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La guerra en el Michoacán prehispánico en el Posclásico Tardío. Economía política, Estado y sociedad tarasca. Tesis Que para obtener el grado de Licenciado en Historia Presenta: Ricardo Carvajal Medina arespon@gmail.com Asesor: Dr. Igor Cerda Farías icerda@umich.mx Morelia, Michoacán. Febrero de 2019 Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Facultad de Historia A los pueblos, verdaderos autores de la Historia. A mi familia, que ha estado apoyándome siempre. A los antepasados, cuya tradición nos oprime como una pesadilla el cerebro a los vivos. 2 ―Es un dicho muy común que dice que naturalmente desean todos saber, y para adquerir esta ciencia se consumen muchos años revolviendo libros y quemándose las cejas y andando muchas provincias y deprendiendo muchas lenguas por inquirir y saber, como hicieron muchos gentiles, como lo relata y cuenta más por extenso el bienaventurado sant Hierónimo en el prólogo de la Blibia.‖ Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, prólogo, ca.1541. ―…el hecho, tan sencillo, pero oculto hasta él bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.; que, por tanto, la producción de los medios de vida inmediatos, materiales, y por consiguiente, la correspondiente fase económica de desarrollo de un pueblo o una época es la base a partir de la cual se han desarrollado las instituciones políticas, las concepciones jurídicas, las ideas artísticas e incluso las ideas religiosas de los hombres y con arreglo a la cual deben, por tanto, explicarse, y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo.‖ Federico Engels, Discurso ante la tumba de Marx, pronunciado en el cementerio de Highgate en Londres, el 17 de marzo de 1883. ―No consideramos, en absoluto, la teoría de Marx como algo acabado e intangible: estamos convencidos, por el contrario, de que esta teoría no ha hecho sino colocar las piedras angulares de la ciencia que los socialistas deben impulsar en todas las direcciones, si es que no quieren quedar rezagados de la vida.‖ Vladímir Ilich Uliánov ―Lenin‖, Nuestro Programa, [no antes de octubre de 1899]. 3 ÍNDICE AGRADECIMIENTOS…………………………………………………………….. 9 RESUMEN /ABSTRACT…………………………………………………..………. 12 INTRODUCCIÓN………………………………………………………….………. I. EL ESTUDIO TEÓRICO DE LA GUERRA………………………………. INTRODUCCIÓN………………………………………………………...... HISTORIOGRAFÍA DE LA GUERRA EN MESOAMÉRICA Y EL OCCIDENTE DE MESOAMÉRICA………………………………………. LA HISTORIA Y LA INVESTIGACIÓN DEL PASADO……………….... EL MATERIALISMO HISTÓRICO COMO HERRAMIENTA DE INVESTIGACIÓN……………………………………………………......… MATERIALISMO HISTÓRICO Y EL ESTUDIO DE LAS SOCIEDADES PRECAPITALISTAS………………………………....…… EL MODO DE PRODUCCIÓN HIDRÁULICO Y LOS ESTUDIOS MARXISTAS SOBRE EL MICHOACÁN PREHISPÁNICO……………... LA GUERRA COMO CATEGORÍA TEÓRICA…………………………... Características económicas de la guerra…………………………………… Aspectos demográficos de las guerras…………………………………….... Características etnológicas de la guerra………………………………….... Aspectos ideológicos de la guerra………………………………………....... Consideraciones finales sobre la guerra…………………………………..... MESOAMÉRICA, EL OCCIDENTE DE MÉXICO Y LO TARASCO…… Nota sobre la ortografía de los nombres tarascos en la presente investigación……………………………………………………………………...... 18 18 LA SOCIEDAD TARASCA PREHISPÁNICA…………………………..... 9. INTRODUCCIÓN………………………………………………………….. 10. LA GEOGRAFÍA DEL PAÍS DE LOS TARASCOS……………………… 11. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA TEORÍA DEL ORIGEN SUDAMERICANO HASTA 1522………………. Orígenes del pueblo tarasco………...……………………………………… Antecedentes de la expansión tarasca………………………………………. Inicio de la protohistoria tarasca…………………………………………… El legado de Taríacuri………………………………………………...……. La formación del triunvirato………………………………………………... Nacimiento y expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa………………….. 12. EXTENSIÓN Y ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA……………………………………………. El problema de la extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa……….. Organización territorial político-económica del Tzintzuntzan Irechequa….. Caminos y transportes………………………………………………………. Estrategias de control territorial tarascas……………………………..…… 13. ESTRATIFICACIÓN SOCIAL Y CLASES EN LA SOCIEDAD TARASCA PREHISPÁNICA………………………………………………. Esclavitud…………………………………………………………………… Casta………………………………………………………………………… Estamento…………………………………………………………………… 95 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. II. 14 4 20 26 30 35 49 58 70 71 73 74 76 80 94 95 97 114 114 119 121 124 131 131 135 135 148 161 169 175 176 177 178 III. Clase social……………...………………………………………………….. La terminología de estratificación medieval extrapolada a la realidad indígena del Nuevo Mundo…………………………………………………. 14. EL ESTADO TARASCO Y LA CLASE DOMINANTE………………….. Cazonci o Irecha……………………………………………………………. La nobleza y la corte del cazonci…………………………………………… La alta burocracia…………………………………...……………………… La burocracia intermedia y los funcionarios especializados……………….. La casa del cazonci…………………………………………………………. La jerarquía religiosa………………………………………………………. La autoridad local de los pueblos…………………………………………... 15. ECONOMÍA POLÍTICA DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA…...……… El estudio de la economía política…………………………………………... Los recursos naturales y la subsistencia básica tarasca.…………………... 16. EL SISTEMA DE TENENCIA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN TARASCO………………………………………………………………….. La organización familiar tarasca...…………………………………………. El régimen de propiedad……………………………………………………. Las formas de posesión de la tierra…………………………………………. Los objetos de trabajo y los instrumentos de trabajo...…………………….. 17. RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN EN EL ESTADO TARASCO: LA CLASE DOMINADA…………………………………….. Trabajo agrícola..…………………………………………………………... Trabajo comunal en grandes obras…..…………………………………….. Artesanía……...…………………………………………………………….. 18. USUFRUCTO DE AGUAS, BOSQUES, VEGETACIÓN, FAUNA Y MINERALES……………………………………………………………….. 19. CIRCULACIÓN DE BIENES EN EL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA…… Intercambio…………………………………………………………………. Tributos……………………………………………………………………... Comercio……………………………………………………………………. Redistribución del tributo…………………………………………………… La economía política tarasca. Una recapitulación…..……………………... 20. LOS APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO TARASCO………….. 21. LA COSMOGONÍA TARASCA EN SUS FUENTES……………………... 22. AGRICULTURA, ASTRONOMÍA Y FIESTAS. EL TIEMPO DE LA GUERRA EN LA CULTURA TARASCA PREHISPÁNICA……………... El conocimiento matemático tarasco…………...…………………………... El conocimiento astronómico tarasco en el siglo XVI……………………… El calendario tarasco………………………………………...……………... El tiempo de la guerra tarasca……………………………………………… 178 LA GUERRA TARASCA………………………………………………….. 23. INTRODUCCIÓN………………………………………………………….. 24. ZUYUANISMO: ESTADO, IDEOLOGÍA Y RELIGIÓN MESOAMERICANA DEL POSCLÁSICO TARDÍO……………………... Los orígenes arqueológicos de la ideología zuyuana……………………..... La ideología y religión zuyuana…………………………………………….. La religión e ideología tarascas leídas a través del zuyuanismo…………... 373 5 183 190 191 192 193 194 195 196 201 206 207 210 216 216 219 230 241 243 243 258 261 264 277 277 279 290 303 305 307 323 338 340 344 356 364 373 376 377 379 387 25. LAS CAUSAS Y TIPOS DE GUERRA PRACTICADOS POR LOS TARASCOS PREHISPÁNICOS…………………………………………… La guerra total o absoluta………………………………………………...… La guerra ritual……………………………………………………………... La guerra instrumental……………………………………………………… 26. LA VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA: EL EJÉRCITO TARASCO... Tamaño de los ejércitos del cazonci………………………...……………… Sistema de mando de los ejércitos del cazonci……………………………... Sistemas de comunicación………………………………………………….. Reclutamiento y entrenamiento……………………………………………... La ideología guerrera tarasca…………………..………………………….. Mantenimiento de los ejércitos……………………………………………... Cuerpos auxiliares de los ejércitos…………………………………………. 27. EL ARMAMENTO PREHISPÁNICO MICHOACANO…………………... Armamento de largo alcance………………………………...……………... Arco y flecha………………………………………………………………... Lanzadardos o átlatl………………………………………………………… Piedras y hondas………………………………………………………...….. Cerbatanas……………………………………………………………...…... Armamento de corto alcance………………………………………………... Armas contundentes………………………………………………………… Mazos, porras y macanas…………………………………………………… Macuahuitl……………………………………………………………...…... “Armas de quangáriecha”………………………………………………….. Armamento punzante y cortante……………………………………………. Lanzas……………………………………………………………………….. Cuchillos…………………………………………………………………….. Hacha……………………………………………………………………….. Armas defensivas……………………………………………………………. Escudos y jubones…………………………………………………………... Sistemas de armamento michoacano prehispánico………………………… 28. INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS………………… Penachos, guirnaldas, mitras y peinados………………………...…………. Partes de animales………………………………………………………….. Bezotes……………………………………………………………………… Orejeras……………………………………………………………………... Narigueras…………………………………………………………………... Brazaletes…………………………………………………………………… Collares…………………………………………………………………...… Calzado……………………………………………………………………… Banderas…………………………………………………………………….. Pintura corporal…………………………………………………………….. Camuflaje…………………………………………………………………… Control y almacenamiento del armamento y atavíos……………………….. 29. ÓRDENES MILITARES ENTRE LOS ANTIGUOS TARASCOS……….. Militarismo, “caballeros” y sacerdotes-guerreros…………………………. Los valientes hombres………………………………………………………. Religión y valientes hombres………………………………………………... Los quangáriecha en las fuentes coloniales………………………………… 6 397 399 399 403 405 406 414 417 419 423 427 429 432 434 434 441 444 446 446 447 447 451 455 456 456 458 458 459 459 466 469 472 476 477 480 480 481 482 483 485 487 490 491 494 495 497 501 507 30. GUERRA Y RELIGIÓN: LOS RITUALES BÉLICOS TARASCOS……... Ceremonia de la guerra…………………………………………………...... Rituales de espionaje, adivinación, nahualismo, y para el vencimiento……. Otros rituales antes, durante y después al combate, y curación de heridas... Ritual de poner flechas para apropiarse del territorio……………………... 31. EL EXPANSIONISMO DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA Y LAS GUERRAS TARASCO-MEXICAS………………………………………... Antecedentes de las guerras tarasco-mexicas………………………………. La victoria de los ejércitos de Tzitzíspandácuare sobre los de Axayácatl….. Las consecuencias de la victoria de Tzitzíspandácuare y la derrota de Axayácatl……………………………………………………………………. Equilibrio de poderes entre las potencias mesoamericanas………………... La última ofensiva de Moctezuma II contra Zuangua………………………. La última ofensiva de Zuangua contra Moctezuma II………………………. 32. LAS CUATRO CABECERAS DE LAS CUATRO PARTES DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA………………………………………...….. La cabecera del septentrión………………………...………………………. La cabecera del poniente……………………………………………...……. La cabecera del meridión…………………………………………………… La cabecera del oriente……………………………………………………... 33. LA POLIORCÉTICA Y LAS GUARNICIONES FRONTERIZAS DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA……………………………………...…….. El estudio de las fortificaciones en el México antiguo……………………… ¿Existió una poliorcética mesoamericana?.................................................... Los asentamientos tarascos y el uso del territorio como elemento defensivo…………………………………………………………………….. Obras defensivas prehispánicas michoacanas en la época tarasca………... Taximaroa: ejemplo histórico de un asentamiento fortificado……………... Ihuatzio: ¿ejemplo arqueológico de un asentamiento fortificado?................ Las fronteras y guarniciones del Tzintzuntzan Irechequa………………….. La frontera tarasco-mexica…………………………………………………. La frontera del Tzintzuntzan Irechequa con los señoríos del occidente……. La frontera norte del Tzintzuntzan Irechequa con los grupos chichimecas... La frontera suroeste del Tzintzuntzan Irechequa con los pueblos de la costa………………………………………………………………………… 34. TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS TARASCAS: LOS EJÉRCITOS DEL CAZONCI EN COMBATE………………………….……………………… Planeación táctica tarasca………………………………..………………… Tácticas de marcha y formaciones de los ejércitos tarascos……………….. Tácticas tarascas a campo abierto………………………………………….. Tácticas de invasión del territorio enemigo………………………………… Tácticas de ataque y defensa del territorio…………………………………. 35. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA LLEGADA Y CONQUISTA HISPANA, HASTA LA PARTICIPACIÓN DE LOS TARASCOS EN LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA (1519-1550)…………………………………………………………………. Presagios anteriores a la conquista………………………..……………….. Las embajadas de los mexicas……………………………………………… Las primeras expediciones españolas en territorio Michoacano…………... La conquista de Michoacán por Cristóbal de Olid……………………...….. 7 511 515 518 526 533 539 530 543 552 557 561 566 569 574 575 576 578 584 585 588 592 596 604 609 612 613 617 629 633 637 638 640 642 645 646 650 651 653 656 658 La participación tarasca en la conquista de Zacatula y Colima………..….. La inestabilidad del gobierno colonial en la primera década de la conquista; la participación tarasca en la pacificación de Pánuco y en la expedición a Honduras…………………………………………………...…. La muerte del cazonci y la participación tarasca en la conquista de la Nueva Galicia……………………………………………………………….. La participación tarasca en la conquista y colonización del norte de la Nueva España……………………………………………………………….. 664 IV. CONCLUSIONES………………………………………………………….. 688 V. APÉNDICES..………………………………………………………………. A. Mapas sobre acciones militares, expansión y límites tarascos………….. B. Cuadros sobre el armamento prehispánico michoacano representado en la Relación de Michoacán y otras fuentes pictográficas………………... C. Cuadros sobre la indumentaria, insignias y atavíos bélicos indígenas michoacanos representadas en la Relación de Michoacán y otras fuentes pictográficas…………………………………………………….. D. Aramas de la Ciudad de Zintzuntan Vitzitzilan de la provincia de Michoacán (1595)………………………………………………………. E. Documentos pictográficos sobre los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa………………………………………………………………... F. Evidencias materiales sobre armamento e indumentaria en Michoacán, especialmente durante el posclásico tardío (1200-1522)……………….. G. Representaciones modernas del sistema de armamento tarasco………... H. Cronología de las guerras tarasco-mexicas……………………………... I. Imágenes sobre poliocética en el México antiguo……………………… J. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez‖, [4 de abril de 1585] (fragmento)…………... 699 700 FUENTES…………………………………………………………………... 788 VI. 8 669 676 684 737 742 746 747 752 766 771 775 783 AGRADECIMIENTOS Este trabajo no hubiera sido posible sin mi familia, maestros y amigos, quienes me brindaron el apoyo, consejos y palabras de aliento en el proceso de investigación. Gracias a mis padres que me dieron el apoyo incondicional durante el tiempo que tardé: a mi padre José Roberto, mi maestro de vida y mi primer maestro político (espero que me disculpe por haber requisado parte de su biblioteca, pero él fue quien me inculcó el amor por los libros); mi madre María Cruz, quien me enseñó que la mejor herencia es la educación; mis hermanas mayores Aidé y Ariadna, quienes me cuidaron y aconsejaron a lo largo de los años; y a mi sobrina Fernanda, que espero que disculpe los momentos que estuve de mal humor y gruñón; todo fue por el pendiente de concluir la tesis. A mi abuela materna, mi mamá Angelina, y mis abuelos paternos, José y Teresa, que ya no vivieron para ver este texto finalizado. Esta investigación no hubiera llegado a buen puerto sin el asesoramiento del Dr. Igor Cerda Farías, de quien aprendí la importancia que tiene el partir de un marco teórico-metodológico coherente y claro para la interpretación del pasado, así como saber desde que paradigma historiográfico, arqueológico y antropológico se interpretan las sociedades pretéritas no-occidentales de la América prehispánica. Gracias a estas enseñanzas puedo considerarlo como un gran maestro y amigo. También fue de fundamental importancia para esta investigación el Mtro. Rene Becerril Patlán, a quien le agradezco enormemente el haber tenido la paciencia y disposición para entablar largas platicas durante horas, así como llamadas de atención, que permitieron el aclaramiento de ideas y fuentes, además de su amabilidad para poner a disposición material de archivo inédito, así como bibliográfico; es un gran mentor y amigo. Agradezco a la Mtra. Tzutzuqui Heredia Pacheco, quien me impartió las materias de Historia de México I y II, con lo cual tuve mi primer acercamiento con el mundo indígena prehispánico de forma profesional, y a la historia prehispánica de Michoacán; y a la Mtra. Rebeca Ballín Rodríguez, de quien aprendí la importancia de tener un aparato crítico a pie de página, durante los dos años que fue mí profesora en la facultad, que sustente la imagen del pasado que uno construye. Gracias a ambas por leer el presente trabajo, y los comentarios y correcciones señaladas. Quiero agradecer enormemente a quienes amablemente leyeron partes de la presente investigaciones: al Dr. Carlos Salvador Paredes Martínez, de quien puede confirmar la generosidad que lo caracteriza, al facilitarme material bibliográfico de difícil consulta, y de acertados comentarios. Al Dr. José Luis Punzo Días, cuya visión arqueológica me permitió tener un panorama más integral del pasado protohistórico de Michoacán; a la Dra. Claudia Espejel Carbajal por sus comentarios y señalamientos respecto al texto de la Relación de Michoacán. Al Dr. Adán Pando Moreno, cuyas enseñanzas me permitieron tener una visión más crítica del materialismo histórico, y sobre qué herramientas tener en cuenta para estudiar un modo de producción; al Lic. Rafael Flores García, estimado amigo y camarada, quien también realizó acertados comentarios sobre la exposición del materialismo histórico que realicé, y con quien he tenido una fructífera amistad que ha permitido la elaboración de variados proyectos académicos. También agradezco al Dr. Ramón Alonso Pérez Escutia la lectura y comentarios sobre los aspectos donde se abordó la temática militar. Una mención especial a Sulina Tashkent Tzintzún García, Dr. Celerino Felipe Cruz, Lic. César Zavala 9 Alcaraz y el Dr. Amaruc Lucas Hernández, quienes amablemente me auxiliaron en la compresión de varios aspectos de la cultura purépecha, y en el entendimiento de algunas de las palabras tarascas registradas en las fuentes del siglo XVI. Su paciencia y sus comentarios mejoraron enormemente el borrador de toda la investigación, los errores y omisiones que prevalecen, son enteramente mi responsabilidad. Quiero reconocer las enseñanzas de otros profesores que en algún momento de mi formación me impartieron clases, al Prof. César Silva Ramírez ―Ripoll‖, maestro de teatro y verdadero amigo, a la Mtra. Graciela Méndez; al Dr. Ricardo León Alanís quien me impartió las clases de Historiografía Mexicana I y II, así como Historiografía Michoacana I y II, clases donde tomé conciencia de la importancia que tiene el saber la historia de la Historia en la investigación del pasado; al Dr. Gerardo Sánchez Díaz, de quien tuve el primer acercamiento con el mundo de la Relación de Michoacán y el apasionamiento por su estudio; el Dr. Moisés Guzmán Pérez, de quien aprendí la importancia de estar actualizado en la línea de investigación que uno trabaja; y al Mtro. Ramón Sánchez Reyna, de quien aprendí muchos aspectos del gremio de la historia que no se encuentran registrados en los libros, ni se aprenden en el aula. Retribuyo enormemente la amabilidad de colegas que aportaron y pusieron material a disposición para la presente investigación. A mi estimado Vladimir Gómez Gutiérrez por facilitarme ilustraciones sobre los guerreros quangáriecha; a Luis Armando de la Luz Alarcón por haber contribuido con fotografías de reproducciones de armamento mesoamericano elaborados por él mismo, así como otra ilustración sobre los guerreros quangáriecha. Agradezco enormemente a Carla Edith Naranjo Trejo su paciencia y dedicación para la elaboración de los mapas sobre acciones militares, expansión y límites tarascos. A Diana Ivonne Rufino Martínez, quien me proporcionó invaluable ayuda para darle punto final al último borrador del texto. Gracias a sus aportes que enriquecieron notablemente el apéndice y formato de la presente investigación. También quiero agradecer mis amigos y compañeros que conocí en la carrera y los años posteriores. Mis amigos de la ―Gloriosa‖ Secc. 02, Gen. 2009-2013: Andrea, Arnulfo ―el Arnold‖, Claudia, Eder, Gregorio, Javier Lemus ―el Machín‖, Javier Torres, Mauricio, Polette y Rubén; con quien tuve el gusto de cursar la licenciatura, y de los cuales tengo muchos recuerdos de esos años. Durante este mismo periodo de tiempo puede entablar amistad con mis queridas amigas las ―Gallas de Letras‖: Jessica Bolom, Gabriela Rangel y Nora Mora. A mis compas de la ―BB‖, Abel Soria, ―único compañero que tenemos en el estudio de las antiguallas de Michoacán‖, Alejandro Diosdado, Balam, Benjamín, Frida, Hugo, Marco Antonio ―el Güero‖ y Vinicio ―el Viny‖. Del gremio de historiadores hay muchos colegas a los cuales les agradezco la amistad y ánimos brindados durante la elaboración de esta investigación: Alexandre, Argel Suárez, Bertín, Carlos Mendoza, Carlos Rangel, César Yáñez, Daniel Ortiz, Dinorah Yesenia, Eduardo Lemus, Elsa, Emanuel Estada, Francisco Arroyo, Georgina, Geovanni ―el Achú‖, Jarco Amézcua, Joel David, José ―Pepe Grillo‖, Juan Deodato ―el John‖, Juan José Tapia, Marco Andrade, Misael, Nohemi, Norberto, Samuel, Sandy y Selma. Agradezco la amistad de mis inigualables amigas las ―patlanbeliebers‖: Carla, Ivonne, Nicté, Shani y Ana Laura. De la banda de Guerrero agradezco especialmente a Maricruz Piza, y a Montze Gallegos, por el apoyo, palabras de aliento y cariño que me 10 brindaron en los momentos difíciles. A mis jóvenes camaradas, Diego Armando y Roberto Hernández, por seguir con el espíritu de tener un mundo mejor. Del gremio de humanistas también me gustaría mencionar los colegas arqueólogos, en especial a los ―punzobeliebers‖: Dante Martínez, con quien siempre pude polemizar y tener enriquecedores debates sobre la interpretación de materiales y su contraste con las fuentes escritas; a Alejandro Valdés, Max Ayala, Lissandra y Humberto, así como a Erick González Rizo. A los colegas del Seminario de Marxismo ―Tradiciones modernas‖, donde puede entablar amistad con Brice, Itandehui, Juan Carlos Reyes ―JC‖, Eva, Héctor Díaz y Salvador ―Chava‖, que enriquecieron el apartado del materialismo histórico de mi investigación. También a mis excelentes amistades: Ale Soto, Dennise, Paola, Lalo Acuña, José ―Peperman‖ y Sergio Ulises Martínez. Y a Rossana Calderón, Montserrat Cortés, ―Kike‖ Rivera, Fernanda Paz, Indira, Javo, Oliver, Paulina, Erandi y Yunuen. Estos agradecimientos no podrían estar completos, sin mencionar a las familias Vázquez Gómez, Gómez Alfaro, Gómez de la Cruz, y Gómez Morales, quienes me brindaron más que su hospitalidad y amistad, en mis odiseas en el sureste mexicano, especialmente en la Perla del Sureste. Muchas gracias por todo. 11 RESUMEN La presente investigación aborda el tema de la guerra practicada por las sociedades indígenas del antiguo Michoacán en la época prehispánica, durante el Posclásico Tardío (1200-1522), especialmente las guerras de conquista emprendidas por el linaje gobernante de los Uacúsecha. Con estas acciones bélicas, los tarascos lograron imponer su dominio político, explotar la fuerza de trabajo, extraer los excedentes de bienes materiales que se producían e imponer su ideología, sobre vastos territorios del occidente de Mesoamérica habitados por un gran multitud de pueblos de diverso origen étnico, lingüístico y cultural, constituyéndose como una de las entidades políticas de organización estatal más importantes al momento de la llegada de los europeos en el siglo XVI. La investigación inicia con la exposición de un marco teórico-metodológico que propone una imagen interpretativa del pasado cuyo eje articulador es el materialismo histórico, complementado por otras posiciones teóricas pertinentes. Las fuentes analizadas durante la investigación fueron documentos de valor etnohistórico ya publicadas, algunos documentos de archivo inéditos o poco conocidos, así como información producto de las investigaciones arqueológicas. Así mismo, fue necesario elaborar un nuevo análisis sobre el desarrollo histórico, la economía política y sociedad tarasca, que permitieran contemplar una imagen más completa sobre la guerra y todo lo que a ella concierne por parte de la sociedad indígena en el occidente mesoamericano. Los capítulos siguientes están dedicados al análisis de la sociedad tarasca, detallando el fenómeno de la guerra de forma multidisciplinar, enfocándose la atención en aspectos como la cosmovisión que justificaba la guerra, los tipos de guerra practicados, el ejército tarasco, la panoplia de los guerreros, la indumentaria e insignias, órdenes militares, rituales de guerra, las guerras tarasco-mexicas, la expansión a las cuatro partes del mundo y las defensas de las fronteras, las estrategias y tácticas de los campos de batalla del Michoacán antiguo, concluyendo con la participación de los guerreros michoacanos en la conquista de la Nueva España en la primera mitad del siglo XVI. Palabras Clave: Occidente de Mesoamérica, Michoacán, Posclásico Tardío, cultura tarasca, guerra, armamento. ABSTRACT The present research addressses the topic of the war practiced by native societies of Ancient Michoacan in the Prehispanic period, during the Late Postclassic (12001522), especially the wars of Conquest undertaken by the governing lineage of the Uacusecha. With this war actions, the Tarascan (empire) managed to impose their political dominance, exploit the labor force, extract the surplus of material property that were produced and impose their ideology, over vast territories West of Mesoamerica, inhabited by a great multitude of peoples of different ethnic origin, linguistic and cultural, becoming one of the most important political entities of State organization at the time the arrival of the Europeans in the 16th century. The research begins with the exhibition of a methodological theoretical framework that proposes an interpretative image of the past whose articulating axis is the Historical Materialism, complemented by others relevant theoretical positions. The sources analyzed during the investigation were valuable documents ethnohistorical 12 already published, someone unpublished archival documents or little known, as well as information from archaeological investigations. It was also necessary to develop a new analysis on the historical development, the Political Economy and Tarascan Society, that would see a more complete picture of the war and everything to it concerning Indigenous (native) society in the Mesoamerican West. The following chapters are dedicated to the analysis of the Tarascan Society, detailing the phenomenon of War in a multidisciplinary way, focusing the attention on aspects like the worldview that justified the War, the types of warfare practiced, the Tarascan army, the panoply of the Warriors, the clothing and insignia, military orders, war rituals, the Tarascan–Mexica wars, the expansion to the four parts of the world and the defenses of the frontiers, the strategies and tactics of the battlefields of the Ancient Michoacan, concluding with the participation of the Michoacan Warriors in the conquest of New Spain in the first half of the 16th century. Keywords: West of Mesoamerica, Michoacan, Late Postclassic, Tarascan culture, warfare, armament. 13 INTRODUCCIÓN En la presente investigación titulada La guerra en el Michoacán prehispánico en el Posclásico Tardío. Economía política, Estado y sociedad tarasca, tenemos el propósito de explicar el fenómeno de la guerra que existió en las sociedades mesoamericanas que habitaron partes de Michoacán y regiones circundantes, que estuvieron bajo influencia del Estado tarasco en la última etapa de la historia mesoamericana. El interés por la guerra en Mesoamérica data desde que los primeros europeos lucharon por conquistar los pueblos que habitaban el Nuevo Mundo hasta nuestros días. Pero hablar de guerra es hablar de un concepto sumamente complejo y difícil de definir, en especial cuando analizamos una sociedad única en el espacio y en el tiempo históricos. Es por eso que para dotar de una base sólida a nuestra investigación, debemos pertrecharnos con una definición del concepto guerra. Esta definición debe ser funcional para la sociedad tarasca del Posclásico Tardío, es decir, no se encuentra en un manual militar ni diccionario, sino que debe ser construida para usarse como herramienta de investigación. Debe aclararse que el diseño para la teorización que estamos presentando, se recurrió a fuentes conocidas ya impresas, con el fin de ser más ejemplificativos y claros, sin dejar de lado algunos documentos de archivo inéditos o poco conocidos. De esta tarea de teorización nos ocuparemos en el primer capítulo, se revisarán las corrientes y pensadores que tratan de dar una explicación a la violencia mortal a lo largo de la Historia humana. Abordaremos el fenómeno de la guerra desde la antropología, sociología, psicoanálisis y de la polemología, así tendremos una visión amplia de las diferentes ciencias que han tratado de explicar la violencia en las sociedades humanas. El eje teórico-metodológico rector con el cual conduciremos la investigación será el marxismo. Si bien las corrientes posmodernas han decretado la ―muerte‖ de las ―grandes explicaciones‖, no significa por eso que las corrientes académicas dejen de ser realmente funcionales. En la presente investigación expondremos por qué consideramos que el marxismo nos permite crear una base para explicar la sociedad tarasca prehispánica; preferimos utilizar un método ―viejo‖ a tener que realizar una deconstrucción de los metarrelatos, metanarrarativas y metadiscursos etno-eurocentristas, que supuestamente han marcado el ―fin de la historia‖ en las sociedades poscoloniales, llevándonos a una verborrea incomprensible del anything goes (todo vale), los intricados significados semánticos, y el abuso del prefijo ―pos‖.1 Un fenómeno tan vasto como lo es la guerra, pide ser analizado y subdividido, es por eso que aparte de utilizar la metodología del materialismo histórico, habrá otras herramientas en los casos de iconografía, poliorcética, lingüística, armamento, etcétera, que serán tratados en su apartado correspondiente. En este primer capítulo resolveremos la postura teórica-metodológica para nuestra investigación. Después de habernos pertrechado con las herramientas teóricas necesarias, en el segundo capítulo entraremos de lleno al estudio del Michoacán prehispánico. Revisaremos la geografía en la cual se desenvolvieron las sociedades indígenas y los recursos naturales que explotaron para su subsistencia, lo que nos permitirá conocer las relaciones entre la naturaleza y el hombre, así como las relaciones sociales existentes entre los integrantes de los grupos étnicos, es decir, su economía. Es para el periodo 1 Para una reseña e historia intelectual breves de la posmodernidad, puede consultarse ESTRADA MALDONADO, ÁLVARO. Historia y posmodernidad. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Facultad de Historia, 2016. Para el ―fin de la historia‖, Cf. FUKUYAMA, FRANCIS; et. al.. ―Fin de la historia y otros escritos‖, en: http://firgoa.usc.es/drupal/files/Francis%20Fukuyama%20%20Fin%20de%20la%20historia%20y%20otros%20escritos.pdf (Consultado 4 de febrero de 2017). 14 protohistórico que las fuentes escritas nos permiten realizar una síntesis histórica, en donde se narren los orígenes del Estado tarasco y conocer las políticas empleadas para realizar la guerra, la extensión territorial que llegó alcanzar el poderío tarasco y su división político-militar, las medidas para proteger, administrar y usufructuar los territorios conquistados. Toda esta maquinaria estatal era cohesionada por la ideología, que permeaba todos los aspectos de la vida de los habitantes prehispánicos, y que jugaba un papel importante en el ámbito guerrero. Realizamos un resumen somero sobre el sistema de creencias tarascas, pues la religión penetraba en todos los aspectos de la vida tarasca, se hace imprescindible tratar este tema para comprender los diferentes aspectos de esta sociedad. En el tercer capítulo trataremos los aspectos militares más importantes del ―arte de la guerra‖ tarasca. Hablaremos de los diferentes armamentos empleados para la guerra, la organización del ejército, los tipos de guerra practicada por el Estado tarasco, la total, instrumental y ceremonial; las tácticas militares en los campos de batalla. Un tema que desde la arqueología ha sido tratado es el de la poliorcética, es decir, el arte de atacar y defender las plazas. Las fronteras tarascas estaban resguardadas por un conjunto de guarniciones, que constituían una red militar importante, especialmente para la zona norte y oriental. Tanto en los restos materiales y en las fuentes coloniales existe información donde se habla de las dinámicas bélicas existentes. También retomaremos el simbolismo de la violencia en la cosmovisión bélica tarasca y su articulación con la política. Con todo esto, habremos concluido nuestro proyecto de investigación. La guerra en Mesoamérica se ha investigado principalmente en dos regiones, el Altiplano Central y el Área Maya. Varios pueden ser los motivos, la arquitectura monumental, una política oficialista por parte del Estado mexicano, y académicamente hablando, de una mayor cantidad de información para estas zonas, las crónicas nahuas, españolas y para los mayas la epigrafía y documentación colonial. Para las otras regiones mesoamericanas no se han hecho suficientes estudios por las razones que hemos expuesto, a pesar de que si bien, la información es menor y fragmentaria, no significa que estemos incapacitados para explorar tal fenómeno en otros territorios. Por esa razón, queremos estudiar la etnia dominante al momento de la conquista, los antiguos tarascos o purépechas,2 que dominaron gran parte del actual Estado de Michoacán y zonas limítrofes, en un primer periodo del siglo XII a mediados del siglo XV, donde el linaje uacúsecha luchó por su sobrevivencia; y un segundo periodo de 70 años que corren de 1450 a 1522, la primera fecha coincide con la ―fundación‖ del 2 Conocemos el debate sobre el gentilicio para designar a los antiguos habitantes indígenas y sus descendientes (debate que se remonta a finales del siglo XIX con Nicolás León y Eduardo Ruíz); respetamos la autodeterminación de los miembros pertenecientes a esta etnia de llamarse a sí mismos como ―purépecha‖ a pesar de la complejidad lingüística de encontrar el gentilicio de esta sociedad antigua. Sin embargo, es conocido que la palabra ―purépecha‖ empezó a usarse como forma de reivindicación política y como moda antropológica en la década de 1940, así como que la mayoría de las fuentes originales del siglo XVI consigna la palabra ―tarasco‖ como gentilicio que engloba a toda la sociedad, no sólo a una clase o estamento, por lo que preferimos usar esta última. Para ahondar en el tema recomendamos encarecidamente revisar los trabajos referentes a este debate incluidos en MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO (Editor) ¿Tarascos o P‟urhépecha? Voces sobre antiguas y nuevas discusiones en torno al gentilicio michoacano. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, Universidad Intercultural Indígena de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Fondo Editorial Morevallado, (Colección Kw‟anískuyarhani, núm. 2), 2007. 15 Tzintzuntzan Irechequa,3 periodo donde se expandió más allá de la cuenca de Pátzcuaro y hubo guerras con otros grupos étnicos hasta la llegada de los españoles en 1522. Después de este año, los guerreros indígenas entraron en servicio como auxiliares de los europeos para conquistar otras regiones de la Nueva España cómo Colima y Jalisco, hasta 1550, cuando los indígenas servían como guardianes de los grupos nómadas del norte antes de la Guerra Chichimeca que se extendería hasta principios del siglo XVII. El Tzintzuntzan Irechequa comprendió partes del actual estado de Michoacán y zonas adyacentes, no sólo resistió ataques de otros grupos, sino que logró imponer su hegemonía allende sus fronteras, teniendo una constante tensión en la frontera mexicatarasca. Los estudios que analizan el fenómeno de la guerra entre el pueblo tarasco son escasos, algunos son repeticiones de fuentes documentales directas, y el aspecto de la dinámica bélica ha quedado poco claro, pues la visión de los estudios han tenido preferencia en los aspectos políticos, económicos y sociales del antiguo Michoacán. Todas estas cuestiones nos permiten proponer un estudio profundo de las acciones bélicas de los antiguos tarascos. Así pues, es necesario estudiar las dinámicas bélicas para conocer un fenómeno que ha sido estudiado desde la perspectiva de la sociología política: la formación y caracterización del Estado tarasco. Se han analizado las relaciones que se dieron entre distintos grupos de poder y los opresores y oprimidos, pero no se ha analizado cómo, por qué tipos y medios de la violencia armada, se logró construir un Estado centralizado. Aparte de nuestros intereses personales para realizar esta investigación, debemos agregar que nuestra intención académica no es reivindicar un glorioso e idílico pasado indígena, truncado violentamente por los europeos en el siglo XVI. No compartimos la visión romántica de un pasado prehispánico de vida comunal, comunión total con la naturaleza y una ―inocente religiosidad‖ que fungía como motivación única de todas las acciones humanas. Para nosotros el mundo prehispánico estuvo conformado por sociedades complejas, con una marcada jerarquización social, política y económica, donde una élite poseía en sus manos el poder político, el control de los medios de producción y la explotación de la mano de obra de la inmensa mayoría. Estas mismas élites cumplieron un papel importante al momento de la conquista y en los años posteriores, pues lograron sobrevivir en el régimen novohispano, es decir, lograron adaptar sus discursos como técnica de supervivencia a la nueva realidad histórica colonial. Esto no significa que abordemos el estudio de las sociedades indígenas a raja tabla bajo los conceptos occidentales, sino que compartimos la idea de que las sociedades pretéritas no-occidentales deben ser comprendidas en su contexto cultural, sólo de esta forma podemos comprender la complejidad histórica que estamos tratando; aunque, al final, no existe para nosotros otra forma de entender a las sociedades indígenas que no sea desde nuestra forma y manera occidental de habitantes del siglo XXI. Hemos realizado esta investigación con las fuentes documentales y bibliográficas disponibles, y sin duda -esperamos que así sea- aparecerá nueva 3 Tzintzuntzan Irechequa (otras variantes son Irechequa Tzintzuntzani, Iréchecua T'sintsunsani o Irechekua) se puede traducir como ―Reino de Tzintzuntzan‖, de la palabra tarasca Yrechequa ―Reyno‖. AUTOR O AUTORES DESCONOCIDOS. Diccionario de la lengua de Michoacán. Introducción, paleografía y notas de J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, T. I, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. VI), 1991, P. 616. Esta nomenclatura propuesta por Helen Pollard se ha venido usando en la historiografía, para designar a la entidad política existente en el Michoacán al momento de la conquista española conocida también como Estado tarasco. 16 documentación y se realizaran nuevas investigaciones que dejaran desactualizado este aporte. El presente trabajo responde a la falta de estudios de la actividad bélica en el Michoacán prehispánico para la época del contacto con los europeos. Nuestra motivación académica más importante es llenar ese vacío historiográfico. 17 I. EL ESTUDIO TEÓRICO DE LA GUERRA ―Los modos de hacer la guerra, las formas de la guerra no son siempre iguales. Cambian con arreglo a las condiciones del desarrollo y, ante todo, con arreglo al desarrollo de la producción. En tiempos de Gengis Kan, la guerra no se hacía lo mismo que en tiempos de Napoleón III, y en el siglo XX no se hace lo mismo que en el siglo XIX. El arte de la guerra en las condiciones actuales consiste en dominar todas las formas de la guerra y todos los adelantos de la ciencia en este terreno, en utilizarlos inteligentemente, en combinarlos con acierto o en aplicar a tiempo unas u otras formas, según sea la situación.‖ J. V. Stalin, En torno a la cuestión de la estrategia y la táctica de los 4 comunistas rusos, 14 de marzo de 1923 1. INTRODUCCIÓN La guerra es un fenómeno social fuertemente marcado en la historia de la especie humana, que la ha llevado a los límites más extremos, al grado del exterminio nuclear. ¿Qué es la guerra? ¿Dónde surgió por primera vez? ¿Cuáles son los motivos que provocan su aparición? Se le han atribuido varios orígenes, tanto divinos, una maldición de nuestros genes o incluso como mecanismo de equilibrio natural. Diversas ciencias y disciplinas han abordado el tema: la antropología, la economía, la sociología, la Historia, la psicología y hasta la biología. Debemos dejar bien claro que la guerra es un fenómeno humano, es decir, que nos encontramos ante una manifestación histórica. Esto tiene gran relevancia, pues significa que la guerra no se ha practicado de la misma forma, ni en todas las latitudes ni en las distintas épocas históricas. Tener en consideración este punto es fundamental para estudiar la guerra en una sociedad como lo fue la mesoamericana. Para estudiar el fenómeno de la guerra en Mesoamérica, debemos analizar una extensa bibliografía que se ha escrito al respecto. No sólo la referente a la milenaria historia mesoamericana, sino la historiografía que ha tratado el fenómeno desde las evidencias más antiguas de violencia mortal. Cuando iniciamos la presente investigación, se nos realizó la siguiente ronda de preguntas a contestar para la elaboración de nuestro marco teórico-metodólogico: ¿Qué es la Historia? ¿Qué es el pasado? ¿Qué es el Estado? ¿Qué es la guerra? y ¿Quiénes fueron los tarascos? Evidentemente dar una respuesta contundente y definitiva va más allá de los objetivos de este trabajo, y su formulación responde más a la necesidad de establecer las bases del marco teórico que se elabora en el presente capítulo, es decir, más que preguntas retóricas, son los ejes desde los cuales abordamos la problemática de la guerra en las sociedades humanas durante el Posclásico tardío en Michoacán. Así, al abordar las preguntas sobre la Historia y el pasado, más que entrar al debate sí la Historia es ciencia, disciplina, discurso o metarrelato, expondremos qué conceptos y herramientas usamos para la construcción del pasado prehispánico, usando los testimonios pretéritos. 4 STALIN, J. V. ―En torno a la cuestión de la estrategia y la táctica de los comunistas rusos‖ [14 de marzo de 1923] en: STALIN, J. V. Obras completas en 17 tomos. México, Editorial Actividad Eda, 1978, T. 5, P. 179. 18 Bajo esta misma premisa, trataremos el tema del Estado desde el enfoque del materialismo histórico, y por ende, la guerra. Aparte de usar el materialismo histórico como método, analizamos otros campos de conocimiento que han tratado sobre el Estado y la guerra, esto con el fin de tener un cuadro más amplio para explicar en los capítulos siguientes a las sociedades pretéritas. Al final de este capítulo, dedicamos un espacio al tema de la cultura tarasca, pues esta sociedad del Occidente de Mesoamérica ha sido objeto de amplios debates por parte de los mesoamericanistas y tarasquistas –o si se prefiere, purepechólogos-, debido a las particularidades de este grupo étnico, pues poco sabemos sobre su origen, filiación lingüística o religión. Al estudiar las etnias mesoamericanas en la época prehispánica, se debe adoptar una posición epistemológica, de la cual depende en gran manera cómo se explica su desarrollo histórico y la concepción del pasado que se construye a través de la investigación. 19 2. HISTORIOGRAFÍA DE LA GUERRA EN MESOAMÉRICA Y EL OCCIDENTE DE MESOAMÉRICA La producción historiográfica sobre el Michoacán prehispánico es una tradición de 500 años. Contando con los documentos coloniales tempranos tales como la Relación de Michoacán o las Relaciones Geográficas que nos proporcionan fuentes de primera mano, existen diccionarios y gramáticas hechas por los primeros ―frailes etnólogos‖. Ya para el siglo XVII se empezaron a escribir las crónicas de las órdenes religiosas que evangelizaron a los naturales de la provincia de la llamada ―Tierra de los Pescadores‖. Fue hasta finales del siglo XIX cuando, con la influencia de los avances de la historia científica o positivismo en Europa, resurgió el estudio del pasado prehispánico michoacano. Respecto al análisis de la guerra entre las sociedades mesoamericanas este puede remontarse a las crónicas de la conquista. Son los conquistadores quienes nos muestran tal fenómeno, como Hernán Cortés (1485-1547),5 Bernal Díaz del Castillo (1495/1496– 1584),6 el controversial Conquistador Anónimo,7 Nuño de Guzmán (1490-1558),8 entre otros, donde encontramos testimonios e información respecto al militarismo mesoamericano, pues dichos conquistadores recorrieron y guerrearon en gran parte de dicho mosaico multicultural, estas obras son fundamentales, pues a pesar de que su concepción occidental y medieval, como profesionales de la violencia mortal, detallaron el arte de la guerra indígena. Las crónicas coloniales y posteriores a la independencia se limitaron mayoritariamente a reproducir los clásicos historiográficos, 9 a comparar las antiguas culturas prehispánicas con los griegos o romanos, produciendo mamotretos de Historia de corte romántico-liberal, que por primera vez se hacían compendios de catálogos de los documentos conocidos para investigar la historia mexicana.10 En 1877, 5 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá, 8ª Edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 7), 1975. 6 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y Notas, Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975. 7 EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. I, 1980, Pp. 368-398. Para conocer el debate sobre el autor de este texto véase el viejo pero ilustrativo texto de GÓMEZ DE OROZCO, FEDERICO. ―El Conquistador Anónimo‖ en: Historia mexicana. México, El Colegio de México-Centro de Estudios Históricos, 1953, enero-marzo, vol. 2, núm. 3, Pp. 401-411. 8 Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue nombrado gobernador de Pánuco en 1525. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Instituto Jalisciense de Antropología e Historia-Secretaria de Educación y Cultura de Jalisco-Universidad de Guadalajara, 1990; ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán, en que refiere la jornada que hizo a Mechuacan, a conquistar la provincia de los Tebles Chichimecas, que confina con Nueva España. (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, [Apéndice 1], Pp. 264-284. 9 Por clásico historiográfico: ―…podemos decir que un libro de historia se convierte en un clásico cuando resiste la prueba del tiempo (esto es, no se escriben otros libros, basados en fuentes primarias, que lo desacreditan), y cuando es útil tanto para la generación contemporánea del autor como para las venideras.‖ BARRÓN, LUIS. ―Los relámpagos críticos: La revolución de Jorge Ibargüengoitia‖ en: Istor. Revista de historia internacional. México, Centro de Investigación y Docencia Económicas, invierno 2008, Año IX, núm. 35, P. 11. 10 CHAVERO, ALREDO. México a través de los siglos. Historia antigua y de la conquista. RIVA PALACIO, VICENTE (Director general). 14ª Edición, México, Editorial Cumbre, Tomo I, 1977. La comparación entre las culturas del mediterráneo no fue el único ejercicio de esta naturaleza, pues el mismo autor de esta obra declara sobre nuestro tema: ―Ignoramos cuál era la organización de los 20 se publicó el trabajo clásico de Adolph Francis Adolphus Bandelier (1840-1914), ―On the art of war and mode of warfare of the ancient mexicans‖,11 dónde haciendo uso de muchas fuentes del siglo XVI y XVII, abordó el tema de la guerra en el mundo mexica, tocando temas como la composición del ejército, entrenamiento, armamento ofensivo y defensivo, almacenamiento de armas, atuendos, organización militar, sistema de mando, tácticas de guerra, fortificaciones, y tácticas de ataque y defensa durante la conquista. Para finales del siglo XIX empiezan a tomar fuerza nuevos enfoques en la investigación, y es posible identificar dos grandes concepciones sobre la guerra desde donde se ha concebido la guerra en el mundo prehispánico. El arqueólogo Marco Antonio Cervera Obregón ha facilitado a los investigadores una bibliografía selecta sobre la guerra en Mesoamérica,12 mencionando que ―los estudios militaristas mesoamericanos sufren de una bipolaridad que daña su equilibrio, según las dos escuelas que están imponiendo sus criterios: a) La explicación del problema a partir de propuestas meramente simbólicas, exaltando el asunto de la guerra como la tradicional forma de capturar prisioneros para el sacrificio y todo lo que en ello pueda representar sus dioses, la sangre y los respectivos aspectos iconográficos que se conocen. Este enfoque está más arraigado en la escuela mexicana de antropología que hunde sus raíces en los estudios de investigadores como Alfonso Caso, pero que no da respuesta satisfactoria a multitud de cuestiones. b) La escuela norteamericana, especialmente, que ha comprendido la guerra mesoamericana desde aspectos más ―humanos‖ en detrimento de los ―divinos‖ por los que abogaba la escuela mexicana, exceptuando a José Lameiras. El precursor de esta corriente es Ross Hassig…‖.13 Si bien se consignan algunas obras para el estudio de la guerra mesoamericana, los dos últimos autores mencionados se han erigido como referencia obligada, uno es el mexicano José Lameiras (1938-2003),14 sus obras se centran en el militarismo mexica tal como el mismo autor lo declara, su metodología es fundamental para este tipo de investigaciones. El otro autor es el norteamericano Ross Hassig, quien dedicó un guerreros michoaca, pero suponemos que debió ser parecida á la de los mexica…‖. Véase Lib. V, Cap. II, P. 761. 11 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, en: MORGAN, LEWIS H.; BANDELIER, ADOLPH F.. México antiguo [antología]. Prólogo y edición de Jaime Labastida; traducción de Stella Mastrangelo y Josefina Anaya. 2ª edición, México, Siglo XXI editores-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2004, Pp. 61-126. 12 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Bibliografía selecta sobre la guerra en Mesoamérica (1877-2002), en: http://www.naya.org.ar/biblioteca/bibliografia_militarismo_mesoamerica.htm (Consultado 28 de noviembre de 2012). 13 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―La arqueología e historia militar en México y el conocimiento de los ejércitos prehispánicos, una visión panorámica‖, en: et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, P. 35. 14 LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados. Un espectro de la guerra prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán, 1985; LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. El encuentro de la piedra y el acero. La Mesoamérica militarista del siglo XVI que se opuso a la irrupción europea. México, El Colegio de Michoacán, 1994. 21 estudio general de la guerra prehispánica, así como un estudio del militarismo mexica.15 Otro de los autores que han generado interés recientemente es el ya mencionado investigador Marco Antonio Cervera Obregón y sus investigaciones que se encuentran en el campo de la arqueología experimental,16 además de investigar la guerra como un fenómeno social complejo, y que es necesario fundamentar bien desde la teoría antropológica e historia, pues sólo desde una perspectiva multidisciplinar podrá avanzarse en esta línea historiográfica, poniendo énfasis en la realidad material, pero sin desatender la parte supraestructural.17 Otra autora que recientemente se ha dedicado a estudiar el militarismo mexica es Isabel Bravo Bueno, quien ha escrito libros y artículos sobre el tema.18 No menos importantes son los trabajos de Geoffrey W. Conrad y Arhur A. Demarest19, cuyo trabajo en coautoría muestran una síntesis de las teorías y métodos empleados para explicar los dos Estados expansionistas prehispánicos más grandes del continente, la Excan Tlatoloyan (Triple Alianza mexica) y el Tawantinsuyu (Imperio Inca). En Ancient Mesoamerican Warfare20se abordan varios aspectos bélicos de las zonas del altiplano central y área maya, incluso cuenta con un estudio comparativo entre la forma de guerrear mesoamericana y Norte de México y sur de Estados Unidos (en la región que se ha conocido como Oasisamérica). Si bien hemos mencionado someramente los trabajos que mayor huella han dejado, estos se han alimentado de trabajos anteriores, especialmente de artículos y algunas otras obras. En nuestras pesquisas, hemos encontrado trabajos que hablan sobre el armamento, tanto el contundente21 como el arrojadizo,22 sobre la tecnología de 15 HASSIG, ROSS. War and Society in Ancient Mesoamerica, E.U.A., University of California press, 1992; HASSIG, ROSS. Aztec Warfare: Imperial Expansion and Political Control. 1ª reimpresión, E.U.A., University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian series vol. 188) 1995. 16 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas. Armas, técnicas de combate e historia militar del implacable ejército que conquistó Mesoamérica. España, Ediciones Nowtilus, (Colección Historia incógnita), 2011.; CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas. España, Consejo superior de investigaciones científicas-Ministerio de educación y ciencia-Ediciones Polifemo, (Anejos de Gladius), 2007. 17 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―La arqueología e historia militar en México y el conocimiento de los ejércitos prehispánicos, una visión panorámica‖, Óp. Cit., Pp. 35-36. 18 Una visión global de sus investigaciones puede consultarse en BUENO BRAVO, ISABEL. Mesoamérica: territorio en guerra. Prólogo de Ross Hassig. México, Secretaría de Educación PúblicaCentro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, (Serie Eslabones en el desarrollo de la ciencia), 2015. 19 CONRAD, GEOFFREY W.; DEMAREST, ARTHUR A. Religión e imperio, dinámica del expansionismo azteca e inca. Traducción de Miguel Rivera Dorado. México, Alianza editorial mexicanaConsejo nacional para la cultura y las artes, (Colección ―Los noventa‖ no. 10), 1990. 20 BROWN, M. KATHRYN; STANTON, TRAVIS W. (Editores) Ancient mesoamerican warfare. E.U.A., Altamira press, 2003. 21 GONZÁLEZ RUL, FRANCISCO. ―El macuahuitl y el tlatzintepuzotilli, dos armas indígenas‖, en: Anales. Instituto nacional de antropología e historia. México, Secretaría de Educación Pública, 1971, Época 7ª, Tomo II, 1969 (50 de la colección), Pp. 147-152. CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO, ―The macuahuitl: an innovative weapon of the Late Post-Classic in Mesoamerica‖, en: Arms & Armour, [¿Gran Bretaña?], Maney Publishing, 2006, vol. 3, núm. 2, Pp. 127-148. Podemos encontrar una versión parcial en español de este trabajo en CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 60-65. 22 MARTÍNEZ LAÍNEZ, FERNANDO. ―Las armas de la conquista‖, en: Historia y Vida Para disfrutar de la Historia. España, Mundo Revistas, Año XXXIV, No. 416, Noviembre, 2002, p. 54-61.; OBERG K., JORGE. ―La honda: una antigua arma mexicana‖, en: México desconocido, Editorial Jilguero, 1986, noviembre, núm. 117, Pp. 17-19. 22 defensa corporal,23 así como investigaciones respecto a la poliorcética24 y las causas religiosas, con cierta inocencia romántica de las guerras.25 Como se podrá notar, la mayoría de los estudios se ha concentrado en el Altiplano Central y el Área maya, quedando rezagados el Occidente (y ni que decir sobre el Norte de México-Suroeste de Estados Unidos, la región conocida como Aridoamérica) de estudios arqueológicos y de la guerra prehispánica. Si bien se han hecho estudios sobre la guerra desde finales del siglo XIX, podemos contar con los dedos de las manos los trabajos realizados respecto al militarismo en el Occidente de México. Los estudios de la sociedad tarasca que han abordado el tema de la guerra, se han limitado a la reproducción de la información obtenida de la Relación de Michoacán y algunas Relaciones Geográficas. José Bravo Ugarte (1898-1968) fue de los primeros en reparar en un aspecto relacionado con el militarismo tarasco, ya que en su historia de Michoacán, mencionó los nombres y descripciones someras de las armas tarascas según las fuentes mencionadas.26 Probablemente el trabajo pionero de estos estudios fue el artículo de Carlos Herrejón Peredo,27 que hasta el día de hoy se ha mantenido como un clásico de la historiografía prehispánica michoacana. Helen Pollard dedica varios capítulos al expansionismo y arte de la guerra tarascas en varios trabajos.28 Lamentablemente como ocurre a nivel nacional donde se ha privilegiado el estudio de ciertas áreas de Mesoamérica, a nivel regional se ha centrado la investigación en las zonas de la cuenca de Pátzcuaro y la antigua frontera tarasco-mexica-chichimeca. 23 NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, en: Internationales archiv für Ethnographie, Leide, Holanda, P.W.M. Trap. Publisher, 1892, pp. 34-53, Láminas 1-3. 24 PALERM, ANGEL. ―Notas sobre las construcciones militares y la guerra en Mesoamérica.‖ En: Anales. Instituto nacional de antropología e historia. México, Secretaría de Educación Pública, 1956, Tomo VIII, (No. 37 de la colección), Pp. 123-134. ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, en: Cuadernos Americanos. México, septiembre-octubre, 1948, vol. VII, núm. 5, Pp. 143-163; ARMILLAS, PEDRO. ―Fortificaciones mesoamericanas.‖, en: Pedro Armillas: Vida y obra. México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Tomo I, 1991, Pp. 233-250. CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ¿Podemos hablar de una poliorcética Mesoamericana?, en: http://arqueomilitar.blogspot.mx/2009/02/podemos-hablar-de-una-poliorcetica.html (Consultado 2 de abril de 2013) Es conveniente aclarar que la poliorcética, según la RAE es: ―Arte de atacar y defender las plazas fuertes.‖ 25 CANSECO VINCOURT, JOSÉ. La guerra sagrada. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1966. 26 ―Las armas defensivas eran principalmente la rodela (atapu), el jubón de algodón y peto de que habla la Relación Geográfica de Pátzcuaro […], ―hecho de hilos de maguey muy tejidos, que es defensa fuerte‖. Y las ofensivas, el arco (canícucua) y las flechas (pihtacua), que eran las que más usaban por cierto con proverbial destreza; lanzas o ―varas de palo recio de dos brazas de largo, que tenían unos ganchos‖, porras y macanas, éstas –llamadas cuinari- con filos de obsidiana. La fabricación de todas las armas estaba encomendada a funcionarios del cazonci, excepto las flechas, pues ―como había menester muchas, la gente de la cibdad las hacían cada día‖.‖ BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. 2ª edición, Morelia, Morevallado Editores, 1993, P. 96. 27 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia, Toluca, Edo. Méx, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1, Pp. 947. Cabe decir que este artículo fue reeditado hace poco con nuevos mapas, véase HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores). …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas, 2012. Pp. 120-151. 28 El más importante es PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state. Oklahoma, University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian series vol. 209) 1993. 23 Aun así hemos tenido importantes aportes con los trabajos de Shirley Gorenstein,29 José Isabel Hernández Rivero,30 Estela Peña Delgado,31 son ejemplos de los estudios realizados en la conflictiva zona fronteriza. Para las zonas limítrofes de la costa michoacana, Colima, Jalisco y parte de la denominada Gran Chichimeca, los estudios son escasos, queremos creer que las condiciones historiográficas no han permitido ahondar en el estudio de estas regiones, aun así contamos con trabajos sobre Acámbaro,32 Jalisco,33 sobre los grupos subyugados por los tarascos34 y los vestigios de actividad militar del Occidente mesoamericano durante el Preclásico.35 A pesar de toda la investigación y toda la cantidad de fuentes, sólo conocemos un par de trabajos que nos precede en nuestra línea de investigación, el trabajo de Roberto Martínez e Iván Valdez, que ha sentado la primera piedra en el acercamiento al fenómeno bélico tarasco, si bien se aportan nuevas propuestas, consideramos que no se le dio la profundidad suficiente, e incluso, mantiene una actitud pesimista, pues se declara en las conclusiones que ―los datos son demasiado escasos y fragmentarios como para pretender reconstruir la totalidad del sistema bélico tarasco. No obstante, las fuentes documentales en correlación con los contextos arqueológicos, nos permiten formarnos una imagen general del ―arte de la guerra‖ de dicho pueblo.‖ Nosotros por supuesto no compartimos tal opinión, y tratamos de mostrar otra propuesta en este texto. El gran aporte de Roberto Martínez e Iván Valdez es haber realizado una tipificación y clasificación del armamento tarasco representado en las láminas de la RM, ya que con éstas pueden realizarse más avances en este campo.36 Un segundo trabajo más amplio cuya autoría pertenece a Jesús Erick González Rizo, muestra el panorama de la dominación tarasca en Jalisco. Si bien el trabajo es más amplio que el del armamento, no se volvió a profundizar en la abundancia de fuentes existentes, aun así, es la primera 29 GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border. Con contribuciones de David Chodoff, John Hyslop, Helen Perlstein Pollard, Michael Snarskis, Lee Anne Wilson. Nashville, Tennessee, Vanderbilt University (Publications in Anthropology núm. 32.) 1985. 30 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Tesis para optar el título de Licenciado en arqueología. Director: Rubén Cabrera Castro México, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 1994. HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ. ―La arqueología de la frontera tarasco mexica: arquitectura bélica.‖ En: Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2004, Pp. 115-155. 31 PEÑA DELGADO, ESTELA. Los Matlatzincas de la zona oriente de Michoacán y el occidente del Estado de México. Morelia, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro Regional Michoacán, 2002. 32 LEFEBVRE, KARINE. ―Acámbaro, en los confines del reino tarasco: una aculturación discreta (14401521)‖, en: Trace (Dinámicas espaciales en arqueología), México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2011, núm. 59, Pp. 74-89. 33 PLANCARTE Y NAVARRETE, FRANCISCO, ―Los Tecos‖, en: Anales del Museo Michoacano, Morelia, Imprenta y Litografía del Gobierno en la Escuela de Artes, 1889, año II, Pp. 16-26. 34 AGUILAR IREPAN, FRANCISCO ANTONIO. Diversidad étnica en el estado michoaque. Origen y convivencia. Tesina para obtener el grado de Licenciado. Asesor: Jorge Silva Riquer. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2010. 35 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento vislumbrados en las figuras de guerreros del occidente de México‖, en: Gladius. Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y vida cultural en oriente y occidente, España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Departamento de Publicaciones - Instituto de Historia (CSIC)- Instituto Hoffmeyer para el estudio de las Armas , 2007, vol. XXVII, Pp. 121-136. 36 MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Instituto de Investigaciones Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2009, enero-junio, núm. 49, Pp. 17-52. 24 monografía de la guerra tarasca en esta parte del Occidente de México.37 Nosotros consideramos que sobre estos elementos inexplorados en la historiografía sobre la cultura tarasca, existe la información suficiente que nos permita realizar una investigación profunda. 37 GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Director de tesis: Dr. Luis Gómez Gastélum. Universidad de Guadalajara-Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, 2012. 25 3. LA HISTORIA Y LA INVESTIGACIÓN DEL PASADO El concepto ―Historia‖ ha generado en el pasado y en nuestra época una diversidad de debates y discusiones,38 si a eso les agregamos los diferentes conceptos de las diversas escuelas y corrientes historiográficas, así como sus expositores y autores -y habría que agregar los usos, abusos y utilidades de la historia- llegamos a la conclusión que al final el concepto viene a ser ambiguo y polisémico. Es claro que en este trabajo de investigación no encontraremos la panacea a este debate, y que lo más que podemos hacer es delimitar nuestra posición respecto a la Historia para evitar navegar a la deriva; debemos adoptar una posición teórica, es decir, hacernos con un cuadro de interpretación sobre el pasado, recurriendo a conceptos, y de un método, como vamos a plantear nuestra investigación y a usar los conceptos teóricos. Una de las preguntas para la elaboración de nuestro marco teórico es ¿Qué es la Historia?, consideramos que la pregunta idónea para iniciar nuestra exposición en realidad debe ser ¿Cómo se conoce la Historia? La mejor forma de conseguir algo de claridad sobre este punto es revisando la etimología de la palabra Historia, que proviene del griego ―ἱστορία‖, y significa búsqueda, averiguación, observación.39 Fue el griego Heródoto Halicarnaso (484-425 a. de. n. e.), el ―padre de la Historia‖, quien inmortalizó el término ―investigación‖ en su obra escrita ca. 430 a. de n. e.40 La práctica historiográfica se ha desarrollado por miles de años, desde la aparición de la escritura hasta nuestros días. Han existido distintas tradiciones historiográficas a lo largo del tiempo y el espacio, escritas por una variedad enorme de culturas, pero la actual tradición historiográfica moderna y metódica pertenece a la cultura Occidental.41 Fue hasta que en los siglos XVIII y XIX, con la Ilustración y la aparición del método científico, que inició la profesionalización de la Historia. Los avances científicos que se dieron en las ciencias naturales en el siglo XVIII permitieron el perfeccionamiento del método científico. Con éste, las ciencias naturales revolucionaron la imagen que el hombre tenía del universo y de sí mismo; conociendo las leyes de la física, química, etcétera, lograba conocer y controlar la naturaleza. Si las ciencias naturales podían modificar la naturaleza para beneficio del hombre ¿las nacientes ciencias sociales podían hacer lo mismo con la sociedad? ¿y en beneficio de quién o quiénes? Se pretendió entonces injertar este concepto de ciencia en la investigación del conocimiento histórico-social. Según éste, ―la ciencia se define como una forma de conocimiento sistemático, explicativo, no contradictorio, fáctico (no 38 Tales como que si se escribe con ―H‖ mayúscula o minúscula, que si es una ciencia, una ciencia social, una disciplina, una disciplina científica, un saber, acontecimientos del pasado, un género literario, un metarrelato o producto de la cultura, etcétera. 39 COROMINAS, JOAN; PASCUAL, JOSÉ A. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, 5ª reimpresión, Madrid, Editorial Gredos, (Biblioteca románica hispánica), tomo III, 2001, P. 370; GÓMEZ DE SILVA, GUIDO. Breve diccionario etimológico de la lengua Española. 6ª reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica-Colegio de México, (Colección Lengua y Estudios Literarios), 2009, P. 348. 40 ―Ésta es la exposición de las investigaciones de Heródoto de Halicarnaso, para que no se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, y para que no queden sin gloria grandes y maravillosas obras, así de los griegos como de los bárbaros y, sobre todo, la causa por la que se hicieron la guerra.‖ HERÓDOTO. Los nueve libros de la Historia. Traducción y estudio preliminar por María Rosa Lida de Malkiel. 15ª Edición, México, Editorial Cumbre, (Colección ―Los Clásicos‖), 1980, Lib. I, proemio, P. 3. Cursivas nuestras. 41 Para una breve síntesis de la historiografía occidental puede consultarse el texto de ZORAIDA VÁZQUEZ, JOSEFINA. Historia de la historiografía. 3ª edición, México, Ediciones Ateneo, 1983. 26 valorativo) y testificable.‖42 La Historia no puede ser encuadrada bajo este concepto, porque su objeto de estudio, por la naturaleza del conocimiento histórico -es decir los acontecimientos históricos, el pasado- no existen en el presente, no es un objeto de fácil aprehensión. Se ha intentado clasificar a la Historia bajo diferentes parámetros, como ciencia del espíritu (social), o idiográfica (de lo particular).43 Independientemente de que la Historia no sea una ciencia exacta o predictiva, no impide que sea un conocimiento elaborado a partir de prácticas organizadas y sistematizadas de tipo científico, sujeto a un método explicativo, aceptado y controlado.44 Compartimos con Aróstegui la idea de que las ciencias de la sociedad, entre ellas la Historia, ―están por encontrar todavía el punto «galileano» de su imagen del mundo, que no podrá ser geométrico pero al que no le bastará tampoco ser poético‖45 Actualmente las grandes bases teórico-metodológicas de la Historia datan del siglo XIX; historicismo, positivismo, marxismo, viejos y nuevos paradigmas, e incluso, el fin de la historia misma, nos preceden.46 El objeto de estudio de la Historia son las acciones de la humanidad en el espacio y en el tiempo. La principal fuente de la Historia es el pasado, es decir, acontecimientos que ocurrieron en el tiempo anterior a un punto temporal determinado. Durante el trascurso de ese tiempo, quedan restos materiales de las acciones de la gente que vivió, aunque estos restos son materia inerte, poco nos pueden decir por sí solos sobre el pasado; la concepción del pasado arqueológico es diferente al del historiador, para el caso mesoamericano, trabajamos a partir de la fuente documental, escrita en la mayoría de los casos con grafía latina, que describe el que hacer de las sociedades conquistadas, desde una óptica europea de los conquistadores, no antes: ―Los objetos no pueden contarnos nada acerca del pasado porque el pasado no existe. No podemos tocar el pasado, verlo o sentirlo; ha muerto y desaparecido. Nuestros amados objetos pertenecen en la realidad al presente. Existen en el ahora y aquí. Pueden o no haber sido hechos y usados por gente real miles de años atrás, pero la comprobación de la fecha de su manufactura y uso, es asimismo, una comprobación que hacemos en el presente. Hasta que inventemos una máquina del tiempo, el pasado existe únicamente en las cosas 47 que decimos sobre el mismo.‖ La Historia ―investiga‖, es decir que genera conocimiento nuevo sobre el pasado, en base de la explicación de los testimonios existentes. Las acciones de la humanidad ocurren en el espacio y en el tiempo, pero el pasado fue y no es, significa que el objeto de estudio de los historiadores no existe, sólo quedan rastros y evidencias de lo que acaeció, pero no los hechos en sí, ―la Historia no es una «cosa», sino una «cualidad» que tienen las cosas.‖48 Las evidencias materiales que nos permiten interpretar el pasado, se desvanecen con el correr del tiempo, por lo que es preciso conjeturar, bajo una serie de postulados teórico-metodológicos, las posibles respuestas sobre el pasado. A esto hay que agregar que no toda la realidad histórica queda 42 ARÓSTEGUI, JULIO. La investigación histórica: teoría y método. 2ª edición revisada y aumentada, Barcelona, Crítica, 2001, P. 42. 43 Ibíd., Pp. 47-50. 44 Ibíd., P. 60. 45 Ibíd., Pp. 9-10. 46 También habría que revisar todas las posturas en debate sobre si la Historia es ciencia o no, y para eso, tendríamos que revisar que entendemos por ciencia, pues también existen muchas clasificaciones sobre la ―ciencia‖. 47 JOHNSON, MATTHEW. Teoría arqueológica. Una introducción. Traducción de Josep Ballart. Barcelona, Ariel, 2000, Pp. 29-30. Cursivas originales. 48 ARÓSTEGUI, JULIO. Óp. Cit., P. 22. 27 plasmada en los testimonios –escritos o materiales- por lo que debemos encontrar explicaciones entre esos vacíos de información: ―La tarea de los arqueólogos [e historiadores] es investigar el pasado. Queremos saber qué pasó entonces. Nuestras fuentes materiales –huesos, piedras, utensilios- están en el presente y el pasado que construimos también pertenece al presente. Nunca conoceremos qué sucedió realmente; sin embargo, porfiamos para poder escribir el mejor relato sobre el pasado, un relato que es informado por las pruebas obtenidas y que procuramos que sea 49 coherente y satisfactorio.‖ Para nosotros la Historia es una imagen del pasado, que realizamos a través de la ―imaginación histórica‖, usando los testimonios pretéritos que han sobrevivido al paso del tiempo, dándole una narración coherente. Recurrir a la ―imaginación histórica‖ es fundamental sí queremos aprehender parte de ese pasado del cual abrevamos. Collingwood (1889–1943) consideraba que la Historia es una ciencia, por dedicarse a generar conocimiento nuevo. Nosotros trataremos de utilizar la ―imaginación histórica‖ bajo los postulados teórico-metodológicos del materialismo histórico. La ―imaginación histórica, como la definía Collingwood,50 es una posición teórica-metodológica en la cual se construye una imagen coherente del pasado, a través del conocimiento inferencial o razonado. Esta forma de escribir sobre el pasado es opuesta a la que el mismo Collingwood denominó ―teoría del sentido común‖, en la cual el historiador está supeditado a la memoria y a las autoridades, limitándose a creer en el criterio de verdad histórica de estas. Sólo que al momento de escribir, el historiador agrega elementos diferentes, es decir, aunque el historiador se límite a copiar a sus autoridades, ya es una obra diferente donde se seleccionaron cosas que se consideraron importantes, y se desecharon otras según los criterios del autor. La ―imaginación histórica‖ difiere, entre otras cosas, en que el historiador debe ser su propia autoridad buscando el criterio de verdad histórica en su relato coherente del pasado. Para escribir dicha imagen, el historiador debe hacer una selección de la información que proporcionan las llamadas autoridades, dejando fuera lo que no considera importante y tomando lo que le parece esencial. Más que intransigencia, el historiador se está haciendo responsable de la imagen del pasado que esta presentado, no las autoridades. Se realiza el ejercicio importantísimo de la crítica, así el historiador tiene el deber de cuestionar las fuentes y a las autoridades, pues ni esas mencionan toda la verdad ni son totalmente confiables, ni éstas son infalibles. Al interrogarlas, nos proporcionan información que había estado retenida, o que un autor omitió porque no la tenía o por mala fe. El historiador debe hacer una labor de construcción, pues tanto las fuentes como las autoridades, al hablarnos de tal o cual fase de un proceso, dejan fases intermedias sin describir. El historiador debe usar su capacidad aquí para proponer soluciones a estas fases intermedias incógnitas, usando su capacidad de raciocinio o inferencia, de acuerdo con su propio criterio, sus propias reglas de método y sus propios cánones de pertinencia.51 Así la construcción del marco teórico es sólo de cada historiador particular, nutriéndose de una teoría u otra, y al final la interpretación de la Historia es un acto individual, producto de una muy particular forma de entender el mundo, el pasado, la Historia, y la carga ideológica de cada autor. Para tener claridad en 49 JOHNSON, MATTHEW. Óp. Cit., P. 30. Información entre corchetes nuestra. COLLINGWOOD, ROBIN GEORGE. Idea de la historia. 3ª edición revisada y aumentada [segunda reimpresión]. México. Fondo de Cultura Económica. (Sección Obras de Historia) 2011. Véase especialmente la ―introducción‖ y los ensayos intitulados ―Epilegómenos.‖ 51 COLLINGWOOD, ROBIN GEORGE. Ibíd., Pp. 313-323. 50 28 este punto, conviene usar la misma metáfora que Collingwood usa para explicar este punto: ―Si miramos hacia el mar y percibimos un barco, y en cinco minutos más tarde volvemos a mirar y lo percibimos en un lugar diferente, nos vemos obligados de imaginarlo como habiendo ocupado posiciones intermedias cuando no lo estábamos mirando. Éste es ya un 52 ejemplo de pensamientos histórico…‖. En esta metáfora el barco observado son las fuentes de las que dispone el historiador, cuando lo imaginamos en los puntos que debió ocupar es la labor constructiva del historiador. Esta interpolación que se realiza no es arbitraria sino necesaria; del pasado sólo nos quedan fragmentos aislados y es la labor del historiador crear una narración sobre el pasado, para realizarla se usa la ―imaginación histórica‖. Collingwood diferencia la narración del novelista y el historiador, pues mientras el primero llena su narración con detalles fantásticos o arbitrarios sin necesariamente situarla en el espacio y en el tiempo, el segundo pretende que su narración sea verdadera ocupando un espacio y tiempo específicos, siendo una narración coherente consigo misma teniendo una relación peculiar con el testimonio histórico.53 Así entendemos que: La Historia es un tipo especial de conocimiento que al lado de la filosofía, no puede ser emparejado al de las ciencias naturales. Su objeto es crear una imagen coherente de las acciones de la humanidad a lo largo del tiempo y el espacio. La principal fuente de la Historia es lo que decimos sobre el pasado, es decir, acontecimientos que ocurrieron en el tiempo anterior a un punto temporal determinado, inexistentes en el presente. La forma por la cual se logra una mejor imagen del pasado es a través de la ―imaginación histórica‖, posición teórica-metodológica en la cual se construye una imagen coherente del pasado, a través del conocimiento inferencial o razonado. La Historia investiga, genera conocimiento nuevo, elaborado a partir de prácticas organizadas y sistematizadas de tipo científico, sujeto a un método explicativo, aceptado y controlado.54 A pesar de la rigurosidad con la que trabaje el historiador, desde un enfoque teórico y una metodología claros, Collingwood agregó que: ―Por muy larga y fielmente que trabaje, el historiador no podrá decir jamás que su trabajo, ni aun en su esquema más general en este o aquel pequeño detalle, está acabado de una vez por todas. No podrá decir jamás que su imagen del pasado sea en ningún punto adecuada a su idea de lo que debiera ser. Pero, por fragmentarios y defectuosos que puedan ser los resultados de su trabajo, la idea que gobernó su curso es clara, racional y universal. Es la idea de la imaginación histórica como forma de pensamiento autodependiente, 55 autodeterminante y autojustificante.‖ 52 Ibíd., P. 323. Ibíd., P. 331. 54 Esta no pretende ser una definición de Historia novísima, sino que es el concepto que nosotros utilizamos en nuestra investigación. 55 COLLINGWOOD, ROBIN GEORGE. Óp. Cit., P. 331. 53 29 4. EL MATERIALISMO HISTÓRICO COMO HERRAMIENTA DE INVESTIGACIÓN Durante el siglo XIX se iniciaron cambios drásticos en diversos aspectos a nivel mundial que nos siguen transformando. La Ilustración del siglo XVIII implantó la razón como nuevo paradigma científico, y cuestionó fuertemente a las monarquías absolutistas europeas. Este cuestionamiento tuvo sus máximas expresiones en la independencia de Estados Unidos en 1783, y especialmente en la Revolución Francesa en 1789. Estas revoluciones fueron producto, en gran parte, del nacimiento de una nueva dinámica económica que se venía gestado siglos antes, gracias a la acumulación del capital. El carbón alimentó la Revolución Industrial, y gracias a ésta, se transformaron radicalmente la economía, tecnología y sociedades, primero de Europa y luego el resto del mundo, siendo una de sus consecuencias la aparición de dos nuevas clases sociales antagónicas: burguesía que apareció a finales de la Edad Media, y el proletariado. Fue este contexto histórico el que vio nacer grandes cambios en las ideas científicas y políticas, siendo una de las más importantes la aparición del marxismo.56 ―Ciertamente –nos dice Adolfo Sánchez Vázquez (1915-2011)- puede afirmarse sin exagerar, que ningún pensamiento filosófico, político o social ha influido, a lo largo de la historia de la humanidad, tanto como el marxismo en la conciencia y conducta de los hombres y de los pueblos. Para encontrar algo semejante habría que buscarlo fuera de ese pensamiento, no en el campo de la razón, sino en el de la fe, propio de las religiones como budismo, cristianismo o islamismo…‖.57 Hoy es imposible concebir la historia de la humanidad sin la corriente que descubrió el actuar de los pueblos que no tienen nada que perder y todo que ganar. Las ideas y las acciones de esos pueblos han dado luz a nuestra era, toda una tradición de pensamiento nos precede. Es innegable tratar de estudiar cualquier área del conocimiento y que ésta no haya sido influenciada por el pensamiento de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895). Esto se debe a las cualidades de este pensamiento: un conocimiento filosófico dotado de herramientas científicas para estudiar la realidad, cualidades de las que adolecen otras posturas teóricas. El marxismo abreva de diferentes escuelas y corrientes de pensamiento. Según la visión ya paradigmática de Lenin (1870-1924), cuyos antecedentes están en Engels y Karl Kautsky (1854-1938), entre las fuentes más importantes se encuentran la filosofía clásica alemana, el socialismo utópico francés y la economía clásica inglesa,58 aunque hay otras.59 Marx y Engels desarrollaron con toda esta herencia intelectual un método y una filosofía para analizar y transformar la realidad. Lamentablemente mucha de la crítica que recibe el marxismo como herramienta de estudio se debe a que se desconocen cuáles son las tesis básicas del materialismo histórico, así como el desarrollo histórico propios de las ideas de Marx y Engels, que a lo largo de 40 años, fueron reflexiones 56 FERRARO, JOSÉ. Introducción al pensamiento de Marx y Engels. México. Editorial Ítaca, 1999, Pp. 17-35. 57 SÁNCHEZ VÁZQUEZ, ADOLFO. Por qué ser marxista hoy [Discurso pronunciado al ser investido doctor honoris causa por la Universidad de La Habana, 16 de septiembre de 2004], en: http://www.jornada.unam.mx/2004/09/17/014a1pol.php?origen=index.html&fly=1 (Consultado 21 de marzo de 2015) 58 LENIN, VLADÍMIR ILICH ULIÁNOV. ―Tres fuentes y tres partes integrantes de marxismo‖ en: LENIN, VLADÍMIR ILICH ULIÁNOV. Marx-Engels-Marxismo [Antología]. Moscú. Editorial Progreso, [s.f], Pp.73-79. 59 Cf. KOHAN, NESTOR. Nuestro Marx. España, Editorial La Oveja Roja, 2013. 30 teóricas que nunca fueron consideradas acabadas y estuvieron en constante cambio, y por ello conviene traerlas a la memoria aquí: ―La concepción materialista de la historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los hombres en clases o estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y cómo lo produce y por el modo de cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; han 60 de buscarse no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trata.‖ Y rescatamos estas palabras de Marx de 1859, que de forma más extensa explica cuál fue la guía de sus estudios, así como ser la primera vez que usa los conceptos de estructura y superestructura: ―El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas 61 sociales y las relaciones de producción.‖ En estos pasajes queda expuesto de forma clara cuál es la visión del materialismo histórico. Para éste, la sociedad es el resultado de la interacción entre los hombres y las clases sociales, pero bajo una serie de condiciones que no eligen, sino que les son heredades por las generaciones anteriores, tales como el nivel de desarrollo económico de la sociedad, el tipo de organización social que se construyó históricamente durante varias generaciones, el tipo de cultura, y el régimen jurídico y político; estas condiciones y grupos limitan y encauzan los esfuerzos de las nuevas 60 ENGELS, FEDERICO. ―Del socialismo utópico al socialismo científico‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, Tomo III, 1975. P. 141. Cursivas originales. 61 MARX, CARLOS. ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. I, 1975. Pp. 517-518. 31 generaciones.62 Con esto no queremos decir que los individuos estén predeterminados, al contrario, los individuos son agentes de cambio importante, el ejemplo más claro dentro de la concepción del materialismo histórico es la misma revolución, los hombres son capaces de transformar la realidad, aunque claro, no pueden extraerse de su propio contexto histórico. El marxismo llega a estos postulados con la visión materialista, ya que estudia los modos de cómo cada sociedad, en determinado momento histórico, organiza la producción y distribución de los bienes y la riqueza social entre sus miembros. Así, razonando estos aspectos, se podrá entender que ideas tienen esa sociedad sobre la vida, la justicia, la riqueza, la ley, etcétera. Para comprender la visión del materialismo histórico, es necesario conocer su complemento filosófico, el materialismo dialéctico.63 Este considera que la base de la realidad objetiva es la materia (es decir, todo lo que existe independientemente del ser humano), y el resto como las ideas o la conciencia, son producto de un alto grado de organización de la materia. Por esta razón, Marx y Engels consideraban que en última instancia el factor que determina la superestructura (ideas, conciencia) es la estructura o base económica (base material de la realidad). Absolutamente todas las sociedades de todas las latitudes y todos los tiempos, han tenido que satisfacer sus necesidades básicas con la naturaleza a través del trabajo, esto significa que las relaciones de producción creadas han determinado la superestructura de dichas sociedades de una forma u otra.64 Marx y Engels creían que intentar explicar todo por la economía sería un error, y se mostraron en contra de un determinismo económico,65 en el cual se centraron sus críticos para tachar al materialismo histórico de economicista.66 Investigando cómo se regula la producción y reproducción, cómo se genera la riqueza, en cómo se compaginan las fuerzas productivas, es decir, el conjunto de los medios de producción y de los hombres que los emplean para producir bienes materiales, con las relaciones de producción, el conjunto de relaciones económicas que 62 ―Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.‖ MARX, CARLOS. ―El dieciocho brumario de Luis Bonaparte‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. I, 1975. P. 408. 63 Hay que aclarar que lo que se conoce como materialismo histórico fue sistematizado primero en escritos de corte histórico, económico, político y periodístico, pero usándose la filosofía del materialismo dialéctico, que fue sistematizado posteriormente por Engels. Cf. ENGELS, FEDERICO. Dialéctica de la naturaleza. Traducción de Wenceslao Roces. México, Grijalbo, (Colección ―ciencias económicas y sociales‖), 1986. 64 ENGELS, FEDERICO. ―Discurso ante la tumba de Marx‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. P. 171. 65 ENGELS, FEDERICO. ―[Carta de] Engels a José Bloch en Königsberg, Londres, 21-[22] de septiembre de 1890‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. Pp. 514-545. 66 ―El que los discípulos hagan a veces más hincapié del debido en el aspecto económico, es cosa de la que, en parte, tenemos la culpa Marx y yo mismo. Frente a los adversarios, teníamos que subrayar este principio cardinal que se negaba, y no siempre disponíamos de tiempo, espacio y ocasión para dar la debida importancia a los demás factores que intervienen en el juego de las acciones y reacciones. Pero, tan pronto como se trataba de exponer una época histórica y, por tanto, de aplicar prácticamente el principio, cambiaba la cosa, y ya no había posibilidad de error. Desgraciadamente, ocurre con harta frecuencia que se cree haber entendido totalmente y que se puede manejar sin más una nueva teoría por el mero hecho de haberse asimilado, y no siempre exactamente, sus tesis fundamentales. De este reproche no se hallan exentos muchos de los nuevos «marxistas» y así se explican muchas de las cosas peregrinas que han aportado...‖. Ibíd. Pp. 515-516. 32 se establecen entre los hombres en el proceso de producción, cambio, distribución y consumo, y que dependen de la propiedad existente de los medios de producción, se puede identificar el modo de producción, y la formación económica-social determinada a la que pertenece la sociedad estudiada. En cada sociedad hay relaciones sociales y de dominación que dotan de unicidad a los casos de estudio, por eso los conceptos históricos de cada modo de producción tienen sus propias características. Para descubrir estas relaciones se tiende a privilegiarse algunos aspectos, como el estudio de los sistemas de trabajo, tecnológicos, rasgos de cada clase social, etcétera. La concepción materialista de la Historia descubrió que con la desintegración del comunismo primitivo, los modos de producción posteriores se erigen sobre la división del trabajo y el predomino de la propiedad privada de los medios de producción, esto provoca que la sociedad se divida en dos clases: los propietarios y los no propietarios de esos medios; ―La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días [desde la aparición de la propiedad privada] es la historia de las luchas de clases.‖67 Este es un acontecimiento fundamental en la Historia de la humanidad, pues la aparición de la propiedad privada y la división social del trabajo, dio paso a la aparición del Estado y la guerra.68 Lenin mencionó que ―según Marx, el Estado es un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del ―orden‖ que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases.‖69 Con el Estado hace aparición el poder público y los hombres armados necesarios para mantenerlo, estos se pusieron al servicio de una clase para dominar y explotar a otras. El Estado es una forma de organización social presente en las sociedades complejas. Está conformado por instituciones especializadas financiadas por una economía política. Estas formas de organización presentan ciertas características, muestran por ejemplo: una fuerte estratificación social que se divide en clases con diferentes intereses económicos y políticos; se agrupa a una gran población de miles o millones de personas de diverso origen ético, histórico y religioso, bajo un gobierno central o semi-central; y la existencia de instituciones de gobierno y dominio complejas y especializadas, tales como las burocracias administrativas, sistemas legales, organizaciones militares y religiosas, cuyas fuentes de poder son de tipo económico, político, militar e ideológico. Como hemos mencionado, es necesaria la existencia de una economía política para financiar las actividades y personal de estas instituciones estatales, así por ejemplo, dependiendo de la formación económica-social, el Estado destinara esfuerzos para la producción y almacenamiento de ciertos bienes, o adoptara cierto sistema económico para el cobro de impuestos para su manutención.70 El materialismo histórico considera que cada sociedad, en cada momento histórico de su desarrollo, es una totalidad integral singular, la formación social compuesta por relaciones económicas, culturales, filosóficas, religiosas, políticas, sociales y 67 La información que se consigna entre corchetes, se rescata de una nota de Engels a la edición inglesa de 1888 del Manifiesto…, donde explica que la disolución de la propiedad comunal en diferentes partes del orbe dio paso a la ―división de la sociedad en clases distintas y, finalmente, antagónicas.‖ MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Ediciones en lenguas extranjeras, (Obras clásicas del marxismo-leninismo), 1953, P. 36. 68 Sobre esta relación entre la aparición de la propiedad privada, el Estado y la guerra hablaremos en el apartado correspondiente de la guerra. 69 LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la revolución. Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1975, P. 8. Cursivas originales 70 [TIMOTHY EARLE] ―estado, sistema de‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, Pp. 195-196. 33 tecnológicas, que se entrelazan de una forma específica o concreta. Así, al analizarse cierto período histórico, los resultados que se obtengan generaran conceptos con validez sólo para la sociedad y período histórico estudiados. Así, el método cumple con los siguientes requisitos:71 1- Respeta el carácter histórico de los sistemas de relaciones sociales que investiga. Sus conceptos son así válidos sólo para ese momento histórico de la sociedad que analiza. 2- Respeta la situación concreta en que se encuentran las relaciones económicas sociales que estudia: el investigador va «registrando» y siguiendo el desarrollo real de los sistemas de trabajo, educación, gobierno, etcétera, que encuentra, describiendo sus entrelazamientos entre sí, viendo cómo un hecho histórico se conecta con otro. 3- Describe cada hecho, cada institución, en sus rasgos característicos propios, pero a la vez nos dice cuál es su significado en el marco de relaciones en que realmente se desarrolla. 4- Analiza tanto las partes como el conjunto 5- Explica las leyes del funcionamiento de este orden social, descubriendo sus leyes principales. A la vez nos informa de cómo empieza a transformarse en un orden o sistema distinto. 6- Construye conceptos que nos ilustran no sólo cómo son en realidad los hechos históricos, sino también cómo se van transformando. El marxismo pretende ser una teoría del conflicto y del cambio. 71 AMEZCUA CARDIEL, HÉCTOR, et. al. Introducción a las ciencias sociales. México, Compañía editorial nueva imagen, (Serie Ciencia educativa), 1999, Pp. 36-37. 34 5. MATERIALISMO HISTÓRICO Y EL ESTUDIO DE LAS SOCIEDADES PRECAPITALISTAS El mundo precolombino y Latinoamérica fueron de poco interés para Marx y Engels en general, al final de su producción teórica les interesó un poco más; en los Grundrisse y en algunos cuadernos de Marx se encuentran breves referencias al mundo mesoamericano, así como en diversos escritos; aunque es en El Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado72 de Engels, dónde se muestra la exposición más completa del marxismo clásico sobre las sociedades amerindias, limitada por el conocimiento que se tenía sobre dichas sociedades, presentado a los mexicas, mayas e incas en el estadio medio de la barbarie, un estadio inferior a la civilización y por lo tanto del Estado. Si bien esta observación no deja de tener ciertos prejuicios de la Europa decimonónica, no deja de ser cierto también que el conocimiento que se tenía sobre dichas sociedades era muy escaso, sólo de ejemplo, el libro de Engels al que hemos hecho alusión, fue publicado en 1884, mismo año de publicación de México a través de los siglos,73 dónde se daba a conocer apenas el conocimiento más novísimo sobre el pasado prehispánico de finales del siglo XIX.74 ―Las observaciones de Marx y Engels sobre los períodos precapitalistas se basan en un estudio mucho menos completo que el análisis del capitalismo…‖.75 Algunas posturas historiográficas y autores critican la utilización del materialismo histórico en la zona cultural mesoamericana partiendo de la concepción que tenían los autores de su época. Las principales críticas a Marx es que no concibió una explicación a las sociedades nativas americanas (de eso se encargaría posteriormente Engels, como hemos mencionado) y que esbozó varios modelos para ciertas regiones del viejo mundo euroasiático-africano. Entre ellas se encuentra el Modo de Producción Asiático,76 que 72 ENGELS, FEDERICO. ―El origen de la familia, la propiedad privada y el estado‖, en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. Pp. 203-352. 73 RIVA PALACIO, VICENTE (Director general). México a través de los siglos. 14ª Edición, México, Editorial Cumbre, V tomos, 1977. 74 Otras observaciones de Marx, Engels, o del antropólogo Lewis Henry Morgan que influenció notablemente en los fundadores del marxismo, estuvieron sostenidas en información histórica de textos clásico antiguos, e investigaciones contemporáneas a ellos. Sin embargo, con los descubrimientos epigráficos, el nacimiento de la arqueología científica en Europa y la exploraciones de varios asentamientos antiguos, por ejemplo Heinrich Schliemann, escavó Troya (1870-1873) y Micenas (1874), y publicó sus descubrimientos en 1878, con lo se descubrió la edad del bronce griega. Y durante 1900 y 1905, Arthur Evans exhumó del olvido la civilización minoico-cretense. ―La interpretación de los poemas homéricos sobre la que se apoyaron Morgan, Marx y Engels para establecer la existencia de una ―democracia militar‖ entre los griegos perdía su piso.‖ Estos conocimientos nuevos dejaron rebasados en algunos puntos las hipótesis propuestas por ellos, pero las tesis fundamentales se han visto enriquecidas notablemente. GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas. México, Ediciones Quinto Sol, 1978, Pp. 125, 130-131. Para revisar los textos donde Marx y Engels mencionaron América Latina, véase MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH. Materiales para la historia de América Latina. Preparación, notas y advertencia por Pedro Scaron. Córdoba, Argentina, Ediciones Pasado y Presente, (Cuadernos de Pasado y Presente núm. 30), 1972. 75 HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖ en: MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003, P. 19. 76 Para una introducción y debate sobre este modo de producción puede consultarse a CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42), 1969; BARTRA, ROGER. El modo de producción asiático. Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales. 2ª edición, México, Ediciones Era, (El hombre y su tiempo), 1974; GODELIER, MAURICE; MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH. 35 trató de ―encajarse‖ a la fuerza a la realidad Mesoamérica, y es precisamente donde la crítica toma más fuerza para desacreditar este método. Nosotros no vemos a Marx y Engels como la panacea, era imposible que expusieran sus ideas con una limitante de fuentes, de las cuales han quedado las notas de lectura de libros de antropólogos que circulaban en la Europa decimonónica.77 Los sucesores intelectuales del marxismo continuaron con su labor y profundizaron en el método del materialismo histórico, y por supuesto, realizaron el análisis de las sociedades mesoamericanas a su luz. Aunque para entender los estudios de corte materialista que se han realizado sobre Mesoamérica y el Michoacán prehispánico, vale la pena analizar los escritos de Marx y Engels que hablan sobre las sociedades precapitalistas (y tener idea que tipo de sociedades son éstas), especialmente los que tratan el Modo de Producción Asiático, así como el trabajo de Karl August Wittfogel (1896-1988), que tanta influencia tuvo en la historiografía sobre las sociedades precolombinas. Los primeros homínidos aparecieron en África hace unos 3 millones de años, desde entonces los humanos se ha extendido sobre la faz de la Tierra. Nuestra especie, Homo sapiens, desciende de ancestros que aparecieron probablemente en África hace unos 200,000 años, según los datos que tenemos hasta ahora. De esa cantidad de años, sólo 200 años ha vivido en sociedades de tipo industrial que surgieron con la revolución tecnológica de mediados del siglo XVIII y consolidada a finales del siglo XIX. Todas las sociedades que existieron antes de la Revolución Industrial son conocidas como sociedades preindustriales o precapitalistas, entre las que se incluyen las sociedades de cazadores y recolectores, las primeras sociedades agrícolas y de pastores, aunque el término hace referencia a las sociedades complejas agrarias resultado de las Revoluciones Neolíticas en algunas partes del mundo, consideradas como civilizaciones. ―Todos tomamos el mundo en el que nacimos por concedido y pensamos en la condición humana como la nuestra. Esto es un error. La inmensa masa de la experiencia humana se ha hecho en condiciones muy diferentes.‖78 Una de las características fundamentales a considerar, para entender las diferencias de las sociedades preindustriales y las industriales, tiene que ver con los recursos energéticos a su disposición. Mientras nuestras sociedades industriales y postindustriales79 hacen uso de enormes cantidades de combustibles fósiles, las Sobre el modo de producción asiático. España, Ediciones Martínez Roca, 1969; GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas, Óp. Cit. 77 MARX, KARL. Los apuntes etnológicos de Karl Marx. Transcritos, anotados e introducidos por Lawrence Krader. Traducción de José María Ripalda. España, Siglo XXI-Editorial Pablo Iglesias, 1988. Cabe recordar que estos apuntes fueron los que utilizaría años después Engels para escribir El origen de la familia…. ―Los capítulos siguientes vienen a ser, en cierto sentido, la ejecución de un testamento. Carlos Marx se disponía a exponer personalmente los resultados de las investigaciones de Morgan […] Mi trabajo sólo medianamente puede remplazar al que mi difunto amigo no logró escribir. Sin embargo, tengo a la vista, junto con extractos detallados que hizo de la obra de Morgan, glosas críticas que reproduzco aquí, siempre que cabe.‖ ENGELS, FEDERICO. ―Prefacio a la primera edición de 1884‖ [del libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado] en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. Pp. 203-204. 78 CRONE, PATRICIA. Pre-industrial Societies. Anatomy of the Pre-Modern World. Londres, Oneworld Publications, 2014, P. 3 [Todos los números de página provienen de la edición digital]. Traducción nuestra. 79 ―Este concepto defendido por quienes creen que los procesos de cambio social nos están llevando más allá del orden industrializado. La sociedad post-industrial está basada en la producción de información más que en la de bienes materiales. Para sus seguidores, actualmente estamos experimentando una serie de cambios sociales tan profundos como los que iniciaron la era industrial hace unos doscientos años. 36 sociedades preindustriales de cazadores-recolectores-pescadores y la de agricultores basaban su economía en la energía solar. ―Ésta era la energía del sol que recogían como plantas y animales, aprovechaban viento y agua que caía en los molinos, y que liberaban en forma de fuego almacenada en la vegetación. Todas estas comunidades humanas vivían así de los productos recientes de la fotosíntesis, a diferencia de sus sucesores industriales que aprovechaban vastas reservas de productos de fotosíntesis almacenados durante mucho tiempo como el petróleo y el carbón‖,80 y agregaríamos el gas natural. Desde tiempos prehistóricos ―la madera representa al menos varios años de acumulación y por lo tanto es un depósito de energía que puede, junto con material más reciente como tallos de hierba, ser liberado para la quema. El fuego controlado a escala del paisaje se puede utilizar en muchas maneras beneficiosas para mejorar rendimientos de cazadores y agricultores, y no por nada se ha llamado "la primera gran fuerza empleada por los humanos".‖81 Además los cazadores-recolectores y los agricultores dependían igualmente de la energía de sus cuerpos para realizar acciones, y la domesticación de animales fue también una fuente de energía importante. En algunas de las sociedades preindustriales que habitaron el mundo en el pasado, no desconocían los principios mecánicos que dieron origen a diversos inventos tecnológicos posteriores, pero los combustibles fósiles fueron determinantes para que ocurriera la Revolución Industrial. Por ésta diferencia en las fuentes de energía, se puede empezar a advertir que las características socioeconómicas de las sociedades precapitalistas o preindustriales fueron muy particulares.82 La agricultura fue por mucho la fuente de riqueza, y algunas veces la única, y si bien éste tipo de economía produce excedentes, las poblaciones eran pequeñas, con tasas altas de nacimiento pero también con mortandades altas. La mayoría de la población eran campesinos, algunas veces entre el 80% y 90%, por lo que el mundo precapitalista era eminentemente rural. Las poblaciones urbanas eran pequeñas, y sólo las capitales de los grandes imperios sobrepasaron los miles y excepcionalmente el millón de habitantes. Las congregaciones de las ciudades ofrecieron oportunidades en lo social, comercial, intelectual y otro tipo de intercambio con el campo. Las ciudades no siempre fueron centros de producción o intercambio, también pudieron ser centros ceremoniales con una población permanente, e incluso establecieron relaciones parasitarias al no producir nada para el campo y ser sólo centros de consumo. De la población urbana, sólo una pequeñísima parte pertenecía a la clase gobernante, el resto vivía de la manufactura, comercio o diversas actividades profesionales, como comerciantes, burócratas, artesanos, sacerdotes, guerreros, ingenieros, médicos, astrólogos, literatos, poetas, tramposos, mendigos o ladrones.83 GIDDENS, ANTHONY. Sociología. Con la colaboración de Simon Griffiths; traducción de Francisco Muños de Bastillo Llorante. 5ª edición, España, Alianza Editorial, 2007, Pp. 926-927. 80 ATKINS, PETER; SIMMONS, IAN; ROBERTS, BRIAN. People, Land and Time: An historical introduction to the relations between landscape, culture and environment. Nueva York, Routledge, 2014, P. 1. 81 Ídem. Traducción nuestra. Recordemos que el fuego fue el primer medio de producción real. 82 En nuestra investigación, usamos indistintamente por fines prácticos, los términos ―sociedades precapitalistas‖, ―sociedades preindustriales‖ o ―sociedades tradicionales‖, para referirnos a las sociedades que existieron entre procesos históricos similares a la Revolución Neolítica y la Revolución Industrial, ya hayan sido éstos endógenos o exógenos. 83 CRONE, PATRICIA. Óp. Cit., Pp. 12-18. Traducción nuestra. 37 La economía de las sociedades precapitalistas fueron intermedias entre las de subsistencia y las de mercado,84 ésta última es simplemente otro ejemplo de división del trabajo, y para tratar de entender su complejidad, debemos poner hincapié en los productos agrícolas, la tierra y el trabajo. El primer factor es que la mayoría de la población rural vivía en aldeas autosuficientes, cuya unidad productiva era la familia, con una producción de subsistencia agrícola. Para estas unidades era altamente costoso intercambiar sus productos más allá de sus aldeas, por lo que el comercio interno era raro, mientras que el comercio a larga distancia era generado por las elites para satisfacer sus necesidades de bienes de lujo. Además la variedad climática, por ejemplo entre las tierras altas frías y las bajas calientes, hace indispensable el intercambio de productos que no son disponibles en los diferentes nichos ecológicos. ―La diversidad regional fue apta para generar intercambios; burocracias y ejércitos acantonados podían ser aprovisionados, y la urbanización inevitable creaba o demandaba productos agrícolas.‖85 El segundo factor para entender a las sociedades precapitalistas es la tenencia de la tierra; se debe distinguir entre la tenencia de la tierra, la posesión, propiedad, usufructo, disfrute o disposición. Muchos campesinos eran inquilinos o siervos, pero no podían enajenar las tierras que trabajaban, o necesitaban el consentimiento del propietario; además la tenencia o usufructo de la tierra no era por parte de individuos, sino de grupos más grandes como familias, gens, tribus, clanes, gremios o corporaciones. Pocos gobernantes tenían la capacidad de hacer valer la propiedad del Estado frente a los deseos de las élites políticas, latifundistas o religiosas. Los Estados preindustriales proporcionaron el derecho de usufructo de la tierra a individuos, que generalmente pertenecían a estratos nobles, por lo que la tierra no sólo se veía como un activo económico, sino que era un símbolo que representaba el rango y el estilo de vida apropiado de vida. Asimismo ―los aristócratas eran típicamente guerreros por su origen, tendían a disgustar los asuntos financieros, considerando la actitud tacaña de los comerciantes como vergonzosa prefiriendo un estilo de vida de consumo ostentoso, la mayoría de las veces delegando la administración de la tierra a sus mayordomos, agentes o esposas y limitando su propia contribución al endeudamiento.‖86 Un tercer factor diverso y complejo es el trabajo y las diferentes relaciones sociales de producción que se dieron en las sociedades tradicionales. A diferencia del modo de producción capitalista actual en que el mercado de obra es abundante, en las sociedades precapitalistas la escasez hacía que fuera imposible pagar todo el trabajo necesario, y en la medida que se dejara de hacerse, la gente era forzada a hacerlo. El trabajo forzado adoptó diferentes formas. La esclavitud sirvió para apropiarse de la fuerza de trabajo de extranjeros y prisioneros de guerra, y se usó generalmente para el trabajo doméstico, minería, construcción y agricultura. La servidumbre fue una de las formas más generales de trabajo en las sociedades precapitalistas, en que el estatus social era hereditario, grupos de personas estaban ligados a la tierra o a personas, y la movilidad social era muy limitada.87 Otro tipo de trabajo forzado fue la corvea,88 en que 84 Cabe aclarar que en las sociedades humanas siempre ha habido distintas formas de intercambio, como el don (potlatch), y que a pesar de la existencia de mercado, la producción no siempre era confines mercantilistas. 85 Ibíd., P. 20. Traducción nuestra. 86 Ibíd., P. 23. Traducción nuestra. 87 Este fenómeno es característico de las sociedades que hacían distinciones sociales basadas en estamentos o castas, como la sociedad feudal o la India antigua. En las sociedades primitivas, había sociedades de alter-filiación o alter-residencia, que abordaremos en el segundo capítulo. 38 independientemente del estatus de las personas, estaban obligadas a trabajar para el Estado por un período de tiempo determinado, en la construcción de obras públicas como caminos, estructuras defensivas, sistemas de irrigación, o servicio militar. Estos tipos de trabajo forzado desaparecieron en Europa Occidental entre los siglos XVII y XIX, mientras que en el resto del mundo han sido desplazados por el capitalismo, pero no desaparecido por completo.89 El trabajo también dependía de otras razones, una de las ellas era el estatus de adscripción, que podía ser determinado por el sexo, origen étnico y ascendencia. En las sociedades tradicionales, los individuos nacían en un determinado grupo social, generalmente pertenecían a el toda su vida, con pocas esperanzas de movilidad social. Además los mecanismos para evitar la movilidad social tenían diferentes propósitos, así por ejemplo la herencia servía para cerrar la entrada a la aristocracia, y para evitar la dispersión de la mano de obra por los matrimonios mixtos. El trabajo y los oficios se heredaban de padres a hijos y se asignaban por adelantado, ―no había necesidad de sistemas educativos elaborados (las personas eran enseñadas por sus padres), o de centros de trabajo y otras formas de intercambio impersonal‖,90 las habilidades requeridas cambiaban lentamente, y quien fueras era mucho más importante de lo que supieras hacer. Además para trabajar se hacían arreglos recíproco entre parientes, vecinos, aliados y amigos. En ocasiones se hacían contratos de adopción, donde no sólo se tomaba el trabajo de un individuo, sino también en su lealtad. ―Por lo tanto, el concepto de trabajo como una mercancía distaba de la persona que lo ofrecía (trabajo asalariado) estaba débilmente desarrollado: no se podía comprar la mano de obra sin el hombre, del mismo modo que el obrero no podría venderlo sin venderse así mismo.‖91 La mayoría de las sociedades precapitalistas se desarrollaron fuera de Europa, y su investigación es un filón de información para entender el mundo antes de la expansión de las sociedades industriales. Los escritos de Marx y Engels que versan sobre las sociedades no europeas tienen una importancia capital para nuestra investigación. En primer lugar porque se subraya la atención que le dieron sus autores a estas sociedades, proyectando el materialismo dialéctico e histórico como un método de investigación histórica universal, que no se limitaba sólo a las sociedades occidentales.92 En segundo lugar, es que en estos escritos encontramos las observaciones y análisis de estas sociedades, aportando valiosísima información teórica de la cual se puede profundizar el conocimiento desde el materialismo. Para introducirnos en el estudio de estos textos, debemos de conocer 88 ―CORVEA. Hist. de la Hac. púb. Especie de prestación personal, de origen feudal, que existió en Francia y recaía sobre las clases trabajadores (pues las superiores no eran corveables). Consistía en la obligación de prestar gratuitamente á una persona ó al Estado un cierto número de jornales de trabajo corporal, de animales ó de carros. El derecho de corvea ejercido por el Estado, sobre todo para obras públicas, dió lugar á enormes abusos y llegó á ser carga intolerable.‖ Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Espasa-Calpe, Madrid, Edición Coleccionista [de la edición de 1908-1930], 1993, T. XV, P. 1086. A pesar de que el vocablo corvea es de origen francés, su uso se ha difundido para explicar este tipo de trabajo en las sociedades precapitalistas; en algunas comunidades indígenas de Oaxaca y Chiapas se le conoce como tequio al trabajo comunitario, vocablo aceptado por la RAE, del ―del náhuatl tequitl 'tributo', 'trabajo'‖, y en su tercera acepción se asienta que es la ―tarea o faena que se realiza para pagar un tributo.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. 89 CRONE, PATRICIA. Óp. Cit., Pp. 24-25. 90 Ibíd., P. 26. Traducción nuestra. 91 Ibíd., P. 27. Traducción nuestra. 92 HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., P. 31. 39 someramente el contexto en el cual fueron escritos, y el contexto histórico en el cual fueron debatidos por los estudiosos marxistas durante buena parte del siglo XX. Maurice Godelier realizó una excelente historia de los conceptos sobre las sociedades no occidentales en los textos de Marx y Engels, entre los que destacan la Ideología Alemana, Manifiesto del Partido Comunista, Fundamentos de la Crítica de la Economía Política, El Capital, Anti-Düring, los textos sobre la comuna rusa y la comunidad germánica, y El Origen de la Familia, de la propiedad privada y del Estado, con lo que resalta como éstas sociedades fueron objeto de interés ―durante 50 años, de 1845 a 1895, los fundadores del marxismo examinaron varias veces las formas primitivas de sociedad y su evolución. Su pensamiento evolucionó y, hasta su muerte, se mantuvo en estado inacabado‖, ―una reflexión teórica que no se consideraba a sí misma como terminada.‖93 Uno de los textos marxistas más importantes, dónde se habló de las sociedades precapitalistas, son sin duda los Grundrisse.94 Estos manuscritos son las notas y apuntes que realizó Marx durante su estadía en Londres entre 1857-1858, aunque venía trabajando en ellos por lo menos desde una década atrás, y es considerado el borrador de El Capital. Estos textos son valiosos porque en ellos quedó mucha información que no usó Marx en El Capital, y cuya importancia para el materialismo histórico queda fuera de toda duda. De entre esta voluminosa cantidad de manuscritos, el más importante para el debate del desarrollo histórico de las diferentes formaciones económico-sociales es el capítulo titulado Formen die der kapitalistischen Produktion vorhergehen (Formaciones económicas precapitalistas), comúnmente conocido sólo con el nombre de las Formen.95 Este breve, pero denso texto, tiene diferentes cualidades, y son el resultado de la observación de las fuentes disponibles, no de la teoría. Por ejemplo, entre los objetivos de Marx, está el intento de explicar el desarrollo histórico de las formas de propiedad privada que adoptaron las sociedades humanas en varias partes del mundo tras la desintegración de la comunidad primitiva. Otra cualidad importantísima es la mención de diferentes formaciones económico-sociales fuera del esquema simplificado de los cinco modos de producción clásicos: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo. Así nos topamos con el nomadismo, las formas fundamentalmente asiáticas, la forma eslava, el modo de producción germánico, el modo de producción antiguo o clásico (esclavismo), feudalismo y capitalismo. Existieron diferentes factores históricos por los que se dio esta simplificación del marxismo. Sobre el punto de las diferentes formaciones económicosociales, es que en las obras más importantes de Marx y Engels (Manifiesto del Partido Comunista o El origen de la familia…) se sistematizó este esquema, aunque no signifique que ambos den por hecho necesariamente una teleología de los modos de producción anteriores al socialismo, tal como se puede leer en las Formen. Otro factor importante que nosotros consideramos, es que en los países donde estallaron y triunfaron revoluciones de inspiración marxista, tal como la bolchevique de 1917 o la 93 GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas, Óp. Cit., Pp. 15 y 87. El nombre completo con el que se le conoce a este conjunto de textos es Grundrisse der Kritik der Politischen Ökonomie (Elementos fundamentales para la crítica de la economía política). MARX, KARL. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) 1857-1858. Edición a cargo de José Aricó, Miguel Murmis y Pedro Scaron; traducción de Pedro Scaron. 20ª edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista, serie Los clásicos), III tomos, 2007. Estos manuscritos fueron publicados en su idioma original en la URSS hasta la primera mitad del siglo XX, entre los años 1932-1941. 95 MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003. En adelante citados como Formen. 94 40 china de 1949, las grandes masas tenían bajos niveles de educación, por lo que la simplificación fue una vía para divulgar la teoría marxista. Más adelante abordaremos los debates respecto al desarrollo de los diversos modos de producción a lo largo de la Historia. Esta gama de diferentes formaciones económico-sociales presupone una dificultad para tratar de periodizar las diferentes etapas históricas, aunque se pueden realizar algunas inferencias. Se deduce por ejemplo, que modos de producción diferentes pueden coexistir durante la misma época histórica en diferentes regiones geográficas. Esto contradice claramente la afirmación producto de la simplificación de los cinco modelos de producción clásicos.96 ―La teoría general del materialismo histórico exige sólo que haya una sucesión de modos de producción, no necesariamente de cualquier modo en particular, y quizá no un orden predeterminado especial.‖97 El Modo de Producción Asiático tuvo una gran importancia después de la publicación de las Formen. Marx lo caracterizó en varios de sus textos, pero sobretodo en las Formen, según este texto, es la formación socioeconómica donde existe la ―propiedad comunitaria o tribal, producto sobre todo de una combinación de manufactura y agricultura dentro de la pequeña comunidad, que de ese modo se vuelve enteramente self-sustaining [autosuficiente] y contiene en sí misma todas las condiciones de la reproducción y de la plusproducción‖.98 En los artículos sobre la dominación británica en la India, Marx recalca como esta autosuficiencia evitó la desintegración y evolución económica hasta la llegada del capitalismo inglés.99 También menciona que aparentemente hay ausencia teórica de propiedad privada, ya que la propiedad tribal o comunitaria es la base de este modo de producción.100 Marx nos habla de una ―unidad superior del gobierno despótico que flota por encima de las pequeñas comunidades‖, cuya encarnación recae en ―el déspota [que funge] como padre de las muchas entidades comunitarias‖.101 Pero Marx hace una importante observación sobre este despotismo, ya que menciona que ―la entidad comunitaria tendrá una forma más despótica o más democrática dependiendo de las relaciones de parentesco‖,102 96 Ya desde 1919, Lenin había simplificado la teoría de los modos de producción de acuerdo a la realidad revolucionaria en Rusia. Cf. LENIN, VLADIMIR ILICH. ―Acerca del Estado. Conferencia pronunciada en la Universidad Sverdlov el 11 de julio de 1919‖ en: LENIN, VLADIMIR ILICH. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, t. III, 1961. Pp. 258-274; STALIN, JOSÉ. Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. México, Ediciones Quinto Sol, s.f. [Publicado originalmente en septiembre de 1938]. 97 Hobsbawm agrega que ―es evidente que existen ciertos límites: es improbable que una formación económico-social basada, digamos, en un nivel tecnológico que exige máquinas de vapor, pueda darse antes de una que no las necesita.‖ HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., P. 19. 98 MARX, KARL. Formen, P. 69-70. La información entre corchetes original a pie de página. 99 En el primer artículo que Marx dedicó a la cuestión de la dominación británica en la India, expuso a grandes rasgos el Modo de Producción Asiático y su desarrollo histórico, que expondremos líneas más abajo. 100 ―En la forma asiática (por lo menos en la predominante) no hay propiedad, sino sólo posesión por parte del individuo; la comunidad [[es]] propiamente el propietario efectivo, en consecuencia, la propiedad sólo como propiedad colectiva del suelo.‖ MARX, KARL. Formen, P. 79. Cursivas e información entre corchetes originales. 101 Esta ―unidad superior‖ también recibe el nombre de ―unidad omnicomprensiva‖ y ―colectividad superior‖. Ibíd., Pp. 69-70. La información entre corchetes es nuestra. 102 Ibíd., P. 70. Las relaciones de parentesco tienen también un gran peso en los modos de producción precapitalistas. Marx hace una aclaración sobre éstas entre las sociedades antiguas (esclavistas), pero consideramos que puede extrapolarse a otras formaciones socioeconómicas: al mencionar como las tribus de los antiguos Estados estaban constituidas en dos maneras, sobre los linajes o los lugares, mencionaba como el primer tipo tenía un peso mayor, ya que, en ―su forma más estricta, más extrema, es la 41 entonces esta ―unidad superior‖ puede ser descentralizada o centralizada, con forma y organización muy distinta. En esta ―unidad superior‖ se encuentra la génesis del Estado, aunque en una fase germinal todavía, ya que ―una parte de su plustrabajo [de la pequeña comunidad] pertenece a la colectividad superior, que en última instancia existe como persona, y este plustrabajo se hace efectivo tanto en tributos, etcétera, como en el trabajo común destinado a exaltar a la unidad, en parte al déspota real, en parte a la entidad tribal imaginada, al dios.‖103 Este plustrabajo sirve para costear los gastos de la entidad comunitaria, tal es el caso de la guerra, servicio divino, etcétera.104 Los ―sistemas de regadío, muy importantes entre los pueblos asiáticos, medios de comunicación, etc.‖, parecen ser obra de la ―unidad superior‖ del gobierno despótico.105 Estos sistemas de regadío tendrían gran importancia en las sociedades estatales de Asia,106 aunque no serían los únicos rubros de los que se haría cargo. Marx menciona en los artículos de la dominación británica en la India, que los estados asiáticos tenían tres rubros de la hacienda pública fundamentales: el de finanzas (pillaje interno), el de guerra (pillaje exterior) y obras públicas.107 Marx menciona que por las condiciones del clima y la baja densidad demográfica, fue necesaria la intervención del poder centralizador del gobierno para organizar las obras públicas, siendo la más importante de ellas la irrigación, ya que en Asia ―la cosecha depende tanto de un gobierno bueno o malo‖.108 Maurice Godelier propuso una segunda hipótesis a la ya planteada por Marx que enriquece el concepto, el control del trabajo y el comercio: ―suponemos que puede existir otra vía y otra forma de Modo de Producción Asiático por las cuales una minoría domina y explota las comunidades sin intervenir organización de castas, separadas las unas de las otras, sin derecho a matrimonio mixto y enteramente diferencias en cuanto a su dignidad, correspondiéndole a cada una un oficio exclusivo e incambiable.‖ Ibíd., P. 76. Este pasaje es importante pues se puede ver el peso del parentesco en las relaciones de producción, así como la diferencia entre los conceptos de clase, casta o estamento. Engels también pondría el acento en las relaciones de parentesco, pues mencionó que ―el orden social en que viven los hombres en una época o en un país dados, está condicionado por esas dos especies de producción [la producción de medios de existencia y la continuación de la especie]: por el grado de desarrollo del trabajo, de una parte, y de la familia, de la otra. Cuanto menos desarrollado está el trabajo, más restringida es la cantidad de sus productos y, por consiguiente, la riqueza de la sociedad, con tanta mayor fuerza se manifiesta la influencia dominante de los lazos de parentesco sobre el régimen social.‖ ENGELS, FEDERICO. ―Prefacio a la primera edición de 1884‖ [del libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado], Óp. Cit., T. III, 1975. .P. 204. 103 MARX, KARL. Formen, P. 70. Información entre corchetes nuestra. 104 Ídem. 105 Ídem. 106 De ahí se desprende la importancia que le darían algunos autores a estos, como Karl A. Wittfogel en su modelo de despotismo hidráulico, o Brigitte Boehm en sus estudios del Centro de México. 107 En el primer trabajo analiza como la ―idílica‖ vida aldeana ha permanecido inmutable por siglos, hasta qué ―el vapor y ciencia británica destruyeron la unión entre la agricultura y la industria artesana‖. Sí bien se nota cierta congoja por la destrucción de este estilo de vida ―idílico‖, se hace notar como las fuerzas productivas indias van a desarrollarse y probablemente conquisten su independencia en el futuro del dominio británico. En el segundo artículo vemos a un Marx menos preocupado por la destrucción de las comunidades rurales autosuficientes, y se muestra más seguro a que la desaparición de este tipo de organización, que dará pasó a los beneficios del colonialismo británico, como el desarrollo de las fuerzas productivas, el fin del aislamiento de las comunidades, y la desaparición del sistema de castas milenario en la península del Indostán. MARX, CARLOS. ―La dominación británica en la India‖; ―Futuros resultados de la dominación británica en la India‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, t. I, 1975. Pp. 499-505 y 506-512. 108 MARX, CARLOS. ―La dominación británica en la India‖; Ibíd., Pp. 500-502. 42 directamente en sus condiciones de producción, pero interviene en cambio directamente, tomando en su provecho un excedente en trabajos o en productos.‖109 Con la muerte de Marx y Engels, quedaron gran cantidad de manuscritos inéditos, que salieron a la luz años, e incluso décadas después. Su publicación en la primera mitad del siglo XX, todavía hasta hoy existen manuscritos inéditos, generó una revolución de la teoría marxista, así como serie de debates y posturas respecto a su contenido.110 La publicación de las Formen y la cuestión respecto al Modo de Producción Asiático, provocó dos posturas acerca de las formaciones socioeconómicas fundamentales: la primera fue la simplificación de la teoría de Marx y Engels, al postular que las formaciones socioeconómicas (comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo) son una escalinata por la cual todas las sociedades trepan peldaño a peldaño, pero a diferentes velocidades, llegando irremediablemente al socialismo. La segunda postura se basó en una revisión formal de las formaciones socioeconómicas, pero dejando fuera los modos de producción apenas esbozados en las Formen, tales como el eslavo, germánico y asiático. Además existió la tendencia de usar una categoría poco precisa de feudalismo, como modelo de explicación de las sociedades precapitalistas, así nos encontramos con sociedades proto-feudales en África o semi-feudales en Asia.111 Era evidente que en el primer país socialista de la Historia, la URSS fundada por el pueblo revolucionario bajo el liderazgo de Lenin, se dieran lugar grandes debates teóricos sobre la teoría marxista. En los años veinte se consideraba en la Internacional Comunista que el Modo de Producción Asiático era una variedad del esclavismo,112 aunque no fue hasta la famosa Discusión de Leningrado de 1931, donde se llegó a la conclusión de que el Modo de Producción Asiático esbozado por Marx, no era una formación distinta, sino que solamente era una variante del feudalismo.113 Estas conclusiones se debieron más a una postura política, ya que con la caracterización este modo de producción como una variante del feudal, se justificaba la lucha de los revolucionarios chinos contra las reminiscencias ―feudales‖ de la burguesía china, así como contra el colonialismo e imperialismo.114 En los años posteriores los investigadores soviéticos siguieron debatiendo el asunto con diversas aristas, unos negaban la existencia del Modo de Producción Asiático, otros lo consideraban una variante oriental del esclavismo o bien del feudalismo, otros veían una fase de transición entre la desintegración de la comunidad primitiva y las primeras sociedades clasistas. La argumentación de estas posturas no se construyeron en el aire, sino que la arqueología, 109 GODELIER, MAURICE. ―Modo de producción asiático y los esquemas marxistas de evolución de las sociedades‖, en: GODELIER, MAURICE; MARX, KARL; ENGELS, FRIEDRICH. Sobre el modo de producción asiático. España, Ediciones Martínez Roca, 1969, Pp. Pp. 48-49. 110 Otro ejemplo de manuscritos de Marx que aportaron fuentes nuevas al marxismo fueron los "Cuadernos de París", mejor conocidos como los Manuscritos económico-filosóficos de 1844. Versión al español de Wenceslao Roces. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 29, 1975. 111 HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., Pp. 61-62. 112 SACHS, IGNACY. ―Una nueva fase de la discusión sobre las formaciones históricas‖ en: CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969, P. 76. 113 PECIRKA, JAN. ―Vicisitudes históricas de la teoría del modo de producción asiático en la U.R.S.S.‖ en: CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969, Pp. 119.-121. Maurice Godelier mencionó sobre el Modo de Producción Asiático que ―y para aumentar la extrañeza de su destino, esta noción excluida fue recogida entonces y vuelta contra el marxismo por K. Wittfogel, un renegado.‖ GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., P. 12. 114 PECIRKA, JAN Óp. Cit., Pp. 117-119. 43 antropología e historiografía, tanto soviética como de otros países lograron importantes descubrimientos, que permitieron defender una postura, u otra.115 Cabe recordar que las disciplinas y ciencias soviéticas tuvieron un verdadero alcance mundial, analizando muchas realidades científicas, filosóficas e históricas.116 Mientras éste debate se produjo entre los marxistas y marxológos, un libro escrito a finales de la década de 1930, proporcionó información y datos para considerar ciertos aspectos del Modo de Producción Asiático a raíz de la información arqueológica. Así, en 1936, Vere Gordon Childe (1892-1957) publicó una de sus obras más emblemáticas, Man Makes Himself (El hombre se hace así mismo).117 Sí bien Childe es reconocido como uno de los grandes arqueólogos de la primera mitad del siglo XX por toda su obra, es con Los orígenes de la civilización con la que alcanzó fama mundial, al haber investigado un extenso período de tiempo, desde la Edad de Piedra a la Edad del Hierro en el Viejo Mundo, especialmente las ―cunas‖ de la civilización como Egipto, Mesopotamia, India y China. Childe fue un activo militante socialista no marxista, pero comulgante con mucho del marxismo, el movimiento comunista internacional y la URSS. Childe no mencionó algunos de los conceptos claves marxianos como lo es el concepto de ―lucha de clases‖, pero su concepción de la Historia fue materialista (consideraba que la forma en que las sociedades aseguraban su subsistencia influenciaba enormemente su desarrollo posterior). Creyó que los motores de las sociedades antiguas eran el evolucionismo y el difusionismo moderado, y rechazó el esquema de progreso del marxismo simplificado, en que se menciona que toda la Historia de la humanidad es progreso ascendente. Comparó por ejemplo, la Revolución Neolítica (el paso de la caza y la recolección a la agricultura y ganadería) y Revolución Urbana (donde inventos como la metalurgia, la rueda, el carro tirado por bueyes, el tiro de asnos y la navegación a vela, dio paso a las ciudades, base de la civilización), con la Revolución Industrial de los siglos XVIII y XIX.118 Sí bien Childe no desarrolló una concepción de la Historia coherente y no contradictoria, y que gran parte de la información presentada en Los orígenes de la civilización está ahora rebasada con los nuevos descubrimientos, no deja de ser una obra fundamental dentro del debate sobre el Modo de Producción Asiático, pues justamente llenó un vacío, para su tiempo, de información desde una concepción materialista, para analizar las sociedades de las que apenas había información en la época en que Marx inició su estudio sobre estas.119 115 NIKIFOROV, V. ―La discusión entre los orientalistas soviéticos‖ en: CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969, P. 93-110. 116 La historiografía soviética también produjo abundantes trabajos sobre Mesoamérica desde la perspectiva del Modo de Producción Asiático después de la década de los sesentas. Gran parte de estos trabajos no se tradujeron a nuestra lengua. Para ver una síntesis de estos trabajos véase GULIAEV, VALERI I. ―Tipología y estructura de los estados antiguos de Mesoamérica‖ en: Revista Española de Antropología Americana. Madrid, Universidad Complutense de Madrid, vol. XIV, 1984, Pp. 33-46. 117 Publicado en español bajo el título Los orígenes de la civilización. Traducción de Elí de Gortari. Segunda reimpresión (de la segunda edición). México, Fondo de Cultura Económica, (Breviarios núm. 92), 2004. 118 Tanto los conceptos de la Revolución Neolítica como la Revolución Urbana, siguen siendo usados en la historiografía actual pera computar el tiempo en las regiones del Viejo Mundo. 119 Un excelente artículo que revisa la vida, obra y aportes teóricos de Gordon Childe se encuentra en FAULKNER, NEIL. ―Gordon Childe y la arqueología marxista‖ en: Socialismo o Barbarie. Revista internacional de teoría y política de la corriente Socialismo o Barbarie. Traducción de Marcelo Yunes, [s.l.], 2008, Año VII, núm. 22, 263-285, en: http://socialismo-o-barbarie.org/revista_22/081201_sobrev22_263_gordon_childe.pdf (Consultado 18 de abril de 2015). Lamentablemente este artículo tiene una visión sesgada de tendencia trotskista, aunque 44 En febrero de 1956, se llevó a cabo el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), durante dicho congreso, Nikita Khrushchev (1894-1971) pronunció el llamado ―Discurso Secreto‖, donde se denunciaron y criticaron los errores acaecidos durante el gobierno de Stalin.120 A partir de entonces y durante las décadas siguientes, ―se desarrolló en todos los niveles de la teoría y de la práctica un vasto movimiento internacional de toma de conciencia de las formas y de las raíces del dogmatismo. Este movimiento revistió diversas formas, la principal de las cuales fue [l]a que se puede llamar un ―Retorno a Marx‖. Releer a Marx, a Engels, a Lenin, redefinir los conceptos fundamentales del marxismo a partir de sus textos y replantear los problemas en función de estas definiciones fueron los tres aspectos de este retorno a Marx‖.121 Sin embargo, este ―retorno‖ es ―tomar en serio la obra de Marx y Engels, de Lenin, no es ―creerles‖ con base en su palabra y tranformar [sic.] sus hipótesis provisionales en dogmas eternos‖,122 es reconocer los avances en los diferentes campos del conocimiento que usaron para analizar la realidad, la lingüística, la economía política, la historia, la arqueología, la biología, la sociología, la etnología, la antropología, reconocer que muchas de las tesis están ahora muertas y rebasadas por décadas de investigación en todos esos campos, y que hay que proponer conceptos nuevos sobre la base de conocimientos y problemas de nuestro tiempo: ―Así pues el problema no es el de un ―retorno a Marx‖, pues esto querría decir regresar a un estado superado de información científica. La cuestión es, para un marxista, la de inventar los conceptos teóricos que den cuenta de la práctica (científica o de otro tipo) de su tiempo y que se apoyen cada vez que sea posible en los análisis heredados de Marx. Solo a este precio puede evitarse que el materialismo dialéctico, en cuanto concepción general del 123 mundo, se convierta en un cuerpo cerrado de recetas dogmáticas.‖ No fue sino después de la Segunda Guerra Mundial y las luchas de los pueblos del Tercer Mundo contra el colonialismo e imperialismo, que volvió a resurgir el debate sobre el Modo Asiático de Producción y junto a este ―retorno a Marx‖. La discusión sobre este modo de producción trastocó en varios aspectos del marxismo: en las esferas marxológica, histórica, metodológica y en la práctica político-económica.124 El nacimiento de varios estados africanos y asiáticos, y su aceptación en la ONU, la mayoría determinados a seguir la vía no-capitalista de desarrollo, produjo la inquietud de los marxistas de explicar el pasado precapitalista de estos países, para conocer los rumbos económicos y políticas que debían tomarse. Se discutió sobre la aplicabilidad del Modo de Producción Asiático, es decir, que este modelo pudiera ser usado para explicar las diferentes sociedades no europeas.125 En los textos de Marx sobre el Modo analiza críticamente la obra de este arqueólogo, llega a caer en algunas interpretaciones cuestionables; menciona por ejemplo que este autor se suicidó por su desencanto por la URSS tras el Informe Secreto al XX Congreso del PCUS de Nikita Khrushchev, y la intervención soviética en Hungría en 1956. Termina diciendo sobre el suicidio de Childe en este año: ―Quizá, en este sentido, haya sido otra de las muchas víctimas del stalinismo.‖. Ibíd. P. 284. 120 KRUSCHEF, NIKITA. ―El discurso secreto de Kruschef‖, en: KRUSCHEF, NIKITA. Kruschef recuerda. Introducción, comentario y notas de Edward Crankshaw. Traducción al español de José Luís Díaz de Liaño. España, Prensa Española-Santillana, (Biblioteca de grandes documentos), 1970, apéndice 4, Pp. 567-622. 121 GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., P. 10. Cursivas originales, corchetes nuestros. 122 Ibíd., P. 136. 123 Ibíd., P. 175. 124 SACHS, IGNACY. ―Una nueva fase de la discusión sobre las formaciones históricas‖, Óp. Cit., P. 73. 125 Para una muestra de toda ésta producción historiográfica, véase BARTRA, ROGER. El modo de producción asiático. Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales; Óp. Cit., 45 de Producción Asiático, se encuentran varias observaciones que permitieron un intento de extrapolación a otras sociedades fuera de Asia. En el primer artículo sobre la dominación británica en la India, se menciona como la ―unidad superior‖ tuvo que hacerse cargo de la irrigación, desde los desiertos del Sahara, pasando por Arabia, Mesopotamia, Persia, Tartaria y la meseta asiática.126 Sin duda podría considerarse que el Modo de Producción Asiático está restringido a estas áreas geográficas, si no fuera porque Marx referenció diversas sociedades del orbe, entre las que se encuentran la eslava, rumana, México, Perú, los antiguos celtas y algunas tribus de la India, para la construcción de dicho modelo.127 A esto hay que agregar que vemos cierta ambigüedad en la nomenclatura y caracterización de este modo de producción, en pasajes de Marx podemos leer las ―formas fundamentalmente asiáticas‖,128 o ―en la forma asiática (por lo menos en la predominante)‖,129 lo que indica que probablemente Marx haya pensado, como hemos mencionado, en un modo de producción intermedio entre la desintegración de la comunidad primitiva y las sociedades clasistas con propiedad privada, y que a falta de fuentes históricas para las sociedades mencionadas, Marx se haya decantado por la designación de ―asiático‖, del cual disponía más fuentes. Jean Chesneaux (1922–2007) mencionó lúcidamente respecto a la nomenclatura, que el Modo de Producción Asiático deber ser definido por la producción, y no por la geografía, las técnicas agrícolas, los pueblos analizados ni la organización política-social (esto aplica de igual manera a las formaciones nómadas, eslavas, germánicas o antiguas), por lo que tal vez debería renombrarse como despótico-aldeano o tributario.130 Ya desde 1968, Maurice Godelier había detectado las partes muertas del Modo de Producción Asiático: el concepto de ―despotismo oriental‖ que pertenecía a la ideología de los europeos de la Ilustración, que Marx y Engels leyeron, como Adam Smith (1723 -1790), Stuart Mill (1806-1873), Montesquieu (1689-1755), Voltaire (1694-1778), Hegel (1770-1831); la idea de un estancamiento y miserias milenarias; y una civilización inacabada.131 Así pues, se debe de confrontar este concepto con la información disponible de nuestra época de los diferentes campos de conocimiento: ―la tarea teórica consistirá más bien en confeccionar una tipología de las diversas formas de ese modo de producción, con o sin grandes trabajos, con o sin agricultura, y en confeccionar al mismo tiempo una tipología de las comunidades en cuyo seno el mismo se 126 MARX, CARLOS. ―La dominación británica en la India‖; Óp. Cit., P. 501. MARX, KARL. Formen, P. 70. 128 Ibíd., P. 69. 129 Ibíd., P. 79. 130 Chesneaux mencionó que el posterior desarrollo de este modo de producción en otras regiones del mundo daría el golpe de gracia a la nomenclatura de ―asiático‖. CHESNAUX, JEAN. ―El modo de producción asiático‖ en: CHESNAUX, JEAN, (et. al.) Bartra, Roger (Compilador y traductor) El modo de producción asiático. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección 70 núm. 42) 1969, Pp. 41, 58, 60. Godelier también reparó en la nomenclatura, pues revisando la definición del concepto de ―modo de producción asiático‖, parece ―tener un campo de aplicación, en el tiempo y en el espacio, mucho más amplio de lo que preveía Marx y Engels. Por esta razón el adjetivo ―asiático‖ no resulta adecuado.‖ GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas, Óp. Cit., P. 171. A finales de la década de 1960, el filósofo rumano Ion Banu propuso la nomenclatura de ―modo de producción tributario‖, BARTRA, ROGER. ―Tributo y tenencia de la tierra en la sociedad azteca‖, en: BARTRA, ROGER. El modo de producción asiático. Antología de textos sobre problemas de la historia de los países coloniales. 2ª edición, México, Ediciones Era, (El hombre y su tiempo), 1974, P. 214, nota a pie núm. 6, Apud. ―Asupra formatiunii sociale‖, Revista de Filozofie, No. 3, Budapest, 1966. En las investigaciones mesoamericanistas, en efecto, se adoptó la nomenclatura de modo de producción tributario. BERRERA RUBIO, ALFREDO (Editor). El modo de producción tributario en Mesoamérica. México, Escuela de Ciencias Antropológicas-Ediciones de la Universidad de Yucatán, (Analté, núm. 3), 1984. 131 GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., Pp. 172-175. 127 46 da. Se podría quizás, de esta manera, reconstruir varios modelos de los procesos a través de los cuales la desigualdad se introduce en las sociedades sin clases y lleva a la aparición de contradicciones antagonistas a ya la formación de una clase dominante. Para esta tarea, la colaboración de los historiadores de la Antigüedad y de los etnólogos sería 132 indispensable.‖ Según Jean Chesneaux, el Modo de Producción Asiático era un modelo maduro, tanto que aparece en el ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política.‖133 Nosotros consideramos que si bien el Modo de Producción Asiático es una herramienta valiosa, ésta no se encontraba totalmente desarrollada por la falta de fuentes históricas. Los debates al respecto son tan variados, que aquí sólo podemos exponer los más importantes, y que han sido grandes incógnitas en la historia de la teoría marxista. Una de ellas es por qué Marx no profundizó en este concepto, 134 que puede tener diversas explicaciones, una de ellas ya la hemos mencionado, la falta de fuentes para documentar la historia de las sociedades precapitalistas, la otra, porque Marx estaba trabajando en El Capital, por lo que sus lecturas de obras históricas se enfocaban en la Europa del Ancien régime, mientras que Engels se centró en estudiar la comunidad germánica y sociedad feudal, principalmente en Alemania.135 Otra cuestión es por qué Engels dejó fuera este modelo de producción en su obra de El Origen de la familia…, ya que Marx la había integrado a las formaciones socioeconómicas. Sobre esto se ha discutido que Engels fue muy influenciado por el libro La Sociedad primitiva… del antropólogo norteamericano Lewis Henry Morgan, de quien Engels tomó la división de los estadios culturales: salvajismo, barbarie, civilización.136 Sin embargo, está documentado que semanas antes de que Engels empezara a escribir El Origen de la familia…, retomó el concepto de ―despotismo oriental‖ en dos cartas dirigidas a August Bebel (1840-1913) y a Karl Kautsky. Godelier propone que Engels consideraba dos caminos para el desarrollo de relaciones de sujeción y aparición del Estado: 1) el despotismo oriental y 2) el esclavismo. Este segundo camino dio origen a la ―civilización‖, ―es decir a sociedades de clases donde reinen la propiedad privada y la producción de mercancías‖. Está ―civilización‖ se encontraba en la Europa decimonónica, mientras que el primer caminó aun prevalecía en Asía, en la ―barbarie‖, por eso no mencionó el Modo de Producción Asiático en el esquema de evolución histórica de la familia, la propiedad privada y el Estado.137 El Modo de Producción Asiático fue durante la segunda mitad del siglo XX una herramienta de mucha utilidad para el estudio de las sociedades que se habían sacudido el yugo colonialista, e intentaban investigar su pasado pre-europeo. Los marxistas 132 GODELIER, MAURICE. ―Modo de producción asiático y los esquemas marxistas de evolución de las sociedades‖; Óp. Cit., Pp. 50. 133 ―A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso, en la formación económica de la sociedad, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués.‖ MARX, CARLOS. ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, t. I, 1975, P. 518. 134 En 1908, Gueorgui Plejánov supuso en su obra Cuestiones fundamentales del marxismo, que Marx abandonó el concepto de ―modo de producción asiático‖, sin embargo, Godelier menciona ―que nosotros sepamos, ningún texto puede ser invocado en apoyo a la interpretación de Plejanov de un abandono por parte de Marx de la noción de «modo de producción asiático»‖. GODELIER, MAURICE. ―Modo de producción asiático y los esquemas marxistas de evolución de las sociedades‖; Óp. Cit., nota a píe núm. 67, P. 66. 135 GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., Pp. 88-114. 136 SACHS, IGNACY. ―Una nueva fase de la discusión sobre las formaciones históricas‖, Óp. Cit., P. 75. 137 GODELIER, MAURICE. Las sociedades precapitalistas; Óp. Cit., Pp. 126-131. 47 comprometidos en la liberación de los pueblos, y los marxólogos interesados en el estudio de la teoría marxista, realizaron gran cantidad de trabajos en los que se profundizaba este concepto: ―El marxismo es un método de investigación y la tarea esencial que espera a los marxistas es analizar concretamente, a partir de esas indicaciones de Marx y Engels, las sociedades no europeas con el fin de poner en evidencia los rasgos a partir de los cuales será, ulteriormente, alcanzar una elaboración teórica más avanzada.‖138 El conocimiento que se produjo posteriormente sobre las sociedades precapitalistas, demostró que el Modo de Producción Asiático no podía explicar satisfactoriamente estas sociedades, sin sacrificar la teoría, o tergiversar la realidad, por lo que hubo un paulatino abandono de este modo de producción como explicación, si bien no del materialismo histórico como herramienta de investigación. No negamos la utilidad teórica del Modo de Producción Asiático, pero tampoco podemos usarlo como cartabón para el estudio de la sociedad tarasca del Posclásico Tardío. En efecto, hay que estudiar las sociedades precapitalistas con las indicaciones de Marx y Engels, pero tampoco hay que considerar el materialismo histórico un dogma, ―no [hay que] considerar en ningún momento que los textos de Marx y Engels encierran la verdad definitiva.‖139 138 139 CHESNAUX, JEAN. ―El modo de producción asiático‖, Óp. Cit., P. 49. HOBSBAWM, ERIC J. ―Introducción‖, Óp. Cit., P. 58. Información entre corchetes nuestra. 48 6. EL MODO DE PRODUCCIÓN HIDRÁULICO Y LOS ESTUDIOS MARXISTAS SOBRE EL MICHOACÁN PREHISPÁNICO 140 En los años 30 del siglo XX, Karl A. Wittfogel desarrollaría lo que sería su visión del Modo de Producción Asiático, aunque no fue hasta 1957 cuando publicaría su obra más importante sobre el despotismo oriental, con un título por demás sugestivo.141 Según está interpretación, las sociedades que habitaron un entorno geográfico seco, donde el acceso al agua exigía la colaboración de las comunidades para la construcción de sistemas de irrigación que permitían la subsistencia, desencadenaron la aparición de un Estado despótico. El déspota mantiene la posesión total de la tenencia de la tierra y el control de las obras hidráulicas, decidiendo quién tiene acceso al agua y quién no, lo que le permite apropiarse de una parte de la producción e imponer un sistema de tributos. Analizar la propuesta de Wittfogel es importante, pues durante varias décadas, el Modo de Producción Hidráulico, diferente al llamado Modo de Producción Asiático pero retomando mucho elementos de éste, fue el paradigma ―materialista‖ usado por la Historia, Arqueología y Antropología mesoamericanista. La propuesta de Wittfogel sobre el Modo de Producción Hidráulico está envuelta en una serie de controversias, que vale la pena rescatar para entender la fuerte discusión que se dio en los debates que giraron sobre este tópico. Una de estas controversias tiene que ver con el pensamiento político del autor, pues en su juventud, en los años veinte del pasado siglo, fue un militante activo del Partido Comunista de Alemania. Con la llegada de los nazis al poder, fue preso político hasta que en 1934 logró refugiarse en Inglaterra y posteriormente en EUA. En este país adoptó las posiciones teóricas del antimarxismo norteamericano, aunque su discípulo, Pedro Carrasco, menciona que en realidad Wittfogel ―había roto por completo con el estalinismo, pero todavía simpatizaba con el socialismo‖;142 independientemente de esto, el libro fue redactado con matices que fungían como clara propaganda anti-comunista o anti-soviética. En las primeras palabras de su obra, ya nos damos cuenta de la naturaleza del manifiesto político que es su propuesta teórica: ―el intento de establecer las peculiaridades de un sistema semigerencial no occidental de poder despótico y la interpretación del totalitarismo comunista como una variante administrativa totalitaria y mucho más despótica, de ese sistema.‖143 Pero Wittfogel va más allá, pues su libro era un llamado para acabar con el ―totalitarismo, [que] lejos de alejarse, se extiende como 140 Presentamos una versión preliminar de este apartado en CARVAJAL MEDINA, RICARO, ―Los estudios marxistas sobre el Michoacán prehispánico‖ en: Coloquio A 97 años de la Gran Revolución de Octubre. Los días que siguen conmoviendo al Mundo, Facultad de Historia-Facultad de Filosofía ―Samuel Ramos‖-Instituto de Investigaciones Históricas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán, 13 de noviembre de 2014 141 WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder totalitario. Traducción de Francisco Presedo. Madrid, Guadarrama, 1964. 142 CARRASCO, PEDRO. ―Introducción general‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La sociedad indígena en el Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, P. 13. El único comentario, aislado, por cierto, que podría llevarnos a considerar esta posibilidad, es un párrafo en el libro de Wittfogel cuando menciona: ―En 1930 empecé a abandonar la esperanza de que en la URSS la nacionalización de todos los medios de producción más importantes podría iniciar el control popular sobre el gobierno y la aparición de una sociedad sin clases.‖ WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental…, Óp. Cit., P. 24. Pero más adelante, mostramos las citas que permiten ver el viraje a las ideas de derecha en Wittfogel. 143 Ibíd., P. 15. 49 una epidemia virulenta y agresiva‖;144 así por ejemplo mencionó que la Revolución de Octubre ―desde el punto de vista de la libertad individual y la justicia social, 1917 es probablemente el año más fatídico de la historia moderna.‖145 Wittfogel hace hincapié, sobre sus herramientas de investigación, en la revolución macroanalítica, y en que el marxismo sólo permite las explicaciones unilineales, mientras él está a favor de las explicaciones multilineales; entre los teóricos que cita como parte de su tradición de pensamiento se encuentran Newton, Montesquieu, Adam Smith, Darwin; defiende a su ―bando‖, y crítica fuertemente a los ―enemigos‖, no quedando duda de cuál es su posición política: ―Los amos del totalitarismo moderno construyen instituciones enormes, que, según dicen, nosotros no podemos emular. Y despliegan grandes e integradas ideas que dicen nosotros no podemos combatir. Tienen razón en un aspecto. Nosotros no conservamos sistemas totalitarios de poder e ideología integrados [sic.]. […] Se equivocan cuando nos creen incapaces de producir ideas grandes y estructuradas porque rechazamos el dogma impuesto por el estado [sic.]. La libertad política no es idéntica a la ausencia de acción organizada, aunque nuestros enemigos serían felices si así fuera. […] No se puede luchar nada contra nada. En una situación crítica todo vacío teórico, como cualquier otro vacío de poder, invita al desastre. No hay excusa para dejar al enemigo la victoria cuando nuestro bando posee reservas infinitas de fuerza superior. No hay excusa para dejar a los estrategas totalitarios exhibir sus doctrinas en un terreno que es legítimamente nuestro. No hay excusa para dejarles ganar la batalla de las ideas por una retirada nuestra. La investigación científica tiene sus leyes internas. Pero sólo gana el privilegio de la libertad cuando, enraizada en la herencia del pasado, afronta alerta las amenazas de un conflicto actual y valientemente 146 agota las posibilidades de un futuro abierto.‖ Roger Bartra realizó críticas de índole teóricas que tocan el quid del modelo que propone Wittfogel: En primer lugar Wittfogel desarrolló el concepto de despotismo oriental pero con los errores del marxismo, usando citas primigenias y aisladas de los trabajos de Marx, Engels y Lenin, cuando en otros trabajos darían una posición más acabada y madura sobre los modos de producción no europeos. 147 Otro ejemplo de esto es que para que el despotismo oriental se explique, se debe caer en un determinismo geográfico, pues se considera que necesariamente las sociedades que habiten en un clima seco con acceso limitado al agua, desembocan en una sociedad hidráulica despótica.148 La segunda crítica que menciona Roger Bartra, es que la caracterización de la economía del despotismo oriental es lo suficientemente vaga para que pueda ser usado con fines políticos como lo hemos visto,149 pero también como para poder caracterizar a una gran cantidad de sociedades alrededor el mundo bajo los postulados del despotismo hidráulico. Así, por el libro de Wittfogel desfilan sociedades tan alejadas en el espacio y en tiempo como Egipto, Mesopotamia, la Grecia protohistórica, Roma temprana, China antigua, India, Bizancio, Imperio Otomano, la Rusia pre-mongola, Hawái, el Perú incaico, el México azteca y tarasco, la Centroamérica maya, y más increíblemente, la 144 Ibíd., P. 20. Ibíd., P. 27. 146 Ibíd., Pp. 27-28. 147 BARTRA, ROGER. ―La teoría de la sociedad hidráulica‖, en: BARTRA, ROGER. Marxismo y sociedades antiguas. El Modo de Producción Asiático y el México prehispánico. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 142), 1975, P. 23. 148 Ídem. 149 Ibíd., P. 27. El Modo de Producción Asiático fue deformado y mutilado en sus posturas, ―para ser luego utilizadas como groseros ataques contra el marxismo y el movimiento socialista mundial.‖ CHESNAUX, JEAN. ―El modo de producción asiático‖, Óp. Cit., P. 28. 145 50 URSS, la República Popular China y los países socialistas nacidos durante la Guerra Fría. Wittfogel reduce su interpretación del Modo de Producción Hidráulico, al conflicto antiquísimo entre Occidente contra Oriente (y el mundo periférico o nooccidental),150 pues menciona como el comunismo, es en realidad un retroceso al despotismo hidráulico en donde una burocracia despótica toma control del Estado para instaurar un sistema político totalitario y organizar la producción; siendo esto una amenaza para la ―democracia‖ y la ―libertad‖ de las naciones de Occidente. Wittfogel realizó algunos comentarios para matizar su postura claramente antimarxista, pues sí bien por su pasado de militante marxista debía conocer las herramientas del materialismo histórico, en su obra no se vislumbra el uso de estas, aunque toca algunos de los aspectos de importancia. Elogió por ejemplo que ―Marx, que quizá el científico social del siglo XIX que estudió más las clases, subrayaba este aspecto del tema diciendo, que ―toda lucha de clases es una lucha política.‖‖151 Pero también lo acusó de abandonar el estudio del Modo Asiático de Producción por el hecho de que ―como miembro de un grupo que trataba de establecer un estado totalitario administrativo y dictatorial y estaba dispuesto a emplear ―medidas despóticas‖ para alcanzar sus metas socialistas, Marx, difícilmente sacaría provecho del análisis de algunas similitudes inquietantes entre el despotismo oriental y el estado de su programa.‖152 La tergiversación del marxismo y el mensaje político no pueden ser más claros por estas declaraciones y las anteriores.153 El despotismo hidráulico de Wittfogel, ―caricatura apenas reconocible del modo de producción asiático‖,154 se convirtió en una moda académica, el pasado del autor desacreditó su obra, en donde se ve a todas luces su condición de revisionista, renegado, deformador y falsificador del marxismo. Como ocurre con este tipo de modas, se pasó a la duda o al completo rechazo,155 de ahí al olvido, y finalmente al basurero intelectual. Las críticas156 hechas al materialismo histórico para investigar el pasado mesoamericano corresponden más bien a una crítica del Modo de Producción Hidráulico propuesto por Wittfogel, que al materialismo histórico como herramienta metodológica. Entre ellas se encuentran las siguientes: La primera que ha puntualizado la historiografía especializada es que se reinterpretan algunos textos marginales del marxismo para explicar a las sociedades precapitalistas; entre los más importantes se encuentra el texto de Marx de las Formen. Otra observación es el componente darwiniano, que influenció en las diferentes corrientes de investigación histórica, tales como el positivismo, y al mismo marxismo, lo cual tiene una fuerte carga ideológica respecto a Europa y los pueblos no-occidentales y precapitalistas. El mismo concepto de sociedad precapitalista -que era usado por Marx para hablar de las sociedades preindustriales- para la explicación de la sociedad como fase o etapa, implica una postura filosófica e ideológica, tiene un componente teleológico que apunta el desarrollo 150 Para Wirrfogel, las características anti-despóticas, cuasi democráticas y anti-totalitarias de Occidente están presentes desde la Grecia clásica, pasando por la Edad Media, e incluso en el Absolutismo. 151 WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental…, Óp. Cit., P. 371 152 Ibíd., P. 436. 153 Ibíd., Pp. 35-37. 154 CHESNAUX, JEAN. ―El modo de producción asiático‖, Óp. Cit., P. 28. 155 MEDINA, ANDRÉS. ―El Estado en Mesoamérica‖ en: Nueva antropología. México, Vol. VI, No. 23, México, 1984, P. 148. 156 Para las críticas sobre el materialismo histórico y el Modo de Producción Asiático para el caso tarasco, véase AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, Pp. 36-40. 51 de todas las sociedades hacia el capitalismo.157 Marx también hablaría sobre el despotismo oriental para la explicación de las sociedades de Medio Oriente y la India; se ha hecho hincapié que la forma de gobierno de sociedades mesoamericanas poco compartían con este tipo de despotismo, pero un modo de producción debe ser analizado por, valga la redundancia, la producción, y no por la geografía, técnicas o la forma de gobierno. Consideramos que si bien estas críticas son importantes, y cuestionan estos aspectos, no tienen el peso suficiente para desechar la opción de estudio de la sociedad prehispánica mesoamericana y tarasca. El materialismo histórico es una herramienta que ya ha sido utilizada en el estudio de la sociedad tarasca prehispánica. Antes de continuar, debemos hacer hincapié en que existe un sesgo historiográfico sobre el Occidente de Mesoamérica, pues se han investigado principalmente dos regiones, el Altiplano Central y la Zona Maya, destacando autores como Paul Kirchhoff (1900-1972), Pedro Armillas (1914-1984), Ángel Palerm (1917-1980), Arturo Monzón, Andrés Medina, Pedro Carrasco (19212012), José Lameiras, Brigitte Boehm (1938 -2005), Roger Bartra, entre otros. En estas áreas se han realizado abundantes trabajos cuyo enfoque teórico ha sido el materialismo histórico, pero para el caso de la antigua sociedad tarasca los trabajos que se han realizado desde esta postura, apenas si pueden contarse con los dedos de la mano. Entre los exponentes del materialismo histórico para el caso tarasco se encuentran diversos autores y trabajos. Roger Bartra por ejemplo, resaltó algunos aspectos que deben ser desarrollados desde el materialismo sobre la sociedad tarasca prehispánica. Entre estos se encuentran el uso del cobre para las actividades económicas, y la posible existencia más o menos generalizada de la propiedad privada de la tierra. Bartra también adjudica al auge de las fuerzas productivas tarascas a varios aspectos: el uso del cobre en la agricultura y artesanía, las condiciones climáticas favorables y el empleo de irrigación en cultivos, la diversificación de la economía en caza, pesca y agricultura, y a la profunda división del trabajo de las actividades económicas. Concluye con que la mayor parte de las actividades económicas giraban alrededor del tributo, sirviendo para mantener a los funcionarios y administradores, así como a las clases improductivas. Por la gran cantidad de trabajo forzado usado por el cazonci, Bartra mencionó que el modo de producción entre los tarascos estaba emparentado con el esclavismo romano, pero que el uso de metales lo acercaba más a los pueblos europeos [¡!].158 Agustín García Alcaraz (1943-1995) fue el primer autor en estudiar las ―clases‖ de la sociedad tarasca prehispánica.159 Las fuentes que usó fueron la RM, las Relaciones Geográficas, algunos códices y documentos de archivo, el resultado final es la compilación de la información dispersa contenida en estas, para crear un cuadro comprensible de la concepción de las ―clases‖. Siguiendo a la RM, la clase dominante (conformada por el cazonci, los achaecha o señores y principales, los diputados o 157 Ya se trató páginas más arriba, como el materialismo histórico no exige una sucesión mecánica de las formaciones socioeconómicas. La sucesión mecánica y teleológica de los cinco modos de producción clásicos fue convertida en dogma por el marxismo simplificador posterior a la muerte de Marx y Engels. 158 BARTRA, ROGER. ―Los tarascos. Algunas perspectivas de investigación‖ en: BARTRA, ROGER. Marxismo y sociedades antiguas. El Modo de Producción Asiático y el México prehispánico. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 142), 1975, Pp. 119-123. 159 GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, en: CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA, et. al. Estratificación social en la Mesoamérica prehispánica. 2ª edición, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría de Educación Pública, 1982, Pp. 221-244. En la primera nota a pie menciona que ―las investigaciones etnohistóricas en Michoacán se encuentran en un estado incipiente. Sobre el tema de la estratificación social prehispánica no se ha escrito nada.‖ Más adelante mencionamos que trabajos se han escrito desde entonces. 52 mayordomos y los sacerdotes) y la clase dominada (campesinos, pescadores, esclavos, artesanos, mercaderes o la ―gente común‖). Lamentablemente el trabajo flaquea en varios puntos, que se pueden comprender por el momento en que fue realizada la investigación (la primera edición del libro fue en 1976).160 Trató de seguir el modelo del despotismo hidráulico planteado por Wittfogel, pues la caracterización que hace García Alcaraz sobre el cazonci es la de este tipo de gobernantes: ―Esta fastuosa corte estaba montada en torno al representante del dios Curicaueri, cuyo poder era absoluto. El cazonci que presenta la Relación es, sin duda, muy semejante a los déspotas que ya conocemos en otros pueblos y civilizaciones. Pero este señor, al igual que aquéllos, era únicamente la personificación del despotismo y del Estado. Tenía tras de sí una burocracia enorme, en cuyos funcionarios delegaba sus poderes, éstos hacían posible el 161 sostenimiento de este despotismo en otros niveles.‖ Con esta visión del gobierno tarasco, García Alcaraz dio paso a una visión distópica de corte ―orwelliano‖ o ―huxleyano‖, pues menciona sobre la ―clase dominante‖ que ―no había, pues, rama de la economía que no estuviera directamente intervenida y controlada por el Estado. Quizá en ningún otro sector de la vida tarasca prehispánica se nota tan claramente esa intervención por medio de una burocracia que lo invadía todo.‖162 Mientras que a las ―clases dominadas‖ las presenta como ―el sector mayoritario de la población, dominado por ese sector privilegiado, constituyendo una clase a la que se controla para la producción, se le extrae el excedente del producto y que no tiene más que sujetarse a las regulaciones de aquél.‖163 Concluyó su estudio mencionado el alto grado de estratificación en la sociedad tarasca prehispánica, y que las fuentes mencionan estratos y categorías entre las dos ―clases‖ principales. Alfredo López Austin también realizó algunas observaciones sobre el mundo tarasco desde el materialismo histórico, si bien no se considera ortodoxo de ninguna corriente concreta, si considera que parte de su base teórica es marxista;164 aunque él públicamente ha declarado que usa al marxismo como herramienta y no como bandera.165 Al tratarse de un texto de divulgación, menciona rápidamente la base material de subsistencia de los antiguos habitantes de Michoacán, la tenencia de la tierra, las relaciones de parentesco y su relación con las deidades, y las relaciones sociales de producción, haciendo hincapié en la falta de fuentes para decantarse por una sola explicación para dar respuesta adecuada sobre cada uno de los tópicos. A pesar de que López Austin identificó el relato histórico de la RM como una historia oficial para reproducir el sistema que favoreció al estrato dominante sobre el estrato dominado, aceptó la interpretación de que los uacúsecha eran cazadores-recolectores nómadas, 160 Por ejemplo, el considerar que la estratificación en la sociedad tarasca tuvo su origen con las guerras que narra la RM, que los conquistadores chichimecas se habían ―culturizado‖ al entrar en contacto con los agricultores e isleños de la cuenca patzcuarense, aprendiendo a sembrar y teniendo una ascendencia guerrera que los hizo superiores a los sedentarios: ―Vemos, pues, claramente, cómo la estratificación en la sociedad tarasca, según la Relación, se originó en las conquistas, o sea en la guerra. Y cómo el grupo mejor capacitado para ello (capacidad que había adquirido durante la etapa chichimeca) fue el que pudo dominar a los demás y controlar su economía y su organización política, así como su culto [¡!]‖.GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, Óp. Cit., P. 227. Esta visión imperaría bastante tiempo, hasta que la arqueología demostró otras evidencias. 161 Ibíd., P. 233 162 Ibíd., P. 234. 163 Ibíd., P. 243. 164 POPESCU, LIVIU; MARTÍNEZ VILLARROYA, JAVIER. ―Entrevista a Alfredo López Austin‖ en: Ex novo: revista d'història i humanitats. Barcelona, 2007, Julio, núm. 4, Pp. 145-166, en: http://www.raco.cat/index.php/ExNovo/article/view/144754/196574 (Consultado 05 de febrero de 2017) 165 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. Comunicación personal. 53 considerando a los tarascos con una estructura sociopolítica menos compleja a la de otros pueblos mesoamericanos, como por ejemplo los mexicas. A pesar de esto, el trabajo de López Austin es importante porque a principios de la década de 1980, dejó los pendientes que debieron investigarse a la luz de nuevos documentos siguiendo el materialismo histórico, sin embargo como hemos expuesto, pocos fueron los autores que siguieron está postura teórica, y no se trabajaron esas líneas de investigación.166 Ulises Beltrán escribió la primera monografía de corte materialista sobre la sociedad tarasca prehispánica, tocando temas referentes a la organización social y los estratos, la organización política y la población, tenencia de la tierra y mano de obra, tributos y circulación de bienes, y el impacto a estos tópicos tras la conquista hispana.167 Beltrán dio un paso adelante al declarar que el Modo de Producción Asiático y el modo de producción hidráulico, probablemente podría explicar otras áreas mesoamericanas, pero no a los tarascos, pues la densidad demográfica, falta de obras hidráulicas dirigidas por el Estado y la no regulación del comercio por este, son las evidencias para dudar la existencia de un Estado despótico e hidráulico en el Michoacán precortesiano. Es decir, que este modelo no puede explicar la realidad tarasca, y es imposible cambiar la realidad al modelo.168 Beltrán menciona que ―el modelo general utilizado parte del supuesto de que las variables económicas ejercen gran influencia en la configuración de otras actividades sociales y, por consiguiente, se centra en los modos de asignación o distribución de los factores principales de producción –tierra y trabajo- entre los diferentes estratos sociales, así como en los modos de circulación de los recursos y la riqueza.‖169 Claudia Espejel se refirió al trabajo de Ulises Beltrán como ―aún cuando la perspectiva teórica parezca actualmente cuestionable, el trabajo de Beltrán, apenas traducido y publicado en 1994 […] es con mucho el trabajo etnohistórico más completo que se ha escrito sobre la sociedad tarasca de la época prehispánica.‖170 En 1984 Carlos Paredes escribió un breve texto dónde sintetizó la información conocida sobre el sistema tributario prehispánico tarasco, utilizando la información de la RM, algunas Relaciones Geográficas, la visitación de pueblos, la visitación de Caravajal de 1524, y estudios anteriores, caracterizó que el Estado tarasco al momento de expandirse territorialmente se vio ―…en la necesidad de imponer gobiernos locales, con personas procedentes de su propio grupo para instaurar un sistema de dominio estable tanto en lo político como en lo económico. De esta manera el Estado Tarasco ejerce su dominio sobre la población sujeta, lo cual en su expresión económica toma la forma de tributo; la extracción de bienes 166 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. Tarascos y mexicas. México, Secretaría de Educación Pública-Fondo de Cultura Económica, (SEP/80, núm. 4), 1981, Pp. 17-54. 167 BELTRÁN, ULISES, Tarascan state and society in prehispanic times: An Ethnohistorical inquiry. Tesis para obtener el grado de Doctorado en filosofía. Illinois, Universidad de Chicago, 1982. Partes de esta investigación fueron publicados parcialmente en español en BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad Tarascos‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. Óp. Cit., Pp. 45-62. Posteriormente dicha investigación fue publicada en español en su versión in extenso en BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖ en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Primera parte, Pp. 31-163. 168 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad Tarascos‖, Óp. Cit., P. 60. 169 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 31. 170 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, T. I, P. 34. 54 materiales y mano de obra será entonces uno de los renglones más importantes de la 171 economía tarasca y fuente básica de aprovechamiento para el Estado en su conjunto.‖ Carlos Paredes mencionó que los contribuyentes de productos en especie y mano de obra eran las familias purépecha o gente común de las cabeceras y subcabeceras del territorio tarasco, mientras que ―en el otro extremo de la pirámide social, se encontraba el grupo gobernante, no productor y quien tenía a su cargo la recaudación, almacenamiento y distribución de los bienes materiales recibidos como tributo y de la mano de obra también recibida como obligación tributaria. Dicho grupo no productor y no tributario estaba formado por la familia real, la nobleza, la burocracia y los sacerdotes‖;172 gracias al culto religioso pero también al cobro y distribución del tributo, el Estado tarasco legitimaba su poder. Después de mencionar a los integrantes de este ―grupo gobernante‖ como el irecha, los ocambecha y los ―diputados mayores‖, concluyó que ―desde el punto de vista de las relaciones de producción, el tributo constituía el principal vínculo entre el grupo productor y el no productor. […] El grupo gobernante, constituido por la familia real, la nobleza, la burocracia y los sacerdotes constituían el grupo privilegiado, receptor de cierta parte de los tributos y mano de obra. El sistema tributario aquí descrito contaba con un cuerpo político administrativo bien estructurado que se 173 encargaba del cobro, almacenamiento y distribución de los tributos.‖ Pedro Carrasco es otro autor que también dedicó su atención al pueblo tarasco. Carrasco pertenece a una generación anterior de estudiosos que Bartra, López Austín y Beltrán; fue discípulo de Wittfogel, por lo que se inclina más al uso del Modo de Producción Asiático, por su valor heurístico, para explicar las sociedades mesoamericanas.174 Carrasco resalta algunos aspectos vistos por Beltrán que son esenciales para tratar de interpretar la sociedad prehispánica de Michoacán: el uso de chinampas de forma no extensa ni la existencia de obras hidráulicas que justifiquen un estado centralizado. Esto es de vital importancia pues no existen evidencias que respalden la existencia de una sociedad de tipo despótico entre los tarascos, tal como la concebía Wittfogel. El análisis de Carrasco usa las herramientas del materialismo para estudiar la economía política tarasca, así dedica una parte considerable de espacio a la tenencia de la tierra y tributación, usando datos de la RM y retomando a Alonso de Zurita. Otros aspectos del modo de producción que analiza son el trabajo en las tierras públicas, el campesinado, los esclavos, actividades económicas secundarías como la pesca y la tenencia de los recursos lacustres, el mercado y el principio mercantil, y la organización política. El trabajo de Carrasco es importantísimo para el estudio de la base material de la sociedad tarasca, pues sí bien era partidario del Modo de Producción 171 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El sistema tributario prehispánico entre los tarascos‖, en: BERRERA RUBIO, ALFREDO (Editor). El modo de producción tributario en Mesoamérica. México, Escuela de Ciencias Antropológicas-Ediciones de la Universidad de Yucatán, (Analté, núm. 3), 1984, P. 183. Este texto volvió a editarse en PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El sistema tributario prehispánico entre los tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 1990, enero-junio, núm. 11, Pp. 5-12. Aquí citamos el trabajo de 1984. 172 Ibíd., P. 187. 173 Ibíd., P. 191. 174 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La sociedad indígena en el Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, P. 65. 55 Asiático, no notamos una tergiversación de la realidad para hacerla encajar en este modelo explicativo.175 De los últimos trabajos, según nuestras pesquisas, que se hicieron sobre los tarascos con corte materialista encontramos el de Víctor Antonio Acevedo Valerio. Acevedo usa las herramientas del materialismo histórico para hacer un análisis de la realidad indígena michoacana, desde el tiempo prehispánico tarasco hasta 1990, es decir, un período de tiempo de casi 700 años. Así que dedica una parte de su investigación sobre la época prehispánica. Entre los elementos analizados se encuentra la geografía prehispánica de Michoacán, los recursos naturales explotados, la tenencia de la tierra, la estructura económica del imperio tarasco, el excedente económico, el aparato estatal, que Acevedo lo ve con características despótico-tributarias, y el papel ideológico de la religión. Lamentablemente, vemos algunas deficiencias en su análisis,176 la primera es que pasa por alto toda la producción historiográfica especializada anterior a la publicación de su trabajo, dejando de lado una gran cantidad de información histórica y documental, con lo que hubiera tenido más elementos de investigación. Una segunda carencia, es el uso exclusivo de la RM y la comparación con el mundo nahua como fuentes de información, por lo que varios puntos de su investigación son inexactos y poco sustentables. Una tercera ausencia relacionada con los puntos anteriores es que no hace ni una sola referencia a los estudios de corte materialista sobre el Michoacán prehispánico de los que hemos venido haciendo mención. Aun así, el trabajo de Acevedo es importante porque nos da una interpretación materialista sobre la sociedad tarasca prehispánica, además de que incluye una serie de cuadros y diagramas de apoyo, donde se representa gráficamente la relación entre teoría y realidad investigada.177 Salvador Pulido Méndez es otro autor que ha hecho uso del materialismo histórico para interpretar la información arqueológica, respecto a las diferencias de estratificación social entre los tarascos prehispánicos, que él define como los tarascos y los tarascosuacúsecha. Después de hacer una revisión de la información arqueológica y de las diferencias culturales presentes en esta, hace uso del concepto ―clase social‖ que plantea Lenin, para tratar de identificar a las clases dominantes y clases dominadas en el Estado tarasco prehispánico. Así, conjugando la información material con las fuentes etnohistóricas, identifica el antagonismo de clase en el Michoacán prehispánico.178 Como podemos ver, el materialismo histórico no ha sido usado como herramienta de estudio para el Michoacán prehispánico con tanta frecuencia, como en otras subáreas mesoamericanas, aun así, vemos con claridad una tradición historiográfica sobre la sociedad tarasca con este enfoque. Con esta teoría y método, nosotros utilizaremos algunas herramientas de análisis que la realidad histórica que nos permitirán realizar nuestra investigación. Entre ellas se encuentran las categorías de proceso de producción, fuerzas productivas, relaciones de producción, infraestructura, superestructura, 175 Ibíd., Pp. 63-102. Cabe recordar que la investigación de Acevedo es diacrónica, y no se centra sólo en la época prehispánica, por lo que la consulta bibliográfica no podía ser más exhaustiva para un período que para otro. 177 ACEVEDO VALERIO, VÍCTOR ANTONIO. Retrospectiva Histórica, Económica de la comunidad indígena michoacana. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de HistoriaSecretaría de Difusión Cultural, 1994, Pp. 17-48. 178 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha: diferencias sociales y arqueológicas en un grupo. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección Divulgación), 2006. 176 56 estructura ideológica, estructura jurídico-política, modo de producción, formación social, coyuntura política, clases sociales y lucha de clases, etcétera.179 Algunos de estos tópicos ya han sido analizados en las fuentes existentes para explicar la sociedad tarasca, o abordados desde otras posturas teóricas Hemos optado por este método de estudio de la realidad pues ha demostrado, a lo largo de más de 150 años, toda la gama de frutos que dio, da y dará en el futuro. El materialismo histórico no da ―recetas de cocina‖ para responder las incógnitas de los acontecimientos históricos de las sociedades pretéritas, ni el materialismo histórico ni otra postura teórico-metodológica puede hacerlo, por más novísima que sea, no va a responder a las características únicas del devenir histórico de las sociedades humanas. No se trata de tergiversar la realidad para acomodarla al molde, ni de modificar el molde a la realidad, sino de observar la realidad para proponer un modelo que explique su cualidad histórica única. ―El marxismo contemporáneo ha sido, de hecho, el conjunto de debates sobre puntos medulares de la teoría, pero, sobre todo, la polémica, la tensión entre dos enfoques paradigmáticos con variadas expresiones concretas: uno, que ha seguido el camino antes mencionado del dogma y la hipóstasis, el otro, que sigue el camino de la crítica. Desde nuestras perspectiva, en este siglo XXI que empezó en 1989, es esencial proseguir esta crítica.‖180 Lamentablemente el desprestigio y detrimento académico de este método responde más a los cambios geopolíticos globales actuales, tras la caída de la URSS y el bloque socialista europeo, a las posturas teóricas al servicio del neoliberalismo y a una continua campaña propagandística, que a una verdadera crítica por parte de las ciencias y disciplinas humanas. 179 Cf. HARNECKER, MARTA. Los conceptos elementales del materialismo histórico. 59ª edición nuevamente aumentada y revisada. México, Siglo XXI editores, 1994, P. 24. 180 PANDO MORENO, ADÁN. ―Los paradigmas del marxismo‖, en: Marxismos. Revista Semestral de Educación, Política y Sociedad, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Centro de didáctica y comunicación educativa, Diciembre, año 1, núm. 2, 2012, Pp. 18-30. 57 7. LA GUERRA COMO CATEGORÍA TEÓRICA La parte central para nuestro proyecto es la guerra, que al igual que otros conceptos de nuestra investigación es difícil de trabajar debido a la multitud de aristas desde donde se ha abordado dicho fenómeno histórico. Empecemos primero con ¿Qué es la guerra? La palabra ―guerra‖ proviene de la raíz germánica werra, vocablo que significa discordia, pelea, confusión, tumulto, combate, desórdenes, perturbaciones.181 La definición más temprana de este vocablo en nuestro idioma y asentada en un escrito sistemático es la que se encuentra en el Tesoro de la Lengua Castellana o Española, obra publicada en 1611: ―GVERRA, ô gerra el conflicto de dos exercitos contrarios enemigos, que vno a otro se hacen guerra, y se matan: el Francês, y el Italiano llaman a este rompimineto de Reynos, ô Principes, ô Comunidades, vnos contra otros Guerra. Puede traer su origen de gara, que en Italiano vale pordia, contienda, brega, es nombre en España de los Antiguos, y algunos afirman ser Godo, pero entiendo tener su origen del verbo Hebreo gara, miscere litem, pugnare, contenderé, Latiê dicitur bellum. La diferencia que ay entre guerra, y batalla es, que la guerra se entiende por todo el tiempo, que no se assientan las pazes, y la batalla es vn conflito, y rompimiento de vn exercito con otro: y assi se pone esta diferencia inter bellum, & praelum, la qual se colige de Titoliuio en el lugar que dize. […] GUERRILLA, quando entre particulares ay pendencia, y enemistad formada, que acuden vnos a vna parte, y otros a otra, pero estas castigan los Principes de las Republicas seueramente. De aquí se dixo 182 guerrear, guerrero, guerreador.‖ En la primera edición de un diccionario de la RAE publicado entre 1726 y 1739, conocido como Diccionario de autoridades, se consignan 15 palabras relacionadas con guerra, y 11 acepciones de la misma: ―GUERRA. Hostilidad declarada de un Príncipe à otro, ò à alguna República, ù de una República à otra, o à otro Príncipe.; Guerra: Se toma tambien por el Arte Militar, modo y disposicion de hacerla, y por la misma profesion: y assi se dice, Machinas de guerra, Gente de guerra.; Guerra: Metaphoricamente se toma por la oposición y contrariedad que hace una cosa à otra: como el calor al frio.; Guerra: Se llaman tambien las dissensiones entre personas, y especialmente entre los domésticos; como entre Marido y mugér, parientes y criados, que riñen mucho sin tener quietúd. Guerra campal: La guerra abierta ù en el campo.; Guerra campal: Se llama tambien la oposición obstinada y descubierta entre algunas persónas.; Guerra civil. La que se hace entre los habitadóres de una misma Ciudad, República, ò Reino: como la de Mario y Syla, las de Francia y Flandes. […] Pocos años gozó Colomano del Reino, envuelto en guerras civiles, porque los mesmos Ruténos que le eligieron, divididos en parcialidades, se le rebelaron.; Guerra de entendimiento. La oposición de dictámenes, juicios y opiniones sobre alguna cosa.; Guerra galana. La que se hace solo con partidas de gente, sin empeñar todo exército.; Guerra guerra. Repeticion mui usada para exhortar è incitar à los soldados à entrar en la lid.; Guerra interior. La oposicion 183 que hacen las pasiones à la razón.‖ 181 COROMINAS, JOAN; PASCUAL, JOSÉ A. Diccionario…Óp. Cit. tomo III, 2001, P. 258; GÓMEZ DE SILVA, GUIDO. Breve diccionario…, Óp. Cit. P. 333. 182 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española. Compuesto por el Licenciado Sebastian Covarrubias Orozco, Capellan de su Magestad, Mastrescuela y Canonigo de la Santa Yglesia de Cuenca, y Consultor del Santo Oficio de la Inquisicion. Dirigido a la Magestad Catolica del Rey Don Felipe III. Nuestro Señor. Con privilegio. En Madrid, por Luis Sanchez, impressor del Rey N.S. Año del Señor M.DC. XI. Madrid, Luis Sánchez impresor del Rey, 1611, Letra G, Pp. 455 y 455v. 183 Las otras 5 palabras son Guerreador, Guerrear, Guerrero y Guerrilla, estas dos últimas con dos acepciones cada una. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Dedicado al Rey Nuestro Señor 58 Ahora bien, la RAE actualmente da cinco acepciones, y define la guerra cómo ―Desavenencia y rompimiento de la paz entre dos o más potencias‖, ―Lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una misma nación‖, ―pugna, disidencia entre dos o más personas‖, ―toda especie de lucha o combate, aunque sea en sentido moral‖ y ―Oposición de una cosa con otra.‖184 A pesar de toda esta información, la definición de guerra sigue siendo poco clara, aunque queda de manifiesto que nos encontramos ante un fenómeno violento. La violencia es otro fenómeno difícil de definir por la cantidad de aristas que puede tener, pero se puede mencionar que ―es el uso intencional de la fuerza para infligir daño corporal. Se refiere también a la totalidad de tales actos dentro de una colectividad social, o a un estado de cosas en la cual prevalecen actos violentos.‖185 ―La agresión humana es una conducta cuyo propósito es causar daño a otros, aunque algunos investigadores consideran que el comportamiento autolesivo es esencialmente similar. Se incluye desde luego el daño físico (dolor y lesión), pero algunos especialistas sostienen que este concepto debería abarcar también las conductas que tiene el propósito de infligir sufrimiento psicológico, objetivo frecuente de los chismes y del ostracismo.‖186 La violencia también puede ser directa o personal, cuando ésta es ejecutada por personas o colectivos concretos dirigidos a personas o grupos definidos, o violencia indirecta o estructural, donde no hay actores específicos y brota de la organización de un grupo aunque no haya un ejecutor concreto. La violencia también puede clasificarse según sus actores: ―De un individuo contra él mismo (suicidio); De un individuo contra otro individuo (crimen pasional); De un individuo contra un grupo (delitos contra la sociedad); De un grupo contra un individuo (la pena de muerte); De un grupo contra otro grupo (la revolución, la guerra y el terrorismo).‖187 Además también existe la violencia espontánea, como ejemplos históricos encontramos lo que sería la toma de la Bastilla, o la violencia organizada, como las guerras napoleónicas. A esto hay que agregar una violencia patológica, ―esta última puede ser provocada por alteraciones psíquicas primarias o por modificaciones anormales del funcionamiento cerebral.‖188 Dado que la violencia es un fenómeno humano tan complejo, distintas áreas del conocimiento han tratado de dar respuestas a su génesis, así tenemos tres grandes campos que han abordado esta temática, y tenemos modelos biológicos, psicológicos y socioculturales. Entre los modelos biológicos que intentan explicar la violencia y agresión a parir del estado corporal y filogenético, tenemos el modelo genetista, que menciona como la anormalidad cromosómica X Y Y predispone a ciertos individuos a ser violentos, pero no los determina; el modelo endocrinológico ha propuesto como en la experimentación humana y animal, ―los andrógenos, la progesterona y las aminas biógenas (adrenalina, noradrenalina, dopamina, serotonina y acetilcolina), contribuyen a Don Phelipe V. (Que Dios Guarde) A cuyas reales expenses se hace esta obra. Compuesto por la Real Academia Española. Tomo Quarto. Que contiene las letras G.H.I.J.K.L.M.N. Con privilegio. En Madrid: En la imprenta de la Real Académia Españóla: Por los Herederos de Francisco del Hierro, Año de 1734. Madrid, imprenta de los Herederos de Francisco del Hierro, T. IV, 1734, Pp. 93-94. Negritas nuestras y las entradas del diccionario colocadas en un párrafo. 184 ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª edición. Espasa-Calpe, España, T. II, 2010, P. 1071. 185 [JOEL WALLMAN] ―violencia‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, P. 533. 186 [Joel Wallman] ―agresión‖ en: BARFIELD, THOMAS, Óp. Cit., P. 6. 187 GÓMEZ BOSQUE, PEDRO. ―Consideraciones generales sobre la agresividad y la violencia‖, en: GÓMEZ BOSQUE, PEDRO; RAMÍREZ VILLAFÁÑEZ, AMADO (Directores). XXI ¿Otro siglo violento?. España, Ediciones Díaz de Santos, 2005, Pp. 3-5. 188 Ibíd. P. 6. 59 modular (en sentido positivo o negativo) la función de los circuitos cerebrales de los que dependen las conductas emocionales en general y las agonistas en particular.‖189 Los otros dos modelos biológicos proponen que la violencia es parte de la naturaleza del hombre, así el modelo neurofisiológico propone que ―el complejo «huída-defensaataque», están como «grabados» en la máquina nerviosa y listos para su desencadenamiento cuando lo requieran las circunstancias ambientales‖; mientras que modelo etológico propone que la violencia es una reacción automática a diversos estímulos presentes en los animales para su sobrevivencia: ―…las otras pulsiones que forman el «gran parlamento » de los instintos (búsqueda y captura de alimento, búsqueda del compañero del sexo opuesto y apareamiento, cuidado de la prole, huída, etc.), no es una «facultad» puramente reactiva. El organismo no espera, como una máquina, a que se pulse un botón disparador para ponerse en actividad sino que se introduce espontáneamente en la situación en la cual puede desarrollarse la pulsión agresiva. Dicho de otro modo, cuando el organismo no es afectado desde el exterior por estímulos agresógenos se acumula en él un potencial pulsional similar a la carga de una batería; entonces, si no se produce una situación desencadenante, desciende el umbral de 190 excitación hasta que la pulsión de agresión se descarga por motivos nimios.‖ Esta agresión intraespecífica cumpliría varias con varias funciones, como la convivencia ordenada de grupos de individuos de una misma especie en un territorio determinado, la existencia de individuos aptos para la pelea para la defensa del grupo, el establecimiento de un orden o jerarquía social, y la creación de vínculos que ayudan a dar cohesión a los grupos.191 Por otro lado, las teorías psicológicas sobre el condicionamiento de la agresión, especialmente desde el psicoanálisis, pretenden explicar la génesis de la violencia como parte de la psique humana. La hipótesis de la frustración-agresión,192 propone que la frustración es un estímulo que puede engendrar agresión, pero no es el único; el modelo de la tendencia o impulso agresivo primario, defendida por Freud, ―de acuerdo con este modelo los impulsos humanos pueden ser divididos en dos grandes grupos: los eróticos (el Eros) y los destructivos o tanáticos (Thanatos). El Eros estaría constituido por aquellas pulsiones que aspiran a conservar la vida y a unir mientras que el Thanatos (posteriormente designado con el nombre latino «destrudo») está representado por los anhelos «humanos» que aspiran de manera autónoma (independientemente de cualquier frustración) a destruir y a matar.‖193 El modelo de la falta de maduración del super-yo, propone que un super-ego fuerte es capaz de plantar cara a las tendencias agresivas, mientras que un super-ego débil está predispuesto a la violencia al no poder con las tendencias. Y el modelo del aprendizaje e imitación ―afirma que la conducta agresiva puede adquirirse meramente por la observación y la imitación de actos violentos y que no requiere necesariamente la existencia de un estado de frustración,‖ la violencia no tiene que ser real, sino que 189 Ibíd. Pp. 10-11. Ibíd. Pp. 12-13. 191 Ibíd. P. 13. 192 ―El sentimiento de frustración nace cuando un obstáculo cualquiera nos impide satisfacer un deseo o alcanzar un objetivo. Se puede comprobar que la irritación provocada por la frustración, y que se traduce en agresividad, no siempre se dirige al autor de la frustración. Por ejemplo, un subordinado vejado por su superior jerárquico, descargara su mal humor en su mujer y sus hijos.‖ BOUTHOUL, GASTON. La guerra. Traducción de Johanna Givanel. España, ediciones Okos-tau, (Colección que sais-je? [¿qué sé] en lengua castellana, núm. 44), 1971, Pp. 73-74. Cursivas originales. 193 GÓMEZ BOSQUE, PEDRO. ―Consideraciones generales sobre la agresividad y la violencia‖, Óp. Cit. P. 21. 190 60 también puede ser violencia imaginaria producto de la ficción.194 Los campos de conocimiento socioculturales también han propuesto modelos para explicar la génesis de la violencia, como la antropología, la sociología y la política, que nos ayudaran a definir la violencia de un grupo contra otro grupo, que es la de nuestro interés. Para la antropología, la guerra: ―Es la violencia mortal entre grupos. Algunos investigadores especifican que la guerra se produce entre unidades políticas o territoriales distintas, y que matar tiene legitimidad social, aunque cualquier definición de este tipo se encuentra en casos excepcionales. Suele distinguirse la guerra de las vendettas, en las cuales se producen matanzas socialmente sancionadas dentro de esas unidades, así como del homicidio, en el cual se define en general que matar es socialmente ilegítimo. Algunos teóricos separan la guerra de las incursiones, y otros restringen la ―verdadera guerra‖ a la sociedades de nivel estatal, sobre 195 todo en modelos de secuencias evolutivas.‖ Otras definiciones sobre la guerra se centran más en las sociedades modernas legalistas, aun así, hay varios elementos que retomar y pueden enriquecer este concepto, debemos por otro lado considerar, que la guerra es un fenómeno histórico que ha sido diferente a lo largo del tiempo y el espacio, por lo que no existe una definición unívoca del concepto guerra. Las definiciones de guerra por parte de la sociología196 y la política pecan de ser apegadas al derecho moderno, dejando de lado a las sociedades sin un código jurídico escrito. Una de estas definiciones pertenece a la política internacional actual, y complementa la anterior con influencia weberiana: ―Sin embargo, la guerra no se libra únicamente en el ámbito externo de los países, como un ―acto de violencia por el que los Estados ejecutan su política exterior‖, además de que reúne una serie de características, por lo que en un sentido más amplio, podemos definirá como una lucha armada, con cierto grado, sistematización y continuidad, entre colectividades humanas, por medio de la cual, cada bando pretende imponer su voluntad al 197 contrario.‖ El interés por la guerra es tan remoto como la misma y la escritura permitió documentar algunos aspectos. En los textos más antiguos de los más diversos autores y culturas, podemos ver que se hace referencia a ciertas consideraciones filosóficas sobre la guerra, así como algunos aspectos teóricos, técnicos, tácticos, estratégicos, morales o éticos, siendo los tratados militares textos especializados para el estudio de la guerra. Tan sólo en la cultura occidental, la lista de autores que han abordado el tema es sumamente amplia, pero se puede afirmar que fue hasta que Karl von Clausewitz (17801831) escribió De la guerra,198 que se sentaron las bases para el estudio científico de la misma. Clausewitz proporcionó el paradigma para entender la guerra durante más de siglo y medio hasta la aparición del poder del armamento nuclear, y a pesar de que su contexto histórico es el decimonónico posterior a las guerras napoleónicas, sus 194 Ibíd. Pp. 23-25. Ejemplos de violencia ficticia se han mencionado el cine, la televisión o los videojuegos. 195 [R. Brian Ferguson] ―guerra‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 271. 196 Guerra: ―Lucha armada entre masas humanas organizadas que se consideran soberanas políticamente y, desde el punto de vista ético, autorizadas para hacer valer sus derechos por la fuerza; derechos que según ellos no son reconocidos ni respetados por sus adversarios armados‖, PRATT FAIRCHILD, HENRY. Diccionario de Sociología. Traducción y revisión de T. Muñoz, J. Medina Echevarría y J. Calvo. 3ª impresión [de la segunda edición], México, Fondo de Cultura Económica, 2004, P. 137. 197 HERNÁNDEZ VELA S., EDMUNDO. Diccionario de política internacional. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1981, P. 72. 198 CLAUSEWITZ, KARL VON. De la guerra. Traducción de Julio Tello. 1ª reimpresión, México, Colofón, 2010. 61 observaciones permiten considerar ciertos aspectos de la guerra. Clausewitz mencionó que ―la guerra es, en consecuencia, un acto de fuerza para imponer nuestra voluntad al adversario […] La fuerza, es decir, la fuerza física (porque no existe fuerza moral fuera de los conceptos de ley y estado), es de este modo el medio; imponer nuestra voluntad al enemigo es el objetivo [el objetivo es desarmar el enemigo].‖199 Como hombre de su tiempo, Clausewitz entendió la guerra tal y como era la guerra en la primera mitad del siglo XIX, aunque sin duda era un hombre ilustrado sobre la guerra en la antigüedad, 200 y la guerra fuera de Europa, que definió como la librada entre naciones no civilizadas o salvajes. Por eso mencionó que ―la guerra de una comunidad –guerra de naciones enteras y particularmente de naciones civilizadas– surge siempre de una circunstancia política, y se pone de manifiesto por un motivo político.‖201 De aquí se desprende la máxima de Clausewitz de que ―la guerra es la mera continuación de la política por otros medios‖ y que ―…el propósito político es el objetivo, mientras que la guerra es el medio, y el medio no puede ser nunca considerado separadamente del objetivo‖.202 Clausewitz también mencionó que existen algunas cuestiones de nomenclatura, sí la guerra es ciencia o arte, y zanjó el asunto mencionando que la guerra en ciencia cuando se trata de investigar la teoría, mientras que la guerra es arte cuando se trata de la habilidad práctica, es decir, la conducción de los ejércitos en el campo de batalla, pero concluyó que ―la guerra no es ni arte ni ciencia en el verdadero sentido de la palabra…‖.203 De hecho, Clausewitz vio la guerra más como una forma de relación humana: ―decimos, en consecuencia, que la guerra no pertenece al campo de las artes o de las ciencias, sino al de la existencia social‖204, y que se relacionaba más con la economía o la política. Fue después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, y en plena Guerra Fría, que los esfuerzos por mantener la paz eran constantes, que se empezaron nuevas investigaciones sobre el fenómeno de la guerra. Gaston Bouthol (1896-1980) señaló audazmente que se han hecho propuestas para evitar las guerras sin conocer qué es dicho fenómeno, cuál es su naturaleza, sus funciones o el papel que desempeña en la Historia. Una observación importante que hizo Bouthoul es que los juristas pretenden aplicar leyes y legislar sobre algo que no se conoce, y con esas reglas pretenden detener dicho fenómeno. Ante el desconocimiento del fenómeno de la guerra, Bouthoul se 199 Ibíd. Lib. I, Cap. I, P. 9. Información entre corchetes nuestra. Para Clausewitz, el estudio de la guerra a lo largo de la Historia, tenía por objetivo perfeccionar el conocimiento teórico de la primera, y ―cuanto más retrocedemos, a medida que se hace más árida y pobre en detalles, menos útil se vuelve la historia militar. La historia menos útil y más estéril necesariamente debe ser la de los tiempos antiguos. Pero esta inutilidad no es por cierto absoluta; se relaciona sólo con esos asuntos que dependen del conocimiento de detalles minuciosos o con aquellos en que han cambiado el método de conducción de la guerra.‖ Ibíd. Lib. III, Cap. VI, Pp. 117-118. 201 Ibíd. Lib. I, Cap. I, P. 23. 202 Ibíd. Lib. I, Cap. I, P. 24. Lenin, que opinaba sobre Clausewitz como ―uno de los más célebres escritores de filosofía e historia de las guerras‖, compartió este aforismo pero agregándole la visión marxista: ―La guerra es la continuación de la política por otros medios. Toda guerra va inseparablemente unida al régimen político del que surge. La misma política que una determinada potencia, una determinada clase dentro de esa potencia mantiene durante un largo período de tiempo, antes de la guerra, la continúa esa misma clase, fatal e inevitablemente, durante la guerra, variando únicamente las formas de acción.‖ Un poco antes menciona como ―…es el carácter de clase de la guerra, sus causas, las clases que la sostienen, las condiciones históricas e histórico-económicas que la han engendrado.‖ LENIN, VLADIMIR ILICH. ―La guerra y la revolución‖, en: LENIN, VLADIMIR ILICH. La guerra y la revolución [Antología]. México, Editorial Roca, (Colección ―r‖, núm. 2), 1972, Pp. 13 y 11. 203 CLAUSEWITZ, KARL VON. Óp. Cit. Lib. II, Cap. III, Pp. 91. 204 Ídem. 200 62 propuso iniciar su estudio sistemático, acuñando el neologismo Polemología (del griego polemos, guerra, y logos, tratado).205 Así nombró los rasgos que caracterizan la guerra: 1- La guerra supone la lucha contra ―un enemigo activo y organizado, implica reciprocidad de acción voluntaria.‖ 2- La guerra es un fenómeno de carácter colectivo que se diferencia de otros actos individuales de violencia. Mientras un crimen individual es motivado por un elemento subjetivo y se realiza por un interés privado, la guerra se hace al servicio de los intereses de una colectividad y llevado a cabo por ésta. Se pueden dar objeciones a esta apreciación, pues es difícil distinguir entre la finalidad y los motivos de los actores guerreros. 3- La guerra tiene un carácter jurídico, es un ―contrato, puesto que no hay guerra propiamente dicha que no esté regida por unas reglas más o menos precisas y por un derecho formal o habitual‖. 206 Con estos elementos, Gaston Bouthol propuso una definición del concepto guerra desde la polemología, pero advirtió que ―una definición exhaustiva […] supondría un conocimiento perfecto de este fenómeno y estamos muy lejos de ello‖:207 ―la guerra es una lucha armada y sangrienta entre agrupaciones organizadas […] es una forma de violencia que tiene como característica esencial ser metódica y organizada respecto a los grupos que la hacen y la forma como la dirigen. Además, está limitada en el tiempo y en el espacio y sometida a unas reglas jurídicas particulares, extremadamente variables según los lugares y las épocas. Su última característica es la ser sangrienta, ya que, cuando no comprende la destrucción de vidas humanas, es un conflicto o un intercambio de amenazas.‖208 La historia de los acontecimientos insignes realizados por personajes extraordinarios entró en decadencia junto a la historia militar, después de la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial. Es durante la década de 1960 y con los cambios paradigmáticos en las diversas corrientes historiográficas, entre las más importantes se incluían el marxismo, los anales y el estructuralismo, así como las críticas posmodernas desde la ―nueva historia‖, como el giro lingüístico, la historia cultural y las mentalidades, que la historia militar se separó de la historia política, y es abordada desde nuevas perspectivas y enfoques multidisciplinarios. Con ésta ―nueva historia‖ se empieza a poner menos atención a las clases sociales dominantes para iniciar estudios en las clases subalternas, por lo que la historia ya no sólo se encargaba de investigar las ideologías, instituciones o sociedad en su conjunto, sino también la vida cotidiana de otros actores sociales, como las mujeres, ancianos y niños. Este nuevo abanico permitió que se ampliaran los temas de historia militar, ya no sólo era la historia de los grandes estrategas y estadistas, sino de los soldados rasos, la propaganda, el espionaje, el arte creado en los momentos de la guerra, las enfermedades y heridas de 205 ―En otra obra hemos propuesto dar el nombre de Polemología al estudio científica del fenómenoguerra, considerando como un fenómeno social, para distinguirla de la ciencia de la guerra, tal como se enseña en las escuelas militares y en los estados mayores.‖ BOUTHOUL, GASTON. Óp. Cit. P. 6, nota a pie núm. 2. La palabra polemología esta aceptada por la RAE, y es definida como ―Estudio científico de la guerra como fenómeno social.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. 206 BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit. P. 30-32. 207 Ibíd. P. 30. 208 Ibíd. P. 35. 63 los combatientes, la desmovilización, los medios de comunicación, o el papel de la mujer en la guerra. Además la cantidad de fuentes se acrecentó enormemente durante el siglo XX para estudiar los conflictos armados de esa centuria, y aparecieron nuevas metodologías para estudiar la guerra, como la arqueología de los campos de batalla, el uso de modelos de simulación de ―juegos de guerra‖, la microhistoria, la prosopografía, el método comparativo, así como un nutrido diálogo multidisciplinario, con la antropología, sociología, psicología, literatura, lingüística, que han enriquecido notablemente el conocimiento dentro de la historiografía militar.209 La siguiente pregunta ¿Cuándo surgió por primera vez la guerra?, también presenta complicaciones, pues las evidencias de esta son fragmentarias; pero es elemental intentar dar respuesta a esta cuestión para conocer este fenómeno, pues coloca las bases para estudiar sus causas. La guerra se desarrolló en diferentes épocas en las diversas latitudes; algunos han querido ver las evidencias más remotas de violencia mortal entre grupos, en un yacimiento en el Valle del Nilo, hace 14000 años, con los primeros grupos humanos con un estilo de vida semisedentario, aunque estos restos no son aceptados por todos los investigadores como la evidencia más temprana de guerra; en otras partes del mundo la guerra surgió junto con la aparición de las primeras aldeas.210 En la parte septentrional de Iraq, se encuentran las evidencias arqueológicas aceptadas como guerra más antigua y datan del 8000 a. de n.e.. Para las regiones de Europa Central, los restos se datan en el 5000 a. de n.e., en China son de 3000 a. de n.e., mientras que en Sudamérica se calcula que son de 3000 a. de n.e..211 Para el caso mesoamericano, podemos encontrar muestras de militarismo durante el Preclásico, de los años 2500 a. de n.e. al 100 d.n.e.,212 con una larga tradición militar que se desarrolló desde los olmecas arqueológicos hasta la llegada de los europeos en el siglo XVI.213 La evidencia arqueológica que permite documentar la presencia de la guerra se encuentra en las huellas en los restos óseos, asentamientos, armamento y arte. 214 Las evidencias en los restos humanos son un buen indicador de la práctica guerrera en las 209 BORREGUERO BELTRÁN, CRISTINA. ―La historia militar en el contexto de las nuevas corrientes historiográficas. Una aproximación‖, en: Manuscrits. Revista d‟Història Moderna. Barcelona, Universidad Autónoma de Barcelona-Departamento de Historia Moderna y Contemporánea, Vol. 34, 2016, 145-176. 210 [R. Brian Ferguson] ―guerra‖, en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 271. 211 SOUZA, PHILIP DE. ―Introducción: la terrible marca de la guerra‖ en: SOUZA, PHILIP DE (Editor). El mundo antiguo en guerra. Una historia global. Traducción de Manuel Villanueva Acuña. España, Ediciones Akal, (Grandes temas, núm. 9), 2008, Pp. 7-8. 212 Durante este período ―es donde podamos comenzar a reconocer algunos indicadores arqueológicos de la práctica de la guerra. Parte de estos indicadores pueden estar registrados en los monumentos escultóricos, piezas cerámicas con la representación de guerreros armados, o bien en los instrumentos líticos y de madera como evidencia directa de su armamento. También parte de este registro puede estar presente en sus construcciones que permiten explicar algunos aspectos del arte de la poliorcética mesoamericana como son palizadas, fosos, sitios fortificados o asentamientos localizados en zonas estratégicas de defensa ubicadas en las zonas altas de los cerros. La antropología física también puede proporcionar datos a partir de la evidencia de restos óseos con huellas de violencia tema que aún está en proceso de desarrollo.‖ CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento vislumbrados… Óp. Cit. P. 122. 213 HASSIG, ROSS. ―Mesoamérica de los olmecas a los aztecas‖ en: SOUZA, PHILIP DE (Editor). Óp. Cit., Pp. 275-293. 214 Esto no significa que estos materiales arqueológicos seas fáciles de analizar, sino todo lo contrario, existe una gran cantidad de interpretaciones que se les pueden dar. Aunque la guerra puede ser más antigua que las fechas dadas, es precisamente para esas fechas que se tiene seguridad arqueológica de que la guerra era practicada por las sociedades de esas partes del mundo. FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: SOUZA, PHILIP DE (Editor). Óp. Cit., P. 15. 64 sociedades prehistóricas, como lo son puntas de flechas incrustadas, fracturas en cráneos hundidos, huesos rotos sin soldar, cuerpos insepultos o enterramientos en masa, pero estas evidencias pudieron deberse a otros factores, como accidentes de caza, luchas rituales, violencia doméstica, asesinato o sacrificio. También los restos de asentamientos son excelentes indicadores sobre la guerra, como es el aglutino de las viviendas, asentamientos en colinas o riscos, muros y emplazamientos defensivos, atalayas o destrucción de un poblado, pueden ser evidencias de presencia de conflicto armado. Pero la presencia de estas características en los asentamientos pueden deberse por la necesidad de protegerse contra los depredadores, indicar la categoría de un pueblo, o un incendio causado por un accidente, además, sí un poblado se encontraba en un territorio seguro, no tenía necesidad de fortificarse sí la guerra se practicaba más allá de su hinterland.215 La presencia de armamento es otro de los elementos que nos permiten estar frente a indicios de violencia mortal, lamentablemente es sólo hasta el armamento especializado, es decir, el diseñado específicamente para matar otros seres humanos, que podemos estar seguros de la presencia de la guerra, pues una lanza o el arco y flecha, sirven como herramientas, tanto para cazar, como para guerrear. El arte rupestre también es una excelente fuente para documentar la guerra, pero la datación del soporte, así como la idea que se trató de representar (puede ser una escena de guerra o un ritual, incluso una danza) impide un fechamiento apropiado para identificar la época en que fue elaborado.216 La cuestión sobre cuando se originó la guerra ha propiciado varias posturas. Desde la arqueología se encuentran por lo menos tres, los que aceptan su existencia desde tiempos inmemoriales; los que aceptan las fechas dadas como inicios de este fenómeno, considerando a la guerra como contraposición de una época anterior de paz; y los que se mantienen en un punto medio, aludiendo que las fuentes no permiten investigar más atrás en el tiempo, pero no descartan que no haya existido mucho antes.217 En otros campos de conocimiento, como la filosofía, por lo menos en la cultura occidental,218 se mantienen dos posturas opuestas: una pesimista y misantrópica que asegura que la guerra es inherente al ser humano, que ha existido siempre y está en su naturaleza,219 y otra que considera que la guerra es una práctica cultural, con un desarrollo histórico determinado donde la paz existió antes de la guerra. Esta última postura abreva en gran parte, de una larga tradición teológica donde se presenta un pasado cuasi comunista de inspiración edénica, justo antes del pecado mortal de Adán y Eva, así como el asesinato de Abel por parte de Caín. 220 El mismo materialismo 215 ―Hinterland: éste término alemán, muy empleado en economía, significa las tierras que rodean una ciudad o zona, de las que ésta puede abastecerse. [T]‖. HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI. Traducción de Juan José Utrilla. México, Alianza Editorial Mexicana, 1990, nota a pie, P. 13. Corchete original. Sobre el por qué las capitales de las entidades políticas al momento del contacto no contaban con sistemas defensivos, véase apartado sobre la poliorcética mesoamericana en el capítulo III de esta investigación. 216 FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖, en: Óp. Cit., Pp. 15-16. 217 Ibíd. P. 16. 218 Fue durante el siglo XIX que se lograron avances importantes en diversos campos del conocimiento, para ver un estudio en el campo de la filosofía y sus estudios sobre la guerra, Cf. GALLIÉ, WALTER BRYCE. Filósofos de La Paz y de La Guerra: Kant, Clausewitz, Marx, Engels y Tolstoi. 1ª reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, (Breviarios núm. 289), 1985. 219 Esta idea de que el pasado de la humanidad fue muy violento, se debe a que ―en el pasado [de la investigación arqueológica], los daños óseos post mórtem a menudo incorrectamente identificados como una prueba de violencia, un error que dio lugar a suponer escenarios muy sanguinarios en la prehistoria humana.‖ FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 16. 220 Un buen ejemplo de esta idea es la que puso Miguel de Cervantes en boca de Don Quijote en su famoso ―Discurso de la Edad de Oro‖: ―Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos 65 histórico ha sido criticado de abrevar de este pensamiento, Louis Althusser (1918-1990) por ejemplo, dentro de sus tesis sui generis sobre el marxismo, menciona que el materialismo histórico desarrollado por Marx, Engels y Lenin, ―como todo materialismo de la tradición racionalista es un materialismo de la necesidad y de la teleología, es decir, de una forma disfrazada de idealismo.‖221 Esto se desprendería de que al igual que esta postura filosófica, el materialismo histórico concibe un Origen, Sentido, Causa, Razón o Fin en la Historia. Así pues, se lee el estadio del comunismo primitivo, como una época en la historia humana donde la propiedad era colectiva, igualitaria y autosuficiente, y después de un pecado original (propiedad privada acumulada por unos cuantos) y la redención (revolución proletaria), se llega al estadio idílico del comunismo. Esta crítica por supuesto que hay que matizarla, pues en los escritos que dejaron Marx y Engels, la imagen idílica del comunismo primitivo no existe, y sobre la imagen del comunismo como un paraíso terrenal, ellos mismo declararon que era demasiado temprano como para saber a ciencia cierta cómo sería la ―sociedad socialista‖ en ese estadio.222 Nosotros nos posicionamos en esta última, pues si bien la idea de un pasado ―pacífico‖ tiene sus orígenes en la teología cristiana, la Historia ha demostrado como la guerra ha cambiado drásticamente en los 10000 años de los cuales se tiene registro, observándose una oposición paz-guerra. Como hemos mencionado, la definición de guerra es fundamental, pues no es lo mismo un enfrentamiento entre dos bandas de homínidos luchando por una presa, que un individuo en una instalación militar subterránea, presionando un botón para lanzar un misil balístico intercontinental, con capacidad de matar a millones de personas al otro lado del mundo. No es lo mismo la guerra primitiva, la guerra en las sociedades pre-estatales y estatales, ni es lo mismo en los diferentes modos de producción que existieron y existen. Así, la tercera pregunta importante para entender este fenómeno entonces es ¿Cuáles son las causas que provocan la aparición de la guerra? Dar una explicación del origen es sumamente complejo, diversas doctrinas y escuelas de pensamiento han pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes: a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo. […] Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre; que ella sin ser forzada ofrecía, por todas las partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían. […] No había la fraude, el engaño ni la malicia mezcládose con la verdad y llaneza. La justicia se estaba en sus propios términos, sin que la osasen turbar ni ofender los del favor y los del interese, que tanto ahora la menoscaban, turban y persiguen. La ley del encaje aún no se había sentado en el entendimiento del juez, porque entonces no había qué juzgar ni quién fuese juzgado. […] Y ahora, en estos nuestros detestables siglos, no está segura ninguna [doncella], aunque la oculte y cierre otro nuevo laberinto como el de Creta…‖. CERVANTES SAAVEDRA, MIGUEL DE. Don Quijote de la Mancha. Estudios de Mario Vargas Llosa y Francisco Ayala; Edición y notas de Francisco Rico. 6ª reimpresión, México, Real Academia Española-Alfaguara, (Edición del IV centenario), 2004, Primera Parte, Cap. XI, 97-99. Cursivas originales, información entre corchetes nuestra. 221 Cf. ALTHUSSER, LOUIS. Filosofía y marxismo. Entrevista por Fernanda Navarro. México, Siglo XXI, 1988, P. 33. 222 ―[Carta de] Engels a Conrado Schmidt, Berlín, 5 de agosto de 1890‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, 1975, T. III, P. 511. 66 tratado de encontrar las respuestas a esta interrogante desde tiempos remotos.223 Conociendo las condiciones históricas en las cuales se desarrolló la guerra, podemos tener ciertas nociones sobre sus orígenes, cuál es su contexto y por qué se produce. La realidad arqueológica e histórica nos muestra un proceso complejo, que nos impide en pensar en una teoría simplista sobre las causas y orígenes de la guerra: ―Si comparamos algunas situaciones a lo largo del mundo, varios hechos aparecen una y otra vez antes o en el momento de que se desarrolle la guerra. Más que la causas de la guerra, pueden considerarse como precondiciones que hacen su inicio o su intensificación más probables. Estas precondiciones no son independientes, muchos vínculos causales conectan unos con otros. Pero cuando varias de ellas coinciden, se asientan las bases para 224 que cualquier chispa desate finalmente el fuego.‖ Sin embargo, siguiendo dentro de nuestra corriente de estudio, consideramos que la mayoría de las causas de las guerras en el mundo antiguo hasta las sociedades precapitalistas pertenecen a la base material de la realidad (ya sea por los factores geográfico-ecológicos, de la economía, demografía o tecnología) que determinan en última instancia, todas las instituciones y organización de los grupos humanos (etnología, psicología, política, religión); conociéndolos, tendremos un panorama de las causas que la provocan, y atendiendo ―el hecho de que en la guerra, los efectos rara vez proceden de una sola cusa, sino de varias causas unidas…‖.225 R. Brian Ferguson, revisando los casos donde está presente la violencia mortal entre grupos en el registro arqueológico, destaca cuatro precondiciones que son constantes,226 a las cuales agregamos otras dos que nos parecen importantes, y que nos dan un cuadro más amplio del fenómeno: A- En las sociedades de cazadores-recolectores, el entorno geográfico dónde subsisten, el territorio es el principal motivo por el que puede haber conflicto entre los diferentes grupos humanos. Marx menciona por ejemplo que ―en la tierra de caza de las tribus indias salvajes de América: la tribu considera a cierta región como su zona de caza y reafirma esto por la violencia frente otras tribus o trata de expulsar a otras tribus de la región que ella misma reclama.‖227 1- El sedentarismo es una precondición importante para que se desate la guerra, aunque los restos materiales comprueban que la guerra era practicada mucho antes de la agricultura o la civilización. Con el sedentarismo también ocurren otros fenómenos importantes, cómo lo es el aumento de la densidad demográfica, y que gracias a ella, se pueden librar guerras donde no peligre la supervivencia del grupo, al existir un excedente poblacional que puede dedicarse a esta actividad. El sedentarismo también propicia la aparición de la posesión y propiedad, y con la aparición de esta, se hace necesario proteger los medios de subsistencia.228 El sedentarismo 223 Recordemos que si bien existen textos históricos donde se mencionan acciones militares, no fue hasta la cultura griega clásica en que Heródoto de Halicarnaso, se propuso a escribir sus Historias ―para que no se desvanezcan con el tiempo los hechos de los hombres, […] y, sobre todo, la causa por la que se hicieron la guerra.‖ HERÓDOTO. Óp. Cit., Lib. I, proemio, P. 3. 224 FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 24. Cursivas nuestras. 225 CLAUSEWITZ, KARL VON. Óp. Cit., Lib. II, Cap. V, P. 98. 226 FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., Pp. 25-27. 227 MARX, KARL. Formen, P. 88. 228 ―La guerra es entonces la gran tarea común, el gran trabajo colectivo, necesario para ocupar las condiciones objetivas de la existencia vital o para proteger y eternizar la ocupación de las mismas.‖ ―Por 67 también supone el almacenamiento de alimento, lo que puede ser atractivo para otros grupos humanos, aunque el ganado229 de las sociedades de pastores nómades tiene el atractivo de que puede ser fácilmente transportado, al poseer su propia capacidad de moverse. 2- Otras precondiciones se relacionan con la organización social, pues parece que con la segmentación de la sociedad en linajes o clanes, influye notablemente en la aparición de la guerra. Con estos grupos se provee la base de guerreros, así como la creación de identidades colectivas, que legitiman el asesinato contra otros individuos (las evidencias más tempranas indican que grupos de una misma cultura o similares, se hacían la guerra). La guerra tiene sus máximos exponentes en las sociedades donde existe una división del trabajo compleja, la jerarquía tiene importancia política, y el papel de los líderes es de gran peso, pues se ha observado etnográficamente, que los jefes más humildes manipulan los esfuerzos de la guerra para adquirir cierto estatus, ―no siempre pasa, pero con frecuencia los líderes promueven la guerra porque la guerra favorece a los líderes…si la ganan.‖230 (Ver Cuadro 1). 3- El comercio a larga distancia, especialmente el de los bienes de prestigio, suntuarios y de lujo, genera concentración de riqueza que puede ser monopolizada por un grupo o sujeta a saqueos. Las rutas comerciales proporcionan grandes beneficios a quienes las controlan, y permiten exigir tributos o dominar el comercio, así como ejercer influencia en puntos geográficos alejados, pero este control de las vías de comercio debe ser protegido de ataques. 4- La guerra parece nacer o intensificarse ahí dónde ocurre un gran desastre ecológico, que puede ser por causas naturales, como disminución de lluvias, desborde de un río, inundación en tierras cercanas al mar, que provocan la escasez de alimentos y el reajuste de la población. También pueden tener un origen antropogénico, es decir, cambios en el medioambiente producidos por la actividad humana, como lo son la degradación del suelo por la sobreexplotación agrícola, pastoril o forestal, así como obras hidráulicas, que modifican el paisaje de forma importante. ―La guerra intensa asociada con cambios negativos de tipo ecológico parece haberse extendido en muchas zonas, lo que debería alarmarnos en lo referente a nuestro actual medioambiente global.‖231 B- La guerra también puede tener motivaciones religiosas, raciales o simbólicas, que también tienen su origen en la base material, aunque se desarrollan en las relaciones existentes de la superestructura. Así muchos conflictos del pasado y presente han tenido motivaciones religiosas o eso es la guerra uno de los trabajos más originarios de todas estas entidades comunitarias naturales, tanto para la afirmación de la propiedad como para la nueva adquisición de ésta.‖ Ibíd., P. 71, 88. Cursivas originales. 229 ―En este caso, de lo que hay apropiación y reproducción es de hecho el rebaño y no de la tierra, la que no obstante, es siempre utilizada temporalmente, en forma colectiva, en los puntos en que se hace alto.‖ Ibíd. P. 88. 230 FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 26. 231 Ibíd. P. 27. 68 ideológicas, porque éstas están revestidas de determinados significados que son necesarios defender y reivindicar ante los otros. Estas son las precondiciones identificadas con las cuales la guerra se ha hecho presente en diferentes tiempos y latitudes. El materialismo histórico ha explicado las causas de la guerra desde su perspectiva materialista, considerando algunas de las precondiciones ya mencionadas. Aunque la causa principal de su origen es atribuida, en última instancia, a un factor económico, en este caso a la aparición de la posesión o propiedad de los medios de producción, que tiene gran impacto en la organización social, pues aparecen las clases. Así, la guerra es producto de la lucha que existe entre diferentes grupos de interés, lucha que trata de evitarse con la máquina estatal, de impedir la lucha de clases para permitir a una dominar a las otras. 232 R. Brian Ferguson se pregunta entonces, ―sí hubo un tiempo anterior a la guerra, ¿cómo es qué ésta se volvió tan común?‖233 Ésta pregunta la responde explicando otras cuatro coyunturas históricas que provocaron la continuación de la práctica bélica: 1- Como hemos visto, ―la guerra comenzó en más lugares en cuanto las precondiciones enumeradas antes se hicieron más habituales.‖234 Gracias a estas, las tradiciones guerreras sui generis de Oriente Medio, China, Mesoamérica, Andinoamérica y el Pacífico Sur, mantuvieron una constante durante varios milenios, teniendo un desarrollo histórico permanente. 2- ―En segundo lugar, la guerra se difunde. En Japón, la guerra fue importada por pueblos procedentes de Corea. En Norteamérica, las jefaturas guerreras del Mississippi se extendieron por medio oeste y este. Por su parte, los navegantes polinesios llevaron consigo una cultura de la guerra a los nuevos territorios.‖235 3- La aparición de los Estados también fue un aliciente para que se propagara la guerra. Si bien la guerra se ha practicado por sociedades con diferente organización social, es en las sociedades de tipo estatal en que dicho fenómeno muestra sus características más complejas. Los Estados emprenden guerras para aumentar su influencia sobre vastos territorios, lo que provoca una reacción de defensa de sus vecinos, difundiendo la práctica de la guerra. Además los Estados controlan rutas de comercio, y como se ha mencionado, estas tienen un alto valor económico que es protegido por fuerzas armadas. También la Historia ha sido testigo de cómo la caída de un 232 ―La guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la forma más alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, Estados o grupos políticos, cuando estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su desarrollo.‖ TSE-TUNG, MAO. ―Problemas estratégicos de la guerra Revolucionaria de China‖ en: TSE-TUNG, MAO. Obras Escogidas de Mao Tse-tung. Pekín, Ediciones en lenguas Extranjeras, tomo I, 1968, P. 195. Ross Hassig considera el mismo origen, pero sin clave marxiana en nuestra área cultural de estudio: la ―…guerra sistemática [en Mesoamérica], que se dio solamente tras el establecimiento de las comunidades. La acumulación de bienes llevaba aparejada la necesidad de defenderlas, lo que permitió el surgimiento de dirigentes poderosos.‖ HASSIG, ROSS. ―La guerra en la antigua Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 32-40. Información entre corchetes nuestra. 233 FERGUSON, R. BRIAN. ―La guerra antes de la historia‖ en: Óp. Cit., P. 27. 234 Ídem. 235 Ídem. 69 Estado, puede abrir la puerta a cruentos periodos de lucha entre facciones o grupos de poder.236 4- Una última circunstancia histórica está relaciona con el expansionismo europeo por todo el orbe. Contrario a la creencia de que Europa cultivó los valores de la paz a los ―salvajes‖ no-occidentales, los primeros contactos, lejos de ser graduales como ocurría con los antiguos Estados, fueron rápidos y traumáticos. Los europeos impusieron en las enormes regiones exploradas su forma de vida, sistemas de creencias, modos de producción, mercados y ―sus técnicas militares y su tecnología, [que] con el tiempo, transformó de modo radical los modos de hacer la guerra indígenas. […] Todos estos factores crearon una ola creciente de guerra que se estendió [sic.] mucho más allá que la colonización real, y que con demasiada frecuencia ha sido confundida con un modelo anterior a ese contacto.‖237 Estas cuatro pautas explican que la guerra es antigua, pero también por qué se ha extendido por la mayoría de las sociedades, independientemente de su organización social, cultura o etnia, en los últimos 10000 años, desde su plena identificación en el norte de Iraq. Pero estos 10000 años de guerra documentada en el registro arqueológico e histórico, muestran también un panorama de que en la Historia, preceden cantidades de tiempo mayor de paz, en que la humanidad no practicaba la violencia mortal entre grupos que los expertos definen como ―guerra‖.238 Ahora que conocemos cuándo, en qué condiciones surgió y por qué continuó desarrollándose, debemos revisar cuales son los factores y características más importantes para poder comprender este fenómeno (Ver Cuadro 2). Características económicas de la guerra. Las sociedades que emprenden una guerra deben de prevenirse en diversos aspectos económicos. La actividad bélica plantea problemas de financiación o de producción de acumulación importantes. La infraestructura económica para realizar una guerra es impresionante: se requiere de una acumulación previa de alimentos para la sobrevivencia del grupo, tanto para los encargados de practicar la violencia mortal, así como la de los no combatientes; se necesita producir todo lo necesario para el combate como el armamento, transporte, equipamiento, etcétera. También se precisa de administrar la mano de obra, pues se desplaza a parte de ésta para dedicarse a las actividades militares, desatendiendo las actividades productivas. La guerra es una actividad de lujo, ya que sólo puede prepararse con los excedentes. Esta preparación económica es más acentuada en las sociedades organizadas bajo el Estado, pues éste tiene que mantener cierto número de combatientes, técnicos y obreros, cuya misión es prepararse para el ataque o defensa. Incluso vemos como en este tipo de sociedades se dedica parte de la producción para las actividades guerreras, este excedente es llamado 236 Existen varios ejemplos históricos, por ejemplo, con la caída del Imperio Romano de Occidente y la irrupción violenta de las tribus bárbaras, se inició la formación de los reinos románico-germánicos, antecedentes inmediatos de los reinos medievales. Un ejemplo contemporáneo es el desmembramiento de Yugoslavia, que tras el colapso del sistema socialista se desintegró hasta en seis naciones diferentes a través de una cruenta guerra civil, proceso que dio origen a la palabra ―balcanización‖. En la Historia de Mesoamérica también encontramos este tipo de fenómenos, cuando las capitales del Clásico cayeron, se entró en un era de fragmentación política y auge del militarismo, conocida como Epiclásico, que culminó con las sociedades militaristas del Posclásico. 237 Ídem. 238 Ídem. 70 presupuesto o tesoro de guerra; Para el caso tarasco podemos recordar las ―trojes de guerra del cazonci‖, lugares donde se almacenaba el excedente de bastimentos, armamento y atavíos, para ser consumidos en la guerra por las huestes del supremo gobernante tarasco. Bouthoul resume así estos aspectos: ―Toda guerra es, desde cierto punto, una empresa económica, empieza por una acumulación de capital, de moneda o de materiales. Y, a medida que su terreno se va ampliando y que se va haciendo más vasta y más sabia, los medios económicos puestos en 239 juego, así como los fondos empleados, van haciéndose más considerables.‖ Las guerreas también traen consigo consecuencias económicas. En la guerra existe un consumo acelerado, donde se destinan enormes cantidades de recursos para sostener la guerra. ―Cuando llega a su fin, provoca unos desplazamientos de riquezas, por el mismo hecho de que divide a los beligerantes en vencedores y vencidos.‖240 Aspectos demográficos de las guerras. El aspecto demográfico es muy importante, ya que el homicidio colectivo, organizado y finalizado, es la esencia de toda guerra. Gaston Bouthoul enumera tres efectos importantes que impactan en la demografía de los beligerantes. En primer lugar, la guerra provoca el aumento de la mortandad (menos para el vencedor que para el vencido).241 En segundo, la guerra sería una institución destructora voluntaria, cuyo fin es extirpar del grupo cierto número de individuos para mantener el equilibrio biológico o relajación demográfica.242 El tercer caso es que la mayoría de las bajas en combate son esencialmente hombres jóvenes, es una tradición militar muy antigua y difundida que este sector de la población soporte la mayor carga del conflicto. 243 Un excelente 239 BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., P. 36. Ibíd. P.40. 241 Esto no siempre ocurre en la Historia, a veces los vencedores pierden más de lo que ganaron, el ejemplo más conocido, y qué es origen del adjetivo ―pírrico, pírrica‖, teniendo tres definiciones por la REA como ―1-Dicho de un triunfo o de una victoria: Obtenidos con más daño del vencedor que del vencido‖; ―2-Conseguido con mucho trabajo o por un margen muy pequeño‖; ―3-De poco valor o insuficiente, especialmente en proporción al esfuerzo realizado‖; ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]; cuyo origen se encuentran en la Antigüedad Clásica con el rey Pirro de Epiro, quién en el año 279 a. de. n. e., libró la Batalla de Ásculo, perdiendo 3500 efectivos contra 6000 romanos: ―Con los dos ejércitos retirados, es fama que Pirro contestó lo siguiente a uno de los que habían acudido a felicitarle: «Una victoria más sobre los romanos y estaremos completamente perdidos». No en vano había perdido buena parte del ejército que había llevado consigo, así como a todos sus amigos y generales, excepción hecha de unos pocos, a los que no era posible reemplazar por otros; veía además que sus aliados de allí daban señales de agotamiento, mientras que a los romanos, cuyo campamento se iba llenando de hombres rápida y fácilmente como si de una fuente que manara desde el interior de la ciudad se tratara, con las derrotas no les flaqueaba el valor, sino que, por el contrallo, la ira les confería incluso nuevos bríos y ambición de cara a la guerra.‖ PLUTARCO. Vidas paralelas IV. Introducción, traducción y notas de Juan M. Guzmán Hermida y Óscar Martínez García. España, Gredos, (Biblioteca Clásica Gredos núm. 356), 2007, P. 240. Un ejemplo contemporáneo sobre una guerra ganada con grandes pérdidas, es la que libró la URSS en la Segunda Guerra Mundial contra el fascismo, pues sí bien al terminar obtuvo un estatus de ―superpotencia‖ que sólo compartió con los EUA, la URSS perdió a más habitantes y bienes materiales que las derrotadas Alemania y Japón juntas, iniciadoras de la guerra. THOMSON, DAVID. Historia mundial de 1914 a 1968. Traducción de Edmundo O‗Gorman. 10ª reimpresión [de la 2ª edición], México, Fondo de Cultura Económica, (Breviarios núm. 142), 1992, Pp. 202-203. 242 BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., Pp. 50-58. Entre otras ―instituciones destructoras‖ cuyo fin también es la ―relajación demográfica‖, Bouthoul cita el infanticidio directo, el infanticidio indirecto, las mutilaciones sexuales, el monacato, la esclavitud y el derecho represivo. Ibíd. Pp. 58-62. 243 Ibíd. P. 50. 240 71 testimonio mesoamericano de estos aspectos, lo encontramos en el Edificio L de Monte Albán, donde se encuentran bloques de piedra grabados con figuras antropomorfas masculinas, conocidas como ―Danzantes‖. Entre las interpretaciones de estas figuras, se encuentra la que sugiere que representan a los señores conquistados por Monte Albán, y que fueron castrados después de ser derrotados.244 Bouthoul también le quiere dar una causa y función biológica a las guerras.245 Menciona que ―en biología, una función es una operación que se repite regularmente en todos los organismo de una misma especie.‖246 Así, sostiene que la guerra es un fenómeno propenso a cierta reincidencia, cuyo principal efecto es provocar un aumento de la mortandad o un descenso de la natalidad, cuya función sería mantener la relajación demográfica.247 Según esta tesis, la guerra serviría para mantener el equilibrio biológico. Consideramos que Bouthoul caen en un mecanicismo, pues después de mencionar cómo ciertos sistemas de cuerpos pueden acumular energía, para después expulsarla violentamente, declara que este ―es el carácter de nuestra fisiología animal‖248 y que estos procesos tienen parangón en nuestra vida psicológica. Nosotros no compartimos esta tesis, teniendo en cuenta los argumentos líneas más arriba sobre la psicología de la violencia. Entonces la guerra sería una función social ―caracterizada por la acumulación de un capital humano en una sociedad, una parte del cual, en un momento dado, es expulsado violentamente.‖249 Bajo esta tesis, Bouthoul acuña el concepto ―estructura explosiva‖, y la define como una estructura demoeconómica de un grupo, en la cual un excedente considerable de hombres jóvenes sobrepasan las tareas indispensables de la economía, situación que predispone la impulsión bélica y la expansión brusca, cuyos dos tipos clásicos son la migración en grupo y la expedición guerrera.250 Para sostener esta tesis, Bouthoul muestra algunos de los períodos bélicos de la historia europea: la Guerra de los Cien Años, las guerras de Treinta Años y Religión, la Revolución Francesa y el Imperio Napoleónico, donde ―se demuestra que los largos períodos de guerras destructoras suceden a períodos de expansión demográfica‖,251 es decir, que la presión demográfica da lugar a la estructura expansiva, luego incrementa la mortandad o ―relajación demográfica‖, y se reinicia el ciclo de este fenómeno. Bouthoul concluye la exposición de los aspectos demográficos con la siguiente cita: ―De este modo, la experiencia histórica demuestra que ninguna gran guerra es concebible fuera del clima particular que creo la superpoblación. Una gran guerra no puede existir sin una infraestructura demográfica adecuada.‖252 244 ORR, HEATHER S.. ―Los Danzantes del Edificio L de Monte Albán‖. Traducido del Inglés por Alex Lomónaco, en: http://www.famsi.org/reports/93003es/93003esOrr01.pdf (Consultado 7 de diciembre de 2018). 245 Si bien esas ideas las vamos a rebatir más adelante, es conveniente hacer mención de la función demográfica que se le pretende atribuir. 246 Ibíd. P. 51. 247 Bouthoul llama relajación demográfica a la ―eliminación y a la disminución brusca del crecimiento que sigue infaliblemente a cada guerra.‖ Ibíd. P. 53. 248 Ibíd. P. 52. 249 Ibíd. P. 53. 250 Bouthoul agrega que la guerra no es más que una migración armada y organizada en un país enemigo o más allá. Ibíd. P. 53. 251 Ibíd. P. 55. 252 Ídem. 72 Características etnológicas de la guerra. La guerra se relaciona con diversos aspectos etnológicos como lo son la fiesta, algunos caracteres estéticos, la fuente de emociones, lo sacro y el sacrificio. Varios aspectos comunes que existen entre la fiesta y la guerra, encontramos que la fiesta implica la reunión material de los miembros del grupo, el desembolso o derroche ritual de bienes previamente acumulados, la destrucción ostentatoria como acto simbólico, la subversión de ciertas reglas morales y tabúes, la fiesta es un rito de exaltación colectiva, la insensibilización física, y el acompañamiento de ritos sacrificantes, por lo que ―puede decirse que la guerra es la fiesta suprema…‖.253 En la fiesta y la guerra destaca también el carácter estético de la última, pues se han elaborado a lo largo del tiempo y el espacio, ornamentos para el combatiente, como lo han sido adornos de metales preciosos, plumas, telas de vivos colores, pieles de animales, etcétera; así como la mezcla entre la guerra y danzas colectivas, ambos aspectos estéticos asemejan la guerra con un espectáculo.254 La guerra también tiene un carácter de distracción, pues a los efectivos movilizados se les arranca de la vida cotidiana, colocándolos en un ambiente material y psicológico distinto, ―la guerra es, ante todo, una fuente de emociones incomparable.‖255 El salir de la vida cotidiana también trae aparejada una transmutación de los valores que se relaciona con la guerra y lo sagrado, ―los objetos de lo sagrado y de lo profano se modifican, sus límites sufren un desplazamiento inmediato. Induce primeramente al homicidio, prohibido por regla general en tiempo de paz, pero de pronto permitido y recomendado por lo que respecta al enemigo. Otras prohibiciones referentes a la protección de la propiedad de los bienes y a la integridad física son levantadas; el pillaje y la apropiación de los bienes del enemigo, bajo diferentes formas, se convierten en lícitas, Igualmente, muchas veces se admite, abierta y tácitamente, el rapto y, sobre todo, la violación.‖256 La guerra también está estrechamente relacionada con ritos sacrificiales, y en varias culturas alrededor del mundo, la principal razón de la guerra estaba ligada al sacrificio. Un ejemplo por excelencia, son la religiones de Mesoamérica durante el Posclásico Tardío, donde la guerra se justificaba como un sacrificio masivo para los dioses y la continuidad del mundo. Otro fenómeno relacionado con los ritos de sacrificio, tiene que ver con el culto a los muertos, y en este caso, a los muertos en combate, ya que permite a las ideologías el culto a los héroes.257 El culto a los ancestros fue fundamental para las clases dominantes indígenas, ya que los linajes gobernantes justificaron su autoridad y legitimidad por medio de sus antepasados; al enterrar a sus familiares pretéritos en un territorio, se podía justificar la antigüedad y dominio sobre la tierra, de ahí la importancia que tuvieron las genealogías de ancestros en Mesoamérica.258 El debate de la ―guerra primitiva‖, es decir, la que se practica en las sociedades pre-estatales, es que el que más discusiones ha generado al respecto a su origen. Una de las primeras explicaciones que intentaron ser científicas, fue la que proporcionó el discurso naturalista, el cual promulga que el comportamiento agresivo en el ser humano 253 Ibíd. Pp. 65-66. Ibíd. P. 67. 255 Ibíd. P. 68. 256 Ibíd. P. 69. Cursivas originales. 257 Ibíd. Pp. 70-72. 258 FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica. México, Fondo de Cultura Económica, (Colección Tezontle), 2009, Pp. 20-21. 254 73 es inherente a su especie, o séase, que la violencia es lo que permite al hombre la subsistencia frente a la naturaleza y otros grupos humanos.259 Con las evidencias actuales, y sabiendo ―el hecho de que la guerra haya cambiado de manera tan radical a lo largo de los tiempos prueba claramente que se trata de un producto de la cultura‖,260 no podemos sino negar dicha tesis, pues si la guerra fuera una parte inherente de nuestra naturaleza hacía mucho que la razón no hubiera imperado sobre la guerra nuclear. El discurso naturalista, que tuvo su auge con los descubrimientos de Darwin y que posteriormente se desenvolvieron en las teorías eugenésicas, supremacistas y fascistas son las fuentes del discurso naturalista, y que en la actualidad sigue floreciendo en ciertas zonas del mundo, y lamentablemente, dentro de algunos círculos académicos. ―El mal uso de hechos y teorías científicos con el fin de legitimar la violencia y la guerra, sin ser un fenómeno nuevo, está estrechamente asociado al advenimiento de la ciencia moderna. Por ejemplo, la teoría de la evolución ha sido ―utilizada‖ para justificar no sólo la guerra, sino también el genocidio, el colonialismo y la eliminación del más débil.‖261 Aspectos ideológicos de la guerra. La ideología, entendida como el conjunto de creencias determinadas por las relaciones sociales de producción, que permiten la cohesión social, así como el dominio de un grupo o clase sobre otros, han jugado un papel importantísimo para la guerra. Al ser un producto social, la ideología también es histórica, es decir, las ideas sobre la guerra se transforman con el devenir: ―¿Qué demuestra la historia de las ideas sino que la producción intelectual se transforma con la producción material? Las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante.‖262 Todos los grupos, organizaciones, clases o colectividades que emprenden la violencia mortal entre seres humanos, justifican su origen, sentido, causa, razón o fin a través de sistemas ideológicos. Las sociedades que han practicado la guerra han generado ideologías sobre la misma, con el fin de justificar su práctica e importancia, por lo que su estudio se convierte en una pieza fundamental para tener una idea de la guerra como fenómeno complejo. La ideología de la clase dominante permite a las entidades políticas movilizar a cientos de combatientes para que luchen o defiendan determinado sistema de valores, que con frecuencia responde a los intereses de dicha clase. Así pues, para ―…el vencedor se confirma en sus creencias, porque les atribuye la victoria; por el contrario, el vencido se ve inclinado muchas veces a dudar de sus instituciones. […] La victoria 259 CLASTRES, PIERRE. Arqueología de la violencia: la guerra en las sociedades primitivas. Traducción de Luciano Padilla López. Argentina, Fondo de Cultura Económica, (Colección Popular núm.646, Serie Breves), 2004. Pp. 17-22. Cabe aclarar que Pierre Clastres criticaba el discurso naturalista y el discurso economicista (marxista), mientras que el retoma el discurso basado sobre la noción de intercambio de Claude Lévi-Strauss, desde una óptica ―libertaria‖ (el ―pensamiento libertario‖ es el eufemismo por el cual se conoce a la ideología anarquista). 260 UNESCO. El manifiesto de Sevilla sobre la violencia. Preparar el terreno para la construcción de la paz. Difundido por decisión de la Conferencia general de la UNESCO en su vigesimoquinta sesión, París, 16 de noviembre de 1989, presentado y comentado por David Adams. Traducción y publicada por el Centre UNESCO de Catalunya. Barcelona, UNESCO, 1992, P. 20. 261 Ibíd. P. 16. 262 MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista, Óp. Cit., P. 62. 74 confirma; la derrota transforma.‖263 La ideología también puede ser la causa para emprender guerras contra sociedades con concepciones del mundo diferentes: ―El entusiasmo militante hace que un grupo determinado defienda sus normas y sus ritos sociales propios frente a otro grupo que no tiene los mismos; es más, el entusiasmo militante hace que una colectividad humana intente imponer a otra su concepción general del mundo y de la vida (su ideología) y no se conforme con la sola defensa de lo que 264 considera valioso.‖ La ideología es parte fundamental entre los líderes y las poblaciones, pues es el medio por el cual se pueden dar casos en que los dirigentes sigan los impulsos de las masas, o que los primeros impongan puntos de vista sobre determinada situación. Además hay que agregar que las guerras permiten el culto a los héroes y que ―innegablemente, nos hallamos ante un fenómeno religioso: la guerra santifica a los jefes.‖265 En las sociedades confesionales, los dirigentes están revestidos de un halo de santidad, ya porqué son el conducto con los dioses, representantes de la voluntad divina, o defensores de la fe; mientras que en las sociedades laicas la guerra está rodeada de un gran aparato de solemnidad. La guerra además es un conflicto generacional entre viejos y jóvenes, donde podemos encontrar el ―Complejo de Abraham‖: ―Indirectamente, la guerra hace este oficio: el jefe envía y sacrifica a los mejores de sus hijos. Los combatientes, por su parte, cuanto más admiran y aman a su jefe más vivamente esperan que les ordene sacrificios inauditos.‖266 Cuando unos pueblos que han sido enemigos se les engloba, muchas veces a la fuerza, en un mismo organismo político, el pueblo o clase dominante tiende a justificar su supremacía en concepciones ideológicas teleológicas, como la religión. Los líderes de dichos grupos se presentan a sí mismos como hijos, elegidos, el vínculo, vicarios, o los que están en el lugar o representación de alguna deidad. A lo largo de la historia existen numerosos ejemplos de deidades con atributos relacionados a la guerra y a la destrucción: Ares, Marte, Odín, Seth, Shiva; en Mesoamérica tenemos a Curícaueri, Huréndecuauécara, Huitzilopochtli, Camaxtli, entre otros; las deidades supremas únicas también tienen fuertes connotaciones bélicas, como Yavé, la Santísima Trinidad o Alá, puede entenderse entonces por qué las tres grandes religiones abrahámicas monoteístas contemporáneas y que adoran al mismo dios, judaísmo, cristianismo e islamismo, tengan una historia milenaria de guerra y violencia. ―A esta concepción opresiva de la unidad se la podría llamar «el complejo del pueblo elegido».‖267 La ideología sobre la guerra puede generar sistemas complejos de creencias y doctrinas. En la tradición occidental medieval, apareció una doctrina teológica-política del cristianismo llamada ―guerra justa‖. Fue desarrollada por Agustín de Hipona (354430), y continuada por Tomás de Aquino (1224/1225-1274), Francisco de Vitoria (1483/486-1546), Francisco Suárez (1548-1617) y Luis de Molina (1535-1600), y no sufrió actualizaciones hasta el pontificado del Papa Pío XII (1876-1958). Esta doctrina establece qué criterios son tolerables de la guerra siguiendo los preceptos de la religión cristiana; puede decirse a grandes rasgos que la doctrina de la guerra justa clásica ―distingue entre las condiciones que se deben satisfacer antes de iniciarse la actividad 263 BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., P. 100. Cursivas originales. GÓMEZ BOSQUE, PEDRO. ―Consideraciones generales sobre la agresividad y la violencia‖, Óp. Cit. P. 16. 265 BOUTHOUL, GASTON, Óp. Cit., P. 95. 266 Ibíd. P. 83. 267 Ibíd. P. 101. 264 75 bélica (ius ad bellum), y aquellas que han de presidir su desarrollo (ius in bello)‖.268 El derecho antes de guerra consiste en los siguientes puntos: 1- La guerra debe ser declarada y llevada a cabo por una autoridad legítima (legitima potestas). 2- Debe servir a la defensa de bienes y derechos de carácter esencial, puestos en peligro por una amenaza injustificada (iusta causa). 3- Antes de optar por el uso de la violencia deberán agotarse todas las alternativas posibles (ultima ratio). 4- El mal que se produzca a consecuencia de la guerra no debe ser mayor a la injusticia que se pretende combatir (proportio effectuum): Debe existir una perspectiva de éxito suficientemente justificada (bonus eventus). Aparte de respetar los puntos anteriores, debe de seguirse cierta normatividad en la guerra directa: 1- Proporcionalidad: los medios utilizados han de estar en relación con los bienes que se persiguen. En otras palabras: para que un acto militar esté justificado, el fin perseguido debe tener más peso que cualquier consecuencia negativa que pudiera resultar del mismo. 2- Discriminación: la fuerza militar debe utilizarse de tal forma que se respete la distinción entre combatientes y no-combatientes. Y, en cualquier caso, la matanza intencional de no-combatientes no puede justificarse.269 Traemos a colación la doctrina de la guerra justa por la importancia que tuvo en los debates teológicos y jurídicos, así como en los aspectos sociales en la conquista del Nuevo Mundo. Pero no sólo en el Viejo Mundo se concibieron sistemas de creencias complejos sobre la guerra, en el Nuevo Mundo también se desarrollaron para justificar y dotar de sentido, causa, razón y fin a la violencia mortal entre grupos. Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan, a partir de las fuentes escritas y materiales existentes sobre las sociedades mesoamericanas al momento de la conquista, han propuesto la existencia de una ideología que han denominado como ―zuyuana‖ o ―zuyuanismo‖, y que permitió a las unidades políticas expansionistas, imponer y dominar a los diversos grupos étnicos, adaptando los sistemas de creencias particulares para adoptarlos a una compleja ideología ―supraétnica‖, sustentada en las cosmovisiones de las religiones mesoamericanas surgidas a partir de la caída de Teotihuacán (ca. 750-850 d. de. n. e.).270 268 SEGURA ETXEZÁRRAGA, JOSEBA. ―La teología cristiana ante la guerra justa‖, en: CARRILLO CÁZARES, ALBERTO (Editor). La guerra y la paz. Tradiciones y contradicciones. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Zamora, Vol. I, (Colección memorias), 2002, P. 53. 269 Ibíd. P. 54. 270 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖, en: BATAILLON, GILLES; BIENVENU, GILLES, VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO. (Coordinadores). Las teorías de la guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Filosofía y Letras, Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C., Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2008, Pp. 23-46. El zuyuanismo será trabajado ampliamente en el capítulo III de presente investigación. 76 Consideraciones finales sobre la guerra Se ha dividido la guerra en cuatro fases histórico-cualitativas, cuyas causas son diferentes: guerra animal (en sentido psicológico), guerra primitiva (en sentido sociológico), guerra histórica entre grupos civilizados (en sentido jurídico) y guerra actual (en sentido tecnológico).271 Por otra parte, tenemos desde distintas ciencias y disciplinas humanas, una gama de explicaciones de las causas de la guerra, que corresponden a explicar las diferentes fases que se mencionan líneas más arriba, no siendo aplicables a todos los tipos de guerra. Hemos optado en sintetizarlas en cuadros sinópticos: CAUSAS DE LA GUERRA SEGÚN LOS TRES NIVELES DE ORGANIZACIÓN SOCIAL Económicas, ideológicas, psicológicas, políticas y jurídicas Individual Grupos Sistema de grupos (Estado) (Sistema internacional) -Decisiones consientes -Motivaciones inconscientes -Económico -Influencias externas -Gubernamental -Autoconservación (principio de -Burocrático homeostasis) -Legislativo -Grupos de presión -Naturaleza misma del Estado CUADRO 1. FUENTE: [Umberto Gori] ―guerra‖…Diccionario de Política. Óp. Cit. P. 739. Elaboración propia. CAUSAS DE LA GUERRA SEGÚN LOS ESTUDIOS HOMOGÉNEOS DE LOS CIENTÍFICOS, HISTORIADORES Y PUBLICISTAS Fuerzas Influencias Instituciones sociales Reacciones de la materiales racionales personalidad -Balance de poder -Derecho Internacional -Organización internacional (científicos) -Factores políticos -Interés nacional -Ideología (historiadores) -Necesidades -Razón -Cultura o costumbre (publicistas) -Opinión pública -Factores psicológicos y económicos -Capricho o emoción CUADRO 2. FUENTE: [Umberto Gori] ―guerra‖…Diccionario de Política. Óp. Cit. P. 740. Elaboración propia. Después de todas estas consideraciones, debemos dar nuestra concepción de cómo entenderemos la cuestión de la guerra, no sin antes advertir que ―es obvio que las concepciones sobre las causas de la guerra serán distintas, dependiendo del significado que se le atribuya a este último concepto.‖272 ¿Qué es la guerra? Nosotros la entendemos como: La guerra es la violencia mortal recíproca entre grupos, organizaciones o colectividades, con cierto grado de sistematización, continuidad y sujeto a ciertas reglas, por medio de la cual cada bando, reivindicado soberano 271 [Umberto Gori] ―guerra‖ en: BOBBIO, NORBERTO; MATTEUCCI, NICOLA; PASQUINO, GIANFRANCO (Directores). Diccionario de Política. Traducción de Raúl Crisafio, et. al. 13ª edición enteramente revisada y ampliada, México, Siglo XXI editores, tomo I, 2002. P.738. 272 [Umberto Gori] ―guerra‖…Diccionario de Política. Óp. Cit. P. 740. 77 políticamente, pretende imponer su voluntad al contrario. Las causas generales de la guerra se hallan esencialmente, en la realidad objetiva material, es decir, todo lo que existe independientemente del ser humano (geografía, ecología, economía, etcétera), y por el significado material, religioso, étnico o ideológico que cada grupo otorgue a estos aspectos; y su práctica y continuidad a lo largo de la Historia se debe a la aparición del Estado, su difusión como fenómeno cultural, y el expansionismo europeo por el orbe. Su aparición se encuentra, en última instancia, con la aparición de las clases y los diferentes antagonismos. La guerra es un fenómeno cultural que ha cambiado de manera radical a lo largo de los tiempos, por lo que las causas particulares pueden rastrearse en las decisiones o motivaciones conscientes e inconscientes de los individuos, grupos y relaciones entre estos, de cada sociedad particular existente a lo largo y ancho del mundo y época histórica única e irrepetible. José Lameiras propuso un método de investigación para el estudio de la guerra en Mesoamérica (pensando en los mexicas) basándose en los estudios de Quincy Wright (1890-1970)273 (A Study of War) y Keitth F. Otterbein (The Evolution of War y The Antropology of War) entre otros. Lameiras mencionó que el estudio de la guerra prehispánica mesoamericana se ha enfocado principalmente en el centro de México, cuyos principales exponentes serían Teotihuacán, Tula y los mexicas, esto debido a la abundancia de fuentes arqueológicas e históricas, así como en la zona maya, gracias a la epigrafía. De igual forma, podemos observar que el método inicia observando los factores materiales, y sobre esa base, se puede empezar a explicar la guerra en una sociedad. El método que expuso Lameiras no choca con nuestra línea general, y es de enorme utilidad para nosotros, ya que su uso está presente en nuestra investigación. ―En general, el estudio de la guerra se puede realizar en cinco grandes apartados:‖ 1-―Medio geográfico determinado con formas de subsistencia y la población de quienes la practican.‖ 2-―Exploración sociológica, analizando las causas y los objetivos sociales de la guerra, su institucionalización, el grado de participación militar de la sociedad en su conjunto, su penetración en la organización de la vida individual y colectiva.‖ 3-―Aspectos propiamente militares, como el del tipo predominante de formación militar, la tecnología y el armamento, la composición y organización del ejército y los conocimientos socio-culturales sobre la guerra en su conjunto.‖ 4-―Política y la guerra; desde tipos de guerra practicados (total, instrumental, ceremonial) hasta la concepción de una estrategia, el significado real del éxito militar y los medios y sectores organizadores de la guerra.‖ 5-―Cuestiones de la tradición, la ideología, la cosmovisión bélica y otros aspectos relacionados.‖274 273 WRIGHT, QUINCY, et.al. A Study of War. Chigago, The University of Chigago Press, II tomos, 1942. 274 LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados…Óp. Cit. P. 12-13. 78 La mayoría de las fuentes directas y estudios posteriores se han declarado como insuficientes para describir el ―arte de la guerra‖ tarasca, por lo que nos vamos aventurar a rescatar algunos vocablos indígenas, cuya traducción a términos militares del castellano del siglo XVI nos permitirían darnos una idea o reconstruir parcialmente las estrategias de combate. En la conquista de Michoacán participaron conquistadores que dejaron relaciones de méritos y servicios, así como documentos procedentes de las disputas entre los mismos y su respectiva mediación virreinal. Cabe recordar, que el estudio de las lenguas indígenas en el territorio michoacano se debió a la conquista religiosa, los ministros de la iglesia debieron aprender la lengua de los nativos para evangelizarlos. De igual forma, debemos analizar las palabras castellanas que sirvieron para categorizar una nueva realidad totalmente opuesta a la europea, y aclarar el uso de vocablos castellanos que han modificado su significado por casi cinco siglos. Tenemos contemplado analizar las imágenes donde se muestre algún indicio de belicosidad, y que para nuestra fortuna, este tipo de manifestaciones son abundantes. En la Relación de Michoacán pululan las escenas de violencia armada, así como su descripción en el texto. En los códices michoacanos coloniales se encuentran también estos elementos militares, ya han sido investigados, presentando visiones de su contexto, utilidad e interpretación.275 Existen fuentes iconográficas fuera del antiguo reino tarasco, en especial en los códices nahuas de los mexicas y tlaxcaltecas, tales como el Códice Telleriano-Remensis o el famoso Lienzo de Tlaxcala276 que hacen referencia a Michoacán. Se pueden observar otros elementos en grafitos,277 petrograbados278 y cerámica que nos proporcionan información. En el contexto arqueológico se han encontrado puntas de flecha, hachas, cabezas de mazas, y lítica, pero no el armamento descrito en las crónicas, esto debido al material perecedero del que estaba realizado. No se han detectado campos de batallas importantes, probablemente se debe a los tratamientos mortuorios dados a los guerreros muertos en combate en el mundo indígena. Con estas consideraciones, la iconografía se convierte en parte fundamental de nuestro trabajo. 275 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Tres códices michoacanos. Morelia. Centro de estudios sobre la cultura nicolaita-U.M.S.N.H. (Biblioteca de nicolaitas notables núm. 31) 1986.; RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y perspectivas de investigación‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004. Pp. 53-72. 276 Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain 385, ff. 25v y 33v; Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del Timbre, 1892. 277 CERDA FARÍAS, IGOR. Grafitos coloniales. Imágenes sacras y seculares en el exconvento de San Juan Bautista Tiripetío, Michoacán. Morelia. U.M.S.N.H.-Instituto de Investigaciones HistóricasSecretaría de difusión cultural y extensión universitaria-Exconvento de Tiripetío-Coordinación de la investigación científica. 2009. 278 OLMOS CURIEL, ALEJANDRO GREGORIO. Los petrograbados de Tzintzuntzan, Michoacán: un sistema de comunicación gráfica. Tesis para obtener el grado de Maestro en Arqueología. Directora: Agapi Filini. La Piedad, El Colegio de Michoacán, 2010. 79 8. MESOAMÉRICA, EL OCCIDENTE DE MÉXICO Y LO TARASCO Para concluir este primer capítulo, esbozaremos las problemáticas que atañen a las herramientas de estudio del pasado prehispánico en México, para después optar por la mejor postura epistemológica para el estudio del pasado tarasco. Desde la época colonial temprana, los conquistadores percibieron cierta unidad cultural existente entre los indígenas de México y Centroamérica. Por ejemplo, fray Bartolomé de las Casas (1484-1566) mencionó que ―Toda esta tierra [decía el fraile al referirse a Guatemala], con la que propiamente se dice la Nueva España, debía tener una religión y una manera de dioses, poco más o menos [igual], y extendíase hasta las provincias de Nicaragua y Honduras, y volviendo hacia la de 279 Xalisco, y llegaban, según creo, a la provincia de Colima y Culiacán‖. Y en 1579, Diego Garcés, corregidor de Ajuchitlán, al contestar la pregunta cinco del cuestionario enviado por Felipe II, que pedía informar entre otras cosas ―el talle y suerte de sus entendimientos, inclinaciones y manera de vivir‖ de los indígenas, escribió que ―…lo he visto, clara y patentemente, en negocios q[ue] ante mí han pasado, en más de veinte y tantos años q[ue] sirvo oficios públicos y reales, así en la provincia de Guatemala como en la de Honduras, y ahora en esta Nueva España, y pudiera decir mucho en esto. Y éstos y los otros, van por una orden y tienen unas mismas costumbres.‖280 Esta unidad cultural fue de interés para los historiadores a lo largo del tiempo, por ejemplo en el siglo XIX, Désiré Charnay (1828-1915), explorador, arqueólogo y fotógrafo francés, reparó en la homogeneidad cultural entre el norte y sur de México. En su libro Ciudades y ruinas americanas…, la tesis central planteada es la unidad de la civilización americana, encarnada según Charnay, en los toltecas. Para demostrar su teoría, Charnay realizó exploraciones arqueológicas en Tula, Teotihuacán, el Popocatépetl, Comalcalco, Palenque, Aké, Izamal, Chichén Itzá, Kabáh, Uxmal, Chilón, Yaxchilán, Mitla, entre otros sitios.281 Para la primera mitad del siglo XX, investigadores como E.B. Tylor (18321917), Otis T. Mason (1838-1908), Frank Boas (1858-1942), Herbert Spinden (1879– 1967), Miguel Othón de Mendizábal (1890-1945), Clark Wissler (1870–1947), Alfred L. Kroeber (1876–1960) y Wigberto Jiménez Moreno (1909-1985),282 escribieron aportes importantes para comprender las culturas indígenas de esta parte de América. A pesar de la cantidad de trabajaos e investigaciones realizadas, aun no se concretizaba el estudio de estas sociedades pretéritas, pues las categorías que se usaban en ese momento no eran precisas, y atendían más a la división política moderna o a la geografía; existían los términos Norteamérica o Sudamérica y se usaban como sinónimos de regiones 279 LAS CASAS, BARTOLOMÉ DE. Apologética Historia Sumaria…. Edición preparada por Edmundo O‘Gorman, con un estudio preliminar, apéndices y un índice de materias. 3ª edición, México, Universidad Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie de historiadores y cronistas de Indias: 1), tomo I, 1967, Lib. III, Cap. CXXIV, p. 651. 280 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán‖, en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 9, 1987, P. 31. 281 GALLEGOS TÉLLEZ ROJO, JOSÉ ROBERTO. ―Dos visitas a México… ¿un solo país? La mirada en dos libros de Charnay‖ en: FERRER MUÑOZ, MANUEL (Coordinador) Los pueblos indios y el parteaguas de la Independencia en México. México, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, (Serie Doctrina Jurídica, núm. 2), 1999, Pp. 312-313. 282 ROMERO CONTRERAS, A. TONATIUH; ÁVILA RAMOS, LAURA. ―Mesoamérica: historia y reconsideración del concepto‖ en: Ciencia Ergo Sum, México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1999, noviembre, vol. 6, núm. 3, Pp. 233-242. 80 culturales, además de una región medía, que algunas corrientes norteamericanas siguen utilizando, la Middle America. No fue hasta que en 1943, Paul Kirchhoff expuso los resultados de sus investigaciones en un breve opúsculo, donde acuñó el concepto ―Mesoamérica‖.283 La metodología usada por Kirchhoff consistió en identificar 46 rasgos culturales, analizar cuáles eran comunes con otras regiones del continente, y cuales estaban presentes sólo en el área de estudio. Identificados estos rasgos, trazó las fronteras de la súper-área, la frontera norte comenzaba en los estados de Sonora y Sinaloa pasando por Guanajuato y Querétaro hacia el este en el Golfo de México, finalizando en las regiones de San Luis Potosí y la Huasteca, mientras que la frontera sur comprendía hasta la parte occidental de Honduras, Nicaragua, la República de El Salvador y una porción de Costa Rica.284 A partir de la publicación de dicho trabajo, el concepto ―Mesoamérica‖ se convirtió en el paradigma para explicar la realidad histórica de las sociedades indígenas prehispánicas de esta zona del continente Americano. Paul Kirchhoff quedó defraudado al ver la aceptación del concepto ―Mesoamérica‖ y el que no haya sido objeto de una crítica constructiva, o desarrollado sistemáticamente, esto para el año 1967. Cabe mencionar que Kirchhoff tampoco continúo o desarrolló a fondo dicho concepto.285 La historiografía actual sobre Mesoamérica cuenta con un corpus documental más abundante que con el que contaron los investigadores anteriores, el concepto ha sido perfeccionado ampliamente y también ha sido criticado. Después de que Kirchhoff acuñara el concepto Mesoamérica, fue necesario periodizar las etapas históricas, así como encontrar las diferencias regionales de la macro-área, dividiéndola en sub-áreas. Ambos temas se han trabajado y desarrollado abundantemente. En el siglo XX inició la periodización científica de la historia mesoamericana. Se han utilizado diversos criterios para realizar cronologías, como los estilos cerámicos, restos arqueológicos o los estadios culturales. Diversos autores han propuesto y utilizado diferentes periodizaciones, aunque en los últimos años se ha impuesto la nomenclatura de Preclásico, Clásico y Posclásico, que al principio hacían referencia al desarrollo cultural a lo largo del tiempo, ahora se usan en el sentido temporal, es decir, permiten computar el tiempo independientemente del desarrollo cultural o sub-área que se esté estudiando.286 Para el caso de la división en sub-áreas ha habido menos consenso entre los investigadores, debido a que ciertas categorizaciones son funcionales sólo para determinada época. Para estudiar regionalmente Mesoamérica se han seguido criterios arqueológicos, lingüísticos, etnológicos, geográficos e históricos. A pesar de las diversas propuestas de los autores, se acepta la existencia de seis áreas mesoamericanas: Occidente, Norte, Centro de México, Oaxaca, Golfo y Sureste.287 Hay que aclarar que tanto la periodización como los límites geográficos fueron fluctuantes a lo largo de la historia mesoamericana, y también se modifican en la historiografía con los avances de los descubrimientos arqueológicos. 283 KIRCHHOFF, PAUL. ―Mesoamérica: Sus límites geográficos, composición étnica y caracteres culturales‖ en: Revista Tlatoani (Suplemento). [3ª edición del opúsculo], México, Escuela Nacional de Antropología e Historia-Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1967, Núm. 3. 284 Kirchhoff no menciona explícitamente estas fronteras, aunque agrega un mapa donde se delimitan. Ibíd. P. 5. En estudios posteriores se dividió la región en sub-áreas, agregándose el área denominada Norte de México, por lo que la frontera septentrional se extendió. 285 Véase la nota introductoria a la tercera edición del opúsculo, Ibíd. P. s/n. 286 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. ―Tiempo Mesoamericano I. La periodización de la historia mesoamericana‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2000, mayojunio, vol. VIII, núm. 43, Pp. 14-23. 287 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. 4ª reimpresión, México, México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Historia), 2008. P. 79. 81 Algunos de los tópicos que han sido objeto de crítica por parte de los investigadores, tienen su origen en la misma acuñación expuesta por Kirchhoff. Para definir los límites geográficos y rasgos culturales de la súper-área, Kirchhoff se basó en fuentes históricas del siglo XVI, es decir, que dicho concepto era sincrónico y estaba atado a la época del contacto con los europeos. Otra de las críticas que se han hecho a Mesoamérica radica en la escuela de formación del autor intelectual del concepto, el difusionismo. Dicha corriente propone que la cultura es trasmitida desde ―centros nucleares‖, a otras regiones geográficas por agentes que utilizan medios identificables, es decir, que han existido ―cunas de la civilización‖, y de ahí se ha trasmitido la cultura de grupos ―cultos‖ a ―incultos‖, de ―civilizados‖ a ―bárbaros‖, de agricultores sedentarios a cazadores-recolectores nómadas.288 Kirchhoff y los investigadores siguientes aplicaron esta lógica a Mesoamérica, así nos encontramos con grupos de ―alta cultura‖ en el Preclásico con la ―cultura madre‖ Olmeca, que irradió la cultura por toda el área, luego para el Clásico nos encontramos con el cenit de la era prehispánica, Teotihuacán y lo maya. Después de un periodo de decadencia, producida por cazadoresrecolectores norteños, se vuelve a un renacimiento de la civilización en dos culturas en el Posclásico, lo tolteca y lo mexica es lo sublime. A esta corriente de estudio antropológica, hay que agregar la búsqueda del nacionalismo posrevolucionario, que se basaba en un glorioso e idílico pasado indígena, contexto histórico de la labor historiográfica a mediados del siglo XX. Otto Shöndube menciona acertadamente que: ―Se cayó en un centralismo. Y, debido a esto, simplemente porque se hiciera un hallazgo en el centro de México [o área maya] y después se hallaran cosas semejantes en otras partes, por esta razón, tenía que ser el hallazgo del centro lo más temprano, lo más 289 exquisito, el punto de origen, etcétera…‖. Afortunadamente este centralismo ha ido superándose y se han logrado hacer avances importantes,290 así mismo las corrientes de pensamiento y teorías usadas para investigar el pasado mesoamericano han rendido frutos. En lugar de ver las sociedades indígenas como emisoras-receptoras de cultura, se ha identificado una compleja realidad de intercambio económico, artístico, militar, tecnológico e ideológico, intercambios que no parten de un único ―centro nuclear‖, sino que todas las regiones que conformaron en algún momento Mesoamérica, compartieron una dinámica histórica en un espacio geográfico común, es en ese desarrollo histórico en donde podemos encontrar la unidad cultural de los pueblos indígenas. El concepto Mesoamérica es una herramienta que ha ido modificándose con el tiempo, ha superado paradigmas y ha ido perfeccionándose, ―sólo cuando se agote y el concepto de Mesoamérica sea un impedimento para entender los fenómenos de esta macro-área, podrá remplazarse por otro de mayor poder explicativo, no antes.‖291 288 [GLICK, THOMAS F.] ―difusión/difusionismo‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 163. Citado por MORÁN ÁLVAREZ, JULIO CÉSAR. ―Las culturas del Occidente de México y el cambio del Clásico al Posclásico‖, en: Revista de Acatlán. Multidisciplinaria, UNAM-Escuela nacional de estudios profesionales de Acatlán, 1993, febrero-abril, Segunda época, núm. 2, P. 72. Apud. SCHÖNDUBE, OTTO. ―Conferencia‖, en: Jornadas de Historia de Occidente. Jiquilpan, Centro de estudios de la revolución mexicana ―Lázaro Cárdenas‖, 1978 P. 30. 290 Aunque a veces sigue presentándose el fantasma del centralismo para alimentar la legitimación histórica de la ―Historia de Bronce‖ nacional: ―El Ejército Mexicano tiene como antecedente la historia de los ejércitos prehispánicos, en particular el de los aztecas o mexicas [¡!].‖ LEÓN-PORTILLA, MIGUEL. ―La guerra justa. La rebelión del Mixtón‖, en: et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, P. 26. Cursivas y corchetes nuestros. 291 ROMERO CONTRERAS, A. TONATIUH; ÁVILA RAMOS, LAURA. Óp. Cit. P. 241. 289 82 Las corrientes que explicaron Mesoamérica han influenciado en la historiográfica de las sub-áreas culturales, aquí realizaremos una breve síntesis para observar el desarrollo histórico de parte de la región estudiada en esta investigación. El Occidente de Mesoamérica o México comprende total o parcialmente territorios de los actuales estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y partes de Guerrero, y desde el Epiclásico, partes de Durango y Zacatecas.292 Es la sub-área cultural más grande, compleja, enigmática y de mayor diversidad cultural y geográfica de Mesoamérica. A diferencia de otras sub-áreas, el Occidente no forma una clara unidad cultural, aunque la escasez de estudios arqueológicos –a pesar de los avances recientesimpide realizar una subdivisión más adecuada y no se ha definido por completo. Esta diversidad cultural pudo deberse a dos factores importantes, primero a la difícil comunicación producto de la accidentada geografía del Occidente, y en segundo lugar, que muchos de los habitantes que la conformaron fueron autosuficientes, por habitar en varios microambientes complementarios.293 Hay que sumar que la cerámica del Occidente es de las más codiciadas por los coleccionistas, con lo que se propicia el saqueo sistemático, lo que impide el estudio adecuado de los vestigios. 294 A esto hay que agregar que en la historiografía de años anteriores mostraba al Occidente de México como un área marginal, respecto al resto de Mesoamérica, donde habitaron grupos agrícolas de vida aldeana primitiva, en comunidades no demasiado grandes, arquitectura sencilla, con religiones elementales sin dioses, de tipo mágicas, sin muestras de jerarquización compleja, sin Estados fuertes, y más bien bajo el control de caciques y jefes menores, aislados del resto de Mesoamérica. Todo esto en contraste con las grandes culturas clásicas mesoamericanas que contaron con arquitectura monumental, sistemas religiosos complejos, sociedades teocráticas y estratificadas, con escritura y sistemas calendáricos. Esto ha llevado a proponer que el Occidente de México debe estudiarse fuera del contexto mesoamericano, al menos para ciertas épocas, y que a finales del Clásico y principios del Posclásico con lo ―tolteca‖, llegó de golpe la ―alta cultura‖, un fenómeno que se ha denominado ―mesoamericanización‖ del Occidente de México.295 A todo esto tenemos necesariamente que preguntarnos ¿qué entendemos por ―mesoamericanización‖? Para responder tendríamos que invocar de nuevo al fantasma del centralismo arqueológico. Durante los periodos Formativo y Clásico, la presencia olmeca y teotihuacana respectivamente, es escasa en el registro arqueológico del Occidente,296 esto ha llevado a considerar que toda esta área no participó activamente en la historia mesoamericana, y que fue culturizada por el Centro. Esto no es del todo exacto, para empezar, el Occidente de Mesoamérica fue un corredor importante con otras áreas, como el sudoeste de Estados Unidos y la costa noroccidental de Sudamérica, además los estudios arqueológicos recientes muestran una realidad muy diferente, pues encontramos sitios con arquitectura monumental y protourbanismo, como son los famosos guachimontones de la tradición Teuchitlán.297 Lo que nos encontramos en el Occidente de Mesoamérica es un desarrollo autónomo, una variante 292 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit. P. 93. WILLIAMS, EDUARDO. ―El Occidente de México: una perspectiva arqueológica‖ en; WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del Occidente de México: Nuevas aportaciones. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 1994, P. 12 294 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. Óp. Cit. P. 93. 295 MORÁN ÁLVAREZ, JULIO CÉSAR. ―Las culturas del Occidente de México y el cambio del Clásico al Posclásico‖, Óp. Cit., Pp. 69-97. 296 WILLIAMS, EDUARDO. Óp. Cit., P. 16 297 Ibíd. Pp. 24-25 293 83 de la tradición mesoamericana. El problema surge cuando se intentan usar modelos del centro para explicar otras regiones mesoamericanas, y el Occidente es un caso particular. Sólo de ejemplo, se habla de una ―mesoamericanización‖ de los tarascos durante el Posclásico, ya que antes de este período no se encontraban rasgos como el tzompantli, esculturas de chacmool, edificios de planta mixta o la confederación de tres capitales, y división burocrática en cuatro partes correspondientes a los puntos cardinales.298 Si utilizamos esta lógica para el resto de Mesoamérica, es decir, que identifiquemos elementos ―toltecas‖ del Posclásico en los restos materiales, deberíamos hablar de una ―mesoamericanización‖ de sub-áreas como Oaxaca y el Sureste maya, pues estos elementos culturales son exógenos de estos lugares, ya que fueron introducidos –sin saber a ciencia cierta de que forma- después del Epiclásico, cosa que no se menciona para otras sub-áreas típicamente ―mesoamericanas‖.299 La influencia de estos rasgos fue producto del Epiclásico, periodo que se caracteriza por la caída de los grandes centros de poder clásicos, tanto en el Centro como en el Sureste; esto propició fragmentación política, guerras, migraciones, cambios en el arte y discursos de poder. El Epiclásico se dejó sentir en Mesoamérica, y en el Occidente de México no fue la excepción, pues para el Posclásico temprano (ca. 9001200 d.n.e.) una considerable influencia ―tolteca‖ y Mixteca-Puebla entró en el Occidente, ―desde este momento en adelante esta región participó plenamente en los desarrollos panmesoamericanos.‖300 Hay que aclarar que el intercambio económico, político, cultural y tecnológico no sólo ocurrió del Centro al Occidente u otras áreas, sino que fue mutuo, así elementos que habían sido considerados típicamente mesoamericanos o ―toltecas‖ como el chacmool, tzompantli y columnatas, tienen su antecedente en el septentrión mesoamericano, en fechas tan tempranas como ca. 600800 d.n.e., en la zona noroccidental de Mesoamérica (Durango y Zacatecas, y el extremo nororiente de Jalisco) donde se desarrolló la cultura Chalchiuitles.301 Es después de esta época de cambios que entran en escena los tarascos, que lograron imponer su hegemonía en parte del Occidente de México. El poderío tarasco tuvo una complejidad que no se había visto en la región, y ―parece que fue mayor la contribución económica y tecnológica del Estado tarasco y el occidente [de 298 Cf. CASTRO LEAL, MARCIA. ―La mesoamericanización de los tarascos‖ en: V Jornadas de Historia de Occidente. Mesoamérica ayer y hoy. Jiquilpan, Centro de Estudios de la Revolución Mexicana ―Lázaro Cárdenas‖, 1982, Pp. 9-32. Como veremos más adelante, estos elementos culturales parecen pertenecer a una ideología que ha sido denominada ―zuyuanismo‖, y el cual trataremos más extensamente en capítulos posteriores. 299 Al respecto, Phil C. Weigand escribe: ―El clasificar al Occidente como una semi-periferia durante los períodos Formativo/Clásico tiene que basarse en las ideas sobre qué es lo que constituye una metrópoli (Braudel, Wallerstein). Los criterios deben ser objetivos y comparables desde el inicio, y no fabricarse a partir de una noción preconcebida de dónde estaba la metrópoli. De hecho, usando una descripción sociológica del Occidente antiguo, esta zona califica, al igual que Oaxaca, para la inclusión dentro de la metrópoli durante estos tiempos. El hecho de que el Occidente sufrió cambios radicales durante el Epiclásico y Posclásico tardío, estructurados según modelos del centro de México, no la hace distinta del área maya, misma que sufrió el mismo tipo de cambios, y no por ello hablamos de la ―mesoamericanización‖ de los mayas para el Postclásico tardío.‖ Carta, 20 de febrero de 1992, Citado por WILLIAMS, EDUARDO. Óp. Cit., P. 29. Además estos rasgos parecen pertenecer más a una ideología político-religiosa del Posclásico, que permitía una nueva justificación del poder sobre los jirones de los Estados del Clásico, que a un rasgo mesoamericano presente en todas las épocas históricas. 300 Ibíd., Pp. 14-16. 301 HERS, MARIE-ARETI. Los toltecas en tierras chichimecas. México, Universidad Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Estéticas, (Cuadernos de Historia del Arte, núm. 35), 1989, Pp. 68 y 184. 84 Mesoamérica] que al revés...‖.302 Lamentablemente el pasado remoto tarasco es un enigma, pues las fuentes documentales escritas que tenemos sólo nos permiten estudiar el periodo protohistórico, es decir, los años ca. 1200 al 1522. El estudio del pasado de este grupo se complica debido a las particularidades de su filiación étnica y lingüística. Desde que Eduardo Ruíz (1839-1902) expusiera la teoría de que los tarascos tienen su origen en la zona andina, ha sido de las pocas explicaciones modernas sobre su origen.303 Si bien la exposición de Eduardo Ruíz fue aventurada y forzada, envuelta en la literatura de corte romántico liberal, fue de los primeros que advirtió las semejanzas lingüísticas y arqueológicas entre los tarascos y las culturas de Perú, Colombia y Ecuador. También es conocido el debate entre este autor y Nicolás León (1859-1929), gracias a este debate el último escribió la primera obra académica sobre el pasado prehispánico de Michoacán.304 Después de ellos fueron pocos los que aportaron nuevos datos sobre el origen de los tarascos, ya que se siguió repitiendo la creación literaria de Ruíz, los autores que encontraron nuevas evidencias fueron Eduard Seler (1849-1922), Mauricio Swadesh (1909-1967) y José Corona Núñez (1906-2002).305 Los dos primeros dedicaron su atención en el análisis lingüístico de los idiomas tarasco y andinos, mientras que Corona Núñez apuntaló el origen sudamericano a través de la arqueología, en especial a través de la tradición de las tumbas de tiro, que sólo se encuentran en el Occidente de México y el noroccidente de Sudamérica, bordeando la costa del Océano Pacífico. 306 Aunque no debe olvidarse que las tumbas de tiro del Occidente tienen fechas desde el 1100 a. de. n. e. y se dejan de construir en el Clásico medio en 600 de n. e., mientras que las tumbas de tiro de Sudamérica están datadas en los años 500-600 d. n. e. en adelante.307 Las evidencias sobre este origen son escasas y aun no se han encontrado pruebas contundentes, aunque ―existe evidencia que indica fuertemente que la metalurgia fue introducida a estas regiones desde Suramérica, donde se cuenta con fechas de ca. 1000 a. C., para los más tempranos objetos de metal. Muchas líneas de evidencia dejan en claro que las técnicas metalurgistas se introdujeron al occidente a través de una ruta marítima desde la costa de Ecuador y Colombia, contactos que siguieron esporádicamente hasta por lo menos 1300 d. C. También contamos con evidencia provocativa de contactos entre ciertas áreas del occidente con estas 302 ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, T. II , (Colección Investigaciones), 2013, P. 538. 303 RUÍZ, EDUARDO. Michoacán, paisajes, tradiciones y leyendas. Morelia, Balsal Editores, 1984, Pp. 16-17 y 20- 37. 304 LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán, colegidas de las obras más notables, documentos inéditos y pinturas jeroglíficas hasta hoy conocidas [1904]. Morelia, Editorial intermichoacana ―Antonio Arriaga Ochoa‖, 1976. 305 Para un análisis completo de los trabajos que han tratado el origen sudamericano de los tarascos véase SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria: el origen sudamericano de los tarascos prehispánicos‖, en: SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO; LEÓN ALANÍS, RICARDO (Coordinadores). Historiografía Michoacana: acercamientos y balances. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo -Instituto de Investigaciones Históricas, 2000, Pp. 33-48. 306 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta la conquista española. Morelia, Balsal editores, 1988. 307 CERDA FARÍAS IGOR. ―Las tumbas de tiro del Occidente de Mesoamérica‖, artículo inédito, 2012; OLIVEROS MORALES, JOSÉ ARTURO. Hacedores de tumbas en El Opeño, Jacona, Michoacán. México, El Colegio de Michoacán-Honorable Ayuntamiento de Jacona-Secretaria de Cultura- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección Occidente), 2009; ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Óp. Cit., T. II, Pp. 459-461. 85 mismas regiones del norte de Suramérica anteriormente a 600 d. C. (por ejemplo el complejo cerámico de Capacha, Colima. Pero esta evidencia es menos concreta que la 308 información que hoy tenemos sobre la metalurgia.‖ Hasta ahora, la teoría del origen sudamericano es la que explica de forma más concluyente el origen de los tarascos.309 Debido al desconocimiento del pasado remoto tarasco, se ha creado una imagen mística sobre su origen, pues incluso desconocemos cual era el gentilicio de este pueblo. Abonando a las diversas propuestas que se han trabajado, concordamos con Igor Cerda que probablemente el gentilicio de los antiguos habitantes del Tzintzuntzan Irechequa pudo haber sido el de ―pueblo de Tzintzuntzan‖, ―gente de Tzintzuntzan‖, o ―tzintzuntzanecha‖. Esto se desprende de que en la relación geográfica de Tiripetío, se mencionó que ―la lengua que hablan estos naturales se llama en su vulgar tzintuntzanabu uandaua; nosotros le llamamos lengua tarasca. Llamábanle los naturales tzintuntza nauo uandaua porque su Rey de Michoacán tenía su asiento y cabecera en un pueblo de esta provincia que se dice Tzintzuntzan.‖310 Recordemos que durante la fiesta de Equata cónsquaro, el petámuti pronunciaba un sermón a los señores y caciques, donde les recriminaba que ya se sentían señores, a pesar de haber sido conquistados y sus vidas perdonadas para servir a Curícaueri, y entre otras cosas, que ellos decían que eran de Michuacan, nombre que recibió Tzintzuntzan durante la época colonial temprana. Si tomamos en cuenta esto, los señores se identificaban con el centro por el prestigio que proporcionaba pertenecer al poder uacúsecha, cuyo asiento se encontraba en Tzintzuntzan: ―Vosotros chichimecas que estáis aquí, del apellido de Enéani y Çacapu hi[re]ti y de los señores Vanácaze, que no en una parte sola están ayuntados los chichimecas, mas de en todo en todo, son chichimecas los que están en los caminos desta Provincia, para las necesidades de Curícaueri. Oid, esto os digo: vosotros qué decís que sois de Michuacan [Tzintzuntzan, i. e., ―tzintzuntzanecha‖], ¿cómo, no sois advenedizos? ¿Dónde han de venir más chichimecas? Todos fueron a conquistar las fronteras y así sois advenedizos. De una parte, eres de Tangáchuran un dios de los isleños, vosotros que decís que sois de Michuacan [Tzintzuntzan, i. e., ―tzintzuntzanecha‖] y sois de los pueblos conquistados, que no dejaron de conquistar ningud pueblo, y sois en encensados, que así hacían a los cativos, y os dejamos por rellevo de nuestra boca, que no os sacrificamos ni comimos. [..] Así ya eres ingrato, eres ya hecho rey, tú, gente baja de Michuacan [Tzintzuntzan, i. e., ―tzintzuntzanecha‖], todos sois señores y os traen vuestros asientos y sillas detrás de vosotros, todos os parece que sois rey[e]s, aun hasta los que tienen cargo de contar la gente, 308 HOSLER, DOROTHY. ―Nuevos datos sobre la producción de metal en el occidente en la época prehispánica‖, en: WILLIAMS, EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos del antiguo occidente de México. Producción e intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2004, P. 336. 309 Un excelente estudio sobre este tema se encuentra en la voluminosa tesis de ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Tesis para obtener el grado de Doctora, Bonn, Rheinische Friedrich-Wilhelms-Universität [Universidad de Bonn], II volúmenes, 2011. Publicado posteriormente como libro bajo el mismo título por el Colegio de Michoacán. Todas las referencias posteriores a este trabajo son al texto publicado. 310 [MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, P. 17. Sobre la voz tarasca, Igor Cerda menciona que ―de manera general significaría ―la lengua o idioma de Tzintzuntzan‖‖, Ibíd. P. 17, nota a pie núm. 16. Baptista de Lagunas también se refirió con esta nomenclatura a la lengua tarasca: ―Cintzuntzanapu vandaqua hymbo. Vreratihqui‖. BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana. [Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. I), 1983, P. 512. 86 llamados ocánbecha: todos sois señores. Mirá que Curícaueri os ha hecho rey[e]s y 311 señores.‖ Igor Cerda menciona que ―al parecer, entre los tarascos prehispánicos existía un fuerte sentido de centralidad hacia donde se localizaba el poder, ya sea el Real o el local, indicando su pertenencia a ese sitio‖,312 actitud que reconocieron los españoles, así, para 1540, Juan de Alvarado, uno de los conquistadores y primeros encomenderos de Michoacán, mencionó que ―…las poblaciones de la provincia de mechuacan estan muy derramadas por dichas partes e no ostante que esten ansi siempre nonbran un pueblo e si es preguntado de donde son dizen que son de la cabecera principal…‖. 313 Además varios españoles dejaron testimonio de como Tzintzuntzan, capital del Estado tarasco, daba nombre al idioma y gentilicio; en 1574 Juan Baptista de Lagunas al escribir sobre el origen del gentilicio ―tarasco‖ dijo ―Y de aquí se vino a llamar Tarasca la Prouincia de Michuacan [de la palabra tarhascue, ―suegro‖] Empero no se llama sino Michuacan, Porquanto tiene mucho pescado. El qual en lo Mexicano, se llama michin. Mas Cintzuntza, a quien los naturales tienen y llaman, Corte y cabeça de la Prouincia: quiere dezir, lugar de vnos paxarillos pequeños de cuya pluma hazen las ricas ymagenes. Y estos se llaman en Mexicano, Vitzitzilin. Y assi todos los 314 naturales no llaman a la prouincia ni a la lengua: sino Prouincia y lengua de Cintzuntza.‖ Y a finales del siglo XVI, cuando Antonio de Ciudad Real escribió sobre la provincia de Michoacán, mencionó el origen de la palabra ―tarasco‖ desde el significado de suegro, suegra, yerno o nuera, y de la etimología nahua de Michoacán, aclaró que: ―Pero entre los indios de Michoacán no se llama aquella provincia y lengua, sino provincia y lengua de Zintzuntza, de un pueblo grande que hay en ella, llamado Zintzuntza, a quien los naturales llaman corte y cabeza de toda la provincia; y quiere decir Zintzuntza lugar de unos pajarillos pequeños, de cuya pluma hacen las ricas imágenes como atrás queda dicho, porque en su comarca hay muchos dellos; pero por cualquiera casusa que ello sea, aquella provincia se llama de Michoacán el día de hoy, y los naturales y su lengua que llaman 315 indios y lengua de Michoacán, y así mismo indios tarascos y lengua tarasca.‖ 311 ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Segunda Parte, Cap., XXXII, ff. 133-133v, Pp. 157-158. Cursivas nuestras. 312 [MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit. P. 17, nota a pie núm. 16. Además en un documento tardío como lo es el Códice Plancarte, sus autores mencionaron como después de que los señores uacúsecha impusieron su ley en este pueblo ―…empezaron los naturales del lugar que ya pueden llamar al pueblo de Calapan otro Tzintzontzan porque impuso nueva ley el Rey Uacus thicatame…‖. ―Códex Plancarte‖ [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 240. Cursivas nuestras. 313 ―Testimonio de Juan de Alvarado en 1540, encomendero de Tiripetío‖. Archivo General de Indias, Justicia, legajo 130, f. 286. 314 BAPTISTA DE LAGUNAS, IUAN. Arte en lengua tarasca. Transcripción paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de J. Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor, 2000, P. 205. 315 CIUDAD REAL, ANTONIO DE. Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España. Relación breve y verdadera de algunas cosas de las muchas que sucedieron al padre fray Alonso Ponce en las provincias de la Nueva España siendo comisario general de aquellas partes. Edición, estudio, apéndices, glosarios, mapas e índices por Josefina García Quintana y Víctor M. Castillo Farreras. 3ª edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Historiadores y Cronistas de Indias, núm. 6), T. II, 1993, P. 66. 87 A esto debemos agregar que ciertos autores proponen estudiar el Occidente de México fuera de Mesoamérica, como hemos venido exponiendo. Esto ha propiciado diferentes posturas epistemológicas; por un lado, los que consideran que la cultura purépecha es única y aislada de las demás culturas humanas, postura que generalmente se arraiga en los estudiosos no profesionales y algunos miembros de la etnia purépecha;316 otra postura corresponde a los estudiosos que consideraban la cultura tarasca y mesoamericana como una unidad total, que podía explicarse tomando elementos de diferentes sub-áreas para llenar los vacíos en otras.317 (Ver Figura 1) Una tercera postura epistemológica sobre los tarascos se basa en considerar a los tarascos como una variante regional de Mesoamérica, apoyándose en elementos compartidos en la súper-área, así como las influencias de otras áreas que sin duda propiciaron las diferencias culturales, pero entendiendo lo tarasco en su unicidad, es decir, que para comprender lo tarasco se debe partir en primer lugar de lo tarasco, y no injertar conceptos de otras áreas de Mesoamérica. Para comprender a lo tarasco como parte de la súper-área cultural, es importante tener presente el concepto de núcleo duro mesoamericano propuesto por Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan. El ―núcleo duro‖ está constituido por la similitudes, diversidades e identidades profundas de las diferentes sociedades que existieron en la súper-área cultural a lo largo del tiempo, como por ejemplo ―…la similitud existente en las técnicas productivas, formas de organización social y política, concepciones acerca de la estructura del cosmos y otras muchas prácticas, creencias e instituciones cuya semejanza deriva de una intensa y milenaria interacción; por otra, una riquísima diversidad en los campos señalados, que apuntan a la radical transformación histórica durante los milenios de existencia mesoamericana, a una gran diversidad étnica y lingüística y a la variedad de climas y paisajes que fueron los nichos 318 ambientales de los pueblos indígenas.‖ Tenemos entonces que el ―núcleo duro, es el conjunto de elementos de una cosmovisión que tienen una gran resistencia al cambio histórico, y que estructuran y dan sentido al resto de la cosmovisión.‖319 Entre las características encontramos que los fenómenos que le dan forma al ―núcleo duro‖ son de larga duración, así que sus elementos son muy resistentes al cambio pero no inmunes a él, constituye un complejo sistémico que otorga sentido al acervo tradicional, permite asimilar los nuevos elementos culturares que una tradición adquiere, puede resolver problemas nunca antes enfrentados, y no es una unidad discreta ni monolítica,320 sin límites definidos temporales en la tradición mesoamericana, ya que ―se formó una gradación de lo más 316 Basta analizar el siguiente párrafo para encontrar esta postura: ―Las diferencias de tipo étnico, cultural y lingüístico de los tarascos frente a los demás pueblos de Mesoamérica hicieron que el intercambio fuera más bien reducido y con ello las vías de comunicación, pues al no existir una gran relación ente los tarascos y los demás pueblos de Mesoamérica [¡!], no fue necesario tener grandes vías de comunicación.‖ GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI. ―La formación caminera en el Michoacán del siglo XVI‖ en: GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI (Compilador e introductor). Nueve ensayos de caminería. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de Historia, 2000, P. 23. 317 El exponente más notable de esta postura fue José Corona Núñez. 318 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoamericana‖, en: BRODA, JOHANNA; BÁEZ-JORGE, FÉLIX (Coordinadores). Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Fondo de Cultura Económica, 2001, Pp. 48-49. 319 POPESCU, LIVIU; MARTÍNEZ VILLARROYA, JAVIER. ―Entrevista a Alfredo López Austin‖, Óp. Cit. P. 146. 320 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El núcleo duro, la cosmovisión y la tradición mesoamericana‖, Óp. Cit., Pp. 60-62. 88 duro a lo menos resistente, de modo que pudiéramos imaginar metafóricamente el núcleo duro como una esfera cuyos elementos externos sufrían los mayores embates de los procesos históricos, actuando como colchones protectores de sus partes fundantes y estructurantes más internas.‖321 Por ejemplo Hans Roskamp resalta el esfuerzo de Corona Núñez –si bien menciona las carencias metodológicas del autor- de que Michoacán debe estudiarse en su contexto mesoamericano, ya que ―frecuentemente, existe cierta tendencia a presentar a las culturas prehispánicas de Michoacán como ―exóticas‖ y ―únicas‖, enfatizando más sus diferencias (por ejemplo, en cuanto a la lengua, el origen, la cosmovisión, etcétera) que sus similitudes con otras culturas del México antiguo.‖322 Nosotros somos partidarios de esta última postura, si bien reconocemos que lo tarasco debe intentar explicarse por sí mismo, también consideramos que el Posclásico Tardío fue un periodo de intenso intercambio económico, cultural y político, así como un ambiente de continua guerra. Desconocemos dónde se originaron algunos de los elementos que se difundieron por toda Mesoamérica en este período,323 resolver dicha problemática está más allá de las intenciones de este trabajo, y sólo podemos intentar explicarlos en su contexto histórico más amplio. Empero, esta explicación sólo podrá ser clara y coherente sin caer en explicaciones difusionistas o centralistas, abusando de la analogía cultural; que por el hecho de que una cultura pertenecía a la súper-área mesoamericana, todas los elementos culturales eran lo mismo pero con diferente nombre. Por décadas este ha sido el proceder en la historiografía sobre el Michoacán prehispánico, interpretando los pocos datos de las fuentes documentales, y basando las explicaciones en elementos ajenos a la cultura tarasca; un ejemplo de este proceder ha sido el tema de la religión, donde se han construido enormes castillos en el aire, entorpeciendo el entendimiento de la cosmovisión tarasca prehispánica. (Ver figura 1). 321 Ibíd., P. 62. RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y perspectivas de investigación‖, Óp. Cit., Pp. 55-56. 323 CASTRO LEAL, MARCIA. ―Elementos arqueológicos comunes a diversos grupos en el Posclásico: un problema a desentrañar‖ en: SODI MIRANDA, FEDERICA (Coordinadora). Mesoamérica y Norte de México. Siglo IX-XII. México, Museo Nacional de Antropología e Historia, Vol. 1, Pp. 123-134. 322 89 FIGURA 1. Sobre la supuesta unidad absoluta mesoamericana. Durante años, el proceder de historiadores, arqueólogos, antropólogos y otros estudiosos, fue el de considerar que las culturas mesoamericanas sólo eran ligeras variantes regionales y lingüísticas, pero que se conservaba una sola cultura absoluta. Así, para ―rellenar‖ los huecos en que se desconocía el aspecto de una cultura, se comparaba con elementos de otra, y se ―llenaba‖ la falta de información. Para el caso tarasco esto se ha hecho con suma regularidad, en especial para el caso de la religión. Así por ejemplo tenemos nombres de algunas deidades tarascas, pero no tenemos la explicación de cuáles eran sus funciones y jerarquías, lo que hacían algunos autores era modificar la teogonía de los pueblos nahuas y sustituir los nombres. Esto era un proceder común, a pesar de que las fuentes documentales manifiestan otros aspectos culturales, y contradicen los intentos por darle explicación a ciertos aspectos de la cultura tarasca. Un caso inverso, es decir, el uso elementos culturales de Occidente para explicar otras áreas mesoamericanas, lo podemos encontrar en la explicación que se da a ciertos aspectos de las culturas nahuas y mayas a través de las esculturas de las culturas Ixtlán y Comala, donde quedaron registrados muchos aspectos de la vida cotidiana durante el Preclásico y Clásico del Occidente mesoamericano. FUENTE: Agradezco al Dr. Igor Cerda Farías permitirme usar este cuatro usado en el aula. Elaboración propia. A pesar del desconocimiento que tenemos sobre el pasado tarasco, y la falta de estudios, se puede intentar definir lo tarasco a través de los aspectos culturales: la antropología física, la lingüística, la arqueología y la Historia. Entre los aspectos de antropología física, Nicolás León identificó que los cráneos tarascos humanos presentan rasgos como un marcado prognatismo facial, con mandíbula estrecha y cuya rama ascendente formaba un ángulo casi recto en relación con el resto de la mandíbula, los caninos son sustituidos por pequeños molares y no se presentó la muela del juicio,324 pero se debe agregar que ―son raros los estudios sobre los restos óseos humanos que se han localizado en Michoacán, y por tanto, en poco nos ayuda la antropología física a 324 LEÓN, NICOLÁS. ―Anomalías y mutilaciones étnicas del sistema dentario entre los tarascos precolombianos‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 175-181. 90 definir las características somatológicas de grupo tarasco prehispánico‖.325 La lingüística es otra herramienta que puede ser de ayuda, pero lamentablemente tampoco han abundado los trabajos sobre el idioma tarasco, considerado aislado de otras familias lingüísticas mesoamericanas, aunque se ha intentado relacionarlo con el quechua, aimara, zuñi y lenguas mayas, pero todo parece apuntar a que el tarasco no es una lengua mesoamericana.326 La arqueología y la Historia son las que probablemente aportan más conocimiento para la definición de la cultura tarasca; aunque Claudia Espejel ha destacado diversos debates recurrentes que no han tenido una solución definitiva: sobre la Historia menciona que ante la falta de documentos y la crítica de los existentes, se deben replantear los esquemas establecidos y realizar nuevas interpretaciones; desde la arqueología se ha cuestionado bastante la información histórica, pero a pesar de los grandes avances, faltan muchas exploraciones arqueológicas aún para comprender mejor las sociedades pretéritas del Michoacán prehispánico.327 Desde la arqueología, se ha identificado como rasgos materiales típicamente tarascos: ―a) arquitectura piramidal de planta rectangular, rectangular-circular o uso simultáneo de ambas formas. Empleo de plataformas comunes a varias estructuras, que puede considerarse un primer cuerpo de las mismas. Inexistencia de mortero en las construcción; b) presencia de un complejo cerámico de formas características con predominio de pintura al negativo, con diseños antropomorfos, zoomorfos y geométricos. Abundancia de cerámica negra pulida; c) existencia de pipas de barro de formas características; presencia del llamado Chac-mool; e) existencia de escultura en piedra con formas y representaciones locales; f) poca presencia de lapidaria de jade. En cambio, es notoria la existencia de obsidiana labrada con gran destreza manual, así como el uso del cristal de roca; g) existencia de orfebrería en otro, plata y cobre, y h) práctica de cremación 328 posenterramiento.‖ Salvador Pulido matiza las características que permiten la identificación arqueológica de los tarascos y los tarascos-uacúsecha, mencionando que rasgos como los chac-moles, pipas de barro y cremación posenterramiento, no son rasgos típicamente tarascos, si no que se encuentran en otras regiones culturales de Mesoamérica. En su trabajo resalta que la falta de trabajos arqueológicos no permiten comprender bien el desarrollo histórico del pueblo tarasco, y que sólo se ha podido identificar a la élite, que él llama los tarascos-uacúsecha, a partir de dos tipos de vestigios; la cerámica suntuaria y de lujo, así como la arquitectura monumental, siendo las yácatas la evidencia de presencia tarasco-uacúsecha. Por otro lado, la Relación de Michoacán y otros documentos nos permiten conocer varios aspectos sobre la cultura tarasca, como sus costumbres, creencias organización política, social, historia, mitos, gastronomía, pero estos documentos también reflejan en su mayor parte a la élite dirigente, que es la que se ha identificado arqueológicamente. Por lo que aún hace falta mucho trabajo de todas las disciplinas mencionadas para tratar de definir lo tarasco prehispánico. Un último debate, reciente por cierto, que debemos considerar sobre los tarascos prehispánicos, es sobre su organización sociopolítica. A lo largo del tiempo, la entidad política tarasca ha recibido diferentes nombres, los primeros fueron propios de los 325 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha…, Óp. Cit., P. 38. ALBIEZ WIECK, SARAH. Óp. Cit., T. II, Pp. 553-566. 327 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Reflexiones acerca del Estado tarasco a partir de las nuevas investigaciones etnohistóricas y arqueológicas‖, en: ALBIEZ-WIECK; ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, Pp. 73-94. 328 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha…, Óp. Cit., P. 54. 326 91 europeos, que hicieron analogía con su propia organización política del siglo XVI y otras conocidas, por lo que se usaron los conceptos de ―reino‖, ―señorío‖, ―república‖ y ―monarquía‖. Otras nomenclaturas con poco rigor que se han usado a partir de la historiografía del Michoacán prehispánico desde finales del siglo XIX, para nombrar a ésta entidad política, han sido ―reino‖, ―señorío‖, ―cacicazgo‖, ―supercacicazgo‖, ―Estado prístino‖, ―Estado‖, e ―imperio‖, y otras variantes de estos conceptos, como ―imperio hegemónico‖ o ―imperio cuasi-territorial tarasco‖, cada nomenclatura tiene una carga interpretativa de centralización del poder así como un enfoque evolucionista.329 Hasta ahora el mejor estudio que se ha realizado sobre la existencia de un ―Estado‖ tarasco es la tesis de licenciatura de José Ricardo Aguilar González, sin embargo, él mismo ha cuestionado su interpretación y ha puesto en duda la existencia de un ―Estado tarasco‖.330 El cuestionamiento de la existencia de una entidad estatal tarasca proviene de las recientes investigaciones históricas y arqueológicas: la principal fuente etnohistórica, la RM, ha sido fuertemente cuestionada por la forma en que su compilador, Jerónimo de Alcalá, organizó la información basándose en el cartabón proporcionado por Las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio (1221-1284),331 sin embargo, no hay que perder de vista que la RM fue redactada por un hombre de cultura occidental del siglo XVI, para que el texto fuera leído por hombres de cultura occidental del mismo siglo al otro lado del océano, compilando información de un linaje gobernante que pretendía justificar su poder en un contexto específico de la historia colonial de Michoacán en la década de 1540, y aunque sea una fuente de sesgo occidental y ―lagocéntrica‖ o ―uacucéntrica‖,332 es un filón de información que no puede ser desestimado ni declarar su obsolescencia, al contrario, hacen falta más estudios interdisciplinarios de éste texto complejo. Además, las exploraciones arqueológicas que se han realizado en los últimos años, mostrando una complejidad cultural que no quedó registrada en las fuentes escritas, ha sido fundamental para reconsiderar la ―historia de bronce‖ que relata la RM, por lo que se ha cuestionado así la existencia de un ―Estado tarasco‖, y se han propuesto la existencia de un ―superseñorío‖, ―alianza de señoríos‖, o una ―confederación de señoríos‖ para caracterizar la entidad política tarasca al momento del contacto europeo y conquista.333 Si bien la arqueología ha cuestionado la existencia de una entidad estatal para el caso tarasco, desde la información documental existente, es posible inferir que ésta entidad política era fuertemente centralizada, y que el cazonci tenía más poder y autoridad que en una alianza o confederación de señoríos, a pesar del sesgo occidental de sus autores. En las fuentes coloniales, dejando de lado la RM, por ejemplo en los títulos primordiales, juicios, probanzas, relaciones de méritos y servicios, crónicas religiosas o Relaciones Geográficas, la mayoría de las fuentes indican que los caciques o señores de los pueblos, eran súbditos o vasallos del cazonci, casi nunca se menciona que fueran amigos o aliados, siempre se muestra la verticalidad del poder central, y de 329 Para una síntesis de autores que han usado estos conceptos, véase ALBIEZ-WIECK, SARAH, Óp. Cit., T. I, Pp. 44-45. 330 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Comunicación personal. 331 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de Michoacán, Óp. Cit., T. I, Pp. 17. 332 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS Publications vol. 72), 1998, Pp. 12, 14 y 27. 333 ENKERLIN PAUWELLS, LUISE; PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ――Señores‖ y ―señoríos‖; la constitución territorial en el Michoacán temprano una visión desde la historia y la arqueología.‖, 2017, en prensa. Agradecemos al Dr. José Luis Punzo por facilitarnos este texto. 92 hecho, en los documentos de origen indígena que se escribieron para defender linderos de tierras, la mayoría reclama la posesión de la tierra porque el cazonci se las otorgó, pocos documentos reclaman la posesión de la tierra antes de la aparición del poder uacúsecha, y los que lo hacen, se aclara que obedecían en todo al cazonci, por lo que para nosotros es evidencia del funcionamiento de los aparatos ideológicos del Estado. Claudia Espejel agrega al debate: ―A pesar de todo lo dicho hasta aquí, hay indicios suficientes para pensar que, con el nombre propio o sin él, los tarascos formaban una entidad unificada que al menos desde fuera fue percibida como tal, primero por los mexicas y sus demás vecinos y posteriormente por los españoles. El hecho de que los mexicas nunca pudieron vencerlos y el hecho de que los españoles lograron sujetar a todos los pueblos del reino al conquistar la capital son 334 claros signos de que tal entidad estaban suficientemente consolidada.‖ Precisamente, otra razón histórica más para considerar la existía de un ―Estado tarasco‖, tiene que ver con la conquista de Michoacán; a diferencia de la conquista violenta de la Excan Tlatoloyan mexica y sus territorios, en que los españoles realizaban expediciones para ―pacificar‖ las regiones que se sublevaron tras la caída de MéxicoTenochtitlán, el Tzintzuntzan Irechequa fue conquistado ―pacíficamente‖ y con pocas referencias a sublevaciones, y su estatus frente a la Corona fue el de una especie de ―protectorado‖, en que el cazonci y la nobleza mantuvieron y adaptaron sus privilegios en el nuevo orden colonial durante algunos años o décadas más, y varias instituciones estatales prehispánicas tarascas sirvieron como base para que los diversos proyectos de colonización y evangelización fueran llevados a cabo.335 Hay que agregar además que el mismo Ricardo Aguilar mencionó en su investigación sobre el Estado tarasco que ―…el presente trabajo es susceptible de ser cuestionado, refutado, mejorado u olvidado. Sin embargo, la crítica de este trabajo, tendrá que reunir el mismo o mayor manejo de fuentes y una misma o mejor metodología, así como una competencia teórica como la que se 336 manifiesta en nuestra investigación.‖ Hasta el momento desconocemos que el autor que caracterizó la política y sociedad del Estado tarasco, haya realizado una investigación de esta envergadura para mostrar una caracterización nueva de la sociedad protohistórica tarasca, y qué concepto sería el más adecuado para nombrar su entidad política. Otros autores han dado algunos pasos sobre el tema, y esperamos investigaciones con la misma competencia de fuentes, metodológica y teórica para confrontar una nueva caracterización de esta sociedad prehispánica. Por nuestra parte, consideramos que el materialismo histórico proporciona una teoría y metodología integrales para analizar los diversos aspectos la sociedad tarasca prehispánica, por lo que nosotros consideramos que la entidad política era la de un Estado, con lo que tiene fuertes implicaciones en cómo concebimos la guerra y sus objetivos en el Michoacán del Posclásico Tardío. Debemos agregar que probablemente estemos ante una discusión bizantina, pues independientemente de caracterizar a la entidad política tarasca prehispánica como ―Estado‖, ―señorío‖ o cualquier otra 334 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Reflexiones acerca del Estado tarasco a partir de las nuevas investigaciones etnohistóricas y arqueológicas‖, Óp. Cit., P. 93. 335 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Instituciones coloniales en poblaciones tarascas. Introducción, adaptación y funciones‖; KUTHY, MARÍA DE LOURDES. ―El control de los puestos políticos. La elite tarasca en el siglo XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, Pp. 131-152 y 153-172. 336 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 8. 93 nomenclatura, lo cierto es que está entidad política fue única e irrepetible en el espacio y tiempo históricos, y su unicidad escapa de nuestra concepción occidental y de la información arqueológica y documental existente.337 Nota sobre la ortografía de los nombres tarascos en la presente investigación El idioma tarasco o purépecha ha tenido cambios notables desde que fue registrado por los europeos en el siglo XVI hasta la actualidad. Corona Núñez mencionó que ―sí el español ha tenido tales cambios a pesar de que el hablante ha tenido obras escritas donde estar siendo guiado para no salirse del cartabón del idioma, [¿] qué no ha pasado con el tarasco casi sin libros donde leerlo constantemente? El resultado ha sido que el tarasco moderno ha perdido innumerables vacablos [sic], otros los ha cambiado en su forma y a veces en su significado.‖338 A eso hay que agregar que los fonemas de los caracteres castellanos también han cambiado, lo que dificulta enormemente el trabajo lingüístico de la lengua purépecha actual. Conviene entonces mencionar los parámetros ortográficos usados a lo largo de esta investigación, de los nombres de personajes y lugares tarascos registrados en las fuentes históricas. Nosotros respetamos la ortografía de las fuentes siempre que citamos textualmente, aunque en la actualidad se hayan hecho recomendaciones de los caracteres que representan los diversos fonemas, como la w, k, y apostrofes. Para los nombres de los personajes, usamos la ortografía propuesta por Corona Núñez y Claudia Espejel,339 así como la adición de números romanos (I o II), cuando mencionamos a distintos personajes del linaje uacúsecha que sean homónimos. También respetamos la historicidad de los nombres de los personajes, así por ejemplo, cuando nos referimos al último cazonci antes de la conquista, lo nombramos Tzintzincha Tangáxoan, después de la conquista lo nombramos Francisco Tangáxoan, de igual forma con Cuiniarángari o don Pedro Cuiniarángari. Los toponímicos también los respetamos en las citas, aunque existan dos formas distintas en el mismo pasaje; si los topónimos han sobrevivido hasta la actualidad, tratamos de usar la ortografía actual, siempre que no se trate de una cita. Los adjetivos en lengua tarasca y náhuatl los hemos escrito en cursivas; para los americanismos que estén registrados por la RAE, usamos la grafía aceptada sin cursivas. En el caso que citemos un diccionario tarasco del siglo XVI, citamos la palabra o morfemas tarascos en cursivas, y la parte castellana en itálicas. A lo largo del texto nos hemos valido de traducciones de varios autores; nosotros hemos intentado hacer un ejercicio de traducción de algunos vocablos tarascos basándonos en los vocabularios y gramáticas del siglo XVI, pero ante nuestro desconocimiento de la lengua purépecha, deben considerarse sólo como propuestas, y los especialistas en la materia deben dar las observaciones finales en dicho tema. 337 PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. Comunicación personal. CORONA, NÚÑEZ, JOSÉ. ―Nota preliminar‖, en: GILBERTI, MATURINO. Diccionario de la lengua tarasca. Introducción de José Corona Núñez. Morelia, Editorial Balsal, 1983, P. 3. 339 RM, ―Apéndice. Cargos de gobierno, oficios y nombres‖, Pp. 281-290. 338 94 II. LA SOCIEDAD TARASCA PREHISPÁNICA ―Para el año de 1522, el rey tarasco ya gobernaba un reino que cubría una superficie de más de 75 000 km2 en las tierras altas de la región centrooccidente de México, incluido el actual estado de Michoacán. En esa época, el imperio tarasco era el segundo más grande de Mesoamérica y era dominado en términos étnicos por una población que los españoles llamaron ―tarascos‖, y que hablaba el lenguaje de Michoacán, también conocido como tarasco o p‘urhépecha. A diferencia de otros núcleos imperiales mexicanos del Postclásico, la zona central de Michoacán no tenía antecedentes de poderosas ciudades-estado o imperios, sino que había permanecido más bien en la periferia de las economías políticas de los periodos Clásico y Postclásico temprano. Empero, para principios del siglo XVI, el imperio y la dinastía real que gobernaban desde la cuenca del lago de Pátzcuaro se habían convertido en una potencia dentro del mundo mesoamericano. Ese mundo estaba dominado políticamente al este y al sur por el expansionista imperio azteca, así como por varios pequeños estados y señoríos hacia el oeste. En lo económico, todas las sociedades mesoamericanas estaban interrelacionadas mediante importantes flujos de bienes y servicios.‖ 340 Helen Perlstein Pollard, ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, 2004 9. INTRODUCCIÓN Ya que nos hemos pertrechado con un marco teórico-metodológico adecuado para estudiar el fenómeno de la guerra en la sociedad tarasca prehispánica, es momento de estudiar las características más importantes de dicha sociedad. En éste capítulo abordaremos desde la perspectiva del materialismo histórico, los aspectos relevantes para lograr comprender a las sociedades pretéritas que habitaron Michoacán antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI, en otras palabras, vamos a desarrollar los postulados del materialismo histórico a la realidad prehispánica tarasca. Marx y Engels propusieron prestar atención a cinco grandes factores ―de la actividad social [que] no deben considerarse como tres peldaños distintos, sino sencillamente como eso, […] «momentos» que han coexistido desde el principio de la historia y desde el primer hombre y que todavía hoy siguen rigiendo en la historia.‖341 Dichos ―momentos‖ son: 1) La existencia de individuos humanos vivientes y su relación con el resto de la naturaleza, es decir, la producción de los medios indispensables para satisfacer las necesidades de su vida material, como lo es la comida, bebida, vivienda, ropa, etcétera. 2) El segundo ―momento‖ es la reproducción de la vida material del hombre, ya que la acción de satisfacer la vida material y adquirir los instrumentos necesarios para ello, lleva a nuevas necesidades. 3) Un tercer aspecto ―es el de que los hombres que renuevan diariamente su propia vida comienzan al mismo tiempo a crear a otros hombres, a procrear: es la relación entre marido y mujer, entre padres e hijos, la familia…‖,342 en otras palabras, las relaciones sociales que se establecen entre ―la cooperación de diversos individuos, cualesquiera que sean sus condiciones, de cualquier modo y para 340 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2004, verano, año/vol. XXV, núm. 099, P. 117. 341 MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―‖Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, T. I, 1975, P. 28. 342 Ibíd., P. 27. 95 cualquier fin.‖343 Estas relaciones tienen una gran importancia, pues de ellas se desprende el siguiente momento; 4) ―un determinado modo de producción o una determinada fase industrial lleva siempre aparejado un determinado modo de cooperación o un peldaño social, modo de cooperación que es, a su vez, una «fuerza productiva»; que la suma de las fuerzas productivas accesibles al hombre condicionan el estado social y que, por tanto, la «historia de la humanidad» debe estudiarse y elaborarse siempre en conexión de la industria y el intercambio.‖344 5) Después de estos momentos, ―caemos en la cuenta de que el hombre también tiene «conciencia»‖, 345 que incluye al lenguaje que es tan viejo como la anterior y relaciona a los diversos seres humanos. ―La conciencia, por tanto, es ya de antemano un producto social, y lo seguirá siendo mientras existan seres humanos. La conciencia es, en principio, naturalmente, conciencia del mundo inmediato y sensorio que nos rodea y conciencia de los nexos limitados con otras personas y cosas, fuera del individuo consciente de sí mismo…‖.346 Los primeros dos aspectos los vamos a tratar en los primeros apartados de este capítulo, vamos a exponer de forma general la geografía michoacana durante el Posclásico Tardío, por ser el espacio que habitaron los tarascos y por los recursos que usufructuaban, formando parte de la base de subsistencia material. Después vamos a exponer una síntesis histórica del desarrollo histórico del pueblo tarasco, rescatando las teorías sobre sus supuestos orígenes sudamericanos, hasta el año 1522, momento en que se consumó la conquista del Tzintzuntzan Irechequa por parte de los soldados europeos. Posteriormente vamos a analizar la extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa, cómo estaba organizado territorialmente, saber cuáles eran las políticas aplicadas para los pueblos subyugados, y los recursos y productos que conseguían de las distintas regiones. En los siguientes apartados vamos a entrar de lleno al estudio de la sociedad tarasca prehispánica, analizando las relaciones sociales, la estratificación social y el Estado tarasco. Trataremos el cuarto aspecto, la economía política y el modo de producción, en el siguiente apartado. Estamos muy lejos de ofrecer una visión completa sobre el modo de producción de los tarascos durante el Posclásico Tardío, pues la falta de fuentes no permiten tener un panorama sobre este tema, aun así podemos tener algunas noticias sobre la tenencia de la tierra, las relaciones de producción, los tributos y la circulación de bienes. El quinto ―momento‖ que trataremos es el de la ideología, la religión tarasca en sus fuentes y su articulación con el poder estatal como justificación del de la entidad supraétnica. En un último apartado del presente capítulo, observamos la articulación entre los diferentes ―momentos‖ y proponemos cuál era el tiempo de la guerra a gran escala en el Estado tarasco, revisando los ciclos agrícolas, la época de lluvias, el calendario tarasco, el conocimiento astronómico prehispánico y el pago de tributos. 343 Ibíd., P. 28. Ídem. 345 Ibíd., P. 28. 346 Ibíd., P. 29. 344 96 10. LA GEOGRAFÍA DEL PAÍS DE LOS TARASCOS ―Tiene su situación esta sierra en el centro del reino y provincia de Michoacán, parte muy principal de esta Nueva España, y entre sus montes emulando al Etna, conserva dos volcanes en que suelen verse cerca de Colima el fuego y la nieve sin estorbar uno al otro su domicilio. En sus entrañas no ocultan estos montes la oficina de Vulcano, sino ricos minerales de oro, plata, cobre, bronce y exquisitas piedras. Sus campiñas se ven esmaltadas de flores y yerbas medicinales y sus montes cubiertos de frondosos árboles que impiden al sol el que penetre con sus rayos aquel terreno. Sus frutas por abundantes y exquisitas, se hacen lugar en todas las historias. Toda está circunvalada de hermosos y cristalinos ríos y tiene varias lagunas, que en sus dilatados ámbitos parecen pequeños mares. Los peces de sus aguas son tantos y de calidad tan saludable, que por la multitud le dieron nombre a toda la provincia; no siendo otra cosa Michoacán, que tierra de mucho pescado, en lengua mexicana.‖ 347 Fray Isidro Félix de Espinosa, Crónica franciscana de Michoacán, 1751 Antes de iniciar el análisis de la guerra y las sociedades que la practicaban en la antigüedad mesoamericana, es necesario primero familiarizarnos con su espacio, es decir, el escenario geográfico donde habitaron estas sociedades pretéritas. Este aspecto es fundamental para nuestra investigación, pues nos permitirá conocer la relación entre el ser humano con su entorno material. El medio físico sufre transformaciones con el devenir del tiempo, es decir, que pueden historiarse estos cambios. Estos cambios son estudiados por la Geografía, la cual se divide en dos grandes campos, la Geografía física y la Geografía humana.348 Los cambios realizados por los seres humanos son estudiados por la Geografía histórica, esta ―geografía del pasado puede reconstruir la imagen de una región de un periodo histórico definido o puede servir para explicar la génesis y el proceso de la formación de una situación presente.‖349 Las tres grandes tareas de la geografía del pasado se centran en los cambios geográficos a través del tiempo, el desarrollo de los paisajes y la evolución de las formas espaciales.350 La presente investigación dista bastante de un estudio de Geografía histórica, mas debemos utilizar los parámetros de forma diacrónica que dicha disciplina ofrece como herramientas, que nos permitan exponer nuestros propósitos, y describir el país controlado por los tarascos en el siglo XVI. 347 ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán. Apuntalamientos bibliográficos de Nicolás León. 3ª edición, Morelia. Instituto de Investigaciones Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morevallado Editores. 2003, Pp. 21-22. La abundancia y diversidad de ictiofauna del territorio controlado por los tarascos en época precortesiana, fue motivo para que se le conociera a la región como Mechuacan o Michhuahcan, toponímico de origen nahua ―que proviene de michin, o mechin, ―pescado‖; -huah, ―dueños de‖, y –can, sufijo locativo: ―Lugar de los dueños del pescado‖. Los michhuahque son la ―gente de Mechuacan‖. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 63. 348 CORTEZ, CLAUDE. ―Introducción‖, en: CORTEZ, CLAUDE (Compilador). Geografía histórica. México, Instituto Mora, Universidad Autónoma Metropolitana, (Antologías Universitarias), 1991, P. 10. 349 Ibíd., P. 17. 350 Ibíd., P. 18. 97 Gracias a las fuentes coloniales, podemos hacernos una idea de la geografía del territorio controlado por los tarascos, inmediatamente anterior a la llegada de los españoles, pues si bien la llegada de los europeos transformó radicalmente el paisaje, la depredación ecológica que lamentablemente existe en nuestros días es producto de la industrialización de finales del siglo XIX.351 Los europeos se asombraron con la riqueza natural del Nuevo Mundo, las palabras de fray Isidro Félix de Espinosa que anteceden a este apartado son una muestra de ello. Entre los principales documentos que describen la geografía michoacana del siglo XVI, se encuentran los documentos que la Corona Española, bajo el reinado de Felipe II, mandó realizar en 1577 para conocer mejor los territorios ultramarinos y poder administrarlos mejor. Se les conocen como ―Relaciones Geográficas‖, y fueron elaboradas a partir de una instrucción compuesta por 50 preguntas, cuyos tópicos giraban en torno a poblaciones, clima, relieve, número de habitantes, toponímicos, información etnográfica de los indígenas, los ríos, lagos, volcanes, flora, fauna, minas, jurisdicciones religiosas, costas y puertos. Estas relaciones geográficas han sido publicadas las que corresponden a la antigua provincia de Michoacán.352 Otros europeos también compararon la geografía de Michoacán con regiones reales o mitológicas del Viejo Mundo, por ejemplo el agustino fray Mathías de Escobar comentó para 1729 que ―está Mechuacán al occidente, que si el paraíso de Edén lo puso Dios al oriente, ad orientalem plagam Edem, este otro ameno jardín, lo colocó al occidente, haciendo a éste quizá antípoda de aquél; colocando a Mechuacán, como al paraíso debajo de la tórrida zona, entre los dos trópicos Cancro y Capricornio…‖.353 El país de los tarascos abarco una porción considerable de la actual entidad federativa de Michoacán de Ocampo y estados limítrofes, como lo son Colima, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Estado de México y Guerrero, al sur se encuentra la costa bañada por las aguas del Océano Pacifico. Como se sabe, el Tzintzuntzan Irechequa fue una entidad política dentro de la súper área cultural de Mesoamérica, geográficamente inicia en el Norte desde el desierto localizado al norte del Valle de México, y se extiende hasta las selvas tropicales de Guatemala, y partes de Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica en el Sur. William T. Sanders y Barbara J. Price dividieron Mesoamérica por la altitud, de forma un tanto simplista, en zonas verticales de tierra fría, tierra templada y tierra caliente, ―subdividen cada una por cantidades de lluvia, lo que produce lo siguiente: 1. Tierra caliente (0 a 1 000 m): a) Árida (menos de 800 mm de precipitación anual); b) Subhúmeda (800 a 1 200 mm), y c) Húmeda (más de 1 200 mm). 20 Tierra templada (1 000 a 2 000): a) Árida (menos de 500 mm); b) Subhúmeda (500 a 1 000 mm), y c) Húmeda (más de 1 000m). 3. Tierra fría (2 000 a 2 800 mm): a) Árida (menos de 500 mm); b) Subhúmeda (500 a 1 00 mm), y c) Húmeda (más de 1 351 Ya para finales de los años 1980, se sabía que ―hoy en día, sin embargo, el paisaje no corresponde a lo que fuera en la época del esplendor de los tarascos; la explotación irracional de los bosques lo ha transformado radicalmente, lo que ha repercutido en todos los aspectos del medio geofísico: suelos, clima, fauna y vegetación.‖ CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos. México, Gobierno del Estado de Michoacán-Comité Editorial del Gobierno de Michoacán, 1986, P. 20. 352 ―Instrucción y memoria de las relaciones que se han de hacer para la descripción de las Indias que su majestad manda hacer, para el buen gobierno y ennoblecimiento dellas‖, en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 9, 1987, Pp. 17-23. 353 ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida. Vitas patrum de los religiosos ermitaños de Nuestro padre San Agustín de la provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. Estudio introductorio de Igor Cerda Farías. 3ª edición. Morelia. Instituto de Investigaciones HistóricasUniversidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo- Exconvento de Tiripetío-Fondo editorial Morevallado, 2006, P. 33. 98 000).354 (Ver Figura 2) Sin embargo, esta propuesta ha sido aceptada, y con ella se detecta que ciertas plantas tienen tolerancia a determinada temperatura ―(por ejemplo, el caco no florece por encima de los 1 000 metros, el maguey se encuentra principalmente por encima de los 2 000 metros, y la temporada para que crezca el maíz por encima de 2 000 metros se limita a seis o siete meses). Incluyendo plantas indígenas e introducidas, y combinando los datos de Sanders y [Alejandra] Moreno Toscano, se revelan las siguientes zonas productivas: la tierra caliente produce cacao, plátanos, caña de azúcar, zapote, tabaco y algodón; la tierra templada produce café, cítricos, maíz, frijoles y calabaza; la tierra fría, que incluye el Valle de México, produce principalmente grano: trigo, cebada y maíz. La altura aproximada por debajo de la cual es posible sembrar durante todo el años, es 1 600 metros y por encima de la cual hay heladas que limitan la 355 temporada agrícola de casi todas las cosechas a unos siete meses.‖ FIGURA 2. Mapa de William T. Sanders y Barbara J. Price sobre los tres tipos básicos de clima en el Centro de México. FUENTE: HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., P. 21. El territorio michoacano es uno de los más accidentados de la República Mexicana, producto de una intensa historia geológica. El escribano Francisco Toscano Gorjón, escribió para 1579 como en la región de Chilchotla, ―son los montes muy espesos y umbrosos, y en mucha cantidad; cogen estos montes mucha tierra, que yo, el d[ic]ho escrib[an]o, he andado más de trescientas leguas por ellos en largo, y corren ellos más, porque no se les ha hallado fin, y siempre [son] mont[u]osos.‖356 En la época prehispánica se creía que en los dioses de los montes llamados Angámucuranchan o 354 Citado por HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI. Traducción de Juan José Utrilla. México, Alianza Editorial Mexicana, 1990, nota a pie núm. 1, P. 20. 355 Ibíd., nota a pie núm. 1, P. 20. 356 VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 103. 99 Angamucuracha,357 Maturino Gilberti tradujo ―Angamucuni. estar en pie a la puerta, o cueua, o orilla de la laguna, o rio‖,358 probablemente eran dioses guardianes de estos elementos naturales con diversos atributos. Durante el Paleozoico los océanos ascendieron muchas veces igual que las áreas continentales. En la era Mesozoica hubo un hundimiento paulatino hasta que en el Cretácico inferior la mayor parte de Michoacán y en la República quedaron sumergidos, y volvieron a la superficie a finales del Cretácico. En el período Cenozoico se desarrolló una intensa actividad volcánica, formándose la Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre del Sur, el Sistema Volcánico Transversal y el litoral del Pacífico, modificándose intensamente el relieve de Michoacán. Durante el Cuaternario, nuestra era geológica, el territorio michoacano no ha sufrido cambios drásticos heredados del Cenozóico.359 Durante las eras geológicas de intensa actividad volcánica, se gestaron las minas de obsidiana, recurso muy importante para los habitantes prehispánicos del territorio michoacano. FIGURA 3. Mapa que muestra las regiones naturales o provincias fisiográficas de Michoacán. FUENTE: GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖ en: FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General) Historia general de Michoacán. México, Gobierno del Estado de MichoacánInstituto michoacano de cultura, T. I, 1989, P. 11. 357 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63v, P. 18. GILBERTI, MATURINO. Vocabulario en lengua de Mechuacan. Transcripción paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de Clotilde Martínez y J. Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 1997, P. 48. En adelante citado como VLM. 359 GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, en: FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador. General) Historia general de Michoacán. México, Gobierno del Estado de MichoacánInstituto michoacano de cultura, tomo I, 1989, Pp. 14-16. 358 100 En el antiguo territorio controlado por los tarascos confluyen cuatro grandes provincias fisiográficas de México: la Altiplanicie Mexicana, el Eje Volcánico Transversal, la Depresión del Balsas y la Sierra Madre del Sur. La fisiografía es una ciencia en que existen discrepancias sobre su definición y límites, sin embargo, su objeto de estudio es el presente de la superficie de la Tierra y su relación con la atmósfera, la hidrosfera y la geología. ―Las provincias fisiográficas se definen por su morfología, estructura e historia geológica la hidrografía y los suelos,‖360 esto sobre la base de tres factores: ―1) el estudio de la estructura desde el más amplio punto de vista, es decir, incluyendo la historia geológica de la región; 2) el análisis de los agentes de erosión que influyen sobre la región: acción de la atmósfera, del agua, etc.: y, 3) el resultado alcanzado por la erosión sobre la parte de la corteza terrestre que es objeto de estudio.‖361 A partir de esto se han propuesto cinco provincias fisiográficas para el territorio michoacano que cruzan el paisaje paralelamente de Este-Oeste, ―en las que hay discrepancias en los límites y nombres que se les fijan.‖362 (Ver Figura 3) Atendiendo los aspectos de su morfología, estructura e historia geológica, y la hidrografía, describiremos las provincias mencionando sus elevaciones más importantes, la geología, las cuencas exorreicas (con salida al mar o cuerpos de agua) y las cuencas endorreicas (que no tienen desagüe al mar), recordemos que el Occidente de México y Michoacán cuenta con una rica hidrografía compuesta por cuencas lacustres, palustres y fluviales.363 (Ver Figura 4) Fray Mathías de Escobar describió ésta riqueza diciendo que ―cuatro copiosos ríos como veremos, son los principales de esta provincia, hasta en esto 364 parecido este occidente paraíso, al otro oriental; tiene muchas lagunas, como referiré y todas las humedades, todas las referidas lluvias […] Como se ve, toda esta provincia de Mechoacán, está llena de aguas. Prueba evidente, son los ríos de que goza este flamenco americano país. Con tan dulces aguas, como las que puede desear el apetito más estragado; no hay ciudad, villa o pueblo, por pequeño y despreciable que sea, que no tenga el agua que necesita para su sed, y la que ha menester, así para los caseros desperdicios, como para los deleites de la vista, en las huertas y jardines. No se asuste el que lee, que no las cuento por ser tantas éstas, que solo sus nombres llenaran muchos valones de papel y los ojos de aguas, mojaran muchas manos. Omito las fuentes y ojos de agua, y hago sólo breve 365 relación de los mayores ríos, que se contienen en los límites de su esfera.‖ 360 Atlas geográfico del Estado de Michoacán. 2ª edición, México, Secretaría de Educación en el Estado de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, El Colegio de Michoacán, Editorial Eddisa, 2003, P. 42. 361 VIVÓ ESCOTO, JORGE ABILIO. Geografía de México. 4ª edición, corregida y aumentada, México, Fondo de Cultura Económica, 1958, P. 48. 362 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 42. 363 Está riqueza hidrográfica ha sido aprovechada por grupos humanos desde épocas remotas, para un estudio del desarrollo cultural en las cuencas del Occidente de México, véase WILLIAMS, EDUARDO. ―Desarrollo cultural en las cuencas del Occidente de México: 1500 a.C.- 1521 d.C.‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. (Editores). Las cuencas del Occidente de México. Época Prehispánica. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, Instituto de Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación, 1996, Pp. 1559. 364 Los ríos del Jardín del Edén según el Génesis eran el Fisón, Geón, Tigris y Éufrates. La sagrada Biblia. Traducida de la Vulgata Latina al español. Notas de Félix Torres Amat. Estados Unidos de América, Editorial Sopena Argentina, 1975, Génesis, 2:10-14, Pp. 15-16. 365 ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 34. 101 FIGURA 4. ―Mapa del centro y el occidente de México mostrando el área aproximada que cubrían las cuencas lacustres durante el siglo XVI y algunos sitios arqueológicos asociados a ellas: 1) Capacha, 2) Chupícuaro, 3) El Opeño, 4) Ihuatzio, 5) Loma Alta, 6) Loma Santa María, 7) Pátzcuaro, 8) Queréndaro, 9) Teuchitlán/Etzatlán, 10) Tinganio, 11) Tres Cerritos, 12) Tzintzuntzan, 13) Urichu‖. FUENTE: WILLIAMS, EDUARDO. ―El modo de vida lacustre: etnografía de las cuencas lacustres de Michoacán‖, en: Arqueología Iberoamericana. España, s. e., diciembre, 2015, año VII, núm. 28, Pp. 107-134. El territorio que comprendió el país de los tarascos es cruzado por dos importantes ríos, el Lerma y el Balsas, además de los numerosos ríos de las regiones de Arteaga y Coalcomán, y también están presentes las cuencas de varios lagos. Las provincias fisiográficas configuran en gran medida la diversidad de climas presentes en el territorio michoacano, aunque por supuesto existen otros factores que conforman las variaciones climáticas. Entre estos factores podemos encontrar el tipo de suelo, orientación de las sierras, altura respecto al nivel del mar, temperatura, heladas, precipitación pluvial y humedad.366 En Michoacán predominan cuatro tipos de climas: Templado con lluvia todo el año, Templado con lluvia en verano, Tropical con lluvia en verano y Seco estepario. Viajando de Norte a Sur, las provincias fisiográficas del país de los tarascos serían: 366 GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., Pp. 27-34. 102 1) Región de los Valles y Ciénegas del Norte o Altiplanicie: Esta área comprende la parte más sureña de la Altiplanicie Mexicana, y la más septentrional del territorio estatal. Tiene una altura en promedio de 1200 m a 2000 m sobre el nivel del mar. Destacan los valles de Tepuxtepec, Maravatío, Puruándiro, Angamacutiro, Penjamillo, La Piedad, Yurécuaro, Tanhuato, Ixtlán, Pajacuarán, Zamora, etcétera. La historia de esta región se remonta a 70 millones de años a finales del cretácico, y la actividad volcánica provocó la expulsión de lava en la superficie,367 aunque hubo expulsión de lava en épocas menos remotas. Estos campos de lava recientes son conocidos como malpaíses, donde se asentaron importantes grupos humanos durante varios cientos de años, muchos de estos grupos fueron el antecedente de la expansión tarasca en el Posclásico tardío. En esta región también se manifiesta un intenso volcanismo secundario en forma de fuentes termales y géiseres, sumando 68 las más importantes. En el Bajío se encuentran las de Abasolo, Apasea, Atotonilco y Comajilla, en Jalisco destacan las de Barranca de Oblatos, Chapala y Temacapulín, del lado michoacano se encuentran las fuentes termales de Aguacaliente de Chincua, Cuintzio, Chucándiro, Purúa, Puruándiro, Salada de Pedernales, Tararameo, Tiquicheao de la Laguna, Araró y Zinapécuaro,368 precisamente estas últimas fuentes termales eran un lugar sagrado, donde se encontraban los templos principales de la madre de los dioses, la diosa Cuerauáperi.369 Esta región está conformada por varias cuencas importantes, la de Zacapu, que paulatinamente ha sido desecado, pero que en tiempos prehispánicos era de gran importancia.370 La Rea menciona que a ―dos leguas del pueblo de Tzacapo, está un cerro, en cuya cumbre está labrado un vaso tan perfecto, que sólo la naturaleza pudo ser artífice de su fábrica, porque todo el cerro es redondo y, por dentro, hueco y lleno de agua […] Las aguas son clarísimas y deleitosas…‖, no debe de ser otro que Los Espinos. Prosiguió La Rea con ―debajo de este cerro cae la cienéga de Tzacapo, donde hay lagunas profundísimas, con infinito pescado. De esta Ciénega tiene su nacimiento elrío Angulo que, discurriendo hacía el norte, se incorpora […] con el Grande […] En esta ciénega hay infinita caza de patos…‖.371 También se encuentra la cuenca del Lago de Cuitzeo y sus principales afluentes que desembocan en él, son los ríos de Queréndaro, cuyos tributarios de los ríos San Lucas y Zinapécuaro, y del río Grande de Morelia. En el pasado este cuerpo de agua era navegado en canoas, se pescaba charal, langosta, que servía para proveer a la mayor parte de las Chichimeca durante el siglo XVII, y se aprovechaba el carrizo para la manufactura de diversos artefactos. 372 La cuenca del Río Lerma (en el pasado también era conocido como Río Grande, ―comúnmente así llamado, aunque toma tantos nombres, cuantos lugares por donde pasa‖, así como los nombres de Salvatierra, de Santiago, Toluca y Chiconahuapan),373 cuyo origen se encuentra en la Sierra del Ajusco en el Estado de México, y atraviesa el territorio nororiental de Michoacán en dirección noreste a suroeste. Sus principales 367 Ibíd., Pp. 10-11. BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. 2ª edición, Morelia, Morevallado Editores, 1993, Pp. 16-17. 369 RM, Primera Parte, ff. 10-10v, Pp. 11-12. 370 Ibíd., P. 24-25. 371 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden de N. Seráfico P. S. Francisco, Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacan en la Nueva España. Edición y estudio introductorio de Patricia Escandón. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Clásicos), 1996, Lib. I, Cap. II, Pp. 67-68. 372 Ibíd., P. 67; ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 38. 373 Ibíd., Pp. 34-35. BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. Óp. Cit., P. 18. 368 103 afluentes son los ríos Tlalpujahua, Cachiví, Angulo, Tanhuato y Duero.374 Los río Lerma y Duero desembocan en el extremo noreste del Lago de Chapala, siendo éste lago el más grande de la República Mexicana, tan grande que en el pasado, fue conocido por los españoles como Mar Chapálico: ―[los ríos Angulo y Lerma] entran en el mar Chapálico, cuyo golfo rodea sesenta leguas de contorno; lástima fuera a tanta grandeza, darle el nombre de laguna, cuando levanta olas por ser mar, y siendo tan grande este mar, es pequeña caja a estos dos ríos…‖.375 Alonso de la Rea mencionó en 1646 que el lago de Chapala ―tiene mucho pescado y las aguas dulces.‖376 Al oeste del Lago de Chapala, se encuentran las cuencas de las lagunas de Cajititlán, Atotonilco, San Marcos, Zacoalco, Sayula y Zapotlan, siendo este uno de los límites más occidentales de avance territorial del Tzintzuntzan Irechequa. 2) Región de la Sierra del Centro o Sistema Volcánico Transversal: Esta región comprende a la porción del Eje Volcánico Transversal que cruza totalmente por el estado. Tiene una longitud de 300 km y una anchura de 130 km, cubriendo una superficie aproximada de 27000 km2. Ésta región se formó en el Cenozoico, a parir de rocas volcánicas. Su relieve es alto y accidentado, oscilando sus eminencias entre los 2500 m a 3000 m sobre el nivel del mar. Destacan por su altitud el Pico de Tancítaro (4160 m), Cerro Patamban (3750 m), Cerro de San Andrés (3690 m), Cerro de San Miguel o Calvario (3480 m), Cerro San Marcos, Cerro Paracho (3347m), Cerro Picacho (3340 m), Cerro El Zirate (3200 m) y Volcán Paricutín (3170 m), volcán moderno formado en 1943. Sobresalen los valles de Pátzcuaro, Quiroga, Tzintzuntzan, Erongarícuaro, Morelia, Zinapécuaro, Indaparapeo, Querénderao, Comanja, Villa Jiménez, etcétera.377 Ésta zona está conformada por dos lagos de gran importancia natural e histórica, pues es el escenario donde se desarrollaron la mayoría de los episodios narrados de la RM, así como haber sido el corazón del Tzintzuntzan Irechequa, los lagos de Pátzcuaro y Zirahuén. La cuenca del primero se nutre de diversos afluentes, tanto subterráneos y superficiales, de estos destacan los ríos de San Gregorio y Chapultepec, y los arroyos de Santa Fe y Soto. En la antigüedad sobresalían los islotes de Pacanda, Yunuen, Tecuén, Janitzio, Jarácuaro, Uranden, Carián y Apupato, estos últimos cuatro se han convertido en costa debido a la desecación del lago. La Rea mencionó que ―es profunda y se coge infinito pescado blanco, muy sabroso y saludable, y otros géneros. Esta laguna fue el depósito de los ídolos de oro y plata, y piedras preciosas, que nuestros frailes debelaron en la fundación del evangelio.‖378 El Lago de Zirahuen se encuentra al suroeste de Pátzcuaro y es de menor tamaño que aquel, pero es mucho más profundo, recibe tributo de los arroyos Manzanilla y Zinamba, cuyo origen está en el municipio de Salvador Escalante.379 Alonso de la Rea mencionó que en Zirahuén era ―a donde los reyes y señores se retiraban al recreo y alivio de sus negocios, cuyas paredes hoy se ven junto a la laguna. Es profundísima y tiene de boj dos leguas, y se coge gran suma de pescado 374 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 47. ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 35. 376 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, P. 65. 377 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 42, 48-49; GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., P. 12. 378 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, Pp. 66-67. 379 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 49. 375 104 blanco. No se navega, porque en medio se hace un remolino con rápido, que se sorberá un monte. Es tradición de los naturales que se comunica con la de Pasquaro.‖380 En la región del occidente de Pátzcuaro también se encontraban cuencas importantes, en la región de Jacona se encuentra el río homónimo, hoy conocido como Duero, donde se recogían ―bagres y truchas, siendo aguas muy lindas, y las arboledas muy amenas y coposas.‖381 Cruza por Chilchota y Zamora, se une al arroyo de Tangáncicuaro para desembocar en el lago de Chapala. ―Hacia el poniente está la laguna de la Magdalena, con tres leguas de circuito, y mucho pescado‖, actualmente ésta laguna actualmente ha desparecida, se encontraba en los municipios jaliscienses de Magdalena, Etzatlán, Antonio Escobedo y Hostotipaquillo. ―Y media legua de ésta [la laguna de la Magdalena], está la de Quitupa, muy profunda y con quien se comunica por ocultos rumbos de la tierra.‖382 3) Región de la Tierra Caliente o Depresión del Balsas-Tepalcatepec: Esta región comprende la porción más occidental de la Depresión del Balsas. Se encuentra delimitada al norte con la Sierra del Centro, al sur con la Sierra de Coalcomán, al oeste con los estados de Colima y Jalisco, y al este con Guerrero y Estado de México, con una longitud de 225 km. Tiene una altitud media de entre 500 m. a 300 m. sobre el nivel del mar, mientras que las más bajas se encuentran a 160 m. a 300 m. Es esta región hay pocos valles, destacando la llanura de Antúnez, al sur de Uruapan, y el plan de Tierra Caliente en los municipios de Apatzingám, Buena Vista, Aguililla y Tepalcatepec. Destacan las serranías de Inguarán, Curucupaceo y los Picos de Cucha, así como el volcán Jorullo formado en 1759.383 En ésta zona se encuentran la mayoría de los ríos y arroyos del territorio estatal. El más importante de la región es el Río Balsas, (en el pasado conocido como Río Zacatula, porque en la desembocadura, que termina en el Océano Pacifico, se encontraba el señorío de Zacatula), nace de la unión de los ríos Atoyac en Puebla y el río Mixteco de Oaxaca, en Guerrero se le conoce como Mezcala, junto con sus afluentes, se extiende a lo largo de 32950 km2, era tan caudaloso que se le comparaba con el río Nilo, además de que ―crían en sus aguas fieros caimanes que llama el español, y el egipcio, cocodrilos, tan corpulentos y osados, que huyendo del hombre todos los peces, sólo estos se atreven a él como se ha experimentado en este río.‖384 Los tres afluentes más de este río en Michoacán son los ríos Cutzamala, Tacámbaro o Carácuaro y Grande o Tepalcatepec, de Guerrero los afluentes son Tlapaneco, Ajuchitlán, San Miguel y el Oro. El río Cutzamala es formado por los ríos Tuzantla y Tilosto, mientras que el río Carácuaro recibe su afluente de ríos como el Pedernales y Puruarán, y arroyos como Inguarán, Las Truchas y Los Limones, entre otros. El tercer afluente de capital importancia es el río Tepalcatepec o Grande, el de mayor extensión de la cuenca del Balsas, con 8267 km2 en territorio michoacano; según Alonso de la Rea, también ―hay en él muchos caimanes, por la corpulencia de las aguas, y, hambrientos, suelen matar algunas personas…‖.385 Este río nace en Jalisco, donde recibe el nombre de Quitupan, con dirección noroeste a sureste. El principal afluente de este es el Río Marqués, cuyo origen es el manantial ―Rodilla del Diablo‖, mejor conocido como Cupatitzio, en 380 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, P. 67. Ibíd., P. 65. 382 Ibíd., P. 67. 383 GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., P. 12-13. 384 ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 35. 385 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. II, P. 65. 381 105 Uruapan. Desde la época prehispánica los márgenes del río Tepalcatepec han tenido gran potencial agrícola. La cuenca del Balsas ha sufrido un cambio drástico en el siglo XX, ya que a principios de la década de 1960, se construyó la presa Presa Infiernillo, con lo que muchos sitios arqueológicos prehispánicos quedaron cubiertos por el agua. En la actualidad dicha presa es la segunda productora de energía eléctrica de la República mexicana.386 4) Región de la Sierra Madre del Sur: La Sierra Madre del Sur es un sistema montañoso importante que atraviesa de oeste a este los estados de Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca. En Michoacán cuenta con dos derivaciones, el segmento occidental conformado por las sierras de Coalcomán y Chinicuila, y el segmento oriental con las sierras de Arteaga y Pinzandarán, ambas derivaciones cuentan con ramificaciones al norte y sur. Se extiende en dirección noreste a sureste a lo largo de la costa del Océano Pacífico, con 200 km. de longitud y 100 km. de anchura, cubriendo una superficie aproximada de 16000 km2. El relieve de esta región es predominantemente montañoso, los cerros alcanzan alturas de 2000 m. sobre el nivel del mar, mientras que las eminencias alcanzan cerca de los 3000 m., la más elevada es el Teotepec (3500 m).387 El sistema fluvial costanero comprende la Sierra Madre del Sur y la costa de Michoacán, donde se encuentran más de 50 ríos y arroyos que desembocan en el Océano Pacífico. El origen de estos cuerpos acuáticos es la Sierra Madre del Sur, y la mayoría fluyen en dirección norte a sur. Los márgenes son de relieve accidentado y son de poco aprovechamiento agrícola. Entre los más importantes se encuentran los ríos Coahuayana, Aquila, Ostula, Cobre o Maruata, Motín del Oro, Coire, Cachán o Coalcomán y Nexpa.388 5) Región de la Costa o Llanura Costera: Esta región comprende una franja angosta de litoral que se encuentra entre la Sierra Madre del Sur y el Océano Pacífico. La topografía es irregular y accidentada, formada por planicies aluviales, causadas por las diversas ramificaciones de los ríos, entre las más importantes se encuentran las de Lázaro Cárdenas, Coahuayana, Mexiquillo, y las formadas por ríos como Chuta, Cachán, Maruata, San Telmo, Ixtapilla y Aquila. Son comunes también bahías, caletas, ensenadas, lagunas, esteros, isletas y morros.389 Todos estos elementos permiten la sustentabilidad de una rica gama de flora y fauna, que ha sido aprovechada por los habitantes de este territorio desde tiempos inmemoriales. En Michoacán se encuentran casi todos los tipos de vegetación presentes en la República Mexicana, a excepción de los bosques tropicales muy húmedos del sureste y la península de Yucatán, y los matorrales desérticos del norte y centro mexicano. Entre esa vegetación se encuentran las plantas medicinales, muy importantes para los pueblos prehispánicos; en 1585, el jesuita Francisco Ramírez mencionó que Michoacán ―es tierra grandemente fértil, y donde ay más yervas y árboles medicinales que en ninguna parte desta tierra.‖390 Los tarascos aprovecharon los recursos maderables 386 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 47-48. GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., Pp. 13-14. 388 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., P. 48. 389 GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores físico-geográficos‖, Óp. Cit., P. 14. 390 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, P. 491. 387 106 de los bosques de su territorio, así como plantas y hierbas medicinales. Para 1580, el corregidor de Tiripetío, Pedro de Montes de Oca, escribió sobre la vegetación de esa región que ―hay, a la redonda de este llano, y de este pueblo, muchos montes y llanos, y quebradas, arroyos, fuentes, que no se pueden contar ni pintar. Los montes son tantos y tan espesos, que jamás se pueden acabar ni aún hacer mella en ellos, por ser cosa infinita.‖391 Y en la ―Relación de Michoacán‖, manuscrito de mediados de 1540, menciona como el linaje uacúsecha, al llegar al lugar donde fundaría Pátzcuaro, que ―y yendo siguiendo el agua, no había camino, que estaba todo cerrado con árboles y con encinas muy grandes, y estaba todo escuro y hecho monte, […] Andaban mirando las aguas que habían en el dicho lugar, y como las viesen todas, dijeron: "aquí es, sin duda Pázquaro: vamos a ver los asientos que habemos hallado de los cúes".‖392 Sobre este pasaje, Le Clézio comenta que ―en la época en que se compuso la Relación, la descripción de la naturaleza era muy escasa en la literatura occidental. En las demás relaciones no encontramos mención del paisaje. La naturaleza en el Renacimiento es un fondo, no un sujeto. Aquí al contrario, es la naturaleza la que guía a los guerreros nómadas hacia la fundación de los futuros templos…‖.393 En Michoacán podemos encontrar los siguientes tipos de vegetación: Bosque de abies: Este tipo de bosques se encuentran a lo largo de las cañadas y en las cumbres elevadas de entre 2500 m a 2800 m sobre el nivel del mar, y donde la humedad y riqueza del suelo lo permiten, destacan los abetos, oyameles o pinabetes, alcanzando alturas de 20 a 40 metros. Este tipo de árboles tienen la copa cónica y su follaje es verde oscuro, formando densas masas forestales. Este tipo de vegetación se extiende por el Eje Volcánico Transversal, Sierra Madre del Sur y oeste de Guatemala. En Michoacán se encuentra en la Sierra del Centro, en municipios como Angangueo, Mil Cumbres, Nahuatzen, Otzumatlan, Patamban, Pátzcuaro, Sierra de Tancítaro, Tacámbaro, Tlalpujahua, Villa Madero, Zitácuaro, etcétera.394 Bosque de pinos: Los bosques de pinos también se encuentran en las zonas montañosas, sobre los 2000 m a 3500 m sobre el nivel del mar. En ocasiones bordean los bosques de oyameles, mezclándose con ellos o formando extensas regiones forestales. Este tipo de vegetación crece en donde el clima es del tipo templado lluvioso en verano, y se conocen cerca de 20 especies de pinos. Se localizan en la Sierra del Centro, como en la Meseta Tarasca, y en las sierras de Tacámbaro, Tlalpujahua, Zitácuaro. En la Sierra Madre del Sur se encuentran principalmente en la Sierra de Coalcomán y las zonas altas de la Sierra de Arteaga.395 Para finales del siglo XVI, Antonio de Ciudad Real escribió 391 [DE MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, P. 42. Todas las referencias a esta Relación Geográfica de Tiripetío las tomamos de esta edición, a menos que se indique lo contrario. 392 ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008. Todas las citas textuales de este documento las tomamos de esta edición, a menos que se indique lo contrario. En adelante se citara como RM, Segunda o Tercera parta, capitulo, foja, y el número de página correspondiente a esta edición. 393 LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. ―Universalidad de la Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Pp. XXVI-XXVII. 394 GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores bióticos o biológicos. La vegetación‖, en: FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de Michoacán. México, Gobierno del Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura, T. I, 1989, Pp. 37-38. 395 Ibíd., Pp. 38-39. 107 sobre la provincia de Michoacán que ―hay mucho y muy altos y espesos pinares, muchos y muy espaciosos llano y valles…‖.396 Bosque de pino-encino: Estos bosque se encuentran en las regiones de transición entre los arboles de pino y encino, en las faldas de los cerros a una altura variable de 1000 m a 2600 m sobre el nivel del mar, donde el clima es templado lluvioso con lluvias en verano, y en regiones de transición de climas templados a cálidos. Los arboles de estos bosques llegan a medir de 15 a 20 metros de altura, y se encuentran en la Sierra Tarasca, Sierra de Coalcomán, Sierra del Centro, Sierra Madre del Sur y otros bosques bajos.397 Bosque de encino: Los encinares se encuentran en las faldas de los cerros en altitudes variables de 900 m a 2500 m sobre el nivel del mar, delimitando los bosques de pinos y mezclándose con ellos, en climas donde se va haciendo menos húmedo a un poco caliente. En las zonas de transición de Tierra Fría a Tierra Caliente los encinares forman bosques bajos y abiertos de 4 a 10 metros de altura, mientras que en las partes altas y húmedas se forman bosques de 15 a 20 metros de altura, densos y oscuros.398 Los encinos tenían un significado importante para los antiguos tarascos, en la RM se menciona por ejemplo, que aparte de que usaban su madera para la fabricación de herramientas y armas,399 aparecen en otros contextos simbólicos. De encino era la leña que se cortaba en el monte para quemar en los templos, en una ocasión, Taríacuri ―tomó su arco y flechas y salió de casa y fuese. Y fué por el monte llamado Hoata cústio y empenzó a escombrar allí y adrezar la leña, que había de traer para los cúes y puníla en orden las rajas que habían de llevar e hicieron un montón redondo de rajas para quemar. Y era ya hacia la media noche, levantóse una gran llama y llegaban las pavesas muy altas hacia el cielo y Taríacuri estaba echado al pie de una encina.‖400 Se menciona por ejemplo que los templos ―estaban todos cercados de rajas de encina‖,401 y cuando los españoles llegaron a la frontera del Tzintzuntzan Irechequa, ―ahorcaron dos indios de México[-Tenochtitlán] porque habían quemado unas cercas de leña que tenían en los qúes de Taximaroa.‖402 Y cuando hacían la ceremonia de la guerra y quemaban hierbas y olores, ―…hacían unas pelotillas de olores, en una casa que estaba en su casa del cazonçi, y poníanlas en unas rajas de encina y después ponían todas aquellas pelotillas de aquellos olores en unas calabazas…‖.403 Sin embargo, los encinos aparecen en episodios donde transcurren eventos oníricos, donde intervienen los dioses y en la muerte de los señores. En un episodio de la RM, los sobrinos de Taríacuri, Tangáxoan e Hirepan están conquistando cerca de Tzintzuntzan; durante la campaña, ambos durmieron al pie de un encino en la cima de dos cerros cercanos, Puréperio y Taríacaherio respectivamente. 396 CIUDAD REAL, ANTONIO DE. Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España. Relación breve y verdadera de algunas cosas de las muchas que sucedieron al padre fray Alonso Ponce en las provincias de la Nueva España siendo comisario general de aquellas partes. Edición, estudio, apéndices, glosarios, mapas e índices por Josefina García Quintana y Víctor M. Castillo Farreras. 3ª edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Historiadores y Cronistas de Indias, núm. 6), T. II, 1993, P. 65. 397 Ibíd., Pp. 40-41. 398 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 64-65. 399 ―Y llevaban estas varas los valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina.‖ RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. 400 RM, Segunda Parte, Cap. XVI, f. 91, P. 73. 401 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 111, P. 113. 402 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45-45v, Pp. 251-252. 403 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 13v, P. 188. 108 ―Díjoles Taríacuri: "¿pues, por qué sobís a la cumbre de los montes? ¿Qué, vienen allí los dioses del cielo y tocan aquel lugar? ¿Pues, habéis tenido algunos sueños puniendo en aquellos lugares la leña?".‖404 Taríacuri les preguntó que habían soñado, y negaron que habían soñado, pero después de insistir, contestaron: ―dijo Tangáxoan: "que me place, padre. Yo puse leña en los fuegos y escombré al lado de una encina. Y estaba al pie de aquella encina y quitéme el carcaj de flechas de las espaldas y púsele allí cerca de mí, y mi guirnalda de cuero de tigre también, y traspúseme un poco durmiendo, y ansí de improviso vi venir una persona, una vieja que no sé quién era, la cabeza cana a trechos y unas naguas de yerbas, de una manta basta, puestas, y otra manta de lo mismo, que traía cubierta.‖405 La anciana resultó ser la diosa Xaratanga, quien le pidió que la rescatara del lugar donde estaba y la regresara a su templo de Tzintzuntzan, y a cambio lo haría señor. ―Oyendo esto Taríacuri, díjole: "señor Tangáxoan, dichoso tú: ¿dónde tomaste aquella leña para los fuegos? ¿Cómo no dejaste algud troncón? Y yo, viejo como soy, arrancaría las raíces de aquel troncón por la virtud que tiene aquel árbol, pues que por él tuviste el sueño que tuviste. Todo lo que yo he trabajado en traer leña para los cúes, todo fué para ayudarte a ti.‖406 Hirepan también contó su sueño ―dijo él: "yo también estaba al pie de una encina, y yo también puse mi carcaj de flechas allí cerca y estaba arrimado al pie del encina y no sé quién, uno que parescía señor, que estaba todo entiznado, el cual llegó a mí y tenía un cuero blanco por guirnalda y un bezote pequeño y díjome: 'despierta, Hiripan, ¿cómo, dices que eres huérfano?, pues ¿cómo duermes? Despierta. Yo soy Curícaueri…‖,407 quien le prometió lo mismo que Xaratanga a Tangáxoan. La RM continua diciendo que ―oyendo esto Taríacuri, le dijo: "señor Hiripan, pues segud esto, vosotros habéis de ser señores. Yo lo que he trabajado de traer leña a los cúes, para ayudaros la he traído. Donde cortastes aquella leña para los cúes, hijos ¿Cómo no dejastes algunas raíces, que yo las arrancaría y yo las quemaría? Id, hijos, torná a pasar la laguna". Y fuéronse y tornáronse donde estaban primero, y hacían sus fuegos y ahumadas como de primero.‖408 En otros episodios de la RM donde aparecen mencionados los encinos y los dioses, es por ejemplo, cuando Ireti Ticateme es asesinado, y Curícaueri es robado por los de Naranja. Sicuírancha, hijo de Ticateme, va en persecución de los enemigos y Curícaueri los hizo enfermar, ―y llegó Sicuírancha donde estaba Curícaueri, que estaba en su caja cabe el pie de un[a] encina, y como vió la caja, dijo: "aquí estaba Curícaueri, quizá le llevan".‖409 Otro episodio es cuando la diosa Cueráuaperi le dijo a una mujer del señor de Zinápecuaro que debía asistir a un concilio de dioses para anunciar la llegada de los españoles, le dio un brebaje y vio a los dioses, al terminar ―hallóse aquella mujer puesta al pie de una encina y no vió en aquel lugar ninguna cosa cuando tornó en sí, mas de un peñasco que estaba allí, y vínose a su casa por el monte y llegó a la media noche y venía cantando, y oyóla venir un sacristán de la diosa Cuerábaperi…‖.410 Ya mencionamos como cuando los chichimecas llegaron a Pátzcuaro, encontraron que ―que estaba todo cerrado con árboles y con encinas muy grandes, y estaba todo escuro y hecho monte‖, y cuando se dieron cuenta que ahí 404 RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 123, P. 137. RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, ff. 123-123v, Pp. 137-138. 406 RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 124, P. 139. 407 Ídem. 408 RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 124- 124 v, Pp. 139-140. 409 RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66v, P. 24. 410 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 37v, P. 236. 405 109 estaban los dioses Zirita cherengue, Vacúsecha, Tingárata y Mivequa ajeva, y que había unos peñascos, ―conoscieron que era el lugar que decían sus dioses y dijeron: "escombremos este lugar". Y así cortaron las encinas y árboles que estaban por allí, diciendo que habían hallado el lugar que sus dioses les habían señalado.‖411 Cuando Taríacuri fue derrotado después se sitiar Jarácuaro, él y sus primos Zétaco y Aramen hueyeron y fueron a esconderse. Sus primos mandaron mensajeros a buscarlo, cuando estos llegaron, lo encontraron en ―un lugar llamado Hebário zinzú cuíquaro, y estaba echado al pie de una encina y sus mujeres en derredor dél, y los chichimecas estaban esparcidos por los herbazales.‖412 Y tiempo después, Aramen es mandado asesinar, y ―como se vido herido saltó de presto por una pared y fuese huyendo por el monte y echóse al pie de una encina, herido, e allí murió.‖413 En la lámina XXVII de la RM, está representado el árbol genealógico de los uacúsecha, la familia del cazonci; del vientre de Ireti Ticátame sale el tronco principal y en las ramas aparecen otros personajes. El árbol parece ser un encino; Angélica Jimena Afanador Pujol analizó la reinterpretación del significado iconográfico del Arbol de Jesé en el que está inspirado, así como el contexto político de su elaboración, y menciona precisamente que en ―la región central de Michoacán es hogar de una variedad específica de encino llamado tocuz, el cual tiene un tronco erecto y numerosas ramas que, como los rosales o las vides, pueden acomodar con facilidad múltiples miembros de un fértil linaje‖.414 En 1585, el jesuita Francisco Ramírez mencionó que los indígenas de Pátzcuaro cortaban leña para el servicio del hospital, y que preferían la madera de encino: ―…toda ha de ser muy gruesa, y de encina, o buena madera, que la de pino no les contenta para eso.‖415 Además se ha detectado que muchos asentamientos tarascos en que quedaron sitios arqueológicos, se encontraban justo en las faldas de los cerros, cerca de los bosques de encinos.416 Matorral subtropical: En el norte del estado de Michoacán, en los lomeríos que rodean los valles y ciénegas y debajo de los bosques de encino, se encuentran los matorrales subtropicales, a una altitud de 1500 m a 2000 m sobre el nivel del mar, en climas semicálidos subhúmedos con lluvias en verano. En esta comunidad vegetal se encuentran árboles de entre 3 y 8 metros de altura, y arbustos numerosos de 1 a 3 metros altura. La mayoría de las plantas pierden sus hojas en la temporada seca. Las regiones por donde se extiende esta vegetación es en la Región de los Valles y Ciénegas del Norte de Michoacán, norte de Jalisco y sur de Guanajuato.417 Bosque tropical caducifolio: Este tipo de vegetación es típico de la ladera de los cerros de la Tierra Caliente, y crece desde altitudes cercanas al nivel del mar hasta los 1000 m de altitud. Se extiende por los climas cálidos subhúmedos y secos esteparios, con 411 RM, Segunda Parte, Cap. VIII. RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 85v, P. 62. 413 RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86v-87, Pp. 64-65. 414 AFANADOR PUJOL, ANGÉLICA JIMENA. ―El árbol de Jesé y la ―Relación de Michoacán‖: mimetismo en el México Colonial‖, (Traducción de José Ricardo Aguilar), en: BERNAL ASTORGA, YAMINEL (Coordinadora). Morelia, la construcción de una ciudad. Morelia, Ayuntamiento de MoreliaDirección del Archivo General, Histórico y Museo de la Ciudad, 2015, P. 53. 415 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, P. 499. 416 Igor Cerda Farías, comunicación personal. 417 GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores bióticos o biológicos. La vegetación‖, Óp. Cit., Pp. 43-45. 412 110 temperaturas medias de 26°c, llegando a 30°c, Los árboles varían en altura de 8 a 12 metros, y las hojas caen en los tiempos de sequía; mientras que en las zonas donde aumenta la aridez crecen cactus arborescentes. El bosque tropical caducifolio se extiende por toda la Tierra Caliente, de Huetamo a Tepalcatepec, en los declives de la Sierra Madre del Sur y en partes del litoral.418 Bosque tropical espinoso: Este tipo de vegetación de porte pequeño y espinoso se encuentra en los valles de la Tierra Caliente, en las planicies costeras y en la depresión de los ríos Balsas-Tepalcatepec, en altitudes cercanas al nivel del mar has los 300 m de altitud, donde el clima es tropical o seco estepario con lluvias en verano.419 Bosque tropical subdeciduo: Este tipo de bosque se extiende en pequeños parajes, principalmente a lo largo del litoral y en las cañadas húmedas del norte de la Sierra Madre del Sur, donde la temperatura llega a los 20°c. La densa masa vegetal alberga árboles que alcanzan alturas de 20 a 30 metros.420 Palmar: Este tipo de vegetación es característica de la costa del Océano Pacífico, donde la temperatura supera los 20°c y los suelos son arenosos y profundos del litoral. La especie dominante en esta vegetación es la palma ―coquito de aceite‖ (Orbignya cohune), que alcanza alturas de 20 o 30 metros y es muy denso, conviviendo con otras especies de árboles. También puede encontrarse una variante de palmar en la región de transición entre los bosques de encinos y bosque tropical caducifolio, en la cuenca del río Balsas-Tepalcatepec, donde crece a 1000 m sobre el nivel del mar, siendo el Sabal pumos la palma dominante, con alturas de 6 a 8 metros.421 La vegetación de las playas costeras consiste en dos tipos: Manglar: Los manglares se encuentran también a lo largo del litoral michoacano, en las desembocaduras de los ríos, bahías protegidas, lagunas costeras y esteros, sujetas a la salinidad del mar. Este tipo de vegetación está conformada por un bosque bajo o matorral de entre 3 a 5 metros de altura, y una de sus características son las raíces zancudas en forma de maraña. La especie más común es el ―mangle botoncillo‖ (Conocarpus erecta). Y las Dunas costeras: Esta vegetación también se extiende por la costa michoacana, es los parajes arenosos, salinos, expuestos a una fuerte insolación y el roció marino. Crecen plantas herbáceas que extienden sus tallos sobre la superficie, como el zacahuistle, saladilla y patito entre otras.422 Toda esta riqueza natural que se encuentra en el relieve michoacano, permite la sustentabilidad de una abundante fauna, que ha vivido su evolución durante millones de años, y también de la que el ser humano ha echado mano para su sobrevivencia. Los seres humanos han pensado mucho, y a veces antropomórficamente, sobre los animales. Alrededor del mundo es común el enfrentamiento entre las fuerzas animales y humanas, los animales pensados como símbolos o el uso de animales totémicos para representar grupos humanos; ―a los animales se les han asignado mucho papeles: como parte de una naturaleza que incluye a los humanos (religiones de los indios de Estados Unidos); como parte de una naturaleza que excluye a los humanos o les otorga un lugar especial (el Génesis del Antiguo Testamento); como representantes de la naturaleza que reflejan, 418 Ibíd., Pp. 45-47. Ibíd., Pp. 47-48. 420 Ibíd., Pp. 48-49. 421 Atlas geográfico del Estado de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 66-67. 422 Ibíd., Pp. 66-67; GUEVARA FEFER, FERNANDO. ―Los factores bióticos o biológicos. La vegetación‖, Óp. Cit., Pp. 50-51. 419 111 traicionan, engañan o instruyen a los seres humanos (narraciones folklóricas de África); como víctimas inocentes de una naturaleza humana que destruye sus hábitat y desprecie sus necesidades (movimientos ambientalistas).‖423 En los relatos cosmogónicos de las diversas sociedades preindustriales, la fauna jugaba un papel predominante, y para algunas sociedades no se consideraban como objetos alienables, aunque la visión predominante en la actualidad es la judeo-cristiana: según el Génesis, Dios dijo sobre el hombre después de crearlo que ―domine a los peces del mar, y a las aves del cielo, y a las bestias, y a toda la tierra, y a todo reptil que se mueve sobre la tierra.‖424 Las formas de vida más abundantes son los invertebrados, entre los que se encuentran los protozoarios, esponjas, celenterados, platelmintos, nematodos, anélidos, moluscos, equinodermos y artrópodos. Estos organismos cumplen importantes funciones ecológicas, como la polinización de plantas, sirven de alimento a otros animales como las aves, reptiles y mamíferos en la cadena alimenticia, depredadores de plagas y otros parásitos, y contribuyen a la biodegradación, y algunos son de provecho para los habitantes de Michoacán; aunque también contribuyen a la propagación de enfermedades que afectan la flora y fauna de sus ecosistemas.425 Sobre los vertebrados se puede documentar la relación que mantuvieron los antiguos habitantes con este tipo de animales. Los vertebrados se dividen en cuatro clases: Peces: En Michoacán podemos encontrar más de 100 especies, que se dividen en dos tipos de ictiofauna, los peces dulceacuícolas, de agua dulce, que habitan en las cuencas hidrológicas continentales del estado y se dividen en 3 zonas: la Lermense, Balseana y Costera; y donde destacan los lagos de Pátzcuaro, Cuitzeo, Chapala y Zirahuen, y los ríos Lerma, Balsas y Tepalcatepec. En estas aguas podemos encontrar especies como el acumara, bagre, carpa, charal, lobina negra, mojarra, pescado blanco y popocha, además de las especies endémicas de cada cuenca. El otro tipo de ictiofauna son los peces marinos, cuya variedad y abundancia son notables dada la extensión del litoral michoacano, donde podemos encontrar especies como anchoveta, baqueta, barrilete, cazón, cocinero, cornuda, cuatete, flamenco, guachinango, jurel, lisa, pargo, rayadillo, robalo, ronco, sardina, sierra y tiburón.426 Anfibios: Los anfibios son organismos vertebrados que dependen del agua en mayor grado que otro tipo de vertebrados. En Michoacán están presentes 3 de los 4 órdenes de anfibios, el orden Gimnophina (Apoda), el orden Caudata (Urodela) y el orden Salienta (Anura), reconociéndose más de 2000 especies de 250 géneros, extendiéndose en las zonas cálido húmedas. Entre las especies representativas se encuentran las cecilias, salamandras, achoques o ajolotes, ranas y sapos.427 Reptiles: Estos animales son vertebrados con piel seca y de coloraciones diversas, además de tener un método de regulación de temperatura diferente a los mamíferos, que depende de las fuentes de calor y la capacidad de conservar o perder calor generado. En 423 [EUGENIA SHANKLIN] ―animales‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, Pp. 21-22. 424 La sagrada Biblia. Traducida de la Vulgata Latina al español. Óp. Cit., Génesis, 1:26, P. 15. 425 LÓPEZ BARBOSA, EDMUNDO; VILLARROEL MELO, MARÍA; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, en: FLORESCANO, ENRIQUE (Coordinador General). Historia general de Michoacán. México, Gobierno del Estado de Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura, T. I, 1989, Pp. 57-64. 426 CAMPOS PÉREZ, SIMÓN; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp. 64-77. 427 GUEVARA FEFER, FERNANDO; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp. 77-78. 112 Michoacán se encuentran cuatro órdenes de reptiles, Chelonia (tortugas), Crocodylia (cocodrilos), Sauria (lagartijas) y Ophidia (serpientes), donde se encuentran aproximadamente 129 especies que se distribuyen en regiones cálidas, secas, húmedas y templadas. Destacan varias especies de lagartijas, culebras, iguanas, tortugas y cocodrilos.428 Aves: La avifauna también es muy abundante en Michoacán donde se conocen cerca de 400 especies que habitan su territorio. Ocupan todos los niveles de la cadena alimenticia y se extienden por todos los climas y ecosistemas del estado. Han tenido gran importancia antropológica, pues los antiguos habitantes precolombinos tenían a ciertas aves como una manifestación de las divinidades, usaban sus plumas como adornos y consumían su carne. Existen diversas especies de garzas, patos, zopilotes, gavilanes, águilas, halcones, pavos, guajolotes, gaviotas, golondrinas, palomas, tórtolas, guacamayas, periquillos, loros, lechuzas, tecolotes, búhos, chupaflores o colibríes, carpinteros, gorriones, entre muchas otras especies.429 Mamíferos: La mastofauna es otra riqueza natural con la que cuenta el territorio michoacano, con aproximadamente 127 especies conocidas. Gracias a la adaptabilidad de los mamíferos los podemos encontrar por toda la orografía accidentada del estado y por sus diferentes climas, teniendo importancia en los diversos aspectos de los ecosistemas. Encontramos diversas especies de tlacuaches, musarañas, murciélagos, armadillo, conejos, liebre, ardillas, tuzas, ratones, zorra gris, cacomixtle, mapache, tejón, comadreja, zorrillos, coyotes, jabalí, venado cola blanca, y felinos como el gato montés, jaguar, ocelote o huinduri, tigrillo, onza y puma.430 Para las antiguas culturas mesoamericanas, la fauna tenía un papel muy importante en la cosmovisión del mundo, varios animales aparecen en los relatos cosmogónicos, y de hecho, varias deidades tenían atributos zoomórficos o estaban relacionadas con ellos, e incluso el animal era la propia deidad. Las fuentes registran que los ídolos estaban hechos de piedra, barro o madera, adornados con oro o plumas, y tenían formas antropomorfas o zoomorfas, como monos, perros, aves, reptiles, felinos, coyotes, etc.431 En el Michoacán prehispánico, la diversidad biológica era considerable, la naturaleza fue central en los antiguos cultos, y existe evidencia arqueológica y documental que lo testimonian. A grandes rasgos, puede observarse cómo el país de los tarascos contaba con abundantes recursos naturales, que eran explotados por sus pobladores, y apropiados por parte del Estado tarasco. Recordemos que unas de las condiciones por las cuales puede desatarse la violencia armada entre grupos humanos, es el intento de apropiación y la defensa de riquezas, por lo que los tarascos tuvieron que preparar una complicada estructura militar para extender su dominio, y para defender los bienes bajo su control de otras entidades políticas mesoamericanas. 428 Ibíd., Pp. 78-84. VILLASEÑOR GÓMEZ, LAURA E; MÉNDEZ GARCÍA, FRANCISCO; RODRÍGUEZ, JOSÉ FERNANDO; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp. 84-96. 430 NUÑEZ GARDUÑO, ARTURO; et. al. ―Los factores bióticos o biológicos. La fauna‖, Óp. Cit., Pp. 96-106. 431 ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 36, 63, 70, 82, 108, 162, 165, 174, 200, 236, 324, 391. 429 113 11. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA TEORÍA DEL ORIGEN SUDAMERICANO HASTA 1522 ―Mucho siento el no tener bastante relación de los reyes y monarcas que eternizaron el valor del tarasco, con el político y militar gobierno; porque en buena consecuencia este era el capítulo en que se había de copiar sus sucesiones, referir sus hazañas, contar sus hechos, celebrar sus leyes y narrar sus obras, pintar el origen de su monarquía, la propagación y herencia de su reino. Pero todo ha faltado, porque faltó el cuidado en los antepasados, con que disculpo mis deseos, que todos ellos se desvelaran en el escrutinio de sus verdades por darlas a la estampa, para que la posteridad celebrase la memoria de los insignes hechos del tarasco. Conveniencia que san Jerónimo encarga a los desvelos de la historia.‖ Fray Alonso de la Rea, Crónica de la orden de N. Seráfico P. S. Francisco, 432 Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacan en la Nueva España, 1649 El pasado prehispánico de América es de una gran riqueza milenaria, de la que sólo conocemos una brevísima parte, gracias a la labor de varias generaciones de investigadores. El pasado remoto de una pequeña región del continente, de Michoacán, estuvo perdido en la oscuridad de los tiempos por varios siglos desde que se efectuó la conquista, hasta que a finales del siglo XIX, la historiografía romántico-liberal empezó a escribir una nueva Historia de México. Es a finales de ese siglo, que se logra indagar algo del pasado prehispánico de los tarascos. A continuación exponemos una síntesis de la historia del pueblo tarasco, desde su hipotético origen sudamericano hasta la conquista europea en 1522, que nos servirá para entender el contexto de la presente investigación. Orígenes del pueblo tarasco El pasado remoto de la etnia tarasca es uno de los grandes vacíos que tiene la historiografía sobre la Historia de Michoacán. Su filiación étnica y lingüística -sin parangones dentro de Mesoamérica, y emparentadas remotamente con grupos del Norte de México- ha planteado varias cuestiones sobre su origen, que han pasado a llamarse coloquialmente como ―enigmas tarascos‖.433 De entre estos enigmas, el más importante tiene que ver precisamente con su origen, ya que por las particularidades mencionadas, es posible que los antepasados de los tarascos tengan un origen fuera del territorio mesoamericano.434 Las fuentes indígenas que nos pueden dar luz sobre esta incógnita no son muchas: la RM que es la más completa, parece dar información sólo del Posclásico Tardío (1250-1522). Se ha insinuado que en la parte perdida de la RM se encontraba el origen de los tarascos; esto es poco probable, ya que sí lee con atención, vemos que no 432 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…, Óp. Cit., Lib. I, Cap. VII, Pp. 77-78. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Enigmas michoacanos‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004. Pp. 39-51. 434 Para un análisis sobre la discusión del origen de los tarascos, véase el estudio de SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria: el origen sudamericano de los tarascos prehispánicos‖, en: SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO; LEÓN ALANÍS, RICARDO (Coordinadores). Historiografía Michoacana: acercamientos y balances. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoInstituto de Investigaciones Históricas, 2000, Pp. 33-48. 433 114 hay indicios de que los tarascos del siglo XVI hubieran tenido noticias de su pasado remoto, ni el fraile compilador: ―…y lo que se colige desta historia es que los antecesores del caçonçi vinieron a la postre a conquistar esta tierra y fueron señores della. Extendieron su señorío y conquistaron esta Provincia que estaba primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma lengua; que parece que otros señores vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por sí. Y como la conquistaron hicieron un reino de todo, desde el bisagüelo del caçonzi pasado que fué señor en Michuacan, como se dirá en otra 435 parte.‖ Las fuentes nahuas emparentan a los tarascos con los demás grupos del Centro de México, que en la época del esplendor mexica la mayoría eran sus súbditos o enemigos, tales como tlaxcaltecas, otomíes, matlatzincas, etcétera. Cabe aclarar que este parentesco tenía objetivos político-religiosos, aunque son fuentes importantes para tener una idea de los movimientos migratorios del Epiclásico (650-900).436 Esta versión del origen tarasco prevaleció en la mayoría de los cronistas del Michoacán colonial, no sin excepciones, tales como el cronista agustino Mathías de Escobar, quien consideraba que los tarascos eran descendientes de los tártaros del Asía, conservando su gentilicio y barbarismo, aparte de mencionar a los tarascos como una de las tribus que partió de Chicomóztoc, también los hacía venir de Asía por el supuesto estrecho de Anián, pues mencionó que ―no olvidaron estos tarascos, el antiguo esforzado origen tártaro, conservando en su arrogancia corrupto el nombre tártaro, en tarasco, eternizando su valor, arriscado por el político gobierno…‖.437 No es hasta finales del siglo XIX, que se propone la teoría del origen sudamericano de los tarascos, y desde el momento que se planteó ésta, ha desatado las más diversas polémicas. Eduardo Ruíz fue quien la dio a conocer en 1891, basándose principalmente en la supuesta similitud del idioma tarasco con las lenguas incaicas, pero lamentablemente dándole una exposición en forma literaria de corte románticoliberal.438 El primero que criticó la obra de Ruiz fue el historiador Nicolás León, quien la tildó de ―más imaginación que de historia, además de lo disparatado que le parecían las extravagantes ideas sobre el origen de los tarascos, a las que calificaba de simple imaginación vulgar‖.439 De posición académica positivista, León agregó que la obra de Ruíz carecía de sustento documental, lo que lo llevó a publicar años más tarde como respuesta, una obra con gran cantidad de información del pasado prehispánico 435 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, p. 17. Cursivas nuestras. ROSKAMP, HANS. ―Los nahuas de Tzintzuntzan-Huitzitzilan, Michoacán. Historia, mito y legitimación de un señorío prehispánico‖, en: Journal de la Société des Américanistes, 2010, vol. 96, núm., 1, p. 75-106. 437 ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., P. 47. 438 ―…no obstante la exigüidad de los datos no he desmayado en mis estudios, haciéndolos extensivos a otros pueblos americanos, en busca de etnografía y de una filología semejante a la de los tarascos; y con sorpresa descubrí una gran analogía entre el Perú y Michoacán antiguos. Los dos pueblos tenían iguales instituciones, las mismas prácticas religiosas, parecidas leyendas, y los dos eran adoradores del sol. En el Perú, en Venezuela, en otras regiones de América del Sur y en las Antillas hallamos muchos nombres tarascos, sobre cuya particularidad hemos de insistir en la presente obra. Este es el material que para formarla he copiado ¿Son bastantes estos elementos para escribir la historia? No lo creo así, y por tanto he adoptado el estilo legendario‖. RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México, Balsal Editores, (Obras completas Eduardo Ruíz, núm. 1), 1969, Pp 16-17. 439 SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria…‖. Óp. Cit., Pp. 37. 436 115 sustentado en diversos documentos.440 Aunque al parecer, las similitudes entre los tarascos y las culturas sudamericanas ya habían sido notadas por León, al grado que iba a publicar un trabajo sobre la semejanza de la cerámica de ambas culturas, ―lo que hacía suponer que antes de 1891, el Dr. León también había detectado algunas similitudes culturales entre ambos pueblos. Sin embargo, dicha promesa no había sido cumplida.‖441 Ruíz se adelantó a dar esta teoría sin mencionar las observaciones de Nicolás León, lo que muy probablemente ocasionó un conflicto de egos académicos. El Dr. León se presentaba así mismo como único experto en las antiguallas de Michoacán (además de Francisco Plancarte),442 cosa que era criticada por Eduardo Ruíz.443 A pesar de las objeciones y el debate iniciado por Nicolás León, la teoría del origen sudamericano de los tarascos continúo desarrollándose. Unos años después, en 1905, el eminente etnólogo alemán Eduard Seler, sugirió nueva información lingüística sobre las semejanzas de algunos idiomas mesoamericanos con los sudamericanos, incluyendo el tarasco.444 A lo largo del siglo XX varios autores tocaron la discusión sobre el origen incaico de los tarascos. La historiografía desarrollada sobre esta teoría tiene ciertas peculiaridades, ya que la mayoría se basa en el libro de Eduardo Ruíz -el cual casi no recibió críticas más que las de Nicolás León- y no se indican las fuentes que se usan para fundamentar las especulaciones. ―Así, poco a poco se fue tejiendo una nueva historia, más sumergida en las sombras de la imaginación que iluminada por el análisis crítico y la reflexión, esta característica estuvo presente en casi todos los escritos sobre el tema reproducidos en las siguientes décadas.‖445 Probablemente el mayor continuador de esta teoría sea José Corona Núñez, quien aportó valiosa información arqueológica para esclarecer el enigma, aunque no 440 LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán, colegidas de las obras más notables, documentos inéditos y pinturas jeroglíficas hasta hoy conocidas [1904]. Morelia, Editorial intermichoacana ―Antonio Arriaga Ochoa‖, 1976. 441 SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria…‖. Óp. Cit., P. 38. 442 Nicolás León se refería sobre Francisco Plancarte como ―único compañero que tenemos en el estudio de las antiguallas de Michoacán.‖ Plancarte dedicaba parte de su tiempo a la arqueología y el escrutinio de documentos antiguos. El descubrió el códice que lleva su nombre, nomenclatura puesta por Nicolás León. Codex Plancarte [presentación y paleografía del documento de Nicolás León] en: LEÓN, NICOLÁS. Anales del Museo Michoacano, Año primero. Morelia, Imprenta y litografía del gobierno en la Escuela de Artes, 1888, P. 43. 443 ―Desgraciadamente el Sr. León ha querido presentarse como el único que posee esos conocimientos y no puede menos que ostentarse celoso de los que hemos estudiado y tratado la misma materia.‖ RUÍZ, EDUARDO. Óp. Cit., Libro Segundo, ―prólogo‖, P. 407. 444 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖ [Traducción de Erika Kriegger; Confrontación con el original alemán, introducción, correcciones y notas de Francisco Miranda] en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, Pp. 139-233. 445 SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―En torno a una discusión centenaria…‖. Óp. Cit., Pp. 39-40. Entre los continuadores se encuentran Pascual Ortiz Rubio, Rafael Ferreira León (quien desarrollaría la hipotética ruta migratoria desde el Perú hasta Michoacán, retomada después por Corona Núñez), Alberto Oviedo Mota (hizo mención de otra hipotética migración, esta vez desde la península de Yucatán), Salvador Domínguez Assiyan (que señaló la tradición marítima precolombina de los pueblos costeros del Pacífico sudamericano), Félix C. Ramírez (que insistió en hacer estudios lingüísticos más profundos para desentrañar el enigma), y el lingüista colombiano Juan A. Hasle (quién realizó trabajo de campo en la zona lacustre de Pátzcuaro, encontrando similitudes con los idiomas incaicos), Joaquín Estrada Cisneros, Francisco Hurtado Mendoza, Jesús Martínez García, José Fabián Ruíz (que en una aparatosa exposición, menciona que el lugar originario de los tarascos era Centroamérica, y que tras la erupción de un volcán, la cultura del Quiclo se bifurco en dos, una que migró al sur, fundando las culturas aimaras y quechuas que fundarían el Imperio Incaico en Perú, y otra que se movió al norte, fundando la cultura purépecha). 116 deja de tener algunos de los errores antes mencionados, en especial la falta de un aparato crítico en donde se referencie las fuentes utilizadas, y su estilo romántico novecentista. Corona Núñez trató este tema en varios trabajos, pero es en dos libros donde se expone de una forma más acabada sus conjeturas sobre el origen sudamericano de los tarascos.446 Entre los elementos que Corona Núñez menciona como evidencias del contacto entre Sudamérica y el Occidente de México, se encuentran las similitudes lingüísticas de ambas áreas culturales, la cerámica, adoración al sol, el desarrollo tecnológico en el campo de la metalurgia, y las tumbas de tiro. Así, bajo el nombre de ―pretarascos‖, denomina a los pueblos que probablemente migraron desde Ecuador, Colombia o Perú a los estados mexicanos de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco y Nayarit; mientras que a la oleada migratoria de los grupos mencionados en la RM los denomina como ―tarascos históricos‖. Entre las críticas que ha recibido la teoría del origen sudamericano de los tarascos, se encuentran la falta de fuentes para documentarla, es decir, que las fuentes históricas,447 arqueológicas y lingüísticas presentadas por los autores mencionados, no son suficientes para afirmar que el origen de este pueblo efectivamente sea sudamericano. Consideramos que la mayor falla que tiene esta teoría es que se ha venido exponiendo sin metodología y con la misma dinámica desde su génesis (―historia, más sumergida en las sombras de la imaginación que iluminada por el análisis crítico y la reflexión‖); pero también hay una falta de propuestas por parte de los especialistas para tratar de resolver este enigma; en nuestras pesquisas sólo encontramos una brevísima referencia a un comentario de Román Piña Chan, sobre que probablemente el idioma tarasco era el único sobreviviente de una familia lingüística más amplia que existió en Mesoamérica, de ahí que no hubiera parentesco con otros idiomas.448 Además hay que recordar la concepción errónea que se tiene de los pueblos mesoamericanos del Occidente de México, como atrasados y aislados: ―Las diferencias de tipo étnico, cultural y lingüístico de los tarascos frente a los demás pueblos de Mesoamérica hicieron que el intercambio fuera más bien reducido y con ello las 446 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta la conquista española. Morelia, Balsal editores, 1988. Posteriormente esta obra se volvió a reeditar, con ilustraciones a color, y un texto como apéndice, CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Origen histórico de los tarascos. ESTRADA, EMILIO. Nuevos elementos de la cultura Valdivia. México, Secretaria de Difusión Cultural-Editorial Universitaria-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1994. 447 La única fuente que documenta el contacto con navegantes en la costa michoacana, es una carta que envió el contador Rodrigo de Albornoz al rey de España: ―…y preguntando a los Indios de aquella costa de Zacatula, cómo saben que debe haber por allí islas, dicen que muchas veces oyeron a sus padres y abuelos, que de cierto en cierto tiempo solían venir a aquella costa Indios de ciertas islas hacia el Sur, que señalan; y que venían en unas grandes piraguas, y les traían allí cosas gentiles de rescate y llevaban ellos otras de la tierra; y que algunas veces cuando la mar andaba brava, que suele haber grandes olas en aquella parte del Sur más que en otra parte ninguna, se quedaban los que venían acá cinco o seis meses, hasta que venía el buen tiempo e sosegaba la mar e se tornaban a ir; y así se tiene por cierto hay islas cerca y que hay razón de ser ricas‖. ―Carta del contador Rodrigo de Albornoz, al Emperador‖ [15 de diciembre de 1525], en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. I, 1980, P. 496. 448 ―Que sepamos, no se ha ampliado este estudio comparativo entre la lengua de Michoacán y las lenguas sudamericanas –el quechua y el aymara-, ni con las lenguas mayences, lo cual podría dar luz sobre el problema del origen o procedencia de los habitantes de este lengua. Aunque son muchos los que, como Román Piña Chan –en comunicación personal- se vuelven a la teoría de que el purhé sea una lengua fosilizada en el mismo territorio michoacano.‖ Nota a pie núm. 25 de Francisco Miranda al trabajo de SELER, EDUARD, Óp. Cit. P. 152. 117 vías de comunicación, pues al no existir una gran relación ente los tarascos y los demás 449 pueblos de Mesoamérica, no fue necesario tener grandes vías de comunicación [¡!].‖ Hasta ahora, el mayor trabajo que ha revisado las fuentes arqueológicas, históricas, lingüísticas y antropológicas, es el de Sarah Albiez-Wieck. Su trabajo está enfocado en conocer los contactos exteriores del Estado tarasco, pero hace una revisión de los períodos anteriores a su formación. La imagen que nos presenta Albiez-Wieck sobre el Occidente de Mesoamérica y el Estado tarasco, es la de una región y culturas altamente dinámicas, que mantuvieron contactos comerciales, ideológicos, artísticos y militares con otras regiones mesoamericanas, e incluso fuera de la super-área cultural. Sin embargo, ―no hay pruebas irrefutables que muestren que tales contactos hayan existido [con Centro y Suramérica], lo que sí hay es una serie de indicios.‖450 Y en los casos de contactos entre el Occidente de Mesoamérica y Sudamérica, estos parecen indirectos, es decir, que pudieron efectuarse por medio de intermediarios entre ambas regiones geográficas. Así por ejemplo, el maíz y el perro pelón mexicano, que se domesticaron probablemente en el Occidente mesoamericano, fueron introducidos en otras partes del continente, en este caso, en Sudamérica. Y el cacao, el cacahuate y la grana cochillina, muy probablemente fueron introducidos desde el sur del continente americano a Mesoamérica.451 Hay varios elementos culturales que se han propuesto como indicios de contactos: como las tumbas de tiro, aunque por la cronología de las existentes en Mesoamérica y Sudamérica, no son una evidencia contundente de contacto, y bien pudieron ser un desarrollo local, Albiez-Wieck pone de ejemplo que también existen tumbas de tiro en Gracias, Palestina y Egipto.452 La cerámica y escultura es otra fuente de información que ha sugerido contactos entre las áreas culturales. Además, los pueblos prehispánicos de Colombia y Ecuador eran grandes navegantes en los océanos Pacífico y Atlántico, los primeros europeos que exploraron la región, como Cristóbal Colón o Francisco Pizarro, dejaron testimonios de sus encuentros con balsas de gran tamaño que hacían mercaderías. Al parecer esto explica la probable influencia mesoamericana la cerámica de la costa ecuatoriana, pues se han encontrado piezas que se asemejan a representaciones de los tlaloque; además de las vasijas de asa de estribo, y otras piezas zoomorfas, aunque parece ser que esta influencia fue por medio de intermediarios centroamericanos. Albiez-Wieck menciona que ―en mi opinión, los monteño-huacavilca, por el amplio uso de balsa para el comercio marítimo, son el candidato más probable de haber establecido lazos de comercio con el occidente incluso en el Poscláscio tardío [pero no hay prueba alguna].‖453 Pero son dos elementos culturales en los que más hincapié se ha hecho para sugerir contactos entre el Occidente de Mesoamérica y Sudamérica: la metalurgia y la semejanza lingüística. Aunque aún faltan estudios, la evidencia apunta que la metalurgia fue introducida a Mesoamérica en dos fases, entre el 600-1200/1300 de n. e., y de 1200/1300 hasta la conquista española. Esta conjetura se basa en lo rápido que se 449 GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI. ―La formación caminera en el Michoacán del siglo XVI‖ en: GRACÍA RODRÍGUEZ, ORÉPANI (Compilador e introductor). Nueve ensayos de caminería. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de Historia, 2000, P. 23. 450 ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, (Colección Investigaciones), 2013, T. II, P. 423. 451 Ibíd., Pp. 449-458. 452 Ibíd., Pp. 459-461. 453 Ibíd., P. 468. 118 expandió la metalurgia en el territorio mesoamericano, en la antigüedad de ésta en el cono sur, y en las similitudes tecnológicas y estéticas, ―pues pudo haber habido retroalimentaciones entre distintas regiones y culturas.‖454 Ente los artefactos que se encuentran en las dos áreas, encontramos pinzas, ornamentos en forma de espiral, cascabeles, punzones y hachas-moneda.455 Si bien las similitudes son grandes, ―por el momento, todavía no tenemos algún artefacto que se pueda identificar inequívocamente como importación suramericana.‖456 Por otro lado, el idioma tarasco es un gran misterio sobre su origen y parentesco lingüístico. A pesar de que se han realizado varios estudios donde se relaciona con lenguas de Aridoamérica o Sudamérica, estos no son concluyentes. Terrence Kaufman propone que el tarasco se hablaba en Michoacán desde tiempos remotos, incluso antes que el náhuatl en toda el área mesoamericana, además de contar con préstamos del pre-huasteco y el mixe-zoque, lo que contradice la suposición de que el tarasco es una lengua totalmente aislada, y ―con ello se confirma otra vez la ya varias veces referida suposición de que el idioma tarasco no llegó a Michoacán en el Posclásico tardío sino que se encontraba ahí al menos desde el Clásico temprano.‖457 El esclarecimiento sobre este enigma tarasco dependerá de que se realicen los estudios arqueológicos y lingüísticos adecuados; hasta que no se investigue este tópico, no se puede negar o confirmar completamente esta teoría del origen sudamericano de los tarascos. Antecedentes de la expansión tarasca Los últimos estudios arqueológicos, especialmente realizados en la cuenca de Zacapu, han develado gran cantidad de información que ha esclarecido el origen de los habitantes prehispánicos de Michoacán.458 Los resultados preliminares han sugerido una gran relación entre el desarrollo cultural de los antepasados inmediatos de los tarascos y los procesos de la ecúmene mesoamericana durante el Epiclásico. Se conoce como Epiclásico al período de tiempo que corre del 600/650 al 1000 d.n.e. (también se le denomina en el centro de Mesoamérica como Clásico tardío mientras que en el sur se le conoce con diversos nombres, tales como Clásico terminal, Clásico tardío maya o protoposclásico). El Epiclásico puede considerarse como un etapa de ruptura, donde lo viejo caduca y se da paso a lo nuevo, donde se configura una nueva realidad en las sociedades indígenas. Migraciones, guerras y revoluciones ideologías fueron la constante durante esta época. El Epiclásico se caracteriza por inestabilidad política, migraciones, guerras, cambios económicos y culturales tras la caída de los grandes centros de poder mesoamericanos, que ejercieron su hegemonía durante casi un milenio (Teotihuacán es el ejemplo por antonomasia), aunque también ocurrieron cambios importantes en el Occidente de Mesoamérica, así tradiciones importantes como la tradición de tumbas de tiro que se desarrolló entre el 200 a. de. n. e. al 600 de n. e. se interrumpió, la tradición Teuchitlán entre el 700-900/1000 de n. e. entró en decadencia, y una parte la cultura Chalchihuites entre 900-1000 de. n. e. migró al sureste y tal vez se 454 Ibíd., P. 499. Sobre las hacha-moneda, la autora menciona que ―independientemente de su posible uso en cada región [Mesoamérica o Andinoamérica], en mi opinión son el artefacto que de manera más convincente indica contactos entre la costa norte de Suramérica y el occidente [de Mesoamérica]; y si el dato de Easby de que no se han encontrado en el área intermedia sigue siendo cierto, también serían un fuerte indicio para conexiones marítimas.‖ Ibíd., P. 508. 456 Ibíd., P. 497. 457 Ibíd., P. 555. 458 Los estudios en ésta región han sido realizados por el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, CEMCA. 455 119 pueda identificar con la migración tolteca-chichimeca, ―en resumen, parece incontrovertible la conclusión según la cual, entre los años 700 y 900, el oeste y noroeste de México presentaron la desaparición de varias de sus manifestaciones culturales más brillantes.‖459 En este período florecerían capitales como Monte Albán, Tula Chico, Teotenango, Xochicalco, Cholula, Cacaxtla, El Tajín, así como las grandes ciudades Mayas, y se perfilarían las sociedades militaristas que se desarrollaron hasta la conquista.460 A principios de nuestra era hasta el siglo X, una franja amplia de territorio al septentrión mesoamericano estuvo poblada por grupos sedentarios cuya subsistencia básica provenía de la agricultura. Se ha discutido sobre cuál era el origen de estos grupos con una marcada filiación mesoamericana, se habla de aculturación de grupos nómadas, o colonización por parte de los pueblos agricultores del sur, que aprovecharon una precipitación pluvial propicia para la agricultura, probablemente su origen se encuentre en estos últimos.461 Gracias a los últimos fechamientos sobre la cerámica policroma con técnica decorativa al negativo (considerada como un elemento característico del Posclásico tarasco), se ha podido determinar que dicha cerámica tiene un origen más temprano en las cuencas del norte michoacano, y que su extensión por Guanajuato, noreste de Jalisco y sur de Zacatecas podrían ser manifestaciones de tarascos que colonizaron los márgenes septentrionales de Mesoamérica, y que al abandonar el norte a partir del siglo X, iniciaron el retorno a los lagos de Michoacán. Esta es la propuesta de autores como Patricia Carot, Grégory Pereira, Dominique Michelet y Gérald Migeon, quienes basándose en datos arqueológicos como la cerámica, uso de metales y abandono progresivo de la deformación craneal y elementos arquitectónicos como las salas hipóstilas, identifican tentativamente a los uacúsecha como estos inmigrantes, ya que en la RM no se hace mención de estos y los sucesos anteriores al arribo de estos a Zacapu.462 Con los estudios arqueológicos de los malpaíses de este último asentamiento, se han podido recolectar datos sobre qué pasó en Zacapu durante el Posclásico Tardío. Hacia el 800 de n.e., estuvo habitado por poblaciones diminutas que mantuvieron niveles de población estables, hasta que alrededor del 1250 de n.e. se produce un aumento radical de la población. Los asentamientos poblacionales aumentaron y alcanzaron extensiones desde 50 ha. hasta 150 ha. ―Este cambio fue tan rápido que no puede explicarse por el incremento natural de los habitantes allí presentes antes de la fecha señalada. Al contrario, hace pensar en un movimiento de colonización por gente de procedencia externa…‖.463 Este fenómeno fue más complejo que el traslado de población, ya que el patrón de asentamiento revela un nuevo orden sociopolítico, donde la población se concentra en grandes centros, alrededor barrios dominados por el 459 MICHELET, DOMINIQUE. ―La zona occidental en el Posclásico‖, en: MANZANILLA, LINDA; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO (Coordinadores). Historia Antigua de México. Volumen III: El horizonte Posclásico. 2ª edición, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia- Universidad Autónoma de México- Miguel Ángel Porrúa, 2001, P. 172. 460 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. 4ª reimpresión, México, México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Historia), 2008, Pp. 173-193. 461 Ibíd., P. 137. 462 PEREIRA, GREGORY; MICHELET, DOMINIQUE; MIGEON, GERALD. ―La migración de los purépecha hacia el norte y su regreso a los lagos‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XXI, núm. 123, Pp. 55-60. 463 MICHELET, DOMINIQUE. ―El origen del reino tarasco protohistórico‖ en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, P. 27. 120 primero. También se presentan estructuras de función específica, como son los basamentos piramidales y estructuras que se asemejan a las ―casas de las águilas‖ o ―de los papas‖ que menciona la RM, así como altares, calzadas, terrazas, andadores, etcétera. La arqueología añade que hacia el 1450 de n.e., el Malpaís de Zacapu había descendido el número de habitantes, ―probablemente a causa de un abandono masivo y organizado del sector.‖464 Esta información tiene congruencia con los inmigrantes uacúsecha mencionados por la RM. Inicio de la protohistoria tarasca465 Gracias a la RM es que se tiene conocimiento de la protohistoria466 tarasca, desde que Curícaueri, dios patrono del linaje protagonista de los uacúsecha (―las águilas‖ o ―señores águilas‖),467 narrando los acontecimientos de 8 generaciones sucesivas de señores chichimecas, la fundación del Tzintzuntzan Irechequa, hasta la conquista española de Michoacán y la muerte de Francisco Tangáxoan, último cazonci, en 1530. En el relato se entreteje la Historia y el mito, donde intervienen las fuerzas sobrenaturales de los dioses y agüeros para castigar o premiar la obediencia de los humanos. Hans Roskamp señala que ―la RM y otras fuentes [indígenas michoacanas] no mencionan un solo año en el sistema calendárico mesoamericano. Aunque los acontecimientos prehispánicos han sido ordenados cronológicamente (sucesos históricos están relacionados con ciertos gobernantes/caciques), las fuentes no dan indicaciones cronológicas más exactas. Una indicación de una cronología general puede ser derivada de otras fuentes centromexicanas y estimaciones hechas por varios investigadores‖, y que ―llama la atención que otros documentos michoacanos, como la RM y varios documentos pictográficos (p.e. los lienzos de Jucutácato y Nahuátzen), también carecen 464 Ídem. Para la síntesis del relato de la RM, nos fue de mucha ayuda el resumen presentado por Claudia Espejel en su trabajo, ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de Michoacán. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 2008, T. I, Pp. 117-163. 466 A diferencia de la escuela arqueológica inglesa, que divide la Historia en prehistoria (desde la aparición del hombre hasta la revolución urbana), y la historia, desde la aparición de la escritura hasta nuestros días, la escuela arqueológica francesa agrega un periodo intermedio, la protohistoire, es decir, sociedades que comparten las características de los pueblos urbanos (como el sustento en la agricultura, la estratificación social, especialización del trabajo, comercio de larga distancia), pero sin haber desarrollado un sistema escriturario para registrar su propia Historia. El uso de estas periodizaciones puede causar conflicto para el estudio de las sociedades no europeas, pues fueron concebidas para las sociedades del Viejo Mundo, en especial las de Medio Oriente. Nosotros usamos aquí el término ―protohistoria‖ para identificar a las sociedades urbanas ágrafas mesoamericanas, que no registraron su historia, hasta la llegada de sistemas escriturarios externos. Cf. CLARK, GRAHAME. Arqueología y sociedad (reconstruyendo el pasado histórico). Traducción de Pepa Gasull. España, Akal editor, (Serie arqueología), 1980, Pp. 17-19. Autores como Helen Pollard y Dominique Michelet han hecho uso de este término para identificar el periodo de tiempo relatado en la RM. 467 Es sintomático que a mediados del siglo XVII, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl haya mencionado que el significado de la palabra ―chichimeca‖ se refería a ―los águilas‖, y no a otras posibles etimologías de dicho vocablo: ―Y este apellido y nombre de chichimeca lo tuvieron desde su origen, que es vocablo de esta nación, que quiere decir los aguilas, y no lo que suena en la lengua mexicana, ni la interpretación bárbara que le quieren dar por las pinturas y caracteres, porque allí no significa los mamones (ó chupadores), sino los hijos de los chichimecas habidos en las mujeres tultecas; aprovechándose los históricos de los labios que concluyen la partícula te para pronunciar tepilhuan.‖ ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia chichimeca‖]. Publicadas y anotadas por Alfredo Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, T. II, Cap. IV, P. 37. 465 121 de fechas si se trata de la época prehispánica‖,468 por lo que no contamos con una cronología exacta de los diferentes sucesos históricos prehispánicos, pero en algunos casos sí de los coloniales. Las cronologías para el Michoacán protohistórico se han inferido precisamente en estimaciones (por ejemplo en la aproximación de vida humana de los señores y cazoncis, y por las fechas que se encuentran en fuentes nahuas y otomíes del Centro de México, como lo son campañas, batallas, embajadas y gobiernos de los huey tlatoanis. Sin embargo, a pesar de la crítica que ha recibido la RM por ser la ―historia de bronce‖ de un discurso legitimador de los uacúsecha, y el que Jerónimo de Alcalá haya usado de cartabón las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, Claudia Espejel menciona que: ―No obstante lo anterior, es probable que el relato tuviera una basa histórica real. Después de todo, los acontecimientos narrados no eran tan remotos ni los antepasados demasiado lejanos. Zuangua, el cazonci reinante cuando Cortés llegó a México, era nieto de Tangaxoan y bien pudo haber nacido cuando Tariacuri todavía vivía; el grueso del relato se refiere a lo sucedido cien años antes de la conquista cuando mucho; y en el momento que se elaboró la Relación la formación de un solo reino no debe haber cumplido todavía su 469 primer centenario‖ A esto hay que agregar que la RM tiene coherencia temporal y espacial, es decir, a pesar de la complejidad del relato, los personajes aparecen en momentos correspondientes a su generación, y aunque no se mencione su muerte, dejan de aparecer en el relato; por otro lado, y a pesar de que no se han identificado todos los lugares mencionados en la RM, también existieron los lugares donde tomaron lugar las acciones de los personajes del relato, de hecho, ―las referencias geográficas en el relato del petamuti también son muy precisas. Muchos lugares mencionados en la narración coinciden con los topónimos actuales y las relaciones espaciales entre ellos también son las mismas, por lo cual ha sido posible identificarlos y ubicarlos en los mapas.‖470 La narración inicia con la llegada del señor de los chichimecas Ireti Ticátame, mencionado en otros documentos como Uacusticatame, fundador del linaje uacúsecha y miembro fundador de la genealogía de los cazoncis,471 y cómo su dios Curícaueri inició su señorío en el monte Viruguarapexo, cerca de Zacapu tacanendan. Al enterarse de la llegada de los chichimecas, el señor de Naranjan, llamado Ziranzirancamaro, temeroso de los guerreros recién llegados, buscó una alianza matrimonial ofreciendo una hija a Ticátame. Al desposarse, Ticátame advirtió a sus cuñados que no tomaran los vanados que él flechara, pues no eran para él, sino para alimentar a los dioses. Sus cuñados desoyeron la advertencia y Ticátame los flechó, inmediatamente se mudó a Zichaxuquaro. Años después, los habitantes de Narajan se aliaron con los de 468 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS Publications vol. 72), 1998, notas a pie núms. 4 y 557, Pp. 7 y 218. La RM sólo menciona un cómputo cronológico para la época prehispánica: ―dice esta gente, que antes que viniesen los españoles a la tierra, cuatro años continuos se les hendían sus qúes…‖. RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233. 469 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, P. 93. 470 Ibíd., Pp. 93-95. Claudia Espejel también ha propuesto una cronología, que a nuestro juicio es una de las más aproximadas. Ibíd., Tabla 4, entre Pp. 112-113. 471 Debe recordarse que en Mesoamérica ―una de las primeras formas de legitimar el culto a los ancestros fue la elaboración de genealogías, cuyo origen se remontaba a tiempos lejanos. Así, entre más hundida en las profundidades del pasado se presentaba una genealogía, más prestigiosa y noble parecía, pues estaba ornada por los blasones de la antigüedad y la duración […] la memoria genealógica legitimaba el prestigio de los ancestros y era el sostén de las reivindicaciones del presente.‖ FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica. México, Fondo de Cultura Económica, (Colección Tezontle), 2009, P. 21. 122 Cumanchen para vengarse de Ticátame, a quien mataron y robaron al dios Curícaueri, pero el hijo de Ticátame, Sicuirancha, los persiguió y recuperó al dios.472 Después de esto, Sicuirancha y los demás chichimecas se mudaron a Uayameo (actual Santa Fe de la Laguna), donde fundaron un nuevo cú y permanecieron varios años. A la muerte de Sicuirancha le sucedió su hijo Pauácume I, luego el hijo de éste llamado Uápeani I, y el hijo de éste llamado Curátame. Durante el gobierno de éste último, aconteció un hecho muy importante: la exploración de la cuenca del lago de Pátzcuaro (los futuros Pechataro, Paréo, Hiramucu, Curínguaro), a donde irían a vivir tras el otro acontecimiento vital de la historia tarasca, ocurrido posteriormente a la muerte de Curátame y bajo el reinado de los hijos de este, Uápeani II y Pauácume II, el agüero de las culebras. Los sacerdotes de la diosa Xarátanga de Mechuacan [Tzintzuntzan] se burlaron de ella, la diosa los castigó y se convirtieron en culebras, nadaron en dirección de Uayameo, al ver este hecho sobrenatural, los jefes chichimecas decidieron separase y tomar cada uno a un dios Tiripemencha: Chanshori tomó al dios Hurendequavecara y se mudó a Curínguaro, Ypinchuani tomó al dios Tiripeme Xungapeti y fue a Pechataro, Tarepunguaran agarró al dios Tiripeme Turupten y ocupó Ylamucuo, Mahicuri tomó al dios Tiripeme caheri y fundó Paréo, mientras que los hijos de Curátame, Uapeani II y Pauacume II también dejaron Uayameo y se fueron con su dios Tiripeme Curícaueri y pasaron por Capacurio y Xenguaran, entre otros lugares, hasta llegar a Honchequaro.473 También los habitantes de Mechuacan [Tzintzuntzan], adoradores de Xarátanga, dejaron este asentamiento, y tras pasar por varios sitios, llegaron a Taríaran acuezizan harocotin.474 Desde Honchequaro, Uápeani II y Pauácume II se fueron acercando poco a poco a lo que en el futuro va ser Pátzcuaro; en sus salidas a cazar ocurre otro hecho fundamental en la historia tarasca: el encuentro con el pescador Curiparaxan, de la isla de Jarácuaro. Gracias a él, los chichimecas se enteraron que eran parientes de los isleños, por lo que le pidieron una niña para casarse, Curiparaxan les dio a su hija y se mudaron a Tarimichundiro (muy cerca de Pátzcuaro). De la unión de Pauácume II y la hija de Curiparaxan nació Taríacuri475, mientras que Uápeani II engendró a Zetaco y Aramen.476 Cuando los señores de Jarácuaro se enteraron que el pescador les dio una hija a los chichimecas, estos los aceptaron como parientes, les ofrecieron más mujeres y les confirieron el rango de sacrificadores.477 Al enterarse los de Curínguaro de la alianza chichimeca-isleña, realizaron una serie de intrigas para que los isleños expulsaran a los chichimecas, haciéndolos regresar a Tarimichundiro. Al regresar aquí los chichimecas, se dieron cuenta que había unas peñas donde sus dioses les habían dicho que iban a fundar un nuevo cu (el futuro Pátzcuaro). Los de Curínguaro, preocupados por el resentimiento de los chichimecas, los retaron a pelear en el llano de Ataquaho, de donde salieron victoriosos, pero sólo lograron herir a los hermanos Uápeani II y Pauácume II. Los señores enviaron a una espía, una tía de los chichimecas, para saber sí sobrevivieron 472 RM, Segunda Parte, Caps., II-IV. Nótese la estrategia por parte de los chichimecas de dominar la parte sur de la cuenca del lago de Pátzcuaro, el usufructo de los recursos de esta zona, permitirán las bases materiales para la futura expansión tarasca. 474 RM, Segunda Parte, Cap., IV. 475 Taríacuri será el gran héroe de la RM, su ascendencia de dos linajes, el chichimeca y el isleño, le otorgará el prestigio necesario para la expansión del señorío de su dios Curícaueri. 476 Probablemente eran hijos de las mujeres que les dan los isleños a los chichimecas, y como Taríacuri, tenían ascendencia tanto chichimeca como isleña. 477 RM, Segunda Parte, Cap., IV, f. 71v, P. 34. 473 123 a las heridas, lo que los enfureció todavía más. Temiendo la venganza de los uacúsecha, los de Curínguaro volvieron a intrigar con los isleños, y tras varios intentos de emboscada, lograron matar a Uápeani II y Pauácume II.478 El legado de Taríacuri Con la muerte de estos dos señores chichimecas, inicia una nueva fase del desarrollo histórico tarasco. Los viejos Chupitani. Tecaqua y Nuriuan decidieron que el nuevo señor será el hijo de Pauácume II, así se encargaron de la educación del todavía niño Taríacuri, y les pidieron a los primos de este, Zetaco y Aramen, ya hombres, que se fueran a vivir a Vacananbaro para que su comportamiento no pusiera en riesgo las enseñanzas de Taríacuri. Desde esta tierna edad, Taríacuri es enseñado a traer leña a los cúes, no emborracharse y no andar en el libertinaje con mujeres, así de como su padre y tío serían señores si no hubieran sido muertos por sus enemigos.479 Cuándo creció, Taríacuri emprendió la venganza por la muerte de su padre y tío, empezó a cumplir el mandamiento de Curícaueri de traer leña a los cúes, ensanchar su señorío y acrecentar sus flechas, encendiendo fuegos (señales de guerra) en distintos lados, y en los límites de sus enemigos, logrando sitiar la isla de Jarácuaro. Esta acción desatará un conflicto con los señoríos de Curínguaro y Taríaran. Este episodio bélico es de los más largamente narrados en la RM (ocupa cinco capítulos de la segunda parte), y si bien las acciones militares no son muy detalladas, se proporcionan otros datos importantes como lo son costumbres, tácticas, alianzas y la situación geoestratégica de ese período en la cuenca del lago. Después de la afrenta hecha a Zurumban, señor de Tariaran (que comió la carne del sacerdote Naca), expulsó a Zetaco y Aramen de Vacananbaro, y Taríacuri, temeroso de un ataque inminente, se mudó a Hebario zinzu cuiquaro, mientras que Zetaco se fue a morar con los suyos al monte, y Aramen hizo su asiento en Hirázeo. Tiempo después, Taríacuri regresó a Pátzcuaro, pero volvió a huir, pues su primo Aramen fue asesinado por órdenes de Caricaten, señor de Xáraquaro, porque este se acostaba a escondidas con su mujer. Taríacuri intentó regalarle plumajes a Chanshori para que le diera permiso de cruzar su territorio e ir con Mahiquasi, señor de Condémbaro. Chanshori le dijo que el señor de Condémbaro estaba loco y era mal hombre, y que si quería, podía tomar asiento en un pueblo de él llamado Tupátaro, donde tenía trojes con bastimentos, Taríacuri, temeroso de quedar sujeto a Chanshori480, prefirió mudarse a Hoata pexo.481 Su estancia aquí marcó otra etapa, ya que se realizaron varias alianzas matrimoniales con Curínguaro y Taríaran. Por iniciativa de Chanshori, le ofreció una de sus hijas a Taríacuri para sellar una alianza, y veladamente, para apropiarse del dios Curícaueri. Taríacuri y la hija de Chanshori engendraron a Curátame II, tras varios acontecimientos, la mujer de Taríacuri fue ―mala mujer‖, pues no quiso estar con Taríacuri, y se acostó con otros hombres. Temeroso de Chanshori de intentar reprender a la hija de este, la dejó hacer sus libertinajes. Con esto, Taríacuri cayó en depresión, no comía y sólo iba por leña a los montes, pero por un ardid de su tía, logró hacer que no muriera de hambre, y le aconsejó que buscara una nueva esposa. Así fue al otro señorío 478 RM, Segunda Parte, Caps., V-IX. RM, Segunda Parte, Cap., X. 480 ―Tenía esta gente una costumbre, que si tomaban algún maíz o mantas de las trojes de los dioses que estaban deputadas para las guerras, aquellos que las recibían, aunque fuese dado gracioso, ellos o sus hijos quedaban obligados por ello y los hacían esclavos‖. RM, Segunda parte, Cap. XIV, f. 86, p. 63. 481 RM, Segunda Parte, Caps., X-XIV. 479 124 de Taríaran, donde Zurumban lo recibió bien, sin recriminar el episodio de Naca. Tras ponerle varias pruebas a Taríacuri, Zurumban se dio cuenta de que ―ciertamente es señor‖; Taríacuri le dijo que dejara de emborracharse y que fuera a hacer la guerra en su nombre a varios pueblos de la Tierra Caliente (Hurechu, la Guacana, Cacangueo y Cuerapan)482, para traer los bastimentos para la diosa Xaratanga, Zurumban rompió en llanto y le dio una esposa a Taríacuri, por lo que se rompió la alianza con Curínguaro.483 La primera mujer de Taríacuri se enceló de la nueva mujer, y regresó a Curínguaro para contarle a su padre de esta afrenta. En venganza, Chanshori se adueñó de Hoataro pexo, quitó a Curícaueri y en su lugar puso a Hurendequavecara, pintó el templo de rojo, color de su dios, y sacrificó a los esclavos reservados para Curícaueri, por lo que los chichimecas se mudaron de nuevo a otro lugar, esta vez a Vpapo hoato. Este lugar era pedregoso, por lo que Taríacuri le pidió a Chanshori que ―preste o venda un pedazo de tierra‖, a lo que se negó su suegro, por lo que se trasladó a Vrexo [Urecho], dónde construyeron un templo de ―céspedes‖ [¿adobes?].484 Aquí de nuevo son atacados y sitiados por los de Curínguaro, pero gracias a la intervención divina de Curícaueri, que enfermó a los atacantes, lograron vencer los chichimecas. Estos se mudaron a Querenda angangueo, donde intentaron atacarlos una vez los de Curínguaro, con ayuda de Zinzuni, hijo del señor de Taríaran. Taríacuri pidió refugio en Taríaran, pero Zurumban le dijo que ahí no había leña, y lo mandó morar en Vacapu, luego fue a Zurumu harupeo y por último a Santangel. A pesar de peregrinar por todos estos lados, la persecución contra Taríacuri y los suyos no cesó; por la vejez de Chanshori, quedó como señor su hijo Huresqua, este se enteró que los chichimecas hicieron entradas a occidente, y les exigió que le pagaran tributo, a lo que Taríacuri les respondió con ironía, y les entregó flechas de colores, lo que enfureció a Huresqua.485 Desde la salida de Taríacuri de Pátzcuaro, se creó un vacío de poder en este importante centro ceremonial, que provocó la guerra de los señoríos circundantes: Xáraquaro, Pacandan, Taríaran y Curínguaro. Después de las embajadas enviadas por los isleños, tanto de Pacandan como de Xáraquaro, Taríacuri decidió regresar a su antiguo asiento con el fin de que acabara la guerra. Al llegar de noche a Arízizinda, monte cerca de Pátzcuaro, ahí a la media noche tocó un silbatillo que imitaba el sonido del águila. Al escuchar esto, los de Curínguaro, los de Pacandan y los de Taríaran salieron huyendo provocando gran polvareda y espuma en el lago. Taríacuri mandó a su hijo Curátame II a Curínguaro, le dijo que llevará leña a los cúes y dejará de emborracharse, este no hizo caso, y fue cuando Taríacuri empezó a preocuparse por buscar a sus sobrinos para ver sí podían ser señores.486 Hiripan, hijo de Zetaco, y Tangánxoan hijo de Aramen, tendrían gran importancia en el desenvolvimiento de los acontecimientos, pues junto con Hiquíngaje, hijo de Taríacuri, serían los fundadores del futuro Tzintzuntzan Irechequa, consumando los intentos de conquista iniciadas por Taríacuri. Tras el fallido intento de sitio de la isla de Xáraquaro, los chichimecas salieron huyendo de sus asentamientos, y tras la muerte de sus padres, Hiripan, Tangánxoan, una hermana y su madre, vagaron por diversos pueblos de la meseta, donde sufrieron las penalidades de la orfandad, la pobreza y el 482 RM, Segunda Parte, Cap., XVII. RM, Segunda Parte, Caps., XV-XVII. 484 Claudia Espejel propone la duda de sí Jerónimo de Alcalá se refirió a un cú de adobes en lugar de piedras. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 145. 485 RM, Segunda Parte, Caps., XVIII-XIX. 486 RM, Segunda Parte, Cap., XX. 483 125 rechazo hacía los chichimecas. Tras diversos episodios, Hiripan y Tangánxoan quedaron bajo la tutela de su tío Taríacuri. Posteriormente, Curátame II riñó con Taríacuri al estar borracho, por lo que Taríacuri se mudó a Cutu, dejándole Pátzcuaro a su hijo, y un año después, Curátame II invitó a su padre y primos a una de las fiestas, más estos se fueron a otro lado porque en la fiesta sólo se emborrachaban, se orinaban en todas partes y se acostaban con las mujeres. Tanto Taríacuri como sus sobrinos llegaron al monte Çacapu hacúrucuyo, sin tener conocimiento de que ambos fueron al mismo lugar, por poco entraron en batalla, hasta que los espías de Taríacuri se dieron cuenta que eran Hiripan y Tangánxoan. Después de la confusión, Taríacuri invitó a comer a sus sobrinos, y cuando se enteró que estos no quisieron ir a la fiesta de Curátame por los excesos de la gente, y que preferían ir por leña para los cúes, y atalayar por sí atacaban los isleños, Taríacuri se sorprendió y les dio el discurso de como habrán de ser tres señores, junto con Hiquíngaje.487 En este discurso se puede leer entre líneas el balance que hace Taríacuri desde su ofensiva contra Xáraquaro y la muerte de Naca, sus alianzas matrimoniales fallidas, la persecución constante de sus enemigos, sus asentamientos son temporales, y las conquistas de Zurumban y Chapá no le retribuyen ni en especie ni en esclavos. La única empresa exitosa fue su entrada a occidente, las alianzas solicitadas por los isleños, y la recuperación sin problemas del centro ceremonial de Pátzcuaro, hacen notar que también su posición político y militar se había fortalecido notablemente.488 Taríacuri les esbozó a sus sobrinos la situación política de la cuenca del lago de Pátzcuaro y los territorios aledaños, y les mencionó porque ―no habrá ya más señores en los pueblos; mas todos morirán y estarán sus cuerpos echados por los herbazales.‖489 Sobre los isleños habló de como murieron los señores viejos, Carícaten de Jarácuaro, y Zuanga de Pacanda, y como a los hijos que quedaron como señores, Quatá y Zuanga respectivamente, no eran obedecidos. En Curínguaro se da un caso similar, pues el primer suegro de Taríacuri, Chanshori, ha muerto, y sus hijos Cando, Huresqua, Sica, Zináquabi y Chapá tenían diferencias sobre el señorío. Chapá le comentó a Taríacuri que a él no lo obedecían por ser hijo de una esclava, así que Taríacuri le dio una parte del dios Curícaueri, bajo la condición de tributarle madera y esclavos para sacrificar. Con la ayuda divina, Chapá logró extender su señorío hasta Araró.490 Cuando sus parientes de Curínguaro se enteraron de sus fructíferas conquistas, le ofrecieron por esposa a una señora, por lo que Chapá dejó de llevar esclavos a Taríacuri, quién se arrepintió de haberle dado una parte de Curícaueri, pues parecía que Chapá iba ser rey pues ya lo conocían los dioses del cielo y de las cuatro partes del mundo. Pero Chapá murió, y sus hijos Hucaco, Hózeti, Vacúsquazita, Quanírescu, Quatá maripe y Xarácato se dividieron el señorío, tuvieron contiendas por el, y cada quién hizo sus fiestas y bailes. La casta sacerdotal de Hetóquaro, último asiento de Chapá y probablemente cabecera principal, dejó de servir en los cúes, los dioses se enojaron, hubo muchos agüeros y no llovió un año. Por el hambre se despobló Hetóquaro, y sus habitantes se vendieron como esclavos a otros señores. Tampoco iban a ser señores los de Vániqueo, Cumachen, Erónguariquaro, Zacapu y Tacánbaro. En Taríaran todavía vivía Zurunban, pero viejo y ciego, y sus hijos estaban esparcidos por muchos lugares, y una hija de él, Mauina, se acostaba con mancebos, y sus hermanos la consentían en lugar de 487 RM, Segunda Parte, Caps., XX-XXI. En el texto, el discurso sólo va dirigido a los sobrinos, pero en la lámina aparecen representados los tres jóvenes. RM, lámina XIV, f. 108v, P. 108. 488 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, Pp. 132-133. 489 RM, Segunda Parte, Cap., XXII, f. 109, P. 109. 490 Véase el Apéndice A, mapa I. 126 sacrificarle, por eso ahí tampoco habían de ser señores. Los pueblos de la Meseta, Pungácuran, Sauinan, Arançan y Cápacuero, también tenían diferencias cada día, se quitaban los términos y sementeras, y se flechaban. Por estas razones, no iba haber más señores, sólo los sobrinos e hijo de Taríacuri que tenían un comportamiento moral acorde a las exigencias de los designios de los dioses.491 Lo que sigue después en la narración de la RM es cómo los sobrinos tomaron en serio las palabras de Taríacuri, y fueron al monte Xanóato hucazio a preparar una emboscada, para atalayar en dirección a Xáraquaro. Ahí vieron una canoa donde venía un principal isleño llamado Zipíuatame. Cuando tocó tierra, es capturado por Tangánxoan, quien quiso sacrificarlo, pero este tenía una embajada para Taríacuri. Al final se reunió con éste, y se pactó la protección de una parcialidad de los isleños, y después de una batalla naval, los refugiados se asientan en Aterio, donde hacen sus templos y casas. Gracias a esta alianza chichimeco-isleña, es que los uacúsecha iniciaron la ofensiva contra los pueblos ribereños, primero a Tupúparachuen, Ychápetio, Hiranzio, Charándavchao y Xarapen, luego hacia Varicha hopótacuyo, Syrúmutaro, Hópiquaracha, Pucunda hacúrucu, Hoata tétengua, Tiríndini hasta los términos de Curínguaro. Luego hicieron ahumadas en Paraxu y Paraqua hácuparaca, acción que temieron los de Curínguaro, quienes mandaron canoas para detener a los agresores, pero Hiripan y Tangánxoan las interceptaron, y en ellas van a conquistar Quereta parázicuyo (Tzintzuntzan), donde moraron y se convirtió en el nuevo punto de partida para futuras conquistas. Curátame II, primogénito de Taríacuri, vio las humaredas que se levantaban por las acciones militares de sus primos, se molestó porque él era señor y su padre decía que sus primos eran hijos de él, les mandó decir a Hiripan y Tangánxoan que sí hacían las conquistas por hambre, fueran a Pátzcuaro, y que uno le podría servir el vino, y otro hacerse cargo del orinal.492 Ambos se molestaron con la embajada, y de respuesta dijeron que si a Curátame le gustaba emborracharse y echarse con mujeres, que lo hiciera, pero que las conquistas que ellos hacían eran para hacerlo señor y acrecentar su señorío. Curátame se enojó con la respuesta, y después Hiripan y Tangánxoan viajaron a ver a Taríacuri, quién les pidió que llevaran a Hiquíngaje, que era sacrificador, a Quereta parázicuyo. Taríacuri les dijo ―pues id, hijos. Coma hierbas y cardos Hiquíngaje, vosotros tres seréis señores. Coma mi hijo hierbas, ya le lleváis con vosotros‖.493 Al parecer, realizaron un ritual de purificación en una cueva llamada Patuquen, Hiripan y Tangánxoan comieron hierbas, mientras que a Hiquíngaje le estaban dando maíz tostado, temerosos de que no soportara el estilo de vida chichimeca, cuando se dio cuenta, les preguntó porque ellos no comían del maíz, y tras explicarles que estaban temerosos de que se regresara con Taríacuri, los tres empezaron a llorar.494 Posteriormente Taríacuri les dio un pedazo de Curícaueri a sus sobrinos e hijo para que le hicieran un altar, pero estos le hacen un cu, una casa de los papas, una casa de las águilas y una troje para resguardarlo. Cuando le comunicaron a Taríacuri que habían construido todas éstas estructuras religiosa, montó en cólera, y trató de flechar a los jóvenes, porque ellos no tenían prisioneros para sacrificar, Hiripan, Tangánxoan e 491 RM, Segunda Parte, Cap., XXII. El insultó radicó en que Curátame II les estaba dando el trato de sirvientes y de mujeres a sus primos, ya que las tareas de servir el vino y hacerse cargo del orinal eran realizadas por mujeres de acuerdo a los sirvientes de la casa del cazonci. RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30v, Pp. 222. 493 RM, Segunda Parte, Cap. XXIV, f. 117v, P. 126. 494 RM, Segunda Parte, Cap. XXIV. 492 127 Hiquíngaje salen corriendo ilesos y tristes a Quereta parázicuyo. Taríacuri reflexionó que no habían hecho el cu de mala fe, y que él tenía en parte la culpa, porque les dio ese pedazo de Curícaueri. Para solucionar el embrollo, Taríacuri mandó al sacerdote Chupitani con Varapame, señor de la isla de Pacandan, so pretexto de que ya estaban viejos y había necesidad de hacer una guerra ritual para conseguir cien prisioneros para sacrificar en los funerales. Al escuchar la embajada, Varamape rompió en llanto, porque él y sus súbditos eran pobres, y porque los prisioneros eran en realidad para estrenar el nuevo cu de Quereta parázicuyo. Varapame sólo manda sesenta hombres a sus sementeras en la orilla del lago. Hiripan y Tangánxoan siguieron las instrucciones de Taríacuri y capturaron a los isleños en una emboscada, llevando a sacrificar a Pátzcuaro a 40 prisioneros, y 20 a Quereta parázicuyo, e iniciando nuevas ofensivas a sus enemigos. El nuevo objetivo es el pueblo de Yziparamucu, cuyo señor era Zinzuni, pariente de los de Curínguaro; y en una ocasión Hiripan y Tangánxoan hicieron una entrada y capturaron 100 prisioneros. Es probable que en este ataque, haya caído prisionero Tamapucheca, hijo de Taríacuri (y tal vez de la esposa que le dio Zurumban, señor de Tariaran). Zinzuni no tuvo el valor para sacrificarlo, por temor de Taríacuri, y la gente que lo crio fue a rescatarlo, cuando Taríacuri se dio cuenta, se enojó, y mandó a sacrificar a su hijo porque ya era alimento de los dioses, así como la gente que lo rescató. Taríacuri también mandó matar a su hijo Curátame, de su esposa de Curínguaro, por ser mal señor y emborracharse de continuo. La tarea se la encargó a Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje, quienes dudosos, mataron a Curátame como a un criminal (lo acogotaron con una porra), Taríacuri se alegró con la noticia, y regresó a su asiento de Pátzcuaro.495 Es durante las conquistas emprendidas por Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje hacia el oriente de Quereta parázicuyo, que los primeros tuvieron sueños en la cumbres de unos montes, donde iban los dioses del cielo. A Tangánxoan se le apareció en sueños la diosa Xarátanga, en el monte Puréperio (actual cerro Yahuarato, al este de Tzintzuntzan). Ahí le pidió que descombrara donde iban a construirse su casa de las plumas de papagayos, la casa de las plumas de gallina, el juego de pelota, así como los baños llamados Puque hurínguequa. Le explicó como los de Taríaran ya no sacaban provecho de ella, ni le temían a su madre (la diosa Cueráuaperi), por lo que debía ir por ella, para restaurarla en su asiento original de Tzintzuntzan. De recompensa le daría casa, trojes con mantenimientos, mujeres, y las insignias de señor. A Hiripan en el monte Taríacaherio (actual cerro Tariaqueri, al oeste de Tzintzuntzan), se le apareció en sueños el dios Curícaueri, quién le pidió que renovara sus atavíos de plumas blancas, y a cambio, le daría casa, trojes, esclavos, orejeras de oro, penacho y collares. Cuando le contaron a Taríacuri sobre los sueños, éste se alegró mucho, pues eran señales innegables de que iban a ser señores. Después de éste episodio, siguieron haciendo ahumadas y haciendo la guerra a sus enemigos.496 Aunque estos capítulos de la RM ponen el acento en los sueños y augurios de dioses, la poca información disponible sobre los acontecimientos militares, permiten observar como la conquista y defensa de Quereta parázicuyo fue fundamental para la expansión tarasca, pues Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje aprovecharon la ventaja táctica proporcionada por los cerros Taríacaherio y Puréperio, para enfrentarse a los batallones de Pacandan, Jarácuaro, Curínguaro, Yziparamucu y Cumachen [Comaja], y salir victoriosos.497 495 RM, Segunda Parte, Caps. XXV-XXVI, XXXIII. RM, Segunda Parte, Cap. XXVII. 497 Para un detalle de la batalla véase el Apéndice A, mapa II. 496 128 En el bando de los enemigos también se suscitan acontecimientos en que intervienen los dioses. Zinzuni, señor de Yziparamucu, temeroso de que las ahumadas de guerra hechas por los chichimecas estuvieran tan cerca, y con claras muestras de un ataque inminente, mandó una embajada a sus sobrinos Cando y Huresqua, señores de Curínguaro, con la intención de pedir ayuda para defenderse de los chichimecas (ellos contenían la expansión uacúsecha, pues Yziparamucu se encontraba entre Quereta parázicuyo y Curínguaro), pero estos desoyen la embajada, pues según ellos y en respuesta a su tío dicen: ―Porque nosotros solos lo ocupamos todo y estamos hechos un piélago. ¿Dónde es de agora ser Corínguaro? Porque de todo en todo es población divina y tiene canas de muy antigua población y las piedras de los fogares han echado muy hondas raíces. ¿Quién ha de venir a destruirnos?‖.498 Zinuni se resignó a su suerte, por lo que les dijo a toda la gente de Yziparamucu que mataran a todos los animales de crianza (perros, gallinas y papagayos), que hicieran bastimentos para abandonar el pueblo, y que todos se emborracharan. Durante la borrachera, una anciana se presentó a la esposa de Hopótacu, hijo de Zinzuni, para venderle un ratón (topo o tuza bermeja) a cambio de maíz. La mujer de Hopótacu le compró el animalillo, para cocinarlo para dárselo de comer a su esposo cuando regresara y bajarle la borrachera. La anciana se fue, pero engañó a la mujer de Hopótacu, pues ésta cocinó, sin darse cuenta, a su hijo Zinzíani y no al ratón. Cuando Hopótacu llegó y su mujer le sirvió de comer, ambos caen en cuenta del engaño, y en un lapso de furia, Hopótacu flechó a su mujer. Al día siguiente, cuando se empezaron a recuperar de la borrachera, Hopótacu le contó a su padre todo lo sucedido, y Zinzuni le reveló que aquella no era una anciana, sino la diosa Avícanime. Éste agüero,499 confirma la decisión de Zinzuni, y abandonaron Yziparamucu, dejando el camino abierto a Curínguaro.500 Taríacuri también debilitó todavía más el señorío de Curínguaro, pues mandó una hija o mujer suya, a la fiesta de Hunisperaquaro que celebraron los de Curínguaro, ahí se acostó en el despoblado con Cando, uno de los señores, cuando él durmió, la mujer le cortó la cabeza con unas navajas.501 Las acciones también se concentraron hacia sus enemigos de Taríaran. Taríacuri envió a Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje para que amonestaran al hijo de su cuñado, Hiuacha, señor de dicho pueblo, le dieran pescado y lo mataran estando borracho. Al llegar, Hiuacha no les dio tiempo de que le dieran la embajada, los invitó a comer, pero cuando empezaron a servir la comida y a dar regalos, les dieron a todos los presentes, menos a los chichimecas. Furiosos, los tres jóvenes uacúsecha abandonaron Taríaran, y regresaron a Quereta parázicuyo sin haber visitado a Taríacuri. Cuando llegaron, cortaron leña para los cues, Hiripan se subió a un árbol carcomido, y cuando cayó al suelo quedo inconsciente. Fueron corriendo a ayudarle, y cuando volvió en sí, estaba furioso, porque ellos tenían las espaldas marcadas y cayos en las manos por que cortaban leña para dar de comer a los dioses, y hacían muchas ahumadas y quemaban olores, y no consideró justo el tratamiento de Hiuacha, pues el no cortaba leña, y no habían podido vencerlo. Los tres decidieron ir con Taríacuri, y decirle que los tres querían morir peleando contra Hiuacha, ahora que todavía seguía vivo y anciano. Taríacuri se preocupó porque los enemigos eran muchos, pero después de conocer las fuerzas que integraban las fuerzas chichimeco-isleñas, aceptó que sus sobrinos e hijo 498 RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 125, P. 141. RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII. 500 Consideramos que el agüero de la muerte del nieto de Zinzuni (probablemente de nombre homónimo), puede interpretarse de como los dioses interrumpieron su descendencia o linaje, por lo que ya no iba a ver nadie para gobernar en Yziparamucu. 501 RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV. 499 129 fueran a la guerra, y consiguió realizar alianzas con los pueblos de Cumanchen, Eróngaricuaro, Hurichu y Pichátaro, para aumentar la fuerza de ataque.502 Antes de iniciar el ataque, Taríacuri convocó a su hijo y sobrinos a un montecillo llamado Thiapu, antes de que llegaran, Taríacuri escombró el lugar, e hizo tres montones de tierra y les puso encima una piedra y una flecha. Cuando llegaron los tres jóvenes, les explicó cómo debía haber tres señores: ―Oídme, hijos: mira, Hirepan, ansí ha de haber tres señores. Tú estarás en este montón que está en medio, ques el pueblo de Cuyacan [Ihuatzio]; y tú Tangáxoan estarás en este montón, que es el pueblo de Mychuacan [Tzintzuntzan]; y tú Hiquíngaje estarás en este, que es el pueblo de Pázquaro. Así serán tres señores‖.503 Después de que les dio esta indicación, hizo una traza en el suelo del pueblo de Taríaran, y les indicó a sus sobrinos cómo debían ir con sus aliados. Las fuerzas chichimeco-isleñas rodearon el pueblo, capturaron a mucha gente, e Hiuacha fue aporreado mientras intentaba escapar.504 Los prisioneros fueron llevados a Pátzcuaro, dónde sacrificaron todo el día.505 502 RM, Segunda Parte, Cap. XXIX. RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 129v, P. 150. 504 Véase el Apéndice A, mapa III. 505 La historia de Hiuacha era conocida todavía a finales del siglo XVI; en un litigió de tierras en Patuan, al sur de Ziracuaretiro, Gaspar Campos, un mulato libre de 49 años de edad, residente del pueblo de San Ángel desde hacía 30 años, sujeto a Tingambato, declaro en 1592 que ―…a oído decir a muchos indios // de los viejos y antiguos que las tierras // de Patuan eran de los señores naturales // de Mechoacán y que las había // ganado por conquista que hicieron a un // fulano Hihuacha señor y cacique que había // sido de Tzirapen donde era sujeto el dicho // pueblo de Patuan…‖. ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, Archivo Histórico de la Ciudad de Pátzcuaro (en adelante AHCP), Caja 5, Exp. 24, 1592, f. 131v. Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por habernos facilitado éste documento. Claudia Espejel menciona que ―no queda claro si el pueblo que conquistan los sobrinos de Tariacuri es Tariaran o Zirapen porque después se vuelve a decir que conquistaron un pueblo llamado Tariyaran (grupo de pueblos conquistados 3). Probablemente este Tariyaran no es el mismo Tariaran de Zurunban y probablemente estaba al oeste del lago de Pátzcuaro, hacia la meseta tarasca, aunque hay que notar que lo conquistaron junto con Vacapu y Acahuato, lugares relacionados con el Tariaran de Zurunban. Pienso que Tariaran pudo haber estado cerca del actual Cuitzitan al sur de Santa Clara del Cobre. Hice una visita a Turira donde pensaba que podría haber algo pero no encontré ninguna evidencia de ocupación prehispánica (ni un solo tiesto ni una navajita de obsidiana). Todavía pienso que pudo haber estado por esos rumbos o al sur de Zirahuén. Gorenstein y Pollard (1983) pensaron que Harocotín (022) era un pueblo diferente a Tariaran (lo cual no es improbable pero en todo caso estaría al sur de Zirahuén y no en la cuenca del lago de Pátzcuaro) y lo ubican donde se encuentra el actual pueblo de Arocutin en la ribera oeste del lago de Pátzcuaro, al sur de Uricho.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 244. Vemos que ésta duda surge, ―por la falta de puntuación en la Relación, no está claro si Zirapen es otro nombre de Hiuacha o el nombre de su pueblo, pero más bien parece ser lo primero, pues su pueblo era Tariaran.‖ Ibíd., P. 311. Pero por el testimonio del mulato Gaspar Campos, se infiere que el pueblo de Hiuacha era Zirapen, por lo que se puede puntuar la línea que menciona Claudia Espejel: ―Y trazó allí [Taríacuri] el pueblo del señor llamado Hiuacha[,] Zirapen…‖. Hay que recordar que en el pasado prehispánico, los lugares podían tener varios nombres o un nombre más complejo, el de Taríaran era ―Tariaran acueziçan harocotin‖. RM, Segunda Parte, Cap. IV, f. 68v, P. 28. Este nombre lo traduce Pedro Márquez como ―Orilla del lugar donde hay víboras y hace viento‖ MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, [Apéndice I], P. 718. Por otro lado, Gilberti registró las entradas ―Culebra de agua. tzirapen acuitze‖, ―Bibora. tzirapen acuitze‖ y ―Serpiente del agua. tzirapen acuitze‖ nombre de alguna variedad de ofidio que está relacionado con el nombre completo de Tariaran acueziçan harocotin. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 289, 334 y 589. Actualmente existe una ranchería llamada Ziraspén al noroeste de Ziracuaretiro. Salvador Pulido reportó un sitio arqueológico llamado Lagunillas, entre Zirimícuaro y Ziracuaretiro, donde se localizaba una yácata de 6 m de altura y una plataforma baja, y se 503 130 La formación del triunvirato La conquista de Taríaran inauguró una rápida expansión de los uacúsecha en los alrededores de la cuenca del lago de Pátzcuaro, el siguiente objetivo fue la otra gran potencia de la región así como sus enemigos acérrimos, Curínguaro fue destruido y sus sujetos conquistados. Luego avanzaron hacia la cuenca de Cuitzeo, la de Zacapu y al oeste de Pátzcuaro. Taríacuri ya no pudo ver el éxito de sus herederos, pues durante las conquistas murió y fue enterrado en Pátzcuaro. Entonces ―llamó Hirepan a Tangáxoan y a Hiquíngaje y díjoles: "hermanos, ya es muerto Taríacuri, nuestro tío. Tú, Tangáxoan, vete a Mechuacan [Tzintzuntzan] y yo me iré a Cuyacan [Ihuatzio] y Yquíngaje estará aquí en Pázquaro, que aquí es su casa y asiento. Y hicieron una casa a Hirepan en Cuyacan y a Tangáxoan otra en Mechuacan. Y tomó cada uno su señorío y fueron tres señoríos.‖506 Después de asentados los tres señores, Hiripan507 convocó a Tangánxoan e Hiquíngaje para que siguieran las conquistas. Durante la guerra, la gente huyó con las joyas, y decidieron capturarla para traer las riquezas para su dios Curícaueri. Al no decidirse quien se quedaría con el tesoro, construyeron una casa en Ihuatzio, y allí guardaron todas las riquezas, así como al dios Curícaueri, y probablemente a la diosa Xarátanga y los otros Tirípimencha, quedando Ihuatzio como cabecera principal de los tres señoríos. A la gente la subyugaron, la obligaron a traer leña a los cúes, a cultivar la tierra y luchar en los escuadrones y servirles. Pero la gente no se quedaba en un solo lugar, así, ―entraron en su consejo Hiripan y Tagáxoan y Hiquíngaje y dijeron: "hagamos señores y caciques por los pueblos, que placerá a los dioses que sosiegue la gente". Y fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños tomaron una parte en la tierra caliente y los chichimecas otra parte a la man[o] derecha […] y así sosegaron todos. Y se hizo un reino.‖508 Estos caciques se encargaron de la expansión territorial, la expansión fue tan rápida, que ―hasta las mujeres mandaban los pueblos.‖ Así, poco a poco, el Estado tarasco se fue fortaleciendo por medio de alianzas y conquistas en esta región del Occidente de Mesoamérica.509 Nacimiento y expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa La RM es escueta en información para el periodo de tiempo intermedio entre la formación del reino y la conquista española, sólo existen unas pocas fojas y algunas referencias en otros capítulos, en dónde se menciona a los descendientes de los tres señores, así como un hecho fundamental para el futuro Estado tarasco: el traslado de la capital a Tzintzuntzan y su supremacía sobre las otras dos. Al parecer se inició una disputa entre los tres señores chichimeco-tarascos para que los descendientes de cada uno obtuvieran el poder de las tres capitales. El documento aclara que la cabecera principal del triunvirato era Ihuatzio, ya que ahí estaba Curícaueri y el tesoro del reino, aunque Pátzcuaro tenía mayor jerarquía religiosa, ya que era el sitio que los dioses les localizó un cajete y un tripote de características tarasco-uacúsecha. PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha: diferencias sociales y arqueológicas en un grupo. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección Divulgación), 2006, Pp. 137-138. Este sitio bien pudo tratarse del Taríaran mencionado en la RM. 506 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 131-131v, Pp. 153-154. 507 Es de notarse que en el relato, Hiripan, ancestro de la nobleza ihuatzeña, tiene la iniciativa de seguir las conquistas y sus propuestas son aceptadas por los otros dos. 508 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 132, Pp. 155. 509 Véase el Apéndice A, mapa IV. 131 dijeron a los chichimecas que ahí debían de construir los cúes para Curícaueri.510 La RM menciona que Hiquíngaje tuvo un hijo de su mismo nombre, Hiquíngaje II, ―que dicen que le dió [sic] un rayo y matóle y embalsamáronle y teníanle como a dios, en la laguna…‖. También se decía que Hiquíngaje ―tuvo muchos hijos, y por ser malos y que se emborrachaban y mataban a la gente con unas navajas y se las metían por los lomos, los mandó matar.‖ Aunque líneas adelante se dice que ―no hubo más señorío en Pázquaro después que murió Yquíngaje, porque sus hijos mandó matar Hirepan.‖511 Vemos pues, como tenemos dos versiones sobre quien mandó matar al linaje de Pátzcuaro; puede ser un error del escribano, o un intento de los informantes de la nobleza tzintzuntzeña para desprestigiar los linajes de Pátzcuaro e Ihuatzio. Independientemente de esto, es poco probable que Pátzcuaro se haya quedado sin señor, pues los señores se elegían, no necesariamente el cargo se heredaba por línea directa. 512 Consideramos que pudieron haber acontecido dos cosas, primero, que los señores de Pátzcuaro hayan sido la familia del Petamuti (recordemos que los cargos sacerdotales se heredaban), con lo que el papel religioso del asentamiento se respetaría, más no el político, o segundo, que el señor de Tzintzuntzan tuviera su casa en Pátzcuaro y el primer asentamiento sólo fuera un centro administrativo del Estado tarasco. Esto último se desprende de un documento que mando realizar Vasco de Quiroga para justificar el cambio de la sede catedralicia de Tzintzuntzan a Pátzcuaro, aludiendo que las poblaciones prehispánicas formaban parte de la Ciudad de Mechoacan, y que cada asentamiento era un barrio, así como la importancia de Pátzcuaro sobe Tzintzuntzan. En la séptima pregunta que les hacían a los testigos, decía: ―…si saben que cerca del dicho mal sitio [Tzintzuntzan] y de dicha Pazcharo iglesia y dentro de lo que se llama y dice y entiende ciudad de Mechuacan, hay un barrio que es sujeto y parte de ella que se dice Pazcuaro, donde los naturales de esta ciudad tenían su principal población y sus cúes y sacrificios primeros y principales y donde era la cabecera de la provincia antes que los españoles viniesen y antes que el padre del Cazonci postrer cacique que fue mandase, el cual por ser el dicho valle barrio donde está la dicha iglesia suyo y donde él moraba, luego que fue cacique por muerte de los otros que fueron ante que él que vinieron siempre en el dicho sitio de Pansquaro como la cosa mejor y más principal que había en la provincia, pasó de allí los cués y sacrificios en el dicho valle y quebrada, aunque el sitio era malo, por ser suyo y tener allí su asiento, y tras ellos se fue la gente donde han estado como desterrados y descontentos y forzados hasta ahora que comienzan ya a pasar y volver donde solían estar poblados como ahora lo están muy contentos en 510 ―Y así cortaron las encinas y árboles que estaban por allí, diciendo que habían hallado el lugar que sus dioses les habían señalado. En este susodicho lugar, tuvieron sus antepasados, en mucha veneración y dijeron que aquí fué el asiento de su dios Curícaueri. Y decía el caçonzi pasado [Tangaxoan II], que en este lugar, y no en otro ninguno, estaba la puerta del cielo por donde descendían y subían sus dioses. Y de contino trujeron aquí sus ofrendas. Aunque se mudó la cabecera a otras partes, aquí había tres cúes y tres fogones, con tres casas de papas, en un patio que hicieron después a mano, de tierra, sacando por algunas partes las paredes de piedra para igualarle y allanarle.‖ RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37. 511 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138v, P. 168. 512 En la RM, se menciona que antes de atacar en las guerras, el Capitán general, el señor de Ihuatzio y ―el señor de Pázuaro‖ pronunciaban discursos. Parte de las pláticas que hacían los señores cuando moría el cazonci y se juntaban para elegir uno nuevo, decían ―¿Cómo ha de quedar esta casa desierta y anublada? Mirá que daremos pena a nuestro dios Curícaberi.‖ Y cuando se juntaron los señores para elegir un nuevo cazonci tras la muerte de Zuangua, Tzintzincha trató de rechazar el cargo diciendo ―sean mis hermanos menores y yo seré como padre de ellos; o séalo el señor de Cuyacan llamado Paquíngata.‖ RM, Tercera Parte, Caps. V, XVII, XXIII, ff. 18, 32v, 43v, Pp. 197, 226, 248. 132 saber que se han de volver a el que es el dicho Pascuaro donde pueblan ahora los naturales 513 y un poco antes los españoles.‖ Los testigos que contestaron las preguntas fueron vecinos españoles y principales indígenas, la mayoría de respuestas fueron afirmativas y que se contenía como la pregunta decía, aportando alguna información etnográfica complementaria. Así por ejemplo Suero Australiano contestó que ―…el pueblo de Pascuaro y este sitio es todo ciudad de Mechuacan y los indios de aquí y de allá son todos unos y un principal los gobierna a todos como una cosa, y que vio muchos cúes y casas de placer del Cazonci que era señor de esta provincia y muy gran población junto a ellas, y que el sitio adonde ahora está la iglesia era casa de contratación adonde el dicho Cazonci venía a negociar con los naturales y españoles mas que el más tiempo vivía en Pásquaro porque es asiento fresco de arboledas, aguas, tierras muy buenas, lo cual que no tiene este sitio.‖514 La mayoría de las respuestas de los testigos españoles son del mismo tenor, agregando que los cúes de Pátzcuaro eran más grandes que los de Tzintzuntzan. Los testigos indígenas contestaron escuetamente, afirmando que la pregunta se contenía como decía. Ante este testimonio, debemos tener nuestras reservas, pues el documento está diseñado de tal forma para que las preguntas justifiquen el traslado de la catedral. Por otro lado, las referencias históricas que se tienen sobre Ihuatzio son mínimas, y apenas sí existen elementos para saber las causas del traslado de Curícaueri y el tesoro a Tzintzuntzan. Claudia Espejel rescata un pasaje de la RM que puede dar algo de luz sobre esto, cuando los dioses Tirípimencha, hermanos de Curícaueri, se aparecieron a una vieja que vendía agua en Ihuatzio, y le dijeron: ―…vé al señor llamado Ticátame que está en Cuyacan, el que oye en Cuyacan las tortugas y atabales y huesos de caimanes. No son sabios los señores de Cuyacan ni se acuerdan de traer leña para los qúes; ya no tienen cabezas consigo, que a todos los han de conquistar, que se han enojado los dioses engendradores. Cuéntaselo ansí a Ticátame, que de aquí a poco tiempo nos levantaremos de aquí de Cuyuacan, donde agora estamos, y nos iremos a Mechuacan y estaremos allí algunos años, y nos tornaremos a levantar y nos iremos a nuestra primer morada llamada Bayámeo, donde está ahora Santa Fe edificada. Esto no 515 más te decimos".‖ Lo cierto es que desde que Tzitzíspandácuare trasladó a Curícaueri y una parte del tesoro a Tzintzuntzan y otra parte a las islas del lago, el poder se concentró en este asentamiento y los herederos de Tzitzíspandácuare mantuvieron el poder hasta la llegada de los españoles. Bajo el reinado de Tzitzíspandácuare, se conquistó Colima, Zacatula y otros pueblos, e ―hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en dos veces, diez e seis mil hombres. Otras veces traía cativos.‖ Estos ataques son la evidencia del conflicto que perduraría entre tarascos y mexicas hasta la conquista española. La RM no entra en detalles sobre las continuas guerras entre estas potencias del Posclásico Tardío, salvo que ―otra vez venieron los mexicanos a Taximaroa y la destruyeron en tiempo [1479-1480] del padre de Motezuma llamado Hacángari 513 ―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. VI), 1989, Apéndice X, P. 441. 514 Ibíd., Pp. 445-446. 515 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, ff. 41-41v, Pp. 243-244. Claudia Espejel comenta que ―estos hechos no permiten saber con exactitud las disputas que pudo haber entre Zizizpandaquare y Ticatame, llama la atención que, como en otras ocasiones, la razón que se esgrime para justificar la detentación del poder es el mal comportamientos de los señores y su negligencia en el cumplimiento del servicio de los dioses. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, P. 147. 133 [Axayácatl], y Zizíspadáquare la tornó a poblar…‖516, así como que eran enemigos acérrimos de los que había que desconfiar, enemistad que provocó que el alto mando tarasco no mandara ayuda a la sitiada Tenochtitlán para 1521.517 Tzitzíspandácuare tuvo un hijo llamado Zuangua, bajo el reinado de éste cazonci, el Tzintzuntzan Irechequa alcanzó su máxima dilatación territorial, pues bajo su mandato probablemente se conquistó la cuenca de Zayula, en Jalisco.518 516 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV. Existen otras fuentes que documentan las guerras tarasco-mexicas, un trabajo clásico sobre el tema es el de HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia, Toluca, Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1, Pp. 9-47; trabajo reeditado con el mismo título en PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores). …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas, 2012. Pp. 120-151.Más adelante, en el capítulo III, tratamos estos conflictos con mayor profundidad. 518 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV. Véase el Apéndice A, mapas V y VII. 517 134 12. EXTENSIÓN Y ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA ―Hablar de la ―región tarasca‖ es presumir que existe una entidad especial concretamente definible. Tal entidad no existe. Los límites de esa región fluctúan con el tiempo y los criterios. En términos amplios puede uno hablar por lo menos, de cinco regiones tarascas: la arqueológica, la socioeconómica, la racial, la política, y la lingüística. Cada una de estas ha variado del área con el tiempo. Probablemente la región arqueológica es la que más se apega a la definición.‖ 519 Donald D. Brand, Bosquejo histórico de la geografía y la antropología en la región tarasca, 1952 El problema de la extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa La extensión territorial que dominó el Tzintzuntzan Irechequa ha sido una incógnita en la historiografía del Michoacán antiguo. La problemática sobre la delimitación del territorio tarasco aumenta, si tomamos en consideración las palabras de Donald D. Brand citadas líneas arriba. Desde el siglo XVI hasta nuestros días, se han realizado varias delimitaciones sobre la extensión del Estado tarasco, producto del momento histórico en que se plantearon. Los intentos historiográficos de reconstrucción de la geografía histórica, también han dependido del momento, los criterios y bagaje teórico utilizados por los investigadores para estudiar los límites territoriales del Estado tarasco.520 Aquí sólo vamos hacer una mención somera de las distintas delimitaciones planteadas para la entidad política tarasca en el momento de la conquista en la segunda década del siglo XVI,521 para luego estudiar la posible organización político-económica y las dinámicas étnicas internas. De la RM se pueden hacer intentos de reconstrucción sobre el territorio tarasco dominado antes de la conquista española, pero la información no es detallada. Se menciona que bajo el reinado de Tzitzíspandácuare, se conquistó Colima y Zacatula, y que ―su hijo Zuangua ensanchó mucho su señorío‖. Pero al momento de la llegada de los españoles, Colima y Zacatula estaban fuera de la órbita de dominio tarasco, y el autor de la RM no esclarece como se ―ensanchó mucho‖ el territorio. 522 La forma más común que se ha utilizado para trazar los límites del Tzintzuntzan Irechequa, es identificar en un mapa los pueblos mencionados en la RM que estaban bajo dominio 519 BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 459. Cabe mencionar que los trabajos de Donald D. Brand contenidos en ésta misma antología fueron separados bajo diversos títulos, pero corresponden al trabajo clásico ―Bosquejo histórico de la geografía y la antropología en la región tarasca. Primera parte‖, traducción del inglés por José Corona Núñez, Anales del Museo Michoacano, Segunda época, Morelia, Fimax-Publicistas, 1952, núm. 5, Pp. 41-162. Por cuestiones de accesibilidad, citamos la versión de la antología. 520 Para una relación de autores que han abordado la cuestión de las fronteras del Estado tarasco, desde el siglo XVIII hasta 1970, véase CABRERA V., MA. DEL REFUGIO; PÉREZ GONZÁLEZ, BENJAMÍN. El Estado p‟urhepecha y sus fronteras en el siglo XVI. Morelia, Gobierno del Estado de MichoacánInstituto Michoacano de Cultura. 1991, Pp. 10-11. En el presente apartado tratamos a los exponentes más importantes. 521 No es nuestro objetivo hacer relación detallada de todas las fuentes y autores que han abordado el tema de los límites territoriales del Estado tarasco, pero consideramos que es un tema que merece un análisis más amplio dentro de la historiografía michoacana. 522 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 139, P. 169. 135 tarasco, y a partir de ahí conectar los puntos. Si se utiliza sólo la RM, los límites territoriales son inferiores si los contrastamos con otras fuentes documentales, como por ejemplo, las relaciones geográficas. Documentos más tempranos, como la visitación de Antonio de Caravajal y la tasación del bachiller Juan de Ortega, también han sido utilizados, pero los debatiremos más adelante. En 1535, en un documento sobre la demarcación de los obispados de Michoacán y México, los testigos tenían que declarar sobre varias preguntas para establecer los límites territoriales, dos de ellas pedían contestar: ―2. Iten si saben que los términos / de la provincia de mechuacan / llegan a la albarrada que esta desta / parte de Istlauaca cuatro / leguas y a unos mojones que están / dos leguas de Tepiconza, es de Soria. 3. Iten si saben o vieron o oyeron / decir que su padre del cazonzi / y el mismo partio los 523 términos / arriba.‖ Uno de los testigos fue don Pedro Cuiniarángari, hermano adoptivo de Tzintzincha Tangáxoan y gobernador de los indígenas de Michoacán después de la muerte del segundo; declaró que: ―A la segunda pregunt dixo que / los términos de esta provincia / de mechuacan hacia la parte e / camino de Yztlavaca llegan los / dichos términos a una albarrada / que esta hecha de piedra dos leguas / de esta parte del pueblo de Iztlavaca / y que aquellos an tenido e / tienen por términos e tierra desta / dicha provincia de mechuacan / y por la parte de hacia Jucutitlan [Jocotitlán] / llegan los términos a tierra desta / dicha provincia hasta mas alla de la / estancia de Soria donde esta un / cuo de la parte de la dicha estancia / camino de xucititlan [Jocotitlán] el primer / cuo. Preguntado como lo sabe / dixo que lo poseía el cazonzi / siendo vivo y este testigo lo a tenido / e tiene por tierra desta dicha / provincia y esto sabe desta pregunta / e por la parte del camino que va / hacia Toluca llegan los dichos / términos a una estancia que tiene / e posee Vaca, la cual dicha estancia / esta de aquella parte del pinar / como vamos desta dicha ciudad a / la ciudad de mexico y el termino / es pasando el dicho pinar junto / a la dicha estancia desta parte / y esto sabe de mas e allende de / lo suso dicho. A la tercera pregunta dijo, / que no se acuerda partirse / los dichos términos que lo que / dicho tuene lo tenía y an tenido / e tienen los señores desta provincia / por términos della e lo demás / en la dicha pregunta dixo que no se le / acuerda mas de que limpiaban / ellos por 524 suyo los caminos hasta / allí y esto sabe desta pregunta.‖ La explicación de porqué los términos de la provincia de Michoacán se encontraban hasta ese extremo oriental, se debe a que después del fallido intento de Moctezuma II de conquistar el Tzintzuntzan Irechequa en 1517, los tarascos lograron mantener una guarnición cerca de Toluca.525 A mediados de 1550, Antonio Huitziméngari, hijo de Tzintzincha Tangánxoan, y para ese momento Gobernador de los indios de la provincia de Michoacán, elaboró un documento para garantizar sus privilegios como heredero del cazonci y gobernador, frente al inminente regreso de España del obispo Vasco de Quiroga. En dicho documento falseó información sobre el pasado prehispánico para justificar su discurso de poder, y la legitimidad de su cargo, 523 ―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y distritos de sus obispados‖ [1544], Archivo General de Indias (en adelante AGI), Justicia, legajo 1009 f. 221; Agradecemos enormemente al Mtro. René Becerril Patlán por habernos facilitado la trascripción de este fragmento del documento. 524 Ibíd. 525 Véase el apartado sobre el expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa y las guerras tarasco-mexicas, en el capítulo III de la presente investigación. 136 así como de la extensión del territorio gobernado por sus antepasados.526 Una de las preguntas atendía precisamente esta cuestión: ―[II] Ítem si saben vieron y oyeron decir que el dicho Cazonci fue Rey y señor legítimo de toda la tierra y provincia tarasca hasta delante de Culiacán, que son más de trescientas leguas de señorío, y por la parte de México fue señor hasta cerca de Toluca donde tenía su guarnición contra Moctezuma y los señores de México, con quien tenía continua guerra. 527 Digan lo que saben y cómo.‖ Las respuestas que dieron testigos tanto españoles e indígenas se puede resumir de la siguiente manera: los confines de la provincia tarasca del lado de México, se encontraban a cuatro leguas de Toluca, y se extendía trescientas leguas hasta más allá de Culiacán,528 donde según no había otro señor sino el cazonci; los confines al suroeste y sureste se encontraban en los términos de Colima y Zacatula, donde el cazonci tenía guerras contra sus señores, y contra Moctezuma II. 529 En varios documentos coloniales se puede observar la reivindicación que realizó la nobleza tarasca sobre la extensión del territorio dominado, sus guerras contra Moctezuma II, su rendición pacífica a los españoles y la conversión voluntaria al cristianismo.530 Pero hay que recordar que 526 Para un análisis histórico del momento, motivos y redacción de este documento, véase CERDA FARÍAS IGOR. ―La información de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari: el poder del discurso en la justificación del gobierno indio de la provincia de Michoacán (1553-1554)‖, texto presentado en el Seminario Discurso y Poder en la Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2014. (En prensa). Se puede consultar una versión electrónica en: https://www.academia.edu/16385111/La_información_de_méritos_y_servicios_de_Antonio_Huitziméng ari_y_el_gobierno_indio_de_Michoacán_1553-1554, (Consultado 1 de febrero de 2018). 527 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 2v. Paleografía de Angélica J. Afanador Pujol y J. Ricardo Aguilar González, revisión y corrección de René Becerril Patlán. 528 Sarrelangue mencionó que ―seguramente se trata, no de Culiacán, Sinaloa, sino del pueblo del mismo nombre situado en Guanajuato‖. LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. 2ª edición, Morelia, Morevallado Editores, 1999, Cap. I, nota a pie núm. 23, P. 29. Al noroeste de Salvatierra, se encuentra el Cerro Culiacán (2830 m), en sus faldas se encuentran varios pueblos, incluyendo a San Isidro Culiacán. 529 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 2v, 13v, 21v, 37. 530 Un ejemplo lo encontramos en la ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, dos preguntas pedían contestar lo siguiente: ―[IIII] Ítem si saben etcétera, que el dicho cazonci al tiempo que vinieron los cristianos a esta tierra estaba muy pujante así de dineros como de gentes y armas, con las cuales se pudiera [4 verso] resistir a los españoles que vinieron muy mejor que la gente mexicana, que por fuerza de armas había sido vencida, digan lo que saben. [V] Ítem si saben, que no obstante lo contenido en la pregunta antes de esta, recibió de paz a los españoles y se entregó así y a sus hijos y tierra con todo lo que tenía a su Majestad, y recibió la fe de Cristo y mando que todos sus súbditos la recibiesen, la cual recibieron y recibida la conservaron y conservan hasta el día de hoy…‖. AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 3v-4. En la Relación Geográfica de Pátzcuaro también encontramos este discurso, donde Don Juan Puruata, principal y gobernador de Pátzcuaro, que fue padrastro de Don Pablo, hijo de Antonio Huitzimengari, hijo del último cazonci, mencionó como Tangáxoan Tzintzincha fue a entrevistarse con Hernán Cortés y a bautizarse, y cómo Nuño de Guzmán lo encarceló, pidió oro y plata, y a pesar de eso, Guzmán mandó dar garrote y quemar a Francisco Tangáxoan. Mencionó como traían guerra con los mexicas, y ―también guerreaban con los de Colima y Zacatula, y a éstos siempre los sujetaron.‖ MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 198-200. Cursivas originales. Entre los papeles que encontró Pablo Beaumont en Tzintzuntzan para escribir su Crónica…, había un documento pictográfico que plasmaba la conquista de Michoacán por parte de Cristóbal de Olid, la explicación que proporcionó el cronista fue que antes de entrar a la corte del cazonci, ―se encontró este capitán con Vibil, y otros tres capitanes tarascos, que le recibieron de paz‖ y después de llegar a Tzintzuntzan, Tzintzintcha Tangáxoan mandó tamemes con regalos a Hernán Cortés, 137 ―hacia la segunda mitad del siglo XVI, la Provincia de Michoacán era un vasto territorio en el que los límites políticos no siempre estaban bien definidos y en muchas ocasiones, se mezclaban con los eclesiásticos, tanto los del clero secular como los del regular. En ese palimpsesto geográfico se gestaban numerosas formas de entender y ver el mundo que se configuraba ya que las visiones de la Corona a través de los virreyes y la Audiencia de México, los obispos, la nobleza de los indios, los españoles conquistadores y pobladores, los agustinos, los franciscanos se mezclaban en diversos proyectos sociales en los que cada grupo trataba de afianzar sus logros a la vez que trataban de sentar las bases de su futuro en 531 la naciente Nueva España.‖ En 1577, la corona española mandó una instrucción y memoria con 50 tópicos que los gobernadores locales tenían que responder, con la intención de conocer mejor sus dominios en América y poder administrar más adecuadamente sus recursos. La instrucción incluyó varias preguntas referentes al pasado prehispánico. Dos de las preguntas, la 14 y 15, pedían investigar, entre otras cosas, el señorío que tenían y cómo se gobernaban. Las respuestas a esta instrucción son conocidas como relaciones geográficas, la mayoría de estos documentos sobre Michoacán se han encontrado y publicado, lo que nos permite conocer algunas de las características locales de los dominios del Tzintzuntzan Irechequa, y conocer sus límites de forma más o menos certera.532 Varias de las relaciones geográficas fueron utilizadas por el cronista Antonio de Herrera y Tordesillas (1549-1626), quien tuvo a su disposición otras fuentes referentes a la conquista de Michoacán, sin embargo, los límites territoriales que proporcionó fueron vagos a principios del siglo XVII, entre 1601 y 1615: ―Esta Mechoacàn entre los Limites del Imperio Mexicano, i los del distrito, que agora tiene el Audiencia de la Nueva Galicia, i estiendese mucho por la Parte de los Chichimecos, que dicen en Lengua Mexicana, en la qual llamaban Mechoacàn, que es tanto, como Tierra de mucho Pescado. La Residencia del Rei era en Zinzontza, que significa, Lugar de muchos Pajaros Zintzones, que son los que dan la Pluma de varias colores, de que se hacen las Mantas, i cosas Ricas, i aora las Imagines: i aqui estuvo poco la Silla Catedral, i el primer Obispo de Mechucàn Don Vasco de Quiroga, la pasò à Pazquaro, que en la Habla de 533 México, quiere decir, Lugar adonde tiñe, i en Tarasco patztza, que es lo mismo.‖ Al final del siglo XVI, en 1594, Constantino Huitziméngari I, hijo ilegítimo de Antonio Huitziméngari, promovió cierta información judicial para reivindicar su ascendencia. Manuel Orozco y Berra citó parcialmente e in extenso este documento: ―Noticias sacadas de una información judicial, practicada en 1594, a petición de don Constantino Huitzimengari, nieto de Caltzontzin, último rey de Michoacan, con el objeto de probar la extensión de sus dominios. La determinación genérica de los límites, se encuentra en la siguiente pregunta del interrogatorio, absuelta de conformidad por los testigos. El documento que aquí se extracta es copia, no muy correcta, que sacó don Mariano Veytia de la de Boturini, quien menciona su original en el § XIV n.º 3 del Catálogo de su Museo Indiano. y ―embajadores con la noticia de que él, y su reino se daban de paz.‖ BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Morelia, Balsal editores, 1985, T. II, P. 30. 531 CERDA FARÍAS IGOR. ―La información de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari: el poder del discurso en la justificación del gobierno indio de la provincia de Michoacán (1553-1554)‖, Óp. Cit.. 532 ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., pássim. 533 HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano. Escrita por Antonio de Herrera, coronista mayor de Su M[ajesta]d de las Indias y su cornista de Castilla. En quatro Decadas desde el Año de 1492 hasta el de 1[5]31. Madrid, Imprenta Real de Nicolas Rodriguez Franco, 1726. T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. IX, P. 92. 138 Item si saben, que don Francisco Tangajuan padre de don Antonio Huitzimengari y abuelo de dicho don Constantino hijo del dicho don Antonio, se extendía y tenía a los términos con la provincia de México nueve leguas de ella, hasta Ixtlahuacan, que cae en el distrito de Toluca, donde llegaron la gente de guarnición de dicho don Francisco Tangajuan, gran Cazontzin, y desde dicho pueblo de Ixtlahuacan hasta la mar del Sur ciento y cincuenta leguas, y desde la Provincia de Zacatula atravesando hacia el Norte hasta Sichú, que son más de ciento y sesenta leguas, en lo cual entran y se incluyen muchos, y muy grandes pueblos, que hasta ahora están poblados de mucho número de gente como son la ciudad y provincia de Michhuacan y la Culima, y Zacatula, Pueblos de Avalos, y todos los demás pueblos contenidos en el Memorial firmado de dicho don Constantino, que pide se muestre a los testigos para que digan lo que saben. Los pueblos de la corona real que caen al Obispado de Michhuacan, son los siguientes: Michhuacan y sus Barrios de la Laguna, Arimao, Cuiseo, Capula, Cinagua, Chocándiro, Guaníqueo, Guanajo, Xaso, Necotlan, Teremendo, Tiripitio, Tinguindin, Tlapalcatepec, Taimeo, Jucato, Zinapéquaro, Maravatío Vcareo, Tuzantla, Asuchitlan, Cirándaro, Guayameco, Chilchotla, Xacona, Tazazalca, Xilotlan, Xiquilpan, Ixtlan, Tancítaro, Orirapúndaro, Aguila, Estopila, Huitlan, Alima, Acauhtlan, Atliacapan, Caxitlan, Cuzcatlan, Zacalpan, Escayamoca, Ecatlan, Quacoman, Guepantitlan, Umalacatlan, Mitlan, Macuillititzaqualayan, Pistlan, Coscacuauhtlan, Motin, Maronta, Papatlan, Pomaro, Pasmona, Comayahua, Petlazoneca, Tezoacan, Tlacoabayan, Tecolalpan, Tlachinachtla, Tamatla, Tepetitango, Tecoman, Tlacatipa, Tecoxhuaca, Tecociapan, Xolotlan, Xecotlapa, Xuluapa, Ixtlahuacan, Yescatlan, Alimanxi, Alcozahuimitlanexo, Almoloya, Chiapa, Epantlan, Guacatitlan, Nahualapa, Ocotlan, Tecocitlan el viejo, Xicotlan, Oztutla, Auatla, Ensaputlanexo, Cohuatlan, Contlan, Coyre, Cihuitla, Otro Cihuitla, Ahuatlan, Chacala, Cihuatlan, Chipila, Mescalohuacan, Miquia, Pantla, Pochotlan, Pustlan, Quetzalapan, Atlan, Quahquautla, Tohtotla, Tepolchico, Tecpan, Taloacan, Tecomatlan, Texoapan, Tepetina, Ximalcota, Ihuitlan, Yaustepec, Ihuitlan, Ixtapa, Achihuili, Huitlalotlan, Huixtlan, Lanava, Toliman, Zozotlan, Azutla, Atechoncala, Axalo, Quixtlan, Axmique, Amaqueca, Atoyac, Chapala, Zazola, Tzaculco, Cocula, Teoauztlatlan, Tepeque, Tecohuatotla, Coquimatlan, Xocotepec, Tuzpa, Tzapotlan, 534 Tamazula, Pungaravato, Cachan. [Estos últimos en lista a tres columnas]‖. Estos documentos fueron utilizados por Lorenzo Boturini (1698-1755) y probablemente por Pablo Beaumont (1710-1780) en sus investigaciones. Boturini lo describió de la siguiente forma en su Catálogo del Museo Histórico Indiano…: ―Mas ciertas Memorias en unos Autos, que siguió en el Superior Govierno de Mexico Don Constantitno Huitzimengàri, hijo de Don Antonio, y nieto del Gran Cazòntzin, donde se especifican las Ciudades, y Poblaciones de este Reyno. Hallanse en el Tom. 4.‖535 Con esta información Boturini propuso en 1746 la siguiente extensión del reino de Michoacán: ―Fuè en su Gentilidad este Reyno [de Michuacan] muy poderoso. Partìa sus confines con los de Mexico en Ixtlahuàcan, distrito de Tolùca, y de alli hasta la Mar del Sur, 534 OROZCO Y BERRA, MANUAL. Historia antigua y de la conquista de México. México, 1880, Tipografía de Gonzalo A. Esteva, T. II, Pp. 207-209. 535 BOTURINI BENADUCI, LORENZO. ―Catalogo del Museo Historico Indiano del Cavallero Lorenzo Boturini Benaduci, Señor de la Torre, y de Hono, quien llegò a la Nueva España por Febrero del año 1736. y à porfiadas diligencias, è immensos gastos de su bolsa juntò, en diferentes Provincias, el siguiente Tesoro Literario, que và especificado, y divido segun los varios assuntos de las Naciones, è Imperios antiguos de los Indios, y puede servir para ordenar, y escribir la Historia General de aquel Nuevo Mundo, fundada en Monumentos indisputables de los mismos Indios‖, en: BOTURINI BENADUCI, LORENZO. Idea de una Nueva Historia General de la America Septentrional. Fundada sobre material copioso de figuras, symbolos, caractères, y geroglificos, cantares, y manuscritos de autores indios, ultimamente descubiertos. Dedicala al Rey Ntro. Señor en su Real, y Supremo Consejo de las Indias. Madrid, Imprenta de Juan de Zúñiga, 1746, P. 28. 139 estendiendose 150. leguas, y desde la Provincia de Zacatùla, atravessando àzia el Norte hasta Zichù mas de 160. leguas, en cuyos terminos se incluìan grandes Poblaciones, como la Ciudad, y Provincia de Michuàcan, y las de Colìma, y Zacatùla, y los Pueblos hoy en dia dichos de Avalos, è infinidad de otros, abundantes de gente belicosa. Assimismo logrò en la Gentilidad la prerogativa [sic.] de ser independiente del Imperio [mexica], y tener sus Reyes, como lo fueron Tzihuangà, y su hijo el Gran Cazòntzin Tangajuàn, el que recibió 536 de paz à los Españoles…‖. Fray Pablo Beaumont fue cronista de la orden franciscana, elaboró durante años una gran crónica que quedó incompleta debido a su muerte. Para escribirla realizo un trabajo laborioso de consultar autores anteriores, cronistas de indias, religiosos de diversas órdenes, archivos provinciales, pinturas antiguas en poder de los indígenas, y recorrió algunos sitios arqueológicos tarascos.537 Entre los archivos que consultó, se encontró la colección reunida por Boturini, que se conservaba en la biblioteca de la Universidad de México.538 Probablemente fue al consultar la información promovida por Constantino Huitziméngari I, que Beaumont dio una extensión territorial sumamente dilatada del antiguo Reino de Michoacán, que de acuerdo al texto de la crónica es la siguiente: ―…hállase la principal de Michoacán, respecto de la ciudad de México al Poniente. Dista su primera población más de cuarenta leguas, y su altura, y elevación de polo es de diecinueve grados, y diez minutos con poca diferencia. Su longitud de Oriente a Poniente sin casi cien leguas, de Norte a Sur ciento veinte, de circunferencia trescientas cincuenta. Fue en su gentilidad este reino muy poderoso. Cuando se descubrió por los cuatro españoles mencionados, Caltzontzi, rey de Michoacán, era también señor y soberano de la Provincia de Jalisco. Partía sus confines con los de México en Ixtlahuacán. Distrito de Tula, y de allí hasta la Mar del Sur, extendiéndose ciento cincuenta leguas, y desde la Provincia de Zacatula atravesando hacia el Norte hasta Zichú más de ciento sesenta leguas, 536 Ibíd., P. 26. En el ―Aviso al benévolo lector y plan de esta obra‖, Beaumont mencionó a los autores que consultó, entre los que encontramos a Alonso de la Rea, Antonio de Herrera y Tordesillas, Juan de Torquemada, Isidro Félix de Espinosa, Alonso Guerrero de Zúñiga, Juan Díez de la Calle, Agustín de Betancourt, Fernando Colón, y otros. Consultó los papeles del archivo de la provincia y documentos antiguos en poder de los indígenas. BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Óp. Cit., T. I, Pp. 27-38. Precisamente uno documento lo utilizó para escribir sobre la conquista de Michoacán por Cristóbal de Olid: ―Que fuese Cristóbal de Olid, a Tzintzuntzan, parece cierto, según la memoria que conservan de este suceso los indios tarascos, pues en el reconocimiento que hice poco ha en esta ciudad, de sus papeles y monumentos antiguos, entre otras curiosidades que pude acopiar, fue la de una pintura antigua en pergamino que conserva un indio llamado Cuini, descendiente de los nobles o primeros caciques de aquella corte, que me la franqueó; van debajo de cada mapa sus explicaciones, y puestos en su lugar los nombres de los sujetos, y cada cosa con competente distinción.‖ Ibíd., T. II, P. 30. Estas pinturas en pergamino pérdidas ha sido tema de investigación, y se ha propuesto que pertenecían a un códice que se ha denominado ―Códice de Tzintzuntzan‖. ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento pictórico de Michoacán‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 1998, enerojunio, núm. 27, Pp. 7-44. 538 ―…con el favor de los amigos se me franqueó el gusto de registrar las piezas curiosas existentes en el museo del caballero Boturini y, en fin, no omití deligencia [sic] para hacerme de alguna copia de instrumentos que pudiesen afianzar la veracidad de mi Crónica. Con estos extractos y algunas piezas curiosas concernientes a la Historia de Nueva España [Idea de una Nueva Historia General de la America Septentrional], y una u otra perteneciente a la peculiar del reino de Michoacán, que pude conseguir con solicitudes increíbles, porque cuesta en este reino grandísima dificultad conseguir semejantes monumentos, y más de los indios, que son casi únicos depositarios de ellos, parte de la escasez de ellos, y parte por la natural desconfianza de estos pobres, que se recelan viendo rastrear sus antigüedades, que el fin es desojarlos de sus tierras…‖. BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Óp. Cit., T. I, P. 30, otras referencias a Boturini en Pp. 393, 428, 486, 492, 493, 495, 496, 497, 523, 524, 525, 527, 528, 531, 532, 549. 537 140 en cuyos términos se incluían grandes poblaciones, como la ciudad y Provincia de Michoacán, y las de Zacatula, la de Taximaroa, y los pueblos dichos de Avalos, e infinidad de otros abundantes de gente belicosa. Esto se hará manifiesto registrando el mapa que sigue, el que he sacado con la mayor precisión de las pesesiones [sic.] antiguas, y señoríos del rey tarasco, según lo refieren las historias de aquellos tiempos, se verá la posición de algunos lugares principales, especialmente las poblaciones que servían de fronteras omitiendo muchas por evitar confusión, y porque no ha quedado memoria de los nombres de infinitos pueblos, a causa de la destrucción de los indios tarascos por los motivos que se refieren en esta historia. Desde los 17 grados de latitud hasta cerca de los 22, en que caen los territorios de Jalisco, corriendo la costa del Mar del Sur, se extendían estos señoríos, y los circunvalaban parte por el Poniente, y mucho más por el Norte, y Oriente, inmensas naciones de chichimecas con quienes los tarascos setaban [sic.] en continua guerra, como lo denotaban sus poblaciones, y fortalezas de Yuririapúndaro, Zinapécuaro, y otras. Ha habido mucha variedad después en orden a los límites de este reino, y en el día el reino de Michoacán es todo lo que comprende el obispado de Valladolid, y otras distintas provincias entre los límites del Imperio Mexicano, y los del Distrito que ahora tienen la Audiencia de Nueva Galicia, y se extiende mucho por la parte de los chichimecas que es 539 frontera.‖ Pero hay que tomar en cuenta la última parte del párrafo citado, pues al parecer lo que quiso presentar Beaumont fue la extensión, no de la antigua entidad política que existió antes de la llegada de los españoles cuyo gobernante supremo fue el cazonci, sino la extensión de la jurisdicción que cubría el Obispado de Michoacán, y otras jurisdicciones de México y Nueva Galicia, pero sin distinguirlas. 540 Con este proceder Beaumont dibujo un ―Plano iconográfico del Reino de Michoacan y Estados de el Gran Caltzontzin‖, cuya descripción que proporciona el mismo plano es la siguiente: ―Plano iconográfico del Reino de Michoacan y Estados de el Gran Caltzontzin, donde se comprendian los Señorios de Colima y Xalisco hasta los confines de lo que oy se llama Nueva Biscaya conforme los hallaron en el tiempo de su gentilidad los primeros Operarios franciscanos de esta Santa Provincia de Michoacan para la inteligencia de los transitos del Exercito de Nuño de Gusman en su expedicion y conquista de Nueva Galicia dispuesto con sumo trabajo sobre monumentos antiguos de los indios Tarascos y Naturales de aquellos países, como también Mapas de los mas exactos que se han sacado en estos ultimos tiempos arreglados en lo posible á el mayor calculo de longitudes y latitudes por el R[everen]do P[adr]e Fr[ay] Pablo de la Pur[ísi]ma Concepcion Beaumont Autor de esta 541 Chronica. Escala de 20 leguas.‖ Según éste mapa, los dominios tarascos bajo dominio del cazonci se extenderían desde el valle de Toluca hasta el sur de Sinaloa, abarcando los estados de Guanajuato, Jalisco, Nayarit, e incluso al norte, en Durango, cuyo punto más extremo sería Santiago Papasquiaro. Dicha extensión es imposible, las fuentes tarascas más tempranas no sostienen de ninguna forma que el cazonci haya dominado territorios tan dilatados, la conquista de Nueva Galicia por parte de Nuño de Guzmán fue posible porque dichos territorios estaban fuera de los límites de las conquistas de Hernán Cortés y del cazonci, 539 Ibíd., T. II, Pp. 40-41. Cursivas nuestras. Para una síntesis de cómo se conformó el territorio michoacano a lo largo de la época colonial, véase MIRANDA GODÍNEZ, FRANCISCO. ―De Michoacán al Gran Michoacán, génesis de un territorio‖, en: ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El legado de Joseph Benedict Warren a la historia y a la lengua de Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 373-387. 541 Este mapa ha sido reproducido por varios autores, nosotros consultamos el publicado por LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp. VI-1. 540 141 su erección en Reino, Audiencia y Obispado separados de la Nueva España fue posible porque no existía un antecedente prehispánico que permitiera justificar que pertenecieran a la misma jurisdicción, y la arqueología no permite sostener la idea de una gran confederación como la que propondría José Corona Núñez a mediados del siglo XX, pero lo que sí existe son evidencias de intercambio. La crónica de Beaumont permaneció en el olvido durante varias décadas hasta que salió nuevamente a la luz y fue estudiada en la segunda mitad del siglo XIX. Autores que en sus estudios siguieron a Boturini para referirse a los límites del Estado tarasco, encontramos en 1780 a Francisco Javier Clavijero (1731-1787),542 Alejandro Von Humboldt (1769-1859) en 1811,543 y Juan José Martínez de Lejarza (1785-1824) en 1824.544 En 1858, el descubridor del manuscrito de la RM, Brasseur de Bourbourg (1814-1874), fue el primero en utilizar información de dicho documento para sus investigaciones, también realizó una delimitación sobre el Michoacán precolombino, pero puso énfasis en los límites naturales y no en los históricos: ―Los océanos, lagos y ríos, que la naturaleza parece haber deliberadamente colocado entre Michoacán y estados vecinos, sirven como sus límites hoy como en el momento del descubrimiento de América. Al noreste, el Reino de Tonalán y el territorio marítimo de Colima quedan separados por el río Pantla y el caudaloso Coahuayana, al cual se une este, diez leguas antes de desembocar en el mar Pacífico, cuya ribera sigue limitando a Michoacán, al suroeste, hasta Zacatula. De allí las curvas caprichosas de Mezcala forman sus otros límites, al Este y al Sur, finalmente y siempre al Este, las ricas provincias de 542 ―El reino de Michoacán, el más occidental de los cuatro [reinos, junto a México, Acolhuacan, Tlacopan], se extendía norte sur desde las inmediaciones del país en que al presente están las ciudades de Celaya y Querétaro, hasta tocar en la provincia de Zacatollan, y de este-oeste desde Tlaximaloya (hoy Taximaroa) hasta más allá de Apatzingán, tierra bella, fértil, rica y bien poblada. Su capital Tzintzontzan, que los mexicanos llamaban Huitzitzilla, estaba situada en la ribera oriental del lago bello de Pátzcuaro. Además de estas dos ciudades eran considerables las de Tiripitío, Zacapu y Tarécuaro.‖ En una nota a pie, Clavijero anotó que ―Boturini dice que el reino de Michoacán se extendía desde Ixtlahuacan junto a Tolocan hasta el Mar del Sur, y desde Zacatollan hasta Xichu; pero se engañó, porque las costas del mar Pacífico eran de los mexicanos hasta más allá de Coliman, como consta de la matrícula de los tributos. Todo el país desde Tolocan hasta Tlaximaloyan perteneció a la corona de México desde las conquistas del rey Axayácatl, como consta de la citada matrícula y de la historia. Es también indudable que todo el espacio de tierra que hay desde Acámbaro y Xerécuaro hasta Xichu, estaba ocupado de bárbaros que ni tenían domicilio alguno ni reconocieron soberanos.‖ CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México. Edición del original escrito en castellano por el autor. Prólogo de Mariano Cuevas. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 29), 1976, Lib. I, 1., P. 1. Con el paso del tiempo, se ha demostrado que la costa michoacana, colimense y jalisciense no estaban bajo dominio de los mexicas. 543 ―Esta intendencia, en tiempo de la conquista de los españoles, formaba parte del reino de Michuacán (Michoacán), el cual se extendía desde el río Zacatula hasta el puerto de Navidad, y desde las montañas de Xala y de Colima hasta el río de Lerma y el lago de Chapala. La capital de este reino de Michoacán, que (como las repúblicas de Tlascallán, Huejotzingo y Chollolan) fue siempre independiente del imperio mexicano, era Tzintzuntzan [lugar de colibríes], que los aztecas habitantes de Tenochtitlan llamaron Huitzitzila, no es en el día sino un miserable pueblo indio, aunque ha conservado el título pomposo de ciudad.‖ HUMBOLDT, ALEJANDRO DE. Ensayo político sobre el reino de la Nueva España. Estudio preliminar, revisión del texto, cotejos, notas y anexos de Juan A. Ortega y Medina. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 39), 1966, Lib. III, Cap. VIII, IV, Pp. 162-163. Información entre paréntesis y corchetes originales de la edición. 544 ―El reino de Michoacán, el más Occidental de los que antiguamente hacían parte de este [Primer] Imperio [Mexicano], confinaba hacia el Oriente y mediodía con los dominios de los Mexicanos, y República de Matlaltzingo; por el Norte con las tierras de los Chichimecas, y por el Noroeste con otros diversos Estados independientes. Ixtlahuacan, Xichú, Chapallan y el Mar Pacífico, eran como las fronteras, demarcando sus límites por todos lados.‖ MARTÍNEZ DE LEJARZA, JUAN JOSÉ. Análisis estadístico de la Provincia de Michoacán en 1822. Introducción y notas de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. IV), 1974, P. 11. Información entre corchetes nuestra. 142 Cohuixco y Matlatzinco, que fueron las últimas conquistas, de este lado, por los mexicanos. Más al norte se encontraban los mazahuas, cuyos valles fértiles, así como los de Matlatzincas, se extendían en las regiones frías de la cordillera; por final el curso majestuoso de Tololotlan [río Lerma] y las márgenes pintorescas del Lago de Chapala formaban una barrera natural entre los tarascos y los numerosos pueblos otomíes y 545 chichimecas de los Estados de Guanajuato y Querétaro.‖ Sin embargo en el turbulento siglo XIX mexicano, no fue hasta después de la Intervención francesa que la historiografía nacional logró muchos avances respecto al conocimiento prehispánico del país, gracias a la Pax Porfiriana y al acervo de documentos que empezaron a circular entre los ambientes de intelectuales.546 Entre otros autores que trataron el tema, encontramos a Manuel Orozco y Berra (1816-1881), quien hace una crítica de los autores mencionados, y documentos como la tasación del bachiller Ortega, y el documento de Constantino Huitziméngari I. Del mapa de Beaumont dice que ―mucho de ésto es evidentemente falso, pues consta por el testimonio de la historia que no todo aquello correspondía al Michhuacan.‖ Con toda esta información, concluyó que ―De estas autoridades comparadas y de la lectura atenta de las crónicas sacamos, que el reino de Michhuacan confinaba al E. con el reino de Tlacopan é imperio de México; al N. E. se extendía hasta Zichú, al N. su límite natural era el lago de Chapalla, y al N. O. tenía estados independientes; al S. contaba algunos pueblos en la provincia mexicana de Zacatollan, aunque el linde natural era el rio Mescalla; al O. con el reino de Colima, tocándole de la costa del Pacífico la intermedia entre las fronteras de Colima y el rio Zacatolan. Abarcaba el actual Estado de Michoacan, con fracciones de Querétaro y de Xalisco. La mayor parte del territorio estaba ocupada por los tarascos, que hablaban lengua particular; la parte N. E. estaba habitada por otomíes y por tribus chichimecas, en el centro 547 y al E. vivían los matlatzinca.‖ En 1890, Vicente Riva Palacio (1832-1886) también dedicó algunas palabras sobre la extensión del Estado tarasco, criticando la extensión proporcionada por el mapa de Beaumont: ―La gran extensión de los límites de este perímetro, la dislocación que se nota en el plano de muchos lugares y pueblos, y los datos posteriores adquiridos por otros cronistas, hacen creer que falta completamente la exactitud al plano del padre Beaumont: en todo caso, si 545 El texto original en francés es el siguiente: ―L'Océan, les lacs et les fleuves, que la nature semble, à dessein, avoir placés entre le Michoacan et les états voisins, lui servent de frontières, aujourd'hui, comme au temps de la découverte de l'Amérique. Au nord-est, le royaume de Tonalan et le territoire maritime de Colima en sont séparés par le rio Pantla et le fleuve Coahuayana, auquel s'unit cette rivière, dix lieues avant d'aller tomber dans la mer Pacifique, dont le rivage continue ensuite à borner le Michoacan, au sudouest, jusqu'à Zacatollan. Là les courbes capricieuses du Mexcala lui constituent d'autres limites, à l'est et au sud, puis, à l'est encore, les riches provinces de Cohuixco et de Matlatzinco, qui furent les dernières conquêtes des Mexicains de ce côté. Plus au nord, c'étaient les Mazahuas, dont les fertiles vallées, ainsi que celles des Matlatzincas, s'étendent dans les régions les plus froides de la Cordillière; enfin le cours majestueux du Tololotlan et les rives pittoresques du lac Chapala formaient une barrière naturelle entre les ïarasques et les nombreuses populations othomies et chichimèques des états de Guanaxuato et de Queretaro.‖ BOURBOURG, BRASSEUR DE. Histoire des nations civilisées du Mexique et de l'Amérique Centrale, durant les siècles antérieurs à Christophe Colomb, éscrite sur des documents originaux et entiérrement inédits, puisés aux anciennes archives des indigénes. Arthus Bertrand (Editor). París, Libraire de la Société de Géographie, 1858, T. III, P. 53. Para la traducción nos hemos valido de la proporcionada por LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., P. 6. 546 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 44, 227 y 283. 547 OROZCO Y BERRA, MANUAL. Historia antigua y de la conquista de México. Óp. Cit., Pp. 206211. 143 tales eran las fronteras del reino de Caltzontzin, más bien puede tenerse como una especie 548 de liga ó confederación bajo hegemonía de los tarascos.‖ Por otro lado, Nicolás León (1859-1929) realizó una relación de casi todos los autores que hemos mencionado, concluyendo que ―como se mira por los textos citados, nada exacto y seguro se sabe con respecto á límites del Michoacán pre-colombino, y como ni han aparecido documentos nuevos que ilustren la cuestión, así quedará ese punto histórico, por ahora.‖549 Los autores de la primera mitad del siglo XX, se limitaron a citar a ésta pléyade de autores, muchos de ellos pertenecientes al romanticismo novecentista y escribiendo historia más basada en mitos y relatos literarios que en la búsqueda de nueva documentación o exploraciones arqueológicas. A José Corona Núñez (1906-2002), y al parecer recuperando y expandiendo las palabras de Vicente Riva Palacio, se le debió la creencia de que prácticamente todo el Occidente de Mesoamérica estuvo bajo control del imperio tarasco o como él lo llegó a denominar, ―Imperio de Occidente‖, dicha creencia perduró en el ámbito académico por varias décadas, hasta que la arqueología ha venido demostrando otra realidad. Corona Núñez se basó en el mapa de Pablo Beaumont para dar una extensión idealizada del Estado tarasco, así como interpretaciones de palabras indígenas, y de documentos coloniales, como el Códice Plancarte: ―Parece haber suficientes datos para afirmar que el reino tarasco abarcó Michoacán, gran parte de Guanajuato, Querétaro, Guerrero, Colima, Jalisco, Nayarit, y parte de Sinaloa, actuales estados de la República Mexicana; formaba una especie de confederación de estados independientes, sin la cual no hubiera sido posible contener los distintos intentos de invasión hacia el poniente del ambicioso pueblo mexica. […] De lo cual se infiere [del toponímico Cíbola en el Códice Plancarte] que gran parte del noroeste de México había sido conquistado por los tarascos, lo que les permitiría pasar con sus tropas hasta Nuevo México. Estas regiones serían familiares para ellos, ya que al huir de los conquistadores españoles, muchos tarascos se fueron a Sinaloa. […] No obstante, a raíz de la conquista española, aparentemente ya casi todo el occidente se había independizado de los tarascos. Luchaban éstos con los coca que habitaban a orillas del lago de Chapala y habían perdido Colima. Quizás estaban reducidos a casi el territorio que comprende ahora el estado de Michoacán. Así debilitados, los tarascos fueron conquistados fácilmente por lo españoles, como lo fueron también sus antiguos tributarios. Sin embargo, antes de esto, el Reino Tarasco o ―Imperio del Occidente‖ no tuvo la grandeza monumental de la gran Tenochtitlan, porque sus reyes, más que sentarse en sillas de oro, ponían a sus espaldas una estera y sobre ella cargaban la leña cortadas por sus 550 propias manos.‖ 548 [RIVA PALACIO, VICENTE. ―Historia de la dominación española en México desde 1521 á 1808] RIVA PALACIO, VICENTE (Director general). México a través de los siglos. 14ª Edición, México, Editorial Cumbre, 1977, T. II, Lib. I, Cap. II, Pp. 31-32. 549 LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., P. 6. 550 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Introducción a la Primera y Segunda Ediciones‖, en: CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca. 5ª edición. Morelia. Instituto Michoacano de Cultura. 1999, P. 13-15. En su libro Historia de los Antiguos Habitantes de Michoacán, agregó otros datos: ―Pero este gran imperio se fracturó. En la zona occidental se crearon los Cacicazgos Independientes. Se independizó también Colima; sin duda también se perdieron muchos pueblos de los estados actuales de México, Querétaro y Guanajuato, excepto la región de Zapotlan, Tamazula y Tuxpan en Jalisco; Yuririapúndaro (Yuriria), Uriangato, y otros pueblos de Guanajuato. Cuando la conquista española nos invadió, los tarascos estaban guerreando con los cochaecha (los coca) en la región del lago de Chapala, y ya habían arrojado a la periferia de Michoacán a los tecos que tal vez fueron los teocuitlatecos, los orfebres del Lienzo de 144 Afortunadamente a lo largo del siglo XX, la información documental aumentó considerablemente gracias a la tarea de diversos investigadores, que consultaron archivos nacionales, así como los existentes en EUA y Europa. Probablemente las mejores propuestas de extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa, basadas en información documental, se las debemos a Donald D. Brand (1905-1984) y a Peter Gerhard (1920-2006), (Ver Figuras 5 y 6) quienes muestran mapas diacrónicos, es decir, mapas que muestran las regiones que en algún momento pudieron estar bajo dominio del cazonci, pero que no estuvieron todas bajo control al mismo tiempo. José Bravo Ugarte (1898-1968) atendió la cuestión de la extensión territorial del Estado tarasco según diversos testimonios antiguos, entre los que se encontraban los que hemos citado, la información de Constantino Huitziméngari I, la ―Matricula de Tributos‖ del Códice Mendocino, la RM, la tasación del bachiller Ortega, las Relaciones Geográficas, y una carta de Nuño de Guzmán. A pesar de que desmenuzó la información de todas éstas fuentes, concluyó que ―el mejor mapa del Estado Tarasco que conocemos, es el hecho para su ―Bosquejo histórico‖ por Brand, que reproducimos.‖551 Benedict Warren también trató de identificar los límites territoriales del Estado tarasco, basándose en la información documental, llegó a conclusiones similares a las de Brand y Gerhard, y sobre la dilatada extensión del mapa de Beaumont y Corona Núñez, concluyó que ―cualquiera que sea la validez de estas estimaciones sobre la extensión más antigua del reino tarasco de Michoacán, los límites del mismo en el momento de la conquista española parecen haber excedido sólo en muy poco a los del actual estado que lleva ese nombre.‖552 En estos mapas se puede apreciar una extensión dilatada, pero sustentada en información histórica, que testimonian la presencia tarasca, así como las dinámicas bélicas de regiones que en momentos estuvieron temporalmente bajo su control. A esta cantidad de información histórica hay que agregar la información arqueológica, con la cual se han trazado otros límites, bajo otros criterios. Jucutacato.‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los Antiguos Habitantes de Michoacán, Óp. Cit., P. 77. Énfasis nuestro. 551 BRAVO UGARTE, JOSÉ. Historia sucinta de Michoacán. Óp. Cit., P. 21-26. 552 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2 ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Estudios michoacanos‖ vol. VI) 1989, Pp. 3-5. 145 FIGURA 5. Mapa de las regiones tarascas según Donald D. Brand. FUENTE: BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, Óp. Cit., mapa entre Pp. 490 y 491. Modificación nuestra. FIGURA 6. ―México central en 1519‖. FUENTE: GERHARD, PETER. Geografía Histórica de la Nueva España 1519-1821. Traducción de Stella Mastrangelo; mapas de Reginald Piggott. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas-Instituto de Geografía, (Espacio y tiempo, núm. 1), 1986, mapa 2, P. 4. 146 En la actualidad, los estudios que tratan sobre la entidad política tarasca prehispánica, han trazado una gran variedad de mapas sobre sus límites territoriales, unos basados en autores que hemos mencionado, o en diferentes criterios, como los propuestos por Donald D. Brand, como lo son la identificación de elementos tarascouacúsecha, la distribución territorial étnica-lingüística, el dominio político, e incluso mapas que muestran el desarrollo histórico de la expansión del territorio tarasco. (Ver Figura 7) FIGURA 7. ―Etapas de expansión del Estado tarasco‖. Autor: GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. ―Entre tarascos te veas. Expansión e influencia del Irechequa Tzintzuntzani en el actual estado de Jalisco.‖ Ponencia presentada en el Seminario Kw'anískuyarhani de Estudios del Pueblo Purépecha, Pátzcuaro Michoacán, 28 de Noviembre de 2015, P. 17. Modificación nuestra. Texto en línea en: https://www.academia.edu/19442125/Entre_tarascos_te_veas._Expansión_e_influencia_del_Irechequa_T zintzuntzani_en_el_actual_estado_de_Jalisco (Consultado 31 de enero de 2018). A pesar de que desde la arqueología no se puede demostrar un ―Imperio de Occidente‖ que se expandía hasta Nuevo México, si da cuenta que existían enclaves tarascos un poco más allá de las fronteras históricas, probablemente puestos de avanzada, colonias o puestos comerciales, que permitían el resguardo del territorio y las rutas comerciales. Sin embargo, aún queda mucho trabajo, desde la arqueología y la geografía histórica, para identificar los toponímicos mencionados en los documentos y tratar de trazar mapas con mayor sustento de información. 147 Organización territorial político-económica del Tzintzuntzan Irechequa La Mesoamérica del Posclásico Tardío estaba fragmentada en cientos de entidades políticas que los españoles identificaron como señoríos o pequeños reinos. ―Se ha calculado que pueden haber sido unos 1500; todos ellos recibirían la denominación colonial de ―pueblos de indios‖.‖553 Estas entidades políticas estaban en constante pugna, algunos mantenían alianzas entre sí, otros tenían relaciones de subordinación a las entidades políticas más fuertes, y otras entidades muy poderosas iniciaron diversas acciones de conquista para imponer su poder sobre extensas y lejanas regiones, con el fin de apropiarse del pusproducto a través del tributo, y mantener abiertas rutas comerciales. Las dos grandes potencias mesoamericanas al momento de la conquista eran dos, y estaban en confrontación total, el Tzintzuntzan Irechequa en Michoacán, y la Excan Tlatoloyan en el Centro de México, aunque existían otras independientes, como Tlaxcala, Metztitlán, Teotitlán, Yopitzingo o Tototepec, y los señoríos independientes del área maya. ―Cada reino o señorío, de la dimensión que fuera, funcionaba como una unidad territorial, se identificaba con un conjunto de templos y plazas, contaba con un área residencial y áreas productivas, además de tener tribunales, recaudadores y una estructura administrativa, mayor o menor según la dimensión del señorío. El nombre que los nahuas daban a cada una de estas unidades político-territoriales era altépetl (literalmente cerro de agua); Tenochtitlan era un altépetl, y también lo eran otros sitios mucho más pequeños, como Cuitláhuac o Churubusco. En la mayoría de los casos, el asentamiento principal de un señorío o altépetl era una ciudad, pero también hubo señoríos con escasa urbanización del espacio, consistente apenas en el centro ceremonial y la residencia del gobernante y sus parientes. Al gobernante supremo del altépetl se le conocía como tlatoani, y a la institución 554 de la monarquía se la designaba con el término tlatocáyotl.‖ Ésta conceptualización y organización territorial al parecer fue más o menos común en Mesoamérica. ―El concepto de altépetl existió también en otras lenguas; en algunos documentos coloniales mixtecos, por ejemplo, aparece la expresión yucunduta (―montaña y agua‖). Sin embargo, lo más común en otras regiones era aludir al señorío al cual se pertenecía con la expresión más sencilla de ―pueblo‖ o ―lugar‖: ñuu en mixteco, kaaj en maya yucateco, ireta en tarasco. Las personas se identificaban como procedentes o pertenecientes a determinado altépetl, a determinado ñuu, pero a su vez, cada pueblo o ciudad estaba formado por comunidades más pequeñas, denominadas barrios, ―colaciones‖ o aun parroquias en la documentación en español,‖555 así como los vocablos sujetos o estancias. A pesar de que se han propuesto modelos para encontrar un equivalente de altépetl entre los tarascos bajo el vocablo ireta, nosotros seguimos la documentación colonial y fuentes michoacanas.556 Estas entidades políticas y territoriales pueden ser consideradas como Unidades Político Territoriales (UPT), espacios geográficos donde habitaron sociedades complejas jerarquizadas, y la clase dominante canalizaba de la fuerza de trabajo y se apropiaba del excedente a través del tributo; se pueden mencionar algunas de sus características: 553 ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, en: Nueva historia general de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de México, 2014, P. 154. 554 Ibíd., Pp. 154-155. 555 Ibíd., P. 155. 556 Cf. URQUHART, KYLE RYAN. The ireta: a model of political and spatial organization of p‟urépecha cities. Tesis para obtener el grado de Maestro en Artes. Consejero: Chris Fisher, Fort Collins, Universidad Estatal de Colorado, 2015. 148 ―1. La territorialidad en las sociedades mesoamericanas. Las sociedades agrícolas precapitalistas, eran sociedades jerarquizadas, conformadas políticamente, que requerían de un espacio geográfico donde ejercer el poder, manteniendo un control estricto sobre el uso y distribución social de los recursos, así como de un espacio de identificación simbólica, susceptible de ser defendido, con límites más o menos demarcados que señalan la diferencia con otras formaciones, unidades o grupos. Al tratarse de sociedades mesoamericanas es indispensable analizar la organización del tributo y, por tanto, de las unidades sujetas a esta forma de control por parte de la jerarquía superior. Esta organización debe tener su correspondencia espacial, como sería: a. Un área particular donde se realicen las actividades de producción y reproducción de los grupos. b. La jerarquización de la sociedad queda de manifiesto al distinguirse entre el asiento del grupo del poder político religioso y el del común a escala regional. c. Ordenamiento territorial. Corresponde a la distribución interna de sus localidades, propia de sociedades tributarias. Un estudio sobre este aspecto puede señalar los diversos niveles de integración del poder en las UPT. d. Planificación del espacio según la concepción del mundo. Asentamientos planificados conforma a su cosmogonía y estructura religiosa. e. Lindero o franjas plenamente identificables, como probable demarcación entre unidades o bien entre localidades contemporáneas. 2. La fuerza de trabajo y territorialidad. El concepto de territorialidad como un espacio propio de las unidades de producción, está vinculado a la organización social de la población, en donde la riqueza es la fuerza de trabajo y, por tanto, el territorio que interesa es aquél donde se puede desarrollar el trabajo organizado y no el área en sí misma. Entonces, el poder político se ejerce no sobre el territorio sino sobre la población que habita el territorio. […] Cabe aclarar que los espacio sobre los que un grupo humano organizado desarrolla su trabajo, no necesariamente se encuentran delimitados físicamente. […] 3. Las unidades de producción como unidades políticas. En esta forma, la unidad mínima territorial básica correspondería a una unidad productiva, ya sea un linaje o una organización más amplia, y puede corresponder a su vez con una unidad organizativa. […] 4. Concepto de espacio y territorio. En las sociedades precapitalistas es común la correspondencia entre el concepto mítico del espacio y la organización territorial. Así, el concepto de la disposición del espacio como entidad cosmogónica es de primordial importancia; este espacio ideal, con un gran contenido de significado, debe corresponder al espacio habitado como forma de mantener un equilibrio que beneficie y procure la reproducción de la sociedad. […] El ordenamiento territorial sigue por tanto las pautas de distribución del espacio y define el trazo de sus poblados y de sus territorios. Dentro de esa distribución se concibe a priori el lugar donde radica la sede del poder político religioso, ya que es en este lugar en donde se realiza la comunión entre los poderes sobrenaturales y lo real; este mismo principio se aplica a otros lugares de la geografía territorial 557 considerados sagrados, como fuentes de agua, cimas de los cerros y cuevas.‖ Lamentablemente la RM no menciona como estaban organizadas las poblaciones en el territorio controlado por el Estado tarasco, aunque se sabe que existían diversos centros administrativos rodeados de comunidades dependientes, lo que nos permite tener una idea de la organización económica política. La información que se conoce proviene de los documentos que hicieron los españoles para conocer las regiones conquistadas, los tributos que se podían recolectar y el número de habitantes; por lo 557 CRESPO, ANA MARÍA. ―Unidades político territoriales‖, en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE; WIGAND, PHIL C. (Coordinadores). Origen y desarrollo de la civilización en el Occidente de México. Homenaje a Pedro Armillas y Ángel Palerm. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1992, Pp. 159165. 149 temprano que fueron escritos algunos documentos, se encuentra información de la organización de origen prehispánico ya que los españoles la respetaron en parte en los primeros años de la conquista.558 Además, gracias a los trabajos lingüísticos que se realizaron sobre la lengua tarasca en las primeras décadas de la conquista, quedaron registrados algún vocablos indígenas sobre la conceptualización de la organización territorial, lamentablemente hay que considerar con reservas está información, pues no se sabe hasta qué punto los conceptos corresponden a la realidad prehispánica, o si son parte de una extrapolación y reinterpretación por parte de los europeos.559 La raíz de la cual se desprenden muchas palabras respecto a la organización territorial es ire-, que según el Diccionario Grande de la lengua de Michoacán, menciona que ―esta rraiz, Yre-, significa tener asiento, o morar‖560, pero hay palabras con esta raíz relacionadas ―con el poblamiento como con el gobierno, en el ámbito familiar, de pueblo y de reino […] El simple morar la casa y la posada, el morar ―junticos‖ y el morar mucha gente; el asentar aldeas, pueblos o ciudades; pero también el rey de un reino, el capitán de un ejército y dueño de una casa. Del simple juntarse, a las casas, los pueblos y los reinos. De la paz a la guerra, del morar al mandar. Una misma raíz regía en Michoacán todas las unidades, desde las más pequeñas hasta las mayores. El padre de familia es el rey de su casa. Igualmente importante es el morar que el gobernar, por lo que no había una distinción tajante entre pueblo y señorío.‖561 Una palabra con la raíz ire- que se ha empezado a usar últimamente en la historiografía, para designar a la entidad política tarasca de principios del siglo XVI, cuyo gobernante supremo era el cazonci, es irechequa, que se traduce como ―reyno‖.562 Otra palabra con está raíz y que también se ha usado para designar al gobernante supremo tarasco, es irecha, que se traduce como ―rey‖.563 En uno de los dibujos que ilustra el manuscrito de la Crónica de Michoacán de fray Pablo Beaumont, que se resguarda en la Biblioteca John Carter Brown, Rhode Island, EUA, están representadas las yácatas de Tzintzuntzan, ―arriba, en la esquina izquierda, se lee la palabra ―Yrechequaro‖, que se puede interpretar como ―el lugar del reino‖, o en otras palabras, 558 Sobre el sistema tributario indígena prehispánico se ha mencionado que ―en nuestra postura hay un elemento básico: los españoles aprovecharon el sistema indígena y lo hicieron deliberadamente. Encontraron un Estado fuerte, con una organización económica compleja y eficiente y se limitaron, en los primeros momentos, a sustituir a la cúpula, colocándose como los recaudadores últimos. De esta manera mantuvieron el sistema productivo y obtuvieron beneficios desde el primer momento, dedicándose mientras tanto a estudiar el sistema para modificarlo sin dañarlo y adaptarlo a las necesidades propias. Esto llevó su tiempo y nos sirve para delimitar varias etapas en el transcurso del siglo XVI: prehispánica, observación y ajuste, y reforma.‖ ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Ensayos), 1993, P. 15. 559 Para una revisión de conceptos relacionados con la esfera política prehispánica michoacana, véase MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., Pp. 61-90. 560 AUTOR O AUTORES DESCONOCIDOS. Diccionario Grande de la lengua de Michoacán. Introducción, paleografía y notas de J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. VI), 1991. T. II, Pp. 293, 118. (En adelante referido como DGLM). 561 MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., P. 78. 562 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 103, 567; DGLM, T. I, P. 616; T. II, P. 293. 563 Ídem. La Relación Geográfica de Tiripetío mencionó que ―todos estos príncipes de Michoacán se llamaban Irecha. Este nombre Irecha es como decir Rey, no embargante que cada Rey tenía su nombre particular, porque uno se llamaba Tzintzicha Irecha, y otro Zuangua Irecha, como decir don Carlos Rey, don Felipe Rey.‖ [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 15-16. 150 la ciudad capital‖.564 El irechequa estaba compuesto por varias unidades administrativas; según un testimonio anónimo de la jornada de Nuño de Guzmán hacía Nueva Galicia, existían alrededor de 30 unidades administrativas, pues se menciona que el cazonci Tzintzincha Tangáxoan ―tenia treinta cabeceras de tierra, que es como acá cibdades, sin sus subjetos, subjetos á él, y treinta señores dellas.‖565 Una palabra que aparece en los diccionarios probablemente nos dé una idea de cómo era denominadas, ―Achaequa. Señorio‖,566 cuya autoridad era el Achá o señor, y aparecen en la RM como ―había otros llamados acháecha, que eran principales que de contino acompañaban al caçonçi y le tenían palacio.‖567 Hay que recordar que el linaje uacúsecha impuso su dominio sobre muchas unidades territoriales independientes, que podemos llamar ―señoríos‖, hasta que éstas quedaron subyugadas al poder del cazonci y quedaron integradas en el Estado tarasco o Tzintzuntzan Irechequa. Muchos de estos señoríos independientes tenían su territorio y gobernante, que en el algún momento debieron ser también un irechequa, con un irecha como gobernantes, de ahí que en los documentos que elaboraron los indígenas para reclamar sus derechos de propiedad de la tierra en la época colonial, los caciques coloniales y los gobernantes prehispánicos, fueran nombrados indistintamente con el título de ―Rey‖.568 Otra palabra que podría designar a las unidades administrativas que componían al Tzintzuntzan Irechequa, es ireta, que Gilberti dio el significado de ―Pueblo de todos juntamente‖, así como Yretaro, ―en el pueblo, o ciudad‖.569 Otros vocablos hacen referencia a jerarquías de asentamientos humanos, por ejemplo Terumgambo es traducido como ―gran población; o ciudad pueblo principal‖,570 y ―Cibdad o ciudad‖ se traduce como terungambo. viripehtsiquaro571, mientras que ―Cibdadano ciudadano. terungambo yreti.‖572 Otra palabra para ―cibdad‖ es Tepaquaro.573 Al parecer cada ―ciudad‖, ―pueblo‖ o asentamiento urbano o protourbano del Estado tarasco, estaba conformado por diversos barrios, la palabra tarasca que Gilberti dio para ―Barrio‖ es vapatzequa.574 La palabra ―barrio‖ aparece en diversas ocasiones en la RM, tanto para nombrar los asentamientos sujetos a poblaciones de jerarquía mayor, aunque carecemos de datos, como su organización político-económica. De Tzintzuntzan se dice que tenía un barrio llamado Yauaro, y Pátzcuaro tenía los barrios de Tarímichúndiro, Cutú y Çacapu hacárucuyo, aunque el número de barrios era mayor, sólo esos son 564 WARREN, BENEDICT J. ―El dibujo del obispo Vasco de Quiroga y fray Jerónimo de Alcalá con los príncipes de Michoacán que se conserva en el manuscrito de la segunda mitad de la Crónica de Michoacán de fray Pablo Beaumont‖, en: WARREN, BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán colonial. Los lingüistas y la lengua. [Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax Publicistas, (Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 24), 2007, P. 271. A la palabra Yrechequaro también se le dio el significado de ―Corte de papa o de rrey. Yrechequaro‖, DGLM, T. I, P. 174. 565 ―Primera relación anónima de la jornada que hizo Nuño de Guzmán á la Nueva Galicia‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 295. 566 DGLM, T. II, P. 61. 567 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. 568 Véase de ejemplo ―Copias del título de tierras de los reyes de Tiríndaro, Mich.‖ (Transcripción de Cayetano Reyes García), en: JACINTO ZAVALA, AGUSTÍN. Estudios michoacanos XII. Zamora, Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Michoacán, (Colección Estudios), 2007, 235-240. 569 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 553 y 103. 570 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 160. 571 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 341. 572 Ídem. 573 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 158. 574 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 182 y 284. 151 explícitamente mencionados como tales.575 Probablemente cada barrio estaba conformado por conjuntos de casas habitación, ya hayan estado concentrados en el asentamiento principal o dispersos alrededor del centro administrativo; Gilberti tradujo ―Aldea‖ por çapi yreta, y ―aldeano‖ por çapi yretaro yreri.576 El barrio era la unidad básica de las entidades políticas más grandes, y su connotación iba más allá que lo espacial: ―Los barrios mesoamericanos eran más que subdivisiones espaciales de los asentamientos; eran comunidades fuertemente cohesionadas, grupos corporativos que aglutinaban a varias familias y se identificaban como unidades sociales básicas para la vida de la unidad política mayor. El barrio es conocido en la literatura sobre el México prehispánico con el nombre que le daban los nahuas, que es el de calpulli, pero se trata de una forma de organización presente en toda Mesoamérica. Los mayas lo llamaban kuuchte‟el, los mixtecos de Teposcolula siqui, los mixtecos de Yanhuitlán siña, los tarascos 577 vapatzequa.‖ De los barrios mesoamericanos de los que se tiene más información son sin duda los calpulli nahuas del Centro de México, pero para otros casos la información es más restringida. Sobre los vapatzequa, los barrios tarascos, la información es todavía más fragmentaria. La RM menciona a los funcionarios encargados de contar a la gente, organizarla para las obras públicas y cobrar el tributo: ―Hay otros llamados ocánbecha que tienen encargo de contar la gente y de hacellos juntar para los obras públicas y de recoger los tributos; éstos tiene cada uno dellos un barrio encomendado. Y al principio de la gobernación de don Pedro, que es agora gobernador, repartió a cada principal déstos, veinte y cinco casas. Y estas casas no cuentan ellos por hogares, ni vecinos, sino cuantos se llegan en una familia, que suele haber en alguna casa dos o tres vecinos con sus parientes. Y hay otras casas que no están en ella más de marido 578 e mujer, y en otras, madre e hija, e ansi desta manera.‖ Vemos que cada vapatzequa estaba conformado tanto por familias nucleares y extensas, unidas por lazos de parentesco, donde existían uno o varios linajes.579 La endogamia entre linajes y barrios al parecer fue la práctica común, cuando se casaban los señores y caciques entre ellos, el padre de la novia que había sido pedida mencionaban que ―días ha que tenía entención de dársela, porque soy de aquella familia y cepa y morador de aquel barrio, seas bien venido. Yo inviaré uno que la lleve.‖580 Jerónimo de Alcalá mencionó que ―esta manera tienen de casarse los señores entre sí, que se casaban siempre con sus parientas y tomaban mujeres de la cepa donde venían y no se mezclaban los linajes, como los judíos,‖581 y al parecer esta costumbre también se extendía a la gente común, pues se dice de los que se casaban por amores, que ―si eran 575 RM, Segunda Parte, ff. 67v, 71, 72, 72v, 78, 106v, 107, 107v, 135v, Pp. 26, 33, 35, 36, 47, 104, 106, 162. 576 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 256. 577 ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 155. 578 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176. Al parecer los ocánbecha incurrían en la falta grave que podía acarrearles la muerte, de no contar bien a la gente para robarse el tributo, pues en el sermón que daba un viejo al poner un cacique nuevo, decían ―y vosotros, principales, dadle cuenta de la gente y contádselos todos los que tenéis encargo de los barrios en que vivís y no escondáis la gente. Mirá que no lo disimulará el cacique, mas mataráme a mí, o a vosotros.‖ RM, Tercera Parte, Cap. IX, ff. 23v, P. 208. 579 Las palabras que se mencionaban cuando se casaban entre señores y caciques era recordar su el origen familiar y antepasados comunes: ―Ya nos ha dado nuestro hermano [suegro] su hija, porque somos y tenemos nuestra cepa aquí, y aquí nos dejaron nuestros antepasados, los chichimecas". Entonces nombraba sus antepasados que habían morado allí.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 27, P. 215. 580 RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 26, P. 213. Cursivas nuestras. 581 RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 27, P. 215. 152 de un barrio, quedaban casados; si no, no se la daban [la novia al hombre].‖582 Sin embargo ésta costumbre no aparece tan tajante en la parte histórica de la RM, donde dependiendo del momento político, los señores contraían matrimonio con linajes distintos, aun fuera de su grupo étnico. Un ejemplo lo encontramos cuando los de Curínguaro les reclamaron a los isleños de Jarácuaro de por qué le habían dado mujeres a los chichimecas, mezclando los linajes: ―id a nuestros hermanos los isleños y decidles que ¿por qué han metido en la laguna los chichimecas?, ¿qué necesidad tienen dellos?, ¿por qué los llevaron? o ¿de qué provecho son, que andan todo el día a cazar por el monte todos ellos, hechos vagamundos, con sus arcos largos en las manos? ¿Cómo no tienen discreción ellos que son isleños?, ¿cómo no han de tener hijos?, ¿cómo ha de ser un cuarto isleño y otro chichimeca? ¿cómo no tienen discreción para sentir esto?, ¿cómo han de perder sus dioses, que no son pequeños dioses?. Y también los chichimecas, ¿por qué no se duelen de Curícaueri?, ¿cómo, es pequeño dios 583 que ha sido engendrado muy altamente?.‖ Entre líneas se puede ver que una de las razones por la cual se evitaba mezclar linajes o barrios, era por la cuestión de la herencia, que se iba a repartir precisamente a personas de otro linaje. Los barrios tarascos también debieron poseer de forma comunal un determinado territorio, donde obtenían los productos de subsistencia y para la realización de su oficio, tierras agrícolas, bosques, caza, aguas y recursos minerales. Puede ser que la tierra agrícola de los vapatzequa se dividiera en parcelas familiares y en parcelas comunales, que eran trabajadas colectivamente para pagar el tributo.584 Los señores y caciques poseían tierras que eran trabajadas por individuos adscritos personalmente a ellos, se menciona que cuando se iba el mensajero que iba a pedir una de las hijas de los señores y caciques ―iba aquel señor a sus mujeres y decíales: "¿qué haremos, a lo que nos han venido a decir?". Respondían las mujeres y decían "¿Qué habemos nosotras de decir? Señor, mándalo tú solo." Respondía él: "sea como dicen; cómo, ¿no tenemos allá nuestras sementeras?"‖, y después de las ceremonias matrimoniales, ―mostrábales el suegro las sementeras que les daba para sembrar‖.585 Esto era similar para la gente común, pues se menciona a los que se casaban por amores: ―Decía el padre della: "si tuviera hacenda ese que te pide, casárase contigo y labrara alguna sementera para darte de comer y sirviérase del tal, y a mí, que soy viejo, me guardara". Quería decir en esto, que él tenía algún oficio o encomienda [y] que [si] por ser viejo no lo pudiera cumplir, que aquel su yerno, que pidía su hija por mujer, le reservara de aquel trabajo y le hiciera por él. Por eso decía que él guardara algunos días, que había de 586 venir.‖ Si los novios mantenían relaciones sexuales antes del matrimonio, eran consideradas ilícitas, el sermón que daban los padres a sus hijas eran severos, ya que no se pactaba una dote para iniciar una familia, de nueva cuenta aparece el problema de la herencia: ―"yo, que soy tu padre, no andaba de esta manera que tú andas; gran afrencta me has hecho; echado me has tierra en los ojos." Quería decir: no osaré parecer entre la gente ni tendré ojos para mirallos, porque todos me lo darán en la cara y me afrentarán por esto que has hecho. Decía más a su hija: "yo, cuando mancebo, me casé con esta, tu madre, y 582 RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, P. 218. RM, Segunda Parte, Cap. VI, ff. 71v-72, Pp. 34-35. 584 Más adelante dedicamos un apartado sobre la tenencia de la tierra en el Michoacán prehispánico. 585 RM, Tercera Parte, Cap. XI, ff. 26 y 27, Pp. 213 y 215. Cursivas nuestras. 586 RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28, Pp. 217 583 153 tenemos casa y me dieron ajuar de maíz y mantas, y me dieron casa; ¿a quién pareces tú en esto que has hecho? ¿para qué quieres aquel perdido? Por ser un perdido se juntó contigo para deshonrarte". La madre también la reprendía. Y iban a la casa del que la había corrompido y tomábanle todo lo que tenía en su casa, de mantas y piedras de moler, y la sementera que tenía hecha para sí, y deshonrábanse. Y si determinaban de dársela, platicábanlo entre sí sus padres y decían: "ya, ¿para qué queremos esta nuestra hija?, ya, ¿cómo la podemos tornar a hacer virgen? que ya está corrompida. Ya han mudado 587 entrambos sus corazones y han hablado entre si". Cada vapatzequa probablemente tenía un dios patrono, su propio templo, costumbres, fiestas, con una fuerte cohesión interna que dotaba a sus integrantes de identidad de pertenecer a una comunidad. También tuvieron autoridades locales, que se encargaban de mantener el orden interno y atender los problemas de la comunidad, y servía de lazo con el señor de la unidad administrativa. Los vapatzequa, aparte de ser de unidades productoras, también eran unidades básicas para la organización militar, pues se dice que ―a cada uno destos valientes hombres [quangáriecha] encomendaban un barrio, que era como capitanía, y iba con cada barrio un principal [ocánbecha] que llevaba la cuenta de cada barrio y conoscia los vecinos dél,‖588 tema que profundizaremos más adelante en la presente investigación. Un ejemplo que podría dar información sobre la organización territorial en el Michoacán prehispánico, es referente al vecino pueblo de San Juan Cutzalán, en la cuenca de Chapala, donde vivían muchos indígenas ―…y por ser tantos que no cabían ya, con licencia del cacique y señor, salieron algunos llevando consigo a los ídolos, á hacer otras poblaciones pequeñas, como fueron la de Tomatlán, Axixic, Xocotepec y Tzapotitlán, que hoy se llama San Cristóbal. El cacique que los gobernaba, se llamaba Xitomatl, por otro nombre Tzacuaco, porque era hombre de grandes ojos y saltados. Tenía el solo y su familia un ídolo que era el más principal, llamado Huitzilopoch, que quiere decir en mexicano Itztlacateotl, y en castellano ―dios escondido.‖ Mandaba á sus vasallos que cada barrio tuviese su ídolo, y como eran muchos los barrios, lo eran también los ídolos que adoraban, por lo cual se ignoran sus nombres; sacrificábanles, y en particular al dios escondido, muchos niños y niñas y todos los cautivos que prendían en las guerrillas que tenían contra la nación tarasca, que era su enemiga, los cuales, abiertos por medio y sacados los corazones, los ofrecían con gran gritería, fiesta, bailes y regocijo, y con la sangre de los así sacrificados, se lavaban sus cuerpos, diciendo: que con aquello quedaban fuertes é invencibles (engaño manifiesto del demonio, como ellos generalmente experimentaban). Al ídolo del dicho cacique, que tenía 589 en su casa, le hacían lumbre todas las noches, teniéndola encendida hasta la mañana.‖ Este testimonio es importante por pertenecer a un señorío que estaba justo en la frontera del Tzintzuntzan Irechequa, el nombre nahua del cacique era Xitomatl (Jitomate), y Tzacuaco probablemente sea de origen tarasco. Se menciona que él y su familia tenían el ídolo principal llamado Huitzilopoch o Itztlacateotl, ―dios escondido‖, que lo tenía en su casa y le hacía lumbre en las noches, a él estaban principalmente dedicados los sacrificios humanos de los prisioneros tarascos. Los barrios también tenían dioses propios, pero de menor jerarquía. Esto nos recuerda a los señores uacúsecha, se menciona que el cazonci y sus antepasados tenían a Curícaueri, dios principal del linaje, lo tenían en su casa en forma de bulto o navaja de obsidiana, lo cubrían con pieles o mantas, y dormían junto a él para apartarlo del frío, y los 587 RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, Pp. 218. RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. 589 TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea, en que se trata de la conquista espiritual y temporal de la santa provincia de Xalisco en el Nuevo Reino de la Galicia y Nueva Vizcaya y descubrimiento del Nuevo México. Guadalajara, Imprenta de "La república literaria", de Ciro L. de Guevara y Ca, 1891, Cap. LI, P. 142. 588 154 prisioneros se sacrificaban en su honor. En la RM se mencionan muchos dioses de los pueblos, y probablemente cada barrio tenía su propio dios. La complejidad de la organización territorial es visible en los Fragmentos de la visitación de Antonio de Caravajal, de los años 1523-1524, donde se mencionan cinco regiones y su administración local: Comanja, Uruapan, Turicato, Huaniqueo y Erongarícuaro.590 De este documento, Ulises Beltrán identifica tres niveles o categorías políticas: ―a) Cabecera, población con jurisdicción sobre un área determinada, dependiente políticamente de la capital del Estado. b) Subcabecera, poblado que depende de una cabecera pero con jurisdicción sobre un área c) Sujeto, poblado bajo la administración de cualquiera de las dos anteriores y sin 591 poblaciones dependientes propias.‖ Rodrigo Martínez Baracs comenta que tal vez los vocablos ―Terúngambo, uapatzequa y çapi ireta acaso hayan designado respectivamente a los pueblos cabecera, los barrios y los pueblos sujetos. El çapi ireta, ―pueblo chico‖, era gobernado por un çapi irecha, ―rey pequeño‖.592 En el documento, los asentamientos son descritos como poblados o estancias, y cada uno de estos estaba conformado por casas. Lo que se puede leer en el documento, es que los niveles o categorías políticas no dependían necesariamente del número de habitantes, tamaño de la jurisdicción, el rango social de los gobernantes locales, fueran señores, caciques o calpixques, y el número de ocánbecha tampoco dependía del número de habitantes.593 Ulises Beltrán menciona al respecto de la diferencia entre casas según la cuenta española y tarasca que ―es poco probable que los indígenas estuvieran tratando de engañar al funcionario español…‖,594 debido a que la cuenta de casas que proporcionan los indígenas en menor a lo que observó Caravajal;595 está documentado que en la primera década de dominio español, la nobleza tarasca ocultó poblaciones para que no fueran repartidas a los encomenderos, 590 ―Fragmentos de la visitación de Antonio de Caravajal [1523]‖, en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice IV, Pp. 386-408. 591 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖ en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Primera parte, P. 109. Claudia Espejel propone una clasificación parecida: Cabeceras, subcabeceras 1 y subcabeceras 2, ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. (Editores). Patrones de asentamiento y actividades de subsistencia en el occidente de México: reconocimiento a la doctora Helen P. Pollard. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, (Colección Debates), 2011, Pp. 80-81. 592 MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., P. 79. 593 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, Óp. Cit., Pp. 80-81. 594 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., nota a pie núm. 10. P. 114. 595 La discrepancia en el número de casas, también puede deberse a la concepción de las unidades familiares que tenían tanto los españoles como los tarascos. El concepto europeo de casa, frente al concepto indígena de quahta, el primero hace referencia a la casa habitación, mientras el segundo hace referencia a una estructura familiar más amplia de diversas familias que estaban emparentadas real o simbólicamente a un señor. La organización familiar tarasca es más profundamente tratada en el apartado ―Economía política del Tzintzuntzan Irechequa…‖, más adelante en éste capítulo de nuestra investigación. 155 ocultamiento que fue una de las causas que desencadeno en el juicio de Francisco Tzintzincha en 1530.596 Otro motivo nuestro para discrepar con lo mencionado, son los conceptos de los que parte Beltrán para leer la Visita, pues el lee que los calpixques mencionados son ocánbecha,597 pero líneas más arriba mencionamos que tal vez estos calpixques fueran los tenientes de los señores, por la costumbre que tenían los señores de pasar lo más del tiempo con el cazonci, y dejar a un encargado en sus pueblos, otra razón más que provocó conflictos de interés antes de la muerte de Francisco Tzintzincha. Ulises Beltrán agrega la cuestión de los linajes gobernantes, pero lamentablemente no se dispone de suficiente información sobre cómo estaban organizados los linajes a lo largo del territorio.598 A esta complejidad hay que agregar el desarrollo histórico del Estado tarasco, pues algunos pueblos mencionados durante la expansión del triunvirato pueden identificarse en los Fragmentos de la visitación de Antonio de Caravajal, por lo que Claudia Espejel menciona que ―La indefinición de los términos utilizados en ambas fuentes [RM y Visita de Antonio de Carvajal], y la distribución aparentemente aleatoria de los calpisques mencionados por Caravajal, no permiten formular una conclusión definitiva, pero considerando lo dicho hasta aquí se puede proponer que al menos ciertas subcabeceras tenían una autoridad similar a los caciques y que muchas de ellas eran remanentes de los antiguos señoríos independientes previos a la formación del reino, cada uno de los cuales pudo estar formado por una ―cabecera‖ y varios asentamientos dispersos en sus alrededores, 599 patrón que perduró hasta la conquista española.‖ Shirley Gorenstein y Helen Pollard propusieron otra categorización de los asentamientos y sus niveles políticos, basándose precisamente en estimaciones del número de habitantes de los asentamientos, así como una gran cantidad de información etnohistórica y arqueológica. Utilizando los datos disponibles en su momento, estimaron la población de los sitios de la cuenca de Pátzcuaro, la red administrativa encabezada por Tzintzuntzan y la estratificación social en los pueblos, de lo cual se desprende que probablemente existían 5 niveles de categorías políticas de los asentamientos. Sin embargo, sus estimaciones se basaron en pocos datos arqueológicos, donde imperaba un panorama de pocos sitios urbanos o protourbanos en el Michoacán prehispánico, por lo que su propuesta está desfasada y debe ser replanteada a la luz de los nuevos datos históricos y descubrimientos arqueológicos. (Ver Cuadro 3). 596 Una de las acusaciones que promovió Francisco Villegas, encomendero de Uruapan, contra el cazoni Francisco Tzintzincha, preguntada a los testigos, fue que ―si saben que todos los dichos vezinos que ansí tienen repartimientos no se pueden ni han podido servir de los dichos pueblos a cabsa de les tener el dicho Cazonci los Señores de ellos, e si algunos ay, son sus calpisques que roban los pueblos para él, e los despueblan porque no sirvan a los españoles que ansí los tienen depositados, e así es público e notorio.‖ Los testigos afirmaron dichas acusaciones. ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530. Morelia, Frente de Afirmación Hispanista, 1997, P. 39 y ss. 597 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 109. 598 Ibíd., Pp. 112-113. Hasta ahora, las tierras mejor documentadas de un linaje, son las de la familia de Beatriz de Castilleja, descendiente de los señores de Ihuatzio, que tenían tierras y terrazgueros a su servicio en la Meseta tarasca, en Peribán, Cherán, Sevina, Aranza, Paracho. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. Caminos cruzados. Fray Maturino Gilberti en Perivan. Zamora, El Colegio de MichoacánInstituto Nacional de Antropología e Historia- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección investigaciones), 2005, Pp. 25-29. Recuérdese que durante la expansión del triunvirato TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio, ―Hirypan tuvo otro hijo llamado Ticátame, que fué señor en Cuyacan‖, y que ―otro señor hijo de Hiripan, conquistó otro pueblo llamado Carapan,‖ RM, Segunda Parte, Caps. XXXI-XXXV, ff. 133 y 138-138v, Pp. 157 y 167-168. 599 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, Óp. Cit., P. 83. 156 Nivel administrativo 1 2 3 4 5 [CLASES DE ASENTAMIENTOS] Rango de población Desconocido (probablemente más de 20,000 [-35,000]) 2000 y más 600-1100 100-400 30-80 CUADRO 3. FUENTE: GORENSTEIN, SHIRLEY; PERLSTEIN POLLARD, HELEN. The tarascan civilization: a late prehispanic cultural system. Nashville, Tennessee, Vanderbilt University (Publications in Anthropology núm. 28.) 1983, P. 37. Traducción nuestra. Por la cantidad de información colonial que existe sobre la cuenca de Pátzcuaro, se puede tener una idea de su organización territorial de esta región, esto gracias al pleito que se desató a finales de la década de 1530, cuando Vasco de Quiroga trasladó la sede episcopal y capital de la Provincia, de Tzintzuntzan a Pátzcuaro, pleito que se extendería durante todo el siglo XVI. Ya mencionamos como no queda claro en las fuentes cómo es que Tzintzuntzan logró imponer su hegemonía sobre Pátzcuaro e Ihuatzio, que perdieron preeminencia y población; para el momento del contacto con los españoles, Tzintzuntzan era la capital del Estado tarasco. Tzintzuntzan y los pueblos rivereños, referidos como barrios, eran nombrados como ―Ciudad de Mechuacan‖. En una información que Vasco de Quiroga mandó realizar para justificar al cambio de sede a Pátzcuaro, una de las preguntas pedía contestar si los testigos ―saben que cerca del dicho mal sitio [Tzintzuntzan] y de dicha Pazcharo iglesia y dentro de lo que se llama y dice y entiende ciudad de Mechuacan, hay un barrio que es sujeto y parte de ella que se dice Pazcuaro…‖.600 Suero Australiano, uno de los testigos, contestó que ―…el pueblo de Pascuaro y este sitio [Tzintzuntzan] es todo ciudad de Mechuacan y los indios de aquí y de allá son todos unos y un principal los gobierna a todos como una cosa….‖.601 Vasco de Quiroga ―siempre justificó el cambio así, diciendo que Pátzcuaro fue un barrio dentro de la ciudad de Michoacán y por eso argumentó que él en verdad no había cambiado la sede.‖602 Entre estos documentos también se registró el patrón de asentamiento disperso, en ―La posesión que se tomó en Pázcuaro para la translación de la iglesia‖, se dice que ―está señalado y tomado sitio para edificar la iglesia catedral, sola invocación de San Salvador para que allí se junten los naturales de todos los barrios y familias y subjetos a ella (que viven derramados y bestialmente por los campos)…‖603; palabras similares fueron escritas por Quiroga 3 años antes, para él, el patrón de asentamiento de los indígena se traducía en que eran ―…gente bárbara que carece de todo esto [policía y ley] y viven derramados como animales por los campos sin buena policía y se crían a esta causa malos, fieros, bestiales 600 ―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. Óp. Cit., Apéndice X, P. 441. Cursivas nuestras. 601 Ibíd., Pp. 445-446. 602 WARREN, BENEDICT. ―Vasco de Quiroga y la fundación de Pátzcuaro colonial‖, en; WARREN, BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán colonial. Los inicios. [Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax Publicistas, (Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 23), 2005, P. 82. 603 ―La posesión que se tomó en Pázcuaro para la translación de la iglesia‖ [6 de agosto de 1538], en: LEÓN, NICOLÁS. Don Vasco de Quiroga. Grandeza de su persona y de su obra. Morelia, Centro de estudios sobre la cultura nicólaita-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de nicolaitas notables núm. 24), 1984, P. 267. 157 y crueles, perjudiciales, inhumanos e ignorantes e tiranos entre sí mismos…‖, así como que tenían ―…falta de policía, y de la vida y derramamiento silvestre y salvaje en que están, más como animales irracionales que como hombres de razón.‖604 Otro pleito que generó información sobre la organización territorial indígena en la cuenca de Pátzcuaro, fue el que entabló Vasco de Quiroga contra Juan Infante, que pretendió incorporar a su encomienda los pueblos de Comanja y Naranja con una cédula falsa, apropiándose de los barrios, de la ahora cabecera Pátzcuaro, de la ribera norte y oeste del lago, incluyendo el hospital de Santa Fe de la Laguna.605 Carlos Paredes llama la atención de cómo los Barrios de la Laguna que formaron parte de la encomienda de Juan Infante en 1554, San Jerónimo Purenchécuaro en el norte, que sería enlace con la Ciénega de Zacapu, Erongarícuaro en el oeste enlazaba la cuenca con la Sierra Tarasca, y Jarácuaro en el sur ligaba la parte sur de la cuenca, funcionaban como una entidad o jurisdicción económica con tres cabeceras donde se cobraba el tributo. Además de cobrar el tributo, por su ubicación en la ribera del lago, funcionarían como puertos de recolección e intercambio de los productos de diversos nichos ecológicos606 Para 1581, se mencionó sobre Pátzcuaro que ―tiene esta dicha ciudad setentitrés barrios, los quince dellos, dentro de la misma ciudad, y los demás, fuera, a una, dos, tres y cuatro leguas, algunos, a ocho y diez; q[ue], cada barrio por sí, es un pueblo formado. Y, en esta ciudad, llaman a estos pueblos, sus sujetos, barios, como en España [a] las aldeas.‖607 (Ver Cuadro 4). 604 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, en: QUIROGA, VASCO DE; et. al.. Información en derecho, biografía e ideario [Antología]. Presentación de Juan Hernández Luna. Gobierno del Estado de Michoacán de Ocampo-Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, (Colección ―Ediciones inaugurales del Centro Cultural Nicolaita, núm. 1), 1992, Pp. 108 y 134-135. 605 WARREN, BENEDICT. ―Vasco de Quiroga y la fundación de Pátzcuaro colonial‖, Óp. Cit., Pp. 8687. 606 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Sistemas de intercambio en el Estado tarasco: notas para su estudio‖, en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE; WIGAND, PHIL C. (Coordinadores). Origen y desarrollo de la civilización en el Occidente de México. Homenaje a Pedro Armillas y Ángel Palerm. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1992, P. 300. 607 La descripción sigue de la siguiente manera: ―Los principales barrios, de que se puede hacer mención, son Zinzonza, q[ue] al principio fue la cabeza […] Erongaríquaro es otro barrio, q[ue] quiere decir ―lugar puesto en atalaya‖, porque está fundado [a] orila de la laguna, al cabo della entre la parte del norte y poniente, en un lugar alto donde se divisa toda la dicha laguna. Están, también, los barrios de San Jerónimo y San Andrés, y otros, cuyos nombres no se ponen aquí por no ser de importancia; todos [a] orillas de la dicha laguna.‖ MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 197-198. Información entre corchetes y cursivas originales. 158 Rango 1 Rango 2 Rango 3 Rango 4 Rango 5 RED ADMINISTRATIVA [DE LA CUENCA DE PÁTZCUARO] Tzintzuntzan Erongarícuaro Yrapo, Uayameo, Toquaro, Pangueo, Purenchequaro, Punguaricaro, Necotan (Necontlán) de Uichichila, Xaracuaro (Sujetos a Erongarícuaro) (Sujetos a Purenchequaro) (Sujetos a Pechataro Eazcuaro Punguaricaro) Urichu Serandangacho Cabaro Huyramangaro Guanimao Cuyropeo Opongio Cutzaro Tocario Tanbbo Tacuyyxao Chacharachapo Maharazo Aran (fuera de la cuenca) Pechequaro Navache (Sujetos a Necotan (Cabecera Charan (Necontlán) de Uichichila) desconocida – Mirio Ceremotaro rango probable) Paracho (fuera de la cuenca) Capacadane Chopicuaro Uquacato Aquiscaro Aranja (fuera de la cuenca) Noritapani Puchumeo Guaycaro Pecurajo Ycheparataco (Sujetos a Pechataro) (Sujeto a Urichu) (Sujetos a Aranja) Opomaratio Urystibpachco Cheranazcon (fuera Xuyna de la cuenca) Canagua Tapangatiro (fuera Vapariquto de la cuenca) Urequaro Yaorochio CUADRO 4. FUENTE: GORENSTEIN, SHIRLEY; PERLSTEIN POLLARD, HELEN. The tarascan civilization: a late prehispanic cultural system. Óp. Cit., P. 42. Traducción nuestra. Entre otros documentos que también nos dan información sobre los centros administrativos del Estado tarasco, encontramos la tasación del bachiller Juan de Ortega de 1528, si bien el documento no proporciona los mismos datos que la Visita, si menciona las regiones en las cuales se estaba produciendo y recogiendo el tributo en los demás poblados del territorio dominado por los tarascos para llevar a las minas.608 Los litigios entre encomenderos durante la primera década de conquista también proporcionan información sobre los centros administrativos tarascos, y las Relaciones Geográficas, vienen a proporcionar más información al respecto, a pesar de los casi 60 años que transcurrieron desde la conquista. Por ejemplo, en el pueblo de Sinagua, de la Tierra Caliente al sur de La Huacana, el gobernador indígena llamado Alonso Tarequa, ―primeramente, dijo y aclaró tener por sujetos, este d[ic]ho pueblo, los siguientes, o los 608 ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425. 159 barrios de Sinagua: Choromonco, Cusaro, [y] Ayangüitlan…‖.609 También se registraron los cambios importantes acaecidos ya durante la época colonial, de Necotlan se mencionó por ejemplo, que ―este pu[ebl]o siempre fue pu[ebl]o pequeño, porque era sujeto y barrio del pu[ebl]o de Matalzingo; y el visorrey DON ANTONIO DE MENDOZA lo dividió y apartó, y puso en corregimiento.‖610 Hay que considerar que para el momento en que fueron escritas las Relaciones Geográficas, los límites jurisdiccionales civiles, eclesiásticos, de órdenes mendicantes, y esferas de poder de la nobleza indígena, se mezclaban, no quedando clara la jerarquía para épocas tardías. Pero con esta información Helen Pollard, identificó varias unidades administrativas del territorio tarasco, en donde se producían los bienes de subsistencia tarasca, se recogían los tributos para enviarlos a la cuenca de Pátzcuaro y las zonas fronterizas donde había fortalezas, así como el pago de tributo en forma de servicio militar para las guerras. FIGURA 8. ―Mapa de las unidades administrativas del imperio tarasco‖. FUENTE: PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, Óp. Cit., Pp. 120. De las fuentes se puede concluir que la mayoría de las pequeñas poblaciones que estaban sujetas a las cabeceras como las subcabeceras, barrios y estancias, estaban localizadas en los alrededores de las primeras, y dentro de las diversas jurisdicciones había varios polos que concentraban la población, es decir, la cabecera y una 609 PADILLA BARAHONDA, FERNANDO DE. ―Relación de Sinagua‖ [5 de diciembre de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 253. Información entre corchetes original. 610 MORENO GALLEGO, PEDRO. ―Relación de Necotlan‖ [1 de septiembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 186. Mayúsculas e información entre corchetes original. 160 subcabecera podían concentrar un número de habitantes más o menos similar, o incluso la subcabecera podía ser mayor en ese aspecto. De la Visita de Antonio de Caravajal se desprende también que en el norte y oeste de la cuenca de Pátzcuaro, había mayor densidad demográfica y la población se encontraba más concentrada a una distancia que podía recorrerse a pie en menos de dos horas, mientras que al sur, en la Tierra Caliente, la densidad demográfica era inferior, la población se encontraba más dispersa, a una distancia que ocupaba más de dos horas de camino a pie.611 De la información arqueológica e histórica también se puede conocer parte del patrón de asentamiento en el Michoacán del Posclásico Tardío. El estudio de sitios donde se concentran un número considerable de viviendas, tiene los problemas inherentes a la investigación de las sociedades pretéritas precapitalistas, es decir, la falta de definición de conceptos como ―ciudad‖, ―urbanismo‖, ―ciudad-estado‖, ―centro ceremonial‖, y la explicación a procesos como la densidad demográfica, etnicidad, organización política y surgimiento de clases sociales; entre diferentes campos del conocimiento, como lo sería el urbanismo, arquitectura, sociología, economía, historia, arqueología, antropología; la falta de fuentes documentales que nos den una idea de cómo vivían los habitantes en sus asentamientos; los paradigmas que han sido utilizados, y nuestra cosmovisión occidental, moderna y capitalista que concibe el espacio de una determinada forma, totalmente diferente a las sociedades no occidentales del pasado. Igor Cerda ha sintetizado esas diferencias opuestas de la siguiente forma: Espacio occidental Espacio abstracto Contenedor Geometría Superficies/Infinitamente abierto Universal Objetivo Externo Temporal Sistema Económico Espacio no occidental Espacio humanizado Medio Contexto Densidades Específico Subjetivo Interno Atemporal Estrategia Cosmológico CUADRO 5. FUENTE: CERDA FARÍAS, IGOR. ―Caminos prehispánicos y españoles en el Michoacán central de la primera mitad del siglo XVI: dos formas de apropiación del espacio‖, en: ITA RUBIO, LOURDES DE (Coordinadora). Organización del espacio en el México colonial. Puertos, ciudades y caminos. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, 2012, Pp. 335. A pesar de las dificultades, la historiografía sobre Mesoamérica ha realizado avances importantes para comprender la concepción y uso del espacio por parte de sus habitantes, desde diferentes campos del conocimiento. Los principios fundamentales para que se erigieran centros urbanos en Mesoamérica parecen haber sido tres: la selección de un territorio idóneo rodeado de montañas que fuera la materialización de la concepción simbólica del universo; el alineamiento de estructuras urbanas con las elevaciones topográficas y los fenómenos de la bóveda celeste; y la refinación de los dos anteriores, inseparable de la cosmovisión mesoamericana, donde los acontecimientos míticos tenían cabida en un lugar específico y encarnados en un gobernante o sacerdote, que celebraban ceremonias que vinculaban a los habitantes con 611 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Distribución de la población en el centro de Michoacán a la llegada de los españoles. Análisis de la visita de Antonio de Caravajal (1523-1524)‖, Óp. Cit., Pp. 83-84. 161 planos del universo, la tierra, el cielo y el inframundo; ―…estos principios han sido aplicados en múltiples sitios de Mesoamérica, más allá de las fronteras del espacio y el tiempo, sugieren la existencia de una larga tradición urbanística que fue evolucionando por más de tres milenios y de la que nos hemos ido percatando tan sólo paulatinamente.‖612 Los centros urbanos mesoamericanos resaltaban por su arquitectura pública, compuesta por acrópolis donde se concentraban las estructuras administrativas, palacios de los gobernantes, casas de los cortesanos, sacerdotes y guerreros, necrópolis y plazas de mercado, así como los espacios rituales, juegos de pelota y basamentos piramidales. Estos últimos sobresalían generalmente por su ubicación privilegiada y su tamaño; ―conforme se acerca a la ciudad que domina dicho territorio [se] descubre que los principales monumentos del espacio público recrean las relaciones espaciales y volumétricas de las montañas y su entorno. Los basamentos piramidales tienen forma y proporción similares a las de la montaña más importante y su relación con el entorno; dichas características se emulan en el contexto urbano.‖613 Caminos y transportes Pero un tópico en el que hay que resaltar, es que ninguna congregación demográfica importante de cualquier tamaño (ciudad o poblado), tiene una existencia autosuficiente, es decir, las necesidades que tienen las poblaciones urbanas como alimento y materias primas, tienen que satisfacerse sistemáticamente de la hinterland, alterando las relaciones existentes entre la zona urbana y la zona rural, haciendo que las segundas dependan artificialmente de las primeras. ―Aunque las zonas urbanas siempre dependen de las zonas rurales, las zonas rurales no necesariamente dependen de las zonas urbanas. Para asegurar el influjo de los artículos necesarios, las ciudades intentan cambiar esta existencia independiente en una dependiente, sobre todo por medios económicos, pero también por medios políticos y a veces religiosos.‖614 Sólo es a través de esta relación de dependencia de las zonas rulares a las zonas urbanas, es que las ciudades pueden resolver y sostener su existencia. Esta situación en muy marcada para el caso mesoamericano, en que los asentamientos humanos estaban jerarquizados en rangos. Para el Michoacán protohistórico, los asentamientos urbanos tarascos, las ―cabeceras‖, impusieron un sistema de dominación política, económica, militar e ideológica sobre grandes extensiones territoriales, organizados en una red de asentamientos compleja, mediante la cual controlaron zonas rurales donde se encontraban ―subcabeceras‖, que tenían jurisdicción en ―sujetos‖, ―barrios‖ y ―estancias‖ que se localizaban ―desparramados‖ en el paisaje, provocando un patrón de asentamiento diseminado cuyos núcleos urbanos fungen como centros, dicho esquema es denominado como ―sistema solar‖ por los antropólogos. ―Sin embargo, el patrón de asentamiento diseminado para una población, esencialmente agrícola, en derredor a un núcleo cívico-ceremonial, con el que se define al centro ceremonial, es justamente el modelo de planeación mesoamericano. Pero como este modelo no concuerda con los principios centroeuropeos, relativos al trazo de una retícula 612 VIT, ILÁN. ―Principios de urbanismo en Mesoamérica‖, en: Revista de la Universidad de México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Nueva Época, 2005, núm. 22, Pp. 74-85. 613 Ibíd., P. 84. Esta relación entre basamento piramidal y montaña ha empezado a ser estudiado para el caso tarasco, véase PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―Paisaje y arquitectura en el mundo de los habitantes del Michoacán antiguo‖, 2017, en prensa. Agradecemos al Dr. José Luis Punzo por facilitarnos este texto. 614 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 13-14. 162 ortogonal, la concentración de la población en un área reducida y la organización de los artefactos urbanos en una serie de ejes compositivos, entonces, los asentamientos mesoamericanos no tienen un orden claro y preconcebido. Nuevamente, el modelo mesoamericano que responde a las condiciones geográficas de su territorio y a su cosmovisión es calificado por modelos generados en momentos históricos y contextos regionales distintos. Muchos de los ejemplos en Mesoamérica revelan una concepción urbana que permite un desenvolvimiento flexible, sumamente distinto del europeo. La concepción de los primeros, parte de un análisis estratégico del territorio para ubicar el núcleo urbano en el mejor sitio posible, considerando los elementos simbólicos, topográficos y militares que aseguren una condición de ventaja. Posteriormente se incorporan vías de crecimiento orgánico a través de la articulación de ejes, plazas, 615 plataformas y la modificación de los cauces hidrológicos.‖ El abasto de una ciudad es determinado por la producción y el transporte. Entre las diferentes poblaciones mesoamericanas existían diversas vías de comunicación, que vinculaban los nichos ecológicos en que se asentaron sus antiguos pobladores. Estos caminos respondieron a la falta de animales de tiro y que no se usó la rueda, por lo que el todo lo necesario para la vida mesoamericana fue porteado a espaldas de seres humanos. En las fuentes documentales no queda muy claro como estaban conformados los caminos prehispánicos en Michoacán; en las láminas de RM están representadas las vías de comunicación del Tzintzuntzan Irechequa, se entiende que había de dos tipos:616 los caminos terrestres intermontanos que suben y bajan cerros, así como caminos en zonas planas (recordemos que el patrón de asentamiento tarasco era disperso y en las laderas de las elevaciones), ―que en algún punto se unen, así mismo, de comunicación entre pueblos y al interior de los mismos,‖617 estos eran muy variados, y redes de caminos acuáticos y vías fluviales, que se cruzaban en canoas los lagos, lagunas, ciénegas y ríos. Por estas vías de transporte circularon personas, mercancías, ejércitos, e ideas. Al ser una entidad política centralizada, el Tzintzuntzan Irechequa debió tener como prioridad mantener y controlar la compleja red de comunicaciones: ―Bajo la rectoría del Estado y autoridades subalternas, los caminos al interior del señorío tarasco debieron ser considerados una prioridad, considerando que la capital política y económica, no se encontraba al centro del territorio dominado, por ende, la aperturamantenimiento y conservación de los mismos debieron regirse bajo factores distanciatiempo-rentabilidad, y algo de suma importancia, seguridad. Si consideramos en general la(s) geografía(s) al interior del señorío, bien podemos hablar de esa variedad de caminos 618 desde una perspectiva más integral y no solamente unilineal.‖ Ya mencionamos que el porteo de todo tipo de objetos (tributos, artículos para comer, personas, armamento, materiales para construcción, etcétera) eran transportados a las espaldas de cargadores humanos, ante la falta de animales de tiro y el uso de la rueda en Mesoamérica. En nahua las personas encargadas de portear estos objetos eran conocidos como tlamemeh o tlamamah en singular, tlamemehqueh o tlamamahquah en plural, cuya raíz etimológica es tla ―algo‖ y memeh o mamh ―transportar‖. ―Llevaban artículos sobre las espaldas en recipientes de bejuco entretejido llamados petlacalli 615 VIT, ILÁN. ―Principios de urbanismo en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 78. Las láminas de la RM donde están representados caminos terrestres son IV, V, VIII, XV, XX, XXII, XXIII, XXXII, XXXIII, XXXVI, XXXVII, XXXVIII, XLIV; sobre transporte acuático están las láminas III, XV, XVII, XVIII, XLIV. 617 BECERRIL PATLÁN, RENÉ. ―Los caminos del Oriente michoacano en el siglo XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores.) …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas, 2012, P. 164. 618 Ibíd., P. 165. 616 163 (náhuatl, < petlatl ―petate‖ + calli ―casa‖) sobre soportes (cacaxtli) sostenidos por mecapales, y cubiertos por cueros para proteger el contenido.‖619 Durante la Conquista, los españoles usaron masivamente a los estos cargadores, que ellos nombraron tamemes, registrando así su el vocablo, y quedando asentado hasta la actualidad la palabra en la RAE.620 Es poca la información que se conoce sobre los tamemes en la época prehispánica, pero probablemente ocupaban una posición social baja, no usufructuaban ningún medio de producción, no tenían oficio, y probablemente era una ocupación hereditaria. El DGLM traduce ―tameme, carguero‖ por ―Vingataquapari, xundipari‖,621 palabras relacionadas con lo que se lleva, ―Vingataqua. carga‖, ―Xundi. cesto‖.622 Otras entradas que registró Gilberti y además usando nahuatlismos para su labor lexicográfica, relacionadas con los tamemes son: ―Yriraqua. una soga con que atan las cargas‖, ―Quatas. petaca‖, ―Uarasi. petates‖, ―Red con que llenan la carga, vangoche‖, ―Mecapal. siruruqua‖, ―Mayongurini. trocarse los tamemes, o remadores, o moradores‖.623 En la RM, la palabra tameme aparece escrita en 3 ocasiones, 624 aunque continuamente se hacen menciones a ―cargas‖ a lo largo del documento. En las láminas también están representados los tamemes cargando pescado, petacas, bultos sagrados, cargas de madera, ollas, hachas, sillas y bultos.625 La fuente que se ha usado para calcular el peso y distancia que podrían portear los tamemes ha sido Bernal Díaz del Castillo, quien relatando la epopeya de la Conquista afirmo que el Cacique Gordo de Cempoala ―tenía aparejados sobre cuatrocientos indios de carga, que en aquellas partes llaman tamemes, que llevan dos arrobas de peso a cuestas y caminan con ellas cinco leguas.‖626 Cada arroba corresponde a 11.5 kg, dos arrobas serían 23 kg de carga, y una legua corresponde a 5.572 m, 5 leguas serían aproximadamente 27 km. Ross Hassig cuestiona está información y que hay que ser cuidadosos en usarla sin crítica, pues la obra de Bernal Díaz del Castillo se escribió muchos años después de la Conquista, y para entonces la Corona ya había establecido normas sobre la cantidad de peso y distancia que los tamemes debían transportar, además Hassig rescata datos de otras épocas sobre los tamemes, y aunque la afirmación de Bernal Díaz del Castillo parece razonable, sería necesario prestar atención a las variables, como el peso cargado, las distancias, lo abrupto del terreno y el clima, que afectaban el transporte por medio de tamemes.‖627 619 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI. Óp. Cit., P. 36. 620 ―tameme. Del náhuatl tlamama 'cargar'. 1. m. Hond. y Méx. Cargador indio que acompañaba a los viajeros.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª edición. Espasa-Calpe, España, T. II, 2010, P. 1038. 621 DGLM, T. I, P. 664. 622 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 193 y 209. 623 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 103, 140, 184, 565, 494 y 106. 624 RM, Tercera Parte, Caps. XXVI, XXIX, ff. 49v, 57 v, 58 v, Pp. 260, 276, 278. 625 RM, láminas V, XII, XXX, XXXVIII, XXXIX, XLIV. 626 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y Notas, Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975, Cap. XLVI, P. 77. Más adelante volvió a reiterar el dato: ―…que ha menester doscientos indios tamemes para llevar el artillería, que ya he dicho otra vez que llevan dos arrobas a cuestas y andan con ellas cinco leguas.‖, Ibíd., Cap. LIX, P. 99. Cursivas originales. 627 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI. Óp. Cit., Pp. 40-43. 164 El transporte por vías acuáticas para el Michoacán prehispánico fue de gran importancia, ya que como vivos, el país de los tarascos contaba con una rica hidrográfica compuesta de lagos, ciénegas y ríos. Pedro Carrasco, al preguntar por qué había sido la cuenca de Pátzcuaro el centro de desarrollo político que permitió el nacimiento del Estado tarasco, y no otra cuenca de la región, dio dos razones: la alta producción de pescado que se podía explotar a pesar de que dicha cuenca no contó con obras hidráulicas y que sufría de un déficit en la producción de maíz, (por lo que era necesario abastecerlo de regiones fuera de la cuenca), y la otra ventaja que ofreció el lago de Pátzcuaro ―es que servía de comunicación, hecho también muy mencionado de los lagos en el valle de México. Cuando todo hay que moverlo a cuestas, la existencia de la comunicación lacustre en canoa da una ventaja considerable a los pueblos que disponen de ella.‖628 Además agregó que los arboles de gran tamaño de los bosques de la cuenca patzcuarense, fueron idóneos para hacer canoas. De hecho, la RM menciona al diputado encargado de explotar los recursos maderables, y en el mismo párrafo se menciona a un encargado de hacer canoas: ―Había otro [diputado] llamado pucúriquari, diputado sobre todos los que guardaban los montes, que tenían cargo de cortar vigas y hacer tablas y otra madera de los montes. Y éste tenía sus principales por sí y los otros señores. Todavía le hay aquí en Mechuacan 629 [Tzintzuntzan] este pucúriquari. Otro que hacía canoas con su gente.‖ Este diputado de hacer canoas es mencionado más adelante, así como un barquero mayor: ―Había otro [diputado] llamado hicháruta vandari, diputado para hacer canoas. Y otro llamado parícuti, barquero mayor que tenía su gente diputada para remar y agora todavía le 630 hay.‖ Lamentablemente la falta de fuentes michoacanas no permite realizar estudios con la profundidad con que se han realizado en la cuenca del Centro de México. Del Centro se sabe que se prefería el transporte de artículos por canoas, ya que era más eficiente y más barato, a pesar de que hubiera una ruta terrestre. Los canoeros eran especialistas que se encargaban sólo del transporte de bienes de muelle a muelle, controlaban el cargamento y sus dimensiones, además eran ajenos a su venta o almacenamiento. Sobre el número de canoas en la cuenca de México hay varias estimaciones que van de los 50,000, 70,000, 60,000 y 200,000 canoas. Los tamaños de estas embarcaciones se estiman una gran variedad de tamaños, que van de los 4.2 m, 4.24 m, 4.27 m, 5.6 m, 11.2 m, 14 m, hasta los 30.8 m x 9.8 m. La carga que podían transportar se ha estimado en 1196 kg, 70000 kg, 460805 kg, hasta las 3.5 t. El número de pasajeros también era variable, de 1 o 2 personas, hasta 60 personas.631 Para el caso tarasco es poca la información que existe sobre el transporte acuático, y la que hay es muy fragmentaria, aunque las fuentes permiten tener una noción de estas. Las canoas en el Michoacán prehispánico al parecer eran de poco calado y proa cuadrada (en forma de ―artesa‖), realizadas tal vez de una sola pieza de un tronco de árbol, y eran impulsadas por remos y pértigas, debieron existir muchas variedades 628 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖ en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La sociedad indígena en el Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, Pp. 6567. 629 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7v, P. 178. 630 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. 631 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI. Óp. Cit., Pp. 66-73. 165 dependiendo el cuerpo de agua por donde se quería transitar, sí era una cuenca endorreica como Pátzcuaro, Cuitzeo o Chapala, o sí era una cuenca exorreica como los ríos Lerma, Tepalcatepec o Balsas. Aparte de ser medios de transporte, ―las canoas han sido indispensables para las actividades de pesca, de caza y de recolección en la zona lacustre desde tiempo inmemorial.‖632 En las láminas de la RM están representadas varias canoas, la información que proporcionan se puede resumir de la siguiente manera: CANOAS RESPRESENTADAS EN LAS LÁMINAS DE LA RELACIÓN DE MICHOACÁN Lámina Número de Número de pasajeros Otros objetos canoas III 1 1 persona (texto menciona 2 Red para pescar personas) IV 8 en puerto V 1 en tierra XV 1 5 personas, (3 remeros) (2 borradas) (1 persona en cada una con remos) XVII 1 2 personas, (1 remero) XVIII 1 3 personas, (2 remeros) XLIV 2 1 persona, (1 remero) Carga no determinada 2 personas, (2 remeros) 4 bultos de carga CUADRO 6. FUENTE: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Láminas III, IV, V, XV, XVII, XVIII, XLIV. Elaboración propia. En el Lienzo de Jicalán (anteriormente conocido como Lienzo de Jucutácato)633 también está representada 1 canoa con 6 pasajeros, sin remos. 634 En la Relación Geográfica de Cuiseo de la laguna, al momento de hablar de la cuenca, se menciona que los pueblos ribereños ―navegan por esta laguna, desde la cabecera a estos sujetos, con 632 WILLIAMS, EDUARDO. La gente del agua. Etnoarqueología del modo de vida lacustre en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2014, P. 198 [el número de página proviene de la edición digital]. En esta obra hay mucha información etnográfica, que podría ayudar a comprender la tecnología de transporte acuático en el pasado michoacano, pero no nos es posible analizarla de forma breve en la presente investigación. 633 Hans Roskamp menciona que uno de los problemas y quehaceres futuros de la investigación de documentos pictográficos en Michoacán, es el renombramiento de documentos individuales, cuya nomenclatura fue dada por el uso de criterios vagos como ―códice‖, ―lienzo‖, ―tira‖, ―título‖, ―mapa‖, relacionados con el supuesto lugar de origen, autor, descubridor, propietario o repositorio actual, y que conveniente renombrar estos documentos acorde a los resultados de las investigaciones. Así, Roskamp mostró como sí bien el Lienzo de Jucutácato recibió ese nombre desde 1643, en realidad su temática, factura y uso legal, fue por los habitantes de Jicalán el Viejo, por lo que nosotros seguimos su propuesta. RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y perspectivas de investigación‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004. P. 67. 634 Lienzo de Jicalán, escena núm. 37, De Mechuacan. Por cuestiones de accesibilidad, usamos la reproducción del lienzo que se encuentra en LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp. 20 y 21. Para la numeración de las escenas o cuatros, seguimos la establecida por ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan. Óp. Cit., Pp. 109-159. 166 unos barquillos a forma de una artesa635 grande, en q[ue] pueden ir buenam[en]te cuatro o cinco personas: llámanla en su lengua ECHURITA. Es de una pieza entera.‖636 Debido a que las canoas eran hechas con materiales perecederos, no han sobrevivido en el contexto arqueológico; aparte de las contadas representaciones iconográficas, en los diccionarios de lengua tarasca encontramos más datos, Gilberti registró algunas palabras que nos dan información sobre las canoas y navegación, tenemos de ejemplo: ―Checaqua. canoa pequeña, o pesebre o canal‖, ―Coxurani. ser ancha la canoa, o cuna, o cama‖, ―Ycharuta. nao, o canoa‖, ―Paricuni. passar la mar, o laguna con canoas, o barcas‖, ―Paricutahpeni. barquero‖, ―Tehpâtani. lleuar la canoa a lo hondo‖, ―Tereche. canoa vieja‖, ―Xohtaqua. remo‖, ―Xohitati. remador‖, ―Barquero que rema. paricutahpe‖,―Canoa. ycharuta‖, ―Encallar barca o canoa. ycharuta quirameni‖, Naue generalmente. ycharuta‖, ―Naue pequeña. cuiris ahchuraqua‖, ―Naue de passage. ycharuta paricutaraqua‖, ―Nauegar con remos. xohtapani paricuni‖.637 La navegación en aguas con corrientes más fuertes requirió de otros métodos para transportar personas y artículos. En Ajuchitlán, en el río Balsas, los indígenas cruzaban a nado para trasportar mercancías, usando unas ―calabazas grandes que hay en esta tierra, como rodelas medianas y más hondas, y aún suelen pasar sus criaturas, si son chicas, dentro, y se van nadando y holgando sin pesadumbre. Y los indios atan su ropa a la cabeza y, sin mojar ninguna cosa, se pasan, por mementos, de la una a la otra parte, y aun pasan hartas cosas de peso y volumen.‖638 Líneas adelante, se menciona otro dato interesante sobre una balsa, sin embargo, por lo tardío del documento, 1579, y el hecho de que se mencione que era usada por españoles, hace pensar que dicho tipo de balsas fue una introducción o adaptación tecnológica europea a la navegación indígena, por lo que es un dato que hay que tomar con reservas: ―Para pasar estos ríos, los sacerdotes y jueces, y otros españoles y su hato, tienen unas balsas que son de hasta dos vara y cuadradas, y algunas menores, hechas de cañas delgadas tejidas sobre unos palos delgados como un cañizo, y en éstas pasan muy seguros, por recios y crecidos que vengan los ríos. Y, si quieren ir una, o dos leguas o más, el río abajo, van con mucha facilidad. Y un indio solo la pasa, nadando con el un brazo y, con el otro, 639 tirando de la balsa; y, si van dos o tres indios, pasa con más presteza.‖ Sin embargo, es de notar que cuando la RM cuenta los agüeros que ocurrieron antes de la llegada de los españoles, se mencione que un pescador de un río, probablemente el Balsas, no se use la palabra ―canoa‖,640 sino ―balsa‖641: 635 ―ARTESA, el tronco de madera cauado en que se amasa el pan […] los varquillos de vna pieça cauados de vn madero, se llaman artesas.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE.. Tesoro de la Lengva Castellana o Española. Compuesto por el Licenciado Sebastian Covarrubias Orozco, Capellan de su Magestad, Mastrescuela y Canonigo de la Santa Yglesia de Cuenca, y Consultor del Santo Oficio de la Inquisicion. Dirigido a la Magestad Catolica del Rey Don Felipe III. Nuestro Señor. Con privilegio. En Madrid, por Luis Sanchez, impressor del Rey N.S. Año del Señor M.DC. XI. Madrid, Luis Sánchez impresor del Rey, 1611, Letra A, P. 94. En adelante citado como Tesoro de la Lengva Castellana o Española. 636 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 85. Cursivas y corchetes originales. 637 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 62, 67, 97, 125, 158, 159, 208, 284, 305, 394 y 512. 638 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 40. 639 Ibíd., P. 41. Cursivas nuestras. 640 ―CANOA, es varco hecho ordinariamente de vna pieça como artesa de que vsan los Indios, y ellos llaman a estas varquillas en su lengua Atlcales, que vale tanto como casas de agua, porque en algunas 167 ―Estas mismas palabras que vosotros habéis traído, trujeron de tierra caliente, y dicen que andaba un pescador en su balsa pescando por el río con anzuelo, y picó un bagre muy grande y no le podía sacar y vino un caimán, no sé de donde, de los de aquel río y tragó aquel pescador, y arrebatóle de la balsa en que andaba y sumióse en el agua muy honda, y abrazóse con él el caimán y llevóle a su casa aquel dios-caimán, que era muy buen 642 lugar…‖. De hecho es en los pasajes de la RM donde también se encuentra información interesante sobre las canoas, casi todas las referencias son sobre la cuenca de Pátzcuaro. En el pasaje donde los chichimecas Uápeani II y Pauácume II se encontraron con el pescador Cúriparaxan, quien explicó que ―yo vivo desta manera: de noche pesco con la red asentado en mi canoa a popa y pongo a mi hija en la canoa para que reme, y de día pesco con anzuelo unos pececillos y póngola allí en la canoa, chiquilla, que no se paresce, y ctomóle gana de orinar y yo fuí a un lugar llamado Varichan hopótaco y allí me dijo: padre, tengo gana de orinar.‖643 El dato interesante es que entonces mientras pescaba, la persona encargada de remar, en este caso la hija, se encontraba en la proa. Cuando Curátame II fue invitado por Tangáxoan, Hirepan y Hiquingare, con intenciones de matarlo por órdenes de Taríacuri, se menciona que, ―venía Curátame asentado en una silla en la canoa, con una manta de pluma de patos puesta. Y como llegasen a la ribera, sus criados, pusiéronse a su lado, y así llegó al puerto y saltó de la canoa y saludólos.‖644 Este viaje en canoa está representado en la lámina XVIII, Curátame II es representado de mayor tamaño, no se observa la silla, pero se encuentra en la popa, mientras que dos remeros, con un remo largo cada uno, se encuentran en la proa mirando al frente. Antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, existían varias entidades políticas, señoríos, que tenían conflictos entre sí, al parecer las canoas eran importantes durante estas disputas645, se menciona por ejemplo que los de Curínguaro, en una maniobra política, iban a quejarse de los isleños de Pacandan ante los chichimecas de ―que ponemos nuestras redes a la orilla a secar, y nos las rompen, y las canoas nos las hacen pedazos y los remos.‖646 De estos conflictos en la cuenca, hay un dato interesante del pueblo de Curínguaro, que se encontraba aproximadamente a partes viuen en ellas dentro de las lagunas, por assegurarse de enemigos, y de fieras de la tierra. Es nombre compuesto de Atl, que vale agua, y calli, casa, y todo junto casas de agua. Esto es en lengua Mexicana: mas porque las tales varquillas las llaman en Santo Domingo, donde primero estuuieron los Españoles Canoas, las llamaron todas deste nombre. Los nuestros afirman auer en solo Mexico mas de cinquenta mil dellas, con que portean gentes, y traen bastimentos.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE.. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra C, P. 188v. 641 No encontramos la palabra ―balsa‖ en el Tesoro de la lengua castellana o española, pero si está registrada en el Diccionario de autoridades: ―BALSA. Espécie de embarcación de que usan los Indios comúnmente, la qual se compóne de unos madéros juntos con otros, ligados fuertemente sin arte, árbol ni velas; ú dé cúeros llenos de viento, u de otras cosas. […] En otras partes vá el Indio como cabellero en una balsa de paja, y toma á las ancas al que ha de pasar, y bogando con un canaléte passa […] Donde tenían una balsa de madéros atados unos con otros con fuertes bejucos y flexibles mibres.‖ REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Dedicado al Rey Nuestro Señor Don Phelipe V. (Que Dios Guarde) A cuyas reales expenses se hace esta obra. Compuesto por la Real Academia Española. Con privilegio. En Madrid: En la imprenta de Francisco del Hierro, Impressór de la Real Académia Españóla. Madrid, imprenta de Francisco del Hierro, T. I, 1726-1739, P. 539. En adelante citado como Diccionario de lengua castellana o de autoridades. 642 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38v, P. 238. Cursivas nuestras. 643 RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 70v, P. 32; palabras similares del mismo Cúriparaxan en Segunda Parte, Cap. VI, f. 71, P. 33. 644 RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, f. 122, P. 135. 645 En el capítulo III abordaremos el tema de posibles batallas acuáticas en el lago de Pátzcuaro. 646 RM, Segunda Parte, Cap. IX, f. 75v, P. 42. 168 uno 6 km de la orilla del lago de Pátzcuaro, cuando vieron las señales de guerra de Hirepan y Tangánxoan ―turbáronse los de Curínguaro viendo las ahumadas que eran en sus términos. Y trujeron canoas y entraron en ellas una mañana y empenzaron de remar y [tachado: empenzaron] a dar grita y entraron tras ellos Hirypan Y Tangáxoan en canoas con su gente y mataron y prendieron dos canoas de los de Corínguaro. Y fuéronse a un lugar llamado Quereta 647 parázicuyo en Mychuacan.‖ Es decir, no sólo los habitantes de las orillas tenían canoas para navegar por el lago, sino que podían ser transportadas desde tierra adentro. En la Relación Geográfica de Tiripetío se menciona que este pueblo, que se localizaba a unos 20 km del lago, ―comían de muchos pescados, porque tienen cerca la laguna de Pátzcuaro, y aún tenían facultad del Rey para pescar en cierta ensenada de ella que cae cerca de los términos de esta jurisdicción…‖.648 Uno de los datos más interesantes sobre el número de pasajeros de las canoas, es el episodio cuando Taríacuri necesitaba de prisioneros para estrenar el nuevo cú de Quereta parázicuyo (Tzintzuntzan), así concertó una guerra ritual con Várapame, señor de Pacandan, quien mandó 60 personas para que fueran capturados por Tangáxoan e Hirepan a la señal de agitar el agua con los remos: ―Y amanesció y venieron los de la isla a regar su sementera, y habían ya pasado todos, que estaban en la ribera sesenta hombres, y tornóse con las canoas Zipin canaqua y estando en medio de la laguna, alzó el agua hacia arriba, como estaba concertado.‖649 La información documental menciona que cabían 4 o 5 personas en cada canoa, y en el Lienzo de Jicalán aparecen 6 pasajeros. Si usamos está última cifra para calcular de forma conjetural el número de canoas empleadas para transportar 60 personas de Pacandan a la ribera llamada Aráuni probablemente cerca de la ribera de Ihuatzio, y en cada canoa contamos 5 personas más 1 remero, en total se pudieron haber usado 12 canoas. Esta cifra por supuesto es conjetural, pero en la lámina IV aparecen en puerto 8 canoas, y en un pasaje se menciona una flota de 5 canoas.650 También se menciona que cuando Zuangua mandó embajadores a México-Tenochtitlán, estos rompieron el sitio atravesando el lago de Texcoco de noche en canoas.651 Conocer la jerarquización de los asentamientos dentro del Estado tarasco, los tipos de rutas terrestres y acuáticas que eran transitadas, la red de caminos, los medios de trasporte utilizados para movimiento de personas, mercancías e ideas, nos permitirá abordar un tema de importancia para conocer la economía política, el del intercambio, los tributos y comercio, que trataremos apartados más adelante. Estrategias de control territorial tarascas Las estrategias de control territorial por parte de los Estados han variado a lo largo del tiempo y espacio, y Mesoamérica no es la excepción. Ross Hassig consideró y enfrentó dos modelos de imperio para explicar la expansión y funcionamiento de la Excan Tlatoloyan o Triple Alianza mexica. El primer modelo, el imperio territorial o de 647 RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, f. 115, P. 121. [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 26-27. Igor Cerda menciona que ―esta zona muy probablemente se encuentre al poblado actual de Tzurumútaro‖. Ibíd., Nota a pie, núm. 57, P. 27. 649 RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, P. 132 650 RM, Segunda Parte, Cap. XII, ff. 82-82v, Pp. 55-56. Otros viajes en el lago se mencionan en RM, Segunda Parte, ff. 70v, 71v, 81, 81v y 114, Pp. 32, 34, 53, 54 y 119. 651 RM, Tercera Parte, Cap. XXII, f. 42, P. 245. 648 169 dominio directo, hunde sus raíces en el concepto decimonónico de imperio a partir de los estudios de Clausewitz. Según la visión clausewitziana de imperio, el objetivo de este es la expansión territorial, el dominio interno y el mantenimiento de límites seguros. Para lograr esto, es necesaria la existencia de un ejército permanente en guarniciones, para asegurar por la fuerza los nuevos dominios, así como imponer gobernantes locales que se encarguen de la administración y la extracción tributaria intensiva. La parte nuclear del imperio estará mejor asegurada, a diferencia de la periferia, propensa a invasiones o rebeliones, por lo que es necesario la militarización de los territorios más alejados del centro a través de un ejército permanente y fortificaciones.652 Ante este modelo, que según Hassig es inapropiado para estudiar la Tripe Alianza mexica, propuso un modelo diferente para explicarla, llamado imperio hegemónico. Hassig reanalizó las propuestas de Edward Luttak sobre el Imperio Romano y el sistema julio-claudiano: ―Según este sistema, el imperio era de expansionismo hegemónico. El imperio romano no fortificó las fronteras ni mandó allí muchos hombres. Antes bien, más allá de su zona nuclear de dominio directo (el imperio territorial) había dos zonas de dominio diplomático, una interna integrada por estados ―clientes‖ y una externa compuesta por tribus ―clientes‖. En contraste con los pasivos estados ―amortiguadores‖, los estados clientes aportaban activamente tropas auxiliares y daban una seguridad periférica contra amenazas de ―baja intensidad‖. Tropas romanas se desplegaban como ejército de campo, disponible para hacer frente a amenazas, en lugar de estar atado a una defensa territorial. El ejército era defensivo, tendiente a sofocar toda inquietud interna. El imperio era de predominio político, y no territorial, apuntalado por la amenaza y no por 653 la presencia del poderío militar romano, lo que le daba gran economía de fuerza…‖. Esto le permitió al Imperio Romano de la dinastía Julio-Claudia maximizar su poderío militar ofensivo y emplearlo para ventajas políticas y diplomáticas. Hassig menciona tres características que compartían mexicas y romanos: ―a) expansión del dominio político sin un control territorial directo; b) insistencia en la seguridad interna del imperio, ejerciendo influencia sobre una gama limitada de actividades dentro de los estados clientes, y c) logro de semejante influencia reteniendo generalmente a los funcionarios locales, en lugar de reemplazarlos.‖654 Con esta dinámica de dominio territorial, el ejército mexica no tenía que mantener una presencia constante, y se movilizaba para nuevas conquistas, rebeliones y disturbios. Con este modelo se explicaría porque la Excan Tlatoloyan no fue un imperio como lo pide el modelo tradicional, sino uno cuyo control territorial fue mínimo, con una injerencia política menor dentro de las diferentes unidades semiautónomas, pero sobre un vasto territorio de Mesoamérica.655 El sistema de dominio indirecto era efectivo, pues la situación hacía pensar a los señores locales que era más beneficioso mantener el statu quo que les habían impuesto, manteniendo cierto poder, que ser derrotados en un intento de rebelión que probablemente sería aplastada por el poder militar mexica.656 Pero Helen Pollard menciona que 652 CLAUSEWITZ, KARL VON. De la guerra. Traducción de Julio Tello. 1ª reimpresión, México, Colofón, 2010, Lib. I, Cap. II, Pp. 26-38. 653 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI. Óp. Cit., P. 102. 654 Ibíd., P. 103. 655 Ídem. 656 SANTAMARINA NOVILLO, CARLOS. ―Azcapotzalco antes que Tenochtitlan: reflexiones en torno a un modelo azteca de imperio‖, en: Revista Española de Antropología Americana. España, Servicio de publicaciones de la Universidad Complutense, 2007, vol. 37, núm. 2, P. 102. 170 ―El Estado tarasco del siglo XVI se caracteriza por un alto grado de centralización política y por el control incuestionable de su territorio. Desde la perspectiva de su centro geopolítico en la cuenca del lago de Pátzcuaro, estos rasgos se pueden atribuir a la consolidación, durante el periodo protohistórico/posclásico tardío (1350-1525), de un sistema social en el que la identidad tarasca reemplaza a las identidades locales étnicas y lingüísticas como base del poder político y social. Mientras que en el periodo posclásico medio (1100-1350) existen indicios de una heterogeneidad étnica en el centro de Michoacán, en el siglo XVI la población de la cuenca del lago de Pátzcuaro era reconocida 657 como exclusivamente tarasca.‖ Frente a estos dos modelos de imperio, el territorial y hegemónico ¿cuál es el más idóneo para estudiar al Tzintzuntzan Irechequa? Nosotros consideramos que el Estado tarasco fue en esencia un imperio territorial, al menos en gran parte de su territorio, mientras que en otras zonas adoptó estrategias de un imperio hegemónico. Hay que agregar que esta entidad política estaba en plena transformación a un sistema cuya autoridad estaba más centralizada, gracias a la ―tarasquización‖ de los habitantes de sus territorios.658 Los objetivos del imperio territorial (expansión, dominio interno y mantenimiento de fronteras) pueden ser observados en las fuentes etnohistóricas tarascas. Ya vimos como los uacúsecha y sus aliados impusieron su autoridad en un territorio amplio que abarcó más allá de los límites territoriales del actual Estado de Michoacán de Ocampo; la autoridad local de los pueblos (señores, ocánbecha y sacerdotes) era puesta por la mano o tenía que recibir venia del cazonci, lo que sugiere una dominación política más efectiva en los territorios fuera del centro político. Helen Pollard menciona que ante los problemas a los que se enfrentan todos los imperios, como la diversidad étnica, la explotación de recursos y la protección de fronteras, ―la solución tarasca consistió en: 1) un alto grado de centralización de las funciones administrativas, 2) la construcción de una etnicidad tarasca dentro de las principales zonas de explotación económica, y 3) la segregación étnica de la población en las principales fronteras militares.‖659 Ricardo Aguilar ha sugerido la existencia de un ejército profesional, al menos en la zona nuclear tarasca, y la información sobre las fronteras menciona la existencia de guarniciones y fortificaciones para defenderse de amenazas externas.660 657 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El gobierno del Estado tarasco prehispánico‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 49. 658 Sobre esta ―tarasquización‖ hablaremos más adelante en el apartado de los aparatos ideológicos del Estado. 659 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El gobierno del Estado tarasco prehispánico‖, Óp. Cit., P. 49. 660 Estos puntos los trataremos más ampliamente en el capítulo III. 171 FIGURA 9. ―Estructura etnopolítica tarasca‖. FUENTE: PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Etnicidad y control político en una sociedad compleja: el Estado tarasco en el México prehispánico‖ en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Segunda parte, P. 210. Helen Pollard ha propuesto un modelo de etnicidad para el Tzintzuntzan Irechequa, precisamente para coadyuvar el entendimiento de las políticas implementadas desde la sede del poder al resto del territorio. Ha propuesto la existencia de tres zonas, una zona de asimilación subdividida en el centro político y zona étnica nuclear tarasca, una zona de asimilación activa donde imperaba el idioma y la identidad cultural étnica tarasca, y una zona de segregación étnica. (Ver Figura 9). La zona étnica nuclear era el corazón político del Estado tarasco y comprendía la geografía de la cuenca de Pátzcuaro. En esta zona los habitantes mantenían valores y normas, definidas por la religión e ideología tarascas, y definió la red comercial del territorio. Para la época protohistórica, antes del surgimiento del Estado tarasco, la RM menciona la existencia de distintos grupos culturales y lingüísticos, autónomos políticamente, con símbolos y rituales específicos, así como dioses propios. Ente estos grupos se encuentran prototarascos,661 nahuas (identificados en otras fuentes como mexicanos o 661 Helen Pollard no explica la palabra ―prototarasco‖, aunque se entiende que eran los grupos étnicos no homogéneos, pero de lengua tarasca, de los que habla la RM, entre los que se encuentran los chichimecas, los grupos nacidos a partir del agüero de las culebras, los isleños, los habitantes de la cuenca y la Meseta tarasca: Los antepasados del cazonci ―extendieron su señorío y conquistaron esta Provincia que estaba 172 tecos), y ―chichimecas‖. Cuando los uacúsecha dominaron la cuenca de Pátzcuaro, se encargaron de crear esta zona nuclear homogénea; Pollard menciona que los dos factores que hicieron posible esto fue: ―1) El grueso de la zona nuclear era probablemente de cultura ―prototarasca‖, y 2) Los grupos en cuestión no estaban unificados políticamente en un patrón de sociedad compleja multiétnica.‖662 En segundo lugar estaba la zona de asimilación activa, conformada por los territorios adyacentes a la cuenca de Pátzcuaro que fueron conquistados durante la expansión tarasca. En esta zona la población era relativamente densa y muy dispersa, y tras ser conquistada por la zona nuclear empezó a asimilar la religión, lengua e identidad tarascas. Por la diversidad ecológica proporciona por las regiones templadas y tropicales, se volvió indispensable para tener acceso a recursos requeridos por la élite tarasca de la zona nuclear, como lo eran las frutas tropicales, cacao, algodón, copal, pieles de jaguares, plumas de aves tropicales, oro, plata, cobre y estaño.663 La tercera zona de segregación comprendía los enclaves localizados entre la zona de asimilación activa y las fronteras militares, ocupados por una gran variedad de grupos étnicos, aunque también había enclaves no tarascos cerca de la zona nuclear. En la frontera bélica, los asentamientos pagaban tributo en forma de servicios militares especializados, la mayoría de estos eran fortificados de origen no tarasco, pero multiétnicos. Cada grupo era administrado por separado, gobernado por un señor de su etnia con aprobación del cazonci. Al parecer las unidades de combate también se agrupaban de acuerdo a la etnia, pero luchando bajo las ordenes de los tarascos. Estos grupos ―tenían la capacidad de servir de colchón a lo largo de líneas militarmente activas y ser intermediarios culturales entre comunidades culturales entre comunidades tarascas y no tarascas.‖664 Se puede inferir que la zona nuclear tarasca estuvo directamente bajo la administración central; en la zona de asimilación activa se aseguraba la lealtad por medio de la asimilación cultural gracias a la ideología tarasca, y la legitimidad proporcionada por el cazonci a los señores locales.665 Parece ser que el Estado tarasco promovió la colonización en regiones alejadas del núcleo, precisamente a la zona de segregación étnica. No es raro encontrar en la documentación colonial la existencia de tarascos en regiones de frontera como la cuenca de Sayula, Jalisco, o en Ajuchitlán, en el Estado de Guerrero. En estas zonas, la lealtad se aseguraba por la protección otorgada por el aparato militar tarasco, gracias a esto, se tributaba prisioneros para la guerra, primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma lengua; que parece que otros señores vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por sí.‖ RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 63, P. 17. Cursivas nuestras. Los ―prototarascos‖ serían los que José Corona Núñez llamo ―pretarascos‖, los hipotéticos migrantes que viajaron de Sudamérica a Michoacán desde tiempos remotos, y que supuestamente serían los constructores de las tumbas de tiro. Serían estos ―pretarascos‖ los habitantes de la región, hasta que harían contacto con los ―tarascos históricos‖ de los que habla la RM. CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta la conquista española, Óp. Cit., P. 14. A pesar de que ambas palabras aluden a los grupos étnicos hablantes de tarasco anteriores a la formación del Tzintzuntzan Irechequa, sus génesis teórica y conceptual son muy diferentes. 662 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Etnicidad y control político en una sociedad compleja: el Estado tarasco en el México prehispánico‖ en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Segunda parte, Pp. 205-206. 663 Ibíd., P. 207. 664 Ibíd., P. 210. 665 Pollard propone que los cuatro señores de las fronteras se encontraban en esta zona, en el tercer capítulo dedicamos un apartado a ese tema. 173 esclavos y se resguardaban las fronteras.666 Entre las evidencias arqueológicas sobre la existencia de la élite tarasca que podemos encontrar en estas zonas son, orejeras y bezotes, vestimenta de algodón, cerámica tarasca policroma, formas tarascas de pipas de cerámica y arquitectura estatal asociada a Curícaueri (yácatas). Es importante recalcar que ―Con la desaparición del reino tarasco autónomo a principios del siglo XVI, se separaron estas zonas débilmente articuladas. Al imponerse las diferencias históricas y ecológicas se erosionó fácilmente la muy frágil apariencia de identidad tarasca en la zona de asimilación activa. La zona étnica nuclear fue la que permaneció como unidad 667 cultural y económica cohesionada.‖ Aunque consideramos que esta afirmación de Pollard debe matizarse, la desarticulación del poder tarasco, desarticulación producto de la irrupción española y el fin de la política de ―tarasquización‖ en las zonas periféricas, permitió a los grupos étnicos que cayeron en la órbita del Tzintzuntzan Irechequa, volver a sus valores, normas y prácticas culturales, por lo menos temporalmente, por lo que la retracción del territorio tras la conquista española fue notable, este es otro factor importante que debe considerarse de por qué los límites de control político tarasco no pueden definirse del todo bien. Brand documenta esta retracción en la cuenca de Chapala, pues tras la conquista española, la lengua coca logró un repunte sobre el tarasco, aunque fue durante poco tiempo hasta que el español y nahua se convirtieron en la nueva vía asimilación de otra religión e ideología.668 666 Ibíd., P. 213. Ídem. 668 BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, Óp. Cit., P. 485. 667 174 13. ESTRATIFICACIÓN SOCIAL Y CLASES EN LA SOCIEDAD TARASCA PREHISPÁNICA ―...Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas. Lo que yo he aportado de nuevo ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases sólo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce, necesariamente, a la dictadura del proletariado; 3) que esta misma dictadura no es de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases...‖. Carlos Marx, [Carta de] Marx a Joseph Weydemeyer, 5 de marzo de 1852 669 Uno de los temas más inquietantes para las ciencias sociales, y de capital importancia para el materialismo histórico, es el referente a la estratificación social. Éste concepto hace referencia a ―las desigualdades que existen entre los individuos y los grupos dentro de las sociedades humanas. […] Los individuos y grupos, según sea su posición dentro de la estructura estratificada, cuentan con un acceso diferente (desigual) a las recompensas. En consecuencia, la forma más sencilla de definir la estratificación es a partir de las desigualdades estructurales que existen entre diversos grupos de personas.‖670 Las diferencias pueden tener orígenes muy diversos, tales como la edad, sexo, especialización del trabajo, prestigio, bienes económicos, filiación política o religiosa, rango militar, acceso y ejercicio del poder, etcétera, dependiendo de la formación socio-económica de la sociedad. Anthony Giddens menciona que ―todos los sistemas socialmente estratificados comparten tres características: ―1-La clasificación se aplica a categorías sociales de personas que comparten una característica común sin que necesariamente interactúen o se identifiquen unos con otros. Por ejemplo, se puede clasificar por separado a las mujeres y a los hombres o a los ricos y los pobres. Esto no quiere decir que los individuos de determinada categoría no puedan cambiar su posición; sin embargo, la categoría continúa existiendo aunque algunos individuos la abandonen y entren a formar parte de otra. 2-Las experiencias y las oportunidades que se representan en la vida de las personas dependen mucho de la categoría social a la que pertenezcan. El hecho de ser hombre o mujer, blanco o negro, de la clase alta u obrera, supone una gran diferencia en buena suerte de oportunidades, a menudo tan importante como el esfuerzo personal o la buena suerte (ganar la lotería). 3-Los estratos que determinan las diferentes categorías sociales tienden a cambiar muy lentamente a lo largo del tiempo. En la sociedad británica, por ejemplo, las mujeres en 669 MARX, CARLOS. ―[Carta de] Marx a Joseph Weydemeyer, 5 de marzo de 1852‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, 1975, T. I, P. 542. Cursivas originales. 670 GIDDENS, ANTHONY. Sociología. Con la colaboración de Simon Griffiths; traducción de Francisco Muños de Bastillo Llorante. 5ª edición, España, Alianza Editorial, 2007, P. 298. Giddens menciona la analogía de los estratos geológicos, ya que ―resulta útil comparar la estratificación con la sucesión de capas geológicas de piedra que hay en la superficie terrestre. Se puede decir que las sociedades se componen de «estratos» jerarquizados y que los más favorecidos están arriba y los menos privilegiados abajo.‖ Ibíd., Pp. 298-299. 175 su conjunto sólo han empezado a adquirir igualdad con los hombres en los últimos 671 tiempos.‖ Otro punto importante a tratar sobre la estratificación social es que es un fenómeno histórico, y a lo largo de la historia los sistemas de estratificación social han variado enormemente dependiendo del lugar, tiempo y cultura. Diversos autores han realizado varias tipificaciones sobre la estratificación social y su desarrollo a través del tiempo, usando diversas teorías y metodologías. Dentro del materialismo histórico se han desarrollado diferentes propuestas, aunque manteniendo su unidad y complementación, por ejemplo, Marx hizo menciones a un número considerable de formaciones socio-económicas, como la comunidad primitiva, el nomadismo, las formas fundamentalmente asiáticas, la forma eslava, el modo de producción germánico, el modo de producción antiguo o clásico (esclavismo), feudalismo, capitalismo y comunismo.672 Engels realizó otra tipificación, pero sin dejar de lado los modos de producción y enfocándose más en la cuestión de la familia, basándose en el trabajo de Henry Morgan, siguiendo con los estadios de salvajismo, barbarie, Estado y civilización.673 Por otro lado, el marxismo-leninismo reconoce cinco formaciones socioeconómicas: la comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y comunismo científico.674 Tanto el materialismo histórico como otras propuestas de estudio sobre la estratificación social, aceptan que hubo una transformación radical por el desarrollo de la aparición de la propiedad privada, pasando de sociedades igualitarias a sociedades jerarquizadas, estratificadas y estatales.675 A grandes rasgos, se han distinguido tres sistemas de estratificación social, y en ocasiones podemos encontrar combinaciones de estratificación y diversos momentos de transición de un sistema a otro: Esclavitud Esta es una de las formas más extremas de desigualdad en que individuos o grupos son, literalmente, propiedad de otros. La esclavitud ha adoptado muchísimas variantes en la historia, por lo que una definición universal de esclavitud es problemática. ―La imagen occidental predominante de la esclavitud se deriva de los sistemas de esclavismo específicos y poco usuales que existieron en el Nuevo Mundo hasta hace poco, y que incluía la propiedad de seres humanos como bienes que se usaban, compraban y vendían, el uso primordial de esclavos como mano de obra no recompensada, y su ubicación en el estrato social más bajo. En este caso la esclavitud era una institución económica en la cual la idea de que los esclavos carecían de ―libertad‖ era clave para 671 Ibíd., P. 299. Cursivas originales. MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003. En adelante citados como Formen. 673 ENGELS, FEDERICO, ―El origen de la familia, la propiedad privada y el estado‖, en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. Pp. 203-352. 674 LENIN, VLADIMIR ILICH. ―Acerca del Estado. Conferencia pronunciada en la Universidad Sverdlov el 11 de julio de 1919‖ en: LENIN, VLADIMIR ILICH. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, t. III, 1961. Pp. 258-274. STALIN, JOSÉ. Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. México, Ediciones Quinto Sol, s.f. [Publicado originalmente en septiembre de 1938]. 675 FRIED, MORTON H. ―Sobre la evolución de la estratificación social y del Estado‖ en: VENDRELL FERRÉ, JOAN. Teoría social e historia. La perspectiva de la antropología social. México, Instituto Mora, (Antologías Universitarias), 2005, Pp. 189-211. 672 176 definir su condición.‖676 Mientras que en otras latitudes y tiempos, la esclavitud era más semejante a la servidumbre; todo esto depende en gran medida de las nociones de propiedad, la forma de recompensar el trabajo, las nociones de libertad, y las relaciones de parentesco. La esclavitud puede ser ―producto de la captura o compra de seres humanos que, junto con sus descendientes, se usan para algo o se vendan o truecan‖,677 estas prácticas son el núcleo de la esclavitud y explica por qué la historia ha sido testigo de muchos tipos de esclavitud desde la jerarquización de las sociedades. La esclavitud en el Nuevo Mundo tuvo un destino marcadamente económico y vinculado a diferencias de apariencia física, donde los europeos subyugaron a los indígenas o importaron mano de obra esclava de otros lugares. En otros tipos de esclavitud, los esclavos provenían del mismo lugar o regiones vecinas, con poca diferencia de apariencia física y cultural de sus amos, además de que en algunas sociedades, los primeros ―se usaban también como recursos sociales y políticos, esposas, parientes, guerreros o burócratas […] en parte del séquito, dependientes, agentes comerciales, […] altos funcionarios, así como en sirvientes domésticos y trabajadores de granjas y minas.‖678 Casta La principal característica del sistema de castas, es que es la base de una estructura jerárquica muy rígida, donde la movilidad social es prácticamente nula, y en que el estatus personal de un individuo y grupos se adjudica de por vida, con carácter hereditario, y dedicándose a cierta especialización, ocupación u oficio.679 El lugar jerárquico corresponde a estatutos jurídico-religiosos, y las obligaciones están fijadas por un conjunto de reglas, códigos y leyes propios de cada casta, un ejemplo sería la endogamia. La nomenclatura ―casta‖ también se usa para analizar otras formaciones de estratificación, en especial para las subdivisiones de las clases sociales más amplias, por ejemplo la sociedad feudal, en que ―las formas de organización llamadas órdenes, estamentos o Estados tienen también peculiaridades de castas…‖.680 676 [KOPYTOFF, IGOR] ―esclavitud‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Óp. Cit., P. 191. Cabe aclarar que esta imagen occidental predominante de la esclavitud deriva, de la subyugación de los pueblos que habitaban en los continentes de África, Asía, América y Oceanía por parte de las potencias Europeas a partir del siglo XV. También ha influido enormemente a esta imagen el tipo de esclavitud sufrido en el sur de Estados Unidos, antes de su abolición en el siglo XIX, en donde los esclavos estaban prácticamente privados de cualquier derecho. GIDDENS, ANTHONY. Óp. Cit., Pp. 299-300. 677 [KOPYTOFF, IGOR] ―esclavitud‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Óp. Cit., P. 191. 678 Ibíd., P. 192. Kopytoff agrega que ―el hecho de que algunos esclavos ocupasen posiciones de poder contradice su supuesto de que los esclavos constituían necesariamente el estrado o la clase más baja.‖ 679 ―El estatus social de cada uno [en el sistema de castas] está basado en características personales –como raza o grupo étnico aparente (a menudo sobre la base de características físicas como el color de la piel), la religión de los padres o la casta de éstos- que adquiere por accidente al nacer y que por lo tanto se considera que no puede cambiar. Una persona nace en determinada casta y permanece en ella toda su vida.‖ GIDDENS, ANTHONY. Óp. Cit., P. 300. Como se verá en otros apartados de este trabajo, uno de los mecanismos en que podía existir cierta movilidad social en la antigua Mesoamérica, era por medio de los méritos obtenidos en la guerra. 680 BARTRA, ROGER. Breve diccionario de sociología marxista. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 127), 1973, Pp. 36-37; [LINHHOLM, CHARLES] ―castas, sociedades de‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Óp. Cit., Pp. 102-104. 177 Estamento Este sistema fue característico en la Europa feudal, aunque también existieron formas similares tradicionales en otros lugares. Los estamentos estaban constituidos por estratos con diferentes derechos y obligaciones de unos hacia otros, y en la mayoría de los casos las diferencias estaban establecidas por ley y en parte por motivos religiosos. En Europa, el estamento más alto lo constituían la aristocracia y la nobleza,681 le seguía el clero, con un estatus menor pero contaba con algunos privilegios especiales. El tercer estado estaba compuesto por los plebeyos: siervos, campesinos libres, mercaderes y artesanos. A diferencia del sistema de castas, en los estamentos había cierta tolerancia respecto a la movilidad social y matrimonios mixtos.682 Clase social Otro concepto que nos puede ayudar en el estudio de la estratificación social tarasca es el de clase social. La idea de que la sociedad estaba dividida en distintas clases se remonta hasta la antigüedad; en las sociedades mesoamericanas también se reconocían una serie de divisiones sociales, en la misma RM veremos que entre los tarascos se reconocía la estratificación social. Platón mencionó que la sociedad se dividía en hombres libres y esclavos, o en ricos y pobres. En los textos antiguos como la Biblia y en los doctores de la iglesia católica también existe la concepción de la división en clases. En la modernidad, en los tiempos de la Revolución francesa, se reconocieron los tres estados o estamentos nombrados líneas más arriba, y Adam Smith dividió la sociedad del siglo XVIII en agraria, industrial y asalariada, división que tomaría Marx para su estudio sobre el capitalismo.683 Marx y Engels desarrollaron el concepto de clase social a lo largo de su obra, pero nunca dieron una definición concreta de que es una clase social, y en sus trabajos usan conceptos como casta, estamento o clase sin mucho rigor, para hacer referencia a los estratos sociales que analizaron, lo que ha originado confusiones sobre el sentido del concepto.684 Lamentablemente, cuando Marx se 681 ―En el pasado, los estamentos han tendido a surgir dondequiera que existía una aristocracia tradicional basada en el nacimiento dentro de la nobleza. En los sistemas feudales, como los de la Europa medieval, los estamentos estaban estrechamente ligados a los señoríos, formando un sistema de estratificación más local que nacional. En los imperios tradicionales más centralizados, como China y Japón, se organizaban más a escala nacional.‖ GIDDENS, ANTHONY. Óp. Cit., P. 302. 682 ―Los plebeyos podían ser nombrados caballeros, por ejemplo, como pago por servicios especiales prestados al monarca, y los mercaderes podían en ocasiones comprar títulos.‖ Ídem. 683 SANTOS, THEOTONIO DOS. Concepto de clases sociales. México, Ediciones Quinto Sol, s.f., Pp. 11-12. 684 Entre las críticas que recibe el concepto de clase social, es que sólo han existido clases sociales en el modo de producción capitalista, y que dicho concepto sólo puede usarse para explicar dicha realidad. Esta confusión puede deberse a un desconocimiento del método empleado por Marx para explicar el materialismo histórico, ya que primero investigó el capitalismo, para poder preparar las herramientas teóricas a usar en la investigación de las sociedades preindustriales: ―Se siente obligado a metamorfosear mi esbozo histórico de la génesis del capitalismo en el Occidente europeo en una teoría históricofilosófica de la marcha general que el destino le impone a todo pueblo, cualesquiera sean las circunstancias históricas en que se encuentre, a fin de que pueda terminar por llegar a la forma de la economía que le asegure, junto con la mayor expansión de las potencias productivas del trabajo social, el desarrollo más completo del hombre. […] Así, pues, sucesos notablemente análogos pero que tienen lugar en medios históricos diferentes conducen a resultados totalmente distintos. Estudiando por separado cada una de estas formas de evolución y comparándolas luego, se puede encontrar fácilmente la clave de este fenómeno, pero nunca se llegará a ello mediante el pasaporte universal de una teoría históricofilosófica general cuya suprema virtud consiste en ser suprahistórica.‖ MARX, CARLOS. ―[Carta] De Marx al director del Otyecestvenniye Zapisky [El memorial de la Patria][A fines de 1877]‖, en: MARX, 178 disponía a explicar que era una clase social en su magnum opus, falleció y dejó el manuscrito interrumpido. Gracias a la obra que legaron los autores clásicos del materialismo histórico, podemos tener cierta noción de qué es una clase social. Marx mencionó en el último capítulo de El capital que ―los obreros asalariados, los capitalistas y los terratenientes, forman las tres grandes clases de la sociedad moderna, basada en el régimen de producción capitalista de producción.‖685 Más adelante recalca la historicidad de las clases sociales, es decir, que estas no están en la realidad como se presupone teóricamente, y que coexisten formas sociales distintas en antagonismo, surgimiento de clases intermedias en vías de desaparición, en formación o transición: ―Es en Inglaterra, indiscutiblemente, donde más desarrollada se halla y en forma más clásica la sociedad moderna, en su estructuración económica. Sin embargo, ni aquí se presenta en toda su pureza esta división de la sociedad en clases. También en la sociedad inglesa existen fases intermedias y de transición que oscurecen en todas partes (aunque en 686 el campo incomparablemente menos que en las ciudades), las líneas divisorias.‖ Pero el quid sobre el concepto de clase social y su definición se menciona líneas más adelante: ―El problema que inmediatamente se plantea es éste: ¿qué es una clase? La contestación a esta pregunta se desprende enseguida de la que demos a esta otra: ¿qué es lo que convierte a los obreros asalariados, a los capitalistas y a los terratenientes en factores de las tres 687 grandes clases sociales?‖. Vemos pues, que la clase social depende del lugar que ocupa un grupo social en un modo de producción determinado. Así, una de las definiciones más amplias de clase social se la debemos a Lenin, quien la definió de la siguiente forma: ―Las clases son grandes grupos de hombres que se diferencian entre sí por el lugar que ocupan en un sistema de producción social, históricamente determinado, por las relaciones en que se encuentran respecto a los medios de producción (relaciones que en gran parte quedan establecidas y formalizadas en las leyes), por el papel que desempeñan en la organización social del trabajo y, consiguientemente, por el modo y la proporción en que perciben la parte de la riqueza social de que disponen. Las clases son grupos humanos, uno CARLOS; ENGELS, FEDERICO. “El capital” visto por su autor. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 84), 1970, Pp. 149-150. 685 MARX, CARLOS. El capital. Crítica de la economía política. Traducción de Wenceslao Roces. 17ª reimpresión [de la segunda edición en español], México, Fondo de Cultura Económica, (Sección de Obras de Economía), T. III, 1982, P. 817. 686 Ídem. 687 El texto sigue: ―Es, a primera vista, la identidad de sus rentas y fuentes de renta. Trátase de tres grandes grupos sociales cuyos componentes, los individuos que los forman, viven respectivamente de un salario, de la ganancia o de la renta del suelo, es decir, de la explotación de su fuerza de trabajo, de su capital o de su propiedad territorial. Es cierto que desde este punto de vista también los médicos y los funcionarios, por ejemplo, formarían dos clases, pues pertenecen a dos grupos sociales distintos, cuyos componentes viven de rentas procedentes de la misma fuente en cada uno de ellos. Y lo mismo podría decirse del infinito desperdigamiento de intereses y posiciones en que la división del trabajo social separa tanto a los obreros como a los capitalistas y a los terratenientes, a estos últimos, por ejemplo, en propietarios de viñedos, propietarios de tierras de labor, propietarios de bosques, propietarios de minas, de pesquerías, etc. [Al llegar aquí se interrumpe el manuscrito (F[ederico]. E[ngels].)]‖. Ibíd. Pp. 817818. 179 de los cuales puede apropiarse del trabajo del otro, por ocupar puestos diferentes en un 688 régimen determinado de economía social.‖ De la cita anterior se desprende otro concepto importantísimo para el conocimiento de las clases: la lucha de clases. Según la concepción materialista de la historia, desde la aparición de la propiedad privada hasta nuestros días, la sociedad se ha dividido en dos grupos antagónicos, clases opresoras y oprimidas. El ejemplo clásico es el que se encuentra en las primeras páginas del Manifiesto del Partido Comunista: ―Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases en pugna. En las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa diferenciación de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos, y, además, en casi todas estas clases todavía encontramos gradaciones especiales. La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones 689 de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas.‖ Si bien una clase social se define por el criterio económico, los conceptos de clases explotadoras, opresoras o dominantes, y clases explotadas, oprimidas o dominadas, aglutina una serie de factores muchísimo más amplios. Las clases dominantes están conformadas por una alianza de clases o fracciones de clases que poseen y controlan los medios de producción, la estructura económica-social, la apropiación de los excedentes de producción y la redistribución de la riqueza, gracias a esto ejercen un extraordinario poder político, que se refleja en el control del Estado por esta clase y la superestructura político-ideológica. Por el contrario, las clases dominadas están conformadas por clases no homogéneas de la inmensa mayoría de la población de una sociedad, y al carecer de medios de producción y poder político, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo, a reproducir su forma de vida material según las relaciones de explotación y producción, y regir su vida cotidiana según los lineamientos de la ideología de la clase dominante. Marx también mencionó que las clases pueden existir objetivamente, aunque sus miembros no sean conscientes de pertenecer a dicha clase, así se puede entender que existe la clase ―en sí‖ y clase ―para sí‖; al hablar del proletariado inglés en 1847 mencionó que ―las condiciones económicas transformaron primero a la masa de la población del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado a esta masa una situación común, intereses comunes. Así, pues, esta masa es ya una clase con respecto al capital, pero aún no es una clase para sí. Los intereses que defiende se convirtieron de clase. Pero la lucha de clase 688 LENIN, VLADIMIR ILICH. ―Una gran iniciativa (El heroísmo de los obreros en la retaguardia. Los ―sábados comunistas‖)‖, en: LENIN, VLADIMIR ILICH. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, T. III, 1961, P. 228. 689 MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Ediciones en lenguas extranjeras, (Obras clásicas del marxismo-leninismo), 1953, P. 37. De esta cita también se desglosa que ―…las clases no son conjuntos absolutamente homogéneos, sino que en su seno presentan subdivisiones importantes.‖ CUEVA, AGUSTÍN. ―La concepción marxista de las clases sociales‖ en: MARINI, RUY MAURO, et. al. Teoría marxista de las clases sociales. México, Universidad Autónoma Metropolitana, 1983, P. 82. 180 contra clase es una lucha política.‖690 Años más tarde profundizaría sobre este punto, pero ahora hablando sobre el campesinado francés en 1852: ―Los campesinos parcelarios forman una masa inmensa, cuyos individuos viven en idéntica situación, pero sin que entre ellos existan muchas relaciones. Su modo de producción los aísla a unos de otros, en vez de establecer relaciones mutuas entre ellos. Este aislamiento es fomentado por los malos medios de comunicación de Francia y por la pobreza de los campesinos. Su campo de producción, la parcela, no admite en su cultivo división alguna del trabajo ni aplicación ninguna de la ciencia; no admite, por tanto, multiplicidad de desarrollo, ni diversidad de talentos, ni riqueza de relaciones sociales. Cada familia campesina se basta, sobre poco más o menos, a sí misma, produce directamente ella misma la mayor parte de lo que consume y obtiene así sus materiales de existencia más bien en intercambio con la naturaleza que en contacto con la sociedad. La parcela, el campesino, y su familia; y al lado otra parcela, otro campesino y otra familia. Unas cuantas unidades de éstas forman una aldea, y unas cuantas aldeas un departamento. Así se forma la gran masa de la nación francesa, por la simple suma de unidades del mismo nombre, al modo como, por ejemplo, las patatas de un saco forman un saco de patatas. En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones económicas de existencia que las distinguen por su modo de vivir, sus intereses y su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo hostil aquéllas forman una clase. Por cuanto existe entre los campesinos parcelarios una articulación puramente local y la identidad de sus intereses no engendra entre ellos ninguna comunidad, ninguna unión nacional y ninguna organización política, no forman una clase. Son, por tanto, incapaces de hacer valer su interés de clase en su propio nombre, ya sea por medio de un parlamento o por medio de una Convención. No pueden representarse, sino que tienen que ser representados. Su representante tiene que aparecer al mismo tiempo como su señor, como una autoridad por encima de ellos, como un poder ilimitado de gobierno que los proteja de las demás clases y les envíe desde lo alto la lluvia 691 y el sol.‖ Lamentablemente, hacer un análisis de la estratificación social entre los tarascos prehispánicos resulta complicado por una serie de factores: la falta de fuentes, la visión occidental con las que fueron escritas las poco existentes, los intereses propios del contexto en que fueron elaborados los documentos coloniales (en el caso de la RM se escribió con el sesgo de la nobleza tzintzuntzeña así como por los intereses de Don Pedro Cuiniarángari), el mismo carácter precapitalista no occidental de la cultura tarasca, y el factor histórico de que en el Occidente de Mesoamérica no había existido una entidad política compleja como el Tzintzuntzan Irechequa, dificultan considerablemente los intentos de estudio sobre esta materia. Según la información disponible, podríamos intentar hacer una clasificación de la sociedad tarasca prehispánica en los diferentes sistemas de estratificación social.692 E incluso, podría usarse la categoría de clases sociales para referirnos a la élite tarasca gobernante, al conjunto enorme compuesto por los tarascos y los pueblos no tarascos subyugados al cazonci y el gobierno. Aun en nuestro tiempo, en que el capitalismo es el modo de producción predominante a nivel mundial, podemos ver como coexisten distintas formas de estratificación social, dependiendo el aspecto que se resalte, como el 690 MARX, KARL. Miseria de la filosofía. Respuesta a la filosofía de la miseria de Proudhon. Edición de Martín Soler, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista, serie Los clásicos), 1970, P. 120. 691 MARX, CARLOS. ―El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, T. I, 1975, Pp. 489-490. 692 ―De manera que en términos generales, podríamos afirmar que un sistema de estamentos no es otra cosa que una estructura de clases sobredeterminada, en ciertos modos de producción, por la intervención directa del nivel jurídico; de la misma manera que los sistemas llamados de castas son estructuras de clase sobredeterninadas por una intervención acentuada del nivel ideológico, que se encarga de fijar las divisiones de clase como un sistema basado en diferencia étnicas, culturales u otras.‖ CUEVA, AGUSTÍN. Óp. Cit., P. 75. Cursivas originales. 181 prestigio, aspecto físico, carisma, poder económico o político. El materialismo histórico pide aclarar el funcionamiento de una sociedad, no por lo que dice o dicen de ella, sino por la forma de producir y reproducir su vida material, lo mismo debe hacerse con el concepto de clase social, este debe ser definido por el modo de producción de dicha sociedad.693 Parece ser que en el Michoacán precortesiano, existían diferentes dimensiones en que la estratificación social tenía fundamentaciones diversas. La forma más clara para dilucidar un poco la problemática es analizando la información disponible, pero debemos advertir, que la cuestión sobre la tipificación de la estratificación social entre los tarascos prehispánicos, rebasa por mucho los objetivos de nuestra investigación. Por dicho motivo, en el texto usamos conceptos como clase social, casta, estamento o estrato, para hacer referencia a los diversos niveles jerárquicos que se pueden observar en la documentación escrita, si bien dichos conceptos hacen referencia a realidades específicas, los usamos cuando ciertos grupos sociales aparentaban tener ciertas características, que nos permiten usar uno u otro. Además los conceptos de clases dominantes y clases dominadas que proporciona el materialismo, nos permiten conocer los grupos sociales de los que se componía la antigua sociedad tarasca y la interacción entre estos, según las fuentes disponibles. De hecho, la mayoría de las investigaciones que han estudiado la cuestión de la estratificación social de los tarascos prehispánicos, han utilizado implícita o explícitamente las categorías de clase dominante y clase dominada: Agustín García Alcaraz las usó pero no mencionó cuál es su bagaje teórico, sin embargo, podemos identificar la influencia de Karl A. Wittfogel en su trabajo, al igual que en la obra de Pedro Carrasco;694 Ulises Beltrán, Víctor Antonio Acevedo Valerio y Salvador Pulido mencionan el materialismo histórico como su base teórica para el estudio de las clases antagónicas.695 Carlos Paredes utiliza una variante del concepto materialista, ―estrato dominante‖ y ―estrado dominado‖;696 mientras que José Ricardo Aguilar González, utilizando conceptos weberianos, divide la sociedad tarasca prehispánica entre ―los que tienen acceso y ejercicio del poder y los que carecen de éste.‖697 Sobre la multitud de 693 ―Pero todavía hay algo más, que debemos recalcar: las clases no forman parte de una realidad estática, sino de totalidades orgánicas ―en movimiento‖, es decir, de estructuras que son al mismo tiempo procesos […] Las clases, como ya vimos, no son únicamente efectos pasivos de la infraestructura económica de la sociedad sino que, a través de los niveles político e ideológico, se convierten en verdaderos agentes sociales y, en este sentido, tienen una historia, su propia historia.‖ Ibíd. Pp. 80-81. 694 GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, en: CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA, et. al. Estratificación social en la Mesoamérica prehispánica. 2ª edición, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría de Educación Pública, 1982, Pp. 224 y 238. Sobre la influencia de Wittfogel en el trabajo de Agustín García Alcaraz, véase el apartado sobre ―El Modo de Producción Hidráulico y los estudios marxistas sobre el Michoacán prehispánico‖ en el capítulo I de este trabajo; CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 45-62. 695 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 31; ACEVEDO VALERIO, VÍCTOR ANTONIO. Retrospectiva histórica-económica de la comunidad indígena michoacana. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Escuela de HistoriaSecretaría de Difusión Cultural, 1994, Pp.17-18; PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha…, Óp. Cit., Pp. 170. 696 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖ en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 1996, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, Pp. 34-39. 697 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, P. 175. Aquí consideramos la mayor parte de los estudios que abrevan de la concepción materialista de la historia, y 182 conceptos, nos gustaría citar a Salvador Pulido, quien ha expuesto de forma más sistemática la existencia de clases sociales entre los tarascos: ―Entre los términos clase social y estrato social no observamos divergencia alguna, sin embargo, es común que se nos quiera acusar de trabajar con términos dife1rentes y excluyentes entre sí, a lo que nosotros contestaríamos que en este caso, si bien los términos son distintos, sus conceptos aluden a lo mismo. La supuesta diferencia deriva probablemente de los contextos y de las mentalidades que cada autor debía considerar para explicar su trabajo de acuerdo con la situación social particular en la que vivía. Así, el término de estratos sociales para nosotros no significa más que de una manera distinta de llamar a los bloques sociales que tienen un diferente lugar en la producción y un 698 diferenciado acceso a la riqueza que la misma genera, como lo mencionaba Lenin…‖. La terminología de estratificación medieval extrapolada a la realidad indígena del Nuevo Mundo Antes de adentrarnos al estudio de la clase dominante y clase dominada tarascas, consideramos necesario revisar el significado del léxico usado por los españoles, con el cual se designó a la nueva realidad desde el mundo hispano y del Viejo Mundo, donde se dejan entrever las relaciones de poder, así como las relaciones sociales de producción. Los españoles hicieron analogía entre los señores y vasallos de su marco cultural, y extrapolaron dicha conceptualización a la realidad americana, esto implica un sesgo importante para el análisis de la estratificación social y otros tópicos relacionados con el estudio de las sociedades precolombinas; además del sesgo, debe considerarse la vaguedad con que en algunas ocasiones la documentación designó a los diferentes estratos sociales, por lo que es difícil ver los matices en las estructuras clasistas indígenas. Una palabra de origen caribeño que fue usada ampliamente por los españoles, y que aún hoy en día sigue siendo de uso constante, es cacique. A partir de la definición de esta palabra, es notorio que los españoles advirtieron que las sociedades indígenas del Nuevo Mundo estaban dividas en señores y súbditos. Covarrubias asentó que ―CACIQVE, vale tanto en lengua Mexicana, como señor de vassallos y entre los barbaros aquel es señor que tiene mas fuerças para sujetar a los demas…‖.699 El Diccionario de autoridades proporcionó una definición más completa de este vocablo: ―CACIQUE. s. m. Señor de vassallos, ò el Superior en la Provincia ò Pueblos de los Indios: y aunque en muchas partes de las Indias tienen otros nombres, según sus idiómas, los Españoles los llaman à todos Caciques, que parece lo tomaron de las Islas de Barlovento, que fueron las primeras que se conquistaron. Es voz Mexicana, que significa Señor. […] Gobernaban estas poblaciones con Señorío de vassallage quatro Caciques, descendientes de sus primeros Fundadores. CACIQUE. Por semejanza se entiende el primero de un Pueblo ò República, que tiene mas mando y poder, y quiere por su sobérbia hacerse temer y obedecer de todos los inferiores.‖ CACICAZGO. s. m. La dignidad de Cacique ò Señor entre los Indios: y tambien se toma 700 por el territorio y dominio que possee el Cacique.‖ que en otros estudios se abordan diferentes parámetros para estudiar la estratificación social de los tarascos prehispánicos. 698 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha…, Óp. Cit., P. 150. 699 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra C, P. 168. 700 Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. II, 1729, P. 38. 183 Vemos entonces que para completar la definición de ―cacique‖, debemos encontrar el significado de ―señor‖ y ―vasallo‖. Covarrubias definió señor de la siguiente manera: ―SEÑOR, esta palabra nos declara la ley primera tit. 25. part. 2. diciendo Señor, es llamado propiamente aquel que ha mandamiento, e poderio sobre todos aquellos que vienen en su tierra, e a este tal deuen todos llamar señor; tambien sus naturales, como los otros que vienen a el, o a su tierra. Otro si es dicho señor todo hom[br]e, que a poderio de armar, y de criar por nobleza de su linaje, e a este tal no le deuen llamar, sino aquellos que son sus vassallos, e reciben bien fecho del. Este nombre de señor, absolutamente pertenece a solo Dios: y assi algunos Monarcas, aunque Gentiles, le renunciaron, y no le quisieron admitir por no ser suyo, como lo hizo Augusto Cesar, que por edicto publico mando que no le llamasen señor: dizo señor, quasi senior, porque a los primeros que se ha tenido siempre respeto en el mundo, ha sido a los ancianos y viejos, o presbíteros, que sinifica lo mesmo, a estos se les deue por naturaleza, y al señor temporal por dominio. SEÑORIA, es la cortesia que se dà a los señores titulados. Señorear, es sujetar. Señorio, el 701 estado del señor. Lugar de señorio, lugar de señorio particular, que no es del Rey.‖ Mientras que en el Diccionario de autoridades, ―señor‖ se definió como ―SEÑOR, RA. s. m. y f. El dueño de alguna cosa, que tiene dominio, y propiedad en ella. […] Vale tambien el que possee Estados, y Lugares con dominio, y jurisdicción entre ellos. 702 Por antonomasia se entiende de los Reyes, Príncipes, y Grandes del Reino.‖ ―SEÑORIO. s. m. Dominio, ò mando sobre algunas cosa, como propia, ò sujeta. […] Se toma tambien por el imperio, y mando, que alguno afecta, y quiere tener sobre otros, sin titulo para ello. […] Se toma asimismo por el territorio perteneciente al señor, y de que es dueño. […] Lugar de señorio. Es el que está sujeto à algun Señor particular, à distinción de 703 los Realengos.‖ Como puede observarse, hay una trasposición de la realidad ibérica del siglo XVI a la realidad de las sociedades indígenas del Nuevo Mundo, donde los caciques parecen ser sólo otros señores feudales pero indios.704 Sin embargo, la Corona española prohibió que la nobleza indígena usara el título de ―señor‖, prefiriendo la nomenclatura de origen caribeño: ―El emperador D. Carlos y la emperatriz [Isabel de Portugal] gobernadora en Valladolid á 26 de febrero de 1538. Que los indios caciques y principales no se intitulen señores. Prohibimos á los caciques que se puedan llamar ó intitular señores de los pueblos, porque asi conviene á nuestro servicio y preeminencia real. Y mandamos á los vireyes [sic], audiencias y gobernadores, que no lo consientan, ni permitan, y solamente puedan llamarse 701 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra S, P. 26-26v 702 Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. VI, 1734, P. 87. 703 Ibíd., T. VI, P. 89. 704 Bernal Díaz del Castillo relató que durante la expedición de Juan de Grijalva, parlamentaron con unos indígenas de la costa, ―entonces el capitán les dijo, con las lenguas Julianillo y Melchorejo, que veníamos de lejas tierras y éramos vasallos de un gran emperador que se dice don Carlos, el cual tiene por vasallos a muchos grandes señores y caciques, y que ellos le deben tener por señor, y que les iría muy bien en ello…‖. DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap. XI, P. 20. Cursivas nuestras. 184 caciques ó principales, y si alguno contra el tenor y forma de esta ley se lo llamare ó 705 intitulare, ejecuten en su persona las penas que les parecieren convenientes.‖ En las fuentes más tempranas hay una visión homogénea sobre las estructuras de gobierno indígenas, donde no se hace distinción entre los distintos niveles en que estaban divididas las clases dominantes. Con el tiempo los españoles lograron hacer ciertas distinciones en las diversas sociedades indígenas, aunque quedó el sesgo inherente del bagaje cultural medieval de los siglos XV y XVI. En 1553 la Corona mandó una cédula para requerir información sobre los tributos indígenas en la Nueva España: ―…también os ynformareys que tributos y quantos y que valor tenía los que davan a los otros principales sus caciques, que eran subjetos al señor universal, y que valdrían en cada un año de mas de lo que dauan a Monteçuma o al dicho señor universal… […] respondían con los tributos al señor de las tierras, o si eran la paga por razón del señorío universal o particular de los señores. […] el mismo que pagavan a Monteçuma o a otro señor universal…‖.706 Para mediados del siglo XVI, los españoles ya habían hecho la distinción entre los ―señores universales‖ como el cazonci o el huey tlatoani, y otros; en 1535 Vasco de Quiroga había escrito que se reunió en la Audiencia con ―los principales de Mechuacán y traían consigo a dos hijos pequeños del Cazonci, cacique y señor principal que era de toda aquella tierra de Mechuacán y su provincia, y casi tan grande como Mutezuma, ya defunto…‖;707 Juan de Zumárraga escribió que antes de que Nuño de Guzmán emprendiera la conquista de Jalisco, ―…vino un señor que se dice el Casulzin, el mayor despues del gran señor Motezuma, de todos los que acá se han visto y conocido, que es señor de la grand provincia de Mechuacan y el más rico de oro y plata…‖.708 Un autor anónimo dijo sobre la conquista de Jalisco que ―el Cazoncí que Nuño de Guzman dice que quemó, era tan gran señor como Motenzunba, y aun mas rico de oro y plata: tenia treinta cabeceras de tierra, que es como acá cibdades, sin sus subjetos, subjetos á él, y treinta señores dellas.‖709 El virrey Antonio de Mendoza, en su camino a la guerra del Mixtón, escribió una carta en 1541 donde mencionó que mandó realizar una ―relación‖ de Michoacán: ―La relaçion de las cosas desta tierra yo he procurado de sabello muy particularmente, é hallo diversas opiniones; porque como avia muchos señores en cada provincia, cuentan las cosas de su manera. Yo las ando recogiendo é verificando, y hecho, os lo enviaré; porque me paresçe que seria cosa muy vergonçosa que os enviasse yo relaçion y me alegásedes por auctor dello, no siendo muy verdadera. Y lo de aquí no es tan poco que no podays haçer libro dello, é no será pequeño; porque aunque Monteçuma é México es lo que entre 705 Recopilación de leyes de los reinos de las Indias. Mandadas imprimir y publicar por la magestad católica del rey don Carlos II, nuestro señor. Madrid, Boix editor, 1841, T. II, Lib. VI, Tít. 7, Ley. V, P. 251. 706 ―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 125-126. 707 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 93. 708 ―Carta á su Majestad, del electo obispo de México, D. Fr. Juan de Zumárraga. [27 de agosto de 1529]‖, en: GARCÍA ICAZBALECETA, JOAQUÍN. Don fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México. Estudio biográfico y bibliográfico. Con un apéndice de documentos inéditos ó raros. México, Antigua librería de Andrade y Morales, 1881, Apéndice, documento núm. 1, P. 16. 709 ―Primera relación anónima de la jornada que hizo Nuño de Guzmán á la Nueva Galicia‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México, Óp. Cit., T. II, 1980, P. 295. 185 nosotros ha sonado, no era menor señor el Caçonçi de Mechuacan, y otros que no 710 reconosçian al uno ni al otro.‖ En 1553, Alonso de la Veracruz mencionó que ―…conviene considerar, en primer lugar, que el derecho de estos [señores], puede entenderse de dos maneras: Del dominio que ejercía uno que era el monarca, como en la provincia Mexicana “Moctezuma” y en la Michoacana el “Caltzontzin”. O del de otros señores bajo estos, que gobernaban diversos pueblos, sujetos a un solo rey a la manera que en España están los duques, condes, marqueses y otros que tienen pueblos; los que así son señores están, sin embargo, bajo el rey que detenta la monarquía y le rinden obediencia, 711 aún contra la voluntad del conde en su condado.‖ Y fray Bernardino de Sahagún escribió para la segundad mitad del siglo XVI que los michoaques: ―A su rey todos le tenían reverencia y respeto y le obedecían en todo, conociéndole por su señor los demás señores y principales de su provincia, y dándole tributo todos los indios en 712 reconocimiento del vasallaje; y no era menor que el rey de México‖ Estos ―señores universales‖ estaban por encima de los ―señores particulares‖ que se encontraban gobernando en las unidades político-administrativas de las entidades políticas expansionistas mesoamericanas, en los señoríos tributarios a éstas entidades políticas, o en los señoríos independientes que no obedecían a los ―señores universales‖. En la RM el ―señor universal‖ correspondería así al cazonci, que también es nombrado como ―rey‖. Los ―señores‖ y ―caciques‖ parecen haber correspondido con los acháecha y los carachacapacha, aunque las diferencias no están bien delimitadas. Según Sarrelangue, en la RM: ―dicha Relación llama caciques a los antiguos reyezuelos de la tierra y a los principales chichimecas e isleños a quienes nombraron Hiquíngare, Hiripan y Tangaxoán (y, después, sus descendientes) gobernadores de los pueblos; también alude a los gobernantes de los 713 pueblos conquistados cuando refiere el origen de los caciques.‖ Mientras que de los ―señores‖ menciona: ―la palabra señor se aplica a los primitivos jefes chichimecas, al cazonci, a los señores mayores, a los señores de las cuatro fronteras y a los de Cuyuacan, Tzintzuntzan y Pátzcuaro, que eran parientes del cazonci. Así, pues, es lícito afirmar que los señores pertenecían al linaje real, razón por la cual les correspondía el gobierno de los señoríos más 710 [Carta del virrey Antonio de Mendoza al cronista Gonzalo Hernández de Oviedo. 6 de octubre de 1541], FERNANDEZ DE OVIEDO Y VALDÉS, GONZALO. Historia general y natural de las Indias, islas y Tierra-Firme del mar Océano. Cotejada con el códice original, enriquecida con las enmiendas y adiciones del autor, e ilustrada con la vida y el juicio de las obras del mismo, por José Amador de los Ríos. Madrid, Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1853, T. 2° de la 2ª parte, T. III, Lib. XXXII, Cap. LII., P. 539. 711 VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas. Traducción de Rubén Azuela; prólogo de Prometeo Cerezo de Diego, introducción y edición de Roberto Jaramillo Escutia. México, Organización de Agustinos de Latinoamérica, (Colección ―Cronistas y escritores agustinos de América Latina‖, núm. 1), 1994, P. 71. Cursivas y comillas originales. El título original de esta obra es De iure infidelium et iusto bello, su traducción al español sería Sobre los derechos de los infieles y la licitud de la guerra. 712 SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España. Edición de Ángel María Garibay K. 6ª edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, Lib. X, Cap. XXIX, 11, P. 610. 713 LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 37. 186 poderosos y se les confiaban los puestos clavas para la seguridad del reino; y que los 714 caciques eran nobles de estirpe menos ilustre que regían a los pueblos conquistados.‖ Sin embargo en la RM se intercalan continuamente las voces ―señor‖ y ―cacique‖, y el término ―señor‖ se usa como adjetivo para referirse a la gente ―noble‖.715 Un rango inferior de la nobleza parecen haber sido los nombrados como los ―principales‖. En el diccionario de Covarrubias, la voz se definía como ―PRINCIPAL, lo que es de estima, y se antepone a lo demas‖,716 mientras que en el Diccionario de autoridades definió ―PRINCIPAL. Significa tambien ilustre y esclarecido en la nobleza. […] Se dice asimismo del que es el primero en algun negocio, ò en cuya cabeza esta. […] Se llama lo que dice respecto à su accessório, y tiene el primer lugár.‖717 Sarrelangue mencionó que ―con este nombre se designa a los nobles en general, o bien a los nobles de menor categoría que desempeñaban algunos oficios palaciegos o auxiliaban a los caciques en el gobierno de los barrios‖.718 Como puede observarse, dentro de la clase dominante tarasca había distintos rangos, pero ésta ejercía su dominio sobre la clase dominada. La clase dominada tarasca también fue identificada en las fuentes coloniales de acuerdo al bagaje cultural europeo de los siglos XV y XVI, se le identifico con varias denominaciones: Una de ellas es que eran sujetos o súbditos del cazonci; Covarrubias definió ―SVBDITO […] el que tiene alguna sugecion a otro.‖719 Otra denominación que recibio la clase dominada fue la de ―vasallos‖, que tenían una relación de ―vasallaje‖ con el cazonci y los señores;720 el ―vasallo‖ según Covarrubias eran: ―VASSALLO, es el que viue en tierra de algun señor, al qual reconoce, y respeta, como a tal: y assi se dixo de vas. dis. En quanto promete ser fiel. Estos dos nombres, señor, y vasallo, son correlatiuos: porque ni aura [habrá] señor sin vassallos, ni vassallos sin señor en este sentido, y assi parece dezirlo la ley primera tit. 24. par. 4. Algunos quieren se aya dicho quasi vassus, por la inferioridad que tiene a su superior. Otros piensan ser nombre metaphorico, a vasse, por el vaso, tomada la comparacion de los olleros porque assi como el Alfahacero puede hazer y deshacer el varro que tiene entre las manos a su voluntad: assi el Rey sobre la rueda de la fortuna, y su Imperio; puede hazer y deshacer al subdito, honrando y acrecentando al que fuere virtuoso, y castigando y apocando al que fuere 721 ruyn…‖. 714 Ibíd., P. 38. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, Pp. 228-230. 716 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra P, P. 596. 717 Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. V, 1737, Pp. 380-381. 718 LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 38. 719 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra S, P. 34. 720 En la oración que hacían para conquistar a los pueblos, nombraban a los señores enemigos: ―…tú, señor, que tienes la gente de tal pueblo en cargo, rescibe estos olores y deja algunos de tus vasallos para que tomemos en las guerras‖; Y una de las obligaciones de los señores o caciques de los pueblos, era evitar que la gente se huyera: ―entra en las casas de los papas a tu oración y retén los vasallos de nuestro dios Curícaveri, que no se vayan a otra parte, y no comas tú solo tus comidas…‖. RM, Tercera Parte, Caps., ff. 14 y 22, Pp. 189 y 205. Cursivas nuestras. 721 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra V, Pp. 65-65v 715 187 Se entiende que la clase dominada servía a la clase dominante y al cazonci;722 analizando el significado de la palabra ―servir‖, se puede observar que existían diferencias también dentro de la primera, y que no era homogénea: ―SERVIR, Lat. seruire vale obedecer a otro, y hazer su voluntad, y vnos siruen libremente dando gusto a otros, y estos siruen con su voluntad; otros siruen forçados como los esclauos, y otros en vna medianía, alquilándose, o haziendo concierto con la persona a quien siruen, como son los cristianos a los señores.‖723 Vemos que aquí se desprenden por lo menos 3 formas distintas de relaciones sociales de producción: los que servían libremente de voluntad, los forzados como los esclavos, y los que alquilaban su fuerza de trabajo a los señores. En el diccionario de Covarrubias se entiende que ―LIBRE, tiene por opuesto sieruo. Y dizese liber, qualquiera que es sui iuris […] LIBERTAD, oponse a la seruidumbre o cautiuidad…‖,724 sin embargo en las fuentes documentales que hablan del Michoacán prehispánico son pocas las referencias a que existieran personas o grupos de personas libres de cualquier tipo de relación de sujeción, salvo los ―señores universales‖, así como los ―señores particulares‖ independientes. Un vocablo usado y que probablemente hacía referencia a ―gente libre‖ y sólo súbdita del cazonci y no atada directamente a señores nobles hayan sido los ―plebeyos‖: ―PLEBEYO, el hombre baxo en la republica, que ni es cauallero, ni hidalge, ni ciudadano…‖. 725 En las fuentes escritas sobre Mesoamérica, las personas que eran vasallos de los señores fueron registradas con la nomenclatura de ―plebeyos‖ o ―gente común‖, o por el vocablo náhuatl macehualli en singular, o macehualtin en plural, muy generalizado y usado ampliamente en la Nueva España, y registrado en la RAE como macegual. 726 En los diccionarios de lengua tarasca, ésta clase social es referida como ―Purepecha. maceguales la gente comun‖, mientras que en la parte castellano-tarasco se registraron las entradas ―Vassallo. purepecha vrengaringati‖, ―Vassallaje. purepechaequa‖, ―Vassallos o gente plebeya. amiriras purepecha‖.727 Otros dos vocablos con los que se hace referencia al grueso de la clase dominada son ―siervo‖ y ―esclavo‖, aunque también son usados como adjetivos para referirse a parte de la nobleza sujeta, por ejemplo, al cazonci.728 De las definiciones de estos 722 La RM menciona por ejemplo: ―…y a otros esclavos desobedientes que no querían servir a sus amos‖ y ―ya os he oído, plega a los dioses que le podamos servir al rey, siendo los que debemos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14; Tercera Parte, Cap. X, f. 25, P. 211. Cursivas nuestras. 723 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra S, P. 27. 724 Ibíd., Letra L, P. 253v. 725 Ibíd., Letra P, P. 590v. 726 ―macegual, Tb. macehual en Hond. y Méx. Del náhuatl macehualli 'vasallo'. 1. m. El Salv., Hond., Méx. y Nic. peón (jornalero).‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. 727 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 137 y 616. 728 En el sermón que daba el petámuti al final de la fiesta de Equata cónsquaro, les decía a los señores y caciques que cumplieran con sus obligaciones, pues ―para esto érades tíos; que es, para esto érades siervos y esclavos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158. En el capítulo que relata la boda de don Pedro Cuiniarángari, se menciona que parte del discurso que dio fue: ―Ya os he oído, plega a los dioses que le podamos servir al rey, siendo los que debemos. Quizá no seremos los que habemos de ser y lo que ha hecho agora el rey, no lo dice, sino por la confianza que tiene en nosotros, aquí está mi hermano mayor y yo, ¿cómo nos habemos de apartar dél?; de nosotros es el vasallaje y echaremos las espumas por las bocas para entender en lo que los españoles mandaren, como sus siervos. ¿Cómo habemos de ser sus hermanos? Que nosotros en el principio fuímos conquistados de sus antepasados y sus esclavos somos, los isleños. Y llevábamos sus comidas a los rey[e]s, a cuestas, y hachas para ir al monte por leña y les llevábamos los jarros con que bebían y por esto nos empezaron a decir hermanos, por ser sus gobernadores, y entendíamos en lo que los rey[e]s nos mandaban.‖ RM, Tercera Parte, Cap. X, f. 25, P. 221. Cursivas nuestras. 188 vocablos, podría entenderse que son sinónimos, pero al parecer una diferencia importante es que los ―siervos‖ tenían ciertos derechos, mientras los ―esclavos‖ no y que estos eran sujetos a compra-venta: ―SIERVO, en rigor vale el esclauo […] Dixose sieruo â seruando, porque los enemigos vencidos en la guerra pueden ser muertos del vencedor, y el que se abstiene desto, y les concede la vida, los guarda y reserua de la muerte, aunque pierden libertad. En sinificacion mas amplia puede sinificar el criado en respeto del señor san Gregorio Papa fue el primer Pontifice que introduxo intitularse, el sieruo de los sieruos del Señor, dando a entender el 729 cuydado y solicitud que el Pontifice ha de tener de su Iglesia.‖ ―ESCLAVO, el sieruo, el cautiuo. Algunos quieren se aya dicho del hierro que les ponen a los fugitivos y díscolos en ambos carrilos de la S. y del clauo; pero yo entiendo ser dos letras S. y I. que parece clauo, y cada vna es iniciatiua de diccion; y valen tanto, como, Sine Iure; porque el esclauo no es suyo, sino de su señor, y assi le es prohibido qualquier acto libre: y de aqui resultò el nombre de esclauo […] Algunos quieren se ayan dicho esclauos aquellos que los Esclauones vendían a los comarcanos por el derecho antiguo que tenían los padres de vender los hijos, y algunas naciones lo han hecho: y oy dizé, que en 730 tierra de Guinea se vsa.‖ Con todo este bagaje teórico, podemos identificar entonces a las dos grandes clases que conformaban la sociedad tarasca prehispánica, por un lado, la clase dominante que en la documentación aparece referida y conformada por el cazonci, los acháecha, señores, principales, caciques, sacerdotes, es decir los angámencha,731 y una serie de funcionarios administrativos que cumplían funciones burocráticas, que controlaban los medios de producción, aplicaban las directrices de la economía política e imponían normas ideológicas; y por otro lado la clase dominada, que aparece referida como los purépecha, gente común, gente baja, plebeyos, siervos, esclavos, vasallos, villanos u hombres trabajadores, cuya caracterización lamentablemente no es tan profunda en las fuentes como sí lo es la clase dominante, pero sí se puede asegurar que la reproducción de la vida material de la sociedad tarasca recaía en los hombres y mujeres de esta clase, donde existieron determinadas formas de explotación y producción, y su vida siguió la normatividad impuesta por la clase dominante.732 729 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra S, P. 28v. 730 Ibíd., Letra E, P. 364v. 731 ―Angamencha, los que tenian beçotes entre la barba y el labio. Angameni, estar de pies en el agua, o poner los tales beçotes, que el Rey ponia a los señores y valientes en la guerra, señalando los con esta hydalguia, quasi por sustento, pilar, fauor y amparo de la otra gente plebeya. Y assi los tales podian tambien interceder, induzir, importunar y boluer por ellos…‖. BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana. [Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. I), 1983, Pp. 221-222 [18-19 en la paginación original]. 732 Para una síntesis de las fuentes que registran las distintas nomenclaturas, véase AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Pp. 171-182. 189 14. EL ESTADO TARASCO Y LA CLASE DOMINANTE ―Dichoso aquél que ha de ser rey. O éste que lo ha de ser. Quizá no es señor mas de baja suerte y uno del pueblo, por la mucha leña que habrá traído a los cúes de Curícaueri, ¿y será algún pobre o algún miserable el que ha de ser rey?. Y tu cabeza estará entonces alzada sobre algún varal donde te mataren si no eres el que debes. Trae leña para quemar en los cúes, para dar de comer a los dioses celestes y a los dioses de las cuatro partes y al dios del infierno. Harta de leña a todos cuantos dioses son. Mira que es muy liberal Curícaueri, que hace las casas a los suyos, y hace tener familia y mujeres en las casas, y viejos que hacen fuego y hace tener alhajas y esclavos y esclavas, y hacer poner en las orejas orejeras de oro, y en los brazos brazaletes de oro, y a la garganta collares de turquesas y plumajes verdes en la cabeza. Trai leña para los cúes y sacrefícate las orejas. Dichoso el que ha de ser rey‖ Sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco amonestando y avisando al joven Taríacuri. 733 Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540 En el primer capítulo de esta investigación referimos someramente la definición clásica del Estado según lo propone el materialismo histórico.734 A lo largo de las páginas siguientes, vamos a referirnos a los diversos aspectos que integraban la entidad política conocida por la historiografía como Tzintzuntzan Irechequa, que gracias a las fuentes podemos identificar como una sociedad estatal, cuya caracterización en su unicidad, temporal y cultural, son haber dominado un territorio de más de 75000 km2; su legitimidad divina fue reconocida tanto interiormente por la población tarasca y otras etnias, así como su poderío exteriormente por otras entidades políticas vecinas hostiles; reguló la producción, distribución y circulación de bienes a través de una economía política; retuvo el monopolio sobre la violencia al interior a través del aparato represivo del Estado (gobierno, justicia, burocracia), y al exterior por medio del ejército; por la implantación de los aparatos ideológicos del Estado,735 sobre una enorme población heterogénea cultural y étnicamente que oscilaba, según las diferentes formas de calcular las fuentes, entre 700,000 y 1,300,000 habitantes.736 ―El Estado tarasco como un conjunto históricamente definido fue, para finales del siglo XV y comienzos del XVI una hierocracia, incorporativa [-para nosotros fue corporativa, RCM-], territorial, con una clase política autorregulada y con un sistema de gobierno permisivo de la reproducción de la sociedad siempre y cuando cumpliera con mandados precisos, como pagar tributos, sembrar las taretas asignadas, no cambiar de residencia y cumplir con el código de conducta impuesto por el gobierno central.‖737 Todo este aparato estatal era conformado por la clase dominante tarasca, que es la mejor definida en las fuentes. En la tercera parte de RM, los primeros tres capítulos hablan sobre la gobernación que tenían los tarascos antes de la conquista, de los 733 RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 77v, P. 46. Lenin mencionó que ―según Marx, el Estado es un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una clase por otra, es la creación del ―orden‖ que legaliza y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases.‖ LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la revolución. Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1975, P. 8. Cursivas originales 735 Sobre los aparatos ideológicos del Estado, dedicamos un apartado más adelante en este capítulo. 736 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Pp. 260-289. 737 Ibíd., P. 289. 734 190 diferentes sacerdotes que había, y de los oficios de la casa del cazonci, aunque a lo largo del texto hay también información así como en sus láminas, y en otras fuentes coloniales, como las Relaciones Geográficas y algunos documentos de origen indígena, donde se ha podido identificar la nobleza gobernante, la corte y el palacio, la autoridad local de los pueblos, los sacerdotes, la burocracia, los funcionarios especializados y los diferentes linajes a los que pertenecían.738 Cazonci o Irecha El gobernante supremo del Tzintzuntzan Irechequa era el cazonci o irecha,739 miembro del linaje noble de los uacúsecha. El cazonci era el representante de los dioses, estaba en lugar de Curícaueri, y como este dios era el dueño de toda la tierra, el cazonci tenía autoridad para repartirla para su cultivo y usufructo. El cargo tenía una fuerte investidura guerrera y militar, pues era el comandante de los ejércitos de Curícaueri y juez supremo impartidor de justicia.740 La RM menciona que ―todo su ejercicio era entender en las fiestas de los dioses y de mandar traer leña para los qúes y de inviar a las guerras‖,741 por lo que tenía el control del calendario ritual, con lo que se regulaban y fijaban las fechas de las fiestas, ceremonias y ritos. ―En torno a la figura del cazonci se 738 Estos estratos de la clase dominante del Estado tarasco han sido identificados y caracterizados por Ulises Beltrán y Carlos Paredes Martínez. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., Pp. 91-107; PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖, Óp. Cit. Cabe mencionar que Ulises Beltrán sólo caracterizo el estrato dominante conformado por la nobleza, la autoridad local de los pueblos, la burocracia y los linajes nobles. 739 No hay una etimología clara de la palabra cazonci, ni se sabe si es una palabra tarasca o náhuatl. La mención más antigua está en la tercera Carta de relación de Hernán Cortés. A lo largo de los siglos, se le han dado varios significados, como ―alpargate viejo‖, ―el calzado con cactle‖, ―el que siempre está calzado con cactli‖, ―El que está en la cumbre de la casa‖ o ―Aquel en la cumbre de la casa‖, ―Señor de las cuatrocientas casas, de las innumerables casas‖, ―El jefe de la casa‖, ―Señor de casa‖, ―el rapado‖. Por otro lado, irecha, es la palabra que aparece en los diccionarios y otros documentos para referirse al gobernante supremo tarasco, y fue traducido como ―rey, emperador‖, y una etimología podría ser ―señor del pueblo‖, una contracción de ire ―tener asiento o morar‖, y acha, ―señor‖, ―Señor del asiento o morada‖. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, Óp. Cit., Pp. 73-79. Ricardo Aguilar Gonzáles propuso que una posible etimología de irecha sería ―Habitar la garganta‖, de yre ―morar‖, y de una indicación de Basalenque, que –cha funciona como partícula interpuesta de las partes del cuerpo del hombre, que denota ―para la garganta‖. AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Cap. 2, nota a pie núm. 22, P. 177. Sin embargo, consideramos que el vocablo irecha hace referencia a un ―gobernante‖, ya haya sido al gobernante supremo del Estado tarasco, de un pueblo o una casa u autoridad, de ahí que en los documentos indígenas coloniales, a las autoridades de los pueblos se les llame ―reyes‖, de hecho, en el DGLM traduce ―Yrecha. Rey, emperador, príncipe comissario provincial, y persona que es cabeça de otros‖. DGLM, T.II, P. 293; por lo que preferimos usar la palabra cazonci para referirnos al gobernante supremo tarasco; además, Claudia Espejel apunta que ―aunque el término cazonci se ha interpretado de muy diversas formas porque su etimología no es clara, lo cierto es que en la Relación sólo se utiliza para referirse a Zinzicha y a su padre Zuangua, los dos últimos gobernantes previos a la conquista; o bien de manera abstracta, como un cargo, y rutinariamente se intercambia por el término castellano ―rey‖.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 45. Quizás valga la pena mencionar que en la relación de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari, una de las preguntas que pedía contestarse, reivindicaba a los tres últimos gobernantes tarascos más poderosos y que pudieron haber tenido el título de cazonci: ―…si conocen al dicho don Antonio Huitziméngari e si conocieron al Cazonci su padre [Tzintzincha Tangáxoan], he a su abuelo [Zuangua] he bisabuelo [Tzitzíspandácuare] padre he abuelo que fueron del dicho Cazonci, he si tienen noticia de la dicha provincia de Michoacán y tierras y gente de ella, de que todo era señor el dicho Cazonci he lo fueron sus pasados.‖ ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 2v. 740 PAREDES MÁRTINEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖, Óp. Cit., P. 35. 741 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. 191 agrupaba la familia real y, emparentada con ella mediante alianzas matrimoniales de distintos grados, una nobleza cada vez más numerosa, con funciones administrativas, religiosas, de servicios e incluso de esparcimiento y de ―compañía‖ al cazonci; este grupo constituía una verdadera corte de palacio, y estaba presente en los actos públicos y en las ceremonias religiosas, funerarias y de ungimiento de autoridades locales y regionales.‖742 La nobleza se dividía en ocupar dos niveles diferentes, la corte del cazonci y los administradores del sistema tributario, según Ulises Beltrán había cinco cargos muy importantes desempeñados por al menos 8 personas, entre los que se encontraba el angátecuri o gobernador, el capitán general de las guerras, el petámuti, ―administrador de tributos‖, y los cuatro señores de las fronteras.743 La hegemonía y control sobre los distintos niveles de la sociedad, que estipulaban el uso del tiempo de los pobladores, su movilidad, su vida cotidiana y ocio, las ceremonias y ritos, la producción y recolección del tributo, por parte del cazonci y la clase dominante tarasca, los convirtieron en los reguladores supremos del irechequa. La nobleza y la corte del cazonci Para 1553, fray Alonso de la Veracruz, al hablar de la forma en que se nombraban caciques por los pueblos en el Michoacán prehispánico, mencionó que en la corte del cazonci, había nobles principales y que ―cuatro eran los más importantes y que usaban la máxima prudencia.‖744 Estos cuatro pudieron haber sido los funcionarios que menciona la RM que estaban por debajo del cazonci: se menciona que el cazonci tenía un gobernador o angátacuri, aunque el cargo no es explicado ni se mencionan sus obligaciones, la RM menciona que el angátacuri estaba presente en las ocasiones importantes.745 Revisando el significado de gobernar en Covarrubias, quizás tengamos una idea de cuáles eran las funciones que le pudo haber atribuido Jerónimo de Alcalá para haber designado al amgátacuri como ―gobernador‖, entre las que se encuentran regir, encaminar, administrar, y lugar de preeminencia de administrar justicia.746 742 PAREDES MÁRTINEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖, Óp. Cit., P. 35. RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175; BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 94. 744 VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77. 745 Ricardo Aguilar González señala, basándose en Gilberti, quien mencionó que ―Anga. Esta rayz sin h. significa estar enhiseto o poner enhyesto cosa larga; assi como Angaçuscani, poner enhyesto algun palo o otra cosa larga…‖; y en Basalenque, quien mencionó que anga es una preposición verbal que da una distinta significación a las palabras: ―Angà, poner levantado. / Angâxurini, ponerse de pie. /Angâtsitâni candela, poner encima la candela‖, que ―así, la raíz podría estar en lugar de lo enhiesto en forma de designar, eso sí, poner levantado. Así, la raíz podría en lugar de lo enhiesto en forma de adjetivo, o poner levantado en forma verbal, en dos sentidos distintos. En primer lugar, podría tratarse de su posición de mando al dar los discursos en ocasión de las batallas, mientras por otro, podría también significar el bastón de mando, coronado con una obsidiana negra, de la misma forma que aparece el Petámuti en las láminas de la Relación de Michoacán.‖ AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Cap. 2, nota a pie núm. 147, P. 209. Las fuentes de Ricardo Aguilar se encuentran en: GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 212; BASALENQUE, DIEGO. Arte de la lengua tarasca. Seguido de la toponimia tarasco-hispano-nahoa por Cecilio A. Robelo. Morelia, Editorial Erandi del Gobierno de Michoacán, 1962, P. 147; BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., Pp. 221-222 [1819 en la paginación original]. En la explicación de Baptista de Lagunas de la raíz anga, se entiende que los que portaban bezotes estaban para ―sustento, pilar, fauor y amparo de la otra gente plebeya‖, se puede entender quizás que el angátacuri estaba para sustento, pilar y favor del cazonci. 746 GOVERNAR, del verbo Latino guberno. as. propriê nauem rego, por translacion se dize gouernar, por regir, encaminar, y administrar, o la republica, o personas y negocios particulares, su casa y su persona, en esta mesma significacion se toma Gouernador, verdad es que de ordinario significa el que tiene en vn lugar la preeminencia de administrar justicia, que en vnas partes se llama Corregidor, y en otras 743 192 También estaba el capitán general de las guerras, quien ―componíase [se vestía] como el mismo caçonçi‖,747 e incluso, a veces el cargo de angátecuri y capitán general eran ocupados por la misma persona. La principal tarea del capitán general era la de organizar los ejércitos del cazonci en las guerras.748 Otros cargos eran ocupados por cuatro funcionarios muy importantes, ya que ―tenía puestos [el cazonci] cuatro señores muy principales en cuatro fronteras de la Provincia y estaba dividido su reino en cuatro partes.‖749 Otro cargo que debió haber tenido una gran importancia jerárquica en la corte fue la del sacerdote mayor o petámuti al cual le tenían mucha reverencia, más adelante abordaremos a la casta sacerdotal con más detalle. Un último cargo muy importante era el diputado sobre los ocanbecha,750 pues ―era después del cazonçi‖, y se encargaba de dirigir a los funcionarios ocanbecha, que detallaremos líneas más abajo. Vemos pues, como esta burocracia se ocupaba de las distintas ramas que necesitaba el Estado tarasco para su funcionamiento: el gobierno, la milicia, la religión, recaudación de tributos y la defensa del territorio, ―lo cual supone evidentemente cargos subordinados y de alcances regionales múltiples.‖751 La alta burocracia Otros cargos que son mencionados en la RM y que también formaban parte de la corte del cazonci eran los ―llamados acháecha,752 que eran principales que de contino acompañaban al caçonçi y le tenían palacio. Asimismo, lo más del tiempo, estaban los caciques de la Provincia con el caçonçi, a estos caciques llaman ellos caráchacapacha‖753, que el cazonci los ―tenía puestos por todos los pueblos caciques que ponía él de su mano y entendían en hacer traer leña para los qúes, con la gente que tenía cada uno en su pueblo, y de ir con su gente de guerra a las conquistas.‖754 Es probable Gouernador, y su oficio se llama Gouernacion, y Gouierno. Gouernalle, desde vocablo vsamos en su propia sinificacion. Latinê dicitur clauus nauis. En Castellano se llama timon, del Italiano que se llama Temone. GOVERNAR, muchas vezes vale mantener y sustentar, y es termino de caçadores de altaneria decir si estâ el Halcon bien gouernado, quando està bien mantenido. Gouernarse vno bien, es viuir concertada y cuerdamente, lo que muchas vezes falta en los que gouiernan a otros, por nuestros pecados. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra G, P. 445. 747 RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62, P. 15 y Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. 748 RM, Tercera Parte, Caps., IV-VI. 749 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. Sobre estos señores muy principales dedicamos un apartado en el capítulo tercero de esta investigación. 750 En la RM no se menciona explícitamente el nombre del cargo ―diputado sobre los ocambecha‖, sino que se infiere, ya que líneas arriba se menciona a los ocanbecha, e inmediatamente después se menciona que ―había otro diputado sobre todos éstos…‖. RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. Ulises Beltrán nombra a este cargo ―administrador general de los tributos‖, pero en la nomenclatura de este cargo seguimos a Delfina Sarrelangue y a Claudia Espejel, que se conjetura de la misma RM. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 94; LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 39; ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 97. 751 PAREDES MÁRTINEZ, CARLOS. ―La estratificación social de los tarascos‖, Óp. Cit., P. 37. 752 De ―Acha. Señor‖, DGLM, T. II, P. 6; más la partícula echa que sirve para pluralizar las palabras, ―señores‖. Idéntica traducción proporcionada por MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 701. 753 ―Caráchacapacha. Los que cargan con el registro, es decir, Administradores. Caracha (escribanos) pacha (cargadores). Carachacapati ―gobernadores de provincia‖. Ibíd., P. 704. Cabe mencionar que el nombre carachaca pati fue mencionado por Alonso de la Veracruz. VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77; y Gilberti registró la entrada ―Principe o principal. caracha capati‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 549. 754 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. La RM no es muy clara cuando se usan las palabras ―señores‖, ―caciques‖, ―principales‖, ―carachacapacha‖, ―achaecha‖, ya que se usan para nombrar diferentes rangos 193 que casi todos estos nobles tuvieran el rango de quangáriecha, ―valientes hombres‖, que eran los ―caballeros‖ del cazonci, y cuando éste era herido en combate, ellos lo traían a cuestas, además capitaneaban a los escuadrones en la guerra.755 Todos los miembros de estos cargos constituían un concejo, que se reunía para ocasiones importantes como las fiestas o para parlamentar. En la fiesta de Equata cónscuaro se reunían para que el cazonci hiciera justicia y el petámuti los sermoneara; cuando un cazonci se encontraba agonizante, iban a visitarlo, y cuando fallecía, parlamentaban sobre quién iba a tomar el cargo; cuando el cazonci los convocaba para la guerra, iban a la cuenca de Pátzcuaro con su gente de guerra y sus dioses; y antes de la llegada de los españoles, se reunieron para echar juicios de quien era la gente que venía.756 La burocracia intermedia y los funcionarios especializados Por debajo de la alta burocracia noble, se encontraba la burocracia intermedia y los funcionarios especializados con diversas tareas, mencionados como ―diputados‖ o ―mayordomos mayores‖. Entre los más importantes se encontraban los ocánbecha, que tenían la función de contar a la gente, de organizarlos para las obras públicas y recoger los tributos; el tareta vaxátati,757 diputado sobre todos los que estaban a cargo de las sementeras del cazonci; otro mayordomo (la RM no da su nombre en tarasco) sobre las sementeras de los pueblos para las guerras y ofrendas de los dioses; un tesorero mayor con diputados principales para guardar las joyas de oro y plata; ―había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los oficiales de hacer casas, que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los qúes, que hacían muchas veces. No entendían en otra cosa más de hacer las casas e qúes, que mandaba el cazonçi…‖; ―Había otro diputado sobre todos sus mercaderes [del cazonci] que le buscaban oro y plumajes y piedras, con rescate‖; ―había otro sobre todas las espías de la guerra. Había otro llamado vaxánoti,758 deputado sobre todos los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del caçonçi para cuando se ofrecía de inviar [a] alguna parte […] Tenían su alférez mayor para la guerra, con otros que llevaban las banderas, que eran de plumas de aves puestas en unas cañas largas.‖ Varios de estos funcionarios se encargaban de recolectar los excedentes de los especialistas, por ejemplo, en la producción de bienes como maíz, chiles, frijoles, miel, vino de maguey, mantas, pescadería y caza, y oficios como carpinteros, pintores, curtidores, escultores, artesanos, ceramistas, plumajeros, canteros, zapateros, plateros, navajeros; armeros que hacían arcos, flechas, jubones, rodelas y banderas; barqueros y otros que hacían guirnaldas, guardamontes, etcétera. Incluso había encargados que mantenían en cautiverio águilas, pájaros, leones, adives, tigres y lobos. La RM menciona que ―todos estos oficios tenían por subcesión y herencia los que dentro de la clase dominante tarasca. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, Pp. 14, 29-34, 207-208, 227-230. 755 Para más información véase CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes militares, guerra y religión entre los antiguos tarascos‖, en: Callicanto. Estudios históricos y patrimonio cultural. Guadalajara, Jalisco, editada por Xalixco. Estudios históricos y Patrimonio Cultural, edición especial núm. I, [El antiguo Occidente mexicano. Investigaciones recientes sobre arqueología y etnohistoria de Jalisco y Michoacán], año 3, vol. III, Octubre 2017-Febrero 2018, Pp. 78-92. Sobre este rango dedicamos un apartado en el capítulo III. 756 RM, Segunda Parte, Caps. I, XXXII; Tercera Parte, Caps. IV-VI, VIII, XVI-XXI. 757 ―Tareta vaxátati. Tenía cargo de las sementeras del cazonci Terata (milpa) uaxátati (el que lo asienta). ―El que fija el campo‖ [Eduard Seler]‖. MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 718. 758 ―Vaxánoti. Mensajeros y correos, Vaxánotiecha ―Los que están sentados en la corte‖ E. Seler.‖ MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 721. 194 los tenían, que muerto uno quedaba en su lugar algún hijo suyo o hermano puestos por mano del caçonçi.‖759 La casa del cazonci En la vida cotidiana del cazonci había todo un séquito a su servicio personal. La RM menciona que este séquito estaba conformado de mujeres hijas de señores principales, que estaban enclaustradas y sólo salían a bailar en las fiestas con el cazonci.760 La diputada sobre todas era una llamada ―yreri, y aquélla era más familiar a él que las otras y era como señora de las otras y como su mujer natural.‖761 ―Estas hacían las ofrendas de mantas y pan para su dios Curícaberi. Decían que eran aquellas mujeres de Curícaveri. En éstas tenía muchos hijos el caçonçi y eran parientas suyas muchas dellas y después casaba algunas destas señoras con algunos principales. Todas éstas tenían repartidos los oficios de su casa entre sí.‖762 Había mujeres que se encargaban de guardar las joyas del cazonci, como bezotes, orejeras y brazaletes; otra se encargaba de guardar los jubones de guerra y los jubones adornados de plumas, así como otras mujeres de pajes le ayudaban a vestirse; había mujeres encargadas guardar las semillas, calzado, pescado y sal; había cocineras, maestresalas, y encargadas de servir el vino de maguey; otras mujeres se encargaban de las mantas delgadas y mantas para los dioses; ―había otra mujer diputada sobre todas las esclavas que tenía en su casa, llamada paçápeme‖, y dice la RM que ―había un viejo para guarda de todas [las mujeres].‖763 La RM menciona otros encargados de cumplir tareas para el cazonci y la familia real; había por ejemplo un diputado sobre todos los médicos y otro sobre los barrenderos de la casa del cazonci;764 también ―tenía otros diputados para sus pasatiempos que le decían novelas llamados vandónziquarecha, y muchos truhanes que le decían guerras y cosas de pasatiempo‖,765 así como intérpretes de varios idiomas. También se menciona a la familia real, ―sus hijos tenían sus casas, cada uno por sí, desde que los daba a criar. Y llegábanse los parientes de aquella mujer, cuyo era el hijo, y hacíanle sementeras y mantas; y él les daba de sus esclavas y esclavos que dejaban de sacrificar de las guerras, llamados terúparaquaebaecha.‖766 La manutención de la familia corría a cargo de los productos de las tierras del cazonci, que ―tenía mucha gente con sus principales, que le hacían sementeras de ají e frísoles e maíz de regadío y maíz temprano y que le traían fructas, llamados açípecha. También tenían desta gente [açípecha] por los pueblos, los señores y señoras, y hoy en día se los tienen dellos. Son sus parientes dellos, esclavos de las guerras que tomaron sus antepasados o que ellos rescataban por hambre, que les dieron algún maíz prestado, o los tomaban con algunos 759 La información citada en este párrafo se encuentra en RM, Tercera Parte, Cap. I. La RM menciona algunas prácticas culturales referentes a las mujeres de la casa del cazonci, menciona que las que servían la comida llevaban los pechos descubiertos, y que el cazonci ―tenía sus baños callentes donde se bañaba con sus mujeres, todos juntos.‖ RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12, 13, Pp. 185, 187. 761 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 11v, P. 184. Gilberti registró la palabra ―Yreri. dueña de casa‖, y ―Dueño de casa. yreri.‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 103 y 381. La entrada para reina que proporciona el mismi diccionario es ―Reyna. cucha. vari‖. Ibíd., P. 567. 762 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 11v-12, P. 184-185. 763 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12-12v, P. 184-185. 764 Estos diputados son mencionados en el capítulo sobre la gobernación que tenían los tarascos antes de la conquista, pero claramente aluden a encargados dentro de la casa del cazonci. RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8v, P. 180. 765 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. 766 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12v, P. 186. 760 195 hurtos en sus sementeras, o esclavos que compraron de los mercaderes. De los cuales agora 767 se sirven en sus sementeras y servicio de sus casas.‖ La jerarquía religiosa Otro grupo social muy importante de la sociedad tarasca, encargada de mantener y reproducir la ideología estatal, fue el de la casta sacerdotal. La RM no deja claro cuáles son las categorías de los sacerdotes, pero se puede inferir que estaban jerarquizados en diferentes rangos y que tenían un gran peso político. Ya mencionamos como la forma de gobierno del Estado tarasco se ha caracterizado como una hierocracia,768 aunque Wittfogel caracterizó a los Estados mesoamericanos como cuasi hierocráticos;769 independientemente sobre este punto, Wittfogel recalcó el peso de los sacerdotes en estas sociedades: ―En algunas regiones del Méjico prehispánico el gobernante político era también originariamente el sumo sacerdote, y en Michoacán este persistió hasta la llegada de los españoles. En los estados territoriales del lago de Méjico las dos funciones estaban claramente separadas mucho antes de la conquista, pero el rey continuaba desempeñando algunas tareas religiosas, y los templos y su personal estuvieron bajo su autoridad. En ocasiones, el soberano, sólo o con sus ayudantes de rango superior, podían usar atuendos sacerdotales, y él personalmente realizaba ciertos sacrificios. Además, y quizá esto es más importante, el rey y sus ayudantes de alto rango nombraban los grandes sacerdotes; y la tierra del templo era administrada conjuntamente con la tierra del gobierno‖ ¿Por esta razón debemos llamar cuasi teocrático al Méjico prehispánico? Quizá. La constelación mejicana se escapa a una simple clasificación, pero esto es cierto: los sacerdotes de los distintos templos que se reunían para fines litúrgicos no tenían ninguna organización independiente de tipo nacional. Cooperando estrechamente con los caudillos seculares, a cuyos hijos educaban y en cuyos ejércitos servían no eran un contrapeso, sino 770 una parte integral del régimen despótico.‖ Ricardo Aguilar divide a la casta sacerdotal en dos grupos de acuerdo a las acciones religiosas que realizaban.771 Un primer grupo pudo haber estado conformado por un alto clero profesional al servicio del Estado, conformado por el petámuti y los cúritiecha; y un clero bajo, elegido de entre la nobleza para las distintas acciones litúrgicas realizadas en los templos y en las fiestas. Entre las principales funciones del alto clero fue la de dar legitimación al gobierno estatal, pues sus prácticas fueron de gran importancia para dar cohesión ideológica a la clase dominante, al ser depositarios 767 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12v-13, Pp. 186-187. Warren mencionó que ―la jerarquía sacerdotal era independiente de la del gobierno civil, aunque estrechamente ligada a ella.‖ WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 18. Esta interpretación es insostenible de acuerdo a las nuevas lecturas de los documentos. 769 ―Sin duda, el sacerdote debe estar preparado para el cumplimiento de sus funciones religiosas, que generalmente incluyen el ofrecimiento de sacrificios así como los rezos. Un sacerdote cualificado puede dedicar sólo una parte de su tiempo a sus deberes religiosos, gastando la mayor parte de él en asegurarse la subsistencia, o puede servir de una manera profesional, esto es a pleno empleo. Si definimos el gobierno sacerdotal [hierocracia] como un gobierno regido por sacerdotes profesionales, entonces pocos estados hidráulicos mayores, si algunos, pueden caracterizarse así. […] Por tanto, sus regímenes no son hierocráticos en el sentido estricto del término, sino cuasi hierocráticos.‖ WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder totalitario. Traducción de Francisco Presedo. Madrid, Guadarrama, 1964, P. 112. 770 Ibíd., P. 121. 771 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., Pp. 154-155. 768 196 de la memoria histórica de ésta.772 La RM menciona al sacerdote mayor que estaba por encima de todos los demás, el petámuti, y que en importancia jerárquica estaba por debajo del cazonci. Tanto el texto como las láminas de la RM detallan los atuendos que usaba, así como sus funciones: ―Vestíase [el petámuti con] una camiseta llamada vcata tarárenguequa, negra, y poníese al cuello unas tenazillas de oro y una guirnalda de hilo en la cabeza, y un plumaje en un tranzado que tenía, como mujer, y una calabaza a las espaldas, engastonada en turquesas, y 773 un bordón o lanza al hombro.‖ Al petámuti774 lo vemos en las ocasiones más importantes de la vida políticoreligiosa del Estado tarasco: en la sucesión y toma de posesión del cargo de cazonci, y en la fiesta donde se hacia la ―justicia general‖.775 En ambos casos, el petámuti se dirigía a principalmente a la burocracia: los principales, el angátecuri, el capitán general de las guerras, los caciques, los mayordomos, diputados y ―mucho gran número de gente.‖ En la ocasión en que el cazonci moría y ponían otro, después de parlamentar y disponerse a tomar asiento en la casa en el gran patio, ―iban delante dél [nuevo cazonci] el sacerdote mayor con diez obispos o mayores [cúritiecha] sobre los otros sacerdotes, compuestos como ellos se solían componer, con sus calabazas y lanzas al hombro.‖776 El siguiente capítulo menciona el razonamiento que hacía el petámuti: no quebrar las palabras sobre obedecer al cazonci traer leña para los cúes, ir a las guerras con la gente, pues él tenía ese cargo en nombre de Curícaueri;777 ―al tiempo que hace esto, el Petámuti se convierte en el personaje que mantiene la legitimidad. Él mismo ha establecido y ha asentado al nuevo Cazonci en su lugar.‖778 El otro momento donde la participación del petámuti fue fundamental, era cuando se hacía justicia general a los malhechores durante la fiesta de Equata cónsquaro o de las flechas. Durante veinte días, desde la mañana hasta medio día, el petámuti y otro sacerdote779 escuchaban a los querellantes y delincuentes, y si era delito muy grave, lo remetían al cazonci. Después de escuchar a toda la gente, ―levantábase en pie aquel Sacerdote mayor y tomaba su bordón o lanza y contábales allí toda la historia de sus antepasados: cómo vinieron a esta Provincia y las guerras que tuvieron, el servicio de sus dioses; y duraba hasta la noche [borrado] que no comían ni bebían, él, ni ninguno de los que estaban en el patio. Y porque no engendre hastío, la 772 Ibíd., P. 155. RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62, P. 15. 774 ―Petámuti. Petámuni. El que emite o pronuncia palabras. Sacerdote mayor. Tenía función de historiar. ―Anunciador‖ [Eduard Seler]‖. MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 714. 775 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 155. 776 RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. 777 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII 778 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 155. 779 La RM no da más datos sobre este otro sacerdote, el texto dice: ―Y como se asentase con su silla aquel Sacerdote mayor llamado petámuti, oye las causas de aquellos delincuentes desde por la mañana hasta medio día, y consideraba si era mentira lo que se decía de aquellos que estaban allí presos. Y si dos o tres veces hallaba que habían caído en aquellos pecados susodichos, perdonábalos y dábalos a sus parientes; y si eran cuatro veces, condenábalos a muerte. Y desta manera estaba oyendo causas todos aquellos veinte días, hasta el día que había de hacer justicia él y otro sacerdote que estaba en otra parte.‖ RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62, P. 15. Es probable que se tratara de un cúritiecha preparándose para convertirse en el futuro petámuti, o que al momento de redactar el texto de la RM, se simplificó la ceremonia y no se hayan mencionado a otros sacerdotes auxiliando al petámuti a escuchar la gran cantidad de querellantes. 773 197 repartiré en sus capítulos e iré declarando algunas sentencias, lo más al propio de su lengua y que se pueda entender. Esta historia sabía aquel Sacerdote mayor y enviaba otros sacerdotes menores por la Provincia, para que la dijesen por los pueblos, y dábanles mantas los caciques. Después de acabada de recontar se hacía justicia de todos aquellos 780 malhechores.‖ Esta historia es la que se encuentra contenida en la RM de los capítulos II al XXXIV de la segunda parte, e inicia sobre cómo llegó Curícaueri cerca de Zacapu a iniciar su señorío, como llegaron los antepasados del cazonci a conquistar la tierra, como se hicieron señores de ella, y como conquistaron la provincia.781 Acabando de contar esta historia, el petámuti les daba un sermón a los señores y caciques presentes por ser ingratos, les recordaba su condición de conquistados y perdonados, que prometieron hacer las sementeras de Curícaueri, traer leña para los cúes e ir a las guerras, que no siempre lo cumplían, y que por los lujos que usaban (sillas, bezotes, y pieles de animales) se sentían todos señores, mientras les recordaba la vida austera de Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngare. Acabado este sermón, se ejecutaba a los malhechores.782 En segundo lugar importancia del alto clero profesional por debajo del petámuti, se encontraban los cúritiecha (curiti o curi en singular),783 la RM describe sus funciones de la siguiente manera: ―Y otros muchos sacerdotes que tenían este cargo, llamados cúritiecha, que eran como pedricadores y hacían las cirimonias e tenían todos sus calabazas a las espaldas y decían quellos tenían a sus cuestas toda la gente. Estos iban por la Provincia a hacer traer leña, como está ya dicho. En cada cu o templo había su sacerdote mayor, como obispo, diputado sobre los otros sacerdotes. Llamaban a todos estos sacerdotes curá, que quiere decir abuelo, y todos eran casados y veníanles por linaje estos oficios y sabían las historias de sus dioses 784 e sus fiestas.‖ Ya mencionamos como estos cúritiecha probablemente se encargaban de ―recontar‖ y reproducir el papel del petámuti a nivel local, de hecho, es en las relaciones geográficas, donde podemos encontrar las funciones de este tipo de sacerdotes. La tarea de estos sacerdotes era la de difundir la ideología de la clase dominante del centro político, el discurso y sus símbolos, convenientes al linaje uacúsecha. También se encargaban de asegurar la permanencia del culto de los dioses estatales y los dioses ―adoptados‖.785 En la Relación Geográfica de Tiripetío explícitamente se menciona a un sacerdote de este tipo, coincidiendo su función de predicador y vestimenta: 780 RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62v, P. 16. Cursivas nuestras. Ricardo Aguilar interpreta en estas últimas líneas, que probablemente los ―sacerdotes menores‖, los cura o cúritiecha, reproducían el papel del petámuti a un nivel local, celebrando la justicia en los pueblos, y ―recontando‖ la historia de los antepasados del cazonci. AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 155. Sobre los cúritiecha ahondaremos más adelante. 781 RM, Segunda Parte, Cap. II. 782 RM, Segunda Parte, Cap. XXXII. 783 ―Cúritiecha. Curí, quemador. Los sacerdotes encargados de mantener el fuego. Sacerdotes predicadores que hacían ceremonias. La Relación dice que ponían incienso. Nombre de un sacerdote. ―Atizadores‖ [Eduard Seler]. Los que se aparean.‖ MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 706. 784 RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 11, P. 183. 785 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 161. En la Relación Geográfica de Cuiseo de la laguna se menciona que ―y ordinariam[en]te, había en los templos gente, unos, quemando olores, u otros, bailando, y otros, contando los sucesos de sus guerras; de m[ane]ra que, de noche y de día, estaba abierto y [con] grandes lumbres 198 ―…revestíase el demonio en uno de los indios que estaban dedicados para los templos como nuestros sacerdotes, y aquél, a voces, como predicador puesto en lo alto del cuy, hablaba al pueblo y predicaba al tono y propiamente como nuestros predicadores. […] El nombre de los sacerdotes, si así se puede llamar, era curich, y su figura o traje era como está este ministro del diablo. Tenía corona y el cabello le llegaba hasta la punta de la nalga. Obedecían cuanto les predicaba y ponían por la obra, porque demás de lo que les predicaba, 786 que era dicho con terrible espanto que les causaba grandísimo horror y miedo.‖ Y en la Relación Geográfica de Cuiseo de la Laguna, se menciona con más detalle la organización del alto clero a nivel local, donde se puede inferir el papel de los cúritiecha como ―obispos‖ de los cúes, es decir, encargados del culto en los templos de los pueblos y sus sacerdotes: ―Las adoraciones y ritos eran que hacían una forma, como mona o como perro, y ésta era de piedra, y la ponían en un lugar alto hecho de piedra, en una casa grande que era su templo. En este templo había cuatro indios como sacerdotes, q[ue] tenían cargo, uno, de tañer un instrum[en]to que llaman en su lengua CURINGUA, que es de madera, hueco, que suena como si fuese de metal; otro, tenía cargo de tañer con las manos, sin palo alguno, un atambor tan alto como un hombre, hecho, las cabezas de pellejo de venado; otro, tañía una 787 como trompa, hecha de un hueso de animal. El sacerdote mayor tenía cargo de guiar…‖. Aquí podemos vislumbrar un estrato más bajo de sacerdotes, el clero bajo no profesional, encargado de la liturgia y fiestas de los templos. La RM menciona los nombres y tareas de este clero bajo: estaban los sacerdotes curíçitacha o curípecha, que estaban encargados de poner incienso en los braseros de los templos; los ―sacerdotes llamados tiuíniecha que se componían y llevaban sus dioses a cuestas, y éstos iban ansí con sus dioses a las guerras, y les llamaban de aquel nombre de aquel dios que llevaban a cuestas‖; ―había otros llamados paçáriecha, que eran los sacristanes y guardas de sus dioses‖; ―había otros [llamados púngacucha] que eran atabaleros, y otros tañen unas bocinas y cornetas‖; ―había otros sacerdotes llamados hirípacha, que tienen cargo de hacer unas oraciones y conjuros con unos olores llamados andámuqua, en las casas de los papas, cabe los huegos que ardían allí, cuando habían de ir a las guerras‖; ―otros eran pregoneros. Cuando traían los cativos de la guerra, venían cantando delante dellos, y llamábanlos hatápatiecha‖; ―había otros llamados opítiecha, que eran aquellos que tenían a los que habían de sacrificar, de los pies y de las manos, cuando los echaban en la piedra del sacrificio‖; los ―sacerdotes llamados axámencha, que eran los sacrificadores, y desta dinidad era el caçonçi y los señores, y eran tenidos en mucho‖; ―había otros llamados quíquiecha que llevaban arrastrando los sacrificados al lugar donde alzaban las cabezas en unos varales.‖788 En otras partes de la RM se mencionan otros sacerdotes, estaban por ejemplo los hauripicipecha, ―que quiere decir quitadores de cabello‖, sus acciones se relatan en ocasión de la fiesta de sicuindiro, donde señalaba dentro.‖ GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. 786 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 19-20. 787 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 82. Mayúsculas originales, cursivas nuestras. 788 RM, Tercera Parte, Cap. II. El nombre de los sacerdotes púngacucha se menciona sólo en una glosa de la lámina XXX. Gilberti registro las entradas ―Pungacutaqua. trompeta o cosa assi‖, ―Pungacuti. Trompetero‖, así como ―Âxame. sacrificador de ydolos, que sacaua el coraçon‖, GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 136 y 52. Baptista de Lagunas confirmo que los axámencha eran los que sacaban los que sacaban los corazones: ―àxame, El sacrificador que sacaua los coraçones.‖ BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 165 [136 en la paginación original]. 199 los pechos de los que se iban a sacrificar, después del sacrificio, seguían a los hombres y mujeres, les cortaban y cabello, los mezclaban con sangre y después lo quemaban Al día siguiente estos sacerdotes bailaban con los piel de los sacrificados puesta.789 La RM menciona otro tipo de sacerdote, que Claudia Espejel considera que pertenecía a los sacerdotes de tipo tiuíniecha, los jupíencha, sacerdotes del Dios del mar que tocaban sus atabales en la fiesta de cuingo,790 y otro tipo de sacerdotes de la diosa Xarátanga referidos como vatárecha.791 Había varias diferencias importantes entre lo que hemos denominado ―alto clero profesional‖ y ―bajo clero no profesional‖. La principal tiene que ver con el papel que ocupaba el alto clero en el Estado como difusor de la ideología de la clase dominante, ―todos eran casados y veníanles por linaje estos oficios y sabían las historias de sus dioses e sus fiestas‖,792 y al ser un clero profesional, es decir, que gastaba la mayor parte de su tiempo en el culto, su subsistencia era asegurada por el Estado. Esto se desprende de varios testimonios, por ejemplo, en la Relación Geográfica de Tiripetío, cuando se pregunta qué tributaban en su gentilidad, se dice que ―las gallinas, hombres y mujeres eran las aves para que comiesen los ministros de los ídolos y sacrificios, que eran muchos; los hombres y mujeres para que les sirviesen.‖793 Y en la Relación Geográfica de Cuiseo de la Laguna, se consigna que ―…cuando venía la gente a bailar las danzas, porq[ue] la mayor devoción suya era bailar al son de los instrumentos d[ic]hos, en el templo, alrededor de los ídolos. Y, andando bailando, bebían largam[en]te hasta q[ue], de borrachos, no se podían tener en pie; y el día que había gran borrachera, ésta era la mayor fiesta suya. No bailaban las mujeres, más empero llevaban al templo muchas ofrendas de frutas y pan hecho de maíz, de lo cual se 794 sustentaban estos sacerdotes…‖. Por otro lado, el ―bajo clero no profesional‖ al parecer sólo cumplía con ciertas acciones litúrgicas durante un determinado tiempo, aunque tal vez su subsistencia llegaba a estar asegurada por la gente común por un tiempo. Otro dato muy importante que nos proporciona la Relación Geográfica de Cuiseo de la laguna, es que a ―…estos sacerdotes, los cuales eran elegidos de los principales y por voto del pueblo. Y les duraba el cargo un año, y después del cual se casaban a su modo…‖. 795 Aquí reside una de las principales diferencias de los dos cleros, uno era nombrado desde la capital, y otro elegido dentro de los pueblos. Pero es sintomático que para pertenecer a los cúritiecha, los sacerdotes debían de estar casados, y mientras que a estos principales que elegían por sacerdotes, después de durar en el cargo en un año, se casaban. Tal vez dentro de la nobleza, una de las vías para ascender en la escala social era también el 789 RM, Primera Parte, f. 10, P. 11. Gilberti registro la entrada ―Cabellos de los papas de los ydolos. hauiri parantsiqua‖, GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 299. 790 RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 223. 791 RM, Segunda Parte, Cap. IV, ff. 67v, 68, 70v, Pp. 26, 27, 160. 792 La Relación Geográfica de Tuzantla también mencionó esta costumbre para la casta sacerdotal ―…eran reputados y acatados como sacerdotes y comían de los que a los ídolos presentaban, y, cuando alguno dellos moría, elegían [a] un hijo suyo en su lugar.‖ COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. 793 [MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 18. 794 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PEDRO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. 795 Ídem. 200 sacerdocio, aunque debieron seguirse varios criterios, como ascendencia (pues se dice ―veníanles por linaje estos oficios), prestigio y méritos, así como la edad. La autoridad local de los pueblos La complejidad del sistema político narrado en la RM, corresponde principalmente al gobierno que se encontraba en el centro del Estado tarasco. Esta complejidad de la administración gubernativa, tributaria, religiosa y militar, se reproducía a lo largo y ancho del territorio, en los pueblos, asentamientos, cabeceras, sujetos y barrios. Las funciones de los caciques eran asegurarse de mantener la lealtad de la gente hacia el cazonzi, que el tributo fuera pagado, y la leva para preparar los ejércitos: ―entendían en hacer traer leña para los qúes, con la gente que tenía cada uno en su pueblo, y de ir con su gente de guerra a las conquistas.‖796 Ya mencionamos que el cazonci nombraba caciques por todos los pueblos, llamados caráchacapacha. Según la RM, estos caráchacapacha se empezaron a nombrar durante la rápida expansión del triunvirato Tzintzuntzan-Ihuatzio- Pátzcuaro, pues aunque Hiripan, Tangáxoan y Hiquíngaje subyugaron a la gente, esta ―no hacían asiento los pueblos, como no tenían regidores y cabezas, que se meneaban los pueblos y no estaban fijos, y de contino estaban temiendo y alterados. Y entraron en su consejo Hiripan y Tagáxoan y Hiquíngaje y dijeron: "hagamos señores y caciques por los pueblos, que placerá a los dioses que sosiegue la gente". Y fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños tomaron una parte en la tierra caliente y los chichimecas 797 otra parte a la man[o] derecha […] y así sosegaron todos. Y se hizo un reino.‖ Los caráchacapacha utilizaban una serie de objetos de prestigio para remarcar estatus social, como el uso de bezotes, orejeras, brazaletes, plumajes, pieles de animales, collares de turquesas, sillas, armaduras y rodelas adornadas.798 El nombramiento y reconocimiento de los caráchacapacha dependió directamente del centro político y de la mano del cazonci, y de hecho, la RM dedica un capítulo ―de la muerte de los caciques y como se ponían otros.‖ En las Relaciones Geográficas quedó registrado como desde el centro político del Estado tarasco, el cazonci nombraba directamente a los caciques de los pueblos, o si pertenecían a otros grupos étnicos, tenían que recibir su ―consentimiento‖: en Tiripetío se mencionó que ―de la manera que se gobernaba era que, el principal que gobernaba este pueblo era como un juez o capitán que los tenía a cargo…‖799; En Tuchpan, Tamazula y Zapotlan se mencionó que eran sujetos del cazonci, y en Zapotlan, ―dicen q[ue] se gobernaban por un principal q[ue] ponía el rey de Mechoacan, al c[ua]l obedecía y servían y daban de comer, y le hacían su casa y sementeras‖, y en Tamazula ―dicen q[ue] se gobernaban por un principal dese provincia q[ue] se llamaba ACATL, el c[ua]l era de consentimi[ent]o del CAZONCI, rey de Mechoacan…‖,800 en Xiquilpan se dijo que ―este pueblo era sujeto, en tiempo de su gentilidad, al CAZONCI, rey que fue de Mechuacan, el cual los señoreaba y tenía a 796 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 132, Pp. 155. 798 RM, pássim, y Relaciones Geográficas, pássim. Sobre estos atavíos dedicamos un apartado en el capítulo III. 799 [MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 23. 800 FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 386, 392, 398. Mayúsculas, cursivas e información entre corchetes originales. 797 201 cargo; el cual puso de su mano, en este pu[ebl]o, a un indio principal q[ue] se decía NOXTI p[ar]a q[ue] los gobernase y mirase por ellos.801 Se menciona que una vez muerto el cacique por vejez o enfermedad, sus parientes llevaban sus insignias de señor que le había dado el cazonci, cuándo fue nombrado señor. El cazonci lamentaba la muerte del cacique, y agregaba que la gente no debía dividirse y desperdiciarse, por lo que otro debía probar tener el oficio de cacique. El nuevo cacique era escogido de entre cinco o seis parientes del fallecido, entre los que se encontraban sus hermanos, hijos o sobrinos, ―y encomendaba [el cazonci] aquel oficio al más discreto, el que tiene más tristezas consigo, según su manera de decir, que es el más exprimentado y el que era más obidiente.‖802 Después de haber sido elegido, el cazonci llamaba a los sacerdotes cúritiecha y le daba un bezote nuevo, orejeras y brazaletes, y lo amonestaba en que fuera obediente, que trajera leña a los cúes, que retuviera a la gente común y les diera comidas. Después el angátecuri o el petámuti también lo amonestaban en que entendiera las cosas de la guerra y no tomara las mujeres del cacique muerto como esposas, a lo que él contestaba que así lo haría. Entonces llegaba el nuevo cacique al pueblo, acompañado de un sacerdote cúritiecha, quien realizaba una ceremonia de nombramiento, donde amonestaba a la gente común que fuera obediente, y al cacique le decía que fuera obediente en entender sus obligaciones de traer leña a los cúes, ir a las guerras y trabajar las sementeras del cazonci. Al terminar la ceremonia tras varios días, ―volvíase [el sacerdote cúritiecha] a la cibdad de Mechuacan y hacíalo saber al sacerdote mayor [petámuti], cómo le había puesto en el señorío. Y el sacerdote mayor lo hacía saber al cazonçi, y decía el cazonçi: "sea ansí; pruebe a ver. Si no lo hiciere bien, quitalle hemos del oficio y probará otro en su lugar, a ver cómo lo hace".‖803 Fray Alonso de la Veracruz también registró para 1553, la forma en que se elegían los caciques o señores de los pueblos, proporcionando información adicional: ―Permítaseme exponer la manera que tenían en la provincia de “Mechoacán” para la elección de sus señores, cómo escuché de los ancianos que estaban cerca del supremo señor que era monarca y único rey. Estaban los principales nobles de todo el reino, quienes siempre permanecían donde estaba el rey, y entre ellos, cuatro eran los más importantes y que usaban la máxima prudencia. De inmediato, cuando en algún pueblo del reino moría el señor, que llamaban “carachaca pati”, a la mayor brevedad, valiéndose de un mensajero, el pueblo comunicaba la noticia al rey, e inmediatamente, conocida la muerte, el rey decía a aquellos nobles y principales que estaban en su curia y palacio, que se reuniesen para discutir quien debería ser constituido señor para tal pueblo, etc. Y ellos conferenciando entre si y conforme a la condición de aquel pueblo, nombraban alguno; posteriormente esta decisión se comunicaba a estos cuatro principales y así, habiéndolo ellos determinado, entraban en presencia del rey diciéndole de que manera se había definido, y así eran destinados algunos para llevar al elegido al pueblo, y públicamente comunicaban a todos que ese tal sería ahí constituido señor, y que todos le habrían de prestar obediencia. Y si, en algún caso, el muerto tenía un hijo ya en edad madura y tenía prudencia para regir el pueblo, éste era colocado en el lugar del padre difunto, no solamente porque esto redundaría en bien del pueblo, sino también porque lo que deberían darle de tributo ya estaba señalado para siempre por el supremo señor, quienquiera que fuera el señor, pues el 804 rey señalaba lo que a cada pueblo, según su capacidad, le correspondía dar, etc.‖ 801 MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 413. Mayúsculas, cursivas e información entre corchetes originales. 802 RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205. 803 RM, Tercera Parte, Cap. IX, Pp. 204-209, ff. 21v-24. 804 VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77. 202 El Estado tarasco siguió distintos métodos para asegurarse la buena administración en la poblaciones, tanto en las tarascas, como en las no tarascas. En las Relaciones Geográficas hay información sobre los pueblos tarascos que coincide con lo descrito en la RM. Mientras que en las poblaciones no tarascas o donde esta etnia era minoritaria, se seguían otras estrategias. Es en las zonas de exclusión étnica, en las fronteras, fue donde las fuentes dejaron testimonio de estas prácticas, y aunque hay varios ejemplos, el más detallado es el de Acámbaro, cuya Relación Geográfica responde la pregunta de cómo se gobernaban en su gentilidad: ―[Dicen] que, como d[ic]ho está, eran sujetos al s[eño]r de Mechoacan, y éste enviaba persona que viniese a gobernar la parte de los tarascos, porque, la de los otomíes y chichimecas, ellos eran gobernados por los señores q[ue] legítimamente eran de su nación. Y, en muriendo uno destos, el que había de suceder iba al d[ic]ho s[eño]r a [pedir] que diese licencia para gobernar su parcialidad; y, cuando algún gobernador que gobernaba [a] los d[ic]hos tarascos no hacía el deber en su oficio, no lo privaban ni suspendían, sino que 805 moría por ello.‖ Cabe resaltar que se puede ver la misma rigidez hacía el cacique tarasco, por parte del poder central, tal y como es relatada en la RM, mientras que los otros caciques de las otras etnias, ocupaban la legitimización del cazonci para gobernar sobre su ―nación‖, aunque no se menciona la forma en que eran amonestados en caso de no cumplir sus obligaciones, probablemente eran retirados del cargo, pero no ejecutados. Tal vez también el trato hacía los diferentes grupos étnicos dependía de la forma en que se habían vuelto súbditos del cazonci, si voluntariamente o por vía de la guerra. En el capítulo de ―cuándo metían alguna población a fuego y sangre‖, después de que un pueblo era destruido, saqueado y parte de su población sacrificada, los derrotados se rendían, y decían ―"seamos todos unos y acrecentemos las flechas de Curícaveri, que dicen que son muy liberales los chíchimecas". Y traían un presente de oro y plata al cazonçi y rescibíanlos muy bien y decíales: "señores, seáis bien venidos; quizá si venís de verdad, seremos hermanos" y haciánles a todos mercedes. Y ansí los tornaba a inviar a sus pueblos y enviaba con los señores un valiente hombre y un intérpete, y llegando al pueblo, juntaban toda la gente y decíanles la liberalidad de que había usado el cazonçi, y cómo los había rescibido por 806 hermanos y que tornasen a poblar sus pueblos.‖ Nótese que aquí el ritual difiere al de como ponían otro cacique, pues mientras en este último el enviado del cazonci era un sacerdote curitiecha, para realizar una ceremonia de nombramiento, en este caso estamos frente a una ceremonia de sujeción, realizado por un guerrero, un valiente hombre (un quangáriecha), y un intérprete, dato por demás interesante, pues nos habla que están subyugando a un pueblo de lengua no tarasca. En los pueblos había otros funcionarios que formaban parte de la burocracia local, que administraban el gobierno y la producción. Uno de estos funcionarios muy importante eran los ocanbecha u uhcanbecha.807 Ricardo Aguilar Gonzáles mencionó 805 VARGAS VALDÉS, CRISTÓBAL DE. ―Relación de la Villa de Celaya y su Partido [Provincia de Acámbaro]‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. Óp. Cit., Pp. 63-64. 806 RM, Tercera Parte, Cap. VI, P. 199, f. 19v. 807 Estos funcionarios aún estaban presentes en la cuenca de Cuitzeo para la década de 1580, pues en sus 17 pueblos sujetos ―cada uno tiene una cabeza q[ue] llaman HUGANBETE [uhcambeti]: es obedecido dellos, y él obedece y cumple lo que le mandan los alcaldes del d[ic]ho pueblo de Cuiseo y, ansimismo, tiene cargo de recoger el tributo de los indios de que es cabeza y traerlo a la cabecera‖. GUTIÉRREZ DE 203 como la historiografía no había prestado atención a este cargo tan importante, y que había sido relegado sólo como un cobrador de tributos, cuando en realidad, por la información documental y lexicográfica, al parecer tuvo un papel mucho más importante. Eran ―mandones‖ que actuaban a favor del Estado tarasco para controlar a la población local: conocían el número de habitantes y conocían la cantidad de tributo recibido por los caráchacapacha y caciques de los pueblos, y cuanto tenía que enviarse a Tzintzuntzan; eran los encargados de juntar bastimentos y movilizar a la gente para las batallas, capitaneados por los quangáriecha y probablemente por ellos mismos, ya que Gilberti registró ―Capitan de gente. auandari. vhcambeti‖;808 y a pesar de que habían sido conquistados, el cazonci los dejó con vida y por eso le debían lealtad; y organizaban el trabajo de corvea para realizar obras monumentales. En otras palabras, los ocámbecha tuvieron una posición de mando que vinculó a la clase dominante con la clase dominada.809 Hay un dato importante que menciona la RM, y es que los señores y los caciques se la pasaban de continuo en la corte del cazonci, ―lo más del tiempo‖,810 ¿quién se encargaba de administrar entonces los pueblos, en ausencia de los caráchacapacha? Cuándo el petámuti pronunciaba su razonamiento al momento de asentar en el cargo al cazonci, se dirigía a los señores y caciques, ―y [a] los tinientes y gobernadores de los caciques, cuando ellos no estuvieren en los pueblos, atiendan y esperen lo que les inviare a mandar el rey y que no será una sola cosa, sino muchas.‖ 811 Estos ―tenientes‖812 y ―gobernadores‖ probablemente eran parientes del caráchacapacha y se dedicaban a distintas tareas en las diputaciones, mayorazgos y recaudación de tributos en los pueblos, asentamientos, cabeceras, sujetos, barrios y estancias, mencionadas para el centro político. Durante la época colonial temprana, en que el sistema tributario siguió funcionando, aun después de haberse repartido el territorio en encomiendas, estos ―tenientes‖ seguían realizando sus funciones, aunque en los documentos aparecen bajo CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 79. Mayúsculas originales. 808 Otras palabras mencionadas son ―Capitania assi. aundaqua. vhcambetiequa‖, ―Capitanear desta manera. auandarieni. vel. vhcambetieni‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 307. 809 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, en: ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El legado de Joseph Benedict Warren a la historia y a la lengua de Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 241-274. 810 ―Los señores y gobernantes locales y sus parientes vivían en la capital tarasca de Tzintzuntzan antes de la llegada de los españoles. Esta concentración de la nobleza en la capital fue beneficiosa para el cazonci, quien podía cooptar y controlar a la nobleza de una manera más directa, manteniéndose la centralización del poder en manos del linaje prominente de los uacúsecha: este proceso sirvió también para reducir conflictos que pudieran suscitarse por el poder entre la nobleza. Mientras los caciques vivían en Tzintzuntzan, algunos de los gobernadores, especialmente aquellos de las fronteras, vivían en sus propias localidades. Estos gobernadores representaban al cazonci en las fronteras y su alianza con él daba estabilidad a la región.‖ KUTHY, MARÍA DE LOURDES. ―El control de los puestos políticos. La elite tarasca en el siglo XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, nota a pie núm. 20, P. 156. 811 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, P. 229, f. 34. 812 Covarrubias define ―TENIENTE, haze oficio por otro, como sustituto. Tenencia, el cargo que se le da de algun presidio, o fortaleza a quien la tenga, y mantenga con fidelidad.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra T, P. 41v. 204 el nombre de ―calpixque‖.813 Probablemente también los ocanbecha se encontraban entre estos funcionarios. Por ejemplo, en los fragmentos conocidos de la visitación de Antonio de Caravajal, en la mayoría de los pueblos visitados, se menciona que ante el señor visitador, se hizo aparecer al señor indígena para contar las casas y tributarios: en Espopuyutla [Comanja], se presentó un señor llamado Ayuxeanare o Axuxecuari; en Uruapan el señor Hornaco, y en un pueblo sujeto llamado ―Chirusto‖, se presentó el señor de él, llamado Antayo; en Huaniqueo se utiliza el término ―cacique‖, pero en la copia del documento se usa ―calpisque‖, llamado Aymotupe o Aynotape; mientras que en Erongarícuaro se presentó el calpixque Quaca. En el caso de los sujetos y las estancias, siempre se usa el término ―calpisque‖ para referirse a quien se presentó ante Antonio de Caravajal a dar la información sobre las casas, cuantos vivían ahí y si había minas de algún metal.‖814 De hecho, el funcionamiento del sistema tributario, fue uno de los principales motivos para que el cazonci Tzintzincha Tangáxoan se enemistara con los encomenderos españoles, y estos quisieran quitarlo de en medio, pues a pesar que desde muy temprano de la irrupción española, Hernán Cortés le había ordenado que dejara de cobrar tributo, este siguió recibiendo tributo hasta su muerte. Traemos esto a colación, porque la costumbre de que los señores y caciques pasaran ―lo más del tiempo‖ con el cazonci persistió, y cuando un encomendero quería quejarse con el señor indígena del pueblo no podía pues sólo estaba el calpixque, y de hecho, los encomenderos acusaron al cazonci de esconder a los caciques en su corte para que estos evadieran sus responsabilidades con la corona española. Dos años antes de la muerte del cazonci, el bachiller Juan de Ortega amonestó dos veces a don Pedro Cuiniarángari de que dejara de recibir tributo de los señores, so pena de muerte, lo cual no fue obedecido.815 Los caciques también debían cumplir sus obligaciones yendo a la guerra, como capitanes de escuadrones conformados por la gente de sus pueblos, esto requería de armamento, tanto ofensivo como defensivo, banderas, y provisiones para la movilización, temas que trataremos más adelante. 813 ―Del náhuatl calli 'casa' y pixqui 'guardián'. 1. m. Hond. y Méx. En la época colonial, capataz encargado por los encomenderos del gobierno de los indios de su repartimiento y del cobro de los tributos.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. Cabe mencionar que a los españoles puestos por los encomenderos para administrar sus encomiendas, también eran mencionados como calpixes. 814 ―Fragmentos de la visitación de Antonio de Caravajal [1523]‖ en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. Óp. Cit., Apéndice IV, Pp. 386-406. Ulises Beltrán por otro lado, identifica a estos calpixques con los ocambecha, es probable que estos en algún momento fungieran como tenientes de los señores y caciques. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., 111. 815 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 316-321. 205 15. ECONOMÍA POLÍTICA DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA ―Una característica fundamental de la sociedad prehispánica, así como de otras civilizaciones arcaicas, es la estrecha interrelación que presentan todos los diferentes aspectos de la vida social y cultural. Debe contemplarse a las instituciones sociales como multifuncionales, es decir, que cada una de ellas intervenía a la vez en distintas esferas de actividad que en la sociedad moderna suelen considerarse el campo de instituciones particulares. De este modo, por ejemplo, la economía, en lugar de aparecer desligada de otras actividades sociales, constituye aspectos de relaciones sociales definidas en base a la organización familiar, política o ceremonial. La clase económicamente dominante coincide con el personal de gobierno. Las ceremonias religiosas son necesarias en todas las actividades técnicas y sociales. El gran ceremonial público es una parte fundamental de la vida política; en él se manifiestan las relaciones sociales imperantes entre los distintos estamentos y ostenta y se consume una parte importante de la riqueza. Por todo ello el análisis de lo que llamamos economía, gobierno, derecho, etcétera, siempre tiene que ligarse a otros aspectos de la vida social en forma más directa de lo que acontece en el caso de las sociedades modernas.‖ Pedro Carrasco y Johanna Broda, ―Prefacio‖, 1979 816 Desde la aparición de la especie humana sobre la faz de la tierra hace algunos millones de años, ésta no ha dejado de sobrevivir en su entorno natural; y desde que sus antepasados se convirtieron en seres pensantes, no ha dejado de satisfacer sus necesidades materiales a través del trabajo.817 Después de largos períodos de tiempo, y en donde las condiciones históricas y geográficas lo permitieron, los grupos humanos pasaron de tener una subsistencia basada en la caza-recolección a otras formas, ya pasando a actividades de domesticación de animales y pastoreo, y en otros casos a la agricultura u otras formas de subsistencia mixtas. En ciertas regiones del mundo, donde el clima era benigno pudo desarrollarse la agricultura intensiva, que permitió la producción de excedentes alimenticios y el desarrollo de sociedades complejas, marcadas por la existencia de la propiedad privada o formas de tenencia complejas de los medio de producción, y estratificación social en varias clases sociales, que algunos autores designan como civilizaciones. Mesoamérica es considerada una cuna de la civilización o civilización originaria,818 ya que por su desarrollo histórico particular y la 816 CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA. ―Prefacio‖, en: CARRASCO, PEDRO; BRODA, JOHANNA (Editores). Economía política e ideología en el México prehispánico. Editorial Nueva Imagen-Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1979, P. 11. 817 ENGELS, FEDERICO. ―El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre‖ en: MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, 1975, T. III, Pp. 66-79. 818 Las otras ―cunas‖ o civilizaciones originarias son Egipto, Mesopotamia, Valle del Indo, China y Área Andina. ―El concepto de civilización, en su acepción antropológica, no se contrapone a cultura, sino que es una forma más desarrollada de ella. En una civilización hay vida urbana, es decir ciudades y formas más complejas de organización social, política, economía y religiosa, especialización en el trabajo y creaciones tales como precisos cómputos del tiempo, escritura, centros educativos y producción de lo que hoy llamamos arte. Ahora bien, en los procesos civilizatorios que ha desarrollado la humanidad, hay algunos que deben reconocerse como originarios, es decir que en su origen se han producido autónomamente. Todas las otras civilizaciones, por muy desarrolladas que hayan llegado a ser, deben 206 práctica de la agricultura intensiva, favoreció la aparición de sociedades complejas por un período de más de 3000 años hasta la irrupción europea en el siglo XVI. El estudio de la economía política Los antiguos habitantes de Michoacán necesitaron distintos recursos que existieron en su entorno geográfico para satisfacer y reproducir su vida material. La existencia de una clase dominante y una dominada nos permite hablar de la economía política de la sociedad tarasca prehispánica, de las relaciones sociales que se establecieron entre las clases antagónicas, y de profundizar en la clase dominada. La economía política es la ―ciencia que trata del desarrollo de las relaciones sociales de producción. Estudia las leyes económicas que rigen la producción, la distribución, el cambio y el consumo de los bienes materiales en la sociedad humana en los diversos estadios de su desarrollo.‖819 Tuvo su origen en los siglos XVII y XVIII, cuando los economistas fisiócratas y de la escuela clásica inglesa trataron de explicar el desarrollo del mercantilismo y capitalismo en Europa. Marx se dedicó al estudio y crítica de las teorías económicas anteriores, pero basó su crítica a la economía política con una nueva interpretación del mundo, su hilo conductor fue el materialismo histórico; con su trabajo logró demostrar como la riqueza en el modo de producción capitalista, en realidad proviene de la plusvalía que es arrebatada al proletariado por parte de la burguesía.820 Cabe aclarar que Marx y Engels eran conscientes de que las condiciones de producción, intercambio y distribución son diversas de un país a otro, y de una generación a otra, ―la economía política no puede, por tanto, ser la misma para todos los países y para todas las épocas históricas‖:821 ―La economía política es, por tanto, esencialmente una ciencia histórica. Esa ciencia trata una materia histórica, lo que quiere decir una materia en constante cambio; estudia por de pronto las leyes especiales de cada particular nivel de desarrollo de producción y el intercambio, y no podrá establecer las pocas leyes muy generales que valen para la producción y el intercambio como tales sino al final de esa investigación. No hará falta decir que las leyes válidas para determinados modos de producción y formas de intercambio tienen también validez para todos los períodos históricos a los que sea comunes 822 dichos modos de producción y dichas formas de intercambio.‖ La economía política vista a través del materialismo histórico, utiliza una serie de conceptos que son fundamentales para el estudio de la producción de bienes materiales, así como la base de la vida de las sociedades. Por su importancia, los mencionamos aquí in extenso: ―En el proceso de producción de los bienes materiales concurren los siguientes factores: 1) el trabajo del hombre; 2) el objeto del trabajo, y 3) los medios de trabajo. considerarse como derivadas o encaminadas por distintos núcleos civilizatorios. En la historia universal son pocos los casos de civilizaciones originarias.‖ LEÓN-PORTILLA, MIGUEL. ―¿Qué es una civilización originaria?‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2013, noviembre, edición especial núm. 53, [Civilizaciones originarias. Mesopotamia, Egipto, China, Valle del Indo, Área Andina, Mesoamérica], P. 10. 819 ET. AL. Diccionario marxista de economía política. México, Ediciones de cultura popular, 1978, P. 81. 820 No por nada, las trabajos llevan por nombre ―Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política‖; y al cambiar el programa editorial, de publicar sus investigaciones en una obra grande y no en fascículos, su magnum opus llevó dicho subtítulo: ―El capital. Crítica de la economía política‖. 821 ENGELS, FEDERICO. Anti-Dühring. La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring. Traducción de Manuel Sacristán Luzón. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección ―ciencias económicas y sociales‖), 1968, Sección Segunda-Economía política, (―I. Objetivo y método‖), P. 139. 822 Ibíd., Pp. 139-140. Cursivas originales. 207 El trabajo es la actividad del hombre encaminada a un fin, mediante la cual transforma y adapta los objetos de la naturaleza para dar satisfacción a sus necesidades. El trabajo es una exigencia natural, condición inexcusable de la existencia del hombre. Sin el trabajo, hasta la misma vida humana sería imposible. El objeto del trabajo es aquello sobre que recae el trabajo del hombre. Los objetos del trabajo puede suministrarlos directamente la naturaleza, como ocurre por ejemplo, con los árboles que se talan en el bosque o con minerales extraídos del subsuelo. Cuando se les somete previamente a la acción del trabajo, como los minerales, en la industria metalúrgica, el algodón elaborado por la fábrica de hilados o la hilaza utilizada en las fábricas textiles, reciben el nombre de primeras materias o materias primas. Medios de trabajo son todos las cosas de que se sirve el hombre para actuar sobre los objetos del trabajo y transformarlos. Figuran a la cabeza de ellas los instrumentos de producción. Son también medios de trabajo la tierra, los edificios en los que se produce, los caminos, los canales, los almacenes, etc. Los más importantes de todos son los instrumentos de producción, que comprenden las más diversas herramientas empleadas por el hombre para trabajar, desde los toscos instrumentos de piedra del hombre primitivo hasta las máquinas modernas. El grado de desarrollo de los instrumentos de producción indica el poder de la sociedad sobre la naturaleza, el nivel a que ha llegado la producción. Las épocas económicas se distinguen unas de otras no por lo que se produce, sino por el modo como se producen los bienes materiales, es decir, por los instrumentos de producción empleados. Los objetos y medios de trabajo forman en conjunto, los medios de producción. De por sí, aislados de la fuerza de trabajo, los medios de producción no pueden hacer crear nada. Para que el proceso de trabajo, el proceso de creación de los bienes materiales, se inicie, es necesario que a los medios de producción se incorpore la fuerza de trabajo. La fuerza de trabajo es la capacidad del hombre para trabajar, el conjunto de energías físicas y espirituales del hombre, que le permiten producir los bienes materiales. La fuerza de trabajo constituye el elemento activo de la producción, la que crea y pone en movimiento los medios de producción.‖823 Estos elementos son fundamentales para entender dos conceptos importantes, el de fuerzas productivas y las relaciones de producción: ―Los medios de producción con que se crean los bienes materiales y los hombres que los ponen en acción y producen con ellos estos bienes forman las fuerzas productivas de la sociedad. ―Cualesquiera que sean las formas sociales de la producción, sus factores son siempre dos: los medios de producción y los obreros‖.824 Las fuerzas productivas no se hallan formadas solamente por los instrumentos de producción, sino también por los objetos de trabajo. […]…la fundamental fuerza productiva de la sociedad humana, en todas las fases de su desarrollo, son las masas trabajadoras. 823 ACADEMIA DE CIENCIAS DE LA URSS. Manual de economía política. Traducción de Wenceslao Roces. 3ª corregida y aumentada. México, Editorial Grijalbo, 1960, Pp. 15-16. Aunque tenemos claro que este tipo de manuales, escritos desde las posiciones teóricas del marxismo-leninismo soviético, tienen sesgos teóricos importantes, nos fue imposible revisar profundamente los planteamientos sobre el funcionamiento de un modo de producción directamente en las obras de Marx y Engels, por lo que recurrimos a este tipo de textos, y es necesaria una revisión teórica más profunda. 824 MARX, CARLOS. El capital. Crítica de la economía política. Traducción de Wenceslao Roces. Óp. Cit., T. II, P. 37. 208 Las fuerzas productivas expresan la relación que existe entre los hombres y los objetos y las fuerzas de la naturaleza empleados para producir los bienes materiales. Sin embargo, en el proceso productivo los hombres no sólo actúan sobre la naturaleza, sino que, al mismo tiempo, entran en acción mutua los unos con los otros. ―No pueden producir sin asociarse de un cierto modo, para actuar en común y establecer un intercambio de actividades. Para producir, los hombres contraen determinados vínculos y relaciones, y a través de estos vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es como se relacionan con la naturaleza y como se efectúa la producción.‖825 Las relaciones sociales de los hombres en el proceso de producción de los bienes materiales forman las relaciones de producción. Las relaciones de producción incluyen las formas de la propiedad sobre los medios de producción, la situación que en la producción ocupan las clases y los grupos sociales, las relaciones mutuas que entre ellos existen y las formas de distribución de lo que se produce. Toda producción, sea la que fuere, presupone necesariamente una u otra forma de propiedad, es decir, una forma social e históricamente determinada de apropiación por los hombres de los bienes materiales y, en primer lugar de los medios de producción. El carácter de las relaciones de producción depende, ante todo, de quiénes dispongan en propiedad de los medios de producción (la tierra, los bosques, los edificios en que se produce, los medios y vías de comunicación, etc.), de que sean propiedad de ciertos individuos, grupos sociales o clases que los empleen para explotar a los trabajadores, o de que pertenezcan a la sociedad, la cual se ponga como fin la satisfacción de las necesidades materiales y culturales de las masas populares. La forma de propiedad sobre los medios de producción ejerce, por tanto, una influencia decisiva sobre el sistema de las relaciones de producción. La forma de propiedad sobre los medios de producción determina la posición que los hombres ocupan dentro del sistema de la producción social, la estructura de las clases de la sociedad. […] Las relaciones de producción determinan, a su vez, las relaciones de distribución congruentes con ellas. La distribución sirve de nexo, de engarce, entre la producción y el consumo. Lo que la sociedad produce puede servir para el consumo productivo o para el consumo personal. Llámase consumo productivo al empleo de los medios de producción para producir bienes materiales. Consumo personal es la satisfacción de las necesidades del hombre en materia de alimento, vestido, vivienda, etcétera. La distribución de los productos del trabajo depende del modo como se hallen distribuidos los medios de producción. Si éstos pertenecen a las clases explotadas, los productos se distribuyen siempre con vistas al enriquecimiento de los explotadores y en detrimento de los intereses del trabajador. […] En las formaciones sociales en que la producción tiene carácter mercantil, la distribución de los bienes materiales se efectúa mediante el cambio de mercancías. Producción, distribución, cambio y consumo forman una unidad cuyo factor determinante es la producción. A su vez, las formas de distribución, cambio y consumo, aunque estén determinadas por la producción, repercuten activamente sobre ésta, estimulando o entorpeciendo su desarrollo.‖826 825 MARX, CARLOS. ―Trabajo asalariado y capital‖, en: MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Moscú, Editorial Progreso, T. I, 1975, P. 163. 826 ACADEMIA DE CIENCIAS DE LA URSS. Manual de economía política. Óp. Cit., Pp. 16-18. 209 Marx y Engels, así como sus continuadores, estudiaron la economía política de los diversos modos de producción, ya mencionados en otras partes de nuestra investigación; así como su propuesta de cómo sería una economía política socialista y comunista. Hacía finales del siglo XIX, Engels escribió ―lo que por el momento poseemos en materia de ciencia económica se limita casi exclusivamente a la génesis y el desarrollo del modo de producción capitalista…‖.827 Aunque estas palabras tienen más de 130 años de haber sido escritas, consideramos que aún tienen validez, primero porque el capitalismo sigue siendo el modo de producción imperante, por lo que su investigación puede ser observada directamente; segundo, por la dificultad inherente de la investigación histórica de sociedades pretéritas extintas y la falta de fuentes, para conocer su economía política. Para ayudarnos a investigar someramente el modo de producción de la sociedad tarasca, debemos plantear una serie de preguntas que funjan como directrices a seguir, así pues ¿cuál era la forma de posesión de los medios de producción?, ¿a quién pertenecían los objetos de trabajo y los instrumentos de trabajo?, ¿eran propiedad privada o propiedad colectiva?, ¿Cuál era la forma de trabajo, parcelario o comunal?, ¿cómo se repartía el producto del trabajo?, ¿el excedente era dividido en partes iguales o un grupo se apropiaba de el?, ¿era trabajo de subsistencia o de reproducción?. Dar respuesta a estas preguntas no es nada sencillo, por la falta de fuentes y la dificultad de interpretar las existentes; además nuestro objetivo no es investigar a fondo el modo de producción que existió entre los tarascos, aunque si nos interesa dejar abierto este tema para futuras investigaciones. Los recursos naturales y la subsistencia básica tarasca Como mencionamos en el apartado sobre la historiografía materialista del Michoacán prehispánico, para el caso mesoamericano, se realizaron abundantes estudios sobre la economía política en el Centro de México y el Área Maya, pero para el caso tarasco, son pocas las investigaciones realizadas. A pesar de su pequeño número, estos estudios han abordado varios aspectos de la sociedad tarasca, y entre ellos se encuentra la economía política. Además con las investigaciones posteriores, tanto de corte materialista histórico como de otras posturas teóricas, se han logrado avances importantes en los diversos aspectos productivos de los antiguos tarascos. Empecemos abordando el tema de la subsistencia básica tarasca. Los pueblos del México antiguo, subsistieron con diversas actividades económicas, Eduardo Williams y Phil C. Weigand dividen en dos grupos los recursos que eran usufructuados por los pueblos prehispánicos: -――Recursos estratégicos‖: ―se refieren a los más básicos e imponderables bienes disponibles a las entidades socioculturales: agua, tierra, y el perfil demográfico per se. -―Recursos escasos‖, por otra parte, son los bienes culturales disponibles que se encuentran en la naturaleza ya sea a través de la obtención directa o a través del intercambio o comercio. Los recursos escasos a su vez pueden dividirse en dos categorías básicas, aunque hay un cierto traslape entre ellas: 1. Recursos escasos básicos (o importantes) son aquellos que se necesitan para la explotación y manipulación directa del paisaje para la supervivencia. Una lista comúnmente mencionada de estos recursos para el occidente incluye obsidiana, madera, ciertas fibras, ciertos alimentos, sal, arcilla, etc. La mayoría de estos bienes es necesaria para la explotación primaria del paisaje. 827 ENGELS, FEDERICO. Anti-Dühring…, Óp. Cit., P. 142. 210 2. Los recursos escasos de lujo, están en su mayoría destinados a servir como marcadores de estatus dentro y entre los sistemas sociales, o bien como bienes de intercambio (―monedas‖ de alcance limitado) o marcadores de ―identidad‖. Obvios ejemplos de lo anterior son las conchas, la turquesa, el jade, el oro, la plata, las plumas, los textiles, elaborados, la cerámica fina, etc. La mayor parte de estos elementos, no tenía una función primaria, para la explotación del entorno físico, sino más bien estaba dedicada a designar la 828 posición social, distancia social, y puestos públicos.‖ La subsistencia alimenticia en esta región se basó principalmente en el cultivo de la trinidad del maíz, frijol y calabaza. La dieta tarasca se basaba en estos cultivos, así como otros productos de la región mesoamericana. Las fuentes documentales son abundantes en referencias a la dieta y gastronomía consumida por las sociedades indígenas antes y después de la conquista, gracias a que se siguieron produciendo y consumiendo gran variedad de alimentos.829 Aparte del cultivo y consumo de las diversas variedades de maíz, frijol y calabaza, también se consumían gran variedad de plantas como el chile, jitomate, cacahuate, camote, chayote, nopal, piñones, cacao, maguey (de donde se procesaba para el pulque así como para fabricar textiles como el ixtle) y raíces; frutas como los capulines, ciruelas rojas, tunas, changungas, aguacate, etcétera. La alimentación se complementaba con la caza y la pesca, actividades de las cuales se aprovechaban animales como el venado, patos, codornices, culebras, ratas, tlacuaches, tejones, ardillas, nutrías y jabalíes. Ya mencionamos como la abundancia de peces en los ríos y lagos del país de los tarascos, le dio el nombre de Mechuacán a estas tierras. Sus habitantes consumían estos animales, siendo tres tipos de pescado los más comunes, el charali, el curengua y el boquerón. Entre los animales domesticados se incluían las ―gallinas de la tierra‖, guajolotes y gallipavos, patos y perros. También se tenían en cautiverio ciertos animales silvestres, como lo eran ciertas aves exóticas para aprovechar sus plumajes, así como coyotes y felinos para aprovechar sus pieles y por su simbolismo religioso. La agricultura intensiva puede realizarse gracias a los diferentes sistemas de cultivo, los cuales dependen de una gran cantidad de factores, tanto ambientales, como la altitud, humedad, topografía, tipos de suelos, precipitación pluvial, clima y época del año; botánicos tales como variedad de la planta y su resistencia o adaptación al lugar donde se siembre. Para el caso del maíz michoacano, base de la alimentación mesoamericana, se cuentan diversas variedades, los documentos del siglo XVI nos permiten darnos una idea de la diversidad de plantas utilizadas, así mencionan el ―Mayz blanco. vrapeti ahtziri‖, ―Mayz negro. tzirancz ahtziri‖, ―Mayz amarillo. tsipambeti ahtziri‖, ―Mayz colorado. Cuxauiriqua‖, ―Mayz pintado de colores. huringu‖, ―Mayz leonado, charancx‖ y ―Mayz que se hace en cincuenta días. pirani.830 También existían diversos tipos de semillas de frijol, ―Bledos blancos. ahpari epes. vel. curuncue‖, ―Bledos pardos. ahpari tsirucuqua‖, ―Bledos colorados. ahpari etengari. vel. charapeti 828 Los autores comentan que en el mundo mesoamericano existieron recursos que fueron, tanto básicos como de lujo, como el cobre y la obsidiana, pues sirvieron para manufacturar herramientas y armas, pero también para hacer joyería. WILLIAMS, EDUARDO; WEIGAND, PHIL C. ―Introducción‖, en: WILLIAMS, EDUARDO (Editor) Bienes estratégicos del antiguo occidente de México. Producción e intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2004, Pp. 14-15 829 La instrucción y memoria que Felipe II mandó a las Indias Occidentales, pedían responder varias preguntas relacionadas con los alimentos que consumían los indígenas antes de la conquista, así como para 1580, años que en fueron elaboradas las relaciones geográficas. ―Instrucción y memoria de las relaciones que se han de hacer para la descripción de las Indias que su majestad manda hacer, para el buen gobierno y ennoblecimiento dellas‖, en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. Óp. Cit., Pp. 17-23. 830 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 486. 211 ahpari‖, ―Bledos amarillos. ahpari tiripehtsi‖, ―Bledos negros. ahpari tzirangui‖, ―Bledos azules. cuini yquicha‖, ―Ahpari tzihtzis. otros bledos negros‖.831 De igual forma la variedad de las calabazas: ―Calabaça generalmente. puru. ytzuz‖, ―Calabaça pequeña cogida verde y curada al sol. siriyani‖, ―Calabaça vaso. vrani‖, ―Calabaça luenga. ytzuz ytzumaqua‖, ―Calabaça redonda. ytzuz‖, ―Calabaça lisa. thicatsi‖, ―Calabaça otra redonda y negra. puruvas‖, ―Calabaça chica y espinosa. apupu‖, ―Calabaça pequeña y berrugosa. quarus‖, ―Calabaça pequeñita siluestre. puruvandas‖.832 Entre los factores humanos de los cuales depende la agricultura encontramos la selección de semillas y terreno, y más importante, la tecnología usada para la siembra. Los antiguos tarascos hicieron uso del cobre y otros materiales para la fabricación de diferentes herramientas para cultivar sus sementeras, por ejemplo la tradicional ―Tarequa. coa, o palo para cauar tierra‖, instrumento que se usaba para perforar la tierra y sembrar las semillas, o una ―Estaca para plantar. hupitzetzaqua. vel. hotzetaqua‖.833 La combinación de estos objetos de trabajo y medios de trabajo con los elementos naturales, son los que permiten usar determinado tipo de sistema de cultivo. Para diversas zonas de Mesoamérica, se cuentan con bastantes estudios sobre los sistemas utilizados por las sociedades indígenas prehispánicas, para el caso michoacano se cuentan con algunos, con los que se puede tener un cuadro más o menos aproximado de la forma de cultivar tarasca antes de la conquista. Brigitte Boehm menciona que ―la agricultura de riego no ha recibido atención en Michoacán por el ―resquemor‖ de aceptar el determinismo de Marx y Wittfogel.‖834 Nosotros no podemos aceptar esta afirmación como la causa de falta de estudios, pues como hemos visto, los trabajos de corte materialista no fueron muy abundantes para el caso tarasco, y porque desde hacía unos años, Ulises Beltrán ya había argumentado que ―se puede concluir que, si bien el riego desempeño un papel importante en la economía de subsistencia tarasca, la baja presión demográfica no exigió la construcción de grandes obras hidráulicas.‖835 Teóricamente y metodológicamente el modo de producción hidráulico es insuficiente, y su gestación teórica muy cuestionable, faltaría realizar las exploraciones arqueológicas necesarias. Pedro Carrasco mencionó que el nivel de las cuencas lacustres en Michoacán fluctúan dependiendo la época del año, por lo que probablemente no se desarrollara un potencial hidráulico como en otras cuencas de Mesoamérica.836 Sobre este punto es importante traer a colación lo que menciona Ricardo Aguilar, quien ha criticado como poco funcional el uso del Modo de Producción Asiático para interpretar al Estado tarasco. El menciona, y concordamos con él, que ―consideramos que el hecho de que un número de estudiosos del [sic] sociedad tarasca hayan fracasado al tratar de encontrar una causalidad de desarrollo con base en las técnicas hidráulicas, se debe a que se olvidaron de caracterizar la excepcional organización político-militar-administrativa del gobierno tarasco.‖837 Hasta 831 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 290 y 39. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 301-302. 833 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 153 y 422. 834 BOEHM SCHÖNDUBE, BRIGITTE. ―El riego prehispánico en Michoacán‖, en: SÁNCHEZ RODRÍGEZ, MARTÍN (Coordinador editorial); GONZÁLES MANTEROLA, JOSÉ IGNACIO (Fotografía). Entre campos de esmeralda. La agricultura de riego en Michoacán. Zamora, Mich., El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2002, P. 47. 835 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 73. 836 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 65-66. 837 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Cap. 3, nota a pie, núm., 9, Pp. 266-267. 832 212 ahora sólo contamos con el panorama documental temprano, el cual no nos proporciona ninguna evidencia de obras hidráulicas de gran envergadura comparables al de otras áreas mesoamericanas. Ulises Beltrán caracteriza los sistemas de cultivo tarasco dependiendo la altitud, así en las tierras bajas, se utilizaba el sistema de roza y quema, lo que provocaba el desgaste del suelo y la necesidad de un reposo largo y la búsqueda de nuevos suelos de cultivo, mientras que en las tierras altas o altiplanos, se usaba el sistema de terrazas y terrenos de riego, con un desgaste de suelo menor y una agricultura más intensiva, así como el drenaje ocasional de tierras inundadas.838 Sergio Navarrete expone de forma más completa los sistemas de cultivo tarascos; el sistema de roza mínima, se sembraba en mayo y en septiembre se cosechaba; el sistema de labrado de suelo, cuya siembra empezaba en mayo-junio y se cosechaba en diciembre-enero; el de terrazas y humedal, aprovechando el rocío de la mañana de marzo a diciembre, el humedal de riego cerca de lagunas y ríos, permitiendo aprovechar hasta dos cosechas en diciembre y en junio.‖839 El más productivo de los sistemas de cultivo era el de riego, practicado en las cuencas lacustres y márgenes de los afluentes, permitiendo hasta tres cosechas, dos de regadío y una de temporal.840 Un último sistema de cultivo de menor escala eran los solares o ekuaros, que permitían la delimitación de las casas indígenas, y se sembraban plantas culinarias y medicinales.841 (Ver Cuadro 7). 838 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., Pp. 63-73. NAVARRETE PELLICER, SERGIO. ―La tecnología agrícola tarasca del siglo XVI‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad. Ensayos del seminario de historia colonial de Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3), 1997, Pp. 106-110. 840 Ibíd., Pp. 113-118. 841 Ibíd., Pp. 121-122. 839 213 CUADRO 7. FUENTE: NAVARRETE PELLICER, SERGIO. ―La tecnología agrícola tarasca del siglo XVI‖, Óp. Cit., Apéndice 3, P. 136. Los pueblos mesoamericanos hicieron uso de los materiales a su alcance para manufacturar objetos necesarios para su vida, los principales materiales fueron la piedra, madera y metales. La transformación del material lítico ha sido practicada por la humanidad desde tiempos inmemoriales, y se le ha dado diversos usos. Los tarascos fueron herederos de una tradición milenaria en el trabajo de la obsidiana, y en menor grado, de turquesa y jadeíta, usados para la confección de herramientas, armamento y objetos ornamentales. Otros usos que le dieron a las piedras fueron la elaboración de molcajetes, metates, ticuiches (mortero para metales), esculturas y en la construcción de edificios.842 El territorio controlado por los tarascos era rico en recursos maderables, en la Tierra Caliente se explotaba el árbol de Brasil, usado en la construcción, y el tapinsirán para artesanías. En otras regiones se talaban sabinos, encinos, pinos y oyameles, y se usaban para la elaboración de herramientas y armas como las coas, arcos, lanzas, flechas y utensilios de cocina, además se extraían aceites y resinas. No hay que olvidar el importante papel que tenía la tala de madera, como pago de tributo y ofrenda ritual para mantener siempre encendidas las hogueras de los templos.843 La metalurgia era otra activad económica importante para los habitantes prehispánicos de Michoacán, quienes explotaron principalmente oro, plata y cobre con aleaciones de zinc, estaño, plomo. Con los primeros se fabricaron objetos suntuarios de alto valor para los miembros de la elite del poder político, como lo fueron orejeras, bezotes, 842 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha…, Óp. Cit., Pp. 63-86. En la RM abundan las referencias de como los tarascos iban a cortar leña para tener encendidos los braseros de los templos. 843 214 collares, rodelas, mitras, brazaletes, ajorcas, guirnaldas, argollas, cuentas, discos, máscaras, etcétera. Con el cobre también se realizaron objetos de lujo, como las llamadas ―pinzas-depiladoras‖ y cascabeles, pero también herramientas como agujas, alfileres, anzuelos, aros, coas, puntas de bastones plantadores, hachas, hachas-moneda, cinceles e implementos para la guerra como puyas y casquillos de flechas.844 Existieron otros materiales fundamentales que usaron los tarascos prehispánicos para su subsistencia, uno de ellos fue la arcilla cocida al fuego con la cual se manufacturaba la cerámica, usada principalmente en la elaboración, almacenamiento y consumo de los alimentos, y otras funciones derivadas, como ollas, cajetes o cazuelas. También tenía un papel importante en la elaboración de objetos suntuarios, como braseros, incensario, pipas y ollas mortuorias, así como indumentarios, como discos, cuentas o figurillas.845 Otro producto que era necesario para la vida cotidiana de los tarascos era el algodón, que se cultivaba en la Tierra Caliente y servía para manufacturar ropa y mantas, estas últimas de importancia ritual. Este producto se tributaba al corazón del Tzintzuntzan Irechequa, y también se distribuía a otras regiones. Los colorantes para los tejidos provenían del añil o índigo, los tintes negros del nacascotol y los rojos de la resina de oyamel. También se manufacturaba artesanías plumarias, cestas, petates, se curtían pieles, papel, etcétera. Hasta el momento hemos tratado sobre la base de subsistencia agrícola de la sociedad tarasca, pero también existía toda una infraestructura para la realización de manufacturas. Esta infraestructura dependía en parte, de la materia prima que se encontraba al alcance del nicho ecológico donde se producía, es decir, para producir mantas en tierra fría, debía de conseguirse algodón de tierra caliente, y para producir objetos suntuarios, por ejemplo de turquesa o conchas marinas, debían de importarse de lugares fuera del territorio dominado por los tarascos. La RM menciona algunos de los artesanos encargados de manufacturar la materia prima para transformarla en diversos objetos, aunque lamentablemente no se detallan las relaciones sociales de producción. 844 HOSLER, DOROTHY. ―La metalurgia prehispánica del Occidente de México: una cronología tecnológica‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del Occidente de México: Nuevas aportaciones. El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 1994, Pp. 237-295. 845 CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 75-128. 215 16. EL SISTEMA DE TENENCIA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN TARASCO ―….la unidad omnicomprensiva, que está por encima de todas estas pequeñas entidades comunitarias, aparezca como el propietario superior o como el único propietario, de tal modo que las comunidades efectivas sólo aparezcan como poseedores hereditarios. Dado que la unidad es el propietario efectivo y el supuesto efectivo de la propiedad colectiva, ésta misma puede aparecer como algo particular por encima de las muchas entidades…‖ 846 Karl Marx, Formaciones económicas precapitalistas, ca. 1857-1858 La organización familiar tarasca Antes de intentar esbozar la tenencia de los medios de producción y las relaciones sociales de producción existentes entre los tarascos, debemos atender la cuestión de la organización familiar, pues recordando el tercer momento de la existencia humana, que ―es el de que los hombres que renuevan diariamente su propia vida comienzan al mismo tiempo a crear a otros hombres, a procrear: es la relación entre marido y mujer, entre padres e hijos, la familia…‖.847 Para el marxismo, la organización familiar ha sido un tema de suma importancia para entender la forma que los seres humanos se han organizado socialmente. Engels expuso de forma más detallada como el ser humano al convertirse en un ser racional, dejó de vivir en un libertinaje sexual en que la prole era considerada como responsabilidad de toda la manada, a un matriarcado poliándrico, en que las mujeres reconocían a sus hijos pero los padres no podían saber quiénes eran sus descendientes. Esto cambió radicalmente con la aparición de la propiedad privada y división del trabajo en base en el sexo, ya que las mujeres fueron relegadas al cuidado de los hijos y la vida doméstica, mientras los hombres se dedicaron a procurar el sustento de la familia, y al existir la propiedad privada, los hombres tuvieron que reconocer su parentesco con los hijos para poder heredar la propiedad.848 A lo largo del tiempo y las culturas, la familia ha estado determinada por varios factores, y debe agregarse que al tener su propia historia, esta ha cambiado con el tiempo y que ―en el marco de este desmembramiento de la sociedad basada en los lazos de parentesco, la productividad del trabajo aumenta sin cesar, y con ella se desarrollan la propiedad privada y el cambio, la diferencia de fortuna, la posibilidad de emplear fuerza de trabajo ajena y, con ello, la base de los antagonismos de clase…‖.849 El parentesco entre individuos y familias es un grandísimo factor que ha determinado las relaciones sociales de producción de las diversas sociedades, y los tarascos prehispánicos no son la excepción. La información que tenemos sobre la organización familiar tarasca antes de la llegada de los españoles es escasa, en la RM se dedicaron capítulos especiales que mencionan como se casaban los señores, la gente baja, los que se casaban por amores y del repudio; aunque a lo largo de todo el documento se dan algunos ejemplos y descripciones que complementan la organización familiar de la 846 MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003, P. 69. Cursivas originales. 847 MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―‖Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, Óp. Cit., T. I, 1975, P. 27. 848 ENGELS, FEDERICO. ―El origen de la familia, la propiedad privada y el estado‖, en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. III, 1975. Pp. 203-352. 849 Ibíd., [―Prefacio a la primera edición de 1884‖], P. 204. 216 sociedad inmediatamente antes de la conquista.850 La información colonial también ha permitido investigar las relaciones familiares a lo largo del siglo XVI, no sin dificultades, pues ―la manipulación de la etnicidad se convirtió en un instrumento crítico para la supervivencia de la nobleza tarasca, y especialmente, para los mestizos que reclamaron estar asociados (real o ficticiamente) con los linajes nobles de la época prehispánica.‖851 Gracias al avance de las investigaciones, tenemos nuevos datos que nos permiten tener una idea más completa sobre la organización familiar tarasca antes y después de la conquista; en especial el estudio lingüístico del concepto quahta por parte de Cristina Monzón y Andrew Roth-Seneff, que permite interpretar la información de otras formas y con diversas implicaciones: ―…en la organización de Estados prehispánicos existían cadenas de clasificación de personas y grupos de personas que se basaban en el reconocimiento de su descendencia de figuras fundadoras reales o míticas. Los señores supremos fueron distinguidos por su parentesco más cercano al dios o figura epónima del clan. Luego, los nobles se reconocen por sus lazos de parentesco con los señores supremos y, así, el mismo principio de parentesco opera en niveles descendentes para definir las diferentes clases en una formación socialmente diferenciada. Hay una lógica de parentela en operación en un clan que en forma cónica se mueve de una cúpula o de representantes de los dioses hacia una base de comuneros con parentesco más y más lejano e incluso una clase de miembros reclutados de diferentes formas (―hermanados‖ en términos tarascos) que pueden volverse sujetos del usufructo (a menudo traducido a español como ―esclavos‖) para otros miembros considerados como sus superiores en la escalera de relaciones de parentesco. La pertenencia a una clase de ―parientes‖ dentro del clan, así como los principios de alianza matrimonial u otras formas de reciprocidad dentro del grupo, legitima el derecho de usufructo territorial y la jerarquía de obligaciones de reciprocar tributo en bienes y 852 servicios.‖ Para empezar a analizar las relaciones sociales de producción en el Michoacán protohistórico, debemos poner atención en la organización de los linajes,853 ya que fueron ciertas familias de las clases dominantes prototarascas las que compitieron entre sí, hasta que el linaje de los uacúsecha logró imponerse sobre los otros mediante alianzas, conquistas y sumisión de los otros linajes.854 La RM menciona como ya en la época colonial temprana ―al principio de la gobernación de don Pedro, que es agora gobernador, repartió a cada principal déstos [ocánbecha], veinte y cinco casas. Y estas casas no cuentan ellos por hogares, ni vecinos, sino cuantos se llegan en una familia, 850 RM, Tercera Parte, Caps. X-XV KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, en: ROBICHAUX, DAVID (Compilador). El matrimonio en Mesoamérica ayer y hoy. Unas miradas antropológicas. México, Universidad Iberoamericana, Vol. 1, 2003, P. 130. 852 MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, en: ALBIEZ-WIECK, SARAH; ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, P. 96. 853 Los linajes ―son grupos de descendencia unilineal organizados sobre la base de la descendencia común de un antepasado conocido. Si esa descendencia se traza por línea masculina se denomina ―patrilijane‖; si por la femenina, es un ―matrinilaje.‖ [RHUM, MICHAEL] ―linajes‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., Pp. 311-312. Para el caso tarasco, Lourdes Kuthy menciona que ―los linajes tarascos eran patrilineales en cuanto a la herencia de oficios, pero bilaterales en términos de la herencia de bienes.‖ KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit., P. 111. 854 Cabe mencionar que la parte histórica de la RM, se refiere a los conflictos entre los diversos linajes gobernantes. Aunque no se consignaron todos sus nombres, sí se mencionan los linajes Hapáricha, Vinturopatin, Hiyocan, Hurendetiechan y Zizanbanecha. RM, ―Apéndice. Cargos de gobierno, oficios y nombres‖, P. 283. 851 217 que suele haber en alguna casa dos o tres vecinos con sus parientes. Y hay otras casas que no están en ella más de marido e mujer, y en otras, madre e hija, e ansi desta manera.‖855 Estas familias nucleares y extensas eran conocidas como hanguequa echa,856 estas familias pertenecían a un siruqua o linaje,857 mientras que un conjunto de estas hanguequa conformaban una quahta.858 Por la información colonial temprana, se sabe que cada quahta tenía un jefe, que en ocasiones le daba nombre a los asentamientos, aunque también lo recibían por el oficio ejercido859 (recordemos que los oficios en la sociedad tarasca eran transmitidos por linaje y al parecer eran gremiales). Estos grupos no fueron homogéneos y debieron existir distintos rangos de acuerdo al poder político y emparentamiento con el cazonci, ya que ―el acceso desigual a la riqueza puede indicar la existencia de varias capas sociales distintivas aún dentro de la nobleza indígena.‖860 La RM menciona a los tres ―apellidos‖ de las familias que al parecer estaban en la cúspide de la jerarquía social tarasca antes de la llegada de los españoles, sólo por debajo de la familia real uacúsecha, en la ocasión en que el petámuti pronunciaba la historia de los antepasados del cazonci en la fiesta de Equata consquaro: ―…vosotros, los del linaje de nuestro dios Curícaueri, que habéis venido, los que os llamáis Enéami y Çacápuhireti, y los rey[e]s llamados Vanácaze, todos los que tenéis este apellido, ya nos habemos juntado aquí en uno, donde nuestro dios Tirépenie Curícaueri se quiere 861 quejar de vosotros y ha lástima de sí.‖ Lamentablemente los pasajes que mencionan a estos apellidos son confusos y difíciles de interpretar, sin embargo parece que las familias Eneani, Zacapuhireti y Vanacaze, estaban emparentados con el linaje real de los uacúsecha,862 y hay que agregar que este linaje es referido como el ―linaje de nuestro dios Curícaueri‖, con lo que se nota que ―el linaje de un dios puede estar conformado por varios grupos que se identifican con distintos nombres…‖.863 El parentesco puede ser real o ficticio, es decir, puede derivarse de relaciones biológicas (sanguíneas), o de relaciones sociales que se adquieren culturalmente (como en el matrimonio), y que ―siempre ha sido visto como 855 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176. ―Hanguequaecha. Vezinos de vna posada y casa, prosapia y generaçion‖, DGLM, T. II, P. 212. 857 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 249. 858 ―Quahta. Casa‖, DGLM, T. II, P. 470. Si bien el termino fue traducido en el castellano antiguo como una estructura arquitectónica, el análisis que realizaron Cristina Monzón y Andrew Roth-Seneff de varios documentos, como por ejemplo el Visitación de Antonio de Caravajal, en el que la discrepancia entre la cuenta española e indígena sobre el número de casas es considerable, permite a los autores proponer que el concepto quahta hace referencia a la organización familiar de una escala mayor de las familias nucleares y extensas. 859 Esta costumbre perduró durante la época colonial, así López Sarrelangue menciona que ―lo que parece cierto es que los barrios donde habitaban los príncipes y demás nobles indígenas fueron bautizados con sus nombres, y que después de fallecidos, los barrios adoptaron el nombre del santo o de la advocación de la virgen bajo cuyo patrocinio se habían acogido desde su fundación.‖ LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 69. 860 KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit., P. 114. 861 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 62v, P. 16. Estos ―apellidos‖ también son mencionado en ocasión de los ritos mortuorios del cazonci, en la arenga que pronunciaba el capitán general de las guerras antes de la batalla, y cuando concluía la impartición de justicia. 862 Autores como Pollard y Ulises Beltrán, consideran como un sólo linaje el uacúsecha-uanacaze, por las palabras ―los rey[e]s llamados Vanácaze‖, sin embargo, parece que se trataban de dos linajes distintos pero emparentados, y como apunta Claudia Espejel, ―tómese en cuenta, sin embargo, que el linaje del cazonci era el llamado vacuxecha y no el Vanacaze.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 266. 863 MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., P. 103. 856 218 un sistema que proporciona la solidaridad, la confianza y la cooperación que son el requisito funcional tanto para la vida grupal como para la sociocultural.‖864 Al imponerse el poder uacúsecha durante la formación del Estado tarasco, los linajes de los otros dioses tuvieron que subyugarse a Curícaueri, en la RM se menciona en varias ocasiones ―ser hermanos‖, que se traducía en una alianza matrimonial donde las partes nobles se casaban con las mujeres de los distintos grupos. ―El uso de este término de parentesco ficticio [―hermano‖] indica que el cazonci ligaba a este nuevo funcionario mediante una alianza de ―hermandad‖, asegurando de esta manera tanto obediencia como las obligaciones que dicha alianza presuponían.‖865 El cazonci arregló alianzas matrimoniales por las cuales, casaba a sus hijas o parientas con señores, con el fin de recibir la ayuda de los últimos: ―Estando emborrachándose el cazonçi, decía: "cásese fulano con tal mujer, porque tengo necesidad de su ayuda y esfuerzo". Y dábanle su ajuar a aquella mujer y iban los sacerdotes a llevársela.‖866 De esta manera, ―la herencia y las alianzas matrimoniales eran la base para estructurar mediante el parentesco el núcleo rector del sistema de Michoacán.‖867 El régimen de propiedad El conocimiento sobre la organización social tarasca en clase dominante y clase dominada, así como su organización familiar, nos permitirá hacer una lectura de la forma de posesión sobre los medios de producción. Lamentablemente no existen suficientes referencias sobre el tipo de tenencia que había en el Estado tarasco, pero se pueden hacer algunas inferencias con la información disponible. La RM menciona que ―…los dioses del cielo le dijeron [a Curícaueri] cómo había de ser rey y que había de conquistar toda la tierra y que había de haber uno que estuviese en su lugar, que entendiese en mandar traer leña para los cúes, etcétera. Pues, decía esta gente, que el que era caçonçi 868 estaba en lugar de Curícaveri.‖ Vemos que según la cosmovisión tarasca, la propiedad de la tierra pertenecía al dios Curícaueri, por lo que ―el que estaba en su lugar‖, el cazonci, en realidad era el que disponía el funcionamiento los medios de producción existentes. Pero el cazonci no podía por sí sólo usufructuar los recursos en sus dominios ni gestionar su explotación. Ricardo Aguilar menciona que ―…por lo que a nosotros ocupa, la legitimidad del gobierno tarasco recayó en el Irechequa (la entidad política tarasca), no en el irecha (el soberano tarasco) que impulsó acciones políticas para contar con un mayor apoyo y reconocimiento de los tarascos; esto es, tanto a 869 la clase política (angámencha), como a la clase sin acceso al poder (los purépecha).‖ Si bien este extracto se refiere a la esfera política, nos da pie a interpretar que la tenencia de la tierra recaía pues en el aparato estatal, que incluía en primer lugar al cazonci, y después a los funcionarios encargados del tributo y los principales. Ante la insuficiencia de fuentes que nos permitan conocer la forma de propiedad en el Estado tarasco, hemos de hacer uso de referencias indirectas que nos den alguna idea del sistema de tenencia sobre la tierra en el Michoacán prehispánica. Una pasaje de la obra 864 [RHUM, MICHAEL] ―parentesco‖ en: BARFIELD, THOMAS. Óp. Cit., P. 392. KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit., P. 110. 866 RM, Tercera Parte, Cap. X, f. 25v, P. 212. 867 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 95. 868 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. 869 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 273. 865 219 De Iure et Iusto Bello, de fray Alonso de la Veracruz, y que según nuestras pesquisas ningún estudioso ha hecho referencia para el tema de la tenencia de la tierra entre los tarascos, hace la distinción de las diferentes clases de tierra en el mundo indígena. Cabe resaltar que en esta obra se argumentó que a pesar de la infidelidad, los señores indígenas tenían dominio legítimo y sobre tierras, súbditos, y a recibir tributo: ―…que se deben distinguir las clases de tierras que hay en estos lugares. Pues algunas son tierras incultas que nunca fueron propiedad privada sino que fueron comunes, tales como los montes y algunos otros lugares desiertos dentro de los límites del pueblo. Otras son tierras que alguna vez fueron cultivadas; y estas tienen una diferencia doble: las propias, y las comunes que también se cultivaban en común, ya que en el tiempo de su infidelidad se destinaban al culto de los dioses y para aquellos que residían en los templos de los ídolos y para sus señores y reyes a quienes de lo público y común proveían; son las tierras que 870 llaman ahora las tierras de los cues.‖ Lamentablemente Veracruz habló de forma general que las clases de tierras que había ―en estos lugares‖, sin embargo a lo largo del texto hizo referencia a Michoacán y al cazonci. Fue maestro de Antonio Huitziméngari, hijo del último cazonci Francisco Tangáxoan, aprendió la lengua tarasca y vivió varios años en Michoacán; por lo que podemos considerar sus observaciones sobre la tenencia del mundo indígena para el caso tarasco. Se desprenden cuatro clases de tierra: tierras comunes y propias de los pueblos, ―tierras de los cues‖, tierras de los señores, tierras de los reyes. Las tierras comunes serían los recursos naturales como los montes, ríos y bosques y que nunca fueron propiedad privada; las tierras propias son las parcelas que los indígenas poseían dentro de los límites de los pueblos; las últimas tres clases de tierras eran cultivadas en común, y probablemente de ahí Veracruz las llamó ―comunes‖, pero su producto era para los templos, los señores y los reyes. Más adelante citaremos los detalles que se proporcionan en los tipos de tenencia de propiedad comunales y de los pueblos, ya que de los templos, señores y reyes no mencionó mayor información. El texto clásico que se ha consultado sobre la tenencia de la tierra entre los tarascos prehispánicas ha sido la Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…, de Alonso de Zorita;871 al confrontarlo con varios pasajes la obra 870 VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 41. Se han acentuado palabras que carecían de tildes; las cursivas corresponden a negritas en el original. 871 Alonso de Zorita o Zurita (1511/1512-¿1585?), fue un letrado, juez, oficial de la Real Audiencia, oidor en diferentes partes de las posesiones americanas. Nació en Córdoba en el seno de una familia de la nobleza baja de Castilla, primogénito de Alonso Díaz de Zurita e Inés Fernández de Valdelomar y Córdoba. Estudió jurisprudencia en la Universidad de Salamanca, donde fue aprendiz del humanista Francisco de Vitoria. Trabajó en la Audiencia de Granada en un cargo menor, y contrajo matrimonió con Catarina de Cárdenas, no tuvieron hijos. En 1548 se desempeñó como juez de residencia y gobernador de Nueva Granada (Colombia); entre 1553 y 1556 fue oidor en la Audiencia de Los Confines (Guatemala y Centroamérica); entre 1556 y 1566 se ocupó el cargo de oidor de la Audiencia de la Nueva España, y fue miembro de la Real y Pontificia Universidad de México. Para 1556 empezó a sufrir problemas de salud y quedarse sordo, además de que entró en pugna con los encomenderos al promover reformas tributarias para aliviar la explotación contra los indígenas. En 1566 abandonó México para regresar a España, donde tuvo que pelear para eludir los cargos de los que era inculpado por sus enemigos, así como lidiar con la Corona para que le fuera pagada una pensión por sus servicios. Durante los siguientes años de su regreso a España, es cuando escribió sus obras, aprovechando su experiencia de haber observado a las sociedades indígenas y de las diversas obras publicadas por cronistas y frailes. Las más importantes fueron la Relación de la Nueva España y la Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…. La última noticia biográfica que se tiene de él, es una carta fechada el 20 de octubre de 1585. AHRNDT, WIEBKE. ―Alonso de Zorita: un funcionario colonial de la Corona Española‖, en: ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España. Edición, versión paleográfica, estudios preliminares y apéndices de Ethelia Ruiz 220 veracruciana, que proporcionan más detalles, permiten complementar y comprender ambas referencias. En 1553, la Corona española mandó varias reales cédulas a las Indias Occidentales, para conocer la forma en que antes de la conquista los indios tributaban a sus señores, y cómo tributaban en ese momento, con el fin de reformar el modo en que la Corona cobraba tributo en sus dominios.872 Cuando dichas cédulas llegaron, Zorita no se encontraba en ninguna de las Audiencias, así que cuando regresó a España en 1566, tomó como cuestionario la cédula que enviaron en 1563 a la Audiencia de los Confines (Guatemala),873 pasó a limpio sus borradores, y escribió dicho documento para hacerle servicio a Felipe II. La pregunta a la que le da respuesta es la siguiente: ―CAPÍTULO VI ―Y asimesmo os informareis también si la paga de los tributos era por razón de las tierras que labraban y cultivaban, ó por razón de las haciendas que poseían, ó por respeto de sus personas, y ansí por cabezas. En lo que se contiene en este capítulo había diversas costumbres, aunque en todo lo dicho había una manera en todo lo que dicen Nueva España, en que entra México, Tlascala y Huexocinco y Cholula, hasta Oaxaca, y otras muchas provincias. En Mechuacán había diferente costumbre que en México y lo demás de su comarca, porque todos en general, principales y labradores, tienen tierras propias, y hay otras comunes donde labran las sementeras del Señor universal [cazonci], y los Señores inferiores [acháecha/angámencha] y para los templos. El tributo que pagaban no era por las tierras ni por las haciendas, porque eran sementeras, como está dicho, y lo demás que quedaba declarado, que todo [el tributo] se hacía de común, si no era lo de oficiales y mercaderes, y pescadores y cazadores, y los 874 que daban fruta y loza.‖ Sobre esta cita se han realizado varias interpretaciones que han sugerido la existencia de propiedad privada en el Michoacán prehispánico: Roger Bartra mencionó que de la cita Zorita se desprende que existían dos formas de tenencia de la tierra, propiedad privada y propiedad pública (las tierras comunes para Zorita), y que el tributo de este tipo de tierras estaban destinadas a sostener a la clase dominante, económicamente improductiva. Pero Bartra agregó que ―sin embargo, la existencia de la propiedad privada sobre la tierra parece dudosa si se piensa en la importancia que ha tenido y tiene la propiedad comunal entre los indígenas del Estado de Michoacán.‖875 López Austin menciona sobre este comentario de Zorita que ―esta afirmación, en realidad nada aclara, puesto que no precisa en qué radica la diferencia.‖876 Ulises Beltrán menciona 4 tipos de propiedad sobre la tierra que pueden ayudarnos a Medrano, Wiebke Ahrndt, José Mariano Leyva. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección Cien de México), T. I, 1999, Pp. 17-58. 872 ―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 125-128. 873 ―Cédula de 1563 a la Audiencia de los Confines, sobre tributos‖, en: Ibíd., Pp. 137-139. 874 ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España, y en otras provincia sus comarcanas, y de sus leyes, usos y costumbres, y de la forma que tenían en les tributar sus vasallos en tiempo de su gentilidad, y la que después de conquistados se han tenido y tiene en los tributos que pagan a S. M., y a otros en su real nombre, y en el imponerlos y repartirlos, y de la orden que se podría tener para cumplir con el precepto de los diezmos, sin que lo tengan por nueva imposición y carga los naturales de aquellas partes‖ en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Nueva colección de documentos para la historia de México (siglo XVI). México, Editorial Salvador Chávez Hayhoe, 1941, P. 152. 875 BARTRA, ROGER. ―Los tarascos. Algunas perspectivas de investigación‖, en: BARTRA, ROGER. Marxismo y sociedades antiguas. El Modo de Producción Asiático y el México prehispánico. México, Grijalbo, (Colección 70, núm. 142), 1975, Pp. 121-122. 876 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. Tarascos y mexicas. México, Secretaría de Educación Pública-Fondo de Cultura Económica, (SEP/80, núm. 4), 1981, P. 46. 221 interpretar la información, ―patrimoniales‖ del rey, ―patrimoniales‖ de la nobleza, tierras de uso fiscal y tierras de los comunes, pero agrega que ―no obstante, el carácter de los derechos de propiedad que cada uno tenía sobre sus tierras es muy difícil de determinar, lo que nos plantea serios problemas de compresión, y la apropiación del plusproducto (y de ahí multitud de relaciones sociales) están en última instancia determinadas por el carácter que estos derechos de propiedad tengan en una formación social dada.‖877 A Pedro Carrasco le debemos la mejor interpretación sobre la afirmación de Alonso de Zorita,878 quien tras una atenta lectura de la Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España… y su vasto conocimiento sobre la economía política entre los nahuas, le permitió contrastar la información de Zorita, mencionó: ―Creo que lo que nos dice Zorita, a propósito de Michoacán, es que toda esa complejidad, que incluía el pagar tributo en especie producido en la misma parcela familiar y tomar a renta tierras de otros individuos, no existió en Michoacán. Cada quien, principales y labradores, tenía tierras de las que la totalidad de lo producido era para el uso propio. Creo que es todo lo que quería decir Zorita por ―tienen tierras propias‖, y si esto es propiedad privada o no, no lo discutiré‖ ―El tributo –los excedentes económicos- se producía cultivando en común las tierras públicas asignadas al cazonci, a los caciques, a ciertos oficiales, y a los templos. Es decir de las distintas modalidades que había en el centro de México, sólo una existía en Michoacán: el pagar el tributo en trabajo. Una vez interpretado de esta manera el sistema de tenencia de la tierra y de la tributación en el antiguo Michoacán según Zorita, los datos de las otras 879 fuentes, especialmente de la Relación de Michoacán, encajan todos perfectamente bien‖ Carrasco agrega que también ―en la Relación [de Michoacán] hay frecuentes referencias a hacer sementeras para el cazonci[,] para la guerra, para el dios Curícaueri, para el matalotaje, para el cacique del pueblo, para algunos oficiales de palacio (ocámbecha), para hacer ofrendas de pan y vino a Curícaueri en Hihuatsio [sic], para hacer vino al dios Hurendequavecara los de Curínguaro (los tarascos hacían vino de maíz).‖880 Ulises Beltrán ha interpretado estas diferentes sementeras en las cuatro formas de tenencia mencionadas más arriba, se basó en el Códice Plancarte, documento elaborado en la época colonial sobre la fundación de Carapan, y con claros fines de afirmar los derechos de propiedad; a pesar de la confusión cronológica que presenta el documento, y lo tardío de su elaboración (entre los siglos XVII-XVIII), nos dan pie para conocer los diferentes tipos de tenencia, así como las relaciones sociales de producción.881 Al parecer desde la conquista del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, los señores uacúsecha ya se habían reservado las mejores tierras para ellos cuando 877 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 51. Más adelante retomamos esta propuesta de Beltrán. 878 Carrasco menciona que ―esta afirmación de Zorita ahora me parece muy clara, pero por varios años no supe cómo interpretarla‖. CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 69. 879 Ibíd., Pp. 71-72. Sin embargo, como se verá más adelante, no todos los individuos tenían tierras propias, sino que existía un cuadro más complejo en las relaciones sociales de producción. 880 Ibíd., P, 72. 881 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., Pp. 123-125. Para un análisis iconográfico, de contenido y socio-histórico del contexto en que fue elaborado este documento, y el conjunto de los llamados ―Títulos de Carapan‖, véase ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 197-282. 222 nombraron caciques y señores en los pueblos;882 el Códex Plancarte menciona que el irecha o cazonci ―y mandó, que ya llegó el gobierno de esta ley, y mandó juntasen todos los naturales varones de todos los lugares. Juntaronse todos los naturales de su gobierno, notificóles que había registrado todos los puestos y lugares de su gobierno, señalando tierras buenas, ojos de agua, para sí, y en todos los montes y cerritos puso una flecha para que le reconozcan por rey y le den vasallaje…‖.883 Este ritual de posesión de la tierra por medio de clavar fechas en los lugares, es mencionado ampliamente en la RM, en otros títulos primordiales, y en las fuentes iconográficas.884 En 1593, el indígena Pedro Congori, declaró que ―no supo su edad más // de que cuando vinieron los españoles a esta // tierra era mancebo y tendrá ochenta años // poco más o menos […] fue criado de don Antonio [Huitziméngari] no // asalariado en su casa sino que estuvo en unas tierras // y por terrazguero de ellas […] antes que fuese Tangajuan // ni los sucesores que aquí a referido sus // bisabuelos de estos enviaron un capitán // al dicho lugar de Patuan y todo aquel // llano situó y aplico para los reyes sucesores // de esta provincia y en señal de posesión // sembró flechas por las dichas tierras // y esto sabe por los caracteres y antigüedades // de la sucesión de esta tierra que le declararon // los viejos y padres y abuelos de este testigo y otros // ancianos y siendo esto 885 ansi es cosa muy cierta que // no tienen allí cosa alguna los dichos maceguales…‖. A estas tierras Ulises Beltrán las nombró ―tierras patrimoniales del linaje real‖. El Códex Plancarte agrega que el irecha o cazonci ―mandó á los carga carcajes haciéndolos jueces de todos los terrasgueros, para que ninguno de ellos se alce en decir ―estas tierras son mías‖, ni cultivar tierras que no son suyas señaladas, si alguno, adelantamiento de cultivar tierras que no son suyas, tenga pena de la vida y le quiten la cabeza y sea puesta encima de una mojonera de las dichas tierras que cultivaba no siendo suyas, y el cuerpo sea llevado á Tzintzuntzan ofrendar á los ídolos, y esta facultad les dio á los carga flechas.‖886 En otra parte del documento se dice que el irecha Uacusticatame ―les avisó como presto había de haber nueva ley y en aquella ley no consintieran flojos, ni adúlteros ni embusteros, ni mentirosos ni hechiceros. Si v[i]eren algún hechicero, luego mandaran que le saquen los ojos, y al flojo lo mataran á golpes, y al embustero le cortaran la lengua, y al adultero le metiera una estaca gruesa por la boca, esto les dio á entender y saber el Rey Uacusticatame.‖887 Aquí vemos cómo estos ―carga carcajes‖ o jueces, eran las autoridades locales de los pueblos. Éste documento menciona como los antiguos habitantes de Carapan despoblaron el asentamiento.888 Tiempo después, supuestamente Taríacuri (pero más adelante las acciones fueron producto de las órdenes de Tziuanqua) mandó que se volviera a poblar 882 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155. Códex Plancarte [presentación y paleografía del documento de Nicolás León] en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 235-249. P. 240. Ortografía y comas nuestras. En adelante citado como Códex Plancarte. 884 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 76-77, 215-217 y 225-226. 885 ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, ff. 156, 157v. 886 ―Códex Plancarte‖ [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 240. Ortografía y comas nuestras. En adelante citado como Códex Plancarte. 887 Ídem. Ortografía y comas nuestras. 888 Ibíd., P. 239. 883 223 Carapan: ―por la potestad que tengo, es mi parecer que en este lugar se poblara, porque es lastima este río nadie se sirva de ella, mirad que linda agua, lugar siempre bueno y sano y ansi os mando que cada uno de vosotros traigáis una persona para que pueblen en este lugar, con eso cuando se nos haga otra vez camino para aquí tendremos, quiero nos acuda y socorra en estos viajes…‖.889 Luego, Tziungua nombró a un guerrero suyo llamado Sirundame para la repoblación de las tierras de Carapan; este funcionario preguntó a los valientes de Sevina llamados Sincalapa, Apanducum y Axancha, y en un lugar llamado ―Ratzaalti‖ [¿Aranzan?]890 preguntó a los valientes Conodira y Azuno quienes podían dar gente para repoblar. Zuno, vecino del pueblo de Artantzan ―al instante‖ entregó a tres de sus nietos a Sirundame para repoblar Carapan, llamados Thuruqugar, Thurucuazen, Truquazcu, o Turuquazcu, Siuemaquare o Ceuemaquare, y Cuenetze, que estaban en el puesto de Piritan con sus mujeres,891 ―que los que están en el puesto de Piritan pueden llevarlos porque en el puesto de Piritan estaban contra un ojo sin agua y aquellos podían poblar en el pueblo viejo de Calapan donde estaba despoblado.‖892 Sirundame acompañó a los nietos de Zuno para dar posesión en nombre del Rey Tziunqua, repartir y delimitar las tierras del nuevo pueblo; pusieron mojoneras, por ―señales amarraron las puntas de unas pajas señalando hasta donde de cultivar las dichas tierras cada uno de si‖.893 Al día siguiente, ―por la mañana llevolos el valiente Sirundame al ojo de agua que llaman Charaperao, allí les dijo que en aquel lugar que está allí, como á modo de cuatro solares, allí les dijo: ―mirad en estos cuatro solares que no hay más campo, allí habéis de sembrar chile‖; dándoles traza cómo habían de hacer los almácigos y cómo los habían de tapar con ramos de sauces que all[í] hay en la orilla del rio, y cómo lo habían de trasponerlo. Después de haberles enseñado, y ellos puestos señales como pusieron el día antecedente en el puesto de Urapondi, ansi pusieron allí en aquel lugar de Charaperao y se volvieron á hacer noche a Cohtiro.‖ 894 Al parecer el puesto de Cohtiro no les gustó a los hermanos, por lo que decidieron hacer pueblo río abajo. Las tierras que Sirundame asignó a los tres hermanos para sí, miembros de la misma familia o linaje, Ulises Beltrán las nombró como ―tierras patrimoniales del linaje noble‖. Tiempo después se agregaron ―veinte personas con sus mugeres‖ en el nuevo pueblo de Carapan con permiso de Turuquazcu, y al saberlo el abuelo de los hermanos, Zuno, envió a decirle su nieto que ―cómo consintió que en aquel lugar de Calapan, consintió viviesen aquellas veinte personas, ya que los consintió, que les haga hacer una sementera en nombre de su Rey, Tziquanqua, para esquite. Respondió Turuquazcu que les había de hacer, que no tenía corazón para con ellos, que ellos se sujetaban al pueblo y que ya hacían sementera en nombre del Rey Ziuanqua para esquite…‖.895 Estas serían las ―tierras fiscales del Estado.‖ Como puede inferirse, estas tierras de Carapan fueron distribuidas a las autoridades locales y a los colonos, y se asignaron tierras para el pago 889 Ibíd., P. 242. En esta cita hemos modificado la ortografía y colocado comas donde lo hemos considerado necesario. 890 De acuerdo a la paleografía de Nicolás León, esa parte del texto se lee ―Pasó a ratzaalti‖, probablemente el documento original decía ―Pasó aratzalti‖, y muy probablemente se trate de Aranza, pues parece que ―azuno‖ y ―Zuno‖ son el mismo personaje, del pueblo de ―Artantzan‖. 891 Ibíd., P. 243. 892 Ibíd., P. 239. 893 Ibíd., P. 243. 894 Ídem. En esta cita hemos colocado mayúsculas a nombres propios, puesto signos de puntuación, acentos y comillas, donde lo hemos considerado necesario. 895 Ibíd., P. 244. También en esta cita hemos modernizado la ortografía. 224 de tributos. Las atribuciones de Sirundame fueron al parecer las de haber registrado todos los lugares, montes, cerros, puestos, llanos, ojos de agua, barrancas, y sementeras, y haber puesto mojoneras en contorno ―y después fué a avisar a su Rey a darle cuenta de todo lo que obró en su nombre, empeñándolos su palabra de venir a visitarlos otra vez, y este sabia y conocía a todos los terrazgueros del Rey‖.896 Estas atribuciones son recuerdan al tareta vaxátati, ―diputado sobre todos los que tienen cargo de las sementeras del cazonçi, y aquél sabía las sementeras cúyas eran. Este era como mayordomo mayor deputado sobre todas las sementeras.‖897 La fundación o refundación de pueblos en la época prehispánica fue un acontecimiento muy común, y quedaron registrados testimonios de varios pueblos.898 Por ejemplo, en 1579 se mencionó sobre Jiquilpan que ―el fundador deste pueblo fue DON FRAN[CIS]CO NOX[TI], indio principal. Era natural del pu[ebl]o de Amula. Había nueve años que estaba poblado, antes de la conquista [entre 1512 o 1513]; poblose con mil y doscientos indios,‖899 proceso similar en el pueblo cercano de Tarecuato que ―el primero q[ue] fundó este d[ic]ho pueblo fue un indio principal q[ue] se decía GUATANDO, el cual le puso el nombre de Tarequato, habrá más de cien años. Quiere decir, este nombre GUATANDO, ―hombre que está muy viejo y cansado‖, el cual fundó este d[ic]ho pueblo por mandado de CAZONCIN, rey de Mechuacan a quien, en aquel t[iem]po, obedecían.‖900 El pueblo de Tiripetío es otro ejemplo de cómo se fundaban o refundaban los pueblos. En la RM, Tiripetío aparece como cacicazgo independiente, luego es conquistado por el señorío de Curínguaro y pasó ser un sujeto, posteriormente pasa a ser conquistado por el triunvirato de Tzintzuntzan-PátzcuaroIhuatzio.901 La Relación Geográfica de Tiripetío sin embargo menciona que fue fundado por alguno de los cazonci gobernantes en el siglo XV: ―se dice por cosa cierta y sin duda que el nombre de este pueblo de Tiripetío es así llamado por haberlo fundado un capitán que al mismo efecto envió el príncipe de esta provincia de Michoacán… […] Este capitán arriba dicho, que vino a fundar este pueblo, se llamaba Tiripetío.‖902 Sin embargo, más adelante se menciona otra versión del origen del toponímico: ―Dicen estos viejos antiguos y modernos, que desde el tiempo de su gentilidad, y desde el tempo del capitán Tiripetío, hasta que entraron en esta tierra los frailes, y muchos días después, en el cerro arriba nombrado de los chichimecas, andaba un hombre feo, amarillo, atericiado, y que siempre hacía su habitación en él. Y bajaba y subía, de forma que lo veían, y así se cree y se tiene por cierto que, porque se le aparecía muchas veces al capitán Tiripetío y tenía con él particular amistad, se pusi el nombre conforme al color que tenía aquel fantasma o diablo, que era atericiado, porque ya queda dicho que la significación de 903 este nombre Tiripetío es como decir cosa dorada o atericiada.‖ Igor Cerda propone que probablemente Tiripetío haya existido como cacicazgo desde los siglos XII o XIII, luego ca. ¿1300-1350?, perdió su independencia y pasó a ser sujeto tributario de Curínguaro. Durante la expansión del triunvirato TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio a mediados del siglo XV, Tiripetío fue destruido. Para 1480 llegaron a asentarse los pueblos matlatzincas en las tierras entre Pátzcuaro y Charo con permiso 896 Ibíd., P. 244. RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. 898 Los títulos primordiales aluden a estas fundaciones o refundaciones. 899 MEDINILLA ALVARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 411. 900 [Instrucción del pueblo de Tarequato y sus sujetos] Ibíd., P. 425. 901 RM, Segunda Parte, Caps. XXII-XXXI, ff. 109v y 131, Pp. 110 y 153. 902 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 15-16. 903 Ibíd., Pp. 34-35. 897 225 del cazonci Tzitzíspandácuare, por lo que se refundó el pueblo de Tiripetío con pobladores tarascos, para reforzar militarmente este lugar estratégico que era camino directo a la zona nuclear tarasca y al corazón político del Tzintzuntzan Irechequa.904 Nosotros concordamos con esta propuesta, y podríamos sugerir la existencia de refundaciones de pueblos a lo largo del territorio tarasco, pues muy probablemente después de conquistar y subyugar a los pueblos, se hicieron actos y ritos para apropiarse del territorio, medir la tierra, registrar las riquezas naturales, otorgar tierras para su explotación, y tasar los tributos. Un documento que aporta nueva información905 sobre la tenencia de la tierra y las relaciones sociales de producción, es un pleito de tierras ocurrido a finales del siglo XVI, en 1593, cuando los indígenas de Patuan, al sur de Ziracuaretiro, se quisieron quedar con esas tierras. El litigio mencionó como esas tierras habían pertenecido al cazonci Tangáxoan II, y por herencia pasaron a sus hijos, primero a don Francisco Taríacuri, y a la muerte de éste, a don Antonio Huitziméngari. Años después don Antonio fundó hacía la década de 1550 un pueblo en Patuan, repartiendo solares y erigiendo una iglesia bajo la advocación de San Antonio, congregando a terrazgueros de diferentes partes,906 nombrando por principal de ellos a un tal Pedro Pío Ziquipe o Xiquipi, y pagando el terrazgo con maíz, frijoles, chile, calabazas, jitomate, caña de azúcar, plátanos, naranjos granados y legumbres. A la muerte de Huiziméngari, las heredó su hijo don Pablo Huitziméngari, al ser éste menor de edad su tutor legal, Pedro de Ábrego, mandó medir y amojonar las tierras de su propiedad en toda la provincia de Michoacán, incluyendo Patuan. Está coyuntura fue aprovechada por Pedro Pío quien desconoció a Huitziméngari y se quiso apropiar de las tierras de Patuan, por lo que fue llevado preso a Pátzcuaro en tiempo de Garcí Manuel Pimentel, Alcalde mayor. Tras la 904 CERDA FARÍAS, IGOR. ―Apéndice 1. Tiripetío, antecedentes de su fundación. Una propuesta‖, en: [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, Pp. 148-150. 905 En un documento de 1647 citado por Sarrelangue y Carrasco, ya había proporcionado información parecida a la que vamos a referir; el documento trata de como el gobernador indígena de Pátzcuaro, don Juan Huitziméngari, se quejó que no había recibido el pago de los indios de Tzurumútaro y Pareo. Ninguno de los dos autores refirieron información de la relaciones sociales de producción, probablemente por lo tardío del documento: ―[Unos testigos declararon que] no siendo con esta condición que pagasen como feudo o vasallaje a dichos naturales caciques, tenían en aquellos tiempos pena de la vida cualquiera de los macehuales que llaman curintzicha en esta lengua tarasca; menos que por vía de terrazgo pagasen como terrazgueros o arrendatarios a los dueños y señores y caciques y reyes de esta tierra y provincia de Michoacán, quedaban incursos en pena de muerte (f. 29r). [Otros testigos declararon que] tenían pena gravísima no menos que de la vida el que de este jaez y data de macehuelas [sic] o coristes se atrevía a sembrar en tierra llana, y así sembraban por los montes, cerros, pedregales si no fuese con licencia y con condición de tales terrazgueros de dueños y señores de las dichas tierras de pan llevar, de donde le quedó el primer derecho a esta ciudad y propiedad de lo más esencial y más cercano y más provechoso como lo es esta laguna (f. 30r). [Otro testigo se refiere a] pescadores, terrazgueros, o mayordomos y administradores de dichos propios de esta ciudad, que llamaban guaruchas, de todo lo cual se aprovechan y han aprovechado de tiempo inmemorable a esta parte. Y asismo sabe y es notorio a todos que menos que ser las dichas posesiones por arrendamiento o terrazgo dados a los dichos macehuales, y no podían ser dichos macehuales dueños de tales tierras y posesiones porque aun sólo por sembrar en tierra llana los susodichos tenían pena de la vida en la gentilidad y así se retiraban a los montes (f. 34v).‖ Citado por CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 89-90. Apud. ―Expediente promovido por el asentamiento de Pátzcuaro sobre que se declare que la laguna que expresa pertenece a los propios de aquella Ciudad, 1780‖, AGI, Tierras 3127 (1) f. 5v y 9v. 906 Los terrazgueros venían de lugares como México, San Francisco, Uruapa, Aputzetame, Jujacato, Sant Ángel, Uiramangaro, Taretan, Pátzcuaro, así como ―indios advenedizos y extranjeros de las Chichimecas. ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, f. 160v. 226 muerte de don Pablo Huitziméngari, estas tierras pasaron a propiedad de su madre, doña María Marvaquesco, y su esposa doña Mariana Castilleja. Luego las heredó su hija, Beatriz de Castilleja y el esposo de ella, Sancho Ibáñez. Al parecer en algún momento, el español Francisco de Sarria recibió como merced 3 caballerías de tierra a pesar de que los indígenas las defendieron, por lo que Sancho Ibáñez vendió, dio derecho, posesión y escrituras de venta a Sarria por 820 pesos. Fue cuando en 1592 los hijos y nietos de los terrazgueros congregados por don Antonio Huitziméngari reclamaron las tierras para sí, representados por Pedro Díaz Agüero, lamentablemente el expediente de la demanda no se conoce, y sólo existe la probanza de Francisco de Sarria. Aunque desconocemos como los terrazgueros reivindicaron su derecho a la tierra, en la probanza de Francisco de Sarria se facilitan varios datos que nos pueden proporcionar una idea. A lo largo del documento se menciona como don Antonio Huitziméngari tenía ―una huerta que es // de cuatro paracatas cada paracata // de veinte brazas en cuadra‖,907 hecha por un criado de él llamado Aspe, donde se sembraban frutas de castilla, pero al ser tierra caliente no se dieron los frutos y se perdió, la huerta se repartió entre los terrazgueros, pero no sé dice que bajo qué condiciones fue el reparto.908 Lucas Tzitziqui, uno de los terrazgueros de Patuan, tenía 60 años y no era de ahí, sino de Aphutzithameo o Aputzetame, había llegado a Patuan 20 años antes, es decir para la década de 1570, y reconoció la propiedad de las tierras a don Antonio Huitziméngari pero que ―por tierras // suyas las ha tenido este testigo todo este tiempo // aunque los naturales del dicho pueblo las han pretendido // defender por suyas diciendo que las // heredaron de sus padres…‖909, sin embargo, don Miguel Quara, principal de Pátzcuaro había declarado antes que ―sí los indios las tuvieran e // poseyeran por suyas a título de esto las hubieran // defendido y no reconocido tantas veces // que de ellas tienen…‖.910 a los diferentes dueños que se sucedieron. Otros testimonios también indican que algunos de los terrazgueros que en ese momento estaban en Patuan, no eran de los hijos y nietos que congregó don Antonio Huitziméngari, sino que ya era gente advenediza de otros lugares que se querían aprovechar de esas tierras sin tener derecho alguno. Entre los datos etnohistóricos que proporciona el documento, se encuentra el testimonio que prestó Martín Tzapi, indio vecino y principal de San Juan de Tiripen sujeto a Zirosto, pero natural nacido y criado en San Francisco Peribán. Tenía más de 70 años de edad, y ―que cuando el Marques vino a la conquista de esta // Nueva España era ya nacido […] ―sus padres // estaban en guardia de unas tierras de cucha // aracha madre de doña Beatriz de Castilleja‖,911 es decir, doña María Marvaquesco. A partir de que Martín Tzapi dio este testimonio, varios testigos más proporcionaron información parecida: ―A la segunda pregunta dijo que este testigo // oyó decir a los naturales viejos y antiguos // de esta provincia como Tangajuan // rey y señor natural que fue en esta // provincia de Mechoacán había tenido // y tenía y poseía en todo su reino muchas // tierras de riego y humedad y temporal // y que oyó decir a sus mayores // que las tierras de Patuan, Tamaquaro // y las de la Isla entre los // ríos y las tierras de Capeo y las demás // contenidas en la dicha pregunta // por ser como son de humedad y de // riego eran del dicho señor natural // Tangajuan […] y en semejantes tierras los // maceguales 907 Ibíd., f. 108v. Ibíd., f. 157v. 909 Ibíd., f. 150. 910 Ibíd., f. 152v. 911 Ibíd., ff. 116v-117v. 908 227 no tenían nada por lo cual // sabe este testigo que siendo como son las dichas // tierras de Patuan de humedad y de regadío // no pudieron tener en ellas ninguna parte // de 912 ellas por suyas propias sino por vía de // terrazgo como lo pagaban y han pagado…‖. Otros detalles sobre las tierras que proporcionan otros testigos se pueden resumir de la siguiente manera: los reyes de Michoacán, el cazonci, señores, principales, caciques, tenían muchas tierras en todo el territorio de la provincia, tierras buenas de humedad, regadío, vegas, llanos,913 y los maceguales y terrazgueros no tenían este tipo de tierras por propiedad, y las sembraban por vía de pagar terrazgo. Las tierras que los maceguales sembraban estaban en los cerros, montes, sierras, altos, pedregales, quebradas y lugares de poco aprovechamiento. Esta división de la tenencia de la tierra entre la clase dominante y la clase dominada era cosa de conocimiento público, notorio, y muy guardada entre ellos.914 Un último aspecto importante para estudiar la tenencia de la tierra y relaciones sociales de producción en la sociedad tarasca prehispánica, tiene que ver con las categorías empleadas para el estudio de la identidad de los diferentes grupos sociales que existieron. Sarah Albiez-Wieck cuestiona la existencia de una etnicidad tarasca para la época prehispánica, de hecho menciona las tres posturas existentes sobre el debate sobre la extrapolación de conceptos como etnicidad, género y clase; menciona que hay tres posturas sobre que la etnicidad, la primera que es ―un fenómeno universal que ha existido en todas las sociedades humanas‖, ―un segundo grupo de autores liga el surgimiento de etnicidad o ―raza‖ al colonialismo europeo‖, y una tercera posición argumenta ―que la etnicidad es un fenómeno moderno que no existía antes de la formación del Estado nacional‖, y que en el pasado tenía más peso el parentesco, origen regional, religión, o comunidad.915 Rik Hoekstra y Arjil Ouweneel propusieron dos formas de entender la asociación de individuos, por asociación personal (Personenverband) y por asociación territorial (Territorialverband).916 Aunque estas asociaciones ya habían sido contempladas por Marx, mencionó que ―Las tribus de los estados antiguos estaban constituidas de dos maneras: sobre la base de linajes o sobre la base de lugares. Las tribus basadas en linajes superan en antigüedad a las tribus basadas en el lugar y en casi todas partes fueron suplantadas por éstas. Su forma más estricta, más extrema, es la organización de castas, separadas las unas de las otras, sin derecho a matrimonio mixto y enteramente diferenciadas en cuanto a su dignidad, 917 correspondiéndole a cada una un oficio exclusivo e incambiable.‖ Intentar comprender cuál de las dos asociaciones existió en el Michoacán protohistórico, es fundamental para terminar de vislumbrar la información que disponemos sobre las relaciones sociales de producción. La asociación territorial implicaba que los habitantes de un territorio estaban sujetos a un gobierno y que existía cierta noción de propiedad privada en una sociedad de este tipo. ―En Mesoamérica, y 912 Ibíd., ff. 117v-188. En el DGLM se mencionan las entradas ―Emengua. Sementera de rriego‖, ―Emengua hatzini. Sembrar de rriego‖ y ―Emengua tarequareni. Tener sementera de rreigo‖. DGLM, T. II, P. 182. 914 ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, pássim. 915 ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Óp. Cit., T. I, Pp. 122-123. Nosotros nos posicionamos en la primera postura, y consideramos que el Estado tarasco intento imponer una identidad étnica, al menos en la clase dominante, acorde a la cultura de los tarasco-uacúsecha. 916 Citados por ALBIEZ WIECK, SARAH, Ibíd., T. I, P. 50. 917 MARX, KARL; HOBSBAWM, ERIC J. Formaciones económicas precapitalistas. 20ª edición, México, Siglo XXI editores, (Biblioteca del pensamiento socialista), 2003, P. 76. Cursivas originales. En adelante citados como Formen. 913 228 también en el Estado tarasco, en cambio, era común la asociación personal la cual estaba determinadamente por relaciones cercanas entre el señor y sus vasallos. Lo que le importaba al gobierno no era en sí el control de tierras sino el de personas, es decir la fuerza de trabajo que le pudiera generar tributo. Sin embargo, esta dicotomía no es tajante, ya que las conquistas tarascas siempre implicaban también el control sobre un territorio y de sus recursos. Las personas, para poder producir tributo, tenían que poseer tierras, sin que esto se refiera necesariamente a un derecho de posesión privado.‖918 La parte histórica de la RM documenta como existía está dicotomía, y como otros factores como el parentesco y la lucha de clases, eran parte del devenir en las sociedades prototarascas; dos ejemplos muy interesantes que nos permiten documentar la asociación territorial y personal, y su interacción en las distintas formas de alianza, son los siguientes. Un ejemplo de asociación territorial lo encontramos cuando Taríacuri formó una alianza matrimonial casándose con la hija de Chánshori, señor de Curínguaro. Al ser infiel la esposa de Taríacuri, éste contrajo nupcias con hijas de Zurumban señor de Tariaran, por lo que la alianza con Chánshori terminó. Éste, para vengar la afrenta contra su hija y su interés de apoderarse del bulto sagrado de Curícaueri, mandó una pequeña fuerza donde Taríacuri tenía el asiento del templo de Curícaueri, llamado Hoátaro pexo, lugar al que Chánshori se refirió como ―Taríacuri, la tierra que tiene no es suya‖;919 es decir, que Taríacuri estaba en calidad de poseedor de la tierra y no de propietario. El bulto sagrado fue retirado y puesto en su lugar el bulto de Huréndequavécara, y los esclavos destinados a Curícaueri fueron sacrificados en honor al segundo dios, por lo que Taríacuri con los suyos se retiraron a un monte llamado Vpapo hoato. Taríacuri mandó mensajeros con una carga de hachas de cobre para que le dijeran a Chánshori ―que me preste o venda un pedazo de tierra para poner a mi dios Curícaueri, pues que sabe sabe ques todo pedregales donde esto[y]‖, 920 sin embargo su suegro se negó, por lo que Taríacuri se movió son los suyos a Urecho.921 El segundo ejemplo que representa una asociación personal, es el que involucra a Taríacuri con Chapá, hijo de Chánshori y una esclava, que por ser hijo de esclava, no le obedecían. Por eso Taríacuri le dio una parte de Curícaueri a Chapá, y se lograron conquistar algunos lugares de donde se obtuvieron muchos esclavos para Curícaueri. Al ver el éxito de Chapá, los señores de Curínguaro le dieron por esposa a una señora de dicho pueblo, por lo que las conquistas y esclavos pasaron a dar a Curínguaro y no a Pátzcuaro ―y tomando [Chapá] algunas veces cien esclavos, no traía más de cuarenta aquí, a Pázquaro, y lleva lo[s] otros sesenta a Corínguaro. Y después empenzó a traer no más de veinte esclavos y después no más de cinco, que todos los llevaba a Corýnguaro. Y otras veces tomando ciento, no traía más de uno solo, aquí a Pázquaro, y todos los llevaba a Corínguaro.‖922 Al recriminarle Taríacuri sobre esto a Chapá, éste se fue a un pueblo llamado Xénguaro, en o cerca del actual Capula. 918 Ibíd., T. I, Pp. 50-51. RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 96v, P. 84. 920 Chánshori mandó una embajada y contestó: ―decid a Taríacuri que esté en el lugar que está, que aunque sea pedregales que todo es buena tierra, que allí primero se hace y granan los maizales, que en otra parte, y los melones, y las semillas de bledos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. Sin embargo, con la información contenida en el ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, a todas luces Chánshori le estaba dando trato de purépecha a Taríacuri, de ahí es que decida moverse a otras tierras, pero sigue atado personalmente a su suegro por la alianza matrimonial. 921 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. 922 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 109v, P. 110. 919 229 Un dato más para considerar las relaciones de adscripción territorial y personal en el Michoacán prehispánico, y que estas relaciones no eran tajantes, tiene que ver con una de las obligaciones de los caciques de los pueblos, ya que a ellos les decían ―sé obidiente y trae leña para los qúes, porque la gente común esté fija, porque si tú no traes leña, ¿qué ha de ser dellos, si tú eres malo?‖923 Vasco de Quiroga mencionó una costumbre ―entre estos naturales, y eran: que si uno servía a otro y no le quería servir y se huía en casa del señor o del cacique, el tal había de servir al dicho cacique, y el otro, a quien antes servía, le perdía.‖924 Vemos pues que a pesar de existir instituciones sociales como la asociación territorial y personal, los grupos de interés tendían a ―doblar‖ los lineamientos sociales, así por ejemplo se habla del comercio de esclavos, a pesar de que la coerción social pudo haber tenido como base el territorio o la lealtad a familias o linajes y parentesco. Las fuentes históricas mesoamericanas documentan que para el Posclásico ―…se habría producido entonces la combinación de dos sistemas de gobierno: el tradicional, basado en el parentesco de las comunidades con sus dioses patronos (en cada una de las unidades componentes del sistema político), y el globalizador, basado en el territorio. Por medio del primer sistema, el poder se habría ejercido sobre los individuos por su dependencia étnica, independientemente de dónde radicaran; por el segundo, sobre todos los pobladores de un territorio, independientemente de su etnia. […] En efecto, la simultaneidad de las dos formas de poder (gentilicio y territorial) existía en el estado 925 mexica y en otros muchos, en vísperas de la Conquista.‖ Las formas de posesión de la tierra Roger Bartra y Ulises Beltrán caracterizaron 4 formas distintas de posesión de la tierra en el Michoacán prehispánico, basándose en las diversas referencias documentales existentes. Nosotros seguimos esencialmente la propuesta de Ulises Beltrán, pero con nueva información documental, así como las nuevas perspectivas sobre la ya existente, tratamos de complementar o afinar los que se ha dicho sobre la tenencia de la tierra.926 En el siguiente cuadro resumimos las diversas propuestas, a pesar de que ahora tenemos un cuadro mucho más complejo de los diferentes tipos de tenencia de la tierra: 923 RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205. Cursivas nuestras. QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 170. 925 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad de Zuyuá. Serpiente Emplumada y las trasformaciones mesoamericanas del Clásico al Posclásico. México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Ensayos), 1999, Pp. 42-43. 926 Para una síntesis de los trabajos publicados sobre la tenencia de la tierra entre los tarascos antiguos hasta 1997, véase ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE. ―La tenencia de la tierra en el Michoacán antiguo‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Lengua y etnohistoria purépecha. Homenaje a Benedict Warren. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoInstituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (―Encuentros‖, núm. 2), 1997, Pp. 275-287. 924 230 TIPOS DE TENENCIA DE LA TIERRA EN EL MICHOACÁN PREHISPÁNICO SEGÚN VARIOS AUTORES Alonso de la Veracruz Alonso de Zurita Roger Bartra Ulises Beltrán Tierras de los reyes Comunes donde labran las Propiedad Tierras patrimoniales sementeras del Señor pública reales universal Tierras de los señores Sementeras de los Señores Propiedad Tierras patrimoniales inferiores privada del linaje noble ―Tierras de los cues‖ Sementeras para los templos Propiedad Tierras fiscales pública Tierras comunes y Tierras propias de los ¿Propiedad Tierras de la gente propias de los pueblos labradores privada? común CUADRO 8. FUENTE: VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 41; ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P. 152; BARTRA, ROGER. ―Los tarascos. Algunas perspectivas de investigación‖, Óp. Cit., Pp. 121-122; BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., 127. Elaboración propia. Las tierras del rey o cazonci y las tierras patrimoniales reales, eran las mejores tierras que se reservaba para sí mismo el cazonci a lo largo y ancho del territorio. La RM menciona que había un funcionario llamado ―tareta vaxátati, diputado sobre todos los que tienen cargo de las sementeras del cazonçi, y aquél sabía las sementeras cúyas eran. Este era como mayordomo mayor deputado sobre todas las sementeras, que otro mayordomo había sobre cada sementera, el cual la hacía sembrar y desherbar y coger por todos los pueblos, para las guerras y ofrendas a sus dioses.‖927 Estas tierras eran celosamente guardadas, la RM menciona que ―los [mayordomos] que habían dejado perder las sementeras del caçonçi por no desherballas, que eran para las guerras‖, eran ajusticiados en la fiesta de Equata Cónscuaro, y los que sembraban tierras del cazonci sin permiso, se les aplicaba la pena capital.928 Los productos de estas tierras sirvieran para la manutención de la familia real que vivía en la casa del cazonci, algunos de sus oficiales profesionales y funcionarios, y como excedente para intercambiar por otros productos por medio del comercio. El resto de la clase dominante que pertenecía a la nobleza, tenían tierras patrimoniales del linaje real dadas en comodato, es decir, tierras que pertenecían al Estado tarasco pero que el cazonci repartía entre los nobles para que fueran trabajadas, Ulises Beltrán llama a estas ―tierras patrimoniales del linaje noble‖.929 En varias ocasiones se menciona que los señores, caciques y principales, tenían tierras para su manutención en cada uno de los pueblos que regían. Por ejemplo, cuando un cúritiecha hacía el discurso para poner al nuevo cacique, amonestaba a la gente del pueblo que le hiciera sus sementeras, para que el cacique fuera liberal y le diera de comer a la gente.930 Al parecer, dependiendo del rango dentro de la clase dominante, era el tamaño de tierras que eran otorgadas por el cazonci, se menciona por ejemplo que ―a estos principales llamados ocánbecha, por este oficio no les solían dar más de leña y alguna sementerilla que le hacían y otros le hacían cotaras.‖931 Es probable que los derechos de 927 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14, corchetes nuestros; LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 33. 929 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 124. 930 RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22v y f. 23, Pp. 206 y 207. 931 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. Cursivas nuestras. 928 231 estas tierras fueran corporados, es decir, asignados a un linaje o familias nobles (quahta), y no a individuos.932 Pero por algunas referencias se sabe que existían sementeras divididas en parcelas, tanto para los angámencha como para los purépecha. En el capítulo sobre los oficios que había dentro de la casa del cazonci se menciona que en Tzintzuntzan ―había una persona principal en la cibdad que sabía todas las sementeras del pueblo, cuyas eran y éste oía todos los pleitos de sementeras y tierras y las daba a cúyas eran.‖933 No queda claro si se trata del tareta vaxátati, si era uno de los mayordomos, o era un funcionario aparte; es probable que también existieran este tipo de funcionarios en los pueblos. Las sementeras eran parte de la dote que daba el suegro cuando se casaban entre linajes nobles;934 Ulises Beltrán mencionó que ―no hay una sola referencia a la circulación de tierras a excepción de las dotes matrimoniales‖, 935 pero esto es inexacto, en la parte histórica, hay en episodio donde Taríacuri quiso comprar o rentar unas tierras a su suegro Chánshori.936 Los angámencha o principales también podían caer en desgracia al cometer una falta grave, por ejemplo, tomar una de las mujeres del cazonci. Cuando esto ocurría, el cazonci lo mandaba matar, a su esposa, hijos, sus parientes y todos los que estaban en su casa ―y tomábale toda su hacienda y todas sus sementeras y era todo para la cámara e fisco del cazonçi, y quitábale la insinia de valiente hombre.‖ Este actuar, de confiscar la hacienda, también se aplicaba a los hijos del cazonci. En la página siguiente de la referencia anterior, se menciona: ―Y al hijo que mandaba matar [por emborracharse continuamente], tomábale toda su hacienda, como a los otros principales que mandaba matar, y mandaba matar también sus ayos y amas que le habían criado, y los criados, porque ellos le habían mostrado aquellas costumbres.‖937 ―La Relación indica que los derechos que la nobleza tenía sobre sus propiedades, en última instancia dependían del cazonci, quien ejercía su autoridad frecuente e inmisericordemente.‖938 Por otro lado, las tierras fiscales del Estado, también se encontraban a lo largo y ancho del territorio, lo cual dificulta enormemente su identificación de las tierras del cazonci, pues ambas son llamadas con el mismo nombre (tierras o sementeras del cazonci), pero las diferencias estriban, en que las primeras estaban destinadas a la producción del tributo para las guerras y probablemente para la manutención de la casta sacerdotal y otros funcionarios estatales; y las del cazonci para la manutención de él, los habitantes de su casa, sus sirvientes, los artesanos profesionales a su servicio, y de riqueza para comercio. Sin embargo, la diferenciación entre ambas se realiza para poder comprender la realidad tarasca, y es probable que en el pasado prehispánico está división no fuera tajante o explicita. Otra diferencia importante, es que las tierras fiscales del Estado (las comunes que menciona Zorita), eran labradas por la gente 932 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., Pp. 125-127. RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. 934 RM, Tercera Parte, Cap. XI., ff. 26 y 28, Pp. 213 y 217. 935 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 126. 936 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. Sobre este pasaje, Carrasco se preguntó si en el Michoacán prehispánico había compraventa de terrenos, y comentó que ―bien poca cosa para pensar que había mercado de terrenos‖. CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 93. 937 RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21-f. y 21v, Pp. 203 y 204. Vasco de Quiroga mencionó que en la Nueva España, cuando ―fallecía un principal y aunque tuviese y dejase hijos y mujer iba el cacique principales y entraba en toda la hacienda y sin dejar nada se la tomaba toda; lo mismo pienso, hacían con los mercaderes. También afirman esto religiosos lenguas QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 171 938 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 126. 933 232 común, ―campesinos libres‖, dicha fuerza de trabajo era el tributo que le pagaban al cazonci, el trabajo de corvea y rotativo, mientras que en las tierras del cazonci y la nobleza eran trabajadas por siervos o criados, terrazgueros y esclavos, los llamados mimiecha, açípecha y terúparaquaebaecha, y tal vez, ocasionalmente por los ―campesinos libres‖.939 En 1532, el corregidor de Tzintzuntzan, Pedro de Arellano, encontró el tesoro que Francisco Tangáxoan había escondido para sus hijos, Francisco Taríacuri y Antonio Huitziméngari. Torturó a los guardias que lo protegían en una de las islas del lago de Pátzcuaro, y lo fundió en barras de oro y plata. Los nobles tarascos iniciaron un proceso que duraría varios años contra Pedro de Arellano, donde se defendieron dos posturas: Arellano insistió en que el tesoro del cazonci era parte de las ofrendas que los indígenas dejaban a sus dioses y que eran idolatrías, por lo que procedió de forma correcta pagando el quinto real; mientras que los indígenas mencionaron que no eran idolatrías, que los objetos del tesoro eran objetos suntuarios con los que se vestían antiguamente, y por lo tanto, el proceder de Arellano era un atropello. Varios testigos españoles declararon que dichas ofrendas de objetos suntuarios eran idolatrías, pues estaban dedicadas a los dioses, eran resguardadas en los templos, y dichos bienes eran administrados por la casta sacerdotal. Si bien las declaraciones son tendenciosas para justificar la apropiación de los objetos considerados como idolatría, hay información muy interesante, pues es se deja entrever como la casta sacerdotal se apropiaba de parte del plusproducto; quizás el origen de varios de esos bienes eran las ―tierras de los cues‖ y el trueque. Ya mencionamos que en la Relación Geográfica de Tiripetío, se mencionó que en su gentilidad, los purépecha tributaban ―las gallinas, hombres y mujeres eran las aves para que comiesen los ministros de los ídolos y sacrificios, que eran muchos; los hombres y mujeres para que les sirviesen.‖940 Los bienes de subsistencia quizás provenían de las tierras fiscales mencionadas por Alonso de la Veracruz como ―tierras de los cues‖, pero los objetos manufacturados con recursos escasos de lujo, probablemente se comercializaban con los excedentes producidos de estas tierras por medio del trabajo tributado por medio de corvea, o por algún tipo de terrasgueros. En la RM se menciona que la expedición de Antonio Caicedo que llegó a Tzintzuntzan en otoño de 1521, traían plumajes y otras cosas de México para comerciar. Tzintzincha ordenó secretamente a los mercaderes y señores que no comerciaran con los españoles, pero fue desobedecido por los sacerdotes: ―Y compráronlos todos los sacristanes y guardas de los dioses, con las mantas que tenían los dioses diputadas para comprar sus atavíos. Y compraron todo lo que los españoles les traían…‖.941 En el pleito de Arellano, uno de los testigos, Pedro de Molina, declaró que él había visto en los templos mantas de algodón y tamales ofrecidos a los ídolos y 939 Ibíd., P. 129. [MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 18. 941 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, ff. 43v-44, Pp. 248-249. 940 233 ―queste testigo sabe que las cosas e joyas que asy ofrecen los dichos indios a sus ydolos los guardan por de los mismos ydolos e que alli las dexan e estan en guardia los papas o tapias de los ydolos que estan alli syenpre a los quales este testigo los ha visto e hallado 942 en guarda de los dichos cues…‖. El bachiller Juan de Ortega declaró que las cosas de los templos ofrecidas a los ídolos eran de los ídolos, no de los indios, y que los sacerdotes los guardaban, una declaración a modo para justificar la expoliación de los templos y la casta sacerdotal: ―…queste testigo le paresce que las cosas e joyas que los indios tienen ofrecidas a los ydolos en los dichos cues que aquello es tenido por cosas de sus ydolos e no de los 943 indios ni de otras personas pues questan alli en los cues…‖. Los bienes de subsistencia como alimentos y leña para los templos, eran consumidos por la casta sacerdotal; en la Relación Geográfica de Tuzantla se mencionó que de ―…ordinario, estaban tres indios en guarda de los ídolos, y éstos se sacaban sangre de las orejas y, con ella, se pintaban: y éstos eran reputados y acatados como sacerdotes y comían de los que a los ídolos presentaban…‖;944 y en la Relación Geográfica de Cuiseo de la Laguna, se consignó que en las fiestas ―no bailaban las mujeres, más empero llevaban al templo muchas ofrendas de frutas y pan hecho de maíz, de lo cual se sustentaban estos sacerdotes…‖.945 Pero los objetos suntuarios de oro, plata, cobre, turquesas y plumajes, eran enajenados por los sacerdotes y para su uso exclusivo para el culto. El testigo Pedro Veneciano, declaró los castigos que recibían quienes se atrevían a tomar algo destinado para el culto a los dioses: ―…lo que dexan allí en sus cues e lo guardan por de los dichos ydolos e como cosa ofrecida a ellos e que por mucho que tengan nunca de allí lo osan tomar porque si lo hiziesen ellos dizen que serian destruydos e que luego serían quemados e los principales e señores los castigarían e por estas causas ha visto este testigo que aunque 946 un yndio se muera de hambre no osa tocar a ello…‖. Otros testigos refirieron como después de las fiestas, los objetos suntuarios eran resguardados en los templo, por ejemplo, Juan de Sámano declaró que 942 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖. (Transcripción de Alberto Carrillo Cázares y Silvia Méndez Hernández; introducción por Benedict J. Warren), en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Tercera parte, Apéndice documental, P. 399. 943 Ibíd., P. 401. 944 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. Cursivas nuestras. 945 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PEDRO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Nótese aquí la división del trabajo de acuerdo al sexo, en que las mujeres eran las encargadas de la elaboración de los alimentos. 946 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., P. 397. 234 ―…sabe que es qu [cu] e que todo lo que allí esta en aquellas figuras que dizen que aquello esta ofrecido a aquellas ydolatrias e que dizen que lo sacan de alli solamente 947 para hazer sus juegos e areytos e fiestas e que despues lo bolvieron a poner alli…‖. Y Francisco Morcillo mencionó que ―…todas las cosas buenas que los dichos yndios tenian en la diha [sic] provincia asy de plata como de oro de otras cosas luego en aviendolo lo ofrecian en los cues e queste testigo los vido ofrecer e los hallo en los dichos ofrecimientos e que los papas que estavan en los cues despues de hecho el dicho ofrecimiento tomavan en sy las cosas que ofrecian e las guardaban e tenian cargo dellas los papaes e questo sabe desta pregunta 948 porque lo vido muchas vezes.‖ Con las piezas documentales que hemos mencionado, se tiene un breve esbozo de como una parte de las tierras fiscales, trabajadas probablemente por corvea o por alguno de los tipos de terrasgueros mencionados, producían un excedente para sustentar a la clase sacerdotal, misma que se apropiaba del plusproducto de materia prima y objetos manufacturados (por ejemplo, mantas de algodón), que eran usadas para mercar por objetos suntuarios como plumajes, objetos de metal y turquesas, necesarias para el culto a los dioses, y resguardadas en las trojes de los templos. Un último tipo de tenencia, eran las tierras de la gente común, parcelas que servían para sustentar la manutención de los ―campesinos libres‖. Carrasco siguiendo a Zorita, menciona que el producto de estas parcelas era para la gente común, 949 pero no hay ninguna referencia a que el Estado no pudiera enajenar parte de la producción de esas parcelas. Beltrán señala que ―lo único que sabemos sobre las tierras otorgadas a la gente común es que éstas eran distribuidas a ―familias‖ y no a individuos o algún tipo de corporación. Pero sabemos poco sobre estas ―familias‖ y sobre cómo la gente común estaba organizada en los poblados,‖950 ni la extensión y características. El desconocimiento de esta información tiene consideraciones muy importantes, pues si se acepta la existencia hipotética de una organización familiar de clanes patrimoniales exógenos o linajes, parecida al calpulli de otras regiones de Mesoamérica, significaría que cada barrio estaba organizado en un clan, con un jefe y un consejo de ancianos, y un sistema de castas muy cerrado. Las relaciones de producción dependerían entonces de la organización de cada clan, sin embargo, ―no disponemos de pruebas suficientes para confirmar la existencia de una organización clánica de los barrios tarascos.‖ 951 Si en efecto estos ―campesinos libres‖ tenían derechos de posesión sobre parcelas de sus pueblos, podemos pensar en que estaban ligados a la sus medios de producción, es decir, tenían adscripción territorial. Un documento temprano elaborado por Vasco de Quiroga, quizá podría ayudarnos a tener una idea de la tenencia de la tierra y la organización del trabajo agrícola de los 947 Ibíd., P. 403. Ibíd., P. 407. 949 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 71. 950 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 127. 951 Ibíd., P. 129. Beltrán menciona un quinto tipo de propiedad, ―tierras de los mercenarios‖, que se otorgaban a grupos indígenas ―extranjeros‖. Si bien las fuentes hablan de estos ―mercenarios‖, estas concesiones de tierras se les daba a los principales de estos ―extranjeros‖, por lo que bien podría ser una variante de las tierras de la nobleza, aunque con una serie de particularidades que abordaremos otra parte de esta investigación. 948 235 purépecha en los asentamientos prehispánicos. Durante el tiempo que Quiroga fue oidor de la Segunda Audiencia, notó como los abusos cometidos por los españoles habían trastocado profundamente la forma de vida indígena. Muchos naturales fueron movilizados de sus lugares de origen para usarlos como guerreros auxiliares, cargadores, en el pesado trabajo minero, o esclavizados, muchos nunca regresaron con sus familias. Los huérfanos y los pobres no tenían tierras para labrar, y la evangelización avanzaba a pasos muy lentos; aun existía una fuerte pervivencia de la antigua forma de vida: creencias, costumbres, y relaciones sociales prehispánicas permeaban profundamente en las primeras décadas de vida colonial novohispana.952 En este contexto Quiroga, influenciado por el humanismo y las ideas de la Utopía de Tomás Moro (1478-1535), propuso la existencia de Pueblos Hospital, en que los asentamientos indígenas serían reorganizados en un sistema de policía mixta, y congregados en asentamientos de acuerdo a la tradición urbanística española, ya que los indígenas, en palabras de la toma de posesión de Pátzcuaro, ―viven derramados y bestialmente por los campos‖,953 con el fin de evitar que los indígenas recayeran en borracheras e idolatrías, de controlarlos mejor, instruirlos en diversos oficios, y emplearlos en trabajos útiles.954 El documento al que nos referimos son las famosas Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán…955 Este texto lo redactó Vasco de Quiroga entre 1554 y el 24 de enero de 1565, aunque las ideas contenidas ahí habían sido ensayadas y llevadas a la práctica en los pueblos de Santa Fe de México y Santa Fe de la Laguna en Michoacán, desde mediados de la década de 1530.956 Aunque ahí, Quiroga esbozó de forma ideal de cómo debía de ser la reorganización de los pueblos indígenas desde las ideas humanistas y de Tomás Moro, no podemos negar que retomó muchos elementos e instituciones ya presentes en la organización prehispánica indígena. Carlos Paredes ha propuesto que el proyecto quiroguiano tuvo un peso destacado en Michoacán, por las circunstancias históricas regionales y los antecedentes instituciones prehispánicos de los tarascos, ―me refiero a los antecedentes y a la comparación que hipotéticamente podría realizarse entre ciertas prácticas e instituciones prehispánicas, con el modelo de hospital basado en la inspiración de Tomás Moro e introducido por Vasco de Quiroga y otros religiosos en Michoacán. Como se ha dicho antes, fue de gran importancia entre los tarascos no sólo 952 WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe. Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, 2015, Pp. 30-50. 953 ―La posesión que se tomó en Pázcuaro para la translación de la iglesia‖ [6 de agosto de 1538]], en: LEÓN, NICOLÁS. Don Vasco de Quiroga. Grandeza de su persona y de su obra. Morelia, Centro de estudios sobre la cultura nicólaita-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Biblioteca de nicolaitas notables núm. 24), 1984, P. 267. 954 WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe. Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, 2015, Pp. 30-50. 955 ―Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán dispuestas, por su fundador el reverendísimo y venerable señor don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe. Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, [Apéndices], 2015, Pp. 173-193. En adelante citado como ―Reglas y ordenanzas…‖. 956 WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe, Óp. Cit., Pp. 41-42. 236 como modelo de organización social, sino también como impulsor de instituciones y cargos civiles en las poblaciones indígenas.‖957 En palabras de Carlos Paredes, ésta es una línea de investigación que requiere más trabajo, pero se pueden hacer las siguientes comparaciones: CUADRO COMPARATIVO DE INSTITUCIONES, SIGLO XVI Instituciones y prácticas establecidas en el Modelo de hospital en el programa de Vasco señorío tarasco de Quiroga 1. Distribución y redistribución de bienes a 1. Los frutos del trabajo común se reparten cargo del grupo gobernante a nivel señorial, entre todos. Los excedentes en cada hospitalprovincial y local, en beneficio de la población pueblo se destinan a mantener los indios en general, con motivo de grandes pobres acogidos, los huérfanos, pupilos, acontecimientos o festividades religiosas. viudas, viejos, enfermos, tullidos, ciegos. 2. Reciprocidad en las labores desempeñadas y 2. Trabajo comunal en obras de uso común trabajo comunal entre la población 3. Amplia variedad de trojes-almacenes de 3. Cofres de tres llaves para custodiar dinero, alimentos, objetos valiosos y de objetos documentos y objetos valiosos, de propiedad y rituales a nivel señorial, local y familiar, con uso comunal, así como custodio por parte de destino y procedencia de bienes específicos. autoridades locales representativas. 4. Unidades familiares extensas (con varios 4. Familias extensas. Las familias urbanas casados) en torno a una sola casa ―dos o tres moran es hospital. ―moran juntos abuelos, vecinos con sus parientes‖. padres, hijos, nietos, en general todos los de un linaje, descendientes por línea masculina, hasta 8, 10 ó 12 casados por cada familia.‖ CUADRO 9. FUENTE: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Instituciones coloniales en poblaciones tarascas. Introducción, adaptación y funciones‖, Óp. Cit., Pp. 135-136. Cabe advertir que lo contenido en las Reglas y ordenanzas…, fue un modelo ideal que no siempre correspondió con la realidad indígena michoacana, debido a los enemigos y detractores del proyecto quirogiano. También hay que mencionar que a pesar de las similitudes existentes, las instituciones prehispánicas tarascas y el modelo ideal de la utopía cristiana, corresponden a dos modos de producción precapitalistas distintos, y de dos culturas muy distintas entre sí, por lo que cuestiones sobre la tenencia de los medios de producción, instrumentos de trabajo, y relaciones sociales de producción, sólo pueden tomarse como conjeturas y una propuesta de interpretación. Pero a pesar de eso, puede ayudarnos a contrastar la información con otras fuentes, y proponer un modelo hipotético de cómo estaba organizada la distribución y el trabajo de la tierra en las unidades básicas de organización territorial tarascas, los barrios o vapatzequa. De acuerdo a las Reglas y ordenanzas…, la tenencia de la tierra recaía en el colegio y hospital del pueblo de Santa Fe, y los medios de producción no podían enajenarse, conmutarse, trocarse ni cambiarse por alguna otra cosa.958 Si suponemos que esto reflejó parte del sistema de tenencia de las tierras en los pueblos tarascos 957 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Instituciones coloniales en poblaciones tarascas. Introducción, adaptación y funciones‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, Pp. 135-136. 958 ―Reglas y ordenanzas…‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe, Óp. Cit., P. 176. 237 prehispánicos, vemos que estas fueron inajenables, no podían ser vendidas o cedidas a otros pueblos o personas en calidad de propiedad privada. Además los huertos y piezas de tierra sólo se podían tener en posesión para ser usufructuados, y de forma temporal, de acuerdo a las disposiciones del hospital; 959 por lo que puede imaginarse que en el pasado prehispánico, esta distribución de tierras recayó en el barrio. Alonso de la Veracruz mencionó algo muy similar sobre las tierras de los comunes: ―…nadie, por autoridad propia, puede ocupar, contra la voluntad del pueblo, sus tierras, aún las incultas, ya sea para sembrarlas, o para pasto de sus bestias ni para cualquier otro uso. […] porque la tierra que se encuentra de los límites del pueblo pertenece al mismo pueblo, aunque permanezca sin cultivar. Si por tanto tiene verdadero dueño, no puede un individuo privado quitarla y apropiárselas, porque aunque antiguamente todas eran comunes y se le concedían al primer ocupante, sin embargo, después de hecha la ocupación 960 y esta división, no es licito.‖ Alonso de la Veracruz también mencionó por qué no era lícito apropiarse de tierras de los pueblos sin cultivar o baldías: ―…considerando que esta gente suele cambiar el lugar de la siembra, de manera que en este año siembran aquí y al siguiente en otro lugar más remoto […] conocida la condición de estos naturales, porque cambian el lugar de siembra…‖.961 Al parecer una explicación de que existieran tierras sin cultivar en los pueblos, respondió al desarrollo de las fuerzas productivas tarascas; recordemos que la gente común sólo podía tener tierras en cerros, montes, sierras, altos, pedregales, quebradas y lugares de poco aprovechamiento; y que de los sistemas de cultivo utilizados en el Michoacán prehispánico, dos de ellos eran el sistema de roza mínima y sistema de labrado de suelo, por lo que había que dejar temporadas sin cultivar nada, y dejar descansar la tierra para volver a sembrarla. Se entiende entonces que las parcelas ―propias‖ cambiaban de lugar dejando a las tierras recuperar sus nutrientes, y se concedían otras parcelas dentro de los límites del pueblo. En las Reglas y ordenanzas…, vemos una organización familiar similar descrita por otras fuentes tarascas, como la RM y la Relación Geográfica de Tiripetío, en que cada familia nuclear o extensa se encontraba un paterfamilias, que era la cabeza de la organización familiar, y era con considerado como un tributario.962 La RM menciona que la tierra estaba dividida en parcelas, y cada una de estas debió haber sido cultivada por un paterfamilias, miembro de un barrio o vapatzequa; las Reglas y ordenanzas… mencionan que cada parcela era cultivada por los miembros de la familia, desde la niñez, y el trabajo era supervisado por el paterfamilias, que era el encargado del trabajo agrícola dentro de su parcela.963 También se menciona que había derecho de heredar la posesión de tierras tras la muerte o ausencia larga sin licencia, a hijos o nietos casados, y si no había herederos, eran repartidos a paterfamilias miembros del hospital para que las usufructuaran, pero no en calidad de propiedad, sino de posesión.964 La RM menciona como una parcela era la dote por parte de los padres a las familias nuevas, y en caso de que una pareja mantuviera relaciones sexuales premaritales, la familia de la mujer tenía derecho a 959 Ídem. VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 45. 961 Ibíd., Pp. 46, 49. 962 ―Reglas y ordenanzas…‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe, Óp. Cit., P. 184. 963 Ibíd., P. 180. 964 Ibíd., P. 176. 960 238 tomar la sementera del hombre.965 Si seguimos a Zorita de que en Michoacán ―todos en general, principales y labradores, tienen tierras propias‖, 966 a parte de lo mencionado por Carrasco, tal vez es que los ―campesinos libres‖ tenían derecho a usufructuar estas parcelas y a heredar el derecho a su descendencia, y que la producción era para su manutención y sus familias. Para 1585, el jesuita Francisco Ramírez mencionó brevemente la organización de los barrios de Pátzcuaro para el mantenimiento del hospital, si bien ya es una referencia tardía y el estilo de vida indígena había sido trastocado, la información que proporciona es importante por la luz que pude proporcionarnos sobre la organización de un barrio o vapatzequa: ―…un tanto al capitán que tiene cada barrio; el qual tiene cuidado con comprar las cosas, y mirar se guarden bien […] las quales todas son de común. Y cada barrio que va entrando cada semana, trae las suyas diferentes; que es más que el axuar de todos ellos. Una semana antes que ayan de entrar, les avisa el capitán a los demás; y toda ella la gastan los hombres en traer leña […] Las mugeres se ocupan en buscar el maíz, harina y todo lo demás 967 necesario, y en tenerlo prevenido.‖ De la siguiente cita vale la pena comentar algo; el ―capitán‖ de cada barrio nos hace recordar la figura del ocánbecha, sí sus funciones eran las de administrar los bienes del barrio en 1585, probablemente sea una responsabilidad que databa de la época prehispánica. También se distingue una división social del trabajo, en que los hombres cortaban leña en los montes para el hospital (en la época prehispánica era para los templos), mientras que las mujeres se encargaban de la preparación de alimentos. Este sería un indicio que parte de la producción y fuerza de trabajo de cada paterfamilias y sus familias, era destinado al sostenimiento de las actividades de cada barrio o vapatzequa. Con ésta complejidad sobre la tenencia de los medios de producción, podemos vislumbrar las relaciones sociales de producción de acuerdo a la información documental y estudiar cada uno de los casos que se pueden observar. Sin embargo, con lo que hemos mencionado, se puede inferir que ―la dinastía real otorgaba oficialmente el acceso a tierras, aguas, bosques y recursos minerales, aunque en la práctica el acceso para trabajar la tierra se repartía dentro de las comunidades conforme a los lazos tradicionales de parentesco y la tierra era adquirida por los reyes para apoyar a los funcionarios estatales (angámencha) y para el servicio de los templos y de los dioses.‖968 965 RM, Tercera Parte, Caps. XI, XIV, ff. 26, 28, 2v, Pp. 213, 217 y 218. ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P. 152. 967 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, P. 499. 968 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Jerarquía y heterarquía en el mundo prehispánico tarasco. La transformación dentro de una tradición‖, en: ALBIEZ-WIECK; ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, P. 58. 966 239 DIFERENTES FORMAS DE TENENCIA DE LA TIERRA EN EL ESTADO TARASCO Territorio Tierras Destino Tierras del rey o cazonci Cazonci Irechequa Familia real Gastos de palacio Mantenimiento de sirvientes Tierras patrimoniales del linaje noble Caciques Señores Principales Tierras fiscales del Estado Cazonci Burocracia Templos Sacerdotes Culto Ejército Obras públicas Tierras de la gente común Tributos Miembros de los barrios CUADRO 10. FUENTE: BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., Pp. 123-131; ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Óp. Cit., pássim. Elaboración propia, basado en CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según las fuentes documentales. Prólogo de Miguel León-Portilla. 3a edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Cultura Náhuatl, Monografías núm. 13), 1996, P. 84, Cuadro 1. Un gran debate que ha habido respecto a las formas de tenencia de la tierra en la antigua Mesoamérica y en otras regiones donde han imperado modos de producción precapitalistas, es el de sí existe posesión territorial o propiedad territorial. Líneas arriba mencionamos como la legitimidad y administración del territorio recaía en el irechequa cuya cabeza era el cazonci, y que la tenencia última dependía en las decisiones de él y la clase dominante. Víctor Manuel Castillo Ferreras estudió los aspectos de la estructura económica de los mexicas, sus observaciones pueden extrapolarse a otras regiones mesoamericanas del Posclásico Tardío; se preguntó esta incógnita y ―…se llegó a la conclusión, lógica y formal, de la inexistencia de la propiedad privada territorial entre los mexicas; no obstante, cabe aún preguntarse si existía o existe alguna diferencia substancial entre el auténtico terrateniente (de hecho y de derecho) y el individuo poseedor solamente del usufructo de la tierra y con derecho, además, de transmitirlo a toda su descendencia; y debe considerarse que al terrateniente, históricamente, lo que importa es el interés del suelo y no el suelo mismo, el cual en la mayoría de las veces ni conoce ni llega a pisar siquiera.‖969 Concluyó que sólo había dos tipos de tenencia sobre la tierra, la comunal y la estatal, y que sí se atienden otros ámbitos de la realidad histórica, como las normas jurídicas en que los individuos nobles tenían ciertos derechos de posesión, con retribuciones personales de servicios, méritos o funciones, y que tenían el derecho de poder heredar esa posesión, podría hablarse entonces de propiedad. Sin embargo, sólo se estaría interpretando una parte de la realidad, y no toda en su conjunto, así concluye diciendo que ―si ningún mexica, incluyendo al tlatoani, pudo pregonar en aquella época ―esta tierra es mía‖, estaba en cierto: la tierra no era de 969 CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según las fuentes documentales. Prólogo de Miguel León-Portilla. 3a edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Cultura Náhuatl, Monografías núm. 13), 1996, P. 82. 240 él sino para él. Zan tlatolcuecuepaliztli, trastocamiento de palabras solamente.‖970 Casi podrían parafrasearse éstas palabras para los tarascos y el cazonci, y aunque en la documentación se hable de las ―tierras del cazonci‖, se podría decir que eran ―tierras para él cazonci‖. Los objetos de trabajo y los instrumentos de trabajo Un último tema a tratar sobre la tenencia los medios de producción, es la cuestión de la tenencia sobre los objetos de trabajo, las materias primas, y los instrumentos de trabajo. En el apartado siguiente, abordaremos con más profundidad los primeros dos tópicos, pero podemos adelantar que si bien, en última instancia, los recursos naturales que se encontraban en el territorio tarasco pertenecían al cazonci y al irechequa, no había una forma de tener un control absoluto sobre qué y por quiénes se explotaba la riqueza natural, recordemos que los Estados con un alto grado de fiscalización son producto de la Modernidad, y esta es una característica que no estaba presente en la mayoría de la sociedades precapitalistas. Sin embargo, sobre las materias, al ser objetos de trabajo en los cuales ya se invirtió trabajo para procesarlos, sí estaban sujetos a ser enajenados por parte del Estado tarasco por vía del tributo. La cuestión de la tenencia de los instrumentos de trabajo en la sociedad tarasca es difícil de dilucidar por la falta de fuentes, pero algunas referencias indirectas nos permiten tener alguna idea. Recordemos que en las sociedades agrícolas precapitalistas, la población rural habitaba en aldeas que gracias a la subsistencia de los productos cultivados, eran autosuficientes, y que la unidad productiva básica era la familia. Aparte de dedicarse a las faenas del campo, se ocupaban de elaborar los instrumentos de trabajo necesarios para producir y reproducir su vida material. Estas familias eran capaces, siempre que se contaran con las materias primas al alcance, de elaborar herramientas como azadones, hachas, bastones plantadores, cuchillos, navajas, hilados, alfarería, raspadores, piedras de moler, agujas, anzuelos, redes de pescar, cinceles, cestería, petates, etcétera. La tecnología mesoamericana no sufrió las grandes transformaciones como en el Viejo Mundo, la falta de animales de tiro, y el uso relativamente reciente de metales antes de la conquista española, provocaron que el desarrollo de las fuerzas productivas se mantuvieran constantes a lo largo de los tres milenios de historia mesoamericana. Así pues, el conocimiento para elaborar herramientas para trabajo agrícola debió transmitirse de generación en generación, y era un conocimiento común enseñado desde la niñez, en que se aprendía a prender el fuego, tallar piedras, cortar madera, preparar la tierra para sembrarla, elaborar cerámica doméstica, curtir pieles, hilar fibras y elaborar mantas o petates, moler maíz, cazar, recolectar, pescar, y preparar alimentos. Este conocimiento debió incluir también la elaboración de los instrumentos de trabajo necesarios, por lo que cada familia contaba con herramientas para llevar a cabo sus actividades cotidianas de subsistencia. Al parecer, la posesión de los instrumentos de trabajo en el Michoacán tarasco pudo haber sido ser personal o familiar, además podían ser enajenados por otras personas o familias bajo ciertas circunstancias. Un ejemplo es cuando un mancebo conocía carnalmente a una doncella en secreto, y cuando se enteraban los padres de la mujer, después de reprenderla ―iban a la casa del que la había corrompido y tomábanle todo lo que tenía en su casa, de mantas y piedras de moler, y 970 Ibíd., P. 84. 241 la sementera que tenía hecha para sí, y deshonrábanse.‖971 Algunas herramientas eran tributadas, por ejemplo en la escena núm. 12, Xiuhquilan, del Lienzo de Jicalán, dos personajes están fundiendo puntas de terequa, coas de cobre utilizadas para labrar la tierra, y en la escena núm. 37, De Mechuacan, el mismo tipo de objetos están frente al señor de Ihuatzio Tucúruan, quien está recibiendo el pago de tributo; 972 y en 1533, Juan Infante escribió en una carta que los indígenas de su encomienda en Comanja tenían que dar como tributo frijol, mantas, cotaras ―y diez ollas y diez comales y cinco cántaros y todo lo demás.‖973 Y una de las recompensas de los guerreros pertenecientes a la clase dominada, eran los despojos de los enemigos, entre los que se incluían precisamente instrumentos de trabajo, como herramientas de labranza, piedras de moler, ollas, y materias bienes como mantas, cobre y alimentos.974 971 RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, P. 218. Cursivas nuestras. LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp. 20 y 21. 973 [Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ―II. Carta de 6 de diciembre de 1533‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero en Michoacán. Traducción de Agustín García Alcaraz. México, Secretaría de Educación Pública-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Colección Cultural núm. 2), 1984, P. 30. 974 RM, Segunda Parte, Caps. X, XIX, XXII, ff. 78v, 100v, 111v, Pp. 78v, 92, 114. 972 242 17. RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN EN EL ESTADO TARASCO: LA CLASE DOMINADA ―El rey tenía en aquella nación un poder absoluto sobre sus vasallos, éstos le tributaban cuanto tenían y él quería, de suerte que no eran sino esclavos, y vivían en terrible servidumbre; bien sujetos estaban los señores o caciques, pero gozaban de alguna predilección, y estaban obligados a acudir al servicio del rey, y principalmente a la guerra con sus respectivos vasallos al punto que recibían orden de su monarca‖ Fray Pablo Beaumont, Crónica de la provincia de los Santos Apóstoles S. 975 Pedro y S. Pablo de Michoacán, ca. 1780 Trabajo agrícola De las referencias indirectas, es que se pueden identificar estos 4 tipos de tenencia existentes en el Michoacán prehispánico antes de la conquista. De estas formas de tenencia se pueden analizar también las relaciones sociales de producción, aunque no con el mismo nivel de profundidad con la que sí se pueden abordar otras sociedades mesoamericanas. En Mesoamérica a grandes rasgos había 3 tipos de trabajadores agrícolas: ―Junto a esta división básica de las sociedades mesoamericanas en dos grupos [pipiltin y macehualtin/ acháecha y purépecha], había algunas otras distinciones. En la mayoría de las regiones se habla de tres tipos de trabajadores que presentan algunas diferencias respecto al resto de los macehuales o plebeyos: se trata de los renteros, los terrazgueros y los esclavos. Los renteros trabajaban tierras ajenas pero no estaban adscritos u obligados a permanecer a perpetuidad en esas tierras. Además podían tener tierras en su calpulli de origen, pero dedicaban alguna parte del año a cultivar tierra de otro calpulli o del gobierno: como arrendatarios, tomaban una parte de la cosecha que producían y entregaban otra parte a manera de renta. Hay indicios de que algunos señoríos ponían en arrendamiento ciertas tierras para incrementar el monto de productos que recibían en palacio; en náhuatl se llamaba a esta práctica millanehuiliztli. Los terrazgueros, llamados en náhuatl mayeque (singular maye), tay situndayu en mixteco, acípecha en tarasco, trabajaban las tierras patrimoniales de algunos nobles y vivían en sus cercanías; entregaban a dichos nobles la mayor parte de la producción de esas tierras y estaban obligados a darles servicios personales, como acarrear leña y agua y hacer tareas domésticas. Estos trabajadores se encontraban en una situación de desventaja respecto de los demás campesinos por dos razones: carecían de tierra propia y estaban obligados a permanecer para siempre en la tierra que trabajaban, al igual que sus descendientes. En cierta medida, entonces, los podemos comparar con siervos. Pero hay una distinción importante con respecto a los trabajadores serviles del Medievo europeo: a diferencia de los siervos, los mayeque o tay situndayu mesoamericanos no estaban bajo la jurisdicción política, judicial ni militar del señor de la tierra, pues seguían siendo súbditos directos del rey o señor del altépetl en cuya demarcación 976 residían, y sólo estaban sujetos a la autoridad del monarca.‖ En los documentos coloniales se mencionan algunas referencias de quienes trabajaban las tierras en el Michoacán prehispánico, y las diversas relaciones sociales de producción existentes. Las tierras de la clase dominante, incluyendo las del cazonci, las tierras fiscales del Estado, y de la nobleza, eran sembradas por personas bajo diferentes 975 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 59. ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 157-158. Corchetes nuestros. 976 243 tipos de relaciones sociales de producción. Lo que si se deja ver en las fuentes es que gran parte de la gente que estaba al servicio directo de la nobleza, mantenía vínculos muy estrechos de adscripción personal o emparentamiento, o estaba bajo condiciones de servidumbre, esclavitud o semiesclavitud. La RM menciona como las tierras del cazonci y las tierras fiscales del Estado eran trabajadas por una gran cantidad de gente adscrita al linaje real: ―Hay otro [diputado] llamado tareta vaxátati, diputado sobre todos los que tienen cargo de las sementeras del cazonçi, y aquél sabía las sementeras cúyas eran. Este era como mayordomo mayor deputado sobre todas las sementeras, que otro mayordomo había sobre cada sementera, el cual la hacía sembrar y desherbar y coger por todos los pueblos, para las 977 guerras y ofrendas a sus dioses.‖ Estos mayordomos sobre las sementeras eran de un rango importante, pues durante la fiesta de Equata cónsquaro, ―venían allí todos los que tenían oficios del caçonzi y todos sus mayordomos que tenían puestos sobre las sementeras de maíz y frísoles y ají y otras semillas, y el capitán general de la guerra, que lo era algunas veces aquel su gobernador, llamado angátacuri, y todos los caciques…‖. Estos mayordomos tenían a su cargo gente que realizaba el trabajo agrícola, y quienes lo hacían, ―los que habían dejado perder las sementeras del caçonçi por no desherballas, que eran para las guerras‖ eran ajusticiados en la dicha fiesta. 978 Al parecer estos mayordomos y gente, eran del tipo que las fuentes coloniales mencionan como terrazgueros. La palabra ―terrazgo‖ se entendía como ―pedazo de tierra por sembrar‖, así como ―vale también la pensión, que se paga al dueño de la tierra por el que la labra.‖979 Sin embargo, hay que poner mucha atención a los detalles en las fuentes, pues durante los primeros años de la conquista, los españoles agruparon bajo el término ―terrazguero‖ muchos tipos de relaciones sociales de producción, sin prestar atención a las diferencias: ―Los señores recibían tributos y servicios variados según los usos o prácticas de cada lugar, disfrutaban de prerrogativas y en algunas regiones poseían derechos específicos sobre algunos de sus dependientes, ligados a ciertas tierras y conocidos como mayeque (―los que tienen manos‖). Los españoles vieron en esta situación una similitud con la servidumbre europea y —haciendo caso omiso de muchas variantes— calificaron a esos dependientes como terrazgueros. En contrapartida, al tributario común se le 980 llamaba macehualli, palabra de la que se derivó la española macehual.‖ La RM no menciona las características de la gente encargada a los mayordomos de sementeras, y es complicado entender profundamente las relaciones sociales de producción. Según López Sarrelangue, el vocablo en tarasco para los terrazgueros era cuirintziepa, de acuerdo a un documento de tierras trasladado en 1780; Pedro Carrasco analizó el mismo documento, pero el original de 1647, ahí la grafía es curintzicha.981 Tal vez eran terrazgueros que mantenían una relación de vasallaje con el cazonci y los señores nobles, y estaban emparentados. Esta gente es mencionada en la RM: 977 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. RM, Segunda Parte, Cap. I, ff. 61v-62, Pp. 14-15. 979 Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. 6, P. 258. 980 GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la conquista‖, en: P. 173. 981 LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 33; CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 89, Apud. ―Expediente promovido por el asentamiento de Pátzcuaro sobre que se declare que la laguna que expresa pertenece a los propios de aquella Ciudad, 1780‖, AGI, Tierras 3127, exp. 1, f. 25-41. No hemos podido identificar palabras relacionadas en los diccionarios tarascos del siglo XVI con estos vocablos. 978 244 ―Sus hijos [del cazonci] tenían sus casas, cada uno por sí, desde que los daba a criar. Y llegábanse los parientes de aquella mujer, cuyo era el hijo, y hacíanle sementeras y mantas; y él [cazonci] les daba de sus esclavas y esclavos que dejaban de sacrificar de las guerras, llamados terúparaquaebaecha. Tenía mucha gente [el cazonci] con sus principales, que le hacían sementeras de ají e frísoles e maíz de regadío y maíz temprano y que le traían fructas, llamados açípecha. También tenían desta gente [¿terúparaquaebaecha o açípecha?] por los pueblos, los señores y señoras, y hoy en día se los tienen dellos. Son sus parientes dellos, esclavos de las guerras que tomaron sus antepasados o que ellos rescataban por hambre, que les dieron algún maíz prestado, o los tomaban con algunos hurtos en sus sementeras, o esclavos que compraron de los mercaderes. De los cuales agora se sirven en sus sementeras y servicio de 982 sus casas.‖ Los açípecha, son mencionados como los que labraban las tierras del cazonci, los señores y señoras, pero no se indica cuál es su origen social o si diferían de los terúparaquaebaecha. Su condición frente a los linajes nobles no queda clara, sí estaban atados directamente por un lazo de servidumbre, o sí eran ―libres‖ de lazos personales, o tenían lazos de acuerdo a las tierras en que vivían o cultivaban. La RM menciona que ésta gente estaba bajo mando de unos ―principales‖, los mayordomos de sementeras, y que sembraban chile, frijol, maíz de regadío y maíz temprano, además de que tributaban frutas.983 Pedro Márquez traduce “açípecha. Los que hacían sementeras de chile y frijoles. Comer frutas de otros.‖984 Para 1579 un funcionario español se sorprendió de la lealtad que todavía profesaban los indios de Sirándaro y sus sujetos a la nobleza indígena, aunque no queda claro qué tipo de relaciones sociales de producción mantenían antes de la conquista: ―La noticia que hay, de este pueblo de Sirandaro y sus sujetos, es que siempre, después que dieron la obediencia a su a su Maj[esta]d, fue poca cosa, porque los señores de Mechoacan, a quien servían de ordinario, los iban reforzando de gente que traían cautivos de otras provincia, como de Zacatula y Colima, y los poblaban en esta tierra caliente; y lo tenían por grandeza que de acá les llevasen tributo de algodón, jícaras pi[n]tadas y frutas. Y así, en el tiempo de su infidelidad, iban y venían a Mechoacan, cargados de lo de esta tierra caliente, y los [dic]hos señores los tenían por esclavos; y, sí, hasta hoy, los descendientes destos todavía respetan a los hijos de los principales de Mechoacan, diciendo que sus padres fueron sus esclavos y cautivos, y, por esta causa, los aman y tienen 985 reverencia, sin otro tributo alguno.‖ El ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, documento tardío de 1593, proporciona información de interés porque algunos de los testificantes eran indígenas tarascos que nacieron antes de la conquista, algunos de ellos eran nobles, criados de la familia real, y ―guardas‖ de las tierras y terrazgueros, como sus padres, es decir, el oficio les venía por sucesión desde antes de la conquista. Y aunque para finales del siglo XVI las relaciones sociales de producción indígenas habían sido trastocadas enormemente por la cultura europea, las primeras se encontraban en agonía igual que la nobleza indígena. Además el documento hace referencia a la fundación del pueblo de 982 RM, Tercera Parte, Cap. III, ff. 12v-13, Pp. 186-187. Los terúparaquaebaecha los mencionaremos más adelante. 983 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12v, Pp. 186. 984 MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 701. 985 CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 265. Cursivas e información entre corchetes original. 245 Patuan, ocurrido en la década de 1550 por órdenes de don Antonio Huitziméngari, durante dicha fundación fueron perceptibles las relaciones sociales de producción prehispánicas. Así por ejemplo, Domingo Antian, natural de Pátzcuaro y de más de 90 años, y que ―dijo que cuando los // españoles vinieron a la tierra ya era // hombre y servía al caltzontzi‖, declaró que los terrazgueros de Patuan eran ―indios advenedizos // traídos de muchas partes para guarda de las // dichas tierras que en su lengua llaman mimiecha // que en la castellana se dicen criados…‖ y los terrazgueros ―venían a reconocer cada año los // terrazgos y señorío que tenían los señores // de las tierras que eran don Antonio y los demás // que han sucedido…‖.986 La traducción que proporciona el documento sobre el vocablo mimiecha es correcta, pero gracias a los diccionarios sabemos que el termino tenía un significado más amplio, Gilberti registró ―Mimi. criado, o pariente‖, mientras que en el DGLM aparecen las entradas ―Mimi. Pariente, hermano, etc.‖, ―Mimiecha. Hermanos, o criados‖, 987 lo que daría más apoyo a la interpretación del concepto quahta como un linaje que adscribía a sus vasallos bajo un pacto de parentesco.988 El documento nos permite identificar el tipo de relación existente entre don Antonio Huitziméngari y los terrazgueros congregados, eran terrazgueros vasallos del hijo del cazonci, es decir con adscripción personal, y que venían de varias partes ya mencionadas, como México, San Francisco, Uruapa, Aputzetame, Jujacato, Sant Ángel, Uiramangaro, Taretan, Pátzcuaro y de las Chichimecas, es decir, no estaban adscritos territorialmente. Una parte de las tierras cultivadas servía para la cosecha que era pagada como tributo, otra parte servía para mantenimiento de los terrazgueros, un dato para considerar la afirmación de Alonso de Zorita de que en Michoacán ―todos en general, principales y labradores, tienen tierras propias.‖989 Sin embargo, no hay nada que indique que las tierras de donde se sacaba el sustento eran de los terrazgueros, y tal vez se trataban de pegujales.990 A estos terrazgueros don Antonio Huitziméngari puso por principal a un tal Pedro Pío Ziquipe o Xiquipi, encargado de organizar el trabajo y de pagar el terrazgo de Patuan, cargo que nos hace pensar en los ―mayordomos sobre las sementeras‖, trabajadas por los açípecha. Pedro Tzitziquiquare, natural de Pátzcuaro, y que no sabía su edad pero ―que cuando vinieron los españoles a esta // tierra este testigo iba a adorar los ídolos // y fue criado de don Antonio y tubo a cargo una las // tierras suyas...‖, testificó que ―y vio que un criado // del dicho don Antonio que se llama Aspe por // su mandado fue hacer una huerta al dicho pueblo // y muchas veces vio este testigo que un don Pedro // Ziquipe principal de los terrazgueros del // dicho pueblo traían los terrazgos y antes de mostrarlos // al mayordomo se juntaba este testigo y otros // muchos terrazgueros de la provincia que estaban // emplazados para el día que esto había de ser // y en juntándose muchos metían los dichos // terrazgos…‖.991 Al parecer Pedro Tzitziquiquare fue otro mayordomo sobre las sementeras, y el mayordomo de don Antonio Huitziméngari nos recuerda dos cargos mencionados en la RM: ―Había otro 986 ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, ff. 144v-144v. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 108; DGLM-T.II, P. 331. 988 MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., Pp. 102-111. 989 ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P. 152. 990 ―pegujal. Del lat. peculiāris 'adquirido con el peculio', 'propio'. 1. m. Pequeña porción de siembra o de ganado. 2. m. Pequeña porción de terreno que el dueño de una finca agrícola cede al guarda o al encargado para que la cultive por su cuenta como parte de su remuneración anual.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. II, P. 1559. Gilberti registró ―Pegujal. çanihco hapingua.‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, P. P. 533. 991 ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, f. 158. 987 246 mayordomo mayor llamado cavás pati, diputado sobre todo el ají que se cogía del caçonçi, y otros mayordomos sobre todas las semillas, como bledos de muchas maneras y frísoles y lo demás‖, y ―…otro mayordomo mayor sobre todo el maíz que traían al caçonçi en mazorcas, y éste lo ponía en sus trojes muy grandes y se llamaba quengue.‖992 En la RM se menciona como los que dejaban de pagar el tributo eran llevados a Tzintzuntzan para que dieran explicaciones, esto mismo ocurrió con Pedro Pío y los terrazgueros, pues Francisco Iquesta natural de Pátzcuaro y de más de 70 años, ―porque cuando vinieron los españoles era ya de // razón y se acuerda de ello‖, declaró qué ―y si algunas veces que los dichos // terrazgueros se descuidaban en traer el // terrazgo los veía traer presos y compeler // a ello…‖ y además recalcó que los ―…dichos indios que al presente están son hijos // y nietos de los terrazgueros e de las dichas tierras advenedizo y no naturales // de ellas y estos ni sus pasados tuvieron // allí tierras porque si las tuvieran no // arrendaran las del Calsonsi…‖.993 Pero es el testimonio de un terrazguero de don Antonio Huitziméngari, el que da pie a conjeturar que la asociación personal todavía tenía mucho peso en 1550, década en que fue la congregación. Andrés Cuaça, de más de 70 años, natural de Patuan, declaró sobre la huerta que él fue a cultivarla, ―y después de la muerte del // dicho don Antonio nunca más volvieron // a limpiar ni a beneficiarla y esto hacían // sin paga… […] y que sabe que los naturales de allí // estaban acudían por vía de terrazgo o por amor que // le tenían…‖.994 De las tierras de un linaje noble con las que se cuenta con mayor documentación, son las de la familia de Beatriz de Castilleja, descendiente de Paquíngata, señor uacúsecha de Ihuatzio al momento de la conquista en 1522, las cuales también eran trabajadas por mimiecha. La familia Castilleja tuvo tierras y terrazgueros a su servicio en la Meseta tarasca, en Peribán, Cherán, Sevina, Aranza y Paracho. Los señores de Ihuatzio fueron los que realizaron conquistas en esta región, durante la fase de expansión del Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio: ―Hirypan tuvo otro hijo llamado Ticátame, que fué señor en Cuyacan‖, y que ―otro señor hijo de Hiripan, conquistó otro pueblo llamado Carapan.‖995 En un documento de 1557, Pedro de Ábrego, esposo de Beatriz de Castilleja ―presentó documentos que amparaban su posesión de tierras en Periban, Cheran, Sevina, Aranza y Paracho. Presentó un cuestinario al que respondieron varios indios viejos de Periban, Chocandiran, de Tascascuaro y San Cristóbal, que declararon que dichas tierras habían pertenecido a Cuaraque [¿Ticátame II?], señor de Iguaceo (Yguatzio), quien las heredó a su hijo Tucuruan (que varios testigos conocieron), quien las heredó a su hijo Paquingata, padre de doña María, casada con el conquistador Francisco Castilleja, quien recibió las dichas tierras y a su vez las heredó a su hija Beatriz de Castilleja, casada con Pedro de Ábrego. Les labraban las tierras ―los naturales de toda esta comarca‖, pero además Cuaraque y Tucuruan pusieron unos indios que eran ―como criados suyos‖ [mimiecha], para encargarse de todo, y ―los que agora están en las dichas sementeras son lo que de los susodichos proceden‖. Estos indios –que una Real Cédula de 1536 denomina 992 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 7-8, Pp. 177-179. Ibíd., ff. 145v, 146v 994 Ibíd., ff. 126, 127. Cursivas nuestras. Aquí se puede ver cómo Andrés Cuaça muestra cierta amargura por haber trabajado sin paga para don Antonio Huitziméngari, en un mundo donde las viejas relaciones sociales de producción prehispánicas estaban agonizando, y las del orden colonial estaban naciendo. 995 RM, Segunda Parte, Caps. XXXI-XXXV, ff. 133 y 138-138v, Pp. 157 y 167-168. 993 247 ―esclavos‖- le seguían reconociendo su señorío a doña Beatriz de Castilleja y le llevaban su 996 tributo a Iguaceo (más delante se les designa como ―renderos‖). Como puede observarse, es difícil diferenciar entre los distintos conceptos usados en la documentación colonial para designar las relaciones sociales de producción, criado, esclavos o rentero; además se debe resaltar que además de estos mimiecha, también eran labradas por ―los naturales de toda esta comarca‖. Las fuentes coloniales mencionan otro tipo de relaciones sociales de producción, denominadas por los europeos con el nombre de ―servidumbre‖ o ―esclavitud‖, sin embargo, es difícil identificar los matices. Vasco de Quiroga escribió la Información en derecho en 1535, documento para criticar las disposiciones de la Corona que quería readmitir la esclavitud de los indígenas, y al mismo tiempo recomendar los beneficios de la utopía cristiana para organizar el Nuevo Mundo. Para argumentar su alegato, Vasco de Quiroga utilizó citas de la Biblia, los Padres de la Iglesia, y autores clásicos, medievales y renacentistas. Aquí debemos recalcar que Quiroga, para caracterizar el mundo indígena, partió de un modelo ideal propio de su tiempo, usando las fuentes mencionadas, partió del concepto de ―esclavitud‖ del derecho romano, por lo que en su alegato argumentó que en la Nueva España, antes de la conquista no existía la institución de la esclavitud, sino el alquiler o venta del trabajo a perpetuidad, y que los indígenas que así se alquilaban o vendían a perpetuidad, no perdían su libertad, hacienda, familia ni ciudad o lugar de origen.997 Dicha caracterización sufre, por supuesto, de un sesgo total, en que se pretende explicar la realidad a partir de un marco cultural ajeno, además hay que agregar la intención como autor de Quiroga, en caracterizar el mundo indígena en determinado molde idílico edénico de ―edad de oro‖, para justificar jurídicamente la ―pacificación‖ de los indios, y las ventajas de la policía mixta en lo espiritual y temporal. De hecho, hay que recalcar que Vasco de Quiroga no advirtió los matices de las relaciones sociales de producción, como si lo advirtió, por ejemplo, Alonso de Zorita. Mientras Zorita mencionó la complejidad en la tenencia de la tierra y el tributo, Quiroga describió una sociedad homogénea simple e idílica, basada en la comparación de un texto literario de Luciano de Samósata (125 de n. e. - ca. 181 de n. e.), que describía una ―Edad dorada‖, con el Nuevo Mundo: ―Y cuasi, de la misma manera que he hallado que dice Luciano en sus Saturniales que eran los siervos entre aquellas gentes que llaman de oro y edad dorada de los tiempos de los 996 MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO; ESPINOSA MORALES, LYDIA. La vida michoacana en el siglo XVI. Catálogo de documentos del siglo XVI del Archivo Histórico de la Ciudad de Pátzcuaro. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección fuentes, Serie Catálogos), 1999, documento núm. 43, P. 45. Corchetes nuestros. 997 ―…para que estén en poder del señor y no puedan testar ni disponer, ni tener hacienda ni cosa alguna que sea suya, como son los que son esclavos acerca de nosotros y como lo eran cerca de los ciudadanos romanos, cuyas leyes en esto nosotros tenemos, aunque no como leyes, sino como razón de sabios, yo entre éstos no la veo, antes lo veo todo al lugar, ya que no mudan estado ni condición, y que no pierden cosa de él, ni concurren en ellos las condiciones de esclavos, sino libres, que es señal e indicio grande que no son verdaderos esclavos, porque si lo fuesen, tendrían las condiciones dellos.‖ QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 140. Cursivas nuestras. Quiroga incluso dijo que ni siquiera era servidumbre: ―Por donde parece, y se arguye muy claro, que este servicio destos naturales es este alquiler y no servidumbre que quite libertad ni ciudad ni familia, como a los esclavos verdaderos entre nosotros y por nuestras propias leyes y no suyas, se les quitan y lo pierden todo, como lo perdían los esclavos y mancipios por las leyes romanas entre los romanos por previlegio especial, y no entre los bárbaros que no tenían tal previlegio ni tal derecho, como los ciudadanos romanos…‖. Ibíd., P. 194. 248 reinos de Saturno, en que parece que había en todo y por todo la misma manera e igualdad, simplicidad, bondad, obediencia, humildad, fiestas, juegos, placeres, beberes, holgares, ocios, desnudez, pobre y menospreciado ajuar, vestir, y calzar y comer, según que la fertilidad de la tierra se lo daba, ofrecía y producía de gracia y cuasi sin trabajo, cuidado ni solicitud suya, que ahora en este Nuevo Mundo parece que hay y se ve lo superfluo con 998 aquel mismo contentamiento…‖ También agregó que ―y así, como dice aquí Luciano, a fin que los mortales recuerden cómo era la vida durante mi reinado, cuando todo el sustento les llegaba sin (sembrar) ni labrar la tierra, así cuasí de aquesta manera se mantenían y mantienen estos naturales con muy poco o ningún trabajo y se contentan con los frutos y raíces que les produce y cría la tierra, sin labrar o mal labrada y granjeada…‖.999 Por eso, ante este panorama donde supuestamente no existía la explotación, salvo con la tiranía de los caciques, Quiroga mencionó que ―…a mi ver, su servidumbre entre ellos no es servidumbre, sino un servir natural en la misma igualdad de estado con sus amos…‖1000 o que ―no eran ni son siervos ni esclavos verdaderos, sino sirvientes, como en permitido en derecho natural servirse unos a otros en igualdad con sus amos…‖. 1001 Dicha visión sobre las sociedades indígenas mesoamericanas es insostenible si se confronta con otras fuentes, sin embargo, la Información en derecho es rica en testimonios etnohistóricos, que nos permiten tener idea de las costumbres y usos de las relaciones sociales de producción, ya que Quiroga también utilizó testimonios orales, hechos atestiguados por indígenas o misioneros, y algunos comprobados por el mismo, mucha de esta información puede ser cotejada en otras fuentes. Quiroga fue asistido por cuatro jueces mayores indígenas del Centro de México, y como oidor de la Audiencia atendió y escuchó indígenas de diversas partes, ―ciertos principales de Michoacán, al cacique de los mixes de Oaxaca, a esclavos de Xalisco, a principales de Otumba, a los Chichimecas, a otros de lejanas provincias del sur, etc.‖1002 Quiroga mencionó que ―Pero la manera y género de esclavos o servidores que por la mayor parte entre ellos yo he visto y veo, es muy diferente de la nuestra y de la que tenían por sus leyes los ciudadanos romanos. Porque, en la verdad, a mi ver, casi no es ni más ni menos […] que alquiler de obras a perpetuidad por la vida del alquilado, que en derecho se llama alquiler del trabajo a perpetuidad, que usan mucho entre sí estos naturales para servirse unos de otros, porque no tienen ni saben usar del alquiler de obras a tiempo como nosotros; en el cual género no se pone, ni asienta ni constituye la servidumbre en la persona, sino solamente en las obras del que así se alquila a perpetuidad, ni se pierde por ello libertar ni ingenuidad, ni ciudad, 1003 ni familia.‖ También añadió los peros de porque no era esclavitud propiamente dicha: ―Y este género y manera de esclavos y servidumbre, si tales nombres merecen, que en verdad no merecen, sino que traemos corrupto el vocablo, por ventura por falta de 998 Ibíd., P. 225. Ibíd., P. 230. Cursivas originales. 1000 Ibíd., P. 224-225. 1001 Ibíd., P. 229. 1002 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La Información en derecho de Vasco de Quiroga, fuente para el estudio de los indios de Nueva España‖, en: CARRASCO, PEDRO, et. al. La sociedad indígena en el Centro y Occidente de México. México, El Colegio de Michoacán, 1987, Pp. 129-130. En la Información en derecho hay varias referencias a la sociedad tarasca prehispánica que fueron posteriormente registradas por Jerónimo de Alcalá un lustro después; algunos detalles sobre las exequias del cazonci, la elección para nombrar a uno nuevo, y las guerras emprendidas para capturar prisioneros para tomar posesión del cargo. QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., Pp. 122-124. 1003 Ibíd., P. 141. 999 249 naguatatos o por sobra de malicia o por inadvertencia nuestra, es el que entre estos naturales se usaba y usa mucho, y así, cada cuando se enojan de servir a sus amos, sustituyen otro en su lugar, y los amos o alquiladores lo reciben y ellos quedan libres de la obligación de servir por sus personas y en sus casas y familias y pueblos que nunca perdieron, como de antes; ni son esclavos sus hijos, antes retienen todas las condiciones de hombres libres e ingenuos que son, salvo solamente cuando les acuden con aquel género de obras y servicios que así vendieron e alquilaron, y son a las veces mejores y más ricos y más honrados y tienen mejor casa y familia y ajuar que no aquéllos a quien sirven, y a las veces se casan los unos con los otros: ellos con sus amas y ellas con sus amos, o con sus 1004 hijos o hijas, o con sus hermanaos o hermanas de sus amos, como gente libre.‖ Quiroga achacó que estas relaciones entre amos y servidores se tornaban en esclavitud, debido las conductas tiránicas de los caciques y señores: ―…y aun algunos hay que después de muertos los unos subrogados de quien se servían, tomaban y aún toman hoy en día por su propia auctoridad otros de su linaje en su lugar para que los sirvan; pero éstos no son sino los más tiranos entre ellos, porque los más cuerdos no lo hacen, porque lo tienen por malo e injusto.‖1005 Esto podría tener algún sustento histórico, si revisamos la parte histórica de la RM, podemos ver que antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, las relaciones entre amos y servidores eran más laxas, es decir, a pesar de que en ocasiones se incumplían (por ejemplo, la rebeldía de Taríacuri ante si suegro Chánshori), estas estaban determinadas por una serie de factores, entre los que podemos incluir la lucha de clases existente entre los diversos señoríos prototarascos, donde había un equilibrio de poderes regional entre las diversas entidades políticas. Esto cambió durante el Estado tarasco, donde existía un sólo y fuerte aparato represivo de Estado, encargado de castigar a los desobedientes. En la documentación colonial vemos que, en efecto, hubo una dificultad por parte de los europeos de caracterizar las relaciones sociales de producción, de una sociedad precapitalista no occidental, y lo hicieron desde su bagaje cultural medieval, donde existían vasallos, plebeyos, siervos y esclavos, pero las autoridades españolas se asombraban lo fácil con lo que los indígenas aceptaban cumplir este tipo de relaciones de servidumbre.1006 Además el concepto de ―esclavo‖ fue interpretado maliciosamente, 1004 Ibíd., P. 142. Ibíd., P. 153. Esto podría interpretarse como la relación de adscripción personal entre las quahtas nobles que mencionan Cristina Monzón y Andrew Roth-Senneff. MONZÓN, CRISTINA; ROTHSENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., Pp. 102-111. 1006 ―El daño, Católica Majestad, que se hace a los Indios de sacar y herrar tantos esclavos, es que los señores Indios destas partes el mayor servicio e ayuda que tienen para poblar y cultivar su tierra y dar el tributo a los cristianos a quien están encomendados, es tener esclavos de quien en esto se sirven mucho; lo segundo, que como los cristianos les demandan muchos más de los que les pueden dar, por contentar a los cristianos, a vuelta de diez esclavos vienen otros seis vasallos que no lo son, y algunas veces los hierran como a los esclavos porque los mismos, siendo algunos libres, por contentar a sus señores dicen que son esclavos: lo tercero, que cuando no bastan de los vasallos, como los Indios tienen algunos a diez y veinte mujeres, en especial los que son personas principales, acaece a tener unos veinte y treinta hijos, y traen algunos dellos y véndenlos entre sí, que parece lo tienen por granjería, como los cristianos de los animales: lo cuarto, que por muy fáciles cosas y de poco crimen hacen unos a otros esclavos; a unos porque a sus padres o madres les dieron diez o doce hanegas de maíz; a otro porque le dieron a su padre siete u ocho mantillas de las que ellos se cubren; a otro le hacen esclavo porque hurtó tres mazorcas de maíz o cuatro; a otro porque siendo niño le dio uno de comer medio año o uno, aunque se sirviera de él; y así por cosas muy fáciles y de burla se hacen unos a otros esclavos; y por cosas tan livianas, que estando yo presente al examinar de unos esclavos, dijo uno que era esclavo; preguntando por qué, si padre o madre lo fueron, dijo que no, sino que un día que ellos estaban en sus areitos, que es su fiesta, tañía uno un atabal que ellos usan en sus fiestas como los de España, y que le tomó gana de tañer en él, y que el dueño no le quiso dejar tañer si no se lo pagaba; y como él no tenía que le dar, dijo sería su esclavo, y el otro le dejó tañer aquel día, y de allí adelante quedó por su esclavo, y después le habían vendido tres o 1005 250 como mencionó Quiroga, por los grupos de poder en la Nueva España, para aprovecharse de la fuerza de trabajo nativa: ―Hay otro género o diferencia de hombres libres entre estos naturales usurpados por esclavos entre nosotros, que son los que después de la tierra ya pacificada e repartida en los españoles, estos caciques e principales bárbaros e tiranos daban a los españoles, o de gracia por contentar, o de temor por no padecer, o por rescate de casi nada que les daban, o por ruego que les era más que mando. Estos tales venían avisados, persuadidos, atemorizados y mandados por sus caciques e principales, que aunque fuesen libres, dijesen que eran esclavos; porque los españoles les pedían esclavos y ellos sabían que los examinadores españoles se lo habían de preguntar si lo eran, y porque no los tomasen en mentira, que les daban libres por esclavos para los herrar e por cumplir con lo que les pedían los españoles. Y estos tales miserables, así avisados y atemorizados de sus caiques, a quien temían y tenían cuasi como a dioses, que habían de ser herrados, no osaban hacer ni decir ni boquear 1007 otra coa más de lo que el cacique y principales decían y mandaban.‖ Nuño de Guzmán como gobernador de Pánuco y sus hombres, por ejemplo, se organizaron en bandas merodeadoras contra los indígenas de la Huasteca, a pesar de que ya era una provincia pacificada, con tal de hacer cautivos en ―guerra justa‖, y poder venderlos como esclavos en las Antillas.1008 Sin embargo, a pesar de las dificultades existentes de caracterizar este tipo de relaciones sociales de producción, por la información que encontramos en la RM y otras fuentes michoacanas, podemos caracterizar esta fuerza de trabajo, al menos para el caso tarasco, como esclava o semiesclava, por el hecho de que, literalmente, eran grupos humanos propiedad de otros; podían enajenarse, sacrificarse, castigarse y estaban a disposición de sus amos. Quiroga estimó que en sus días como oidor de la Audiencia, alrededor de dos tercios de la gente común de Nueva España, ―a causa de sus grandes miserias, pobrezas y necesidades […] acuden y sirven a los otros más principales y a los mercaderes que más tienen, con algunos tributillos u obras o servicios que pueden‖, estaban sujetos a la venta o alquiler de obras a perpetuidad.‖1009 Wittfogel mencionó que a lo largo de la historia, la esclavitud ha jugado un papel importante, pero tal vez no predominante. En realidad, como mencionamos arriba, la imagen de esclavitud brutal proviene de la empleada en América por parte de los conquistadores europeos, y de la importación de esclavos a Estados Unidos de América. La concepción que a veces se tiene sobre la cuatro veces en sus tianguez o mercados que tienen cada día; y así hasta los músicos se venden, que es una cosa de burla y de mucho daño, así para la conciencia como al servicio de V[uestra]. M[ajestad].‖ ―Carta del contador Rodrigo de Albornoz, al Emperador‖ [15 de diciembre de 1525], en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. Óp. Cit., T. I, 1980, Pp. 492-483. 1007 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 176. Fray Alonso de la Veracruz también hizo mención de cómo estos ―hombres libres‖ fueron esclavizados por parte de los españoles: ―…y por otra parte ellos fueran siervos de los indios, no era lícito exigirles tales tributos, porque se les reducía a otra servidumbre que no tenían entre los Indios. Pues entre ellos era un siervo que más bien podía llamarse libre; porque tenía su peculio y familia y solo se les llamaba siervos porque llevaban agua, o leña, o barrían la casa, etc.‖ VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., Pp. 58-59. 1008 MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, Pp. 32-35. Alonso de la Veracruz mencionó que ―sin embargo, nuestros Españoles los vendían para cavar en las minas, y no solo en estas partes, sino que cargaban con ellos sus naves para enviarlos a las Islas; y así estos miserables al cambiar del suelo natal exhalaban el espíritu. Y así pereció una multitud innumerable de ellos. Y los vendían a un precio bajísimo, menor que el de un buey o un carnero. VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 59. 1009 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 170. 251 esclavitud, es producto más de una imagen hollywoodense, que de una sustentada en fuentes históricas. Wittfogel menciona que las personas reducidas a la esclavitud eran empleadas más bien al servicio doméstico que al trabajo a gran escala, por el hecho de que es más fácil controlar a un número reducido de personas con las que se convive diariamente en espacios cerrados, que a un gran número de esclavos a campo abierto donde se generan relaciones entre ellos.1010 Además ―la esclavitud no fue importante, desde el punto de vista económico, en Mesoamérica; afectó a una minoría de individuos y tuvo fundamentalmente dos vertientes: había esclavos domésticos, que hacían labores como acarrear agua y leña, y esclavos para el sacrificio, cuyo único destino era morir en ciertas solemnidades. Los primeros llegaban a esa condición por orden judicial, al no haber podido saldar una deuda o para desagraviar a una familia tras haberla ofendido de algún modo. Los segundos eran comprados en las plazas de mercado por quienes iban a sacrificarlos.‖1011 En 1528, se escribió un parecer sobre sí era legítimo marcar a los esclavos indígenas, y se ha atribuido a Antonio de Rojas Manrique, Patriarca de las Indias Occidentales; el texto distingue entre cinco géneros de esclavos: ―Respondiendo al primer género de indios, en el cual se tocan algunas diferencias, aunque no tantas como en el segundo, es de notar que hay cinco maneras a las cuales se reducen todos los que pueden ser esclavos. 1ª La primera cuando contrae la tal servidumbre de su nascimiento, que su madre era esclava, aunque si la madre era libre cuando se empreñó es dubda entre los juristas. 2ª La segunda se contrae a la guerra hecha por autoridad del que no reconoció superior como Papa, Emperador e Rey de España y Francia, según los juristas. 3ª La tercera se contrae por delito, así como el que lleva armas o otras cosas prohibidas a los sarracenos, que éstos son esclavos de los que los toman. 4ª La cuarta se contrae por propia voluntad, así como el que es mayor de veinte e cinco años y sabe que es libre permite que le venda, y ésto lo han de saber el que lo vende y el que lo compra. 5ª La quinta se contrae por necesidad de hambre, así como cuando el padre compelido con hambre vende al hijo lo cual es esclavo, lo cual la madre no puede hacer, el tal se puede 1012 libertar en todo tiempo, ganando lo que se dio por él.‖ Para el Michoacán protohistórico, Pedro Carrasco1013 identificó a cuatro tipos de esclavos mencionados en la RM,1014 que representan relaciones sociales muy similares a las mencionadas por Antonio de Rojas Manrique, salvo que los que por voluntad se venían y los que lo hacían por necesidad de hambre parecieron haber sido los mismos: 1010 WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental…, Óp. Cit., Pp. 365-367. ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 158. 1012 ―Documento número 2: Parecer del maestro Rojas sobre herrar a los indios como esclavos s.d., [¿Palencia?], 1528‖, en: LUCENA SALMORAL, MANUEL. ―III.- Documentación. Los pareceres de Cereceda y Rojas sobre herrar a los esclavos indios en el rostro o en las piernas‖, en: Estudios de historia social y económica de América. España, Editada por el Departamento de Historia de América y Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, núm. 14, 1997, P. 238. 1013 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 81-84. 1014 Debe tenerse en cuenta que en ciertas ocasiones en la RM ―…el nombre de esclavo se utiliza para indicar, tal vez sólo metafóricamente, la subordinación de un determinado individuo a otro. Por ejemplo Zirutame, reconociendo que sus sobrinos Hiripan y Tangaxoan son señores, les dice que los atenderá como si fuera su esclavo (que llevará leña para los templos, que hará sus sementeras, que cargará a sus hijos, que les buscará hachas y cinchos para que corten y carguen la leña de los templos). También don Pedro, cuando recibe una mujer de Zinzicha, dice que los isleños eran esclavos del cazonci, que llevaban la comida de los reyes a cuestas, los jarros con los que bebían y las hachas para ir al monte por leña. En este caso, sin embargo, se sobreentiende que los isleños estaban subordinados al cazonci porque habían sido conquistados por sus antepasados. Del mismo modo, el petamuti les recordaba a los caciques que eran esclavos porque, a pesar de haber sido conquistados, no habían sido sacrificados.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 107. 1011 252 1-Cautivos de guerra: los prisioneros de guerra que no eran sacrificados eran destinados a ser esclavos. Se menciona por ejemplo, que cuando se conquistaba un pueblo, se contaban los varones, mujeres, muchachos, niños de cunas, y se apartaban de los viejos, viejas, niños y heridos, quienes eran sacrificados ahí mismo, y sus cuerpos cocinados para ser consumidos por los guerreros. La RM menciona que ―guardaban los mochachos y criábanlos para su servicio, para sus sememteras.‖1015 Sobre los niños de cuna se menciona que también eran sacrificados ahí, pero en otro lado del texto se apartaban de los sacrificados. Cabe recordar que los capítulos que hablan de la guerra, tratan de diferentes tipos de guerra, es probable que en ocasiones los niños de cuna fueran apartados para ser esclavos, ya que permitían ser educados en los principios ideológicos del Estado tarasco. Los muchachos tal vez no fueran tan fáciles de doblegar ideológicamente, pero a diferencia de los niños, ya podían proporcionar fuerza de trabajo para ser explotada inmediatamente. Estos esclavos eran conocidos como terúparaquaebaecha, parece que la condición de esclavos se transmitía de padres a hijos.1016 De estos esclavos le daba el cazonci a sus hijos, pero no queda claro si trabajaran en las sementeras o eran sirvientes domésticos, pues aparte los parientes de la madre del hijo del cazonci le hacían mantas y sementeras; los principales, señores y señoras, también tenían de estos esclavos por los pueblos.1017 Es decir, el cazonci ponía una parte de la servidumbre a servicio de sus hijos, pero otra parte tenía que ser puesta por la familia de la madre. Pedro Márquez traduce “terúparaquaebaecha. Esclavos y esclavas que se dejaban de sacrificar. Teruparaqua (criado), euaecha (les quitaron).‖1018 2-Los rescatados por hambre: En la parte histórica de la RM, se menciona como cuando la gente no tenía que comer, la gente se ―vendía‖ como esclava, incluyendo a su parentela, para que les dieran de comer: ―…todos se perdieron por hambre, quel señor de Hararo llamado Thicúricata y otro llamado Thiácani, los llevaron por esclavos. Y por los males que hacían en Hetóquaro castigaron los dioses. Ya vi en ellos que dieron hambre; que el que tenía cinco hijos empenzó a vendellos y daban por un poco de maíz un hijo y dos tamales, y en acabando de vender los hijos, vendían la mujer y dábanle un tamal; y a la postre no teniendo que dar, se vendían a sí 1019 mesmos porque les diesen de comer.‖ Carrasco agregó que ―como es sabido, era una servidumbre contractual más que esclavitud propiamente dicha.‖1020 Y Vasco de Quiroga mencionó que era costumbre en la Nueva España que ―si uno está en necesidad y pobreza extrema, y otro le presta algo o le halla enfermo y le cura, y no tiene después de qué pagarle, le toma, o el mismo que recibió el beneficio se da a sí mismo para servirle toda su vida; y otras veces piden prestado unos a otros con necesidad […] y cuando no tienen de que pagar, se dan a sus 1015 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 19, P. 199. Vasco de Quiroga mencionó que se casaban entre amos y ―gente alquilada‖, y en el ―Parecer del maestro Rojas…‖, se menciona que no quedó claro sí el estatus de esclavo se transmitía de padre y madre a los hijos. Sobre este aspecto de que la ―gente alquilada‖ o ―esclavos‖ procreaban con sus amos, recuérdese el pasaje de la RM, donde se menciona que Chapá era hijo de Chanshóri, señor de Curínguaro y una esclava, y por eso era tenido en menos, sin embargo su estatus cambió al casarse con una señora. RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 109v, P. 110. 1017 RM, Tercera Parte, Cap. III, ff. 12v-13, Pp. 186-187. 1018 MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 719. 1019 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 111, P. 113. 1020 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 82. 1016 253 acreedores y ellos los toman a este servicio perpetuo de toda su vida.‖1021 Sobre la venta o alquiler de los hijos dijo que podía ser ―por un cuartillo de maíz‖, y que ―algunas veces acontecía venderle en la cuna‖, y mientras el infante crecía, ―el padre y la madre y aun toda la parentela, servía al que le compraba‖.1022 Otras cantidades mencionadas de maíz con los que se vendía la gente era ―un puño o celemín o chicubí de maíz…‖.1023 Esto nos recuerda, aunque no sea venta propiamente dicha, cuando el cazonci daba criar a sus hijos, y los parientes de la madre tenían que hacerle sementeras y mantas al hijo.1024 3-Los que consumían alimentos de otros o de las trojes de los dioses: Había dos formas de volverse esclavo bajo esta modalidad, los que sorprendían con algunos hurtos en sus sementeras,1025 pero otra forma más era por una costumbre que existía: ―Tenía esta gente una costumbre, que si tomaban algún maíz o mantas de las trojes de los dioses que estaban deputadas para las guerras, aquellos que las recebían, aunque fuese dado 1026 gracioso, ellos o sus hijos quedaban obligados por ello y los hacían esclavos.‖ Vasco de Quiroga registró que era costumbre en Nueva España que ―por una mazorca de mahíz que uno tomase del mahizal ajeno, no teniendo de qué lo pagar, se servían de él toda su vida como escavo por su propia abtoridad, sin otra condenación. […] Item, cuando jugaban a la pelota y perdían y no tenían de qué pagar, los tomaban y se servían dellos toda su vida los que ganaban; y si eran los que le ganaban dos o más, y no les pagaba, le llevaban al templo o cu y le sacrificaban delante del ídolo que tenían‖.1027 Se entiende entonces que mucha de la gente al servicio del canzonci y la nobleza, era sostenida por la producción de las tierras reales y de los linajes nobles, tales como los sirvientes domésticos, los artesanos y gente dedicada a realizar pasatiempos. Quiroga mencionó otra forma de volverse esclavo, que están relacionadas con los que cometían delitos, por ejemplo ―que el que se echaba con esclava o sirvienta de otro y era soltero y la empreñaba de hijo, había de servir por ello toda su vida; y si era casado y la empreñaba de hijo había de dejar a su mujer y casa y servir al amo de la que empreño toda su vida como esclavo, y también le hacían esclavo, si la preñada dello moría.‖1028 4-Los esclavos comprados a los mercaderes: El tráfico de esclavos es mencionado en la RM, pero la información no es suficiente para conocer bajo qué condiciones adquirían la condición de esclavitud, cómo se vendían, y cuáles eran las costumbres que regían su condición. Vasco de Quiroga refirió un panorama bastante tétrico en la Nueva España, sobre el origen de algunos esclavos: ―Otros hurtaban muchachos e muchachas pequeños, hijos de otros, y los iban a vender lejos, y si los padres lo sabían y podían, tomaban por su propia autoridad a los que así los hurtaban y venían y los daban y entregaban a los hijos que así los habían dellos comprado, y así rescataban a sus hijos y quedaban por esclavos en su lugar los que así los habían vendido,‖ pero en la mayoría 1021 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 169. 1022 Ibíd., P. 167. 1023 Ibíd., P. 101. 1024 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12, P. 186. 1025 RM, Tercera Parte, Cap. III., ff. 12v-13, Pp. 186-187. Claudia Espejel menciona que los que robaban sementeras eran condenados a muerte, pero parece que primero eran esclavos, y si robaban más de tres veces, los mataban. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, P. 106. 1026 RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86, P. 63. 1027 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 166. 1028 Ibíd., P. 166. 254 de las veces esto quedaba impune, ya que ―los hurtaban de los tianguis y de otros lugares donde los hallaban, y los transportaban y vendían en otras partes lejos de donde los tomaban o a los mercaderes de otros lugares, que andan por la tierra mucho. 1029 Quiroga mencionó que los caciques vendían a la ―gente de alquiler‖ o los esclavos ―como los solían dar, por tres o cuatro mantillas, y a veces a celemín de maíz, mayormente aquellos que no les cuesta más de hurtados de pequeños para después rescatarlos a los cristianos españoles‖1030 El contador Andrés de Cereceda, quien ejerció en León, Nicaragua, describió cómo se vendían los esclavos en Tierra firme: ―Hay otro género de indios a que llaman esclavos, y éstos son que los tenían los caciques por esclavos antes que los cristianos viniesen a la tierra, que eran como moneda entre ellos, que los vendían y compraban por oro y por maíz y otros mantenimientos, y por mantas de algodón y por cuentas y por cacao y por sal y por otras maneras de mercadurías, que vendía un cacique principal o indio a otro. En esto hay venta de padre a hijo y hermano a hermano y un deudo a otro; y otros que eran mozos o muchachos o niños huérfanos o hijos de alguna viuda diz que se los tomaban los caciques y los principales y los vendían a donde y cómo y por lo que querían, como está dicho, y esto diz que se acostumbraba entre ellos, 1031 no habiendo quien volviese o defendiese el tal que querían tomar para vender‖ Lo que agrega la RM, es que los ―esclavos desobedientes que no querían servir a sus amos, y a los esclavos que dejaban de sacrificar en sus fiestas. A todos estos susodichos [malhechores] llamaban vázcata y, si cuatro veces habían hecho delitos, los sacrificaban.‖1032 Parece ser que esta fuerza de trabajo esclava o semiesclava era la que se utilizaba en las tierras de la nobleza, cuya producción estaba destinada al mantenimiento de la misma. La característica principal de ésta, es que las personas mantenían lazos de parentesco y de servidumbre muy estrechos con los linajes nobles a los que estaban adscritos, pero estaban a merced de poder ser venidos a otros y que si no cumplían con sus obligaciones, eran sacrificados. 1029 Ibíd., Pp. 166-167 Ibíd., P. 198. 1031 ―Documento número 1: Las dubdas que se sienten para herrar los indios que los caciques dan por esclavos. [¿León de Nicaragua?, circa 1528]‖, en: LUCENA SALMORAL, MANUEL. ―III.Documentación. Los pareceres de Cereceda y Rojas sobre herrar a los esclavos indios en el rostro o en las piernas‖, Óp. Cit., P. 258. 1032 RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14. 1030 255 PALABRAS RELACIONADAS CON ESCLAVOS EN LOS DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA Nombre en tarasco Hapingata Hapinbaraqua Piuapeni Piuacata Significado en castellano Esclauo Seruidumbre comprar esclauos esclauo assi comprado Pacumunscata [No se llama sino varingati] Teruparaquaeni Teruparaqua tiamu caminchaqua cueraraquareti, hurahcucata hapingata ynspequarequa Cuiriperacata Esclauo alcançado en guerra hapingata manaratspeni Anchequaretspeni achaetsperi.hapimbeti teruparaqua. hapingata cuxareti teruparaqua hapingata çapinda teruparaqua hapingata cuxareti çapi teruparaqua ma hingun hapingata hapingata himahtuhco peuangari hapingata.piuacata hapingataecha. terurapaquaecha Seruir el esclauo Seruir el libre Señor de sieruos Sieruo Sierua Sieruo pequeño Sierua pequeña Sierua con otro o con otra Sieruo nacido en casa Sieruo que se vende Sieruos generalmente ser sieruo o criado sieruo o criado Argolla para esclauos Horro o horra de esclauo Mercaduria de esclauos Nacer en casa esclauo Fuente (G) Pp. 89, 485 (G) P. 89 (G) P. 134. (G) P. 134. (D-I) P. 285 (D-I) P. 325 (G) P. 161 (G) P. 161 (G) P. 270 (G) P. 458 (G) P. 82 (G) P. 510 (D-I) P. 207 (G) P. 589 (G) P. 589 (G) P. 588 (G) P. 590 (G) P. 590. (G) P. 590. (G) P. 590. (G) P. 590. (G) P. 590. (G) P. 590. (G) P. 590. CUADRO 11. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia. Por otro lado, las tierras fiscales del Estado eran trabajadas por grupos de personas que estaban bajo diferentes relaciones sociales de producción. Es probable que estas tierras estuvieran arrendadas a linajes nobles y que fueran trabajadas por la servidumbre de los señores, que el cazonci tuviera mayordomos sobre los mimiecha o terrazgueros açípecha trabajándolas, como el caso de Patuan, y que los purépecha o ―campesinos libres‖ con tierras propias pagaran el tributo de corvea en forma de fuerza de trabajo en esas tierras; aunque se desconoce cómo se organizaban, probablemente los ocánbecha participaban en la ordenación del trabajo en este tipo de sementeras. El trabajo en las tierras de la gente común también se desconoce, aunque los lazos de parentesco debieron de jugar un papel importante en la organización del trabajo a escala local. Ya mencionamos que los asentamientos tarascos, cabeceras, subcabeceras, sujetos y estancias, estaban conformados por un conjunto de casas habitación donde vivían familias nucleares y extensas, conocidas en tarasco como hanguequa echa, a su vez un conjunto de estas hanguequa conformaban un linaje o siruqua, los linajes nobles conformaban una quahta o ―casa noble‖.1033 La RM mencionó como 25 casas estaban a cargo de un ocánbecha, y que ―estas casas no cuentan ellos por hogares, ni vecinos, sino 1033 MONZÓN, CRISTINA; ROTH-SENEFF, ANDREW. ―Parentela como principio de Estado. El concepto cultural quahta en las fuentes tarascas del siglo XVI‖, Óp. Cit., Pp. 95-119. 256 cuantos se llegan en una familia, que suele haber en alguna casa dos o tres vecinos con sus parientes. Y hay otras casas que no están en ella más de marido e mujer, y en otras, madre e hija, e ansi desta manera.‖1034 En la Relación Geográfica de Tiripetío, se registró también este tipo de organización familiar, pues al hablar de la marita o estructura que servían como graneros, se dice que el alimento almacenado estaba dividido por familia, aunque habitaran en la misma casa habitación ―Cada casa de un vecino tiene una [marita], y sí son dos vecinos, tienen dos, y si son tres, tienen tres, porque aunque todo lo demás este justo y todos duerman en una pieza, esto que sirve de despensas ha de estar apartada, y cada uno ha de saber y guardar lo que tienen de 1035 sus cosechas y granjerías.‖ En las Reglas y ordenanzas…, Quiroga propuso una organización familiar muy similar a la prehispánica, en la que cada familia nuclear o extensa se encontraba un paterfamilia, que era la cabeza de la organización familiar. Ya mencionamos que cada paterfamilia era con considerado como un tributario, y la RM menciona a que la tierra estaba dividida en parcelas o huertas. Se puede inferir que cada parcela o huerta era cultivada por los miembros masculinos de la familia de diferentes edades (se menciona que desde la niñez), y el trabajo era supervisado por el paterfamilia, que era el encargado sobre el trabajo en la extensión de tierra asignada. Una parte de la producción era resguardada en la marita de la familia nuclear, o en las marita de los diversos paterfamilias que vivieran en la misma casa-habitación, y otra parte para las necesidades comunales del barrio o vapatzequa, como pudieron haber sido la celebración de fiestas y el culto a los dioses y antepasados locales. DIFERENTES FORMAS DE RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN DE ACUERDO A LA TENENCIA DE LA TIERRA EN EL ESTADO TARASCO Trabajadores Posesión de Lugar de trabajo Beneficiario parcelas açípecha no es posible de Tierras del rey o cazonci Cazonci mimiecha determinar Gastos de palacio Mantenimiento de sirvientes (Mercaderes de forma indirecta) açípecha no es posible de Tierras patrimoniales del linaje noble Un cacique determinar Un señor açípecha no es posible de Tierras fiscales del Estado Cazonci mimiecha determinar Burocracia purépecha Sacerdotes Ejército purépecha Con Tierras de la gente común Ellos mismos Vapatzequa (barrio) CUADRO 12. FUENTE: BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., Pp. 123-131; CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 63100; ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Óp. Cit., pássim. ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, pássim. Elaboración propia, basado en CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según las fuentes documentales, Óp. Cit., P. 86, Cuadro 2. 1034 1035 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176. [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 64. 257 Trabajo comunal en grandes obras Ya mencionamos como individuos bajo distintos tipos de relaciones sociales de producción sembraban las tierras fiscales del Estado, cuyo excedente estaba destinado a sostener al aparato burocrático, el clero y al ejército. Sin embargo, había otro tipo de trabajo obligado y no remunerado que los habitantes de las diferentes entidades políticas mesoamericanas tenían que realizar: el trabajo en las obras públicas; para el Viejo Mundo este tipo de trabajo se le conocía como corvea. En varias regiones de Mesoamérica y desde tiempos remotos, las obras públicas que requerían el cumplimiento de este tipo de trabajo eran las obras de construcción hidráulicas, como represas y acueductos, los basamentos monumentales para los templos, calzadas, caminos y edificios públicos, así como su mantenimiento. A principios de éste apartado mencionamos, como las fuentes documentales no mencionan la existencia grandes obras hidráulicas para el Michoacán del Posclásico Tardío, y no se han hecho estudios arqueológicos suficientes para determinar su magnitud, pero tanto las fuentes como en el contexto arqueológico podemos encontrar evidencia de otras obras públicas, como los grandes basamentos para templos y la arquitectura pública. Cuando Pauácume II y Uápeani II llegaron a Pátzcuaro y descubrieron que ese era el lugar deputado por sus dioses para que construyeran sus templos, ―y de contino trujeron aquí sus ofrendas. Aunque se mudó la cabecera a otras partes, aquí había tres cúes y tres fogones, con tres casas de papas, en un patio que hicieron después a mano, de tierra, sacando por algunas partes las paredes de piedra para igualarle y allanarle.‖1036 En 1538, un testigo llamado Juan Borallo, mencionó lo mismo para Tzintzuntzan, pues sobre la iglesia que estaba ahí, dijo que ―la iglesia es de paja y muy pobre y chica y vieja y el sitio donde está es hecho a mano sacado de un cerro donde no se puede edificar edificio de piedra sino es con mucho trabajo.‖1037 Tan sólo de ejemplo, los centros ceremoniales de las tres cabeceras del Estado tarasco, Tzintzuntzan, Pátzcuaro e Ihuatzio, estaban construidos sobre sendas plataformas artificiales que requirieron la mano de obra y organización de miles de seres humanos durante épocas distintas. Para la construcción de éstas plataformas se aprovechaban los desniveles del terreno y se terrazeaban, hasta lograr darle forma deseada. La gran plataforma de Tzintzuntzan está localizada en la ladera occidental del cerro Yahuarato o Yahuarán, ―corre de norte a suroeste y tiene una longitud de 425 metros por unos 250 metros en su lado menor. Está construida aprovechando el cerro, para lo cual se emparejó el terreno y, tanto al sur como al norte, se construyeron muros de contención para impedir su derrumbe. Los muros fueron hechos con el mismo sistema de construcción que el utilizado en el interior de las yácatas.‖1038 Tiene una altura fronntal de 12 metros y ―en ella hay nueve cuerpos escalonados y en talud, con sus esquinas redondeadas –orientadas al noroeste y al suroeste- y apoyadas a su vez sobre otros tres cuerpos con esquinas rectangulares, que en realidad son las que forman la base de todo el conjunto arquitectónico.‖1039 La gran plataforma sólo es una de varias que existen en los alrededores del antiguo centro ceremonial de Tzintzuntzan. Los 1036 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37. Cursivas nuestras. ―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. Óp. Cit., Apéndice X, P. 450. 1038 CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., P. 48 1039 OLIVEROS MORALES, JOSÉ ARTURO. Tzintzuntzan. Capital del reino purépecha. México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Colección ―Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Ciudades), 2011, Pp. 56-57. 1037 258 basamentos piramidales de Pátzcuaro también fueron construidos sobre plataformas artificiales aprovechando una loma, donde actualmente se localizan edificios como la Basílica de Nuestra Señora de la Salud, el Museo de Artes e Industrias Populares, el huerto y edificios del ex Colegio Jesuita, la esquina de las calles de Alcantarilla y Enseñanza, y el atrio de La Compañía de Jesús. ―Los restos de arquitectura que conocemos indican la existencia de una gran plataforma y un enorme espacio sobre el cual se levantaron los basamentos piramidales para los templos.‖1040 Ihuatzio, por otro lado, destaca por ser el mayor, complejo y extenso sitio arqueológico de la cuenca de Pátzcuaro, uno de los más grandes del estado de Michoacán y tal vez del Occidente de México. ―Los restos arqueológicos se encuentran distribuidos en una superficie mayor a las 300 ha, en las que destacan los grandes espacios nivelados y la gran cantidad de trabajo invertido en la transformación de un entorno nada favorable para el asentamiento, a diferencia de Tzintzuntzan, donde se representa una mayor adaptación al medio físico ya que las estructuras que se construyeron y los espacios creados no alteraron de manera significativa la situación ambiental.‖1041 Sobre estas grandes plataformas que requirieron un trabajo impresionante, se construyeron los basamentos piramidales característicos de la cultura tarasca, las yácatas.1042 Las yácatas1043 son estructuras con planta en forma rectangular, cuadrada o de ―T‖, y en ocasiones son de planta mixta con una estructura circular o semicircular adjunta (estas últimas asociadas a los tarasco-uacúsecha), estaban construidas con lajas cortadas superpuestas en capas alternadas y a veces usando como cementante masa de lodo, elaborados en cuerpos de unos 95 cm de altura y 23 cm de ancho, con el sistema de cuerpos de talud escalonados. Estas lajas están recubiertas por piedras de origen volcánico, cortadas y pulidas, llamadas janamu, algunas de ellas con petrograbados. En la parte superior de las yácatas se encontraban trojes que servían de templos, y se accedía a ellos por medio de escaleras de acceso que se encontraban en el cuerpo rectangular. Estaban distribuidas por el territorio tarasco y no presentan uniformidad 1040 CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan‖ en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, P. 29. 1041 CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Jiuatsio, ―la casa del coyote‖, en: CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN (Coordinador editorial). Tradiciones arqueológicas. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, (Colección Imágenes), 2004, P. 204. 1042 Para la construcción de estas plataformas se requirió la mano de obra y el traslado de material por miles de tamemes, y lo que conlleva organizar trabajos a gran escala. A pesar de eso, se llegó a declarar ―la arquitectura monumental tarasca nunca desarrolló la magnificencia y sofisticación alcanzada por otros grupos.‖ Cf. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad Tarascos‖, Óp. Cit., P. 47; y que ―la arquitectura monumental tarasca no estaba tan desarrollada como su contemporánea en el México central. En comparación con la magnífica ciudad de Tenochtitlan, las yácatas tarascas o edificaciones religiosas resultan monumentos burdos y sencillos‖. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖. Óp. Cit., P. 78. Esto es una muestra más del sesgo producto del centralismo histórico, arqueológico y antropológico que impera en la historiografía. 1043 Nicolás León propuso, a partir de una carta del Sr. D. Sebastián Olivares, que el significado de la palabra ―yácata‖ es ―amontonamiento de piedras con lodo‖ o ―cosa ó promontorio formado de piedras y lodo sin cuidado ni arte‖. LEÓN, NICOLÁS. ―Sobre la significación de la palabra yácata‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 116. Sin embargo, probablemente por causa del fantasma del centralismo o por omisión involuntaria, la RAE define ―yácata. Del náhuatl yacatl 'nariz'. 1. f. Méx. Monumento indígena antiguo.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. 259 constructiva, de tamaño o localización en el espacio.1044 Las yácatas necesitaban mantenimiento debido a la acción de la intemperie, por ejemplo, la RM menciona que ―dice esta gente, que antes que viniesen los españoles a la tierra, cuatro años continuos se les hendían sus qúes, desde lo alto hasta bajo, y que lo tornaban a cerrar y luego se tornaba a hender y caían piedras, como estaban hechos de lajas sus qúes, y no sabían la causa de esto, mas de que lo tenían por agüero.‖1045 Estos ―hendimientos‖ bien pudieron haber sido causados por los movimientos telúricos que se registran continuamente en la región del Occidente de México. La RM proporciona otro dato importante, se dice que ―era [durante la] fiesta de Sicuíndiro, cuando renovaban los cúes de Curícaueri‖, está renovación probablemente consistía en resguardar la integridad estructural de los templos, así como de pintarlos de colores, pues líneas más adelante, explicando que Taríacuri no estaba en sus tierras ni templos, ―y como llegaron los de Curínguaro tomaron el bulto de Curícaueri y echáronle a un rincón y dijeron: "este cu no es de Curícaueri, mas de nuestro dios Huréndequavécara." Y pintáronle de blanquebol [blanco], como solían pintar los cúes de Huréndequavécara y la casa de los papas enalmagraron [pintaron de rojo].‖1046 No obstante, la tarea de renovar los edificios públicos parece que estuvo a cargo de profesionales dedicados sólo a dar mantenimiento a estas estructuras, pues la RM menciona entre los oficios que ―había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los oficiales de hacer casas, que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los qúes, que hacían muchas veces. No entendían en otra cosa más de hacer las casas e qúes, que mandaba el cazonçi, y déstos hay todavía muchos.‖1047 No debemos olvidar que al menos los sitios donde existieron grandes plataformas estuvieron habitados por grupos humanos anteriores al esplendor tarasco-uacúsecha, y que fueron obras monumentales que se realizaron a lo largo del tiempo, y no todo en un sólo momento. ―Obras de tal magnitud se lograron entonces sin contar en nada con factores que debían estar supuestos, es decir, un alto grado de desarrollo de las fuerzas productivas, la presencia de una tecnología avanzada, el uso técnico y generalizado de los metales, artificios motores, animales de carga, etcétera.‖1048 Es sintomático que para 1585, el jesuita Francisco Ramírez haya mencionado que los indígenas de Pátzcuaro pagaban parte del tributo en obras públicas para los españoles, y que ―si en algo trabaxan de buena gana, sin sentir el trabaxo, es en reparar los templos y hacer sementeras para comprar lo necesario para el ornato de ellos [de los templos].‖1049 Mencionó que en cierta ocasión, cuando una iglesia necesitó reparación: ―Acuden a la obra de manera, que el mayor trabaxo es hacerles tomar algo por ella; y a veces acontece andar en ella al pie de quinientos. La madera traen todos arrastrando con maromas, viniendo gran número de ellos, asní hombres como mugeres, tirando de cada 1044 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha… Óp. Cit., Pp. 122-125. RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233. 1046 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 96v-97, P. 84-85. 1047 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6v-7, Pp. 176-177. El sustento de estos oficiales para hacer casas probablemente estuvo a cargo del Estado. 1048 CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según las fuentes documentales, Óp. Cit., P. 87. 1049 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, P. 498. 1045 260 viga, todos con sus guirnaldas de flores y gran música de trompetas, y muchas vanderas, y 1050 otras cosas de regocixo; que muestran bien la afición que tienen.‖ Artesanía Como hemos visto, para la realización de obras de gran magnitud y de otras menores, se conoce en la antigua Mesoamérica la existencia de grupos de individuos especializados en diferentes conocimientos artesanales. La RM menciona más de 30 ―diputados‖ o ―mayordomos mayores‖ que desempeñaban varias actividades de la transformación de los objetos de trabajo o materia prima, o que recolectaban la producción. Entre los oficios encontramos curtidores, elaboradores de textiles, joyeros, canteros, plumajeros, pintores, ceramistas, armeros, etcétera. Hay que tener en cuenta algo importante, la unidad económica básica de las sociedades precapitalistas es la familia, y que ―Es un hecho probado -a través de diferentes disciplinas-, la presencia de una economía autosuficiente en los grupos familiares de las sociedades más antiguas, no sólo de México sino del mundo. Cada uno de ellos, independientemente del trabajo agrícola, se ocupaba en la elaboración de los utensilios necesarios a su existencia. Eran capaces de bastarse por sí mismos de artículos cerámicos como cacharros, husos, juguetes y aun pequeñas representaciones de los dioses; objetos de piedra, como cuchillos, hachas, navajas, piedras de moler, etcétera; los hilados y tejidos eran también labores domésticas, así como la confección de adornos de papel para las celebraciones religiosas; la construcción de casas habitación -excluyendo la de los grandes señores-, era ejecutada por las personas interesadas. Pero habían objetos para los cuales se requería conocimientos más complejos y mayor tiempo en su realización. Si es cierto que cualquier campesino podía hacer el cajete que él y su familia necesitaban, la hechura del mismo estaría condicionada por el uso al que se destinaría, por el tiempo y el material disponibles y por su propia destreza. Obviamente, tanto la hechura cuanto los factores inherentes a la misma serían bastante exiguos si se considera la situación social y económica del campesino. Por lo contrario, la elaboración de un utensilio similar, pero labrado y decorado delicadamente con materiales seleccionados, sólo era posible por individuos aplicados a tiempo completo a tal labor, con conocimientos adquiridos con antelación y cuyo sustento no fuera producido por ellos mismos; de tal suerte, la persona dedicada a estos menesteres debía necesariamente recibir en retribución de ellos, mercancías o artículos de cambio que le permitieran obtener el mantenimiento suyo y de su familia o bien emplearse bajo el patrocinio de alguna 1051 institución o de alguna persona pudiente.‖ Aunque las fuentes no proporcionan detalles sobre las formas que adoptaron las relaciones sociales de producción de los artesanos, se puede inferir que si la calidad en materiales y hechura estaba destinada a objetos suntuarios de uso restringido o exclusivo para la clase dominante, ésta debió de retribuir el trabajo de estos especialistas. Lamentablemente no existen fuentes que detallen cuál era la organización interna de estos grupos de artesanos, pero con todo lo que hemos descrito hasta aquí, podemos imaginar que estos grupos de especialistas formaban quahta o linajes, y que los ―diputados‖ y ―mayordomos mayores‖ que están representados en las láminas XXVIII y XXIX, y descritos en la RM, eran los jefes del linaje, 1052 quienes establecían 1050 Ibíd., Pp. 534-535. Ibíd., Pp. 90-91. 1052 La RM menciona que ―todos estos oficios tenían por subcesión y herencia los que los tenían, que muerto uno quedaba en su lugar algún hijo suyo o hermano puestos por mano del caçonçi.‖ RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 8-8v, Pp. 179-180. 1051 261 la relación de parentesco u de otro tipo con los achaecha y otros funcionarios de la clase dominante. Probablemente tenían ventajas frente a los campesinos, al no depender del trabajo agrícola, debieron tener más libertad de movilidad y tal vez no estaban adscritos territorialmente, pero si personalmente a individuos o linajes nobles.1053 La RM menciona un dato muy interesante, que cuando moría el cazonci, sacrificaban a varios de las personas que le habían servido en vida, incluyendo artesanos: ―Componían así mismo toda la gente, de hombres y mujeres, que había de llevar consigo, los cuales su hijo había señalado para que matasen con él. Llevaba siete señoras: una llevaba todos sus bezotes de oro y de turquesas atados en un paño y puestos al pescuezo; otra, su camarera; otra, que guardaba sus collares de turquesas; otra que era su cocinera; otra que le servía del vino; otra que le daba agua a manos y le tenía la taza mientras bebía; otra que le daba el orinal, con otras mujeres que servían destos oficios. De los varones llevaba uno que llevaba sus mantas a cuestas; otro que tenía cargo de hacelle guirnaldas de trébol; otro que le entranzaba; y otro que llevaba su silla; otro que le llevaba a cuestas sus mantas delgadas; otro que le llevaba sus hachas de cobre para hacer leña; otro que llevaba un aventadero grande para sombra; otro que llevaba su calzado y cotaras; otro que llevaba sus cañutos de olores; un remero; un barrendero de su casa; y otro que bruñía sus aposentos; un portero; otro portero de las mujeres; un plumajero de los que le hacían sus plumajes; un platero de los que le hacían sus bezotes; uno de los que le hacían sus flechas; otro de los que le hacían sus arcos; dos o tres monteros; algunos de aquellos médicos que le curaban y no le pudieron sanar; uno de aquéllos que le decían novelas; un chocarrero; un tabernero, que entre todos serían más de cuarenta. Y ataviábanlos y componíanlos a todos y dábanles mantas blancas y llevaban todos éstos consigo, todo aquello de sus oficios, de que servían al cazonçi muercto. Y llevaban ansímismo un bailador y un tañedor de sus atabales y un carpintero de sus atambores. Y querían ir otros sus criados y no los dejaban ir. Decían que habían comido su pan y que quizá no los tractaría como él, el señor que 1054 había de ser.‖ Por los testimonios del siglo XVI en el Centro de México, ―se sabe que el pago por dicho trabajo podía consistir de ropa y mantas de diferentes cualidades, fardos de cacao, maíz, frijol, pepita y chile, cerámica, pilones de sal, etcétera; además, en el mismo palacio se les concedía el sustento cotidiano e incluso habitaciones‖,1055 inclusive tenían gente a su servicio para traer leña, agua y sembrar tierras asignadas al artesano, probablemente esto era similar para el caso michoacano. Parte del excedente alimenticio del cazonci y la nobleza servían entonces para sostener a estos grupos de especialistas. Un caso significativo es el de un cacique que dio información sobre las minas de cobre en Tierra Caliente, don Juan, cacique de Cocian, naguatato y fundidor de cobre, y otro testigo fundidor, Juan, ―indio natural de Michoacán [Tzintzuntzan]‖,1056 mencionó como tenían sus sementeras cerca de donde extraían el cobre, lo que hace pensar que algunos oficios artesanales permitieron cierta movilidad social en el Michoacán prehispánico, permitiendo a sus jefes adquirir estatus y medios de producción para su sustento. En el proceso contra Pedro de Arellano, se mencionó que un par de plateros u 1053 Por la forma en que la RM describe los oficios artesanales, parece que la gran mayoría de artesanos estaban subyugados al cazoni y a la nobleza tzitzuntzeña, lo que supone que en otros asentamientos a lo largo y ancho del territorio tarasco se reproducía este modelo. 1054 RM, Tercera Parte, Cap. XVI, ff. 30v-31, Pp. 222-223. Cursivas nuestras. 1055 CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según las fuentes documentales, Óp. Cit., Pp. 92. 1056 WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 594. 262 orfebres, Juan de nombre indígena Cuono, y Francisco de nombre indígena Quiauchi, cuando fueron a declarar a ciudad de México, aprovecharon para ir al ―tianguez‖, lo que podría indicar que una parte de las artesanías elaboradas por los plateros podía ser intercambiadas por ellos mismos. En el mismo documento, se hace referencia que algunos de los orfebres eran al mismo tiempo amantecas (plumajeros), por lo que dos oficios profesionales podían ser practicados por una misma persona. También está el caso de un artesano orfebre llamado Pedro de nombre indígena Tlatlo, natural de Amatlan, vecino de Tzintzuntzan, este personaje de origen nahua, muestra que los artesanos al servicio del cazonci eran de diversos lugares, y algunos probablemente de fuera de las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa. Sin embargo, en el mismo documento, se infiere que estos orfebres estaban adscritos personalmente al cazonci, se menciona que ―todos ellos eran esclavos e del caçonçi‖. 1057 1057 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., Pp. 373 y 376, 381, 387, 420. 263 18. USUFRUCTO DE AGUAS, BOSQUES, VEGETACIÓN, FAUNA Y MINERALES ―Pues también los pueblos de Pungácuran y Sauinan y Arançan y Cápacuero. [borrado] Allí hay todos estos señores: Cuanzan, Hutaco hozi, Tíunchunba, Ynzínguato, Hapúnduri. Cada día train difirencias y se quitan los términos y las sementeras y toman todos arcos y flechas y abajaban los dioses del cielo a comer sangre, y flechábanse y yo reñí con ellos, y enojáronse comigo diciendo: ¿qué es lo que dice Taríacuri? ¿Cómo, no lo dice lo que dice, confiando en la laguna? ¿Cuándo le daríamos de coces y le conquistaríamos? Traigamos diferencias entre nosotros, [o] compongámonos, ¿qué se le da a él? ¿Para qué nos dice nada? Estos plumajes que tenemos y atavíos, no los quitamos a nadie por fuerza, mas dejáronnoslos nuestros padres y por eso hacemos fiestas con ellos.‖ 1058 Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXII, ca.1540 Lamentablemente no hay mucha información sobre qué tipos de tenencia había sobre los otros recursos naturales del territorio, como los son los bosques, praderas, ríos, ojos de agua, animales, vegetación o minerales. Sin embargo, hay una serie de datos históricos que proporcionan las fuentes, cómo lo son los títulos primordiales de varios pueblos, que nos permiten conjeturar explicaciones sobre el tipo de usufructo de estos recursos. La RM menciona como para la época anterior a la formación del Estado tarasco, existían varios señoríos con sus territorios donde habitaban sus pobladores, cultivaban sus sementeras, obtenían los recursos de subsistencia necesarios para la producción y reproducción de las sociedades prototarascas. En la RM éstas delimitaciones territoriales son nombradas con la palabra ―términos‖, y la definición que proporcionó Covarrubias ―es la senda del termino, se llama vulgarmente linde, o lindera‖,1059 en tarasco la palabra para ―término‖ era ―hamequa‖.1060 Al ser sociedades preindustriales usaban accidentes geográficos que prácticamente no cambian con el tiempo, para delimitar los límites territoriales, tales como la posición de los astros, cerros, lomas, montañas, peñas, malpaíses, barrancas, arenales, ríos, ciénegas, piedras, cuevas, ríos, fuentes y ojos de agua, así como otros donde la acción humana pude modificar el paisaje pero que eran referencia, como plantas (arbustos o varias especies de árboles), caminos, estancias, solares, estructuras como trojes o yácatas, o carbón enterrado.1061 Los conflictos territoriales antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa eran comunes, la parte histórica de la RM es la constante lucha entre señoríos; ya vimos por ejemplo, como Taríacuri les explicó a sus sobrinos e hijo como en la Meseta tarasca había pugnas por los términos de los pueblos. Ya mencionamos como el Tzintzuntzan Irechequa estaba conformado por varias unidades administrativas, cuyo antecedente pudo haber tenido a los señoríos 1058 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. Cursivas nuestras. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra T, P. 42v. 1060 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 87 y 479. 1061 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., pássim; VELÁSQUEZ GALLARDO. PABLO. ―Título de tierras de Cherán Hatzicurin‖, en: Tlalocan. Revista de fuentes para el conocimiento de las culturas indígenas de México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1952, Vol. 3, núm. 3, Pp.238-245; GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], en: Montaña. Revista bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas, Enero-Febrero, 1970, núm. 1, Pp. 2733; ―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], en: Montaña. Revista bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas, Septiembre-Octubre, 1970, núm. 5, Pp. 23-26. 1059 264 independientes que existieron antes de la conquista por parte de los uacúsecha, ya que antes de la formación del triunvirato ―había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por sí.‖1062 Entre los señoríos más importantes se encontraban Curínguaro, Taríaran, Jarácuaro, Pacandan, Zacapu, y los señoríos de la Meseta tarasca. Los linderos entre estos debieron haber jugado un papel importante para el usufructo de los recursos naturales, y que seguirían teniendo importancia después de la conformación del Estado tarasco. La trasgresión de estos términos generó conflictos entre los pueblos prehispánicos; en el pueblo de Ameca en Nueva Galicia, que resistieron el avance tarasco, se menciona por qué y cómo se desafiaban para ir a la guerra contra sus vecinos: ―Dicen que se desafiaban, los unos a los otros, con un TITLANTLI que se enviaba, q[uel quiere decir ―embajador‖, […] y este embajador iba a los pueblos comarcanos y, sin entrar dentro, se ponía a una parte desviada, de manera q[ue] fuese oído, y decíales a alta voz cómo tal señor los desafiaba sobre haberles entrado en sus términos a cazar o sobre haberles muerto algunos hijos o vasallos suyos; que en tal parte los esperaba, si eran hombres para ello, porq[ue] querían satisfacerse del tal agravio. Este embajador iba con 1063 toda seguridad, sin q[ue] se le hiciese mal, y, ansí, salían los desafiados al campo.‖ Probablemente los recursos como aguas, bosques, caza y pesca, eran usufructuados por los habitantes adscritos territorialmente o personalmente a los señoríos dentro de sus términos, pero el acceso a esos recursos debió estar limitado, condicionado o restringido, en especial a gente externa. Sobre este tipo de tierras, Alonso de la Veracruz mencionó en 1553 que ―como dijimos, no puede el señor [cacique] de un pueblo apropiarse de un monte para cazar o para cortar leña, o parte de un río para pescar y esto no por otra cosa, sino porque aquellas tierras son poseídas en común por todo el pueblo, y no se les puede apropiar, por tanto, con mayor razón, nadie más lo podrá hacer.‖1064 Aunque algunas referencias muestran un panorama más complejo. El tránsito entre los diferentes señoríos era restringido, al menos en momentos de conflicto; en un episodio de la RM, cuando Taríacuri era perseguido por sus enemigos, le pidió a su suegro Chánshori, el señor de Curínguaro, que ―le ruego yo que me dé pasaje para mí y mi gente, por su tierra, para ir donde está Máhiquasi, señor de Condénbaro, que dicen ques muy valiente hombre, que tengo necesidad de su ayuda. No quiero más, que me dé pasaje para ir a Condémbaro,‖ a cambio de 4400 plumas de diversos colores, a lo que Chánshori se negó.1065 El agua es un recurso indispensable para la mayoría de las formas de vida, tanto plantas y animales requieren de éste preciado líquido para su existencia cotidiana. Ya mencionamos como los manantiales y ríos servían para delimitar el espacio, y que las tierras adyacentes a estos últimos pertenecían a las tierras del cazonci, a la clase dominante y al Estado. En el Códex Plancarte se hace mención que los antiguos ―reyes‖ tarascos repartieron la tierra entre los señores, incluyendo los ojos de agua, para que los habitantes pudieran hacer sementeras, aunque su usufructo debió de haber sido comunal debido a las necesidades de las poblaciones. Los bosques y demás recursos forestales debieron también de haber sido de usufructo general, de hecho no parece que haya existido alguna restricción sobre la tala de leña, por el contrario, uno de los recursos que las poblaciones tenía que tributar al Estado tarasco era la leña para el dios Curícaueri. 1062 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, p. 17. LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia. México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 10, 1988, P. 38. Mayúsculas originales, cursivas nuestras. 1064 VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 45. 1065 RM, Segunda Parte, Cap. XIV, ff. 87-87v, Pp. 65-66. 1063 265 El episodio de caza que proporciona más detalles es uno narrado en la RM, cuando el dios Curícaueri inició su señorío en el monte Viruguarapexo, el caudillo de ese momento era Ireti Ticátame. Al enterarse de la llegada de los chichimecas, Ziranzirancamaro, señor de Naranjan, se dispuso a celebrar una alianza matrimonial con lo chichimecas. La advertencia que puso Hireti Ticatame a sus cuñados fue: ―una cosa os quiero decir que digáis a vuestros señores, y es que ya saben cómo yo con mi gente ando en los montes trayendo leña para los cúes, y hago flechas y ando al campo por dar de comer al sol y a los dioses celestes y de las cuatro partes del mundo y a la madre Cueráuaperi, con los venados que flechamos, y yo hago la salva a los dioses con vino y después bebemos nosotros en su nombre; y acontece algunas veces, que flechamos algunos venados sobre tarde y seguímoslos y así los dejamos, y por ser de noche ponemos alguna señal por no perder el rastro y atamos algunas matas. Mirá que no me toméis aquellos venados que yo he flechado, porque yo no los tomo para mí, mas para dar de comer a los dioses. Juntáos todos y avisáos unos a otros desto que os digo y mirad que no me los toméis ni llevéis, porque sobre esto ternemos rencillas y reñiremos. No lleguéis a ellos, mas en topando algunos destos venados herildos, cobrildos con algunas ramas y bien que 1066 comeréis la carne y haréis la salva a los dioses, mas no llevéis los pellejos.‖ Con las líneas que hemos resaltado queda de forma explícita que la caza de venados tenía una connotación más de ritual que de actividad de subsistencia. Pero sí se pone atención a como sigue el relato, podemos ver porque los habitantes de Naranjan no tomaron en cuenta la advertencia de Ireti Ticátame. La historia sigue en que un día Ireti Ticátame flechó un venado en el monte Viruguarapexo, es decir, dentro de los términos de su señorío, pero al no haberle acertado bien, sólo lo hirió y lo persiguió hasta la noche, cuando ató unas mantas por señal y se regresó a su casa. El venado herido huyó y fue a morir a una sementera de Quiérequaro, lugar cerca de Zacapu cuyo cacique se llamaba Zizanban, es decir, en los términos de sus cuñados, ahí lo encontraron unas mujeres, dieron aviso y lo llevaron a su casa. Ireti Ticátame no encontró al venado donde dejó la señal, vio como unos zopilotes volaban sobre el cielo, y siguió el rastro, hasta llegar a la casa donde estaba el cuadrúpedo. Ahí se dio cuenta que no habían seguido su advertencia, que estaban desollando mal la piel del animal, y los reprendió, ―Y respondieron los otros señores: "¿qué decís, señor?, ¿cómo, no tenemos nosotros arcos y flechas y las traemos con nosotros para matar venados?". Díjoles Yreti Ticátame: "¿qué decís?. He aquí mis flechas que yo las conozco". Y fuése al venado y sacóle una flecha que tenía en el cuerpo y díjoles: "mirá esta flecha que yo la hice". Y los otros, enojándose de oir aquello, empujáronle y dieron con él en el suelo. Y Ticátame, como quien era águila, Vacúseecha, enojóse y sacó una flecha de su aljaba, armó su arco y tirósela a un cuñado 1067 suyo de aquéllos y hirióle en las espaldas y luego a otro y tornóse a su casa.‖ Aquí podemos ver veladamente como una de las razones por las cuales los cuñados de Ireti Ticátame decidieron desollar al venado, es que éste se encontraba muerto en una sementera que estaba dentro de sus términos. La RM menciona algunos pasajes de cómo los chichimecas-uacúsecha anduvieron de caza por varios lugares alrededor de la cuenca de Pátzcuaro, no se mencionan que hayan tenido conflictos con los habitantes del lugar, pero sí era censurada esta forma de vida por los de Curínguaro: ―…id a nuestros hermanos los isleños y decidles que ¿por qué han metido en la laguna los chichimecas?, ¿qué necesidad tienen dellos?, ¿por qué los llevaron? o ¿de qué provecho 1066 1067 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 64, P. 19. Cursivas nuestras. RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 65, P. 21. 266 son, que andan todo el día a cazar por el monte todos ellos, hechos vagamundos, con sus 1068 arcos largos en las manos? ¿Cómo no tienen discreción ellos que son isleños?...‖. Para la época del esplendor del Estado tarasco, la RM menciona que el cazonci ―iban alguna vez a caza de venados y otras veces enviaba la gente‖, 1069 ésta gente era organizada por un cazador mayor, ―había otro llamado quanícoti, cazador mayor, diputado sobre todos los deste oficio. Estos traían venados y conejos al cazonçi.‖1070 Y cuando la expedición de Antonio Caicedo llegó a Tzintzuntzan, ―envió el cazonçi toda su gente, entiznados, a caza, muy gran número de gente, por poner miedo a los españoles y con muchos arcos y flechas, y tomaron muchos venados y presenctáronles cinco venados a los españoles, y ellos le dieron al cazonçi plumajes verdes y a los señores.‖1071 La leña no parece haber sido un problema para satisfacerse, salvo para los asentamientos que carecían de esté recurso en su hinterland. Durante el cerco de Jarácuaro por parte de Taríacuri, los habitantes de dicha isla estaban preocupados por no poder ir a cultivar sus sementeras y cortar leña, porque en la isla no bastan esos recursos para sustentar a toda la población: ―Después de algunos días dijo Carícaten, señor de la isla de Xaráquaro: "¿qué haremos? ¡Ha cercado la isla Taríacuri! ¿Dónde saldremos por leña para meter en la isla ?. Y tenemos ya hambre. ¿Qué haremos?, ¿dónde saldremos a hacer nuestras sementeras?, ¿nasce aquí en esta isla alguna cosa?. Cómo ¿no estamos cercados de todas partes?, ¡Que allá fuera hacíamos sementeras!.‖1072 Curiosamente en unos títulos primordiales de Jarácuaro, se menciona que los isleños tenían conflicto con el pueblo de Paréo por leña; aunque desconocemos si es un conflicto prehispánico o colonial, queda de manifiesto la necesidad de leña, y que hubo problemas por la explotación de este recurso natural: ―Habiéndose embarcado para traer leña algunos naturales, fueron al monte que llaman de los panales y los de San Pedro Pareo les salieron al camino, defendiendo la leña. Entonces fueron los dichos tres hijos del Rey al puesto llamado Tinguntzicuaro, a donde llegaron los valientes venturosos con la leña, corriendolos los valientes de Parea para matarlos y quitarles la leña. Y entonces se levantaron los dichos tres hijos del Rey y embrazando las 1073 [h]ondas en defensa de sus vasallos, apenas quedaron algunos de los de Pareo.‖ La explotación de la fauna que se encontraba en las profundidades del agua, al parecer sí estuvo regulada por el Estado tarasco, al menos en Pátzcuaro. Los pasajes de la RM mencionan cómo antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, los diversos señoríos prototarascos tenían acceso a explotar los recursos lacustres, aun desde lugares no ribereños, como Curínguaro, que contaba con canoas. Esto cambio con la conquista uacúsecha del territorio, pues para 1580, se mencionó que los habitantes de Tiripetío, aproximadamente a 20 km del lago de Pátzcuaro, ―comían de muchos pescados, porque tienen cerca la laguna de Pátzcuaro, y aún tenían facultad del Rey para pescar en cierta ensenada de ella que cae cerca de los términos de esta jurisdicción…‖1074 Pedro 1068 RM, Segunda Parte, Cap. VI, ff. 71v-72, Pp. 34-35. RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. 1070 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7, P. 177. 1071 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248. 1072 RM, Segunda Parte, Cap. XI, f. 79, P. 49. 1073 GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], Óp. Cit., P. 31. 1074 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 26-27. Igor Cerda menciona que ―esta zona muy probablemente se encuentre al poblado actual de Tzurumútaro‖. Ibíd., Nota a pie, núm. 57, P. 27. 1069 267 Carrasco citó un documento de 1647, en que se les pedía a los indígenas de Tzurumútaro y Pareo que dieran los pagos a los que estaban obligados, pero alegaron que los recursos naturales del lago, incluyendo el pescado, ―aprovechan y han aprovechado de tiempo inmemorable a estar parte‖,1075 es decir, alegaban que tenían derecho a pescar en el lago por antigüedad, y que no se les podía prohibir. Estos derechos fueron reivindicados precisamente en el pueblo de Zurumútaro en 1787, en donde unos tales Rey Sirian, don Antonio Sirian y don Cristóbal Sirian, hicieron unos títulos para delimitar terrenos para que ―senbraran en esta tierra y tendrán todo lo necesario y en este Rio que entra a la laguna Grande aquí pescaran pescado y nadie les impedirá ni pescara aquí aparte tiene cada uno de mis hijos conque servir y mantener en esta laguna…‖1076 Aunque por lo que hemos visto, en realidad la restricción no era por pescar, sino para pagar el tributo de los que se pescaba. La información etnohistórica sobre la extracción de minerales es aún más reducida, sólo tenemos algunos fragmentos que nos dan alguna idea de cómo pudieron haber sido las relaciones sociales de producción, y de la gente encargada de la extracción de materiales como oro, plata, zinc, estaño, plomo, cobre, obsidiana y matiz. Sobre los minerales que eran usados como pintura natural, Hans Roskamp cita un documento de 1565 donde quedó registrado el pleito entre los indígenas Jicalán, Urecho y Uruapan sobre unas minas de cobre y matiz de la región. El 8 de agosto de 1565, Diego Guacusa y Martín Acato, naturales de Uruapan se presentaron ante el teniente de alcalde mayor en Ciudad de Michoacán (Pátzcuaro) para quejarse y pedir amparo contra los indígenas de Urecho, ya que: ―…por nos y en nombre de los demás naturales del dicho pueblo y decimos que teniendo nosotros como tenemos dentro de nuestros términos unas tierras que están en un cerro de donde nosotros cogemos y nos aprovechamos de un matiz con que pintamos las jícaras que hacemos en nuestro dicho pueblo puede haber quince días poco más o menos que los naturales del pueblo de Urecho nos han perturbado y perturban el sacar del dicho matiz diciendo ser suyo lo cual no pueden hacer conforme a justicia porque demás de que esté en nuestras tierras y términos nosotros a muchos años y tanto tiempo que gente de ello no tiene memoria que nosotros estamos en posesión y nos aprovechamos del dicho 1077 matiz…‖ Los habitantes de Urecho también comparecieron, alegando que los terrenos de donde sacaban el matiz no eran de Uruapan, sido de su pueblo, por lo que tenían derecho sobre esos términos, y pedían castigo contra los uruapenses: ―…los naturales del dicho pueblo [Urecho] no han perturbado en cosa que les pertenezca de posesión ni propiedad de hacienda alguna a los indios de Uruapan ni a otros algunos porque los dichos parte contraria no tienen ni nunca tuvieron aucción ni derechos a lo que pida ni posesión ni propiedad por si ni por sus pasados a lo que ahora pretenden como todo se colige del dichos sus escritos y recaudos ningunos que presenta para en guarda de su derecho que faltando ellos es nada en su favor antes ellos deben ser castigados por todo rigor de derecho y penas en derecho y establecidas como a hombres que favorablemente y 1075 CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 90, Apud. ―Expediente promovido por el asentamiento de Pátzcuaro sobre que se declare que la laguna que expresa pertenece a los propios de aquella Ciudad, 1780‖, AGI, Tierras 3127, exp. 1, f. 34v. 1076 ―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], Óp. Cit., P. 25. 1077 AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 1r, 8 de agosto de 1565. Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por habernos facilitado éste documento. Hemos modernizado la ortografía, quitado corchetes, y actualizado la ortografía de los toponímicos. Cursivas nuestras. 268 contra la voluntad de los del dicho pueblo de Urecho a hurtadillas se entran en nuestras 1078 tierras y términos a tomar y hurtar del dicho matiz para las dichas jícaras…‖ En su alegato, los indígenas de Urecho proporcionaron un dato importantísimo para comprender el tipo de tenencia de las entre los tarascos prehispánicos, que los únicos poseedores de las minas fueron los señores de la Ciudad de Michoacán, es decir los cazoncis y en última instancia el irechequa, y que al explotar los recursos naturales de esas tierras, estaban obligados a pagar tributo, por su importancia citamos in extenso: ―…en costumbre de lo pagar y contribuir de las dichas jícaras por el valor del dicho matiz aplicado a los señores y principales de esta ciudad cuyas son de tiempo inmemorial acá, así de los pasados cazoncies de don Antonio [Huitziméngari] como ahora de sus sucesores don Pablo a quien acudían con el reconocimiento y señorío de ellas con cuya licencia tomaban el dicho matiz demás de ser en tierras y terrenos del dicho Urecho y barrio de esta ciudad y del de Uruapan que esta más de doce o trece leguas del cerro do se toma y una poco más del dicho Urecho en medio de otros sujetos y pueblos del pueblo de Urecho que están y confinan con el término de Uruapan y si alguna cosa se le tomó a los partes contrarias seria por la fuerza y hurto que hacían y hicieron del dicho matiz que deben perder y más las costas que piden injustamente, y deberse amparar al dicho pueblo de Urecho en la propiedad, posesión, dominio e derecho y caución que tiene al dicho matiz de tiempo de su infidelidad acá, en nombre y consentimiento de los cazoncies don Antonio y don Pablo señores vivientes e principales de esta ciudad a quien compete la oposición de esto que es suyo y no de los de Uruapan por que como es dicho los susodichos como vasallos de los señores pasados cuyo era el dicho matiz le acudían y reconocían con las cosas de sus derechos por les conceder tomasen del [sic: dicho matiz] con su licencia y no sin ella como clara parece hoy por las [...] /f.5v/ [...] das que el dicho don Antonio y ahora su hijo don Pablo ha tenido y tiene en ello por lo cual deben ser echados de parte y castigados y nosotros amparados y defendidos pues está clara nuestra justicia la cual pedimos y a ellos puesto perpetuo silencio compensa que en sus personas […] excediendo que si hasta ahora no habíamos reclamado [...] no haber visto la fuerza y despojo que se nos hacía por los de Uruapan y así se probará no me ofreciendo a prueba su persona que ningún indio de esta provincia ni fuera de ella tuviese minas, propiedad, ni tal posesión porque que era ley y costumbre entre ellos dar la propiedad dominio y posesión de las tales minas y a otras cualesquier al señor y señores cazoncies de esta provincia y así poseerlas y ser de él todas y ninguna de los naturales y por esta razón ser injusto lo que piden y deben ser condenados en costas por no tener derecho alguno a la dicha mina y ellos le pretenden con gran perjuicio de tercero que es del dicho don Pablo señor natural de esta provincia y señores principales de esta ciudad presentes y por venir en que si con esto saliesen contra tales terceros y propiedades de ellos, sería dar lugar y abrir la puerta a todos los naturales émulos de esta ciudad a que se atreviesen a hacer lo mismo, y les inventasen pleitos sin número (sobre renglón: por las quitar y tomar) de lo que con señores han tenido y poseído en tanta quietud y sosiego según su modo y costumbre (sobre renglón: y sin contradicción hasta ahora por su gran malicia de los indios que lo querrían todo) sino que ha de ser favorecida y a de prevalecer con justicia especialmente una ciudad como esta. Sobre que pido justicia y por ello el muy magnifico oficio de vuestra merced imploro. Va entre renglones – o disto por las quitar y tomar y ha diz/ y sin contradicción hasta ahora por 1079 su gran malicia de los indios que lo querrían todo/.‖. Los xiuhquilteca de Jicalán también estaban enfrascados en pleito con Uruapan y Urecho, se quejaron que los indígenas de Urecho de ―que teniendo y poseyendo nosotros un cerro que cae en nuestros términos, unas minas de cobre y otro cerro y otras minas de matiz con que pintamos las jícaras y junto con ello unas caleras donde sacamos cal todo lo cual nosotros descubrimos y poseemos de muchos años a esta parte y ahora los naturales de Urecho nos han perturbado y perturban la posesión que de ellos 1078 AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 4r, 21 de agosto de 1565. AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 5r y 5v., 21 de agosto de 1565. Hemos modernizado la ortografía, modificado corchetes, y actualizado los toponímicos. Cursivas nuestras. 1079 269 tenemos entrándose en nuestras minas y tomándonos por fuerza los dichos metales y matiz y cal…‖1080 Lamentablemente Hans Roskam nos informa que el expediente no está completo, por lo que el pleito queda inconcluso y se desconoce cómo concluyó el asunto; también que este tipo de pleitos pudieron haber provocado que pobladores nahuas de Jicalán decidieran registrar su historia local y como habían llegado ahí durante una migración, y habían descubierto las minas antes de la expansión uacúsecha por la Tierra Caliente: ―Parece que los xiuhquilteca han tratado de indicar que llegaron a ser sujetos de la élite uacúsecha - algún tiempo después de la fundación de su pueblo - y que por lo tanto pagaban tributo en forma de jicaras y utensilios de cobre, objetos que ya hacían desde ―tiempo inmemorial‖. Los xiuhquilteca descubrieron las minas antes de que la región fuera conquistada por la élite del Lago de Pátzcuaro y se establecieran las relaciones tributarias. Así fácilmente podían contradecir los argumentos presentados por Urecho en el pleito sobre las minas de cobre y matiz […] Mientras que los de Urecho dijeron que las minas pertenecieron al cazonci, los xiuhquilteca - en su lienzo - dijeron que ellos ya habían 1081 descubierto las minas tiempo antes de la expansión uacúsecha en la región.‖ Consideramos que aquí pueden verse las dimensionas ya mencionadas al principio de este apartado, cada entidad territorial, como señoríos y las cabeceras, o unidad administrativa del Tzintzuntzan Irechequa, tenía jurisdicción sobre un área determinada de su hinterland para la explotación de sus recursos hidrológicos, forestales, bióticos y minerales que se encontraran dentro de sus ―términos‖, que probablemente existieron antes de la conquista uacúsecha, cambiaron durante la época prehispánica, y perduraron durante los primeros años de la época colonial. Sí bien los xiuhquilteca alegaron su derecho a poseer y explotar las minas por su derecho de antigüedad y por haberlas descubierto (según la narrativa del Lienzo de Jicalán), esto lo hicieron ante las autoridades españolas; la situación en la época prehispánica debió haber sido bastante diferente, donde sin duda la argumentación de los habitantes de Urecho, de que el cazonci era el único que tenía derecho sobre las minas, era una verdad incuestionable, independientemente de que los los xiuhquilteca fueran los descubridores y pobladores más antiguos, todos tenían que tributar al que estaba en el lugar de Curícaueri. Cerca de esta región procede el documento más conocido que aporta datos sobre la extracción de cobre en la Tierra Caliente, es una información que mandó levantar en 1533 el entonces oidor de la Segunda Audiencia, Vasco de Quiroga, al escribano real Alonso de Paz, sobre las minas de la región, la cantidad de cobre que se podría extraer, los aparejos necesarios para ello, la distancia y la calidad de los caminos para llevarlo a la ciudad de México. Dicho documento se encuentra en el AGI, Ramo indiferente general, legajo 1204, fechado el 15 de octubre de 1533, y fue publicado por Benedict Warren.1082 La información recogió los testimonios de varios españoles, entre varios funcionarios y encomenderos, y de indígenas, incluyendo a Don Pedro Cuiniarángari y varios fundidores que trabajan en las minas. La mayoría de los testimonios coinciden en que la región de Tierra Caliente era rica en cobre, y que antes de la llegada de los españoles, se extraía en cantidades importantes. Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, mencionó que ―dicen que se cogía muy mucha cantidad de cobre en tiempo 1080 AHMP, Caja 131, Exp. 3, f. 6r., 6 de septiembre de 1565. Hemos modernizado la ortografía, y actualizado los toponímicos. Cursivas nuestras. 1081 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., P. 173. 1082 WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., Pp. 571-598. 270 del Caconci y que no ha sabido cuánta cantidad sacavan [sic-sacaban] más que de decir que era mucho cobre…‖,1083 y Juan Pantoja contó cómo los indígenas le habían dicho que ―dicen que cogía allí mucho cobre el Cazonci y que se cojía en mucha cantidad….‖.1084 Sin embargo, no quedan claras las relaciones sociales de producción, por las cuales el Estado tarasco se apropiaba del plusproducto de la fundición de cobre. A pesar de ser un documento temprano, hay que considerar que la caída demográfica causada por epidemias, el trabajo forzado, maltratos, y movilización de tropas en las operaciones de la conquista de la Nueva España y Nueva Galicia, pudieron haber trastocado las relaciones sociales de producción en la región. A pesar de que la tenencia de la tierra recaía en el irechequa, cada unidad administrativa que lo componían tenían una jurisdicción delimitada, así se desprende del testimonio de Antonio de Oliver, que tenía bajo encomienda el pueblo de Turicato, y le dijo a los indígenas de allí que fueran a extraer cobre de una mina que estaba fuera de los términos del pueblo, de donde antiguamente extraían cobre, pero caía en los términos de Guayameo, encomendado a Gil González de Benavides, y los indígenas de allí ―defendían que no lo cogiesen ni lo sacasen y que aquel cobre que se sacaba de allí no se fundía solo por sí mismo sino con cierto metal de tierra que se llevaba del pueblo de la Guacana que está encomendado a Juan Pantoja […] y que el metal de tierra que así echan para confeccionar el cobre para que se funda que esto traen los indios mercado y rescatado del dicho pueblo de la Guacana…‖1085 Vemos pues que el aditamento necesario para fundir el cobre en Turicato tenía que ―mercarse‖ y ―rescatarse‖, es decir intercambiarse, desde el pueblo de la Guacana, y Antonio de Godoy declaro que en Churumuco, sujeto a Cinagua, ―que allí hay carbón mucho‖,1086 por lo que algunos de los mineros y fundidores de cobre tenían que conseguir por si mismos los objetos de trabajo, es decir materias primas, para pagar el tributo de cobre, fuera de sus términos. Don Pedro Cuiniarángari mencionó que ―en tiempo del Cazonci cuando había menester algún cobre lo enviaba a sacar al pueblo de Cocian‖,1087 mina de Turicato, y de otras minas, como la de Cholomucho en Cinagua, de Guayameo, y de la mina de Guaraxho en la Guacana. Ya vimos que en el trabajo agrícola del Estado tarasco existían diferentes relaciones sociales de producción, donde existían esclavos, siervos y terrazgueros, adscritos a personas o a territorios; consideramos que hay algunos elementos para pensar que existían formas de trabajo similares para la actividad minera. En el contexto arqueológico y en la documentación escrita, hay evidencias que grupos humanos de filiación no tarasca habitaban la región de Tierra Caliente desde mucho tiempo antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, o que llegaron en el tiempo de su consolidación, como lo sugiere el Lienzo de Jicalán, este es otro documento importantísimo con información pictográfica sobre la extracción de cobre en la misma región que describió el legajo 1204, y que relata cómo el pueblo xiuhquilteca emigró desde la costa del golfo hasta el pueblo de Jicalán, al sur de Uruapan. 1088 Pero dos testigos llaman nuestra atención por su origen étnico, lugar de origen y la información que declararon. Uno es ―Tapia, indio tarasco y natural de la Guacana,‖ fundidor de 1083 Ibíd., P. 583. Información entre corchetes original. Ibíd., P. 588. 1085 Ibíd., P. 585. 1086 Ibíd., Pp. 586-589. 1087 Ibíd., Pp. 592-593 1088 HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 109-159. 1084 271 cobre y no era cristiano, dijo que ―solía sacar cobre para el Cazonci y que solía sacar mucho y ahora sacan muy poco porque están segadas las minas y no se halla ya tanto metal[,] y que están un mes tres o cuatro indios y al cabo sacan un poco de cobre[,] veinte indios sacarían cinco cargas de tamenes, y el mes de ellos que es veinte días y en estos veinte días sacan esta cantidad que dicho ha porque son unas piedras y lo funden y es muy trabajoso de sacar.‖1089 De esta cita cabe resaltar la forma de computar el tiempo de forma vigesimal, y la cantidad de indígenas necesarios para extraer 5 cargas de cobre, y además de que probablemente se pagaba el tributo en la época prehispánica cada 20 días. El otro testigo es Juan, ―indio natural de Michoacán‖, es decir de Tzintzuntzan, lo que indica que indígenas tarascos eran mandados desde la cuenca de Pátzcuaro, el centro político del Tzintzuntzan Irechequa, para la extracción de recursos escasos de lujo fuera de la zona nuclear y de asimilación. Después de que Juan mencionó donde estaban las minas se agregó ―y que lo sabe este testigo porque ha estado en las dichas minas y que la mina de cobre que se sacaba por mandato del Cazonci…‖, pero más adelante se dice ―y que no sabe otras minas salvo estas donde este testigo ha sido fundidor del cobre; y que allí iban por mandado del Cazonci indios a sacar cobre y tenían allí sus sementeras…‖.1090 Un último testigo indígena es don Juan, cacique de Cocian, naguatato y fundidor de cobre, quien recibió el tratamiento de don, y aunque no se especifica su origen étnico, hablaba nahua y además de ser cacique, era fundidor. Lamentablemente no existe más información para determinar cómo eran las relaciones sociales de producción de este rubro, y sólo existen interrogantes: ¿las sementeras eran de los mismos mineros y fundidores, ellos mismos las sembraban y la extracción de metal se realizaba durante el tiempo libre?,1091 ¿los mineros y fundidores estaban en un estrato social superior, teniendo siervos a su servicio, y los purépecha o maceguales les sembraban las sementeras?,1092 ¿había algún oficial sobre los mineros y fundidores, como los ―plateros‖ representados en la lámina XXIX de la RM, y el Estado por medio de los purépechas se encargaba de la manutención?, ¿los mineros y fundidores eran sólo otros especialistas dentro de las unidades administrativas y su organización era similar a la del centro político de Tzintzuntzan?. Lo que sí se sabe, es que la extracción del cobre y su fundición era un trabajo especializado, pues Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, mencionó que ―y que ha menester que sean maestros y lo sepan sacar, que los indios comúnmente no lo saben soplar ni hacer sino los que son maestros que en cada pueblo donde hay minas hay doce o quince fundidores que lo saben sacar…‖,1093 y que para 1533 las técnicas de producción no se veían alteradas aun por la tecnología europea, pues Antonio de Godoy, 1089 WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 596. Ibíd., Pp. 593-594. Cursivas nuestras. 1091 Si los mineros y fundidores de cobre tenían tierras propias y eran sembradas por ellos mismos y sus familias, sería un apuntalamiento a la interpretación de Pedro Carrasco sobre el pasaje de Alonso de Zorita de que en Michoacán ―en general, principales y labradores, tienen tierras propias.‖ CARRASCO, PEDRO. ―Economía política en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 69. 1092 Beumont menciona sobre el pasado prehispánico de Michoacán que ―antiguamente no consentían ociosos ni vagabundos, porque los castigaban con muerte civil enviándolos a trabajar a las minas de Guaxacatlán‖ BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Óp. Cit., T. II, P. 59. Empero, las minas de Guaxacatlán y Xocotlán, localizadas en el actual Estado de Jalisco, empezaron a ser pobladas en 1547 y 1550 por los españoles; desconocemos si en la época prehispánica eran explotadas, pero es probable que el dato de Beumont sea un anacronismo. ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 312. 1093 Ibíd., P. 583. 1090 272 a cargo de la estancia de Choromoco, sujeta a Cinagua, en cabeza de su majestad, declaró que ―habiendo una fragua para fundir allí el metal, que se sacaría mucho porque los indios por no tener fuelles ni buen aparejo lo sacan con mucho trabajo y no sacan cantidad…‖.1094 A estas preguntas sólo podemos agregar información de otros testigos, sobre la cadena de trabajo que se realizaba, que aporta algunos datos sobre las relaciones sociales de producción, pero no las especifica. Un documento donde se hace referencia a las técnicas de fundición en el Michoacán prehispánico, es en el pleito contra Pedro de Arellano, que hizo fundir parte del tesoro que dejó Francisco Tangáxoan y que él robó, a los orfebres de Tzintzuntzan, en 1531. La extracción comenzaba por la recolección de piedras o tierra con cobre en bruto, dependiendo el tipo de terreno, era más fácil o complicado realizar esta tarea, ya que las piedras tenían que molerse para poder trabajarlas. En el testimonio de varios testigos se puede observar cómo se trastocó la producción por la caída demográfica. Don Juan, cacique de Cocian, naguatato y fundidor de cobre, testificó que ―y que ahora de poco acá han andado pocos indios a sacar el dicho cobre que antes de ahora sacaban mucha cantidad y habrá un año que estaban en la dicha mina cincuenta indios sacando cobre y que cuarenta indios unos sacaban tierra y metal y otros fundiendo…‖ y que ―preguntando cuanta cantidad de cobre podrán dar de tributo los maceguales de Cocian dijo que podrán dar veinte pedazos del gordor y del tamaño que dicho tiene arriba y no más porque es poca gente que no hay más de cinco fundidores y las mujeres sacan la tierra y que esta cantidad dan de tributo a su amo Oliver.‖1095 No se puede determinar si la participación de las mujeres en la extracción de tierra era por causas de necesidad de mano de obra o la división del trabajo era así desde la época prehispánica, de ser de origen anterior a la conquista, podría imaginarse que la extracción y fundición del cobre era una actividad familiar y no profesional, y que se realizaba en los tiempos libres después del trabajo agrícola. En la ocasión de Pedro de Arellano mandó fundir parte del tesoro, uno de los fundidores llamado Francisco, y por nombre indígena Uyzitile, declaro que la fundición corrió a cargo de 10 u 11 fundidores (otro testigo mencionó 15), ―e que otros eran muchachos e que no se acuerda de sus nombres.‖ 1096 Esos muchachos probablemente eran los hijos o aprendices de los orfebres. Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, calculaba que doce indios habían sacado aproximadamente 80 o 100 cargas de cobre en dos años.1097 Y Tapia, indio tarasco y natural de la Guacana, fundidor de cobre y no era cristiano, dijo que ―solían sacar cobre para el Cazonci y que solía sacar mucho y ahora sacan muy poco porque están segadas las minas y no se halla ya tanto metal y que están un mes tres o cuatro indios y al cabo sacan un poco de cobre[,] veinte indios sacarían cinco cargas de tamenes, y el mes de ellos que es veinte días y en estos veinte días sacan esta cantidad que dicho ha porque son unas piedras y lo funden y es muy trabajoso de sacar.‖ 1098 De esta información se desprende en antes de la llegada de los españoles, el Estado tarasco 1094 Ibíd., P. 586. El testimonio de Juan Pantoja proporciona información similar: ―…los indios tendrán mucho trabajo y no sacarán en cantidad si no hay fraguas porque le han dicho a este testigo que lo cogen con mucho trabajo y que lo han de fundir dos o tres veces para que quede como ha de estar […] y que este testigo ha visto fundir a los dichos indios las piedras que dicho tiene de donde sacan el cobre…‖ Ibíd., P. 589 1095 Ibíd., Pp. 594-595. Cursivas nuestras. 1096 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., P. 374. 1097 Ibíd., P. 582. 1098 Ibíd., P. 596. 273 destinó esfuerzos para extraer este recurso escaso de lujo, si bien no se puede hablar de un monopolio estatal, se menciona que ―…se ha sacado y saca muy gran cantidad de cobre de que se provee la mayor parte de esta provincia porque los naturales labran con ello y lo tienen por metal para hacer sus herramientas muy provechoso para cortar y labrar sus sementeras…‖.1099 La tierra y piedras ricas en cobre eran molidas, según la declaración de varios testigos con mucho trabajo, en morteros de piedra llamadas ticuiches. Luego se fundían en crisoles, y a la falta de fuelles, los indígenas usaban unos cañutos para soplar y aumentar la temperatura necesaria para fundir y extraer el cobre de las piedras. Juan de Alvarado declaró que ―ni sabe como se saca o funde más que dicen que con cañutos soplando lo funden como el oro‖ pero que ―ha oído decir este testigo al dicho Juan Pantoja que en su pueblo e la Guacana que le está encomendado lo funden así soplando con cañutos y que lo hacen con trabajo mucho…‖.1100 Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, declaró que doce indios ―los cuales cavan un día y cogen en hasta tanto cuanto medio celemín del metal cada un indio porque es muy recio de coger y después tardan en soplar y fundirlo cada uno dos o tres días‖,1101 y Juan Pantoja dijo que el cobre ―lo cogen con mucho trabajo y que lo han de fundir dos o tres veces para que quede como ha de estar […] y que este testigo ha visto fundir a los dichos indios las piedras que dicho tiene de donde sacan el cobre…‖1102 En la lámina XXIX de la RM está representado el oficial o diputado sobre los plateros, el texto lamentablemente no lo menciona, pero se ve como está soplando con un cañuto a un crisol, y un ticuiche al lado. En la escena núm. 12, Xiuhquilan, del Lienzo de Jicalán, se encuentra una escena similar, donde dos personajes están soplando con unos cañutos un crisol, y a los lados hay puntas de terequa, coas de cobre utilizadas para labrar la tierra. Mientras que en la escena núm. 37, De Mechuacan, el mismo tipo de objetos están frente al señor de Ihuatzio Tucúruan, quien está recibiendo el pago de tributo.1103 El resultado final después de fundir las piedras era una especie de lingote o tejuelo, ―un pedazo de cobre tan largo como una mano o dos dedos más y de gordor dos dedos y del mismo anchor de una mano, y que es como un adobe de la hechura‖,1104 también se menciona que eran ―pedazos de cobre de un xeme en largo y ancho como la mano de gordor y de dos dedos‖.1105 Fundir estos tejuelos era complicado, ―y que allí iban por mandado del Cazonci indios a sacar cobre y tenían allí sus sementeras cerca y cuando les mandaban sacar cobre sacaba cada indio en un día un pedazo de anchor de un xeme y de gordor como una mano porque lo que estaba fundiendo muy gran rato y 1099 Ibíd., P. 586. Ibíd., P. 592. 1101 Ibíd., P. 582. 1102 Ibíd., P. 589. 1103 LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán… Óp. Cit., entre Pp. 20 y 21. 1104 WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 582. 1105 Ibíd., Pp. 594-595. Covarrubias asentó la entrada ―XEME, es genero de medida. Antonio Nebrisense buelue semipes. dis. Los muchachos comúnmente llaman xeme lo que se alcança desde el dedo pulgar, hasta el índice, q[ue] a mi parecer es lo mesmo que dos palmos, contanto el palmo a quatro dedos. Xeme puede ser nombre corrompido de semis.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra X, P. 77v. En la actualidad, la RAE define ―jeme. Del lat. semis 'mitad'. 1. m. Distancia que hay desde la extremidad del dedo pulgar a la del índice, separado el uno del otro todo lo posible.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. II, P. 1202. 1100 274 no podía sacar más en un día una planchuela del dicho tamaño cada indio…‖.1106 La información existente sobre la cantidad de tejuelos que se fundían apenas nos da una idea de la producción para 1533, pero no mucho para la época prehispánica. Juan, indio natural de Michoacán, mencionó qué ―Y que le parece a este testigo que el pueblo de la Guacana podría dar de tributo quince cargas de cobre que cada carga traerá treinta tejuelos del tamaño que tiene dicho que saca cada un indio en un día, porque es muy trabajoso de fundir, porque es piedra y que se quiebra la piedra y después se funde con mucho trabajo y así lo ha sacado y fundido este testigo y como se les mandase a los indios que den cobre y no otra cosa que traerán en mucha cantidad y que harán en el pueblo de Cocian en un año diez montones que habrá en cada un montón cuatrocientos tejuelos, y que este pueblo es el sujeto a Turicato y que en el pueblo de Cholomoco, sujeto a Cinagua, que no dando los indios otro tributo sacarán en un año veinte montones de los dicho de a cuatrocientos tejuelos, y que estos sacarán los del dicho pueblo o estancia de Cholomoco porque los demás de Cinagua no lo saben hacer ni 1107 hay oficiales de ello; y que esto sacarán dándoles priesa…‖ Don Juan, cacique de Cocian, naguatato y fundidor de cobre, también mencionó la cantidad de tejuelos que llegó a extraer: ―…este testigo con otros cuatro indios han sacado cobre en tiempo de tres meses veinte pedazos de cobre de un xeme en largo y ancho como la mamo de gordor y de / dos dedos; y que ahora de poco acá han andado pocos indios a sacar el dicho cobre que antes de ahora sacaban mucha cantidad y habrá un año que estaban en la dicha mina cincuenta indios sacando cobre y que cuarenta indios unos sacaban tierra y metal y otros fundiendo, que en un año sacaban doscientos tejuelos como los que tiene dicho, que hay en los dichos doscientos tejuelos diez cargas de cobre y que no pueden sacar mas cantidad a causa de ser trabajoso de sacar…‖, 1108 y Alonso Escobar, corregidor del pueblo de Cinagua, dijo que ―de allí se ha sacado cuarenta o cincuenta cargas que ha enviado a Su Majestad a México que han dado de tributo y que además de esto cree este testigo que en estos dos años han sacado otras tantas cargas para ellos a lo menos; y que sabe este testigo que habían sacado todo este cobre en los dichos dos años doce indios…‖1109 Estas cargas de tejuelos debieron ser transportadas por tamemes profesionales a los distintos centros de manufactura a lo largo del Irequechua para ser transformados en herramientas, armamento u objetos suntuarios de diversa índole. Esta complejidad de las relaciones sociales de producción en la extracción del cobre, hace suponer que debieron de ser similares para los otros minerales explotados por los tarascos que se encontraban dentro de sus fronteras, el oro y plata. La extracción de obsidiana en los yacimientos del territorio tarasco, Zinapécuaro-Ucareo y ZináparoVaral, también demandaron una cantidad de mano de obra importante, pero no implicaron tanto esfuerzo para su obtención como lo fue para los metales, sino para su distribución entre los poblados tarascos y aun para comerciarlo fuera de sus fronteras. A grandes rasgos podemos ver como el usufructo de recursos naturales, que se encontraban en el territorio tarasco, como aguas, bosques, caza, pesca y minerales, fueron explotados por sus habitantes, ya que de ahí se obtenían las materias para la producción y reproducción de la vida material. En algunos casos, dicha explotación estaba regulada por el Estado tarasco, y se tenía que recibir permiso del cazonci, este consentimiento era otorgado a cambio que se tributara el plusproducto del recurso 1106 WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 594. Ídem. P. 594. 1108 Ibíd., Pp. 594-595. 1109 Ibíd., P. 582. 1107 275 explotado. En un texto colonial tardío escrito en lengua tarasca, perteneciente al conjunto de documentos sobre la fundación de Carapan, se hace referencia a que Uacús Thicatame nombró y tomó posesión de todas las tierras del mundo, incluyendo la tierra, agua, sementeras, cerros y árboles de los diferentes pueblos: ―los valientes de cada pueblo, los fuertes / todo cuanto se adueñó el rey águila [Uacús] / thicátame pueblo y tierra todo lo bueno o lmplio / por cada yácata y en cada uno de los cerros / y todas las cosas que en ella se dan / y las aguas todas cuantas brotan y vienen / en cada pueblo y cuanto hay hasta la piedra (o lindero) / que nombra o posee el rey / por allí recibió todas estas cosas los fuertes / por separado, nada podrá / decirles algo así (ni podrán) tumbar ningún / madero y agua y tierra y sembradíos y así… / el rey águila thicátame por el cerro de Zinietzan / cuando terminó (murió) donde hay un… / allí donde sale el sol, de allí viene el rey águila / empezó por el pie del cerro y por la orilla caminó / hasta llegar a la cueva (¿o lugar donde hay letras?) allí gente lo hace o viste / con bezotes de oro y orejeras de oro / y corona de oro y el precioso oro que les arrimaron al cuello / y capa de oro, así hizo cuando llegamos (llegaron) / al cerro de Cutepec y así pudo llegar donde / está una yácata y allí puso una flecha clavada / y así llegó igualmente a Erongarícuaro y así llegó / a Tzintzuntzan y así el vio por todas partes se hizo / así quiso ir cuando fue por todas partes / los cerros del mundo y aguas y fue apropipándoselos / y todas las tierras que están buenas se adueñó / todas éstas cuantas son y entonces o desde entonces 1110 las poseyó‖. De nueva cuenta vemos como en última instancia, la tenencia de los medios de producción, su administración y reparto recaían en el que estaba en lugar de Curícaueri, el cazonci, la clase dominante tarasca, y la entidad política del irechequa. En otros bienes, el cazonci mandaba gente del centro para extraer los recursos, es complicado identificar las relaciones sociales de producción, pero se pueden hacer algunas inferencias, teniendo en cuenta la organización familiar en quahta, y que sí eran mandados por el cazonci, se trató de gente adscrita a él y su manutención corrió a su cargo. 1110 ROSKAMP, HANS; LUCAS, BENJAMÍN. ―Uacús Thicátame y la fundación de Carapan: Nuevo documento en lengua p‘urhépecha‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2000, primavera, año/vol. XXI, núm. 82, Pp.161-163. 276 19. CIRCULACIÓN DE BIENES EN EL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA ―Esta división del trabajo, de la que se derivan tantos beneficios, no es el efecto de ninguna sabiduría humana, que prevea y procure la riqueza general que dicha división ocasiona. Es la consecuencia necesaria, aunque muy lenta y gradual, de una cierta propensión de la naturaleza humana, que no persigue tan vastos beneficios; es la propensión a trocar, permutar y cambiar una cosa por otra.‖ Adam Smith, La riqueza de las naciones, Lib. I, Cap. II, 1776 1111 Intercambio El intercambio es determinado por la producción y el trabajo, y para el caso de entidades políticas extensas que ocupan varios nichos ecológicos, se hace indispensable el intercambio interno de productos que sólo se dan en determinados sitios, ya que sí bien en algunos lugares permiten una economía de autosuficiencia, en pocos lugares se encuentra todo lo necesario para la economía de reproducción de las sociedades complejas. En ambos casos el intercambio en el territorio tarasco se realizaba con los excedentes de la producción, a nivel de autosuficiencia las transacciones debieron de ser de artículos de necesidad inmediata, alimentos como maíz, frijol, chile, jitomate o pescado, por materiales constructivos como piedra o cal, madera, algodón, sal u obsidiana; lo más probable es que se realizara el intercambio en forma de trueque en los mercados. En la RM encontramos tres casos de la vida cotidiana donde encontramos el trueque, el primero es cuando la esposa de Hopótacu, hijo de Zinzuni, señor de Yziparamucu, estaba en su casa mientras su marido se emborrachaba, llegó una anciana con aspecto pobre, que resultaría ser la diosa Avícamine, tía de los dioses del cielo: ―Y vino una vieja, que no se sabía quién era, con unas nauas de manta basta de hi[er]bas y otra manta de lo mismo, echada por el cuello, y las orejas colgando muy largas y entró en casa de un hijo de Zinzuni, que tenían un hijo que criaba su mujer, y como la vió su mujer, díjole: "entrá, agüela", que ansí dicen a las viejas. Dijo la vieja: "señora, ¿queréis comprar un ratón?". Díjole la señora: "¿qué ratón es aquél?". Dijo la vieja: "señora, un topo es o tuza". Dijo la señora: "dale acá, agüela". Y tomósele de la mano, y era todo bermejo, muy grande y largo. Díjole la señora: "¿qué demandáis, agüela?". Dijo la vieja: "señora, de hambre vengo ansí: dame algunas mazorcas de maíz". Dijo la señora: "agüela, traígasle en buen hora, yo te le compraré que mi marido se está emborrachando y yo se le coceré para que coma; asiéntate, entretanto". Y diéronle de comer y una cesta de maíz y despidióse la 1112 vieja y dijo: "ya me voy, señora". Y fuese.‖ Otros ejemplo de intercambio de autosuficiencia también es de un acontecimiento donde intervienen las fuerzas divinas, pues los dioses tirípemencha se aparecieron a ―una vieja pobre que vendía agua‖1113 en Ihuatzio, tiempo antes de que la capital del Irechequa fuera movida a Tzintzuntzan. Otro ejemplo similar, es el de ―una mujer llamada Quénomen ques del pueblo de Huruapa, que es pobre como él [Carócomaco], que por ahí anduvo a vender agua y se alquilaba para moler maíz en piedras…‖1114 Cuando Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje conquistaron Quereta 1111 SMITH, ADAM. La riqueza de las naciones (libros I-II-III y selección de los libros IV y V). Edición, traducción y estudio preliminar de Carlos Rodríguez Braun. 1ª reimpresión. España, Alianza Editorial, (Sección: Ciencias Sociales), 1999, Lib. I, Cap. II, P. 44. 1112 RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 126, P. 143. Cursivas nuestras. 1113 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243. 1114 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112v, P. 116. 277 parázicuyo (Tzintzuntzan), produjeron algunos bienes para tributarlo a Taríacuri, se mencionó que ―pasados algunos días, no sé dónde hubieron Hiripan y Tangáxoan maíz, de un lugar llamado Naranjan, que era muy bueno, y frísoles.‖1115 Sobre ejemplos de intercambio de recursos escasos de lujo a nivel local los encontramos antes de que el triunvirato iniciara su expansión. Antes de que Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje conquistaran Taríaran, un mayordomo de Hiuacha, señor de dicho pueblo, llamado Parangua, les dio 800 plumas blancas para el dios Curícaueri, que habían ―rescatado‖ de las islas de Pátzcuaro por jicales; a cambio de que cuando conquistaran el pueblo, él y sus parientes fueran apartados de los cautivos y no fuera esclavizados.1116 Otro caso mencionado, único por ser el único que permite suponer la compra-venta o arrendamiento de tierras antes de la expansión del Estado tarasco, es cuando Taríacuri mandó decir a su suegro por medio de ―sus viejos llamados Chupítani, Tacaqua, Nuriban, y díjoles: "tomad una carga de hachas de cobre bañado, muy amarillo, y llevadlo a Vréndequabécara, dios de Corýnguaro, para que déstas hachas le hagan cascabeles para sus atavíos; y decid al viejo Chánshori que le ruego yo, que me preste o venda un pedazo de tierra para poner a mi dios Curícaueri, pues que sabe ques todo pedregales donde esto[y]".‖1117 Éstas formas de intercambio revestidas como ofrendas a los dioses, en lugar de a individuos o grupos, son mencionadas un par de veces en la RM. Cuando los isleños de Xarácuaro se emparentaron casando a sus hijas con los señores chichimecas-tarascos, los de Curínguaro les reclamaron el hecho de haber mezclado los linajes, y sobornaron a Carícaten señor de Xaráquaro, para romper la alianza matrimonial: ―…tornaron a enviar otros mensajeros los de Curínguaro y dijeron: "decidles, que ¿por qué no creen lo que les decimos los de la laguna; qués la causa por qué no nos quereis creer?; ¿por qué les distes aquesas señoras?, ¿Qué necesidad teníades dellos?, ¿de qué provecho son, que todo el día andan por los montes a caza?. Si fuera aquí en Corínguaro, aquí se hacen muy buenos maizales y simillas de bledos y mucho ají que se hace por los campos. Aquí pudieran traer pescado que ofresciéramos a nuestro dios Vréndequavécara y, ellos, en su tiempo, llevaran mazorcas de maíz y simillas de bredos y frisoles y ají para ofrecer a 1118 su dios Acuize catápeme.‖ Y cuando los chichimecas-tarascos llegaron a Uayámeo, ―en este tiempo tenía ya su cu Xarátanga en Mechuacan [Tzintzuntzan] y sus sacerdotes y señor llamado Taríyaran, iban por leña a Tamátaho, lugar cerca de Santa Fe [Uayámeo], y sus sacerdotes llamados Vatárecha, llevaban ofrenda desta leña, algunas veces a Curícaueri, y había allí un camino y los chichimecas que tenían a Curícaueri, viendo esto, iban a un barrio de Mechuacan [Tzintzuntzan] llamado Yauaro y de camino llevaban desta leña a Xarátanga en ofrenda a Mechuacan [Tzintzuntzan]. Y la leña que traían los unos y llevaban los otros se encontraba en el camino.‖1119 Otro tipo de intercambio eran los presentes que los señores daban a las embajadas de diferente índole, ya hayan sido señores, sacerdotes, gente de menos rango, o mensajeros, ―porque era costumbre de los Reyes de Mechuacán no inviar vacíos á los 1115 RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, ff. 155v-116, Pp. 122-123. RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127, P. 146. 1117 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. Sobre las ―hachas-moneda‖ hablaremos más adelante. 1118 RM, Segunda Parte, Cap. VI, f. 72, P. 35. 1119 RM, Segunda Parte, Cap. IV, f. 67-67v, Pp. 25-26. 1116 278 mensajeros que los venían á visitar…‖1120 Los presentes generalmente consistían en comida, bebida, y más comúnmente, ropa, mantas de algodón, calzado de cuero o jícaras pintadas.1121 Alonso de Zurita menciona que las mantas de algodón eran un bien muy preciado por la gran cantidad de tiempo y trabajo que se tenía que invertir para manufactúralas, labor que recaía en las mujeres. A las hijas de los señores desde los ―cinco años las comenzaban á enseñar á labrar, á hilar y á tejer, no las dejaban andar ociosas,‖1122 y aconsejaba a la Corona no pedir que los indígenas tributaran ropa ―aunque la labren, porque es grandísima vejación y agravio, y lastran los pobres y las mujeres que son las que la labran, y malparen muchas por el gran trabajo que es labrarla; y no hay esto en la que labran para sí, porque la labran despacio, y cuando y como les parece, y para el tributo es para tiempo señalado y con medida ó calidad ó bondad de la ropa que han de dar; y porque vale una pieza mucho más que lo que cada uno paga de tributo, lo han de dar entre muchos, y es imposible que haya igualdad, sino que unas trabajan más que otras, según les dieren la prisa los que tienen cuidado de ello y de recoger los tributos; y no es inconveniente lo que algunos dicen que habrá falta de ropa si no la pagan de tributo, porque más va en que no falte ni perezca la gente; cuánto más que donde tienen costumbre de labrarla, siempre la hay y labran para sí y para llevar y vender adonde 1123 no la hay; y hay mercaderes mucho de ella, indios y españoles.‖ De hecho, entre las obligaciones que contrajeron las mujeres de Ireti Ticátame y Taríacuri cuando se desposaron, fue precisamente elaborar mantas para el dios Curícaueri.1124 No entregar comida, bebida o ropa a las embajadas era considero un gran insulto, esa fue una de las razones por las cuales Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje conquistaron Taríaran, para vengarse de la afrenta cuando fueron a visitar a Hiuacha, y no recibieron comida ni presentes.1125 Tributos Pero había un nivel de intercambio mayor debido a ―el supuesto universal relativo a la aparición del intercambio, es decir la existencia de una cantidad mayor de necesidades frente a un número inferior de satisfactores posibles derivados de la productividad 1120 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. Prólogo de Manuel Magallón y Cabrera. Madrid, The Hispanic Society of América-Tipografía de la ―Revista De Archivos‖, 1914, Lib. VI, Cap. XX, P. 782. 1121 RM, pássim. 1122 ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., Pp. 109-110. 1123 Ibíd. Pp. 190-191. 1124 ―Aquí tenemos una hermana; llevádsela y ésta no la damos a Hireti Ticátame, mas a Curícaueri, y a él le decimos lo que dijéremos a Hireti Ticátame. Y hará mantas para Curícaueri, y mantas para abrigalle y mazamorras y comida para que ofrezcan a Curícaueri, y a Hireti Ticátame […] y después que hobiere hecho mantas y ofrenda a Curícaueri, hará mantas y de comer para su marido Ticátanme para que se ponga a dormir al lado de Curícaueri y le aparte el frío; y le haga de comer después de hechas las ofrendas porque tenga fuerza para llegarse a los dioses de los montes llamados Angámucuracha.‖ RM, Segunda Parte, Cap. II, ff. 63-63v, Pp. 17-18; obligaciones similares fueron dichas a la primera esposa de Taríacuri, RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 88, P. 67. Y cuando se casaba la gente noble, el sacerdote cúritiecha mencionaba que una de las obligaciones de las esposas era ―haz de comer a este señor y hazle mantas y no riñáis…‖ RM, Tercera Parte, Cap. X, f. 24v, P. 210. Una de las causas de divorcio, era de las mujeres no hicieran mantas a sus esposos. RM, Tercera Parte, Cap. XII, f. 27v, P. 216. 1125 ―Y tomaron sus arcos y asentáronse todos en el patio. Y sacaron de comer y no les dieron a ellos, mas pasáronse de largo los que daban la comida y dieron a los suyos. Y sacaron mantas y camisetas y hizo mercedes Hiuacha no más de a los suyos, y a ellos no les dieron nada. Y como no hacían caso dellos, dijeron: "vámonos a nuestro pueblo".‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, ff. 127-127v, Pp. 145-146. 279 local.‖1126 La forma en que las antiguas entidades políticas lograron satisfacer las necesidades fue a través del tributo y el comercio. De la misma información de las Relaciones Geográficas ―se desprende que la función económica global del tributo era la integración de diferentes zonas productivas [y ambientales]. Por ejemplo, los poblados de las tierras altas templadas proporcionaban maíz, chile, diferentes tipos de caza, pavos y cerámica, mientras que los de las tierras bajas proporcionaban algodón, tejidos y jícaras, además de maíz.‖1127 El Tzintzuntzan Irechequa, al igual que otras sociedades complejas regidas bajo el Estado, ocupó instituciones especializadas para sobrevivir y funcionar, y éstas estuvieron financiadas por una economía política. Ya hemos analizado en parte la economía política existente en el Michoacán prehispánico durante el Posclásico Tardío, la tenencia de los medios de producción y algunas relaciones sociales de producción, ahora vamos a revisar los aspectos de distribución, cambio y consumo. La forma en que el Estado tarasco financió sus instituciones fue mediante el tributo, que fue definido por el Diccionario de Autoridades como ―la porción, ò cantidad, que paga el vasallo por el repartimiento, que se le hace para el Príncipe, ò Señor del Estado, en que habita, ò en reconocimiento del Señorio, ò para la sustentación de sus cargas, ù para otros fines públicos.‖1128 José Luis de Rojas menciona que de la definición de la voz tributo se desprenden tres momentos, el tributario, el tributado, y lo tributado, que se resumen en quien-qué-a quien, además de la existencia de las variables cuándo-cómo-dónde-por qué: ―por cuándo, entendemos el momento o momentos en lo que se efectúa el pago: cómo tiene una primera parte referente al hecho físico de la entrega, y otra relacionada con el porqué: la regulación del pago; dónde se refiere al lugar en el que se efectúa la entrega; y porqué se refiere a la justificación.‖1129 Así pues, consideramos ―el tributo indígena[,] entendido como la relación establecida entre el grupo dominante y otro dominado a través de la cual el primero extrae del segundo su producto excedente‖;1130 sin embargo, las nuevas perspectivas sobre el tributo consideran un cuatro mucho más complejo del excedente apropiado por la clase dominante. José Luis de Rojas considera tres tipos de tributo: el tributo en especie, como ―alimentos, materias primas para la construcción y la artesanía, objetos manufacturados de uso cotidiano y de lujo, etc.‖; el tributo en moneda, aunque ―en primer lugar debemos considerar sí había moneda en la época prehispánica y si ésta se utilizaba para pagar el tributo…‖; y el tributo en trabajo, como el servicio personal, de portear objetos, trabajo para obras públicas y la obligación del servicio militar.1131 Por medio del tributo, el cazonci, junto a la entidad política tarasca, legitimaba su poder y dominio sobre sus habitantes, al ser él que estaba en lugar del dios Curícaueri para recolectar la leña que se quemaba en los templos en honor a los dioses, y generaba noción de pertenencia de los subyugados al gobierno central. ―La tributación de las poblaciones tarascas era una acción regulada temporalmente. El irecha y su burocracia fijaban la cantidad y el tipo de tributo, lo cual generaba que la sociedad en general 1126 CASTILLO FARRERAS, VÍCTOR MANUEL. Estructura económica de la sociedad mexica según las fuentes documentales, Óp. Cit., Pp. 94. 1127 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 135. 1128 Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. VI, P. 354. 1129 ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., P. 45. 1130 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El tributo indígena en la región del lago de Pátzcuaro‖, en: et. al., Michoacán en el siglo XVI. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VII), 1989, P. 23. 1131 ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 54-57. 280 trabajara a un ritmo dictado por el gobierno estatal. Se creaba así la percepción de trabajo relacionada con la participación dentro del Estado, al tiempo que se reconocía la validez, por medios coercitivos e ideológicos, del gobierno en la sociedad.‖1132 En el apartado sobre la clase dominante hablamos de cómo ésta estaba conformada por una serie de funcionarios, que se encargaban de organizar y colectar parte de la producción para el mantenimiento de los diversos rubros del Estado, como el mantenimiento de la burocracia, la casta sacerdotal y las fiestas religiosas, y por supuesto de la guerra. Sin embargo, dado al desarrollo de las fuerzas productivas, (especialmente los factores de la falta de animales de tiro y el uso de la rueda), y a las políticas implementadas por parte de la clase dominante en el territorio tarasco, se puede inferir que existió una economía planificada, ya que el cobro y distribución del tributo estaba planeado de acuerdo a las necesidades del Estado tarasco. José Luis de Rojas menciona la existencia de dos tipos de tributos en la Mesoamérica prehispánica, el local y el estatal: ―podríamos, como intento, reservar el calificativo de ―local‖ al tributo que se daba en la localidad, al noble del que se dependía o al señor del pueblo, y dejar el de ―estatal‖ para el que se entrega fuera, en otra ciudad, al imperio o a ambos‖.1133 El tributo local se destinaba a sustentar a la burocracia local, como los caciques, principales y ocánbecha, y los sacerdotes encargados de los templos, en los gastos de las fiestas y mantenimiento de obras públicas. Ricardo Aguilar caracterizó dos tipos principales de necesidades satisfechas por dos tipos de tributo estatal: la primera fue la extracción de recursos endémicos de las zonas bióticas y geológicas del interior del territorio tarasco, de forma periódica y de cantidades asignadas, cuya dirección fue hacía el corazón político del Tzintzuntzan Irechequa, y su destino fue mantener y satisfacer las necesidades de la clase dominante, la familia real, la burocracia, especialistas adscritos al linaje real, así como para su redistribución en los rituales, regalos y comercio, este tributo correspondió al ―tributo regular‖. La segunda necesidad del Estado tarasco fue financiar las acciones bélicas para la defensa y conquista del territorio, ya que en las fronteras varios pueblos se encargaban de mantener las guarniciones y fortalezas de guerreros en zonas estratégicas, quedando algunos pobladores exentos de tributo en especie o corvea, a cambio de cumplir con obligaciones militares, especialmente estar listos para el combate y defender las fronteras. El tributo aquí se destinaba a mantener la infraestructura militar, para movilizar guerreros en estado de alerta y su sustento alimenticio así como su equipamiento. Las referencias las encontramos en los documentos referentes a las zonas fronterizas, donde los pueblos en lugar de llevar el tributo a Tzintzuntzan, lo llevaban a las guarniciones y fortalezas emplazadas en los asentamientos fronterizos, localizados en las cuatro fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, este tributo correspondió al ―tributo estratégico‖. Para ambos tipos de tributo, se ocupó de una infraestructura administrativa para su recolección y distribución y consumo.1134 A lo largo y ancho del territorio dominado, los encargados de que el tributo de los pueblos se pagara eran los caciques y señores, mientras los ocánbecha eran los 1132 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 247. 1133 ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., P. 58. 1134 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., Pp.247-258. 281 administradores reales de recolectar los excedentes de la producción.1135 Dos grupos de la clase dominante tenían derecho a recibir tributo por medio de sus tierras patrimoniales: el cazonci con la familia real, y la nobleza, dichas tierras eran trabajadas por los vasallos o esclavos de su servidumbre, y cuya producción estaba destinada en parte al sostenimiento de estos grupos. ―Parece que sólo la gente común que tenía tierras en las aldeas, o sea, los que pertenecían a un barrio [―campesinos libres‖], pagaban tributos al Estado. Por otra parte, artesanos y mercaderes tributaban con el producto de su comercio y estaban exentos de servicios, incluso de obras públicas, salvo en épocas de necesidad extrema,‖ 1136 al parecer los nobles y sacerdotes también estaban exentos de pagar tributo en especie, de hecho parece que la manutención de los últimos corrió a cargo del Estado. Sin embargo, no hay indicios de que el Estado tarasco no pudiera apropiarse de la producción de otras tierras. Los tributos de las tierras fiscales junto con una parte de la producción de otros sectores, servían para sostener al Estado, Alonso de Zorita se refería sobre los tributos que se pagaban en la Nueva España antes de la conquista de la siguiente manera: ―Estos tributos que se daban á los Señores supremos era para la sustentación de la república, y para las guerras, que eran ordinarias, y de ellos el Señor supremo, que era á quien obedecían los otros que también se llamaban supremos en su tierra, tenían su parte, y de ella pagaba los gobernadores y ministros de justicia, y daban acostamiento y ración á muchos principales, según la calidad de cada uno, y sustentaba los capitanes, y ordinariamente comía toda esta gente en la casa del Señor supremo, donde cada uno tenía su asiento y lugar señalado, según su dignidad ó calidad y oficio que tenía en la casa del Señor, ó en la guerra ó en la república, y no era en manos del Señor disponer á su voluntad estos tributos, porque se altera la gente y los principales, si no era de su parte, é los demás en lo que está dicho: é por ser la gente mucha era mucho lo que se 1137 allegaba y había para todo.‖ El funcionamiento del sistema tributario tarasco puede observarse a nivel de las unidades administrativas y a nivel Estatal, ―parece que el tributo al rey pasaba de los productores dispersos a centros de recaudación de nivel medio, las cabeceras, y de ahí se llevaba a Tzintzuntzan.‖1138 (Ver figura 10). A nivel de las unidades administrativas, el Tzintzuntzan Irechequa recibía tributos de las distintas cabeceras diseminadas por todo el territorio bajo control del cazonci. La unidad básica productora tarasca eran las familias agrupadas en un vapatzequa o barrio, en cada uno de estos se encontraba un ocánbecha, encargado entre otras cosas, de cobrar el tributo. Estos vapatzequa conformaban los asentamientos conocidos como sujetos, estancias y subcabeceras, los excedentes de la producción de estos lugares eran canalizados a las trojes estatales de 1135 ―A estos principales llamados ocánbecha, por este oficio no les solían dar más de leña y alguna sementerilla que le hacían y otros le hacían cotaras. Y agora, mucha veces, en achaque del tributo, piden demasiado a la gente que tienen en cargo y se lo llevan ellos, y éstos guardan muchas veces los tributos de la gente, especialmente oro y plata.‖ RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6v, P. 176. Al parecer este tipo de abuso por parte de los ocánbecha y otros funcionarios similares, como los calpixque nahuas, se dio en varias parte de la Nueva España durante los primeras décadas de la conquista, Quiroga mencionó que ―los principalejos que éstos [indios] tienen entre sí y por sobre sí; que según muchos, se quejan aún ahora so color de recoger de la gente maceoal, que es la gente común de que tienen cargo, los tributos para su Majestad y para sus amos e comenderos españoles. Se quejan los cobran para sí más acrecentados que solían y los alquilan por tamemes, hasta que mueren por los caminos…‖ QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 112. 1136 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 134. 1137 ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P. 143. 1138 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., Pp. 136-137. 282 las cabeceras. Para que el Estado tarasco lograra apropiarse del plusproducto de las poblaciones, era necesaria toda una infraestructura de medios de trabajo y funcionarios para su operación. En la RM abundan las referencias a la existencia de diferentes trojes1139 donde se almacenaba la producción, trojes para la guerra, trojes para los dioses, trojes para diversos productos, y en general, trojes para almacenar comida de los habitantes del Estado tarasco. FIGURA 10. Envío del tributo (hacía arriba) de forma detrítica. FUENTE: Adaptado de HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., P. 117. Gracias a los diccionarios, sabemos que había una gran variedad de estas estructuras, que servían para almacenar varios bienes, así como tamaños y diversos materiales de construcción. Gilberti asentó las palabras ―Marita. Troje‖, ―Tsirimba. troxe asentada en quatro palos‖, ―Tziriqua. troxe pequeña de cañas‖, ―Troxe de pan. Marita‖, ―Troxe otra. tsirinba. l. cumi‖, ―Alholi [granero o pósito] de pan troxa. marita‖, ―Alhondiga. harataro marita‖, ―Cabaña para guardar los magueyes. ataquaro‖.1140 En el DGLM se mencionan ―Alhondiga. Marita thantzita patzaquaro‖, ―Trox. Marita‖, ―Trox de cañas. Tsirimba‖, ―Trox pequeñita de barro. Cumy´‖, ―Cumiy´. Troje pequeñita en que guardan semillas‖1141, y Baptista de Lagunas registró ―Cumiehchuquarho lugar de vn genero de troxes quasi a manera de tinajas en que guardan algodón o diversidad de baratijas y semillas y usanlas mucho en tierra caliente.‖1142 La descripción más detallada de este tipo de estructuras es la proporciona 1139 ―TROX, es lo mesmo que el granero do[nde] se recoge el trigo, o ceuada, &c. [etcétera] y particularmente en el trigo.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra T, P. 56. 1140 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 108, 172, 169, 614, 257, 298. 1141 DGLM, T. I, Pp. 25, 685; DGLM, T. II, P. 109. 1142 BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana. [Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. I), 1983, [152 en la paginación original]. 283 por la Relación Geográfica de Tiripetío, donde se describe como eran una marita familiar: ―Algunas piezas las hacen redondas para sus despensas, tienen cuenco bajo y alto; en lo bajo tienen sus semillas, que sirve de granero, y en lo alto, sus cajas y ropas. La forma es 1143 esta que aquí va pintada. Estas piezas redondas se llaman en su lengua tarasca maritas.‖ La forma con la que está representada la marita en dicha Relación Geográfica, corresponde con las trojes representadas en las láminas VII y XVII de la RM, y tanto la descripción como las representaciones son similares a los graneros que en náhuatl se llaman cuexcomates, aun usados en el Estado de Morelos. Las trojes estatales probablemente tuvieron diseños constructivos diferentes y de mayor tamaño. La RM menciona a una serie de funcionarios que se encargaban de almacenar y recolectar la producción de materias primas, productos semiacabados y manufacturas de los diferentes gremios existentes, como maíz, frijol, chile, calabazas, maguey, miel, frutas, leña, algodón, caza, pieles, pesca, sal, obsidiana y metales, armamentos, objetos ornamentales de uso exclusivo de la élite, así como suntuarios. Sólo de ejemplo, los encargados de almacenar en las trojes los productos de las sementeras del cazonci eran: ―Había otro mayordomo mayor sobre todo el maíz que traían al caçonçi en mazorcas, y éste 1144 lo ponía en sus trojes muy grandes y se llamaba quengue.‖ ―Había otro mayordomo mayor llamado cavás pati, diputado sobre todo el ají que se cogía del caçonçi, y otros mayordomos sobre todas las semillas, como bledos de muchas maneras 1145 y frísoles y lo demás.‖ Así el sistema tributario tarasco dependió de que los ocánbecha cobraran el tributo a los diversos productores de los vapatzequa de las estancias sujetos y subcabeceras, y que dicho plusproducto fuera transportado en las espaldas de los tamemes a la cabecera, donde se encontraban el señor o cacique, el caráchacapacha (―los que cargan con el registro, es decir, Administradores‖), y probablemente un tareta vaxátati, encargado de las sementeras, y los demás funcionarios de los productos semiacabados y manufacturados, quienes después de tasar el tributo, era almacenado en las trojes a cargo del quengue o mayordomo, y de ahí fuera llevado en partes, de nuevo a espaldas de los tamemes, a Tzintzuntzan, que se beneficiaba del ―tributo regular‖. Pero como ya mencionamos, no todo el tributo era transportado al centro político en la cuenca de Pátzcuaro, gran parte del tributo se llevaba a las zonas de conflicto para ataque o defensa del territorio. El ―tributo estratégico‖ requirió de otros funcionarios para su redistribución, de nueva cuenta era transportado a espaldas de los tamemes purépecha, y los océmbecha se encargaban de contar a la gente para calcular el número de bastimentos necesarios, además de que engrosaran las filas del ejército, y posteriormente los caciques y quangáriecha los organizaban para que transportaran todo lo necesario para la guerra, y de dar las órdenes en el campo de batalla.1146 1143 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 64. Cursivas originales. 1144 Gilberti registró las entradas ―Quengue. mayordomo‖, ―Quengueni. subir en la troxe‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 141. 1145 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 7 y 8, Pp. 177 y 179. 1146 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 250-258. 284 Nombre tarasco Tipo de actividad Purépecha Producción y transporte de bienes FLUJO DEL TRIBUTO REGULAR Camahchacuhpeti Caracha capacha y [caciques] tareta uaxatati Organizar a la Administrar y tener el población a nivel control sobre las local. cantidades recolectadas Recolección y envío Quengue Almacenar los bienes llegados a Tzintzuntzan CUADRO 13. FUENTE: AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 255. Corchetes nuestros. Cargos Función FLUJO DEL TRIBUTO ESTRATÉGICO Purépecha Uhcámbecha Quangáriecha Camahchacuhpeti [caciques] Producir y transportar Registrar a la gente en Organizar a la gente para la bienes [engrosar las las poblaciones. guerra, para llevar bastimentos a filas del ejército por las fiestas y para la producción de leva]. los bienes requeridos para las estrategias del gobierno central. CUADRO 14. FUENTE: AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 264. Corchetes nuestros. Lamentablemente no hay información sobre el nivel de producción en la época prehispánica, y no se puede calcular exactamente el monto que se pagaba, 1147 salvo algunos casos para la época colonial,1148 y las fuentes tampoco mencionan cada cuando se pagaba tributo en la época prehispánica.1149 Sobre este último aspecto se pueden 1147 Fray Alonso de la Veracruz mencionó que los tributos a principios de 1550 eran excesivos, debido a la idea abundante riqueza, pero mencionó que en realidad la riqueza era por el tributo que acaparaban los señores: ―Si lo que se pide ahora sea mayor en valor, lo dejo para que otros lo juzguen convencido de que en el tiempo de su infidelidad servían a su rey: un pueblo, sembrando los campos, otro daba flechas y arcos, otro leña, otro plata, otro oro, otros donde se cosechaba, algodón; y así porque todos le daban a uno, este tenía muchísimo, no a causa de los grandes tributos, sino porque todos le daban a uno. Y el que fuera tanta cantidad de oro y plata, se debía no a que la gastaran, sino a que siempre la conservaban. Pues no se llevaba de reino en reino el dinero para vestidos u otras cosas de uso; y así no es de admirar que hubiera tanta abundancia de oro y plata.‖ VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 64. 1148 Un ejemplo interesante es Juan Infante quien mencionó en una carta que en su encomienda se recogían aparte de los productos agrícolas y cerámica, ―cuarenta jícaras grandes y cotaras otras cuarenta y pellejos de gato otros cuarenta t sentadores siete grandes…‖, llama la atención que algunos eran productos de lujo que antes eran de uso de la élite, y ahora eran cobrados por los europeos. [Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ―X. Carta de 18 de abril de 1534‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero en Michoacán, Óp. Cit., P. 81. 1149 En la historiografía se tuvieron concepciones idílicas sobre este aspecto de la producción en la sociedad tarasca, se llegó a decir que ―posiblemente el tributo impuesto en el Reino michua no se recogía en plazos determinados (como en el caso de los pueblos sujetos a Mocteuczoma), sino solamente cuando el rey los necesitaba: una o dos veces al año, y en ocasiones ninguna [¡!]. Pero siendo el territorio sujeto tan dilatado, el rey obtenía cuantiosos ingresos por ese concepto.‖ LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., Cap. I, nota a pie núm. 45, P. 33. Fray Nicolás de San Paulo, alias de Witte, quien redactó una carta contestando la Real cédula del príncipe Felipe II sobre tributos del 20 de diciembre de 1553 mencionó que: ―Yo, por cumplir su real 285 hacer algunas inferencias basándonos en las diferentes fuentes, así por ejemplo, en la tasación del bachiller Ortega, se menciona como los caciques tenían que llevar el tributo a las minas cada 20 días, que correspondía a la duración de los meses del calendario tarasco y la celebración de las fiestas,1150 mientras que si los pueblos estaban más alejados, tenían más tiempo para llevar el tributo a Tzintzuntzan,1151 el dato de que el tributo se pagaba cada 20 días también se consignó, por ejemplo, para la extracción de cobre en las minas de tierra caliente,1152 y en unas cartas de 1533 del encomendero Juan Infante, quien mencionó ―qué bastimentos se sacan cada vez, y hacé‘ de manera que no se pierda tributo; que salgan de veinte en veinte días todos…‖, y que a los señores principales indígenas de unos pueblos ―tratad muy bien, y den sus tributos de veinte en veinte días como son obligados, y no se pierda tributo.‖1153 Esta forma de computar el tiempo correspondía precisamente a los meses del calendario tarasco, y cada 20 días se celebraban fiestas. En 1554, los frailes agustinos también contestaron la instrucción de la real cédula del príncipe Felipe II sobre tributos, que pedía contestar ―también os informareys de los tiempos del año, en que pagauan estos tributos, y de la orden que se tenía en el repartimiento y cobrança y paga dellos‖,1154 a lo que dijeron ―…si había tiempo señalado de pagar el tributo. [Cuanto a las] / sementeras era al tiempo de cogecha [sic], cuanto a las gallinas era ordinario, cuanto a lo que para las fiestas era cuando caía la fiesta, cuanto a lo que extraordinaria era por su voluntad, cuanto al oro, plata y mantas que había ordinario en diversas provincias era en diversos tiempos porque 1155 unas daban de 80 en 80 días, y en otras tres veces en el año, y en otras dos veces.‖ Con estos datos, se puede ver como los calendarios mesoamericanos servían para regular parte de la vida económica, en este caso el tiempo que en que tenían que pagar el tributo, era en los días de fiesta; aunque la entrega de los tributos debieron estar sujetos a factores como tiempo, distancia, lugar de entrega, quien ponía los cargadores, mando, diré aquí lo que yo he sabido de doce años acá que conozco a indios y sé su lengua y los he tratado estando siempre entrellos y visitado larga tierra, así de los chichimecas como la Guasteca que es tierra de Panuco […] Acerca de la primera pregunta, qué tributo daban a su señor universal en el tiempo de su infidelidad: En todas partes había señor universal como en México y Mechoacán y Meztitlán, e[x]ce[p]to en la Guasteca, que es tierra de Panuco […] A este señor universal todos le obedecían cuando generalmente mandaba servir él algo, o pidía algún tributo, y esto era pocas veces, una vez o dos al más al año, y muchas veces, pasaba el año sin pedir, que nunca pidía sino cuando era menester. Que estos señores así universales como particulares tenían finita su codicia, pero los encomenderos de agora es su codicia infinita, y por eso se ha destruido tanto esta tierra.‖ ―Carta de Fray Nicolás de Witte a un ilustrísimo señor, Meztitlán, 21 de Agosto de 1554‖, en: Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México colegidos y anotados por el P. Mariano Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología. 1914, P. 221-228. Corchetes nuestros. Este documento ha sido referenciado para estudiar la economía política tarasca, pero Nicolás de Witte dio una visión muy general del tributo en México y Michoacán, y la información y costumbres que detalló del tributo no tienen que ver con estas regiones, al parecer la información sirve más para la realidad de la Huasteca y territorios adyacentes al norte. 1150 Este tema lo trataremos más adelante en un apartado sobre la agricultura, fiestas y guerra. 1151 ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425. 1152 WARREN, FINTAN BENEDICT. ―Minas de cobre de Michoacán. 1533‖, Óp. Cit., P. 596. 1153 [Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ―II. Carta de 6 de diciembre de 1533‖, ―IV. Carta de 15 de diciembre de 1533‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero en Michoacán, Óp. Cit., Pp. 29-30 y 43-44, otras referencias de 20 en 20 días en P. 58 1154 ―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., P. 125. 1155 CARRASCO, PEDRO. ―Relaciones sobre la organización social indígena en el siglo XVI‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1967, vol. VII, P. 122. 286 si eran pagados o no, ya que ―si no hay sobras de brazos, no podrá hacerse en períodos de gran actividad agrícola.‖1156 Otra cuestión que no queda muy clara para el Michoacán protohistórico, es sobre cómo se tasaba el tributo, es decir, sí se pagaba de acuerdo al tamaño de las tierras, la cantidad de tierras que se poseían, si era individual, o sí era un tributo corporado. Los mismos agustinos dieron una pista muy interesante sobre este tema, así, contestando la instrucción que pedía ―ansi mesmo os informareys también, si la paga destos tributos, eran por razón de las tierras que labrauan y cultivavan o por razón de las haziendas que posseyan o por respecto de sus personas, y ansí por cabeças‖,1157 dijeron que ―Cuanto a lo que en el 6 capítulo se pide, si esto daban por razón de las tierras que labraban, decimos en diversas provincias y en diversos pueblos haber diverso modo, porque en la provincia de Mechoacán no tributan por tierras por haber muchas sobradas a causa de no ser tan poblada. En lo de México, en muchas partes tributan conforme a las 1158 tierras que labran, que las reparte el señor.‖ Lamentablemente sólo se mencionó que no tributaban por tierras debido a una densidad demográfica menor que en el Centro de México, lo que nos deja dos posibilidades para interpretar, que el tributo era individual, o corporado. Ya mencionamos que de acuerdo a la información disponible, parece que las tierras no se daban en comodato a individuos, sino a linajes, además la unidad básica de producción era la familia, y en los documentos tempranos del siglo XVI, quedó asentado que el tributo se pagaba no individualmente, sino por la cabeza de familia. Un terrazguero de Antonio Huitziméngari declaró en 1592 que la primera cosecha la tributaban al cazonci: ―…el terrazgo que le // debían de las tierras que poseían // suyas y que de las tierras nuevamente // labraban e cultivaban los // maceguales sabe este testigo que el primer // fruto que cogían llevaban a su // rey en reconocimiento de señorío y // esto se usaba en toda la dicha provincia…‖,1159 estas tierras eran trabajadas por terrazgueros con sus familias, pero las tierras eran del tipo de posesión del linaje real, por lo que la producción era para don Antonio independientemente del tiempo transcurrido. Aquí debemos de reparar en un aspecto fundamental de las sociedades preindustriales, en las que la principal fuerza motriz es la tracción animal o humana, y para el caso mesoamericano (donde no existieron animales de tiro, como si lo fue el caso andino o los perros en los climas árticos), la única tracción existente fue la humana, lo que hacía imposible que, por ejemplo, el total de la cosecha fuera transportado en un solo momento a las trojes estatales del centro político, sino gradualmente. Ross Hassig mencionó algunos factores que afectaban la demanda de tributos en la Excan Tlatoloyan mexica, y que bien podemos considerar para el Tzintzuntzan Irechequa: ―1. El tiempo de la conquista y la distancia de la capital. Las provincias más cercanas enviaban alimentos, ropas y atuendos de los guerreros, mientras que las provincias más lejanas (conquistadas después) aportaban algunos de los mismos artículos, aunque generalmente en cantidades menores, así como bienes suntuarios. A parte de los alimentos, los artículos eran en gran proporción, manufacturados, y no materias primas. 1156 ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., P. 59. 1157 ―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI. ‖. Óp. Cit., P. 126. 1158 CARRASCO, PEDRO. ―Relaciones sobre la organización social indígena en el siglo XVI‖, Óp. Cit., Pp. 122-123. 1159 ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP., Caja 5, Exp. 24, f. 117v. 287 2. Disponibilidad de los bienes. El tributo se pagaba, al parecer, en artículos localmente producidos o disponibles, aunque esto, evidentemente, no fue el caso en todos los ejemplo. 3. Resistencia inicial y rebelión ulterior. Si los poblados se resistían a la conquista, eran mayores las exigencias de tributos, así como sí se rebelaban. El castigo por, rebelión, según decíase, una duplicación del tributo, aunque los registros de los aumentos no confirman esto, por lo que tal vez se tratara de una duplicación de valor, y no de un simple aumento en cantidad. 4. El aumento general en demandas de tributo. Además de las rebeliones, hubo aumento general en la evaluación, con el tiempo, lo que tal vez reflejara unos aumentos de población, y no aumentos per capita. 5. Las crecientes exigencias del estado azteca. Los requerimientos abundaban en las poblaciones del Valle de México, no sólo por causa del aumento de población sino como resultado de la proliferación de oficios políticos y religiosos, expansión de la nobleza y 1160 crecimiento del número de artesanos.‖ En las fuentes se menciona que en los pueblos se tributaban recursos escasos básicos al cazonci, como maíz, frijol, chile o calabaza, probablemente estos eran transportados decenas de kilómetros, hasta la cuenca de Pátzcuaro, ya que ésta contaba con una deficiencia de producción de maíz en su hinterland. Bernal Díaz del Castillo dio un dato interesante cuando la expedición de Cortés se encontraba en Cempoala, donde el Cacique Gordo dio tamemes a los españoles para que transportaran las cosas necesarias tierra adentro, que ―doña Marina y [Jerónimo de] Aguilar nos dijeron que en estas tierras, cuando están de paz, sin demandar quién lleve la carga, los caciques son obligados de dar de aquellos tamemes, y desde allí adelante dondequiera que íbamos demandábamos indios para las cargas.‖1161 En Mesoamérica, al parecer los viajes de los tamemes eran ―de su cabecera a la cabecera del distrito adyacente, y no de un límite al otro de sus respectivos distritos. […] [En la Excan Tlatoloyan] existen al menos cuatro excepciones en la práctica del porteo local: se empleaban tlamemes para el porteo a largas distancias a) para llevar tributo desde los centros de provincia hasta Tenochtitlán; b) para transportar cierto material de guerra; c) para ayudar en el comercio de los pochtecah (comerciantes), y d) al parecer, para dedicarse a obras públicas similares a las que se imponían a otros segmentos de la población.‖1162 Empero, no hay indicios explícitos sobre esta costumbre de proporcionar tamemes en el Tzintzuntzan Irechequa por parte de los caciques tarascos, salvo que con la llegada de los españoles, aun antes de la conquista, el cazonci proporcionó tamemes y guerreros a Francisco Montaño y a Cristóbal de Olid para sus expediciones a Colima y Zacatula 1160 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 118-119. 1161 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Óp. Cit., Cap. XLVI, P. 77. Cursivas originales. Fray Alonso de la Veracruz denunció este tipo de trabajo no remunerado por los españoles, y consideraba que debían de ser restituidos los agraviados: ―…quien pedía tamemes o imponía otras cargas o servicios personales, como solía hacerse, ese tal está obligado a la restitución. […] Y no vale decir entonces fuese costumbre el pedir arbitrariamente tamemes, e igualmente que se asignaban sin salario a todos los viajeros y así mismo en general y arbitrariamente proporcionaron comida, etc.; digo que no vale, porque tal costumbre fue pésima y no cristianamente introducida, aunque lo haya sido por cristianos, porque no era debido.‖ VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., Pp. 60-61. Énfasis original. 1162 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., P. 45. 288 respectivamente,1163 y durante la primera década de dominio hispano, los señores de los pueblos proporcionaron tamemes a los españoles para transportar bastimentos a las minas.1164 Si está costumbre también existió en el Michoacán protohistórico, es probable que parte del trabajo de corvea que era pagado por los purépecha en forma de servicios públicos, haya sido precisamente el de tamemes encargados de portear diversos recursos por las diferentes unidades administrativas del Estado tarasco, teniendo encuentra que existió un aparato burocrático encargado de cobrar y almacenar el tributo, y por ende, de transportarlo a las trojes estatales, cada determinada cantidad de tiempo. Lo que sin duda sí se transportaba continuamente fueron los recursos escasos de lujo, como la turquesa, conchas, jade, plumas, oro, plata, y textiles, algunos de estos recursos trasportados cientos de kilómetros fuera de las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa por medio del comercio a larga distancia. Al parecer las unidades administrativas tarascas tenían que tributar los bienes disponibles de sus respectivos hinterlands; fray Alonso de la Veracruz mencionó que cuando el cazonci tenía que poner un cacique nuevo en un pueblo y ponían al hijo del difunto, ―no solamente porque esto redundaría en bien del pueblo, sino también porque lo que deberían darle de tributo ya estaba señalado para siempre por el supremo señor, quienquiera que fuera el señor, pues el rey señalaba lo que a cada pueblo, según su capacidad, le correspondía dar, etc.‖1165 Aunque hay algunos indicios de que tenían que tributar bienes manufacturados elaborados con recursos no disponibles en sus territorios, y que tenían que conseguir por medio del comercio, u otros medios.1166 Para 1580 se dijo que los tarascos de la provincia de Acámbaro le pagaban al cazonci tributo, y ―le hacían algunas sementeras de maíz y otras semillas, con las c[ua]les le acudían para regalo y servicio de su casa, y ansimismo, de cuando en cuando, le daban algunas mantas, no en mucha cantidad; y los otomíes y chichimecas no le servían de otra cosa más que estar en la frontera de los enemigos, y ansí, [si] en los recuentros ganaban 1163 Véase el apartado sobre el desarrollo histórico del pueblo tarasco, desde la llegada y conquista hispana, hasta la participación de los tarascos en la conquista de la Nueva España en el capítulo III de la presente investigación, para la descripción de estas expediciones españolas auxiliadas por los tarascos. 1164 ―Dice [el cacique de] Ucareo que dará a su amo doscientos indios para llevar los bastimentos a las minas que su amo les diere. Fue le apercibido el dicho mando, el cual dijo que así lo otorgaba‖. ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 416. 1165 VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., P. 77. 1166 José Luis de Rojas menciona que quizás ―la imposición de tributos que no se hallaban en la región pudo ser una estrategia para diversificar la economía regional.‖ ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI, Óp. Cit., P. 55. Fray Alonso de la Veracruz mencionó un dato importante, que el virrey había actuaron injustamente al haber impuesto tributo de las cosas que se producían localmente y sin la voluntad del pueblo, ―pues el pueblo puede querer dar otro tributo, aunque ahí no se cultive sino que lo reciba de otra parte; porque les fuera menos gravoso dar esto, que lo que se cultiva en el pueblo […] se sigue que el Virrey y los Oidores, obraron injustamente cuando en la tierra donde se cultiva gossypium que llamamos algodón, se imponen los tributos en vestidos, o lienzos elaborados, o tejidos con dicha materia, lo cual es contra el derecho y la justicia. Esto es claro: porque, aunque en la tierra haya algodón, sin embargo no hay lienzos o sabanas, que llaman mantas, y que las mujeres tejen con enorme trabajo, y gran peligro para su cuerpo y para su alma.‖ VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., Pp. 64-65. Énfasis original. Se desprende entonces que había una compleja división social del trabajo, en que unos pueblos producían materias primas, y por medio del intercambio o del comercio se transportaban para ser transformadas en productos manufacturados, aun dentro de los límites territoriales de los Estados mesoamericanos, con la voluntad de las unidades políticas locales, y no solamente como una imposición de tributos. 289 algún despojo de mantas o prisione[ro]s, acudían con todo ello al d[ich]o s[eño]r.‖1167 Como ya se mencionó, lamentablemente no hay ningún registro que se refiera a las cantidades tributos en la época prehispánica, por lo que no se conoce como fluctuó la exigencia del tributo en el Estado tarasco, pero hacía principios del siglo XVI debió haberse requerido cantidades mayores que en el pasado, para sostener a toda la burocracia necesaria para mantener el orden interno y externos; también debió haber dependido por la forma en que los diversos pueblos tributarios fueron conquistados, si hubo una alianza forzada de subyugación o si se presentó resistencia a los ejércitos del cazonci. No hay referencias de rebeliones por parte las unidades administrativas dentro del Estado tarasco, pero sí se amonestaba a los caciques que no fueran rebeldes al cazonci y que cumplieran con sus obligaciones,1168 lo que ha dado la idea de un gobierno cuasitotalitario de corte distópico;1169 pero con lo que hemos revisado hasta aquí, las políticas implementadas por la clase dominante tarasca, como la distinción entre las zonas étnicas de ―tarasquización‖ y de segregación, se puede entender que el Estado tarasco era una entidad política sumamente centralizada y compacta, recordemos que fue en esencia un imperio de tipo territorial. Sólo hemos encontrado una referencia explícita a rebeliones, pero parece que se hace referencia a un contexto histórico anterior de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, el Códex Plancarte menciona como un personaje llamado Tzuonqua le contó a Taríacuri como ―toda su vida y mocedad supo en guerras contra los naturales rebeldes que no le querían tributar…‖.1170 Sin embargo, el hecho de que provincias como Colima y Zacatula sean reiteradamente referidas como lugares que conquistó el cazonci, pero que para el momento de la llegada de los españoles hayan sido regiones fuera de la órbita de control tarasco, bien podrían indicarnos que fueron lugares bajo dominio tarasco por un tiempo, y en que las rebeliones en contra del mando tarasco tuvieron éxito, así, el Tzintzuntzan Irechequa destinó recursos para sofocar rebeliones en la zona de segregación étnica, localizada en las fronteras. Comercio Se conoce muy poco sobre las estructuras y prácticas de comercio en el Estado tarasco antes del contacto, la información documental es muy escasa, los estudios arqueológicos han dado luz sobre el tráfico de recursos como la obsidiana, turquesas, metales y sal, pero no ayudan a comprender el complejo sistema comercial. Los cierto es que los mercados interactuaron para posibilitar el tránsito de artículos hacia adentro y afuera de los principales asentamientos tarascos.1171 Además ha habido diferentes posturas sobre 1167 VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 63.Corchetes y cursivas originales. 1168 RM, Segunda Parte, f. 61; Tercera Parte, ff. 18, 32v, 33, 34, Pp. 13, 197, 226, 227. 1169 ―…no había, pues, rama de la economía que no estuviera directamente intervenida y controlada por el Estado. Quizá en ningún otro sector de la vida tarasca prehispánica se nota tan claramente esa intervención por medio de una burocracia que lo invadía todo.‖ GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Estratificación social entre los tarascos prehispánicos‖, Óp. Cit., P. 234. 1170 Códex Plancarte, P. 239. 1171 Una mención documental que hace referencia sobre el comercio del Estado tarasco fuera de sus fronteras, es la Visitación de 1525, un ceso de pueblos de Nueva Galicia, donde se menciona que en el pueblo de Aguacatlán ―su trato es de algodón y sal y maíz, con los de la costa de la mar; alcanzan caco y 290 estas estructuras dependiendo del paradigma historiográfico del momento, Sarah Albiez-Wieck menciona que: ―La importancia del intercambio comercial en el Estado tarasco ha sido un tema muy controvertido. Mientras algunos autores opinan que –en comparación con el Estado mexica- el papel del comercio era limitado y que existían mercados locales y regionales donde se intercambiaban principalmente bienes básicos. Otros investigadores han resaltado el alcance del comercio en el Michoacán prehispánico, argumentando la gran cantidad de vocablos mercantiles que se registraron en el siglo XVI. Estas diferencias en la evaluación de la importancia de mercados y el comercio en general se deben en parte a un cambio epistemológico. Mientras que en los años ochenta muchos autores eran seguidores de teorías marxistas que consideraban que en Mesoamérica prevalecía el modo de producción asiático que destaca el papel del Estado y minimiza el del comercio, artículos más actuales escritos en una alta coyuntura de un modelo económico neoliberal y un creciente interés en los mercados, subrayan que las entidades políticas de la Mesoamérica del Posclásico eran altamente comercializadas. Probablemente, como pasa muchas veces, la verdad se 1172 encuentre en medio de los dos extremos.‖ Debido a ésta falta de fuentes, es conveniente hacer alusión a los mercaderes y la estructura comercial del Centro de México donde existe mayor documentación, y resaltar las similitudes existentes que sabemos gracias a las fuentes del Michoacán prehispánico: ―Es preciso aclarar que los artesanos y los mercaderes no pagaban al altépetl tributo en trabajo pero sí en especie. Y ésta parece haber sido una práctica extendida en varias regiones. Respecto a los mercaderes, algunos autores los consideran una clase social aparte, como una suerte de clase media o clase en ascenso. Sin embargo, la información disponible en las fuentes coloniales permite explicar la situación de los mercaderes de otra manera. Los llamados pochtecas constituían el grupo más numeroso de mercaderes, pero no el único. La voz pochteca (singular pochtécatl, plural pochtecah) es un gentilicio, «los de Pochtlan», y hace referencia a un grupo étnico. Otras etnias de mercaderes del Posclásico, que tenían una sede en México-Tenochtitlan o en México-Tlatelolco, eran los acxotecas (de un lugar no identificado llamado Acxotlan) y los nahual-oztomecas (procedentes de Oztoman). Cada etnia de mercaderes tenía algunos calpullis asentados en México y otros situados en diferentes localidades que formaban parte de la ruta comercial. Dentro de las etnias de mercaderes había linajes dirigentes, y familias comunes. Es decir, había una estratificación interna: los jefes atesoraban riquezas, ofrecían fastuosos e interminables banquetes y parecían más prósperos que los pillis de la corte nahua. Pero, al mismo tiempo, el pueblo mercader recorría cientos de kilómetros a pie, llevaba cargas de hasta 30 kilos a la espalda, se ulceraba la frente con el mecapal y se llagaba los pies con piedras y espinas. Los mercaderes de más alto rango fumaban hasta la madrugada, recostados en cojines; los mercaderes comunes andaban con el riesgo de despeñarse en los 1173 barrancos y cruzaban corrientes turbulentas.‖ Según los diccionarios de lengua tarasca, el nombre de los mercaderes era mayapeti, la RM los menciona en varias ocasiones, en el capítulo que relata la gobernación que tenían los tarascos, se menciona que ―había otro diputado sobre todos es muy poco de rescate, tienen muy poca plata y dicen que la traen de Cocula y de Zaputlán, ques en Mechuacán; tiene tiangues…‖. CORIA, DIEGO DE. ―Visitación que se hizo en la Conquista, donde fue por capitán Francisco Cortés‖ [1525], en: ―Nuño de Guzmán contra Hernán Cortés, sobre los descubrimientos y conquistas de Jalisco y Tepic, 1531‖, Boletín del Archivo General de la Nación. México, T. VIII, núm. 4, Octubre-Noviembre-Diciembre, 1937, P. 560. 1172 ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Óp. Cit., T. I, Pp. 82-83. 1173 ESCALANTE GONZALBO, PABLO. ―El Posclásico en Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 158-159. 291 sus mercaderes [de él cazonci] que le buscaban oro y plumajes y piedras, con rescate.‖1174 Están representados en la lámina XXIX, con la glosa ―mercaderes‖, aparecen tres personajes masculinos sentados frente a un petate o manta de algodón donde exhiben un plumaje verde con base roja, dispuestas en forma de abanico, junto a otros objetos no identificados, tal vez representan oro o cobre.1175 No se sabe cómo estaban organizados, pero no debieron estar exentos de la organización en quahta o linajes, con su jerarquización interna. Lo que sí sabemos es que los mercaderes debieron ser de diferentes grupos étnicos; en un documento escrito en lengua tarasca pero referente a la nobleza nahua residente en Tzintzuntzan en 1543, conocido como Memoria de don Melchor Caltzin,1176 se describe como 20 mercaderes con ―gente a su servicio‖ (probablemente tamemes), residían o estaban de paso en Tzintzuntzan, entonces fueron capturados y subyugados por Tzitzíspandácuare, ―se apoderó de unos collares preciosos y de hilos de cuentas,‖ pero los puso a su servicio, ―los veinte grandes comerciantes fueron diligentes, fueron largos, robaron, derribaron, se les metieron. Y por eso todos ellos capturaron muchísimo caudal, recibieron cada uno dos subyugados, mazorcas, mantas, bledos, frijoles, chiles‖, sementeras y casas donde vivir en Tzintzuntzan.1177 Probablemente los bienes de los mercaderes pasaban al Estado cuando fallecían, Vasco de Quiroga mencionó que al fallecer un principal, aunque tuviese hijos y mujer, el cacique principal podía enajenar la hacienda y herencia, y que ―lo mismo pienso, hacían con los mercaderes. También afirman esto religiosos lenguas.‖1178 1174 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8v, P. 180. ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica, Óp. Cit., T. I, Pp. 81-82. 1176 MONZÓN, CRISTINA; ROSKAMP, HANS; WARREN, J. BENEDICT. ―La memoria de don Melchor Caltzin (1543): Historia y legitimación en Tzintzuntzan, Michoacán‖, en: Estudios de Historia Novohispana, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Vol. 40, Núm. 40, 2009, Pp. 31-34. 1177 Ídem. 1178 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., P. 171. 1175 292 PALABRAS RELACIONADOS CON MERCADERES EN LOS DICCIONARIOS TARASCOS Nombre en tarasco Significado en castellano Fuente piuani Mercar (G) P. 498 piuacata Mercada cosa (G) P. 498 menihco himangueon macuni Mercar en vno (G) P. 498 piuani piuaqua Mercaduria (G) P. 498 mayapeti mayapetiequa mayepeto lo mismo es que mercader [mayapeti] maoxequa hapingata ynspequaraqua mayapeto. vel. mayapequa am ynspequaro. vel am mayoxequaro mayohtacuni Quehpeni Quehpani Quehpaquareni Mayahpeto quehpayarani Mayahpeto quehpeyarani Mercader que vende Mercaderia Mercado lugar Merchante (G) P. 498 (G) P. 498 (G) P. 498 (G) P. 498 Mercada cosa para vender Mercaduría de esclauos Feria mercado Feria lugar de mercado (G) P. 498 (G) P. 498 (G) P. 429 (G) P. 429 Feriar vna cosa a otra yr al tianguez, o mercad[o] lleuar algo al tianguez ydem [lleuar algo al tianguez] Lleuar algo a el mercado Yr y ponerse en el mercado (G) P. 429 (G) P. 141 (G) P. 141 (G) P. 141 (D-II) P. 310 (D-II) P. 310 CUADRO 15. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia. Gracias a que podían usufructuar los medios de producción necesarios para su manutención, podemos pensar que el oficio de mercaderes era profesional y de un rango social con importancia, ya que Matutino Gilberti usó como ejemplo en 1558 en su Arte de la lengua de Michuacan…, la siguiente frase: ―Mayapechax niquaesti yauanan vanaquareni, ca purepechax aquaesti tareni. El officio de los mercadores es andar lexos a mercadear, y el de los maceueles [maceguales] es cauar y arar.‖1179 Probablemente en la época prehispánica había una restricción para que gente de cierto estatus noble profesara como mercader, esto cambió durante la época colonial, ya que muchos purépecha o gente común desatendían sus sementeras y oficios para dedicarse al comercio a larga distancia.1180 Pero debemos atender la cuestión de la jerarquía interna dentro de los mercaderes, y que los jefes de quahta o linaje de los mismos de alto rango, 1179 GILBERTI, MATURINO. Arte de la lengua de Michuacan. [Edición facsimilar de 1558], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. II), 1987, P. 115. Lagunas copió la misma frase en 1574 pero con diferencias en la parte tarasca: ―Mayapechax niquaesti yauanan vanaquarhen, Ca phurhepechax aquaesti tarheni. El officio de los mercadores es andar lexos a mercadear, y el de los macehuales es cauar y arar. etc.‖ BAPTISTA DE LAGUNAS, IUAN. Arte en lengua tarasca. Transcripción paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de J. Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 2000, P. 190. 1180 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los inicios de la época colonial‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad. Ensayos del seminario de historia colonial de Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3), 1997, Pp. 149, 158 y 165. 293 no debieron realizar las mismas actividades que los mercaderes de bajo rango, que tenían que recorrer cientos de kilómetros en caravanas con pesadas cargas en la espalda, y con peligros por los caminos, tal y como lo menciona la Memoria de don Melchor Caltzin: ―En la noche estaban cansados, en el día caminaban largos tramos, se cuidaban porque en tiempos antiguos había gran peligro en los caminos.‖1181 Los mercaderes probablemente estaban adscritos o emparentados a linajes nobles, o formaban linajes propios, y debieron de estar obligados a pagar tributo en especie con recursos escasos de lujo. La Relación Geográfica de Tingüindin menciona que ―[dicen] que [los de] toda esta provincia tributaban al rey que se llamaba CATZONTZI, y que le tributaban oro y plata y cobre, y, los mercaderes que había, le tributaban piedras de mucho valor y precio.‖1182 El cazonci debió tener varios mercaderes a su servicio, cuando la expedición de Antonio Caicedo y otros dos españoles más llegó a Tzintzuntzan en otoño de 1521, Tzintzincha ordenó secretamente a los mercaderes que no comerciaran con los españoles, pero fue desobedecido: ―Y dijeron los españoles al cazonçi que querían rescatar con los mercaderes que traían plumajes y otras cosas de México, y díjoles el cazonçi que fuesen, y por otra parte mandó que ningún mercader ni otro señor comprase aquellos plumajes. Y compráronlos todos los sacristanes y guardas de los dioses, con las mantas que tenían los dioses diputadas para comprar sus atavíos. Y compraron todo lo que los españoles les traían y dieron al cazonçi, diez puercos y un perro y dijéronle que aquel perro sería para guardar su mujer. Y liaron sus cargas. Dióles el cazonçi mantas y jicales y cotaras de cuero y tornáronse a 1183 México.‖ La otra restricción sobre realizar mercado y comerciar que menciona la RM, la encontramos cuando moría el cazonci y el luto que tenían los súbditos: ―Y cinco días ninguno de la cibdad [Tzintzuntzan] molía maíz en piedras ni hacían lumbre en sus fogares; ninguno hacía tianguez aquellos días; ni mercadeaba; ni andaba nadie por la cibdad; mas toda la gente estaban tristes por sus casas.‖1184 Los otros miembros de la clase dominante tarasca debieron tener mercaderes a su servicio para aprovisionarse de los recursos escasos de lujo, con estos los artesanos manufacturaban objetos suntuarios de uso exclusivo de la nobleza y sus rangos. Carlos Paredes considera que el pasaje de la RM que menciona a los quangáriecha, hace referencia a que estos acompañaban a los mercaderes, ―es decir con el diputado sobre todos los mercaderes del cazonci, lo que denota la estrecha relación que había en el señorío tarasco entre mercado y el elemento guerrero, es decir el ―valiente hombre‖ como la mano armada del señorío, y así se manifiesta la práctica del mercado como avanzada de conquista o viceversa, la conquista de pueblos y la imposición no sólo de tributos, sino también el establecimiento de mercados, el forzamiento de los productores locales a ―ofrecer‖ sus productos y al ―rescate‖ mediante la fuerza, de ciertos 1185 objetos preciosos de alta estima.‖ 1181 MONZÓN, CRISTINA; ROSKAMP, HANS; WARREN, J. BENEDICT. ―La memoria de don Melchor Caltzin (1543): Historia y legitimación en Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 31. 1182 GALVÁN, GONZALO. ―Relación de Tingüindin‖ [17 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 324. Información entre corchetes y mayúsculas originales. Esto coincide con el dato que proporciona la RM. 1183 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, ff. 43v-44, Pp. 248-249. 1184 RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 32, P. 225. 1185 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los inicios de la época colonial‖, Óp. Cit., P. 152. 294 Clavijero, al hablar del comercio entre los mexicas, dedicó un apartado sobre el uso de monedas para el comercio. Mencionó que el comercio no sólo se realizaba por ―permuta‖ (trueque), sino que existían cinco especies de moneda. La primera era un tipo de cacao distinto al que se bebía, la segunda eran unas mantas pequeñas de algodón destinadas únicamente a adquirir mercaderías, la tercera era una especie de polvo o granos de oro adentro de cañones de ánsares (cálamo o cañón de las plumas de pato), ―la cuarta, que más se acercaba a la moneda acuñada, era de ciertas piezas de cobre en forma de T, que se empleaba en cosas de poco valor‖, y la quinta eran piezas de estaño. Además Clavijero agrego que ―vendíase y permutábanse las mercaderías por número y medida; pero no sabemos que se sirviesen del peso, o fuese porque se lo creyeron expuesto a fraudes, como dijeron algunos autores, o porque no les pareció necesario, como escribieron otros, o por ventura lo usaron y los españoles no alcanzaron a saberlo.‖1186 Para el caso tarasco tenemos algunas referencias de que también usaban monedas para realizar transacciones comerciales. El cacao es mencionado sólo en una ocasión en la RM, cuando Pedro Cuiniarángari ayudó a los españoles a conquistar Zacatula y a llevar unas anclas al astillero de Hernán Cortés ―y llevaron las áncoras y volvióse a Mechuacan con mucho cacao que le dieron los españoles para Cristóbal de Olí….‖;1187 en 1525, el contador Rodrigo de Albornoz le informó al emperador que justamente en Zacatula, que el ―…cacao, que son unas almendras que ellos usan por moneda, de que hacen su brebaje‖, además que ―podría ser que una vez entrado el obispo en su Iglesia, quisiere hacer con codicia que le pagasen diezmo del cacao que se coge en la tierra, que los Indios tienen por moneda, diciendo que es fruto de los árboles, que ahora no se diezma dello, porque como es moneda en la tierra, si se diezmase, más tendría el obispo que viniese de renta al año que V. M. de su quinto; porque por el cacao se da oro, y sería destruir la tierra…‖.1188 En 1541 cuando el virrey Antonio de Mendoza regresó de la Guerra del Mixtón, lo acompaño el nombre nahua Francisco de Sandoval Acazitli, en la relación que mandó a escribir éste último, mencionó que ―venimos a dormir a Mechoacan [Pátzcauro], y allí le fue a recibir al Sr. D. Francisco de Sandoval el trompetero Tequimotzil, que llevó la comida de tortillas abizcochadas, y otras grandes apiladas, cacao molido en pedazos y en polvo, pinole molido, mantas, camisas, zaragüelles, y alpargatas o calzado, que dio y repartió a todos los principales.‖1189 Hay referencias explícitas tardías de en 1580 el cacao era usado como moneda en el territorio tarasco; en Apatzingán el corregidor Sebastián Macarro describió la planta de cacao, y sobre los granos o almendras dijo ―…que valen, ciento dellas, un real, y a las veces vale más y a veces vale menos, porque se suelen helar. Pasa por moneda en muchas contrataciones, que se compran haciendas, a truque dél, de más de diez y doce mil ducados. Es trato muy seguro y de grandes ganancias para los que tratan en él. Tiene muy gran salida en todo tiempo, porque lo gastan todos los 1186 CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México. Óp. Cit., Lib. VII, 36, Pp. 236237. 1187 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. 1188 ―Carta del contador Rodrigo de Albornoz, al Emperador‖ [15 de diciembre de 1525], en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. Óp. Cit., T. I, 1980, Pp. 490 y 500-501. 1189 ―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique y señor natural que fué del pueblo de Tlalmanalco, provincia de Chalco, con el señor visorey don Antonio de Mendoza cuando fué á la conquista y pacificación de los indios chichimecas de Xuchipila‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 330. 295 naturales que lo beben. No emborracha, mas, de que es muy frío, suele hacer poco provecho a los que lo beben estando calurosos, y aun han muerto algunos. Hace una 1190 espuma como manteca: los que la usan comer engordan con ella.‖ En Cuitzeo de la laguna era comprado un pescado pequeño del tamaño de un dedo meñique llamado charrao (charal), ―….pescado muy preciado entre ellos. Y cogen gran cantidad dello, y vienen de otras provi[nci]as, de a cuarenta y cincuenta leguas, a rescatarlo, y traen algodón [y] cacao, que es una moneda que se usa en esta tierra, de la forma de almendras; traen, ansismismo, muchas frutas de la tierra, y quieren más llevar desde pescado q[ue] no p[es]os.‖1191 Hay que agregar durante el siglo XVI ―los testimonios del pago de jornales en cacao son muy frecuentes en Michoacán…‖. 1192 Las mantas, como ya mencionamos, eran valiosas por lo difícil que era realizarlas, y servían como regalos a embajadas, aunque en la RM se menciona que cuando llegó Antonio Caicedo a Tzintzuntzan con plumas de México-Tenochtitlán, los sacerdotes tarascos las compraron ―con las mantas que tenían los dioses diputadas para comprar sus atavíos.‖1193 En el período colonial temprano, Juan Infante le recomendó a su criado ―rescata sal con las mantas siempre‖, y también quería vender en España, entre otras cosas, pieles de felinos: ―Conviene me mucho que pellejos de gatos o papos luego den esos indios todos los que se pueda por otra parte rogá a vuestros amigos que os den los que pudieren y por otra parte con mantas y con maíz se resgaten cuantos se puedan hasta cien de ellos y antes más que menos.‖1194 Las plumas de colores son la moneda más referenciada en la RM, se guardaban en cañutos de cañaheja o en atavíos, y se contaban por cientos o miles para realizar transacciones.1195 Las hachas de cobre también eran usadas en el Michoacán protohistórico, además podían fundirse para facturar otros objetos de metal,1196 y eran necesarias las aleaciones con otros metales, diversos objetos de metal tal vez también sirvieron como monedas. Los lugares donde se intercambiaban o comerciaban los distintos productos era en los mercados o tianguis, en tarasco eran nombrados como mayepeto,1197 localizados en las plazas de los diferentes asentamientos. Probablemente el mercado mesoamericano más famoso sea el de México-Tlatelolco, donde los españoles quedaron asombrados al ver la organización y diversidad de mercancías que se podían adquirir de toda la Excan tlatoloyan, y otras entidades políticas vecinas.1198 Pero existieron otros mercados importantes en toda Mesoamérica, incluyendo al Tzintzuntzan Irechequa. Lamentablemente la información es reducida, pero se pueden hacer algunas inferencias, 1190 MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 293-294. 1191 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 85. Corchetes originales. 1192 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los inicios de la época colonial‖, Óp. Cit., P. 170. 1193 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, ff. 43v-44, Pp. 248-249. 1194 [Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ――VIII. Carta de 11 de marzo de 1534‖, ―XI. Carta sin fecha‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero en Michoacán, Óp. Cit., Pp. 70 y 77. 1195 RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127v, P. 146. 1196 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97, P. 85. 1197 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 429 y 498. 1198 Véase la descripción de CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá, 8ª Edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 7), 1975, [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], Pp. 62-64. 296 la RM menciona que había mercados prehispánicos en Tzintzuntzan,1199 ―un gran mercado en Paréo‖, Uruapan, Naranjan, Tariaran y ―Zaueto, donde había un mercado‖,1200 pero debieron de existir en las cabeceras y subcabeceras de las diversas unidades administrativas del Estado tarasco,1201 además hay referencias documentales de mercados en las fronteras en Sayula, Tuxpan y Tamazula.1202 En la lámina XII de la RM, está representado el mercado de Zaueto, donde Hiripan y Tangánxoan mendigaban y comían los desperdicios del suelo, en dicha lámina podemos observar personajes masculinos y femeninos intercambiando productos en canastas, se pueden identificar pescados, chiles, y otros objetos que probablemente sean frutas o verduras.1203 En los tianguis no sólo debió comerciarse con artículos agrícolas o manufacturados, sino otro tipo se servicios y bienes, cómo los prestados por médicos, astrólogos, adivinos, hechiceros, brujos, truhanes, traficantes de esclavos, o servicios sexuales. Cuando Taríacuri les dio el sermón a sus sobrinos e hijo de porqué ya no iba a ver más señores, les dijo que ―Zurunban, mi suegro, tiene la diosa Xarátanga en guarda y aquella su hija llamada Mahuina, es mala: que se iba al tiangues y hizo que le heciesen en el tiangues una tienda o pabellón llamado Xupáquatá y puniese, como ponían, a la diosa Xarátanga en aquel pabellón, hecha una cámara de mantas pintadas y asentábase encima de muchas mantas. Y estando en aquel pabellón decía que le llamasen los mancebos hermosos que pasaban por el mercado y todo el día se juntaba con ellos, dentro de aquel pabellón. Y decía que les dijesen: "si yo fuera varón, ¿no me juntara con alguna mujer?". Esto hacía aquella mujer. ¡Pluguiera a los dioses que la tomaran y la sacrificaran sus hermanos y la echaran en el río! 1204 Por esto no ha de haber señor en Taríaran donde está Zurunban.‖ Aramen, uno de los primos de Taríacuri, fue mandado asesinar por Carícaten, señor de Xarácuaro, por acostarse con su mujer, en el mercado de Paréo: ―Y hacíase un gran mercado en Paréo, que estaba cerca de allí. Y venía a este mercado su mujer de Carícaten, señor de la isla de Xaráquaro, desde la isla. Y Aramen fué acaso al tiánguez, y era muy hermoso Haramen y venía todo entiznado, como se usaba. Púsose cabe el mercado, y mirándole aquella señora, mujer de Carícaten (las señoras como son incontinentes), envió por él y dormieron juntos. Pasaba muchas veces la laguna por venille 1205 a ver y descendió Aramen al mercado, y allí se topan ellos, y no había quien los viese.‖ 1199 Es bien sabido que a finales de la década de 1530, Vasco de Quiroga promovió el traslado de la sede episcopal de Tzintzuntzan a Pátzcuaro para erigirla como nueva capital de la provincia; de esta época proviene un mandamiento de Antonio de Mendoza fechado el 10 de enero de 1540 y reconfirmado el 7 de diciembre de 1555, que autorizaba que ―el tianguis que se hizo en el pueblo de Zinzunzan, se pase a la ciudad de Michuacan‖, refiriéndose a Pátzcuaro. PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los inicios de la época colonial‖, Óp. Cit., P. 148. Apud. AGN, Ramo mercedes, vol. 4, f. 265. 1200 RM, Segunda Parte, Caps. XIV y XXII, ff. 86 y 101 v, Pp. 63 y pássim. 1201 En una carta de Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres, le mandó hacer sementeras en los pueblos de su encomienda, que los indígenas de ―Comanja hagan mi sementera en la vega de Comanja que está abajo del tiangues cabe los aposentos…‖ [Juan Infante a su mayordomo Cristóbal de Cáceres. ―V. Carta de 15 de enero de 1534‖], en: WARREN, J. BENEDICT. La administración de los negocios de un encomendero en Michoacán, Óp. Cit., P. 49. 1202 ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Óp. Cit., T. I, Pp. 79. 1203 RM, Segunda Parte, f. 101, P. 93. 1204 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 113, P. 117. 1205 RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86, P. 63. 297 Y Antonio Caicedo, primer explorador español que visitó Tzintzuntzan y que fue mayordomo de Hernán Cortés en Michoacán durante la década de 1520, declaró en un pleito en 1532 sobre que los indios que ―ha visto en muchas borracheras quellos hazen juntandose cantidad dellos e haziendo sus areytos como es publico e notorio se emborrachan e salen fuera de juizio e que en muchos mercados e tianguez de la dicha provincia a estado este testigo e antes que se castigase este pecado de la sodomia supo este testigo muchas vezes que se dezian los indios preguntandoles este testigo porque hazen los sacrificios e ydolatrias e sodomias que en los dichos tianguez avia indios someticos que usaban e trayn por trato e granjeria e lo traian por oficio ser someticos y estar en los dichos tianguez e hazer el dicho pecado e abominacion con los indios que se lo pagaban e muchas vezes un naguatato español mostro a este testigo en los tianguez indios de los que dizque trataban e usaban dicha sodomia el qual español se dezia Juan e despues lo mataron los indios de Mechoacan e questo acerca 1206 deste pecado e de lo demas que dicho tiene es muy publico e notorio…‖ Con la información de la prostitución en los tianguis tarascos prehispánicos, queda claro el pasaje de la RM cuando la primera mujer de Taríacuri lo engañó con Xorópiti y Taréquzyngata; a la mañana siguiente, después de haber cometido el adulterio ―…ella llegó entonces a la puerta, y habíase bañado. Llevaba en la mano una jical de pescado, y miraba y parábase muchas veces a la puerta, como quien ha hecho algud mal y de rato en rato acechaba para querer entrar; y ataviábase las naguas apretándolas, y juntaba las manos estregándolas una con otra. Y determinóse de entrar y como entró, puso allí el pescado donde estaba Taríacuri y díjole: "señor, seas bien venido". Y él le respondió: "señora, tú también seas bien venida". Y dijo ella: "ay señor, que fuí a comprar un poco de pescado". Y entróse hacia dentro y como volviese las espaldas, paróse a una entrada de una puerta. Y llamó Taríacuri y dijo: "hora venga mi tía". Y respondió su tía, que estaba allí y díjole Taríacuri: "ven acá y lleva este pescado y cuécelo todo. Nosotros, ¿qué, habemos de comer pescado del burdel? [borrado] ¿Habíamos de comer este pescado?". Y la mujer estaba a la puerta escuchando y tornó a decir Taríacuri: "levadlo todo y coceldo y queden algunos pocos para que pongamos ofrenda dello a Curícaueri. Esta afrenta no se ha hecho a mí sino a Curícaueri". Y entróse 1207 en casa su mujer, y Taríacuri tornó al monte por leña para los fogones.‖ Gilberti registró varias palabras relacionadas con la prostitución: ―Burdel rameria. amexengachaeueri quahta‖, ―Puta del burdel. hihcheuiremba cuiripeta ymspequareri. vel. cuxarequa himbo mayapeti‖, ―Puta ramera, amexenga. ambetze. cuirangari‖, ―Puteria. amexengaqua. ambetzaqua. cuirangariqua‖, ―Ramera puta onesta. amexengati. chanari.‖1208 Sin pretender dar una traducción exacta, la palabra cuxarequa himbo mayapeti podría traducirse como ―miembro de mujer de o por mercader‖, de las palabras ―Cuxarequa. Matriz; o miembro de mujer‖, la preposición himbo ―de‖ o ―por‖, y ―Mayapeti. Mercader.‖1209 En el DGLM se asentó la entrada ―Mayahpequareni cuxarequa. Vender la mujer su cuerpo‖.1210 Por las fuentes mencionadas hasta ahora, parece que la prostitución en el Tzintzuntzan Irechequa era tanto masculina como femenina; sin embargo el tema de la sexualidad entre los tarascos no es del todo conocido, debido a la falta de fuentes y que las existentes no han sido trabajadas. 1206 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., P. 424. 1207 RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 90, P. 71. Cursivas nuestras. 1208 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 296, 555, 561 1209 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 78, 106; DGLM, T. I, P. 217; T. II, P. 236. 1210 DGLM, T. II, P. 310. 298 Los mercados satisfacen los bienes y servicios de una región, pero para una zona extensa, es necesaria la integración de los mercados. ―Las economías de mercado poseen lugares centrales que están jerárquicamente organizados e interrelacionados en formas establecidas. Varios centros tienen mercados en tiempos y lugares que permiten el desplazamiento de hombres y personas entre ellos, ayudando a dar mayor flexibilidad a vendedores y compradores, como queda ejemplificado en la teoría de la plaza central‖.1211 Así como el tributo respondía a la jerarquía de los asentamientos, en que los productores dispersos llevaban su tributo a las cabeceras, de igual manera, los mercados respondían a la organización territorial y a la demanda de bienes. Los bienes más comunes y menos costosos estarán en múltiples mercados y con venta frecuente, los bienes raros y costosos estarán en pocos mercados y su venta será menos frecuente; de igual manera, a una densidad demográfica mayor, la demanda de artículos será más grande, y la frecuencia de los mercados será continua.1212 ―Los sistemas calendáricos ejercen gran influencia sobre las pautas temporales de los mercados. Una de las preocupaciones básicas de la programación de mercados es la simplicidad. Es crucial que compradores y vendedores por igual sepan cuándo se celebran los mercados. Por consiguiente, las fechas mejores y más fáciles de recordar son las que coinciden con las unidades fundamentales de tiempo de un sistema calendárico 1213 determinado. La regularidad no basta por sí sola.‖ Lamentablemente desconocemos cómo era el calendario o calendarios de los tarascos prehispánicos, sólo sabemos que los tarascos contaban 20 días cada luna, durante estos veinte días se celebraban las fiestas, probablemente el año tarasco estaba dividido en 18 meses y 5 días extras para completar los 365 días.1214 Gilberti registró varias entradas de que el mercado o feria1215 se realizaban cada cierta cantidad de días: ―Feria de cinco en cinco días. yupequarechan mayapeto haquaro‖, ―Feria de nueue en nueue días yunthapequarechan mayopeto haquaro‖, ―Feria de veinte en uente días. mandan tacacurini mayapeto haquaro‖.1216 Se ha considerado que los centros urbanos más importantes celebraron mercados diarios o permanentes,1217 mientras que ―la secuencia de cinco días era la unidad básica de los mercados mesoamericanos. […] Sin embargo, en los poblados en que se celebraban mercados diarios, la secuencia de cinco días era acumulativa: el mercado de cinco días era más grande y más importante que el mercado diario.‖1218 La misma lógica aplicaría para los mercados de veinte días, si en un gran centro se celebraba mercado a diario, el de veinte días sería el más importante para que coincidiera con la fiesta.1219 1211 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., P. 77. 1212 Ibíd., Pp. 77-81. 1213 Ibíd., P. 84. 1214 El calendario tarasco lo analizamos en el apartado titulado ―Agricultura, astronomía y fiestas. El tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica‖, que se encuentra en este mismo capítulo. 1215 ―FERIA, es lo mesmo que mercado, aunque incluye en si gran concurso de gente y mercaderias […] Ay otras ferias particulares, que llamamos comunmente mercados […] Feriar, es comprar y vender, y trocar vna cosa por otra.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra F, P. 400v. 1216 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 426; DGLM T. I, P. 367. 1217 El hecho de que en Tzintzuntzan no se hacía mercado durante 5 días por la muerte del cazonci, indica que el mercado ahí era a diario. RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 32, P. 225. 1218 HASSIG, ROSS. Comercio, tributo y transportes. La economía política del Valle de México en el siglo XVI, Óp. Cit., Pp. 85-89 y 91. 1219 La conquista trastocó en parte las estructuras comerciales, por ejemplo Alonso de la Rea mencionó cómo fray Juan de San Miguel modificó los días de mercado en Uruapan, y sí bien las pestes habían 299 Con toda la información que hemos mostrado hasta aquí, mencionaremos algunas palabras sobre la cuestión de sí el Estado tarasco tenía injerencia en el comercio. Nosotros nos posicionamos junto a autoras como Helen Pollard, en considerar ―que la economía tarasca se encontraba dominada por dos tipos altamente independientes de flujo de bienes y servicios: el tributo controlado por el Estado y los mercados regionales.‖1220 Los elementos que consideramos que sostienen el argumento que existió una economía política planificada son: 1) el alto grado de centralidad política, en que los caciques de los pueblos eran nombrados directamente por el cazonci o requerían la aprobación de éste para gobernar en los pueblos; 2) la compleja red burocrática encargada de recolectar los tributos a lo largo y ancho del territorio, que sostenía las instituciones del Estado tarasco, como la casta sacerdotal encargada de reproducir la ideología de la clase dominante, y los ejércitos tarascos, son la muestra evidente de dicha planificación económica; 3) la estructura y expansión territorial tarasca requería el dominio efectivo al interior de su territorio, el mantenimiento de las vías de comunicación, la extracción asegurada de recursos, y la defensa de las fronteras, 4) las guerras no sólo eran para conquistar pueblos y apropiarse del tributo, sino para controlar las líneas comerciales, recordemos que los bienes de prestigio, suntuarios y de lujo generan concentración de riqueza, está puede ser monopolizada por un grupo, en este caso fue monopolizada por la clase dominante tarasca, conformada por gobernantes, sacerdotes, guerreros y mercaderes, 5) el papel que jugó el Estado como como redistribuidor fue fundamental para conectar los distintos nichos ecológicos bajo su control, facilitando el suministro de recursos escasos básicos. Un ejemplo de esta distribución que se ha identificado en el contexto arqueológico, ha sido la obsidiana. Los yacimientos más importantes de obsidiana en Michoacán son los de Zinapécuaro-Ucareo y Zináparo-Varal, y fueron explotados desde épocas remotas. Desde el Preclásico temprano (ca. 1500-900 a. de. n. e.) y medio (ca. 900-300 a. de. n. e.), la obsidiana del yacimiento de Zinapécuaro-Ucareo se comercializó ampliamente al sur y centro de México. Durante el Clásico temprano (ca. 0-100/300 de. n. e.) y medio (ca. 300-400 de. n. e.), periodos que coinciden con el esplendor del poderío de Teotihuacán, no se usó la obsidiana de Ucareo en la cuenca de México, pero si se usó en las tierras bajas mayas. Tras la caída de Teotihuacán, en el Epiclásico (ca. 600/650 al 1000 d.n.e.), la obsidiana de Ucareo tuvo gran importancia, pues llegó a varias regiones mesoamericanas, como Guatemala, Chiapas, la costa de Veracruz, los valles de Oaxaca, y volvió a fluir hacia la cuenca de México, así como para las elites de Xochicalco y Tula. En la región de Zacapu durante la fase Milpillas (1200-1250 de. n. e.), aparecieron talleres especializados en los asentamientos urbanos, con lo que ―las navajas prismáticas para este entonces se vuelven un objeto común, accesible a cualquier clase de minorado, ―…no el comercio, que como es de todo el reino, no cesa la contratación en todos los géneros de la provincia y la tierra. Y así, el concurso es tan numeroso que obligó al pueblo a que introdujera todos los días ―tianguis‖, a quien nosotros llamamos ferias, donde se vende, compra y trueca, desde las cinco de la tarde, hasta las nueve de la noche. Y para evitar la confusión de la noche, así en la feria como para volverse a sus casas, usan los indios atar en unos quiotes, tan largos como una asta, manojos de ocote o tea que, encendidos, hacen una llama muy hermosa; y son tantos, que todo el pueblo parece un incendio troyano, y así venden y compran y vuelven a sus casas.‖ REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…, Óp. Cit., Lib. I, Lib. Cap. XXV, P. 299. 1220 PERLSTEIN POLLARD, HELEN; VOGEL, THOMAS A.. ―Implicaciones políticas y económicas del intercambio de obsidiana dentro del Estado tarasco‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; NOVELLA, ROBERT (Coordinadores). Arqueología del Occidente de México: Nuevas aportaciones. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 1994, P. 160. 300 gente.‖1221 Pero durante el Posclásico Tardío (1200-1522 de. n. e) el patrón de explotación e intercambio de obsidiana cambió notoriamente con la aparición del Estado tarasco, desapareciendo de los asentamientos de la cuenca de México, pero siguió siendo usada en Morelos, el Soconusco y las tierras bajas mayas. Helen Pollard y Thomas A. Vogel analizaron artefactos líticos de obsidiana encontrados en Tzintzuntzan y sitios de la frontera tarasco-mexica, Acámbaro, Taximaroa, Tuzantla, Zizirícuaro y Zitácuaro. Los análisis químicos dieron por resultado que 76% de los artefactos de obsidiana de Tzintzuntzan y 89% de los artefactos de los sitios fronterizos, provienen de Ucareo, y cuando se suman los artefactos de Zinapécuaro, los totales combinados del yacimiento Zinapécuaro-Ucareo, son 83% de Tzintzuntzan y 89% de los sitios fronterizos. El resto de la obsidiana proviene del yacimiento de Zináparo-Varal o de origen fuera de las fronteras del Estado tarasco, de yacimientos localizados en Jalisco y Puebla. ―Más del 88% de la obsidiana de Tzintzuntzan, y 92% de la obsidiana en los sitios fronterizos, puede asignarse a las fuentes localizadas dentro de los límites del Estado tarasco. La mayor parte de la obsidiana que debió de haber sido importada al territorio tarasco era de color verde…‖1222 Con estos datos es posible peguntarse dónde, cómo y para quién era explotada la obsidiana michoacana. Los resultados reflejan que la capital tarasca y los sitios fronterizos orientales eran abastecidos desde el yacimiento de Zinapécuaro-Ucareo,1223 mientras que para otros sitios tarascos se abastecían del yacimiento de Zináparo-Varal, lo que indica que dicho abastecimiento contó con distritos regionales con mercados especializados en la distribución de obsidiana. La presencia de obsidiana verde y de origen desconocido, cuya procedencia se encuentra más allá de las fronteras que tuvo el Tzintzuntzan Irechequa, muestra que éstas fueron obtenidas a través del comercio y no del tributo, lo que indica que no eran equivalentes. Para el caso de Tzintzuntzan, la obsidiana de Ucareo fue encontrada en talleres donde se procesaban objetos suntuarios y ornamentales asociados a la clase dominante, mientras que en la zona residencial de la clase dominada, se encontraron diseminados artefactos de obsidiana roja o clara del yacimiento de Zináparo, ―lo cual podría indicar que, mientras que el material era adquirido principalmente por la élite, fluía a través de las redes de mercado más que las de tributo o de prebendas.‖1224 La evidencia arqueológica sugiere que la obsidiana de Ucareo fue transportada hacia Tzintzuntzan en forma de macronúcleos, es decir, piezas semitrabajadas de obsidiana listas para extraer navajillas prismáticas u otras herramientas, mientras que la obsidiana roja de Zináparo fue importada en forma de nodúlos sin trabajar, que serían procesados en los talleres. ―Las obsidianas restantes son todas de color verde, y fueron probablemente adquiridas por comerciantes a gran distancia patrocinados por el Estado. Éstas conforman la mayor parte de la obsidiana que transitaba a través de los límites políticos del Estado, y representa hasta ocho distintas fuentes.‖1225 Esta obsidiana verde era obtenida a través del comercio a larga 1221 ESPARZA LÓPEZ, RODRIGO; TENORIO, DOLORES. ―Las redes de intercambio de la obsidiana en la Tierra Caliente de Michoacán durante los periodos Epiclásico y Posclásico‖, en: WILLIAMS, EDUARDO (Editor). Bienes estratégicos del antiguo occidente de México. Producción e intercambio. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Occidente), 2004, Pp. 77-82. 1222 PERLSTEIN POLLARD, HELEN; VOGEL, THOMAS A.. ―Implicaciones políticas y económicas del intercambio de obsidiana dentro del Estado tarasco‖, Óp. Cit., Pp. 165-166. 1223 Baptista de Lagunas de Lagunas registró las entradas ―Tzinapu. Y de aqui sale Tzinhapiquarho, lugar de nauajas i adonde las toman o compran: porque alli ay la piedra que las hazen.‖ BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 267 [64 en la paginación original]. 1224 Ibíd., P. 172. 1225 Ibíd., P. 173. 301 distancia, en nódulos en bruto o macrónucleos, para que fueran trabajados por los artesanos profesionales, y fue consumida por la clase dominante tarasca. Un último tema tiene que ver con la tenencia de yacimientos de obsidianas, Helen Pollard y Thomas A. Vogel mencionan que: ―Así como no existe mención alguna de obsidiana en el contexto de los requerimientos tributarios de las comunidades, tampoco hay mención de canteras de obsidiana entre los recursos propiedad del Estado. Por supuesto, esto no quiere decir que éstas se encontraban bajo control local o privado, sino que no eran de interés para los colonos españoles. […] Así pues, la conclusión más lógica –a menos que se encuentre evidencia de lo contrario en las mismas canteras- es que las minas de obsidiana no se encontraban controladas por la dinastía real. Si bien las minas pudieron haber sido una fuente de poder político local, no existe evidencia de que tanto las minas como el comercio hayan sido fuente de poder para la élite tarasca. Los comerciantes tarascos a larga distancia adquirieron varios recursos raros desde fuera de los límites del territorio tarasco, actuando directamente bajo pedido de la dinastía real. Aunque el acceso a estos recursos se encontraba controlado por el rey, y los bienes mismos eran símbolo de alto status social, no existe evidencia de que la élite política tarasca controlara directamente las rutas de comercio, o de que hubiera establecido 1226 su poderío con base en su acceso a estas rutas.‖ Consideramos que estas palabras deben replantearse a la luz de lo que hemos mencionado a lo largo de este apartado. En primer lugar, ya vimos como en el sistema de tenencia de los medios de producción tarasco, el territorio era propiedad del dios Curícaueri; tierras, aguas, bosques, caza, pesca, minerales, eran en última instancia administrados y repartidos para su explotación por el que estaba en lugar de Curícaueri, 1226 Ibíd., P. 174. Sin embargo, al parecer Helen Pollard cambió de opinión sobre el control del Estado tarasco en las canteras de obsidiana de acuerdo con nueva información. Rodrigo Espaza López y Dolores Tenorio citaron un trabajo posterior de Pollard del año 1998, en que se analizaron las colecciones de 4 sitios de la cuenca de Pátzcuaro (Urichu, Jaráquaro, Pareo y Tzintzuntzan), correspondientes a diferentes períodos (Clásico, Epiclásico y Posclásico), y se concluyó que antes del Estado tarasco, del 50% al 90% de los ejemplares de obsidiana de Tzintzuntzan se abasteció del Cerro Varal, situación similar a los otros sitios de la cuenca, mientras que para estas fechas la presencia de obsidiana de Ucareo es prácticamente nula. Como ya se mencionó, esta situación cambió durante el Posclásico Tardío, en que la obsidiana de Ucareo ―aparece en lugares de la elite tarasca, indicando según Pollard, que la dinastía central tarasca controlaba directamente los yacimientos de Ucaeo y las navajillas prismáticas venidas de éste mismo yacimiento. En cambio, la obsidiana de Varal aparece en cantidades importantes en todo el resto de la cuenca de Pátzcuaro, aunque no existe una especialización marcada.‖ ESPARZA LÓPEZ, RODRIGO; TENORIO, DOLORES. ―Las redes de intercambio de la obsidiana en la Tierra Caliente de Michoacán durante los periodos Epiclásico y Posclásico‖, Óp. Cit., Pp. 82-83. Apud. PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Proyecto: Los señoríos Urichu, Xarácuaro y Pareo: un método para investigar el desarrollo del Estado tarasco‖, en: ÁVILA, RICARDO; et. al. (Editores). El occidente de México: arqueología, historia y medio ambiente. Perspectivas regionales. Actas del IV Coloquio de Occidentalistas. Guadalajara, Universidad de Guadalajara, Instituto Francés de Investigación Científica para el Desarrollo en Cooperación, 1998, Pp. 211-220. Sin embargo, hemos consultado dicho texto, y no hemos encontrado los análisis de obsidiana que citan Rodrigo Espaza López y Dolores Tenorio, ni la postura de que los yacimientos hayan estado bajo control de la dinastía real tarasca. En nuestras pesquisas, sabemos que Pollard presentó una ponencia en 1998 (PERLSTEIN POLLARD, HELEN; GLASCOCK, MICHAEL; RIZO, MICHAEL. ―Preliminary analysis of obsidian sources from the lake Pátzcuaro basin: the Urichu, Xaracuaro and Pareo polities‖, ponencia, 21, Reunión Anual de Midwest Mesoamericanists, marzo, Michigan State University, East Lansing, 1998). Probablemente hubo una confusión por lo similar de los títulos; lamentablemente no tuvimos acceso a la ponencia y no pudimos confrontar la información y si ahí Pollard reconsideró su postura sobre el control del yacimiento de Zinapécuaro-Ucareo por parte de la dinastía real tarasca. Aunque en otro trabajo, Pollard si reconsidero que ―la dinastía real otorgaba oficialmente el acceso a tierras, aguas, bosques y recursos minerales, aunque en la práctica el acceso para trabajar la tierra se repartía dentro de las comunidades conforme a los lazos tradicionales de parentesco y la tierra era adquirida por los reyes para apoyar a los funcionarios estatales (angámencha) y para el servicio de los templos y de los dioses.‖ PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Jerarquía y heterarquía en el mundo prehispánico tarasco. La transformación dentro de una tradición‖, Óp. Cit., P. 58. 302 el cazonci y la entidad política tarasca, el irechequa, junto a la clase dominante. En segundo lugar, el ejemplo de la tenencia de las minas y explotación del cobre en la Tierra Caliente nos puede dar una idea de en qué términos se explotaban las minas de obsidiana; la información documental sobre el cobre no menciona un monopolio directo por parte del Estado tarasco de las minas, sino de la extracción del plusproducto a través del tributo. Es poco probable que sí el Estado tarasco se apropió de muy variados recursos escasos de lujo localizados en su territorio por medio del tributo, la obsidiana haya sido una excepción, teniendo en cuenta es un recurso escaso básico, su importancia para manufacturar herramientas de diversa índole usadas por la clase dominada, así como la manufactura de artefactos ornamentales y suntuarios,1227 además de ser un recurso fundamental para para la elaboración de armamento. En tercer lugar, aceptamos que no había un monopolio directo del Tzintzuntzan Irechequa sobre las rutas de comercio, sin embargo, pocas sociedades preindustriales lograron consolidarse como entidades políticas poderosas sin que hubiera una simbiosis estrecha entre las elites políticas, religiosas, militares y comerciantes. En el caso tarasco, todas estas elites formaban parte de la clase dominante, y hay indicios de que se traslapaban sutilmente; el cazonci era el rey o gobernante máximo, juez supremo, sacerdote sacrificador, guerrero quangáriecha o valiente hombre, y tenía mercaderes a su servicio. Redistribución del tributo Una última cuestión para comprender el tema de la circulación de bienes en el Estado tarasco, tiene que ver con la distribución de los bienes acumulados por la clase dominante. Una parte del tributo acumulado era redistribuido hacía diferentes gastos para mantener de la infraestructura económica, política, militar e ideológica del Tzintzuntzan Irechequa. En el prólogo de la RM, Jerónimo de Alcalá mencionó que ―yo no he hallado otra virtud entre esta gente, si no es la liberalidad que, en su tiempo, los señores tenían por afrenta ser escasos…‖1228 Sebastián de Covarrubias asentó que la ―liberalidad‖ proviene de ―LIBERAL, Latine liberalis, el que graciosamente sin tener respeto a recompensa alguna, haze bien y merced a los menesterosos, guardando el modo deuido para no dar en el estremo de prodigo: de donde se dixo liberalidad la gracia que se haze.‖1229 Algunos episodios que explican la liberalidad del cazonci, es cuando sus ejércitos conquistaban un asentamiento, subyugaba a sus habitantes, y los adoptaba como ―hermanos‖ para que volvieran a poblar en los pueblos;1230 cuando realizaba una alianza sellada son matrimonio y adoptaba a sus cuñados por ―hermanos‖,1231 o cuando perdonaban la vida de los malhechores.1232 En la RM, los informantes indígenas, al menos don Pedro Cuiniarángari, se refirió en distintas ocasiones sobre los españoles que eran muy ―liberales‖.1233 Así mismo, los tarascos tenían la creencia de que los dioses eran muy liberales, que daban de comer a la 1227 Basta con recordar las palabras de Jerónimo de Alcalá sobre los que querían ser señores: ―Dicía en su tiempo esta gente, que los que habían de ser señores, que habían de tener consigo a Corícagueri y que si no le tenían, que no podían ser señores. Y por eso le guardaban los señores con mucho cuidado y después sus hijos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 109v, P. 110. 1228 RM, Prólogo, f. 2v, P. 6. 1229 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra L, P. 523v. Mayúsculas originales. 1230 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155; Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200. 1231 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63v, P. 18; Tercera Parte, ff. 24v-25, P. 210-211. 1232 RM, Segunda Parte, Cap. XVI, f. 92, P. 75. 1233 RM, Tercera Parte, Caps. XXIV, XXVI, ff. 45v y 51, Pp. 252-263. 303 humanidad,1234 y cuando Taríacuri era niño, sus mentores le dijeron ―harta de leña a todos cuantos dioses son. Mira que es muy liberal Curícaueri, que hace las casas a los suyos, y hace tener familia y mujeres en las casas, y viejos que hacen fuego y hace tener alhajas y esclavos y esclavas, y hacer poner en las orejas orejeras de oro, y en los brazos brazaletes de oro, y a la garganta collares de turquesas y plumajes verdes en la cabeza.‖1235 En otra parte, el fraile compilador de la RM volvió a referirse a esta virtud de los señores con más detalles: ―Todos estos señores no tenían otra virtud sino la liberalidad, que tienían por afrenta ser escasos. Cuando entraban en su casa, que inviaba algún cacique de algún pueblo, hacíanles dar mantas a los mensajeros y camisetas. Repartían muchas veces mantas a la gente, en sus 1236 fiestas y banquetes que hacía a todos los señores.‖ Esta liberalidad era una de las obligaciones de los caciques, cuando un sacerdote cúritiecha hacía un discurso para poner al nuevo cacique, amonestaba a la gente del pueblo que le hiciera sus sementeras, además ―…decía al cacique nuevo: "no ansí, fácilmente, se hacían caciques a todos, mas aquellos que fuertemente tienen las azadas, quienes hacían las sementeras de los cazonçies y eran muy obidientes. Trabaja, ¿con qué has de regir la gente si no entiendes de hacer sementeras? ¿Qué has de dar de comer a los que entraren en tu casa?". Decía a los 1237 principales: "no os apartéis del cacique, vosotros principales".‖ Alonso de Zorita mencionó que está era costumbre muy antigua en la Nueva España, ya que la gente de los barrios ―á su principal ó cabeza le labraban una sementera para su sustento, y le daban servicio conforme á la gente que había en el barrio, y era por el cuidado que dellos [los indios] tenía [el cacique], y por lo mucho que gastaba en las juntas [ceremonias] que se hacían por año en su casa en pro del común; y esto no lo pagan por mandado del Señor supremo ni de obligación, si no era la que tenía por ser esta su costumbre antiquísima, y ansí no era en prejuicio del tributo del [señor] supremo.‖1238 Como ya mencionamos, ésta redistribución del tributo de bienes materiales que daban el cazonci y los caciques, servía para distintos rubros de la infraestructura del Tzintzuntzan Irechequa. Está redistribución se puede relacionar con el potlach, que es ―un intercambio de regalos competitivo, en el cual los que contienden por obtener más rango social organizan complejas festividades que incluyen grandes distribuciones de bienes, a fin de incrementar el prestigio del interesado. Se esperaba que los rivales respondiesen con ceremonias más elaboradas aún o que corriesen el riesgo de sentirse humillados.‖1239 En el aspecto económico, los excedentes alimenticios permitían sustentar una serie de cuadrillas de trabajo, conformadas por personas que se encargaban (ya haya sido de forma temporal o de forma profesional), de construir obras públicas, dar mantenimiento a la arquitectura pública, cuidar los caminos, o transportar artículos como tamemes. Además ―…las casas nobles desempeñaban un importante papel en la organización del ciclo ceremonial y, por lo tanto, en la organización de los 1234 RM, Segunda Parte, Caps. II, XXXI, ff. 65v y 132, Pp. 22 y 155. RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 77v, P. 45. 1236 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. Cursivas nuestras. 1237 RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 23, P. 207. Cursivas nuestras. 1238 ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P. 142. 1239 [BARFIELD, THOMAS] ―potlatch‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Óp. Cit., P. 417. 1235 304 ciclos de producción. Por medio de la actividad ceremonial también desempeñaban un importante papel redistributivo al acumular en los depósitos reales los cereales del tributo de los que se valían en caso de catástrofes repentinas‖,1240 como sequías y malas cosechas. La redistribución del tributo para el rubro militar era fundamental, ya que permitió el ―tributo estratégico‖. Está documentado como algunos de los pueblos de la frontera, al momento de pagar el tributo, llevaban bastimentos para mantener las guarniciones de guerreros profesionales, que defendían el territorio de amenazas externas. Estos alimentos eran producidos en sementeras que pertenecían al cazonci y al Estado tarasco, y eran almacenados en trojes, las famosas ―trojes para la guerra‖. Estas debieron localizarse a lo largo y ancho del territorio tarasco para proporcionar una parte de los bastimentos que necesitaban los ejércitos de leva, cuando el cazonci convocaba a la gente a la guerra. En el aspecto ideológico, el tributo redistribuido permitía la reproducción de la ideología de la clase dominante a través de las fiestas. Aunque son pocas las referencias de cómo se realizaban las fiestas en el Michoacán tarasco, se sabe que eran grandes conglomeraciones de gente en los centros ceremoniales de los asentamientos, dónde se requerían una variedad de artículos para realizar los rituales. Desde comida de maíz, frijol, chile, carne de venado, pescados, miel, pulque; copal, substancias como tabaco, hierbas medicinales, enteógenos; objetos de cantería, obsidiana, madera, alfarería, pieles de animales, plumajes, orfebrería; así como esclavos y prisioneros; muchos artículos que tenían que tributar los distintos especialistas, algunos de ellos requerían materias primas para manufacturar objetos que tenían que intercambiarse desde fuera del hinterland de sus lugares de origen, o desde lugares más allá de las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa. Estos especialistas tenían que ser sostenidos por las elites, quienes eran los que utilizaban objetos suntuarios artesanales, elaborados con materias primas exóticas obtenidas, algunas veces, a través de mercaderes. Por medio de los objetos suntuarios de lujo proporcionados por el gobierno central a los caciques locales, se lograba reproducir la ideología de la clase dominante, al legitimar su autoridad frente a los vasallos, además de generar sentimientos de pertenencia al linaje real de los uacúsecha. La economía política tarasca. Una recapitulación Haciendo una recapitulación, trataremos de contestar someramente las preguntas planteadas sobre el modo de producción de la sociedad tarasca. La forma de posesión de los medios de producción en el Tzintzuntzan Irechequa, recaían en última instancia en el cazonci y en la clase dominante del Estado tarasco, quienes tenían la facultad de darlas en comodato a los linajes nobles corporados para que fueran usufructuadas. Es probable que entre los ―campesinos libres‖ de la clase dominada, los purépecha, tuvieran derechos de forma comunal sobre tierras donde obtenían los productos necesarios para la producción y reproducción de su existencia. La tenencia de los objetos de trabajo al parecer también recaía en última instancia en el Estado, pero podían ser explotados de forma comunal por los miembros de una unidad administrativa, pueblo o barrio, con permiso del cazonci, y sólo cuando se les aplicaba trabajo para transformarlos en materias primas, es que el Estado podía enajenarlos. Por otro lado, los instrumentos de 1240 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 134. 305 trabajo podían pertenecer a individuos o familias, y también podían ser enajenados, requisados, capturados, tributados y probablemente intercambiados o comerciados. Por lo que puede leerse entre líneas, las relaciones sociales de producción en el Michoacán del Posclásico Tardío, parecían ser más de servidumbre, y determinadas históricamente por la asociación personal o territorial, que del tipo asiático o despótico oriental. De los trabajadores agrícolas, se encontraban grupos de campesinos, los terrazgueros açípecha y mimiecha, que estaban adscritos al linaje real y a los linajes nobles. La diferencia al parecer, es que los açípecha estaban vinculados estrechamente a individuos nobles, pero cuyo origen era la condición de esclavitud, heredada a causa de la guerra o la compra-venta de sus antepasados; mientras que los mimiecha probablemente estuvieron asociados a individuos nobles, pero en una relación más de vasallaje y emparentamiento. Por otro lado, los purépecha estaban subyugados al cazonci y tenían que pagar tributo en forma de trabajo en las tierras fiscales. Otro tipo de relaciones sociales de producción son los terúparaquaebaecha, esclavos que servían para el servicio doméstico de los linajes nobles, y adscritos personalmente. Sobre los especialistas como artesanos y mercaderes, es difícil de determinar su lugar en las relaciones sociales de producción por la falta de documentación, pero al parecer unos eran sustentados por los mismos linajes nobles, y mantenían vínculos estrechos con ellos, o formaban linajes de especialistas. Dependiendo el tipo de tenencia sobre la tierra que trabajaban los campesinos bajo las diferentes relaciones sociales de producción, el tipo de trabajo y la distribución de los excedentes eran distintos. En las tierras fiscales del Estado, los purépecha pagaban tributo en forma de trabajo comunal; en las tierras del cazonci y de los nobles, los terrazgueros tenían que pagar tributo con la mayor parte de la cosecha a los usufructuarios de las sementeras, y probablemente una parte de ella servía para sustentar a los mismos terrazgueros. Por otro lado, en las tierras comunes, el trabajo en las tierras era familiar y se encargaban de cultivar su parcela, cuyo producto servía para sustento propio, y una parte probablemente se destinaba a la organización comunal o barrio para las fiestas. Es probable que los europeos hayan encontrado algunas similitudes cuasifeudales en el tipo de organización económica de las sociedades mesoamericanas, y por eso usaron diversos términos de su bagaje cultural para hacer referencia a las instituciones existentes. Sin embargo, viendo en su conjunto la información que tenemos sobre la economía política tarasca prehispánica, se puede observar y caracterizar que era un modo de producción tributario, en que el Estado (irechequa) como ―unidad superior‖, ―unidad omnicomprensiva‖ o ―colectividad superior‖, y el cazonci junto a la clase dominante tarasca, los angámencha, extraía, se apropiaba y redistribuía el plusproducto de las diferentes unidades administrativas territoriales que existían en el Tzintzuntzan Irechequa; independientemente de las formas de las relaciones sociales de producción, ya hayan gentilicias (Personenverband), territoriales (Territorialverband), o comunales, y de las diferencias étnicas, lingüísticas o religiosas; para planificar la circulación de bienes, ya que era fundamental para la expansión y defensa del territorio, y para la subsistencia de las personas que lo habitaban, debido a que los tarascos era una sociedad compleja, su economía era de producción y reproducción de la vida material. 306 20. LOS APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO TARASCO ―Hoy sabemos que la división originaria entre poseedores de la tierra y desposeídos fue encubierta por la división ideológica de la sociedad entre nobles descendientes de los dioses y macehuales vinculados a la tierra por nacimiento. Posteriormente esta desigualdad fue legitimada por la convivencia de ambos segmentos en un mismo territorio y la adopción de mitos que reconocían la existencia de orígenes comunes, el vínculo de sangre con un ancestro legendario, y la práctica de ritos y cultos que legitimaban las creencias. Y precisamente el tema que aquí nos ocupa, la pertenencia a un linaje, fue la base de esta ideología integradora cuyo fin último era legitimar la desigualdad.‖ 1241 Enrique Florescano, Los orígenes del poder en Mesoamérica, 2009 Después de haber analizado los primeros cuatro ―momentos‖ de la actividad social que Marx y Engels consideraban que han coexistido y rigiendo la historia, que corresponden a la base material, vamos a abordar el último momento, el de la conciencia del ser humano como producto social,1242 la ideología. En el primer capítulo de ésta investigación, ya mencionamos como Marx consideró que la base material sirve de estructura sobre la cual se levanta la superestructura; por su importancia y para recapitular, volveremos a citar la única ocasión en que Marx escribió sobre estos conceptos de forma explícita: ―El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las 1241 FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica, Óp. Cit., Pp. 20-21. MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, Óp. Cit., T. I, 1975, P. 29. 1242 307 contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas 1243 sociales y las relaciones de producción.‖ El concepto de ideología se ha convertido en una palabra polisémica, debido a que es uno de los más vagamente usados, y cuyo significado se ha vuelto impreciso y variable. El término ―ideología‖ fue acuñado por el aristócrata republicano y filósofo francés Antoine Destutt de Tracy (1754-1836) en 1801, con la publicación de su libro Éléments d‟idéologie (Elementos de ideología), para él la ideología era una teoría general del origen de las ideas. Posteriormente el régimen napoleónico calificó de ―ideólogos‖ a los intelectuales republicanos que estaban en su contra, y así el término obtuvo un sentido peyorativo.1244 Pero las connotaciones actuales del concepto ideología fueron dadas por Marx y Engels; en 1845, escribieron La ideología alemana, para aclarar su nueva concepción de la historia, refutando a los filósofos Hegel y sus discípulos, los ―jóvenes hegelianos‖ (Bauer, Strauss, Stirner y Feuerbach). Es este texto, se asimiló la ideología con el idealismo alemán, y contraponiéndola con la ciencia, ―Marx y Engels entendieron por ―ideología‖ un tipo especial de ―conciencia falsa‖ determinada por las relaciones sociales. No lo aplicaron nunca al conocimiento verdadero, sino sólo a una forma de error socialmente condicionado.‖1245 Como ocurrió con otros conceptos marxistas, Marx y Engels nunca definieron el concepto de ideología, y lo abordaron desde aspectos múltiples, ―el concepto de ideología forma parte de un esquema teórico que Marx enuncia pero no alcanza a completar en una teoría acabada.‖1246 Hay que agregar además las dificultades para la elaboración de una teoría científica de la ideología, ya que esta se presenta como un nudo de múltiples significados. El desarrollo teórico del concepto ideología fue abordado por los continuadores de Marx y Engels, desde el mismo marxismo1247 y desde otras disciplinas y corrientes teóricas, que han aumentado el número de definiciones, pero también han aportado nuevas perspectivas sobre lo que es. Luis Villoro sintetizó cuatro caracterizaciones que se ha entendido por ideología desde la conceptualización marxista (Ver Cuadro 16). Así resaltó que las caracterizaciones 1 y 2 se refieren a un conjunto de enunciados falsos, mientras que las caracterizaciones 3 y 4 ―se refieren a creencias determinadas socialmente, pero no indican que sean verdaderos o falsas, sino por sus causas o consecuencias sociales.‖1248 Al atender preguntas diferentes, los dos pares de caracterizaciones responden a cuestiones teóricas diferentes: 1 y 2 responden a enunciados que no están justificados y las creencias expresadas en ellos, mientras que 3 y 4 responden a las creencias con causas y efectos socialmente determinadas. Ideología 1243 MARX, CARLOS. ―Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política‖ en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. URSS, Editorial Progreso, T. I, 1975. Pp. 517-518. Cursivas nuestras. 1244 RAFAEL LUIS, CARLOS. ―Cuando pensar era sentir: una mirada a la Gramática de Destutt de Tracy‖, en: Revista argentina de historiografía lingüística. Argentina, s. e., 2010, vol. II, núm. 1, Pp. 3953; [BOAS, GEORGE] ―ideología‖, en: RUNES, DAGOBERT D.. Diccionario de filosofía. Traducción de Ana Doménec, Sara Estrada, Juan Carlos García Barrón y Manuel Sacristán. 3ª edición castellana, México, Grijalbo, (Tratados y manuales Grijalbo), 2001, P. 184. 1245 VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología‖, en: El concepto de ideología y otros ensayos. 2ª edición, México, Fondo de Cultura Económica, (Biblioteca Universitaria de Bolsillo), 2007, P. 15. 1246 Ídem. 1247 Sin embargo, ―en los mismos escritores marxistas, pese a participar de una sola tradición conceptual, la palabra es usada a menudo sin precisión y en sentidos diferentes.‖ VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, en: El concepto de ideología y otros ensayos. 2ª edición, México, Fondo de Cultura Económica, (Biblioteca Universitaria de Bolsillo), 2007, P. 38. 1248 VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología‖, Óp. Cit., P. 19. 308 entonces puede entenderse con sentido gnoseológico y en sentido sociológico.1249 ―Con todo, en Marx se conserva la ambigüedad. Ideología es a la vez un concepto noseológico (una forma de error) y un concepto sociológico (―superestructura‖). Esta ambigüedad podría deberse a falta de precisión y de análisis conceptual, pero también a que Marx intentó con ese concepto un tipo de explicación teórica que sólo era posible al incluir en él tanto el nivel noseológico como el sociológico, aunque no acertó a precisar con claridad suficiente cómo se relacionaban ambos en el mismo concepto.‖1250 A pesar de que el entendimiento desde la filosofía del concepto ―ideología‖ es más complejo, y que en el marxismo-leninismo el sentido que usaron Marx y Engels se volvió vago, al considerar como sinónimo la ―ideología‖ de la ―conciencia falsa‖, ―superestructura‖ o ―reflejo‖, que llevó a una ―ideologización del marxismo‖, al grado de considerar cualquier idea como ideología,1251 nosotros nos limitamos a considerar el concepto de ―ideología‖ como el conjunto de creencias condicionadas por las relaciones sociales, cuyo fin es ser un instrumento de dominio de una clase sobre otra. 1249 Ibíd., P. 21-22. Ibíd., P. 22. 1251 VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, Óp. Cit., Pp. 38-88. 1250 309 EL CONCEPTO DE ―IDEOLOGÍA‖ POR MARX, ENGELS Y SUS CONTINUADORES Características 1-―Conjuntos de enunciados que tienen estas dos características: a) Presentan los productos de un trabajo como cosas o cualidades de las cosas independientes de ese trabajo; b) explican el proceso de producción por esos productos cosificados.‖ 2-―Conjuntos de enunciados que presentan como un hecho o cualidad objetiva lo que es una cualidad subjetiva. Esta caracterización general puede formularse de varias maneras: a) Enunciados que presentan intereses particulares, de clase, como intereses generales. b) Enunciados de valor (de preferencia personal) que se presentan como enunciados de hecho. c) Enunciados que se expresan deseos o emociones personales y se presentan como descriptivos de cualidades objetivas.‖ 3-―Conjuntos de enunciados que expresan creencias condicionadas, en último término, por las relaciones sociales de producción.‖ Ejemplo ―En Marx y Engels, ―ideología tiene este sentido cuando se aplica a la religión o a la filosofía idealista alemana. En ambos casos, se refiere a doctrinas que cosifican (reifican) ideas y que pretenden explicar por esas ideas a su productor o al procesos histórico de su producción. En el lenguaje común, tiene ese sentido cuando tildamos de ―deformación ideológica‖ el intento de explicar una actuación política por las ideas que declaran tener sus actores y no por la función objetiva que realmente cumple (juzgar, por ejemplo, la tendencia política de un partido o de un gobernante por sus declaraciones y discursos y no por las medidas que toma.) También tiene ese sentido al aplicarse, en El Capital, a la economía política clásica, que considera el valor como una cualidad de la mercancía y ésta como una ―cosa‖, ocultando así su carácter de producto de un trabajo concreto.‖ ―La formulación a se encuentra expresamente en La ideología alemana y en la Miseria de la filosofía. Las formulaciones b y c se pueden encontrar aludidas incidentalmente en escritos de Marx o Engels […] La ideología consiste en una forma de ocultamiento en que los intereses y preferencias propios de un grupo social se disfrazan, al hacerse pasar por intereses y valores universales, y así se vuelven aceptables para todos. En el lenguaje ordinario se emplea continuamente en este sentido; por ejemplo, si llamamos ideológica a una concepción moral que pretende imponérsenos, cuando nos parece responder a prejuicios y preferencias limitadas a un grupo o a una época.‖ ―Corresponden al concepto de ideología como parte de la superestructura social en Marx y en Engels. Aquí nos encontrarías con variantes según los distintos autores. Podría tratarse de estilos de pensar y creencias básicas de una época histórica, de creencias comunes al conjunto de una sociedad, o bien de creencias que corresponden a una clase o un grupo social específicos. De cualquier modo, ideológica sería cualquier creencias condicionada por las relaciones sociales. Este concepto de ideología es el que se encuentra también, con distintos matices, en la ―sociología del conocimiento‖. En este sentido solemos hablar, por lo común, de la ―ideología imperante en la Edad Media‖, de la ―ideología del capitalismo‖, o bien de la ideología de los ―grupos financieros‖, ―de las clases medias‖ o ―del proletariado‖.‖ 4-―Conjuntos de enunciados que ―La formulación a no se encuentra expresamente en Marx; sí en algunos expresan creencias que cumplen una autores marxistas, como Althusser. La formulación b se encuentra en función social: a) de cohesión entre Marx y en todos los autores marxistas. Junto con otras notas añadidas, los miembros de un grupo; b) de forman parte también del concepto de ideología como sistema dominio de un grupo o una clase organizado de creencias irracionales, destinado a dirigir a los individuos sobre otros. con vistas a una acción de dominio, utilizada por autores no marxistas [….] Ideología se define, así, no sólo por su condicionamiento social, como en la caracterización anterior, sino también por la función objetiva que cumple, en las luchas sociales, para lograr o mantener el dominio de un grupo. Ideológico resulta todo conjunto de creencias que manipulan a los individuos para impulsarlos a acciones que promueven el poder político de un grupo o una clase determinados.‖ CUADRO 16. FUENTE: VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología‖, Óp. Cit., Pp. 16-19. Elaboración propia. 310 Entre los sentidos que Marx y Engels dieron sobre el concepto de ideología, fue precisamente como un instrumento de dominio: ―Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, o sea, las ideas de su dominación. Los individuos que forman la clase dominante tienen también, entre otras cosas, la conciencia de ello y piensan a tono con ello; por eso, en cuanto dominan como clase y en cuanto determinan todo el ámbito de una época histórica, se comprende de suyo que lo hagan en toda su extensión, y, por tanto, entre otras cosas, también como pensadores, como productores de ideas, que regulan la producción y distribución de las ideas de su tiempo; y que sus ideas sean; por ello mismo, las ideas dominantes de la época. Por ejemplo, en una época y en un país en que se disputan el poder la corona, la aristocracia y la burguesía, en que, por tanto, se halla dividida la dominación, se impone como idea dominante la doctrina de la división de poderes, proclamada ahora 1252 como «ley eterna».‖ Las ideas de la clase dominante adquieren la forma de generalidad, como las únicas racionales y válidas universalmente. ―¿Qué demuestra la historia de las ideas sino que la producción intelectual se transforma con la producción material? Las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante.‖1253 Gracias a la ideología de la clase dominante, se logra la adhesión general a esas ideas, ocultando las contradicciones de las relaciones sociales, logrando mantener el statu quo de explotación y cohesión social de la clase dominada: ―La ideología favorece, con el dominio de las ideas, el dominio de una clase. […] Al presentarse como universalmente válidas, a todos los miembros de una sociedad, conceptos y valores propios de una clase, se propicia la adhesión general. Al adherirse a ellos todos los individuos, acaban aceptado el punto de vista de la clase y, dirigiendo su conducta por sus valores, se someten mentalmente a las creencias que favorecen y expresan los intereses de esa clase. Así, en la ideología el dominio real se disfraza y aparece como si fuera exclusivamente un dominio de las ideas sobre las conciencias. El individuo cree obedecer en su comportamiento a ideas universalmente válidas y en verdad obedece, sin saberlo, el 1254 orden de dominio de una clase.‖ Louis Althusser realizó un aporte significativo cuando habló sobre el papel de la ideología como una herramienta al servicio del Estado. Los clásicos del marxismo habían prestado atención al aparato (represivo) del Estado (AE), conformado por el gobierno, administración, ejército, policía, tribunales, prisiones, etcétera, que funcionan mediante la violencia, en los casos extremos, ya que no siempre implica represión física.1255 Sin embargo, Althusser propuso otro tipo de realidades que él denominó 1252 MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. ―‖Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista (I capítulo de La ideología alemana)‖, Óp. Cit., T. I, 1975, P. 45. 1253 MARX, CARLOS; ENGELS, FEDERICO. Manifiesto del Partido Comunista. Moscú, Ediciones en lenguas extranjeras, (Obras clásicas del marxismo-leninismo), 1953, P. 62. 1254 VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, Óp. Cit., P. 59. 1255 ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del estado (notas para una investigación)‖ en: ALTHUSSER, LOUIS. La filosofía como arma de la revolución. Traducción de Oscar del Barco, Enrique Román y Oscar L. Molina. 9ª edición, México, Ediciones Pasado y Presente, (Cuadernos de pasado y presente, núm. 4), 1979, P. 109. Esta realidad había sido notada por los clásicos del marxismo, es decir, el papel que juega la ideología para la reproducción de las relaciones de producción, pero se 311 aparatos ideológicos del Estado (AIE), bajo la forma instituciones precisas y especializadas tales como los AIE religiosos, escolares, familiares, jurídicos, políticos, sindicales, de información y culturales.1256 Althusser recalca las diferencias entre el aparato (represivo) del Estado (AE) y los aparatos ideológicos del Estado (AIE): DIFERENCIAS ENTRE EL APARATO (REPRESIVO) DEL ESTADO (AE) Y LOS APARATOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO (AIE) (AE) (AIE) Existe un aparato (represivo) del Estado Hay una pluralidad de AIE El AE es público Los AIE son privados El AE funciona con violencia Los AIE funcionan con ideología El AE constituye un todo organizado Los AIE son múltiples, diferentes centralizado bajo una unidad de mando relativamente autónomos y CUADRO 17. FUENTE: ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del estado (notas para una investigación)‖ en: ALTHUSSER, LOUIS. La filosofía como arma de la revolución. Traducción de Oscar del Barco, Enrique Román y Oscar L. Molina. 9ª edición, México, Ediciones Pasado y Presente, (Cuadernos de pasado y presente, núm. 4), 1979, Pp. 108-112. Elaboración propia. Cabe aclarar algunos aspectos de las diferencias entre el AE y los AIE, revisando algunos aspectos históricos importantes. Althusser recurrió a la historia de Francia y la Revolución Rusa de 1917 para hacer otra distinción importante, que el aparato de Estado puede permanecer a pesar de las revoluciones, golpes de Estado o desmoronamientos del Estado, ―sin que el aparato quede afectado o modificado: puede permanecer a pesar de los acontecimientos políticos que afecten la posesión del poder del estado.‖1257 Toda entidad clasista de dominio precisa de una ideología oficial, pues ―según nuestros datos, ninguna clase puede detentar durablemente el poder del estado sin ejercer al mismo tiempo su hegemonía sobre y en los aparatos ideológicos del estado.‖1258 La principal realidad que estudió Althusser fue el capitalismo maduro de la segunda mitad del siglo XX, por eso hace la distinción entre el AE público y los AIE privados, agregando que los límites entre lo uno y lo otro son propios del derecho burgués, y que ―poco importa si las instituciones que los realizan son públicas o privadas. Importa su funcionamiento. Las instituciones ―privadas‖ pueden ―funcionar‖ perfectamente como aparatos ideológicos del estado.‖1259 Sobre el funcionamiento del AE, mencionó que éste funciona con violencia, mientras que los AIE funcionan con ideología; aunque hace la aclaración de que no existe un aparato puramente represivo, pues de ejemplo pone al ejército y la policía (y podríamos agregar a la burocracia y al clero) que ―también funcionan ideológicamente, tanto para asegurarse su propia cohesión y reproducción como para proyectar afuera sus ―valores‖.‖1260 Por otro lado, ―los aparatos ideológicos del estado funcionan de manera preponderantemente ideológica, pero secundariamente de modo represivo, aunque sea sólo en casos extremos y suave, disimuladamente e incluso simbólicamente (no existe había quedado en una fase descriptiva, más no se había teorizado. Althusser reconoció que el autor que más peso puso en esta teorización fue Antonio Gramsci. 1256 Ibíd., Pp. 109-1110. 1257 Ibíd., P. 108. 1258 Ibíd., Pp. 112. Cursivas originales. 1259 Ibíd., P. 110. 1260 Ibíd., P. 111. 312 un aparato puramente ideológico). Las iglesias y las escuelas ―educan‖ con métodos apropiados y con sanciones, exclusiones, selecciones, etc. También la familia y también el AIE cultural (la censura, por ejemplo, para no mencionar otra cosa), etcétera.‖1261 Pero la razón por la cual se tejen combinaciones sutiles, explicitas o tácitas, entre el AE y la pluralidad de los AIE, ―lo que unifican su diversidad es su mismo funcionamiento, en la medida en que la ideología según la cual funciona está siempre, de hecho, unificada –a pesar de sus contradicciones y diversidad- bajo la ideología dominante, que es la de la ―la clase dominante‖‖.1262 Esta es otra diferencia fundamental entre el AE y los AIE, pues mientras el primero se ―constituye [en] un todo organizado cuyos distintos miembros están centralizados bajo una unidad de mando –la de la política de lucha de clases que aplican los representantes políticos de las clases dominantes que detentan el poder-,‖ los AIE ―en cambio, son múltiples, diferentes, ―relativamente autónomos y susceptibles de ofrecer un campo objetivo a contradicciones que expresan, de modos limitados o extremos, los efectos de los choques entre la lucha de clases capitalista y la lucha de clases proletaria y sus formas subordinadas.‖1263 Pero todavía queda una cuestión en el aire, y es sobre cuál es la función de los AIE. A esto, Althusser respondió tal y como lo plantea el marxismo: ―El rol del aparato represivo del estado, consiste esencialmente en cuanto que aparato represivo, en asegurar por la fuerza (física o de otra especie) las condiciones políticas de la reproducción de las relaciones de producción (qué en último término son relaciones de explotación).‖1264 En este caso, la ideología oficial es otro brazo del Estado, por el cual mantiene la armonía entre las diferentes contradicciones sociales. Antes de entrar al estudio de la religión tarasca como un AIE, queremos rescatar una nota de Althusser sobre estos AIE, pues menciona que ―la lucha de las clases explotadas puede también ejercerse en las formas de los AIE y así volver el arma de la ideología en contra de las clases dominantes.‖1265 No profundizaremos en este punto, pero sirve de ejemplo para desmitificar la concepción de las sociedades totalitarias de corte orwelliano, y su extrapolación al pasado preindustrial que intentaron realizar varios autores de la segunda mitad del siglo pasado, dónde se concebía un mundo totalmente dominado por el Estado, y donde no había ningún tipo de resistencia.1266 Si bien el análisis que hizo Althusser se basa en el capitalismo moderno del siglo XX, también mencionó que en las sociedades precapitalistas el principal de los AIE era la religión, y de ejemplo mencionó la lucha que existió en Francia después de la revolución burguesa de 1799, que se concentró en combatir el poder de la iglesia del 1261 Sobre éste punto Althusser mencionó que ―podemos afirmar que todo aparato del estado, sea represivo o ideológico, ―funciona‖ con violencia e ideología, pero con una diferencia importantísima que impide confundir los aparatos ideológicos con aparato (represivo) del estado.‖ Ibíd., P. 111. 1262 Ídem. Cursivas originales. 1263 Ibíd., P. 113. 1264 Ibíd., P. 114. 1265 Ibíd., nota a pie núm. 10, Pp. 144-145. Luis Villoro mencionó sobre éste aspecto que ―pensar que contra el dominio de las falsas ideas cabe una ―lucha ideológica‖ (como pensarán tantos ―ideólogos‖ marxistas posteriores) es una ilusión; la única lucha contra la ideología es la práctica.‖ VILLORO, LUIS. ―El concepto de ideología en Marx y en Engels‖, Óp. Cit., P. 61. 1266 Ver capítulo I de la presente investigación sobre el trabajo de Wittfogel, en el apartado titulado ―El modo de producción hidráulico y los estudios marxistas sobre el Michoacán prehispánico‖. 313 Ancien régime.1267 La importancia de la religión en las sociedades mesoamericanas es bien conocida para considerarla como el AIE por excelencia, sobre la cual giraba la concepción del universo de los pueblos indígenas. Lamentablemente no se han realizado estudios con rigor académico sobre la transmisión del saber, la educación y adoctrinamiento religioso entre los tarascos prehispánicos,1268 tópico que va más allá de esta investigación. Aquí sólo esbozaremos los ejemplos de los AIE que se pueden encontrar en las fuentes del Michoacán prehispánico, entre los que se encuentran la familia, adoctrinamiento ideológico, avisos, razonamientos y arenga guerrera. La familia1269 es la forma básica de la asociación de individuos y es parte fundamental para la organización de las sociedades. No por nada Engels le prestó una importancia capital en su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, donde queda de manifiesto las interacciones y evolución de esos tres tópicos a lo largo de la historia. Lamentablemente para el caso tarasco, la información sobre la familia prehispánica es escasa,1270 aunque la suficiente para tener una idea de su funcionamiento como un AIE. La RM dedica seis capítulos sobre la forma que se casaban los tarascos antes de la conquista, donde se mencionan datos interesantes de la organización básica tarasca. Salvador Pulido hace hincapié en las distintas prácticas de matrimonio entre la clase dominante y la clase dominada. Aunque en ambas clases se les aconsejaba a las parejas que fueran buenos casados, no pelearan, cumplieran sus deberes y no cometieran adulterio, una diferencia fundamental entre las ceremonias de matrimonio, es que en las de la clase dominante eran presididas por un cúritiecha u otros sacerdotes, mientras que a los casamientos de la gente baja, no iban los sacerdotes.1271 Para los purépecha existía una regulación menos rígida, incluso había cierta ―libertad‖, ya que se podían casar por amor sin dar aviso a sus padres. La RM menciona que la clase dominante practicaba la endogamia, pues de ―esta manera tienen de casarse los señores entre sí, que se casaban siempre con sus parientas y tomaban mujeres de la cepa donde venían y no se mezclaban los linajes, como los judíos.‖1272 Para el caso de los purépecha se menciona que las parejas ―si eran de un barrio, quedaban casados; sino, no se la daban [sus padres de la mujer al mancebo]‖,1273 aunque esto se menciona cuando las parejas se conocían carnalmente y los padres de la mujer se enojaban, no queda claro si la unión de personas de distintos barrios era aceptada. Salvador Pulido interpreta que ―dicha ―libertad‖ [de la clase dominada] era en realidad más que eso; era una evidente despreocupación por parte del Estado sobre cómo se casaban los miembros de esta clase.‖1274 Mientras que la presencia de un sacerdote en los matrimonios de los señores lo traduce ―en un mayor cuidado de los 1267 ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del estado (notas para una investigación)‖, Óp. Cit., P. 116. 1268 Cf. TORRES SÁNCHEZ, SANTIAGO RAMÓN. La educación en el antiguo Michoacán. Tesina para obtener el título de Licenciado en Historia. Asesor: Guadalupe Cedeño Peguero. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 1998. 1269 Althusser menciona que ―la vida cotidiana nos ofrece innumerables ejemplos [de las sutiles combinaciones entre el aparato (represivo) del estado y los AIE]: pero hace falta estudiarlos en detalle para superar esta simple observación.‖ ALTHUSSER, LOUIS. ―Ideología y aparatos ideológicos del estado (notas para una investigación)‖, Óp. Cit., P. 111. 1270 El mejor estudio para el caso tarasco es el trabajo de KUTHY, LOURDES. ―Parentesco y matrimonio en la sociedad tarasca prehispánica‖, Óp. Cit. 1271 RM, Tercera Parte, Cap. X, XI, XII. 1272 RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 27, P. 215. 1273 RM, Tercera Parte, Cap. XIV, f. 28v, P. 218. 1274 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúseha…, Óp. Cit., P. 155. 314 usos y el cumplimiento de las regulaciones que se establecen para la gente baja asociada al mismo poder, para la gente de mayor valor social en términos del Estado.‖1275 A esto hay que agregar que el matrimonio entre nobles también tenía la finalidad se asegurar acuerdos políticos, servir al cazonci y obedecerle, y alegrar a los dioses. Las familias tarascas reproducían la vida social y orden establecido, las relaciones de producción y la ideología estatal. Existe poca información de cómo se transmitía el conocimiento especializado, en especial el relacionado con la ideología oficial. Hay elementos suficientes para considerar a la casta sacerdotal como la guardiana de este conocimiento, que incluía aritmética, astronomía, computo del tiempo, medicina, historia, música, danza, magia y religión; este conocimiento no era monopolio de la casta sacerdotal, los mercaderes debieron hacer uso de la aritmética para comerciar; hombres y mujeres conocían sobre medicina, herbolaria y hechicería; y se hace mención que las familias conocían a sus antepasados. Aunque las fuentes no lo mencionan explícitamente, los sacerdotes eran los encargados de educar a los miembros de la clase dominante, y de predicar a la clase dominada. La clave se encuentra en el capítulo donde Taríacuri les avisó a sus sobrinos e hijo, como debían de ser señores y haber un señorío, y de cómo los dioses estaban enojados a causa de la degeneración moral en los pueblos vecinos, el mal comportamiento de sus señores y habitantes prototarascos. Tras narrar ampliamente la situación política de la cuenca de Pátzcuaro y los alrededores, el compilador de la RM menciona un comentario importante: ―Todo este capítulo pasado tenía el caçonzi en mucha reverencia y hacía al sacerdote, que sabía esta historia, que se la contase muchas veces y decía que este capítulo era dotrina de 1276 los señores y que era aviso que había dado Taríacuri a todos ellos.‖ La definición que da Covarrubias en su Tesoro de la lengua castellana o española de la palabra doctrina es la siguiente: DOCTRINA, la enseñança, a docendo, y dotrinado, el bien disciplinado que ha tomado la dotrina de su maestro. Doctrina Christiana, lo que está obligado a saber el Christiano, y se le enseña en la niñez. Doctrina sana, doctrina falsa, doctrina comun, doctrina peligrosa y dudosa. Niños de la doctrina, pobrecitos huérfanos, que se recogen para doctrinallos y criallos, y después los acomodadan poniendolos a que deprendan oficio, obra de gran 1277 caridad. Doctrina comun, la que tiene comúnmente la escuela de los Doctores. Tres elementos a rescatar de esta definición son: que es enseñanza de un maestro, se está obligado a saber dicha enseñanza, y que se enseña desde la niñez. En los diccionarios de tarasco del siglo XVI, hay entradas sobre los conceptos que se tratan aquí: ―Dotrina, doctrina. Amhurendahperaqua‖; ―Deprender [aprender]. Hurenguareni‖; ―Escuela donde deprenden. Hurenguarequaro‖; ―Escuela de dançar. Varaqua hurenguarequaro‖.1278 En la RM se mencionan varios lugares que pudieron haber servido para transmitir este conocimiento a los futuros señores, las casas de los papas, la casa del águila, mientras las mujeres se mantenían encerradas. El capítulo donde vemos como se adoctrinaba a los señores, es el que tiene que ver sobre como los sacerdotes le avisaban y enseñaban a Taríacuri: 1275 Ibíd., P. 156. RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 113v, P. 118. Cursivas nuestras. 1277 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra D, P. 324v 1278 DGLM-I. Pp. 276, 225, 328. En los dos tomos del diccionario existe una cantidad mayor de palabras, sólo mencionamos estas para ejemplificar los conceptos. 1276 315 ―Y los dichos sacerdotes, que eran hermanos Chupitan, Nuríuan y Tétaco, no hacían sino amonestalle y avisalle todos tres y diciéndole: "señor Taríacuri, ya tienes descreción: trai leña para los cúes, da de comer leña a Curícaueri, porque te han hecho huérfano los isleños de la laguna, que te mataron a tu padre. Tú, ¿no le llamarás ahora padre si fuera vivo y madre?. Y matárontele tu tío, hermano de tu madre y tus criados, porque tú estabas en la isla de Xaráquaro donde nasciste. Trai leña para los cúes y acuérdate desta injuria, para vengalla, en los tíos de tu madre. Que si no oyeres esto y lo quisieres entender, mira que hay cu en la isla de la laguna y que sacrifican allí y allí te pondrán aspado para sacrificarte. Mira a la otra isla llamada Pacandan, que allí también sacrifican y allí también te maltratarán. Mira también acá a lo alto, donde está Curínguaro, que allí también sacrefican y allí te matarán. Y en Cumachen también sacrifican y en Çacápuan y en Zizanban, que es Naranjan, allí te mataron tu abuelo. Tú ¿no le llamarás abuelo ahora y abuela?. Y en Zicháxuquaro te mataron otro abuelo llamado Ticátame, mira que hay allí cu y sacrifican. Y en todos estos lugares te pueden matar si no fueres el que has de ser y oyeres lo que te decimos. Dichoso aquél que ha de ser rey. O éste que lo ha de ser. Quizá no es señor mas de baja suerte y uno del pueblo, por la mucha leña que habrá traído a los cúes de Curícaueri, ¿y será algún pobre o algún miserable el que ha de ser rey?. Y tu cabeza estará entonces alzada sobre algún varal donde te mataren si no eres el que debes. Trae leña para quemar en los cúes, para dar de comer a los dioses celestes y a los dioses de las cuatro partes y al dios del infierno. Harta de leña a todos cuantos dioses son. Mira que es muy liberal Curícaueri, que hace las casas a los suyos, y hace tener familia y mujeres en las casas, y viejos que hacen fuego y hace tener alhajas y esclavos y esclavas, y hacer poner en las orejas orejeras de oro, y en los brazos brazaletes de oro, y a la garganta collares de turquesas y plumajes verdes en la cabeza. Trai leña para los cúes y sacrefícate las orejas. Dichoso el que ha de ser rey". Y diciéndole esto asíanle de la oreja, diciéndole: "señor, señor Taríacuri, ¿cómo, no eres ya hombre?. Acuérdate de vengar las injurias. Mira, señor Taríacuri, que nos oigas, ¡pobre de ti, si no nos oyes!. Porque mirarás a los otros cómo comen, alargando el pescuezo para mirallos y quizá andarás por ahí con una manta hecha pedazos. ¿Cómo, no entiendes esto que te decimos?. Mira que somos viejos. Dichoso quien fuere señor de la gente. Quizá no es señor, mas uno del pueblo. Dichoso tú, señor Taríacuri, óyenos esto que te decimos". Y los viejos nunca cesaban de avisalle. Quizá por ser valientes hombres y continuos del servicio de los cúes, por eso le dicen todo esto. Estaban todo el día e la noche avisándole y nunca cansaban sus bocas. […] Y los sacerdotes lo habían con sólo Taríacuri y todo el día y toda la noche no hacían sino pedricalle y avisalle. Y los viejos trabajaron tanto en lo que le decían, que oyó lo que le 1279 decían y empenzó a traer leña y rama para los cúes y llevábala a los patios de los cúes.‖ Felipe Castro Gutiérrez y Cristina Monzón investigaron algunos vocablos tarascos registrados en los diccionarios del siglo XVI, y que giran en torno a la autoridad. Dos de ellos son sugerentes, tomando en cuenta el pasaje de la educación recibida por Taríacuri: ―Chechexequa (―autoridad, majestad‖). Aquello que (-qua) induce mucho miedo (-che) en el cuerpo (xe). Chemazqua (autoridad, majestad‖). Es aquello que (-qua) induce miedo (che) repetidamente (-zca, reducido a -z) a lo largo del tiempo (-ma).‖1280 Por la otra parte, la clase dominada era adoctrinada principalmente en las fiestas, donde se realizaban una serie de ritos, danza, música, sacrificios y discursos. La misma relación de hechos narrada por el petámuti en la fiesta de Equata Cónscuaro es el ejemplo por antonomasia de la reproducción de la ideología oficial; dichas fiestas no sólo se celebraban en Tzintzuntzan, sino por todos los pueblos dominados, reproduciendo la ideología por el territorio: ―Esta historia sabía aquel Sacerdote mayor 1279 RM, Segunda Parte, Cap. X, ff. 77-78, Pp. 45-47. CASTRO GUTIÉRREZ, FELIPE; MONZÓN, CRISTINA. ―El lenguaje del poder: conceptos tarascos en torno a la autoridad‖, en: OLIVIER, GUILHEM (Coordinador). Símbolos de poder en Mesoamérica. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas-Instituto de Investigaciones Antropológicas, (Serie Culturas Mesoamericanas núm. 5), 2008, P. 44. 1280 316 [petámuti] y enviaba otros sacerdotes menores [cúritiecha] por la Provincia, para que la dijesen por los pueblos, y dábanles mantas los caciques. Después de acabada de recontar se hacía justicia de todos aquellos malhechores.‖1281 Un ejemplo más es la ceremonia de la guerra, que se hacía al mismo tiempo en la capital y en los pueblos del territorio dominado: ―Y decía [el sacerdote hirípati] estas mismas palabras a las cuatro partes del mundo y al infierno. Y hacían la cirimonia del encienso dos noches y después de haber acabado sus oraciones, echaban todas aquellas pelotillas de olores en los fogones que ardían delante de los qúes. Y este día, que este sacerdote llamado hirípati hacía estas oraciones, a la misma hora, las hacían en toda la Provincia los otros sacerdotes de este oficio llamados hirípacha.‖1282 Otra parte de la RM donde podemos ver en acción a un AIE, es el referente a la participación de los guerreros en los combates. El grueso de los guerreros provenía de la leva campesina, y contrario a la idealización romántica de la guerra mesoamericana, en que las personas estaban siempre dispuestas a dar la vida por sus dioses y gobernantes, en la RM observamos una actitud renuente a perder la vida por una recompensa mínima. Por esta razón, los señores tenían que arengar a los guerreros para que no temieran el combate: ―Mirá que no os halláis como de burla, si no cativáredes o matáredes los enemigos, no será sino por el olvido que tuvistes con las mujeres en vuestros pueblos, por los pecados que hecistes con ellas y por no entrar a la oración en la casa de los papas. Y no entrábades de voluntad para hacer penitencia y teníades en mucho juntaros con las mujeres. Mirá, no miréis atrás a vuestros pueblos. Mirá, no os volváis, que si os volviéredes o quebráredes esto que os han dicho, aparejaos a sufrir. No volváis la cabeza a vuestras mujeres con quien estáis casados ni a vuestros padres viejos. Esforzaos vuestros corazones; muramos, que toda es una muerte la que habíamos de morir en los pueblos y la que muriéremos aquí. 1283 ¿Dónde habéis de ir? Por esto sois varones. No quebréis estas palabras.‖ En caso de que el mero discurso no convenciera a los guerreros, el castigo que sufrían los que se volvían de la guerra sin permiso era el ser asesinados o sacrificados. Los castigos corporales eran usados para reprender las faltas cometidas, en la vida cotidiana vimos como los sacerdotes jalaban de las orejas a Taríacuri para que hiciera caso de los avisos, mientras que a los padres podían darles de palos a las hijas que conocieran carnalmente a un hombre antes de casarse. Había distintos castigos para reprender las faltas, desde el encarcelamiento por unos días, el destierro con deshonra y embargamiento de tierras, aporreamiento, empalamiento, decapitaciones, e incluso a los hechiceros les rompían la boca con navajas y vivos los cubrían de piedras.1284 Pero la mayor evidencia del poder y alcance de los AIE tarasco, fue la nueva identidad étnica que logró forjar en su territorio, para lograr la cohesión territorial en el corazón político del Tzintzuntzan Irechequa, la cuenca de Pátzcuaro y la zona étnica nuclear tarasca, así como una zona de asimilación activa amplia, donde logró imponerse el idioma y la identidad cultural étnica tarasca. Un verdadero proceso de 1281 RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62v, P. 16. RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190. 1283 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18-18v, Pp. 197-198. 1284 RM, Tercera Parte, Cap. VIII, ff. 20v-21v, Pp. 202-204; sobre el empalamiento véase [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 24; sobre la decapitación puede consultarse el ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 341, y en la RM también se menciona éste castigo en varias ocasiones. 1282 317 ―tarasquización‖ o ―uacusichazión‖1285 que trató de borrar la diversidad y heterogeneidad cultural que había imperado en los señoríos prototarascos, hasta que la identidad e ideología uacúsecha, su forma de vida, su dios Curícaueri, la toponimia,1286 e incluso su historia, fueron impuestas sobre los cultos e historias locales. Hay evidencia documental de cómo el discurso que pronunciaba el petámuti y los curitíecha, donde se contaba la historia de cómo los antepasados del cazonci vinieron a la provincia y la conquistaron, caló profundamente en la memoria histórica de los habitantes de Michoacán, aun después de la conquista española. En la Relación Geográfica de Cuiseo de la laguna, se menciona que ―ordinariam[en]te, había en los templos gente, unos, quemando olores, u otros, bailando, y otros, contando los sucesos de sus guerras; de m[ane]ra que, de noche y de día, estaba abierto y [con] grandes lumbres dentro.‖1287 Estos sucesos de guerras no debieron ser otras más que el discurso de la fiesta de Equata cónscuaro. Los aparatos ideológicos del Estado tarasco fueron sumamente efectivos, pues en las poblaciones étnicamente tarascas, se encuentra poca evidencia escrita en la documentación colonial, de los cultos locales existentes anteriores a la formación del Tzintzuntzan Irechequa. En las pocas referencias documentales que hay del pasado prehispánico en Michoacán, cuando las comunidades indígenas usaron la historia para reivindicar y legitimar su derecho a la tierra en el sistema colonial, el principal argumento era que esas tierras se las había dado el cazonci, al cual le debieron lealtad y a cambio recibieron mercedes, sin retroceder más en el tiempo; casi todas lo más lejano en el tiempo que refieren, es el pasado uacúsecha (ca. 1200-1522) o un pasado ―antiguo‖ mítico anterior. La memoria histórica colectiva de los indígenas había sido impuesta o influida por los AIE tarascos reproduciendo la ideología oficial tarascouacúsecha; incluso los grupos étnicos no tarascos, como los nahuas, otomíes y matlatzincas, quienes reconocían su pasado fuera de las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, pero reconocían al cazonci como su señor. Hans Roskamp identificó dos tradiciones historiográficas indígenas en Michoacán, la tradición tarasco-uacúsecha, y la tradición nahua de la Tierra Caliente; aunque se podrían identificar otras, como la otomí-matlatzinca. Prácticamente todos los documentos coloniales michoacanos, producidos por los indígenas para reclamar su derecho a la posesión en tierras, ante las autoridades virreinales, adjudicaron al cazonci como la autoridad que les dio legitimidad sobre las tierras de sus pueblos, o que tenían derecho a la tierra por haber descubierto y poblado antes que los tarasco-uacúsecha, pero fueron tributarios del cazonci. En la tradición historiográfica uacúsecha, los documentos fueron escritos y elaborados reinterpretando o tergiversando el pasado para reivindicar los derechos sobre las tierras, haciendo alusión a la forma de vida chichimeca, relatando episodios históricos que probablemente nunca acontecieron, y en un gran desorden cronológico respecto a la sucesión de los gobernantes tarascos; pero lo importante de esto, es que 1285 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., P. 3. 1286 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Toponimia purépecha. Del carácter plurilingüe y del cómo denominaban a los pueblos en el Michoacán prehispánico‖, en: LEFEBVRE, KARINE; PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Editores). La memoria de los nombres: la toponimia en la conformación histórica del territorio. De Mesoamérica a México. México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoCentro de Investigaciones en Geografía Ambiental, 2017, Pp. 59-60. 1287 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Corchetes originales, cursivas nuestras. 318 aparecen personajes del linaje uacúsecha: Ireti Ticátame, Pauacume, Haramen, Taríacuri, Tzitzíspandácuare, Zuangua, Tzintzincha, Antonio Huitziméngari y sus herederos, como los que otorgaron derechos, colocaron mojoneras, repartieron tierras a los habitantes de los pueblos tarascos, o durante la época colonial reafirmaron dichos derechos. Esta tradición historiográfica fue ampliamente utilizada por los pueblos indígenas para defender las tierras comunales frente a gente externa.1288 En otras historiografías indígenas michoacanas se reconoce un pasado anterior a la época uacúsecha, pero se menciona la sujeción al cazonci, ya como alianza, confederación o conquista, pero a fin de cuentas, reconociendo al cazonci como señor supremo quien les otorgó los derechos sobre la tierra, el que impartía justicia y de haberle pagando el tributo. Hans Roskamp también investigo la tradición historiográfica nahua de la Tierra Caliente, y caracterizó algunas de sus peculiaridades. En 1577, los nahuas de Santa Ana Tetlaman, pueblo sujeto a Tepalcatepec, pidieron sustraerse de la cabecera para ya no dar servicios y obras públicas; el argumento fue que no eran tarascos, sino de lengua mexicana, y por eso hicieron probanza donde dieron noticias de su origen. Las noticias que se dan es que los nahuas de Santa Ana Tetlaman tuvieron su origen en la costa del Golfo de México, en un lugar llamado Chalquicuecan o Chalchiuquecan: ―los naturales y antepasados de él vinieron a esta provincia de Michoacán desde la Veracruz donde aportaron puerto que es de esta Nueva España y por su valor y esfuerzo de armas pasaron por todas las provincias de Zempoala, Tepeaca, Tlaxcala y México, haziendo cosas señaladas por ellos sin que ninguna persona pudiese defender el paso que traían buscando tierra dispuesta para poderla poblar y con este intento llegaron a la mar del Sur y de allí, dieron la buelta donde al presente están edificados y allí fundaron y poblaron el pueblo que oy se llama Tletlaman.‖ Otra pregunta pedía contestar: ―si saben que después de edificados y poblados los dichos naturales en el dicho pueblo de Tletlaman estubieron muncho tiempo y residieron sin reconoscer dominio ni señorío de los señores naturales de estas probincias hasta que de ay a munchos años vinieron a esta ciudad de Mechuacán de su propia voluntad a confederarse con el señor que a la sazón gobernava de quien sucedieron les cazonzis a quien admitió en paz y amistad y dexó en su libertad y poblazión y les encomendó la frontera de esta probincia, por la parte por do ellos estavan contra las gentes con quien tenían guerra, y así obedescían y respectavan al dicho Cazonzi, el qual les administrava justicia en las causas y cosas que se les ofrecían tratándolas en, esta ciudad, sin conocer otra jurisdicción sobre sí ni pueblo ni persona alguna antes siendo ellos cabezera y frontera en la probincia digan.‖1289 La historia de esta migración, junto a otros documentos, le ha permitido a Roskamp interpretar el Lienzo de Jicalán, elaborado hacía 1566, ya que también éste documento hace referencia a la migración de un grupo nahua de la cosa del Golfo. Se entiende que es la historia del grupo denominado como xiuhquilteca, cuyo lugar de origen es llamado Chalchiuihtlahpazco, lugar mítico representado como una cueva o vasija. A diferencia de los uacúsecha que se reivindicaron como chichimecas, los xiuhquilteca se reivindicaron como toltecas (―maestros de artes‖), y su dios patrono fue Tezcatlipoca. El lienzo representa los diversos lugares por los que pasaron buscando cobre y matiz, hasta llegar a Michoacán donde descubrieron y tomaron posesión de las 1288 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 283-284. 1289 CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1969, vol. 9, Pp. 215-221. Cursivas nuestras. 319 minas, y su posterior actividad minera y metalúrgica en el cinturón de cobre de Tierra Caliente. Posteriormente se relata su alianza y sujeción al linaje uacúsecha, en este caso pagando tributo al señor de Ihuatzio, Tucúruan. Para el período colonial, se hace mención del cambio de sede de poder de Tzintzuntzan a Pátzcuaro, y al gobierno de Antonio Huitziméngari.1290 En esta región de Tierra Caliente se localiza el pueblo de Santiago Acahuato, que era sujeto a Tancítaro en 1580. La RM menciona que eran ―los pueblos de los nauatlatos llamados Hacáuato, Zizupan, Chenengo‖;1291 la Relación geográfica de Tancítaro donde se describió la región, mencionó que ―hablan, todos estos naturales desta cabecera de Tancitaro y sus sujetos, la lengua tarasca; excepto un pu[ebl]o que se dice Santiago Acauato, que éstos, aunque entienden la tarasca, hablan la mexicana.‖1292 Aquí vemos un proceso de asimilación donde los nahuas de la región empezaron a adoptar la lengua tarasca. En otro documento temprano de 1543 y redactado en lengua tarasca, la nobleza nahua de Tzintzuntzan, relató como una veintena de mercaderes nahuas fueron capturados y avasallados por el cazonci Tzitzíspandácuare, quien les otorgó sementeras y gente para su servicio.1293 Las relaciones geográficas de Michoacán, redactadas después de 1577, también dan interesante información sobre el funcionamiento de los AIE, los habitantes no tarascos y su pasado, en especial en la tradición historiográfica otomí-matlatzinca. A pesar de que pueblos otomíes habitaron el territorio que posteriormente fue conquistado por los tarascos, la mayoría refirieron su pasado al período uacúsecha, 100 años antes. De acuerdo a las fuentes del Centro de México, el Valle de Toluca y sus habitantes matlatzincas y mazahuas fueron conquistados por la Triple Alianza mexica durante los años 1472-1475, y se volvieron tributarios.1294 Para 1476-1477, acaeció la campaña en que los mexicas al mando de Axayácatl trataron de conquistar al Tzintzuntzan Irechequa, pero fueron aplastados por los guerreros comandados por el cazonci Tzitzíspandácuare. Esta derrota desprestigió enormemente el poderío mexica, y algunos pueblos del Valle de Toluca que habían caído en la órbita de dominio de la Excan Tlatoloyan del Centro de México aprovecharon la oportunidad para buscar la protección del cazonci.; y ―a raíz de esta derrota es explicable que muchos matlatzincas, otomíes y mazahuaras trataran de liberarse del yugo mexicano‖.1295 Los mexicas dejaron por señores de los matlatzincas a Chimeltecutli y Tlatoane, pero ―…los vasallos de este se quisieron levantar contra él porque los fatigaba demasiadamente por servir y contentar al de México, vino segunda vez [Axayacatzin] contra ellos, y les dió guerra y los destruyó, y algunos se fueron fuera de su natural, especialmente los de 1296 Zinacantepec, que se fueron á Mechuacán, donde ahora llaman Tlaulan…‖ 1290 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 109-159. 1291 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153. 1292 MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 296. Corchetes y cursivas originales. 1293 MONZÓN, CRISTINA; ROSKAMP, HANS; WARREN, J. BENEDICT. ―La memoria de don Melchor Caltzin (1543): Historia y legitimación en Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 31-34. 1294 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 21-22. 1295 Ibíd., P. 26. 1296 ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España…‖, Óp. Cit., P. 200. 320 Estos pueblos de refugiados se establecieron en lugares como Charo, Necotlán, Taimeo y Sirándaro, dieron relación de como para 1480, huyeron del dominio mexica hacia Michoacán, donde pidieron asilo al cazonci Tzitzíspandácuare y este los repartió en varias partes de su territorio. De los variados testimonios, daremos de ejemplo dos muy significativos, los indígenas de Necotlán mencionaron que: ―Dicen los antiguos viejos que habrá como cien a[ñ]os q[ue] un principal otomí, que se decía UCELO APANZE, vino huyendo de México y se recogió ante un señor que se decía CHICHISPANDAQUARE, padre del CAZONCI, rey que fue desta provincia, y éste les dio estas tierras y los mandó poblar en este sitio, y en otros pueblos que se dicen Taymeo y 1297 Matalzingo, y en otros pueblos de tierra caliente, donde al presente viven.‖ Más adelante se menciona un dato por lo demás sugestivo, pues se dice que ―estos naturales, además de su lengua otomí, hablan, tratan y contratan en la lengua tarasca, y se confiesan en ella. Andan vestidos como los tarascos…‖. 1298 Aquí se deja ver el funcionamiento de los AIE tarasco para asimilar culturalmente a los grupos étnicos no tarascos, pues el idioma tarasco se había impuesto como lingua franca en el Michoacán prehispánico, a través de la cual se trató de imponer la religión, valores y forma de vida uacúsecha; lo cual fue aprovechado por los religiosos evangelizadores en la época colonial, al usar la lengua de la clase dominante uacúsecha para imponer una nueva ideología, donde Curícaueri fue sustituido para dar paso a Jesucristo. Otro testimonio similar, pero de los otomíes de Tierra Caliente, se vuelve a mencionar como Tzitzíspandácuare dio derecho a la tierra a los refugiados, y que aparte de hablar la lengua otomí, también hablaban la tarasca: ―Los naturales deste pu[ebl]o de Taymeo, y [los de] sus sujetos, es toda una lengua que se dice[n] otomíes. Solían ser naturales de tierra de México, y, en el tiempo de su infidelidad, siendo maltratados por los REYES MEXICANOS, se vino un principal que se decía TIMAX, y trató con un señor que había en esta provincia q[ue] se decía CHICHISPANDAQUARE, padre de CAZONCI, que él quería poblar esta provincia y tributarle como los demás pueblos, que le diese donde hiciese asiento y poblase. Y, ansí, el CHICHISPANDAQUARE, como señor que era de toda esta provincia, le señaló y dio este sitio de Taymeo donde poblase. Y, ansí, habrá como cien a[ñ]os, según LA CUENTA de los indios, que poblaron, y, así saben su lengua materna y la tarasca, que es la general 1299 desta provincia, y, así, usan una y otra.‖ En la Relación Geográfica de Acámbaro, donde habitaban tarascos, chichimecas y otomíes, estos últimos mencionaron que migraron desde Hueychiapan, sujeto a Xilotepec, guiados por cuatro principales otomíes con 70 personas, y viajaron a Michoacán para ponerse al servicio del cazonci, quien les señalo un sitio en Guayangareo, pero no les gustó y poblaron Acámbaro: ―y [dicen] que el s[eño]r que entonces gobernaba en Mechoacan se llamaba TARIACURE, y entonces, por la orden q[ue] los otomíes poblaron en este d[ic]ho pu[ebl]o, poblaron ansimismo los indios que dicen chichimecas, los c[ua]les tuvieron siempre los gobernadores del d[ic]ho 1297 MORENO GALLEGO, PEDRO. ―Relación de Necotlán‖ [1 de septiembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 82. Mayúsculas y cursivas originales. 1298 Ibíd., P. 187. Cursivas originales. 1299 MARTÍNEZ VERDUZCO, JUAN. ―Relación de Taimeo‖ [29 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 276. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales. 321 Mechoacan, puestos en frontera para defensa de sus tierras contra los indios mexicanos y otros enemigos suyos.‖1300 Noemí Quezada encontró información documental de como para 1630, los indígenas de Charo aún tenían memoria de su llegada a la región, huyendo de los maltratos de los mexicas, un testigo mencionó: ―…y esto sabe porque de unos viejos a otros ha habido siempre tradición y han entendido que la venida de estos naturales a este pueblo fue porque sus antepasados vinieron de Toluca por vejaciones que allá recibían y así entendieron que primero se vinieron los naturales de Santiago Necotlan, Jesús y Neutla que están en tierras de su Majestad y los antepasados de esta dicha Villa como hallaron este puesto desocupado se poblaron en él; y 1301 fueron aumentando hasta estar en mucha cantidad y así se ha ido continuando…‖. Otro testigo mencionó que: ―…el bisabuelo de este testigo que era de Toluca con otros indios se vinieron huyendo de ella por los malos tratamientos que les hacía Moctezuma Emperador de México y llegados a esta Provincia el Rey de ella y Catzonci a quien pidieron les amparasen a lo este puesto [Charo] para que en el viviesen y estando ya avecindados enviaron a avisar a sus familiares y de su nación la buena acojida que habían hallado con que se vinieron casi trescientos y se 1302 avecindaron en esta dicha villa…‖. En estas tradiciones historiográficas indígenas, a pesar de proceder de distintos grupos étnicos, ya fueran tarascos, nahuas, otomíes, matlatzincas, mazahuas, etcétera., que conformaron y estuvieron dentro de los límites políticos territoriales del Tzintzuntzan Irechequa, ya haya sido bajo conquista, alianza, confederación o refugiados, podemos detectar dos elementos comunes: todos reconocen haber sido vasallos y su derecho a la tierra otorgado del y por el cazonci. Esto tiene marcadas implicaciones, pues en algunos casos vemos que, dependiendo de la región étnica promovida por el Estado tarasco, se adoptó el idioma y hasta la forma de vestir tarascas en la zona de asimilación, mientras que en la zona de segregación, se siguieron otras estrategias de dominio por parte de la clase dominante uacúsecha. Si bien se nota cierta tendencia a reivindicar un pasado anterior a la época de dominio uacúsecha ante las autoridades coloniales (como en el caso de la historiografía nahua de la Tierra Caliente para reclamar el derecho a usufructuar las minas de cobre y matiz), esto poco debió importarle al cazonci, quien a fin de cuentas, estaba a la cabeza de una entidad política que cobraba el tributo, o los pueblos sujetos se tuvieron que atener a las consecuencias de no pagarlo. 1300 VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 61. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales. 1301 QUEZADA RAMÍREZ, MARÍA NOEMÍ. Los matlatzincas. Época prehispánica y época colonial hasta 1650. 1ª reimpresión, México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Antropológicas-Dirección General de Publicaciones, 1996, P. 44. Apud. AGN, Hospital de Jesús, 1635, Leg. 29, Vol. 51, Exp. 34, f. 55r. 1302 Ibíd., P. 44. Apud. AGN, Hospital de Jesús, 1635, Leg. 29, Vol. 51, Exp. 34, f. 79r. 322 21. LA COSMOGONÍA TARASCA EN SUS FUENTES ―Mas los mortales se creen que los dioses han nacido y que tienen la misma voz, porte y vestimenta que ellos. / Los etíopes afirman que sus dioses son chatos y negros, y los tracios, que ojizarcos y rubicundos son los suyos. / Pero es que si los bueyes, caballos y leones pudieran tener manos, pintar con esas manos y realizar obras de arte, como los hombres, los caballos, parejas a caballos, y los bueyes, a bueyes pintarían las figuras de sus dioses; y harían sus cuerpos a semejanza precisa del porte que tiene cada uno.‖ Jenófanes de Colofón, 580/570 - 457/466 a. de n.e.1303 La religión de los tarascos es uno de los grandes huecos de la historiografía del Michoacán prehispánico, la falta de testimonios sobre el tema, y el hecho de que la fuente etnográfica más importante, la RM, cuya primera parte trataba de ―dónde vinieron sus dioses más principales y las fiestas que les hacían‖ se encuentre perdida, nos impide tener una idea clara de la cosmogonía de este pueblo. Los documentos que nos permiten tener cierta noción del sistema de creencias son escasos; en la misma RM, Jerónimo de Alcalá dejó algunos comentarios haciendo referencia a la primera parte, gracias a ellos podemos tener una idea sobre el contenido de la parte faltante. Otro documento capital, único por esbozar el origen de la cosmogonía tarasca, considerado como la parte perdida de la RM, lo escribió el jesuita Francisco Ramírez (1552-1630) en 1585, y es conocido como Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro],1304 ahí tenemos noticias sobre el origen del universo y la creación del mundo, los dioses y los hombres. Un último grupo de testimonios donde encontramos información de éste tipo los localizamos en el conjunto de documentos denominados Relaciones Geográficas, escritas también para principios la década de 1580, así como otros textos dispersos. En estos documentos coloniales, se encuentran fragmentos que versan sobre la antigua religión, y permiten esbozar algunos de sus componentes y tratar de coadyuvar -aunque sea hipotéticamente- los huecos de información. A pesar de la falta de fuentes, no se ha cejado en intentar estudiar la religión tarasca prehispánica; una larga tradición de estudios sobre este tema que se remonta a los inicios de la historiografía moderna del pasado prehispánico michoacano, es decir, la que se inicia en la segunda mitad del siglo XIX, con la publicación de la RM. Lamentablemente, una característica sobre la investigación histórica sobre este tópico, es que ha construido enormes castillos en el aire,1305 donde la imaginación literaria ha estado por encima de un análisis histórico crítico, o en que se han usado paradigmas arqueológicos y antropológicos ahora superados, como lo son el centralismo y el 1303 BERNABÉ PAJARES, ALBERTO (Introductor, traductor y notas). Fragmentos presocráticos de Tales a Demócrito. 3ª edición, España, Alianza Editorial, 2008, P. 106. 1304 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, Pp. 474-538. La sección del documento que contiene información teogónica se encuentra entre Pp. 492-496; que fue publicada como apéndice en ALCALÁ, JERÓNIMO DE. La Relación de Michoacán. Versión paleográfica, separación de textos, ordenación coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco Miranda. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. V), 1980, Pp. 359-362. Nosotros proporcionemos en los apéndices de la presente investigación una versión de éste texto, pero con la ortografía actualizada para su mejor compresión. Véase Apéndice J. 1305 La Real Academia Española define castillos en el aire como ―ilusiones lisonjeras con poco o ningún fundamento.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. I, P. 436. 323 difusionismo. Es apenas con las recientes investigaciones que se vienen realizando bajo nuevos modelos y metodologías, que empezamos a tener una nueva idea sobre la religión prehispánica tarasca. Existe toda una pléyade de investigadores que han tratado el tema, entre los más importantes se encuentran Eduardo Ruíz, Nicolás León, Eduard Seler, José Corona Núñez, Félix Ramírez, Maurice Boyd, Francisco Hurtado Mendoza, Jean-Marie Gustave Le Clézio, Helen Perlstein Pollard, María Isabel Terán Elizondo, Cristina Monzón, Claudia Espejel, Guilhem Olivier y Roberto Martínez González. Muchos de los trabajos de los primeros autores están ahora superados porque fueron escritos con los paradigmas mencionados o con base en la imaginación literaria, de hecho, fue hasta la década de 1990, que Helen Pollard fue de las primeras en abordar el tema de las creencias prehispánicas con un bagaje teórico especializado, que le permitió analizar algo que había pasado desapercibido para la mayoría de los investigadores: la historicidad de la religión oficial tarasca, es decir, como con la creación del Estado tarasco por parte de la elite uacúsecha, se estableció una ideología nueva para legitimar el poder de una clase. Esto implica -Pollard citando a Eric Wolfque ―la construcción, deconstrucción, y reconstrucción de unidades culturales implica también la construcción y destrucción de ideologías.‖1306 Pollard menciona los antecedentes arqueológicos de las culturas más importantes, y su relación con los cultos de los dioses de los tarascos, las tradiciones arqueológicas Chupícuaro, la Chumbicuaro y la Balsas/Mezcala, y cómo la fusión de creencias particulares de los diferentes señoríos anteriores a la formación del Estado tarasco, dieron forma a la religión oficial uacúsecha expuesta en la RM, y los problemas de estudio que se presentan ante una ideología nueva.1307 Por otra parte, Ricardo Aguilar distingue tres momentos dentro de la historicidad de los símbolos religiosos tarascos, su temporalidad y características, según lo relatado por el discurso de la RM: 1306 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Etnicidad y control político en una sociedad compleja: el Estado tarasco en el México prehispánico‖, Óp. Cit., P. 221. A partir de este trabajo se han redactado diversos trabajos que han aportado significativamente el entendimiento de la religión prehispánica tarasca, más como una cuestión ideológica que como una cuestión folclórica. 1307 Ibíd., Pp. 221-239. 324 LA HISTORICIDAD DE LOS SÍMBOLOS RELIGIOSOS TARASCOS DE ACUERDO AL RELATO DE LA ―RELACIÓN DE MICHOACÁN‖ Momento 1- Emigrantes uacúsecha con sus dioses particulares, los cinco Tiripimencha Período histórico ca. Siglos XII-XIII Características -La religión a Curícaueri es accesible a todos, pero el mantenimiento del dios se hace por medio de los uacúsecha -Los gobernantes uacúsecha reconocen las cualidades particulares de otros dioses para favorecer a los hombres, y los adoptan. -No existe una institución religiosa 2- Consolidación del culto Siglo XIV -Se reconocen cultos locales de Curícaueri y de anexión -Los Tiripimencha se dividen y van a morar a estratégica de algunos cultos distintas partes locales de la cuenca de - Los gobernantes uacúsecha adquieren cargos Pátzcuaro religiosos por alianza matrimonial -Aparece una institución religiosa que da legitimidad a los gobernantes -Se comienza a emplear una estrategia simbólica y pragmática: preparan batallas y establecen símbolos distinguibles para la guerra 3- Religión de Estado Siglos XV y -Se inicia la delimitación de un territorio principios del XVI -Los Tiripimencha se vuelven a unir y moran en un solo lugar, junto con otros cultos locales -Existe una institución religiosa compleja -La religión se convierte en un legitimador, en una base ideológica para mantener la territorialidad y el gobierno centralizado CUADRO 18. FUENTE: AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Pp. 112-135. Elaboración propia. Nos enfrentamos entonces a varios problemas al intentar analizar la religión tarasca prehispánica: la falta de fuentes sobre la misma, los cultos locales existentes en las diversas entidades políticas antes de la aparición del Estado tarasco,1308 la religión y discurso oficial uacúsecha, la visión occidental con la que fueron redactadas las fuentes escritas, y finalmente, los castillos en el aire establecidos por los diversos investigadores que han tratado el tema. No es nuestra intención aquí el hacer un análisis profundo y detallado de la religión prehispánica tarasca, sin embargo, la importancia de conocer este sistema de creencias estriba, en el peso que tenía la cosmovisión para gran parte de la vida tarasca: explicación del mundo, en su vida cotidiana, justificación política e ideológica, y por supuesto esto se traduce en la concepción de la guerra. Aquí nos limitaremos a hacer una síntesis narrativa de lo poco que se conocemos sobre los mitos prehispánicos tarascos, agregando comentarios que nos parecen oportunos de varios investigadores, así como nuestros. Como mencionamos en el primer capítulo, nosotros partimos de una posición epistemológica en que lo tarasco debe ser estudiando dentro de la categoría de Mesoamérica, pues si bien tuvieron particularidades culturales, es cierto que compartieron mucho con otras culturas de la región, y consideramos que pertenecían a este ―núcleo duro‖, por lo que los datos que tenemos sobre su cosmogonía nos recuerdan a otros relatos de la misma naturaleza. 1308 Haciendo una analogía con ejemplos mejor conocidos, intentar explicar los cultos locales prototarascos con la religión tarasco-uacúsecha, es como intentar explicar el judaísmo desde el catolicismo. 325 Parte de la cosmogonía tarasco-uacúsecha la encontramos en la Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro]. Sobre este texto se han realizado varios análisis, uno de Ricardo Aguilar, que evita utilizar analogías con fuentes producidas por otras culturas de Mesoamérica e interpretar el documento per se, y Roberto Martínez, quien aparte de contemplar la analogía con los relatos cosmogónicos de otras culturas de Mesoamérica, hace uso del modelo de taxonomía dualista mesoamericana que plantea Alfredo López Austin, proponiendo así un modelo hipotético ―ideal‖ que permite una lectura más profunda de la cosmogonía tarasca.1309 La información que tenemos sobre las génesis de la teogonía tarasca son breves,1310 Francisco Ramírez declaró que ―sólo consta aver tenido alguna noticia de la verdad del principio del 1309 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., Pp. 135-154; MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Culturas Mesoamericanas núm. 6), 2013, Pp. 77-86. 1310 Existen por lo menos tres relatos que explican el origen del hombre en el Michoacán prehispánico, uno es el testimonio de Francisco Ramírez de 1585. Otro es el contenido en la Relación Geográfica de Ajuchitlán, aunque era territorio tarasco, la información teogónica contenida se relaciona más con la cultura nahua y los habitantes cuitlatecos de la región: ―Las adoraciones eran en muchas maneras, porque adoraban al SOL, a la LUNA, y a ídolos de piedra, de baro y madera, de diversas hechuras y tamaños. Y dicen que entendían [que] había un DIOS PRINCIPAL que estaba en el cielo y lo había criado todo, y que ha de haber juicio final; y que el mundo tuvo principio, y que hizo Dios un hombre un hombre y una mujer de barro, y q[ue] se fueron a bañar y se deshicieron en el agua; y que los volvió a hacer de ceniza y [de] ciertos metales, y los envió a bañar, y que no se deshicieron; y q[ue], de aquéllos, empezó el mundo. También tuvieron q[ue] hubo diluvio y que, en un palo grande, como arca, les mandó su dios se metiese un indio principal q[ue] llabaman TEUPIXQ[UE], que era como sacerdote, con su mujer e hijos, y aves y animales y de todas semillas, y qué éstos escaparon, y todos los demás se ahogaron; y que, desque bajó la mar, envió aquel hombre un ave que se llama aura, q[ue] es a manera de milano, aunq[ue] mayor, y que como halló muchos cuerpos muertos que comer, que no volvió. Y que, luego, envió una garza, y que, como halló mucho pescado q[ue] comer, tampoco volvió. Y que, así, fue enviando otras aves y ninguna volvió, hasta q[ue] envió un pajarito que hay en esta tierra muy chiquito, que en España no lo hay tan chico, el cual se llama en esta lengua cuit[l]ateca PICHICHI, y en lengua tarasco TZINTZON[I], y en lengua la mexicana, HUITZITZIL (y, de la pluma deste pajarito, se hacen las imágenes en Mechuacan), el cual dicen, volvió con un ramito‖. GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 36-37. Mayúsculas, corchetes y cursivas originales. Otro testimonio, muy posterior, lo encontramos con Antonio de Herrera y Tordesillas, quien con toda seguridad fusionó la Relación Geográfica de Ajuchitlán y la Tiripetío, y otras Relaciones Geográficas de Michoacán: ―i quanto a la Religión, también eran mui conformes á Mexicanos, i crueles en derramar sangre humana en sus sacrificios: i el mismo dominio tenia el Demonio sobre ellos. Su principal Dios era Tucapacha: tenianle por Hacedor de todas las cosas, que daba la vida, i la muerte, los buenos, i los malos temporales: llamabanle en sus Tribulaciones, mirando al Cielo, entendiendo que allí estaba. En suma, confessavan vn Dios, i el Juicio final, i el Cielo, i el Infierno, i el fin del Mundo, que hiço Dios vn Hombre, i vna Muger de Barro, que iendose a bañar, se deshicieron en el Agua, i los bolvió á hacer de Ceniza, i de ciertos Metales: i que bolviendo á bañarse, decendió el Mundo de ellos, i que huvo Diluvio, i vn Indio dicho Tezpi, que era Sacerdote, se metió con su Muger, i Hijos en vn Madero como Arca, con diferentes Animales, i Semillas, i que todos escaparon: i que en menguando el Agua, embió el Ave, que llaman Aura, i se quedó comiendo de los Cuerpos muertos: i que embió otros Pájaros, que también se quedaron: i que el Pajaro pequeño de ellos mui estimado, por la Pluma de diversas colores, bolvió con vn Ramo.‖ HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme…, Óp. Cit., 1726, T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. X, P. 94. Roberto Martínez Gonzáles, quien analizó estos textos, menciona que Herrera ―parece basarse en nuestro segundo texto [Relación Geográfica de Ajuchitlán], presenta algunos datos originales que pudieran provenir de alguna otra fuente más temprana,‖ pero no mencionó explícitamente que esa otra fuente más temprana es la Relación Geográfica de Tiripetío. MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán, Óp. Cit., P. 79. A pesar de la información que proporcionan esas fuentes sobre los relatos cosmogónicos en el Michoacán prehispánicos, nosotros sólo analizaremos las fuentes que al parecer están abiertamente relacionadas con los tarascos. 326 mundo, y la creación de los hombres, y del diluvio; aunque mezclado con tantas mentiras y fábulas, que apenas se halla rastro de la verdad.‖1311 Francisco Ramírez no mencionó explícitamente donde obtuvo la información sobre las noticias de la teogonía tarasca, pero en la misma Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro], existen algunas pistas de donde pudo haber escuchado las ―fábulas‖ tarascas. En una nota a pie, Zubillaga advirtió que: ―Estos y los siguientes datos sobre las creencias y cultos religiosos de los tarascos son tanto más apreciables, cuanto menos conocidos por otras fuentes. Adviértase, sin embargo, que ya para esta época las enseñanzas de los misioneros católicos habían tenido influjo en 1312 las creencias religiosas tarascas.‖ Aunque concordamos en parte con Zubillaga, por el mismo Ramírez y otros documentos (como las Relaciones Geográficas), sabemos que para la década de 1580, aun vivían personas que habían vivido sus primeros 10 o 20 años de vida durante la época prehispánica, y conocían el sistema de creencias tarasco antes de la conquista. Francisco Ramírez llegó a la Nueva España en 1579, aprendió muy bien la lengua tarasca y después el nahua. Así, al momento de redactar la relación, tenía 6 años de haber llegado al Nuevo Mundo. Mencionó como los indígenas de Pátzcuaro gustaban de recibir los servicios religiosos de los jesuitas, incluso había días que se la pasaban escuchando confesiones durante todo el día. También relató algunos de los pecados, visiones, apariciones, exorcismos y otros acontecimientos, donde pudo haber obtenido la información. Pero el pasaje más importante, es cuando mencionó que cuando iban a catequizar en algunos lugares, que: ―…nos acontescía muchas veces, en todo un lugar entero, no hallar dos que supiesen dar razón de lo que creían, ni aun quántos Dioses tenemos, ni menos de quien se havía hecho hombre por nosotros, ni quien está en el sanctiscimo Sacramento, con soler comulgar 1313 casi todos.‖ En este testimonio queda manifiesto cómo para la década de 1580, la evangelización no había sido completa; pero algo importantísimo de estas líneas, es que Ramírez menciona que los indígenas no sabían dar razón de ―quántos Dioses tenemos‖, en plural, y no en singular. Consideramos que cuando mencionó ―Dioses‖, es porque estaba haciendo referencia a las ―fábulas‖ que escuchó de los indígenas tarascos, y fueron estos testimonios la fuente que tuvo para registrar el sistema de creencias prehispánico. Es interesante que Francisco Ramírez considere varios aspectos de la religión tarasca como ―alguna noticia de la verdad‖, dicha verdad se entiende es la de la religión católica, verdad que puede ser cotejada con pasajes de la Biblia. Sobre el principio del mundo probablemente tenía que ver con los primeros versículos del Antiguo Testamento: cómo Dios creo el cielo y la tierra vacía y en tinieblas, y la posterior hechura de la luz, del día y la noche, la separación de la tierra y las aguas en tierra firme y mares, la creación de cuerpos luminosos en el cielo para señalar la diferencia del tiempo (días, años y estaciones), creación de plantas y animales.1314 Sobre la creación de los hombres menciona la Biblia que ―formó, pues, el Señor Dios al hombre de lodo de 1311 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 492. 1312 Ibíd., nota a pie núm. 76, P. 495. 1313 Ibíd., P. 513. 1314 La sagrada Biblia. [Traducida de la Vulgata Latina al español], Óp. Cit., Génesis, 1:1-31, Pp. 14-15. 327 la tierra, e inspiróle en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional‖,1315 en el relato de Ramírez, los hombres fueron hechos de la mezcla de ceniza y sangre. Otro aspecto es el diluvio, que fue la acción que tomó Dios para raer a los hombres por su maldad y corrupción;1316 un diluvio fue la forma en que los dioses tarascos destruyeron por tercera vez a los hombres. Francisco Ramírez mencionó que ―quanto a la ymmortalidad del ánima, y los lugares donde yban, tenían grandes desatinos; aunque conocían aver cielo, donde yban los dioses y los demás que lo merecían aver sido; y ynfierno, donde yban la demás gente‖;1317 bien conocidos son los lugares a donde va el alma de las personas de acuerdo a su comportamiento bueno o malo en el mundo terrenal, según la religión cristiana. Con esto no indicamos que existieran paralelismos claros entre la religión tarasca y católica, sino que la cosmovisión de Francisco Ramírez, católico de 1585, le permitió considerar ciertos aspectos de la cosmogonía como ―noticia de la verdad‖ del origen del mundo, en otras palabras, fue el único bagaje cultural que le permitió a Ramírez describir un sistema de creencias ajeno y contrario a lo propio. Sin embargo, parece ser que el jesuita fue más allá de ver estas similitudes entre ambas religiones, tal como lo menciona Ricardo Aguilar, parece ser que Ramírez ocultó, ignoró u omitió información importante respecto a la religión tarasca prehispánica, por ser ideas escabrosas para la tarea evangelizadora.1318 De esto se han desprendido varias posibilidades para leer la información, y proponer diversas lecturas de lo que era el sistema de creencias tarascas prehispánicas. Otra palabra que nos gustaría resaltar antes de detallar la información sobre la teogonía tarasca, es usada tanto por Jerónimo de Alcalá como por Francisco Ramírez para referirse a la religión tarasca, ―fábula‖, es sumamente significativa cuando se coteja con lo conocido en la RM.1319 En el significado antiguo de la palabra fábula, se incluía una narración artificiosa para entretener, cuento con moraleja donde hablan animales, el conocimiento de los filósofos utilizado para especular sobre el movimiento de los astros, la mitología greco-romana y el lenguaje secreto de los alquimistas. Casi todos estos elementos pueden leerse en los datos existentes de la religión tarasca.1320 1315 Ibíd., Génesis, 2:7, P. 15. Ibíd., Génesis, 6:7, P. 20. 1317 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 495. 1318 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., Pp. 139-140 y 145. Esto se desprende de un comentario de Ramírez sobre que los tarascos tenían el error de los maniqueos. Este pasaje lo mencionamos más adelante. 1319 Jerónimo de Alcalá menciona las fábulas de la diosa Cueráuaperi, las fábulas de como el Dios del infierno enviaba los asientos de los cúes, las fábulas que contaban en los pueblos durante las fiestas, y las fábulas que se contaron en un concilio de sabios y nobles para intentar explicar de donde provenían los españoles, donde se puede observar la connotación que se le daba a los sistemas de creencias prehispánicas. RM, Segunda Parte, ff. 10v, 72v, 96v, Pp. 12-36-84; Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41v, P. 243. 1320 ―FABVLA, en rigor significa el rumor y hablilla del pueblo, y lo que comúnmente se dize y se había en el de algun particular o cosa acontecida. Dixose à fando: desdichados de los que son habla, o hablilla del pueblo. […] Tomase también comúnmente fabula por cosa sin fundamento: y dezimos, Esso es fabula, que vale tanto como, esso es mentira. Es vltra desso Fabula, vna narracion artificiosa, inuentada para deleitar y entretener de cosas, que ni son verdad, ni tienen sombra della; como decir, que Dafne se conuirtio en laurel, Iupiter en toro, que Tantalo estê en el infierno con el agua a la boca, y muriendo de sed […] Fabula narratur. Llamamos Fabulas ciertos cuéntos, cuya corteza es vn entretenimiento de cosas ridiculas, introduziendo a los animales, como al leon, al lobo, a la raposa, y a los demás que hablan, y razonan entre si: y debaxo della ay vna dotrina moral, en la qual se nos aduirte de lo que deuemos hazer, y de lo que nos deuemos guardar. Tales son las fabulas que andan en nombre de Isopo, auiendo sido 1316 328 Ya que hemos reconocido estas consideraciones sobre el documento de Francisco Ramírez, vamos a revisar su contenido. Cabe aclarar que la información, a pesar de ser un relato mitológico que tiene lugar en un espacio y tiempo indefinido, tiene una secuencia narrativa, es decir, a pesar de que el jesuita hizo relación de las creencias gentiles de los tarascos, éste las presentó con omisiones y sin ningún tipo de sistematización. Los actos de la creación están desordenados, por ejemplo, no puede haber creación de los hombres sin antes existir la superficie del mundo. Conjuntando la Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro] con la RM, se pueden tener cierta idea sobre la teogonía tarasca, coadyuvando a darnos una idea con soporte documental. La Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro] menciona a varios dioses y sus características que son mencionados en la RM, como por ejemplo Curiti Caheri, dioses del cielo, Dios del infierno, Cueráuaperi y el Dios del mar, mientras de otros no se mencionan o los datos son escuetos, como la Diosa del infierno,1321 una diosa cuyo cuerpo formaba la superficie de la tierra, dos diosas que la sujetan de los brazos, y el sumo sacerdote de Cueráuaperi (muy probablemente el primero el inuentor dellas Hesiodo. […] Ha se de notar, que todos aquellos grandes Filosofos que se dieron a la especulacion del mouimiento de los cielos, y de sus efectos; la generacion y corrupcion de las cosas elementadas, la conuersion por partes de los mesmos elementos. Para ocultar su dotrina fingieron essa multidud de fabulas con tanta diuersidad de dioses: entendiendo por ellos el Sol, la Luna, las estrellas, los elementos: y a vno pusieron Iupiter como el aire: Iuno a la exalacion y vapor que sube de la tierra: Febo al sol, Diana a la luna y de los demás se entiende lo mesmo. Fingieron aquellas trasformaciones que llaman Metaforfoses, y en razón de la corrupcion de vnas cosas, y generacion de otras, y todas las causas y efectos naturales disfraçaron con estas inuenciones; como hasta oy dia vemos que lo hacen los Alchimistas, cuyo lenguage no se puede entender sino con particular estudio, y con la contracifra que ellos tienen, dan los nombres particulares ad placitum de su dotrina, al oro, a la plata, al açogue, y a los demás metales: y al modo de vsar dellos los que enseñaron la dotrina moral fuera justo comunicarla, desnuda, sin ningún disfraz ni reboço, vsaron los símbolos, que difieren poco de enigmas, dificilimas de declarar al mesmo Edipo: todo esto deuio ser con un fin que los que no tenian capacidad para tratar aquellas materias, no se entremetiesen a querer enseñarlas a otros:, sin mas fundamento, que agora tendría la vageçuela, si por auer leydo vn libro de romance, que trata algunos puntos de Telogia, pensasse saber tanto como los que la professan. Boluiendo a mi propósito: digo que por huyr el sobredicho inconueniente se siguio otro mayor, que se fue asirse a la gente rostica y grosera, tan de veras a la corteza de aquellas narraciones, que creyeron auia Iupiter y Venus, y Iuno, &c. Y admitieron tantos adulterios hechos por sus dioses, siendo cerca de los sabios transmutaciones de cosas naturales, y la generacion y corrupcion dellas, como hemos dicho del encubrir las cosas misteriosas, y que no deuen ser comunes a todos: exemplos tenemos hartos en las diuinas letras, que si aquí los huuieramos de ingerir, bastaran a ocupar toda la obra. Vsò de Apologos, de symbolos, de enigmas, y parábolas el Espiritu santo, por la grandeza de las mismas cosas, y poque con mas codicia y dilgencia procurassemos entenderlas, para no oluidarlas y executar lo que para ellas ordena. Todo esto se ha dicho en ocasión del nombre fabula, que como genero de las particulares que hemos especificado: rematemos con que algunas vezes damos nombres de fabulas a las cosas que fueron ciertas y verdaderas, pero en su discurso tienen tanta variedad que parecen cosas no acontecidas, sino compuestas, è inuentadas de algun gallardo y loçano ingenio. Los que aueys leydo las Coronicas de las Indias, cosa que passo ayer, tan cierta y tan sabida, mirad quantas cosas ay en su descubrimiento, y en su conquista, que exceden a quanto han imaginado las plumas de los vanos mentirosos, que han escrito libros de cauallerias, pues estas vendra tiempo que las llamen fabulas, y aun las tengan por tales los que fueren poco aficionados a la nacion Española, y para euitar este peligro, se auia de auer defendido que ninguno las escriuiera poeticamente en verso, sino conseruarlas en la pureza de la verdad con que están escritas, por hombres tan graues, y tan dignos de fe, sin atauio, afeyte, ni adorno ninguno. Muchas vezes por la razón dicha arriba, algunas historia notables y de gusto las llamamos fabulas, considerando su artificio, porque no le tienen mayor las que son…‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra F, Pp. 393v-394. 1321 Se entiende que tanto del Dios del infierno y la Diosa del infierno vivían en un espació debajo de la superficie terrestre, que los europeos identificaron con el infierno cristiano. Más adelante detallaremos los diversos niveles del universo tarasco, y aunque existen varios nombres para designarlos, nosotros adoptamos la nomenclatura de inframundo. 329 mismo Curiti Caheri); mientras que en la RM se mencionan alrededor de 50 deidades diferentes.1322 Parece ser que cómo en otros mitos alrededor del mundo, y Mesoamérica no es la excepción, los tarascos creían en un doble principio creador masculino y femenino. Tanto la RM como la Relación sobre la residencia de Michoacán [Pátzcuaro] mencionan al principio creador femenino: la diosa Cuerauaperi, que según la primera fuente, era la ―madre de todos los dioses de la tierra‖, ―madre de todos los dioses terrestres‖, y Ramírez la refiere como ―madre de los dioses‖. 1323 Líneas arriba, mencionamos como Ricardo Aguilar considera que Ramírez ocultó u omitió información, entre la cual se puede notar el principio creador masculino, pues el jesuita menciona más adelante después de la última creación de los hombres: ―Puestas pues todas las cosas en orden, tornó otra vez a salir el sol, por mandado de los dioses del cielo; el qual, con las demás cosas de allá, tenían haber hecho los dioses del 1324 cielo; y las de acá baxo, los del ynfierno: pareciendo tener el error de los manicheos.‖ Vemos que se habla en plural tanto de los dioses del cielo y el ―infierno‖, de este último lugar se menciona el principio dual masculino-femenino, es probable que esto sucediera de igual forma para los dioses del cielo. La Relación Geográfica de Tiripetío es el único documento donde se habla de una deidad masculina que probablemente fuera la contraparte de Cueráuaperi: ―Su Rey [el cazonci] les tenía apercibido y mandado que oyesen a los sacerdotes de su dios Tucupacha, porque cuando les hablaba y predicaba estaba dentro de ellos su dios, que como digo, llamaban Tucupacha. […] Y porque vaya más claro lo de este su dios Tucupacha, digo que a éste tenían por dios universal, y que era hacedor de todas las cosas, y que él daba la vida y la muerte, y que él daba los temporales, y a éste llamaban en sus necesidades y tribulaciones, y cuando esto hacían, miraban hacia el cielo entendiendo que 1325 allí estaba.‖ Tucupacha sería un dios universal, creador, dador de vida y muerte, mandaba las lluvias, atributos compartidos también por Cueráuaperi, y se colige que era un dios del cielo. Si aceptamos a este dios Tucupacha como contraparte de Cueráuaperi, complementamos la información sobre el principio creador dual masculino y femenino. De ambos dioses creadores nacerían pues, los demás dioses mencionados tanto en la RM como en la relación de Ramírez. Esta pareja bien podría tratarse de los dioses engendradores del cielo o dioses celestes engendradores, mencionados en la RM. La información es inexistente sobre el estado de las cosas antes e inmediatamente después de la creación, es probable que el Dios del infierno y su mujer, la Diosa del infierno, fueran hijos de Tucupacha y Cueráuaperi, así se entendería porque las cosas de arriba 1322 RM, ―Apéndice. Cargos de gobierno, oficios y nombres‖, Pp. 281-282. RM, Primera Parte, f. 10v, P. 12; Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 234.; RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 494. 1324 Ibíd., P. 494. ―Maniqueísmo: Doctrina religiosofilosófica que se difundió desde Persia hacia el Oeste y que ejerció su influencia durante los siglos II y VII. Fue fundada por Mani (gr. Mane, latinizado Manichaeus), un mago que, después de convertirse al cristianismo, intentó una síntesis de éste con el dualismo de Zoroastro, y fue martirizado por ello. Para combatir el poder de la oscuridad, la madre de la luz creó el primer hombre. Como Buda y Zoroastro, Mani predicó la iluminación entre los hombres. Como Jesús, el hijo del hombre, tuvo que sufrir, se transfiguró y simboliza la salvación por la muerte aparente en la cruz; como espíritu del sol, atraía hacia sí todas las partículas connaturales de luz. La salvación final de las garras de los demonios se consigue llevando una vida ascética, inspirada en el código ético hindú y reconociendo a Mani como profeta paráclito (Juan, 14, 16, 17). Revivió [el maniqueísmo] en el siglo XI en Occidente durante las Cruzadas, con los cátaros.‖ [LEIDECKER, KURT F.] ―Maniqueísmo‖, en: RUNES, DAGOBERT D.. Diccionario de filosofía, Óp. Cit., P. 238. 1325 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 21-22. 1323 330 las hicieron los dioses del cielo, y las de abajo los dioses del infierno, siempre por orden de los primeros, y por medio del mensajero de los dioses, llamado Curita caheri o Curiti Caheri, ―que quiere decir gran sacerdote‖.1326 El cielo o supramundo es referido como Auanda o Auandaro, y con las palabras echuhcuriqua y chunguuicuriqua,1327 al perecer el primer vocablo hace referencia a un lugar mítico que los españoles tradujeron a la noción cristiana de morada divina, mientras los segundos hacen referencia al espacio visible de la cúpula atmosférica.1328 La Relación Geográfica de Tiripetío menciona la importancia que tenían los fenómenos naturales de la bóveda celeste, pues los tarascos ―no tenían cuenta con otra criatura como es sol, luna y estrellas…‖, 1329 aparte de los fenómenos astronómicos, podrían incluirse los meteorológicos como el viento, las nubes, la lluvia, y los rayos. Al parecer el cielo estaba dividido en varios niveles, aunque no sabemos cuántos niveles eran, en la oración que hacían los sacerdotes antes de hacer entradas para capturar prisioneros para sacrificar, se rezaba ―"¡oh dioses del quinto cielo, cómo no nos oiréis de donde estáis, porque vosotros sois solos rey[e]s y señores [y] vosotros solos limpiáis las lágrimas de los pobres!".‖1330 El cielo era la morada de varias deidades, como Tucupacha, Cueráuaperi y las nubes negra, blanca, amarilla y colorada que enviaba para las lluvias, Tares Vpeme y Querenda Angápeti; estos dioses podían bajar a la tierra por la puerta del cielo que estaba en Pátzcuaro, maderos largos en los templos, donde se hacían ceremonias de la guerra, o en los tocones y troncos de árboles, por la aparición de animales y tal vez había otras formas como el consumo de enervantes o situaciones oníricas que permitía viajar entre los distintos planos del universo. Antes de que los dioses del inframundo crearan el mundo, se entiende que ya habían nacido por lo menos el Dios del mar, y dos diosas de las cuales no se mencionan sus nombres y no son identificables. El inframundo, que los europeos identificaron como el infierno, era el lugar mítico que se encontraba debajo de la superficie terrestre. Existen varios vocablos en las fuentes escritas coloniales para referirse a este lugar, como Varichao, Cumiechuquaro o Vtatsperaquaro.1331 Según los mitos que hemos mencionado, existía una pareja de la cual se desconocen sus nombres en tarasco, y sólo los conocemos como dioses del infierno, que se encargaron de crear las cosas del mundo terrenal. La RM hace referencia continuamente al Dios del infierno, se menciona por ejemplo como este dios enviaba las peñas donde se construían los templos a los dioses principales, como envió 1326 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 494. La lección que proporciona Ramírez parece correcta, pues la RM menciona a los sacerdotes cúritiecha en plural, curiti o curi en singular, sacerdotes de alto rango sólo inferiores al petámuti, y entre sus funciones se encontraba hacer traer leña para los templos, hacer ceremonias y echar olores en la oración para las guerras, celebrar matrimonios de la clase dominante tarasca, e introducir a un nuevo cacique en su pueblo‖, RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 11, P. 183 y pássim; mientras que Caheri significa ―grande‖, cuya raíz es ―Cahe-, significa tener grande el lugar que se señalare, o agrandarlo‖, DGLM, T. II, P. 70. 1327 DGLM. T. I, P. 197; T. II, Pp. 60-61, 180. 1328 GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán, Óp. Cit., P. 234. 1329 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 19. 1330 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190. 1331 Ricardo Aguilar menciona que ―uarichao o ―el infierno‖ era también el lugar donde los muertos iban a residir, existiendo un camino para entrar (Varichaonapu xangareinitani).‖ AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 139. Algunas palabras más relacionadas con el inframundo eran ―Varichao. Infierno, lugar de muertos‖, ―Varichao, coumienchuquaro. En el infierno‖, DGLM, T. II, Pp. 109, 681-682, 753. La palabra Vtatsperaquaro es traducida por ―En el infierno, o lugar de condennados‖, por lo que probablemente ya se trató de un neologismo para la evangelización. 331 un topo para favorecer a Zurumban, como algunas personas iban a morar al infierno después de muertas,1332 y como los que habitaban en el inframundo tenían apariencia esquelética.1333 Es probable que la Diosa del infierno haya estado relacionada con la diosa que los dioses tenían sujeta de las extremidades para que no cayese, y que el mundo terrenal se encontraba en su espalda, ―así, Ynfierno y Tierra constituirían una dupla tan cercana que lo uno se compenetra con lo otro; las rocas que emergen a la superficie terrestre vienen del inframundo mientras que las oquedades naturales son pensadas como entradas a la morada de los muertos.‖1334 Aparte de las oquedades terrestres, los cuerpos de agua también eran considerados como portales al inframundo; Corona Núñez consideraba el inframundo tarasco como un lugar acuático semejante al Tlalocan de las creencias nahuas del Centro de México,1335 debido a una referencia que proporciona la RM: ―Díjole aquel principal [Timas] al cazonçi: "señor, haz traer cobre y pondrémosnoslo a las espaldas y ahoguémonos en la laguna y llegaremos más presto y alcazaremos a los que son muertos".‖1336 Roberto Martínez menciona que dicho pasaje en realidad sugiere que se llegaría más rápido al inframundo ahogándose en el lago, pero recalca otros pasajes que aluden al inframundo y su acceso acuático:1337 ―…dicen que andaba un pescador en su balsa pescando por el río con anzuelo, y picó un bagre muy grande y no le podía sacar y vino un caimán, no sé de donde, de los de aquel río y tragó aquel pescador, y arrebatóle de la balsa en que andaba y sumióse en el agua muy honda, y abrazóse con él el caimán y llevóle a su casa aquel dios-caimán, que era muy 1338 buen lugar, y saludó aquel pescador y díjole aquel caimán: 'verás que yo soy dios.‖ Fray Alonso de la Rea documentó la creencia de que había contactos subterráneos entre los distintos cuerpos de agua de la región: sobre el lago de Zirahuén mencionó que ―no se navega, porque en medio se hace un remolino con rápido, que se sorberá un monte. Es tradición de los naturales que se comunica con la de Pasquaro‖, y que la laguna de ―Quitupa, muy profunda y con quien se comunica por ocultos rumbos de la tierra.‖1339 En el Códex Plancarte se nombra un manantial que se encontraba en Tzintzuntzan como ―Hucumuo‖, es decir, topo, animal asociado al Dios del infierno: ―En aquel tiempo [¿durante la conquista española?] escondieron y taparon los naturales del pueblo de tzíntzuntzan un ojo de agua que llamaban Hucumuo y otros muchos ojos de agua daban todos fuertemente con flechas y se fueron...‖.1340 Además la RM proporciona otro dato importante, ya que cuando los sabios se juntaron para saber de dónde vieron los extraños hombres que tenían sitiada a México-Tenochtitlán, mencionaron que ―el cielo se junta con el mar y de allí debían de salir…‖1341, 1332 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, Cap. XI, 79v , Cap. XXV, f. 199, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53, P. 36, 50, 129, 267. 1333 En los primeros años de la conquista, se mencionan varias cosas que los indígenas creían de los españoles, entre estas que ―unos sacerdotes y hechiceros suyos, hiciéronles en creyente a la gente, que los religiosos eran muertos y que eran mortajas los hábitos que traían, y que de noche, dentro de sus casas, se deshacían todos y se quedaban hechos huesos y dejaban allí los hábitos y que iban allá al infierno donde tenían sus mujeres y que vinían a la mañana.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53, P. 267. 1334 GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán, Óp. Cit., P. 231. 1335 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., Pp. 26, 81-86. 1336 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 47, P. 255. 1337 GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 237-238. 1338 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38v-39, Pp. 238-239. 1339 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…, Óp. Cit., Lib. I, Lib. II, P. 67. 1340 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 238. Más adelante en el mismo documento se hace referencia a un ―monte de ucumo‖. Ibíd., P. 240. 1341 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243. 332 recordemos que tanto en la RM como en la Relación de Ramírez, se menciona a un ―dios del mar‖, sin que tengamos más datos sobre él. El mundo de los seres humanos, la superficie del mundo salía ―de las espaldas de una diosa que los dioses pusieron en la tierra, que tenía la cabeza hacía poniente, y los pies hacía oriente, y un brazo a septentrión, y otro a meridión; y el dios del mar la tenía de la cabeza; y la madre de los dioses [Cueráuaperi] de los pies; y otras dos diosas, una de un brazo y otra de otro, porque no se cayese.‖1342 La palabra que usaban los tarascos para referirse al mundo era ―Paraquahpeni. El mundo‖;1343 según el análisis lingüístico que realiza Cristina Monzón, la palabra hace referencia a un cuenco, un objeto cóncavo que se encuentra en una superficie plana y extensa, pero limitada, y qué posee dos puntos cardinales, el poniente y el levante.1344 ―Se puede entonces concebir al cuenco terrenal como el cuerpo de un ser animado acostado panza abajo con la mano izquierda hacía el sur, la mano derecha hacia el norte, el poniente –mu, que es el orificio por donde entra el sol, se puede ver como la boca, y el levante –hchu, que es el lugar donde sale el sol, puede asociarse con el ano.‖1345 En la RM hay varias referencias a la geografía corporal de esta diosa mencionada por Ramírez: para hacer referencia a los puntos cardinales del norte y sur, se menciona la ―mano derecha‖ y la ―mano izquierda‖. Y en un pasaje, cuando los curinguareños mandan retar a pelear a los uacúsecha, estos les dicen ―nos juntaremos todos y jugaremos en las espaldas de la tierra y veremos cómo nos miran de lo alto los dioses celestes y el sol y los dioses de las cuatro partes del mundo.‖1346 Los antiguos tarascos también tenían la idea de que los metales preciosos eran excrementos de deidades, pues cuando se inicia la expansión del Triunvirato, se menciona que ―y viendo aquel oro amarillo y la plata blanca, dijo Hirepan: "mirá, hermanos, que esto amarillo debe ser estiércol del sol que echa de sí; y aquel metal blanco estiércol de la luna, que echa de sí.‖1347 Aquí podemos vislumbrar la geografía cósmica presente en la religión tarasca. En la RM se menciona a un gran número de dioses que habitaban y delimitaban las diversas partes del universo, compuestas por el cielo, el mundo y el inframundo, así como cuatro direcciones asociados a los puntos cardinales. Entre las deidades que adoraban los tarascos según la RM, aparte de la deidad patrona principal de cada pueblo o linaje, se encontraban el sol, seguramente la luna, los dioses celestes engendradores, la madre Cueráuaperi, los dioses de las cuatro partes del mundo, entre los que se encontraban los dioses de la mano izquierda (los dioses Viranbanecha, de la tierra caliente), y los dioses de la mano derecha (probablemente los dioses primogénitos), el Dios del mar, y el Dios del infierno. Se mencionan otros dioses que tal vez agrupaba a varias deidades que se encuentran en la RM, como los dioses de la tierra, los dioses de los montes (angámucurachan), y los dioses comunes.1348 Parece ser que Pátzcuaro y su cuenca era el centro del cosmos según la religión tarasco-uacúsecha, pues Jerónimo de Alcalá menciona que ―decía el caçonzi pasado [Tzintzincha Tangáxoan], que en este lugar, y 1342 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 495. 1343 DGLM, T. II, P. 405. 1344 MONZÓN, CRISTINA. ―Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis etimológico en la cosmología tarasca‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2005, otoño, año/vol. XXVI, núm. 104, Pp. 138-139. 1345 Ibíd., P. 141. 1346 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37.Cursivas nuestras. 1347 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131v, P. 154. 1348 RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 118v, P. 128. 333 no en otro ninguno, estaba la puerta del cielo por donde descendían y subían sus dioses. Y de continuo trujeron aquí sus ofrendas, aunque se mudó la cabecera a otras partes...‖.1349 Este centro al parecer poseía la capacidad de vincular los diferentes planos, tanto las dimensiones horizontales, como la dimensión vertical del cosmos, formando un quincunce. Ricardo Aguilar propone que esta diosa presumiblemente acostada boca abajo1350 es Cueráuaperi, aunque concordamos con Roberto Martínez en que no hay ningún elemento que asocie a la madre de los dioses con lo telúrico.1351 De hecho es más probable que la diosa en cuya espalda se encontraba la superficie del mundo, sea la diosa del inframundo, por ser esta la que parió las cosas del mundo, pero tampoco hay elementos claros para esta conjetura.1352 Se menciona que ―parió primero la diosa del infierno las sierras peladas y la tierra sin fruto‖,1353 por mandamiento de los dioses del cielo en que el dios del inframundo diese ―traza‖ en las cosas de la tierra, sin embargo, la situación del mundo no era del agrado de Cueráuaperi, ya ―que sus hijos no se podían pasear en la tierra, sin ser vistos ni ella podía vaxar a ella; estando cerca la luz, embió su mensajero [Curita caheri] al dios del infierno, mandándole pusiese remedio. Y ansí parió su mujer [la diosa del infierno] los árboles [, fuentes, ríos] y las demás plantas y animales.‖1354 Es probable que en este punto del mito se situaban las diversas creaciones de los dioses. Sobre la primera creación de los hombres sólo se menciona que ―los hombres decían aver hecho los dioses de ocho pelotillas hechas de ceniza, ruciadas con la sangre que se sacó de las orexas un mensagero que los dioses del cielo embiaron para eso, llamado Curiti Caheri, que quiere decir gran sacerdote; y a cabo de averlas tenido algunos días en un bacín, de las quatro salieron varones; y de las otra quatro, mujeres; pero sin coyuntura ninguna; de manera que no se podían sentar ni menear.‖1355 Parece ser que precisamente esta condición de no tener coyuntura ni capacidad de movimiento, fue lo que motivó a los dioses a destruir la primera creación de los hombres para hacer 1349 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37. No queda claro cuál era la posición corporal de ésta diosa, sí boca abajo, teniendo en cuenta que se dice que la superficie de la tierra se encontraba en las espaldas; pero la posición más común para que una mujer dé a luz es boca arriba. Tal vez esto no preocupaba a los antiguos tarascos, quienes creían que era el cuerpo de una diosa la que conformaba el mundo, independientemente de la posición corporal. Aunque debe tomarse en cuenta que la mano derecha se encontraba al septentrión, y la izquierda al meridión, la cabeza en el mar y las piernas al oriente, lo que indicaría que en efecto, se encontraba recostada boca abajo. 1351 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 145; GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán, Óp. Cit., nota a pie núm. 11, P. 81. 1352 Ibíd., P. 231. 1353 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 493. La RM menciona que cuando los uacúsecha llegaron a Pátzcuaro, ―hallaron el asiento de sus cúes llamado Petázequa, que eran unas peñas sobre alto, encima las cuales edificaron sus cúes, que decían esta gente en sus fábulas quel dios del infierno les envía aquellos asientos para sus cúes a los dioses más principales.‖ RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36. 1354 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 494. 1355 Ibíd., P. 493-494. En la RM se menciona que los dioses hicieron a los hombres de ceniza: ―Esta costumbre había [de casarse ente señores] en los tiempos pasados y aquellos señores que guardaron de la ceniza, ques los primeros que fueron señores, que decía esta gente que los hombres hicieron los dioses de ceniza, como se dijo en la primera parte, aquellos empezaron a casarse con sus parientas por hacerse beneficio unos a otros, y por ser todos unos los parientes, y nosotros tenemos esta costumbre después dellos.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XI, f. 26v, P. 214. 1350 334 otra. No hay información sobre cómo fue la segunda creación de los hombres, sólo se menciona que los dioses del cielo los tornaron a deshacer ―por no estar a su contento‖, aunque es probable que Curita caheri volviera a hacer el ritual de sacrificarse las orejas para rociar su sangre en ocho pelotillas de ceniza. La tercera creación de los hombres es la más detallada de las creaciones. Se menciona como los dioses, ―los destruyeron con un dilubio de cinco días, en que se abrieron las fuentes y ríos, y cayó tanta agua, que los consumió a todos con todas las demás cosas de la tierra‖ que había parido la diosa del inframundo. Las razones por las cuales los dioses del cielo deshicieron por tercera vez a los hombres, fue ―por no estar a contento de los dioses del cielo, lo uno por no tener los hombres cómo poder engendrar; y lo otro, por no aver caminos para poder andar, por aver salido muchos montes y peñas.‖1356 A pesar del diluvio, ―se escaparon un hombre y una muger sobre un monte mui alto, y allí esperaron a que descreciesen las aguas. Y, a cabo de algunos días, baxaron a un llano donde hallaron muchos venados muertos; y, por no tener otra cosa que comer, por averse todo anegado, con los palos que pudieron hallar, y cierto ynstrumento, sacaron fuego; y comenzaron a asar los venados. Y, subiendo el humo al cielo, preguntó la madre de los dioses [Cueráuaperi] qué era aquello; que si avia quedado algún hombre. Siéndole dicho lo que pasaba, embió a su summo sacerdote [Curita caheri] a destruirlos. El qual les dio con una calabaza en la cabeza, y se tornaron perros.‖1357 La cuarta creación de los hombres fue de dónde se supone que el mundo tomó forma hasta antes de la llegada de los europeos: ―entonces tornaron a mandar al summo sacerdote [Curita caheri] los dioses que hiciese los hombres la quarta vez. Y, tomando otras ocho pelotas de ceniza, haciendo lo mismo que la primera vez, salieron quatro hombres y quatro mugeres, de la manera que son agora. Y, por averles contentado a los dioses, les hecharon la bendición, y comenzaron a multiplicar y de allí vinieron los demás. Y, para tornar a restaurar las demás cosas, mandaron al dios del ynfierno que diese orden en eso; y concibiendo su mujer [la Diosa del infierno], vino a parir todas las demás plantas y árboles, como están.‖1358 El orden que puso el dios del inframundo probablemente se refiere a los ―caminos‖ y ―traza‖, relacionados con los tres niveles del universo y las cuatro partes del mundo.1359 Aunque no queda claro, parece que existieron varios soles, o se interrumpió el transito del mismo; la diosa Cueráuaperi mandó al dios del inframundo que la diosa del inframundo pariera las plantas, fuentes, ríos, peñas y animales ―estando cerca la luz‖, y después de la cuarta creación de los hombres y ―puestas pues todas las cosas en orden, tornó otra vez a salir el sol, por mandado de los dioses del cielo‖1360 Hay un pasaje de la RM que proporciona más información pero es de difícil interpretación: antes de que llegaran los españoles ocurrió 1356 Estas últimas palabras podrían permitirnos situar las tres primeas creaciones del hombre en un punto intermedio entre que la diosa del infierno parió las peñas y la tierra sin fruto, y que los dioses del cielo le diesen orden al dios del inframundo diese ―traza‖ en las cosas de la tierra. 1357 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 494-495. 1358 Ibíd., P. 494. 1359 ―Al momento de que esta diosa, primeramente parió en varias ocasiones lo material en la superficie de la tierra, ulteriormente hubo de encargarse por poner ―traza‖ y ―caminos‖ en la tierra. La división en dos ejes, uno horizontal y otro perpendicular a éste, es posiblemente la forma en como se obtuvieron las cuatro partes del mundo (un referente que aparecerá posteriormente). De esta forma, Cuerauaperi es la diosa que aprueba las acciones de los demás dioses y que se encarga de la división y del orden en la superficie donde habita el hombre.‖ AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Óp. Cit., P. 147. Cursivas originales. 1360 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 494-495. 335 un concilió de dioses, donde se anuncia que van a venir nuevos hombres creados a la tierra, y entre los argumentos que usan los dioses en contra de ese anuncio, se encuentra: ―A la verdad no fué esta determinación al principio, questaba ordenado que no anduviésemos dos dioses juntos antes que viniese la luz, porque no nos matásemos y perdiésemos la deidad, y estaba ordenado entonces, que de una vez sosegase la tierra, que no se volviese dos veces y que para siempre se habían de estar ansí, que no se había de mudar. Esto teníamos concertado todos los dioses antes que viniese la luz, y agora 1361 no sabemos qué palabras son éstas‖ Siguiendo los mitos de los tarascos, podemos hablar de una quinta creación de los hombres, según la RM. Con una religión oficial de Estado, donde los cultos locales estaban aglutinados bajo la tutela de Curícaueri, se menciona este concilio de todos los dioses del Tzintzuntzan Irechequa. En este concilio se explica cómo Curita caheri fue al oriente donde estaba la diosa Cueráuaperi, y estaban con ella los dioses Curícaueri, Xarátanga, Huréndequauécara y Querenda angápeti (dioses de los señoríos conquistados más importantes, correspondientes a Taríaran, Curínguaro y la región de Zacapu). Ellos intentaron contradecir a la diosa madre Cueráuaperi, sin embargo no los dejaron hablar y rechazaron las palabras de la diosa: ―"ya son criados otros hombres, nuevamente, y otra vez de nuevo han de venir a las tierras"; esto es lo quellos querían contradecir, que no se hiciese y no fueron oídos, y dijéronles: "dioses primogénitos, esforzaos para sufrir. Y vosotros dioses de la man[o] izquierda, sea ansí como está determinado de los dioses, ¿cómo podemos contradecir esto questá ansí determinado? No sabemos qués esto. A la verdad no fué esta determinación al principio, questaba ordenado que no anduviésemos dos dioses juntos antes que viniese la luz, porque no nos matásemos y perdiésemos la deidad, y estaba ordenado entonces, que de una vez sosegase la tierra, que no se volviese dos veces y que para siempre se habían de estar ansí, que no se había de mudar. Esto teníamos concertado todos los dioses antes que viniese la luz, y agora no sabemos qué palabras son éstas". Los dioses probaron de contradecir esta mutación y en ninguna manera los consintieron hablar: "sea ansí, como quieren los dioses. Vosotros los dioses primogénitos y de la man[o] izquierda, íos todos a vuestras casas, no traigáis con vosotros ese vino que traís, quebrá todos esos cántaros, que ya no será de aquí adelante como hasta aquí, cuando estábamos muy prósperos. Quebrá por todas las partes las tinajas de vino, dejá los sacrificios de hombres y no traigáis más con vosotros ofrendas, que de aquí adelante no ha de ser ansí. No han de sonar más atabales: rajaldos todos. No han de parescer más qúes ni fogones, ni se levantarán más humos. Todo ha de quedar desierto, porque ya vienen otros hombres a la tierra; que de todo en todo han de ir por todos los fines de la tierra, a la man[o] derecha y a la man[o] izquierda y de todo en todo irán hasta la ribera del mar, y pasarán adelante y el cantar sea todo uno y que no habrá muchos cantares como teníamos, mas uno solo por todos los términos de la tierra.‖ […] Respondieron todos los dioses del concilio y dijeron que ansí sería, y empezaron a limpiarse las lágrimas, y deshízose el concilio y no paresció más aquella 1362 visión. Cuando los tarascos tuvieron noticia que la capital de sus principales enemigos, México-Tenochtitlán, estaba sitiada por gente extraña con venados con cotaras de hierro, y una cosa que sonaba como las nubes dando gran tronido y mataba de lejos, echaron juicios sobre quien era esta gente, pues nunca habían oído cosa semejante de sus antepasados, y nunca les dijeron que habían de venir nuevas gentes. ―"¿De dónde podían venir, sino del cielo, los que vienen? Que el cielo se junta con el mar y de allí debían de salir, pues aquellos venados que dicen que traen, ¿qué cosa es?".‖1363 1361 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 37-37v, Pp. 235-236. RM, Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 37-37v., Pp. 235-236. Cursivas nuestras. 1363 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243. 1362 336 Recurrieron entonces a su sistema de creencias para explicar la nueva realidad que llegaba de donde el cielo se junta con el mar, para los caballos recurrieron al mito del dios Cúpanzieeri,1364 y cuando Antonio Caicedo y sus compañeros llegaron a Tzintzuntzan, estos le regalaron a Tzintzincha Tangáxoan un perro y diez puercos, ―y como viese el cazonçi aquellos puercos, dijo: "¿qué cosa son éstos? ¿son ratones que trae esta gente?". Y tomólo por agüero y mandólos matar y al perro, y arrastráronlos y echáronlos por los herbazales.‖1365 Y más adelante, en un capítulo donde se mencionan las cosas que creían los indígenas de los españoles después de la conquista, se menciona que ―decían que el trigo y semillas y vino que habían traído [los españoles], que la madre Cuerábaperi se lo había dado cuando vinieron a la tierra.‖1366 Estos acontecimientos pudieron haber sido interpretados como quinta creación, con seres humanos, animales y plantas nuevos, venidos fuera del mundo terrenal de un lugar donde se unía el cielo e inframundo. Así como los humanos de la primera creación fueron destruidos para dar paso al segundo intento de creación de la segunda humanidad, y así sucesivamente, la humanidad de la cuarta creación, el orden cósmico establecido en el mundo tarasco, debía de ser destruido para dar paso a la quinta creación. Por eso en el concilio de dioses, se les ordenó quebrar las tinajas de vino, dejar los sacrificios humanos, dejar de tocar los tambores, y ya no tener el fuego prendido en los fogones de los templo; dicha destrucción y desolación estuvo a cargo de otros hombres nuevamente creados. Claudia Espejel menciona como ―en general los dioses tenían características humanas, su organización era similar a la de los señores y usaban los mismos atavíos que éstos (o viceversa).‖1367 A parte de la jerarquía divina dentro de la religión tarascouachúsecha en dioses mayores (águilas reales) y en dioses menores (águilas pequeñas, gavilanes, halcones y aves de rapiña ligeras, nombradas como tíntivápeme), así como otros animales como roedores, felinos, cánidos o iguanas, también existía una jerarquía dentro de la gran familia celestial. Tucupacha y Cueráuaperi serían los padres de todos los dioses, y esos a su vez estarían emparentados en generaciones y en varios grados entre ellos, son mencionados los abuelos, hermanos, tías, nietos y esposos, aunque tal vez existían más, por ejemplo hijos de dioses. Por la información disponible sabemos que los dioses viajaban a través de los distintos planos del universo, los dioses del cielo bajaban a la tierra, y el del inframundo subía a la superficie. Precisamente era en el mundo donde habitaban los humanos donde los dioses tenían gran importancia en la vida de estos, aunque este aspecto y su relación con la guerra lo trataremos en un apartado del capítulo dedicado precisamente a la violencia armada entre grupos. 1364 Cuando se juntaron los señores para tratar de discernir quienes eran los españoles, ―dijéronle los navatlatos [al cazonci]: "señor, aquellos venados deben ser, según lo que sabemos nosotros por una historia, y es que el dios llamado Cúpanzieeri jugó con otro dios a la pelota, llamado Achuri hirepe, y ganóle y sacrificóle en un pueblo llamado Xacona y dejó su mujer preñada de Sirátatápezi, su hijo, y nació y tomáronle a criar en un pueblo, como que se le habían hallado. Y después de mancebo fuese a tirar aves con un arco y topó con una ivana y díjole: 'no me fleches y direte una cosa: el padre que tienes agora no es tu padre, porque tu padre fué a la casa del dios llamado Achu hirepe, a conquistar, y allí le sacrificaron'. Como oyó aquéllo, fuése allá para probarse con el que había muerto a su padre, y vencióle y sacrificó al que había muerto a su padre y cavó donde estaba enterrado y sacóle y echósele a cuestas y veníase con él. En el camino estaba en un herbazal una manada de codornices, y levantáronse todas en vuelo, y dejó allí su padre por tirar a las codornices, y tornóse venado el padre y tenía crines en la cerviz, como dicen que tienen esos que traen esas gentes, y su cola larga. Y fuese hacia laman[o] derecha, quizá con los que vienen a estas tierras".‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243. 1365 RM, Tercera Parte, Cap, XXIV, f. 44, P. 249. 1366 RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53, P. 267. 1367 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, Pp. 304. 337 22. AGRICULTURA, ASTRONOMÍA Y FIESTAS. EL TIEMPO DE LA GUERRA EN LA CULTURA TARASCA PREHISPÁNICA1368 ―A quien adoraban eran ciertos ídolos de palo y de piedra con la figura del demonio, feos, espantables, y estos ídolos se llamaban tareis. No tenían cuenta con otra criatura como es el sol, luna y estrellas, porque el demonio se los enseñaba así…‖ 1369 Pedro de Montes de Oca, Relación geográfica de Tiripetío, 1580 Desde la prehistoria más remota, la humanidad ha percibido los fenómenos naturales que le han rodeado, tales como la sucesión del día y la noche, el resplandor del sol y la luna, los cambios estacionales, así como los cambios en la bóveda celeste, que han coadyuvado la necesidad de orientación. Estos cambios se concretizaron intelectualmente con la invención de los calendarios, ya que para lograrlos se necesitó desarrollar el conocimiento matemático y astronómico. Estos saberes sin duda se conocían mucho tiempo antes de la escritura, pero fue gracias a la revolución neolítica y 1368 Cabe aclarar que la información sobre el conocimiento astronómico tarasco, como lo son los nombres de los astros, eclipses y fases lunares, que citamos en este apartado, proviene de fuentes escritas del siglo XVI. A pesar que en la actualidad se menciona en diversos ámbitos, el conocimiento milenario transmitido de forma oral de generación en generación, conocemos pocos trabajos que haga mención al conocimiento astronómico purépecha actual, aunque supuestamente se ha usado para fijar nuevas tradiciones y cómputos del tiempo no turhísï (mestizos). El único trabajo que conocemos es de Felipe Chávez Cervantes: ―Los eclipses de sol se conocen con el nombre de juriata anantska; los de luna Nana Uarhi Anatskua. Se pensaba que un eclipse era una lucha entre un monstruo y el sol o la luna; y que un eclipse presagiaba acontecimientos perjudiciales al hombre como las guerras, las pestes, las sequías, etc. Se conoce con el nombre de K‟uanari Joskua a la estrella de la mañana o el planeta Venus. A todo astro grande y luciente se le da el nombre de Kana Kana asi‟ o P‟ungun P‟ungun asi‟. T‟amu Joskua, son las cuatro estrellas. Uach Joskua, son las siete cabrías [sic.]. El pueblo p‘urhépecha conoce tres clases de cometas: Si‟rauata Anatsi‟, es el cometa que parece estar encendido. Josku K‟uanikukua, el que parece que cae a la tierra. Jancheri anapu sipapu, es el cometa grande que parece estar corriendo. Tata Juriata, es el astro rey. Nana Uarhi es la luna considerada como la reina de los agricultores. Los conocimientos astronómicos fueron transmitidos por medio de la tradición oral; mediante el hábito del trabajo diario, pauan pauan niatakua, se establecieron las costumbres o leyes no escritas a las que el hombre tiene que obedecer.‖ CHÁVEZ CERVANTES, FELIPE. ―Naturaleza, recursos naturales y cosmovisión p‘urhépecha: notas etnográficas para su estudio‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Lengua y etnohistoria purépecha. Homenaje a Benedict Warren. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (―Encuentros‖, núm. 2), 1997, P. 262. Sin embargo, Felipe Chávez no mencionó cuales eran sus fuentes de información, aunque podemos rastrear su contenido que nos remite a la obra de Eduardo Ruíz. Precisamente a Eduardo Ruíz le debemos el único texto que conocemos donde probablemente se registró información etnográfica sobre el conocimiento astronómico, a finales del siglo XIX. Como se sabe ampliamente, su libro sobre el Michoacán antiguo fue escrito con más pretensiones literarias que historiográficas, por lo que su información debe manejarse con mucho cuidado, al no tener certeza que es invención literaria y que es información de la tradición oral. Dentro de la ficción literaria, mencionó el dato que ―los tarascos ven con religioso respeto esos astros que ellos llaman ―las cuatro estrellas‖ (―tam-hoscua‖) y cantan todavía con expresión un himno antiquísimo, consagrado a la Cruz del Sur‖; y que las ―las pléyades o cabrillas eran también objeto de una adoración tierna y apacible, y las consideraban como las jóvenes odaliscas del serrallo del sol: por esto las llamaban y las llaman aún guach-hoscua (las muchachas estrellas).‖ RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México, Balsal Editores, (Obras completas de Eduardo Ruíz, Vol. I), 1969, Primera parte, nota a pie núm. 1, P. 33 y P. 52. Cursivas originales. Sin duda, el conocimiento actual sobre la astronomía purépecha es un tema que falta investigar, pero se debe evitar caer en forzar la interpretación de fuentes, y en construir castillos en el aire cuya finalidad sea la reivindicación tergiversando el pasado. 1369 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P.19. 338 la revolución urbana, que apareció ésta, quedando constancia de los sistemas numerarios. Los grupos humanos sedentarios que basaron su sustento en la agricultura, tanto en el Viejo Mundo como en el Nuevo Mundo, conocieron con bastante profundidad ciertos fenómenos celestes repetitivos, como el paso cenital del Sol y la Luna, la regularidad de las fases lunares, el cambio de estaciones, solsticios y equinoccios, y las posiciones solares, con lo que pudieron crear calendarios basados en los ciclos de la luna y el sol.1370 Para el caso mesoamericano, cuya base de subsistencia consistió en la triada de maíz, frijol y calabaza, fue necesario establecer un método para computar el tiempo, pues para su cultivo era necesaria una sincronía con la temporada de lluvias, las heladas y la época de secas. Los calendarios se usaron como cronómetros para cultivar, cosechar y almacenar estos productos. Los cambios en el entorno natural y celestial eran percibidos por los pueblos mesoamericanos, quienes lograron realizar notables cómputos en la medición del tiempo, a través de la observación del movimiento de los astros y otros fenómenos naturales, cómo el florecimiento y marchitamiento de las plantas, los cambios estacionales y las épocas de lluvias. Estos fenómenos son cíclicos, por lo que se pueden predecir dichos fenómenos, lo que permitió computar el tiempo, logrando crear los calendarios, estos se usaban para calcular cuando iniciar la siembra y cosecha de alimentos, así como otras actividades, tales como la celebración de fiestas o ir a la guerra. Los sistemas numerarios y calendáricos de estos pueblos siguen asombrando con su complejidad y exactitud, de entre los cuales destaca el calendario maya de cuenta larga, desarrollado en el período Clásico (ca. 200-900 de n. e.). ―Posiblemente la observación del cielo se realizó primero a ojo desnudo y después utilizando algún instrumento de gran simpleza que permitía enfocar un área o algún astro, como pudieron ser un par de maderos entrecruzados formando una X, o incluso, recostados en el suelo con las piernas cruzadas orientadas hacia una dirección en particular de la bóveda celeste. Más adelante construyeron ingeniosos y elaborados marcadores de horizonte adaptando los edificios civiles y religiosos a la topografía del terreno y al paisaje circunvecino y utilizaron las topoformas para señalar la posición del sol, y probablemente 1371 de la luna y otros astros, en determinadas fechas.‖ Las fuentes que documentan este conocimiento ancestral son diversas: elementos arquitectónicos, los monumentos epigráficos tales como estelas, esculturas y petrograbados, códices prehispánicos o posteriores a la conquista pero de estilo prehispánico, y las fuentes escritas durante la época colonial. Se puede afirmar por las fuentes, que el conocimiento calendárico se encontraba muy desarrollado entre los diversos pueblos mesoamericanos al momento de la conquista, y que tenían semejanzas notables, tanto que cuando Kirchhoff acuñó el concepto de Mesoamérica, se sirvió de estos elementos calendáricos como un elemento cultural de la súper-área: ―Escritura jeroglífica; signos para números y valor relativo de éstos según la posición: libros plegados estilo biombo; anales históricos y mapas. Años de 18 meses de 20 días, más 5 días adicionales; combinación de 20 signos y 13 números para formar un período de 260 días; combinación de los 2 períodos anteriores 1370 GARCÉS CONTERAS, GUILLERMO. Pensamiento matemático y astronómico en el México precolombino. 1ª reimpresión [de la Tercera edición]. México, Instituto Politécnico Nacional, 2012. 1371 RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Avances y perspectivas de la arqueoastronomía en Michoacán‖ en: ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA (Editora). La investigación arqueológica en Michoacán. Avances, problemas y perspectivas. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, (Colección Debates), 2014, Pp. 351-352. 339 para formar un ciclo de 52 años; fiestas al final de ciertos períodos; días de buen o mal 1372 agüero; personas llamadas según el día de su nacimiento.‖ Sin duda los calendarios mesoamericanos mejor conocidos son el maya y el mexica, ya que las fuentes ahondan en información para estudiar el cómputo del tiempo empleado por estas sociedades. El estudio de estos calendarios nos permite entender mejor la religión de estos pueblos, así como el conocimiento matemático, astronómico, arquitectónico y urbanístico; y también, para localizar en el tiempo algunos de los acontecimientos históricos que se encuentran en las fuentes coloniales referentes al pasado prehispánico. La relación existente entre la agricultura, calendario, y la guerra para nuestro caso en esta investigación, nos parece de la más relevante, pues nos permite acercarnos a la economía política del Tzintzuntzan Irechequa respecto a la última. Consideramos que la realidad material determinó los meses del año en los cuales se llevaban a cabo las guerras de conquista, si bien existían guerras rituales a lo largo del año, las guerras importantes implicaban la movilización de masas de guerreros así como su manutención, con el objetivo de obtener beneficios como botín, tributarios, esclavos y despojos. Esto ya había sido colegido por fray Isidro Félix de Espinosa a mediados del siglo XVIII: ―El tiempo que destinaban para la guerra era después de las cosechas, siendo en esto avisados para que no padeciesen los sembrados, ni se talasen sus campos, como sucede en las guerras de continuo‖;1373 también había sido notado por Eduardo Ruíz hace más de cien años en 1891: ―La guerra era ordinaria y extraordinaria. Esta última, determinada por las circunstancias; y la primera se hacía siempre después de las cosechas y de estar ya entrojados los granos.‖1374 Hasta ahora, toda la historiografía sobre los tarascos ha considerado que la época en que se realizaban las guerras de conquista era durante las fiestas de Hanzíuansquaro e Hiquándiro, y no en la de Purécoraqua o fiesta de la guerra. En nuestras pesquisas encontramos información que nos permite sostener nuestra interpretación sobre la verdadera época del año en que se libraban estas guerras, por lo cual nos vemos en la necesidad de exponer el conocimiento matemático, astronómico, la reconstrucción más completa del calendario tarasco, información respecto a la agricultura y épocas de lluvias, así como algunos documentos coloniales, con valiosos datos al respecto. El conocimiento matemático tarasco Poco se sabe sobre el desarrollo histórico del calendario tarasco, aunque para su elaboración debió de hacerse uso del conocimiento aritmético y astronómico. El conocimiento matemático de los tarascos ha sido poco trabajado, pero sabemos con seguridad que usaron el sistema vigesimal para realizar las operaciones aritméticas. Había nombres específicos para los nombres del 1 al 9, así como nombres específicos para las cifras del 10, 20, 40, 400 y 8000, a los cuales se les agregaba un sufijo o prefijo de otra cifra para nombrar otras cantidades, así por poner algunos ejemplos, que 1372 KIRCHHOFF, PAUL. ―Mesoamérica: Sus límites geográficos, composición étnica y caracteres culturales‖ en: Revista Tlatoani (Suplemento). [3ª edición del opúsculo], México, Escuela Nacional de Antropología e Historia-Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1967, Núm. 3, P. 9. Aunque Kirchhoff se basa especialmente en las culturas del Centro y sur de Mesoamérica, la mayoría de los cómputos calendáricos de las culturas mesoamericanas, basados en el movimiento lunar, se regían precisamente por años de 18 meses de 20 días, más 5 días adicionales. 1373 ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán, Óp. Cit., Lib. I, Cap. V, P. 42 1374 RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas, Óp. Cit., Primera Parte, Cap. I. P. 41. 340 Tamben yunthamu significa 10+5+4=19, Tambenequatze significa 10 veces 20=200, o Yum Katarhiequatze, catembentham equatze yrepeta es igual a 900000.1375 La principal fuente antigua que tenemos sobre el numeral tarasco es el que encontramos en el diccionario de Baptista de Lagunas publicado en 1574: NUMERALES DEL SISTEMA NUMERARIO VIGESIMAL TARASCO SEGÚN BAPTISTA LAGUNAS Nombre en tarasco Nombre en Numeral Numeral castellano romano arábigo Ma Tziman Tanimu Tamu Yumu Cuimu Yuntziman Yuntanimu Yunthamu Temben Temben ma Tembentziman Temben tanimu Tembenthamu Temben yumu Tembencuimu Tenbenyunziman Tembenyuntanimu Tembenyunthamu Maequatze. vel. makatarhi Maequatzecatenben Tzimanequatze Tzimanequatzecatenben Tanimaequatze Tanimeequatze catenben Thamequatze Thamequatzecatenben Yumequatze Tembenequatze Tembenequatze, ca yumequatze Mayrepeta Mayrepetacayunquatze Mayrepetacatenbenequatze Mayrepeta ca temben yumequatze Tziman yrepeta Tziman yrepeta ca yumequatze Tziman yrepeta ca tenben equatze Yum yrepeta Yuntziman yrepeta, ca tembenequatze Tembenyrepeta Tembentziman yrepeta Tembenyumyrepeta Vno Dos Tres Quatro Cinco Seys Siente Ocho Nueue Diez Onze Doze Treze Catorze Quinze Diez yseys Diez y siete Diez y ocho Diez y nueue Veynte Treina Quarenta Cincuenta Sesenta Setenta Ochenta Nouenta Ciento Dozientos Trezientos Quatrocientos Quinientos Seycientos Setecientos Ochocientos Nouecientos Mil Dos mil Tres mil Quatro mil Cinco mil Seys mil 1375 i ii iii iiii v vi vii viii ix x xi xii xiii xiiii xv xvi xvii xviii xix xx xxx xl l lx lxx lxxx xc c cc ccc cccc d dc dcc dccc dcccc iU iiU iiiU iiiiU vU viU 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 30 40 50 60 70 80 90 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 2000 3000 4000 5000 6000 El único trabajo que conocemos que estudia este aspecto de la sociedad tarasca prehispánica es el de LEÓN, NICOLÁS. La aritmética entre los tarascos‖ en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (COMPILADORA); MIRAMBELL SILVA, LORENA (COORDINADORA). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 17-22. 341 Temben yuntziman yrepeta catembenequatze Maequatze yrepeta Siete mil viiU 7000 Ocho mil viiiU 8000 Maequatzetziman Nueue mil ixU 9000 yrepecatatemnenequatze Maeuatze yumyrepeta Diez mil xU 10000 Tziman equatze yrpeta catemben Veynte mil xxU 20000 yrepeta Tanimequatze temben yrepeta, cayum Treynta mil xxxU 30000 yrepeta Yumequatze yrepeta Quarenta mil xlU 40000 Cuimequatze yrepetaca yum yrepeta Cincuenta mil lU 50000 Yuntanimequatze yrepeta Sesenta mil lxU 60000 Yuntham equatze yrepeta, ca yum Setenta mil lxxxU [sic. lxxU] 70000 yrepeta Tembenequatze yrepeta, catemben Ochenta mil lxxxU 80000 yrepe Temben maequaetze yrepeta, ca Nouenta mil xcU 90000 tembenyumyrepeta Tenbentanimequatze yrepeta Cientmil cU 100000 Makatarhiequatze yrepeta, cacuim Dozientosmil ccU 200000 equatze yrepeta Makatarhi equatze catemben yuntham Trezientosmil cccU 300000 eqyatze yrepeta Tziman katarhi equatze, cayun Quatrocientos mil ccccU 400000 tanimequatze yrepeta Tanim katarhiequatze, ca tziman Quinientosmil dU 500000 equatze yrepeta Tanim katarhiequatze, ca temben Seycientos mil dcU 600000 yunequatze yrepeta Tham katarhi equatze, ca yuntanim Setecientos mil dccU 700000 equatze yrepeta Yun Katarhiequatze, camaequatze Ochocientos mil dcccU 80000 yrepeta Yun Katarhiequatze, catembenthan Nouecientosmil dccccU 90000 equatze yrepeta CUADRO 20. FUENTE: BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., Pp. 149-150 y 152-154 [121-121 y 123-125 en la paginación original]. Modificación nuestra. Algunos ejemplos que podemos encontrar en la RM sobre este sistema vigesimal, son el pasaje en el cual Taríacuri trató de pasar por el territorio de Curínguaro para llegar a Condémbaro, ofreciéndole plumajes a Chánshori: "dad acá un plumaje rico y iréis a Curýnguaro, al viejo Chánshori, y llevadle este plumaje, que destas plumas hace atavíos para su dios Huréndequavécara. Tiene ochocientas plumas y mil e doscientas de papagayos y de otras plumas coloradas en medio, mil e doscientas, y de otros pájaros dos mil y quatrocientas…‖1376 Otro ejemplo, y que tiene que ver con la organización del ejército, es que cuando iban a la guerra, las cabeceras lacustres aportaban determinado número de guerreros, Tzintzuntzan 200 banderas, Pátzcuaro e Ihuatzio aportaban 40 banderas cada una,1377 mientras que un escuadrón se conformaba de 400 hombres.1378 1376 RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 87, P. 65. RM, Tercera parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. 1378 RM, Tercera parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. 1377 342 Los números también tenían una significación sagrada en la antigua cultura prehispánica tarasca, en especial las cifras 3, 4, 5 y 20. La cosmovisión de los tarascos dividía el universos en tres niveles, el cielo, superficie terrestre e inframundo; se nos habla de ―tres cués y tres fogones con tres casas de los papas‖; el reino dividido en tres capitales –Tzintzuntzan, Pátzcuaro e Ihuatzio- con tres señores que las gobernaban. Además fueron tres los sacerdotes - Chupítani, Nuríuan y Tecaqua- que aconsejaron a Uápeani II y Pauácume II, y se encargaron de la educación de Taríacuri tras la muerte de los primeros. La superficie de la tierra estaba dividida en cinco cuadrantes que correspondían a los puntos cardinales con el centro, el Tzintzuntzan Irechequa también estaba dividido en estos cuadrantes con cuatro fronteras, con una cabecera en cada una, gobernada por un señor muy principal. Cuatro eran las ―nubes de la lluvia‖ y cuatro sacerdotes principales. Cinco eran los días en que se dedicaban a emborracharse en algunas fiestas, y en la fiesta de Hanzíuansquaro, los que hacían la ceremonia de la guerra, eran cinco axámencha (sacrificadores), cinco cúritiecha (los que ponen incienso), y cinco tiuímencha (los que llevan los dioses a cuestas). Cinco eran los Tiripemencha (Tirepenie Curícaueri, Hurendequauecara, Tirepenie xungapeti, Tirepeme turupten, Tiripeme caheri), dioses patronos de los cinco grupos en que se dividen los uacúsecha tras el agüero de las culebras; y cinco colores (rojo, verde, amarillo, negro y blanco) con los que probablemente se designaban a los puntos cardinales con el centro; y los meses estaban divididos en veinte días, en los que se hacían diversas actividades.1379 Escasas noticias tenemos de como hacían las operaciones matemáticas los tarascos prehispánicos. El documento que más información nos da es el proceso que se realizó contra el corregidor de Tzintzuntzan, Pedro de Arellano, ya que en 1531 robó el tesoro que Francisco Tangáxoan, último cazonci, había dejado a sus hijos Francisco Taríacuri y Antonio Huitzimengari. El tesoro se encontraba escondido en una de las islas del lago de Pátzcuaro, y estaba resguardado por una anciana indígena de nombre Guata, y dos indígenas de nombre Cuini y Guancho. Cuando declararon, mencionaron cuantas piezas de distintos objetos había en el tesoro: Cuini ―…para los contar el dicho numero el dicho yndio los conto con mayz.‖ La anciana Guata declaro que el tesoro se componía de casi 1330 piezas, que ―…todo lo qual dio por quenta con granos de mayz que traya atados en una manta la dicha india.‖ Fray Francisco Jiménez, uno de los primeros doce apóstoles de Nueva España, confirmó que los indígenas se quejaron con los franciscanos del atropello de Pedro de Arellano, y que los indígenas ―…dixeron por cuenta de mayzes haziendo monton e numero por cada cosa porque allý lo ynnumeraron todo e que no le pareçio a este testigo muchas cosas ni agora se acordara bien de todo ello…‖.1380 El testimonio de la manta con granos de maíz atados que enseñó la indígena Guata es muy sugestivo, ya que hace alusión al uso de los elementos para registrar cuentas, en este caso el número de piezas de la que se componía el tesoro que dejó el cazonci a sus hijos, aunque muy probablemente pudieron usarse este tipo de mantas y cuentas para llevar la cuenta de tributos. 1379 TERÁN ELIZONDO, MARÍA ISABEL. ―Elementos mítico-simbólicos‖ en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, P. 291-292. 1380 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., Pp. 377, 384, 410. 343 El conocimiento astronómico tarasco en el siglo XVI Sobre el conocimiento astronómico prehispánico de los tarascos, podemos decir que prácticamente nadie ha trabajado este tema, o no con profundidad. Tal vez esto se deba a la idea de la falta de fuentes que nos permitan documentar como estaba constituido dicho conocimiento, así como los prejuicios de considerar a las sociedades del Occidente de Mesoamérica como ―bajas culturas‖ opuestas a las ―altas culturas‖ del Centro y Sur de Mesoamérica. Consideramos que existen elementos para documentar tal conocimiento, aunque las fuentes no nos permitirán adentrarnos a la profundidad que se tiene para otros casos mesoamericanos. No es nuestra intención aquí profundizar sobre este tema, pues es iluso exponerlo en unas cuantas cuartillas, sólo nos limitaremos a referenciar en que fuentes se pueden encontrar elementos para proponer nuevas líneas de investigación. La relación entre la religión y la astronomía tarasca es evidente y profunda, pues en la RM se mencionan a los dioses celestes o dioses engendradores, con lo que es muy probable que los tarascos identificaran ciertos astros de la bóveda celeste con algunos dioses. Ya vimos que en la Relación Geográfica de Tiripetío quedó de manifiesto que los tarascos adoraban al sol, luna y estrellas; palabras similares se consignaron en la Relación Geográfica de Ajuchitlán: ―Las adoraciones eran en muchas maneras, porque adoraban al SOL, a la LUNA, y a ídolos de piedra, de baro y madera, de diversas hechuras y tamaños.‖1381 En la RM también se menciona que la vida religiosa tarasca giraba alrededor de ―dar de comer al sol y a los dioses celestes [engendradores] y de las cuatro partes del mundo y a la madre Cueráuaperi…‖.1382 Cristina Monzón, al analizar lingüísticamente los nombres de los principales dioses tarascos mencionados en la RM, observa un vínculo de estos con los astros y referencias al paisaje. Así, con el sol se ha relacionado a Curícaueri (‗fuego que sale ardiendo‘ o ‗el que sale haciendo fuego‘), aunque nada asocia directamente a este dios tutelar con el astro solar; sus hermanos los Tiripemencha (Tiripeme: ‗el dorado‘); el planeta Venus con Hurendequavecara (‗el primero que parte en el horizonte‘), y las estrellas con Tiripamequanencha (‗los oficiales colgados sobre la planicie‘).1383 En los diccionarios de la lengua tarasca del siglo XVI, existen las entradas para la palabra Astrología,1384 Astrólogo1385 y Estrellero.1386 Covarrubias da los siguientes significados es estas palabras: ―ASTROLOGIA, ciencia que trata del mouimiento de los Astros, y los efetos que dellos proceden, cerca de las cosas inferiores, y sus impresiones, que por otro nombre dizen Astronomia…‖, y ―ASTROLOGO, el perito en esta ciencia. Astrologico, todo lo que pertenece a la Astrologia.‖1387 ―ESTRELLERO, el 1381 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 36. Mayúsculas originales. 1382 Esta frase se encuentra con ligeros cambios en RM, Segunda Parte, Caps. II, V, XXXIII, ff. 64, 69v, 135, Pp. 19, 30, 161. 1383 MONZÓN, CRISTINA. ―Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis etimológico en la cosmología tarasca‖, Óp. Cit., P. 155. 1384 ―Astrologia. auandanarapu ambongasqua‖, ―Atrolugia. Auandaronapo ambongansqua, auandoronapu hurengua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 277; DGLM, T. I, 85. 1385 ―Astrologo. auandaronapu ambongasri‖, ―Astrologo. Auandoronapu hurendi, ambongansri‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 277; DGLM, T. I, 85. 1386 ―Estrellero o astrologo. auanda ambongasri‖, ―Estrellero, astrologo. Auandaro ambongansri‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 426; DGLM, T. I, 360. 1387 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra A, P. 98v. 344 Astrologo, que anda siempre contemplando las estrellas. Estrellera, la bestia que leuanta mucho la cebeça, que parece mirar a las estrellas, preuilegio concedido, solo al hombre entre los demas animales.‖1388 El conocimiento astronómico tarasco debió haber sido sumamente valioso y apreciado, como para que se tradujera la palabra ―Filosophia, amor de sabiduria. Auandaro ambongasqua‖, una posible forma de entender esta lección podría ser ―conocimiento en el cielo‖, de las palabras ―Auandaro en el cielo‖, y ―Noticia conocimiento. hangasqua. ambongasqua‖;1389 Gilberti también tradujo ―Filosophia, amor de sabiduria‖ como ―tepari ambonsgaqua‖,1390 una posible traducción sería ―conocimiento muy grande, admirable y de consideración‖, ya que el DGLM asienta que ―Tepari. Cosa mui mia grande, admirable y de consideraçion‖.1391 Los sabios conocedores del cielo no debieron ser otros que los miembros de la casta sacerdotal. Las fuentes no mencionan gran cosa de la labor astronómica de los sacerdotes, salvo la oración que se hacía en la ceremonia de la guerra: ―…en los qúes altos y a la media noche, miraban una estrella del cielo y hacían un gran fuego en aquellas casas de los papas y ponían unas rajas cerca de aquellos fuegos y allí ponían sus calabazas. Y venía aquel sacerdote llamado hirípati y llegábase al fuego y tomaba de aquellas pelotillas de olores y hacía la presente oración al dios del fuego: "tú, dios del fuego, que aparesciste en medio de las casas de los papas, quizá no tiene virtud esta leña que habemos traído para los qúes, y estos olores que teniemos aquí para darte. Rescíbelos tú, que te nombran primeramente mañana de oro, y a ti Vréndequavécara, dios 1392 del lucero, y a ti que tienes la cara bermeja.‖ Este pasaje es oscuro, pues no queda claro a que dioses se refiere, pero queda de manifiesto la actividad astronómica. Se menciona al dios del fuego (¿Curícaueri?), la mañana de oro (¿los Tiripemencha?), Hurendequavecara, el planeta Venus, y se ha relacionado la estrella Aldebarán con el que tiene la ―cara bermeja‖,1393 o también puede referirse a Curícaueri y sus hermanos los Tiripemencha. Principalmente en los diccionarios de la lengua tarasca del siglo XVI, donde encontramos palabras que nos permiten documentar la observación de los tarascos prehispánicos sobre algunos astros como del sol y luna, con sus fases y eclipses, estrellas, el planeta Venus (considerado estrella en la antigüedad), el nombre de algunas constelaciones y cometas. 1388 Ibíd., Letra. E, P. 387v. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 551. 1390 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 430. 1391 DGLM, T. II, P. 577. 1392 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14, P. 189. 1393 Cuando Alfredo Chavero describió la oración de ceremonia de la guerra que hacían los tarascos, mencionó que ―a media noche observaban una estrella, que suponemos era Aldebarán por su color rojo…‖. [CHAVERO, ALFREDO. ―Historia Antigua y de la Conquista‖], RIVA PALACIO, VICENTE (Director general). México a través de los siglos, Óp. Cit., T. I, Lib. V, Cap. II, P. 760. Sin embargo, fuera de suposición, seguimos sin identificar ―la cara bermeja‖ ni el nombre tarasco de la estrella Aldebarán. 1389 345 PALABRAS RELACIONADAS CON EL SOL EN LOS DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA Nombre en tarasco Huriata huriatanapu huriata thirengani Huriyata anganstani, huriyata thirengani huriata thirecata huriata thirequa Parangaricuni huriata Huriyata vananguequareni, qhacz qhuanczahtsini Huriyata vatzahtzacuraponi Huriyata parangaricuni Huriyata tahcuingaricuni Significado en castellano Sol, planeta Solar cosa de sol Eclipsarse el Sol Eclipsarse el sol Fuente (G) Pp. 96, 593 (G) P. 593 (G) P. 384. (D-I) P. 285 Eclipsado Sol Eclipse de Sol estar el sol en la haz del cielo Dar, vuelta el sol todos los días. (G) P. 384 (G) P. 384 (G) P. 124 (D-I) P. 207 Echar, dios el sol sobre las plantas Estar, el sol en el çielo Estar, reberuerando el sol (D-I) P. 280 (D-I) P. 343 (D-I) P. 349 CUADRO 21. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia PALABRAS RELACIONADAS CON LA LUNA EN LOS DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA Nombre en tarasco cutsi cutsi thirengani. Cutsi thirengani cutsi thirecata cutsi thirequa Cutsi yuririen haxenstani cutsi variqua Cutsi varinguqua, cutsi hanguensqua cutsi veusti. ve1. ymbaugue vensti. Cutsi cahenstani Significado en castellano Luna, planeta del cielo, o mes del año Eclipsar la luna Eclipsarse la luna Eclipsada luna Eclipse de la luna Boluerse la luna como sangre Conjunción de luna Conjuncion de luna Fuente (G) Pp. 77, 481 (G) P. 384 (D-I) P. 285 (G) P. 384 (G) P. 384 (D-I) P. 112 (G) P. 322 (D-I) P. 163 Luna nueua (G) P. 481 Crecer la luna cutsi quepecuri. quepecuri cutsi cutsi viripeti, cahensti Cutsi cahenstani cutsi variquaro Vetaustani Cutsinomenyacani mandan cutsi vquarenstani cutsi vahtzantzihcani. Cutsi erantzicani Luna de mediada Media luna Luna llena Estar, la luna llena Menguante de luna esperar el renueuo de la luna Andar la luna su curso cada mes (G) P. 331 (D-I) P. 178 (G) P. 481 (G) P. 494 (G) P. 481 D-I.-339 (G) P. 497 (G) P. 193 (D-I) P. 57 Lunar luz de la luna Dar, la luna su lumbre (G) P. 481 (D-I) P. 205 CUADRO 22. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia 346 PALABRAS RELACIONADAS CON OTROS ASTROS EN LOS DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA Y OTRAS FUENTES Nombre en tarasco Hozqua Hozquaecha Çapihozqua, hozqua çapichu Hozqua hangaricurani Auanda hozqua hucangariti Hozquaecha hagaricuraponi Significado en castellano Fuente Estrella (D-I) P. 360 Estrellas (D-I) P. 360 Estrella pequeña (D-I) P. 360 Estrellado, estar el çielo (D-I) P. 360 Cileelo estrellado (D-I) P. 197 Estar, el cielo sembrado de (D-I) P. 343 estrellas tzitzingaritani Hermosear las estrellas el çielo (D-II) P. 246 Hozquaecha auandaro Sirauata angantsi Hozqua veroreti, quanicuqua Hancherenapu cipapu Hozqua vapopozquareni Chuhpiri hozqua enharati vapopozquareni hozquaquangari Cometa ençendida Cometa pequeña que se cae Cometa grande, o globo de fuego Caerse las estrellas Caer estrellas del çielo hechas fuego, cometas Luzero, estrella de la mañana [Venus] Caca cacahcuqua thimazqua Astillejos constelaçion, o fuego que sale del arcabuz [Orión] Hozquaecha çambin vuacha, Cabrillas, constelaçion del çielo vmbangaricuqua [Pléyades] Thupu thupus cuiruncheti Camino de Santiago de el çielo xangari [Vía Láctea] Thupu thupus cuiruncheti El camino de santtiago en el çielo ahcorencheti xangari Pharhatacuqua La cayada [Boyero] yllearando (¿?) estrella de la Oración vanariqua osqua Estrella del carro [Osa Mayor] vanariqua tzirati Estrella ¿? (D-I) P. 154 (D-I) P. 154 (D-I) P. 154 (D-I) P. 126 (D-I) P. 126 (G) P. 481 (G) P. 277 (D-I) P. 85 (D-I) P. 125 (B) P.131 [334] (D-I) P. 133 (D-II) P. 650 (B) P. 131 [334] ―Título del pueblo de Surumútaro‖ ―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ ―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ CUADRO 23. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., (B); DGLM, tomos I y II (D). Los números corresponden al número de página de las ediciones citadas. Las últimas tres entradas las citamos líneas abajo. Elaboración propia Estas entradas en los diccionarios del siglo XVI de la lengua tarasca, nos dejan ver una parte del conocimiento astronómico que tuvieron los habitantes prehispánicos del Tzintzuntzan Irechequa.1394 Sobre el Sol se mencionan los eclipses solares, y aunque 1394 En 1575, fray Juan de Medina Plaza escribió el Diálogo sobre de la naturaleza en lengua tarasca, un tratado sobre teología católica que hablaba sobre las supuestas leyes que regían la tierra y el agua, sobre las leyes que regín al aire y al fuego, y sobre las leyes del cielo y los planetas, de acuerdo al conocimiento europeo del siglo XVI. En esta obra encontramos algunos nombres de astros en tarasco, como el sol, luna, estrellas, cometa (huriata, cutsi, hozquaecha, sirauata angantsi), además se mencionan los planetas Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno; sin embargo, no se tradujeron al nombre tarasco, sino que se les agregó la posposición euri, que indica la posesión de algo (mercurioeuri, venuseuri, huriaraeuri, Jupeteueri, Saturnoeuri). A pesar de que sabemos que el planeta Venus era nombrado como hozquaquangari, Juan de Medina Plaza usó venuseuri. MEDINA PLAZA, JUAN DE. Diálogo sobre la 347 no se registraron, debieron haber conocido los solsticios y equinoccios, como la gran mayoría de los pueblos de la antigüedad. Los fenómenos lunares eran bien conocidos por los tarascos como lo dejan ver las diferentes palabras registradas: eclipses lunares, la conjunción de la luna, la luna roja, y las diferentes fases lunares, luna nueva, cuarto creciente, luna llena y cuarto menguante. Estas entradas maceren un análisis más profundo, aquí sólo mencionamos dos que nos llamaron la atención. Tanto para hacer referencias a ―Eclipsarse el Sol‖ o ―Eclipsar la luna‖ se usa la palabra thirengani, y ―Eclipsado Sol‖ y ―Eclipsada luna‖ se usa la palabra thirecata. Ambas palabras se realcionan con “Thireni. Comer‖; y thirecata es ―Comida, cosa que se comio‖.1395 Tanto las evidencias documentales y etnográficas mesoamericanas, se menciona la creencia que el Sol podía ser atacado por ―agentes de eclipse‖, (deidades de la noche, monstruos y otras entidades), que debilitaban al astro rey e intentaban comérselo. Para que recuperara las fuerzas, se realizaban sacrificios humanos, se ofrecía sangre de autosacrificio, o se prendían hogueras. También parece ser que se tenía la creencia que el Sol y la Luna eran pareja, y que al momento del eclipse había una connotación sexual, en que el acto se expresaba como ―comer‖.1396 Las estrellas1397 eran nombradas hozqua y en plural hozquaecha, el planeta Venus era llamado Hozquaquangari, literalmente ―estrella valiente‖.1398 Las fuentes también mencionan estrellas o constelaciones tarascas, la mayoría se limitan a una entrada en un diccionario, y apenas tenemos noticias sobre su significado religioso. Según Baptista de Lagunas, los tarascos nombraban a las estrellas que se conocen como constelación de Bootes (el pastor de bueyes = Boyero) como Pharhatacuqua, por su parecido con un instrumento para sacar fuego: ―Pharhatacuni, sacar lumbre con vn instrumento de palos, sobre quien con la fuerça y torcer entre las dos manos sacan el fuego al qual instrumento, y a vnas estrellas que se le parecen, llaman Pharhatacuqua. Y estas son la cayada, o astillexos que van empos, o siguendo a las pleyadas, o siete cabrillas. Las quales se llaman Vuacha. Y esto porque 1399 están juntas y chiquitas como niños, los quales niños se llaman Vuacha.‖ En efecto, este instrumento era nombrado Chuhpiri picuraqua o pîratacuqua,1400 probablemente era un palo que se frotaba como un molinillo o con un pequeño arco, la naturaleza. Traducción de Pedro Márquez Joaquín. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 1998, Pp. 33, 125127, 185, 277-278. 1395 DGLM, T. II, P. 616; T. I, P. 154. 1396 ECHEVERRÍA GARCÍA, JAIME. ―«El Sol es comido»: representaciones, prácticas y simbolismos del eclipse solar entre los antiguos nahuas y otros grupos mesoamericanos‖, en: Revista Española de Antropología Americana. España, Universidad Complutense de Madrid, 2014, vol. 44, núm. II, Pp. 367391. Para noticias etnográficas sobre las creencias respecto a los eclipses en las comunidades purépecha actuales, véase PÉREZ GONZÁLES, BENJAMÍN; GÓMEZ, BRAVO, LUCAS. ―Tata Jurhiata Angatani‖, en: MANRIQUE CASTAÑEDA, LEONARDO (Coordinador general). Eclipses en México. Secretaria de Educación Pública- Instituto Nacional de Antropología e Historia-Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica, 1991, Pp. 90-94. 1397 ESTRELLA […] Estrellas fixas llamamos las del firmamento, y se mueuen en el por su mouimiento, y guardan entre si la distancia de lugares do estan fixas, a diferencia de los planetas, que vnas vezes estan en conjuncion, otras en oposicion, y en diferentes aspectos. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra. E, P. 387v. 1398 Sobre la importancia del planeta Venus en la religión tarasca véase el apartado sobre las órdenes militares en el capítulo III de la presente investigación 1399 BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 131 [334 en la paginación original]. 1400 ―Paratacuni. barrenar o sacar lumbre con palos‖, ―Paratacuqua. eslabon con que sacan lumbre‖; ―Articifio para sacar fuego. paràtacuqua‖, ―Artifiçio de sacar fuego. Chuhpiri picuraqua, pîratacuqua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 124 y 274; DGLM, T.I, P. 81. 348 fricción sobre madrera con yesca como combustible, generaba el calor suficiente para provocar fuego, este tipo de instrumentos datan desde hace milenios.1401 Es probable que esta forma de hacer fuego tuviera gran significado religioso, pues como menciona la oración del hirípati, ―…tú, dios del fuego, que aparesciste en medio de las casas de los papas…‖. En la Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…, único documento teogónico conocido sobre la religión tarasca, aparece este instrumento, cuando los sobrevivientes de la tercera destrucción de los hombres, por parte de los dioses, sobreviven a un diluvio: ―…se escaparon un hombre y una mujer sobre un monte mui alto, y allí esperaron a que descreciesen las aguas. Y, al cabo de algunos días, baxaron a un llano donde hallaron muchos venados muertos; y, por no tener otra cosa que comer, por averse todo anegado, con los palos que pudieron hallar, y cierto ynstrumento, sacaron fuego; y comenzaron a asar los venados. Y, subiendo el humo al cielo, preguntó la madre de los dioses qué era aquello; que si avía quedado algún hombre. Siéndole dicho lo que pasaba, embió a su summo sacerdote a destruirlos. El qual les dio con una calabaza en la cabeza, y se tornaron 1402 perros.‖ La acción por prender fuego con este instrumento también aparece varias veces en pasajes significativos de la RM: por ejemplo, cuando los hermanos Uápeani II y Pauácume II se encontraron con el pescador Curiparaxan, y este pidió fuego para cocinar su pesca, dice el narrador: ―Y sacando fuego de un estrumencto [Vápeani] prendió el fuego, y como hiciesen lumbre a la orilla, subió la llama y humo hacia arriba‖1403 En otra parte, cuando Taríacuri inició la ofensiva contra sus enemigos, los isleños, también generó fuego con este instrumento: ―Y fué Taríacuri a Zirimbo y allí sacó también fuego de un estrumento y hizo ahumadas.‖1404 Tanto en la RM como en la relación de Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro), el prender fuego con este instrumento y que el humo subiera al cielo, tenía una fuerte connotación religiosa. Baptista de Lagunas en el mismo pasaje sobre la constelación Pharhatacuqua, proporcionó el nombre de otra constelación considerada por los tarascos, ―las pleyadas, o siete cabrillas. Las quales se llaman Vuacha. Y esto porque están juntas y chiquitas como niños, los quales niños se llaman Vuacha.‖1405 El predecesor de Lagunas, Gilberti, sólo registró ―Cabrillas constelacion. van.‖1406, mientras que en el DGLM se menciona ―Cabrillas, constelaçion del çielo Hozquaecha çambin vuacha, vmbangaricuqua.‖1407 Sin pretender dar una traducción exacta, ésta entrada podría traducirse como ―estrellas pequeñas como muchachos o niños amontonados‖, de las palabras ―Hozquaecha. 1401 Sahagún registró que los nahuas del centro de México mencionaron que ―los Mastelejos del cielo, que andan cerca de las Cabrillas, que es el signo del Toro […] llaman a estas tres estrellas mamalhuaztli, y por este mismo nombre llaman a los palos con que sacan lumbre, porque les parece que tienen alguna semejanza con ellas, y que de allí les vino esta manera de sacar fuego…‖. SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. VII, Cap. III, P. 434. Cursivas originales. No queda claro a que constelación se refería Sahagún, probablemente se refería al cinturón de Orión. Aunque es significativo que tanto tarascos como nahuas del centro de México, concibieran a conjuntos de estrellas como instrumentos para prender fuego. 1402 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., P. 494. 1403 RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69, P. 29. 1404 RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 78v, P. 48. 1405 BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 131 [334 en la paginación original]. 1406 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 299. 1407 DGLM, T. I, P. 125. 349 Estrellas‖, ―Çanbin […] cosa pequeña, pequeñita, y chica‖, ―Vvacha. Muchachos‖, y la palabra vmbangaricuqua, cuya raíz es ―Vmbah-, significa amontonar, o estar amontonado‖, como en la palabra ―Vmbagaricuni. Estar pueblo en rrepecho asentado.‖1408 Lamentablemente no quedó registro si había una historia o fabula antigua que explicara porque los tarascos asociaron está constelación con infantes o muchachas. Otra constelación mencionada es la de Orión, cuya entrada en castellano aparece en Gilberti como ―Astillejos constelacion. cacacahcuqua thimazqua‖,1409 y en el DGLM como ―Astillejos constelaçion, o fuego que sale del arcabuz. Caca cacahcuqua thimazqua‖.1410 Hay cierto margen de error al considerar a esta constelación con el nombre de Astillejos, pues Antonio de Nebrija en su Vocabulario Español-Latino menciona la entrada ―Astilejos constelacion del cielo. orion.‖1411 ―En cambio, el astrónomo Jerónimo Chaves (1523-1574) llama astilejos a las estrellas Cástor y Pólux de la constelación Géminis. La RAE adoptaría esta opinión de Chaves, frente a la de Nebrija.‖1412 Por los años en que Jerónimo Chaves publicó sus obras en Europa, pero más importante aún, el peso de la obra lexicográfica de Nebrija en el trabajo lingüístico de Maturino Gilberti, Alonso de Molina y otros, nos inclinamos a que Caca cacahcuqua thimazqua hace referencia efectivamente, a las estrellas de la constelación de Orión. Gilberti menciona que ―Caca Esta rayz significa echar centellas o llamas‖,1413 mientras que en el DGLM se registró que ―Esta rraiz, Caca-, significa çentellear, echar çentelas o chispas, echar llamas, quebrar y quebrantar algo, etc.‖,1414 mientras que ―Thimazqua. Claridad, luz, resplandor, lumbre‖.1415 Sin pretender dar una traducción exacta, Caca cacahcuqua thimazqua quizás podría ser ―centellas o chispas que quiebran con claridad o resplandor‖. Un cuerpo celeste que era perceptible en el mundo antes de la contaminación lumínica era la Vía Láctea, galaxia donde se encuentra el sistema solar y nuestro planeta Tierra. Los habitantes antiguos de nuestro planeta, la observaron como una extensa franja de luz blanca y nebulosa que cruzaba la bóveda celeste de noreste a suroeste. Diversas culturas han relacionado a la Vía Láctea con distintos mitos e historias; para los habitantes de la península ibérica, este cuerpo celestial se relacionaba con Santiago el Mayor, patrón de España: ―Camino de Santiago, tanto anda el coxo como el sano: esto se entiende, si ambos van a cauallo, o porque los mas peregrinos son pobres, y van de su espacio, gozando de la hospitalidad que se les haze en todas partes, y assi caminan al dia tan poco, que puede ser jornada de vn coxo, caminando todo el dia, porque cabra coxa, no quiere siesta. Ant[onio]. de Nebr[ija]. puso en su diccionario. Camino de Santigo en el cielo, via láctea, galaxias. Yo pienso que el hablò conforme a la intencion del vulgo, y no en el rigor de la verdad. Nacio la equiuocacion de que aquella mancha del cielo que los Fisicos, y los Astronomos dizen ser concurso de muchas Estrellas de quinta y sexta magnitud, cuya luz se confunde vna con otra, y causan aquel resplandor blanco, como de leche, que en Griego se llama gala, a 1408 DGLM, T. II, Pp. 246, 91, 657, 737-738. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. P. 277. 1410 DGLM, T.I, P. 85. 1411 NEBRIJA, ELIO ANTONIO DE. Vocabulario español-latino. Edición facsímile. Madrid, Real Academia Española, 1951, f. 16. 1412 GÓMEZ ORTÍN, FRANCISCO. ―Dos rarezas: altillejos. A(l/r/s)tillejos y el aragonesismo árabe ‗badina-badía-baina‘‖ en: Revista de estudios filológicos. Revista Electrónica de Estudios Filológicos. España, 2014, Junio, núm. 27, en: https://www.um.es/tonosdigital/znum27/secciones/tintero-1dos_rarezas-_altillejos_baina.htm (Consultado 2 de mayo de 2015) 1413 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 213. 1414 DGLM, T. II, P. 65. 1415 DGLM, T. II, P. 605. 1409 350 nominatiuo inusitato de galax via galacea, se fueron con el sonido, camino de Santiago. Los Poetas fingen ser leche que se le fue de los pechos a Iuno, quando estando durmiendo le puso Iupiter a Hercules, para que la mamasse, conque pudo deificarle, y atraxo tanta leche, que despertando Iuno fue forçoso el derramarsele por el cielo, y de lo que cayô en la tierra 1416 sobre los lilios, se tornaron blancas açucenas.‖ De acuerdo a la leyenda, hacia 814 o 830 un ermitaño que vivía en la costa gallega, de nombre Pelayo, avistó durante varias noches raras luces en el cielo. Entonces alertó al obispo Teodomiro, de la ciudad Iria Flavia, al llegar descubrió una tumba y la identificó con la tumba del aposto Santiago y dos de sus discípulos. Después de la muerte de Jesucristo, Santiago el Mayor viajó hacia la península Ibérica para evangelizar en Hispania. Cuando regresó a Palestina en el año 42, fue mandado decapitar por Herodes Agripa I (nieto de Herodes el Grande). La leyenda prosigue que sus restos fueron trasportados por mar desde Tierra Santa hasta Compostela, donde permanecieron olvidados hasta ser redescubiertos por el obispo Teodomiro. El rey Alfonso II el Casto de Asturias, convirtió al apóstol Santiago en patrón del reino como símbolo contra el islam (con el sobrenombre de Santiago Matamoros), y mandó construir un templo, y posteriormente se erigiría en una basílica durante el reinado de Alfonso III, donde se formaría la población de Compostela. Durante la Edad Media, Compostela se convirtió en una de los destinos más importantes para peregrinar, ya que los otros destinos, como Roma, había que cruzar los Alpes y estar preparado para la inestabilidad política, y el viaje a Tierra Santa era riesgoso, se tenían que recorrer territorios hostiles y una larga distancia. Las peregrinaciones a Compostela permitieron fomentar el comercio, mejorar caminos, eliminar divisiones jurídicas y fiscales, el intercambio de ideas, y consolidar la posición de los reinos cristianos de la península Ibérica y Francia frente a la amenaza de los musulmanes. Las peregrinaciones a Compostela decayeron cuando en 1300 el papa Bonifacio VIII promulgó la bula con la que se estableció el primer jubileo, que concedió indulgencia plenaria a quien visitara las básicas de San Pedro y San Pablo de Roma.1417 En los diccionarios tarascos del siglo XVI, el cuerpo celeste de la Vía Láctea se registró por su nombre ibérico, y su traducción al tarasco. Gilberti tradujo ―Camino de santiago en el cielo. thuputhupus cuiruncheti xangari‖, en el DGLM tenemos dos nomenclaturas que son parecidas, en el tomo español-tarasco dice ―Camino de Santiago de el çielo. Thupu thupus cuiruncheti xangari‖, y en el tomo tarasco-español menciona ―Thupu thupus cuiruncheti ahcorencheti xangari. El camino de santtiago en el çielo‖.1418 Para intentar entender el significado del nombre tarasco de la Vía Láctea, vamos a dar el significado de las palabras que hemos identificado en los mismos diccionarios. En el DGLM se menciona que ―esta rraiz, Thupu-, significa blanquear algo‖, mientras que ―Thupu thupus. Cosa blanca‖.1419 Encontramos dos palabras tarascas diferentes para traducir el mismo cuerpo celeste, ambas tienen el mismo sufijo, ―Cheti, chetsqua. Cola, o rrabo‖1420 Está la palabra cuiruncheti, cuyo prefijo parece provenir de ―esta rraiz, Cuiru-, significa hazer rraias, rreglar, y echar linias, etc.‖,1421 cuiruncheti daría la idea de ―cola o rabo rayado‖. Mientras que al parecer el prefijo de 1416 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra C, P. 181-181v. 1417 CISA, JAVIER. ―Santiago, la ruta del milenio‖, en: Historia y Vida. España, Mundo Revistas, Año XLII, No. 508, Noviembre, 2002, p. 64-70. 1418 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 304; DGLM, T. I, P. 133; DGLM, T. II, P. 650. 1419 DGLM, T. II, P. 648 y 650. 1420 DGLM, T. II, P. 165. 1421 DGLM, T. II, P. 141. 351 ahcorencheti proviene de ―esta rraiz, Ahco- vel Ahcoqua-, significa poner de bruças, o estar assi.‖1422 La palabra ―bruças‖ da idea de estar boca abajo, fue definida por Covarrubias como ―BRVZOS, vale boca abaxo. Beuer de bruços. Beuer tendido de pechos sobre el agua. Caer de bruços, caer sobre el rostro. Dar de bruços, dar de hocicos &c. [etcétera],‖1423 entonces se podría entender ahcorencheti como ―cola o rabo de bruces‖. La última palabra se traduce por ―Xangari. Camino‖.1424 Podríamos intentar entender entonces que el significado de las entradas para traducir el camino de Santiago o Vía Láctea serían ―Camino blanco rayado en cola‖ o ―Camino blanco de bruces en cola‖, quizás aquí cola se refería a la forma de la franja extensa de luz blanca de la Vía Láctea, y al estar en la bóveda celeste, quizás se creía que estaba suspendida en el cielo de bruces hacía la superficie de la tierra. Otro documento importante donde se consigna algo del conocimiento astronómico tarasco de las estrellas, son los títulos primordiales del pueblo de Zurumútaro, a través de una copia que hizo el sacerdote José Gregorio de Neri Barbosa, el 12 de diciembre de 1787, del cual conocemos dos versiones publicadas. Este documento contiene las características que Roskamp ha identificado en los documentos legitimadores indígenas michoacanos de la época colonial: el caos del discurso histórico donde aparecen personajes de diferentes épocas históricas, y el uso de ese pasado para reivindicar la lucha de la posesión de la tierra, frente al orden colonial. A pesar de todas estas limitantes, creemos que tiene gran importancia para el estudio de la astronomía tarasca, pues se describe como se usaban el sol y las estrellas para orientarse. Se mencionan tres estrellas: de la oración, mencionada en la RM, la estrella vanariqua tzirati, y la estrella vanariqua osqua o del Carro (constelación de la Osa Mayor). Sin embargo, hay diferencias importantes entre ambas copias; la copia que presentó Nicolás León presenta los nombres de los 3 astros, pero la ortografía impide un intento de traducción, mientras que la versión presentada por Agustín García sólo menciona el nombre de 2 astros, que quizás tengan una ortografía que permita descifrar su significado: ―…por donde sale la estrella de la Oracion que llaman yllearando […] salido de aquí dando vuelta por donde sale la Estrella Vamuricua Tzirati […] entra el sol camino sesgado como se 1425 entra, la Estrella del carro Vamericua oscua…‖ El error paleográfico nos ha impedido tratar de identificar a la estrella de la oración ―yllearando‖ (cuya ortografía ni siquiera corresponde al idioma tarasco o purépecha); En la copia más tardía se mencionan los otros dos astros con otra ortografía: ―…a la orilla de la laguna por donde va el / Sol y de aqui de este edificio saliendo fui / reconociendo las tierras derecho como va el Sol por / la orilla de la laguna […] y por donde sale / la estrella de la oración que llaman y […] la Barranca grande, la que baxa derecha donde / sale el Sol […] bajando por donde sale la Estrella vanariqua tzi- / rati como serro 1422 DGLM, T. II, P. 4. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra B, P. 153. 1424 DGLM, T. II, P. 772. 1425 [―Título del pueblo de Surumútaro‖] LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, en: Anales del Museo Nacional de México. Segunda época. México, Imprenta del Museo Nacional, T. III, 1906, P. 409. 1423 352 cai a el agua […] y de aqui vuelto derecho / atravesando como se entra el Sol tantito 1426 sesgado, co- /mo se entra la Estrella del carro vanariqua osqua / […] Lamentablemente no contamos con elementos suficientes para dar una traducción sobre el nombre de estos dos astros. Sólo podemos señalar que ambos nombres al parecer se componen de ―VANA. Esta rayz sin h. significa atravejar algo: assi como vanamutani, atrauejar algun palo en la puerta…‖.1427 Quizás se podría entender que estos astros hayan estado atravesados o fijos en relación con otros cuerpos celestes o elementos del paisaje. La palabra tzirati está relacionada con la idea de frío, pues se menciona que ―Esta rraiz, Thzirah-, Thzirape-, significa tener frío, estar frío, y enfriar‖,1428 lo que podría indicar que era una estrella asociada a la época fría del año, o alguna dirección (recuérdese que a aproximadamente a 22 km. de Zurumútaro al Noreste se encuentra el cerro de El Zirate). Mientras que el otro cuerpo celeste, contiene la palabra osqua, que podemos relacionarla sin duda con hozqua, ―estrella‖. Otro tipo de astros que quedaron consignados sus nombres en tarasco, fueron los cometas, a principios del siglo XVII, se entendía en el mundo occidental que ―el cometa es vna impression ignita, que se causa en la region suprema del aire, por virtud de los astros y exhalacion caliente y vntosa: y porque ordinariamente en sus estremidades por la rarefaccion de su materia, haze vnos deshilados, a manera de cabellos, se llamò cometa del nombre Griego…‖.1429 En los diccionarios de lengua tarasca se encuentran varias palabras sobre estos astros: ―Cometa ençendida. Sirauata angantsi‖, que podría traducirse como ―Humo u hollín levantado por encima‖, de ―Sirauata. Humo, hollín‖, la preposición verbal Angà que indica ―poner levantado‖, y el sufijo Tsi, ―para encima‖.1430 ―Cometa pequeña que se cae Hozqua veroreti, quanicuqua‖, ―Cometa grande, o globo de fuego. Hancherenapu cipapu‖, ―Caerse las estrellas. Hozqua vapopozquareni‖, ―Caer estrellas del çielo hechas fuego, cometas. Chuhpiri hozqua enharati vapopozquareni,‖1431 está última entrada parecer tener sentido, pues chupiri o chuhpiri significa ―fuego, lumbre‖; hozqua es estrella; eni, harani es ser, son la terminación ti que indica que ejecuta la acción, y ―Vapopozquareni. Caerse, o derribarse ello‖.1432 Los tarascos, como muchos otros pueblos de la antigüedad, interpretaban la aparición de cometas en el cielo como augurios o presagios de acontecimientos venideros. Al parecer los tarascos creían que los cometas eran señales de que sus dioses les daban para emprender la conquista o destrucción de algún pueblo enemigo, por ejemplo se menciona entre los agüeros que ocurrieron antes de la llegada de los españoles, ―ansímismo dicen que vieron dos grandes cometas en el cielo y pensaban que sus dioses habían de conquistar o destruir algún pueblo, y que ellos habían de ir a destruille.‖1433 Un documento posterior tarasco donde se hace mención a este tipo de agüeros antes de la conquista, es el Códex Plancarte: 1426 ―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], Óp. Cit., P. 23-24. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 228. 1428 DGLM, T. II, P. 827. 1429 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra, C, P, 227v. 1430 DGLM, T. II, P. 502; BAPTISTA DE LAGUNAS, IUAN. Arte en lengua tarasca. Transcripción paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de J. Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, Fideicomiso Teixidor, 2000, (Colección Cultura Purépecha), Pp. 147 y 150. 1431 DGLM, T.I, P. 126. 1432 DGLM, T. II, Pp. 171, 246, 678; T. I, P. 647. 1433 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233. 1427 353 ―En aquel tiempo salió el lucero que pasó sobre todas las gentes de todo el mundo en general y al instante desmayó y enmudeció el tal ídolo de Uandaro. Empezaron sus ministros que sacaron los corazones para que con ellos se curara el idolo y a juntar todas las criaturas de pecho causándoles muncha tristeza por haber desmayado el ídolo y dios de ellos. anda grandes opiniones entre ellos y al cabo de siete dias volvió á hablar el idolo preguntáronle que que era la causa de su mal responder que aquella estrella aquel lucero que paso por encima de todas las gentes de todo el mundo en general y que le causo tanto miedo en tanta manera que se desmayó y que en adelante no habia de ser él el Dios de ellos y que lo lleven á unos desiertos altos donde hallasen despeñaderos y cuevas que allí lo escondan y que rogaba muncho le hagan la merced que les pide y que ya habia otro dios 1434 verdadero.‖ Referencias a la creencia de que los cometas eran señalas de los dioses para conquistar pueblos, se volvieron a mencionar para la segunda mitad de 1529, cuando se preparó la conquista de lo que sería la Nueva Galicia: ―pues vinieron mensajeros cómo Nuño de Guzmán venía a la conquista de Xalisco, con la gente de guerra, y antes que se partiese vieron los indios en el cielo una gran cometa. Y llegó a Mechuacan con toda su gente.‖1435 Otro documento indígena que al parecer registró el mismo avistamiento astronómico es el Códice Telleriano- Remensis: ―Año de Once Casas y de 1529 se partió Nuño de Guzmán para Xalisco, yendo a sujetar aquella tierra. Fingen que sale la culebra del cielo, diciendo que les venía trabajo a los naturales yendo los cristianos allá.‖1436 Sahagún mencionó que los nahuas del centro de México ―llamaba esta genta al cometa citlalin popoca que quiere decir estrella que humea. Teníanle por pronóstico de la muerte de algún príncipe o rey, o de guerra, o de hambre; la gente vulgar decía ésta es nuestra hambre.‖1437 Un último documento donde podemos encontrar noticias sobre el conocimiento astronómico de los tarascos ya para la época colonial, es en el documento intitulado Anales de Tarecuato, redactado muy posteriormente a la conquista, texto usado por Pablo Beaumont para su crónica, importante, primero, ―porque fue escrito en lengua tarasca y por varias personas pertenecientes quizá a una misma familia. La narración abarca un período de más de una centuria…‖1438, segundo, por la cantidad de noticias que da de carácter histórico, como llegada de frailes, nombramientos de obispos, de virreyes, muerte de personajes, e incluso, sobre la Gran Guerra Turca (1645-1699), el texto menciona que en año 1666 ―si [sic] dize que el Gran turco rauio con otros muchos aliados sullos‖.1439 Se mencionan también muchos fenómenos naturales como temblores, pestes, plagas de animales, rayos, heladas, torbellinos, granizadas, inundaciones. Entre la información astronómica que nos proporciona, se encuentra por ejemplo, que en 1578 ―huvo un eclipse d‘ sol como a la una del día primero de Septe.‖, en 1585 ―hubo una calma que estubo obscuro tres días‖, en 1606 ―se vido un cometa muy blanco‖, en 1161 [sic. 1611] ―hubo eclipse de Sol dia. viernes a las 2 de la tarde dia 1434 Códex Plancarte, Pp. 241-242. RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 56v, P. 274. 1436 Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain 385, f. 44. 1437 SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. VII, Cap. III, P. 435. 1438 [LEÓN, NICOLÁS], ANÓNIMO. Anales de Tarecuato. México, Editor Vargas Rea, (Colección Amatlacuilotl), 1951, P. 8. 1439 ANÓNIMO. Anales de Tarecuato, Óp. Cit., P. 29. Estas guerras que duraron varios años, las emprendió el Imperio Otomano y sus aliados los tártaros de Crimea, los cosacos de Zaporozhia y los Estados vasallos de Moldavia, Valaquia y Transilvania durante gran parte del siglo XVII, contra el Sacro Imperio Romano Germánico, la República de las Dos Naciones, la República de Venecia y el Zarato ruso. PARKER, GEOFFREY (Editor). Atlas ilustrado de Historia Mundial. 4ª edición, España, Reader‘s Digest, 2001, Pp. 168-169 y 186-187. 1435 354 10 de Junio víspera del apóstol S. Bernabe‖, en 1618 ―por el mes de nouiembre de dho años por el oriente se vido mucha espesura de humo y por el poniente se vido una estrella mui grande y reluciento‖, en 1632 ―hubo un eclipse d‘ sol como a las 2 de la tarde‖, y en 1665 ―se vido un cometa desde el mes de noviembre hasta el de Diciembre.‖1440 Desde la arqueología también se puede documentar el conocimiento astronómico de los antiguos habitantes de Michoacán, aunque los estudios arqueoastronómicos son incipientes, y poco se ha escrito al respecto.1441 Sobre la traza urbana y la alineación de edificios en sitios del Michoacán prehispánico, José Luis Punzo ha mencionado para el caso de Tingambato que: ―La relación entre la Pirámide 1 y el cerro Comburinda queda aún más de manifiesto durante el solsticio de invierno, el momento en el que el sol sale en su punto más sureño, ya que desde la parte alta de la Pirámide se puede observar al sol salir por atrás de aquella montaña. Así tenemos, por una parte, una relación que es observable desde las pirámides de Tingambato con la salida y el ocultamiento del sol en distintos momentos del año, el cual se halla en una correlación directa con algunos de los cerros y otras formas relevantes del paisaje, lo que daba la oportunidad a los antiguos observadores de este astro de entender el paso del tiempo y poder contabilizarlo. Así, son estos puntos solsticiales de salida y ocultamiento del sol los rumbos del mundo, no los puntos cardinales; por eso se podía concebir un espacio terrestre rectangular con su centro, en forma de quincunce. Asimismo, el arco que forma el astro solar entre las dos pirámides –—cerros y la plaza— era la representación del espacio terrestre que generó un modelo reducido del mundo. Es de destacar, en este orden arquitectónico, que al pie de la pirámide 2, al oeste de la plaza, se construyó una cancha de juego de pelota en un eje norte-sur. Este juego, como se ha interpretado en muchas culturas mesoamericanas, tiene una fuerte connotación con el sol y con la lucha que, como deidad celeste, debía enfrentar todos los días para morir al atardecer, transitar el inframundo, y renacer por la mañana en el este. Así pues, la cancha de juego de pelota de Tingambato en este modelo solar se encuentra en un lugar clave para 1442 entender esa concepción cosmogónica.‖ Y para el caso de Ihuatzio, Helen Pollard realizo un comentario sobre una estructura existente en dicho sitio, y sus posibles connotaciones astronómicas: ―Sin embargo, hay excepciones a esta falta de planeación, aunque por el momento sólo puedo documentar un complejo ceremonial que parece haber estado ritualmente orientado. Este es el centro ceremonial de Ihuatzio, localizado cerca del centro de la cuenca de Pátzcuaro, y construido probablemente en los inicios del siglo XIV. De las 125 ha del asentamiento, más de 40% (50 ha) estaban dedicadas a las funciones religiosas del centro, el cual se concentraba en una gran zona rodeada por gruesos muros de piedra. Los muros de piedra y las estructuras mayores generalmente están alineadas hacia los puntos cardinales, con los ejes principales corriendo de norte a sur. La sección norte de esta zona consiste de dos plataformas piramidales rectangulares viendo hacia el este sobre una gran plaza cerrada referida en la Relación de Michoacán como el juego de pelita, querétaro. Exactamente al este de este complejo hay tres pequeños cerros (Cerritos los Coyotes iuatzi). Una línea proyectada hacia el este desde el corredor entre los dos templos, cae en medio de los dos 1440 ANÓNIMO. Anales de Tarecuato, Óp. Cit., Pp. 15-28. Un estudio preliminar sobre la orientación de sitios arqueológicos del Occidente de Mesoamérica y Norte de México, puede leerse en ŠPRAJC, IVAN; SÁNCHEZ NAVA, PEDRO FRANCISCO; CAÑAS ORTIZ, ALEJANDRO. Orientaciones astronómicas en la arquitectura de Mesoamérica: Occidente y Norte. Ljubljana [Liubliana], Inštitut za Antropološke in Prostorske Študije, ZRC SAZ, (Prostor, kraj, čas [Espacio, lugar, tiempo] núm. 12), 2016. 1442 PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―Paisaje y arquitectura en el mundo de los habitantes del Michoacán antiguo‖, 2017, en prensa. 1441 355 cerros del norte y cuando se ven desde este corredor las cimas de los dos cerros comprenden el ciclo de una fase linar a ambos lados de los equinoccios (Anhony Aveni, comunicación personal, 1989). El eje norte-sur del sitio parece alinearse con un cerro 1443 inmediatamente al norte (una extensión del cerro Tariácuri hacia el suroeste).‖ Desde la arqueología también están documentados petrograbados con connotaciones astronómicas. Los más representativos son los que ―se conocen como pecked-cross o cruces punteadas, diseño representado por dos círculos concéntricos atravesados por dos ejes a manera de cruz (no son figuras geométricas perfectas), realizado mediante pequeñas horadaciones ya sea en roca o sobre piso de estuco, como es el caso de los marcadores encontrados en la zona arqueológica de Teotihuacán.‖1444 Este tipo de petrograbados se encuentran por gran parte del territorio mesoamericano y Norte de México. En varios de los marcadores solares localizados en Michoacán, varios están orientados a las posiciones del sol durante los solsticios y equinoccios y a otros fenómenos astronómicos; la cantidad de horadaciones podían ser usadas para realizar cómputos calendáricos, y en ocasiones se encuentran otros petrograbados o pinturas rupestres asociados posiblemente con motivos solares, lunares, estrellas o al planeta Venus.1445 Otro tipo de petrograbados del tipo diagrama cuadricular, que se han asociado a los tableros del juego prehispánico del patolli, y al actual juego de k'uilichi chanakua. En Michoacán se han registrado hasta 40 de estos marcadores, que también están relacionados a fenómenos de la bóveda celeste, ―además de ser un juego, por su contenido y forma, este diagrama se asocia con la percepción o esquematización del mundo, o con la idea que tuvieron en Mesoamérica sobre los conceptos de tierra y cielo, así como con el cómputo del tiempo y la adivinación.‖1446 El calendario tarasco Lamentablemente se desconoce sí los tarascos usaron algún tipo de registro escriturario, todos los documentos escritos y pictográficos que se conocen fueron elaborados después de la conquista. Hans Roskamp considera que probablemente se introdujo el uso de la escritura conocida en el centro y sur de México a Michoacán en el Posclásico Tardío: ―Con la expansión política en el posclásico tardío (sobre todo el siglo XV y principios del XVI) la élite uacúsecha del Lago de Pátzcuaro llegó a dominar una buena parte de Michoacán. Parece que adoptaron y asimilaron la escritura ya conocida en la región introducida desde el centro y sur de México - y agregaron su propia iconografía. Un buen ejemplo de un documento pictográfico uacúsecha es el escudo de armas de Tzintzuntzan (fines del siglo XVI) que representa el poder del linaje gobernante autorizado por el dios sol Curicaueri. También se pueden mencionar las ilustraciones de la Relación de Michoacán 1443 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state. Oklahoma, University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian series vol. 209), 1993, Pp. 152153. Traducción de Claudia Espejel. 1444 RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Avances y perspectivas de la arqueoastronomía en Michoacán‖, Óp. Cit., P. 354. 1445 Ibíd., Pp. 354-365; NICOLAU ROMERO, ARMANDO; CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN; RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Un "Marcador solar" en Quiringüicharo, Michoacán‖, en: http://www.rupestreweb.info/solar.html (Consultado 6 de febrero de 2018); FAUGÈRE-KALFON, BRIGITTE. Las representaciones rupestres del Centro-Norte de Michoacán. México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Cuadernos de estudios michoacanos, núm. 8), 1997, Pp. 24, 36, 41-50, 61 y 75. 1446 OLMOS CURIEL, ALEJANDRO. ―Manifestaciones gráfico-rupestres en la arqueología de Michoacán. Avances y perspectivas‖, en: ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA (Editora). La investigación arqueológica en Michoacán. Avances, problemas y perspectivas. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, (Colección Debates), 2014, P. 298. 356 (1541) - sobre todo la genealogía de los caciques uacúsechas - y el Códice de Tzintzuntzan […] Aparte de que los michoacanos prehispánicos muy probablemente usaron tela (lienzos) y papel (códices) para sus documentos, sabemos que también pintaban (es decir fabricaban mosaicos) excelentemente con plumas de aves preciosas (sobre todo de la Tierra 1447 Caliente).‖ Algunos testimonios parecen aludir precisamente al uso de códices o lienzos,1448 y el arte plumario michoacano fue muy renombrado durante la época colonial, pero con las evidencias existentes no se puede afirmar o negar la existencia de escritura o protoescritura dentro de la cultura tarasca, aunque Roskamp agrega que ―hace falta más que el testimonio de un fraile para negar la posibilidad del uso de la escritura en el Michoacán prehispánico.‖1449 Por otro lado, Alejandro Olmos Curiel considera, basándose en los petrograbados de la zona tarasca, la existencia de una proto-escritura de esta cultura, aunque se requieren más investigaciones al respecto para intentar desentrañar la información de estos objetos líticos;1450 sin embargo, al parecer en Michoacán protohistórico, lo que se puede encontrar, más que una escritura, un sistema de comunicación pictográfica, con signos convencionales con significados comunes, entre los diversos grupos étnicos. Se desconoce en gran parte el calendario tarasco, o sí usaron varios calendarios; sólo tenemos algunos datos sobre el calendario compuesto de 18 meses de 20 días, pues en la primera parte perdida de la RM, se encontraba la descripción de las fiestas que se realizaban periódicamente.1451 Afortunadamente en el resto de la RM se encuentran algunas referencias sobre el calendario, las fiestas celebradas con algunos datos que explican en que consistían los ritos, y el día en que caían según la cuenta del calendario juliano. Maturino Gilberti registró la entrada ―Calendario. huriyata miyuqua‖,1452 que 1447 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., P. 32. 1448 Cervantes de Salazar, al hablar de la expedición de Francisco Montaño a Michoacán, mencionó que los caciques de los pueblos enviaron ―pintados‖ a los españoles al cazonci: ―De la llegada de los nuestros á Taximaroa, el Gobernador della, que era vasallo del Cazonci, le hizo muchos mensajeros, y lo mismo los Gobernadores de los otros pueblos por donde pasaban, hasta inviarle pintados los españoles, cómo iban, cómo comían, cómo dormían, las armas y vestidos que llevaban…‖. CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XVI, Pp. 770-771. 1449 ROSKAMP, HANS. ―Las tradiciones escriturarias indígenas del Michoacán colonial (siglos XVIXIX) en: Ciclo de conferencias Ambonhascaquarheparini, llevadas a cabo de agosto a diciembre de 2014, El Colegio de Michoacán, Zamora, Michoacán, 26 de septiembre de 2014. Jerónimo de Alcalá mencionó que sus investigaciones sobre la sociedad tarasca era una tarea difícil, ―como carescía esta gente de libros.‖ Cf. RM, prólogo, f. 2v, P. 6. Pero por el contexto, parece que más bien se refiere a ―libros‖ de tipo europeo escritos con caracteres latinos en lengua indígena, y no ―pinturas‖ indígenas, como se les llamó a los documentos pictográficos, como códices o lienzos. 1450 OLMOS CURIEL, ALEJANDRO GREGORIO. Los petrograbados de Tzintzuntzan, Michoacán: un sistema de comunicación gráfica. Tesis para obtener el grado de Maestro en Arqueología. Directora: Agapi Filini. La Piedad, El Colegio de Michoacán, 2010; ―La escritura prehispánica en Michoacán‖ en: Ciclo de conferencias Ambonhascaquarheparini, llevadas a cabo de agosto a diciembre de 2014, Universidad Pedagógica Nacional-Unidad 161, Morelia, Michoacán, 6 de septiembre de 2014. 1451 Cabe resaltar que en la única descripción completa de una fiesta en la RM, la de Sicuíndiro, no se da ninguna indicación calendárica de ningún tipo. RM, Primera Parte, ff. 10-10v. Al parecer varios españoles noción del calendario tarasco y sus fiestas; en 1531, un Bartolomé Aguilar, al responder sobre los ritos idolátricos de los indígenas tarascos, mencionó que ―…a sabido este testido dellos e le an dicho [los indígenas] los nombres de las fiestas señaladas que ellos tienen en que hazen sus ofrecimientos e idolatrías‖, pero no se consignaron los nombres. ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., P. 398. 1452 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 302. Otra palabra relacionada es ―Cuuihchuquaro. un nombre antiguo para contarse fiestas‖, Ídem. P. 71. 357 podemos traducir como ―Cuenta del tiempo o de los días‖, de ―Huriyata. Sol, o tiempo‖, y ―Miuaqua. Cuenta.‖1453 Se pueden encontrar datos complementarios sobre el calendario tarasco en algunos documentos tempranos y en los diccionarios de la lengua tarasca, aunque no los suficientes para reconstruirlo totalmente. Sobre el calendario tarasco se han realizado por lo menos cuatro trabajos, a cargo de Nicolás León, Francisco del Paso y Troncoso, Eduard Seler y Alfonso Caso, quienes intentaron traducir los nombres de los meses, y ordenarlos cronológicamente según los datos existentes.1454 A principios de los años 1990, Helen Pollard dedicó unas páginas sobre el calendario tarasco protohistórico, rescatando algunas palabras del vocabulario de Maturino Gilberti, y comparado la información conocida con los calendarios mexica y matlatzinca, esta comparación tenía el propósito de demostrar las similitudes generales de los calendarios solares encontrados en Mesoamérica en el siglo XVI; 1455 desde entonces no se han realizado estudios amplios o serios sobre el tema del calendario tarasco.1456 Sabemos que los tarascos contaban 20 días cada luna,1457 estos meses se llamaban cutsi, es decir ―luna‖, durante estos veinte días se celebraban las fiestas, lo que significa que muy probablemente el año tarasco estaba dividido en 18 meses. Francisco Montaño relató cómo en su estadía en Tzintzuntzan fue retenido por el cazonci Tzintzincha, y sus mensajeros les dijeron como no debían salir de sus aposentos: ―Con esta repuesta, bien contentos los mensajeros volvieron á su señor, el cual á hora de vísperas comenzó á hacer grandes fiestas por toda la ciudad y en los cues [y en las torres de los templos] encender muchos fuegos y quemar muchas cosas olorosas, sacrificando en ellos á sus ídolos gran cantidad de hombres, mujeres, muchachos, muchachas, niños y niñas, con gran estruendo y ruido de cornetas y caracoles, con continuos bailes y danzas de 1453 DGLM, T. II, Pp. 258 y 343. LEÓN, NICOLÁS. ―Calendario de los tarascos‖ [1888]; PASO Y TRONCOSO, FRANCISCO DEL. ―Calendario de los tarascos‖ [junio de 1888]; CASO, ALFONSO. ―El calendario de los tarascos‖ [1944], en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (COMPILADORA); MIRAMBELL SILVA, LORENA (COORDINADORA). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 43-49, 191-200 y 299-319. SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., Pp. 232-233. 1455 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state, Óp. Cit., Pp. 148-151. 1456 En el 2008, José Fabián Ruiz escribió un breve prólogo en un librito sobre la simbología y carteles del Año Nuevo purépecha, donde habló de ―cuatro calendarios como bien sabemos existieron históricamente [sic.]‖ del pueblo purépecha: el Calendario Solar o Ryyata Miyukua, Calendario Agrícola Lunar, Calendario Astronómico, y el Calendario Ritual Festivo o Cuiuchucuaro. Sin embargo, nada de esto (que hayan existido cuatro calendarios) se puede encontrar o inferir en la información documental existente; Fabián Ruiz no mencionó ninguna fuente de dónde obtuvo la información, y al parecer hizo una interpretación muy laxa de algunas palabras registradas por Maturino Gilberti, para usarlas para nombrar los meses tarascos de 20 días; por lo que este opúsculo carece de rigor y no aportó nada para saber más del calendario tarasco prehispánico. RUIZ, JOSÉ FABIÁN. ―Prólogo. Los cinco calendarios p‘urhépecha…‖, en: SOTO GONZÁLEZ, JOSÉ LUIS. Arte y simbología del año nuevo p‟urhépecha. Morelia, Casa Natal de Morelos-Taller de Investigación Plástica, (Ediciones Casa Natal de Morelos, núm. 24), 2008, Pp. 5-7. A pesar de las limitantes, este opúsculo fue citado por Pablo Alarcón-Cháires en un trabajo sobre etnoecología purépecha, donde con otras fuentes información y propuestas de traducción (y sin contemplar los trabajos de Francisco del Paso y Troncoso, Eduard Seler y Alfonso Caso), realizó una reconstrucción del calendario tarasco prehispánico, que nombró Miiuchukuaro, sin fundamento e inadmisible. ALARCÓN-CHÁIRES, PABLO. Etnoecología de los indígenas purhépecha. Una guía para el análisis de la apropiación de la naturaleza. Morelia, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoCentro de Investigaciones en Ecosistemas-Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología Michoacán, Morevallado editores, 2010, Pp. 35-38. 1457 ―Y estuvieron los españoles seis lunas en la cibdad (cada luna cuenta esta gente veinte días)‖, RM, Tercera parte, cap. XXV, f. 48v, P. 258. 1454 358 noche y de día, con canciones tan tristes y pavorosas que parescían del infierno. Duraron estas fiestas y sacrificios diez é ocho días. Hízolas el Cazonci con pensamiento y voluntad 1458 que á cabo de los veinte sacrificaría á los españoles y vería si eran mortales ó no…‖. Después de que el cazonci determinó no sacrificar a los españoles y dejarlos regresar con Hernán Cortés, les mandó un mensaje: ―Lo que contenía el razonamiento en suma era pedir perdón á los nuestros por haberlos detenido tantos días y que la causa había sido haber estado aquel tiempo ocupado en las fiestas y sacrificios de sus dioses, que cada año acostumbraba hacer en aquel mismo 1459 mes…‖. La RM menciona los nombres de las fiestas Cahera cónsquaro (17 de julio), Cahériuapánsquaro, Charápuçapí, Coríndaro, Cuingo, Equata cónsquaro, Hanzíuansquaro, Hiquándiro, Húnispéraquaro o Húnispéransquaro, Mázcoto (7 de junio), Purécoraqua (23 de febrero), probablemente la misma que Purécotaquaro, Sicuíndiro y Vapánsquaro (25 de octubre), también se menciona una fiesta que caía el 14 de noviembre, pero no se menciona su nombre.1460 El jesuita Francisco Ramírez menciona el nombre de otras dos fiestas, que según él fueron instituidas por un sacerdote indígena de Erongarícuaro antes de la conquista, Pevánscuaro o de la Navidad, y Tzitacuarénscuaro o de la Resurrección. En interesante notar que Ramírez menciona que ―comenzó a celebrar [el sacerdote de Erongarícuaro] a su modo muchas fiestas de las que nuestra madre la iglesia celebra‖, lamentablemente no menciona más información para hacernos una idea de cuáles eran las fiestas y sus supuestas similitudes con las cristianas.1461 Nicolás León supuso que ―como se cita la fiesta de Caheri Cóscuaro, es de suponerse haya existido ésta [la fiesta de] Cóscuaro‖, además se preguntó sí ―¿Tendrá también la fiesta Vapánscuaro de los tarascos su gran festividad Caherí vapánscuaro?‖,1462 conjeturas que no hay hallado respuesta aún. Con esta información, y suponiendo que el calendario tarasco se dividía en efecto en 18 meses, conocemos el nombre de 15 meses, y la fecha del año en que celebraban 5 de las fiestas, con lo que sabemos que los tarascos concebían el transcurrir del tiempo de forma compleja (Véase Cuadro 24). 1458 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XVIII, Pp. 775. Información entre corchetes tachada en el manuscrito. 1459 Ibíd., Pp. 783. Cursivas nuestras. 1460 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250; Primera Parte, f. 10v, P. 12; Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160; Cap. I, f. 61, P. 13; Tercera Parte, Cap. IV, ff. 13v, 14v, P. 188, 190; Cap. V, f. 16, P. 193; Segunda Parte, Cap. XXXIV, ff. 136-136v, Pp. 163-164; Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 52v, P. 266; Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248; Segunda Parte, Caps. XVI, XXI, ff. 90v, 106, Pp. 72, 103; Primera Parte, f. 10, P. 11; Segunda Parte, Cap. XVII, f. 96v, P. 84; Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190; Segunda Parte, Cap. II, f. 64v, P. 20; Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. 1461 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este Colegio de Michoacán y de su progreso y su aumento”, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio, edición, notas y apéndices de Germán Viveros. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1987, P. 69. 1462 LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, éticas y antropológicas. Segunda Parte, Etnografía pre-colombina‖, en: Anales del Museo Nacional de México. Segunda época. México, Imprenta del Museo Nacional, T. I, 1903, Pp. 486 y 488. 359 PALABRAS RELACIONADAS CON EL COMPUTO DEL TIEMPO EN LOS DICCIONARIOS DE LENGUA TARASCA Nombre en tarasco Huriaqua Huriatequa Huriyatequa Huriyaqua Significado en castellano Dia Dia Vn dia Dia Huriyata Mahuruyatequa achuzcuqua Huriyata no yoxuhati Mintziharando huriyaqua, harauacuratiro huriyaqua Mahuriyatequa camateruhcan hameri, teruxutin hameri Huriyaqua ca ahchuri Cuinchequa huriyaqua, cuincheti huriyaqua Huriyata yoxuquaro Ahchuri Sinchamando, sincha sinchando Tziman ahchuri Tamin ahchuri Yon camanguensquaro Huriyata picutspenstani Sol, o tiempo Dia, natural Dia, pequeño Dia, de entre semana Fuente (G) P. 96 (G) P. 373 (D-II) P. 258 (D-I) P. 265 (D-II) P. 257 (D-II) P. 258 (D-I) P. 265 (D-I) P. 265 (D-I) P. 265 Dia y medio (D-I) P. 265 Dia, y noche Dia, de fiesta (D-I) P. 266 (D-I) P. 265 Entre dia Noche generalmente Noche escura Noches dos Noches tres Noche mui noche Deuidirles el tiempo (D-I) P. 318 (D-I) P. 516 (D-I) P. 516 (D-I) P. 516 (D-I) P. 516 (D-I) P. 516 (D-I) P. 259 Huriyata miuni Contar tiempo, o dias huriyata miyuqua Huriyata miuraqua, huriyata exerequa Mandan cutsi Mandan huriyatequa Man ahchuri Yumu huriya, huruyatequa Tembechan thachan huriya Vexurini Vexuriqua Mavetzxuriquanan nimaqua Calendario Calendario Cada mes Cada dia Cada noche Cinco días De catorze en catorze días Año Año ya pasado Despues de pasado vn año (D-I) P. 167 (D-II) P. 257 (G) P. 302 (D-I) P. 130 (D-I) P. 125 (D-I) P. 125 (D-I) P. 125 (D-I) P. 198 (D-I) P. 218 (D-I) P. 66 (D-I) P. 66 (D-I) P. 253 Vexuriqua mintzinharando Tzimandan vexurinni tha vexurini thapetan vexurini Mansan hechetsio Candela etscuquaro lo mesmo. vel. carindaquaro. misquaretaro caheri carindaquaro Caheri carindaquaro peuansqua huriaqua Peuansqua huriyaqua Utanoni Entre, año Cada dos años Quatro años Quatro años espacio Cada jenero Candelaria fiesta de las candelas Quaresma Cuaresma. Lo mesmo Quaresma Dia del nascimiento Dia, de el naçimiento acabarse el tiempo (D-I) P. 318 (D-I) P. 126 (G) P. 556 (G) P. 556 (D-I) P. 125 (D-I) P. 134 (G) P. 556 (D-I) P. 182 (D-I) P. 595 (G) P. 373 (D-I) P. 266 (G) P. 202 CUADRO 24. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G); DGLM, tomos I y II (D). Los números corresponden al número de página de las ediciones citadas. Elaboración propia 360 Lamentablemente, hoy en día todavía se tiene un sesgo importante sobre la concepción del calendario tarasco, al considerarlo un derivado no tan avanzado como el de los nahuas: ―Aunque de acuerdo con estos datos se puede asegurar que los tarascos contaban con algún tipo de calendario, la misma fuente [la Relación de Michoacán] indica que quizá éste no era tan sofisticado como el de otras culturas mesoamericanas y que fue un rasgo introducido por la población nahua que habitaba en el territorio conquistado por los tarascos…‖,1463 o que ―…los meses p‘urhépecha, basados seguramente en el calendario azteca…‖.1464 En estas citas, se deja ver, primero, el centralismo de considerar lo mexica o nahua como lo ―sofisticado‖, y segundo, de creerse a pie puntillas el discurso legitimador del linaje uacúsecha, donde se reivindicaban así mismos como chichimecas, cazadores-recolectores y pueblos no agricultores, esto en especial en el pasaje cuándo Taríacuri mandó a Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje a amonestar y asesinar a su cuñado Hiuacha, en Tariaran: ―… ¿Cómo, no venís a hablar de guerra? Esperad, contaremos los días: el día de la caña y el día del agua y el día de la mona y de la navaja, que yo Hiuacha no peleo, mas con mantas compro los esclavos". Acostumbran los mexicanos contar sus meses e días por unas figuras que tenían pintadas en unos papeles, una caña y agua y una mona y una navaja. Así hay veinte figuras, un perro y un venado, etcétera. Y contando por allí los días, tomaban sus agüeros para pelear y para ver el nascimiento de cada uno. Y esta cuenta paresce que la tenía este señor Hiuacha y no los chichimecas y por eso dice que contarán el día de la caña y del agua, etcétera. Oyendo lo que habló Hiuacha, Tangáxoan no se pudo contener y dijo: "¿quién te dijo que cuentes los días? Nosotros no peleamos contando desa manera los días, mas traemos leña para los cúes y el sacerdote llamado curí y el sacrificador, toman olores para la oración de los dioses. Dos noches estamos en nuestra 1465 vela para mirar cómo va la gente y para despedillos, y con esto peleamos".‖ Sí se hubiera leído con atención el pasaje anterior, en lugar de haberse dicho que los tarascos no sabían contar los días y que el calendario que tenían no era tan sofisticado como el de otras culturas mesoamericanas, y que era un derivado del nahua, se hubiera mencionado por el contrario, que los tarascos no contaban de esa manera los días, si no de otra forma. ¿De qué forma contaban los días los tarascos? Los contaban, como en el resto de los cómputos mesoamericanos, con el sistema vigesimal, en la RM abundan los ejemplos de esto: ―Y estaba dos días el cazonçi en la cibdad y después decía que quería ir a caza‖,1466 ―Y estaban echados los heridos en ellos y estuvieron tres días en esta dícha casa [del águila]‖,1467 ―Y partiéronse aquellos sacerdotes y vinieron en tres días a la cibdad de Mechuacan‖1468, ―Cinco días antes desta fiesta […] Y emborrachábanse cinco días‖1469, ―¿Que no habemos de estar aquí, yo y vosotros, más de cinco días […] Y emborracháronse cinco días‖1470, ―Cómo, señor, ¿no estamos aquí 1463 RÉTIZ GARCÍA, MARIO ALFREDO. ―Avances y perspectivas de la arqueoastronomía en Michoacán‖, Óp. Cit., P. 352. 1464 TERÁN ELIZONDO, MARÍA ISABEL. ―Elementos mítico-simbólicos‖, Óp. Cit., P. 291. 1465 RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127, P. 145. Está es una referencia indirecta sobre el uso de un calendario similar al tonalpohualli, que se registraban en códices de piel de venado o papel de amate llamados tonalámat o libro de los días, y por ende, al uso de códices en el Michoacán prehispánico. Desconocemos si los nombres de los personajes prehispánicos, mencionados en los documentos coloniales michoacanos, tienen alguna connotación calendárica; son necesarios estudios sobre la antroponimia en los pueblos que conformaron el Tzintzuntzan Irechequa. 1466 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 35, P. 231. 1467 RM, Segunda Parte, Cap. VIII, f. 73v, P. 38. 1468 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38v, P. 238. 1469 RM, Primera Parte, Sicuindiro, f. 10v, P. 12. 1470 RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 125v, P. 142. 361 para bailar cinco días?",1471 ―Y cinco días ninguno de la cibdad molía maíz en piedras ni hacían lumbre en sus fogares; ninguno hacía tianguez aquellos días; ni mercadeaba; ni andaba nadie por la cibdad; mas toda la gente estaban tristes por sus casas‖, 1472 ―Y estaban cinco días hablando sobre esto […] Y desde a cinco días iban por él…‖1473. También hay registro del cómputo de las fiestas que eran de veinte días: ―¿no sería bueno que dejases el vino y fueses por leña para los cúes? Y harías tus fiestas grandes y beberéis diez días, siendo gran fiesta, y si fuese pequeña beberéis cinco días…‖;1474 ―mas íbase a la casa de los papas y traía arreo veinte días leña, y después otros veinte”;1475 cuando el dios Querenda angápeti le mandó decir a Carócomaco que tomara por esposa a Quénomen ―y que venga de veinte en veinte días donde está su marido para que se junten en uno‖;1476 ―Y cada día hacíen justicia de los malhechores, mas una hacíen general este dicho día, veinte días antes de la fiesta, hoy uno, mañana otro, hasta que se cumplían los veinte días […] Y desta manera estaba oyendo causas todos aquellos veinte días, hasta el día que había de hacer justicia él y otro sacerdote que estaba en otra parte.‖1477 Por último, en el discurso que daba el Capitán general antes de entrar en combate decía: ―¡mirá questá contando los días el cazonçi, nuestro rey, para que demos batalla a nuestros 1478 enemigos! ¿Cómo le habemos de contradecir? Como ya mencionamos, con estos datos se han intentado varías reconstrucciones del calendario tarasco; la de Alfonso Caso es la más completa y más documentada. Aunque su estudio data de la década de 1940 y ha aparecido nueva información; y que su gestación teórica es propia de su tiempo, partiendo del centralismo y difusionismo, considerando que el calendario era muy similar al mexica, no ha aparecido un estudio que aporte más al entendimiento de este tema, pero con la nueva información y perspectivas, podría intentarse un nuevo estudio sobre este tema (Véase Cuadro 25). 1471 RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV, f. 136v, P. 164. RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 32, P. 225. 1473 RM, Tercera Parte, Cap. XVII, ff. 32v-33, Pp. 226-227. 1474 RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 95v, P. 82 1475 RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 92v, P. 76. 1476 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112v, P. 116. 1477 RM, Segunda Parte, Cap. I, ff. 61v-62, Pp. 14-15. 1478 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17, p. 195. Cursivas nuestras. 1472 362 Años cristianos 1540-1543 9 abril 28 abril 29 abril 18 mayo 19 mayo 7 junio 8 junio 27 junio 28 junio 17 julio 18 julio 6 agosto 7 agosto 26 agosto 27 agosto 15 septiembre 16 septiembre 5 octubre 6 octubre 25 octubre 26 octubre 14 noviembre 15 noviembre 5 diciembre 25 diciembre 4 diciembre 24 diciembre 13 enero 14 enero 14 enero 3 febrero 18 enero 2 febrero 22 febrero (o) 23 febrero 14 marzo 15 marzo 3 abril 4 abril 8 abril TABLA DEL AÑO TARASCO Meses Tarascos ANÓNIMO ANÓNIMO Mazcuto [Mázcoto] Uazcata cónscuaro [Equata cónsquaro] Caheri cónscuaro [Cahera cónsquaro] Hanciñáscuaro [Hanzíuansquaro] Hicuándiro [Hiquándiro] Sicuíndiro [Sicuíndiro] Charapu zapi [Charápuçapí] Uapánscuaro [Vapánsquaro] Caheri Uapánscuaro [Cahériuapánsquaro] ANÓNIMO Peuánscuaro Curíndaro [Coríndaro] ………………………… Tzitacuarénscuaro Purecoracua [Purécoraqua o Purécotaquaro] Cuingo [Cuingo] Unisperácuaro [Húnispéraquaro o Húnispéransquaro] DÍAS SOBRANTES Meses Aztecas Huey tozoztli Toxcalt Etzalcualiztli Tecuilhuitontli Hueytecuilhuitl Tlaxochimaco Xocotlhuetzi Ochpaniztli Teotl eco-Pachtontli Tepeilhuitl-Huey pachtli Quecholli Panquetzaliztli Atemoztli Tititl Nemontemi Izcalli (x) Atlcahualo (x) Tlacaxipehualiztli (x) Tozoztontli (x) (x) Los meses aztecas marcados así, principian 5 días después que los tarascos. El mes azteca Tozoztontli, termina el 8 de abril. (o) En la Relación dice 23 de febrero, pero evidentemente debe ser 22. Las fechas en tipo negro, se encuentran indicadas en la Relación. CUADRO 25. FUENTE: CASO, ALFONSO. ―El calendario de los tarascos‖ [1944], Óp. Cit., P. 319. Modificación nuestra; hemos puesto entre corchetes los nombres de las fiestas de acuerdo a la paleografía de la edición citada de la RM. Nicolás León rescató unas palabras tarascas sobre el nombre de las estaciones del año: ―Primavera, Tzitziquicuarensuca; Verano, Hozta; Otoño Haniscua; é Invierno, Iauansqua; dándonos la significación de Época de flores, Estrella [sic. Estío], Lluvia y 363 Hielo.‖1479 Sin embargo, al parecer entre los tarascos prehispánicos no existió la noción de un año dividido en cuatro estaciones, sino en dos, época de secas y época de lluvias, o quizás en tres, época de secas, época de lluvias, y época de invierno. Maturino Gilbert registró vocablos tarascos que hacen referencia a estas tres épocas del año, y no encontramos palabras relacionadas con ―primavera‖ u ―otoño‖: ―Hozta. tiempo despues de las aguas‖, ―Yuanasquaro. inuierno quando yela‖, ―Estio parte del año. hozta‖, ―Ynuierno. yauansquaro‖, ―Nacido en verano. hosta peuacata‖, ―Nacido en inuierno. yauansquaro peuacata‖, ―Verano. hozta.‖, ―Verano ser o hazer. hoztareni. hoztarenstani‖, ―Veraniega cosa. hozta pucuri‖.1480 Sin embargo, la noción de tres estaciones anuales, parece ser de origen europeo, y no indígena, por lo que Gilberti bien pudo traducir ese esquema a la lengua tarasca, ya que Covarrubias definió ―ESTIO, Lat. aestas, vna parte del año, que empieça del equinoccio vernal, y se termina en el equinocio autumal, y consta de sus meses, porque antiguamente, todo el año se diuidia en estio, y en hieme, o verano, e inuierno: despues le diuidieron en quatro partes, y empeçò a llamarse estio el tiempo de los tres meses que el sol entra en el signo de Cancro, hasta el equinocio autumal, que se causa entrando el Sol en Libra, y assi diuideron el año en quatro partes; entrando el Sol en Aries, epieça el verano, en Cancro, el estio, en libra, el inuierno. 1481 Estiual, lo que pertenece al Estio.‖ Mientras que lo definió como ―INVIERNO, el tiempo en el año opuesto al verano, y assi esta compuesto de in, y ver, veris, por el verano, Lat. dieitur hyems, bruma, tiempo encogido por el frío, y las aguas, con días cortos y nublosos, y por las noches largas y penosas…‖1482 Según las mismas traducciones de Gilberti, entre otras cosas se hace referencia a los nacidos en diferentes épocas del año, y se entiende que se concebían dos estaciones, hozta (la época de lluvias) e yauansquaro (época de secas); los tarascos debieron haber conocido perfectamente los solsticios y equinoccios, y considerarlos fechas para medir el tiempo, pero no para dividir el año en las estaciones en las que actualmente dividimos el año. El tiempo de la guerra tarasca Con toda la información sobre el calendario, lluvias y ciclos agrícolas, debemos recordar lo dicho por Eduardo Ruíz, sobre la existencia de dos tipos de guerra practicada por los tarascos, una extraordinaria determinada por las circunstancias, y otra ordinaria, que ―se hacía siempre después de las cosechas y de estar ya entrojados los granos.‖ Tal vez a estas debería agregarse un tercer tipo de guerra, la ritual, que en la RM se denomina ―entradas‖, cuyo objetivo era capturar prisioneros y escudriñar el terreno antes de iniciar las movilizaciones grandes. La época de guerra de conquista sería entonces entre mediados de enero a abril, después de las cosechas y antes de la época de lluvias, que iniciaban en mayo, para preparar los campos para cultivar. La RM también menciona indirectamente que los tarascos generalmente no hacían la guerra en época de lluvias, a menos que fueran determinada por las circunstancias, pues cuando llegaron los españoles a Taximaroa, Tzintzincha mandó investigar a Pedro Cuiniarángari que intenciones tenían los españoles, cuándo Cristóbal de Olid le preguntó a Cuiniarángari de dónde venía, quién lo envío y para qué, le contestó lo que le dijo el cazonci: ―vé a rescibir los dioses (que ansí llamaban entonces [a] los españoles) a 1479 LEÓN, NICOLÁS. ―Calendario de los tarascos‖ [1888], Óp. Cit., P. 47. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 93, 98, 424, 470, 511, 619. 1481 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra E, P. 385. 1482 Ibíd., Letra I, P. 507. 1480 364 ver si es verdad que vienen, quizá es mentira, quizá no llegaron sino hasta el río y se tornaron por el tiempo que hace de aguas…‖, la RM indica que este episodio tuvo lugar el 17 de julio1483 de 1522. En varias partes del mundo preindustrial, las guerras no se practicaban en época de lluvias, pues el movimiento de tropas se dificulta por los empantanamientos, y por la crecida de los ríos.1484 Esto difícilmente podría explicar la información contenida en la RM de que las guerras se hacían en las fiestas de Hanzíuansquaro e Hiquándiro, en plena época de lluvias, si tomamos en cuenta la reconstrucción de Alfonso Caso. Si se lee con cuidado el texto de la RM, se puede observar que Jerónimo de Alcalá ―generalizó algunos pasajes del relato del petámuti para describir las costumbres tarascas en vísperas de la conquista.‖1485 Con esto no negamos que los preparativos de la guerra no fueran como se describe en los capítulos dichos, sino que el fraile extrapoló información de la sociedad tarasca. Algunos pasajes donde se nota esto son por ejemplo la destrucción de Curínguaro. Los habitantes de esta ciudad eran los enemigos acérrimos de los uacúsecha, uno esperaría que se describiera con detalles de destrucción de este pueblo, en lugar de eso, tenemos la interrupción del clímax narrativo, en la RM se reduce a menos de dos líneas la destrucción de los enemigos acérrimos de Taríacuri: ―Después que conquistaron el pueblo de Hiuacha [Tariaran acuezizan harocotin], fueron a conquistar a los de Corínguaro y destruyéronlos.‖1486 Sin duda este pasaje era vivamente narrado por el petámuti, pero el fraile lo omitió, pues hablaría en un capítulo aparte de ―cómo destruían o combatían los pueblos.‖1487 Otro ejemplo de cómo se describe algo general con un caso particular, es el capítulo ―De la manera que se casaban los señores. Pónese aquí cómo se casó don Pedro, que es ahora gobernador, porque desta manera se casaban todos‖.1488 Consideramos que este tipo de extrapolación se hace también en los capítulos IV, V y VI de la tercera parte de la RM, que hablan sobre la guerra, y que en realidad están haciendo referencia a un episodio de una guerra en particular, nosotros proponemos que se trata de la guerra extraordinaria para la coronación de Tzintzincha Tangáxoan. Basta con poner atención a la cronología de los sucesos y ver la conexión entre los detalles, para ver que se trata del mismo episodio histórico desperdigado en varios capítulos de la tercera parte de la RM. El primer indicio que observamos fue que tanto en el capítulo IV (―De las entradas que hacían en los pueblos de sus enemigos‖), así como el V que es continuación del anterior (―Cómo destruían o combatían los pueblos), parecen estar ambientados en la frontera de los de Cuýnaho,1489 mismo destino al que va el nuevo cazonci en el capítulo XVIII (―Razonamiento del papa y sacerdote mayor y del presente que traían al caçonzi nuevo‖), después de haber hecho la ceremonia de la guerra y convocado a la gente para ir a ella: 1483 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 44-45, Pp. 250-251. Para un relato de la gran dificultad de cruzar el Río Balsas en época de lluvias, véase GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 40-41. 1485 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, nota a pie núm. 44, P. 64. 1486 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153. 1487 RM, Tercera Parte, Cap. V. 1488 RM, Tercera Parte, Cap. X. 1489 En el capítulo IV se dice que ―Unos iban a la frontera de México, que peleaban con los otomies, que eran valientes hombres y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras. Otros iban en las fronteras de los de Cuýnaho.‖ RM, Tercera parte, cap. IV, f. 15, p. 191. 1484 365 ―Y íbase derecho a una frontera que estaba cerca de sus enemigos, llamada Cuýnacho, y hacía allí una entrada de presto y tomaba cien cativos o ciento y veinte y tornaba antes que viniese la gente que había inviado a la guerra. Y después venían todos los señores y traían muchos cativos para sus sacrificios. Este era el principio de su reinado y quedaba entonces 1490 por señor asentado y rey, en lugar de su dios Curícaberi.‖ Otra cosa de notarse, es el número de personajes importantes que están presentes en el capítulo V, el capitán general, los señores de Pátzcuaro e Ihuatzio, y el señor de Jacona, dicha concentración de personajes tan importantes del corazón del Tzintzuntzan Irechequa, y un señor de las cuatro partes, nos indican, primero, que se trata de la guerra que mandaba hacer el nuevo cazonci para iniciar su reinado, y segundo, la ubicación geografía, la frontera norte, hacia donde estaba Cuýnaho. La guerra para la coronación era general y se hacía en todas fronteras, con el objetivo de conseguir prisioneros para sacrificar en honor al nuevo cazonci, aunque muy probablemente esos sacrificios se practicaban en las regiones fronterizas, y algunos se mandaban a la capital del irechequa.1491 Otro indicio es un comentario hecho por el fraile, que deja ver esta extrapolación, ya que antes de irse a la guerra el ―sacerdote llamado hirípati entraba en la casa de vela a su oración con los olores, como se contó hablando de la guerra, y hacía su sermón sobre aquella leña, como su dios Curícaberi lo había así ordenado.‖1492 Así, ordenando cronológicamente los episodios que extrapoló Jerónimo de Alcalá, podemos ver como se trató de una guerra extraordinaria, en pleno tiempo de lluvias. Se menciona que el cazonci Zuangua murió por viruelas.1493 En el capítulo de los ritos funerarios del cazonci, se menciona que cuando era muy viejo, empezaba a mandar un hijo señalado por él, pero líneas más adelante, dice, ―pues estaba enfermo el cazonçi viejo, y llegábanse a curalle todos sus médicos, que eran muchos, entonces inviaba por médicos de toda la provincia y nevían a curalle y trabajaban mucho por curalle.‖1494 Al morir, se relatan ampliamente las exequias del cazonci, iguales a las que debieron realizarse en honor de Zuangua.1495 Tras la muerte de Zuangua, la RM menciona que alzaron a otro rey: ―pues entraron en consulta los viejos que habían quedado de las enfermedades, sobre alzar otro señor y dijéronle a Zinçicha: "señor, sé 1490 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 35-35v, Pp. 231-232. ―Y mandábales que fuesen a la guerra y deshacíase todo aquel ayuntamiento, y íbanse a sus casas y inviaba sus correos y mensajeros por todos los pueblos. Que fuesen a la guerra, a todas las fronteras de sus enemigos.‖ RM, Tercera parte, Cap. XVIII, f. 35, P. 231. 1492 Tercera parte, Cap. XVIII, f. 35, p. 231. Cursivas nuestras. 1493 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248. 1494 RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30, P. 221. 1495 En 1554, dos testigos indígenas declararon en la relación de méritos y servicios que promovió Antonio Huitziméngari, de la información que proporcionaron, al parecer fueron testigos sólo de dos grandes exequias de dos cazoncis. El primero fue Francisco Quirongari, gobernador de Tiripetío que tenía más de 60 años (nacido ca. 1494), mencionó que ―…sabe he vido, que después de muerto el dicho Cazonci [Francisco Tangáxoan] he todos sus pasados luego que muertos eran, se tenia de costumbre en toda esta tierra entre ellos, que no se pudiese encender fuego ninguno en sus casas cinco días, he que en estos cinco días era tan grande la tristeza y llanto que hacían que era cosa de admiración, he que vido, que nunca jamás…‖. El otro testigo fue Alonso Ciña, principal de Tiripetío y de edad de más de 52 años (nacido ca. 1492), mencionó que ―…vido he vio, que cuando su padre del dicho Cazonci [Zuangua] y el dicho Cazonci, [Francisco Tangáxoan] padre del dicho don Antonio, murió, toda la tierra por tenerlos en tanto tenían muy gran tristeza he hacían muy gran tristeza he llanto, he que a su sepultura siempre tenían gran acatamiento…‖. ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 15531554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 76 y 78. Es probable que los informantes de la RM en 1540 hayan presenciado las exequias de Tzitzíspandácuare (muerto ca. 1486), pero es muy probable que los ritos mortuorios detallados en dicho documentos, correspondan a los de Zuangua. 1491 366 rey."‖1496 En un capítulo anterior titulado ―cómo hacían otro señor y los parlamentos que hacían‖, se explicó precisamente como era la consulta de los viejos para alzar a otro cazonci; aquí las extrapolaciones empiezan a ser notorias: cuando alzaron a Tzintzincha por rey, él quiso declinar a favor de sus hermanos menores o su primo, pero los señores no lo dejaron: ―no digáis esto, viejos. Sean mis hermanos menores y yo seré como padre de ellos; o séalo el señor de Cuyacan [Ihuatzio] llamado Paquíngata.‖1497 En el capítulo de ―cómo hacían otro señor y los parlamentos que hacían‖, se menciona ―entonces daba sus causas el hijo del señor, por qué no lo había de ser y decía: "séalo mi tío, que tiene más espiriencia, que yo soy muchacho". Respondía el hermano del señor muerto: "yo ya soy viejo, prueba tú a ser señor"‖,1498 este tío al parecer era ―Timas que le llamaba tío el cazonçi [Tzintzincha], que tenía mucho mando y no era su tío…‖1499 Después de ya era elegido el cazonci, es este caso Tzintzincha, la RM describe en el capítulo titulado ―razonamiento del papa y sacerdote mayor y del presente que traían al caçonzi nuevo‖, cómo el petámuti pronunciaba un razonamiento para que los señores y caciques fueran obedientes, después de este discurso ―desta manera quedaba por rey y hacía un convite general a toda la gente. Y a la noche iba a su vela a la casa de los papas de Curícaveri, y todos los caciques y señores, y hacían la cerimonia de la guerra echando encienso los sacerdotes a la media noche, con sus cirimonias.‖1500 En 1535, un lustro antes de Jerónimo de Alcalá compilara la RM, Vasco de Quiroga ya había asentado por escrito que el señor de Michoacán, hacía una guerra para tomar posesión del cargo: ―Y lo que el difundo hacía si dejaba hijos, según yo lo he seido certificado, mayormente en la provincia de Mechuacán, era dejarlos encomendados al que así había de ser elegido por cacique o el difunto le nombraba; y el que así era y subcedía por esta vía de elección, tomaba e había de tomar en si todas las mujeres del cacique defunto por suyas con todo lo demás que él tenía, y enterraban vivos con él las que el difundo mandaba, que eran las que más quería, y luego diz que había como por posesión de hacer guerra a los comarcanos, y 1501 todos los que entonces tomaban, los sacrificaban.‖ El nuevo cazonci iba a cortar leña, y hacía un gran convite a los señores, sacerdotes y otros miembros de la clase dominante, y estos le llevaban presentes de algodón, frutas, cobre petates, arcos al cazonci. ―Y despidíanse todos del cazonçi y íbanse a sus pueblos, donde habían venido, y juntaban su gente y hacíanles saber del nuevo rey y amonestábanles que fuesen obidientes. Y después, desde a poco, inviaba el cazonci los sacerdotes llamados cúritiecha para hacer traer leña para los qúes, y traian toda aquella leña la gente de los pueblos en diez días, y alzábanla en el patio grande de los qúes. Y el sacerdote llamado hirípati entraba en la casa de vela a su oración con los olores, como se contó hablando de la guerra, y hacía su sermón sobre aquella leña, como su dios Curícaberi lo había así ordenado.‖1502 1496 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248. Ídem. 1498 RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 32v, P. 226. 1499 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250. Claudia Espejel menciona que ―también es posible que la descripción de esta ceremonia [elección y alzamiento del cazonci] corresponda únicamente a la elección de Zinzincha, quien efectivamente intentó delegar la responsabilidad al señor de Cuyacan [Ihuatzio]‖. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. I, Pp. 193-194. 1500 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 34v, P. 230. 1501 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, Óp. Cit., Pp. 123-124. Cursivas nuestras. 1502 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 34v-35, Pp. 230-231. 1497 367 Precisamente el capítulo titulado ―de las entradas que hacían en los pueblos de sus enemigos‖ inicia con estas palabras: ―Antes que se partiesen a la guerra, por la fiesta de Hanzíuansquaro, mandaba traer el cazonçi leña para los qúes por toda la Provincia, y en la vigilia de la fiesta, estaba alzada toda aquella leña en grandes rimeros en el patio.‖ 1503 Después la RM narra prolijamente la ceremonia de la guerra: ―Llegada, pues, la fiesta de Hanzíuansquaro, ataviábase el cazonçi y enviaba por toda la Provincia que viniese la gente de guerra y llevaban los correos llamados vaxánocha, este mandamiento del cazonçi por toda la Provincia. Y llegando a los pueblos, juntaban la gente y amonestábanles que obedeciesen al caçonçi y que no pasase ninguno su mandamiento y que se aparejasen todos.‖1504 A toda esta gente, el cazonci ―mandábales que fuesen a la guerra y deshacíase todo aquel ayuntamiento, y íbanse a sus casas y inviaba sus correos y mensajeros por todos los pueblos. Que fuesen a la guerra, a todas las fronteras de sus enemigos. Y estaba dos días el cazonçi en la cibdad y después decía que quería ir a caza, y ansí lo pensaban todos, que quería ir alguna montería y era que quería ir alguna entrada. Iban con él los sacerdotes que ponían el encienso en los braseros, y de la otra gente que habían quedado en la cibdad y llevaba consigo las trompetas, diciendo que iba a montería. Y íbase derecho a una frontera que estaba cerca de sus enemigos, llamada Cuýnacho, y hacía allí una entrada de presto y tomaba cien cativos o ciento y veinte y tornaba antes que viniese la gente que había inviado a la guerra. Y después venían todos los señores y traían muchos cativos para sus sacrificios. Este era el principio de su 1505 reinado y quedaba entonces por señor asentado y rey, en lugar de su dios Curícaberi.‖ Nótese como se menciona que el cazonci hacia ―entradas‖, que no eran combates de ejércitos grandes, sino que eran operaciones para hacer prisioneros furtivamente; en estas entradas que se hicieron para la coronación de Tzintzincha, ―unos iban a la frontera de México, que peleaban con los otomies, que eran valientes hombres y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras. Otros iban en las fronteras de los de Cuýnaho.‖1506 Nótese también que se mencionó que el cazonci ―íbase derecho a una frontera que estaba cerca de sus enemigos, llamada Cuýnacho, y hacía allí una entrada de presto y tomaba cien cativos o ciento y veinte y tornaba antes que viniese la gente que había inviado a la guerra‖, con esto queda claro porqué en el capítulo titulado ―cómo destruían o combatían los pueblos‖, estaban presentes el capitán general, el señor de Pátzcuaro, el señor de Ihuatzio [¿Paquíngata?], y el señor de Jacona, 1507 pero no el cazonci, pues este había regresado para asentarse como señor y realizar los sacrificios. Sintetizando toda esta información, podemos ver como claramente el fraile compilador extrapoló mucha información y episodios históricos, por lo que consideramos que si bien mencionó los preparativos de las guerras, la época del año no era la más adecuada para hacer movilizaciones grandes de guerreros: 1503 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 13v, P. 188. RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 188. 1505 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff.35-35v, Pp. 231-232. Cursivas nuestras. 1506 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. 1507 RM, Tercera Parte, Cap. V. 1504 368 CRONOLOGÍA DE LA CORONACIÓN DE TZINTZICHA TANGÁXOAN Episodio histórico Capítulo de la Tercera Fechas Parte de la RM Muerte de Zuangua por viruelas Cap. XXII Entre verano y durante el otoño de 1520 Funeral del cazonci [Zuangua] Cap. XVI Como hacían otro señor y los Cap. XVII parlamentos que hacían Tzintzincha es alzado rey Cap. XXIII ―Razonamiento del papa y sacerdote Cap. XVIII mayor y del presente que traían al caçonzi nuevo‖ El nuevo cazonci manda hacer la Cap. IV y Cap. XVIII Hanzíuansquaro ceremonia de la guerra El nuevo cazonci manda llamar y envía Cap. IV y Cap. XVII gente de guerra El nuevo cazonci [Tzintzincha] hace una Cap. IV y Cap. XVIII entrada de Cuniao El nuevo cazonci regresa a Tzintzuntzan Cap. IV y Cap. XVIII para hacer los sacrificios Los ejércitos del cazonci combaten y Cap. V Hiquándiro destruyen Cuniao CUADRO 26. FUENTE: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Óp. Cit., Tercera Parte, pássim. Elaboración propia. Otro documento que aporta indirectamente información valiosa sobre el calendario tarasco y los tiempos de siembra y cosecha, es la tasación del bachiller Juan Ortega, realizada en 1528. Después de la conquista de Michoacán, Hernán Cortés le dijo a Francisco Tangánxoan que dejara de cobrar tributos, ya que ahora los cobrarían los españoles, además de proceder al repartimiento de encomiendas a los soldados.1508 Hubo bastantes complicaciones en Michoacán en los primeros años de colonia: los encomenderos abusaban de los indios, lo que provocó el asesinato de varios españoles, mientras que los indios seguían pagando tributo a la nobleza indígena, y los problemas políticos capitalinos afectaban los intereses de los encomenderos en la Nueva España y Michoacán. Desde la capital del futuro virreinato, se enviaron varios visitadores al antiguo reino tarasco con la tarea de imponer orden y obtener información sobre la producción, con el fin de poder recaudarla y administrarla de forma más efectiva, con esta misión fue enviado el bachiller Juan Ortega a Michoacán.1509 El documento asienta que el 31 de abril de 1528, Juan Ortega mandó llamar al interprete Juan Martín, para informarle a Pedro Cuiniarángari que ordenaba convocar a los señores y principales de los pueblos de toda la provincia ―para que tuviesen la orden en servir a los españoles y no se le hiziese el mal tratamiento‖.1510 Para el 16 de mayo de 1528, ya reunidos los señores y principales, el bachiller Ortega les indicó de qué forma tenían que tributar maíz y bastimentos a las minas: ―…les mandó la manera que han de tener de servir a sus amos y de lo que les han de dar maíz puesto en las minas y de qué tanto tiempo han de llevar cada camino y si así no lo cumplieren y mantuvieren como les manda y de cómo sus amos los han de tratar, que es 1508 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51, P. 263. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 153-183. 1510 ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-412. 1509 369 luego desde hoy día de este concierto han de llevar cada uno dos caminos de bastimentos de los que prometan, y después de llevados han de holgar desde el día de San Juan primero hasta tres meses primeros siguientes y después otro mes adelante el que éllos quisieren, y después de pasado la huelga de veinte en veinte días han de llevar cada 1511 camino. En este extracto se da valiosa información sobre el computo del tiempo usado por los tarascos, pues al tratarse de un documento muy temprano, igual que otras fuentes del mismo periodo, índica la continuidad de la vida del pueblo tarasco, así como la adecuación y uso de las prácticas indígenas por parte de los conquistadores para dominar. En el caso de este documento, se observa como los españoles respetaron algunos de los centros administrativos del antiguo Tzintzuntzan Irechequa,1512 así como algunas actividades regidas por el calendario, aquí es el caso del tributo. Desde el momento en que se les informa a los principales, deben llevar bastimentos a las minas hasta el día de San Juan primero [de junio],1513 después de este día, deberán de dejar de enviar bastimentos durante tres meses, es decir, de junio a septiembre, pudiendo descansar un mes después que ellos quisieran, pero después deberán llevar bastimentos de nuevo de veinte en veinte días. Los meses de huelga son justamente los de la época de lluvias, se entiende entonces que el bachiller Ortega exentó de pagar tributos a los indígenas ese tiempo para que se dedicaran a las actividades agrícolas; pasado ese tiempo, tuvieron que pagar tributo en tiempo igual que en la época prehispánica. Estas preocupaciones por el ciclo agrícola, las cosechas y del sustento de los ejércitos no fueron exclusivas de los tarascos prehispánicos, sino de los mismos españoles. Casi dos años después de la visita del bachiller Juan Ortega, Nuño de Guzmán emprendió una gran campaña para explorar y conquistar los territorios que estaban al oeste y norte de la provincia de Michoacán, para lo cual exigió la participación de españoles e indígenas de diversas partes de la Nueva España, tanto de guerreros como de bastimentos. En Michoacán Nuño de Guzmán exigió a Francisco Tangánxoan gran cantidad de bastimentos para la expedición; aunque en una carta de Nuño de Guzmán a Antonio de Godoy, el primero menciona como la expedición se tenía que retrasar, ya que ―y cuanto a lo del repartimiento del maíz, creo que no se podrá haber por ser al cabo del año, ni tampoco creo que se podrá haber tanta cantidad. Repártase la más que se pudiere para lo nuevo y mil o dos mil fanegas de frijoles y su ají y sal, y esto esté repartido por los señores de los pueblos para qe acudan a su tiempo adonde les ordenáredes.‖1514 Para ese momento, Guzmán había mandado llamar al cazonci Francisco Tangánxoan y su hermano adoptivo don Pedro Cuiniarángari, por lo que Antonio de Godoy, en una carta posterior y sin fecha, escribió que ―bien vee [sic.] vuestra merced que si va allá Don Pedro y Don Francisco ¿quién ha de recoger el maíz? ¿Qué aprovecha si van allá ambos señores? Manda que se venga Don Pedro y vaya el 1511 Ibíd., P. 415. Cursivas nuestras. Véase el apartado sobre la ―Extensión y organización territorial del Tzintzuntzan Irechequa‖ en éste capítulo de la presente investigación. 1513 La fecha exacta en que cayó el día de San Juan ese año se indica más adelante: ―…el día de San Juan de junio primero…‖. ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 415. 1514 ―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖ [Carta del 20 de agosto de 1529 de Nuño de Guzmán a Antonio de Godoy], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IX, P. 437. 1512 370 Cazonci.‖1515 La RM menciona que al final los tarascos, entre otras cosas, tenían recogidas cuatro mil cargas de maíz y infinidad de gallinas.‖1516 De esta correspondencia se entrevé la preocupación de como los indígenas no podían pagar el tributo por ser invierno, y que era necesaria la presencia de la autoridad indígena para que los españoles pudieran apropiare del plusproducto. Consideramos que en este apartado hemos utilizado las herramientas proporcionadas por el materialismo histórico para el estudio de las sociedades humanas. Al analizar la realidad material en que los tarascos tuvieron su desarrollo histórico, su entorno geográfico, la forma en que se organizaba la sociedad para producir y reproducir la vida material, podemos observar como todo esto determinó en última instancia la división en clases dominante y dominadas, el aparato represivo de Estado, y los aparatos ideológicos de Estado, por los cuales los miembros del linaje real de los uacúsecha movilizaron miles de guerreros a las conquistas; pero se necesitó más que ser el ―pueblo elegido‖ de Curícaueri y que los antiguos tarascos hayan sido una sociedad sumamente religiosa para ir a la guerra: ―No obstante que el pueblo en cuestión crea en Jehová, Alá, Huitzilopochtli o Chac, el ejército solo puede avanzar determinado número de kilómetros al día, cada soldado consume cierta cantidad de alimentos o bebidas diariamente, y es necesario proporcionar 1517 estos abastos si se pretende ganar una guerra al margen de la ideología.‖ Con la reconstrucción del calendario tarasco propuesta por Alfonso Caso, hemos trazado la disposición de los meses sobre el calendario juliano. Con la información que proporcionan las Relaciones Geográficas, hemos señalado el inicio y final de las lluvias tal y como se registraron en varias regiones de Michoacán durante 1580. También los datos de las Relaciones Geográficas y los estudios de Pelicer y Brigitte Boehm sobre los diferentes tipos de sistemas agriculturas de cultivo, y las épocas del año, nos permiten aproximarnos a las épocas en que se iniciaba la siembra y cosecha de cultivos. Debemos agregar que Beaumont al hablar del maíz de la Nueva España y Michoacán, mencionó que: ―Siémbrase regularmente el maíz en el mes de marzo, de esta manera: después de bien cavada la tierra, se hacen unos hoyos distantes unos de otros como un paso, en lo que se entierra cuatro o cinco granos de maíz y se viene a coger por noviembre o diciembre, sin tanto trabajo como el trigo y aun en algunas partes dentro de tres a cuatro meses y aun en partes dentro de cincuenta días, según las diferentes cualidades de las tierras y regiones y los temperamentos, que varían sumamente en estos reinos, en muy cortos espacios de 1518 tierra.‖ A esto hay que agregar la ―huelga‖ o período de descanso que dio el bachiller Ortega a los indígenas para el pago de tributos en las minas. Este gráfico sólo es un 1515 ―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖ [Carta sin fecha de 1529 de Antonio de Godoy a Nuño de Guzmán], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IX, P. 438. 1516 RM, Tercera Parte, Cap. XXXIX, f. 65v, P. 274. 1517 Estas palabras pertenecen a Ross Hassig, citadas por CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―La arqueología e historia militar en México y el conocimiento de los ejércitos prehispánicos, una visión panorámica‖, en: et. al. Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, P. 35. Apud. HASSIG, ROSS. ―La guerra maya vista a través del Altiplano Posclásico‖, en: La guerra entre los antiguos mayas. Memoria de la Primera Mesa Redonda de Palenque. Edición de Silvia Trejo. México, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaConsejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000, P. 169. 1518 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. III, P. 463. 371 acercamiento preliminar, y se necesitan más estudios para comprender mejor el calendario tarasco y el ciclo agrícola en Michoacán durante el siglo XVI (Véase Figura 11). Pero con estos resultados preliminares, y el hecho de que la fiesta de la guerra o Purécoraqua se celebrara justo en época de secas, permite interpretar que las grandes movilizaciones de guerreros se efectuaban en esta época del año: FIGURA 11. El calendario tarasco, época de lluvias, los ciclos agrícolas, y la huelga del bachiller Juan Ortega. Las mazorcas indican la fecha aproximada de la cosecha. FUENTE: ALFONSO. ―El calendario de los tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 299-319; ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, pássim; NAVARRETE PELLICER, SERGIO. ―La tecnología agrícola tarasca del siglo XVI‖, Óp. Cit.; Pp. 74-142. ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425. Elaboración propia. 372 III. LA GUERRA TARASCA ―Los Indios de este Reino [Nueva España], especialmente los Tarascos, son valientes, i en tiempo de su infidelidad, por maravilla perdian Batalla: tenia el Rei sus Guarniciones en las Fronteras, para la Guerra con Mexicanos, Xaliscos, Colimas, Matalzingos: usaban las mesmas Armas que los otros: iban en Cueros embijados de Colorado, Negro, i Amarillo, con Petos fuertes de Maguei: todo su negocio era tomar Cautivos para sacrificar. Llevaban grandes Musicas de Bocinas, Caracoles, i otras cosas tales; i sus Estandartes labrados de Plumas de Colores, con mucho primor: havia Premios para los que se señalaban, i nombrados Capitanes: tributaban al Rei quanto tenian, i èl queria, hasta las Mugeres, i Hijos, si los quería; de manera, que eran mas que Esclavos, i vivian en terrible servidumbre: i despues del Rei, estaban sujetos a los Señores, los quales tenían à veinte Mugeres, mas, ò menos, i al Capitan que se señalaba en la Guerra, le daban vna en premio, que no era pequeña honra.‖ Antonio de Herrera y Tordesillas, Historia general de los hechos de los 1519 castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano, 1615 23. INTRODUCCIÓN Ahora que contamos con un marco teórico-metodológico para interpretar la guerra, y que hemos tratado a profundidad a la sociedad tarasca del Posclásico Tardío que la practicaba, es momento de abordar los distintos aspectos bélicos que componían el arte de la guerra tarasco. En las fuentes, la información referente a la guerra se encuentra dispersa, por lo que es necesario desmenuzarla para poder analizar cada uno de los momentos específicos. Así, en primer lugar examinaremos la articulación entre religión y política, que permitía la justificación del aparato Estatal tarasco -y de otras entidades políticas mesoamericanas- para movilizar cientos de guerreros a los campos de batalla, dominar pueblos étnicamente distintos, e integrar sus sistemas de creencias en un culto estatal que cobijaba y adoptaba a las deidades derrotadas. Para explicar ésta ideología se ha propuesto el zuyuanismo o modelo zuyuano. Después analizaremos como a través de las fuentes disponibles, se pueden vislumbrar las diferentes causas y tipos de guerra, pues si bien se trataba de violencia mortal entre grupos, las diferencias políticas, estratégicas o religiosas provocaban variaciones en la sistematización, reglas y objetivos, que respondían a determinadas situaciones del propio contexto, y obligaba que la violencia se condujera de distintos modos. Esta violencia era practicada por los ejércitos o huestes del cazonci, el brazo armado del Estado tarasco por el cual hacía sentir su poder fuera de sus fronteras. La información nos permite tener alguna idea del número de hombres que lo componían, el sistema de mando, los sistemas de comunicación, del reclutamiento y entrenamiento de los guerreros, la ideología bélica tarasca, el mantenimiento de los ejércitos durante las campañas, y los cuerpos auxiliares, que permitían realizar los diferentes tipos de guerra en nombre del dios de los uacúsecha, Curícaueri. Estos ejércitos necesitaban diferentes tipos de armamento con los cuales ofender y defenderse de sus enemigos, y aunque la 1519 HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano. Escrita por Antonio de Herrera, coronista mayor de Su M[ajesta]d de las Indias y su cornista de Castilla. En quatro Decadas desde el Año de 1492 hasta el de 1[5]31. Madrid, Imprenta Real de Nicolas Rodriguez Franco, 1726. T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. X, Pp. 93-94. 373 diversidad de estos debió ser mayor, en las fuentes sólo se consignaron algunos tipos, que hemos tratado de describir de acuerdo a la información documental, iconográfica, lingüística y arqueológica, así como la comparación con el armamento de otras áreas mesoamericanas donde existe mayor información y donde se han realizado más estudios. Además, la guerra y los ejércitos necesitaban de distintos atavíos con significados religiosos, así como de insignias necesarias para hacer la diferenciación entre los guerreros de acuerdo a su clase social, méritos y su estatus de guerrero, así como la distinción de sus enemigos, de estos ornamentos dedicamos también varias líneas pues estaban intrínsecas en la vida militar de los guerreros tarascos. Al parecer un grupo de guerreros nobles tarascos -entre los que se encontraba el mismo cazonci- constituyó una élite que podemos identificar con la nomenclatura que usaron los europeos, ―órdenes militares‖, guerreros profesionales que han sido estudiados en otras regiones de Mesoamérica, pero que para el caso tarasco han sido prácticamente nulos los párrafos dedicados a estos ―caballeros‖. Nosotros revisamos las fuentes históricas y lingüísticas para conocer más sobre estos guerreros y su posible papel religioso durante la guerra. Este grupo de guerreros cumplía una función en la batalla, ya que eran capitanes de los escuadrones, con esta y otra información de otros guerreros, podemos identificar algunos sistemas de armamento que se usaban, por ejemplo los arqueros, maceros o lanceros, y veremos como cada uno de estos sistemas implicaba ciertas tácticas de combate, y definía la estrategia general con la cual se conducía la guerra hacia los vecinos del Tzintzuntzan Irechequa. La religión y la guerra en la concepción indígena eran indisolubles, por eso para la realización de la segunda, existía todo un grupo de rituales y ceremonias que se realizaban para obtener el favor de los dioses y el vencimiento en las batallas, así como los sacrificios dedicados a los mismos. En ese apartado revisamos las reglas establecidas por el culto para realizar la violencia mortal entre grupos humanos. La guerra, los rituales y ceremonias se realizaban contra los enemigos del Estado tarasco, las cuatro fronteras colindaban con otros Estados mesoamericanos así como señoríos, que eran amenazas y presas del poder del cazonci, de los que se defendían y atacaban para obtener tributo y mano de obra. De estas entidades políticas y las guerras que mantuvieron con los tarascos existen testimonios de cómo las rivalidades duraron años, destacando las guerras tarasco-mexicas, siendo éstas las de mayor magnitud y de las que existe mayor información. Puesto que la guerra se practicaba sobre un escenario geográfico diverso y extenso, el territorio del Estado tenía que defenderse de las agresiones de los enemigos externos. Las agresiones se repelían con los ejércitos del cazonci, pero también se seleccionaron y acondicionaron una serie de asentamientos para la defensa del territorio a lo largo de las diversas fronteras, que en algunos casos constituyeron fortalezas con guarniciones permanentes para protegerse de los ataques enemigos. Estas guarniciones requirieron de una infraestructura para su operatividad, y estuvieron sujetas a determinadas dinámicas bélicas. También tuvieron un fuerte simbolismo, la RM menciona la existencia de cuatro señores muy importantes que resguardaban las cuatro fronteras, correspondientes a las cuatro partes del mundo, con la información existente proponemos cuales pudieron ser estos asentamientos cuyo simbolismo y función radicaba en expandir el señorío de Curícaueri a los cuatro rumbos del universo. Con la breve información documental existente, y haciendo un balance con los testimonios de otras regiones del México antiguo, dedicamos un breve apartado sobre 374 las estrategias y tácticas que implementaron los ejércitos del cazonci en la conquista y defensa del Tzintzuntzan Irechequa. Abordamos temas como la planeación táctica, formaciones, combates a campo abierto, invasión del territorio, y ataque y defensa de los pueblos. En el último apartado de nuestra investigación, revisamos cómo fue el proceso de conquista del Tzintzuntzan Irechequa, y cómo desde antes de que se consumara el control europeo del territorio tarasco, los ejércitos del cazonci habían cumplido con la función de ser fuerzas auxiliares que ayudaron a los conquistadores a expandir sus zonas de influencia, papel que realizarían en una variedad de territorios a lo largo del tiempo, consolidando la Nueva España, la Nueva Galicia, y en la colonización de los territorios norteños, concluyendo con la existencia de la guerra prehispánica tarasca, donde después se realizaría la guerra por parte de los antiguos habitantes de Michoacán con otras dinámicas culturales, pero ahora bajo el dominio español. 375 24. ZUYUANISMO: ESTADO, IDEOLOGÍA Y RELIGIÓN MESOAMERICANA DEL POSCLÁSICO TARDÍO ―Dicho se ha en la primera parte, hablando de la historia del dios Curícaberi: cómo los dioses del cielo le dijeron cómo había de ser rey y que había de conquistar toda la tierra y que había de haber uno que estuviese en su lugar, que entendiese en mandar traer leña para los cúes, etcétera. Pues, decía esta gente, que el que era caçonçi estaba en lugar de Curícaveri. Después del agüelo del caçonçi llamado Zizíspandáquare, todo fué un señorío esta provincia de Mechuacan y ansí la mandó su padre y él mismo, hasta que vinieron los españoles…‖ 1520 Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540 Creemos que el estudio del Estado en Mesoamérica ha dado los suficientes frutos como para llevar una disertación profunda aquí; que la existencia del Estado está más que confirmada y que las tendencias actuales se han propuesto buscar el funcionamiento de dichas entidades políticas.1521 Muchas corrientes teóricas han abordado el análisis de las sociedades estatales, y el marxismo no es la excepción. Para esta corriente el Estado es la institución por la cual una clase o estamento impone su dominio sobre las otras clases o estamentos. Su origen está ligado al igual que la guerra, a la aparición de la propiedad privada, y se caracteriza por una compleja división del trabajo y un sector especializado en actividades burocráticas.1522 Es un error pensar que todas las formaciones estatales y sus clases dominantes que han existido en la historia, han sido conscientes que el Estado cumple esta función como amortiguador de la lucha de clases. Ross Hassig, criticando la función del Estado que le adjudica el marxismo, menciona que ―veo al Estado como un actor significativo con sus propios intereses y metas en lugar de simplemente una 1523 superestructura ideológica de un sistema económico dominado por la clase explotadora ‖. El Estado tiene intereses, objetivos y funciones propios, esto es claro en el nivel consciente de las clases dominantes, pero en el inconsciente, los Estados han cumplido con su papel como instrumento de dominio de las clases dominantes.1524 Por otra parte, el Estado tarasco ha sido caracterizado como una ―hierocracia, incorporativa [-para nosotros fue corporativa, RCM-], territorial, con una clase política autorregulada.‖1525 En Mesoamérica, la ideología permitió a las elites con acceso al poder justificar el status quo. A continuación presentamos un acercamiento a la ideología del Posclásico tardío. Para nuestra exposición, recuperamos la propuesta que se ha realizado en los 1520 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. Existe abundante bibliografía sobre el Estado en Mesoamérica, véase al apartado Fuentes del presente texto. 1522 La producción historiográfica dentro del marxismo que trata sobre el Estado es enorme, en especial cuando uno de los principales objetivos del marxismo militante es la desaparición gradual del Estado. Hacemos referencia aquí a los textos clásicos marxistas que estudian al Estado: ENGELS, FEDERICO. El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado en: MARX, CARLOS, ENGELS, FEDERICO. Obras escogidas en tres tomos. Óp. Cit. Pp. 203-352; LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la revolución. Pekín, Ediciones en lenguas extranjeras, 1975. 1523 ―I see the state as a meaningful actor with its own interest and goals rather than simply an ideological superstructure for an exploitive class-dominated economic system‖ [Traducción nuestra] HASSIG, ROSS. War and Society in Ancient Mesoamerica, E.U.A., University of California press, 1992, P. 181, Nota 3 del capítulo I. 1524 LENIN, VLADIMIR ILICH. El estado y la revolución. Óp. Cit. Pp. 13-18. 1525 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, P. 289. 1521 376 últimos años, un modelo acuñado con el análisis del discurso ideológico existente en las fuentes históricas, así como las evidencias materiales arqueológicas, dicho modelo ha sido denominado zuyuanismo. Los orígenes arqueológicos de la ideología zuyuana Con la caída de los grandes centros de poder mesoamericanos, que ejercieron su hegemonía durante casi un milenio (ca. 200-900 de n. e.), se dio paso a un período de inestabilidad política, migraciones, guerras, cambios económicos y culturales, derivados del fin del mundo teotihuacano. Este período es conocido en el centro de Mesoamérica como Clásico tardío o Epiclásico, mientras que en el sur se le conoce con diversos nombres, tales como Clásico terminal, Clásico tardío maya o protoposclásico, abarcando ambos una temporalidad del 600/650 al 1000 de n.e.. Durante estas centurias entrarían en auge otros asentamientos, tales como Monte Albán, Tula Chico, Teotenango, Xochicalco, Cholula, Cacaxtla, El Tajín, Chichén Itzá, las grandes ciudades mayas como Calakmul o Palenque, y las culturas del Occidente, como la tradición Aztatlán y la cultura Chalchihuites. En esta época se perfilarían las sociedades militaristas que se desarrollaron hasta la conquista. El Epiclásico puede considerarse como un etapa de ruptura, donde lo viejo caduca y se da paso a lo nuevo, donde se configura una nueva realidad en las sociedades indígenas. Migraciones, guerras y revoluciones ideológicas fueron la constante durante esta época; existen evidencias materiales1526 que permiten conjeturar la existencia de una tradición ideológica que se extendió por casi toda Mesoamérica, aunque no se tiene claro donde empezó a gestarse esta ideología, Cacaxtla o Xochicalco en el Centro, son buenas candidatas;1527 Enrique Florescano ha propuesto que quizás los orígenes de esta ideología, o al menos parte de sus ritos, mitos, símbolos, imágenes y relatos históricos, se remontan hasta Teotihuacan, la Tollan primordial, mencionada en muchos mitos posteriores como el origen de varios pueblos mesoamericanos.1528 Estas evidencias -junto a las fuentes etnohistóricas, donde podemos conocer los aspectos de las cosmogonías al momento del contacto- dejan ver un complejo paradigma ideológico. ¿Dónde surgió este paradigma? ¿Quiénes fueron sus 1526 Entre los elementos comunes en esta época se encuentran las figuras llamadas chacmool, edificios con planta mixta y la representación de coyotes o felinos. CASTRO LEAL, MARCIA. ―Elementos arqueológicos comunes a diversos grupos en el Posclásico: un problema a desentrañar‖ en: SODI MIRANDA, FEDERICA (Coordinadora). Mesoamérica y Norte de México. Siglo IX-XII. México, Museo Nacional de Antropología e Historia, Vol. 1, Pp. 123-134. Alfredo López Austin y Leonardo López Luján mencionan que ―los zuyuanos utilizaban el espacio arquitectónico de manera muy propia. Los reducidos y oscuros cuartos donde los soberanos del Clásico alcanzaban el contacto casi familiar con la divinidad y las relativamente pequeñas salas del trono fueron sustituidos por los recintos amplios, de techos planos sostenidos por columnas, donde un mayor número de personas intervenían en las decisiones políticas y en las ceremonias religiosas de las órdenes de guerreros. Paralelamente se multiplicaron las representaciones de las serpientes emplumadas, del ser mítico compuesto por partes humanas, de ave y de reptil; del chacmool y de los atlantes que sostenían el cielo o la superficie de la tierra sobre sus cabezas. El poder militar convertido en símbolo sagrado reprodujo atavíos, armas y divisas llegadas del Occidente [de Yucatán, es decir del Centro de México], rengleras de cráneos, portaestandartes y figuras de águilas y jaguares devoradores de corazones humanos.‖ LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. 4ª reimpresión, México, México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Historia), 2008 Pp. 279-280. 1527 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad de Zuyuá. Serpiente Emplumada y las trasformaciones mesoamericanas del Clásico al Posclásico. México, Fondo de Cultura Económica-El Colegio de México-Fideicomiso Historia de las Américas, (Fideicomiso Historia de las Américas, Serie Ensayos), 1999, P. 143. 1528 FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica. México, Fondo de Cultura Económica, (Colección Tezontle), 2009, pássim. 377 artífices? Son preguntas a las cuales aún se buscan respuestas y ya se han dado los primeros pasos para dar respuesta a las incógnitas. Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan han propuesto un modelo hipotético, que intenta coadyuvar a entender las relaciones entre la mítica Tollan -ciudad que varios grupos consideraron su lugar de origen- y los discursos de poder usados en los Estados militaristas. ―Ya de manera paulatina, ya drásticamente, estos hombres impusieron un orden político militarista, por medio del cual unas cuantas capitales pretendían englobar a todos los pueblos indígenas circundantes.‖1529 El modelo explicativo ha sido denominado como sistema político zuyuano o zuyuanismo,1530 y es definido como ―una forma de organización política, […] su característica primordial [era] el control, por parte de un órgano hegemónico complejo, de las poblaciones de diversas etnias que habitaban una región dada, mediante un sistema que asignaba a cada una de las entidades políticas subordinadas un lugar y una función económico-política.‖1531 Bien conocido es que las sociedades preindustriales no pueden ser adecuadamente estudiadas si no las analizamos como un todo, es decir, que su cosmovisión religiosa impregna y dicta los aspectos políticos, sociales, militares y morales. Por esa razón se han propuesto dos sub-modelos, parte de uno más amplio e indivisible, uno dedicado a estudiar la ideología zuyuana y otro a la articulación de la política zuyuana. Cabe advertir que este modelo fue ideado principalmente para las sociedades del Centro de México y el sur de Mesoamérica, y que la cultura tarasca fue sumamente particular, en especial en el aspecto lingüístico y étnico, tanto así que se ha propuesto estudiarla fuera del paradigma mesoamericano y tratarla como una región cultural aparte. En el primer capítulo de nuestra investigación ya nos posicionamos sobre lo tarasco-mesoamericano-zuyuano; independientemente del origen de los tarascos,1532 el período del Posclásico tardío fue intenso en el comercio y el intercambio de ideas, y cuando la hegemonía tarasca tuvo su máxima influencia en los años 1450-1522, de una forma u otra, llegaron ideas de distintas partes de Mesoamérica a Michoacán.1533 Tanto en las evidencias materiales, como en las fuentes coloniales, se pueden encontrar 1529 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit., P. 274. Este término fue acuñado por Alfredo López Austin y Leonardo López Lujan, su acuñación responde a la necesidad de no limitarlo a una etnia, lengua, época o región. Tiene dos acepciones íntimamente relacionadas, la primera para referirse a grupos intrusivos no identificados que ejercieron el poder en el Área Maya durante el Posclásico, cuyo pilar ideológico era asumirse originarios de la mítica Tollan, que recibió varios nombres, entre ellos Zuyuá, Tulán Sewán y Siwán (el término ―siwanos‖ también fue propuesto, pero no se volvió a utilizar). El estudio de esta concepción, y su similitud con otros discursos de Mesoamérica llevó a sus autores a concebir un modelo para todas las realidades, es decir, de lo particular a lo general, y que explicamos en este apartado. LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit. P. 273 y pássim. 1531 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit. Pp. 40-41 1532 En el primer capítulo de esta investigación hemos hecho referencia a las propuestas que han intentado explicar el origen de los tarascos, aunque hasta ahora la teoría más aceptada es que provinieron de Sudamérica junto a migrantes zuñis del norte. Esta teoría del origen sudamericano fue desarrollada por Eduardo Ruíz en el siglo XIX. Uno de los mayores exponentes fue Corona Núñez, quien denomino pretarascos y tarascos históricos, su trabajo está basado en exploraciones arqueológicas y lingüística comparada, ahora cuestionados por nuevas investigaciones, véase CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Historia de los antiguos habitantes de Michoacán. Desde su origen hasta la conquista española. Morelia, Balsal editores, 1988. 1533 Hasta el momento, el mejor trabajo sobre las relaciones entre el Estado tarasco y otras regiones es el de ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, II tomos, (Colección Investigaciones), 2013. 1530 378 elementos zuyuanos en la cultura tarasca, por lo que intentaremos explicar la articulación entre religión y poder político del Tzintzuntzan Irechequa. La ideología y religión zuyuana En las religiones mesoamericanas se explicaba el origen del cosmos; de manera general podemos decir que la pareja divina o los dioses primigenios dieron origen y orden al universo, de ellos nacieron los demás dioses y los seres humanos,1534 y por diversas razones, estos últimos adquirieron un oficio, lengua y dios patrono particular; para el caso tarasco sabemos que ―tenían muchos dioses, que se entiende eran hombres principales entre ellos, que se avían señalado mucho; a los quales les hacía el demonio adorar, después de muertos, apareciéndoseles en muchas figuras. Y de cada oficio tenían su dios, y su lugar señalado en los montes, donde le sacrificaban; de lo qual ay el día de oy grandes rastros.‖1535 Estos aspectos son importantes, pues líneas más abajo, veremos toda una justificación para la guerra y la aceptación de otros dioses patronos, así como la misión de los hombres de ―ordenar‖ el mundo, pues se consideraba que todos los dioses eran hermanos entre sí (ya que tenían los mismos padres primigenios), pero cada dios patrono se erigió como ―hermano mayor‖ y encomendó a los hombres ―adoptar‖ a los ―hermanos menores‖.1536 En el Posclásico ocurrieron cambios radicales en la organización política, económica y cultural, que se tradujeron en nuevas formas de Estado. El poder centralizado en el ajaw o el tlatoani, cede paso a ―un gobierno colegiado, dirigido por élites militares que impulsan un programa mesiánico de expansión conquistadora.‖1537 Estos cambios estuvieron presentes en gran parte del territorio mesoamericano para ese período; es sintomático que la ideología zuyuana probablemente propició no solamente los mitos de origen en común, sino una forma similar en que los linajes gobernantes reivindicaron de forma similar su pasado, ya que una obsesión en las crónicas indígenas de varios pueblos indígenas mesoamericanos ―…fue registrar las migraciones, fundaciones, conquistas y linajes de sus pueblos. Se trata de relatos histórico-geográficos que describen el desplazamiento de tribus peregrinas, la apropiación de territorios ajenos y la fundación en éstos de capitales políticas expansivas y militarizadas. Aun cuando cada uno de estos relatos recoge la historia de grupos étnicos específicos, todos coinciden en precisar los orígenes del grupo, la fundación del reino, la genealogía de los gobernantes y concluyen con un registro minucioso del territorio 1538 ocupado, que enumera sus fronteras, topónimos y calidades de la tierra.‖ Dentro de los mitos mesoamericanos, existieron diferentes fases por las que pasaron los seres humanos y obtuvieron el bulto sagrado del dios patrono, transitando de la montaña a la llanura, de nómadas a sedentarios, incultos por cultos, de chichimecas a toltecas, una transición que ha sido nombrada como la chichimecáyotl y 1534 Véase el apartado sobre la cosmogonía tarasca en sus fuentes, en el capítulo II de la presente investigación. 1535 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, P. 495. 1536 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖ en: BATAILLON, GILLES; BIENVENU GILLES; VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO (Coordinadores). Las teorías de la guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Filosofía y Letras-Centro de Investigación y Docencia Económicas, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2008. Pp. 23-46. 1537 FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica, Óp. Cit., P. 14. 1538 Ibíd. P. 70. 379 la toltecáyotl.1539 Lamentablemente para el caso tarasco, la falta de la primera parte de la RM nos impide tener pista clara de los mitos entre la creación de los hombres y la obtención del bulto sagrado (salvo que Curícaueri inició su señorío en el monte Viruguarapexo, cerca de Zacapu). Hans Roskamp observa en el Escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, que en uno de los cuadrantes del escudo central, ―…vemos siete rocas que parecen formar una cueva de donde sale un camino que va hacia un río. La imagen hace pensar en los lugares míticos de donde según muchos documentos indígenas nacieron y salieron los linajes nobles. Es muy sugestivo que la cueva en el escudo tenga precisamente siete rocas, lo que concuerda con la tradición de Chicomoztoc o ―lugar de las siete cuevas‖. En muchas versiones de esta historia de origen, los migrantes salieron de la cueva y enseguida tuvieron que atravesar un río caudaloso, lago o mar. Llama la atención que en el escudo de Tzintzuntzan también aparece un río pintado enfrente de la cueva.‖1540 Roberto Martínez ha interpretado la dimensión mítica chichimecáyotl y toltecáyotl de los uacúsecha. Hay un paralelo entre el lugar de salida y destino de la migración donde se revela Curícaueri, ambos son lugares cuyo nombre incluye la palabra tzacapu, ―piedra‖: Çacapo tacánendan y Çacapu hamucutin Pázquaro,1541 y ambas poblaciones se encontraban al borde del agua; vemos que estos uacúsecha se reivindicaban como chichimecas, mientras que los demás pueblos lo hacían como agricultores; la migración norte-sur probablemente estaba relacionada con los equinoccios y el cambio estacional, así el invierno sería una época de escasez antes de la cosecha pero de abundantes recursos silvestres, relacionados con la vida nómada chichimeca, y el verano sería la época de abundancia después de la cosecha e iniciando una vida sedentaria tolteca.1542 En el modelo ideológico zuyuano, los pilares principales son dos, el reconocerse como descendientes de un mismo lugar mítico, el prototipo de este lugar es, como se ha dicho, Tollan.1543 El otro es la adoración a Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada, personaje mítico-histórico cuyo culto inició en Teotihuacán y se extendió por gran parte de Mesoamérica, en las advocaciones de Koo Sau o 9 Viento, Nácxit, Kukulkán, Gucumatz, Tepechqui, Meconetzín, Ahpop, Guatezuma, Ru Ralcá, etcétera. La adoración de esta deidad, quedó registrada en la arquitectura, relatos históricos, la escultura, pintura mural etcétera, y fue vital en las religiones mesoamericanas.1544 Para 1539 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., Pp. 65- 68. 1540 ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan, Michoacán‖, en: ROSKAMP, HANS; SKINFILL NOGAL, BÁRBARA (Editores). Esplendor y ocaso de la cultura simbólica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, (Colección Emblemática, Estudios de literatura emblemática), 2002, P. 245. 1541 RM, Segunda Parte, Caps. II, VII, ff. 62v, 72v, Pp. 16, 36. 1542 MARTÍNEZ GONZÁLEZ, ROBERTO. Cuiripu: cuerpo y persona entre los antiguos p‟urhépecha de Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Culturas Mesoamericanas núm. 6), 2013, Pp. 89-104. 1543 López Austin y López Luján aclaran que ―con fines de claridad […] [llaman] Tollan a la ciudad mítica, y Tula a la ciudad arqueológica ubicada en el actual estado de Hidalgo.‖ LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., P. 79, nota a pie núm. 5. 1544 Ibíd. Pp. 21-29. Ambos autores agregan que ―…los gobernantes de las nuevas entidades se ostentaban como representantes de un personaje llamado Serpiente Emplumada, e, incluso, algunos llevaron su nombre.‖ LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena, Óp. Cit., P. 274. 380 el caso tarasco desconocemos sí se reconocían descendientes de un lugar mítico,1545 y por lo que conocemos, la deidad principal, Curícaueri, es una deidad relacionada con el fuego, aunque no dejar de ser sintomático, que el nombre del gran héroe cultural de los uacúsecha, Taríacuri, pueda traducirse como ―Sacerdote del Viento‖ (aunque también podría ser ―Viento Quemador‖),1546 mientras que un señor que tuvo a su cargo a la diosa Xarátanga se llamaba Taríyaran, y el lugar que ocupó dicha diosa después de peregrinar, se llamó Taríaran acuéziçan harócotin,1547 que Pedro Márquez traduce como ―Orilla del lugar donde hay víboras y hace viento. Taríaran hacer viento en el centro), acuecizan posiblemente acuitsitzan (víboras o serpientes) harócutin en la orilla de…‖,1548 significados más que sugerentes respecto a Quetzalcóatl como serpiente emplumada y dios del viento. Otros elementos cosmogónicos presentes en las religiones zuyuanas fueron la concepción del universo en tres planos (cielo, tierra e inframundo), así como la división del cosmos en cuatro cuadrantes con un color específico, el cual dependía de la tradición religiosa de cada cosmovisión.1549 ―En resumen, estos mitos se enlazaban para 1545 Ya mencionamos que Hans Roskamp llama la atención sobre el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595 donde tal vez se representa una cueva como lugar mítico de origen, en un trabajo posterior mencionó: ―Unas rocas de donde sale un camino hace pensar en las representaciones de los lugares míticos de origen que se encuentran en varios documentos procedentes de la historiografía indígena (véase p.e. la primera escena del Lienzo de Jucutácato). Es posible que la cueva del escudo represente un lugar de origen uacúsecha.‖ ROSKAMP, HANS. ―Los títulos primordiales de Carapan: legitimación e historiografía en una comunidad indígena de Michoacán‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán-Centro de investigaciones y estudios superiores en antropología social-Instituto Nacional de Antropología e Historia- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 323. 1546 Corona Núñez equipara la importancia de Taríacuri con ―Topiltzin Quetzalcótl [sic.] entre los toltecas. Su nombre significa ―Sacerdote del Viento‖, pues está compuesto de las palabras taríata: ―viento‖, ―soplo‖, y ―curiti: ―sacerdote‖ (fogonero).‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca. 5ª edición. Morelia. Instituto Michoacano de Cultura. 1999, P. 58. El Diccionario Grande de la lengua de Michoacán proporciona elementos para esta traducción, ya que ―Esta rraiz, Taria- Tariyah-, significa dar el a[i]re, saca a el aire, y arrebolear algo con aire,‖ sin embargo, sobre el segundo morfema se menciona que ―Esta rraiz, Curi-, Curu-, significa quemar, o chamuscar, quemarse, y chamuscarse, etc.‖ AUTOR O AUTORES DESCONOCIDOS. Diccionario Grande de la lengua de Michoacán. Introducción, paleografía y notas de J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, T. II, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. VI), 1991. Pp. 558, 118. (En adelante referido como DGLM). La RM menciona a un sacerdote llamado ―curí‖, que parece ser contracción del nombre de los sacerdotes cúritiecha, que eran predicadores y tenía un papel importante en las ceremonias y quemaban ―olores‖. RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 127, P. 145; Tercera Parte, Caps. II, IV, ff. 11, 13v, Pp. 183,188. Pedro Márquez Joaquín se decanta por el significado de ―viento del templo‖, y menciona que Taríacuri significa ―El viento mismo. Taría (viento), cueri (del templo). El viento del templo. C[orona ] N[úñez] comenta que debe ser una equivocación de copista.‖ MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, [Apéndice I], P. 718. 1547 Sobre el señor se menciona ―En este tiempo [después del agüero de las culebras] tenía ya su cu Xarátanga en Mechuacan [Tzintzuntzan] y sus sacerdotes y señor llamado Taríyaran, iban por leña a Tamátaho, lugar cerca de Santa Fe, y sus sacerdotes llamados Vatárecha…‖ RM, Segunda Parte, Cap. IV, ff. 67-67v, 68v, Pp. 25-26, 28. 1548 MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 718. 1549 Lo colores más comunes son el verde, rojo, blanco y amarillo. LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit. P. 85. Entre los tarascos los colores que aparentemente estuvieron asociados a los puntos cardinales fueron el rojo, amarillo, blanco negro y azul. RM, pássim. Para el caso nahua puede revisarse a MARTÍ, SAMUEL. ―Simbolismo de los colores deidades números y rumbos‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1960, vol. II, Pp. 93-127. 381 justificar el poder sobre las diferentes etnias. No se contraponían a las creencias acerca de los padres primigenios…‖1550 El estudio del zuyuanismo tarasco es complejo, debido a la falta de información referente a su cosmovisión. Es probable que esta información del sistema zuyuano se encontrara enterrada por la adoración a Curícaueri al momento de redactar la RM, dicho dios había encomendado al cazonci que conquistase y rigiese la tierra; aun así, este es un documento que refleja datos que podemos leer a través de dicha ideología.1551 En este apartado hemos tratado de sintetizar un tema sumamente complejo, y nos vemos obligados a resumir información en el siguiente cuadro con la finalidad de dejar claro cuáles son las similitudes entre los modelos zuyuanos y la realidad tarasca: 1550 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena…, Óp. Cit., Pp. 293-294. 1551 AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., Pp. 139-140. 382 MODELO ZUYUANO Y LOS TARASCOS IDEOLOGÍA ZUYUANA COSMOVISIÓN TARASCA División del universo en tres planos y Universo dividido en cielo, tierra e dividido en cuatro partes. inframundo, y dividido en cuatro partes correspondientes a los puntos cardinales. Tollan o algún lugar subterráneo La primera parte de la Relación de mítico como lugar de origen Michoacán es desconocida, no es posible determinar cuál era el lugar de génesis de los tarascos. Aunque hay indicios de que también consideraron su origen en una cueva con siete piedras. Culto a la Serpiente Emplumada Hasta donde las fuentes permiten saber, el principal culto era a Curícaueri, aunque existen indicios de culto al viento y serpientes, el culto al fuego fue el principal. Dios patrono territorial / padre En la Relación de Michoacán se adoptivo dice: ―Dicho se ha en la primera parte, hablando de la historia del dios Curícaberi: cómo los dioses del cielo le dijeron cómo había de ser rey y que había de conquistar toda la tierra y que había de haber uno que estuviese en su lugar, que entendiese en mandar traer leña para los cúes, etcétera.‖ Creación de los humanos dividida en En la segunda parte de la Relación las fases nocturnas, aurorales y el orto de Michoacán podemos identificar solar. la última fase, el orto solar, donde los pueblos toman posesión de la tierra y se les entrega el bulto sagrado. Categorías culturales de Los tarascos se jactaban de su chichimecáyotl y la toltecáyotl supuesto origen chichimeca, pero su mensaje político era toltecáyotl. Gobernante que enarbolaba la fuerza Según las raíces etimológicas, el del dios Serpiente Emplumada nombre de Taríacuri podría haber tenido por significado ―Sacerdote del Viento‖ o ―Viento Quemador‖, lo que sería por demás sugerente dentro la ideología zuyuana. Respeto a los dioses (―hermanos Los dioses patronos de los pueblos menores‖) de otras etnias. conquistados por los tarascos eran ―adoptados‖ y puestos bajo potestad de Curícaueri, dios muy liberal. 383 PRESENCIA SÍ IMPOSIBLE DE DETERMINAR NO SÍ PROBABLE SÍ PROBABLE SÍ Elementos arquitectónicos zuyuanos Tronos en carniceros forma de Tzompantli Escultura de chacmool Cremación de los nobles El estilo arquitectónico tarasco difería del estilo del resto de Mesoamérica, pero podemos encontrar en Tzintzuntzan y Pátzcuaro edificios con planta mixta, igual que en el resto de la macro-región, y relacionado con lo zuyuano. Tanto en las iconografías mayas mamíferos como tarascas, se encuentran este tipo de elementos que representan el poder de los gobernantes, entre los mayas fue el jaguar y entre los tarascos el coyote. En la Relación de Michoacán se dice: ―Había otros [sacerdotes] llamados quíquiecha que llevaban arrastrando los sacrificados al lugar donde alzaban las cabezas en unos varales‖, así como demás referencias a dichos varales a lo largo del texto. Corona Núñez refiere que el nombre tarasco del tzompantli era eraquaréquaro, aunque probablemente es un neologismo acuñado por él historiador. El chacmool es un elemento iconográfico presente en varias sub-áreas de Mesoamérica, incluido el Michoacán tarasco. En la tercera parte de la Relación de Michoacán, los capítulos IX y XVI junto con sus láminas, titulados ―De la muerte de los caciques y cómo se ponían otros‖ y ―Cómo muría el caçonci y las cirimonias con que le enterraban‖, describe el ritual mortuorio de cremación de los nobles. 384 PROBABLE SÍ SÍ SÍ SÍ MODELO ZUYUANO Y LOS TARASCOS (CONTINUACIÓN) ARTICULACIÓN POLÍTICA ESTADO TARASCO PRESENCIA ZUYUANA Confederación de tres capitales, y Tzintzuntzan, Pátzcuaro e Ihuatzio SÍ división burocrática en cuatro partes como centros de poder. División del Tzintzuntzan Irechequa en cuatro partes administradas por altos dignatarios. Integración multiétnica El Estado tarasco logró aglutinar SÍ dentro de sus fronteras a un amplio grupo de etnias, entre ellas a los chíchimecas, otomíes, matlalzingas, chontales, nahuas, etc. Delegación del poder desde al aparato En la tercera parte de la Relación de supraétnico a los ―señores naturales‖ Michoacán, el capítulo IX junto SÍ con su lámina ―De la muerte de los caciques y cómo se ponían otros‖, describe el ritual por el cual se escogía a un nuevo señor. En las relaciones geográficas hay varios ejemplos de cómo los señores naturales gobernaban sobre sus grupos étnicos, pero con el visto bueno y bendición del cazonci. Exaltación de la guerra La guerra era una de las principales SÍ actividades del Estado Tarasco, el cazonci, representante de Curícaueri tenía la misión de acrecentar sus flechas, es decir, engrosar a su ejército y conquistar en dirección a las cuatro partes del mundo. Órdenes militares cohesionadas por un Entre los tarascos se encontraban SÍ culto común los Quangariecha (valientes hombres) y se les identifica como los ―caballeros‖ del cazonci. Dirigían a la gente de guerra de los barrios de la ciudad. CUADRO 27. FUENTES: LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena; Mito y realidad de Zuyuá…; LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖; CASTRO LEAL, MARCIA. ―Elementos arqueológicos comunes a diversos grupos en el Posclásico: un problema a desentrañar‖; CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca; ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Elaboración propia. 385 En cada cultura mesoamericana podemos encontrar algunos de estos elementos religiosos, que sirvieron de sustento ideológico para legitimar el poder de las elites. 1552 Precisamente fue la ideología zuyuana la que permitió imponer un complejo aparato supraético,1553 la articulación de la política zuyuana sobre el mosaico étnico, lingüístico y político mesoamericano. Los gobernantes se proclamaban cómo descendientes de un dios patrono, los llamados ―hermanos mayores‖ entre el grupo elegido por el dios. A nivel étnico no cabía duda de quién era el legítimo representante de los dioses y encargado de dar orden en la vida terrenal, ¿pero cómo se actuaba frente a otros dioses patronos? Al ser el universo producto de los mismos padres primigenios, los otros dioses patronos eran ―hermanos menores‖ a los que se debía de dar orden dentro del culto, de ―adoptarlos‖,1554 respetando su divinidad pero cobijados bajo la protección del dios principal, en otras palabras, una de las razones de la guerra en Mesoamérica1555 era que en el mundo político debía reflejarse el orden del universo.1556 Por estas razones encontramos confederaciones de tres capitales (representando el cielo, tierra e inframundo), o la división de los territorios en cuatro segmentos burocráticos, con sus respectivos guardianes.1557 Otros elementos políticos importantes dentro del zuyuanismo fueron la sacralización del militarismo, órdenes militares cohesionadas por un culto común, legitimación del poder de los gobernantes locales desde el centro de las entidades hegemónicas, y el interés de los zuyuanos en usufructuar a gran escala los tributos en sus territorios.1558 El zuyuanismo estuvo presente en varias regiones mesoamericanas, existieron varias vías y ejemplos, como Tula y Cholula, la Liga de Mayapán (conformada por las ciudades de Chichen Itzá-Mayapán-Uxmal), en los Altos de Guatemala (Jakawitz, Tzameneb y Paraxoné) cuyo rey fue Q‘uicab, y en la mixteca oaxaqueña (TilantongoTeozacoalco-Zaachila) cuyo héroe fue Ocho Venado Garra de Jaguar. La primera vía fue la mixteca-maya, y la segunda la tarasca-mexica, aunque fueron intentos fallidos de implantarlo en Oaxaca, otros cayeron con el paso del tiempo como fueron los mayas, e incluso, el sistema empezó a ser abandonado en algunas realidades históricas y que fueron interrumpidas con la conquista. Se puede decir que la Excan Tlahtoloyan (Tenochtitlan-Texcoco-Tlacopan), y el Tzintzuntzan Irechequa (TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio), cuyo forjador de la última entidad política fue Taríacuri, se convirtieron en Estados post-zuyuanos, es decir, la coexistencia de 3 capitales 1552 ―No todas las realidades estudiadas tienen semejanzas, así como que no todos los elementos del modelo zuyuano están presentes en todas ellas.‖ LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., Pp. 32-33. 1553 Palabra usada por López Austin y López Luján para referirse a la característica de estas entidades políticas. Ibíd. P. 141. Es notable observar que la explotación no sólo era una relación entre las clases dominantes y dominadas, sino también de una etnia sobre otras. 1554 El ―'Padre adoptivo' […] recibía bajo su amparo –y potestad- a todos los dioses patronos del mundo y a los pueblos por ellos protegidos‖. LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena…, Óp. Cit., P. 297. 1555 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―Las razones de la guerra en Mesoamérica‖ en: BATAILLON, GILLES; BIENVENU GILLES; VELASCO GÓMEZ, AMBROSIO (Coordinadores). Las teorías de la guerra justa en el siglo XVI y sus expresiones contemporáneas. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Filosofía y Letras-Centro de Investigación y Docencia Económicas, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2008. Pp. 23-46. 1556 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., P. 124. Los llamados ―hermanos menores‖ no eran otros más que los ―'señores naturales', cuyo poder derivaba de su propio derecho étnico y era refrendado por‖ los gobernantes zuyuanos. Ibíd. P.137. 1557 Ibíd., Pp. 62-63. 1558 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena…, Óp. Cit., Pp. 292-293 y 297. 386 confederadas fue abandonándose hasta que el poder se centralizó en una de ellas, junto a un dios patrono, ya que en Tenochtitlán el zuyuanismo inició un viraje hacia el culto a Huitzilopochtli, y en Tzintzuntzan viró en el culto a Curícaueri.1559 Como puede observarse, en el Posclásico ocurrieron cambios radicales en la organización política, económica y cultural, que se tradujeron en nuevas formas de Estado. El poder centralizado en el ajaw o el tlatoani de la realeza divina, cede paso a ―un gobierno colegiado, dirigido por élites militares que impulsan un programa mesiánico de expansión conquistadora.‖1560 Estos cambios estuvieron presentes en gran parte del territorio mesoamericano para ese período; es sintomático que la ideología zuyuana probablemente propició no solamente los mitos de origen en común, sino una forma similar en que los linajes gobernantes reivindicaron de forma similar su pasado, ya que una obsesión en las crónicas indígenas de varios pueblos indígenas mesoamericanos ―…fue registrar las migraciones, fundaciones, conquistas y linajes de sus pueblos. Se trata de relatos histórico-geográficos que describen el desplazamiento de tribus peregrinas, la apropiación de territorios ajenos y la fundación en éstos de capitales políticas expansivas y militarizadas. Aun cuando cada uno de estos relatos recoge la historia de grupos étnicos específicos, todos coinciden en precisar los orígenes del grupo, la fundación del reino, la genealogía de los gobernantes y concluyen con un registro minucioso del territorio ocupado, que enumera sus fronteras, topónimos y calidades de la tierra. [A pesar de las diferencias de cada grupo étnico particular] en todos los casos el relato se concentra en el 1561 episodio de la migración, la conquista de nuevos territorios y la fundación del altepétl.‖ La religión e ideología tarascas leídas a través del zuyuanismo En la Segunda Parte de la RM, donde se narró la migración de los uacúsecha al lago de Pátzcuaro, antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa, se mencionaron una multitud de señoríos con dioses propios que habitaban el territorio: ―…esta Provincia que estaba primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma lengua; que parece que otros señores vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por sí‖;1562 en la RM se registran los nombres de hasta 50 dioses diferentes. Al ser un documento del linaje gobernante cuyo dios impuso su poder sobre los demás, estamos ante un relato sesgado, los dioses de otros pueblos debieron tener la misma capacidad de instaurarse como ―hermano mayor‖ del antiguo Michoacán: ―Aunque inicialmente Curicaueri solamente fue uno de los muchos dioses de la región michoacana, con el poder creciente de los uacúsecha - quienes expandieron y lograron dominar políticamente a muchos otros cacicazgos - llegó a ser el dios principal de todos los pueblos bajo el dominio uacúsecha. Los informantes de Fray Jerónimo de Alcalá, autorcompilador de la RM, proyectaron la importancia de su dios hacia el pasado y explicaron el origen y establecimiento del supercacicazgo uacúsecha como resultado de los esfuerzos de 1563 su dios. Obviamente se trata de una legitimación a posteriori.‖ Ya mencionamos que se desconoce el paradero de la primera parte de la RM, aunque en ella debió de relatarse más extensamente la ―historia del dios Curícaueri‖. A lo largo del documento se hacen varias referencias sobre la historia del dios Curícaueri, que fue altamente engendrado y ―sus padres del cielo le dijeron que conquistaría la 1559 AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad…, Óp. Cit., P. 74. FLORESCANO, ENRIQUE. Los orígenes del poder en Mesoamérica, Óp. Cit., P. 14. 1561 Ibíd. P. 70. 1562 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17. 1563 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS Publications vol. 72), 1998, P. 234. 1560 387 tierra; todas las victorias de las guerras se le atribuían a él, se hacían en su nombre y en cierta forma se realizaban siguiendo sus instrucciones o las que él mismo había recibido de sus padres. Por ejemplo, éstos le habían dicho cómo debían organizarse los ejércitos para atacar los pueblos, que él no debía comenzar la guerra pero que ante el ataque enemigo debía defenderse, que debía apropiarse de las joyas de los pueblos conquistados, lo cual justificaba el saqueo de los pueblos enemigos, y ellos le habían dado una argolla de oro y sogas con que se ataba a los cautivos tomados en la guerra. Además se creía que Curícaueri provocaba enfermedades a los enemigos para facilitar su derrota, que era él quien capturaba a la gente, y en cierta forma era él también quien la mataba. Sus atributos eran los de un guerrero, portaba arco y flechas, vestía un jubón, plumas blancas de garza en la espalda, una guirnalda de cuero blanco y plumajes en la cabeza tenía un besote pequeño, y estaba entiznado.‖1564 Se conjetura que los hermanos de Curícaueri vinieron en esa misma migración, y que al separarse por el agüero de las culebras en Vayameo, fueron a morar a otros lugares: Hurendequavecara en Curínguaro, Tiripeme turupten en Ylamucuo, Tiripeme caheri en Pareo y Tiripenie xungapeti en Pichátaro. Siguiendo el relato de la RM, el primer dios que Curícaueri ―adopto‖, fue Vaçóriquare, dios de los de Naranjan, y que fue puesto en la misma arca en que se transportaba a Curícaueri, para no volver a ser nombrado en toda la narración. 1565 Otros dioses que son mencionados sólo una vez y que formaban parte del panteón de los chichimeca-uacúsecha son Zirita cherengue, Vacúsecha, Tingárata y Mivequa ajeva.1566 La siguiente deidad con la que entraron en contacto los chichimecas, fue la diosa Xarátanga de Mechuacan [Tzintzuntzan]. Esta sería en el futuro una deidad importante, y probablemente pareja de Curícaueri ya en la religión oficial tarasca. Después de que se separaron los chichimecas, los uacúsecha migraron hacía la ribera sur del lago. Ya asentados, ocurrió un acontecimiento importante que marcaría la historia de Michoacán durante el Posclásico tardío: el encuentro entre chichimecas e isleños. Después de que se presentaron los hermanos Uápeani II y Pauácume II con el pescador Cúriparaxan, los primeros le pidieron información sobre los habitantes de las islas, y éste les dijo: ―Dinos un poco, isleño". Respondió el pescador: "¿qué tengo de decir, señores?". "¿Cómo se llama aquel cu que se parece en aquella isla que está en el agua?". Respondió el pescador: "señores, allí se llama Várutaten házicurin y por otro nombre Xaráquaro". Dijeron ellos: "bien está. ¿Cómo se llaman los dioses que tienen allí?". Respondió el pescador: "señores, llámase el principal Hacuízecatápeme y su hermana Puríupe cuxáreti y otro Caróen y Nurite, Xareni varichu vquare y Tangáchurani y otros muchos dioses que nunca acabaré de contaros". Dijeron ellos: "¿Así se llaman?". Dijo el pescador: "sí, señores". Dijo Vápeani: "estos fueron nuestros agüelos cuando venimos de camino; ya habemos hallado parientes. Pensábamos que no teníamos parientes, mas todos somos de una sangre y nascimos junctos. ¿Cómo se llama el señor?". Respondió el pescador: "Carícaten". Tornáronle a preguntar: "y la otra isla, ¿cómo se llama?". Dijo el pescador: "Tirípiti honto y tiene otros dos nombres: Vanguipen házicurin y Pacandan". Dijéronle: "y los dioses que tienen, ¿cómo se llaman?". Dijo el pescador: "Chupí tirípeme y otro Vnazi hirecha y su hermana Camávaperi y otros muchos dioses". Dijéronle: "el señor ¿cómo se llama?". Dijo el pescador: "Zuangua". Dijeron los chichimecas: "también son nuestros agüelos del camino. ¿Cómo es esto?, ¿parientes somos?. Nosotros pensábamos que no 1564 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―La religión de los tarascos a través de la Relación de Michoacán‖, en: WILLIAMS, EDUARDO; LÓPEZ MESTAS, LORENZA; ESPARZA, RODRIGO (Coordinadores). Las sociedades complejas del Occidente de México en el mundo mesoamericano. Homenaje al Dr. Phil C. Weigand. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2009, Pp.260-261. 1565 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 65v, P. 22. 1566 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36. 388 teníamos parientes: topado habemos parientes. ¿Cómo es esto?. ¡Somos parientes y de 1567 una sangre!".‖ Este pasaje, junto con unas líneas anteriores donde Jerónimo de Alcalá mencionó que se colegía que ―esta Provincia que estaba primero poblada de gente mexicana, naguatatos, y de su misma lengua; que parece que otros señores [prototarascos] vinieron primero y había en cada pueblo su cacique con su gente y sus dioses por sí‖,1568 y sobre los isleños se refirió ―questa gente de esta laguna era de su mesma lengua, destos chichimecas; mas tenían muchos vocablos corructos y serranos‖,1569 han sido pasajes oscuros que se han tratado de interpretar para conocer el origen de los tarascos, pero lo más probable es que, aunque exista cierta base histórica sobre migraciones y la alianza matrimonial entre chichimecas e isleños, se trata más bien de un discurso legitimador de cómo, a través del parentesco, los uacúsecha tenían derecho sobre la tierra y el gobierno, y supremacía sobre sus parientes isleños al haber sido conquistados. Después de emparentar con los isleños, fue durante las correrías de caza en el monte cuando los chichimecas encontraron Pátzcuaro, lugar destinado por designio de sus dioses, donde debían construir su asiento: ―Y fueron aquel lugar, donde ha de ser la iglesia catredal y hallaron allí los dichos peñascos llamados petázequa que quiere decir asiento de cu. Y está allí un alto, y subieron allí y llegaron aquel lugar y estaban allí encima unas piedras alzadas como ídolos, por labrar, y dijeron: "ciertamente, aquí es, aquí dicen los dioses, que estos son los dioses de los chichimecas, y aquí se llama Pazquaro donde está este asiento. Mirad que esta piedra es la que se debe llamar Zirita cherengue y ésta Vacúsecha, ques su hermano mayor, y ésta 1570 Tingárata y ésta Mivequa ajeva. Pues mirad que son cuatro estos dioses".‖ A partir de que Taríacuri inició la venganza contra sus enemigos, la complejidad política y religiosa se deja leer entre líneas en la RM. El principal enemigo fue Curínguaro con su dios Hurendequavecara, hermano de Curícaueri; mientras que existió una alianza matrimonial con Taríaran, cuya diosa patrona era Xarátanga, y hubo emparentamiento con los isleños de Jarácuaro. El capítulo XXII de la segunda parte, que trata de cómo Taríacuri les avisó a sus sobrinos como habían de ser señores y como había de ser todo un señorío y un reino, a causa de la degeneración moral y el poco servicio que le hacían los señores a sus dioses, es sumamente importante para conocer los objetivos de la expansión. Aparte de los ya mencionados, se menciona por ejemplo al dios Querenda Angápeti de Zacapu, que pasaría a formar parte de los cuatro dioses que fueron a visitar a la diosa Cueráuaperi antes de la conquista y de cómo habían sido creados otros hombres (los españoles), y a Tares Vpeme, ―gran dios‖ patrono de Cumanchen, que los dioses expulsaron del cielo y al caer quedó cojo. Se mencionan a los habitantes de la meseta tarasca, que eran chichimecas parientes de los uacúsecha, y como tenían diferencias entre ellos por los límites territoriales, sin embargo, no se mencionan sus dioses.1571 Todos estos dioses, incluyendo a los mencionados de otros pueblos, fueron conquistados y pasaron a conformar la gran familia divina de la religión oficial tarasca. Claudia Espejel menciona que ―ni siquiera hay evidencia de que se hayan impuesto los dioses del grupo dominante o que se haya difundido por todo el reino una 1567 RM, Segunda Parte, Cap. V, ff. 69v-70, Pp. 30-31. Cursivas nuestras. RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17. Cursivas nuestras. 1569 RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69, P. 29. 1570 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36. 1571 RM, Segunda Parte, Cap. XXII. 1568 389 religión ―oficial‖,1572 pero acepta que los dioses conquistados pasaron a formar parte del panteón tarsaca, ya que el zuyuanismo era un sistema donde los dioses locales fueron adoptados por Curícaueri. Además el hecho de tributar leña para los cues y acrecentar los escuadrones de Curícaueri, se tradujeron en un reconocimiento al culto uacúsecha. Claudia Espejel menciona ―es significativo que no se mencione ninguno de los dioses tarascos, excepto en el caso de Taximaroa, donde se dice que adoraban a Curisticaheri y Urendecuahuecara‖;1573 sin embargo olvidó la referencia de la Relación Geográfica de Ajuchitlán, lugar en el extremo suroeste del Tzintzuntzan Irechequa, donde se menciona que adoraban un ídolo emplumado de nombre Punguarancha, deidad que puede ser identificada con Pungárecha o Pungárancha mencionado en la RM al lado de Curícaueri.1574 Además cabe mencionar que muchos de los funcionarios que estuvieron a cargo de redactar las Relaciones Geográficas, omitieron en la mayoría de los casos, el nombre de las deidades prehispánicas. Otro documento importante que menciona deidades tarascas, pero con serias dificultades para su interpretación, es el proceso y juicio realizado por Nuño de Guzmán contra Francisco Tangáxoan, redactado en 1530, es decir casi 10 años antes de la RM. Las dificultades presentes son varias, los testimonios fueron presentados con intención de afirmar las acusaciones contra el cazonci; las declaraciones de mayor peso provinieron de testigos tarascos, algunos de ellos dieron información bajo tortura, la información que dieron fue traducida por intérpretes, y asentada por escrito por escribanos. En las dos copias conocidas del proceso la grafía de los nombres tarascos difiere notablemente, y al parecer en el proceso de declaración, traducción y registro por escrito se alteró enormemente la información y se cometieron graves errores. Sin embargo la información etnohistórica es muy importante, y al menos permite tener una idea del sistema de creencias tarasas. Hacía el final del proceso, se presentaron como evidencia de idolatría de Francisco Tangáxoan varios objetos, el escribano Fernando o Hermanado Sarmiento escribió que ―e ansimismo han paresçido que tenía çiertos ídolos, en espeçial uno de figura de león e otro çemy de madera, barnizado e teñido de sangre, los quales yo, el dicho escribano ví…‖.1575 Después declararon varios indígenas tarascos, el testimonio del enigmático Quaranque o Cuaraque fue determinante, ya que afirmó todos los cargos contra Francisco Tangáxoan. Luego dieron testimonio bajo tortura el mismo Francisco Tangáxoan, don Pedro Cuiniarángari, y don Alonso Ecuángari; resumimos la información de la siguiente manera: 1572 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Reflexiones acerca del Estado tarasco a partir de las nuevas investigaciones etnohistóricas y arqueológicas‖, en: ALBIEZ-WIECK; ROSKAMP, HANS (Editores). Nuevas contribuciones al estudio del antiguo Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Investigaciones), 2016, P. 84. 1573 Ibíd., P. 84; Apud. COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, T. III, núm. 7, 1986, P. 156. 1574 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35; RM, Segunda Parte, Cap. XVI, f. 90v, P. 72; Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. 1575 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530. Morelia, Frente de Afirmación Hispanista, 1997, P. 87. 390 ÍDOLOS MENCIONADOS POR DECLARANTES TARASCOS EN EL JUICIO CONTRA EL CAZONCI FRANCISCO TANGÁXOAN Cuaraque Francisco Pedro Alonso Ecuángari Declarantes Tangáxoan Cuiniarángari Xoroacuse Xornacusi Xornacuse (Yornacusi) (Yornacuse) [ídolo de oro] Querendaro ―uno de Querenda [charchuy de obra de charchuy‖ (Querendapire) un palmo] Poenacuse ―otro de Ídolos [figura de palo] palo‖ Achocare ―otro de oro‖ (Chocare) [çemy de oro] Uricuaro (Uricaro) Purepe Curibare (Pecurisare) CUADRO 28. FUENTE: ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., Pp. 89, 94, 102, 108. La información entre paréntesis son las variantes en la copias, entre corchetes el material del que estaban hechos los ídolos en el testimonio de Cuaraque y don Pedro. Elaboración propia Como podrá observarse, la información sobre los ídolos tarascos en problemática, dado el contexto en el que se registró la información, aun así pueden hacerse varias observaciones. No hemos podido identificar vocablos relacionados con los nombres de algunos de los ídolos mencionados en el proceso contra el cazonci, y hay indicios de que en el proceso de traducción y registro por escrito se cometieron muchos errores. Por ejemplo el ídolo llamado ―Uricuaro‖, que podría relacionarse con la palabra Vriqua, que Gilberti tradujo como ―roble‖, ―encina‖,1576 y la partícula o para indicar que se trata de un locativo; así el nombre del ídolo ―Uricuaro‖ podría traducirse como ―lugar de robles o encinos‖,1577 esto podría indicar un error de comprensión, pues Cuaraque mencionó que en un pueblo llamado Querendaro (nombre de otro ídolo), Francisco Tangáxoan mandó apresar a 5 cristianos que venían de Zacatula ―e que los llevó (llevaron) a sacrificar a unos ídolos que el dicho Cazonci tiene en un pinal junto al ducho pueblo…‖,1578 así probablemente se hacía referencia originalmente en donde estaba el ídolo y no el nombre del mismo. Caso similar del testimonio de don Alonso Ecuángari, en las copias del proceso se lee ―es verdad que tiene ídolos el Cazonci, el uno se llamava Xornacuse (Yornacuse), y los otros Querenda Purepe Curibare (Querendapire Pecurisare)‖.1579 Consideramos que ―los otros Querenda Purepe Curibare‖ se tratan de 1576 GILBERTI, MATURINO. Vocabulario en lengua de Mechuacan. Transcripción paleográfica de Agustín Jacinto Zavala, revisión paleográfica de Clotilde Martínez y J. Benedict Warren. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Cultura Purépecha), 1997, P. 411. En adelante citado como VLM. 1577 Aunque Gilberti mencionó ―Enzinal. vriquaendo‖, y ―Robledal de robles, vriquaendo‖. Ibíd., Pp. 411 y 575. 1578 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., P. 89. 1579 Ibíd., P. 108. 391 un lugar y dos deidades tarascas mencionadas en la RM. El ídolo ―Purepe‖ al parecer también se trata de un lugar, el monte Puréperio (actual cerro Yahuarato, al este de Tzintzuntzan), ya que en las declaraciones dadas bajo tortura, don Alonso Ecuángari dijo ―¡que es verdad, que están los ídolos en el monte Yricuaro!‖. 1580 Es curioso que la RM mencione a una diosa de Jarácuaro cuyo nombre que podría estar relacionado también con ―Purepe‖, Puríupe cuxáreti, hermana de Hacuízecatápeme.1581 En los nombres dos de los ídolos mencionados en el proceso, ―Xoroacuse‖ y sus variantes,1582 y ―Poenacuse‖, contienen el morfema ―acuse‖, que parece ser acuitze, serpiente o víbora, que está presente en el nombre del dios de Jarácuaro Hacuízecatápeme o Acuize catápeme. Pedro Márquez Joaquín propone cuatro posibles significados del nombre de este dios ampliamente relacionados: ―Culebra que aprehende o el que aprehende a la culebra‖, o ―Serpiente que encarcela o serpiente encarcelada‖.1583 Creemos que hay elementos suficientes para identificar a dos de los ídolos mencionados en el proceso contra el cazonci, con dos deidades importantes mencionadas en la RM. El ídolo ―Querendaro‖, ―Querenda‖ o ―Querendapire‖, puede ser identificado con el dios de Zacapu de nombre Querenda angápeti, que entre sus atavíos se encontraban ―un cuero de tigre en una pierna y un collar de turquesas a la garganta y una guirnalda de hilo de colores en la cabeza y plumajes verdes y sus orejeras de oro en las orejas.‖1584 En el proceso se menciona que este ídolo era un ―charchuy de obra de un palmo‖; ―charchuy‖ es el vocablo de origen nahua chalchihuite, piedra semipreciosa azul o verde azulada. No queda claro sí el ídolo era una piedra de tamaño de un palmo (20 cm. aproximadamente) con alguna forma antropomorfa o zoomorfa, o bien pudo tratarse de un collar de este material, y que como mencionamos, era uno de los atavíos de Querenda angápeti. El otro ídolo mencionado, Curibare, puede ser identificado con el dios principal de los uacúsecha Curícaueri; precisamente una de las grafías presentes en la RM es Curicaberi. Otros ejemplos de creencias religiosas adaptadas dentro del esquema zuyuano y sus dioses patronos particulares, ―adoptados‖ por Curícaueri, los encontramos en el Lienzo de Jicalán, donde se narró la migración de los xiuhquilteca, grupo de filiación nahua, cuyo lugar de origen mítico llamado Chalchiuihtlahpazco fue representado como una cueva, y su dios patrono fue Tezcatlipoca, quien los guió por diversos lugares del Centro de México hasta llegar a la Tierra Caliente de Michoacán, donde descubrieron minas de cobre y matiz, su sujeción al linaje uacúsecha, y posterior actividad minera y metalúrgica en la región.1585 Las relaciones geográficas de Michoacán, redactadas después de 1577, también dan interesante información sobre los habitantes no tarascos y su pasado. Los otomíes de Necotlán, Taimeo y Sirándaro, dieron relación de como para 1480, huyeron del dominio mexica hacia Michoacán, donde pidieron asilo al cazonci Tzitzíspandácuare y este los repartió en varias partes de su territorio; no se menciona nada sobre sus dioses, 1580 Ídem. RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69v, P. 30. 1582 Nótese que se consignó que Cuaraque declaró sobre un ―çemy de oro‖ de nombre Achocare, pero en el testimonio de don Pedro Cuiniarángari se habló de un ídolo de oro de nombre Xornacusi ¿entonces había dos ídolos de oro?. 1583 MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 709 y 701. 1584 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112, P. 115. 1585 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 109-159. 1581 392 pero debieron haber sido ―adoptados‖ por Curícaueri. Los nahuas de Tamazula, informaron parte de su cosmogonía y ritos antes de la conquista: ―…tenían por dios al cielo, [al] q[ue] llamaban XIHUITL COZAHUIC, que quiere decir en lengua castellana ―verde y amarillo‖; y q[ue] entendían q[ue] había nueve cielos y q[ue], allá, estaba una CIHUAPILE, q[ue] quiere decir en lengua castellana ―señora‖, [a la] q[ue] llamaban EHUACUEYE, q[ue] en lengua castellana quiere decir ―señora que tiene 1586 faldellín de cuero‖, y q[ue] la tenían por madre.‖ Es tentador relacionar a Xihuitl Cozahuic y Ehuacueye con Tucupacha y Cueráuaperi, no como advocaciones, sino como una pareja divina creadora del mundo en dos cosmogonías que no se contradecían, sino que coexistían en el sistema zuyuano. Entre los pueblos nahuas de la costa de Michoacán se adoraba a una sierpe o ―dragón‖ emplumado, por la descripción de este animal, podríamos pensar que se trataba de un caimán emplumado, o bien de una deidad relacionada a Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada. El que recopiló está información fue Juan Alcade de Rueda, que probablemente era un criollo nacido en Motines después de 1524, y había escuchado la ―narración y cuento‖ de la serpiente emplumada desde su niñez, y resalta que era una historia ―general en esta provincia [¿de Motín o Michoacán?], y aun fuera de ella‖. Además informó a la Corona que en los ríos de la región había muchos caimanes, y que los indios le informaron como en uno de los afluentes del río Tlatictla estaba un gran caimán, y que terminando de escribir la relación, iba a ir con una billarda o arcabuz para matar al animal, ―por que no haga mal [a] algún indio o india y se encarnice con ellos.‖1587 Más adelante mencionó como en el mismo río Tlatictla, en un lugar llamado Guahuayutla, a seis leguas del mar ―En el nacimi[ent]o deste río, que está debajo de una peña grande, hace un estanq[ue] hondeable, o como dicen, ―ojo de agua‖. Y los naturales deste d[ic]ho río, y sus moradores, dicen q[ue] muy ordinariam[en]te oían decir a sus p[adr]es y abuelos q[ue], en t[iem]pos de su gentilidad, había allí un gran sierpe o dragón, que salía del ojo de aq[ue]l agua, cuyo cuerpo tenía muy grande, y las alas, de plumas tenía muy ricas y doradas, y, en partes del cuerpo, de escamas grandes de conchas. Y [dicen] que le sacrificaban y daban a comer algu[na]s veces indios jiotes, porque de aquestos comía y demandaba, mejor que los de los otros que no eran jiotes; y que esto hacían con ayunos y abstinencias, porq[ue] el DRAGÓN les diese de las plumas ricas que tenía, y que, en reconocimiento deste sacrificio, que se la hacía, se consentía, volviendo las espaldas y cola [par]a que le quitase algu[n]as plumas que, después s[er]vían a los principales de plumajes para sus fiestas y areitos. Y [dicen] q[ue] este DRAGÓN murió, o desapareció, un poco antes que los españoles viniesen a esta t[i]erra. La narración y cuento deste h[ec]ho es muy general en esta provin[ci]a, y aun fuera della, como cosa q[ue] pasó en h[e]cho de verdad, lo cual oí contar muchas veces a muchos indios, y aun desde mi niñez. Y ahora, de nuevo, para 1588 escribirlo a[quí], repreguntándolo, se afirman en ello.‖ Sin duda en esta historia están presentes muchos elementos que considerar más profundamente, como el mar, la peña, el ojo de agua, y el hecho de que era una historia ―muy general‖. En la Tierra Caliente y costa, precisamente en lugares como los ríos, es que había un evidente culto al cocodrilo o caimán, y es del que existe mayor información. 1586 FLORES, GERÓNIMO; XEREX, DOMINGO DE. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 9, 1987, P. 398. 1587 ALCALDE DE REUDA, JUAN. ―Relación de la Provincia de Motines‖ [Relación de la parte de la Provincia de Motín, 10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 172. Información entre corchetes original. 1588 Ibíd. P. 176. Mayúsculas e información entre corchetes originales, cursivas nuestras. 393 Cabe señalar que hubo un reconocimiento mutuo entre los dos regímenes postzuyuanos más poderosos de Mesoamérica. Los tarascos nombraron a MéxicoTenochtitlán como Echero, que Gilberti tradujo como ―cibdad principal de esta nueua españa‖,1589 mientras que en el DGLM se menciona ―Echero. Mexico‖, ―Echero napu. Cosa de mexico‖ y ―Echero yreti. Mexicano, mexicana‖.1590 La raíz de esta designación es Echeri, ―Tierra‖. Rodrigo Martínez Baracs mencionó que ―no creo que el nombre Echero haya tenido un sentido de odio o burla. Más allá de sus connotaciones agrícolas, vitales para el hombre en todas sus dimensiones, Echero tiene un sentido político, pues Mexico dominaba toda la tierra, y también un sentido religioso, pues se asocia a la Tierra misma, al Dios y a la Diosa de la Tierra. Parece más bien que Mexico Tenochtitlan era el gran modelo de ciudad imperial para los michoacanos. Mexicas y michoacanos, hermanos enemigos.‖1591 Sin embargo, Baptista de Lagunas da una pista de porqué los tarascos nombraban Echero a México-Tenochtitlán: ―Nahxan yauanesquiyxu, notero phazquarho huahenani, Echero hameri niyarani. vel, Echero ni yarani. Que tanto ày, o que tan lexos es, leuantandonos, o saliendo de aquí, o del lugar, en donde tiñen de prieto i Phazquarho, hasta Echero, pro, Echero i Mexiuhco: 1592 porque dizen que es de tierra echada a mano &c.‖ Al parecer el toponímico tarasco de la capital mexica, tenía que ver con las características físicas del lugar, y no tanto con que fuera un ―gran modelo de ciudad imperial‖ a seguir para realizar sus propias conquistas. En las fuentes nahuas del Centro de México, y usadas tardíamente por los cronistas religiosos de Michoacán, los mexicas se jactaron de que los señores de Michoacán eran sus parientes; por ejemplo, en las guerras tarasco-mexicas, cuándo Axayácatl les expuso a los señores para ir a la guerra, que él ―determinaba de dar guerra a los de Mechuacan, dado que sus antepasados le habían dejado dicho que eran sus parientes y de la parte mexicana.‖1593 Esto se desprende porque según los discursos fundacionales mexicas, los tarascos fueron una de las tribus que vinieron con ellos durante la peregrinación desde Aztlán-Chicomóztoc, y al pasar por el lago de Pátzcuaro, se quedaron a habitar la región, mientras el resto llegó a la tierra prometida de MéxicoTenochtitlán. Se menciona por ejemplo ―los chichimecas tomaron á una mujer de los mexicanos y lleváronla á Michuacán, y della proceden todos los de Mechuacán, porque de antes eran chimecas‖.1594 Esta mujer identificada como Malinalxochitl, fue madre de Copil, y al ser sacrificado, su corazón fue arrojado al lago de Texcoco, del cual saldría la piedra del tunal donde se posaría el águila con la serpiente. Este aspecto lo trabaja 1589 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 79. DGLM, T. II, P. 181. 1591 Cf. MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. ―Etimologías políticas michoacanas‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTA TERÁN (Coordinadores) Autoridad y gobierno indígena en Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Vol. I. 2003, P. 67. 1592 BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana. [Edición facsimilar de 1574], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. I), 1983, Pp. 302-303 [99-100 en la paginación original]. 1593 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México, Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 37), 1984, T. II, Cap. XXXVII, P. 281. 1594 ―Historia de los mexicanos por sus punturas‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Nueva colección de documentos para la historia de México (siglo XVI). México, Editorial Salvador Chávez Hayhoe, 1941, Cap. XI, P. 222. 1590 394 más ampliamente Roskamp en un estudio de las fuentes del Centro de México sobre las poblaciones nahuas de Michoacán antes de la conquista.1595 En la RM se hacen varias menciones importantes sobre este reconocimiento. Antes de la conquista, cuando hubo un concilio en la corte del cazonci para intentar averiguar quiénes eran los extraños, dijeron al enterarse de que México-Tenochtitlán estaba sitiada: ―Estos dos reinos eran nombrados, y en estos dos reinos miraban los dioses desde el cielo y sol.‖1596 Cuando los mexicas enviaron mensajeros a Tzintzuntzan para pedir ayuda en contra de los conquistadores, Zuangua desconfió y dudó sí era cierto, por lo que mandó embajadores a México-Tenochtitlán para saber qué estaba ocurriendo. Llegaron de noche y los embajadores se entrevistaron con Cuauhtémoc y los señores mexicas, quienes les explicaron donde acampaban los españoles con sus aliados tlaxcaltecas. Después de haber visto el sitio de la ciudad, los mexicas les dijeron: ―Mirá, que ya los habéis vísto, llevad estas nuevas a vuestro señor y decidle que le rogamos mucho que no quiebre nuestras palabras; que crea esto que le decimos, que tenemos de nuestros dioses, que nos han dicho que nunca se ha de destruir México ni nos han de quemar las casas. Dos reinos son nombrados: México y Mechuacan. Mirá, que hay mucho trabajo." Dijímosles: "pues tornemos a México". Y tornamos y saliéronnos a rescibir los señores y despidímonos de Montezuma [sic. Cuauhtémoc] y díjonos: "tornaos a Mechuacan que ya venistes e habéis visto la tierra, no nos volvamos atrás de la guerra que les queremos dar; haga esto que le rogamos vuestro señor, ¿qué ha de ser de nosotros, si no venís? ¿Habemos por ventura de ser esclavos? ¿Cómo, han de llegar allá a Mechuacan? Aquí muramos todos, primero nosotros y vosotros, y no vayan a vuestra tierra. Esto es lo que le diréis a vuestro señor; vengan, que aquí hay mucha comida para que tenga fuerza la gente para la guerra, no tengas lástima de la gente, muramos presto y tengamos nuestro estrado de la gente que morirá, si no saliéremos con la nuestra, si los cobardes y para poco de nuestros dioses no nos favorescieren, que mucho tiempo ha que le habían dicho a nuestro dios que ninguno le destruiría su reino y no habemos oído más reinos déste y 1597 Mychuacan.‖ Después de la derrota de los mexicas, los españoles finalmente llegaron y conquistaron Michoacán. Siguiendo el relato de Don Pedro Cuiniarángari, éste se entrevistó con Hernán Cortés por primera vez en Coyoacán, al ser mandado por Cristóbal de Olid para llevar el oro y la plata, el conquistador español le dijo después de comer: ―"ve a México y verás cómo le destruímos." Y lleváronle unos prencipales a México[Tenochtitlán], que nunca había ido allá en toda su vida ni sus antepasados, muchos tiempos había. Y saliéronle los señores a rescibir y diéronle flores y mantas ricas y dijéronle a él e a otros prencipales que iban con él: "bien seáis venidos, chichimecas de Mechuacan. Ahora nuevamente nos habemos visto, no sabemos quién son estos dioses que nos han destruido y nos han conquistado: ¡mirá esta Cibdad de México nombrada de nuestro díos Zinzúviquixo [Huitzilopochtli], cuál está toda desolada! A todos nos han puesto naguas de mujeres. ¡Cómo nos han parado tambien! ¿Os han conquistado a vosotros que érades nombrados? Sea ansí como han querido los dioses. Esforzaos en vuestros corazones. Esto habemos visto e sabido nosotros que somos muchachos. No sé qué supieron y vieron nuestros antepasados. Muy poco supieron. Nosotros lo habemos visto y sabido siendo muchachos." Respondióles don Pedro y dijo: "ya, señores, me habéis consolado, que lo que nos habéis dicho, ya nos habéis visto, ¿cómo nos viéramos y visitáramos si no nos tractaran desta 1595 ROSKAMP, HANS. ―Los nahuas de Tzintzuntzan-Huitzitzilan, Michoacán. Historia, mito y legitimación de un señorío prehispánico‖, en: Journal de la Société des Américanistes, 2010, vol. 96, núm., 1, p. 75-106. 1596 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41, P. 243. 1597 RM, Tercera Parte, Cap. XXII, ff. 42-42v, Pp.245-246. Cursivas nuestras. 395 manera? Seamos hermanos por muchos años, pues que ha placido a los dioses que quedemos nosotros y escapamos de sus manos, sirvámoslos y hagámosles sementeras. No sabemos qué gente vendrá, mas obedezcámoslos. Baste esto y tornémonos a Cuyacan, al 1598 Marqués, pues habemos visto a México".‖ Cuando Hernán Cortés se enteró que Tzintzincha Tangánxoan estaba vivo, lo mandó traer al lugar donde estaba ―y llegó a Cuyacan, donde estaba el Marqués, y holgóse mucho con él y rescibióle muy bien y díjole: "seas bien venido, no rescibas pena. Anda a ver lo que hizo un hijo [sic. primo] de Montezuma [Cuauhtémoc]; allí le tenemos preso porque sacrificó muchos de nosotros." Y hizo llamar todos los señores de México, el Marqués, y díjoles cómo era venido el señor de Mechuacan, que se alegrasen y que le hiciesen convites y que se quisiesen mucho. Y señaláronle al cazonçi unas casas donde estuviese. Y fué a ver el hijo de Motezuma y tenía quemados los pies y dijéronle: "ya le has visto cómo está por lo que hizo; no seas tú malo como él". Y estuvo allí cuatro días y hiciéronle muchas fiestas los mexicanos y alegróse mucho el cazonçi…‖1599 Lamentablemente no se registraron las conversaciones entre Tzintzincha Tangánxoan y Cuauhtémoc, los dos señores más poderosos de Mesoamérica al momento de la conquista, y conquistados por gente extraña que creyeron dioses, aunque muy probablemente se dijeron palabras similares de resignación que los señores mexicas le dijeron a Cuiniarángari cuando se entrevistaron. Vemos que hay elementos para considerar la articulación de la ideología y la política tarascas, como una sociedad y entidad de tipo zuyuano, y que gracias a esta relación, el aparato supraétnico tarasco-uacúsecha logró imponer su hegemonía en un amplio territorio multiétnico, dominando y controlando la producción de bienes, así como de ejercer control en varios aspectos, y que lograron mantener una convivencia pacífica a pesar de las diferencias culturales existentes, a la par que justificaron su discurso de dominio sobre los sistemas de creencias de los pueblos dentro y fuera de sus fronteras. Con esta revisión de la religión e ideología tarasca, ya podemos iniciar el análisis de los diferentes tipos de guerra que eran emprendidos en parte de Mesoamérica antes de la llegada de los europeos en el siglo XVI. 1598 1599 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 49v-50, Pp. 260-261. Cursivas nuestras. RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51, P. 263. 396 25. LAS CAUSAS Y TIPOS DE GUERRA PRACTICADOS POR LOS TARASCOS PREHISPÁNICOS ―También es de [borrado] saber que los que van aquí contando en todo su razonamiento este papa, todas las guerras y hechos, atribuía a su dios Curícaueri que lo hacía y no va contando mas de los señores, y casi las más veces nombra los señores qué decían o hacían, y no nombra la gente ni los lugares dónde hacían su asiento y vivienda…‖ 1600 Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. II, ca.1540 Sólo después de haber visto la complejidad histórica del Estado tarasco, en los aspectos materiales, culturales e ideológicos, podemos darnos una idea de la importancia que tuvo la guerra en la conformación y existencia de esta potencia mesoamericana. Como mencionamos en el primer capítulo de esta investigación, la violencia mortal entre grupos es un fenómeno sumamente complejo, y en las sociedades militaristas del Posclásico tardío se articularon la mayoría de los aspectos de la vida para obtener la victoria en el campo de batalla. Podemos decir que los objetivos principales de la guerra eran la defensa y la expansión territorial, aunque relacionados con aspectos ideológicos importantes, siendo el principal la religión. José Lameiras, citando a Hans Speier, menciona los tres tipos de guerra que se practicaban en Mesoamérica antes de la conquista europea: ―…la guerra total o absoluta ―puede caracterizarse, negativamente, por la ausencia de cualquier restricción y regulación impuesta sobre la violencia, la traición y el terror. En la guerra total, el enemigo no constituye un obstáculo para la obtención de los valores que controla. La guerra total no se sopesa de acuerdo al lograr un cambio en el modo de vida del enemigo; ni se equilibra de modo de llegar a pactar la paz con él… El enemigo absoluto no es sujeto de intereses predatorios, sino más bien un símbolo de extrañamiento, de demonismo y de peligro para la comunidad en su conjunto‖ […] en otras palabras, ―implica la aniquilación del enemigo‖. ―La guerra ritual es el extremo opuesto de la antes enunciada, la que se realiza bajo condiciones estudiadas de igualdad y bajo la estrictica observancia de ciertas reglas; sus resultados contrastan con otro tipo de guerras en cuanto a las ganancias populares. La ―guerra instrumental‖, en cambio, está orientada a lograr el acceso a los bienes 1601 controlados por el enemigo‖ Las fuentes mencionan que los tarascos practicaban los tres tipos de guerra, y describen algunas de sus características, que deben explicarse en el contexto histórico en el que fueron practicadas, y aclarar que, a pesar de tener objetivos diferenciados, no se pueden disociar sus características. Es decir, todas las guerras emprendidas por los prototarascos, eran realizadas con un final ritual, pues cada entidad política justificaba y defendía a su deidad patrona, mientras que para la época en que los tarasco-uacúsecha impusieron su poder, la guerra se realizaba en nombre y servicio de Curícaueri; del mismo modo, las guerras tenían el fin político de imponer su autoridad sobre los enemigos, así como usufructuar la fuerza de trabajo y los medios de producción de los pueblos derrotados. Esto lo recalcamos, pues ha sido una creencia común y romántica en la historiografía que las guerras eran prominentemente rituales, el ejemplo por 1600 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17. Cursivas nuestras. LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados. Un espectro de la guerra prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán, 1985, Nota a pie núm. 25, Pp. 68-69, y P. 78. 1601 397 antonomasia en Mesoamérica son las ―guerras floridas‖ mexicas, y se han considerado que sólo tenían un fin religioso, de simular el combate para capturar prisioneros para el sacrificio, y que no conllevaba ningún otro aspecto como el político o económico. En la RM es claro que las guerras giran sobre los ejes económicos, políticos e ideológicos, aunque tenían distintos objetivos. Carlos Brokmann menciona la existencia de una dicotomía entre los ámbitos de lo jurídico y lo militar en el mundo mexica, así ha propuesto que: ―Existió un discurso jurídico muy detallado, claramente distinguido entre las causas de guerra y la conducta de los guerreros durante las hostilidades (las categorías jurídicas occidentales se denominan, siguiendo al derecho romano, en latín ius ad bellum y ius in bello). Este derecho tuvo instituciones, estructuras, funcionarios y pautas propias, estableciendo claramente códigos de conducción de la guerra. Al mismo tiempo y como ocurre en otros casos históricos, la aplicación de los principios y normas dependió de la conveniencia y condiciones políticas. […] El derecho de guerra, partiendo de la tradición romana, se clasifica en dos temas: el derecho de la guerra (ius ad bellum) y el derecho en la guerra (ius in bello). El primero se refiere a la declaración de las hostilidades y engloba las causas y motivos que son considerados culturalmente legítimos para hacerlo. El segundo se aboca a la conducta de las fuerzas armadas durante el conflicto; el trato hacia combatientes 1602 y no combatientes considerados enemigos.‖ Para el caso tarasco no contamos con tantas fuentes para ahondar en estos dos aspectos, pero con las referencias podemos tener alguna idea. En el apartado sobre qué época del año era más propicia para las guerras en el Michoacán prehispánico, mencionamos como los capítulos IV, V, VI de la tercera parte de la RM que hablan del arte de la guerra tarasco, contienen información que Jerónimo de Alcalá extrapoló y sintetizó para exponer diversos aspectos de esta sociedad. A pesar de eso, la parte histórica y etnográfica proporcionan información para detallar los tipos de guerras arriba mencionados.1603 Cabe recordar que el contenido de la RM es el discurso de la clase dominante uacúsecha, y en la mayoría de las batallas son presentados siempre como victoriosos y prácticamente capturando la totalidad de los ejércitos y pueblos enemigos, situación que ha contribuido a la visión romántica de la guerra prehispánica. Puede ser que los informantes hayan minimizado la violencia de las guerras, y que el fraile haya visto la guerra a través de las ideas de la misma en la Europa medieval, como la idea de la guerra justa. ―El concepto de guerra justa, que sigue vigente en la actualidad, siempre ha sido relativo y cada nación ha tratado de balancear las necesidades prácticas con el apego a la legalidad y cierta referencia ética. En Mesoamérica, como en todas las culturas del mundo, existió casus belli considerados provocación suficiente como para declarar las hostilidades de manera inmediata. Estas causas de guerra fueron importantes debido a que legitimaban la acción del poder del Estado sin necesidad de consultar o debatir.‖1604 Por la RM y otras fuentes sabemos que en ocasiones, las guerras cobraban la vida de miles de guerreros en ambos bandos, por lo que la violencia mortal era más exacerbada de lo que se puede leer en dichos capítulos. 1602 BROKMANN, CARLOS. ―La guerra en Mesoamérica entre discurso y práctica‖, en: et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, Pp. 73-74. 1603 Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. 1604 BROKMANN, CARLOS. ―La guerra en Mesoamérica entre discurso y práctica‖, Óp. Cit., P. 34. 398 La guerra total o absoluta Empecemos exponiendo la guerra total o absoluta, cuyo fin en la cultura tarasca era el aniquilamiento o captura de la mayoría de los efectivos enemigos, la destrucción de sus pueblos, y la adquisición de distinto botín y despojos. El capítulo VI de la tercera parte que explica este tipo de guerras, se titula precisamente ―cuando metían alguna población a fuego y sangre‖; después de preparar al ejército y cercar el pueblo enemigo, todos atacaban al mismo tiempo, pendían fuego a las construcciones del pueblo y lo saqueaban. La gente sobreviviente, ―varones y mujeres y muchachos y niños de las cunas‖, eran contados,1605 los ancianos, bebes y heridos eran sacrificados antes de que se fueran de los términos de sus enemigos, cocida su carne y comida por los guerreros; el resto de los sobrevivientes era llevado a la Tzintzuntzan donde eran sacrificados o reducidos a esclavitud. En la RM se menciona como se ponían guardias por los caminos y sendas que se encargaban de quitarle a la gente el oro, plata, plumajes ricos, y sólo los dejaban llevarse mantas, cobre, y alhajas, pues todo lo demás era para el cazonci. No queda claro si estos guardias requisaban estas posesiones a los enemigos capturados, o también de los guerreros, pues se dice estos guardias quitaban ―de todo el despojo y saco que se había dado‖.1606 En la parte histórica de la RM se menciona como los uacúsecha practicaron guerras de aniquilamiento, justo antes de que empezara la vertiginosa expansión del Triunvirato: contra dos señoríos enemigos, Taríaran y Curínguaro. Sobre Taríaran se narra la acción de forma muy parecida a la descrita líneas arriba, se agrega que el señor de este pueblo Hiuacha, fue capturado y llevado a sacrificar a Pátzcuaro,1607 mientras de Curínguaro sólo se menciona en una línea que fueron conquistados, aunque la acción debió ser muy parecida, pues para ese tiempo, Pátzcuaro y Tzintzuntzan habían adquirido gran poder y entablado alianzas con varios pueblos de la cuenca del lago.1608 La guerra ritual Por otro lado, las guerras rituales tenían como objetivos principales satisfacer a los dioses, y capturar prisioneros para el sacrificio en diversas ocasiones, aunque seguía siendo violencia mortal. En los ejemplos que proporciona la RM, no siempre se hacían en condiciones de igualdad ni se pactaban, pero si se seguían ciertas reglas y la política estaba fuertemente relacionada. En la parte histórica de la RM encontramos dos ejemplos de guerras rituales: el primer ejemplo se narró después de que los chichimecas uacúsecha emparentaron con los isleños y se asentaron en Pátzcuaro, los curinguareños recelosos por la alianza matrimonial de estas facciones, mandaron una embajada para indicar a los uacúsecha que trajeran leña a los dioses e hicieran la ceremonia de la guerra, que ellos también harían los rituales, y al tercer día pelearían en un lugar llamado Atáquaho, y ―nos juntaremos todos y jugaremos en las espaldas de la tierra y 1605 La RM menciona que en promedio capturaban 8000 prisioneros, y en una ocasión hasta 16000 ―y ponían miedo grande en los enemigos‖. Tercera Parte, Cap. V, f. 19, P. 199. 1606 RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200. 1607 EL conquistador anónimo mencionó que los indígenas ―en la guerra es la gente mas cruel que darse puede, porque no perdonan á hermano, pariente, ni amigo, ni dejan con vida á ninguno que prenden, pues aunque sean mujeres y hermosas, las matan todas y se las comen. Cuando no pueden llevarse el botin y los despojos del enemigo, lo queman todo. Solo á los señores no era permitido matarlos, sino que se los llevaban presos bien guardados…‖. EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. I, 1980, Pp. 574-573. 1608 RM, Segunda Parte, Caps. XXX-XXXI, Pp. 149-153. 399 veremos cómo nos miran de lo alto los dioses celestes y el sol y los dioses de las cuatro partes del mundo‖. Después de lo pactado ―…juntáronse unos con otros a medio día y empenzaron a pelear. Y unos se daban de pedradas, otros con terrones, ya los señores de los chichimecas tiraban flechas, porque la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos; y tenían lo por mal descalabrarse, y en descalabrándose alguno, alimpiábase con la mano la sangre porque no cayese [borrado] en el suelo y ruciábanla con los dedos hacia el cielo para dar de comer a los dioses. Y fueron heridos y flechados los dos hermanos señores de los chichimecas Pauácume y Vápeani y tornáronlos a sus casas a cuestas a Tarímichúndiro 1609 y tornáronse los de Curýnguaro a su pueblo.‖ De este relato deben de rescatarse varios elementos de esta guerra ritual, primero que es una guerra pactada, donde se mandaron embajadores y se estipuló el lugar y tiempo, y segundo, se hizo para alimentar a los dioses, a pesar del trasfondo político. Pero una palabra clave aquí es cuando la embajada menciona ―que jugaremos en las espaldas de la tierra‖, pues a pesar de que en el diccionario de Covarrubias la definición de juego es ―vn entretenimiento o passatiempo necessario a los hombres que trabajan con el entendimiento para recrearse, y poder boluer a tratar con nueuos brios las cosas de veras‖, se menciona que en la antigüedad romana ―Iuegos se llamauan los espectaculos publicos que se hazian para entretener el pueblo, y eran en Roma muy celebres y de muchas maneras, algunos dellos estauan señalados a sus falsos dioses, como los juegos Forales, los Saturnales, los Megalenses, los Funebres, Plebeyos, Apolinares, Circenses, &c. Y otros auia sueltos por ocasiones particulares de victorias que auian alcançado…‖1610 Es probable que este sentido de que esta guerra ―estaba señalada a sus falsos dioses‖, sea el sentido que Jerónimo de Alcalá quiso dar al traducir la palabra ―jugaremos‖, pues por el propio relato, vemos que eran guerras violentas donde existían probabilidades de mortandad en el campo de batalla, aunque los de Curínguaro se arrepienten por haber flechado y malherido a Pauácume II y Uápeani II, y tiempo después los mandaron asesinar en unas celadas.1611 El segundo ejemplo de guerra ritual presente en la parte histórica de la RM, lo encontramos cuando Taríacuri en su avanzada edad, quiso dejar bien asentados a sus sobrinos Hiripan, Tangáxoan y su hijo Hiquíngaje en el nuevo cú de Quereta parázicuyo (Tzintzuntzan), para esto requirió de cautivos para sacrificar y estrenar este nuevo templo de Curícaueri, y de personas sacrificadas para ser enterrado con ellos. Mandó a Chupítani con Várapame, señor de Pacandan, que también ya era viejo, para realizar una guerra ritual y conseguir prisioneros para sacrificar, y usarlos como estrado. La embajada de Chupínani consistió en decir que la pelea se librara en una sementara de maíz verde en la ribera, llamada Aráueni, probablemente cerca de la ribera de Ihuatzio. Chupítani llegó a Pacandan a media noche y le platicó la embajada a Várapame, quien empezó a llorar y aceptó la pelea, aunque reconoció el trasfondo político y que los uacúsecha estaban empezando la conquista de la cuenca, pues Várapame le dice a Chupítani: 1609 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, Pp. 38. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española. Compuesto por el Licenciado Sebastian Covarrubias Orozco, Capellan de su Magestad, Mastrescuela y Canonigo de la Santa Yglesia de Cuenca, y Consultor del Santo Oficio de la Inquisicion. Dirigido a la Magestad Catolica del Rey Don Felipe III. Nuestro Señor. Con privilegio. En Madrid, por Luis Sanchez, impressor del Rey N.S. Año del Señor M.DC. XI. Madrid, Luis Sánchez impresor del Rey, 1611, Letra J, P. 493. En adelante citado como Tesoro de la Lengva Castellana o Española. 1611 RM, Segunda Parte, Caps. VIII-IX, Pp. 38-45. 1610 400 ―…muy mal lo hace Taríacuri, ¿qué no mira la miseria que tenemos? Que quiere que nosotros seamos prencipio de los que se han de sacrificar en el cu nuevo en Michuacan [Tzintzuntzan], que aún no ha conquistado ningud pueblo y yo con los míos empienzo 1612 primero a estrenar los cúes y tenemos de ser sacrificados en el cu de Querétaro.‖ El pacto consistió en que los que murieran allí del bando contrario, servirían cómo estrado a Taríacuri y Várapame, aunque este último entregó a su gente a traición, para que no capturaran a todos los isleños de Pacandan. Várapame acordó en llevar 100 hombres a su sementera de maíz de regadío, y cuando pasaran a tierra firme, el principal que los llevaría, llamado Zipin canaqua, ordenaría a los remeros hicieran señas con los remos, y esa sería la señal para capturaran a los hombres de Pacandan; esta información es la que le dijo Chupítan a Taríacuri al regresar a Pátzcuaro. Después se arrepintió Várapame de la cantidad de hombres ofrecidos, y le ordenó a Zipin caraqua que fuera a Quereta parázicuyo, y les dijera a los sobrinos de Taríacuri que sólo serían 60 hombres. Hiripan y Tangánxoan no entendieron la embajada, y fueron a preguntarle a Taríacuri a que se refirió Zipin canaqua. Taríacuri les explicó cómo debían capturar a los hombres que enviara Várapame en Aráueni. Hiripan iría por la ribera de la laguna pasando por Patuquen, Hiuazi harata hasta llegar a Syuange, donde pondrá la celda. En cambio, Tangánxoan deberá ir por el camino derecho hasta Yuazi xanchácuyo, donde pondrá otra celada, esperando la señal de Zipin canaqua y los remeros. Después de escuchar a Taríacuri, regresaron a Quereta parázicuyo, hicieron flechas en la mañana y al anochecer, partieron a la guerra, yendo por donde les dijo Taríacuri. Al amanecer, llegaron los isleños a regar sus sementera, después de desembarcar, Zipin canaqua tornó a las canoas, y cuando se encontraba en medio de la laguna hizo la señal acordada, se levantaron las celdas dando grita, y como no tuvieron a donde ir los de la isla, los capturaron, y llevaron en procesión al cu nuevo de Quereta parázicuyo. Llevaron 40 prisioneros a Pátzcuaro para ser sacrificados, y 20 fueron dedicados al nuevo cu. ―Y así pasó aquella fiesta de la didicación de aquel cu. Y empenzaron otra vez a traer leña para los cúes y tornaron a cativar más de la dicha isla y hicieron otra entrada en un pueblo de Corínguaro llamado Yzíparámuco, y cativaron cien hombres.‖1613 Del relato anterior, vemos de nuevo que fue una guerra pactada con fuertes connotaciones rituales, pero en este caso, los prisioneros de Pacandan fueron entregados a traición, y parece ser que no eran guerreros, más bien campesinos, pues se dice que ―vinieron los de la isla a regar su sementera […] entonces levantáronse todos [los chichimecas] a una y dieron todos grita, y como no tenían dónde ir los de la isla, cativáronlos a todos…‖1614 Además también fue un movimiento político de Taríacuri para expandir más su influencia sobre los señoríos vecinos, pues sus herederos en Quereta parázicuyo eran la punta de lanza de la expansión hacía sus principales enemigos en Curínguaro. De hecho, Jerónimo de Alcalá hace un comentario al respecto, sobre la costumbre de hacer sacrificios para enterrar a los nobles, para estrenar el nuevo templo, y de sí Várapame entregó a su gente por costumbre o por miedo: ―Acostumbran los señores e señoras, cuando morían, de matar mucha gente consigo que decían que los llevaban para el camino y que aquellos eran su estrado y cama y que encima dellos los enterraban. Mataban algunos hombres y echábanlos en la sepultura, y encima de aquéllos ponían al señor muerto, y sobre él, ponían más muertos, así que no llegaba la tierra a él. Y aquellos muertos decian que era estrado de aquel señor que moría. Por eso Taríacury envió al señor de Pacandan que era viejo, que tuviesen pelea 1612 RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 119v, Pp. 130. RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 121, Pp. 133. Véase el Apéndice A, mapa II. 1614 RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, Pp. 132. 1613 401 los suyos unos con otros, por tener estrado de sus gentes cuando los enterrasen. Y hacíanlo también porque le diese el señor algunos de los suyos para sacrificar en aquellos cúes, que habían hecho sus sobrinos, como se los dió de miedo o por aquella 1615 costumbre que tenían entre sí los señores.‖ Autores como Marco Antonio Cervera Obregón han criticado la concepción idealizada de las ―guerras floridas‖ o rituales, donde masas de guerreros entraban en combate pero sin matarse entre sí, ―como podemos observar, esto resulta ilógico y se deriva de la creencia de los investigadores de la vieja guardia (e incluso de muchos estudiosos actuales) de que la guerra florida se compone de combates con armas que extrañamente no matan y permiten capturar al enemigo vivo para llevarlo al sacrificio, lo cual es bastante paradójico.‖1616 Gran parte de esta idea gira en torno a la idealización romántica de las sociedades prehispánicas, y a falta de información sobre el armamento prehispánico mesoamericano y su capacidad de provocar daño, esto también se ha considerado para el caso tarasco con esta concepción idealizada, pues se ha dicho que ―de todos estos datos [de las fuentes] se concluye que, al igual que los medios materiales, la mayor parte de las estrategias no estaban destinadas al asesinato del enemigo en el campo de batalla sino a su sometimiento y posterior muerte en la piedra sacrifical.‖1617 Sobre la cuestión del armamento, Cervera Obregón menciona que ―No se requiere ser un experto en culturas mesoamericanas para saber que un flechazo en el cuerpo o un buen golpe con un macuahuitl puede dejar al oponente gravemente herido y seguramente podían llegar a ocasionar la muerte. Nos preguntamos entonces cómo podían hacer los guerreros mexicas para utilizar sus armas con un efecto tan poco devastador como para evitar que su oponente muriera y llegara a ser capturado al cerrar filas. Obviamente no hay respuesta a una pregunta tan ingenua, la realidad está no en el diseño y/o uso de las armas sino en los objetivos mismos de las campañas militares. ¿O es que acaso las fuentes pueden reflejar los aspectos técnicos del uso de las armas mesoamericanas con todo lujo de detalle para poder asegurar con qué tipo de golpe y 1618 cómo hacerlo para herir de manera leve al oponente y capturarlo?‖ Un tercer tipo de guerra ritual practicada por los tarascos son las referidas como ―entradas‖, y son detalladas en el capítulo IV de la tercera parte de la RM, titulado ―de las entradas que hacían en los pueblos de sus enemigos‖. El cazonci mandaba traer leña de todo el territorio, y se realizaba la ceremonia de la guerra, donde se quemaban pelotillas de olores y se pronunciaban distintas oraciones, esta ceremonia era reproducida a nivel local en los pueblos. Los ejércitos se dirigían a las distintas fronteras del territorio, marchaban los distintos escuadrones ―y no iba ninguna mujer, mas todos eran varones‖. Los espías hacían reconocimiento del terreno para conocer los caminos y ríos de los pueblos enemigos, para que los ejércitos rodearan los pueblos, y antes de que pelearan, los espías llevaban sin ser vistos pelotillas de olores, plumas de águilas y flechas ensangrentadas para ponerlas secretamente en las sementeras, en la casa del señor o en el templo, con el fin de hechizar el pueblo. ―Entonces poníase cada uno en su escuadrón y hacían entradas y saltos donde andaba la gente, en las sementeras o en el monte, de noche, y porque no diesen voces, atábanles 1615 RM, Segunda Parte, Cap. XXV, ff. 119-119v, Pp. 129-130. CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas. Armas, técnicas de combate e historia militar del implacable ejército que conquistó Mesoamérica. España, Ediciones Nowtilus, (Colección Historia incógnita), 2011, P. 50 1617 Cf. MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2009, enero-junio, núm. 49, P. 17. 1618 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas…, Óp. Cit., P. 50. 1616 402 las bocas con unas como jáquimas de bestias y ansí los traían al real. Y traían aquellos a la cibdad y salíanlos a recibir los sacerdotes llamados cúritiecha y otros llamados opítiecha, con unas calabazas a la espaldas y unas lanzas al hombro. A la entrada dela cibdad, donde había dos altares, donde ponían los dioses que traían de la guerra y halagaban los cativos estos sacerdotes, que venían atados en unas cañas en el pescuezo; y saludábanlos y espenzaban a cantar con ellos, hasta traellos delante del caçonçi. Y dábanles a todos de comer y después metíanlos en una cárcel llamada curúzequaro, donde estaban hasta la fiesta que los habían de sacrificar. Esta manera susodicha tenían 1619 en sus entradas.‖ Recordemos la extrapolación sobre esta información, pues parece que estas ―entradas‖ eran tan sólo la antesala o primera fase de la guerra instrumental, cuyo objetivo era capturar prisioneros sin que hubiera combate ni heridos. Probablemente en este tipo de entradas participaban los jóvenes novatos que habían alcanzado la edad para participar en la guerra, bajo el cuidado y supervisión de guerreros más experimentados. Sin embargo, es interesante la información pues se mencionan los rituales para hechizar los pueblos, que era una actividad masculina, eran guerras donde no había ningún tipo de pacto sino más bien ataques por sorpresa, la captura se realizaba de forma furtiva en las partes alejadas del pueblo y de noche. A lo largo del relato histórico de la RM, se hace mención de que los señores hacían ―entradas‖ en los términos o límites de los señoríos enemigos, que probablemente pudieron ser guerras pactadas o regidas por el calendario, pero en la época de consolidación del Tzintzuntzan Irechequa, estas ―entradas‖ se insertaban ya en una dinámica estatal más amplia. Según Ricardo Aguilar, estas entradas deben de entenderse como razias,1620 que se realizaban en territorios fuera de las fronteras del Estado tarasco, donde los pobladores no reconocían la autoridad de Tzintzuntzan; estas ―entradas‖ estarían dirigidas a los gobernantes no subyugados para mostrar la capacidad bélica tarasca y que la guerra sólo tenía un emisor, el gobierno central tarasco.1621 La guerra instrumental La última forma de beligerancia, la guerra instrumental, es el tipo de guerra más común de la que podemos encontrar detalles en las fuentes, y a pesar de que se justificaba en la religión o cuestiones personales, como la venganza y desagravio de afrentas, entre los objetivos principales se encontraban conquistar los recursos naturales del territorio, usufructuar la fuerza de trabajo, apropiarse del plusproducto, e imponerse política e ideológicamente sobre el enemigo. Entre los ejemplos explícitos cuya motivación respondió a los mencionados, tenemos la expedición de Zurumban realizada en la Tierra Caliente al sur del lago de Zirahuén por consejo de Taríacuri: ―Y velarías siquiera dos noches y tomarías a tu diosa Xarátanga y irías a la guerra cerca de los términos de tus enemigos: a Hurechu y Cacángueo y a la Guacana y a Cuerapan, porque andan por allí pájaros colorados de los cuales hacen atavíos de pluma para tu diosa Xarátanga. Y allí hay un río, que dos veces se hacen cosas de comer en el año, de la fruta llamada tomates y ají y melones y algodón y ciruelas, que trairéis aquí a tu 1619 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. ―razia (Del fr. razzia, y este del ár. argelino ḡāzyah 'algara'.): 1. f. Incursión, correría en un país enemigo y sin más objeto que el botín. 2. f. Batida, redada.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. 1621 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesores: Gerardo Sánchez Díaz; Igor Cerda Farías. Morelia. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2005, P. 100. 1620 403 pueblo. Que trayéndolo sería tu pueblo como uno de los otros, donde nascen todas estas 1622 cosas.‖ Posteriormente a estas guerras, Taríacuri también realizó algunas acciones militares para obtener riquezas, y su cuñado Vresqua, señor de Curínguaro, se enteró y quiso exigirle tributo: ―"id a Taríacuri y decidle que habemos oído que hizo una entrada hacia occidente y trujo muchos plumajes verdes, largos y penachos blancos y plumas de papagayos y otras plumas ricas de aves y color amarilla de la buena y collares de turquesas y otras piedras preciosas y oro y plata de lo bueno y collares de pescados del mar y otras muchas cosas: que lo traigan aquí todo para nuestro dios Vréndequabécara, que aquellos no son atavíos de su dios Curícaueri, mas de Vréndequavécara"‖,1623 quien en lugar les dio flechas con pedernales de distintos colores simbolizando lo que pedían. Los conflictos por linderos de tierras entre los pueblos de la Meseta tarasca antes de la formación del Tzintzuntzan Irechequa también se documentan, y es probable que hayan existido algunas rencillas aun con la formación del Estado tarasco.1624 Pero el ejemplo por antonomasia de los tres tipos de guerra mencionados en la RM y practicados por los tarascos, y cuyos objetivos religiosos, rituales, políticos y económicos no pueden ser separados, fue la formación de un solo reino. Con una guerra total o absoluta, Taríacuri y su herederos llevaron a cabo la destrucción de los dos señoríos rivales más poderosos de Taríaran y Curínguaro con la que se iniciaría la campaña de expansión territorial del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, cuyo objetivo explícito fue precisamente la conquista del territorio, apropiarse de la fuerza de trabajo, extraer el plusproducto de los pueblos sujetados, la imposición política e ideológica de los tarasco-uacúsecha. La consolidación del triunvirato se logró al haber realizado el tipo de guerra instrumental, que sirvió para sostener una economía política planificada que le permitió la movilización de miles de guerreros por su territorio. Al alcanzar una extensión territorial dilatada, el Tzintzuntzan Irechequa entró en conflicto con otras entidades políticas mesoamericanas, por lo que entró en conflicto con ellas, y fue necesaria la expansión y defensa territorial de la entidad política tarasca; una forma de demostrar su poder fue la práctica de la guerra ritual por medio de ―entradas‖ que se hacían en los pueblos enemigos. 1622 RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 95v, P. 82. RM, Segunda Parte, Cap. XIX, f. 99, P. 89. 1624 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 113-133v, Pp. 117-118. 1623 404 26. LA VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA: EL EJÉRCITO TARASCO ―El ejército se ha convertido en finalidad principal del Estado, ha llegado a ser fin en sí mismo; los pueblos no existen ya más que para suministrar y alimentar soldados. El militarismo domina y se traga a Europa.‖ 1625 Federico Engels, Anti-Dühring, 1878 Las palabras que escribió Engels sobre la Europa decimonónica bien podrían aplicarse para el caso mesoamericano, especialmente para el periodo del Posclásico Tardío, donde las fuentes nos hablan de las sociedades militaristas que existieron antes de la llegada de los europeos en el siglo XVI, tal y como hemos mencionado en el primer apartado de este capítulo. Una característica fundamental de la guerra es que es la violencia mortal recíproca entre grupos humanos organizados para tal efecto. En las sociedades complejas, como lo son las que están organizadas bajo el Estado, éste tiene los recursos y medios de una economía política para sostener contingentes de guerreros profesionales, proporcionales entrenamiento, organizarlos con disciplina y dominarlos bajo prácticas castrenses e ideológicas.1626 Los ejércitos de las sociedades estatales sirven tanto para mantener el orden interno, como para defenderse de amenazas externas o subyugar otros pueblos. Sobre el ejército tarasco no contamos con tantas fuentes como para conocer todos los detalles, pero la información existente nos permite tener una idea del brazo armado que le permitió al Tzintzuntzan Irechequa convertirse en una potencia mesoamericana.1627 Los ejércitos del cazonci se conformaban por la población avasallada masculina que habitaba dentro del territorio dominado por los tarascos, y a pesar de que probablemente existía un ejército profesional o semi-profesional, como veremos más adelante, el grueso de los ejércitos se debía a la participación de los purépecha o gente común, que aparte de fungir como guerreros cumplían ciertas funciones auxiliares en la guerra.1628 Esto, la conformación de los ejércitos mesoamericanos de población no profesional, ha llevado últimamente a preferir la nomenclatura de ―milicias‖ en el 1625 ENGELS, FEDERICO. Anti-Dühring. La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring. Traducción de Manuel Sacristán Luzón. 2ª edición, México, Grijalbo, (Colección ―ciencias económicas y sociales‖), 1968, Sección Segunda-Economía política, ―III. La teoría de la violencia y el poder (continuación)‖, P. 164 1626 LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados…, Óp. Cit., P. 94. 1627 Son pocos los autores que han puesto atención a los ejércitos tarascos, y que han dedicado parte de sus trabajos, al tema del presente apartado. En nuestras pesquisas sólo hemos encontrado que Helen Pollard dedicó un apartado titulado ―tarascan warfare‖, donde mencionó el armamento y número de los escuadrones; y Ricardo Aguilar tocó de forma más amplia el tema en un aparato llamado ―violencia, ―poder‖ y ―fuerza‖; normas sociales y el ejército tarasco.‖ PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state. Oklahoma, University of Oklahoma Press, (The civilization of the American Indian series vol. 209), 1993, Pp. 105-108; AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., Pp. 231-259. 1628 Ulises Beltrán mencionó que ―la gente común proporcionada por el pueblo sólo contribuía en el transporte del material necesario para la campaña, de modo que la guerra sólo peleaban los miembros de la élite‖, sin embargo, esto es inexacto, también la gente común combatía, como veremos adelante. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, en: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Primera parte, Pp. 97, y la misma idea en 105. 405 sentido de población que toma las armas en tiempo de necesidad,1629 no obstante el significado que proporciona Covarrubias de ejército es ―EXERCITO, Llamase exercito vna gran copia de gente de guerra, ayuntada de muchas capitanías‖. 1630 Aunque milicias puede ser una nomenclatura más adecuada, la definición antigua de ejército también corresponde con la información existente; ambos términos hacen referencia a los grupos que realizaban la guerra, nosotros los nombraremos ejércitos al ser consignados así en las fuentes. A parte de que los ejércitos estaban conformados en su mayoría por la clase dominada, los diversos grupos étnicos acrecentaban las flechas de Curícaueri, es decir, los distintos pueblos no tarascos también tenían que participar en la guerra por órdenes de la clase dominante. La RM menciona a distintas etnias y pueblos que iban a las guerras: chichimecas, chontales, cuitlatecas, escomaecha, matlatzincas, otomíes, ocúmecha, betama, vetamaecha, los de Tuspa, los de Tamaçula y los de Capotlan;1631 la mayoría de estos grupos se encontraban en la zona de asimilación y en la zona de exclusión resguardando las fronteras, y para luchar fuera de ellas cuando los ejércitos tarascos hicieran alguna guerra a los pueblos enemigos. En el diccionario de Maturino Gilberti, encontramos varias palabras que nos remiten a diversos aspectos de la violencia mortal entre grupos, y que nos permiten tener noticias del vocabulario bélico prehispánico tarasco. Dos vocablos fueron usados para traducir ―guerra‖, purecuqua y quacaraqua. Estas dos palabras son radicales en muchas otras palabras para traducir conceptos bélicos castellanos al tarasco del siglo XVI: ―Guerra hazer. purecuhpeni. qhuacarahpeni‖, ―Guerreador. purecuti. qhuacarati, ―Guerrero. lo mesmo es que guerreador‖, ―Batalla o guerra. purecuquaro‖, ―Batalla o exercito. purecucha‖, ―Batalla pelear. purecuni. vel. qhuacarani‖, ―Qhuacaraquaro. lugar de la guerra‖, ―Qhuacarani. pelear, o guerrear‖, ―Qhuacarati. Guerrero‖, Peleador. thzendahperi. purecuhperi‖.1632 ―Exercito‖, ―Hueste gente de guerra‖ o Vueste de gentes‖, se tradujo por purecucha.1633 Tamaño de los ejércitos del cazonci El tamaño de los ejércitos mesoamericanos ha sido tema de debate en la historiografía, debido a que las fuentes que se escribieron durante y después de la conquista tendieron a ser poco objetivas y exagerar el número de guerreros indígenas para enaltecer las hazañas de conquista. Incluso esto fue notado por varios participes y testigos de la conquista, como Bernal Díaz del Castillo, quien en su historia criticó a varios cronistas, en especial a Francisco López de Gómara, por exagerar el número de pobladores y guerreros durante la conquista de México: 1629 ―MILICIAS. Se llaman los cuerpos formados de vecinos de algun Pais ò Ciudad, que se alistan para salir a campaña en su defensa, quando lo pide la necessidad, y no en otra ocasión.‖ REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Dedicado al Rey Nuestro Señor Don Phelipe V. (Que Dios Guarde) A cuyas reales expenses se hace esta obra. Compuesto por la Real Academia Española. Tomo Quarto. Que contiene las letras G.H.I.J.K.L.M.N. Con privilegio. En Madrid: En la imprenta de la Real Académia Españóla: Por los Herederos de Francisco del Hierro, Año de 1734. Madrid, imprenta de los Herederos de Francisco del Hierro, Tomo IV, 1734, P. 568. En adelante citado como Diccionario de lengua castellana o de autoridades. 1630 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra E, P. 392. 1631 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. 1632 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 445, 285, 137, 138, 535. 1633 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 285, 458 y 615. 406 ―…también dice este coronista [Gómara] que iban tantos mil millares de indios con nosotros a las entradas, que no tiene cuenta ni razón en tantos como pone, y también dice de las ciudades y pueblos y poblazones que eran tantos millares de casas no siendo la quinta parte, que si se sumara todo lo que pone en su historia son más millones de hombres que en todo el Universo están poblados, y eso se da poner ocho mil que ochenta mil, y en esto se jactancia, creyendo que va muy apacible su historia a los 1634 oyentes, no diciendo lo que pasa.‖ Para el caso tarasco también tenemos este tipo de exageraciones. Francisco Cervantes de Salazar escribió más de 30 años después lo que le relató Francisco Montaño de su expedición a Michoacán, tiempo antes de que se conquistara. Según esto, Montaño con tres españoles y sus aliados indígenas ―…ya que llegaban media legua pequeña de la ciudad de Mechuacán, aquel gran señor, que por momentos estaba avisado [cazonci] para mostrar su poder y la voluntad que á los nuestros tenía, mandó salir ochocientos señores vestidos de fiesta, que cada uno tenía á diez é á doce mili vasallos ; salieron con ellos tantos de los suyos y del gran señor, que cubrían los campos…‖;1635 Benedict Warren menciona que ―esto constituiría un ejército de ocho a nueve millones seiscientos mil guerreros.‖1636 Hacia mediados del siglo XVIII, Lorenzo Boturini (1698-1755), relató tardíamente un acontecimiento sin proporcionar ninguna fuente, donde se menciona una embajada enviada por Cuauhtémoc para pedir auxilio a Tangáxoan II para combatir a los españoles. El relato menciona que el cazonci reunió 200,000 combatientes vasallos suyos, en unos llanos llamados ―de Avalos‖ (¿los Pueblos de Avalos?), 100,000 eran tarascos y 100,000 eran teochichimecas, pero por un augurio en el cual una hermana del cazonci murió y revivió, ella le advirtió que no enviara los refuerzos para combatir a los españoles.1637 Antes de dilucidar el problema sobre el número de guerreros en los ejércitos del cazonci, debemos tomar en cuenta que ―la magnitud de los ejércitos prehispánicos fue variable; dependió de la relativa importancia de la campaña, del tipo de guerra que se tratara, del monto del ejército enemigo y, desde luego, de la propia constitución del conjunto armado: es decir, de si lo conformaban cuerpos regulados de soldades [sic.] en forma exclusiva, de si se 1634 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y Notas, Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975, Cap. CXX, P. 267. Cabe mencionar que Bernal Díaz también proporcionó cifras infladas, un ejemplo es cuando llegó con Grijalva a las costas de Tabasco el 12 de marzo de 1519, dice que ―estaban juntos en el pueblo más de doce mil guerreros aparejados para darnos guerra…‖, pero en el manuscrito se encuentra tachado ―veintiocho mil‖. Ibíd., Cap. XXXI, P. 50, y nota a pie núm. 21. 1635 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. Prólogo de Manuel Magallón y Cabrera. Madrid, The Hispanic Society of América-Tipografía de la ―Revista De Archivos‖, 1914, P. 771. 1636 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2 ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI) 1989, P. 43. Recuérdese que los cálculos más elevados sobre el número de habitantes en el Tzintzuntzan Irechequa antes de la conquista, proporcionan la cifra de 1.3 millones de habitantes. 1637 BOTURINI BENADUCI, LORENZO. ―Catalogo del Museo Historico Indiano del Cavallero Lorenzo Boturini Benaduci, Señor de la Torre, y de Hono, quien llegò a la Nueva España por Febrero del año 1736. y à porfiadas diligencias, è immensos gastos de su bolsa juntò, en diferentes Provincias, el siguiente Tesoro Literario, que và especificado, y divido segun los varios assuntos de las Naciones, è Imperios antiguos de los Indios, y puede servir para ordenar, y escribir la Historia General de aquel Nuevo Mundo, fundada en Monumentos indisputables de los mismos Indios‖, en: BOTURINI BENADUCI, LORENZO. Idea de una Nueva Historia General de la America Septentrional. Fundada sobre material copioso de figuras, symbolos, caractères, y geroglificos, cantares, y manuscritos de autores indios, ultimamente descubiertos. Dedicala al Rey Ntro. Señor en su Real, y Supremo Consejo de las Indias. Madrid, Imprenta de Juan de Zúñiga, 1746, Pp. 26-28. 407 agregaban a éste contingente de servidores de oficio en la guerra o de grupos de 1638 varones de la población común.‖ A pesar de que en las fuentes del Michoacán prehispánico se enumeran cifras que podrían considerarse exageradas, lo cierto es que al menos en la RM, las cifras que se proporcionan al hablar del número de guerreros parecen ser fiables, si las comparamos con los ejércitos que podían movilizar las sociedades preindustriales, tomando en cuenta las palabras de Lameiras sobre las causas, objetivos y magnitud de los ejércitos en las guerras. En la parte etnográfica de la RM, se menciona que los ejércitos se componían de ―escuadrones‖ de 400 hombres, con una bandera de plumas y un ―capitán‖, generalmente el cacique del pueblo o un señor.1639 A las unidades del ejército, el fraile compilador de la RM también las nombró como ―batallón‖ o ―batallones‖, y ―capitanías‖.1640 Sebastián de Covarrubias definió ―BATALLON, vn cierto esquadron de gente bien armada y apercibida, y vnida entre si‖, ―escuadrón proviene de ―ESCVUADRA, cierto numero de soldados en compañia y ordenança. Lat. manipulus, cohors. Cabo de esquadra, cap[itan] de esquadra, cabeça de esquadra. Esquadra de galeras, termino vsado, in re nautica. ESQVADRON, dize mas que esquadra, parte del exercito, que por lleuar forma quadrada se dixo esquadron‖, mientras que una capitanía era una compañía de soldados subordinada a un capitán.1641 Gilberti registró ―Escuadron batalla. vmbanumbanandequa purecuhperaqua‖, ―Capitania assi. vrerucytsperaqua. vel. angauatahperaqua‖ y ―Capitania assi. auandaqua. vhcambetiequa‖.1642 Si utilizamos esta información para leer los pocos datos que menciona la parte de histórica de la RM, podemos suponer el tamaño de los ejércitos antes de la formación del Estado tarasco, aunque serían sólo eso, conjeturas realizadas bajo los principios teóricos de la imaginación histórica.1643 Entre las referencias nos encontramos, por ejemplo, con la venganza de Ziránziráncamaro de los de Narajan que pidieron ayuda a Oresta, señor de Cumanchen, para atacar a Ireti Ticátame con posiblemente 400 guerreros: ―Y juntáronse sus cuñados [de Ireti Ticátame] con los de Cumanchen y hicieron un escuadrón y en amaneciendo estaban todos en celada, puestos cabe un agua que está junto, allí en el pueblo; y pusieron allí una señal de guerra: un madero todo emplumado, para que la viesen los de Ticátame y saliesen a pelear.‖1644 Un ejemplo más de venganza, es cuando Chánshori, el suegro de Taríacuri, persiguió a éste por haber repudiado a su hija como esposa, casándose con otra mujer ―Y tornaron los de Curínguaro a querer destruir a Taríacuri, y llevaron su gente de guerra y cercaron a Taríacuri. Y allí dió Curícaueri, a sus enemigos, camorras y embriaguez y estropezamiento. Y empenzaron a andar desatinados, los enemigos, y cayeron todos en el suelo y abrazábanse unos con otros y ansí iban al pie del cu, donde unas viejas los subían al cu, que no los tomaban hombres, y allí los sacrificaban los 1638 LAMEIRAS OLVERA, JOSÉ. Los déspotas armados…, Óp. Cit., P. 90. RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. Ricardo Aguilar utiliza esta información para calcular el tamaño del ejército en la zona central tarasca. AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., Pp. 244-245. Líneas abajo trataremos más ampliamente la organización de los ejércitos del Estado tarasco. 1640 RM, 17v, 33, 42v, 122v, 123 y 133v, Pp. 196, 227, 246, 136, 137 y 158. 1641 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra B, P. 126v, Letra, P. 380v, Letra C, P. 195v-196. 1642 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 416 y 307. 1643 Véase el apartado sobre la historia y la investigación del pasado del capítulo I de la presente investigación. 1644 RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23. 1639 408 sacerdotes de Curícaueri, que estuvieron todo un día sacrificando; y llegaba la sangre al pie del cu, y después iba un arroyo de sangre por el patio. Y pusieron en unos varales 1645 las cabezas de los sacrificados, que hacían gran sombra.‖ El texto no proporciona información sobre el número de la gente de guerra, pero la lámina X que ilustra ese capítulo, muestra un ejército donde hay cuatro alféreces portando las banderas de plumas. Si interpretamos que cada alférez representa un escuadrón de 400 guerreros, tenemos un ejército de 1600 hombres, esta cifra puede parecer elevada dentro del contexto del relato, pero tiempo después cuando los chichimecas estaban a punto de conquistar Yzíparámucu, pueblo sujeto a Curínguaro, el señor de éste llamado Zinzuni pidió auxilio a sus sobrinos, los señores de Curínguaro llamados Cando y Huresqua, pero estos le contestaron a la embajada: "…dice nuestro tío [Zinzuni]: ¿por miedo de quién dice esto? ¿Quién nos ha de conquistar? ¿Qués aquello que dice, no es humo por miedo del cual dice esto, mirando las ahumadas? Todos los que las hacen pueden andar si no veinte hombres en cada parte. Si fuésemos a ellos, ¿habría para que tomásemos [cautivo] cada uno [de nosotros] el suyo? Si fuésemos a ellos cada ciento de nosotros ¿no tomaría [cautivo cada uno de nosotros] el suyo porque aquí hay falta o carestía de gente? Porque 1646 nosotros solos lo ocupamos todo y estamos hechos un piélago. ¿Dónde es de agora ser Corínguaro? Porque de todo en todo es población divina y tiene canas de muy antigua población y las piedras de los fogares han echado muy hondas raíces. ¿Quién 1647 ha de venir a destruirnos? Esto es lo que le diréis". Vemos pues que según el relato, Cando y Huresqua se jactaron de ser un mar de gente, lo que probablemente no dificultó reunir un ejército superior a los 1000 guerreros. Un dato más a considerar de la respuesta de los señores curinguareños, son los números que supusieron eran los guerreros chichimecas, 20 guerreros, y que si fueran 100 curinguareños, no habría enemigos suficientes para capturar. Esto es importante pues nos habla de los números de guerreros que componían las diferentes unidades de los ejércitos en la cuenca de Pátzcuaro antes de la hegemonía uacúsecha, números que se computan en el sistema vigesimal. Parece que un ejército de 800 era una fuerza promedio para realizar guerras rituales y disuadir de un ataque a otros señoríos en tiempos de Taríacuri. En una ocasión en que sus sobrinos casi lo atacan por accidente, ellos eran dos escuadrones: ―Y tomaron algunos que fuesen a ser atalayas. Y siendo ya hora de comer dijeron Hiripan y Tangáxoan, que estaban en sus celadas cerca de aquel lugar donde estaba Taríacuri con los suyos, holgándose: "levantemos a nuestro dios Curícaueri, que ya es medio día, porque no tengamos nosotros la culpa desto". Y juntáronse todos y pusiéronse unos cobertores de hierba encima de las cabezas y venían todos en dos alas, por dos caminos, hacia el pueblo. Y viéronlos venir los viejos [de Taríacuri] que estaban en atalaya y dieron voces que venían sus enemigos, que lo fuesen a decir a Taríacuri, que se fuese delante por amor de las mujeres; que venían dos escuadrones y venían encubiertos las cabezas con hierba y venían acachados. Y las mujeres, como oyeron estas nuevas, que no las habían acabado de decir, huyeron todas por muchas 1645 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 97-97v, Pp. 85-86. Covarrubias definó ―PIELAGO, lo profundo del mar[,] Latine pelagus: por translacion llamamos pielago vn negocio dificultoso de concluir, que no le halla pie el que entra en el‖; mientras que el Diccionario de lengua castellana o de autoridades se da la lección ―PIELAGO. Por semejanza se llama todo aquello que por su abundancia y copia, es dificultoso de numerar o contar.‖ En la actualidad, por piélago se entiende por mar. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española… Óp. Cit., Letra P, P.588; REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. V, P. 267; ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. 21ª edición. Espasa-Calpe, España, T. I, 2010, P. 1599. 1647 RM, Segunda Parte, Cap. XXVIII, f. 125, P. 141. 1646 409 partes hacia el pueblo y levantaron gran polvareda a la ida y había gran ruido en liar las 1648 alhajas…‖ Y cuando Taríacuri determinó dar muerte a su hijo Curátame, lo engañó diciéndole que sus primos Hiripan y Tangánxoan ocupaban ayuda para defenderse de dos escuadrones de los isleños: ―Y envióle Taríacuri a decir a su hijo Curátame, con Chupitan, que le dijese que venieron sus sobrinos a él con mucha pena, que le dijeron que hay dos escuadrones, uno de los isleños de Pacandan y otro de la isla de Xaráquaro, y dicen que no bastan para ellos, quél tiene muchos criados, que deje si quesiere el vino y que se bañe y entre una noche en la casa de los papas y a la mañana, que se parta y pase la laguna y que al 1649 tercero día, vaya [a] ayudalles.‖ Un último ejemplo del posible número de guerreros en los ejércitos prototarascos, lo encontramos en los pasajes que refieren el inicio de la expansión uacúsecha-isleña y la conquista de Taríaran. Los sobrinos e hijo de Taríacuri decidieron vengar una afrenta que sufrieron por parte de Hiuacha, señor de Taríaran. Cuando vio la determinación de sus herederos, Taríacuri a través de alianzas, logró reunir un gran ejército capitaneado por señores chichimecas e isleños, procedente de los pueblos Querétaro (Tzintzuntzan), Pátzcuaro, Cumachen, Erongaríquaro, Hurichu y Pichátaro. Una propuesta para intentar hacer un cálculo sobre el tamaño de este ejército, podría ser la siguiente: Querétaro (Tzintzuntzan) con un escuadrón capitaneado por Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngare; Pátzcuaro y los pueblos isleños con 10 escuadrones, capitaneados por Cueçe, Cassímato, Quiriqui, Quacángari, Anguáziqua, Capáuaxanzi (valientes hombres) y Zapíuatame, Zanneta, Chapata y Atache hucane (principales isleños), y 4 escuadrones de los pueblos de Cumachen, cuyo señor era Huresta, Erongaríquaro, Hurichu y Pichátaro (Thiban probablemente era señor de uno de estos tres pueblos); un total de 15 escuadrones conformados de 6000 guerreros. Esta cifra tal vez podría aclarar por qué cuando los herederos de Taríacuri se quejaron ante él, se jactaron de ser muchos guerreros: ―Y contáronle lo que les dijo Hiuacha, el señor de Taríaran. Y díjoles Taríacuri: "pues, hijos, ¿qué decís? ¿Pensáis de pelear?". Dijeron ellos: "sí, padre, que habemos de pelear, pues que estás vivo, vernos has cómo vamos a morir, porque no digas que queremos estar y vivir nosotros, morir queremos y verás nuestra muerte". Díjoles Taríacuri: "¿qué decís, hijos? ¿Quién tenéis en vuestra compañía para querer pelear y hacer guerra a los otros?". Dijeron ellos: "¿por qué, padre, no habemos de tener compañia? Muchos somos. Ahí está un prencipal llamado Cueçe y Cassímato y Quiriqui y Quacángari y Anguáziqua y Capáuaxanzi, que son valientes hombres de los nuestros. Y de los isleños, ahí están: Zapíuatame y Zanneta y Chapata y Atache hucane, que eran de los antepasados de don Pedro que es agora gobernador, que se hecieron amigos de los chichimecas. Paréscenos que somos hartos". Díjoles Taríacuri "¿Qué decís, hijos? Vosotros que tanto ha que encopezastes a querer hacer guerra. Como quien dice mucho tiempo ha que empezastes y diestros estáis. No quiero quebrar vuestras palabras ni estobar vuestro parecer. Déjame primero hacérselo saber a Huresta, señor de Cumanchen, que es muy creíble como mochacho, quél será con nosotros y se juntará con [n]osotros. Y si no bastare con esta ayuda, levantarnos hemos todos y iremos todos a un señor llamado Thiban, por tener favor y guarda en él, ques muy 1650 valiente hombre.‖ 1648 RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 107v, P. 106. RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, f 121v, P. 134. 1650 Cuando Taríacuri les indicó el plan de batalla a sus sobrinos e hijo, les dijo ―Vosotros habéis de ir por aquí, y los de Cumanchen por aquí; y los de Eróngariquaro y Hurichu y Pichátaro, irán por este camino, que ya vienen, que yo les señalé que viniesen mañana.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 129v, P. 150. 1649 410 Un ejército de esta magnitud podría explicar la conquista de los dos principales rivales de los uacúsecha, Taríaran y Curínguaro, y de la cuenca de Pátzcuaro en un tiempo relativamente corto, ya mediante alianzas que degeneraron en sujeción, intimidación o por conquista violenta. Pero es para el periodo en que ya estaba constituido el Tzintzuntzan Irechequa, que las fuentes consignan con más detalle a las masas de guerreros que en tiempos de necesidad se podían movilizar. Según las fuentes del centro de México, cuando Axayácatl intentó conquistar Michoacán durante el reinado de Tzitzíspandácuare en 1476-1477, los mexicas reunieron un ejército de 24,000 combatientes según Diego Durán, o 32,300 según Alvarado Tezozómoc, mientras el ejército tarasco se compuso de 40,000, y Tezozómoc elevó la cifra hasta los 50,000 guerreros.1651 Ambas versiones de la batalla intentan idealizar la guerra emprendida contra los tarascos por parte de los mexicas, y tal vez el número de guerreros está exagerado, aunque la RM menciona como le costaron miles de bajas a los tarascos llevar la guerra al otro lado de la frontera, cuando ―Zizíspandáquare hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en dos veces, diez e seis mil hombres.‖1652 Es probable que en una emergencia el Estado tarasco pudiera convocar tantos miles de combatientes; cuando la expedición de Cristóbal de Olid llegó a Taximaroa, Tzintzincha Tangáxoan mandó correos a toda la provincia para que llegara toda la gente de guerra a Tzintzuntzan para defenderla, y a Cuiniarángari y a un principal llamado Muçundira los mandó a hacer gente de guerra a Taximaroa, ―y juntóse toda la gente de Vcáreo y Acánbaro y Araro y Tuçantlan, y estaban todos en el monte con sus arcos y flechas.‖1653 Cuiniarángari fue capturado, pero se le envió a Tzintzuntzan para que le dijera al cazonci que los españoles venían en son de paz, que se quería reunir con el cazonci, y que los tarascos quitaran las emboscadas sí las tenían preparadas. Según el relato de Cuiniarángari, precisamente eso fue lo que hizo: ―Y vínose delante, de priesa, y halló ocho mil hombres de guerra en un pueblo llamado Ýndeparápeo, y venía un capitán con ellos llamado Xamando, y díjoles don Pedro: "devidíos y íos de aquí que no vienen enojados los españoles, mas vienen alegres; que el cazonçi ha de venir a rescibillos a Quangáçeo, que ansí me lo dijeron que se lo dijese, y a esto vengo; ios a vuestras casas". Y despidióse de aquella gente y vino más adelante a un lugar llamado Hetúquaro, unos ques questán en el camino viejo de México, y halló también ahí otros ocho mil hombres en una celada y díjoles: 1654 "levantaos, dividíos, que yo vengo".‖ Vemos pues como en el camino entre Tzintzuntzan y Taximaroa que tenía que cruzar la expedición de Cristóbal de Olid, los tarascos reunieron por lo menos 16,000 combatientes listos para guerrear, por lo que en una contingencia probablemente podría triplicarse el número de guerreros traídos de varias regiones del Tzintzuntzan Irechequa, si seguimos las fuentes sobre el intento de invasión de Axayácatl. Ricardo Aguilar propone la existencia de un ejército profesional acantonado en la zona nuclear tarasca de 12,800 guerreros, basándose en el número de banderas que proporcionaban las tres ciudades principales:1655 Tzintzuntzan 200 banderas con 8000 guerreros, Pátzcuaro e Ihuatzio 40 banderas con 1600 efectivos, y un estimado de otras 4 banderas 1651 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, Pp. 281-282; ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI. Anotada por Manuel Orozco y Berra. 4ª edición. México, Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa de Historia núm. 61), 1987, Cap. LII, Pp. 420-421. 1652 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138v, P. 168. 1653 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 44v-45, Pp. 250-251. 1654 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45v, P. 252. 1655 ―Y tomaban los de la cibdad doscientas banderas de su dios Curícaveri, de plumas blancas, y de Cuyacan cuarenta, y de Pázcuaro cuarenta…‖. RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. 411 proporcionadas por otras poblaciones, otros 1600, con un total de 12,800.1656 El número de efectivos que estima Ricardo Aguilar nos parece probable, aunque no comprendemos la forma en que realizó los cálculos, pues por cada escuadrón no está computando 400 guerreros (200 banderas x 400 efectivos=80,000 hombres), sino 40 guerreros (200 banderas x 40 efectivos=8000 hombres).1657 Ricardo Aguilar también menciona que el número de efectivos al ir a una campaña en las fronteras podría aumentarse hasta 16,000 guerreros del corazón político tarasco, y que esa cifra se podría duplicar con los efectivos proporcionados por los pueblos fronterizos, es decir 32,000: ―Consecuentemente, la estimación de la cantidad de escuadrones y soldados que podrían ser reunidos en un sitio específico rebasa grandemente la estimación de 12,800 que habíamos considerado anteriormente. Sin embargo, también debemos contemplar que cada población no-tarasca podría suministrar un número diferente de soldados dependiendo de su demografía y de la posición geográfica defensiva que guardara en relación con la accesibilidad de bienes estratégico o las pretensiones del Estado mexica 1658 o de los gobiernos locales y corporados adyacentes al territorio estatal‖ El mejor ejemplo de como el número de efectivos presentes en un lugar dependió de estos factores, es la fortaleza tarasca de Cutzamala, que era sustentada por los tributos de los pueblos vecinos, y su valor estratégico era fundamental para resguardar la frontera sureste del Estado tarasco en la Tierra Caliente contra los ataques mexicas, y realizar contraataques en territorio de estos: ―El tributo que daban al rey de Mechoacan era llevarle las cosas ya d[ic]has, y hacer sementeras de maíz, el cial por vía de tributo llevaban al pu[ebl]o de Cusamala, que está [a] seis leguas de este pu[ebl]o [de Sirandaro], y allí se distribuía y gastaba porque tenía en aquel pu[ebl]o de Cusamala, el rey de Mechoacan, más cantidad de diez mil indios soldados, que seguían la guerra contra los de Méx[i]co y guardaban aquella 1659 frontera y corrían hasta la provincia de Ostuma, que eran de MONTEZUMA.‖ Dos ejemplos más que podemos dar sobre el número de guerreros que conformaban los ejércitos tarascos, los tenemos ya cuando estos participaron con los españoles en la exploración y conquista de otras regiones mesoamericanas: Cuando Hernán Cortés le mandó a Tzintzincha Tangánxoan que llevara unas anclas para el astillero que quería construir en Zacatula, el cazonci le encargó la tarea a Cuiniarángari, quien las llevó junto a dos españoles, y 1600 tarascos.1660 Y cuando Tzintzincha Tangánxoan le mandó a Cuiniarángari vengarse de Timas y otros señores que quisieron que se ahogara en el lago antes de la venida de los españoles, ―partióse y llevó cuarenta hombres consigo, cada uno con sus porras…‖.1661 Ya mencionamos como Francisco Montaño en su expedición a Tzintzuntzan, dio la cifra imposible de 8,000,000 a 8,600,000 gentes de guerra para recibirlos; tiempo después, cuando llegó la expedición de Cristóbal de Olid con la misión de subyugar el reino de Michoacán por órdenes de Hernán Cortés, el cazonci sabiendo esto, preparó la defensa y mandó llamar gente de guerra por toda la provincia. Benedict Warren menciona dos testimonios que dan estimaciones del número de gente que llegó en defensa de la capital tarasca: uno es de 1656 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., P. 245 1657 Ibíd., P. 245 1658 Ibíd., P. 246. 1659 DÍAZ BORREGO, BARTOLOMÉ. ―Relación de Sirándaro‖ [1 de noviembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266. 1660 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. 1661 Ídem. 412 Jorge Carrillo que participó en dicha expedición, afirmó que hubo 200,000 guerreros cuando llegaron a Tzintzuntzan: ―…vido que el dicho Cazonci, padre de don Antonio, estaba muy prospero e rico de mucho oro e plata que tenía e de mucha gente bien aderezada de armas conforme a la usanza de esta tierra, y tenían muchos bastimentos, por lo cual le parece a este testigo, que se pudieran defender de los españoles y hacerles mucho daño porque les salió a recibir más de doscientos mil hombres de los naturales de la dicha provincia de Michoacán con sus armas, e traían por Capitán General a un principal que se llamaba 1662 Hucheçilçe [Huitzitziltzi]…‖ El otro testimonio es del jesuita Francisco Ramírez, ―que al parecer se basó en tradiciones de los nativos, da como número para los soldados tarascos, ochenta mil‖:1663 El texto de Francisco Ramírez dice que ―enviando después [Hernán Cortés] a Cristóbal de Olid por capitán general de esta provincia, al cual salió a recibir el mismo Cazonci, con más de ochenta mil hombres y grandes presentes, a los llanos entre Capula y Guayangareo.‖1664 La cifra de 80,000 aunque elevada, nos parece más verosímil que los 200,000 que mencionó Jorge Carrillo, teniendo en cuenta que testimonios posteriores, mencionan como cuando llegaron los españoles, los pueblos tarascos quedaron vacíos por ir a Tzintzuntzan.1665 Años después, cuando Nuño de Guzmán ordenó a Tzintzincha Tangánxoan que le proporcionara armamento y bastimentos, también lograron reunirse 8000 hombres para su campaña de conquista de Jalisco,1666 y el cazonci fue acusado de haber reunido un ejército de 8000 guerreros para emboscar a los españoles en Cuniao, según el testimonio de don Pedro arrancado bajo tortura, ―ay dies vezes ochocientos onbres‖,1667 es decir 8000 de acuerdo al cómputo vigesimal mesoamericano. Ricardo Aguilar menciona que ―de cualquier forma, manejando cifras que consideramos conservadoras y teniendo en cuenta que por el momento no nos permiten conjeturar algo diferente, el ejército tarasco se encontraba concentrado en el corazón político y ninguna entidad al interior le equiparo en número y calidad.‖ 1668 Nosotros no concordamos con las propuestas de Ulises Beltrán1669 y Ricardo Aguilar sobre ―la 1662 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo General de Indias (en adelante AGI), legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 37v. Paleografía de Angélica J. Afanador Pujol y J. Ricardo Aguilar González, revisión y corrección de René Becerril Patlán. 1663 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 59. 1664 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este colegio de Michoacán, y de su progreso y aumento‖, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio, Edición, Notas y Apéndice de German Viveros. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1987, P. 69. 1665 ―…salió electo por Rey de Tzintzontzan [Tzintzincha Tangánxoan] y este mando que se juntasen todos los naturales de todo el reino. Luego sin dilacion ninguna se juntaron sin que quedara persona ninguna…‖. ―Códex Plancarte‖ [presentación y paleografía del documento de Nicolás León], en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 245. En adelante citado como ―Códex Plancarte‖. 1666 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 57v, P. 276. 1667 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530. Morelia, Frente de Afirmación Hispanista, 1997, P. 103. 1668 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., P. 246. 1669 ―Por otra parte, la resistencia militar a los mexicas y el freno a las invasiones seminómadas del norte indican que los ejércitos eran muy grandes. Como al parecer los aldeanos no tomaban parte en el combate, hay que pensar en un ejército de soldados profesionales mantenido por la sociedad tarasca. No 413 existencia de un ejército profesional de tiempo completo‖1670 en la zona nuclear tarasca. A lo mucho podría hablarse de un ejército semi-profesional integrado por una casta militar perteneciente a la clase dominante, nobles, sacerdotes y burócratas, qué fungieron como jefes, con algunos indígenas encargados de atalayar los lugares elevados de valor estratégico, los espías y mensajeros en todo el territorio. Los ejércitos profesionales debieron encontrarse en donde se necesitaban, es decir, en las fronteras del Estado tarasco. Por otro lado, el grueso perteneció a la clase dominada, los purépecha, gente común como campesinos, trabajadores y esclavos, que estaban obligados a ir a la guerra en el tiempo que se requiriera, pero no de forma permanente.1671 La existencia de un ejército profesional de tiempo completo, supondría la existencia de toda una infraestructura económico-militar que no es perceptible en las fuentes, y no tendría sentido tener listos para la guerra 12,000 guerreros en la zona nuclear tarasca, donde los aparatos ideológicos del Estado mantuvieron el orden interno, mientras la guerra se encontraba fuera del corazón político del Tzintzuntzan Irechequa, en las fronteras. Sistema de mando de los ejércitos del cazonci Para comprender mejor la composición de los ejércitos tarascos, revisemos la organización jerárquica militar y sistema de mando del mismo, conformada por hombres ―adiestrados bajo el mando de cierto cuerpo de hombres de mayor rango y experiencia […] La base de este fundamento [del sistema de mando] es que se requiere del liderazgo de un individuo para que la acción violenta en masa no termine en serios problemas de coordinación‖.1672 Debemos mencionar que la organización debió de haber sido más compleja de la que se encuentra registrada en las fuentes, por lo que sólo podemos esbozar la misma a grandes rasgos basándonos en la información documental y pictográfica.1673 La jerarquía militar más alta la ocupaba el cazonci, representante de Curícaueri en la tierra; le seguían un consejo de varios señores, entre los que se encontraba el angátecuri o gobernador, el petámuti o el sacerdote mayor, el diputado sobre los ocanbecha, los cuatro señores de las fronteras, y un cargo específico del ejército, el Capitán general de las guerras.1674 En un tercer rango de funcionarios subalternos encontramos a un Teniente del capitán general de las guerras,1675 un obstante, la sociedad mexica estaba también muy militarizada y la guerra era una actividad frecuente. De ahí que, incluso teniendo en cuenta que los ejecitos profesionales tarascos eran considerablemente numerosos, el monto del producto que los trabajadores tarascos pagaban como tributo era comparativamente menor que el centro de México. BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 136. 1670 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., P. 242. 1671 Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. 1672 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 17. 1673 Más adelante abordaremos el tema de los atavíos, insignias y ornamentos. 1674 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6-6v, Pp. 175-176. 1675 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. Claudia Espejel menciona sobre este cargo que ―La Relación dice sin mayor explicación que para la guerra que se hacía con motivo de la fiesta Hiquandiro el cazonci mandaba con los ejércitos a su capitán general y que éste llevaba a su teniente. En la descripción de la guerra, sin embargo, no se especifica qué papel jugaba el teniente del capitán general ni se le menciona en otras partes de la Relación. NOTA: Puesto que el término ―teniente‖ en castellano se le daba a los que suplían a ciertos oficiales (por ejemplo los tenientes de los corregidores) es posible que el teniente del capitán general fuera de alguna manera su suplente o quizá tan sólo fuera su ayudante.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, T. II, P. 248. 414 diputado sobre todos los espías de la guerra, que estaba sobre los espías que Gilberti registró con la entrada ―Espia de batalla. erongarini‖,1676 el ―vaxánoti, deputado sobre todos los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del caçonçi para cuando se ofrecía de inviar [a] alguna parte‖, un ―alférez mayor para la guerra, con otros que llevaban las banderas,‖1677 el nombre de estos ―Alferez‖ era anczcuqua pari.1678 La autoridad local respondía al cazonci o al Capitán general de las guerras, y es probable que el señor de cada unidad administrativa tuviera bajo su mando varios escuadrones, dependiendo de la cantidad de habitantes en su pueblo y sus sujetos. En los diccionarios de lengua tarasca del siglo XVI se consignaron varias palabras que hacían referencia a los mandos militares, y es necesario revisar el significado que tenían en castellano para comprender mejor la connotación que se quiso dar al traducir en tarasco. Sebastián de Covarrubias definió ―CAPITAN, el que tiene debaxo de su mando, compañia de soldados […] Capitan de la Guarda, Capitan de guarnicion, &c. Capitanear, hazer oficio de capitan, capitania, o conduta. Sobre todos estos es el Capitan General,‖1679 mientras que ―CAVDILLO, sinifica el guiador de la hueste, quasi capdillo, â capite, de donde tambien se dixo Capitan, que significa lo mesmo […] Acaudillar, capitanear gente de guerra.‖1680 Esta sinonimia fue usada por Gilberti, pues registró la entrada ―Caudillo. busca capitan.‖1681 Gilberti registró dos entradas para capitán, cada una con dos significados en tarasco y dos palabras derivadas haciendo referencia a la acción de capitanear y el nombre de la capitanía: ―Capitan. vrerucutsperi. vel. angauatangari‖, ―Capitania assi. vrerucutsperaqua. vel. angauatahperaqua‖, ―Capitanear. vrerucutspeni. angauatangani‖, ―Capitan de gente. auandari. vhcambeti‖, ―Capitania assi. auandaqua. vhcambetiequa‖, ―Capitanear desta manera. auendarieni. vel. vhcambetieni‖.1682 Las palabras vrerucutsperi, angauatangari, auandari, vhcambeti hacían referencia a los miembros de la clase dominante local y a cargos de gobierno: ―Prinçipe y caudillo. Angauatangari, vrerucutsperi‖, ―Vhcambeti, avuandari. Mandon‖;1683 de estos cargos, podemos identificar al vhcambeti con los ocámbecha, principales encargados de cobrar el tributo, y de los cuales la RM menciona entre los que iban a la guerra capitaneando los escuadrones. Como mencionamos, cada escuadrón era de 400 hombres, 1684 estaba conformado por un capitán, que podía ser un quangári, el cacique del pueblo, o un ocámbecha que conocía a los hombres del escuadrón y llevaba la cuenta de ellos, un alférez que llevaba la bandera del escuadrón y un sacerdote tiuimencha que llevaba cargando el dios principal del pueblo; ―y cada cacique llevaba su senda, que es que llevaba su escuadrón con sus dioses y alférez…‖.1685 Aquí debería agregarse un pequeño grupo no 1676 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 420. RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. 1678 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 256 1679 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española… Óp. Cit., Letra C, P. 195v-196. 1680 Ibíd., Letra C, 212v. 1681 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 312. Otras palabras que hacen alusión a ―caudillo‖ son ―Acaudillar. vmban vmbanahtzihpeni‖, ―Acaudilla[da] gente. vmban vmbanandequa‖, ―Acaudillador. vmban vmbananantzihperi‖. Ibíd., P. 239. 1682 Ibíd., P. 307. 1683 DGLM, T. I, P. 585; DGLM, T. II, Pp. 696. 1684 ―Y poníanse dos procisiones, de una parte y de otra, y ponían sus celadas cada seis escuadrones, con sus dioses y banderas, y iban por medio de las celadas un escuadrón de cuatrocientos hombres y un dios llamado Pungárancha, de los corredores.‖ RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. 1685 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15v, P. 191. 1677 415 determinado de más funcionarios locales y sacerdotes, pues se habla de que se hacían ceremonias y se usaban instrumentos musicales, se mencionan por lo menos cinco sacerdotes de Curícaueri y cuatro sacerdotes de Xarátanga. 1686 La mayoría de los hombres del escuadrón estaban integrados por los purépecha (gente baja), ya que cada barrio era como una capitanía.1687 Estos purépecha eran enrolados al ejército por leva, y era parte de sus obligaciones como súbditos del cazonci; en la guerra cumplían como guerreros y cargadores: ―La lengua questos naturales hablan dicen que, en su gentilidad, la nombraban PUREPECHA, que es como si dijésemos ―lengua de hombres trabajadores‖. Y este nombre se les daba, a causa de q[ue] su rey, ordinariam[en]te, los llevaba cargados a las 1688 guerras, y los hallaba más fuertes, ansí p[ar]a esto como p[ar]a sus sementeras.‖ En varias ocasiones se mencionan estas obligaciones en la RM: ―Y ya nuestro dios Curícaueri ha usado de liberalidad y os lo torna. Traed leña para sus cúes y cavá sus sementeras para la guerra y estad a las espaldas dél en sus escuadrones y acrecentá sus arcos y flechas y libradle cuando se viere en necesidad". Y todos respondieron que así lo harían y lloraban todas las viejas y viejos y muchachos y 1689 fuéronse todos a sus pueblos.‖ ―Por esto fuimos conquistados y esto es lo que prometimos en los tiempos pasados: las azadas y los escuadrones de guerra y que habían de llevar los relieves de Curícaveri, 1690 ques que habíamos de llevar su matolotaje a las guerra.‖ Es posible que los ejércitos de la época del Tzintzunzan Irechequa se subdividían, siguiendo la cuenta vigésimal, en unidades de 20, 40, 80, 100 hombres, por las referencias que mencionamos más arriba al número de guerreros que se movilizaban en los ejércitos prototarascos, aunque no hay una referencia directa a que los escuadrones estuviera conformados por distintas unidades. Sin embargo, hay que recordar el dato que cada ocámbecha tenía a su cargo 25 casas, lo que daría un promedio de 25 cabezas de familia y por lo tanto, 25 guerreros. Es probable que cada escuadrón estuviera integrado por hombres que se conocían entre sí, unidos por lazos familiares que ayudaban a incrementar la moral y cohesión de la unidad, recordemos que cada barrio era como una capitanía, así, varias capitanías conformarían una unidad de 400 hombres, el escuadrón mencionado por la RM. Con toda la información presentada hasta aquí, se puede esbozar una cadena de mando de los ejércitos tarascos, este esbozo es a grandes rasgos y sólo hasta donde lo permiten las fuentes históricas: 1686 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. 1688 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 81. 1689 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155. 1690 RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 23, P. 207. 1687 416 SISTEMA DE MANDO LOS EJÉRCITOS DEL CAZONCI Curícaueri Cazonci CONSEJO SUPREMO Petámuti Diputado sobre Angátacuri Capitán general de [sacerdote mayor] los ocanbecha [gobernador] las guerras CONSEJO Acháecha, Carárachacapacha, Cuatro señores muy principales Teniente del capitán caciques, principales en cuatro fronteras de la Provincia general de las guerras Encargados de administrar los medios ―INTELIGENCIA MILITAR‖ de producción y la infraestructura Diputado sobre todos los espías de la guerra, sobre los económica, reproducir la ideología de la espías de batalla o erongarini, y el ―vaxánoti, deputado clase dominante tarasco-uacúsecha, y sobre todos los mensajeros y correos‖. abastecer a los ejércitos del cazonci mediante el tributo estratégico. ESCUADRÓN DEL CAZONCI Acháecha, Carárachacapacha, caciques, principales, los quangáriecha (guardia de corps), ―alférez mayor para la guerra‖, cinco sacerdotes de Curícaueri y cuatro sacerdotes de Xarátanga, sacerdotes tiuimencha y otros especialistas. EJÉRCITO SEMI-PROFESIONAL DE LA CUENCA DE PÁTZCUARO [Señores y principales de Pátzcuaro, Ihuatzio, Erongarícuaro y otros asentamientos] EJÉRCITOS DE LAS UNIDADES PÓLÍTICO ADMINISTRATIVAS [Señor de la cabecera de cada unidad administrativa] [Señor de cada subcabecera ] ESCUADRON REGULAR DEL EJÉRCITO TARASCO Capitán: que podría ser el cacique del pueblo o un quangári Subalternos con mando: vrerucutsperi, angauatangari, auandari, vhcambeti/ocámbecha Cuerpos auxiliares del escuadrón: -alférez que llevaba la bandera del escuadrón -sacerdote tiuimencha que llevaba cargando el dios principal del pueblo - un pequeño grupo no determinado de más funcionarios locales y sacerdotes, pues se habla de que se hacían ceremonias y se usaban instrumentos musicales 400 guerreros (purecuti o qhuacarati): La mayoría de los hombres del escuadrón estaban integrados por los purépecha (gente baja), cada barrio era como una capitanía, y al parecer varias capitanías conformaban un escuadrón. Los purépecha se encargaban de transportar los bastimentos, vituallas y armamento desde los almacenes hasta el campo de batalla; también ser armaban para engrosar y acrecentar las filas de los escuadrones y entrar en combate. CUADRO 29. Sistema de mando hipotético los ejércitos del cazonci. FUENTES: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, pássim; VERACRUZ, ALONSO DE LA. Sobre la conquista y los derechos de los indígenas, Óp. Cit., pássim; GILBERTI, MATURINO. VLM, pássim. Elaboración propia. Sistemas de comunicación Parte fundamental del sistema de mando es la coordinación de las fuerzas armadas mediante un sistema de comunicación: ―La transmisión de órdenes por parte de un individuo a una masa homogénea de gran cantidad de hombres resulta en gran parte problemática, por lo tanto es necesario contar con un sistema de transmisión de órdenes en plena batalla. Las señales de este tipo de transmisión pueden ser de dos tipos: sonoras o visuales. […] ―Las transmisiones sonoras generalmente se hacen a través de instrumentos musicales, de los cuales ya se 417 tienen señales sonoras acordadas con anterioridad a dicha batalla. […] No podemos dejar de lado los sistemas de comunicación visuales generalmente apoyados en banderas; sin embargo, los uniformes juegan también un papel preponderante y sencillo en el momento de la batalla por el simple hecho de mostrar en qué bando están y, por lo tanto, el ejército distingue fácilmente a quién matar y a quién no. Sabemos que por detrás de todo ello se esconden los sistemas de mando, los distintivos y divisas militares e incluso factores de tipo religioso y simbólico que forman parte de los 1691 fundamentos culturales de quienes los portan.‖ Entre los mayas se han identificado sistemas de comunicación sonoros y visuales similares ―Para guiar a los combatientes se emplearon sistemas de comunicación visuales y sonoros: los primeros conformados por banderas y estandartes; los segundos por medio de silbidos, gritos e instrumentos musicales de percusión y viento, como tambores de madera y cerámica, maracas, silbatos, ocarinas, flautas de diversos materiales, trompetas de madera, cerámica y caracol. Los instrumentos musicales aparte de marcar los ritmos de marcha y comunicar las órdenes de los estrategas militares, también servían para causar confusión e infundir temor al enemigo. Todos estos objetos fueron representados en los murales de 1692 Bonampak, Chichén Itzá, Chacmultún y varias vasijas policromas.‖ Las fuentes no detallan los sistemas de comunicación y transmisión de órdenes empleados para la coordinación de los ejércitos tarascos durante la batalla, aunque se dan algunos datos fragmentarios. Por ejemplo, cuando preparaban las emboscadas de los pueblos enemigos y sus defensores salían, ―estando allí tenían una señal para cuando los habían de acometer, o unas ahumadas o alguna corneta que tocaban. Decían los capitanes: "levantaos todos".‖1693 Algunos de los instrumentos musicales se encuentran en el registro arqueológico, ocarinas, silbatos y flautas de distinto tipo, y otros se mencionan en las fuentes escritas: ―En este templo había cuatro indios como sacerdotes, q[ue] tenían cargo, uno, de tañer un instrum[en]to que llaman en su lengua CURINGUA, que es de madera, hueco, que suena como si fuese de metal; otro, tenía cargo de tañer con las manos, sin palo alguno, un tambor tan alto como un hombre, hecho, las cabezas, de pellejo de venado; otro 1694 tañía una como trompa, hecha de un hueso de un animal…‖ Rene Acuña identificó los instrumentos de percusión con los mejor documentados en el Centro de México, como el teponaxtle y el huhuetl,1695 también se mencionan como instrumentos caparazones de tortugas, huesos de caimanes1696 y caracoles. En el siglo XVIII fray Isidro Félix de Espinosa, usando a diferentes autores y fuentes anteriores, mencionó como los tarascos, cuando iban a la guerra, ―llevaban grandes músicas de bocinas, caracoles, y otros rústicos instrumentos: sus estandartes eran labrados de pluma con variedad de colores, había premio para los que se señalaban en la guerra.‖1697 Ya mencionamos como los encargados de tocar estos instrumentos en 1691 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 18. TEJEDA MONROY, EDUARDO A.. ―La guerra y los ejércitos prehispánicos en el área maya‖, en: et. al., Historia de los ejércitos mexicanos. México, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 2014, P. 63. 1693 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18v-19, Pp. 198-199. 1694 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 82. 1695 Ibíd., notas a pie núm. 30 y 31, P. 82. 1696 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 41v, Pp. 244. 1697 ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán. Apuntalamientos bibliográficos de Nicolás León. 3ª edición, Morelia. Instituto de Investigaciones Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morevallado Editores, 2003, P. 32. 1692 418 las ceremonias eran los sacerdotes llamados púngacucha, probablemente también lo hacían en las guerras para transmitir órdenes. Según la parte histórica de la RM, Taríacuri recuperó Pátzcuaro, que estaba en poder de sus enemigos, tocando un silbato que imitaba el sonido del águila para intimidar a sus enemigos: ―Pues vino Taríacuri con su gente al monte llamado Arízizinda, monte de Pázquaro. Y a la media noche empienza a tocar su silbatillo encima del monte, que contrahacía las águilas; y oyeron aquellos silbos a la media noche los de Curýnguaro que tenían el asiento de Pázcuaro y levantáronse todos y fuéronse a su pueblo con gran polvareda que iban levantando; y los isleños se entraron en la laguna, que hacían espuma al entrar; y los de Taríaran se fueron también a su pueblo y iban haciendo polvareda, 1698 huyendo. Y volvióse Taríacuri a su asiento de Pázquaro, con su gente.‖ Los sonidos vocales como rechiflas, silbidos y gritos también debieron ser importantes para dar órdenes en las diferentes acciones, como está registrado en los testimonios de otras regiones mesoamericanas.1699 Entre las señales visuales, tenemos las ahumadas que también servían como señal para iniciar el ataque, pero en la parte histórica de la RM, se usaban más bien como guerra psicológica, es decir, para advertir al enemigo que el contrario estaba realizando la ceremonia de la guerra, o que se encontraba a determinada distancia, listo para iniciar el ataque. Taríacuri realizó ahumadas para iniciar el cerco de Jarácuaro y la gente que vio el humo, huyó hacia la isla; y sus sobrinos lograron que Zinzuni, señor de Yzíparámucu, huyera y abandonara su pueblo por temor a ser conquistado al ver las ahumadas, dejando el camino libre a Curínguaro.1700 Pero ya en el campo de batalla, las banderas y los atavíos, pinturas corporales y faciales, servían para transmitir órdenes y reconocer los distintos ejércitos, el ejemplo que encontramos en la RM, es cuando por poco Taríacuri iba ser atacado por sus sobrinos, pero estos ―levantaron sus banderas y conosciendo las banderas, las espías [de Taríacuri], dijeron: "de los nuestros son: ídselo a decir a Taríacuri, porque no caigan las mujeres y se lisien, que no son sino Hiripan y Tangáxoan". Y oyéndolo Taríacuri, tomóle gran risa y dijo a sus mujeres: "sosegad, madres, que no son sino mis sobrinos".‖1701 Reclutamiento y entrenamiento La información sobre el reclutamiento y entrenamiento es prácticamente nula, aunque ciertos datos nos permiten proponer ciertas conjeturas. Se sabe que la guerra era una actividad realizada por hombres, y que la participación de las mujeres estuvo restringida, salvo en ocasiones extraordinarias. La RM menciona tres momentos donde las mujeres participaron en acciones bélicas: cuando la expansión del triunvirato fue tan vertiginosa que ―andaban también las mujeres con los que iban a conquistar y todas sus alhajas‖;1702 cuando se amotinaron las mujeres en Tzintzuntzan para impedir que los españoles se llevaran los tesoros del cazonci;1703 cuando Gonzalo de Sandoval salió de Zacatula para ir a conquistar Colima ―y hasta las mujeres les llevaban las cargas‖.1704 Desconocemos la edad en que los varones se iniciaban en actividades militares, aunque 1698 RM, Segunda Parte, Cap. XIX, ff. 100v-101, Pp. 92-93. CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 78 1700 RM, Segunda Parte, Caps. X, XXVIII, ff. 78-78v, 124v-126v, Pp. 47-48, 140-144.. 1701 RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 108, Pp. 107. 1702 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, Pp. 155. 1703 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 49v, P. 260. Más que una acción bélica, se trató de un altercado donde los españoles no respondieron a la agresión. 1704 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 52, Pp. 265. 1699 419 debieron de participar desde la adolescencia dependiendo a la clase social a la que pertenecían, así los muchachos nobles pudieron ser pajes de guerreros profesionales, o como cargadores en caso de pertenecer a la clase dominada, y no en combate directo. Vasco de Quiroga proporcionó un dato importante en sus Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán…, mencionó que ―los padres y madres naturales y de cada familia procuréis de casar a vuestros hijos en siendo de edad legítima, ellos de catorce años arriba, y ellas de doce…‖.1705 Si consideramos que la mayoría de edad para casarse, en el caso de los hombres, en el Michoacán prehispánico era a los 14 años, bien podemos considerar que a partir de ésta es cuando empezaban a participar en la guerra.1706 De hecho, los rangos militares debieron de estar sujetos a un sistema de edades, es decir ―una serie de rangos formales y fijos (grados de edad), por los cuales van pasado sucesivamente todos los individuos, como miembros de diferentes clases de edad o conjuntos de edad […] Los sistemas de clases de edad se caracterizan por abarcar a todos y también porque se prolongan a lo largo de todo el ciclo de vida adulto. Cada rango tiene prescritos sus áreas de competencia, derechos, deberes y obligaciones, y cumple un rol social diferente. De igual importancia es el hecho de que, a medida que cada clase va moviéndose a lo largo del sistema, se despoja de un conjunto de obligaciones para adquirir otro como grupo; ningún individuo, por dotado que sea, puede asumir nuevas responsabilidades más que como parte de todo conjunto de edad, 1707 y a ninguno, por poco idónea que le resulte su nuevo estatus, puede dejarlo atrás.‖ Los casos que nos proporcionan más información son los de Taríacuri y sus sobrinos Hiripan y Tangánxoan, sus vidas nos permiten conocer como para tener cierto rango dentro del ejército y el sacerdocio, era necesario haber cumplido una serie de rangos previos de acuerdo a la edad. Así por ejemplo, cuando la rígida educación de Taríacuri estuvo a cargo de los tres sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco, pasó de ―chiquito‖ a ser ―hombre‖, y empezó a llevar leña y rama a los cúes, actividad que podemos relacionar con los ―sacerdotes llamados curíçitacha o curípecha, que tienen cargo de poner encienso en unos braseros, de noche, y pilas en sus tiempos. Estos agora [en 1540] traen ramas y juncia para las fiestas,‖1708 y al tiempo que Taríacuri llevó la leña a los templos, ponía flechas en los términos de los enemigos,1709 hechizo que realizaban los espías antes de conquistar un pueblo ya en la época del Estado tarasco.1710 1705 ―Reglas y ordenanzas para el gobierno de los hospitales de Santa Fe de México y de Michoacán dispuestas, por su fundador el reverendísimo y venerable señor don Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán‖, en: WARREN, JOSEPH BENEDICT. Vasco de Quiroga y sus pueblos hospitales de Santa Fe. Presentación de Medardo Serna González. [Edición facsimilar], Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas-Secretaria de Difusión Cultural y Extensión Universitaria, [Apéndices], 2015, P. 178. En adelante citado como ―Reglas y ordenanzas…‖. 1706 En la costa de Michoacán se mencionó que los muchachos indígenas empezaban a consumir bebidas alcohólicas a partir de los 12 años, lo que podría significar que ya no eran considerados niños: ―…los c[ua]les son muy inclinados al vicio de la beodez, y tanto, que, apenas es el muchacho de doce a[ñ]os, cuando sabe ya llegarse entre los suyos.‖ DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 158. Corchetes originales. 1707 [BARFILED, THOMAS]. ―edad, sistemas de‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Traducción de Victoria Schussheim. México, Siglo XXI editores, 2000, P. 180. 1708 RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 11, P. 183. 1709 RM, Segunda Parte, Cap. XI. 1710 ―…iban aquellas espías y llevaban de aquellas pelotillas de olores y plumas de águilas y dos flechas ensangrentadas y entraban secretamente en los pueblos y ascondíanlo en algunas sementeras, o cabe la casa del señor, o cabe el cu, y volvíanse sin ser sentidos, y eran aquellos hechizos para hechizar el pueblo.‖ RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 197. 420 Sobre los sobrinos de Taríacuri, Hirepan y Tangánxoan, la RM menciona como tuvieron una vida menesterosa junto con su madre y una hermana, al quedar huérfanos de sus padres, Zetaco y Haramen. Cuando ―eran muchachos‖ los encontró una tía casada con Niníquaran, señor de Hucáriquaro, ella supo que eran hijos de señores y los llevó a su casa para que cuidaran un maizal de los tordos y donde podrían comer cañas verdes. Días después, Chapá, señor de Hetócuaro ―envió unos viejos y díjoles: "id por dos chichimecas que dicen que están en un lugar llamado Hucáriquaro, que están con la mujer de Niníquaran, que dicen que son muy hermosos y tienen una hermana muy hermosa. Traedlos aquí, y el uno será sacerdote y el otro sacrificador y su hermana hará ofrendas para Curícaueri".‖1711 Sin embargo, la tía los escondió en cuatro ocasiones y los regresó con su madre, quienes después de andar en varios lugares, llegaron a Eróngaricuaro, a la casa de Cuiuva o Cuyava, hermano de la madre de ellos, ahí le dijeron ―señor, aquí te asaremos la caza que tomares y te traeremos leña del monte para quemar en casa y haremos tus sementeras y traeremos tus hijos a cuestas, si quieres que estemos aquí en tu casa,‖1712 pero los dos muchachos pasaron el tiempo en el mote cortando leña, y su tío echó a su madre y hermana de su servicio. Después fueron a Urecho, con otro tío llamado Anbaua, ahí prometieron lo mismo, ―que harían fuego en casa y le harían sus sementeras‖, pero fueron echados de nuevo porque sólo se la pasaban en los montes cortando leña como chichimecas. De ahí se fueron a Paréo con otro tío llamado Zirútame ―Y fueron a casa de aquel su tío, pariente de su madre, y prometieron lo mesmo que en las otras partes y oyéndolo aquel su pariente, lloró muy fuertemente y abrazóse con ellos y díjoles: "¡Ay señores Hyrypan y Tangáxoan, seáis muy bien venidos! Traé leña para los cúes. ¿Cuándo los señores se suelen alquilar y ir al monte por leña? Yo os trairé leña del monte a vosotros y haré vuestras sementeras y traeré vuestros hijos a cuestas y seré vuestro esclavo y os buscaré hachas y cinchos para que traigáis leña para los cúes". Este los recebió de verdad y díjoles: "ahí está nuestro dios Curícaueri en 1713 Pázquaro y los señores chichimecas, sus hermanos. Id, llevadles leña a sus cúes".‖ Fue en estos viajes de llevar leña a Pátzcuaro, que Taríacuri encontró a sus sobrinos, éste los llevo a su casa junto con su madre y hermana, y les contó cómo sus parientes y enemigos no dejaban de perseguirlo por verse desfavorecido. Hirepan y Tangánxoan le contestaron ―no estés triste, señor; venga quien viniere nosotros seremos espías de la guerra.‖1714 Aquí empiezo la carrera de guerreros de Hirepan y Tangánxoan, capítulos más adelante los vemos en las filas de los escuadrones encargados de espiar para protegerse de los ataques enemigos y haciendo capturas, y cuando Taríacuri se enteró que ellos no se emborrachaban y que preferían ir al monte a cortar leña, les avisó como ellos debían ser señores. Después de la alianza entre isleños y chichimecas-uacúsecha, vemos a Hirepan, Tangánxoan e Hiquíngaje, hijo de Taríacuri, capitaneando ejércitos y atacando los pueblos rivereños hasta que tomaron posesión de Quereta parázicuyo (Tzintzuntzan).1715 Cuando llegaron a dominar este asentamiento, Taríacuri los convirtió en señores al darles una navaja de las que tenía consigo Curícaueri,1716 y más adelante les encomendó asesinar a su otro hijo, Curátame 1711 RM, Segunda Parte, Cap. XX, ff. 102-102v, Pp. 95-96. RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 102v, P. 96. 1713 RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 104, P. 99. 1714 RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 105, P. 101. Cursivas nuestras. 1715 RM, Segunda Parte, Caps. XXI-XXV. 1716 La RM no es explicita en éste punto, sólo se menciona que Taríacuri les dijo ―yo os quiero dar una parte de Curícaueri, ques una navaja de las que tiene consigo, y ésta pondréis en mantas y la llevaréis allá y a ésta traeréis vuestra leña y haréisle un rancho y un altar donde pondréis esta navaja‖. Pero en otra parte de la RM, se menciona que ―dicía en su tiempo esta gente, que los que habían de ser señores, que 1712 421 II, por ser borracho y por estorbar en la sucesión de los protegidos, el que lo mató fue Tangánxoan, que era ―valiente hombre‖, otro rango militar importante en la sociedad tarasca.1717 Después Taríacuri envió a sus sobrinos e hijo a amonestar a su cuñado Hiuacha, señor de Taríaran, y ―que le matarán estando borracho‖, pero no pudieron hacerlo, y es cuando inicia la expansión y la instauración del triunvirato.1718 No hay información exacta, pero entre los tarascos existían probablemente cuatro etapas en la vida de los seres humanos, mencionadas como ―chiquito‖ o niñez, los ―muchachos‖, el hombre y mujer, y la ancianidad o vejez, por lo escrito líneas más arriba, los hombres iniciaban las actividades guerreras siento muchachos hasta antes de entrar a la vejez. La avanzada edad de los guerreros, las heridas que dejaban a los combatientes imposibilitados, deformaciones congénitas o algunos tipos de enfermedades mentales, debieron ser motivos para cesar del servicio militar a ciertos individuos. De igual manera no hay una referencia directa sobre el entrenamiento que recibían los guerreros tarascos, aunque algunas actividades de la vida cotidiana parecen haber sido el escenario donde se ejercitaban las habilidades necesarias para la violencia mortal entre grupos, aunque hay que recordar que ―El adiestramiento de los ejércitos está relacionado con una serie de conocimientos, aspectos técnicos e incluso asociados directamente con el grado de avance tecnológico de las sociedades, así como un factor determinante: el modo cultural de hacer la guerra. Este último factor puede incluso determinar el desenlace de un combate. […] Así, el adiestramiento debe tener como base una serie de conocimientos de supervivencia, ataque y defensa, muchos de ellos basados en el uso de armas ofensivas y defensivas, su desarrollo en sistemas y el papel que todo esto tiene para determinar las llamadas unidades específicas. A ello debemos sumar el conocimiento de técnicas de combate cuerpo a cuerpo conocidas como artes marciales, que sin duda han constituído una de las grandes preguntas que recientemente la sociedad mexicana se hace con respecto a 1719 los cuerpos militares del mundo precolombino...‖. Entre los señores uacúsecha, existía la costumbre de andar en los montes, cazando y cortando leña, de estas actividades se ufanaba el mismo cazonci. En estas correrías es donde probablemente se aprendían distintas habilidades, como sobrevivir de la naturaleza, seguir el rastro de la presa y cazarla, obtener dureza física, el uso de ciertas armas como el arco y el hacha, y la generación de un esprit de corps, que le daba cohesión a los integrantes de una partida de cazadores-guerreros. Otro escenario muy posible donde los guerreros nobles recibían entrenamiento, fuera en las guerras rituales, cumpliendo misiones de espionaje y capturando prisioneros desprevenidos. En un pasaje en que Cuiniarángari va a ejecutar al conspirador Timas por orden de Tangánxoan II, se desenvolvió el siguiente diálogo: Díjole el prencipal llamado Timas: "¿por qué viniste tú? ¿Eres tu valiente hombre? Peleemos entrambos. ¿Con qué pelearemos, con arcos y flechas o con porras?". Díjole don Pedro: "con porras pelearemos". Díjole aquel prencipal: "qué, ¿eres muy valiente hombre? ¿dónde estuviste tú en el peligro de las batallas donde pelean enemigos con 1720 enemigos? ¿Dónde mataste tú, allí, alguno? ¿a qué veniste tú?‖ habían de tener consigo a Corícagueri y que si no le tenían, que no podían ser señores. Y por eso le guardaban los señores con mucho cuidado y después sus hijos.‖ RM, Segunda Parte, Caps. XXV, XXII, ff. 118v, 109v, Pp. 128, 110. 1717 RM, Segunda Parte, Cap. XXI. 1718 RM, Segunda Parte, Caps. XXIX-XXXI 1719 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 19. 1720 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. 422 De aquí se desprende que los guerreros ocupaban posiciones diferentes durante el combate, es decir, los que luchaban a distancia con armamento arrojadizo y cumplían funciones auxiliares de hostigamiento, y los que entablaban lucha cuerpo a cuerpo, así como la experiencia en combate de los guerreros, Gilberti registró las entradas que hacían referencia precisamente a los guerreros novatos y los veteranos: ―Nueuo en la guerra. yimbangue purecuti‖, ―Ombre nueuo en las armas. cherenguequa no pinderiquareni. yimbanguequaro cherengueti‖, y ―Ombre exercitado en armas. purecuqua ambonsgasri‖;1721 el número de muertos y probablemente de cautivos, aumentaban su rango y prestigio, y la obtención de distintas insignias. El entrenamiento en el combate cuerpo a cuerpo probablemente se hacía en algunas estructuras, como la casa de los papas o la casa del águila, donde se reunían los nobles, y probablemente en algunas fiestas, ya que se menciona una especie de sacrifico gladiatorio con los cautivos para sacrificar durante la fiesta de Cuingo: ―Y después que los chocarreros habían peleado con ellos [los cautivos a sacrificar] con sus rodelas y porras, como se dijo en la fiesta de Cuingo, los sacrificaban y se vestían sus pellejos y bailaban con ellos.‖1722 Sobre el entrenamiento que recibía la clase dominada que engrosaba los ejércitos de Curícaueri hay menos información, la ya citada Relación Geográfica de Cuiseo de la laguna, menciona ―q[ue] su rey [el cazonci], ordinariam[en]te, los llevaba [a los purépecha] cargados a las guerras, y los hallaba más fuertes, ansí p[ar]a esto como p[ar]a sus sementeras.‖1723 Así, muchas de las habilidades físicas necesarias para el combate, formaban parte cotidiana de las actividades realizadas por la población masculina desde su niñez. Por ejemplo, se pudieron haber adquirido habilidades físicas en el uso de herramientas para labrar la tierra con los palos plantadores o coas, para talar madera se usaban hachas, en la caza de animales terrestres se usaban artefactos como arco y flecha, lanzadardos, honda y trampas, Gilberti mencionó por ejemplo ―Viquiqui. calabacita que cuelgan en los arboles para tirar‖,1724 que probablemente se usaban como tiro al blanco. Las relaciones personales, de parentesco, así como los aparatos represivos e ideológicos del Estado, debieron permitirle a la clase dominante guerrera, mantener el orden interno y el cumplimiento de las órdenes durante las acciones militares en el campo de batalla. La ideología guerrera tarasca Las principales virtudes fomentadas en los ejércitos tarascos eran la obediencia, el valor y el sacrificio, a lo largo de la RM se hacen referencia constantemente al comportamiento de la gente, aunque específicamente es en las arengas que se pronunciaban antes del combate donde se sintetiza esto, la RM puso estas palabras en el señor de Ihuatzio: ―…levantábase el señor de Cuyacan y decía a toda la gente: "ya habéis oído al que está en lugar de Curícaberi. Ya ha cumplido con lo que os ha dicho; mirá que no lo tengáis en poco, vosotros los de Mechuacan y Cuyacan e Pázcuaro y vosotros caciques de todas la cuatro partes desta Provincia, y vosotros matlalcingas y otomies y ocúmuecha y vosotros chíchimecas. Yo, en esto que os digo, no hago más de aprobar lo que ha dicho el que está en lugar de nuestro dios Curícaveri, que es el cazonçi. Si de miedo de los enemigos os volvéis, mirá que nuestro rey hizo oración en la casa de los papas; mirá 1721 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 516 y 520. RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160. 1723 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 81. 1724 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 195. 1722 423 que no tornaremos todos a los pueblos, que algunos morirán en esta batalla y a otros les pondrán el palo y la piedra en el pescuezo, que son los rebeldes en el camino, ques que los matarán si tuvieren en poco esto que les ha sido dicho. Por eso, aparejaos a sufrir, vosotros caciques. ¿Dónde habemos de morir? Sea aquí donde muramos, porque la muerte que morimos en los pueblos es de mucho dolor. Sea aquí nuestra muerte. ¿Dónde habéis de haber vosotros los bezotes de piedras de turquesas y guirnaldas de cuero y los collares de huesos de pescados preciosos, sino aquí? Paraos fuertes en vuestros corazones, no miréis a las espaldas, a vuestras casas. Mirá que es gran riqueza que muramos aquí como hermanos. Sentí esto que os digo, vosotros gente de los 1725 pueblos".‖ El castigo para los guerreros rebeldes y desobedientes que no cumplían con estas virtudes era la cárcel, tanto para los integrantes de la clase dominante y la clase dominada, y sí reincidían cuatro veces, eran sacrificados. Las faltas que se castigaban eran: dejar de traer leña cuando el cazonci mandaba por ella; ―los que no habían ido a la guerra o se volvían della sin licencia,‖ incluyendo a los espías;1726 en el campo de batalla, vemos como era aplicable el aprisionamiento y la ejecución sumaria, pues entre las arengas se menciona ―que algunos morirán en esta batalla y a otros les pondrán el palo y la piedra en el pescuezo, que son los rebeldes en el camino, ques que los matarán si tuvieren en poco esto que les ha sido dicho.‖1727 Otros ejemplos de amenaza y castigo los encontramos en estos fragmentos de la RM: ―Pues, mirá, vosotros gente común, que no quebréis estos mandamientos y que no os apartéis de vuestros escuadrones, porque si os fuéredes alguna parte o contradijéremos al mandamiento del cazonçi, aparejaos a sufrir vosotros caciques que sois los capitanes.‖ ―Mirá caciques, que no [o]s apartéis de mí porque si os apartáredes y fuéredes rebeldes, no libraré a ninguno de vosotros de la muerte, si quebráis la cuenta de la leña que se trae para los qúes y si quebráis los escuadrones y capitanías de las guerras."‖ ―Aparejaos a sufrir, si fuéredes rebeldes; hacéme a mí merced, es esto que os digo; mirá que tenemos los escuadrones de guerra, si me quebráis alguno dellos, aparejaos a sufrir. Y vosotros, señores, que estáis en las fronteras, que tenéis gente de guerra, no quebréis 1728 ni traspaséis nada de lo que se os ha dicho; pues, íos todos a vuestras casas."‖ Las recompensas que recibían los guerreros dependían de la clase social a la que pertenecían, así, los guerreros de las clases dominantes recibían insignias como los bezotes, guirnaldas de cuero o collares de huesos de pescados preciosos, y tal vez ascendían en la escala social o adquirían derechos para ocupar un determinado cargo.1729 De hecho, por las palabras del señor de Ihuatzio de la arenga que hemos 1725 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 17v-18, P. 196-197. RM, Segunda Parte, Cap. I, ff. 61-61v, Pp. 13-14. 1727 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 17v-18, Pp. 196-197. 1728 RM, Tercera Parte, Caps. V, XVII, XVIII, ff. 17v, 32v-33 y 34, Pp. 195, 226-227 y 229. 1729 El ascenso social al parecer estaba asociado con el emparentamiento de los guerreros nobles con los señores y caciques, pues según Antonio de Herrera ―havia Premios para los que se señalaban, i nombrados Capitanes: tributaban al Rei quanto teman, i èl queria, hasta las Mugeres, i Hijos, si los quería; de manera, que eran mas que Esclavos, i vivian en terrible servidumbre: i despues del Rei, estaban sujetos a los Señores, los quales tenían à veinte Mugeres, mas, ò menos, i al Capitan que se señalaba en la Guerra, le daban vna en premio, que no era pequeña honra.‖ HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano…, T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. X, Pp. 93-94. La relación de Chilchotla proporciona información similar y sirvió de fuente a Herrera: ―…y el gob[er]nador tenía doscientas [mujeres], y destas repartía en sus capitanes y principales, y lo tenían por gran honra el que alcanzaba una destas del cacique…‖. VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 109. 1726 424 citado, parece que era en la guerra dónde se podían adquirir principalmente estos distintivos: ―¿Dónde habéis de haber vosotros los bezotes de piedras de turquesas y guirnaldas de cuero y los collares de huesos de pescados preciosos, sino aquí?‖1730 Para los guerreros de la clase dominada, la recompensa eran los despojos a los que pudieran dar ―sacomano‖ y cargar en petacas,1731 como mantas, cobre, alhajas (joyas de poco valor), alimentos y otros productos de poco valor para la clase dominante, y más bien de uso doméstico, como herramientas de labranza, piedras de moler, ollas y materias primas. En la parte histórica de la RM, cuando Nacá invitó a Quarácuri para romper el cerco que había puesto Taríacuri a Jarácuaro, se dio la siguiente conversación ―Yo [Nacá] voy a la laguna y desde allí llamaré a los de Curýnguaro y voy a hacer 1732 gente [de guerra], que habemos de destruir a Taríacuri". Dijo Quarácuri: "sí, sí, bien me parece, señor. ¿Yo lo sabré cuando fuéredes?". Díjole Nacá: "pues hermano, ¿no irás comigo con tu gente?". Respondió Quarácuri: "¿por qué no, señor?. Es si no muy cerca donde dices, porque aquí luego es. Y yo cogeré los despojos de lo que les haré dejar, aunque sean piedras de moler o algunas alhajas". Dijo Nacá: "así será, hermano, 1733 que nuestros dioses les harán dejar despojos".‖ Parece ser que otra recompensa que recibían los guerreros de la clase dominada durante la guerra, era el consumo de carne humana. La antropofagia ritual durante las fiestas parece que era exclusiva de la clase dominante, pero después de una victoria cuando conquistaban un pueblo, la antropofagia al parecer se extendía a todos los combatientes participantes. La RM menciona que a los muchachos los guardaban para su servicio, pero a ―los viejos y viejas y los niños de cuna y los heridos, sacrificaban antes que se partiesen en los términos de sus enemigos, y cocían aquel[l]as carnes y comíanselas.‖1734 La lámina XXXIII que sigue después de las líneas citadas, ilustra en su lado central izquierdo, un personaje atizando el fuego, sobre el cual está una gran olla, con extremidades humanas cocinándose.1735 La antropofagia ritual está consignada en varios textos posteriores, la Relación Geográfica de Chilchotla, menciona como en los templos se hacían sacrificios ―y [dicen] que la carnicería humana q[ue] allí se hacía se repartía en los hombres de guerra, y ellos la comían y hacían gran fiesta entre ellos. Y esto no se hacía, sino cuando ganaban alguna victoria de los enemigos, en señal de 1730 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18, P. 197. Maturino Gilberti registró las entradas ―Ynsignias de honrra. xararaqua hucansqua. xupangariqua‖, ―Ynsignias de vencimiento. quangariecha hucaqua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 469. 1731 Cuando Taríacuri les avisó a su sobrinos porque no iba haber más señores que ellos, les dijo: ―Buscad, hijos, petacas para echar los despojos que les habemos de quitar en la guerra. Señores Hiripan y Tangáxoan, tantos despojos habrá que no tendremos en qué echallos.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 111v, P. 114. 1732 ―Hacer gente de guerra‖ es una expresión usada en varias ocasiones en la RM y en otras fuentes. Revisando el diccionario de Covarrubias se lee ―GENTE en lengua Castellana vale concurso de personas en algun lugar, como huuo [hubo] mucha gente oy en la plaça. Està el lugar sin gente. Irse al hilo de la gente, irse tras los muchos que caminan para alguna parte. Hazer gente, leuantar algun Capitan Soldados.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra G. P. 437. 1733 RM, Segunda Parte, Cap. XI, f. 80v, P. 51. Cursivas nuestras. Cuando los isleños de Jarácuaro fueron a pedir ayuda a Taríacuri porque fueron conquistados por los de Pacandan, este les contesta que recuperen los despojos de guerra: ―Id y compraos unos a otros y rescataos; y pedí las pledras [sic] de moler y las ollas y todas las alhajas y escojed los viejos y viejas y sacrificaldos, para hacello saber a los dioses".‖ RM, Segunda Parte, Cap. XIX, f. 100v, P. 92. 1734 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 19, P. 199. 1735 RM, lámina XXXIII. Otra lámina que muestra más claramente la antropofagia, en este caso de forma profana, es la lámina VI. 425 agradecimi[en]to a sus falsos dioses.‖1736 Y en la Relación Geográfica de Tuzantla, pueblo que estaba en la frontera occidental del Tzinzuntzan Irechequa, limítrofe con los mexicas, se mencionó que cuando ajusticiaban a alguna persona por delitos, los sacrificaban enfrente de los ídolos de Curícaueri y Hurendequavecara ―y [de] estos que sacrificaban después de muertos, la carne dellos partían entre los más principales para su comida.‖ Sin embargo, también se mencionó que ―cuando en las guerras mataban [a] algún contrario, el cuerpo muerto y sangre se lo traían.‖1737 Se entiende que también los restos de los guerreros enemigos eran consumidos, lo que indicaría un tratamiento post mortem distinto para los guerreros propios, y los enemigos, en el campo de batalla. La moral y los factores integradores en el ejército tarasco eran proporcionados en primer lugar, por los aparatos ideológicos del Estado tarasco, es decir, la reproducción de la ideología de la clase dominante a través de la religión principalmente, de la familia y la transmisión del conocimiento.1738 La cadena de mando más alta, es decir, los jefes militares pertenecientes a la clase dominante, fueron sin duda los más predispuestos y convencidos que con emprender campañas militares, acrecentaban el territorio dominado por su dios Curícaueri, aparte de obtener prestigio dentro de la casta de guerreros, y según las palabras que pronunció el Capitán general de las guerras, la gente que iba a la guerra estaba por voluntad: ―Vosotros, gente de los pueblos questáis aquí, ¡mirá questá contando los días el cazonçi, nuestro rey, para que demos batalla a nuestros enemigos! ¿Cómo le habemos de contradecir? Y los señores tienen por mal que se pierda la leña que se trujo para los qúes, pues estemos aquí de voluntad.‖1739 Está convicción no pareció tan arraigada en el grueso de los ejércitos tarascos y de otros grupos étnicos, que como ya mencionamos, eran purépecha conscriptos obligados por y para la clase dominante. Basta leer la siguiente arenga, que era pronunciada por uno de los señores principales que iba a la guerra, para tener una idea de todas las implicaciones emocionales de los guerreros obligados a ir al campo de batalla: ―Mirá que no os halláis como de burla, si no cativáredes o matáredes los enemigos, no será sino por el olvido que tuvistes con las mujeres en vuestros pueblos, por los pecados que hecistes con ellas y por no entrar a la oración en la casa de los papas. Y no entrábades de voluntad para hacer penitencia y teníades en mucho juntaros con las mujeres. Mirá, no miréis atrás a vuestros pueblos. Mirá, no os volváis, que si os volviéredes o quebráredes esto que os han dicho, aparejaos a sufrir. No volváis la cabeza a vuestras mujeres con quien estáis casados ni a vuestros padres viejos. Esforzaos vuestros corazones; muramos, que toda es una muerte la que habíamos de morir en los pueblos y la que muriéremos aquí. ¿Dónde habéis de ir? Por esto sois varones. No quebréis estas palabras. Ya están todos vistos los pasos que han visto las 1740 espías en los pueblos de los enemigos.‖ Vemos que se les advirtió a los guerreros que no tomaran en burla la captura o muerte de los enemigos, por recordar a las mujeres con las que se han unido carnalmente, es decir las esposas. También se les recriminaba que no se acordaran de sus padres ancianos y la gente de su pueblo, en pocas palabras, la familia del guerrero. 1736 VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108. Corchetes originales. En varias Relaciones Geográficas se menciona la existencia de la antropofagia de los sacrificados. 1737 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. 1738 Véase el apartado sobre los aparatos ideológicos del estado tarasco, en el capítulo II de la presente investigación. 1739 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17, P. 195. Cursivas nuestras. 1740 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18-18v, P. 197-198. 426 No podemos más que tener una idea del temor de algunos guerreros a dar la vida en el campo de batalla, dejando a su mujer, hijos y padres viejos desamparados con su muerte. Si estos procedimientos especiales para elevar la moral, como las arengas, no funcionaban, los aparatos represivos del Estado como los guardas de los caminos y los guerreros profesionales, se encargaban de aprisionar o sacrificar a los rebeldes y desobedientes. Mantenimiento de los ejércitos Un dicho muy popular reza que ―un ejército marcha sobre su estómago‖;1741 para que un ejército sea eficiente, este debe de encontrarse bien aprovisionado de todo lo necesario para la guerra. Para el caso tarasco, se ha declarado que ―se ignora por completo el modo en que los ejércitos purépecha lograban abastecerse de víveres durante sus campañas, más sabemos que, como en todas las guerras, se asumía una actitud predatoria hacia los poblados vecinos.‖1742 Esta declaración es inexacta. Aunque la información se reduce a unas cuantas referencias, se puede afirmar que el abastecimiento de los ejércitos tarascos corrió tanto de parte de los guerreros combatientes como por parte del Estado tarasco, proporcionando alimentos, armamento, tiendas de campaña, etcétera.1743 Cuando el cazonci mandaba a los mensajeros vaxánocha para ordenar hacer la guerra a las fronteras, o ir a Tzintzuntzan para realizar una acción específica, los ejércitos de los diferentes pueblos ―llevaban su provisión para el camino, y cotaras y harina para beber en un brebaje y jubones de algodón y rodelas y flechas…‖.1744 Entre otras vituallas de los ejércitos mesoamericanos deben de considerarse ―utensilios y recipientes para su preparación y consumo, instalaciones portátiles para acampar, piezas líticas, cuerdas y resinas para la reparación del armamento. Todos estos objetos debían ser llevados por los mismos soldados, o bien, podían ser auxiliados por cargadores que transportaban lo más pesado y voluminoso, con la finalidad de que los combatientes no llegasen exhaustos a la batalla. […] El transporte de los utensilios para reparar el armamento, el alimento personal y una jícara para su consumo pudo llevarlas el soldado en un morral de tela o fibras. Las ollas para preparar la comida, vasijas llenas de agua y fanegas con granos, frutos y carnes eran acarreadas por los cargadores…‖1745 En caso de que el ejército saliera de Tzintzuntzan 1741 ―Un ejército marcha sobre su estómago este dicho, da a entender la importancia para las fuerzas [armadas] que sean bien aprovisionadas, ha sido atribuida tanto a Napoleón [I] y Federico el Grande. Se registra en Inglés a principios del siglo XX.‖ KNOWLES, ELIZABETH (Editora). The Oxford Dictionary of Phrase and Fable. 2ª edición, Nueva York, Oxford University Press, 2006, paginación digital correspondiente al tópico ―armed‖. Énfasis original, traducción nuestra. 1742 Cf. MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 28. 1743 Por ejemplo, en la RM, se menciona que los ejércitos acampaban en el real, es decir, las casas de campaña; Covarrubias definió como ―REAL, el exercito, y particularmente el lugar donde estâ el Rey, y tiene su tienda. Assentar real, es poner casa. El campo, o exercito representa su Rey.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra R. P. 3v. Gilberti registró ―Real de gentes armadas. yamendo purepecha thacoxuriqua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 562. En la lámina XVIII de la RM, están representadas dos estructuras que son mencionadas como ―ranchos‖; Marcia Castro Leal las identificó como ―choza semiesférica enteramente construida en paja o hierbas; parece ser muy pequeña en su interior. Servía como habitación temporal para pernoctar cuando se andaba en el monte de cacería o se iba a cortar leña para los dioses‖, nosotros agregaríamos que también pudieron haberse usado en las campañas militares. CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., 66. 1744 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. 1745 TEJEDA MONROY, EDUARDO A.. ―La guerra y los ejércitos prehispánicos en el área maya‖, Óp. Cit., P. 63 y nota a pie núm. 79. 427 para ir a guerrear a una frontera, el Estado proporcionaba los bastimentos necesarios, y que habían sido obtenidos a través de lo tributado por los pueblos: ―Y encomendaban a toda la gente que [l]levasen todas las vituallas y los arcos e flechas e rodelas y harina e pan de bledos y ofrendas quel caçonçi inviaba [de leña y ramas] para los dioses que iban a la guerra. Cada pueblo se llevaba sus vituallas y así se partía toda aquella gente de los pueblos y por los pueblos que pasaban les sacaban al camino 1746 mucha comida…‖ Las últimas palabras son muy importantes, pues el aprovisionamiento de los ejércitos tarascos estaba garantizada dentro del territorio del Tzintzuntzan Irechequa; a diferencia del imperio hegemónico mexica, donde los ejércitos tuvieron que cruzar largas distancias en territorios no controlados de forma efectiva, en el imperio territorial tarasco existió una economía política e infraestructura para el aprovisionamiento de los contingentes armados. Hay que recordar que a lo largo y ancho de este territorio, existieron sementeras que eran para las guerras, la cosecha de estas se almacenaban en trojes para las guerras del cazonci y eran administradas por la autoridad local, es decir, este alimento servía para para los gastos públicos, como las fiestas y probablemente para sustentar a la casta sacerdotal, además de alimentar a los ejércitos en campaña, así de colige que ―por los pueblos que pasaban les sacaban al camino mucha comida…‖, probablemente el racionamiento de los bastimentos corría a cargo de los ocanbecha como especialistas de recolectar el tributo y contar la gente; este tributo correspondió al ―tributo estratégico‖, recolectado y administrado por la burocracia, caracterizado por Ricardo Aguilar.1747 Fuera del territorio de abastecimiento, si debió adaptarse una actitud predatoria de ―sacomano‖ como lo relatan los capítulos V y VI de la tercera parte de la RM. El Estado tarasco no permitía que sus propios ejércitos depredarán territorios bajo su control, y un ejemplo de esto, es cuando Juan Rodríguez de Villafuerte, quien desobedeció las órdenes de Hernán Cortés de ir a Zacatula, se dirigió a Colima a intentar conquistarla, pero fue derrotado y retrocedió a Zacatula, y en el camino adopto una actitud predatoria en los territorios tarascos: ―El Capitan Villafuerte, llegado con la Gente, adonde avia de tomar el camino, tuvo forma, para que la Gente le requiriese, que fuese à otra Provincia, àcia el Norte, cuia pacificacion avian pedido muchos Capitanes, i por no descotentarlos Hernando Cortès, respondia, que buelto de Panuco, queria èl mismo hacer aquella Jornada: i quando supo, lo que havia hecho Villafuerte, temiò, que iba alçado, con ocasion de la mucha Gente, que llevaba, cosa, que le pudo en gran cuidado. Entro Villafuerte, con poco tiento, dando à los Soldados demasiada libertad: i asi bolvieron los Indios, que llevò de Mechoacan, Cargados de despojos, i èl saliò presto de la Provincia, quedando de Guerra, i porque en parte tocaba al Cazonzin, i avia ido à quexarse à Cortès, le satisfiço 1748 , i embiò contento de los agravios, que pretendía, i siempre quedaron Amigos.‖ 1746 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. Cursivas nuestras. AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, en: ENKERLIN PAUWELLS, LUISE MARGARETE (Editora). Abriendo caminos. El legado de Joseph Benedict Warren a la historia y a la lengua de Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Universidad Keio, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado Editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 4), 2012, Pp. 241-274. Véase el apartado del capítulo II de la presente investigación titulado ―Circulación de bienes en el Tzintzuntzan Irechequa‖. 1748 HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme del mar Océano…, T. II, Dec., III, Lib. III, Cap. XVII, P. 106. 1747 428 Cuerpos auxiliares de los ejércitos Entre los cuerpos auxiliares del ejército tarasco debemos considerar por su importancia a los tamemes. Como hemos visto más arriba, los purépecha o gente común tenían la obligación de llevar a cuestas el matalotaje, bastimentos y vituallas necesarias en las guerras.1749 Bernal Díaz del Castillo dio el dato de que cada tameme podía llevar dos arrobas de peso y caminar con ellas 5 leguas1750, convirtiendo el peso y distancia a medidas actuales, correspondería a 23 kg de carga y 27 km, aunque deben considerarse variables de peso transportado, distancia recorrida, topografía, clima, moral y descanso. Repartiendo la carga entre la gente común, los guerreros profesionales podían estar frescos para el combate, y los mismos cargadores engrosaban las filas de guerreros de los ejércitos prehispánicos. Otros cuerpos auxiliares muy importantes para el funcionamiento de la logística bélica, eran los correos o mensajeros llamados, vaxánocha. La RM menciona como había un encargado en el palacio del cazonci ―llamado vaxánoti, deputado sobre todos los mensajeros y correos, los cuales estaban allí en el patio del caçonçi para cuando se ofrecía de inviar [a] alguna parte. Y agora sirven éstos de llevar cartas.‖1751 Los vaxánocha se encargaban de llevar distintos mensajes por el territorio estatal, como pedir la leña cuando el cazonci lo ordenaba, y de reunir la gente de guerra para ir a las fronteras o a Tzintzuntzan. En la parte histórica de la RM, la mayor parte de las veces en que se mencionan embajadas o mensajes, comúnmente fueron sacerdotes los que las llevaron a cabo. ―Envíaba el cazonçi un mensajero llamado vaxánoti, que era oficio por sí, y entiznábase todo e tomaba un bordón, y llegaba a la casa del delincuente y prendíale‖,1752 así se puede entender por qué los mensajeros que mandaba el cazonci para encarcelar o ejecutar a un delincuente, en especial a los señores cuando cometían un delito, les quitaban los bezotes, requisaban su hacienda y sementeras para el fisco, ataviados con símbolos de autoridad. ―Los señores o caciques de los pueblos estaban obligados a dar de comer a los mensajeros y también les daban mantas, lo cual posiblemente era una especie de paga por el servicio que prestaban.‖1753 Otro grupo de especialistas muy importantes eran los espías, de los cuales también había un diputado ―sobre todas las espías de la guerra‖ en Tzintzuntzan.1754 En los tiempos de Taríacuri, la principal función de los espías o atalayas; era vigilar desde lo alto de los cerros los movimientos de los ejércitos enemigos, para no ser atacados por sorpresa, así como vigilar los movimientos de algunas personas.1755 En las guerras tenían un papel fundamental como exploradores, se adelantaban para preparar la llegada del grueso de los ejércitos tarascos, y ―sabían todas las entradas y salidas de aquel pueblo y los pasos peligrosos y dónde había ríos. Estas dichas espías lo trazaban todo donde asentaban su real y lo señalaban todo en sus rayas en el suelo‖, dicha traza se llamaba curúzetaro, y frente a este croquis, el Capitán general de la guerra les ordenaba 1749 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 81; RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 23, P. 207. 1750 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap. XLVI, P. 77. 1751 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. 1752 RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203. 1753 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 165. 1754 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. 1755 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 108. 429 a los señores, caciques y capitanes de escuadrón, el lugar que les correspondía para iniciar el ataque a los pueblos enemigos.1756 Los espías también realizaban hechizos para debilitar a los enemigos pues ―antes que peleasen con sus enemigos, iban aquellas espías y llevaban de aquellas pelotillas de olores [de tabaco] y plumas de águilas y dos flechas ensangrentadas y entraban secretamente en los pueblos y ascondíanlo en algunas sementeras, o cabe la casa del señor, o cabe el cu, y volvíanse sin ser sentidos, y eran aquellos hechizos para hechizar el pueblo.‖1757 Como se puede observar, el trabajo de los espías era muy importante para vigilar el movimiento de tropas y explorar el terreno enemigo, y en las arengas previas a la batalla, se decía: ―Mirá con cuánto dolor y trabajo han andado las espías quebrando el sueño de sus ojos y con el rucío por las piernas, por mirar y buscar las sendas por donde ha de ir nuestro dios Curícaberi a dar batalla a este pueblo.‖1758 También las fuentes mencionan especialistas en la construcción de sistemas defensivos, según el relato de la exploración de Michoacán proporcionado por Cervantes de Salazar, que a su vez es la versión de la expedición que le contó Francisco Montaño, mencionó como Taximaroa ―de la cual será bien decir algo, por ser extrañamente murada; la causa era la guerra que con los mexicanos tenían. Estaba, aunque era muy grande, cercada de una cerca de trozos muy gruesos de encina, cortados á mano; tenía [esta trinchera ó muro] de alto dos estados é uno de ancho; parescía muy antigua; renovábase cada día, sacando los trozos muy secos y metiendo otros recién cortados, para lo cual había maestros y peones diputados que en ninguna otra cosa se ocupaban, salariados [pagados] para esto del dinero de la república.‖1759 Estos ―maestros y peones‖ nos recuerdan al diputado sobre los oficiales para hacer casas, que menciona la RM: ―Había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los oficiales de hacer casas, que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los qúes, que hacían muchas veces. No entendían en otra cosa más de hacer las casas e qúes, que mandaba el cazonçi, y déstos hay todavía muchos.‖1760 Las fuentes no mencionan qué tratamiento recibían los heridos durante las guerras, la RM llega a mencionar que ―iba [el cazonci] muchas veces a las guerras con su arco e flechas, que llevaba en la mano, y cuando caía alguna vez enfermo [herido], traíanle en una hamaca los valientes hombres y los señores.‖1761 Esto concuerda con el resultado de la batalla ritual entre los chichimecas y los curinguareños en el llano de Atáquaho: ―Y fueron heridos y flechados los dos hermanos señores de los chichimecas Pauácume y Vápeani y tornáronlos a sus casas a cuestas a Tarímichúndiro y tornáronse los de Curýnguaro a su pueblo.‖1762 Inmediatamente después de esto, Jerónimo de Alcalá hace un comentario de las costumbres de cuando los tarascos resultaban heridos: ―Tenían por mal, cuando estaban heridos o flechados, dormir en sus casas los heridos, por el peligro que era. Y estos heridos, con los señores, fuéronse a la casa dicha del águila y hiciéronles unos zarzos de cañas altos del suelo de una parte y de otra, dentro 1756 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Ídem. 1758 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18, P. 197. 1759 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. Prólogo de Manuel Magallón y Cabrera. Madrid, The Hispanic Society of América-Tipografía de la ―Revista De Archivos‖, 1914, Lib. VI, Cap. XV, P. 769. Información entre corchetes añadida y tachada en el manuscrito. Cursivas nuestras. 1760 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6v-7, Pp. 176-177. 1761 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 13, P. 187. 1762 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. 1757 430 de la casa. Y estaban echados los heridos en ellos y estuvieron tres días en esta dícha casa. Y a la entrada de la puerta tomaban sahumerios con cañutos y sacaban aquellos sahumerios a los fogones, de una banda y de otra, que se encontraban unos con otros 1763 los que entraban y los que salían a echar los sahumerios en los fogones.‖ Múltiples estudios han abordado el tema de la medicina prehispánica tarasca, y de varios especialistas encargados de curar, encontramos que había curanderos y hechiceros de ambos sexos.1764 Los sacerdotes también debieron tener conocimientos de curación, y estos acompañaban a los ejércitos a las guerras para llevar a los dioses a cuestas y efectuar diversos rituales, por lo que formaron parte de los cuerpos auxiliares de la guerra, incluso probablemente participaron directamente en el combate, y posiblemente estos también se encargaban de los heridos. Lamentablemente, como hemos mencionado, las fuentes no dan muchos detalles sobre el destino de los heridos, sabemos que los enemigos heridos de flecha eran sacrificados, pero no sabemos que ocurría con los heridos de los ejércitos tarascos, muy posiblemente los que tenían probabilidades de sobrevivir eran cargados a cuestas para ser curados, y los desahuciados quedaban en el campo de batalla, pues puede inferirse que sí la guerra ocurría en un lugar lejano, sólo algunas pertenecías eran llevadas a los familiares para realizar las exequias, al menos en el caso de los señores, los arcos, flechas, guirnaldas de cuero y plumajes.1765 Un último grupo de cuerpo auxiliar lo encontramos en los encargados de mantener el orden y castigar, los guardas de los caminos. Los guardas de los caminos eran ―personas que se ponían en los caminos del pueblo enemigo después de haber sido atacado y saqueado para quitarle a la gente las joyas, el oro, la plata y los plumajes obtenidos durante el saqueo y que eran para el cazonci. La gente que había realizado el saqueo podía quedarse con las mantas, el cobre y las alhajas (probablemente las joyas de poco valor).‖1766 Estos guardas debieron pertenecer al aparato represivo del Estado, su tarea era mantener el orden interno dentro de los ejércitos de Curícaueri, y requisar el botín de guerra valioso para el cazonci. 1763 RM, Segunda Parte, Cap. VIII, ff. 73v-74, Pp. 38-39. Algunos de los trabajos que han abordado el tema y que pueden consultarse son: LEÓN, NICOLÁS. Apuntes para la historia de la medicina en Michoacán. Edición facsimilar de la impresa en 1886. Con estudio introductorio de Gerardo Sánchez Díaz. Morelia. Instituto de Investigaciones HistóricasUniversidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Comisión Institucional para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana, 2010; SEPÚLVEDA Y HERRERA, MARÍA TERESA. La medicina entre los purépecha prehispánicos. México, Universidad Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Antropológicas, (Etnología, Serie Antropológica, núm. 94), 1988; LUNA-PÉREZ, ALBA MARÍA. Salud y enfermedad en el Michoacán del siglo XVI. Tesis para obtener el grado de Licenciada en Historia. Asesor: Igor Cerda Farías, Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2005; SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. ―Los saberes sobre enfermedades y sistemas curativos entre los tarascos. Cambios y continuidades en el siglo XVI‖, en: DOSIL MANCILLA, FRANCISCO JAVIER; SÁNCHEZ DÍAZ, GERARDO. Continuidades y rupturas. Una historia tensa de la ciencia en México. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas – Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Ciencias, Morelia, 2010, Pp. 11-67. 1765 RM, Tercera Parte, Cap. VII, f. 20, P. 201. 1766 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 114. La RM menciona: ―E tenían puestas guardas por todos los caminos y sendas y allí quitaban a la gente todo el oro y plata y plumajes ricos, que habían tomado en el saco, y piedras preciosas, de todo el despojo y saco que se había dado. No les dejaban llevar más de las mantas y cobre y alhajas, y todas las joyas y oro y plata y plumajes traían al cazonçi.‖ Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200. 1764 431 27. EL ARMAMENTO PREHISPÁNICO MICHOACANO ―…el tarasco tenía cuarenta mil hombres de guerra y que las armas en que más estribaba eran las hondas y varas tostadas arrojadizas, arcos y flechas, y macanas, con cuchillos de navajas, porras y otras armas ofensivas, con muchas y muy galanas rodelas y divisas de oro y plumas.‖ 1767 Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España e islas de la tierra firme, 1579 Un aspecto fundamental para la praxis de la violencia mortal entre seres humanos, es la elaboración de armas que permitan infringir daño al enemigo. Existe el debate en cómo se define un arma atendiendo criterios como la morfología, la funcionalidad, el criterio cultural y el índice histórico,1768 aunque a grandes rasgos se puede decir que un arma ―es un artefacto que está diseñado para ofender o defender bajo diversas circunstancias.‖1769 Parte de la dificultad de definir qué es un arma, radica en que a lo largo de la historia se han realizado armas para cazar, de tipo simbólico y para la guerra, o herramientas que se usaron como armas, lo que significa que no todas las armas se facturan con un fin de ofender o defender, ―pero aquellas que sí tienen un fin en el combate estaban diseñadas bajo diversos motivos para la aniquilación de los oponentes‖:1770 ―Cuando las diversas sociedades del mundo estructuran el diseño de sus armas, cada una de las partes que las componen tiene siempre una función específica. Nada en el diseño de un arma está necesariamente colocado al azar, sobre todo si sabemos que se trata de objetos pensados y fabricados exclusivamente para la guerra. Una vez más, el factor que determina sus trazados depende de la cultura de quienes los crean y por 1771 ende, la forma de combate está determinada por el diseño de las armas. ‖ Como todo tipo de tecnología, el origen del armamento prehispánico tiene su desarrollo histórico; varias de las armas usadas en las postrimerías del periodo prehispánico fueron originalmente herramientas que se usaron para diversas actividades económicas, como la caza y la tala de madera, pensando en distintas armas arrojadizas como arco y flecha, lanza dardos, hondas, cuchillos y hachas. Por otro lado, desde la aparición de la guerra, fue necesaria la elaboración de artefactos ideados ya con fines específicos para ofender y defenderse violentamente con otros seres humanos, como porras, macanas, escudos, cascos, armaduras.1772 Lamentablemente no han sobrevivido completamente en el registro arqueológico, muchos ejemplos de armamento usados en las guerras por los antiguos pueblos mesoamericanos, por el tipo de material perecedero 1767 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, Pp. 282. 1768 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas. España, Consejo superior de investigaciones científicas-Ministerio de educación y ciencia-Ediciones Polifemo, (Anejos de Gladius), 2007, Pp. 25-27. 1769 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 91. 1770 Ídem. 1771 Ibíd., P. 20. 1772 Para el registro más antiguo de armamento prehispánico en el Occidente de México, véase CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento vislumbrados en las figuras de guerreros del occidente de México‖, en: Gladius. Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y vida cultural en oriente y occidente. España, Consejo Superior de Investigaciones CientíficasDepartamento de Publicaciones -Instituto de Historia (CSIC)-Instituto Hoffmeyer para el estudio de las Armas, 2007, vol. XXVII, Pp. 121-136. 432 con el que estaban manufacturados, cómo madera, fibras vegetales o partes de animales. Lo poco que conocemos de la morfología del armamento lo sabemos gracias a los diversos materiales arqueológicos, pictóricos y documentos escritos, que nos permiten observar representaciones del armamento indígena durante la historia mesoamericana, leer descripciones y al momento del contacto. Ya hemos mencionado las dificultades de fuentes para el caso del Michoacán prehispánico. Sobre el conocimiento del período protohistórico, las imágenes y descripciones fueron hechas tiempo después de la conquista hispana, producto de la obra evangelizadora cristiana, intentos de conocer el pasado de los naturales o como obras legitimadoras con valor dentro del sistema jurídico novohispano, y que no siempre pueden considerarse como fuentes fidedignas, o como menciona Hans Roskamp: ―los documentos indígenas de Michoacán […] cumplen una clara de legitimación del poder y, frecuentemente, son ―historias de bronce‖ de ciertos asentamientos o linajes, por lo tanto, no pueden ser usados como reconstrucciones totalmente objetivas del pasado.‖1773 Estos documentos fueron producidos por diferentes grupos étnicos, diferente temporalidad y en diversos lugares de la Nueva España, aun así, existen elementos para considerar que las representaciones son cercanas a la realidad; ya que en el ámbito arqueológico no se ha encontrado este tipo de artefactos que nos permita entender cabalmente este tipo de tecnología, dependemos de las representaciones pictóricas y las descripciones escritas tempranas del siglo XVI.1774 La mayoría de las fuentes nos presenta el mismo panorama sobre el armamento usado dentro del Tzintzuntzan Irechequa, se usaron armas que eran empleadas en otras áreas del antiguo México.1775 Desde 1905, Eduard Seler había encontrado similitudes entre el armamento tarasco y el de otras regiones de Mesoamérica. 1776 Si bien en las 1773 RONSKAMP, HANS. ―Documentos pictográficos indígenas de Michoacán: balance, problemas y perspectivas de investigación‖, en: GARCÍA MORA, CARLOS (Editor). Enigmas sobre el pasado y el presente del pueblo Purépecha. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Gobierno del Estado de Michoacán, ,Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente, Coordinación interinstitucional para la atención de los pueblos y comunidades indígenas del Estado de Michoacán, Grupo Kw‘anískuyarhani de Estudiosos del Pueblo Purépecha, Morevallado editores, (Colección Kw‘anískuyarhani núm. 1), 2004, Pp. 58-61. 1774 Véase Apéndice B. 1775 Aunque conocemos los nombres, tanto tarascos como nahuas, preferimos referirnos al armamento como se consignó en el español antiguo, dado que se puede hablar que la tecnología durante el Posclásico tardío fue muy parecida, salvo en los casos que se trate de un arma específica, adoptamos el nombre más conocido en la literatura académica. Un ejemplo interesante sobre la similitud de armamentos lo mencionó Nuño de Guzmán, durante la conquista de Jalisco, mencionó como los indígenas luchaban con ―sus armas heran muy buenos arcos y flechas, y rodelas de caymanes muy grandes; y lanzas y porras, y aunque son muy recias las rodelas, no faltaron aquel día brazos para pasarlas con las lanzas, al indio, y a ellas; traían otros rodelas de un cuero que parecía de baca, pensamos que puede ser danta…‖. ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán, en que refiere la jornada que hizo a Mechuacan, a conquistar la provincia de los Tebles Chichimecas, que confina con Nueva España. (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editoresDifocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, [Apéndice 1], P. 282. 1776 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖ [Traducción de Erika Kriegger; Confrontación con el original alemán, introducción, correcciones y notas de Francisco Miranda], en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, P. 192. Marco Antonio Cervera Obregón menciona que ―en nuestro recorrido de análisis del armamento mesoamericano nos hemos topado casi con el mismo tipo de armas en toda Mesoamérica…‖; los resultados de sus observaciones los sintetizo en varios cuadros tentativos sobre las sub-áreas mesoamericanas y períodos históricos, sin 433 láminas de la RM no se consignan algunas de las armas mesoamericanas, esto no significa que no hayan sido usadas por los ejércitos leales al cazonci, se puede cotejar la información con otras fuentes documentales, tales como las Relaciones Geográficas, en las crónicas religiosas del Michoacán novohispano y en las obras lingüísticas. Antes de iniciar el estudio del armamento prehispánico michoacano, debemos tener en cuenta que había diferentes tipos de éste, muy variado dependiendo sí el combate era cuerpo a cuerpo o a distancia, así como el tipo de daño que producían. Se han propuesto diferentes formas de clasificación para los armamentos dependiendo de la postura teórica del autor, así como por los datos recogidos, nosotros sintetizamos la propuesta de clasificación seguida por Cervera Obregón: Armas Ofensivas CLASIFICACIÓN DE ARMAMENTOS ANTIGUOS Uso en combate Tipo de armamento Tipo de combate Cuerpo a Diseñadas para herir Cortante cuerpo y matar bajo Punzantes diversos esquemas Contundentes A distancia Arrojadizas Defensivas Mixto Pasivas Activas Ejemplos Navajas, cuchillos, hachas Lanzas Macana, porra Arco y flecha, lanza dardos, jabalinas, honda Están directamente Corazas, petos, cascos, grebas, integradas al cuerpo etcétera. Están en constante Escudos movimiento para mantener protegido en todo momento al guerrero que lo sujeta CUADRO 30. FUENTE: CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., Pp. 30-31; Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 19-20 y 91-92. Elaboración propia. Armamento de largo alcance El armamento arrojadizo a larga distancia es de los más antiguos, debido a que desde tiempos remotos, el ser humano prehistórico se vio en la necesidad de cazar animales más rápidos que él, más grandes o peligrosos, por lo que era necesario mantener distancia para alcanzar, herir y obtener la presa. Posteriormente fue usado para la guerra; en la antigüedad la principal función del armamento a distancia era para atacar al enemigo desde un lugar seguro, provocar bajas, debilitar y crear confusión en sus filas, y posteriormente que entraran en combate las fuerzas de choque con armamento cuerpo a cuerpo. El armamento arrojadizo provocó que se idearan sistemas defensivos para proteger el cuerpo de los combatientes.1777 En las fuentes michoacanas se registró que para el Posclásico Tardío se usaron armas arrojadizas como el arco y flecha, lanzadardos, piedras, hondas, e incluso se mencionó la existencia de cerbatanas. Arco y flecha De entre las armas usadas podemos mencionar el arco y la flecha como la más representativa de los tarascos, cargada además de un gran simbolismo. En tarasco el embargo, las fuentes mencionan que los tarascos y los pueblos que habitaron el Tzintzuntzan Irechequa, usaban más armas que las mencionadas en los cuadros. CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 44, cuadros en Pp. 53-55. 1777 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., Pp. 31 y 130. 434 nombre del arco era canicuqua, y la flecha era pithaqua.1778 Este tipo de arma aparece gran cantidad de veces representada en las fuentes pictográficas indígenas, y al menos en Michoacán, fueron símbolo de autoridad, prácticamente en la mayoría de los documentos coloniales aparece en manos de los señores indígenas. Eran utilizadas por la mayoría de los personajes principales dentro del relato de la RM, y estaban asociadas ―al poder político, al estatus de hombre valiente, a la condición de chichimeca, al tributo, a las ofrenda de los dioses, a la caza y la vida silvestre y, por supuesto, a la guerra.‖1779 También era símbolo de estatus de nobleza, ya que ―los señores chichimecas tiraban flechas, porque la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos…‖.1780 Los tarascos eran reconocidos como expertos en su uso, pues cuando los mexicas pidieron ayuda al cazonci para combatir contra los españoles y sus aliados indígenas que estaban sitiando México-Tenochtitlán, los embajadores mencionaron: ―"vosotros, los de Mechuacan, por allí vendréis y nosotros iremos por otra parte y ansí los mataremos a todos, ¿por qué no los mataremos? Porque oímos de vosotros, los de Mechuacan, que sois grandes flecheros, tenemos confianza en vuestros arcos y 1781 flechas.‖ En la parte histórica de la RM se mencionan un par de ejemplos de la pericia de los chichimecas-uacúsecha como arqueros: cuando Ticátame se vio rodeado por sus cuñados, ―armaba su arco y tiraba de dos en dos flechas y enclavaba a uno y la otra pasaba delante de otro. Y flechó a muchos y mató los que estaban allí tendidos.‖1782 La otra mención, es cuando Taríacuri buscó una nueva esposa por consejo de su tía y sacerdotes, con Zurumban, señor de Taríaran. Al encontrarse Zurumban con Taríacuri, le pidió que disparara a un pajarillo: ―Y estaba un pajarillo llamado Zenzenbo, colgado de una flor questaba chupando la miel y viéndolo Zurunban, díjole a Taríacuri: "¡Oh, qué hermoso pajarito; señor, fléchale! ¿Cómo? ¿No eres chichimeca? Tírale". Respondió Taríacuri: "que me place. Yo le tiraré, 1783 hermano". Y puso una jara en el arco y ya que le quería tirar, dijo Zurunban:"Mírame a la mano y ve por él y trai hacia acá la flecha". Y como soltase, acertóle y dijo Çurunban: "hermano, ya le acerté, ve por él". Y iba Zurunban por un herbazal y alzó la jara y el pájaro traíale en la mano y llegando a Taríacuri le dijo: "cierto que eres chichimeca, que este pájaro no es tan grande que, ¿era cosa de flechar por ser tan chiquito? ¿Cómo, 1784 ninguno te ha de alcanzar? No faltas ni yerras tiro y no hay quien te alcance en tirar".‖ Un último testimonio de la pericia lo proporcionó ya tardíamente Alonso de Zorita: ―La gente de este reino dice que es robusta y de mucho trabajo y de mejor parecer que los demás naturales de aquella tierra y que son belicosos y muy diestros de tirar flechas con 1778 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 55, 133, 270 y 434. MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 22. 1780 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. A pesar del simbolismo iconográfico y la existencia de un encargado de guardar los arcos, no debe pensarse que esta arma era de uso exclusivo de una determinada clase o casta, pues por varias fuentes sabemos que era de uso común, puesto que en las Relaciones Geográficas, la mayoría menciona el uso de arcos y flechas como armas de uso común. 1781 RM, Tercera Parte, Cap. XXII, f. 42, P. 245. 1782 RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66v, P. 24. 1783 ―IARA, es vna especie de saeta que se tira con la vallesta…‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra I, P. 487. 1784 RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 93v, P. 78. 1779 435 arcos y que a cien pasos no yerran un pequeño blanco en especial los que llaman teules chichimecas y que muchos de ellos eran vasallos del señor de Michiuacam y que con una flecha pasan una rodela y unas armas de algodón y que en descubriendo el ojo lo enclavan y que cuando van a caza aunque los venados o liebres o conejos vayan a más correr lo flechan y matan y si por alguna parte se sale alguna caza sin herir ponen una vestidura de mujer al que se descuidó en ello dando a entender que no es hombre el que no es muy 1785 gran flechero.‖ El arco es un artefacto antiguo que usaba y usa el ser humano para la caza de animales, y que posteriormente fue usado en la guerra. El cuerpo era elaborado a partir de materiales elásticos como madera o bambú, y la cuerda de fibras textiles, tripas o nervios animales. Las flechas también eran elaboradas de madera, con puntas de diversos materiales, como líticos, metales, o huesos de animales, y plumas de aves. Arco y flecha funcionan ―basándose en el simple principio físico de convertir la energía muscular en energía de lanzamiento. La energía se produce tensando la cuerda del arco; esta energía queda almacenada mientras la cuerda se mantiene en esta posición y el arquero apunta; y se transforma en energía cinética de la flecha cuando el arquero libera la cuerda.‖1786 Como mencionamos, no hay evidencias arqueológicas de este armamento al haber estado elaborado con materiales perecederos, y las fuentes no detallan la longitud de los arcos, de los cual depende en parte la potencia y alcance con la que se pueden disparar flechas. La representación de arcos y flechas es abundante en las fuentes coloniales michoacanas, Roberto Martínez e Iván Valdez identifican el tamaño promedio de los arcos representados en las láminas de la RM: tan largos como un torso humano, cortos como el antebrazo, y de la altura del personaje. Estos investigadores agregan que ―la cuestión es que, como en las imágenes de este tipo lo más grande suele ser lo de mayor importancia, es difícil saber sí los objetos corresponden a sus proporciones reales.‖1787 El tamaño de arco más representado en las láminas de la RM es el del tamaño de un torso humano, seguido de los del tamaño del personaje, y pocas veces representado corto como el antebrazo.1788 El arco del tamaño de un torso humano es el más representado en la RM, y probablemente corresponde al tamaño común de este tipo de armamento en el Michoacán prehispánico. Los arcos cortos como el antebrazo están poco representados en las láminas de la RM, y parece que su representación correspondió más a cuestiones estilísticas que a representaciones de objetos existentes, o sí existieron probablemente fueron ornamentales o rituales. Los arcos tan altos como el personaje es probable que hayan existido, en las láminas de la RM siempre son representados al lado del cazonci o el capitán general de las guerras, y si bien estos personajes son representados más grandes que el resto, el texto menciona como se les recriminaba a los chichimecas que cazaran todo el día en el monte, ―hechos vagamundos, con sus arcos largos en las manos,‖1789 por lo que bien pudo tratarse de un arco ornamental o un arco exclusivo para personajes eminentes o guerreros semiprofesionales. 1785 ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España. Edición, versión paleográfica, estudios preliminares y apéndices de Ethelia Ruiz Medrano, Wiebke Ahrndt, José Mariano Leyva. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección Cien de México), 1999, T. I, Cap. XXII, Primera parte, P. 284. 1786 Enciclopedia Salvat de ciencia y técnica. Salvat editores, España, 1985, T. II, P. 248. 1787 MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖ Óp. Cit. P. 20-21. 1788 Véase Apéndice B. 1789 RM, Segunda Parte, Cap. VI, ff. 71v-72, Pp. 34-35. 436 Indígenas arqueros fueron representados en los grafitos de los conventos de San Francisco Tzintzuntzan y Santa María Magdalena Cuitzeo, algunos portan penacho, ropas y carcaj, otros están en posición de disparar flechas con el arco.1790 En la fachada del convento agustino de Yuriria, edificado en la segunda mitad del siglo XVI, están representados dos arqueros indígenas que han sido caracterizados como ―chichimecas‖ o ―guerreros de linaje indígena‖,1791 pero su representación también podría corresponder a indígenas tarascos, que fueron la mano de obra para edificar la estructura. Ambos portan arcos tan altos como los personajes y carcajes, taparrabos, uno de ellos tiene una guirnalda en la cabeza; ambos están tensando los arcos en posición de disparar una flecha, sujetando el arco con la mano izquierda, y sujetando la saeta con la derecha. Todos estos elementos si bien pueden relacionarse con los indígenas chichimecas, también pueden asociarse con los uacúsecha descritos en la RM.1792 Las puntas de flecha representadas en la iconografía son triangulares, alargadas, romboidales u ojivales, y este tipo de material lítico ha sido encontrado en diversos contextos arqueológicos michoacanos.1793 Ha existido debate sobre el uso de cobre para hacer las puntas de las flechas, ya que no es mencionado sino después de la conquista, cuando Nuño de Guzmán en su campaña de ―pacificación‖ y conquista de Nueva Galicia, exigió a Tangáxoan II que hiciera ―muchas flechas y […] veinte arcos con sus casquillos de cobre…‖1794, una vez completado el encargo de los bastimentos de armas, el narrador de la RM nos dice que se fabricaron ―cuatrocientos arcos y doscientas flechas de casquillos de metal, hachas y mucho número de las otras de cobre.‖1795 Gilberti registró un nombre para las puntas de flecha de metal: ―Caxquillo de saeta. tiamu pihtaqua hucandiraqua‖.1796 La cuestión aquí seria preguntarnos si los tarascos fabricaban sus puntas de flechas con este metal antes o después de la llegada de los españoles, ya que en las láminas solo perecen ser de obsidiana. Los casquillos de cobre existentes, fueron recuperados fuera de su contexto, por lo que no podemos identificar si fueron de factura y uso prehispánico o posterior;1797 lo que sí se ha encontrado, ha sido 1790 Véase Apéndice F, figura 3. SANTIAGO SILVA, JOSÉ DE. Yuririapúndaro. Guanajuato, Ediciones La Rana, Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, (Arquitectura de la Fe), 2006, P. 166 y 174; GONZÁLEZ LEYVA, ALEJANDRA. Yuriria. Construcción, historia y arte de un convento agustino. México, Facultad de Filosofía y Letras-Dirección General de Asuntos del Personal Académico-Universidad Nacional Autónoma de México, 2008, P. 29. 1792 Véase Apéndice F, figuras 1 y 2. 1793 MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖ Óp. Cit. P. 21. 1794 RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 54v, P. 270. 1795 RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 56v, P. 274. 1796 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. P. 313. 1797 Nosotros nos inclinamos a que si se usaron casquillos de cobre para la época prehispánica en Michoacán, y probablemente se empezaron a fabricar en otras regiones de Mesoamérica, aunque probablemente no de forma masiva. Bernal Díaz del Castillo mencionó que durante el sitio de MéxicoTenochtitlán, Hernán Cortes ―envió a decir a todos los pueblos nuestros amigos que estaban cerca de Tezcuco que en cada pueblo hiciesen ocho mil casquillos de cobre, que fuesen buenos, según otros que les llevaron por muestra, que eran de Castilla; y asimismo les mandó que en cada pueblo le labrasen y desbastasen otras ocho mil saetas de una madera muy buena, que también les llevaron muestra, y les dio de plazo ocho días para que las trajesen, así las saetas como los casquillos, a nuestro real, lo cual trajeron para el tiempo que se los mandó, que fueron más de cincuenta mil casquillos y otras tantas mil saetas, y los casquillos fueron mejores que los de Castilla‖, sin embargo, el mismo testimonio menciona que llevaron muestra o ejemplo de cómo tenían que hacerse los casquillos para las ballestas. DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España. Introducción y Notas, Joaquín Ramírez Cabañas. 11ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 5), 1975, Cap. CXLVII, P. 327. 1791 437 un casquillo de oro en el entierro 2 de la yácata de Tzintzuntzan.1798 Eduad Seler propuso que probablemente los tarascos usaban puntas ―de madera encajada‖, 1799 y que los diferentes materiales y diseños tenían funciones distintas. Sobre este aspecto, Cervera Obregón menciona que ―sabemos que cada punta de proyectil llevaba un diseño adecuado para la eficiente perforación y desgarre de todo aquello que penetrara. Los diseños de puntas adecuadas permitían una mejor penetración y sangrado al momento de producir la herida, así también en muchos casos el diseño impedía la facilidad para retirar la punta de la herida lo que las hacía más peligrosas.‖1800 Las flechas entre los tarascos también tenían significados religiosos, aunque por el momento nos es imposible hacer una interpretación de los siguientes pasajes, sabemos que los colores de los pedernales tenían diversas connotaciones, así por ejemplo, cuando los cuñados de Ireti Ticátame quieren matarlo, él le contesta a su mujer que le dio la noticia: ―Dijo él: "Bien está, vengan y probarán mis flechas, las que se llaman huréspondi, que tienen los pedernales negros y las que tienen los pedernales blancos y colorados y amarillos. Estas cuatro maneras tengo de flechas, probarán una déstas a ver a qué saben y 1801 yo también probaré sus varas con que pelean, a ver a qué saben".‖ Y en una ocasión, los señores de Curínguaro se enteraron que Taríacuri había hecho una entrada al occidente, y había logrado capturar muchas riquezas, por lo que le exigieron tributo, por lo que Taríacuri: ―Y hizo traer unas arcas y empezó de abrillas, las cuales estaban llenas de muchas maneras de flechas […] y desató las flechas y sacó dellas y díjoles [a lo embajadores de Uresqua, señor de Curínguaro]: llegaos acá y oirés lo que os dijere: mirá esta flecha que está pintada de verde se llama Técoecha xuganda y éstas son los plumajes verdes que piden‖. Y mostroles otra y díjoles: ―ésta, son los collares de turquesas que dice, y ésta destas plumas blancas, es la plata que piden: y éstas destas plumas amarillas, es el oro que piden; y éstas de las plumas coloradas son penachos colorados; y éstas son las plumas ricas, y estos pedernales que tienen puestos son mantas. Y éstas de cuatro colores de pedernales blancos y negros y amarillos y colorados, éstos son mantenimiento: maíz y frísoles y otras 1802 semillas.‖ Estos colores tenían un significado ritual, que después de destruirlas y quemarlas, ya que no era lo que exigieron a Taríacuri, les dice el viejo Chánshori a sus hijos, los señores de Curínguaro: ―Mejor fuera que no las quemaras, sino que buscáramos un cuero o carcaj y las pusiéramos en él y se las pusiéramos a nuestro dios Vréndequavécara, porque deben tener alguna 1803 deidad estas fechas y viniera nuestro dios algunos días con ellas.‖ Francisco de Sandoval Acazitli, cacique de Tlalmanalco, mandó hacer una relación de su participación en la Guerra del Mixtón al servicio del virrey Antonio de Mendoza en 1541-1542. Entre uno de los episodios narrados, mencionó que los principales indígenas de Etzatlan se entrevistaron con Antonio de Mendoza y 1798 MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 21. 1799 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 192. 1800 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 67. 1801 RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23. 1802 RM, Segunda Parte, Cap. XIX, ff. 99-99v, Pp. 89-90. 1803 RM, Segunda Parte, Cap. XIX, f. 100, P. 91. 438 ―…le dieron cinco flechas envueltas en un pellejo de venado, y le dijeron: «Aquí traemos el engañador.» Las comenzó á desenvolver el señor visorey, y luego las hizo pedazos, y les dijo: «¿Qué es esto que os engaña?¿Haos de favorecer, si flechásedes alguno con ellas, y teneis por cierto que lo habeis de flechar?» Y les dijo otras muchas cosas tocantes á la 1804 santa fe católica.‖ De este testimonio cabe resaltar varios elementos, que los etzatecas creían que las flechas eran una entidad referida como ―el engañador‖, y por la respuesta de Antonio de Mendoza, parece que se tenía la creencia de con éstas flechas se flechaban a los enemigos; ambos elementos están presentes en la RM. Las flechas eran transportadas en una ―caja portátil para flechas, abierta por arriba y con una cuerda o correa con que se colgaba del hombro‖1805, y han recibido el nombre en español de carcaj, aljaba o goldre, mientras que en tarasco se le llamaba angaparaqua o paratahqua.1806 El material del que estaba hecho el carcaj servía para representar el rango, ya que los principales tenían ―su carcaj de cuero de tigre…‖.1807 La RM menciona que los carcajes estaban divididos en cuatro apartados;1808Seler menciona que probablemente estos cuatro compartimentos eran para disponer de mayor espacio y diferentes tipos de munición de flechas,1809 tal vez para cazar, matar en la guerra, capturar prisioneros o fines rituales. Al parecer el arco y el carcaj del cazonci estaba ricamente adornado, pues Francisco Montaño dio relación que durante su expedición a Tzintzuntzan, el vio a Tzintzincha Tangáxoan regresar de cazar en el monte, y ―llevaba su arco en la mano, todo lleno de engastes de esmeraldas [¿turquesas?], y á las espaldas una aljaba de oro, cuajada de pedrería, que con el sol el arco y aljaba relumbraban mucho…‖.1810 Hernando de Alvarado Tezozómoc relató cómo unos embajadores tarascos asistieron a la coronación de Moctezuma II, entre los regalos que dieron se encontraban mantas, pescado ―y unos arcos con sus carcajes de flechas dorado, con cada çien baras tiraderas en cada carcax…‖.1811 En el vecino pueblo de Ameca en Jalisco, que tenían guerra con el Tzintzuntzan Irechequa, se menciona que ―traía cada indio, en un carcaj de cuero de venado, cuarenta y cincuenta flechas, metido el carcaj en la pretina q[ue] traían de cordel,‖1812 lo que nos da una idea de la capacidad de munición que cargaba cada arquero. Es probable que este material, cuero de venado, fuera usado por guerreros de bajo rango o los purépecha, mientras los señores usaban pieles de 1804 ―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique y señor natural que fué del pueblo de Tlalmanalco, provincia de Chalco, con el señor visorey don Antonio de Mendoza cuando fué á la conquista y pacificación de los indios chichimecas de Xuchipila‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 324. 1805 ―aljaba. Del ár. hisp. alǧá„ba, y este del ár. clás. ǧa„bah. 1. f. Caja portátil para flechas, abierta por arriba y con una cuerda o correa con que se colgaba del hombro.‖ ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. I, P. 104. 1806 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 48, 125 y 308. 1807 RM, Tercera Parte, Caps. V, XVI, ff. 16v, 30v, Pp. 194, 222. 1808 RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, f. 114v, P. 120. 1809 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit. P. 192. 1810 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XX, P. 781 1811 ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO DE. Crónica mexicana [Manuscrito núm. 117 de la H. P. Kraus Collection]. Edición de Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro. España, Historia 16, (Crónicas de América), 1997, Cap. 89, P. 373. 1812 LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia. México, Universidad Nacional Autónoma de México, núm. 10, 1988, P. 38. 439 felino para sus carcajes,1813 además de que tenemos un aproximado de que cada guerrero disponía de 40-50 a 100 municiones. Los guerreros nobles usaban brazaletes de cuero de jaguar para protegerse del rebote de la flecha al disparar, tal y como se muestra en varias de las láminas de la RM, la descripción que se hace es cuando se menciona como se vestía el capitán general de las guerras, pues se ponía un ―cuero de tigre en la muñeca, de cuatro dedos de ancho [aproximadamente 8 cm] ‖;1814 no se menciona que los guerreros de bajo rango usaban brazaletes de otros animales u materiales, lo que sí sabemos es que los primeros eran muy valiosos, y fueron parte del tesoro que mandó el cazonci a Hernán Cortés: ―Veinte brazaletes de cuero que traen los indios para tirar arcos.‖1815 Dentro de los oficios que se mencionan en la RM para Tzintzuntzan, sabemos que se mantenía cierto control sobre la producción y uso de estas armas, siendo ésta un arma que permitía herir a distancia, y en manos hábiles podía resultar ser mortal. Por tal motivo, era la predilecta por los ejércitos tarascos, y las continuas guerras provocaban la necesidad de tener un constante suministro de flechas, de hecho, son los únicos especialistas en la producción de armamento que se mencionan, aunque no podemos descartar la existencia de otros especialistas: ―Había otro [diputado] llamado quanícoqua vri, diputado para hacer arcos y flechas para las guerras, y éste lo guardaba. Y las flechas como habían menester muchas, que son de 1816 caña, la gente de la cibdad las hacía cada día.‖ Recientemente fue realizado por estudiantes de la ENAH un ejercicio de arqueología experimental sobre el arco largo tarasco, coordinado por Dante Bernardo Martínez Vázquez. Basándose en información inferencial y en la experiencia personal en el tiro de arco deportivo, fabricaron un arco recurvo simple de 1.60 metros de longitud, de madera de mezquite y la cuerda de tendón de venado. También reprodujeron puntas de proyectil utilizando técnicas de lasqueo antiguas, de 5 a 7 cm de longitud, y varas de flecha con longitudes de entre 35 y 40 pulgadas, y de un diámetro de 1 o 0.5 cm. Los resultaros fueron que la penetración del proyectil varió de 2.09 cm a 3.16 cm con una herida superficial de 1.6 cm a 3.1 cm, lo que fácilmente podría provocar daños en los órganos del tórax y hemorragias.1817 En las representaciones de las láminas de la RM, los ataques de flecha están concentrados precisamente en el tórax: a la altura del hígado, ambos costados bajo la axila, corazón, y espalda a la altura de los hombros, mientras que se representó una flecha clavada a la altura de la cabeza del costado derecho.1818 Lamentablemente no se puede calcular la distancia que tenían los 1813 Cuando se iba a investir al nuevo cazonci, se ponía las insignias de señor, entre las que se encontraba "un carcaj de cuero de tigre con sus flechas, o de otros animales, de colores...‖. RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. Cursivas nuestras. 1814 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Cursivas nuestras. 1815 ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice I, P. 378. 1816 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. Gilberti registró las entradas ―Arquero que haze arcos. canicuqua vri‖, ―Pihtaqua vri. official de flechas‖ y ―Frechero o flechero el que haze flechas. pihtaqua vri‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 271, 133, 434. 1817 MARTÍNEZ VÁZQUEZ, DANTE BERNARDO (Coordinador de Proyecto). ―El arco y la flecha en la cultura purépecha y la región de la gran chichimeca. Una comparación histórica‖, s. f.. Texto en línea en: https://www.academia.edu/21746438/_EL_ARCO_Y_LA_FLECHA_EN_LA_CULTURA_PUREPECH A_Y_LA_REGION_DE_LA_GRAN_CHICHIMECA_ (Consultado 19 de febrero de 2018). 1818 RM, láminas V, VII, XX, XXII, XXIII, XXVII, XXXIV. 440 arcos tarascos, aunque en la relación geográfica del pueblo de Ameca, se dice que los ejércitos se ponían a una distancia de ―cuarenta o cincuenta p[as]os los unos de los otros, y allí se flechaban…‖1819, cada paso equivaldría aproximadamente a 0.75 metros, es decir, una distancia entre 30 y 37.5 metros, lo que nos da una idea de la distancia que podría ser lanzada la flecha y otras armas arrojadizas. Arqueológicamente, Macías Goytia encontró en Tres Cerritos un esqueleto con un fragmento triangular incrustado en las costillas, y Grégory Pereira reanalizó un cráneo con un pedazo de obsidiana en la mandíbula.1820 Bandelier mencionó en 1877 que ―los mexicanos no usaban flechas envenenadas‖ y que ―no hay indicios de flechas envenenadas al norte del istmo de Darién‖1821 Otros autores han seguido esta opinión a partir de que varios cronistas mencionaron que en Mesoamérica no usaban flechas envenenadas; en la Relación Geográfica de Tancítaro por ejemplo, se dice que a los indígenas ―fueles preguntado con qué armas peleaban en aquel tiempo, y dijeron que con arcos y flechas y rodelas, y que no se usaba yerba entre ellos‖.1822 Empero, Guilhem Olivier ha puesto en tela de juicio esta afirmación, ha notado que hay algunas referencias al uso de veneno en flechas en la huasteca, la mixteca, y durante la conquista de México, así como referencias en los vocabularios y a una lagartija llamada teque o chacon, de donde extraían veneno para flechas. Hay referencias etnográficas chontales y lacandonas sobre el uso de venenos, y Olivier menciona que ―sobre este mismo tema, los testimonios se vuelven más abundantes para las zonas septentrionales‖, lo cual es sintomático para el Occidente de Mesoamérica y sus contactos con los pueblos norteños.1823 Lanzadardos o átlatl Otra arma muy importante en Mesoamérica fue el lanzadardos, propulsor o átlatl, que también fue de uso común desde tiempos antiguos alrededor del mundo, primero para la caza y después para la guerra. En tarasco estas armas fueron nombradas de diferentes maneras, Gilberti registró las entradas ―Auinto para tirar. tsipahqui‖, mientras que a los proyectiles los nombró como ―Dardo. pihtaqua tsicxtaqua‖; otras palabras son ―Panguindeni. arrojar cañas, o varas, dardeando‖ y ―Panguindequa. aquel dardo, o vara que arrojan assi‖;1824 quizás estas últimas eran más parecidas a jabalinas o venablos; ―Venablo de montero. tiamu tsiriquarequa‖, ―Vara. pirimu‖, ―Vara para hostigar. pirimu cuiczcuicz ahcuhperaqua‖, ―Palo para asetear o picota. chuhcari horetahperaqua‖, ―Harpon. tiuamu tsiriquarequa quenchendi‖, y el nombre del oficio 1819 LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579]‖, en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38. 1820 MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 23. 1821 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, en: MORGAN, LEWIS H.; BANDELIER, ADOLPH F.. México antiguo [antología]. Prólogo y edición de Jaime Labastida; traducción de Stella Mastrangelo y Josefina Anaya. 2ª edición, México, Siglo XXI editores-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2004, Pp. 65 y nota a pie, núm. 41, P. 91. 1822 MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 296. 1823 OLIVIER, GUILHEM. Cacería, sacrificio y poder en Mesoamérica: Tras las huellas de Mixcóatl, ―Serpiente de Nube‖. México, Fondo de Cultura Económica-Universidad Nacional Autónoma de MéxicoFideicomiso Felipe Teixidor y Montserrat Alfau de Teixidor-Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Sección de Obras de Antropología), 2015, Pp. 82-85. 1824 Ibíd., Pp. 260, 346 y 123. 441 para hacer aventadores, ―Vehpongariqua vri. official de auentadores‖.1825 El nombre más común de esta arma en las fuentes del México antiguo es átlatl. Esta arma ―consiste en una delgada tira de madera con una agarradera en un extremo y un gancho en el extremo opuesto. En muchos casos tiene una acanaladura longitudinal para colocar el dardo o jabalina. Este sencillo instrumento permitió al cazador o guerrero aumentar considerablemente la distancia del disparo, más allá del punto que alcanzaría si se tirara solamente con la mano. Por esa razón el lanza dardos se convirtió en un arma popular, siendo extensamente usado en el continente norteamericano y otras regiones.‖1826 En Mesoamérica se han encontrado varios ejemplares en el registro arqueológico, así como en la iconografía, con ambas evidencias se sabe que algunos ejemplares fueron adornados con plumas, labrados y pintados, así como recubiertos con láminas de oro, y qué además de su uso instrumental, también estuvo asociado a la religión y a la clase gobernante, pues algunas deidades y personajes preeminentes son representados portándolos. Para el Occidente de Mesoamérica, una de las evidencias más antiguas corresponde a una figura de cerámica de Colima, perteneciente a la tradición de las tumbas de tiro, entre el 200 a. de. n. e. y 400/500 de .n .e., que ―representa un cazador cuya cabeza está completamente cubierta por una efigie de pato. En su mano derecha sostiene un lanzadardos (átlatl), y en la derecha varios proyectiles.‖1827 De hecho, gracias a la migración de patos desde Canadá a las cuencas del Occidente de Mesoamérica, entre los habitantes de estas regiones pervivió la caza de aves acuáticas con lanzadardos a principios del siglo XX, hasta que la desecación de las cuencas dio fin a dicha práctica.1828 De esta época procede un ejemplar de lanzadardos resguardado en el Southwest Museum, que compró el sr. Donald B. Cordry en la isla de Jarácuaro en 1942. ―Está hecho de madera dura, todo de una sola pieza, y tiene dos orificios para insertar los dedos y asegurar el tino del tirador. Su longitud es de 57.47 cm y está burdamente trabajado, sin decoración. En el extremo opuesto a la agarradera hay una proyección en forma de gancho, mientras que dentro de la acanaladura un pequeño remate se extiende para sostener la flecha. Esta última es hecha de una vara de junco que termina en un taco de madera, [de una longitud de 3.07 m,] en la cual se insertan tres picos de hierro atados con cuerda. Los picos se encuentran limados para formar una púa, con lo que se tiene el efecto de un arpón.‖1829 Si bien la distancia temporal entre este ejemplar y nuestro periodo de estudio es considerable, nos permite darnos una idea de que a pesar del cambio tecnológico (el empleo de púas de hierro), la caza de aves acuáticas con lanzadardos fue una actividad económica recurrente entre los habitantes de los lagos del país tarasco y sus vecinos. En el registro arqueológico de Michoacán, se han encontrado 1825 Ibíd., Pp. 618, 616, 526, 448 y 191. WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 403. 1827 WINNING, HASSO VON. ―Un cazador de patos del Occidente de México‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 411. Véase Apéndice F, figura 4. 1828 Ídem. 1829 WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, Óp. Cit., P. 405. Véase Apéndice F, figuras 5 y 6. 1826 442 pesas de átlatl en una tumba de Tingambato,1830 y Macías Goytia encontró en un entierro de Huandacareo una ―pesa de atlatl con forma de herradura con dos perforaciones‖, de 2 cm de ancho y 3 cm de alto, fabricado con granito recortado y perforado, pero podría tratarse de un artefacto anterior a la época tarasca.1831 En el mismo sitio de encontró una concha fragmentada donde podría estar representado un personaje que porta un átlatl.1832 La RM menciona varias veces el uso del plumaje de patos como adornos, que ―había otro diputado sobre toda la caza de patos y codornices llamado curú hapindi, éste recogía todas estas dichas aves para los sacrificios de la diosa Xarátanga, que se sacrificaban en sus fiestas, y después toda esta caza comía el cazonçi con los señores.‖1833 En 1579 el corregidor de Cuiseo de la laguna, Pedro Gutiérrez de Cuevas, mencionó como en el lago de Cuitzeo, ―por el mes de d[i]c[ciembr]e hay tanta suma de patos reales, y cercetas y garzas y alcatraces, que no tienen número; y los naturales entran de noche en sus barquillas, calderillas, a coger las d[ic]has aves, y ellas se vienen a la claridad y los naturales las matan con arco y flecha: y es de tal manera y tantas las q[ue] matan, q[ue] traen a los mercados tanta cantidad, que es cosa de espanto. Especialm[en]te, lo q[ue] más cazan son patos.‖1834 En 1643 Alonso de la Rea dejó consignado en su crónica la caza de patos en la ciénega de Zacapu, 1835 y en 1925 se registró como los habitantes de la cuenca de Pátzcuaro cazaban patos con lanzadardos con flechas con longitudes de entre 9 y 11 pies (2.7 y 3.3 m), hasta en 500 canoas entre los últimos días de octubre y antes del día de muertos el 2 de noviembre.1836 La arqueología experimental del lanzadardos mesoamericano o átlatl, ha dado datos muy interesantes, se ha logrado atravesar láminas parecidas a la carrocería de un automóvil, y un lanzador experimentado ha logrado lanzar un dardo a más de 200 m de distancia, lo que nos da una idea del daño que pudo haber provocado este tipo de armamento.1837 Las referencias al uso del lanzadardos en el territorio michoacano son breves y son mencionadas como armas para la guerra, pero no se proporcionan más datos sobre su uso en combate: en la Relación Geográfica de Alimanzi, Cuzcaquautla y Epatlán, en la costa michoacana, se mencionó como ―la gente común, [llevaban] sus 1830 VALDES HERRARA, ALEJANDRO; CASTAÑÓN SUÁREZ, MUJAELY A.; GONZÁLEZ GONZÁLEZ LISSANDRA. ―Marine shells and green-blue stones as a funerary objects from Tomb II, Tingambato Michoacán‖, en: http://www.academia.edu/32304017/Marine_shells_and_greenblue_stones_as_funerary_objects_from_Tomb_II_Tingambato_Michoacan (Consultado 15 de agosto de 2018). 1831 MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios, tribunal. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección científica núm. 222), 1990, P. 112. 1832 Véase Apéndice F, figura 7. 1833 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7, P. 177. 1834 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 88. Corchetes originales, cursivas nuestras. 1835 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden de N. Seráfico P. S. Francisco, Provincia de S. Pedro y S. Pablo de Mechoacan en la Nueva España. Edición y estudio introductorio de Patricia Escandón. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Teixidor, (Colección Clásicos), 1996, Lib. I, Cap. I, P. 68. 1836 WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, Óp. Cit., P. 405. 1837 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 121. 443 arcos y flechas, y los principales, sus varas tostadas arrojadizas…‖,1838 de esta forma se refirió Diego Durán al armamento michoacano que usaron para enfrentarse con los mexicas, ―varas tostadas arrojadizas‖,1839 mientras que en otras relaciones geográficas se hace alusión a ―medias lanzas de palo agudas‖, ―medias lanzas arrojadas con agudas puntas‖ y ―dardos‖,1840 aunque también pudo tratarse de lanzas arrojadizas o jabalinas. Nótese cómo los habitantes nahuas de la costa michoacana, el átlatl era un arma asociada a los principales, igual que en otras áreas del mundo mesoamericano que se jactaron de ser toltecas, mientras el arco era asociado a la gente común. De acuerdo al relato de la RM, cuando Ticátame supo que sus cuñados iban a matarlo ―Dijo él "Bien está, vengan y probarán mis flechas, las que se llaman huréspondi, que tienen los pedernales negros y las que tienen los pedernales blancos y colorados y amarillos. Estas cuatro maneras tengo de flechas, probarán una déstas a ver a qué saben y yo también probaré sus varas con que pelean, a ver a qué saben". […] Y ellos arremetieron todos a una y enclavábanle con aquellas varas y sacáronle de su casa arrastrando, muerto; y pusieron fuego a su casa y quemáronle la casa, quel humo que andaba dentro había cerrado la entrada. Y tomaron a Curícaueri y lleváronselo y fuéronse. Y no estaba allí Sicuýrancha, que había subido al monte a cazar. Y como vino su mujer y vido el fuego, empezó a dar gritos y andaba alrededor de los que estaban allí muertos, y vido a su marido questaba en el portal, verdinegro de las heridas que le habían dado con 1841 las varas.‖ Entre líneas se pueden ver dos discursos diferentes reflejados en el uso a las armas arrojadizas. Para los chichimeca-uacúsecha, el arco y flecha es símbolo de poder de los señores, mientras el lanzadardos es pocas veces mencionado; para los nahuas de la costa y los señoríos prototarascos de Zacapu, el lanzadardos fue preferido sobre el arco y flecha, quizás no reivindicándose como chichimecas. Piedras y hondas En los ejércitos del cazonci también se usaban piedras y hondas, este armamento es mencionado en varias fuentes,1842 lamentablemente no contamos con los elementos para reconstruir su descripción, aunque muy probablemente fuera similar a la usadas en otras áreas de Mesoamérica.1843 En lengua tarasca la honda era conocida como vimbinbataqua o vimbinbetaqua, los honderos eran nombrados como vimbinbetari.1844 1838 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO, SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 148. 1839 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, Pp. 282. 1840 FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 386 y 398; [DE MONTES DE OCA, PEDRO] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, P. 20. Todas las referencias a esta RG de Tiripetío las tomamos de esta edición, a menos que se indique lo contrario. 1841 RM, Segunda Parte, Cap. III, ff. 66, Pp. 23-24. 1842 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579]; FLORES, GERÓNIMO. [Tamazula] ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 37 y 398; [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 20. 1843 OBERG K., JORGE. ―La honda: una antigua arma mexicana‖, en: México desconocido, Editorial Jilguero, 1986, noviembre, núm. 117, Pp. 17-19. 1844 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 194 y 457. 444 La honda es un arma muy antigua usada para la caza y la guerra, fue de uso común en varias partes del mundo antiguo y requiere mucha pericia y práctica para su uso. Ya mencionamos que en la sociedad tarasca, ―los señores chichimecas tiraban flechas, porque la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos…‖.1845 Aunque también podían servir como arma auxiliar, pues durante las batallas, ―en faltándoles la munición de sus flechas y varas, se apedreaban y matábanse en cantidad.‖1846 La honda se componía de un mecate no estirable, con una canastilla o red al centro donde apoyar el proyectil. En varias regiones de México se hacía y hace de ixtle de maguey, se trenzaban dos tramos para encontrarse en el centro de la honda, donde se colocaba el proyectil, y en un extremo del trenzado se dejaba un dedal. 1847 Se colocaba el proyectil y se le daba vueltas para que al soltar el dedo del dedal, la fuerza centrífuga permitiera lanzar el proyectil con fuerza y a una distancia considerable,1848 alrededor de 100 metros.1849 Los proyectiles debían ser piedras sin cantos para impedir que se atoraran en las fibras del material, y probablemente en la batalla los honderos llevaban bolsas pequeñas o morrales llenos de piedras especiales para tener munición a la mano. Sólo hemos encontrado dos referencias, pero una parece ser copia y reinterpretación de la otra, donde se habla de un enfrentamiento donde se usaron hondas, aunque lo más probable es que, sí existió un conflicto real y se haya hecho referencia a un acontecimiento histórico real, se haya tratado de un enfrentamiento entre campesinos por linderos de tierras, y no es posible determinar sí fue en tiempos prehispánicos y coloniales, pero se consignó el hecho. En ―Título del pueblo de Tócuaro‖, cuya fecha consignada es 7 de Agosto de 1615, se menciona que: el ―Rey TziUangua‖ rey de Tócuaro: ―tuvo tres hijos el uno llamado Dn. Francisco Tzintzicha y el otro Tzitris jopandaguare, el otro Tariacari y estos tres pasaron por canoa y se desembarcaron para el monte que llaman del panal á juntar leña, y estos que la fueron á juntar eran aquellos valientes que estos tres reyes tenían en su compañía y salieron á la defensa de este monte y de la leña que llevavan, los otros valientes que estavan en el pueblo de Pareo á esto vinieron los reyes Dn. Francisco Tzintzicha y Tzitris jopandacuare, Tariacuri los tres hermanos y pasaron en el puesto donde llaman Huinguintzequaro y entonces llegaron los valientes con la leña y tras ellos los otros valientes de Pareo defensores del monte y leña á quererlos matar. Y entonces se amotinaron los dichos Reyes tres hermanos y con jondas comenzaron á tirarles á los valientes defensores de la leña y los mataron, por lo cual no quedaron en 1850 dicho pueblo de Pareo más de tres personas…‖ Mientras que en los ―Títulos primordiales de Jarácuaro‖, cuya copia contiene la fecha de 20 de marzo de 1825, se menciona una versión distinta del relato: ―Entonces fueron los dichos tres hijos del Rey al puesto llamado Tinguntzicuaro, a donde llegaron los valientes venturosos con la leña, corriéndolos los valientes de Pareo para matarlos y quitarles la leña. Y entonces se levantaron los dichos tres hijos del Rey y 1845 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO, SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 148. 1847 Véase Apéndice F, figuras 8 y 9. 1848 OBERG K., JORGE. ―La honda: una antigua arma mexicana‖, Óp. Cit., Pp. 17-19. 1849 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas... Óp. Cit., P. 105. 1850 LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, en: Anales del Museo Nacional de México. Segunda época. México, Imprenta del Museo Nacional, T. III, 1906, P. 406. 1846 445 embrazando las [h]ondas en defensa de sus vasallos, apenas quedaron algunos de los de 1851 Pareo.‖ Un testimonio muy interesante proporcionado por Nuño de Guzmán durante la conquista de la Nueva Galicia, puede dar una idea del daño que podían provocar las hondas; después de un rencuentro ―…de una piedra de honda sobre las armas que acá se traen, que son las más de algodón [ichcahuipilli], hundieron las costillas de uno a caballo…‖,1852 de aquí se desprende que las armaduras de algodón no protegían de impactos contundentes de proyectiles, y que este tipo de defensa corporal siguió siendo usada por los europeos durante las décadas siguientes en las campañas de conquista del norte de la Nueva España. Cerbatanas La cerbatana es un ―cañuto en que se introducen bodoques ú otras cosas, para despedirlas ó hacerlas salir impetuosamente después, soplando con violencia por una de sus extremidades.‖1853 En el DGLM se mencionan las entradas ―Tirar, con zebretana. Puuandani‖, ―Zebratana. Puhuandaqua‖ y ―Zebratana tirar. Puhuandani‖.1854 Hernán Cortés mencionó que Moctezuma II le dio diversos presentes, entre los que se encontraban ―una docena de cerbatanas de las con que él tiraba, que tampoco no sabré decir a vuestra alteza su perfección, porque eran todas pintadas de muy excelentes pinturas y perfectos matices, en que había figuradas muchas maneras de avecicas y animales y árboles y flores y otras diversas cosas, y tenían los brocales y puntería tan grandes como un geme de oro, y en el medio otro tanto muy labrado.‖1855 Hasta donde nuestras pesquisas lo han permitido, no hemos encontrado ninguna referencia documental del uso de cerbatanas en el Tzintzuntzan Irechequa, y aunque en el DGLM se haya registrado la palabra para denominarlas, no la encontramos en Gilberti, por lo que su uso en Michoacán pudo haber sido ya durante la época colonial, aunque no puede descartarse su uso prehispánico en el territorio Michoacano. Es significativo que Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, al escribir sobre los chichimecas, mencionó que ―sus armas, [eran] arco y flecha: también usaban de cervatanas los Señores para ir á caza, y ellos las inventaron.‖1856 Podría desprenderse entonces que las cerbatanas eran marcadores de estatus y no de uso bélico. Armamento de corto alcance El armamento de corto alcance o cuerpo a cuerpo, son los artefactos ideados para infligir daño a otros, desde una corta distancia; su uso determinaba en gran medida el 1851 GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], en: Montaña. Revista bimestral de cultura. Morelia, Fimax Publicistas, Enero-Febrero, 1970, núm. 1, P. 31. 1852 ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 273. Corchetes nuestros. 1853 Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Espasa-Calpe, Madrid, Edición Coleccionista [de la edición de 1908-1930], T. XII, 1993, P. 1192. 1854 DGLM, T. I, Pp. 674 y 703. 1855 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación. Nota preliminar de Manuel Alcalá, 8ª Edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 7), 1975, [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], P. 61. 1856 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia de los señores chichimecas, hasta la venida de los españoles. Primera relación‖]. Publicadas y anotadas por Alfredo Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, T. I, P. 75. 446 desenlace de las batallas en la antigüedad, y generalmente se requirieron de habilidades para ofender y defenderse, ya que el adversario también puede hacer uso de este tipo de armamento. El armamento a corto alcance probablemente tuvo su origen en las herramientas usadas para varias faenas, como hachas, martillo y enceres de cultivo, y con el paso de tiempo se elaboraron artefacto cuyo fin específico fue el de usarse para la guerra, como lo fueron porras, macanas, bastones de madera con navajas de obsidiana, cuchillos y lanzas. El armamento cuerpo a cuerpo también provocó que se ideara armamento defensivo para proteger el cuerpo de los combatientes, como armaduras de algodón y escudos de fibras vegetales, ya que el daño que se podía ocasionar era golpear fuertemente, punzar, cortar o desgarrar al adversario. Armas contundentes Mazos, porras y macanas Este tipo de armamento contundente fue muy antiguo en Mesoamérica, siendo representado en Tres Zapotes desde la época de los olmecas arqueológicos. También aparecieron en el arte maya del Clásico y en el Altiplano Central durante el Posclásico. En el Occidente de Mesoamérica, también fueron representados estos objetos desde el Preclásico, en las figurillas que han sobrevivido de la cultura de las tumbas de tiro y en la cultura Ixtlán. Este tipo de armamento se dividió en dos tipos: las elaboradas con un mástil de madera y rematadas con un cabezal de piedra engastonado para aumentar el daño contundente, y las conformadas por un mástil de madera pero rematado con una parte esférica que fungía como talón contundente, y que se ha denominado como ―maza con cabezal esférico‖.1857 Ambos tipos de porra son mencionados para el caso tarasco. Las porras y macanas fueron el tipo de armamento, junto al arco y flecha, más registrado en las fuentes tarascas, era un arma más accesible y que podía usar la ―gente baja‖ o ―gente común‖, ya que estaban hechas de madera, que bien pudo ser una rama de árbol usada como arma.1858 Gilberti registró las entradas ―Porra para aporrear. huas cupuntsiti‖, ―Varipeti. aporreador‖, ―Varirahpeni. mandar dar, o aporrear a otros‖.1859 Dentro de la iconografía mostrada en la RM, se muestran diversos tipos de porra, Roberto Martínez e Iván Valdez identifican porras de ajusticiamiento o sacrificio, con cabeza, y con gancho,1860 aunque las diversas referencias escritas muestran una variedad mayor de armamento contundente. La porra de ajusticiamiento o sacrificio aparece en 1857 GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El estudio técnico militar de las mazas de batalla del Posclásico en México‖, en: Arqueología. Revista de la Coordinación Nacional de Arqueología. Segunda época. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, mayo-agosto, 2009, núm. 41, Pp. 94-105. 1858 En la RG de Cuiseo de la laguna se mencionó que para pelear usaban ―porras de palo‖, en la RG de Sirándaro se mencionaron ―porras‖, en la RG de Xiquilpan se mencionó que usaban ―palos‖, mientras que en la RG de Tiripetío se mencionó que usaban ―macana‖ para ir a la guerra.‖ GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579]; CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580]; MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 84, 426, 433. [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 20. La descripción antigua en castellano de estas armas es la siguiente: ―PORRA, vn baston por la parte de la manija recogido, y por el cabo gruesso. Y dixole assi por tener la forma del puerro. Con estas porras peleauan antiguamente, y para mayor fortaleza las guarnecían con hierro y puas. De aqui se dixo Porrazo y Aporrear, y aporreado.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra P., P. 593. 1859 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 546 184. 1860 MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 23. 447 estos contextos, aunque no era el único tipo de porra usada para este propósito: era ―una porra mucho más masiva en su extremo superior que generalmente aparece en contextos de asesinato o ejecución por desnucamiento…‖,1861 parece que era un pedazo de madera de encina largo para provocar un gran daño contundente. En todas las representaciones, aparece siendo usada a dos manos, y aunque probablemente fuera usada en combate,1862 por su tamaño y dificultad de maniobrabilidad, parece que su uso no fue en combate, sino que estaba diseñada para proporcionar una muerte rápida a las víctimas en situaciones controladas, como en lo ajusticiamientos y sacrificios. Objetos de este tipo pero de menor tamaño para ser usado a una mano, son representados en un contexto de combate en las láminas XXXII y XXXIII de la RM. El tipo de porra más representado en las láminas de la RM, corresponde a un objeto oblongo con forma de palo, rematado con una cabeza para provocar daño contundente (de tipo ―maza con cabezal esférico‖). Todo parece indicar que estas porras también estaban hechas de madera de encina, había varios tamaños y con diferentes tipos de remate. En Ajuchitlán se mencionó que peleaban ―con porras del tamaño de vara de medir [83 cm]‖,1863 y en Jiquilpan se registró que en la época prehispánica, los indígenas tenían como armamento ―unos palos del tamaño de una vara de medir [83 cm] y, en la punta, en la punta dél, ponían una piedra agujerada por medio, y con ella peleaban…‖;1864 en el pueblo vecino de Teucaltiche, que mantenía guerra con los tarascos, la descripción de las macanas es similar, ya que para luchar usaban ―…macanas, que son una piedra redonda metida en un palo de una vara, con fiador…‖;1865 mientras que en la lámina XXXIV de la RM, se representa un mazo del tamaño de un torso humano incluyendo las piernas y usado a dos manos. En el Centro de México las porras o mazos fueron conocidas con el nombre de quauhololli, están representados en varios documentos pictográficos, con morfología similar a la de las láminas de la RM; en algunas de estas representaciones, aparecen con un lazo en la parte inferior, cuya función era para que el guerrero no perdiera la porra durante el combate, amarrando el lazo en la muñeca.1866 Parece ser que las porras largas como una vara de medir fueron las más comunes, y podían ser usadas a una mano, dejando libre la otra para embrazar un escudo, es probable que al momento de facturar la porra se dejara un remate del mismo cuerpo de madera para la cabeza, siendo un diseño sencillo de elaborar. Los objetos engastonados con contrapeso para aumentar la efectividad contundente fueron diversos, ya mencionamos las cabezas de piedra, descritas como una ―piedra agujerada por medio‖; Gilberti nombró estos objetos como ―manzana‖, al hablar de este tipo de porras: ―tsiriquarequa cupuhtsitio, como la espada: que tiene mançana que llaman cupuhtsiqua‖; el DGLM menciona ―Cupuhtsita. La mançana de espada v bordon‖ y 1861 Ídem. En la RG de Tuchpan se menciona que peleaban con ―porras de palo gruesas‖, FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 392 y 398. 1863 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Información entre corchetes nuestra. 1864 MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 413. 1865 GALLEGOS, HERNANDO DE. ―Relación del pueblo de Teucaltiche [30 de diciembre de 1584]‖, en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 306. 1866 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 139. 1862 448 ―Cupuhtsini, cumbuhtsini. Tener lobanillo en la cabeça, o mançana en el bordon‖.1867 Este tipo de objetos han sido encontrados en territorio michoacano: A finales del siglo XIX, Francisco Plancarte encontró varias cabezas de porra en Jacona, que pudieron haber sido elaboradas durante la época de ocupación tarasca;1868 en 1944 Eduardo Noguera publicó un opúsculo sobre objetos hallados y exploraciones del sitio ―El Otero‖ cerca de Jiquilpan, donde se localizaron 2 ―dos puntas de macana de piedra, con acanaladuras y estrías‖;1869 en la cuenca de Zacapu, se encontró un sólo ejemplar de una estructura funeraria del complejo Lupe, similar a las piezas de Jiquilpan, ―el material de fabricación es gris verdoso. Su forma es tubular, compuesta por tres bandas de punzones cuyo filo es de forma trapezoidal; las hojas son de sección triangular y filos 1870 redondeados. El acabado se hizo mediante picoteado, abrasión y pulido.‖ Una fotografía de un objeto descrito como ―instrumento tallado en piedra‖ hallado en Tierra Caliente, puede ser identificado como una punta de macana.1871 La RM menciona otro tipo de porras, cuya mención es sumamente interesante, se dice que ―otros [guerreros], en las cabezas de aquellas porras, ponían muchas puyas de cobre, agudas‖;1872 puyas de cobre han sido encontradas en el contexto arqueológico en Huandacareo, de 15 cm de alto y 2.5 cm de diámetro,1873 quizás puyas similares fueron usadas para este tipo de porras para aumentar el daño contundente. A finales del siglo XVIII y principios, el pastor criollo Juan José Pastor Morales (1770-1838), era dueño de las haciendas El Potrero, El Cuatro, Tecacho (región de Huaniqueo) y Bellas Fuentes (región de Zacapu), en el norte de Michoacán. En 1805 el pastor Morales le enseñó a Benito María Moxó y de Francolí, religioso benedictino catalán, un documento pictográfico de tela de maguey y de dos palmos de ancho y tres de largo. Ese documento, ahora desaparecido, fue analizado por Benito María Moxó y sirvió de fuente para interpretar algunos objetos arqueológicos encontrados en la hacienda de Bellas Fuentes.1874 Benito María de Moxó, se declaró como poseedor de una ―macana‖ tarasca de cobre: ―En una escavación que se hizo en el mes de Enero del año próximo pasado de 1804 en el mismo cerro y en el propio lugar en que había sido enterrado Tzecanda, se encontraron varias armas, de que usaban en otro tiempo los Indios Tarascos; las que probablemente habian metido allí con el cadáver de aquel ilustre guerrero, conforme al estilo inmemorial, no solo de los Indios de nueva España y del Perú, sino tambien de casi todas las naciones 1867 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 214; DGLM, T. II, P. 113. ESPEJEL CARBAJAL, CLUADIA. Comunicación personal. 1869 NOGUERA, EDUARDO. ―Exploraciones en Jiquilpan‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 346 y foto en 358. 1870 ARNAULD, CHARLOTTE, CAROT, PATRICIA, FAUVET-BERTHELOT, MARIE-FRANCE. Arqueología de las Lomas en la cuenca lacustre de Zacapu, Michoacán, México. México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Cuadernos de estudios michoacanos, núm. 5), 1993, P. 192. 1871 FERNÁNDEZ-VILLANUEVA MEDINA, EUGENIA. ―La provincia arqueológica de Apatzingán 60 años después‖, en: ZÁRATE HERNÁNDEZ, JOSÉ EDUARDO (Coordinación editorial); BLANCO FUENTES, CARLOS (Fotografía). La Tierra Caliente de Michoacán. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, 2001, P. 68. Véase Apéndice F, figuras 10, 11 y 12. 1872 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. 1873 MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios, tribunal, Óp. Cit., Pp. 133 y 136. Véase Apéndice F, figura 13. 1874 1874 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWS-Leiden University, (CNWS Publications vol. 72), 1998, Pp. 39-44. 1868 449 del antiguo y nuevo continente, como lo vemos verificado todos los dias en los sepulcros que se van abriendo de los Griegos, de los Romanos, de los Arabes, de los Españoles, de los Galos, Jermanos, Tartaros, y otros. De las espresadas armas poseo yo una, que miro, segun se merece, como un monumento sumamente apreciable. Es una macana de cobre muy fino y terso, que suspendida de una hebra, da un sonido delicioso al choque de algun cuerpo duro. Parece á primera vista cobre vírjen y así lo creia yo, hasta que el apartador de este Reino, despues de haberla detenidamente reconocido me aseguró, que el metal había sido fundido; aunque no dejaba de admirarse mucho, y apénas alcanzaba, como algunos hombres faltos de instrucción y de conocimiento en el arte de la minerlojía, hubiesen podido ejecutar con tanto primor y acierto una operación tan en estremo delicada. No puedo omitir aquí una reflexcion que me parece muy oportuna. El eruditísimo P. Pichardo, individuo de la respetable congregación del Oratorio de esta ciudad, y uno de los sujetos mas beneméritos de las antigüedades Mejicanas, era de dictámen, que estos Indios habian llegado á descubrir el arte de dar al cobre un temple y punto semejante al del acero. La inspección y prolijo exámen, que los dos hemos hecho de la mencionada macana en compañía del sabio botánico y naturalista Don Vicente Cervántes, puede haberle desengañado. Su cobre es dúctil, y no tiene la fineza, no digo de nuestras armas cortantes, pero ni aun la de las que se hallan diariamente en el Perú en las principales huacas de los Incas. Sin embargo, esta macana pertenecé á un gran jeneral: quiero decir á Tzecanda; y es en sumo grado verosímil, que le servia primitivamente en los duros lances de las batallas. Pregunto pues, ¿si los Indios Tarascos hubiesen sabido, como suponia el P. Pichardo, templar debidamente los metales, hubieran dejado de usar de este precioso conocimiento en la fábrica de las armas, en las que era tan necesario para darle mayor dureza, y mejor filo y corte? ¿Sobre todo, su famoso e intrépido jeneral, esto es, Tezecanda, héroe nacido para la guerra, y animado del noble fuego y entusiasmo de las conquistas; en una palabra, el Aquiles de los Indios Tarascos, hubiera omitido servirse de una ventaja tan apreciable, y que por sí sola bastaba para decidir á su favor la suerte dudosa de los combates? Cosa es esta, que no parece en manera alguna creible. […] En cuanto á la metalurjía y mineralojía, aunque nada dice con claridad nuestro lienzo, sin embargo las armas, que como hemos referido, se sacaron el años próximo pasado del cerro del entierro de Tzecanda, singularmente la hermosa macana de cobre que yo poseo, 1875 demuestran lo mucho que habían adelantado tambien en este punto.‖ Esta información abre toda una gama de interrogantes sobre la elaboración y uso de este tipo de armamento y tendríamos que preguntarnos ¿cuál fue el lugar donde se extrajo el artefacto de cobre?, ¿el objeto que define Benito María de Moxó es una macana?, y en caso de que haya sido una macana ¿era la cabeza y mango de cobre?, ¿o el mango era de madera?, Moxó habla de otras armas encontradas en el entierro ¿qué otras armas?, quizá se podría intentar responder estas interrogantes, si se supiera el paradero de esta macana, el cual es desconocido, pero quedó una descripción de este autor de principios del siglo XIX. En las láminas de la RM, el uso de la porra fue dirigido a hacer daño a la cabeza, en la mayoría de las representaciones los usuarios mantienen la porra en alto mientras la víctima se encuentra descalabrada en el suelo, salvo en la lámina XXII, donde está representado Tangánxoan justo en el momento que golpeó con una porra al señor de Taríaran, Hiuacha, en la parte superior de la cabeza, donde brotó sangre de la herida. El texto dice cuando fue conquistado dicho pueblo que ―llevaron, huyendo, los suyos a Hiuacha, asido de los brazos. Y alcanzándole Tangáxoan, llegó a él y dióle con una 1875 MOXÓ, BENITO MARÍA DE. ―Disertación sobre una antigua pintura de indios tarascos‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp. 206-207 y 209. 450 porra encima la cabeza‖, siguiendo el relato, Hiuacha sobrevivió para ser llevado a Pátzcuaro y ser sacrificado frente a Taríacuri.1876 Grégory Pereira, en un artículo donde reanaliza huesos y cráneos obtenidos por Carl Lumholtz y Aleš Hrdlička en el sitio conocido como El Palacio, Zacapu, en 1898, notó la existencia de varios cráneos con traumatismos provocados por algún objeto contundente, que por el contexto arqueológico, bien pudo tratarse de sacrificios o traumatismos que ocurren en contextos bélicos,1877 mientras que el daño en las extremidades pudo haber provocado fracturas. Sobre este tipo de armamento se han realizado reproducción basándose en la información histórica e iconografía, y se ha procedido a realizar arqueología experimental. El daño contundente que podía provocar éste tipo de armamento eran fracturas (muñecas, brazos, costillas o piernas), dejando inmovilizado al combatiente enemigo, o incluso la muerte, al poder fracturar cráneos. El uso de porras debió haber sido acompañado de armamento defensivo como escudos, para poder defenderse de los golpes. También se puede mencionar que es un instrumento maniobrable y puede darse mucho impulso con movimientos de la muñeca, además blandiéndolo de arriba a abajo, usando la inercia, se podía inmovilizar a un enemigo de un impacto. Una consideración más sobre el daño de las porras, es que era m ―Se trata sin duda de un excelente elemento de batalla, el cual —como puede apreciarse en diversas fuentes del siglo XVI— hacía juego con un escudo, permitiendo así el embate y la protección de armas semejantes. Por otro lado, y en comparación con otras armas de la época, puede señalarse como un arma muy superior a otros útiles de guerra como el macuahuitl, que perdía capacidad de ataque tras el desgaste de las navajas líticas. En cambio, este tipo de maza podía seguirse utilizando en el campo de batalla como arma de ataque y contención, e incluso bien pudo haber sido un arma muy certera para dejar fuera 1878 de combate a un contrincante que posteriormente podía ser capturado.‖ El uso de la porra también debió haber exigido cierta pericia en su uso, y tuvo sus connotaciones a la valentía de los guerreros, como se deja ver en la conversación que tuvo Cuiniarángari con Timas, cuando el cazonci mandó matar al último por traición: ―Díjole el prencipal llamado Timas: "¿por qué viniste tú? ¿Eres tu valiente hombre? Peleemos entrambos. ¿Con qué pelearemos, con arcos y flechas o con porras?".Díjole don Pedro: "con porras pelearemos". Díjole aquel prencipal: "qué, ¿eres muy valiente hombre? ¿dónde estuviste tú en el peligro de las batallas donde pelean enemigos con enemigos? 1879 ¿Dónde mataste tú, allí, alguno? ¿a qué veniste tú?‖ Macuahuitl El macuahuitl, de las palabras nahuas maitl ―mano‖, y cuáhuitl, ―madera‖ o ―palo‖, fue un arma endémica mesoamericana, por las descripciones escritas y representaciones en las diferentes fuentes, sabemos que el macuahuitl era un bastón de madera de entre 50 a 80 cm de largo, a los lados contaba con acanaladuras donde se le incrustaban navajas prismáticas de obsidiana, usando resinas de huizache, pino o mezquite, y en la parte inferior contaba con un anillo con una cuerda, para evitar que cayera de la mano del 1876 RM, Segunda Parte, Cap. XXX, ff. 130-131, Pp. 151-152. PEREIRA, GRÉGORY. ―The utilization of grooved human bones: a reanalysis of artificially modified human bones excavated by Carl Lumholtz at Zacapu, Michoacan, Mexico‖, en: Latin American Antiquity, Society for American Archaeology, 2005, vol. 3, núm. 16, Pp. 299-308. 1878 GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El estudio técnico militar de las mazas de batalla del Posclásico en México‖, Óp. Cit., 103-104. 1879 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. 1877 451 portador durante el combate;1880 la variación en tamaño y diseño podía ser para ser usado a dos manos o una mano para usar escudo.1881 En las iconografías olmecas y mayas, se conocen ejemplos de mazos con puntas de pedernal que datan del Preclásico, pero parece que este tipo de armamento se generalizó en toda Mesoamérica hasta el Posclásico, y fue ampliamente representado todavía en la época colonial,1882 y como arma heráldica por la nobleza indígena.1883 Los conquistadores españoles mencionaron esta arma y la compararon a la espada, pero la caracterización de esta arma ha sido problemática, pues se ha mencionado que era un arma con las funciones cortantes y punzantes, que no tuvo parangón en el armamento de las sociedades antiguas, pero lo más probable es que sólo tuviera una función de doble filo, pero no punzante.1884 Es poca la información que tenemos sobre las características morfológicas de este tipo de armas: son pocos los ejemplares que se han rescatado de la investigación arqueológica, y existió un ejemplar de macuahuitl en la Real Armería de Madrid, fue catalogado como un arma japonesa, pero fue destruida en un incendio en 1849, aunque Marco Antonio Cervera Obregón, a través de las descripciones y los dibujos que se realizaron, duda que haya sido un ejemplar genuino.1885 El daño que pudo causar este tipo de arma ha generado diversas controversias, en el Códice Florentino está representado como cuatro hombres cortan las extremidades de un espía portando un macuahuitl cada uno, y Joseph de Acosta mencionó como podía cortarse la cabeza de un caballo con esta arma. Esta información ha llevado a varios investigadores a recurrir a la arqueología experimental para tener información del daño que podía provocar, y precisamente Marco Antonio Cervera Obregón elaboró un ejemplar de macuahuitl, recurriendo a las fuentes escritas y pictográficas. La reproducción del macuahuitl se manufacturo con un tablón de encino, de 80 cm de largo, 7 cm de ancho y 3 cm de espesor, el ancho de las hendiduras para las navajas prismáticas fue de 4 mm, cupieron 7 navajas de cada lado, adicionadas con una mezcla de resina de copal y pino. El peso final del artefacto fue de 1.5 kg, con una estabilidad para blandirla deficiente por su peso y diseño. El objetivo que fue utilizado para probar el macuahuitl fue el cuerpo de un cerdo salido del rastro: el primer golpe logró desgarrar tejidos, pero no llego al hueso y varias navajas se desprendieron al momento de retirar el arma del objetivo, por la falta de resina en el canal. Un segundo golpe fue dado entre una extremidad, penetrando el tejido y el hueso, pero la navaja de fracturo dejando microlascas incrustadas en el hueso. A las conclusiones que llegó el autor, fue que el macuahuitl ―tenía la capacidad de cortar los tejidos musculares y hacer breves 1880 Véase Apéndice F, figura 14. CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, P. 61; Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 93. 1882 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―The macuahuitl: an innovative weapon of the Late Post-Classic in Mesoamerica‖, en: Arms & Armour, Gran Bretaña, Maney Publishing, 2006, vol. 3, núm. 2, Pp. 127-148; GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El macuahuitl (lanza de mano), un estudio tecno-arqueológico‖, en: Arqueología. Revista de la Coordinación Nacional de Arqueología. Segunda época. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, mayo-agosto, 2009, núm. 41, Pp. 106-115. 1883 El macuahuitl fue representados por ejemplo, en el Escudo de armas de Texcoco y en el Lienzo de Cuauhquechollan, donde se mezclaron elementos indígenas con europeos. ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 249 y 262. 1884 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 61; El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 69. 1885 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 61; Guerreros Aztecas... Óp. Cit., P. 93. 1881 452 fracturas al hueso sin llegar a amputarlo; gran parte del filo se transformaría en pequeñas microlascas que al incrustarse en la herida y hueso dificultarían la asepsia de la lesión.‖ La interpretación que hace sobre el sistema de armamento, es que al ser un arma sólo para ofender, el portador debió haber portado un escudo para defenderse, y por lo difícil de manipularla, tal vez se ocupó de dos manos para poder blandirla. Cabe resaltar que estos datos son productos de un ejercicio de arqueología experimental, con lo que en nuevos experimentos podrían aportarse nuevos datos.1886 Alfonso A. Garduño Arzave realizó otro experimento con dos reproducciones de macuahuitl con distintos diseños y elaborados con madera de pino blanco. El objetivo de este experimento fue el cadáver de una oveja común. Los resultados fueron que el macuahuitl tenía un poder cortante muy importante, al momento de impactar causó graves daños cortantes, pero no logró penetrar profundamente el tejido muscular y tampoco el hueso, pero el dolor hubiera inmovilizado a la víctima si los golpes hubieran sido en los talones, tendones y diversos puntos sensibles. Además, ―el experimento con los dos macuahuitl mostró que más que el palo en sí, la batería de navajas de obsidiana eran la parte letal del arma y permitían al utensilio lograr su mayor potencial ofensivo.‖1887 Otro resultado fue que también al momento de que la navaja impactó, se quedaron pequeños fragmentos de obsidiana profundamente y que hubiera causado hemorragias secundarias. Otra conclusión es que el macuahuitl era un arma muy peligrosa al inicio del combate por el filo de las navajas de obsidiana, pero durante la pelea se rompían o desprendían, por lo que el macuahuitl pasaría a usarse como una macana u objeto contundente.1888 Otras hipótesis es que el arma era ―recargada‖, es decir, se volvían a colocar navajillas, ―ante este detalle surge la incógnita de si el arma era recargada en el mismo campo de batalla o el guerrero era reabastecido en el fragor de la lucha por un ayudante.‖1889 Pero los resultados de las experimentaciones sugieren que los testimonios coloniales sobre la efectividad del macuahuitl son exagerados, no pudieron haber cortado de tajo la cabeza de un hombre, y mucho menos la de un caballo. Además por el diseño de arma (con un largo de 60 a 70 cm), el combate tendría que haber sido a muy corta distancia, por lo que el guerrero que portara este tipo de armamento, tenía que combinar su uso con un escudo para protegerse de las ofensivas del enemigo.1890 El macuahuitl también era un arma usada por los habitantes del Occidente de México y el Estado tarasco; aunque no es representado en ninguna lámina de la RM, sabemos por diversas fuentes escritas y pictográficas que era usada por los ejércitos del cazonci: en la relación de Ajuchitlán se mencionó que tenían ―macanas de palo a manera de espadas, y, por la parte de los filos, tenía unos huecos en q[ue] encajaban unos pedernales a manera de navajas‖;1891 en Acámbaro con ―porras y con palos a forma 1886 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―El macuahuitl, un arma del Posclásico Tardío en Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 63-65. 1887 GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El macuahuitl (lanza de mano), un estudio tecnoarqueológico‖, Óp. Cit., P. 133. 1888 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit., P. 66; CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 142. 1889 GARDUÑO ARZAVE, ALFONSO A.. ―El macuahuitl (lanza de mano), un estudio tecnoarqueológico‖, Óp. Cit., P. 110. 1890 Ibíd., Pp. 114-155. 1891 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Corchetes originales. 453 de espadas, con muchas navajas por los cantos;‖1892 y en la relación de Pátzcuaro se escribió que en tiempo de su gentilidad, ―sus armas eran macanas de palo, que unos son a manera de clavas y, otras, como espadas anchas; y lo q[ue] más usaban eran arcos y flechas.‖1893 En el pueblo de Ameca en Jalisco, que tenían guerras con los tarascos, ―usaban, algunos, de macanas y MAQUAHUITL, q[ue] son las d[ic]has macanas; destas traían Ios muy valientes, porq[ue] se [a]cercaban tan cerca de sus enemigos q[ue], con aq[ue]llas macanas o mazas, daban gran golpe a sus enemigos.‖1894 En los diccionarios de lengua tarasca hay varias palabras que designan a objetos parecidos a espadas, el nombre que se dio para traducir ―espada‖ fue thzirihta, y así como la persona que fabricaba espadas, ―Espadero que las haze. thzirihta vri‖.1895 Gilberti también registró una cosa semejante a una espada de dos filos, que probablemente era la forma en que se podía explicar la morfología del macuahuitl: ―De dos filos espada o cosa semejante. tzimarahquareni ambaquemuri‖ y ―Espada de dos filo o cosa assi. thzirihta tzimarahquaren ambaquamuri‖.1896 Pero al parecer el nombre en tarasco de macuahuitl fue ―Cuinari. Macana, vm palo que sirue de espada‖.1897 Baptista de Lagunas dio más información sobre esta arma y la raíz de la que procedía su nombre: ―CVINA, es afeytar, tresquilar, o rapar: y este puede venir del sonido de la tijera o tijeras. Y también de Cuihnarhi: que es vn genero de macanas, que ellos tenian, y vsaban en sus guerras, que tenian al cabo vn pedernal tan agudo, que adonde daua el golpe todo lo rapauan. Y assi la nauaja se llamara, Cuinarahperaqua. vel, Tzinapu. Y de aqui sale Tzinhapiquarho, lugar de nauajas i adonde las toman o compran: porque alli ay la piedra que las hazen. Y assi por la semejança diran a las nuestras Castiranaputhzinapu. vel, 1898 cuinarahperaqua.‖ Existe una referencia, ya mencionada, que nos permite especular en el posible uso de una variante del macuahuitl, pero que en lugar de estar incrustado de navajas de obsidiana, hayan estado incrustados de cobre, ya que en la RM se lee: ―Otros, en las cabezas de aquellas porras, ponían muchas puyas de cobre, agudas.‖1899 En las láminas, no existe una representación de estas porras con cobre incrustado, pero debido a la variedad de formas de las porras, es probable que fuese macuahuitl con puyas de cobre u otra variedad de porras. En el Lienzo Tlaxcala, se representó un grupo de guerreros del ―Reyno de Mechoacan‖, uno de ellos blande un macuahuitl, dicha escena relata la entrada de Nuño de Guzmán a la provincia de Michoacán, entre el sistema de armamento tarasco resalta 1892 VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 64. 1893 MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 200. 1894 LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38. Mayúsculas y corchetes originales. 1895 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 167 y 418. 1896 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 348 y 418. 1897 DGLM, T. II, 137. BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 267 [64 en la paginación original]. 1899 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. 454 el arco, flecha, carcaj, macuahuitl, armadura y escudo.1900 Abonando a esto, en ese pliego del Lienzo de Tlaxcala se diferencian perfectamente los ejércitos Michoacanos de los aliados tlaxcaltecas de Nuño de Guzmán, lo curioso de esta imagen, es que estos últimos, portan armas de combate cuerpo a cuerpo, con ricos ropajes, plumas verdes y finas, a la usanza del Altiplano Central, mientras que en los guerreros de Michoacán, se encuentran dos descripciones que concuerdan con ciertos rasgos de los tarascos, la primera, es que el carcaj parece ser de cuero de ―tigre‖, tal como se describe la RM algunos de estos compartimentos, el segundo, es la cantidad de flechas dibujadas, y ya hemos mencionado como los tarascos tenían fama de ser grandes flecheros.1901 “Armas de quangáriecha” Un último tipo de arma contundente que aparece en las láminas X y XXXII, es un objeto oblongo rematado con un gancho; según la descripción de la RM, para ir a la guerra en Tzintzuntzan ―sacaban cuarenta varas de palo recio que tienen unas puntas, y eran dos brazas en largo [1.672 m], y tenían unos ganchos. Y llevaban estas varas los valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina.‖1902 Está arma la hemos identificado como de uso de los quangáriecha, probables miembros de una orden militar;1903 dado que por el momento no hemos encontrado alguna referencia de cual pudo haber sido su nombre en lengua tarasca, hemos de referimos a ella como ―arma de quangáriecha‖. Sobre esta arma Hans Roskamp menciona probablemente es ―un tipo de hachas, aunque estas últimas también puede ser macanas con una punta grande de piedra, obsidiana o cobre‖;1904 nosotros consideramos que se trata del arma descrita como una vara o mango de madera de 1.67 m. con gancho. En las láminas mencionadas se representan dos variedades de esta arma: 1) en la lámina X se observa un quangáriecha levantando con la derecha objeto oblongo guardando proporción con el tórax y cabeza de su portador, en la parte superior tiene engastonado un objeto con forma de triángulo isósceles, que es el que Roskamp se ha referido como un tipo de hacha, pero que puede ser el ―gancho‖ mencionado en el texto de la RM; 2) En la lámina XXXII, entre el maremágnum de guerreros, se encuentra estilizado un quangáriecha en primera fila esperando la orden para atacar, porta un penacho y escudo, y un objeto muy similar a un bastón tipo ―arma curva‖, pero en la raíz de la curvatura, del lado contrario, parece tener un objeto engastado puntiagudo; la curvatura pronunciada del objeto parece corresponder al ―gancho‖.1905 Desconocemos si en los registros arqueológicos, pictográficos o escritos de las otras sub-áreas mesoamericanas se encuentren armas cuya morfología sea como la descrita y representada en la RM. El cuerpo de madera del ―arma de quangáriecha‖ 1900 Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del Timbre, 1892, P. 52. 1901 RM, Tercera Parte, Cap. XXII, f. 42, P. 245. Véase Apéndice E, figura 1. 1902 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Es probable que en la Relación Geoggráfica de Pátzcuaro se mencione este armamento, pues se dice que los indígenas usaban armas que ―eran macanas de palo, que unos son a manera de clavas…‖ Covarrubias define ―CLAVA, propriamente es la porra, porque tiene a manera de clauo la [ca]beça.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra C, P. 215. 1903 Tema que trataremos en un apartado más adelante. 1904 ROSKAMP, HANS. ―Las 44 láminas de la Relación de Michoacán; una propuesta de lectura‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de las ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la Provincia de Mechuacán. Coordinación de edición y estudios: Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, [estudios introductorios], P. 425. 1905 Véase Apéndice E, figura 1. 455 parece ser similar a los bastones contundentes conocidos como ―arma curva‖, que fueron representados en varias partes de Mesoamérica desde del Epiclásico, en los vestigios y códices toltecas, huastecos y mixtecos, y ha sido considerada como el antecedente del macuahuilt.1906 El mango de la variedad 2 del ―arma de quangáriecha‖ tiene similitud con los mangos de hachas que aparecen en otras regiones mesoamericanas, como las representadas en los códices mixtecos. La morfología del ―arma de quangáriecha‖ nos genera varias interrogantes como su uso en el combate cuerpo a cuerpo, y podemos pensar en un arma multifuncional, ya que el objeto engastonado filoso podía usarse como punzo-cortante, y el ―gancho‖ quizás se usaba para tratar de tumbar al adversario al suelo jalándolo del pie, o intentando atorar el gancho en el armamento o atavíos del contrario. Estas son meras conjeturas, y probablemente un ejercicio de arqueología experimental de este tipo de armamento, nos dé más elementos para tratar de entender su morfología y uso en el combate. Armamento punzante y cortante Lanzas Las armas de asta fueron empleadas por los antiguos habitantes del Michoacán prehispánico, aunque son pocas las referencias documentales y pictográficas sobre este tipo de artefactos siendo utilizada en contextos bélicos. Las lanzas han sido poco estudiadas en Mesoamérica, por los datos conocidos se puede conjeturar que llegaban a medir 1.90 m y que había tres tipos básicos de estas armas punzantes: las de tipo arrojadizo cortas como jabalinas; a las que se les agregaba en la punta obsidiana o pedernal; y la conocida en lengua nahua como teputzopilli, lanza tallada en madera con navajas de obsidiana en la punta para provocar daños similares al macuahuitl.1907 La RM privilegió la lanza como un símbolo sacerdotal, al ser portada por una casta de suma importancia dentro de la burocracia tarasca, ésta fue más a menudo representada en ceremonias y fiestas, aunque probablemente era de uso común entre los guerreros. En las descripciones de los sacerdotes y en las láminas, los vemos portando éste símbolo de autoridad, un bordón o lanza con un pedernal u obsidiana, que probablemente representaba a Curícaueri, adornado con ricas plumas de colores justo debajo de la punta, con varias líneas de colores que recorrían en espiral el cuerpo de madera del bordón.1908 Por otras fuentes sabemos que no sólo los sacerdotes portaban estos objetos, sino también los señores, ya que eran símbolo de la autoridad que les daba el cazonci para gobernar: ―Este juez [que enviaba el rey] traía, por insignia, una vara tan alta como un hombre, del gordor de un dedo pulgar, de un palo negro q[ue] llaman TAPINZIRAN, que es como brasil; este palo era hueco y, en las cavidades, llevaba metidas unas chinitas q[ue], cuando iba por la calle, hacía tanto ruido como si fueran cascabeles, al cual son salía la gente [a] acompañarle. Traía, al cabo desta vara, unas plumas de colores, q[ue] denotaba el poder que tenía de su rey.‖1909 En el Códice Telleriano-Remensis están representados dos guerreros michoaques en dos escenas diferentes; una de las representaciones es la batalla entre tarascos y 1906 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 92; El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., Pp. 51, 54-55. 1907 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 97-98. 1908 RM, láminas II, XXIV, XXX, XXXVI, XXXVII, XL, XLI, XLII. 1909 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Mayúsculas y corchetes originales. 456 xiquipilcas en 1462, el guerrero michoaque trae una armadura de algodón por protección corporal, sandalias, un carcaj con proyectiles, una bandera y un escudo en la mano derecha, una lanza en la mano izquierda, con una alegoría de pez sobre la cabeza indicando que es de la tierra de los pescadores.1910 Gilberti registró varias voces que hacían referencia a este tipo de armas de asta: ―Lança. tiyamu tsiriquarequa‖, ―Asta como de lança. cupipas tsiriquarequa‖, ―Cuhtzancuihtzan atani. blander lança o vara‖, ―Cuitzacuitzandani. ydem‖, ―Peon lancero en guerra, nitsiquareti. tsiriquarequa ychandiquarepari‖.1911 En la RM, la lanza como arma portada por un guerrero, sólo es representada dos veces en la lámina XXXII. En el centro superior de la lámina, vemos a un personaje detrás de una nopalera, portando una lanza a dos manos y casi del tamaño del portador, en su extremo superior esta rematado por una punta en forma de triángulo isósceles. La segunda representación de lanza es en el centro inferior de dicha lámina, es un guerrero en cuclillas al acechó de los enemigos, la lanza tiene una longitud superior a la del portador, está adornada con lo que parecen ser plumas de ave a lo largo del mango, pero llama la atención la punta de la lanza, del tipo barbed head, con 4 púas.1912 En Chocandiran se mencionó que los naturales de ese pueblo luchaban con ―palos a manera de lanza‖.1913 Al no contar con más datos sobre las lanzas, desconocemos las partes de las que estaban conformadas, morfología y daño que pudieron haber provocado. Arqueológicamente se han encontrado puntas de cobre que bien pudieron servir como puntas de lanza o bastones sembradores,1914 lo cual no resultaría sorprendente teniendo en cuenta que los campesinos engrosaban las filas de los ejércitos del cazonci. Vasco de Quiroga registró una historia de una familia campesina en el Centro de México para 1535, de cómo se defendieron del ataque de un tigre, que merodeó por el caserío, ―hasta que, a palos con las coas, le mataron.‖1915 De hecho, dado que el primer guerrero que hemos mencionado con lanza no tiene ningún atavió, más que un maxtlatl, probablemente se trate de un guerrero purépecha con una coa; quizás también las tarequa eran usadas como armas por los campesinos que eran reclutados por leva.1916 En el Lienzo de Nahuatzen están representados dos personajes de la época prehispánica 1910 Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain 385, f. 25v. Véase Apéndice E, figura 3. 1911 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 473, 277, 70 y 535. 1912 RM, Tercera Parte, lámina XXXII, f. 15v, P. 192. 1913 MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido [Chocandiran]‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 421. 1914 PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. Comunicación personal. Véase Apéndice F, figura 15. 1915 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, en: QUIROGA, VASCO DE; et. al.. Información en derecho, biografía e ideario [Antología]. Presentación de Juan Hernández Luna. Gobierno del Estado de Michoacán de Ocampo-Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, (Colección ―Ediciones inaugurales del Centro Cultural Nicolaita, núm. 1), 1992, P. 93. 1916 Marcia Castro Leal comentó sobre las azadas que ―este tipo de instrumentos los tenemos únicamente en Michoacán, su uso se ha asociado a la agricultura, pero posiblemente algunas de ellas sirvieron como instrumentos de guerra.‖ CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., 150. 457 llamados ―cuincacahtsi‖ y ―hatame‖, portan una macana y una lanza respectivamente, persiguiendo a un personaje desarmado.1917 Cuchillos Los cuchillos fueron otras armas que debieron usar los antiguos tarascos en la guerra, aunque explícitamente no se menciona en este contexto. Casi todas las referencias escritas y pictográficas que proporciona la RM, el cuchillo está relacionado con el sacrificio; aunque hay varios casos en que el cuchillo se utilizó en ocasiones profanas: para deshacerse del señor enemigo de Curínguaro, Taríacuri mandó a una esposa o hija de él para que se mantuviera relaciones sexuales con Cando, y este al dormirse, ―levantóse muy paso la mujer y apretóse las nauas y cortólas hasta la rodilla por poder aguijar. Y desató sus navajas, que llevaba envueltas en la manta, y con una mano tomó la navaja y con otra le trastornó la cabeza, para extendelle más el cuello. Y puso la navaja por la garganta y corrióla y cortóle la cabeza y hízolo tan de priesa, que no pudo dar voces. Y púsole la una mano en el pecho y tomándole, como quien desuella, cortóle de todo la cabeza y quedó solo el cuerpo hecho tronco.‖1918 Mientras que ―en Pázquaro fué señor Hiquíngaje; tuvo muchos hijos, y por ser malos y que se emborrachaban y mataban a la gente con unas navajas y se las metían por los lomos, los mandó matar.‖1919 En otras regiones mesoamericanas, los cuchillos fueron usados como armamento complementario,1920 además debieron portarse como herramientas manuales para diversas funciones durante la marcha.1921 Hacha Un último tipo de arma cortante que menciona la RM, es el hacha, aunque está más relacionada con la acción de cortar madera; en Michoacán se han recuperado del contexto arqueológico hachas de cobre y piedra. Maturino Gilberti registró varias palabras para designar este tipo de objetos, y se puede observar que existían de diversos tipos, tamaños y usos: ―Toqua. hacha de piedra que vsan‖, ―Destral o hacha. tiaumu yviraqua‖, ―Hacha para cortar leña. tiyamu yviraqua. chaparaqua‖, ―Hacha para labrar madera. tiyamu tecaraqua‖, ―Hacha pequeña. visiraqua‖, ―Hacha que corta de dos partes. tiyamu tzimarahcanda ambaquemuri‖.1922 El hacha es una ―herramienta cortante, compuesta de una pala acerada, con filo algo curvo, ojo para enastarle y á veces con peto […] cortar la madera y el hueso eran sus principales utilizaciones‖, para el filo se ha usado ―sílex, piedras duras, cobre, bronce, hierro […] No hay duda que, convenientemente sujetas al extremo de un palo, constituyen un arma de percusión sumamente temible en el combate y útil en la caza, pero su utilización en usas pacíficos debía ser preponderante.‖1923 Sólo se encuentra una mención de un contexto bélico, usada a dos manos, en la lámina VII, donde se ilustró como Zurumban expulsó a los 1917 ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra tarasca, Michoacán‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2004, otoño, vol. XXV, núm. 100, Pp. 300 y 301. 1918 RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV, f. 137v, P. 166. 1919 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138, P. 167. 1920 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 48. 1921 Véase Apéndice F, figura 16. 1922 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 174, 370, 446 y 447. 1923 Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Óp. Cit., T. XXVIII, 1993, P. 483. Véase Apéndice F, figura 15. 458 primos de Taríacuri, después del engaño perpetrado por este último.1924 Roberto Martínez e Iván Valdez mencionan que ―esto nos hace pensar que, más que un arma, se trató de una herramienta que muy ocasionalmente, podía ser usada en una actividad bélica,‖1925 y sí llegó a usarse de forma constante, bien pudo ser de filos líticos y no de metal, pues si bien los tarascos alcanzaron un considerable grado de extracción y trabajo del cobre, este no era de un uso común tan difundido como para haber armado ejércitos con hachas de cobre. Autores como Marco Antonio Cervera Obregón, consideran que las hachas fueron usadas en la guerra como armas en varias regiones de Mesoamérica, como consta en los códices mixtecos, donde son representadas como armas ofensivas.1926 Armas defensivas Escudos y jubones La tecnología bélica de los antiguos michoacanos incluía también el uso de protección para los guerreros. El armamento defensivo es la evidencia inequívoca de la práctica de la guerra, pues este armamento está diseñado para defenderse específicamente del armamento ofensivo. En el Occidente de Mesoamérica, éste tipo de defensa se remota al periodo Preclásico, en las figuras encontradas en las tumbas de tiro, donde se representan grandes escudos rectangulares que protegían todo el cuerpo junto con ropas acolchadas y cascos.1927 La principal defensa corporal indígena en Mesoamérica fueron los petos de algodón y los escudos, que fueron elaborados con distintas técnicas y materiales. En la RG de Chilchota se mencionó que los indígenas ―peleaban con macanas y flechas, y sus rodelas que llamaban en esta lengua ATAPU, lleva[ba]n, por armas de vestir, unos sayos de mantas y algodón que llamaban ESCUAIPILES [corrupción de la palabra nahua huipil, ―camisa de india‖];1928 mientras que la RG de Alimanzi, Cuzcaquahtla y Epatlan dice que ―iban todos los demás vasallos, armados con sus ESGÜIPILES [ichcahuipilli] estofados, que son como unas corazas […] y con sus CHIMALES embrazados, que son a modo de adargas o rodelas.‖1929 Y en la RG de Pátzcuaro mencionó que los indígenas ―peleaban desnudos en cueros, con sólo un peto hecho de hilos de maguey muy tejidos, que es defensa fuerte‖.1930 Las Relaciones Geográficas escritas en el antiguo territorio michoacano, dan varios datos interesantes sobre las armas defensivas, e incluso, descripciones muy 1924 RM, lámina VII. MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 25. 1926 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., Pp. 29 y 41. 1927 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―Los sistemas de armamento vislumbrados en las figuras de guerreros del occidente de México‖, Óp. Cit., Pp. 131-134. 1928 VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108. Mayúsculas y corchetes originales, información aclaratoria entre corchetes a pie de página. 1929 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO, SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlan]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 148. Mayúsculas y corchetes originales. 1930 MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 200. 1925 459 detalladas sobre su manufacturación, la mejor se encuentra en la relación de la provincia de los Motines: ―Los géneros de sus armas que tenían, p[ar]a defenderse y ofender, eran arcos y flechas y sus carcajes, y unas rodelas redondas, de cuatro o cinco palmos de ancho, hechas de caña q[ue] llaman OTLATES, hendidas delgadas; y juntando una vara destas con otra, y otra con otra, íbanlas tejiendo con mucha sutileza, que quedaba, de varas, un lienzo tejido; y, después, tejían otras del mismo tamaño y manera y, acabadas de tejer estas dos telas de varas, juntaban una tela con otra, cruzándolas y pespuntándolas con mucho primor [y] cercenaban esta rodela redonda, y, poniéndole sus manijas, quedaba hecha una arma p[ar]a defenderse de las piedras y flechas de sus contrarios: que ésa eran tan tiesa arrodela, que apenas entraba la flecha, por la mucha dureza q[ue] tenía. Y, p[ar]a defender sus cuerpos y personas, usaban de otra arma q[ue] llaman ICHCAXICOLI, que era como una manera de colchas, de mucha cantidad de algodón hecha, y después, tupido aq[ue]l algodón, q[ue]daba de un grosor de un dedo, poco más o menos. Y tejida esta colcha, hacían lo que q[ue]rían de ella: morriones y sayos y escarcelas, y otras formas de armas 1931 duras como querían; y si estaba bien hecha, no se les p[o]d[ía] entrar flecha.‖ Los españoles llamaron de distintas maneras a las armaduras que servían para proteger el cuerpo, que cubría desde los hombros hasta la cintura o muslos, sin mangas, ceñida y ajustada al cuerpo, acolchada de algodón. En el Centro de México a este tipo de armaduras se les conoció como ichcahuipilli o españolizado como escaupil, que se traduce como ―camisa de algodón colchado‖. Desde 1905, Eduard Seler conjeturó que los jubones para la guerra que menciona la RM, se tratan de las mismas usadas entre los mexicas y otros pueblos, lo cual se puede cotejar analizando las relaciones geográficas.1932 La palabra en tarasco antiguo que describe estos jubones es ―xuratacherenguequa, armas de algodón‖, palabra compuesta por ―xurata, algodon‖ y ―cherenguequa, armas para la guerra‖, en un sentido más exacto podría entenderse como ―armadura de algodón‖.1933 Este tipo de armaduras eran tan resistentes que durante la conquista de México, los soldados españoles dejaban sus pesadas armaduras de metal que eran atravesadas por las flechas y dardos, y en su lugar portaban estas armaduras, por ser más ligeras y permitir mayor movimiento del guerrero. Según la RG de la provincia de Motin, se confeccionaba una colcha rellena de algodón, aunque en otras regiones mesoamericanas se utilizaba también sal o arena para endurecer la protección, y fibra de maguey para confeccionar la tela.1934 Llama la atención que estas colchas también servían para confeccionar ―morriones y sayos y escarcelas‖, es decir, armamento defensivo para la cabeza, de la cual no se menciona más información. En la RM se mencionan dos tipos de armaduras de algodón, los ―jubones‖ que correspondían a los que protegían el tórax y las ingles, y el ―peto‖, que probablemente sólo protegía el tórax, los primeros serían usados por los guerreros nobles, mientras los segundos por la gente común; de hecho, otra diferencia importante radicaría en que las armaduras de algodón de los nobles estarían adornados, y las de la gente común no: ―Y todos los valientes hombres se vestían unos jubones de algodón, y la otra gente común unos petos de algodón; y los señores y valientes hombres se ponían jubones de pluma de 1931 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 166-167. Corchetes y mayúsculas originales. 1932 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit. P. 192. 1933 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 210 y 271. 1934 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 105. 460 aves ricas.‖1935 El texto también parece que hace referencia a ―jubones de guerra‖, que serían los diseñados para protegerse de los ataques enemigos, y jubones para vestir, que estarían ricamente adornados pero no servirían para ir a la guerra. Dentro de la sociedad tarasca existieron artesanos para la elaboración y resguardo de estos armamentos defensivos: ―Había otro llamado cherénguequavri, diputado para hacer jubones de algodón para las guerras, con gente que tenía consigo e principales‖, mientras que en la casa del cazonci, y probablemente en la de los señores, ―había otra [mujer] que tenía cargo de guardar todos sus jubones de guerra de algodón y jubones de plumas de aves.‖1936 La relación de Tiripetío da un dato interesante sobre las armaduras de algodón, se mencionó que los indígenas de ese pueblo ―cuando iban a pelear con sus enemigos, iban en cueros […] Y el día que entraban en batalla, se ponían unos coseletes de algodón que les llegaba hasta las ingles y no tenían mangas.‖1937 Hay que recordar que Tiripetío formaba parte de la última defensa del corazón político del Tzintzuntzan Irechequa, y el mismo documento consignó que iban a pelear con los mexicas, sí recordamos que los purépecha eran los encargados de llevar los bastimentos necesarios para la guerra, es probable que los guerreros no partieran con todo el armamento puesto, sino que lo equiparan hasta llegar antes del frente de batalla. Esto quiere decir en que había cierta seguridad dentro del territorio tarasco, para que los ejércitos marcharan sin estar prestos al combate hasta llegar a donde fuera la acción. Los ejércitos del cazonci también contaron con protección que podía ser embrazada y movible, por excelencia fue lo que los conquistadores llamaron ―rodelas‖;1938 este armamento defensivo era de uso extendido en toda Mesoamérica. Desde finales del siglo XIX, se puso bastante atención en hacer estudios de este tipo de armamento, y Zelia Nuttal mencionó que ―todas las autoridades están de acuerdo que los escudos de los Antiguos Mexicanos eran de dos tipos. El primero consistió en escudos militares usados como protección en la guerra por todos los rangos de guerreros. El segundo comprendía los escudos, usados sólo, en danzas religiosas y fiestas.‖1939 Dentro de estos dos grupos se encontraban divididos en otros: los escudos de guerra, que estaban adornados según el rango militar del guerrero; los escudos cuasimilitares, que estaban muy adornados y eran usados por personajes prominentes; escudos de gala que eran usados en las ceremonias junto a escudos de danza. Esta tipificación la realizó analizando las diversas representaciones pictográficas, las referencias escritas, y revisando los diversos ejemplares sobrevivientes que se enviaron 1935 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. RM, Tercera Parte, Caps. I-III, ff. 8, 12, Pp. 179, 185. Gilberti registró la entrada ―Armero que haze armas. cherenguequa vri‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 271. 1937 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 24. Véase Apéndice F, figura 18. 1938 Rodela: ―(Etim. – Del lat. Rotella, ruedecilla.) f. Escudo redondo y delgado, que, embrazado en el brazo izquierdo, cubría el pecho al que se servía de él peleando con espada‖ […] Rodela. Arm. Es una especie ó variedad del escudo. La voz rodela es una contracción de redondel ó redondela, indicando que el escudo era precisamente redondo ó circular, teniendo poco diámetro y usándose como arma defensiva para la gente á pie, embrazada á la izquierda en el combate á la espada.‖ Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, Óp. Cit., T. LI, P. 1180 1939 NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, en: Internationales archiv für Ethnographie, Leide, Holanda, P.W.M. Trap. Publisher, 1892, P. 34. Traducción nuestra. El Conquistador Anónimo, cuando mencionó la eficacia de este tipo de armamento, escribió que ―y porque acá en España se han visto algunas de estas rodelas, digo, que no son de las que llevan á la guerra, sino de las que usan en sus fiestas y bailes que acostumbran hacer.‖ EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 373. 1936 461 a Europa entre los años de 1519 y 1525. Nuttal relacionó el uso de ciertos colores y diseños con deidades, también con los rangos de los guerreros. Entre los materiales usados para la elaboración de estos escudos se encontraban la caña, betún, plumas de aves, oro, plata, turquesas. Resulta interesante que algunas de las representaciones de escudos en los códices, coincidan con los ejemplares existentes.1940 El material del que se fabricaban estas rodelas era variado, de ―rodelas hechas de caña y tejidas con hilo, a manera de palas de pelota de viento [cestas del frontón]‖,1941 adornadas ―de pluma de muchas colores p[a]ra su defensa;‖1942 ―y para su guarda, y reparo, traían unos CHIMALES, a manera de adargas hechas de cañas, y con ciertos betunes que las junta y abraza, que, en efecto, defiende de una flecha.‖1943 La forma de fabricarlos se detalla en la Relación de parte de la provincia de Motin, que volvemos a citar el siguiente fragmento: ―unas rodelas redondas, de cuatro o cinco palmos de ancho [entre 84 cm y 1.5 m], hechas de caña q[ue] llaman OTLATES, hendidas delgadas; y juntando una vara destas con otra, y otra con otra, íbanlas tejiendo con mucha sutileza, que quedaba, de varas, un lienzo tejido; y, después, tejían otras del mismo tamaño y manera y, acabadas de tejer estas dos telas de varas, juntaban una tela con otra, cruzándolas y pespuntándolas con mucho primor [y] cercenaba esta rodela redonda, y, poniéndole sus manijas, quedaba hecha una arma p[ar]a defenderse de las piedras y flechas de sus contrarios: que ésa eran tan tiesa 1944 arrodela, que apenas entraba la flecha, por la mucha dureza q[ue] tenía. ― A estos escudos se les colocaban varas de madera como refuerzo, y dotar de más resistencia el tejido de los materiales, como se puede observar en un ejemplar resguardado en el Castillo de Ambras, Austria.1945 Los artesanos encargados de manufacturar escudos debieron de estar en la mayoría de los pueblos, la RM menciona que en la casa del cazonci había un encargado para guardarlos, pero no de fabricarlos: ―Había otro diputado sobre las rodelas, que las guardaba, y los plumajeros las labraban de pluma de aves ricas y de papagayos y de garzas blancas.‖1946 Sabemos, por los diccionarios, que el nombre del ―Escudero que haze escudos‖ era atapuvri, y el ―Escudero que los lleua‖ atapupari. El nombre tarasco con que se nombraban los escudos referidos era Atapu: ―Atapu. Adarga o rodela‖ y ―Escudo. Atapu‖.1947 La RM describió de forma más detallada los escudos de gala, suntuarios u ornamentales; su valor como tesoro, atavíos de los dioses, regalos y uso en las fiestas: ―Había otro que era tesorero mayor, diputado para guardar toda la plata y oro con que hacían las fiestas a sus dioses, y éste tenía diputados otros prencipales, con gente, que tienen la cuenta de 1940 NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., Pp. 34-53. GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 37. Corchetes nuestros. GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 83. Corchetes originales. 1943 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO, SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlan]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 149. Nótese que el autor de está Relación Geográfica probablemente fue testigo de cómo estos escudos detenían una flecha. 1944 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 166-167. 1945 NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., P. 50. 1946 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. Véase Apéndice F, figura 17. 1947 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 51, 243 y 416. 1941 462 aquellas joyas, que eran rodelas de plata y mitras, brazaletes de plata, guirnaldas de oro y ansí otras joyas.‖1948 Este tesoro fue descrito por Jerónimo de Alcalá, pero según él mismo, debió haber sido más rico de lo que le contaron: ―Tenía pues el cazonçi, de sus antepasados, mucho oro e plata en joyas de rodelas y brazaletes y medias lunas y bezotes y orejeras que tenía para sus fiestas y areitos. E inquirióse de los que lo guardaban, qué tanta cantidad sería y dellos dijeron y otros aún no han dicho: Tenía en su casa cuarenta arcas, veinte de oro y veinte de placta que llamaban chuperi, dedicado para las fiestas de sus dioses. Mucha cosa debía de ser. Tenía ansí mismo joyas suyas en su casa, en otra parte llamada Yhéchenyrenba, en gran cantidad. Tenía ansí mismo, en una isla de la laguna llamada Apúpato, diez arcas de plata fina en rodelas, en cada arca doscientas rodelas y mitras para los cativos que sacrificaban, y mil e seiscientos plumajes verdes Curícaberi; otros tantos la diosa Xarátanga y otro su hijo Manóvapa, y cuarencta jubones de pluma rica y cuarencta de pluma de papagayos. Estos habían puesto allí sus bisagüelos del cazonçi. Tenía ansí mismo en otra casa, otras diez arcas de rodelas, en cada arca doscientas rodelas, que no era muy fina la plata y habíala puesto allí su padre del cazonçi muerto llamado Zuangua; y cuatro mil e setecienctos plumajes verdes y cinco jubones de aquella pluma rica llamada chatani y cinco de papagayos. En otra isla llamada Xanecho tenía ocho arcas de rodelas de placta y mitras llamadas angáruti, plata fina, cada doscientas rodelas en cada arca y mitras de plata, y unas como tortas redondas llamadas curinda, cuatrocientas, y esta plata había puesto allí su padre llamado Zuangua, dedicadas a la luna. Ansí mismo tenía [en] otra isla llamada Pacandan, cuatro arcas de rodelas de plata fina, cada cien rodelas en cada arca y veinte rodelas de oro fino, que estaban repartidas en aquellas arcas: en cada arca, cinco. Estaban allí sus guardas y de padres a hijos venían por su subcesion guardar este tesoro. Y hacían 1949 sementeras y ofrescíanlas a aquella plata y había un tesorero mayor sobre todo.‖ Parte del tesoro que se guardaba en la casa del cazonci fue robado por los españoles durante la expedición de Cristóbal de Olid, incluyó muchas rodelas: ―y desde ha cuatro dias que llegaron, empezaron a preguntar por los ídolos y dijéronles los señores que no tenían ídolos. Y pidiéronles sus atavíos y lleváronles muchos plumajes y rodelas y máscaras, y quemáronlo todo los españoles en el patio. Después desto, empezáronles a pedir oro y entraron muchos españoles a buscar oro a las casas del cazonçi.‖1950 Ahí aconteció que ―empezaron a hurtar de las cajas, que debían de ser algunos mozos, y metíanlas debajo las capas y viéronlos las mujeres del cazonçi, y salieron tras ellos con unas cañas macizas y empezáronles de dar de palos. Aunque estaban con sus espadas no les osaron hacer mal. Mas ponían las manos en las cabezas por defenderse de los palos y a unos se les caían por huir, otros las llevaban. Y estaban por allí los principales y las mujeres empezáronlos a deshonrar diciéndoles que para qué traían aquellos bezotes de valientes hombres, que no eran para defender aquel oro y plata que llevaba aquella gente, que no tenían vergüenza de traer bezotes. Y los prencipales dijéronles que no les hiciesen mal, que suyo era aquello, de aquellos dioses que lo llevaban. Sabiendo Cristóbal de Olí de aquellas arcas, hízolas sacar fuera y lleváronlas a las casas delos papas, donde ellos posaban, y abriéronlas y empenzaron a escoger las rodelas más finas; y las que no eran tancto, poníanlas a otra 1951 parte y partíanlas por medio con las espadas. Las últimas palabras citadas son muy interesantes, pues los conquistadores hicieron distinción entre las ―rodelas más finas‖, que probablemente eran de metales preciosos o con adornos de estos, de las ―que no eran tanto‖, las cuales fueron partidas a la mitad, y quizá sean las que se quemaron al ser de poco valor para los españoles, o 1948 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7v, P. 178. RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 49, P. 259. 1950 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 48v, P. 258. 1951 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 49v, P. 260. 1949 463 quizás porque hayan sido escudos funcionales para la guerra. Don Pedro Cuiniarángari fue el encargado de llevar los tesoros tomados del cazonci a Hernán Cortés. Entre las primeras joyas que tarascas que envió Hernán Cortés a Carlos V, se encontraban ―dos rodelas de plata doradas sin brazaletes, con unos bollones que pesaron siete marcos siete onzas […] dieciocho rodelas de plata baja con uno bollones en ellas, que pesaron cuarenta y siete marcos y seis onzas. No tienen brazales.1952 La RM también menciona que varias de estas rodelas se usaban para adornar las efigies de los dioses, tal vez aparte de rodelas, se trataran de discos de oro. Cuando llegaron los primeros españoles a Tzintzuntzan al mando de Francisco Montaño, ―el cazonçi hizo componer los españoles, como compunían ellos sus dioses: con unas guirnaldas de oro y pusiéronles rodelas de oro al cuello y a cada uno le pusieron su ofrenda de vino delante, en unas tazas grandes, y ofrendas de pan de bledos y frutas. Decía el cazonçi: "estos son dioses del cielo". Y dióles el cazonçi mantasy [a] cada uno dió una rodela de oro.‖1953 En el capítulo que habla sobre las exequias de los cazoncis, se menciona que después de cremar el cuerpo y hacer un bulto con los restos, se le ponía al dicho bulto ―una máscara de turquesas y sus orejeras de oro y su tranzado de pluma, y un gran plumaje de muchas plumas verdes muy ricas, en la cabeza, y sus brazaletes de oro y sus collares de turquesas, y unas conchas del mar y una rodela de oro a las espaldas, y poníanle al lado su arco y flechas y su cuero de tigre en la muñeca, y sus cotaras de cuero y cascabeles de oro en las piernas.‖1954 También se hace mención sobre las rodelas que se usaban en las ceremonias, así, en ―el día de la fiesta [de Sicuindiro] bailaban los dichos bailadores con sus rodelas de plata a las espaldas y lunetas de oro al cuello,‖1955 y cuando Tzintzincha Tangánxoan intentó quitarse la vida por consejo de los señores, ―mandó el cazonçi que trujesen los plumajes y hizo sacar brazaletes de oro y rodelas de oro, y tomábanselas aquellos principales y bailaban todos…‖.1956 Estos escudos de gala también servían como regalos, un ejemplo es cuando los embajadores mexicas vieron a Zuangua para pedirle ayuda para luchar contra los españoles: ―Y llegaron los mensajeros aquí a la cibdad de Mechuacan y fueron delante del dicho señor Zuangua, y diéronle un presente de turquesas y charchuys y plumajes verdes y diez rodelas que tenían unos cercos de oro, mantas ricas y mastiles, y espejos grandes.‖1957 En la lámina XLIII que ilustra el capítulo, están representados tres armas españolas: una adarga, una ballesta y una espada. También está representado un chimalli mexica, de cuya mitad de la circunferencia inferior cuelga una franja de plumas verdes. Los escudos de guerra también estaban adornados, y probablemente entre mejor adornados, mayor era el rango de los guerreros; cuando se preparaban para ir a la guerra, se dice que en Tzintzuntzan ―sacaban sus rodelas hechas de pluma de muchas aves: unas blancas de garzas blancas que eran de Curícaveri; otras coloratadas de papagayos colorados; otros de unos pajaritos de color dorada y verdes,‖1958 incluso el material con el que estaban manufacturados dependía de la clase social de los guerreros, así en la Relación geográfica de Sinagua se menciona que usaban para la guerra ―rodelas o adargas, de cueros de venados y coyotes; [d]estas traí[a]n los macehuales, y los 1952 ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377. 1953 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 43v, P. 248. 1954 RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 31v, P. 224. 1955 RM, Primera Parte, f. 10, P. 11. 1956 RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 47v, P. 256. 1957 RM, Tercera Parte, Cap. XX, f. 39v, P. 240. 1958 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. 464 principales, de tigres, muy galanas.‖1959 Lamentablemente en las láminas de la RM, los escudos de guerra están sumamente estilizados, por lo que se llegan a representar como círculos concéntricos con puntos que representan probablemente bollones, y no parecen tener el tamaño de entre 84 cm y 1.5 m, que proporciona la información documental. Entre los colores usados para representarlos encontramos el negro, rojo, verde, azul y amarillo. En el escudo de armas otorgado a Tzintzuntzan en 1595, están representados varios escudos por el lado interno, donde se observan dos manijas para traerlo embrazado, una sujetada con la mano cerrada y la otra a la altura del brazo.1960 Las láminas de la RM proporcionan otro dato importante, pues parece que se podía adaptar una correa al escudo para ponerla de forma transversal en tórax sobre un hombro, cargarlo en la espalda y tener las manos libres para usar otras armas o asir otros objetos.1961 Sobre la efectividad de las armaduras de algodón y los escudos se ha debatido, debido a la falta de ejemplos arqueológicos, tanto del armamento ofensivo y defensivo, que impiden saber sí los testimonios escritos son fiables. Ya mencionamos como los españoles dejaron sus armaduras de metal para usar las de algodón. Los testimonios sobre la eficacia en combate suelen ser positivos, y que tanto las armaduras de algodón y escudos sí detenían las flechas enemigas; en la relación de Cuiseo de la laguna, se menciona que los ―jubones estofados de algodón, donde se detiene una flecha,‖1962 expresiones de estas encontramos para describir la efectividad de los escudos; por ejemplo en el vecino pueblo de Ameca, que mantenía un estado de guerra contra el Tzintzuntzan Irechequa, se mencionó que ―usaban de rodelas, de unas varas muy recias y muy entretejidas, q[ue] defendían bien cualquier fuerza de flecha, o golpe de porra o maza. Peleaban con mucha gritería y alharacas.‖1963 Resulta interesante que los europeos que redactaron estos documentos, hablan en tiempo presente; hay que recordar que para la década de 1580, la Guerra Chichimeca requería la presencia de españoles e indígenas ya culturizados a la usanza europea, para ir a luchar al norte de la Nueva España. Parte del armamento prehispánico se siguió usando en el avance español en tierras americanas, la RM proporciona el ejemplo de cómo Nuño de Guzmán ordenó hacer armamento indígena para su campaña de conquista de la Nueva Galicia. 1964 Hay muchos factores que pueden influir en la efectividad de un arma, como materiales de elaboración, experiencia del artesano, pericia del guerrero, etcétera. Aunque probablemente eran efectivos, también acontecía que las armas defensivas eran atravesadas, en la relación de Querétaro se mencionó que ―y, asimismo, ha acontecido tirar [los chichimecas] a un caballo en que andaba un soldado peleando, y darle en la testera [armadura para la frente del caballo], que era de un ICHCAHUIPIL muy fuerte, y pasar la flecha la d[ic]ha arma y la cabeza, y salir por el pescuezo y entrarle por el 1959 PADILLA BARAHONDA, FERNANDO DE. ―Relación de Sinagua‖ [5 de diciembre de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 253. 1960 ―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan" de la provincia de Michoacán, 1595‖, Escudos y Árboles Genealógicos de México, núm. 168. Para un excelente estudio de este importante documento, véase ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 227-268. Véase Apéndice D. 1961 RM, láminas XXII, XXXI, XXXII y XXXIII. 1962 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 84. 1963 LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38. Corchetes originales. 1964 RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, ff. 54v-55, Pp. 38. 465 pecho. Cosa qué, ciertam[en]te, si no se tuviera por cierta, parece cosa increíble.‖1965 La arqueología experimental que se ha realizado con ambos tipos de armamentos, ha demostrado que por el diseño en capas de los escudos, y el acolchamiento de las armaduras de algodón, hacían rebotar los proyectiles, y defendía el tórax del armamento cortante como el macuahuitl.1966 Sistemas de armamento michoacano prehispánico Ahora que hemos revisado las armas usadas en Michoacán durante el Posclásico tardío, podemos considerar ahora los sistemas de armamento. Cervera Obregón menciona que ―un arma no debe ser estudiada por sí sola sino en relación con la combinación de otras y el desarrollo de los sistemas de armamento. Esto significa que un guerrero casi siempre lleva varios tipos de armas que en conjunto juegan un papel fundamental en el desarrollo de la batalla, tanto individual como en su uso combinado. Esto nos lleva a comprender dos conceptos más: el de las unidades específicas y el de los planteamientos tácticos.‖ 1967 Este último concepto los analizaremos en un apartado más adelante, por el momento mencionaremos los elementos para caracterizar los artefactos para ofender y defender de los antiguos habitantes del Tzintzuntzan Irechequa. Cabe mencionar que ―Un sistema de armamento tiene por principio dos propósitos: ofender y defender. Los sucesos desarrollados en el campo de batalla en la antigüedad están marcados por la inventiva de los armeros quienes desarrollaban instrumentos con propósitos defensivos, ofensivos o en ocasiones con ambos. El equilibrio existente entre las armas ofensivas y defensivas da como resultado el llamado sistema de armamento. Por lo tanto, un sistema de armamento está realmente compuesto por armas particulares, que se vinculan en 1968 relación con su función específica en el campo de batalla.‖ El estudio de los sistemas de armamento se relaciona con un par de factores básicos: ―el problema de los factores tecnofuncionales de las armas, el planteamiento táctico y su relación en el campo de batalla para el desarrollo de unidades específicas, y por otro lado existen muchos casos donde el factor social asociado al uso de las armas es en cierta medida el que determina los sistemas de armamento en algunas sociedades de la Antigüedad.‖1969 Sobre este último aspecto, ya mencionamos que la información sobre el factor social es escasa, hay algunas armas que estaban restringidas a la elite tarasca, y otras controladas para ser portadas sólo en tiempos de guerra, pero no hay nada que indique un control efectivo por parte del Estado para designar sistemas de armamento rígidos entre los guerreros. A esto debemos agregar una gran variedad de sistemas de armamento para el caso michoacano, representados en las fuentes iconográficas, que dificultan nuestro estudio. A pesar de que la información contenida en las láminas de la RM llega a encontrar sustento arqueológico, como es el caso de las pipas, bezotes, orejeras y cerámica, para el caso de los armamentos no tentemos muchos restos arqueológicos. También parece que las representaciones de los sistemas de armamento en la RM, respondieron más a cuestiones estilísticas, que a intentos de representar fidedignamente a los guerreros, pues en algunos casos la información escrita confirma o contradice lo representado en la iconografía. Hasta ahora el único estudio 1965 RAMOS DE CÁRDENAS, FRANCISCO. ―Relación de Querétaro‖ [20 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 225-226. 1966 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 124. 1967 Ibíd., P. 19-20. 1968 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. El sistema de armamento entre los mexicas, Óp. Cit., P. 28. 1969 Ibíd., P. 110. 466 sobre el sistema de armamento tarasco se lo debemos a Ian Heath,1970 quien a partir de la información iconográfica y documental, realizó algunas propuestas para interpretar los sistemas de armamento de los guerreros tarascos, aunque lamentablemente no profundizó y se quedó en un nivel descriptivo, aun así, su trabajo es pionero en la materia. Vladimir Gómez Gutiérrez y Luis Armando de la Luz Alarcón recientemente han realizado reconstrucciones visuales de cómo pudieron haberse visto los guerreros quangáriecha.1971 Marco Antonio Cervera Obregón ha caracterizado los sistemas de armamento mexicas; dado que la tecnología armamentista en Mesoamérica fue muy similar en las diferentes sub-áreas en el periodo anterior a la Conquista, situación que podemos vislumbrar en las fuentes pictográficas y descripciones coloniales, incluyendo Michoacán, nosotros nos hemos basado en dicha caracterización; sin embargo, pueden advertirse las divergencias culturales respecto al uso del armamento entre tarascos y mexicas. Mientras los primeros dieron prioridad en la representación del arco, flecha y porras, los segundos lo hicieron con el átlatl, dardos y macuahuitl: los tarascouacúsechas se reivindicaron como chichimecas, concepto que remite a al estilo de vida semi-nómada cuyo uso de arco y flecha es vital; los mexicas se reivindicaron como toltecas, precisamente en las representaciones de gobernantes y dioses toltecas, el átlatl tiene la connotación de símbolo de poder. Los tarascos usaron principalmente porras, mientras los mexicas prefirieron el macuahuitl, estas armas fueron usadas por los guerreros profesionales de las clases dominantes de ambas culturas, pero también por los purépecha y maceguales, y representaban el estatus de valentía y pericia en el combate. En las representaciones de guerreros tarascos se observa la variedad de combinación de armamentos, algunos guerreros portaban sistemas de armamento combinados, usando porra, arco, carcaj y armadura de algodón; o porra, arco, carcaj sin armadura; incluso también portando lanza, carcaj, escudo y bandera. Sin embargo, nosotros proponemos los siguientes sistemas de armamento de acuerdo a las representaciones en los documentos pictográficos, y las descripciones de los documentos escritos, aunque en la realidad no todos los guerreros pudieron haber portado con todo el armamento, y que debió haber existido una gran variedad en armamento, con diferente material, tamaño y tipos. Los guerreros de élite debieron haber portado la panoplia tarasca completa.1972 Como mencionamos, el único estudio sobre los sistemas de armamento tarasco fue realizado por Ian Heath (Véase Apéndice G). -Guerreros de combate a larga distancia: a) Arco y flecha. Guerreros amados con arcos, flechas, carcaj, y entre 40-50 y 100 flechas. Algunos usaban armaduras de algodón y portaban escudos. b) Lanzador de dardos. Guerreros armados con lanzadardos, probablemente con dardos para lanzar o jabalinas, y protegidos con armadura de algodón y escudos. 1970 HEATH, IAN. Armies of the Sixteenth Century. 2: The armies of the Aztec and Inca Empires, other native peoples of the Americas, and the Conquistadores 1450-1608. Gran Bretaña, Foundry Books, T. II, 1999, Pp. 72-75. 1971 Véase Apéndice G. 1972 Gilberti tradujo ―Ombre armado de guerra. cherengueti‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 520. 467 c) Hondas y piedras. Guerreros armados con honda elaborada de fibras vegetales, probablemente con una bolsa o morral para cargar la munición de piedras. Debido a que la honda era un arma de gente baja, tal vez no usaban ningún tipo de protección o usaban petos de hilo de maguey. -Guerreros de combate a corta distancia: a) Guerrero con porra. Es el sistema de armamento de combate a corta distancia más representado en las fuentes tarascas. Se componía por guerreros con porra, escudo y armadura de algodón. b) Guerrero quangáriecha: Estos guerreros pertenecían a una orden militar, eran guerreros de élite y capitaneaban los escuadrones de los ejércitos. Su armamento se componía de un ―arma de quangáriecha‖, escudo y armadura de algodón. c) Guerrero con macuahuitl: Guerreros armados con macuahuitl, armadura de algodón y escudo. d) Guerrero con lanza: Guerreros armados con lanza, y quizás con escudo. También es posible que se usaran coas y tarequas dentro de este sistema de armamento. 468 28. INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS ―Aqui hago mi memoria yo, el Rey Ziuangua [sic.], de cómo habiendo palmeado la ceniza cuando llamaron al Rey Ziuangua y le dijeron que no anduviera vestido si no es fajado con un pellejo y que comiese conejos y venados y culebras y codornices. Y así le enviaron el carcaje de flechas y el arco con preseas de oro que se pusiese en la boca y gargantillas de oro y así se iba a bailar y buscar qué comer con su arco de flechas. Esta es la ordenanza de los viejos antiguos. Esto dejó ordenado el dichoso.‖ ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], copia de 1825 1973 La indumentaria ha sido desde su invención, un rasgo distintivo del ser humano. No sólo cumple una necesidad material de resguardar el cuerpo humano del medio ambiente, sino que ha sido también vehículo para representar valores identitarios de las sociedades que la portan. Las formas de confeccionarla, los diseños y las formas de usarla, atañen a determinado desarrollo de la sociedad que las elabora y usa, y los materiales empleados corresponden a la realidad material de su existencia. En la época prehispánica, existieron incontables variedades de vestimenta, adornos, peinados, calzados, bordados, colores, pinturas corporales; tanto para hombres y mujeres de distintas edades, elaborados con materiales de origen animal, vegetal y mineral. Muchos de estos adornos tenían un profundo significado religioso, función ritual o correspondían al concepto de cuerpo de los diversos grupos indígenas. La indumentaria también es un medio por el cual las sociedades estratificadas, hacen distinción entre sus miembros, restringiendo el uso de ropa, color u adornos a ciertos personajes; en Mesoamérica, las clases dominantes tenía derecho de portar peinados, abanicos, orejeras, bezotes, cascabeles, narigueras, partes y pieles o plumajes de animales exóticos, y diversas piedras preciosas, mientras la clase dominada tenía restringido el uso de ciertos adornos, portando una indumentaria más sencilla. En el México prehispánico, las personas también modificaban sus cuerpos, ya de forma transitoria o permanente, por diversos motivos; marcadores de estatus, rituales de maduración, celebración de acontecimientos, cuestiones estéticas que correspondían a diversos cánones de belleza, y por supuesto, la guerra. Entre las modificaciones corporales se encontraban la pintura corporal, escarificaciones, deformación craneal, y mutilaciones dentarias.1974 Ésta marcada distinción en la indumentaria corporal jugó un papel importantísimo en la jerarquía de los guerreros en los Estados militaristas del Posclásico tardío mesoamericano. Para el caso michoacano, en la relación de Ajuchitlán se menciona que los guerreros peleaban: ―…en cueros y embijados de negro […] El hábito y traje antiguo q[ue] dicen traían los señores y principales eran unas ropas largas hasta los pies, tejidas de algodón, y muy galanas y de muchos colores y, encima dellas, unas mantas hasta debajo de la rodilla, q[ue] les servían (y sirven hoy día) de capas; el cabello [traían] largo y tranzado. Los 1973 GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], Óp. Cit., P. 31. 1974 BAUTISTA MARTÍNEZ, JOSEFINA. ―Alteraciones culturales en el cuerpo del hombre prehispánico‖, en: Estudios Mesoamericanos. México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoInstituto de Investigaciones Filológicas, 2002, núm. 3-4, Pp. 3-12. 469 MACEHUALES, q[ue] son la gente plebeya, [andaban] desnudos, y algunos con unas 1975 mantillas de las q[ue] digo sirven de capa.‖ Y Diego Durán mencionó sobre los atavíos de los señores tarascos que estaban ―…llenos de oro, joyas y plumas, tan resplandecientes y relumbrantes con el oro, de braceletes [sic] y calcetas y orejeras y bezotes y apretadores en las cabezas, de oro, que a la salida del sol, que era la hora que los descubrieron, que con el resplandor quitaban la vista.‖1976 La necesidad de los comandantes y los guerreros de identificarse en una batalla es crucial, para identificar al enemigo y si no se quiere que los miembros del mismo bando se ataquen entre sí, o mantener la cadena de mando y que las órdenes se transmitan a los subalternos.1977 Los pueblos mesoamericanos recurrían a diversos métodos para identificarse entre ellos y remarcar su rango militar. En las fuentes iconográficas indígenas, las principales formas de reconocimiento y distinción, son sin duda, los colores de las vestiduras, los atavíos y los tocados de plumas. Ya mencionamos que los guerreros usaban como defensa corporal armaduras de algodón y escudos; en el caso del Centro de México, entre más rango tenía un personaje, más vistoso y rico eran los adornos incrustados en estas armas,1978 en el Michoacán prehispánico debió ocurrir lo mismo, pero las fuentes no mencionan los matices para interpretar diseños concretos, aunque se pueden comentar algunos aspectos. En la relación de Cuiseo de la laguna es muy explícita sobre la regulación de la indumentaria entre las clases sociales: ―El hábito que traían en general, era a modo de un costal encajado en el cuerpo, q[ue] les cubría hasta la rodilla, sin otra cosa alguna, sin manga ni cuello, ni calza ni zapato ni sombrero. Traían cabellera y, cuando habían de pelear o trabajar, la entranzaban. No les era permitido traer otras vestiduras [a los indígenas], si no era con licencia de su rey, y ésta la había algún hombre valiente, y al tal se le daba p[ar]a q[ue] trajese manta rica, y rodela y arco, por la calle; y, [ade]más, le daba una piedra preciosa que trujese colgada en el labio, p[ar]a lo cual se lo horadaba. Y esto eran insignias de hombre de grandes 1979 méritos‖ Sobre las armas defensivas ya hemos mencionado como había distintos tipos, para la guerra y ceremoniales, que eran ricamente adornadas dependiendo la clase sociales y 1975 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Mayúsculas y corchetes originales. Más tardíamente, en 1751, el franciscano Isidro de Espinosa escribió sobre la vestimenta prehispánica tarasca que ―tejían sus ropas y vestidos a la manera que los usaban; en especial para los reyes y señores, eran de algodón unas mantas blancas, otras negras y algunas muy pintadas de diversos colores; éstas eran muy sutiles y delgadas. Tejían otros vestidos de pelo de conejo y algodón, de mucha curiosidad y ésta era vestidura de caciques y de gente muy principal: con que en la forma de vestirse se daba cada uno a conocer. […] Curtían cueros de todo género de animales, adobados con pelo y sin él, con mucho primor. Tenían sandalias de cuero y otros las usaban de hilo de maguey y el calzado de los magnates era muy pintado y curiosamente compuesto.‖ ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán, Óp. Cit., Lib. I, Cap. III, Pp. 31-32. 1976 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, P. 283. 1977 El Conquistador Anónimo mencionó que los jubones de algodón y la ropa de los guerreros podía ser de diferentes colores: ―unas compañías de soldados las usan blancas y encarnadas, y otras azules y amarillas, y otras de diversas maneras.‖ EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 372. 1978 NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., Pp. 34-53. 1979 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 84. Mayúsculas y corchetes complementarios originales, corchetes aclaratorios nuestros. 470 rango del guerrero. La RM continuamente habla de jubones adornados de plumas, los mejores ejemplos los encontramos en las láminas XLI y XLVI. En la primera vemos representados a tres señores ricamente adornados, entre otras cosas, portan jubones con líneas horizontales de color blanco, rojo y azul; diseño que se parece al jubón portado por el cazonci en la segunda lámina mencionada, con la diferencia que en la parte inferior, la disposición de las líneas es vertical, pero los colores son los mismos. Al parecer sobre los jubones de guerra también se usaban mantas de varios materiales como insignias; antes de que fuera asesinado Curátame II, se menciona que viajaba armado con arco y carcaj en una canoa ―con una manta de pluma de patos puesta‖,1980 el nombre de éste tipo de mantas según Gilberti era ―Cuiris punguari. manta de plumas de anade‖. Otras palabras registradas son ―Tasta. manta‖, ―Thzanatze. manta delgada‖, ―Tziquini. manta parda de la tierra‖, ―Hohchaqua. manta tunica de ellos‖, ―Yricuengari. vna manta azul‖, ―Mehtzara. manta o vestuario pintado o labrado‖, ―Virache. vestuario de plumas ya viejas‖, ―Vuaponi. pelear con las mantas‖, ―Vuaperani. pelear assi vnos con otros‖, ―Manta para combatir. [en blanco]‖.1981 Los escudos también eran ricamente adornados, pero como mencionamos líneas arriba, están muy estilizados en la RM, los diseños son concéntricos con colores como el negro, rojo, verde, azul y amarillo. En los escudos de guerra del Centro de México, está documentado que llegaron a llevar figuras o motivos que identificaban a su portador, como un glifo o fonemas;1982 el escudo que porta Vacvsticatame o Ireti Ticátame en el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, parece adornado con una figura recurrente en la iconografía colonial, un ave, probablemente un águila, con el pico abierto y entrando por el un haz de luz del sol. Está figura está relaciona de cómo los uacúsecha recibían la fuerza del sol, pero por lo tardío del documento y la asimilación de las convenciones heráldicas europeas por parte de la nobleza indígena, es difícil saber que tan probable fue el uso de figuras elaboradas en este tipo de armamento en la época prehispánica.1983 El testimonio de Diego Durán deja claro que los tarascos podían reconocer las divisas de los enemigos, pues en la batalla en que los tarascos derrotaron a los mexicas en el intento de conquista de Axayácatl, se apoderaron de los cuerpos de los nobles mexicas pertenecientes a las órdenes militares de los cuachic y otomí, incluyendo un miembro del concejo supremo mexica y a un pariente de Axayácatl: ―En este rencuentro mataron los tarascos muchos valerosos mexicanos y especialmente de los de la orden de caballería, que llaman cuahchic y de otros que llaman otomí. Y entre ellos mataron un señor de los principales que era pariente muy cercano del rey y uno de los del consejo real de los cuatro, que era escogido para la elección de rey. Al cual (señor) los tarascos, conociéndole en la divisa ser de sangre real, lo llevaron a su real, así muerto, para con esto mostrar su valor y menospreciar a los mexicanos. Con lo cual los 1984 tarascos, haciendo mucho escarnio y burla de los mexicanos, se volvieron a su real…‖. 1980 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 122, P. 135. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 70, 154, 156, 169, 93, 103, 111, 195, 187 y 490. 1982 NUTTALL, ZELIA. ―On ancient mexica shields. An essay‖, Óp. Cit., P. 46. 1983 Véase Apéndice D. Para un panorama general del arte plumario en Michoacán y la admiración de los españoles sobre la capacidad de los tarascos que realizar imágenes con plumas, véase PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―Prólogo‖, en: Uzcuarecucha. El arte en la plumaria. Obras de Martha Leticia López Luna. Morelia, Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán, 2017, Pp. 7-20. 1984 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII. P. 284. Énfasis nuestro. 1981 471 Gilberti registró algunas entradas que hacían referencia a los atavíos y adornos: ―Vxenstani. atauiarse curiosamente‖, ―Alhajas. hapimarinchaqua ambe maro‖, ―Ynsignias de honrra. xararaqua hucansqua. xupangariqua‖, ―Ynsignias de vencimiento. quangariecha hucaqua‖.1985 Las insignias y atavíos debieron ser muy variados, pero sólo tenemos algunas referencias pictográficas, descripciones y pocas piezas arqueológicas. En el pleito que se dio contra Pedro de Arellano por robarse el tesoro de los hijos del cazonci, se mencionó que ―…comunmente los indios solian e acostumbravan labrar las dichas masca[ra]s e trigues e cabeças de aguilas e onbres por joyas e no por ydolos y por tales las ponian comunmente entre sus joyas de oro y ansy se usava e acostumbrava entrellos…‖.1986 Penachos, guirnaldas, mitras y peinados Los guerreros usaban además una gran cantidad de adornos, y en varias ocasiones las fuentes utilizan distintas palabras para designar probablemente el mismo tipo de objetos, así en las fuentes se mencionan penachos,1987 los cuales debieron de ser sumamente variados, de tiras de cuero de venado sosteniendo un manojo de plumas en la parte posterior de la cabeza, hasta complejos penachos con cientos de plumas de aves exóticas y multicolores, como los usados por los dioses en la lámina XLII, 1988 al parecer el nombre de estos objetos en tarasco era canaqua, que se tradujo como ―corona‖.1989 Bajo el nombre ―guirnalda‖,1990 se designaron varios objetos de materiales distintos, y sí ponemos atención al contexto en el que son mencionados, podemos entrever parte de su simbolismo social. Esto se desprende de la información que Fernando de Alva Ixtlilxóchitl mencionó sobre los atavíos de los señores chichimecas: ―Se coronaban los reyes según el tiempo: si estaban en guerra, con una guirnalda de roble con unos plumajes de águila real puestos hacia el cerebro y asidos con unas joyas redondas de oro y algunas piedras preciosas y plumas finas; y si era tiempo de paz y de aguas, se coronaban de laurel, con unos plumajes verdes finos de una ave muy preciosa llamada Quetzaltototl, de la misma manera que los otros; y el tiempo de secas se coronaban con unos ramos que se crían en las peñas, blanquizcos y una flor colorada en la punta, casi (igual) á la que nosotros llamamos Amusga, la cual ellos llaman Teoxuchitl, que quiere decir flor de Dios, con los mismos penachos. Y los señores se coronaban con la que se cría 1985 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 202, 257 y 469. ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖. (Transcripción de Alberto Carrillo Cázares y Silvia Méndez Hernández; introducción por Benedict J. Warren), en: BOEHM DE LAMERIAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, Tercera parte, Apéndice documental, P. 371. Corchetes nuestros. 1987 ―PENACHO, el manojo de plumas que suelen traer en los sombreros, especialmente los soldados, y en las celadas, del nombre Latino penna, que significa la pluma.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra P, P. 583v. Gilberti tradujo ―Penacho. ahcandiqua tharandiqua‖; otras palabras relacionadas son ―Apuni. plumaje nombre‖, ―Ahcandini. ponerse penacho o pluma‖, ―Ahcandiqua. penacho o pluma‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 535, 49 y 37. 1988 RM, ff. 16, 99, 99v, 122v, 131v, Pp. 193, 89, 90, 136, 154; láminas IX, X, XXVI, XXXII, XXXIII, XXXVI, XXXIX, XLI, XLII, XLIV. Entre las dadivas de Tangáxoan II para Hernán Cortés, se encontraban ―doce plumajes blancos de penachos y seis de plumas azules‖. ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378. 1989 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 55. 1990 ―GVIRNALDA, la corona de flores, dicha assi quasi girinalda a Girando, porque va dando giro, y vuelta a la cabeça.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra G, 457v. 1986 472 en los árboles, que son aquellas barbasas, que propiamente es Amusga. Poníanse joyas en 1991 el pescuezo y en las muñecas de la manos.‖ Por ejemplo en el caso tarasco, los objetos denominados ―guirnaldas de oro‖, eran usados para adornar a los dioses durante las fiestas, y de hecho, cuando la expedición de Francisco Montaño llegó a Tzintzuntzan, ―el cazonçi hizo componer los españoles, como compunían ellos sus dioses: con unas guirnaldas de oro…‖.1992 Estas ―guirnaldas‖ o ―mitras‖ son mencionadas en contextos sacros, como para adornar a los dioses o a los sacrificados, pero al parecer también fueron de uso profano y para la guerra, mencionados como ―apretadores en las cabezas‖ de oro. En el pleito contra Pedro de Arellano, se mencionaron ―tiaras‖ de oro y plata, así como de ―plata baxa que se ponen los indios en las cabeças‖.1993 En una de las láminas de la crónica de Beaumont, se representaron las embajadas que Cristóbal de Olid envió a la corte del cazonci Tangáxoan II; este último está dibujado bajo la glosa ―El Rey Caltzontzin‖, está sentado sobre una silla, porta un ropaje azul y una capa roja, en la mano izquierda porta un arco. Sobre la cabeza porta un objeto que parece ser una mezcla entre corona y un xiuhuitzolli o mitra,1994 adorno que era usado por los nobles en el Centro de México. Gilberti registró la entrada ―Mitra de obispo. obispoeueri cucuntsiqua‖,1995 que bien pudieron haber sido las ―mitras‖ mencionadas en la RM. Por otro lado, la RM es explicita cuando menciona que las ―guirnaldas de hilo‖ las usaban los sacerdotes así como un corte de cabello descrito como ―unas entradas hechas‖,1996 y varios personajes que eran sacerdotes fueron descritos con estas guirnaldas de hilo, entre los que se encuentran Pauácume II y Uápeani II cuando fueron hechos sacerdotes por los isleños de Jarácuaro. También Nacá y Zurumban, sacerdote y 1991 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia de los señores chichimecas, hasta la venida de los españoles. Primera relación‖], Óp. Cit., T. I, P. 76. Cursivas originales. 1992 RM, Tercera Parte, Caps. I, XIX, XXIII, ff. 7v, 38v, 43v, Pp. 178, 238 y 248. Estos adornos debieron hacerse con otro tipo de metales, pues entre el tesoro que entregó Tangáxoan II a Cortés, se encontraba ―una tira de cobre dorada con tres ruedas que se ponen en la cabeza‖ y ―una tira con unas ruedas de plata baja, que pesó dos onzas.‖ ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377. 1993 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., P. 366. 1994 ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento pictórico de Michoacán‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, 1998, enero-junio, núm. 27, Pp. 19 y 30. 1995 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 502. 1996 Una representación de un sacerdote curitiecha con parte del cabello rapado se encuentran en la Relación Geográfica de Tiripetío. [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., Pp. 20 y 103. Cuando fray Bernardino de Sahagún mencionó el gentilicio nahua de los tarascos, los michoacaque o michoa, mencionó que ―…llámanse también quaochpanme, que quiere decir hombres de cabeza rapada, o raída, porque antiguamente estos tales no traían cabellos largos, antes se rapaban todos la cabeza, así los hombres como las mujeres, aunque fuesen ya viejas, sino eran tal y cual que traían cabellos largos.‖ SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España. Edición de ÁNGEL MARÍA GARIBAY K. 6ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, Lib. X, Cap. XXIX, P. 609. Cursivas nuestras. Gilberti registró algunos vocablos relacionados con la práctica de raparse la cabeza, tanto en hombres como en mujeres: ―Afeitarse la mujer al modo antiguo. engungarini‖, ―Afeitada assi. engungarini‖, ―Afeite tal. engungariqua‖, ―Afeitarse los hombres al modo antiguo. tiringarini‖, ―Afeite assi. tiringariqua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 246. Sin embargo, en las láminas de la RM, los únicos personajes que aparecen con cortes de cabello tipo ―unas entradas hechas‖ son personajes asociados a la casta sacerdotal, y en el texto se menciona explícitamente que el cabello largo y tranzado era insignia de señor; probablemente los informantes nahuas de Sahagún se refirieron algún grupo tarasco o práctica específica, pero no todos los tarascos se rapaban. 473 señor de Taríaran respectivamente, fueron descritos con ―guirnaldas de hilos‖, y un atavió del dios Querenda angápeti era una ―guirnalda de hilo de colores en la cabeza y plumajes verdes‖.1997 Los sacerdotes de la diosa Xarátanga usaban guirnaldas de chile y semillas de maíz y frijol.1998 También se mencionan ―guirnaldas de trébol‖ con flores, en las ocasiones que son mencionados estos adornos, están asociados a los señores pero en contexto no bélicos, como en la vida cotidiana, comidas, embajadas o en las ceremonias.1999 Cuando la señora que tomó la diosa Cueráuaperi para anunciar el fin del mundo, dejó de tener la visón, los sacerdotes que la encontraron ―pusiéronle unas naguas muy buenas y otra camiseta encima, y pusiéronle una guirnalda de trébol en la cabeza y pusiéronle un pájaro contrahecho en la cabeza, y unos cascabeles en las piernas y trujeron mucho vino y empezáronle a dar de beber.‖2000 En una de las láminas de la crónica de Beaumont, la denominada como ―Mapa 6‖, aparecen dos religiosos franciscanos, ―Fr. Angel‖ y ―Fr. Martin de Jesus‖, que portan una cruz en la mano izquierda, enfrente de ellos están dos personajes masculinos denominados como ―El rey Axayatl‖ y ―Ziguangua‖, que están haciendo reverencia a los religiosos, ambos portan guirnaldas de flores rojas y el cabello trenzado, con lo que se infiere que son personajes de alto rango, y que el uso de guirnaldas de flores aparece en un contexto de paz.2001 Gilberti asentó varias entradas que hacían referencia a este tipo de atavíos: ―Guirnalda de flores para poner en la cabeça. tsitsiqui canaqua‖, ―Guirnalda larga de flores. tsitsiqui pandaquarequa‖, ―Guirnalda poner a otro en la cabeça. tsitsiqui canarahpeni. thsiriquahtsitahpeni‖.2002 Para el caso en que los guerreros entraban en combate, se hace mención que usaban distintos materiales de origen animal para hacer sus guirnaldas, así en la RM se mencionan ―guirnaldas de cuero de venado o de pluma de pájaros‖,2003 algunas debieron de haber sido pintadas de diversos colores,2004 así como de ―tigre‖,2005 y por otras 1997 RM, ff. 24, 53, 62, 71v, 79, 80, 110v, Pp. 209, 267, 15, 34, 49, 51, 112. RM. Segunda Parte, Cap. IV, f. 67v, P. 26. 1999 RM, ff. 8v, 30v, 37, 40, 51v, 89v, 106, 128v, 136, Pp. 180, 222, 235, 241, 264, 70, 103, 148, 163. Cuando el Conquistador Anónimo describió la vestimenta indígena masculina, mencionó que los hombres ―en la cabeza no llevan cosa alguna sino cuando van á la guerra, ó en sus fiestas y bailes: usan los cabellos largos y atados de varios modos.‖ EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 377. Si bien ésta la información procede del Centro de México, cabe resaltar que dependiendo del contexto social, (guerra, fiestas o vida cotidiana), y del rango social, los individuos usaban distintos atavíos. 2000 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38, P. 237. Cursivas nuestras. 2001 ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento pictórico de Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 36-38. 2002 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 445. Fray Diego Basalenque mencionó ya tardíamente que cuando los agustinos iniciaron la evangelización en Tiripetío a mediados de la década de 1530, ―todos los indígenas que se habían de bautizar venían con sus ropas limpias, guirnaldas en las cabezas, cadenas y sogas de lindas flores de tierra caliente, que está muy ceca…‖. BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino de Michoacán. Morelia, Editorial Balsal, (Colección documentos y testimonios), 1989, Lib. I, Cap. II, P. 43. Y el jesuita Francisco Ramírez mencionó en 1585 que en cierta ocasión que una iglesia fue reparada por los indígenas de Pátzcuaro, hombres y mujeres traían las vigas del monte arrastrándolas con cuerdas, ―…todos con sus guirnaldas de flores y gran música de trompetas, y muchas vanderas, y otras cosas de regocixo; que muestran bien la afición que tienen.‖ RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana, Óp. Cit., vol. II, documento 173, Pp. 534-535. 2003 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. 2004 Se menciona que el dios Curícaueri ―tenía un cuero blanco por guirnalda‖ cuando se le apareció entre sueños a Tangánxoan. RM, Segunda Parte, Cap, XXVII, f. 124, P. 139; entre el tesoro que dio Tangáxoan 1998 474 fuentes sabemos que también se usaban las pieles de ciertos roedores como ardillas, según lo consignó Bernardino de Sahagún: ―El traje que ellos [los michoacaque] era que traían unas jaquetillas sin mangas, a manera de huipiles, con las cuales de continuo traían sus arcos y flechas y carcajes de saetas; su vestido era el pellejo de gatos monteses, o de tigre, o de león, o de venados o de ardillas, y por atavío o aderezo traían plumajes redondos a manera de aventadoricos [¿bieldo?], de pluma encarnada, metida en la guirnalda que trían en la cabeza, hecha de pellejo de 2006 ardilla.‖ Otros atavíos mencionados para los guerreros son los referentes al cabello, pues se dice que el trenzado era insignia de señor,2007 en las láminas de la RM los señores aparecen con el cabello trenzado con un adorno rojo, probablemente algún tipo de listón o plumaje,2008 en otros documentos pictográficos michoacanos coloniales, también se pueden observar los trenzados de cabello. La Relación Geogrpafica de Tiripetío menciona que cuando iban a la guerra ―traían el cabello largo de negro y trenzado, que hacía una cola bien larga, que en todo se parecía al demonio‖, 2009 y cuando se moría el cazonci, entre los sacrificados durante las exequias, se encontraban él ―que tenía cargo de hacelle guirnaldas de trébol; otro que le entranzaba…‖.2010 La RM menciona que el petámuti a parte de la guirnalda de hilo, tenía ―…un plumaje en un tranzado que tenía, como mujer…‖.2011 Maturino Gilberti asentó varias entradas sobre este tipo de peinados: ―Churunchaqua. trançado de cabellos‖, ―Thacaparani. tener largos cabellos por detras como donzella‖, ―Tepez. trença‖, ―Tepez vni. hazer trença‖, y otro tipo de peinado del cual no conocemos más información, ―Cabellos emplastados con resina. xunganda atahtsiqua‖.2012 Un peinado que resalta en la RM es el de los sacerdotes tiuimencha, representados en las láminas XXX y XL. Al parecen portaban la cabeza rapada, pero dejaban un mechón de cabello a la altura de la frente. Peinados similares se encuentran representados en la lámina V: Haramen trae el corte de cabello de los tiuimencha, pero en la lámina VII es representado con el cabello largo. En la misma lámina V, dos personajes traen rapada la parte superior de la cabeza, pero con cabello a los costados. Esto recuerda las referencia que hay que varios tipos de sacerdotes traían rapada parte de la cabeza: cuándo los isleños de Jarácuaro aceptaron la unión entre los chichimecas e isleños con los señores uacúsecha Pauácume II y Uápeani II, ―…llamaron un barbero y a Cortés incluía ―ocho brazales blancos de pellejos‖. ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378. 2005 RM, ff. 8v, 30v, 37, 40, 51v, 89v, 106, 128v, 136, Pp. 180, 222, 235, 241, 264, 70, 103, 148, 163. 2006 SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. X, Cap. XXIX, P. 609. 2007 RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 21, P. 226. 2008 Cuando preparaban el cuerpo del cazonci para ser incinerado, le hacían un ―un tranzado de plumas‖. RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30, P. 221. 2009 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 24. La vestimenta indígena de los guerreros fue asociada al demonio por parte de los españoles; en 1530 durante la conquista de Nueva Galicia, Nuño de Guzmán mencionó como los indígenas iban a la batalla con sus armas ―…y muy emplumados y teñidos, que piensan que en benir muy feos, aunque no son de suyo hermosos, pareciendo diablos, an de meter miedo a los cristianos.‖ ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 272-273. 2010 RM, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30v, P. 222. 2011 RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 62, P. 15. 2012 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 63, 149, 158, 298. 475 cortáronles los cabellos que tenían largos, y hiciéronles en las molleras unas entradas y diéronles unas guirnaldas de hilo y unas tenazillas para el cuello de oro, a cada uno, las suyas.‖2013 Cuando se describió el concilio de dioses que anunciaría la llegada de nuevos hombres a la tierra, se mencionó los atavíos que portaban, algunos de los dioses ―tenían unas entradas en las molleras‖.2014 Y en los primeros años de la conquista, los tarascos creían que los frailes cristianos ―eran sacerdotes del dios que había venido a la tierra y llamábanlos cúritiecha, que eran sus sacerdotes que traían unas guirnaldas de hilo en las cabezas y unas entradas hechas.‖2015 Este dato es sumamente interesante, pues en la RG de Tiripetío, se mencionó a los sacerdotes curich, que ―tenía corona y el cabello le llegaba hasta la punta de la nalga.‖ Un dibujo acompaña el texto, un personaje con un jubón, unas pinzas al cuello, en la mano derecha porta un objeto oblongo (el cuchillo de sacrificador), tiene el cabello largo y trenzado, y en la parte superior de la cabeza una tonsura. Sin duda, esta representación corresponde a que ―las entradas en las cabezas‖ fueron interpretadas años después como la tonsura de los frailes.2016 Partes de animales Ya mencionamos como muchos de los atavíos y armamentos se adornaban con materiales de origen animal, como cueros de venados, felinos, cánidos, roedores o plumajes de diversas aves. Los guerreros también portaron diversas partes de animales, probablemente con la creencia que portándolas adquirían ciertas propiedades anímicas de dichos seres vivos. La RM menciona que los señores nobles usaban ―unas uñas de venados en las piernas, que eran insinias de señor,‖2017 Gilberti registró la entrada ―Ticzqua. pie de cabra o de venado‖,2018 y que probablemente aludía a estas uñas de venado. Esos adornos fueron representados en las láminas V, XXXII, XL, XLIV de la RM, y para fechas tan tardías como 1595, en el escudo de armas de Tzintzuntzan, Vacvsticatame es representado con lo que parecen ser pezuñas de venado atadas por debajo de las rodillas, junto a todos los demás atavíos de los señores.2019 Muchas de las guirnaldas, diademas y brazaletes de cuero estaban hechas de pieles de animales como venados o felinos, para el caso de los arqueros, los brazaletes cubrían el brazo del rebote de la cuerda después de haber disparado la flecha. Al parecer estos adornos también se usaban en las piernas, se menciona que por lo menos el dios Querenda angápeti ―que tenía un cuero de tigre en una pierna…‖.2020 Algunas partes de reptiles también eran usadas como atavíos, antes de que Curátame II fuera asesinado, se atavió y entre los adornos usó ―muchos cascabeles de culebras, de las colas, que colgaban por las sienes y un collar de huesos de pescado de la mar, ricos.‖2021 2013 RM, Segunda Parte, Cap. VI, f. 71v, P. 34. RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 234. 2015 RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f 53, P. 267. 2016 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 20, imagen facsimilar en P. 103. Véase Apéndice E, figura 5. 2017 Cuando Uápeani II y Pauácume II fueron engañados para ir pos sus esposas, se ―pusiéronse unas uñas de venados en las piernas‖. RM, Segunda Parte, Caps. IX, XII, ff. 75, 83, Pp. 41, 57; Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. 2018 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 166. 2019 Véase Apéndice D. 2020 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 112, P. 115. 2021 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 121v, P. 134. De los collares hablamos más adelante. 2014 476 La RM describió que el capitán general usaba ―su jubón de algodón encarnado y un mástil arpado de cuero por los lomos‖,2022 objeto representado en la lámina XXXII, pero no tenemos claro si era un mero objeto ornamental, o pudo haber sido usado como arnés para portar una bandera de plumas en las espaldas.2023 Muchos de los materiales para la fabricación de estos atavíos son de origen silvestre, por lo que era necesario salir de caza a buscarlos. Cuando Bernardino de Sahagún mencionó el modo de vida de los chichimecas, muchos de los rasgos culturales expuestos por él fueron reivindicados por los chichimecas-uacúsechas: eran excelentes arqueros, portaban el cabello largo, vagaban por los montes, usaban pieles de animales como vestimenta, y eran ligeros. Más adelante mencionó que los chichimecas ―también por causa de su poco comer y poco vestir, allende de ser sanos y recios, y tener grandes fuerzas, eran muy ligeros; subían por las sierras arriba y muy recia y ligeramente, que parecía que volaban por su ligereza, que no criaban bazo ni grosura demasiada que se los impidiese.‖2024 Posiblemente se tenía la creencia que las fuerzas anímicas de los animales estaban presentes en los atavíos, en la Relación Geográfica de Ajuchitlán se menciona que ―Los ritos eran tan diversos como las adoraciones, porq[ue] dicen [que] se sacaban sangre de todas las partes del cuerpo, hasta de la lengua. Horadábanse las orejas; echábanse en ríos hondos y estábanse allí metidos, y decían que de allí salían valientes, unos, hechos tigres, otros, leones y otros, lagartos, y, otros, culebras, y que, en efecto, se transformaban en estas 2025 figuras como en España las brujas.‖ En cierta ocasión, los espías de Curínguaro ―…enviaron espías diciendo que estaba en lugares muy fragosos; y vinieron las espías, y no podían llegar y tornáronse y contrahicieron los ádives y leones y lechuzas y otros pájaros llamados purúcuzi…‖, y la Tía de Taríacuri le advirtió que sus enemigos querían atacarlo: ―…"una cosa he sabido, que se dice, que los de Curínguaro nos han de destruir y dicen que han venido a poner espías y que se tornan leones y ádives, sabiendo en los lugares fragosos que estamos.‖2026 Al parecer todo guerrero debía participar en la caza, se menciona que el cazonci iba de caza y que tenía cazadores a su servicio,2027 aunque también tenía materiales a su disposición, pues en Tzintzuntzan existía una especie de ―zoológico‖, y había un encargado del cuidado de los animales, de donde probablemente obtenía materiales para la fabricación de atavíos: ―Había otro [diputado] que era guarda de las águilas grandes y pequeñas y otros pájaros, que tenía más de ochenta águilas reales y otras pequeñas, en jaulas. Y les daban de comer del común, gallinas. Había otros que tenían cargo de dar de comer [a] sus leones y ádives 2022 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Otras menciones a estos objetos se encuentran en RM, ff 39v, 40, 42, 72, 85, 85v, 89v, Pp. 240, 241, 245, 35, 61, 62, 70. 2023 El Diccionario de autoridades definió ―MASTILES, Por semejanza se llaman los palos derechos, que sirven para mantener alguna cosa…‖, Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. IV, 1734, P. 509. 2024 SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. X, Cap. XXIX, Pp. 598-601. 2025 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Cursivas y corchetes originales. 2026 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 97v-98, Pp. 86-87. 2027 RM, Tercera Parte, Cap. I. 477 y un tigre y un lobo que tenía. Y cuando eran estos animales grandes, los flechaban y 2028 traían otros pequeños.‖ Como se puede observar, muchos de los atavíos mencionados, al estar fabricados con materiales orgánicos, casi no han sobrevivido en el registro arqueológico. Algunas de las insignias y artefactos suntuarios hechos de materiales inorgánicos, si han logrado sobrevivir el paso del tiempo, y la información arqueológica concuerda con la información iconográfica y documental. La RM menciona que el ―bezote de oro y orejeras y brazaletes y collares de turquesas, que eran las insinias de señor‖.2029 Bezotes Los bezotes (también llamados bezoleras, barbotes o lábreles), eran adornos o arracadas que usaban los indígenas americanos en el labio inferior,2030 para poder usarse, el portador tenía que perforarse la carne para colocar el bezote, manteniendo una parte al interior de la boca, y mostrando la parte exterior por debajo del labio. En Mesoamérica, varios pueblos usaron bezotes para demostrar la jerarquía militar o el alto estatus social, y fueron fabricados con distintos materiales como oro, jade, turquesa, obsidiana, ámbar y cristal de roca, y plumas, y de variadas formas.2031 Marcia Castro Leal describe estos objetos ornamentales encontrados en Tzintzuntzan, y que son similares a los encontrados en otras partes del territorio contralado por el cazonci: ―Los besotes tarascos encontrados hasta ahora son de obsidiana con algunas partes de metal y frecuentemente con incrustaciones de turquesa. En la Temporada V [en Tzintzunzan] se encontraron dos bezotes ―in situ‖, la altura del maxilar inferior, en dos de los cráneos del entierro múltiple encontrado en la yácata: uno de ellos era de obsidiana ―cuya parte interna está recubierta por una lámina fina de oro repujado rojizo que termina en un fleco de picos‖; la lámina había sido ajustado cuidadosamente al botón central antes de colocar el mosaico de turquesa. Piña Chán, en la Temporada VIII, descubrió otros 2032 bezotes semejantes con la misma combinación de obsidiana y oro.‖ La RM menciona como para la época de mayor esplendor del Tzintzuntzan Irechequa, el poder central era el que otorgaba las insignias de señor a los diferentes miembros de la nobleza y caciques a lo largo y ancho del territorio.2033 El nombre tarasco del bezote era angamequa, y ―Angameni. tener beçotes‖.2034Los portadores de ésta insignia eran conocidos como ―Angamencha, los que tenian beçote entre la barba y el labio. Angameni, estar de pies en el agua, o poner los tales beçotes, que el Rey ponía a los señores y valientes en la guerra, señalando los con esta hydalguia, quasi por sustento, pilar, fauor y amparo de la otra gente plebeya. Y assi los tales podian tambien 2028 RM, Tercera Parte, Cap. I. f. 8v, 180. RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205. 2030 ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. I, P. 287. 2031 LOWE, LYNNETH S. ―Los bezotes como símbolos de jerarquía militar en el México antiguo‖, en: Estudios Mesoamericanos. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 2004, núm. 6, enero-diciembre, Pp. 48-54. 2032 CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 151-152, corchetes nuestros. En Huandacareo se han encontrado bezotes de ―obsidiana roja y casi todos con incrustaciones o huellas de ellas en el centro de la cazotela‖ .MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareao: lugar de juicios, tribunal, Óp. Cit., P. 103. Véase Apéndice F, figura 20. 2033 RM, Tercera Parte, Cap. IX. 2034 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 47 y 286. 2029 478 interceder, induzir, importunar y boluer por ellos como.‖2035 Y cuando uno de estos angamencha caía en desgracia por haber cometido algún delito, si no era muy grave, lo encarcelaban por unos días, si era un poco más grave, le deshonraban quitándole el bezote y las otras insignias, pero sí era muy grave, ―envíaba el cazonçi un mensajero llamado vaxánoti, que era oficio por sí, y entiznábase todo e tomaba un bordón, y llegaba a la casa del delincuente y prendíale, y luego le quitaba el bezote y orejeras de oro y decía el delincuente: "¿por qué me tractas así, señor?". Decía el otro: "yo no sé la causa, que no se quejaron a mí; yo inviado soy porquel rey ha dado sentencia." Y acogotábale con una porra y a otros mandaba arrastrar el 2036 cazonçi.‖ En caso de no traer puestos los bezotes, la saliva salía por el orificio, 2037 y Torquemada mencionó que la hendidura del bezote, le permitía a los guerreros producir silbidos muy fuertes durante las batallas.2038 El material del que estaba hecho el bezote era muy importante para mostrar el estatus social, pero la RM muestra dos formas en que, por un lado, se ensalza la austeridad y por una parte, se recrimina el material simple con el que estaba fabricado el bezote. En la parte histórica se menciona como Hiripan y Tangáxoan a pesar de ser hijos de señores, sufrieron penurias antes de iniciar la conquista de la provincia, y que en cierta ocasión le estaban dando de comer a Hiquingaje, y ―tenían unos bezotes chicos de palo‖.2039 En el sermón que daba el petámuti a los señores y caciques por la soberbia de que ya llevaban una vida de lujo, éste les recordaba como Hiripan y Tangáxoan, a pesar de las penurias habían sido esforzados y que: ―¿dónde habían de haber mantas blandas, y la insignia de honra que son los bezotes? ¿Dónde los habían de haber ricos? Porque traían unos palos puestos por bezotes, por ser señores.‖2040 Sin embargo, en las palabras que puso la primera 2035 BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., Pp. 221-222 [18-19 en la paginación original]. 2036 RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203. 2037 Cuando los isleños de Jarácuaro deshonraron y expulsaron a Uapeani II y Pauacume II, se menciona que ―…quitáronles los bezotes y orejeras, y tranzados y mastiles y echáronlos a empujones, y echáronlos fuera de la laguna y veníen babeando por los bezotes que les habían quitado…‖. RM, Segunda Parte, Cap. VI, f. 72, P. 35. 2038 ―El rey de Tetzcuco llevaba un atabalejo encima de los hombros, que tocaba al principio de la batalla, otros usaban unos caracoles grandes, que sonaban a manera de cornetas; otros, con los bezos hendidos, daban muy recios silvos.‖ TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana. De los veinte y un libros rituales y monarquía indiana, con el origen y guerras de los indios occidentales, de sus poblazones, descubrimiento, conquista, conversión y otras cosas maravillosas de la mesma tierra. Edición preparada por el Seminario para el estudio de fuentes de tradición indígena, bajo la coordinación de Miguel leónPortilla. 3ª edición (1ª edición UNAM), México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie Historiadores y Cronistas de Indias núm. 5), 1975, Vol. IV, Lib. XIV, Cap. III, P. 324. 2039 RM, Segunda Parte, Cap. XXIV, f. 117v, P. 126. 2040 RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134, P. 159. Este discurso de austeridad también es perceptible en los propios dioses cuando se aparecían ante los mortales. Cuando Xarátanga y Curícaueri se aparecieron entre sueños a Tangáxoan e Hiripan respectivamente, la primera es descrita como ―una vieja que no sé quién era, la cabeza cana a trechos y unas naguas de yerbas, de una manta basta, puestas, y otra manta de lo mismo, que traía cubierta‖, mientras que Curícaueri es descrito como ―uno que parescía señor, que estaba todo entiznado, el cual llegó a mí y tenía un cuero blanco por guirnalda y un bezote pequeño‖, y de acuerdo a la lámina XIX, con un arco en la mano derecha y sin atavíos. Cuando la diosa Avícamime, una de las tías de los dioses del cielo, se apareció ante la mujer de Hopótacu para venderle un roedor rojo, es descrita como ―una vieja, que no se sabía quién era, con unas nauas de manta basta de hi[er]bas y otra manta de lo mismo, echada por el cuello, y las orejas colgando muy largas…‖ (es decir, con los lóbulos de las orejas expandidas pero sin orejeras). Pero cuando los dioses son mencionados en otros contextos, estos son descritos con más atavíos, por ejemplo el ―dios Curita caheri se lavaba la cabeza con jabón y no 479 mujer de Taríacuri en boca de él, para hacer enojar a su padre, menciona que Taríacuri había insultado a sus hermanos y que había dicho: ―¿Para qué se quieren poner bezotes? ¿Es por ventura bezote el que se ponen? ¿No es un palo que se ponen allí?‖.2041 El tamaño del bezote también era muestra de la importancia social, en el mismo sermón que daba el petámuti a los señores, les recriminaba como los hacían parecer más grandes para mostrarse más importantes: ―…y ahora sois caciques con grandes bezotes, que estendéis los bezos para que parezcan mayores. Mejor sería que os pusiésedes máscaras. Pues que os contentáis con tan grandes bezotes…‖.2042 Orejeras Las orejeras eran otro tipo de ornamentos que son mencionados como insignias de señor, estos objetos eran una especie de rodajas que se metían los indígenas en un agujero abierto en la parte inferior de la oreja.2043 En la RM, el material que más se menciona es el oro: cuando Chupitan, Nuríuan y Tétaco regañaban a Taríacuri cuando era niño, le decían que fuera esforzado y que Curícaueri era muy liberal y entre otras cosas iba ―poner[le] en las orejas orejeras de oro‖, y cuando Xarátanga y Curícaueri se les aparecieron en sueños a Tangáxoan e Hiripan, ambos dioses prometieron que si ellos cumplían con ciertas tareas, ambos pondrían orejeras de oro en las orejas. Cuando Taríacuri ya ―era ya muy viejo y cansado‖, traía orejeras de oro, y cuando preparaban el cuerpo de los cazoncis para incinerarlos, le ponían ―unas orejeras grandes de oro en las orejas‖, y se menciona que el dios Querenda angápeti usaba orejeras de ese material.2044 En 1531, el corregidor de Tzintzuntzan, Pedro de Arellano, reportó haber tomado un tesoro de un templo de diferentes piezas, con el tesoro se encontraban 4 orejeras de oro con unos picos de águila.2045 Se menciona que el dios Curita caheri ―tenía unas orejeras de palo en las orejas‖,2046 del mismo material se usaban los bezotes de los señores caídos en desgracia, aunque también debe considerarse que probablemente se usaba este material para expandir el tejido y poder usar ornamentos más grandes. En Huandacareo se han encontrado ―orejeras tubulares y de carrete, que llegan a ser traslúcidas por el alto grado de pulimento‖ elaboradas de obsidiana,2047 de esta forma han sido todas las encontradas en Tzintzuntzan, algunas con mosaico de turquesa, mientras que en la desembocadura del rio Balsas se encontraron orejeras en forma de carrete elaboradas tenía el tranzado que solía tener. Tenía una guirnalda de colores en la cabeza y unas orejeras de palo en las orejas y unas tinazuelas pequeñas al cuello y una mancta delgada cubierta‖ (Nótese las orejeras de palo), y el dios Querenda angápeti ―estaba compuesto, que tenía un cuero de tigre en una pierna y un collar de turquesas a la garganta y una guirnalda de hilo de colores en la cabeza y plumajes verdes y sus orejeras de oro en las orejas.‖ Y cuando fue el concilio de todos los dioses los dioses de la provincia, se menciona que ―estaban asentados todos los dioses de la provincia, todos entiznados: unos tenían guirlandas de hilo de colores en la cabeza; otros estaban tocados [con penachos]; otros tenían guirnaldas de trébol; otros tenían unas entradas en las molleras; y otros de muchas maneras.‖ En la lámina XLII están representados los dioses ricamente ataviados. RM, Segunda Parte, Caps. XXI, XXVII, XXVIII, ff. 112, 123v-124, 126, Pp. 115, 138-139, 143; Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 36v-37, Pp. 234-235. 2041 RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 89v, P. 70. 2042 RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134, P. 159. 2043 ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española, Óp. Cit., T. II, P. 1485. 2044 RM, Segunda Parte, ff. 77v, 123v-124, 128v, 30, 112. 2045 ―El fiscal con don Pedro de Arellano estante en esta corte sobre cierta acusación que contra él le puso‖, Óp. Cit., P. 364. 2046 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 37, P. 235. 2047 .MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareao: lugar de juicios, tribunal, Óp. Cit., P. 103. 480 con lámina delgada de plata.2048 La RM menciona que las mujeres también usaban zarcillos, y son mencionados unos con forma de tortugas.2049 Narigueras En varias regiones de Mesoamérica, existió un ritual en que los señores gobernantes se perforaban el tabique o aletas nasales, las orejas o la barbilla, con lo cual podía colocarse las insignias de su poder y la legitimidad de gobernante, ―por medio del ritual, oficiante y penitente alcanzaban la comunión con el dios…‖.2050 Al parecer rituales de ese tipo se realizaron en el Tzintzuntzan Irechequa, aunque el testimonio ya es tardío, no deja de ser sintomático que se mencione el lugar donde se encontraba el templo e ídolo mayor de la diosa madre Cueráuaperi: ―Y de este ejemplar en las orejeras y narices [de un supuesto ídolo de Curícaueri con orejeras y nariguera en Zacapu]; el sentido y significación no se sabe. Y de este ejemplar usaron generalmente los tarascos agujerarse las orejas y las narices, lo cual hacían en Araro, que significa lo mismo. El cual lugar, que es el de unos baños calientes, está junto al pueblo de Tzinapequaro, donde se hacían otros muy particulares que por faltar con el tiempo las relaciones no lo escribo, sólo me contento con referir la veneración del tarasco al sumo sacerdote, la frecuentación del templo y puntualidad en pagar las primicias a su 2051 dios, a quien juzgaban por autor y principio de sus bienes.‖ Sin embargo, ni en el texto ni en las láminas de la RM, se mencionan o representan personajes con narigueras. Dos testimonios indican que probablemente los tarascos o los pueblos subyugados, usaban narigueras: en el DGLM, se registró la entrada ―Piedra, preçiosa que los principales se ponían en las narizes. Tihriruqua tzacapu maruuati‖,2052 y Benedict Warren considera que en uno de las láminas que ilustra el manuscrito de la Crónica de Michoacán de fray Pablo Beaumont, resguardado en la Biblioteca John Carter Brown, Rhode Island, EUA, están representados 19 personajes nobles, ―seis de ellos tienen bezotes en los labios inferiores, y tres, o quizás cuatro, tienen una piedra en el lado de la nariz,‖2053 pero también podrían tratarse de las fosas nasales estilizadas. 2048 CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 158. Parte del tesoro entregado por Tangáxoan II entregado a Cortés, incluía ―catorce piezas para las orejas de plata doradas, que pesaron seis onzas.‖ ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377. Véase Apéndice F, figura 21. 2049 RM, Segunda Parte, Cap. XVII, ff. 94 y 96, Pp. 79 y 83. 2050 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. Mito y realidad… Óp. Cit., P. 65. 2051 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. I, P. 83. Mathías de Escobar parafraseó a La Rea: ―A imitación del ídolo Curicaneri, usaron los tarascos agujerarse orejas y narices, y para esto, eran llevados a Araró que significa esta acción; el cual lugar, que es de unos baños calientes, servía para el ministerio, y Tzinapécuaro, que es lugar inmediato, ministraba los pedernales o tzinapos, como ellos llaman y que le dio el nombre, para rasgar las dichas partes del cuerpo, y así en Araró se venía a ver remedo, así de nuestra ley, como de la antigua mosaica, juntando el agua de nuestro bautismo, con la sangre de la circuncisión.‖ ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida. Vitas patrum de los religiosos ermitaños de Nuestro padre San Agustín de la provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. Estudio introductorio de Igor Cerda Farías. 3ª edición. Morelia. Instituto de Investigaciones Históricas- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo- Exconvento de Tiripetío-Fondo editorial Morevallado, 2006, P. 52. Cursivas originales. 2052 DGLM, T. I, P. 566. 2053 WARREN, BENEDICT J. ―El dibujo del obispo Vasco de Quiroga y fray Jerónimo de Alcalá con los príncipes de Michoacán que se conserva en el manuscrito de la segunda mitad de la Crónica de Michoacán de fray Pablo Beaumont‖, en: WARREN, BENEDICT J. Estudios sobre el Michoacán 481 Brazaletes Los brazaletes son otro tipo de insignias con las que se distinguían los señores sujetos al cazonci, son mencionados un número considerable de veces y se han encontrado ejemplares de metal en el registro arqueológico: ―Los brazaletes están generalmente formados por una lámina de metal que se llevaba comúnmente en el antebrazo, o también por una tela de algodón a la que se ensartaban o anudaban cascabeles […] En las excavaciones de Tzintzuntzan, como ofrenda en el Entierro 32, se encontraron dos ejemplares de brazaletes de cobre laminado envueltos con una tela de algodón. […] En los trabajos de la desembocadura del río Balsas se 2054 encontraron dos ejemplares de cobre en el sitio B68.‖ La RM menciona que los señores y guerreros nobles usaban brazaletes de oro y turquesa,2055 en el tesoro del cazonci había ―brazaletes de plata‖,2056 y antes de que sacrificaran a los encarcelados durante la fiesta de Cuingo, les daban ―dos brazaletes de cobre y unos collares de cobre, que les ponían…‖,2057 algunos de estos de estos brazaletes de cobre debieron haber sido adornados con cascabeles. Las esculturas tipo Chac mool encontradas en Pátzcuaro e Ihuatzio, y que son asociadas a contexto sacrifícales, están representados con ajorcas en las piernas.2058 También se mencionaron brazaletes de cuero pintados de color blanco, aunque pudieron haber existido de otros colores.2059 Maturino Gilberti registró algunas palabras relacionadas con este tipo de adornos, y menciona otro material con que se elaboraran o adornaban los brazaletes, de pluma de aves: ―Braçalete de oro. tiripeti paraxuqua‖, ―Braçalete de pluma. ahcandiqua paraxuqua‖, ―Braçalete otro. tatzuhcuqua‖, ―Catahcuqua. axorca‖.2060 Jerónimo de Alcalá describió otro tipo de adornos que se ponían en las muñecas bajo el nombre de ―sartal‖, que parece fueron elaborados de cuentas de diversos materiales. En una fiesta de la diosa Xarátanga, los sacerdotes de esa diosa ―…empezaron a escoger de las mieses que había traído Xarátanga a la tierra, ají colorado y verde y amarillo y de todas estas maneras de ají hicieron una guirnalda como la que solía ponerse el sacerdote de Xarátanga. Escogeron, así mesmo, de los frísoles colorados y negros y ensartáronlos unos con otros y pusiéronselos en las muñecas diciendo que eran las mieses de Xarátanga, que su sacerdote se solía poner. Y sus hermanas llamadas Pazímbane y Çucúraue, escogeron destas dichas mieses el maíz colorado y lo pintado, y ensartáronlo y pusiéronselo en las muñecas diciendo que eran otras cuentas de Xarátanga. colonial. Los lingüistas y la lengua. [Antología] Presentación por Gerardo Sánchez Díaz. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Fimax Publicistas, (Colección ―Historia Nuestra‖ núm. 24), 2007, P. 274. 2054 CASTRO LEAL, MARCIA. Tzintzuntzan. Capital de los tarascos, Óp. Cit., Pp. 152. 2055 RM, ff. 12, 16v, 30, 30v, 47v, 77v, 124, 125v. Pp. 186, 194, 221, 222, 256, 139, 142. Se supone que Curícaueri y Xarátanga daban los brazaletes de oro los señores. Entre el primer tesoro que le dio Tangáxoan II a Hernán Cortés, se encontraban ―ocho brazaletes de plata dorados rizos, que pesaron todos dos marcos seis onzas‖ y ―veinte brazaletes de plata baja, que pesaron veinticuatro marcos y dos onzas.‖ ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 377. 2056 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 7v, P. 178. 2057 RM, Tercera Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160. 2058 CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Jiuatsio, ―la casa del coyote‖, en: CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN (Coordinador editorial). Tradiciones arqueológicas. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, (Colección Imágenes), 2004, P. 215. Véase Apéndice F, figura 22. 2059 ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378. 2060 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 293 y 57. 482 También escogeron de otras maneras de maíz, de lo blanco y de lo entreverado, y 2061 ensartáronlo y pusiéronselo al cuello diciendo que eran sartales de Xarátanga.‖ La palabra ―sartal‖ se usó en la RM para referirse a los adornos de las muñequeas usados por las mujeres,2062 pero dentro de los oficios de la casa del cazonci, había mujeres que se encargaban de resguardar estos atavíos: ―Una tenía cargo de guardar todas sus joyas, como era bezotes de oro y de turquesas y orejeras de oro y brazaletes de oro; llamábase ésta chuperi pati y ésta tenía otras mujeres consigo […] Había otra que tenía en cargo todos los sartales que se ponía el caçonçi en las muñecas, de piedras y turquesas y plumajes.‖2063 Collares Los collares eran otro tipo de adornos reservados para la nobleza y los guerreros. La RM describe collares de muchos materiales y parte de su significado social. La mayoría de las menciones a collares, son los de turquesa, que eran parte de las insignias de señor.2064 Gilberti registro varias entradas relacionadas con este tipo de adornos: ―Uecahchaqua. collar o d[i]x[e]‖, ―Collar de vestidura. xucaparaqua hucahchaqua‖, ―Collar de oro. tiripeti vecahchaqua‖.2065 Cuando Tangáxoan II quería ahogarse en el lago de Pátzcuaro por consejo de sus allegados, para no ser esclavo de los españoles, Cuiniarángari mencionó ―vi los señores de México que vienen con ellos. Si los tuvieran por esclavos, ¿cómo habían de traer collares de turquesas al cuello y mantas ricas y plumajes verdes, como traen?‖.2066 Además Cuiniarángari se puso muchos collares de turquesa para impresionar a los señores de Zacatula cuando fueron a llevar las anclas al astillero de Hernán Cortés.2067 También se mencionan collares elaborados de metal. Cuando los señores zizánbanecha buscaron venganza contra Ireti Ticátame, ya que éste los flechó por romper la piel de un venado, sus ―cuñados acordándose de la injuria rescebida, tomaron un collar de oro y unos plumajes verdes y trujéronlos a Oresta, señor de Cumanchen, para que se pusiese su dios llamado Turésvpeme y pidieron ayuda para ir contra Ticátame‖;2068 y cuando fueron emboscados por sus enemigos los señores Uápeani II y Pauácume II, los sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco, llevaron ―un collar de oro llamado Cazáretaqua‖ para rescatar sus cuerpos.2069 Se usaban collares de cobre para los sacrificados.2070 Otro material para hacer collares eran huesos de diferentes procedencias, cuando Taríacuri sacrificó a los prisioneros derrotados de Taríaran, las victimas ―tenían al cuello unos collares de huesos llamados taropu vta, que eran colorados y estaban todos ensangrentados de la sangre que saltaba de los sacrificados‖.2071 Pero los collares de huesos más mencionados son los realizados con pescados del mar, los caracoles marinos, que eran ―ricos‖ o ―muy preciados entre ellos‖, y una de las recompensas que se podían obtener en el campo de batalla, eran ―collares 2061 RM. Segunda Parte, Cap. IV, f. 67v, P. 26. RM. Segunda Pare, Caps. XV y XXXIV, ff. 89v, 136v, Pp. 70 y 164. 2063 RM, Tercera Parte, Cap. II, f. 12, P. 185. 2064 RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22, P. 205. Otras menciones se encuentran en RM, ff. 30, 30v, 31v, 47v, 49v, 77v, 99, 99v, 112, 125v, 136v, Pp. 221, 222, 256, 260, 46, 89, 90, 115, 142, 164. Véase Apéndice F, figura 23. 2065 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 189 y 316. 2066 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 47v, P. 255. 2067 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. 2068 RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23. 2069 RM, Segunda Parte, Cap. IX, f. 76v, P. 44. 2070 RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134v, P. 160. 2071 RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 130v, P. 152. 2062 483 de huesos de pescados preciosos‖, eran puestos en el cuerpo del cazonci antes de ser cremado.2072 En el contexto arqueológico se han encontrado collares de muchas formas, y elaborados también de barro, conchas, cuarzo, esteatita, y otros minerales.2073 Entre los regalos que dio el cazonci a Cortés, se encontraban ―tres pares de collares de cuero que parecían para lebreles‖ y ―tres pares de collares de cuero aforrados en pluma de colores‖.2074 Calzado El calzado era otro marcador importante de estatus social, aunque su uso no parece haber sido restringido tan tajantemente, más que en circunstancias especiales. La única mención explícita a la regulación del calzado, era ―cuando algún señor había de hablar con el cazonçi, quitábase el calzado y poníase unas mantas viejas, y apartados dél le hablaban.‖2075 El cazonci tenía un diputado llamado ―cuçuri‖, que era curtidor y le hacía cotaras de cuero, probablemente eran de las que le daban a los ocánbecha antes de la conquista. Entre las mujeres de la casa del cazonci, había ―otra que tenía en cargo todo su calzado‖, y cuando sacrificaban gente que acompañara al cazonci después de muerto, se encontraba el ―que llevaba su calzado y cotaras‖.2076 Antes de cremar el cuerpo del cazonci, se le colocaban cotaras de cuero al cadáver, y cuando se iba a enterrar el bulto mortuorio de cenizas, también se le colocaban otras cotaras. Parte de las cenizas de Tangáxoan II fueron enterradas en Pátzcuaro, y a su bulto mortuorio se le agregaron entre otras cosas ―cotaras y camisictas que había tenido cuando pequeño‖.2077 El calzado también era un presente que se regalaba en embajadas, cuando Taríacuri mandó a una de sus mujeres o hija a matar a un señor de Curínguaro, le dio cotaras para que diera de regalos; cuando los embajadores mexicas llegaron a pedir ayuda a Zuangua contra los españoles, éste les dio calzado como regalo; cuando Francisco Montaño se fue de Tzintzuntzan a México, Tangáxoan II le dio también cotaras de cuero; y entre los objetos que regaló el cazonci al rey de España, se encontraban ―tres pares de zapatos de cuero de indios de aquella tierra.‖2078 El cuero no era el único material del que estaban hecho el calzado, también había calzado fabricado con fibras vegetales, como el ixtle, en la Relación Geográfica de Chilchotla se menciona que los indígenas antes de la conquista ―calzábanse unos alpargates, de maguey y de cuero, que en esta lengua llama[n] ACAHUECUA‖.2079 Gilberti registró varios vocablos relacionados con el calzado, con esa información y la que ya hemos mencionado, se puede tener constancia que había diferentes tipos de 2072 RM, ff. 18, 30, 99, 121v, Pp. 197, 221, 89, 134. CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Collares tarascos del Museo Michoacano‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, Pp.277-284. 2074 ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378. 2075 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. 2076 RM, Tercera Parte, Caps. I, III, XVI, ff. 6v, 7v, 12v, 30v, Pp. 176, 178, 186, 222. 2077 RM, Tercera Parte, Caps. XVI y XXIX, ff. 30, 30v, 31v, 58v, Pp. 221, 222, 223, 278. 2078 RM, Segunda Parte, Cap. XXIV, ff. 136, 136v, Pp. 163, 164; Tercera Parte, Caps. XX y XXIII, ff. 40, 44, Pp. 241 y 249; ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖ [18 de noviembre de 1522], en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 378. 2079 VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108. Mayúsculas originales. Véase Apéndice F, figura 19. 2073 484 calzado, como suntuario, ornamental, o para andar por los caminos: ―Acahuenstani. calçase los cacles‖, ―Acahuequa. çapatos, o cacles‖,―Matsicata. vn genero de cacles‖, ―Quarache. cacles viejos‖, ―Uhtaqua. talon de cotares‖, ―Calçada persona. acahueti‖ ―Calçado lo que se calça. acahuequa‖ ―Calçada de camino. xangari qhuazcata‖ ―Calçada hazer assi. qhuazcani‖ ―Calçar çapatos. çapatos hucani‖, ―Calçar calças. thipinduni‖, ―Calças. thipinduqua‖, ―Calcetero. thipinduqua vri‖.2080 Por las fuentes también sabemos que las cotaras estaban pintadas de colores, en cierta ocasión se menciona que ―estaba Taríacuri en la casa de la vela, a un rincón, velando en su oración con unas orejeras de oro en las orejas y unas cotaras en los pies, de cuero colorado.‖2081 En las láminas de la RM, se observan que la mayoría de los personajes se encuentran descalzos, aunque sean personajes importantes, aun así hay algunos personajes calzados: en la lámina I, el sacerdote tarasco que se encuentra atrás de don Pedro Cuiniarángari trae cotaras; en la II, sólo se encuentran calzados el sacerdote mayor, al parecer con calzado rojo, y el capitán general; en la lámina IV, Taríacuri y sus guerreros traen calzado rojo; en la lámina V, sólo el sacerdote Naca está calzado, en la lámina VI, el corredor trae cotaras rojas; en la lámina VII, un personaje que está quitando los atavíos a Zétaco o Haramen está calzado; en la lámina IX, Taríacuri es representado en dos ocasiones, y en ambas trae calzado rojo; en la X probablemente algunos guerreros de Curínguaro estén calzados; en la lámina XV Taríacuri está representado con cotaras rojas; en la XVI, Curátame II trae cotaras, al parecer rojas también; en la lámina XVII, Taríacuri es representado de nuevo en dos ocasiones, ambas calzado con cotaras rojas; en la lámina XXIV, el petámuti se encuentra dando un sermón a los señores y caciques, trae calzado rojo; en la lámina XXVI, Taríacuri vuelve a aparecer con calzado rojo. Francisco Montaño, segundo explorador español en llegar a Tzintzuntzan, hizo relación que entre los regalos que recibió por parte de Tzintzincha, se encontraron ―cinco cargas de calzado que ellos usan de muy lindo cuero de venado, de blanco y amarillo y colorado…‖.2082 En las láminas de la Tercera Parte también aparecen personajes calzados: en la lámina XXVIII, el angatacuri aparece con cotaras sin color; en la lámina XXX, petámuti trae calzado de color azul; en la lámina XXXII, el capitán general trae cotaras rojas; en la lámina XXXVI el cazonci está calzado con cotaras sin color; en la lámina XXXVII, Tangáxoan II y don Pedro Cuiniarángari traen calzado rojo; en la lámina XL, el nuevo cazonci trae calzado azul con rojo; y en la lámina XLVI, Tangáxoan II y otros 3 señores traen calzados rojos. En el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, Vacvsticatame y Harame son representados con cotaras rojas,2083 sin embargo, es difícil atribuir algún significado a los colores o su uso ha determinado grupo social dentro de la clase dominante. Beaumont mencionó ya tardíamente que los tarascos ―tenían sandalias de cuero, y otros los usaban de hilo de maguey y el calzado de los magnates era muy pintado y curiosamente compuesto.‖2084 También se menciona que las cotaras eran parte del equipamiento militar usado por los guerreros en las batallas, se menciona que cuando iban a la guerra, ―llevaban su provisión para el camino, y cotaras y harina para beber en un brebaje y jubones de algodón y rodelas y flechas‖,2085 y cuando Nuño 2080 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 37, 110, 139, 202, 302. RM, Segunda Parte, Cap. XX, f. 104v, P. 100. Cursivas nuestras. 2082 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XXI, P. 783. 2083 Véase Apéndice D. 2084 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Morelia, Balsal editores, 1985, T. II, P. 58. 2085 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 15, P. 192. Cursivas nuestras. 2081 485 de Guzmán exigió a los tarascos armamentos para iniciar la conquista de Jalisco, les dijo a Tangáxoan II y don Pedro Cuiniarángari: ―pues allá habemos de ir a aquellas tierras. Hacé muchos jubones de algodón y muchas flechas y rodelas y veinte arcos con sus casquillos de cobre e muchos alpargates e cotaras, encomendadlo a uno de vosotros que vaya a entender en ello.‖2086 Banderas Las banderas o estandartes eran otros artefactos usados en los ejércitos antiguos para su identificación o la distinción de las diferentes unidades de las que se componía; las fuentes mencionan como los ejércitos del cazonci cuando iban a la guerra, ―llevaban, levantadas, banderas de pluma.‖2087 Gibelti registró varias palabras en castellano que hacían referencia a estos objetos: ―Estandarte. ancxcuqua, Pendon. tasta ànxcuqua, Vandera. tasta ancxcuqua‖, en la RM se mencionan y representan en varias ocasiones a los ―alférez‖, encargados de llevar las banderas de los escuadrones a las guerras, en tarasco eran los ―anczcuqua pari‖.2088 Según el mismo relato histórico de la RM, en la época en que los chichimecas-uacúsecha se sentaron en Pátzcuaro, no contaban con suficientes atavíos y hubo necesidad de fabricarlos para una batalla, el pasaje dice: ―Y los chichimecas no tenían muchos atavíos de guerra. No sé dónde hallaron plumas de águila y hicieron unos plumajes para las espaldas, y hicieron unas banderas de pluma de gallinas blancas…‖.2089 En la RM, las representaciones que más abundan sobre estos artefactos, que ―eran de plumas de aves puestas en unas cañas largas‖ 2090 siendo portadas por los alféreces. En las láminas del mismo documento, solo aparecen de color rojo, negro y blanco, y por lo menos dos diseños diferentes: uno perteneciente al ejército enemigo de Curínguaro, donde tres alféreces portan tres banderas con los colores rojo negro y rojo, y rematadas con borlas de plumas blancas y rojas. El otro diseño lo podemos identificar con el linaje uacúsecha, con plumas rojas y blancas que conforman entre 6 y 10 secciones intercaladas, también rematado por borlas de plumas blancas y rojas.2091 Por la gran diversidad de aves, tanto en el territorio como por el comercio, no es difícil imaginar que estas hayan sido de diversos colores, con plumas de águilas, quetzales, colibríes, guacamayas, patos, gansos, codornices, zopilotes, garzas, etcétera. El Códice de Huichapan de origen otomí, que menciona la pugna entre otomíes y tarascos, estos últimos son descritos como que tenían ―los tarascos que alzaban [banderas de] papel, que consagraban [banderas de] papel‖. La representación de la bandera de papel tarasca, es una vara larga rematada con plumas blancas, y un rectángulo de papel, con franjas rojas, blancas y negras intercaladas.2092 La RM menciona que cuando iban a sacrificar Tamápucheca, hijo de Taríacuri, lo adornaron con los atavíos de los que iban a ser sacrificados, que incluían una ―mitra de plata en la cabeza y diéronle una banderilla de papel en la mano y una rodela de plata al 2086 RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 54v, P. 270. Cursivas nuestras. FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 398. 2088 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 423, 535, 616 y 256. 2089 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. 2090 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. 2091 RM, láminas X, XIII, XV, XXIII, XXIX, XXXII, XLI. Véase Apéndice E, figura 4. 2092 LASTRA, YOLANDA; BARTHOLOMEW, DORIS (Editoras). Códice de Huichapan. Paleografía y edición de Lawrence Ecker. 1ª reimpresión, México, Universidad Nacional Autónoma de MéxicoInstituto de Investigaciones Antropológicas, 2003, P. 80-81. 2087 486 cuello.‖2093 En la lámina XXXIX que ilustra las exequias del cazonci, aparece un alférez cargando una bandera, está rematada por una borla de plumas rojas, pero el material del que parece estar facturada no son plumas, sino una manta de algodón blanca, por lo que bien pudieron elaborarse banderas de este material. La relación de Sirándaro menciona que ―el modo de seguir la guerra estos naturales, era en carnes, con sus pañetes, y arcos y flechas y rodelas y porras, y sus estandartes de pluma, y, ellos, muy lucidos, con plumajes de muchas colores; y, los que se señalaban en la guerra, eran muy estimados.‖2094 Esta diversidad de colores les debió permitir a los ejércitos diferenciarse entre sí, ya que estas banderas tenían un significado heráldico. En cierta ocasión en que Taríacuri y sus sobrinos por poco se enfrentaron entre sí: ―Y miraron desde lo alto de la cuesta Hiripan y Tangáxoan y echaron de las cabezas la hierba con que venían cobiertos y pensaron que eran sus enemigos que les tenían alguna celada, viendo el polvo que se levantaba. Y levantaron sus banderas y conosciendo las banderas, las espías, dijeron: "de los nuestros son: ídselo a decir a Taríacuri, porque no 2095 caigan las mujeres y se lisien, que no son sino Hiripan y Tangáxoan".‖ Tanto en el texto de la RM, como en otros documentos pictográficos indígenas, observamos el uso de estas banderas y se representan pictográficamente como las que eran portadas en varas largas. Podemos encontrar dos representaciones en el Códice Telleriano-Remensis, donde se observan guerreros michoaques con dos banderas, ambas se encuentran en varas pero sólo se cuenta con el color de las borlas de plumas superiores, en una de color anaranjado, y la otra rematada con azul, rojo, amarillo y blanco.2096 Y en el Códice de Carapan, está representado un basamento piramidal, y en su cima, cuatro banderas de plumas idénticas a las representadas que las de la RM, pero sin color alguno.2097 La RM menciona que dentro del ejército había encargados de portar las banderas: ―Tenían [el cazonci] su alférez mayor para la guerra, con otros que llevaban las banderas, que eran de plumas de aves puestas en unas cañas largas.‖2098 En el mismo documento se mencionan varios oficios que nos permiten conjeturar quienes fabricaban estas banderas, se nos dice en entre los oficios en la casa del cazonci: ―Había otro llamado vsquarecuri, diputado sobre todos los plumajeros que labraban de pluma los atavíos de sus dioses y hacían los plumajes para bailar. Todavía hay estos plumajeros. Estos tienen por los pueblos muchos papagayos grandes colorados y de otros papagayos para la pluma, y otros les traían pluma de garzas, otros otras maneras de pluma 2099 de aves.‖ 2093 RM, Segunda Parte, Cap. XXXIII, f. 135v, P. 162. Cursivas nuestras. CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266. 2095 RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 108, P. 107. 2096 Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., ff. 25v y 33v. Resulta muy interesante que estos colores son los mismos con los que está adornado el bordón del petámuti en algunas de las láminas de la RM, láminas II, XXIV, XXX, XLI, XLII. Véase Apéndice E, figura 3. 2097 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Apéndice II, imagen 33. Véase Apéndice E, figura 4. 2098 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. 2099 Estos mismos plumajeros eran encargados de adornar las rodelas fabricadas por el ―atapuvri‖. Vid supra. 2094 487 Pintura corporal Diversas fuentes que hablan del Michoacán prehispánico mencionan las alteraciones corporales para la guerra, entre ellas la pintura corporal, aunque bien pudieron tratarse de escarificaciones o tatuajes, sólo son consignadas de la primera forma. El documento que mejor describe está pintura corporal usada por los guerreros tarascos, es la Relación Geográfica de Tiripetío, que menciona sobre el hábito con el que iban a la guerra: ―Cuando iban a pelear con enemigos, iban en cueros y teñidos de un betún negro que ellos usan para aquel efecto, y encima de él, ciertas rayas y figuras feas de colorado y amarillo […] Traían el cabello largo de negro y trenzado, que hacía una cola bien larga, que en todo se parecía al demonio, y así llevaban sus insignias de fuego y tinieblas, pues untándose de negro y amarillo y colorado, como queda dicho, yendo a morir, que era lo más cierto, ya parece que iban caminando al infierno a donde estaba su capitán y príncipe 2100 de tinieblas.‖ Y en la Relación Geográfica de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla se mencionó también el uso de pintura corporal multicolor: ―Peleaban con arcos, y con macanas de palo y rodelas; llevaban petos y espaldares hechos de algodón y nudillo, y, cuando habían de ir a la guerra, se almagraban de colorado y 2101 negro, y otras colores.‖ En la RM abundan referencias como traer el cuerpo pintado de negro era algo común, y se tenía por una costumbre que reflejaba belleza, y los personajes que son mencionados que usaban el cuerpo pintado de negro, pertenecían a la clase dominante, como el cazonci, señores y caciques, sacerdotes, y guerreros, pero al parecer era un costumbre común de toda la sociedad. 2102 La RM menciona también por qué se pintaban de color negro y como se llamaba: ―Y diéronle a beber y entróse a otro aposento de dentro Zurunban, y tomó de un color amarillo, y traíalo en la mano y llegó a Taríacuri y díjole: "señor, ¿cómo, no te pondrás un poco desta color?". Respondióle Taríacuri: "¿qué dices, hermano? ¿Cómo, me tengo de poner ese color? Que ya yo tengo ese color negro, que es de mi dios Curícaueri. ¿Qué es esta tizne? Póntelo tú". Solían los señores entiznarse todos en honra de Curícaueri, su dios. Por eso dice Taríacuri que tenía [a]quella color por amor de su dios. Díjole Çurunban: "¿Qué dices, señor? Ponértela tienes, yo te la pondré". Y púsosela por las narices, hacia bajo y por las uñas de las manos y de los pies y díjole: "así te lo has de poner. ¡Oh, qué hermoso estás! Y yo todo me tengo de poner desta color amarilla, el cuerpo y la cara". Y díjole Taríacuri: "póntelo, hermano". Y díjole Zurunban: "póngome ahora este color porque sacrifiqué unos malhechores llamados vázcata para que vayan sus ánimas con las ofrendas a la madre Cueráuaperi". Y paráronse todos amarillos.‖ […] ―Pues como amanesció dijo Taríacuri a sus viejos: "vamos, y tomemos el calor de los braseros". Acostumbraban los señores, como arriba dije, de tiznarse todos por amor de su 2100 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., Pp. 24-25. Cursivas nuestras. 2101 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1986, T. II, núm. 7, P. 157. Cursivas nuestras. 2102 RM, 21, 37v, 43v, 75, 83, 86, 91v, 98v, 122, Pp. 203, 236, 248, 41, 57, 63, 74, 88, 135. En ocasión de que el nuevo cazonci tomaba posesión del cargo, se menciona que ―y ya estaban en el patio toda la gente de la cibdad y de fuera, ayuntada, con todas las espías de la guerra y todos los correos y mensajeros, todos entiznados. Estaban todos por su orden, y estaban todos los sacerdotes en sus procesiones, y las espías, y oficiales de los qúes.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. Cursivas nuestras. 488 dios Curícaueri y teníanlo por gran honra andar así tiznados; y para estar más lucios y que se les pegase mejor aquel color negro, echaban unas teas en unos braseros y poníanlas debajo de las camisetas que usa esta gente, como maredillos, y aquel humo con el calor pegábaseles en el cuerpo y después entregábanse y parábanse muy lucios. Esto se llamaba Virísquareny, y por eso les dijo Taríacuri a sus viejos que trujesen aquellos braserillos 2103 para tomar aquel humo.‖ Cuando Curícaueri se le apareció en sueños a Hirepan, tenía forma de un hombre que parecía señor y con el cuerpo todo entiznado, descripción que corresponde con la representación de la lámina XIX.2104 Y cuando fue el concilio de dioses en el monte Xanóata hucazio, para anunciar la venida de nuevos hombres a la tierra, ―estaban asentados todos los dioses de la provincia, todos entiznados.‖2105 La costumbre de teñirse el cuerpo de negro antes de ir al combate es aludida por la RM, en el capítulo V de la Tercera Parte, se menciona como antes de ataviarse, se entiznaba toda la gente. 2106 Recordado lo que dice la Relación Geográfica de Tiripetío, que dice que la pintura corporal de los guerreros tarascos eran ―insignias de fuego y tinieblas‖, probablemente el corregidor español, Pedro Montes de Oca, relacionó los colores rojo, amarillo y negro con el imaginario europeo del Infierno, y agregó que tenían la forma de ―ciertas rayas y figuras feas‖ En el mismo documento, se hace mención que en el cerro de los chichimecas (actual Cerro del Águila), andaba un sacerdote tarasco descrito como un ―hombre feo, amarillo atereciado…‖.2107 Por la cerámica asociada a la época tarasca, sabemos que los motivos recurrentes son geométricos, y por los petrograbados tenemos una diversidad de formas que representan elementos naturales, como astronómicos, zoóforos, fitomorfos, antropomorfos, y también geométricos, por lo que los motivos de la pintura corporal bien pudo ser parecida a la evidencia que se encuentra en estos dos soportes. En las láminas de la RM, aparecen varios personajes con pintura corporal. Al parecer los señores usaban pintura facial negra, en las mejillas, la referencia que da una pista es cuando Taríacuri se quejó de una mujer llamada Quénomen, que se había convertido en señora de Querequaro, un lugar cercano a Zacapu, y que ―por hacerse temer, tiene dos bandas de negro por la cara y que tiene a su lado una rodela y una porra en la mano.‖2108 Este tipo de pintura facial parece estar representada en las láminas II, III, V, IX, XXV. El petámuti y algunos sacerdotes en cambio, en algunas láminas, aparecen representados con una línea roja en la zona lateral del rostro, junto a las orejas descendiendo por la mandíbula, en las láminas II, XXIV, XXX XXXI y XLII. En algunos documentos del Centro de México, los sacerdotes nahuas están representados con pintura facial roja al lado de la oreja y la mandíbula, igual que la del petámuti.2109 Cuando Bernardino de Sahagún relató las formas en que los indígenas del Centro de México ofrecían sangre a sus dioses, mencionó que ―Derramaban también sangre los hombres cinco días antes que llegase la fiesta principal, que se hacía de veinte en veinte días, por su devoción; hacían unas cortaduras en las orejas, de donde sacaban sangre, y con aquella sangre untaban los rostros, haciendo unas 2103 RM, Segunda Parte. Cap. XVII, ff. 94-95, Pp. 80-81. RM, Segunda Parte. Cap. XXVII, f. 124, P. 139 y lámina XIX. 2105 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 234. En el caso femenino, se menciona como se pintaban los dientes de negro. RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV, ff. 136v-137, Pp. 16-165. 2106 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. 2107 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Óp. Cit., P. 34. 2108 RM, Segunda Parte. Cap. XXII, f. 112v, P. 116. 2109 Un ejemplo se encuentra en DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. I, lámina 11, Cap. V, P. 53 [en apéndice]. 2104 489 rayas de sangre por ellos; las mujeres hacían como un corro, y los hombres hacían una 2110 raya derechera desde la ceja hasta la quijada‖ Para el caso tarasco se menciona el mismo rito de sacarse sangre de las orejas; y dado que la representación iconográfica de ambas líneas rojas corresponde a la casta sacerdotal, probablemente se trate de sangre para el caso tarasco, en lugar de pintura o colorante. Es pues sintomático, que en la Relación Geográfica de Tuzantla, se mencione que se adoraba a de Curícaueri y Huréndequauécara, ―y, [de] ordinario estaban tres indios en guarda de los ídolos, y éstos se sacaban sangre de las orejas y, con ella, se pintaban…‖, 2111 mientras que en la Relación Geográfica de Tancítaro se dice ―y ellos [los indígenas] también se sacaban sangre de sus orejas, y de otras partes, y se untaban las caras con ella…‖.2112 En la lámina XXXVII, el petámuti está representado con las piernas pintadas con líneas verticales azules, pero sin pintura facial roja al lado de las orejas. En la lámina XLII, el dios Tiripamequanencha es representado casi con los mismos atavíos que el petámuti, pero trae un penacho de plumas, el rostro pintado de azul, y la línea roja junto a los orejas. En esta misma lámina aparecen otras deidades con lo que puede ser pintura facial o máscaras, de colores como azul, negro, rojo, amarillo y verde; y una mujer del señor de Ucareo que ―tomó‖ la diosa Cueráuaperi, tiene el rostro pintado de amarillo. En la lámina XLI, que acompaña el capítulo del discurso que daba el petámuti cuando tomaba posesión del nuevo cazonci, aparecen tres señores ataviados muy ricamente, con la cara pintada de amarillo, y las piernas de azul, mientras que en la lámina XXXIX, que ilustra el capítulo de las exequias del cazonci, los sacrificados destinados a acompañar al cazonci a la otra vida, están pintados de todo el cuerpo de color amarillo, recordemos que éste color está relacionado con la madre de los dioses, Cueráuaperi. La única pintura corporal representada en la RM que podemos asociar a un contexto bélico se encuentra en la lámina XIII, donde uno de los alféreces representado tiene líneas transversales de color negro en el tórax. Beaumont trascribió un documento sobre la fundación de Acámbaro, donde los guamares, antiguos vasallos del cazonci, fueron congregados, traían ―diferentes rayas en medio de las caras…‖.2113 Camuflaje Hay una breve referencia en la RM que probablemente indique el uso de alguna especie de camuflaje a base de hierbas entre los tarascos prehispánicos. El pasaje en cuestión es sobre una confusión que sufrió Taríacuri con su gente y sus sobrinos Hirepan y Tangáxoan, ya que ambos grupos desconocían la presencia del otro y por poco se atacaron, hasta que los espías de Taríacuri reconocieron las banderas de Hirepan y Tangáxoan, el pasaje en cuestión es el siguiente: 2110 SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. II, Apéndice III, P. 166. 2111 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. Corchetes originales, cursivas nuestras. 2112 MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 291. Véase Apéndice E, figura 6. 2113 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 324. 490 ―Y siendo ya hora de comer dijeron Hiripan y Tangáxoan, que estaban en sus celadas cerca de aquel lugar donde estaba Taríacuri con los suyos, holgándose: "levantemos a nuestro dios Curícaueri, que ya es medio día, porque no tengamos nosotros la culpa desto". Y juntáronse todos y pusiéronse unos cobertores de hierba encima de las cabezas y venían todos en dos alas, por dos caminos, hacia el pueblo. Y viéronlos venir los viejos que estaban en atalaya y dieron voces que venían sus enemigos, que lo fuesen a decir a Taríacuri, que se fuese delante por amor de las mujeres; que venían dos escuadrones y venían encubiertos las cabezas con hierba y venían acachados. Y miraron desde lo alto de la cuesta Hiripan y Tangáxoan y echaron de las cabezas la hierba con que venían cobiertos y pensaron que eran sus enemigos que les tenían alguna celada, viendo el polvo que se levantaba. Y levantaron sus banderas y conosciendo las banderas, las espías, 2114 dijeron: "de los nuestros son: ídselo a decir a Taríacuri...‖. De este pasaje que colige que Hiripan y Tangáxoan usaron un camuflaje que era una especie de cobertores de hierba, y que se escondían entre el terreno moviéndose sigilosamente, hasta que llegaron a cierta distancia del grupo de Taríacuri, vieron la polvareda y optaron por iniciar el ataque, hasta que los espías de Taríacuri reconocieron las banderas, y se evitó el enfrentamiento. Una referencia que menciona el uso de prendas de hierbas, aunque tal vez no haya sido usada como camuflaje, se encuentra en la Relación Geográfica de Acámbaro: ―Y el hábito que siempre traían era tan solamente una chamarrillas de herbaje q[ue] les llegaban a medio muslo, y no más hábito…‖.2115 Adolph Bandelier mencionó como en el Centro de México, se usaba camuflaje de plantas como paja, ramas o follaje durante las guerras.2116 Control y almacenamiento del armamento y atavíos La información sobre la producción, control, restricción y almacenamiento del armamento no es muy abundante. Volviendo a citar la relación de Cuseo de la laguna, donde se menciona algo al respecto: ―No les era permitido traer otras vestiduras [a los indígenas], si no era con licencia de su rey, y ésta la había algún hombre valiente, y al tal se le daba p[ar]a q[ue] trajesa manta rica, y rodela y arco, por la calle; y, [ade]más, le daba una piedra preciosa que trujese colgada en el labio, p[ar]a lo cual se lo horadaba. Y esto eran insignias de hombre de 2117 grandes méritos‖ De esta información se desprenden varias cosas. La primera es que la restricción parece que hace referencia a la indumentaria de elite, es decir, dependiendo la posición social a la que se pertenecía, se podían portar determinadas insignias y adornos. También puede conjeturarse que los nobles tenían permitido portar armas en público sin ningún problema, pero no la gente común, por lo que el porte de armas por parte de esta clase social sólo habría estado permitido en tiempos de guerra o para la caza. La RM menciona a varios especialistas en la fabricación de armamento: ―Había otro llamado quanícoqua vri, diputado para hacer arcos y flechas para las guerras, y éste lo guardaba. Y las flechas como habían menester muchas, que son de caña, la gente de la cibdad las 2114 RM, Segunda Parte, Cap. XXI, f. 107v, P. 106. VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 64. Cursivas originales. 2116 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit., P. 74 y nota a pie, núm. 161, P. 112. 2117 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 84. Corchetes originales, cursivas nuestras. 2115 491 hacían cada día.‖2118 No queda claro cómo era la producción de arcos y flechas, si había un lugar especial para fabricarlos, o ciertos individuos los fabricaban por separado, y sí el quanícoqua vri era el encargado de un taller, o de recolectar los arcos y flechas tributadas. Lo que queda más claro, es que había un lugar específico para guardar los arcos. Sin embargo, hay que recordar que en la RM, tanto en el texto como en las láminas, se hace referencia a que los señores tenían el arco y flechas a la mano en sus casas.2119 También ―había otro llamado cherénguequa vri, diputado para hacer jubones de algodón para las guerras, con gente que tenía consigo e prencipales,‖ y ―había otro diputado sobre las rodelas, que las guardaba, y los plumajeros las labraban de pluma de aves ricas y de papagayos y de garzas blancas.‖2120 Es probable que también hubiera un lugar específico para guardar el armamento defensivo, pero también los señores guardaban este armamento es sus casas, así por ejemplo, el cazonci tenía una mujer para guardar joyas y objetos suntuarios y ―había otra que tenía cargo de guardar todos sus jubones de guerra de algodón y jubones de plumas de aves.‖2121 Esto nos lleva a otra cuestión, un factor social importante sobre el armamento usado en la guerra ¿cómo adquirían el armamento los guerreros del cazonci? Cierto tipo de armamento, como porras, arcos, flechas, carcajes y escudos, probablemente podían ser fabricados por los propios guerreros, se menciona por ejemplo en varias ocasiones que los señores hacían flechas, al parecer de forma de ritual aunque su uso fuera profano,2122 pero las armaduras de algodón y adornos, requerían primero de materia prima que no se producía en ciertas zonas y que tenía que ser importada, y del trabajo especializado de artesanos. Si consideramos que la organización social del centro en la cuenca de Pátzcuaro, se reproducía a nivel local en los diferentes pueblos, los señores y caciques probablemente se encargaban de producir y almacenar el armamento especializado, y distribuirlo a los guerreros en tiempo de guerra. En el capítulo que habla de cómo conquistaban a los pueblos, se menciona que ―Y encomendaban a toda la gente que [l]levasen todas las vituallas y los arcos e flechas e rodelas y harina e pan de bledos y ofrendas quel caçonçi inviaba para los dioses que iban a la guerra. Cada pueblo se llevaba sus vituallas y así se partía toda aquella gente de los pueblos y por los pueblos que pasaban les sacaban al camino mucha comida, y antes que llegasen donde habían de sentar el real, juntábanse todos y entiznábanse toda la gente y los sacerdotes que llevaban los dioses, y componíanse todos: unos se ponían penachos blancos de garzas blancas, otros plumas de águilas, otros plumajes de papagayos colorados. Y tomaban los de la cibdad doscientas banderas de su dios Curícaveri, de plumas blancas, y de Cuyacan cuarenta, y de Pázcuaro cuarenta. Y sacaban cuarenta varas de palo recio que tienen unas puntas, y eran dos brazas en largo, y tenían unos ganchos. Y llevaban estas varas los valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina. Otros, en las cabezas de aquellas porras, ponían muchas puyas de cobre, agudas. Y sacaban sus rodelas hechas de pluma de muchas aves: unas blancas de garzas blancas que eran de Curícaveri; otras coloratadas de papagayos colorados; otros de unos pajaritos de color dorada y verdes. Y todos los valientes hombres se vestían unos jubones de algodón,y 2118 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. Cuando el compilador de la RM relató el asesinato de Haramen, primo de Taríacuri, mencionó que ―y los señores suelen tener allí en su casa su arco y flechas a la puerta, y los isleños tomaron el arco y flechas y armáronle y flecháronle en las espaldas‖. RM, Segunda Parte, Cap. XIV, f. 86v, P. 64. 2120 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. 2121 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 12, P. 185. 2122 RM, 63v, 64, 69v, 70, 75, 80v, 82, 82v y 88, Pp. 18, 19, 30, 31, 41, 52, 56 y 67. Por otro lado, durante las exequias de cazonci, se sacrificaban ―uno de los que le hacían sus flechas; otro de los que le hacían sus arcos‖ para que lo acompañaran al otro mundo. RM. Tercera Parte, Cap., XVI, f. 30v, P. 222. 2119 492 la otra gente común unos petos de algodón; y los señores y valientes hombres se ponían 2123 jubones de pluma de aves ricas.‖ A pesar de la información, no queda del todo claro el origen del armamento. Se resalta que los guerreros transportaban armas y municiones de sus pueblos, y que a los de Tzintzuntzan se les otorgaban distintas armas. El hecho de que banderas, armas de quangáriecha, y plumas, se mencionen como ―que eran de Curícaueri‖, probablemente indica que se hayan guardado en armerías o trojes dedicadas a los dioses. Una estructura que se menciona varias veces, ―la casa del águila‖, es una buena candidata para considerarla como armería: estaba dedicada a Curícaueri, ahí se juntaban todos los del linaje uacúsecha a velar y parlamentar, se realizaba la ceremonia de la guerra, ahí descansaban los señores cuando eran heridos y era ―donde hacían la salva a los dioses, y la troj donde se habían de guardar sus atavíos.‖2124 2123 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 16-16v, Pp. 193-144. RM, Segunda Parte, Cap. VIII, f. 73v, P. 38; Tercera Parte, Cap. XXV, f. 118v, P. 128; Cap. XVIII, f. 35, P. 231. 2124 493 29. ÓRDENES MILITARES ENTRE LOS ANTIGUOS TARASCOS 2125 ―No había entre los mexicanos profesión más estimada que la de las armas. El dios más reverenciado entre ellos era el de la guerra, al cual veneraban como principal protector de la nación. No elegían príncipe alguno por rey, si no había dado en algunas acciones pruebas de su valor y de su genio militar hasta merecerse el empleo de general de ejército, ni le coronaban si después de electo no apresaba por su mano las víctimas que habían de sacrificar en las fiestas de su coronación. […] Estas eran unas especies de órdenes militares instituídas para premio de los buenos soldados.‖ Francisco Javier Clavijero, Historia antigua de México, 1781 2126 En 1943 Paul Kirchhoff definió el concepto ―Mesoamérica‖, entendiéndolo como una región geográfica-cultural que comprendía gran parte de México y Centroamérica. En dicho opúsculo realizó una lista de elementos culturales de los diversos pueblos aborígenes del continente, así como elementos que sólo compartían los grupos humanos que se estaba catalogando en la súper-área. Entre esos elementos mencionó la existencia de ―órdenes militares (caballeros águilas y tigres); guerras para conseguir víctimas que sacrificar.‖2127 Por fuentes del Centro de México conocemos a estos grupos de guerreros, incluso conocemos las instituciones donde se instruían en su oficio. Pero la pregunta es ¿La existencia de ―órdenes militares‖ es un elemento común de los pueblos mesoamericanos? Es decir, en caso de que hayan existido estos grupos especiales de guerreros en Mesoamérica ¿Qué sabemos de ellos? ¿Cómo se llamaban? ¿Qué papel cumplían en el ejército? ¿Qué elementos los definían? Y para aterrizar estas preguntas en una realidad histórica concreta ¿existían estas órdenes militares en el Michoacán prehispánico? ¿O son sólo una trasposición del mundo hispano a la realidad indígena? Sabemos que dar respuesta a las interrogantes planteadas es un gran reto, nosotros trataremos de contestarlas grosso modo para el caso tarasco del período protohistórico, ya que las fuentes escritas nos permiten documentar y comprender mejor el período que corre de los años 1200-1522. Los aspectos militaristas del Tzintzuntzan Irechequa han sido poco estudiados, y en cambio, se ha privilegiado el estudio del militarismo en las sociedades nahuas, oaxaqueñas y mayas, así como el de otros grupos de otros periodos históricos. En la 2125 Tuvimos oportunidad de presentar una versión preliminar de este apartado en una sesión sobre la guerra en la antigüedad tarasca, en el seminario Kw‟anískuyarhani de estudiosos del pueblo purépecha, en la ciudad de Pátzcuaro el 28 de noviembre del 2015. Agradecemos los comentarios que realizaron Carlos Paredes Martínez, Ricardo Aguilar Gonzáles, José Luís Punzo y Francisco Loeza. También agradecemos los comentarios que realizaron Igor Cerda Farías y Rene Becerril Patlán antes de presentar el texto en el seminario. Todos los comentarios enriquecieron y ayudaron a aclarar las ideas de la versión preliminar. Asimismo, una versión de esa ponencia fue publicada en CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes militares, guerra y religión entre los antiguos tarascos‖, en: Callicanto. Estudios históricos y patrimonio cultural. Guadalajara, Jalisco, editada por Xalixco. Estudios históricos y Patrimonio Cultural, edición especial núm. I, [El antiguo Occidente mexicano. Investigaciones recientes sobre arqueología y etnohistoria de Jalisco y Michoacán], año 3, vol. III, Octubre 2017-Febrero 2018, Pp. 78-92; pero aquí mostramos una visión más completa de la cuestión de las órdenes militares tarascas. 2126 CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México. Edición del original escrito en castellano por el autor. Prólogo de Mariano Cuevas. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 29), 1976, Lib. VII, Cap. 21, Pp. 222-223. 2127 Kirchhoff, Paul. ―Mesoamérica: Sus límites geográficos, composición étnica y caracteres culturales‖ en: Revista Tlatoani (Suplemento). [3ª edición del opúsculo], México, Escuela Nacional de Antropología e Historia-Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1967, núm. 3, P. 9. 494 historiografía michoacana los estudios sobre estos aspectos han sido fragmentarios y generalmente abordados como complementos del estudio de la política o la sociedad. En lo que concierne a la temática que tratamos en el presente apartado, la mejor exposición sobre estos ―caballeros‖ es la que se localiza en el apéndice de del trabajo Claudia Espejel Carbajal sobre la RM, donde se encuentran sintetizadas las fuentes sobre la sociedad tarasca, parte de ese corpus nos indica la probable existencia de este tipo de órdenes religioso-militares.2128 Militarismo, “caballeros” y sacerdotes-guerreros A la llegada de los europeos al Nuevo Mundo, los Estados mesoamericanos se encontraban en estado de guerra constante. Tras la caída de los grandes centros de poder del Clásico (200-600/700), el territorio quedó fragmentado en pequeñas unidades políticas que guerreaban entre sí, un período oscuro historiográficamente hablando, conocido como Epiclásico, que daría paso a la formación de los grandes Estados que observaron los conquistadores. Durante el Posclásico Tardío (1200-1521) se consolidaron unidades políticas que lograron imponer su hegemonía sobre vastos territorios y sus habitantes.2129 A través de la guerra se usufructuaba la mano de obra, se imponía el pago de tributo, se dominaban las rutas comerciales y se cautivaban prisioneros para el sacrificio.2130 Este estado de guerra continua encontraba sustento en 2128 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego… Óp. Cit., T. II, Pp. 265-266. Otra autora que ha dedicado unas líneas a este grupo social fue Cynthia Stone, quien hizo anotaciones de tipo lingüístico: ―quangari (khwarjári) n. pl. quangáriecha = warrior or brave, valiant man (DG, MG, MS, RM); also, morning star, the planet Venus (MG, MS); cf. quanguá paqua = your majesty (RM); quangah paqua = most powerful one (DG)‖. STONE, CYNTHIA L. In place of gods and kings. Authorship and identity in the Relación de Michoacán. Oklahoma, University of Oklahoma Press, 2004, Glosario, p. 225. Las abreviaturas hacen referencia respectivamente a Diccionario Grande, Maturino Gilberti, Mauricio Swadesh y Relación de Michoacán. Delfina Esmeralda López Sarrelangue dedicó algunas líneas sobre estos guerreros, aunque haremos referencia más adelante. Jean-Marie Gustave Le Clézio también se ha referido sobre estos guerreros tarascos, pero lamentablemente lo hizo bajo un juicio de valor sesgado, centralista e históricamente insostenible: ―En Michoacán la nobleza hereditaria formaba el asiento del poder del cazonci, y su fuerza para hacer la guerra. Los quangáriecha (los hombres valientes o caballeros del dios planeta Venus, Huréndecuauecara) no favorecían el desarrollo de las artes y despreciaban el uso del calendario de origen tolteca proveniente de México. Esta sociedad austera, viviendo en un estado permanente de guerra en las fronteras, no favorecía la expresión artística ni el individualismo. Las únicas expresiones artísticas estaban incluidas en las oraciones y rituales de los curitiecha, los sacerdotes mayores. Y el papel de coordinación mitológica era atribuido al sacerdote supremo, el petámuti –de la raíz tarasca petámuni, el que habla-que pronunciaba su discurso durante la fiesta de la justicia, Equata Cónsquaro. Cf. LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. ―Universalidad de la Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán. Estudio introductorio del Premio Nobel de Literatura, Jean Marie G. Le Clézio. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, Pp. XVII. En otro texto Le Clézio menciona ―la oración del sacerdote hiripati se dirigía al dios Urendequauecara; su otro nombre, Khuangari, designaba al propio astro‖, y en la nota a pie de página menciona ―el nombre de este planeta tal vez se lo dieron los Quengariecha, la orden guerrera de los uacúsecha, cuyo dios Urendequauecara es el héroe fundador.‖ Más adelante menciona que ―la guerra no es para la posesión de la tierra ni para la acumulación de riquezas, sino para el alimento de los dioses en una especie de unión mística con lo sobrenatural. Éste es probablemente el papel de los guerreros uacúsecha que pertenecen a los quenquariecha, los ―caballeros‖ alrededor del cazonci, orden religiosa más que jerarquía militar, como en ciertas naciones del norte.‖ LE CLÉZIO, JEAN-MARIE GUSTAVE. El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido. Traducción de Mercedes Córdoba y Tomás Segovia. 2ª reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, (Colección Popular núm. 466), 2008, P. 176 y nota a pie núm. 49, y P. 192. 2129 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena. Óp. Cit., Pp. 173-193. 2130 Hassig, Ross. ―La guerra en la antigua Mesoamérica‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, marzo-abril, vol. XIV, núm. 84, Pp. 32-40. 495 los discursos ideológico-religiosos, pues la guerra era exaltada por las elites gobernantes para justificar el statu quo. La información consigna de la existencia de grupos de guerreros profesionales encargados de sacralizar la violencia armada, desde épocas remotas como el Preclásico (2500 a. de. n.e-200 de .n e.), donde ya eran representados guerreros con atributos zoomorfos o en escenas de capturas de prisioneros, que aparecerían constantemente durante la historia mesoamericana, hasta el siglo XVI.2131 Estos grupos cumplían un conjunto de ritos en donde se sustentaba la ideología y religión de los estados militaristas. Estos cuerpos castrenses quedaron registrados en la historiográfica como ―órdenes militares‖. La denominación de ―órdenes militares‖ proviene del mundo medieval de los conquistadores y posteriormente de los diversos cronistas, pues estos se vieron en la necesidad de explicar una realidad con los conceptos culturales en los cuales estaban inmersos. Rastreando el significado de ―orden militar‖ en el Tesoro de la lengua Castellana o Española de 1611, se dice que ―ORDENES militares, [son] las que están instituidas en la caualleria para defensa de la Fe contra los infieles.‖2132 Cuando los soldados españoles lucharon contra los indígenas, los primeros notaron la existencia de guerreros de élite, con distintivos que demostraban una posición social elevada, así como una pericia superior para el combate,2133 lo que llevó a los europeos a denominarlos ―caballeros‖, haciendo alusión a la vieja institución medieval de caballería, es decir, un grupo guerreros al servicio de un señor, con un código de honor, una jerarquía interna y defensores de la fe. Un ejemplo de nombrar a este grupo de guerreros así lo encontramos en Bartolomé de las Casas, quien mencionó: ―Tenían costumbre antigua en la Nueva España de armar caballeros casi como dándoles hábito de caballería donde hiciesen profesión de defender la patria, que era gran dignidad entre ellos y llamábanla tecuitli, como en Castilla profesan las órdenes de Caballería de Santiago, Alcántara o Calatrava, en la cual no admitían sino solo hijos de señores muy 2134 caballeros de todos cuatro costados.‖ Vemos como ―casi‖ son como los caballeros europeos estos guerreros, es decir, Bartolomé de las Casas utilizó su bagaje cultural para explicar una realidad totalmente nueva que se parece ―casi‖ a la que él conoció, así consideraba varios aspectos de estos guerreros: practicaban la profesión de defender la patria, sólo admitían hijos de señores, para ser guerreros de élite tenían que pasar en penitencia en un ritual de nombramiento, además eran tenidos en alta estima y tenían voz y voto en los consensos.2135 En este apartado no entraremos en discusión si los conceptos ―caballero‖ u ―orden militar‖ son 2131 TREJO, SILVIA. ―La imagen del guerrero victorioso en Mesoamérica‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 2000, vol. 31, Pp. 221-236. 2132 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra O, P. 569v. 2133 Por ejemplo en la conquista de Jalisco, Nuño de Guzmán mencionó como los guerreros contra los que lucharon ―…heran los más escojidos de la provincia y más balientes, y muchos señores della murieron allí; benían bien aderezados de mantas y plumajes y muy lindos carcajes de flechas muy labradas, aunque no pareció el oro y plata; que decían y afirman que no hay mazeguales que esté sin aquellas cintas…‖. ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 282. 2134 LAS CASAS, BARTOLOMÉ DE. Apologética Historia Sumaria…. Edición preparada por Edmundo O‘Gorman, con un estudio preliminar, apéndices y un índice de materias. 3ª edición, México, Universidad Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Serie de historiadores y cronistas de Indias: 1), tomo I, 1967, Lib. III, Cap. LXVII, P. 350. 2135 Ibíd. Lib. III, Cap. LXVII, Pp. 350-351. 496 los más idóneos para explicar la realidad guerrera mesoamericana, pues el uso de ellos proviene de la misma historiografía. Nosotros analizaremos los grupos de guerreros que los mismos documentos coloniales designan como ―caballeros‖, tratando de acercarnos a tópicos tales como que aptitudes los definían, tipo de armamento, papel en el ejército tarasco y su lugar dentro de la religión tarasca. Los valientes hombres En la RM se mencionan varias veces a los ―valientes hombres‖, pero sólo en una ocasión se les llama ―caballeros‖, nos referimos al grupo social de los quangáriecha: ―Andaban con él [cazonci] los valientes hombres, que eran como sus caballeros, llamados 2136 quangáriecha, con unos bezotes de oro o turquesas y sus orejeras de oro.‖ Claudia Espejel resalta que la fórmula ―valiente hombre‖ en la RM tiene dos significados pero relacionados ampliamente, uno como adjetivo y otro como el grupo social mencionado.2137 Nosotros consideramos que esta fórmula sufrió un cambio cuando los uacúsecha extendieron su poder sobre el antiguo territorio michoacano, pues si bien a lo largo de la narración en la RM el término ―valiente hombre‖ se usa como sustantivo, en los capítulos referentes al máximo esplendor del Tzintzuntzan Irechequa se refiere claramente a la casta de guerreros denominados ―caballeros‖. Las fuentes no permiten rastrear el origen de estos guerreros, es probable que los guerreros nobles que sirvieron en las filas de los ejércitos de Curícaueri en la primera etapa de expansión territorial se hayan profesionalizado, ocupando un lugar dentro del ejército y los estamentos nobles, en especial los guerreros que residían en Tzintzuntzan. Los quangáriecha ocupaban una alta posición social dentro de la nobleza tarasca. Así cuando el cazonci ―iba muchas veces a las guerras con su arco e flechas, que llevaba en la mano, cuando caía alguna vez enfermo [herido], traíanle en una hamaca los valientes hombres y los señores‖2138, en otras palabras, los quangáriecha eran los hombres de armas del cazonci, la guardia de corps. Después de las guerras y que los pueblos enemigos eran derrotados y subyugados, se enviaba a un valiente hombre y un intérprete para imponer las condiciones del vasallaje y celebrar la ceremonia de sujeción.2139 Cuando el cazonci ya era viejo lo visitaban los valientes hombres;2140 y cuando fallecía participaban en los funerales y se juntaban todos los valientes hombres para elegir nuevo rey.2141 También portaban las insignias de la nobleza, tales como bezotes, orejeras, guirnaldas de cuero de venado, de plumas, arco y flechas como símbolo de poder, además de usar jubones y rodelas adornadas con plumaje de aves exóticas;2142 según Gilberti las ―Ynsignias de vencimiento‖ eran nombradas quangariecha hucaqua.2143 A parte de estas insignias, los quangáriecha se diferenciaron de los demás guerreros por haber portado un tipo de arma especial, y que nos hemos referido a estos artefactos como ―arma de quangáriecha‖, se menciona que antes de partir a la guerra, ―sacaban cuarenta varas de palo recio que tienen unas puntas, y eran dos brazas en largo [1.672 m], y tenían unos ganchos. Y llevaban estas varas los 2136 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8v, P. 180. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, Pp. 265-266. 2138 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. 2139 RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200. 2140 Menciona la RM que ―el que no venía teníanle por traidor‖, Tercera Parte, Cap. XVI, f. 30, P. 221. 2141 RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 32v, P. 226. 2142 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 265. 2143 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 469. 2137 497 valientes hombres y toda la gente llevaba unas porras de encina.‖2144 También usaban arcos, flechas, porras y armamento defensivo ricamente adornado. Dos quangáriecha están representados en las láminas X XXXII de la RM, precisamente al frente de los ejércitos.2145 ―En general –nos dice Claudia Espejel- puede decirse que los valientes hombres eran los guerreros, y como todos o casi todos los señores, caciques y principales eran guerreros, todos ellos eran asimismo valientes hombres.‖2146 Dentro del ejército tarasco, los quangáriecha también cumplían un papel importante capitaneando a las tropas, cuando se preparó la fiesta de Hiquándiro para la coronación de Tzinzincha Tangáxoan y se reunieron todos los señores de los pueblos con sus dioses en Tzintzuntzan, ―ataviábanse todos los valientes hombres, entiznábanse todos y poníanse en las cabezas unas guirnaldas de cuero de venado o de pluma de pájaros. A cada uno destos valientes hombres encomendaban un barrio, que era como capitanía, y iba con cada barrio un principal que llevaba la cuenta de cada barrio y conoscia los vecinos dél.‖2147 Cuando el ejército tenía que partir a la batalla, se hacía un camino por donde pasaría el capitán general, y ahí ―todos los valientes hombres de Mechuacan [Tzintzuntzan] venían delante de este capitán general…‖.2148 Antes de iniciar el ataque sobre el enemigo, los espías trazaban sobre la tierra la disposición del pueblo, ahí los capitanes indicaban la estrategia a seguir para iniciar el asalto. Los quangáriecha luchaban en la primera línea de batalla, pues ―después de haber mostrado aquella traza [del pueblo enemigo], concertaba el capitán general la gente deste manera: en la frontera, poníase todos los valientes hombres de la Cibdad de Mechuacan [Tzintzuntzan] y los sacerdotes [tiuimencha] que llevaban a Curícaberi y a Xarátanga y todos los otros dioses mayores….‖.2149 Es por demás significativo que en el texto se hace la diferencia ―valientes hombres de Mechuacan [Tzintzuntzan]‖, lo que lleva a Claudia Espejel a conjeturar que los quangáriecha serían un grupo especial de guerreros residente de Tzintzuntzan,2150 por otras fuentes documentales sabemos que no necesariamente residían en la capital, aunque muy probablemente los valientes hombres de la región lacustre eran los más allegados al círculo del cazonci.2151 2144 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16v, P. 194. Véase el apartado sobre el armamento prehispánico michoacano en el presente capítulo. 2145 Véase Apéndice E, figura 2. 2146 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 266. 2147 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. 2148 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17, P. 195. 2149 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. Nótese como esta descripción concuerda, en este aspecto de la nobleza en la primera línea de batalla, con el enfrentamiento, que tuvo el ejército Axayácatl con el ejército tarasco de Tzitzíspandácuare, según Diego Durán: ―descubrieron [los mexicas a] la gente tarasca muy en orden y lucida, con todos los señores delante, tan llenos de oro, joyas y plumas, tan resplandecientes y relumbrantes con el oro, de braceletes [sic] y calcetas y orejeras y bezotes y apretadores en las cabezas, de oro, que a la salida del sol, que era la hora que los descubrieron, que con el resplandor quitaba la vista.‖ DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, P. 283. 2150 Claudia Espejel dice que ―Al parecer eran un grupo especial y superior de guerreros residentes en la Ciudad de Michoacan (Tzintzuntzan) quienes, al igual que los caciques, participaban como capitanes en las guerras pero que se diferenciaban de ellos por no ser gobernantes de algún pueblo.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 265. Nosotros no concordamos con esta interpretación como exponemos más adelante, sin embargo, cabe aclarar que Claudia Espejel hace la interpretación de la RM sin salirse de ella, es decir, trata de dar una explicación que se sostenga en el mismo texto. 2151 La fórmula valiente hombre aparece en varias Relaciones geográficas, que mencionaremos más adelante. 498 Los quangáriecha debían cumplir con una serie de aptitudes, por ejemplo tenían la cabeza deformada,2152 debían ser ligeros, agiles, esforzados, varoniles, capturar prisioneros en la guerra para el sacrificio y tener los cuerpos trabajados. Este último aspecto parece que se hace referencia no sólo a tener condición física, sino a tener la espalda marcada por traer leña para los cúes y tener cicatrices de guerra, pues en el sermón que da el petámuti a los señores les dice: ―¿Cómo habéis de tomar los cativos, siendo valientes hombres como lo sois? ¿No os los quitaríades y os pondríades unas mantas por los lomos desnudos para el trabajo? Y tomaríades vuestro arco y flechas y os pondríades vuestros jubones de guerra, que así anda nuestro dios Curícaueri, y así iríades a la guerra a defendelle en las batallas. ¿Cómo habéis de ser valientes hombres? Ya os habéis tornado todos ingratos porque sois ya caciques y señores; y amáis vuestros cuerpos por no trabajallos, y yendo a la guerra os tornáis del camino y venís mintiendo al caçonzi y le decís: señor, désta y désta manera está el pueblo 2153 que conquistaste.‖ Otro pasaje que complementa la información es el referente cuando la mujer de Taríacuri lo acusó ante su padre de querer matar a sus hermanos, poniendo estas palabras en su boca: ―Dicíe ques valiente hombre. Y toma la flecha en la mano y muestrámela diciendo: "Mira, mira, mujer, con éstas [flechas] tengo de matar todos tus hermanos y parientes. ¿Cómo, son valientes hombres? ¿Son ligeros? ¿Para qué se quieren poner bezotes? ¿Es por ventura bezote el que se ponen? ¿No es un palo que se ponen allí? ¿Son esforzados? ¿No son mujeres? Y las guirnaldas de trébol que se ponen en la cabeza no son sino cintas de mujeres que se ponen por el cabello. Y las orejeras de oro no son orejeras de oro, mas zarcillos de mujeres. ¿Por qué no se las quitan y se ponen zarcillos? Y lo labrado que tienen en las espaldas no es de valientes hombres, mas labores de mujeres. Y las camisetas que traen no son sino mantas de mujeres y sayas. ¿Para qué traían los cueros de tigres en las muñecas? ¿Son por ventura valientes hombres? Mejor harían de comprar sartales para ponerse en las muñecas. [borrado] Y las otras insinias que traen de valientes hombres y los mastiles que traen, que no son mástiles más sayas y fajas de mujeres. Y los arcos que traen no son arcos, mas telares de mujeres; y las flechas no son sino lanzaderas y husos de mujeres. ¿Son por 2154 ventura de valientes hombres?‖ Después del conflicto entre Taríacuri y su suegro, donde perdió este último y sus guerreros fueron sacrificados (escena representada en la lámina X), Taríacuri dice: ―"…si mi mujer, la hija del señor de Corínguaro, fuera varón, muy valiente hombre fuera, que ahora, con ser mujer ha hecho matar de sus hermanos y tíos y su agüelo. Ha dando [sic] en este día de comer a los dioses y les ha aplacado los estómagos. ¡Valiente hombre ha sido mi mujer!". Quiso decir Taríacuri en estas palabras, que por su mujer había empenzado 2152 En un pasaje sobre los sobrinos de Taríacuri se lee: ―…¡oh Hirepan: aunque soy de tal estatura y tan pequeño, y aunque tengo la cabeza redonda, que no es de valientes hombres […] Que los que la tenían de tal manera no los tenían por valientes hombres, y por eso a los señores les allanaba las cabezas y se las asentaban y las hacían como tortas.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 128, P. 147. Nicolás León mencionó que ―los tarascos, como otras razas de México, usaban la depresión artificial de los cráneos. Conozco varios cráneos deprimidos, y en el Museo Michoacano hay ídolos penantes, y cabecitas análogas a las de San Juan Teotihuacán, notables por ellos.‖, LEÓN, NICOLÁS. ―Anomalías y mutilaciones étnicas del sistema dentario entre los tarascos pre-colombianos‖ en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 181. Eduard Seler hace referencia a la nota de Nicolás León, pero no profundiza más en el tema, SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 188. 2153 RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 134, P. 159. 2154 RM, Segunda Parte, Cap. XV, f. 89v, P. 70. 499 aquella guerra, en la cual su dios Curícaueri había desatinado a sus enemigos y que ella 2155 había sido la causa, y que si fuera varón, como era mujer, que hubiera más muertos.‖ También el término ―valiente hombre‖ pudo haberse aplicado a los hubieran capturado en la guerra,2156 matado a alguien en combate o por el mandato del cazonci, e incluso parece que un noble sólo podía ser ejecutado por manos de un quangáriecha, así cuando Taríacuri mandó a sus primos Zetaco y Aramen a matar al sacerdote Nacá, estos discutieron que hacer: ―Entonces dijo Haramen, que era valiente hombre, a su hermano Çétaco: "hermano, mira que se va, ¿qué haramos?". Y sacó una flecha de su carcaj y hincósela en las espaldas, y fuese derecho a él [Nacá] y echole los brazos por el cuello y asieron todos dél.‖2157 Lo mismo ocurre cuando Taríacuri mandó matar a su hijo Curátame II, pues sus sobrinos se preocuparon en despertar la ira de su tío: ―Peleen Hiquíngaje y él; él le matará". Dijo Hiquíngaje: "por qué le tengo yo de matar? Mátelo Tangáxoan ques valiente hombre". Y dijo Hiripan: "qué decís, hermanos? Vosotros le materéis". Y llegaba ya cerca para tomar puerto y fuéronle todos a rescebir, todos tiznados con sus insinias de valientes hombres.‖2158 Después de matarlo, Taríacuri pregunta a los mensajeros ―"¿quién le mató?". Dijeron ellos: "Tangáxoan le mató". Dijo Taríacuri: "valiente hombre es.‖‖2159 De acuerdo a la RM, cuando llegaron los españoles y ningún ejército les hizo frente, Tzintzincha Tangáxoan, por consejo de sus cortesanos, tuvo intención de hacerse ahogar para no caer prisionero de los extranjeros. Don Pedro Cuiniarángari detuvo a los conspiradores que querían hacerse con el poder y el cazonci escapó. El principal de estos era un noble llamado Timas, y Tzintzincha Tangáxoan mandó matarlo: ―Luego, como vino don Pedro, llamóle el cazonçi y díjole: "ven acá ¿qué haremos de aquellos principales que me quisieron matar por la soberbia que tuvieron, que me escapé de sus manos? Ellos no se escaparán de las mías: ve y mátalos, que eres valiente hombre". Díjole don Pedro: "señor, sea como mandas."‖2160 Parece que también para ser valiente hombre era necesario haber matado en el campo de batalla como hemos mencionado, pues cuando don Pedro discute con Timas, este le responde ―Peleemos entrambos. ¿Con qué pelearemos, con arcos y flechas o con porras?". Díjole don Pedro: "con porras pelearemos". Díjole aquel prencipal: "qué, ¿eres muy valiente hombre? ¿dónde estuviste tú en el peligro de las batallas donde pelean enemigos con enemigos? ¿Dónde mataste tú, allí, alguno? ¿a qué veniste tú?‖‖2161 Otro pasaje es cuándo los españoles empezaron a robar el tesoro del cazonci, y ―…las mujeres del cazonçi, y salieron tras ellos con unas cañas macizas y empezáronles de dar de palos. Aunque estaban con sus espadas no les osaron hacer mal. Mas ponían las manos en las cabezas por defenderse de los palos y a unos se les caían por huir, otros las llevaban. Y estaban por allí los principales y las mujeres empezáronlos a deshonrar diciéndoles que para qué traían aquellos bezotes de valientes hombres, que no eran para defender aquel oro y plata que llevaba aquella 2155 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, f. 97v, P. 86. Corona Núñez menciona al respecto que ―es posible que [Qhuángari] sea un grado militar dado al que hacía un prisionero en la guerra.‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Aclaraciones a un vocabulario tarasco‖ en: CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Estudios de Antropología e Historia. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión universitaria-Editorial Universitaria, 1992, Pp. 48-52, P. 49. 2157 RM, Segunda Parte, Cap. XII, f. 83-83v, Pp. 57-58. Cursivas nuestras. 2158 RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, ff. 121v-122, Pp. 134-135. Este extracto es una muestra clara del doble significado de la formula ―valiente hombre‖ en la RM. 2159 RM, Segunda Parte, Cap. XXVI, f. 122v, Pp. 136. Cursivas nuestras. 2160 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. Cursivas nuestras. 2161 Ídem. Cursivas nuestras. 2156 500 gente, que no tenían vergüenza de traer bezotes. Y los prencipales dijéronles que no les hiciesen mal, que suyo era aquello, de aquellos dioses [los españoles] que lo llevaban.‖2162 Religión y valientes hombres Una palabra relacionada con los quangáriecha que debemos rescatar, pues da una pista importante para el estudio de la poco conocida religión tarasca, es la palabra hozquaquangari según Gilberti, o como se encuentra en el DGLM hozqua quangari, pues en uno y otro tienen el mismo significado al nombrar al planeta Venus como ―Luzero, estrella de la mañana‖; ―Lucero, Lucero de el alua‖.2163 Esta palabra está compuesta por las palabras Hozqua, estrella, y la palabra Quangari, 2164 ―valiente‖, por lo que podemos decir que la palabra hozquaquangari tiene por significado literal ―estrella valiente‖. Gilberti mencionó también en su Arte de la lengua de Michuacan… las palabras para referirse a la aparición del lucero: ―Qhuangari veratiro, […] ya quando sale el luzero.‖2165 Este tópico está asociado con el Dios del lucero, pero el texto es obscuro, pues puede tratarse de los Curícaueri o de Hurendequavecara, u otra deidad desconocida. Corona Núñez identificó erróneamente a ―Curicaheri‖ con Curi Caheri o Curita Caheri (―Gran Sacerdote‖), dios identificado como mensajero de los dioses, con Venus. Según Corona Núñez éste astro fungía como mensajero y sacerdote del sol, ―guerrero celeste, flechador de estrellas‖, así identificó la palabra ―Hozcua-cuángari: Estrellahombre-valiente‖.2166 La interpretación del maestro Corona Núñez esta sostenida en la concepción de que la religión tarasca era idéntica al resto de las religiones mesoamericanas, en especial al Centro de México, de la cual existe una cantidad muy superior de información si la comparamos para el caso tarasco.2167 Esto genera graves problemas de interpretación, pues la información con la que contamos, aunque fragmentaría, deja ver claramente que nos encontramos con una construcción religiosa distinta a la de la bien conocida religión nahua. Las fuentes identifican a Curi Caheri o Curita Caheri como mensajero de los dioses, pero no significa que Venus pueda identificarse con esta deidad.2168 La oración que hacían los sacerdotes hiripacha al Dios del fuego antes de iniciar una guerra, tenía por objetivo que los dioses les dieran la victoria en el campo de batalla a los tarascos, donde aventaban olores (pelotillas de tabaco) al fuego: ―…tú, dios del fuego, que aparesciste en medio de las casas de los papas, quizá no tiene virtud esta leña que habemos traído para los qúes, y estos olores que teniemos aquí para 2162 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 49v, P. 260. Cursivas nuestras. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 389; DGLM, T. I, P. 360. Huelga mencionar que el planeta Venus fue considerado otra estrella en el firmamento desde la antigüedad, y que esto cambio con la invención de los instrumentos astronómicos adecuados para el estudio del cielo. 2164 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 93, 139, 426. 2165 GILBERTI, MATURINO. Arte de la lengua de Michuacan. [Edición facsimilar de 1558], introducción histórica, apéndice documental y preparación fotográfica del texto por J. Benedict Warren. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección ―Fuentes de la Lengua Tarasca o Purépecha‖ vol. II), 1987, P. 166 [f. 85v] 2166 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., P. 36. 2167 Corona Núñez llegó a mencionar que ―no obstante que los tarascos tenían idéntica religión a la de los otros pueblos de Mesoamérica [¡!], había una nota distintiva que la hacía un tanto diferente, era persistente adoración que rendían al Fuego‖ Ibíd., P. 33. 2168 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 82. 2163 501 darte. Rescíbelos tú, que te nombran primeramente mañana de oro, y a ti Vréndequavécara, 2169 dios del lucero, y a ti que tienes la cara bermeja.‖ Claudia Espejel menciona que una posible interpretación de este pasaje es que el Dios del fuego esté relacionado con el sol, así, la ―mañana de oro‖ sería el sol naciente, mientras que Hurendequavecara, muy probablemente el Dios del lucero,2170 sería la transición entre el día y la noche, aunque lo misma autora declara que es de difícil la interpretación de este pasaje.2171 Gracias al análisis lingüístico nos es posible afirmar que el Dios del lucero es Hurendequavecara; así existen varias interpretaciones, las cuales apuntan a la misma dirección.2172 Eduardo Ruíz mencionó que ―Uréndacua significa claridad‖, aunque más adelante anotó que ―Huréndacua [significa] la enseñanza o la sabiduría‖,2173 Eduard Seler mencionó que ―Urendequa veraca [significa] ―que sale por delante‖, ―que despunta de primero‖: el dios de la estrella de la mañana‖.2174 Francisco Hurtado Mendoza le da el significado de ―El que delimita el sol, al día, desde lo alto‖,2175 Pedro Márquez Joaquín expone ―El que sale primero. Lucero de la mañana‖,2176 y Cristina Monzón propone la traducción de ―lo primero que parte en el horizonte‖.2177 El análisis lingüístico confirma la relación entre esta deidad con el lucero, pero también nos da indicios de su simbolismo dentro de la religión tarasca y relacionados con los guerreros quangári. La RM menciona a un grupo deidades denominadas ―Dioses del cielo‖, ―Dioses engendradores del cielo‖ o ―Dioses celestes engendradores‖, y probablemente, Hurendequavecara pertenecía a este grupo, aunque hay que recordar que los dioses podían cambiar de planos cósmicos.2178 Es probable que los astros en la bóveda celeste hayan sido identificados con algunas deidades, por lo menos así es con el lucero. El lucero, el planeta Venus, es el primer astro visible durante el ocaso, y el último durante el alba, y ahí radica la importancia de su simbolismo, pues hay que recordar que en Mesoamérica era deber de los hombres que en el mundo terrenal debía reflejarse el 2169 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 189. La RM no es clara al explicitar quien es el Dios del Lucero, puesto que sólo se menciona en este pasaje, y probablemente es el dios Hurendequavecara, hermano de Curícaueri. 2171 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 89. 2172 Las referencias siguientes sobre el significado del nombre del dios Hurendequavecara se encuentran en el apéndice del trabajo de Cristina Monzón, citado más adelante. 2173 RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México, Balsal Editores, (Obras completas de Eduardo Ruíz, vol. I), 1969, Pp. 42, 105. Esta interpretación no es consignada en el apéndice que proporciona Cristina Monzón. Eduardo Ruíz, basándose en Alfredo Chavero, identificaba a Hurendequavecara con la ―estrella brillante y de luz roja‖, Aldebarán, por su color rojo. Ibíd., P. 42. La información a la que hace referencia Ruíz se puede leer en CHAVERO, ALFREDO. México a través de los siglos. Historia antigua y de la conquista. 14ª Edición, México, Editorial Cumbre, Tomo I, 1977, Libro Quinto, capítulo III, p. 760. 2174 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 224. Corona Núñez compartió la traducción de Seler. CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., P. 48. 2175 HURTADO MENDOZA, FRANCISCO. La religión prehispánica de los purhépechas. Un testimonio del pueblo tarasco. Morelia, Linotipográfica Omega, 1986, P. 85. 2176 MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 711. 2177 MONZÓN, CRISTINA. ―Los principales dioses tarascos: un ensayo de análisis etimológico en la cosmología tarasca‖ en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2005, otoño, año/vol. XXVI, núm. 104, P. 146. Al final de este texto, Cristina Monzón recopila un apéndice de análisis alternativos e interpretaciones de otros autores sobre el significado de las principales deidades tarascas. 2178 Otras deidades del mismo grupo probablemente eran Curícaueri, Xarátanga, los dioses de las cuatro partes del mundo, Querenda angapeti, el sol, la luna. 2170 502 orden del universo,2179 así, si el dios Hurendequavecara, ―lo primero que parte en el horizonte‖, ―Estrella-valiente‖, era el primero en presentarse; así mismo los hombres debían ser los primeros al entrar en combate, esto se confirma con que los quangáriecha ―en la frontera, poníase todos los valientes hombres‖, es decir, los primeros en pelear, y probablemente los últimos en retirarse de la batalla. Otra relación entre la religión y los valientes hombres es relativo al sacerdocio, pues Chupitani, Nuriuan y Tecaqua, sacerdotes probablemente de tipo curietecha, es decir sacerdotes de alta jerarquía sólo por debajo del pétmuti, porque los llamaban viejos o abuelos.2180 Estos sacerdotes estuvieron a cargo de la educación de Taríacuri, en la RM se lee: ―Y los viejos [Chupitani, Nuriuan y Tecaqua] nunca cesaban de avisalle [a Taríacuri]. Quizá por ser valientes hombres y continuos del servicio de los cúes, por eso le dicen todo esto.‖2181 En la sociedad tarasca, la casta sacerdotal pertenecía a la nobleza, y como ya lo mencionamos en el apartado sobre las clases sociales, probablemente el sacerdocio era una vía en que los nobles podían adquirir prestigió y un rango social superior, por lo que no es extraño la existencia de sacerdotesguerreros, recordemos que una de la funciones de los quangáriecha era el capturar prisioneros para sacrificar a los dioses, y en los templos se contaban las historias de las guerras: ―Y, ordinariam[en]te, había en los templos gente, unos, quemando olores, u otros, bailando, u otros, contando los sucesos de sus guerras; de m[ane]ra que, de noche y de día, estaba 2182 abierto y [con] grandes lumbres dentro.‖ También podemos relacionar a los valientes hombres con rituales posibles de ―nahualismo‖2183 gracias a la Relación de Ajuchitlan que menciona: Los ritos eran tan diversos como las adoraciones, porq[ue] dicen [que] se sacaban sangre de todas las partes del cuerpo, hasta de la lengua. Horadábanse las orejas; echábanse en ríos hondos y estábanse allí metidos, y decían que de allí salían valientes, unos, hechos tigres, otros, leones y otros, lagartos, y, otros, culebras, y que, en efecto, se transformaban en estas 2184 figuras como en España las brujas. 2179 ―Con un largo y difícil entrenamiento, pasando por pruebas iniciáticas, habiendo demostrado su valor, su coraje, el ardor y el furor místicos necesarios para el enfrentamiento bélico, estos guerreros hacían más poderosos a sus gobernantes y más fuerte a su grupo y con su muerte, contribuirán a fomentar y a aumentar las fuerzas generativas de la naturaleza con lo cual se asegura el orden del cosmos instaurado…‖. TREJO, SILVIA. ―La imagen del guerrero victorioso en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 235. 2180 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego... Óp. Cit., T. II, P. 60. 2181 RM, Segunda Parte, Cap. X, ff. 77v, Pp. 46. Cursivas nuestras. 2182 GUTIÉRREZ DE CUEVAS, PERO. ―Relación de Cuiseo de la laguna‖ [28 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 83. Corchetes originales. 2183 El concepto ―nahual‖ es de origen nahua y estaba extendido en gran parte de Mesoamérica, está relacionado con las cualidades de la naturaleza y los seres humanos. En términos muy someros, es la habilidad de un individuo de tomar habilidades anímicas no humanas de un elemento natural, tales como animales o fenómenos, para inferir sobre seres u objetos por medio de procedimientos simbólicos. Aplicar el concepto de nahualismo a la cultura tarasca prehispánica es de gran riesgo, puesto que no hay ninguna fuente colonial temprana que use ese término para el caso tarasco, ni equivalente en los diccionarios etnohistóricos. Para más información consúltese MARTÍNEZ, GONZÁLES, ROBERTO. ―Sobre la existencia de un nahualismo purépecha y la continuidad cultural en Mesoamérica‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2009, invierno, año/vol. XXX, núm. 177, Pp. 212-261. 2184 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 37. Corchetes y cursivas originales. 503 Actualmente Ajuchitlán del Progreso se encuentra en el Estado de Guerrero, pero en la época prehispánica era un importante enclave en las guerras tarasco-mexicas. Los habitantes de Ajuchitlán eran vasallos del cazonci, que tenía guerra con los mexicas. Tenía el cazonci ―su guarnición y gente de guerra por ser frontera de Tetela y Capulalcopulco‖.2185 Este enclave era tan importante, como los diferentes fronterizos, que ―ponía el cazonci [a] un gobernador, que sólo servía de hacer aquello que él le enviaba a mandar.‖2186 Conjeturalmente podemos saber que existían valientes hombres allí, pues los guerreros peleaban con arcos y flechas, macuahuitl, porras del tamaño de vara de medir y hondas, estaban ―embijados de negro‖ y usaban ―jubones de algodón de colores‖,2187 además del uso de la palabra ―valiente‖ para hacer referencia a los que entraban a los ríos hondos. En el mismo Estado de Guerrero, en la fortaleza tarasca de Cutzamala, menciona que los guerreros que luchaban bajo las banderas de los tarascos eran muy ―lucidos, con plumajes de muchas colores; y, los que se señalaban en la guerra. Eran muy estimados‖.2188 Una última nota sobre la relación entre la religión y los quangáriecha es el referente a la fiesta de Húnispéraquaro o Húnispéransquaro, ―cuando velaban con los huesos de los cativos en las casas de los papas‖. Por lo que podemos decir a través de la RM, en dicha fiesta se sacrificaba a los prisioneros capturados en la guerra, duraba cinco días, el sacerdote daba un sermón, participaban los valientes hombres y caciques, bailaban desnudos y se cantaba con los esclavos, posteriormente entraban las mujeres (que iban a llorar por el sacrificado que iba al cielo2189), bailaban todos agarrados de las manos, después de bailar se tomaban un brebaje llamado ―puzqua‖,2190 este era un ritual con connotaciones sexuales.2191 En la versión preliminar publicada de este apartado, mencionamos que quedaban algunos puntos por aclarar, como por ejemplo si para pertenecer a los quangáriecha se tuvo que pertenecer a la nobleza o los purépecha podía tener dicho estatus, si era un rango hereditario o adquirido por méritos, si era un rango vitalicio o se podía perder en ciertas circunstancias, o sí la filiación étnica tenía importancia para pertenecer a esta orden militar.2192 Aquí expondremos las posibles respuestas que se pueden dar a estas preguntas, y que se encuentran en la documentación conocida. Si bien se menciona que era en la guerra donde los guerreros obtenían insignias, prestigio social, y emparentamiento con los principales mediante alianzas matrimoniales, todo parece indicar que el rango de quangáriecha estuvo reservado para la clase dominante tarasca. En algunas palabras registradas en los diccionarios tarascos y líneas adelante, la palabra quangári está relacionada en traducciones al castellano referentes a la nobleza o hidalguía. Además, en casi todas las referencias a los guerreros quangáriecha, siempre están asociados a cargos de poder y nobleza de la clase dominante. 2185 Ibíd., P. 36. Ibíd., P. 37. 2187 Ídem. 2188 CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266. 2189 ―Segud la costumbre que solían tener cuando tomaban algud cativo que habían de sacrificar, bailaban con él y decían que aquel baile era para dolerse dél y hacelle ir presto al cielo.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV, ff. 137v, Pp. 165. 2190 Sobre este brebaje, Gilberti mencionó ―Cozido de mays sin carne para comerlo entero. pusqua‖, mientras que en el DGLM se menciona ―Beuida de mahiz cozido. Pusqua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 331; DGLM, T. I, P. 106. 2191 RM, Segunda Parte, Cap. XXXIV. 2192 CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes militares, guerra y religión entre los antiguos tarascos‖, Óp. Cit., P. 92. 2186 504 A pesar de que este rango al parecer fue restringido a la clase dominante tarasca, este no hereditario, sino que tenía que ser adquirido mediante méritos. Ya analizamos como debió de haber existido un sistema de edades en la cual conjuntos de personas cumplían ciertos roles, cargos y actividades de acuerdo los ciclos de la vida, sexo, oficio y clase social, y se tenían que obtener méritos a través del tiempo para ocupar cargos diferentes. Los personajes de los que se tiene más información sobre los méritos adquiridos para ser quangáriecha provienen de las vidas de Taríacuri y sus sobrinos Hirepan y Tangánxoan. Los últimos pertenecían al linaje noble de los uacúsecha, pero al quedar huérfanos de niños, tuvieron que mendigar en los mercados, cuidar los maizales de un tío, cortar leña y sembrar sementeras. Luego quedaron bajo el cuidado de Taríacuri, donde empezaron a fungir como espías de la guerra, luego capitanes de escuadrón, fueron quangáriecha, y finalmente señores.2193 Además nacer dentro de la nobleza no garantizaba que un individuo formara parte de los quangáriecha, diversas enfermedades, males congénitos o limitaciones físicas necesarias para el combate, debieron haber restringido que se obtuviera dicho estatus; Gilberti registró por ejemplo la entrada ―Flaco que no puede pelear. no qhuangari. no vrati‖.2194 Una de las alteraciones corporales de los quangáriecha parece haber sido la deformación craneal, pero en la parte histórica se menciona que los hombres de grandes méritos podían ser valientes hombres a pesar de no tener la deformación.2195 Él estatus de quangáriecha probablemente tenía que sustentarse mediante diversos méritos, como matar o capturar prisioneros en las guerras, ya que la condición de quangáriecha no era vitalicia, y podía perderse. La RM menciona los castigos cuando los principales cometían faltas: ―Si otro [principal] había cometido algun pecado no muy grave, encarcelábanle solamente algunos días. Si era un poco más grave, desterrábanle y quitábanle las insinias de valiente hombre: el bezote y lo demás. Y a su mujer quitábanle las naguas y dejábanla desnuda y aquellos vestidos eran del mensajero quel cazonçi inviaba a hacer esta justicia a los 2196 pueblos.‖ En la parte histórica esta deshonra la mandó aplicar Zurumban, señor de Taríaran contra los parientes chichimeca-uacúsecha de Taríacuri, sus primos Zetaco y Aramen, ya que durante el cerco de Jarácuaro habían sacrificado y dado de comer a él con engaño al sacerdote Nacá: ―Y llamó un criado suyo y díjole [Zurumban]: "ven acá, Vyyana. Toma gente y ve a Bacánabaro, que está allí gente de los chichimecas y aquella sementera no es de Taríacuri, mas es mía. Desháceles las trojes y échalas por el suelo las casas y quitá los mastiles a Zétaco y Aramen, hermanos de Tarýacuri, y quítales los bezotes y tranzados y las orejeras, que por soberbia hicieron lo que hecieron. ¡Que cómo nos han tratado y qué afrenta nos han hecho!. ¡Echalos a rempujones!. Y apedréalos. Y a sus mujeres quitaldes las naguas y faldillas y deshonraldas echándoles tierra a las mujeres". Y partióse Viana con la gente, y deshiciéronles [las] trojes y derrocáronles las casas, y quitáronles los mastiles y bezotes y 2193 RM, Segunda Parte, Caps. XXV. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 631. 2195 En un pasaje se relata que ―y levantóse en pie Hiripan y dijo muy enojado de sí: "¡oh Hirepan: aunque soy de tal estatura y tan pequeño, y aunque tengo la cabeza redonda, que no es de valientes hombres, nunca me tengo de olvidar de aquella injuria de Hiuacha!".‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXIX f. 128, P. 147. 2196 RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203. Cursivas nuestras. 2194 505 quitáronles toda su hacienda y echáronles a rempujones hacia Pázquaro. Y a sus mujeres las 2197 deshonraron, como está dicho, despojándolas todas.‖ Vemos como al cometer faltas, los quangáriecha podían ser aprisionados unos días si la falta no era grave, si el delito de mayor dimensión, perdían las insignias, el honor y el derecho a usufructuar diversos bienes, además de quedar desterrados. Sin embargo, cuando el delito era en extremo grave, perdían más que el estatus de quangáriecha: ―Si algún principal tomaba alguna mujer de las del cazonçi, mandábale mactar y a sus hijos y mujer y parientes, y todos los questaban en su casa, diciendo que habían sido todos traidores y habían sido mezquinos, que no le habían avisado ninguno de lo que hacía aquel pre[n]cipal. Y tomábale toda su hacienda y todas sus sementeras y era todo para la cámara e 2198 fisco del cazonçi, y quitábale la insinia de valiente hombre.‖ Un ejemplo de alta traición mencionado en la RM, es cuando el principal Timax trató de inducir a Tzintzincha Tangáxoan para que se ahogara en el lago de Pátzcuaro antes que volverse esclavo de los españoles, al fallar en su intentó huyó, y Tzintzincha Tangáxoan mando a Cuiniarángari a ejecutarlo y deshonrarlo.2199 El último tema es referente a la adscripción étnica y el estatus de quangáriecha. En la RM se hace mención en varias ocasiones que los enemigos eran ―valientes hombres‖, al parecer en el sentido de adjetivo que considera Claudia Espejel. Por ejemplo, el triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio hacía la cuenca de Cuitzeo, se mencionó que la vertiginosa expansión se complicó, pues: ―Y los de Bániqueo [Huaniqueo] eran valientes hombres y no los pudieron vencer y apartáronse a medio día. Y viendo esto Hiripan y Tangáxoan, sacrificáronse las orejas, y toda la gente, por podellos vencer. Y avergonzábanse unos a otros porque no eran más esforzados. Y comieron todos y tornaron a dalles combate y durmieron allí y tornaron a la 2200 mañana a pelear y entráronles a medio día.‖ También durante la guerra de coronación de Tzintzintcha Tangáxoan, en los preparativos de las entradas que hacían en los pueblos para capturar prisioneros, se mencionó que las entradas se hacían en diferentes fronteras, y que los guerreros ―unos iban a la frontera de México, que peleaban con los otomies, que eran valientes hombres y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras,‖ y sobre los guerreros de CuinaoTototlán al norte de la cuenca de Chapala, se dijo que ―mirá que no sea responder todos a bulto, que traéis todos vuestra gente, que quizá serán más valientes hombres nuestros enemigos.‖2201 En un pleito en Tepalcatepec en 1577, un testigo indígena de Mechúacan, llamado Francisco Chizauque, declaró que los nahuas de Santa Ana Tletlaman se volvieron vasallos voluntariamente del cazonci ―y los rescibió y por ser buenos hombres y valerosos los encomendó la frontera de Tletlaman y mandó poblasen allí para que resistiesen a las gentes con quien ellos tenían guerra…‖.2202 No hemos encontrado indicios de que hubiera alguna restricción para que los guerreros de otros grupos étnicos no pudieran ser quangáriecha, al contrario, dado que el poder central de 2197 RM, Segunda Parte, Cap. XIV, ff. 85-85v, Pp. 61-62. RM, Tercera Parte, Cap. VIII, f. 21, P. 203. Cursivas nuestras. 2199 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 51v-52, Pp. 264-265. 2200 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153. 2201 RM, Tercera Parte, Caps. IV y V, ff. 15 y 18, Pp. 191 y 197. 2202 CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1969, vol. 9, Pp. 220-221. Cursivas nuestras. 2198 506 Tzintzuntzan era el que otorgaba las insignias, el cazonci reconocía la valentía de los guerreros principales del Tzintzuntzan Irechequa. Probablemente los demás grupos étnicos tenían sus propios guerreros de élite u órdenes militares, con características propias, y que los tarascos las pudieron haber nombrado como quangáriecha. No deja de ser interesante que en un cuadro del Lienzo de Jicalán donde se representó De Mechuacan [Tzintzuntzan], está dibujado un señor del linaje uacúsecha, Tucúruan de Ihuazio, al que los xiuhquiltecas le están pagando tributo; la glosa nahua que acompaña la imagen es ―Niman vquiuicac tucuruan.yxpan/ oceloti mahpan‖, Hans Roskamp la traduce como ―Luego el lo llevó ante Tucuruan, el que se atavió como ocelote‖.2203 Puede ser que se esté haciendo referencia a la piel de felino que portaban los señores águila uacúsecha, o que los xiuhquiltecas hayan nombrado a Tucúruan con el animal numen de sus guerreros de élite. Los quangáriecha en las fuentes coloniales Revisando las fuentes etnolingüísticas, que nos proporcionan valiosa información sobre esta casta militar tarasca, tenemos luz sobre algunos de los tópicos relacionados. Cuando buscamos la raíz de la palabra ―quangáriecha‖, en el DGLM nos encontramos que ―esta rraiz, Quangape –quangah-, significa estar yerto, o enertar.‖2204 Gilberti asentó la traducción de la palabra según Jerónimo de Alcalá en la RM, ―Cauallero. quangari‖. Otras palabras registradas por Gilberti son ―Quangari. valiente hombre‖, ―Armar cauallero. quangari eratahpeni‖, ―Armado assi. quangari eratangari‖, ―Armas [heráldicas] de caualleros o linajes. Nahueequa minda‖, ―Fortaleza de varón, vingapequa. quangariequa‖, ―Hijo de principal o senador. quangari vuahpa‖, ―Esforçado o varonil hombre, quangari. tecauati‖, ―Varonil y esforçada persona. qhuangari mintzita caheri hucari.‖2205 En el DGLM encontramos las siguientes palaras con dicha raíz: ―Qhuangari. Valiente‖, ―Qhuangariecha. Valientes‖, ―Qhuangariariquareni. Jatarse de Ualeinte‖, ―Qhuangariequa. Valentia‖, ―Qhuangariequa xaratani. Mostrar su valentía‖, ―Qhuangariequa exarehpeni. Darlas a entender su ualentia y rrigor de su fuerça.‖2206 Para el caso opuesto, es decir, buscar el significado castellano-tarasco, también nos encontramos con palabras de sumo interés, por ejemplo: ―Cauallero. Quanga, quangari, nahué‖,2207 ―Valiente. Quangari‖, ―Valiente ser. Quangarieni,‖ ―Valentia. Quangariequa, Vivingaxeqeua‖, ―Ynsignias de vençedor. Quangariequa xaraqua‖, ―Estado grande. Quangariequaro terunchequa.‖2208 El cazonci era saludado como ―Quangá, ques valiente hombre, esforzado‖, además era llamado ―Quanguápaqua‖, que la RM traduce por ―majestad‖,2209 mientras 2203 Lienzo de Jicalán, escena núm. 37, De Mechuacan. ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., P. 153. 2204 DGLM, T II, P. 463. El significado de la palabra enertarse es ―quedarse yerto‖, y yerto significa ―tieso, rígido o áspero‖. ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. Tanto en el DGLM como en el diccionario de Gilberti encontramos palabras que hacen referencia a esta raíz y su significado en castellano, en el presente sólo rescatamos las referentes a los ―valientes hombres‖. 2205 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 312, 139, 271, 433, 454, 628, 631. 2206 DGLM, T. II, P. 464. 2207 DGLM, T. I, P. 144. La palabra nahué tiene por significado ―noble, honrrado, principal‖ en el tomo tarasco-castellano, T. II, P. 349, mientras que en el tomo castellano-tarasco se traducen las palabras ―Hidalgo, noble. Nahue, achaequa hapindi‖, T. I, P. 411, 435. 2208 DGLM, T. I, Pp. 435, 690, 335. 2209 RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. Delfina Esmeralda López Sarrelangue usa las grafías qhuangua y qhuanguapagua con el mismo significado expuesto aquí respectivamente. LÓPEZ 507 que el DGLM consigna ―Quangahpaqua Dios. El potentissimo dios‖;2210 Corona Núñez tradujo Quanga-pagua por ―guerrero del alba‖, pero no proporcionó sobre qué elementos realizó dicha traducción.2211 Swadesh mencionó la palabra ―valiente‖ según la grafía y pronunciación moderna como ―Kuru-kuru-si, tixa-ti-xa-si urá-ti, Khuanhári‖,2212 mientras que tradujo las palabras Khuanh-á como ―regresar, revocar, entumirse, fijo, lucero, caballero, valiente, firme, grueso, duro, crudo, nervio, vena‖2213, y Khuanhári ―firme, valiente; hóz-kua khuanhári lucero.”2214 Hans Roskamp menciona que ―el término “qhangari” es traducido como ―valiente‖, y es usado en muchos títulos primordiales de los siglos XVII y XVIII para referirse a los caciques y guerreros prehispánicos.‖2215 Demos recordar las condiciones históricas en las que se produjo la conquista del Tzintzuntzan Irechequa, gracias al ―pacto‖ de vasallaje que logró conseguir la nobleza de la clase dominante tarasca con la Corona española, pudieron mantener muchos privilegios en las primeras décadas de la época colonial. El estatus de los guerreros miembros de esta orden militar es perceptible en varios documentos coloniales de varias regiones del territorio tarasco, con lo que quedó manifiesta la existencia de estos guerreros en la mayor parte del territorio e importancia para el gobierno del Tzintzuntzan Irechequa; algunos personajes de la élite indígena colonial incluso tuvieron nombres propios relacionados con la condición de ―valiente‖.2216 Así por ejemplo, en 1553, Antonio Huitziméngari promovió su relación de méritos y servicios, entre una de las preguntas, se pedía contestar, se encontraba que ―si saben que la gente tarasca es la más valiente y para más que hay en toda esta Nueva España e Indias del Mar Océano, así en disposición y fuerza de cuerpos como entendimiento, como el valor de sus personas, y la lengua de ellos, costumbres y ejercicios, son más de hombre y de más constancia que las de ningunos otros indios.‖2217 Según Delfina López Sarrelangue, la palabra qhuángari se traduce como ―rey‖ en un documento de 1579 copiado de un original del siglo XVI.2218 En el ―Título de Chapatiro‖, elaborados supuestamente el 17 de febrero de 1531, los personajes aludidos pedían ser amparados en unas tierras del cacicazgo de sus padres en dicho pueblo, el documento menciona que un tal ―Rey Valiente‖ recibió la fe católica en el año 1531: ―nombraron este Rey Valiente Francisco Chequencha, su muger Dña. Ana Pana, y sus SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. 2ª edición, Morelia, Morevallado Editores, 1999, P. 30; RM, Tercera Parte, Cap. XVII, f. 33, P. 227. 2210 DGLM, T. II, P. 463. 2211 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Aclaraciones a un Vocabulario Tarasco‖, Óp. Cit., P. 50. 2212 SWADESH, MAURICIO. Elementos del tarasco antiguo. México, Universidad Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, (Sección de antropología, serie Antropológica núm. 11), 1969, apartado Español-Tarasco, p. 190) 2213 Ibíd., apartado Tarasco-Español, p. 6. Cursivas originales. 2214 Ibíd., apartado Tarasco-Español, p. 102. Cursivas originales. 2215 ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra tarasca, Michoacán‖, Óp. Cit., nota a pie núm. 46, P. 296. 2216 Aquí sólo citamos algunos de los documentos publicados más conocidos, donde se pueden rastrear la mención de los guerreros quangáriecha, en los documentos inénitos deben de existir más menciones. 2217 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 3. 2218 LÓPEZ SARRELANGUE, DELFINA ESMERALDA. La nobleza indígena de Pátzcuaro en la época virreinal. Óp. Cit., P. 31. Es pertinente dar la referencia que proporciona Sarrelangue del documento, el cual no hemos podido consultar, por lo que desconocemos el contexto en que se usa la palabra qhuángari: ―Huiramba. Títulos presentados por Felipe Santiago, alcalde, por sí y demás oficiales y demás común de dicho pueblo, 1759. A.G.N. Tierras 3489 (4) f. 3.‖, ídem. 508 hijos Pablo Chequencha, y este otro hijo de Rey Valiente Miguel Matias y á estos mas sus Gentes entre todo con mis Gentes tomamos á la Sta. Fé Católica Romana y el Sto. Bautismo, son setenta y cinco personas empesaron á escoger lo que han de servir á todo lo más su Gente de su Rey Valiente Dn. Francisco Chequencha para que no han de decir que somos terragueros…‖.2219 En la crónica del franciscano Pablo Beaumont, también se hizo mención a estos guerreros. En el texto de la crónica, se menciona que el capitán Cristóbal de Olid conquistó Michoacán, ―y que antes de entrar a Tzintzuntzan, corte de Caltzontzi, se encontró este capitán con Vibil, y otros tres capitanes tarascos, que le recibieron de paz; que entró Cristóbal de Olid a la corte de Tzintzuntzan a tiempo que el rey Caltzontzi, estaba en el patio de su palacio con su caballerizo Guangari, Vibil y Huimaxe…‖.2220 En las imágenes que acompañaban el texto de Beaumont, y cuya fuente fue un documento pictográfico indígena colonial, ahora perdido y nombrado como Códice Tzintzuntzan, también se alude a los guerreros quangáriecha: se menciona a ―el Valiente Nanuma General de las armas del gran Caltzonzi‖, y en otra imagen aparece sobre un personaje la glosa ―Guangari=Vibil‖, y sobre otro personaje ―Su Caballerizo‖.2221 En el corpus documental conocido como Los títulos de Carapan, se hace mención constante a los valientes hombres o los guerreros quangáriecha. En el Códice Plancarte la palabra ―valiente‖ se menciona más de 30 ocasiones, la mayoría de las veces antepuesta a personajes de la clase dominante que supuestamente vivieron antes de la época prehispánica en la región de la Meseta tarasca: ―…agora está poblado también en este lugar de la Calapan que los fundadores de ella fueron electos por los porteros de los lugares que son primeramente el valiente sincalapa y el valiente ponducuen y el valiente zuno y el valiente sirundame este fué el que nos trajo a este lugar de Calapan…‖. En el mismo texto se mencionan otros personajes, uno llamado Gregorio Valiente, junto con Pedro Cuiyas, procedentes de Urén, ambos con el tratamiento de ―Don‖, aceptaban obedecer la cabecera de Carapan en 1545.2222 Una de las glosas en tarasco del Códice de Carapan dice ―huchaeca quangaricha hamequa patzacha irecha carapun himbo‖, que Hans Roskamp traduce como ―nosotros valientes, muchos linderos guardamos, señores (reyes) de carapan‖.2223 En un documento en caracteres latinos pero escrito en lengua tarasca, y que está relacionado con el corpus de Los títulos de Carapan, se menciona ―quangariecha mantan yreta vivingatecha‖, traducido como ―los valientes [los principales] de cada pueblo, los fuertes...‖.2224 En el Lienzo de Nahuatzen, no relacionado directamente con el corpus de Carapan pero de la misma región, varias glosas en tarasco acompañan las representaciones de personajes importantes, en la parte central del lienzo aparece la glosa ―quahngari ton anton ureti‖, Hans Roskamp traduce ―el valiente don Antonio, más anciano (o el primero)‖; ―quahngari anton ynscuti vuahpa 2219 LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, Óp. Cit., P. 409. 2220 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán. Morelia, Balsal editores, 1985, T. II, P. 30. Cursivas nuestras. 2221 ROSKAMP, HANS. ―Pablo Beaumont y el Códice de Tzintzuntzan: Documento pictórico de Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 7-44. 2222 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 244 y 246. 2223 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., P. 249. . 2224 ROSKAMP, HANS; LUCAS, BENJAMÍN. ―Uacús Thicátame y la fundación de Carapan: Nuevo documento en lengua p‘urhépecha‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2000, primavera, vol. XXI, núm. 82, Pp. 161 y 170. 509 magdalenan h[…]xucata yqui[…] uepiringa hinde acha epirindi‖, traducido como ―el valiente Antonio da un hijo a Magdalena […] cuando haya necesidad (de que) aquel será señor‖; ―quahngari vanotsi‖, traducible como ―el valiente Vanotsi‖.2225 En el ―Título del pueblo de Tócuaro‖, se menciona una supuesta ordenanza de origen prehispánico, que indicaba como debían vestirse los nobles tarascos, incluyendo a los ―valientes‖: ―Aqui pongo yo el Rey TziUangua [sic.], me armaron Rey, y como habia de andar y de que habia de vestir: lo que no habia de andar vestido sino es forrado con un cuero y que habia de comer conejos, venados, godornices [sic.] y culebras y como me inviaron un carcax de flechas y un arco, y un mascarin oro, y una gargantilla de oro, y asi iba á vuscar en persona, Aran, que comer con su arco y flechas. Este es tambien el mandato que los 2226 valientes dio, anduviesen de la misma calidad.‖ Hemos visto el grado de complejidad de la sociedad y religión tarasca, el grupo analizado, los quangáriecha, nos muestra su importancia en el campo de batalla y en la sacralización de la violencia armada como justificación ideológica del expansionismo tarasco. Su papel en las fuerzas guerreras se encontraba capitaneando parte de los ejércitos del cazonci, contando con objetos suntuarios con los que demostraban su posición social, así como un armamento exclusivo con el cual luchaban en batalla. Su lugar en el plan cósmico era ser los primeros en entrar en batalla y los últimos en retirarse, al ser los representantes de Hurendequavecara, ―lo primero que parte en el horizonte‖, ―Estrella valiente‖, el Lucero, que es el primer astro en aparecer en el ocaso y el último en retirarse en el alba. Parte de las aptitudes que debía cumplir estos guerreros era ser agiles físicamente, traer leña para los cués, y ser obedientes a su señor. También tenían un papel importante dentro del gobierno, pertenecían a la corte del cazonci, eran sus hombres de armas, iban como embajadores a subyugar a los pueblos conquistados, delimitar tierras y colocar mojoneros, estaban presentes en los funerales del cazonci, y participaban en los concilios para elegir a uno nuevo. Su estatus dependía de la obediencia y lealtad mostrada con el cazonci, en caso de cometer alguna falta caían en desgracia, perdían sus bienes, e incluso podían perder la vida. 2225 ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra tarasca, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 296, 297 y 300. 2226 LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, Óp. Cit., P. 405. Cursivas nuestras. 510 30. GUERRA Y RELIGIÓN: LOS RITUALES BÉLICOS TARASCOS ―Todo su ejercicio [del cazonci] era entender en las fiestas de los dioses y de mandar traer leña para los qúes y de inviar a las guerras‖ 2227 Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540 En el primer capítulo de la presente investigación, ya mencionamos como la violencia mortal entre grupos humanos están fuertemente relacionados con diversos aspectos etnográficos, entre los que se encuentra ciertos temas estéticos, la fiesta, lo sacro y lo profano, que confieren a la guerra el estatus de fiesta suprema. En la mayoría de las sociedades preindustriales, la guerra estuvo acompañada de una gran parafernalia religiosa, compuesta de ceremonias, danzas y ritos sacrifícales, con fuertes cargas simbólicas que reflejaban la cosmovisión, la justificación ideológica de la guerra, y la conquista y sometimiento de otros grupos humanos. En el presente apartado, abordaremos algunas de las ceremonias que se practicaban en el Tzintzuntzan Irechequa y que estaban relacionadas directamente con la guerra; la información que tenemos va de breves pasajes hasta una descripción más o menos detallada de una ―ceremonia de la guerra‖. Recuérdese que en el título completo de la RM se mencionan las ―cerimonias y rictos‖, la primera parte perdida es donde se supone se relataban detalladamente, pero en la segunda y tercera parte se hacen constantes referencias, con lo que se puede tener una idea general. Tanto la palabra ―ceremonia‖ y ―rito‖ aparecen como sinónimo de acuerdo a las definiciones que proporcionó Covarrubias: ―CERIMONIA, el modo y terminos de honrar a Dios con actos exteriores, se llamò cerimonia y cerimonias‖ y ―RITO, costumbre, o ceremonia‖.2228 Actualmente por ritual se entienden los ―actos prescritos y formales que tienen lugar en el contexto de culto religioso […] cualquier acto de actividad con un alto grado de formalidad y un propósito no utilitario.‖ 2229 Las ceremonias más importantes eran las que celebraran durante cada ―fiesta‖, que correspondía a un período de 20 días (un mes o luna del calendario mesoamericano), y se podía celebrar otros ritos cada 5, 10 o 15 días hasta cumplir los 20 días. Gracias a la información dispersa de la RM y de otras fuentes, se conocen los nombres de 15 fiestas de 18 que componían el calendario, así como algunos de los ritos practicados y a las deidades a quienes estaban consagradas; de las que contamos más detalles son la de Sicuíndiro (descrita en la única foja existente de la primera parte de la RM), y la fiesta donde se hacía justicia general y se pronunciaba la historia del linaje uacúsecha, la Equata cónsquaro.2230 Francisco Montaño, capitán de la segunda expedición española que pisó Tzintzuntzan, describió a Cervantes de Salazar de forma general las ceremonias y ritos llevados a cabo durante las fiestas que se celebraron cuando los expedicionarios 2227 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 13, P. 187. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letras C y T, Pp. 275 y 13. 2229 [ANDREW S. BUCKSER] ―ritual‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Óp. Cit., P. 450. 2230 Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. 2228 511 estuvieron en la capital tarasca, y que pueden ser cotejadas con otras fuentes documentales; se mencionó por ejemplo que Tzintzincha Tangáxoan ―su señor, el cual á hora de vísperas comenzó á hacer grandes fiestas por toda la ciudad y en los cues [y en las torres de los templos] encender muchos fuegos y quemar muchas cosas olorosas, sacrificando en ellos á sus ídolos gran cantidad de hombres, mujeres, muchachos, muchachas, niños y niñas, con gran estruendo y ruido de cornetas y caracoles, con continuos bailes y danzas de noche y de día, con canciones tan tristes y pavorosas que parescían del infierno. Duraron estas fiestas y sacrificios diez é ocho días. Hízolas el Cazonci con pensamiento y voluntad que á cabo de los veinte sacrificaría á los españoles y 2231 vería si eran mortales ó no…‖. Otras ceremonias mencionadas que se practicaban eran borracheras, convites, baños en temazcales, espectáculos como danzas, combates gladiatorios o el ritual del palo del volador. Las ceremonias y rituales de las fiestas, eran efectuadas y dirigidas por una casta profesional de sacerdotes, que se encargaban de reproducir la ideología de la clase dominante tarasca; ―en Mesoamérica la ideología tenía su apoyo más sólido en el complejo que integraban la cosmovisión, la religión y la magia‖,2232 ya que justificó el poder de los gobernantes como el vínculo que tenían los dioses patronos con la gente común. Una de las fiestas mencionadas en la RM era la de Purécoraqua o Purécotaquaro, que ocurría el 22 o 23 de febrero, y que puede traducirse como ―Tiempo o lugar de la guerra‖; la hemos caracterizado como la época del año en que el Estado tarasco, podía destinar todo su poderío militar para emprender campañas de conquista, movilizando miles de guerreros a las fronteras.2233 Sin embargo, no era la única época del año en que se efectuaban guerras, también se emprendían guerras en diferentes tiempos del año para capturar prisioneros, y por ende, se efectuaban diversas ceremonias y ritos para conseguir el favor de los dioses para vencer y capturar al enemigo. La Relación Geográfica de Tuzantla es rica en enumerar los ritos practicados por los tarascos en la época prehispánica: ―Adoraban dos ídolos de piedra de hechura de hombres, que el uno se llamaba CURISTICAHERI y, el otro, URINDECAHUECARA, que así se llamaban por nombre propio. Tenían, por rito y ceremonia, presentarle comida y de lo que tenían, y, cuando habían de [a]justiciar [a] alguno por delito que mereciese muerte, le [a]justiciaban delante dellos. Y, cuando en las guerras mataban [a] algún contrario, el cuerpo muerto y sangre se lo traían. Y dicen que muchas veces, en sueños, les hablaban, dándoles las gracias de sus sacrificios. Y [de] estos que sacrificaban después de muertos, la carne dellos partían entre los más principales para su comida. Y, [de] ordinario, estaban tres indios en guarda de los ídolos, y éstos se sacaban sangre de las orejas y, con ella, se pintaban: y éstos eran reputados y acatados como sacerdotes y comían de los que a los ídolos presentaban, y, cuando alguno dellos moría, elegían [a] un hijo suyo en su lugar. Sahumaban [a] los 2234 d[ic]hos ídolos con incienso de la tierra, y otros olores.‖ Antes de entrar de lleno al estudio de los rituales bélicos, es necesario mencionar algunas dificultades epistemológicas que existen para su estudio. Primero el sesgo 2231 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XVIII, Pp. 775. Información entre corchetes tachada en el manuscrito. 2232 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El fundamento mágico-religioso del poder‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1976, vol. 12, P. 197. 2233 Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. 2234 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, Pp. 156-157. 512 occidental de las fuentes del siglo XVI desde donde se describieron las prácticas culturales de los pueblos indígenas, ya que fueron escritas a partir de un sistema de creencias medieval, en el cual todo lo que no fuera la Santa Fe católica, era considerado como idolatría, demoniaco, brujería, hechicería y supersticiones. Un segundo sesgo importante es que se hace un intento de investigar un sistema de creencias extinto de una sociedad pretérita preindustrial y no occidental, desde una posición occidental, racional, científica y posindustrial, que excluye o inválida las explicaciones del mundo que no se circunscriban a los paradigmas de la modernidad. La forma general para denominar los sistemas de creencias no científicos es ―magia‖: ―el término describe acciones sobrenaturales que se realizan para lograr fines instrumentales, como conseguir amor o dinero, castigar a un enemigo o proteger a un amigo. Parece depender de conexiones causales que un observador racional consideraría irracionales; es decir, afirma conexiones causales que no tienen existencia demostraba en el mundo natural.‖2235 Sebastián de Covarrubias definió: ―MAGO, esta palabra es Persica, y vale tanto como sabio, o filosofo. Los Magos que vinieron guiados de la estrella de hazia las partes Orientales a Belen a adorar al niño Dios Redentor nuestro[,] en algunas partes se llaman Reyes, por quanto en aquellas prouincias lo eran los sabios: y assi estos no eran encantadores, como en otra significacion se llaman magos los que por arte mágica ayudados por el demonio, permitiendolo Dios, hazen algunas cosas que parece exceder a lo ordinario de la naturaleza. Tales fueron los magos de Faraon, y que son todos los que vsan el arte magica condenada y reprouada.‖ 2236 Como puede suponerse, exceder lo ordinario de la naturaleza es entrar en el mundo sobrenatural, que no puede ser explicado ni por lo racional y científico de la cultura occidental, más que como un sistema de creencias no comprobables. En las sociedades mesoamericanas, la naturaleza y lo sobrenatural conformaron una unidad indivisible, el cosmos, el cual estaba compuesto y habitado por deidades, fuerzas anímicas, fenómenos naturales, elementos geográficos, plantas, animales, y seres humanos. Entre los últimos, existió la creencia que había individuos con habilidades mágicas para entrar en contacto con el mundo sobrenatural. Las fuentes prehispánicas y coloniales muestran un panorama sumamente complejo de las habilidades mágicas atribuidas a individuos o grupos; todo parece indicar que a pesar de que existieron prácticas similares compartidas en el México antiguo, su significado dependió de la cosmovisión de cada cultura, tiempo y espacio. Entre los tarascos, las habilidades mágicas eran practicadas por diferentes ritualistas, entre los que se encontraban los gobernantes, sacerdotes y hechiceros, pero debe tomarse en cuenta, que en la RM, existió un traslape entre estos términos, es decir, los gobernantes eran sacerdotes (cómo el cazonci y los señores que eran sacerdotes axámencha),2237 y cuando Jerónimo de Alcalá mencionó lo que pensaban los indígenas de los españoles en los primeros años de la conquista, dijo que ―unos sacerdotes y hechiceros suyos, hiciéronles en creyente a la gente […] También aquellos hechiceros hiciéronles en creyente…‖,2238 por lo que se puede pensar que los sacerdotes también eran hechiceros; aunque al parecer hubo 2235 [TANYA LUERMANN] ―magia‖ en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Óp. Cit., P. 325. 2236 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra M, P. 533. Cursivas nuestras. 2237 RM, Tercera Parte, Cap. III, f. 11, P. 183. 2238 RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53, P. 267. 513 diversos ritualistas fuera de la clase dominante. Gilberti registró la palabra siquame, la cual tradujo como ―hechizero‖ y ―bruxa‖.2239 Otras palabras registradas por Gilberti son: ―Cundiricus tsitsiqui. vna flor que dan por echizeria‖, ―Nizcutsperi. encantador que vsa de malas artes‖, ―Vecatanstani. tomar algo del cuerpo de otro por echizo‖, ―Vecatansri. echizero tal‖, ―Siquahpeni. enechizar‖, ―Siquarahpeni. hazer enechizar a otros‖, ―Bruxa generalmente. siquame cuini‖, ―Bruxa que chupa sangre. siquame huriata pitsipe‖, ―Hechizero que mira en agua. eramansri.‖2240 ―Baptista de Lagunas mencionó al ―Siquame, Hechicero. i. [e.] El que eche suertes y haze ciertas supersticiones en el agua. […] Xurhime, vel Xurhihca, El medico. Porquanto antiguamente curauan, o por mejor dezir engañauan mirando en el agua.‖2241 En el DGLM aparecen las entradas ―Astrologo. Auandaronapu hurendi, ambogansri‖, ―Bruja. Siquame ahchu vanaquareri‖, ―Çirujano. Xurihca mayahpensri, siripensri,‖, ―Faraute, ynterprete de sueños. Ahtsangariqua teruhtehpensri.‖, ―Medico. Xurihca, tzinahperi‖.2242 Tanto por las fuentes coloniales que describen los rituales, como por las entradas en los diccionarios tarascos, se encontraban entre las prácticas mágicas la medicina, adivinación, hechizos, conjuros, brujería, interpretación de sueños, y probablemente nahualismo. En la Relación Geográfica de Tiripetío se dejo constancia de estas practicas al hablar de la historia del ―hombre atereciado‖, un personaje con cualidades sobrenaturales, con el que hablaban los viejos principales del pueblo en la época prehispánica: ―Esto hacían éstos [indígenas] con mucho cuidado, porque siempre le enviaban un principal anciano y de mucho crédito, y hablaba con él cara a cara, y el atericiado le decía el indio que había de vivir mucho o poco; y el que había de ser rico o pobre; el que había de ser hombre sano o enfermo; el que iba a la guerra, si había de ser valiente o cobarde; el que había de tener muchas mujeres o pocas; y en acabando esto, le decía: dile a fulano, que para vivir sano haga este remedio; y a fulano, que use de tal medicina, y a fulano, que ha de ir a la guerra, que tome esto. En fin, a cada uno daba el remedio que le convenía, y como hacía y decía esto, se hallaban bien con ello, adorábanlo y servíanlo como a Dios, y 2243 temían hacerlo enojar.‖ Estos conocimientos debieron formar parte de la vida cotidiana, y se transmitían de padres a hijos o de grupos de especialistas a individuos. Alfredo López Austin, al hablar del fundamento mágico del poder en la RM, advierte que se podía llegar a ser gobernante y adquirir fuerza divina por dos vías: la transmisión del poder por linaje, y por contacto directo por los dioses.2244 Los ritualistas de la clase dominada probablemente también recibían sus habilidades de sus padres, o por medio de epifanías. El mal uso de las habilidades mágicas era castigada por el Estado tarasco: en la fiesta de Equata cónsquaro se menciona que se castigaba a ―los malhechores; los médicos que habían muerto alguno; las malas mujeres; los hechiceros […] Si era hechicero, traían la cuenta de los que había hechizado y muercto; y si alguno había muercto, su pariente del muercto cortábale un dedo de la mano y traíale revuelcto en algodón y veníase a quejar.‖2245 Un pasaje de la RM sugiere que los rituales para hechizar que no eran efectuados por los sacerdotes, eran mal vistos por la clase 2239 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 146, 295 y 451. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 72, 117, 189, 146, 295, 451. 2241 BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 112 [83 en la paginación original]. 2242 DGLM, T. I, Pp. 85, 119, 200, 366, 484. 2243 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., Pp. 36-38. 2244 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El fundamento mágico-religioso del poder‖, Óp. Cit., P. 223. 2245 RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14. 2240 514 dominante; cuando un viejo del pueblo daba un discurso para dar la bienvenida al nuevo cacique, decía ―esto es ansí, no os juntéis ni mudéis con otros principales porque seréis tomados y muertos por ello, y los que fuéredes adúlteros y hechiceros.‖2246 El castigo que recibían los hechiceros era bastante cruel: ―Y el que era hechicero, rompíanle la boca con navajas y arrastraban vivo y cubríanle de piedras, y ansí le mataban.‖2247 Después de que el petámuti terminaba de contar la historia de cómo los antepasados del cazonci habían conquistado la provincia, daba un sermón a los presentes, en el que decía ―ahora Curícaueri ha lástima de sí en este año presente en que estamos, por eso os tiene aquí para hacer de vosotros justicia, los que habéis sido delincuentes; vosotros que tenéis dos naturalezas de hombre, hechiceros y médicos; vosotros que vais a poner hechizos y los lleváis en la mano.‖2248 Ceremonia de la guerra La ceremonia tarasca de la cual tenemos más información es de la llamada ―ceremonia de la guerra‖, descrita en el capítulo IV de la tercera parte, y que ha sido considerada en la historiografía como los rituales de la fiesta Hanzíuansquaro, pero poniendo atención tanto en las características de la ceremonia, así como por las palabras del mismo fraile Jerónimo de Alcalá, quien mencionó que cuando el nuevo cazonci tomaba posesión del cargo, se hacía una ceremonia de la guerra ―…como se contó hablando de la guerra…‖, por lo que creemos que la ceremonia de la guerra y la fiesta Hanzíuansquaro eran ritos distintos. La RM menciona que la ceremonia de la guerra era practicada desde los tiempos de Ireti Ticátame, así cuando Ziránziráncamaro, señor de Naranjan, se enteró por sus mensajeros que habían llegado los chichimecas uacúsecha al monde Virínguaran pexo, le dijeron: ―Hiré Ticátame trae leña para los fogones de Curícauery, todo el día e la noche ponen encienso en los braseros o pilas los sacerdotes, y hacen la cirimonia de la guerra y van a los dioses de los montes.‖2249 Desconocemos sí todos los pueblos prototarascos hacían la ceremonia de la guerra, pero en la RM se menciona que una facción de los chichimecas también la efectuaban, los de Curínguaro. Cuando los curinguareños retaron a los uacúsecha a una guerra ritual, enviaron una embajada para decirles: ―Y pasándose algunos días dijeron los de Curýnguaro: "no miráis cómo faltó poco que no matamos a los chichimecas y ellos como son chichimecas, por ventura, ¿saben olvidar la injuria?. No la saben olvidar: Id y lleváldes este mensaje y decidles: 'traed ofrenda de leña a los dioses para contra nosotros y el sacerdote eche los olores en el fuego y el sacrificador, para la oración a los dioses para contra nosotros y nosotros también traeremos leña y el 2250 sacerdote y sacrificador, echará los olores.‖ Líneas más adelante, Jerónimo de Alcalá explicó por primera vez el fin de la ceremonia: 2246 RM, Tercera Parte, Cap. IX, f. 22v, P. 206. RM, Tercera Parte, Cap. VIII, ff. 21-21v, P. 203-204. La acción de romperle la boca a los hechiceros con navajas, probablemente se efectuaba para impedir que pronunciaran conjuros. El Códice Plancarte menciona que cuando el rey Vacusticatame les avisó a sus vasallos que había puesto nueva ley, ―y en aquella ley no consentieran flojos ni adúlteros ni embusteros ni mentirosos ni hechiseros. Si veren algún hechisero luego mandaran que le saquen los ojos y al flojo lo mataran á golpes y al embustero le cortaran la lengua y al adultero le metiera una estaca gruesa por la boca esto les dio á entender y saber el Rey Uacusticatame.‖ ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 240. 2248 RM, Tercera Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158. 2249 RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 63, P. 17. 2250 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37. 2247 515 ―Esto que dice arriba, que trujesen leña unos y otros y los sacerdotes que echasen olores en el fuego, tenían esta costumbre antes que fuesen a la guerra, de hacer estas cerimonias para que sus dioses los favoreciesen y les ayudasen en las batallas. Y allí nombraban los señores 2251 contra quien los habían de ayudar.‖ En otro pasaje, después de que Tangáxoan, Hiripan e Hiquíngaje fueron insultados por Hiuacha, señor de Taríaran, fueron a cortar leña al monte. Hiripan subió a un árbol carcomido por ramas, y cayó al suelo, cuando lo ayudaron: ―Y dijo a su hermano Tangáxoan: "¿cómo tiene las manos Yuacha de quebrar ramas para los fuegos de los cúes? Mírame las manos, qué de callos tengo. Si las tiene así Ybacha: ¡qué tanta leña cuesta y qué tantos olores ha de costar y cuán alta ha de ser la leña que ha de cortar! Nunca olvidaré esta injuria". Acostumbraba esta gente de traer leña para los cúes y echar olores, los sacerdotes, llamados andúmuqua, en el fuego, porque los dioses les diesen vencimiento contra sus enemigos. Y allí, en la oración que hacían al dios del fuego, nombraban todos aquellos señores contra quien hacían aquellos hechizos de aquellos olores. Por eso dice aquí Hiripan que ha trabajado tanto en traer leña para los cúes, que tiene callos en las manos, los cuales no tenía Hiuacha; y que ya él merescía que los dioses les diesen vencimiento contra él, por aquella leña que había traído para sus cúes, o que él trairía tanta pues que ya tenía callos hechos, que fuese bastante de vencer a Hiuacha, 2252 aunque era valiente hombre.‖ En este segundo comentario, el fraile ya menciona más elementos sobre la ceremonia de la guerra, y un dato importante, que las oraciones que hacían eran hacía el dios del fuego. Para preparar la ceremonia de la guerra era necesaria mucha madera, que era cortada en los montes, y puesta en pilas en los patios de los templos. La RM menciona que el cazonci mandaba a los sacerdotes ―cúritiecha para hacer traer leña para los qúes, y traian toda aquella leña la gente de los pueblos en diez días, y alzábanla en el patio grande de los qúes.‖2253 Luego pasan la noche en vela y en oración en las casas de los sacerdotes, entonces un sacerdote hirípati (singular de hirípacha), cinco sacerdotes sacrificadores (axámencha), y cinco sacerdotes cúritiecha, ―hacían unas pelotillas de olores, en una casa que estaba en su casa del cazonçi, y poníanlas en unas rajas de encina y después ponían todas aquellas pelotillas de aquellos olores en unas calabazas y dábanles unas cazuelas y unos cañutos de sahumerios y llevaban aquellas cazuelas al hombro cinco sacerdotes llamados tiuímencha, y ansí iban todos estos a las casas de los papas, y poníanse a las puertas de aquellas casas los sacrificadores [axámencha] y colgaban allí sus calabazas, a las entradas de las puertas, y iban los sacerdotes [tiuímencha] que llevaban los dioses a cuestas y tocaban sus cornetas en los qúes altos y a la media noche, miraban una estrella del cielo y hacían un gran fuego en aquellas casas de los papas y ponían unas rajas cerca de aquellos fuegos y allí ponían sus calabazas.‖2254 Las pelotillas de olores eran llamadas andúmuqua o andámuqua;2255 Gilberti registró las siguientes entradas: ―Andumuqua. yerua que chupan, o hiel‖, ―Qhuamuni. tener en la boca la yerua que dizen andumuqua‖, ―Sinchaqua. cosa [pipa] con que toman la yerua que dizen andumuqua‖ y ―Hiel. andumuqua‖.2256 Por el DGLM, sabemos que andumuqua es el tabaco, ―Andumuqua. Hiel, piçiete, beleño, tabaco.‖2257 Estas pelotillas, además de tabaco probablemente estuvieron hechas con copal, resina o 2251 Ídem. RM, Segunda Parte, Cap. XXIX, f. 128, P. 147. 2253 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 35, P. 231. 2254 RM, Tercera Parte, Cap. IV, ff. 13v-14, Pp. 188-189. Del mismo relato se desprende que en este punto, habían participado por lo menos 16 sacerdotes. 2255 RM, ff. 128 y 11v, Pp. 147 y 184 2256 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 47, 138, 145 y 453. 2257 DGLM, T. II, P. 31. 2252 516 incienso, se menciona por ejemplo que ―los sacerdotes que echaban encienso en los braseros.‖2258 Cerca de la hoguera donde se ponían las calabazas con las pelotillas de tabaco adentro, llegaba el sacerdote hirípati, y sacaba las pelotillas, y pronunciaba una plegaria, conjuro u ―oración al dios del fuego: "tú, dios del fuego, que aparesciste en medio de las casas de los papas, quizá no tiene virtud esta leña que habemos traído para los qúes, y estos olores que teniemos aquí para darte. Rescíbelos tú, que te nombran primeramente mañana de oro, y a ti Vréndequavécara, dios del lucero, y a ti que tienes la cara bermeja. Mira, que con grita trujo la gente esta leña para ti". Acabada esta oración nombraba todos los señores de sus enemigos, por sus nombres a cada uno, y decía: "tú, señor, que tienes la gente de tal pueblo en cargo, rescibe estos olores y deja algunos de tus vasallos para que tomemos en las guerras". Y ansí nombraba los sacerdotes y sacrificadores de los pueblos de los enemigos, que decían que éstos tenían la gente puesta sobre sus espaldas. Y ansí nombraba todos los señores, empezando desde México y por todas las fronteras, y acabando ésta su oración que duraba mucho, llegábanse los otros sacerdotes y sacrificadores a aquellos fuegos, que los levantaba el primer sacerdote [hirípati] que hacía la oración, que estaban durmiendo [¿para tener sueños y entrar al mundo sobrenatural?], y poníanse todos en las manos aquellas pelotillas de olores y entonces hacían la cirimonia de la guerra: de salir aquellos sacerdotes llamados cuyrípecha a echar encienso en los braseros, con la cirimonia y orden que se dijo en la fiesta de Curícaberi de Sicuíndiro.‖2259 Las últimas líneas de la descripción de esta parte de la ceremonia de la guerra nos son de difícil interpretación. De la fiesta de Sicuíndiro es de la tenemos su descripción completa, ya que se encuentra en el único folio sobreviviente que debió haber pertenecido a la primera parte de la RM. Sin embargo, por su contenido, los ritos parece que estaban dedicados a la diosa Cueráuaperi y se efectuaban en la región de Zinapécuaro, y no a Curícaueri en la región de Tzintzuntzan. Por otro lado, no se mencionan a los sacerdotes curípecha o curíçitacha, que estaban encargados de poner incienso en los braseros durante la noche. Entre las ceremonias mencionadas para la fiesta de Sicuíndiro, se encuentran un baile donde representaban las nubes blanca, amarilla, roja y negra; el sacrificio de esclavos y la extracción de los corazones con los que hacían ceremonias, y eran arrojados a las fuente termales de Araró; después unos sacerdotes llamados huaripicípeha cortaban los cabellos de la gente con navajas; luego bailaban con las pieles de los sacrificados desollados, y se emborrachaban.2260 Quizás algunos de estos rituales eran efectuados durante la ceremonia de la guerra, como el realizar sacrificios humanos y bailar con la piel de las víctimas, que es una referencia común sobre los ritos prehispánicos en Michoacán. Jerónimo de Alcalá volvió a mencionar el porqué de quemar olores: ―Y hacían todas estas cirimonias porque sus dioses diesen enfermedad en los pueblos de sus enemigos, donde habían de ir a conquistar y hacían la presente oración: "¡oh dioses del quinto cielo, cómo no nos oiréis de donde estáis, porque vosotros sois solos rey[e]s y señores [y] vosotros solos limpiáis las lágrimas de los pobres!". Y decía estas mismas palabras a las cuatro partes del mundo y al infierno. Y hacían la cirimonia del encienso dos noches y después de haber acabado sus oraciones, echaban todas aquellas pelotillas de olores en los fogones que ardían delante de los qúes. Y este día, que este sacerdote 2258 RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 34v, P. 230. RM, Tercera Parte, Cap. IV, ff. 14-14v, Pp. 189-190. 2260 RM, Primera Parte, ff. 10-10v, Pp. 11-12. 2259 517 llamado hirípati hacía estas oraciones, a la misma hora, las hacían en toda la Provincia los otros sacerdotes de este oficio llamados hirípacha.‖2261 Durante el nombramiento del nuevo cazonci, se describieron otros aspectos de la ceremonia de la guerra, como un sermón que pronunciaba a la leña el sacerdote hirípati; y la preparación para ir a la guerra, y un sermón pronunciado por el cazonci: ―Y el sacerdote llamado hirípati entraba en la casa de vela a su oración con los olores, como se contó hablando de la guerra, y hacía su sermón sobre aquella leña, como su dios Curícaberi lo había así ordenado. Y entraba ansí mismo el cazonçi a su vela y hacían la cirimonia de la guerra y al tercero día mandaba que fuesen a la guerra y llamaba todos los señores de su linaje, llamados vacúxecha, que son águilas, y juntábanse todos en la casa dicha del águila, dedicada a su dios Curícaveri, y decíales el cazonçi nuevo: "¿cómo habemos de tener con nosotros esta leña de los qúes y las rajas que se han cortado, y los olores que han echado los sacerdotes en los fuegos para las oraciones y los sacrificadores? ¿hánse de perder todo esto? Pues han llamado la diosa Cuerábaperi y los dioses celestes y los dioses de las cuatro partes del mundo y el Dios del infierno, y también lo he hecho saber a Curícaveri y a los señores, sus hermanos [los dioses Tiripemencha], y a la diosa Xarátanga y a los dioses primogénitos, y a los dioses llamados Viránbanecha." Y mandábales que fuesen a la guerra y deshacíase todo aquel ayuntamiento, y íbanse a sus casas y inviaba sus correos y mensajeros por todos los pueblos. Que fuesen a la guerra, a todas las fronteras de sus enemigos.‖2262 Parte de la ceremonia de la guerra fue representada en la lámina XXXI de la RM. En la parte izquierda, se dibujó una troje con una columna adornada, probablemente la estructura sea una casa de los papas que describe el texto. Dentro de la troje, hay un fogón con llamas rojas y amarillas, de su la lado derecho esta un personaje sentado en un objeto con forma cuadrada y amarilla, quizás un tipo de silla. El personaje esta ataviado con una guirnalda de bicolor roja-blanca, porta unas pinzas ceremoniales de cobre como pectoral, a las espaldas trae una calabaza adornada sacerdotal, y porta un braguero blanco con línea roja. En su rostro tiene pintura facial cerca de la oreja y baja por la mandíbula, que hemos asociada a la casta sacerdotal; en las mejillas tiene dos líneas verticales, son arrugas que indican que el personaje es viejo. Tiene la boca abierta y tiene la lengua fuera, quizás en representación que está pronunciando un conjuro u oración contra los enemigos. Es sus manos extendidas al fuego, porta un brasero donde estas representados ocho círculos, que probablemente representan las pelotillas de olores hechas con tabaco llamadas andumuqua. Todos estos elementos permiten identificar a este personaje como un sacerdote hirípati llevando a cabo la ceremonia de la guerra.2263 Rituales de espionaje, adivinación, nahualismo, y para el vencimiento Las fuentes sobre los tarascos prehispánicos mencionan escuetamente otros rituales que con seguridad debieron efectuarse, aunque no estuvieran directamente relacionados con la guerra y sí a la vida cotidiana, como acciones simbólicas realizadas para facilitar la conquista y victoria sobre los enemigos, entre las que se encontraban la adivinación e interpretación de sueños y augurios, medicina y quizás nahualismo. Recuérdese que entre los cuerpos auxiliares de los ejércitos tarascos se encontraban los espías y los 2261 RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 14v, P. 190. RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, f. 35v, P. 231. 2263 Véase Apéndice E, figura 6. 2262 518 sacerdotes que hacían ceremonias, cargaban los dioses a las batallas, y ejercían la curandería. La adivinación es la práctica de la cual tenemos más menciones en la RM. Durante la fiesta de Equata cónsquaro, se impartía justicia contra los robos, gracias a que se descubrían a ―…los ladrones, que dicen los médicos que habían visto los hurctos en un escudilla de agua o en un espejo.‖2264 En otro pasaje de la RM, se describe la experiencia que tuvo don Pedro Cuiniarángari al encontrarse con los españoles en Taxiamaroa: ―Y fuéronse a oír misa los españoles y estaba allí don Pedro, y como vió al sacerdote con el cáliz y que decía las palabras, decía entre sí: "esta gente, todos, deben ser médicos, como nuestros médicos, que miran en el agua lo que ha de ser y allí saben que les queremos dar guerra". Y empezó a temer.‖2265 De aquí es necesario poner atención en que no solamente era mirar en el agua, sino que el sacerdote con el cáliz ―decía las palabras‖, por lo que los médicos tarascos probablemente decían conjuros mientras miraban en el agua o en espejos. De hecho durante los primeros años de la conquista, los tarascos creían que ―cuando decían misa [los sacerdotes cristianos], decían que miraban en el agua, que eran hechiceros.‖2266 Nótese como un ritual similar (pronunciar palabras frente a un recipiente con líquido), fue interpretado como adivinación o hechicería por los tarascos. La RM también mencionó el uso de la adivinación para saber sí una pareja debía seguir juntos o no: ―Si uno tenía dos mujeres, iba la una mujer a los médicos llamados xurímecha, y ellos con sus hechizos le apartaban de la una y decían que le juntaban con la otra, de esta manera: toman dos maíces y una jical de agua y si aquellos maíces se juntaban en el suelo de la jical y se sumían juntos, era señal que habían destar ansí juntos aquellos casados. Si se apartaba uno de aquellos maíces, decían que apartaban aquella mujer de aquel marido y 2267 que le juntaban con la otra.‖ Otras habilidades relacionadas con la adivinación fueron los augurios y la interpretación de sueños. El augurio, ―es la adivinación de acontecimientos futuros a partir de señales, portentos o sucesos causales. Se le ha encontrado en todos los periodos de la historia –desde la Grecia clásica hasta la época contemporánea- y en todo el mundo. El medio del augurio es con frecuencia algún fenómeno físico…‖.2268 La RM menciona varios portentos que acaecieron antes de situaciones que cambiarían drásticamente con el orden establecido: el agüero de las culebras que hizo que se separaran los chichimecas uacúsecha en Uayameo; la muerte del nieto de Zinzuni, señor de Yziparamucu, por intervención de la diosa Avícanime; la desintegración del señorío de Chapá con la alteración de los fenómenos naturales, la aparición de los dioses Tiripemencha a una anciana de Ihuatzio que vendía agua avisándole que se iban a mudar a Tzintzuntzan, y todos los agüeros que acontecieron supuestamente tiempo antes de la conquista española: como los janamus de las yácatas se caían aunque los repararan; veían cometas en el cielo que lo tomaban como señal de conquistar un pueblo; o las enfermedades traídas por los españoles, viruela y sarampión hacía 1519, donde murieron muchas personas, también fueron tomados por agüero.2269 2264 RM, Segunda Parte, Cap. I, f. 61v, P. 14. RM. Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45v, P. 252. 2266 RM, Tercera Parte, Cap. XXVII, f. 53v, P. 268. 2267 RM, Tercera Parte, Cap. XV, f. 29, P. 219. 2268 [MICHEL R. DOVE Y TAMMY CASTLEFORTE] ―augurio‖, en: BARFIELD, THOMAS (Editor). Diccionario de Antropología. Óp. Cit., P. 85. 2269 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233. 2265 519 Pero fue el mundo onírico el que tuvo una profunda importancia en el mundo tarasco. A través de los sueños, los humanos podían entrar en contacto directo con mundo sobrenatural, habitado por las deidades y otras fuerzas anímicas. Antes de que llegaran los españoles, las personas tuvieron muchos sueños y los tuvieron por augurios. En un pasaje se menciona explícitamente que el sacerdote petámuti interpretaba los sueños, y si eran agüeros, no se los contaba al cazonci: ―Y miraba esta gente muncho en sueños, decían que sus dioses les aparescían en sueños y hacían todo lo que soñaban y hacíanlo saber al sacerdote mayor y aquél se lo hacía saber al cazonçi. Decía, que a los pobres que habían traído leña y se habían sacrificado las orejas, les aparescían en sueños sus dioses y les decían qué habían dicho: que les darían de comer y que se casasen con tal o tal persona, y si [e]ra alguna cosa de agüero, no la osaban decir 2270 al cazonçi….‖. Los sueños eran considerados ocasiones muy importantes en que los dioses se comunicaban con los humanos. Durante las conquistas emprendidas por Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje desde Quereta parázicuyo [Tzintzuntzan], los tres se encontraban haciendo grandes ahumadas y probablemente la cermonia de la guerra. Los dos primeros tuvieron sueños en las cumbres de unos montes, donde iban los dioses del cielo. Ambos cortaron leña para los fuegos, y se durmieron al pie de una encina, se quitaron sus atavíos y dejaron su arco y carcaj a un lado. A Tangánxoan se le apareció en sueños la diosa Xarátanga, en el monte Puréperio (actual cerro Yahuarato, al este de Tzintzuntzan), mientras que a Hiripan se le apareció en sueños el dios Curícaueri en el monte Taríacaherio (actual cerro Tariaqueri, al oeste de Tzintzuntzan). Cuando le contaron a Taríacuri sobre los sueños, fue él quien los interpretó, les dijo que fueron dichosos, y que iban a ser señores, les recomendó arrancar raíces del tocón donde durmieron y quemarlas.2271 En otra historia se menciona a Carócomaco, señor de Quérequaro, pueblo sujeto de Zacapu, que fue señor a pesar de ser de baja suerte y pobre mendigo. Nunca tuvo revelación ni sueño, pero llevaba leña a los templos del dios Querenda angápeti. Después traía más leña en medio del patio donde estaba un madero muy largo por donde descendían los dioses del cielo, y después dormía en el templo de Querenda angápeti, y al no tener sueños ni revelaciones, empezó a dormir en las gradas, y cada noche subía una grada para ver si tenía sueños con los dioses. Cuando iba a llegar a lo alto del templo, lo vio venir la diosa Péuame, mujer de Querenda angápeti, y mando al mensajero Sirundaarán a buscar a su esposo. Querenda angápeti lo hizo señor del pueblo de Quérequaro, pero no de Zacapu, y dejo dicho que nunca sería señor de Zacapu, ya que los señores terminarían muertos entre los herbazales, cosa que sucedió.2272 En la ya citada Relación Geográfica de Tuzantla, se menciona que se adoraba a Curícaueri y a Hurendequavecara ―y que muchas veces, en sueños, les hablaban, dándoles las gracias 2270 Jerónimo de Alcalá siguió describiendo los sueños que supuestamente tuvieron algunos tarascos antes de la conquista: ―Díjome un sacerdote que había soñado, antes que viniesen los españoles, que venían una gente y que traían bestias, que eran los caballos, que él no conoscía, y que entraban en las casas de los papas y que dormían allí con sus caballos, y que traían muchas gallinas que se ensuciaban en sus qúes, y que soñó esto dos o tres veces, con mucho miedo, que no sabía qué era, hasta que vinieron a esta provincia los españoles y llegando a la cibdad posaron en las casas de los papas con sus caballos, donde ellos hacían su oración y tenían su vela.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36, P. 233. 2271 RM, Segunda Parte, Cap. XXVII. López Austin notó que Hiquíngaje, no tuvo un sueño milagroso, igual que Taríacuri, lo que podría explicar por qué sus descendientes perdieron la dignidad de señores, y que Pátzcuaro pasó a segundo plano en el aspecto político, durante el reinado de Tzitzíspandácuare. LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO. ―El fundamento mágico-religioso del poder‖, Óp. Cit., 226. 2272 RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 111v-112v, Pp. 114-115. 520 de sus sacrificios‖, 2273 con lo quedó testimonio de la importancia del mundo onírico para comunicarse con los dioses. Pero el mayor agüero mencionado en la RM, es cuando todos los dioses del Tzintzuntzan Irechequa se reunieron para anunciar la llegada de otros hombres a la tierra. Esta reunión fue presenciada por una mujer del señor de Ucáreo, llamado Vquixu; el mismo Jerónimo de Alcalá no pudo diferenciar entre sueño o revelación, pues mencionó que sus informantes ―le habían contado este sueño o revelación siguiente, del destruimiento y caída de sus dioses, que aconteció en Vcáreo.‖ Sin embargo, esta visión fue producto de varios elementos muy importantes: se menciona que ―…vino la diosa Cuerávaperi, madre de todos los dioses terrestres, y que tomó aquella mujer de su misma casa. Decía esta gente que [to]dos sus dioses entraban muchas veces en sus casas y tomaban la gente para sus sacrificios.‖ La diosa Cueráuaperi llevó a la mujer al camino de Araró, entonces se quitó una jícara que tenía amarrada en las naguas, tomó agua y la lavó, luego ―echó un poco de agua en ella y echó dentro de la jical una como simiente blanca, e hizo un brebaje y dióselo a beber [a] aquella dicha mujer y mudóle el sentido‖, y le dijo que no que la iba a llevar al concilio de dioses, sino otra deidad, que no le iba a hacer mal ni sacrificar, y que pusiera mucha atención a lo que iba a escuchar para que se lo hicieran saber al cazonci Zuangua. La mujer siguió caminando y ―encontró en el camino con una águila que era blanca y tenía una berruga grande en la frente. Y empezó el águila a silbar y a enherizar las plumas y con unos ojos grandes, que decían ser el dios Curícaberi‖. El águila la saludo, y le ordeno que se subiera en sus alas, y la llevó volando a una fuente de agua caliente, en un monte llamado Xanóata hucazio. Al llegar la mujer vio a todos los dioses de la provincia, y durante el concilio se mencionó como iba a acabar el mundo y que iban a ser conquistados por otros hombres, aunque los dioses trataron de contradecir ese mandamiento. Al final ―respondieron todos los dioses del concilio y dijeron que ansí sería, y empezaron a limpiarse las lágrimas, y deshízose el concilio y no paresció más aquella visión. Y hallóse aquella mujer puesta al pie de una encina y no vió en aquel lugar ninguna cosa cuando tornó en sí, mas de un peñasco que estaba allí, y vínose a su casa por el monte y llegó a la media noche y venía cantando, y oyóla venir un sacristán de la diosa Cuerábaperi…‖, los sacerdotes la ataviaron, y le dieron a comer sangre humana, y trataron de interpretar la visión para comunicarla a Zuangua. Cuando todo esto ―fuéronselo a decir a su marido, que era el señor de Vcario, questaba haciendo la cirimonia de la guerra, echando encienso en los braseros‖, y tuvo tal temor, que dijo ―yo no quiero ir por agora a la guerra mas estarme aquí, porque no me maten en la guerra. Mátenme aquí los que vinieren, sacrifiquenme aquí y cómame la diosa Cuerávaperi.‖2274 En ésta visión están presentes las diversas formas en las que se podía entrar en contacto con el mundo sobrenatural: la posesión y contacto directo por una deidad, por alucinógenos, y el sueño. Estas habilidades adivinatorias debieron ser muy apreciadas durante los tiempos de guerra, ya que se tenía la creencia que por medio de mirar en el agua o espejos, se podía saber las intenciones de los rivales, y el movimiento de los ejércitos enemigos. Aparte de la creencia en estos rituales mágicos, probablemente tuvieron una base material con la que si se podía observar el movimiento del enemigo, el espionaje. Antes 2273 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. 2274 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 36v, 38v, Pp. 233-238. 521 de proseguir, queremos considerar algunos aspectos sobre ―las espías‖. En la RM se menciona que ―había otro [diputado] sobre todas las espías de la guerra‖, 2275 pero a lo largo de la parte histórica podemos conjeturar que cualquier persona podía cumplir la función de espía, aunque muy probablemente para el período de mayor apogeo del poderío tarasco estos hayan sido profesionales. Estos datos son importantes, pues creemos que una lectura posible sobre los sacerdotes tiuimencha, es que estos hayan cumplido funciones de espías, o por lo menos acompañado a los espías en las acciones rituales. Antes de atacar un pueblo, los espías realizaban una serie de hechizos para debilitar al enemigo y obtener el vencimiento: ―Y cada cacique llevaba su senda, que es que llevaba su escuadrón con sus dioses y alférez, y ansí se llegaban donde estaba la traza del pueblo que iban a conquistar, llamada curúzetaro, que era que las espías sabían todas las entradas y salidas de aquel pueblo y los pasos peligrosos y dónde había ríos. Estas dichas espías lo trazaban todo donde asentaban su real y lo señalaban todo en sus rayas en el suelo y lo mostraban al capitán general, y el capitán a la gente; y antes que peleasen con sus enemigos, iban aquellas espías y llevaban de aquellas pelotillas de olores y plumas de águilas y dos flechas ensangrentadas y entraban secretamente en los pueblos y ascondíanlo en algunas sementeras, o cabe la casa del señor, o cabe el cu, y volvíanse sin ser sentidos, y eran aquellos hechizos para hechizar 2276 el pueblo.‖ La palabra tiuímencha o thiuímencha ha sido traducida en la historiografía como ―ardillas negras‖. La difusión de este significado se debe a Corona Núñez, quien sin embargo, reconoce la paternidad a Eduard Seler sobre haber descubierto dicha traducción.2277 Seler traduce la palabra tihuime por ―ardilla negra‖,2278 basándose en una hierba nombrada thuimeezqua, que estudió el naturista español Francisco Hernández de Toledo en la segunda mitad el siglo XVI, quien le dio el nombre en latín de oculi nigri Sciuri, ―ojos de ardilla negra‖. La descripción y efectos alucinógenos de la planta es la siguiente, y son sumamente sugerentes: ―De la THIVIMEEZQUA u ojos de ardilla negra. Es una planta voluble de hojas amplias con la forma de las de cidro. Nace en las copas de los árboles, y echando ramas hacia abajo desciende hasta la tierra. Dicen que tomando una onza de la corteza de la raíz machacada, se presentan a los ojos muchas visiones, variadas imágenes y figuras monstruosas, y que se descubre al ladrón si algo de la casa ha sido robado; que se contienen las disenterías y se calman los dolores del mal gálico. Nace en lugares montuosos e incultos de la región 2279 mechoacanense.‖ Vemos que se los tarascos creían que, consumiendo partes de esta planta, se adquirían poderes para tener visiones, Eduard Seler mencionó que ―como se ve, ésta es por su naturaleza, una genuina planta sacerdotal, y probablemente el nombre no significa en realidad ―el ojo con que la ardilla negra ve‖, sino más el ojo con que ve el 2275 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 8, P. 179. RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Cursivas nuestras. 2277 ―…Thiuíme, ―la Ardilla Negra‖. A Seler se debe el haber encontrado el significado de este nombre…‖ CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―La religión de los tarascos‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 401. Corona Núñez proporciona la referencia ―Seler, Antiguos Habitantes de País de Michoacán, p. 101 de manuscrito del Museo Nacional‖, que es el mismo trabajo que apareció en la edición de la RM del 2000, bajo el título ―Los antiguos habitantes de Michoacán‖, citado en el presente texto. 2278 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 211. 2279 HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia Natural de la Nueva España. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1954, T. III, Lib. XVIII, Cap. CXXV. P. 184. 2276 522 sacerdote de ese nombre.‖2280 A pesar de que en la historiografía sobre los tarascos, se ha citado tantas veces que los tiuímencha eran ―ardillas negras‖, que casi se ha convertido en una verdad inamovible, nada sostiene esta traducción. Corona Núñez tomó la propuesta de traducción para la palabra tiuímencha de Seler sin someterla a crítica, y empezó a explicar la religión tarasca a la luz de otros sistemas de creencias mesoamericanos. Corona Núñez pasó por alto que los thiuimencha eran los sacerdotes que llevaban a los dioses a cuestas, es decir, cualquier bulto con un ídolo, independientemente del dios que cargaban. Él interpretó la frase ―y les llamaban de aquel nombre de aquel dios que llevaban a cuestas‖, para proponer la existencia de un dios de la muerte llamado Thiuíme, ―ardilla negra‖,2281 basándose en un pasaje del Códice Plancarte: ―Entonces el Rey Harame les mostró á los naturales su grandeza y teponaztle de oro y la estatua del ídolo de oro se lo mostró también al valiente Thiuime…‖ y más adelante ―despues de todo esto mostró la estatua de thiuime.‖2282 Lamentablemente Francisco Hernández de Toledo no mencionó los elementos que le hicieron nombrar la planta thuimeezqua como ―ojos de ardilla negra‖. Para ardilla, los diccionarios registraron entradas que designaban las diversas especies; Gilberti registró ―Harda. vacui‖, ―Harda otra. quaraqui‖, ―Marda animal conosida. vacui‖, mientras que en el DGML están las entradas ―Harda, Hardilla. Vacui‖, ―Harda de las paredes. Quaraqui‖, ―Vacui. Hardilla montes.‖2283 En la RM se mencionan además al cuinique.2284 Ninguna de las palabras para estos mamíferos, parece estar relacionada directamente con el nombre de la planta thuimeezqua. Aunque las ardillas provocaban y provocan daños en los graneros, varios testimonios hacen referencia a este tipo de fauna, que era asociada al inframundo; por ejemplo en la ciudad de Pátzcuaro se mencionó que ―particularmente, hay en esta dicha ciudad mucha cantidad de ardillas pardas, a manera de comadrejas, q[ue] son muy dañosas a las casa, porque las minan y horadan.‖2285 Y en la Relación Geográfica de Tiripetío se escribió que ―Hay, en este pueblo y jurisdicción, muchas ardillas: éstas andan entre las casas. Son tan grandes como conejos pardos, tienen las colas mayores que cuerpos, que no parecen sino unas grandes borlas. Son tantas y tan dañosas, que las doy a la maldición, porque destruyen los graneros de trigo y maíz, horadan las casas y las contaminan, y escarban que no parece sino que han entrado en el granero una manada de puercos, que hay que adobar cada día, y lo peor es que no tan solamente se hartan, después de haber horadado una casa y cimientos, pero hurtan más que comen, porque no hacen sino echar viajes a sus cuevas, llevando los papos llenos, que, en una hora, despacio, echan cien viajes cada una, y no hay remedio 2286 para matarlas, porque gatos no les acometen.‖ 2280 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 211. CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―La religión de los tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 401-405; Mitología Tarasca, Óp. Cit., Pp. 86-87. 2282 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 238 y 240. 2283 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 447, 448, 492; DGLM, T. I, P. 399; T. II, P. 659. 2284 RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69v, P. 30. 2285 MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P, 202. 2286 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., P. 59. Igor Cerda menciona que en la actualidad esta situación persiste en la región: ―Este género de ardillas ha sido siempre un verdadero problema para los habitantes de esta región, pues los daños que señala la Relación los siguen haciendo en la actualidad. Además, es cierto que los gatos no las atacan, e incluso los perros son inútiles para acabar con estos animales que, cuando su número crece, se transforman en una auténtica plaga. Algunos de sus depredadores naturales en la región de Tiripetío son los gatos monteses que en la región se les conoce como ―onzas‖ y los tlacuaches.‖ Nota a pie, núm. 176, Ídem. 2281 523 La palabra tiuíme al parecer esta relaciona con la idea de cargar algo a cuestas; Francisco Hurtado Mendoza traduce la palabra timecha o thiuimecha de las voces Thiu-i o Thiuí-rani que significa ―Cargar a cuestas‖; Me, partícula que da la idea de moverse o caminar y Echa, señor, así el significado sería ―Los Señores que cargan caminando‖.2287 Pedro Márquez Joaquín por otro lado menciona que tiuime es ―el que carga las cosas‖, y tiuímencha, tiuníecha, tivímencha son ―cargadores‖.2288 Otro ejemplo con la raíz thiuí sería la traducción para ―Traer a cuestas. thiuiponi.‖2289 Un intento de traducción del nombre de esta planta podría ser ―ojo o vista del que carga‖, o tomando los elementos de la RM, ―ojo o vista del sacerdote que carga a los dioses‖, de la palabra tiuíme que ya mencionamos, y de ezqua, que Gilberti tradujo como ―Ojo con que vemos. ezqua‖ y ―Vista. exequa, ezqua‖.2290 Baptista de Lagunas mencionó la entrada ―Ezcani, mirar. Ezqua, los ojos, o la vista, o vna yerua que haze ver visiones‖; 2291 quizás sea la misma planta que se registró como thuimeezqua. Curiosamente Francisco Hernández de Toledo mencionó otra planta que servía para curar malestares de los ojos, que también incluye la idea de ―ardilla negra‖, aquí el nombre de la planta sí incluye como raíz el nombre de una variedad de ardilla, el cuinique: De la CUINIQUICUMANCHUQUA o sombra de ardilla negra. Es una hierba que echa raíz fibrosa, y de ella tallos delgados y rojizos ornados de hojas ralas, alargadas, angostas y opuestas. Es hierba insípida y de temperamento frío. El jugo de la raíz cura los ojos enfermos instilado en ellos. Nace en las regiones templadas de Tacámbaro y en lugares 2292 fríos de la provincia mechoacanense. Estas dos plantas están ampliamente relacionadas con el sentido de la vista, ya sea de forma simbólica para tener alucinaciones, o con verdaderas propiedades terapéuticas para curar los ojos. No deja de ser sintomático, que entre las arengas que se pronunciaban a los guerreros antes del combate, se elogiara la difícil labor y cansancio de los ojos de los espías: ―Mirá con cuánto dolor y trabajo han andado las espías quebrando el sueño de sus ojos y con el rucío por las piernas, por mirar y buscar las sendas por donde ha de ir nuestro dios Curícaberi a dar batalla a este pueblo.‖2293 Ya vimos como en la Relación Geográfica de Tiripetío se mencionó que las ardillas eran y son una plaga que horadaba las paredes de los graneros, los ensuciaba y robaba los granos almacenados; quizás este comportamiento furtivo y destructivo fue asociado a los espías que usaban alucinógenos para tener visiones y quizás como estimulantes, y los hechizos que hacían para debilitar al enemigo (recuérdese que los espías colocaban objetos para hechizar en las sementeras, en la casa del señor del pueblo o en el templo, sin ser vistos). Un elemento mencionado por Eduard Seler para relacionar a los tiuímencha con las ardillas negras, fue uno de sus atributos representados en una de las láminas de la RM: ―Los sacerdotes de esta clase tienen además, en la lámina XXX, un peinado especial. Con toda evidencia, arriba de las sienes traen cortado el pelo al rape, y 2287 Aunque también menciona la versión de ―El que carga la ardilla negra, divinidad de la guerra‖ de Thuíhme = ardilla negra‖. HURTADO MENDOZA, FRANCISCO. La religión prehispánica de los purhépechas. Un testimonio del pueblo tarasco, Óp. Cit., P. 108. 2288 MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 720. 2289 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 500. 2290 Ibíd., Pp. 519 y 624. 2291 BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., P. 288 [85 en la paginación original]. 2292 HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia de las plantas de Nueva España. México, Universidad Nacional Autónoma de México- Instituto de Biología- Imprenta Universitaria, 1942, T. II, Lib. IV, Cap. CLXXXVI, P. 655. 2293 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18, P. 197. 524 sobre la frente se dejan un mechón que termina en la punta: o sobre el cráneo rapado se pintan un mechón de esta forma. Puede ser que de ese modo se expresen ciertas peculiaridades del animal de aquel nombre.‖2294 Es probable que los tiuímencha fueran sacerdotes-guerreros y espías, primero, porque al llevar a los dioses a cuestas, seguían un plan cósmico, que se traducía en la formación del ejército en ir a la guerra; en segundo lugar, la posición que ocupaban los tiuímencha era en la primera línea de batalla, al lado de los quangáriecha, cargando a los dioses al el campo de batalla. La asociación de los tiuímencha con las ardillas negras en solamente conjetural, y probablemente los espías podían identificarse con otros tipos de animales. Algunas referencias parecen sugerir la creencia del nahualismo entre los tarascos. El nahualismo es la creencia indígena que proviene desde los tiempos prehispánicos y que aún está preste en la actualidad, en la que ciertos individuos poseen habilidades sobrenaturales para metamorfosearse en formas no humanas, para afectar a seres y objetos mediante acciones simbólicas. El nahual también es un tipo de alter ego, comúnmente un animal, que funge como protector de individuos o grupos de individuos y que comparten fuerzas anímicas; en algunos casos podía fungir como nombre. Para el caso tarasco, sólo hay algunos indicios que proporcionan las fuentes sobre que, a pesar de que no se registró un término para traducir ―nahual‖ al tarasco, existía la creencia de que individuos se podían transformar en animales, y que los animales eran guardianes de individuos, grupos humanos o lugares, sí son mencionados en las fuentes.2295 En un pasaje de la parte histórica de la RM, después de que Taríacuri derrotó un ejército enviado por sus enemigos de Curínguaro, se menciona que estos últimos estaban muy enojados y ―entonces enviaron espías diciendo que estaba en lugares muy fragosos; y vinieron las espías, y no podían llegar y tornáronse y contrahicieron los ádives y leones y lechuzas y otros pájaros llamados purúcuzi, Y venían ansí escuchando hasta el lado de las casas.‖ Líneas adelante se menciona que la Tía de Taríacuri supo cómo estaban siendo espiados y le dijo a su sobrino ―una cosa he sabido, que se dice, que los de Curínguaro nos han de destruir y dicen que han venido a poner espías y que se tornan leones y ádives, sabiendo en los lugares fragosos que estamos.‖2296 La RM también mencionó que el petámuti sermoneaba a los que tenían dos naturalezas de hombre, quizás haciendo referencia a los que se transformaban: ―vosotros que tenéis dos naturalezas de hombre, hechiceros y médicos; vosotros que vais a poner hechizos y los lleváis en la mano.‖2297 En la Relación Geográfica de Ajuchitlán se menciona que los 2294 SELER, EDUARD. ―Los antiguos habitantes de Michoacán [1905]‖, Óp. Cit., P. 211. Claudia Espejel también mencionó sobre los tiuímencha que ―a diferencia de los otros sacerdotes representados en la lámina, éstos tienen la cabeza semi rapada con un mechón de cabellos en la frente. Un grupo de hombres con el mismo corte de cabello aparece en la lámina 14 [XL] pero no llevan bultos a la espalda. A pesar de la importancia de estos sacerdotes tanto en las ceremonias previas a la guerra como en las guerras mismas no se les representa en ninguna de las láminas referentes a la guerra.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 258-259. Bernardino de Sahagún mencionó sobre los tarascos que ―el traje que ellos [los michoacaque] era que traían unas jaquetillas sin mangas, a manera de huipiles, con las cuales de continuo traían sus arcos y flechas y carcajes de saetas; su vestido era el pellejo de gatos monteses, o de tigre, o de león, o de venados o de ardillas, y por atavío o aderezo traían plumajes redondos a manera de aventadoricos [¿bieldo?], de pluma encarnada, metida en la guirnalda que trían en la cabeza, hecha de pellejo de ardilla.‖ SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. X, Cap. XXIX, P. 609. Cursivas nuestras. 2295 Para más detalles sobre el tema véase MARTÍNEZ, GONZÁLES, ROBERTO. ―Sobre la existencia de un nahualismo purépecha y la continuidad cultural en Mesoamérica‖, Óp. Cit., Pp. 212-261. 2296 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 97v-98, Pp. 86-87. 2297 RM, Tercera Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158. 525 guerreros se sumergían en los ríos y que se transformaban en tigres, leones, lagartos y culebras, además de que usaban hierbas con las que estaban ―elevados y atónitos‖: Los ritos eran tan diversos como las adoraciones, porq[ue] dicen [que] se sacaban sangre de todas las partes del cuerpo, hasta de la lengua. Horadábanse las orejas; echábanse en ríos hondos y estábanse allí metidos, y decían que de allí salían valientes, unos, hechos tigres, otros, leones y otros, lagartos, y, otros, culebras, y que, en efecto, se transformaban en estas figuras como en España las brujas. Tenían muchos y diversos ayunos: de a dos, y cuatro y seies y más días, hasta diez y doce, y q[ue], con unas yerbas q[ue] se ponían en la boca, 2298 estaban todo este tiempo elevados y como atónitos.‖ Los guerreros tarascos, y de otras partes del México antiguo, probablemente usaban diversos alucinógenos antes de entrar en combate. Contraria a la imagen idílica de los guerreros fanáticos, muchos combatientes reclutados por leva iban a la guerrera con temor, por lo que los alucinógenos pudieron haber provocado euforia, así como inhibición del dolor.2299 Otros rituales antes, durante y después al combate, y curación de heridas Sin duda la ceremonia de la guerra fue de los rituales ex profesos más importantes para obtener el favor de los dioses durante las guerras. Pero había otras acciones rituales que se efectuaban durante diversos momentos que duraban las campañas militares. La RM no proporciona muchos detalles, pero cuando llegaban los ejércitos a la capital tarasca para partir hacía las fronteras, se celebraban grandes fiestas con bailes y música, con todos los guerreros muy ataviados y con los dioses de los pueblos.2300 A inicios de 1530, Nuño de Guzmán fue recibido con fiestas en Tzintzuntzan, probablemente como parte de la inercia cultural, aún muy presente, de los rituales que se hacían para ir a conquistar pueblos: ―Y fué por sus jornadas hasta la cibdad de Uchichila [Tzintzuntzan], que es cabecera de la provincia é señorío de Mechuacan, y antes que llegase á esta dicha cibdad, salió D. Pedro, gobernador de la dicha provincia é señorío, con mucha gente de indios vestidos á manera de guerra, por le hacer todo servicio y placer; é asní con esta fiesta entró [Nuño de Guzmán] en la dicha cibdad…‖.2301 La RM menciona en varias ocasiones hacer vela en la casa de los sacerdotes, pero no queda claro en qué consistía. Se menciona que Ireti Ticátame, después de herir con una flecha a un venado en el monte Vrínguarapexo, ―como fuese de noche, ató unas matas por señal y ctornóse a su casa y fuésa a las casas de los papas a velar aquella 2298 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., 37. Corchetes y cursivas originales. 2299 De ejemplo véase el efecto de la siguiente planta descrita por Francisco Hernández: ―De la CUNGURICUA. Es planta voluble de ramas flexibles y en parte purpúreas, cilíndricas, lisas y delgadas, raíz gruesa, blanca, larga y cabelluda, hojas largas y angostas con muchas nervaduras, flores purpúreas y vainas cilíndricas, delgadas, de un palmo y cuatro onzas de largo, llenas de semilla blanca y redonda que machacada y tomada con agua dicen que produce odio de las cosas que antes eran muy queridas. La raíz carece de sabor notable, aunque tiene algún dulzor lo mismo que las vainas y las semillas. Parece ser de naturaleza fría o templada. Nace en los lugares cálidos más altos de la región mechoacanense, donde dicen que cura las úlceras cancerosas de las partes sexuales.‖ HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia de las plantas de Nueva España, Óp. Cit., T. III, Lib. VII, Cap. IX, P. 1007. Cursivas originales. 2300 RM, Tercera Parte, Caps. IV y V. 2301 ―Relación de la entrada de Nuño de Guzmán, que dió García del Pilar, su intérprete‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. 2ª edición facsimilar, México, Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 47), T. II, 1980, P. 248. 526 noche…‖.2302 También se menciona que el nuevo cazonci hacía vela en las casas de los sacerdotes antes de hacer la ceremonia de la guerra: ―Y a la noche iba a su vela a la casa de los papas de Curícaveri, y todos los caciques y señores, y hacían la cerimonia de la guerra echando encienso los sacerdotes a la media noche, con sus cirimonias. […] Y el sacerdote llamado hirípati entraba en la casa de vela a su oración con los olores, como se contó hablando de la guerra, y hacía su sermón sobre aquella leña, como su dios Curícaberi lo había así ordenado. Y entraba ansí mismo el cazonçi a su vela y hacían la cirimonia de la guerra y al tercero día mandaba que fuesen a la guerra…‖.2303 Se menciona que en esas velas se hacían oraciones, bailaban, oraban con esclavos, contaban la historia de los huesos [¿?] y otros rituales;2304 por ejemplo, antes de destruir al pueblo de Taríaran, los uacúsecha ―velaron con todos ellos en las casas de los papas una noche, y bailaron con ellos y a la media noche tañeron las trompetas para que decendiesen los dioses del cielo, y a la mañana, echaron su harina a los pies de los cúes. Y subieron a los cúes Hirepan y Tangáxoan y Hiquýngaje y los otros señores, todos compuestos.‖2305 Y capítulos antes, cuando Hiuacha, señor de Taríaran, mencionó que contaba los días con un calendario parecido a los del Centro de México, y que en lugar de capturar prisioneros para sacrificarm compraban esclavos, Hiripan y Tangáxoan le contestaron: ―Nosotros no peleamos contando desa manera los días, mas traemos leña para los cúes y el sacerdote llamado curí y el sacrificador, toman olores para la oración de los dioses. Dos noches estamos en nuestra vela para mirar cómo va la gente y para despedillos, y con esto peleamos".‖2306 Vemos que la expresión de pasar en vela estaba asociada a varios contextos rituales, uno de ellos era la guerra, aunque no queda claro cuál era el significado. En el sermón que dio el señor de Jacona durante la guerra de coronación de Tangáxoan II, recrimina que algunos guerreros no hicieron la vela en la casa de los sacerdotes: ―Mirá que no os halláis como de burla, si no cativáredes o matáredes los enemigos, no será sino por el olvido que tuvistes con las mujeres en vuestros pueblos, por los pecados que hecistes con ellas y por no entrar a la oración en la casa de los papas. Y no entrábades de voluntad para hacer penitencia y teníades en mucho juntaros con las mujeres. Mirá, no miréis atrás a vuestros pueblos. Mirá, no os volváis, que si os volviéredes o quebráredes esto que os han dicho, aparejaos a sufrir. No volváis la cabeza a vuestras mujeres con quien 2307 estáis casados ni a vuestros padres viejos.‖ En este contexto, hacer vela en la casa de los sacerdotes por parte de los guerreros era un acto de penitencia. Sin embargo, se está amonestando que algunos en lugar de hacer la vela, prefirieron pasar la noche con sus mujeres. La RM menciona que una de las obligaciones de los señores era obedecer al cazonci y entrar en la casa de los sacerdotes para velar.2308 Una explicación a esta contradicción sería similar a la de los matrimonios entre miembros de la clase dominante donde se menciona la presencia de sacerdotes, a diferencia de los matrimonios de la clase dominada. Los guerreros nobles estarían sujetos a una vigilancia más estrecha por parte de la casta sacerdotal para que se cumplieran las normas religiosas, mientras que había una despreocupación al cumplimiento de ritual por parte de la gente común. 2302 RM, Segunda Parte, Cap. II, ff. 64-64v. Pp. 19-20. RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 34v-35, Pp. 230-231. 2304 RM, ff. 96v, 136, Pp. 84 y 163. 2305 RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 130v, P. 152. 2306 RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 127v, P. 145. 2307 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18-18v. Pp. 197-198. 2308 RM, Tercera Parte, Cap. IX, 22v, P. 206. 2303 527 En el campamento, antes de entrar al combate, probablemente también se efectuaban bailes y se prendían hogueras de leña. En el discurso del Capitán general pronunciaba antes de entrar en combate que se consignó en la RM, se mencionan los dioses que habían de alimentarse en la batalla, y de las ceremonias previas, es decir de la ceremonia de la guerra efectuada en todos los pueblos: ―señores chichimecas del apellido de Enéani y Çacapu hireti y Vanácace que sois venidos aquí. Ya habemos traído a nuestro dios Curícaveri hasta aquí, puniéndole encima la leña y rama, que le habemos hecho su estrado de rama hasta aquí a este camino. Ya nuestro dios Curícaberi y Xarátanga han dado sentencia contra nuestros enemigos y aquí han venido los dioses llamados primogénitos y los dioses llamados Virábanecha. Cómo, chíchimecas ¿no os paresce que ha dado sentencia Curícaberi y los dioses? Pues que tantas ofrendas les dimos estando en los pueblos, y segud la leña que trujimos para los fogones y los olores que echaron en los fuegos los sacerdotes con que despidimos a los dioses que venían a la guerra? Aquí, pues, han de venir los dioses del cielo, donde está la traza del pueblo que habemos de conquistar. Aquí donde hay leña para los fuegos en cuatro partes, donde han de venir las águilas reales, que son los dioses mayores, y las otras águilas pequeñas que son los dioses menores, y los gavilanes y halcones y otras aves muy ligeras, de rapiña, 2309 llamadas tíntivápeme. Aquí nos favorescerán los dioses del cielo: esto es ansí.‖ En caso de que los enemigos fueran muy valientes y difíciles de conquistar, los guerreros se sacrificaban las orejas, como hicieron Hiripan y Tangáxoan contra Huaniqueo, al Oeste de la cuenca de Cuitzeo: ―Y los de Bániqueo eran valientes hombres y no los pudieron vencer y apartáronse a medio día. Y viendo esto Hiripan y Tangáxoan, sacrificáronse las orejas, y toda la gente, por podellos vencer. Y avergonzábanse unos a otros porque no eran más esforzados. Y comieron todos y tornaron a dalles combate y durmieron allí y tornaron a la mañana a pelear y entráronles a medio día.‖2310 Es interesante que en los vecinos pueblos de Cuiseo y Poncitlan, en la cuenca de Chapala y en la frontera tarasca, se mencionara que adoraban un ídolo en forma de culebra, ―y se agujereaban las orejas ante [é]l con una flecha, metiendo y sacándola de una parte a otra, y la sangre q[ue] salía dellas salpicaban con las ma[n]os encima, ofreciéndosela porque les diese vict[ori]a contra sus enemigos y, sobre todo, le pedían favor y ayuda en sus guerras.‖2311 En la misma región, hacia el oriente de Cuiseo-Poncitlan, se encontraba el señorío independiente de San Juan Cutzalán, que mantenía guerras con los tarascos, se mencionó que el dios patrono de este pueblo llamado Huitzilopoch o Itztlacateotl, ―dios escondido‖, ―…mandábales el demonio, que les hablaba en sus ídolos como en instrumento, que cada uno hiciese un pucherito ó búcaro pequeñito, y que rasgándose las orejas, echasen en él de cada una, una gota de sangre, y que cuando se bañasen, echasen en la laguna el pucherito ó búcaro con la sangre, persuadiéndolos con esto á creer que quedaban inmortales.‖2312 La RM menciona un ritual practicado por los tarascos durante el combate, pero por el contexto de ser una guerra pactada, probablemente sólo se ejecutaba en las guerras rituales; consistía en esparcir la sangre que rezumaba de las heridas de los guerreros para dar de comer a los dioses. Se menciona que cuando los curinguareños retaron a pelear a los uacúsechas de Pátzcuaro, después de haber realizado la ceremonia de la guerra 2309 RM, Tercera Pare, Cap. V, f. 17, P- 195. RM, Segunda Parte, Cap. XXIII, f. 131, P. 154. 2311 MEDINA, ANTONIO DE. ―Relación de Poncitlan y Cuiseo del Río‖ [9 de marzo de 1585], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 183. 2312 TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea…, Óp. Cit., Cap. LI, P. 143. 2310 528 ―…al tercero día señalado, fueron todos a un lugar llamado Atáquaho y los de Curínguaro vinieron también a aquel lugar y juntáronse unos con otros a medio día y empenzaron a pelear. Y unos se daban de pedradas, otros con terrones, ya los señores de los chichimecas tiraban flechas, porque la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos; y tenían lo por mal descalabrarse, y en descalabrándose alguno, alimpiábase con la mano la sangre porque no cayese [borrado] en el suelo y ruciábanla con los dedos hacia el cielo 2313 para dar de comer a los dioses.‖ Otro acto ritualizado era la captura de prisioneros durante el combate. Ya mencionamos que antes de atacar a los pueblos frontalmente, algunos guerreros hacían entradas furtivas en los pueblos para capturar a personas desprevenidas, en las cercanías de los pueblos o sus sementeras; sin embargo en las láminas de la RM se observa que también se capturaban prisioneros durante los combates. La forma más común de representar la captura de prisioneros, fue mediante un guerrero blandiendo un arma sujetando por los cabellos al enemigo derrotado; convención iconográfica extendida ampliamente en Mesoamérica y desde tiempos remotos.2314 En la lámina XV de la RM, observamos como Tangáxoan capturó al isleño Zapíuatame, desarmado, mientras bajó de la canoa, lo sujetó del cabello con la mano derecha, mientras blande una porra con la mano izquierda.2315 En la lámina XXXII encontramos una escena muy similar, un guerrero está sujetando de los cabellos a un individuo con la mano izquierda, mientras que con la derecha porta una porra con actitud amenazadora. En la lámina XXXIII vemos variantes de esta escena repetida hasta 6 ocasiones, algunos prisioneros parecen forcejear. En la lámina XLI podemos ver a 5 personajes maniatados y sentados en el suelo, 3 de ellos están siendo tomados de los cabellos por 3 sacerdotes curitiecha para llevarlos a sacrificar. Sin embargo esta no era la única forma de tratar a los prisioneros. En las láminas XXII y XXXIII vemos a varios individuos maniatados, atados por el cuello con largas sogas para trasportarlos; la RM menciona que cuando el bulto sagrado de Curícaueri fue robado por los de Naranjan y recuperado por Sicuírancha, éste ―abrió el arca y sacóle y dijo: "aquí está". Y llevaron una soga como sueltas, con que ataban los cativos para el sacrificio, y habían quitado de allí una argolla de oro y una soga como sueltas que le dieron en el cielo sus padres, y lleváronselo. Y dijo Sicuírancha: "llévenselo. ¿Para qué lo quieren?, ¿a quién han de dar de comer con ello?. Ellos lo trairán algún día".2316 Vemos que unos de los atributos que le dieron los dioses del cielo a Curícaueri, fue precisamente una soga para capturar enemigos. En otra parte de la RM, se menciona el uso de cañas para mover a los prisioneros, ya que cuando llevaban a los cautivos para ser sacrificados en Tzintzuntzan, ―a la entrada de la cibdad, donde había dos altares, 2313 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. En las guerras que tenían los habitantes de la Meseta tarasca por los lindes de las sementeras, se menciona que los señores de los pueblos ―cada día train difirencias y se quitan los términos y las sementeras y toman todos arcos y flechas y abajaban los dioses del cielo a comer sangre, y flechábanse…‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 113-113v, Pp. 117-118. 2314 TREJO, SILVIA. ―La imagen del guerrero victorioso en Mesoamérica‖, Óp. Cit., P. 233. 2315 Contraría a la visión idílica de que todos los capturados eran sacrificados obedeciendo la religión (por ejemplo el caso de Tamapucheca, hijo de Taríacuri), en este pasaje de la RM vemos como Zapíuatame fue perdonado, ya que era mensajero para que los isleños se sometieran a Taríacuri. El hecho de que le fue perdonada la vida molestó a Tangáxoan, que dijo le dijo a Hiripan: ―hermano, mira cómo se va aquel que yo tomé‖, es decir, los intereses políticos se sobrepusieron a los rituales religiosos. Pasajes más adelante, encontramos a Zapíuatame participando en la expansión uacúsecha en los territorios circunvecinos de la cuenca de Pátzcuaro. RM, Segunda Parte, Cap. XXII, f. 114, P. 119. 2316 RM, Segunda Parte, Cap. III, ff. 66v-67, Pp. 24-25. 529 donde ponían los dioses que traían de la guerra y halagaban los cativos estos sacerdotes, que venían atados en unas cañas en el pescuezo…‖.2317 La lámina XXXIII muestra otro tratamiento a los prisioneros, como ser jalados de las manos amarradas, o arrastrados por los pies. De hecho en está lámina está representada con mucho más detalle la violencia, que la narración del texto, pues si bien se menciona el sacomano, los sacrificios y la destrucción, la lámina muestra la extracción de los corazones humanos, los cadáveres ensangrentados de la gente, y la preparación de grandes ollas sobre fuego para la cocción de las víctimas, la RM dice al respecto: ―los viejos y viejas y los niños de cuna y los heridos, sacrificaban antes que se partiesen en los términos de sus enemigos, y cocían aquel[l]as carnes y comíanselas.‖2318 La antropofagia ha sido una práctica muy común en las sociedades preindustriales de todas partes del mundo, y en América y el México antiguo también se practicaba. Hernán Cortés mencionó que durante la conquista, los naturales de la tierra ―…comen todos carne humana‖,2319 y durante el sitio de México-Tenochtitlan reportó como tanto los mexicas y los indígenas aliados consumían carena humana de los guerreros caídos: ―Este día sintieron y mostraron mucho desmayo [los mexicas], especialmente viendo entrar por su ciudad, quemándola y destruyéndola y peleando con ellos, los de Tesuico, Calco y Suchimilco y los otumíes, y nombrándose cada uno de donde era; y por otra parte, los de Tascaltecal, que ellos y los otros les mostraban los de su ciudad hechos pedazos, diciéndoles que los habían de cenar aquella noche y almorzar otro día, como de hecho lo 2320 hacían.‖ Hernán Cortés también envió un alguacil a un pueblo de otomíes en la frontera con Matlatzinco donde había enfrentamientos, donde halló mucha gente de guerra ―…por el camino que llevaban en pos de ellos hallaban muchas cargas de maíz y de niños asados que traían para su provisión…‖.2321 Durante una celada que los aliados indígenas y los españoles hicieron en contra de los defensores mexicas de MéxicoTenochtitlan, donde cayeron 500 principales, Cortés mencionó que ―…aquella noche tuvieron bien que cenar nuestros amigos, porque todos los que se mataron, tomaron y llevaron hechos piezas para comer.‖2322 Y durante el camino en su expedición a Honduras ―Y ofrecióse que un español halló un indio de los que traía en su compañía, natural de estas partes de México, comiendo un pedazo de carne de un indio que mataron en aquel pueblo cuando entraron en él, y vínomelo a decir, y en presencia de aquel señor le hice 2323 quemar…‖. Nuño de Guzmán también reportó como los aliados indígenas realizaban sacrificios y practicaban antropofagia ritual. A las mujeres y niños del señorío de Cuinao ―…que serían hasta quinientas personas, hice recoger, porque los indios amigos no los sacrificasen como lo hacen…‖, más adelante mencionó como los indígenas aliados que supuestamente ya habían sido evangelizados, seguían haciendo sacrificios a 2317 RM, Tercera Parte, Cap. IV, ff. 15-15v, Pp. 191-192. RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19, P. 199. 2319 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], P. 88. 2320 Ibíd., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 140. 2321 Ibíd., P. 150. 2322 Ibíd., P. 154. 2323 Ibíd., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de 1526], P. 228. 2318 530 escondidas.2324 La RM menciona para el caso tarasco, que cuando los españoles conquistaron Colima con ayuda de los tarascos, ―los indios de Mechuacan iban a la guerra con sus dioses, vestidos como ellos solían en su tiempo, y sacrificaron muchos de aquellos indios y no les decían nada los españoles.‖2325 Varias fuentes mencionan que una de las ceremonias efectuadas por los guerreros del cazonci después del combate, era la antropofagia ritual. En la RM casi no se hace mención de estos rituales (salvo el citado pocas líneas arriba), y el del episodio de cómo Taríacuri mandó matar al sacerdote Nacá y se lo dio a comer a Zurumban, así había antropofagia ritual en contextos de paz, pero también se menciona al antropofagia después de la guerra. En las Relaciones Geográficas se menciona en más ocasiones la antropofagia ritual; en la Relación Geográfica de Chilchotla se mencionó que ―degollaban a los indios p[ar]a el sacrificio, y le sacaban el corazón, y lo ofrecían a los ídolos, y la sangre; y el cuerpo se lo comían. Y hablaban aquellos sacerdotes con el Diablo. Y [dicen] que la carnicería humana q[ue] allí se hacía se repartía en los hombres de guerra, y ellos la comían y hacían gran fiesta entre ellos. Y esto no se hacía, sino cuando ganaban alguna victoria de los enemigos, en señal de agradecimiento a sus falsos dioses.‖2326 De esta referencia cabe resaltar que la carne humana era consumida por los guerreros, y sólo cuando obtenían la victoria, y por ende la captura de prisioneros para el sacrificio. En la costa de Michoacán, los indígenas de Cuxumatlan mencionaron en la época prehispánica tenían guerra con que los epatecos, habitantes de Epatlán y ―que eran muy grandes comedores de carne humana, como los mismos tarascos.‖2327 En la región de Tamazula, cabecera de la región y sujeta al cazonci, se mencionan algunos ritos de antropofagia de sus habitantes, de filiación nahua. En Tuchpan ―tenían, por dios, a LOS CIELOS, y q[ue] había ocho cielos; y [dicen] q[ue] algunos se holgaban [de] q[ue] los matasen, y con las mejores vestiduras q[ue] tenían: decían q[ue] se querían ir al cielo a servir al Sol; y q[ue], después de muertos, los quitaban las ropas, y los desollaban y asaban y se los comían.‖ En el sujeto de Zapotlan tenían por dios una piedra ―y la sacrificaban algunos indios q[ue} tomaban en la guerra, y los abrían por el corazón y, con la sangre, untaban la piedra q[ue] tenían por dios. Y, hecho esto, los desollaban, y el cuero henchían de paja y bailaban alrededor dél, y comían la carne humana.‖ Mientras que en Tamazula, la cabecera, adoraban al demonio y ―los indios q[ue] tomaban en la guerra, los sacrificaban delante destos ídolos y los ofrecían la sangre, y, los cuerpos, comían y bailaban con ellos.‖2328 En la Relación Geográfica de Tuzantla, pueblo que estaba en la frontera occidental del Tzinzuntzan Irechequa, limítrofe con la Excan Tlatoloyan, se mencionó que cuando ajusticiaban a alguna persona por delitos, los sacrificaban enfrente de los ídolos de Curícaueri y Hurendequavecara ―y [de] estos que sacrificaban después de muertos, la carne dellos partían entre los más principales para su comida.‖ Sin embargo, también se mencionó 2324 ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 265 y 276. 2325 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 52v, Pp. 266. 2326 VILLELA, PEDRO DE. ―Relación del partido de Chilchotla‖ [15 de octubre de 1577], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 108. 2327 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 166. Cursivas originales. 2328 FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 386, 391-392 y 398. 531 que ―cuando en las guerras mataban [a] algún contrario, el cuerpo muerto y sangre se lo traían.‖2329 Se entiende que también los restos de los guerreros enemigos eran consumidos, lo que indicaría un tratamiento post mortem distinto para los guerreros propios, y los enemigos, en el campo de batalla. Para 1585, los indígenas aún tenían memoria de las fiestas, sacrificios y antropofagia ritual que se practicaba: ―Las fiestas eran matando muchos hombres y mugeres que, con gran crueldad, sacrificaban al demonio. Y estos eran de los que prendían en las guerras (que tenían de ordinario), o de los que castigaban: que por no labrar las tierras del rey, o por adúlteros, o otras cosas muy pequeñas, les condenaban a eso. Y después la fiesta era comérselos y emborracharse y cantar muchos cantares al dios que celebraban; teniendo casi de ordinario sus exortaciones de los sacerdotes suyos, de lo que debían honrar aquel dios, y lo que avía hecho por ellos. Y era muy ordinario el aparecérseles el demonio en varias figuras; particularmente cuando, después de aver sacrificádole, le cantaban los cantares que para eso tenía; y particularmente se aparecía a los sacerdotes mayores, mandándoles que hiciesen matar a 2330 muchos. Y de los que le vieron, ay vivos muchos el día de oy.‖ Las fuentes sobre los tarascos proporcionan poca información sobre el tratamiento que recibían los guerreros heridos en los combates. En la guerra ritual que tuvieron los curinguareños con uacúsecha, se menciona que los señores de los últimos, Pauácume II y Uápeani II, fueron heridos con flechas y llevados a cuestas a sus casas en Tarímichúndiro, barrio de Pátzcuaro. Líneas más adelante, Jerónimo de Alcalá menciona brevemente los ritos que hacían para curar a los guerreros heridos: ―Tenían por mal, cuando estaban heridos o flechados, dormir en sus casas los heridos por el peligro que era. Y estos heridos, con los señores, fuéronse a la casa dicha del águila y hiciéronles unos zarzos de cañas altos del suelo de una parte y de otra, dentro de la casa. Y estaban echados los heridos en ellos y estuvieron tres días en esta dícha casa. Y a la entrada de la puerta tomaban sahumerios con cañutos y sacaban aquellos sahumerios a los fogones, de una banda y de otra, que se encontraban unos con otros los que entraban y los que salían a 2331 echar los sahumerios en los fogones.‖ Se menciona además que en esa ocasión, los chichimecas estaban de un lado de la casa de las águilas, y del otro los isleños de Jarácuaro, velando por los heridos. Además de los actos rituales donde se quemaban substancias con la creencia de propiedades terapéuticas, también se usaba el conocimiento herbolario para curar las heridas de guerra.2332 La RM también dedicó un breve capítulo sobre el tratamiento de los guerreros caídos en combate, pero quedan muchas dudas sobre los rituales post mortem de los cuerpos. Dada la brevedad del capítulo titulado ―de los que murían en la guerra‖, lo citamos aquí in extenso: 2329 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 157. 2330 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)…‖ Óp. Cit., Pp. 495-496. 2331 RM, Segunda Parte, Cap. VIII, ff. 73v-74, Pp. 38-39. 2332 Una de las posibles plantas que se usaron, de acuerdo con las creencias terapéuticas que le eran atribuidas: ―De la QUARANQUEQUA Es una planta voluble que trepa a los árboles vecinos, de hojas delicadas y raíz insípida y sumamente glutinosa. Cura las articulaciones luxadas y suelda los huesos rotos. La raíz es blanca, las hojas, los tallos y las flores verdes. Nace en lugares cálidos, húmedos y acuosos de Mechoacan, entre aquellos árboles que algunos llaman plátanos y otros musas.‖ HERNÁNDEZ, FRANCISCO. Historia de las plantas de Nueva España, Óp. Cit., T. III, Lib. VII, Cap. XI, P. 1010. Cursivas originales. 532 ―Si acontecía morir algunos señores en la guerra, estaba muy triste el cazonçi y decía: "por esto mataron los dioses de los nuestros, por probarnos como mantinimientos". Y daba mantas a las mujeres de aquellos señores. Y sabiendo sus mujeres las muertes de sus maridos, mesábanse y daban gritos en sus casas y hacían unos bultos de mantas, con sus cabezas, y cubrían con mantas aquellos bultos y llevábanlos de noche y poníanlos en orden delante de los qúes, cabe los fogones, y tañían unas cornetas y caracoles. Poníanles [a] aquellos bultos sus arcos y flechas y sus guirnaldas de cuero y sus plumajes colorados en las cabezas y poníanles muchas ofrendas de pan e vino, y quemábanlos, que serían doscientos y más, sin los de la gente común, que hacían desta misma manera. Y tomaban las cenizas y poníanlas en unas ollas y poníanles sus arco y flechas, y enterraban aquellas ollas, y después juntábanse todos sus parientes del muerto, en su casa, y consolábanse y decían ansí: "como han quisido hacer los dioses, que ya murió y se desató allá, murió en la guerra, hermosa muerte es y de valentía es, ¿cómo nos dejó? ¿Cómo otra vez vendrá el pobre?". Decían a la mujer: "está y vive en esta casa algunos días y está viuda algunos días, mirando cómo va tu marido camino, y no te cases." Esto le dicían a la mujer para consolalla: "barre el patio porque no salga yerba; no tornes a desenterrar a tu marido con lo que dijeren de ti, si eres mala, porque era conoscido de todos tu marido y a ti te hacía 2333 conoscer; por él eres conoscida."‖ Antes de analizar la cita anterior, conviene mencionar que dicho capítulo de la RM está ilustrado con la lámina XXXIV, que está dividida en dos escenas distintas. Del lado derecho observamos como 18 guerreros se baten en combate, ofendiéndose con porras, arcos y flechas; varios de ellos están heridos con flechas incrustadas en el cuerpo, desangrándose, un guerrero se encuentra tendido en el suelo, mientras otros dos están siendo cargados a cuestas por los demás personajes. Del lado izquierdo de la lámina, vemos representada la descripción que se hace de los rituales mortuorios, mencionados en el capítulo de los que morían en la guerra. Se observan varias mujeres llorando y mesándose los cabellos, arriba de ellas están las ofrendas a los bultos en platones de color verde, amarillo y naranja; el texto menciona que ―hacían unos bultos de mantas, con sus cabezas‖, los rostros aparecen pintados de amarillo, blanco o azul, tienen las guirnaldas de cuero que sujetan plumas rojas, azules y verdes; los bultos parecen estar en desniveles cubiertos con matas de color naranja, amarilla y azul. Arriba de estos elementos, se encuentra representada una troje, sin duda es la casa del templo. Después de hacer poner las ofrendas, los bultos mortuorios eran incinerados, y las cenizas se colocaban en ollas. Se mencionan dos datos importantes, que en esa ceremonia particular los señores nobles muertos fueron más de 200 o más, y que los guerreros purépecha o de gente la gente común recibían el mismo tratamiento mortuorio, pero aparte de los nobles, probablemente los atavíos y las armas eran diferentes, y quizás los ritos se hacían en los altares de los barrios. Sin embargo, en el Michoacán prehispánico, existieron muchos ritos mortuorios, pero la RM menciona que estos eran los rituales dedicados a los caídos en batalla. Ritual de poner flechas para apropiarse del territorio Otro de los rituales bélicos tarascos del que contamos con más información, era el acto de colocar flechas en ciertos lugares que podían fungir como delimitantes del paisaje, los llamados ―términos‖, y como acto simbólico de apropiación del territorio y conquista. Lo interesante de este ritual, es que si bien en la RM y sus láminas se hicieron algunas referencias, es en los documentos coloniales donde abundan los ejemplos, por ejemplo en los tardíos títulos primordiales, y algunos documentos pictográficos, donde se narraba cómo los poblados indígenas recibieron sus tierras supuestamente en la época prehispánica, por la autoridad del cazonci o el cacique. En 2333 RM, Tercera Parte, Cap. VII. 533 estas historias de legitimación, los personajes de autoridad prehispánicos hacían uso del arco y la flecha para delimitar las tierras y repartirlas. Debe recordarse que éste armamento estuvo asociado al estatus de señor dentro la clase dominante tarasca, y la RM sugiere que las flechas, elaboradas de materiales que conferían diferentes colores, contenían fuerzas anímicas de deidades. Quizás el hecho de poner sobre el paisaje flechas sagradas, tenía por significado que una deidad se estaba apropiando de un territorio; recuérdese que una de las representaciones materiales de Curícaueri era un núcleo de obsidiana, y los señores hacían flechas con puntas del mismo material durante las ceremonias. Uno de los pasajes donde se menciona con más detalle el acto de colocar flechas, mencionadas explícitamente como ―señal de guerra‖, es cuando un joven guerrero Taríacuri puso en práctica las enseñanzas de los sacerdotes tutores Chupitan, Nuríuan y Tétaco: ―Y los viejos trabajaron tanto en lo que le decían, que oyó lo que le decían y empenzó a traer leña y rama para los cúes y llevábala a los patios de los cúes. Y llegó a este lugar de Pázquaro y allí traía leña, y su casa tenía en un barrio del dicho pueblo llamado Tarímichúndiro. Y vínose allí donde se llama Pázquaro y traía leña a un cu llamado Zirípemeo y a Quaraco hoato, y llevaba a otro lugar llamado Yóngoan. Y punía la leña y rama allí con los suyos y ponía encima una flecha, que era señal de guerra. Y llevaba también de la otra banda a un lugar llamado Huríquamácurio y puniéndola allí, ponían encima una flecha; y en otro lugar llamado Yauáticuiro, y allí puso otra flecha encima la leña. Y andaba desta manera poniendo flechas en los términos de sus enemigos. También llevó leña a otro lugar llamado Vanita ychácuriyo y a otro llamado Çacapo hacúrucu y a Xangua hurépangayo y a Caménbaro. Y ansí andaba cercando los térmiminos, poniendo flechas en los lugares que llevaba leña y rama. Llevó así mesmo a otro lugar llamado Xarámuto y así llegó cabe la la[gu]na, a un lugar llamado Aterio, en los términos de los isleños. Y estaban los isleños poblados en un lugar llamado Tupúparanchuen sin temor de ninguna cosa por toda la ribera, y tenían sus redes a secar puestas en unos palos cabe la ribera, y tenían su pescado por allí a secar. Y hizo en aquel lugar un gran fuego Taríacuri y alzóse un gran humo a la ribera de Haterio, y viendo la gente estas ahumadas y fuego, fuéronse todos huyendo para poner en cobro sus haciendas. […] Y fué Taríacuri a Zirimbo 2334 y allí sacó también fuego de un estrumento y hizo ahumadas.‖ Parte de este ritual de colocar flechas y hacer hogueras por parte de Taríacuri para cercar Jarácuaro, está representado en la lámina IV de la RM, donde está pintada una hoguera y una flecha clavada en el suelo al lado del fuego. En el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, también está presente la convención iconográfica de representar la apropiación del territorio por una flecha clavada en el suelo. En este caso, en uno de los cuadrantes del escudo, se dibujó un templo prehispánico y dos trojes sobre una isla, dos peces nadan en el agua. El templo está ardiendo en llamas, y sobre el tejado del templo, esta calvada una flecha. Al parecer este cuadrante está haciendo referencia precisamente a la conquista de Jarácuaro.2335 2334 RM, Segunda Parte, Cap. XI, ff. 78-78v, Pp. 47-48. Véase Apéndice D. En una primera lectura iconográfica, Roskamp mencionó que sobre este cuadrante que ―está pintado un lago en que se encuentran dos pescados grandes y una isla con tres estructuras arquitectónicas, dos de las cuales pueden ser identificadas como casas y una como pirámide con un templo de donde sale humo. Podría tratarse de una clara referencia al culto religioso que fue dirigido por los uacúsecha, quienes entre sus principales obligaciones tenían la de traer leña para los templos.‖ ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., P. 245. En un trabajo posterior, mencionó los mismos elementos iconográficos, pero con una lectura diferente: ―Esta escena podría referirse a las conquistas de os primeros uacúsecha en las islas del lago, es decir, al dominio de Tzintzuntzan sobre la región.‖ ROSKAMP, HANS. ―Los títulos primordiales de Carapan: legitimación e historiografía en una comunidad indígena de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 323. 2335 534 Líneas arriba mencionamos que las fuentes no mencionan si la ceremonia de la guerra era practicada por los grupos prototarascos o sólo por los chichimeca-uacúsecha; para el caso de las señales de guerra, sí se mencionaron diferencias. Mientras los chichimeca-uacúsecha usaban flechas clavadas en el suelo como señal de guerra, la parte histórica de la RM mencionó que cuando los habitantes de Naranjan y Cumanchen atacaron a Ireti Ticatáme en Zicháxuquaro, ―pusieron allí una señal de guerra: un madero todo emplumado, para que la viesen los de Ticátame y saliesen a pelear.‖2336 En el relato queda implícito que a pesar de la variedad de señales de guerra, éstas podían ser leídas por los diferentes grupos étnicos a pesar de las variaciones culturales. En uno de los pasajes de la parte histórica de la RM, se mencionó como Taríacuri estableció que sus sobrinos Tangáxoan, Hiripan y su hijo Hiquíngaje, serían señores y tendrían como residencia los asentamientos de Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro; para darles la noticia, efectuó un especie de ritual donde elaboró tres montones de tierra, y encima de cada uno puso una piedra y una flecha: ―Y luego, en rompiendo el alba, antes que heciese claro, subió a un montecillo Taríacuri, llamado Thiapu, y escombró allí aquel lugar un pedazo y juntó tres montones de tierra y puso encima de cada uno una piedra e una flecha y des vióse y apartóse un poquito del camino y estaba echado allí. Y sobieron sus sobrinos a aquel montecillo y encumbraron y llegaron donde estaban los montones de tierra y viéndolos dijeron: "¿qué cosa es ésta? ¿Quién limpió y escombró este lugar?". Y dijeron: "no sabemos quién hizo esto, y esta tierra ¿quién la juntó aquí? Cómo, ¿no la debía de ayuntar nuestro tío?". Dijeron: "si, mas, ¿para qué puso aquí esta tierra?". Y fingiendo Taríacuri que encumbraba el montecillo, llegó a ellos y díjoles: "pues, ¿qué hay, hijos? ¿Qué habéis hecho aquí? ¿Para qué posistes aquí estos montones de tierra?". Dijeron ellos: "padre, no los posimos nosotros; cómo, ¿no los posiste tú?". Díjoles Taríacuri: "sí, hijos, discretos fuistes en no deshacellos. Oídme, hijos: mira, Hirepan, ansí ha de haber tres señores. Tú estarás en este montón que está en medio, ques el pueblo de Cuyacan; y tú Tangáxoan estarás en este montón, que es el pueblo de Mychuacan; y tú Hiquíngaje estarás en este, que es el pueblo de Pázquaro. Así 2337 serán tres señores".‖ Este pasaje también está ilustrado en la lámina XXII, donde están representados los tres montones de tierra, con un objeto esférico en la cima de cada uno, que puede representar la piedra mencionada en el texto. Después de este episodio, es cuando los uacúsecha conquistaron Taríaran y Curínguaro, con lo que inició la expansión del triunvirato. En un testimonio de 1593, en un pleito de tierras en Patuan, al sur de Ziracuaretiro, un indígena tarasco llamado Pedro Congori, ―que no supo su edad más // de que cuando vinieron los españoles a esta // tierra era mancebo y tendrá ochenta años // poco más o menos‖, le fue preguntado sobre unas tierras que usufructuaban unos terrazgueros que habían pertenecido al cazonci Francisco Tangáxoan y sus descendientes, y que los terrazgueros no tenían derechos sobre ellas, a lo que contestó: ―…sabe este testigo que antes que fuese Tangajuan // ni los sucesores que aquí a referido sus // bisabuelos de estos enviaron un capitán // al dicho lugar de Patuan y todo aquel // llano situó y aplico para los reyes sucesores // de esta provincia y en señal de posesión // sembró flechas por las dichas tierras // y esto sabe por los caracteres y antigüedades // de la sucesión de esta tierra que le declararon // los viejos y padres y abuelos de este testigo y otros // ancianos y siendo esto ansi es cosa muy cierta que // no tienen allí cosa alguna los 2338 dichos maceguales…‖ 2336 RM, Segunda Parte, Cap. III, f. 66, P. 23. RM, Segunda Parte, Cap. XXX, ff. 129-129v, Pp. 149-150 2338 ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, AHCP, Caja 5, Exp. 24, 1592, ff. 156v-157. Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por habernos facilitado éste documento. 2337 535 Este testimonio muestra como a pesar del tiempo, aun se mantenía en la memoria colectiva la conquista del territorio por parte de los antepasados del cazonci, y como al apropiarse del territorio, se hicieron rituales de colocar flechas en las tierras, memoria que quedaría plasmada en muchos títulos de tierras a finales del siglo XVII, de los cuales hablaremos más adelante. En la RM se menciona otro pasaje en el cual la flecha fue usada por Zuangua frente a unos embajadores mexicas: ―Y asentáronse los mexicanos y el cazonçi hizo llamar un intérpetre de la lengua de México llamade Nuritan, que era su navatlato intérpetre, y díjole el cazonçi: "oye, ¿qués lo que dicen estos mexicanos?, ¿a ver qué quieren?, pues que han venido aquí". Y el cazonçi estaba compuesto [ataviado] y tenía una flecha en la mano, que estaba dando con ella en el suelo. Y los mexicanos dijeron: "el señor de México llamado Montezuma nos envía, y 2339 otros señores, y dijéronos: id a nuestro hermano el cazonçi…‖. Este pasaje también está ilustrado en la lámina XLIII, Zuangua está representado sentado en un asiento usado por los señores, atrás de él hay un arco con flecha, está vestido con una manta, guirnalda de trébol y tranzado de señor en la cabeza, en la mano derecha sostiene una flecha apuntando al suelo, enfrente de él están los presentes y embajadores mexicas. El mensaje dado por Zuangua a los embajadores de sus principales enemigos, demostrar su poder y que la tierra donde estaban era posesión del dios Curícaueri y el que estaba en su lugar en la tierra, el cazonci. Es común encontrar referencias al ritual de poner flechas para la posesión y establecimiento de términos en los títulos primordiales. En el ―Título del pueblo de Tócuaro‖, un tal ―Rey TziUangua‖ delimitó las tierras de Tócuaro. Supuestamente después de haber visitado Guayángareo, Capula y Cutzaro ―de allí y fué al pueblo de Janicho y alli puso tres zzacas y clavó dos flechas y salto sobre una losa y dejó alli señalados los píes y no vido ninguno el paso, y de alli columbró á Jarácuaro el Rey Dn. Anonio TziUangua el valiente dueño de este pueblo y tierra y desde el edificio tiró una flecha y fué á dar al puesto de Ahinga entrecuaro, señalando asi sus tierras, tiró otra flecha al puesto donde dejó señalados los pies en la, tiro otra flecha hacia el puesto de Napijo donde está un cerrillo y abajo una piedra grande la cual tiene por señal una flecha, y tiró otra fué á dar al pie de un cerrillo un monton de piedras todas estas tierras se separó el TziUangua y por eso hiso este escrito que sirva ele titulo…‖.2340 Información similar podemos encontrar en los ―Títulos primordiales de Jarácuaro‖, que parece una reinterpretación del documento anterior, ahí se mencionó como el ―Rey Zivuangua‖ o ―Dn. Antonio Siguangua, dueño y rey de Xarácuaro, tiró de allí una flecha que fue al puesto que llaman Tinguindícuaro, separándose las tierras; luego tiró otra flecha a donde había señalado los pies; luego tiró otra al cerrito de Napízaro, en cuya falda está una piedra y en ella una flecha pintada; luego otra flecha donde están como amontonadas unas piedras [¿yácata?].‖2341 En ambos documentos se hace la misma acción hacía los puntos cardinales, pero en diferentes lugares. Un análisis comparativo de estas dos fuentes, puede dar luz sobre las tradiciones historiografías indígenas michoacanas. En los documentos pictográficos indígenas michoacanos, también está presente la convención de representar la apropiación y delimitación del territorio, por medio de 2339 RM, Tercera Parte, Cap. XX, f. 39v, P. 240. LEÓN, NICOLÁS. ―Los Tarascos. Notas históricas, étnicas y antropológicas. Tercera parte. Etnografía pos-cortesiana y actual‖, Óp. Cit., P. 409. 2341 GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], Óp. Cit., P. 31. Corchetes nuestros. 2340 536 flechas clavadas es en el suelo. En el Lienzo de Nahuatzen, están representados personajes de elite delimitando con flechas los términos del poblado.2342 En el Códice Cuara, una foja donde se representa un sembradío, está pintada una flecha.2343 Pero es en el corpus documental conocido como Los títulos de Carapan, tanto en los documentos escritos en caracteres latinos y pictográficos, hay constantes referencias al ritual de clavar flechas en el suelo. El Códice Plancarte, que hace referencia a episodios históricos de forma desordenada, mencionó que en el tiempo de la conquista ―en aquel tiempo escondieron y taparon los naturales del pueblo de tzíntzuntzan un ojo de agua que llamaban Hucumuo y otros muchos ojos de agua daban todos fuertemente con flechas…‖.2344 Más adelante se menciona que el fundador del linaje uacúsecha, Vacusticatame, fue a ―…Tzintzontza y estado en la cumbre del monte de ucumo clavó cinco flechas […] Y mandó que ya llegó el gobierno de esta ley y mando juntasen todos los naturales varones de todos los lugares. Juntaronse todos los naturales de su gobierno notificóles que habia registrado todos los puestos y lugares de su gobierno señalando tierras buenas ojos de agua para si y en todos los montes y cerritos puso una flecha para que le reconozcan por rey y le den vasallage volvióse á Tzintzuntzan otra vez puso una flecha delante de todos sus 2345 vasallos clavada en el suelo la que se convirtió en agua.‖ Líneas abajo se dio un dato muy interesante que podrían ser reminiscencias de la memoria del pasado prehispánico, ya que Vacusticatame ―Mandó á los carga carcajes haciéndolos jueses de todos los terrasgueros para que ninguno de ellos se alse en decir estas tierras son mias ni cultivar tierras que no son suyas señaladas si alguno adelantamiento de cultivar tierras que no son suyas tenga pena de la vida y le quiten la cabeza y sea puesta encima de una mojonera de las dichas tierras que cultivaba no siendo suyas y el cuerpo sea llevado á Tzintzuntzan ofrendar á los ídolos y esta facultad les 2346 dio á los carga flechas.‖ Precisamente los personajes mencionados y representados en los documentos pictográficos, portan el armamento asociado al estatus de señor, arco, flechas y carcaj, y atavíos de la clase dominante, como bezotes o penachos; el hecho de que se mencione que fueron mandados desde Tzintzuntzan por jueces los ―carga carcajes‖ o ―carga flechas‖, puede entenderse que fueron funcionarios del Estado tarasco encargados de administrar el cultivo y producción de tierras, y vigilar que las mojoneras de las parcelas y pueblos fueran respetadas. Sí era necesario resolver un problema de términos, tenían la autoridad y las herramientas (arcos y flechas) necesarias para hacerlo. En otro documento escrito en caracteres latinos en lengua tarasca, que está relacionado con el corpus de Los títulos de Carapan, se menciona que el yrecha uacus (rey Uacus) ―haca ma yiacata cahmahatsidi ma pihtaqua angaqutani‖, traducido como ―está una yácata y 2342 ROSKAMP, HANS. ―El Lienzo de Nahuatzen: origen y territorio de una comunidad de la Sierra tarasca, Michoacán‖, Óp. Cit., Pp. 301, 302 y 307. 2343 Codex cuara, [16--?]. Garrett Mesoamerican Manuscripts, no. 14, Manuscripts Division, Dept. of Rare Books and Special Collections, Princeton University Library., en: http://arks.princeton.edu/ark:/88435/bz60cx55h (Consultado 23 de agosto de 2018), f. 6. 2344 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 238. 2345 Ibíd., P. 240, en la misma página se encuentran otras referencias a flechas clavadas en la tierra y convertidas en ojos de agua. 2346 Ibíd., P. 241. 537 allí puso una flecha clavada…‖,2347 con el mismo sentido de apropiarse y delimitar tierras. En todos los documentos pictográficos que conforman el corpus de Los títulos de Carapan, se representan flechas como convención iconográfica para transmitir la idea de posesión de tierras. En el Códice de Carapan, dos flechas están clavadas en una parcela, de la misma forma, dos flechas están clavadas en el nacimiento de un ojo de agua. En la Genealogía de los caciques de Carapan, en frente o dentro de una yácata está clavada una flecha, sobre una plataforma ajedrezada. Otras dos flechas en el centro de la imagen, apuntan hacía el suelo. En el Lienzo de Carapan, varios personajes uacúsecha asociados a la fundación de Carapan, están representados al pie de ojos de agua, uno de ellos aparece clavando una flecha en el manantial. Está misma escena fue reproducida en el Lienzo de Pátzcuaro, donde el personaje Irecha Halame, ataviado con una guirnalda de trébol y el cabello trenzado, carcaj en la espalda, un jubón o manta de señor, y calzado, está clavando una flecha en unos manantiales, otros rostros son glosas nos indican que se trata de Irecha Vacusticatame, Irecha pauacupe e Irecha Calapu; en el mismo lienzo, aparecen varios topónimos dentro de rectángulos, sobre los cuales se colocaron flechas a modo de estar clavadas en el suelo. Las acciones de clavar flechas en los lugares como posesión y delimitación, y así como de clavar flechas en los ojos de agua, son mencionadas varias veces en el Códice Plancarte.2348 En la fachada del convento agustino de Yuriria está representados dos arqueros indígenas, quizás su presencia sea una reminiscencia de las creencias indígenas tarascas de tomar posesión de un territorio mediante el arco y la flecha.2349 2347 ROSKAMP, HANS; LUCAS, BENJAMÍN. ―Uacús Thicátame y la fundación de Carapan: Nuevo documento en lengua p‘urhépecha‖, Óp. Cit., P. 162. 2348 ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan, Óp. Cit., Pp. 283-284, para las imágenes Pp. 373-424. 2349 Véase Apéndice F, figura 3. 538 31. EL EXPANSIONISMO DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA Y LAS GUERRAS TARASCO-MEXICAS ―Grande era el valor tarasco, pues cuando todos los reyes de este occidente le bajaban la rodilla al emperador mexicano, sólo el tarasco se mantuvo en pie y constante, con tanta maña, que cuando no podía resistirle por la multitud de soldados, que contra él enviaba el mexicano, se valía de ardides, y trazas con qué resistirle; varias veces lo hizo el tarasco, fingiendo huídas y retiradas, para valerse de las emboscadas y tan desolado quedó el mexicano, que no sólo lo venció el tarasco, pero pasó a aprenhenderle su ejército; no dándole lugar a la retirada, quedaron presos matlaltzingos, tecos y mexicanos, y con astucia el tarasco los dejó en su reino para servirse de ellos en los oficios, o para reservadas víctimas, paras las aras; a los matlatlzingos los puso entre Tiripitío e Indaparapeo y otros envió a San Juan Huetamo, pueblo de Cutzio; de los tecas puso en Pátzcuaro y Tangamandapeo, y de mexicanos pobló la provincia de Zacatula; así tuvieron los lacedemonios, a los clotas, los tesalos, a los penitas, y los nuestros españoles a los africanos‖ 2350 Mathías de Escobar, Americana Thebaida. Vitas patrum…, Cap. II, 1729 Mientras el linaje chichimeca-uacúsecha se asentaba en la cuenca de Pátzcuaro, y en vida de Taríacuri se efectuaron alianzas matrimoniales y guerras que asentarían las bases del futuro triunvirato integrado por Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, y la posterior centralización del poder en la primera ciudad, que daría lugar a la conformación del Tzintzuntzan Irechequa; aproximadamente a 260 km. al Este del lago de Pátzcuaro otro pueblo, los mexicas que también se reivindicaba como de origen norteño, se asentó en la cuenca de Texcoco en un islote, donde edificaron su ciudad de México-Tenochtitlan. Los mexicas igualmente efectuaron alianzas matrimoniales y guerras con lo que lograron consolidarse como el pueblo dominante en el Valle de México; después se pactó la Triple Alianza o Excan Tlatoloyan con los asentamientos de Tenochtitlan-Texcoco-Tlacopan, gracias a esto lograron expandir su dominio y apropiarse del plusproducto de vastas regiones de Mesoamérica durante las siguientes décadas. Hacía el año 1450, cuando el Tzintzuntzan Irechequa y la Excan Tlatoloyan consolidaron su poder a nivel regional, ambas entidades políticas iniciaron la expansión hacía los cuatro puntos cardinales, por lo que el territorio montañoso con valles intercalados entre ambas cuencas se convertiría en el escenario de batalla, erigiéndose una frontera de aproximadamente 240 km. de Norte a Sur, donde los tarascos con su dios patrono Curícaueri, y mexicas con su dios patrono Zinzuviquixo (Huitzilopochtli), junto a los pueblos que quedaron en medio subyugados a alguno de los dos primeros, chichimecas, otomíes, mazahuas, matlatzincas, cuitlatecos, chontales, chumbias, tolimecas y pantecas, mantendrían un estado permanente de guerra, y que sólo serían interrumpido con la conquista de Mesoamérica por parte de los españoles. Las fuentes indígenas tarascas apenas hacen referencias a estas guerras, donde si bien se mencionan batallas de importancia contra los mexicas y sus vasallos, no fue intención de sus autores o informantes enaltecer un pasado bélico contra sus otrora enemigos mexicas. En la relación de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari, ya se estaba haciendo hincapié el poderío militar tarasco, sus guerras de conquista, y que nunca fueron derrotados por los mexicas. En las Relaciones Geográficas de 1580, los 2350 ESCOBAR, MATHÍAS DE. Americana Thebaida…, Óp. Cit., Cap. II, Pp. 48-49. 539 informantes indígenas michoacanos aún tenían memoria de las guerras contra uno de los tlatoani más recordados, Moctezuma II. Sin embargo, fueron los cronistas religiosos quienes en sus obras hablaron de las guerras que los tarascos y otros pueblos indígenas de Michoacán mantuvieron contra los mexicas, pero ya sólo como parte de un pasado pagano e idolátrico erradicado por el cristianismo, pero a fin de cuentas glorioso. Del otro lado de la frontera, los pueblos del Centro de México sí registraron abundantemente sus guerras de conquista, y mencionaron las guerras entre los tarascos y mexicas. Gracias a estas fuentes tenemos datos para conocer cuáles fueron las diversas etapas de lucha que mantuvieron las dos potencias mesoamericanas al final de la historia de la súper-área cultural.2351 Antecedentes de las guerras tarasco-mexicas Antes de que ambos Estados militaristas entraran en conflicto directo, tuvieron que subyugar a los diversos señoríos que habitaban las cadenas montañosas y valles que se encontraban entre ambas cuencas lacustres. Durante vida de Taríacuri, y antes de la conformación del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, los pueblos prototarascos ya habían iniciado campañas militares para conquistar los territorios al Este de la cuenca de Pátzcuaro. Cuando Taríacuri les dijo a sus sobrinos e hijo como ellos serían señores, les contó la historia de Chapá, un hijo de Chánshori señor de Curínguaro y una esclava, que por ser hijo de una esclava, no lo obedecían. Por esta razón, Taríacuri le dio un pedazo de Curícaueri (un núcleo de obsidiana), para que conquistara en nombre de la deidad y diera víctimas para sacrificar a Taríacuri. Chapá conquistó Tétepo, Arángnario y Tiripetío, donde capturaron a muchas personas. Sabiendo de estas conquistas, los señores de Curínguaro le dieron por mujer a una señora, por lo que cada vez que conquistaba algún lugar, enviaba más cautivos de guerra a Curínguaro que a Pátzcuaro, y temiendo la ira de Taríacuri, se fue a un monte llamado Terecha hoato, de ahí conquisto los pueblos de Xénguaro (Capula), Hucáriquareo (cerca de Morelia), Vayángareo (Guyangareo, hoy Morelia), Hetóquaro (Tarímbaro) dónde ―conquistó un pedazo de los otomíes que moraban por allí‖, y que convirtió en su asiento, y finalmente conquisto Araró. Como puede observarse, las conquistas de Chapá fueron muy importantes, y Taríacuri les dijo a sus sobrinos ―y como estuviese con él Curícaueri, ya yo, hijos, estaba arrepiso diciendo que no quisiera haber dado parte de Curícaueri, diciendo: ¿cómo ha de ser rey Chapá? Que ya le conoscen los dioses del cielo y los dioses de las cuatro partes del mundo. Y yo ya pensé que aquel habia de ser rey y por eso me había arrepentido. Ya, hijos, es muerto Chapá y dejó los hijos siguientes: Hucaco, Hózeti, Vacúsquazita, Quanírescu, Quatá maripe, Xarácato. Todo estos son ahora y traen contiendas entre sí sobre el señorío…‖, por lo que esta unidad política se desintegró, pero dejó el antecedente que estos pueblos ya habían sido conquistados por Curícaueri.2352 La RM mencionó que el reinado de Chapá ocurrió antes de que Tangáxoan e Hiripan fueran encontrados por Taríacuri; Claudia Espejel propone que esto ocurrió ca. 1400 o un poco antes.2353 Durante las conquistas del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, ca. 1420-1450, se conquistaron algunos de los pueblos que serían parte de la frontera con los mexicas.2354 2351 Véase Apéndice H. RM, Segunda Parte, Cap. XXII, ff. 109v-110, Pp. 110-111. Véase el Apéndice A, mapa I. 2353 Véase la línea del tiempo en ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, tabla 4 entre Pp. 112-113. 2354 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, ff. 132v-133, Pp. 156-157. 2352 540 En la cuenca de México también se gestaron movimientos que lograron ejercer influencia hacía el Oeste. La unidad política más importante de la cuenca de México antes de la supremacía mexica fue el llamado ―Imperio tepaneca‖ (1375-1428), con capital en Azcapotzalco. Esta unidad política logró imponer su dominio sobre muchos pueblos o altépetl mediante alianzas y guerras alrededor de la cuenca de México. Entre los pueblos que logró ejercer influencia hacía el Oeste fueron Xilotepec, Xiquipilco, Ixtlahuaca, Xocotilan, Atlacomulco y Toluca, en el valle de Matlatzinco. En 1428, los tenochcas al mando de Itzcóatl y Moctezuma Ilhuicamina, iniciaron una rebelión para quitarse el yugo impuesto por Azcapotzalco, asesinando a Chimalpopoca de la dinastía tepaneca. Como tlatoani de Tenochtitlán, subió al trono Itzcóatl, quien empezó rápidamente a imponer su influencia sobre los antiguos pueblos subyugados a los tepanecas, aprovechando la estructura de dominación anterior, y conquistando los pueblos; hacía el sureste conquistaron Apaxtla, Cuetzalan, Iguala, Tepecoacuilco y Tetela, en el Estado de Guerrero.2355 Hacía el 1450, Tzitzíspandácuare centralizó el poder en Tzintzuntzan, por lo que se inició una nueva fase de expansión territorial, que llevaría a los tarascos conquistar Zacatula y Colima. Además la RM hace alusión brevemente los movimientos de tropas tarascas hacía el Este: ―Zizíspandáquare hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en dos veces, diez e seis mil hombres. Otras veces traía cativos.‖2356 Las fuentes del Centro de México testimonian que los tarascos intentaron imponer su dominio sobre los pueblos otomíes, matlatzincas y mazahuas del valle de Toluca antes de que cayeran en la órbita de control mexica, mediante batallas de gran magnitud, pero también mediante alianzas, que ayudaron a reforzar la presencia tarasca al oriente de su territorio. Cuando un señor de Toluca le pidió ayuda a Axayácatl contra el señor de Matlatzinco, Tlacaélel le dijo al primero: ―Hijo, no te alborotes; has de saber que antes de ahora fui de parecer, en tiempo de mi Hermano Motecuhzoma [reinó entre 1440-1469], de que se sujetase esa provincia por guerra, temiendo que no se hiciese (una) con los de Mechoacan y nos diese algún sobresalto y sinsabor algún día.‖2357 El Códice de Huichapan, códice de producción otomí, registra los movimientos de población producto de las luchas internas y de la presión producto de la expansión mexica hacía la región: ―1436 años 9 pedernal: Aquí fue destruido Vara de Chile. Y el fuerte [=vencedor?] a los habitantes de Vara de Chile, los mataron cruelmente. Y los cautivos que los mataron se fugaron y se metieron con los tarascos y los montañeses. Y de los que entraron se hicieron nobles tarascos [un] grande [probablemente = noble, hidalgo] tarasco.‖ ―1460 (¿?): Aquí fue batido en el Lugar de los tules el Carpintero (`coloca-lo tajado´), todo estaba caído, saqueado, vendieron a sus hijos y huyeron y fueron a meterse con los tarascos. Así juzgó el señor del llano, y los encerraron a que se esperaran. Y sólo primero ya llegaron a Tepetitlán. Y después no más prosiguieron aquí al lugar de los tules. Y así juzgó, tuvo misericordia el caudillo Ojo-Machucado y dejo allí cuatrocientos.‖ 2355 SANTAMARINA, CARLOS. ―La rebelión de 1428 de Tenochtitlan contra Azcapotzalco‖, en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2011, septiembre-octubre, vol. XIX, núm. 121, Pp. 26-31; HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia, Toluca, Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1, Pp. 13-14. 2356 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 138v, P. 168. 2357 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXV, Pp. 268-269. 541 ―1467 2 caña: Aquí fue el Viejo Espina/Mano Izquierda/Tuna bendijo los mazahuas fueron a la tierra tarasca al lado de [¿Atlacomulco?] se fue el caudillo Ojo- Machucado [de] Jilotepec.‖2358 Si consideramos el año 1436 como un cómputo de tiempo confiable, desde esta fecha temprana ya iniciaban los movimientos poblacionales de pueblos de valle de Toluca, con dirección hacía el Estado tarasco;2359 migraciones que siguieron durante las décadas siguientes, buscando la alianza o subyugación a los tarascos, quienes les otorgaron tierras y protección a cambió de pagar tributo y defender las fronteras de enemigos. Pero los intentos de Tzitzíspandácuare de conquistar por la fuerza el valle de Toluca no cesaron, ya mencionamos que la RM menciona que este cazonci realizó dos entradas a Toluca y Xocotitlan donde perdió varios miles de guerreros. El Códice Tellerano-Remensis mencionó otra batalla, esta vez dirigida a Xiquipilco: ―Año de nueve conejos y de 1462 según la n[uest]ra [cuenta], tuvieron una batalla los de Mechuacan y Xiquipilco, que es en el valle de Matalcingo. Este año hubo un temblor de 2360 tierra.‖ En 1440 subió al trono de México-Tenochtitlan, Moctezuma Ilhuicamina, quien tuvo como consejero a Tlacaélel. Bajo el gobierno de este huey tlatoani, los mexicas iniciaron una serie de conquistas que marcarían su dominio indiscutible en el valle de México y las zonas aledañas. Hacía el Oeste las conquistas o reconquistas incluyeron Xilotepec, Taxco, Nochtepec, Teticpac, Tepecoacuilco, Tlacozauhtitlan, Coatepec, Tenetzinco, Cocollan, Coatlan, y las poblaciones chontales de Acapetlahuayaca, Oztuma, Chuapan e Ixcateopan. Con estas conquistas, los mexicas lograron apoderarse de una parte importante de la cuenca del río Balsas.2361 Al momento en que los mexicas llegaron al Balsas, los tarascos ya habían establecido su dominio en los pueblos de la Tierra Caliente michoacana al Oeste de dicha cuenca, y habían llegado a la costa, hasta Zacatula bajo el reinado de Tzitzíspandácuare. En 1469 murió Moctezuma Ilhuicamina, y subió al trono de Tenochtitlan el huey tlatoani Axayácatl, quien también emprendió guerras de conquista en los territorios vecinos. En 1473, el tlatoani de Tlatelolco Moquíhuix, casado con una hermana de Axayácatl llamada Chalchiuhnenetzin, intentó revelarse contra el poder tenochca, por lo que buscó ayuda en varios lugares, que incluyeron Xilotepec, Tula, Apazco, Chiyapan y 2358 LASTRA, YOLANDA; BARTHOLOMEW, DORIS (Editoras). Códice de Huichapan, Óp. Cit., Pp. 55, 65 y 70. 2359 Ya mencionamos como en la Relación Geográfica de Acámbaro, donde habitaban tarascos, chichimecas y otomíes, los últimos mencionaron que migraron desde Hueychiapan, sujeto a Xilotepec, guiados por cuatro principales otomíes con 70 personas, viajaron a Michoacán para ponerse al servicio del cazonci, quien les señalo un sitio en Guayangareo, pero no les gustó y poblaron Acámbaro: ―y [dicen] que el s[eño]r que entonces gobernaba en Mechoacan se llamaba TARIACURE, y entonces, por la orden q[ue] los otomíes poblaron en este d[ic]ho pu[ebl]o, poblaron ansimismo los indios que dicen chichimecas, los c[ua]les tuvieron siempre los gobernadores del d[ic]ho Mechoacan, puestos en frontera para defensa de sus tierras contra los indios mexicanos y otros enemigos suyos.‖ VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 61. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales. Claudia Espejel estima que Taríacuri murió después de 1420, fecha cercana a 1436 mencionada por el Códice de Huichapan como una migración otomí al irechequa, y la más temprana encontrada en nuestras pesquisas sobre migraciones de estos pueblos a Michoacán. Véase la línea del tiempo en ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, tabla 4 entre Pp. 112-113. 2360 Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., f. 33v. 2361 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 14-15. 542 Cuahuacan, que eran otomíes, pero Moquíhuix fracasó y murió en el intento. En 1475, los matlatzincas se rebelaron contra los mexicas, por lo que se enviaron guerreros para sofocar la insurrección; Alonso de Zorita mencionó que después de que se sofocó la rebelión, ―algunos se fueron fuera de su natural, especial los de Zinacantepec, que se fueron á Mechuacán, adonde ahora llaman Tlaulan…‖.2362 Tres motivos de importancia tenía Axayácatl para dominar la zona: 1) evitar que los pueblos de la región cayeran bajo dominio de Tzitzíspandácuare y los tarascos, que como hemos visto llevaban varios años intentando conquistar el valle de Toluca; 2) apoderarse de la riqueza natural y mano de obra; y 3) castigar el apoyo que prestaron algunos pueblos al insurrecto Moquíhuix.2363 Como se puede observar la conquista de pueblos, tanto de parte de los tarascos como de los mexicas, acercaba irreductiblemente al enfrentamiento directo a dos de las entidades políticas, que impusieron su dominio tributario sobre vastas regiones, y que mantendrían una lucha de poder durante los siguientes 40 años, enemistad que sellaría el destino de millones de seres humanos en la segunda década del siglo XVI. La victoria de los ejércitos de Tzitzíspandácuare sobre los de Axayácatl Fue en este complejo escenario de guerras, conquistas y alianzas entre los pueblos del valle de Toluca, en el que se produjo el primer gran enfrentamiento entre tarascos y mexicas, cada uno defendiendo sus intereses. La lucha acaeció bajo la forma de una gran batalla, en la que participaron miles de guerreros, y marcó la tendencia de un equilibrio de fuerzas. En a RM apenas si hace mención a ésta batalla: ―Otra vez venieron los mexicanos a Taximaroa y la destruyeron en tiempo del padre de Motezuma llamado Hacángari [Axayácatl], y Zizíspadáquare la tornó a poblar…‖.2364 Domingo Chimalpahin (1579- ca.1645), escribió en su tercera relación el año en que ocurrió esta batalla: ―5 Ácatl, 1471. […] Tras derrotar a los de Tepetícpac y a los mazahuas, Axayacatzin se dirigió a Michhuacan para combatir a los de Tlaximaloyan; decía Axayacatzin: ―muy pronto llegaremos a Michhuacan‖. Pero cayeron en poder del enemigo [muchos] viejos mexicas; allá perecieron estos guerreros águilas: Yaotzin, Cuauhhue huetzin y Huitzáhuatl, viejos principales. Fueron derrotados [los mexicas] en tiempo de Camacoyáhuac 2365 [Tzitzíspandácuare], tlatohuani de Mechhuacan.‖ Carlos Herrerón Peredo sugiere que el año 1471 es un cálculo impreciso, ya que para ese tiempo los mexicas aun no dominaban de forma efectiva a los matlatzincas. 2362 ZURITA, ALONSO DE. ―Breve y sumaria relación los señores de la Nueva España, y en otras provincia sus comarcanas, y de sus leyes, usos y costumbres, y de la forma que tenían en les tributar sus vasallos en tiempo de su gentilidad, y la que después de conquistados se han tenido y tiene en los tributos que pagan a S. M., y a otros en su real nombre, y en el imponerlos y repartirlos, y de la orden que se podría tener para cumplir con el precepto de los diezmos, sin que lo tengan por nueva imposición y carga los naturales de aquellas partes‖ en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Nueva colección de documentos para la historia de México (siglo XVI). México, Editorial Salvador Chávez Hayhoe, 1941, P. 200. Estos movimientos poblacionales hacía Michoacán serían tendencia durante los años siguientes. Tlaulan es un lugar no identificado. 2363 CRUZ DOMÍNGUEZ, SILVANA ELISA. Nobleza y gobierno indígena de Xilotepec (siglos XVXVIII). México, Fondo editorial Estado de México-Gobierno del Estado de México, (Colección identidad historia), 2012, P. 46. 2364 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, ff. 138v-139, Pp. 168-169. 2365 CHIMALPAHIN, DOMINGO. Las ocho relaciones y memorias de Colhuacan. Paleografía y traducción de Rafael Tena. 1ª reimpresión. CONACULTA, (Colección Cien de México), 2003, T. I, Tercera Relación, 1471-1474, Pp. 267 y 269. Corchetes nuestros. 543 Los testimonios de esta batalla fueron escritos por Diego Durán y Hernando de Alvarado Tezozómoc, proporcionando datos geográficos y militares, pero no cronológicos, y con algunas variantes de importancia; en ambos, los matlatzincas aparecen como refuerzos del ejército de Axayácatl, por lo que Herrerón Peredo sugiere que la batalla ocurrió entre 1476-1477, calculo que nos aparece acertado, ya que otras fuentes aluden las consecuencias de esta batalla, y situadas después del 1477.2366 Aquí sólo vamos a hacer una descripción general de la batalla, resaltar las divergencias más importantes entre la versión de Durán y Tezozómoc, ver su componente histórico y consecuencias políticas.2367 En la versión de Durán, la campaña contra Michoacán fue ideada por Axayácatl y Tlacaélel quienes esgrimieron varios argumentos: que sus antepasados les habían dicho que los tarascos eran sus parientes y de la parte mexica, para probar el valor de los tarascos y experimentar sus fuerzas, y para capturar prisioneros para sacrificar y estrenar la piedra del sol. Dándoles esta platica a los señores y principales mexicas, estuvieron de acuerdo e hicieron todos los preparativos, y lograron reunir un ejército de 24,000 guerreros, que consideraron suficientes para conquistar la provincia de Michoacán.2368 En la versión de Tezozómoc, los principales guerreros y generales Cuauhnochtli, Tlacochcalcatl y Ticocyahuacatl le rogaron a Axayácatl que les diera permiso de contar cuánta gente de guerra tenían, y resultaron contar con un ejército de 32,300 guerreros. Entonces Axayácatl les dijo que los tarascos eran 50,000, pero que valía más el valor, ánimo y coraje de sus guerreros, además del favor de sus dioses Tetzahuitl y Huitzilopochtli, con el cual vencerían a sus enemigos, y dieron la orden de avanzar en dirección del enemigo. 2369 En este punto Durán proporcionó muchos datos geográficos y sobre los preparativos que Tezozómoc no mencionó, pasando directamente al parlamento anterior del combate. Duran menciona que el ejército salió de Tenochtitlan en dirección a los términos de los matlatzincas, y que los guerreros de los otros pueblos se reunieran entre los términos de Matlatzinco y Taximaroa (¿es decir Zitácuaro?), junto a una laguna que está junto a Zinapécuaro. La RM menciona que Taximaroa fue destruida por Axayácatl, esto debió ocurrir antes de que los mexicas llegaran cerca de Zinapécuaro, hecho que omitieron tanto Durán como Tezozómoc. A toda prisa el ejército de mexicas y sus aliados prepararon un campamento con tiendas, y se levantó una tienda para Axayácatl. Cuando estuvo preparado el campamento, enviaron dos espías matlatzincas para obtener información del ejército tarasco, y descubrieron que los tarascos ―estaban alojados en un llano, junto a aquella laguna‖; a 5 km. al noroeste de Zinapécuaro inicia el lago de Cuitzeo, mientras que a 6 km. al suroeste se localizaba una laguna, que en la actualidad es la Presa Queréndaro, por lo que uno de estos dos cuerpos de agua debió haber sido la ―laguna‖ mencionada por Durán. A 22 km. al Oeste de Zinapécuaro se encuentra Álvaro Obregón, entre estas dos poblaciones se existe hoy un gran llano en el que actualmente 2366 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 19-22. Alfredo Chavero, a partir de la cuenta calendárica presente en la Piedra del Sol, y en las referencias de Durán sobre cuando empezó a esculpirse y su dedicación, colocó la derrota de Axayácatl en 1479, pero no analizó los conflictos en el valle de Toluca antes de esa batalla. CHAVERO, ALFREDO. Calendario Azteca. Ensayo arqueológico. 2ª edición, México, Imprenta de Jens y Zapiain, Calle de San José el Real núm. 22., 1876, P. 7-13. 2367 Para un análisis táctico más completo de la batalla, véase el Apéndice A, mapa VI. 2368 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, P. 281. 2369 ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 421. 544 son sembradíos, que bien pudo haber sido el llano donde se asentó el ejército tarasco.2370 Cuando regresaron los espías con Axayácatl, le contaron que el armamento del ejército tarascos estaba armado por ―hondas y varas tostadas arrojadizas, arcos y flechas, y macanas, con cuchillos de navajas, porras, y otras armas ofensivas, con muchas y galanas rodelas y divisas de oro, y plumas‖; y que los tarascos contaban con 40,000 guerreros. Al escuchar la información de los espías, Axayácatl no se alegró, y les dijo a los principales: ―Sabido he que este tarasco trae cuarenta mil hombres, todos gente robusta, alta y valiente. Ya veis que nos sobrepuja en dieciséis mil hombres. ¿Qué os parece que debemos hacer?‖.2371 Sus consejeros vieron la flaqueza que mostraba el huey tlatoani, y le dieron un consejo ―bestial‖, en palabras de Durán, y le dijeron que los mexicas nunca había temido a ningún enemigo ni se habían retirado sin pelear, y dieron a entender que sí se retiraban, iban a perder prestigió ante los otros pueblos, por lo que sólo podían morir o vencer, además su reputación ante sus enemigos y pueblos subyugados peligraría, ya que ―habiendo venido sin ser llamados ni provocados que qué dirían las demás naciones.‖2372 Viendo la determinación de sus consejeros, dio la orden de que sus ejércitos marcharan al encuentro con los ejércitos tarascos. A primeras horas del día, los mexicas ―descubrieron la gente tarasca muy en orden y lucida, con todos los señores delante, tan llenos de oro, joyas y plumas, tan resplandecientes y relumbrantes con el oro, de braceletes [sic] y calcetas y orejeras y bezotes y apretadores en las cabezas, de oro, que a la salida del sol, que era la hora que los descubrieron, que con el resplandor quitaban la vista.‖ Al ver al ejército tarasco, Axayácatl se arrepintió, pero ya había dado la orden de avanzar, iban capitaneando a los guerreros los cuauhhuehuetque o ―águilas viejas‖, y por guerreros cuachic o águila; mandó que se pronunciaran arengas al ejército para animar a los guerreros. Cuando dieron la señal de acometer, llegó una embajada de principales tarascos con un mensaje para Axayácatl, y le dijeron: ―Gran señor, ¿quién te trujo acá? ¿A qué fue tu venida? ¿Tú no estabas quieto en tu tierra? ¿Quién te fue a llamar y te trujo engañado? ¿Trujéronte, por ventura, lo matlatzincas, a los 2373 cuales poco ha destruiste? Mira, señor, lo que haces, que has sido mal aconsejado‖ Axayácatl agradeció la embajada, y pidió que se retiraran, porque quería probar el valor de los tarascos, y que por eso habían venido. En este punto continúa la versión de Tezozómoc, mencionó que antes de iniciar el combate, cuatro nahuatlatos tarascos llegaron dando voces y diciendo: ―"Mexicanos ¿a qué fue esta venida y con tantos armados a nuestras tierras?". Respondieron los mexicanos: "nuestra venida fue por ver vuestras tierras y a vosotros." 2370 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, Pp. 280-281. 2371 En la versión de Tezozómoc, los mexicas antes de iniciar el ataque a Michoacán, ya sabían que los tarascos tenían un ejército superior en número. Además, los pueblos mesoamericanos tenían espías en lo alto de los cerros desde donde se podía ver el movimiento de los ejércitos enemigos, por lo que los tarascos tuvieron tiempo de concentrar un ejército para defenderse; la destrucción de Taximaroa no debió dejarles dudas de las intenciones de los mexicas. 2372 Probablemente este pasaje se refiere a haber iniciado una guerra injusta por parte de los mexicas, de acuerdo a la forma de hacer la guerra en Mesoamérica. 2373 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, Pp. 282-283. 545 Dijeron los de Mechoacan: "pues de vuestra voluntad venisteis a buscar vuestras muertes, 2374 aquí feneceréis todos." Respondieron los mexicanos: "pues para luego es tarde"‖ Durán mencionó que después de que la embajada se retiró, el ejército tarasco tomó la iniciativa y arremetió contra los mexicas con tal furia, que el ejército mexica empezó a replegarse. Axayácatl al ver esto, reforzó a sus ejércitos con los guerreros que venían de sus provincias sometidas, con lo que pudo sostener la batalla todo el día hasta que atardeció, sin que los tarascos mostraran debilitamiento, al contrario, mostraban superioridad.2375 Al anochecer, los guerreros regresaron al campamento, y los señores y caballeros se presentaron ante Axayácatl, y ―dice la historia que traían los rostros y narices, boca y ojos con el sudor y polvo que se les había pegado de pelear todo el día, que apenas los conocía quiénes fuesen, para poderlos llamar por sus nombres, especialmente aquellos que tenían la profesión de no volver pie atrás. Entre los cuales venían muchos muy mal heridos, unos de flechas, otros de piedras, otros de golpe de espadas, otros pasados con varas arrojadizas, que el rey tuvo gran lástima y piedad de ellos; sin gran multitud que quedaba, de todas las naciones, muertos en el campo. Y así los mandó llamar a todos, y dar de beber un brebaje que ellos usaban para el alivio de las guerras, que llamaban yolatl, que en nuestro romance quiere decir ―caldo 2376 esforzado‖‖. Durante la noche descansó lo que quedaba del ejército, rearmándose con armamento ofensivo y defensivo. En la mañana llegó el señor de Matlatzinco, con una plática para consolarlo, y le ofreció 1000 ―cargas de flechas y de rodelas y espadas y hondas y otros géneros de armas que ellos usaban‖, aparte de refuerzos. Estas armas las repartieron entre los menesterosos, y los arengó para darles ánimos para que, a pesar de la batalla del día anterior, tuvieran valor contra los enemigos. Aquí Durán refiere que la iniciativa la tuvieron los mexicas contra ―los tarascos, y fue tan sin provecho la arremetida, que, como moscas –dice la historia- que caen en el agua, así cayeron todos en manos de los tarascos.‖2377 Tezozómoc mencionó que los mexicas fueron los que tuvieron la iniciativa después de la embajada tarasca, pero que no pudieron menoscabar el ánimo y poder de los tarascos, al contrario, los tarascos recibían refuerzos, pero a pesar de esto, hicieron retroceder a los tarascos al pueblo de Mataltzinco (Charo).2378 Aquí existe una gran divergencia entre las versiones de la batalla: mientras la lectura de Durán muestra un gran y único ejército tarasco invencible, y que la batalla ocurrió en el mismo sitio durante dos días; con Tezozómoc tenemos una batalla más dinámica, donde el ejército tarasco recibió refuerzos, y ya haya sido por agotamiento de fuerzas o por una retirada táctica, se replegaron al pueblo de Charo, a 25 km. al suroeste de Zinapécuaro. Tezozómoc mencionó que la arremetida tuvo esta mejoría, y mientras esto ocurrió, un principal llegó a toda prisa con Axayácatl a darle la mala noticia que los tarascos estaban recibiendo muchos refuerzos, por lo que estaban muriendo muchos mexicas, a lo que dijo al ejército y vanguardia que llevaba: 2374 ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 421. Hemos modificado la puntuación y colocado comillas donde consideramos pertinente. 2375 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, P. 283. 2376 Ídem. 2377 Ibíd. P. 284. 2378 ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 422. 546 ―ea, valerosos mexicanos, aquí es menester vuestros ardimiento y esfuerzo para ganar honra, ó morir valerosamente en justa batalla, pues sabeis que nos aguarda para este bien el gran Tetzahuitl Huitzilopochtli. Ea, aguijemos: entren ahora los chalcas, los chinampanecas 2379 y los Xochimilco: ea, los de las sierras de Tacuba, los montañeses, los matlatzincas…‖. Sin embargo, cuando entraron estos refuerzos al combate, encontraron pocos guerreros mexicas, con los rostros llenos de polvo, atónitos como borrachos por los golpes, por lo que les dieron a beber un brebaje llamado ―yolatl‖.2380 Además cuando entraban a reforzar la batalla, eran consumidos por los tarascos, así, cuando ―los mexicanos entraban de refresco dos mil, y los tarascos volvían y entraban de nuevo diez mil, que al momento fenecieron las vidas allí en manos de aquellos carniceros,‖ para este punto, según Tezozómoc, el ejército tarasco con los refuerzos que había recibido, ya había llegado a la cantidad de 80,000 guerreros.2381 En el punto en que en ambas narraciones mencionan que la victoria era imposible, Axayácatl dio la orden de retirarse, pero en ambas están presentes diferencias notables, acontecimientos distintos y omisión de datos. Durán mencionó que después de la segunda arremetida de mexicas contra tarascos ―En este rencuentro mataron los tarascos muchos valerosos mexicanos y especialmente de los de la orden de caballería que llaman cuachic y de otros que llaman otomí. Y, entre ellos, mataron a un señor de los principales, que era pariente muy cercano del rey, y uno de los del consejo real de los cuatro, que era escogido para la elección de rey Al cual (señor) los tarascos, conociéndole en la divisa ser de sangre real, lo llevaron a su real, así muerto, para con esto mostrar su valor y menospreciar a los mexicanos. Con lo cual los tarascos, haciendo mucho escarnio y burla de los mexicanos, se volvieron a su real, no 2382 queriendo llevar adelante la victoria que el tiempo les concedía.‖ Durán sigue el relato de que ―Axayácatl mandó alzar su real y, casi como huyendo y afrentado, con la poca gente que le había quedado, todo desbaratado y lo más de la gente herida, que a muchos llevaban a cuestas, vinieron a un lugar que llaman Ecatepec‖, dónde mandó llamar a los señores y capitanes de los pueblos subyugados, para recordarles que estaban sujetos para afrentar la adversidad, como cuando se alegraban de la prosperidad. Y Axayácatl empezó a llorar, y todos lo consolaron de no mostrar debilidad ni cobardía. Mandó que se contaran los sobrevivientes para saber quiénes habían quedado de la guerra: de los mexicas sólo habían sobrevivido 200, de texcocanos 400, tepanecas 400, chalcas 400, xochimilcas y gente de la Chinampaneca, 400, otomíes 300, de la Tierra Caliente ―muy pocos‖, en total ―habían muerto en la guerra veinte mil hombres: antes más que menos.‖ Axayácatl despidió a los señores y capitanes en paz a sus provincias, prometiéndoles que habría otras ocasiones para recuperar lo perdido. Después de haber hecho la cuenta de sobrevivientes, mandaron mensajeros a Tenochtitlán para darle la mala nueva a Tlacaélel, quien al enterase, temió una contraofensiva tarasca, ya que ―puso guardas a la ciudad y mandó tocar atambores y caracoles‖, para poner de luto a la ciudad.2383 2379 Ídem. Ídem. 2381 Ibíd., Pp. 422-423. 2382 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, P. 284. Conociendo las costumbres de guerra mesoamericanas y tarascas, y los rituales de apropiación de las fuerzas anímicas de los enemigos, esos mexicas caídos en batalla, probablemente fueron consumidos en antropofagia ritual por Tzitzíspandácuare y los nobles tarascos más principales. 2383 Ibíd., Pp. 284-285. 2380 547 Cuando Axayácatl con los 200 sobrevivientes llegó a Tenochtitlán, los recibieron como vencedores, él fue al templo a hacer su lamentación y ofrecer sacrificios; luego se reunión con Tlacaélel, ambos llorando, el primero le dijo: ―Señor, en mi suerte ha caído que haya sido tanta mi desgracia que lo que no ha acontecido en tiempo de mis antepasados, haya sucedido ahora en una pérdida tan grande y destrozo, como los tarascos han hecho con nosotros‖, a lo que Tlacaélel lo consoló diciéndole: ――Hijo, no desmayes ni desfallezca tu corazón. Esfuérzate, que no murieron tus vasallos tras los tizones, ni hilando como mujeres, sino en campo, peleando por el engrandecimiento de tu corona y por la honra de su patria, y tanta honra ganaron ellos muriendo, como otras veces venciendo, Yo doy gracias al señor de lo criado que me deja ver tantas muertes de mis hermanos y sobrinos. No sé para qué me guarda…‖. Y diciendo esto, empezó a llorar amargamente. Y llegando todos al viejo, le consolaron.‖2384 Después de esto, se realizaron exequias por los caídos. Tezozómoc relató una retirada mucho más dramática. Axayácatl hacia el final de la batalla, estaba ordenando que los refuerzos que quedaban, entraran en combate. Pero el tlacateccatl (capitán general), le pronunció un largo discurso, mencionándole entre otras cosas, los inconvenientes de seguir la batalla: ―señor, ¿qué aprovecha ir, ni enviar dos ni tres mil soldados ,que aun no bien llegarán cuando serán muertos en manos de ochenta mil tarascos matlatlziquipilli [¿?]? Y si estais todavía determinado de que todos muramos aquí, alto, que yo seré el primero como mas viejo, y si os parece que volvamos á rehacernos otras vez á México Tenuchtitlan, volvamos.‖ Axayácatl le agradeció mucho su buena voluntad. ―En esto los capitanes Tlacochcalcatl, Cuauhnochtli y Huitznahuacatl, apellidaron diciendo: ya vamos nosotros; llevaréis á Tenuchtitlan nuestra memoria: moriremos aquí en manos de nuestros enemigos; y llegados al campo que no bien acababan de llegar, cuando ochenta mil tarascos acometieron y mataron á los mexicanos. Dijo Ticocyahuacatl al rey Axayaca: ya con los ojos habéis visto las crueles muertes de todos los valerosos mexicanos: ya no podemos mas, por los pocos que aquí estamos en guarda de vuestra real persona: os ruego y amonesto que volvamos atrás. Obedeció el rey Axayaca al viejo capitan y volvieron las espaldas.‖2385 Al contrario de la versión de Durán, en que los tarascos no siguieron el ataque, ―no queriendo llevar adelante la victoria que el tiempo les concedía‖, Tezozómoc relató que los tarascos persiguieron a los mexicas hasta los términos y montes de Toluca: ―A poco andar, visto los mechoacanos que estaban victoriosos y muy pujantes, pues eran tantos que cubrían una legua, con esta soberbia dieron tras los mexicanos tirándoles con arcos y flechas, hasta los montes de Toluca.‖ Para resguardar la retirada, se quedó un capitán mexica de nombre Huitznahuacatl teuctli, quien pidió ―que os acordeis de mi y de la gente de mi casa, que yo determino aguardar á estos Mechoacanes, y jugar un rato con ellos, veamos si osarán el cumplir, que como valientes que son, uno á uno me comentan.‖ Sin embargo, los tarascos no aceptaron el duelo, pues ―en esto llegaban ya los tarascos, arrojando flechas que llovían á maravilla, y sembrados quedaron por el camino. Llegados á él [Huitznahuacatl teuctli], aunque les hablaba de la valentía de uno á uno, no curaron de esto, antes le arrojaron tantas varas y flechas, que luego, con esto cesó el alcance de los mechoacanes. Llegó el campo tarasco, hasta Tagimaroa, que dicen Tlazimaloyan. Los otros que habían llegado hasta los términos de Toluca, se 2384 Ídem. ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI, Óp. Cit., Cap. LII, P. 423. 2385 548 volvieron viendo que su campo no llegaban, ni iba adelante‖; nótese el movimiento táctico en que el ejército tarasco se dividió en dos, una parte para recuperar Taximaroa, y otra para perseguir a los mexicas. El hecho de que la parte que estaba persiguiendo a los mexicas ya no recibió refuerzos, quizás indica que los mexicas sí pudieron cubrir la retirada.2386 Axayácatl y los sobrevivientes se reagruparon en Tzinacantepec, sujeto de Toluca, donde se dan cuenta que de cada 100 hombres no sobrevivieron 10. Axayácatl también consoló a los sobrevivientes, les dijo que fueran más esforzados y que no tomaran temor. Luego Cuauhnochtli le pidió permiso para contar a los sobrevivientes, y que de cada pueblo no habían sobrevivido más de 400, y mexicas 200, lo que provocó una gran tristeza y llantos. Cuando regresaron a Tenochtitlan, fueron recibidos por los sacerdotes, quienes consolaron a Axayácatl, quienes le dijeron ―nieto nuestro tan querido, ya es cumplido gran deseo de los mexicanos de querer ver y probar á los mechoacanes, tan á costa de tanto sudor, y trabajo y sangre, y de nuestro muy caros y leales amigos, hermanos é hijos, ya lo habeis hecho por el que es dia, la noche, el aire, el agua, el cielo, el infierno, Huitzilopochtli, que venis tan lastimado, tan cansado, tan flaco, herido, lloroso, y lastimado vuestro valeroso corazon de ver derramado la sangre de vuestros leales vasallos y padres, en especial la del valeroso capitan Huitzanahuatl: ya en fin, con estas muertes dais de comer á vuestro dios y señor el Tetzahuitl, aire, abusion Huitzilopochtli.‖2387 A pesar de las diferencias insalvables entre ambas versiones de la campaña de Axayácatl contra el Tzintzuntzan Irechequa, Durán y Tezozómoc aportaron diferentes datos, con los cuales tenemos un cuadro general muy rico, y podemos analizar los variados tópicos. Durán aportó una versión más objetiva y menos inclinada a la facción mexica, mencionó ciertos aspectos del planeamiento de la campaña, un comportamiento más protocolario por parte de tarascos y mexicas, y un carácter muy humano, tanto el estado desastroso de los combatientes después de un día de batalla, como un Axayácatl que mostró temor ante una empresa, que se tornó imposible de superar al llegar al Tzintzuntzan Irechequa, y que tras ser derrotado, lloró amargamente la suerte de sus hombres. Tezozómoc mostró una versión favoreciendo a los mexicas, simplificó algunos de los detalles de la planeación, pero refirió detalles tácticos muy importantes, que permiten analizar la capacidad estratégica y de mando, tanto de tarascos como mexicas. Ambas fuentes omitieron toda información referente al nombre de los capitanes tarascos, incluso del cazonci Tzitzíspandácuare, que otras fuentes nahuas si consignaron, con su nombre nahua de Camacoyáhuac. Dos fuentes más hacen mención sobre dicha batalla; una de las láminas que ilustran la Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme de Diego Durán, conocido también como Códice Durán, y un canto atribuido al mismo Axayácatl. La lámina que ilustra el Códice Durán se encuentra después del capítulo donde se narró la guerra emprendida por Axayácatl contra los tarascos, e ilustra las exequias que hicieron a los guerreros caídos en la batalla. En segundo plano y en la parte superior de la lámina, se observan dos ejércitos abatiéndose, pero por lo estilizado de la representación es difícil identificar los contingentes tarascos de los mexicas, además ambos portan sistemas de armamentos muy similares: objetos contundentes que podrían ser macuahuitl o porras, escudos y armaduras de algodón. Uno de los guerreros 2386 2387 Ídem. Ibíd., P. 424. 549 porta un tocado de plumas largas de color verde sobre la cabeza. Hasta donde tenemos conocimiento, es la única representación pictográfica en las fuentes sobre esta batalla.2388 Entre la poesía nahua sobreviviente, existe un canto atribuido al huey tlatoani Axayácatl,2389 titulado ―Canto de los ancianos‖, dónde se menciona la amargura de la derrota en Michoacán. Antes de iniciar el canto, se dice que ―lo hizo cantar el señor Axayácatl que no pudo conquistar a los michhuaques porque así regresó de Tlaximaloyan. Y no sólo eran unos cuantos los príncipes, los esforzados, los que allí murieron, algunos huyeron por su ancianidad, ya no eran fuertes, por ello se excusan. Así el canto los reprende. El señor Chinchicha era ya un viejo gobernante‖; el canto propiamente inicia así: ―Tico tico tico tico tico tico tico tico tico tico Nos llamaron para embriagarnos / en Michoacán, en (con) Camacoyáhuac. / Fuimos a hacer ofrenda de púas, / nosotros mexicas, nos embriagamos / cuando dejamos al águila vieja, / al enemigo. [el nombre del gobernante (tlatoani) de allá] [los nombres de los valientes que allí murieron] ¿Cómo es que quedaron / embriagados los ancianos mexicas? / Ya no hay quien diga / que oprimimos ancianas, / Chimalpopoca, Axayácatl. / Ya abandonamos a nuestro abuelito, / el pequeño Cacama. En el lugar de la embriaguez estoy escuchando, / yo vuestro abuelo. / Están hablando los ancianos águilas, / Tlacaélel, Cahualtzin, / dicen que bebieron sus capitanes, / salieron abandonando al señor de Michoacán. Allá en las manos del enemigo / acabaron los huaxtecos, / los tlatelolcas, / mis nietos, Zaquatzin, / Tepantzin, Cihuacuecueltzin. / Con su cabeza, con su pecho / exclaman, escuchadlo. Cototi, cototi cototi, cototi cototi cototi cototi. ¿Qué hacen los guerreros esforzados? / ¿Ya no piden la muerte? / ¿Ya no quieren hacer cautivos? / Vieron a sus enemigos, / frente a ellos huyen, / el metal precioso viene reververando, / las banderas preciosas verdean, / que no os hagan prisioneros, / daos prisa. Que no a los jóvenes, / a los que quieren hacer ofrenda, / si ello ocurre lloraremos como águilas, / si así lloraremos como jaguares, / nosotros ancianos águilas, que no os hagan prisioneros, / daos prisa. Pobre de mí, Axayácatl, / ¿acaso ya en mi vejez / será la huida de mis príncipes águilas? Que no sea a él, mi nieto, / sólo yo os dejaría, / la flor va extendiéndose, / con ella se libera el guerrero huitznáhuatl. Tico, etcétera, de un lado. Estoy como un ave, / estoy escupiendo, / yo vuestro abuelito, Axayácatl. 2388 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, lámina 25, Cap. XXXVIII, P. 287 [en apéndice]. Véase Apéndice E, figura 7. 2389 LEÓN-PORTILLA, MIGUEL. ―Axayácatl, poeta y señor de Tenochtitlan‖, en: Estudios de cultura náhuatl. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas, 1966, vol. 6, Pp. 29-45. 550 Sentaos, vosotros esforzados, / los que cazáis. / Que no en su vasija de fuego, / vosotros que huis, / os queméis; / que no con esto caiga el bastón de mando / de vuestro abuelito Axayácatl. Una y otra vez provoca risa de tristeza / lo que hacen los mexicas, / mis nietos, los que raparon su cabeza, / de cuatro en cuatro se avejentan. / La flor del escudo en nuestras manos está. Y en verdad los mexicas, mis nietos, / están en fila de uno en uno, / están ordenados, / irán a envejecerse, / La flor del escudo en nuestras manos está. Del otro lado; tico etcétera. En la estera del águila, en la estera del jaguar, / está sentado vuestro abuelo Axayácatl, / está insuflando la guerra / en su vasija de fuego / que en verdad mucho humea. Nunca se apagará, / con escudos, con abanico, con dardos, / se aviva en su vasija de fuego / que en verdad mucho humea. Aún vivimos nosotros vuestros abuelos, / anchas son nuestras lanzaderas, / nuestros dardos, con esto alegramos / a los que junto a nosotros están. En verdad, con fatiga se hace uno viejo, / en verdad con fatiga es la vejez. / Por esto aquí lloro por mí. / Yo, vuestro abuelo Axayácatl, / recuerdo a mis viejos amigos, / Cuepanáhuaz, Tecale, Xochitlahuan / los que están asentados. / Que algunos aquí pudieran salir, / cada uno de los señores / que bien se sintieron en Chalco. Cuántos toman con premura los cascabeles, / cuántos se entrelazan con el polvo. Sólo de vosotros me río, / yo vuestro abuelo, / de vosotros con insignias de mujer, / de 2390 vosotros con escudos de mujer, / guerreros esforzados, / así habéis de vivir.‖ Está batalla fue recordada tardíamente por los texcocanos, pues en la Relación Geográfica de esa ciudad, se mencionó que ―Las demás guerras y conquistas que tenían antes q[ue] los españoles viniesen eran pocas, porq[ue], como se ha dicho, tenían toda la tierra casi sujeta, salvo a Michhuacan, porq[ue], como nación valerosa y de gran provincia, no pudieron sujetarla, antes vinieron de allá rompidos una vez que intentaron entrar en ella; pero, [to]do el resto desta Nueva España, 2391 hasta cerca de Guatemala, tenían llano y sujeto.‖ Cervera Obregón ha mencionado que en los debates académicos y neófitos, se ha sobredimensionado el uso de armas de cobre por parte de los tarascos, como factor decisivo para haber obtenido la victoria. Ya hemos visto que el cobre fue usado para elaborar ciertos tipos de armamento, pero como bien los señala Cervera Obregón, los tarascos no tuvieron la capacidad material para armar un ejército de 40,000 guerreros con armas de este metal. Dos aspectos fundamentales para entender la victoria tarasca sobre los mexicas son: la superioridad numérica que mencionan las fuentes, y el 2390 LEÓN-PORTILLA, MIGUEL, et. al., (Editores). Cantares mexicanos. Universidad Nacional Autónoma de México-Coordinación de Humanidades-Instituto de Investigaciones Bibliográficas-Instituto de Investigaciones Filológicas-Instituto de Investigaciones Históricas-Fideicomiso Teixidor. México, 2011, Vol. II, T. II, Canto LXXXVI, Pp. 1064-1075. Información entre paréntesis nuestra, información entre corches de las notas a pie de página, pero al margen del manuscrito original, P, 1222. 2391 POMAR, JUAN BAUTISTA DE. ―Relación de la ciudad y provincia de Tezcoco‖ [9 de marzo de 1582], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1986, núm., T. III, P. 92. 551 conocimiento y uso del terrero por parte de los tarascos como parte defensora.2392 Teniendo en cuenta esto, podemos observar cómo esta campaña mexica fue un aventurismo precipitado por parte de la clase dominante mexica, que como resultado inclinó la balanza a favor de los tarascos. Las consecuencias de la victoria de Tzitzíspandácuare y la derrota de Axayácatl Cuando Axayácatl mostró flaqueza al enterarse de la cantidad de guerreros tarascos, sus consejeros le dijeron que había que seguir adelante, pues si se retiraban ―habiendo venido sin ser llamados ni provocados que qué dirían las demás naciones‖, su poderío y prestigio quedarían entredichos. Con el ejército mexica aniquilado y el mito de su invencibilidad acabado, el prestigio de Tzitzíspandácuare se elevó por los cielos; el temor de los mexicas se cumplió. Las fuentes históricas registraron como cansados del dominio mexica, las cargas tributarias pesadas y los maltratos recibidos, otomíes, matlatzincas y mazahuas migraron en masa hacía el Tzintzuntzan Irechequa, donde se convirtieron en tributarios y defensores del Estado tarasco, reforzando sus fronteras. En las Relaciones Geográficas de varios pueblos michoacanos escritas para 1580, mencionan que sus habitantes llegaron a esos lugares aproximadamente 100 años antes, lo que dataría la llegada a territorio tarasco en 1480, es decir, después de la victoria de Tzitzíspandácuare. En la Relación Geográfica de Taimeo, a 3 km. de Zinapécuaro, cerca de donde fue derrotado el ejército de Axayáctl, se mencionó que: ―Los naturales deste pu[ebl]o de Taymeo, y [los de] sus sujetos, es toda una lengua que se dice[n] otomíes. Solían ser naturales de tierra de México, y, en el tiempo de su infidelidad, siendo maltratados por los REYES MEXICANOS, se vino un principal que se decía TIMAX, y trató con un señor que había en esta provincia q[ue] se decía CHICHISPANDAQUARE, padre de CAZONCI, que él quería poblar esta provincia y tributarle como los demás pueblos, que le diese donde hiciese asiento y poblase. Y, ansí, el CHICHISPANDAQUARE, como señor que era de toda esta provincia, le señaló y dio este sitio de Taymeo donde poblase. Y, ansí, habrá como cien a[ñ]os, según LA CUENTA de los indios, que poblaron, y, así saben su lengua materna y la tarasca, que es la general desta provincia, y, así, usan una y otra. Derívase este nombre, Taymeo, de una sierra que se dice ansí, que está junto al d[ic]ho pueblo. Entiéndese q[ue], cuando esta gente vino a poblar, eran muchos otomíes los que vinieron, y el señor desta provincia los repartió por 2393 otros pueblos de tierra caliente, donde al presente tienen sus poblazones.‖ En la Relación Geográfica de Necotlán, hoy Santiago Undameo, encontramos un testimonio muy similar: ―Dicen los antiguos viejos que habrá como cien a[ñ]os q[ue] un principal otomí, que se decía UCELO APANZE, vino huyendo de México y se recogió ante un señor que se decía CHICHISPANDAQUARE, padre del CAZONCI, rey que fue desta provincia, y éste les dio estas tierras y los mandó poblar en este sitio, y en otros pueblos que se dicen Taymeo y 2394 Matalzingo, y en otros pueblos de tierra caliente, donde al presente viven.‖ 2392 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., Pp. 203-209. MARTÍNEZ VERDUZCO, JUAN. ―Relación de Taimeo‖ [29 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 276. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales. 2394 MORENO GALLEGO, PEDRO. ―Relación de Necotlan‖ [1 de septiembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 186. Mayúsculas e información entre corchetes original. 2393 552 Domingo Chimalpahin también escribió sobre una rebelión matlatzinca en 1484, quizás el año está desfasado y se refería a la rebelión de 1475, o está haciendo referencia a otro acontecimiento histórico posterior a la batalla de 1476-1477: ―5 Técpatl, 1484. En este año los mexicas cumplieron 160 años de estar en Tenochtitlán. Entonces se rebelaron los de Totomihuacan, y mataron a unos [mexicas]; también se 2395 rebelaron los matlatzincas, y por eso fueron a refugiarse en Michhuacan.‖ Cuando el agustino Diego Basalenque escribió sobre el pueblo de Charo, refirió algunos datos sobre su pasado prehispánico, donde tenemos noticia que sus pobladores supuestamente habían venido por invitación del cazonci, para luchar contra sus enemigos. Basalenque mencionó en 1640 que: ―Los naturales de Charo que se llaman Matlaltzingos tienen cinco nombres y para declararlos es necess[ari]o conoçer primero su naturaleça la qual la traen de los naturales de la Villa de Toluca; y vinieron a esta provincia con occasion de vnas guerras que el Rey desta provincia de Michoacan tenian con los tochos y tecuexes para la qual pidio socorro a sus vesinos los de Toluca y auiendo venido seis capitantes con muchos soldados [y] alcançada la victoria gustaron de quedarse en este Reyno y para su habitaçion les dio el puesto que ay desde Handaparapeo hasta Tiripitio que es el coraçon y medio de este Reyno de Michoacan; esto presupuesto; los nombres questos naturales tienen son cinco, Nentambati, Nepintatuhui; Matlaltzincos, Pyrindas, Charenses los tres primeros los tenían 2396 en su patria de Toluca, los dos ultimos se los pusieron en este Reino de Michoacan.‖ En otra de sus obras mencionó de nuevo el origen de los habitantes de Charo, pero aquí dijo haber obtenido la información en un libro antiguo escrito en lengua pirindamatlatzinca, hoy perdido: ―Antes que lleguemos a tratar de este pueblo y su doctrina, es necesario llevar sabido que la gente deste pueblo no es tarasca, y es de una lengua singular que se llama pirinda, por estar en medio de los tarascos, y por otro nombre se llama matlatzinga trayendo la denominación de Toluca, de a donde vinieron, y a los cuales los mexicanos llamaban matlaltzingas, porque les hacían las redes con que ellos pescaban en su laguna. Y pues hemos de tratar deste pueblo, en gracia dél y en favor suyo se me conceda decir la causa de su venida a esta provincia, la cual referiré según un libro antiguo de su lengua, y en nuestros caracteres en que uno de los primeros bautizados y que supo escribir, según la tradición que tenían, escribió luego para que quedase en memoria. En tiempos antiguos de la gentilidad hubo un rey en Tzintzuntzan a quien llamaban Characu, que quiere decir el Rey niño, en cuyo tiempo le iban haciendo guerra, y entrando por su reino por la parte del poniente una gente llamada teca, y otros con ella diéronle tanto en que entender, que tuvo necesidad de valerse de los vecinos extraños y envió a Toluca, que conocidamente era gente belicosa y extraña de los mexicanos aunque les pagaban tributos; pidióles socorro, y salieron de Toluca seis capitanes, hechos conciertos de lo que les habían de dar. Llegaron a Michoacán, y fueron muy bien recibidos del Rey, y despachados a la guerra en compañía de los suyos. Pelearon los matlaltzingas tan bien, que conocidamente ellos alcanzaron la victoria. Así se lo confesaron al Rey de la gran matanza que habían hecho en los contrarios. Llegando a la paga, los matlaltzingas como habían experimentado los buenos temples de la tierra y el agrado de los tarascos, trataron con el Rey que les diese tierras en su reino y le servirían en las guerras que se le ofreciesen. Túvolo el Rey a muy buen suerte, 2395 CHIMALPAHIN, DOMINGO. Las ocho relaciones y memorias de Colhuacan. Óp. Cit., T. I, Quinta Relación bis, 1472-1486, P. 405. 2396 BASALENQUE, DIEGO. ―Arte de la lengua matlaltzinga, compuesto por el padre maestro fray Diego Basalenque de la orden de N[uestro] P[adre] S[an] Aug[us]tin de la provin[ci]a de Michoacan anno domino 1640 [prologo del nombre y ser de la lengua Matlaltzinga]‖, en: BASALENQUE, DIEGO. Arte de la lengua matlaltzinga, mui copioso y assi mismo una suma y arte abrebiado compuesto todo por el padre maestro fray Diego Basalenque de nuestro padre S[an] Aug[us]tín, de la provincia de Michoacan anno 1640. Manuscrito original resguardado en la Biblioteca John Carter Brown, f. 1v, reproducción digital, en: https://archive.org/details/artedelalenguama00basa (Consultado 18 de enero de 2019). 553 y dioles a escoger y escogieron desde los términos de Tiripetío hasta los de Andaparapeo [Indaparapeo]. Concediólo el Rey con mucha voluntad, pues las familias más nobles fundaron en Charo por los tres ríos que le cercan, las menores nobles en Santiago Undameo, por gozar de aquel rio, las ínfimas en los altos que llamamos agora de Jesus y Santa María; y por haber escogido el medio del Reino se llamaron los pirindas, y el Rey honró la cabecera poniéndole su mismo nombre de Charao, que es tierra del Rey niño. 2397 Esto es en cuanto a la antigüedad antes de la conquista.‖ Independientemente de la exactitud o veracidad histórica de esta versión donde fueron invitados por el cazonci y no huyendo de los maltratos mexicas, están presentes: 1) el movimiento poblacional con dirección Toluca-Michoacán, 2) el pacto entre las familias nobles matlatzincas y el cazonci, 3) el otorgamiento de tierras, y el emplazamiento en la periferia de la cuenca de Pátzcuaro, para que estos pueblos pagaran tributo y ayudaran en la defensa del territorio; elementos presentes en otros testimonios sobre estas migraciones. Alonso de la Rea dio una versión diferente sobre el origen de la fundación de Charo, mencionó que después de una victoria tarasca contra Moctezuma, ―murieron infinitos y prendieron muchos tecos y matlaltzingas, de quienes se fundó el pueblo de Charo…‖.2398 Pero como veremos líneas abajo, La Rea parece que mezcló dos batallas entre tarascos y mexicas, no mencionó que fuentes usó, y el testimonio de Basalenque tiene la ventaja de haber estado basado en una versión indígena de un lugareño de Charo. No sólo los pueblos del valle de Toluca buscaron refugió en el Tzintzuntzan Irechequa; en la región fronteriza de Sirándaro y Guayameo, en la cuenca del Balsas, se tiene el testimonio que un pueblo que hablaba una lengua denominada ―apaneca‖, llegaron desde la provincia de Zacatula (en algún momento conquistada por Tzitzíspandácuare, pero que lograron sacudirse el yugo tarasco, posteriormente conquistada por los mexicas, y al comento de la conquista española, eran independientes), junto con otros de otra nación y lengua (no se proporcionan más datos), al parecer buscando refugió; Tzitzíspandácuare los mandó poblar en esta parte de la cuenca del rio Balsas, donde los mexicas tuvieron fortalezas y guarniciones: ―Tiene este pu[ebl]o un barrio, que dista de esta cabecera [de Sirándaro] como mil pasos, que se dice Guayameo, la vocación del cual se dice la Visitación de n[uest]ra Señora, de indios de otra lengua que se dicen apanecas, que, en tiempos pasados, vinieron de la provi[nci]a de Zacatula. Y un señor de Mechoacan que se decía TZITZISPANDAQUARE, abuelo del CAZONCI, los recog[i]ó, a ellos y a otros de otra nación y lengua, y los mandó poblar y estar con [e]ste pu[ebl]o, y así han estado, de tiempo 2399 inmemorial, juntos.‖ Se puede observar en los diferentes testimonios, que Tzitzíspandácuare y los tarascos obtuvieron un gran prestigió militar después de haber derrotado a Axayácatl y los mexicas en 1477-1478, por lo que muchos pueblos que no quería seguir soportando los malos tratos, pesados tributos, o ser víctimas para sacrificios, decidieron buscar la protección tarasca. En un documento del AGN publicado parcialmente por Pedro Carrasco, y elaborado en 1577, casi al mismo tiempo en que se elaboraron las Relaciones Geográficas, los indígenas de origen nahua de Santa Ana Tetlaman pidieron sustraerse de la cabecera de Tepalcatepec, de población tarasca. Entre los argumentos 2397 BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino de Michoacán. Óp. Cit., Lib. I, Cap. XV, Pp. 164-165. 2398 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden, Óp. Cit., Lib. I, Cap. VIII, P. 78. 2399 CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖ [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 262-263. Cursivas e información entre corchetes original, con algunos corchetes nuestros. 554 mencionaron que habían venido de la costa de Veracruz y poblado la región de Tepalcatepec antes de la expansión tarasca; una de las preguntas pedía contestar a los testigos: ―…si saben que después de edificados y poblados los dichos naturales en el dicho pueblo de Tletlaman estubieron muncho tiempo y residieron sin reconoscer dominio ni señorío de los señores naturales de estas probincias hasta que de ay a munchos años vinieron a esta ciudad de Mechuacán de su propia voluntad a confederarse con el señor que a la sazón gobernava de quien sucedieron los cazonzis a quien admitió en paz y amistad y dexó en su libertad y poblazión y les encomendó la frontera de esta probincia, por la parte por do ellos estavan contra las gentes con quien tenían guerra, y así obedescían y respectavan al dicho Cazonzi, el qual les administrava justicia en las causas y cosas que se les ofrecían tratándolas en esta ciudad, sin conocer otra jurisdicción sobre sí ni pueblo ni persona 2400 alguna antes siendo ellos cabezera y frontera en la probincia digan.‖ Este pasaje ha sido interpretado como que no existió un ―Estado‖ tarasco, sino más bien ―una suerte de ―confederación‖, constituida por los principales linajes y múltiples señoríos menores, legitimados por un poder central, al que se unen en momentos específicos, como en algunas fiestas, rituales y en la guerra, ante el enemigo común.‖2401 Sin embargo, un análisis de las respuestas de los testigos muestra otra realidad. La palabra usada para denotar la alianza entre los nahuas de Tetlaman fue ―confederarse‖, y según Covarrubias, el sentido del vocablo ―CONFEDERAR, hazer amistades, y vniones [uniones], para valerse los vnos a los otros contra sus enemigos, de con, y faedus. Confederados, los aliados en esta forma. Confederacion, aliança. Confederarse‖.2402 Podría pensarse en una suerte de confederación sí en la misma pregunta y respuestas no estuviera implícito el poder central del cazonci, por lo menos desde el reinado de Zuangua. Por ejemplo, el testigo ―Philippe Quaze indio de Mechuacán‖ mencionó que ―…la pregunta como en ella se contiene porque después de poblados los dichos indios de Tetlaman Sancta Anna no reconoscían a nadie por señor y tenían cabezera y que en aquel tiempo gobernava en esta probincia el gobernador que por otro nombre se llamaba Cazonzi y que este testigo fue al dicho pueblo de Tetlaman con esclavos a rescatar por oro y los dichos indios de Tletlaman le dixeron cómo se avían concertado con el gobernador y subjetádose a él, porque lo querían tener por señor y quando en el dicho pueblo succedía alguna cosa, el Cazonzi embiava un juez para que los pusiese en paz y hiziese justicia 2403 como a sus subjetos y esto responde a esta pregunta.‖ Otro testigo llamado ―Ambrosio Quezpal indio de Mechuacán‖, mencionó sobre la pregunta que ―…la sabe como en ella se contiene porque este testigo se acuerda quando los indios de Tetlaman Sancta Ana poblaron su pueblo y entonces no avía en aquella comarca ningunos indios poblados y los dichos indios estavan sobre sí sin conocer señorío a nadie y de ay a muchos días vinieron a esta ciudad y se ofrexcieron por subjetos del Cazonzi que hera gobernador y el dicho gobernador los recibió en paz y amor y les administró justicia muncho tiempo, y les encargó la frontera de los enemigos que en hazia Tletlaman tenía el 2400 CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 219. Cursivas nuestras. 2401 ENKERLIN PAUWELLS, LUISE; PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ――Señores‖ y ―señoríos‖; la constitución territorial en el Michoacán temprano una visión desde la historia y la arqueología.‖, 2017, en prensa. Agradecemos al Dr. José Luis Punzo por facilitarnos este texto. 2402 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra C, Pp. 231v-232. Corchetes y cursivas nuestras. 2403 CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 219. Cursivas nuestras. 555 dicho Cazonzi y siempre estubieron por cabezera sin reconocer a otro señor sino al 2404 Cazonzi y esto responde.‖ Y otro testigo ―Francisco Chizauque indio de Mechuacán‖, declaró que ―…los dichos indios de Tletlaman Santa Ana que vinieron a tratar con el señor que a la sazón hera en estas probincias de Mechuacán los rescibiese por sus vasallos y los rescibió y por ser buenos hombres y valerosos los encomendó la frontera de Tletlaman y mandó poblasen allí para que resistiesen a las gentes con quien ellos tenían guerra y así los dichos indios obedescían y respectavan al señor que a la sazón hera padre del Cazonzi, el cual les administrava justicia en las causas y cosas que se les ofrescía, y sabe este testigo por averlo oído dezir según dicho tiene que en esta ciudad y en el pueblo de Tzintzontze donde el señor residía, les administrava justicia y estavan subjetos al Cazonzi y no a otra persona ni pueblo y como tal cabezera les encomendó la frontera que por su parte estava y esto 2405 responde.‖ Vemos que en las respuestas hubo una preocupación mayor para asentar que Santa Ana Tetlaman fue una cabecera sujeta directamente al cazonci y no a otro pueblo, como por ejemplo Tepalcatepec, de quien querían sustraerse. También todas las respuestas dejan ver que si bien al principio se ―confederaron‖ al cazonci, probablemente la alianza degeneró en sujeción, tanto que la justicia entre los nahuas de la región sujetos al poder central, fue administrada desde Tzintzuntzan, situación que es mencionada en la RM, y en otros documentos como la Relación Geográfica de Tiripetío o el Códice Plancarte; la misma Relación Geográfica de Tancítaro cuando describió Tepalcatepec se hizo mención a esta sujeción y pagos de tributos al cazonci. Es curioso que el argumento de que los indígenas de Tepalcatepec se entregaron de paz al cazonci en tiempos prehispánicos, sea similar al que registró Sebastián Macarro sobre la llegada de los españoles: ―Y que no fueron conquistados estos indios, sino que ellos se vinieron de paz al MARQUÉS HERNANDO DE CORTÉS, yéndolos a conquistar, una legua antes que llegase a su pu[eb]lo de Tlapalcatepeque‖; en especial por parte de los nahuas de Santa Ana Tetlama, que se jactaron de haber llegado ahí desde la costa de Veracruz por medio de las armas sin que se pudieran defender: ―al principio de la fundación del dicho pueblo de Tletlaman los naturales y antepasados de él vinieron a esta provincia de Michoacán desde la Veracruz donde aportaron puerto que es de esta Nueva España y por su valor y esfuerzo de armas pasaron por todas las provincias de Zempoala, Tepeaca, Tlaxcala y México, haziendo cosas señaladas por ellos sin que ninguna persona pudiese defender el paso que traían buscando tierra dispuesta para poderla poblar…‖.2406 Parece que algunos de estos pueblos pactaron una alianza de forma inicial, pero para el momento en que llegaron los españoles, existió un marcado centralismo en que los señores de cada grupo étnico, tenía que recibir la venia del cazonci para gobernar sus respectivos pueblos. Cuando se menciona en la RM que Tzitzíspandácuare conquistó Colima y Zacatula, y que ―fué gran señor, y después dél su hijo Zuangua ensanchó mucho su señorío‖,2407 debemos considerar que la rápida expansión fue posible por el prestigio político y militar, donde el cazonci podía ofrecer ―protección‖ contra enemigos 2404 Ibíd., Pp. 219-220. Cursivas nuestras. Ibíd., Pp. 220-221. 2406 MACARRO, SEBASTIÁN. ―[Tlapalcatepeque] Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 286-287; CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 217. 2407 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 139, P. 169. 2405 556 externos, o emplear la violencia para ejercer su dominio, extender las fronteras y cobrar tributos en amplias regiones; y en los lugares que fuera necesario, emplazar guerreros de forma permanente para el resguardo de territorio. Equilibrio de poderes entre las potencias mesoamericanas Fue precisamente mediante el establecimiento de una frontera de guerra, que los tarascos y mexicas librarían las continuas guerras durante las décadas siguientes. Aprovechando lo abrupto del terreno como barrera natural, donde podían ser colocados puestos de observación para vigilar el movimiento de tropas enemigas, se erigieron cadenas de baluartes y se guarnecieron algunos poblados a lo largo de las fronteras. Del lado tarasco, los asentamientos principales con guarniciones o fortificaciones fueron, de Norte a Sur: Yuririapúndaro, Acámbaro, Maravatío, Taximaroa, Zitácuaro, Jungapeo, Susupuato, Tuzantla, Tiquicheo, Huetamo, Cutzamala, Pungarabato, Tlalchapa, y Ajuchitlán. Del lado mexica y de Norte a Sur, las guarniciones y fortificaciones más importantes se establecieron en Jilotepec, Timilpan, Xocotitlán, Ixtlahuaca, Villa Victoria, Valle de Bravo, Santo Tomás, Zacazonapan, Temascaltepec, Tejupilco, Amatepepec, Tlatlaya, Alahuixtlán, Ixcateopan, Teloloapan, Oztuma y Tetela del Río.2408 Parece que durante todo este tiempo, hubo algunos intentos de ambas partes para penetrar en el territorio enemigo, pero el equilibrio de fuerzas no permitió cambios significativos; las continuas guerras que se realizaron, probablemente fueron para medir fuerzas y tratar de localizar un punto débil, en las cuales morían muchos guerreros y se capturaban prisioneros para esclavizar o sacrificar. El Códice de Huichapan volvió a registran algunos acontecimientos importantes referentes a estas guerras. Se mencionó la muerte de un personaje misterioso referido como el ―Rapado‖, que algunos han tratado de identificar con Tzitzíspandácuare: ―1480 2 pedernal. Aquí murió el Rapado [de la] tierra tarasca, señor del gran enemigo‖.2409 Sin embargo las fuentes del Centro de México mencionaron a Tzitzíspandácuare vivo aun en 1486, como veremos más adelante. Por otro lado, la muerte de Axayácatl ocurrió en 1481, por lo que subió al trono su hermano Tízoc, quien emprendió guerras hacía otras direcciones. Mientras en el valle de Toluca, los tarascos siguieron reforzando su frontera y ocurrieron algunos conatos de batalla, pero al parecer ningún intento serio de lanzar una ofensiva a gran escala: ―1484 6 cuchillo. Aquí abrió El-de-la-Encorvada-Frente entrada [a] los tarascos, [no mucho-quema-piel] no eran enojosos los tarascos, entraron no más los buenos tarascos.‖ ―1485 7 casa. Aquí era guardián [del] pueblo Liado-de-Habla [de] Corvo- Río. Y Liadode-Habla el Señor aquí [en] Jilotepec así partió cuando guardaba el pueblo de Corvo-Río. Y el [de] Corvo-Río brinca algunas veces, brinca-sale, brinca-entra [en] Lugar-de-BuscarGuajolotes, y no gritó. Así llegó [a] Coatepec enfadado-desdichado no más, y [per]siguió [a] los tarascos que estaban allí, y los tarascos que alzaban [banderas de] papel, que consagraban [banderas de] papel, [per]siguieron los de Corvo-Río [a] los tarascos. Y Liado-de-Habla quedo mofado no más.‖ ―1486 8 conejo. Y llegaron los tarascos [a] Anetãnttzi [Falda de la Loma] no más, pero no 2410 se batió nadie‖. 2408 2409 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 29-30. LASTRA, YOLANDA; BARTHOLOMEW, DORIS (Editoras). Códice de Huichapan, Óp. Cit., P. 77. 2410 Ibíd., Pp. 80-81. 557 Durante el reinado del huey tlatoani Tízoc, caracterizado como un militar débil, las conquistas se estancaron, y se enfocó en mejorar la administración de los territorios conquistados previamente. Ocupó el trono por pocos años, y al parecer su vida terminó debido a una conspiración, en 1486. Fue elegido como huey tlatoani un hermano de Axayácatl y Tízoc, Ahuízotl, que gobernó durante el periodo 1486-1502. Para su coronación, se prepararon grandes festejos, y se enviaron embajadores a los señores de los señoríos enemigos más importantes, para ―que conbidemos en los pueblos de Yupitzinco, Metztitlan y a los de Mechuacan, [que] bengan a beer esta solene fiesta y çelebragión de n[uest]ro templo y ydolo Huitzilopochtli, y asimismo bengan los de las trasmontanas y çerros mexicanos, los de Huexogingo, Chulula, Tlaxcalla, tliliuhquitepeca y los de Çacatlan…‖.2411 Según Ahuízotl, tenía intención de invitar a los señores enemigos de todos estos pueblos para que entendieran que los bienes tenochcas y tributos que recibían, habían sido adquiridos y ganados con sangre, lágrimas, suspiros, trabajos y muertes de los reyes pasados, Acamapichtli, Huitzilíhuitl, Chimalpopoca, Itzcóatl, Moctezuma Ilhuicamina, Axayáctl y Tízoc.2412 Esto por supuesto, era un ardid propagandístico para que los enemigos conocieran y vieran al nuevo huey tlatoani y el poder mexica. Los embajadores partieron para dar el mensaje, asegurando que no era para dar guerra, dos fueron enviados a Michoacán. Los huexotzincas, cholultecas y los de Yopitzingo aceptaron la invitación, mientras que los tlaxcaltecas, los de Meztitlan, tliliuhquitepecas, y los de Michoacán no aceptaron ir a la coronación de Ahuízotl. De hecho se relata la respuesta tarasca en boca de Tzitzíspandácuare: ―«Dixímosles a todos los señores que no tan solamente ellos eran conbidados, sino a los de Huexoçingo, Chulula, Mechuacan y tanpoco quisieron con esto benir ni [en]biar sus mensajeros, antes nos dixeron: "Bolueos. Mirá si podéis pasar por n[uest]ras guardias". Y así, con esto, benimos por los montes de noche caminando con aspereza». Llegados los [en]baxadores de Mechuacan, le explicaron al rrey Camacoyahuac, el rrey de la Boca ancha: «Preguntó: "¿Quién se pone agora por u[uest]ro rrey?" Diximos que Ahuitzotl teuctli e dixo: "El otro rrey, Axayaca, ¿cómo tomó atreuimiento de osar poner los pies en estos mis rreynos? ¿Cómo dexó aquí muertos a todo su ynperio, [que] si no huyeran, nenguno quedara a bida? Y con esto bolueos, que no quiero yr allá" E paresçe se condolieron de nosotros. Porque sus guardias no nos matasen, nos binieron a dexar hasta 2413 mitad del monte». Y este es n[uest]ro mensaje de la parte de Mechuacan.‖ Sin embargo, más adelante, se mencionó que después de una guerra para celebrar la coronación, los mexicas volvieron a enviar embajadas a los señores enemigos, en está ocasión, Tzitzíspandácuare si envió una embajada a la coronación de Ahuízotl: ―E otro día bino el mensajero [que] fue a Mechuacan: como llegaron a Mechuacan y las cariçias [que] les hizo el rrey Camacoyahuac y como para el cumplimiento benían sus prençipales, de que se holgó mucho dello Ahuizotl, rrey, y dixo a Çihuacoatli: «Ya no aguardamos más de un pueblo». Mandó luego [que] les diesen de comer muy 2414 abentaxadamente a los prençipales de Mechuacan.‖ Si este testimonio es confiable, podemos considerar entonces que Tzitzíspandácuare vivió por lo menos hasta 1486. El sucesor de Tzitzíspandácuare fue su hijo Zuangua; el Códice Plancarte, a pesar de lo tardío de su escritura, hace referencia a los reinados de estos dos cazoncis: 2411 ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO DE. Crónica mexicana [Manuscrito núm. 117 de la H. P. Kraus Collection], Óp. Cit., P. 275. 2412 Ibíd., P. 275. 2413 Ibíd., P. 278-279. 2414 Ibíd., P. 293. 558 ―Entonces vinieron los valientes guerreros con el Rey Tzitzitspandaquare y empezó á dar guerra por todos los lugares para que le dieran tributo á él en Zibulan y Paquilpan y Titelan Chapatouvato y sichoo y camadelani esto duró mucho tiempo hasta que por último ya por la vejez no pudo guerrear mas. Entonces entró en gobierno el Rey Tzivuanqua procuró tambien dar muchas guerras hasta 2415 que por ultimo y su vejez no pudo guerrear mas.‖ Como ya mencionamos, la RM menciona que Zuangua ensanchó mucho el señorío, pero no aclara que territorios fueron conquistados. Probablemente durante el reinado de Zuangua se mejoró la extracción tributaria del territorio conquistado, y la expansión fue posible hacía la frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa, los pueblos de Jalisco y la cuenca de Chapala, e intentos de reconquistar Colima. Zuangua gobernaría hasta su muerte por la viruela traída por los españoles en 1520, pero en su reinado las guerras contra los mexicas fueron intensas, y también tuvo necesidad de dirigir muchos esfuerzos hacía la frontera oriental. Ahuízotl gobernó en el período de 1486-1502, donde recuperó el tiempo perdido por su hermano Tízoc, conquistando partes de la Huasteca, el Soconusco, y la costa del Pacifico en el actual Estado de Guerrero, con lo que los mexicas lograron conquistar el lado Este de la cuenca del río Balsas antes que los tarascos, hacía 1499. En esta región conquistaron el pueblo chontal de Oztuma, que se convertiría en unos de los baluartes más importantes de los mexicas en la región; los tarascos sitiaron esta fortaleza con intenciones de tomarla, pero los pobladores pidieron ayuda a Tenochtitlan, y tuvieron que replegarse.2416 Los mexicas mandaron gente a ésta región para colonizarla, ya que por las guerras habían quedado deshabitados ―Teloloapan, Oztoman y Alauiztla‖, a los principales que mandaron a la región: ―…les avisaron estuviesen siempre sobre aviso y apercibidos con gente de guarnición, a causa de que tenían muy a los términos a los de Mechuacan, sus capitales enemigos, de quienes les convenía guardarse con toda la vigilancia posible, por ser gente que aborrecía 2417 mucho a los mexicanos y les tenía mortal odio.‖ A la muerte de Ahuízotl, fue coronado su primo y antepenúltimo gobernante mexica, Moctezuma Xocoyotzin. Torquemada dejó un testimonio muy importante, pues mencionó una versión en que Moctezuma Xocoyotzin estaba en el valle de Toluca, probablemente defendiendo la frontera mexica de la presión tarasca: ―Dicen que cuando murió Ahuitzotl estaba en la provincia matlatzinca, que es en el valle de Tolucan, nueve 2415 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 238-239. Carlos Herrejón Peredo menciona que este ataque ocurrió ―alrededor de 1499‖, pero no proporcionó que elementos tomó en cuenta para este cálculo, probablemente se basó en el año en que Ahuízotl conquistó la costa de Guerrero. HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., P. 31. En la Relación Geográfica de Oztuma, se mencionó que Ahuízotl envió una embajada para que los pobladores de Oztuma se sujetaran en paz a los mexicas, a lo que se negaron. Después de tres intentos, los mexicas lograron conquistar Oztuma. Los sobrevivientes subyugados, ―…levantaron por señor [a] AHUEHUETL TECUHTLI, y, en tiempo deste, vinieron los de Mechoacan con sus ejércitos a hacerles guerra para sujetarlos. Y, sabido por AHUEHUETL TECUHTLI, envió a México a pedir socorro [a] AXAYACATZIN, rey q[ue] era entonces de México…‖. René Acuña menciona que pudo tratarse de un ataque tarasco anterior en tiempos de Axayácatl, pero se inclina a que hubo un error de los informantes, y que el ataque ocurrió en tiempos de Ahuízotl. PINTO, LUCAS. [Oztuma, 12 de octubre de 1579] ―Relación de Ichcateupan y su partido‖, en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. I, núm. 6, P. 286 y nota a pie, núm. 66. Mayúsculas, corchetes y cursivas originales. 2417 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XLV, P. 354. 2416 559 leguas de esta ciudad y que sabida su muerte se vino a ella a hallarse en la elección corno uno de los electores. Otros dicen que no se halló en ella porque era sacerdote y que estaba en el templo, y lo uno y lo otro es creíble…‖. 2418 De nueva cuenta los mexicas invitaron a los señores enemigos a asistir a la coronación del nuevo huey tlatoani, incluyendo a los tarascos: ―Dixo Monteçuma a Çihuacoatl Tlilpotonqui: «Mucho quisiera que [en]biáramos a conbidar para esta mi fiesta a n[uest]ros enemigos los tlaxcaltecas y tliliuhquitepecas y Huexoçingo y Cholula y los de Cuextlan y Metztitlan y los de yupiçingas y Mechuacan, dexada aparte la enemistad y guerras entre nosotros, que eso es por sí, no [en]trante ni tocante e ello, que las guesrras [que] llamamos nosotros çibiles (xochiyaoyotl), que no se a de mentar en tales ocasiones, sino a sus tiempos, sino sólo conbidarles a n[uest]ra fiesta en n[uest]ra çiudad y bean de la manera que a n[uest]ros dioses serbimos y rreuerençiamos 2419 con n[uest]ros sacrifiçios y ser de la manera que es y está el gran ymperio mexicano».‖ En esta ocasión Tezozómoc sólo mencionó que los embajadores que fueron a Michoacán, dijeron que los tarascos habían aceptado asistir a la coronación de Moctezuma II, para ese tiempo (1502), ya gobernaba el cazonci Zuangua. El relato continúa mencionando que fueron unos principales tarascos a la fiesta de coronación, donde recibieron ricos regalos por parte de los mexicas, joyas de oro, plumas y pieles de animales exóticos. Antes de entrevistarse reunieron a todos los embajadores enemigos para presentar los saludos a Moctezuma; entonces tocó el turno a: ―los de Mechuacam, los quales a su modo y usança hiziéronle a Monteçuma gran rreçibiento. Con muchas rreuerençias, umillaçión dieron su [en]baxada y oraçión breue a la usança y presentaron lo que de parte del rrey CalCacçolzin y prençipales [en]biaron, [que] heran como a manera de hueipiles o como manteos de clérigo por el pescueço abrochachado y hasta la espinilla, braços rremangados, «y estas n[uest]ras mantas cortas [que] llamamos tzanaton, muy bien labrados lo uno y lo otro, y unos arcos con sus carcajes de flechas dorado, con cada çien baras tiraderas en cada carcax, y luego el rrenombre del pueblo Mechuacan traemos estos géneros de pescado [en] barbacoa adobado». Rrespondió Monteçuma dándole muchas saludes al rrey Cacçoltzin y a todos sus prençipales y señores de Mechuacan y con esto les hizo asentar [en] sus lugares y estançias de su palaçio aposentado, y fueron serbidos conforme a tal rrey era, tan temido, más que otro nengún 2420 rrey pasado.‖ A todos estos embajadores después de la gran comida que ofreció, les dieron diferentes regalos, ―y a los de Mechuacan dieron las diuisas y armas de mariposas de oro, con alas azules las mariposas.‖2421 Después a los embajadores los invitaron a cantar y bailar en honor del dios Huitzilopochtli en un gran patio, donde había 2000 personas bailando. ―Y antes de [en]trar [en] la dança los estrangeros les dieron a comer hongos montesinos, [que] se [en]briagan con ellos, y con esto [en]traron a la dança.‖2422 Estas fiestas duraron varios días, después los embajadores regresaron a sus tierras. Contraria a la imagen que en ocasiones puede percibirse en la lectura de la RM, la de una entidad política encerrada en sí misma y sin ningún contacto con el exterior, vemos por el contrario que los embajadores tarascos tuvieron contacto y estuvieron presentes en la capital de sus principales enemigos; Tezozómoc menciona otras embajadas tarascas durante el reinado de Moctezuma II. Sin embargo, a pesar del respeto, discursos, 2418 TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. I, Lib. II, Cap. LXVIII, Pp. 267268. 2419 ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO DE. Crónica mexicana [Manuscrito núm. 117 de la H. P. Kraus Collection], Óp. Cit., P. 368. 2420 Ibíd., P. 373. 2421 Ibíd., P. 374. 2422 Ibíd., P. 374. 560 saludos, y obsequios dados mutuamente, tarascos y mexicas permanecerían en constante guerra los últimos años de la historia mesoamericana. Las fuentes registraron dos grandes campañas lanzadas por ambas partes para tratar de penetrar en el territorio enemigo; primero los mexicas sin mucho éxito, en segundo los tarascos, con éxito de haber iniciado la penetración en la Tierra Caliente del actual Estado de Guerrero, pero en el año 1519 o 1520, con la amenaza española en ciernes. La última ofensiva de Moctezuma II contra Zuangua Tenemos noticia que durante el reinado de Moctezuma II, se realizaron varias campañas para intentar debilitar o conquistar a los tarascos. Se menciona por ejemplo que un capitán texcocano llamado Teuchchimaltzin, con autorización del tlatoani de Texcoco Nezahualpilli, consiguió capturar al señor de Zacatula llamado Yopicatl Atonal.2423 Con esto se los mexicas lograron controlar una región muy rica e importante que había estado bajo dominio de los tarascos, y que ambicionaron reincorporar al Tzintzuntzan Irechequa. Pero por la lejanía y los frentes en los que los mexicas tenían que luchar, la conquista no duró mucho; cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, Zacatula era un señorío independiente del dominio tarasco y mexica. Carlos Herrejón Peredo hizo mención de varías fuentes que mencionan una última gran campaña emprendida por los mexicas para conquistar a los tarascos, que el situó hacía 1517, basándose en un dato del Códice Telleriano Remensis.2424 Esta empresa fue mencionada por Diego Muñoz Camargo (1529-1599), cronista mestizo hijo de un español y una indígena tlaxcalteca, que escribió sobre el pasado prehispánico del otrora señorío indígena de Tlaxcala. En su Historia de Tlaxcala, Muñoz Camargo hizo referencia a un personaje semi-mítico, el guerrero con fuerza sobrehumana Tlahuicole, de origen tlaxcalteca. Sin embargo, este personaje de la época prehispánica es controvertido ya que existen versiones totalmente diferentes e insalvables sobre su muerte. Durán mencionó que en el reinado de Moctezuma II, los huexotzincas le pidieron ayuda en una guerra contra los tlaxcaltecas, a lo que Moctezuma II accedió. Los mexicas llevaron un ejército a Huejotzingo, pero ordenó que los huexotzincas se quedaran en la ciudad, y que sólo habrían de ir los mexicas, y que trajeran al general del ejército tlaxcalteca llamado Tlahuicole ―un valentísimo indio que, por sus hechos, tenía gran fama en la tierra y sonaba su fama y grandezas entre todas las naciones.‖2425 Mexicas y tlaxcaltecas se enfrentaron 20 días y los mexicas no pudieron avanzar, por lo que Moctezuma II envió refuerzos, con lo cual los mexicas lograron capturar a Tlahuicole y otros señores, además de expulsar a los tlaxcaltecas de Huejotzingo. Tlahuicole fue llevado a Tenochtitlan donde recibió buenos tratos por ser un gran guerrero. Pero Tlahuicole extrañó a su esposa e hijos, y se puso a llorar, esto se tomó como mal agüero, enojado por esto, Moctezuma II ordenó que no le dieran de comer, y 2423 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. Obras históricas [―Historia chichimeca‖]. Publicadas y anotadas por Alfredo Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, T. II, Cap. LXII, Pp. 279-281. 2424 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., P. 32. 2425 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. LX, P. 455. 561 que lo liberaran para que mendigara o regresara a su tierra. Desesperado, Tlahuicole fue a Tlatelolco, donde subió a lo más alto del templo, y se aventó para auto sacrificarse.2426 Diego Muñoz Camargo redactó una versión con elementos en común pero muy distinta. Mencionó que el hecho narrado ―acaeció en los tiempos que ya los españoles se acercaban en su venida (y aun quieren decir que en aquel propio año), que prendieron los de Huexotzinco uno de los más valientes indios que entre las Tlaxcaltecas hubo, que se llamó Tlahuicole, que quiere decir... El de la divisa de barro.‖2427 Aquí ya tenemos la primera gran diferencia, mientras en el relato de los informantes mexicas de Durán y Tezozómoc los que capturaron (y que prohibieron la participación huexotzinga), fueron los mexicas, aquí fueron los huexotzingas quienes capturaron al tlaxcalteca. Fue Muñoz Camargo quien dotó a Tlahuicole de fuerza sobre humana: ―Este fue tan esforzado y valiente, que con solo oír su nombre, sus enemigos huían de él. Fue de tan grandes fuerzas, que la macana con que peleaba tenía un hombre bien que hacer en alzarla. Este quieren decir que no fue alto de cuerpo, sino bajo y espaldudo, de terribles y muy grandes fuerzas, que hizo hazañas y hechos que parecen cosas increíbles y más que de hombre: de modo que peleando, donde quiera que entraba mataba y desbarataba de tal modo gente, que por delante hallaba, que en poco tiempo desembarazaban sus enemigos en 2428 el campo.‖ Sigue el relato que Tlahuicole fue capturado por los huexotzingas en una ciénega, y llevado enjaulado a Tenochtitlan, donde recibió gran honra, y por su fama, fue puesto en libertad, ―cosa jamás usada con ninguno.‖ Fue en este momento en que Moctezuma II planeaba iniciar la guerra contra los tarascos; el siguiente párrafo es la referencia más completa sobre esta campaña: ―Y fue esta la ocasión que como Moctheuzoma andaba en pretenciones de entrar por tierras de los Tarascos Michoacanenses, a causa que le reconociesen con plata y cobre que poseían en mucha suma y los Mexicanos carecían de ella, pretendió por fuerza conquistar alguna parte de los Tarascos. Mas como Catzonsi en aquellos tiempos reinaba, y fuese tan cuidadoso de conservar lo que sus antecesores habían ganado y sustentado, jamás se descuidó en cosa alguna; y así fue, que hecha una muy gruesa armada por los Mexicanos, al dicho Tlahuicole, prisionero de Tlaxcala, se le encargó por parte de Moctheuzoma, la mayor parte de esta armada, para hacer esta tan famosa entrada a los Michoacanenses, la cual se hizo con innumerables gentes, y fueron a combatir las primeras provincias fronteras de Michoacan que son las de Tacimaloyan que los españoles llaman Taximaloa, Maravatío y Acámbaro, Oquario [¿Ocurio o Ucareo?] y Tzinapécuaro. Aunque esta tan grande entrada se hizo a costa de muchas gentes, que en ella, murió de la una parte y de la otra, que puso terrible espanto a los Michoacanenses, aunque no les pudieron entrar ni ganar cosa alguna de su tierra, a lo menos trajeron los Mexicanos plata y cobre de la que pudieron robar en algunos reencuentros y alcances que hicieron en seis meses que duró la guerra, en la cual Tlahuicole hizo por su persona grandes hechos y muy temerarios, ganó 2429 entre los Mexicanos eterna fama de valiente y extremado capitán.‖ De regreso a Tenochtitlan, Moctezuma II le dio la libertad a Tlahuicole para regresar a Tlaxcala, o quedarse para ser capitán de sus ejércitos; se negó a ambas cosas, pues servir a los mexicas significaba traicionar a su patria, y si regresaba era afrenta, pues era costumbre sacrificar a los capturados en la guerra. Por lo que le pidió una 2426 Ibíd., Pp. 453-457; Una versión similar se encuentra en ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI, Óp. Cit., Cap. XCVIII, Pp. 643-646. 2427 MUÑOZ CAMARGO, DIEGO. Historia de Tlaxcala. Publicada y anotada por Alfredo Chavero. México, Oficina tipográfica de la Secretaria de Fomento, 1892, Lib. I, Cap. XV, P. 125. 2428 Ibíd., Pp. 125-126. 2429 Ibíd., Pp. 126-127. Véase el Apéndice A, mapa IX. 562 muerte honorable a Moctezuma II. Durante 8 días se hicieron grandes fiestas en su honor, además Muñoz Camargo mencionó que ―como estuviese de asiento más de tres años en México, la mujer que más quería le fue a ver para hacer vida con él, o morir con su marido…‖, sí recordamos que estos hechos, ocurrieron antes de la llegada de los españoles en 1520, nos da en efecto el año de 1517. El relato de este personaje concluye así: ―…el desventurado Tlahuicole fue atado en la rueda del sacrificio con mucha solemnidad, según sus ceremonias; peleando mató más de ocho hombres y hirió más de otros veinte antes que le acabasen de matar, y al fin, al punto que le derribaron le llevaron ante Huizilopuhtli, y allí le sacrificaron y sacaron el corazón, ofreciéndoselo al demonio como lo tenían de costumbre; y este fue el fin del miserable Tlahuicole de Tlaxcala, el cual no fue de los muy principales, sino un pobre hidalgo que por sola su valentía y persona había 2430 tenido valor, y si no fuera preso llegara a ser muy gran Señor en esta provincia.‖ Michel Graulich analizó a este personaje y se dio cuenta que según la fuente, si es mexica o tlaxcalteca, hay grandes diferencias con fines propagandísticos. Por ejemplo, mientras en la versión mexica, el ejército de Moctezuma II prohíbe ir a la guerra a los huexotzingas, en la versión tlaxcalteca son los últimos quienes capturaron a Tlahuicole en un pantano, y ellos lo entregaron a los mexicas. Y mientras en la versión mexica, Tlahuicole se suicidó aventándose desde lo alto de un templo, en la versión tlaxcateca, Tlahuicole dirigió parte del ejército mexica contra los tarascos, y regresó con honores, se le ofreció la libertad, pero prefirió el sacrificó gladiatorio donde mató a 8 mexicas e hirió a otros 20. Graulich mencionó que es difícil decantarse por cual es la versión históricamente correcta, y que ―la campaña contra los tarascos no es confirmada por otra fuente, pero no debe excluirse por tanto.‖2431 Sin embargo, Herrejón Peredo citó el Códice de Tzictepec, pueblo cercano a Tenango del Valle, descubierto en los años 1970 y publicado en 1975, que contiene el siguiente pasaje: ―Aquí se estableció…Tlahuicole el tlaxcalteca. Aquí vino a ganar fama, a ganar tierras. Aquí se envió…en estos pueblos, nuestros padres, nuestros abuelos…Aquí los enemigos.‖2432 Esta fuente independiente, menciona que un Tlahuicole estuvo en la zona del valle de Toluca realizando acciones militares contra los enemigos, por lo que es muy probable que la versión de Diego Muñoz Camargo tenga más peso que la versión mexica. Una de las menciones más antiguas en la historiografía de una campaña emprendida por Moctezuma II contra Michoacán, incluso anterior a la de Diego Muñoz Camargo, es de pluma de Cervantes de Salazar en 1575. Al mencionar los primeros episodios de la conquista de Michoacán, se refirió a la hospitalidad recibida por los expedicionarios capitaneados por Francisco Montaño, por parte de los tarascos; los españoles permanecieron en alerta, como hombres de guerra desconfiando de sus anfitriones, por un engaño que hicieron los tarascos a los mexicas: 2430 Ibíd., P. 128. GRAULICH, MICHEL. ―Tlahuicole, un héroe tlaxcalteca controvertido‖, en: NAVARRETE LINARES, FEDERICO; OLIVIER, GUILHEM (Coordinadores). El héroe entre el mito y la historia. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Históricas-Centro Francés de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Historia General núm. 20), 2000, Pp. 89-99. 2432 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., P. 36. Apud. El Códice de Tzictepec: una nueva fuente pictórica indígena, Paleografía, traducción y comentario de Fernando Horcasitas y Wanda Tommasi de Magrelli, en ―Anales de Antropología‖, vol. XII, México, UNAM, 1976, P. 251. 2431 563 ―…tiniendo guerra con los mechuacanenses ó tarascos; que yendo un grueso exército dellos, por mandado de Motezuma, sobre el reino y provincia de Mechuacán, pensando que de aquella vez le destruirían, llegando á este pueblo [Taximaroa] y poniendo su real sobre la guarnición del Cazonci, que en esta frontera estaba, fingió que huía, dexando en la ciudad mucha ropa, muchos bastimentos y gran cantidad de vino. Los mexicanos entraron, pensando que les huían, y como era dos horas antes que el sol se pusiese, dieron saco á la ciudad, y en lo que más metieron la mano fué en el comer y beber, que hartos y borrachos cayeron casi todos sin sentido, y cuando estaban en lo más profundo del sueño, hacia la media noche dieron con gran furia los enemigos sobre ellos, y como no hallaron resistencia, en pocas horas hicieron tan gran matanza que apenas escapó hombre dellos, é otro día, porque no hediesen en la ciudad, los echaron en el campo, cuyos huesos cubrieron la tierra y casi hasta hoy hay grandísima cantidad dellos. Puso este estrago de ahí adelante tanto miedo á los mexicanos, que jamás después osaron asomar á la raya de 2433 Mechuacán.‖ Carlos Herrejón menciona que hay similitudes entre esta versión y otra que proporcionaría Alonso de la Rea, que citaremos más adelante. También resalta que Cervantes de Salazar vivió en México y tuvo a la mano muchas fuentes pro-mexicas, pero es cierto también que tuvo trato familiar con Antonio Huitziméngari, hijo de Francisco Tangáxoan, ultimo cazonci, por lo que bien pudo haber recibido información de la tradición oral tarasca.2434 Empero, y más allá de la verisimilitud histórica de esta batalla, esta versión de la campaña de Moctezuma II contra los tarascos difiere notablemente de otras fuentes sobre el mismo hecho histórico. Para nosotros, esta batalla bien podría tratarse de la derrota de Axayácatl en tiempo de Tzitzíspandácuare por los siguientes motivos: 1) La campaña de Moctezuma II duró 6 meses, mientras que la versión de Salazar da la sensación que referirse a días (―…dos horas antes que el sol se pusiese […] hacia la media noche dieron…‖), Durán y Tezozómoc cuando hablaron de la derrota de Axayácatl, se refieren a que la batalla duró días. 2) En la campaña de Moctezuma II, los mexicas ―no pudieron entrar ni ganar cosa alguna de su tierra‖, mientras que en la RM, Durán y Tezozómoc, coinciden en que Axayácatl y los mexicas destruyeron y capturaron Taximaroa, y avanzaron hasta Zinápecuaro y Charo. 3) En la campaña de Moctezuma II, los mexicas sólo consiguieron botín de plata y cobre de los reencuentros, mientras que Cervantes de Salazar mencionó que la treta del cazonci fue dejar ropa, comida y vino, con lo que los mexicanos se emborracharon hasta perder el sentido, elementos presentes en la historia similar del poema ―Canto de los ancianos‖ atribuido a Axayácatl (―Nos llamaron para embriagarnos / en Michoacán, en (con) Camacoyáhuac. […] nosotros mexicas, nos embriagamos…‖). Probablemente Cervantes de Salazar sólo tuvo algunas referencias a ambas u otras batallas, y fusionó varios acontecimientos históricos para explicar el hecho del porqué Taximaroa estaba fortificada, y la desconfianza de los españoles al buen alojamiento tarasco. El siguiente autor que escribió de la campaña de Moctezuma II contra los tarascos fue Juan de Torquemada, cuya fuente es fácilmente identificable, el relato de Diego Muñoz Camargo, a quien siguió esencialmente. Entre algunos leves cambios encontramos en la parte militar, que Torquemada omitió nombrar el asentamiento de ―Oquario‖ (¿Ucareo?), mencionó que en ambas partes hubo muchos heridos y muertos y agregó ―porque los tarascos es gente belicosa y valiente‖. Muñoz Camargo mencionó que los mexicas pudieron robar algo de plata y cobre en los reencuentros en seis meses, Torquemada sin embargo mencionó que Tlahuicole a los tarascos ―les quitó mucha de la 2433 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XVI, Pp. 771-772. 2434 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., P. 37. 564 plata y oro que tenían con otro mucho y muy rico despojo de otras cosas y prendió un muy grande número de tarascos.‖ También omitió mencionar el tiempo que duró la campaña.2435 Fue esta versión de Torquemada la que tendría más difusión, debido a que su obra fue publicada en vida en 1615, y se reimprimió en 1723. Prácticamente todos los cronistas religiosos que estuvieron en Michoacán, como Isidro de Espinosa, Mathías de Escobar o Pablo Beaumont, citaron la versión de Torquemada para escribir sobre las guerras entre tarascos y mexicas. Uno de los cronistas que al parecer tuvo fuentes de información michoacanas, y escribió sobre la campaña de Moctezuma II contra Zuangua, y que coincide con algunos datos presentados por Cervantes de Salazar, es el franciscano Alonso de la Rea, quien mencionó la exitosa defensa de los tarascos contra los mexicas durante mucho tiempo. Lo interesante es que la Rea citó a Torquemada para referirse a la expedición capitaneada por Tlahuizoli o Tlahuicole, y mencionó una treta hecha por los tarascos contra los mexicas, tratándolos como dos acontecimientos distintos: ―Y si no, recurramos a los huesos que hoy se ven entre Maravatío y Tzitáquaro, cuyas memorias están representando la más ilustre victoria que tuvo el rey de Mechoacan ni alcanzó ningún monarca, contra el supremo Moctezuma, pues cuando más colérico y picado de los encuentros pasados descansa en medio de ellos, como el monte en medio de los huracanes, hasta que el rumor de nuevas invasiones le alteró, y alterado juntó gente, alistó cuadrillas y crió el más numerosos ejército que hasta entonces se había visto, cuyas ventajas pusieron en cuidado a la corona de Mechoacan; porque la gente que podría enviar a su resistencia no equivalía en la tercera parte, y así se valió de sus ardides, en que era tan valiente como por las manos. Y fue el caso que mandó juntar infinito bastimento de comida y de bebida, con tanta abundancia que no faltase; y marchando el campo hacia el del emperador, al hacerle rostro, en vez de plantar el ejército, sitiar los estandartes y levantar los pabellones, fueron tendiendo la comida y la bebida por todo el lienzo que cogía la copia militar de México; y al embestirles, dieron en correr los tarascos, fingiéndose fugitivos al horror de Moctezuma, y los mexicanos a seguirlos; cuando, de improviso, dieron en la comida y bebida; ellos, más hambrientos que belicosos, se dieron a ella, sin prevenir la cautela, y cuando más descuidados, revolvieron los tarascos y los desbarataron. Murieron infinitos y prendieron muchos tecos y matlaltzingas, de quienes se fundó el pueblo de Charó […] Donde veremos el estrago que hizo una cautela contra las mayores fuerzas, fingiéndose fugitivos los tarascos, para volver a acometer, rendir y debelar a su contrario. […] Como los mexicanos que, siguiendo el alance del tarasco fugitivo, no cuida del ardid fraguado y, cuando se ve en él, parece miserablemente, quedando la victoria por el rey de Mechoacan, 2436 por ardidoso y por valiente.‖ Vemos que la Rea menciona este ardid que ya había sido mencionado antes por Cervantes de Salazar, que no presentan divergencias importantes. El dato nuevo más importante presentado por la Rea, es mencionar que el ejército mexica superaba 3 a 1 al ejército tarasco, pero no presenta ni menciona ninguna fuente de la cual se informó. También están presente la fundación de Charo con matlatzincas y tecos hechos prisioneros; independientemente de sí esta batalla ocurrió realmente, la mención de la fundación de Charo nos remonta a las migraciones de matlatzincas después de la derrota de Axayácatl de 1477-1478; además, como mencionamos, trató como como eventos diferentes la campaña de Tlahuicole y la treta de emborrachar a los mexicas en Taximaroa. Sin embargo, todo parece apuntar que la campaña de Moctezuma II contra Zuangua sí ocurrió, y que en esta ocasión, la balanza se inclinó al lado tarasco; sobre esta guerra, Herrejón Peredo menciona que: 2435 TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. I, Lib. II, Cap. LXXXII, Pp. 300302. 2436 REA, ALONSO DE LA. Crónica de la orden…, Óp. Cit., Lib. I, Cap. VIII, Pp. 77-79. 565 ―sopesando, pues, todos los testimonios, nos inclinamos a creer que la expedición, a cargo del tlaxcalteca, consistió en una serie de incursiones con variada suerte para ambas partes, pero cuyo saldo final estuvo a favor de los mechoacanos. Así, resulta más coherente el panorama que ofrece la pugna a raíz de estos tiempos: los tarascos toman la ofensiva, amagando los fuertes mexicas del sur y llegando hasta las inmediaciones de Ixtlahuaca. De modo especial el complejo de Ostuma fue objeto de insistentes ataques y hacía el final de los imperios, los de Michoacán habían ganado todos sus baluartes, menos el principal, 2437 puesto en asedio.‖ La última ofensiva de Zuangua contra Moctezuma II Si las fuentes sobre la última gran ofensiva mexica contra los tarascos son escasas, menos son los datos que pueden encontrarse sobre la ventaja adquirida por los tarascos al desenlace de esta, y como comenta Herrejón Peredo, los tarascos tomaron la iniciativa y lograron avances importantes en territorio enemigo, pero ya tardíamente, justo antes o durante la presencia española en Mesoamérica.2438 En un documento sobre la demarcación de los obispados de Michoacán y México en 1535, dos las preguntas pedía contestar a los testigos: ―2. Iten si saben que los términos / de la provincia de mechuacan / llegan a la albarrada que esta desta / parte de Istlauaca cuatro / leguas y a unos mojones que están / dos leguas de Tepiconza, es de Soria. 3. Iten si saben o vieron o oyeron / decir que su padre [Zuangua] del cazonzi [Tzintzincha 2439 Tangáxoan] / y el mismo partio los términos / arriba.‖ Uno de los testigos fue don Pedro Cuiniarángari, hermano adoptivo de Tzintzincha Tangáxoan y gobernador de los indígenas de Michoacán después de la muerte del segundo; declaró que: ―A la segunda pregunt dixo que / los términos de esta provincia / de mechuacan hacia la parte e / camino de Yztlavaca llegan los / dichos términos a una albarrada / que esta hecha de piedra dos leguas / de esta parte del pueblo de Iztlavaca / y que aquellos an tenido e / tienen por términos e tierra desta / dicha provincia de mechuacan / y por la parte de hacia Jucutitlan [Jocotitlán] / llegan los términos a tierra desta / dicha provincia hasta mas alla de la / estancia de Soria donde esta un / cuo de la parte de la dicha estancia / camino de xucititlan [Jocotitlán] el primer / cuo. Preguntado como lo sabe / dixo que lo poseía el cazonzi / siendo vivo y este testigo lo a tenido / e tiene por tierra desta dicha / provincia y esto sabe desta pregunta / e por la parte del camino que va / hacia Toluca llegan los dichos / términos a una estancia que tiene / e posee Vaca, la cual dicha estancia / esta de aquella parte del pinar / como vamos desta dicha ciudad a / la ciudad de mexico y el termino / es pasando el dicho pinar junto / a la dicha estancia desta parte / y esto sabe de mas e allende de / lo suso dicho. A la tercera pregunta dijo, / que no se acuerda partirse / los dichos términos que lo que / dicho tuene lo tenía y an tenido / e tienen los señores desta provincia / por términos della e 2437 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, Óp. Cit., Pp. 37-38. En 1553, Diego Hernández Nieto, vecino de la ciudad de México que estuvo mucho tiempo en Michoacán, ―…oyó decir a muchos de los naturales de México, antiguos, cómo tenían por gente muy belicosa e valiente y para mucho a los de la provincia de Michoacán, de que entre las guerras que entre ellos había habido, antes que viniesen los españoles, los de Michoacán habían llevado lo mejor…‖. ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 45v. 2439 ―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y distritos de sus obispados‖ [1544], AGI, Justicia, legajo 1009, f. 221; Agradecemos enormemente al Mtro. René Becerril Patlán por habernos facilitado la trascripción de este fragmento del documento. 2438 566 lo demás / en la dicha pregunta dixo que no se le / acuerda mas de que limpiaban / ellos por 2440 suyo los caminos hasta / allí y esto sabe desta pregunta.‖ En un documento contemporáneo al anterior y también tocante a los linderos de los obispados de México y Michoacán, la segunda pregunta del interrogatorio pedía contestar: ―Ítem si saben que los dichos pueblos donde están las dichas estancias / y términos son de 2441 la provincia de Michoacán y de la / lengua tarasca.‖ Antonio de Godoy, alguacil mayor de la ciudad de Michoacán, mencionó que: ―E de la segunda pregunta, dijo, que de lo que de ella sabe es que este testigo ha visto que las dichas estancias susodichas están asentadas cerca de los de pueblos de Maravatio e de Acambaro e de este cabo de las albarradas que tenían hechas los tarascos e los de Xuantitlan e de Istalavaca en tiempo de sus guerras e que están asentadas las dichas estancias en términos de los pueblos de lengua tarasca e de otomíes e que esto sabe de esta 2442 pregunta.‖ Estos datos abonan en el entendimiento de por qué en la relación de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari, una de las preguntas pedía contestar sí los testigos sabían que ―el dicho Cazonci fue Rey y señor legítimo de toda la tierra e provincia tarasca hasta delante de Culiacán, que son más de trescientas leguas de señorío y por la parte de México, fue señor hasta cerca de Toluca donde tenía su guarnición contra Moctezuma y los señores de México, con quien tenía continua guerra.‖2443 Juan de Villagómez, vecino de la ciudad de México, contesto que ―el dicho Cazonci fue señor he rey de toda la provincia de Michoacán he que tenia gente de guarnición contra Moctezuma la parte de Toluca he en otras partes…‖.2444 El doctor Frías de Albornoz, abogado de la Real Audiencia de México, declaró que ―…por cosa notoria le han informado a este testigo personas de quien lo a inquirido, que tenia guarnición de gente contra Moctezuma, siete leguas de la cabecera de México en el Valle de Toluca que es más de treinta leguas de la cabecera de su señorío, e que allí la tenia a pesar de Montezuma y de su gente que contra el no tenia resistencia, siendo notorio, que por la parte de Oaxaca contra los Mixtecos tenia guarniciones, ochenta leguas e ciento de México, en el peñol de Cuilapa, que es una o dos leguas de Oaxaca, y en Cuestalavaca y en Teguantepeque y en otras muchas partes allí comarcanas, porque esta gente era menos valiente que los tarascos, y por eso, les era más fácil ofender a aquellos lejos de su casa que 2445 defenderse del Cazonci en su propia casa‖. La mayoría de los testigos mencionan que el cazonci tenía una guarnición cerca de Toluca. Quizás esta guarnición estuvo en Ixtlahuaca (debido a las distancias mencionadas, entre 7 u 9 leguas) por un espacio muy breve de tiempo, recuérdese que 2440 Ibíd., f. 225. ―Probanza hecha por la Audiencia Real entre los obispados de México y Michoacán‖ [1544], Fondo Antiguo de la Facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Fondo Dra. Guadalupe Cedeño, Carpeta 1, f. 4. Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René y al Mtro. Igor Cerda Farías por habernos facilitado éste documento. 2442 Ibíd., f. 8. 2443 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 2v. 2444 Ibíd., f. 21v. 2445 Ibíd., f. 56v. 2441 567 Boturini mencionó que ―fuè en su Gentilidad este Reyno [de Michuacan] muy poderoso. Partìa sus confines con los de Mexico en Ixtlahuàcan, distrito de Tolùca…‖.2446 También para finales de la época prehispánica, los tarascos mantenían un férreo sitio a la fortaleza de Oztuma (estuvo bajo sitio durante varios años de forma intermitentemente); la Relación Geográfica de la región mencionó que ―y dicen que, cuando se sonó q[ue] había españoles en la tierra, tenían ganado los de Mechoacan todas las fuerzas, fuera [de] la principal, q[ue] los tenían allí retraídos. Y esto fue, como sup[ier]on que MOTEZUMA estaba preso,‖ es decir en 1520, pero líneas atrás, el Lucas Pinto, autor de dicha Relación Geográfica proporcionó un dato muy importante, y es que ―y, des[de e]ste fuerte, hacían la guerra a los de Mechoacan y, muchas veces, los cercaban y les ganaban algunas trinche[r]as y fosos, y vez hubo q[ue] tuvieron ganado hasta el fuerte principal, y tomadas más de cinco cercas y cavas.‖ Este pasaje se ha interpretado como que los tarascos lograron conquistar la fortaleza de Oztuma, que ―era la más principal fuerza q[ue] los mexicanos tenían en todas las fronteras de Mechuacan‖. 2447 Con esto los tarascos habrían tenido la puerta abierta a la Tierra Caliente guerrerense, pero los españoles ya habían tomado prisionero a Moctezuma II, en el mismo año de 1520 murió Zuangua, y en menos de dos años Cristóbal de Olid consumaría la conquista del Tzintzuntzan Irechequa, con un gran ejército que llegó a Tzintzuntzan en julio de 1522. 2446 BOTURINI BENADUCI, LORENZO. ―Catalogo del Museo Historico Indiano…‖, en: BOTURINI BENADUCI, LORENZO. Idea de una Nueva Historia General de la America Septentrional..., Óp. Cit., Pp. 26-28. 2447 ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, PINTO, LUCAS. [Oztuma, 12 de octubre de 1579] ―Relación de Ichcateupan y su partido‖, en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. I, núm. 6, Pp. 291 y 286. Mayúsculas, corchetes y cursivas originales. 568 32. LAS CUATRO CABECERAS DE LAS CUATRO PARTES DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA ―…pues vosotros caciques que estáis aquí de todas las partes, no nos apartemos dél [cazonci], ayudémosle en los cargos que tenemos a tener, y esperar sus mandamientos en vuestros pueblos para la leña que os mandare traer, para los qúes de la madre Cuerávaperi y de los dioses celestes engendradores, y los dioses de las cuatro partes del mundo, y los dioses de la man[o] derecha y de la mano izquierda, con todos los demás, con el dios del infierno.‖ Razonamiento del petámuti a los señores para que fueran obedientes al nuevo cazonci 2448 Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. I, ca.1540 En la cosmovisión tarasca el universo estaba dividido en tres planos (cielo, tierra e inframundo), y en cuatro partes correspondientes a los solsticios, equinoccios y puntos cardinales. La RM menciona varias veces las cuatro fronteras,2449 y los señores que estaban encargados de ellas, aunque el mismo texto no proporciona mucha información al respecto: ―Tenía puestos [el cazonci] cuatro señores muy principales en cuatro fronteras de la 2450 Provincia y estaba devidido su reino en cuatro partes.‖ Antes de entrar en materia, es necesario conocer el significado en castellano usado por Jerónimo de Alcalá para referirse a las ―fronteras‖ y ―partes‖. Covarrubias, no registró el vocablo ―frontera‖, pero sí ―FRONTAL, frontalera, frontera, frontero, frontispicio, vide frente.‖ Nos remitimos a ―FRENTE […] Frontera puede ser parte opuesta, como en la casa frontera. Frontera a la raya y termino que parte dos Reynos por estar el vno frontero del otro. Frontero los mismo que de enfrente.‖2451 Mientras que ―PARTE, suele tomar por lugar, como en cierta parte, en cierto lugar.‖2452 De aquí se puede entender entonces que en cada parte había un lugar o lugar donde residía cada uno de los señores muy principales de las fronteras. Helen Pollard menciona sobre las cuatro partes de las fronteras que ―el análisis de estas fuentes [coloniales tempranas] indica que la división en cuatro cuadrantes era más bien simbólica y que representaba el diseño cósmico de la empresa imperial. Otra sugerencia es que eran sitios donde se concentraba el ejército y que posiblemente jugaban también un papel en el sistema de recolección de tributo,‖2453 es decir, que las cabeceras de estas fronteras tenían un papel más religioso que organizativo, pues gracias a la documentación colonial temprana, se han identificado algunos centros económico-administrativos del Tzintzuntzan 2448 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. Se mencionan explícitamente dos fronteras, la de los chichimecas y la de los mexicas, cuando se relata la oración que se hacía antes de la guerra. ―Unos iban a la frontera de México, que peleaban con los otomies, que eran valientes hombres y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras. Otros iban en las fronteras de los de Cuýnaho.‖ RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Por otras fuentes sabemos que las otras fronteras eran con los señoríos de Jalisco al Oeste, y al Sur de la cuenca del río Tepalcatepec hasta parte de la Sierra Madre del Sur. 2450 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. 2451 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra F, Pp. 413v-414 y 415. 2452 Ibíd., Letra P, P. 579. 2453 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2004, verano, año/vol. XXV, núm. 099, P. 127. 2449 569 Irechequa, donde se colectaban tributos y se cumplían diferentes funciones gubernamentales.2454 Si bien la existencia de otros centros administrativos, así como la referencia a diversas poblaciones defensivas a lo largo de las fronteras, nos muestran un Estado centralizado económica y militarmente, no debemos negar la importancia administrativa, religiosa y simbólica de estas cabeceras de las cuatro partes, así como su papel militar. Estas cabeceras de la provincia estaban regidas por señores muy principales,2455 parientes cercanos del cazonci,2456 su alto rango se manifiesta en que estaban presentes en la fiesta de Equata cónsquaro,2457 en las guerras importantes de conquista, en el consejo que se reunía para elegir al nuevo cazonci y en su coronación.2458 Su obligación era acrecentar las flechas de Curícaueri, es decir, conquistar territorios y pueblos para tener tributarios, así como ―impedir que los enemigos transpusieran las fronteras del reino.‖2459 Helen Pollard los relaciona con los Caracha-capacha,2460 término que aparece cuando se habla de los caciques de la provincia: ―Asimismo, lo más del tiempo, estaban los caciques de la Provincia con el caçonçi, a estos caciques llaman ellos caráchacapacha‖,2461 aunque la palabra en realidad hace referencia a los caciques de todo el territorio, y no sólo los de las cuatro partes.2462 Ulises Beltrán al hablar de la nobleza y corte del cazonci, menciona que: 2454 Ibíd., P. 120. También se les menciona como señores, caciques y capitanes. Vid. infra. 2456 La RM menciona en ocasión de como ponían a otro señor: ―Muerto, pues, el cazonçi y sepultado, como se ha dicho, luego el día siguiente se juntaban todos los caciques de la Provincia en el patio del cazonçi muerto y juntábanse todos los señores más prencipales: el de Cuyuacan y todos los viejos y valientes hombres y los señores que estaban en las cuatro fronteras de la Provincia, parientes del cazonçi, y entraban en su acuerdo…‖; en el manuscrito se puede interpretar diferente ya que carece de la puntuación actual, así cuando habla de los señores de las cuatro partes se lee ―…los señores que estaban en las cuatro fronteras de la provincia parientes del cazonci y entraban en su acuerdo…‖, aunque no hay duda de que la mayoría de estos integrantes de la nobleza y gobierno estaban emparentados de una u otra con el cazonci. Otro dato que nos puede dar más información es la parte que narra cuándo los mexicas enviaron una embajada para formar una alianza contra los españoles, y pidieron refuerzos a los tarascos, a lo que Zuangua respondió: ―…yo no puedo por agora inviar gente, porque tengo nescesidad de esos que habéis nombrado [Tirímarasco, Cuyni, Azinche, hijos de Zuangua]; ellos no están aquí, questán con gente en cuatro partes conquistando.‖ En la Relación Geográfica de Tingüindin, a 30 km de la actual Jacona, una de las cabeceras de la fronteras, se menciona que ―y [dicen] que el hijo del rey, y sus capitanes, los levaban a las guerras, que tenían muy continuas…‖ GALVÁN, GONZALO. ―Relación de Tingüindin‖ [17 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 324. Información entre corchetes original. Por este testimonio sabemos de la presencia de un hijo de algún cazonci en una de las fronteras. No existen elementos para inferir el grado de parentesco, pero debió ser muy cercano, pues la importancia religiosa y militar de estos enclaves no podría relegarse en funcionarios de poca experiencia, confianza y lealtad. RM, Tercera Parte, Caps. XVII, XX, ff. 32v, 39v-40, Pp. 226, 240-241. 2457 Los señores de las cuatro partes también eran sermoneados por el petámuti: ―Y vosotros, caciques de las cuatro partes de la Provincia y de los términos de los reinos; vosotros estáis en las fronteras y tenéis sus capitanías.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 133v, P. 158 2458 RM, Tercera Parte, Caps. IV, V, VI. 2459 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 229. La RM menciona que ―y estaba[n] todo un día los señores haciendo sus razonamientos a la gente, que obedeciesen al cazonci nuevo todos aquellos señores que estaban puestos en las fronteras para pelear y retener sus enemigos, que avisasen y amonestasen a su gente por los pueblos, que fuesen obidientes al cazonçi.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XVIII, ff. 34-34v, Pp. 229-230. 2460 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. Taríacuri‟s legacy. The prehispanic tarascan state, Óp. Cit., P. 126. 2461 RM, Tercera Parte, Cap. I, f. 6, P. 175. 2462 Cf. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, Pp. 30-31. 2455 570 ―Además de los funcionarios mencionados, cuatro importantes señores administraban el reino, dividido a su vez en cuatro provincias. La Relación no especifica sus funciones, pero en mi opinión se trataba de parientes del irecha que heredaban las divisiones del reino creadas durante el reinado de Taríacuri. Es probable que fueran una especie de gobernadores encargados de administrar las diferentes partes del dominio 2463 del señor de Tzintzuntzan, el irecha.‖ Claudia Espejel mostró como Jerónimo de Alcalá se basó en Las siete partidas de Alfonso X para describir a la sociedad tarasca de la primera mitad del siglo XVI.2464 Muy probablemente el fraile francisano relaciono a estos ―cuatro señores muy principales‖ o caciques de las cuatro partes‖, que se localizaban en los términos o fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, encargados de defender el territorio, con el título nobiliario de marqués,2465 señor de una tierra que estaba en la frontera del reino, la marca,2466 pero nunca lo mencionó explícitamente. En el diccionario de lengua tarasca realizado por Gilberti, aparecen tres palabras sobre este título nobiliario: ―Marques, lo mesmo. Marquesa. lo mesmo. Marquesado. marques eueri yrechequa.‖2467 Sin embargo, hay dos palabras que podrían referirse a estos cuatro señores muy principales de las fronteras, y a los señores de las fronteras en general. Gilberti registró ―Fortaleza edificio. purecuquaro quahta‖, al parecer el encargado de una ―fortaleza‖, era un ―Alcayde de fortaleza, purecuquaro quatahperi, vel. erongariri.‖2468 Gracias a la información existente, podemos intentar identificar dónde estaban estos señores de las cuatro partes y cuáles eran las cuatro cabeceras de las fronteras antes de la llegada de los europeos a Michoacán. La RM sólo menciona la cabecera de Jacona, por motivo de la participación del señor de este enclave en la guerra de coronación de Tzintzincha, y no menciona las otras tres. Helen Pollard sólo menciona Jacona y Tancítaro.2469 Claudia Espejel menciona que ―al parecer uno de estos señores [de las cuatro partes de la provincia] estaba en Xacona, otros dos pueden haber estado en las principales fronteras con los mexicas, en Taximaroa y Cutzamala. Probablemente el cuarto estaba en el norte del reino, en la frontera con los chichimecas.‖2470 Erick 2463 BELTRÁN, ULISES. ―Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica‖, Óp. Cit., P. 94. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, Pp. 237-297. 2465 ―MARQVEZ, dignidad y ditado grande, como lo descriue la ley de Partida II. ti. I. par. 3. E Marques tanto quiere dezir como Señor de alguna grande tierra, que està en comarca de regnos. Vide supra en la palabra Marca. Fr. Iosef de Siguença en la historia de S. Geronimo 3. Par. Lib. I. C. II. dize assi, hablando de los Marqueses, era lo mesmo que Capitanes de las frónteras, y de los limites: y assi los llamaron Limitaneo, &c. MARQVESADO, la dignidad, y estado de Marques.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra M, P. 540. Cursivas originales. Cf. ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, P. 242. 2466 ―MARCA, territorio amplio que se distingue de los demas cercanos, que por esta razon se llamaron comarcanos. Viene de la palabra Fancesa marquer, que sinifica distinguir, por estar distinta de las demas, como la Marca de Ancona, y otras. De donde se dixo Marques, señor deste territorio. De que este vocablo sea estrangero, y Setentrional, consta por los nombres de algunas prouincias, como Dinamarca. COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra M, P. 539, 539v 2467 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 492. La palabra marques eueri yrechequa podría traducirse como ―reino del marques‖, de ―Eueri. Suyo. Pedroeueri. De pedro. Etc.‖, e ―Yrechequa. Reyno‖. DGLM-II, Pp. 199 y 293. 2468 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 433, 255. La palabra erongarini está relacionada con atalayar en la guerra, ―Erongarini, atalayar‖, Ibíd., P. 83. 2469 PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―El imperio tarasco en el mundo mesoamericano‖, Óp. Cit., P. 127. 2470 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 229. Sobre Taximaroa, Claudia Espejel agrega ―es posible que el señor de Taximaroa haya sido uno de los cuatro señores de las 2464 571 González Rizo propuso que las cabeceras pudieron haber sido Xacona, Taximaroa, Cutzamala y Tamazula,2471 mientras que Ricardo Aguilar propuso que pudieron haberse localizado en Acámbaro, Cuzamala/Apanzingán y Jiquilpan o Jacona.2472 Aceptamos algunos de los lugares propuestos, pero falta justificar por que pudieron haber sido esas esas cabeceras las de las cuatro partes de las fronteras. Nosotros tenemos nuestra propia propuesta de cuáles pudieron haber sido las cabeceras de las cuatro fronteras, y explicamos en que nos hemos basado para intentar dar una respuesta a la cuestión. Los antecedentes más remotos de estas cabeceras de las cuatro partes, las encontramos en los lugares a los que fueron a morar los señores chichimecasuacúsecha tras el agüero de las culebras, y su separación en Uayameo. Los señores chichimecas-uacúsecha se separaron en cinco grupos y cada uno adoptó un dios patrono, cinco dioses hermanos ―altamente engendrados‖ llamados Tiripemencha: Tarépecha Chánshori o Chánshori tomó al dios Hurendequavecara y fue a morar Curínguaro; Ypinchuani tomó al dios Tirepenie xugapeti y se asentó en Pichátaro; Tarepupanguaran tomó a Tirepeme turupten y fue a morar a Iramuco; Mahicuri tomó al dios Tiripeme caheri y se fue a vivir a Pareo; Uápeani II y Pauácume II tomaron al dios Tiripeme Curícaueri y fueron a morar a Pátzcuaro, quedando en el centro.2473 DIOSES TIRIPEMENCHA, ―ALTAMENTE ENGENDRADOS‖ Jefes uacúsecha Dioses Lugar a donde van a Residencia en el periodo Tiripemencha residir después del protohistórico ―agüero‖ en Uayameo Uápeani II y Tiripeme Curícaueri Pátzcuaro Pauácume II Tarepechachansori Hurendequavecara Curínguaro Tzintzuntzan Tarepupanguaran Tirepeme turupten Iramucuo Ypinchuani Tirepenie xugapeti Pichátaro Mahicuri Tiripeme caheri Pareo CUADRO 31. FUENTE: Modificado de AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., P. 134. José Corona Núñez asignó colores a los dioses Tiripemencha, de acuerdo a posibles traducciones de los nombres; de los colores de las nubes blanca y amarilla, colorada y negra que enviaba la diosa Cueráuaperi para que lloviera, y a la analogía con los colores a los puntos cardinales de otras sociedades mesoamericanas: amarillo para el Norte, rojo para el Este, negro para el Sur, blanco al Oeste, y azul para el Centro.2474 Sin embargo, Corona Núñez confundió a dos deidades, y por lo tanto la asignación de colores a los puntos cardinales poco fiable, si bien sus nombres están compuestos por el vocablo tiripeme, el texto de la RM de ninguna manera los relacionó con los dioses fronteras, pues Taximaroa estaba en uno de los principales pueblos fronterizos (en la frontera con el territorio controlado por los mexicanos).‖ Ibíd., P. 227. 2471 GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Director de tesis: Dr. Luis Gómez Gastélum. Universidad de Guadalajara- Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, 2012, Pp. 82-83. 2472 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. ―Los [uh]cambecha y el sistema tributario en el Estado tarasco: tradiciones interpretativas sobre la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 251. 2473 RM, Segunda Parte, Cap. IV, ff. 68-68v, Pp. 27-28. 2474 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., Pp. 26-27 y 42-48. 572 ―altamente engendrados‖ hermanos de Curícaueri, los Tiripemencha: uno es Chupí tirípeme, dios de Pacandan; el otro es Tiripamequanencha o Tiripamequarencha, hermano del dios Curita caheri.2475 No hay seguridad de que los antiguos tarascos hayan asignado colores a los puntos cardinales, de hecho es muy probable que cada señorío prototarasco haya asignado bajo diversas formas colores de acuerdo a sus propias cosmovisiones, y sí la ideología uacúsecha trató de imponer una asignación de colores a las cuatro partes del mundo, no existen elementos para determinar cuáles serían. En el texto de la RM, se menciona un mundo policromo muy rico: negro, amarillo, rojo, blanco, verde, turquesa, dorado, plateado, azul, leonado, etcétera. Desde la misma RM es complicado asignar un solo color a las deidades; en un pasaje se mencionó que el color amarillo se relacionaba con la diosa Cueráuaperi, mientras que el color negro era del dios Curícaueri,2476 pero uno de los atavíos de éste era un cuero de color blanco en la cabeza.2477 En otro pasaje se mencionó que los templos del dios Hurendequavecara se pintaban de blanco, pero las casas de sus sacerdotes se pintaban de rojo.2478 El nombre del dios Tirepenie xugapeti, está compuesto de las palabras ―Tiripeti. oro‖ o ―dorado‖, pero también puede tener el sentido de ―hermoso‖, como en ―Tiripeti cuiripu. persona de lindas carnes‖; y de ―Xungapeti. amarillo‖,2479 por lo que puede traducirse como ―El oro amarilo‖, o ―El dorado amarillo‖, o ―El hermoso amarillo‖; aunque Ricardo Aguilar propone la traducción de ―El dorado color turquesa‖, ya que en el DGLM se consignaron las entradas ―Xungapeni, xuxungaxeni. Estar verde‖, ―Xanga xungacahcuni. Teñir de turquesado, o de color cielo‖, Xungah xungahcas. Color turquesado o çielo.‖2480 En la lámina XLII de la RM que ilustra un concilio de todos los dioses del Tzintzuntzan Irechequa antes de la conquista, vemos como los dioses usan muchos colores en sus atavíos: pintura facial amarilla, verde, negra blanca y azul; ropas de color azul, roja, verde amarilla y negra; y penachos con plumas de color azul, rojo, amarillo y blanco: y guirnaldas blancas y de cuero de piel de jaguar. El tema de la policromía en la sociedad tarasca no ha sido trabajado con suficiente profundidad, y se necesitan más estudios al respecto. A partir de los asentamientos ocupados por los dioses Tiripemencha, se delimitó un axis mundi de acuerdo a los niveles del universo y las cuatro partes correspondientes a las extremidades de la diosa recostada boca abajo; además éstas cabeceras de las cuatro partes tuvieron su desarrollo histórico, es decir, no siempre fueron las mismas durante el período en que existió el Tzintzuntzan Irechequa, y debieron de cambiar de lugar conforme se avanzaba o retrocedía en la conquista del territorio; probablemente los ídolos o bultos sagrados de los Tiripemencha también fueron ocupando como 2475 RM, Segunda Parte, Cap. V, f. 69v, P. 30; Tercera Parte, Cap. XIX, f. 37, P. 235. RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 94, P. 79. 2477 RM, Segunda Parte, Cap. XXXVII, f. 124, P. 139. 2478 RM, Segunda Parte, Cap. XVIII, ff. 96v-97, Pp. 84-85. 2479 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 166 y 209. 2480 DGLM, T. II, P. 794. Ricardo Aguilar menciona que ―se puede entender que posiblemente, el color que más se asemeje a la enunciación tarasca sea el turquesa, ya que en las lecciones que se dan se presentan el verde y el azul, llegando a un color que medie entre los dos: el turquesa. La importancia simbólica de este color reside en su difícil asequibilidad y alto costo, ya que debía ser importado desde Nuevo México. Sin embargo, habrá de tenerse en cuenta que Fr. M. Gilberti da por significado: Xungaperani. hazer amarillo. Xungapeti. amarillo.‖ AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., cap. 2, nota a pie, núm. 61, P. 123. 2476 573 advocaciones los templos de los nuevos asentamientos conquistados.2481 Algunas de estas localidades del sur de la cuenca de Pátzcuaro, debieron formar parte, posteriormente, de la última línea defensiva que protegía el corazón del Tzintzuntzan Irechequa, ya que ahí se encontraban los ídolos principales de los Tirípemencha, hermanos de Curícaueri. Con estos primeros asentamientos ocupados por los chichimecas después del agüero de las culebras, podemos intentar identificar el axis mundi del Tzintzuntzan Irechequa formando un quincunce, en este caso el centro sería la cuenca de Pátzcuaro, y muy probablemente la misma ciudad de Pátzcuaro, principal centro religioso de los uacúsecha; Jerónimo de Alcalá mencionó que ―y decía el caçonzi pasado [Francisco Tangáxoan], que en este lugar [Pátzcuaro], y no en otro ninguno, estaba la puerta del cielo por donde descendían y subían sus dioses.‖2482 Jacona sería entonces la cabecera de la frontera Norte, encargada de proteger la frontera de los chichimecas y expandir el territorio hacía el norte y hacía la cuenca de Chapala; Taximaroa sería la cabecera de la frontera Este, protegiendo parte de la frontera chichimeca pero principalmente la mexica; la cabecera del Sur se encontraría en Tierra Caliente, muy probablemente en Cutzamala, o más al sureste en Ajuchitlán, desde donde no sólo se defendería la frontera con los mexicas, sino que sería una punta de lanza para penetrar en el territorio enemigo. La cabecera de la frontera Oeste es la más difícil de tratar de identificar, debido a la falta de fuentes sobre la región de la Sierra Madre del Sur, así como su bajo nivel demográfico. Hay tres posibles lugares que pudieron haber sido la cabecera de la frontera oeste: Tepalcatepec, Tancítaro y Tamazula en Jalisco; más adelante profundizamos en los elementos existentes para tratar de identificar cada uno de los asentamientos de las cuatro partes. La cabecera del septentrión Como mencionamos, Jacona es la única cabecera de una frontera de la que se hace mención explícitamente, ya que su señor participó en la guerra de coronación de Tzintzincha, arengando a las tropas que iban a combatir a Cuniao. Su localización en el noroeste del territorio hace suponer que esta la cabecera del septentrión o de la mano derecha, lugar asociado a los ―dioses de la mano derecha‖, cuyo antecedente sería Pichátaro o Pareo. Jacona también es el lugar donde se ambientaba la historia de los dioses Achuri hirepe, Cúpanzieeri, y el hijo de este último, Sirátatápezi, dónde se explicaba el origen de los tuyzen, los ―venados‖ con crines en la cerviz y cola larga que montaban los españoles. Jacona aparece como un centro administrativo y productivo en la tasación del bachiller Juan de Ortega en 1528, con obligación de tributar maíz, frijol, chile y sal a las minas cercanas de españoles.2483 Desde la posición geográfica del enclave, se lograba administrar y defender gran parte de la frontera norte con los chichimecas, así como la cuenca de Chapala. En 1530, cuando Nuño de Guzmán acusó al Francisco Tzintzincha de haber preparado una emboscada en Cuinao, se menciona que uno de los capitanes encargados de la trampa era precisamente de Jacona, y nada 2481 Aunque pudieron haber movimiento de otras deidades de otros señoríos prototarascos, recuérdese que Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje ―fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños tomaron una parte en la tierra caliente y los chichimecas otra parte a la man[o] derecha…‖, lo que supondría que las deidades isleñas estuvieran presentes en el sur, y las uacúsechas en el norte. RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155. 2482 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73, P. 37. 2483 ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 418 y 423. 574 menos que el ―Señor de Jacona que se dice Curite (Cauite)‖, y otros dos capitanes ―Çipaque natural de Jacona, e otro que se dize Ytocuase, natural de Jacona…‖.2484 La cabecera del poniente Taximaroa era otro asentamiento importante en el sistema de guarniciones tarasco, la información etnográfica sobre este asentamiento es fragmentaría, pero nos da una idea clara de su importancia. Fue uno de los pueblos conquistados cuando Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje iniciaron la expansión el triunvirato, y estaba habitado por otomíes. Durante la expansión de la Excan Tlatoloyan ―otra vez venieron los mexicanos a Taximaroa y la destruyeron en tiempo [1477-1478] del padre de Motezuma llamado Hacángari [Axayácatl], y Zizíspadáquare la tornó a poblar‖.2485 Se ubicaba geográficamente en el camino natural para llegar a la cuenca de Pátzcuaro, así como estar en medio de Tzintzuntzan y México-Tenochtitlán, la convertía en la puerta en el este del Tzintzuntzan Irechequa. Esto queda de manifiesto con varios hechos: los embajadores que enviaron los mexicas para formar una alianza con los tarascos llegan a Taximaroa, igual que tres otomíes que venían huyendo de la destrucción de MéxicoTenochtitlán; posteriormente, desde que el español (¿Porrillas?) que llegó el 23 de febrero de 1522 a Taximaroa, todas las expediciones posteriores pasaron por Taximaroa para llegar al centro político tarasco. Era un lugar idóneo para proteger la entrada al corazón del Estado tarasco, los testimonios europeos la describieron como un lugar fortificado con una muralla muy bien hecha con troncos de árboles. 2486 El nombre del señor de Taximaroa al momento de la llegada de los españoles era Capacapecho,2487 quien recibió a los embajadores mexicas, los tres otomíes y a los españoles, ―recuérdese que los señores de las cuatro fronteras estaban allí, efectivamente, para "retener a los enemigos en las fronteras…"‖.2488 En la La tasación del bachiller Juan de Ortega en 1528, se menciona un nahuatlato llamado ―Cali‖ y un principal de nombre ―Quirite‖ como los gobernantes indígenas de Taximaroa.2489 Su localización en el Este del territorio hace suponer que esta era la cabecera del oriente o de los pies de la Diosa recostada,2490 cuyo antecedente sería Curínguaro, asentamiento que tenía por deidad patrona a Hurendequavecara. Igor Cerda considera que al ser conquistado Curínguaro, una parte del dios Hurendequavecara, un dios de los Tiripemencha, pudo haber sido trasladada a Tiripetío (quizás dando origen al nombre al pueblo, pues comparten la raíz titipeti, ―dorado‖, ―hermoso‖ o ―divino‖),2491 y de ahí a Taximaroa. Es sintomático 2484 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., Pp. 94 y 103. 2485 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, ff. 138-139, Pp. 168-169. 2486 Véase el apartado sobre la poliorcética y las guarniciones fronterizas del Tzintzuntzan Irechequa en el presente capítulo. 2487 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 40v, Pp. 242. 2488 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 227. 2489 ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 419. 2490 Recuérdese que la diosa Cueráuaperi era la que sostenía los pies de la diosa recostada. También que los cués principales de Cueráuaperi se encontraban en Zinapécuaro, al oriente de la cuenca de Pátzcuaro; y cuando los dioses se reunieron en el concilio para anunciar la llegada de los españoles, Curícaueri, Xarátanga, Huréndequavécara y Querenda angápeti fueron al oriente, donde vivía Cueráuaperi. 2491 CERDA FARÍAS, IGOR. El siglo XVI en el pueblo de Tiripetío. Indígenas, encomienda, agustinos y sociedad en el antiguo Michoacán. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de HidalgoSecretaría de difusión cultural y extensión universitaria, 2000, Pp. 3-16; En el pueblo de Tiripetío, en la Provincia de Michoacán. La edad dorada… El siglo XVI. 2ª edición, México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de difusión cultural y extensión universitaria, 2005, Pp. 14-15. 575 entonces que en la Relación Geográfica de Tuzantla, pueblo a unos 50 km. al sur de Taximaroa, se mencione que ahí ―adoraban dos ídolos de piedra de hechura de hombres, que el uno se llamaba CURISTICAHERI y, el otro, URINDECAHUECARA, que así se llamaban por nombre propio.‖2492 La cabecera del meridión La cabecera de la frontera Sur probablemente se encontraba en la Tierra Caliente, la información etnográfica que nos proporcionan las fuentes, principalmente las Relaciones Geográficas sobre la región, es breve pero concisa, y nos permite tener una idea clara de la importancia de esta región para el Tzintzuntzan Irechequa, así como parte del simbolismo religioso del territorio. Como mencionamos antes, los enclaves que pudieron haber sido la cabecera de la frontera sur son Cutzamala, Pungarabato o Ajuchitlán, incluso es probable que este último se haya erigido cabecera ya muy tardíamente, cuando los españoles llegaron a Mesoamérica en 1519. La región fue conquistada por los caciques de origen chichimeca e isleño cuando el triunvirato de Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje estaba en plena expansión.2493 En los toponímicos de las cuatro cabeceras principales de la región se deja entrever el significado religioso. La cabecera para 1580 era Ajuchitlán en nahua, y Tlitichu Umo en cuitlateca, que significan ―agua florida‖, o más exactamente ―lugar de‖ o ―entre flores acuáticas‖.2494 Cutzamala en nahua, y Hapázingani o Apazingan en tarasco, puede traducirse como ―lugar de comadrejas‖, y ―llámase deste nombre porq[ue] dicen q[ue] en su antigüedad, tuvieron [los indios] un ídolo a manera de comadreja.‖2495 También se le conocía bajo el toponímico nahua de Tusantran o Tusantla, ―lugar de tuzas‖.2496 Otro asentamiento de la región era Coyuca (actualmente Coyuca de Catalán), y ―Coyuca es nombre mexicano, y no tiene otro nombre ninguno en otra ninguna lengua; quieren decir q[ue], por ser ―lugar de lobos [coyotes]‖, se llama asina, y, así, hay muchos en su comarca.‖2497 Ambos tipos de animales, los coyotes, así otros tipos de mamíferos, como comadrejas, ardillas, zorrillos y tuzas, tenían un simbolismo relacionado con la muerte y el inframundo en la cosmovisión tarasca.2498 En el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, en el la 2492 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 156. 2493 ―Y iban desta manera conquistando los chichimecas y isleños y conquistaron más los siguientes pueblos: Visíndan, Hauíri hoato, Zinapan, Zirápetio, Hapánohato, Cuyucan, Hapázingani, Pungari hoato, que son pueblos de tierra caliente.‖ Grupo de pueblos conquistados 12. RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 132v, P. 156. 2494 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35. No se menciona el topónimo en tarasco. 2495 ―Comadreja. apahtsi‖, GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 317. Otros significados para Cuzamala podría ser ―donde abundan las comadrejas‖, y sí se escribiera Cuzamalan, ―lugar de la comadreja‖ o ―de comadrejas‖; traducciones de René Acuña. GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 35-36. Para no generar confusión con el actual Apatzingán, que era sujeto de Tancítaro, nos referiremos a este enclave con el toponímico nahua de Cutzamala. 2496 ―El pueblo de Cuzamala, que por otro nombre se dice Tusatran [B: Tusantla], que está encomendado a Diego Rodríguez y a Juan de Burgos…‖. ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 413. 2497 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35. 2498 Recuérdese que en un episodio de la RM, el Dios del infierno mandó un topo para darle un mensaje a Zurumban. RM, Cap. XI, f. 79, P. 50. 576 esquina superior derecha, está representado un escudo con un animal, que podría ser un mamífero como un topo o comadreja; Hans Roskamp considera que los escudos podrían representar los toponímicos de los lugares fronterizos del territorio tarasco.2499 Quizás éste escudo podría representar alguno de los lugares fronterizos de la región mencionada.2500 Otra de las cabeceras con un simbolismo importante es Pungarabato o Pungaravato (Actualmente Ciudad Altamirano), ―es su propio nombre en lengua materna, que es la tarasa, y quiere decir, en lengua castellana, ―cerro emplumado‖; y llámase así porq[ue], en su antigüedad, dice, tuvieron un ídolo q[ue] se llamaba Punguarancha, q[ue] quiere decir ―ídolo emplumado [―señor emplumado‖].‖2501 Este dios quizás es el dios uacúsecha Pungárecha o Pungárancha; en un pasaje de la parte histórica de la RM se menciona que durante la fiesta de Purécotaquaro (fiesta de la guerra) ―…sacaron de las trojes su dios Curícaueri y otro dios de la guerra llamado Pungárecha…‖,2502 el dios de los corredores, quién tenía un papel importante en las batallas, ya que estaba al centro de la formación durante los ataques, mientras otros escuadrones estaban en los flancos.2503 La ubicación geográfica de estos enclaves proporcionaba varias ventajas estratégicas, entre ellas la de estar asentados en el valle del río Balsas, rodeadas de sierras, y los cuatro asentamientos, Cutzamala, Pungaravato, Coyuca y Ajuchitlán, se encontraban flanqueados por afluentes del río, es decir, para llegar a esos enclaves se tenía que cruzar el caudaloso río, por lo que la topografía del paisaje servía como elemento defensivo. Como se ha mencionado, esta región era fronteriza con las fortalezas que tenían los mexicas al otro lado del río, por eso ―ponía el CAZONCI [a] un gobernador, que sólo servía de hacer aquello que él enviaba a mandar.‖ 2504 También se menciona que ―en esta jurisdicción, dicen, tenía el CAZONCI su guarnición y gente de guerra, por ser frontera de Tetela y Capulcopulco, q[ue] eran de MOCTEZUMA.‖2505 Gracias a la Relación Geográfica de Sirándaro, es que tenemos una idea de la magnitud de la guarnición e importancia militar de la zona, así como la elevada posibilidad de que en efecto, fuera Cutzamala la cabecera de la frontera sur del Irechequa: ―El tributo que daban al rey de Mechoacan [los indios de Sirándaro], era llevarle las cosas ya d[ic]has, y hacer sementeras de maíz, el cual por vía de tributo llevaban al pu[ebl]o de Cusamala, que está [a] seis leguas de este pu[ebl]o, y allí se distribuía y gastaba porque tenían en aquel pueblo de Cusamala, el rey de Mechoacan, más cantidad de diez mil indios 2499 ROSKAMP, HANS. ―La heráldica novohispana del siglo XVI: un escudo de armas de Tzintzuntzan, Michoacán‖, Óp. Cit., P. 248. 2500 Véase Apéndice D. Cabe la posibilidad, por la semejanza de los toponímicos, que tal vez se haga referencia al Tuzantla del oriente michoacano. 2501 Además se menciona que Coyuca tenía un sujeto que se llamaba ―Andomuqua‖ (tabaco en tarasco), planta importante para los hechizos que se hacían en contra de los enemigos. GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 35. 2502 RM, Segunda Parte, Cap. XVI, f. 90v, P. 72. 2503 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 18v, P. 198. Precisamente, Pungaravato se encontraba entre Cutzamala y Ajuchitlán. 2504 GARCÉS, DIEGO. ―Relación de Ajuchitlán y su partido‖ [10 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 37. Mayúsculas y corchetes originales. 2505 Ibíd., P. 36. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales. 577 soldados, que seguían la guerra contra los de Méx[i]co y guardaban aquella frontera y 2506 corrían hasta la provincia de Ostuma, que eran de MONTEZUMA.‖ La localización de estas poblaciones al sureste del territorio tarasco hace pensar que alguno de estos asentamientos pudo haber sido la cabecera del meridión o la mano izquierda, cuyo antecedente podría ser Iramuco, cuya deidad patrona era Tirepeme turupten. Sin embargo, las fuentes escritas sólo documentaron la descripción de un ídolo con forma de comadreja en el caso de Cutzamala, y de Punguarancha, quizás el mismo dios Pungárancha o Pungárecha, asociado al dios tutelar de los uacúsecha, Curícaueri, por demás sintomático. La RM también mencionó a ―los dioses de la mano izquierda llamados Vyránbanecha, dioses de tierra caliente‖, y un Dios-caimán que vivía en un río muy hondo, probablemente el rio Balsas.2507 La cabecera del oriente La cabecera de la frontera Oeste para el momento de mayor expansión debió ser Tamazula, y muy probablemente antes fueron La Huacana o Uruapan, Tancítaro y Tepalcatepec. La ubicación de estos asentamientos respecto al centro político nos remite a identificarlos como la parte poniente, asociada a la cabeza de la Diosa recostada boca abajo y sostenida por el Dios del mar (recuérdese que al Océano Pacifico se encuentra al Sureste del centro político tarasco), cuyo antecedente podría ser Pichátaro o Pareo. Desde antes de la formación del triunvirato, Taríacuri estuvo interesado en la región de Tierra Caliente y sus recursos naturales, por eso invitó a Zurunban, señor de Taríaran y su futuro suegro, a hacer entradas y conseguir tomates, ají, melones, algodón y ciruelas, dónde tenían dos cosechas al año por ser agricultura de riego, además de que en cierta ocasión él mismo entradas a ―occidente‖. Cuando se empezó expandir el triunvirato, Hiripan, Tangáxoan e Hiquíngaje ―conquistaron a Cumachen, Naranjan, Çacapu, Cheran, Siuínan y, a la vuelta, a Hurúapa y los pueblos de los nauatlatos llamados Hacáuato, Zizupan, Chenengo, Vacapu y otros pueblos llamados Taríyaran, Yuriri, H[o]pácutio, Condébaro.‖2508 Posteriormente un principal llamado Cupauaxanzi se asentó en La Huacana, y desde ahí conquisto por su parte los pueblos de ―Caxúruyo, Sycuýtaro, Tarinbo házaquaran, Zicuýtaran, Púmuchacupeo, Yacoho, Ayáquenda, Zinagua, Churúmucu, Cuzaru.‖2509 No queda claro si la cabecera del poniente pudo haber sido Uruapan o La Huacana, ambos lugares fueron de gran importancia y riqueza en la época prehispánica; pero al expandirse por la Tierra Caliente, la cabecera del poniente debió cambiar de lugar a Tancítaro, ya que, como hemos visto, la frontera sur estaba bien resguardada, y desde Tancítaro se podía acceder a las regiones de la costa, Colima, y los territorios de la cuenca de Sayula, y también se usaba el río Tepalcatepec como delimitante territorial. De hecho Tancítaro pertenece al Grupo de pueblos conquistados 11, es decir, fue conquistado después de La Huacana: ―Y otro prencipal llamado Vtúcuma conquistó por su parte, los pueblos siguientes: Paránzio, Zinapan, Zirápitio, Taziran, Turúquaran, Vrechu ambáquetio, y un pueblo de los 2506 CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266. Mayúsculas, cursivas y corchetes originales. 2507 RM, Segunda Parte, Cap. XXVII, f. 123v, P. 138; Tercera Parte, Cap. XIX, ff. 38v-39, Pp. 238-239. 2508 Grupo de pueblos conquistados 3. RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 131, P. 153. 2509 Grupo de pueblos conquistados 10. RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132v, P. 156. 578 nabatlatos llamado Copúan; y conquistó a Euáquaran, Charápichu, Paráquaro, Paqués 2510 hoato, Euáquaran, Tirístaran,Puco hoato, Tanzítaro, Eruzio, Zirámaratiro.‖ Tancítaro tenía una alta jerarquía económica, y fue un centro administrativo importante, independientemente de su simbolismo religioso, ya que ahí se colectaban los tributos de la región, la Relación Geográfica de Tancítaro menciona sobre los habitantes y sus sujetos que: ―Fueron, antiguamente, gobernados por un señor desta provin[nci]a de Mechuacan, que fue rey dellos y poderoso, que se llamaba EL CAZONCI; q[ue] tuvo grandes guerras con MUTECZUMA, q[ue] fue rey y s[eñ]or de la ciudad de Méx[i]co. A este CAZONCI tributaban toda la Tarasca, que es una gran provi[nci]a; fue muy valeroso y animoso este CAZONCI, [y] a éste acudían con los tributos, que en la lengua tarasca [es lo que] quiere decir TANCITA, y, así este pu[ebl]o se llama Tancítaro, porque aquí se recogía la 2511 TANCITA, que quiere decir ―el tributo.‖‖ La importancia militar también se manifiesta en que hay que defender los bienes materiales producidos, en la posición elevada en que se encuentra asentado Tancítaro, y en la capacidad de recoger los tributos por la fuerza, en caso de ser necesario. Es interesante los datos proporcionados por la Relación Geográfica de Motines, cuando se habla sobre Quacoman, se dice al principio del documento, que antes eran sujetos del cazonci, pero más adelante se lee ―y [dicen] que, en este d[ic]ho pu[ebl]o y naturales dél, no conocieron señor ninguno, q[ue] les gobernase, si no era al CA[L]ZONTZIN cuando enviaba por su tribu[t]o.‖2512 Quiere decir que la influencia que se tenía en este territorio periférico del Tzintzuntzan Irechequa, era menor, recolectándose el tributo cada cierto tiempo. Cabe recordar que la región de la costa michoacana es de una geografía accidentada, que impedía el control efectivo de las diferentes etnias que la habitan, y sólo se habrían producido entradas esporádicas para obtener botín y prisioneros para sacrificar o esclavizar. La región geográfica de Tancítaro era rica en recursos naturales y muchos de sus elementos fueron importantes dentro de la religión tarasca. Ahí se localiza el Pico del Tancítaro (4160 m), eminencia más elevada del actual Estado de Michoacán, y el cerro Patamban (3750 m); recordemos en entre los tarascos y otros pueblos mesoamericanos, las montañas tuvieron un papel preponderante en la cosmovisión del mundo, aunque lamentablemente no hay información detallada sobre la religión prehispánica que haya existido (salvo las referencias generales a idolatrías, sacrificios humanos, de sangre y antropofagia), pero es sugerente que el nombre prehispánico del Pico del Tancítaro haya sido ―Zinzonza‖, indudablemente relacionado con la capital tarasca. En la Relación Geográfica se mencionó: ―Está este pueblo de Tancitaro cercado de sierras por la parte del norte y, hacia un pueblo que se dice Tzirosto, corre un gran pedazo de serranía, que, a mi parecer, son más de siete 2510 De hecho Tancítaro pertenece al Grupo de pueblos conquistados 11, es decir, fue conquistado después de La Huacana: ―Y otro prencipal llamado Vtúcuma conquistó por su parte, los pueblos siguientes: Paránzio, Zinapan, Zirápitio, Taziran, Turúquaran, Vrechu ambáquetio, y un pueblo de los nabatlatos llamado Copúan; y conquistó a Euáquaran, Charápichu, Paráquaro, Paqués hoato, Euáquaran, Tirístaran,Puco hoato, Tanzítaro, Eruzio, Zirámaratiro.‖ RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132v, P. 156. 2511 MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 290. Mayúsculas, corchetes y cursivas originales. 2512 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [Relación de Quacoman]‖ [3 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 140. 579 u ocho leguas y suele haber mucha nieve en ella en invierno. Viene esta sierra corriendo hasta media lengua deste dicho pueblo de Tancitaro y, allí, hace un pedazo de sierras más alto, y tendrá una legua de subida. Y allí nieva por Navidad los más de los años. Y dura la nieve más de dos o tres meses; y, durante este tiempo, es este pi[ebl]o frío, por causa de la 2513 nieve que hay en la sierra. Llámase esta sierra, en lengua tarasca, Zinzonza.‖ Los recursos naturales eran abundantes, había bosques de pinos y robles, y la fauna se componía de felinos, venados, liebres coyotes, zorrillos, tuzas (de nuevo animales asociados al inframundo), gavilanes, faisanes, aves de rapiña y yerbas medicinales. Se cultivaba maíz, capulines, aguacates, chayotes, quelites, cacao, zapotes, tenspisques, calabazas y otras frutas.2514 Cabe la posibilidad que de que Tepalcatepec haya sido en algún momento una parte importante del sistema defensivo fronterizo, y quizás cabecera de la parte poniente, ya que en un documento de 1577, los nahuas de Santa Ana Tetlaman mencionaron que el cazonci ―les encomendó la frontera de esta probincia, por la parte por do ellos estavan contra las gentes con quien tenían guerra.‖2515 Pero en su mayor extensión territorial, la cabecera del poniente debió de trasladarse a Tamazula, Tuxpan o Zapotlán (hoy Ciudad Guzmán), los tres asentamientos actualmente en el estado de Jalisco. La RM menciona que ―y el padre [Zuangua] y agüelo [Tzitzíspandácuare] deste caçonzi muerto [Tangáxoan II], conquistaron a Tamaçula y Capotlan y los pueblos Dábalos y lo demás.‖2516 No queda claro quien conquisto la región, sí Tzitzíspandácuare o Zuangua, probablemente fue una empresa difícil que se concluyó con Zuangua; quizás desde el reinado de éste cazonci, la región se convirtió en cabecera de la parte poniente, ya que era frontera con los diversos señoríos independientes de Jalisco; cuando el cazonci convocaba a la gente para ir a la guerra, se mencionan los pueblos sujetos, entre ellos se mencionan ―Tuspa y Tamaçula y Capotlan.‖2517 Un dato tardío asentado por Antonio Tello en el Libro segundo de la Crónica miscelánea…, finalizado de escribir en 1653, se menciona un pasaje de la presencia tarasca al extremo noroeste de su avance: ―Partió Cristóbal de Oñate para su viaje, y Nuño de Guzmán salió de Tonalán y vino al valle de Tlala, donde no halló ánima nacida, sino grandes ruinas de edificios caídos, que, según parecía, habían sido poblaciones grandes y muy de admirar, y preguntando qué se había hecho la gente de aquella población á otros pueblos sus vecinos, le dijeron que dos veces se había despoblado, la primera de unos gigantes que por el Sur y Poniente habían venido, como queda atrás referido en esta historia, y á esto se debe dar crédito, porque en los Cuisillos, Buenavista, Amec y Cocula, en este valle, se han hallado gran suma de huesos de ellos, y que después se volvió a poblar de mucha gente de diversas naciones, y que cincuenta años antes que los españoles llegaran á la Nueva España, la ganaron, 2518 destruyeron y asolaron, que memoria no queda DE ELLOS, los tarascos.‖ 2513 MACARRO, SEBASTIÁN. ―Relación de Tancítaro y su partido [27 de septiembre de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 286-287. 2514 Ibíd., Pp. 287-295. 2515 CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖, Óp. Cit., P. 219. 2516 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 133, P. 157. 2517 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 16, P. 193. 2518 TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea, en que se trata de la conquista espiritual y temporal de la santa provincia de Xalisco en el Nuevo Reino de la Galicia y Nueva Vizcaya y descubrimiento del Nuevo México. Guadalajara, Imprenta de "La república literaria", de Ciro L. de Guevara y Ca, 1891, Cap. XXXIV, Pp. 86-87. 580 Si este dato es fidedigno, el ataque tarasco en esta región ocurrió en 1469, durante el reinado de Tzitzíspandácuare. La Relación Geográfica de Tuchpan mencionó que ―todos estos tres pu[ebl]os, con sus sujetos, eran del CAZONCI, rey de la provincia de Mechoacan…‖.2519 Sobre Tuchpan (actualmente con la grafía Tuxpan) se mencionó que ―en tiempo de su gentilidad, eran del CAZONCI, como está d[ic]ho, a quien tributaban mantas de algodón y naguas azules. Y tenían, por dios a LOS CIELOS, y q[ue] había ocho cielos [sic. nueve]; y [dicen] q[ue] algunos se holgaban [de] q[ue] los matasen, y con las mejores vestiduras q[ue] tenían: decían q[ue] se quería ir al cielo a servir al Sol; y q[ue], después de muertos, los quitaban las ropas, y los desollaban y asaban y se los comían‖, más adelante se mencionó que también tenían un señor particular que los gobernaba, se describió el armamento con el que iban a la guerra, ―y q[ue] tenían guerras con la provincia de Colima…‖.2520 Este último dato es de gran importancia, pues debe de recordarse que Colima fue conquistada por los tarascos en tiempo de Tzitzíspandácuare, sin embargo todo parece indicar que la conquista y fue breve, ya que al momento de la llegada de los españoles, Colima permanecía fuera de la órbita de dominio tarasco, por lo que quizás hubo intentos de reconquista que nunca lograron consolidarse. Es probable que aparte del tributo y salinas, los tarascos tal vez tuvieron intención en dominar la región por la presencia de elevaciones montañosas, de gran importancia para su cosmovisión y la de otros pueblos mesoamericanos: el Nevado de Colima y el Volcán de Colima. En la Relación Geográfica de Tuchpan se describieron estos macizos montañosos ―Tiene este pu[ebl]o, a tres leguas, una serranía de gran altura y fragosa, y un volcán en el remate della, de q[ue] saca, el más tiempo del año, humo; es cordillera muy fría y, en p[ar]te del año, está nevada la sierra y volcán; cae a la p[ar]te del poniente desde pu[ebl]o. Llámase, la sierra, Sierra Vieja, y [a]l volcán llaman los propio; no saben decir la causa de sus nombres. Corre, la cordillera, al norte, y el volcán, q[ue] está en la frente de la d[ic]ha sierra, mira a la p[ar]te del sur y, por esa p[ar]te, se ve, de[sde] la villa de Colima, muy claro, y, deste pu[ebl]o, se ve el d[ic]ho volcán y p[ar]te de la serranía; y cubre mucho de su vista la sierra q[ue] está junto a este pu[ebl]o, q[ue] le cae al poniente, como está 2521 d[ic]ho.‖ Otro asentamiento prehispánico importante de la región era Zapotlán. Para 1580 se hablaban las lenguas ―mechoacan[a] y zayulteca, y zapoteca y nahual‖2522 en dicho lugar, lo que deja ver que era un asentamiento multiétnico, y que la presencia de tarascos en el lugar probablemente se remontaba a las poblaciones tarascas que eran enviadas desde el centro político para poblar enclaves estratégicos en las fronteras del Tzintzunzan Irechequa. Igual que Tuchpan, tributaban y obedecían al cazonci: ―Dicen q[ue],en tiempo de su gentilidad, tenían por señor al CAZONCI, rey de Mechoacan, y le tributaban plumas grandes de colores y plata tendida muy delgada, y algunos indios q[ue] tomaban en la guerra q[ue] tenían con otros pueblos comarcanos a éste. Y [dicen] q[ue] tenían por dios a UNA PIEDRA, q[ue] componían y adornaban con mantas y CHALCHIHUITES y plata y plumas, y otros géneros de cosas; y q[ue] había hechiceros para hablar con la piedra q[ue] tenían por dios, y q[ue] éstos daban a entender 2519 FLORES, GERÓNIMO. ―[Tuchpan] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 384. 2520 Ibíd., P. 386. 2521 Ibíd., P. 387. 2522 FLORES, GERÓNIMO. ―[Zapotlán] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 390. La lengua ―mechoacana‖ era la tarasca y la lengua ―nahual‖ el náhuatl. La lengua ―zayulteca‖ era una lengua local ahora extinta, y es poco probable que la lengua ―zapoteca‖ estuviera relacionada con Oaxaca, y más bien era otra lengua o dialecto de Zapotlán. 581 q[ue] respondía. Y la sacrificaban algunos indios q[ue] tomaban en la guerra, y los abrían por el corazón y, con la sangre, untaban la piedra q[ue] tenían por dios. Y hecho esto, los desollaban, y el cuero henchían de paja y bailaban alrededor dél, y comían la carne 2523 humana.‖ Más adelante se menciona que ―se gobernaban por un principal q[ue] ponía el rey de Mechoacan, al c[ua]l obedecía y servían y daban de comer […] y q[ue] tenían guerras con los de Colima y Ahuatlan y Autlan y Cuzalapa, y Tenamaztlan y Ameca e Izatlan y el Agualulco, y otros pueblos comarcanos.‖ Peleaban con el mismo armamento que los de Tuchpan. El último asentamiento que pudo haber sido una de las cabeceras de las fronteras es Tamazula. De hecho en la misma Relación Geográfica de Tuchpan se mencionó que Tamazula era la cabecera de la región: ―Y [dicen] q[ue] este pu[ebl]o era la cabecera de toda esta provincia y, como a tal, acudían los de Tuchpan y Zapotlan y sus sujetos, y q[ue], a lo propio, acudían los de Amula, q[ue e]s fuera desta provincia.‖2524 En La tasación del bachiller Juan de Ortega de 1528, en efecto, se mencionaron estos asentamientos conformando una unidad política, cuyo principal era ―Sanache‖ y se mencionó un naguatato llamado ―Tochil‖: ―El pueblo del señor gobernador, que se dice Amula y Tamazula [B: Tacamazula] y Tuspa [B: Tuchpa] y Zapotlan…‖.2525 En Tamazula también eran sujetos del cazonci y le pagaban tributo, se menciona que los indígenas ―se gobernaban por un principal desta provincia q[ue] se llamaba ACATL, el c[ua]l era de consentimi[ent]o del CAZONCI, rey de Mechoacan. Y q[ue] le hacían sementeras y obedecían en todo. Y q[ue] tenían guerras con los de Colima y Autlan e Izatlan y Tlaxomulco, y otros pu[ebl]os comarcanos…‖.2526 La información sobre las creencias prehispánicas de Tamazula es la más detallada, y complementa la información del mismo tipo dadas para Tuchpa y Zapotitlán: ―…tenían por dios al cielo, [al] q[ue] llamaban XIHUTL COZAHUIC, q[ue] quiere decir en lengua castellana ―verde y amarillo‖; y q[ue] entendían q[ue] había nueve cielos y q[ue], allá, estaba una CIHUAPILE, q[ue] quiere decir en lengua castellana ―señora‖, [a la] q[ue] llamaban EHUACUEYE, q[ue] en lengua castellana quiere decir ―señora que tiene faldellín de cuero‖, y q[ue] la tenían por madre. Y q[ue] ayunaban cuarenta días los principales q[ue] tenían como a manera de sacerdotes, después de los c[ua]les iban a los cerros comarcanos, y se sacaban sangre de la lengua y orejas y lo sacrificaban […] Y [dicen] q[ue] tenían una casa como iglesia, en la c[ua]l tenían dos ídolos q[ue] hacían de bulto con mantas, y la figura era a manera de Demonio; y q[ue, a] los indios q[ue] tomaban en la guerra los sacrificaban delante destos ídolos y los ofrecían la sangre, y los cuerpos, 2527 comían y bailaban con ellos.‖ En el apartado sobre la religión tarasca en sus fuentes, mencionamos que era tentador asociar a Tucupacha y Cueráuaperi con Xihutl Cozahuic y Cihuapile Ehuacueye, ya que ambas parejas divinas pueden ser consideradas como deidades progenitoras, en dos sistemas de creencias que no se contraponían, sino como parte de dos cosmovisiones con elementos compartidos. Ahora, es sintomático que Xihutl Cozahuic, cuyo probable significado sea ―verde y amarillo‖, sea similar a ―El oro 2523 Ibíd., Pp. 391-392. FLORES, GERÓNIMO. ―[Tamazula] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 396. 2525 ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 414. 2526 FLORES, GERÓNIMO. ―[Tamazula] Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 398. 2527 Ídem. 2524 582 amarillo‖, ―El dorado amarillo‖, ―El hermoso amarillo‖ o ―El dorado color turquesa‖, posibles traducciones para el nombre del dios uacúsecha Tirepenie xugapeti. Faltan elementos para entender ambos sistemas de creencias, y no hay información alguna para relacionar a ambas deidades de grupos étnicos distintos, con elementos religiosos comunes, como se pueden observar en los testimonios de sacrificios, bultos sagrados y rituales. Los lugares mencionados en este apartado pudieron haber sido asociados a las cuatro partes en que estaba dividido el Tzintzuntzan Irechequa, que correspondía al axis mundi tarasco, cuyo origen era la cosmovisión, en la cual una diosa recostada era la superficie del mundo, sus pies apuntaban al oriente y su cabeza al poniente, mientras sus manos apuntaban al septentrión y al meridión, el centro de este eje del mundo era la cuenca de Pátzcuaro. Desde este lugar se trató de cumplir el mandato que los dioses del cielo le dijeron a Curícaueri de conquistar el mundo y que hubiera un representante en la tierra de él, el cazonci. Así pues era necesaria la expansión a las cuatro partes del mundo, y en el lugar más extremo de cada parte había un señor muy principal de las fronteras, parientes del cazonci, encargados de defender el territorio y tratar de llevar las conquistas más allá para acrecentar los tributarios y guerreros al servicio del cazonci. Además hemos mencionado los elementos significativos del paisaje que delimitaban el espacio de la cosmovisión tarasca, si los recapitulamos, nos encontramos que al oriente se encontraban las minas de obsidiana de Zinapécuaro y fuentes termales de Araró, donde estaba la diosa madre Cueráuaperi (recuérdese que los dioses podían ser núcleos de obsidiana), y que ella mandaba las nubles de la lluvia. Al septentrión se localizaban el volcán Nevado de Colima y el Volcán de Colima, mientras que el poniente se localizaba el pico de Tancítaro, otra eminencia que también es cubierta por nieve en invierno, y que era nombrada ―Zinzonza‖ en la época prehispánica. Al meridión se localizaba el afluente del río Balsas, y en algún momento los tarascos controlaron toda la cuenca hasta Zacatula, con lo que tenían acceso directo al mar. Todos estos elementos naturales, eran importantes para la concepción del cosmos tarasco. A través de las referencias documentales y de algunos elementos del paisaje, hemos propuesto que lugares pudieron haber sido la sede de los señores de las cuatro partes, y que tuvieron su propia historicidad, ya que al expandirse o contraerse el territorio, cambiaron de lugar. Los lugares de las cuatro partes eran lugares estratégicos para la defensa del territorio, el cobro del tributo, la riqueza natural, y también por su simbolismo religioso dentro de la cosmovisión tarasca. 2528 2528 Véase el Apéndice A, mapa VIII. 583 33. LA POLIORCÉTICA Y LAS GUARNICIONES FRONTERIZAS DEL TZINTZUNTZAN IRECHEQUA ―Mucho tiempo tuvieron guerra los mexicanos con los tarascos, y nunca les pudieron ganar un palmo de tierra, ni pueblo alguno, ni bastó todo el imperio mexicano para domarlos; antes tenían los mexicanos continuas guarniciones y fuerzas en las fronteras de aquel reino, porque no les entrasen a sus tierras, no hiciesen daño por aquella parte, y recelándose unos de los otros, el rey de Michoacán tenía sus guardias en las fronteras que eran Tlaximaloyan o Taximaroa, Maravatío, Tzitácuaro, Acámbaro y Tzinapécuaro, para la guerra con los mexicanos y matlatzingas; no tenemos noticia de los demás presidios que tenían contra los jaliscos y colimas, y usaban de las mismas armas que otros.‖ Fray Pablo Beaumont, Crónica de la provincia de los Santos Apóstoles S. 2529 Pedro y S. Pablo de Michoacán, ca. 1780 Hasta este punto hemos analizado diversos aspectos sobre la guerra en el Michoacán del Posclásico tardío, tales como justificación ideológica para hacer la guerra, tipos de guerra practicados, composición de los ejércitos, armamento, atavíos, órdenes militares, rituales y las cabeceras de cuatro partes de las fronteras. Un tema ampliamente relacionado con las fronteras, pero que era necesario tratar aparte, es el tocante con las guarniciones y fortalezas que existían en las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa para defender el territorio. Este tópico ha recibido atención en la conflictiva zona fronteriza entre el Tzintzuntzan Irechequa con la Excan Tlatoloyan, una frontera que se extendía varios cientos de kilómetros, desde Yuririapúndaro (actual Yuriria), Guanajuato, en el norte, hasta Tetela del Río, Estado de Guerrero, en el sur. Esta atención ha venido desde la arqueología y existen trabajos al respecto, la preocupación de los mismos ha girado en torno a la filiación étnica, tiempo de ocupación, ubicación geográfica y la identificación de los mismos sitios.2530 Otra frontera que ha recibido atención es la frontera con los chichimecas, donde también se han realizado investigaciones arqueológicas que han aportado nueva información sobre el pasado prehispánico de la frontera norte. Sobre las otras fronteras no se han realizado tantos estudios, debido a características propias y la falta de fuentes históricas que mencionan algo del pasado prehispánico. Si bien se han hecho estos grandes aportes al estudio de lugares fortificados, consideramos que no se ha abordado la problemática en una visión amplia, es decir, investigar el fenómeno bélico de forma integral, haciendo uso de fuentes históricas y materiales arqueológicos, esto apuntalado con herramientas teórico-metodológicas que permitan sacar el máximo de información. En el presente apartado trataremos de acercarnos al método de estudio de la poliorcética en Mesoamérica, que ha sido propuesto por distintos expertos y ha quedado la puerta abierta para estudiar a la sociedad tarasca, siendo una veta importante para comprender a las sociedades 2529 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 58. Para un excelente estudio monográfico sobre el tema véase HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Tesis para optar el título de Licenciado en arqueología, Director: Rubén Cabrera Castro México, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 1994. Un artículo posterior del mismo autor sintetizó la información en HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ. ―La arqueología de la frontera tarasco mexica: arquitectura bélica‖, en: Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2004, Pp. 115-155. 2530 584 militaristas indígenas del Posclásico tardío. Sin embargo, el enfoque de la poliorcética apenas ha empezado a estudiarse en las sociedades indígenas mesoamericanas, por lo que la exposición general del tema aquí presentada, se limitará a las fuentes históricas y arqueológicas disponibles. Ahora que tenemos una idea general sobre la guerra tarasca, existen más elementos para comprender las dinámicas territoriales en las fronteras. El estudio de las fortificaciones en el México antiguo Antes de adentrarnos en materia conviene hacer un breve repaso sobre las posturas y debates que arqueólogos e historiadores han tenido sobre este tipo construcciones, pues es evidente que después del llamado Epiclásico (650-1000 d. de n. e.), tras la caída de los grandes centros de poder, es cuando empieza a proliferar el uso y construcción de esta arquitectura; esto por supuesto, no quiere decir que en otras épocas y latitudes del México prehispánico no se hayan tomado medidas para la prevención de ataques, reflejadas en la construcción de elementos defensivos y el uso de la topografía e hidrografía del territorio. Tras el colapso de Teotihuacán, se acabó con siglos de estabilidad y se entró en una época de atomización política durante la cual surgieron señoríos y Ciudades-Estado entre los cuales existieron continuas guerras, lo que provoco la aparición de sistemas fortificados en centros urbanos y asentamientos fronterizos.2531 El estudio de las fortalezas prehispánicas ha recibido atención en México desde la época de la conquista.2532 Los mismos conquistadores dejaron testimonios sobre los elementos defensivos que se encontraron a su paso para someter a los Estados y señoríos indígenas; desde lugares elevados, cerros altos, barrancas, peñoles, cercas, albarradas, acequias, muros de piedra, baluartes, fosos, y lugares ―fuertes‖, como los templos prehispánicos o las casas de los señores indígenas.2533 Toribio de Motolinia escribió décadas después de la conquista que Tlaxcala estaba edificada en un lugar cerrejón, ya que ―la causa de edificar en lugares altos era las muchas guerras que tenían unos con otros; por lo cual para estar más fuertes y seguros, buscaban lugares altos y descubiertos, adonde pudiesen dormir con menos cuidado, pues no tenían muros ni puertas en sus casas, aunque en algunos pueblos habían albarradas y reparos, porque las guerras eran muy ciertas cada año.‖2534 En las postrimerías de la época colonial, Francisco Javier Clavijero dedicó un breve apartado a las fortificaciones mesoamericanas, mencionó que ―para defensa de los lugares usaban de varias especies de fortificaciones, como murallas y baluartes con sus parapetos, estacadas, cosos y trincheras‖, describió algunos asentamientos que tuvieron este tipo de arquitectura, e hizo mención que ―pero las fortificaciones más singulares de México eran sus mismos templos, especialmente el Templo Mayor, que parecía una especie de ciudadela.‖2535 2531 LÓPEZ AUSTIN, ALFREDO; LÓPEZ LUJÁN, LEONARDO. El Pasado indígena…, Óp. Cit., 177178. 2532 El presente análisis historiográfico no pretende ser exhaustivo, y sólo mencionamos a algunos de los autores más representativos. 2533 Hernán Cortés, Nuño de Guzmán y Bernal Díaz del Castillo hacen constante mención a estos elementos. Vide infra donde citamos algunos pasajes. 2534 MOTOLINIA, TORIBIO. Historia de los indios de la Nueva España. Relación de los ritos antiguos, idolatrías y sacrificios de los indios de la Nueva España, y de la maravillosa conversión que dios en ellos ha obrado. Estudio crítico, apéndices, notas e índice de Edmundo O‘Gorman. 4ª Edición. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 129), 1984, Trat. III, Cap. XVI, P. 185. 2535 CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México, Óp. Cit., Libro VII, Cap. 26, Pp. 228-229. 585 En la segunda mitad del siglo XIX, Adolph Francis Adolphus Bandelier publicó su trabajo clásico ―On the art of war and mode of warfare of the ancient mexicans‖ (1877), dónde revisando muchas fuentes coloniales de los siglos XVI y XVII, estudió varios temas del militarismo mexica, incluyendo la cuestión de las fortificaciones. Así identificó que los pueblos del México antiguo usaban como elementos defensivos empalizadas, plataformas de tierra o piedra coronadas con parapetos, elevaciones naturales, y los basamentos piramidales de los templos.2536 Estas observaciones supusieron un gran avance en el estudio de las fortificaciones del México prehispánico, aunque habría que esperar varias décadas más, hasta que las exploraciones arqueológicas proporcionaran más información. Pedro Armillas escribió en 1948 uno de los primeros textos que abordaron la cuestión de las fortalezas en el México prehispánicos en las distintas subáreas, el Norte de México, el Occidente, el Centro, la costa del Golfo, la Mixteca y el área maya, analizando la información histórica y arqueológica conocida en ese momento. Después de haber revisado toda la información, mencionó que aún quedaba mucha información histórica y arqueológica por revisar, y el pendiente que deberían atender las futuras investigaciones: ―Hemos visto diferentes tipos de fortificación: palenques, población en puntos fuertes, ciudades amuralladas, sistemas de fortificaciones fronterizas, defensas de albarradas en cerros aislados. Un problema pendiente es precisar las diferencias regionales y el origen y orden de aparición en Mesoamérica de los diferentes tipos.‖2537 En otro trabajo posterior de 1951, profundizó en el tema de las fortificaciones prehispánicas en Mesoamérica, desde El Salvador hasta Zacatecas. Así mencionó que los asentamientos del periodo anterior al siglo X de n. e., se encontraban en lugares llanos difícilmente defendibles, sin ninguna preocupación por la defensa; pero que a partir de ese siglo de crisis, las sociedades indígenas siguieron una tendencia militarista, por lo que los nuevos asentamientos se emplazaron en lugares elevados de fácil defensa, y se fortificaron con murallas, empalizadas, fosos, parapetos y vegetación espinosa. Después de haber mencionado diversos sitios fortificados de las diferentes regiones mesoamericanas, sintetizo los datos disponibles en ese momento sobre la época prehispánica: ―a) las empalizadas tenían una distribución separada. Hacia el oriente, la región de las Tierras Bajas mayas y Huauchinango; hacia el occidente, Taximaroa y la planicie costera de Sinaloa; b) los asentamientos en lo alto de cerros y mesetas eran frecuentes en todos los distritos montañosos y la fortificación de colinas aisladas era una práctica de guerra muy frecuente; c) las ciudades (o secciones de ciudades) amuralladas a nivel del suelo son conocidas en el centro de México y en Yucatán; d) los extensos sistemas de fortificaciones fronterizas coinciden con las unidades políticas más grandes y más integradas: el imperio 2538 mexica, Tlaxcala y Michoacán.‖ Ángel Palerm realizó un breve estudio donde expuso algunas notas sobre las fortalezas mesoamericanas desde el Epiclásico hasta la conquista. Haciendo uso de fuentes materiales y escritas, diferenció tres casos donde están presentes construcciones defensivas: 1) los poblados fortificados, aquellos asentamientos que contaban con 2536 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit., Pp. 75-77 y 116. 2537 ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, en: Cuadernos Americanos. México, septiembreoctubre, 1948, vol. VII, núm. 5, P. 163. 2538 ARMILLAS, PEDRO. ―Fortificaciones mesoamericanas‖, en: ROJAS RABIELA, TERESA (Editora). Pedro Armillas: Vida y obra. México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, 1991, T. I, Pp. 233-250. 586 sistemas defensivos tales como murallas, fosos, albarradas, parapetos, piedras, espinas, troncos, etcétera, aprovechaban el terreno al ser construidos cerca de cuerpos de agua, tales como lagunas o ríos, y accidentes topográficos, sobre los cerros o peñas, así como una red de baluartes alrededor del centro principal; 2) los poblados ―abiertos‖, aquellos que se encontraban en lugares de difícil defensa, sin protección natural. Palerm dio varias explicaciones de la existencia de estos poblados abiertos en un periodo de constante guerra, de los cuales rescatamos el más importante: el grado de organización político-militar y extensión del territorio controlado. Es decir, que estos sitios eran las cabeceras de entidades políticas lo suficientemente fuertes como para no tener necesidad de contar con un sistema defensivo propio, sino situarlo en las fronteras de su área de influencia efectiva. La ausencia de esta organización fuerte, estaría íntimamente relacionada con entidades territoriales pequeñas (poblados fortificados), sociedades militarmente débiles, así como la forma de hacer la guerra contra adversarios con una organización económica-política y modus vivendi diferente. Los ejemplos serían las redes de fortificaciones de los Estados existentes a la llegada de Cortés, por ejemplo Tlaxcala, Iztacamaxtitlán, Cempoala, Cholula y la frontera tarasco-mexica; y 3) los templos y fortalezas. Pálerm interpretó que en la iconografía de los códices nahuas, cuando quería representarse la conquista simbólica de un poblado con la destrucción del teocalli o templo, esta no solo era una representación glífica que significaba la ocupación de un lugar, si no que literalmente, un lugar no podía considerarse conquistado hasta que no se tomara el templo principal, último reducto de los defensores. Pálerm aclaró que esto no significa que todos los templos hayan sido fortalezas, o que desde su construcción se erigieran con este fin, pero en las crónicas de la conquista y escritos posteriores abundan ejemplos de cómo los defensores se hacían fuertes en los templos. El empleo de los templos como fortalezas estaba bastante generalizado por lo menos en el Centro de México.2539 A partir de las exploraciones arqueológicas llevadas en las siguientes décadas en los diversos sitios a lo largo del país, se ha podido recabar más información sobre los sistemas defensivos en los asentamientos prehispánicos, en especial en el área maya, donde existieron continuos conflictos entre las diversas unidades políticas existentes después del Clásico. Para el Centro de México también se han logrado avances para comprender los conflictos entre los diversos asentamientos que lucharon entre sí por el dominio de la región después de la caída de Teotihuacán. Las subáreas mesoamericanas del Centro de México y el área maya han recibido atención por diversos factores ya mencionados, pero en el caso del Occidente de Mesoamérica, no se ha corrido con tanta suerte. Además la problemática de las fortificaciones en esta subárea no ha sido abordada desde posturas teóricas que permitan su estudio, ya que no se ha podido tener una idea sobre la forma de combate de los pueblos indígenas prehispánicos que la habitaron. Así desde la arqueología, se espera encontrar complejos sistemas de arquitectura defensiva, cuando por las fuentes sabemos que, al menos para el caso tarasco, estos elementos se encontraban en las fronteras, donde se practicaba un tipo de guerra particular para cada caso, y dónde los tarascos hicieron uso de la topografía y cuerpos de agua como elementos defensivos para resguardar el territorio conquistado de amenazas externas; a esto hay que recordar que los límites territoriales del Estado tarasco no son definidos de forma clara en las fuentes. 2539 PALERM, ANGEL. ―Notas sobre las construcciones militares y la guerra en Mesoamérica‖, en: Anales. Instituto Nacional de Antropología e Historia-México, Secretaría de Educación Pública, 1956, Tomo VIII, (núm. 37 de la colección), Pp. 123-134. 587 ¿Existió una poliorcética mesoamericana? Existen abundantes restos arqueológicos y referencias documentales, de en qué en el México antiguo existieron lugares acondicionados para su defensa, así como elementos arquitectónicos con fines defensivos, por lo que se puede hablar de una tradición prehispánica de defensa de lugares. El método que permite el estudio a fondo de este tipo de elementos y construcciones es la poliorcética, palabra de origen griego que proviene del vocablo ―πολιορκητική poliorkētikḗ.‖, y la RAE la define como ―arte de atacar y defender las plazas fuertes.‖2540 El estudio de éste conocimiento se remonta a la Poliorcética. Comentario táctico sobre cómo deben defenderse los asedios, nombre de un tratado militar atribuido a Eneas el Táctico (ca. siglos V-IV a. de n. e.), y redactado hacía el 360 a. de n. e.; en el se fundaron las teorías militares de asedio y defensa de la antigüedad clásica y el cuál ―es el primer tratado sobre táctica militar no sólo de la literatura griega, sino también de la literatura universal. Además, sentó las bases de una tradición de escritos técnicos sobre el arte de la guerra que tomaron como modelo la obra del Táctico, con un importante desarrollo en la época romana y bizantina,‖2541 aunque el sitio de fortalezas ya se efectuaba en el mundo mesopotámico siglos antes. El estudio histórico de esta ciencia ha tenido abundantes frutos en el Viejo Mundo, tal es el caso de la historiografía ibérica. Es conocido que se puede caer en interpretaciones erróneas, cuando se trata de aplicar una teoría o método a una realidad ajena a la que fue concebida, sin antes hacer un análisis crítico, o sí es viable o no su uso en una determinada investigación. Todo parece indicar que usar los métodos con los que se han estudiado los lugares fortificados de los pueblos iberos y celtiberos proporciona ventajas teóricas, pues se comparten algunas características con las sociedades mesoamericanas, algunas son: 1) la existencia de sociedades pre-estatales y estatales en la península ibérica pre-romana; 2) ambas son sociedades pre-industriales; 3) tanto en la península Ibérica pre-romana como en Mesoamérica se desconoció el uso de ingeniería de asedio; 4) la guerra en ambas áreas culturales tenía un carácter ritual.2542 Estas ventajas teóricas fueron las que alentaron a algunos académicos a iniciar los estudios de estas edificaciones con este tipo de metodologías. Uno de ellos es Marco Antonio Cervera Obregón, quien se plantea las siguientes cuestiones: ―¿Cuál era el nivel de desarrollo técnico del concepto de la poliorcética en Mesoamérica? Nos preguntamos si en Mesoamérica debemos hablar de guerras de asedio o no, ¿Cuáles eran las tácticas tanto de defensa como de ataque? y ¿Cómo poder vislumbrar estos elementos en la evidencia arqueológica mexicana?‖.2543 Cervera Obregón recomienda revisar los postulados teóricos y metodológicos de la poliorcética europea del Mediterráneo antiguo, como punto de partida para el estudio de elementos defensivos en el México prehispánico. Es menester tener a la mano herramientas teórica-metodológicas que nos permita investigar este tipo de construcciones de las cuales se sabe muy poco o no hay 2540 ACADÉMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA. Diccionario de la lengua española. [edición en línea]. VELA TEJADA, JOSÉ. ―Introducción‖, en: ENEAS EL TÁCTICO; POLIENO. Poliorcética / Estratagemas. Introducciones, traducciones y notas de José Vela Tejada y Francisco Martín García. España, Gredos, (Biblioteca Clásica Gredos núm. 157), 1991, P. 9. 2542 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―¿Podemos hablar de una poliorcética Mesoamericana?‖, en: http://arqueomilitar.blogspot.mx/2009/02/podemos-hablar-de-una-poliorcetica.html (Consultado 6 de marzo de 2018). 2543 Ídem. 2541 588 registro arqueológico de las mismas, tales herramientas nos permitirán acercarnos al conocimiento histórico de la poliorcética tarasca inserta en el contexto mesoamericano. ―La premisa fundamental de la defensa de un núcleo de población se basa en la complejidad del sistema defensivo que se opone a un teórico enemigo.‖2544 Desde la óptica del mundo mediterráneo, los elementos que debía estar presentes en una ciudad fortificada eran: 1) Oppidum: ―es definido como un poblado fortificado en altura‖; 2) Proteichisma: ―es el conjunto de obras defensivas, entendiéndose como palizadas, muros, fosos, etc.‖; 3) Epikampion: ―son aquellas obras de trazado alrededor de una ciudad que dificultan la utilización de la ingeniería de asedio.‖2545 Cervera Obregón advierte sobre el uso inexacto de estos conceptos, pero propone que estos están presentes en Mesoamérica (tal como quedó expuesto en los trabajos de Pedro Armillas y Ángel Palerm), por lo que son un buen punto de partida, ya que las investigaciones que han trabajado las fortificaciones no han abordado con profundidad la problemática de las formas de hacer la guerra ofensiva y defensiva prehispánica.2546 Tocando brevemente estos aspectos teóricos, es hora de saber con qué fuentes contamos para llevar a cabo este tipo de estudios. La principal fuente con la que contamos son los mismos sitios arqueológicos que presentan algunas de las características defensivas que hemos mencionado. La iconografía, poca pero importante, es otra fuente con la que contamos, ya sea precortesiana o colonial, es fundamental para conocer las tácticas de ataque y defensa de lugares fortificados. También contamos con la producción historiográfica y etnográfica que se escribió a raíz de la conquista y que se extendió por varias décadas, y por supuesto, los estudios arqueológicos actuales que dan nueva información sobre las sociedades pretéritas.2547 Otro tipo de fuentes son los diccionarios y gramáticas de lenguas indígenas elaborados por los evangelizadores, dónde se consignaron algunos vocablos relacionados con los lugares fortificados. Para el caso tarasco tenemos varios ejemplos de palabras que fueron registradas por los religiosos para traducir conceptos referentes obras defensivas de lugares: 2544 GRACIA ALONSO, FRANCISCO. ―Análisis táctico de las fortificaciones ibéricas‖, en: Gladius. Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y vida cultural en oriente y occidente. España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Departamento de Publicaciones -Instituto de Historia (CSIC)-Instituto Hoffmeyer para el estudio de las Armas, 2000, vol. XX, P. 135. 2545 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. ―¿Podemos hablar de una poliorcética Mesoamericana?‖, Óp. Cit. 2546 Ídem. 2547 Ídem. 589 PALABRAS RELACIONADAS CON OBRAS DEFENSIVAS EN EL VOCABULARIO EN LENGUA DE MECHUACAN DE MATURINO GILBERTI Nombre en tarasco purecuquaro quahta purecuquaro quatahpero. vel. erongarini purecuquaro caratzeyaquaro purecuquaro qhuangariequa pahchomacata ymberaquaqueni ymberaquaqueri cueraraquaro quahtaro purecuquaro. vel. ynchaquarequaro. vel. nicuqurequaro eropecha eropetarahpei purecuchan cazcuhuani ymberaqua vanondaquarequa vanopataquarequa. vel. ymbaraqua yreta vanopatacata ymberaqua yreta ymberaqua vanopatacata ymberaqua vatzotani vatzotaqua vatzotacata Vatziri Vatzotani Vatzotaqua tzirindani tzirindaqua tzirindaqua tzurumben hatzini. ch[e]canduqua hatzitspeni vanopatahpeni purecuquaro vanopatangacha Significado en castellano Fortaleza edificio Alcayde de fortaleza Fuente (G) P. 433 (G) P. 255 Omenaje de torre (G) P. 255 Omenaje que haze el alcayde de la (G) P. 520 fortaleza Caua de fortaleza (G) P. 312 Escalar fortaleza (G) P. 412 Escalador (G) P. 412 Guarida para defenderse (G) P. 444 Guarnicion de gente Guarnecer fortaleza Guarnecer gente Muro de cibdad o villa Cerca o muro de pueblo Villa cercada. yreta Cercada cibdad Cerca de casa Cercar de seto la heredad Cerca assi Cercada cosa assi monton de piedras hazer cerco de palos cerco assi Cercar la heredad de estacas o ramos Cerca assi Cercada cosa assi Cercar la heredad de espinas o puas (G) P. 444 (G) P. 444 (G) P. 444 (G) P. 510 (G) P. 339 (G) P. 622 (G) P. 339 (G) P. 339 (G) P. 339 (G) P. 339 (G) P. 339 (G) P. 185 (G) P. 185 (G) P. 185 (G) P. 339 (G) P. 339 (G) P. 339 (G) P. 339 Cercar los enemigos Cercados enemigos (G) P. 339 (G) P. 339 CUADRO 32. FUENTE: GILBERTI, MATURINO. VLM (G). Los números corresponden al número de página de la edición citada. Elaboración propia Antes de analizar los sistemas defensivos empleados en el México prehispánico, es necesario clarificar los términos que usaron los conquistadores y cronistas españoles para referirse a los lugares que los indígenas usaron para la defensa del territorio. Debido al transcurso del tiempo, el significado de dichos vocablos ha cambiado, por lo que se puede caer en una interpretación fundamentada en definiciones inexactas. En el parágrafo de Beaumont con el que iniciamos este apartado, se hace mención por ejemplo, de ―guarniciones y fuerzas‖, ―guardias‖ y ―presidios‖ en las fronteras tarascas, haciendo referencia realidades concretas.2548 Cuando Pedro Carrasco analizó la estructura política territorial de la Excan Tlahtoloyan mexica, hizo referencia a que 2548 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 58. 590 parte del debate sobre las poblaciones militares mexicas en sus las provincias tributarias y si existía o no un ejército permanente en dichos lugares. Carrasco trajo a colación los significados de los vocablos mencionados, con lo que sugirió que sí existían poblaciones dedicadas a tiempo completo de servir militarmente, y que no era necesaria la existencia de arquitectura defensiva para considerar a una población como guarnición.2549 Aquí sólo vamos a consignar los significados proporcionados por Covarrubias y del Diccionario de autoridades. Sobre ―fortaleza‖ se definió en 1611 como ―FORTALEZA, casa, o castillo fuerte. Fortalecer, fortificar v hazer fuerte algun sitio, o castillo. Fortaleza, en otra sinificacion vale animo, valor, constancia, firmeza, tolerancia, vigor y fuerça. De manera, que fortaleza se entiende assi por valor del animo, como de las 2550 fuerças corporales.‖ En el Diccionario de autoridades se consignaron más definiciones referentes a ―fortaleza‖: ―FORTALEZA. Se toma asimismo por incapacidad u dificultad de algun sitio, para ser vencido o penetrado por su natural aspereza y fragosidad.‖ ―FORTALEZA. Se llama tambien qualquier lugár bien flanqueado y defendido. Dividese en regular è irregular. Fortaleza reguar es la que tiene todos sus lados y ángulos iguales: Irregular la que tiene los lados ò ángulos desiguales.‖ ―FORTIFICACION. La obra que se levanta para cerrar y defender una Plaza.‖ 2551 Sobre ―guarnición‖ Covarrubias lo definició en la entrada ―GVARNECER […] Guarnicion de soldados, porque guarnan y aseguran la fuerça, o plaça donde estan‖;2552 mientras que en el Diccionario de autoridades una ―GUARNICION. Se llama assimismo el Presidio de soldados, para defensa y manutencion de alguna Plaza ò Castillo‖.2553 Sobre el vocablo ―presidio‖, Covarrubias mencionó que ―comunmente llamos presidio el castillo, o fuerça donde ay gente de guarnicion‖, mientras que en el Diccionario de autoridades se definió como ―la guarnicion de soldados que se pone en las Plazas, Castillos y Fortalezas, para su guarda y custodia. Sale del Latino Presidium. […] Se toma tambien por la misma Ciudad ò Fortaleza, que se puede guarnecer de soldados.‖2554 Así pues, una guarnición era el conjunto de guerreros que defendían un lugar, independientemente si estaba fortificado o no. Vemos que al momento de describir la realidad indígena, los españoles utilizaron alguno de los términos mencionados, que dentro del mismo castellano del siglo XVI eran ambiguos. Sólo por poner un ejemplo, en las descripción de Hernán 2549 CARRASCO, PEDRO. Estructura político-territorial del Imperio tenochca. La Triple Alianza de Tenochtitlan, Tetzcoco y Tlacopan. México, Fondo de Cultura Económica-Colegio de MéxicoFideicomiso Historia de las Américas, (Sección obras de Historia), 1996, Pp. 531-533. 2550 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra F, Pp. 411v. Uno de los elementos dados por Covarrubias en la definición de fortaleza es ―casa, o castillo fuerte‖; Gilberti para traducir del castellano al tarasco el concepto ―Fortaleza edificio‖ utilizo los vocablos purecuquaro quahta, que significa ―casa de pelea o guerra‖, de ―Purecuquaro. lugar de pelea, o guerra‖, y ―Casa. quahta‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 137, 310 y 433. 2551 Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. III, P. 783. 2552 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra G, Pp. 454v. 2553 Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. IV, 92. 2554 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra G, Pp. 595v; T. V, P. 366. 591 Cortes en la campaña de conquista de México-Tenochtitlán, uso palabras como ―fuerza‖, ―fortaleza‖ o ―baluarte‖, para referirse a los lugares desde donde los indígenas se defendían, tales como cerros, peñoles, templos, conjuntos habitacionales de nobles, albarradas, acequias, barrancas;2555 lugares que correspondían al significado de ―fortaleza‖ como adjetivo. También hay que agregar que existieron conceptos diferentes sobre la fortificación dentro de la cultura indígena y española; así por ejemplo, cuando Nuño de Guzmán mandó edificar la iglesia del Paso de Nuestra Señora de la Purificación de Santa María (¿Conguripo?), mencionó que ―…se cercó de muro, para que dentro se pudiesen aposentar quince o veinte de caballo […] me partí, dejando en aquella fortaleza, que para indios lo es, un español…‖.2556 Estas concepciones sobre fortificación también dependieron de las posibilidades tácticas de los indígenas o españoles, en la misma carta, Guzmán mencionó que en un lugar donde se preparó la batalla, ―…fui a ver el lugar y escuadrón de los indios, que estaba en un cerro pelado y pedregoso, donde había un que [cu], y a su pensar muy fuertes, aunque se podía subir a caballo…‖.2557 Los asentamientos tarascos y el uso del territorio como elemento defensivo Gracias a la información arqueológica e histórica, sabemos que los tarascos preferían los lugares elevados y escarpados para emplazar sus asentamientos, ya haya sido en las laderas de los cerros, o sobre las formaciones de origen volcánico conocidos como ―mal países‖. Los tarascos creían que estas formaciones de piedra, nombradas en tarasco como petázequa, eran enviadas por el Dios del infierno para que se construyeran los templos de los dioses principales.2558 Algunos de los asentamientos anteriores a la formación del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, estaban localizados en zonas escarpadas; por el estado permanente de guerra entre los señoríos prototarascos, se puede inferir que estos lugares fueron seleccionados para proporcionar elementos defensivos a los asentamientos, elemento conocido en la poliorcética clásica como oppidum. El emplazamiento de asentamientos en elevaciones naturales fue aprovechado en gran parte del México antiguo, algo que ya había sido notado desde 1877 por Bandelier: ―En general, la concepción de las tribus de México de la fortificación de algún lugar consistía en elevarlo por encima del nivel circundante y coronar esa área elevada con un parapeto de piedra o madera. No está bien claro si la elevación se extendía siempre hasta el área del asentamiento así encerrado, formando una terraza o plataforma, o si simplemente constituía un cinturón alrededor de él. Como principal medio de protección recurrían a la elevación. […] En varios casos encontramos esa idea de construir los pueblos en un 2559 declive, a fin de no tener que proteger artificialmente más que uno o dos lados.‖ Cuando los sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco se encargaron de la educación del joven Taríacuri, le dijeron todos los lugares donde podía sacrificado si no seguía los preceptos de traer leña para los templos, uno de esos lugares era Curínguaro, cabecera del principal señorío rival de los uacúsecha: ―Mira también acá a lo alto, donde está 2555 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, pássim. ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 264-265. Cursivas nuestras. 2557 Ibíd., P. 272. 2558 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 72v, P. 36. 2559 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit., P. 77. Cursivas originales. 2556 592 Curínguaro, que allí también sacrefican y allí te matarán.‖2560 Taríaran, el principal asentamiento del otro señorío rival también se encontraba en un lugar elevado; Taríacuri fue con Zurumban, señor de dicho pueblo, a buscar una nueva esposa, se menciona que él puso mujeres por si en caso de emborracharse, no se despeñara Taríacuri: ―ves aquí tus madres, para cuando te dieren a beber vino, porque hace quitar el sentido y desatienta: que hace andar como loco el vino a quien lo bebe y aquí es lugar despeñadero; porque no cayas y te despeñes, éstas te guardarán y mirarán dónde vas…‖.2561 Pátzcuaro, principal asentamiento uacúsecha en vida de Taríacuri, también estaba erigido en una elevación que proporcionaba ventajas tácticas para su defensa. El lugar fue encontrado por Uápeani II y Pauácume II, hecho monte, con un cerrillo, y donde había peñas que fueron identificadas con dioses chichimeca-uacúsecha. En la instrucción enviada por Felipe II para la elaboración de los documentos conocidos como Relaciones Geográrficas, la pregunta 32 pedía contestar la existencia de ―las fortalezas de los dichos pueblos, y los puestos y lugares fuertes e inexpugnables que hay en sus términos y comarca‖; para el caso de la ciudad de Pátzcuaro, erigida sobre el asentamiento prehispánico, se mencionó que ―el sitio y puesto desta dicha ciudad es muy fuerte, especialmente p[ar]a los naturales y gente de a pie, porque, como dicho es, está en una cordillera larga de sierras y arcabucos, [a] donde con dificultad se puede subir a caballo.‖2562 Además en los lugares elevados es en donde se colocaban las atalayas. De acuerdo a la definición de Covarrubias, ―ATALAYA, lugar alto, desde el qual se descubre la campiña, los que assitten en ellas, tambien sse llaman atalayas. Estos dan auisos con humadas de dia y fuegos de noche, si ay enemigos, o si està seguro el campo. La ley 10. titulo 26. part. 2. dize assi: Atalayas son llamados aquellos omes [hombres] que son puestos para guardar las huestes de dia, veyendo los enemigos de lexos (i vinieren, de guisa, que puedan apercebir los suyos que se guarden, de manera que no prezcan, y por esso son llamados escusados. Esto es manera de guerra que tiene gran pro, capor yn saben mostrar, quantos son los enemigos que van, o vienen, e en que manera. Estas atalayas son vnas torrezillas puestas en algunos lugares altos 2563 y dificultosos de subir a ellos.‖ Esta definición concuerda con el sentido que se da a la palabra ―atalaya‖ en la RM. El uso de vigías en lugares elevados para observar el territorio es un aspecto presente en todas las sociedades humanas. Entre los elementos en que reparó Eneas el Táctico en su tratado sobre la defensa de ciudades, fue el de los vigías precisamente: ―Hay que estacionar también delante de la ciudad guardias diurnos en un lugar elevado y visible desde la mayor distancia posible; en cada puesto deben vigilar, al menos tres hombres, no tomados al azar, sino expertos en el arte de la guerra, para evitar que, al imaginar peligros por su ignorancia, den una señal o envíen un mensajero a la ciudad, e inquieten en vano a sus habitantes. Esto suele suceder a quienes carecen de experiencia en formaciones militares y en el arte de la guerra, pues desconocen si las operaciones y movimientos del enemigo son premeditados o producto del azar; por el contrario, el soldado experimentado, después de haber sabido interpretar el significado de los preparativos del ejército enemigo, su número, sus rutas de marcha y demás movimientos, transmitirá informaciones veraces. Si no se cuenta con unos emplazamientos desde los que se puedan enviar señales a la ciudad, deben situarse en diferentes puntos puestos de transmisión para que hagan llegar a 2560 RM, Segunda Parte, Cap. X, f. 77, P. 45. Cursivas nuestras. RM, Segunda Parte, Cap. XVII, ff. 94-94v, Pp. 79-80. Cursivas nuestras. 2562 MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 202. 2563 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra A, P. 99v. Cursivas originales. 2561 593 la ciudad las señales recibidas. Los guardias diurnos han de ser también veloces para que puedan llegar enseguida y comunicar el mensaje desde la mayor distancia posible, en aquellas circunstancias en las que no resulte posible transmitir las señales pero sea imprescindible que alguno de ellos lleve el mensaje. […] Hay que dar a los guardias diurnos la orden de enarbolar de vez en cuando las señales convenidas, de manera similar a 2564 como alzan las antorchas durante la noche los portadores de las señales de fuego.‖ Los cuerpos de agua como lagos, ciénegas y ríos también fueron elementos naturales usados como elementos defensivos. Cuando los mexicas se asentaron en el islote donde fundaron Tenochtitlán, está posición proporcionó ventajas tácticas iniciales, al ser un lugar aislado y protegido naturalmente en medio del lago. Torquemada mencionó que: ―...vinieron a conocimiento [los de la ribera] de que en medio de estas aguas habían algunas gentes pobladas; aunque deseaban saber quiénes fuesen, no se atrevían por respeto de estar en medio de las aguas (que entonces era esta laguna dulce muy honda) y por no atreverse a entrar en ella por no saber modo de poder salir. Pero vinieron a entender que eran los mexicanos los que allí se habían rancheado y hecho su población; y aunque muchas veces 2565 quisieron hacerles guerra, no osaban por la razón dicha.‖ Y durante el sitio de México-Tenochtitlán, Cortés se refirió al lugar donde estaba asentada la capital mexica como ―la fortaleza grande que tenían en el agua.‖ 2566 El uso de islas para emplazar asentamientos, y aprovecharlas para la defensa, también es mencionado en la RM. En los sermones que los sacerdotes Chupitan, Nuríuan y Tétaco daban a Taríacuri de niño, mencionaban las islas del lago de Pátzcuaro de Jarácuaro y Pacandan, cabeceras de otros dos señoríos rivales de los uacúsecha. Si bien la calidad insular de estas dos cabeceras proporcionaba ventajas tácticas contra los enemigos, corrieron la misma suerte que México-Tenochtitlán, pero en la época prehispánica. Estos dos señoríos dependían de las sementeras y bosques de tierra firme para el sustento de la población. Taríacuri cercó Jarácuaro ocupando sus pueblos sujetos al sur de la cuenca, por lo que Carícaten, señor de la isla, tuvo que pedir ayuda a los otros señoríos de Taríaran y Curínguaro para derrotar a los uacúsecha. Pacandan sufrió una guerra de desgaste igual, que la dejó a merced de los enemigos. Parte de la población isleña fue a subordinarse voluntariamente a Taríacuri, y finalmente formaron parte de la expansión tarasca hacía los cuatro rumbos del mundo. En la época del Tzintzuntzan Irechequa, Tzitzíspandácuare y sus sucesores, emplazaron parte del tesoro de oro, plata y plumas ricas en varias islas del lago de Pátzcuaro, probablemente aprovechando el carácter insular para protegerlo de hurtos. La antigua península dónde se localizan los asentamientos prehispánicos de Tzintzuntzan e Ihuatzio, también tenía la ventaja de haber estado rodeada por el agua del lago de Pátzcuaro en tres de los cuatro puntos cardinales, y Tzintzuntzan de estar en medio de dos elevaciones importantes, los montes Puréperio (actual cerro Yahuarato, al Este) y Taríacaherio (actual cerro Tariaqueri, al Oeste). Esta cualidad defensiva de la península se desprende de un documento que mandó realizar Vasco de Quiroga, para justificar el traslado de la sede catedralicia, uno de los testigos españoles, Pedro 2564 ENEAS EL TÁCTICO. ―Poliorcética‖, en: ENEAS EL TÁCTICO; POLIENO. Poliorcética / Estratagemas. Introducciones, traducciones y notas de José Vela Tejada y Francisco Martín García. España, Gredos, (Biblioteca Clásica Gredos núm. 157), 1991, Cap. VI, Pp. 41-43. 2565 TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. I, Lib. II, Cap. XI, Pp. 133-134. Corchetes y cursivas nuestros. 2566 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 136. Cabe advertir que aquí y en otras partes de las Cartas de relación, ―fortaleza‖ debe entenderse como adjetivo y no como sustantivo. 594 Moreno, contestó a la pregunta de cómo era mal sitio Tzintzuntzan y mejor Pátzcuaro, y como vio en ―Pasquaro muy mayores edificios de cúes que no en este sitio [de Tzintzuntzan], y que sabe que allí [en Pátzcuaro] tenía el Cazonci su casa principal de su vivienda, y que este sitio [de Tzintzuntzan] no lo tenía el dicho Cazonci sino para venirse a él a negocios y como manera de fuerza aunque no lo es más de que por el agua que le cerca…‖.2567. Probablemente este principio defensivo también haya operado en el asentamiento prehispánico de Cuitzeo, que se localizaba en una península del lago homónimo. Los lugares pantanosos a pesar de poder ser transitados a pie, dificultan la marcha de tropas, por lo que tácticamente no son los mejores terrenos por donde debe cruzar un ejército, y pudieron ser aprovechados como elementos naturales de defensa; el mejor ejemplo lo encontramos en la cuenca de Zacapu; siglos antes de la era uacúsecha, los asentamiento de las ―Lomas‖ también tenía un carácter insular, quizás aprovechando esta situación como elemento defensivo.2568 Para 1525 se tiene constancia que en los vecinos señoríos de Jalisco, los indígenas de Atitlán, pueblo cercano a la cuenca de la laguna Magdalena, estaban en un peñol ―que le cerca la laguna […] y esta gente que está en este peñol es de la cabecera [de Etzatlán] que por miedo de las guerras se metieron dentro, y tienen sus labranzas fuera en la tierra…‖.2569 Durante la campaña de conquista de la futura Nueva Galicia, Nuño de Guzmán describió el pueblo de ―Cuisco‖ (Cuitzeo-Ocotlan) en la cuenca de Chapala, como un asentamiento muy poblado y atravesado por el río Santiago; cuando éste afluente se desbordaba, se creaban varios islotes que eran usados para la defensa,2570 tal como lo describió Guzmán: ―Y quando al lugar llegué, donde toda la gente estaba andando asentado el real, dieron al arma y salí el dicho río abajo, y tomé muchos indios, niños y mugeres que se iban huyendo, y se hechaban a nado al río para pasarse de la otra parte, a la mano derecha, saliendo del lugar que daba una isleta en el río, donde se habían acogido hasta trescientos indios de guerra, de donde había salido el arma. Y yendo en seguimiento de los otros, sabiendo que allí estaban hechos fuertes, envié al Veedor que fuese allá, y llegándose, comenzaron a defender muy reciamente, pensando que estaban seguros con estar cercados de agua y, aunque el agua hera bien alta que cubría las sillas de los caballo, entró el Veedor con algunos de caballo y el capitán Vázquez, que es de infantería, con algunos ballesteros, y no ―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice X, P. 447. Cursivas nuestras. A finales del siglo XIX, Nicolás León mencionó sobre las yácatas de Tzintzuntzan que ―en nuestro concepto, estos monumentos eran templos y á la vez lugares de defensa ó fortificación…‖. LEÓN, NICOLÁS. ―Las yácatas de Tzintzuntzan‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 54. Gracias a las exploraciones arqueológicas, Helen Pollard mencionó que ―no hay evidencia de ninguna fortificación dentro de los asentamientos, o murallas, fosos o cuerpos de guardia en los alrededores de la ciudad [Tzintzuntzan]. Tampoco se conoce alguna estructura fortificada. La localización del asentamiento entre las montañas Tariácuri y Yaguarato pudo servir para una función defensiva. PERLSTEIN POLLARD, HELEN. ―Lugares centrales y ciudades en el núcleo del Estado tarasco‖, en: SANDERS, WILLIAM T.; MASTACHE DE ESCOBAR, ALBA GUADALUPE; COBEAN, ROBERT H. (Editores). El urbanismo en Mesoamérica. México, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaUniversity Park: The Pennsylvania State University, 2003, T. I, Pp. 362-364. 2568 ARNAULD, CHARLOTTE, CAROT, PATRICIA, FAUVET-BERTHELOT, MARIE-FRANCE. Arqueología de las Lomas en la cuenca lacustre de Zacapu, Michoacán, México, Óp. Cit., Pp. 22-23. 2569 CORIA, DIEGO DE. ―Visitación que se hizo en la Conquista, donde fue por capitán Francisco Cortés‖ [1525], en: ―Nuño de Guzmán contra Hernán Cortés, sobre los descubrimientos y conquistas de Jalisco y Tepic, 1531‖, Boletín del Archivo General de la Nación. México, T. VIII, núm. 4, OctubreNoviembre-Diciembre, 1937, Pp. 558-559. 2570 GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. Comunicación personal. 595 por esto dejaban de defender quanto podían, y resistir la entrada, porque hera alta la salida. Y estubieron más de dos horas peleando, que nunca los pudieron romper, defendiendo la entrada con sus arcos y flechas y espadas y palos, a los ballesteros. Al fin le entraron, y 2571 hirieron al capitán…‖. Los ríos son cuerpos de agua que han sido utilizados como marcadores de límites territoriales, por muchas culturas alrededor del mundo y a lo largo del tiempo; también se han aprovechado como elementos defensivos, ya que si bien un pequeño contingente de hombres pude cruzar un río pasando inadvertidos, un ejército de varios cientos o miles de hombres, por las cuestiones logísticas de preparativos, como el transporte acuático, es algo tardado y que llama bastante la atención. Al momento de su mayor expansión territorial del Tzintzuntzan Irechequa, en una parte de la frontera con los mexicas, y la frontera norte hasta el lago de Chapala, la principal barrera natural fue el río Lerma. En la frontera sur, el río Tepalcatepec y sus afluentes, servían como barreras contra posibles ataques de los pueblos no dominados de forma efectiva de la Sierra Madre del Sur. En la frontera con los mexicas, al sureste, la cuenca del río Balsas era una de las principales defensas naturales de la frontera tarasco-mexica, muchos asentamientos y guarniciones, se construyeron en las orillas para aprovechar su valor táctico de defesa; en otras regiones el curso del río Balsas atraviesa acantilados que son inexpugnables y se convirtieron en barreras naturales. La topografía abrupta misma del terreno ha conformado los límites territoriales y fronteras de muchas sociedades alrededor del mundo en distintas épocas. En el caso tarasco-mexica, las sierras y bosques localizados entre Michoacán y el Estado de México fueron factores que ayudaron a conformar las guarniciones de la frontera y aprovechar las elevaciones para colocar atalayas para observar el movimiento de tropas enemigas. En la frontera suroeste del Tzintzuntzan Irechequa, en la Sierra Madre del Sur, fue la región donde habitaron los pueblos de la costa michoacana, que en ocasiones eran víctimas de ataques por parte de los tarascos que buscaban tributos. Obras defensivas prehispánicas michoacanas en la época tarasca Para el caso Michoacano, contamos con muy pocas referencias documentales de sitios prehispánicos fortificados. En las Relaciones Geográficas de Michoacán, la pregunta 32 pedía contestar que se describieran ―las fortalezas de los dichos pueblos, y los puestos y lugares fuertes e inexpugnables que hay en sus términos y comarca‖, no fue contestada o se hizo mención que no había lugares que pudieran servir como fortificación. Desconocemos por qué no se contestó esta pregunta en las diversas Relaciones Geográficas del territorio tarasco, a pesar de que en lugares como Cutzamala, se mencionó una guarnición de 10,000 hombres, no se hizo alusión a arquitectura defensiva. Debemos recordar que la arquitectura defensiva tarasca entraría dentro de la tipología propuesta por Pedro de Armillas y Ángel Palerm, de extensos sistemas de fortificaciones fronterizas coincidentes con los límites territoriales de las unidades políticas más grandes y más integradas, como lo sería el Tzintzuntzan Irechequa; el hecho de que no se encuentren lugares fortificados dentro del territorio tarasco, como la capital Tzintzuntzan, es porque era una entidad política con el suficiente poder económico y militar para mantener a los enemigos en las fronteras, y en caso de invasión, podían construir distintos tipos de elementos defensivos menos complejos para emboscar al enemigo. Varios de los lugares que fueron frontera con los mexicas no 2571 ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 269-270. 596 fueron consignados en las Relaciones Geográficas. Puede ser que los funcionarios españoles encargados de elaborar estos documentos, hayan tenido en mente fortificaciones de tipo europeo, o para la década de 1580 ya habían desaparecido estas estructuras (por ejemplo por haber sido reutilizando el material para otras construcciones), pero sí percibieron que la topografía podía servir como elemento defensivo; así Francisco Montes de Oca, corregidor de Tiripetío, contestó a la pregunta 32 de la instrucción: ―En este pueblo, y en su comarca, no hay cosa fuerte, ni inexpugnable de fortaleza, sino son las sierras, que muchas de ellas son muy altas, como las dos dichas: la una de los chichimecas, y la otra de la señora. Otras hay, pero ninguna de ellas es para que se pueda conservar gente ni fortaleza; lo uno, porque en tiempo de aguas siempre está lloviendo en ellas, y lo otro, porque en tiempo de frío están llenas de nieve, y en ellos no hay bastimentos silvestres ni frutales de tierra, y están desviados de los pueblos. Y así, por ninguna ocasión se acogerían a ellas para fortalecerse, no para hacer fuerte ni fortaleza para guardar de españoles, de manera que no hay cosa ni para tener, ni para que hacer fuerza ni 2572 fortaleza. No hay más qué decir en este capítulo.‖ En esta respuesta se observa las concepciones diferentes sobre elementos defensivos; que no son lugares idóneos para construir fortalezas para guardar españoles, es decir, arquitectura defensiva de tipo europeo, pero sí se menciona el valor táctico de los cerros cercanos. Otros datos interesantes es la mención de que los cerros no eran lugares apropiados para guarnecer tropas en la época de lluvias e invierno, lo cual podemos entender sí recordamos que la guerra a gran escala no era practicada en esta época del año durante la época prehispánica.2573 En la Relación Geográfica de Temazcaltepec y Tuzantla, se mencionan fortificaciones de la región, que en la época prehispánica era frontera tarasco-mexica, contestando a la pregunta 32 de la instrucción. Del lado mexica se mencionan dos fortificaciones: ―Tiene Texcaltitlan, por fortaleza, un risco grande de peña tajada, [a] donde se sube por una pequeña entrada. Y, en lo alto, tiene algunos manantiales de agua du[l]ce, los cuales se consumen en lo alto de las mismas peñas, y hay leña. En su gentilidad, les servía de fuerte, para defenderse de los indios tarascos contrarios. Dicen [que] tendrá un tiro de arcabuz de ancho el d[ic]ho cerro o risco. Y Texupilco tiene otra fuerza, que es otro risco muy alto de peña tajada, que se llama Tlapi[tz]altepeque, que asimismo les servía de fuerte y defensa contra los mismos indios tarascos. Y, con ser tierra caliente, en lo alto dél hay muchos 2574 pinos y es tierra fría, y es casi inexpugnable.‖ Para el caso tarasco en la región de Tuzantla, también contestando a la pregunta 32, se mencionó el sistema defensivo, pero no se hizo con tanta prolijidad: ―No tienen fuerte ninguno. Antiguamente, se solían defender de sus contrarios en unas 2575 sierras altas [en] donde hacían unos cercados, y de allí salían a pelear.‖ 2572 [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580, Óp. Cit., Pp. 65-66. Cursivas nuestras. 2573 Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. 2574 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [1 de diciembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 152. Cursivas y corchetes originales. 2575 COVARRUBIAS, GASPAR DE. ―Relación de las minas de Temazcaltepec y Tuzantla‖ [ROELAS, DIEGO DE LAS. ―Relación de Tuzantla‖, 20 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). 597 Desconocemos porque Diego de las Roleas no describió con tanto detalle las obras defensivas del lado tarasco; probablemente consideró que se podía extrapolar la información del lado mexica por tener sistemas defensivos similares, o conocía mejor la región de Temazcaltepec que la de Tuzantla. Pero el dato de que los antiguos pueblos michoacanos hacían uso de ―unas sierras altas en donde hacían unos cercados‖ para la defensa es fundamental, pues este tipo de obras defensivas o Proteichisma, son mencionadas en otras fuentes coloniales. ―El propósito de la elaboración de estos cercos fue impedir el acceso, aunque se ha documentado que por lo general este tipo de construcciones no perduran con el paso del tiempo.‖2576 En un documento sobre la demarcación de los obispados de Michoacán y México en 1535, Pedro Cuiniarángari, gobernador de los indígenas de Michoacán declaró que ―…los términos de esta provincia / de mechuacan hacia la parte e / camino de Yztlavaca llegan los / dichos términos a una albarrada / que esta hecha de piedra dos leguas / de esta parte del pueblo de Iztlavaca / y que aquellos an tenido e / tienen por términos e tierra desta / dicha provincia de mechuacan…‖.2577 Este tipo de albarrada servía como mojonera entre los las entidades políticas tarasca y mexica. Sin embargo, Silverstein cree que también tuvieron usos defensivos, en la región fronteriza de Tierra Caliente: ―En la cuenca del Río Palos Altos, entre la línea de colinas controlada por los tarascos y la línea azteca fortificada, había una tierra de nadie que parece haber quedado abandonada porque la intervención imperial en el área causó un incremento en la militarización. Tengo la teoría que un muro de 3 km de largo descubierto en esta tierra de nadie parece haber sido una construcción chontal cuyo fin habría sido proteger las importantes tierras productoras de algodón y cacao. En uno de los extremos del muro se observó una distribución de artefactos, lo que sugería que allí se había peleado una batalla prehispánica. Esta fortificación puede haber sido un intento por parte de los chontales, ya sea independiente o apoyado por uno u otro de los imperios, para asegurar las tierras vulnerables aunque fértiles de la cuenca del río. Finalmente, los habitantes chontales abandonaron esta región y la cambiaron por el borde oriental montañoso de su provincia, donde construyeron una fortaleza y se incorporaron a la línea defensiva azteca. El descubrimiento de esta fortaleza 2578 chontal en Ixtepec resuelve parte de la cuestión acerca del destino de los chontales.‖ Es probable que una cerca o parapeto estén representados en la lámina XXIII de la RM: en el centro de la imagen, se ve a un guerrero herido por una flecha debajo del brazo izquierdo y caído en el suelo, su sistema de armamento se compone de arco y flechas. Se encuentra herido sobre el camino del pueblo, frente al él, hacía la derecha, se ve un objeto obscuro que podría ser un parapeto para defender el camino; al otro lado del objeto se encuentra otro guerrero, también con arco y flecha, que al parecer fue el que hirió al primero. La lámina ilustra la expansión de la alianza chichimeco-isleña sobre los territorios alrededor de la cuenca de Pátzcuaro. El uso de lugares elevados como cerros, peñoles o quebradas, fortificados con elementos defensivos como cercas de piedra, empalizadas, paramentos, fosos, Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. II, núm. 7, P. 161. Cursivas nuestras, corchetes originales. 2576 MEDRANO ENRÍQUEZ, ANGÉLICA MARÍA. Arqueología del conflicto. La Guerra del Mixtón (1451-1542) vista a través del peñol de Nochistlán. México, Taberna Libraria editores, 2012, P. 96. 2577 ―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y distritos de sus obispados‖ [1544], AGI, Justicia, legajo 1009, f. 225; Agradecemos enormemente al Mtro. René Becerril Patlán por habernos facilitado la trascripción de este fragmento del documento. 2578 SILVERSTEIN, JAY E. ―Un Estudio de la Frontera Azteca-Tarasca del Posclásico Tardío en el Norte de Guerrero, México: El Proyecto Oztuma-Cutzamala, 1998‖. Traducido del Inglés por Alex Lomónaco, Pp. 7-8, en: http://www.famsi.org/reports/97014es/97014esSilverstein01.pdf (Consultado 31 de agosto de 2018). 598 plataformas, o vegetación espinosa, fue muy común en las sociedades indígenas americanas antes y después de la llegada de los europeos. El uso de este tipo de fortificaciones temporales fue nombrado por los españoles como ―empeñolamiento‖, ya que durante la conquista del continente o durante las rebeliones, especialmente durante la conquista del norte de la Nueva España, los indígenas ocuparon formaciones rocosas elevadas y abruptas para refugiarse de los conquistadores e implementar la guerra de guerrillas.2579 Para el caso del México y Centroamérica prehispánicos, hay restos arqueológicos, testimonios escritos, y abundantes representaciones pictográficas de este tipo de fortificaciones.2580 Las fuentes pictográficas sobre el empeñolamiento son muy abundantes, tanto de origen prehispánico como de la época colonial, y de autores indígenas o españoles. En una de las fojas de la Historia Tolteca-Chichimeca, está representado el ataque a un cerro fortificado con una cerca de piedra y magueyes, los defensores están defendiéndose desde la cima con arcos, flechas y armas cuerpo a cuerpo, mientras los atacantes hacen lo mismo desde abajo.2581 En otras representaciones del Centro de México, es muy común la representación de un asentamiento con el glifo de altepetl o ―montaña de agua‖, donde un personaje posado en el glifo, lo defiende desde las alturas del atacante. En el Códice Fernández Leal, está representada una gran batalla donde un ejército está asediando un cerro fortificado, representado como un glifo de altepetl, pero en la parte superior izquierda, está cortado con cuatro terrazas con parapetos, con cuatro guerreros en cada una defendiéndose con escudos y macanas. 2582 En el Códice Telleriano-Remensis abundan las representaciones de guerreros defendiendo su altepetl, además se menciona que los mexicas en 1511 sujetaron el pueblo de Ycpaltepec, y por estar en un peñol agro, subieron con escaleras, mientras el guerrero defensor tiene la mano derecha levantada con una piedra. También se ilustró el levantamiento chichimeca del Mixtón y lugar donde se empeñolaron en 1541, una elevación rodeada con un río y con cercas de piedra.2583 En una de las láminas del Códice Durán, está representada en primer plano una batalla entre españoles e indígenas, en segundo plano hay dos peñoles donde hay guerreros indígenas armados con arcos, flechas, jabalinas, macuahuitl y escudos.2584 En un mapa de la Nueva Galicia elaborado por el licenciado Hernando Martínez de la Marcha en 1550, están representados los peñoles del Teul, Mixtón, Juchipila, Nochistlán y Coyria, que usaban los chichimecas para refugiarse, fortificados con una, 2579 Para una visión general y breve de la guerra chichimeca véase RUIZ GUADALAJARA, JUAN CARLOS. ―Capitán Miguel Caldera y la frontera chichimeca: entre el mestizo historiográfico y el soldado del rey‖, en: Revista de Indias, España, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2010, 2010, vol. LXX, núm. 248, Pp. 23-58. 2580 Para referencias de las evidencias arqueológicas e históricas véanse los trabajos de BANDELIER, ADOLPH F.. ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit.; ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, Óp. Cit.; ―Fortificaciones mesoamericanas‖, Óp. Cit.; PALERM, ÁNGEL. ―Notas sobre las construcciones militares y la guerra en Mesoamérica‖, Óp. Cit.. 2581 KIRCHHOFF, PAUL; ODENA GÜEMES, LINA; REYES GARCÍA, LUIS. Historia ToltecaChichimeca. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría de Educación Pública, 1976, f. 42v, ms. 4650, P. 42. Véase Apéndice I, figura 2. 2582 ACUÑA, RENÉ. (Editor). Códice Fernández Leal. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 1991, láminas 13 y 14, Pp. 48-49, facsímil entre Pp. 5859. Véase Apéndice I, figura 3. 2583 Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., ff. 42v y 46. Véase Apéndice I, figuras 4 y 6. 2584 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, lámina 62, Cap. LXXVIII, P. 573 [en apéndice]. Véase Apéndice I, figura 5. 599 dos y hasta cuatro cercas de madera y piedras paralelas, desde donde los defensores lazaban flechas con arcos y piedras.2585 Existe una descripción contemporánea de la Guerra del Mixtón sobre el peñol de Juchipila: ―Y vimos en la cumbre de la sierra de Xuchipiltepetl, que en ella estaba el templo del demonio, muy grande, y que estaba ya montuoso, y la sala que había tenia quince brazas de largo y trece de ancho, y las paredes eran todas de una piedra á manera de adobes, de edificio muy antiguo, que no se sabe quiénes fueron los que los edificaron, y el cerro comenzó su edificio por todas las concavidades de las peñas, en partes muy ásperas y dificultosas, y los moradores que eran, todas sus casas eran muy lindas, de losas, y de ellas de las piedras de forma de ladrillo adobes, y de la misma piedra las gradas. Este género de piedra es como la que se saca en Sencoc, y parte de lo exterior era de piedra, y la forma del cerro está rodeado de un rio, que parece que el agua sale de las concavidades de las peñas, y muy ancha su corriente; y los caminos por donde se sube son cuatro, que van dando vueltas 2586 á las peñas, en partes muy agrias y dificultosas.‖ Esta característica del Occidente y Norte de Mesoamérica, fue representada en el Lienzo de Tlaxcala; ―en la parte que corresponde a las conquistas de Nuño de Guzmán, cerros fortificados con albarradas de piedra representada en la convencional manera indígena. En varios casos son dos las albarradas, paralelas. Defensas semejantes están pintadas en el mismo lienzo en los cuadro que representan la conquista de Pánuco y la de Guatemala.‖2587 Este sistema defensivo en el Occidente de Mesoamérica para ser muy antiguo, pues en una figura de la cultura tumbas de tiro (200 a. d. n.e.-600 d. d .n. e.) están representados ―dos grupos que muestran una aldea sobre un cerro –indicada por dos chozas- cuyos habitantes masculinos, armados con macanas, rocas y hondas, y protegidos con cascos y escudos, se resguardan de un ataque.‖2588 Entre los episodios narrados por Hernán Cortés sobre la conquista de México-Tenochtitlán, mencionó el ataque a un peñol cercano al lago de Texcoco que proporciona una idea de cómo los indígenas se defendían por el empeñolamiento durante la guerra: ―Y a las dos después de mediodía llegamos a un peñol muy alto y agro, y encima de el estaba mucha gente de mujeres y niños, y todas las laderas llenas de gente de guerra; y comenzaron luego a dar muy grandes alaridos, haciendo muchas ahumadas, tirándonos con hondas y sin ellas muchas piedras y flechas y varas; por manera que en llegándonos cerca recibíamos mucho daño… [y después de dar órdenes de asaltar el peñol] …comenzaron a subir y ganaron a los contrarios dos vueltas del peñol, pero no pudieron subir más, porque con pies y manos no se podían tener, porque era sin comparación la aspereza y agrura de aquel cerro. Y echaban tantas piedras de lo alto con las manos y rodando, que aun los pedazos que se quebraban y sembraban hacían infinito daño; y fué tan recia la ofensa de los 2589 enemigos, que nos mataron dos españoles y e hirieron más de veinte…‖. 2585 ―Mapa de la Nueva Galicia‖ [1550], AGI, Mapas, planos, documentos iconográficos y documentos especiales, México, núm. 560. Véase Apéndice I, figura 7. 2586 Durante la guerra del Mixtón, los españoles destruyeron estas obras defensivas con artillería, y cuando derrotaban a los chichimecas, ordenaban desbaratar las cercas y quemar las chozas de los peñoles. ―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli…‖, Óp. Cit., Pp. 313-314 y 316317. 2587 ARMILLAS, PEDRO. ―Fortalezas mexicanas‖, Óp. Cit., P. 160. 2588 WINNING, HASSO VON. ―Esculturas anecdóticas antiguas del Occidente de México‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 37 y fotografía en P. 161. Véase Apéndice I, figura 1. 2589 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], Pp. 122-123. 600 Con esta descripción de Cortés tenemos noticia de la efectividad defensiva que tenía el empeñolamiento para que un grupo reducido de combatientes pudiera hacer frente a un atacante con un número mayor de combatientes; efectividad que quedó de manifiesto en las guerras contra los indígenas que los españoles experimentaron en la conquista del norte, y que la RM sugiere al mencionar los lugares elevados como lugares de asentamientos humanos. En las investigaciones de la frontera tarasco-mexica se han encontrado algunos ejemplos arqueológicos de arquitectura militar de lado tarasco en los sitios de Acámbaro, Zirizícuaro (Maravatío), Taximaroa (Ciudad Hidalgo), Zitácuaro y Tuzantla. En el extremo norte de esta frontera en Guanajuato, José Antonio Contreras Ramírez reportó que en un sitio denominado ―Cerro Gordo‖, se encontraban estructuras que recordaban a las yácatas de Tzintzuntzan, localizados en la cima y ladera del mencionado cerro, y que por su ubicación natural del cerro solo era posible el acceso al asentamiento por el lado Sur y Suroeste, ya que por lo abrupto de las laderas es prácticamente imposible el acceso; y desde dicho asentamiento se obtiene un excelente control visual del espacio circundante.2590 En Acámbaro, Shirley Gorenstein estudió el ―Cerro del Chivo‖, el cual también presenta aspectos topográficos y estratégicos favorables para la defensa del territorio, y se tiene amplitud visual del Río Lerma y las planicies norteñas; se encontraron materiales asociados a los tarascos, otomíes y guamares que defendían esta porción de los ataques enemigos: ―Acámbaro tenía la capacidad de mantener la posición contra un enemigo con tropas fuertes, teniendo en cuenta las desventajas enemigas de la distancia del suministro y la ignorancia del terreno; y de esta manera tenía un control poderoso sobre el tráfico en el Río Lerma.‖2591 En Maravatío fue localizado otro sitio llamado Zirizícuaro, según Gorenstein ―se encuentra sobre dos colinas denominadas Cerro de la Campaña y Cerro de las Palmas, situados ambos en el flujo del Río Lerma el cual corre en dirección norte-sur a través del vale. El cerro de la Campaña es una pequeña prominencia de siete metros de altura con respecto al piso del valle, y muros de contención fueron construidos en sus colonas superiores. Una estructura claramente definida en su cúspide con un perímetro que mide 155 m. y 30 m. en su lado norte.‖2592 Para el caso tarasco, también son mencionadas en varias ocasiones, fosos para ser usados como trampas y preparar emboscadas.2593 La mayoría de las referencias aluden 2590 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 100. Apud. CONTRERAS RAMIREZ, JOSÉ ANTONIO. La presencia Tarasca en el Estado de Guanajuato: Fluctuación de Frontera. Tesis de Licenciatura en Arqueología. Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz, 1985. 2591 GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border. Con contribuciones de David Chodoff, John Hyslop, Helen Perlstein Pollard, Michael Snarskis, Lee Anne Wilson. Nashville, Tennessee, Vanderbilt University (Publications in Anthropology núm. 32.) 1985, P. 109. Traducción de José Isabel Hernández Rivero. La tarea de defender el territorio tarasco, era una de las obligaciones de los pueblos subyugados al cazonci. VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 61. 2592 GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border, Óp. Cit., P. 10. Traducción de José Isabel Hernández Rivero. 2593 Esta práctica al parecer era común en el mundo indígena, pues durante el asedio de MéxicoTenochtitlan, Hernán Cortés mencionó que los mexicas bloqueaban los caminos ―y hacían por toda su 601 al episodio histórico de la conquista del Tzintzuntzan Irechequa, y se localizan en títulos de tierras de pueblos de la cuenca de Pátzcuaro y en el Códice Plancarte, complementando la información de la RM, que menciona que se planearon preparativos para la defensa en contra de los españoles. La RM menciona como Tangáxoan II mandó a Cuiniarángari y otros principales a hacer gente de guerra para enfrentar a los españoles, pero por razones no muy claras, Cuiniarángari dio la orden de desbandar a los ejércitos y dejar avanzar a Cristóbal de Olid hasta Tzintzuntzan. A su regreso, y de acuerdo a la versión de don Pedro Cuiniarángari, ciertos principales trataron de eliminar a Tangáxoan II, por lo que huyo a Uruapan, y los que se encargaron de recibir a los españoles fueron Huitzitziltzi y Cuiniarángari: ―Y saliéronles a rescibir de guerra Huiçizilzi y su hermano don Pedro y todos los caciques de la Provincia y señores con gente de guerra. Y llegaron a un lugar, obra de media legua de la cibdad por el camino de México en un lugar llamado Api, y hicieron allí una raya a los españoles y dijéronles que no pasasen más adelante, que les dijesen a qué venían, que si 2594 los venían a matar.‖ El enfrentamiento no se produjo, y los españoles fueron recibidos en paz en la capital tarasca. En otras versiones, Tangáxoan II sí recibió a los españoles, aunque también están presentes varias inconsistencias, pues dependiendo de la versión, los recibió en Tzintzuntzan, Pátzcuaro o Guayangareo. Pero varios testimonios indican que el recibimiento fue en Tzintzuntzan. En el Códice Plancarte se mencionó que: ―1519 en este año entraron los españoles en México y en este mesmo año murió el Rey Tziuanqua en tzintontzan [sic. 1520] y salió electo por Rey de Tzintzontzan [Tzintzincha Tangánxoan] y este mando que se juntasen todos los naturales de todo el reino. Luego sin dilacion ninguna se juntaron sin que quedara persona ninguna y disputaron que harian pozos donde estar enterrados y escondidos desde la cumbre del monte grande de tzananbo que está al frontero de la laguna de tzintzunzan hacia la parte del oriente por el camino de Valladolid y querían que el camino por en medio de los pasos y trinchas que ordenaban hacer para darles bien guerra á los españoles conquistadores. Esto había ordenado el Rey 2595 Thangajoan. Año de 1522 en Tzintzuntzan entraron los españoles.‖ En los ―Títulos primordiales de Jarácuaro‖, también se hizo mención a este episodio de la conquista del Tzintzuntzan Irechequa; se menciona que después de que se tuvo noticia de la llegada de Hernán Cortés y de los españoles a México: ―…fué comunicado a todos los Reyes para que se previnieran cuando vinieran los españoles a Zinzunzan. El año de mil quinientos diez y nueve se juntaron todos los Reyes en Zinzunzan a consultar y mandaron a todos los indios que hicieran fosas por los caminos para que al tiempo de venir los españoles, se escondiesen en estas fosas y que de repente les salieran y les mataran. Pero volviéndose a consultar otros Reyes les pareció mal lo que habían dispuesto y mandaron que fueran recibidos de paz los españoles, para lo cual dispusieron provisiones de maíz, huevos, zacate y otras cosas para el recibimiento, todo lo cual se verifico el año de 2596 mil quinientos veinte y dos.‖ Aquí es significativo que se mencionen dos reuniones de los señores de provincia, una en 1519, es decir todavía en vida de Zuangua haciendo preparativos para enfrentar a tierra muchas cavas y albarradas y fuerzas…‖. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 106. 2594 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 48, P. 257. 2595 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 245. 2596 GARCÍA ALCARAZ, AGUSTÍN. ―Un códice tarasco inédito‖ [Títulos primordiales de Jarácuaro], Óp. Cit., P. 32. 602 los españoles, y una posterior para ordenar que no se hicieran fosos y trampas, y prepararse para recibir a los españoles, quizás esto ya haya sido ordenado en el reinado de Tangáxoan II ante la inevitable llegada de los europeos. Contraria a la idea de que Tangáxoan II fue un gobernante débil, carácter presente en la versión de don Pedro Cuiniarángari, quien se benefició con la muerte del primero, en otros documentos posteriores tenemos a un cazonci que primero se planteó enfrentar a los españoles, aunque después se decidió por recibirlos en paz. En la Relación Geográfica de Pátzcuaro, cuyos informantes indígenas reivindicaron la actuación de Tangáxoan II de recibir a los españoles en paz, se menciona que el último cazonci fue ―…TANGAJUAN, q[ue] por sobrenombre desta tierra llamaban TZINTZINCHA, que quiere decir ―hombre q[ue] edifica fortalezas‖, porque hizo [y] edificó muchas, y fue muy valeroso en guerras.‖2597 Quizás el sobrenombre haya nacido con la orden de preparar estas obras defensivas contra los españoles. La táctica de realizar hoyos en el suelo para preparar emboscadas, al parecer se encontraba extendida en diversas regiones de Mesoamérica: en la segunda carta de relación de Cortés, mencionó como los tlaxcaltecas le advirtieron que no fuera a México-Tenochtitlan porque los mexicas ―tenían cerrado el camino real por donde solían ir, y hecho otro nuevo de muchos hoyos y palos agudos hincados y encubiertos para que los caballos cayesen y se mancasen...‖; y durante su expedición a las Hibueras, Cortés reportó como se dificultaba a Pedro de Alvarado la conquista de Guatemala porque era ―…la tierra áspera y de mucha gente, y muy belicosa y ardidas en la guerra, y han inventado muchos géneros de defensa y ofensas haciendo hoyos y otros muchos genios para matar los caballos, donde han muerto mucho‖;2598 Nuño de Guzmán mencionó como un español en su caballo cayó en un hoyo y tuvo que ser rescatado de morir a manos de los indígenas de Jalisco;2599 y Clavijero mencionó que los mexicas usaban también hoyos en la tierra para emboscar a los enemigos: ―Usaban mucho de la guerra de emboscada, agazapándose entre la hierba y ocultándose en hoyos que hacían en la tierra, de lo cual tuvieron bastante experiencia los españoles y frecuentemente simulaban fuga para llevar a los enemigos empeñados en el alcance a algún 2600 sitio peligroso, o cargarles con nueva gente por las espaldas.‖ Uno de los cargos por los cuales sería procesado Francisco Tangáxoan por Nuño de Guzmán, fue precisamente por la acusación de haber ordenado que se hicieran fosos para emboscar a los españoles que se dirigían a los Teules chichimecas. Cuaraque, indígena tarasco que declaró desfavorablemente en contra del cazonci, cuando le fue preguntado que sí Francisco Tangáxoan les iba a tender una trampa en Cuniao, y que sí al mando de esas tropas estaba al mando un capitán tarasco de Jacona de nombre Zipaque, declaró que ―el dicho Çipaque con su gente diese en la delantera en los españoles, y el dicho Cazonzi que va en este ejército en las espaldas e así matarían a su Señoría e a todos los cristianos. E que en (a) Mechuacan enbió a dezir el dicho capitán Çipaque a don Pedro que se dize Pero Pança por otro nombre, que si haría hoyos para matar en ellos a los cristianos, e que el dicho Pero Panza le enbió a dezir al (dicho) Cazonzi, y el dicho Cazonzi respondió que no 2597 MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 199. 2598 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., Pp. 43 y 272. 2599 ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 272. 2600 CLAVIJERO, FRANCISCO JAVIER. Historia antigua de México, Óp. Cit., Lib. VII, Cap. 25, P. 227. 603 los hiziesen porque no muriesen en ellos los indios, sino que con arcos e flechas matasen a 2601 los cristianos.‖ En la RM también se consignó este supuesto plan de Francisco Tangáxoan para atacar a los españoles. Se menciona que los españoles llevaron al cazonci a unos herbazales para preguntarle sí había guerreros listos para atacar a los cristianos en Cuniao y que ―si es verdad que habéis hecho allí hoyos donde caigan los caballos.‖2602 Después que se narró la muerte del cazonci, se menciona que el ejército llegó a Cuniao, pero la RM es confusa, al principio menciona que los indígenas de ese lugar recibieron a los españoles con gritos, y Nuño de Guzmán ordenó a los españoles resguardar las armas que cargaban los tamemes. Luego mandó a principales tarascos para que vieran que gente había en Cuiniao, pero todos huyeron a un pueblo cercano, donde fueron sacrificados por los habitantes, y regresaron a contarle a Guzmán. El ejército avanzó ―y allí creyó quel cazonçi no había puesto gente de guerra, ni hallaron los hoyos que le habían dicho,‖ pero más adelante encontraron un intérprete tarasco, por lo que sospecharon de un ataque de los hombres del cazonci.2603 Está parte es confusa (y recuérdese que es la versión de don Pedro Cuiniarángari), no queda claro sí había un ejército tarasco esperando a atacar al ejército de Nuño de Guzmán, pero el hecho de que no se hayan encontrado hoyos que le habían dicho, es porque el mismo testigo Cuaraque en el juicio, dijo que si bien había sido el plan inicial, después no se llevó a cabo por temor a que los tarascos que iban como auxiliares, cayeran en los hoyos. Taximaroa: ejemplo histórico de un asentamiento fortificado La única fuente histórica que menciona un asentamiento tarasco rodeado de obras defensivas, es la crónica que escribió Francisco Cervantes de Salazar en 1575, con información que le proporcionó el conquistador español Francisco Montaño, que fue el capitán de la segunda expedición española en entrar en territorio tarasco hasta la capital en Tzintzuntzan. En su travesía, tuvo que pasar por Taximaroa, que era un sitió bastante importante ya que era la principal ruta para viajar entre las cuencas de Pátzcuaro y Texcoco, además de ser parte de la frontera entre tarascos y mexicas; en 1476-1478, durante el intento de conquista del Tzintzuntzan Irechequa por parte de las tropas del huey tlatoani mexica Axayácatl, el asentamiento fue destruido, pero el cazonci Tzitzíspandácuare mando repoblarla. Probablemente de esta época databa el sistema defensivo tarasco atestiguado por Francisco Montaño, ya que ―parescía muy antigua‖, y descrito por Cervantes de Salazar. El pasaje donde se describió es el siguiente: ―Caminaron cuatro días los españoles é indios juntos, sin apartarse los unos de los otros; no les subcedió cosa de que hacer memoria. Llegaron cerca de aquel pueblo que dixe ser raya de Mechuacán, el cual se llamaba Taximaroa, […] dieron la vuelta hacia la ciudad, de la cual será bien decir algo, por ser extrañamente murada; la causa era la guerra que con los mexicanos tenían. Estaba, aunque era muy grande, cercada de una cerca de trozos muy gruesos de encina, cortados á mano; tenía [esta trinchera ó muro] de alto dos estados é uno de ancho; parescía muy antigua; renovábase cada día, sacando los trozos muy secos y metiendo otros recién cortados, para lo cual había maestros y peones diputados que en ninguna otra cosa se ocupaban, salariados [pagados] para esto del dinero de la república. Por lo alto y por el lienzo de afuera y de dentro iba tan igual y tan tupida la cerca, que no pudiera ser mejor labrada de cantería. Acostumbraban desde su principio, por las victorias 2601 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., P. 88. 2602 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 57v, P. 276. 2603 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, ff. 58v-59, Pp. 246-247. 604 que contra los mexicanos tenían, de no quemar la leña vieja y seca que sacaban, sino en sacrificio de sus dioses, haciendo ciertas cerimonias cuando metían la nueva, como significando que con su favor se haría aquel muro tan fuerte que sus enemigos nunca 2604 entrarían por él y que del saldrían los vecinos y volverían victoriosos.‖ Vemos que al momento de describir el sistema defensivo de Taximaroa, Cervantes de Salazar mencionó que estaba ―extrañamente murada‖, más adelante escribió que estaba cercada de ―una cerca de trozos muy gruesos de encina‖, pero líneas adelante tachó en el manuscrito que se trataba de una ―trinchera o muro‖. Recordemos que el testigo que vio este sistema constructivo fue Francisco Montaño, por lo que Cervantes de Salazar siguió la descripción de las fortificaciones de Taximaroa.2605 Es conveniente mencionar que se entendía por cada uno de los elementos poliorcéticos mencionados por Cervantes de Salazar. Covarrubias menciona que ―MVRALLA, lo mesmo que muro‖, y ―MVRO. Lat. murus, la cerca de la ciudad, o villa hecha para su seguridad y defensa.‖2606 ―CERCA, puede ser nombre: el muro que cerca la ciudad, o villa, o la pared de tapia, o de piedra, que cerca la viña, huerta, o corral […] el muro de la ciudad, o villa à circundado.‖2607 Como mencionamos, Cervantes de Salazar escribió lo extraño del amurallamiento, y tachó que se trataba de una trinchera o muro, Covarrubias definió ―TRINCHEA, es el valo o fosa que se haze para diuidirse del enemigo, y que no pueda facilmente acometer al real, o a la fuerça de trincher.‖2608 Una ―FOSA, vale hoya, o lugar cauado. […] Tomase ordinariamente por la sepultura que se abre en la tierra, haziendo hoyo y cauando en ella: y de alli se dixo Fosal, el cementerio, o lugar donde entierran los cuerpos. Fosa puede sinificar qualquiera hoya, o lugar cauado.‖2609 Bandelier mencionó un testimonio de una construcción defensiva en el área maya donde no quedaba claro sí era un muro o trinchera, y dijo que ―esto significa que el muro era más bien el recubrimiento de piedra de una amplia terraza, sobre la cual se hallaba el pueblo mismo.‖2610 Sin embargo, la descripción de Taximaroa menciona explícitamente ―una cerca de trozos muy gruesos de encina‖, quizás rodeada de una trinchera o foso. En la misma descripción se mencionan las medidas de esta cerca, ―de alto dos estados é uno de ancho‖. Covarrubias definió esta unidad de medida y su uso: ―ESTADO, es cierta medida, de la estatura de vn hombre, y miden por estados las paredes de cantería, y entre ellos ay estados comunes que hazen tantos pies, y estados, o tapias Reales, que son mayores. La profundidad de poços o otra cosa honda, se mide por 2604 CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España, Óp. Cit., Lib. VI, Cap. XV, Pp. 769-769. Información entre corchetes añadida y sustituida en el manuscrito. 2605 En la ―Relación de la jornada…‖ de Francisco de Sandoval Acazitli, vemos que existió la misma ambigüedad para describir las fortificaciones del peñol de Xuchipiltepetl: los atacantes ―…llegaron á su muralla ó cerca…‖. ―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli…‖, Óp. Cit., Pp. 314. 2606 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra M, Pp. 559-559v. 2607 Ibíd., Letra C, P. 274. 2608 Ibíd., Letra T, P. 54v. El Diccionario de autoridades definió ―TRINCHERA. s. f. Defensa, que se forma levantando tierra, y disponiéndola de modo, que cubra el cuerpo del soldado, e impedida al enemigo […] Pararon en una llanada, que estaba poco más delante de un bosque, que les servía de trinchera, y emboscada.‖ Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. VI, P. 356 2609 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra F, P. 412. 2610 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit., nota a pie, núm. 183, P. 116. Cursivas originales. 605 estados.‖2611 La RAE en la décima definición de ―estado‖, menciona ―medida longitudinal tomada de la estatura regular de un hombre, que se usaba para apreciar alturas o profundidades, y solía calcularse en siete pies,‖ un pie correspondía aproximadamente a 27.8 cm., por lo que un estado sería 1.9 m. aproximadamente. Así, la cerca de trozos de encina tendría de 3.8 m. de altura, y 1.9 m. de anchura. Un segundo elemento para considerar estos elementos defensivos más como una empalizada que como una plataforma, es que se menciona que ―por lo alto y por el lienzo de afuera y de dentro iba tan igual y tan tupida la cerca, que no pudiera ser mejor labrada de cantería.‖ Otro dato muy importante sobre este sistema defensivo de Taximaroa, es que los trozos de encina que formaban la cerca ―renovábase cada día, sacando los trozos muy secos y metiendo otros recién cortados, para lo cual había maestros y peones diputados que en ninguna otra cosa se ocupaban, salariados [pagados] para esto del dinero de la república.‖ La RM menciona los oficios que había que en la zona del lago de Pátzcuaro, y que ―había otro mayordomo mayor diputado sobre todos los oficiales de hacer casas, que eran más de dos mil, otros mil para la renovación de los qúes, que hacían muchas veces. No entendían en otra cosa más de hacer las casas e qúes, que mandaba el cazonçi, y déstos hay todavía muchos.‖2612 Probablemente se tratara de individuos bajo las mismas relaciones sociales de producción, encargados de dar mantenimiento a las obras públicas, como templos, terrazas y en este caso, obras defensivas. Karl A. Wittfogel comentó sobre las sociedades con la capacidad organizativa de construir obras hidráulicas, que también podían dirigir los esfuerzos en obras defensivas: ―Estos ejemplos [de obras hidráulicas] muestran lo que las sociedades hidráulicas incluso primitivas pueden realizar en el campo de la construcción defensiva, cuando emplean al máximo sus recursos cooperativos. Las sociedades hidráulicas más desarrolladas empleaban y diversificaban el principio básico de acuerdo con las circunstancias técnicas e institucionales. En el Méjico precolombino la ausencia de animales de trabajo adecuados ponía una limitación al transporte; y mientras esto limitaba la técnica del sitiador, no obstaculizaba la fuerza ofensiva o defensiva de las ciudades. En caso de emergencia, muchas obras hidráulicas construidas por el gobierno en la zona de los lagos desempeñaban funciones militares, exactamente como los palacios y templos de tamaño monumental servían como bastiones contra un enemigo invasor. La investigación actual llama la atención sobre los distintos tipos de fuertes y muros de defensa mejicanos. A causa de su tamaño e 2613 importancia, pueden sin duda adscribirse a las empresas dirigidas por el estado.‖ Un último elemento mencionado por Cervantes de Salazar, es sobre el destino de la leña vieja que sacaban de la cerca de encino (la renovación probablemente fue para evitar un ataque con fuego), que la retiraban ―en sacrificio de sus dioses, haciendo ciertas cerimonias cuando metían la nueva, como significando que con su favor se haría aquel muro tan fuerte que sus enemigos nunca entrarían por él y que del saldrían los vecinos y volverían victoriosos.‖ Estas palabras nos hacen pensar en la ceremonia de la guerra, donde se hacían diversos hechizos contra los enemigos, quemando pelotillas de tabaco y madera de encino, con la creencia que se debilitarían y sería más fácil vencerlos; en este caso la ceremonia de la guerra se realizaba en contra de los mexicas y sus aliados. Este testimonio es la única referencia histórica de un asentamiento tarasco 2611 COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra E, P. 382. 2612 RM, Tercera Parte, Cap. I, ff. 6v-7, Pp. 176-177. 2613 WITTFOGEL, KARL A. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder totalitario. Traducción de Francisco Presedo. Madrid, Guadarrama, 1964, Pp. 56-57. 606 fortificado, lo que en poliorcética se consideraría un Epikampion; el testimonio tiene la ventaja de describir con que materiales estaban construidas las obras defensivas, dimensiones, quienes se encargaban de su mantenimiento, y los ritos asociados con que se renovaba. Con esta información posiblemente se puede asociar uno de los cuadros que representan lugares en el escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, con la fortaleza de Taximaroa. En el recuadro está representado un cerro con dos albarradas paralelas, la superior parece estar hecha de piedras, la inferior parece de otro material (¿madera?).2614 En la cima del cerro parece estar una bandera erguida; en el Códice de Carapan cuatro banderas de plumas, muy similares a las representadas en la RM, coronan un basamento piramidal. Esta imagen nos recuerda varias de las representaciones pictográficas de lugares fortificados en los documentos mencionados líneas arriba.2615 Arqueológicamente Gorenstein encontró un sitio prehispánico en la región, en la ladera de una colina cercana, a dos kilómetros al noreste de Ciudad Hidalgo, desde donde se tiene una excelente vista hacia el Este donde se encuentra el paso entre las montañas, y probablemente se utilizó como atalaya o puesto vigía. Se han encontrado algunos tiestos cerámicos y entre el material lítico predominan los desechos de obsidiana y navajillas.2616 Hernández Rivera menciona que ―llama la atención la ubicación de este sitio arqueológico, el cual se localiza fuera del paso natural que permite acceder a territorio michoacano. Consideramos que la razón de ello se debe probablemente, a que su posición era ocultada y protegida entre el espeso bosque de pino-encino (que alguna vez existió), funcionado de esta manera dentro del esquema de tácticas de guerra tarascas (el ataque por sorpresa), y a la vez como un punto de apoyo a la fortaleza principal de Taximaroa‖, así como un barranco producto de una falla geológica que limitaba el acceso al valle desde el Este y Sur.2617 Hernández Rivero no lo mencionó, pero en el proceso contra el cazonci de 1530, uno de los cargos es que mandó matar ―en el pinal cabe Tajimaroa otros quatro españoles que venían de México…‖,2618 con lo que la conjetura tiene adquiere soporte documental. Sin embargo el asentamiento prehispánico de Taximaroa es desconocido, por lo que es difícil contrastar la información histórica que proporcionó Cervantes de Salar, y que fue reproducido por otros cronistas e historiadores a lo largo de las décadas. Según el cronista municipal Roberto López Maya, ―en las inmediaciones de Ciudad Hidalgo, en las Tierras Coloradas, se notan aún cimientos de lo que fuera la verdadera Taximaroa donde tenían sus fortificaciones llamadas Uatzotacate, que Tziguangua [sic. Tzitzíspandácuare] levantó contra los mexicanos‖,2619 pero no menciona ninguna fuente ni proporcionó elementos de porque designó ese lugar como el asentamiento prehispánico. Sobre las Tierras Coloradas Hernández Rivero mencionó que ―la situación topográfica del lugar nos muestra un punto en donde el amplio valle se angosta y es ahí 2614 Véase Apéndice D. Véase Apéndice I, figura 8. 2616 GORENSTEIN, SHIRLEY. Acambaro: Frontier settlement on the tarascan-aztec border, Óp. Cit., P. 13. 2617 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., Pp. 140 y 142. 2618 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., P. 90. 2619 LÓPEZ MAYA, ROBERTO. Ciudad Hidalgo. Monografía municipal. Morelia, Gobierno del Estado de Michoacán, 1980, P. 80. 2615 607 donde actualmente se localizan las llamadas ―Tierras Coloradas‖ que el cronista López Maya describe como el lugar donde se encontraban los restos de la fortaleza, Concentrándonos en este lugar entonces, notamos que a la altura de donde se encuentra el panteón municipal, existe una barranca natural (escurrimiento de agua de aproximadamente 10 m. de ancho), pero desafortunadamente debido a que está sucumbiendo esta zona por el desmedido crecimiento urbano, no encontramos evidencia arqueológica alguna que pudiera ilustrar su existencia.‖2620 Estas palabras fueron escritas en 1994, y la mancha urbana siguió creciendo; desconocemos si se realizaron investigaciones arqueológicas o no en la región. Hernández Rivero también consignó los datos que en la construcción de la zona residencial ―La Regadera‖, aparecieron ―abundantes huesos‖, y aunque no lo mencionó explícitamente, probablemente lo relacionó con los relatos de Cervantes de Salazar y Alonso de la Rea que mencionan que se encontraban huesos de la derrota sufrida por los mexicas a manos de los tarascos.2621 También Hernández Rivero mencionó que en unos terrenos de cultivo de San Lucas Huarirapeo, al Oeste de Ciudad Hidalgo, se encontraron abundantes desechos de obsidiana obscura, si poder explicar esta situación.2622 Probablemente el asentamiento prehispánico de Taximaroa fue destruido desde la época de la conquista. La RM no es muy clara en algunos de los pasajes de la llegada de Cristóbal de Olid al Tzintzuntzan Irechequa, pero parece que este conquistador irrumpió violentamente en Taximaroa, pues el noble Quézequaparé le dijo a Cuiniarángari cuando fue a hacer gente de guerra contra los españoles que ―"ve, si quisieres, yo no quiero hablar nada, ya son muertos todos los de Taximaroa". Y despidiéronse. Y llegó a Taximaroa don Pedro y no halló gente en el pueblo, que todos se habían huído. Y fué preso de los españoles y mexicanos, por la tarde.‖2623 Además Olid hizo ahorcar a dos indígenas mexicas que quemaron las cercas de madera de los templos de Taximaroa2624 (recuérdese que la leña era usada para hacer la ceremonia de la guerra contra los enemigos), y debido a las características del sitio, probablemente mando destruir la fortificación de Taximaroa por constituir un riesgo contra el avance español, ya que era el camino directo entre Tzintzuntzan y México. Otro sitio que pudo haber servido de guarnición fortificada, es un sitió localizado en un cerro llamado ―Peña Larga‖, identificado por Ramón Alonso Pérez Escutia, quien lo describió de la siguiente manera: ―En un cerro situado al noroeste de Aporo, denominado Peña Redonda [sic. después rectificado como Peña Larga], todavía existen [en 1991] vestigios de lo que fue una importante guarnición tarasca. En varias oportunidades hemos visitado esas ruinas Ahí existía una construcción principal de unos 12 m. de largo por 6 de ancho acompañada de otras más pequeñas. Seguramente este recinto sirvió de albergue a las tropas y almacén de 2620 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 142. 2621 Karine Lefebvre menciona que ―con frecuencia se observan casos similares, no sólo en la historiografía americana, sino también europea. Así, los huesos, ya sean de origen humano o no [los huesos animales a menudo se confunden, por ignorancia, con huesos humanos], descubiertos en la superficie, incluso en pequeñas cantidades, suelen atribuirse a un hecho histórico conocido, en la mayoría de los casos a una batalla.‖ LEFEBVRE, KARINE. ―Acámbaro, en los confines del reino tarasco: una aculturación discreta (1440-1521 d, C.)‖, en: Trace (Dinámicas espaciales en arqueología). México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 2011, núm. 59, nota a pie, núm. 13, P. 87. 2622 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 143. 2623 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 45, P. 251. 2624 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 45-45v, Pp. 251-252. 608 agua y alimentos. Desde la Peña Redonda se domina perfectamente el paisaje circundante y se constituye en una posición militar inmejorable, al vigilarse con eficacia la sierra de Angangeo y el valle de Aporo. Debemos la gentileza de personas como Raymundo Salas, J. Dolores Tapia y Agustín Mendoza, el contar con una gran cantidad de puntas de flecha y otros materiales de obsidiana localizados en las ruinas de Peña Redonda, lo que prueba los 2625 fines militares de esas construcciones.‖ Otro sitio que probablemente fue parte de las guarniciones tarascas fue San Felipe de los Alzati o Zirahuato, así ha sido mencionado en varios de los estudios de la región, pero Hernández Rivero menciona que las características del sitio corresponden a una época más temprana, anterior a la conformación de la frontera tarasco-mexica, y que a falta de investigaciones, concluyó que tal vez ―el sitio fue abandonado debido a que se situaba justo en la tierra de nadie del teatro de operaciones de guerra fronterizo y por lo tanto no pertenece a ninguno de los grupos en discordia.‖2626 Otros cerros en Jungapeo, Zitácuaro y Tuzantla también presentan asentamientos en los lugares elevados de difícil acceso, y desde donde se tiene control visual de los territorios circundantes, algunos de ellos presentan arquitectura defensiva como amurallamiento y muros de contención, pero desconocemos si se realizaron estudios en dichos lugares desde la presentación de la tesis de Hernández Rivero.2627 Ihuatzio: ¿ejemplo arqueológico de un asentamiento fortificado? Un sitio arqueológico que pudo haber sido planeado para estar rodeado de obras defensivas, es el de Ihuatzio, erigido al sur de Tzintzuntzan. La información sobre el pasado prehispánico de Ihuatzio es muy limitada, los restos arqueológicos indican que fue el sitio más extenso de la cuenca de Pátzcuaro y uno de los sitios monumentales más grandes del Occidente de Mesoamérica, con una superficie mayor de 300 ha., y una modificación considerable del terreno para la creación de plataformas;2628 la información arqueológica contrasta fuertemente con la información histórica, pues hay muy pocas referencias a Ihuatzio en la documentación colonial, de hecho, en la RM es referido sólo por su nombre en náhuatl, Coyuacan, ―lugar de coyotes‖, que es una traducción del tarasco con el mismo significado. Durante la guerra ritual emprendida por Taríacuri contra los isleños de Pacanda, se menciona como los isleños fueron capturados cerca de Ihuatzio, pues Hiripan y Tangáxoan tuvieron que marchar sobre dos lugares llamados Hiuazi harata e Yuazi xanchácuyo respectivamente, ambos toponímicos tienen por raíz hiuatsi, ―coyote‖, y han sido traducidos como ―la cueva del coyote‖ y ―lugar donde habita el venado [sic]‖.2629 Ihuatzio volvió a ser mencionado cuando Taríacuri le dijo a sus sobrinos e hijo como debía de ser un solo reino con tres cabeceras, Hirepan tuvo como asiento Ihuatzio, Tangáxoan estuvo en Tzintzuntzan, e Hiquíngaje en Pátzcuaro, con lo cual se conformaría el triunvirato que existió tras la muerte de Taríacuri. Durante las conquistas del triunvirato, se consiguieron muchas riquezas de joyas, plumajes, oro y plata, y los herederos de Taríacuri decidieron concentrar este tesoro real en Ihuatzio, donde estuvieron los ídolos de Curícaueri, 2625 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 19. Pp. 143-144. 2626 Ibíd., P. 145. 2627 Ibíd., Pp. 146-151. 2628 CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Jiuatsio, ―la casa del coyote‖, en: CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN (Coordinador editorial). Tradiciones arqueológicas. Zamora, El Colegio de MichoacánGobierno del Estado de Michoacán, (Colección Imágenes), 2004, P. 204. 2629 RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, P. 132; MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán, Óp. Cit., Pp. 710 y 724. 609 Xarátanga y los dioses Tiripemencha. Tras la muerte de Hiquíngaje, Hirepan y Tangáxoan, y bajo condiciones no muy claras, el hijo del último, Tzitzíspandácuare, centralizo el poder en Tzintzuntzan ca. 1450, imponiéndose sobre las otras dos cabeceras, situación que prevalecería hasta la llegada de los españoles. A pesar de la perdida de estatus, el asentamiento de Ihuatzio siguió teniendo gran relevancia. Los señores prehispánicos de Ihuatzio fueron los descendientes de Hirepan, y sucedieron el cargo de padres a hijos hasta la llegada de los españoles; fueron Ticatame, Tucuruan y Paquíngata; la RM menciona que el linaje de Hiquíngaje se terminó por que sus hijos eran malos y los mandó matar, por lo que Pátzcuaro se quedó sin señor, según el discurso tzintzuntzeño del documento. Entre las hazañas de los señores ihuatzeños se encuentran, por ejemplo, que Ticatame conquistó Carapan; Tucuruan fue representado como él que recibía los tributos de los xiuhquilteca en el Lienzo de Jicalán; y a Paquíngata le fue ofrecido el trono tras la muerte de Zuangua, pero los nobles tzintzuntzeños impusieron a Tangáxoan II. Los descendientes de los señores de Ihuatzio poseyeron tierras en la Meseta tarasca, por lo que éstas probablemente fueron las tierras patrimoniales de los señores uacúsecha de este asentamiento. Durante el conflicto entre Tzintzuntzan y Pátzcuaro sobre cuál sería la sede catedralicia a finales de la década de 1530, Ihuatzio no reivindicó sus derechos a ser cabecera de la provincia; a pesar de haber sido un sitio tarasco-uacúsecha bastante importante, existe poca información histórica del sitio. La descripción más antigua conocida sobre el sitio de Ihuatzio, es de la mano de Pablo Beaumont: ―En cuanto a la plaza de armas de Yguatzio, que es el único monumento visible que nos ha quedado de estos antiguos edificios, diré que a distancia de quinientos pasos corriendo para el Poniente de dicho pueblo en la cima de una loma está un edificio de piedra formando una muralla en forma de cuadro que tiene de longitud trescientas treinta y siete varas y media; ciento cincuenta de ancho con seis varas. El interior de esta plaza está terraplaneado a mano hasta arriba; se perciben en el centro unos cimientos en forma de pie de torre, y en su cercanía está un ídolo de piedra con la figura, y estatura de un hombre, fáltale la cabeza y los pies, pero tiene todo lo demás, y las manos unidas con el vientre; es de creer que este ídolo fuese el de Huitzilopochtli, dios de la guerra que tendrían colocado en el centro de su plaza de armas los belicosos tarascos, y en el paraje más eminente de ella; alrededor de la dicha plaza se perciben como escaleras y gradas. Había otro ídolo en estas ruinas de figura de un lagarto que tenía la cabeza quebrada. Estos ídolos son de una piedra que llaman los naturales de allí tanamo, y es especie de tezontle. El camino que va desde Yguatzio a la referida plaza es fragosísimo, y se ven en la testera de dicha plaza de parte del Poniente tres yacatas de piedra puesta a mano en figura de baúl que suponen ser osarios. El pueblo de Yguatzio estará a dos leguas de Tzintzuntzan; y hay tradición que allí tenían los tarascos su 2630 plaza de armas, cuyos vestigios son los que van referidos.‖ Muchos de los elementos descritos por Beaumont han sobrevivido al paso del tiempo, tanto las esculturas mencionadas, que corresponden a los chac mool, tronos coyote y zoomorfas, así como los elementos arquitectónicos. También fue el primero en hacer referencia al supuesto carácter militar de Ihuatzio, y de haber dado nombre a la ―Plaza de Armas‖ y de las ―murallas‖ del sitio. A finales del siglo XIX, Eduardo Ruiz hizo referencia a Ihuatzio como sitio militar a partir de supuestas tradiciones y creación literaria: ―…el interior del extenso perímetro murado de la fortaleza de Higuatzio, en medio del cual se levantan aún los templos del sol y la luna‖, y a pie de página mencionpo que ―supuestas las tradiciones que comprende este capítulo, las ceremonias de la guerra y algunas otras costumbres aquí descritas, deben datar de los reinados de Tariácuri, de Tangaxhuan o de Tzitzc-Pandácuare, época en que ya estaba edificada la 2630 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, Pp. 53-54. 610 fortaleza de Iguatzio y ocupada Tzintzúntzan por los purépecha.‖2631 Eduardo Ruíz atribuyó el carácter de fortaleza a Ihuatzio, y que las dos estructuras de la Plaza de armas estaban dedicadas al sol y a la luna, pero sin ningún soporte documental. A pesar de las noticias vagas sobre el pasado prehispánico de Ihuatzio antes de la formación del triunvirato, fue ―con la consolidación del dominio tarasco, la ciudad creció en forma notable hasta alcanzar las 500 ha que conforman su extensión. Se construyeron la enorme plaza abierta, sobre la que se levantó el conjunto de tres yácatas conocidas localmente como Las Tres Marías; los uatziris; el muro que rodea prácticamente el sitio y podemos identificar como el murocalzada; la estructura circular, y las nivelaciones con las que fue modificada la abrupta topografía desde el centro ceremonial hasta el embarcadero y el lago. Los uatziris son construcciones alargadas de gran tamaño de cinco metros de altura, formadas por cuerpos escalonados. Por su forma, distribución y los espacios que comunican, se sabe que estas construcciones servían como caminos; de hecho, el significado de la palabra y la tradición oral coinciden en ellos. Para la gente de Ihuatzio, el cazonci o jefe supremo era transportado del centro ceremonial a diferentes puntos del sitio por uno de estos caminos, conocido como Calzada del Rey. Otros uatziris de menor altura (2.5 m en promedio) tuvieron funciones defensivas; tal es el caso de los muros o calzadas que prácticamente rodean al sitio. En general, los uatziris constituyen un rasgo característico de este sitio y un elemento único en la arquitectura prehispánica del Occidente de México; su principal significado cultural es que hacen evidente la planeación 2632 de la ciudad.‖ Como vemos, los uatziris son los elementos característicos del sitio. A pesar de la tradición oral que considera estas estructuras como caminos, y que probablemente tuvieron esa función, Gilberti tradujo ―Vatziri. monton de piedras‖.2633 Sin duda los uatziris fueron estructuras que limitaron el espacio del centro ceremonial de Ihuatzio, sin embargo, es difícil afirmar que hayan sido construidos como un elemento poliorcético. Consideramos que una función de los uatziris fue la delimitación del espacio cerrado de la élite, además si leemos la RM, fue ahí donde se concentró la mayor parte del tesoro real obtenido durante las conquistas del triunvirato, y que permaneció allí hasta la llegada de los españoles: ―Como no lo quisiese llevar ninguno consigo, hecieron una casa en Cuyacan y allí lo pusieron todo en unas arcas y pusieron sus guardas, y las guardas hacían sementeras para ponelle sus ofrendas de pan y vino. Todo este tesoro llevó Cristóbal d[e] Olid cuando vino a 2634 conquistar esta Provincia, como más largo se dirá adelante.‖ Así, una función que pudieron haber tenido estas estructuras, fue la de resguardar las riquezas acumuladas durante décadas de conquistas, y fácilmente podían emplearse para la defensa en caso de ataque. Ihuatzio compartió la misma situación peninsular en el lago de Pátzcuaro que tuvo Tzintzuntzan, lo que podría permitir la defensa del sitio. También deben de contemplarse los usos rituales de procesiones, así como estructuras religiosas; el dato tardío de Beaumont de que era una ―plaza de armas‖, podría indicar también el carácter militar el sitio; aunque al momento de la llegada de los españoles al Tzintzuntzan Irechequa, el corazón político era dominado por medio de la ideología y etnicidad uacúsecha, lo que difícilmente pudo haber 2631 RUÍZ, EDUARDO. Michoacán. Paisajes, tradiciones y leyendas. México, Balsal Editores, (Obras completas de Eduardo Ruíz, Vol. I), 1969, Primera parte, P. 41 y nota a pie núm. 11. Énfasis original. 2632 CÁRDENAS GARCÍA, EFRAÍN. ―Pátzcuaro, Ihuatzio y Tzintzuntzan‖ en: Arqueología Mexicana, Editorial raíces, 2007, mayo-junio, vol. IV, núm. 19, Pp. 30-31. 2633 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 185. 2634 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155. 611 motivado la erección de los uatziris como elementos poliotcéticos, pero sí para el resguardo del tesoro real. Las fronteras y guarniciones del Tzintzuntzan Irechequa Como hemos visto a lo largo de esta investigación, el Tzintzuntzan Irechequa fue una entidad política que logró imponer su autoridad en una amplia zona territorial del Occidente de Mesoamérica, de donde extrajo el tributo, fuerza de trabajo y fuerza militar de los grupos étnicos dominados, por medio de diversas estrategias de control territorial, étnicas e ideológicas. Al ser una sociedad de tipo estatal expansionista, se vio en la necesidad de resguardar el territorio de otras entidades políticas vecinas que oponían resistencia, o que también tenían ambiciones expansionistas, por lo que tuvieron que defenderse las fronteras con la fuerza militar. El 20 de noviembre de 1553, Jorge Carrillo, conquistador español que estuvo a las órdenes de Cristóbal de Olid durante la conquista de Michoacán, declaró que el cazonci: ―…tenía guerra contra Montezuma y los señores de México y de otras partes de la comarca de Michoacán, e con los señores de Colima e Zacatula, y tenían contra ellos puesta gente de guarniciones, lo cual sabe e vido este testigo, porque fue a conquistar la dicha provincia de 2635 Michoacán con Cristóbal de Olid, que a ella fue por Capitán…‖. En un apartado anterior ya explicamos el alto valor simbólico que tuvieron algunos sitios en el plan cósmico de expansión, que fueron las cabeceras de las cuatro partes, localizadas en las fronteras para defender y atacar a los vecinos. Estas fronteras eran defendidas mediante la fuerza militar; ya tardíamente fray Isidro Félix de Espinosa mencionó que: ―tenía el rey [cazonci] sus guardias en las fronteras para la guerra con los mexicanos, jaliscos, colimas y matlatzingas, y usaban de las mismas que los otros.‖2636 En los siguientes párrafos trataremos de manera general las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, pero debemos advertir que el conocimiento sobre las mismas no es completo, pues como mencionamos a principios del capítulo II de la presente investigación, los límites políticos se desconocen con exactitud, además de que no todas las fronteras han sido trabajadas por igual en la historiografía; la frontera tarasco-mexica ha recibido mayor atención por la cantidad de fuentes documentales y arqueológicas del lado mexica. Otra frontera que ha recibido atención recientemente es la que mantuvieron los tarascos con los señoríos de Jalisco y Colima; pero las fronteras norte y suroeste han sido poco investigadas debido a la falta de estudios arqueológicos e información histórica sobre la situación prehispánica, además de sus propias dinámicas al momento del contacto europeo, pues al otro lado de la frontera norte tarasca era habitada por grupos humanos con modos de subsistencia seminómadas o nómadas comúnmente llamados como chichimecas, mientras que los territorios de la frontera suroeste, entre la cuenca del Río Tepalcatepec y la Sierra Madre del Sur de la costa michoacana, han sido de baja densidad demográfica desde la época prehispánica. Haremos una revisión general de la documentación e investigaciones sobre las dinámicas perceptibles en las fuentes, que implementaron los tarascos para defender el territorio conquistado.2637 2635 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 37. 2636 ESPINOSA, ISIDRO FÉLIX DE. Crónica franciscana de Michoacán, Óp. Cit., Lib. I, Cap. III, P. 32. 2637 Para una propuesta de la evolución territorail del Estado tarasco a lo largo de su historia, véase el Apéndice A, mapa VIII. 612 La frontera tarasco-mexica De las cuatro fronteras del Tzintzuntzan Irechequa, la que ha sido trabajada de forma más sistemática es la oriental, la que colindaba con la Excan Tlatoloyan o Triple Alianza mexica. Las fuentes documentales del lado mexica permiten conocer aproximadamente cuales eran las provincias tributarias, mientras que del lado tarasco la información es menos abundante; con esto y con las investigaciones arqueológicas, se han hecho avances en el conocimiento de la zona fronteriza. Uno de los trabajos que abordó la extensa zona geográfica de la frontera tarasco-mexica fue la tesis de licenciatura de José Isabel Hernández Rivero, quien utilizó información histórica y arqueológica para delimitar el territorio, localizar algunos de los asentamientos defensivos, y tratar de definir las estrategias de control territorial por parte de ambos Estados expansionistas, siendo una frontera de conflicto muy intenso. Aquí vamos a mencionar a grandes rasgos su trabajo y sus conclusiones, pero podemos adelantar que por la naturaleza de constante conflicto y la existencia de lugares fortificados, estamos ante una frontera que puede caracterizarse como ―dura‖, cuyo objetivo era impedir la entrada de enemigos al territorio de alguno de los bandos. Esta zona fronteriza se conformó cuando los tarascos y mexicas conquistaron y subyugaron a los grupos étnicos que se encontraban entre las cuencas de Pátzcuaro y Texcoco, durante los siglos XV y principios del XVI, y al parecer en algunas zonas, la frontera fluctuaba de acuerdo al avance o retroceso de alguno de los bandos, pero no de forma abrupta. Estas guerras provocaron grandes cambios en los pobladores locales, pues tuvieron que volverse tributarios a uno de los dos poderes, o huir y migrar hacia otras regiones, dándose un ―notorio despoblamiento y abandono de áreas agrícolas, las cuales siendo altamente productivas en etapas anteriores, en este proceso se tornaron ―tierra de nadie‖ debido al repliegue de la población hacía áreas de mayor seguridad dentro de determinado territorio político,‖2638 conformándose así un teatro de operaciones militares. Las fuentes coloniales hicieron mención de la tensión existente en ésta frontera: Alonzo de Zorita mencionó que ―los mexicanos dice que aunque tuvieron mucho tiempo guerras con los de Michiuacam nunca les ganaron pueblo alguno ni bastó todo el imperio de Mexico para ello y en las fronteras tenían fuerzas y guarniciones y siempre se velaban los unos de os otros.‖2639 Y Bernal Díaz del Castillo mencionó que ―Y parece ser que como el gran Montezuma tenía muchas guarniciones y capitanías de gente de guerra en todas las provincias, que siempre estaban junto a la raya de ellos, porque una tenía en lo de Soconusco por guarda de lo de Guatemala y Chiapa, y otra tenía en lo de Guazacualco, y otra capitanía en lo de Mechuacán, y otra a la raya de Pánuco, entre Tuzapán y un pueblo que le pusimos por nombre Almería [Nauhtla], que en la costa 2640 del Norte.‖ seis 2641 Dada la amplitud de la zona fronteriza, Hernández Rivero la dividió en cuatro o subregiones para su análisis (Ver Figura 12): 2638 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 22. 2639 ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España, Óp. Cit., T. I, Cap. XXII, Primera parte, Pp. 284285. 2640 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap. XCIV, P. 180. 2641 En un artículo propuso cuatro subregiones: sector norte, sector este, sector sureste y sector sur, mientras que en la tesis publicó un mapa más completo, pero dividió los sectores entre lado tarasco y mexica, aunque en el texto habló de los primeros cuatro sectores. Cf. HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ. 613 1) Sector noreste: estaría formado sólo del lado tarasco, con los asentamientos de Yuririapúndaro y Acámbaro. Esta zona al parecer no fue teatro de operaciones entre mexicas y tarascos, pero si fue de gran importancia para los últimos, pues se desde ahí se defendía el territorio de las incursiones de los pueblos chichimecas del norte.2642 El Códice Telleriano-Remensis consigno un ataque tarasco en Jilotepec en 1462, probablemente la estrategia era dominar la región para rodear el valle de Toluca y atacar el Centro de México desde el lado noroeste.2643 2) Sector este-oeste: Está región fue de las más intensas donde se midieron los poderes de las dos potencias mesoamericanas del Posclásico tardío. Del lado tarasco se encontraban los asentamientos de Maravatio, Taximaroa, Jungapeo, Zitacuaro, Tiquicheo, Cutzio, Huetamo y Cutzamala; mientras del lado mexica estaban Jilotepec, Timilpan, Xocotitlan, Ixtlahuaca, Villa Victoria, Valle de Bravo, Santo Tomás, Zacazonapan, Temascaltepec, Tejupilco y Amatepec. La topografía y los bosques jugaron un papel importante para la conformación de la frontera es este sector, además se lograron establecer sitios de tipo guarnición-vigía para observar los movimientos enemigos.2644 La estrategia mexica fue atacar este región ya que era el camino directo para llegar al corazón del Estado tarasco, por lo menos lanzaron dos grandes ofensivas, en 1476-1477 y en 1517, sin éxito. Por esta razón había lugares fortificados como Taximaroa para detener los ataques mexicas; al parecer después de la fallida campaña emprendida por Moctezuma II contra el Tzintzuntzan Irechequa en 1517, los tarascos lograron penetrar en el valle de Toluca, ya que para 1522, mantenían una guarnición de guerreros a poca distancia de Ixtlahuaca, según testimonios de mediados del siglo XVI.2645 3) Sector sureste: Esta región fue codiciada por tarascos y mexicas debido a la riqueza natural presente, en especial el cobre que era explotado por los tarascos. De su lado de la frontera, existiron diversos asentamientos y guarniciones que funcionaron para la defensa de la frontera, como Pungarabato, Guayameo, Tlalchapa y Ajuchitlán, mientras que los mexicas mantenían como frontera Tlatlaya, Alahuixtlan, Oztuma, Ixcateopan, Acapetlahuaya, Teloloapan y Totoltepec. La cuenca del Río Balsas, la vegetación y lo inaccesible de la topografía, permitieron el control y defensa del terreno, ya que limitaba la movilidad de tropas.2646 Los tarascos trataron de avanzar en esta región, para fechas tardías de la historia mesoamericana como 1520, se menciona que estaban sitiando la fortaleza de Oztuma, por lo que los mexicas respondieron construyendo una serie de fortificaciones importantes en la región. Exploraciones arqueológicas en esta zona se llevaron a finales de la década de 1990, y los resultados se publicaron en el año 2000, y arrojaron nueva información sobre los sistemas defensivos usados por los tarascos: ―Mi investigación de la región no reveló un uso excesivo de la fortificación en Cutzamala, Pungaravato, o Ajuchitlán o en cualquiera de los pueblos orientales sujetos de estas ―La arqueología de la frontera tarasco mexica: arquitectura bélica‖, en: Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2004, Pp. 115-155. 2642 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., Pp. 36-33. 2643 Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., ff. 33v; HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 166. 2644 Ibíd., 43-48. 2645 Véase el apartado sobre el expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa y las guerras tarasco-mexicas, donde se trata la última ofensiva de Moctezuma II contra Zuangua, en el presente capítulo. 2646 Ibíd., P. 58. 614 cabeceras. El patrón de asentamiento tarasco, sin embargo, mostró una clara preferencia por incorporar líneas fluviales y otras características naturales para obtener una ventaja de defensa de los ataques de este. Además, es posible que alguno de estos sitios haya sido complementado con empalizadas o incluso muros de piedra que fueron desmantelados durante la época colonial temprana. Tampoco puedo descartar por completo la posibilidad de que los sitios altos de la colina cerca de Totolapan, Amuco, San Bartolo y Tlalchapa tengan ocupaciones del Posclásico Tardío. No obstante, los sitios que parecían haber albergado al grueso de la población en la región más vulnerable (es decir, Tecomatlan, Totoloapan, Cutzamala, Ajuchitlán y Pungaravato) no se encuentran en la mejor ubicación 2647 defensiva.‖ 4) Sector sur: hacía el sur de la cuenca del Río Balsas el predominio fue en su mayor parte de los mexicas, aunque los tarascos lograron cierto avance. Debido a lo escarpado de la topografía y al clima, fue una zona de baja densidad poblacional; hay pocos indicios documentales que haya sido un teatro de operaciones importante. Del lado tarasco se encontraban La Huacana, Sinagua y Guayameo, mientras que del mexica estaban Tetela del Rio, Capulalcolulco y en algún momento Zacatula. FIGURA 12. ―Subregiones de la frontera tarasco-mexica‖. FUENTE: HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal. Tesis para optar el título de Licenciado en arqueología, Director: Rubén Cabrera Castro México, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 1994, mapa entre Pp. 35-36. Modificación nuestra. 2647 SILVERSTEIN, JAY E.. A study of the Late Postclassic aztec-tarascan frontier in northern Guerrero, México: The Oztuma-Cutzamala project. Tesis para obtener el grado de Doctor en Filosofía. Consejero: Kenneth G. Hirth, Universidad Estatal de Pennsylvania, 2000, P. 348. Traducción nuestra. 615 José Isabel Hernández Rivero llegó a varias conclusiones sobre esta frontera. Sobre la cerámica de los sitios del lado tarasco, detectó que los grupos locales imitaron el estilo de la de Tzintzuntzan, por lo que la denomino como ―tarascoide‖; mientras que del lado mexica, el influjo del estado cerámico mexica fue mayor. La explicación posible a estas evidencias, es que del lado tarasco se procuró la tarasquización de los distintos grupos étnicos, mientras que los mexicas mantuvieron una política de colonización con guarniciones en las fronteras para mantener el control territorial, el flujo de tributo y la defensa en contra de los tarascos. También las guerras provocaron migraciones, lo que conformó que existiera una franja de territorio despoblada entre ambas entidades políticas, dando un origen a una ―tierra de nadie‖, que fue el teatro de operación de las guerras entre tarascos y mexicas. En este contexto de guerra, Hernández Rivero considera como poco probable la existencia de ―puertos de intercambio‖ para el comercio, sin embargo este es un debate que no ha sido del todo resuelto en las últimas investigaciones, y al parecer existió comercio entre ambos lados de la frontera, aunque no se ha estudiado lo suficiente.2648 Sobre los estudios de los lugares fortificados, comenta que: ―…el tipo de construcciones tan complejas que son las fortalezas las cuales hacen evidente la aplicación de una ingeniería militar para su elaboración así como para asignarles una adecuada ubicación que por fuerza debía considerar al medio geográfico con el objeto de ganar todos los elementos posibles como son el factor agua, el área por donde podrían ser acometidas, vías de fuga en caso de pérdida de la plaza, posición de ataque con la mayor efectividad y menores pérdidas posibles, visibilidad total para el envío de comunicaciones (tal vez por medio de señales de espejos o humo), capacidad para agrupar en un momento determinado a un número considerable de personas, puntos potenciales para atacar al enemigo, estrategias de ataque de acuerdo a la movilidad en el terreno, el número de combatientes, armamento y el objetivo perseguido, los recursos del adversario, distancias por recorrer, conocimiento del terreno enemigo (a través de espías o de cautivos), rutas factibles de ataque, control de mando sobre los diferentes cuerpos de combatientes, puntos adecuados para la partida de suministros y de guerreros desde los sitios de marcha al campo de batalla, cantidad, diversidad y calidad de suministros de guerras y de víveres para las 2649 distintas campañas, etc., etc.‖. Todos estos factores considerados para el caso de la frontera tarasco-mexica, junto con los otros aspectos mencionados en este apartado, podemos considerar que sí existió una poliorcética bastante desarrollada, al menos en el caso de esta frontera, las redes defensivas de ambas entidades políticas fueron bastante complejas y operativas durante varias décadas. Además el estudio de los diversos sitios arqueológicos de la frontera, permitió identificar algunos de los elementos poliocéticos usados por los pueblos mesoamericanos, como visibilidad óptima, situación topográfica de fácil defensa y con accesos restringidos. Se diferenciaron entre las guarniciones ―naturales‖, lugares que por sus características topográficas inexpugnables eran de fácil defensa y la fortificación se hacía innecesaria, y las guarniciones ―artificiales‖ o fortificadas, donde sí se erigieron obras defensivas para el resguardo de guerreros, suministros y puestos vigía. De los diferentes sitios defensivos también ―…resalta el hecho de que de que mantienen la defensa de un teatro de operaciones de guerra no como unidades aisladas sino como un conjunto de frentes definidos para no permitir al enemigo sitiar algún lugar en particular; esto es, conforman líneas de contención 2648 ALBIEZ WIECK, SARAH. Contactos exteriores del Estado tarasco: Influencias desde dentro y fuera de Mesoamérica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Fideicomiso Felipe Teixidor y Monserrat Alfau de Teixidor, (Colección Investigaciones), 2013, T. I, Pp. 241-344. 2649 HERNÁNDEZ RIVERO, JOSÉ ISABEL. Arqueología de la frontera tarasco-mexica. Conformación, estrategia y tácticas de control estatal, Óp. Cit., P. 160. 616 de asentamientos apoyándose en la topografía en donde la zona habitacional se establece por el lado interno del frente de operaciones militares, nunca por delante o a los lados como 2650 sucede en otros lugares de Mesoamérica…‖. De esta cadena de fortificaciones también se desprende que existieron guarniciones primarias y secundarías en la línea de guerra. Las primeras estarían al frente del teatro de operaciones teniendo funciones ofensivas-defensivas con movilizaciones de guerreros, mientras que las segundas se localizaban en la retaguardia aportando bastimentos, armamentos y refuerzos.2651 Para el caso tarasco contamos con el testimonio documental de la guarnición de Cutzamala, donde supuestamente estaban acantonados 10000 guerreros para hacer frente a los mexicas, mientras que los pueblos de Guayameo y Sirándaro pagaban tributo en forma de maíz y otros bastimentos al a la guarnición de Cutzamala.2652 Dada la longitud de la frontera y el número de asentamientos del lado tarasco, podemos extrapolar esta situación a las guarniciones primarias existentes con las poblaciones en la retaguardia. Ejemplos históricos de las guarniciones de retaguardia serían Ucareo, Acámbaro, Araro y Tuzantla, que proporcionaron guerreros para preparar emboscadas en los cerros contra Cristóbal de Olid.2653 Diego Basalenque mencionó sobre Ucáreo que ―este pueblo servía de frontera al Caltzontzi contra el Emperador de México Motehtzuma, porque era puerto y paso por donde le podían entrar en su reino, y así escogía dél la gente más belicosa y bien dispuesta, y la vecindaba en este pueblo y en sus Visitas; y si no era para impedir el paso, para otra ninguna no era a propósito el puesto.‖2654 La frontera del Tzintzuntzan Irechequa con los señoríos del occidente La frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa es difícil de precisar debido a su dinámica histórica, y a la falta de fuentes documentales que detallen la situación territorial al momento de la llegada de los españoles. Antes de iniciar el estudio de las guarniciones de esta frontera, cabe mencionar brevemente uno de los grandes castillos en el aire que ha producido la historiografía del Occidente de Mesoamérica para el Posclásico Tardío. En 1872, el licenciado tapatío Ignacio Navarrete (1837-1880), profesor de escuela, publicó un libro de texto titulado ―Compendio de la Historia de Jalisco, hecho en forma de catecismo e impreso con letra miñona en dos partes, de 87 y 123 páginas respectivamente.‖2655 Dicho trabajo está repleto de errores y datos sin 2650 Ibíd., P. 161. Ibíd., P. 166. 2652 CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖, [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 266. Debe de recordarse que el hecho de que tarascos y mexicas hayan erigido fortalezas y guarniciones en la región de Tierra Caliente, se debió a la riqueza natural existente, productos como el cobre, la sal, algodón y otras bienes, fueron codiciados por las clases dominantes de ambas unidades políticas expansionistas. MARTÍNEZ, GUILLERMO. ―Las fronteras surorientales del imperio purhépecha‖, en: MIRANDA, FRANCISCO (Editor). La cultura purhé. II Coloquio de antropología e historia regionales. Fuentes e historia. México, Colegio de Michoacán-Fondo para Actividades Sociales y Culturales de Michoacán (FONAPAS Michoacán), 1981, Pp. 174-177. 2653 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, ff. 44v-45. 2654 BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino de Michoacán, Óp. Cit., Lib. I, Cap. XVI, Pp. 171. Recuérdese que los lugares atacados en la campaña emprendida por Moctezuma II contra los tarascos fue en las ―fronteras de Michoacan que son las de Tacimaloyan que los españoles llaman Taximaloa, Maravatío y Acámbaro, Oquario [Ucareo] y Tzinapécuaro.‖ MUÑOZ CAMARGO, DIEGO. Historia de Tlaxcala, Óp. Cit., P. 126. 2655 BRAVO UGARTE, JOSÉ. ―La confederación chimalhuacana y las fuentes históricas‖, en: Sobretiro del anuario “Humanitas”, Monterrey, Centro de Estudios Humanísticos- Universidad de Nuevo León, núm. 3, 1962, Pp. 479-500. 2651 617 fundamentos. Entre los datos inventados, se menciona que la etimología del Estado de Jalisco fue debido a una ciudad prehispánica ubicada en el actual Nayarit, pero que ―su nombre genérico era el de Chimalhuacán, que quiere decir país de las rodelas o escudos, y comprendía diferentes Estados independientes y con nombres especiales‖. A partir de aquí se mencionó la existencia de la ―Confederación Chimalhuacana‖, ya que ―el territorio que hoy forma el Estado de Xalixco no formaba entonces una sola nación, sino que había en él diferentes monarquías y tactoanazgos o pequeños estados independientes, que en ciertas circunstancias formaban una confederación.‖ Entre las supuestas monarquías se encontraban las de Tonalá, Xalixco, Aztatlan, y los tactoanazgos independientes de Coinan, Cuitzeo, Chapálac, Sayula, Zapotlan, Autlán, Etzatlán, Xochitepec, y varios señoríos independientes más.2656 Menciona que está confederación sólo existía en tiempos de guerra: ―Parece que en tiempos de paz cada uno obraba aisladamente; pero en los de guerra, a semejanza de los antiguos Estados de Grecia en los tiempos de Príamo, rey de Troya, formaban una confederación formidable dirigida por el Estado más poderoso o por el jefe más inteligente. Así pudieron humillar al poderoso rey de Michoacán, su natural enemigo, cuantas veces quiso someterlos; así pudieron combatir a los españoles, derrotarlos y obligar al virrey Mendoza a venir de México con un ejército superior a cuantos en América se habían visto para someterlos, lo cual sólo pudo conseguir con grandes sacrificios. A veces se hacían la guerra unos a otros y se ensanchaban o disminuían los límites de los 2657 Estados.‖ Ignacio Navarrete mencionó dos ocasiones importantes en que supuestamente se había reunido la ―Confederación Chimalhuacana‖, la supuesta ―guerra del salitre‖, cuando el señor de Michoacán intentó conquistar las salinas de Tzacoalco, cuya monarquía principal fue la extranjera de Colima, y la Guerra del Mixtón en 1541. Ninguna fuente menciona en absoluto la existencia de la ―Confederación Chimalhuacana‖ (en Jalisco ni siquiera existió un lugar con dicho toponímico), ni de la ―guerra del salitre‖, y la insurrección de 1541 inició en Tlaxicoringa, Durango, muy al norte de la supuesta confederación. Todo esto es producto del romanticismo decimonónico. En 1935, José López Portillo y Weber ya había declarado que ―la Confederación Chimalhuacana no existió‖.2658 En 1957, Corona Núñez fue todavía más lejos al proponer la existencia del ―Imperio de Occidente‖: ―Parece haber suficientes datos para afirmar que el reino tarasco abarcó Michoacán, gran parte de Guanajuato, Querétaro, Guerrero, Colima, Jalisco, Nayarit, y parte de Sinaloa, actuales estados de la República Mexicana; formaba una especie de confederación de estados independientes, sin la cual no hubiera sido posible contener los distintos intentos de invasión hacia el poniente del ambicioso pueblo mexica. […] No obstante, a raíz de la conquista española, aparentemente ya casi todo el occidente se había independizado de los tarascos. Luchaban éstos con los coca que habitaban a orillas del lago de Chapala y habían perdido Colima. Quizás estaban reducidos a casi el territorio que comprende ahora el estado de Michoacán. Así debilitados, los tarascos fueron conquistados fácilmente por lo 2659 españoles, como lo fueron también sus antiguos tributarios.‖ 2656 NAVARRETE, IGNACIO. Compendio de la Historia de Jalisco. Citado por BRAVO UGARTE, JOSÉ. ―La confederación chimalhuacana y las fuentes históricas‖, Óp. Cit., P. 482. 2657 Ibíd., P. 492. 2658 LÓPEZ PORTILLO Y WEBER, JOSÉ. La Conquista de la Nueva Galicia. México, Talleres gráficos de la Nación, 1935, Pp. 37-38. Citado por MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., nota a pie núm. 11, P. 130. 2659 CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. ―Introducción a la Primera y Segunda Ediciones‖, en: CORONA NÚÑEZ, JOSÉ. Mitología Tarasca, Óp. Cit., Pp. 13 y 15. 618 De nueva cuenta nos encontramos más ante suposiciones, escritas más producto del romanticismo novecentista que en el análisis de fuentes. En 1983 y luego en 1987, el escritor jalisciense Juan Rulfo criticó fuertemente la perpetuación de la invención historiográfica de la ―confederación chimalhuacana‖: ―Es falsa la teoría inventada por el profesor Ignacio Navarrete, catedrático de historia en el Liceo de Niños y Niñas del estado de Jalisco, de que la antigua Nueva Galicia estaba compuesta por una dizque Confederación Chimalhuacana. Aun historiadores recientes como el doctor Jesús Figueroa Torres ubican al milenario Chimalhuacán-Atenco, en Tepic y Acaponeta. Y no sólo eso. Da tristeza comprobar que hasta ahora en los actuales textos escolares aparece dicha mistificación. En los textos escolares que tiene Jalisco, siempre aparece la Confederación Chimalhuacana. No sólo estos historiadores sino hasta Pérez Verdía cayó en la trampa. Que los habitantes no sólo de Chimalhuacán Atenco como los de Chimalhuacán Chalco, hayan estado en Jalisco es lo más probable. Pero esto aconteció, tal vez, o sin el tal vez, durante la guerra del Mixtlan [sic.] en 1541. Cuando el cacique de Tlalmanalco contribuyó con más de 20 mil guerreros chalcos a dicha guerra, de los cuales, por cierto, regresaron muy pocos a su lugar de origen y a su lugar de origen todavía está donde siempre ha estado: en Chimalhuacán Atenco, en las cercanías de Texcoco, en la ribera del vaso de la laguna, y en Chimalhuacán Chalco junto a Ozumba, en el estado de México. Los dos Chimalhuacanes, únicos, en todo el país, pertenecieron en el pasado a la provincia de Chalco, Amecameca. En el occidente, jamás existió un sitio, lugar, pueblo, 2660 confederación con ese nombre. Ojalá que esto quede bien claro de una vez por todas.‖ A pesar de esto, en los libros de texto oficiales y en estudios académicos, se siguió hablando de Chimalhuacán para exaltar el pasado regional de Jalisco, o de la ―guerra del salitre‖ para hacer referencia a las guerras de expansión del Tzintzuntzan Irechequa, sin ningún tipo de crítica de fuentes.2661 Pese la breve información documental existente, dependiendo de cómo se interpreten y se tracen los límites sobre un mapa, puede variar significativamente el territorio asignado bajo control tarasco. El estudio monográfico más completo de dicha frontera es la tesis de licenciatura de Jesús Erick González Rizo, quien usó información histórica y arqueológica para entender la dinámica propia de esta frontera y la presencia tarasca en los actuales territorios de Jalisco y Colima. Gracias a las Relaciones Geográficas de la Nueva Galicia y de Michoacán, así como otras fuentes documentales y evidencias arqueológicas, sabemos que existieron diversas unidades políticas independientes al occidente de la Cuenca de Pátzcuaro, en los actuales estados de Colima y Jalisco, de diversa filiación étnica y lingüística durante el Posclásico tardío. González Rizo propone que para el momento de mayor extensión territorial del Tzintzuntzan Irechequa, del otro lado de la frontera tarasca existían más de 30 señoríos independientes (Ver Figura 13). Está región fronteriza fue caracterizada por Phil. C. Weigand como ―zona transtarasca‖ (Ver Figura 14): 2660 Citado por MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., nota a pie núm. 11, Pp. 129130. Apud. Suplemento cultural La Jornada Semanal (año 3, núm. 139, 17 de mayo de 1987). 2661 ―En el actual estado de Colima durante la época prehispánica se produjeron grandes cantidades de ‗sal‘, que entre los pueblos mesoamericanos era de gran utilidad para preparar sus alimentos, ante la escasez los michoaques decidieron invadir la región con la intención de sojuzgar a estos pueblos, sin embargo, el tlatonazgo de Colima se encontraba gobernada por Coliman, quien ante la amenaza de los michoaques decidió establecer una alianza militar con los pueblos nahuas del sur de Jalisco. A esta coalición se le llamó como ‗La Confederación Chimalhuacana‘.‖ Cf. AGUILAR IREPAN, FRANCISCO ANTONIO. Diversidad étnica en el estado michoaque. Origen y convivencia. Tesina para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesor: Jorge Silva Riquer. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2010, Pp. 94-95. 619 ―El término "transtarasca" se refiere al área de valles lacustres y fluviales de tierras altas que colindaba con el Estado tarasco hacia el oeste y noroeste. Naturalmente, este término puede emplearse solamente para el periodo Postclásico tardío (ca. 1250-1520 d. C.), o sea desde los albores del Estado tarasco hasta su culminación, aunque el área misma tuvo un carácter regional mucho antes del periodo Postclásico. Durante el Postclásico esta área se convirtió en una zona de marca militar, atrapada entre las sociedades expansivas de los tarascos en el sur y sudoeste, y varios de los Estados caxcanes (especialmente los de Teul, Juchipila y Nochixtlán) al norte y noreste. […] Esta zona incluye a los fértiles valles lacustres y fluviales de las tierras altas del centro, centro-occidente y sur de Jalisco, desde Zapotlán el Grande y Sayula en el sur, Tonalá en el oriente, y Etzatlán-Ahuacatlán en el oeste. El cañón del río Grande de Santiago forma aproximadamente la frontera norte de la 2662 zona transtarasca.‖ González Rizo menciona que está región pudo ser más amplia al contraerse las fronteras del Estado tarasco, por lo que se podría incluir las regiones de la Sierra de Amula y parte de Los Altos de Jalisco, el Nevado y Volcán de Colima, las cuencas de Sayula, la ex-laguna de Magdalena, la barranca del Río Santiago, y la meseta de los Altos. Esta región también podría considerarse como una ―zona transcaxcana‖, una zona de conflicto entre la expansión tarasca y los señoríos caxcanes del norte, además de que los señoríos de la región tenían guerras entre ellos, siendo la frontera una especie de marca militar del lado tarasco.2663 2662 WEIGAND, PHIL. C.; GARCÍA DE WEIGAND, CELIA. Tenamaxtli y Guaxicar. Las raíces profundas de la rebelión de Nueva Galicia. Traducción de Eduardo Williams. Zamora. El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, 1996, P. 13. González Rizo menciona más adelante que ―aunque Weigand no lo define de manera explícita, el autor de estas líneas entiende por ―marca militar‖ un espacio fronterizo en el cual existe una constante tensión bélica entre dos –o más- entidades sociopolíticas vecinas causada por los apetitos expansionistas de una de ellas o de ambas‖. GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Óp. Cit., nota a pie, núm. 10, P. 24. 2663 Ibíd., Pp. 22-23. 620 Figura 13. ―Estado tarasco y entidades políticas vecinas en el Occidente‖. FUENTE: GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. ―Entre tarascos te veas. Expansión e influencia del Irechequa Tzintzuntzani en el actual estado de Jalisco.‖ Ponencia presentada en el Seminario Kw'anískuyarhani de Estudios del Pueblo Purépecha, Pátzcuaro Michoacán, 28 de Noviembre de 2015. Texto en línea en: https://www.academia.edu/19442125/Entre_tarascos_te_veas._Expansión_e_influencia_del_Irechequa_T zintzuntzani_en_el_actual_estado_de_Jalisco (Consultado 31 de enero de 2018). 621 Figura 14. ―La ―doble frontera trans-tarasca trans-caxcana en vísperas de la conquista española (14601521) según Weigand‖. FUENTE: WEIGAND, PHIL C.. ―La organización política de la zona transtarasca del Occidente de Mesoamérica en víspera de la conquista española‖, en: WEIGAND, PHIL C.. Evolución de una civilización prehispánica: arqueología de Jalisco, Nayarit y Zacatecas. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1993, P. 135. 622 Por eso González Rizo propone que para estudiar la frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa, debe considerarse más como un punto de encuentro que de una barrera infranqueable, ya que sí bien la presión de una entidad política expansionista muy poderosa como la Excan Tlatoloyan, orilló a los tarascos a conformar una frontera cerrada y dura con fortalezas y guarniciones permanentes en su frontera oriental; del lado occidental no tenían la presión de un poder expansionista de importancia, al contrario, había una serie de señoríos que luchaban entre sí, pero los tarascos no contaron con la fuerza suficiente para sujetarlos, por lo que la frontera transtarasca fue más bien abierta y blanda, donde se seguía la política de segregación étnica, abierta al flujo comercial y cultural y con enclaves étnicos tarascos en la zona de asimilación. Las características serían: ―Así pues, la frontera abierta sería un espacio heterogéneo transcultural y multiétnico, más amplio aún que las barreras políticas entre el Estado tarasco y los señoríos vecinos, que abarcaría tanto la llamada Zona de Segregación Étnica al interior mismo del Irechequa Tzintzuntzani, como la conocida Zona Transtarasca en las tierras altas lacustres del centro de Jalisco, espacio sujeto a las campañas militares michoacanas. Dadas las fluidas relaciones culturales entre los pueblos tributarios y no tributarios de los tarascos en el occidente de México, y a un desarrollo histórico compartido, la línea fronteriza se tornaría difusa, y más que una barrera, debemos visualizarla como una ―esponja que absorbe las diferentes manifestaciones socioculturales de las etnias y pueblos que compartieron éste 2664 espacio.‖‖ Los tarascos ambicionaron la riqueza natural y fuerza de trabajo del occidente, especialmente la sal que se producía en la costa de Colima, así como el acceso a rutas comerciales que se extendían hasta el sur de EUA,2665 pero como mencionamos, no contaron con la fuerza suficiente para conquistar el territorio; debe de recordarse la presión que suponía la frontera tarasco-mexica, a donde se dirigieron grandes esfuerzos por defender y contraatacar a los mexicas. La RM menciona que la expansión tarasca hacía el occidente se consolidó bajo los gobiernos de Tzitzíspandácuare y su hijo Zuangua, quienes lograron extender mucho el territorio entre 1450 y 1520.2666 Las fuentes documentales menciona que los tarascos llegaron a conquistar Colima, Amula, Zapotitlán. En la Relación Geográfica de este último lugar, se menciona que eran gobernados por un señor de nombre Xiutltecutle, que quiere decir ―señor preciado‖: ―Y que este s[eño]r reinó setenta y cinco a[ñ]os, poco más o menos, hasta que el CAZONCI entró con su gente en esta d[ic]ha provi[nci]a, y lo mataron. Y el d[ic]ho CAZONCI puso tres capitanes en esta provi[nci]a, de los cuales no les saben los nombres estos declarantes, y éstos pelearon con los que quedaron, y los recogieron en un pue[bl]o que estaba aquí junto, de pocas casas. Y que, allá, los d[ic]hos capitanes estuvieron recogidos y, peleando con los demás pueblos, murieron. Y sucedió un s[eño]r que se llamaba TEUQUTLATLQUEMI, que quiere decir en lengua castellana ―hombre vestido de plata‖, y éste gobernó poco más de dos a[ñ]os. Y que a éste sucedió MAZATL, padre del d[ic]ho 2664 AGÜERO, FRANCISCO DE; MARTÍNEZ, BONIFACIO. ―Relación de la provincia de Amula‖ [―Relación de Zapotitlan‖, 4 de septiembre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 27. Corchetes y mayúsculas originales. 2665 WILLIAMS, EDUARDO. La sal de la tierra. Etnoarqueología de producción salinera en el Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, (Colección Occidente), 2003, Pp. 205-234; WEIGAND, PHIL C.. ―La organización política de la zona trans-tarasca del Occidente de Mesoamérica en víspera de la conquista española‖, en: WEIGAND, PHIL C.. Evolución de una civilización prehispánica: arqueología de Jalisco, Nayarit y Zacatecas. Zamora, Mich., El Colegio de Michoacán, 1993, Pp. 123-161. 2666 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV. Véase el Apéndice A, mapas V y VII. 623 DON GARCÍA DE PADILLA, uno destos declarantes, el cual nombre de MAZATL quiere 2667 decir ―venado‖…‖. La referencia no es clara, pero al parecer después de la muerte de los tres capitanes tarascos, los habitantes del pueblo de Zapotitlán lograron sacudirse el yugo tarasco; lo mismo ocurrió en otros lugares como Colima. Pero para el momento de la llegada de los españoles, los tarascos dominaban una buena porción del sureste del actual Jalisco, de sur a norte se encontraban los pueblos tributarios de Zapotlán, Amula, Sayula, Atoyac, Teocuitlatan, Zacoalco, y en el límite noroeste antes de Ameca, pueblo que resistió el poderío tarasco. En la Relación Geográfica de este último pueblo, se menciona que fue fundado por un indio muy valiente llamado Xoxouhqui Tequani, que quiere decir ―cruel león‖ o ―bravo león‖, y que ―Era persona muy temida, el cual dicen que vino de muy lejos de aquí, des[d]e cabo de la mar, y no saben decir de dónde. El cual vino con mucha gente de guerra, conquistando muchos pueblos y sujetándolos, hasta llegar a este pu[ebl]o; y, por parecerle fértil, de buenas tierras, montes y caza, paró en él. Y, también, por reformarse, para, dende aquí, conquistar otros pueblos que a éste estaban comarcanos, de mucha gente, los cuales tenía sujetos EL CAZONCI, señor de PÁZQUARO, de la provincia de Mechuacan; el cual d[ic]ho CAZONCI, tuvo grandes guerras con él, por habérsele venido tan cerca, y por sujetarle por su vasallo. Y, por ser tan valiente el dicho XOXOUHQUl TEQUANI, y su gente muy usada en la guerra, nunca pudo sujetarle, ni jamás fue sujeto a otro señor. Sustentóse, con el dicho CAZONCI, hasta la venida de los españoles; no saben decir los antiguos el tiempo que gobernó, ni el que ha que vino a poblar, más de que ha muchos tiempos q[ue] hijos, nietos y bisnietos, choznos, le han venido sucediendo hasta la venida 2668 de los españoles.‖ 2667 AGÜERO, FRANCISCO DE; MARTÍNEZ, BONIFACIO. ―Relación de la provincia de Amula‖ [―Relación de Zapotitlan‖] [22 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., Pp. 63-64. Mayúsculas y corchetes originales. 2668 LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., Pp. 28-29. Mayúsculas y corchetes originales. En un pasaje de la crónica de Antonio Tello se menciona que en el pueblo de Tlala, a unos 37 km. al noreste de Ameca, ―…cincuenta años antes que los españoles llegaran á la Nueva España, la ganaron, destruyeron y asolaron, que memoria no queda DE ELLOS, los tarascos‖, por lo que estas guerras pudieron haberse librado ca. 1469. TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea…, Óp. Cit., Cap. XXXIV, P. 87. Las excursiones tarascas al Occidente fueron mencionadas en otras fuentes, como la RM, las Relaciones Geográficas o el Códex Plancarte, pero las excursiones de los indígenas del Occidente y Norte de Mesoamérica hacia el Tzintzuntzan Irechequa no han recibido tanta atención. Hay varias versiones sobre el origen de los habitantes de Charo, de filiación étnica matlatzinca; que llegaron ahí después de 1476-1476, cuando los mexicas fueron derrotados, por lo que los matlatzicas del valle de Toluca huyeron del yugo mexica, buscando el amparo del cazonci Tzitzíspandácuare; en otra versión de Alonso de la Rea, se menciona que el cazonci pobló Charo con los prisioneros matlatzincas y mexicas capturados en esa misma batalla, cuando Axayácatl emprendió la campaña contra el Tzintzuntzan Irechequa. Pero en el siglo XVII, cuando Diego Basalenque escribió sobre porqué los habitantes de Charo tenían diferente lengua a la tarasca. En 1640 mencionó que los charenses ―…vinieron a esta provincia con occasion de vnas guerras que el Rey desta provincia de Michoacan tenian con los tochos y tecuexes para la qual pidio socorro a sus vesinos los de Toluca y auiendo venido seis capitantes con muchos soldados [y] alcançada la victoria gustaron de quedarse en este Reyno y para su habitaçion les dio el puesto que ay desde Handaparapeo hasta Tiripitio…‖. BASALENQUE, DIEGO. ―Arte de la lengua matlaltzinga, compuesto por el padre maestro fray Diego Basalenque de la orden de N[uestro] P[adre] S[an] Aug[us]tin de la provin[ci]a de Michoacan anno domino 1640 [prologo del nombre y ser de la lengua Matlaltzinga]‖, Óp. Cit., f. 1v. Los tochos eran un pueblo indígena que vivía en el Norte de Jalisco y partes de Aguascalientes; mientras que los tecuexes eran un pueblo indígena que habitaba al Norte de la laguna de Chapala, por lo que dichas guerras se libraron en la frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa. En otro texto, Diego Basalenque mencionó de nuevo el origen de los charenches, basándose en un manuscrito escrito en lengua matlatzinca: ―En tiempos antiguos de la gentilidad hubo un rey en Tzintzuntzan a quien llamaban Characu, que quiere 624 De esta cita se desprende que los tarascos no tenían intenciones de permitir que en sus fronteras existieran enemigos poderosos, pero no pudieron conquistar a los pueblos de Ameca ni al Norte de la cuenca de Chapala. El pueblo bajo control tarasco más importante al occidente fue Tamazula, que de acuerdo a la Relación Geográfica del lugar fue mencionado como ―cabecera de toda esta provincia‖ y supuestamente con 20000 habitantes antes de la llegada de los españoles. Las subcabeceras fueron Tuchpan, Zapotlan, y en la tasación del bachiller Ortega de 1528 se agregó el pueblo de Amula, y el señor para esa fecha se llamaba ―Sanache‖.2669 Se menciona que eran sujetos al cazonci y le pagaban tributo, el señor de Tamazula se llamaba Acatl y era señor por consentimiento del cazonci. Tenían guerras contra los pueblos de Colima, Ahuatlan, Autlan, Cuzalapa, Tenamaztlan, Ameca, Izatlan, Agualulco y Tlaxomulco.2670 Esta región era importante por las cuencas con gran riqueza natural donde se obtenía pesca y la codiciada sal, que se encontraban al oeste del lago de Chapala, como Cajititlán, Atotonilco, San Marcos, Zacoalco, Sayula y Zapotlan; durante la época colonial temprana la región fue conocida como Pueblos de Ávalos.2671 A eso hay que agregar que posiblemente los tarascos querían controlar el corredor natural que se extiende, desde el Oeste de la cuenca de Chapala en dirección Noroeste hasta Tepic. En este último lugar se tenía acceso a la costa del Océano Pacifico y sus productos, así como a las rutas comerciales que se extendían hacia el Norte de Mesoamérica y Aridoamérica. Al momento de la llegada de los españoles la cuenca sur del lago de Chapala estaba bajo dominio tarasco. El grupo étnico mayoritario al norte eran los cocas y tecuexes, mientras que del lado sur estaba habitado por tarascos, sayultecas y probablemente nahuas. Esta zona fue de intensas actividades bélicas tarascas, la RM menciona por ejemplo, que la guerra para la coronación de Tangáxoan II para obtener prisioneros para el sacrificio, tuvo como objetivo el pueblo de Cuinao, en la parte noreste de la cuenca. Las Relaciones Geográficas registraron que los tarascos decir el Rey niño, en cuyo tiempo le iban haciendo guerra, y entrando por su reino por la parte del poniente una gente llamada teca, y otros con ella diéronle tanto en que entender, que tuvo necesidad de valerse de los vecinos extraños y envió a Toluca, que conocidamente era gente belicosa y extraña de los mexicanos aunque les pagaban tributos; pidióles socorro, y salieron de Toluca seis capitanes, hechos conciertos de lo que les habían de dar. Llegaron a Michoacán, y fueron muy bien recibidos del Rey, y despachados a la guerra en compañía de los suyos. Pelearon los matlaltzingas tan bien, que conocidamente ellos alcanzaron la victoria. Así se lo confesaron al Rey de la gran matanza que habían hecho en los contrarios.‖ BASALENQUE, DIEGO. Historia de la provincia de san Nicolás de Tolentino de Michoacán. Óp. Cit., Lib. I, Cap. XV, Pp. 164-165. En esta versión, se menciona como en tiempos de un cazonci, en ―…cuyo tiempo le iban haciendo guerra, y entrando por su reino por la parte del poniente una gente llamada teca, y otros con ella…‖. Las noticias sobre el pueblo teco son vagas, pero un dato importante que hay que tomar en cuenta, es qué el vocablo teco es referido como de origen tarasco, y fue traducido como ―mexicano‖, mientras que tecoecha es traducido por ―mexicanos‖. DGLM, T. II, P. 527. Recuérdese que el vocablo ―mexicano‖ en los primeros siglos de la colonia, hacía referencia al idioma ―mexicano‖ o nahua, no sólo a los mexicas; precisamente los tochos y tecuexes hablaban lenguas del tronco yuto azteca, por lo que es tentador relacionar las referencias de los tecos y señores como Xoxouhqui Tequani como acciones de guerra relacionadas y atribuidas a los ―tecos‖. 2669 FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 395-396; ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, P. 414. 2670 FLORES, GERÓNIMO. ―Relación de Tuchpan y su partido‖ [20 de febrero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 383 y 403. 2671 SCHÖNDUBE, OTTO. ―La región de Sayula vista a través de las fuentes etnohistóricas‖, en: Contribuciones a la arqueología y etnohistoria del Occidente de México. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Memorias), 2004, Pp. 325-339. 625 mantenían guerras contra los pueblos de Ocotlán, Cuitzeo, Cuinao, Poncitlán,2672 Así como Cutzalán –el actual San Juan Cosalá- en el lado noroccidental. González Rizo agrega que ―por lo demás parece que todo el lado sur de la cuenca estuvo en dominio pleno de los michoacanos que tenían sus bases en Jiquilpan, Sahuayo y Jacona, desde las cuales incursionaban hacía el noreste, rumbo a La Barca y Ocotlán.‖2673 Es importante notar que entre la frontera tarasco-mexica y la sostenida ante los señoríos del occidente es que: ―A diferencia de la frontera oriental [tarasco-mexica], en la occidental son prácticamente inexistentes las fortificaciones, con la posible excepción del sitio de ―El Mirador‖, junto al poblado de San Juanito, en un pequeño cerro al borde de la extinta laguna de Magdalena, que dada su ubicación bien podría ser un puesto de vigilancia, más que una fortaleza, usada para dar alerta a los habitantes de la orilla, que huirían a las islas de la laguna, escapando así de los invasores michoacanos. Otro sitio sin fortificaciones, pero cuya ubicación misma resultaba ideal para defenderse de los ataques de oponentes es Tlajomulco, población 2674 rodeada de cerros, los cuales ofrecerían una ventaja defensiva a sus habitantes cocas…‖. En la Relación Geográfica de Amula, se menciona que en unos de los pueblos sujetos de Tuxcacuesco de nombre Tenango, era conocido así porque en la época prehispánica ―en el tiempo en que guerreaban, hacían unos paredones de piedra p[ar]a su defensa, a los cuales llamaban TENANGO, que quiere decir ―casa fuerte‖.‖2675 Como hemos visto en este apartado, este sistema defensivo fue bastante común en el mundo prehispánico. González Rizo menciona que: ―Bien se podría deducir que la ausencia de sitios fortificados en la frontera abierta se debe principalmente a que para su construcción y mantenimiento se necesitaba una fuerte y constante inversión de mano de obra y recursos, incosteables para un cacicazgo. Mientras que un Estado expansionista como el tarasco contaba con los recursos y organización necesaria para sostener una amplia infraestructura militar, que fue el caso de su frontera oriental con los poderosos mexicas. Caso muy distinto al de su frontera occidental donde no 2676 existía un rival que realmente pusiera en peligro la supremacía tarasca en la región.‖ Además toda esta región pertenecería a la zona de segregación étnica que fue propuesta por Helen Pollard, por lo que la línea importante de defensa se concentraría 2672 MEDINA, ANTONIO DE. ―Relación de Poncitlan y Cuiseo del Río‖ [9 de marzo de 1585], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 188. En una carta que escribió Nuño de Guzmán al emperador durante la conquista de Jalisco, sugirió que la cuenca norte de Chapala estaba bajo dominio tarasco, pues al momento que pasó por la región, mencionó que ―…los pueblos que estaban rebelados y el Cazonci tenía lebantados y dellos se servía…‖. ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 271. 2673 GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani, Óp. Cit., P. 55. 2674 Ibíd., P. 94. 2675 AGÜERO, FRANCISCO DE; MARTÍNEZ, BONIFACIO. ―Relación de la provincia de Amula‖ [―Relación de Tuscacuesco‖] [22 de agosto de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 72. Corchetes y mayúsculas originales. 2676 GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Óp. Cit., Pp. 94-95. Otra razón por la cual no existieron lugares fortificados, fue porque en la región al parecer tenían más peso las guerras rituales; se menciona por ejemplo que los cocas de Cuitzeo-Coatlán y Poncitlán ―nunca tuvieron fortalezas, ni lugares puestos ni lugares q[ue] lo fuesen de suyo; ni tuvieron necesidad dello, por la orden q[ue e]staba entre ellos dada, por sus guerras y uso dellas, q[ue] era de tantos a tantos días, los cuales cumplidos, acudían de una parte y de otra al puesto señalado.‖ MEDINA, ANTONIO DE. [Relación de Cuiseo] ―Relación de Poncitlan y Cuiseo del Río‖ [9 de marzo de 1585], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., Pp. 193-194. 626 en territorio éticamente tarasco (Ver Figura 15). En la frontera occidental del Tzintzuntzan Irechequa también se dieron movimientos migratorios a causa de las guerras y el abandono, fundación o refundaciones de pueblos para mantener el control territorial. Del lado tarasco hay referencias documentales de cómo se fundaron pueblos con permiso o por órdenes del cazonci. Sobre el pueblo de Jiquilpan-Huanimba se menciona que ―el fundador deste pueblo fue DON FRAN[CIS]CO NOX[TI]. Indio principal. Era natural del pu[ebl]o de Amula. Había nueve años que estaba fundado, antes de la conquista; poblóse con mil y doscientos indios.‖2677 Si el dato es confiable, la fundación ocurrió hacía 1512 o 1513, y podemos pensar en un proceso similar al de las migraciones de los habitantes del valle de Toluca, pues Jiquilpan fue fundado por personas provenientes de Amula, uno de los territorios más occidentales del Tzintzuntzan Irechequa; el señor gobernaba con consentimiento del cazonci. Historias similares se registraron para los pueblos de Tingüindín, Tarecuato y Periban. En la misma Relación Geográfica de Xiquilpan, se menciona que ―los indios deste d[ic]ho pueblo, antiguamente, tenían guerras con los indios de la provincia de Ávalos y otros pueblos, los cuales se gobernaban por un capitán que CAZONCIN les enviaba de Pátzcuaro, y, otras veces, salía con ellos el d[ic]ho NOXTLI.‖2678 2677 MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 411. 2678 Ibíd., P. 413. 627 Figura 15. ―Fronteras oriental y occidental del Estado tarasco‖. FUENTE: GÓNAZALEZ RIZO, JESÚS ERICK. “Entre tarascos te veas”: encuentros y desencuentros en la frontera abierta del Irechequa Tzintzuntzani. Tesis para obtener el grado de Licenciado en Historia. Director de tesis: Dr. Luis Gómez Gastélum. Universidad de Guadalajara- Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, 2012, P. 124. 628 La frontera norte del Tzintzuntzan Irechequa con los grupos chichimecas La RM hace mención explícita de la frontera que los tarascos-uacúsecha mantenían con los grupos humanos con un modo de vida semisedentario o nómada del norte, conocidos comúnmente como chichimecas. Sin embargo, está frontera es de difícil definición debido a la falta de fuentes históricas precisas, y son pocos los sitios que se pueden relacionar a la cultura tarasca en la información arqueológica conocida. A diferencia de la frontera tarasco-mexica de naturaleza ―dura‖ con un complejo sistema de guarniciones y fuerte control territorial, y de la frontera occidental ―blanda‖ con señoríos independientes del otro lado, la frontera tarasca con los chichimecas parece que fue de menor presión para los esfuerzos militares tarascos, aunque reconocían como una potencial amenaza a los grupos chichimecas.2679 Parece que durante la mayor expansión territorial del Tzintzuntzan Irechequa bajo los reinados de Tzitzíspandácuare y Zuangua, las fronteras tarascas se extendieron más allá de la cuenca del río Lerma, pero los esfuerzos orientados a la frontera tarascomexica hicieron que esta retrocediera, quedando dicho río como un límite natural. Los asentamientos sujetos a los tarascos al sur de dicha frontera son difíciles de identificar, aun así hay algunas pistas en la documentación. En los últimos años de la era prehispánica, los tarascos habían logrado dominar la parte sur de la cuenca de Chapala, y hacia 1520, durante la guerra de coronación de Tangáxoan II, al parecer habían conquistado la parte noreste de la cuenca, anexando el señorío de Cuinao.2680 De éste punto hacia el Este debió haber existido una cadena de poblaciones fronterizas hasta la región de Acámbaro, el extremo oriental de dicha frontera, y también parte de la cadena de guarniciones tarasco-mexicas; cabe mencionar que en las márgenes sur y norte del río Lerma, existen numerosos toponímicos de origen tarasco (como lo son Guanajuato y Querétaro), pero esto no es evidencia de dominio tarasco sobre dicho territorio. Debemos considerar que en esta región también se siguió una política de dominio étnico, donde los pueblos étnicamente tarascos se encontraban en la zona de asimilación, y más allá de esta zona se encontraba una zona de segregación étnica; recuérdese que la RM menciona en varias ocasiones que los chichimecas acrecentaban las flechas de Curícaueri, es decir, engrosaban las filas de guerreros bajo las órdenes del cazonci, por lo que la población de filiación chichimeca de la cuenca del río Lerma debió haber estado en esta zona bajo los lineamientos de control seguidos en las otras fronteras. La información histórica menciona algunos de los asentamientos tarascos que pertenecieron a la zona de asimilación étnica. Por la RM sabemos que la cabecera donde vivía uno de los cuatro señores de la provincia era Jacona;2681 a 30 km. al suroeste se encuentra la población de Tingüindin, antiguamente llamada Chocandiran. La Relación Geográfica de Xiquilpan, escrita en junio de 1579, lo mencionó como uno de sus sujetos, se dice que ―los naturales deste pueblo [Tingüindin], antiguamente, traían guerra con otros indios q[ue] se dicen 2679 RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 38, P. 237. En 1530 durante la campaña de conquista de los chichimecas por parte de Nuño de Guzmán, un indígena chichimeca de nombre Guanax le fue ―preguntado si la gente del dicho pueblo de Cuynao, si es subjeta o sirve al dicho Cazonzi, dijo que antes que los españoles viniesen a estas partes heran enemigos e que agora son amigos e sirven al dicho Cazonzi.‖ ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., P. 91. 2681 Véase el apartado sobre las cuatro cabeceras de las cuatro partes del Tzintzuntzan Irechequa, en el presente capítulo. 2680 629 chichimecas, y las armas con q[ue] peleaban eran arcos y flechas, y palos a manera de lanza, y con piedras.‖2682 Sin embargo, Tingüindin logro substraerse de la cabecera de Xiquilpan y escribió su propia Relación Geográfica, escrita el 17 de abril de 1582, se menciona que ―y [dicen] que el hijo del rey, y sus capitanes, los llevaban a las guerras, que tenían muy continas, contra las provincias de Méx[i]co, donde era rey MONTEZUMA; y que peleaban con arcos y flechas y rodelas de cañas, y desnudos en carnes.‖2683 Independientemente de las causas que originaron estas divergencias en las fuentes, se puede entender que los guerreros de esta región podían movilizarse a la frontera tarasco-mexica o a la frontera chichimeca para defenderlas, y probablemente a la occidental. Otra población de la zona de asimilación étnica fue Tlazazalca, bajo dominio tarasco según la tasación del bachiller Ortega. En el mismo documento se menciona que Zacapu pertenecía a la misma zona étnica, además era un lugar sagrado por ser ahí donde Curícaueri inició su señorío. La siguiente población importante es Puruandiro, grupo de pueblos conquistados 13, durante el triunvirato Tzintzuntzan-PátzcuaroIhuatzio, que también aparece como parte del territorio tarasco en la tasación de Ortega.2684 Al parecer los tarascos dominaban completamente la cuenca de Cuitzeo, pues la siguiente población fronteriza identificable era la guarnición de Acámbaro, que protegía el territorio de ataques chichimecas e incursiones mexicas. Como ya mencionamos, para esta región se cuenta con trabajos arqueológicos e información histórica que nos permiten conocer las dinámicas fronterizas con los chichimecas, y que podríamos extrapolar a las otras poblaciones mencionadas. En la Relación Geográfica de Acámbaro se menciona que la región estaba poblada por tarascos, chichimecas y otomíes, los cuales se encargaban de proteger las fronteras de los enemigos. Se menciona el dato que cada grupo étnico era gobernado por sus propios señores: ―[Dicen] que, como d[ic]ho está, eran sujetos al s[eño]r de Mechoacan, y éste enviaba persona que viniese a gobernar la parte de los tarascos, porque, la de los otomíes y chichimecas, ellos eran gobernados por los señores q[ue] legítimamente eran de su nación. Y, en muriendo uno destos, el que habla de suceder iba al d[ic]ho s[eño]r a [pedir] q[ue] le diese licencia para gobernar su parcialidad; y, cuando algún gobernador que gobernaba [a] los d[ic]hos tarascos no hacía el deber en su oficio, no lo privaban ni suspendían, si no que 2685 moría por ello.‖ Karine Lefebvre ha seguido las investigaciones en Acámbaro, así ha podido identificar que los sitios se establecieron en la orilla izquierda del río Lerma, y una pequeña parte al oeste, como el cerro El Chivo, pero no sobrepasaron los 800 m. más allá del río, ―esta situación singular (orilla izquierda ocupada versus orilla derecha despoblada) parece corresponder a la situación que describen los textos coloniales En efecto, la Relación de Michoacán nos informa que en el momento de la Conquista la frontera tarasca –concretamente, la implantación de los puestos fronterizos- seguía el 2682 MEDINILLA ALCARADO, FRANCISCO DE. ―Relación de Xiquilpan y su partido‖ [1 de junio de 1579], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 421. 2683 GALVÁN, GONZALO. ―Relación de Tingüindin‖ [17 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 324. 2684 ―La tasación del bachiller Juan de Ortega‖ [31 de abril de 1528] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice VI, Pp. 411-425; RM, Segunda Parte, Cap. II, f. 62v, P. 16; Cap. XXXI, f. 133, P. 157. 2685 VARGAS VALDÉS, CRISTÓBAL DE. ―Relación de la Villa de Celaya y su Partido [Provincia de Acámbaro]‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ. Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. Óp. Cit., Pp. 63-64. 630 curso del río Lerma.‖2686 Lefebvre menciona que dicho río y la topografía fueron elementos naturales aprovechados con fines defensivos, característica compartida con la frontera con los mexicas, y aunque no se han encontrado elementos defensivos (que pudieron haber sido de materiales perecederos o materiales reutilizados), la mayoría de los sitios se encontraban en lugares elevados, que constituían un cordón a lo largo del río.2687 También vemos de nueva cuenta las políticas seguidas en la zona de segregación étnica, donde desde el centro del Estado tarasco, se mandaron pequeñas comunidades de tarascos a poblar los enclaves estratégicos de las fronteras, mientras que los grupos étnicos no-tarascos eran gobernados por sus propios señores. En esta zona de la frontera se extendía más al norte, hasta Yuririapúndaro que ―eran del CAZONCI, s[eño]r de la provincia de Mechoacan, y, en reconocimi[ent]o de vasallaje, le acudían con algunos pellejos de animales; adoraban en ídolos; vivían en paucidad.‖2688 A 22 km. al suroeste del actual Yuriria se encuentra el Cerro Culiacán (2830 m), que probablemente era el lugar que Antonio Huitziméngari reivindicó como los territorios que reinaba su padre en la época prehispánica: ―…el dicho Cazonci fue Rey y señor legítimo de toda la tierra y provincia tarasca hasta delante de Culiacán, que son más de trescientas leguas de señorío…‖.2689 Más al norte cerca de Salamanca, se reportó que en el sitio ―Cerro Gordo‖, se encontró una estructura similar a las denominadas como yácatas, lo que podría indicar la presencia tarasca extrema en el norte, lo que explicaría porque en el Códice Plancarte se menciona que Tzitzíspandácuare ―empezó á dar guerra por todos los lugares para que le dieran tributo á él‖, entre estos lugares se encontraba ―sichoo‖,2690 que podría tratarse del actual Xichú, en el noroeste de Guanajuato. Poca información tenemos sobre la frontera tarasca entre la cuenca de Chapala y la región de Acámbaro, que corresponde precisamente a la cuenca del río Lerma. Pero es significativo que la Relación Geográfica de Acámbaro mencione que ―poblaron ansimismo los indios que dicen chichimecas, los c[ua]les tuvieron siempre los gobernadores del d[ic]ho Mechoacan, puestos en frontera para defensa de sus tierras contra los indios mexicanos y otros enemigos suyos.‖2691 Creemos que esta situación puede extrapolarse a toda la cuenca del río Lerma, gracias a la breve información histórica mencionada en la campaña que emprendió Nuño de Guzmán hacia el occidente de la Nueva España. Después de haber hecho los preparativos para su campaña de conquista y haber llegado a Tzintzuntzan en los primeros días de enero de 1530, el 26 de enero dio inició el juicio contra Francisco Tangáxoan por las acusaciones de Francisco Villegas. El gran ejército de Nuño de Guzmán salió hacia el norte el 29 de enero y el proceso judicial siguió en el camino, haciendo una parada en Puruándiro, que pertenecía a la encomienda de Villaseñor. Luego ―partiéronse todos los españoles y llegaron a un río de los chichimecas, doce leguas de la cibdad, y asentaron allí cabe 2686 LEFEBVRE, KARINE. ―Acámbaro, en los confines del reino tarasco: una aculturación discreta (1440-1521 d, C.)‖, Óp. Cit., Pp. 78. 2687 Ibíd., Pp. 74-89. 2688 VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Yuririapúndaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 70. 2689 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 2. 2690 ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 239. 2691 VARGAS VALADÉS, CHRISTÓBAL DE. [Provincia de Acámbaro] ―Relación de la Villa de Celaya y su partido‖ [15 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 61. 631 aquel río.‖2692 El lugar fue nombrado como Paso del Río de Nuestra Señora de la Purificación, por haber sido 2 de febrero el día que llegó la expedición a la orilla del Lerma a acampar, y se mandó erigir una ermita.2693 En este lugar se reabrió el proceso contra el cazonci. No queda caro bajo qué condiciones en el proceso, Nuño de Guzmán hizo declarar a un indígena chichimeca: ―(Confesión del naguatato chichimeca) Y después de lo susodicho, el dicho día [5 de febrero de 1530], el dicho señor Presidente e Capitán General [Nuño de Guzmán] fizo parescer ante sí a un indio chichimeca, naguatato tarasco, al qual por lengua del dicho Juan Pascual, aviendo jurado, se le fizieron las preguntas siguientes. -Preguntado cómo se llama, dijo que Guanaj. -Preguntado que de dónde es natural, dijo que de Jorequaro [Yurécuaro]. -Preguntado que por qué lo prendieron, dijo que iba de su pueblo a otro que se llama Çinaparo [Zináparo] por maís e que lo prendieron. -Preguntado si sabe qué gente de guerra está en el pueblo de Cuynao e porqué mandado o contra quien, dijo que no sabe ni a visto que aya ninguna gente de guerra en el dicho pueblo. -Preguntado si la gente del dicho pueblo de Cuynao, si es subjeta o sirve al dicho Cazonzi, dijo que antes que los españoles viniesen a estas partes heran enemigos e que agora son 2694 amigos e sirven al dicho Cazonzi.‖ Este testimonio es muy interesante por la cantidad de información que se puede inferir. Los españoles identificaron a este testigo como ―indio chichimeca‖, que aparte de hablar su idioma (no mencionado), hablaba tarasco. Dijo que se llamaba ―Guanaj‖, que Armando Escobar relacionó con el vocablo tarasco cuanax, ―rana‖,2695 aunque no sabemos si su nombre era ―Cuanax‖ o su nombre chichimeca se tradujo al tarasco. El otro dato importante es que dijo que era natural de Yurécuaro, (a 60 km. de distancia en línea recta de Santiago Conguripo), y que fue hecho prisionero por los españoles porque iba por maíz a Zináparo. De aquí se desprende que Yurécuaro estaba poblado para 1530, al parecer por chichimecas, y que conseguían bastimentos la zona de asimilación étnica del Estado tarasco. Probablemente en las márgenes del río Lerma, habitaron pueblos chichimecas que se encontraban en la zona de segregación étnica, protegiendo la frontera de ataques sorpresivos de otros grupos norteños, gobernados por sus propios señores y forma de vida, pero amistados o sujetos al cazonci. Así se entendería el testimonio de Alonso de Zorita cuando mencionó que los tarascos eran excelentes arqueros, especialmente ―…los que llaman teules chichimecas y que muchos de ellos 2692 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 57v, P. 276. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 352. El campamento pudo localizarse cerca o en el actual Santiago Conguripo, municipio de Angamacutiro. Beaumont menciona que ―aprestadas ya todas las cosas de su ruidosa expedición, salió [Nuño de Guzmán] de México a fines del año de 1529, y fue marchando a la provincia de Xilotepec, arrimándose a la provincia de Michoacán, y río que va de Toluca, al cual llegó (dicen algunos), el mismo día de la Concepción de Nuestra Señora, y descubrió el vado junto al pueblo de Conguripo, al cual puso de Nuestra Señora, por haber llegado en su día.‖ BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, Pp. 194-195. 2694 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., Pp. 90-91. Corchetes nuestros. 2695 Ibíd., nota a pie, núm. 74, P. 159. 2693 632 eran vasallos del señor de Michiuacam…‖.2696 Además, para fechas tardías como 1580, se mencionó que los pames vivían cerca de la Ciudad de México y la provincia de Michoacán, entre los otomíes y tarascos, en los alrededores de Yuririapúndaro e incluso en Ucareo, eran considerados como ―la gente que menos daño ha hecho a los españoles. Debe ser la causa, la comunicación de ellos con quien están entretejidos [otomíes y tarascos]…‖.2697 Un dato difícil de interpretar lo proporciona la Relación Geográfica de Teucaltiche, en el actual Teocaltiche, aproximadamente a 130 km. al norte de la desembocadura del río Lerma en el lago de Chapala. Se menciona sobre los indígenas de ahí que ―sus guerras eran contra los indios del pu[ebl]o de Xuchipila, Xalpa, Yahualica, las Barrancas q[ue] son cerca de la ciudad de Guadalax[ar]a, y con indios del pu[ebl]o de Tecamapuli e indios tarascones, q[ue e]staban poblados [a] legua y m[edi]a deste pu[ebl]o; y, todos estos indios con quien traían guerra, estaban poblados en pueblos.‖2698 Si consideramos que los tarascos en efecto ―estaban poblados a legua y media‖ de Teucaltiche, es decir aproximadamente a 30 km de distancia, la presencia al norte de la cuenca del Lerma sería más importante. Si en efecto existió un pueblo tarasco tan al norte, quizás fue un puesto de avanzada y comercial; también existe la posibilidad que un asentamiento tarasco se haya asentado ahí después de la campaña de Nuño de Guzmán en 1530, y entrado en conflicto durante las décadas siguientes. La frontera suroeste del Tzintzuntzan Irechequa con los pueblos de la costa Este frontera es difícil de definir por la falta de información, tanto histórica como arqueología, además de ser una zona de baja densidad demográfica. En los años 1950, Donald D. Brand mencionó que la extensión del Estado tarasco hacía el Sur de los ríos Balsas y Tepalcatepec era incierta, ya que ―fue una tierra fronteriza deshabitada o escasamente poblada que ocupó las alturas de la Sierra Madre del sur. Hasta hoy esta región está casi deshabitada, posee un terror misterioso para los habitantes de los declives más bajos, no es cruzada por huellas de carretera alguna ni de pisadas, y en gran parte de ella está clasificada en los mapas oficiales mexicanos 2699 como Región inexplorada.‖ En la RM se mencionan los pueblos conquistados de la Tierra Caliente durante el triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, algunos de esos lugares fueron identificados por Claudia Espejel, de Oeste a Este, desde Tepalcatepec, estaban Carapichu, Capuan, Zicuytaran, Churumucu, Cuzaru, Cuerapan, Pataçio, Sirandaro, Guayameo, Pungarabato, Cuyucan,2700 hasta Ajuchitlán, que era el extremo sureste de la frontera tarasca. Estos asentamientos se encontraban en las márgenes del río Tepalcatepec, que funcionó como límite natural, pero como mencionamos, al parecer las 2696 ZORITA, ALONSO. Relación de la Nueva España, Óp. Cit., T. I, Cap. XXII, Primera parte, P. 284. SANTA MARÍA, GUILLERMO DE. Guerra de los chichimecas (México 1575-Zirosto 1580). Edición crítica, estudio introductorio, paleografía y notas por Alberto Carrillo Cázares. México, El Colegio de Michoacán-Universidad de Guanajuato, (Colección Investigaciones), 1999.Pp. 98 y 181-182. 2698 GALLEGOS, HERNANDO DE. ―Relación del pueblo de Teucaltiche [30 de diciembre de 1584]‖, en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 306. Corchetes y cursivas orinales. 2699 BRAND, DONALD D.. ―La región tarasca‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 467. Cursivas originales. 2700 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132v, P. 156. 2697 633 tierras entre la cuenca de este río y las montañas de la Sierra Madre del Sur, eran de baja densidad demográfica al momento de la llegada de los españoles. La escasa información histórica de las Relaciones Geográficas sugiere la presencia tarasca al Sur del Tepalcatepec y entre los pueblos costeños, que no conformaban unidades políticas grandes, sino que cada pueblo con algunos de sus sujetos formaban pequeños señoríos. Tampoco conformaban una unidad lingüística, se mencionó que la costa de Michoacán ―hay muchas lenguas en esta provinc[ci]a; la general, que usan los más, es la lengua mexicana.‖2701 En la Relación Geográfica del actual Coalcomán, se menciona que ―asimismo, este d[ic]ho pueblo, en t[iem]po de su gentilidad, dicen los naturales que reconocían por señor al CA[L]ZONTZIN, señor natural que fue de la provincia de Mechuacan, al cual obedecían y le tributaban.‖ Sin embargo, líneas más adelante se menciona que en la época prehispánica sus habitantes vivían en grupos de 10 o 20 por los cerros y quebradas ―y [dicen] que, en este d[ic]ho pu[ebl]o y naturales dél, no conocieron señor ninguno q[ue] los gobernase, sino no era al CA[L]ZONTZIN cuando enviaba por su tributo.‖2702 Esta información nos genera la duda de si no tenían señores ¿con quién pactaba el poder central tarasco? Consideramos que la respuesta es que en esta región no existió una zona de segregación étnica ni de dominio directo, sino que los tarascos iban sólo a extraer el plusproducto (en este caso productos marinos, como caracoles, huesos de pescados o caparazones de tortuga), y en caso de no obtenerlo, escarmentaban a los pueblos de la región, ya que probablemente asistían con protección militar a los habitantes de Coalcomán contra los pueblos enemigos, por lo que debió de haber existido un acuerdo de tributación al cazonci, que aún era recordado por los naturales en 1580. Es sintomático que los habitantes no mencionen guerras con los tarascos, pero sí guerras contra los habitantes de la provincia de Motines.2703 Los habitantes de la provincia de Motines, en la costa, también mencionaron que tenían una organización social similar a los de Coalcomán, y que ellos sí tenían guerra contra los tarascos: ―La manera que tenían de gobernarse, aunque no tenían gobern[ad]or, era que vivían por familias, cada p[adr]e con su mujer e hijos por sí, apartado en algún arroyo o fuente, o sobre algún lado deste río, y, del otro, allí hacía su sementera; y [se] estaba q[ui]eto, si no era cuando tenían algu[n]a guerra de los tarascos, que, algu[n]as veces, les entraban y cautivaban, mataban y comían; y, lo mismo, les daban guerra los epatecos, que están hacia el poniente [al] siete leguas de aquí, que era gente advenediza de la provi[nci]a de los tarascos y se apoderaron en esta tierra y costa de Mar del Sur, los que eran muy grandes comedores de carne humana, como los mismos tarascos. Y con los unos y con los otros tenían guerras. Y, p[ar]a aviarlas, [en] teniendo noti[ci]a que venían enemigos, juntábanse todos en casa del mayoral y ordenaban sus concejos dellos como mejor podían, convocando [a] sus vecinos [para] que saliesen a la ayuda. Y, así, se defendían de sus enemigos, hasta 2704 echarlos de sus casas y t[ie]rras.‖ 2701 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO, SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 147. 2702 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [HERNÁNDEZ, GONZALO. Relación de Quacoman]‖ [3 de junio de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 140. 2703 Ibíd., P. 140. 2704 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 166. 634 Los otros pueblos de Alimanzi, Cuzcaquahtla y Epatlan, al Oeste de la costa, al parecer fueron sociedades más jerarquizadas: ―[En] cuanto al señorío y tratami[en]to de los gobernadores, me dicen que se trataban absolutamente, y que los vasallos trataban y hablaban a sus gobernadores con mucha vehemen[ci]a y respeto, y asimismo los demás principales. Y este pu[ebl]o de Epatlan, donde asistía y era s[eñ]or el dicho DON GONZALO, estaba aunado con el pu[ebl]o de Cuzcaquauhtla, y [ambos] traían guerra con los de los pueblos de Maquili, Aquila y Tlatictla…‖,2705 así como contra Motin, Coiré y Pomaro, hacía el Sureste. Ricardo Aguilar menciona que los esfuerzos militares del Estado tarasco se destinaron a regiones estratégicas de las fronteras, como la compartida con los mexicas, ―sin embargo, nunca conquistó las poblaciones independientes de la costa este (Maquilí, Epatlán, Cuzcaquatla y Motín), debido a que los intereses ya señalados y el acceso a bienes estratégicos no reportarían las ventajas duraderas (enajenación de bienes endémicos, control de rutas de comercio, alta densidad demográfica, amenaza potencial externa, etcétera) que las poblaciones de este corredor (desde Tiripetío y hasta Taximaroa) si representaron. Así, el gasto económico que implicaban las batallas y la creación de un estamento burocrático demasiado gravoso se redujo sustancialmente al oriental la incorporación de poblaciones en base a una estrategia que permitirá extender las condiciones de gobierno en las zonas que 2706 significaran algún interés particular.‖ Caso diferente fue la región de Zacatula, que sí representaba una gran riqueza natural, era atravesada por el río Balsas y el clima cálido era propicio para el cultivo de productos tropicales, siendo uno de ellos el cacao. Zacatula fue conquistada durante el reinado de Tzitzíspandácuare durante la segunda mitad del siglo XV,2707 pero al parecer sólo estuvo bajo control tarasco temporalmente; luego Zacatula fue conquistado por los mexicas, pero también fue temporalmente y sólo manteniendo el control en la costa de Guerrero; la Relación Geográfica menciona que ―en tiempo de su gentilidad, sujetaba el mexicano MONTEZUMA, en esta provincia, los pueblos que hay desde Cayaco, hasta Suluchuca, donde tenía su frontera. Tributaban éstos bastimentos y armas para la frontera [¿con los tarascos?] y algún oro, y esto poco.‖2708 Pero al momento de la llegada de los españoles, Zacatula era un señorío independiente, y fue conquistado por los hispanos con ayuda tarasca. Al parecer los tarascos se asentaron hasta las orillas del río Balsas en la planicie ahora inundada por la presa Infiernillo.2709 Las guerras iniciadas por el expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa hacía el Sur-Sureste también provocaron migraciones de pueblos huyendo del poder uacúsecha o buscando su protección. Sobre los epatlecos de la costa michoacana se consignó ―que era gente advenediza de la provi[nci]a de los tarascos y se apoderaron en esta tierra y costa de Mar del Sur, los que eran muy grandes comedores de carne humana, como los 2705 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ROMANO, SEBASTIÁN. Relación de Alimanzi, Cuzcaquauhtla y Epatlán]‖ [15 de marzo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 149. Corchetes, mayúsculas y cursivas originales. 2706 AGUILAR GONZÁLEZ, JOSÉ RICARDO. Tzintzuntzan Irechequa. Política y sociedad en el Estado tarasco, Óp. Cit., P. 265. 2707 RM, Segunda Parte, Cap. XXXV, f. 139, P. 169. 2708 VASCONES, HERNANDO DE. ―Relación de la villa de Zacatula‖ [25 de febrero de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 456. Mayúsculas originales, corchetes nuestros. 2709 PULIDO MÉNDEZ, SALVADOR. Los tarascos y los tarascos-uacúsecha: diferencias sociales y arqueológicas en un grupo. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Colección Divulgación), 2006, P. 140. 635 mismos tarascos.‖2710 Probablemente se trató de un grupo de filiación nahua que huyó del avance tarasco. Pero también se dio el caso inverso, en que pueblos no-tarascos buscaron la ―protección‖ del cazonci. En la Relación Geográfica de Sirándaro, se menciona que en un barrio de Guayameo, cuya advocación era de la Visitación de Nuestra Señora, vivían ―indios de otra lengua que se dicen apanecas, que, en tiempos pasados, vinieron de la provi[nci]a de Zacatula. Y un señor de Mechoacan que se decía TZITZISPANDAQUARE, abuelo del CAZONCI, los recog[i]ó, a ellos y a otros de otra nación y lengua [¿matlatzincas?], y los mandó poblar y estar con [e]ste pu[ebl]o, y así han estado, de tiempo inmemorial, juntos. Y ha sido una encomienda, y todos hablan la lengua de Mechoacan.‖2711 En la Relación Geográfica de Zacatula se mencionan dos pueblos, Pantla e Iztapa donde se habla una lengua llamada panteca, que probablemente sean la misma que la apaneca.2712 En esta región si podemos observar una zona de asimilación étnica, donde el Estado tarasco procuro imponer el idioma y quizás la ideología para resguardar la importante frontera con los mexicas. 2710 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 166. 2711 CORIA, HERNANDO DE. ―Relación de Sirándaro‖ [6 de enero de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 262-263. 2712 VASCONES, HERNANDO DE. ―Relación de la villa de Zacatula‖ [25 de febrero de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 454. 636 34. TÁCTICAS Y ESTRATEGIAS TARASCAS: LOS EJÉRCITOS DEL CAZONCI EN COMBATE ―Es una de las cosas mas bellas del mundo verlos en la guerra por sus escuadrones, porque van con maravilloso órden y muy galanes, y parecen tan bien, que no hay mas que ver. […] Mientras pelean cantan y bailan; y a vueltas dan los mas horribles alaridos y silbos del mundo, especialmente si notan que van alcanzando ventaja; y es cierto que á quien no los ha visto pelear otras veces ponen gran temor con sus gritos y valentías.‖ 2713 El Conquistador Anónimo, Relación de algunas cosas de la Nueva España…, 1556 Hemos tratado de analizar someramente el armamento usado en el Posclásico Tardío en Michoacán, conociendo las descripciones podemos aventurarnos a conocer las estrategias y tácticas de combate, la mecánica bélica de control estatal ejercida por los tarascos a los pueblos limítrofes y sus colisiones con otros Estados militaristas. Es precisamente el aspecto de este fenómeno que atrapa nuestra atención y que deseamos investigar, aunque que no se registró en los documentos coloniales. Debemos hacer uso de la imaginación histórica y hacer empleo de varios conceptos de la historia militar sí deseamos explorar estos aspectos. Dos conceptos militares fundamentales son los de la estrategia y táctica; el primero hace referencia a los planes que se elaboran para derrotar al enemigo, el segundo es la forma en que se llevan acciones para cumplir el objetivo, o en palabras de Carl von Clausewitz: ―Surgen aquí dos actividades diferentes: preparar y conducir individualmente estos encuentros asilados y combinarlos unos con otros para alcanzar el objetivo de la guerra. La primera es llamada táctica, la segunda, estrategia.‖2714 El aspecto de las tácticas empleadas por los ejércitos indígenas prehispánicos es un tema poco trabajado, aunque también debe de recordarse la limitación de las fuentes: ―Los planteamientos tácticos no son otra cosa que acomodar las piezas como en un juego de ajedrez, para que el desempeño de las unidades tenga un factor determinante con los efectos acordados por los estrategas en el campo de batalla. Imaginemos algo como un partido de fútbol, donde cada jugador tiene un papel en el campo y debe actuar en función de un plan acordado. En muchas ocasiones, las civilizaciones antiguas tenían planteamientos tácticos específicos que llevaban a cabo generalmente con un patrón. Véase el caso macedonio o espartano, en el cual la falange es la base del planteamiento táctico. Nos preguntamos si en el México antiguo existía algún tipo de planteamiento táctico a la hora de presentar batalla o solamente nos referimos a grupos de guerreros descoordinados que atacaban a diestra y siniestra sin ningún tipo de organización. Este es un tema que está prácticamente virgen. Nadie se ha interesado por conocer este aspecto y es que el gran problema surge de la metodología de investigación. Para conocer un planteamiento táctico se debe empezar por conocer los sistemas de armamento, posteriormente reconocer si existen unidades específicas, y finalmente averiguar qué papel tienen en el combate estas 2715 unidades para establecer los patrones.‖ En el apartado de armamento ya hemos caracterizado los sistemas de armamento presentes en los ejércitos del Tzintzuntzan Irechequa, por lo que se abre todo un abanico de posibles tácticas que pudieron haber implementado los ejércitos del Michoacán 2713 EL CONQUISTADOR ANÓNIMO. ―Relación de algunas cosas de la Nueva España, y de la gran ciudad de Temestitán México; escrita por un compañero de Hernán Cortés‖, Óp. Cit., T. I, 1980, P. 374. 2714 CLAUSEWITZ, KARL VON. De la guerra. Traducción de Julio Tello. 1ª reimpresión, México, Colofón, 2010, Lib. II, Cap. I, P. 66. 2715 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 21. 637 prehispánico. Ya que contamos con la caracterización de dichos sistemas de armamento tarascos, podemos empezar a analizar sus unidades específicas: ―Cuando hablamos de unidades específicas nos referimos a cuerpos especializados de guerreros que se caracterizan por llevar a cabo cierto papel en la batalla: infanterías ligeras, infanterías pesadas, caballería, etc. Generalmente, las infanterías ligeras siempre llevan armas de tipo arrojadizo, tienen más movilidad y se encuentran menos protegidas. Por el contrario, las infanterías pesadas llevan armamento diseñado para el combate cuerpo a cuerpo, su movilidad es en cierta manera deficiente y por lo general se encuentran más 2716 protegidas debido a las funciones que desempeñarán en la batalla.‖ Dado que los escuadrones de los ejércitos tarascos tenían su origen en la leva del grueso de la población masculina de los pueblos, y que el armamento y entrenamiento dependía de los hombres enrolados, probablemente debemos imaginarlos como escuadrones conformados por guerreros con diversos sistemas de armamento. En las láminas X y XXXII de la RM, vemos a guerreros mezclados con sistemas de armamento a corta y larga distancia (algunos con ambos sistemas). Como mencionamos, cada sistema de armamento cumple una función táctica en el campo de batalla, por lo debieron existir unidades específicas dentro de los escuadrones. La información sobre el lugar que ocupaban las unidades específicas en los ejércitos tarascos es muy fragmentaria, y debió de ser muy variada dependiendo de muchos factores: como tipo de guerra practicada, si era una guerra ofensiva o defensiva, el nivel de peligro o seguridad para los comandantes, sí era una batalla planificada o sorpresiva, número de combatientes, distancia del objetivo, etcétera. En este apartado abordaremos brevemente la información referente a las tácticas y estrategias utilizadas por los tarascos en las guerras. En nuestras lecturas de textos escritos por conquistadores como Hernán Cortés, Nuño de Guzmán, Bernal Díaz del Castillo o el Conquistador Anónimo, que combatieron contra los ejércitos indígenas mesoamericanos, desde Jalisco hasta Honduras, detectamos que a pesar de las diferencias existentes en las diferentes sub-áreas culturales, se encontraban tácticas y estrategias de lucha similares por parte de los distintos pueblos que las conformaron, algunas de ellas compartidas por los tarascos. Esto nos permite proponer que es viable comparar y complementar la información fragmentaria de la RM y otras fuentes, con las tácticas y estrategias reportadas en otras áreas de Mesoamérica. Planeación táctica tarasca La RM menciona en varias ocasiones como el conocimiento obtenido por los espías del territorio era un factor fundamental para la planeación táctica, que daba la pauta a los señores y capitanes tarascos de atacar y defender a los enemigos. Se menciona que cuando los ejércitos se reunían para atacar, ―…se llegaban donde estaba la traza del pueblo que iban a conquistar, llamada curúzetaro, que era que las espías sabían todas las entradas y salidas de aquel pueblo y los pasos peligrosos y dónde había ríos. Estas dichas espías lo trazaban todo donde asentaban su real y lo señalaban todo en sus rayas en el suelo y lo mostraban al capitán general, y el capitán a la gente…‖.2717 En dos pasajes de la parte histórica de la RM, referente a como Taríacuri les indicó a sus 2716 Ibíd., P. 20. RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Según Pedro Márquez Joaquín, curúzetaro podría traducirse como ―suelo quemado‖. MÁRQUEZ JOAQUÍN, PEDRO. ―El significado de las palabras p‘urhépecha en la Relación de Michoacán‖, Óp. Cit., P. 707. 2717 638 sobrinos e hijo como capturar a unos isleños de Pacandan para estrenar el templo que reconstruyeron en Tzintzuntzan: ―Id a Aráueni donde señalan que han de venir a regar una sementera. Y tu Hirepan, óyeme. Tú, que eres el mayor, irás por la ribera de la laguna a un lugar llamado Patuquen y por otro lugar llamado Hiuazi harata y tomarás otro lugar llamado Syuange y allí pondrás tu celada. Y tú, Tangáxoan, que eres el menor, irás por el camino derecho y irás por Yuazi 2718 xanchácuyo y darás sobre ellos.‖ En otro pasaje, Taríacuri les indicó como conquistar el señorío de Taríaran (recuérdese que Taríacuri conocía el territorio por haber ido en persona a Taríaran y por estar emparentado con los gobernantes de ahí), se menciona con más detalle el conocimiento que se representaba en estas trazas en el suelo: ―Y trazó [Taríacuri] allí el pueblo del señor llamado Hiuacha[,] Zirapen, y díjoles: "mirá que os quiero mostrar el pueblo: esta raya que está aquí es el camino por donde habéis de ir; ésta que está aquí, es una sierra. Vosotros habéis de ir por aquí, y los de Cumanchen por aquí; y los de Eróngariquaro y Hurichu y Pichátaro, irán por este camino, que ya vienen, que yo les señalé que viniesen mañana. Id, pues, hijos". Dijeron ellos: "así será como dices, 2719 padre".‖ Casi 40 años después de que Jerónimo de Alcalá asentó el uso de las rayas en el suelo llamadas curúzetaro, especie de croquis del territorio enemigo por parte de los tarascos, Bernardino de Sahagún describió que casi el mismo procedimiento era usado por los mexicas y otros pueblos del Centro de México: ―…cuando quería acometer guerra contra algún señor o provincia juntaba a sus soldados y dábales parte de lo que quería hacer, y luego enviaba espías a aquella tal provincia que querían conquistar, para que mirasen la disposición de la tierra, y la llanura o aspereza de ella, y los pasos peligrosos, y los pasos por donde seguramente podían entrar; y todo lo traían pintado, y lo presentaban al señor para que viese la disposición de la tierra. Visto esto, el señor mandaba llamar a los capitanes principales que siempre eran dos, el uno se llamaba tlacochcáltl y el otro tlacatécatl y mostrándoles la pintura señalábales los caminos que habían de llevar, por dónde habían de ir los soldados, y en cuántos días habían de llegar, y en dónde habían de asentar los reales; y señalábales los maestres de campo, que 2720 habían de llevar.‖ En los dos pasajes que la RM menciona la traza de los pueblos llamadas curúzetaro, están ilustrados por láminas donde se representaron este tipo de trazas en el suelo. En la lámina XXII, ―el mapa contiene información detallada sobre la ubicación del asentamiento, las casas, caminos y un río. Las líneas negras que se encuentran al lado de los caminos y del río, la mayoría representada en grupos de cuatro, podrían indicar el número de guerreros colocados en los diferentes sitios para llevar a cabo el ataque.‖2721 Mientras que en la lámina XXXII ―el capitán general explica la traza del pueblo enemigo que, como bien podemos ver en la lámina, muestra la ubicación de las casas alrededor de un espacio común, un río y los caminos por donde los militares tenían que entrar. Este último dato es indicado por la presencia de dos guerreros 2718 RM, Segunda Parte, Cap. XXV, f. 120v, 132. RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 129v, P. 150. Corchetes nuestros. Véase el Apéndice A, mapa III. 2720 SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., Lib. VIII, Cap. XVII, P. 469. Cursivas originales. 2721 ROSKAMP, HANS. ―Las 44 láminas de la Relación de Michoacán; una propuesta de lectura‖, Óp. Cit., P. 515. Nosotros consideramos que las líneas representan las sementeras de los pueblos, y no los escuadrones que van a atacar el pueblo. 2719 639 (tamaño reducido) sobre los caminos y la representación de muchas huellas de pies, todos dirigidas al pueblo enemigo.‖2722 Tácticas de marcha y formaciones de los ejércitos tarascos La RM menciona algunos datos de cómo los ejércitos del cazonci se movilizaban a través del territorio para atacar a los enemigos. Después de que el cazonci mandaba llamar a los ejércitos de los pueblos para ir a las fronteras para conquistar, se dice que cada señor sabía qué camino tomar de acuerdo a la planeación táctica: ―y cada cacique llevaba su senda, que es que llevaba su escuadrón con sus dioses y alférez…‖.2723 En uno de los pasajes históricos de la RM, cuando por engaños los curinguareños hicieron salir a los señores uacúsecha Uápeani II y Pauácume II para que fueran por sus mujeres a Jarácuaro, los sacerdotes Chupítani, Nuríuan, Tecaqua les dijeron después de que los vieron ataviarse como guerreros: ―"hijos, ¿qué haceis?,¿a dónde queréis ir?". Respondieron ellos: "vinieron de la laguna e dicen que vamos por las mujeres". Dijeron los sacerdotes: "qué decis, hijos. Mejor sería que no fuésedes, que esas palabras no son de los de la laguna; mas son de los de Curýnguaro. Mirá que si vais nos veremos en trabajo. Si queréis ir algún cabo a holgar, id a otra parte y no allí". Dijeron ellos: "no, mas allá hemos de ir". Dijeron los viejos: "pues id, hijos, y cada uno de vosotros tome un mancebo gran corredor y vayan delante por el camino y vosotros id atrás bien lejos, porque no os veáis en peligro en alguna parte". Y dijeron ellos: "así será, ya nos vamos". Y partiéronse para ir y venieron por un lugar llamado Cuçapu hacúrucu y iban algún tanto delante los corredores, y abajaron a lo bajo de la cuesta donde se turbaron, porque los de Curínguaro, que estaban en celada, se levantaron todos a una. Entonces Vápeani y Pauácume paráronse y no pasaron más adelante y dijeron: "así es la verdad, que las palabras eran de los de Curínguaro". Dijo a su hermano: 2724 "tornémonos". Y tornáronse a sus casas.‖ Claudia Espejel menciona sobre los corredores que ―de acuerdo con lo que la Relación dice acerca de los corredores podría pensarse que simplemente eran muchachos muy veloces escogidos en determinadas ocasiones para realizar algún encargo específico.‖2725 Sin embargo, la palabra ―corredor‖ también podría a referirse a los exploradores que se enviaban por delante para que tuvieran conocimiento del territorio y evitaran celadas o ataques sorpresa; así se desprende de una de las acepciones de la palabra ―CORREDÓR. El soldádo ò soldádos que se envían para descubrir, reconocer y explorar la campaña.‖2726 Con este sentido, Hernán Cortés uso el vocablo ―corredor‖, como exploradores que iban por delante del contingente principal: 2722 Ibíd., P. 581. RM, Tercera Parte, Cap. IV, f. 15, P. 191. Recuérdese también que Taríacuri les dijo a los señores aliados de Cumanchen, Erongaricuaro, Urecho y Pichátaro, los caminos que debían de tomar para atacar Taríaran. 2724 RM, Segunda Parte, Cap. IX, ff. 75-75v, P. 41-42. 2725 Claudia Espejel continua que: ―Por ejemplo, Vapeani y Pauacume mandan dos corredores delante de ellos cuando los isleños los citan en la ribera de la laguna con el fin de averiguar si les han tendido o no una celada. En otra ocasión es Quaracuri quien envía a un corredor a avisar a Zurunban que se ha comido a Naca. Sin embargo los corredores tenían su propio dios, Pungarancha, y al parecer formaban un escuadrón de cuatrocientos hombres que, en la formación de guerra, se ponía entre las celadas (es decir, entre los guerreros encargados de ponerse en celada). Parece ser que los corredores eran los que entraban primero al pueblo que se iba a atacar, y fingiendo que huían o que caían o que estaban enfermos o cojos, hacían salir a sus enemigos hasta el lugar donde los esperaban y los atacaban las celadas. Después los corredores entraban al pueblo, incendiaban las casas y tomaban cautivos.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 65. 2726 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de lengua castellana o de autoridades, Óp. Cit., T. II, P. 608. 2723 640 ―….cinco de caballo que iban delante por corredores, dieron en unos escuadrones de gente que estaban en el camino y mataron algunos de ellos, los cuales fueron desbaratados creyendo que iba más gente de caballo y de pie.‖2727 La RM menciona que había un plan cósmico en la forma en que había de marchar el ejército del cazonci, cuyo origen se encontraban en la cosmogonía y concepción que se tenían del territorio: ―Esto es lo que le dijeron a nuestro dios Curícaveri cuando le engendraron: que vaya con sus capitanías en orden, de día, y que vaya en medio nuestra diosa Xarátanga, y los dioses primogénitos que vayan a la man[o] derecha, y los dioses llamados Viránbanecha, que vayan a la mano izquierda, y todos irán de día, donde les es señalado a cada uno, donde 2728 tienen la gente de sus pueblos.‖ De aquí se desprende que los guerreros de la cuenca de Pátzcuaro se movilizaban en medio del contingente (en la época en que nació el Tzintzuntzan Irechequa, Xarátanga y los otros dioses principales uacúsecha tenían su adoratorio más importante en la capital tarasca), los guerreros del norte del territorio se colocarían en el ala derecha, mientras que los guerreros del sur lo harían a la izquierda (recuérdese que cuando se conformó un solo reino, los chichimecas enseñorearon la mano derecha, norte, y los isleños la Tierra Caliente, sur).2729 A pesar de que en el fragmento citado se hace hincapié que la marcha se debía hacer de día, en otro pasaje de la RM se menciona explícitamente como podía haber ataques de noche; cuando Taríacuri le indicó a su futuro suegro Zurumban que atacara a ciertos pueblos de la Tierra Caliente, y que sí era recriminado, dijera: ―'Yo no soy, sino Taríacuri que viene aquí de noche a hacer salto en vuestros pueblos y dame a mí cativos para el sacrificio y por eso toco mis atabales haciendo fiesta, que oís vosotros'.‖2730 En el pueblo de Tutultepeque, sujeto a Teloloapan, que abasteció la fortaleza mexica de Oztuma, se mencionó que ―dij[er]on que no se acuerdan [de] cómo se gobernaban, más de que traían guerra con los de Mechoacan y [de] Axuchitlan; y que peleaban con arcos y flechas y macanas, y que de noche era cuando acometían a sus enemigos.‖2731 Al momento de marchar y atacar, los escuadrones de los ejércitos mesoamericanos al parecer lo hacían en formaciones, pero las descripciones no son muy detalladas. Hernán Cortés describió en varias ocasiones como los indígenas atacaban en estas formaciones, por ejemplo, cuando llegó a las costas mayas, ―…comenzáronse a poner en orden para tirar flechas…‖, y cuando se inició el ataque de las poblaciones alrededor de México-Tenochtitlan para sitiarla, mencionó como iba ―con más de treinta mil hombres, por sus escuadrones muy bien ordenados, según la manera de ellos‖, en estos ataques se mencionó como cuando los tlaxcaltecas atacaron Tacuba, ―…peleaban los unos con los otros muy hermosamente…‖.2732 La lectura de la RM permite interpretar que los escuadrones marchaban en orden y de acuerdo a un plan cósmico, y que el mismo orden imperaba en el campo de batalla; Gilberti asentó una entrada 2727 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], P. 84. 2728 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17v, 196. 2729 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155. 2730 RM, Segunda Parte, Cap. XVII, f. 95v, P. 81. 2731 PINTO, LUCAS. [Tutultepeque, 1 de diciembre de 1579] ―Relación de Ichcateupan y su partido‖, en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: México, Óp. Cit., T. I, núm. 6, P. 329. 2732 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., Pp. 15 y 118. Cursivas nuestras. 641 referente al orden de la batalla: ―Haz batalla ordenada. purecuquaro tzirintzirinandequa. caratzequa‖.2733 Tácticas tarascas a campo abierto Las referencias sobre las tácticas de los ejércitos prehispánicos son muy variadas, las más abundantes provienen de los testimonios de los conquistadores, recordemos que los europeos tenían una visión de la guerra, tecnología y tácticas diferentes, por lo que los indígenas trataron de contrarrestarlas. Contraría a la idea de que las batallas prehispánicas eran combates de guerreros desorganizados, podemos vislumbrar que dependiendo de los factores mencionados (tipo de guerra, batalla planificada o sorpresiva, terrenos, etcétera), las batallas seguían ciertas tácticas para que los bandos trataran de obtener la victoria.2734 Juan de Torquemada registró cómo se llevaban a cabo las batallas en el Centro de México: ―Cuando se admitía la batalla y venían los unos contra los unos contra otros, salían los de la provincia o pueblo a un lugar particular que tenían entre sus términos, los cuales llamaban yauhtlalli, que quiere decir término, o lugar de la guerra. Aquí salían los propietarios de la tierra a recibir a los contrarios y juntos los unos de los otros, daban una espantosa grita, poniendo las voces en el cielo, otros silbaban, otros aullaban, que ponían temor y espanto a cuantos los oían, y parecía que allí lloraban las muertes, y heridas, que luego habían de suceder. El rey de Tetzcuco llevaba un atabalejo encima de los hombros, que tocaba al principio de la batalla, otros usaban unos caracoles grandes, que sonaban a manera de cornetas; otros, con los bezos hendidos, daban muy recios silvos. Todo esto era para animar su gente. Lo primero que hacían era jugar con hondas y varas, como dardos, que sacaban con jugaderas y las echaban muy recias; también arrojaban piedras a mano. A éstos seguían los de espada y rodela, y con éstos iban arrodelados los de arco y flechas y allí gastaban su almacén; y aunque eran muy diestros, en arrodelarse, con todo hacían 2735 mucho daño estas flechas.‖ Sí recordamos que para el caso tarasco había algunas guerras pactadas, como la guerra entre los uacúsecha y los curinguareños, o la pactada para capturar prisioneros entre Taríacuri y Zuangua, señor de Pacadan, debemos considerar que había un lugar dónde se daban cita para el combate (en el llano de Ataquaho y las sementeras de Araueni respectivamente), además en la Meseta tarasca los señores se peleaban por los términos antes de la conformación del triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio. Torquemada menciona ―que tenían entre sus términos, los cuales llamaban yauhtlalli, que quiere decir término, o lugar de la guerra‖ donde se desarrollaba la batalla. Maturino Gilberti registró un vocablo que indica el lugar de las batallas: purecuquaro, que fue traducido como ―lugar de pelea, o guerra‖ y ―Batalla o guerra‖.2736 Conquistadores como Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo mencionaron como antes de enfrentarse cuerpo a cuerpo, eran atacados con una lluvia de flechas, varas y piedras. En el pueblo prehispánico de Ameca, Jalisco, que tenía guerra con sus 2733 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 448. ―BATALLA, el conflicto, y la contienda de vn exercito contra otro. Dixose de la palabra batir, que vale herir â verbo Latino batuo.is.tui.por batir, o sobajar: y este verbo batallar, sinificò primero el imponerse y exercitarse con los palos, bastones, o rudes. Los gladiatores, o soldados, antes que saliessen a matarse, o a pelear con las espadas blancas […] Porque entonces no se herían cortando la carne, sino tan solo se aporreauan, dándose de bastonadas, o palos. BATALLAR, contender y venir a las manos vn exercito con otro.‖ COVARRUBIAS OROZCO, SEBASTIÁN DE. Tesoro de la Lengva Castellana o Española…, Óp. Cit., Letra B, Pp. 126-126v. 2735 TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. IV, Lib. XIV, Cap. III, P. 324. 2736 GILBERTI, MATURINO. VLM, Pp. 137 y 285. 2734 642 vecinos y con los indígenas de los pueblos de Ávalos (bajo dominio tarasco), se mencionó la forma en que luchaban antes de la llagada de los españoles: ―La manera de pelear que entre ellos había, y armas q[ue] llevaban, era que se ponían frontero los unos de los otros, a la hila o en ala, a cuarenta o cincuenta p[as]os los unos de los otros, y allí se flechaban…‖.2737 Como puede observarse, antes de que las unidades con sistemas de armamento cuerpo a cuerpo entraran en combate, se iniciaba la batalla empleando el armamento a larga distancia con el objetivo de debilitar las formaciones enemigas; táctica muy común en los ejércitos de las sociedades antiguas de varias partes del mundo. En la RM, se menciona el sermón que el petámuti les daba a los señores de los pueblos, entre otras cosas les decía: ―Y mirá que prometistes gran cosa: que haríades las sementeras a nuestro dios Curícaueri y prometiste el cincho y hacha, que fué que trairías leña para sus cúes y que estaréis a las espaldas de sus batallones, que le ayudaréis en las batallas y que llevaréis sus relleves tras él, que es que llevaréis su matalotaje a la guerra detrás dél, y que acrecentaréis sus arcos y flechas…‖,2738 lo que podría interpretarse como que los señores se encontraban detrás de la línea de batalla en la retaguardia, pero en la narración de la batalla entre los ejércitos de Tzitzíspandácuare y Axayácatl, se menciona que los nobles taracos participaron en la primera línea de batalla. 2739 Sin embargo aquí podría tratarse de distinguir dos capas diferenciadas de la nobleza tarasca, los señores de los pueblos de mayor jerarquía en la retaguardia, o entre los escuadrones para resguardarse de caer prisioneros o asesinados por los enemigos, ofendiendo con su sistema de armamento a distancia (arcos y flechas), y la nobleza baja como los quangáriecha y los ocámbecha dando órdenes a los escuadrones con su sistema de armamento cuerpo a cuerpo (armas de quangáriecha, porras o macuahuitl, escudos y armaduras de algodón); recuérdese que en la batalla entre los chichimecauacúsecha y los curinguareños: ―unos se daban de pedradas, otros con terrones, ya los señores de los chichimecas tiraban flechas, porque la gente común eran los que se daban de pedradas y de tarronazos; […] Y fueron heridos y flechados los dos hermanos señores de los chichimecas Pauácume y Vápeani y tornáronlos a sus casas a cuestas a Tarímichúndiro y tornáronse los de Curýnguaro a su pueblo.‖2740 Después de haber mencionado el uso de armamento a larga distancia, Juan de Torquemada prosiguió a comentar la forma en que se hacía la guerra, ahora el combate cuerpo a cuerpo: ―La gente de la vanguardia no era la más fuerte, ni la más diestra, más éranlo los que iban en la batalla, que gastada mucha parte de la munición, salían de refresco y con unos lanzones y espadas largas de pedernal; y siempre traían estas espadas asidas y fiadas a la muñeca, porque aunque alguna vez la soltasen de la mano, por algún acontecimiento, no la perdiesen. No tenían costumbre de romper unos por otros, mas primero andaban como escaramuzando, volviendo a veces los unos las espaldas, haciendo como que huían y luego volvían acometiendo a los enemigos que los habían seguido, los cuales volvían las espaldas, como esotros habían hecho, y de aquesta manera andaban un rato prendiendo y hiriendo en los postreros. Y después de algo trabados y cansados (y como ellos decían más 2737 LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38. 2738 RM, Segunda Parte, Cap. XXXII, f. 133v, 158. 2739 DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme, Óp. Cit., T. II, Cap. XXXVII, Pp. 282-283. 2740 RM, Segunda Parte, Cap. VII, f. 73v, P. 38. 643 embravecidos) salían otros escuadrones de nuevo y de cada parte tomaban a trabarse y tenían gente suelta, para tomar luego los heridos y llevarlos a cuestas, y estaban aparejados los cirujanos con sus medicinas para curarlos, los cuales sanaban con más brevedad a los necesitados que nuestros médicos y cirujanos, porque no sabían alargar la cura por más ni menos paga, aunque aquesto no debe de ser en todos, sino en el más o menos acertamiento 2741 y sobre todo en lo que Dios es servido, cuando las medicinas no valen.‖ En esta cita hay muchos elementos a desmenuzar para entender las tácticas de guerra mesoamericanas. Se menciona que en la vanguardia, es decir, los primeros en entrar al combate, no eran los guerreros profesionales, sino probablemente los hombres de leva, la gente común.2742 Se menciona que ―no tenían costumbre de romper unos con otros‖, esto es entablar combate directo continuo entre los dos ejércitos, sino que escaramuzaban, fingiendo la retirada para cansar al adversario y medir fuerzas, donde se aprovechaba para herir y capturar a los guerreros enemigos.2743 Cuando ya estaban cansados y embravecidos los combatientes, entraban al combate escuadrones de refuerzo,2744 que probablemente estos sí eran guerreros profesionales que trataban de inclinar la balanza a favor de cada bando; durante esta parte de la batalla, se recogían los heridos para ponerlos a resguardo. En la Relación Geográfica de Ameca, no se menciona explícitamente, pero se da a entender que después de haber usado el arco y flecha, entraban en combate las unidades de combate cuerpo a cuerpo, pues ―usaban, algunos, de macanas y MAQUAHUITL, q[ue] son las d[ic]has macanas; destas traían los muy valientes, porq[ue] se [a]cercaban tan cerca de sus enemigos q[ue], con aq[ue]llas macanas o mazas, daban gran golpe a sus enemigos. Usaban de rodelas, de unas varas muy recias y muy entretejidas, q[ue] defendían bien cualquier fuerza de flecha, o golpe de porra o maza. Peleaban con mucha gritería y alharacas.‖2745 Así el combate cuerpo a cuerpo podía extenderse hasta que alguno de los bandos fuera derrotado y se rindiera, huyera o combatiera a muerte hasta el final. En las versiones conocidas de la gran batalla entre tarascos y mexicas en 14761477, encontramos algunos de estos elementos tácticos, pero también variantes. Se menciona por ejemplo que la batalla ocurrió en un llano, con los ejércitos tarascos y mexicas formados frente a frente. Se menciona que antes de que atacaran los mexicas, llegó una embajada de nobles tarascos para persuadir a Axayácatl a que se retirará, pero no lo hizo. Entonces los dos ejércitos se acometieron fuertemente, primera diferencia con las tácticas de guerra descritas por Torquemada. Tanto Durán y Tezozómoc coinciden que los ejércitos se enfrascaron en combate cuerpo a cuerpo durante todo el día en lugar de escaramuzar, recuérdese que según las fuentes, ambos ejércitos estaban 2741 TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. IV, Lib. XIV, Cap. III, P. 325. Empero, en la guerra ha sido una táctica muy común iniciar el combate con las tropas menos experimentadas para que posteriormente los guerreros con más experiencia decidan el combate; los españoles siguieron está misma lógica, ya que los aliados indígenas peleaban primero y luego los españoles. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], Pp. 145-146, 153. 2743 Durante la Noche Triste, Cortés mencionó como durante la huida, su ejército fue hostigado por los mexicas, quienes les gritaban y acometían y haciendo algunas arremetidas, pero para evitar a la caballería, los mexicas se subían a los cerros donde no podían andar con facilidad los caballos. Ibíd., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], Pp. 84-85. 2744 Cuando Cortés se encontró sitiado en los palacios de Axayácatl en Tenochtitlán, mencionó que los españoles tenían que luchar todo el día, pero que los mexicas ―…ellos peleaban por horas, que se remudaban y aún les sobraba gente.‖ Ibíd., P. 79. 2745 LEIVA, ANTONIO DE. ―Relación del pueblo de Ameca‖ [2 de octubre de 1579], en: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia, Óp. Cit., P. 38. 2742 644 compuestos de miles de guerreros; dado que conocemos los sistemas de armamento de ambos ejércitos, podemos imaginar que usaron el armamento de larga distancia para debilitar las formaciones enemigas. Durante la batalla, ambos bandos reforzaron a los guerreros que estaban combatiendo con escuadrones frescos, coincidiendo con lo mencionado por Torquemada. Este dato es muy importante, porque se infiere que no todo el ejército luchaba al mismo tiempo, sino que dependiendo del transcurso de la batalla, se reforzaba a los combatientes con escuadrones de refresco, probablemente con unidades específicas determinadas para contrarrestar las tácticas del adversario. Tezozómoc mencionó un repliegue del ejército tarasco a Charo a 25 km. al suroeste de Zinapécuaro, no queda claro si fue una táctica para emboscar al ejército mexica, o un repliegue táctico, pues se menciona que en Charo, el ejército tarasco fue reforzado con más escuadrones de refresco. Viento la imposibilidad de la victoria, Axayácatl dio la orden de huir y reagruparse en Zinacantepec; en la versión de Tezozómoc, los tarascos dividieron sus fuerzas en dos, una parte para recuperar Taximaroa, y la otra parte siguieron a la retaguardia mexica que se había quedado para cubrir la retirada, los últimos fueron atacados con arcos y flechas, fueron perseguidos en su huida hasta los montes de Toluca, pero los tarascos no prosiguieron más allá. Los testimonios de esta batalla son de los más ricos sobre las tácticas empleadas por los tarascos en batallas en campo abierto, pues la RM menciona con más detalle el ataque a pueblos. Tácticas de invasión del territorio enemigo Las únicas tácticas tarascas que son mencionadas explícitamente en la RM, son las referentes a la conquista o destrucción de los pueblos enemigos, es decir, relacionadas ampliamente con la poliorcética. Entre estas tácticas encontramos otros elementos presentes en la marcha y guerras en campo abierto, pero en este caso enfocadas a atacar poblaciones. Dada la riqueza del testimonio, citaremos in extenso el pasaje donde se menciona como atacaban o destruían a los pueblos: ―Y en acabando de decir su razonamiento, íbase donde estaba la traza del pueblo que habían visto las espías y allí mostraba a todos los señores y gente que estaba allí ayuntada, cómo estaban los pueblos de sus enemigos que habían de conquistar. Después de haber mostrado aquella traza, concertaba el capitán general la gente desta manera: en la frontera, poníanse todos los valientes hombres de la Cibdad de Mechuacan y los sacerdotes que llevaban a Curícaberi y a Xarátanga y todos los otros dioses mayores. Y poníanse dos procisiones, de una parte y de otra, y ponían sus celadas cada seis escuadrones, con sus dioses y banderas, y iban por medio de las celadas un escuadrón de cuatrocientos hombres y un dios llamado Pungárancha, de los corredores. Y llegaban todos éstos hasta el pueblo, con sus arcos y flechas, y ponían fuego en las casa y íbanse retrayendo, fingiendo que huían y fingiendo questaban enfermos y otros haciendo de los cojos; otros hacíanse caedizos en el suelo, como que iban corriendo y caían. Y ansí sacaban sus enemigos del pueblo y los siguían, viéndolos tan pocos, y íbanse retrayendo hasta metellos en medio de las celadas. Y estando allí tenían una señal para cuando los habían de acometer, o unas ahumadas o alguna corneta que tocaban. Decían los capitanes: "levantaos todos". Entonces juntábanse de una parte e de otra las celadas que estaban al cabo y tomaban en medio toda aquella gente que habían salido de los pueblos y cativábanlos. Y los otros delanteros pasaban adelante y entraban en las casas y cativaban todas las mujeres y muchachos y viejos y viejas y ponían fuego a las casas después de haber dado sacomano al pueblo y tomaban ocho mil cativos aquella vez, o diez y seis mil, y ponían miedo grande en los 2746 enemigos.‖ Después de que el Capitán General le mostraba a los guerreros el curúzetaro, se proseguía a emplazar los escuadrones para preparar el ataque. Se menciona que los 2746 RM, Tercera Parte, Cap. V, ff. 18v-19, 198-199. 645 quangáriecha de la cuenca de Pátzcuaro se ponían enfrente junto a los sacerdotes que llevaban a Curícaueri, Xarátanga y otros dioses mayores. Al parecer los escuadrones de Tzintzuntzan y su cuenca se emplazaban en el centro de la línea de ataque, ya que a los flancos de estos guerreros ―poníanse dos procisiones, de una parte y de otra‖, estas dos procesiones podrían corresponder al plan cósmico mencionado líneas arriba para la marcha de los ejércitos: ―que vaya en medio nuestra diosa Xarátanga, y los dioses primogénitos que vayan a la man[o] derecha, y los dioses llamados Viránbanecha, que vayan a la mano izquierda...‖.2747 Para conformar el frente de ataque, se ponían emboscadas cada 6 escuadrones, y cada emboscada o celada estaba conformada por un escuadrón de corredores, es decir, guerreros exploradores de avanzada, cuyo dios era Pungárancha.2748 Estos corredores armados con arcos y flechas, prendían fuego a las construcciones de los pueblos enemigos, y cuando los defensores contraatacaban, se retiraban fingiendo que no estaban sanos o que se tropezaban en el suelo.2749 Está táctica tenía como objetivo hacer salir a los enemigos de sus pueblos para atraerlos donde estaban las emboscadas. Cuando los enemigos caían en la emboscada, los comandantes tarascos daban una señal de ahumadas o sonora para que los capitanes de los escuadrones atacaran, derrotando a los enemigos y capturándolos. Está táctica de fingir la retirada descrita en la RM, es igual a la menciona por Torquemada a principios del siglo XVII, que vale la pena volver a citar para tener claridad: ―No tenían costumbre de romper unos por otros, mas primero andaban como escaramuzando, volviendo a veces los unos las espaldas, haciendo como que huían y luego volvían acometiendo a los enemigos que los habían seguido, los cuales volvían las espaldas, como esotros habían hecho, y de aquesta manera andaban un rato prendiendo y 2750 hiriendo en los postreros.‖ Tácticas de ataque y defensa del territorio Estas tácticas de ataque y defensa del territorio ya habían sido descritas por Bandelier en la segunda mitad del siglo XIX: ―Una táctica muy recurrente era emboscar al enemigo cuando estaba en marcha o descansando, para aumentar el factor sorpresa éstas solían realizarse en la noche o al amanecer. Solían invadir los asentamientos sin previo aviso o si el emplazamiento poseía un sistema defensivo era sitiado o asediado hasta que los defensores o los mismos atacantes claudicaran. Era común que los accesos a los poblados estuvieran fortificados con albarradas, terraplenes, fosos y palizadas con parapetos, troneras para los arqueros y torres de vigía para aumentar las defensas solían colocar trampas de pozos secos con estacas cubiertas con vegetación. Incluso azolvaban las fuentes de agua para evitar el 2747 RM, Tercera Parte, Cap. V, f. 17v, P. 196. Nuño de Guzmán reportó una emboscada con una táctica muy similar durante la conquista de Jalisco: ―…quel escuadrón que estaba delante de mí en la delantera, que dice hera de más de dos mill indios, estaba echado en el suelo porque no lo biésemos […] Y yendo a romper en ellos, bí otros dos escuadrones a los lados cada uno, que parecían de más gente que la del escuadrón donde yo di […] salido de unas arboledas…‖. ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 281. 2749 Durante el sitio de México-Tenochtitlán, Hernán Cortes reportó la táctica de fingir la huida, pues durante los ataques de los puentes de las calzadas ―muchas veces fingían que nos daban lugar para que entrásemos dentro, diciéndonos: ―Entrad, entrad a holgaros‖; y otras veces nos decían: ―¿Pensáis que hay ahora otro Mutezuma, para que haga todo los que vosotros quisierais?‖.‖ CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 119. 2750 TORQUEMADA, JUAN DE. Monarquía indiana…, Óp. Cit., Vol. IV, Lib. XIV, Cap. III, P. 325. 2748 646 reabastecimiento de los atacantes y los caminos los volvían intransitables por ser focos 2751 infecciosos debido a que dejaban excrementos y animales muertos.‖ Ya mencionamos como en el México antiguo los indígenas hicieron uso del terreno elevado para la defensa del territorio, así como el establecimiento de fortalezas temporales en peñoles, barrancas, cerros o bosques cuando eran atacados por el enemigo, lo proporcionaba una gran ventaja a los defensores. Bandelier mencionó algunas de las tácticas empleadas por los habitantes del México antiguo para la defensa y ataque de lugares fuertes: ―A veces, sin embargo, ocurría que la tribu atacada había dotado a su pueblo de defensas artificiales, y los mexicanos, victoriosos en campo abierto, se encontraban en presencia de fortificaciones simples, que más adelante describiremos, como empalizadas o incluso plataformas de tierra o de piedra coronadas por parapetos. Sólo se intentaba atacar tales fortificaciones si el buen éxito parecía indudable, ya fuera como consecuencia de la superioridad de los mexicanos o de las grandes pérdidas sufridas por los defensores en luchas anteriores. En ese caso, y sólo en ese caso, se construían escaleras y se escalaban los muros, con la debida precaución y bajo la protección de diversos artificios. Un asedio regular era impensable, puesto que los mexicano no estaban equipados para permanecer mucho tiempo fuera de su territorio. Podía quedarse al acecho o rondando las defensas que sus enemigos por algún tiempo, con la intención de intentar una sorpresa de algún tipo, pero si no podían tomar el lugar con un ataque rápido tenían que desistir y volverse a su 2752 casa.‖ Desde los lugares elevados los defensores lanzaban piedras y flechas a los atacantes; Cortés mencionó como en un pueblo del Centro de México que estaba fortificado, ―en toda la cerca tienen mucha cantidad de piedras grandes y pequeñas y de todas maneras con que pelean.‖2753 Los testimonios de Cortes, Nuño de Guzmán, Bernal Díaz del Castillo, así como los testimonios de la guerra del Mixtón, dan testimonio de la gran dificultad que era tomar por asalto uno de los peñoles fortificados. En el Códice Telleriano-Remensis se menciona que los mexicas sujetaron el pueblo de Ycpaltepec en 1511; está representado un guerrero sobre un cerro-peñol que lo defiende con una piedra levantada en la mano derecha, mientras un guerrero mexica está subiendo unas escaleras protegiéndose con un escudo en la mano derecha, el texto en caracteres latinos dice: ―Año de seis cañas y de 1511 sujeptaron los mexicanos al pueblo de Ycpaltepec subieronse con escaleras por ser peñol agro…‖.2754 Es probable que los tarascos hayan usado escaleras para tomar por asalto las fortificaciones enemigas. Gilbertí registró las entradas ―Escalar fortaleza. ymberaquaqueni‖, y ―Escalador. ymberaquaqueri‖.2755 En la lámina XXIX de la RM, están representados 3 oficiales con un objeto enfrente que parece ser una escalera con 5 escalones, con una glosa que los identifica como ―los q[ue] suben a los altos‖, sin embargo, no son mencionados en el texto y no queda clara era su función. Gilberti registró dos entradas que podrían referirse a estos oficiales y lo que se encargaban de 2751 TEJEDA MONROY, EDUARDO A.. ―La guerra y los ejércitos prehispánicos en el área maya‖, Óp. Cit., P. 63. 2752 BANDELIER, ADOLPH F.., ―Sobre el arte de la guerra y el modo de guerrear de los antiguos mexicanos‖, Óp. Cit., Pp. 75-76. 2753 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], P. 92. 2754 Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., f. 42v. 2755 GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 412. 647 facturar: ―Quequa. escalera‖, ―Quequa vri. oficial que haze escalas‖2756 Podemos imaginarnos que una escalera pudo haber tenido muchos usos en el Michoacán del Posclásico tardío, como lo pudo ser la construcción de estructuras, la recolección de frutos de los árboles, la ceremonia de palo de los voladores, pero al menos por la referencia del Códice Telleriano-Remensis, no podemos descartar que estas escaleras también pudieron ser usadas por los guerreros tarascos para atacar las posiciones enemigas. Cuando un pueblo o lugar fortificado caía en manos del enemigo, los defensores y sus habitantes seguían la táctica de desbandarse para huir del enemigo, así como evitar la captura masiva de la población.2757 En una ocasión que los conquistadores españoles hicieron una correría a Matalcingo, los guerreros enemigos les hicieron frente, ―…en tanto que las mujeres y los niños y sus haciendas se ponían a salvo en una fuerza que estaba en un cerro muy alto que estaba allí junto.‖2758 Cuando las fuerzas chichimecoisleñas al mando de Hirepan, Tangáxoan e Hiquíngaje conquistaron Taríaran, los guerreros al iniciar el ataque: ―…dieron gran grita y destruyeron y quemaron todas las casas y cativaron muchos enemigos y haciendo todos gran ruido, y daban voces cuando los tomaban. Y llevaron, huyendo, los suyos a Hiuacha, asido de los brazos. Y alcanzándole Tangáxoan, llegó a él y dióle con una porra encima la cabeza. Y tomaron todas sus mujeres, aquí una y allí otra, y trujéronlas al real. Y moraban unos naturales en un pueblo llamado Chumengo y otros en otro pueblo llamado Zizupan y en Acúuato, y fué mucha gente de los enemigos huyendo a los dichos pueblos. Y diéronlos grita y no los recebieron, y dieron la vuelta otra vez, otra vez hacia su pueblo. Y cativáronlos y durmieron sobre ellos, que los alcanzaron de noche. Y todo un día estuvieron ansí cazando a los que se habían escondido y dormieron allí una 2759 noche.‖ De ahí la necesidad que el ataque a los pueblos se realizara colocando celadas alrededor en los caminos para evitar que los defensores huyeran hacía el campo abierto;2760 además se colocaban guardias de los caminos para evitar que los guerreros obtuvieran como botín plumajes, joyas y metales preciosos.2761 Había una preocupación por parte de los vencedores de que la población no huyera hacía el campo abierto, pues desde ahí se podría oponer resistencia al invasor, además se aseguraba la captura de prisioneros, el control de la fuerza de trabajo de los derrotados, y la estabilidad política que brindaba que los habitantes no se movieran de sus lugares de origen. Así Hirepan, Tangáxoan e Hiquíngaje cuando expandieron su domino territorial, se reunieron para nombrar caciques en los pueblos conquistados: 2756 Ibíd., P. 142. Baptista de Lagunas menciona: ―QVENI, Subir por escalera de palo. A la qual llaman Quequa, a differencia de subir por qualquiera otra que tenga gradas. La qual se llamara pisqua porque entonces tambien diran Carharani, como para subir quierquier cuesta ar[ri]ba […] Y assi me parece, que esta preposicion, propiamente quiere dezir, Assiendo, o agorrandose al instrumento por donde suben. Assi como a sus escalerillas; que son de solo vn madero, y solas vnas Muescas por escalones en que ponen los pies.‖ BAPTISTA DE LAGUNAS, JUAN. Arte y dictionario con otras obras en lengua Michuacana, Óp. Cit., Pp. 353-354 [150-151 en la paginación original]. 2757 Gilberti registró las siguientes entradas que quizás se relacionen con este tema: ―Descercar alcançar el cerco desbaratando los enemigos. caczpeni, vel acauatahpemani‖, ―Desercar alcançar el cerco para retirarse. yuaretspeni, vel yhuarequaretspeni‖, ―Descercar destruyr la cerca. terunterunantzihcani vatzotaqua‖. GILBERTI, MATURINO. VLM, P. P. 356 2758 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 150. 2759 RM, Segunda Parte, Cap. XXX, f. 130, P. 151. 2760 Gilberti registró dos vocablos que podrían referirse a la idea de cercar al enemigo, ―Uiripatahpeni. rodear a otros‖ ―Viriuirindahpeni. rodear, o cercar a otros‖ GILBERTI, MATURINO. VLM, P. 196 2761 RM, Tercera Parte, Cap. VI, f. 19v, P. 200. 648 ―Y ayuntáronse todos los que habían quedado de los pueblos y díjoles Hirepan: "id, tomad vuestros pueblos, morá en ellos como de antes y torná a tomar vuestros árboles de fruta y vuestras tierras y sementeras. Basta. Y ya nuestro dios Curícaueri ha usado de liberalidad y os lo torna. Traed leña para sus cúes y cavá sus sementeras para la guerra y estad a las espaldas dél en sus escuadrones y acrecentá sus arcos y flechas y libradle cuando se viere en necesidad". Y todos respondieron que así lo harían y lloraban todas las viejas y viejos y muchachos y fuéronse todos a sus pueblos. Y no hacían asiento los pueblos, como no tenían regidores y cabezas, que se meneaban los pueblos y no estaban fijos, y de contino estaban temiendo y alterados. Y entraron en su consejo Hiripan y Tagáxoan y Hiquíngaje y dijeron: "hagamos señores y caciques por los pueblos, que placerá a los dioses que sosiegue la gente". Y fueron por todos los pueblos y hicieron caciques, y los isleños tomaron una parte en la tierra caliente y los chichimecas otra parte a la man[o] derecha, en 2762 Xénguaro, Cherani, Cumachen; y así sosegaron todos. Y se hizo un reino.‖ La táctica de que la población se desbandara para evitar ser capturado por los enemigos al parecer fue muy común después de la conquista hispana. Cuando Nuño de Guzmán inició su campaña de conquista de Jalisco, reportó en varias ocasiones como los habitantes huían a las barrancas, bosques, cerros o a empeñolarse para pertrecharse y defenderse, o evitar la confrontación directa en campo abierto contra un ejército más poderoso.2763 En una ocasión que las huestes de Guzmán lograron cercar una población grande y penetrar las defensas, no pudieron capturar a los derrotados ―…porque luego se dividieron por muchos caminos entre unas grandes arboledas de frutales y sementeras que duraban más de dos leguas, y así se hallaron pocos juntos aquel día…‖.2764 Quizás esta táctica podría explicar los testimonios españoles de que los indígenas vivían ―desparramados‖ en los cerros, tal y como lo mencionó Vasco de Quiroga: ―…gente bárbara que carece de todo esto [policía y ley] y viven derramados como animales por los campos sin buena policía y se crían a esta causa malos, fieros, bestiales y crueles, perjudiciales, inhumanos e ignorantes e tiranos entre sí mismos…‖, así como que tenían ―…falta de policía, y de la vida y derramamiento silvestre y salvaje en que están, más como animales irracionales que como hombres de razón.‖2765 No es que los indígenas vivieran como bestias, sino que los españoles no comprendieron que los primeros estaban siguiendo una táctica para no ser sometidos por los enemigos, táctica que se remontaba a los tiempos prehispánicos. 2762 RM, Segunda Parte, Cap. XXXI, f. 132, P. 155. ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 266, 272, 273, 275, 276, 278, 279 2764 Ibíd., P. 272. 2765 QUIROGA, VASCO DE. ―Información en derecho del licenciado Quiroga sobre algunas provisiones del Real Consejo de Indias‖, en: QUIROGA, VASCO DE; et. al.. Información en derecho, biografía e ideario [Antología]. Presentación de Juan Hernández Luna. Gobierno del Estado de Michoacán de Ocampo-Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Centro de Estudios sobre la Cultura Nicolaita, (Colección ―Ediciones inaugurales del Centro Cultural Nicolaita, núm. 1), 1992, P. 108 y 134-135. 2763 649 35. DESARROLLO HISTÓRICO DEL PUEBLO TARASCO. DESDE LA LLEGADA Y CONQUISTA HISPANA, HASTA LA PARTICIPACIÓN DE LOS TARASCOS EN LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA (1519-1550) ―Pronto el antiguo reino [tarasco] adquirió la imagen de una más de las ―provincias‖ coloniales [después de la muerte de Tzintzicha en 1530], equiparable a Puebla o Oaxaca (así definidas porque cada una abarcaba la jurisdicción de su respectivo obispo), como si nada la distinguiera en su pasado ni su presente. La asimilación fue completa. Con el tiempo la conquista de Michoacán habría de verse como un episodio regional de la de México. En realidad no había sido así, pero México no sólo conquistó Michoacán sino también conquistó su conquista.‖ 2766 Bernardo García Martínez, Los años de la expansión, 2010 Un viejo dicho popular reza que ―la conquista la hicieron los indios y la independencia los españoles.‖ Aunque dicha frase pase por alto la complejidad histórica, no deja de estar sostenida en una característica importante de dicho período: la participación de los ejércitos indígenas como refuerzos auxiliares en la conquista europea del Nuevo Mundo, fungiendo como guías, exploradores, traductores, porteadores, y unidades de combate realizando acciones de defensa de flancos, guerrilla, y reservas para la batalla. Basta con revisar las cifras que proporcionan las diferentes fuentes, para notar que los españoles que participaron, por ejemplo, en la conquista de México-Tenochtitlán, apenas superaban el millar de soldados, mientras que los aliados indígenas, enemigos de los mexicas, se contaban por decenas de miles. Gracias a estas fuerzas aliadas es que los españoles pudieron dominar en menos de una década, los territorios tributarios de la Excan tlatoloyan, el Tzintzuntzan Irechequa y otros Estados independientes vecinos, donde se repartieron encomiendas para explotar los recursos naturales y mano de obra, así como el inicio de la evangelización cristiana sobre las antiguas religiones mesoamericanas. El señorío de Tlaxcala probablemente es el más rememorado en la historiografía por el papel importante en la conquista de México-Tenochtitlán, sin embargo, los Estados indígenas que lucharon al lado de los españoles son diversos. Uno de ellos fue el Tzintzuntzan Irechequa, quien también participó activamente en la conquista de otros territorios bajo las ordenes de los conquistadores, en especial hacia territorios del norte, donde fungieron como exploradores, auxiliares y colonos. Está participación ha pasado desapercibida en la historiografía de la conquista, probablemente a que se le da más peso a los aliados nahuas del Centro de México, y que la rendición del cazonci Tzintzincha Tangáxoan ha creado la imagen de una ―conquista pacífica‖ del Michoacán prehispánico y los territorios adyacentes. Lo cierto es que el Tzintzuntzan Irechequa fue un teatro de operaciones en que los tarascos colaboraron activamente con los españoles, aun antes de que Tangáxoan II le entregara el señorío a Hernán Cortés. El objetivo del presente apartado es mostrar la última etapa histórica del Tzintzunzan Irechequa, y enumerar algunos de esos episodios militares en que los indígenas tarascos participaron como tropas auxiliares durante la conquista de diversos territorios. Lamentablemente las fuentes no proporcionan mucha información, aunque los datos dispersos nos permiten vislumbrar una intensa participación de los guerreros tarascos. 2766 GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la expansión‖, en: Nueva historia general de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de México, 2014, P. 239. 650 Presagios anteriores a la conquista Después de dar una breve relación de los señores que hubo muertos los tres herederos de Taríacuri, y de cómo se formó un sólo reino en vida de Tzitzíspandácuare, empieza la Tercera Parte de la RM, dónde se narra la gobernación que tenía la gente así así como sus costumbres. Es hasta el capítulo XIX, que se continúa la historia del pueblo tarasco, en los últimos años de vida de Zuangua. Según la narración, antes de que vinieran los españoles a conquistar la tierra, aparecieron diversos fenómenos sobrenaturales que después se interpretaron como augurios de la conquista. Rodrigo Martínez Baracs considera que los antecedentes de estos augurios se encuentran en el cuarto viaje de Cristóbal Colón en 1502, cuando navegando por el Golfo de Honduras, se capturó y saqueó una canoa mercante, probablemente de filiación mesoamericana. Entre los objetos que transportaba la canoa se encontraban hachas y cascabeles de cobre así como un crisol para fundirlos. ―A partir de entonces, la noticia del encuentro con estos seres extraños y perniciosos corrió por las rutas comerciales mesoamericanas. Circulando de boca en boca la noticia adquirió la forma mitologizada del presagio: cometas, temblores, sueños, visiones, portentos. […] Estas hachuelas y cascabeles de cobre y recipientes para fundirlo debieron ser michoacanos, por lo que no extraña la precocidad en de los agüeros michoacanos (uintsíyamecha) sobre la Conquista española en la Relación de Mechuacan, muy anterior a las fuentes sobre los presagios en la zona nahua (Francisco López de Gómara, Francisco Cervantes de Salazar, fray Bernardino de Sahagún, fray Diego Durán, Diego Muñoz Camargo, Fernando de Alva 2767 Ixtlilxóchitl, etcétera).‖ Una referencia documental que apoya la circulación de información precisamente de la región de Honduras hacía el Centro de México, es cuando Hernán Cortés mencionó que los indígenas de las Hibueras tenían noticia de él y la conquista de México-Tenochtitlan, ―porque a causa del mucho trato, en muchas de ellas [poblaciones de Honduras] tienen de mí noticia y de las cosas de México por vías de mercaderes.‖2768 Además, en una relación escrita por Fernando Alva Ixtlilxóchitl, se mencionó como ―Túvose noticia de la venida de los cristianos por algunos mercaderes que habían ido a las ferias de estas costas Xilanco, Ulúa y Champoton, especialmente cuando rescataron con Grijalva; y así tenían por muy ciertas las profecías de sus pasados, que esta tierra había de ser poseída por los hijos del sol, demás de las señales que hallaban en el cielo, de lo cual estaban todos con grandísima pena en considera que se les acercaban sus trabajos y 2769 persecuciones…‖. La expedición de Juan de Grijalva tuvo lugar en el año de 1518; precisamente la RM menciona que cuatro años antes de la llegada de los europeos a Michoacán, los cúes se desmoronaron, y aunque los renovaron, estos volvían a caérseles los janamus o lajas con los que estaban recubiertos; también se vieron dos cometas grandes en el cielo; la gente soñó con los dioses, pero sí eran pesadillas, no osaban decírselo al cazonci. Un sacerdote le contó a Jerónimo de Alcalá como había soñado dos o tres veces con 2767 MARTÍNEZ BARACS, RODRIGO. Convivencia y utopía. El gobierno indio y español de la “ciudad de Mechuacan”, 1521-1580. Fondo de Cultura Económica-Instituto Nacional de Antropología e HistoriaConsejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Sección de obras de Historia), 2005, Pp. 109-110. 2768 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de 1526], P. 265. 2769 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España. Edición de Ángel María Garibay K. 6ª edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, P. 825. 651 animales desconocidos para él (caballos y gallinas), y que ensuciaban los cués y las casas de los sacerdotes donde hacían sus meditaciones. También las enfermedades traídas por los europeos, como el sarampión y la viruela, se tomaron como presagios.2770 Pero el suceso más largamente narrado es la teofanía por medio de un sueño o revelación que tuvo una mujer de Viquixu, señor de Ucareo. La diosa Cueráuaperi se le apareció y la llevó al camino de Araró, ahí le dio de beber un brebaje, y le dijo como alguien se la iba a llevar a un concilio muy importante, que pusiera mucha atención en lo que se dijera, para que se lo hiciera saber al rey Zuangua. Entonces el dios Curícaueri se apareció en forma de águila blanca con una verruga en la frente (¿guajolote?), y la llevó sobre sus alas volando a la cima de un monte llamado Xanóata hucazio, allí se dio cuenta que estaban reunidos todos los dioses del panteón tarasco, los dioses de la mano izquierda, y los de la mano derecha. Ahí, el dios Curita caheri, mensajero de los dioses, y su hermano Tirípamenquanéncha, explicaron como el primero fue a oriente, donde estaba la madre Cueráuaperi, y los dioses Curícaueri, Xarátanga, Huréndequauécara, Querenda angápeti y otros, y ahí Cueráuaperi les dijo que ―ya son criados otros hombres, nuevamente, y otra vez de nuevo han de venir a las tierras […] ¿cómo podemos contradecir esto questá ansí determinado? No sabemos qués esto…‖. Los dioses trataron de contradecir este mandato de la diosa Cueráuaperi, pero ella ni siquiera dejó hablar a los demás dioses. Después dio orden de que se quebraran las tinajas de vino, dejaran de sacrificar personas ni traer ofrendas, que rajaran los atabales, y que ya no se hicieran más fogones ni ahumadas, ―porque ya vienen otros hombres a la tierra; que de todo en todo han de ir por todos los fines de la tierra, a la man[o] derecha y a la man[o] izquierda y de todo en todo irán hasta la ribera del mar, y pasarán adelante y el cantar sea todo uno y que no habrá muchos cantares como teníamos, mas uno solo por todos los términos de la tierra.‖2771 Cuando se enteró Zuangua, éste estaba borracho, y no se sorprendió, pues él ya sabía la sentencia de los dioses, pues un pescador de Tierra Caliente fue apresado por un dios-caimán, quién lo llevó a su morada, y le dijo que él era un dios, y que fuera con Zuangua a darle el mensaje. A Zuangua debió afectarle mucho tanto el mensaje del pescador como el de la mujer del señor de Ucareo, pues en la respuesta que les dio a los sacerdotes de la diosa Cueráuaperi, dio a entender que el sería rey por un tiempo más, pero que no estaría para cuando llegaran los nuevos hombres, se lamentó por sus hijos, porque el señorío se repartiría entre ellos, y el que quedara en lugar de Curícaueri no sería señor por mucho tiempo.2772 En nuestras pesquisas hemos encontrado otras dos referencias documentales sobre posibles presagios que ocurrieron en territorio michoacano, uno se encuentra en la Relación Geográfica de Motines, al explicar la etimología del pueblo de Pomaro: ―Llámase Pomaro, que, en lenguaje de los naturales, quiere decir ―coloquio de dioses‖. Dicen q[ue] sus antepasados ancianos dijeron a sus hijos, lo q[ue] ahora son vivos, q[ue] antiguam[en]te, en días de su gentilidad, hicieron allí junta los DIABLOS, y hablaron grandes y muchas cosas, y de allí se derivó el n[ombr]e deste pu[ebl]o.‖2773Aunque no es explicito, el pasaje nos hace recordar uno de los augurios más importantes que anunciaron la llegada de los españoles al Irechequa, el concilio de dioses en el monte 2770 RM, Tercera Parte, Cap. XIX. RM, Tercera Parte, Cap. XXI, ff. 37-37v, Pp. 235-236. 2772 RM, Tercera Parte, Cap. XXI, f. 38v, Pp. 238. 2773 DÁVILA QUIÑÓNEZ, BALTASAR. ―Relación de la provincia de Motines [ALCADE DE RUEDA, JUAN. Relación de parte de la provincia de Motín que es en la costa de la Mar del Sur en esta Nueva España]‖ [10 de mayo de 1580], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., P. 173. Corchetes y mayúsculas originales. 2771 652 Xanóata hucazio narrado en la RM (recuérdese que las noticias del fin de los dioses también se supieron por un pescador de un río de Tierra Caliente). Otro presagio se encuentra en el Códex Plancarte, y aunque es un documento tardío del siglo XVIII, contiene información de debió haber estado asentada en fuentes más tempranas.2774 En este testimonio podemos encontrar varias figuras retóricas que se construyeron a posteriori, presentando acontecimientos ocurridos en la época colonial, pero extrapolados a la época prehispánica. Se menciona como 3 o 4 ―diablos‖, ―Cuyricua y Charucu y el de Patzuemtan y la sierpe‖ anunciaron la llegada de conquistadores a la tierra, que poblarían hombres con sombreros de fierro, y que traerían ―tvytzes‖ (caballos, burros y perros), que matarían a muchos de los habitantes. Otro acontecimiento es cuando se desmayó y enmudeció el ídolo de Uandaro por un cometa que se vio en el cielo, hicieron sacrificios para curarlo, y les dijo que el ya no iba a ser dios, que lo llevaran a esconder a una peña, porque ya había llegado el Dios verdadero. Muchos de estos elementos, como la llegada de hombres extraños, con sombreros de fierro, los cuadrúpedos ―tvytzes‖ o tuyzen que eran figuras de bledos que hacían en la fiesta de Cuingo, la aparición de astros en el cielo, el fin al culto a los dioses y la llegada de un solo Dios, son elementos presentes en la RM. Las embajadas de los mexicas La irrupción de los conquistadores dejó caer todo su peso en México-Tenochtitlán, capital de la principal potencia en Mesoamérica, que fue sitiada por un puñado de 2774 ―…en aquel lugar estaba el valiente hahchu el cual les avisó que ya en la Nueva España estaban los españoles conquistadores, que le revele el diablo de uandaro que allí estaba en aquel lugar y el diablo de Cuyricua y Charucu y el de Patzuemtan y la sierpe pasaron al puesto que llaman Cuzundarquaro donde se limpiaron cahthles preciosos que eso quiere decir Cutzundarquaro, pasaron á Caurio donde hallaron al valiente Valuxan el qual les dijo y les nombró lugares donde habia guerra. Dieronle parte al Rey Ttzitzispandaquare [sic. ¿Zuangua?], preguntoles el Rey que donde salían tales nuevas, respondieron ellos que fueron revelados por tres diablos que allí estaban en aquel lugar y que eran tan valientes los diablos que en contorno anclaban tres veces al dia que no les quedaba rincón del mundo por chico que fuera y que estos les dijeron que en toda esta tierra se han de llenar pueblos y lugares de hombres con sombreros de fierro y que andavan encima de unos tuytzes que son los caballos y que estos hombres han de andar por todos los pueblos y lugares asolando los dichos lugares y pueblos matando las personas que en ellos allaren sin recerbar persona ni chica ni grande, que unos morieran á cuchillos y otros les sacaran los ojos y otros á azotes. Todas estas noticias les dio estos tres diablos y la sierpe á estos reyes que estaban juntos no les dio cuidado ni hicieron caso de lo que les avisaron porque ellos ya sabian lo que había de pasar y suceder, pero otros naturales estaban ignorantes de todo esto y cuando estas noticias anduvieron en todos los lugares y cerritos donde vivían los mas naturales causóles grande tristeza y llanto por el trabajo grande en que se vieron […] También habia grandes imaginaciones causándoles grande llanto decían los naturales quien se ha de atrever ni aun mirarles la cara á estos reyes, y que será de nosotros cuando lleguen los hombres que dicen que vendrán con sombreros de fierro en cima [sic] de unos tvytzes que son las bestias los cuales tuytzes nos han de matar con los pies y nos morderán con la boca. Son diferentes tuytzes unos tienen cuernos otros orejas muy largas estos nos causaran grande temor y maltratamiento y toma por medio de ausentarse del lugar largar sus tierras y patria de tzintzunantziquaro donde era primero cabecera y ciudad de ellos y ganaron para sinoloa por ser tierra larga. Algunos andaban de cerro en cerro los que no quisieron pasar a sinoloa. […] En aquel tiempo salió el lucero que pasó sobre todas las gentes de todo el mundo en general y al instante desmayó y endudeció el tal ídolo de Uandaro. Empezaron sus ministros que sacaron los corazones para que con ellos se curara el idolo y a juntar todas las criaturas de pecho causándoles muncha tristeza por haber desmayado el ídolo y dios de ellos. anda grandes opiniones entre ellos y al cabo de siete dias volvió á hablar el idolo preguntáronle que que era la causa de su mal responder que aquella estrella aquel lucero que paso por encima de todas las gentes de todo el mundo en general y que le causo tanto miedo en tanta manera que se desmayó y que en adelante no habia de ser él el Dios de ellos y que lo lleven á unos desiertos altos donde hallasen despeñaderos y cuevas que allí lo escondan y que rogaba muncho le hagan la merced que les pide y que ya habia otro dios verdadero.‖ ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., Pp. 237-238, 241-242. 653 españoles y una gran cantidad de aliados indígenas. Es probable que los mexicas hayan enviado diferentes embajadas solicitando ayuda a sus principales enemigos los tarascos, incluso desde que los españoles llegaron a tierras continentales en 1519, y que el relato que se registra en la RM sea una síntesis de dichas embajadas. 2775 En una primera embajada narrada en la RM, los mexicas enviaron diez mensajeros a Zuangua, 2776 le explicaron cómo habían llegado gentes extrañas, montadas como en venados sin cuernos, con armas que sonaban como el trueno y destruían todo a su paso,2777 que estaban sitiados, y que necesitaban la ayuda de los arcos y flechas tarascas para formar una alianza con Zuangua, pero éste desconfiado por la enemistad histórica, dijo que no tenía a quién enviar, pues sus hijos estaban en las cuatro partes conquistado. Los despidió y envió cuatro interpretes para que acompañaran a los embajadores y confirmaran lo acontecimientos; envió gente de guerra por otro camino para tener más noticias, estos encontraron tres otomíes que venían huyendo de la guerra, y contaron como estaban conquistados los mexicas, y que México estaba llena de muertos.2778 En lo que esperaron el regreso de los intérpretes y la gente de guerra, Zuangua conferenció con otros señores y sacerdotes sobre quienes eran estas gentes, pues de todo lo que tenían conocimiento, así como lo dicho por sus antepasados, no podía explicar quién era esta gente. Tratando de dar respuesta de donde venía estos extraños, rebuscaron entre las fábulas que contaban, y dijeron que debían venir de dónde el cielo se une con el mar; y los venados que traían, no eran otros que el animal en que se 2775 ―Hay que tener en cuenta, a propósito de esta confusión [en las diversas fuentes], que la Relación [de Michoacán] sobrepone algunas veces series de hechos semejantes y los presenta como un solo incidente, y es posible que en esta narración hayan sido reunidas en una sola, las historias de varias embajadas. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 27. 2776 Hernán Cortés mencionó casi al final de la segunda carta-relación como después de la derrota de la Noche Triste (30 de junio-1 de julio de 1520) y su posterior retirada a Tlaxcala y Segura de la Frontera, que ―y ahora de poco a acá he así mismo sabido que el dicho Cuetravacin [Cuitláhuac] ha enviado sus mensajeros por todas las tierras y provincias y ciudades sujetas a aquel señorío, a decir y certificar a sus vasallos que él les hace gracia por un año de todos los tributos y servicios que son obligados a le hacer, y que no le den ni le paguen cosa alguna, con tanto que por todas las maneras que pudiesen hiciesen muy cruel guerra a todos los cristianos hasta los matar o echar de toda la tierra; y que así mismo la hiciesen a todos los naturales que fuesen nuestros amigos y aliados; y aunque tengo esperanza en Nuestro señor que en ninguna cosa saldrán con su intención y propósito, hállome en muy extrema necesidad para socorrer y ayudar a los indios nuestros amigos, porque cada día vienen de muchas ciudades y villas y poblaciones a pedir socorro contra los indios de Culúa, sus enemigos y nuestros, que les hacen cuanta guerra pueden, a causa de tener nuestra amistad y alianza, y yo no puedo socorrer a todas partes, como querría. Pero, como digo, placerá a Nuestro Señor, suplir a nuestras pocas fuerzas, y enviará presto el socorro, así el suyo como el que yo envío a pedir a la Española.‖ CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], P. 96. Podemos considerar que algunas de estas embajadas tuvo como misión llegar a Tzintzuntzan a pedir auxilio a los tarascos, después de la Noche Triste. 2777 La lámina XLIII de la RM ilustra esta embajada, donde se representaron presentes que los mexicas dieron a Zuangua, entre los que se encontraban un chimalli, plumas largas verdes (¿de quetzal?), y por lo menos tres objetos españoles, una espada, una ballesta y una rodela. Durante el sitio de MéxicoTenochtitlan, los mexicas mostraron varios trofeos a los aliados indígenas para mermar la moral; Cortés mencionó que: ―En este comedio los de la ciudad tuvieron lugar de enviar sus mensajeros a muchas provincias a ellos sujetas, a decir cómo habían habido muchas victorias y muerto muchos cristianos, y que muy presto nos acabarían; que en ninguna manera tratasen paz con nosotros; y la creencia que llevaban, eran las dos cabezas de caballos que mataron y otras algunas de los cristianos, las cuales anduvieron mostrando por donde a ellos les parecía que convenía, que fue mucha ocasión de poner en más contumacia a los rebelados que de antes; mas con todo, porque los de la ciudad no tomasen más orgullo…‖. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 148. 2778 RM, Tercera Parte, Cap. XX. 654 convirtió el dios Cúpanzieeri, sacrificado por jugar a la pelota con Achuri hirepe, y rescatado por el hijo del primero Sirátatápezi; también mencionaron como los Tirípimencha se le aparecieron a una anciana de Ihuatzio, y que los dioses se iban a ir de allí a Tzintzuntzan, e iban a regresar a su morada original en Uayameo; también los capulines daban futa estando chiquitos, y los magueyes pequeños echaban mástiles, y las niñas se embarazan sin perder la niñez. Después de acabada la plática, Zuangua ordenó que todos fueran más esforzados, y que llevaran más leña a los fogones, para esperar la llegada de esta gente.2779 Después de un tiempo regresaron los intérpretes que mandó Zuangua con los embajadores mexicas, estos le platicaron al cazonci como habían entrado a MéxicoTenochtitlán de noche, reposaron, y luego los llevaron a una sierra a ver el campamento enemigo, ahí Cuauhtémoc2780 les dijo que estando ahí, podrían derrotarlos las fuerzas combinadas de mexicas y tarascos, qué sólo había dos reinos, el de México y el de Michoacán, que sería mejor morir todos ahí luchando, que morir cada uno por su lado, que no quebrara estas palabras. A pesar de conocer la situación desesperada de los mexicas, el desconfiado Zuangua decidió no enviar ayuda a los mexicas, que si iban a ser destruidos, que fuera cada uno por su lado, esgrimiendo que los tarascos sí cortaban leña para los fogones, y los mexicas sólo les cantaban a los dioses, que eso enojó a los dioses, y por eso estaban destruyendo a los mexicanos, y que al vez los dioses perdonaran a los tarascos si cortaban más leña para los cúes. 2781 Para este tiempo, llegó al Tzintzuntzan Irechequa la pestilencia que había azotado otras regiones de Mesoamérica, la viruela. La RM menciona como Zuangua, parte de los señores y la casta sacerdotal murieron por esta enfermedad.2782 Quedaron entonces los hijos de Zuangua: Tzintzincha Tangáxoan, que era el mayor, Tirímarasco, Hazinche y Cuyni. Durante este interregno, llegó otra embajada mexica pidiendo ayuda, pero el hijo del cazonci, Tzintzincha, se desentendió de la ayuda solicitada por los mexicas, aludiendo que la embajada era para su padre muerto, y que tenían que ir al inframundo para dársela, por lo que los mandó sacrificar.2783 2779 RM, Tercera Parte, Cap. XXI. La RM menciona a ―Montezuma‖, pero para el tiempo de la caída de Tenochtitlán, el huey tlatoani era Cuauhtémoc. Cabe mencionar que el nombre de Moctezuma II, como gran gobernante de mexica, fue de gran prestigio en la memoria colectiva y registrado en la documentación colonial; aunque hubo otros gobernantes, mexicas, el de Moctezuma prevaleció como referencia. Caso similar ocurrió con la palabra cazonci, que pasó de ser el nombre de los gobernantes supremos tarascos, a pasar a ser un nombre propio con el que se le conoció a al último de ellos, Tzintzincha Tangáxoan. 2781 En 1553, el gobernador de Erongarícuaro llamado Juan Chichique, de más de 70 años (nacido ca. 1480), declaró en la relación de méritos y servicios de Antonio Huitziméngari que ―…este testigo vido, que Moctezuma señor que fue de México envió a decir al dicho Cazonci, al tiempo que los españoles vinieron, que se juntasen y los echasen de la tierra, y, que el dicho Cazonci les envió sus mensajeros y le respondió, que hiciese él en su provincia lo que él quisiese pues se tenían por valientes e que la vez que a la suya viniesen él sabría lo que hacer ,y que por esto lo sabe.‖ ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 71. 2782 El Códex Plancarte da la fecha de 1519 para la muerte de Zuangua: ―1519 en este año entraron los españoles en México y en este mesmo año murió el Rey Tziuanqua en tzintzontzan y salió electo por Rey de Tzintzontan…‖ ―Códex Plancarte‖, Óp. Cit., P. 245. Sin embargo, la viruela llegó a Mesoamérica por un esclavo negro enfermo, de nombre Francisco Eguía, que venía en la expedición punitiva de Pánfilo de Narváez, y tocaron tierra en Veracruz en abril de 1520, por lo Warren coloca la muerte de Zuagua hacía el fin del verano y durante el otoño de 1520. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 15211530, Óp. Cit., P. 29. 2783 RM, Tercera Parte, Cap. XXII. 2780 655 Las primeras expediciones españolas en territorio Michoacano La elite sobreviviente tarasca entró en consulta para elegir al nuevo cazonci, los señores tarascos prácticamente obligaron al hijo mayor del cazonci muerto, Tzintzincha Tangáxoan, a que fuera señor, pues él quería que sus hermanos fueran señores y el sería como su padre, o que Paquíngata, señor de Ihuatzio e integrante de la familia real uacúsecha, fuera elegido, pero los señores de la nobleza tzintzuntzeña le dijeron que él tenía que ser señor, aceptando el cargo con pesadumbre, pues les dijo a los viejos que lo eligieron: ―…sea como decís, viejos, yo os quiero obedecer. Quizá no lo haré bien; ruégoos que no me hagáis mal, mas mansamente apartame del señorío. Mirá que no habemos de estar callando. Oí lo que dicen de la gente que viene, que no sabemos qué gente es; quizá no 2784 serán muchos días los que tengo de tener este cargo.‖ La clase gobernante tarasca sufrió otro fuerte golpe, cuando Tzintzincha, inducido por un principal muy importante llamado Timas,2785 mató a sus hermanos, so pretexto que ellos se acostaban con sus mujeres y que se querían levantar con el señorío, ―y después lloraba que habían muerto sus hermanos y echaba la culpa a aquel principal llamado Timas.‖2786 Para este punto, la llegada de los españoles era inminente,2787 y el primer contacto entre un español y los tarascos ocurrió el 23 de febrero de 1521, con la presencia de un español sobre un caballo blanco, en la fortaleza fronteriza de Taximaroa. La fecha es emblemática pues durante esos días se celebraba la fiesta de Purecoraqua, la fiesta de la guerra, y debió tomarse como un augurio importante; según la RM, el español estuvo dos días en Taximaroa, y volvió a México con una embajada de nobles tarascos.2788 Benedict Warren identifica a éste español con un tal Porrillas o Parrillas, y probablemente está visita corresponda a otra que atestiguaron los hermanos Juan de Herrera y Pedro Hernández en su probanza de méritos y servicios, soldados al mando de Pedro de Alvarado durante el sitio de Tenochtitlán. Se deduce que Juan Herrera, Juan Francés y un cierto Porras, llegaron a la frontera de Michoacán, y regresaron al campamento de Pedro de Alvarado con ―ciertos indios y otras cosas‖.2789 Gracias a esta expedición, Cortés tuvo noticias sobre las riquezas del Tzintzuntzan Irechequa; para el 13 de agosto de 1521, los españoles junto con sus aliados indígenas, lograron rendir la ciudad de México-Tenochtitlán. La noticia de la destrucción de la capital de la mayor entidad política de Mesoamérica se extendió rápidamente, y Tzintzincha Tangáxoan envió pocos días después una embajada a Cortés. En está embajada, los tarascos querían comprobar que los mexicas habían sido destruidos y tratar de no enemistarse con los españoles, quienes les preguntaron que si desde sus tierras se podía llegar al océano Pacifico, y al contestar que sí se podía llegar, pero que no podían pasar por estar en guerra con un gran señor (probablemente el de 2784 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 43v, P. 248. La RM menciona que ―Timas que le llamaba tío el cazonçi [Tzintzincha], que tenía mucho mando y no era su tío…‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250. Quizás este personaje haya sido el angátacuri o gobernador de Zuangua, por eso tenía mucho mando y Tzintzincha se refirió a él como tío, por el emparentamiento político con su padre. 2786 Ídem. 2787 Véase el Apéndice A, mapa X. 2788 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250. 2789 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 30-33. Véase el Apéndice A, mapa X. 2785 656 Zacatula). La embajada duro tres o cuatro días, y Cortés hizo escaramuzar a los jinetes para impresionar a los tarascos, y determinó enviar españoles a Michoacán.2790 Una segunda expedición fue despachada a Michoacán en otoño de 1521 conformada por Antonio Caicedo y otros dos españoles más, quienes llegaron hasta Tzintzuntzan, ahí fueron bien recibidos por Tzintzincha, quién organizó una demostración de fuerza al presentar a un grupo de cazadores con muchos venados cazados y trató de infundir temor a los extraños, aunque les hizo muchos presentes de oro y plumajes, y les dio el tratamiento de ―dioses del cielo‖. Los españoles le dijeron al cazonci que traían cosas para rescatar, y que querían mercarlas, les dio permiso para que fueran con los mercaderes, pero en secreto dio la orden de que nadie les rescatara nada, pero algunos de los miembros de la casta sacerdotal, les dieron mantas de sus dioses a cambio de lo que traían de México. Antes de regresar a México, los españoles le regalaron diez puercos y un perro para que cuidara a su mujer, pero al ver a esos animales extraños, lo tomó por augurio, y los mandó sacrificar y tirarlos en los herbazales. También pidieron dos mujeres parientas del cazonci, ―y por el camino juntábanse con ellas y llamaban los indios que iban con ellos a los españoles, tarascue, que quiere decir en su lengua yernos. Y de allí ellos después empezáronles a poner este nombre a los indios y en lugar de llamarles tarascue, llamáronlos tarascos, el cual nombre tienen agora y las mujeres tarascas. Y córrense mucho destos nombres.‖2791 Después de la visita de los españoles, Tangáxoan II tenía intenciones de visitar personalmente a Cortés en Coyoacán, pero cambió de opinión por consejo de sus cortesanos, y mandó a sus hermanos adoptivos, Tashauacto y Cuiniarángari (mencionados más a menudo en la RM como Huitzitziltzi y don Pedro respectivamente), con otros hombres y muchos cargadores con regalos para Cortés, siendo un total de casi mil personas. La embajada llegó a mediados de noviembre de 1521 y el encuentro duró de 4 a 5 días.2792 En México, los embajadores tarascos vieron la destrucción causada en México-Tenochtitlán, se entrevistaron con los señores mexicas derrotados, los españoles impresionaron a los embajadores tarascos con ejercicios ecuestres, disparos de arcabuces y la destrucción de una torre (¿templo?) con la artillería. Cortés les mencionó que quería entrevistarse con su hermano el cazonci, días después regresaron a Tzintzuntzan a dar noticias de lo visto, y los tarascos empezaron a hacer preparativos en caso de confrontación.2793 Una tercera expedición llegó a territorio tarasco, en esa ocasión, Francisco Montaño, Diego Peñalosa, Gaspar de Tarifa y Bartolomé López al legar a Tzintzuntzan pidieron veinte principales con mucha gente para ir hacia Colima, la expedición se detuvo en un pueblo llamado Háczquaran (no identificado), ahí los españoles esperaron, y enviaron a los principales tarascos por delante, pero nadie regresó porque fueron sacrificados por los enemigos de Colima, acto de guerra con el cuál los últimos se prepararon para enfrentarse a tarascos y españoles en el futuro. Es entonces que los 2790 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 163. ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 42-42v; WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 33-34. 2791 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII, f. 44, P. 249. WARREN, P. 34-36. 2792 Los regalos que envió el cazonci fueron entregados al tesorero real Julián de Alderete el 18 de noviembre de 1521. ―Primeras dádivas del cazonci al rey de España‖, en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice I, Pp. 377-378. 2793 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 166; WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 36-38. 657 expedicionarios españoles resolvieron en volver a Tzintzuntzan y de ahí a México.2794 El cazonci mandó 8 señores como embajadores y 800 cargadores para llevar regalos y comida a Cortés. La información más detallada sobre esta expedición, la redactó Francisco Cervantes de Salazar entre 1554 y 1566, casi 30 años después, y el mismo Francisco Montaño redactó su versión al cronista. ―En el relato que Montaño hizo de su hazaña a Cervantes de Salazar y en el arreglo clasicista dramático del mismo, parece que la historieta creció mucho.‖2795 La visita de los españoles dejó en extremo desconcertado a Tzintzincha, no sabiendo cómo actuar ante la situación, adoptó una actitud pesimista, ya que no había nada que hacer ni a donde huir de la llegada de las nuevas gentes. Además, estas expediciones a través de territorio tarasco, así como la información intercambiada por las embajadas, le permitió a Hernán Cortés tener conocimiento de la situación y mandar la expedición definitiva que pondría al Tzintzuntzan Irechequa bajo control hispano. La conquista de Michoacán por Cristóbal de Olid Ésta tarea la encargaría Hernán Cortés a uno de sus capitanes más cercanos, Cristóbal de Olid (1488–1524), que salió para Michoacán en julio de 1522. Las fuentes documentales existentes proporcionan números muy variados sobre cuantos elementos conformaban la fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid para subyugar el reino del cazonci. La RM menciona llanamente que venían 200 españoles; Hernán Cortés menciona que mandó 70 de a caballo y 200 soldados a pie; una sección del juicio de residencia de Cortés proporciona otras cifras más detallas, una fuerza de 174 españoles, conformada por 13 oficiales de varios grados, otras 28 gentes de a caballo, 18 ballesteros, 2 escopeteros, 113 gentes de a pie, y que en opinión de Benedict Warren, este testimonio ―nos da una visión bastante autorizada del ejército.‖2796 Los aliados nahuas debieron superar por varios miles de efectivos, según Fernando de Alva Ixtlilxochitl, un antepasado de él texcocano, fue con Olid con 100 españoles de a pie, 40 a caballo, y con 5000 hombres para su servicio y ayuda.2797 Lamentablemente los testimonios sobre la llegada de Olid a Michoacán son escasos, y el más completo es el que dictó don Pedro Cuiniarángari en la RM, por lo que la historia se vuelve oscura en este punto. Las noticias de una inminente invasión española al Tzintzuntzan Irechequa llegaron a la capital tarasca, cuando el 17 de julio, durante la fiesta de Cahera cónsquaro, Cristóbal de Olid llegó a la frontera de Taximaroa. Tzintzincha juntó a los viejos y señores para establecer que hacer, allí estuvieron ―Timas que le llamaba tío el cazonçi, que tenía mucho mando y no era su tío; y otro llamado Ecango; otro Quézequaparé; y Tasháuacto, por otro nombre llamado Vizizilçi; y Cuýniarángari, don Pedro, que eran hermanos él y Tashábacto, y otros señores.‖2798 Tzintzincha determinó 2794 RM, Tercera Parte, Cap. XXIII. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 40. Véase el Apéndice A, mapa X. 2796 Ibíd., P. 51. 2797 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 825. En efecto, Cortés mencionó a un capitán indígena de Texcoco que ayudó a los españoles durante la conquista de MéxicoTenochtitlan, de nombre ―Istlisuchil, que es de edad de veintitrés o veinticuatro años, muy esforzado, amado y temido de todos…‖. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522], P. 138. 2798 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV, f. 44v, P. 250. 2795 658 que había que mandar correos por todo el Tzintzuntzan Irechequa para que la gente de guerra llegara a Tzintzuntzan para defenderla, que sí iban a morir como los mexicas, que murieran todos juntos, y que para eso tenían a todos esos pueblos subyugados, para acrecentar las flechas de Curícaueri. Tzintzincha también mando a Cuiniarángari con otro principal llamado Muçúndira a que hiciera gente de guerra en Taximaroa y su frontera en Ucáreo, Acámbaro, Araró y Tuzantla. En el camino, se encontraron con un principal de Taximaroa que se llamaba Quézequaparé, quien le informó que ya estaban todos muertos en Taximaroa. Cuando llegó a su destino, Cuiniarángari encontró la ciudad desierta, y fue capturado por los españoles. Por medio de un nahuatlato llamado Xanaqua, Cristóbal de Olid le preguntó a Cuiniarángari de dónde venía, este le respondió que el cazonci lo había enviado para recibir a los dioses, pero Olid no le creyó, ya que sospechaba de la emboscada, por lo que le dijo a Cuiniarángari que vería al cazonci en un lugar llamado Quangáçeo, cerca de Charo, y que trajera mantas ricas, gallinas, huevos y pescado. Cuiniarángari vio como hacían misa los españoles, y temió que en cáliz ―vieran‖ la emboscada, y cómo ―veían‖ sus médicos y hechiceros. Xanaqua le dijo a Cuiniarángari que no temieran, que los españoles eran muy liberales, y que trajeran el oro, plata, maíz y mantas. De regreso, Cuiniarángari disgregó un ejército de ocho mil hombres de Indaparapeo cuyo capitán era Xamando, y otros ocho mil hombres en Hetúquaro (actual Tarimbaro), que estaban bajo las órdenes de su hermano Huizizilzi, con el pretexto de que los españoles no venían enojados, al contrario, que eran muy liberales y querían ver al cazonci en Quangáçeo, y tenía que llevar la noticia a Tzintzuntzan.2799 De regreso, Cuiniarángari tuvo noticia que Timas se quiso levantar con el señorío, le dijo al cazonci que era mejor ahogarse todos en el lago, pues ―¿fueron por ventura tus agüelos y tus antepasados esclavos de alguno para querer ser tú, esclavo? […] ¿eres por aventura mazegual y de baja suerte?...‖. Cuiniarángari se opuso a que Tzintzincha se ahogara, pues vio el engaño que le hacían los señores, pues lo incitaban a que se lanzara el primero cargado de cobre al agua, que y los demás lo seguirían. Antes de que lo obligaran a morir, Tzintzincha logró escapara a un monte, y luego a Uruapan, quedando a cargo Cuiniarángari y Huizizilzi de la defensa de Tzintzuntzan. Esta versión de los acontecimientos, es decir, del intento de ahogamiento de Tzintzincha y su posterior escape, sólo aparece en el testimonio que dejó don Pedro Cunierangari en la RM, pues en otras fuentes y testimonios posteriores, se menciona que el cazonci sí recibió a los españoles y que no huyó.2800 Siguiendo el relato de la RM, Cristóbal de Olid envió a diez mensajeros mexicas a Tzintzuntzan, y ahí le contaron que estaban muy tristes porque el cazonci había muerto en el lago, y decidió marchar hacia la capital tarasca. Antes de que llegaran los españoles, los tarascos sacrificaron 800 prisioneros que tenían temor a que huyera o se pasaran del lado de los conquistadores. Cuiniarángari y Huizizilzi salieron a recibir a Cristóbal de Olid en un lugar llamado Api, a media legua de la ciudad (al este de Tzintzuntzan, probablemente en las faltadas del cerro Puréperio, actual cerro Yarahuato, donde hicieron una raya y fortificaron), al frente de un ejército considerable, 2799 RM, Tercera Parte, Cap. XXIV. Véase el Apéndice A, mapa XI. RM, Tercera Parte, Cap. XXV. Existen varios testimonios posteriores a 1522 que afirmaron que Tzitzincha no huyó y recibió a los españoles en Tzintzuntzan o en Pátzcuaro, sin embargo, la contradicción en las fuentes es insalvable. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 15211530, P. 60. 2800 659 probablemente 80000 guerreros.2801 Los tarascos les advirtieron a los españoles que no pasaran la raya, que los matarían, después de dialogar y del momento de tensión, los comandantes de ambos ejércitos se recibieron bien y se abrazaron. 2802 No hay fecha exacta de cuándo fue la llegada de Cristóbal de Olid a Tzintzuntzan, pero debió haber llegado después del 20 de julio; según unos títulos de Tzurumútaro, un tal cacique Sirian recibió la Santa Fe, el bautizo, el santo óleo, los mandamientos y la doctrina el 21 de julio de 1522 cuando los españoles llegaron a Tzintzuntzan;2803 y según el testimonio de Pedro de Vargas, miembro de la expedición, los españoles entraron ―en la capital tarasca en la fiesta de Santiago de Compostela, es decir, el 25 de julio de 1522.‖2804 Las fuentes donde se menciona que Tzintzincha sí se recibió a Cristóbal de Olid son varias, pero al igual que la versión de Pedro Cuiniarángari, hay trasfondos políticos que comprometen la veracidad de los acontecimientos. En uno de los documentos que Quiroga mandó realizar para justificar el cambio de sede catedralicia, el testigo español Suero Australiano contestó que ―…el pueblo de Pascuaro y este sitio [Tzintzuntzan] es todo ciudad de Mechuacan y los indios de aquí y de allá son todos unos y un principal los gobierna a todos como una cosa, y que vio muchos cúes y casas de placer del Cazonci que era señor de esta provincia y muy gran población junto a ellas, y que el sitio adonde ahora está la iglesia [Tzintzuntzan] era casa de contratación adonde el dicho Cazonci venía a negociar con los naturales y españoles mas que el más tiempo vivía en Pásquaro porque es asiento fresco de arboledas, 2805 aguas, tierras muy buenas, lo cual que no tiene este sitio.‖ Este testimonio es un par de años anterior al de Pedro Cuiniarángari registrado en la RM, y es importante porque mencionó como era Tzintzuntzan donde el cazonci trataba con los españoles. La nobleza tarasca, especialmente el linaje uacúsecha y sus allegados, reivindicaron constantemente como el cazonci había entregado en paz el reino, y cooperado con la colonización y evangelización del territorio. En 1554 Diego Hernández Nieto declaró a favor de los derechos de Antonio Huitziméngari que ―e que este testigo vido, que desde que entraron los españoles en la dicha provincia de Michoacán fueron bien servidos e recibidos al uso de su tierra hasta que llegaron a la ciudad de Huchichila donde estaba el dicho Cazonci, el cual salió a recibir al dicho Cristóbal de Olid de paz‖.2806 En el mismo documento, Jorge Carrillo, soldado que participó en la conquista de Michoacán a las órdenes de Cristóbal de Olid, declaró que ―a la cuarta pregunta dijo, que al tiempo que fueron a conquistar la dicha provincia de Michoacán como dicho tiene, este testigo fue a la conquista con el dicho Capitán Cristóbal de Olid e vido que el dicho Cazonci, padre de don Antonio, estaba muy prospero e rico de mucho oro e plata que tenia e de mucha gente bien aderezada de armas conforme a la usanza de esta tierra, y tenían muchos bastimentos, por lo cual le parece a este testigo, que se pudieran defender de los españoles y hacerles mucho daño porque les salio a recibir más de doscientos mil hombres de los naturales de la dicha provincia de Michoacán con sus armas, e 2801 Sobre el número de guerreros en ese episodio, véase el aparado sobre la violencia institucionalizada y el ejército tarasco en el presente capítulo de esta investigación. 2802 RM, Tercera Parte, Cap. XXV. 2803 ―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro], Óp. Cit., Pp. 24-25. 2804 WARREN, BENEDICT. Óp. Cit., P. 59. Apud. ―Probanza de méritos y servicios de Cristóbal de Maeda, 1544‖, AGI, Patronato, leg. 63, ramo 18. Véase el Apéndice A, mapa XI. 2805 ―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre de 1538] en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Apéndice X, P. 445-446. Corchetes nuestros. 2806 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, f. 43. 660 traían por Capitán General a un principal que se llamaba Hucheçilçe, y esto es lo que sabe e 2807 declara a esta pregunta.‖ Este testimonio es importante porque coloca en el mismo lugar y al mismo tiempo a dos personajes de la RM, Tzintzincha y a Huizizilzi en Tzintzuntzan, recibiendo a Cristóbal de Olid. En 1581 se redactó la Relación Geográfica de la ciudad de Pátzcuaro, uno de los informantes fue don Juan Puruata, principal y gobernador de Pátzcuaro, que fue padrastro de Don Pablo, hijo de Antonio Huitziméngari, hijo del último cazonci, quien mencionó como Tangáxoan Tzintzincha fue a entrevistarse con Hernán Cortés y a bautizarse, y cómo Nuño de Guzmán lo encarceló, pidió oro y plata, y a pesar de eso, Guzmán mandó dar garrote y quemar a Francisco Tangáxoan.2808 Para la década de 1580, el jesuita Francisco Ramírez escribió que después que supuestamente el cazonci se ofreció de paz a Hernán Cortés, este último ―…enviando después a Cristóbal de Olid por capitán general de esta provincia, al cual salió a recibir el mismo Cazonci, con más de ochenta mil hombres y grandes presentes, a los llanos entre Capula y Guayangareo.‖2809 Y entre los papeles que encontró Pablo Beaumont en Tzintzuntzan para escribir su crónica, había un documento pictográfico que plasmaba la conquista de Michoacán por parte de Cristóbal de Olid, la explicación que proporcionó el cronista fue que antes de entrar a la corte del cazonci, ―se encontró este capitán con Vibil [¿Huizil?], y otros tres capitanes tarascos, que le recibieron de paz‖ y después de llegar a Tzintzuntzan, Tzintzintcha Tangáxoan mandó tamemes con regalos a Hernán Cortés, y ―embajadores con la noticia de que él, y su reino se daban de paz.‖2810 Sin embargo, en las imágenes que reprodujo Beaumont, se menciona que el lugar en que se encontraron el cazonci y Cristóbal de Olid fue en los llanos de Guayangareo, donde se fundó Valladolid, lugar que para el siglo XVIII era la cabecera de la provincia y obispado de Michoacán, de allí irían a Tzintzuntzan. Lo primero que hicieron los españoles al llegar a Tzintzuntzan fue disparar tiros de armas de fuego y escaramuzar para poner espanto entre la gente, fueron a las casas del cazonci, y luego fueron a los cúes, donde vieron la sangre y cuerpos de los 800 sacrificados, y revisaron que ninguno fuera español. Después subieron a los cúes a derribar las piedras para sacrificar y al ídolo de Curita caheri, y la gente se sorprendió de que sus dioses no los castigaran. ―Y estuvieron los españoles seis lunas en la cibdad (cada luna cuenta esta gente veinte días) [alrededor de 120 días, 4 meses] con todo su ejército y gente de México.‖ La mayoría de las mujeres huyeron a Pátzcuaro, y los hombres y viejos tenían que preparar la comida a los españoles; les regalaron plumajes, rodelas y máscaras,2811 pero los españoles quemaron todo en el patio. ―Después desto, empezáronles a pedir oro y entraron muchos españoles a buscar oro a las casas del 2807 Ibíd., ff. 37-37v. MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581], en: ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 199-200. 2809 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este Colegio de Michoacán y de su progreso y su aumento”, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio, edición, notas y apéndices de Germán Viveros. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1987, P. 69. 2810 BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, Óp. Cit., T. II, P. 30. 2811 Aunque Jorge Carrillo, soldado que participó en la conquista de Michoacán, declaró que cuando los tarascos ―…les hicieron muy buenos tratamientos y les hizo el dicho Cazonci dar de comer e posada y lo que hubieron menester y dio indias que los sirviesen he hiciesen pan para comer, e dio muchos presentes de oro y plata e otras cosas a algunos de los españoles…‖. ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 37v-38. 2808 661 cazonçi.‖2812 Es de presumirse que en su estancia en Michoacán, Olid aprovechó para explorar gran parte del Tzintzuntzan Irechequa, de ahí que en varías de las Relaciones Geográficas de Michoacán, consignen a Cristóbal de Olid como su descubridor y conquistador de las diversas regiones de la provincia.2813 La RM menciona los tesoros que tenía guardados el cazonci, como lo tomaron los españoles, y de las mujeres indígenas que le reclamaron a los quangáriecha, los valientes hombres, por no defender las riquezas, contestando que ―suyo era aquello, de aquellos dioses que lo llevaban.‖ Cristóbal de Olid envió a Cuiniarángari para llevarle todo este oro a Hernán Cortés en Coyoacán, México. Al llegar, Cortés le preguntó dónde estaba el cazonci, Cuiniarángari le contestó que había muerto ahogado, por lo que resolvió nombrar señor a Huizizilzi, al no tener Tzinzincha hermanos,2814 y le dio unos collares de turquesas como regalo. También lo llevó con los principales mexicas a visitar las ruinas de México-Tenochtitlán para que viera como había sido destruido, ahí los otrora orgullosos mexicas le dieron un discurso de resignación, del mismo tenor que el de Zuangua y Tzinzincha: "…bien seáis venidos, chichimecas de Mechuacan. Ahora nuevamente nos habemos visto, no sabemos quién son estos dioses que nos han destruído y nos han conquistado: ¡mirá esta Cibdad de México nombrada de nuestro díos Zinzúviquixo [Huitzilopochtli], cuál está toda desolada! A todos nos han puesto naguas de mujeres. ¡Cómo nos han parado tambien! ¿Os han conquistado a vosotros que érades nombrados? Sea ansí como han querido los dioses. Esforzaos en vuestros corazones. Esto habemos visto e sabido nosotros que somos muchachos. No sé qué supieron y vieron nuestros antepasados. Muy poco supieron. Nosotros lo habemos visto y sabido siendo muchachos." Respondióles don Pedro y dijo: "ya, señores, me habéis consolado, que lo que nos habéis dicho, ya nos habéis visto, ¿cómo nos viéramos y visitáramos si no nos tractaran desta manera? Seamos hermanos por muchos años, pues que ha placido a los dioses que quedemos nosotros y escapamos de sus 2812 RM, Tercera Parte, Cap. XXV, f. 48v, P. 258. Un funcionario español de nombre Luis de Cárdenas, dejó testimonio con información muy interesante de cómo fue el proceso de conquista por parte de Hernán Cortés y Cristóbal de Olid, que es omitida en otras fuentes del mismo hecho histórico: ―…en esta partida conocimos / por mayor señor al Cazonzi señor de Michoacan donde son las ricas minas / de plata, donde sacó Hernando Cortés el año de XXIII [1523], D [500] cargas de plata, / sobre esto hizo otra ley Hernando Cortés, que so pena de cien azotes no entrase / allí ningún cristiano, y supimoslo de los indios que nos lo dijeron, no hay / razón porque vuestra majestad no crea todo lo que digo, y viniéndonos haber el // (f. 2) Cozonzi nos trajo de presente cuarenta y cinco cargas de oro y plata / en armaduras, y con esta codicia envió Hernando Cortés a Cristóbal de Olid con / ciertos españoles so color que la (tachado: robaba) (sobre renglón: poblaba) a robarles su plata, el cual entro / robando por Michoacan y alzo de presto el Cazonzi su plata y oro / en una gran laguna que allí tiene y dejo en su casa LXXX [80] cajas vacías, y de los templos robo (sobre renglón: Cristóbal de Olid) CXXII [122] cargas de plata y cinco de oro / que envio a Hernando Cortés, quedándoles para sí e los valedores otro tanto, y / ordeno de presto un engaño Hernando Cortés al Cazonzi, dijole cautelosamente / que le diese dos hijas que tenía en señal de amistad para instruirlas en la fe, y creyendo que no le engañaba se la envió, y viniéndolas / a ver el padre lo prendió y metió en una cárcel de fundo dándole mala / vida porque le diese su plata y oro y juro de quemarlo vivo si no se la / daba. En estos días salí de esta ciudad para estos reinos no se en que / paro el Cazonzi.‖ ―Información de Luis de Cárdenas, 1527-1528‖, AGI, Patronato 16, núm. 2, Ramo 6, ff. 1v-2. Paleografía y transcripción de René Becerril Patlán; agradecemos enormemente al Mtro. René por habernos facilitado éste documento. De esta información cabe resaltar la cantidad de tesoros que fueron proporcionados por Tangáxoan II en la embajada que envió a Cortés, la cantidad de plata oro que Olid se apropió, y el maltrato que recibió el cazonci por parte de Hernán Cortés, visión contraría a la ―amistad‖ mostrada por ejemplo, en la versión de la RM. 2813 ACUÑA, RENÉ (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán, Óp. Cit., Pp. 101, 320, 384, 409, 418, 424 y 430. 2814 Claudia Espejel, citando a Warren, menciona que ―probablemente Huizizilzi había ido a México con anterioridad, tal vez con Caicedo o con Montaño, o con ambos, y por eso lo conocía Cortés.‖ ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. I, nota a pie núm. 214, P. 157. 662 manos, sirvámoslos y hagámosles sementeras. No sabemos qué gente vendrá, mas 2815 obedezcámoslos.‖ Cuando Cuiniarángari regresó con Cortés, éste le dijo como habían llegado cartas de Tzintzuntzan, informando que el cazonci no estaba muerto, Cuiniarángari temió por su vida, pero Cortés lo tranquilizó, le dio una carta para que la llevara a Olid, y que le dijera a Tzinzincha que no se preocupara, que regresara a sus casas de Tzintzuntzan, que no le harían ningún mal los españoles a su mando. De regreso, Cuiniarángari se juntó con los señores y caciques, y les platicó como le había ido en México, y que Cortés era muy liberal. Huizizilzi y dos españoles fueron a Uruapan por Tzintzincha. A su regreso a Pátzcuaro, Cuiniarángari le explicó a Tzintzincha cómo debía ir a visitar a Cortés a Coyoacán, mientras que por otro lado, Olid le pidió más oro al cazonci. En el camino a México, Tzintzincha temió por su vida, pues después de escapar de los principales que lo querían ahogar, ahora tenía miedo de que Cuiniarángari y Huizizilzi lo hubieran engañado, y tuvieran intenciones de matarlo. Cuando llegó con Cortés, este hizo que se entrevistaran Tzintzincha y Cuauhtémoc, así como otros señores mexicas, y le explicó que Cuauhtémoc había sacrificado muchos españoles, que había sido malo, y por eso le habían quemado los pies y estaba preso, y agregó ―ya le has visto cómo está por lo que hizo; no seas tú malo como él‖. Los mexicas recibieron bien a Tzintzincha, y le hicieron fiestas varios días, ahí se dio cuenta que ―cierctamente son liberales los españoles, no os creía‖. Lo que le ordenó Hernán Cortés a Tzintzincha durante su visita marcó el fin de la independencia tarasca y su sujeción a la monarquía hispánica, sujeción que tardaría varios años en ser efectiva: ―…vete a tu tierra, ya te tengo por hermano. Haz llevar a tu gente estas áncoras [anclas]; no hagas mal a los españoles que están allá en tu señorío, porque no te maten. Dales de comer y no pidas a los pueblos tributos que los tengo de encomendar a los españoles". Y díjole el cazonçi que ansí lo haría, que ya le había visto, y díjole: "yo vendré más veces a 2816 visictarte."‖ La táctica que usaron los españoles para conquistar a las sociedades complejas de América fue secuestrar o subyugar a los señores supremos, con ellos se garantizaba la conquista de las entidades políticas preexistentes a través de un sistema de dominio indirecto, en que al antiguo aparato político no sufrió grandes cambios, pero el excedente ya no iba a parar a los señores indígenas, sino a los nuevos amos venidos del otro lado del mar. Los casos de Moctezuma II, Tangáxoan II, y Atahualpa, señores de las tres entidades políticas más poderosas de América en la primera mitad del siglo XVI, son claro ejemplo del sistema de dominio indirecto, sin embargo, la conquista de Michoacán tuvo una particularidad: ―Las ventajas de la posición estratégica de los españoles se hicieron evidentes en la conquista de Michoacán. Este reino también se había constituido sobre la base de señoríos particulares, sin embargo atados con firmeza a la soberanía de su rey o cazontzi, quien, por tanto, encabezaba la organización estatal más compacta de Mesoamérica. Los españoles sometieron Michoacán mediante una ocupación militar, haciendo poco uso de las armas de manera directa pero ejerciendo una gran presión. El sometimiento del reino operó, cabe decir, de arriba abajo, a partir de que los españoles impusieron al cazontzi Tzintzicha el reconocimiento de la corona de Castilla, pero sin desplazarlo como señor de otros señores. 2815 2816 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 50, P. 261. RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51, P. 263. 663 Tzintzicha, sin embargo, no pudo o no supo formalizar este arreglo tan singular, que en 2817 cierto sentido convertía a Michoacán en una especie de protectorado.‖ Tangáxoan II fue el último cazonci, pero a diferencia de los mexicas que fueron conquistados en guerra justa, según los europeos, los tarascos entregaron el ―señorío‖ pacíficamente, lo que les confería un estatus legal diferente. El Estado tarasco se convirtió en una especie de ―reino vasallo‖ de la corona Española, y por lo tanto el cazonci se convirtió en vasallo del Emperador. La colonización europea comenzó con el repartimiento de encomiendas entre los conquistadores, Cortés pidió 15 muchachos nobles para aprender la doctrina cristiana, y llegaron los primeros religiosos evangelizadores como fray Martín de Jesús y la orden de los franciscanos. 2818 Tzintzincha, bautizado como Francisco Tangánxoan viviría hasta 1530, año en el que la corona española y el gobierno indígena entraron en contradicción, al punto que el cazonci se volvió un estorbo para las fuerzas políticas, económicas y religiosas del nuevo orden colonial en Michoacán. El punto álgido de las contradicciones ocurrió gracias a la llegada de Nuño de Guzmán, período de tiempo que trataremos más líneas más abajo. Además con esta sumisión del Tzintzuntzan Irechequa, ―los jóvenes y vigorosos guerreros tarascos que no combatieron a las huestes de Cristóbal de Olid, si fueron movilizados en gran cantidad para colaborar con los españoles en la ardua y compleja conquista de otros puntos estratégicos del territorio.‖2819 Después de entrevistarse con Cortés, Tzintzincha regresó a Tzintzuntzan, ocupó sus aposentos y empezó a cumplir parcialmente las órdenes de Cortés, la primera tarea de llevar las áncoras o anclas al astillero que estaban construyendo en Zacatula para continuar con la exploración de la Mar del Sur; se la encomendó a su hermano adoptivo Cuiniarángari para que llegaran a su destino, por el 14 de noviembre de 1522. Don Pedro Cuiniarángari encabezó a 1600 indígenas junto a dos españoles, para llevar las anclas a Zacatula. En el camino, sus acompañantes lo convencieron de ataviarse de collares de turquesa para impresionar a los señores de Zacatula. De regreso trajo mucho cacao que le dieron los españoles para que se lo llevara a Cristóbal de Olid.2820 Al parecer el plan original de Cortés era que se fundaran poblaciones en Michoacán, pero al ver la riqueza de la tierra, quiso reservarse lo mejor para él y no repartió encomiendas, por lo que tiempo después Cortés mandó a Juan Rodríguez de Villafuerte para ir a Zacatula y para relevar a Olid de su cargo, quien tuvo diferencias y discordias con algunos españoles. La participación tarasca en la conquista de Zacatula y Colima Probablemente Olid regresó a la ciudad de México a finales de noviembre o principios de diciembre, con la llegada de Villafuerte, capitán inexperto y mozo, quien desobedeció a Cortés de ir a Zacatula e intentó conquistar Colima a principios de 1523.2821 Cortés menciona en su Cuarta carta de relación que ―…a los demás mandé que fuesen con un capitán [Juan Rodríguez de Villafuerte] a la mar del Sur, a donde yo tenía y tengo poblada una villa que se dice Zacatula, cien leguas de Huicicila 2817 GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la conquista‖, en: Nueva historia general de México. 3ª reimpresión [de la 1ª edición], México, El Colegio de México, 2014, P. 178. 2818 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI. 2819 PÉREZ ESCUTIA, RAMÓN ALONSO. Origen y desarrollo de las fuerzas armadas nacionales en Michoacán, 1820-1836. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Facultad de Historia-Coordinación de Investigación Científica–Editorial Morevalladolid, 2016, P. 32. 2820 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, f. 51v, P. 264. 2821 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 71-73. 664 [Tzintzuntzan], donde tengo un astillero cuatro navíos…‖.2822 Al parecer está expedición es a la que se refiere Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, en la que participó su bisabuelo Hernando Ixtlilxóchitl, tlatoani de Texcoco: ―Cortes, viendo que los de la mar del sur eran amigos, acordó enviar cuarenta españoles carpinteros y marineros a Zacatulan para labrar dos bergantines, y descubrir toda aquella costa, y dos carabelas para buscar islas, que tenían noticia que había algunas muy ricas; y para esto pidió a Ixtlixúchitl le diese algunos carpinteros y gente que fuese con ellos, y que le llevasen el hierro, armas, velas, maromas y otras jarcias de unas que estaban en la Veracruz; todo lo cual hizo Ixtlixúchitl con toda puntualidad, mandando a sus vasallos 2823 acudieses a los españoles con todo lo que les pidiesen y hubiesen menester.‖ Por otro lado, Tzintzincha mandó a Cuiniarángari, al mando de 40 guerreros con porras, que fuera a matar a Timas y a otros señores a Cápacuero donde habían huido por haberlo traicionado. Por los diálogos que quedaron registrados en la RM, sabemos que está expedición punitiva ocurrió durante el camino a intentar conquistar Colima por parte de Juan Rodríguez de Villafuerte: ―Y don Pedro llevaba una carta en la mano y como le vió aquel principal [Timas], díjole: "¿dónde vas?". Díjole don Pedro: "a Colima vamos, que nos envían allá los españoles". Y llegóse a él y díjole: "el cazonçi ha dado sentencia de muerte contra ti". […] Díjole aquel prencipal: "¿quién no sabe que eres valiente hombre y que conquistaste a Çacatula?". Y díjole don Pedro: "burlas en lo que dices que conquisté yo a Çacatula. ¿No la conquistaron 2824 los españoles?".‖ La expedición de Juan Rodríguez de Villafuerte para conquistar Colima fue derrotada y tuvo que recular rápidamente a Zacatula, lo que no fue del agrado de Hernán Cortés: ―Yendo ente dicho capitán y gente a la dicha ciudad de Zacatula, tuvieron noticia de una provincia que se dice Colimán, que está apartada del camino que habían que llevar sobre mano derecha, es que es al poniente, cincuenta leguas; y con la gente que llevaba [de México y Texcoco] y con mucha de los amigos de aquella provincia de Michoacán, fué allá sin mi licencia, entró algunas jornadas, donde hubo con los naturales algunos reencuentros; y aunque eran cuarenta de caballo y más de cien peones, ballesteros, y rodeleros, los desbarataron, y echaron fuera de la tierra, y les mataron tres españoles y mucha gente de los amigos, y se fueron a la dicha ciudad de Zacatula; y sabido por mí, mandé traer preso al 2825 capitán, y le castigué su inobediencia.‖ El cronista Fernando de Alva Ixtlilxóchitl también mencionó los desastrosos resultados de ésta expedición a Colima: ―Tuvieron noticia Cortés e Ixtlilxúchitl de cómo Cristobal de Olid [sic. Juan Rodríguez de Villafuerte] fue vencido por los de Coliman, y que le mataron diez españoles, y muchos michuacaneneses que eran en su favor; el cual desde Michuacan, por orden de Cortés iba a Zacatulan a ver los bergantines con más de cien hombres y cuarenta de a caballo, muchos 2822 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], P. 176. 2823 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 853. Cursivas originales. 2824 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 51v-52, Pp. 264-265. Cursivas nuestras. 2825 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], Pp. 176-177. 665 naturales de Michuacan y queriendo sujetar a Coliman de camino, le fue muy mal como 2826 está referido.‖ La ruta que debió recorrer Villafuerte para replegarse a Zacatula fue al norte de la Sierra Madre del Sur, por la cuenca del río Tepalcatepec y no por la costa michoacana. Esto debido a que los señoríos indígenas de la consta de Michoacán eran independientes y no obedecían al cazonci, y Tzintzincha se quejó antes Cortés que Villafuerte había cometido agravios en territorios bajo su dominio: ―El Capitán Villafuerte, llegado con la gente adonde avía de tomar el camino, tuvo forma para que la gente le requiriesse que fusse á otra provincia, ázia el Norte , cuya pacificación avían pedido muchos Capitanes y por no descontentarlos , Hernando Cortes respondía , que buelto de Panuco, quería él mismo hazer aquella jornada: y quando supo lo que avía hecho Villafuerte , temió que iva alçado con ocasíon de la mucha gente que llevava, cosa que lo puso en gran cuidado. Entró Villafuerte con poco tiempo, dando á los soldados demasiada libertad: y assi bolvieron los Indios, que llevó de Mechoácan, cargados de despojos, y él salió presto de la provincia, quedando de guerra; y porque en parte tocava al Cazonzin, y avía ido á quexarse á Cortes, le satisfizo, y embió contento de los agravios que pretendía, y síempre quedaron 2827 amigos.‖ De regreso a Zacatula, siete u ocho días después, Villafuerte realizo una campaña contra los impilcingas,2828 y de regreso llegó Gonzalo de Sandoval con órdenes de Cortés de incorporar a los hombres de Villafuerte a su ejército, y moverse a la región de Colima para conquistarla.2829 Según Cortés, los hombres al mando de Sandoval eran 40 de a caballo y 100 peones, ballesteros y rodeleros como refuerzos;2830 Fernando de Alva Ixtlilxóchitl proporciona cifras más o menos cercanas, pero agregando el dato importante de indígenas auxiliares del centro de México: ―Y así Cortés envió luego a Gonzalo de Sandoval con setenta peones, y veinte y cinco de a caballo, e Ixtlilxúchitl mandó fuesen con ellos dieciséis mil hombres de guerra, y que vengase y castigase a los de Coliman, y también a los de Impiltzinco que hacían guerras a sus vecinos porque eran amigos de los españoles, y de la parte de Ixtlilxúchitl, Sandoval y 2831 los aculhuas fueron derechos sobre Impiltzinco.‖ 2826 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 853. Cursivas originales. 2827 HERRERA Y TORDESILLAS, ANTONIO DE. Historia general de los hechos de los castellanos en las Islas y Tierra Firme…, Óp. Cit., 1726, T. II, Dec. III, Lib. III, Cap. XVII, P. 106. 2828 En el ―Plano iconográfico del Reino de Michoacan y Estados de el Gran Caltzontzin‖, mapa presente en la Crónica de Michoacán de Pablo Beumont, se localiza un ―Ympilcingo‖ entre Acalpica y Zacatula, estas dos últimas poblaciones pueden identificarse con los actuales Acalpican de Morelos y el puerto de Lázaro Cárdenas, por lo que los impilcingas eran un pueblo que habitó la actual costa michoacana. El mapa ha sido reproducido por varios autores, nosotros consultamos el publicado por LEÓN, NICOLÁS. Noticias para la historia primitiva y conquista de Michoacán, colegidas de las obras más notables, documentos inéditos y pinturas jeroglíficas hasta hoy conocidas [1904]. Morelia, Editorial intermichoacana ―Antonio Arriaga Ochoa‖, 1976, entre Pp. VI-1. 2829 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 74. 2830 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], Pp. 176-177. 2831 ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖, en: SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España, Óp. Cit., P. 853. Cursivas originales. 666 La nueva expedición de Gonzalo de Sandoval que partió hacia Colima estuvo conformada por 50 de a caballo y 150 peones, 15000 indígenas acolhuas o texcocanos, y un número no determinado de auxiliares indígenas que incluían tarascos. Al respecto, la RM menciona quién iba por capitán de la gente, que las mujeres iban como tamemes, y que la forma en que los auxiliares tarascos guerrearon fue como solían practicar la violencia mortal entre grupos, con todos sus rituales: ―Y fueron luego los españoles a conquistar a Colima y hasta las mujeres les llevaban las cargas. Y fué por capitán de la gente que fué de guerra Vizizilçi, y conquistaron a Colima y no murió ningún español y mataron y murieron muchos de Colima y sus pueblos. Y los indios de Mechuacan iban a la guerra con sus dioses, vestidos como ellos solían en su 2832 tiempo, y sacrificaron muchos de aquellos indios y no les decían nada los españoles.‖ Los tarascos vengaron la muerte de los embajadores sacrificados en la expedición de Francisco Montaño, y ayudaron a someter una región que décadas antes había estado bajo su control en la época de Tzitzíspandácuare, para ahora el dominio pertenecía a gente venida del otro lado del mar. Al parecer ésta expedición si recorrió la costa michoacana; Cortés mencionó como se pacificaron algunos pueblos, y según el testimonio de Jerónimo Flores, ―el cual dijo que él acompañó a Sandoval en la conquista de Colima y Motín. Motín estaba a lo largo de la costa del Pacífico entre Zacatula y Colima.‖2833 Hernán Cortés menciona como los indígenas de Colima ya estaban preparados para la llegada de los conquistadores, y como las batallas fueron complicadas: ―…y en la parte que al otro capitán [Juan Rodríguez de Villafuerte] habían desbaratado halló mucha gente de guerra que le estaba esperando, creyendo haberse él como con otros y así rompieron los unos con los otros; y plugo a Nuestro Señor que la victoria fué por los nuestros, sin morir ninguno de ellos, aunque a muchos y a los caballos hirieron; y los 2834 enemigos pagaron bien el daño que habían hecho.‖ La victoria fue tan contundente, que la provincia de Colima quedó conquistada y ―más aun otras muchas cercanas a ella vinieron a se ofrecer por vasallos de vuestra cesárea majestad, que fueron Alimán, Colimonte y Ceguatán…‖, 2835 y Cortés mandó 2832 RM, Tercera Parte, Cap. XXVI, ff. 52-52v, Pp. 265-266. Cursivas nuestras. El uso de armamento, atavíos, insignias y rituales de origen prehispánico en los ejércitos auxiliares indígenas, continúo durante las siguientes décadas. En la relación de don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique de Tlalmanalco, mencionó que cuando fue a servir al virrey Antonio de Mendoza en la guerra del Mixtón, ―…llevó por divisa y armas cuando fue á la guerra de los chichimecas, una calavera de plumería con sus penachos verdes, una rodela de lo mismo, y en ella un bezote de oro retorcido, con su espada y su ichcahuipil, y vestido con un jubón colorado, y sus zaragüelles, zapatos y borceguíes, y un sombrero blanco, y un pañuelo grande con que se amarraba la cabeza, y un collar de pedrería con dos cadenas.‖ También llevaba ―su divisa de quetzalpatzactli de plumería verde‖; y los indígenas auxiliares de diferentes grupos étnicos (tarascos, mexicas, chalcas, tlaxcaltecas, otomíes, huejotzincas, etc.), así como algunos chichimecas derrotados, festejaron la navidad, y el ―…día de S. Juan [27 de diciembre de 1541], danzó el Sr. D. Francisco, y se cantó con él el canto chichimeca: hubo flores y pebetes, comida y bebida de caco que dio á los señores; y todas las naciones de diversas provincias danzaron puestas sus armas, sus rodelas y macanas; todos bailaron, sin que de parte ninguna quedase por bailar.‖ ―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli…‖, Óp. Cit., Pp. 307, 311 y 318. En el Lienzo de Tlaxcala se ilustró como los indígenas fueron auxiliares de los españoles en la conquista de la Nueva España, combinando sistemas de armamentos prehispánicos con armamento europeo. Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del Timbre, 1892, Pp. 54, 69, 70, 71, 76, 77 y 78. 2833 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 75. Apud. ―Probanza de méritos y servicios de Jerónimo Flores, México, 1536‖ AGI, leg. 203. 2834 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], Pp. 183. 2835 Ídem. 667 que se fundara en Caxitlán la Villa en Colima el 25 de julio de 1523, cerca de Tecomán, nombrando alcaldes y regidores, pero por diversos problemas el asentamiento se trasladó al lugar que ocupa actualmente, con el nombre de Villa de San Sebastián. Así, con expediciones militares auxiliadas por miles de guerreros indígenas de diferentes entidades políticas, es que las huestes españolas, en menos de una década, lograron conquistar los territorios que pertenecerían al virreinato de la Nueva España. Sin embargo, está rápida conquista no estuvo exenta de la lucha de clases dentro del seno europeo. La primera década de la conquista fue un periodo convulso en que las diferentes facciones de conquistadores lucharon para que la Corona reconociera sus privilegios, méritos y dominio sobre la nueva fuerza de trabajo y medios de producción indígenas. La Corona propició éstas pugnas, al mismo tiempo que intentó trasplantar las instituciones necesarias para la colonización y explotación de sus nuevas posesiones ultramarinas, enviando funcionarios civiles y eclesiásticos que contrarrestaran el poder de los conquistadores, que aspiraron a convertirse en señores feudales del Nuevo Mundo (Ver Cuadro 33). El personaje por antonomasia que tuvo aspiraciones feudales, pero pasó el resto de su vida luchando para que fueran reconocidos sus derechos en la Nueva España, fue Hernán Cortés, quien tuvo que enfrentarse a diferentes adversarios y a la Corona, ésta última buscó restar el poder del extremeño y sus seguidores. 668 Reinado de Carlos V 1519-1556 CUADRO DE GOBERNANTES DE LA NUEVA ESPAÑA Gobernante Fecha (Audiencia, virrey o gobernador) CASA REINANTE CASA DE AUSTRIA (Habsburgos ss. XVI-XVII) Hernán Cortés, es nombrado Capitán General 30-III-1519 y Justicia Mayor por el recién fundado ayuntamiento de la Villa Rica de la Veracruz. Hernán Cortés, Gobernador y Capitán 15-X-1522 a fines del XGeneral, nombrado por el emperador. 1524 Tenientes de Cortés, durante la expedición del X-1524 al 24-V-1526 caudillo a las Hibueras. Alonso de Estrada (tesorero), Lic. Alonso de Zuazo (asesor), Rodrigo de Albornoz (contador), Gonzalo de Salazar (factor), y Pedro Almíndez Chirino (veedor), estos dos últimos enviados por Cortés, posteriormente H. Cortés, adelantado de la Nueva España 24-V-1526 Lic. Luis Ponce de León, juez residencial de 4-VII-1526 al 20-VII1526 Cortés Lic. Marcos de Aguilar, sustituto de Ponce 1-VIII-1526 al 20-VII-1526 Tesorero Alonso de Estrada, sustituto de 1-III-1527 al 22-VIII-1527 Aguilar, juntamente con Gonzalo de Sandoval El mismo Estrada, solo. 22-VIII-1527 a Dic.-1528 PRIMERA AUDIENCIA: Nuño Beltrán de Dic.-1528 a Enero-1531 Guzmán (presidente) y los oidores: Lics, Juan Dic.-1528 Ortiz de Matienzo, Alonso de Parada, Diego 1528-1529 Delgadillo y Francisco Maldonado; asociado [6-XII-1528 al 23-XII-1530] el factor Gonzalo de Salazar. SEGUNDA AUDIENCIA: Sebastián Ramírez [23-XII-1530 al 14-XI1535] de Fuenleal, obispo de Santo Domingo Enero-1531 al 17-IV-1535 (presidente) y los Lics. Juan de Salmerón, 1531-1535 Alonso Maldonado, Francisco Ceynos y 1531-1536 Vasco de Quiroga. 1. D. Antonio de Mendoza, conde Tendillla, 14-IX-1535 al 25-IX-1550 comendador de Secuéllamos, y camarero del Abr.-1535-Oct.-1550 emperador. Pasó al Perú como virrey. 15-X1535-1550 2. D. Luis de Velasco I (falleció en México) 25-IX-1550 al 31-VI-1564 5-XII-1550 al 31-VI-1564 CUADRO 33. FUENTE: ORTEGA Y MEDINA, JUAN A.. ―Anexo V. Cuadro de gobernantes de la Nueva España‖, en: HUMBOLDT, ALEJANDRO DE. Ensayo político sobre el reino de la Nueva España. Estudio preliminar, revisión del texto, cotejos, notas y anexos de Juan A. Ortega y Medina. México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 39), 1966, Pp. CLXVIII-CLXIX. La inestabilidad del gobierno colonial en la primera década de la conquista; la participación tarasca en la pacificación de Pánuco y en la expedición a Honduras En este contexto de desestabilidad política es que los guerreros tarascos participaron en otras expediciones militares en favor de los europeos, ayudando en la conquista y pacificación del territorio mesoamericano. La RM menciona como un personaje de muy 669 alta jerarquía, Huizizilzi, hermano de don Pedro Cuiniarángari y capitán general del cazonci, fue guerrero auxiliar en la conquista de Pánuco y Honduras, aunque hay poca información disponible, más que unas líneas sobre él: ―Y volvieron los españoles [de Colima] y Huizizilzi [fue] a Pánuco, con más gente, y después con Cristóbal de Olí a las Higueras, y allá murió.‖2836 Pánuco es una región localizada donde confluyen los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz, sus costas son bañadas por el Golfo de México; en la época prehispánica estuvo habitada por el pueblo huasteco, y entraron en la órbita de dominio de la Excan Tlahtoloyan. En 1498 Américo Vespucio cruzó por sus costas, y años después, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez, envió dos expediciones a sus costas, una en 1517 al mando de Francisco Hernández de Córdoba, y otra en 1518 al mando de Juan de Grijalva. En 1519, Francisco de Garay, teniente y gobernador de Jamaica, organizó una expedición para cartografiar la costa, buscar el supuesto paso al oeste que llevaba a Cipango (Japón), y delimitar sus exploraciones respecto a las de Hernán Cortés, al mando de Alonso Álvarez de Pineda. Pero al encontrar la península de Florida que les cortó el paso, regresaron y entraron en el río Pánuco, donde encontraron varios pueblos en ambas márgenes y que la calidad de la tierra era buena para ser colonizada, por lo que regresaron a Jamaica.2837 Garay al no querer perder la oportunidad de explorar nuevas tierras, mandó otra expedición en agosto de 1520 al mando de Diego de Camargo para que se asentara en Pánuco y construyera un fuerte, pero los abusos contra la población indígena, hizo que hubieran rebeliones por lo que los españoles huyeron a la Villa Rica de la Vera Cruz. En octubre del mismo año, Garay mandó una carabela para auxiliar a los hombres de Diego Camargo al mando de Miguel Díaz de Aus, que no encontraron rastros de ellos, y al ser atacados por los nativos, también fueron a refugiarse a la Villa Rica de la Vera Cruz. Garay envió otro navío al mando de Ramírez el Viejo, pero los hombres se unieron a Cortés al saber el destino de sus predecesores. Francisco de Garay no perdió tiempo para asegurar sus inversiones, y consiguió el permiso real y título de adelantado por parte de la Corona en 1521 para explorar la región norte de Pánuco con apoyo de Diego Velázquez, enemigo de Cortes, y de Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón, territorio que fue nombrado como ―Victoria Garayana‖;2838 escribió a Cortés para avisarle que ya preparaba una flota para tomar posesión de su descubrimiento, ―Esto fue suficiente para que Cortés decidiera marchar al Pánuco en octubre de 1522 para impedir el propósito de Garay. Llevaba un ejército compuesto de 300 peones, 120 de a caballo, alguna artillería y 40 000 indígenas aliados al mando de Ixtlilxóchitl. En Ayotochcuitlatlan (se cree que es el actual Coxcatlán), Cortés y sus hombres lucharon contra los huastecos; al someterlos, Oxitipa y sus tributarios quedaron sujetos al poderío 2839 español.‖ Hernán Cortés fundó la Villa de Santiesteban del Puerto o Villa Pánuco, el 26 de diciembre de 1522, con 30 hombres a caballo y 100 peones por vecinos, nombró alcaldes, regidores, dejó como teniente a Pedro Vallejo, repartió encomiendas y se adjudicó Tamuín y Oxitipa, y regresó a México a principios de 1523. Para el 25 de julio 2836 RM, Tercera Parte, Cap. XXXXVI, f. 52v, P. 266. CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Segunda carta de relación, 30 de octubre de 1520], Pp. 33-34, 88-89, 95 2838 Ibíd., Pp. 103-104, 166, 180 2839 MONROY CASTILLO, MARÍA ISABEL; CALVILLO UNNA, TOMÁS. Breve historia de San Luis Potosí. México, El Colegio de México-Fondo de Cultura Económica-Fideicomiso Historia de las Américas, (Sección de obras de Historia), 1997, P. 63. Sobre el número del ejército, véase CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], P. 180. 2837 670 de 1523, Francisco de Garay llegó al río de las Palmas, actual Soto la Marina, ahí desembarcó para explorar el territorio por tierra en dirección a Pánuco, mientras que la flota mandó que esperaran en el río Pánuco. Cuando Cortés tuvo noticias de que Francisco de Garay había tocado tierra, mandó a Pedro de Alvarado con suficientes tropas para apresarlo, ya que Cortés había conseguido una real cédula que reconoció su conquista en Pánuco. Garay viajó a la ciudad de México para entrevistarse con Cortés para discutir los derechos sobre la colonización de la región en disputa. Llegaron a un acuerdo, así como una alianza matrimonial entre los dos y fueron a misa de Navidad, pero Francisco de Garay se enfermó cuando llegó la noticia que los indígenas de Pánuco se habían sublevado y tenían sitiada la Villa de Santiesteban del Puerto, donde se encontraba un hijo de Garay, y falleció dos días después, el 27 de diciembre de 1523.2840 Francisco de Garay, sus tropas y los vecinos de Santiesteban del Puerto habían realizado abusos: habían tomado mujeres, asesinando y asaltando entre los huastecos, por lo que estos se rebelaron contra el dominio español, por lo que ―En 1524 Cortés envió a Gonzalo de Sandoval a efectuar una entrada en los valles de Oxitipa, con el objeto de someter nuevamente esta región. Bajo su mando llevó a Pedro Vallejo, Pedro Martín Aguado, Rodrigo de Castañeda, 50 hombres de a caballo, 100 peones, 15 000 acolhuas a las órdenes de Yoyotzin, hermano menor de Ixtlilxóchitl, y otros 2841 15 000 mexicanos al mando de un sobrino de Cuauhtémoc.‖ Gonzalo de Sandoval pacificó a sangre y fuego la Huasteca, capturando a los caciques y ejecutándolos, además quemó los pueblos de los indígenas rebeldes. En ésta expedición de pacificación es donde podemos ubicar la participación de Huizizilzi (pues antes había participado en Colima), pero las fuentes no mencionan la cantidad ni tipo participación de la ―más gente‖, es decir sí fueron guerreros o tamemes, pero probablemente de ambos, a Pánuco y las Higueras o Hibueras, en la actual República de Honduras, de hecho, la RM es de las pocas fuentes documentales que conocemos que menciona la participación de los tarascos en las operaciones de conquista en éstas regiones. Las costas de Honduras fueron descubiertas por Cristóbal Colón en cuarto viaje en 1502, pero fue hasta marzo de 1524 cuando Gil González Dávila, que ya había explorado los territorios de los actuales Costa Rica y Nicaragua, que intento conquistar las Hibueras. Hernán Cortés tuvo noticias de una rica tierra en el Darién (Panamá), por lo que mando una armada por mar al mando de Cristóbal de Olid, y un ejército por tierra al mando de Pedro de Alvarado, para que fuera a conquistar estos lugares y cerrarle el paso a Gil González Dávila. La armada salió del puerto de San Juan de Chalchiqueca el 11 de enero de 1524, cuya misión era hacer escala en la Habana para conseguir más navíos y bastimentos, y luego al desembarcar en tierra, fundar un pueblo y fortificarlo. Sin embargo, Cortés recibió rumores de como en Cuba, Olid tuvo un concierto con Diego Velázquez para desconocer la autoridad y derechos de la conquista de las Hibueras.2842 Perturbado por la traición de Cristóbal de Olid, ―Cortés no estaba dispuesto a representar el mismo humillante papel que él, al preludiar la conquista de México, le 2840 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], Pp. 187-191. 2841 MONROY CASTILLO, MARÍA ISABEL; CALVILLO UNNA, TOMÁS. Breve historia de San Luis Potosí, Óp. Cit., P. 64. Sobre el número del ejército, véase CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Cuarta carta de relación, 15 de octubre de 1524], P. 191. 2842 Ibíd., Pp. 184, 193, 202. 671 impuso a Diego Velázquez, por lo que preparo el ajuste de cuentas,‖ 2843 además tenía que escarmentar a Olid para que otros capitanes bajo su mando no intentaran traicionarlo. Envió una expedición por mar al mando de un primo de él de nombre Francisco de las Casas para escarmentar a Olid,2844 mientras armó un contingente importante de soldados para hacer el viaje por tierra. Cortés no mencionó el número de soldados españoles a pie y a caballo que conformaron la expedición, pero sí mencionó que lo acompañaron 3000 auxiliares indígenas;2845 Bernal Díaz del Castillo mencionó el nombre de 22 conquistadores, 3 religiosos, 10 criados de Cortés, y 35 oficiales, que sumarían un total de 70 españoles; pero el mismo Díaz del Castillo menciona que no se acordaba de todos, y que debía de agregarse un número considerable de hombres de armas y criados de los demás conquistadores. Sobre los auxiliares indígenas mencionó que ―…venían con los caciques que dicho tengo sobre tres mil indios mexicanos, con sus armas de guerra, sin otros muchos que eran de su servicio de aquellos caciques‖,2846 lo que por había un número no determinado de indígenas de servicio, lo que indica que el ejército fue mayor. Cortés también mencionó que ―…lleve asimismo conmigo todas la personas principales de los naturales de la tierra…‖,2847 el mismo Cuauhtémoc y otros nobles mexicas acompañaron a Cortes en su campaña contra Olid; con esto pudo contar como rehenes a las figuras de autoridad máxima mesoamericanas, asegurar la lealtad de las masas de indígenas conquistados, y evitar que los antiguos señores intentaran revelarse en contra de los españoles. No sólo fueron indígenas del Centro de México los que engrosaron la expedición de Cortés, también fueron indios tarascos, como mencionó Bernal Díaz del Castillo: ―Y porque quedase más pacífico y sin cabeceras de los mayores caciques, trujo consigo al mayor señor de México, que se decía Guatemuz, otras muchas veces por mí nombrado, que fue el que nos dio guerra cuando ganamos a México, y también al señor de Tacuba, y a un Juan Velázquez, capitán del mismo Guatemuz, y a otros muchos principales, y entre ellos a Tapiezuela, que era muy principal; aun de la provincia de Michoacán trajo otros caciques, y 2848 a doña Marina, la lengua, porque Jerónimo de Aguilar ya era fallecido...‖. Gracias al dato que proporciona la RM, ―y volvieron los españoles [de Colima] y Huizizilzi [fue] a Pánuco, con más gente, y después con Cristóbal de Olí a las Higueras, y allá murió‖, ponemos considerar que fue en esta expedición comandada por Hernán Cortés en que Huizizilzi, un personaje tarasco de alto rango, hermano adoptivo y capitán general del cazonci Tangáxoan II, comandó a los guerreros tarascos desde el Centro de México en dirección a Honduras, cruzando por la actual costa veracruzana y la península de Yucatán. Hernán Cortés partió el 12 de octubre de 1524, dejó a su primo Rodrigo de Paz encargado de sus propiedades y negocios, y dejó como lugartenientes en los asuntos de 2843 MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, P. 37. 2844 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Carta de Hernán Cortés al emperador Carlos V, Tenuxtitlan, de esta Nueva España, 15 de octubre de 1524], P. 216. 2845 Ibíd., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de 1526], P. 233. 2846 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap. CLXXIV, P. 459. 2847 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de 1526], P. 221. 2848 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap. CLXXIV, P. 458. 672 la ciudad de México al tesorero real Alonso de Estrada, el contador real Rodrigo de Albornoz, y a Alonso de Zuazo como alcalde mayor, sin embargo, estos funcionarios no sé llevaron bien, y los dos primeros estuvieron a punto de batirse en duelo. Cuando estas noticias llegaron a oídos de Cortés, el factor real Gonzalo de Salazar y el veedor real Peralmíndez Chirinos, que habían ido en la expedición a las Hibueras, lo convencieron de que ellos regresaran a la ciudad de México para calmar los ánimos. ―Accedió Cortés a ello y les dió dos principales decretos que tenían que llevar. El primero los nombraba a ellos para gobernar con Estrada y Albornoz en caso de que terminaran las diferencias; el segundo los nombraba para reemplazar a Estrada y Albornoz en caso de que éstos no llegaran a un acuerdo. El último decreto fue dado en el pueblo de Espíritu Santo el 14 de diciembre de 1524. Salazar y Chirinos no perdieron tiempo al regresar a la ciudad de México. Dos semanas después, el 29 de diciembre de 1524, comparecieron ante el cabildo. Ocultando el decreto que los haría gobernadores con Estrada y Albornoz, tan sólo mostraron el segundo decreto y obligaron a los otros 2849 dos a cederles el poder.‖ Pero llegaron nuevas de Cortés a la ciudad de México y el fraude se conoció. Las pugnas entre las diversas facciones de encomenderos y autoridades se atenuaron, ya que Salazar y Chirinos se volvieron partidarios de Diego Velázquez, y posteriormente serían el principal apoyo de Nuño de Guzmán. El 19 de agosto de 1525, Salazar y Chirinos exigieron a Rodrigo de Paz que se inventariaran los bienes de Cortés, argumentando que él y su ejército habían sido eliminados en camino a las Hibueras. Paz se negó, y la situación fue tan tensa que casi se desató una guerra civil entre los españoles, pero gracias a la intervención de los franciscanos, que convencieron a Paz de acceder, se evitó. Paz fue apresado, y el 22 de agosto de 1525 se nombraron nuevos regidores para el cabildo de la ciudad. ―Durante los siguientes dos meses se apoderaron de las posesiones de Cortés y torturaron a Paz severamente con el frustrado intento de hacerle revelar la ubicaciones de grandes tesoros que Cortés, según rumores, le había dejado.‖2850 El no poder sonsacar la información, acusaron a Rodrigo de la Paz de insubordinación, y lo ejecutaron el 16 de octubre de 1525. Salazar y Chirinos mandaron a Diego de Ordaz para que buscara a Cortés, llegó a la Bahía de Campeche donde supuestamente fue informado que la expedición de Cortés había sido eliminada, y regresó a la ciudad de México. ―En algún día de noviembre, probablemente poco después de la llegada de Ordaz, Salazar y Chirinos hicieron la declaración oficial de que Cortés y los miembros de su expedición habían muerto y le hicieron su funeral en la ciudad de México. Eso abrió el camino para lo que ellos consideraban como el ataque final contra las posesiones de Cortés, las que ordenaron se vendieran para pagar sus deudas y dejar que el resto para 2851 sus herederos.‖ Además afectaron a los seguidores de Cortés, pues perpetraron despojos, removieron funcionarios y quitaron repartimientos. Mientras esto ocurría, Hernán Cortés prosiguió su expedición hacía las Hibueras sin tener noticia de estos problemas; el 28 de febrero de 1525 en Acalan, Campeche, Cortés mandó ahorcar al último huey tlatoani mexica, Cuauhtémoc, junto con otros señores, temiendo una sublevación de los 2849 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., Pp. 138-139. Ibíd., P. 141. 2851 Ibíd., P. 142. 2850 673 indígenas, que aún tenían en reverencia a la nobleza prehispánica, de acuerdo a un testimonio de una conspiración para matar a los españoles.2852 El viaje por tierra a las Hibueras que emprendió Cortés cruzó por el inexplorado territorio de la península de Yucatán, cuya topografía accidentada conformada por selva, ríos, pantanos y montañas, hizo que tal viaje fuera de muchas penurias. Muchos miembros de la expedición murieron al despeñarse del terreno escarpado, o se ahogaron al cruzar algún río, de enfermedades o por un animal ponzoñoso. También por los ataques de los indígenas que se opusieron a los españoles, quienes utilizaron la táctica de tierra quemada para que los españoles no pudieran reabastecerse; pero otra causa importante fue la falta de bastimentos, Bernal Díaz del Castillo mencionó que ―Y como íbamos muertos de hambre, dímonos buena hartazga, y aun los caballos se reformaron; y por todo dimos muchas gracias a Dios. Ya en el camino se había muerto el volteador que llevábamos, ya por mi nombrado, y otros tres españoles de los recién venidos de Castilla; pues indios de los de Michoacán y mexicanos morían, otros muchos caían 2853 malos y se quedaban en el camino como desesperados.‖ Probablemente fue en estas jornadas en que Huizizilzi perdió la vida, no conocemos más datos salvo que murió en las Hibueras, y la participación tarasca es mencionada por pocas fuentes. La expedición de Hernán Cortés después de muchas penurias, finalmente llegó a Honduras, donde se enteró como Cristóbal de Olid había sido ajusticiado y decapitado por órdenes su primo Francisco de las Casas. Durante su estadía en Honduras, Cortés se dedicó a afianzar la colonización española fundando varias villas y sometiendo a los señoríos indígenas de la región; cuando se enteró de los abusos cometidos en su ausencia en la antigua capital mexica, decidió regresar a México al haberse solucionado la traición de Cristóbal de Olid. Antes de llegar a México, Cortés mandó a Martín de Orante que entró a la ciudad el 29 de enero de 1526, con cartas que removían del cargo a Salazar y Chirinos, quienes fueron apresados y fueron nombradas nuevas autoridades. Finalmente, Cortés inició el regreso a la ciudad de México el 25 de abril de 1526, ésta expedición punitiva a las Hibueras contra Cristóbal de Olid fue absurda, difícil e inútil, trajo resultados nefastos para el conquistador extremeño, pues durante su ausencia, sus enemigos tomaron la oportunidad de conspirar contra él y tomar ventaja sobre sus partidarios, además como ―Capitán general con amplio ascendiente sobre la mayoría de los soldados conquistadores y de numerosos caciques indígenas, ya se ha señalado que Hernán Cortés era motivo permanente de preocupación para la Corona. Las reiteradas acusaciones que se recibían de Nueva España, signadas por los descontentos con su política centralista y autoritaria en que él se erigiera como centro, agudizaban las 2854 inquietudes reales.‖ La Corona tomaría varias medidas para evitar la centralización del poder en un sólo lugar o en una sola persona. En 1527, Carlos I envió a Luis Ponce de León para realizar un juicio de residencia a Hernán Cortés, ya que los cargos en contra del conquistador se acumulaban, sí éstos cargos resultaban ser falsos, ―Ponce de León 2852 CORTÉS, HERNAN. Cartas de Relación, Óp. Cit., [Quinta carta de relación, 3 de septiembre de 1526], Pp. 236-237. 2853 DÍAZ DEL CASTILLO, BERNAL. Historia de la conquista de la Nueva España, Óp. Cit., Cap. CLXXV, P. 464. 2854 MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, P. 52. 674 estaba facultado para otorgarle los títulos de ―Don‖ y ―Adelantado de México‖. Acorde a su propia investidura, Cortés ya se hacía llamar Señoría.‖2855 Sin embargo, de León falleció siendo invitado de Cortés debido a una enfermedad que venía en los barcos en que llegó, y antes de realizar el juicio de residencia, por lo que corrieron rumores de envenenamiento por parte del conquistador extremeño. El juicio contra Cortés lo continuó Marcos de Aguilar, quien también murió inesperadamente. Cortés decidió viajar a España para defenderse de sus enemigos, salió de puerto el 17 de marzo y llegó a la península el 18 de abril de 1528. En la corte logró entrevistarse con el rey, hacer valer sus derechos y defender sus conquistas, buscando ser nombrado virrey, pero no consiguió que sus deseos fueran cumplidos; pero sí consiguió ser nombrado Marques del Valle de Oaxaca, 22 villas, con 23000 vasallos, Capitán general de la Nueva España, y autorización para descubrir nuevos territorios. Otra medida fundamental que adoptó la Corona para restar el poder de Cortés, fue la creación de la Audiencia y Cancillería Real de México, primer cuerpo judicial de la Nueva España. Carlos I había mandado levantar memoriales de forma secreta sobre la situación de la Nueva España, uno de estos informantes anónimos le había escrito al emperador a finales de 1526 o principios de 1527, que ―debe V[uestra]. M[ajestad]. mandar que haya Audiencia, Real Consejo, Presidente, que residan en México para toda la tierra. Que se provea cómo V[uestra]. M[ajestad]. sea conocido, temido y tenido entre los españoles y naturales indios por Rey y Señor de la tierra y de los que en ella están.‖2856 Los oidores para el nuevo órgano de gobierno, conocido como Primera Audiencia, fueron nombrados el 13 de diciembre de 1527, es decir, cuatro meses antes de que Hernán Cortés zarpara a España. Los elegidos fueron los licenciados magistrados Martín Ortiz Matienzo, Diego Delgadillo, Alonso de Parada y Francisco Maldonado. Para presidente se buscó a alguien con cualidades de mando y lealtad a la Corona, el elegido fue el gobernador de Pánuco, Nuño de Guzmán. Con la instauración de la Audiencia, se esperaba acabar con la inestabilidad en la colonia, que hubiera un freno a la ambición y prepotencia de los conquistadores, y que los intereses de la Corona estuvieran por encima de los primeros. Además, el Consejo de Indias decidió dividir los vastos territorios conquistados en diferentes gobiernos, para orientar las ambiciones y energías de los conquistadores, y evitar que un personaje adquiriera demasiado poder. A pesar de que Cortés luchó por que Pánuco fuera parte de la jurisdicción de la Nueva España, el rey decidió que fuera una gobernación aparte durante los años 1527-1534, hasta que de nuevo estaría bajo la jurisdicción de la Nueva España. Como gobernador de Pánuco, fue nombrado Nuño Beltrán de Guzmán, que llegó a Santisteban del Puerto el 24 de mayo de 1527; personaje que sería rival acérrimo de Cortés, y jugaría un papel de primer orden en los próximos años gracias a su poder. Por ejemplo, Pedro de Alvarado que participó bajo las órdenes de Cortés en la exploración de Chiapas y Guatemala, en 1527 se entrevistó con Carlos I, quien le concedió los nombramientos de gobernador, capitán general y adelantado de Guatemala. Sin embargo, a su regreso al continente en 1529, fue mandado encarcelar por Nuño de Guzmán, y pudo librarse gracias a la intervención de Cortés.2857 2855 Ibíd., P. 39. ―Memorial sobre asuntos de buen gobierno que un desconocido hizo por orden del Emperador‖, en: Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México colegidos y anotados por el P. Mariano Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología. 1914, P. 1. 2857 MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., P. 80-84. 2856 675 En 1533, Guatemala fue elevada a gobernación, y en 1542 fue creada la Real Audiencia de Guatemala, por lo que dejó de pertenecer a la jurisdicción de la Nueva España. A pesar de que las costas de la península de Yucatán ya habían sido exploradas, no fue hasta que en 1527 Francisco de Montejo inició su conquista, proceso que terminaría hasta finales del siglo XVII; en 1546 fue creada la Capitanía General de Yucatán, pero al no contar Real Audiencia, debía acudir a las audiencias de Nueva España o Guatemala para resolver los problemas jurídicos. Durante el siglo XVI se conformaría lo que se conoce como la ―Gran Nueva España‖, que incluyó los territorios de Nueva España, Nueva Galicia, Nueva Vizcaya, Yucatán, Guatemala, Nuevo León, Nuevo México y Filipinas: ―Los traslapes jurisdiccionales y la ambigüedad en las atribuciones de cada autoridad se habían convertido en el paradigma del sistema político novohispano así como en la base para establecer contrapesos y limitaciones al ejercicio del poder. […] Hacia finales del siglo XVI, cuando se había cumplido su primer ciclo de expansión, la Gran Nueva España, con todo lo que efectiva o nominalmente caía bajo la jurisdicción o la esfera de 2858 influencia del virrey, era una de las entidades políticas más extensas del mundo.‖ La muerte del cazonci y la participación tarasca en la conquista de la Nueva Galicia Sin embargo, fue hasta ocho años después de la conquista de Michoacán, que los tarascos serían movilizados en masa para engrosar las filas de indígenas auxiliares al servicio de los españoles, sirviendo como guerreros y tamemes. Ésta campaña realizada por Nuño de Guzmán hacía los territorios vecinos del noroccidente de la provincia de Michoacán, sería la válvula de escape que apaciguaría las contradicciones de las diferentes fuerzas políticas que imperaban en Michoacán, y que conducirían a la ejecución del último cazonci, Tzintzincha Tangáxoan. Ya desde 1527 en que Nuño de Guzmán fue nombrado gobernador de Pánuco, y presidente de la Audiencia al año siguiente, mostró su apoyo y habilidad para la obra colonizadora y evangelizadora: mandó erigir iglesias, contribuyó en la obra urbana, infraestructura y obras defensivas de la ciudad de México, mandó construir caminos por el territorio de la Nueva España y fundó o refundó varias villas.2859 Sin embargo, fue un acérrimo rival de Cortés y sus partidarios así como de sus propiedades, eliminando a algunos de ellos; se enemistó con el obispo electo Juan de Zumárraga y los franciscanos; era partidario de esclavizar y marcar a los indígenas, aunque no fueran capturados en guerra justa y se hubieran entregado en paz a los españoles, para venderlos en las Antillas, cambiarlos por bastimentos o caballos. Los abusos de autoridad y las acusaciones de la Audiencia y de que presidente era un tirano, llegaron a oídos de la Corte, y los rumores del regreso de Cortés con nombramientos reales habían llegado a la ciudad de México. Además del norte llegaban partidas de indígenas nómadas que atacaban a los indígenas sedentarios sometidos, y los territorios incognitos ofrecían grandes posibilidades de conquista, por lo que Nuño de Guzmán vio la oportunidad de opacar la obra conquistadora de Hernán Cortés; en un memorial que le escribió al emperador decía que ―…sabiendo que a trece leguas de México entraban los indios chichimecas a robar a los de paz, e que lo que caía a la parte de la mar del Sur estaba por descubrir e conquistar y porque con esta ocasión el Caçonçi señor de Mechuacan hacía muchos insultos y muertes de xriptianos y tenía todo de su tierra tiranizada e tomados todos los señores della y puestos a su mano otros, sin poderse xriptiano ninguno servir de sus indios más de lo que a él placía, 2858 GARCÍA MARTÍNEZ, BERNARDO. ―Los años de la expansión‖, en: Nueva historia general de México, Óp. Cit., Pp. 245-246. 2859 MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., Pp. 110-113. 676 hice hasta cuatrocientos españoles de pié y de a caballo para ir a descubrir y conquistar aquella tierra de la mar del Sur porque Dios Nuestro Señor me conosciese en ella y su fe se plantase donde el diablo reinaba más poderosamente que en otras, y porque su majestad se 2860 sirviese y su corona real se aumentase…‖. Los planes para la exploración y conquista de los territorios del norte de los Teules Chichimecas se iniciaron en mayo de 1529. Varios españoles se mostraron en contra de tal expedición: los oficiales de la tesorería real se preocuparon de que Nuño de Guzmán tomara 10000 pesos de oro común para financiar parte de la expedición; se temía que con la salida del ejército los indígenas del Centro de México se sublevarían; y Guzmán mando pregoneros para que los españoles se sumaran al ejército, especialmente entre los partidarios de Cortés, muchos españoles no querían participar en la expedición,2861 algunos huyeron de la ciudad de México y otros se refugiaron en conventos, pero Guzmán logró capturar a algunos y fueron llevados como prisioneros. Guzmán ―también autorizó a sus alguaciles para entrar en las casas y confiscar caballos, herraje y armas, todo lo cual causó un gran descontento en la ciudad, pero no había recurso legal contra ello, ya que los oidores estaban del lado de Guzmán.‖2862 Como Capitán General iba el propio Nuño de Guzmán, y ―en la plana mayor figuraban: Pedro Alméndez Chirinos, lugarteniente de capitán general; Antonio Villarroel, maestre de campo; Juan Fernández, capitán de artillería; Juan de Villalba, capitán de la guardia personal de Guzmán; Cristóbal de Oñate, Francisco Verdugo y Cristóbal de Barrios, capitanes de jinetes; Diego Proaño y Diego Vázquez, capitanes de peones; licenciado Diego Núñez, médico y cirujano del ejército, Y juan de Oñate, portaestandarte real y portaguión de Guzmán. Además, alguaciles, escribano, secretario, mayordomo, camarero, capellanes y los indispensables ―lenguas‖ (intérpretes), encabezados por García del Pilar. Complementaban la primera plana Lope de Samaniego y Juan de Sámano, capitanes de emergencia. […] los dos capellanes que participaron en la primera etapa de la conquista del territorio que se llamó Nueva Galicia, fueron don Alonso Álvaro Gutiérrez y don Bartolomé Estrada, quienes 2863 confesaban, y en lo mismo se ocupaba fray Juan de Padilla…‖. Además de toda la cantidad de dinero, caballos, armas y herramientas proporcionadas por los españoles, incluyendo sus propias personas, Guzmán también impuso pesados tributos en especie y obligaciones a los indígenas del Centro de México y las provincias circundantes, para que proporcionaran bastimentos, guerreros y tamemes. Escuadrones de mexicas, tlaxcaltecas, huexotzincas y otomíes fueron movilizados en masa para partir con la expedición, lamentablemente no hay información exacta sobre la cantidad de hombres que conformaban los indígenas auxiliares; Nuño de Guzmán mencionó 8 mil indios amigos,2864 pero Cristóbal de Barrios declaró ante la Segunda Audiencia que habían sido 10 mil o 12 mil indios aliados.2865 Hay que agregar que el número de auxiliares indígenas varió enormemente, pues en el camino, Guzmán realizó levas forzosas por los pueblos por donde pasó, 2860 [GUZMÁN, NUÑO DE] Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue nombrado gobernador de Pánuco en 1525. México, Instituto Nacional de Antropología e HistoriaInstituto Jalisciense de Antropología e Historia-Secretaria de Educación y Cultura de Jalisco-Universidad de Guadalajara, 1990, P. 32. 2861 ―Sólo unos pocos vecinos se presentaron voluntariamente a ofrecer sus servicios. El material bélico, arreos y vituallas fueron aportados por los propios colonos.‖ MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., P. 115. 2862 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 327. 2863 MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., nota a pie núm. 1, P. 119. 2864 ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 264 2865 MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., nota a pie núm. 1, P. 119. 677 mermando las poblaciones, tanto de los territorios sometidos así como de los que iba conquistando, y muchos de estos indígenas reclutados huyeron, perecieron o fueron ejecutados ante las dificultades de la empresa. La provincia de Michoacán también tuvo que proporcionar pesadas cantidades de bastimentos, armamentos y hombres para la expedición que preparó Nuño de Guzmán; además la figura de Francisco Tangáxoan se había convertido en un estorbo para las fuerzas políticas del momento, ya que aún mantenía autoridad sobre los indígenas, y la antigua clase dominante tarasca seguía recibiendo tributos, ambas cosas impedían que los españoles lograran explotar la fuerza de trabajo y medios de producción de sus encomiendas de forma efectiva, además la culpa por la muerte de varios españoles fue achacada al cazonci.2866 Francisco Tangáxoan también se encontró en medio de las pugnas entre Cortés y Guzmán, antes de que Guzmán tomara el cargo de presidente de la Audiencia, el Marqués mandó a Andrés de Tapia con el cazonci para que le diera oro o plata, y que cuando viniese Guzmán no le diera lo que pedía.2867 Nuño de Guzmán ya había empezado a asechar a Francisco Tangáxoan, durante la presidencia del primero, mandó a Antonio de Godoy para aprenderlo a él, a don Pedro y otros nobles. El cazonci estuvo prisionero en México en dos ocasiones, la última vez fue apresado y puesto en custodia con hierros durante 4 meses en la casa de Guzmán, a finales de agosto o principios de septiembre de 1529.2868 Guzmán regañó a Francisco Tangáxoan por haberle entregado las riquezas a Cortés, y le ordenó que preparara diversas cosas para su campaña: ―Díjoles Nuño de Guzmán: "¿quién de vosotros volverá a Mechuacan?, que tengo un negocio grande. Cómo, ¿no habéis oído dónde se llama Tehuculuacan y otro pueblo llamado Çiuatlan donde hay mujeres solas?". Respondiéronle ellos: "no lo habemos oído." Díjoles Nuño de Guzmán:" ¿no os lo dijeron los viejos, vuestros antepasados?". Dijeron ellos: "no nos dijeron nada". Díjoles Nuño de Guzmán: "pues allá habemos de ir a aquellas tierras. Hacé muchos jubones de algodón y muchas flechas y rodelas y veinte arcos con sus casquillos de cobre e muchos alpargates e cotaras, encomendadlo a uno de vosotros que vaya a entender en ello." Díjole el cazonçi: "este irá, ques mi hermano, don Pedro." Díjole Nuño de Guzmán: "quédate tu aquí y espérame, y iremos juntos, que tengo de ir a la guerra. Envía por el oro que tienes allá en Mechuacan." […] E metióle un español en un aposento y despidió a don Pedro y díjole: "ve, hermano, allá a nuestra tierra; gran cosa es ésta, no lo quiere haber con nosotros mansamente y despacio, busquemos un poco de oro que le demos. Pregunta allá quién tiene oro y envíalo aquí para que le demos." Díjole don Pedro: "señor, ¿dónde lo habemos de traer?". Dijole el cazonçi: "allá lo platicareis vosotros." Y dispidióse del cazonçi y díjole: "señor, quédate en buen hora; esfuérzate, come, que de nosotros es padecer y que nos traten desta manera." Díjole el cazonçi: "Ansí será, vete en buen hora". Y vino a Mechuacan y hizo 2866 ―Después que vinieron a esta Provincia españoles, estuvo el cazonçi algunos años y mandó la cibdad de Mechuacan y todavía tenían reconoscimiento los señores de los pueblos que era su señor, y le sirvían secretamente. […] Como vinieron los religiosos de San Francisco bautizóse el cazonçi y llamóse don Francisco y dió dos hijos que tenía, para que los enseñasen los religiosos. Ansí mismo los españoles no trataban bien los indios y desmandábanse y mataron otro español en Xicalan, pueblo de Vrúapa. Y el bachiller Ortega hizo muchos dellos esclavos y despoblóse casi aquel pueblo, y ansí mismo murieron más españoles en otros pueblos. Decían que lo mandaba el cazonçi. El se excusaba y decía que matasen a los indios que los habían muerto; quél no los había mandado matar. Por esto y por el servicio que le hacían los indios de los pueblos, los españoles concibieron contra él ira y quejáronse dél: que mandaba matar los españoles y que bailaba con los pellejos de los españoles vestido; que robaba los pueblos; que había hecho gente de guerra contra los españoles, que la había inviado a un pueblo llamado Cuýnao, que la tenía allí para matar los españoles. En este tiempo vino por presidente desde Pánuco, Nuño de Guzmán.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, ff. 54-54v, Pp. 269-270. 2867 RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, f. 54, P. 269. 2868 WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., P. 203. 678 saber lo que pasaba, a los prencipales, y empezaron a llorar todos y buscaron oro y plata, y llegaron seiscientas rodelas de oro y otras tantas de plata y dábale priesa un 2869 intérpetre de Guzmán llamado Pilar…‖ Este Pilar recibió las riquezas exigidas, pero tomó secretamente parte de los tesoros que lograron reunir los nobles tarascos, y cuando fueron llevados ante Guzmán, éste se encolerizó por la poca cantidad de metales preciosos que reunía el cazonci, por lo que varias veces pidió tesoros y en esas ocasiones Pilar robó secretamente parte de lo reunido.2870 Guzmán también exigió alimentos, y estaba preocupado que por la época del año, no se pudieran conseguir los bastimentos necesarios, así se lo hizo saber a su lugarteniente en Michoacán Antonio de Godoy, en una carta fechada el 20 de agosto de 1529: ―Y cuanto a lo del repartimiento del maíz, creo que no se podrá haber por ser el cabo del año, ni tampoco creo que se podrá haber tanta cantidad. Repártase la más que se pudiera para lo nuevo y mil o dos mil fanegas de frijoles y su ají y sal, y ésto esté repartido por los señores de los pueblos para que acudan a su tiempo adonde les ordenárades.‖ Por su parte, Antonio de Godoy en una carta sin fecha le respondió a Guzmán que costaba trabajo que los indígenas pagaran el tributo, estando Francisco Tangáxoan y don Pedro en la ciudad de México, y que había necesidad de hacer regresar al segundo y que ―cuanto a lo del maíz, está, señor, bien repartido. Bien vee vuestra merced que si va allá Don Pedro y Don Francisco ¿quién ha de recoger el maíz? ¿Qué aprovecha si van allá ambos señores? Manda se venga Don Pedro y vaya el Cazonci.‖2871 2869 RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, ff. 54v-55, Pp. 270-271. Cursivas nuestras. De hecho, en un diálogo que registró la RM cuando Guzmán reprendió a Francisco Tangáxoan, se encuentran las acusaciones que se mencionarían en el juicio en su contra: ―Y mostraron el otro oro y plata a Guzmán y díjole al cazonçi: "¿por qué traéis tan poco? ¿No tenéis vergüenza? ¿Cómo, no soy yo señor?". Díjole el cazonçi: "¿dónde lo habemos de haber? ¿Es otra cosa de por ahí? ¿Ya, no lo han traído todo?". Díjole Guzmán: "mucho hay". ¿Eres, tu, señor pequeño? Si no me lo traes, yo te tractaré como mereces, que tú eres un bellaco y desuellas los cristianos. Pues sabiendo yo esto, ¿cómo te he tractado? ¿para qué quieres el oro? Tráelo todo porque los cristianos todos están enojados contra ti, que dicen que les hurtas de los pueblos los tributos y les robas los pueblos y dicen que te mate por la pena que les das. Yo no los creo. ¿Por qué no me crees esto que te digo? ¿quieres morir?".‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXVIII, ff. 55v-56, Pp. 271-173. 2871 ―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖, en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IX, Pp. 436-438. 2870 679 CRONOLOGÍA DEL CAZONCI, EN SUS ÚLTIMOS DÍAS Diciembre 22 de 1529 Salida de la expedición de Guzmán de la ciudad de México (El Cazonci fue enviado por delante). Diciembre 25 La expedición en Jiquipilco. Diciembre 27 La expedición en Ixtlahuaca. Enero 4 de 1530 Llegada de la expedición a Tzintzuntzan (fecha aproximada). Enero 7 Prisión del Cazonci (fecha aproximada). Enero 22 Amenaza de tortura al Cazonci (fecha aproximada). Enero 26 Acusaciones contra el Cazonci, traídas por Villegas. Enero 27 Interrogatorio del Cazonci por Guzmán. Enero 28 Testigos presentados por las dos partes. Enero 29 Salida de la expedición de Tzintzuntzan. Enero 30 La expedición llega a un pueblo de Villaseñor (Puruándiro). Enero 31 La expedición llega a otro pueblo de Villaseñor. Febrero 2 La expedición llega al Río Lerma. Febrero 5 Acusación de traición contra el Cazonci. Es interrogado bajo tortura. Febrero 6 Don Pedro interrogado bajo tortura. Febrero 7 Guzmán toma posesión de la tierra que quedaba enfrente. Febrero 8 Don Alonso interrogado bajo tortura. Febrero 11 Gonzalo Xuárez y Alonso de Ávalos interrogados bajo tortura. Don Pedro va a traer los pellejos de los cristianos. Febrero 13 Concluye el proceso. El Cazonci confrontado con el cuerpo del delito. Febrero 14 El Cazonci condenado a muerte y ejecutado. CUADRO 34. FUENTE: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, P. 332. La gran expedición de Nuño de Guzmán cuyo objetivo eran los extensos territorios no explorados del noroccidente, estuvo preparada para salir de México a finales de 1529 (Ver Cuatro 34). Es interesante que dos fuentes indígenas mencionen fenómenos astronómicos que fueron tomados como augurios antes de dicha partida. Ya mencionamos como entre los tarascos, los cometas eran fenómenos que ellos interpretaban cómo que los dioses iban a conquistar o destruir un pueblo enemigo, 2872 la RM menciona que ―pues vinieron mensajeros cómo Nuño de Guzmán venía a la conquista de Xalisco, con la gente de guerra, y antes que se partiese vieron los indios en el cielo una gran cometa.‖2873 Mientras que en el Códice Telleriano-Remensis está representado con un glifo el año 1529, y Nuño de Guzmán cabalgando en una montura blanca, portando un pendón en forma de cruz, y del cielo estrellado emerge una gran serpiente mostrando su lengua bífida, en letra latina está escrito: ―Año de Once Casas y de 1529 se partió Nuño de Guzmán para Xalisco, yendo a sujetar aquella tierra. Fingen que sale la culebra del cielo, diciendo que les venía trabajo a los naturales yendo los cristianos allá.‖2874 Cuando estuvo todo listo, el ejército se puso en marcha antes de la 2872 Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. La RM menciona que entre los augurios que ocurrieron antes de la conquista, que ―ansímismo dicen que vieron dos grandes cometas en el cielo y pensaban que sus dioses habían de conquistar o destruir algún pueblo, y que ellos habían de ir a destruille.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XIX, f. 36v, P. 233. 2873 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 56v, P. 274. 2874 Codex Telleriano-Remensis, Óp. Cit., f. 44. 680 Navidad, probablemente el 22 de 15292875 partieron de la ciudad de México, Nuño de Guzmán mencionó todos los bastimentos que logró reunir para su gran expedición donde mencionó 400 españoles de pie y a caballo: ―…muy aderezados de armas y caballos doblados, sin treinta que de mi persona llevaba para socorrer a los que faltasen y se muriesen como lo hice, andando en la guerra y con setenta ballestas y cincuenta escopetas y doce tirillos de bronce con sus bancos y muchas lanzas y mucha munición de saetas y casquillos e hilo de ballestas y pólvora, alpargates y curazas para los peones y indios y ropa de rescate y otras cosas para darles, y dos fraguas y mucho hierro y herraje y herramientas e clavazones para hacer algund bergantín si fuese menester, y vino, vinagre e aceite y harina y una botica de medicinas y tres mil cabezas de puercos míos e carneros e ovejas sin otros seis o siete mil que iban en el ejército y sin otras largas provisiones de tocinos e quesos y conservas y cosas necesarias para enfermos, me 2876 partí de México y fui a la provincia de Mechoacan por me rehacer allí mejor…‖. Nuño de Guzmán mandó por delante a Francisco Tangáxoan para que preparara el arribo de la expedición. Después de cruzar el valle de Toluca y pisar territorio Michoacano, la hueste llegó a Tzintzuntzan aproximadamente el 4 de enero de 1530. García del Pilar mencionó como ―…antes que llegase á esta dicha cibdad, salió D. Pedro, gobernador de la dicha provincia é señorío, con mucha gente de indios vestidos á manera de guerra, por le hacer todo servicio y placer; é asní con esta fiesta entró [Nuño de Guzmán] en la dicha cibdad…‖.2877 Guzmán mandó apresar de nuevo en sus aposentos al cazonci;2878 la RM explica que cuando llegaron los hombres de Guzmán, ―ya estaban hechos los jubones de algodón que mandó hacer, cuatrocientos dellos, y cuatrocientos arcos y doscientas flechas de casquillos de metal, hachas y mucho número de las otras de cobre. Y tenían recogidas cuatro mil cargas de maíz y infinidad de gallinas‖,2879 pero al parecer el número tan bajo de armamento hizo que Guzmán temiera una conspiración en su contra: ―El siguiente día llevaron a Guzmán los jubones de algodón y todo lo que había mandado hacer, y enojóse y dijo: "¿por qué traés tan pocos?". Y dijo al cazonçi: "todos los has llevado a Cuýnao y por eso traes tan poco." Y sacó el espada y dió despaldarazos con ella a don Pedro, y hizo echar prisiones al cazonçi y a don Pedro, y hizo llevar al cazonçi a las casas de don Pedro, al navatlato Pilar y a Godoy, para que los amedrentasen y que dijese del tesoro que tenía. Y como le llevaron de noche, empezáronle a preguntar: "¿es verdad que fueron ocho mil hombres de guerra a Cuýnaho y que llevaron allá todos los jubones de guerra y armas? Decí la verdad. ¿Cómo es aquella tierra? ¿Por qué camino habemos de ir?". Respondió el cazonçi y don Pedro y dijéronles: "no sabemos el camino". Dijéronles los 2875 Warren describió la naturaleza contradictoria en la información en la diversa documentación impresa y manuscrita, sobre la empresa militar de Guzmán y la muerte de Francisco Tangáxoan. Él intentó darle cierta unidad a la diversidad de información, y las fechas que consignamos están basadas en sus cómputos. WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530, Óp. Cit., nota a pie núm. 15, P. 330. 2876 [GUZMÁN, NUÑO DE] Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue nombrado gobernador de Pánuco en 1525, Óp. Cit., Pp. 32-33. 2877 ―Relación de la entrada de Nuño de Guzmán, que dió García del Pilar, su intérprete‖, en: GARCÍA ICAZBALCETA, JOAQUÍN. Colección de documentos para la historia de México. Óp. Cit., T. II, 1980, P. 248. 2878 Al parecer Francisco Tangáxoan fue consciente que no escaparía con vida de las manos de Nuño de Guzmán, pues mandó a decir a sus criados: ―id a decir a los viejos y a mis mujeres que ya no me verán más, que las consuelen los viejos, que no siento bien de mi hecho, que pienso que tengo de morir, que miren por mis hijos y no los desamparen, que cómo me ha de ver aquí. Y que se aparejen y den de comer a los españoles, porque no me echen a mí la culpa los españoles si hay alguna falta. Que ahí están los prencipales que tienen en cargo la gente para lo que fuere menester.‖ RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 56v, P.274. 2879 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 56v, P.274. 681 españoles: "¿cómo, no sois amigos los de Cuýnaho y vosotros y entráis a ellos?". Dijeron 2880 ellos "No sabemos esa tierra."‖ Sin embargo, hay testimonios que permiten inferir que tanto Francisco Tangáxoan como Pedro Cuiniarángari conocían y tenían tratos con el pueblo de Cuinao. En este pueblo fue donde se libró la guerra para capturar prisioneros para la coronación de Tangáxoan II además de ser conquistado e incorporado como pueblo tributario del Tzintzuntzan Irechequa,2881 algo que se desprende del testimonio que dio el chichimeca Guanaj de Yurécuaro, en el juicio del cazonci, cuando le fue ―preguntado si la gente del dicho pueblo de Cuynao, si es subjeta o sirve al dicho Cazonzi, dijo que antes que los españoles viniesen a estas partes heran enemigos e que agora son amigos e sirven al dicho Cazonzi.‖ 2882 Nuño de Guzmán y sus hombres torturaron a ambos gobernantes y otros miembros de la nobleza tarasca para saber sí habían enviado un ejército para emboscar a la expedición, así como para intentar obtener más oro de los antiguos señores tarascos, tortura que fue interrumpida por el reclamo de fray Martín: ―Díjoles el padre al cazonçi y a don Pedro: "¿pues, sabéis el camino?". Respondieron ellos: "no lo sabemos, ¿habemos de decir lo que no sabemos?". Díjoles le padre: "pues, ¿por qué los tractáis desta manera?, pues no saben el camino." Dijeron ellos: "nosotros no les hacemos mal." Y tornóse el padre al monesterio, y dijeron los españoles al cazonçi y a don Pedro: "vamos donde está Nuño de Guzmán." Y hiciéronlos llevar a cuestas y lleváronlos donde se había aposentado Nuño de Guzmán y prendieron a Abalos y a don Alonso, y estaba muy enojado Guzmán y díjoles: "bellacos, ¿quién lo dijo al padre? ¿tengo os de dejar de llevar a la guerra aunque el padre vaya tras vosotros?". Y queríase partir Guzmán y pidió al cazonçi ocho mil hombres, y díjole al cazonçi: "envía por todos los pueblos; si no traes tantos como te digo, tu lo pagarás." Dijo el cazonzi: "señor, envía vosotros por los pueblos, pues son de vosotros." Díjole Guzmán: "tú solo has de inviar ¿cómo, no eres señor?". Entonces invió el cazonçi por todos los pueblos sus prencipales. Y díjole también Guzmán: "haz traer todo el oro de los pueblos." Díjole el cazonçi: "No lo querrán dar aunque invíe, ¿para qué tengo de inviar?". Díjole Guzmán: "si no tuvieren oro, dáles tú una troj a los caciques para que me traigan." Y trujeron ocho mil hombres de los pueblos y conctáronlos y mostráronselos a Guzmán. Dijo Guzmán: "basta, bien está. Mirá que no se huya nadie, que no ha de hacer más de llevarme hasta donde voy y se volverán. De aquí a tres días me partiré. Ya no tengo de hablar más en esto." Y empezaron a tomar los españoles los ocho mil hombres que habían traído y repartillos entre sí, quien más podía, sin contallos, y huyóse mucha gente y echaron presos los señores, y al cazonçi llevaronle en una hamaca 2883 con unos grillos.‖ Sin embargo, la suerte de Francisco Tangáxoan estaba echada. El último cazonci perdió la protección de Hernán Cortés cuando éste tuvo que viajar a España para defenderse de las acusaciones que tenía en su contra. Aún tenía mucho poder entre los indígenas, seguían las relaciones sociales de producción y creencias antiguas, la nobleza indígena seguía siendo respetada y venerada por la clase dominada tarasca, en pocas palabras, el cazonci se había convertido en un estorbo para los intereses de los conquistadores y religiosos en Michoacán; ya que los encomenderos no podían explotar la fuerza de trabajo y la evangelización se veía obstaculizada. Desde meses antes ya se habían hecho varias acusaciones contra Francisco Tangáxoan, por la muerte de varios españoles y de practicar la idolatría, pero no procedieron. Fue con la presencia de Nuño 2880 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, ff. 56v-57, Pp.274-275. Véase el apartado sobre agricultura, astronomía, fiestas y el tiempo de la guerra en la cultura tarasca prehispánica, en el capítulo II de la presente investigación. 2882 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., Pp. 90-91. 2883 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, ff. 57-57v, Pp. 275-276. 2881 682 de Guzmán en Michoacán que se tomaron cartas en el asunto: ―…y porque tuve información quel Caçonçi hacia gente para poner en cierto lugares por donde yo había de pasar aunque yo le llevaba conmigo a la hora y llegado allí estando ordenando mi partida pusieron acusación criminal al Caçonçi ciertos vecinos de México que allí tenían indios, y por esta causa le prendí y tomada la información e pasado a tierra de guerra de la parte de un río…‖.2884 El 26 de enero de 1530, el encomendero Francisco de Villegas presentó las acusaciones que darían inició al juicio contra Francisco Tangáxoan, entre los cargos que se encontraban que por culpa del cazonci los indígenas no obedecían a los españoles, que explotaba minas de plata en secreto, que mandó matar a muchos españoles, y que era sodomita.2885 El juicio prosiguió los siguientes días con la presentación de testigos por ambas partes, pero el 29 de enero de 1530 la gran expedición de Nuño de Guzmán salió de Tzintzuntzan y el proceso continuó en el camino, pasando por Puruándiro, hasta llegar a las márgenes del río Lerma, donde Guzmán encontró un vado al que nombró como Paso de Nuestra Señora de la Purificación de Santa María, el 2 febrero de 1530.2886 Durante los siguientes días el proceso continuó, interrogando bajo tortura a Francisco Tangáxoan, Pedro Cuiniarángari, Alonso Ecuangari, Gonzalo Xuárez y Alonso de Ávalos, nobles tarascos, hasta que la acumulación de testimonios, y la presentación de unos ídolos y supuestas pieles de españoles fueron tomados como pruebas de la culpabilidad del cazonci, por lo que fue ahorcado y quemado el 14 de febrero de 1530, dando fin al linaje uacúsecha que se remontaba casi 300 años. La RM menciona que no se encontraron enemigos en Cuinao, que los embajadores encontraron a los habitantes de Cuinao sacrificados, y regresaron a con Nuño de Guzmán para avisarle que no había peligro y que se podía avanzar. ―Y vieron alli los cuerpos de los sacrificados y destruyó aquel pueblo. Y allí creyó quel cazonçi no había puesto gente de guerra, ni hallaron los hoyos que le habían dicho. Fué más adelante con su ejército a otro pueblo llamado Acuýçeo y ansí iban conquistando. Y como halló adelante un navatlato de la lengua de Mechucan, recelóse y pensó que había gente de Mechuacan allí, de guerra.‖2887 Pero en una carta de Nuño de Guzmán se mencionaron más datos, él mencionó como sí había gente de guerra en ―Cainao‖, pero al ver el tamaño del ejército, los habitantes de Cuinao huyeron a las sierras, y luego a los señoríos vecinos, donde fueron sacrificados por los naturales.2888 Muchos de los habitantes de la provincia de Michoacán reunidos para la expedición de Nuño de Guzmán, se desbandaron, fueron esclavizados, o ejecutados para mantener el orden. En las últimas palabras de la RM se menciona como don Pedro Cuiniarángari, don Alonso Ecuangari con otros nobles tarascos, fueron llevados en la expedición hasta Jalisco, hasta que los religiosos franciscanos ―…fray Jacobo de Testera y fray Francisco de Bolonia, y ellos le rogaron a Guzmán que dejase venir aquellos 2884 [GUZMÁN, NUÑO DE] Memoria de los servicios que había hecho Nuño de Guzmán desde que fue nombrado gobernador de Pánuco en 1525, Óp. Cit., P. 33. 2885 ESCOBAR OLMEDO, ARMANDO M. (Introducción, versión paleográfica, y notas). “Proceso, tormento y muerte del Cazonzi, último Gran Señor de los Tarascos” por Nuño de Guzmán. 1530, Óp. Cit., Pp. 39-40. 2886 ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], P. 264. 2887 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 59, P. 279. 2888 ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán... (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán, Óp. Cit., [Apéndice 1], Pp. 265-266. 683 señores a Mychuacan…‖;2889 debemos entonces imaginar que mantener como rehenes a los nobles tarascos de mayor rango, cumplió la misma función que los nobles mexicas en la expedición de las Hibueras, asegurar la lealtad de los grandes contingentes indígenas movilizados. Lamentablemente son pocos los testimonios que mencionan la participación tarasca en la conquista de Nueva Galicia, pero la RM menciona que fue una participación de miles de tarascos que fueron obligados a enrolarse, en una campaña que se extendió de 1529 a 1536. La participación tarasca en la conquista y colonización del norte de la Nueva España Entre los aspectos más importantes que tuvieron gran peso en las décadas posteriores a la entrega del señorío y conquista relativamente pacifica del Tzintzuntzan Irechequa por parte de los españoles, se encontró el carácter fronterizo de Michoacán respecto a los extensos territorios inexplorados al norte de la Nueva España; en el aspecto económicolaboral las encomiendas y el repartimiento permitieron a los españoles apropiarse de los medios de producción, la mano de obra y del plusproducto; y en el aspecto demográfico-poblacional, los tarascos no sólo fueron importantes aliados en las campañas militares, sino que también participaron con contingentes de población para la colonización de los nuevos territorios explorados. ―Esta alianza no debe considerarse circunstancial ni esporádica, ya que pudo tener su origen ni más ni menos que en la experiencia guerrera, expedicionaria y metalurgista de los tarascos, en territorios que posiblemente conocían sus ancestros, antes de la configuración 2890 político-territorial del occidente mesoamericano a finales del siglo XV.‖ Los movimientos de contingentes tarascos hacia los diferentes lugares de la Nueva España, especialmente al norte, dio como resultado un complejo proceso que puede ser calificado como una diáspora tarasca, donde mercaderes, mineros, y soldados de ésta etnia, participaron en la conquista y colonización de los territorios conquistados por los españoles en América del Norte. La presencia de toponímicos tarascos al norte de Michoacán, como lo son Guanajuato y Querétaro, Surutato o Badiraguato en Sinaloa, y Santiago Papasquiaro en Durango, son testimonio de la presencia tarasca en las siguientes décadas en estos territorios.2891 La larga campaña de conquista que emprendió Nuño de Guzmán en Nueva Galicia, no tuvo el mismo rápido resultado que sí se obtuvo en las grandes entidades políticas indígenas de la Nueva España, donde el control indirecto por medio de la nobleza indígena, permitió a los españoles controlar el territorio de forma efectiva en tan solo una década. En Nueva Galicia, existieron numerosos señoríos indígenas de diverso poderío que luchaban entre sí, además de pueblos nómadas o semi nómadas con un modo de producción y organización política distintos, que dificultó que los españoles dominaran de forma efectiva las grandes extensiones territoriales al noroccidente de la 2889 RM, Tercera Parte, Cap. XXIX, f. 59, P. 279. PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS. ―El mercado de Pátzcuaro y los mercaderes tarascos en los inicios de la época colonial‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Coordinador). Historia y sociedad. Ensayos del seminario de historia colonial de Michoacán. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Instituto de Investigaciones Históricas, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (Encuentros núm. 3), 1997, Pp. 144-146. 2891 Para un estudio sobre el tema véase CASTRO GUTIÉRREZ, FELIPE. Los tarascos y el imperio español, 1600-1740. México, Universidad Nacional Autónoma de México- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, (Serie Historia Novohispana núm. 73), 2004. 2890 684 Nueva España, siendo constantes las rebeliones indígenas en la región por los malos tratos de los conquistadores. La pacificación de estos territorios benefició el avance español a los territorios del norte, y la guerra fue una excelente justificación para esclavizar a los indígenas nómadas, considerados como bárbaros a través de la guerra justa. Además la información de supuestas riquezas proporcionada por Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Dorantes de Carranza y el esclavo africano Estebanico, que naufragaron en Florida en 1526, y recorriendo a pie el suroeste del actual EUA y norte de México hasta llegar a la Nueva España en 1536, fueron el aliciente para que Francisco Vázquez de Coronado emprendiera su gran expedición a los actuales territorios de Nuevo México, donde participaron cientos de auxiliares indígenas, entre los que debieron encontrarse tarascos y otros pueblos de Michoacán. Los maltratos contra la población nativa dio paso a la insurrección. Las primeras rebeliones ocurrieron en 1538, cuando unos caciques asesinaron a varios encomenderos y religiosos, situación que duraría hasta 1541, siendo la situación insostenible, y provocando la huida de los españoles de los territorios localizados al sur y más seguros. Los indígenas sublevados comenzaron la fortificación de lugares estratégicos, como lo fueron los peñoles de Juchipula, Nochistlán, El Teúl y Teocaltiche. Las noticias llegaron a Cristóbal de Oñate, hombre que participó en la expedición de Nuño de Guzmán y que en ese momento era gobernado de Guadalajara, quien mandó a Miguel Ibarra para estar al tanto de la rebelión. Encontró a los alzados en el peñol del Mixtón, después de pedirle a los insurrectos que regresaran a sus pueblos, los españoles fueron atacados por sorpresa y derrotados, por lo que los españoles tuvieron que huir. Está noticia extendió aún más la rebelión entre los indígenas de los territorios vecinos. Los cabecillas de la rebelión fueron los indígenas caxcanes Tenamaxtle, Petacal y Tenquilitl. Oñate pidió el socorro del conquistador Pedro de Alvarado, que se encontraba cerca de la región, pero murió en una refriega arrollado por un caballo. La rebelión creció tanto, que los sublevados sitiaron Guadalajara, pero los defensores de la plaza lograron resistir el ataque.2892 Dado lo alarmante de la situación, y con el peligro de que la rebelión indígena se extendiera a la Nueva España y pusiera en peligro la existencia del virreinato, el virrey Antonio de Mendoza preparó en persona una expedición para sofocar la insurrección, ―llevando consigo al ejército más grande de la época virreinal, compuesto por 50 mil indios aliados y 300 hombres a caballo, 100 peones a pie, 50 arcabuceros, 50 de rodela y con ballesteros.‖2893 El noble don Francisco de Sandoval Acazitli mandó escribir una relación de su participación a las órdenes del virrey Antonio de Mendoza, y se menciona la participación de indígenas aliados de diversos pueblos, como Amecameca, Tenango, Xochimilco, Tlalmanalco, Metztitlán, Etzatlan, Soconusco, Tehuantepec, Coyoacán, y así como tlaxcaltecas, huejotzincas, quauhquechultecas, mexicas, texcocanos, xilotepecas, acolhuas, chalcas, zapotecas, otomíes, y tarascos.2894 Estos auxiliares indígenas participaron como guerreros, exploradores, porteadores, arrastraban 2892 MEDRANO ENRÍQUEZ, ANGÉLICA MARÍA. Arqueología del conflicto. La Guerra del Mixtón (1451-1542) vista a través del peñol de Nochistlán., Óp. Cit., Pp. 75-80. 2893 Ibíd., P. 81. 2894 ―Relación de la jornada que hizo don Francisco de Sandoval Acazitli, cacique y señor natural que fué del pueblo de Tlalmanalco…‖, Óp. Cit., Pp. 308, 311, 320, 322, 323, 325; MEDRANO ENRÍQUEZ, ANGÉLICA MARÍA. Arqueología del conflicto. La Guerra del Mixtón (1451-1542) vista a través del peñol de Nochistlán., Óp. Cit., P. 86. 685 la artillería, y abrían caminos para facilitar el trasporte. Después de una larga campaña y cruentos combates, el ejército de Antonio de Mendoza logró sofocar el levantamiento. Después de la victoria de los ejércitos virreinales, el avance español prosiguió al septentrión novohispano. En 1542, fray Juan de San Miguel avanzó desde el pueblo de Acámbaro hacía el norte, para fundar la villa de San Miguel, que se convertiría en un enclave vital en la frontera con los chichimecas. Hacia 1546 se descubrieron las minas de Zacatecas, lo que provoco que los esfuerzos de los españoles se enfocaran en la colonización y explotación del mineral argentífero, para lo cual fue necesario la creación de una infraestructura adecuada de caminos, la producción de alimentos, bienes y mano de obra, que recayó en la población indígena. Para la mitad de la década de 1550, se empezaron a explotar las minas de Guanajuato, que también requirió de una compleja infraestructura para su explotación, extendiendo la red de caminos hacia el sur, de donde se obtenían alimentos y fuerza de trabajo. En éste avance español a las minas, se encuentra documentada la presencia tarasca, fungiendo como colonos, mineros, comerciantes, hombres de armas, traductores y auxiliares en la evangelización.2895 La victoria virreinal en la guerra del Mixtón y la posterior colonización, no supuso la pacificación de los territorios norteños, al contrario, sería sólo la antesala de una guerra más cruenta y larga que duraría hasta el siglo XVII, que enfrentaría a los españoles y los indígenas auxiliares contra los pueblos nómadas y semi nómadas de la llamada Gran Chichimeca, que opusieron una gran resistencia a la colonización hispana, cuyo motor económico fue la minería y cría de ganado.2896 El combate contra los llamados chichimecas fue posible gracias a la participación de los indígenas aliados, que fungieron como auxiliares. Un caso notable para el caso tarasco es el de Antonio Huitziméngari, hijo del último cazonci Francisco Tangáxoan, y gobernador de los indios de la provincia de Michoacán. El 30 de septiembre de 1551, el virrey Luis de Velasco, ordenó al alcalde mayor de la provincia de Michoacán, Rodrigo Maldonado, que ―se envíe a los llanos y pueblos de Sant Myguel hasta mil indios tarascos aderezados y a punto de guerra, para que los tales indios entiendan en lo que por Hernan Perez de Bocanegra, a quien está cometido el castigo de los delitos y excesos que los chichimecas de los dichos llanos han hecho…‖, para tal efecto, tenía que acudir ―con don Antonio, gobernador de esa provincia, y deis orden como en toda brevedad se junten y lleguen hasta mil tarascos con algunos principales, así juntos los encarguéis al dicho don Antonio para que los lleve como capitán y a su cargo donde estuviere el dicho Hernan Perez de Bocanegra…‖.2897 Más de un mes después, el 16 de noviembre de 1551, el virrey ordenó que los tarascos que fueran a la pacificación de los chichimecas, obedecieran a Antonio Huitziméngari y lo tuvieran como juez capitán, además que a Hernan Perez de 2895 PUNZO DÍAZ, JOSÉ LUIS. ―La presencia tarasca en el norte de la Nueva España: siglo XVI y primera parte del XVII‖, en: Revista de Historia de la Universidad Juárez del Estado de Durango. México, Universidad Juárez del Estado de Durango-Instituto de Investigaciones Históricas, 2015, Nueva Época, núm. 7, enero-diciembre, Pp. 44-62. 2896 La obra clásica sobre la Guerra Chichimeca es la escrita por POWELL, PHILIP WAYNE. La Guerra Chichimeca (1550-1600). Traducción de Juan José Utrilla, 1ª reimpresión, México, Fondo de Cultura Económica, (Sección de Obras de Historia), 1985. 2897 PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS (Editor); CÁRDENAS MORARES, VÍCTOR; PIÑÓN FLORES, IRAÍS; PULIDO SOLÍS, TRINIDAD. Y por mi visto…Mandamientos, ordenanzas, licencias y otras disposiciones virreinales sobre Michoacán en el siglo XVI. México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social- Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1994, P. 76. 686 Bocanegra, ―al cual mando que a la gente que llevare el dicho don Antonio no los ocupe ni conscienta que sean ocupados en el llevar cargas ni servir a españoles ni en otras cosas, si no fuere en lo que tocare a la guerra y en servicio de su majestad…‖.2898 Esta última ordenanza del virrey es muy importante, porque en caso de que se haya cumplido, los 1000 tarascos que fueron a la pacificación, lo hicieron en su mayoría como guerreros, y no como tamemes, pesada tarea que cumplieron los indígenas auxiliares en las expediciones españoles en las décadas pasadas desde la conquista. Sin embargo, esto pudo deberse a que fue un ejército bajo las órdenes del Antonio Huitzimérngari, pues Luis de Velasco, ordenó en dos ocasiones en 1553 al alcalde Rodrigo Maldonado, que los encomenderos dieran indios armados para ir contra los chichimecas y guachichiles: ―Por la presente os mando que requiráis a las personas que así tienen indios encomendados y en corregimiento, luego, sin poner excusa ni dilación alguna vayan y envíen cada uno para con sus armas y caballo a punto de guerra para que en él sirvan a su majestad…‖.2899 Más información sobre la participación tarasca en la pacificación de los territorios norteños, al mando de don Antonio Huitziméngari, la encontramos en otro documento muy importante, pues el hijo del cazonci mandó realizar su relación de méritos y servicios en 1553, varias de las preguntas pedían contestar que si se sabía de su participación y de guerreros tarascos en la pacificación de guachichiles y chichimecas bravos, por lo menos en tres ocasiones, que sí él había gastado de su dinero para equipar con bastimentos, armas y caballos, y que ―llevó más de dos mil tarascos muy bien armados‖, y que el mismo ―don Antonio por su persona hizo una cabalgada en donde prendió más de cuatrocientos enemigos que se tornaron vivos a prisión sin más de otros doscientos que flecheros e mataron en la pelea para poder tomar vivos a los demás.‖. Precisamente uno de los testigos fue el capitán Hernán Pérez de Bocanegra. Todas las respuestas fueron afirmativas y hablaron favorablemente de Antonio Huitziméngari.2900 La conquista y la colonización por parte de los europeos, trastocó profundamente el mundo indígena del antiguo Michoacán, en menos de treinta años. Sí en el pasado la empresa expansionista tarasca prehispánica, justificada en que los dioses del cielo le dijeron a su hijo, el dios Tirepenie Curícaueri, que conquistara toda la tierra y fuera rey, con el objetivo de la apropiación de tributos, aumentar los vasallos y dominios, y capturar prisioneros para sacrificar, no había logrado traspasar mucho hacia el norte de la cuenca del río Lerma; ahora el hijo del último cazonci, supremo gobernante de los señores uacúsecha o ―águilas‖, y los guerreros indígenas de la provincia de Mechuacan, luchaban en los climas desérticos norteños, pero ahora para engrandecer la gloria del Dios único y verdadero, expandir los reinos de un gran Emperador (cuyo escudo de armas era un águila bicéfala), y abrir y proteger el camino de la plata, cuyos emisarios eran hombres nuevamente creados, blancos, barbados, con sombreros de fierro, y que habían venido de donde el cielo se junta con el mar. 2898 Ibíd., Pp. 82-83. Ibíd., Pp. 138-139. 2900 ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, AGI, legajo 60, núm. 2, Ramo 3, ff. 14-5. 2899 687 IV. CONCLUSIONES La presente investigación referente a la guerra en el Michoacán prehispánico en el Posclásico Tardío, ha partido de marco teórico-metodológico concreto, que nos ha permitido interpretar una selección amplia de fuentes e historiografía sobre la sociedad tarasca, desde las dos últimas centurias de la era prehispánica a los primeros momentos de la época colonial. Fue necesario poner énfasis en las dificultades de intentar investigar una sociedad pretérita desaparecida, de carácter preindustrial y no-occidental, y de la cual dependemos en su mayoría de fuentes de sesgo occidental, interpretadas desde el presente en una sociedad postindustrial. Así, nuestra interpretación partió desde el materialismo histórico como el eje rector, pero no desde una posición anquilosada y dogmática, sino desde una posición crítica que nos ha permitido complementar o afinar las herramientas de investigación, tendiendo puentes con otras disciplinas y posturas teóricas, tratando de mostrar una propuesta interpretativa del pasado coherente e integra. La metodología del materialismo histórico pone énfasis en iniciar el estudio de la realidad material, investigando la producción de los medios de vida inmediatos y la correspondiente fase económica de desarrollo de una sociedad. Conociendo estos aspectos, tenemos una base con la cual podemos enfocarnos en como la concepción del mundo, las instituciones de gobierno, las formas culturales de comida, vestimenta, arquitectura o artísticas, los sistemas de creencias, y por supuesto, las concepciones sobre la guerra. Dado que el aspecto económico de la sociedad tarasca prehispánica ha recibido poca atención por parte de los investigadores, y que los estudios que se han realizado han sido breves o han quedado desfasados por la nueva información o nuevos posicionamientos teóricos, nos vimos en la necesidad de hacen una revisión del Modo de Producción Asiático y el Modo de Producción Hidráulico, modelos teóricos que habían sido usados para explicar a la sociedad tarasca. Al hacer la revisión de estos modelos, detectamos que las investigaciones que fueron realizadas bajo estos enfoques, estuvieron determinadas por posiciones dogmáticas y teleológicas del marxismo, o por aceptar a raja tabla un modelo sesgado cuyo nacimiento fue producto de la propaganda anticomunista de las primeras décadas de la Guerra Fría. Así, revisamos las posiciones críticas del ―retorno a Marx‖ que surgieron al publicarse los textos inéditos de los autores clásicos del marxismo en la segunda mitad del siglo XX. Con estos elementos críticos pudimos hacer un análisis nuevo de la base material de la sociedad tarasca del Posclásico Tardío. Gracias a las fuentes históricas y a investigaciones anteriores, podemos caracterizar al Tzintzuntzan Irechequa como una sociedad compleja de tipo estatal, donde la sociedad tarasca estaba altamente estratificada, pero pudiéndose identificar dos clases antagónicas: una clase dominante con acceso al poder político que retuvo la tenencia de los medios de producción, el acceso a los recursos naturales, explotó la mano de obra de la clase dominada, impuso sus directrices ideológicas, y que además pudo coordinar una compleja red de apropiación, recolección y redistribución de los excedentes; y una clase dominada sin acceso al poder político, que conformó la mayoría de la sociedad tarasca prehispánica, con algunos derechos comunales sobre la tierra y los recursos naturales, pero que el plusproducto de su trabajo se destinaba a pagar el tributo requerido por la clase dominante, siguiendo la imposición ideológica del linaje gobernante de los uacúsecha y cuya mano de obra permitía la producción y reproducción de la economía política tarasca. 688 La cohesión y dominio que la clase dominante tarasca pudo sobresalir en un territorio con una gran diversidad étnica, lingüística y religiosa, gracias a la articulación entre el parentesco y la imposición al culto patrono de los uacúsecha, Curícaueri, por medio de la coerción violenta y simbólica. A través de alianzas y conquistas, el linaje uacúsecha logró imponerse como el grupo dominante hierocrático en el Michoacán prehispánico, pero otros linajes orbitaron alrededor de éste, conformando alianzas matrimoniales que aseguraron la lealtad de los linajes y sus miembros adscritos personalmente con la familia gobernante. Otros grupos humanos adscritos territorialmente mantuvieron derechos sobre la tierra, pero reconociendo la supremacía de Curícaueri y como vasallos del cazonci. El Estado tarasco implementó diferentes estrategias de dominio territorial, asegurando la lealtad y estabilidad de su territorio central mediante la ―tarasquización‖, es decir, imponer los valores culturales e ideológicos del grupo étnico dominante, mientras que en la periferia implementó la segregación étnica, donde los pueblos no-tarascos reconocían la autoridad del cazonci y resguardaran las fronteras de ataques enemigos. Pero no debe olvidarse que en la periferia operó un paulatino proceso discreto de ―tarasquización‖, de manera que hacia el futuro esa periferia no lo fuera más. Gracias a la revisión teórica de la propuesta marxista del Modo de Producción Asiático, podemos caracterizar la economía política de la sociedad tarasca como de tipo Modo de Producción Tributario, en que el Estado como ―unidad superior‖, cuyo máximo gobernante, el cazonci, junto a los demás miembros de la clase dominante, extraía, se apropiaba y redistribuía el plusproducto de los diferentes pueblos que existieron en el Tzintzuntzan Irechequa, independientemente de las formas de las relaciones sociales de producción, ya hayan sido gentilicias (Personenverband), territoriales (Territorialverband), o comunales, y de las diferencias étnicas, lingüísticas o religiosas. Esta economía política de reproducción, le permitió a la clase dominante tarasca tener toda una infraestructura para el ataque y defensa del territorio frente a otras entidades militaristas mesoamericanas. Otro aspecto que el materialismo histórico nos permitió enfatizar, fue que a pesar de que el Tzintzuntzan Irechequa contó con una compleja economía política que permitió la producción y reproducción de la vida material, el carácter preindustrial y agrícola de las sociedades mesoamericanas, les impedía mantener guerras de conquista a gran escala durante períodos de tiempo prolongados. Fue necesario revisar el conocimiento matemático, astronómico, calendárico y agrícola tarasco, para detectar que la fiesta de la guerra tarasca, Purécoraqua o Purécotaquaro, que tenía lugar a finales de febrero, después de haber cosechado y transcurrido el invierno, y justo antes de que se iniciaran las siembras, por lo que la población masculina podía ser movilizada en masa a los campos de batalla. Para abordar el tema central de nuestra investigación, fue necesario partir de una postura teórica clara sobre la guerra; al ser un vocablo tan usado para designar una multitud de fenómenos de la realidad presente, se ha convertido en un concepto polisémico ambiguo. Revisando las definiciones del concepto desde la antropología, sociología, y psicología, podemos considerar que la guerra es un fenómeno violento y mortal entre grupos humanos, de forma sistematizada, continua y con ciertas reglas, por el cual cada grupo pretende imponer su voluntad al contrario. Los factores que causaron que la guerra fuera una práctica constante por grupos humanos, se hallan esencialmente, en la realidad objetiva material (geografía, ecología, economía, etcétera), y por el significado material, religioso, étnico o ideológico que cada grupo otorgue a estos 689 aspectos. La guerra además se intensificó con la aparición de sociedades humanas complejas de tipo estatal, y su difusión a que es un fenómeno cultural, y al expansionismo europeo sobre el mundo; al ser un fenómeno histórico y cultural, ha cambiado a lo largo del tiempo y latitudes, por lo que las causas particulares y guerras particulares han dependido de las motivaciones de individuos o grupos de cada sociedad. La guerra en Mesoamérica ha sido una línea de investigación con una tradición historiográfica que se remonta a la época colonial, pero que tuvo su profesionalización en el siglo XIX. Esta historiografía ha contado con dos grandes vertientes: los que han puesto el acento en los aspectos superestructurales del fenómeno, como lo simbólico, religioso e ideológico, concluyendo que la guerra tenía como finalidad la captura de prisioneros para sacrificar; y una segunda escuela que ha puesto más peso en los aspectos estructurales, como la eficacia del armamento, arqueología experimental, logística, organización militar y los efectos menos sacros y político-económicos de la guerra, pero sin dejar de lado los aspectos superestructurales. La historiografía sobre la guerra entre los tarascos ha sido muy poca, y prácticamente ha tenido un tratamiento literario, enfocado en exaltar la superioridad de defensa militar que tuvo el Tzintzuntzan Irechequa frente a los mexicas; a veces sólo se mencionan estos conflictos como el único mérito de los tarascos, por haber derrotado a los mexicas, como sí su papel en la historia sólo haya sido ese. La presente investigación puede inscribirse en la segunda escuela, donde hemos puesto atención los aspectos estructurales de la guerra tarasca, pero sin dejar de atender también los aspectos ideológicos con los cuales los uacúsecha justificaron, dominaron y motivaron a la población para encausar los esfuerzos de la empresa expansionista de Curícaueri. En 1985 José Lameiras propuso un método para el estudio de la guerra en Mesoamérica, el cual nos ha guiado en la presente investigación. Para investigar los aspectos superestructurales, hicimos una revisión historiográfica de la mayoría de los autores que han tratado la religión tarasca prehispánica, pero la información que presentamos está basada en fuentes publicadas del siglo XVI, y no se hizo un trabajo profundo de archivo; a pesar de las dificultades existentes para comprender la cosmovisión prehispánica tarasca, tratamos de mostrar una interpretación del sistema de creencias tarasco al momento de la llegada de los españoles. La religión fue uno de los pilares ideológicos por los cuales los uacúsecha justificaron la conquista violenta de diversos grupos humanos, que habitaron en el Occidente de Mesoamérica prehispánico; por medio del discurso zuyuano, en que el dios patrono Curícaueri fue impuesto como hermano mayor de las deidades ―adoptadas‖ de otros linajes y grupos étnicos, en diversos sistemas de creencias que no se contraponían, los tarascos lograron conformar un panteón en que todas las deidades se sumaron a la empresa de acrecentar el señorío de Curícaueri y ordenar el mundo de acuerdo a un plan divino y cósmico. Gracias a que conocemos el sistema de creencias tarasco a partir de las pocas fuentes existentes, podemos mencionar que en el Tzintzuntzan Irechequa existieron por lo menos tres causas y tres tipos de guerra practicados. La guerra total o absoluta se justificó para la defensa de amenazas extremas o para el escarmiento de poblaciones que no podían ser integradas al Estado tarasco; la forma en que se practicó supuso la aniquilación de los guerreros y/o la destrucción de los pueblos enemigos, además de la obtención de botín. Las guerras rituales, cuya causa estuvo justificada por la religión, estuvo sujeta a ciertas reglas para luchar, y cuyo objetivo primordial era la captura de prisioneros. La guerra instrumental se justificó en la misión de los uacúsechas de 690 acrecentar el señorío Curícaueri, su objetivo fue la de apropiarse de los recursos naturales del territorio, usufructuar la fuerza de trabajo, apropiarse del plusproducto, e imponerse política e ideológicamente sobre los enemigos. Esta violencia mortal coordinada por la clase dominante tarasca por medio del Estado, fue practicada por los ejércitos del cazonci. Estos ejércitos tuvieron una composición social y étnica diversa; la misma clase dominante conformó un ejército semi-profesional que se encargó que comandar a masas de guerreros no profesionales, enrolados por medio de la leva y por la obligación tributaria, tanto de origen tarasco como de los pueblos conquistados chichimecas, chontales, cuitlatecas, escomaecha, matlatzincas, otomíes, ocúmecha, huetamaecha, nahuas, etcétera. El tamaño de estos ejércitos pudo haber variado, aunque no existen cifras confiables, las estimaciones a partir de la información documental indica que pudieron haber sido desde algunos cientos de guerreros, hasta 8000 o 12,000 guerreros para una campaña de conquista fuera de las fronteras, y hasta 32,000 u 80,000 en una emergencia de defensa del territorio del Tzintzuntzan Irechequa. Estas masas de guerreros eran llevados al campo de batalla y comandados por un complejo sistema de mando, cuya figura jerárquica superior fue el cazonci, seguido del capitán general de las guerras y un consejo supremo conformado por señores de alto rango. Debajo en la cadena de mando se encontraban otros funcionarios encargados de defender las fronteras, y de la redistribución del tributo para el sustento de la infraestructura militar dentro del territorio. Otros funcionarios de menor rango se encargaron de la producción y almacenamiento de armamento, así como de la información obtenida del espionaje. En el campo de batalla, los ejércitos se organizaban en escuadrones de 400 guerreros, al mando de un capitán, con un alférez, sacerdotes que llevaban a los dioses a cuestas, y guerreros, que se encargaban de combatir y cargar los bastimentos necesarios. Durante la batalla, se utilizaron diversas formas de comunicación para dar órdenes, tales como sonidos de instrumentos musicales como caracoles, tambores, silbatos o chiflidos; o visuales como señales de humo y quizás las banderas de plumas o tela de algodón, también sirvieron para trasmitir las indicaciones de los comandantes. La información sobre el reclutamiento y entrenamiento de los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa es prácticamente nula. Por la información colonial sabemos que la edad en que la población masculina prehispánica podía adquirir matrimonio era a los 14 años, es probable que en esta etapa de la vida, los jóvenes indígenas iniciaran su vida en los menesteres castrenses. Además, los deberes militares debieron depender de un sistema de edades, en que los guerreros tuvieron cierto rango y responsabilidad, dependiendo de la edad, la experiencia adquirida y la clase social a la que pertenecían. El entrenamiento de los guerreros parece que era parte del conocimiento cotidiano que se trasmitía de padres a hijos, en las faenas de la vida cotidiana. Se menciona que los señores tarascos iban de cacería al monte, donde probablemente se aprendían distintas habilidades, como sobrevivir de la naturaleza, seguir el rastro de la presa y cazarla, obtener dureza física, el uso de ciertas armas como el arco y el hacha, y la generación de un esprit de corps, que le daba cohesión a los integrantes de una partida de cazadoresguerreros. Las fuentes mencionan estructuras especiales llamadas ―casa del águila‖ donde se reunían los guerreros, y fiestas donde se ejercitaban en combates gladiatorios, por lo que estas eran las ocasiones en que los guerreros de la clase dominante se ejercitaban en las armas. Sobre el entrenamiento de los guerreros de la clase dominada hay menos información, pero hay indicios de que los campesinos de la leva, también se adquiría del 691 conocimiento transmitido de padres a hijos en las faenas cotidianas de la vida agrícola. En ambos casos, la ideología de la clase dominante coadyuvó a que los guerreros tuvieran motivación para ir a la guerra, ya fuera por convicción, por la amenaza de coerción, o por el botín y movilidad social que se otorgaron por luchar en el campo de batalla. También había cuerpos auxiliares del ejército, como tamemes, curanderos, espías, guerreros encargados de mantener el orden internó, y especialistas en la construcción y mantenimiento de obras defensivas. Como ya se mencionó, el Estado tarasco contó con una compleja economía política que permitió la producción y la reproducción de la vida material. Parte del plusproducto apropiado por la clase dominante a través del tributo, se utilizó para el sostenimiento de los ejércitos tarascos. Las fuentes mencionan que mucho del alimento almacenado se destinó a la guerra, es decir, al ejército. Así, mientras los ejércitos del cazonci se encontraron dentro del territorio del Tzintzuntzan Irechequa, lograron satisfacer sus necesidades materiales gracias a los alimentos almacenados en las trojes de la guerra, pero cuando se realizaron campañas fuera de las fronteras, los guerreros vasallos del cazonci recurrieron a la depredación y saqueo de los bienes y territorio de los enemigos. Los ejércitos del cazonci guerrearon en el campo de batalla con la panoplia típica mesoamericana del Posclásico Tardío. En las fuentes históricas encontramos referencias al uso de armas de largo alcance como arcos y flechas, hondas y lanzadardos; de combate cuerpo a cuerpo como porras, macuahuitl, lanzas, hachas, cuchillos, y un arma especial usada por los guerreros quangáriecha; así como armamento defensivo como armaduras de algodón, petos de hilo de maguey, y escudos de cañas muy resistentes. Algunas de estas armas tuvieron una carga simbólica, por ejemplo el arco y la flecha eran insignia de la clase dominante tarasco-uacúsecha, aunque por otras fuentes se sabe que el arco y la flecha eran usados para la cacería por la gente común. Un arma que sí fue de uso exclusivo de los guerreros quangáriecha fue un arma de 1.6 m de largo, con unos ganchos. La descripción del arma no es clara, y las tres representaciones conocidas no proporcionan muchos datos sobre su funcionamiento y eficacia en combate, por lo que es necesario hacer más investigaciones de este artefacto. El uso de piedras en la batalla, era considerado como una acción de la gente baja o cuando se terminaban las municiones. Contrariamente a la creencia de que el armamento usado en la guerra en Mesoamérica sólo estaba diseñado para heir a los contrincantes y para la captura de prisioneros, la arqueología experimental ha permitido concluir que la capacidad de daño que podía provocar el armamento prehispánico podía a ser mortal, y la guerra iba más allá que sólo obtener cautivos para el sacrifico. El variado armamento usado por los guerreros tarascos, hizo que existieran diferentes sistemas de armamento y unidades específicas, conjuntos de guerreros que dependiendo del tipo de armamento que se empleaba, (a larga distancia o cuerpo a cuerpo), ocupaban un lugar y papel en la batalla. También se analizaron la indumentaria, atavíos e insignias usadas por los antiguos guerreros del Tzintzuntzan Irechequa, elaborados con una gran variedad de materiales y formas. Estos artefactos sirvieron para expresar los valores identitarios de la cultura tarasca, así como para diferenciar el estrato social al que se pertenecía, pero también para que en el campo de batalla los contingentes de guerreros distinguieran entre aliados o enemigos, así como los rangos militares. Entre estos atavíos se encontraban partes de animales, bezotes, orejeras, narigueras, brazaletes, collares, calzado, banderas, pintura corporal, así como camuflaje. Hay breves referencias que 692 indican que las armas y atavíos usados por los guerreros de la clase dominante eran almacenados en lugares especiales, bajo protección del Estado, como las trojes dedicadas a resguardar a los dioses. Aunque se hace mención a restricciones y castigos severos sobre el uso adecuado de los atavíos por parte de los pobladores, no encontramos ninguna referencia a que el armamento estuviera rígidamente regulado por el Estado tarasco. Entre los elementos culturales que se propusieron para la definición de Mesoamérica, se encontraba la presencia de órdenes militares encargadas de sacralizar la violencia. Este tópico ha sido trabajando ampliamente en varias regiones mesoamericanas, pero prácticamente ha pasado inadvertido para el caso del Michoacán prehispánico. Al cuestionarnos la existencia de órdenes militares entre los tarascos prehispánicos, detectamos un grupo de guerreros pertenecientes a la nobleza tarasca llamados quangáriecha, ―valientes hombres‖, que explícitamente son mencionados como ―caballeros‖. Al analizar a este grupo de elite, detectamos que compartieron una serie de elementos que los permite identificar con una orden militar, como lo son un código de honor propio, fortaleza física y pericia en el combate, el uso de modificaciones corporales, atavíos y armamento exclusivos para la guerra; pertenecieron a la clase dominante y ocuparon cargos de gobierno, así como la capitanía de los escuadrones en la guerra. Fue en la guerra donde precisamente se puede interpretar su papel como sacralizadores de la violencia, pues el planeta Venus, en tarasco hozqua quangari. ―estrella valiente‖, era asociado al Dios del Lucero, probablemente el dios Hurendequauecara, ―lo primero que parte en el horizonte‖; así, los quangáriecha eran los primeros en entrar en combate capitaneando los escuadrones de la guerra, y probablemente los últimos en abandonar el campo de batalla, tal como se percibe al planeta Venus en la bóveda celeste, el primer astro en aparecer en el firmamento al atardecer, y el último en ocultarse al amanecer. La importancia de estos guerreros quangáriecha se registró en la época colonial, donde aparecían como los personajes que delimitaban las sementeras del cazonci y las sementeras de los campesinos de los pueblos, además de aparecer en varios documentos pictográficos. Los tarascos efectuaban diversos actos rituales y ceremoniales, con los cuales sacralizaban la guerra; aunque muchos rituales se efectuaban en otras ocasiones, como el autosacrifico (ayunos o extraerse sangre de diversas partes del cuerpo), sacrificios humanos, adivinación, hechicería, astrología y nahualismo, las fuentes mencionan rituales específicos relacionados con la guerra. El más importante de ellos era la ―ceremonia de la guerra‖, en la cual se reunían varios sacerdotes de distintos rangos, y quemaban ―olores‖, pelotillas de tabaco, plumas y copal en las hogueras, y a cierta hora de la noche, empezaban a pronunciar una oración empezando por sus enemigos más importantes, con la creencia que al mencionar los nombres de los señores enemigos, los dioses les darían la victoria en el campo de batalla; esta ceremonia era efectuada al mismo tiempo en los pueblos del Tzintzuntzan Irechequa. Otro ritual importante está relacionado con la apropiación del territorio, en el cual los señores uacúsecha clavaban flechas en el suelo para simbolizar la conquista del territorio. Durante el Posclásico Tardío existieron dos grandes potencias en Mesoamérica que se enfrentaron entre sí hasta la llegada de los españoles, el Tzintzuntzan Irechequa y la Excan Tlatoloyan. Ambas manejaron discursos zuyuanos para justificar la expansión, de Curícaueri o Zinzuviquixo (Huitzilopochtli), sobre los diversos pueblos que cayeron bajo su órbita. A alrededor del año 1450, en que los tarascos y mexicas empezaron a consolidar y extender su dominio más allá de las cuencas de Pátzcuaro y Texcoco, se 693 conformó la frontera tarasco-mexica, que se extendió desde Yuririapúndaro en el Norte, hasta Tetela del Río en el Sur. Durante las décadas siguientes, las clases dominantes tarasca y mexica con el cazonci y huey tlatoani al frente respectivamente, libraron cruentas campañas y batallas con la intención de traspasar la frontera enemiga, manteniéndose un relativo equilibrio de poderes hasta 1520. Los tarascos habían intentado conquistar el valle de Toluca después de 1460 sin lograrlo; cuando los mexicas conquistaron a los matlatzincas, estos se encontraban debilitados por las guerras libradas contra los tarascos en los años anteriores. El huey tlatoani Axayácatl emprendió una gran campaña contra el Tzintzuntzan Irechequa en 1476-1477, donde fue derrotado desastrosamente. El prestigio adquirido por el cazonci Tzitzíspandácuare fue tan grande, que varios pueblos habitantes del valle de Toluca, como los matlatzincas, mazahuas, otomíes o chontales, fueron a refugiarse y convertirse en vasallos del cazonci para buscar protección de los abusos y pesados tributos que eran impuestos por los mexicas. Estos grupos étnicos poblaron gran parte del territorio limítrofe con la Excan Tlatoloyan, con lo que los tarascos lograron reforzar sus fronteras contra la amenaza mexica. Aunque debieron de haber existido múltiples campañas para penetrar en territorio contrario por parte de ambas potencias, las fuentes históricas refieren otra gran campaña por parte de los mexicas de intentar conquistar a los tarascos en 1517, bajo el reinado de Moctezuma II; una parte de ésta campaña fue comandada por el guerrero tlaxcalteca Tlahuicole, y fue dirigida a las fronteras del Tzintzuntzan Irechequa con una duración de 6 meses, pero sin lograr su objetivo. Con esta derrota de los mexicas, los tarascos tomaron la iniciativa, logrando avanzar hasta una legua antes de Toluca, y en 1520 lograron conquistar la fortaleza mexica de Oztuma en el Sur. Aunque se han esgrimido los argumentos de por qué los mexicas no lograron conquistar a los tarascos, por ejemplo el uso del cobre en el armamento michoacano (materialmente era imposible armar todo un ejército tarasco con armamento de cobre, por la dificultad de procesar este mineral), consideramos que dos fueron las causas en que los tarascos lograron rechazar las amenazas externas de otras entidades políticas: en primer lugar, la estructura política centralista, en que el Estado tarasco logró mantener el control político del poder local, a tal grado que los señores de los pueblos, tarascos o de otros grupos étnicos, tenían que recibir la autorización del cazonci para gobernar, por lo que el Tzintzuntzan Irechequa tuvo una estructura más compacta; y en segundo lugar, la estabilidad política que existió cuando el linaje uacúsecha de Tzintzuntzan centralizó el poder en este asentamiento, transmitiéndose el poder de padre a hijo por tres generaciones, aproximadamente de 1450 a 1530 gobernaron los cazoncis Tzitzíspandácuare, Zuangua y Tangáxoan II, mientras que en la Excan Tlatoloyan en casi el mismo período de tiempo, de 1440 a 1525 gobernaron huey tlatoanis nombrados por elección, entre hermanos y primos, Moctezuma I, Axayácatl, Tízoc, Ahuízotl, Moctezuma II, Cuitláhuac y Cuauhtémoc, en un sistema de control político más flexible que el tarasco, que mantuvo la autoridad local de los pueblos conquistados de forma más autónoma. Otro aspecto superestructural que analizamos de los tarasco-uacúsecha, fue la concepción cosmológica que tuvieron del territorio del Tzintzuntzan Irechequa, con lo que se concibió el espacio como una geografía cósmica. En la cosmogonía tarasca, el universo estaba dividido en tres planos: el cielo, la superficie de la tierra, y el inframundo. Se tenía la creencia que la superficie de la tierra estaba sobre las espaldas de una diosa recostada, y para que no se cayera, estaba sujeta de las extremidades por cuatro deidades: de los pies por la diosa Cueráuaperi en el oriente; de la cabeza por el 694 Dios del mar al poniente, y de los brazos por dos diosas de los cuales no se mencionan sus nombre, correspondientes a la mano derecha en el septentrión, y la mano izquierda o el meridión. Con estos rumbos se generó un axis mundi, cuyo centro fue la cuenca del lago de Pátzcuaro. Los uacúsecha adoraron a los cinco dioses hermanos ―altamente engendrados‖ llamados Tiripemencha. Estos eran adorados en Guayameo, pero tras el agüero de las culebras, los señores decidieron separarse para irse a morar a lugares distintos: Tarépecha Chánshori o Chánshori tomó al dios Hurendequavecara y se fue a morar Curínguaro; Ypinchuani tomó al dios Tirepenie xugapeti y se asentó en Pichátaro; Tarepupanguaran tomó a Tirepeme turupten y fue a morar a Iramuco; Mahicuri tomó al dios Tiripeme caheri y se fue a vivir a Pareo; Uápeani II y Pauácume II tomaron al dios Tiripeme Curícaueri y fueron a morar a Pátzcuaro, quedando estos últimos en el centro. Cuando después de muchos años de esfuerzo y luchas, los uacúsecha de Pátzcuaro al mando de Taríacuri, lograron conquistar los pueblos de los otros dioses Tiripemencha, y reunificarlos primero en Ihuatzio y después en Tzintzuntzan, cada uno de estas deidades ocupo uno de los rumbos del cosmos. Al moverse las fronteras de la expansión, los asentamientos que fungieron como cabeceras de las cuatro partes, gobernadas por cuatro señores muy principales de las fronteras, cambiaron con el tiempo. Al momento de la llegada de los españoles, estas cabeceras eran Jacona (único asentamiento mencionado explícitamente como tal), y se puede inferir que las otras fueron Taximaroa, Ajuchitlán y Tamazula. Estas cabeceras de las fronteras de las cuatro partes tenían una clara función simbólica y militar en la empresa de expansión del dios Curícaueri; sin embargo, existieron más asentamientos fronterizos que cumplieron papeles militares muy importantes. Lamentablemente las fuentes históricas y la información arqueológica existente, no proporcionan datos suficientes para establecer los límites hasta donde el Estado tarasco logró imponer su dominio. Sí seguimos la información arqueológica, la presencia de material tipificado como tarasco se registra en la parte central y norte del Estado de Michoacán, empero, si se siguen las fuentes históricas, los límites comprenderían un territorio más dilatado, especialmente hacía Jalisco. Nosotros nos posicionamos en la interpretación de un territorio dilatado mencionado en las fuentes históricas, pues a pesar de la ausencia de material arqueológico tarasco, las fuentes del siglo XVI menciona como a pesar de la diversidad étnica, lingüística y cultural de estos territorios, los indígenas de los territorios periféricos se reconocían como vasallos del cazonci; además, por la entrega del señorío y conquista ―pacífica‖ del Tzintzuntzan Irechequa, ésta entidad política indígena pasó a formar una especie de protectorado de la Corona española, convirtiéndose en la Provincia de Mechuacán, reconociéndose el dilatado territorio prehispánico como parte del señorío del cazonci desde fechas tempranas como 1528, apenas seis años después de la conquista. Estas fronteras estuvieron resguardadas por cadenas de guarniciones y lugares fortificados. El tema de la poliorcética ha sido poco estudiado para el caso tarasco, y la frontera mejor conocida del Tzintzuntzan Irechequa fue con la Excan Tlatoloyan mexica. Aun así, hay referencias históricas y arqueológicas sobre el uso de elementos defensivos como empalizadas, fosos, albarradas, cuerpos de agua, lugares elevados y la táctica del empeñolamiento. Las fuentes históricas mencionan la existencia de una fortificación en Taximaroa, y la información arqueológica testimonia la presencia de asentamientos edificados en lugares de difícil acceso, que proporcionaron ventajas para la defensa del territorio. La frontera tarasco-mexica ha sido caracterizada como una 695 frontera que fue cerrada con un grado considerable de control territorial, al ser un escenario de guerra constante. Por otro lado, la frontera oeste del Tzintzuntzan Irechequa con los señoríos independientes de Jalisco, ha sido caracterizada como una frontera abierta, en que el control territorial era menor. Estas caracterizaciones se fundamentan en el esfuerzo militar empleado por los tarascos contra los mexicas, una entidad político-militar muy poderosa con la capacidad de movilizar miles de guerreros; mientras que los señoríos del Occidente no supusieron una amenaza, pero no se contó con la capacidad de conquistarlos y mantener el control, ni de imponerles el pago de tributo. Contraria a la idea de que los ejércitos mesoamericanos eran masas de guerreros que se enfrentaban sin ningún orden, la breve información documental e iconográfica conocida, permite tener una idea de las tácticas empleadas. Cuando dos ejércitos enemigos se emplazaban en el campo de batalla, los guerreros con el armamento a larga distancia disparaban sus municiones para debilitar las líneas enemigas. Luego entraban al combate guerreros con armamento de cuerpo a cuerpo, escaramuzando y cansando al ejército contrarío, reforzando la batalla con escuadrones frescos de refuerzo, hasta que uno de los bandos se rendía o retiraba. La información histórica sobre los tarascos, sólo refiere las tácticas implementadas para la conquista de los pueblos enemigos, y comparten muchos elementos con tácticas reportadas por los conquistadores sobre otros grupos indígenas del México antiguo. Se rodeaba el pueblo enemigo de forma furtiva y los escuadrones se escondían para tender emboscadas, luego un escuadrón de avanzada atacaba el pueblo, incendiaba casas y se retiraban para sacar a los guerreros enemigos de sus pueblos, fingiendo que eran pocos y que se tropezaban, llevándolos a las emboscadas, donde eran derrotados y su pueblo conquistado o destruido. Así, entre algunas de las tácticas empleadas por los pueblos indígenas del México antiguo, incluyendo los tarascos, se encontraron las batallas a campo abierto, el asedio de lugares fortificados y pueblos, la tierra quemada, construcción de trampas con fosos; el planteamiento táctico en Mesoamérica fue muy flexible, pues los conquistadores reportaron cómo los indígenas ingeniaron tácticas nuevas para ofender y defenderse de las formas de hacer la guerra europeas. La conquista del Nuevo Mundo, habitado por millones de indígenas, por expediciones de cientos de europeos, sólo puede comprenderse si reparamos en el factor de la participación de grandes contingentes de indígenas que se aliaron con los conquistadores, fungiendo como guías, exploradores, traductores, porteadores, y unidades de combate realizando acciones de defensa de flancos, guerrilla, y reservas para la batalla. Para la historiografía de la conquista de México, el ejemplo más rememorado es el tlaxcalteca, aunque existieron otros muchos pueblos indígenas que participaron en la conquista de la Nueva España. Uno de estos pueblos fueron los tarascos, quienes aun antes de que el Tzintzuntzan Irechequa fuera conquistado y avasallado en julio de 1522, ya participaron con los españoles en una expedición contra Colima. Cuando Cristóbal de Olid inició el dominio español del Tzintzuntzan Irechequa, la clase dominante y guerreros tarascos que no combatieron contra las huestes españolas fueron movilizados en masa para fungir como auxiliares en la conquista y pacificación hispana de la Nueva España. Hay testimonios de la participación de contingentes tarascos en la conquista de la costas de Michoacán y Guerrero, Colima, la pacificación de Pánuco, y en la expedición que emprendió Hernán Cortés a las Hibueras, donde participó el hermano adoptivo y capitán general tarasco, Tashauacto, más conocido en las fuentes como Huitzitziltzi. 696 Pero fue hasta 1530 que Nuño de Guzmán emprendió la conquista del territorio Noroeste de la Nueva España, lo que fuera la Nueva Galicia, que los ejércitos tarascos fueron movilizados de nueva cuenta en grandes contingentes, las fuentes mencionan que en la expedición ocho mil auxiliares tarascos, sin contar los guerreros del Centro de México ni españoles. Al inicio de ésta expedición, el último cazonci Francisco Tangáxoan fue ajusticiado sumariamente el 14 de febrero de 1530, con lo que se dio fin al cargo supremo prehispánico de los uacúsecha. Está campaña duro varios años, hasta que en 1540 los indígenas conquistados de la Nueva Galicia se sublevaron, dando inició a la Guerra del Mixtón. La participación tarasca en esos enfrentamientos fue fundamental, incluso el hijo del último cazonci, Antonio Huitziméngari, comandó contingentes tarascos que fueron a combatir en ésta guerra. La consecuencia inmediata de la Guerra del Mixtón fue la Guerra Chichimeca, que se extendió durante toda segunda mitad del siglo XVI con el avance y conquista españolas en los territorios al norte de la Nueva España y Nueva Galicia. Durante este avance, la población tarasca fue movilizada, pero ahora no sólo como guerreros, sino como colonizadores de los territorios norteños, en un proceso que ha sido denominado como la diáspora tarasca. Las guerras por las cuales los uacúsecha se impusieron violentamente sobre el Michoacán prehispánico, y luego que libraron para ofender o defenderse de otras entidades políticas mesoamericanas, fueron procesos históricos complejos, donde existía fuertes motivos religiosos para emprenderlas, pero también las motivaciones materiales fueron fundamentales para que un linaje quisiera imponerse sobre otras poblaciones y extraer el plusproducto de su trabajo. Por medio del Estado, la clase dominante del Tzintzuntzan Irechequa contó con una economía política que le permitió la movilización de miles de guerreros donde se capturaron o murieron cientos de guerreros. Tras la conquista hispana y con la participación de los guerreros indígenas bajo las ordenes de los europeos, la forma de hacer la guerra de los tarascos debió haber cambiado abruptamente, desde el sistema de creencias, las causas e instrumentación, por lo que sería tema de otra investigación conocer los cambios y continuidades de la violencia mortal entre grupos practicada por este grupo étnico durante la época colonial. A lo largo de la presente investigación hemos hecho referencia a diversos temas someramente, ya que no eran parte de nuestro objetivo principal; cada uno de ellos pueden profundizarse o abordarse en investigaciones posteriores. Uno de esos temas tiene que ver con la organización territorial tarasca, que a pesar de la poca información histórica que existe para la época prehispánica, se puede tratar de profundizar con la información colonial producida después de la conquista, junto con la información arqueológica. Sabemos que en el Tzintzuntzan Irechequa había alrededor de 30 cabeceras sin contar con los pueblos sujetos. Helen Pollard ha identificado algunas de estas cabeceras, y Claudia Espejel ha reconocido muchos de los lugares mencionados en la RM. Además José Luis punzo a localizado varios sitios en la región minera de la Tierra Caliente, y por medio del uso de programas informáticos, ha identificado las rutas de menor esfuerzo para el transporte del cobre a la cuenca de Pátzcuaro. Este tipo de ejercicio podría implementarse en otras regiones del territorio tarasco para proponer propuestas interpretativas sobre cuales pudieron haber sido los caminos usados en el Michoacán prehispánico. El conocimiento de los caminos empleados podría mostrarnos cuales eran las rutas que siguieron los ejércitos tarascos para emprender las conquistas y defensa del territorio, así como ayudarnos a comprender las rutas por las cuales se transportaban las mercancías dentro del Estado tarasco. 697 El tema del transporte es otra línea de investigación que podría profundizarse, si bien en el México prehispánico los bienes fueron transportados sobre las espaldas de seres humanos durante milenios, las cuencas hidrológicas en Michoacán permitieron el uso de canoas y balsas para el transporte (lo cual está mucho más documentado para el Centro de México y la península de Yucatán). Contamos con varias imágenes de canoas para el caso de Pátzcuaro, su uso en la RM, y descripciones de la capacidad de carga para el caso de Cuitzeo, y podría hacerse uso de la información etnográfica sobre las actividades desarrolladas en este medio de transporte. Profundizando en los temas de la organización territorial, los caminos y el transporte, nos ha permitido hablar sobre la economía política tarasca prehispánica, abordando cuestiones como las clases sociales, forma de gobierno, tenencia de los medios de producción, relaciones sociales de producción, producción, intercambio y consumo de bienes, así como del modo de producción tributario; aunque una investigación especifica del tema con un bagaje teórico más especializado podría tener resultados más completos para tratar de comprender cómo funcionó una de las potencias militares del Posclásico Tardío en Mesoamérica por casi un siglo, antes de la conquista hispana. Debido al acento que hemos puesto al tema de la economía política y al modo de producción, también pudimos notar como la producción de una sociedad precapitalista como la mesoamericana, dependió enormemente del medio geográfico, los ciclos agrícolas y la lluvia. La observación de estos ciclos junto con otros fenómenos, como los astronómicos, permitió a los tarascos y otros pueblos, crear cómputos calendáricos por los cuales se instituyeron ritos y fiestas para contar el tiempo. A pesar de la falta de fuentes y los pocos estudios que se han realizado sobre el calendario tarasco, existen datos y elementos que podrían reanalizarse para comprender el cómputo del tiempo por los tarascos, las fiestas que se celebraban, y los ritos en cada una de ellas. El tema de los rituales y fiestas está ampliamente relacionado con un tópico que, a pesar del esfuerzo dedicado durante más de un siglo, no ha quedado del todo claro, primero por la pérdida de la primera parte de la RM que trataba de los dioses y fiestas, y segundo, por los paradigmas y posiciones teóricas desde donde se ha tratado: la religión tarasca. Aún es una tarea pendiente entre los estudiosos de la cultura tarasca, realizar una investigación exhaustiva y profunda sobre lo que conocemos sobre la religión tarasca prehispánica. Una investigación de esta envergadura requerirá tener un conocimiento profundo sobre las fuentes del Michoacán tarasco, de otras fuentes indígenas del México antiguo, de un dominio de la paleografía y de las técnicas de archivo para acceder a los documentos del siglo XVI, y de un bagaje teórico integral que permita propuestas interpretativas, tratando de eludir los paradigmas del centralismo, difusionismo, y los castillos en el aire que se han creado en ésta línea de investigación. En la presente investigación sólo hemos hecho hincapié en el papel que jugó la religión como ideología de la clase dominante tarasco-uacúsecha para imponer su poder, y legitimar las conquistas que se realizaron en nombre del dios tutelar de los señores águila, Curícaueri. En nuestras pesquisas sobre los rangos militares y el sistema de mando de los ejércitos tarascos, nos percatamos que, al igual que en todas las sociedades humanas, existió un rango de edades por el cual, cada individuo dependiendo del sexo, clase social y ocupación, tenía derechos y obligaciones dentro de la sociedad tarasca. A pesar de los pocos datos biográficos de personajes que hayan vivido en la época prehispánica, 698 se cuenta con la información para observar estos sistemas de edades, y escribir sobre dicho tema. En las breves descripciones que existen principalmente en la RM, notamos que se mencionaron identidades culturales entre los destinos señoríos prototarascos que existieron antes de la conquista por parte de los uacúsecha. El mismo fraile compilador uso el término ―chichimeca‖ para referirse a los miembros de este linaje conquistador, los cuales reivindicaron aspectos culturales de lo que en otras fuentes del México antiguo y colonial se relacionó con estos grupos norteños; como lo fue el origen en el Norte, la vida semi nómada en los montes, el uso del arco y la flecha, el uso de pieles de animales como atavíos, y su condiciones de cazadores y guerreros. Mientras que los habitantes anteriores a los uacúsecha reivindicaron la vida sedentaria, agrícola y el uso de sistemas calendáricos relacionados con el Centro de México. Esto nos hace considerar que podrían revisarse los conceptos ―chichimeca‖ y ―tolteca‖, y ver si pueden explicar la RM, que podría tratarse de una historia chichimeca-tolteca, discurso presente en otras historias de diversos grupos a lo largo del México antiguo al momento de la conquista. En la presente investigación hemos tratado sobre la vestimenta y atavíos usados por los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa, pero dicho análisis podría extenderse no solamente a los guerreros, sino a los habitantes en general. La RM, varias fuentes pictográficas, así como descripciones escritas, hacen mención a la diversidad de la vestimenta usada por los habitantes indígenas antes de la conquista. Esta línea de investigación está prácticamente virgen, y podría profundizarse en la vestimenta de hombres y mujeres de distintas clases sociales, ocupaciones y cargos, desde los angámencha hasta los purépecha. Al analizar las guerras tarasco-mexicas, también notamos que existen diversas fuentes para profundizar en el período correspondiente al cazonci Tzitzíspandácuare, si bien las fuentes michoacanas son escasas sobre esta etapa, con los datos dispersos de diferentes regiones, podemos observar que este personaje tuvo una gran importancia para la consolidación del Estado tarasco, ya que centralizó el poder en Tzintzuntzan, amplió el domino tarasco en el Occidente de Mesoamérica, y encaró las amenazas externas, logrando renombradas victorias así como el refugió de migrantes que engrosaron las filas de los ejércitos tarascos. Con esta información, se puede tener un panorama de lo que significó el gobierno de este cazonci poco estudiado por la histoiografía. Los temas mencionados aquí sólo son una parte de las líneas que se pueden trabajar en el futuro. 699 V. APÉNDICES A-Mapas sobre acciones militares, expansión y límites tarascos Los siguientes cuadros y mapas son una base de datos realizada para identificar las acciones militares y movimientos de las huestes tarascas en el período protohistórico, así como su expansión territorial. Una de las líneas de investigación del estudio de la guerra, es conocer los planteamientos estratégicos y tácticos seguidos por los ejércitos a través del campo de batalla. Este tipo de estudios han sido desarrollados ampliamente en el Viejo Mundo, gracias a las fuentes y las investigaciones realizadas durante décadas, se conoce cómo se desarrollaron las grandes batallas que cambiaron el curso de la humanidad, desde el período Antiguo, el Medioevo, la Edad Moderna y la época Contemporánea. ―El caso mesoamericano dista mucho de esto, ya que en muy pocas ocasiones se ha intentado, en alguna publicación seria, el desarrollo real de las batallas.‖2901 A esto hay que agregar que la información contenida en las fuentes del México antiguo no siempre proporcionan los detalles para tener una idea cabal de las acontecimientos de una batalla; la información sobre la estrategia y táctica más rica es la que se encuentra en las fuentes que mencionan las batallas libradas ya en la época de la conquista, quizás el casi más rico en detalles es el sitio de México-Tenochtitlan por parte de los españoles en 1521. Como mencionamos al inicio de esta investigación, el tema del militarismo tarasco del Posclásico Tardío no ha contado con tantos estudios como otras culturas mesoamericanas, aun así ha habido intentos por explicar los planteamientos estratégicos y tácticos librados en los campos de batalla michoacanos durante ese período. El primer investigador que intentó plasmar sobre el mapa las marchas de los ejércitos prehispánicos, fue Carlos Herrejón, quién mencionó las conquistas territoriales de tarascos y mexicas en la primera mitad del siglo XV, los enfrentamientos previos a la campaña de Axayácatl y su derrota en 1476-1477, la expansión mexica en Guerrero, los ataques tarascos a la fortaleza de Oztuma, la red de fortificaciones en la frontera tarasco-mexica y la fallida campaña de Moctezuma II en 1517. 2902 Joaquín Estrada Cisneros intentó investigar la conquista del territorio michoacano por parte del linaje uacúsecha; pero el manejo de fuentes, como la RM o el Lienzo de Jicalán, de forma acrítica y literaria, impidieron un análisis riguroso de los planteamientos tácticos y estratégicos implementamos por los antiguos tarascos. Elaboró un mapa dónde trazó los supuestos movimientos de las conquistas, pero como mencionamos, no tiene rigor, pero fue un intento de plasmar sobre un mapa las conquistas de los uacúsecha.2903 2901 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas. Armas, técnicas de combate e historia militar del implacable ejército que conquistó Mesoamérica. España, Ediciones Nowtilus, (Colección Historia incógnita), 2011, P. 185. 2902 HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: Cuadernos de Historia, Toluca, Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 1978, abril-septiembre, núm. 1, Mapas 1, 2, 3 y 4, Pp. 18, 23, 33, 39. Estos mismos mapas fueron redibujados con herramientas digitales para la reedición del artículo: HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖, en: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS; MARTÍNEZ AYALA, JORGE AMÓS (Coordinadores). …Alzaban banderas de papel. Los pueblos originarios del Oriente y la Tierra Caliente de Michoacán. México, Comisión nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas, 2012. Mapas 1, 2, 4 y 4, Pp.148-151. 2903 ESTRADA CISNEROS, JOAQUÍN. El Rey Ticátame y la Conquista de Michoacán en el siglo XII. México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 1985, Mapa en portada y entre Pp. 36-37. 700 Las últimas investigaciones de las que tenemos noticia que abordaron los aspectos del movimiento de tropas tarascas sobre el territorio, son las de Claudia Espejel, quien ha logrado identificar la mayoría de los sitios mencionados en la RM, con lo que se han podido trazar mapas más minuciosos sobre los movimientos de las huestes prehispánicas.2904 Espejel trazó los movimientos migratorios de Uringuarapexo a Uayameo, y la separación de los chichimecas; así como de algunas guerras entre los señoríos prototarascos, y las conquistas de Taríacuri y el triunvirato TzintzuntzanPátzcuaro-Ihuatzio.2905 En un trabajo posterior, elaboró 19 mapas donde se representaron también los movimientos migratorios, pero ahora se puso acento en los conflictos militares, guerras, emboscadas y movimiento de las huestes, con lo que es lo más completo que se ha realizado respecto a la estrategia y tácticas para el caso tarasco.2906 Nosotros hemos elaborado nuestra propia propuesta interpretativa de representación histórico-geográfica, basándonos en las fuentes históricas, en las investigaciones previas, y en los lugares identificados por Claudia Espejel y otros autores, así como los datos geográficos proporcionados por INEGI, mediante las SIG. La RM es la fuente más rica que hace mención a las guerras entre los distintos señoríos prototarascos, se pueden identificar alrededor de 30 acciones militares distintas, pero no proporciona muchos detalles de los planteamientos tácticos seguidos por los ejércitos en el campo de batalla. De ese número de acciones militares hemos seleccionado las más significativas para el estudio de los planteamientos estratégicos y tácticos (otras acciones pueden ser consultadas en los mapas de Claudia Espejel). Entre las fuentes que mencionan la actividad bélica tarasca en el Occidente de Mesoamérica, tenemos algunas otros documentos coloniales, como lo son las fuentes del Centro de México (códices, crónicas y anales), las Relaciones Geográficas de 1580, y crónicas escritas posteriormente. Cervera Obregón propone los factores que deben tenerse en cuenta para analizar de una batalla: ―-Los sistemas de armamento. -La forma cultural de ver el combate. -Las unidades específicas de los sistemas de armamento. -La situación geográfica donde se desenvuelve el combate -Situaciones externas en ambos ejércitos (alimentación, situación psicológica y el estado de salud de los ejércitos en disputa en el momento mismo de la batalla). -El contexto histórico de cómo se origina y desenvuelve el conflicto.‖ 2907 Como mencionamos líneas arriba, las fuentes no siempre son ricas en información para hacer análisis detallados del desarrollo de una batalla antigua. Los factores propuestos por Cervera Obregón los hemos desarrollado a lo largo del capítulo III de la presente investigación, y hemos intentado aplicarlos en el presente apéndice, 2904 Un mapa maestro con la mayoría de los sitios identificados puede consultarse en ―Relación de Michoacán. Instrumentos de consulta‖, en: http://etzakutarakua.colmich.edu.mx/proyectos/relaciondemichoacan/default.asp (Consultado 14 de diciembre de 2018) 2905 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. ―Guía arqueológica y geográfica para la Relación de Michoacán‖, en: ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de ceremonias y rictos y población y gobernación de los indios de la provincia de Mechoacán. Coordinación de edición y estudios de Moisés Franco Mendoza. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, Mapas 1, 2 y 3, Pp. 302, 305, 308. 2906 ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego. Dos claves para leer la Relación de Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán, 2008, T. I, Mapas 1-19, entre Pp. 119-161. 2907 CERVERA OBREGÓN, MARCO ANTONIO. Guerreros Aztecas..., Óp. Cit., P. 186. 701 cuando las fuentes lo han permitido. Al ser una representación de la realidad, los mapas aquí presentados deben de considerarse como una aproximación, donde se infirieron los movimientos de las huestes, en sitios cercanos a los mencionados en las fuentes documentales, que no siempre corresponden a los asentamientos actuales con los mismos nombres. Este es un primer acercamiento al tema de las estrategias y tácticas tarascas, por lo que debe considerarse como una propuesta interpretativa que debe profundizarse, a través de recorridos de campo, reconocimiento de caminos, información topográfica y arqueológica para precisar cierta información. Agradezco enormemente a Carla Edith Naranjo Trejo su paciencia y dedicación para la elaboración de los mapas del presente apéndice. 702 I-Conquistas de Chapá con una parte de Curícaueri Agresor: Tétepeo Casus belli: Reivindicar derechos de sucesión de Chapá; extender el señorío de Curícaueri Fecha: ca. 1400 (1) Lugar: Oriente de la cuenca de Pátzcuaro hasta Hararo Resultado: Victoria de Chapá Cambios territoriales: Chapá logró expandirse al Este de la cuenca de Pátzcuaro, pero fugazmente, hasta que sus hijos se pelearon por el señorío después de su muerte. Beligerantes Tétepeo Arángnario Tirípitio Tarecha hoato-Xénguaro Hucáriquareo Vayángareo Hetóquaro [Tarímbaro] Hararo Comandantes/Señores Chapá Desarrollo de la acción Después de la muerte del viejo Chánshori, sus hijos tuvieron diferencias por el señorío de Curínguaro (aunque Vresqua quedó de señor en la cabecera). Los otros hermanos fueron Cando, Sica, Zináquabi y Chapá. Este último le dijo a Taríacuri que su madre era esclava (lo que indica que probablemente tenía menos posibilidades de ser señor), por lo que Taríacuri le dio una parte de Curícaueri a Chapá, con la condición de que le trajera leña de los montes y tributara prisioneros para sacrificar en Pátzcuaro. Chapá llevó esta parte de Curícaueri a Tétepeo (Chapá era señor en Hetóquaro), donde tomó muchos prisioneros, algunas veces hasta 200. Posteriormente se fue a un lugar llamado Arángnario y fue destruyendo hasta Tiripetío. Cuando los señores de Curínguaro se enteraron de las victorias de su hermano Chapá, realizaron una alianza matrimonial dándole una señora por esposa, con lo que su posición social mejoró. Así cuando tomaba 100 esclavos, no llevaba ni 40 a Pátzcuaro, y el resto los llevaba a Curínguaro. La cantidad de esclavos empezó a descender a 20 o 5, y el resto los llevaba a sacrificar a Curínguaro; hasta que en una ocasión, sólo envió un esclavo a Pátzcuaro. Taríacuri se enojó y le regresó el esclavo a Chapá. Este temió la represión de Taríacuri y se fue al poblado llamado Xénguero (actual Capula), en el monte Terecha hoato. De allí se movió a Hucáriquaro, donde conquisto unos cúes cerca de Guayangareo. Después se asentó en el pueblo de Hetóquaro (actual Tarimbaro), hasta que finalmente conquistó Hararo. Ante tal expansión, Taríacuri se arrepintió de haberle dado una parte de Curícaueri, porque Chapá ya era conocido por los dioses del cielo, y los dioses de las cuatro partes del mundo, con la probabilidad de ser rey. Al final Chapá murió, y sus hijos Hucaco, Hózeti, Vacúsquazita, Quanívescu, Quatá maripe y Xaráco, empezaron a contender entre sí por el señorío. Hacían sus fiestas cada quien por su lado y cayendo en desagrado de los dioses, quienes les mandaron hambrunas, teniendo que venderse por esclavos y dando fin al señorío de Chapá. Notas (1) La expansión del señorío de Chapá se ubicaría cronológicamente en el periodo en que Hiripan y Tangáxoan aún no se reunían con Taríacuri, pues en el cap. XX, se menciona que la mujer de Niniquaran residía en Hucariquaro (uno los lugares conquistador por Chapá), ―y como estuviesen allí algunos días, oyó decir dellos un señor de Hetóquaro llamado Chapá y envió unos viejos y díjoles: "id por dos chichimecas que dicen que están en un lugar llamado Hucáriquaro, que están con la mujer de Niníquaran, que dicen que son muy hermosos y tienen una hermana muy hermosa. Traedlos aquí, y el uno será sacerdote y el otro sacrificador y su hermana hará ofrendas para Curícaueri". Y como fueron allá los viejos, escondiólo su tía, y ansí fueron cuatro veces, y tantas los escondió.‖ La cronología propuesta por Claudia Espejel ubica estos acontecimientos a principios del siglo XV. 703 Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XX y XXII. 704 705 II-Conquista de Tzintzuntzan y contraataque enemigo Agresor: Quereta parázicuyo Casus belli: Debilitar los señoríos lacustres vecinos; extender el señorío de Curícaueri Fecha: ca. 1420 Lugar: Cuenca de Pátzcuaro y Este de Tzintzuntzan Resultado: Victoria uacúsecha Cambios territoriales: Los uacúsecha se asentaron definitivamente en Tzintzuntzan. Beligerantes Quereta parázicuyo Pacandan Pátzcuaro Xaráquaro Cumachen [Comaja] Tétepeo Yzíparámucu (no entablaron combate y todo el pueblo huyó) Curínguaro Comandantes/Señores Hiripan y Tangánxoan Curátame II (murió en acción) Zinzuni Cando y Huresqua Fuerzas en combate Datos No Disponibles 1 batallón de Pacandan [¿400 hombres?] 1 batallón de Jarácuaro [¿400 hombres?] 1 batallón de Cumachen [Comaja] [¿400 hombres?] Bajas Datos No Disponibles Datos No Disponibles Desarrollo de la acción Cuando Taríacuri se enteró de las entradas que hacían sus sobrinos, los mandó llamar para matar a Curátame II. Les dijo que le hacíeran un rancho en Quereta parázicuyo y que lo emborracharan. Para llevar a cabo la celada, Taríacuri mandó a Chupitani a decirle a Curátame que había dos escuadrones cerca de Quereta parázicuyo listos para atacar, uno de Pacandan y otro de Xaráquaro, y que fuera ayudar a Hiripan y Tangánxoan. Curátame aceptó, se bañó e hizo vela en la noche, se atavió con su carcaj, una guirnalda de cuero de tigre, cascabeles de culebras, un collar de huesos de pescado de mar y una manta de plumas de pato, y cruzó la laguna en una canoa. Cuando lo vieron venir Hiripan, Tangánxoan e Hiquíngaje, dudaron si debían matarlo o no, pues temían la furia de Taríacuri, ya que Curátame era su hijo natural. Lo emborracharon, y finalmente lo mataron de un porrazo, y la gente con la que llegó Curátame quedó bajo las órdenes de los hermanos. Después de cumplir el mandato de Taríacuri, los tres jóvenes señores se prepararon para la defensa, Hiripan fue al monte Taríacaherio a detener al batallón de isleños de Pacandan y Xaráquaro; Tangánxoan fue al monte Puréperio donde tenían cerca un batallón los de Cumachen, e Hiquíngaje se quedó en el templo nuevo en Querétaro [Tzintzuntzan], donde peleó con los de Curínguaro. Preocupado Taríacuri, mandó llamar a sus herederos para preguntarles por las ahumadas, ahí se enteró como en sueños, se le apareció la diosa Xarátanga a Tangánxoan, quien le dijo que la trajera de Taríaran para tornarla a su antiguo templo; a Hiripan se le apareció el dios Curícaueri, quien le dijo que le renovara sus atavíos para hacerlo señor. Taríacuri se alegró, y los jóvenes regresaron a Quereta parázicuyo a seguir con las ahumadas. Zinzuni, señor de Yzíparámucu, se preocupó al ver las ahumadas en el monte Puréperio (las ahumadas eran señal de guerra), y envío una embajada a sus sobrinos Cando y Huresqua, señores de Curínguaro, diciéndole que eran tantos, que sería bueno poner gente en Xarípitio y Hacumba parázicuyo 706 (lugares entre el monte Puréperio e Yzíparámucu), para hacer también fuegos y protegerse de las entradas de los chichimecas. Zinzuni les dijo a los mensajeros, que si no hacían caso Curínguaro, él se iría del pueblo con la gente, y dejaría de ser ―[puerta y] cerca y pared muy gruesa‖ contra Hiripan y Tangánxoan. Los mensajeros fueron a Curínguaro a relatar la embajada, pero no creyeron que los enemigos pudieran vencerlos, porque el señorío de Curínguaro, pensaban que ―lo ocupamos todo y estamos hechos un piélago. ¿Dónde es de agora ser Corínguaro? Porque de todo en todo es población divina y tiene canas de muy antigua población y las piedras de los fogares han echado muy hondas raíces. ¿Quién ha de venir a destruirnos?‖. Los mensajeros regresaron, y ante la negativa de ayuda por parte de sus sobrinos, Zinzuni, desmoralizado, le dijo a su gente que consumieran toda la comida que no pudieran llevar, que los que quisieran hacer matalotaje lo hicieran, y que se emborracharan para consolarse. Durante la borrachera aconteció el agüero de la diosa Avícamime, quien le vendió un roedor (muy probablemente una tuza), a una nuera de Zinzuni. La mujer cocinó al roedor para darlo de comer a su esposo Hopótacu y quitarle la resaca, pero al momento de sacarlo de la vasija, se transformó en el hijo de cuna de ambos, llamado Zinzíani,(1) Hopótacu la flechó, y le contó a su padre Zinzuni lo ocurrido, éste le explicó quién era esa vieja, se emborracharon otros cinco días y se fueron del pueblo. Con la victoria en estos combates, los uacúsecha mantuvieron el control de lo que sería en el futuro la capital del Estado tarasco. Notas (1) Hopótacu dice que su esposa mató ―a mi hijo, el que tu pusiste nombre‖, tanto Zinzuni y Zinzíani se relacionan con la palabra tzintzun, ―colibrí‖, es posible que Hopótacu fuera el heredero de Zinzuni, y por extensión Zinzíani, por lo que el agüero tendría la intención de cortar el linaje de Yzíparámucu. Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XXV, XXVI, XXVII y XXVIII. 707 708 III-Destrucción de Taríaran Agresor: Querétaro (Tzintzuntzan), junto con aliados Casus belli: Vengar la injuria hecha a los herederos chichimecas; ―rescatar‖ a la diosa Xarátanga Fecha: ca. 1420 Lugar: Taríaran, cerca de Ziracuaretiro Resultado: Victoria chichimeco-isleña Cambios territoriales: Los uacúsecha derrotan a uno de sus principales enemigos, con lo que inicia la expansión del triunvirato. Beligerantes Querétaro (Tzintzuntzan) Taríaran Pátzcuaro Cumachen [Comachuén] Erongaríquaro Hurichu Pichátaro Hiripan, Tangánxian e Hiquíngare Taríacuri Huresta Comandantes/Señores Hiuacha Thiban (1) Principales chichimecas: Cueçe y Cassímato, Quiriqui, Quacángari, Anguáziqua, Capáuaxanzi (valientes hombres) Principales isleños: Zapíuatame, Zanneta, Chapata y Atache hucane Fuerzas en combate ¿15 escuadrones = 6000 hombres de guerra? Datos No Disponibles Bajas Datos No Disponibles Datos No Disponibles Desarrollo de la acción Taríacuri mandó llamar a sus sobrinos e hijo, para que fueran a amonestar a Hiuacha, hijo de su suegro Zurumban, para que dejara de emborracharse, y si no hacía caso, matarlo. Partieron los tres jóvenes a Taríaran a ver a Hiuacha, y antes de que hablaran, él les dijo: ¿qué venís a decir? ¿Cómo, no venís a hablar de guerra? Esperad, contaremos los días: el día de la caña y el día del agua y el día de la mona y de la navaja, que yo Hiuacha no peleo, mas con mantas compro los esclavos". Tangánxoan le respondió que ellos no contaban los días, sino que traían leña a los cúes. Hiuacha preparó un convite, todos los presentes tomaron sus arcos y se sentaron en el patio, donde sacaron de comer a todos menos a los chichimecas; Hiuacha sacó mantas y camisas e hizo mercedes, menos a los chichimecas, como no les hicieron caso se emprendieron el regreso a su pueblo enojados. En el camino se les acercó un viejo llamado Parangua, quien les pidió a los chichimecas que cuando conquistaran Taríaran no los hicieran esclavos a él, su hermano Zipaqui y otros de los suyos, para lo cual les dió ochocientas plumas para Curícaueri. Pasaron de largo por Pátzcuaro sin haber hablado con Taríacuri, se fueron a Querétaro (Tzintzuntzan). Allí cortaron madera para los templos; Hiripan subió a un árbol y se cayó, al levantase lo encentraron enojado su hermano y primo, pues ellos tenían las manos llenas de callos e Hicuacha no, que no olvidarían esa injuria. Así decidieron atacar Taríaran y fueron hacérselo saber a Taríacuri, quien se preocupó y les preguntó que cuántos eran para atacar Taríaran, ellos respondieron: ―"¿por qué, 709 padre, no habemos de tener compañia? Muchos somos. Ahí está un prencipal llamado Cueçe y Cassímato y Quiriqui y Quacángari y Anguáziqua y Capáuaxanzi, que son valientes hombres de los nuestros. Y de los isleños, ahí están: Zapíuatame y Zanneta y Chapata y Atache hucane…‖. Taríacuri no quiso desanimar a sus sobrinos y les dijo que buscaran ayuda de otros señores. Consiguió la ayuda de los pueblos de Cumachen, Erongaríquaro, Uricho, Pichátaro y de un señor llamado Thiban. Al día siguiente los citó en un montecillo llamado Thiuapu, allí Taríacuri hizo tres montones de tierra, con una piedra y una flecha encima. En ese lugar les explicó cómo iba a haber tres señores, Hiripan en medio, en Ihuatzio; Tangánxoan en Tzintzuntzan e Hiquíngare en Pátzcuaro. Después Taríacuri trazó sobre el suelo la disposición de Taríaran: ―mirá que os quiero mostrar el pueblo: esta raya que está aquí es el camino por donde habéis de ir; ésta que está aquí, es una sierra. Vosotros habéis de ir por aquí, y los de Cumanchen por aquí; y los de Eróngariquaro y Hurichu y Pichátaro, irán por este camino.‖ Al día siguiente partieron del montecillo Thiuapu con toda la gente de guerra y en la tarde llegaron al pueblo Viramu angaru (en o cerca de Santa María Huiramangaro). Al anochecer tomaron a Curícaueri y cercaron el pueblo de Taríaran, poniendo celadas alrededor. Al amanecer, Hiripan dió la orden de levantarse, para atacar el pueblo, ―y llevaron, huyendo, los suyos a Hiuacha, asido de los brazos. Y alcanzándole Tangáxoan, llegó a él y dióle con una porra encima la cabeza. Y tomaron todas sus mujeres, aquí una y allí otra, y trujéronlas al real. Y moraban unos naturales en un pueblo llamado Chumengo y otros en otro pueblo llamado Zizupan y en Acúuato, y fué mucha gente de los enemigos huyendo a los dichos pueblos. Y diéronlos grita y no los recebieron, y dieron la vuelta otra vez, otra vez hacia su pueblo. Y cativáronlos y durmieron sobre ellos, que los alcanzaron de noche. Y todo un día estuvieron ansí cazando a los que se habían escondido y dormieron allí una noche. Y a la mañana contáronlos todos…‖ Las noticias de victoria se las llevó Zipíuatame a Taríacuri, quien le preguntó ―¿hay algunos muertos de los nuestros con que me déis pena?‖, Zapíuatame le contestó: ―señor, no peleó el señor [Hiuacha] de pueblo…en un día los tomamos cazándolos…‖, con lo cual se alegró Taríacuri. Posteriormente llegaron los guerreros con los cautivos a Pátzcuaro, donde liberaron a Parangua, Zipaqui y cuatrocientos de los suyos. Hiuacha y demás gente, fueron preparados para ser sacrificados en los cúes todo el día. Notas (1) Cladia Espejel menciona sobre este personaje: ―Thiban. Señor que ayuda a Tariacuri en la guerra contra Tariaran. Cuando Tariacuri planea la guerra contra Tariaran dice que le pedirá ayuda a Huresta, el señor de Cumanchen, y que si su ayuda no fuera suficiente también podrían ir todos juntos a solicitar el apoyo de Thiban que era muy valiente hombre. No se dice de qué pueblo era Thiban ni si efectivamente Tariacuri solicitó su ayuda. Además del señor de Cumanchen, en la conquista de Tariaran colaboró la gente de Erongariquaro, Uricho y Pechataro. Posiblemente Thiban era el señor de alguno de estos pueblos aunque no hay nada que lo indique.‖ Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XXIX y XXX. -―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, Archivo Histórico de la Ciudad de Pátzcuaro, Caja 5, Exp. 24, 1592. - ESPEJEL CARBAJAL, CLAUDIA. La justicia y el fuego…, Óp. Cit., T. II, P. 250. 710 711 IV-Conquista del territorio por el Triunvirato y formación del Tzintzuntzan Irechequa Agresor: Triunvirato Pátzcuaro-Tzintzuntzan-Ihuatzio Casus belli: Extender el señorío de Curícaueri Fecha: ca. 1420-1450 Lugar: Territorio del actual Michoacán y Estados vecinos Resultado: Victorias tarascas Cambios territoriales: Los uacúsecha lograron dominar la cuenca del lago de Pátzcuaro y posteriormente gran parte del territorio del actual territorio michoacano. Beligerantes Chichimecas e isleños Grupo de pueblos conquistados 1 Tariaran Curínguaro Tétepeo Tirípitio Hetúquaro Hopóro Grupo de pueblos conquistados 2 Xaso Chucándiro Terémendo Bányqueo Grupo de pueblos conquistados 3 Cumachen Naranjan Çacapu Cheran Siuínan Hurúapa Hacáuato Zizupan Chenengo Vacapu Taríyaran Yuriri Hopácutio Condébaro [Muerte de Taríacuri/Creación del Hurecho Triunvirato] Conquistas del Triunvirato (Tangánxoan, Grupo de pueblos conquistados 4 Hiripan e Hiquíngare) Huríparao Charáchutiro Tupátaro Varírosquero Xeroco Cuiseo Grupo de pueblos conquistados 5 [Nombran caciques(Isleños en la mano Peuéndao izquierda o Tierra Caliente(Sur), Zinzímeo Chichimecas a la Mano derecha Araro (Norte)/Ponen los tesoros en Ihuatzio] Grupo de pueblos conquistados 6 Tacánbaro Hurapan 712 Lugar: ¿Paracho? Señor: Çangueta Lugar: la Guacanan Señor: Cúpauaxanzi Lugar: ¿Huruapan? Señor: Vtúcuma Parochu Charu Hetúquaro Curupu hucazio Grupo de pueblos conquistados 7 Casinda angápeo Purechu hoato Cauingan Tucúmeo Marita angápeo Hetúquaro Hapérendan Çacango Cuseo Xanóato angápeo Quayámeo Grupo de pueblos conquistados 8 Apánoato Grupo de pueblos conquistados 9 Vámuquaro Hacuízapio Papazio hoata Tétenguio Purúaran Cuzian Mazani Pataçio Camuqua honto Yuréquaro Sirándaro Copúan Cuxaran Grupo de pueblos conquistados 10 Caxúruyo Sycuýtaro Tarinbo házaquaran Zicuýtaran Púmuchacupeo Yacono Atáquenda Zinagua Churúmucu Cuzaru Grupo de pueblos conquistados 11 Paránzio Zinapan Zirápitio Taziran Turúquaran Vrechu ambáquetiro Copúan Euáquaran Charápichu Paráquaro 713 Chichimecas e isleños Paqués hoato Euáquaran Tirístaran Puco hoato Tanzítaro Eruzio Zirámaratiro Grupo de pueblos conquistados 12 Visíndan Hauíri hoato Zinapan Zirápetio Hapánohato Cuyucan Hapázingani Pungari hoato Grupo de pueblos conquistados 13 Ambézio Tauengo hoato Tiríngueo Charácharando Çacapu hoato Peránchequaro Vasís hoato Hucumu Hacándiquao Haroyo Xungápeo Chapato hoato Haziro hauánio Taximaroa Puiuri equatacuyo Maróatiro Hucario Hirechu hoato Acánbaro Hirámucuyo Tebéndaho Mayao Eménguaro Cazáquaran Yurírapúndaro Cuypu hoato Vangaho Ténequaro Purúandiro Zirápequaro Quaruno Ynchazo Hutáseo Hacáuato Zánzani Verecan 714 Otras conquistas Lugar: Ihuatzio Señor: Ticátame, hijo de Hiripan Carapan Lugar: Tzintzuntzan Señores: Tzitzíspandácuare y Zuangua Tamaçula Capotlan Colima Çacatula Pueblos Dábalos Desarrollo de la acción La conquista de Taríaran marcó el inicio de la expansión de lo que se convertiría en el Triunvirato Pátzcuaro-Tzintzuntzan-Ihuatzio, y posteriormente en el Tzintzuntzan Irechequa o Estado Tarasco. Después de destruir esta población, el objetivo siguiente fue Curínguaro y su área de influencia (Grupo de pueblos conquistados 1). Después de una racha de victorias, Taríacuri murió y fue fundado el Triunvirato, conformado por Tangánxoan en Tzintzuntzan, Hiripan en Ihuatzio e Hiquíngare en Pátzcuaro. Los tesoros de las conquistas se resguardaron junto con Curícaueri, Xarátanga y los dioses Tiripemencha en Ihuatzio, y se hicieron caciques por todo el territorio conquistado; los chichimecas se fueron a la Mano derecha (norte), mientras que los isleños se fueron a la Tierra Caliente [Mano izquierda]. El Triunvirato dejó participar activamente a los caciques que nombraron, y la expansión quedó en sus manos, pues ―iban todos estos principales conquistando por su parte‖. La RM da el nombre de algunos de estos principales, Cupáuaxanzi desde la Guacanan (Grupo de pueblos conquistados 10), Ziíuatamezangueta conquistó Paracho, Chapata, Aiche huacáuati; Utume y Catúquema conquistaron Chupingo parápeo; Çagueta de los isleños conquistó Apánoato, y Vtucuma conquistó Paránzio Zirámatiro; también los chichimecas e isleños realizaron una campaña para conquistar la Tierra Caliente (Grupo de pueblos conquistados 12). La conquista era tan rápida, que ―iban poniendo caciques en todos los dichos pueblos; hasta las mujeres mandaban los pueblos.‖ Después de establecido el control sobre el territorio, un hijo de Hiripan llamado Ticátame conquistó Carapan. Posteriormente, cuando Tzintzuntzan se convirtió en la capital política de todo el territorio, Tzitzíspandácuare y Zuangua extienden las fronteras sobre Tamazula, Zapotlan, Colima y los Pueblos de Ávalos, alcanzando la máxima extensión del Tzintzuntzan Irechequa. Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Caps. XXXI, XXXIV, XXXV. 715 716 V-Conquistas y entradas de Tzitzíspandácuare Agresor: Tzintzuntzan Irechequa Casus belli: Extender el señorío de Curícaueri Fecha: ca. 1450-1486 Lugar: Fronteras del Tzintzuntzan Irechequa Resultado: Victorias tarascas al Occidente y en la costa, tablas en el Oriente Cambios territoriales: Los tarascos conquistaron porciones de Jalisco, Colima y la costa. Beligerantes Tzintzuntzan Irechequa Xiquipilco (1462) Tuluca Xocotitlan Tlala (ca. 1469) Oztuma Colima Zacatula Tzitzíspandácuare Varios miles de guerreros Zibulan [¿?] Paquilpan [¿Quitupan?] Titelan [Tetela del Río] Chapatouvato [¿Chapatoato?] sichoo [Xichú] camadelani [¿?] Comandantes/Señores Axayácatl/Hacangari (Huey tlatoani mexica) Fuerzas en combate Varios miles de guerreros Bajas En una ocasión hubo ―diez e seis mil hombres‖ caídos Desarrollo de la acción La expansión del Tzintzuntzan Irechequa se topó hacia oeste con la Excan Tlatoloyan, entre ambos existía una franja de tierra ocupada por pueblos otopames, unos bajo control tarasco y otros bajo el control mexica, que cumplieron una función de amortiguamiento entre ambos estados expansionistas. La RM menciona que cuando iban hacer la guerra hacia la frontera con México, los tarascos ―peleaban con los otomíes, que eran valientes hombres y por eso los ponía Montezuma, en sus fronteras.‖ Los otomíes, eran junto con los mexicas y chichimecas, la amenazas externas más importantes para el Tzintzuntzan Irechequa. La RM menciona la regularidad de los ataques por parte de los tarascos hacia los otomíes, resaltando dos de gran magnitud: ―Zizíspandáquare hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en dos veces, diez e seis mil hombres (1). Otras veces traía cativos.‖ El Códice Telleriano-Remensis mencionó otra batalla entre tarascos y los de Xiquipilco en 1462. También se mencionó que los tarascos destruyeron el valle de Tlala en Jalisco, ca. 1469. En 1476-1477 los tarascos derrotaron a los ejércitos de Axayácatl, una sonada derrota recordada hasta las épocas coloniales. Durante el reinado de Tzitzíspandácuare se conformaron las fronteras entre los tarascos y mexicas que se extendieron desde Yuririapúndaro en el actual Guanajuato, hasta Tetela del Río, en el Estado de Guerrero. En ésta última región existieron varios lugares fortificados en ambos lados de la frontera; los mexicas conquistaron y controlaron la fortaleza de Oztuma, que era considerado como un lugar inexpugnable, y que estuvo bajo asedio tarasco desde la época del cazonci Tzitzíspandácuare. Estas guerras entre ambas fronteras se prolongaron bajo los reinados de 717 Zuangua y Tzintzincha, hasta la llegada de los españoles, sin que la frontera tarasco-mexica sufriera cambios considerables. A pesar de la preocupación y gran esfuerzo que se destinó a la frontera tarasco-mexica, sabemos que Tzitzíspandácuare conquistó hacía otras direcciones, la RM menciona que ―tuvo su conquista hacia Colima y Çacatula y otros pueblos, y fué gran señor…‖; El Códex Plancarte hace referencia a esos otros pueblos: ―Entances [sic] vinieron los valientes guerreros con el Rey Tzitzispandequare y empezó á dar guerra por todos los lugares para que le dieran tributo á él en Zibulan y Paquilpan y Titelan Chapatouvato y sichoo y camadalani esto duró mucho tiempo hasta que por ultimo ya por la vejez no pudo guerrear mas.‖ Está referencia de que éste cazonci hizo la guerra por todos los lugares para que le dieran tributo, coincide con la información conocida sobre sobre su reinado. Notas (1) Por el estilo del castellano antiguo, no sabemos si se refiere a que dos veces hubo 16000 bajas, o sí en una entrada murieron 10000 y en otra 6000, o sí hubo 16000 bajas por cada una de las poblaciones atacadas. Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXXV, Tercera Parte, Caps. IV y XIX. -TELLO, ANTONIO. Libro segundo de la crónica miscelánea…, Cap. XXXIV. - Códice Telleriano-Remensis. - Códex Plancarte. -HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖. 718 719 VI-Ataque de los mexicanos y destrucción de Taximaroa Agresor: Excan Tlatoloyan Casus belli: Probar el valor de los tarascos y experimentar sus fuerzas; estrenar la Piedra del Sol; Consagrar su templo. Fecha: 1476-1477 (1) Lugar: Entre las fronteras de Matlatzinco y Taximaroa, junto a una laguna en Zinapécuaro y Charo Resultado: Aplastante victoria tarasca, desastrosa huida mexica Cambios territoriales: No hubo cambios territoriales importantes, pero los pueblos del valle de Matlatzinco se refugiaron en el Tzintzuntzan Irechequa. Beligerantes Excan Tlatoloyan Tzintzuntzan Irechequa Comandantes/Señores Axayácatl/Hacangari Tzitzíspandácuare/Camacoyáhuac, tlatohuani de Michhuacan Fuerzas en combate Inicialmente: Inicialmente: 24 000 combatientes (según Durán) 40 000 hombres de guerra (según Durán) 32 300 combatientes (según Tezozómoc) 50 000 hombres de guerra (según Tezozómoc) Refuerzos indeterminados matlatzincas Total: 20 000 bajas aproximadamente Refuerzos de la contraofensiva: 80,000 combatientes en total (según Tezozómoc) Bajas D.N.D. Sobrevivientes: 200 mexicanos 400 texcocanos 400 tepanecas 400 chalcas 400 xochimilcas y de toda la Chinampa 300 otomites de Cuauhtlalpan Pocos de Tierra Caliente Total: 2100 sobrevivientes aproximadamente (2) Desarrollo de la acción La conquista de pueblos, tanto de parte de los tarascos como de los mexicas, acercaba irreductiblemente al enfrentamiento directo a dos de las entidades políticas más poderosas de Mesoamérica en el Posclásico Tardío, que impusieron su dominio tributario sobre vastas regiones, y que mantendrían una lucha de poder durante las siguientes décadas. El enfrentamiento fue en 14761477, cuando los mexicas conquistaron el valle de Toluca, y se consideraron capaces de conquistar a los tarascos. Sobre esta batalla contamos con dos testimonios, el de Durán y el de Tezozómoc; aunque muestran algunas divergencias, pueden complementarse para comprender los movimientos tácticos empleados. En la versión de Durán, la campaña contra Michoacán fue ideada por Axayácatl y Tlacaélel, mientras que en la versión de Tezozómoc, los principales guerreros y generales Cuauhnochtli, Tlacochcalcatl y Ticocyahuacatl le rogaron a Axayácatl que les diera permiso de contar cuánta gente de guerra tenían para atacar. Durán menciona que los mexicas avanzaron por el valle de Toluca hasta llegar a los términos de Michoacán, pero tanto él como Tezozómoc omitieron la destrucción de Taximaroa, que sí es mencionada por la RM: ―otra vez venieron los mexicanos a Taximaroa y la destruyeron en tiempo del padre de Motezuma llamado Hacángari, y Zizíspadáquare la tornó a poblar…‖. El ejército mexica acampó en un llano entre el lago de Cuitzeo y la laguna de Queréndaro, desde ahí Axayácatl mandó espías para descubrir de qué tamaño era el ejército tarasco, al descubrir que los tarascos eran 40,000, una correlación desfavorable de casi 2 a 1, el huey tlatoani 720 vaciló, pero por opinión de sus consejeros tuvo que mantener la ofensiva. Tezozómoc proporcionó la cifra de 50,000 guerreros tarascos. Axayácatl dio la orden de avanzar y los mexicas se encontraron con el gran ejército tarasco. Antes de la batalla, los tarascos enviaron una embajada, según Durán, la embajada trató de cómo Axayácatl fue engañado por los matlatzincas y mal aconsejado; Tezozómoc en cambio, menciona que los mexicas dijeron que ―nuestra venida fue por ver vuestras tierras y a vosotros.‖ Después del intercambio de embajadas, ambos ejércitos se batieron en el campo de batalla, según Durán, los ejércitos tarascos siempre mantuvieron la superioridad militar, y Axayácatl tuvo que reforzar al ejército mexica durante todo el día hasta que en la noche dejaron de combatir; durante el combate murieron muchos guerreros de las ordenes cuauhueuetl, cuachic y otomí, incluso murió un pariente muy cercano del huey tlatoani, y uno de los del consejo real de los cuatro. Tezozómoc en cambio, menciona que los mexicas lograron hacer retroceder a los tarascos hasta Charo, pero también se hace referencia que los tarascos estaba recibiendo muchos refuerzos en este punto, hasta la cifra de 80,000 guerreros. Al ver la imposibilidad de la victoria, Axayácatl y sus consejeros dan la orden de huir, Durán menciona que se dio la orden de retirarse hasta Ecatepec, mientras que Tezozómoc menciona como los tarascos persiguieron a los mexicas que huían a Tzinacantepec, y se quedaron varios nobles a cubrir la retirada muriendo en el combate. El ejército tarasco se dividió en dos, unos fueron a recuperar Taximaroa, y otra parte siguió a los mexicas hasta Toluca. Allí Axayácatl se despidió de los señores, lamentó la derrota y les dio palabras de ánimo. Cuando la noticia de la derrota mexica a manos de los tarascos llegó a Tenochtitlan, la ciudad se puso en estado de alerta temiendo una invasión. Axayácatl fue recibido como héroe, pero todos los nobles y el mismo Tlacaélel lloraron la grave derrota sufrida por los tarascos. La derrota mexica mermó considerablemente el prestigió mexica, y muchos pueblos otomíes, matlatzincas y mazahuas, migraron al Tzintzuntzan Irechequa a buscar protección en contra de los abusos mexicas, lo que fortaleció las fronteras tarascas de futuros ataques. Notas (1) Chimalpahin mencionó que ésta batalla acaeció en 1471, sin embargo, Carlos Herrejón menciona todos los elementos cronológicos registrados antes de la conquista del valle de Matlatzinco por parte de los mexicas, por lo que la batalla debe computarse en entre 1476-1477. (2) Siguiendo las cifras proporcionadas por Durán, faltan 1900 combatientes, sin contar los refuerzos matlatzincas. Esto se explica que, en la huida, Axayácatl manda que se ―contasen los que de la guerra auian escapado de todas las prouincias‖, pues hay que recordar que el grueso de los ejércitos mesoamericanos estaban conformados por campesinos de leva. Armamento tarasco mencionado: hondas, varas tostadas arrojadizas, arcos y flechas, macanas con cuchillos de navajas [macuahuitl], porras, otras armas ofensivas y defensivas con muchas y muy galanas rodelas y divisas de oro y plumas. Tipos de guerreros mexicas mencionados: Cuauhueuetl (águilas viejas), Cuachic, Otomí. Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXXV. - DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. T. I, Cap. XXXVII. - ALVARADO TEZOZÓMOC, HERNANDO. Crónica Mexicana / Códice Ramírez. Manuscrito del siglo XVI, Cap. LII. - CHIMALPAHIN, DOMINGO. Las Ocho Relaciones y el Memorial de Colhuacan. T. I, Tercera Relación, 1471-1474, Quinta Relación bis, 1472-1486, T. I, Séptima Relación, 1470-1474, T. II. -HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖. 721 722 VII-Ensanchamiento del Tzintzuntzan Irechequa por Zuanga Agresor: Tzintzuntzan Irechequa Casus belli: Extender el señorío de Curícaueri Fecha: ca. 1486-1520 Lugar: Fronteras del Tzintzuntzan Irechequa Resultado: Victorias parciales tarascas Cambios territoriales: Los tarascos alcanzaron su mayor extensión hacia el Occidente. Beligerantes principales Tzintzuntzan Irechequa Excan Tlatoloyan Colima Zacatula Pueblos de Nueva Galicia: Ameca Zapotitlan Cuiseo- Poncitlan Teucaltiche [Teocaltiche] Comandantes/Señores Zuangua Ahuízotl (1486-1502) Moctezuma II (1502-1520) Desarrollo de la acción La RM menciona que después del cazonci Tzitzíspandácuare gobernó su hijo Zuangua y que ―ensanchó mucho su señorío‖, sin embargo no queda claro que territorios fueron incorporados por este cazonci, que gobernó ca. 1486 a 1520. Por otras fuentes sabemos que los tarascos consolidaron su poder al occidente, en los llamados Pueblos de Avalos en la cuenca de Sayula, penetrando en territorio jalisciense hasta Amula; la cuenca del Tepalcatepec, hacía el sur en la Tierra Caliente y la Sierra Madre del sur hasta Coalcomán. Probablemente Zuangua intentó reincorporar Colima y Zacatula al irechequa sin éxito. También se tiene constancia que los tarascos mantuvieron bajo asedio la fortaleza mexica de Oztuma en la cuenca del Balsas hasta la llegada de los españoles. Bajo el reinado de Zuangua el Tzintzuntzan Irechequa se consolidó territorialmente y mantuvo un estado de guerra permanente en sus fronteras. El Códex Plancarte después de hablar del reinado de Tzitzíspandácuare menciona que ―entonces entró en gobierno el Rey tzivuanqua procuró también dar muchas guerras hasta que por ultimo y su vejez no pudo guerrear mas.‖ Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Segunda Parte, Cap. XXXV. - Códex Plancarte. - ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Michoacán. - ACUÑA, RENÉ. (Editor). Relaciones geográficas del siglo XVI: Nueva Galicia. -CARRASCO, PEDRO. ―Nuevos datos sobre los nonoalca de habla mexicana en el reino tarasco‖. -HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖. 723 724 725 IX-Campaña de Moctezuma II contra el Tzintzuntzan Irechequa Agresor: Excan Tlatoloyan Casus belli: Conquistar el territorio tarasco; obtener plata y cobre Fecha: ca. 1517 (1) Lugar: Acámbaro, Zinapécuaro, Maravatío, Ucáreo y Taximaroa Resultado: Los tarascos lograron cierta ventaja en el valle de Toluca Cambios territoriales: Los tarascos lograron mantener una guarnición a una legua de Toluca. Beligerantes Tzintzuntzan Irechequa Comandantes/Señores Tlahuicole Zuangua Fuerzas en combate Datos No Disponibles Datos No Disponibles Bajas Datos No Disponibles Datos No Disponibles Desarrollo de la acción Gracias a una guerra que emprendieron los mexicas y huejotzingas contra Tlaxcala, capturaron al guerrero Tlahuicole. Según las fuentes mexicas este guerrero por su valentía fue perdonado de ser sacrificado, pero al final se suicidó aventándose desde lo alto de un templo en Tlatelolco. Sin embargo, en la versión tlaxcalteca escrita por el mestizo Diego Muñoz Camargo, Tlahuicole era un guerrero tan esforzado y con fuerza sobrehumana, que Moctezuma II le perdonó la vida y le encargó comandar una parte de los ejércitos mexicas en una campaña que emprendió en contra del Tzintzuntzan Irechequa, de donde pretendía obtener plata y cobre. Los mexicas reunieron una gran armada para atacar a los tarascos en las fronteras tarascas de Taximaroa, Maravatío, Acámbaro, Ucareo y Zinapécuaro. Muñoz Camargo mencionó que ―aunque esta tan grande entrada se hizo a costa de muchas gentes, que en ella, murió de la una parte y de la otra, que puso terrible espanto a los Michoacanenses, aunque no les pudieron entrar ni ganar cosa alguna de su tierra, a lo menos trajeron los Mexicanos plata y cobre de la que pudieron robar en algunos reencuentros y alcances que hicieron en seis meses que duró la guerra, en la cual Tlahuicole hizo por su persona grandes hechos y muy temerarios, ganó entre los Mexicanos eterna fama de valiente y extremado capitán.‖ El Códice de Tzictepec confirma la presencia de Tlahuicole en el valle de Toluca, y los reclamos de los descendientes de Francisco Tangáxoan, que mencionaron una guarnición tarasca a una legua de Toluca, sugieren que a pesar de las bajas, los tarascos lograron mantener por un tiempo una guarnición en territorio matlatzinca. Notas (1) Carlos Herrejón Peredo confrontó varias fuentes y se puede concluir que la campaña fue en 1517 Fuentes -MUÑOZ CAMARGO, DIEGO. Historia de Tlaxcala, Lib. I, Cap. XV -―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo General de Indias, legajo 60, núm. 2, Ramo 3. -HERREJÓN PEREDO, CARLOS. ―La pugna entre mexicas y tarascos‖ Excan Tlatoloyan 726 727 X-Expediciones españolas al Tzintzuntzan Irechequa antes de la conquista Agresor: Fuerzas expedicionarias mandadas por Hernán Cortés Casus belli: Explorar el territorio tarasco Lugar: Tzintzuntzan Irechequa Primera Expedición Desarrollo de la acción 23 de febrero de 1521 Un español sobre un caballo blanco Después de que Tangáxoan II fue elegido como nuevo llegó a Taximaroa [Juan Herrera, cazonci, por indujo de un principal llamado Timas, mandó Juan Francés y un cierto Porras o matar a sus hermanos para que no se intentaran rebelar contra Porrillas] su autoridad. Para este punto, la llegada de los españoles era inminente, y el primer contacto entre un español y los tarascos ocurrió el 23 de febrero de 1521, con la presencia de un español sobre un caballo blanco, en la fortaleza fronteriza de Taximaroa. La fecha es emblemática pues durante esos días se celebraba la fiesta de Purecoraqua, la fiesta de la guerra, y debió tomarse como un augurio importante; según la RM, el español estuvo dos días en Taximaroa, y volvió a México con una embajada de nobles tarascos. Benedict Warren identifica a éste español con un tal Porrillas o Parrillas, y probablemente está visita corresponda a otra que atestiguaron los hermanos Juan de Herrera y Pedro Hernández en su probanza de méritos y servicios, soldados al mando de Pedro de Alvarado durante el sitio de Tenochtitlán. Se deduce que Juan Herrera, Juan Francés y un cierto Porras, llegaron a la frontera de Michoacán, y regresaron al campamento de Pedro de Alvarado con ―ciertos indios y otras cosas‖. La noticia de la destrucción de la capital mexica se extendió rápidamente, y Tzintzincha Tangáxoan envió pocos días después una embajada a Cortés. En está embajada, los tarascos querían comprobar que los mexicas habían sido destruidos y tratar de no enemistarse con los españoles, quienes les preguntaron que si desde sus tierras se podía llegar al océano Pacifico, y al contestar que sí se podía llegar, pero que no podían pasar por estar en guerra con un gran señor (probablemente el de Zacatula). La embajada duro 3 o 4 días, y Cortés hizo escaramuzar a los jinetes para impresionar a los tarascos, y determinó enviar españoles a Michoacán. 728 Segunda Expedición Otoño de 1521 Antonio Caicedo y españoles Desarrollo de la acción otros dos Una segunda expedición fue despachada a Michoacán en otoño de 1521 conformada por Antonio Caicedo y otros dos españoles más, quienes llegaron hasta Tzintzuntzan, ahí fueron bien recibidos por Tangáxoan Tzintzincha, quién organizó una demostración de fuerza al presentar a un grupo de cazadores con muchos venados cazados y trató de infundir temor a los extraños, aunque les hizo muchos presentes de oro y plumajes, y les dio el tratamiento de ―dioses del cielo‖. Los españoles le dijeron al cazonci que traían cosas para rescatar, y que querían mercarlas, les dio permiso para que fueran con los mercaderes, pero en secreto dio la orden de que nadie les rescatara nada, pero algunos de los miembros de la casta sacerdotal, les dieron mantas de sus dioses a cambio de lo que traían de México. Antes de regresar a México, los españoles le regalaron diez puercos y un perro para que cuidara a su mujer, pero al ver a esos animales extraños, lo tomó por augurio, y los mandó sacrificar y tirarlos en los herbazales. También pidieron dos mujeres parientas del cazonci, ―y por el camino juntábanse con ellas y llamaban los indios que iban con ellos a los españoles, tarascue, que quiere decir en su lengua yernos. Y de allí ellos después empezáronles a poner este nombre a los indios y en lugar de llamarles tarascue, llamáronlos tarascos, el cual nombre tienen agora y las mujeres tarascas. Y córrense mucho destos nombres.‖ Después de la visita de los españoles, Tangáxoan II tenía intenciones de visitar personalmente a Cortés en Coyoacán, pero cambió de opinión por consejo de sus cortesanos, y mandó a sus hermanos adoptivos, Tashauacto y Cuiniarángari (mencionados más a menudo en la RM como Huitzitziltzi y don Pedro respectivamente), con otros hombres y muchos cargadores con regalos para Cortés, siendo un total de casi mil personas. La embajada llegó a mediados de noviembre de 1521 y el encuentro duró de 4 a 5 días. En México, los embajadores tarascos vieron la destrucción causada en MéxicoTenochtitlán, se entrevistaron con los señores mexicas derrotados, los españoles impresionaron a los embajadores tarascos con ejercicios ecuestres, disparos de arcabuces y la destrucción de una torre (¿templo?) con la artillería. Cortés les mencionó que quería entrevistarse con su hermano el cazonci, días después regresaron a Tzintzuntzan a dar noticias de lo visto, y los tarascos empezaron a hacer preparativos en caso de confrontación. 729 Tercera Expedición Desarrollo de la acción Primavera de 1522 Francisco Montaño, Diego Peñalosa, Una tercera expedición llegó a territorio tarasco, en esa ocasión, Gaspar de Tarifa y Bartolomé López Francisco Montaño, Diego Peñalosa, Gaspar de Tarifa y Bartolomé López al legar a Tzintzuntzan pidieron veinte principales con mucha gente para ir hacia Colima, la expedición se detuvo en un pueblo llamado Háczquaran (no identificado), ahí los españoles esperaron, y enviaron a los principales tarascos por delante, pero nadie regresó porque fueron sacrificados por los enemigos de Colima, acto de guerra con el cuál los últimos se prepararon para enfrentarse a tarascos y españoles en el futuro. Es entonces que los expedicionarios españoles resolvieron en volver a Tzintzuntzan y de ahí a México. El cazonci mandó 8 señores como embajadores y 800 cargadores para llevar regalos y comida a Cortés. La información más detallada sobre esta expedición, la redactó Francisco Cervantes de Salazar entre 1554 y 1566, casi 30 años después, y el mismo Francisco Montaño redactó su versión al cronista. ―En el relato que Montaño hizo de su hazaña a Cervantes de Salazar y en el arreglo clasicista dramático del mismo, parece que la historieta creció mucho.‖ La visita de los españoles dejó en extremo desconcertado a Tzintzincha, no sabiendo cómo actuar ante la situación, adoptó una actitud pesimista, ya que no había nada que hacer ni a donde huir de la llegada de las nuevas gentes. Además, estas expediciones a través de territorio tarasco, así como la información intercambiada por las embajadas, le permitió a Hernán Cortés tener conocimiento de la situación y mandar la expedición definitiva que pondría al Tzintzuntzan Irechequa bajo control hispano. Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. XXIII. - CORTÉS, HERNAN. ―Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522‖. -―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo General de Indias, legajo 60, núm. 2, Ramo 3. - CERVANTES DE SALAZAR, FRANCISCO. Crónica de la Nueva España. - WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 730 731 XI-1-Gente de guerra para detener a los españoles en Taximaroa Agresor: Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid Casus belli: Poner bajo dominio efectivo español al Tzintzuntzan Irechequa Fecha: ca. 17 de Julio de 1522 Lugar: Oriente de Michoacán Resultado: Combate no librado, pero continuó el avance español hacía Tzintzuntzan. Beligerantes Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid Tzintzuntzan Irechequa Ucáreo Acámbaro Araró Tuzantla Indaparapeo Comandantes/Señores Cristóbal de Olid Tzintzincha Tangáxoan Tashauacto/Huitzitziltzi Ixtlilxochitl Cuiniarángari Muçúndira Xamando Quézequaparé Fuerzas en combate -70 de a caballo y 200 soldados a pie (según Indaparapeo Hernán Cortés) Capitán: Xamando -200 españoles (según la RM) 8000 hombres de guerra -174 españoles, conformada por 13 oficiales de varios grados, otras 28 gentes de a caballo, Hetúquaro [Tarímbaro] 18 ballesteros, 2 escopeteros, 113 gentes de a Capitán: Tashauacto/Huitzitziltzi pie (según una sección del juicio de 8000 hombres de guerra residencia de Cortés) -100 españoles de a pie, 40 a caballo, y con 5000 auxiliares texcocanos (según Fernando de Alva Ixtlilxochitl) -Varios miles de auxiliares indígenas más no mencionados 732 Desarrollo de la acción Las expediciones a través de territorio tarasco, así como la información intercambiada por las embajadas, le permitió a Hernán Cortés tener conocimiento de la situación y mandar la fuerza armada definitiva que pondría al Tzintzuntzan Irechequa bajo control hispano. Ésta tarea la encargaría Hernán Cortés a uno de sus capitanes más cercanos, Cristóbal de Olid, que salió para Michoacán en julio de 1522. Las fuentes documentales existentes proporcionan números muy variados sobre cuantos elementos conformaban la fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid para subyugar el reino del cazonci. Las noticias de una inminente invasión española al Tzintzuntzan Irechequa llegaron a la capital tarasca, cuando el 17 de julio, durante la fiesta de Cahera cónsquaro, Cristóbal de Olid llegó a la frontera de Taximaroa. Tzintzincha juntó a los viejos y señores para establecer que hacer, se determinó que había que preparar la defensa y mandar correos por todo el territorio dominado por los tarascos, para que la gente de guerra llegara a Tzintzuntzan para defenderla, que sí iban a morir como los mexicas, que murieran todos juntos, y que para eso tenían a todos esos pueblos subyugados, para acrecentar las flechas de Curícaueri. Tzintzincha también mando a Cuiniarángari con otro principal llamado Muçúndira a que hiciera gente de guerra en Taximaroa y su frontera en Ucáreo, Acámbaro, Araró y Tuzantla. En el camino, se encontraron con un principal de Taximaroa que se llamaba Quézequaparé, quien le informó que ya estaban todos muertos en Taximaroa. Cuando llegó a su destino, Cuiniarángari encontró la ciudad desierta, y fue capturado por los españoles. Por medio de un nahuatlato llamado Xanaqua, Cristóbal de Olid le preguntó a Cuiniarángari de dónde venía, este le respondió que el cazonci lo había enviado para recibir a los dioses, pero Olid no le creyó, ya que sospechaba de la emboscada, por lo que le dijo a Cuiniarángari que vería al cazonci en un lugar llamado Quangáçeo, cerca de Charo, y que trajera mantas ricas, gallinas, huevos y pescado. Cuiniarángari vio como hacían misa los españoles, y temió que en el cáliz ―vieran‖ la emboscada, cómo ―veían‖ los médicos y hechiceros indígenas. Xanaqua le dijo a Cuiniarángari que no temieran, que los españoles eran muy liberales, y que trajeran el oro, plata, maíz y mantas pedidas. De regreso, Cuiniarángari disgregó un ejército de ocho mil hombres de Indaparapeo cuyo capitán era Xamando, y otros ocho mil hombres en Hetúquaro (actual Tarimbaro), que estaban bajo las órdenes de su hermano Huizizilzi, con el pretexto de que los españoles no venían enojados, al contrario, que eran muy liberales y querían ver al cazonci en Quangáçeo (cerca de Guayangareo), y tenía que llevar la noticia a Tzintzuntzan. Con la disolución de estos ejércitos, la expedición de Olid siguió avanzando al corazón del Tzintzuntzan Irechequa. Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. XXIV. - CORTÉS, HERNAN. ―Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522‖. - ALVA IXTLILXÓCHITL, FERNANDO DE. ―Decimatercera relación, de la venida de los españoles y principio de la ley evangélica, escrita por don Fernando Alva Ixtlilxóchitl‖. - WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 733 734 XI-2-Raya hecha para detener a los españoles y conquista de Tzintzuntzan Agresor: Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid Casus belli: Poner bajo dominio efectivo español al Tzintzuntzan Irechequa Fecha: ¿21-25? de Julio de 1522 Lugar: Tzintzuntzan Resultado: Combate no librado, pero fue una victoria española Cambios territoriales: Inició el dominio hispano en la provincia de Michoacán. Beligerantes Fuerza expedicionaria de Cristóbal de Olid Tzintzuntzan Irechequa Comandantes/Señores Cristóbal de Olid ¿Tzintzincha Tangáxoan? Tashauacto/Huitzitziltzi (Capitán General) Ixtlilxochitl Cuiniarángari Timas Otros señores mencionados por Pablo Beaumont: Vibil Guangari Huimaxe Nanuma Fuerzas en combate -70 de a caballo y 200 soldados a pie (según 80,000 guerreros (Según el jesuita Francisco Hernán Cortés) Ramírez) -200 españoles (según la RM) -174 españoles, conformada por 13 oficiales de varios grados, otras 28 gentes de a caballo, 18 ballesteros, 2 escopeteros, 113 gentes de a pie (según una sección del juicio de residencia de Cortés) -100 españoles de a pie, 40 a caballo, y con 5000 auxiliares texcocanos (según Fernando de Alva Ixtlilxochitl) -Varios miles de auxiliares indígenas más no mencionados Desarrollo de la acción Lo que aconteció después de que Cristóbal de Olid penetró en territorio tarasco hasta que llegó a Tzintutzuntzan es confuso. La versión contenida en la RM sobre esos acontecimientos fue la de don Pedro Cuiniarángari (quien reivindicó su papel favorecedor a la conquista al momento que se redactó dicho documento), según esta versión, cuando él regresó a la capital tarasca tuvo noticia que Timas se quiso levantar con el señorío, le dijo al cazonci que era mejor ahogarse todos en el lago, pues ―¿fueron por ventura tus agüelos y tus antepasados esclavos de alguno para querer ser tú, esclavo? […] ¿eres por aventura mazegual y de baja suerte?...‖. Cuiniarángari se opuso a que Tzintzincha se ahogara, pues vio el engaño que le hacían los señores, pues lo incitaban a que se lanzara el primero cargado de cobre al agua, que y los demás lo seguirían. Antes de que lo obligaran a morir, Tzintzincha logró escapara a un monte, y luego a Uruapan, quedando a cargo Cuiniarángari y Huizizilzi de la defensa de Tzintzuntzan. Sin embargo, esta versión sólo aparece en el testimonio que dejó don Pedro Cunierangari en la RM, pues en otras fuentes y testimonios posteriores, se menciona que el cazonci sí recibió a los españoles y que no huyó. En las otras versiones se menciona que el cazonci recibió a Olid en paz, pero difieren en donde se encontraron, las versiones mencionan que en Tzintzuntzan, en Pátzcuaro, y hasta en 735 Guayangareo (hoy Morelia). Todas estas fuentes tienen en común que la versión que contaron estuvo condicionada por el momento político en el cual fueron escritas; esta divergencia es insalvable y hasta el día de hoy no queda claro que ocurrió. Siguiendo el relato de la RM, Cristóbal de Olid envió a diez mensajeros mexicas a Tzintzuntzan, y ahí le contaron que estaban muy tristes porque el cazonci había muerto en el lago, y decidió marchar hacia la capital tarasca. Antes de que llegaran los españoles, los tarascos sacrificaron 800 prisioneros que tenían temor a que huyera o se pasaran del lado de los conquistadores. Cuiniarángari y Huizizilzi salieron a recibir a Cristóbal de Olid en un lugar llamado Api, a media legua de la ciudad (al este de Tzintzuntzan, probablemente en las faltadas del cerro Puréperio, actual cerro Yarahuato, donde hicieron una raya y fortificaron), al frente de un ejército considerable, probablemente 80000 guerreros. Los tarascos les advirtieron a los españoles que no pasaran la raya, que los matarían, después de dialogar y del momento de tensión, los comandantes de ambos ejércitos se recibieron bien y se abrazaron. No hay fecha exacta de cuándo fue la llegada de Cristóbal de Olid a Tzintzuntzan, pero debió haber llegado después del 20 de julio; según unos títulos de Tzurumútaro, un tal cacique Sirian recibió la Santa Fe, el bautizo, el santo óleo, los mandamientos y la doctrina el 21 de julio de 1522 cuando los españoles llegaron a Tzintzuntzan; y según el testimonio de Pedro de Vargas, miembro de la expedición, los españoles entraron en la capital tarasca en la fiesta de Santiago de Compostela, es decir, el 25 de julio de 1522. Con la llegada de Olid al Tzintzuntzan, iniciaría el dominio español y el Tzintzuntzan Irechequa pasaría a convertirse en la provincia de Michoacán. Fuentes -ALCALÁ, JERÓNIMO DE. Relación de Michoacán, Tercera Parte, Cap. XXV. - CORTÉS, HERNAN. ―Tercera carta de relación, 15 de octubre de 1522‖. -―Información de don Vasco de Quiroga sobre el asiento de su iglesia catedral, 1538‖ [19 de septiembre de 1538]. -―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, Archivo General de Indias, legajo 60, núm. 2, Ramo 3. - MARTÍNEZ, JUAN. ―Relación de la ciudad de Pátzcuaro‖ [8 de abril de 1581]. - BEAUMONT, PABLO. Crónica de Michoacán, T. II, Cap. V. -―Títulos de un antiguo pueblo tarasco‖ [Títulos primordiales de Zurumútaro]. 736 B- Cuadros sobre el armamento prehispánico michoacano representado en la Relación de Michoacán y otras fuentes pictográficas Los siguientes cuadros son una base de datos realizada para identificar el armamento en las diferentes fuentes pictográficas. La fuente más rica sin duda es la RM, ya que en la mayoría de las 44 láminas aparecen artefactos elaborados para herir a los enemigos. En dichas imágenes es donde podemos observar la mayoría de la panoplia tarasca, aunque no todas las armas fueron representadas, de algunas tenemos registro en el contexto arqueológico, y de otras sólo tenemos constancia documental de su uso, o fueron representadas en otros documentos pictográficos. Otras fuentes muy ricas son los documentos pictográficos elaborados en Michoacán durante la época colonial. Los documentos más tempranos muestran una panoplia muy semejante a la de la RM, con el transcurso del tiempo, sólo se representó el armamento que tenía fuertes connotaciones de autoridad, y asociadas al poder de los señores uacúsecha: el arco, la flecha y el carcaj. Un último conjunto de documentos pictográficos analizados corresponden a los elaborados en otras áreas del México antiguo. Si bien la cuestión de la representación del ―otro‖ influenció enormemente en la representación de los guerreros tarascos, por la información documental sabemos que el armamento representado si fue usado por los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa. Aquí sólo hemos analizado los documentos más representativos, aunque existen más representaciones de guerreros del Michoacán antiguo en otros documentos pictográficos. Todos los cuadros son elaboración nuestra. 737 738 X X 11 X 14 X X 23 24 X X 22 X X 21 20 X X 18 19 X 17 16 15 X 13 12 X 9 10 8 7 X X 5 6 X 4 X X X X X X X X Puntas de flecha alargadas X Puntas de flecha romboidales u ojivales X X X X Carcaj X X Porra de ejecución X X X X Porra con bola X Porra con gancho X X Hacha Bordón sacerdotal X X 3 X Puntas de flecha triangulares 2 Arco de la altura del personaje X Arco corto como el antebrazo 1 Láminas de la RM Arco largo como un torso humano Lanza Lanza adornada Cuchillo ARMAS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN LAS LÁMINAS DE LA RELACIÓN DE MICHOACÁN X X X Escudos X Jubones de guerra 739 X Porra de ejecución X Porra con gancho X Hacha X Bordón sacerdo tal X X X X 43 44 42 41 X X X X X X X X 40 39 X X X X X 38 X 37 X X 36 35 X X X 34 X X X X 33 X X 32 X X X X X 31 30 29 X X Porra con bola X Lanza X Lanza adornad a Cuchillo X X X X X Carcaj 28 X Puntas de flecha romboidales u ojivales X X Puntas de flecha alargadas X X Puntas de flecha triangulares 27 X Arco de la altura del personaje X X Arco corto como el antebrazo (CONTINUACIÓN DE TABLA) 26 25 Láminas de la RM Arco largo como un torso humano X X X X X Escud os X X X X Jubones de guerra 740 X X X X X X Lienzo de Aranza X X X X X X X Lienzo de Puacuaro Títulos de Tocuaro Códice de Chilchotla Lienzo de Comachuen Códice de Jaracuaro Códice Cuara Lienzo de Nahuatzen X X X Genealogía de los Caciques de Carapan X X Puntas de flecha triangulares X X Lienzo de Jicalán Arco de la altura del personaje X X Códice de Tzintzuntzan Arco corto como el antebrazo X X Armas de la Ciudad de Zintzuntzan Vitzitzilan de la provincia de Michoacán (1595) Códice de Carapan Lienzo de Pátzcuaro Lienzo de Carapan X Documento X X Puntas de flecha alargadas Puntas de flecha romboidales u ojivales X X X X X X X X X X X Carcaj Porra de ejecución X X X Porra con bola Porra con gancho Hacha X Bordón sacerdotal X X X X Lanza / Coa ¿X? Lanza adornada Cuchillo ARMAS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES PICTOGRÁFICAS DE MICHOACÁN Arco largo como un torso humano X X Escudos X X X X Jubones de guerra 741 Códice TalleranoRemensis Códice Vaticanus 3738 A Lienzo de Tlaxcala Códice Durán Documento X X Puntas de flecha dentadas X X Puntas de flecha triangulares X Arco de la altura del personaje X Arco corto como el antebrazo Puntas de flecha romboidales u ojivales X X X Carcaj Bordón sacerdotal X X Lanza / Coa Lanza adornada Cuchillo X Escudos X Hacha X Porra con gancho X Porra con bola X Macuahuitl ARMAS INDÍGENAS TARASCAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES PICTOGRÁFICAS INDÍGENAS Arco largo como un torso humano X X X X X Jubones de guerra C- Cuadros sobre la indumentaria, insignias y atavíos bélicos indígenas michoacanos representadas en la Relación de Michoacán y otras fuentes pictográficas Los siguientes cuadros son una base de datos realizada con el mismo objetivo que el apéndice B, pero para identificar la indumentaria, insignias y atavíos bélicos indígenas michoacanos en las diferentes fuentes pictográficas. De nueva cuenta, la fuente más rica sin duda es la RM, en la mayoría de las 44 láminas aparecen artefactos elaborados para adornar el cuerpo de los guerreros. Cabe mencionar que si bien en las láminas se representaron los atavíos, la descripción que se hace de los mismos en la información documental, así como el conjunto de objetos usados, era mucho más rica que la representada. Debido al material con el que estaban elaborada la indumentaria, no han sobrevivido al paso del tiempo, pero algunas insignias se han encontrado en contexto arqueológico. En los documentos pictográficos elaborados en Michoacán durante la época colonial, también se representó parte de la indumentaria, insignias y atavíos de los guerreros tarascos. Los documentos más tempranos muestran una indumentaria y atavíos muy ricos, también muy semejante a la de la RM; con el transcurso del tiempo, sólo se representó los atavíos que tenían fuertes connotaciones de autoridad, y asociadas al poder de los nobles tarascos: guirnaldas, cabello trenzado, bezotes y calzado. Un último conjunto de documentos pictográficos analizados corresponden a los elaborados en otras áreas del México antiguo. Si bien la cuestión de la representación del ―otro‖ influenció enormemente en la representación de la vestimenta tarascas, por la información documental sabemos que la indumentaria, insignias y atavíos representados, si fueron usados por los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa. Aquí sólo hemos analizado los documentos más representativos, aunque existen más representaciones de guerreros del Michoacán antiguo en otros documentos pictográficos. Todos los cuadros son elaboración nuestra. 742 743 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Guirnalda s de cuero X X X X X X Penacho s X X X X X X X X X X X X X X X X X X Guirnalda s de trébol X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Guirnaldas de hilo X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Trenzado X X X X X Entradas en el cabello X X X X Pezuñas de venado X X X X X X X X X X X X X X X Cuero de felinos X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Bezotes X X X X X X X X X X X X Orejeras X X X X X X X X Brazaletes X X Collares X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Calzado X X X X X X X X Banderas X X X X X X X X X X X Pintura corporal X Camuflaj e INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN LAS LÁMINAS DE LA RELACIÓN DE MICHOACÁN Lámina s de la RM 744 Códice de Carapan Lienzo de Pátzcuaro Lienzo de Carapan Lienzo de Nahuatzen Códice Cuara Códice de Jaracuaro Títulos de Tocuaro Códice de Chilchotla Lienzo de Comachuen Lienzo de Puacuaro Lienzo de Aranza X X X X X X X X Guirnaldas de cuero X X X Armas de la Ciudad de Zintzuntzan Vitzitzilan de la provincia de Michoacán (1595) Códice de Tzintzuntzan Lienzo de Jicalán Genealogía de los Caciques de Carapan Penachos Documento X X X Guirnaldas de trébol X X X X X X X X X X X X X X X Trenzado X Guirnaldas de hilo X Entrada s en el cabello Pezuñas de venado X X X X Cuero de felinos X X X X X X Bezotes X X X X X X X X X Orejeras Brazaletes X X Collares X X X X X X X X X X Calzado X X X Banderas INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES PICTOGRÁFICAS DE MICHOACÁN Pintura corporal X Narigueras 745 Códice de Huichapan X Códice TalleranoRemensis Códice Vaticanus 3738 A Lienzo de Tlaxcala X X X Penachos Documento X Guirnal das de cuero X Guirnal das de trébol Guirnal das de hilo X X Trenzad o Entrada s en el cabello Pezuña s de venado X Cuero de felinos X X Bezotes X Orejera s Brazaletes Collare s X X Calzad o X X Bandera s Pintura corpora l Nariguera s INDUMENTARIA, INSIGNIAS Y ATAVÍOS BÉLICOS INDÍGENAS REPRESENTADAS EN OTRAS FUENTES PICTOGRÁFICAS DE MÉXICO D- Armas de la Ciudad de Zintzuntzan Vitzitzilan de la provincia de Michoacán (1595) FUENTE: ―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan" de la provincia de Michoacán, 1595‖, AGI, Escudos y Árboles Genealógicos de México, núm. 168. 746 E-Documentos pictográficos sobre los guerreros del Tzintzuntzan Irechequa FIGURA 1. Representación alegórica de la participación tlaxcalteca durante la marcha de Nuño de Guzmán por Michoacán hacia los Teules Chichimecas (la batalla contra los tarascos nunca aconteció), donde se representaron algunos de los sistemas de armamento tarascos. FUENTE: Lienzo de Tlaxcala. Publicado por Alfredo Chavero. México, Imprenta Litográfica del Timbre, 1892, P. 52. FIGURA 2. Guerreros quangáriecha (―valientes hombres‖) representados en la RM, con el arma descrita como ―varas de palo recio que tienen unas puntas, y eran dos brazas en largo [1.672 m], y tenían unos ganchos‖. FUENTE: RM, láminas X y XXXII (detalles). 747 FIGURA 3. Representaciones de guerreros michoaques en el Códice TellerianoRemensis: el de la izquierda porta un penacho, cabello trenzado, y bezote, vestido con una camisa que llega hasta las rodillas; porta una bandera en la mano derecha, al lado de él, los glifos de un pez y un cerro, indicando que el lugar es ―mechuaca‖. El guerrero de la derecha está atacando a Xiquipilco en 1462, porta bandera, escudo, lanza y un carcaj de flechas, una armadura de algodón, y sandalias. FUENTE: Codex TellerianoRemensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain 385, ff. 25v y 33v (detalles). FIGURA 4. Un ejército de Curínguaro capitaneado por un quangáriecha se prepara para atacar a Taríacuri, algunos de los guerreros portan banderas de caña con plumas rojas, blancas y negras (izquierda). En el Códice de Carapan, se representaron cuatro banderas sobre un basamento piramidal, que nos remite a otras representaciones de banderas presentes en la RM (derecha). FUENTE: RM, lámina X (detalle); Códice de Carapan, en: ROSKAMP, HANS. La historiografía indígena de Michoacán. El lienzo de Jucutácato y los títulos de Carapan. Leiden, Países Bajos, Research School CNWSLeiden University, (CNWS Publications vol. 72), 1998, Apéndices, fig. 33 (detalles). 748 FIGURA 5. Distintos peinados usados entre los sacerdotes tarascos. A parte de traer el cabello largo y trenzado, que era insignia de señor, los tarascos usaron otro tipo de peinados. En la imagen superior izquierda, Haramen, a punto de disparar al sacerdote Naca, trae el corte de cabello de los tiuimencha, (pero en la lámina VII es representado con el cabello largo). En la misma lámina V, dos personajes traen rapada la parte superior de la cabeza, pero con cabello a los costados, un corte de cabello descrito como ―unas entradas hechas‖ en la cabeza. En las imágenes superior central y derecha, se encuentran los sacerdotes tiuimencha, al parecen portaban la cabeza rapada, pero dejaban un mechón de cabello a la altura de la frente. En la Relación Geográfica de Tiripetío se describió al sacerdote curich o curitiecha (jerarquía de sacerdotes solo por debajo del petámuti), ―tenía corona y el cabello le llegaba hasta la punta de la nalga.‖ El autor de la Relación Geográfica representó un sacerdote tarasco prehispánico, en la imagen inferior izquierda (estilizada en la inferior derecha), un personaje con un jubón, unas pinzas al cuello, en la mano derecha porta un objeto oblongo (el cuchillo de sacrificador), tiene el cabello largo y trenzado, y en la parte superior de la cabeza una tonsura. Sin duda, esta representación corresponde a que ―las entradas en las cabezas‖ fueron interpretadas años después como la tonsura de los frailes. FUENTE: RM, láminas V, XXX y XLI (detalles). [MONTES DE OCA, PEDRO DE] Relación geográfica de Tiripetío 1580. Transcripción, notas y estudio de Igor Cerda Farías; prólogo de Xavier Tavera Alfaro. Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de Difusión Cultural-Exconvento de Tiripetío, 2002, Pp. 103 y 20. 749 FIGURA 6. Similitudes entre las representaciones de sacerdotes tarascos y mexicas. En las dos imágenes de la parte superior izquierda, está representado el petámuti o sacerdote mayor tarasco, ―vestíase una camiseta llamada vcata tarárenguequa, negra, y poníese al cuello unas tenazillas de oro y una guirnalda de hilo en la cabeza, y un plumaje en un tranzado que tenía, como mujer, y una calabaza a las espaldas, engastonada en turquesas, y un bordón o lanza al hombro‖, además de portar bezote y unas alpargatas de color rojo. En la imagen superior izquierda, un sacerdote mexica ataviado con el cabello recogido, una camisa, un maxtlatl, un guaje en la espalda, en la mano izquierda porta una bolsa con copal, y en la derecha un brasero quemando aromas. En la imagen inferior izquierda, vemos un sacerdote hiripati realizando la ceremonia de la guerra, sus atavíos son una guirnalda de hilo, unas tenacillas colgadas al cuello, una calabaza engastonada en las espaldas, y un taparrabos; está quemando ―olores‖ en un brasero, y tiene la lengua fuera, debido a que está pronunciando oraciones para obtener el favor de los dioses en las guerras. En la imagen inferior derecha, vemos a dos sacerdotes mexicas, ambos portan los mismos atavíos: el cabello recogido, y de vestimenta sólo un maxtlatl. El sacerdote de la derecha está sentado, flagelándose y sacándose la sangre de la pierna derecha. El sacerdote de la izquierda, porta en mano izquierda una bolsa con copal, y en la derecha un brasero quemando aromas. Estas representaciones de sacerdotes tarascos y del centro de México tienen algo en común: todos tienen una línea roja en la zona lateral del rostro, junto a las orejas descendiendo por la mandíbula (en la RM está línea aparece en varias láminas). Bernardino de Sahagún dio una referencia sobre esta pintura facial en el centro de 750 México, y que podemos considerarla para el caso tarasco: ―Derramaban también sangre los hombres cinco días antes que llegase la fiesta principal, que se hacía de veinte en veinte días, por su devoción; hacían unas cortaduras en las orejas, de donde sacaban sangre, y con aquella sangre untaban los rostros, haciendo unas rayas de sangre por ellos; las mujeres hacían como un corro, y los hombres hacían una raya derechera desde la ceja hasta la quijada‖. FUENTE: RM, f. 62, y láminas II, XXIV y XXXI (detalle); Códice Mendoza, f. 63 (detalles); DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México, Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 37), 1984, T. I, lámina 11, Cap. V, P. 53 [en apéndice]; SAHAGÚN, BERNARDINO DE. Historia general de las cosas de Nueva España. Edición de Ángel María Garibay K. 6ª edición, México, Editorial Porrúa, (Sepan cuántos…núm. 300), 1985, Lib. II, Apéndice III, P. 166. FIGURA 7. Representación de la derrota de Axayácatl a manos de los tarascos en 14761477. La lámina que ilustra el Códice Durán se encuentra después del capítulo donde se narró la guerra emprendida por Axayácatl contra los tarascos, e ilustra las exequias que hicieron a los guerreros caídos en la batalla. En segundo plano y en la parte superior de la lámina, se observan dos ejércitos abatiéndose, pero por lo estilizado de la representación es difícil identificar los contingentes tarascos de los mexicas, además ambos portan sistemas de armamentos muy similares: objetos contundentes que podrían ser macuahuitl o porras, escudos y armaduras de algodón. Uno de los guerreros porta un tocado de plumas largas de color verde sobre la cabeza. Hasta donde tenemos conocimiento, es la única representación pictográfica en las fuentes sobre esta batalla. FUENTE: DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México, Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 37), 1984, T. II, T. II, lámina 25, Cap. XXXVIII, P. 287 [en apéndice]. 751 F- Evidencias materiales sobre armamento e indumentaria en Michoacán, especialmente durante el Posclásico Tardío (12001522) FIGURA 1. Grafitos del convento de San Francisco Tzintzuntzan. De izquierda a derecha y de arriba abajo, se representaron ―Un indio con arco‖ [además se puede apreciar penacho, vestimenta, y quizás un carcaj]; un ―Indio corriendo‖ [con pecnaho]; un arquero con penacho y cuerpo fantástico; ―Escena de caza o lucha‖ [el personaje de la izquierda al parecer dispara un arco, el personaje de la derecha porta un objeto contundente ¿una porra?, en medio una figura zoomorfa]; e ―Indio luchando con español‖ [el indígena con penacho, carcaj, arco y flecha]. Por lo tardío de los grafitos, podrían estar representados grupos indígenas norteños de la Guerra Chichimeca (15501600). FIGURA 2. Grafitos del convento de Santa María Magdalena Cuitzeo. Un arquero dispara arco y flecha (izquierda). ―Sobre los muros del claustro bajo se grabó ésta escena, donde se puede observar a un indio bailando con plumas en una mano, mientras otro toca un tambor. Por la derecha se esbozó otra figura similar al músico de la izquierda‖ (derecha). FUENTE: CERDA FARÍAS IGOR. ―Inventario de grafitos coloniales en monasterios michoacanos del siglo XVI. Informe final‖, en: http://www.academia.edu/35625619/Inventario_de_Grafitos_Coloniales_en_Monasteri os_Michoacanos_del_siglo_XVI.pdf, (Consultado 30 de agosto de 2018). 752 FIGURA 3. Detalle del segundo cuerpo de la fachada del convento agustino de Yuriria, edificado en la segunda mitad del siglo XVI, están representados dos arqueros indígenas que han sido caracterizados como ―chichimecas‖ o ―guerreros de linaje indígena‖, pero su representación también podría corresponder a indígenas tarascos, que fueron la mano de obra para edificar la estructura. Ambos portan arcos tan altos como los personajes y carcajes, taparrabos, uno de ellos tiene una guirnalda en la cabeza; ambos están tensando los arcos en posición de disparar una flecha, sujetando el arco con la mano izquierda, y sujetando la saeta con la derecha. Todos estos elementos si bien pueden relacionarse con los indígenas chichimecas, también pueden asociarse con los uacúsecha descritos y representados en la RM. FUENTE: SANTIAGO SILVA, JOSÉ DE. Yuririapúndaro. Guanajuato, Ediciones La Rana, Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, (Arquitectura de la Fe), 2006, P. 173. 753 FIGURA 4. ―Cazador con tocado de pato como señuelo, sosteniendo el lanzadardos y proyectiles. Vertedera en la parte trasera del pato. Arcilla, blanco sobre rojo, pulida. Altura: 31.11 cm. Colección privada.‖ FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Un cazador de patos del Occidente de México‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de MichoacánSecretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 412. 754 FIGURA 5. Lanzadardos del lago de Pátzcuaro [de la isla de Jarácuaro, en 1942]. Longitud: 57.47 cm, 6.35 cm de ancho en la agarradera. Colección del Southwest Museum, 700-G 65 A. FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 409. FIGURA 6. Dardo de junco para patos, con tres puntas de hierro con púas (una rota), insertadas en un taco de madera y atadas con cuerda. De la misma localidad que el lanzadardos de la figura anterior. Longitud; 3.07 m. Colección del Southwest Museum, 700-G 35B. FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Notas sobre los lanzadardos mexicanos‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de Michoacán-Secretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 409. 755 FIGURA 7. Pectoral fragmentado de concha esgrafiado con una figura antropomorfa del sitio Huandacareo, de una ocupación anterior a la tarasca. El personaje probablemente porta un lanzadardos o un objeto contundente. MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios, tribunal. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección científica núm. 222), 1990, P. 92. 756 FIGURA 8. Figurilla de hondero listo para disparar, perteneciente al Preclásico superior hallada en Colima. FUENTE: GENDROP, PAUL. Arte prehispánico en Mesoamérica. 5ª edición [3ª reimpresión], México, Editorial Trillas-Universidad Nacional Autónoma de México- Centro de Investigaciones Arquitectónicas, 2004.P. 22. FIGURA 9. Reproducción de una honda de ixtle, a partir de la información documental y pictográfica, elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los guerreros purépecha o maceguales usaban ondas para arrojar piedras a los enemigos. (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón). 757 FIGURA 10. Puntas de macana de piedra encontradas en ―El Otero‖, cerca de Jiquilpan. FUENTE: NOGUERA, EDUARDO. ―Exploraciones en Jiquilpan‖, en: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA (Compiladora); MIRAMBELL SILVA, LORENA (Coordinadora). La arqueología en los anales del museo michoacano (Épocas I y II). México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, (Antologías, Serie Arqueología), 1993, P. 358. FIGURA 11. Objeto descrito como ―instrumento tallado en piedra‖ hallado en Tierra Caliente, puede ser identificado como una punta de macana. FUENTE: FERNÁNDEZVILLANUEVA MEDINA, EUGENIA. ―La provincia arqueológica de Apatzingán 60 años después‖, en: ZÁRATE HERNÁNDEZ, JOSÉ EDUARDO (Coordinación editorial); BLANCO FUENTES, CARLOS (Fotografía). La Tierra Caliente de Michoacán. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 2001, P. 68. 758 FIGURA 12. En la cuenca de Zacapu, se encontró un sólo ejemplar de cabeza de macana en una estructura funeraria del complejo Lupe, similar a las piezas de Jiquilpan, ―el material de fabricación es gris verdoso. Su forma es tubular, compuesta por tres bandas de punzones cuyo filo es de forma trapezoidal; las hojas son de sección triangular y filos redondeados. El acabado se hizo mediante picoteado, abrasión y pulido.‖ FUENTE: ARNAULD, CHARLOTTE, CAROT, PATRICIA, FAUVETBERTHELOT, MARIE-FRANCE. Arqueología de las Lomas en la cuenca lacustre de Zacapu, Michoacán, México. México, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, (Cuadernos de estudios michoacanos, núm. 5), 1993, P. 192. 759 FIGURA 13. Puyas cónicas de cobre de aproximadamente 15 cm de alto y 2.5 cm de diámetro; quizás puyas similares fueron usadas para este tipo de porras para aumentar el daño contundente. Encontradas en el sitio de Huandacareo pertenecientes a la ocupación tarasca. FUENTE: MACÍAS GOYTIA, ANGELINA. Huandacareo: lugar de juicios, tribunal. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, (Colección científica núm. 222), 1990, P. 136. FIGURA 14. Reproducción de macuahuitl a partir de la información documental, pictográfica, y arqueológica elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los tarascos también usaron esta arma típica mesoamericana del Posclásico Tardío (12001521). (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón). 760 FIGURA 15. ―Artefactos prehispánicos de bronce con aleación de estaño: dos hachas, quizá también usadas para la guerra, punta de lanza laminada y con orificios para el combate cuerpo a cuerpo y tareaqua o ―coa o palo de cavar tierra‖ […]‖, Museo del Estado, Morelia, Secretaría de Cultura de Michoacán‖. FUENTE: PAREDES MARTÍNEZ, CARLOS SALVADOR. Al tañer de las campanas. Los pueblos indígenas del antiguo Michoacán en la época colonial. México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social- Comisión Nacional para el Desarrollo de los pueblos Indígenas, (Colección ―Historia de los pueblos indígenas de México), 2017, P. 193. 761 FIGURA 16. ―La obsidiana fue uno de los más importantes recursos para el Estado tarasco. Esta figura muestra dos cuchillos y una pieza para elaborar adornos, que simbolizaban a la nobleza entre los indígenas (Museo Michoacano, Morelia, fotografía de Eduardo Williams).‖ FUENTE: WILLIAMS, EDUARDO. ―El Antiguo Occidente de México: Un Área Cultural Mesoamericana‖ [2004], en: http://www.famsi.org/spanish/research/williams/index.html (Consultado 30 de agosto de 2018). FIGURA 17. Reproducción de un escudo o chimalli a partir de la información documental y pictográfica, elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los tarascos usaron atapu o rodelas facturadas con técnicas similares, para usarlas como armamento defensivo móvil. (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón). 762 FIGURA 18. Reproducción de un ichcahuipilli o escaupil a partir de la información documental y pictográfica, elaborada por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los tarascos usaron armaduras de algodón similares, nombradas xuratacherenguequa, para usarlas como armamento defensivo corporal. (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón). FIGURA 19. Reproducción de un par de cactli o alpargates con suela de ixtle, a partir de la información documental y pictográfica, elaborados por Luis Armando de la Luz Alarcón. Los tarascos usaron calzado similar, los usados por los nobles eran elaborados con cuero curtido y pintados de colores. (Fotografía: Luis Armando de la Luz Alarcón). 763 FIGURA 20. ―Bezote tarasco de obsidiana, tapa de oro y turquesa (o amazonita), Museo del Estado, Michoacán (Foto: Michel Zabé).‖ FUENTE: FILINI, AGAPI. ―Nuevas territorialidades: El imperio tarasco‖, en: Revista Occidente, Junio 2015, P. 10, en: http://docplayer.es/50834824-Nuevas-territorialidades.html (Consultado 30 de agosto de 2018). FIGURA 21. ―Orejera con incrustaciones de turquesa. Tarasca. Postclásico tardío (1300-1521 D.C.) Tzintzuntzan, Estado de Michoacán Obsidiana y mosaicos de turquesa 2.7 x 7.5 (diámetro) cm. Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México.‖ (Foto: Jorge Pérez de Lara). FUENTE: http://www.mesoweb.com/es/recursos/MNA/80.html (consultado 29 de agosto de 2018). 764 FIGURA 22. Escultura tipo chac mool descubierta en Ihuatzio. Nótese las ajorcas de las piernas. Museo Regional Michoacano ―Dr. Nicolás León Calderón‖, Morelia. (Fotografía: Ricardo Carvajal Medina, 2017). FIGURA 23. ―Collar de turquesa y otras gemas. El águila era símbolo del dios patronal y del rey de los tarascos‖. Museo de Morelia. Instituto Michoacano de Cultura. (Fotografía: Ricardo Sánchez González). FUENTE: BOEHM DE LAMEIRAS, BRIGITTE (Coordinadora). El Michoacán Antiguo. Estado y sociedad tarascos en la época prehispánica. Zamora, El Colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1994, P. 209. 765 G-Representaciones modernas del sistema de armamento tarasco Pocos han sido los trabajos que se han preocupado por investigar el sistema de armamento prehispánico tarasco, y aún menos en propuestas interpretativas para su recreación. Hasta ahora los únicos estudios que ha abordado el primer tema es el de Ian Heath,2908 y el de Roberto Martínez e Iván Valdez.2909 De estos dos el que generó recreaciones ilustradas fue el de Ian Heath, aunque cabe advertir que si bien este autor consultó fuentes pictográficas y documentales, no profundizó en el tema, quedando en un nivel descriptivo; sin embargo, su trabajo es pionero en la materia, y asentó las bases para investigaciones posteriores. Aquí hemos reproducido las imágenes dedicadas a los guerreros tarascos, hemos modificado la nomenclatura que utilizó para categorizar a los guerreros (el los nombró como valiant men, ―hombre valiente‖, pero para no generar confusión con los quangáriecha, nos referimos a ellos como ―noble‖; mientras que a los guerreros que designó como commoners, ―plebeyos‖, nosotros nos referimos a ellos como purépecha). Además hemos colocado entre corchetes las fuentes que consultó para hacer la recreación. Con los nuevos datos de la presente investigación, muchas de las ideas del armamento y atavíos deben actualizarse, y es una tarea pendiente todavía la generación de propuestas interpretativas de cómo pudieron haberse visto los guerreros tarascos prehispánicos. Afortunadamente esta tarea ha tenido avances en los últimos años, ya que Vladimir Gómez Gutiérrez, ilustrador egresado de la UNAM, ha realizado algunas representaciones modernas, basándose en la información pictográfica, y en las descripciones documentales de los guerreros tarascos, además de contar con el asesoramiento de varios investigadores. Luis Armando de la Luz Alarcón, egresado de la UAGro y recreacionista histórico, también ha realizado una propuesta interpretativa sobre cómo pudieron haber lucido los guerreros quangáriecha, con nuestro asesoramiento y de acuerdo a la información pictográfica, documental, ha realizado una representación de estos guerreros de élite tarascos. Como puede observarse, aún falta mucho trabajo sobre el armamento prehispánico, y la cultura tarasca en general. 2908 HEATH, IAN. Armies of the Sixteenth Century. 2: The armies of the Aztec and Inca Empires, other native peoples of the Americas, and the Conquistadores 1450-1608. Gran Bretaña, Foundry Books, T. II, 1999, Pp. 72-75. 2909 MARTÍNEZ, ROBERTO; VALDEZ, IVÁN. ―Guerra, conquista y técnicas de combate entre los antiguos tarascos‖, en: Tzintzun. Revista de estudios históricos. Morelia, Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2009, enero-junio, núm. 49, Pp. 17-52. 766 Fig. 103. Cazonci tarasco Tzintzincha Tangáxoan [RM, lámina XLIV] Fig. 104. Guerrero tarasco noble [Códice Telleriano-Remensis f. 25v] Fig. 105. Guerrero tarasco noble [Códice Telleriano-Remensis f. 33v] Fig. 106. Guerrero tarasco noble [RM, lámina XLI] Fig. 107. Guerrero tarasco noble [RM, lámina X] Fig. 108. Guerrero tarasco noble [Lienzo de Tlaxcala, P. 52] Fig. 109. Guerrero tarasco purépecha [Descripciones de la RM y Relaciones Geográficas] Fig. 110. Guerrero tarasco purépecha [Descripciones de la RM y Relaciones Geográficas] Fig. 111. Porteador tarasco purépecha [RM, lámina XLIV] Fig. 112. Sacerdote tarasco cúritiecha [RM, lámina XXIV] FIGURA 1. FUENTE: HEATH, IAN. Armies of the Sixteenth Century. 2: The armies of the Aztec and Inca Empires, other native peoples of the Americas, and the Conquistadores 1450-1608. Gran Bretaña, Foundry Books, T. II, 1999, Pp. 72-75. Modificación nuestra. 767 768 FIGURAS 2, 3 y 4. Representación actual de cómo pudieron haberse visto los guerreros quangáriecha, y el capitán general de las guerras. Autor: Vladimir Gómez Gutiérrez. Publicadas en: CARVAJAL MEDINA, RICARDO. ―Los quangáriecha. Órdenes militares, guerra y religión entre los antiguos tarascos‖, en: Callicanto. Estudios históricos y patrimonio cultural. Guadalajara, Jalisco, editada por Xalixco. Estudios históricos y Patrimonio Cultural, edición especial núm. I, [El antiguo Occidente mexicano. Investigaciones recientes sobre arqueología y etnohistoria de Jalisco y Michoacán], año 3, vol. III, Octubre 2017-Febrero 2018, Pp. 78-92. 769 FIGURA. 5. Representación actual de cómo pudo haberse visto un guerrero quangáriecha. Autor: Luis Armando de la Luz Alarcón. Agradecemos al autor la cortesía de permitirnos reproducir la imagen. 770 H- Cronología de las guerras tarasco-mexicas A partir del siglo XV, el Triunvirato de Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio con los señores uacúsecha Tangáxoan, Hiquíngaje e Hiripan, inició su expansión en la región de Pátzcuaro y los territorios más allá de las montañas de la cuenca, conquistando pueblos y apropiándose de las riquezas y fuerza de trabajo de los conquistados, de gran parte del Occidente de Mesoamérica. Para 1428, en la cuenca de Texcoco, otro pueblo inició su expansión, ya que los mexicas, liderados por Itzcóatl y Moctezuma Ilhuicamina se rebelaron contra los tepanecas de Azcapotzalco, dando inició a la Excan Tlatoloyan o Triple Alianza, compuesta por México-Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan, logrando conquistar también extensos territorios de la Mesoamérica central y sureña. Dada la naturaleza expansionista de ambas entidades políticas, el choque entre ambas fue inevitable. A pesar de que la información es fragmentaria, hay datos para establecer una cronología de los acontecimientos más importantes acecidos durante las guerras tarascomexicas. La mayoría de las fechas se pueden colegir gracias a los anales de fuentes del Centro de México, y a los cómputos cronológicos realizados para el área cultural. Otras fechas son aproximaciones calculadas desde las mismas fuentes michoacanas, pero no deben considerarse como fechas absolutas, ya que pueden cambiar con el descubrimiento de nueva información, o reinterpretación de la ya conocida. Las fuentes documentales y estudios utilizados para elaborar la presente cronología, se encuentra en el apartado titulado ―El expansionismo del Tzintzuntzan Irechequa y las guerras tarascomexicas‖, del capítulo III de la presente investigación. 771 1400 ca. 1420 ca. 1428 1430 1436 1440 1450 ca. 1460 1462 1467 1469 1470 ca. 1473 1475 CRONOLOGÍA DE LAS GUERRAS TARASCO-MEXICAS Taríacuri le dio un pedazo de Curícaueri a Chapá, quien conquistó al oriente de la cuenca de Pátzcuaro hasta Araró. -Inició la vertiginosa expansión del Triunvirato Tzintzuntzan-Pátzcuaro-Ihuatzio, derrotando los señoríos enemigos de Taríaran y Curínguaro, y conquistando muchos pueblos de la Tierra Caliente. -70 migrantes otomíes de Hueychiapan viajaron a Michoacán para ponerse al servicio del señor de Michoacán, quien les señalo un sitio en Guayangareo, pero no les gustó y poblaron Acámbaro. El señor que gobernaba en ese momento se llamaba ―Tariacure‖. -Murió Taríacuri, héroe cultural de los tarascos; heredan el poder sus sobrinos Hiripan, Tangáxoan y su hijo Hiquíngaje. El reino es administrado desde las tres cabeceras del triunvirato y se prosiguieron las conquistas. -Los tenochcas al mando de Itzcóatl y Moctezuma Ilhuicamina, iniciaron una rebelión para quitarse el yugo impuesto por Azcapotzalco, con lo que inició la independencia mexica. Se estableció la Excan Tlatoloyan o Triple Alianza, compuesta por México-Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan. El huey tlatoani Itzcóatl comenzó la conquista de la Cuenca Toluca. -Migrantes otomíes huyeron de las guerras y ―se fugaron y se metieron con los tarascos y los montañeses. Y de los que entraron se hicieron nobles tarascos [un] grande [probablemente = noble, hidalgo] tarasco.‖ -Subió al trono de México-Tenochtitlan, Moctezuma Ilhuicamina, conquistando en las siguientes décadas las poblaciones de Xilotepec, Taxco, Nochtepec, Teticpac, Tepecoacuilco, Tlacozauhtitlan, Coatepec, Tenetzinco, Cocollan, Coatlan, y las poblaciones chontales de Acapetlahuayaca, Oztuma, Chuapan e Ixcateopan. Con estas conquistas, los mexicas lograron apoderarse de una parte importante de la cuenca del río Balsas. -Los mexicas mostraron preocupación si intervenían en el valle de Toluca, pues entrarían en guerra contra los tarascos. -Tzitzíspandácuare centralizó el poder en Tzintzuntzan, relegando la importancia de Pátzcuaro e Ihuatzio, por lo que se inició una nueva fase de expansión territorial, que llevaría a los tarascos conquistar Zacatula y Colima. Además se hace alusión brevemente a los movimientos de tropas tarascas hacía el Este: ―Zizíspandáquare hizo algunas entradas hacia Tuluca y Xocotitlan y le mataron en dos veces, diez e seis mil hombres. Otras veces traía cativos‖, incluso se mencionan expediciones a lugares lejanos como Xichú en Guanajuato. Esto manifiesta los intentos que tuvieron los tarascos de conquistar los territorios localizados al oriente. -Migrantes otomíes emigraron por la guerra y ―huyeron y fueron a meterse con los tarascos‖. -―Tuvieron una batalla los de Mechuacan y Xiquipilco, que es en el valle de Matalcingo‖. -―Los mazahuas fueron a la tierra tarasca‖. -Murió Moctezuma Ilhuicamina, y subió al trono de Tenochtitlan el huey tlatoani Axayácatl. -Los taracos asolaron y destruyeron el valle de Tala, en Jalisco (ca.) Probablemente para estas fechas, Tzitzíspandácuare conquistó parte de Jalisco, Colima y Zacatula, al menos temporalmente. -El tlatoani de Tlatelolco Moquíhuix, casado con una hermana de Axayácatl llamada Chalchiuhnenetzin, intentó revelarse contra el poder tenochca, por lo que buscó ayuda en varios lugares, que incluyeron Xilotepec, Tula, Apazco, Chiyapan y Cuahuacan, que eran otomíes, pero Moquíhuix fracasó y murió en el intento. Los mexicas castigaron a los rebeldes y quienes les ayudaron. -Los matlatzincas se rebelaron contra los mexicas, por lo que se enviaron 772 1476/1477 1478 1479 1480 1481 1484 1485 1486 1488 guerreros para sofocar la insurrección; después de que se sofocó la rebelión, ―algunos se fueron fuera de su natural, especial los de Zinacantepec, que se fueron á Mechuacán, adonde ahora llaman Tlaulan…‖. -Axayácatl intentó conquistar el Tzintzuntzan Irechequa; durante la campaña destruyó Taximaroa y avanzó hasta Charo, pero fue derrotado arrolladoramente por el ejército de 40000 u 80000 guerreros de Tzitzíspandácuare, perdiendo entre 24000 o 32000 guerreros. Este cazonci mandó repoblar y fortificar Taximaroa. -La derrota de Axayácatl hizo tambalear el prestigio mexica, mientras que el prestigio tarasco y de Tzitzíspandácuare aumentó notablemente. -Inició el establecimiento de una frontera de guerra entre tarascos y mexicas, cuya materialización fue que aprovecharon el terreno montañoso entre las cuencas de Pátzcuaro y Texcoco, y erigieron una cadena de fortalezas que se extendió a ambos lados de la frontera en las décadas siguientes. Del lado tarasco, los asentamientos principales con guarniciones o fortificaciones fueron, de Norte a Sur: Yuririapúndaro, Acámbaro, Maravatío, Taximaroa, Zitácuaro, Jungapeo, Susupuato, Tuzantla, Tiquicheo, Huetamo, Cutzamala, Pungarabato, Tlalchapa, y Ajuchitlán. Del lado mexica y de Norte a Sur, las guarniciones y fortificaciones más importantes se establecieron en Jilotepec, Timilpan, Xocotitlán, Ixtlahuaca, Villa Victoria, Valle de Bravo, Santo Tomás, Zacazonapan, Temascaltepec, Tejupilco, Amatepepec, Tlatlaya, Alahuixtlán, Ixcateopan, Teloloapan, Oztuma y Tetela del Río. -Tanto tarascos y mexicas, reforzaron las fronteras poblándolas con pueblos de distinto origen étnico, para que resguardaran las fronteras y tuvieran la función de señoríos colchón. -Ante el desprestigió mexica, varios pueblos del valle de Toluca migraron en masa al Tzintzuntzan Irechequa, huyendo de los maltratos y excesos de tributo mexicas, poblando lugares como Guayangareo y Charo. -Un grupo de otomíes cuyo señor se llamaba ―Timax‖, huyó del yugo mexica y se ofreció como vasallo del cazonci, quien les dio tierras en Taimeo. -Un grupo de otomíes cuyo señor se llamaba ―Ucelo Apanze‖ huyó del yugo mexica y se ofreció como vasallo del cazonci, quien les dio tierras en Necotlán, [hoy Santiago Undameo]. -Murió un personaje misterioso referido como ―el Rapado [de la] tierra tarasca, señor del gran enemigo.‖ -Murió Axayácatl, subió al trono su hermano Tízoc, quien emprendió guerras hacía otras direcciones y fue considerado como un huey tlatoani débil. -―Se rebelaron los matlatzincas, y por eso fueron a refugiarse en Michhuacan‖. -Se menciona que este año, ―Aquí abrió El-de-la-Encorvada-Frente entrada [a] los tarascos, [no mucho-quema-piel] no eran enojosos los tarascos, entraron no más los buenos tarascos.‖ -Hubo escaramuzas entre los habitantes del valle de Toluca y los tarascos: ―los tarascos que estaban allí, y los tarascos que alzaban [banderas de] papel, que consagraban [banderas de] papel, [per]siguieron los de Corvo-Río [a] los tarascos.‖ -―…llegaron los tarascos [a] Anetãnttzi [Falda de la Loma] no más, pero no se batió nadie.‖ -Murió Tizoc, y subió al trono su hermano Ahuízotl. Para su coronación, se prepararon grandes festejos, y se enviaron embajadores a los señores de los señoríos enemigos más importantes, pero Tzitzíspandácuare se mofó de los mensajeros y se negó a ir. -Murió el cazonci Tzitzíspandácuare (ca.), subió al trono su hijo Zuangua, quien se encargó de mantener las fortalezas y guarniciones en la frontera tarascomexica. -Ahuízotl atendió la dedicación del Templo Mayor en Tenochtitlán. No hubo 773 1490 1502 1517 1519 1520 1521 1522 víctimas de sacrificio tarascas. -Los mexicas iniciaron conquistan la costa de Guerrero, intentando cercar la frontera tarasca. -Los tarascos intensificaron los ataques a la fortaleza de Oztuma, que estuvo constantemente sitiada. -Murió Ahuízotl, subió al trono Moctezuma Xocoyotzin, quien también preparo grandes festejos para su coronación, y mandó llamar embajadores de los señoríos enemigos más importantes, en esta ocasión, el cazonci Zuangua sí envió embajadores tarascos con presentes a México-Tenochtitlan a la ceremonia. -Moctezuma II emprendió una gran campaña en contra del Tzintzuntzan Irechequa, cuyo objetivo era conquistar a los tarascos y obtener plata y cobre, al mando del tlaxcalteca Tlahuicole, atacando las poblaciones de Taximaroa, Maravatío, Acámbaro, Ucareo y Tzinapécuaro, pero no pudieron derrotar a los tarascos. La guerra duró 6 meses. -Los tarascos tomaron la iniciativa, colocaron una guarnición cerca de Toluca e intensificaron el asedio a la fortaleza mexica de Oztuma, en Tierra Caliente. -Un ejército expedicionario español al mando de Hernán Cortés desembarcó en las costas de Veracruz. -Hernán Cortés marchó a México-Tenochtitlan y capturó a Moctezuma II; los tarascos capturaron la fortaleza de Oztuma, con lo que tuvieron las puertas abiertas para conquistar la Tierra Caliente del actual Estado de Guerrero. -Los mexicas enviaron varias embajadas a Tzintzuntzan para pedir ayuda a los tarascos contra los españoles, pero los tarascos desconfiaron. -Murió el cazonci Zuangua de viruelas, subió al trono su hijo Tzintzincha Tangáxoan. -13 de agosto. Después de un prolongado sitio, México-Tenochtitlan es tomada por las tropas de Hernán Cortés. -Julio. El Tzintzuntzan Irechequa es conquistado ―pacíficamente‖ por la expedición española al mando de Cristóbal de Olid. 774 I- Imágenes sobre poliorcética en el México antiguo FIGURA 1. ―Escena de batalla en un cerro. Nayatit, rojo con blanco, amarillo y negro. Altura: 25.4 cm. Dos chozas en un cerro representan a una aldea que está siendo defendida por guerreros.‖ FUENTE: WINNING, HASSO VON. ―Esculturas anecdóticas antiguas del Occidente de México‖, en: WINNING, HASSO VON. Arte prehispánico del Occidente de México. Edición y traducción de Phil C. Weigand, Eduardo Williams y Brigitte Boehm de Lameiras. Zamora, El Colegio de MichoacánSecretaría de Cultura de Jalisco, (Colección Occidente), 1996, P. 161. 775 FIGURA 2. Ataque a un cerro fortificado con una cerca de piedra y magueyes, los defensores están defendiéndose desde la cima con arcos, flechas y armas cuerpo a cuerpo, mientras los atacantes hacen lo mismo desde abajo. FUENTE: KIRCHHOFF, PAUL; ODENA GÜEMES, LINA; REYES GARCÍA, LUIS. Historia ToltecaChichimeca. México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Centro de Investigaciones Superiores del Instituto Nacional de Antropología e Historia-Secretaría de Educación Pública, 1976, f. 42v, ms. 46-50, P. 42. 776 777 FiIGURA 3. Escena de una gran batalla donde un ejército está asediando un cerro fortificado, representado como un glifo de altepetl, pero en la parte superior izquierda, está cortado con cuatro terrazas con parapetos, con cuatro guerreros en cada una defendiéndose con escudos y macanas. FUENTE: ACUÑA, RENÉ. (Editor). Códice Fernández Leal. México, Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Investigaciones Filológicas, 1991, láminas 13 y 14, Pp. 48-49, facsímil entre Pp. 58-59 (detalle). FIGURA 4. Los mexicas en 1511 sujetaron el pueblo de Ycpaltepec, y por estar en un peñol agro, subieron con escaleras: el guerrero atacante porta un escudo en la mano derecha, mientras el guerrero defensor está representado con la mano derecha levantada arrojando una piedra, y un escudo en la izquierda. FUENTE: Codex TellerianoRemensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain 385, f. 42v (detalle). 778 779 FiIGURA 5. En la escena está representado en primer plano una batalla entre españoles e indígenas, en segundo plano hay dos peñoles donde hay guerreros indígenas armados con arcos, flechas, jabalinas, macuahuitl y escudos. FUENTE: DURÁN, DIEGO. Historia de las Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. Paleografía, introducción y notas de Ángel Ma. Garibay K.. 2ª edición, México, Editorial Porrúa, (Biblioteca Porrúa núm. 37), 1984, T. II, lámina 62, Cap. LXXVIII, P. 573 [en apéndice]. FIGURA 6. Levantamiento del Mixtón en 1541, donde un grupo de chichimecas se empeñolaron en una elevación rodeada con un río y con cercas de piedra. FUENTE: Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain 385, f. 42v (detalle). 780 781 Nueva Galicia‖ [1550], AGI, Mapas, planos, documentos iconográficos y documentos especiales, México, núm. 560 (detalle). FIGURA 7. Mapa de la Nueva Galicia elaborado por el licenciado Hernando Martínez de la Marcha en 1550, están representados los peñoles del Teul, Mixtón, Juchipila, Nochistlán y Coyria, que usaban los chichimecas para refugiarse, fortificados con una, dos y hasta cuatro cercas de madera y piedras paralelas, desde donde los defensores lazaban flechas con arcos y piedras. FUENTE: ―Mapa de la FIGURA 8. En uno de los cuadrantes del escudo de armas de Tzintzuntzan de 1595, está representado un cerro con dos albarradas paralelas, la superior parece estar hecha de piedras, la inferior parece de otro material (¿madera?). En la cima del cerro puede estar una bandera erguida. Esta imagen nos recuerda varias de las representaciones pictográficas de lugares fortificados en los documentos mencionados líneas arriba. Dado que los cuadrantes de ese documento representan lugares, bien podría tratarse de la fortaleza de Taximaroa. FUENTE: ―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan" de la provincia de Michoacán, 1595‖, AGI, Escudos y Árboles Genealógicos de México, núm. 168 (detalle). 782 J-“Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez”, [4 de abril de 1585] (fragmento) El siguiente documento ha sido publicado en varias ocasiones, sin embargo, por su importancia y necesidad de su difusión, lo hemos agregado en la presente investigación.2910 El texto fue publicado completo por Félix Zubillaga en 1959, respetando la ortografía del siglo XVI y apuntalando el texto con notas aclaratorias y bibliográficas a pie de página;2911 luego en 1973 fue publicado por Francisco Zambrano, con ortografía actualizada, separación de textos, y aclaraciones entre paréntesis, aunque faltaron los párrafos 104, 106 y 107 del documento.2912 En 1980 Francisco Miranda publicó como apéndice los párrafos 42-49 de la edición preparada por Zubillaga,2913 donde se mencionan las cuestiones referentes a la teogonía tarasca y el sistema de creencias prehispánicos, considerando que la información corresponde a la que se encontraba en la primera parte perdida de la RM. En el 2010, Francisco Antonio Aguilar Irepan agregó como anexo a su trabajo de licenciatura, el mismo texto preparado por Miranda.2914 En el 2003, Juan Carlos Cortés Máximo realizó un breve análisis de algunas partes del mismo documento, mencionado algunas de sus características y su importancia para conocer el sistema de creencias prehispánico, pero también el papel que tuvieron los jesuitas entre los indígenas de la provincia de Michoacán en la segunda mitad del siglo XVI. Además, recaló que a pesar de la importancia de este testimonio, ha pasado inadvertido para gran parte de los investigadores del Michoacán prehispánico y colonial, en parte por el difícil acceso y poca consulta del mismo.2915 Tratando entonces de coadyuvar a darle más difusión, hemos decidido agregar como apéndice la información referente a la teogonía y creencias prehispánicas tarascas registradas por Francisco Ramírez. Para este fin, hemos tomado como base el texto de la edición de Zubillaga así como su paginación; hemos prescindido de sus notas a pie de página debido a que entorpecen y confunden la interpretación del texto, ya que él nunca citó la RM para cotejar la información referente a las deidades tarascas, sino citó 2910 Para un análisis de este texto, véase el apartado sobre la cosmogonía tarasca en sus fuentes, en el capítulo II del presente trabajo. 2911 FUENTE: RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, pp. 492-496. 2912 RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el P. Francisco Ramírez. Michoacán, 4 de abril de 1585 (Méx. 14 ff. 43-58v.)‖, en: ZAMBRANO, FRANCISCO. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. (Preparado por José Gutiérrez Casillas), México, Editorial Tradición, 1973, T. II, [Siglo XVII (1600-1699)], Pp. 267-310. 2913 ALCALÁ, JERÓNIMO DE. La Relación de Michoacán. Versión paleográfica, separación de textos, ordenación coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco Miranda. Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. V), 1980, Pp. 359-362. El texto preparado por Francisco Miranda fue reeditado por la SEP para preparar una edición de difusión, pero sin las láminas, donde permaneció como apéndice el texto de Fráncico Ramírez. ALCALÁ, JERÓNIMO DE. La Relación de Michoacán. Versión paleográfica, separación de textos, ordenación coloquial, estudio preliminar y notas de Francisco Miranda. México, Secretaria de Educación Pública, (Colección Cien de México), 1980, Pp. 345-348. 2914 AGUILAR IREPAN, FRANCISCO ANTONIO. Diversidad étnica en el estado michoaque. Origen y convivencia. Tesina para obtener el grado de Licenciado en Historia. Asesor: Jorge Silva Riquer. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. 2010, Pp. 114-116. 2915 CORTÉS MÁXIMO, JUAN CARLOS. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro)‖, en: Relaciones. Zamora, Colegio de Michoacán, 2003, verano, año/vol. XXIV, núm. 95, Pp. 136-168. 783 bibliografía de segunda mano (en este caso a Nicolás León). También hemos actualizado la ortografía sin cambiar el sentido de ninguna palabra, colocamos comillas en algunas frases, y además, para su mejor compresión, hemos colocado entre corchetes nombres de deidades mencionadas en el mismo texto, y personajes históricos bien identificados, para facilitar su lectura; ésta última labor de los personajes históricos ya había sido realizada por Francisco Zambrano. Este último editor separó algunos comentarios de Ramírez con paréntesis, que nosotros no hemos seguido, además, identificó la frase en latín, que procede del libro del ―Apocalipsis‖ de la Biblia, y hemos colocado la traducción entre corchetes.2916 Sobre el sacerdote indígena que empezó a dar avisos de la llegada de la nueva religión cristiana, y el nombre de las fiestas, Ramírez escribió de esos tópicos en otro texto, de donde hemos tomado la información.2917 Con la colocación de las deidades tarascas entre corchetes, y otros datos, esperamos que se tenga más claridad sobre la teogonía tarasca, y resalte la importancia de este documento. 2916 La traducción del versículo proviene de La sagrada Biblia. Traducida de la Vulgata Latina al español. Notas de Félix Torres Amat. Estados Unidos de América, Editorial Sopena Argentina, 1975, P. 1394. 2917 ―…tuvieron algunos prenuncios y nuevas por medio de un sacerdote suyo que ellos mucho veneraban, el cual, no sin luz del cielo a lo que se puede creer, les avisó que presto vendría quien les enseñase la verdad de lo que debían creer y adorar. Y para más disponerles a eso, comenzó a celebrar a su modo muchas fiestas de las que nuestra madre la iglesia celebra, como era la que llamaban del Pevánscuaro, o de Navidad, y de la del Tzitacuarénscuaro de la Resurrección; y a descubrirles unos rayos de luz, con que de tal manera se dispusieron para la ley evangélica, que sin ninguna dificultad la recibieron, pidiéndola y ofreciéndose a ella de su propia voluntad, movidos en gran parte por las amonestaciones de este ministro suyo, el cual, según me afirmaron muchos viejos que le vieron (algunos de los cuales le servían en los sacrificios y ayudaban), residía en un pueblo llamado Erongarícuaro, donde muchas veces les predicaba y avisaba estuviesen alerta y en vela para cuando llegasen los mensajeros de la verdad. Y púdose ser que el oficio diese nombre al lugar, que quiere decir ―lugar donde están en vela‖, o ―atalaya‖. RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Del principio y fundación de este Colegio de Michoacán y de su progreso y su aumento”, en: RAMÍREZ, FRANCISCO. El antiguo colegio de Pátzcuaro. Estudio, edición, notas y apéndices de Germán Viveros. Zamora, El colegio de Michoacán-Gobierno del Estado de Michoacán, 1987, Pp. 68-69. 784 FUENTE: RAMÍREZ, FRANCISCO. ―Relación sobre la residencia de Michoacán (Pátzcuaro) hecha por el padre Francisco Ramírez [4 de abril de 1585]‖, en: ZUBILLAGA, FÉLIX (Compilador). Monumenta Mexicana. Roma, Monumenta Histórica Societatis Iesu, 1959, vol. II, documento 173, pp. 492-496. [P. 492] 42. Cuanto al origen de esta gente, no se sabe cosa cierta. Sólo consta haber tenido alguna noticia de la verdad del principio del mundo, y creación de los hombres, y del diluvio; aunque mezclado con tantas mentiras y fábulas, que apenas se halla rastro de la verdad. Los hombres decían haber hecho los dioses de ocho pelo[P. 493] tillas hechas de ceniza, rociadas con la sangre que se sacó de las orejas un mensajero que los dioses del cielo enviaron para eso, llamado Curiti Caheri, que quiere decir ―gran sacerdote‖; y, a cabo de haberlas tenido algunos días en un bacín, de las cuatro salieron varones; y de las otra cuatro, mujeres; pero sin coyuntura ninguna; de manera que no se podían sentar ni menear. Y después de haberlos tornado otras dos veces a deshacer los dioses del cielo, por no estar a su contento, la tercera los destruyeron con un diluvio de cinco días, en que se abrieron las fuentes y ríos, y cayó tanta agua, que los consumió a todos con todas las demás cosas de la tierra que decían haberlos parido la diosa del infierno, por haber mandado los dioses del cielo al dios del infierno que diese traza en cómo se criasen estas cosas de acá abajo. Y así parió primero su mujer [la diosa del infierno] las sierras peladas y la tierra sin fruto; y pareciéndole a la diosa del cielo, que llamaban Cueravaperi, por haber nacido de ella todos los demás dioses, que sus hijos no se podían pasear en la tierra, sin ser vistos ni ella podía bajar a ella; estando cerca la luz, envió su mensajero [Curiti Caheri] al dios del infierno, mandándole pusiese remedio. Y así parió su mujer [la diosa del infierno] los árboles y las demás plantas y animales. 43. Venido pues este diluvio que lo destruyó todo, por no [P.494] estar a contento de los dioses del cielo, lo uno por no tener los hombres cómo poder engendrar; y lo otro, por no haber caminos para poder andar, por haber salido muchos montes y peñas; se escaparon un hombre y una mujer sobre un monte muy alto, y allí esperaron a que decreciesen las aguas. Y, a cabo de algunos días, bajaron a un llano donde hallaron muchos venados muertos; y, por no tener otra cosa que comer, por haberse todo anegado, con los palos que pudieron hallar, y cierto instrumento, sacaron fuego; y comenzaron a asar los venados. Y, subiendo el humo al cielo, preguntó la madre de los dioses [Cueravaperi] qué era aquello; que si había quedado algún hombre. Siéndole dicho lo que pasaba, envió a su sumo sacerdote [Curiti Caheri] a destruirlos. El cual les dio con una calabaza en la cabeza, y se tornaron perros. 44. Entonces tornaron a mandar al sumo sacerdote [Curiti Caheri] los dioses que hiciese los hombres la cuarta vez. Y, tomando otras ocho pelotas de ceniza, haciendo lo mismo que la primera vez, salieron cuatro hombres y cuatro mujeres, de la manera que son ahora. Y, por haberles contentado a los dioses, les echaron la bendición, y comenzaron a multiplicar y de allí vinieron los demás. Y, para tornar a restaurar las demás cosas, mandaron al dios del infierno que diese orden en eso; y, concibiendo su mujer [la diosa 785 del infierno], vino a parir todas las demás plantas y árboles, como están. Lo cual todo, decían, salía de las espaldas de una diosa que los dioses pusieron en la tierra, que tenía la cabeza hacía poniente, y los pies hacía oriente, y un brazo a septentrión, y otro a meridión; y el dios del mar la tenía de la cabeza; y la madre de los dioses [Cueravaperi] de los pies; y otras dos diosas, una de un brazo y otra de otro, porque no se cayese. Puestas pues todas las cosas en orden, tornó otra vez a salir el sol, por mandado de los dioses del cielo; el cual, con las demás cosas de allá, tenían haber hecho los dioses del cielo; y las de acá bajo, los del infierno: pareciendo tener el error de los maniqueos. [P. 495] 45. Cuanto a la inmortalidad del ánima, y los lugares donde iban, tenían también grandes desatinos; aunque conocían haber cielo, donde iban los dioses y los demás que lo merecían haber sido; y infierno, donde iban la demás gente. Y tenían que vivían allá como acá. Y así, procuraban llevar muchas cosas para poder trabajar y vivir; y los hombres principales, matar muchos que les acompañasen allá; aunque el ver que se quedaban acá los huesos, les hacía reparar mucho, y andar alucinando, como lo andaban en todo. 46. Tenían muchos dioses, que se entiende eran hombres principales entre ellos, que se habían señalado mucho; a los cuales les hacía el demonio adorar, después de muertos, apareciéndoseles en muchas figuras. Y de cada oficio tenían su dios, y su lugar señalado en los montes, donde le sacrificaban; de lo cual hay el día de hoy grandes rastros. 47. Las fiestas eran matando muchos hombres y mujeres que, con gran crueldad, sacrificaban al demonio. Y estos eran de los que prendían en las guerras (que tenían de ordinario), o de los que castigaban: que por no labrar las tierras del rey, o por adúlteros, o otras cosas muy pequeñas, les condenaban a eso. Y después la fiesta era comérselos y emborracharse y cantar muchos cantares al dios que celebraban; teniendo casi de ordinario sus exhortaciones de los sacerdotes suyos, de lo que debían honrar aquel dios, y lo que había hecho por ellos. Y era muy ordinario el aparecérseles el demonio en varias figuras; particularmente cuando, después de haber sacrificándole, le cantaban los can[P. 496] tares que para eso tenía; y particularmente se aparecía a los sacerdotes mayores, mandándoles que hiciesen matar a muchos. Y de los que le vieron, hay vivos muchos el día de hoy. 48. El medio principal porque nuestro Señor les libró de tanta ceguedad, fue por haber la crueldad grande del demonio, que, como sabía que ―modicum tempus habebat‖ [―le queda poco tiempo‖ (Apoc. 12-12)], hacía matar tanto, que no le podían sufrir. Y así por esto, como por tener avisos de un gran sacerdote suyo [de Erongarícuaro] que presto había de venir la verdad; el cual, como yo he sabido de algunos que le alcanzaron, particularmente de uno que fue ministro suyo, que vive todavía, les enseñó muchas cosas conformes a las de nuestra fe; y particularmente dice, celebraba fiestas, conforme a las que acá celebramos del Nacimiento [Pevánscuaro] y Resurrección [Tzitacuarénscuaro], y otras de nuestro Señor; recogiéndose para celebrarlas, por algunos días, en lugares apartados. Y era tenido de todos en tanta veneración, que no salían un punto de lo que él les mandaba. Y al que él mandaba matar, fuese quien fuese, 786 se podía contar por muerto. Y así, con esto, dicen, les abrió tanto camino para las cosas de nuestra fe, que muchas no se les hacía cosa nueva el oírlas después. 49. Y así, luego que tuvieron noticia que los españoles habían llegado a México, se fue el Rey de toda esta provincia [Tzintzincha Tangáxoan], acompañado de algunos de los suyos, a sujetar al Marqués del Valle [Hernán Cortés], ofreciéndose de su voluntad por vasallos de su Majestad [Carlos I], pidiendo quien les instruyese en la verdad de la fe que habían de tener. Y viniendo el Marqués, le ofrecieron la tierra; y se bautizaron por algunos pocos religiosos que entonces vinieron el Rey de la tierra y otros con él. Aunque al Rey se le dio mal paga; porque un gobernador español [Nuño de Guzmán] que se puso por su Majestad, le mandó quemar, por sacarle los tesoros que el pobre ya no tenía, por haberlo ofrecido todo al Marqués y a los demás. Lo cual fue causa de que los demás se alborotasen algo y huyesen; aunque en breve se quietaron y bautizaron casi todos. 787 VI. FUENTES ARCHIVOS ARCHIVO GENERAL DE INDIAS ―Armas de la "Ciudad de Zintzuntzan" "Vitzitzilan" de la provincia de Michoacán, 1595‖, Escudos y Árboles Genealógicos de México, núm. 168. ―Información de los méritos y servicios de don Antonio Huitziméngari, 1553-1554‖, legajo 60, núm. 2, Ramo 3. ―Información de Luis de Cárdenas, 1527-1528‖, Patronato 16, núm. 2, Ramo 6, ―Mapa de la Nueva Galicia‖ [1550], Mapas, planos, documentos iconográficos y documentos especiales, México, núm. 560. ―Proceso entre el Obispo de México y el Obispo de Mechuacan sobre la repartición y distritos de sus obispados‖ [1544], Justicia, legajo 1009. ―Testimonio de Juan de Alvarado en 1540, encomendero de Tiripetío‖, Justicia, legajo 130. ARCHIVO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE PÁTZCUARO ―Traslado de la probanza de Francisco de Sarria‖, Caja 5, Exp. 24, 1592. AHMP, Caja 131, Exp. 3, 1565. BIBLIOTHÈQUE NATIONALE DE FRANCE Codex Telleriano-Remensis. Bibliothèque nationale de France, Département des Manuscrits, Mexicain 385. FONDO ANTIGUO DE LA FACULTAD DE HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO ―Probanza hecha por la Audiencia Real entre los obispados de México y Michoacán‖ [1544], Fondo Dra. Guadalupe Cedeño, Carpeta 1. DOCUMENTOS PUBLICADOS ―Carta a su Magestad del Presidente de la Audiencia de Méjico, Nuño de Guzmán, en que refiere la jornada que hizo a Mechuacan, a conquistar la provincia de los Tebles Chichimecas, que confina con Nueva España. (8 de julio de 1530)‖, en: MARÍN 788 TAMAYO, FAUSTO. Nuño de Guzmán. México, Siglo XXI editores-Difocur Sinaloa, (Serie Los once ríos), 1992, [Apéndice 1], Pp. 264-284. ―Carta á su Majestad, del electo obispo de México, D. Fr. Juan de Zumárraga. [27 de agosto de 1529]‖, en: GARCÍA ICAZBALECETA, JOAQUÍN. Don fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de México. Estudio biográfico y bibliográfico. Con un apéndice de documentos inéditos ó raros. México, Antigua librería de Andrade y Morales, 1881, Apéndice, documento núm. 1, Pp. 1-42. ―Carta de Fray Nicolás de Witte a un ilustrísimo señor, Meztitlán, 21 de Agosto de 1554‖, en: Documentos inéditos del siglo XVI para la historia de México colegidos y anotados por el P. Mariano Cuevas, S. J.. México, Talleres del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología. 1914, P. 221-228. ―Carta de Nuño de Guzmán y Antonio de Godoy‖, en: WARREN, BENEDICT. La conquista de Michoacán 1521-1530. 2ª edición michoacana, Morelia, Fimax Publicistas, (Colección estudios michoacanos vol. VI), 1989, Apéndice IX, Pp. 436-438. ―Cédula de 1553 sobre tributos. [20 de diciembre de 1553]‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. A cada uno lo suyo: el tributo indígena en la Nueva España durante el siglo XVI. Zamora, El Colegio de Michoacán, (Colección Ensayos), 1993, Pp. 125-128. ―Cédula de 1563 a la Audiencia de los Confines, sobre tributos‖, en: ROJAS, JOSÉ LUIS DE. 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