó restar el poder del extremeño y sus seguidores.
668
Reinado de
Carlos V
1519-1556
CUADRO DE GOBERNANTES DE LA NUEVA ESPAÑA
Gobernante
Fecha
(Audiencia, virrey o gobernador)
CASA REINANTE
CASA DE AUSTRIA
(Habsburgos ss. XVI-XVII)
Hernán Cortés, es nombrado Capitán General 30-III-1519
y Justicia Mayor por el recién fundado
ayuntamiento de la Villa Rica de la Veracruz.
Hernán Cortés, Gobernador y Capitán 15-X-1522 a fines del XGeneral, nombrado por el emperador.
1524
Tenientes de Cortés, durante la expedición del X-1524 al 24-V-1526
caudillo a las Hibueras. Alonso de Estrada
(tesorero), Lic. Alonso de Zuazo (asesor),
Rodrigo de Albornoz (contador), Gonzalo de
Salazar (factor), y Pedro Almíndez Chirino
(veedor), estos dos últimos enviados por
Cortés, posteriormente
H. Cortés, adelantado de la Nueva España
24-V-1526
Lic. Luis Ponce de León, juez residencial de 4-VII-1526 al 20-VII1526
Cortés
Lic. Marcos de Aguilar, sustituto de Ponce
1-VIII-1526 al 20-VII-1526
Tesorero Alonso de Estrada, sustituto de 1-III-1527 al 22-VIII-1527
Aguilar, juntamente con Gonzalo de Sandoval
El mismo Estrada, solo.
22-VIII-1527 a Dic.-1528
PRIMERA AUDIENCIA: Nuño Beltrán de Dic.-1528 a Enero-1531
Guzmán (presidente) y los oidores: Lics, Juan Dic.-1528
Ortiz de Matienzo, Alonso de Parada, Diego 1528-1529
Delgadillo y Francisco Maldonado; asociado [6-XII-1528 al 23-XII-1530]
el factor Gonzalo de Salazar.
SEGUNDA AUDIENCIA: Sebastián Ramírez [23-XII-1530 al 14-XI1535]
de Fuenleal, obispo de Santo Domingo Enero-1531 al 17-IV-1535
(presidente) y los Lics. Juan de Salmerón, 1531-1535
Alonso Maldonado, Francisco Ceynos y 1531-1536
Vasco de Quiroga.
1. D. Antonio de Mendoza, conde Tendillla, 14-IX-1535 al 25-IX-1550
comendador de Secuéllamos, y camarero del Abr.-1535-Oct.-1550
emperador. Pasó al Perú como virrey.
15-X1535-1550
2. D. Luis de Velasco I (falleció en México)
25-IX-1550 al 31-VI-1564
5-XII-1550 al 31-VI-1564
CUADRO 33. FUENTE: ORTEGA Y MEDINA, JUAN A.. ―Anexo V. Cuadro de gobernantes de la
Nueva España‖, en: HUMBOLDT, ALEJANDRO DE. Ensayo político sobre el reino de la Nueva
España. Estudio preliminar, revisión del texto, cotejos, notas y anexos de Juan A. Ortega y Medina.
México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 39), 1966, Pp. CLXVIII-CLXIX.
La inestabilidad del gobierno colonial en la primera década de la conquista; la
participación tarasca en la pacificación de Pánuco y en la expedición a Honduras
En este contexto de desestabilidad política es que los guerreros tarascos participaron en
otras expediciones militares en favor de los europeos, ayudando en la conquista y
pacificación del territorio mesoamericano. La RM menciona como un personaje de muy
669
alta jerarquía, Huizizilzi, hermano de don Pedro Cuiniarángari y capitán general del
cazonci, fue guerrero auxiliar en la conquista de Pánuco y Honduras, aunque hay poca
información disponible, más que unas líneas sobre él: ―Y volvieron los españoles [de
Colima] y Huizizilzi [fue] a Pánuco, con más gente, y después con Cristóbal de Olí a
las Higueras, y allá murió.‖2836 Pánuco es una región localizada donde confluyen los
estados de Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz, sus costas son bañadas por el Golfo
de México; en la época prehispánica estuvo habitada por el pueblo huasteco, y entraron
en la órbita de dominio de la Excan Tlahtoloyan. En 1498 Américo Vespucio cruzó por
sus costas, y años después, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, envió dos
expediciones a sus costas, una en 1517 al mando de Francisco Hernández de Córdoba,
y otra en 1518 al mando de Juan de Grijalva. En 1519, Francisco de Garay, teniente y
gobernador de Jamaica, organizó una expedición para cartografiar la costa, buscar el
supuesto paso al oeste que llevaba a Cipango (Japón), y delimitar sus exploraciones
respecto a las de Hernán Cortés, al mando de Alonso Álvarez de Pineda. Pero al
encontrar la península de Florida que les cortó el paso, regresaron y entraron en el río
Pánuco, donde encontraron varios pueblos en ambas márgenes y que la calidad de la
tierra era buena para ser colonizada, por lo que regresaron a Jamaica.2837
Garay al no querer perder la oportunidad de explorar nuevas tierras, mandó otra
expedición en agosto de 1520 al mando de Diego de Camargo para que se asentara en
Pánuco y construyera un fuerte, pero los abusos contra la población indígena, hizo que
hubieran rebeliones por lo que los españoles huyeron a la Villa Rica de la Vera Cruz.
En octubre del mismo año, Garay mandó una carabela para auxiliar a los hombres de
Diego Camargo al mando de Miguel Díaz de Aus, que no encontraron rastros de ellos,
y al ser atacados por los nativos, también fueron a refugiarse a la Villa Rica de la Vera
Cruz. Garay envió otro navío al mando de Ramírez el Viejo, pero los hombres se
unieron a Cortés al saber el destino de sus predecesores. Francisco de Garay no perdió
tiempo para asegurar sus inversiones, y consiguió el permiso real y título de adelantado
por parte de la Corona en 1521 para explorar la región norte de Pánuco con apoyo de
Diego Velázquez, enemigo de Cortes, y de Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón,
territorio que fue nombrado como ―Victoria Garayana‖;2838 escribió a Cortés para
avisarle que ya preparaba una flota para tomar posesión de su descubrimiento,
―Esto fue suficiente para que Cortés decidiera marchar al Pánuco en octubre de 1522 para
impedir el propósito de Garay. Llevaba un ejército compuesto de 300 peones, 120 de a
caballo, alguna artillería y 40 000 indígenas aliados al mando de Ixtlilxóchitl. En
Ayotochcuitlatlan (se cree que es el actual Coxcatlán), Cortés y sus hombres lucharon
contra los huastecos; al someterlos, Oxitipa y sus tributarios quedaron sujetos al poderío
2839
español.‖
Hernán Cortés fundó la Villa de Santiesteban del Puerto o Villa Pánuco, el 26
de diciembre de 1522, con 30 hombres a caballo y 100 peones por vecinos, nombró
alcaldes, regidores, dejó como teniente a Pedro Vallejo, repartió encomiendas y se
adjudicó Tamuín y Oxitipa, y regresó a México a principios de 1523. Para el 25 de julio
2836
RM, Tercera Parte, Cap. XXXXVI, f. 52v, P. 266.
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de
1520], Pp. 33-34, 88-89, 95
2838
Ibíd., Pp. 103-104, 166, 180
2839
MONROY CASTILLO, MARÍA ISABEL; CALVILLO UNNA, TOMÁS. Breve historia de San Luis
Potosí. México, El Colegio de México-Fondo de Cultura Económica-Fideicomiso Historia de las
Américas, (Sección de obras de Historia), 1997, P. 63. Sobre el número del ejército, véase CORTÉS,
HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], P. 180.
2837
670
de 1523, Francisco de Garay llegó al río de las Palmas, actual Soto la Marina, ahí
desembarcó para explorar el territorio por tierra en dirección a Pánuco, mientras que la
flota mandó que esperaran en el río Pánuco. Cuando Cortés tuvo noticias de que
Francisco de Garay había tocado tierra, mandó a Pedro de Alvarado con suficientes
tropas para apresarlo, ya que Cortés había conseguido una real cédula que reconoció su
conquista en Pánuco. Garay viajó a la ciudad de México para entrevistarse con Cortés
para discutir los derechos sobre la colonización de la región en disputa. Llegaron a un
acuerdo, así como una alianza matrimonial entre los dos y fueron a misa de Navidad,
pero Francisco de Garay se enfermó cuando llegó la noticia que los indígenas de
Pánuco se habían sublevado y tenían sitiada la Villa de Santiesteban del Puerto, donde
se encontraba un hijo de Garay, y falleció dos días después, el 27 de diciembre de
1523.2840 Francisco de Garay, sus tropas y los vecinos de Santiesteban del Puerto
habían realizado abusos: habían tomado mujeres, asesinando y asaltando entre los
huastecos, por lo que estos se rebelaron contra el dominio español, por lo que
―En 1524 Cortés envió a Gonzalo de Sandoval a efectuar una entrada en los valles de
Oxitipa, con el objeto de someter nuevamente esta región. Bajo su mando llevó a Pedro
Vallejo, Pedro Martín Aguado, Rodrigo de Castañeda, 50 hombres de a caballo, 100
peones, 15 000 acolhuas a las órdenes de Yoyotzin, hermano menor de Ixtlilxóchitl, y otros
2841
15 000 mexicanos al mando de un sobrino de Cuauhtémoc.‖
Gonzalo de Sandoval pacificó a sangre y fuego la Huasteca, capturando a los
caciques y ejecutándolos, además quemó los pueblos de los indígenas rebeldes. En ésta
expedición de pacificación es donde podemos ubicar la participación de Huizizilzi
(pues antes había participado en Colima), pero las fuentes no mencionan la cantidad ni
tipo participación de la ―más gente‖, es decir sí fueron guerreros o tamemes, pero
probablemente de ambos, a Pánuco y las Higueras o Hibueras, en la actual República
de Honduras, de hecho, la RM es de las pocas fuentes documentales que conocemos
que menciona la participación de los tarascos en las operaciones de conquista en éstas
regiones. Las costas de Honduras fueron descubiertas por Cristóbal Colón en cuarto
viaje en 1502, pero fue hasta marzo de 1524 cuando Gil González Dávila, que ya había
explorado los territorios de los actuales Costa Rica y Nicaragua, que intento conquistar
las Hibueras. Hernán Cortés tuvo noticias de una rica tierra en el Darién (Panamá), por
lo que mando una armada por mar al mando de Cristóbal de Olid, y un ejército por
tierra al mando de Pedro de Alvarado, para que fuera a conquistar estos lugares y
cerrarle el paso a Gil González Dávila. La armada salió del puerto de San Juan de
Chalchiqueca el 11 de enero de 1524, cuya misión era hacer escala en la Habana para
conseguir más navíos y bastimentos, y luego al desembarcar en tierra, fundar un pueblo
y fortificarlo. Sin embargo, Cortés recibió rumores de como en Cuba, Olid tuvo un
concierto con Diego Velázquez para desconocer la autoridad y derechos de la conquista
de las Hibueras.2842
Perturbado por la traición de Cristóbal de Olid, ―Cortés no estaba dispuesto a
representar el mismo humillante papel que él, al preludiar la conquista de México, le
2840
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524],
Pp. 187-191.
2841
MONROY CASTILLO, MARÍA ISABEL; CALVILLO UNNA, TOMÁS. Breve historia de San Luis
Potosí, Óp. Cit., P. 64. Sobre el número del ejército, véase CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación,
Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], P. 191.
2842
Ibíd., Pp. 184, 193, 202.
671
impuso a Diego Velázquez, por lo que preparo el ajuste de cuentas,‖ 2843 además tenía
que escarmentar a Olid para que otros capitanes bajo su mando no intentaran
traicionarlo. Envió una expedición por mar al mando de un primo de él de nombre
Francisco de las Casas para escarmentar a Olid,2844 mientras armó un contingente
importante de soldados para hacer el viaje por tierra. Cortés no mencionó el número de
soldados españoles a pie y a caballo que conformaron la expedición, pero sí mencionó
que lo acompañaron 3000 auxiliares indígenas;2845 Bernal Díaz del Castillo mencionó
el nombre de 22 conquistadores, 3 religiosos, 10 criados de Cortés, y 35 oficiales, que
sumarían un total de 70 españoles; pero el mismo Díaz del Castillo menciona que no se
acordaba de todos, y que debía de agregarse un número considerable de hombres de
armas y criados de los demás conquistadores. Sobre los auxiliares indígenas mencionó
que ―…venían con los caciques que dicho tengo sobre tres mil indios mexicanos, con
sus armas de guerra, sin otros muchos que eran de su servicio de aquellos caciques‖,2846
lo que por había un número no determinado de indígenas de servicio, lo que indica que
el ejército fue mayor.
Cortés también mencionó que ―…lleve asimismo conmigo todas la personas
principales de los naturales de la tierra…‖,2847 el mismo Cuauhtémoc y otros nobles
mexicas acompañaron a Cortes en su campaña contra Olid; con esto pudo contar como
rehenes a las figuras de autoridad máxima mesoamericanas, asegurar la lealtad de las
masas de indígenas conquistados, y evitar que los antiguos señores intentaran revelarse
en contra de los españoles. No sólo fueron indígenas del Centro de México los que
engrosaron la expedición de Cortés, también fueron indios tarascos, como mencionó
Bernal Díaz del Castillo:
―Y porque quedase más pacífico y sin cabeceras de los mayores caciques, trujo consigo al
mayor señor de México, que se decía Guatemuz, otras muchas veces por mí nombrado, que
fue el que nos dio guerra cuando ganamos a México, y también al señor de Tacuba, y a un
Juan Velázquez, capitán del mismo Guatemuz, y a otros muchos principales, y entre ellos a
Tapiezuela, que era muy principal; aun de la provincia de Michoacán trajo otros caciques, y
2848
a doña Marina, la lengua, porque Jerónimo de Aguilar ya era fallecido...‖.
Gracias al dato que proporciona la RM, ―y volvieron los españoles [de Colima] y
Huizizilzi [fue] a Pánuco, con más gente, y después con Cristóbal de Olí a las Higueras,
y allá murió‖, ponemos considerar que fue en esta expedición comandada por Hernán
Cortés en que Huizizilzi, un personaje tarasco de alto rango, hermano adoptivo y
capitán general del cazonci Tangáxoan II, comandó a los guerreros tarascos desde el
Centro de México en dirección a Honduras, cruzando por la actual costa veracruzana y
la península de Yucatán.
Hernán Cortés partió el 12 de octubre de 1524, dejó a su primo Rodrigo de Paz
encargado de sus propiedades y negocios, y dejó como lugartenientes en los asuntos de
2843
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa,
(Serie Los once ríos), 1992, P. 37.
2844
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Carta de Hernán Cortés al emperador Carlos V,
Tenuxtitlan, de esta Nueva España, 15 de octubre de 1524], P. 216.
2845
Ibíd., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de 1526], P. 233.
2846
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap.
CLXXIV, P. 459.
2847
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de
1526], P. 221.
2848
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap.
CLXXIV, P. 458.
672
la ciudad de México al tesorero real Alonso de Estrada, el contador real Rodrigo de
Albornoz, y a Alonso de Zuazo como alcalde mayor, sin embargo, estos funcionarios
no sé llevaron bien, y los dos primeros estuvieron a punto de batirse en duelo. Cuando
estas noticias llegaron a oídos de Cortés, el factor real Gonzalo de Salazar y el veedor
real Peralmíndez Chirinos, que habían ido en la expedición a las Hibueras, lo
convencieron de que ellos regresaran a la ciudad de México para calmar los ánimos.
―Accedió Cortés a ello y les dió dos principales decretos que tenían que llevar. El
primero los nombraba a ellos para gobernar con Estrada y Albornoz en caso de que
terminaran las diferencias; el segundo los nombraba para reemplazar a Estrada y
Albornoz en caso de que éstos no llegaran a un acuerdo. El último decreto fue dado en
el pueblo de Espíritu Santo el 14 de diciembre de 1524. Salazar y Chirinos no perdieron
tiempo al regresar a la ciudad de México. Dos semanas después, el 29 de diciembre de
1524, comparecieron ante el cabildo. Ocultando el decreto que los haría gobernadores
con Estrada y Albornoz, tan sólo mostraron el segundo decreto y obligaron a los otros
2849
dos a cederles el poder.‖
Pero llegaron nuevas de Cortés a la ciudad de México y el fraude se conoció.
Las pugnas entre las diversas facciones de encomenderos y autoridades se atenuaron,
ya que Salazar y Chirinos se volvieron partidarios de Diego Velázquez, y
posteriormente serían el principal apoyo de Nuño de Guzmán. El 19 de agosto de 1525,
Salazar y Chirinos exigieron a Rodrigo de Paz que se inventariaran los bienes de
Cortés, argumentando que él y su ejército habían sido eliminados en camino a las
Hibueras. Paz se negó, y la situación fue tan tensa que casi se desató una guerra civil
entre los españoles, pero gracias a la intervención de los franciscanos, que
convencieron a Paz de acceder, se evitó. Paz fue apresado, y el 22 de agosto de 1525 se
nombraron nuevos regidores para el cabildo de la ciudad. ―Durante los siguientes dos
meses se apoderaron de las posesiones de Cortés y torturaron a Paz severamente con el
frustrado intento de hacerle revelar la ubicaciones de grandes tesoros que Cortés, según
rumores, le había dejado.‖2850 El no poder sonsacar la información, acusaron a Rodrigo
de la Paz de insubordinación, y lo ejecutaron el 16 de octubre de 1525. Salazar y
Chirinos mandaron a Diego de Ordaz para que buscara a Cortés, llegó a la Bahía de
Campeche donde supuestamente fue informado que la expedición de Cortés había sido
eliminada, y regresó a la ciudad de México.
―En algún día de noviembre, probablemente poco después de la llegada de Ordaz,
Salazar y Chirinos hicieron la declaración oficial de que Cortés y los miembros de su
expedición habían muerto y le hicieron su funeral en la ciudad de México. Eso abrió el
camino para lo que ellos consideraban como el ataque final contra las posesiones de
Cortés, las que ordenaron se vendieran para pagar sus deudas y dejar que el resto para
2851
sus herederos.‖
Además afectaron a los seguidores de Cortés, pues perpetraron despojos,
removieron funcionarios y quitaron repartimientos. Mientras esto ocurría, Hernán
Cortés prosiguió su expedición hacía las Hibueras sin tener noticia de estos problemas;
el 28 de febrero de 1525 en Acalan, Campeche, Cortés mandó ahorcar al último huey
tlatoani mexica, Cuauhtémoc, junto con otros señores, temiendo una sublevación de los
2849
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 138-139.
Ibíd., P. 141.
2851
Ibíd., P. 142.
2850
673
indígenas, que aún tenían en reverencia a la nobleza prehispánica, de acuerdo a un
testimonio de una conspiración para matar a los españoles.2852
El viaje por tierra a las Hibueras que emprendió Cortés cruzó por el inexplorado
territorio de la península de Yucatán, cuya topografía accidentada conformada por
selva, ríos, pantanos y montañas, hizo que tal viaje fuera de muchas penurias. Muchos
miembros de la expedición murieron al despeñarse del terreno escarpado, o se ahogaron
al cruzar algún río, de enfermedades o por un animal ponzoñoso. También por los
ataques de los indígenas que se opusieron a los españoles, quienes utilizaron la táctica
de tierra quemada para que los españoles no pudieran reabastecerse; pero otra causa
importante fue la falta de bastimentos, Bernal Díaz del Castillo mencionó que
―Y como íbamos muertos de hambre, dímonos buena hartazga, y aun los caballos se
reformaron; y por todo dimos muchas gracias a Dios. Ya en el camino se había muerto el
volteador que llevábamos, ya por mi nombrado, y otros tres españoles de los recién venidos
de Castilla; pues indios de los de Michoacán y mexicanos morían, otros muchos caían
2853
malos y se quedaban en el camino como desesperados.‖
Probablemente fue en estas jornadas en que Huizizilzi perdió la vida, no
conocemos más datos salvo que murió en las Hibueras, y la participación tarasca es
mencionada por pocas fuentes.
La expedición de Hernán Cortés después de muchas penurias, finalmente llegó a
Honduras, donde se enteró como Cristóbal de Olid había sido ajusticiado y decapitado
por órdenes su primo Francisco de las Casas. Durante su estadía en Honduras, Cortés se
dedicó a afianzar la colonización española fundando varias villas y sometiendo a los
señoríos indígenas de la región; cuando se enteró de los abusos cometidos en su
ausencia en la antigua capital mexica, decidió regresar a México al haberse solucionado
la traición de Cristóbal de Olid. Antes de llegar a México, Cortés mandó a Martín de
Orante que entró a la ciudad el 29 de enero de 1526, con cartas que removían del cargo
a Salazar y Chirinos, quienes fueron apresados y fueron nombradas nuevas autoridades.
Finalmente, Cortés inició el regreso a la ciudad de México el 25 de abril de 1526, ésta
expedición punitiva a las Hibueras contra Cristóbal de Olid fue absurda, difícil e inútil,
trajo resultados nefastos para el conquistador extremeño, pues durante su ausencia, sus
enemigos tomaron la oportunidad de conspirar contra él y tomar ventaja sobre sus
partidarios, además como
―Capitán general con amplio ascendiente sobre la mayoría de los soldados
conquistadores y de numerosos caciques indígenas, ya se ha señalado que Hernán
Cortés era motivo permanente de preocupación para la Corona. Las reiteradas
acusaciones que se recibían de Nueva España, signadas por los descontentos con su
política centralista y autoritaria en que él se erigiera como centro, agudizaban las
2854
inquietudes reales.‖
La Corona tomaría varias medidas para evitar la centralización del poder en un
sólo lugar o en una sola persona. En 1527, Carlos I envió a Luis Ponce de León para
realizar un juicio de residencia a Hernán Cortés, ya que los cargos en contra del
conquistador se acumulaban, sí éstos cargos resultaban ser falsos, ―Ponce de León
2852
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de
1526], Pp. 236-237.
2853
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap.
CLXXV, P. 464.
2854
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa,
(Serie Los once ríos), 1992, P. 52.
674
estaba facultado para otorgarle los títulos de ―Don‖ y ―Adelantado de México‖. Acorde
a su propia investidura, Cortés ya se hacía llamar Señoría.‖2855 Sin embargo, de León
falleció siendo invitado de Cortés debido a una enfermedad que venía en los barcos en
que llegó, y antes de realizar el juicio de residencia, por lo que corrieron rumores de
envenenamiento por parte del conquistador extremeño. El juicio contra Cortés lo
continuó Marcos de Aguilar, quien también murió inesperadamente. Cortés decidió
viajar a España para defenderse de sus enemigos, salió de puerto el 17 de marzo y llegó
a la península el 18 de abril de 1528. En la corte logró entrevistarse con el rey, hacer
valer sus derechos y defender sus conquistas, buscando ser nombrado virrey, pero no
consiguió que sus deseos fueran cumplidos; pero sí consiguió ser nombrado Marques
del Valle de Oaxaca, 22 villas, con 23000 vasallos, Capitán general de la Nueva
España, y autorización para descubrir nuevos territorios.
Otra medida fundamental que adoptó la Corona para restar el poder de Cortés,
fue la creación de la Audiencia y Cancillería Real de México, primer cuerpo judicial de
la Nueva España. Carlos I había mandado levantar memoriales de forma secreta sobre
la situación de la Nueva España, uno de estos informantes anónimos le había escrito al
emperador a finales de 1526 o principios de 1527, que ―debe V[uestra]. M[ajestad].
mandar que haya Audiencia, Real Consejo, Presidente, que residan en México para
toda la tierra. Que se provea cómo V[uestra]. M[ajestad]. sea conocido, temido y tenido
entre los españoles y naturales indios por Rey y Señor de la tierra y de los que en ella
están.‖2856 Los oidores para el nuevo órgano de gobierno, conocido como Primera
Audiencia, fueron nombrados el 13 de diciembre de 1527, es decir, cuatro meses antes
de que Hernán Cortés zarpara a España. Los elegidos fueron los licenciados
magistrados Martín Ortiz Matienzo, Diego Delgadillo, Alonso de Parada y Francisco
Maldonado. Para presidente se buscó a alguien con cualidades de mando y lealtad a la
Corona, el elegido fue el gobernador de Pánuco, Nuño de Guzmán. Con la instauración
de la Audiencia, se esperaba acabar con la inestabilidad en la colonia, que hubiera un
freno a la ambición y prepotencia de los conquistadores, y que los intereses de la
Corona estuvieran por encima de los primeros.
Además, el Consejo de Indias decidió dividir los vastos territorios conquistados
en diferentes gobiernos, para orientar las ambiciones y energías de los conquistadores,
y evitar que un personaje adquiriera demasiado poder. A pesar de que Cortés luchó por
que Pánuco fuera parte de la jurisdicción de la Nueva España, el rey decidió que fuera
una gobernación aparte durante los años 1527-1534, hasta que de nuevo estaría bajo la
jurisdicción de la Nueva España. Como gobernador de Pánuco, fue nombrado Nuño
Beltrán de Guzmán, que llegó a Santisteban del Puerto el 24 de mayo de 1527;
personaje que sería rival acérrimo de Cortés, y jugaría un papel de primer orden en los
próximos años gracias a su poder. Por ejemplo, Pedro de Alvarado que participó bajo
las órdenes de Cortés en la exploración de Chiapas y Guatemala, en 1527 se entrevistó
con Carlos I, quien le concedió los nombramientos de gobernador, capitán general y
adelantado de Guatemala. Sin embargo, a su regreso al continente en 1529, fue
mandado encarcelar por Nuño de Guzmán, y pudo librarse gracias a la intervención de
Cortés.2857
2855
Ibíd., P. 39.
―Memorial sobre asuntos de buen gobierno que un desconocido hizo por orden del Emperador‖, en:
Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México colegidos y anotados por el P. Mariano
Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología. 1914, P. 1.
2857
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., P. 80-84.
2856
675
En 1533, Guatemala fue elevada a gobernación, y en 1542 fue creada la Real
Audiencia de Guatemala, por lo que dejó de pertenecer a la jurisdicción de la Nueva
España. A pesar de que las costas de la península de Yucatán ya habían sido
exploradas, no fue hasta que en 1527 Francisco de Montejo inició su conquista, proceso
que terminaría hasta finales del siglo XVII; en 1546 fue creada la Capitanía General de
Yucatán, pero al no contar Real Audiencia, debía acudir a las audiencias de Nueva
España o Guatemala para resolver los problemas jurídicos. Durante el siglo XVI se
conformaría lo que se conoce como la ―Gran Nueva España‖, que incluyó los territorios
de Nueva España, Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, Yucatán, Guatemala, Nuevo León,
Nuevo México y Filipinas:
―Los traslapes jurisdiccionales y la ambigüedad en las atribuciones de cada autoridad se
habían convertido en el paradigma del sistema político novohispano así como en la base
para establecer contrapesos y limitaciones al ejercicio del poder. […] Hacia finales del
siglo XVI, cuando se había cumplido su primer ciclo de expansión, la Gran Nueva
España, con todo lo que efectiva o nominalmente caía bajo la jurisdicción o la esfera de
2858
influencia del virrey, era una de las entidades políticas más extensas del mundo.‖
La muerte del cazonci y la participación tarasca en la conquista de la Nueva Galicia
Sin embargo, fue hasta ocho años después de la conquista de Michoacán, que los
tarascos serían movilizados en masa para engrosar las filas de indígenas auxiliares al
servicio de los españoles, sirviendo como guerreros y tamemes. Ésta campaña realizada
por Nuño de Guzmán hacía los territorios vecinos del noroccidente de la provincia de
Michoacán, sería la válvula de escape que apaciguaría las contradicciones de las
diferentes fuerzas políticas que imperaban en Michoacán, y que conducirían a la
ejecución del último cazonci, Tzintzincha Tangáxoan. Ya desde 1527 en que Nuño de
Guzmán fue nombrado gobernador de Pánuco, y presidente de la Audiencia al año
siguiente, mostró su apoyo y habilidad para la obra colonizadora y evangelizadora:
mandó erigir iglesias, contribuyó en la obra urbana, infraestructura y obras defensivas
de la ciudad de México, mandó construir caminos por el territorio de la Nueva España y
fundó o refundó varias villas.2859 Sin embargo, fue un acérrimo rival de Cortés y sus
partidarios así como de sus propiedades, eliminando a algunos de ellos; se enemistó con
el obispo electo Juan de Zumárraga y los franciscanos; era partidario de esclavizar y
marcar a los indígenas, aunque no fueran capturados en guerra justa y se hubieran
entregado en paz a los españoles, para venderlos en las Antillas, cambiarlos por
bastimentos o caballos. Los abusos de autoridad y las acusaciones de la Audiencia y de
que presidente era un tirano, llegaron a oídos de la Corte, y los rumores del regreso de
Cortés con nombramientos reales habían llegado a la ciudad de México. Además del
norte llegaban partidas de indígenas nómadas que atacaban a los indígenas sedentarios
sometidos, y los territorios incognitos ofrecían grandes posibilidades de conquista, por
lo que Nuño de Guzmán vio la oportunidad de opacar la obra conquistadora de Hernán
Cortés; en un memorial que le escribió al emperador decía que
―…sabiendo que a trece leguas de México entraban los indios chichimecas a robar a los de
paz, e que lo que caía a la parte de la mar del Sur estaba por descubrir e conquistar y porque
con esta ocasión el Caçonçi señor de Mechuacan hacía muchos insultos y muertes de
xriptianos y tenía todo de su tierra tiranizada e tomados todos los señores della y puestos a
su mano otros, sin poderse xriptiano ninguno servir de sus indios más de lo que a él placía,
2858
GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la expansión‖, en: Nueva historia general de
México, Óp. Cit., Pp. 245-246.
2859
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., Pp. 110-113.
676
hice hasta cuatrocientos españoles de pié y de a caballo para ir a descubrir y conquistar
aquella tierra de la mar del Sur porque Dios Nuestro Señor me conosciese en ella y su fe se
plantase donde el diablo reinaba más poderosamente que en otras, y porque su majestad se
2860
sirviese y su corona real se aumentase…‖.
Los planes para la exploración y conquista de los territorios del norte de los
Teules Chichimecas se iniciaron en mayo de 1529. Varios españoles se mostraron en
contra de tal expedición: los oficiales de la tesorería real se preocuparon de que Nuño de
Guzmán tomara 10000 pesos de oro común para financiar parte de la expedición; se
temía que con la salida del ejército los indígenas del Centro de México se sublevarían; y
Guzmán mando pregoneros para que los españoles se sumaran al ejército, especialmente
entre los partidarios de Cortés, muchos españoles no querían participar en la
expedición,2861 algunos huyeron de la ciudad de México y otros se refugiaron en
conventos, pero Guzmán logró capturar a algunos y fueron llevados como prisioneros.
Guzmán ―también autorizó a sus alguaciles para entrar en las casas y confiscar caballos,
herraje y armas, todo lo cual causó un gran descontento en la ciudad, pero no había
recurso legal contra ello, ya que los oidores estaban del lado de Guzmán.‖2862 Como
Capitán General iba el propio Nuño de Guzmán, y
―en la plana mayor figuraban: Pedro Alméndez Chirinos, lugarteniente de capitán
general; Antonio Villarroel, maestre de campo; Juan Fernández, capitán de artillería;
Juan de Villalba, capitán de la guardia personal de Guzmán; Cristóbal de Oñate,
Francisco Verdugo y Cristóbal de Barrios, capitanes de jinetes; Diego Proaño y Diego
Vázquez, capitanes de peones; licenciado Diego Núñez, médico y cirujano del ejército,
Y juan de Oñate, portaestandarte real y portaguión de Guzmán. Además, alguaciles,
escribano, secretario, mayordomo, camarero, capellanes y los indispensables ―lenguas‖
(intérpretes), encabezados por García del Pilar. Complementaban la primera plana Lope
de Samaniego y Juan de Sámano, capitanes de emergencia. […] los dos capellanes que
participaron en la primera etapa de la conquista del territorio que se llamó Nueva
Galicia, fueron don Alonso Álvaro Gutiérrez y don Bartolomé Estrada, quienes
2863
confesaban, y en lo mismo se ocupaba fray Juan de Padilla…‖.
Además de toda la cantidad de dinero, caballos, armas y herramientas
proporcionadas por los españoles, incluyendo sus propias personas, Guzmán también
impuso pesados tributos en especie y obligaciones a los indígenas del Centro de México
y las provincias circundantes, para que proporcionaran bastimentos, guerreros y
tamemes. Escuadrones de mexicas, tlaxcaltecas, huexotzincas y otomíes fueron
movilizados en masa para partir con la expedición, lamentablemente no hay
información exacta sobre la cantidad de hombres que conformaban los indígenas
auxiliares; Nuño de Guzmán mencionó 8 mil indios amigos,2864 pero Cristóbal de
Barrios declaró ante la Segunda Audiencia que habían sido 10 mil o 12 mil indios
aliados.2865 Hay que agregar que el número de auxiliares indígenas varió enormemente,
pues en el camino, Guzmán realizó levas forzosas por los pueblos por donde pasó,
2860
[GUZMÁN, NUÑO DE] Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue
nombrado gobernador de Pánuco en 1525. México, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaInstituto Jalisciense de Antropología e Historia-Secretaria de Educación y Cultura de Jalisco-Universidad
de Guadalajara, 1990, P. 32.
2861
―Sólo unos pocos vecinos se presentaron voluntariamente a ofrecer sus servicios. El material bélico,
arreos y vituallas fueron aportados por los propios colonos.‖ MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de
Guzmán, Óp. Cit., P. 115.
2862
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 327.
2863
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., nota a pie núm. 1, P. 119.
2864
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 264
2865
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., nota a pie núm. 1, P. 119.
677
mermando las poblaciones, tanto de los territorios sometidos así como de los que iba
conquistando, y muchos de estos indígenas reclutados huyeron, perecieron o fueron
ejecutados ante las dificultades de la empresa.
La provincia de Michoacán también tuvo que proporcionar pesadas cantidades
de bastimentos, armamentos y hombres para la expedición que preparó Nuño de
Guzmán; además la figura de Francisco Tangáxoan se había convertido en un estorbo
para las fuerzas políticas del momento, ya que aún mantenía autoridad sobre los
indígenas, y la antigua clase dominante tarasca seguía recibiendo tributos, ambas cosas
impedían que los españoles lograran explotar la fuerza de trabajo y medios de
producción de sus encomiendas de forma efectiva, además la culpa por la muerte de
varios españoles fue achacada al cazonci.2866 Francisco Tangáxoan también se encontró
en medio de las pugnas entre Cortés y Guzmán, antes de que Guzmán tomara el cargo
de presidente de la Audiencia, el Marqués mandó a Andrés de Tapia con el cazonci para
que le diera oro o plata, y que cuando viniese Guzmán no le diera lo que pedía.2867 Nuño
de Guzmán ya había empezado a asechar a Francisco Tangáxoan, durante la presidencia
del primero, mandó a Antonio de Godoy para aprenderlo a él, a don Pedro y otros
nobles. El cazonci estuvo prisionero en México en dos ocasiones, la última vez fue
apresado y puesto en custodia con hierros durante 4 meses en la casa de Guzmán, a
finales de agosto o principios de septiembre de 1529.2868 Guzmán regañó a Francisco
Tangáxoan por haberle entregado las riquezas a Cortés, y le ordenó que preparara
diversas cosas para su campaña:
―Díjoles Nuño de Guzmán: "¿quién de vosotros volverá a Mechuacan?, que tengo un
negocio grande. Cómo, ¿no habéis oído dónde se llama Tehuculuacan y otro pueblo
llamado Çiuatlan donde hay mujeres solas?". Respondiéronle ellos: "no lo habemos
oído." Díjoles Nuño de Guzmán:" ¿no os lo dijeron los viejos, vuestros antepasados?".
Dijeron ellos: "no nos dijeron nada". Díjoles Nuño de Guzmán: "pues allá habemos de ir
a aquellas tierras. Hacé muchos jubones de algodón y muchas flechas y rodelas y veinte
arcos con sus casquillos de cobre e muchos alpargates e cotaras, encomendadlo a uno
de vosotros que vaya a entender en ello." Díjole el cazonçi: "este irá, ques mi hermano,
don Pedro." Díjole Nuño de Guzmán: "quédate tu aquí y espérame, y iremos juntos, que
tengo de ir a la guerra. Envía por el oro que tienes allá en Mechuacan." […] E metióle
un español en un aposento y despidió a don Pedro y díjole: "ve, hermano, allá a nuestra
tierra; gran cosa es ésta, no lo quiere haber con nosotros mansamente y despacio,
busquemos un poco de oro que le demos. Pregunta allá quién tiene oro y envíalo aquí
para que le demos." Díjole don Pedro: "señor, ¿dónde lo habemos de traer?". Dijole el
cazonçi: "allá lo platicareis vosotros." Y dispidióse del cazonçi y díjole: "señor, quédate
en buen hora; esfuérzate, come, que de nosotros es padecer y que nos traten desta
manera." Díjole el cazonçi: "Ansí será, vete en buen hora". Y vino a Mechuacan y hizo
2866
―Después que vinieron a esta Provincia españoles, estuvo el cazonçi algunos años y mandó la cibdad
de Mechuacan y todavía tenían reconoscimiento los señores de los pueblos que era su señor, y le sirvían
secretamente. […] Como vinieron los religiosos de San Francisco bautizóse el cazonçi y llamóse don
Francisco y dió dos hijos que tenía, para que los enseñasen los religiosos. Ansí mismo los españoles no
trataban bien los indios y desmandábanse y mataron otro español en Xicalan, pueblo de Vrúapa. Y el
bachiller Ortega hizo muchos dellos esclavos y despoblóse casi aquel pueblo, y ansí mismo murieron más
españoles en otros pueblos. Decían que lo mandaba el cazonçi. El se excusaba y decía que matasen a los
indios que los habían muerto; quél no los había mandado matar. Por esto y por el servicio que le hacían
los indios de los pueblos, los españoles concibieron contra él ira y quejáronse dél: que mandaba matar los
españoles y que bailaba con los pellejos de los españoles vestido; que robaba los pueblos; que había
hecho gente de guerra contra los españoles, que la había inviado a un pueblo llamado Cuýnao, que la
tenía allí para matar los españoles. En este tiempo vino por presidente desde Pánuco, Nuño de Guzmán.‖
RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, ff. 54-54v, Pp. 269-270.
2867
RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 54, P. 269.
2868
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 203.
678
saber lo que pasaba, a los prencipales, y empezaron a llorar todos y buscaron oro y
plata, y llegaron seiscientas rodelas de oro y otras tantas de plata y dábale priesa un
2869
intérpetre de Guzmán llamado Pilar…‖
Este Pilar recibió las riquezas exigidas, pero tomó secretamente parte de los
tesoros que lograron reunir los nobles tarascos, y cuando fueron llevados ante Guzmán,
éste se encolerizó por la poca cantidad de metales preciosos que reunía el cazonci, por
lo que varias veces pidió tesoros y en esas ocasiones Pilar robó secretamente parte de lo
reunido.2870 Guzmán también exigió alimentos, y estaba preocupado que por la época
del año, no se pudieran conseguir los bastimentos necesarios, así se lo hizo saber a su
lugarteniente en Michoacán Antonio de Godoy, en una carta fechada el 20 de agosto de
1529: ―Y cuanto a lo del repartimiento del maíz, creo que no se podrá haber por ser el
cabo del año, ni tampoco creo que se podrá haber tanta cantidad. Repártase la más que
se pudiera para lo nuevo y mil o dos mil fanegas de frijoles y su ají y sal, y ésto esté
repartido por los señores de los pueblos para que acudan a su tiempo adonde les
ordenárades.‖ Por su parte, Antonio de Godoy en una carta sin fecha le respondió a
Guzmán que costaba trabajo que los indígenas pagaran el tributo, estando Francisco
Tangáxoan y don Pedro en la ciudad de México, y que había necesidad de hacer
regresar al segundo y que ―cuanto a lo del maíz, está, señor, bien repartido. Bien vee
vuestra merced que si va allá Don Pedro y Don Francisco ¿quién ha de recoger el maíz?
¿Qué aprovecha si van allá ambos señores? Manda se venga Don Pedro y vaya el
Cazonci.‖2871
2869
RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, ff. 54v-55, Pp. 270-271. Cursivas nuestras.
De hecho, en un diálogo que registró la RM cuando Guzmán reprendió a Francisco Tangáxoan, se
encuentran las acusaciones que se mencionarían en el juicio en su contra: ―Y mostraron el otro oro y plata
a Guzmán y díjole al cazonçi: "¿por qué traéis tan poco? ¿No tenéis vergüenza? ¿Cómo, no soy yo
señor?". Díjole el cazonçi: "¿dónde lo habemos de haber? ¿Es otra cosa de por ahí? ¿Ya, no lo han traído
todo?". Díjole Guzmán: "mucho hay". ¿Eres, tu, señor pequeño? Si no me lo traes, yo te tractaré como
mereces, que tú eres un bellaco y desuellas los cristianos. Pues sabiendo yo esto, ¿cómo te he tractado?
¿para qué quieres el oro? Tráelo todo porque los cristianos todos están enojados contra ti, que dicen que
les hurtas de los pueblos los tributos y les robas los pueblos y dicen que te mate por la pena que les das.
Yo no los creo. ¿Por qué no me crees esto que te digo? ¿quieres morir?".‖ RM, Tercera Parte, Cap.
XXVIII, ff. 55v-56, Pp. 271-173.
2871
―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖, en: WARREN, BENEDICT. La conquista de
Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios
michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IX, Pp. 436-438.
2870
679
CRONOLOGÍA DEL CAZONCI, EN SUS ÚLTIMOS DÍAS
Diciembre 22 de 1529
Salida de la expedición de Guzmán de la ciudad de México (El
Cazonci fue enviado por delante).
Diciembre 25
La expedición en Jiquipilco.
Diciembre 27
La expedición en Ixtlahuaca.
Enero 4 de 1530
Llegada de la expedición a Tzintzuntzan (fecha aproximada).
Enero 7
Prisión del Cazonci (fecha aproximada).
Enero 22
Amenaza de tortura al Cazonci (fecha aproximada).
Enero 26
Acusaciones contra el Cazonci, traídas por Villegas.
Enero 27
Interrogatorio del Cazonci por Guzmán.
Enero 28
Testigos presentados por las dos partes.
Enero 29
Salida de la expedición de Tzintzuntzan.
Enero 30
La expedición llega a un pueblo de Villaseñor (Puruándiro).
Enero 31
La expedición llega a otro pueblo de Villaseñor.
Febrero 2
La expedición llega al Río Lerma.
Febrero 5
Acusación de traición contra el Cazonci. Es interrogado bajo
tortura.
Febrero 6
Don Pedro interrogado bajo tortura.
Febrero 7
Guzmán toma posesión de la tierra que quedaba enfrente.
Febrero 8
Don Alonso interrogado bajo tortura.
Febrero 11
Gonzalo Xuárez y Alonso de Ávalos interrogados bajo tortura.
Don Pedro va a traer los pellejos de los cristianos.
Febrero 13
Concluye el proceso. El Cazonci confrontado con el cuerpo del
delito.
Febrero 14
El Cazonci condenado a muerte y ejecutado.
CUADRO 34. FUENTE: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición
michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, P. 332.
La gran expedición de Nuño de Guzmán cuyo objetivo eran los extensos territorios no
explorados del noroccidente, estuvo preparada para salir de México a finales de 1529
(Ver Cuatro 34). Es interesante que dos fuentes indígenas mencionen fenómenos
astronómicos que fueron tomados como augurios antes de dicha partida. Ya
mencionamos como entre los tarascos, los cometas eran fenómenos que ellos
interpretaban cómo que los dioses iban a conquistar o destruir un pueblo enemigo, 2872 la
RM menciona que ―pues vinieron mensajeros cómo Nuño de Guzmán venía a la
conquista de Xalisco, con la gente de guerra, y antes que se partiese vieron los indios en
el cielo una gran cometa.‖2873 Mientras que en el Códice Telleriano-Remensis está
representado con un glifo el año 1529, y Nuño de Guzmán cabalgando en una montura
blanca, portando un pendón en forma de cruz, y del cielo estrellado emerge una gran
serpiente mostrando su lengua bífida, en letra latina está escrito: ―Año de Once Casas y
de 1529 se partió Nuño de Guzmán para Xalisco, yendo a sujetar aquella tierra. Fingen
que sale la culebra del cielo, diciendo que les venía trabajo a los naturales yendo los
cristianos allá.‖2874 Cuando estuvo todo listo, el ejército se puso en marcha antes de la
2872
Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca
prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. La RM menciona que entre los augurios que
ocurrieron antes de la conquista, que ―ansímismo dicen que vieron dos grandes cometas en el cielo y
pensaban que sus dioses habían de conquistar o destruir algún pueblo, y que ellos habían de ir a
destruille.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 233.
2873
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 56v, P. 274.
2874
Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., f. 44.
680
Navidad, probablemente el 22 de 15292875 partieron de la ciudad de México, Nuño de
Guzmán mencionó todos los bastimentos que logró reunir para su gran expedición
donde mencionó 400 españoles de pie y a caballo:
―…muy aderezados de armas y caballos doblados, sin treinta que de mi persona llevaba
para socorrer a los que faltasen y se muriesen como lo hice, andando en la guerra y con
setenta ballestas y cincuenta escopetas y doce tirillos de bronce con sus bancos y muchas
lanzas y mucha munición de saetas y casquillos e hilo de ballestas y pólvora, alpargates y
curazas para los peones y indios y ropa de rescate y otras cosas para darles, y dos fraguas y
mucho hierro y herraje y herramientas e clavazones para hacer algund bergantín si fuese
menester, y vino, vinagre e aceite y harina y una botica de medicinas y tres mil cabezas de
puercos míos e carneros e ovejas sin otros seis o siete mil que iban en el ejército y sin otras
largas provisiones de tocinos e quesos y conservas y cosas necesarias para enfermos, me
2876
partí de México y fui a la provincia de Mechoacan por me rehacer allí mejor…‖.
Nuño de Guzmán mandó por delante a Francisco Tangáxoan para que preparara
el arribo de la expedición. Después de cruzar el valle de Toluca y pisar territorio
Michoacano, la hueste llegó a Tzintzuntzan aproximadamente el 4 de enero de 1530.
García del Pilar mencionó como ―…antes que llegase á esta dicha cibdad, salió D.
Pedro, gobernador de la dicha provincia é señorío, con mucha gente de indios vestidos á
manera de guerra, por le hacer todo servicio y placer; é asní con esta fiesta entró [Nuño
de Guzmán] en la dicha cibdad…‖.2877 Guzmán mandó apresar de nuevo en sus
aposentos al cazonci;2878 la RM explica que cuando llegaron los hombres de Guzmán,
―ya estaban hechos los jubones de algodón que mandó hacer, cuatrocientos dellos, y
cuatrocientos arcos y doscientas flechas de casquillos de metal, hachas y mucho número
de las otras de cobre. Y tenían recogidas cuatro mil cargas de maíz y infinidad de
gallinas‖,2879 pero al parecer el número tan bajo de armamento hizo que Guzmán
temiera una conspiración en su contra:
―El siguiente día llevaron a Guzmán los jubones de algodón y todo lo que había mandado
hacer, y enojóse y dijo: "¿por qué traés tan pocos?". Y dijo al cazonçi: "todos los has
llevado a Cuýnao y por eso traes tan poco." Y sacó el espada y dió despaldarazos con ella a
don Pedro, y hizo echar prisiones al cazonçi y a don Pedro, y hizo llevar al cazonçi a las
casas de don Pedro, al navatlato Pilar y a Godoy, para que los amedrentasen y que dijese
del tesoro que tenía. Y como le llevaron de noche, empezáronle a preguntar: "¿es verdad
que fueron ocho mil hombres de guerra a Cuýnaho y que llevaron allá todos los jubones de
guerra y armas? Decí la verdad. ¿Cómo es aquella tierra? ¿Por qué camino habemos de ir?".
Respondió el cazonçi y don Pedro y dijéronles: "no sabemos el camino". Dijéronles los
2875
Warren describió la naturaleza contradictoria en la información en la diversa documentación impresa
y manuscrita, sobre la empresa militar de Guzmán y la muerte de Francisco Tangáxoan. Él intentó darle
cierta unidad a la diversidad de información, y las fechas que consignamos están basadas en sus
cómputos. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., nota a pie núm. 15,
P. 330.
2876
[GUZMÁN, NUÑO DE] Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue
nombrado gobernador de Pánuco en 1525, Óp. Cit., Pp. 32-33.
2877
―Relación de la entrada de Nuño de Guzmán, que dió García del Pilar, su intérprete‖, en: GARCÍA
ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. Óp. Cit., T. II, 1980,
P. 248.
2878
Al parecer Francisco Tangáxoan fue consciente que no escaparía con vida de las manos de Nuño de
Guzmán, pues mandó a decir a sus criados: ―id a decir a los viejos y a mis mujeres que ya no me verán
más, que las consuelen los viejos, que no siento bien de mi hecho, que pienso que tengo de morir, que
miren por mis hijos y no los desamparen, que cómo me ha de ver aquí. Y que se aparejen y den de comer
a los españoles, porque no me echen a mí la culpa los españoles si hay alguna falta. Que ahí están los
prencipales que tienen en cargo la gente para lo que fuere menester.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f.
56v, P.274.
2879
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 56v, P.274.
681
españoles: "¿cómo, no sois amigos los de Cuýnaho y vosotros y entráis a ellos?". Dijeron
2880
ellos "No sabemos esa tierra."‖
Sin embargo, hay testimonios que permiten inferir que tanto Francisco
Tangáxoan como Pedro Cuiniarángari conocían y tenían tratos con el pueblo de Cuinao.
En este pueblo fue donde se libró la guerra para capturar prisioneros para la coronación
de Tangáxoan II además de ser conquistado e incorporado como pueblo tributario del
Tzintzuntzan Irechequa,2881 algo que se desprende del testimonio que dio el chichimeca
Guanaj de Yurécuaro, en el juicio del cazonci, cuando le fue ―preguntado si la gente del
dicho pueblo de Cuynao, si es subjeta o sirve al dicho Cazonzi, dijo que antes que los
españoles viniesen a estas partes heran enemigos e que agora son amigos e sirven al
dicho Cazonzi.‖ 2882 Nuño de Guzmán y sus hombres torturaron a ambos gobernantes y
otros miembros de la nobleza tarasca para saber sí habían enviado un ejército para
emboscar a la expedición, así como para intentar obtener más oro de los antiguos
señores tarascos, tortura que fue interrumpida por el reclamo de fray Martín:
―Díjoles el padre al cazonçi y a don Pedro: "¿pues, sabéis el camino?". Respondieron ellos:
"no lo sabemos, ¿habemos de decir lo que no sabemos?". Díjoles le padre: "pues, ¿por qué
los tractáis desta manera?, pues no saben el camino." Dijeron ellos: "nosotros no les
hacemos mal." Y tornóse el padre al monesterio, y dijeron los españoles al cazonçi y a don
Pedro: "vamos donde está Nuño de Guzmán." Y hiciéronlos llevar a cuestas y lleváronlos
donde se había aposentado Nuño de Guzmán y prendieron a Abalos y a don Alonso, y
estaba muy enojado Guzmán y díjoles: "bellacos, ¿quién lo dijo al padre? ¿tengo os de dejar
de llevar a la guerra aunque el padre vaya tras vosotros?". Y queríase partir Guzmán y pidió
al cazonçi ocho mil hombres, y díjole al cazonçi: "envía por todos los pueblos; si no traes
tantos como te digo, tu lo pagarás." Dijo el cazonzi: "señor, envía vosotros por los pueblos,
pues son de vosotros." Díjole Guzmán: "tú solo has de inviar ¿cómo, no eres señor?".
Entonces invió el cazonçi por todos los pueblos sus prencipales. Y díjole también Guzmán:
"haz traer todo el oro de los pueblos." Díjole el cazonçi: "No lo querrán dar aunque invíe,
¿para qué tengo de inviar?". Díjole Guzmán: "si no tuvieren oro, dáles tú una troj a los
caciques para que me traigan." Y trujeron ocho mil hombres de los pueblos y conctáronlos
y mostráronselos a Guzmán. Dijo Guzmán: "basta, bien está. Mirá que no se huya nadie,
que no ha de hacer más de llevarme hasta donde voy y se volverán. De aquí a tres días me
partiré. Ya no tengo de hablar más en esto." Y empezaron a tomar los españoles los ocho
mil hombres que habían traído y repartillos entre sí, quien más podía, sin contallos, y
huyóse mucha gente y echaron presos los señores, y al cazonçi llevaronle en una hamaca
2883
con unos grillos.‖
Sin embargo, la suerte de Francisco Tangáxoan estaba echada. El último cazonci
perdió la protección de Hernán Cortés cuando éste tuvo que viajar a España para
defenderse de las acusaciones que tenía en su contra. Aún tenía mucho poder entre los
indígenas, seguían las relaciones sociales de producción y creencias antiguas, la nobleza
indígena seguía siendo respetada y venerada por la clase dominada tarasca, en pocas
palabras, el cazonci se había convertido en un estorbo para los intereses de los
conquistadores y religiosos en Michoacán; ya que los encomenderos no podían explotar
la fuerza de trabajo y la evangelización se veía obstaculizada. Desde meses antes ya se
habían hecho varias acusaciones contra Francisco Tangáxoan, por la muerte de varios
españoles y de practicar la idolatría, pero no procedieron. Fue con la presencia de Nuño
2880
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, ff. 56v-57, Pp.274-275.
Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca
prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación.
2882
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp.
Cit., Pp. 90-91.
2883
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, ff. 57-57v, Pp. 275-276.
2881
682
de Guzmán en Michoacán que se tomaron cartas en el asunto: ―…y porque tuve
información quel Caçonçi hacia gente para poner en cierto lugares por donde yo había
de pasar aunque yo le llevaba conmigo a la hora y llegado allí estando ordenando mi
partida pusieron acusación criminal al Caçonçi ciertos vecinos de México que allí tenían
indios, y por esta causa le prendí y tomada la información e pasado a tierra de guerra de
la parte de un río…‖.2884
El 26 de enero de 1530, el encomendero Francisco de Villegas presentó las
acusaciones que darían inició al juicio contra Francisco Tangáxoan, entre los cargos que
se encontraban que por culpa del cazonci los indígenas no obedecían a los españoles,
que explotaba minas de plata en secreto, que mandó matar a muchos españoles, y que
era sodomita.2885 El juicio prosiguió los siguientes días con la presentación de testigos
por ambas partes, pero el 29 de enero de 1530 la gran expedición de Nuño de Guzmán
salió de Tzintzuntzan y el proceso continuó en el camino, pasando por Puruándiro, hasta
llegar a las márgenes del río Lerma, donde Guzmán encontró un vado al que nombró
como Paso de Nuestra Señora de la Purificación de Santa María, el 2 febrero de
1530.2886 Durante los siguientes días el proceso continuó, interrogando bajo tortura a
Francisco Tangáxoan, Pedro Cuiniarángari, Alonso Ecuangari, Gonzalo Xuárez y
Alonso de Ávalos, nobles tarascos, hasta que la acumulación de testimonios, y la
presentación de unos ídolos y supuestas pieles de españoles fueron tomados como
pruebas de la culpabilidad del cazonci, por lo que fue ahorcado y quemado el 14 de
febrero de 1530, dando fin al linaje uacúsecha que se remontaba casi 300 años.
La RM menciona que no se encontraron enemigos en Cuinao, que los
embajadores encontraron a los habitantes de Cuinao sacrificados, y regresaron a con
Nuño de Guzmán para avisarle que no había peligro y que se podía avanzar. ―Y vieron
alli los cuerpos de los sacrificados y destruyó aquel pueblo. Y allí creyó quel cazonçi no
había puesto gente de guerra, ni hallaron los hoyos que le habían dicho. Fué más
adelante con su ejército a otro pueblo llamado Acuýçeo y ansí iban conquistando. Y
como halló adelante un navatlato de la lengua de Mechucan, recelóse y pensó que había
gente de Mechuacan allí, de guerra.‖2887 Pero en una carta de Nuño de Guzmán se
mencionaron más datos, él mencionó como sí había gente de guerra en ―Cainao‖, pero
al ver el tamaño del ejército, los habitantes de Cuinao huyeron a las sierras, y luego a
los señoríos vecinos, donde fueron sacrificados por los naturales.2888
Muchos de los habitantes de la provincia de Michoacán reunidos para la
expedición de Nuño de Guzmán, se desbandaron, fueron esclavizados, o ejecutados para
mantener el orden. En las últimas palabras de la RM se menciona como don Pedro
Cuiniarángari, don Alonso Ecuangari con otros nobles tarascos, fueron llevados en la
expedición hasta Jalisco, hasta que los religiosos franciscanos ―…fray Jacobo de Testera
y fray Francisco de Bolonia, y ellos le rogaron a Guzmán que dejase venir aquellos
2884
[GUZMÁN, NUÑO DE] Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue
nombrado gobernador de Pánuco en 1525, Óp. Cit., P. 33.
2885
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso,
tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp.
Cit., Pp. 39-40.
2886
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 264.
2887
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 59, P. 279.
2888
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de
1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 265-266.
683
señores a Mychuacan…‖;2889 debemos entonces imaginar que mantener como rehenes a
los nobles tarascos de mayor rango, cumplió la misma función que los nobles mexicas
en la expedición de las Hibueras, asegurar la lealtad de los grandes contingentes
indígenas movilizados. Lamentablemente son pocos los testimonios que mencionan la
participación tarasca en la conquista de Nueva Galicia, pero la RM menciona que fue
una participación de miles de tarascos que fueron obligados a enrolarse, en una campaña
que se extendió de 1529 a 1536.
La participación tarasca en la conquista y colonización del norte de la Nueva España
Entre los aspectos más importantes que tuvieron gran peso en las décadas posteriores a
la entrega del señorío y conquista relativamente pacifica del Tzintzuntzan Irechequa por
parte de los españoles, se encontró el carácter fronterizo de Michoacán respecto a los
extensos territorios inexplorados al norte de la Nueva España; en el aspecto económicolaboral las encomiendas y el repartimiento permitieron a los españoles apropiarse de los
medios de producción, la mano de obra y del plusproducto; y en el aspecto
demográfico-poblacional, los tarascos no sólo fueron importantes aliados en las
campañas militares, sino que también participaron con contingentes de población para la
colonización de los nuevos territorios explorados.
―Esta alianza no debe considerarse circunstancial ni esporádica, ya que pudo tener su origen
ni más ni menos que en la experiencia guerrera, expedicionaria y metalurgista de los
tarascos, en territorios que posiblemente conocían sus ancestros, antes de la configuración
2890
político-territorial del occidente mesoamericano a finales del siglo XV.‖
Los movimientos de contingentes tarascos hacia los diferentes lugares de la
Nueva España, especialmente al norte, dio como resultado un complejo proceso que
puede ser calificado como una diáspora tarasca, donde mercaderes, mineros, y soldados
de ésta etnia, participaron en la conquista y colonización de los territorios conquistados
por los españoles en América del Norte. La presencia de toponímicos tarascos al norte
de Michoacán, como lo son Guanajuato y Querétaro, Surutato o Badiraguato en Sinaloa,
y Santiago Papasquiaro en Durango, son testimonio de la presencia tarasca en las
siguientes décadas en estos territorios.2891
La larga campaña de conquista que emprendió Nuño de Guzmán en Nueva
Galicia, no tuvo el mismo rápido resultado que sí se obtuvo en las grandes entidades
políticas indígenas de la Nueva España, donde el control indirecto por medio de la
nobleza indígena, permitió a los españoles controlar el territorio de forma efectiva en
tan solo una década. En Nueva Galicia, existieron numerosos señoríos indígenas de
diverso poderío que luchaban entre sí, además de pueblos nómadas o semi nómadas con
un modo de producción y organización política distintos, que dificultó que los españoles
dominaran de forma efectiva las grandes extensiones territoriales al noroccidente de la
2889
RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 59, P. 279.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los
inicios de la época colonial‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad.
Ensayos del seminario de historia colonial de Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3), 1997, Pp. 144-146.
2891
Para un estudio sobre el tema véase CASTRO GUTIÉRREZ, FELIPE. Los tarascos y el imperio
español, 1600-1740. México, Universidad Nacional Autónoma de México- Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo, (Serie Historia Novohispana núm. 73), 2004.
2890
684
Nueva España, siendo constantes las rebeliones indígenas en la región por los malos
tratos de los conquistadores.
La pacificación de estos territorios benefició el avance español a los territorios
del norte, y la guerra fue una excelente justificación para esclavizar a los indígenas
nómadas, considerados como bárbaros a través de la guerra justa. Además la
información de supuestas riquezas proporcionada por Álvar Núñez Cabeza de Vaca,
Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y el esclavo africano
Estebanico, que naufragaron en Florida en 1526, y recorriendo a pie el suroeste del
actual EUA y norte de México hasta llegar a la Nueva España en 1536, fueron el
aliciente para que Francisco Vázquez de Coronado emprendiera su gran expedición a
los actuales territorios de Nuevo México, donde participaron cientos de auxiliares
indígenas, entre los que debieron encontrarse tarascos y otros pueblos de Michoacán.
Los maltratos contra la población nativa dio paso a la insurrección. Las primeras
rebeliones ocurrieron en 1538, cuando unos caciques asesinaron a varios encomenderos
y religiosos, situación que duraría hasta 1541, siendo la situación insostenible, y
provocando la huida de los españoles de los territorios localizados al sur y más seguros.
Los indígenas sublevados comenzaron la fortificación de lugares estratégicos, como lo
fueron los peñoles de Juchipula, Nochistlán, El Teúl y Teocaltiche. Las noticias llegaron
a Cristóbal de Oñate, hombre que participó en la expedición de Nuño de Guzmán y que
en ese momento era gobernado de Guadalajara, quien mandó a Miguel Ibarra para estar
al tanto de la rebelión. Encontró a los alzados en el peñol del Mixtón, después de pedirle
a los insurrectos que regresaran a sus pueblos, los españoles fueron atacados por
sorpresa y derrotados, por lo que los españoles tuvieron que huir. Está noticia extendió
aún más la rebelión entre los indígenas de los territorios vecinos. Los cabecillas de la
rebelión fueron los indígenas caxcanes Tenamaxtle, Petacal y Tenquilitl. Oñate pidió el
socorro del conquistador Pedro de Alvarado, que se encontraba cerca de la región, pero
murió en una refriega arrollado por un caballo. La rebelión creció tanto, que los
sublevados sitiaron Guadalajara, pero los defensores de la plaza lograron resistir el
ataque.2892
Dado lo alarmante de la situación, y con el peligro de que la rebelión indígena se
extendiera a la Nueva España y pusiera en peligro la existencia del virreinato, el virrey
Antonio de Mendoza preparó en persona una expedición para sofocar la insurrección,
―llevando consigo al ejército más grande de la época virreinal, compuesto por 50 mil
indios aliados y 300 hombres a caballo, 100 peones a pie, 50 arcabuceros, 50 de rodela
y con ballesteros.‖2893 El noble don Francisco de Sandoval Acazitli mandó escribir una
relación de su participación a las órdenes del virrey Antonio de Mendoza, y se
menciona la participación de indígenas aliados de diversos pueblos, como Amecameca,
Tenango, Xochimilco, Tlalmanalco, Metztitlán, Etzatlan, Soconusco, Tehuantepec,
Coyoacán, y así como tlaxcaltecas, huejotzincas, quauhquechultecas, mexicas,
texcocanos, xilotepecas, acolhuas, chalcas, zapotecas, otomíes, y tarascos.2894 Estos
auxiliares indígenas participaron como guerreros, exploradores, porteadores, arrastraban
2892
MEDRANO ENRÍQUEZ, ANGÉLICA MARÍA. Arqueología del conflicto. La Guerra del Mixtón
(1451-1542) vista a través del peñol de Nochistlán., Óp. Cit., Pp. 75-80.
2893
Ibíd., P. 81.
2894
―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique y señor natural que fué
del pueblo de Tlalmanalco…‖, Óp. Cit., Pp. 308, 311, 320, 322, 323, 325; MEDRANO ENRÍQUEZ,
ANGÉLICA MARÍA. Arqueología del conflicto. La Guerra del Mixtón (1451-1542) vista a través del
peñol de Nochistlán., Óp. Cit., P. 86.
685
la artillería, y abrían caminos para facilitar el trasporte. Después de una larga campaña y
cruentos combates, el ejército de Antonio de Mendoza logró sofocar el levantamiento.
Después de la victoria de los ejércitos virreinales, el avance español prosiguió al
septentrión novohispano. En 1542, fray Juan de San Miguel avanzó desde el pueblo de
Acámbaro hacía el norte, para fundar la villa de San Miguel, que se convertiría en un
enclave vital en la frontera con los chichimecas. Hacia 1546 se descubrieron las minas
de Zacatecas, lo que provoco que los esfuerzos de los españoles se enfocaran en la
colonización y explotación del mineral argentífero, para lo cual fue necesario la
creación de una infraestructura adecuada de caminos, la producción de alimentos,
bienes y mano de obra, que recayó en la población indígena. Para la mitad de la década
de 1550, se empezaron a explotar las minas de Guanajuato, que también requirió de una
compleja infraestructura para su explotación, extendiendo la red de caminos hacia el
sur, de donde se obtenían alimentos y fuerza de trabajo. En éste avance español a las
minas, se encuentra documentada la presencia tarasca, fungiendo como colonos,
mineros, comerciantes, hombres de armas, traductores y auxiliares en la
evangelización.2895
La victoria virreinal en la guerra del Mixtón y la posterior colonización, no
supuso la pacificación de los territorios norteños, al contrario, sería sólo la antesala de
una guerra más cruenta y larga que duraría hasta el siglo XVII, que enfrentaría a los
españoles y los indígenas auxiliares contra los pueblos nómadas y semi nómadas de la
llamada Gran Chichimeca, que opusieron una gran resistencia a la colonización hispana,
cuyo motor económico fue la minería y cría de ganado.2896 El combate contra los
llamados chichimecas fue posible gracias a la participación de los indígenas aliados, que
fungieron como auxiliares. Un caso notable para el caso tarasco es el de Antonio
Huitziméngari, hijo del último cazonci Francisco Tangáxoan, y gobernador de los indios
de la provincia de Michoacán. El 30 de septiembre de 1551, el virrey Luis de Velasco,
ordenó al alcalde mayor de la provincia de Michoacán, Rodrigo Maldonado, que ―se
envíe a los llanos y pueblos de Sant Myguel hasta mil indios tarascos aderezados y a
punto de guerra, para que los tales indios entiendan en lo que por Hernan Perez de
Bocanegra, a quien está cometido el castigo de los delitos y excesos que los
chichimecas de los dichos llanos han hecho…‖, para tal efecto, tenía que acudir ―con
don Antonio, gobernador de esa provincia, y deis orden como en toda brevedad se
junten y lleguen hasta mil tarascos con algunos principales, así juntos los encarguéis al
dicho don Antonio para que los lleve como capitán y a su cargo donde estuviere el
dicho Hernan Perez de Bocanegra…‖.2897
Más de un mes después, el 16 de noviembre de 1551, el virrey ordenó que los
tarascos que fueran a la pacificación de los chichimecas, obedecieran a Antonio
Huitziméngari y lo tuvieran como juez capitán, además que a Hernan Perez de
2895
PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―La presencia tarasca en el norte de la Nueva España: siglo XVI y
primera parte del XVII‖, en: Revista de Historia de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
México, Universidad Juárez del Estado de Durango-Instituto de Investigaciones Históricas, 2015, Nueva
Época, núm. 7, enero-diciembre, Pp. 44-62.
2896
La obra clásica sobre la Guerra Chichimeca es la escrita por POWELL, PHILIP WAYNE. La Guerra
Chichimeca (1550-1600). Traducción de Juan José Utrilla, 1ª reimpresión, México, Fondo de Cultura
Económica, (Sección de Obras de Historia), 1985.
2897
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Editor); CÁRDENAS MORARES, VÍCTOR; PIÑÓN FLORES,
IRAÍS; PULIDO SOLÍS, TRINIDAD. Y por mi visto…Mandamientos, ordenanzas, licencias y otras
disposiciones virreinales sobre Michoacán en el siglo XVI. México, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1994, P. 76.
686
Bocanegra, ―al cual mando que a la gente que llevare el dicho don Antonio no los ocupe
ni conscienta que sean ocupados en el llevar cargas ni servir a españoles ni en otras
cosas, si no fuere en lo que tocare a la guerra y en servicio de su majestad…‖.2898 Esta
última ordenanza del virrey es muy importante, porque en caso de que se haya
cumplido, los 1000 tarascos que fueron a la pacificación, lo hicieron en su mayoría
como guerreros, y no como tamemes, pesada tarea que cumplieron los indígenas
auxiliares en las expediciones españoles en las décadas pasadas desde la conquista. Sin
embargo, esto pudo deberse a que fue un ejército bajo las órdenes del Antonio
Huitzimérngari, pues Luis de Velasco, ordenó en dos ocasiones en 1553 al alcalde
Rodrigo Maldonado, que los encomenderos dieran indios armados para ir contra los
chichimecas y guachichiles: ―Por la presente os mando que requiráis a las personas que
así tienen indios encomendados y en corregimiento, luego, sin poner excusa ni dilación
alguna vayan y envíen cada uno para con sus armas y caballo a punto de guerra para que
en él sirvan a su majestad…‖.2899
Más información sobre la participación tarasca en la pacificación de los
territorios norteños, al mando de don Antonio Huitziméngari, la encontramos en otro
documento muy importante, pues el hijo del cazonci mandó realizar su relación de
méritos y servicios en 1553, varias de las preguntas pedían contestar que si se sabía de
su participación y de guerreros tarascos en la pacificación de guachichiles y
chichimecas bravos, por lo menos en tres ocasiones, que sí él había gastado de su dinero
para equipar con bastimentos, armas y caballos, y que ―llevó más de dos mil tarascos
muy bien armados‖, y que el mismo ―don Antonio por su persona hizo una cabalgada en
donde prendió más de cuatrocientos enemigos que se tornaron vivos a prisión sin más
de otros doscientos que flecheros e mataron en la pelea para poder tomar vivos a los
demás.‖. Precisamente uno de los testigos fue el capitán Hernán Pérez de Bocanegra.
Todas las respuestas fueron afirmativas y hablaron favorablemente de Antonio
Huitziméngari.2900
La conquista y la colonización por parte de los europeos, trastocó
profundamente el mundo indígena del antiguo Michoacán, en menos de treinta años. Sí
en el pasado la empresa expansionista tarasca prehispánica, justificada en que los dioses
del cielo le dijeron a su hijo, el dios Tirepenie Curícaueri, que conquistara toda la tierra
y fuera rey, con el objetivo de la apropiación de tributos, aumentar los vasallos y
dominios, y capturar prisioneros para sacrificar, no había logrado traspasar mucho hacia
el norte de la cuenca del río Lerma; ahora el hijo del último cazonci, supremo
gobernante de los señores uacúsecha o ―águilas‖, y los guerreros indígenas de la
provincia de Mechuacan, luchaban en los climas desérticos norteños, pero ahora para
engrandecer la gloria del Dios único y verdadero, expandir los reinos de un gran
Emperador (cuyo escudo de armas era un águila bicéfala), y abrir y proteger el camino
de la plata, cuyos emisarios eran hombres nuevamente creados, blancos, barbados, con
sombreros de fierro, y que habían venido de donde el cielo se junta con el mar.
2898
Ibíd., Pp. 82-83.
Ibíd., Pp. 138-139.
2900
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60,
núm. 2, Ramo 3, ff. 14-5.
2899
687
IV.
CONCLUSIONES
La presente investigación referente a la guerra en el Michoacán prehispánico en el
Posclásico Tardío, ha partido de marco teórico-metodológico concreto, que nos ha
permitido interpretar una selección amplia de fuentes e historiografía sobre la sociedad
tarasca, desde las dos últimas centurias de la era prehispánica a los primeros momentos
de la época colonial. Fue necesario poner énfasis en las dificultades de intentar
investigar una sociedad pretérita desaparecida, de carácter preindustrial y no-occidental,
y de la cual dependemos en su mayoría de fuentes de sesgo occidental, interpretadas
desde el presente en una sociedad postindustrial. Así, nuestra interpretación partió desde
el materialismo histórico como el eje rector, pero no desde una posición anquilosada y
dogmática, sino desde una posición crítica que nos ha permitido complementar o afinar
las herramientas de investigación, tendiendo puentes con otras disciplinas y posturas
teóricas, tratando de mostrar una propuesta interpretativa del pasado coherente e integra.
La metodología del materialismo histórico pone énfasis en iniciar el estudio de
la realidad material, investigando la producción de los medios de vida inmediatos y la
correspondiente fase económica de desarrollo de una sociedad. Conociendo estos
aspectos, tenemos una base con la cual podemos enfocarnos en como la concepción del
mundo, las instituciones de gobierno, las formas culturales de comida, vestimenta,
arquitectura o artísticas, los sistemas de creencias, y por supuesto, las concepciones
sobre la guerra. Dado que el aspecto económico de la sociedad tarasca prehispánica ha
recibido poca atención por parte de los investigadores, y que los estudios que se han
realizado han sido breves o han quedado desfasados por la nueva información o nuevos
posicionamientos teóricos, nos vimos en la necesidad de hacen una revisión del Modo
de Producción Asiático y el Modo de Producción Hidráulico, modelos teóricos que
habían sido usados para explicar a la sociedad tarasca.
Al hacer la revisión de estos modelos, detectamos que las investigaciones que
fueron realizadas bajo estos enfoques, estuvieron determinadas por posiciones
dogmáticas y teleológicas del marxismo, o por aceptar a raja tabla un modelo sesgado
cuyo nacimiento fue producto de la propaganda anticomunista de las primeras décadas
de la Guerra Fría. Así, revisamos las posiciones críticas del ―retorno a Marx‖ que
surgieron al publicarse los textos inéditos de los autores clásicos del marxismo en la
segunda mitad del siglo XX. Con estos elementos críticos pudimos hacer un análisis
nuevo de la base material de la sociedad tarasca del Posclásico Tardío.
Gracias a las fuentes históricas y a investigaciones anteriores, podemos
caracterizar al Tzintzuntzan Irechequa como una sociedad compleja de tipo estatal,
donde la sociedad tarasca estaba altamente estratificada, pero pudiéndose identificar dos
clases antagónicas: una clase dominante con acceso al poder político que retuvo la
tenencia de los medios de producción, el acceso a los recursos naturales, explotó la
mano de obra de la clase dominada, impuso sus directrices ideológicas, y que además
pudo coordinar una compleja red de apropiación, recolección y redistribución de los
excedentes; y una clase dominada sin acceso al poder político, que conformó la mayoría
de la sociedad tarasca prehispánica, con algunos derechos comunales sobre la tierra y
los recursos naturales, pero que el plusproducto de su trabajo se destinaba a pagar el
tributo requerido por la clase dominante, siguiendo la imposición ideológica del linaje
gobernante de los uacúsecha y cuya mano de obra permitía la producción y
reproducción de la economía política tarasca.
688
La cohesión y dominio que la clase dominante tarasca pudo sobresalir en un
territorio con una gran diversidad étnica, lingüística y religiosa, gracias a la articulación
entre el parentesco y la imposición al culto patrono de los uacúsecha, Curícaueri, por
medio de la coerción violenta y simbólica. A través de alianzas y conquistas, el linaje
uacúsecha logró imponerse como el grupo dominante hierocrático en el Michoacán
prehispánico, pero otros linajes orbitaron alrededor de éste, conformando alianzas
matrimoniales que aseguraron la lealtad de los linajes y sus miembros adscritos
personalmente con la familia gobernante. Otros grupos humanos adscritos
territorialmente mantuvieron derechos sobre la tierra, pero reconociendo la supremacía
de Curícaueri y como vasallos del cazonci. El Estado tarasco implementó diferentes
estrategias de dominio territorial, asegurando la lealtad y estabilidad de su territorio
central mediante la ―tarasquización‖, es decir, imponer los valores culturales e
ideológicos del grupo étnico dominante, mientras que en la periferia implementó la
segregación étnica, donde los pueblos no-tarascos reconocían la autoridad del cazonci y
resguardaran las fronteras de ataques enemigos. Pero no debe olvidarse que en la
periferia operó un paulatino proceso discreto de ―tarasquización‖, de manera que hacia
el futuro esa periferia no lo fuera más.
Gracias a la revisión teórica de la propuesta marxista del Modo de Producción
Asiático, podemos caracterizar la economía política de la sociedad tarasca como de tipo
Modo de Producción Tributario, en que el Estado como ―unidad superior‖, cuyo
máximo gobernante, el cazonci, junto a los demás miembros de la clase dominante,
extraía, se apropiaba y redistribuía el plusproducto de los diferentes pueblos que
existieron en el Tzintzuntzan Irechequa, independientemente de las formas de las
relaciones sociales de producción, ya hayan sido gentilicias (Personenverband),
territoriales (Territorialverband), o comunales, y de las diferencias étnicas, lingüísticas
o religiosas. Esta economía política de reproducción, le permitió a la clase dominante
tarasca tener toda una infraestructura para el ataque y defensa del territorio frente a otras
entidades militaristas mesoamericanas.
Otro aspecto que el materialismo histórico nos permitió enfatizar, fue que a
pesar de que el Tzintzuntzan Irechequa contó con una compleja economía política que
permitió la producción y reproducción de la vida material, el carácter preindustrial y
agrícola de las sociedades mesoamericanas, les impedía mantener guerras de conquista a
gran escala durante períodos de tiempo prolongados. Fue necesario revisar el
conocimiento matemático, astronómico, calendárico y agrícola tarasco, para detectar
que la fiesta de la guerra tarasca, Purécoraqua o Purécotaquaro, que tenía lugar a
finales de febrero, después de haber cosechado y transcurrido el invierno, y justo antes
de que se iniciaran las siembras, por lo que la población masculina podía ser movilizada
en masa a los campos de batalla.
Para abordar el tema central de nuestra investigación, fue necesario partir de una
postura teórica clara sobre la guerra; al ser un vocablo tan usado para designar una
multitud de fenómenos de la realidad presente, se ha convertido en un concepto
polisémico ambiguo. Revisando las definiciones del concepto desde la antropología,
sociología, y psicología, podemos considerar que la guerra es un fenómeno violento y
mortal entre grupos humanos, de forma sistematizada, continua y con ciertas reglas, por
el cual cada grupo pretende imponer su voluntad al contrario. Los factores que causaron
que la guerra fuera una práctica constante por grupos humanos, se hallan esencialmente,
en la realidad objetiva material (geografía, ecología, economía, etcétera), y por el
significado material, religioso, étnico o ideológico que cada grupo otorgue a estos
689
aspectos. La guerra además se intensificó con la aparición de sociedades humanas
complejas de tipo estatal, y su difusión a que es un fenómeno cultural, y al
expansionismo europeo sobre el mundo; al ser un fenómeno histórico y cultural, ha
cambiado a lo largo del tiempo y latitudes, por lo que las causas particulares y guerras
particulares han dependido de las motivaciones de individuos o grupos de cada
sociedad.
La guerra en Mesoamérica ha sido una línea de investigación con una tradición
historiográfica que se remonta a la época colonial, pero que tuvo su profesionalización
en el siglo XIX. Esta historiografía ha contado con dos grandes vertientes: los que han
puesto el acento en los aspectos superestructurales del fenómeno, como lo simbólico,
religioso e ideológico, concluyendo que la guerra tenía como finalidad la captura de
prisioneros para sacrificar; y una segunda escuela que ha puesto más peso en los
aspectos estructurales, como la eficacia del armamento, arqueología experimental,
logística, organización militar y los efectos menos sacros y político-económicos de la
guerra, pero sin dejar de lado los aspectos superestructurales. La historiografía sobre la
guerra entre los tarascos ha sido muy poca, y prácticamente ha tenido un tratamiento
literario, enfocado en exaltar la superioridad de defensa militar que tuvo el Tzintzuntzan
Irechequa frente a los mexicas; a veces sólo se mencionan estos conflictos como el
único mérito de los tarascos, por haber derrotado a los mexicas, como sí su papel en la
historia sólo haya sido ese. La presente investigación puede inscribirse en la segunda
escuela, donde hemos puesto atención los aspectos estructurales de la guerra tarasca,
pero sin dejar de atender también los aspectos ideológicos con los cuales los uacúsecha
justificaron, dominaron y motivaron a la población para encausar los esfuerzos de la
empresa expansionista de Curícaueri. En 1985 José Lameiras propuso un método para el
estudio de la guerra en Mesoamérica, el cual nos ha guiado en la presente investigación.
Para investigar los aspectos superestructurales, hicimos una revisión
historiográfica de la mayoría de los autores que han tratado la religión tarasca
prehispánica, pero la información que presentamos está basada en fuentes publicadas
del siglo XVI, y no se hizo un trabajo profundo de archivo; a pesar de las dificultades
existentes para comprender la cosmovisión prehispánica tarasca, tratamos de mostrar
una interpretación del sistema de creencias tarasco al momento de la llegada de los
españoles. La religión fue uno de los pilares ideológicos por los cuales los uacúsecha
justificaron la conquista violenta de diversos grupos humanos, que habitaron en el
Occidente de Mesoamérica prehispánico; por medio del discurso zuyuano, en que el
dios patrono Curícaueri fue impuesto como hermano mayor de las deidades ―adoptadas‖
de otros linajes y grupos étnicos, en diversos sistemas de creencias que no se
contraponían, los tarascos lograron conformar un panteón en que todas las deidades se
sumaron a la empresa de acrecentar el señorío de Curícaueri y ordenar el mundo de
acuerdo a un plan divino y cósmico.
Gracias a que conocemos el sistema de creencias tarasco a partir de las pocas
fuentes existentes, podemos mencionar que en el Tzintzuntzan Irechequa existieron por
lo menos tres causas y tres tipos de guerra practicados. La guerra total o absoluta se
justificó para la defensa de amenazas extremas o para el escarmiento de poblaciones que
no podían ser integradas al Estado tarasco; la forma en que se practicó supuso la
aniquilación de los guerreros y/o la destrucción de los pueblos enemigos, además de la
obtención de botín. Las guerras rituales, cuya causa estuvo justificada por la religión,
estuvo sujeta a ciertas reglas para luchar, y cuyo objetivo primordial era la captura de
prisioneros. La guerra instrumental se justificó en la misión de los uacúsechas de
690
acrecentar el señorío Curícaueri, su objetivo fue la de apropiarse de los recursos
naturales del territorio, usufructuar la fuerza de trabajo, apropiarse del plusproducto, e
imponerse política e ideológicamente sobre los enemigos.
Esta violencia mortal coordinada por la clase dominante tarasca por medio del
Estado, fue practicada por los ejércitos del cazonci. Estos ejércitos tuvieron una
composición social y étnica diversa; la misma clase dominante conformó un ejército
semi-profesional que se encargó que comandar a masas de guerreros no profesionales,
enrolados por medio de la leva y por la obligación tributaria, tanto de origen tarasco
como de los pueblos conquistados chichimecas, chontales, cuitlatecas, escomaecha,
matlatzincas, otomíes, ocúmecha, huetamaecha, nahuas, etcétera. El tamaño de estos
ejércitos pudo haber variado, aunque no existen cifras confiables, las estimaciones a
partir de la información documental indica que pudieron haber sido desde algunos
cientos de guerreros, hasta 8000 o 12,000 guerreros para una campaña de conquista
fuera de las fronteras, y hasta 32,000 u 80,000 en una emergencia de defensa del
territorio del Tzintzuntzan Irechequa. Estas masas de guerreros eran llevados al campo
de batalla y comandados por un complejo sistema de mando, cuya figura jerárquica
superior fue el cazonci, seguido del capitán general de las guerras y un consejo supremo
conformado por señores de alto rango. Debajo en la cadena de mando se encontraban
otros funcionarios encargados de defender las fronteras, y de la redistribución del
tributo para el sustento de la infraestructura militar dentro del territorio. Otros
funcionarios de menor rango se encargaron de la producción y almacenamiento de
armamento, así como de la información obtenida del espionaje. En el campo de batalla,
los ejércitos se organizaban en escuadrones de 400 guerreros, al mando de un capitán,
con un alférez, sacerdotes que llevaban a los dioses a cuestas, y guerreros, que se
encargaban de combatir y cargar los bastimentos necesarios. Durante la batalla, se
utilizaron diversas formas de comunicación para dar órdenes, tales como sonidos de
instrumentos musicales como caracoles, tambores, silbatos o chiflidos; o visuales como
señales de humo y quizás las banderas de plumas o tela de algodón, también sirvieron
para trasmitir las indicaciones de los comandantes.
La información sobre el reclutamiento y entrenamiento de los guerreros del
Tzintzuntzan Irechequa es prácticamente nula. Por la información colonial sabemos que
la edad en que la población masculina prehispánica podía adquirir matrimonio era a los
14 años, es probable que en esta etapa de la vida, los jóvenes indígenas iniciaran su vida
en los menesteres castrenses. Además, los deberes militares debieron depender de un
sistema de edades, en que los guerreros tuvieron cierto rango y responsabilidad,
dependiendo de la edad, la experiencia adquirida y la clase social a la que pertenecían.
El entrenamiento de los guerreros parece que era parte del conocimiento cotidiano que
se trasmitía de padres a hijos, en las faenas de la vida cotidiana. Se menciona que los
señores tarascos iban de cacería al monte, donde probablemente se aprendían distintas
habilidades, como sobrevivir de la naturaleza, seguir el rastro de la presa y cazarla,
obtener dureza física, el uso de ciertas armas como el arco y el hacha, y la generación de
un esprit de corps, que le daba cohesión a los integrantes de una partida de cazadoresguerreros. Las fuentes mencionan estructuras especiales llamadas ―casa del águila‖
donde se reunían los guerreros, y fiestas donde se ejercitaban en combates gladiatorios,
por lo que estas eran las ocasiones en que los guerreros de la clase dominante se
ejercitaban en las armas.
Sobre el entrenamiento de los guerreros de la clase dominada hay menos
información, pero hay indicios de que los campesinos de la leva, también se adquiría del
691
conocimiento transmitido de padres a hijos en las faenas cotidianas de la vida agrícola.
En ambos casos, la ideología de la clase dominante coadyuvó a que los guerreros
tuvieran motivación para ir a la guerra, ya fuera por convicción, por la amenaza de
coerción, o por el botín y movilidad social que se otorgaron por luchar en el campo de
batalla. También había cuerpos auxiliares del ejército, como tamemes, curanderos,
espías, guerreros encargados de mantener el orden internó, y especialistas en la
construcción y mantenimiento de obras defensivas.
Como ya se mencionó, el Estado tarasco contó con una compleja economía
política que permitió la producción y la reproducción de la vida material. Parte del
plusproducto apropiado por la clase dominante a través del tributo, se utilizó para el
sostenimiento de los ejércitos tarascos. Las fuentes mencionan que mucho del alimento
almacenado se destinó a la guerra, es decir, al ejército. Así, mientras los ejércitos del
cazonci se encontraron dentro del territorio del Tzintzuntzan Irechequa, lograron
satisfacer sus necesidades materiales gracias a los alimentos almacenados en las trojes
de la guerra, pero cuando se realizaron campañas fuera de las fronteras, los guerreros
vasallos del cazonci recurrieron a la depredación y saqueo de los bienes y territorio de
los enemigos.
Los ejércitos del cazonci guerrearon en el campo de batalla con la panoplia
típica mesoamericana del Posclásico Tardío. En las fuentes históricas encontramos
referencias al uso de armas de largo alcance como arcos y flechas, hondas y
lanzadardos; de combate cuerpo a cuerpo como porras, macuahuitl, lanzas, hachas,
cuchillos, y un arma especial usada por los guerreros quangáriecha; así como
armamento defensivo como armaduras de algodón, petos de hilo de maguey, y escudos
de cañas muy resistentes. Algunas de estas armas tuvieron una carga simbólica, por
ejemplo el arco y la flecha eran insignia de la clase dominante tarasco-uacúsecha,
aunque por otras fuentes se sabe que el arco y la flecha eran usados para la cacería por
la gente común. Un arma que sí fue de uso exclusivo de los guerreros quangáriecha fue
un arma de 1.6 m de largo, con unos ganchos. La descripción del arma no es clara, y las
tres representaciones conocidas no proporcionan muchos datos sobre su funcionamiento
y eficacia en combate, por lo que es necesario hacer más investigaciones de este
artefacto. El uso de piedras en la batalla, era considerado como una acción de la gente
baja o cuando se terminaban las municiones. Contrariamente a la creencia de que el
armamento usado en la guerra en Mesoamérica sólo estaba diseñado para heir a los
contrincantes y para la captura de prisioneros, la arqueología experimental ha permitido
concluir que la capacidad de daño que podía provocar el armamento prehispánico podía
a ser mortal, y la guerra iba más allá que sólo obtener cautivos para el sacrifico. El
variado armamento usado por los guerreros tarascos, hizo que existieran diferentes
sistemas de armamento y unidades específicas, conjuntos de guerreros que dependiendo
del tipo de armamento que se empleaba, (a larga distancia o cuerpo a cuerpo), ocupaban
un lugar y papel en la batalla.
También se analizaron la indumentaria, atavíos e insignias usadas por los
antiguos guerreros del Tzintzuntzan Irechequa, elaborados con una gran variedad de
materiales y formas. Estos artefactos sirvieron para expresar los valores identitarios de
la cultura tarasca, así como para diferenciar el estrato social al que se pertenecía, pero
también para que en el campo de batalla los contingentes de guerreros distinguieran
entre aliados o enemigos, así como los rangos militares. Entre estos atavíos se
encontraban partes de animales, bezotes, orejeras, narigueras, brazaletes, collares,
calzado, banderas, pintura corporal, así como camuflaje. Hay breves referencias que
692
indican que las armas y atavíos usados por los guerreros de la clase dominante eran
almacenados en lugares especiales, bajo protección del Estado, como las trojes
dedicadas a resguardar a los dioses. Aunque se hace mención a restricciones y castigos
severos sobre el uso adecuado de los atavíos por parte de los pobladores, no
encontramos ninguna referencia a que el armamento estuviera rígidamente regulado por
el Estado tarasco.
Entre los elementos culturales que se propusieron para la definición de
Mesoamérica, se encontraba la presencia de órdenes militares encargadas de sacralizar
la violencia. Este tópico ha sido trabajando ampliamente en varias regiones
mesoamericanas, pero prácticamente ha pasado inadvertido para el caso del Michoacán
prehispánico. Al cuestionarnos la existencia de órdenes militares entre los tarascos
prehispánicos, detectamos un grupo de guerreros pertenecientes a la nobleza tarasca
llamados quangáriecha, ―valientes hombres‖, que explícitamente son mencionados
como ―caballeros‖. Al analizar a este grupo de elite, detectamos que compartieron una
serie de elementos que los permite identificar con una orden militar, como lo son un
código de honor propio, fortaleza física y pericia en el combate, el uso de
modificaciones corporales, atavíos y armamento exclusivos para la guerra;
pertenecieron a la clase dominante y ocuparon cargos de gobierno, así como la capitanía
de los escuadrones en la guerra. Fue en la guerra donde precisamente se puede
interpretar su papel como sacralizadores de la violencia, pues el planeta Venus, en
tarasco hozqua quangari. ―estrella valiente‖, era asociado al Dios del Lucero,
probablemente el dios Hurendequauecara, ―lo primero que parte en el horizonte‖; así,
los quangáriecha eran los primeros en entrar en combate capitaneando los escuadrones
de la guerra, y probablemente los últimos en abandonar el campo de batalla, tal como se
percibe al planeta Venus en la bóveda celeste, el primer astro en aparecer en el
firmamento al atardecer, y el último en ocultarse al amanecer. La importancia de estos
guerreros quangáriecha se registró en la época colonial, donde aparecían como los
personajes que delimitaban las sementeras del cazonci y las sementeras de los
campesinos de los pueblos, además de aparecer en varios documentos pictográficos.
Los tarascos efectuaban diversos actos rituales y ceremoniales, con los cuales
sacralizaban la guerra; aunque muchos rituales se efectuaban en otras ocasiones, como
el autosacrifico (ayunos o extraerse sangre de diversas partes del cuerpo), sacrificios
humanos, adivinación, hechicería, astrología y nahualismo, las fuentes mencionan
rituales específicos relacionados con la guerra. El más importante de ellos era la
―ceremonia de la guerra‖, en la cual se reunían varios sacerdotes de distintos rangos, y
quemaban ―olores‖, pelotillas de tabaco, plumas y copal en las hogueras, y a cierta hora
de la noche, empezaban a pronunciar una oración empezando por sus enemigos más
importantes, con la creencia que al mencionar los nombres de los señores enemigos, los
dioses les darían la victoria en el campo de batalla; esta ceremonia era efectuada al
mismo tiempo en los pueblos del Tzintzuntzan Irechequa. Otro ritual importante está
relacionado con la apropiación del territorio, en el cual los señores uacúsecha clavaban
flechas en el suelo para simbolizar la conquista del territorio.
Durante el Posclásico Tardío existieron dos grandes potencias en Mesoamérica
que se enfrentaron entre sí hasta la llegada de los españoles, el Tzintzuntzan Irechequa y
la Excan Tlatoloyan. Ambas manejaron discursos zuyuanos para justificar la expansión,
de Curícaueri o Zinzuviquixo (Huitzilopochtli), sobre los diversos pueblos que cayeron
bajo su órbita. A alrededor del año 1450, en que los tarascos y mexicas empezaron a
consolidar y extender su dominio más allá de las cuencas de Pátzcuaro y Texcoco, se
693
conformó la frontera tarasco-mexica, que se extendió desde Yuririapúndaro en el Norte,
hasta Tetela del Río en el Sur. Durante las décadas siguientes, las clases dominantes
tarasca y mexica con el cazonci y huey tlatoani al frente respectivamente, libraron
cruentas campañas y batallas con la intención de traspasar la frontera enemiga,
manteniéndose un relativo equilibrio de poderes hasta 1520. Los tarascos habían
intentado conquistar el valle de Toluca después de 1460 sin lograrlo; cuando los
mexicas conquistaron a los matlatzincas, estos se encontraban debilitados por las
guerras libradas contra los tarascos en los años anteriores. El huey tlatoani Axayácatl
emprendió una gran campaña contra el Tzintzuntzan Irechequa en 1476-1477, donde fue
derrotado desastrosamente. El prestigio adquirido por el cazonci Tzitzíspandácuare fue
tan grande, que varios pueblos habitantes del valle de Toluca, como los matlatzincas,
mazahuas, otomíes o chontales, fueron a refugiarse y convertirse en vasallos del cazonci
para buscar protección de los abusos y pesados tributos que eran impuestos por los
mexicas. Estos grupos étnicos poblaron gran parte del territorio limítrofe con la Excan
Tlatoloyan, con lo que los tarascos lograron reforzar sus fronteras contra la amenaza
mexica.
Aunque debieron de haber existido múltiples campañas para penetrar en
territorio contrario por parte de ambas potencias, las fuentes históricas refieren otra gran
campaña por parte de los mexicas de intentar conquistar a los tarascos en 1517, bajo el
reinado de Moctezuma II; una parte de ésta campaña fue comandada por el guerrero
tlaxcalteca Tlahuicole, y fue dirigida a las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa con una
duración de 6 meses, pero sin lograr su objetivo. Con esta derrota de los mexicas, los
tarascos tomaron la iniciativa, logrando avanzar hasta una legua antes de Toluca, y en
1520 lograron conquistar la fortaleza mexica de Oztuma en el Sur. Aunque se han
esgrimido los argumentos de por qué los mexicas no lograron conquistar a los tarascos,
por ejemplo el uso del cobre en el armamento michoacano (materialmente era imposible
armar todo un ejército tarasco con armamento de cobre, por la dificultad de procesar
este mineral), consideramos que dos fueron las causas en que los tarascos lograron
rechazar las amenazas externas de otras entidades políticas: en primer lugar, la
estructura política centralista, en que el Estado tarasco logró mantener el control político
del poder local, a tal grado que los señores de los pueblos, tarascos o de otros grupos
étnicos, tenían que recibir la autorización del cazonci para gobernar, por lo que el
Tzintzuntzan Irechequa tuvo una estructura más compacta; y en segundo lugar, la
estabilidad política que existió cuando el linaje uacúsecha de Tzintzuntzan centralizó el
poder en este asentamiento, transmitiéndose el poder de padre a hijo por tres
generaciones, aproximadamente de 1450 a 1530 gobernaron los cazoncis
Tzitzíspandácuare, Zuangua y Tangáxoan II, mientras que en la Excan Tlatoloyan en
casi el mismo período de tiempo, de 1440 a 1525 gobernaron huey tlatoanis nombrados
por elección, entre hermanos y primos, Moctezuma I, Axayácatl, Tízoc, Ahuízotl,
Moctezuma II, Cuitláhuac y Cuauhtémoc, en un sistema de control político más flexible
que el tarasco, que mantuvo la autoridad local de los pueblos conquistados de forma
más autónoma.
Otro aspecto superestructural que analizamos de los tarasco-uacúsecha, fue la
concepción cosmológica que tuvieron del territorio del Tzintzuntzan Irechequa, con lo
que se concibió el espacio como una geografía cósmica. En la cosmogonía tarasca, el
universo estaba dividido en tres planos: el cielo, la superficie de la tierra, y el
inframundo. Se tenía la creencia que la superficie de la tierra estaba sobre las espaldas
de una diosa recostada, y para que no se cayera, estaba sujeta de las extremidades por
cuatro deidades: de los pies por la diosa Cueráuaperi en el oriente; de la cabeza por el
694
Dios del mar al poniente, y de los brazos por dos diosas de los cuales no se mencionan
sus nombre, correspondientes a la mano derecha en el septentrión, y la mano izquierda o
el meridión. Con estos rumbos se generó un axis mundi, cuyo centro fue la cuenca del
lago de Pátzcuaro. Los uacúsecha adoraron a los cinco dioses hermanos ―altamente
engendrados‖ llamados Tiripemencha. Estos eran adorados en Guayameo, pero tras el
agüero de las culebras, los señores decidieron separarse para irse a morar a lugares
distintos: Tarépecha Chánshori o Chánshori tomó al dios Hurendequavecara y se fue a
morar Curínguaro; Ypinchuani tomó al dios Tirepenie xugapeti y se asentó en
Pichátaro; Tarepupanguaran tomó a Tirepeme turupten y fue a morar a Iramuco;
Mahicuri tomó al dios Tiripeme caheri y se fue a vivir a Pareo; Uápeani II y Pauácume
II tomaron al dios Tiripeme Curícaueri y fueron a morar a Pátzcuaro, quedando estos
últimos en el centro.
Cuando después de muchos años de esfuerzo y luchas, los uacúsecha de
Pátzcuaro al mando de Taríacuri, lograron conquistar los pueblos de los otros dioses
Tiripemencha, y reunificarlos primero en Ihuatzio y después en Tzintzuntzan, cada uno
de estas deidades ocupo uno de los rumbos del cosmos. Al moverse las fronteras de la
expansión, los asentamientos que fungieron como cabeceras de las cuatro partes,
gobernadas por cuatro señores muy principales de las fronteras, cambiaron con el
tiempo. Al momento de la llegada de los españoles, estas cabeceras eran Jacona (único
asentamiento mencionado explícitamente como tal), y se puede inferir que las otras
fueron Taximaroa, Ajuchitlán y Tamazula.
Estas cabeceras de las fronteras de las cuatro partes tenían una clara función
simbólica y militar en la empresa de expansión del dios Curícaueri; sin embargo,
existieron más asentamientos fronterizos que cumplieron papeles militares muy
importantes. Lamentablemente las fuentes históricas y la información arqueológica
existente, no proporcionan datos suficientes para establecer los límites hasta donde el
Estado tarasco logró imponer su dominio. Sí seguimos la información arqueológica, la
presencia de material tipificado como tarasco se registra en la parte central y norte del
Estado de Michoacán, empero, si se siguen las fuentes históricas, los límites
comprenderían un territorio más dilatado, especialmente hacía Jalisco. Nosotros nos
posicionamos en la interpretación de un territorio dilatado mencionado en las fuentes
históricas, pues a pesar de la ausencia de material arqueológico tarasco, las fuentes del
siglo XVI menciona como a pesar de la diversidad étnica, lingüística y cultural de estos
territorios, los indígenas de los territorios periféricos se reconocían como vasallos del
cazonci; además, por la entrega del señorío y conquista ―pacífica‖ del Tzintzuntzan
Irechequa, ésta entidad política indígena pasó a formar una especie de protectorado de
la Corona española, convirtiéndose en la Provincia de Mechuacán, reconociéndose el
dilatado territorio prehispánico como parte del señorío del cazonci desde fechas
tempranas como 1528, apenas seis años después de la conquista.
Estas fronteras estuvieron resguardadas por cadenas de guarniciones y lugares
fortificados. El tema de la poliorcética ha sido poco estudiado para el caso tarasco, y la
frontera mejor conocida del Tzintzuntzan Irechequa fue con la Excan Tlatoloyan
mexica. Aun así, hay referencias históricas y arqueológicas sobre el uso de elementos
defensivos como empalizadas, fosos, albarradas, cuerpos de agua, lugares elevados y la
táctica del empeñolamiento. Las fuentes históricas mencionan la existencia de una
fortificación en Taximaroa, y la información arqueológica testimonia la presencia de
asentamientos edificados en lugares de difícil acceso, que proporcionaron ventajas para
la defensa del territorio. La frontera tarasco-mexica ha sido caracterizada como una
695
frontera que fue cerrada con un grado considerable de control territorial, al ser un
escenario de guerra constante. Por otro lado, la frontera oeste del Tzintzuntzan
Irechequa con los señoríos independientes de Jalisco, ha sido caracterizada como una
frontera abierta, en que el control territorial era menor. Estas caracterizaciones se
fundamentan en el esfuerzo militar empleado por los tarascos contra los mexicas, una
entidad político-militar muy poderosa con la capacidad de movilizar miles de guerreros;
mientras que los señoríos del Occidente no supusieron una amenaza, pero no se contó
con la capacidad de conquistarlos y mantener el control, ni de imponerles el pago de
tributo.
Contraria a la idea de que los ejércitos mesoamericanos eran masas de guerreros
que se enfrentaban sin ningún orden, la breve información documental e iconográfica
conocida, permite tener una idea de las tácticas empleadas. Cuando dos ejércitos
enemigos se emplazaban en el campo de batalla, los guerreros con el armamento a larga
distancia disparaban sus municiones para debilitar las líneas enemigas. Luego entraban
al combate guerreros con armamento de cuerpo a cuerpo, escaramuzando y cansando al
ejército contrarío, reforzando la batalla con escuadrones frescos de refuerzo, hasta que
uno de los bandos se rendía o retiraba. La información histórica sobre los tarascos, sólo
refiere las tácticas implementadas para la conquista de los pueblos enemigos, y
comparten muchos elementos con tácticas reportadas por los conquistadores sobre otros
grupos indígenas del México antiguo. Se rodeaba el pueblo enemigo de forma furtiva y
los escuadrones se escondían para tender emboscadas, luego un escuadrón de avanzada
atacaba el pueblo, incendiaba casas y se retiraban para sacar a los guerreros enemigos
de sus pueblos, fingiendo que eran pocos y que se tropezaban, llevándolos a las
emboscadas, donde eran derrotados y su pueblo conquistado o destruido. Así, entre
algunas de las tácticas empleadas por los pueblos indígenas del México antiguo,
incluyendo los tarascos, se encontraron las batallas a campo abierto, el asedio de lugares
fortificados y pueblos, la tierra quemada, construcción de trampas con fosos; el
planteamiento táctico en Mesoamérica fue muy flexible, pues los conquistadores
reportaron cómo los indígenas ingeniaron tácticas nuevas para ofender y defenderse de
las formas de hacer la guerra europeas.
La conquista del Nuevo Mundo, habitado por millones de indígenas, por
expediciones de cientos de europeos, sólo puede comprenderse si reparamos en el factor
de la participación de grandes contingentes de indígenas que se aliaron con los
conquistadores, fungiendo como guías, exploradores, traductores, porteadores, y
unidades de combate realizando acciones de defensa de flancos, guerrilla, y reservas
para la batalla. Para la historiografía de la conquista de México, el ejemplo más
rememorado es el tlaxcalteca, aunque existieron otros muchos pueblos indígenas que
participaron en la conquista de la Nueva España. Uno de estos pueblos fueron los
tarascos, quienes aun antes de que el Tzintzuntzan Irechequa fuera conquistado y
avasallado en julio de 1522, ya participaron con los españoles en una expedición contra
Colima. Cuando Cristóbal de Olid inició el dominio español del Tzintzuntzan Irechequa,
la clase dominante y guerreros tarascos que no combatieron contra las huestes españolas
fueron movilizados en masa para fungir como auxiliares en la conquista y pacificación
hispana de la Nueva España. Hay testimonios de la participación de contingentes
tarascos en la conquista de la costas de Michoacán y Guerrero, Colima, la pacificación
de Pánuco, y en la expedición que emprendió Hernán Cortés a las Hibueras, donde
participó el hermano adoptivo y capitán general tarasco, Tashauacto, más conocido en
las fuentes como Huitzitziltzi.
696
Pero fue hasta 1530 que Nuño de Guzmán emprendió la conquista del territorio
Noroeste de la Nueva España, lo que fuera la Nueva Galicia, que los ejércitos tarascos
fueron movilizados de nueva cuenta en grandes contingentes, las fuentes mencionan que
en la expedición ocho mil auxiliares tarascos, sin contar los guerreros del Centro de
México ni españoles. Al inicio de ésta expedición, el último cazonci Francisco
Tangáxoan fue ajusticiado sumariamente el 14 de febrero de 1530, con lo que se dio fin
al cargo supremo prehispánico de los uacúsecha. Está campaña duro varios años, hasta
que en 1540 los indígenas conquistados de la Nueva Galicia se sublevaron, dando inició
a la Guerra del Mixtón. La participación tarasca en esos enfrentamientos fue
fundamental, incluso el hijo del último cazonci, Antonio Huitziméngari, comandó
contingentes tarascos que fueron a combatir en ésta guerra. La consecuencia inmediata
de la Guerra del Mixtón fue la Guerra Chichimeca, que se extendió durante toda
segunda mitad del siglo XVI con el avance y conquista españolas en los territorios al
norte de la Nueva España y Nueva Galicia. Durante este avance, la población tarasca
fue movilizada, pero ahora no sólo como guerreros, sino como colonizadores de los
territorios norteños, en un proceso que ha sido denominado como la diáspora tarasca.
Las guerras por las cuales los uacúsecha se impusieron violentamente sobre el
Michoacán prehispánico, y luego que libraron para ofender o defenderse de otras
entidades políticas mesoamericanas, fueron procesos históricos complejos, donde
existía fuertes motivos religiosos para emprenderlas, pero también las motivaciones
materiales fueron fundamentales para que un linaje quisiera imponerse sobre otras
poblaciones y extraer el plusproducto de su trabajo. Por medio del Estado, la clase
dominante del Tzintzuntzan Irechequa contó con una economía política que le permitió
la movilización de miles de guerreros donde se capturaron o murieron cientos de
guerreros. Tras la conquista hispana y con la participación de los guerreros indígenas
bajo las ordenes de los europeos, la forma de hacer la guerra de los tarascos debió haber
cambiado abruptamente, desde el sistema de creencias, las causas e instrumentación, por
lo que sería tema de otra investigación conocer los cambios y continuidades de la
violencia mortal entre grupos practicada por este grupo étnico durante la época colonial.
A lo largo de la presente investigación hemos hecho referencia a diversos temas
someramente, ya que no eran parte de nuestro objetivo principal; cada uno de ellos
pueden profundizarse o abordarse en investigaciones posteriores. Uno de esos temas
tiene que ver con la organización territorial tarasca, que a pesar de la poca información
histórica que existe para la época prehispánica, se puede tratar de profundizar con la
información colonial producida después de la conquista, junto con la información
arqueológica. Sabemos que en el Tzintzuntzan Irechequa había alrededor de 30
cabeceras sin contar con los pueblos sujetos. Helen Pollard ha identificado algunas de
estas cabeceras, y Claudia Espejel ha reconocido muchos de los lugares mencionados en
la RM. Además José Luis punzo a localizado varios sitios en la región minera de la
Tierra Caliente, y por medio del uso de programas informáticos, ha identificado las
rutas de menor esfuerzo para el transporte del cobre a la cuenca de Pátzcuaro. Este tipo
de ejercicio podría implementarse en otras regiones del territorio tarasco para proponer
propuestas interpretativas sobre cuales pudieron haber sido los caminos usados en el
Michoacán prehispánico. El conocimiento de los caminos empleados podría mostrarnos
cuales eran las rutas que siguieron los ejércitos tarascos para emprender las conquistas y
defensa del territorio, así como ayudarnos a comprender las rutas por las cuales se
transportaban las mercancías dentro del Estado tarasco.
697
El tema del transporte es otra línea de investigación que podría profundizarse, si
bien en el México prehispánico los bienes fueron transportados sobre las espaldas de
seres humanos durante milenios, las cuencas hidrológicas en Michoacán permitieron el
uso de canoas y balsas para el transporte (lo cual está mucho más documentado para el
Centro de México y la península de Yucatán). Contamos con varias imágenes de canoas
para el caso de Pátzcuaro, su uso en la RM, y descripciones de la capacidad de carga
para el caso de Cuitzeo, y podría hacerse uso de la información etnográfica sobre las
actividades desarrolladas en este medio de transporte.
Profundizando en los temas de la organización territorial, los caminos y el
transporte, nos ha permitido hablar sobre la economía política tarasca prehispánica,
abordando cuestiones como las clases sociales, forma de gobierno, tenencia de los
medios de producción, relaciones sociales de producción, producción, intercambio y
consumo de bienes, así como del modo de producción tributario; aunque una
investigación especifica del tema con un bagaje teórico más especializado podría tener
resultados más completos para tratar de comprender cómo funcionó una de las potencias
militares del Posclásico Tardío en Mesoamérica por casi un siglo, antes de la conquista
hispana.
Debido al acento que hemos puesto al tema de la economía política y al modo de
producción, también pudimos notar como la producción de una sociedad precapitalista
como la mesoamericana, dependió enormemente del medio geográfico, los ciclos
agrícolas y la lluvia. La observación de estos ciclos junto con otros fenómenos, como
los astronómicos, permitió a los tarascos y otros pueblos, crear cómputos calendáricos
por los cuales se instituyeron ritos y fiestas para contar el tiempo. A pesar de la falta de
fuentes y los pocos estudios que se han realizado sobre el calendario tarasco, existen
datos y elementos que podrían reanalizarse para comprender el cómputo del tiempo por
los tarascos, las fiestas que se celebraban, y los ritos en cada una de ellas.
El tema de los rituales y fiestas está ampliamente relacionado con un tópico que,
a pesar del esfuerzo dedicado durante más de un siglo, no ha quedado del todo claro,
primero por la pérdida de la primera parte de la RM que trataba de los dioses y fiestas, y
segundo, por los paradigmas y posiciones teóricas desde donde se ha tratado: la religión
tarasca. Aún es una tarea pendiente entre los estudiosos de la cultura tarasca, realizar
una investigación exhaustiva y profunda sobre lo que conocemos sobre la religión
tarasca prehispánica. Una investigación de esta envergadura requerirá tener un
conocimiento profundo sobre las fuentes del Michoacán tarasco, de otras fuentes
indígenas del México antiguo, de un dominio de la paleografía y de las técnicas de
archivo para acceder a los documentos del siglo XVI, y de un bagaje teórico integral
que permita propuestas interpretativas, tratando de eludir los paradigmas del
centralismo, difusionismo, y los castillos en el aire que se han creado en ésta línea de
investigación. En la presente investigación sólo hemos hecho hincapié en el papel que
jugó la religión como ideología de la clase dominante tarasco-uacúsecha para imponer
su poder, y legitimar las conquistas que se realizaron en nombre del dios tutelar de los
señores águila, Curícaueri.
En nuestras pesquisas sobre los rangos militares y el sistema de mando de los
ejércitos tarascos, nos percatamos que, al igual que en todas las sociedades humanas,
existió un rango de edades por el cual, cada individuo dependiendo del sexo, clase
social y ocupación, tenía derechos y obligaciones dentro de la sociedad tarasca. A pesar
de los pocos datos biográficos de personajes que hayan vivido en la época prehispánica,
698
se cuenta con la información para observar estos sistemas de edades, y escribir sobre
dicho tema.
En las breves descripciones que existen principalmente en la RM, notamos que
se mencionaron identidades culturales entre los destinos señoríos prototarascos que
existieron antes de la conquista por parte de los uacúsecha. El mismo fraile compilador
uso el término ―chichimeca‖ para referirse a los miembros de este linaje conquistador,
los cuales reivindicaron aspectos culturales de lo que en otras fuentes del México
antiguo y colonial se relacionó con estos grupos norteños; como lo fue el origen en el
Norte, la vida semi nómada en los montes, el uso del arco y la flecha, el uso de pieles de
animales como atavíos, y su condiciones de cazadores y guerreros. Mientras que los
habitantes anteriores a los uacúsecha reivindicaron la vida sedentaria, agrícola y el uso
de sistemas calendáricos relacionados con el Centro de México. Esto nos hace
considerar que podrían revisarse los conceptos ―chichimeca‖ y ―tolteca‖, y ver si
pueden explicar la RM, que podría tratarse de una historia chichimeca-tolteca, discurso
presente en otras historias de diversos grupos a lo largo del México antiguo al momento
de la conquista.
En la presente investigación hemos tratado sobre la vestimenta y atavíos usados
por los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa, pero dicho análisis podría extenderse no
solamente a los guerreros, sino a los habitantes en general. La RM, varias fuentes
pictográficas, así como descripciones escritas, hacen mención a la diversidad de la
vestimenta usada por los habitantes indígenas antes de la conquista. Esta línea de
investigación está prácticamente virgen, y podría profundizarse en la vestimenta de
hombres y mujeres de distintas clases sociales, ocupaciones y cargos, desde los
angámencha hasta los purépecha.
Al analizar las guerras tarasco-mexicas, también notamos que existen diversas
fuentes para profundizar en el período correspondiente al cazonci Tzitzíspandácuare, si
bien las fuentes michoacanas son escasas sobre esta etapa, con los datos dispersos de
diferentes regiones, podemos observar que este personaje tuvo una gran importancia
para la consolidación del Estado tarasco, ya que centralizó el poder en Tzintzuntzan,
amplió el domino tarasco en el Occidente de Mesoamérica, y encaró las amenazas
externas, logrando renombradas victorias así como el refugió de migrantes que
engrosaron las filas de los ejércitos tarascos. Con esta información, se puede tener un
panorama de lo que significó el gobierno de este cazonci poco estudiado por la
histoiografía. Los temas mencionados aquí sólo son una parte de las líneas que se
pueden trabajar en el futuro.
699
V.
APÉNDICES
A-Mapas sobre acciones militares, expansión y límites
tarascos
Los siguientes cuadros y mapas son una base de datos realizada para identificar las
acciones militares y movimientos de las huestes tarascas en el período protohistórico,
así como su expansión territorial. Una de las líneas de investigación del estudio de la
guerra, es conocer los planteamientos estratégicos y tácticos seguidos por los ejércitos a
través del campo de batalla. Este tipo de estudios han sido desarrollados ampliamente
en el Viejo Mundo, gracias a las fuentes y las investigaciones realizadas durante
décadas, se conoce cómo se desarrollaron las grandes batallas que cambiaron el curso de
la humanidad, desde el período Antiguo, el Medioevo, la Edad Moderna y la época
Contemporánea. ―El caso mesoamericano dista mucho de esto, ya que en muy pocas
ocasiones se ha intentado, en alguna publicación seria, el desarrollo real de las
batallas.‖2901 A esto hay que agregar que la información contenida en las fuentes del
México antiguo no siempre proporcionan los detalles para tener una idea cabal de las
acontecimientos de una batalla; la información sobre la estrategia y táctica más rica es la
que se encuentra en las fuentes que mencionan las batallas libradas ya en la época de la
conquista, quizás el casi más rico en detalles es el sitio de México-Tenochtitlan por
parte de los españoles en 1521.
Como mencionamos al inicio de esta investigación, el tema del militarismo
tarasco del Posclásico Tardío no ha contado con tantos estudios como otras culturas
mesoamericanas, aun así ha habido intentos por explicar los planteamientos estratégicos
y tácticos librados en los campos de batalla michoacanos durante ese período. El primer
investigador que intentó plasmar sobre el mapa las marchas de los ejércitos
prehispánicos, fue Carlos Herrejón, quién mencionó las conquistas territoriales de
tarascos y mexicas en la primera mitad del siglo XV, los enfrentamientos previos a la
campaña de Axayácatl y su derrota en 1476-1477, la expansión mexica en Guerrero, los
ataques tarascos a la fortaleza de Oztuma, la red de fortificaciones en la frontera
tarasco-mexica y la fallida campaña de Moctezuma II en 1517. 2902 Joaquín Estrada
Cisneros intentó investigar la conquista del territorio michoacano por parte del linaje
uacúsecha; pero el manejo de fuentes, como la RM o el Lienzo de Jicalán, de forma
acrítica y literaria, impidieron un análisis riguroso de los planteamientos tácticos y
estratégicos implementamos por los antiguos tarascos. Elaboró un mapa dónde trazó los
supuestos movimientos de las conquistas, pero como mencionamos, no tiene rigor, pero
fue un intento de plasmar sobre un mapa las conquistas de los uacúsecha.2903
2901
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas. Armas, técnicas de combate e
historia militar del implacable ejército que conquistó Mesoamérica. España, Ediciones Nowtilus,
(Colección Historia incógnita), 2011, P. 185.
2902
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia,
Toluca, Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1,
Mapas 1, 2, 3 y 4, Pp. 18, 23, 33, 39. Estos mismos mapas fueron redibujados con herramientas digitales
para la reedición del artículo: HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en:
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores). …Alzaban
banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México,
Comisión nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas, 2012. Mapas 1, 2, 4 y 4, Pp.148-151.
2903
ESTRADA CISNEROS, JOAQUÍN. El Rey Ticátame y la Conquista de Michoacán en el siglo XII.
México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1985, Mapa en portada y entre Pp. 36-37.
700
Las últimas investigaciones de las que tenemos noticia que abordaron los
aspectos del movimiento de tropas tarascas sobre el territorio, son las de Claudia
Espejel, quien ha logrado identificar la mayoría de los sitios mencionados en la RM,
con lo que se han podido trazar mapas más minuciosos sobre los movimientos de las
huestes prehispánicas.2904 Espejel trazó los movimientos migratorios de Uringuarapexo
a Uayameo, y la separación de los chichimecas; así como de algunas guerras entre los
señoríos prototarascos, y las conquistas de Taríacuri y el triunvirato TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio.2905 En un trabajo posterior, elaboró 19 mapas donde se
representaron también los movimientos migratorios, pero ahora se puso acento en los
conflictos militares, guerras, emboscadas y movimiento de las huestes, con lo que es lo
más completo que se ha realizado respecto a la estrategia y tácticas para el caso
tarasco.2906
Nosotros hemos elaborado nuestra propia propuesta interpretativa de
representación histórico-geográfica, basándonos en las fuentes históricas, en las
investigaciones previas, y en los lugares identificados por Claudia Espejel y otros
autores, así como los datos geográficos proporcionados por INEGI, mediante las SIG.
La RM es la fuente más rica que hace mención a las guerras entre los distintos señoríos
prototarascos, se pueden identificar alrededor de 30 acciones militares distintas, pero no
proporciona muchos detalles de los planteamientos tácticos seguidos por los ejércitos en
el campo de batalla. De ese número de acciones militares hemos seleccionado las más
significativas para el estudio de los planteamientos estratégicos y tácticos (otras
acciones pueden ser consultadas en los mapas de Claudia Espejel). Entre las fuentes que
mencionan la actividad bélica tarasca en el Occidente de Mesoamérica, tenemos algunas
otros documentos coloniales, como lo son las fuentes del Centro de México (códices,
crónicas y anales), las Relaciones Geográficas de 1580, y crónicas escritas
posteriormente. Cervera Obregón propone los factores que deben tenerse en cuenta para
analizar de una batalla:
―-Los sistemas de armamento.
-La forma cultural de ver el combate.
-Las unidades específicas de los sistemas de armamento.
-La situación geográfica donde se desenvuelve el combate
-Situaciones externas en ambos ejércitos (alimentación, situación psicológica y el
estado de salud de los ejércitos en disputa en el momento mismo de la batalla).
-El contexto histórico de cómo se origina y desenvuelve el conflicto.‖ 2907
Como mencionamos líneas arriba, las fuentes no siempre son ricas en
información para hacer análisis detallados del desarrollo de una batalla antigua. Los
factores propuestos por Cervera Obregón los hemos desarrollado a lo largo del capítulo
III de la presente investigación, y hemos intentado aplicarlos en el presente apéndice,
2904
Un mapa maestro con la mayoría de los sitios identificados puede consultarse en ―Relación de
Michoacán. Instrumentos de consulta‖, en:
http://etzakutarakua.colmich.edu.mx/proyectos/relaciondemichoacan/default.asp (Consultado 14 de
diciembre de 2018)
2905
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Guía arqueológica y geográfica para la Relación de
Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación
de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco
Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, Mapas 1, 2 y 3,
Pp. 302, 305, 308.
2906
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, T. I, Mapas 1-19, entre Pp. 119-161.
2907
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 186.
701
cuando las fuentes lo han permitido. Al ser una representación de la realidad, los mapas
aquí presentados deben de considerarse como una aproximación, donde se infirieron los
movimientos de las huestes, en sitios cercanos a los mencionados en las fuentes
documentales, que no siempre corresponden a los asentamientos actuales con los
mismos nombres. Este es un primer acercamiento al tema de las estrategias y tácticas
tarascas, por lo que debe considerarse como una propuesta interpretativa que debe
profundizarse, a través de recorridos de campo, reconocimiento de caminos,
información topográfica y arqueológica para precisar cierta información. Agradezco
enormemente a Carla Edith Naranjo Trejo su paciencia y dedicación para la elaboración
de los mapas del presente apéndice.
702
I-Conquistas de Chapá con una parte de Curícaueri
Agresor: Tétepeo
Casus belli: Reivindicar derechos de sucesión de Chapá; extender el señorío de Curícaueri
Fecha: ca. 1400 (1)
Lugar: Oriente de la cuenca de Pátzcuaro hasta Hararo
Resultado: Victoria de Chapá
Cambios territoriales: Chapá logró expandirse al Este de la cuenca de Pátzcuaro, pero
fugazmente, hasta que sus hijos se pelearon por el señorío después de su muerte.
Beligerantes
Tétepeo
Arángnario
Tirípitio
Tarecha hoato-Xénguaro
Hucáriquareo
Vayángareo
Hetóquaro [Tarímbaro]
Hararo
Comandantes/Señores
Chapá
Desarrollo de la acción
Después de la muerte del viejo Chánshori, sus hijos tuvieron diferencias por el señorío de
Curínguaro (aunque Vresqua quedó de señor en la cabecera). Los otros hermanos fueron Cando,
Sica, Zináquabi y Chapá. Este último le dijo a Taríacuri que su madre era esclava (lo que indica
que probablemente tenía menos posibilidades de ser señor), por lo que Taríacuri le dio una parte
de Curícaueri a Chapá, con la condición de que le trajera leña de los montes y tributara
prisioneros para sacrificar en Pátzcuaro. Chapá llevó esta parte de Curícaueri a Tétepeo (Chapá
era señor en Hetóquaro), donde tomó muchos prisioneros, algunas veces hasta 200.
Posteriormente se fue a un lugar llamado Arángnario y fue destruyendo hasta Tiripetío. Cuando
los señores de Curínguaro se enteraron de las victorias de su hermano Chapá, realizaron una
alianza matrimonial dándole una señora por esposa, con lo que su posición social mejoró. Así
cuando tomaba 100 esclavos, no llevaba ni 40 a Pátzcuaro, y el resto los llevaba a Curínguaro.
La cantidad de esclavos empezó a descender a 20 o 5, y el resto los llevaba a sacrificar a
Curínguaro; hasta que en una ocasión, sólo envió un esclavo a Pátzcuaro. Taríacuri se enojó y le
regresó el esclavo a Chapá. Este temió la represión de Taríacuri y se fue al poblado llamado
Xénguero (actual Capula), en el monte Terecha hoato. De allí se movió a Hucáriquaro, donde
conquisto unos cúes cerca de Guayangareo. Después se asentó en el pueblo de Hetóquaro (actual
Tarimbaro), hasta que finalmente conquistó Hararo. Ante tal expansión, Taríacuri se arrepintió
de haberle dado una parte de Curícaueri, porque Chapá ya era conocido por los dioses del cielo,
y los dioses de las cuatro partes del mundo, con la probabilidad de ser rey. Al final Chapá murió,
y sus hijos Hucaco, Hózeti, Vacúsquazita, Quanívescu, Quatá maripe y Xaráco, empezaron a
contender entre sí por el señorío. Hacían sus fiestas cada quien por su lado y cayendo en
desagrado de los dioses, quienes les mandaron hambrunas, teniendo que venderse por esclavos y
dando fin al señorío de Chapá.
Notas
(1) La expansión del señorío de Chapá se ubicaría cronológicamente en el periodo en que
Hiripan y Tangáxoan aún no se reunían con Taríacuri, pues en el cap. XX, se menciona que la
mujer de Niniquaran residía en Hucariquaro (uno los lugares conquistador por Chapá), ―y como
estuviesen allí algunos días, oyó decir dellos un señor de Hetóquaro llamado Chapá y envió unos
viejos y díjoles: "id por dos chichimecas que dicen que están en un lugar llamado Hucáriquaro,
que están con la mujer de Niníquaran, que dicen que son muy hermosos y tienen una hermana
muy hermosa. Traedlos aquí, y el uno será sacerdote y el otro sacrificador y su hermana hará
ofrendas para Curícaueri". Y como fueron allá los viejos, escondiólo su tía, y ansí fueron cuatro
veces, y tantas los escondió.‖ La cronología propuesta por Claudia Espejel ubica estos
acontecimientos a principios del siglo XV.
703
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XX y XXII.
704
705
II-Conquista de Tzintzuntzan y contraataque enemigo
Agresor: Quereta parázicuyo
Casus belli: Debilitar los señoríos lacustres vecinos; extender el señorío de Curícaueri
Fecha: ca. 1420
Lugar: Cuenca de Pátzcuaro y Este de Tzintzuntzan
Resultado: Victoria uacúsecha
Cambios territoriales: Los uacúsecha se asentaron definitivamente en Tzintzuntzan.
Beligerantes
Quereta parázicuyo
Pacandan
Pátzcuaro
Xaráquaro
Cumachen [Comaja]
Tétepeo
Yzíparámucu (no entablaron combate y todo el
pueblo huyó)
Curínguaro
Comandantes/Señores
Hiripan y Tangánxoan
Curátame II (murió en acción)
Zinzuni
Cando y Huresqua
Fuerzas en combate
Datos No Disponibles
1 batallón de Pacandan [¿400 hombres?]
1 batallón de Jarácuaro [¿400 hombres?]
1 batallón de Cumachen [Comaja] [¿400
hombres?]
Bajas
Datos No Disponibles
Datos No Disponibles
Desarrollo de la acción
Cuando Taríacuri se enteró de las entradas que hacían sus sobrinos, los mandó llamar para matar
a Curátame II. Les dijo que le hacíeran un rancho en Quereta parázicuyo y que lo emborracharan.
Para llevar a cabo la celada, Taríacuri mandó a Chupitani a decirle a Curátame que había dos
escuadrones cerca de Quereta parázicuyo listos para atacar, uno de Pacandan y otro de
Xaráquaro, y que fuera ayudar a Hiripan y Tangánxoan. Curátame aceptó, se bañó e hizo vela en
la noche, se atavió con su carcaj, una guirnalda de cuero de tigre, cascabeles de culebras, un
collar de huesos de pescado de mar y una manta de plumas de pato, y cruzó la laguna en una
canoa. Cuando lo vieron venir Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje, dudaron si debían matarlo o
no, pues temían la furia de Taríacuri, ya que Curátame era su hijo natural. Lo emborracharon, y
finalmente lo mataron de un porrazo, y la gente con la que llegó Curátame quedó bajo las
órdenes de los hermanos.
Después de cumplir el mandato de Taríacuri, los tres jóvenes señores se prepararon para la
defensa, Hiripan fue al monte Taríacaherio a detener al batallón de isleños de Pacandan y
Xaráquaro; Tangánxoan fue al monte Puréperio donde tenían cerca un batallón los de Cumachen,
e Hiquíngaje se quedó en el templo nuevo en Querétaro [Tzintzuntzan], donde peleó con los de
Curínguaro. Preocupado Taríacuri, mandó llamar a sus herederos para preguntarles por las
ahumadas, ahí se enteró como en sueños, se le apareció la diosa Xarátanga a Tangánxoan, quien
le dijo que la trajera de Taríaran para tornarla a su antiguo templo; a Hiripan se le apareció el
dios Curícaueri, quien le dijo que le renovara sus atavíos para hacerlo señor. Taríacuri se alegró,
y los jóvenes regresaron a Quereta parázicuyo a seguir con las ahumadas. Zinzuni, señor de
Yzíparámucu, se preocupó al ver las ahumadas en el monte Puréperio (las ahumadas eran señal
de guerra), y envío una embajada a sus sobrinos Cando y Huresqua, señores de Curínguaro,
diciéndole que eran tantos, que sería bueno poner gente en Xarípitio y Hacumba parázicuyo
706
(lugares entre el monte Puréperio e Yzíparámucu), para hacer también fuegos y protegerse de las
entradas de los chichimecas. Zinzuni les dijo a los mensajeros, que si no hacían caso Curínguaro,
él se iría del pueblo con la gente, y dejaría de ser ―[puerta y] cerca y pared muy gruesa‖ contra
Hiripan y Tangánxoan. Los mensajeros fueron a Curínguaro a relatar la embajada, pero no
creyeron que los enemigos pudieran vencerlos, porque el señorío de Curínguaro, pensaban que
―lo ocupamos todo y estamos hechos un piélago. ¿Dónde es de agora ser Corínguaro? Porque de
todo en todo es población divina y tiene canas de muy antigua población y las piedras de los
fogares han echado muy hondas raíces. ¿Quién ha de venir a destruirnos?‖. Los mensajeros
regresaron, y ante la negativa de ayuda por parte de sus sobrinos, Zinzuni, desmoralizado, le dijo
a su gente que consumieran toda la comida que no pudieran llevar, que los que quisieran hacer
matalotaje lo hicieran, y que se emborracharan para consolarse. Durante la borrachera aconteció
el agüero de la diosa Avícamime, quien le vendió un roedor (muy probablemente una tuza), a
una nuera de Zinzuni. La mujer cocinó al roedor para darlo de comer a su esposo Hopótacu y
quitarle la resaca, pero al momento de sacarlo de la vasija, se transformó en el hijo de cuna de
ambos, llamado Zinzíani,(1) Hopótacu la flechó, y le contó a su padre Zinzuni lo ocurrido, éste le
explicó quién era esa vieja, se emborracharon otros cinco días y se fueron del pueblo. Con la
victoria en estos combates, los uacúsecha mantuvieron el control de lo que sería en el futuro la
capital del Estado tarasco.
Notas
(1) Hopótacu dice que su esposa mató ―a mi hijo, el que tu pusiste nombre‖, tanto Zinzuni y
Zinzíani se relacionan con la palabra tzintzun, ―colibrí‖, es posible que Hopótacu fuera el
heredero de Zinzuni, y por extensión Zinzíani, por lo que el agüero tendría la intención de cortar
el linaje de Yzíparámucu.
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XXV, XXVI,
XXVII y XXVIII.
707
708
III-Destrucción de Taríaran
Agresor: Querétaro (Tzintzuntzan), junto con aliados
Casus belli: Vengar la injuria hecha a los herederos chichimecas; ―rescatar‖ a la diosa
Xarátanga
Fecha: ca. 1420
Lugar: Taríaran, cerca de Ziracuaretiro
Resultado: Victoria chichimeco-isleña
Cambios territoriales: Los uacúsecha derrotan a uno de sus principales enemigos, con lo que
inicia la expansión del triunvirato.
Beligerantes
Querétaro (Tzintzuntzan)
Taríaran
Pátzcuaro
Cumachen [Comachuén]
Erongaríquaro
Hurichu
Pichátaro
Hiripan, Tangánxian e Hiquíngare
Taríacuri
Huresta
Comandantes/Señores
Hiuacha
Thiban (1)
Principales chichimecas:
Cueçe y Cassímato, Quiriqui, Quacángari,
Anguáziqua,
Capáuaxanzi
(valientes
hombres)
Principales isleños: Zapíuatame, Zanneta,
Chapata y Atache hucane
Fuerzas en combate
¿15 escuadrones = 6000 hombres de guerra?
Datos No Disponibles
Bajas
Datos No Disponibles
Datos No Disponibles
Desarrollo de la acción
Taríacuri mandó llamar a sus sobrinos e hijo, para que fueran a amonestar a Hiuacha, hijo de su
suegro Zurumban, para que dejara de emborracharse, y si no hacía caso, matarlo. Partieron los
tres jóvenes a Taríaran a ver a Hiuacha, y antes de que hablaran, él les dijo: ¿qué venís a decir?
¿Cómo, no venís a hablar de guerra? Esperad, contaremos los días: el día de la caña y el día del
agua y el día de la mona y de la navaja, que yo Hiuacha no peleo, mas con mantas compro los
esclavos". Tangánxoan le respondió que ellos no contaban los días, sino que traían leña a los
cúes. Hiuacha preparó un convite, todos los presentes tomaron sus arcos y se sentaron en el
patio, donde sacaron de comer a todos menos a los chichimecas; Hiuacha sacó mantas y camisas
e hizo mercedes, menos a los chichimecas, como no les hicieron caso se emprendieron el regreso
a su pueblo enojados. En el camino se les acercó un viejo llamado Parangua, quien les pidió a los
chichimecas que cuando conquistaran Taríaran no los hicieran esclavos a él, su hermano Zipaqui
y otros de los suyos, para lo cual les dió ochocientas plumas para Curícaueri. Pasaron de largo
por Pátzcuaro sin haber hablado con Taríacuri, se fueron a Querétaro (Tzintzuntzan). Allí
cortaron madera para los templos; Hiripan subió a un árbol y se cayó, al levantase lo encentraron
enojado su hermano y primo, pues ellos tenían las manos llenas de callos e Hicuacha no, que no
olvidarían esa injuria. Así decidieron atacar Taríaran y fueron hacérselo saber a Taríacuri, quien
se preocupó y les preguntó que cuántos eran para atacar Taríaran, ellos respondieron: ―"¿por qué,
709
padre, no habemos de tener compañia? Muchos somos. Ahí está un prencipal llamado Cueçe y
Cassímato y Quiriqui y Quacángari y Anguáziqua y Capáuaxanzi, que son valientes hombres de
los nuestros. Y de los isleños, ahí están: Zapíuatame y Zanneta y Chapata y Atache hucane…‖.
Taríacuri no quiso desanimar a sus sobrinos y les dijo que buscaran ayuda de otros señores.
Consiguió la ayuda de los pueblos de Cumachen, Erongaríquaro, Uricho, Pichátaro y de un señor
llamado Thiban. Al día siguiente los citó en un montecillo llamado Thiuapu, allí Taríacuri hizo
tres montones de tierra, con una piedra y una flecha encima. En ese lugar les explicó cómo iba a
haber tres señores, Hiripan en medio, en Ihuatzio; Tangánxoan en Tzintzuntzan e Hiquíngare en
Pátzcuaro. Después Taríacuri trazó sobre el suelo la disposición de Taríaran: ―mirá que os quiero
mostrar el pueblo: esta raya que está aquí es el camino por donde habéis de ir; ésta que está aquí,
es una sierra. Vosotros habéis de ir por aquí, y los de Cumanchen por aquí; y los de
Eróngariquaro y Hurichu y Pichátaro, irán por este camino.‖ Al día siguiente partieron del
montecillo Thiuapu con toda la gente de guerra y en la tarde llegaron al pueblo Viramu angaru
(en o cerca de Santa María Huiramangaro). Al anochecer tomaron a Curícaueri y cercaron el
pueblo de Taríaran, poniendo celadas alrededor. Al amanecer, Hiripan dió la orden de levantarse,
para atacar el pueblo, ―y llevaron, huyendo, los suyos a Hiuacha, asido de los brazos. Y
alcanzándole Tangáxoan, llegó a él y dióle con una porra encima la cabeza. Y tomaron todas sus
mujeres, aquí una y allí otra, y trujéronlas al real. Y moraban unos naturales en un pueblo
llamado Chumengo y otros en otro pueblo llamado Zizupan y en Acúuato, y fué mucha gente de
los enemigos huyendo a los dichos pueblos. Y diéronlos grita y no los recebieron, y dieron la
vuelta otra vez, otra vez hacia su pueblo. Y cativáronlos y durmieron sobre ellos, que los
alcanzaron de noche. Y todo un día estuvieron ansí cazando a los que se habían escondido y
dormieron allí una noche. Y a la mañana contáronlos todos…‖ Las noticias de victoria se las
llevó Zipíuatame a Taríacuri, quien le preguntó ―¿hay algunos muertos de los nuestros con que
me déis pena?‖, Zapíuatame le contestó: ―señor, no peleó el señor [Hiuacha] de pueblo…en un
día los tomamos cazándolos…‖, con lo cual se alegró Taríacuri. Posteriormente llegaron los
guerreros con los cautivos a Pátzcuaro, donde liberaron a Parangua, Zipaqui y cuatrocientos de
los suyos. Hiuacha y demás gente, fueron preparados para ser sacrificados en los cúes todo el
día.
Notas
(1) Cladia Espejel menciona sobre este personaje: ―Thiban. Señor que ayuda a Tariacuri en la
guerra contra Tariaran. Cuando Tariacuri planea la guerra contra Tariaran dice que le pedirá
ayuda a Huresta, el señor de Cumanchen, y que si su ayuda no fuera suficiente también podrían
ir todos juntos a solicitar el apoyo de Thiban que era muy valiente hombre. No se dice de qué
pueblo era Thiban ni si efectivamente Tariacuri solicitó su ayuda. Además del señor de
Cumanchen, en la conquista de Tariaran colaboró la gente de Erongariquaro, Uricho y Pechataro.
Posiblemente Thiban era el señor de alguno de estos pueblos aunque no hay nada que lo
indique.‖
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XXIX y XXX.
-―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, Archivo Histórico de la Ciudad de Pátzcuaro,
Caja 5, Exp. 24, 1592.
- ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 250.
710
711
IV-Conquista del territorio por el Triunvirato y formación del Tzintzuntzan
Irechequa
Agresor: Triunvirato Pátzcuaro-Tzintzuntzan-Ihuatzio
Casus belli: Extender el señorío de Curícaueri
Fecha: ca. 1420-1450
Lugar: Territorio del actual Michoacán y Estados vecinos
Resultado: Victorias tarascas
Cambios territoriales: Los uacúsecha lograron dominar la cuenca del lago de Pátzcuaro y
posteriormente gran parte del territorio del actual territorio michoacano.
Beligerantes
Chichimecas e isleños
Grupo de pueblos conquistados 1
Tariaran
Curínguaro
Tétepeo
Tirípitio
Hetúquaro
Hopóro
Grupo de pueblos conquistados 2
Xaso
Chucándiro
Terémendo
Bányqueo
Grupo de pueblos conquistados 3
Cumachen
Naranjan
Çacapu
Cheran
Siuínan
Hurúapa
Hacáuato
Zizupan
Chenengo
Vacapu
Taríyaran
Yuriri
Hopácutio
Condébaro
[Muerte de Taríacuri/Creación del
Hurecho
Triunvirato]
Conquistas del Triunvirato (Tangánxoan,
Grupo de pueblos conquistados 4
Hiripan e Hiquíngare)
Huríparao
Charáchutiro
Tupátaro
Varírosquero
Xeroco
Cuiseo
Grupo de pueblos conquistados 5
[Nombran caciques(Isleños en la mano
Peuéndao
izquierda o Tierra Caliente(Sur),
Zinzímeo
Chichimecas a la Mano derecha
Araro
(Norte)/Ponen los tesoros en Ihuatzio]
Grupo de pueblos conquistados 6
Tacánbaro
Hurapan
712
Lugar: ¿Paracho?
Señor: Çangueta
Lugar: la Guacanan
Señor: Cúpauaxanzi
Lugar: ¿Huruapan?
Señor: Vtúcuma
Parochu
Charu
Hetúquaro
Curupu hucazio
Grupo de pueblos conquistados 7
Casinda angápeo
Purechu hoato
Cauingan
Tucúmeo
Marita angápeo
Hetúquaro
Hapérendan
Çacango
Cuseo
Xanóato angápeo
Quayámeo
Grupo de pueblos conquistados 8
Apánoato
Grupo de pueblos conquistados 9
Vámuquaro
Hacuízapio
Papazio hoata
Tétenguio
Purúaran
Cuzian
Mazani
Pataçio
Camuqua honto
Yuréquaro
Sirándaro
Copúan
Cuxaran
Grupo de pueblos conquistados 10
Caxúruyo
Sycuýtaro
Tarinbo házaquaran
Zicuýtaran
Púmuchacupeo
Yacono
Atáquenda
Zinagua
Churúmucu
Cuzaru
Grupo de pueblos conquistados 11
Paránzio
Zinapan
Zirápitio
Taziran
Turúquaran
Vrechu ambáquetiro
Copúan
Euáquaran
Charápichu
Paráquaro
713
Chichimecas e isleños
Paqués hoato
Euáquaran
Tirístaran
Puco hoato
Tanzítaro
Eruzio
Zirámaratiro
Grupo de pueblos conquistados 12
Visíndan
Hauíri hoato
Zinapan
Zirápetio
Hapánohato
Cuyucan
Hapázingani
Pungari hoato
Grupo de pueblos conquistados 13
Ambézio
Tauengo hoato
Tiríngueo
Charácharando
Çacapu hoato
Peránchequaro
Vasís hoato
Hucumu
Hacándiquao
Haroyo
Xungápeo
Chapato hoato
Haziro hauánio
Taximaroa
Puiuri equatacuyo
Maróatiro
Hucario
Hirechu hoato
Acánbaro
Hirámucuyo
Tebéndaho
Mayao
Eménguaro
Cazáquaran
Yurírapúndaro
Cuypu hoato
Vangaho
Ténequaro
Purúandiro
Zirápequaro
Quaruno
Ynchazo
Hutáseo
Hacáuato
Zánzani
Verecan
714
Otras conquistas
Lugar: Ihuatzio
Señor: Ticátame, hijo de Hiripan
Carapan
Lugar: Tzintzuntzan
Señores: Tzitzíspandácuare y Zuangua
Tamaçula
Capotlan
Colima
Çacatula
Pueblos Dábalos
Desarrollo de la acción
La conquista de Taríaran marcó el inicio de la expansión de lo que se convertiría en el
Triunvirato Pátzcuaro-Tzintzuntzan-Ihuatzio, y posteriormente en el Tzintzuntzan Irechequa o
Estado Tarasco. Después de destruir esta población, el objetivo siguiente fue Curínguaro y su
área de influencia (Grupo de pueblos conquistados 1). Después de una racha de victorias,
Taríacuri murió y fue fundado el Triunvirato, conformado por Tangánxoan en Tzintzuntzan,
Hiripan en Ihuatzio e Hiquíngare en Pátzcuaro. Los tesoros de las conquistas se resguardaron
junto con Curícaueri, Xarátanga y los dioses Tiripemencha en Ihuatzio, y se hicieron caciques
por todo el territorio conquistado; los chichimecas se fueron a la Mano derecha (norte), mientras
que los isleños se fueron a la Tierra Caliente [Mano izquierda]. El Triunvirato dejó participar
activamente a los caciques que nombraron, y la expansión quedó en sus manos, pues ―iban todos
estos principales conquistando por su parte‖. La RM da el nombre de algunos de estos
principales, Cupáuaxanzi desde la Guacanan (Grupo de pueblos conquistados 10),
Ziíuatamezangueta conquistó Paracho, Chapata, Aiche huacáuati; Utume y Catúquema
conquistaron Chupingo parápeo; Çagueta de los isleños conquistó Apánoato, y Vtucuma
conquistó Paránzio Zirámatiro; también los chichimecas e isleños realizaron una campaña para
conquistar la Tierra Caliente (Grupo de pueblos conquistados 12). La conquista era tan rápida,
que ―iban poniendo caciques en todos los dichos pueblos; hasta las mujeres mandaban los
pueblos.‖ Después de establecido el control sobre el territorio, un hijo de Hiripan llamado
Ticátame conquistó Carapan. Posteriormente, cuando Tzintzuntzan se convirtió en la capital
política de todo el territorio, Tzitzíspandácuare y Zuangua extienden las fronteras sobre
Tamazula, Zapotlan, Colima y los Pueblos de Ávalos, alcanzando la máxima extensión del
Tzintzuntzan Irechequa.
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XXXI, XXXIV,
XXXV.
715
716
V-Conquistas y entradas de Tzitzíspandácuare
Agresor: Tzintzuntzan Irechequa
Casus belli: Extender el señorío de Curícaueri
Fecha: ca. 1450-1486
Lugar: Fronteras del Tzintzuntzan Irechequa
Resultado: Victorias tarascas al Occidente y en la costa, tablas en el Oriente
Cambios territoriales: Los tarascos conquistaron porciones de Jalisco, Colima y la costa.
Beligerantes
Tzintzuntzan Irechequa
Xiquipilco (1462)
Tuluca
Xocotitlan
Tlala (ca. 1469)
Oztuma
Colima
Zacatula
Tzitzíspandácuare
Varios miles de guerreros
Zibulan [¿?]
Paquilpan [¿Quitupan?]
Titelan [Tetela del Río]
Chapatouvato [¿Chapatoato?]
sichoo [Xichú]
camadelani [¿?]
Comandantes/Señores
Axayácatl/Hacangari (Huey tlatoani mexica)
Fuerzas en combate
Varios miles de guerreros
Bajas
En una ocasión hubo ―diez e seis mil
hombres‖ caídos
Desarrollo de la acción
La expansión del Tzintzuntzan Irechequa se topó hacia oeste con la Excan Tlatoloyan, entre
ambos existía una franja de tierra ocupada por pueblos otopames, unos bajo control tarasco y
otros bajo el control mexica, que cumplieron una función de amortiguamiento entre ambos
estados expansionistas. La RM menciona que cuando iban hacer la guerra hacia la frontera con
México, los tarascos ―peleaban con los otomíes, que eran valientes hombres y por eso los ponía
Montezuma, en sus fronteras.‖ Los otomíes, eran junto con los mexicas y chichimecas, la
amenazas externas más importantes para el Tzintzuntzan Irechequa. La RM menciona la
regularidad de los ataques por parte de los tarascos hacia los otomíes, resaltando dos de gran
magnitud: ―Zizíspandáquare hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en dos
veces, diez e seis mil hombres (1). Otras veces traía cativos.‖ El Códice Telleriano-Remensis
mencionó otra batalla entre tarascos y los de Xiquipilco en 1462. También se mencionó que los
tarascos destruyeron el valle de Tlala en Jalisco, ca. 1469. En 1476-1477 los tarascos derrotaron
a los ejércitos de Axayácatl, una sonada derrota recordada hasta las épocas coloniales. Durante el
reinado de Tzitzíspandácuare se conformaron las fronteras entre los tarascos y mexicas que se
extendieron desde Yuririapúndaro en el actual Guanajuato, hasta Tetela del Río, en el Estado de
Guerrero. En ésta última región existieron varios lugares fortificados en ambos lados de la
frontera; los mexicas conquistaron y controlaron la fortaleza de Oztuma, que era considerado
como un lugar inexpugnable, y que estuvo bajo asedio tarasco desde la época del cazonci
Tzitzíspandácuare. Estas guerras entre ambas fronteras se prolongaron bajo los reinados de
717
Zuangua y Tzintzincha, hasta la llegada de los españoles, sin que la frontera tarasco-mexica
sufriera cambios considerables.
A pesar de la preocupación y gran esfuerzo que se destinó a la frontera tarasco-mexica, sabemos
que Tzitzíspandácuare conquistó hacía otras direcciones, la RM menciona que ―tuvo su
conquista hacia Colima y Çacatula y otros pueblos, y fué gran señor…‖; El Códex Plancarte
hace referencia a esos otros pueblos: ―Entances [sic] vinieron los valientes guerreros con el Rey
Tzitzispandequare y empezó á dar guerra por todos los lugares para que le dieran tributo á él en
Zibulan y Paquilpan y Titelan Chapatouvato y sichoo y camadalani esto duró mucho tiempo
hasta que por ultimo ya por la vejez no pudo guerrear mas.‖ Está referencia de que éste cazonci
hizo la guerra por todos los lugares para que le dieran tributo, coincide con la información
conocida sobre sobre su reinado.
Notas
(1) Por el estilo del castellano antiguo, no sabemos si se refiere a que dos veces hubo 16000
bajas, o sí en una entrada murieron 10000 y en otra 6000, o sí hubo 16000 bajas por cada una de
las poblaciones atacadas.
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXXV, Tercera
Parte, Caps. IV y XIX.
-TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea…, Cap. XXXIV.
- Códice Telleriano-Remensis.
- Códex Plancarte.
-HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖.
718
719
VI-Ataque de los mexicanos y destrucción de Taximaroa
Agresor: Excan Tlatoloyan
Casus belli: Probar el valor de los tarascos y experimentar sus fuerzas; estrenar la Piedra del Sol;
Consagrar su templo.
Fecha: 1476-1477 (1)
Lugar: Entre las fronteras de Matlatzinco y Taximaroa, junto a una laguna en Zinapécuaro y Charo
Resultado: Aplastante victoria tarasca, desastrosa huida mexica
Cambios territoriales: No hubo cambios territoriales importantes, pero los pueblos del valle de
Matlatzinco se refugiaron en el Tzintzuntzan Irechequa.
Beligerantes
Excan Tlatoloyan
Tzintzuntzan Irechequa
Comandantes/Señores
Axayácatl/Hacangari
Tzitzíspandácuare/Camacoyáhuac, tlatohuani de
Michhuacan
Fuerzas en combate
Inicialmente:
Inicialmente:
24 000 combatientes (según Durán)
40 000 hombres de guerra (según Durán)
32 300 combatientes (según Tezozómoc)
50 000 hombres de guerra (según Tezozómoc)
Refuerzos indeterminados matlatzincas
Total: 20 000 bajas aproximadamente
Refuerzos de la contraofensiva:
80,000 combatientes en total (según
Tezozómoc)
Bajas
D.N.D.
Sobrevivientes:
200 mexicanos
400 texcocanos
400 tepanecas
400 chalcas
400 xochimilcas y de toda la Chinampa
300 otomites de Cuauhtlalpan
Pocos de Tierra Caliente
Total: 2100 sobrevivientes aproximadamente (2)
Desarrollo de la acción
La conquista de pueblos, tanto de parte de los tarascos como de los mexicas, acercaba
irreductiblemente al enfrentamiento directo a dos de las entidades políticas más poderosas de
Mesoamérica en el Posclásico Tardío, que impusieron su dominio tributario sobre vastas regiones, y
que mantendrían una lucha de poder durante las siguientes décadas. El enfrentamiento fue en 14761477, cuando los mexicas conquistaron el valle de Toluca, y se consideraron capaces de conquistar a
los tarascos. Sobre esta batalla contamos con dos testimonios, el de Durán y el de Tezozómoc;
aunque muestran algunas divergencias, pueden complementarse para comprender los movimientos
tácticos empleados. En la versión de Durán, la campaña contra Michoacán fue ideada por Axayácatl
y Tlacaélel, mientras que en la versión de Tezozómoc, los principales guerreros y generales
Cuauhnochtli, Tlacochcalcatl y Ticocyahuacatl le rogaron a Axayácatl que les diera permiso de
contar cuánta gente de guerra tenían para atacar. Durán menciona que los mexicas avanzaron por el
valle de Toluca hasta llegar a los términos de Michoacán, pero tanto él como Tezozómoc omitieron
la destrucción de Taximaroa, que sí es mencionada por la RM: ―otra vez venieron los mexicanos a
Taximaroa y la destruyeron en tiempo del padre de Motezuma llamado Hacángari, y Zizíspadáquare
la tornó a poblar…‖. El ejército mexica acampó en un llano entre el lago de Cuitzeo y la laguna de
Queréndaro, desde ahí Axayácatl mandó espías para descubrir de qué tamaño era el ejército tarasco,
al descubrir que los tarascos eran 40,000, una correlación desfavorable de casi 2 a 1, el huey tlatoani
720
vaciló, pero por opinión de sus consejeros tuvo que mantener la ofensiva. Tezozómoc proporcionó la
cifra de 50,000 guerreros tarascos. Axayácatl dio la orden de avanzar y los mexicas se encontraron
con el gran ejército tarasco. Antes de la batalla, los tarascos enviaron una embajada, según Durán, la
embajada trató de cómo Axayácatl fue engañado por los matlatzincas y mal aconsejado; Tezozómoc
en cambio, menciona que los mexicas dijeron que ―nuestra venida fue por ver vuestras tierras y a
vosotros.‖ Después del intercambio de embajadas, ambos ejércitos se batieron en el campo de
batalla, según Durán, los ejércitos tarascos siempre mantuvieron la superioridad militar, y Axayácatl
tuvo que reforzar al ejército mexica durante todo el día hasta que en la noche dejaron de combatir;
durante el combate murieron muchos guerreros de las ordenes cuauhueuetl, cuachic y otomí, incluso
murió un pariente muy cercano del huey tlatoani, y uno de los del consejo real de los cuatro.
Tezozómoc en cambio, menciona que los mexicas lograron hacer retroceder a los tarascos hasta
Charo, pero también se hace referencia que los tarascos estaba recibiendo muchos refuerzos en este
punto, hasta la cifra de 80,000 guerreros. Al ver la imposibilidad de la victoria, Axayácatl y sus
consejeros dan la orden de huir, Durán menciona que se dio la orden de retirarse hasta Ecatepec,
mientras que Tezozómoc menciona como los tarascos persiguieron a los mexicas que huían a
Tzinacantepec, y se quedaron varios nobles a cubrir la retirada muriendo en el combate. El ejército
tarasco se dividió en dos, unos fueron a recuperar Taximaroa, y otra parte siguió a los mexicas hasta
Toluca. Allí Axayácatl se despidió de los señores, lamentó la derrota y les dio palabras de ánimo.
Cuando la noticia de la derrota mexica a manos de los tarascos llegó a Tenochtitlan, la ciudad se
puso en estado de alerta temiendo una invasión. Axayácatl fue recibido como héroe, pero todos los
nobles y el mismo Tlacaélel lloraron la grave derrota sufrida por los tarascos. La derrota mexica
mermó considerablemente el prestigió mexica, y muchos pueblos otomíes, matlatzincas y mazahuas,
migraron al Tzintzuntzan Irechequa a buscar protección en contra de los abusos mexicas, lo que
fortaleció las fronteras tarascas de futuros ataques.
Notas
(1) Chimalpahin mencionó que ésta batalla acaeció en 1471, sin embargo, Carlos Herrejón menciona
todos los elementos cronológicos registrados antes de la conquista del valle de Matlatzinco por parte
de los mexicas, por lo que la batalla debe computarse en entre 1476-1477.
(2) Siguiendo las cifras proporcionadas por Durán, faltan 1900 combatientes, sin contar los
refuerzos matlatzincas. Esto se explica que, en la huida, Axayácatl manda que se ―contasen los que
de la guerra auian escapado de todas las prouincias‖, pues hay que recordar que el grueso de los
ejércitos mesoamericanos estaban conformados por campesinos de leva.
Armamento tarasco mencionado: hondas, varas tostadas arrojadizas, arcos y flechas, macanas con
cuchillos de navajas [macuahuitl], porras, otras armas ofensivas y defensivas con muchas y muy
galanas rodelas y divisas de oro y plumas.
Tipos de guerreros mexicas mencionados: Cuauhueuetl (águilas viejas), Cuachic, Otomí.
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXXV.
- DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. T. I, Cap.
XXXVII.
- ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito
del siglo XVI, Cap. LII.
- CHIMALPAHIN, DOMINGO. Las Ocho Relaciones y el Memorial de Colhuacan. T. I, Tercera
Relación, 1471-1474, Quinta Relación bis, 1472-1486, T. I, Séptima Relación, 1470-1474, T. II.
-HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖.
721
722
VII-Ensanchamiento del Tzintzuntzan Irechequa por Zuanga
Agresor: Tzintzuntzan Irechequa
Casus belli: Extender el señorío de Curícaueri
Fecha: ca. 1486-1520
Lugar: Fronteras del Tzintzuntzan Irechequa
Resultado: Victorias parciales tarascas
Cambios territoriales: Los tarascos alcanzaron su mayor extensión hacia el Occidente.
Beligerantes principales
Tzintzuntzan Irechequa
Excan Tlatoloyan
Colima
Zacatula
Pueblos de Nueva Galicia:
Ameca
Zapotitlan
Cuiseo- Poncitlan
Teucaltiche [Teocaltiche]
Comandantes/Señores
Zuangua
Ahuízotl (1486-1502)
Moctezuma II (1502-1520)
Desarrollo de la acción
La RM menciona que después del cazonci Tzitzíspandácuare gobernó su hijo Zuangua y que
―ensanchó mucho su señorío‖, sin embargo no queda claro que territorios fueron incorporados por
este cazonci, que gobernó ca. 1486 a 1520. Por otras fuentes sabemos que los tarascos consolidaron
su poder al occidente, en los llamados Pueblos de Avalos en la cuenca de Sayula, penetrando en
territorio jalisciense hasta Amula; la cuenca del Tepalcatepec, hacía el sur en la Tierra Caliente y la
Sierra Madre del sur hasta Coalcomán. Probablemente Zuangua intentó reincorporar Colima y
Zacatula al irechequa sin éxito. También se tiene constancia que los tarascos mantuvieron bajo
asedio la fortaleza mexica de Oztuma en la cuenca del Balsas hasta la llegada de los españoles. Bajo
el reinado de Zuangua el Tzintzuntzan Irechequa se consolidó territorialmente y mantuvo un estado
de guerra permanente en sus fronteras. El Códex Plancarte después de hablar del reinado de
Tzitzíspandácuare menciona que ―entonces entró en gobierno el Rey tzivuanqua procuró también dar
muchas guerras hasta que por ultimo y su vejez no pudo guerrear mas.‖
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXXV.
- Códex Plancarte.
- ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán.
- ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia.
-CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖.
-HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖.
723
724
725
IX-Campaña de Moctezuma II contra el Tzintzuntzan Irechequa
Agresor: Excan Tlatoloyan
Casus belli: Conquistar el territorio tarasco; obtener plata y cobre
Fecha: ca. 1517 (1)
Lugar: Acámbaro, Zinapécuaro, Maravatío, Ucáreo y Taximaroa
Resultado: Los tarascos lograron cierta ventaja en el valle de Toluca
Cambios territoriales: Los tarascos lograron mantener una guarnición a una legua de Toluca.
Beligerantes
Tzintzuntzan Irechequa
Comandantes/Señores
Tlahuicole
Zuangua
Fuerzas en combate
Datos No Disponibles
Datos No Disponibles
Bajas
Datos No Disponibles
Datos No Disponibles
Desarrollo de la acción
Gracias a una guerra que emprendieron los mexicas y huejotzingas contra Tlaxcala, capturaron al
guerrero Tlahuicole. Según las fuentes mexicas este guerrero por su valentía fue perdonado de
ser sacrificado, pero al final se suicidó aventándose desde lo alto de un templo en Tlatelolco. Sin
embargo, en la versión tlaxcalteca escrita por el mestizo Diego Muñoz Camargo, Tlahuicole era
un guerrero tan esforzado y con fuerza sobrehumana, que Moctezuma II le perdonó la vida y le
encargó comandar una parte de los ejércitos mexicas en una campaña que emprendió en contra
del Tzintzuntzan Irechequa, de donde pretendía obtener plata y cobre. Los mexicas reunieron una
gran armada para atacar a los tarascos en las fronteras tarascas de Taximaroa, Maravatío,
Acámbaro, Ucareo y Zinapécuaro. Muñoz Camargo mencionó que ―aunque esta tan grande
entrada se hizo a costa de muchas gentes, que en ella, murió de la una parte y de la otra, que puso
terrible espanto a los Michoacanenses, aunque no les pudieron entrar ni ganar cosa alguna de su
tierra, a lo menos trajeron los Mexicanos plata y cobre de la que pudieron robar en algunos
reencuentros y alcances que hicieron en seis meses que duró la guerra, en la cual Tlahuicole hizo
por su persona grandes hechos y muy temerarios, ganó entre los Mexicanos eterna fama de
valiente y extremado capitán.‖ El Códice de Tzictepec confirma la presencia de Tlahuicole en el
valle de Toluca, y los reclamos de los descendientes de Francisco Tangáxoan, que mencionaron
una guarnición tarasca a una legua de Toluca, sugieren que a pesar de las bajas, los tarascos
lograron mantener por un tiempo una guarnición en territorio matlatzinca.
Notas
(1) Carlos Herrejón Peredo confrontó varias fuentes y se puede concluir que la campaña fue en
1517
Fuentes
-MUÑOZ CAMARGO, DIEGO. Historia de Tlaxcala, Lib. I, Cap. XV
-―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo
General de Indias, legajo 60, núm. 2, Ramo 3.
-HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖
Excan Tlatoloyan
726
727
X-Expediciones españolas al Tzintzuntzan Irechequa antes de la conquista
Agresor: Fuerzas expedicionarias mandadas por Hernán Cortés
Casus belli: Explorar el territorio tarasco
Lugar: Tzintzuntzan Irechequa
Primera Expedición
Desarrollo de la acción
23 de febrero de 1521
Un español sobre un caballo blanco Después de que Tangáxoan II fue elegido como nuevo
llegó a Taximaroa [Juan Herrera, cazonci, por indujo de un principal llamado Timas, mandó
Juan Francés y un cierto Porras o matar a sus hermanos para que no se intentaran rebelar contra
Porrillas]
su autoridad. Para este punto, la llegada de los españoles era
inminente, y el primer contacto entre un español y los
tarascos ocurrió el 23 de febrero de 1521, con la presencia de
un español sobre un caballo blanco, en la fortaleza fronteriza
de Taximaroa. La fecha es emblemática pues durante esos
días se celebraba la fiesta de Purecoraqua, la fiesta de la
guerra, y debió tomarse como un augurio importante; según
la RM, el español estuvo dos días en Taximaroa, y volvió a
México con una embajada de nobles tarascos. Benedict
Warren identifica a éste español con un tal Porrillas o
Parrillas, y probablemente está visita corresponda a otra que
atestiguaron los hermanos Juan de Herrera y Pedro
Hernández en su probanza de méritos y servicios, soldados al
mando de Pedro de Alvarado durante el sitio de Tenochtitlán.
Se deduce que Juan Herrera, Juan Francés y un cierto Porras,
llegaron a la frontera de Michoacán, y regresaron al
campamento de Pedro de Alvarado con ―ciertos indios y otras
cosas‖. La noticia de la destrucción de la capital mexica se
extendió rápidamente, y Tzintzincha Tangáxoan envió pocos
días después una embajada a Cortés. En está embajada, los
tarascos querían comprobar que los mexicas habían sido
destruidos y tratar de no enemistarse con los españoles,
quienes les preguntaron que si desde sus tierras se podía
llegar al océano Pacifico, y al contestar que sí se podía llegar,
pero que no podían pasar por estar en guerra con un gran
señor (probablemente el de Zacatula). La embajada duro 3 o
4 días, y Cortés hizo escaramuzar a los jinetes para
impresionar a los tarascos, y determinó enviar españoles a
Michoacán.
728
Segunda Expedición
Otoño de 1521
Antonio Caicedo y
españoles
Desarrollo de la acción
otros
dos Una segunda expedición fue despachada a Michoacán en otoño
de 1521 conformada por Antonio Caicedo y otros dos españoles
más, quienes llegaron hasta Tzintzuntzan, ahí fueron bien
recibidos por Tangáxoan Tzintzincha, quién organizó una
demostración de fuerza al presentar a un grupo de cazadores con
muchos venados cazados y trató de infundir temor a los
extraños, aunque les hizo muchos presentes de oro y plumajes, y
les dio el tratamiento de ―dioses del cielo‖. Los españoles le
dijeron al cazonci que traían cosas para rescatar, y que querían
mercarlas, les dio permiso para que fueran con los mercaderes,
pero en secreto dio la orden de que nadie les rescatara nada,
pero algunos de los miembros de la casta sacerdotal, les dieron
mantas de sus dioses a cambio de lo que traían de México.
Antes de regresar a México, los españoles le regalaron diez
puercos y un perro para que cuidara a su mujer, pero al ver a
esos animales extraños, lo tomó por augurio, y los mandó
sacrificar y tirarlos en los herbazales. También pidieron dos
mujeres parientas del cazonci, ―y por el camino juntábanse con
ellas y llamaban los indios que iban con ellos a los españoles,
tarascue, que quiere decir en su lengua yernos. Y de allí ellos
después empezáronles a poner este nombre a los indios y en
lugar de llamarles tarascue, llamáronlos tarascos, el cual nombre
tienen agora y las mujeres tarascas. Y córrense mucho destos
nombres.‖ Después de la visita de los españoles, Tangáxoan II
tenía intenciones de visitar personalmente a Cortés en
Coyoacán, pero cambió de opinión por consejo de sus
cortesanos, y mandó a sus hermanos adoptivos, Tashauacto y
Cuiniarángari (mencionados más a menudo en la RM como
Huitzitziltzi y don Pedro respectivamente), con otros hombres y
muchos cargadores con regalos para Cortés, siendo un total de
casi mil personas. La embajada llegó a mediados de noviembre
de 1521 y el encuentro duró de 4 a 5 días. En México, los
embajadores tarascos vieron la destrucción causada en MéxicoTenochtitlán, se entrevistaron con los señores mexicas
derrotados, los españoles impresionaron a los embajadores
tarascos con ejercicios ecuestres, disparos de arcabuces y la
destrucción de una torre (¿templo?) con la artillería. Cortés les
mencionó que quería entrevistarse con su hermano el cazonci,
días después regresaron a Tzintzuntzan a dar noticias de lo
visto, y los tarascos empezaron a hacer preparativos en caso de
confrontación.
729
Tercera Expedición
Desarrollo de la acción
Primavera de 1522
Francisco Montaño, Diego Peñalosa, Una tercera expedición llegó a territorio tarasco, en esa ocasión,
Gaspar de Tarifa y Bartolomé López Francisco Montaño, Diego Peñalosa, Gaspar de Tarifa y
Bartolomé López al legar a Tzintzuntzan pidieron veinte
principales con mucha gente para ir hacia Colima, la expedición
se detuvo en un pueblo llamado Háczquaran (no identificado),
ahí los españoles esperaron, y enviaron a los principales
tarascos por delante, pero nadie regresó porque fueron
sacrificados por los enemigos de Colima, acto de guerra con el
cuál los últimos se prepararon para enfrentarse a tarascos y
españoles en el futuro. Es entonces que los expedicionarios
españoles resolvieron en volver a Tzintzuntzan y de ahí a
México. El cazonci mandó 8 señores como embajadores y 800
cargadores para llevar regalos y comida a Cortés. La
información más detallada sobre esta expedición, la redactó
Francisco Cervantes de Salazar entre 1554 y 1566, casi 30 años
después, y el mismo Francisco Montaño redactó su versión al
cronista. ―En el relato que Montaño hizo de su hazaña a
Cervantes de Salazar y en el arreglo clasicista dramático del
mismo, parece que la historieta creció mucho.‖ La visita de los
españoles dejó en extremo desconcertado a Tzintzincha, no
sabiendo cómo actuar ante la situación, adoptó una actitud
pesimista, ya que no había nada que hacer ni a donde huir de la
llegada de las nuevas gentes. Además, estas expediciones a
través de territorio tarasco, así como la información
intercambiada por las embajadas, le permitió a Hernán Cortés
tener conocimiento de la situación y mandar la expedición
definitiva que pondría al Tzintzuntzan Irechequa bajo control
hispano.
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. XXIII.
- CORTÉS, HERNAN. ―Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522‖.
-―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo General
de Indias, legajo 60, núm. 2, Ramo 3.
- CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España.
- WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530.
730
731
XI-1-Gente de guerra para detener a los españoles en Taximaroa
Agresor: Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid
Casus belli: Poner bajo dominio efectivo español al Tzintzuntzan Irechequa
Fecha: ca. 17 de Julio de 1522
Lugar: Oriente de Michoacán
Resultado: Combate no librado, pero continuó el avance español hacía Tzintzuntzan.
Beligerantes
Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid
Tzintzuntzan Irechequa
Ucáreo
Acámbaro
Araró
Tuzantla
Indaparapeo
Comandantes/Señores
Cristóbal de Olid
Tzintzincha Tangáxoan
Tashauacto/Huitzitziltzi
Ixtlilxochitl
Cuiniarángari
Muçúndira
Xamando
Quézequaparé
Fuerzas en combate
-70 de a caballo y 200 soldados a pie (según Indaparapeo
Hernán Cortés)
Capitán: Xamando
-200 españoles (según la RM)
8000 hombres de guerra
-174 españoles, conformada por 13 oficiales
de varios grados, otras 28 gentes de a caballo, Hetúquaro [Tarímbaro]
18 ballesteros, 2 escopeteros, 113 gentes de a Capitán: Tashauacto/Huitzitziltzi
pie (según una sección del juicio de 8000 hombres de guerra
residencia de Cortés)
-100 españoles de a pie, 40 a caballo, y con
5000 auxiliares texcocanos (según Fernando
de Alva Ixtlilxochitl)
-Varios miles de auxiliares indígenas más no
mencionados
732
Desarrollo de la acción
Las expediciones a través de territorio tarasco, así como la información intercambiada por las
embajadas, le permitió a Hernán Cortés tener conocimiento de la situación y mandar la fuerza
armada definitiva que pondría al Tzintzuntzan Irechequa bajo control hispano. Ésta tarea la
encargaría Hernán Cortés a uno de sus capitanes más cercanos, Cristóbal de Olid, que salió para
Michoacán en julio de 1522. Las fuentes documentales existentes proporcionan números muy
variados sobre cuantos elementos conformaban la fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid
para subyugar el reino del cazonci. Las noticias de una inminente invasión española al
Tzintzuntzan Irechequa llegaron a la capital tarasca, cuando el 17 de julio, durante la fiesta de
Cahera cónsquaro, Cristóbal de Olid llegó a la frontera de Taximaroa. Tzintzincha juntó a los
viejos y señores para establecer que hacer, se determinó que había que preparar la defensa y
mandar correos por todo el territorio dominado por los tarascos, para que la gente de guerra
llegara a Tzintzuntzan para defenderla, que sí iban a morir como los mexicas, que murieran
todos juntos, y que para eso tenían a todos esos pueblos subyugados, para acrecentar las flechas
de Curícaueri.
Tzintzincha también mando a Cuiniarángari con otro principal llamado Muçúndira a que hiciera
gente de guerra en Taximaroa y su frontera en Ucáreo, Acámbaro, Araró y Tuzantla. En el
camino, se encontraron con un principal de Taximaroa que se llamaba Quézequaparé, quien le
informó que ya estaban todos muertos en Taximaroa. Cuando llegó a su destino, Cuiniarángari
encontró la ciudad desierta, y fue capturado por los españoles. Por medio de un nahuatlato
llamado Xanaqua, Cristóbal de Olid le preguntó a Cuiniarángari de dónde venía, este le
respondió que el cazonci lo había enviado para recibir a los dioses, pero Olid no le creyó, ya que
sospechaba de la emboscada, por lo que le dijo a Cuiniarángari que vería al cazonci en un lugar
llamado Quangáçeo, cerca de Charo, y que trajera mantas ricas, gallinas, huevos y pescado.
Cuiniarángari vio como hacían misa los españoles, y temió que en el cáliz ―vieran‖ la
emboscada, cómo ―veían‖ los médicos y hechiceros indígenas. Xanaqua le dijo a Cuiniarángari
que no temieran, que los españoles eran muy liberales, y que trajeran el oro, plata, maíz y
mantas pedidas. De regreso, Cuiniarángari disgregó un ejército de ocho mil hombres de
Indaparapeo cuyo capitán era Xamando, y otros ocho mil hombres en Hetúquaro (actual
Tarimbaro), que estaban bajo las órdenes de su hermano Huizizilzi, con el pretexto de que los
españoles no venían enojados, al contrario, que eran muy liberales y querían ver al cazonci en
Quangáçeo (cerca de Guayangareo), y tenía que llevar la noticia a Tzintzuntzan. Con la
disolución de estos ejércitos, la expedición de Olid siguió avanzando al corazón del
Tzintzuntzan Irechequa.
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. XXIV.
- CORTÉS, HERNAN. ―Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522‖.
- ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los
españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖.
- WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530.
733
734
XI-2-Raya hecha para detener a los españoles y conquista de Tzintzuntzan
Agresor: Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid
Casus belli: Poner bajo dominio efectivo español al Tzintzuntzan Irechequa
Fecha: ¿21-25? de Julio de 1522
Lugar: Tzintzuntzan
Resultado: Combate no librado, pero fue una victoria española
Cambios territoriales: Inició el dominio hispano en la provincia de Michoacán.
Beligerantes
Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid
Tzintzuntzan Irechequa
Comandantes/Señores
Cristóbal de Olid
¿Tzintzincha Tangáxoan?
Tashauacto/Huitzitziltzi (Capitán General)
Ixtlilxochitl
Cuiniarángari
Timas
Otros señores mencionados por Pablo
Beaumont:
Vibil
Guangari
Huimaxe
Nanuma
Fuerzas en combate
-70 de a caballo y 200 soldados a pie (según 80,000 guerreros (Según el jesuita Francisco
Hernán Cortés)
Ramírez)
-200 españoles (según la RM)
-174 españoles, conformada por 13 oficiales
de varios grados, otras 28 gentes de a caballo,
18 ballesteros, 2 escopeteros, 113 gentes de a
pie (según una sección del juicio de
residencia de Cortés)
-100 españoles de a pie, 40 a caballo, y con
5000 auxiliares texcocanos (según Fernando
de Alva Ixtlilxochitl)
-Varios miles de auxiliares indígenas más no
mencionados
Desarrollo de la acción
Lo que aconteció después de que Cristóbal de Olid penetró en territorio tarasco hasta que llegó a
Tzintutzuntzan es confuso. La versión contenida en la RM sobre esos acontecimientos fue la de
don Pedro Cuiniarángari (quien reivindicó su papel favorecedor a la conquista al momento que
se redactó dicho documento), según esta versión, cuando él regresó a la capital tarasca tuvo
noticia que Timas se quiso levantar con el señorío, le dijo al cazonci que era mejor ahogarse
todos en el lago, pues ―¿fueron por ventura tus agüelos y tus antepasados esclavos de alguno para
querer ser tú, esclavo? […] ¿eres por aventura mazegual y de baja suerte?...‖. Cuiniarángari se
opuso a que Tzintzincha se ahogara, pues vio el engaño que le hacían los señores, pues lo
incitaban a que se lanzara el primero cargado de cobre al agua, que y los demás lo seguirían.
Antes de que lo obligaran a morir, Tzintzincha logró escapara a un monte, y luego a Uruapan,
quedando a cargo Cuiniarángari y Huizizilzi de la defensa de Tzintzuntzan. Sin embargo, esta
versión sólo aparece en el testimonio que dejó don Pedro Cunierangari en la RM, pues en otras
fuentes y testimonios posteriores, se menciona que el cazonci sí recibió a los españoles y que no
huyó. En las otras versiones se menciona que el cazonci recibió a Olid en paz, pero difieren en
donde se encontraron, las versiones mencionan que en Tzintzuntzan, en Pátzcuaro, y hasta en
735
Guayangareo (hoy Morelia). Todas estas fuentes tienen en común que la versión que contaron
estuvo condicionada por el momento político en el cual fueron escritas; esta divergencia es
insalvable y hasta el día de hoy no queda claro que ocurrió.
Siguiendo el relato de la RM, Cristóbal de Olid envió a diez mensajeros mexicas a Tzintzuntzan,
y ahí le contaron que estaban muy tristes porque el cazonci había muerto en el lago, y decidió
marchar hacia la capital tarasca. Antes de que llegaran los españoles, los tarascos sacrificaron
800 prisioneros que tenían temor a que huyera o se pasaran del lado de los conquistadores.
Cuiniarángari y Huizizilzi salieron a recibir a Cristóbal de Olid en un lugar llamado Api, a media
legua de la ciudad (al este de Tzintzuntzan, probablemente en las faltadas del cerro Puréperio,
actual cerro Yarahuato, donde hicieron una raya y fortificaron), al frente de un ejército
considerable, probablemente 80000 guerreros. Los tarascos les advirtieron a los españoles que no
pasaran la raya, que los matarían, después de dialogar y del momento de tensión, los
comandantes de ambos ejércitos se recibieron bien y se abrazaron. No hay fecha exacta de
cuándo fue la llegada de Cristóbal de Olid a Tzintzuntzan, pero debió haber llegado después del
20 de julio; según unos títulos de Tzurumútaro, un tal cacique Sirian recibió la Santa Fe, el
bautizo, el santo óleo, los mandamientos y la doctrina el 21 de julio de 1522 cuando los
españoles llegaron a Tzintzuntzan; y según el testimonio de Pedro de Vargas, miembro de la
expedición, los españoles entraron en la capital tarasca en la fiesta de Santiago de Compostela, es
decir, el 25 de julio de 1522. Con la llegada de Olid al Tzintzuntzan, iniciaría el dominio español
y el Tzintzuntzan Irechequa pasaría a convertirse en la provincia de Michoacán.
Fuentes
-ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. XXV.
- CORTÉS, HERNAN. ―Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522‖.
-―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de
septiembre de 1538].
-―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo
General de Indias, legajo 60, núm. 2, Ramo 3.
- MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581].
- BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, T. II, Cap. V.
-―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro].
736
B- Cuadros sobre el armamento prehispánico michoacano
representado en la Relación de Michoacán y otras fuentes
pictográficas
Los siguientes cuadros son una base de datos realizada para identificar el armamento en
las diferentes fuentes pictográficas. La fuente más rica sin duda es la RM, ya que en la
mayoría de las 44 láminas aparecen artefactos elaborados para herir a los enemigos. En
dichas imágenes es donde podemos observar la mayoría de la panoplia tarasca, aunque
no todas las armas fueron representadas, de algunas tenemos registro en el contexto
arqueológico, y de otras sólo tenemos constancia documental de su uso, o fueron
representadas en otros documentos pictográficos.
Otras fuentes muy ricas son los documentos pictográficos elaborados en
Michoacán durante la época colonial. Los documentos más tempranos muestran una
panoplia muy semejante a la de la RM, con el transcurso del tiempo, sólo se representó
el armamento que tenía fuertes connotaciones de autoridad, y asociadas al poder de los
señores uacúsecha: el arco, la flecha y el carcaj.
Un último conjunto de documentos pictográficos analizados corresponden a los
elaborados en otras áreas del México antiguo. Si bien la cuestión de la representación
del ―otro‖ influenció enormemente en la representación de los guerreros tarascos, por la
información documental sabemos que el armamento representado si fue usado por los
guerreros del Tzintzuntzan Irechequa. Aquí sólo hemos analizado los documentos más
representativos, aunque existen más representaciones de guerreros del Michoacán
antiguo en otros documentos pictográficos. Todos los cuadros son elaboración nuestra.
737
738
X
X
11
X
14
X
X
23
24
X
X
22
X
X
21
20
X
X
18
19
X
17
16
15
X
13
12
X
9
10
8
7
X
X
5
6
X
4
X
X
X
X
X
X
X
X
Puntas
de flecha
alargadas
X
Puntas de
flecha
romboidales
u ojivales
X
X
X
X
Carcaj
X
X
Porra de
ejecución
X
X
X
X
Porra
con
bola
X
Porra
con
gancho
X
X
Hacha
Bordón
sacerdotal
X
X
3
X
Puntas de
flecha
triangulares
2
Arco de
la altura
del
personaje
X
Arco
corto
como el
antebrazo
1
Láminas
de la
RM
Arco
largo
como
un
torso
humano
Lanza
Lanza
adornada
Cuchillo
ARMAS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN LAS LÁMINAS DE LA RELACIÓN DE MICHOACÁN
X
X
X
Escudos
X
Jubones de
guerra
739
X
Porra de
ejecución
X
Porra
con
gancho
X
Hacha
X
Bordón
sacerdo
tal
X
X
X
X
43
44
42
41
X
X
X
X
X
X
X
X
40
39
X
X
X
X
X
38
X
37
X
X
36
35
X
X
X
34
X
X
X
X
33
X
X
32
X
X
X
X
X
31
30
29
X
X
Porra
con
bola
X
Lanza
X
Lanza
adornad
a
Cuchillo
X
X
X
X
X
Carcaj
28
X
Puntas de
flecha
romboidales
u ojivales
X
X
Puntas
de flecha
alargadas
X
X
Puntas de
flecha
triangulares
27
X
Arco de
la altura
del
personaje
X
X
Arco
corto
como el
antebrazo
(CONTINUACIÓN DE TABLA)
26
25
Láminas
de la RM
Arco
largo
como
un torso
humano
X
X
X
X
X
Escud
os
X
X
X
X
Jubones de
guerra
740
X
X
X
X
X
X
Lienzo de
Aranza
X
X
X
X
X
X
X
Lienzo de
Puacuaro
Títulos de
Tocuaro
Códice de
Chilchotla
Lienzo de
Comachuen
Códice de
Jaracuaro
Códice
Cuara
Lienzo de
Nahuatzen
X
X
X
Genealogía
de los
Caciques de
Carapan
X
X
Puntas de
flecha
triangulares
X
X
Lienzo de
Jicalán
Arco de
la altura
del
personaje
X
X
Códice de
Tzintzuntzan
Arco
corto
como el
antebrazo
X
X
Armas de la
Ciudad de
Zintzuntzan
Vitzitzilan
de la
provincia de
Michoacán
(1595)
Códice de
Carapan
Lienzo de
Pátzcuaro
Lienzo de
Carapan
X
Documento
X
X
Puntas
de flecha
alargadas
Puntas de
flecha
romboidales
u ojivales
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Carcaj
Porra de
ejecución
X
X
X
Porra
con
bola
Porra
con
gancho
Hacha
X
Bordón
sacerdotal
X
X
X
X
Lanza
/ Coa
¿X?
Lanza
adornada
Cuchillo
ARMAS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES PICTOGRÁFICAS DE MICHOACÁN
Arco
largo
como
un
torso
humano
X
X
Escudos
X
X
X
X
Jubones
de
guerra
741
Códice
TalleranoRemensis
Códice
Vaticanus
3738 A
Lienzo de
Tlaxcala
Códice
Durán
Documento
X
X
Puntas
de flecha
dentadas
X
X
Puntas de
flecha
triangulares
X
Arco de
la altura
del
personaje
X
Arco
corto
como el
antebrazo
Puntas de
flecha
romboidales
u ojivales
X
X
X
Carcaj
Bordón
sacerdotal
X
X
Lanza
/ Coa
Lanza
adornada
Cuchillo
X
Escudos
X
Hacha
X
Porra
con
gancho
X
Porra
con
bola
X
Macuahuitl
ARMAS INDÍGENAS TARASCAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES PICTOGRÁFICAS INDÍGENAS
Arco
largo
como
un torso
humano
X
X
X
X
X
Jubones
de
guerra
C- Cuadros sobre la indumentaria, insignias y atavíos bélicos
indígenas michoacanos representadas en la Relación de
Michoacán y otras fuentes pictográficas
Los siguientes cuadros son una base de datos realizada con el mismo objetivo que el
apéndice B, pero para identificar la indumentaria, insignias y atavíos bélicos indígenas
michoacanos en las diferentes fuentes pictográficas. De nueva cuenta, la fuente más rica
sin duda es la RM, en la mayoría de las 44 láminas aparecen artefactos elaborados para
adornar el cuerpo de los guerreros. Cabe mencionar que si bien en las láminas se
representaron los atavíos, la descripción que se hace de los mismos en la información
documental, así como el conjunto de objetos usados, era mucho más rica que la
representada. Debido al material con el que estaban elaborada la indumentaria, no han
sobrevivido al paso del tiempo, pero algunas insignias se han encontrado en contexto
arqueológico.
En los documentos pictográficos elaborados en Michoacán durante la época
colonial, también se representó parte de la indumentaria, insignias y atavíos de los
guerreros tarascos. Los documentos más tempranos muestran una indumentaria y
atavíos muy ricos, también muy semejante a la de la RM; con el transcurso del tiempo,
sólo se representó los atavíos que tenían fuertes connotaciones de autoridad, y asociadas
al poder de los nobles tarascos: guirnaldas, cabello trenzado, bezotes y calzado.
Un último conjunto de documentos pictográficos analizados corresponden a los
elaborados en otras áreas del México antiguo. Si bien la cuestión de la representación
del ―otro‖ influenció enormemente en la representación de la vestimenta tarascas, por la
información documental sabemos que la indumentaria, insignias y atavíos
representados, si fueron usados por los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa. Aquí sólo
hemos analizado los documentos más representativos, aunque existen más
representaciones de guerreros del Michoacán antiguo en otros documentos
pictográficos. Todos los cuadros son elaboración nuestra.
742
743
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
41
42
43
44
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Guirnalda
s
de cuero
X
X
X
X
X
X
Penacho
s
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Guirnalda
s de trébol
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Guirnaldas
de hilo
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Trenzado
X
X
X
X
X
Entradas
en el
cabello
X
X
X
X
Pezuñas de
venado
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Cuero
de
felinos
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Bezotes
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Orejeras
X
X
X
X
X
X
X
X
Brazaletes
X
X
Collares
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Calzado
X
X
X
X
X
X
X
X
Banderas
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Pintura
corporal
X
Camuflaj
e
INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN LAS LÁMINAS DE LA RELACIÓN DE MICHOACÁN
Lámina
s de la
RM
744
Códice de
Carapan
Lienzo de
Pátzcuaro
Lienzo de
Carapan
Lienzo de
Nahuatzen
Códice Cuara
Códice de
Jaracuaro
Títulos de
Tocuaro
Códice de
Chilchotla
Lienzo de
Comachuen
Lienzo de
Puacuaro
Lienzo de
Aranza
X
X
X
X
X
X
X
X
Guirnaldas
de cuero
X
X
X
Armas de la
Ciudad de
Zintzuntzan
Vitzitzilan de
la provincia de
Michoacán
(1595)
Códice de
Tzintzuntzan
Lienzo de
Jicalán
Genealogía de
los Caciques
de Carapan
Penachos
Documento
X
X
X
Guirnaldas
de trébol
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Trenzado
X
Guirnaldas
de hilo
X
Entrada
s en el
cabello
Pezuñas
de
venado
X
X
X
X
Cuero
de
felinos
X
X
X
X
X
X
Bezotes
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Orejeras Brazaletes
X
X
Collares
X
X
X
X
X
X
X
X
X
X
Calzado
X
X
X
Banderas
INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES
PICTOGRÁFICAS DE MICHOACÁN
Pintura
corporal
X
Narigueras
745
Códice de
Huichapan
X
Códice
TalleranoRemensis
Códice
Vaticanus 3738
A
Lienzo de
Tlaxcala
X
X
X
Penachos
Documento
X
Guirnal
das
de
cuero
X
Guirnal
das de
trébol
Guirnal
das de
hilo
X
X
Trenzad
o
Entrada
s en el
cabello
Pezuña
s de
venado
X
Cuero
de
felinos
X
X
Bezotes
X
Orejera
s
Brazaletes
Collare
s
X
X
Calzad
o
X
X
Bandera
s
Pintura
corpora
l
Nariguera
s
INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES
PICTOGRÁFICAS DE MÉXICO
D- Armas de la Ciudad de Zintzuntzan Vitzitzilan de la
provincia de Michoacán (1595)
FUENTE: ―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan" de la provincia de
Michoacán, 1595‖, AGI, Escudos y Árboles Genealógicos de México, núm. 168.
746
E-Documentos pictográficos sobre los guerreros del
Tzintzuntzan Irechequa
FIGURA 1. Representación alegórica de la participación tlaxcalteca durante la marcha
de Nuño de Guzmán por Michoacán hacia los Teules Chichimecas (la batalla contra los
tarascos nunca aconteció), donde se representaron algunos de los sistemas de
armamento tarascos. FUENTE: Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero.
México, Imprenta Litográfica del Timbre, 1892, P. 52.
FIGURA 2. Guerreros quangáriecha (―valientes hombres‖) representados en la RM,
con el arma descrita como ―varas de palo recio que tienen unas puntas, y eran dos
brazas en largo [1.672 m], y tenían unos ganchos‖. FUENTE: RM, láminas X y XXXII
(detalles).
747
FIGURA 3. Representaciones de guerreros michoaques en el Códice TellerianoRemensis: el de la izquierda porta un penacho, cabello trenzado, y bezote, vestido con
una camisa que llega hasta las rodillas; porta una bandera en la mano derecha, al lado de
él, los glifos de un pez y un cerro, indicando que el lugar es ―mechuaca‖. El guerrero de
la derecha está atacando a Xiquipilco en 1462, porta bandera, escudo, lanza y un carcaj
de flechas, una armadura de algodón, y sandalias. FUENTE: Codex TellerianoRemensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain
385, ff. 25v y 33v (detalles).
FIGURA 4. Un ejército de Curínguaro capitaneado por un quangáriecha se prepara para
atacar a Taríacuri, algunos de los guerreros portan banderas de caña con plumas rojas,
blancas y negras (izquierda). En el Códice de Carapan, se representaron cuatro
banderas sobre un basamento piramidal, que nos remite a otras representaciones de
banderas presentes en la RM (derecha). FUENTE: RM, lámina X (detalle); Códice de
Carapan, en: ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo
de Jucutácato y los títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWSLeiden University, (CNWS Publications vol. 72), 1998, Apéndices, fig. 33 (detalles).
748
FIGURA 5. Distintos peinados usados entre los sacerdotes tarascos. A parte de traer el
cabello largo y trenzado, que era insignia de señor, los tarascos usaron otro tipo de
peinados. En la imagen superior izquierda, Haramen, a punto de disparar al sacerdote
Naca, trae el corte de cabello de los tiuimencha, (pero en la lámina VII es representado
con el cabello largo). En la misma lámina V, dos personajes traen rapada la parte
superior de la cabeza, pero con cabello a los costados, un corte de cabello descrito como
―unas entradas hechas‖ en la cabeza. En las imágenes superior central y derecha, se
encuentran los sacerdotes tiuimencha, al parecen portaban la cabeza rapada, pero
dejaban un mechón de cabello a la altura de la frente. En la Relación Geográfica de
Tiripetío se describió al sacerdote curich o curitiecha (jerarquía de sacerdotes solo por
debajo del petámuti), ―tenía corona y el cabello le llegaba hasta la punta de la nalga.‖ El
autor de la Relación Geográfica representó un sacerdote tarasco prehispánico, en la
imagen inferior izquierda (estilizada en la inferior derecha), un personaje con un jubón,
unas pinzas al cuello, en la mano derecha porta un objeto oblongo (el cuchillo de
sacrificador), tiene el cabello largo y trenzado, y en la parte superior de la cabeza una
tonsura. Sin duda, esta representación corresponde a que ―las entradas en las cabezas‖
fueron interpretadas años después como la tonsura de los frailes. FUENTE: RM,
láminas V, XXX y XLI (detalles). [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación
geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías;
prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, Pp. 103 y 20.
749
FIGURA 6. Similitudes entre las representaciones de sacerdotes tarascos y mexicas. En
las dos imágenes de la parte superior izquierda, está representado el petámuti o
sacerdote mayor tarasco, ―vestíase una camiseta llamada vcata tarárenguequa, negra, y
poníese al cuello unas tenazillas de oro y una guirnalda de hilo en la cabeza, y un
plumaje en un tranzado que tenía, como mujer, y una calabaza a las espaldas,
engastonada en turquesas, y un bordón o lanza al hombro‖, además de portar bezote y
unas alpargatas de color rojo. En la imagen superior izquierda, un sacerdote mexica
ataviado con el cabello recogido, una camisa, un maxtlatl, un guaje en la espalda, en la
mano izquierda porta una bolsa con copal, y en la derecha un brasero quemando aromas.
En la imagen inferior izquierda, vemos un sacerdote hiripati realizando la ceremonia de
la guerra, sus atavíos son una guirnalda de hilo, unas tenacillas colgadas al cuello, una
calabaza engastonada en las espaldas, y un taparrabos; está quemando ―olores‖ en un
brasero, y tiene la lengua fuera, debido a que está pronunciando oraciones para obtener
el favor de los dioses en las guerras. En la imagen inferior derecha, vemos a dos
sacerdotes mexicas, ambos portan los mismos atavíos: el cabello recogido, y de
vestimenta sólo un maxtlatl. El sacerdote de la derecha está sentado, flagelándose y
sacándose la sangre de la pierna derecha. El sacerdote de la izquierda, porta en mano
izquierda una bolsa con copal, y en la derecha un brasero quemando aromas.
Estas representaciones de sacerdotes tarascos y del centro de México tienen algo en
común: todos tienen una línea roja en la zona lateral del rostro, junto a las orejas
descendiendo por la mandíbula (en la RM está línea aparece en varias láminas).
Bernardino de Sahagún dio una referencia sobre esta pintura facial en el centro de
750
México, y que podemos considerarla para el caso tarasco: ―Derramaban también sangre
los hombres cinco días antes que llegase la fiesta principal, que se hacía de veinte en
veinte días, por su devoción; hacían unas cortaduras en las orejas, de donde sacaban
sangre, y con aquella sangre untaban los rostros, haciendo unas rayas de sangre por
ellos; las mujeres hacían como un corro, y los hombres hacían una raya derechera desde
la ceja hasta la quijada‖. FUENTE: RM, f. 62, y láminas II, XXIV y XXXI (detalle);
Códice Mendoza, f. 63 (detalles); DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva
España e islas de Tierra Firme. Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay
K.. 2ª edición, México, Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 37), 1984, T. I, lámina
11, Cap. V, P. 53 [en apéndice]; SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de
las cosas de Nueva España. Edición de Ángel María Garibay K. 6ª edición, México,
Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, Lib. II, Apéndice III, P. 166.
FIGURA 7. Representación de la derrota de Axayácatl a manos de los tarascos en 14761477. La lámina que ilustra el Códice Durán se encuentra después del capítulo donde se
narró la guerra emprendida por Axayácatl contra los tarascos, e ilustra las exequias que
hicieron a los guerreros caídos en la batalla. En segundo plano y en la parte superior de
la lámina, se observan dos ejércitos abatiéndose, pero por lo estilizado de la
representación es difícil identificar los contingentes tarascos de los mexicas, además
ambos portan sistemas de armamentos muy similares: objetos contundentes que podrían
ser macuahuitl o porras, escudos y armaduras de algodón. Uno de los guerreros porta un
tocado de plumas largas de color verde sobre la cabeza. Hasta donde tenemos
conocimiento, es la única representación pictográfica en las fuentes sobre esta batalla.
FUENTE: DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra
Firme. Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México,
Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 37), 1984, T. II, T. II, lámina 25, Cap. XXXVIII,
P. 287 [en apéndice].
751
F- Evidencias materiales sobre armamento e indumentaria en
Michoacán, especialmente durante el Posclásico Tardío (12001522)
FIGURA 1. Grafitos del convento de San Francisco Tzintzuntzan. De izquierda a
derecha y de arriba abajo, se representaron ―Un indio con arco‖ [además se puede
apreciar penacho, vestimenta, y quizás un carcaj]; un ―Indio corriendo‖ [con pecnaho];
un arquero con penacho y cuerpo fantástico; ―Escena de caza o lucha‖ [el personaje de
la izquierda al parecer dispara un arco, el personaje de la derecha porta un objeto
contundente ¿una porra?, en medio una figura zoomorfa]; e ―Indio luchando con
español‖ [el indígena con penacho, carcaj, arco y flecha]. Por lo tardío de los grafitos,
podrían estar representados grupos indígenas norteños de la Guerra Chichimeca (15501600).
FIGURA 2. Grafitos del convento de Santa María Magdalena Cuitzeo. Un arquero
dispara arco y flecha (izquierda). ―Sobre los muros del claustro bajo se grabó ésta
escena, donde se puede observar a un indio bailando con plumas en una mano, mientras
otro toca un tambor. Por la derecha se esbozó otra figura similar al músico de la
izquierda‖ (derecha). FUENTE: CERDA FARÍAS IGOR. ―Inventario de grafitos
coloniales en monasterios michoacanos del siglo XVI. Informe final‖, en:
http://www.academia.edu/35625619/Inventario_de_Grafitos_Coloniales_en_Monasteri
os_Michoacanos_del_siglo_XVI.pdf, (Consultado 30 de agosto de 2018).
752
FIGURA 3. Detalle del segundo cuerpo de la fachada del convento agustino de Yuriria,
edificado en la segunda mitad del siglo XVI, están representados dos arqueros indígenas
que han sido caracterizados como ―chichimecas‖ o ―guerreros de linaje indígena‖, pero
su representación también podría corresponder a indígenas tarascos, que fueron la mano
de obra para edificar la estructura. Ambos portan arcos tan altos como los personajes y
carcajes, taparrabos, uno de ellos tiene una guirnalda en la cabeza; ambos están
tensando los arcos en posición de disparar una flecha, sujetando el arco con la mano
izquierda, y sujetando la saeta con la derecha. Todos estos elementos si bien pueden
relacionarse con los indígenas chichimecas, también pueden asociarse con los
uacúsecha descritos y representados en la RM. FUENTE: SANTIAGO SILVA, JOSÉ
DE. Yuririapúndaro. Guanajuato, Ediciones La Rana, Instituto Estatal de la Cultura de
Guanajuato, (Arquitectura de la Fe), 2006, P. 173.
753
FIGURA 4. ―Cazador con tocado de pato como señuelo, sosteniendo el lanzadardos y
proyectiles. Vertedera en la parte trasera del pato. Arcilla, blanco sobre rojo, pulida.
Altura: 31.11 cm. Colección privada.‖ FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Un
cazador de patos del Occidente de México‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte
prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand,
Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de MichoacánSecretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 412.
754
FIGURA 5. Lanzadardos del lago de Pátzcuaro [de la isla de Jarácuaro, en 1942].
Longitud: 57.47 cm, 6.35 cm de ancho en la agarradera. Colección del Southwest
Museum, 700-G 65 A. FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los
lanzadardos mexicanos‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del
Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y
Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura
de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 409.
FIGURA 6. Dardo de junco para patos, con tres puntas de hierro con púas (una rota),
insertadas en un taco de madera y atadas con cuerda. De la misma localidad que el
lanzadardos de la figura anterior. Longitud; 3.07 m. Colección del Southwest Museum,
700-G 35B. FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos
mexicanos‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de
México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm
de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco,
(Colección Occidente), 1996, P. 409.
755
FIGURA 7. Pectoral fragmentado de concha esgrafiado con una figura antropomorfa del
sitio Huandacareo, de una ocupación anterior a la tarasca. El personaje probablemente
porta un lanzadardos o un objeto contundente. MACÍAS GOYTIA, ANGELINA.
Huandacareo: lugar de juicios, tribunal. México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección científica núm. 222),
1990, P. 92.
756
FIGURA 8. Figurilla de hondero listo para disparar, perteneciente al Preclásico superior
hallada en Colima. FUENTE: GENDROP, PAUL. Arte prehispánico en Mesoamérica.
5ª edición [3ª reimpresión], México, Editorial Trillas-Universidad Nacional Autónoma
de México- Centro de Investigaciones Arquitectónicas, 2004.P. 22.
FIGURA 9. Reproducción de una honda de ixtle, a partir de la información documental
y pictográfica, elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los guerreros
purépecha o maceguales usaban ondas para arrojar piedras a los enemigos. (Fotografía:
Luis Armando de la Luz Alarcón).
757
FIGURA 10. Puntas de macana de piedra encontradas en ―El Otero‖, cerca de Jiquilpan.
FUENTE: NOGUERA, EDUARDO. ―Exploraciones en Jiquilpan‖, en: MACÍAS
GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II).
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, P. 358.
FIGURA 11. Objeto descrito como ―instrumento tallado en piedra‖ hallado en Tierra
Caliente, puede ser identificado como una punta de macana. FUENTE: FERNÁNDEZVILLANUEVA MEDINA, EUGENIA. ―La provincia arqueológica de Apatzingán 60
años después‖, en: ZÁRATE HERNÁNDEZ, JOSÉ EDUARDO (Coordinación
editorial); BLANCO FUENTES, CARLOS (Fotografía). La Tierra Caliente de
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán,
2001, P. 68.
758
FIGURA 12. En la cuenca de Zacapu, se encontró un sólo ejemplar de cabeza de
macana en una estructura funeraria del complejo Lupe, similar a las piezas de Jiquilpan,
―el material de fabricación es gris verdoso. Su forma es tubular, compuesta por tres
bandas de punzones cuyo filo es de forma trapezoidal; las hojas son de sección
triangular y filos redondeados. El acabado se hizo mediante picoteado, abrasión y
pulido.‖ FUENTE: ARNAULD, CHARLOTTE, CAROT, PATRICIA, FAUVETBERTHELOT, MARIE-FRANCE. Arqueología de las Lomas en la cuenca lacustre de
Zacapu, Michoacán, México. México, Centro de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos, (Cuadernos de estudios michoacanos, núm. 5), 1993, P. 192.
759
FIGURA 13. Puyas cónicas de cobre de aproximadamente 15 cm de alto y 2.5 cm de
diámetro; quizás puyas similares fueron usadas para este tipo de porras para aumentar el
daño contundente. Encontradas en el sitio de Huandacareo pertenecientes a la ocupación
tarasca. FUENTE: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios,
tribunal. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes, (Colección científica núm. 222), 1990, P. 136.
FIGURA 14. Reproducción de macuahuitl a partir de la información documental,
pictográfica, y arqueológica elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los
tarascos también usaron esta arma típica mesoamericana del Posclásico Tardío (12001521). (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón).
760
FIGURA 15. ―Artefactos prehispánicos de bronce con aleación de estaño: dos hachas,
quizá también usadas para la guerra, punta de lanza laminada y con orificios para el
combate cuerpo a cuerpo y tareaqua o ―coa o palo de cavar tierra‖ […]‖, Museo del
Estado, Morelia, Secretaría de Cultura de Michoacán‖. FUENTE: PAREDES
MARTÍNEZ, CARLOS SALVADOR. Al tañer de las campanas. Los pueblos indígenas
del antiguo Michoacán en la época colonial. México, Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social- Comisión Nacional para el Desarrollo de
los pueblos Indígenas, (Colección ―Historia de los pueblos indígenas de México), 2017,
P. 193.
761
FIGURA 16. ―La obsidiana fue uno de los más importantes recursos para el Estado
tarasco. Esta figura muestra dos cuchillos y una pieza para elaborar adornos, que
simbolizaban a la nobleza entre los indígenas (Museo Michoacano, Morelia, fotografía
de Eduardo Williams).‖ FUENTE: WILLIAMS, EDUARDO. ―El Antiguo Occidente de
México: Un Área Cultural Mesoamericana‖ [2004], en:
http://www.famsi.org/spanish/research/williams/index.html (Consultado 30 de agosto
de 2018).
FIGURA 17. Reproducción de un escudo o chimalli a partir de la información
documental y pictográfica, elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los tarascos
usaron atapu o rodelas facturadas con técnicas similares, para usarlas como armamento
defensivo móvil. (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón).
762
FIGURA 18. Reproducción de un ichcahuipilli o escaupil a partir de la información
documental y pictográfica, elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los tarascos
usaron armaduras de algodón similares, nombradas xuratacherenguequa, para usarlas
como armamento defensivo corporal. (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón).
FIGURA 19. Reproducción de un par de cactli o alpargates con suela de ixtle, a partir
de la información documental y pictográfica, elaborados por Luis Armando de la Luz
Alarcón. Los tarascos usaron calzado similar, los usados por los nobles eran elaborados
con cuero curtido y pintados de colores. (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón).
763
FIGURA 20. ―Bezote tarasco de obsidiana, tapa de oro y turquesa (o amazonita), Museo
del Estado, Michoacán (Foto: Michel Zabé).‖ FUENTE: FILINI, AGAPI. ―Nuevas
territorialidades: El imperio tarasco‖, en: Revista Occidente, Junio 2015, P. 10, en:
http://docplayer.es/50834824-Nuevas-territorialidades.html (Consultado 30 de agosto de
2018).
FIGURA 21. ―Orejera con incrustaciones de turquesa. Tarasca. Postclásico tardío
(1300-1521 D.C.) Tzintzuntzan, Estado de Michoacán Obsidiana y mosaicos de
turquesa 2.7 x 7.5 (diámetro) cm. Museo Nacional de Antropología, Ciudad de
México.‖
(Foto:
Jorge
Pérez
de
Lara).
FUENTE:
http://www.mesoweb.com/es/recursos/MNA/80.html (consultado 29 de agosto de
2018).
764
FIGURA 22. Escultura tipo chac mool descubierta en Ihuatzio. Nótese las ajorcas de las
piernas. Museo Regional Michoacano ―Dr. Nicolás León Calderón‖, Morelia.
(Fotografía: Ricardo Carvajal Medina, 2017).
FIGURA 23. ―Collar de turquesa y otras gemas. El águila era símbolo del dios patronal
y del rey de los tarascos‖. Museo de Morelia. Instituto Michoacano de Cultura.
(Fotografía: Ricardo Sánchez González). FUENTE: BOEHM DE LAMEIRAS,
BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la
época prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 1994, P. 209.
765
G-Representaciones modernas del sistema de armamento
tarasco
Pocos han sido los trabajos que se han preocupado por investigar el sistema de
armamento prehispánico tarasco, y aún menos en propuestas interpretativas para su
recreación. Hasta ahora los únicos estudios que ha abordado el primer tema es el de Ian
Heath,2908 y el de Roberto Martínez e Iván Valdez.2909 De estos dos el que generó
recreaciones ilustradas fue el de Ian Heath, aunque cabe advertir que si bien este autor
consultó fuentes pictográficas y documentales, no profundizó en el tema, quedando en
un nivel descriptivo; sin embargo, su trabajo es pionero en la materia, y asentó las bases
para investigaciones posteriores. Aquí hemos reproducido las imágenes dedicadas a los
guerreros tarascos, hemos modificado la nomenclatura que utilizó para categorizar a los
guerreros (el los nombró como valiant men, ―hombre valiente‖, pero para no generar
confusión con los quangáriecha, nos referimos a ellos como ―noble‖; mientras que a los
guerreros que designó como commoners, ―plebeyos‖, nosotros nos referimos a ellos
como purépecha). Además hemos colocado entre corchetes las fuentes que consultó
para hacer la recreación. Con los nuevos datos de la presente investigación, muchas de
las ideas del armamento y atavíos deben actualizarse, y es una tarea pendiente todavía la
generación de propuestas interpretativas de cómo pudieron haberse visto los guerreros
tarascos prehispánicos.
Afortunadamente esta tarea ha tenido avances en los últimos años, ya que
Vladimir Gómez Gutiérrez, ilustrador egresado de la UNAM, ha realizado algunas
representaciones modernas, basándose en la información pictográfica, y en las
descripciones documentales de los guerreros tarascos, además de contar con el
asesoramiento de varios investigadores. Luis Armando de la Luz Alarcón, egresado de
la UAGro y recreacionista histórico, también ha realizado una propuesta interpretativa
sobre cómo pudieron haber lucido los guerreros quangáriecha, con nuestro
asesoramiento y de acuerdo a la información pictográfica, documental, ha realizado una
representación de estos guerreros de élite tarascos. Como puede observarse, aún falta
mucho trabajo sobre el armamento prehispánico, y la cultura tarasca en general.
2908
HEATH, IAN. Armies of the Sixteenth Century. 2: The armies of the Aztec and Inca Empires, other
native peoples of the Americas, and the Conquistadores 1450-1608. Gran Bretaña, Foundry Books, T. II,
1999, Pp. 72-75.
2909
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los
antiguos tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Instituto de Investigaciones
Históricas-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2009, enero-junio, núm. 49, Pp. 17-52.
766
Fig. 103. Cazonci tarasco Tzintzincha Tangáxoan [RM, lámina XLIV]
Fig. 104. Guerrero tarasco noble [Códice Telleriano-Remensis f. 25v]
Fig. 105. Guerrero tarasco noble [Códice Telleriano-Remensis f. 33v]
Fig. 106. Guerrero tarasco noble [RM, lámina XLI]
Fig. 107. Guerrero tarasco noble [RM, lámina X]
Fig. 108. Guerrero tarasco noble [Lienzo de Tlaxcala, P. 52]
Fig. 109. Guerrero tarasco purépecha [Descripciones de la RM y Relaciones
Geográficas]
Fig. 110. Guerrero tarasco purépecha [Descripciones de la RM y Relaciones
Geográficas]
Fig. 111. Porteador tarasco purépecha [RM, lámina XLIV]
Fig. 112. Sacerdote tarasco cúritiecha [RM, lámina XXIV]
FIGURA 1. FUENTE: HEATH, IAN. Armies of the Sixteenth Century. 2: The armies of
the Aztec and Inca Empires, other native peoples of the Americas, and the
Conquistadores 1450-1608. Gran Bretaña, Foundry Books, T. II, 1999, Pp. 72-75.
Modificación nuestra.
767
768
FIGURAS 2, 3 y 4. Representación actual de cómo pudieron haberse visto los guerreros
quangáriecha, y el capitán general de las guerras. Autor: Vladimir Gómez Gutiérrez.
Publicadas en: CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes
militares, guerra y religión entre los antiguos tarascos‖, en: Callicanto. Estudios
históricos y patrimonio cultural. Guadalajara, Jalisco, editada por Xalixco. Estudios
históricos y Patrimonio Cultural, edición especial núm. I, [El antiguo Occidente
mexicano. Investigaciones recientes sobre arqueología y etnohistoria de Jalisco y
Michoacán], año 3, vol. III, Octubre 2017-Febrero 2018, Pp. 78-92.
769
FIGURA. 5. Representación actual de cómo pudo haberse visto un guerrero
quangáriecha. Autor: Luis Armando de la Luz Alarcón. Agradecemos al autor la
cortesía de permitirnos reproducir la imagen.
770
H- Cronología de las guerras tarasco-mexicas
A partir del siglo XV, el Triunvirato de Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio con los señores
uacúsecha Tangáxoan, Hiquíngaje e Hiripan, inició su expansión en la región de
Pátzcuaro y los territorios más allá de las montañas de la cuenca, conquistando pueblos
y apropiándose de las riquezas y fuerza de trabajo de los conquistados, de gran parte del
Occidente de Mesoamérica. Para 1428, en la cuenca de Texcoco, otro pueblo inició su
expansión, ya que los mexicas, liderados por Itzcóatl y Moctezuma Ilhuicamina se
rebelaron contra los tepanecas de Azcapotzalco, dando inició a la Excan Tlatoloyan o
Triple Alianza, compuesta por México-Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan, logrando
conquistar también extensos territorios de la Mesoamérica central y sureña. Dada la
naturaleza expansionista de ambas entidades políticas, el choque entre ambas fue
inevitable.
A pesar de que la información es fragmentaria, hay datos para establecer una
cronología de los acontecimientos más importantes acecidos durante las guerras tarascomexicas. La mayoría de las fechas se pueden colegir gracias a los anales de fuentes del
Centro de México, y a los cómputos cronológicos realizados para el área cultural. Otras
fechas son aproximaciones calculadas desde las mismas fuentes michoacanas, pero no
deben considerarse como fechas absolutas, ya que pueden cambiar con el
descubrimiento de nueva información, o reinterpretación de la ya conocida. Las fuentes
documentales y estudios utilizados para elaborar la presente cronología, se encuentra en
el apartado titulado ―El expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa y las guerras tarascomexicas‖, del capítulo III de la presente investigación.
771
1400 ca.
1420 ca.
1428
1430
1436
1440
1450 ca.
1460
1462
1467
1469
1470 ca.
1473
1475
CRONOLOGÍA DE LAS GUERRAS TARASCO-MEXICAS
Taríacuri le dio un pedazo de Curícaueri a Chapá, quien conquistó al oriente de la
cuenca de Pátzcuaro hasta Araró.
-Inició la vertiginosa expansión del Triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio,
derrotando los señoríos enemigos de Taríaran y Curínguaro, y conquistando
muchos pueblos de la Tierra Caliente.
-70 migrantes otomíes de Hueychiapan viajaron a Michoacán para ponerse al
servicio del señor de Michoacán, quien les señalo un sitio en Guayangareo, pero
no les gustó y poblaron Acámbaro. El señor que gobernaba en ese momento se
llamaba ―Tariacure‖.
-Murió Taríacuri, héroe cultural de los tarascos; heredan el poder sus sobrinos
Hiripan, Tangáxoan y su hijo Hiquíngaje. El reino es administrado desde las tres
cabeceras del triunvirato y se prosiguieron las conquistas.
-Los tenochcas al mando de Itzcóatl y Moctezuma Ilhuicamina, iniciaron una
rebelión para quitarse el yugo impuesto por Azcapotzalco, con lo que inició la
independencia mexica. Se estableció la Excan Tlatoloyan o Triple Alianza,
compuesta por México-Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan.
El huey tlatoani Itzcóatl comenzó la conquista de la Cuenca Toluca.
-Migrantes otomíes huyeron de las guerras y ―se fugaron y se metieron con los
tarascos y los montañeses. Y de los que entraron se hicieron nobles tarascos [un]
grande [probablemente = noble, hidalgo] tarasco.‖
-Subió al trono de México-Tenochtitlan, Moctezuma Ilhuicamina, conquistando
en las siguientes décadas las poblaciones de Xilotepec, Taxco, Nochtepec,
Teticpac, Tepecoacuilco, Tlacozauhtitlan, Coatepec, Tenetzinco, Cocollan,
Coatlan, y las poblaciones chontales de Acapetlahuayaca, Oztuma, Chuapan e
Ixcateopan. Con estas conquistas, los mexicas lograron apoderarse de una parte
importante de la cuenca del río Balsas.
-Los mexicas mostraron preocupación si intervenían en el valle de Toluca, pues
entrarían en guerra contra los tarascos.
-Tzitzíspandácuare centralizó el poder en Tzintzuntzan, relegando la importancia
de Pátzcuaro e Ihuatzio, por lo que se inició una nueva fase de expansión
territorial, que llevaría a los tarascos conquistar Zacatula y Colima. Además se
hace alusión brevemente a los movimientos de tropas tarascas hacía el Este:
―Zizíspandáquare hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en
dos veces, diez e seis mil hombres. Otras veces traía cativos‖, incluso se
mencionan expediciones a lugares lejanos como Xichú en Guanajuato. Esto
manifiesta los intentos que tuvieron los tarascos de conquistar los territorios
localizados al oriente.
-Migrantes otomíes emigraron por la guerra y ―huyeron y fueron a meterse con
los tarascos‖.
-―Tuvieron una batalla los de Mechuacan y Xiquipilco, que es en el valle de
Matalcingo‖.
-―Los mazahuas fueron a la tierra tarasca‖.
-Murió Moctezuma Ilhuicamina, y subió al trono de Tenochtitlan el huey tlatoani
Axayácatl.
-Los taracos asolaron y destruyeron el valle de Tala, en Jalisco (ca.)
Probablemente para estas fechas, Tzitzíspandácuare conquistó parte de Jalisco,
Colima y Zacatula, al menos temporalmente.
-El tlatoani de Tlatelolco Moquíhuix, casado con una hermana de Axayácatl
llamada Chalchiuhnenetzin, intentó revelarse contra el poder tenochca, por lo que
buscó ayuda en varios lugares, que incluyeron Xilotepec, Tula, Apazco, Chiyapan
y Cuahuacan, que eran otomíes, pero Moquíhuix fracasó y murió en el intento.
Los mexicas castigaron a los rebeldes y quienes les ayudaron.
-Los matlatzincas se rebelaron contra los mexicas, por lo que se enviaron
772
1476/1477
1478
1479
1480
1481
1484
1485
1486
1488
guerreros para sofocar la insurrección; después de que se sofocó la rebelión,
―algunos se fueron fuera de su natural, especial los de Zinacantepec, que se fueron
á Mechuacán, adonde ahora llaman Tlaulan…‖.
-Axayácatl intentó conquistar el Tzintzuntzan Irechequa; durante la campaña
destruyó Taximaroa y avanzó hasta Charo, pero fue derrotado arrolladoramente
por el ejército de 40000 u 80000 guerreros de Tzitzíspandácuare, perdiendo entre
24000 o 32000 guerreros. Este cazonci mandó repoblar y fortificar Taximaroa.
-La derrota de Axayácatl hizo tambalear el prestigio mexica, mientras que el
prestigio tarasco y de Tzitzíspandácuare aumentó notablemente.
-Inició el establecimiento de una frontera de guerra entre tarascos y mexicas, cuya
materialización fue que aprovecharon el terreno montañoso entre las cuencas de
Pátzcuaro y Texcoco, y erigieron una cadena de fortalezas que se extendió a
ambos lados de la frontera en las décadas siguientes. Del lado tarasco, los
asentamientos principales con guarniciones o fortificaciones fueron, de Norte a
Sur: Yuririapúndaro, Acámbaro, Maravatío, Taximaroa, Zitácuaro, Jungapeo,
Susupuato, Tuzantla, Tiquicheo, Huetamo, Cutzamala, Pungarabato, Tlalchapa, y
Ajuchitlán. Del lado mexica y de Norte a Sur, las guarniciones y fortificaciones
más importantes se establecieron en Jilotepec, Timilpan, Xocotitlán, Ixtlahuaca,
Villa Victoria, Valle de Bravo, Santo Tomás, Zacazonapan, Temascaltepec,
Tejupilco, Amatepepec, Tlatlaya, Alahuixtlán, Ixcateopan, Teloloapan, Oztuma y
Tetela del Río.
-Tanto tarascos y mexicas, reforzaron las fronteras poblándolas con pueblos de
distinto origen étnico, para que resguardaran las fronteras y tuvieran la función de
señoríos colchón.
-Ante el desprestigió mexica, varios pueblos del valle de Toluca migraron en
masa al Tzintzuntzan Irechequa, huyendo de los maltratos y excesos de tributo
mexicas, poblando lugares como Guayangareo y Charo.
-Un grupo de otomíes cuyo señor se llamaba ―Timax‖, huyó del yugo mexica y se
ofreció como vasallo del cazonci, quien les dio tierras en Taimeo.
-Un grupo de otomíes cuyo señor se llamaba ―Ucelo Apanze‖ huyó del yugo
mexica y se ofreció como vasallo del cazonci, quien les dio tierras en Necotlán,
[hoy Santiago Undameo].
-Murió un personaje misterioso referido como ―el Rapado [de la] tierra tarasca,
señor del gran enemigo.‖
-Murió Axayácatl, subió al trono su hermano Tízoc, quien emprendió guerras
hacía otras direcciones y fue considerado como un huey tlatoani débil.
-―Se rebelaron los matlatzincas, y por eso fueron a refugiarse en Michhuacan‖.
-Se menciona que este año, ―Aquí abrió El-de-la-Encorvada-Frente entrada [a] los
tarascos, [no mucho-quema-piel] no eran enojosos los tarascos, entraron no más
los buenos tarascos.‖
-Hubo escaramuzas entre los habitantes del valle de Toluca y los tarascos: ―los
tarascos que estaban allí, y los tarascos que alzaban [banderas de] papel, que
consagraban [banderas de] papel, [per]siguieron los de Corvo-Río [a] los
tarascos.‖
-―…llegaron los tarascos [a] Anetãnttzi [Falda de la Loma] no más, pero no se
batió nadie.‖
-Murió Tizoc, y subió al trono su hermano Ahuízotl. Para su coronación, se
prepararon grandes festejos, y se enviaron embajadores a los señores de los
señoríos enemigos más importantes, pero Tzitzíspandácuare se mofó de los
mensajeros y se negó a ir.
-Murió el cazonci Tzitzíspandácuare (ca.), subió al trono su hijo Zuangua, quien
se encargó de mantener las fortalezas y guarniciones en la frontera tarascomexica.
-Ahuízotl atendió la dedicación del Templo Mayor en Tenochtitlán. No hubo
773
1490
1502
1517
1519
1520
1521
1522
víctimas de sacrificio tarascas.
-Los mexicas iniciaron conquistan la costa de Guerrero, intentando cercar la
frontera tarasca.
-Los tarascos intensificaron los ataques a la fortaleza de Oztuma, que estuvo
constantemente sitiada.
-Murió Ahuízotl, subió al trono Moctezuma Xocoyotzin, quien también preparo
grandes festejos para su coronación, y mandó llamar embajadores de los señoríos
enemigos más importantes, en esta ocasión, el cazonci Zuangua sí envió
embajadores tarascos con presentes a México-Tenochtitlan a la ceremonia.
-Moctezuma II emprendió una gran campaña en contra del Tzintzuntzan
Irechequa, cuyo objetivo era conquistar a los tarascos y obtener plata y cobre, al
mando del tlaxcalteca Tlahuicole, atacando las poblaciones de Taximaroa,
Maravatío, Acámbaro, Ucareo y Tzinapécuaro, pero no pudieron derrotar a los
tarascos. La guerra duró 6 meses.
-Los tarascos tomaron la iniciativa, colocaron una guarnición cerca de Toluca e
intensificaron el asedio a la fortaleza mexica de Oztuma, en Tierra Caliente.
-Un ejército expedicionario español al mando de Hernán Cortés desembarcó en
las costas de Veracruz.
-Hernán Cortés marchó a México-Tenochtitlan y capturó a Moctezuma II; los
tarascos capturaron la fortaleza de Oztuma, con lo que tuvieron las puertas
abiertas para conquistar la Tierra Caliente del actual Estado de Guerrero.
-Los mexicas enviaron varias embajadas a Tzintzuntzan para pedir ayuda a los
tarascos contra los españoles, pero los tarascos desconfiaron.
-Murió el cazonci Zuangua de viruelas, subió al trono su hijo Tzintzincha
Tangáxoan.
-13 de agosto. Después de un prolongado sitio, México-Tenochtitlan es tomada
por las tropas de Hernán Cortés.
-Julio. El Tzintzuntzan Irechequa es conquistado ―pacíficamente‖ por la
expedición española al mando de Cristóbal de Olid.
774
I- Imágenes sobre poliorcética en el México antiguo
FIGURA 1. ―Escena de batalla en un cerro. Nayatit, rojo con blanco, amarillo y negro.
Altura: 25.4 cm. Dos chozas en un cerro representan a una aldea que está siendo
defendida por guerreros.‖ FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Esculturas
anecdóticas antiguas del Occidente de México‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte
prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand,
Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de MichoacánSecretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 161.
775
FIGURA 2. Ataque a un cerro fortificado con una cerca de piedra y magueyes, los
defensores están defendiéndose desde la cima con arcos, flechas y armas cuerpo a
cuerpo, mientras los atacantes hacen lo mismo desde abajo. FUENTE: KIRCHHOFF,
PAUL; ODENA GÜEMES, LINA; REYES GARCÍA, LUIS. Historia ToltecaChichimeca. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de
Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría
de Educación Pública, 1976, f. 42v, ms. 46-50, P. 42.
776
777
FiIGURA 3. Escena de una gran batalla donde un ejército está asediando un cerro fortificado, representado como un glifo de
altepetl, pero en la parte superior izquierda, está cortado con cuatro terrazas con parapetos, con cuatro guerreros en cada una
defendiéndose con escudos y macanas. FUENTE: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Códice Fernández Leal. México, Universidad
Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 1991, láminas 13 y 14, Pp. 48-49, facsímil entre Pp. 58-59
(detalle).
FIGURA 4. Los mexicas en 1511 sujetaron el pueblo de Ycpaltepec, y por estar en un
peñol agro, subieron con escaleras: el guerrero atacante porta un escudo en la mano
derecha, mientras el guerrero defensor está representado con la mano derecha levantada
arrojando una piedra, y un escudo en la izquierda. FUENTE: Codex TellerianoRemensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain
385, f. 42v (detalle).
778
779
FiIGURA 5. En la escena está representado en primer plano una batalla entre españoles e indígenas, en segundo plano hay dos peñoles
donde hay guerreros indígenas armados con arcos, flechas, jabalinas, macuahuitl y escudos. FUENTE: DURÁN, DIEGO. Historia de
las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México,
Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 37), 1984, T. II, lámina 62, Cap. LXXVIII, P. 573 [en apéndice].
FIGURA 6. Levantamiento del Mixtón en 1541, donde un grupo de chichimecas se
empeñolaron en una elevación rodeada con un río y con cercas de piedra. FUENTE:
Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des
Manuscrits, Mexicain 385, f. 42v (detalle).
780
781
Nueva Galicia‖ [1550], AGI, Mapas, planos, documentos iconográficos y documentos especiales, México, núm. 560 (detalle).
FIGURA 7. Mapa de la Nueva Galicia elaborado por el licenciado Hernando Martínez de la Marcha en 1550, están representados los
peñoles del Teul, Mixtón, Juchipila, Nochistlán y Coyria, que usaban los chichimecas para refugiarse, fortificados con una, dos y hasta
cuatro cercas de madera y piedras paralelas, desde donde los defensores lazaban flechas con arcos y piedras. FUENTE: ―Mapa de la
FIGURA 8. En uno de los cuadrantes del escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595,
está representado un cerro con dos albarradas paralelas, la superior parece estar hecha
de piedras, la inferior parece de otro material (¿madera?). En la cima del cerro puede
estar una bandera erguida. Esta imagen nos recuerda varias de las representaciones
pictográficas de lugares fortificados en los documentos mencionados líneas arriba. Dado
que los cuadrantes de ese documento representan lugares, bien podría tratarse de la
fortaleza de Taximaroa. FUENTE: ―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan"
de la provincia de Michoacán, 1595‖, AGI, Escudos y Árboles Genealógicos de
México, núm. 168 (detalle).
782
J-“Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)
hecha por el padre Francisco Ramírez”, [4 de abril de 1585]
(fragmento)
El siguiente documento ha sido publicado en varias ocasiones, sin embargo, por su
importancia y necesidad de su difusión, lo hemos agregado en la presente
investigación.2910 El texto fue publicado completo por Félix Zubillaga en 1959,
respetando la ortografía del siglo XVI y apuntalando el texto con notas aclaratorias y
bibliográficas a pie de página;2911 luego en 1973 fue publicado por Francisco Zambrano,
con ortografía actualizada, separación de textos, y aclaraciones entre paréntesis, aunque
faltaron los párrafos 104, 106 y 107 del documento.2912 En 1980 Francisco Miranda
publicó como apéndice los párrafos 42-49 de la edición preparada por Zubillaga,2913
donde se mencionan las cuestiones referentes a la teogonía tarasca y el sistema de
creencias prehispánicos, considerando que la información corresponde a la que se
encontraba en la primera parte perdida de la RM. En el 2010, Francisco Antonio Aguilar
Irepan agregó como anexo a su trabajo de licenciatura, el mismo texto preparado por
Miranda.2914 En el 2003, Juan Carlos Cortés Máximo realizó un breve análisis de
algunas partes del mismo documento, mencionado algunas de sus características y su
importancia para conocer el sistema de creencias prehispánico, pero también el papel
que tuvieron los jesuitas entre los indígenas de la provincia de Michoacán en la segunda
mitad del siglo XVI. Además, recaló que a pesar de la importancia de este testimonio,
ha pasado inadvertido para gran parte de los investigadores del Michoacán prehispánico
y colonial, en parte por el difícil acceso y poca consulta del mismo.2915
Tratando entonces de coadyuvar a darle más difusión, hemos decidido agregar
como apéndice la información referente a la teogonía y creencias prehispánicas tarascas
registradas por Francisco Ramírez. Para este fin, hemos tomado como base el texto de la
edición de Zubillaga así como su paginación; hemos prescindido de sus notas a pie de
página debido a que entorpecen y confunden la interpretación del texto, ya que él nunca
citó la RM para cotejar la información referente a las deidades tarascas, sino citó
2910
Para un análisis de este texto, véase el apartado sobre la cosmogonía tarasca en sus fuentes, en el
capítulo II del presente trabajo.
2911
FUENTE: RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha
por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador).
Monumenta Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, pp.
492-496.
2912
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el P.
Francisco Ramírez. Michoacán, 4 de abril de 1585 (Méx. 14 ff. 43-58v.)‖, en: ZAMBRANO,
FRANCISCO. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. (Preparado por José
Gutiérrez Casillas), México, Editorial Tradición, 1973, T. II, [Siglo XVII (1600-1699)], Pp. 267-310.
2913
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. La Relación de Michoacán. Versión paleográfica, separación de textos,
ordenación coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco Miranda. Morelia, Fimax Publicistas,
(Colección estudios michoacanos vol. V), 1980, Pp. 359-362. El texto preparado por Francisco Miranda
fue reeditado por la SEP para preparar una edición de difusión, pero sin las láminas, donde permaneció
como apéndice el texto de Fráncico Ramírez. ALCALÁ, JERÓNIMO DE. La Relación de Michoacán.
Versión paleográfica, separación de textos, ordenación coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco
Miranda. México, Secretaria de Educación Pública, (Colección Cien de México), 1980, Pp. 345-348.
2914
AGUILAR IREPAN, FRANCISCO ANTONIO. Diversidad étnica en el estado michoaque. Origen y
convivencia. Tesina para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesor: Jorge Silva Riquer.
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2010, Pp. 114-116.
2915
CORTÉS MÁXIMO, JUAN CARLOS. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)‖, en:
Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2003, verano, año/vol. XXIV, núm. 95, Pp. 136-168.
783
bibliografía de segunda mano (en este caso a Nicolás León). También hemos
actualizado la ortografía sin cambiar el sentido de ninguna palabra, colocamos comillas
en algunas frases, y además, para su mejor compresión, hemos colocado entre corchetes
nombres de deidades mencionadas en el mismo texto, y personajes históricos bien
identificados, para facilitar su lectura; ésta última labor de los personajes históricos ya
había sido realizada por Francisco Zambrano. Este último editor separó algunos
comentarios de Ramírez con paréntesis, que nosotros no hemos seguido, además,
identificó la frase en latín, que procede del libro del ―Apocalipsis‖ de la Biblia, y hemos
colocado la traducción entre corchetes.2916 Sobre el sacerdote indígena que empezó a
dar avisos de la llegada de la nueva religión cristiana, y el nombre de las fiestas,
Ramírez escribió de esos tópicos en otro texto, de donde hemos tomado la
información.2917 Con la colocación de las deidades tarascas entre corchetes, y otros
datos, esperamos que se tenga más claridad sobre la teogonía tarasca, y resalte la
importancia de este documento.
2916
La traducción del versículo proviene de La sagrada Biblia. Traducida de la Vulgata Latina al español.
Notas de Félix Torres Amat. Estados Unidos de América, Editorial Sopena Argentina, 1975, P. 1394.
2917
―…tuvieron algunos prenuncios y nuevas por medio de un sacerdote suyo que ellos mucho veneraban,
el cual, no sin luz del cielo a lo que se puede creer, les avisó que presto vendría quien les enseñase la
verdad de lo que debían creer y adorar. Y para más disponerles a eso, comenzó a celebrar a su modo
muchas fiestas de las que nuestra madre la iglesia celebra, como era la que llamaban del Pevánscuaro, o
de Navidad, y de la del Tzitacuarénscuaro de la Resurrección; y a descubrirles unos rayos de luz, con que
de tal manera se dispusieron para la ley evangélica, que sin ninguna dificultad la recibieron, pidiéndola y
ofreciéndose a ella de su propia voluntad, movidos en gran parte por las amonestaciones de este ministro
suyo, el cual, según me afirmaron muchos viejos que le vieron (algunos de los cuales le servían en los
sacrificios y ayudaban), residía en un pueblo llamado Erongarícuaro, donde muchas veces les predicaba y
avisaba estuviesen alerta y en vela para cuando llegasen los mensajeros de la verdad. Y púdose ser que el
oficio diese nombre al lugar, que quiere decir ―lugar donde están en vela‖, o ―atalaya‖. RAMÍREZ,
FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este Colegio de Michoacán y de su progreso y su aumento”,
en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio, edición, notas y apéndices de
Germán Viveros. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1987, Pp. 68-69.
784
FUENTE: RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán
(Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en:
ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana. Roma, Monumenta
Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, pp. 492-496.
[P. 492]
42. Cuanto al origen de esta gente, no se sabe cosa cierta. Sólo consta haber tenido
alguna noticia de la verdad del principio del mundo, y creación de los hombres, y del
diluvio; aunque mezclado con tantas mentiras y fábulas, que apenas se halla rastro de la
verdad. Los hombres decían haber hecho los dioses de ocho pelo[P. 493]
tillas hechas de ceniza, rociadas con la sangre que se sacó de las orejas un mensajero
que los dioses del cielo enviaron para eso, llamado Curiti Caheri, que quiere decir ―gran
sacerdote‖; y, a cabo de haberlas tenido algunos días en un bacín, de las cuatro salieron
varones; y de las otra cuatro, mujeres; pero sin coyuntura ninguna; de manera que no se
podían sentar ni menear. Y después de haberlos tornado otras dos veces a deshacer los
dioses del cielo, por no estar a su contento, la tercera los destruyeron con un diluvio de
cinco días, en que se abrieron las fuentes y ríos, y cayó tanta agua, que los consumió a
todos con todas las demás cosas de la tierra que decían haberlos parido la diosa del
infierno, por haber mandado los dioses del cielo al dios del infierno que diese traza en
cómo se criasen estas cosas de acá abajo. Y así parió primero su mujer [la diosa del
infierno] las sierras peladas y la tierra sin fruto; y pareciéndole a la diosa del cielo, que
llamaban Cueravaperi, por haber nacido de ella todos los demás dioses, que sus hijos no
se podían pasear en la tierra, sin ser vistos ni ella podía bajar a ella; estando cerca la luz,
envió su mensajero [Curiti Caheri] al dios del infierno, mandándole pusiese remedio. Y
así parió su mujer [la diosa del infierno] los árboles y las demás plantas y animales.
43. Venido pues este diluvio que lo destruyó todo, por no
[P.494]
estar a contento de los dioses del cielo, lo uno por no tener los hombres cómo poder
engendrar; y lo otro, por no haber caminos para poder andar, por haber salido muchos
montes y peñas; se escaparon un hombre y una mujer sobre un monte muy alto, y allí
esperaron a que decreciesen las aguas. Y, a cabo de algunos días, bajaron a un llano
donde hallaron muchos venados muertos; y, por no tener otra cosa que comer, por
haberse todo anegado, con los palos que pudieron hallar, y cierto instrumento, sacaron
fuego; y comenzaron a asar los venados. Y, subiendo el humo al cielo, preguntó la
madre de los dioses [Cueravaperi] qué era aquello; que si había quedado algún hombre.
Siéndole dicho lo que pasaba, envió a su sumo sacerdote [Curiti Caheri] a destruirlos. El
cual les dio con una calabaza en la cabeza, y se tornaron perros.
44. Entonces tornaron a mandar al sumo sacerdote [Curiti Caheri] los dioses que hiciese
los hombres la cuarta vez. Y, tomando otras ocho pelotas de ceniza, haciendo lo mismo
que la primera vez, salieron cuatro hombres y cuatro mujeres, de la manera que son
ahora. Y, por haberles contentado a los dioses, les echaron la bendición, y comenzaron a
multiplicar y de allí vinieron los demás. Y, para tornar a restaurar las demás cosas,
mandaron al dios del infierno que diese orden en eso; y, concibiendo su mujer [la diosa
785
del infierno], vino a parir todas las demás plantas y árboles, como están. Lo cual todo,
decían, salía de las espaldas de una diosa que los dioses pusieron en la tierra, que tenía
la cabeza hacía poniente, y los pies hacía oriente, y un brazo a septentrión, y otro a
meridión; y el dios del mar la tenía de la cabeza; y la madre de los dioses [Cueravaperi]
de los pies; y otras dos diosas, una de un brazo y otra de otro, porque no se cayese.
Puestas pues todas las cosas en orden, tornó otra vez a salir el sol, por mandado de los
dioses del cielo; el cual, con las demás cosas de allá, tenían haber hecho los dioses del
cielo; y las de acá bajo, los del infierno: pareciendo tener el error de los maniqueos.
[P. 495]
45. Cuanto a la inmortalidad del ánima, y los lugares donde iban, tenían también
grandes desatinos; aunque conocían haber cielo, donde iban los dioses y los demás que
lo merecían haber sido; y infierno, donde iban la demás gente. Y tenían que vivían allá
como acá. Y así, procuraban llevar muchas cosas para poder trabajar y vivir; y los
hombres principales, matar muchos que les acompañasen allá; aunque el ver que se
quedaban acá los huesos, les hacía reparar mucho, y andar alucinando, como lo andaban
en todo.
46. Tenían muchos dioses, que se entiende eran hombres principales entre ellos, que se
habían señalado mucho; a los cuales les hacía el demonio adorar, después de muertos,
apareciéndoseles en muchas figuras. Y de cada oficio tenían su dios, y su lugar señalado
en los montes, donde le sacrificaban; de lo cual hay el día de hoy grandes rastros.
47. Las fiestas eran matando muchos hombres y mujeres que, con gran crueldad,
sacrificaban al demonio. Y estos eran de los que prendían en las guerras (que tenían de
ordinario), o de los que castigaban: que por no labrar las tierras del rey, o por adúlteros,
o otras cosas muy pequeñas, les condenaban a eso. Y después la fiesta era comérselos y
emborracharse y cantar muchos cantares al dios que celebraban; teniendo casi de
ordinario sus exhortaciones de los sacerdotes suyos, de lo que debían honrar aquel dios,
y lo que había hecho por ellos. Y era muy ordinario el aparecérseles el demonio en
varias figuras; particularmente cuando, después de haber sacrificándole, le cantaban los
can[P. 496]
tares que para eso tenía; y particularmente se aparecía a los sacerdotes mayores,
mandándoles que hiciesen matar a muchos. Y de los que le vieron, hay vivos muchos el
día de hoy.
48. El medio principal porque nuestro Señor les libró de tanta ceguedad, fue por haber
la crueldad grande del demonio, que, como sabía que ―modicum tempus habebat‖ [―le
queda poco tiempo‖ (Apoc. 12-12)], hacía matar tanto, que no le podían sufrir. Y así por
esto, como por tener avisos de un gran sacerdote suyo [de Erongarícuaro] que presto
había de venir la verdad; el cual, como yo he sabido de algunos que le alcanzaron,
particularmente de uno que fue ministro suyo, que vive todavía, les enseñó muchas
cosas conformes a las de nuestra fe; y particularmente dice, celebraba fiestas, conforme
a las que acá celebramos del Nacimiento [Pevánscuaro] y Resurrección
[Tzitacuarénscuaro], y otras de nuestro Señor; recogiéndose para celebrarlas, por
algunos días, en lugares apartados. Y era tenido de todos en tanta veneración, que no
salían un punto de lo que él les mandaba. Y al que él mandaba matar, fuese quien fuese,
786
se podía contar por muerto. Y así, con esto, dicen, les abrió tanto camino para las cosas
de nuestra fe, que muchas no se les hacía cosa nueva el oírlas después.
49. Y así, luego que tuvieron noticia que los españoles habían llegado a México, se fue
el Rey de toda esta provincia [Tzintzincha Tangáxoan], acompañado de algunos de los
suyos, a sujetar al Marqués del Valle [Hernán Cortés], ofreciéndose de su voluntad por
vasallos de su Majestad [Carlos I], pidiendo quien les instruyese en la verdad de la fe
que habían de tener. Y viniendo el Marqués, le ofrecieron la tierra; y se bautizaron por
algunos pocos religiosos que entonces vinieron el Rey de la tierra y otros con él.
Aunque al Rey se le dio mal paga; porque un gobernador español [Nuño de Guzmán]
que se puso por su Majestad, le mandó quemar, por sacarle los tesoros que el pobre ya
no tenía, por haberlo ofrecido todo al Marqués y a los demás. Lo cual fue causa de que
los demás se alborotasen algo y huyesen; aunque en breve se quietaron y bautizaron casi
todos.
787
VI.
FUENTES
ARCHIVOS
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS
―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan" de la provincia de Michoacán,
1595‖, Escudos y Árboles Genealógicos de México, núm. 168.
―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖,
legajo 60, núm. 2, Ramo 3.
―Información de Luis de Cárdenas, 1527-1528‖, Patronato 16, núm. 2, Ramo 6,
―Mapa de la Nueva Galicia‖ [1550], Mapas, planos, documentos iconográficos y
documentos especiales, México, núm. 560.
―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y
distritos de sus obispados‖ [1544], Justicia, legajo 1009.
―Testimonio de Juan de Alvarado en 1540, encomendero de Tiripetío‖, Justicia, legajo
130.
ARCHIVO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE PÁTZCUARO
―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, Caja 5, Exp. 24, 1592.
AHMP, Caja 131, Exp. 3, 1565.
BIBLIOTHÈQUE NATIONALE DE FRANCE
Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des
Manuscrits, Mexicain 385.
FONDO ANTIGUO DE LA FACULTAD DE HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD
MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO
―Probanza hecha por la Audiencia Real entre los obispados de México y Michoacán‖
[1544], Fondo Dra. Guadalupe Cedeño, Carpeta 1.
DOCUMENTOS PUBLICADOS
―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán, en
que refiere la jornada que hizo a Mechuacan, a conquistar la provincia de los Tebles
Chichimecas, que confina con Nueva España. (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN
788
TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa,
(Serie Los once ríos), 1992, [Apéndice 1], Pp. 264-284.
―Carta á su Majestad, del electo obispo de México, D. Fr. Juan de Zumárraga. [27 de
agosto de 1529]‖, en: GARCÍA ICAZBALECETA, JOAQUÍN. Don fray Juan de
Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México. Estudio biográfico y bibliográfico.
Con un apéndice de documentos inéditos ó raros. México, Antigua librería de Andrade
y Morales, 1881, Apéndice, documento núm. 1, Pp. 1-42.
―Carta de Fray Nicolás de Witte a un ilustrísimo señor, Meztitlán, 21 de Agosto de
1554‖, en: Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México colegidos y
anotados por el P. Mariano Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo Nacional de
Arqueología, Historia y Etnología. 1914, P. 221-228.
―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖, en: WARREN, BENEDICT. La
conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax
Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IX, Pp. 436-438.
―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS
DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI.
Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Ensayos), 1993, Pp. 125-128.
―Cédula de 1563 a la Audiencia de los Confines, sobre tributos‖, en: ROJAS, JOSÉ
LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo
XVI. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Ensayos), 1993, Pp. 137-139.
―Códex Plancarte‖ [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en:
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II).
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, Pp. 235-249.
―Copias del título de tierras de los reyes de Tiríndaro, Mich.‖ (Transcripción de
Cayetano Reyes García), en: JACINTO ZAVALA, AGUSTÍN. Estudios michoacanos
XII. Zamora, Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Michoacán, (Colección
Estudios), 2007, 235-240.
―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que
contra él le puso‖. (Transcripción de Alberto Carrillo Cázares y Silvia Méndez
Hernández; introducción por Benedict J. Warren), en: BOEHM DE LAMERIAS,
BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la
época prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 1994, Tercera parte, Apéndice documental, Pp. 333-441.
―Fragmentos de la visitación de Antonio de Caravajal [1523]‖, en: WARREN,
BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia,
Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IV, Pp.
386-408.
―Historia de los mexicanos por sus punturas‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA,
JOAQUÍN. Nueva colección de documentos para la historia de México (siglo XVI).
México, Editorial Salvador Chávez Hayhoe, 1941, Pp. 209-240.
789
―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19
de septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 15211530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios
michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice X, Pp. 439-457.
―La posesión que se tomó en Pázcuaro para la translación de la iglesia‖ [6 de agosto de
1538], en: LEÓN, NICOLÁS. Don Vasco de Quiroga. Grandeza de su persona y de su
obra. Morelia, Centro de estudios sobre la cultura nicólaita-Universidad Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de nicolaitas notables núm. 24), 1984, Pp.265-271.
―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528], en: WARREN,
BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia,
Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice VI, Pp.
411-425.
―Memorial sobre asuntos de buen gobierno que un desconocido hizo por orden del
Emperador‖, en: Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México
colegidos y anotados por el P. Mariano Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo
Nacional de Arqueología, Historia y Etnología. 1914, Pp. 1-4.
―Primera relación anónima de la jornada que hizo Nuño de Guzmán á la Nueva
Galicia‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la
historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47),
T. II, 1980, Pp. 288-295.
―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en:
WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición
michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI),
1989, Apéndice I, Pp. 377-378.
―Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de
Michoacán dispuestas, por su fundador el reverendísimo y venerable señor don Vasco
de Quiroga, primer obispo de Michoacán‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco
de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe. Presentación de Medardo Serna
González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoInstituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión
Universitaria, [Apéndices], 2015, Pp. 173-193.
―Relación de la entrada de Nuño de Guzmán, que dió García del Pilar, su intérprete‖,
en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia
de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II,
1980, Pp. 248-261.
―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique y señor
natural que fué del pueblo de Tlalmanalco, provincia de Chalco, con el señor visorey
don Antonio de Mendoza cuando fué á la conquista y pacificación de los indios
chichimecas de Xuchipila‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de
documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa,
(Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, Pp. 307-332.
790
―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], en: Montaña.
Revista bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas, Septiembre-Octubre, 1970,
núm. 5, Pp. 23-26.
[GUZMÁN, NUÑO DE] Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán
desde que fue nombrado gobernador de Pánuco en 1525. México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia-Instituto Jalisciense de Antropología e Historia-Secretaria de
Educación y Cultura de Jalisco-Universidad de Guadalajara, 1990.
[MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580.
Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro.
Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de Difusión
Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002.
ACUÑA, RENÉ. (Editor). Códice Fernández Leal. México, Universidad Nacional
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 1991.
------------------------------------. Relaciones geográficas del siglo XVI: México. México,
Universidad Nacional Autónoma de México, III tomos, núms. 6, 7 y 8, 1986.
------------------------------------. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán.
México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 9, 1987.
------------------------------------. Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia.
México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 10, 1988.
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de
los españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva
Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de
Nueva España. Edición de Ángel María Garibay K. 6ª edición, México, Editorial
Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, Pp. 825-882.
ANÓNIMO. Anales de Tarecuato. México, Editor Vargas Rea, (Colección
Amatlacuilotl), 1951.
CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino
tarasco‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1969, vol. 9, Pp. 215-221.
Códex Plancarte [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en:
LEÓN, NICOLÁS. Anales del Museo Michoacano, Año primero. Morelia, Imprenta y
litografía del gobierno en la Escuela de Artes, 1888, Pp. 43-61.
Códice Mendoza [Versión de 1925]. México, Editorial Innovación, 1980.
CORIA, DIEGO DE. ―Visitación que se hizo en la Conquista, donde fue por capitán
Francisco Cortés‖ [1525], en: ―Nuño de Guzmán contra Hernán Cortés, sobre los
descubrimientos y conquistas de Jalisco y Tepic, 1531‖, Boletín del Archivo General de
la Nación. México, T. VIII, núm. 4, Octubre-Noviembre-Diciembre, 1937, Pp. 556-572
EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y
de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖,
en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia
791
de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. I,
1980, Pp. 369-398.
ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas).
―Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por
Nuño de Guzmán. 1530. Morelia, Frente de Afirmación Hispanista, 1997.
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de
Jarácuaro], en: Montaña. Revista bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas,
Enero-Febrero, 1970, núm. 1, Pp. 27-33.
Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del
Timbre, 1892.
LUCENA SALMORAL, MANUEL. ―III.- Documentación. Los pareceres de Cereceda
y Rojas sobre herrar a los esclavos indios en el rostro o en las piernas‖, en: Estudios de
historia social y económica de América. España, Editada por el Departamento de
Historia de América y Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, núm. 14,
1997, Pp. 233-240.
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO; ESPINOSA MORALES, LYDIA. La vida
michoacana en el siglo XVI. Catálogo de documentos del siglo XVI del Archivo
Histórico de la Ciudad de Pátzcuaro. México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, (Colección fuentes, Serie Catálogos), 1999.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Editor); CÁRDENAS MORARES, VÍCTOR;
PIÑÓN FLORES, IRAÍS; PULIDO SOLÍS, TRINIDAD. Y por mi
visto…Mandamientos, ordenanzas, licencias y otras disposiciones virreinales sobre
Michoacán en el siglo XVI. México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1994.
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este Colegio de Michoacán y
de su progreso y su aumento‖, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de
Pátzcuaro. Estudio, edición, notas y apéndices de Germán Viveros. Zamora, El colegio
de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1987, Pp. 67-95.
Recopilación de leyes de los reinos de las Indias. Mandadas imprimir y publicar por la
magestad católica del rey don Carlos II, nuestro señor. Madrid, Boix editor, 1841.
ROSKAMP, HANS; LUCAS, BENJAMÍN. ―Uacús Thicátame y la fundación de
Carapan: Nuevo documento en lengua p‘urhépecha‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio
de Michoacán, 2000, primavera, año/vol. XXI, núm. 82, Pp. 157-174.
VELÁSQUEZ GALLARDO. PABLO. ―Título de tierras de Cherán Hatzicurin‖, en:
Tlalocan. Revista de fuentes para el conocimiento de las culturas indígenas de México.
México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1952, Vol. 3, núm. 3, Pp.238245.
WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, en:
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II).
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, Pp. 571-598.
792
WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero en
Michoacán. Traducción de Agustín García Alcaraz. México, Secretaría de Educación
Pública-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Colección Cultural núm.
2), 1984.
BIBLIOGRÁFICAS
ACEVEDO VALERIO, VÍCTOR ANTONIO. Retrospectiva Histórica, Económica de
la comunidad indígena michoacana. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo-Escuela de Historia-Secretaría de Difusión Cultural, 1994.
ALARCÓN-CHÁIRES, PABLO. Etnoecología de los indígenas purhépecha. Una guía
para el análisis de la apropiación de la naturaleza. Morelia, Universidad Nacional
Autónoma de México-Centro de Investigaciones en Ecosistemas-Consejo Estatal de
Ciencia y Tecnología Michoacán, Morevallado editores, 2010.
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde
dentro y fuera de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe
Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, II tomos, (Colección Investigaciones), 2013.
ALBIEZ-WIECK, SARAH; ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al
estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección
Investigaciones), 2016.
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. La Relación de Michoacán. Versión paleográfica,
separación de textos, ordenación coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco
Miranda. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. V), 1980.
----------------------------------------. La Relación de Michoacán. Versión paleográfica,
separación de textos, ordenación coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco
Miranda. México, Secretaria de Educación Pública, (Colección Cien de México), 1980.
----------------------------------------. Relación de ceremonias y rictos y población y
gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y
estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del
Estado de Michoacán, 2000.
----------------------------------------. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del
Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de
Michoacán, 2008.
[ALCALÁ, JERÓNIMO DE] Relation de Michoacan. Traducción y presentación de
Jean-Marie Gustave Le Clézio. París, Ediciones Gallimard, 1984.
ALCINA FRANCH, JOSÉ. Arqueología antropológica. España, Ediciones Akal, (Akal
universitaria; Serie Arqueología), 1989.
ALTHUSSER, LOUIS. Filosofía y marxismo. Entrevista por Fernanda Navarro.
México, Siglo XXI, 1988.
793
--------------------------------. La filosofía como arma de la revolución. Traducción de
Oscar del Barco, Enrique Román y Oscar L. Molina. 9ª edición, México, Ediciones
Pasado y Presente, (Cuadernos de pasado y presente, núm. 4), 1979.
ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas. Publicadas y anotadas
por Alfredo Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, II
tomos, 1892.
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO DE. Crónica mexicana [Manuscrito núm.
117 de la H. P. Kraus Collection]. Edición de Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez
Chamorro. España, Historia 16, (Crónicas de América), 1997.
ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez.
Manuscrito del siglo XVI. Anotada por Manuel Orozco y Berra. 4ª edición. México,
Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa de Historia núm. 61), 1987.
AMEZCUA CARDIEL, HÉCTOR, et. al., Introducción a las ciencias sociales. México,
Compañía editorial nueva imagen, (Serie Ciencia educativa), 1999.
ARGUETA VILLAMAR, ARTURO. Los saberes p‟urhépecha. Los animales y el
diálogo con la naturaleza. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Nacional Autónoma de
México-Gobierno del Estado de Michoacán-Universidad Intercultural indígena de
Michoacán-Casa Juan Pablos-Programa de Naciones Unidas para el medio ambiente.
2008.
ARJIPTSEV, FEDOR TIMOFEIEVICH. La materia como categoría filosófica.
Traducción de Adolfo Sánchez Vázquez, México, Editorial Grijalbo, 1962.
ARNAULD, CHARLOTTE, CAROT, PATRICIA, FAUVET-BERTHELOT, MARIEFRANCE. Arqueología de las Lomas en la cuenca lacustre de Zacapu, Michoacán,
México. México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Cuadernos de
estudios michoacanos, núm. 5), 1993.
ARÓSTEGUI, JULIO. La investigación histórica: teoría y método. 2ª edición revisada
y aumentada, Barcelona, Crítica, 2001.
ATKINS, PETER; SIMMONS, IAN; ROBERTS, BRIAN. People, Land and Time: An
historical introduction to the relations between landscape, culture and environment.
Nueva York, Routledge, 2014.
Atlas geográfico del Estado de Michoacán. 2ª edición, México, Secretaría de Educación
en el Estado de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, El
Colegio de Michoacán, Editorial Eddisa, 2003.
AVENI, ANTOTHY F.. Observadores del cielo en el México antiguo. Traducción de
Jorge Ferreiro. 2ª edición, México, Fondo de Cultura Económica, (Sección de obras de
antropología), 2005.
BARTRA, ROGER. El modo de producción asiático. Antología de textos sobre
problemas de la historia de los países coloniales. 2ª edición, México, Ediciones Era, (El
hombre y su tiempo), 1974.
794
----------------------------. Marxismo y sociedades antiguas. El Modo de Producción
Asiático y el México prehispánico. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 142), 1975.
BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino de
Michoacán. Morelia, Editorial Balsal, (Colección documentos y testimonios), 1989.
BATAILLON, GILLES; BIENVENU, GILLES; VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO
(Coordinadores.) Las teorías de la guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones
contemporáneas. México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos-Centro
de Investigación y Docencia Económicas-Universidad Nacional Autónoma de México,
2008.
BATE, LUIS F. Arqueología y materialismo histórico. 1ª reimpresión, México,
Ediciones de cultura popular. 1988.
BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Morelia, Balsal editores, III tomos,
1985.
BERNABÉ PAJARES, ALBERTO (Introductor, traductor y notas). Fragmentos
presocráticos de Tales a Demócrito. 3ª edición, España, Alianza Editorial, 2008.
BERRERA RUBIO, ALFREDO (Editor). El modo de producción tributario en
Mesoamérica. México, Escuela de Ciencias Antropológicas-Ediciones de la
Universidad de Yucatán, (Analté, núm. 3), 1984.
BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado
y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, 1994.
BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE; WIGAND, PHIL C. (Coordinadores). Origen y
desarrollo de la civilización en el Occidente de México. Homenaje a Pedro Armillas y
Ángel Palerm. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1992.
BOTURINI BENADUCI, LORENZO. Idea de una Nueva Historia General de la
America Septentrional. Fundada sobre material copioso de figuras, symbolos,
caractères, y geroglificos, cantares, y manuscritos de autores indios, ultimamente
descubiertos. Dedicala al Rey Ntro. Señor en su Real, y Supremo Consejo de las Indias.
Madrid, Imprenta de Juan de Zúñiga, 1746.
BOURBOURG, BRASSEUR DE. Histoire des nations civilisées du Mexique et de
l'Amérique Centrale, durant les siècles antérieurs à Christophe Colomb, éscrite sur des
documents originaux et entiérrement inédits, puisés aux anciennes archives des
indigénes. Arthus Bertrand (Editor). París, Libraire de la Société de Géographie, IV
tomos, 1857, 1858, 1859.
BOUTHOUL, GASTON. La guerra. Traducción de Johanna Givanel. España,
ediciones Okos-tau, (Colección que sais-je? [¿qué sé] en lengua castellana, núm. 44),
1971.
BOYD, MAURICE. Eight Tarascan Legends. State Museum, Goinsville, Florida, 1958.
795
--------------------------. Tarascan myths & legends: a rich and imaginative history of the
Tarascans. Texas, Texas Christian University Press, (Monografías en historia y cultura
de la Texas Christian University, núm. 4.), 1969.
BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. 2ª edición, Morelia,
Morevallado Editores, 1993.
BROWN, M. KATHRYN; STANTON, TRAVIS W. (Editores). Ancient mesoamerican
warfare. E.U.A., Altamira press, 2003.
BUENO BRAVO, ISABEL. Mesoamérica: territorio en guerra. Prólogo de Ross
Hassig. México, Secretaría de Educación Pública-Centro de Estudios Filosóficos,
Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, (Serie Eslabones en el desarrollo de la
ciencia), 2015.
CABRERA V., MA. DEL REFUGIO; PÉREZ GONZÁLEZ, BENJAMÍN. El Estado
p‟urhepecha y sus fronteras en el siglo XVI. Morelia, Gobierno del Estado de
Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura. 1991.
CANSECO VINCOURT, JOSÉ. La guerra sagrada. México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, 1966.
CARRASCO, PEDRO, et. al., La sociedad indígena en el Centro y Occidente de
México. México, El Colegio de Michoacán, 1987.
-------------------------------. Estructura político-territorial del Imperio tenochca. La
Triple Alianza de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan. México, Fondo de Cultura
Económica-Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Sección obras
de Historia), 1996.
CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA, et. al., Estratificación social en la
Mesoamérica prehispánica. 2ª edición, México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia-Secretaría de Educación Pública, 1982.
CARRASCO, PEDRO; BRODA. JOHANNA (Editores). Economía política e ideología
en el México prehispánico. Editorial Nueva Imagen-Centro de Investigaciones
Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1979.
CARRILLO CÁZARES, ALBERTO. El debate sobre la Guerra Chichimeca, 15311585. Derecho y política en la Nueva España, Zamora, El Colegio de Michoacán-El
Colegio de San Luis, II volúmenes, 2000.
CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad
mexica según las fuentes documentales. Prólogo de Miguel León-Portilla. 3a edición,
México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones
Históricas, (Serie Cultura Náhuatl, Monografías núm. 13), 1996.
CASTRO GUTIÉRREZ, FELIPE. Los tarascos y el imperio español, 1600-1740.
México, Universidad Nacional Autónoma de México- Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, (Serie Historia Novohispana núm. 73), 2004.
796
CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos. México, Gobierno
del Estado de Michoacán-Comité Editorial del Gobierno de Michoacán, 1986.
CERDA FARÍAS, IGOR. El siglo XVI en el pueblo de Tiripetío. Indígenas,
encomienda, agustinos y sociedad en el antiguo Michoacán. México, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión
universitaria, 2000.
----------------------------------. En el pueblo de Tiripetío, en la Provincia de Michoacán.
La edad dorada… El siglo XVI. 2ª edición, México, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión universitaria, 2005.
----------------------------------. Grafitos coloniales. Imágenes sacras y seculares en el
exconvento de San Juan Bautista Tiripetío, Michoacán. Morelia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones HistóricasSecretaría de difusión cultural y extensión universitaria-Exconvento de TiripetíoCoordinación de la investigación científica. 2009.
CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. Prólogo de
Manuel Magallón y Cabrera. Madrid, The Hispanic Society of América-Tipografía de la
―Revista de Archivos‖, 1914.
CERVANTES SAAVEDRA, MIGUEL DE. Don Quijote de la Mancha. Estudios de
Mario Vargas Llosa y Francisco Ayala; Edición y notas de Francisco Rico. 6ª
reimpresión, México, Real Academia Española-Alfaguara, (Edición del IV centenario),
2004.
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los
mexicas. España, Consejo superior de investigaciones científicas-Ministerio de
educación y ciencia-Ediciones Polifemo, (Anejos de Gladius), 2007.
----------------------------------------------------------------. Guerreros Aztecas. Armas,
técnicas de combate e historia militar del implacable ejército que conquistó
Mesoamérica. España, Ediciones Nowtilus, (Colección Historia incógnita), 2011.
CHAVERO, ALFREDO. Calendario Azteca. Ensayo arqueológico. 2ª edición, México,
Imprenta de Jens y Zapiain, Calle de San José el Real núm. 22., 1876.
CHESNAUX, JEAN; et. al., Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de
producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969.
CHILDE, GORDON VERE. Los orígenes de la civilización. Traducción de Elí de
Gortari. Segunda reimpresión (de la segunda edición). México, Fondo de Cultura
Económica, (Breviarios núm. 92), 2004.
CHIMALPAHIN, DOMINGO. Las ocho relaciones y memorias de Colhuacan.
Paleografía y traducción de Rafael Tena. 1ª reimpresión. CONACULTA, (Colección
Cien de México), II tomos, 2003.
CIUDAD REAL, ANTONIO DE. Tratado curioso y docto de las grandezas de la
Nueva España. Relación breve y verdadera de algunas cosas de las muchas que
sucedieron al padre fray Alonso Ponce en las provincias de la Nueva España siendo
797
comisario general de aquellas partes. Edición, estudio, apéndices, glosarios, mapas e
índices por Josefina García Quintana y Víctor M. Castillo Farreras. 3ª edición, México,
Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas,
(Serie Historiadores y Cronistas de Indias, núm. 6), II tomos, 1993.
CLARK, GRAHAME. Arqueología y sociedad (reconstruyendo el pasado histórico).
Traducción de Pepa Gasull. España, Akal editor, (Serie arqueología), 1980.
CLASTRES, PIERRE. Arqueología de la violencia: la guerra en las sociedades
primitivas. Traducción de Luciano Padilla López. Argentina, Fondo de Cultura
Económica, (Colección Popular núm.646, Serie Breves), 2004.
CLAUSEWITZ, KARL VON. De la guerra. Traducción de Julio Tello. 1ª reimpresión,
México, Colofón, 2010.
CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México. Edición del original
escrito en castellano por el autor. Prólogo de Mariano Cuevas. México, Editorial Porrúa,
(Sepan cuántos…núm. 29), 1976.
COLLINGWOOD, ROBIN GEORGE. Idea de la historia. 3ª edición revisada y
aumentada [segunda reimpresión]. México. Fondo de Cultura Económica. (Sección
Obras de Historia) 2011.
CONRAD, GEOFFREY W.; DEMAREST, ARTHUR A. Religión e imperio, dinámica
del expansionismo azteca e inca. Traducción de Miguel Rivera Dorado. México,
Alianza editorial mexicana-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección
―Los noventa‖ no. 10), 1990.
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Estudios de Antropología e Historia. México, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión
universitaria-Editorial Universitaria, 1992.
-----------------------------------. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde
su origen hasta la conquista española. Morelia, Balsal editores, 1988.
-----------------------------------. Mitología Tarasca. 5ª edición. Morelia. Instituto
Michoacano de Cultura. 1999.
-----------------------------------. Origen histórico de los tarascos. ESTRADA, EMILIO.
Nuevos elementos de la cultura Valdivia. México, Secretaria de Difusión CulturalEditorial Universitaria-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1994.
-----------------------------------. Rincones Michoacanos. Leyendas y breves datos
históricos de algunos pueblos de Michoacán. México, Imprenta de la H. Cámara de
Diputados, 1938.
-----------------------------------. Rincones Michoacanos. Leyendas y breves datos
históricos de algunos pueblos de Michoacán. 2ª edición, Morelia, Fimax publicistas,
(Colección ―Policromia Michoacana‖, núm. IV), 1984.
798
-----------------------------------. Tres códices michoacanos. Morelia. Centro de Estudios
sobre la Cultura Nicolaita -Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
(Biblioteca de nicolaitas notables núm. 31), 1986.
-----------------------------------. Voces del pasado. Antología. Cuentos, leyendas, estudios
etno-históricos. Morelia, Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita-Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de nicolaitas notables núm. 54),
1995.
CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá, 8ª
Edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 7), 1975.
CORTEZ, CLAUDE (Compilador). Geografía histórica. México, Instituto Mora,
Universidad Autónoma Metropolitana, (Antologías Universitarias), 1991.
CRONE, PATRICIA. Pre-industrial Societies. Anatomy of the Pre-Modern World.
Londres, Oneworld Publications, 2014. [Edición digital].
CRUZ DOMÍNGUEZ, SILVANA ELISA. Nobleza y gobierno indígena de Xilotepec
(siglos XV-XVIII). México, Fondo editorial Estado de México-Gobierno del Estado de
México, (Colección identidad historia), 2012.
DELGADO, ALEJANDRO. Grafica prehispánica de Michoacán. Aproximación al
diseño gráfico ancestral. Morelia, Instituto Michoacano de Cultura-Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1999.
DIAMOND, JARED. Armas, gérmenes y acero. Traducción de Fabián Chueca. México,
Debolsillo, 2007.
DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España.
Introducción y Notas, Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa,
(Sepan cuántos…núm. 5), 1975.
Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México colegidos y anotados por
el P. Mariano Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo Nacional de Arqueología,
Historia y Etnología. 1914.
DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme.
Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México,
Editorial Porrúa, II tomos, (Biblioteca Porrúa núms. 36 y 37), 1984.
ENEAS EL TÁCTICO; POLIENO. Poliorcética/Estratagemas. Introducciones,
traducciones y notas de José Vela Tejada y Francisco Martín García. España, Gredos,
(Biblioteca Clásica Gredos núm. 157), 1991.
ENGELS, FEDERICO. Anti-Dühring. La subversión de la ciencia por el señor Eugen
Dühring. Traducción de Manuel Sacristán Luzón. 2ª edición, México, Grijalbo,
(Colección ―ciencias económicas y sociales‖), 1968.
-------------------------------. Dialéctica de la naturaleza. Traducción de Wenceslao
Roces. México, Grijalbo, (Colección ―ciencias económicas y sociales‖), 1986.
799
ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El
legado de Joseph Benedict Warren a la historia y a la lengua de Michoacán. México,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo
Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores,
(Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012.
ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida. Vitas patrum de los religiosos
ermitaños de Nuestro padre San Agustín de la provincia de San Nicolás de Tolentino de
Michoacán. Estudio introductorio de Igor Cerda Farías. 3ª edición. Morelia. Instituto de
Investigaciones Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoExconvento de Tiripetío-Fondo editorial Morevallado, 2006.
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA (Editora). La investigación arqueológica en
Michoacán. Avances, problemas y perspectivas. Zamora, Mich., El Colegio de
Michoacán, (Colección Debates), 2014.
---------------------------------------------------. La justicia y el fuego. Dos claves para leer
la Relación de Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, II tomos, 2008.
ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Franciscana de Michoacán. Apuntalamientos
bibliográficos de Nicolás León. 3ª edición, Morelia. Instituto de Investigaciones
Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morevallado Editores.
2003.
ESTRADA CISNEROS, JOAQUÍN. El Rey Ticátame y la Conquista de Michoacán en
el siglo XII. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1985.
ESTRADA MALDONADO, ÁLVARO. Historia y posmodernidad. Morelia.
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Facultad de Historia, 2016.
et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios
Históricos de las Revoluciones de México, 2014.
FAUGÈRE-KALFON, BRIGITTE. Las representaciones rupestres del Centro-Norte de
Michoacán. México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Cuadernos de
estudios michoacanos, núm. 8), 1997.
FERNANDEZ DE OVIEDO Y VALDÉS, GONZALO. Historia general y natural de
las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano. Cotejada con el códice original,
enriquecida con las enmiendas y adiciones del autor, e ilustrada con la vida y el juicio
de las obras del mismo, por José Amador de los Ríos. Madrid, Imprenta de la Real
Academia de la Historia, IV tomos, 1851-1854.
FERRARO, JOSÉ. Introducción al pensamiento de Marx y Engels. México. Editorial
Ítaca, 1999.
FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de Michoacán.
México, IV tomos. México, Gobierno del Estado de Michoacán-Instituto michoacano de
cultura. 1989.
800
--------------------------------------. Los orígenes del poder en Mesoamérica. México,
Fondo de Cultura Económica, (Colección Tezontle), 2009.
FROMM, ERICH. Anatomía de la destructividad humana. Traducción de Félix Blanco,
revisión de Ignacio Millán, 8ª edición, México, Siglo XXI editores, 1983.
GALLIÉ, WALTER BRYCE. Filósofos de La Paz y de La Guerra: Kant, Clausewitz,
Marx, Engels y Tolstoi. 1ª reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica,
(Breviarios núm. 289), 1985.
GARCÉS CONTERAS, GUILLERMO. Pensamiento matemático y astronómico en el
México precolombino. 1ª reimpresión [de la Tercera edición]. México, Instituto
Politécnico Nacional, 2012.
GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la Historia de
México. 2ª edición facsimilar, México, Editorial Porrúa, II tomos, (Biblioteca Porrúa
núms. 47 y 48), 1971.
-----------------------------------------------------. Nueva colección de documentos para la
historia de México (siglo XVI). México, Editorial Salvador Chávez Hayhoe, 1941.
GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo
Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de
Urbanismo y Medio Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los
pueblos y comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani
de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado editores, (Colección
Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004.
GENDROP, PAUL. Arte prehispánico en Mesoamérica. 5ª edición [3ª reimpresión],
México, Editorial Trillas-Universidad Nacional Autónoma de México- Centro de
Investigaciones Arquitectónicas, 2004.
GERHARD, PETER. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Traducción
de Stella Mastrangelo; mapas de Reginald Piggott. México, Universidad Nacional
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas-Instituto de Geografía,
(Espacio y tiempo, núm. 1), 1986.
GIDDENS, ANTHONY. Sociología. Con la colaboración de Simon Griffiths;
traducción de Francisco Muños de Bastillo Llorante. 5ª edición, España, Alianza
Editorial, 2007.
GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas. México, Ediciones Quinto
Sol, 1978.
GODELIER, MAURICE; MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH. Sobre el modo de
producción asiático. España, Ediciones Martínez Roca, 1969.
GONZÁLEZ LEYVA, ALEJANDRA. Yuriria. Construcción, historia y arte de un
convento agustino. México, Facultad de Filosofía y Letras-Dirección General de
Asuntos del Personal Académico-Universidad Nacional Autónoma de México, 2008.
801
GONZÁLEZ Y GONZÁLEZ, LUIS. Michoacán, lagos azules y fueres montañas,
monografía estatal. Segunda edición. México. Secretaria de educación públicaComisión nacional de los libros de texto gratuitos. 1995.
GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec
border. Con contribuciones de David Chodoff, John Hyslop, Helen Perlstein Pollard,
Michael Snarskis, Lee Anne Wilson. Nashville, Tennessee, Vanderbilt University
(Publications in Anthropology núm. 32.) 1985.
GORENSTEIN, SHIRLEY; PERLSTEIN POLLARD, HELEN. The tarascan
civilization: a late prehispanic cultural system. Nashville, Tennessee, Vanderbilt
University (Publications in Anthropology núm. 28.) 1983.
HARNECKER, MARTA. Los conceptos elementales del materialismo histórico. 59ª
edición nuevamente aumentada y revisada. México, Siglo XXI editores, 1994.
HARRIS, MARVIN. Vacas, cerdos, guerras y brujas. Los enigmas de la cultura.
Traducción de Juan Oliver Sánchez Fernández, México, Alianza Editorial, (Libro de
bolsillo núm. 755), 1989.
HASSIG, ROSS. Aztec Warfare: Imperial Expansion and Political Control. 1ª
reimpresión, E.U.A., University of Oklahoma Press, The civilization of the American
Indian series vol. 188) 1995.
------------------------. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de
México en el siglo XVI. Traducción de Juan José Utrilla. México, Alianza Editorial
Mexicana, 1990.
------------------------. War and Society in Ancient Mesoamerica, E.U.A., University of
California press, 1992.
HEATH, IAN. Armies of the Sixteenth Century. Gran Bretaña, Foundry Books, II
tomos, 1999.
HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia de las plantas de Nueva España. México,
Universidad Nacional Autónoma de México- Instituto de Biología-Imprenta
Universitaria, III tomos, 1942.
------------------------------------------. Historia Natural de la Nueva España. México,
Universidad Nacional Autónoma de México, VII tomos, 1959-1985.
HERÓDOTO. Los nueve libros de la Historia. Traducción y estudio preliminar por
María Rosa Lida de Malkiel. 15ª Edición, México, Editorial Cumbre, (Colección ―Los
Clásicos‖), 1980.
HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los
castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano. Escrita por Antonio de
Herrera, coronista mayor de Su M[ajesta]d de las Indias y su cornista de Castilla. En
quatro Decadas desde el Año de 1492 hasta el de 1[5]31. Madrid, Imprenta Real de
Nicolas Rodriguez Franco, IV tomos, 1726-1730.
802
HERS, MARIE-ARETI. Los toltecas en tierras chichimecas. México, Universidad
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Estéticas, (Cuadernos de Historia del
Arte, núm. 35), 1989.
HUMBOLDT, ALEJANDRO DE. Ensayo político sobre el reino de la Nueva España.
Estudio preliminar, revisión del texto, cotejos, notas y anexos de Juan A. Ortega y
Medina. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 39), 1966.
HURTADO MENDOZA, FRANCISCO. La religión prehispánica de los purhépechas.
Un testimonio del pueblo tarasco. Morelia, Linotipográfica Omega, 1986.
JOHNSON, MATTHEW. Teoría arqueológica. Una introducción. Traducción de Josep
Ballart. Barcelona, Ariel, 2000.
KIRCHHOFF, PAUL; ODENA GÜEMES, LINA; REYES GARCÍA, LUIS. Historia
Tolteca-Chichimeca. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de
Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría
de Educación Pública, 1976.
KNOWLES, ELIZABETH (Editora). The Oxford Dictionary of Phrase and Fable. 2ª
edición, Nueva York, Oxford University Press, 2006.
KOHAN, NESTOR. Nuestro Marx. España, Editorial La Oveja Roja, 2013.
La sagrada Biblia. Traducida de la Vulgata Latina al español. Notas de Félix Torres
Amat. Estados Unidos de América, Editorial Sopena Argentina, 1975.
LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. El encuentro de la piedra y el acero. La Mesoamérica
militarista del siglo XVI que se opuso a la irrupción europea. México, El Colegio de
Michoacán, 1994.
-----------------------------------------. Los déspotas armados. Un espectro de la guerra
prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán, 1985.
LASTRA, YOLANDA; BARTHOLOMEW, DORIS (Editoras). Códice de Huichapan.
Paleografía y edición de Lawrence Ecker. 1ª reimpresión, México, Universidad
Nacional Autónoma de México- Instituto de Investigaciones Antropológicas, 2003.
LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. El sueño mexicano o el pensamiento
interrumpido. Traducción de Mercedes Córdoba y Tomás Segovia. 2ª reimpresión,
México, Fondo de Cultura Económica, (Colección Popular núm. 466), 2008.
----------------------------------------------------------. La conquista divina de Michoacán.
Traducción de Aurelio Garzón del Camino. 2ª reimpresión, México, Fondo de Cultura
Económica, (Colección Tezontle), 2008.
LENIN, VLADÍMIR ILICH ULIÁNOV. Marx-Engels-Marxismo. Moscú, Editorial
Progreso. [s.f].
---------------------------------------------------------. El estado y la revolución. Pekín,
Ediciones en lenguas extranjeras, 1975.
---------------------------------------------------------. Obras escogidas en tres tomos. Moscú,
Editorial Progreso, III tomos, 1961.
803
LEÓN ALANIS, RICARDO. Los orígenes del clero y la iglesia en Michoacán 15251640, Morelia, Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, (Colección Historia nuestra no. 16), 1997.
LEÓN, NICOLÁS. Anales del Museo Michoacano, Año primero. Morelia, Imprenta y
litografía del gobierno en la Escuela de Artes, 1888.
-------------------------. Apuntes para la historia de la medicina en Michoacán. Edición
facsimilar de la impresa en 1886. Con estudio introductorio de Gerardo Sánchez Díaz.
Morelia. Instituto de Investigaciones Históricas- Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Comisión Institucional para la Conmemoración del Bicentenario de
la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana, 2010.
-------------------------. Don Vasco de Quiroga. Grandeza de su persona y de su obra.
Morelia, Centro de estudios sobre la cultura nicólaita-Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de nicolaitas notables núm. 24), 1984.
-------------------------. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán,
colegidas de las obras más notables, documentos inéditos y pinturas jeroglíficas hasta
hoy conocidas [1904]. Morelia, Editorial intermichoacana ―Antonio Arriaga Ochoa‖,
1976.
LEÓN-PORTILLA, MIGUEL, et. al., (Editores). Cantares mexicanos. México,
Universidad Nacional Autónoma de México-Coordinación de Humanidades-Instituto de
Investigaciones Bibliográficas-Instituto de Investigaciones Filológicas-Instituto de
Investigaciones Históricas-Fideicomiso Teixidor, III volúmenes, 2011.
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. 4ª
reimpresión, México, México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de MéxicoFideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie
Historia), 2008.
----------------------------------------------. Mito y realidad de Zuyuá. Serpiente Emplumada
y las trasformaciones mesoamericanas del Clásico al Posclásico. México, Fondo de
Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas,
(Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Ensayos), 1999.
LÓPEZ MAYA, ROBERTO. Ciudad Hidalgo. Monografía municipal. Morelia,
Gobierno del Estado de Michoacán, 1980.
LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de
Pátzcuaro en la época virreinal. 2ª edición, Morelia, Morevallado Editores, 1999.
MACÍAS G., PABLO. Los chichimecas. Apuntes para escribir la historia prehispánica
de Michoacán. Precedidos por un breve estudio sobre el origen del hombre y los
primeros habitantes de América. Morelia, Gobierno del Estado de Michoacán, 1979.
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II).
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993.
804
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios, tribunal. México,
Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, (Colección científica núm. 222), 1990.
MAQUIAVELO, NICOLÁS. El arte de la Guerra. Traducción de Luis Navarra, 3ª
edición, México, Fontamara, 1999.
MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur
Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992.
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO (Editor) ¿Tarascos o P‟urhépecha? Voces sobre
antiguas y nuevas discusiones en torno al gentilicio michoacano. México, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, El
Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, Universidad Intercultural
Indígena de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha,
Fondo Editorial Morevallado, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 2), 2007.
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. Caminos cruzados. Fray Maturino Gilberti en
Perivan. Zamora, El Colegio de Michoacán-Instituto Nacional de Antropología e
Historia- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección investigaciones),
2005.
------------------------------------------------. Convivencia y utopía. El gobierno indio y
español de la “ciudad de Mechuacan”, 1521-1580. Fondo de Cultura EconómicaInstituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, (Sección de obras de Historia), 2005.
MARTÍNEZ DE LEJARZA, JUAN JOSÉ. Análisis estadístico de la Provincia de
Michoacán en 1822. Introducción y notas de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Fimax
Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. IV), 1974.
MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos
p‟urhépecha de Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoInstituto de Investigaciones Históricas, (Serie Culturas Mesoamericanas núm. 6), 2013.
MARX, CARLOS. El capital. Crítica de la economía política. Traducción de
Wenceslao Roces. 17ª reimpresión [de la segunda edición en español], México, Fondo
de Cultura Económica, (Sección de Obras de Economía), III tomos, 1982.
MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. “El capital” visto por su autor. México,
Grijalbo, (Colección 70, núm. 84), 1970.
--------------------------------------. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Ediciones
en lenguas extranjeras, (Obras clásicas del marxismo-leninismo), 1953.
--------------------------------------. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial
Progreso, III tomos, 1975.
MARX, KARL. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política
(Grundrisse) 1857-1858. Edición a cargo de José Aricó, Miguel Murmis y Pedro
Scaron; traducción de Pedro Scaron. 20ª edición, México, Siglo XXI editores,
(Biblioteca del pensamiento socialista, serie Los clásicos), III tomos, 2007.
805
--------------------. Los apuntes etnológicos de Karl Marx. Transcritos, anotados e
introducidos por Lawrence Krader. Traducción de José María Ripalda. España, Siglo
XXI-Editorial Pablo Iglesias, 1988.
--------------------. Miseria de la filosofía. Respuesta a la filosofía de la miseria de
Proudhon. Edición de Martín Soler, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del
pensamiento socialista, serie Los clásicos), 1970.
MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH. Materiales para la historia de América
Latina. Preparación, notas y advertencia por Pedro Scaron. Córdoba, Argentina,
Ediciones Pasado y Presente, (Cuadernos de Pasado y Presente núm. 30), 1972.
MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª
edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003.
MEDRANO ENRÍQUEZ, ANGÉLICA MARÍA. Arqueología del conflicto. La Guerra
del Mixtón (1451-1542) vista a través del peñol de Nochistlán. México, Taberna
Libraria editores, 2012.
MONROY CASTILLO, MARÍA ISABEL; CALVILLO UNNA, TOMÁS. Breve
historia de San Luis Potosí. México, El Colegio de México-Fondo de Cultura
Económica-Fideicomiso Historia de las Américas, (Sección de obras de Historia), 1997.
MORGAN, LEWIS H.; BANDELIER, ADOLPH F.. México antiguo [antología].
Prólogo y edición de Jaime Labastida; traducción de Stella Mastrangelo y Josefina
Anaya. 2ª edición, México, Siglo XXI editores-Instituto Nacional de Antropología e
Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2004.
MOTOLINIA, TORIBIO. Historia de los indios de la Nueva España. Relación de los
ritos antiguos, idolatrías y sacrificios de los indios de la Nueva España, y de la
maravillosa conversión que dios en ellos ha obrado. Estudio crítico, apéndices, notas e
índice de Edmundo O‘Gorman. 4ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan
cuántos…núm. 129), 1984.
MUÑOZ CAMARGO, DIEGO. Historia de Tlaxcala. Publicada y anotada por Alfredo
Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892.
Nueva historia general de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio
de México, 2014.
OCHOA SERRANO, ALVARO; SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO (Editores). Relaciones
y memorias de la Provincia de Michoacán 1579-1581, México, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Ayuntamiento constitucional de Morelia, 1985.
---------------------------------------------------. Michoacán. Historia breve. 2ª edición.
México, El Colegio de México-Fondo de Cultura Económica-Fideicomiso Historia de
las Américas, (Sección de obras de Historia), 2011.
OLIVEROS MORALES, JOSÉ ARTURO. Hacedores de tumbas en El Opeño, Jacona,
Michoacán. México, El Colegio de Michoacán-Honorable Ayuntamiento de JaconaSecretaria de Cultura- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional
de Antropología e Historia, (Colección Occidente), 2009.
806
------------------------------------------. Tzintzuntzan. Capital del reino purépecha. México,
Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las
Américas, (Colección ―Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Ciudades), 2011.
OLIVIER, GUILHEM. Cacería, sacrificio y poder en Mesoamérica: Tras las huellas
de Mixcóatl, “Serpiente de Nube”. México, Fondo de Cultura Económica-Universidad
Nacional Autónoma de México-Fideicomiso Felipe Teixidor y Montserrat Alfau de
Teixidor-Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Sección de Obras de
Antropología), 2015.
OROZCO Y BERRA, MANUEL. Historia antigua y de la conquista de México.
México, Tipografía de Gonzalo A. Esteva, IV tomos, 1880.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Lengua y etnohistoria purépecha.
Homenaje a Benedict Warren. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social, (―Encuentros‖, núm. 2), 1997.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS SALVADOR. Al tañer de las campanas. Los
pueblos indígenas del antiguo Michoacán en la época colonial. México, Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social- Comisión Nacional para
el Desarrollo de los pueblos Indígenas, (Colección ―Historia de los pueblos indígenas de
México), 2017.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coord.) Autoridad y gobierno
indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán-Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social-Instituto Nacional de Antropología e
Historia- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, II Tomos. 2003.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS
(Coordinadores). …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y la
Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión Nacional para el Desarrollo de los
pueblos Indígenas, 2012.
PARKER, GEOFFREY (Editor). Atlas ilustrado de Historia Mundial. 4ª edición,
España, Reader‘s Digest, 2001.
PEÑA DELGADO, ESTELA. Los Matlatzincas de la zona oriente de Michoacán y el
occidente del Estado de México. Morelia, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaCentro Regional Michoacán, 2002.
PÉREZ ESCUTIA, RAMÓN ALONSO. Origen y desarrollo de las fuerzas armadas
nacionales en Michoacán, 1820-1836. Morelia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Facultad de Historia-Coordinación de Investigación Científica–
Editorial Morevalladolid, 2016.
PÉREZ HERRERO, PEDRO (Compilador). Región e historia en México (1700-1850).
Métodos de análisis regional. México, Instituto Mora-Universidad Autónoma
Metropolitana, 1991.
807
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state.
Oklahoma, University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian
series vol. 209), 1993.
PLUTARCO. Vidas paralelas IV. Introducción, traducción y notas de Juan M. Guzmán
Hermida y Óscar Martínez García. España, Gredos, (Biblioteca Clásica Gredos núm.
356), 2007.
POWELL, PHILIP WAYNE. La Guerra Chichimeca (1550-1600). Traducción de Juan
José Utrilla, 1ª reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, (Sección de Obras
de Historia), 1985.
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha: diferencias
sociales y arqueológicas en un grupo. México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, (Colección Divulgación), 2006.
QUEZADA RAMÍREZ, MARÍA NOEMÍ. Los matlatzincas. Época prehispánica y
época colonial hasta 1650. 1ª reimpresión, México, Universidad Nacional Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Antropológicas-Dirección General de
Publicaciones, 1996.
RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio, Edición, Notas y
Apéndice de German Viveros. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado
de Michoacán, 1987.
REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden de N. Seráfico P. S. Francisco, Provincia
de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacan en la Nueva España. Edición y estudio
introductorio de Patricia Escandón. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso
Teixidor, (Colección Clásicos), 1996.
RIVA PALACIO, VICENTE (Director general). México a través de los siglos. 14ª
Edición, México, Editorial Cumbre, V tomos, 1977.
ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España
durante el siglo XVI. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Ensayos), 1993.
ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato
y los títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden
University, (CNWS Publications vol. 72), 1998.
RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México, Balsal
Editores, (Obras completas de Eduardo Ruíz, Vol. I), 1969.
SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España.
Edición de Ángel María Garibay K. 6ª edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan
cuántos…núm. 300), 1985.
SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO; LEÓN ALANÍS, RICARDO (Coordinadores).
Historiografía Michoacana: acercamientos y balances. México, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 2000.
SANTA MARÍA, GUILLERMO DE. Guerra de los chichimecas (México 1575-Zirosto
1580). Edición crítica, estudio introductorio, paleografía y notas por Alberto Carrillo
808
Cázares. México, El Colegio de Michoacán-Universidad de Guanajuato, (Colección
Investigaciones), 1999.
SANTIAGO SILVA, JOSÉ DE. Yuririapúndaro. Guanajuato, Ediciones La Rana,
Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, (Arquitectura de la Fe), 2006.
SANTOS, THEOTONIO DOS. Concepto de clases sociales. México, Ediciones Quinto
Sol, s.f.
SEPÚLVEDA Y HERRERA, MARÍA TERESA. La medicina entre los purépecha
prehispánicos. México, Universidad Autónoma de México-Instituto de Investigaciones
Antropológicas, (Etnología, Serie Antropológica, núm. 94), 1988.
SEPÚLVEDA, JUAN GINÉS DE. Tratado sobre las justas causas de la guerra contra
los indios. Advertencia de Marcelino Méndez y Pelayo y un estudio de Manuel GarcíaPelayo. Tercera reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, 1996.
SMITH, ADAM. La riqueza de las naciones (libros I-II-III y selección de los libros IV
y V). Edición, traducción y estudio preliminar de Carlos Rodríguez Braun. 1ª
reimpresión. España, Alianza Editorial, (Sección: Ciencias Sociales), 1999.
SOUZA, PHILIP DE (Editor). El mundo antiguo en guerra. Una historia global.
Traducción de Manuel Villanueva Acuña. España, Ediciones Akal, (Grandes temas,
núm. 9), 2008.
ŠPRAJC, IVAN. Venus, lluvia y maíz: simbolismo y astronomía en la cosmovisión
mesoamericana. 1ª reimpresión, México, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaConsejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Serie arqueología, Colección científica
núm. 318), 1998
ŠPRAJC, IVAN; SÁNCHEZ NAVA, PEDRO FRANCISCO; CAÑAS ORTIZ,
ALEJANDRO. Orientaciones astronómicas en la arquitectura de Mesoamérica:
Occidente y Norte. Ljubljana [Liubliana], Inštitut za Antropološke in Prostorske Študije,
ZRC SAZ, (Prostor, kraj, čas [Espacio, lugar, tiempo] núm. 12), 2016.
STALIN, JOSÉ V. Obras completas en 17 tomos. México, Editorial Actividad Eda,
1978.
STALIN, JOSÉ. Los fundamentos del leninismo. Conferencias pronunciadas en la
Universidad de Sverdlov. 4ª reimpresión, Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1975.
---------------------. Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. México,
Ediciones Quinto Sol, s.f. [Publicado originalmente en septiembre de 1938]
STONE, CYNTHIA L. In place of gods and kings. Authorship and identity in the
Relación de Michoacán. Oklahoma, University of Oklahoma Press. 2004.
TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea, en que se trata de la
conquista espiritual y temporal de la santa provincia de Xalisco en el Nuevo Reino de
la Galicia y Nueva Vizcaya y descubrimiento del Nuevo México. Guadalajara, Imprenta
de "La república literaria", de Ciro L. de Guevara y Ca, 1891.
809
THOMSON, DAVID. Historia mundial de 1914 a 1968. Traducción de Edmundo
O‗Gorman. 10ª reimpresión [de la 2ª edición], México, Fondo de Cultura Económica,
(Breviarios núm. 142), 1992.
TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana. De los veinte y un libros rituales y
monarquía indiana, con el origen y guerras de los indios occidentales, de sus
poblazones, descubrimiento, conquista, conversión y otras cosas maravillosas de la
mesma tierra. Edición preparada por el Seminario para el estudio de fuentes de tradición
indígena, bajo la coordinación de Miguel león-Portilla. 3ª edición (1ª edición UNAM),
México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones
Históricas, (Serie Historiadores y Cronistas de Indias núm. 5), VII volúmenes, 1975.
TSE-TUNG, MAO. Obras Escogidas de Mao Tse-tung. Pekín, Ediciones en lenguas
Extranjeras, V tomos, 1968.
UNESCO. El manifiesto de Sevilla sobre la violencia. Preparar el terreno para la
construcción de la paz. Difundido por decisión de la Conferencia general de la
UNESCO en su vigesimoquinta sesión, París, 16 de noviembre de 1989, presentado y
comentado por David Adams. Traducción y publicada por el Centre UNESCO de
Catalunya. Barcelona, UNESCO, 1992.
VARIOS. El materialismo dialéctico e histórico. Ensayo de divulgación. Traducción de
O. Razinkov, Moscú, Editorial Progreso, 1976.
VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas.
Traducción de Rubén Azuela; prólogo de Prometeo Cerezo de Diego, introducción y
edición de Roberto Jaramillo Escutia. México, Organización de Agustinos de
Latinoamérica, (Colección ―Cronistas y escritores agustinos de América Latina‖, núm.
1), 1994.
VILLORO, LUIS. El concepto de ideología y otros ensayos. 2ª edición, México, Fondo
de Cultura Económica, (Biblioteca Universitaria de Bolsillo), 2007.
VIRAMONTES ANZURES, CARLOS. De chichimecas, pames y jonaces. Los
recolectores-cazadores del semidesierto de Querétaro. México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, (Colección científica no. 416), 2000.
VIVÓ ESCOTO, JORGE ABILIO. Geografía de México. 4ª edición, corregida y
aumentada, México, Fondo de Cultura Económica, 1958.
WARREN, BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán colonial. Los inicios.
[Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia, Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax Publicistas,
(Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 23), 2005.
--------------------------------------. Estudios sobre el Michoacán colonial. Los lingüistas y
la lengua. [Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax
Publicistas, (Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 24), 2007.
810
--------------------------------------. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición
michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. VI),
1989.
WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa
Fe. Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], México,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, 2015.
WEIGAND, PHIL. C.; GARCÍA DE WEIGAND, CELIA. Tenamaxtli y Guaxicar. Las
raíces profundas de la rebelión de Nueva Galicia. Traducción de Eduardo Williams.
Zamora. El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, 1996.
WILLIAMS, EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos del antiguo occidente de
México. Producción e intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección
Occidente), 2004.
-----------------------------------. La gente del agua. Etnoarqueología del modo de vida
lacustre en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente),
2014.
-----------------------------------. La sal de la tierra. Etnoarqueología de producción
salinera en el Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de
Cultura del Estado de Jalisco, (Colección Occidente), 2003.
WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del
Occidente de México: Nuevas aportaciones. Zamora, El Colegio de Michoacán,
(Colección Memorias), 1994.
WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y
traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras.
Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección
Occidente), 1996.
WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder
totalitario. Traducción de Francisco Presedo. Madrid, Guadarrama, 1964.
WRIGHT CARR, DAVID CHARLES. La conquista del Bajío y los orígenes de San
Miguel de Allende. México, Editorial de la Universidad del valle de México-Fondo de
Cultura Económica, 1999.
WRIGHT, QUINCY, et.al. A Study of War. Chigago, The University of Chigago Press,
II tomos, 1942.
ZORAIDA VÁZQUEZ, JOSEFINA. Historia de la historiografía. 3ª edición, México,
Ediciones Ateneo, 1983.
ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España. Edición, versión paleográfica,
estudios preliminares y apéndices de Ethelia Ruiz Medrano, Wiebke Ahrndt, José
Mariano Leyva. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección Cien
de México), II tomos, 1999.
811
DICCIONARIOS Y ENCICLOPEDIAS
ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª
edición. Espasa-Calpe, España, II tomos, 2010. Edición en línea: http://www.rae.es/
(Consultado 06 de agosto de 2018)
BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Traducción de Victoria
Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000.
BARTRA, ROGER. Breve diccionario de sociología marxista. México, Grijalbo,
(Colección 70, núm. 127), 1973.
BLAUBERG, IGOR VIKTOROVICH; et. al., Diccionario marxista de filosofía.
Traducción Alejo Méndez García, México, Ediciones de cultura popular, 1972.
BOBBIO, NORBERTO; MATTEUCCI, NICOLA; PASQUINO, GIANFRANCO
(Directores). Diccionario de Política. Traducción de Raúl Crisafio; et. al., 13ª edición
enteramente revisada y ampliada, México, Siglo XXI editores, II tomos, 2002.
COROMINAS, JOAN; PASCUAL, JOSÉ A. Diccionario crítico etimológico castellano
e hispánico, 5ª reimpresión, Madrid, Editorial Gredos, (Biblioteca románica hispánica),
VI tomos, 2001.
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Diccionario geográfico tarasco-náhuatl. México, Secretaría
de Difusión Cultural y Extensión Universitaria-Escuela de Historia-Editorial
Universitaria- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1993.
COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o
Española. Compuesto por el Licenciado Sebastián Covarrubias Orozco, Capellan de su
Magestad, Mastrescuela y Canonigo de la Santa Yglesia de Cuenca, y Consultor del
Santo Oficio de la Inquisicion. Dirigido a la Magestad Catolica del Rey Don Felipe III.
Nuestro Señor. Con privilegio. En Madrid, por Luis Sanchez, impressor del Rey N.S.
Año del Señor M.DC. XI. Madrid, Luis Sánchez impresor del Rey, 1611.
Enciclopedia Salvat de ciencia y técnica. Salvat editores, España, XIV tomos, 19851988.
Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Espasa-Calpe, Madrid, Edición
Coleccionista [de la edición de 1908-1930], LXX tomos, 1993.
et. al., Diccionario marxista de economía política. México, Ediciones de cultura
popular, 1978.
GÓMEZ DE SILVA, GUIDO. Breve diccionario etimológico de la lengua Española. 6ª
reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica-Colegio de México, (Colección
Lengua y Estudios Literarios), 2009.
HERNÁNDEZ VELA S., EDMUNDO. Diccionario de política internacional. México,
Universidad Nacional Autónoma de México, 1981.
NEBRIJA, ELIO ANTONIO DE. Vocabulario español-latino. Edición facsímile.
Madrid, Real Academia Española, 1951.
812
PRATT FAIRCHILD, HENRY. Diccionario de Sociología. Traducción y revisión de T.
Muñoz, J. Medina Echevarría y J. Calvo. 3ª impresión [de la segunda edición], México,
Fondo de Cultura Económica, 2004.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se
explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o
modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la
lengua. Dedicado al Rey Nuestro Señor Don Phelipe V. (Que Dios Guarde) A cuyas
reales expensas se hace esta obra. Compuesto por la Real Academia Española. Con
privilegio. En Madrid: En la imprenta de Francisco del Hierro, Impressór de la Real
Académia Españóla. Madrid, Imprenta de Francisco del Hierro, VI tomos, 1726-1739.
RUNES, DAGOBERT D.. Diccionario de filosofía. Traducción de Ana Doménec, Sara
Estrada, Juan Carlos García Barrón y Manuel Sacristán. 3ª edición castellana, México,
Grijalbo, (Tratados y manuales Grijalbo), 2001.
FUENTES DE LA LENGUA TARASCA/PURÉPECHA
AUTOR O AUTORES DESCONOCIDOS. Diccionario Grande de la lengua de
Michoacán. Introducción, paleografía y notas de J. Benedict Warren. Morelia, Fimax
Publicistas, II tomos, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. VI),
1991.
BAPTISTA DE LAGUNAS, IUAN. Arte en lengua tarasca. Transcripción paleográfica
de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de J. Benedict Warren. Zamora, Mich.,
El Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 2000.
BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua
Michuacana. [Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice documental
y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas,
(Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. I), 1983.
BASALENQUE, DIEGO. Arte de la lengua tarasca. Seguido de la toponimia tarascohispano-nahoa por Cecilio A. Robelo. Morelia, Editorial Erandi del Gobierno de
Michoacán, 1962.
GILBERTI, MATURINO. Arte de la lengua de Michuacan. [Edición facsimilar de
1558], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto
por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua
Tarasca o Purépecha‖ vol. II), 1987.
-----------------------------------. Diccionario de la lengua tarasca. Introducción de José
Corona Núñez. Morelia, Editorial Balsal, 1983.
-----------------------------------. Vocabulario en lengua de Mechuacan. Transcripción
paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de Clotilde Martínez y J.
Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor,
(Colección Cultura Purépecha), 1997.
813
MEDINA PLAZA, JUAN DE. Diálogo sobre la naturaleza. Traducción de Pedro
Márquez Joaquín. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor,
(Colección Cultura Purépecha), 1998.
ARTÍCULOS DE LIBROS
AFANADOR PUJOL, ANGÉLICA JIMENA. ―El árbol de Jesé y la ―Relación de
Michoacán‖: mimetismo en el México Colonial‖, (Traducción de José Ricardo Aguilar),
en: BERNAL ASTORGA, YAMINEL (Coordinadora). Morelia, la construcción de una
ciudad. Morelia, Ayuntamiento de Morelia-Dirección del Archivo General, Histórico y
Museo de la Ciudad, 2015, Pp. 19-56.
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario
en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, en:
ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El
legado de Joseph Benedict Warren a la historia y a la lengua de Michoacán. México,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo
Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores,
(Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 241-274.
AHRNDT, WIEBKE. ―Alonso de Zorita: un funcionario colonial de la Corona
Española‖, en: ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España. Edición, versión
paleográfica, estudios preliminares y apéndices de Ethelia Ruiz Medrano, Wiebke
Ahrndt, José Mariano Leyva. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
(Colección Cien de México), T. I, 1999, Pp. 17-58.
ARMILLAS, PEDRO. ―Fortificaciones mesoamericanas‖, en: ROJAS RABIELA,
TERESA (Editora). Pedro Armillas: Vida y obra. México. Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, 1991, T. I, Pp. 233-250.
BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los
antiguos mexicanos‖, en: MORGAN, LEWIS H.; BANDELIER, ADOLPH F.. México
antiguo [antología]. Prólogo y edición de Jaime Labastida; traducción de Stella
Mastrangelo y Josefina Anaya. 2ª edición, México, Siglo XXI editores-Instituto
Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
2004, Pp. 61-126.
BARTRA, ROGER. ―Los tarascos. Algunas perspectivas de investigación‖ en:
BARTRA, ROGER. Marxismo y sociedades antiguas. El Modo de Producción Asiático
y el México prehispánico. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 142, 1975, Pp. 119123.
-----------------------------. ―Tributo y tenencia de la tierra en la sociedad azteca‖, en:
BARTRA, ROGER. El modo de producción asiático. Antología de textos sobre
problemas de la historia de los países coloniales. 2ª edición, México, Ediciones Era, (El
hombre y su tiempo), 1974, Pp. 212-231.
BECERRIL PATLÁN, RENÉ. ―Los caminos del Oriente michoacano en el siglo XVI‖,
en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS
814
(Coordinadores.). …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y
la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los
pueblos Indígenas, 2012, Pp. 163-187.
BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖ en:
BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado
y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, 1994, Primera parte, Pp. 31-163.
-----------------------------. ―Estado y sociedad Tarascos‖ en: CARRASCO, PEDRO, et.
al., La sociedad indígena en el Cetro y Occidente de México. México, El Colegio de
Michoacán, 1987, Pp. 45-62
BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA
(Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en
los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 459-493.
BROKMANN, CARLOS. ―La guerra en Mesoamérica entre discurso y práctica‖, en: et.
al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios
Históricos de las Revoluciones de México, 2014, Pp. 69-89.
CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Jiuatsio, ―la casa del coyote‖, en: CÁRDENAS
GARCÍA, EFRAÍN (Coordinador editorial). Tradiciones arqueológicas. Zamora, El
Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, (Colección Imágenes),
2004, Pp. 195-215.
CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, en: CARRASCO,
PEDRO, et. al., La sociedad indígena en el Cetro y Occidente de México. México, El
Colegio de Michoacán, 1987, Pp. 63-102.
CASO, ALFONSO. ―El calendario de los tarascos‖, en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA
(COMPILADORA);
MIRAMBELL
SILVA,
LORENA
(COORDINADORA). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y
II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie
Arqueología), 1993, Pp. 299-319.
CASTRO GUTIÉRREZ, FELIPE; MONZÓN, CRISTINA. ―El lenguaje del poder:
conceptos tarascos en torno a la autoridad‖, en: OLIVIER, GUILHEM (Coordinador).
Símbolos de poder en Mesoamérica. México, Universidad Nacional Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Históricas-Instituto de Investigaciones
Antropológicas, (Serie Culturas Mesoamericanas núm. 5), 2008, Pp. 31-46.
CASTRO LEAL, MARCIA. ―Elementos arqueológicos comunes a diversos grupos en
el Posclásico: un problema a desentrañar‖, en: SODI MIRANDA, FEDERICA
(Coordinadora). Mesoamérica y Norte de México. Siglo IX-XII. México, Museo
Nacional de Antropología e Historia, Vol. 1, Pp. 123-134.
--------------------------------------. ―La mesoamericanización de los tarascos‖, en: V
Jornadas de Historia de Occidente. Mesoamérica ayer y hoy. Jiquilpan, Centro de
Estudios de la Revolución Mexicana, 1982, Pp. 9-32.
815
CERDA FARÍAS, IGOR. ―Apéndice 1. Tiripetío, antecedentes de su fundación. Una
propuesta‖, en: [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío
1580. Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera
Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de
Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, Pp. 145-155.
----------------------------------. ―Caminos prehispánicos y españoles en el Michoacán
central de la primera mitad del siglo XVI: dos formas de apropiación del espacio‖, en:
ITA RUBIO, LOURDES DE (Coordinadora). Organización del espacio en el México
colonial. Puertos, ciudades y caminos. México, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología, 2012, Pp. 331-354.
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―La arqueología e historia militar en
México y el conocimiento de los ejércitos prehispánicos, una visión panorámica‖, en: et.
al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios
Históricos de las Revoluciones de México, 2014, Pp. 33-41.
CHÁVEZ CERVANTES, FELIPE. ―Naturaleza, recursos naturales y cosmovisión
p‘urhépecha: notas etnográficas para su estudio‖, en: PAREDES MARTÍNEZ,
CARLOS (Coordinador). Lengua y etnohistoria purépecha. Homenaje a Benedict
Warren. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, (―Encuentros‖, núm. 2), 1997, Pp. 257-263.
CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Aclaraciones a un Vocabulario Tarasco‖, en: CORONA
NÚÑEZ, JOSÉ. Estudios de Antropología e Historia. México, Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión universitariaEditorial Universitaria, 1992, Pp. 48-52.
------------------------------------. ―Collares tarascos del Museo Michoacano‖, en:
MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II).
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, Pp.277-284.
------------------------------------. ―La religión de los tarascos‖, en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto
Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 369408.
CORTEZ, CLAUDE. ―Introducción‖, en: CORTEZ, CLAUDE. (Compilador).
Geografía histórica. México, Instituto Mora, Universidad Autónoma Metropolitana,
(Antologías Universitarias), 1991, Pp. 9-21
CRESPO, ANA MARÍA. ―Unidades político territoriales‖, en: BOEHM DE
LAMEIRAS, BRIGITTE; WIGAND, PHIL C. (Coordinadores). Origen y desarrollo de
la civilización en el Occidente de México. Homenaje a Pedro Armillas y Ángel Palerm.
Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1992, Pp. 157-175.
816
ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE. ―La tenencia de la tierra en el
Michoacán antiguo‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Lengua y
etnohistoria purépecha. Homenaje a Benedict Warren. Morelia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (―Encuentros‖, núm.
2), 1997, Pp. 275-287.
ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, en: Nueva
historia general de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de
México, 2014, Pp. 119-168.
ESPARZA LÓPEZ, RODRIGO; TENORIO, DOLORES. ―Las redes de intercambio de
la obsidiana en la Tierra Caliente de Michoacán durante los periodos Epiclásico y
Posclásico‖, en: WILLIAMS, EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos del antiguo
occidente de México. Producción e intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán,
(Colección Occidente), 2004, Pp. 13-31
ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de
Michoacán a la llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal
(1523-1524)‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. (Editores). Patrones
de asentamiento y actividades de subsistencia en el occidente de México:
reconocimiento a la doctora Helen P. Pollard. Zamora, Mich., El Colegio de
Michoacán, (Colección Debates), 2011, Pp. 73-100.
------------------------------------------------. ―Guía arqueológica y geográfica para la
Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y
rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán.
Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de
Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, Pp. 301-312.
------------------------------------------------. ―La religión de los tarascos a través de la
Relación de Michoacán‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; LÓPEZ MESTAS,
LORENZA; ESPARZA, RODRIGO (Coordinadores). Las sociedades complejas del
Occidente de México en el mundo mesoamericano. Homenaje al Dr. Phil C. Weigand.
Zamora, El Colegio de Michoacán, 2009, Pp. 255-270.
------------------------------------------------. ―Reflexiones acerca del Estado tarasco a partir
de las nuevas investigaciones etnohistóricas y arqueológicas‖, en: ALBIEZ-WIECK;
ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, Pp.
73-94.
FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: SOUZA, PHILIP DE
(Editor). El mundo antiguo en guerra. Una historia global. Traducción de Manuel
Villanueva Acuña. España, Ediciones Akal, (Grandes temas, núm. 9), 2008, Pp. 15-27.
FERNÁNDEZ-VILLANUEVA MEDINA, EUGENIA. ―La provincia arqueológica de
Apatzingán 60 años después‖, en: ZÁRATE HERNÁNDEZ, JOSÉ EDUARDO
(Coordinación editorial); BLANCO FUENTES, CARLOS (Fotografía). La Tierra
caliente de Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 2001, Pp. 67-116.
817
FRIED, MORTON H. ―Sobre la evolución de la estratificación social y del Estado‖ en:
VENDRELL FERRÉ, JOAN. Teoría social e historia. La perspectiva de la
antropología social. México, Instituto Mora, (Antologías Universitarias), 2005, Pp.
189-211.
GALLEGOS TÉLLEZ ROJO, JOSÉ ROBERTO. ―Dos visitas a México… ¿un solo
país? La mirada en dos libros de Charnay‖ en: FERRER MUÑOZ, MANUEL
(Coordinador) Los pueblos indios y el parteaguas de la Independencia en México.
México, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, (Serie Doctrina Jurídica, núm.
2), 1999, Pp. 312-313.
GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos
prehispánicos‖ en: CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA, et. al., Estratificación
social en la Mesoamérica prehispánica. 2ª edición, México, Instituto Nacional de
Antropología e Historia-Secretaría de Educación Pública, 1982, Pp. 221-244.
GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la conquista‖, en: Nueva historia
general de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de México,
2014, Pp. 169-215.
---------------------------------------------------. ―Los años de la expansión‖, en: Nueva
historia general de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de
México, 2014, Pp. 217-262.
GODELIER, MAURICE. ―Modo de producción asiático y los esquemas marxistas de
evolución de las sociedades‖, en: GODELIER, MAURICE; MARX, KARL; ENGELS,
FRIEDRICH. Sobre el modo de producción asiático. España, Ediciones Martínez Roca,
1969, Pp. 13-67.
GÓMEZ BOSQUE, PEDRO. ―Consideraciones generales sobre la agresividad y la
violencia‖, en: GÓMEZ BOSQUE, PEDRO; RAMÍREZ VILLAFÁÑEZ, AMADO
(Directores). XXI ¿Otro siglo violento?. España, Ediciones Díaz de Santos, 2005, Pp. 166.
GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI. ―La formación caminera en el Michoacán del
siglo XVI‖, en: GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI (Compilador e introductor). Nueve
ensayos de caminería. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoEscuela de Historia, 2000, Pp. 23-35.
GRAULICH, MICHEL. ―Tlahuicole, un héroe tlaxcalteca controvertido‖, en:
NAVARRETE LINARES, FEDERICO; OLIVIER, GUILHEM (Coordinadores). El
héroe entre el mito y la historia. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto
de Investigaciones Históricas-Centro Francés de Estudios Mexicanos y
Centroamericanos, (Historia General núm. 20), 2000, Pp. 89-99.
GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores bióticos o biológicos. La vegetación‖,
en: FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de
Michoacán. México, Gobierno del Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de
Cultura, T. I, 1989, Pp. 37-53.
----------------------------------------------. ―Los factores físico-geográficos‖, en:
FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de Michoacán.
818
México, Gobierno del Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura, T. I,
1989, Pp. 9-34.
----------------------------------------------; et. al., ―Los factores bióticos o biológicos. La
fauna‖, en: FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de
Michoacán. México, Gobierno del Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de
Cultura, T. I, 1989, Pp. 57-110.
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ. ―La arqueología de la frontera tarasco mexica:
arquitectura bélica‖, en: Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente
de México. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 2004, Pp. 115155.
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La Información en derecho de Vasco de Quiroga,
fuente para el estudio de los indios de Nueva España‖, en: CARRASCO, PEDRO, et.
al., La sociedad indígena en el Cetro y Occidente de México. México, El Colegio de
Michoacán, 1987, Pp. 129-147.
----------------------------------------------. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en:
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS
(Coordinadores.) …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y la
Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los
pueblos Indígenas, 2012. Pp. 120-151.
HOSLER, DOROTHY. ―La metalurgia prehispánica del Occidente de México: una
cronología tecnológica‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA, ROBERT
(Coordinadores). Arqueología del Occidente de México: Nuevas aportaciones. Zamora,
El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 1994, Pp. 237-295.
--------------------------------. ―Nuevos datos sobre la producción de metal en el occidente
en la época prehispánica‖, en: WILLIAMS, EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos
del antiguo occidente de México. Producción e intercambio. Zamora, El Colegio de
Michoacán, (Colección Occidente), 2004, Pp. 335-353.
KRUSCHEF, NIKITA. ―El discurso secreto de Kruschef‖, en: KRUSCHEF, NIKITA.
Kruschef recuerda. Introducción, comentario y notas de Edward Crankshaw.
Traducción al español de José Luís Díaz de Liaño. España, Prensa Española-Santillana,
(biblioteca de grandes documentos), 1970, apéndice 4, Pp. 567-622.
KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖,
en: ROBICHAUX, DAVID (Compilador). El matrimonio en Mesoamérica ayer y hoy.
Unas miradas antropológicas. México, Universidad Iberoamericana, Vol. 1, 2003, Pp.
107-134.
KUTHY, MARÍA DE LOURDES. ―El control de los puestos políticos. La elite tarasca
en el siglo XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN
(Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de
Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social,
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo, Vol. I. 2003, Pp. 153-172.
819
LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. ―Universalidad de la Relación de
Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y
población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de
edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, 2000, Pp. 107-119.
------------------------------------------------------------. ―Universalidad de la Relación de
Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio
introductorio del Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El
Colegio de Michoacán, 2008, Pp. XV-XXXII.
LENIN, VLADÍMIR ILICH ULIÁNOV. ―Tres fuentes y tres partes integrantes de
marxismo‖ en: LENIN, VLADÍMIR ILICH ULIÁNOV. Marx-Engels-Marxismo
[Antología]. Moscú. Editorial Progreso, [s.f], Pp.73-79.
------------------------------------. ―La guerra y la revolución‖, en: LENIN, VLADIMIR
ILICH. La guerra y la revolución [Antología]. México, Editorial Roca, (Colección ―r‖,
núm. 2), 1972, Pp. 9-40.
------------------------------------. ―Una gran iniciativa (El heroísmo de los obreros en la
retaguardia. Los ―sábados comunistas‖)‖, en: LENIN, VLADIMIR ILICH. Obras
escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, III tomos, 1961, Pp. 217-239.
LEÓN, NICOLÁS. ―Anomalías y mutilaciones étnicas del sistema dentario entre los
tarascos pre-colombianos‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora);
MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del
museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 175-181.
-----------------------. ―Calendario de los tarascos‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA
(COMPILADORA); MIRAMBELL SILVA, LORENA (COORDINADORA). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto
Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 43-49.
-----------------------. ―Las yácatas de Tzintzuntzan‖, en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto
Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 51-57.
-----------------------. ―Los Tarascos. Notas históricas, éticas y antropológicas. Segunda
Parte, Etnografía pre-colombina‖, en: Anales del Museo Nacional de México. Segunda
época. México, Imprenta del Museo Nacional, T. I, 1903, Pp. 392-502.
-----------------------. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera
parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, en: Anales del Museo Nacional de México.
Segunda época. México, Imprenta del Museo Nacional, T. III, 1906, Pp. 298-479.
-----------------------. ―Sobre la significación de la palabra yácata‖, en: MACÍAS
GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II).
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología),
1993, P. 116.
820
LEÓN-PORTILLA, MIGUEL. ―La guerra justa. La rebelión del Mixtón‖, en: et. al.,
Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos
de las Revoluciones de México, 2014, Pp. 25-31.
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―La cosmovisión mesoamericana‖, en: LOMBARDO,
SONIA; NALDA, ENRIQUE (Coordinadores). Temas mesoamericanos. México,
Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las
Artes, (Colección Obra diversa), 1996.
-----------------------------------------. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖, en:
BATAILLON, GILLES; BIENVENU, GILLES, VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO.
(Coordinadores). Las teorías de la guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones
contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de
Filosofía y Letras, Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C., Centro de
Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2008, Pp. 23-46.
MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la
Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y
rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán.
Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de
Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, [Apéndice I], Pp. 695-726.
MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Enigmas michoacanos‖, en: GARCÍA MORA,
CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo Purépecha.
México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de
Urbanismo y Medio Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los
pueblos y comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani
de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado editores, (Colección
Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004. Pp. 39-51.
------------------------------------------------. ―Etimologías políticas michoacanas‖, en:
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y
gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I.
2003, Pp. 61-90.
MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. ―El hueso y la sangre, dos elementos clave
para la concepción del cuerpo entre los antiguos tarascos‖ en: OLIVER, GUILHEM;
RAGOT, NATHALIE; PEPERSTRAETE, SYLVIE (Editores). La quête du serpent à
plumes. Arts et religions de l'Amérique précolombienne. Hommage à Michel Graulich.
Bélgica, Brepols, (Colección Bibliothèque De L'ecole Des Hautes Etudes, Sciences
religieuses núm. 146), 2011.
MARTÍNEZ, GUILLERMO. ―Las fronteras surorientales del imperio purhépecha‖, en:
MIRANDA, FRANCISCO (Editor). La cultura purhé. II Coloquio de antropología e
historia regionales. Fuentes e historia. México, Colegio de Michoacán-Fondo para
Actividades Sociales y Culturales de Michoacán (FONAPAS Michoacán), 1981, Pp.
174-177.
821
MICHELET, DOMINIQUE. ―La zona occidental en el Posclásico‖, en:
MANZANILLA, LINDA; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO (Coordinadores). Historia
Antigua de México. Volumen III: El horizonte Posclásico. 2ª edición, México, Instituto
Nacional de Antropología e Historia- Universidad Autónoma de México- Miguel Ángel
Porrúa, 2001, Pp. 161-198.
MIRANDA GODÍNEZ, FRANCISCO. ―De Michoacán al Gran Michoacán, génesis de
un territorio‖, en: ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE (Editora).
Abriendo caminos. El legado de Joseph Benedict Warren a la historia y a la lengua de
Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad
Keio, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado
Editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 373-387.
MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de
Estado. El concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, en: ALBIEZWIECK; ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, Pp.
95-119.
MOXÓ, BENITO MARÍA DE. ―Disertación sobre una antigua pintura de indios
tarascos‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA,
LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano
(Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías,
Serie Arqueología), 1993, P. 203-210.
NAVARRETE PELLICER, SERGIO. ―La población tarasca en el siglo XVI‖, en:
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad. Ensayos del
seminario de historia colonial de Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y
Estudios Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3), 1997, Pp. 19-73.
----------------------------------------------------. ―La tecnología agrícola tarasca del siglo
XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad.
Ensayos del seminario de historia colonial de Michoacán. Morelia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro
de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3),
1997, Pp. 74-142.
NOGUERA, EDUARDO. ―Exploraciones en Jiquilpan‖, en: MACÍAS GOYTIA,
ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La
arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto
Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 223365.
NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, en: Internationales archiv
für Ethnographie, Leide, Holanda, P.W.M. Trap. Publisher, 1892, Pp. 34-53, Láminas
1-3.
822
OLIVER, GUIKHEM. ―De flechas, dardos y saetas. Mixcóatl y el simbolismo de las
flechas en las fuentes nahuas.‖ En: De historiografía Lingüística e historia de las
lenguas. México, Siglo XXI editores, 2004, Pp. 309-323.
OLMOS CURIEL, ALEJANDRO. ―Manifestaciones gráfico-rupestres en la arqueología
de Michoacán. Avances y perspectivas‖, en: ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA
(Editora). La investigación arqueológica en Michoacán. Avances, problemas y
perspectivas. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, (Colección Debates), 2014, Pp.
277-304.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes
tarascos en los inicios de la época colonial‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS
(Coordinador). Historia y sociedad. Ensayos del seminario de historia colonial de
Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, (Encuentros núm. 3), 1997, Pp. 143-182.
----------------------------------------------------. ―El sistema tributario prehispánico entre los
tarascos‖, en: BERRERA RUBIO, ALFREDO (Editor). El modo de producción
tributario en Mesoamérica. México, Escuela de Ciencias Antropológicas-Ediciones de
la Universidad de Yucatán, (Analté, núm. 3), 1984, Pp. 183-191.
----------------------------------------------------. ―El tributo indígena en la región del lago de
Pátzcuaro‖, en: et. al., Michoacán en el siglo XVI. Morelia, Fimax Publicistas,
(Colección estudios michoacanos vol. VII), 1989, Pp. 20-104.
----------------------------------------------------. ―Instituciones coloniales en poblaciones
tarascas. Introducción, adaptación y funciones‖, en: PAREDES MARTÍNEZ,
CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, Pp. 131-152.
----------------------------------------------------. ―Prólogo‖, en: Uzcuarecucha. El arte en la
plumaria. Obras de Martha Leticia López Luna. Morelia, Secretaría de Cultura del
Estado de Michoacán, 2017, Pp. 7-20.
----------------------------------------------------. ―Sistemas de intercambio en el Estado
tarasco: notas para su estudio‖, en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE; WIGAND,
PHIL C. (Coordinadores). Origen y desarrollo de la civilización en el Occidente de
México. Homenaje a Pedro Armillas y Ángel Palerm. Zamora, Mich., El Colegio de
Michoacán, 1992, Pp. 295-305.
----------------------------------------------------. ―Toponimia purépecha. Del carácter
plurilingüe y del cómo denominaban a los pueblos en el Michoacán prehispánico‖, en:
LEFEBVRE, KARINE; PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Editores). La memoria de
los nombres: la toponimia en la conformación histórica del territorio. De Mesoamérica
a México. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Centro de
Investigaciones en Geografía Ambiental, 2017, Pp. 43-63.
PASO Y TRONCOSO, FRANCISCO DEL. ―Calendario de los tarascos‖, en: MACÍAS
GOYTIA, ANGELINA (COMPILADORA); MIRAMBELL SILVA, LORENA
(COORDINADORA). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y
823
II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie
Arqueología), 1993, Pp. 191-200.
PÉREZ GONZÁLES, BENJAMÍN; GÓMEZ, BRAVO, LUCAS. ―Tata Jurhiata
Angatani‖, en: MANRIQUE CASTAÑEDA, LEONARDO (Coordinador general).
Eclipses en México. Secretaria de Educación Pública- Instituto Nacional de
Antropología e Historia-Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, 1991,
Pp. 90-94.
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El gobierno del Estado tarasco prehispánico‖, en:
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y
gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de
Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I.
2003, Pp. 49-60.
-------------------------------------------. ―Jerarquía y heterarquía en el mundo prehispánico
tarasco. La transformación dentro de una tradición‖, en: ALBIEZ-WIECK; ROSKAMP,
HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El
Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, Pp. 51-72.
-------------------------------------------. ―La construcción de ideología en el surgimiento
del Estado tarasco prehispánico‖ en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE
(Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época
prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán,
1994, Segunda parte, Pp. 221-246.
-------------------------------------------. ―Lugares centrales y ciudades en el núcleo del
Estado tarasco‖, en: SANDERS, WILLIAM T.; MASTACHE DE ESCOBAR, ALBA
GUADALUPE; COBEAN, ROBERT H. (Editores). El urbanismo en Mesoamérica.
México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-University Park: The
Pennsylvania State University, 2003, T. I, Pp. 346-390.
-------------------------------------------. ―Proyecto: Los señoríos Urichu, Xarácuaro y
Pareo: un método para investigar el desarrollo del Estado tarasco‖, en: ÁVILA,
RICARDO; et. al., (Editores). El occidente de México: arqueología, historia y medio
ambiente. Perspectivas regionales. Actas del IV Coloquio de Occidentalistas.
Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Instituto Francés de Investigación Científica
para el Desarrollo en Cooperación, 1998, Pp. 211-220.
PERLSTEIN POLLARD, HELEN; VOGEL, THOMAS A.. ―Implicaciones políticas y
económicas del intercambio de obsidiana dentro del Estado tarasco‖, en: WILLIAMS,
EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del Occidente de
México: Nuevas aportaciones. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección
Memorias), 1994, Pp. 159-182.
QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre
algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, en: QUIROGA, VASCO DE; et. al..,
Información en derecho, biografía e ideario [Antología]. Presentación de Juan
Hernández Luna. Gobierno del Estado de Michoacán de Ocampo-Secretaría de
Comunicaciones y Obras Públicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de
824
Hidalgo-Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, (Colección ―Ediciones
inaugurales del Centro Cultural Nicolaita, núm. 1), 1992, Pp. 101-267.
RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)
hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX
(Compilador). Monumenta Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu,
1959, vol. II, documento 173, pp. 474-538.
------------------------------------. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)
hecha por el P. Francisco Ramírez. Michoacán, 4 de abril de 1585 (Méx. 14 ff. 4358v.)‖, en: ZAMBRANO, FRANCISCO. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía
de Jesús en México. (Preparado por José Gutiérrez Casillas), México, Editorial
Tradición, 1973, T. II, [Siglo XVII (1600-1699)], Pp. 267-310.
RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Avances y perspectivas de la
arqueoastronomía en Michoacán‖, en: ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA (Editora). La
investigación arqueológica en Michoacán. Avances, problemas y perspectivas. Zamora,
Mich., El Colegio de Michoacán, (Colección Debates), 2014, Pp. 351-366.
RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance,
problemas y perspectivas de investigación‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor).
Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo Purépecha. México, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas,
Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente,
Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas
del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo
Purépecha, Morevallado editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004, Pp. 5372.
------------------------------. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas
de Tzintzuntzan, Michoacán‖, en: ROSKAMP, HANS; SKINFILL NOGAL,
BÁRBARA (Editores). Esplendor y ocaso de la cultura simbólica. Zamora, El Colegio
de Michoacán-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, (Colección Emblemática,
Estudios de literatura emblemática), 2002, Pp. 227-268.
------------------------------. ―Las 44 láminas de la Relación de Michoacán; una propuesta
de lectura‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de las ceremonias y rictos y
población y gobernación de los indios de la Provincia de Mechuacán. Coordinación de
edición y estudios: Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, 2000, [estudios introductorios], Pp. pássim.
------------------------------. ―Los títulos primordiales de Carapan: legitimación e
historiografía en una comunidad indígena de Michoacán‖, en: PAREDES MARTÍNEZ,
CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en
Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios
Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, Pp. 305-359.
RUIZ, JOSÉ FABIÁN. ―Prólogo. Los cinco calendarios p‘urhépecha…‖, en: SOTO
GONZÁLEZ, JOSÉ LUIS. Arte y simbología del año nuevo p‟urhépecha. Morelia,
Casa Natal de Morelos-Taller de Investigación Plástica, (Ediciones Casa Natal de
Morelos, núm. 24), 2008, Pp. 5-7.
825
SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria: el origen
sudamericano de los tarascos prehispánicos‖, en: SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO;
LEÓN ALANÍS, RICARDO (Coordinadores). Historiografía Michoacana:
acercamientos y balances. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 2000, Pp. 33-48.
--------------------------------------------. ―Los saberes sobre enfermedades y sistemas
curativos entre los tarascos. Cambios y continuidades en el siglo XVI‖, en: DOSIL
MANCILLA, FRANCISCO JAVIER; SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. Continuidades y
rupturas. Una historia tensa de la ciencia en México. Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas – Universidad Nacional
Autónoma de México-Facultad de Ciencias, Morelia, 2010, Pp. 11-67.
--------------------------------------------. ―Viejos y nuevos estudios sobre el Michoacán
prehispánico‖, en: SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO; LEÓN ALANÍS, RICARDO
(Coordinadores). Historiografía Michoacana: acercamientos y balances. México,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, 2000, Pp. 49-57.
SÁNCHEZ REYNA, RAMÓN. ―José Corona Núñez, interprete de la mitología
tarasca‖, en: CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Voces del pasado. Antología. Cuentos,
leyendas, estudios etno-históricos. Morelia, Centro de estudios sobre la cultura
nicólaita-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de nicolaitas
notables núm. 54) 1995, Pp. 258-263.
SCHÖNDUBE, OTTO. ―Conferencia‖, en: Jornadas de Historia de Occidente.
Jiquilpan, Centro de estudios de la revolución mexicana ―Lázaro Cárdenas‖, 1978.
--------------------------------. ―La región de Sayula vista a través de las fuentes
etnohistóricas‖, en: Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente de
México. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 2004, Pp. 325-339.
SEGURA ETXEZÁRRAGA, JOSEBA. ―La teología cristiana ante la guerra justa‖, en:
CARRILLO CÁZARES, ALBERTO (Editor). La guerra y la paz. Tradiciones y
contradicciones. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Zamora, Vol. I, (Colección
memorias), 2002, Pp. 47-69.
SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖ [Traducción de
Erika Kriegger; Confrontación con el original alemán, introducción, correcciones y
notas de Francisco Miranda], en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y
rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán.
Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de
Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, Pp. 147-233.
SOUZA, PHILIP DE. ―Introducción: la terrible marca de la guerra‖, en: SOUZA,
PHILIP DE (Editor). El mundo antiguo en guerra. Una historia global. Traducción de
Manuel Villanueva Acuña. España, Ediciones Akal, (Grandes temas, núm. 9), 2008, Pp.
7-13.
STALIN, J. V. ―En torno a la cuestión de la estrategia y la táctica de los comunistas
rusos‖ [14 de marzo de 1923], en: STALIN, J. V. Obras completas en 17 tomos.
México, Editorial Actividad Eda, 1978, T. 5, Pp. 170-191.
826
TEJEDA MONROY, EDUARDO A.. ―La guerra y los ejércitos prehispánicos en el área
maya‖, en: et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de
Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, Pp. 43-68.
TERÁN ELIZONDO, MARÍA ISABEL. ―Elementos mítico-simbólicos‖, en:
ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación
de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de
Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de
Michoacán, 2000, Pp. 285-299.
VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, en: El concepto de
ideología y otros ensayos. 2ª edición, México, Fondo de Cultura Económica, (Biblioteca
Universitaria de Bolsillo), 2007, Pp. 38-88.
----------------------. ―El concepto de ideología‖, en: El concepto de ideología y otros
ensayos. 2ª edición, México, Fondo de Cultura Económica, (Biblioteca Universitaria de
Bolsillo), 2007, Pp. 15-37.
WARREN, BENEDICT J. ―El dibujo del obispo Vasco de Quiroga y fray Jerónimo de
Alcalá con los príncipes de Michoacán que se conserva en el manuscrito de la segunda
mitad de la Crónica de Michoacán de fray Pablo Beaumont‖, en: WARREN,
BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán colonial. Los lingüistas y la lengua.
[Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia, Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax Publicistas,
(Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 24), 2007, Pp. 271-277.
----------------------------------. ―Vasco de Quiroga y la fundación de Pátzcuaro colonial‖,
en; WARREN, BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán colonial. Los inicios.
[Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia, Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax Publicistas,
(Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 23), 2005, Pp. 79-88.
WEIGAND, PHIL C.. ―La organización política de la zona trans-tarasca del Occidente
de Mesoamérica en víspera de la conquista española‖, en: WEIGAND, PHIL C..
Evolución de una civilización prehispánica: arqueología de Jalisco, Nayarit y
Zacatecas. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1993, Pp. 123-161.
WEIGAND, PHIL C.; GARCÍA DE WEIGAND, ACELIA. ―La arquitectura
Prehispánica y la secuencia cultural en la cuenca de Chápala, Jalisco: observaciones
preliminares‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. (Editores). Las
cuencas del Occidente de México. Época Prehispánica. Zamora, Mich., El Colegio de
Michoacán, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, Instituto de
Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación, 1996, Pp. 293-223.
WILLIAMS, EDUARDO. ―Desarrollo cultural en las cuencas del Occidente de México:
1500 a.C.- 1521 d.C.‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. (Editores).
Las cuencas del Occidente de México. Época Prehispánica. Zamora, Mich., El Colegio
de Michoacán, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, Instituto de
Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación, 1996, Pp. 15-59.
---------------------------------. ―El Occidente de México: una perspectiva arqueológica‖,
en; WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del
827
Occidente de México: Nuevas aportaciones. El Colegio de Michoacán, (Colección
Memorias), 1994, Pp. 11-59.
WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. ―Introducción‖, en: WILLIAMS,
EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos del antiguo occidente de México. Producción
e intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2004, Pp. 1331
WINNING, HASSO VON. ―Esculturas anecdóticas antiguas del Occidente de México‖,
en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y
traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras.
Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección
Occidente), 1996, Pp. 27-282.
----------------------------------. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, en: WINNING,
HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de
Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio
de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, Pp. 403409.
----------------------------------. ―Un cazador de patos del Occidente de México‖, en:
WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y
traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras.
Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección
Occidente), 1996, Pp. 411-412.
ZURITA, ALONSO. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España, y en
otras provincia sus comarcanas, y de sus leyes, usos y costumbres, y de la forma que
tenían en les tributar sus vasallos en tiempo de su gentilidad, y la que después de
conquistados se han tenido y tiene en los tributos que pagan a S. M., y a otros en su real
nombre, y en el imponerlos y repartirlos, y de la orden que se podría tener para cumplir
con el precepto de los diezmos, sin que lo tengan por nueva imposición y carga los
naturales de aquellas partes‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Nueva
colección de documentos para la historia de México (siglo XVI). México, Editorial
Salvador Chávez Hayhoe, 1941, Pp. 65-205.
HEMEROGRÁFICAS/ARTÍCULOS
―Ley del Escudo del Estado libre y soberano de Michoacán de Ocampo‖, en:
HERNÁNDEZ TOVAR, ARTURO (Director). Periódico Oficial del Gobierno
constitucional del Estado de Michoacán de Ocampo, Morelia, Poder Judicial del Estado
de Michoacán-Juzgado Quinto Civil, viernes 6 de julio de 2007, Tercera sección, T.
CXLI, núm. 77.
ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, en: Cuadernos Americanos. México,
septiembre-octubre, 1948, vol. VII, núm. 5, Pp. 143-163.
BARRÓN, LUIS. ―Los relámpagos críticos: La revolución de Jorge Ibargüengoitia‖, en:
Istor. Revista de historia internacional. México, Centro de Investigación y Docencia
Económicas, invierno 2008, Año IX, núm. 35, Pp. 3-12.
828
BAUTISTA MARTÍNEZ, JOSEFINA. ―Alteraciones culturales en el cuerpo del
hombre prehispánico‖, en: Estudios Mesoamericanos. México, Universidad Nacional
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 2002, núm. 3-4, Pp. 312.
BORREGUERO BELTRÁN, CRISTINA. ―La historia militar en el contexto de las
nuevas corrientes historiográficas. Una aproximación‖, en: Manuscrits. Revista
d‟Història Moderna. Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona-Departamento de
Historia Moderna y Contemporánea, Vol. 34, 2016, 145-176.
BRAVO UGARTE, JOSÉ. ―La confederación chimalhuacana y las fuentes históricas‖,
en: Sobretiro del anuario “Humanitas”, Monterrey, Centro de Estudios HumanísticosUniversidad de Nuevo León, núm. 3, 1962, Pp. 479-500.
BROTHERSTON, GORDON. ―Sacerdotes, agricultores, guerreros: un modelo tripartita
de historia mesoamericana‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad
Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1989, vol. 19,
Pp. 95-106.
CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan‖ en:
Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, Pp. 28-33.
CARRASCO, PEDRO. ―Relaciones sobre la organización social indígena en el siglo
XVI‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1967, vol. VII, Pp. 120-154.
CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes militares, guerra y
religión entre los antiguos tarascos‖, en: Callicanto. Estudios históricos y patrimonio
cultural. Guadalajara, Jalisco, editada por Xalixco. Estudios históricos y Patrimonio
Cultural, edición especial núm. I, [El antiguo Occidente mexicano. Investigaciones
recientes sobre arqueología y etnohistoria de Jalisco y Michoacán], año 3, vol. III,
Octubre 2017-Febrero 2018, Pp. 78-92.
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico
Tardío en Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzoabril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 60-65.
---------------------------------------------------------------. ―Los sistemas de armamento
vislumbrados en las figuras de guerreros del occidente de México‖, en: Gladius.
Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y vida cultural en oriente y
occidente. España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Departamento de
Publicaciones -Instituto de Historia (CSIC)-Instituto Hoffmeyer para el estudio de las
Armas, 2007, vol. XXVII, Pp. 121-136.
---------------------------------------------------------------. ―The macuahuitl: an innovative
weapon of the Late Post-Classic in Mesoamerica‖, en: Arms & Armour, Gran Bretaña,
Maney Publishing, 2006, vol. 3, núm. 2, Pp. 127-148.
CISA, JAVIER. ―Santiago, la ruta del milenio‖, en: Historia y Vida. España, Mundo
Revistas, Año XLII, No. 508, Noviembre, 2002, p. 64-70.
829
CORTÉS MÁXIMO, JUAN CARLOS. ―Relación sobre la residencia de Michoacán
(Pátzcuaro)‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2003, verano, año/vol.
XXIV, núm. 95, Pp. 136-168.
ECHEVERRÍA GARCÍA, JAIME. ―«El Sol es comido»: representaciones, prácticas y
simbolismos del eclipse solar entre los antiguos nahuas y otros grupos
mesoamericanos‖, en: Revista Española de Antropología Americana. España,
Universidad Complutense de Madrid, 2014, vol. 44, núm. II, Pp. 367-391.
GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El estudio técnico militar de las mazas de
batalla del Posclásico en México‖, en: Arqueología. Revista de la Coordinación
Nacional de Arqueología. Segunda época. México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, mayo-agosto, 2009, núm. 41, Pp. 94-105.
------------------------------------------------------. ―El macuahuitl (lanza de mano), un
estudio tecno-arqueológico‖, en: Arqueología. Revista de la Coordinación Nacional de
Arqueología. Segunda época. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
mayo-agosto, 2009, núm. 41, Pp. 106-115.
GÓMEZ DE OROZCO, FEDERICO. ―El Conquistador Anónimo‖ en: Historia
mexicana. México, El Colegio de México-Centro de Estudios Históricos, 1953, eneromarzo, vol. 2, núm. 3, Pp. 401-411.
GONZÁLEZ RUL, FRANCISCO. ―El macuahuitl y el tlatzintepuzotilli, dos armas
indígenas‖, en: Anales. Instituto nacional de antropología e historia. México, Secretaría
de Educación Pública, 1971, Época 7ª, Tomo II, 1969 (50 de la colección), Pp. 147-152.
GRACIA ALONSO, FRANCISCO. ―Análisis táctico de las fortificaciones ibéricas‖,
en: Gladius. Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y vida cultural en
oriente y occidente. España, Consejo Superior de Investigaciones CientíficasDepartamento de Publicaciones -Instituto de Historia (CSIC)-Instituto Hoffmeyer para
el estudio de las Armas, 2000, vol. XX, Pp. 131-170.
GULIAEV, VALERI I. ―Tipología y estructura de los estados antiguos de
Mesoamérica‖ en: Revista Española de Antropología Americana. Madrid, Universidad
Complutense de Madrid, vol. XIV, 1984, Pp. 33-46.
GUZMÁN PÉREZ, MOISÉS. ―Otomíes y mazahuas de Michoacán, siglos XV-XVII.
Trazos de una historia‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, 2012, enero-junio, núm. 55, Pp. 11-74.
HASSIG, ROSS. ―La guerra en la antigua Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana,
Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 32-40.
HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos
de Historia, Toluca, Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México,
1978, abril-septiembre, núm. 1, Pp. 9-47.
KIRCHHOFF, PAUL. ―Mesoamérica: Sus límites geográficos, composición étnica y
caracteres culturales‖ en: Revista Tlatoani (Suplemento). [3ª edición del opúsculo],
830
México, Escuela Nacional de Antropología e Historia-Instituto Nacional de
Antropología e Historia, 1967, núm. 3.
LEFEBVRE, KARINE. ―Acámbaro, en los confines del reino tarasco: una aculturación
discreta (1440-1521 d, C.)‖, en: Trace (Dinámicas espaciales en arqueología). México,
Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2011, núm. 59, Pp. 74-89.
LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera
parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, en: Anales del Museo Nacional de México.
Segunda época. México, Imprenta del Museo Nacional, T. III, 1906, Pp. 298-479.
LEÓN-PORTILLA, MIGUEL. ―Axayácatl, poeta y señor de Tenochtitlan‖, en: Estudios
de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Históricas, 1966, vol. 6, Pp. 29-45.
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El fundamento mágico-religioso del poder‖, en:
Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoInstituto de Investigaciones Históricas, 1976, vol. 12, Pp. 197-240.
------------------------------------------. ―El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición
mesoamericana‖, en: BRODA, JOHANNA; BÁEZ-JORGE, FÉLIX (Coordinadores).
Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México. México, Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes-Fondo de Cultura Económica, 2001, Pp. 47-65.
------------------------------------------. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖ en:
BATAILLON, GILLES; BIENVENU GILLES; VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO
(Coordinadores). Las teorías de la guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones
contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de
Filosofía y Letras-Centro de Investigación y Docencia Económicas, Centro de Estudios
Mexicanos y Centroamericanos, 2008. Pp. 23-46.
LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. ―Tiempo
Mesoamericano I. La periodización de la historia mesoamericana‖, en: Arqueología
Mexicana, Editorial raíces, 2000, mayo-junio, vol. VIII, núm. 43, Pp. 14-23.
LOWE, LYNNETH S. ―Los bezotes como símbolos de jerarquía militar en el México
antiguo‖, en: Estudios Mesoamericanos. México, Universidad Nacional Autónoma de
México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 2004, núm. 6, enero-diciembre, Pp. 4854.
MARTÍ, SAMUEL. ―Simbolismo de los colores deidades números y rumbos‖, en:
Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoInstituto de Investigaciones Históricas, 1960, vol. II, Pp. 93-127.
MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. ―Alianza religiosa y realeza sagrada en el
antiguo Michoacán‖, en: Revista Española de Antropología Americana. España,
Universidad Complutense de Madrid, 2011, vol. 41, núm. I, Pp. 75-96.
------------------------------------------------------. ―Dioses propios y ajenos: deidades
patronas y realeza sagrada entre los purépechas del siglo XVI‖, en: Revista Española de
Antropología Americana. España, Universidad Complutense de Madrid, 2009, vol. 39,
núm. I, Pp. 53-76.
831
------------------------------------------------------. ―La dimensión mítica de la peregrinación
tarasca‖, en: Journal de la société des américanistes. Francia, Société des américanistes,
2010, v. XCVI, núm. I, Pp. 39-75.
------------------------------------------------------. ―Muerte y destinos post mortem entre los
tarascos prehispánicos‖, en: Anales de antropología. México, Universidad Nacional
Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Antropológicas, 2013, vol. 47, núm.
1, Pp. 211-242.
------------------------------------------------------. ―Sobre la existencia de un nahualismo
purépecha y la continuidad cultural en Mesoamérica‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio
de Michoacán, 2009, invierno, año/vol. XXX, núm. 117, Pp. 136-168.
MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate
entre los antiguos tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia,
Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo, 2009, enero-junio, núm. 49, Pp. 17-52.
MARTÍNEZ LAÍNEZ, FERNANDO. ―Las armas de la conquista‖, en: Historia y Vida.
España, Mundo Revistas, Año XXXIV, No. 416, Noviembre, 2002, p. 54-61.
MEDINA, ANDRÉS. ―El Estado en Mesoamérica‖ en: Nueva antropología. México,
Vol. VI, núm. 23, México, 1984, Pp. 145-149.
MICHELET, DOMINIQUE. ―El origen del reino tarasco protohistórico‖ en:
Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, Pp. 24-27.
MONZÓN, CRISTINA. ―Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis
etimológico en la cosmología tarasca‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán,
2005, otoño, año/vol. XXVI, núm. 104, Pp. 136-168.
MONZÓN, CRISTINA; ROSKAMP, HANS; WARREN, J. BENEDICT. ―La memoria
de don Melchor Caltzin (1543): Historia y legitimación en Tzintzuntzan, Michoacán‖,
en: Estudios de Historia Novohispana, México, Universidad Nacional Autónoma de
México, Vol. 40, Núm. 40, 2009, Pp. 21-55.
MORAGAS SEGURA, NATALIA. “Investigaciones en Teotihuacán: Redefiniendo los
viejos problemas‖, en: Boletín americanista. Barcelona, Universidad de Barcelona,
2005, núm. 55, Pp. 191-203.
MORÁN ÁLVAREZ, JULIO CÉSAR. ―Las culturas del Occidente de México y el
cambio del Clásico al Posclásico‖, en: Revista de Acatlán. Multidisciplinaria,
Universidad Nacional Autónoma de México-Escuela Nacional de Estudios
Profesionales de Acatlán, 1993, febrero-abril, Segunda época, núm. 2, Pp. 69-97.
OBERG K., JORGE. ―La honda: una antigua arma mexicana‖, en: México desconocido,
Editorial Jilguero, 1986, noviembre, núm. 117, Pp. 17-19.
PALERM, ANGEL. ―Notas sobre las construcciones militares y la guerra en
Mesoamérica‖, en: Anales. Instituto Nacional de Antropología e Historia-México,
Secretaría de Educación Pública, 1956, Tomo VIII, (núm. 37 de la colección), Pp. 123134.
832
PANDO MORENO, ADÁN. ―Los paradigmas del marxismo‖, en: Marxismos. Revista
Semestral de Educación, Política y Sociedad, Universidad Michoacana de San Nicolás
de Hidalgo-Centro de didáctica y comunicación educativa, Diciembre, año 1, núm. 2,
2012, Pp. 18-30.
PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El sistema tributario prehispánico entre los
tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 1990,
enero-junio, núm. 11, Pp. 5-12.
PEREIRA, GRÉGORY. ―The utilization of grooved human bones: a reanalysis of
artificially modified human bones excavated by Carl Lumholtz at Zacapu, Michoacan,
Mexico‖, en: Latin American Antiquity, Society for American Archaeology, 2005, vol.
3, núm. 16, Pp. 293-312.
PEREIRA, GRÉGORY; MICHELET, DOMINIQUE; MIGEON, GÉRALD. ―La
migración de los purépecha hacia el norte y su regreso a los lagos‖, en: Arqueología
Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XXI, núm. 123, Pp. 55-60.
PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖,
en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2004, verano, año/vol. XXV, núm.
099, Pp. 115-145.
PLANCARTE Y NAVARRETE, FRANCISCO, ―Los Tecos‖, en: Anales del Museo
Michoacano, Morelia, Imprenta y Litografía del Gobierno en la Escuela de Artes, 1889,
año II, Pp. 16-26.
PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. ―Etnias, lenguas y lugares en el Estado tarasco. Una
revisión sobre los habitantes y sus idiomas en el Michoacán prehispánico a partir de la
lectura de las Relaciones geográficas del siglo XVI‖, en: Estudios Mesoamericanos.
México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones
Filológicas, 2002, núm. 3-4, Pp. 23-33.
PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―La presencia tarasca en el norte de la Nueva España: siglo
XVI y primera parte del XVII‖, en: Revista de Historia de la Universidad Juárez del
Estado de Durango. México, Universidad Juárez del Estado de Durango-Instituto de
Investigaciones Históricas, 2015, Nueva Época, núm. 7, enero-diciembre, Pp. 44-62.
RAFAEL LUIS, CARLOS. ―Cuando pensar era sentir: una mirada a la Gramática de
Destutt de Tracy‖, en: Revista argentina de historiografía lingüística. Argentina, s. e.,
2010, vol. II, núm. 1, Pp. 39-53.
ROMERO CONTRERAS, A. TONATIUH; ÁVILA RAMOS, LAURA. ―Mesoamérica:
historia y reconsideración del concepto‖ en: Ciencia Ergo Sum, México, Universidad
Autónoma del Estado de México, 1999, noviembre, vol. 6, núm. 3, Pp. 233-242.
ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de
la Sierra tarasca, Michoacán‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2004,
otoño, vol. XXV, núm. 100, Pp. 279-311.
833
---------------------------. ―Los nahuas de Tzintzuntzan-Huitzitzilan, Michoacán. Historia,
mito y legitimación de un señorío prehispánico‖, en: Journal de la Société des
Américanistes, 2010, vol. 96, núm., 1, p. 75-106.
---------------------------. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento
pictórico de Michoacán‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia,
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones
Históricas, 1998, enero-junio, núm. 27, Pp. 7-44.
RUIZ GUADALAJARA, JUAN CARLOS. ―Capitán Miguel Caldera y la frontera
chichimeca: entre el mestizo historiográfico y el soldado del rey‖, en: Revista de Indias,
España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2010, 2010, vol. LXX, núm.
248, Pp. 23-58.
SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―Los manuscritos y las ediciones de la Relación de
Michoacán: su impacto historiográfico‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos.
Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de
Investigaciones Históricas, 2004, julio-diciembre, núm. 40, Pp. 11-50.
SANTAMARINA NOVILLO, CARLOS. ―Azcapotzalco antes que Tenochtitlan:
reflexiones en torno a un modelo azteca de imperio‖, en: Revista Española de
Antropología Americana. España, Servicio de publicaciones de la Universidad
Complutense, 2007, vol. 37, núm. 2, Pp. 99-118.
SANTAMARINA, CARLOS. ―La rebelión de 1428 de Tenochtitlan contra
Azcapotzalco‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2011, septiembre-octubre,
vol. XIX, núm. 121, Pp. 26-31.
TREJO, SILVIA. ―La imagen del guerrero victorioso en Mesoamérica‖, en: Estudios de
cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de
Investigaciones Históricas, 2000, vol. 31, Pp. 221-236.
VIT, ILÁN. ―Principios de urbanismo en Mesoamérica‖, en: Revista de la Universidad
de México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Nueva Época, 2005,
núm. 22, Pp. 74-85.
WILLIAMS, EDUARDO. ―El modo de vida lacustre: etnografía de las cuencas
lacustres de Michoacán‖, en: Arqueología Iberoamericana. España, s. e., diciembre,
2015, año VII, núm. 28, Pp. 107-134.
TESIS/TESINAS
AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y
sociedad en el Estado tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia.
Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor Cerda Farías, Morelia, Universidad Michoacana
de San Nicolás de Hidalgo, 2005.
AGUILAR IREPAN, FRANCISCO ANTONIO. Diversidad étnica en el estado
michoaque. Origen y convivencia. Tesina para obtener el grado de Licenciado en
834
Historia. Asesor: Jorge Silva Riquer. Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo. 2010.
ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde
dentro y fuera de Mesoamérica. Tesis para obtener el grado de Doctora, Bonn,
Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität [Universidad de Bonn], II volúmenes, 2011.
BELTRÁN, ULISES, Tarascan state and society in prehispanic times: An
Ethnohistorical inquiry. Tesis para obtener el grado de Doctorado en filosofía. Illinois,
Universidad de Chicago, 1982.
GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y
desencuentros en la frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Tesis para obtener el
grado de Licenciado en Historia. Director de tesis: Dr. Luis Gómez Gastélum.
Universidad de Guadalajara- Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades,
2012.
HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica.
Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Tesis para optar el título de
Licenciado en arqueología. Director: Rubén Cabrera Castro México, Escuela Nacional
de Antropología e Historia, 1994.
LUNA PÉREZ, ALBA MARÍA. Salud y enfermedad en el Michoacán del siglo XVI.
Tesis para obtener el grado de Licenciada en Historia. Asesor: Igor Cerda Farías,
Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2005.
OLMOS CURIEL, ALEJANDRO GREGORIO. Los petrograbados de Tzintzuntzan,
Michoacán: un sistema de comunicación gráfica. Tesis para obtener el grado de
Maestro en Arqueología. Directora: Agapi Filini. La Piedad, El Colegio de Michoacán,
2010.
SILVERSTEIN, JAY E.. A study of the Late Postclassic aztec-tarascan frontier in
northern Guerrero, México: The Oztuma-Cutzamala project. Tesis para obtener el
grado de Doctor en Filosofía. Consejero: Kenneth G. Hirth, Universidad Estatal de
Pennsylvania, 2000.
URQUHART, KYLE RYAN. The ireta: a model of political and spatial organization
of p‟urépecha cities. Tesis para obtener el grado de Maestro en Artes. Consejero: Chris
Fisher, Fort Collins, Universidad Estatal de Colorado, 2015.
TEXTOS INÉDITOS
CARVAJAL MEDINA, RICARO. Las armas de la Relación de Michoacán y sus
láminas, artículo inédito, 2011.
CERDA FARÍAS IGOR. ―La información de méritos y servicios de Antonio
Huitziméngari: el poder del discurso en la justificación del gobierno indio de la
provincia de Michoacán (1553-1554)‖, texto presentado en el Seminario Discurso y
Poder en la Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2014. (En
prensa). Se puede consultar una versión electrónica en:
835
https://www.academia.edu/16385111/La_información_de_méritos_y_servicios_de_Ant
onio_Huitziméngari_y_el_gobierno_indio_de_Michoacán_1553-1554, (Consultado 1
de febrero de 2018)
------------------------------------. ―Las tumbas de tiro del Occidente de Mesoamérica‖,
artículo inédito, 2012.
ENKERLIN PAUWELLS, LUISE; PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ――Señores‖ y
―señoríos‖; la constitución territorial en el Michoacán temprano una visión desde la
historia y la arqueología.‖, 2017, en prensa.
PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―Paisaje y arquitectura en el mundo de los habitantes del
Michoacán antiguo‖, 2017, en prensa.
PONENCIAS
CARVAJAL MEDINA, RICARO, ―Los estudios marxistas sobre el Michoacán
prehispánico‖, en: Coloquio A 97 años de la Gran Revolución de Octubre. Los días que
siguen conmoviendo al Mundo, Facultad de Historia-Facultad de Filosofía ―Samuel
Ramos‖-Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán, 13 de noviembre de 2014
OLMOS CURIEL, ALEJANDRO. ―La escritura prehispánica en Michoacán‖, en: Ciclo
de conferencias Ambonhascaquarheparini, llevadas a cabo de agosto a diciembre de
2014, Universidad Pedagógica Nacional-Unidad 161, Morelia, Michoacán, 6 de
septiembre de 2014.
ROSKAMP, HANS. ―Las tradiciones escriturarias indígenas del Michoacán colonial
(siglos XVI-XIX)‖, en: Ciclo de conferencias Ambonhascaquarheparini, llevadas a
cabo de agosto a diciembre de 2014, El Colegio de Michoacán, Zamora, Michoacán, 26
de septiembre de 2014.
PÁGINAS WEB
BASALENQUE, DIEGO. Arte de la lengua matlaltzinga, mui copioso y assi mismo una
suma y arte abrebiado compuesto todo por el padre maestro fray Diego Basalenque de
nuestro padre S[an] Aug[us]tín, de la provincia de Michoacan anno 1640. Manuscrito
original resguardado en la biblioteca John Carter Brown, reproducción digital, en:
https://archive.org/details/artedelalenguama00basa (Consultado 18 de enero de 2019).
CERDA FARÍAS IGOR. ―Inventario de grafitos coloniales en monasterios
michoacanos del siglo XVI. Informe final‖, en:
http://www.academia.edu/35625619/Inventario_de_Grafitos_Coloniales_en_Monasteri
os_Michoacanos_del_siglo_XVI.pdf (Consultado 30 de agosto de 2018).
CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ¿Podemos hablar de una poliorcética
Mesoamericana?, en: http://arqueomilitar.blogspot.mx/2009/02/podemos-hablar-deuna-poliorcetica.html (Consultado 6 de marzo de 2018).
--------------------------------------------------------------. Bibliografía selecta sobre la
guerra en Mesoamérica (1877-2002), en:
836
http://www.naya.org.ar/biblioteca/bibliografia_militarismo_mesoamerica.htm
(Consultado 28 de noviembre de 2012).
Codex cuara, [16--?]. Garrett Mesoamerican Manuscripts, no. 14, Manuscripts
Division, Dept. of Rare Books and Special Collections, Princeton University Library.,
en: http://arks.princeton.edu/ark:/88435/bz60cx55h (Consultado 23 de agosto de 2018).
FUKUYAMA, FRANCIS; et. al.. ―Fin de la historia y otros escritos‖, en:
http://firgoa.usc.es/drupal/files/Francis%20Fukuyama%20%20Fin%20de%20la%20historia%20y%20otros%20escritos.pdf (Consultado 4 de
febrero de 2017).
FAULKNER, NEIL. ―Gordon Childe y la arqueología marxista‖, en: Socialismo o
Barbarie. Revista internacional de teoría y política de la corriente Socialismo o
Barbarie. Traducción de Marcelo Yunes, [s.l.], 2008, Año VII, núm. 22, Pp. 263-285,
en:
http://socialismo-o-barbarie.org/revista_22/081201_sobrev22_263_gordon_childe.pdf
(Consultado 18 de abril de 2015).
FILINI, AGAPI. ―Nuevas territorialidades: El imperio tarasco‖, en: Revista Occidente,
Junio 2015, Pp. 2-15, en: http://docplayer.es/50834824-Nuevas-territorialidades.html
(Consultado 30 de agosto de 2018).
GÓMEZ
ORTÍN, FRANCISCO. ―Dos rarezas: altillejos. A(l/r/s)tillejos y el
aragonesismo árabe ‗badina-badía-baina‘‖, en: Revista de estudios filológicos. Revista
Electrónica de Estudios Filológicos. España, 2014, Junio, núm. 27, en:
https://www.um.es/tonosdigital/znum27/secciones/tintero-1-dos_rarezas_altillejos_baina.htm (Consultado 2 de mayo de 2015).
GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. ―Entre tarascos te veas. Expansión e influencia
del Irechequa Tzintzuntzani en el actual estado de Jalisco.‖ Ponencia presentada en el
Seminario Kw'anískuyarhani de Estudios del Pueblo Purépecha, Pátzcuaro Michoacán,
28 de Noviembre de 2015. Texto en línea en:
https://www.academia.edu/19442125/Entre_tarascos_te_veas._Expansión_e_influencia
_del_Irechequa_Tzintzuntzani_en_el_actual_estado_de_Jalisco (Consultado 31 de
enero de 2018).
HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia Natural de la Nueva España. México,
Universidad Nacional Autónoma de México, en:
http://www.franciscohernandez.unam.mx/home.html (Consultado 11 de abril de 2018).
MARTÍNEZ VÁZQUEZ DANTE BERNARDO (Coordinador de Proyecto). ―El arco y
la flecha en la cultura purépecha y la región de la gran chichimeca. Una comparación
histórica‖, s. f.. Texto en línea
en:https://www.academia.edu/21746438/_EL_ARCO_Y_LA_FLECHA_EN_LA_CUL
TURA_PUREPECHA_Y_LA_REGION_DE_LA_GRAN_CHICHIMECA_
(Consultado 19 de febrero de 2018).
NICOLAU ROMERO, ARMANDO; CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN; RÉTIZ
GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Un "Marcador solar" en Quiringüicharo, Michoacán‖,
en: http://www.rupestreweb.info/solar.html (Consultado 6 de febrero de 2018).
Relación de Michoacán. Instrumentos de consulta, en:
837
http://etzakutarakua.colmich.edu.mx/proyectos/relaciondemichoacan/default.asp
(Consultado 14 de diciembre de 2018)
ORR, HEATHER S.. ―Los Danzantes del Edificio L de Monte Albán‖. Traducido del
Inglés por Alex Lomónaco, en:
http://www.famsi.org/reports/93003es/93003esOrr01.pdf (Consultado 7 de diciembre
de 2018).
SÁNCHEZ VÁZQUEZ, ADOLFO. Por qué ser marxista hoy [Discurso pronunciado al
ser investido doctor honoris causa por la Universidad de La Habana, 16 de septiembre
de 2004], en:
http://www.jornada.unam.mx/2004/09/17/014a1pol.php?origen=index.html&fly=1
(Consultado 21 de marzo de 2015).
SILVERSTEIN, JAY E. ―Un Estudio de la Frontera Azteca-Tarasca del Posclásico
Tardío en el Norte de Guerrero, México: El Proyecto Oztuma-Cutzamala, 1998‖.
Traducido del Inglés por Alex Lomónaco, en:
http://www.famsi.org/reports/97014es/97014esSilverstein01.pdf (Consultado 31 de
agosto de 2018).
VALDES HERRARA, ALEJANDRO; CASTAÑÓN SUÁREZ, MUJAELY A.;
GONZÁLEZ GONZÁLEZ LISSANDRA. ―Marine shells and green-blue stones as a
funerary
objects
from
Tomb
II,
Tingambato
Michoacán‖,
en:
http://www.academia.edu/32304017/Marine_shells_and_greenblue_stones_as_funerary_objects_from_Tomb_II_Tingambato_Michoacan (Consultado
15 de agosto de 2018).
WILLIAMS, EDUARDO. ―El Antiguo Occidente de México: Un Área Cultural
Mesoamericana‖ [2004], en:
http://www.famsi.org/spanish/research/williams/index.html (Consultado 30 de agosto
de 2018).
838