Adaptación frente a los
RIESGOS DEL
CAMBIO
CLIMÁTICO
EN LOS PAÍSES
IBEROAMERICANOS
INFORME RIOCCADAPT
GOBIERNO
DE ESPAÑA
MINISTERIO
PARA LA TRANSICIÓN ECOLÓGICA
Y EL RETO DEMOGRÁFICO
EDITORES
J.M. Moreno
C. Laguna-Defior
V. Barros
E. Calvo Buendía
J.A. Marengo
U. Oswald Spring
ADAPTACIÓN FRENTE A LOS RIESGOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS –
INFORME RIOCCADAPT (2020)
Editado por
McGraw-Hill, Madrid, España
Edificio Valrealty, 1.a planta
Basauri, 17
28023 Aravaca (Madrid)
Editora: Cristina Sánchez Sáinz-Trápaga
Director General (Sur de Europa): Álvaro García Tejeda
Equipo de preimpresión: Diseño y Control Gráfico
Diseño de cubierta: Mar Nieto Novoa
ISBN (obra impresa): 9788448621643
ISBN (digital): 9788448621650
MHID: 9780008502195
Sitio web: http://rioccadapt.com/
Descargos de responsabilidad: esta publicación cuenta con la colaboración de la Cooperación Española a través de la Agencia Española de Cooperación (AECID), del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MTERD) y de la
Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCC). El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de los
autores y no refleja, necesariamente, las posturas de la AECID, la OECC o los países miembros de la RIOCC.
Entidad financiadora: proyecto financiado por el Programa ARAUCLIMA de la Agencia Española de Cooperación Internacional
para el Desarrollo (AECID).
Entidades implicadas:
- Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID); Av. Reyes Católicos 4 - 28040 Madrid;
https://www.aecid.es/ES
- Oficina Española de Cambio Climático (OECC) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MTERD);
Plaza San Juan de la Cruz, S/N, 28003, Madrid; www.miteco.es
- Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCC); http://www.lariocc.es/es/
- Fundación Universidad de Costa Rica; https://fundacionucr.ac.cr/
- Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM); Av. Carlos III, s/n, 45071, Toledo, España.
Apoyos técnicos:
- Servicios de traducción: 3rd Floor Translations Inc. (www.3rdfloortranslations.com)
- Servicio externo de diseño gráfico: Annett Böerner (https://dn.com.au/annett-boerner.html)
- Diseño de bases cartográficas: Olga Viedma Sillero (UCLM)
- Diseño del logotipo del proyecto: Magín Franquesa Fuentetaja (UCLM)
Permisos: se podrán descargar, reproducir, difundir e imprimir los contenidos de este informe con fines de estudio privado,
investigación y docencia, o para su uso en productos o servicios no comerciales, siempre que se reconozca de forma adecuada
a los autores como fuente y titulares de los derechos de propiedad intelectual, sin que ello implique en modo alguno que los
mismos aprueban los puntos de vista, productos o servicios resultantes. Para aquellos contenidos en que específicamente
se indique que proceden de terceros, deberá dirigirse a la fuente original señalada para gestionar los permisos.
Se recomienda citar este texto como:
Moreno, J.M., C. Laguna-Defior, V. Barros, E. Calvo Buendía, J.A. Marengo y Ú. Oswald Spring (eds.), 2020: Adaptación
frente a los riesgos del cambio climático en los países iberoamericanos – Informe RIOCCADAPT. McGraw-Hill, Madrid, España
(ISBN: 9788448621643).
Índice
Prólogo ..............................................................................................................................................................................................................................................
V
Resumen para responsables de políticas (español) ................................................................................................................................................
VII
Sumário para Formuladores de Políticas (portugués)............................................................................................................................................ XXXVII
1. Marco conceptual y contexto regional ....................................................................................................................................................................
1
2. Sociedad, gobernanza, inequidad y adaptación ................................................................................................................................................
49
3. Ecosistemas terrestres y acuáticos continentales ........................................................................................................................................
91
4. Ecosistemas marino-costeros ....................................................................................................................................................................................
131
5. Biodiversidad .......................................................................................................................................................................................................................
161
6. Recursos hídricos ..............................................................................................................................................................................................................
199
7. Sector agropecuario .........................................................................................................................................................................................................
237
8. Recursos pesqueros .........................................................................................................................................................................................................
291
9. Tormentas y huracanes...................................................................................................................................................................................................
347
10. Inundaciones y sequías ...................................................................................................................................................................................................
391
11. Inestabilidad de laderas - deslizamientos .............................................................................................................................................................
419
12. Incendios forestales ..........................................................................................................................................................................................................
459
13. Asentamientos urbanos y rurales .............................................................................................................................................................................
525
14. Zonas costeras .....................................................................................................................................................................................................................
571
15. Turismo .....................................................................................................................................................................................................................................
615
16. Salud humana .......................................................................................................................................................................................................................
651
Anexo I: Glosario RIOCCADAPT ...........................................................................................................................................................................................
699
Anexo II: Autores, revisores, comité de dirección y comisión de seguimiento del proyecto RIOCCADAPT.............................
711
Prólogo
Desde hace varias décadas sabemos que la crisis climática
y ambiental, cuyos impactos ya estamos sintiendo, son la
mayor amenaza global que se cierne sobre la humanidad y el
planeta. La grave crisis sanitaria actual del COVID-19 nos ha
mostrado lo que supone una amenaza global, en este caso,
en forma de pandemia. Ambas crisis están estrechamente
relacionadas entre sí, la presión humana sobre el planeta
ha alterado los hábitats y equilibrios naturales provocando
que enfermedades zoonóticas, como el COVID-19, salten a
los humanos.
Nuestra atención hoy, más que nunca, debe centrarse en
hacer frente a estos retos globales, los gobiernos tienen la
responsabilidad de anticiparse y prepararse para proteger a
los más vulnerables y construir sociedades más resilientes.
La realidad de esta primera mitad del año 2020 evidencia
que el conocimiento y la ciencia del presente y del futuro
son críticos para guiar la acción política. La falta de ciencia
ante problemas globales y complejos tiene consecuencias
negativas para nuestras sociedades. Promover la generación
e intercambio de conocimiento para estar más informados
y anticipar respuestas a futuro es clave. En la lucha contra el cambio climático, la ciencia lleva años analizando y
observando los principales impactos y proyectando su evolución futura: las proyecciones climáticas apuntan a que, si
no se ponen en marcha políticas ambiciosas de mitigación
y adaptación, los impactos serán cada vez más graves. Los
gobiernos deben promover el conocimiento de todo cuanto
concierne al cambio climático.
La cooperación regional, el diálogo y el intercambio de información y de experiencias entre países son también piezas
claves para hacer frente a estas crisis globales y complejas. La Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climatico
(RIOCC), creada en el año 2004, lleva años trabajando para
impulsar acciones en esta línea que nos permiten avanzar
conjuntamente en la lucha contra el cambio climático, contribuyendo así al Acuerdo de París y a la Agenda 2030.
La región Iberoamericana es rica y variada en recursos
naturales y los riesgos climáticos son numerosos y difieren
de región en región. Vemos que cada día algunas de las
manifestaciones más extremas del clima azotan a nuestros
países y afectan a nuestros ciudadanos, a sus bienes y
enseres, a sus formas de vida y medios de subsistencia.
El hecho de que el clima sea un factor tan importante para
la riqueza nacional, bien sea en forma de lo más ligado a la
tierra, como es la agricultura, o una de las últimas conquistas de nuestro desarrollo como es el turismo, hace que estar
preparados y adoptar medidas de adaptación a los impactos
que ya estamos viviendo, y seguirán con el paso de los años,
sea una prioridad.
El Informe RIOCCADAPT, Adaptación frente a los riegos del
cambio climático en los países iberoamericanos, financiado
por el Programa ARAUCLIMA de la Cooperación Española,
trata de contribuir a facilitar la acción en cuanto a la adaptación al cambio climático a través de la evaluación del
conocimiento actual de experiencias en la región en este
campo. Para saber qué hacer hay que conocer qué riesgos
e impactos nos esperan, lo que se detalla en profundidad
en el informe para algunos de los principales sistemas y
sectores de la región. El trabajo es fruto de la colaboración de más de un centenar de autores de los países de
la región, por lo que es el resultado del conocimiento de
quienes viven esta amenaza en el día a día. Es un conocimiento que, desde la ciencia, se traslada a los tomadores
de decisiones para que nos sirva de guía en los tiempos
difíciles que, muy probablemente, tenemos por delante. No
tenemos excusa para no actuar.
Dña. Teresa Ribera Rodríguez
Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
José M. Moreno, Coordinador del proyecto RIOCCADAPT
Madrid, junio de 2020
Resumen para
los responsables
de políticas
José M. Moreno (España), Clara Laguna-Defior (España), Paulina Aldunce
(Chile), Vicente Barros (Argentina), Bibiana Bilbao (Venezuela), Mercedes
Bustamante (Brasil), Eduardo Calvo Buendía (Perú), Inés Camilloni
(Argentina), Omar Darío Cardona Arboleda (Colombia), Jorge Cortés
(Costa Rica), Gian Carlo Delgado (México), José A. Marengo (Brasil),
Carlos Mena (Ecuador), Jaime Mendo (Perú), Ana Rosa Moreno (México),
Úrsula Oswald Spring (México), Germán Poveda (Colombia),
Fabio R. Scarano (Brasil), Miguel A. Taboada (Argentina)
y Sebastián Vicuña (Chile).
Se recomienda citar este texto como:
Moreno J.M., C. Laguna-Defior, P. Aldunce, V. Barros, B. Bilbao, M. Bustamante, E. Calvo
Buendía, I. Camilloni, O.D. Cardona Arboleda, J. Cortés, G.C. Delgado, J.A. Marengo, C.
Mena, J. Mendo, A.R. Moreno, Ú. Oswald Spring, G. Poveda, F.R. Scarano, M.A. Taboada
y S. Vicuña, 2020: Resumen para los responsables de políticas. En: Adaptación frente a
los riesgos del cambio climático en los países iberoamericanos – Informe RIOCCADAPT
[Moreno, J.M., C. Laguna-Defior, V. Barros, E. Calvo Buendía, J.A. Marengo y Ú. Oswald
Spring (eds.)]. McGraw-Hill, Madrid, España.
Resumen para los responsables de políticas
ÍND ICE DEL RESUMEN
A) Introducción ............................................................................................................................................................................................................................
IX
B) El contexto de los países RIOCC ..................................................................................................................................................................................
X
C) Relevancia de los sectores y sistemas incluidos en el informe .................................................................................................................
XII
D) Componentes del riesgo e impactos del cambio climático ..........................................................................................................................
XV
E) Principales riesgos del cambio climático................................................................................................................................................................
XIX
F) Opciones y actuaciones de adaptación....................................................................................................................................................................
XXIII
G) Ejemplos de experiencias útiles para la adaptación ........................................................................................................................................ XXVII
H) Barreras y oportunidades de la adaptación ..........................................................................................................................................................
XXXI
I) Necesidades futuras para avanzar en la adaptación........................................................................................................................................ XXXIV
VIII
INFORME RIOCCADAPT
Resumen para los responsables de políticas
Con el fin de contextualizar las acciones de adaptación, el
informe también incluye un análisis de las vulnerabilidades,
así como de los riesgos e impactos del cambio climático.
A) Introducción
Presentación del informe
El Informe RIOCCADAPT tiene por objetivo evaluar las actuaciones sobre adaptación al cambio climático que se están
llevando a cabo en los países de la Red Iberoamericana de
Oficinas de Cambio Climático (RIOCC), esto es, los países
de lengua española y portuguesa de América, islas del Caribe y la Península Ibérica (Figura 1).
El análisis de la adaptación se ha centrado en algunos de
los principales sectores y sistemas para los países RIOCC,
incluyendo los riesgos más importantes de la meteorología
y climatología extremas, y áreas clave como los asentamientos urbanos y las zonas costeras (Tabla 1). Además, en cada
uno de los capítulos se incluyen varios casos de estudio de
cuyas experiencias pueden sacarse conclusiones útiles para
la adaptación.
La adaptación al cambio climático
en un marco de riesgo
El cambio climático conlleva riesgos, los cuales surgen
como consecuencia de la interacción de tres componentes:
amenaza o peligro, exposición y vulnerabilidad (Recuadro 1,
Figura 2). La materialización del riesgo se manifiesta en
forma de impactos, los cuales, a su vez, pueden afectar a
las trayectorias de desarrollo y gobernanza o a las amenazas mismas por vía directa o indirecta a través del cambio
climático.
La adaptación al cambio climático (ACC) es toda aquella
acción, actividad, plan o programa cuyo fin último es reducir
o evitar los riesgos derivados del cambio climático y sus con-
Andorra
Portugal
Cuba
España
República
Dominicana
México
Venezuela
Colombia
Ecuador
Guatemala
Brasil
Perú
Honduras
Nicaragua
Bolivia
Chile
Paraguay
Uruguay
Costa Rica
Panamá
El Salvador
Figura 1. Países miembros de la Red Iberoamericana de Oficinas de Cambio Climático (RIOCC). Fuente: elaboración propia con datos del SMHI
(2008).
INFORME RIOCCADAPT IX
Resumen para los responsables de políticas
Tabla 1. Contenido del informe por capítulos.
Área temática
I. Introducción
general
II. Sistemas
naturales
III. Sistemas
gestionados
IV. Riesgos por
desastres de
origen climático
V. Otras áreas y
sectores clave
Capítulo
Temas de los capítulos
1
Marco conceptual y contexto
regional
2
Sociedad, gobernanza, inequidad y
adaptación
3
Ecosistemas terrestres y acuáticos
continentales
4
Ecosistemas marino-costeros
5
Biodiversidad
6
Recursos hídricos
7
Sector agropecuario
8
Recursos pesqueros
9
Tormentas y huracanes
10
Inundaciones y sequías
11
Inestabilidad de laderas deslizamientos
12
Incendios forestales
13
Asentamientos urbanos y rurales
14
Zonas costeras
15
Turismo
16
Salud humana
secuentes impactos a través de la gestión del riesgo, o aprovechar las oportunidades que surjan como consecuencia del
cambio climático (Figura 3). La adaptación se concibe como
algo que se planifica frente a un futuro que será diferente.
Por otro lado, las personas, individual o colectivamente, y
las comunidades reaccionan frente a las adversidades que
les ocurren, lo cual puede llevarlas a desarrollar acciones
con un valor adaptativo. Frecuentemente, las acciones de
adaptación quedan englobadas en otras políticas. De hecho,
las actuaciones de adaptación más atractivas suelen ser
aquellas que ofrecen beneficios de desarrollo, así como una
reducción de las vulnerabilidades.
B) El contexto de los países
RIOCC
Los países RIOCC abarcan áreas desde el paralelo 43ºN
hasta el 55ºS, con altitudes que llegan a los 6.960 m (Aconcagua, Argentina), mesetas elevadas a gran altitud (Altiplano,
3.800 m) o grandes llanuras (Amazonas, Los Llanos, La Pampa), desiertos de los más extremos (Atacama) a zonas hiperlluviosas (El Chocó, Colombia). Todo ello hace que exista una
gran representación de los climas del planeta, así como de
los biomas terrestres o marinos. A efectos prácticos, la zona
de estudio ha sido dividida en nueve subregiones (Figura 4).
Los países RIOCC tienen grandes diferencias socioeconómicas entre sí y dentro de sí mismos. La pobreza está ampliamente repartida. La esperanza de vida es inferior a la de los
países más desarrollados. La desigualdad de género sigue
dominando. Los países RIOCC son una fuente de emigración
hacia dentro de la región o fuera de ella.
En la región vienen experimentándose aumentos de temperatura generalizados asociados a las emisiones de gases de
efecto invernadero de origen antrópico. Los cambios en las
precipitaciones son más variados, e incluyen tanto aumentos
Recuadro 1. Algunos conceptos clave relacionados con el riesgo y la adaptación
Amenaza: acaecimiento potencial de un suceso o tendencia física de
origen natural o humano, o un impacto físico, que puede causar la
pérdida de vidas humanas, lesiones u otros efectos negativos sobre
la salud, así como daños y pérdidas en propiedades, infraestructuras,
medios de subsistencia, prestaciones de servicios y recursos ambientales. En este informe se usa como equivalente a peligro.
Exposición: la presencia de personas, medios de subsistencia, especies o ecosistemas, funciones, servicios y recursos ambientales,
infraestructura o activos económicos, sociales o culturales en lugares
y entornos que podrían verse afectados negativamente.
Vulnerabilidad: propensión o predisposición a ser afectado negativamente. La vulnerabilidad comprende una variedad de conceptos que
incluyen la sensibilidad o susceptibilidad al daño y la falta de capacidad
de respuesta y adaptación.
Riesgo: potencial de consecuencias en que algo de valor humano (incluyendo a los propios seres humanos) está en peligro con un desenlace
X
INFORME RIOCCADAPT
incierto. A menudo el riesgo se representa como la probabilidad de
acaecimiento de sucesos o tendencias peligrosas multiplicada por las
consecuencias en caso de que ocurran tales sucesos (R = P * C,
donde R = riesgo, P = probabilidad, C = consecuencias o impactos).
Los riesgos resultan de la interacción entre la amenaza o peligro, la
exposición y la vulnerabilidad, y se expresan como R = A * E * V (R =
riesgo, A = amenaza, E = exposición, V = vulnerabilidad).
Gestión de riesgos: planes, medidas o políticas aplicados para reducir
la probabilidad o las consecuencias de los riesgos o para responder
a sus consecuencias.
Adaptación: proceso de ajuste al clima real o proyectado y sus efectos. En los sistemas humanos, la adaptación trata de moderar o evitar
los daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas. En algunos
sistemas naturales, la intervención humana puede facilitar el ajuste al
clima proyectado y a sus efectos.
Resumen para los responsables de políticas
IMPACTOS
CLIMA
Vulnerabilidad
PROCESOS
SOCIOECONÓMICOS
Trayectorias
socioeconómicas
Variabilidad
natural
Amenazas
(peligros)
RIESGO
Cambio climático
antropogénico
Exposición
Emisiones
Acciones de
adaptación y
mitigación
Gobernanza
Cambios de uso
del suelo
Otras amenazas y
estreses
Figura 2. Marco conceptual de riesgo, expresado como el producto de la interacción entre las amenazas del clima y el cambio climático, la
exposición y la vulnerabilidad que, en los sistemas humanos, mayoritariamente dependen de los procesos socioeconómicos que determinan
las trayectorias socioeconómicas, las acciones de adaptación y mitigación y la gobernanza. Los riesgos se materializan en impactos que, a
su vez, pueden afectar al clima o a los procesos socioeconómicos. Estos últimos pueden afectar a otros factores que contribuyen también al
riesgo, en tanto que las emisiones de gases de efecto invernadero, los cambios de uso del suelo y otras amenazas y estreses inciden sobre el
cambio climático o a través de acciones directas sobre los propios riesgos. Fuente: modificado a partir del Cap. 19, AR5, WG2, IPCC de 2014
(Oppenheimer et ál., 2014).
Figura 3. El cambio climático conlleva riesgos mayores a los existentes o nuevos riesgos que requieren ser gestionados para reducir, en la
medida de lo posible, los correspondientes impactos. La adaptación trata, por tanto, de actuar sobre los tres componentes del riesgo.
La intervención sobre las amenazas climáticas puede ser menos factible, por lo que las actuaciones sobre los otros dos componentes del riesgo
serán más importantes. Aun con adaptación, no será posible evitar la totalidad del riesgo, quedando un riesgo residual al que habrá que hacer
frente. Fuente: elaboración propia a partir del Cap. 19, AR5, WG2, IPCC de 2014 (Oppenheimer et ál., 2014).
INFORME RIOCCADAPT XI
Resumen para los responsables de políticas
IBE
MEX
CAC
AMZ
NEB
APN
MEX = México
CAC = Centroamérica y Caribe
AMZ = Amazonia
NEB = Nordeste de Brasil
SSA = Sudeste de Sudamérica
APN = Andino-Pacífico Norte
APC = Andino-Pacífico Centro
PAT = Patagonia
IBE = Península Ibérica
0
1.500
3.000
SSA
APC
PAT
6.000
9.000
12.000
15.000
km
Figura 4. Mapa topográfico de los países RIOCC y división geográfica utilizada en este informe. Fuente: elaboración propia con información de
Magrin et ál. (2014) y Seneviratne et ál. (2012).
(sudeste de América del Sur) como disminuciones (España,
Chile, México, Nordeste de Brasil).
A medio plazo (mediados del siglo XXI o cuando se exceda el
1,5 º C de calentamiento global), se prevé que con el cambio
climático sigan aumentando las temperaturas, aunque con
variaciones en su magnitud en las distintas subregiones.
Las precipitaciones seguirán aumentando donde ya lo vienen haciendo (sudeste de Suramérica) y disminuyendo en
las zonas subtropicales semiáridas, tanto en el continente
americano como en el europeo (Chile, México, Península Ibérica), o tropicales del Nordeste de Brasil y América Central.
Las emisiones de gases de efecto invernadero están aumentando en algunos países, aunque las emisiones medias por
persona son muy inferiores a las de los países más desarrollados. Las emisiones procedentes de los cambios de uso
del suelo son muy elevadas en algunos países.
El marco político de cooperación y coordinación de las políticas de lucha contra el cambio climático está poco desarro-
XII
INFORME RIOCCADAPT
llado. En general, la lucha contra el cambio climático no ha
sido un objetivo prioritario de los distintos entes regionales
en los que participan los países de la región.
C) Relevancia de los sectores
y sistemas incluidos en el
informe
Sociedad, gobernanza e inequidad
La amplia inequidad económica y social, las bolsas de
pobreza urbana y periurbana, la población rural, dominante en unos pocos países, que depende de una agricultura
prácticamente de subsistencia, así como la también numerosa población indígena y la inequidad de género son,
entre otras, algunas de las principales características de
Resumen para los responsables de políticas
las sociedades de muchos de los países RIOCC. Más aún,
mucha de esta población se asienta en zonas de riesgo,
y por tanto, está altamente expuesta y es poco resistente
frente a los devenires climáticos debido a la abundante
vivienda de autoconstrucción y baja calidad. Esto la convierte en altamente vulnerable frente a las amenazas de
tipo climático.
Sistemas naturales
Los ecosistemas terrestres y acuáticos continentales de los
países RIOCC contienen cerca de 800 millones de hectáreas
de áreas boscosas, 570 millones de hectáreas de sabanas
silvestres, 700 millones de hectáreas de tierras productivas,
más del 30 % del agua dulce disponible en el planeta y alrededor del 40 % del total de recursos hídricos renovables. Son
uno de los activos más valiosos de la región por su importancia estratégica para el desarrollo sostenible. Constituyen la
base de una amplia gama de actividades humanas, como
la agricultura, la pesca, la silvicultura y el turismo, entre
otros, que producen bienes y servicios de mercado, y son
una fuente importante de ingresos y empleo.
Los países RIOCC cuentan con una extraordinaria diversidad de ecosistemas marino-costeros que aportan unos servicios socioeconómicos extraordinarios. Esta diversidad de
los ecosistemas incluye, entre otros, manglares, estuarios,
marismas, praderas de pastos marinos, arrecifes coralinos y
bosques de macroalgas, además de aguas profundas.
Iberoamérica tiene una extraordinaria biodiversidad. En general, América alberga el 29 % de todas las especies de plantas con semilla del planeta, el 41 % de las aves, el 35 %
de los mamíferos, el 51 % de los anfibios y el 35 % de los
reptiles, de los cuales la abrumadora mayoría se encuentra
en Sudamérica, Mesoamérica y el Caribe. Se estima que el
bosque húmedo amazónico contiene alrededor de una décima parte de todas las plantas y animales. El norte de la
cordillera de los Andes por sí solo alberga aproximadamente 45.000 especies de plantas, de las cuales el 44 % son
endémicas. La Península Ibérica es también la zona más
rica en especies de Europa, con más del 50 % de todas las
plantas y animales del continente. A esto hay que añadir
la extraordinaria biodiversidad de las islas Canarias, Azores
y Madeira. Esta biodiversidad es esencial para el flujo de
servicios ecosistémicos y sus funciones, y es vital para la
seguridad alimentaria, para la economía y para los valores
culturales y de identidad, entre otras cosas.
Sistemas gestionados
Existe una distribución heterogénea de los recursos hídricos
disponibles en la región. América Central y Sudamérica son
regiones con una alta disponibilidad promedio de recursos
hídricos, pero distribuidos de manera heterogénea dentro de
la región y de cada país. La cantidad de recursos en términos
de la disponibilidad per cápita es muy distinta entre países,
siendo cercana al límite del estrés hídrico en algunos de ellos
(especialmente en el Caribe y la Península Ibérica).
El principal sector usuario del agua en la región es la agricultura, con valores cercanos al 70 % del uso de agua total,
pese a que se practica de manera principal la agricultura de
secano, y llegando en algunos casos a representar más del
90 % del consumo de los recursos hídricos. El uso para generación de hidroelectricidad es también un factor relevante en
la región comparado con otras regiones del mundo. Pese a
mejoras en el acceso a agua potable en las zonas urbanas,
sigue siendo un desafío importante en las zonas rurales de
muchos países de la región.
La población rural en los países RIOCC alcanza unos
130 millones de personas, con una proporción que varía del
8 al 47 %, según países. Esta produce en total 250,8 millones de toneladas de cereales y oleaginosas, de los cuales
cuatro países (Brasil, Argentina, México y España) producen
el 84 %. Tres países del conjunto de la RIOCC (Brasil, Argentina y México) concentran el 68,8 % de las tierras agrícolas
de la región. Estas tierras se destinan mayormente (72,5 %)
a la producción de forraje para el ganado (pastizales y pasturas). El sector agropecuario es responsable del 10 % al 60 %
de las emisiones de gases efecto invernadero de los países,
siendo la fermentación entérica de los rumiantes la fuente
principal de las mismas (34 %-55 %).
El sector agropecuario de los países RIOCC es muy heterogéneo. En la mayor parte de los países de Latinoamérica y el
Caribe existe una proporción más o menos elevada de población rural que desarrolla un tipo de agricultura de pequeña
escala, con escasa conexión con los mercados internacionales, donde se desarrolla una agricultura familiar y campesina, a menudo de subsistencia, y con uso de prácticas
ancestrales, aunque también existe desarrollo capitalista en
huertas familiares. Por el contrario, hay países con menor
población rural y mayor extensión de tierra (p. ej., Argentina,
Brasil y Paraguay), cuya actividad agropecuaria es de tipo
empresarial, altamente tecnificada, con mayores escalas y
con un fuerte enfoque en los saldos exportables.
La pesca y acuicultura son sectores de enorme interés en
algunos de los países de la región, aportando más del 10 %
de la producción pesquera mundial. El sector da ocupación
a casi 2,4 millones de personas solo en América Latina y
el Caribe. De los 25 países que lideran el ranking mundial
de capturas, 6 de ellos pertenecen a Iberoamérica, en este
orden de importancia: Perú (5.º productor mundial), Chile
(12.º), México (16.º), España (19.º), Argentina (22.º) y Ecuador (23.º).
El Sistema de la Corriente de Humboldt (Pacifico Sudeste) es
el ecosistema marino más productivo en términos pesqueros
a nivel global y está dominado por una sola especie (Engraulis ringens o anchoveta) que contribuye con más del 30 % a
las capturas totales de los países RIOCC. Esta especie está
destinada principalmente a la producción de harina y aceite de
pescado que se utilizan en la formulación de alimentos balanceados para la acuicultura, avicultura y ganadería, entre otros.
INFORME RIOCCADAPT XIII
Resumen para los responsables de políticas
Riesgos por desastres de origen climático
y el Caribe daños en cultivos y ganado por valor 13.000
millones de dólares.
Los huracanes y tormentas constituyen unas de las mayores
amenazas en Latinoamérica y el Caribe. Entre 1970-2010
ocurrieron 70 desastres naturales de origen climatológico
en la región, 31 de ellos en Centroamérica y México, 16 en
Sudamérica y 23 en el Caribe. De ese total, 40 fueron causados por tormentas y huracanes, 14 estuvieron asociados
con periodos de El Niño, solo 3 con periodos de La Niña y
14 con periodos neutros. Los desastres por tormentas y
huracanes causaron el 50,2 % de las muertes asociadas
a desastres de origen climático, el 37,3 % de la población
afectada, el 41,3 % de los daños y el 38,4 % de las pérdidas
totales. Los desastres causados por El Niño y La Niña ocasionaron el 4,1 % de las muertes, el 48,8 % de la población
afectada, el 47,8 % de los daños y el 52 % de las pérdidas.
En la Península Ibérica también causan cuantiosas pérdidas
los temporales del sudoeste y las borrascas del frente polar
en invierno, así como tormentas intensas en verano y otoño, en particular en la zona mediterránea.
La cordillera de los Andes y otros sistemas montañosos de
Latinoamérica y el Caribe son especialmente susceptibles a
que se presenten procesos de inestabilidad o deslizamiento
de laderas por sus características geodinámicas y climáticas. El riesgo no solo se debe al exceso de lluvias, sino
también a procesos de deterioro ambiental, deforestación,
degradación de cuencas y al aumento de múltiples procesos de vulnerabilidad física y social de los asentamientos
humanos, que también son impulsores del riesgo. En las
últimas décadas, los riesgos por inestabilidad de laderas
representaron al menos un 12,6 % de todos los desastres
con más de 10 muertos.
Se estima que los costos de los daños y las pérdidas ocasionados por los desastres de origen climático en Latinoamérica y el Caribe durante 1972-2010 ascendieron a 106.427
millones de dólares, de los cuales 21.012 corresponden a
huracanes y tormentas en el Caribe, 17.640 en Centroamérica y 3.754 en México. Por el fenómeno de El Niño, los daños
ascendieron a 42.471 millones de dólares en Sudamérica y
a 4.013 en Centroamérica, y por La Niña, a 5.478 millones
dólares en Sudamérica. Por precipitaciones extremas (inundaciones y deslizamientos de tierra) los costos de los daños
ascendieron a 10.974 millones de dólares.
En las últimas décadas, las inundaciones causaron casi la
mitad de los desastres relacionados con el clima en todo el
mundo. Su importancia relativa también ha aumentado, ya
sea en términos de pérdidas económicas, de pérdidas de reaseguros o en el número de eventos de inundación informados. Sin embargo, la atribución de los cambios observados
no es clara, estando entre las posibles causas los aumentos
en magnitud o frecuencia de precipitaciones extremas. En las
dos últimas décadas se registraron en América Latina y el
Caribe 548 eventos de inundación, afectando a un total de
41 millones de personas y con daños estimados en 26.000
millones de dólares. Los países más afectados recientemente han sido Brasil, México, Colombia y Perú, habiéndose
observado incrementos en los caudales máximos diarios en
la cuenca del río de la Plata y en la Amazonia.
En las últimas décadas, México, la Amazonia y Nordeste
de Brasil, centro y sur de Chile, la Patagonia y la Península
Ibérica experimentaron una mayor frecuencia de sequías. Por
el contrario, la frecuencia disminuyó en el norte de Argentina y en Uruguay. Las sequías meteorológicas fueron más
severas en partes de la Patagonia y el sur de Chile, Nordeste
de Brasil, Nicaragua, Honduras, sur de México, Baja California y la Península Ibérica. Por el contrario, en el Sudeste
de Brasil se experimentaron sequías menos severas. En el
periodo 2005 a 2015, la sequía produjo en Latinoamérica
XIV
INFORME RIOCCADAPT
La gestión del riesgo de desastres y la adaptación al cambio
climático son procesos de carácter integral, interinstitucional, multisectorial e interdisciplinar. En general dan lugar a
políticas públicas que tienen los mismos objetivos. No es
muy apropiado hablar de adaptación frente a la inestabilidad de laderas o los deslizamientos refiriéndose al problema en forma genérica, sin aludir a la gestión del riesgo de
desastres. Promover la gestión del riesgo es equivalente a
promover la adaptación, aunque el riesgo derivado de la inestabilidad de laderas no necesariamente se asocie al cambio
climático en todos los casos.
Los incendios forestales están presentes en buena parte
de los ecosistemas terrestres de la región y sus impactos
pueden ser positivos o negativos, dependiendo del tipo y
régimen de incendios y del contexto en el que ocurren. El fuego es una herramienta para la gestión del paisaje, y muchas
comunidades indígenas y rurales dependen de él para su
supervivencia. Ciertos ecosistemas precisan del fuego para
su estabilidad (p. ej., sabanas, encinares o pinares de ciertas áreas de los países RIOCC).
En aquellos lugares donde el fuego no forma parte natural
de las perturbaciones del ecosistema, o donde la actividad
humana produce cambios en su régimen natural convirtiendo
los incendios en más frecuentes, extensos o severos, el fuego representa una perturbación que puede producir graves
impactos sobre los ecosistemas, alterando su composición y
estructura, las funciones y servicios que prestan o su capacidad como sumidero de gases de efecto invernadero, además
de afectar a bienes, valores y vidas humanas.
La incidencia actual de incendios en Iberoamérica va de alta
a muy alta. Cada año se queman más de 40 millones de
hectáreas, lo cual representa el 7-14 % del área quemada
mundial. En su mayoría, las causas de ignición son humanas, aunque los rayos son factores importantes de su origen
en algunas zonas. En términos de superficie quemada cada
año, los países más afectados son Brasil y Bolivia (4 % de
sus respectivos territorios), seguidos por Portugal (1,6 %).
La estimación del número de incendios activos a través de
registros satelitales en las últimas décadas revela que Guatemala, Paraguay y Honduras han pasado a liderar el número
de incendios por unidad de superficie en la región.
Resumen para los responsables de políticas
Otras áreas y sectores clave
La región RIOCC está altamente urbanizada, y la perspectiva
es que lo sea cada vez más. En 2050, alrededor de un 90 %
de la población será urbana en países como México, Costa
Rica, Argentina, España y Brasil. A pesar de ello, el peso
de la población rural seguirá siendo considerable en algunos países, particularmente en Centroamérica y el Caribe.
Destaca también el alto grado de población que habita en
grandes conurbaciones de más de 5 millones de habitantes,
de manera que, salvo en América Central y el Caribe, en el
resto de países latinoamericanos de la región RIOCC alrededor del 20 % de la población vive en ellas.
Muchas de las grandes ciudades han experimentado un
crecimiento desordenado en las últimas décadas; este se
ha caracterizado por autoconstrucción, viviendas de poca
calidad, servicios deficientes, inseguridad, alto grado de
pobreza y medios de subsistencia marginales. Existen unos
124 millones de pobres urbanos (entre pobreza no extrema
y extrema). El mundo rural, por su parte, se caracteriza también por su deficiencia en servicios, agricultura poco tecnificada en ciertos países (Centroamérica) o partes de países
(Brasil) y alta pobreza, y se calcula que hay unos 58 millones
de pobres rurales, contexto en el que la población indígena
presenta la pobreza más aguda.
La costa de los países RIOCC cuenta con más de 70.000 km
de longitud. Es una zona en la que se asientan algunos de
los hábitats más valiosos y únicos del planeta y también en
la que se localiza un desarrollo intensivo, una parte importante de la actividad económica de muchos de los países a
la vez que altos niveles de pobreza.
Teniendo en cuenta los datos de población del año 2000, se
estima que entre 29 y 32 millones de personas viven en los
primeros 10 m de elevación de la costa de América Latina y
el Caribe, y más de 6 millones, en la llanura de inundación
de 100 años de periodo de retorno, sin tener en cuenta los
huracanes. En Colombia, Venezuela, Costa Rica, El Salvador
y Panamá, más del 30 % de la población total vive en estos
primeros 10 m de elevación de la costa.
Las tendencias demográficas y las proyecciones del aumento del nivel medio del mar indican que, a mitad de siglo y en
ausencia de adaptación, serán 10 millones los habitantes
que se localicen en la llanura costera inundable.
La industria del turismo de los países RIOCC es una de las
más importantes desde el punto de vista económico. En
2019, la contribución promedio de este sector al PIB fue del
11,7 % en los países de Iberoamérica, entre los que destacan Portugal (22,9 %), Uruguay (18,5 %) y España (16,2 %).
El turismo de naturaleza, sol y playa, cultural, deportivo o
ecológico tienen una representación creciente en la región.
Existen notables diferencias en la fortaleza de los sistemas
sanitarios y en el nivel pobreza entre los países RIOCC. Por
una parte, hay países con sistemas sanitarios mejor desarrollados y con bajo nivel de pobreza (España, Portugal, Uru-
guay, Chile), y por otra, están aquellos en los que el sistema
sanitario es débil y la pobreza elevada (buena parte de los
países de América Central). Hasta una tercera parte de la
población latinoamericana tiene limitaciones para acceder a
los servicios de salud. El acceso es más deficitario en zonas
rurales y remotas que, además, tienen menos acceso a agua
potable y viviendas inseguras.
D) Componentes del riesgo
e impactos del cambio
climático
Sociedad, gobernanza e inequidad
Las amenazas del cambio climático a través de cambios tanto en la temperatura como en la precipitación, en particular
sobre sus valores extremos, así como por el ascenso del
nivel del mar, se traducen en impactos negativos sobre los
medios de subsistencia, inseguridad alimentaria y malnutrición, particularmente en los niños, y aumentos de migración
y de morbilidad y mortalidad.
Los impactos son generalmente más agudos en las poblaciones sociopolíticamente marginadas, como pueden ser
las mujeres, los pueblos indígenas y aquellos que viven en
condiciones de pobreza. Esto se debe a que estos colectivos, con frecuencia, no tienen satisfechas muchas de sus
necesidades básicas, presentan pobreza energética, carecen
de poder para participar en la toma de decisiones, están
aislados física y socialmente, sufren discriminación y desplazamientos forzados, y tienen un acceso limitado a la educación, a los recursos naturales y al capital financiero. Las
mujeres, además, están expuestas a violencia de género.
Los pueblos originarios son vulnerables también por la denegación de sus derechos y por su relación material y espiritual
con el medio ambiente. Es necesario que esta diferenciación
sea incluida en las evaluaciones de vulnerabilidad de los
países RIOCC debido a que se constata que aún no ha sido
considerada suficientemente o ha ocupado un lugar secundario en estas evaluaciones.
Sistemas naturales
Los cambios de uso del suelo son dominantes en la región.
Durante la primera década de este siglo, la deforestación
de bosques húmedos, secos, sabanas y matorrales afectó
a más de 0,54 millones de km2, que fueron convertidos en
cultivos o pastos. Es la región del mundo con mayor tasa de
deforestación. En paralelo, se produjo también abandono en
las zonas secas o demasiado inclinadas para la agricultura,
afectando a 0,36 millones de km2.
Los efectos combinados del cambio climático y la pérdida
de hábitats representan una gran amenaza para los ecosis-
INFORME RIOCCADAPT XV
Resumen para los responsables de políticas
temas terrestres y acuáticos continentales de los países
RIOCC. Los cambios de clima previstos anticipan una disminución de la productividad a corto plazo y degradación
en el largo plazo. El inadecuado manejo y la fragmentación
disminuyen las funciones ecosistémicas, al tiempo que los
hacen más vulnerables al cambio climático.
Los ecosistemas de alta montaña (p.ej., páramo, puna) son
críticos para la regulación hídrica de amplias zonas y tienen
una alta capacidad de absorber carbono. Su persistencia
está amenazada por la sobrexplotación y el cambio climático. Los bosques tropicales, notablemente la Amazonia, se
encuentran amenazados por la sequía, particularmente en
escenarios más emisivos, así como por incendios que antes
no ocurrían. Los bosques templados se ven amenazados
por la pérdida de nicho climático, así como por el fuego. Los
ecosistemas áridos se enfrentan a un mayor riesgo de aridificación (p.ej., la Caatinga, Brasil) y de presión ganadera, lo
que los hace aún más vulnerables.
Los ecosistemas acuáticos se enfrentan a cambios en el
régimen de caudales, lo que modificará su estacionalidad.
Ello es debido a la pérdida de masa de hielo glaciar (Andes,
Patagonia). Se prevé una disminución del sedimento de los
ríos amazónicos tropicales, así como de la productividad
aguas abajo en las zonas inundables. En las zonas templadas, sequías extremas como respuesta al cambio climático
o por eventos de El Niño más frecuentes pueden ocasionar cambios importantes en las comunidades acuáticas. El
aumento de la temperatura de las aguas llevará también a
alteraciones de la calidad de las mismas (p.ej., menor capacidad de disolución de oxígeno).
La temperatura de los océanos está aumentando, al igual
que el nivel del mar, mientras que la aguas se están acidificando. Como consecuencia, la distribución de algunas especies, su comportamiento y reproducción están cambiando.
Los patrones de las corrientes oceánicas también se están
viendo alterados. Los resultados de estas transformaciones
impactan sobre los ecosistemas marino-costeros, reduciendo
significativamente su resiliencia y comprometiendo su capacidad de proveer bienes y servicios. Esto incluye la reducción
de los beneficios económicos por la migración de las especies de captura, la disminución de empleos, la pérdida del
conocimiento tradicional de las poblaciones costeras y una
menor cohesión social de sus comunidades, lo que en última
instancia provocará una mayor desigualdad en la región.
Los ecosistemas marino-costeros de los países RIOCC ya
están siendo impactados por la actividad humana de forma
directa e indirecta y por los efectos del cambio climático. El
cultivo de mariscos, la construcción de represas, la minería
de sal a gran escala y las descargas de efluentes contaminados al mar, la deforestación y la conversión de tierras para
la agricultura, entre otros tensores, acentúan los impactos
asociados al cambio climático en los ambientes marino-costeros de la región.
Los impactos del cambio climático sobre los ecosistemas
marinos y costeros de los países RIOCC se manifiestan en
XVI
INFORME RIOCCADAPT
un contexto de vulnerabilidad preexistente. La vulnerabilidad
se deriva de las actividades humanas que se desarrollan en
torno a los ecosistemas marino-costeros (turismo, expansión
urbana no planificada, contaminación de fuentes terrestres
y auge de la acuicultura). Estas representan una amenaza
para las poblaciones de peces, corales y manglares. Ya se
han observado algunos de esos impactos en la región, tales
como el blanqueamiento de los corales en el Caribe como
consecuencia del aumento de la temperatura y la pérdida de
cobertura de manglares.
Se prevé que la temperatura del mar siga aumentando, al
igual que las olas marinas de calor, la acidificación de las
aguas, el nivel del mar y las zonas de hipoxia. Ello causará
desplazamientos de las especies marinas hacia latitudes
más septentrionales, con extinción local de especies en los
trópicos y mares cerrados, y blanqueamiento de corales, que
unido al ascenso del nivel del mar los pondrá en situación
de alto riesgo. La productividad neta del mar se redistribuirá
con una tendencia a disminuir cuanto mayores sean las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo ello conllevará
una reducción de los servicios que el mar presta en forma
de capturas de pesca.
A pesar de la considerable variación subregional, los ecosistemas (tales como los de altura, costeros, de agua dulce,
urbanos, amazónicos) y grupos taxonómicos y funcionales
(corales, vertebrados, plantas) vulnerables al cambio climático se encuentran presentes a lo largo de la región. Los
ecosistemas con áreas de distribución geográfica restringidas y con alto endemismo se encuentran entre los más
vulnerables. Las áreas críticas (hotspots) de biodiversidad
(esto es, áreas de gran diversidad de especies que muestran
alta pérdida de hábitat y altos niveles de endemismo de
especies), ocho en total en la región, se encuentran dentro
de los lugares más vulnerables del mundo. La cuenca mediterránea, las islas del Caribe, el Cerrado de Brasil y los Andes
tropicales están entre las áreas críticas más vulnerables en
el mundo.
El cambio climático impacta directamente la biodiversidad al
causar cambios de distribución o al desencadenar procesos
de extinción. Entre los grupos taxonómicos, los anfibios y
los reptiles ya están en declive y se enfrentan a una mayor
extinción en diferentes escenarios para el 2100. Entre las
plantas, los árboles altos son particularmente vulnerables,
así como las especies a gran altitud. En un escenario de
emisiones altas, más del 25 % de las especies de América
Latina se enfrentan al riesgo de extinción para el 2100. Los
riesgos son altos también para especies de la Península
Ibérica y las islas del Atlántico (Canarias, Azores, Madeira).
Sistemas gestionados
Con respecto a los recursos hídricos, se han observado
reducciones de los caudales de algunos ríos de la Península
Ibérica, Colombia, México y Centroamérica, así como en los
ríos que nacen en los Andes y descienden al centro y sur
Resumen para los responsables de políticas
de Chile y Argentina. Estos cambios están generados principalmente por una reducción de las precipitaciones y se ven
acentuados por cambios en la criósfera (glaciares y nieve),
generando alteraciones en la estacionalidad de los caudales,
reduciendo flujos en la estación seca y aumentándolos en
la estación húmeda.
Se espera con alto nivel de consistencia entre modelos
una reducción de la disponibilidad de recursos hídricos en
algunas zonas de la región, como México, Centroamérica
y el Caribe, el Nordeste de Brasil, la región Andino-Pacífico
Central, la Patagonia y la Península Ibérica. El aumento de
temperatura acelera el derretimiento de nieves y glaciares,
alterando la temporalidad y cantidad de caudales. Eventos
extremos y cambios en la calidad de aguas son también una
amenaza. Por otro lado, se esperan aumentos de precipitaciones en los países tropicales del Pacífico (Perú, Ecuador,
Colombia), así como en la cuenca del río de la Plata.
En el sector agropecuario, las principales amenazas climáticas están asociadas con el incremento del estrés térmico e
hídrico sobre cultivos y ganado, con pérdidas de cultivos y
hacienda por los procesos erosivos, con sequías e inundaciones y con una mayor diseminación de plagas y enfermedades. No obstante, en algunas regiones también surgen
nuevas oportunidades por el incremento de precipitaciones
(sudeste de América del Sur) o por la posibilidad de explotar nuevas variedades (megatérmicas o tropicales) en zonas
donde hasta ahora su cultivo no era habitual.
El nivel de exposición a las amenazas climáticas es muy
variable en función del nivel socioeconómico de la población
afectada, la rigidez o flexibilidad relativa con que pueden
variar sus sistemas productivos o adoptar tecnología, y la
posibilidad de asistencia o disponibilidad de dicha tecnología, entre otros aspectos. Las poblaciones pobres son las
más expuestas, situación que a menudo se ve agravada por
la no tenencia de la tierra, o por asentarse en laderas de
montaña, planicies anegables o zonas áridas. Los países
más rurales (p. ej., América Central, Andes centrales) tienen
menos opciones que los más tecnificados (p. ej., Argentina,
partes de Brasil, España).
Las amenazas potenciales para la pesca y la acuicultura
son: (i) cambios en la temperatura del mar a nivel local;
(ii) acidificación del océano; (iii) aumento en el nivel del mar;
(iv) cambios en la concentración de oxígeno en los sistemas
acuáticos; (v) incremento en la intensidad y frecuencia de
tormentas; (vi) cambios en los patrones de circulación de
corrientes marinas; (vii) cambios en los patrones de lluvia;
(viii) cambios en los caudales de los ríos; (ix) cambios en los
flujos biogeoquímicos (nitrógeno), y (x) mayor frecuencia de
eventos extremos de El Niño y La Niña.
En las aguas ibéricas atlánticas los cambios en la composición y distribución de las especies se están traduciendo
en cambios importantes en las pesquerías, que tendrán un
efecto en las comunidades de pescadores y en los consumidores. La producción de mejillones se enfrenta a un alto
riesgo de pérdida de productividad debido, entre otros moti-
vos, a un incremento de los afloramientos de algas tóxicas
y de acidificación del agua marina.
La sobrepesca, la contaminación, la introducción de especies
exóticas y el mal uso de los cuerpos acuáticos en la región,
en especial en América Latina, son factores de estrés no
climáticos que agravan los impactos del cambio climático.
Riesgos por desastres de origen climático
El aumento en la temperatura del aire y del mar está contribuyendo a intensificar los huracanes de mayor categoría y
a un incremento en la frecuencia, intensidad y duración de
tormentas extremas, con numerosas descargas eléctricas.
Por otra parte, el aumento del nivel del mar está contribuyendo, y lo hará cada vez más en el corto y mediano plazo,
a destruir las infraestructuras costeras, a reducir la extensión de los manglares en las costas caribeñas, centroamericanas y mexicanas, tanto atlánticas como pacíficas, y a
salinizar los acuíferos costeros. La acidificación del océano
contribuirá, además, a la destrucción de los arrecifes de
coral. Todo ello aumentará la vulnerabilidad socioecológica
a los huracanes.
Los impactos de los huracanes son múltiples, entre ellos,
pérdidas de vidas humanas, aumento de refugiados, destrucción de infraestructuras, pérdidas de servicios esenciales (luz, agua, comunicaciones), contaminación de aguas,
aumento de enfermedades (p. ej., infecciones gastrointestinales), y pérdida de cosechas y de animales domésticos.
Los costos totales de los impactos del cambio climático ante
un aumento de 2,5 °C en América Latina y el Caribe podrían
ascender a entre 1,5 % y 4,3 % del PIB, mientras que los costos de la adaptación no superarían el 0,5 % del PIB regional.
Por otro lado, en la Península Ibérica se prevé un incremento
de las tormentas en la costa oeste y episodios de «gota
fría», así como vientos más húmedos y un Mediterráneo más
caliente, conducentes a lluvias torrenciales sobre la costa del
Mediterráneo e Islas Baleares y a los denominados «medicanes». Esto señala la necesidad de implementar planes
de adaptación, que deberán ser coordinados con las prioridades del Marco de Sendai sobre la Reducción del Riesgos
de Desastres 2015-2030 y con el logro de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible.
Con respecto a las sequías e inundaciones, los escenarios
climáticos futuros disponibles indican que continuarán los
cambios en las diferentes componentes del ciclo del agua
que afectarán de forma dispar a los países RIOCC. Se proyectan aumentos en los caudales máximos de los ríos en
Colombia, Venezuela, Ecuador, la región costera del norte
del Perú, la cuenca del Plata, Centroamérica y la Península
Ibérica (excepto la costa mediterránea) e incrementos de
ocurrencia de sequías en la Amazonia, el Nordeste de Brasil,
la región mediterránea, América Central y México.
Los países con mayor población expuesta a inundaciones
recientemente han sido Guatemala, El Salvador, Honduras,
INFORME RIOCCADAPT XVII
Resumen para los responsables de políticas
y Colombia. Los países con mayor cantidad de población
expuesta a sequías han sido Guatemala, Chile, Ecuador,
México y Nicaragua.
El crecimiento de la población, la urbanización acelerada de
asentamientos humanos informales, la falta de infraestructura bien planificada y de calidad, los altos índices de desigualdad social y pobreza, las economías dependientes de
la agricultura y las prácticas ambientales inadecuadas son
factores socioeconómicos que fomentan la vulnerabilidad
y dan lugar a que los eventos de déficit y excesos hídricos
tengan un impacto aún mayor.
Con respecto a los deslizamientos, el aumento de la intensidad y de la frecuencia de las precipitaciones a causa del
calentamiento global es un factor que amplifica la amenaza
por inestabilidad de laderas y, por lo tanto, el riesgo para
los elementos expuestos. Ahora bien, el incremento de
la amenaza se debe también al deterioro ambiental y la
acción humana, por lo que se considera que esta amenaza
es de tipo socio-natural. Por otra par te, el aumento del
riesgo se debe también al aumento de la vulnerabilidad,
que es el resultado de procesos sociales y de la ocupación inapropiada del territorio; es decir, que este tipo de
riesgo no se debe solamente a la variabilidad del clima y
al cambio climático.
Con respecto a los incendios forestales, en las últimas décadas se ha observado una disminución de la actividad de
incendios a nivel global, así como en algunos países (p. ej.,
España), a pesar del aumento del peligro meteorológico y, en
algunas zonas, de la cubierta vegetal. No obstante, en diversas regiones naturales, rurales o de interfaz rural-urbana de
los países RIOCC, los incendios forestales han aumentado
en número, duración, extensión y severidad, y la temporada
de incendios se está alargando.
Los ecosistemas vulnerables al fuego, como son los bosques húmedos tropicales, subtropicales, altoandinos y andino-patagónicos y las plantaciones forestales tropicales y
mediterráneas han aumentado su exposición a los incendios
en Iberoamérica. También han aumentado su exposición los
ecosistemas propensos al fuego, como son las sabanas tropicales y los bosques de pinos y encinos de América, o los
pinares y matorrales mediterráneos de España y Portugal.
El abandono de las zonas rurales y de las prácticas tradicionales del fuego por comunidades indígenas o rurales, la
exclusión del fuego, las plantaciones e introducción de especies invasoras altamente inflamables o sequías intensas y
prolongadas están conduciendo a incendios particularmente devastadores (megaincendios) (p. ej., Chile y Portugal,
2017; Amazonia 2010, 2015, 2016, 2019).
Los componentes de la sociedad en mayor riesgo por los
incendios son los sectores más pobres, así como las comunidades indígenas y rurales de Latinoamérica, la población
de las interfaces rural-urbana y los bomberos forestales de
toda la región. Los niños, ancianos y mujeres embarazadas
resultan los más vulnerables por la contaminación atmosférica debida a la emisión de gases y partículas producto de
XVIII
INFORME RIOCCADAPT
la combustión de la biomasa por el fuego, aun en sectores
urbanos y rurales distantes de los focos de incendios.
A nivel global se prevé que el cambio climático siga aumentando el peligro meteorológico de incendios, tanto más cuanto mayor sea el nivel de emisiones. Las áreas de mayor
peligro dentro de la región serán la Península Ibérica, México,
la Amazonia y Chile central. Se proyecta, asimismo, que la
temporada de incendios se alargue y que el número de días
de peligro extremo aumente. La efectividad de este aumento
será mayor en las zonas productivas en las que los incendios
hayan estado limitados por la climatología poco favorable
para su propagación.
Otras áreas y sectores clave
El grado de afectación de los impactos del cambio climático
varía entre asentamientos rurales y urbanos, así como entre
ciudades con diferentes patrones de urbanización. Más aún,
la vulnerabilidad y los potenciales riesgos asociados al cambio climático no solo obedecen a la tipología e intensidad de
las amenazas, sino también a las características sociales,
económicas, políticas y culturales de cada caso. De ahí que
no exista una solución única, sino retos comunes.
Las características biofísicas de cada región y localidad
determinan en buena medida las amenazas sobre las poblaciones, su escala temporal de formación (rápida o lenta) y
potenciales impactos (p. ej., construcciones en laderas inestables o en zonas inundables). De otro lado, las dinámicas
poblacionales, los usos del suelo y las características del
espacio construido que derivan de condiciones socioeconómicas, políticas, institucionales, tecnológicas y culturales
en curso agravan de manera desigual las vulnerabilidades.
Los asentamientos humanos que experimentarán una mayor
vulnerabilidad son los de rápido crecimiento, poco planificados y, sobre todo, los que albergan mayor informalidad
o los que se localizan en zonas propensas a riesgos en un
contexto de carencias de infraestructura, servicios o acción
adaptativa apropiada. En el corto plazo, las inundaciones, los
deslizamientos, la erosión costera y las olas de calor son
las principales amenazas a escala local. En el largo plazo, el
aumento del nivel del mar, la falta de agua y la potencial propagación de vectores infecciosos se suman a las anteriores.
Los riesgos derivados del cambio climático sobre los sistemas costeros en los países RIOCC vienen determinados
por el aumento de tres factores de origen climático: el nivel
medio del mar, la temperatura del océano (temperatura
superficial) y la acidificación. Las observaciones existentes
de estos factores muestran una gran variabilidad geográfica
en la región. Sus proyecciones futuras indican aumentos
consistentes para trayectorias representativas de concentración de gases de efecto invernadero más altas y horizontes
temporales más alejados.
La inundación y la erosión inducidas por eventos extremos de
oleaje y marea meteorológica son los impactos de origen climá-
Resumen para los responsables de políticas
tico dominantes sobre los sistemas socioeconómicos ubicados
en la costa. Estos impactos se ven exacerbados por la acción
antrópica. Debido al aumento del nivel medio del mar, estos
eventos extremos serán cada vez más frecuentes, por lo que
los impactos asociados seguirán incrementándose en el futuro.
El aumento del nivel del mar, cambios en los regímenes de
precipitación y alteraciones del clima marítimo son responsables de las modificaciones en los balances hidrosedimentarios y de nutrientes que incrementan la salinización de los
acuíferos costeros y afectan a la morfología de la costa.
Como consecuencia de estos procesos se prevén una disminución en la disponibilidad de agua dulce y el cambio o la
pérdida de ecosistemas costeros.
El aumento de la temperatura superficial del mar, las modificaciones en los regímenes hidrosedimentarios, las variaciones de la calidad de agua y la acidificación son procesos que
modifican los tipos, extensiones y salud de los ecosistemas
costeros. Mientras que en muchas zonas los impactos dominantes se producirán por el aumento de la temperatura, la
acción conjunta de estos factores es el principal inductor de
riesgo sobre los arrecifes de coral, la vegetación dunar, los
manglares y las praderas de pastos marinos. La mortalidad
de algunos ecosistemas costeros aumentará también por el
incremento de eventos extremos.
Entre las principales amenazas del cambio climático que pueden afectar al sector turístico se encuentran el aumento de
temperatura, del nivel medio del mar o de eventos meteorológicos o climáticos extremos, como olas de calor, lluvias
intensas o falta de lluvia en forma de nieve o agua (sequía).
Estos cambios pueden manifestarse en alteraciones del hábitat y cambios en las especies, así como en las enfermedades.
Cada una de estas amenazas y cambios puede afectar de
manera diferenciada a los distintos tipos de turismo.
exceso de calor del verano puede reducir el confort climático,
disminuyendo las actividades al aire libre.
La vulnerabilidad varía según el tipo de turismo. Mientras
que el turismo de sol y playa y ciudad se asienta sobre un
sector hotelero bien desarrollado, el turismo ambiental en
sentido amplio se asienta más sobre sistemas comunitarios, con empleos más informales y una población de menos
recursos, cuya vida depende en gran parte de esta fuente
de ingresos. Por otra parte, el cambio climático amenaza
al sector de forma particular, pues puede afectar de forma
directa al recurso, por ejemplo, a través de la pérdida de una
especie emblemática que emigre a otro lugar. Esto hace que
este tipo de turismo y la población que depende de él sean
particularmente vulnerables.
Las amenazas más importantes del cambio climático sobre
la salud humana son el aumento de temperatura, las olas
de calor, la falta de agua en cantidad (sequía) y calidad, las
inundaciones y la contaminación atmosférica. Algunas de
estas amenazas ejercen sus efectos de manera directa (calor
extremo) y otras, de forma indirecta, por ejemplo, a través
de cambios de distribución en vectores de enfermedades,
contaminación de aguas o inseguridad alimentaria.
Desde el punto de vista de la salud, son vulnerables al cambio climático las poblaciones en condiciones de pobreza y
con carencias en infraestructura (vivienda, saneamiento y
sistema sanitario deficientes), la población indígena (que por
su pobreza y marginación a menudo tiene un acceso muy
limitado a los principales servicios de salud), en el caso de
las olas de calor, los ancianos, los niños y las personas con
enfermedades cardiovasculares preexistentes. Las zonas
urbanas pueden amplificar los impactos de las olas de calor
por efecto de isla térmica urbana.
Los cambios que ocurran en la climatología del destino de los
flujos turísticos son importantes, pero también los que se
den en el origen, haciendo que el resultado final dependa
de la interacción de ambos. Por ejemplo, una mejora en las
condiciones climáticas durante el verano en los sitios de origen puede poner en valor sus propios recursos frente a los
del destino. Así, el turismo de sol y playa puede usar los
recursos locales y disminuir los flujos hacia el destino tradicional, que puede verse aquejado de un empeoramiento en la
climatología. Consecuentemente, para entender los impactos
del cambio climático en el turismo se necesita conocer cómo
ocurrirán conjuntamente en los orígenes y destinos.
E) Principales riesgos del
cambio climático
Algunos de los grandes destinos turísticos de Iberoamérica
se encuentran en zonas altamente expuestas. Esto ocurre
en el Caribe y la costa pacífica, afectada por huracanes que
suponen enormes pérdidas para el sector, sobre todo cuando
alcanzan intensidades altas, como se anticipa que ocurra
con el cambio climático. El aumento del nivel medio del mar
afecta a la estabilidad de las playas y amenaza a los bienes
y ecosistemas costeros, minando el propio recurso turístico.
Algunos destinos de nieve se ven amenazados por la falta de
recurso, debido a una disminución en las precipitaciones. El
Sociedad, gobernanza e inequidad
A continuación, se presenta una lista de los principales riesgos identificados para cada sector o sistema analizado. La
Figura 5 muestra una selección de algunos de estos riesgos,
los factores climáticos que lo determinan, su importancia,
urgencia y áreas más afectadas (para más detalles ver la
tabla de riesgos de cada uno de los capítulos).
Los principales riesgos en el ámbito de la sociedad, gobernanza, inequidad y adaptación son: 1) riesgo de inseguridad
alimentaria y malnutrición de la población, especialmente de
niñas y mujeres, por un clima adverso; 2) riesgo de pérdida
de los medios de subsistencia y otras pérdidas económicas
por eventos meteorológicos extremos, como inundaciones,
y 3) riesgo de migración de zonas rurales a urbanas por
pérdida de medios de subsistencia.
INFORME RIOCCADAPT XIX
Resumen para los responsables de políticas
Principales riesgos identificados
Factor climático determinante
Extensión (regiones
más afectadas)
+
Pérdida de vidas humanas y aumento de refugiados
climáticos
Daños económicos, destrucción de viviendas e
infraestructuras y pérdida de vidas por deslizamientos
de laderas
+
Inundaciones en asentamientos urbanos con un
deficiente planeamiento
+
+
Incremento de la incidencia de enfermedades
transmitidas por vectores
Estrés térmico de cultivos y ganado
!
Disminución de las capturas pesqueras por cambios en
la productividad marina
!
+
Malnutrición de la población, especialmente de niñas
y mujeres
Pérdida de producción primaria de los ecosistemas
terrestres
Urgencia
!
Cambios en la biodiversidad por desplazamiento de
especies
Figura 5. Selección y caracterización de algunos de los riesgos identificados para los distintos sistemas y sectores analizados. (Continúa en la
página siguiente).
XX
INFORME RIOCCADAPT
Resumen para los responsables de políticas
Principales riesgos identificados
Factor climático determinante
Cambios en la composición, estructura y función de
los ecosistemas debidos al aumento en la frecuencia o
intensidad de incendios forestales
Pérdida de turismo basado en la naturaleza por la
degradación de los ecosistemas que lo sustentan
Factor climático determinante:
Inundación
+
!
Sequía
Aumento de la
precipitación
Aumento del nivel
del mar
Disminución de la
precipitación
Acidificación del
océano
Temperaturas
extremas
Cambios en la
estacionalidad
Tormentas intensas
y huracanes
!
+
Urgencia. Se asignó uno de los tres
siguientes niveles:
Extensión:
México
Aumento de la
temperatura
CO2
Fertilización por CO2
Extensión (regiones
más afectadas)
Urgencia
inminente (que puede estar
ocurriendo u ocurrir en cualquier
momento),
a medio plazo (que se espera que
ocurra de aquí a mediados de siglo o
cuando se exceda 1,5 °C),
a largo plazo (que se espera que
ocurra después de mediados de
siglo o cuando se exceda de 2 °C
de calentamiento).
IBE
América Central
y Caribe
Península Ibérica
MEX
CAC
AndinoPacífico Norte
Andino-Pacífico
Central
Amazonia
AMZ
NEB
NE Brasil
APN
APC
PAT
SSA
Sudeste de América
Patagonia
Figura 5. Selección y caracterización de algunos de los riesgos identificados para los distintos sistemas y sectores analizados.
Fuente: elaboración propia. (Continuación).
Sistemas naturales
Entre los principales riesgos de los ecosistemas terrestres y
acuáticos continentales se encuentran: 1) riesgo de pérdida
de productividad primaria en sistemas naturales y gestionados por incremento en la frecuencia e intensidad de eventos
meteorológicos o climáticos extremos, así como por pérdida de las condiciones de nicho climático de las especies;
2) riesgo de pérdidas de hábitat en los ecosistemas y de
desplazamiento de sus bordes entre sistemas adyacentes, y
3) riesgo de inestabilidad por pérdida de especies y cambios
en los regímenes de perturbación, en particular por el fuego.
Entre los principales riesgos de los ecosistemas marinos-costeros se encuentran: 1) riesgo de pérdida de biodiversidad
local por emigración de especies que pierden su nicho ecológico; 2) riesgo de pérdida de ecosistemas críticos, como
arrecifes coralinos, praderas marinas o bosques de macroalgas como consecuencia del aumento de la temperatura,
la acidificación y el nivel del mar, y 3) riesgo de pérdida de
productividad primaria debido fundamentalmente al aumento
de la temperatura.
Los principales riesgos para la biodiversidad y los ecosistemas en los países iberoamericanos incluyen: 1) riesgo
de cambios en los biomas y desplazamientos de especies;
2) riesgo de extinción de especies, y 3) riesgo de alteraciones en las tasas de los procesos ecológicos. Dichos riesgos
están presentes a lo largo de toda la región, ya sea en
ecosistemas terrestres, acuáticos continentales o marinos,
e imponen los consecuentes riesgos directos e indirectos a
los medios de vida y bienestar humanos.
Los principales riesgos asociados para los recursos hídricos
son: 1) riesgo de reducción de recursos hídricos en las áreas
subtropicales de América del Norte y Sur, Península Ibérica
y Nordeste de Brasil; 2) riesgo de cambios en la estacionalidad, particularmente en los ríos dependientes del hielo de
las altas montañas, y 3) riesgo de disminución de la calidad
del agua debido a eventos extremos de lluvia.
Sistemas gestionados
Los principales riesgos del sector agropecuario son: 1) riesgo
de pérdidas de rendimiento de los cultivos y el ganado por
estrés térmico causado por un aumento de las temperaturas
medias y mínimas diarias (menor enfriamiento nocturno) y
olas de calor; 2) riesgo de pérdidas de rendimiento en los
cultivos y ganado por estrés hídrico en cultivos y sed en el
INFORME RIOCCADAPT XXI
Resumen para los responsables de políticas
ganado debido a la disminución de las lluvias o a los aumentos de días continuados sin las mismas, a lo cual se suma la
competencia con otros usos del agua, lo que puede generar
restricciones en la disponibilidad de agua para el riego y los
animales; 3) riesgo de pérdidas de cosechas por la mayor
incidencia de plagas y enfermedades a consecuencia de
la tropicalización del clima, y 4) riesgo de desplazamiento
de cosechas y sustitución por otras debido a la pérdida de
condiciones climáticas.
Los principales riesgos del sector pesquero son: 1) riesgo
de cambio en la composición de especies en los caladeros
marinos como consecuencia del cambio de temperatura y
consecuente afectación al tipo de capturas; 2) riesgo de
pérdida de potencial pesquero como consecuencia de la disminución de la productividad debida a cambios fisiológicos
en las especies; 3) riesgo de aumento de zonas hipóxicas
debido a la estratificación térmica y eutrofización; 4) riesgo
de blanqueamiento de corales y falta de calcificación en
otras especies como consecuencia de la acidificación del
océano, y 5) riesgo de incremento de mortalidades masivas
de plantas y animales por eventos extremos de temperatura.
Riesgos por desastres de origen climático
Los principales riesgos relacionados con los huracanes y
tormentas incluyen: 1) riesgo de pérdida de vidas humanas
causadas por el viento, las marejadas y sus efectos, así
como por las inundaciones; 2) riesgo de pérdidas de infraestructuras, bienes, enseres, cosechas, ganado y servicios
fundamentales para la vida; 3) riesgo de morbilidad y mortalidad por aumento de enfermedades como consecuencia
de inundaciones y contaminación de aguas, y 4) riesgo de
malestar social.
Los principales riesgos por inundaciones y sequías son:
1) riesgo de pérdidas de vidas humanas por inundaciones;
2) riesgo de pérdidas de infraestructuras, bienes y servicios
por inundaciones; 3) riesgo de pérdida de cosechas y ganadería por sequías, y 4) riesgo de inseguridad alimentaria
como consecuencia de sequías.
Los principales riesgos relacionados con la inestabilidad o
deslizamientos de laderas son: 1) riesgo de pérdidas de
vidas y daños económicos por destrucción de vivienda y
de otras edificaciones expuestas, principalmente en asentamientos humanos precarios y marginales de ciudades grandes e intermedias ubicados en laderas; 2) riesgo de pérdidas
de vidas humanas y daños económicos y destrucción de
infraestructura y redes expuestas de servicios públicos de
agua y alcantarillado en asentamientos humanos de diferentes escalas en ciudades y pequeñas poblaciones de zonas
montañosas; 3) riesgo de daños y destrucción de infraestructura y redes expuestas de transporte, carreteras, vías
férreas, viaductos, poliductos y torres de energía en zonas
de montaña; 4) riesgo de deterioro de cuencas hidrográficas
debido a la erosión y procesos geodinámicos no controlados en zonas rurales, pérdida del suelo, afectación de eco-
XXII
INFORME RIOCCADAPT
sistemas, cultivos y otros medios de sustento, y 5) riesgo
de pérdidas de vidas y daños económicos y destrucción de
vivienda y de otras edificaciones expuestas en pequeños
centros urbanos y asentamientos humanos en áreas rurales
en zonas de montaña.
Los principales riesgos que se derivan del aumento de la
frecuencia o intensidad de los incendios forestales son:
1) riesgo de inestabilidad de los ecosistemas, incluyendo la
aparición de puntos críticos (que conducen a la no recuperación del ecosistema); 2) riesgo de pérdida de biodiversidad,
de funciones y servicios ambientales (p. ej., disminución de
la capacidad de almacenar carbono por la vegetación y el
suelo); 3) riesgo de pérdidas de productos forestales en
bosques y plantaciones; 4) riesgo de pérdida de medios
de vida de poblaciones nativas en zonas tradicionalmente
gestionadas con fuego; 5) riesgo de morbilidad y mortalidad
de personas que habitan las zonas expuestas a incendios,
incluso las que viven a cierta distancia, como consecuencia
de la exposición al humo, y 6) riesgo de pérdida de bienes
y activos en la interfaz rural-urbana.
Otras áreas y sectores clave
Los principales riesgos relacionados con los asentamientos
rurales y urbanos son: 1) riesgo de inundaciones urbanas
debido a precipitaciones extremas combinadas con sistemas
de drenaje deficientes y planeamiento inadecuado; 2) riesgo
de estrés hídrico urbano debido a infraestructura deficiente
e incremento de la demanda; 3) riesgo de morbilidad y mortalidad como consecuencia de olas de calor favorecidas por
el efecto isla térmica de las ciudades, y 4) riesgo de erosión
e invasión costera en urbes con planeamiento deficiente y
alta demanda urbana, como es el caso de algunas zonas de
turismo de playa.
Los principales riesgos del cambio climático en el ámbito
de las zonas costeras son: 1) riesgo de inundación costera
con las consiguientes pérdidas de vidas y bienes debido al
aumento del nivel del mar, la meteorología adversa en cuanto
a tormentas y ciclones y la urbanización creciente de la zona
costera; 2) riesgo de pérdida de operatividad de las infraestructuras debido al continuo aumento del nivel del mar y el
incremento de los eventos extremos; 3) riesgo de erosión
costera causada por el incremento del nivel del mar unida a
cambios locales en los regímenes de viento y de las corrientes, y 4) riesgo de pérdida de servicios ecosistémicos por la
pérdida de sistemas de manglar, coralinos o dunares, fundamentales para reducir el impacto de las tormentas y ciclones.
Los principales riesgos en el ámbito del turismo son: 1) riesgo de cambio en la temporalidad en destinos de montaña,
campo, lagos, ciudad y ambientes al aire libre debido al
aumento de la temperatura y disminución de los índices de
confort climático en las estaciones habituales; 2) riesgo
de pérdida del recurso turístico y flujos hacia el destino debido al deterioro de los recursos (erosión de playas, pérdida
de ecosistemas naturales, migración o extinción de especies
Resumen para los responsables de políticas
puede generar conflictos, por lo que es preciso continuar
reforzando la gobernanza.
emblemáticas para el turismo basado en naturaleza, falta
de nieve); 3) riesgo de pérdida de flujos hacia el destino
por incremento en los eventos extremos (huracanes, olas
de calor, sequías, inundaciones); 4) riesgo de pérdidas de
flujos por deterioro de las condiciones higiénicas y sanitarias
debido a falta de recursos hídricos o aparición de enfermedades, y 5) riesgo de pérdida de flujos turísticos por cambios
favorables en las condiciones climáticas en el origen de los
flujos turísticos.
Sistemas naturales
Los principales riesgos en el ámbito de la salud son:
1) riesgo de morbilidad y mortalidad en personas vulnerables, como niños, la creciente población de ancianos, individuos con enfermedades preexistentes, poblaciones de bajos
ingresos y trabajadores al aire libre, particularmente en
zonas urbanas como consecuencia de olas de calor; 2) riesgo de morbilidad y mortalidad por enfermedades transmitidas por vectores debido al desplazamiento de la distribución
de poblaciones de mosquito y cambios en la climatología
resultante, afectando a la tasa de picaduras y supervivencia, acortando o alargando el tiempo de desarrollo de los
agentes patógenos de malaria, dengue, zika, chikunguña,
leishmaniasis y Chagas, entre otras; 3) riesgo de morbilidad
y mortalidad por la contaminación atmosférica causada por
los productos de la combustión y sus transformados (zonas
urbanas), incluyendo el humo procedente de los incendios
forestales (ambientes urbanos o rurales); 4) riesgo de morbilidad y mortalidad por aumento de enfermedades infecciosas (cólera, fiebre tifoidea, shigelosis, hepatitis, diarreas,
giardiasis, Salmonella, Campylobacter, etc.) debido a agua
o alimentos contaminados.
Las áreas naturales protegidas son fundamentales para asegurar la persistencia de los ecosistemas al cambio climático.
Las medidas de adaptación para los ecosistemas terrestres
deben incluir acciones para reducir otros estreses no climáticos, aumentando así su resiliencia, así como el mantenimiento de la conectividad entre áreas disyuntas. Los planes
nacionales de adaptación de varios países RIOCC comprenden medidas y programas de adaptación que contemplan la
conservación y restauración de ecosistemas tanto terrestres
como acuáticos, incluyendo medidas de AbE.
F) Opciones y actuaciones
de adaptación
Sociedad, gobernanza e inequidad
La respuesta al cambio climático, en particular ante riesgos
severos, más que adaptativa tiene que ser transformacional.
Esto es debido a que existen límites en la adaptación. Por
adaptación transformacional se entiende toda aquella basada en cambios profundos en las estructuras sociales. La
adaptación incremental y la transformacional no compiten,
sino que se complementan, ya que cada una es necesaria
según la magnitud de los impactos.
La adaptación autónoma emerge principalmente a nivel local,
y muchas veces es el resultado de la necesidad de responder a las adversidades ante una institucionalidad estatal
débil o inexistente. En contextos de inseguridad, las poblaciones se ven forzadas a actuar para disminuir los impactos del
cambio climático. Algunas de las prácticas llevadas a cabo
son diversificación de los medios de subsistencia; mayor
eficiencia en el uso del agua; sustitución de cultivos, uso de
semillas resistentes a la sequía; apoyo a madres cabeza de
familia, entre otras. El cambio en los roles sociales también
La adaptación basada en ecosistemas (AbE) ha demostrado
ser una estrategia efectiva para enfrentar los impactos del
cambio climático en los ecosistemas terrestres. La AbE combina el uso de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos
para la conservación, restauración y el manejo sostenible
de los ecosistemas. Asimismo, facilita un abordaje integral
con acciones a escala territorial clave (nivel de cuenca) para
disminuir los efectos adversos del cambio climático en los
ecosistemas terrestres de la región.
La implementación efectiva de estrategias de adaptación
para contrarrestar los impactos del cambio climático sobre
los ecosistemas requiere una comprensión clara de cómo
influirá el cambio climático en el funcionamiento y la distribución futura de los ecosistemas. La pérdida de conectividad
entre los fragmentos de los ecosistemas nativos, la introducción de especies invasoras y la fuerte variabilidad climática
amenazan las funciones de los ecosistemas, así como su
biodiversidad. La espiral de degradación ambiental actual
agota progresivamente los servicios de los ecosistemas y
reduce su capacidad para adaptarse al cambio climático.
Varios países iberoamericanos cuentan con ejemplos de
estrategias de adaptación al cambio climático que incluyen
herramientas y medidas de gestión para la recuperación
de ecosistemas acuáticos, tales como ríos y humedales,
y de gestión para la recuperación de bosques. Hay casos
de programas exitosos de conservación de cuencas que
incluyen acciones sobre la vegetación nativa, el manejo
agroecológico de cultivos, ríos y humedales, y mecanismos
de participación comunitaria local. También hay ejemplos
de reforestación en microcuencas y algunas acciones del
programa Reducción de Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD/REDD+)
que, aunque son dirigidas a la mitigación, conllevan mecanismos de adaptación.
El manejo sostenible e integrado de los ambientes costeros
constituye uno de los pilares de la adaptación basada en
ecosistemas que permite potenciar sus funciones y los servicios ecosistémicos. La adaptación basada en ecosistemas
es una práctica común en zonas marinas y costeras y es
importante para el manejo de manglares, praderas marinas,
INFORME RIOCCADAPT XXIII
Resumen para los responsables de políticas
arrecifes de coral y playas arenosas. Estos ecosistemas
tienen la capacidad natural de regular o mitigar los impactos
derivados, por ejemplo, de tormentas e inundaciones o por
efecto del aumento del nivel del mar. La gestión sostenible
de los ambientes costeros (por ejemplo, pesca y acuicultura)
contribuye con la adaptación basada en ecosistemas a mantener las funciones y los servicios ecosistémicos.
Las áreas marinas protegidas son uno de los principales
mecanismos para la adaptación de los ecosistemas marinos
y costeros. En regiones protegidas para la conservación,
se ha logrado la recuperación de especies, poblaciones
y funciones ecosistémicas mediante el uso regulado de
organismos marinos y costeros. Los países RIOCC tienen
una proporción significativa de ecosistemas marino-costeros bajo algún tipo de protección legal, aunque en algunos casos la protección no se concreta en la praxis. En
todo caso, esta es una buena práctica para aumentar la
adaptación en estos ecosistemas.
Entre las opciones de adaptación en los ecosistemas marino-costeros están la restauración de ecosistemas clave y
el restablecimiento de especies y poblaciones en pro de
aumentar su resiliencia siguiendo una adaptación basada
en ecosistemas. En varios países RIOCC existen proyectos
focalizados en restaurar ecosistemas alterados de manera
que contribuyan a la adaptación y mitigación del cambio
climático. También hay proyectos de pesquerías y acuicultura sostenibles que podrían conllevar la recuperación de
servicios ecosistémicos.
Las opciones de adaptación para la biodiversidad incluyen:
1) soluciones basadas en la naturaleza porque el uso de
elementos naturales para fomentar la sostenibilidad en las
zonas urbanas y rurales puede contribuir a la adaptación al
cambio climático; 2) adaptación basada en ecosistemas,
pues las iniciativas locales en la región, tanto urbanas
como rurales, son iniciativas de adaptación basadas en
ecosistemas que muestran el valor de la adaptación al
cambio climático, y 3) reducción del riesgo de desastres
basada en ecosistemas, ya que los ecosistemas (restauración de manglares, laderas, vegetación costera, vegetación
ribereña, etc.) se están utilizando en toda la región para
reducir el riesgo de desastres ocasionado por el cambio
climático.
Existe un rango de opciones de políticas, innovaciones y
herramientas a lo largo de la región para abarcar los riesgos
a la biodiversidad y las vulnerabilidades al cambio climático,
así como también para promover el uso de la biodiversidad y
de los ecosistemas para potenciar la adaptación social. Esto
incluye: 1) desarrollar o implementar instrumentos en relación con el seguimiento de la diversidad biológica para contribuir a las estrategias de adaptación y también para definir
las prioridades de las políticas de adaptación basadas en los
ecosistemas; 2) redes de colaboración (redes científicas y de
políticas) para abordar soluciones basadas en la naturaleza
para combatir el cambio climático, y 3) la planificación de la
adaptación basada en la biodiversidad y ecosistemas en los
planes de adaptación nacionales y subnacionales.
XXIV
INFORME RIOCCADAPT
Sistemas gestionados
La principal herramienta de adaptación sobre los recursos
hídricos en la mayoría de los países RIOCC consiste en
el diseño de planes de adaptación a escalas nacionales,
regionales y locales que incluyen escenarios climáticos
futuros y medidas adaptativas para hacer frente a los
posibles impactos. Estos planes abarcan tanto la mejora
en la provisión del recurso como en la gestión del mismo
para hacerla más eficiente y fomentar una cultura del uso
sostenible del agua.
Las acciones de adaptación al cambio climático en el sector
agrario comprenden medidas preventivas de la erosión del
suelo; agricultura climáticamente inteligente, que persigue
amentar los rendimientos al tiempo que disminuyen los
insumos y las emisiones de gases de efecto invernadero;
sistemas de alerta temprana climática; cambio de zonas
de siembra en respuesta a cambios en las lluvias; cambio
de variedades y traslado de cultivos; siembra directa o de
labranza cero para la mejor conservación del suelo, y mejora
de variedades de pastos y razas de ganado.
Las actuaciones de adaptación planificada para el sector
pesca y acuicultura, especialmente en América Latina y el
Caribe, son escasas y mayormente se registran acciones de
adaptación autónoma. En los países RIOCC existe un amplio
portafolio de políticas públicas sobre cambio climático tanto
en adaptación como en mitigación. Sin embargo, pese a los
esfuerzos de los gobiernos, su implantación práctica en el
sector pesquero es incipiente.
La capacidad de adaptación en el sector pesquero se ve
limitada por algunos factores de estrés de origen antropogénico relacionados con la globalización de las pesquerías
y, en el caso de los países en desarrollo de la RIOCC,
con la carencia de infraestructuras públicas, el alto índice
de enfermedades, la contaminación, la pobreza, la débil
gobernanza y la sobrepesca. Por ello, las estrategias de
adaptación al clima deben enfatizar la necesidad de erradicación de la pobreza e inseguridad alimentaria en las
comunidades pesqueras.
Las principales opciones de adaptación en el sector pesquero y la acuicultura son: cultivo de especies con mayor tolerancia térmica, salina y a la hipoxia; formulación de nuevos
alimentos para especies carnívoras que no utilicen peces de
bajo valor; cultivo de especies herbívoras; planes de manejo
adaptativo y con enfoque ecosistémico; monitoreo espacial
y evaluación del estado de los recursos y la biodiversidad
marinos; reducción del descarte y la pesca incidental; análisis de riesgos en los planes de gestión; adaptación de
la infraestructura portuaria; establecimiento de sistemas
de seguros ante eventos climáticos extremos; fomento del
consumo de especies de peces de bajo valor comercial;
uso de artes y aparejos de pesca amigables; protección de
hábitats críticos o esenciales, como manglares y estuarios;
mejora de los sistemas de gobernanza (cogestión), y diversificación de medios de vida de las poblaciones dependientes
de la pesca.
Resumen para los responsables de políticas
Riesgos por desastres de origen climático
La capacidad adaptativa en la región frente a tormentas y
huracanes es mayoritariamente baja. Esto es debido a la
carencia de sistemas robustos de alerta temprana, al aumento de la población en zonas con urbanización desordenada
en áreas costeras y de montaña, y a la deforestación. Otros
factores son: la marginalidad y la pobreza; la debilidad y descoordinación institucional; una precaria gestión del riesgo; la
incultura preventiva y la mala preparación en tareas de rescate; el atraso científico y tecnológico en tareas de monitoreo
y pronóstico hidrometeorológico, y la falta de capacidades
humanas y tecnológicas y de una cultura de aseguramiento
contra los riesgos.
Los planes de adaptación en la región RIOCC exhiben grados muy disímiles de desarrollo e implementación. Algunos
muestran progresos en cuanto a su formulación (aunque
no necesariamente en su implementación), y muchos otros
exhiben grandes carencias y retrasos considerables.
Las medidas de adaptación a los huracanes y tormentas
comprenden acciones de diversos tipos, esto es, basadas en los ecosistemas (adaptación verde), infraestructura (adaptación dura) o legalidad e información/formación
(adaptación blanda). Las principales medidas incluyen: 1)
preservar y restaurar ecosistemas costeros (humedales,
dunas, manglares y arrecifes de coral) para disminuir el
impacto de las marejadas ciclónicas; 2) reacondicionar playas y mejorar la infraestructura de protección costera; 3)
elevar las defensas de construcciones y edificios vulnerables para reducir los daños por inundaciones; 4) diseñar
estructuras resistentes a los vientos fuertes y a escombros
voladores; 5) promulgar políticas que desalienten el desarrollo en las zonas vulnerables; 6) prepararse antes de la
llegada de una tormenta, cubriendo ventanas y limpiando las
propiedades de posibles escombros voladores, y 7) contar
con un plan de evacuación.
Las mejoras en la gestión del riesgo, tanto preventivas
como reactivas, con un apoyo decisivo a la monitorización
y pronóstico son fundamentales. Estas medidas pasan por
implementar sistemas de alerta temprana y de gestión del
riesgo. Estas deben incluir: 1) zonificar las áreas expuestas
y su grado de susceptibilidad y vulnerabilidad; 2) desarrollar
programas, canales y estrategias de comunicación (anterior
y posterior a los eventos) a través de medios masivos de
comunicación, redes sociales, redes comunitarias de telefonía celular y de radioaficionados; 3) apropiar socialmente los
planes de evacuación y de atención a refugiados climáticos;
4) actualizar las actividades de gestión del riesgo local y
regional y mantener simulacros de evacuación; 5) establecer
programas permanentes de monitoreo hidrológico y atmosférico; 6) desplegar redes de radares meteorológicos para el
monitoreo continuo de tormentas y huracanes, y 7) mantener
un programa de pronóstico hidrometeorológico de crecidas
de ríos, zonas de inundación y deslizamientos.
La adaptación es altamente costo-efectiva y deberá enfrentar
los retos tanto de la variabilidad climática como del cam-
bio climático. Por ello, los países RIOCC deben acelerar la
investigación científica relevante, asignar los presupuestos
adecuados y llevar a cabo los arreglos institucionales necesarios para implementar las tareas de adaptación.
La mejora de la capacitación y de la prevención por la vía
de detener la deforestación y la valoración de sus servicios
son otras medidas adaptativas importantes. En concreto,
estas medidas incluyen: 1) financiar la formación y capacitación científica a nivel de posgrado en oceanografía, ciencias
de la atmósfera, meteorología, climatología e hidrología; 2)
detener la deforestación, desarrollar programas de reforestación y de restauración ecológica incluyendo bosques y otros
biomas, manglares y arrecifes de coral, y 3) incrementar el
acceso a pago por servicios ambientales como un instrumento económico para detener la deforestación y la degradación
ambiental.
Si bien las incertidumbres acerca de los cambios a futuro
en la ocurrencia de sequías e inundaciones son grandes, los
procesos de adaptación deben desarrollarse basados en el
mejor conocimiento científico disponible. Consecuentemente, es preciso disponer de herramientas de anticipación de
los eventos de inundación y sequía a medio y largo plazo.
Existe una variedad de medidas de adaptación al cambio
climático de diversas escalas en lo que se refiere a sequías
e inundaciones que ya han comenzado a implementarse
en Iberoamérica. Estas incluyen la mejora de la calidad
de los pronósticos, de los sistemas de alerta temprana
y de los servicios de información climática, planes para la
reducción de la vulnerabilidad y aumento de la resiliencia
de la población expuesta y el desarrollo de infraestructura estratégica, así como de sistemas productivos y de
conservación y uso sostenible de los ecosistemas y sus
servicios ambientales.
La efectividad de la gestión del riesgo por inestabilidad de
laderas, o de la adaptación frente a este riesgo en el contexto de cambio climático, tiene mucho que ver con el uso de
información correcta y de la aplicación idónea de modelos
que permitan un diagnóstico acertado y apropiado para la
toma de decisiones. El uso de información que no da lugar
a acciones claras de intervención conduce a maladaptación.
La evaluación apropiada de la amenaza y el riesgo contribuye
a la adecuada planificación del ordenamiento territorial, la
reubicación de asentamientos humanos expuestos, el mejoramiento de barrios, el diseño y construcción de obras de
estabilidad y control de la erosión, y a la implementación
de medidas tanto estructurales como no estructurales de
prevención, de seguros colectivos y de sistemas de alerta
frente a los deslizamientos, entre otras mejoras.
La intervención de la amenaza, la reducción de la vulnerabilidad y el incremento de la resiliencia son al mismo
tiempo objetivos de la gestión del riesgo por inestabilidad
de laderas y de la adaptación planificada. No obstante,
también hay ejemplos de adaptación autónoma asociada
a la manera como algunas comunidades han puesto en
marcha medidas para evitar la inestabilidad de laderas y
INFORME RIOCCADAPT XXV
Resumen para los responsables de políticas
sistemas de alerta comunitarios efectivos, en los cuales
se ha involucrado apropiadamente a la población. En el
caso de la inestabilidad de laderas o deslizamientos, las
acciones para la gestión del riesgo y la adaptación son
esencialmente locales.
En diferentes lugares de los Andes y otros sitios de montaña
de la región, las comunidades han desarrollado técnicas de
estabilidad y de terraceos con piedra y madera, e incluso
con bambú, que en algunos casos han sido acertadas, pero
también perecederas, con posteriores inconvenientes cuando
pierden su capacidad. Sistemas de radio para la comunicación entre sitios de observación y poblaciones expuestas
han permitido implementar mecanismos de alerta sencillos
con sirenas e incluso altavoces, que se activan por contactos eléctricos o rupturas de alambres que juegan el papel
de sensores. Sistemas de gestión del riesgo con una visión
integral, y no solo asociados con la preparación y respuesta
de emergencias, sino también con el ordenamiento territorial, la planificación urbana y la transferencia del riesgo, han
demostrado ser efectivos en lograr la adaptación en el caso
de la inestabilidad de laderas y deslizamientos.
Existen numerosas iniciativas supranacionales tanto en Latinoamérica y el Caribe como en la Unión Europea para la
cooperación entre distintos países RIOCC o con terceros en
la gestión del riesgo de incendios forestales. A nivel europeo destaca el European Forest Fire Information System de
la Comisión Europea, que almacena estadísticas y provee
regularmente de alertas de peligro. En Latinoamérica y el
Caribe destacan la Red Latinoamericana de Teledetección
e Incendios Forestales, en la que participan nueve países
RIOCC; la Estrategia Mesoamericana de Sustentabilidad
Ambiental (EMSA), en la que participan todos los países
desde México a Colombia, ambos incluidos, y cuyo objetivo
es desarrollar capacidades técnicas y políticas públicas en
manejo del fuego; o la Estrategia de Cooperación Internacional para el Manejo del Fuego (proyecto TCP/RLA/3010/
FAO, 2005), que estableció las redes subregionales de Centroamérica, de América del Sur y del Caribe para asistencia
mutua con el objetivo de fortalecer las capacidades de los
países en la prevención, control y lucha contra incendios
forestales.
A nivel nacional, una minoría de países tienen establecidos
planes de lucha contra el fuego, con infraestructura básica
de captación de datos estadísticos, alertas de peligro de
incendio e infraestructura humana y física bien desarrolladas
para la lucha contra el fuego. Además, han desarrollado sus
planes de lucha contra el cambio climático en los que incluyen de manera específica los incendios forestales. En este
sentido destacan España, Portugal, Brasil, Chile y México.
Otros países, como Ecuador, Colombia y Paraguay, tienen
avanzados estos planes de lucha contra el fuego y de cambio climático, en parte debido a respuestas ante eventos
catastróficos. Por último, los planes e infraestructuras del
resto de países están menos desarrollados. En todo caso,
la implantación de planes de adaptación, más allá del desarrollo legal, es incipiente.
XXVI
INFORME RIOCCADAPT
A pesar de las costosas inversiones en recursos humanos
y alto despliegue técnico, las políticas de lucha y supresión
del fuego prevalecientes en la región no han sido suficientemente efectivas. Aunque la exclusión y supresión puede
disminuir la superficie quemada, como en el caso de España,
en condiciones climáticas extremas estas políticas resultan
ineficientes, especialmente en países con limitados recursos, como es el caso de la mayor parte de los países de
Latinoamérica con amplios territorios que gestionar. Ante una
meteorología más severa como consecuencia del cambio
climático, se precisa una revisión de los planes actuales y un
cambio en el paradigma del fuego. Por otro lado, los esfuerzos históricos de cooperación internacional hacia Latinoamérica, basados principalmente en la transferencia tecnológica
y de capacitación de bomberos forestales, no están necesariamente adaptados a las condiciones socioambientales
locales, e incluso pueden poner en riesgo las formas de vida
de las comunidades locales.
Algunos países como Brasil han desarrollado a nivel local
planes de manejo integral del fuego que incluyen utilización
de quemas prescritas al final de la estación de lluvia o al
inicio de la estación seca, autorización de quemas comunitarias, incorporación de conocimiento tradicional indígena
y conformación de brigadas indígenas para el manejo del
fuego, entre otras actividades. Estos planes suponen una
disminución efectiva de la peligrosidad de los paisajes gestionados con fuego, evitando la probabilidad de incendios
de grandes proporciones. Venezuela y Bolivia también han
realizado importantes avances en este sentido.
Otras áreas y sectores clave
En lo que concierne a los asentamientos humanos, muchos
gobiernos locales todavía no implementan medidas de adaptación desde sus respectivas Administraciones, restringiéndose en el mejor de los casos a posturas reactivas ante
eventuales desastres. En otros casos, las medidas son aún
insuficientes comparadas con la dimensión de los impactos
esperados. Por otro lado, en muchas ocasiones, no hay un
adecuado seguimiento de las acciones realizadas.
Las medidas más urgentes en el ámbito de los asentamientos urbanos y rurales se relacionan con la implementación de
sistemas de alerta temprana, planes de contingencia, redes
de refugios, atención y relocalización de población vulnerable; vigilancia epidemiológica; inclusión de la adaptación en
el ordenamiento territorial y diseño urbano; la inclusión de
género y de grupos prioritarios en las acciones adaptativas,
y mejora y expansión de la red de drenaje pluvial y de otra
infraestructura hidráulica, incluyendo la cosecha de agua o
agua regenerada.
Las acciones de adaptación a escala urbana son limitadas
y la planeación e implementación de estas se encuentran
aún en curso o en proyecto, sobre todo en asentamientos
de dimensión media o pequeña, donde las capacidades y el
financiamiento son limitados. Las medidas de adaptación
son mayormente blandas, aunque se suman algunas verdes
Resumen para los responsables de políticas
y duras. En su gran mayoría son de carácter planificado,
aunque ello puede deberse al limitado seguimiento de las
medidas autónomas a escala local. Si bien la adaptación planificada a escala local ha avanzado, aún hay diversos temas
pendientes y retos. Esto incluye la falta de un conocimiento
robusto acerca de las experiencias de adaptación no planificadas en ciudades y pueblos de la región RIOCC y, por tanto,
sobre las mejores rutas para la interacción y coordinación de
estas con las medidas de adaptación planificada.
Existen planes e iniciativas en pro de la adaptación en zonas
marino-costeras en todos los países RIOCC, pero con escalas, alcances y niveles de implementación diversos. En general, la adaptación al cambio climático en las zonas costeras
se ha incorporado en planes o estrategias de adaptación
nacionales o locales, o la componente de adaptación forma
parte de planes de gestión costera o de gestión de riesgos.
Solo España tiene una estrategia de adaptación específica.
Las opciones de adaptación predominantes para las zonas
costeras en la actualidad en la región son programadas. Entre
ellas hay actuaciones sociales, conducentes a la evaluación
de riesgos y vulnerabilidades; institucionales, tendentes a
mejorar su capacidad institucional y la gobernanza; informativas, conducentes a la creación y gestión del conocimiento.
También se han implementado medidas físicas, basadas en
soluciones de ingeniería (grises) que se han implementado
en zonas de alta exposición y vulnerabilidad, y basadas en
ecosistemas (verdes).
Aunque la mayoría de los países de Iberoamérica tienen
estrategias o planes de cambio climático, en general, y salvo unos pocos países, el sector turístico carece de planes
específicos. Las medidas adaptativas previstas para este
sector se encuentran en fase de implementación o definición
en otros programas sectoriales en los que se encuadra el
turismo.
tura, incluyendo el uso de medidas basadas en los ecosistemas, también se deben considerar como procesos centrales.
Las ecoetiquetas y certificados medioambientales son especialmente importantes para los destinos basados en la naturaleza, tales como Ecolabel o Biosphere Destination de turismo
responsable, y se están incorporando como herramientas
eficaces en la toma de decisiones para la protección del
medioambiente y la lucha contra el cambio climático.
En el ámbito de la salud, las medidas de adaptación a olas
de calor deben ser dirigidas para proteger a individuos vulnerables a través de sistemas de alerta temprana que propicien
la información a nivel poblacional y se hagan conscientes de
las medidas de protección a nivel individual y familiar, además de disponer de unos servicios de salud que se encuentren preparados para identificar y atender a personas que
requieran los servicios de emergencia.
Entre las medidas de adaptación a transmisión de enfermedades se encuentran la comunicación de riesgos para
evitar la presencia de mosquitos a nivel doméstico, así como
protegerse de sus picaduras. Asimismo se debe mantener
una vigilancia entomológica para detectar las dinámicas vectoriales. En casos de brotes epidémicos habrá necesidad de
rociar plaguicidas.
La comunicación de riesgos relacionados con la contaminación atmosférica es una herramienta para proteger la salud
de la población vulnerable, como personas con problemas
respiratorios crónicos y quienes sufren de alergias.
La forma de enfrentar la inseguridad alimentaria es la adopción de prácticas mejoradas de manejo agrícola. La biodiversidad agrícola, como una estrategia de producción, podría
apoyar la adaptación a presiones ambientales, como salinización, sequías e inundaciones, lo mismo que la implementación de programas y políticas para la promoción de
agricultura y pesca sostenibles.
Algunas medidas implantadas en el sector turístico con valor
adaptativo comprenden: potenciación de segmentos turísticos alternativos al turismo tradicional (p. ej., gastronómico, deportivo, cultural, de ocio, rural); desarrollo de otras
opciones económicas para la población (agricultura, pesca);
implantación de planes de prevención y emergencias, con
sistemas de alerta temprana, cartografía de zonas de riesgo y vulnerables, calendarios para práctica de actividades
recreativas externas seguras; planes de restauración ecológica, conservación del suelo, forestación y reforestación;
gestión comunitaria de los recursos naturales; infraestructura verde en hoteles y playas (árboles de sombra, jardines
urbanos), y creación de foros para la toma de decisiones.
En el ámbito de la salud, los sistemas de alerta temprana
son una parte esencial de la adaptación al cambio climático
en la atención de las poblaciones expuestas a eventos extremos hidrometeorológicos. Por lo tanto, se deben fortalecer
los esfuerzos para proteger a las poblaciones vulnerables en
cuanto al manejo de los sistemas de información integrada
y la comunicación de riesgos que hagan llegar advertencias
oportunas y que promuevan la acción; contar con personal
capacitado y equipado, e infraestructura para manejo de los
evacuados, así como la atención a medio y largo plazo de
los desplazados.
Las opciones de adaptación en el sector turístico deben ser
diseñadas de tal modo que promuevan el desarrollo humano
y el alivio de la pobreza en los destinos, con el fin de lograr
comunidades más resilientes, y se incrementen la gestión del
riesgo de desastres y la gestión sostenible de los recursos
naturales, incluyendo la conservación de los ecosistemas y
sus especies. La planificación del uso del suelo y la adopción
de opciones tecnológicas para la construcción de infraestruc-
G) Ejemplos de experiencias
útiles para la adaptación
Los capítulos del presente informe contienen una serie de
casos de estudio con los que se muestra la capacidad de
poner en marcha diversas actuaciones de valor adaptativo,
desde el nivel local al nacional, y de distinto tipo (planifica-
INFORME RIOCCADAPT XXVII
Resumen para los responsables de políticas
Título del caso
Creación del Centro Nacional de
Monitoreo y Alertas de Desastres
Naturales (CEMADEN), Brasil
País/es
Región/es
Factor climático
determinante
Ámbito
geográfico
Tipos de
adaptación
Aplicabilidad
+
Brasil
+
Nacional
Nacional
Municipal/
local
Municipal/local
Municipal/
local
Municipal/local
Nacional
Nacional
Local
Subnacional
Gestión integral del riesgo en
Manizales, Colombia
Colombia
Riesgo a cambio de riesgo en
La Pintada, Guerrero, México
México
Atlas Nacional de Vulnerabilidad
al Cambio Climático (ANVCC) de
México
México
Adaptación de caficultores de
México y Perú a la aparición de
roya asociada al cambio del clima:
selección de plantas matrices de
café tolerantes a la roya
México y
Perú
Selección de germoplasma
adaptado de banana en el
Nordeste de la Argentina
Argentina
Local
Subnacional
Adaptación autónoma a la variabilidad climática de la pesquería de
concha de abanico (Argopecten
purpuratus) en el Perú
Perú
Local
Nacional
Evaluación de escenarios de
riesgo y gestión forestal después
de los incendios de Alvares
(Portugal)
Portugal
Local
Nacional,
subnacional
Subnacional
Supranacional,
nacional,
subnacional
Nacional
Supranacional,
nacional
+
+
Manejo Integral del Fuego en
Tierras Indígenas de Brasil:
la experiencia del Centro
Especializado Prevfogo
Brasil
Transversalización de la
perspectiva de género en las
políticas de cambio climático en
México
México
+
!
!
!
+
!
Figura 6. Selección y caracterización de algunos de los casos de estudio de actuaciones con valor adaptativo de entre los presentados en los
capítulos de este informe. (Continúa en la página siguiente).
XXVIII
INFORME RIOCCADAPT
Resumen para los responsables de políticas
Título del caso
País/es
Enfermedades transmitidas por
vectores. Retos y opciones de
adaptación en Bolivia con énfasis
en la región del Chaco
Estrategias
desarrolladas en el
marco del programa
100 Ciudades
Resilientes
Factor climático
determinante
Región/es
Ámbito
geográfico
Bolivia
Argentina, Brasil,
Chile, Colombia,
Ecuador, España,
México, Panamá,
Portugal, República
Dominicana, Uruguay
Restauración del río Órbigo como
medida de adaptación basada en
la naturaleza
España
Identificación de municipios
prioritarios para la conservación
Brasil
Turismo de naturaleza en las islas
Galápagos, Ecuador
Ecuador
+
!
Tipos de
adaptación
Aplicabilidad
Subnacional
Regional
Municipal/
local
Municipal/local,
subnacional,
nacional,
supranacional
Subnacional
Subnacional
Nacional
Supranacional,
nacional,
subnacional
Local
Subnacional
+
Factor climático determinante:
Múltiples
Regiones:
Tipos de adaptación:
Inundación
+
!
México
Aumento de la
temperatura
Sequía
Aumento de la
precipitación
Aumento del nivel
del mar
Disminución de la
precipitación
Acidificación del
océano
AndinoPacífico Norte
Temperaturas
extremas
Cambios en la
estacionalidad
Andino-Pacífico
Central
Tormentas intensas
y huracanes
CO2
IBE
América Central
y Caribe
Península Ibérica
MEX
CAC
Fertilización por CO2
Amazonia
AMZ
NEB
NE Brasil
APN
APC
PAT
SSA
Sudeste de América
Patagonia
planificada, esto es, si es el resultado
de decisiones políticas deliberadas;
autónoma, esto es, si se realiza
normalmente por individuos,
comunidades o entes privados;
dura (mediante infraestructuras o
aplicaciones tecnológicas);
blanda (acciones políticas,
sociales, formativas, etc.);
verde (acciones basadas en los
ecosistemas).
Figura 6. Selección y caracterización de algunos de los casos de estudio de actuaciones con valor adaptativo de entre los presentados en los
capítulos de este informe. Fuente: elaboración propia. (Continúación).
das o autónomas, blandas o duras, etc.). En la Figura 6 se
listan unos ejemplos ilustrativos de la diversidad de casos
de estudio seleccionados. A continuación, se resumen las
principales experiencias de los distintos sectores y sistemas
analizados.
Sociedad, gobernanza e inequidad
Sociedad, gobernanza, inequidad y adaptación: 1) índice de
utilidad de prácticas de adaptación (IUPA); 2) impactos de las
inundaciones y sequías en los medios de vida de los cocama
INFORME RIOCCADAPT XXIX
Resumen para los responsables de políticas
(Perú), y 3) transversalización de la perspectiva de género en
las políticas de cambio climático en México.
Sistemas naturales
Ecosistemas terrestres y acuáticos continentales: 1) restauración de la llanura de inundación en el río Órbigo (España),
y 2) escenarios participativos para la gestión sostenible de
bosques en México.
Ecosistemas marino-costeros: 1) aumento de resiliencia en
la costa a partir de vegetación nativa en Uruguay, y 2) restauración de manglares con base comunitaria en Baja California, México.
Biodiversidad: 1) reverdecer las ciudades: evaluación de los servicios forestales urbanos en Barcelona; 2) monitoreo de ecosistemas centinelas: monitoreo de humedales andinos en Bolivia;
3) uso del Agave spp. en México: resiliencia e incertidumbres; 4)
potencial adaptativo del sistema de conservación de la biodiversidad en Cuba; 5) identificación de municipios prioritarios para
la adaptación basada en ecosistemas en Brasil; 6) integrando
la conservación y el bienestar humano para mitigar y adaptarse
al cambio climático: el caso de la Reserva de la Biósfera Cabo
de Hornos en el sur de Chile, y 7) llenar las lagunas de conocimiento: colaboración científica entre países Iberoamericanos.
Sistemas gestionados
Recursos hídricos: 1) combinación de sistemas de apoyo a
la decisión y talleres participativos para el diseño de medidas de adaptación en la demarcación hidrográfica del Júcar
(España); 2) electricidad para el uso de agua subterránea en
México: oportunidades y limitaciones para la respuesta de
adaptación al cambio climático; 3) Plan Nacional de Seguridad Hídrica de Panamá; 4) energía fotovoltaica para la extracción de agua para bebederos de camélidos en el municipio
de Turco, Bolivia; 5) adaptación a la variabilidad y el cambio
climático a través de la captación y almacenamiento de agua
de lluvia en la cooperativa Chortitzer en el Chaco Central en
Paraguay; 6) cambios en la operación del sistema Cantareira
para hacer frente a las crisis hídricas en la Región Metropolitana de São Paulo (Brasil), y 7) desarrollo de infraestructura
resiliente a los impactos del cambio climático en la provisión
de agua potable en la ciudad de Santiago de Chile.
Sector agropecuario: 1) análisis comparativo de las consecuencias del avance de la frontera agropecuaria en la
Argentina y Brasil; 2) selección de germoplasma adaptado
de banana en el Nordeste de la Argentina; 3) adaptación de
caficultores de México y Perú a la aparición de roya asociada
al cambio del clima mediante la selección de plantas matrices de café tolerantes a la roya; 4) cambio en la fecha de
siembra para el aprovechamiento de la humedad en el centro
de México y 5) control de degradación y desertificación con
innovaciones agroforestales en la Amazonia peruana.
Sector pesquero: 1) adaptación autónoma a la variabilidad
climática relacionada con el efecto de El Niño de la pesquería
XXX
INFORME RIOCCADAPT
de marisco (concha de abanico) en el Perú, con desplazamientos a nuevas zonas y gestión de los bancos mediante
la implementación de ranchos marinos o áreas de repoblamiento; 2) adaptación social de las mujeres en el marisqueo
en Galicia (España) mediante un control y autogestión de
las capturas, así como de los programas de capacitación,
y 3) adaptación autónoma por la comunidad de pescadores
artesanales de El Ñuro (Piura, Perú) frente a la reducción
de capturas de especies de alto valor comercial por efecto
de la variabilidad climática y la pesca excesiva. Basándose
en su fuerte organización, desarrollaron el turismo para avistamiento de tortugas, lo que ha diversificado la ocupación
reduciendo el esfuerzo de pesca y ha conducido a mejorar
los ingresos económicos en la comunidad.
Riesgos por desastres de origen climático
Tormentas y huracanes: 1) creación del Atlas Nacional de
Vulnerabilidad al Cambio Climático de México; 2) implementación del Fondo Adaptación en Colombia como respuesta a
los impactos del fenómeno de La Niña 2010-11; 3) creación
del Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres
Naturales (CEMADEN) en Brasil como respuesta a los impactos de tormentas intensas en la región de Río de Janeiro y
en todo el país, y 4) sistema cubano de protección contra
huracanes y ciclones tropicales.
Inundaciones y sequías: 1) desarrollo de planes integrados
contra el cambio climático, como el del departamento del
Chocó (Colombia); 2) cambios en las reglas operativas de las
presas ante condiciones de sequía, como el caso del río São
Francisco (Brasil), y 3) adaptación a inundaciones y sequías
en una zona rural sometida a variabilidad climática, como el
Nordeste de Argentina.
Inestabilidad de laderas: 1) gestión integral del riesgo en
Manizales, Colombia; 2) planificación urbana en Vargas,
Venezuela; 3) riesgo a cambio de riesgo en La Pintada, Guerrero, México, y 4) catarsis y fortalecimiento institucional en
Río de Janeiro, Brasil.
Incendios forestales: 1) evaluación del riesgo futuro y diseños del paisaje que maximicen el aprovechamiento forestal
al tiempo que disminuyan la peligrosidad en la zona centro
de Portugal afectada por el evento catastrófico de junio de
2017; 2) revisión de la gestión pública del riesgo de incendio
como consecuencia de eventos catastróficos a fin de evitar
en el futuro eventos de similares características; 3) manejo
comunitario del fuego en el bosque seco chiquitano y la
Amazonia boliviana, 4) manejo integral del fuego en tierras
indígenas de Brasil, y 5) integración de los saberes indígenas y los conocimientos científicos y técnicos en la gestión
del Parque Nacional de Canaima en Venezuela.
Otras áreas y sectores clave
Asentamientos urbanos y rurales: 1) desarrollo de estrategias de ciudades resilientes mediante la creación de oficinas
Resumen para los responsables de políticas
municipales y programas específicos de resiliencia urbana;
2) plan de contingencia a nivel de barrio para hacer frente a
las inundaciones en un contexto de desarrollo urbano informal
y desordenado; 3) gestión del riesgo de inundación de forma
institucionalizada mediante la integración de diversos actores a
nivel local y de cuenca; 4) aumento de la seguridad hídrica en
zonas urbanas pobres, sin aprovisionamiento hídrico adecuado,
mediante la financiación de captadores de agua de lluvia promovida por el Gobierno de una macrourbe, y 5) de la adaptación
autónoma a la planificada a nivel local para reducir el riesgo de
desastres por deslizamiento de laderas.
Zonas costeras: 1) programa de ciudades emergentes y sostenibles dirigido a realizar planes de sostenibilidad urbana
ante la excepcional tasa de urbanización en gran parte en la
zona costera; 2) seguro para el Arrecife coralino Mesoamericano a fin de poder hacer frente a los costos que ocasionan
los huracanes por la pérdida de beneficios que prestan estos
sistemas naturales y 3) estrategia española de adaptación
al cambio climático, principal instrumento para hacer frente
a los impactos del cambio climático en la costa de España.
Turismo: 1) alternativas al turismo de nieve ante escenarios
de reducción de la precipitación, y 2) límites del turismo de
la naturaleza: el ejemplo de las islas Galápagos.
Salud: 1) enfermedades transmitidas por vectores y retos
para evaluar la vulnerabilidad ante un clima cambiante en la
región del Chaco, Bolivia; 2) evaluación del plan de acciones
preventivas sobre el exceso de temperatura en la salud del
Ministerio de Sanidad de España; 3) aumento de resiliencia
ante las inundaciones a través de acciones formativas en
Veracruz, México; 4) sistema de aviso de aeroalérgenos
en Madrid, España, y 5) gestión del riesgo de inseguridad alimentaria por sequía en el Corredor Seco de América Central.
H) Barreras y oportunidades
de la adaptación
Sociedad, gobernanza e inequidad
El conocimiento de los impactos del cambio climático sobre
aspectos sociales es deficiente. Es común a los países RIOCC
que los estudios de impactos, vulnerabilidad y adaptación estén
desequilibrados en favor de aspectos biofísicos, de infraestructura o ecosistémicos frente a los aspectos sociales. Esto representa un reduccionismo de la realidad que debe ser abordado.
El diseño e implantación de las acciones de adaptación
necesitan un trato diferenciado en relación con la pobreza,
los pueblos originarios y por género. Aunque la adaptación
planificada ha ido aumentando en los países RIOCC en los
últimos años, especialmente a nivel nacional y sectorial,
la inclusión de los grupos vulnerables sigue siendo débil y
variable entre los distintos países.
Uno de los principales vacíos reportados en este informe es
la carencia de información, por lo que es necesario avanzar
en la generación de datos, evaluaciones, estudios, y en la
documentación y sistematización de estos, que sean de buena
calidad y que estén disponibles oportunamente y se generen
de manera periódica. Faltan indicadores e índices para evaluar
la efectividad de las acciones de adaptación relacionadas con
los aspectos sociales y de gobernanza, lo que impide valorar la
eficacia de las políticas y priorizar las acciones futuras.
Un aspecto crucial de la gobernanza es la participación conjunta
de todos los actores relacionados en torno al cambio climático, especialmente de los gobiernos locales, organizaciones
de la sociedad civil y comunidades locales y la academia. La
participación de las comunidades a nivel local es fundamental
debido a que tanto la vulnerabilidad como la adaptación son
dependientes del contexto y a que son ellas las que están en la
primera línea para recibir los impactos y responder a ellos. Hace
falta un apoyo más contundente a las comunidades locales,
haciendo que los sistemas de gobernanza permitan que estas
tengan una mayor incidencia en la toma de decisiones.
Sistemas naturales
Entre los impedimentos para el avance de la adaptación
de los ecosistemas terrestres y acuáticos continentales al
cambio climático está la falta de compromisos a largo plazo
y de recursos financieros estables ante los cambios gubernamentales. Asimismo, el conocimiento actual de ellos o
de regiones particulares es heterogéneo. Es necesario más
conocimiento científico al respecto y también sobre cómo
gestionar dichos ecosistemas para favorecer su adaptación
al cambio climático y a los múltiples estreses antrópicos a
los que están sometidos.
Los planes nacionales de adaptación han avanzado en la
estrategia de adaptación al cambio climático, pero aún no
reflejan la vulnerabilidad integrada de los ecosistemas y
las poblaciones asociadas a ellos. La coordinación de las
Administraciones y el avance en la gestión adaptativa del
manejo de los ecosistemas son aún poco significativos. La
adaptación al cambio climático requiere del reconocimiento
de una manera integral de los servicios ambientales que los
ecosistemas proveen, incluyendo la reducción del riesgo de
desastres, al conjunto de actividades productivas.
El conocimiento deficitario de los servicios que prestan los
ecosistemas marinos es una barrera para la adopción de
medidas ambiciosas para su preservación y mantenimiento
en un contexto creciente de amenazas por el cambio climático. La competencia entre actores por su uso solo puede
resolverse si se conocen adecuadamente los impactos negativos de cada acción a corto y medio plazo.
En todos los países RIOCC se han creado áreas marinas protegidas, en algunos casos de gran tamaño. No obstante, en
la mayoría de ellas la gobernanza es extremadamente débil o
inexistente. Algunos países han puesto en marcha iniciativas
para mejorar la gobernanza de las zonas marino-costeras.
Esto es crítico, dados los múltiples intereses que se dan
cita en estas áreas.
INFORME RIOCCADAPT XXXI
Resumen para los responsables de políticas
La falta de monitoreo del sistema marino-costero supone un
impedimento también para poder actuar consecuentemente
antes de que los impactos alcancen puntos de no retorno.
Es preciso desarrollar una tupida red de datos de distintos
parámetros, físicos, químicos, biológicos y socioeconómicos para poder planificar en consecuencia. Existe también
una falta de expertos y profesionales con buena formación,
cuya presencia debe ser prioritaria.
La falta de capacidad local para diseñar e implementar prácticas y políticas de adaptación basadas en ecosistemas es
un obstáculo importante para la adaptación. Además, las
políticas siguen diseñándose e implementándose predominantemente de manera sectorial, y la adaptación al cambio
climático a menudo requiere políticas que integren componentes sociales, económicos y ecológicos. Por otra parte, la
falta de información científica sobre el uso de la diversidad
biológica y los ecosistemas para la adaptación al cambio
climático o las dificultades en el diálogo entre la ciencia y
la política constituyen también frenos para la adaptación.
Las soluciones basadas en la naturaleza, tales como adaptación y mitigación al cambio climático basadas en ecosistemas
y la reducción del riesgo de desastres basada en ecosistemas
surgen como buenas oportunidades para los países iberoamericanos. El éxito depende del contexto y puede desencadenar
transiciones hacia la sostenibilidad, especialmente en países
en desarrollo. Así, la conservación y restauración de ecosistemas naturales tienden a promover la sinergia entre la mitigación, la adaptación y el desarrollo sostenible. Lo cierto es que
se han reportado contrapartidas, por ejemplo, entre valores de
captura de carbono y de biodiversidad, medios de vida locales
y seguridad en la tenencia de tierras.
Sistemas gestionados
Existen barreras, oportunidades y desafíos para lograr una
adecuada adaptación a los impactos del cambio climático sobre los recursos hídricos. Una barrera importante es
la ausencia en muchos casos de información a la escala
adecuada para poder diseñar medidas de adaptación. Otra
barrera son los incentivos mal orientados respecto del nexo
agua, energía y alimentos que pueden generar malas adaptaciones. El uso de herramientas para la toma de decisiones permite evaluar los beneficios y costos asociados a la
implementación de medidas de adaptación. La planificación
y colaboración a todas las escalas (comunidad, cuenca y
país) es clave para definir estrategias exitosas.
Una de las principales barreras a la adaptación en el sector
agropecuario lo constituye la elevada proporción de población pobre, con baja formación y capacidad, que no puede
responder en tiempo y forma adecuados a los impactos del
clima, ni competir con la agricultura empresarial al ocupar
tierras poco propicias para el laboreo a mayor escala.
Existen oportunidades en el sector agropecuario debido a
que muchas medidas de adaptación presentan claros cobeneficios con la mitigación del cambio climático o con la pre-
XXXII
INFORME RIOCCADAPT
vención de la degradación de tierras y la desertificación.
Ello sucede a menudo porque las medidas que protegen
los suelos suelen incrementar sus almacenes de carbono o
disminuir las tasas de erosión.
Otras medidas de adaptación no van en este sentido y generan efectos adversos importantes. Un ejemplo manifiesto
son los cambios de uso de la tierra por avances en las
zonas de cultivo que generaron pérdidas de biodiversidad y
de almacenes de carbono en pastizales o bosques, nuevas
plagas y enfermedades o resistencia de estas, y desequilibrios hidrológicos importantes. Si no se presta la debida
atención a estos efectos adversos, los impactos negativos
pueden exceder a los eventuales beneficios buscados, y en
algunos casos hasta aparentemente obtenidos.
Se está produciendo una pérdida de conocimiento nativo en
forma de tradiciones transmitidas entre generaciones como
consecuencia de la migración e integración en los mercados, lo que hace más vulnerables a las poblaciones frente
a ciertos extremos meteorológicos o climáticos. La pérdida
de prácticas de diversificación de cultivos que se usaban en
algunas zonas, como en los Andes peruanos, para suprimir
explosiones de plagas y amortiguar la transmisión de patógenos sería un ejemplo de esta situación.
La pesca y la acuicultura, en la mayoría de los países de
la región, no han recibido la misma atención que otros sectores productivos. Esto es así a pesar de que ya se están
observando los efectos del cambio climático en la productividad del sector. Las proyecciones realizadas muestran un
panorama crítico para algunos países y un alto riesgo para
las comunidades que dependen del sector.
Las mayores barreras a la adaptación en la pesca y acuicultura
radican en 1) falta de real voluntad política; 2) falta de recursos
económicos, humanos y tecnológicos adecuados; 3) escaso
presupuesto para la investigación científica relevante que pueda
informar las políticas; 4) carencia de información sobre costos
y beneficios, y 5) limitaciones institucionales.
Riesgos por desastres de origen climático
La deforestación de las cuencas hidrográficas va en contra
de la eficacia de los planes de adaptación ante tormentas
y huracanes. Es necesario detener la deforestación de los
países RIOCC amenazados por estos fenómenos meteorológicos.
Existe una elevada debilidad de la gobernanza y las instituciones relacionadas con la adaptación a tormentas y huracanes. Fortalecerlas requiere evaluar y llevar a cabo cambios
institucionales y profundizar en la democracia participativa
que demanda la acción climática.
Entre las oportunidades para la adaptación en el ámbito de
las tormentas y huracanes se encuentran el Pacto Verde
Europeo, la Estrategia de Adaptación de la Unión Europea, su
plataforma Climate-ADAPT y la existencia de planes en todos
los países RIOCC. Igualmente, los planes de adaptación en
Resumen para los responsables de políticas
relación con las tormentas y huracanes tienen cobeneficios,
al favorecer el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Existen obstáculos institucionales, normativos, administrativos, económicos y sociales que imponen dilaciones en la
implementación de algunas de las medidas de adaptación
frente a sequías e inundaciones. En consecuencia, para acelerar el proceso de adaptación, los países deberán mejorar
sus capacidades de planificación y respuesta, así como la
gestión de catástrofes y seguros.
Otras barreras son el conocimiento limitado de la variabilidad
climática y las incertidumbres acerca del clima futuro en
lo que concierne a los extremos climáticos que dan pie a
inundaciones o sequías. Por otro lado, la concienciación es
insuficiente, tanto de los actores políticos como de la población en general, lo que da lugar a falta de normativas y una
comunicación frecuentemente escasa sobre las necesidades
de adaptación.
Una visión fragmentada de la problemática del riesgo por
inestabilidad de laderas (deslizamientos) es inconveniente
y contribuye a la falta de efectividad.
El uso de resultados de modelos inapropiados de evaluación
de amenaza y riesgo por inestabilidad de laderas (deslizamientos) conduce a maladaptación o no ha inducido a acciones claras de intervención.
Los sistemas nacionales, subnacionales y locales (urbano y
comunitario) de gestión integral del riesgo de desastres son,
en el caso de la inestabilidad de laderas (deslizamientos),
una figura interinstitucional o multisectorial que facilita la
adaptación.
La reducción del riesgo de incendios forestales demanda un
cambio de paradigma en las políticas nacionales de gestión
del fuego. Hasta ahora, la política dominante continúa siendo
el combate y supresión del fuego. Sin embargo, reducir el
área quemada que resulta de apagar los incendios puede ser
negativo para algunos ecosistemas al permitir una acumulación de material combustible que arderá cuando las condiciones meteorológicas sean particularmente adversas. En un
contexto de mayor peligro meteorológico debido al cambio
climático, una nueva política de manejo del fuego requerirá
de una planificación que considere y minimice todos los riesgos humanos, ecológicos y físicos implícitos a los incendios,
y no simplemente el área afectada.
Desarrollar una nueva visión y una gestión integral del fuego
requiere una coordinación de todos los sectores implicados y
afectados por el fuego en lugar de solo combatirlo. También
exige la inclusión de múltiples perspectivas, actores y el
rescate de conocimientos y prácticas adaptativas de las culturas indígenas y las comunidades que habitan los territorios
rurales. Asimismo, implica la articulación de esfuerzos entre
todos los niveles del Estado y sectores de la sociedad civil
que desemboque en políticas públicas coherentes con una
visión integral y adaptativa en la gestión del territorio para
construir paisajes más resilientes, así como obtener una
población más informada y formada sobre el papel del fuego.
Otras áreas y sectores clave
En los entornos urbanos o rurales, el agravamiento esperado de los impactos del cambio climático requiere avanzar
hacia una transición sistémica basada en actuaciones cada
vez más rápidas y efectivas, que aprovechen al máximo las
sinergias positivas y los cobeneficios existentes. Tal transición dependerá del conocimiento disponible, de la interacción
de la ciencia con el proceso de toma de decisiones, y de la
práctica concreta de los actores sociales, institucionales y
privados.
La informalidad y desigualdad imperante en muchas urbes,
la falta de capacidades locales y la débil coordinación entre
actores, tanto gubernamentales como no gubernamentales,
son aspectos que suelen restringir el avance de la agenda
climática, particularmente la de adaptación. A lo dicho se
suma una insuficiencia en la producción de datos y modelos
robustos y consistentes a escala local, sobre todo para el
caso de pequeños asentamientos. Se constata un limitado
acceso al financiamiento, crédito e inversión para acciones
de adaptación a medio y largo plazo.
Con la finalidad de asegurar rutas más exitosas de transición
sistémica a la adaptación en los entornos urbanos y rurales,
no solo es deseable revertir las limitaciones antes mencionadas, sino, igualmente, balancear y planificar las sinergias,
cobeneficios y potenciales contrapartidas entre la mitigación
y la adaptación. Igualmente debe hacerse con otras acciones
que emanan de la agenda de desarrollo, en general, y de las
agendas internacionales paralelas a la climática, en concreto
la de resiliencia ante el riesgo de desastres o de desarrollo
sostenible, entre otras.
Las principales barreras para la implementación de procesos
de adaptación al clima futuro en las zonas costeras de los
países de Latinoamérica se deben a deficiencias en múltiples
áreas, como actitud y comportamiento social, conocimiento,
educación y capital humano, financiación, gobernanza, instituciones y políticas, junto con una baja capacidad adaptativa
y de desarrollo.
De manera específica, destacan las siguientes barreras a
la adaptación en las zonas costeras: 1) insuficientes recursos financieros; 2) limitados recursos humanos y carencia
de capacitación; 3) ausencia de políticas adecuadas; 4)
escasa concienciación de la ciudadanía frente al cambio
climático y el riesgo de desastres; 5) pobre coordinación y
colaboración entre las instituciones competentes (caos competencial), y 6) dificultad de acceso y falta de disponibilidad
de información veraz, completa y accesible.
En muchos países de Iberoamérica es necesario reformular el modelo turístico vigente de tal modo que la
operación, generación de infraestructura e inversión sea
climáticamente inteligente, es decir, que se tengan en
cuenta las capacidades de los destinos y la resiliencia
de las comunidades y ecosistemas frente al cambio climático. Asimismo, se recomienda el fomento de políticas
que generen incentivos financieros, que incluyen seguros,
INFORME RIOCCADAPT XXXIII
Resumen para los responsables de políticas
bonos de catástrofe, los programas para la adopción de
tecnologías limpias para operaciones turísticas y un uso
sostenible del recurso hídrico.
La comprensión de los riesgos del sector turístico es muy
limitada. La escasa atención prestada al turismo en los estudios de impactos del cambio climático y la poca presencia
del sector turístico en los planes de adaptación de buena
parte de los países de la RIOCC son un freno para la implantación de medidas adaptativas. A esto se une una escasa
percepción del riesgo, además de percibir el cambio climático
sobre el sector turístico como un riesgo a medio plazo, con
un elevado grado de incertidumbre.
Existe también una escasa integración de la adaptación al
cambio climático en la normativa y política sectorial del turismo (planificación de recursos hídricos, ordenación de zonas
costeras, conservación y uso sostenible de la biodiversidad,
salud, etc.) y, a su vez, mínima consideración del turismo
en las políticas de apoyo, normas y reglamentos en materia
específica de cambio climático.
Las oportunidades para el sector turismo pasan por la conservación y mantenimiento de algunos de los recursos turísticos más ligados a la naturaleza y su valor para la mitigación
(mantenimiento y conservación de bosques o praderas marinas), la conservación de la biodiversidad (zonas húmedas,
numerosas especies marinas o terrestres objeto de ecoturismo) y la reducción del riesgo de desastres (manglares,
arrecifes coralinos).
Existe una falta de capacitación técnica y de recursos humanos y financieros en los Ministerios de Salud de cara a la
adaptación al cambio climático. Por otro lado, teniendo en
cuenta la interacción de este sector con otros sectores, hay
una carencia de datos relevantes para implantar medidas de
adaptación integrales. Falta también trabajo interdisciplinario
e intersectorial en la implementación de medidas de adaptación en el ámbito de la salud.
La adaptación en el sector salud y la mitigación deben interrelacionarse. La reducción de gases de efecto invernadero
redunda en la disminución de contaminación atmosférica, lo
cual reporta beneficios para la salud. La puesta en valor de
estos cobeneficios es una oportunidad para la adopción
de políticas locales de reducción de emisiones.
I) Necesidades futuras para
avanzar en la adaptación
Sociedad, gobernanza e inequidad
Es preciso integrar el conocimiento científico con el local y
el tradicional a fin de permitir una mejor comprensión de la
realidad en los distintos contextos que favorezca la mejor
gobernanza. La complejidad y altos niveles de incertidumbre asociados al cambio climático dificultan que cualquier
XXXIV
INFORME RIOCCADAPT
actor por sí solo pueda hacer frente a los impactos de este
fenómeno.
Hay que favorecer y hacer más transversal la lucha contra el cambio climático en las políticas públicas, así como
resaltar los cobeneficios entre las políticas de desarrollo.
Esta prioridad podría concretarse, por ejemplo, a través de
la asignación sostenida de recursos humanos y económicos.
Sistemas naturales
El seguimiento y evaluación de las medidas de adaptación
implementadas en el ámbito de los ecosistemas no está muy
desarrollado. Es necesario desarrollar métricas de evaluación
de las medidas de adaptación, al igual que de los factores
que pueden fortalecer la resiliencia ecológica y social, a fin
de diseñar líneas de acción que actúen sinérgicamente. Las
líneas de actuación que incluyen mecanismos de apropiación
social y participación de los diferentes actores implicados,
sobre todo locales, en los programas de adaptación podrían
ser menos vulnerables a los cambios de gobernanza, permitiendo así la continuidad de las acciones implementadas.
La gobernanza de los recursos naturales está fuertemente
influida por el hecho de que las economías de muchos países
RIOCC estén dominadas por las exportaciones de productos basados en los recursos naturales (petróleo, minerales
y recursos agrarios). Aunque el cambio climático afecta a
toda la población de los países iberoamericanos, las consecuencias son más intensas allá donde la dependencia de la
población local de los recursos naturales es más directa y
donde la capacidad para desarrollar estrategias de resiliencia es menor. Sin una estrategia adecuada de conservación
de los ecosistemas nativos, con medidas que permitan su
adaptación al cambio climático, se pone en riesgo el mantenimiento de muchos servicios de los ecosistemas y aumenta
la vulnerabilidad socioecológica.
Es necesario desarrollar más investigación básica con el
objetivo de conocer el estado actual de los ecosistemas
marino-costeros, los servicios ecosistémicos que proporcionan y sus respuestas a los cambios observados y proyectados para el futuro. Este conocimiento básico es fundamental
para definir acciones de adaptación locales, nacionales y
regionales. La investigación básica y aplicada en los países RIOCC, en especial en América Latina, y particularmente en ambientes marinos y costeros, necesita de más y
mejor apoyo institucional, gubernamental e internacional.
Se requiere la formación de profesionales en las diferentes
áreas de las ciencias básicas, sociales, económicas y jurídicas para generar el conocimiento necesario con el propósito
de mantener, proteger, conservar, restaurar y monitorear
los ecosistemas marinos y costeros, sus especies y sus
funciones ecológicas.
La capacidad para el diseño y la implementación de políticas
de adaptación basadas en ecosistemas debe crearse localmente, que es donde a menudo tiene que producirse la adaptación. El diseño e implementación de políticas integradas
Resumen para los responsables de políticas
o combinaciones de políticas que mezclen los componentes
económicos, sociales y ambientales de la adaptación son
una necesidad fundamental para fomentar la adaptación de
la diversidad biológica en toda la región. Es necesario estudiar conjuntamente las sinergias entre mitigación, adaptación y desarrollo sostenible, ya que a menudo estas tres
prácticas se tratan por separado en las políticas.
los pobladores implementen nuevos sistemas de producción
que permitan lograr algunos de esos certificados ambientales.
Sistemas gestionados
La capacitación local sobre los riesgos del cambio climático a
través de proyectos piloto de adaptación en pesca y acuicultura debe fortalecerse. Otras estrategias del sector pesquero
para la adaptación pueden ser promover el consumo de especies de peces de bajo valor comercial, como la anchoveta y
las sardinas, para combatir la inseguridad alimentaria o mantener una reserva de biomasa mínima de peces de forraje y
aumentar la extensión de las áreas protegidas para permitir
la recuperación de los principales depredadores.
Para mejorar la capacidad de adaptación en los recursos
hídricos, se requieren una serie de líneas de acción prioritarias que tengan en cuenta las futuras demandas y los cambios que se anticipan en la disponibilidad de los mismos. Se
precisa trabajar en mejorar los diseños institucionales que
permitan incorporar de manera más simple las medidas de
adaptación, particularmente las relacionadas con una mayor
eficiencia y menor uso del recurso. Igualmente, hacen falta
mejores herramientas para hacer una evaluación de las necesidades de adaptación teniendo en cuenta las perspectivas
de cambio climático esperado en diferentes marcos temporales que se ajusten a la inelasticidad del sistema ante
cambios imperantes.
En el ámbito del sector agropecuario es necesario fortalecer
los sistemas de I+D+i, a fin de generar respuestas efectivas
a nivel local o regional del tipo de variedades de cultivos
y ganado adaptados al estrés térmico, hídrico y a nuevas
plagas. Es preciso promover el uso del conocimiento local y
tradicional, así como las reservas de biodiversidad local que
tienen muchos países RIOCC.
Se requiere fortalecer los sistemas de alerta temprana locales para agricultores y ganaderos ante fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor, sequías, granizo, tormentas
severas, heladas tempranas y tardías) y biológicos (irrupción de nuevas plagas y enfermedades), así como facilitar el
acceso a internet de la población en áreas rurales distantes
de núcleos urbanos.
En áreas de alta vulnerabilidad ante eventos meteorológicos
extremos, tales como en las laderas montañosas tropicales
proclives a deslizamientos de tierra ante tormentas y huracanes, hay que combinar políticas que eviten o minimicen los
deslizamientos bien mediante la construcción de represas,
bien evitando la deforestación y la falta de cobertura vegetal
por cultivos como el banano. En muchas de estas áreas, se
deben brindar opciones a los agricultores para que tengan
medios de vida más seguros y redituables. La agricultura
climáticamente inteligente puede ser una opción adecuada
en muchos de estos casos.
Es necesario que las Administraciones (en sus distintos
niveles, nacional, provincial y municipal) establezcan políticas activas que fortalezcan los productos locales, con sellos
distintivos del tipo de «lugares no deforestados», «productos
bajos en carbono», etc., que permitan una mayor conexión de
los pobladores rurales con los mercados internacionales de
nicho. El cooperativismo es una opción adecuada para que
Los esfuerzos de adaptación en el sector de la pesca y la
acuicultura deben ser orientados a incrementar la capacidad
de adaptación de las comunidades más vulnerables (ya sea
por falta de recursos, por género o por otros factores) fortaleciendo la gobernanza, el desarrollo del conocimiento, y
reduciendo los niveles de pobreza e inseguridad alimentaria.
Riesgos por desastres de origen climático
Entre las necesidades más urgentes relacionadas con las
tormentas y huracanes se encuentran: 1) financiar la investigación en las ciencias relevantes y formar y capacitar
científicos y profesionales de alto nivel (maestrías y doctorados); 2) cubrir con radares meteorológicos las zonas más
densamente pobladas y actualizar las redes de monitoreo
hidrometeorológico, y 3) diseñar e implementar programas
integrales de gestión del riesgo por tormentas y huracanes.
Para detener la deforestación de las cuencas hidrográficas
amenazadas por huracanes y tormentas, urge cuantificar
económicamente el valor de los servicios ecosistémicos que
prestan los bosques naturales y compensar económicamente a las comunidades por su preservación.
Los planes de gestión del riesgo deberán vincular las tareas
de monitoreo y pronóstico hidrometeorológicos con las autoridades de gestión del riesgo, y de estas con la sociedad
civil, mejorando el acceso a la información disponible con
datos detallados en tiempo real. Además, es deseable incrementar la coordinación de los gobiernos nacionales, regionales y municipales con la sociedad civil en las actividades
de prevención, diseminación de la información y evacuación
y mitigación de los impactos por tormentas y huracanes.
La vulnerabilidad a sequías e inundaciones es bastante dispar entre los distintos países RIOCC debido a los contrastes
en los factores sociales y ambientales. No obstante, es fundamental que los esfuerzos para reducirla se orienten a una
acción colectiva de la comunidad iberoamericana.
Para que las estrategias de adaptación en el ámbito de
las sequías e inundaciones sean realmente efectivas, es
imprescindible reducir las incertidumbres con respecto a
los cambios previstos. Esto solo es posible si se prioriza la
investigación sobre el cambio climático y sus impactos, y se
implementan mejoras en los sistemas de monitoreo y alerta
climáticos e hidrológicos.
INFORME RIOCCADAPT XXXV
Resumen para los responsables de políticas
Desde el punto de vista de la inestabilidad de laderas (aunque
esto se podría extender al resto de los sectores), es prioritario
lograr que la gestión del riesgo se considere, a todos los efectos, una estrategia de adaptación y desarrollo. El riesgo es
un común denominador de la gestión desde la perspectiva de
diferentes enfoques, disciplinas y sectores, como el desarrollo
social y económico, la infraestructura, la protección ambiental,
el ordenamiento territorial, la sostenibilidad, la resiliencia, la
adaptación al cambio climático y la propia gestión del riesgo,
entre otros. Una visión fragmentada de la problemática es
inconveniente y contribuye a la falta de efectividad.
suministro de agua, etc.). La identificación de la exposición
y vulnerabilidad ambiental y humana con cartografías de
riesgo es urgente.
Sería deseable que la gestión del riesgo de desastres se
impulsase cada vez más como una estrategia de desarrollo,
sostenibilidad y transformación, de tal modo que, además de
ser una estrategia de anticipación frente al riesgo asociado al cambio climático, también contribuya a la prestación
de servicios ecosistémicos y a aumentar la sostenibilidad
en la obtención de recursos para las futuras generaciones.
Las barreras institucionales más comunes para la adaptación
en las zonas costeras en los países RIOCC son: el conflicto competencial y la falta de información, los frecuentes
cambios o ausencia de políticas específicas, y la falta de
recursos y capacidades para hacer frente a las diferentes
fases del ciclo de la adaptación.
Muchos países RIOCC no disponen aún de sistemas robustos de monitoreo de incendios y menos aún de sus impactos.
Resulta imprescindible invertir en monitoreo ambiental, social
y económico, especialmente en regiones poco estudiadas.
El monitoreo permite prevenir posibles efectos catastróficos
y a la vez medir la efectividad de las medidas implantadas
en términos de disminución de los riesgos y de maximizar
el efecto sumidero de nuestros bosques y ecosistemas silvestres o gestionados.
Resulta necesario y urgente contar con una nueva gobernanza del fuego basada en medidas de adaptación para evitar
un «estado de no retorno» de las áreas naturales y rurales
afectadas en la región y reducir las pérdidas económicas y
humanas ocasionadas por incendios catastróficos.
Otras áreas y sectores clave
Para dar paso a una gobernanza climática más robusta en
asentamientos urbanos y rurales, se precisa fomentar la
participación, las alianzas, la cooperación e incluso la coproducción de soluciones por los diferentes actores implicados.
La efectividad de la adaptación local habrá de medirse en
términos de la mejora concreta de las poblaciones más vulnerables, por lo que la acción tendrá que ir más allá de ajustes en la gestión de la respuesta a los impactos del clima
para promover cambios estructurales o sistémicos profundos
que modifiquen las condiciones que crearon la vulnerabilidad
en una primera instancia.
En el ámbito de los asentamientos urbanos y rurales también
se necesita la generación de información local de manera
robusta y consistente de la mano de la coproducción de
conocimiento y soluciones. Un primer paso necesario es
identificar a los más expuestos y vulnerables ante eventos
meteorológicos o climáticos de diversa índole (p. ej., olas
de calor, inundaciones, deslizamientos de laderas, falta de
XXXVI
INFORME RIOCCADAPT
En América Central y Sudamérica y el Caribe gran parte de
la financiación para la adaptación en zonas costeras procede
de organismos multilaterales y entidades de cooperación
internacional y está siendo implementada, en muchos casos,
por las ONG. Sería deseable una mayor coordinación para
reducir la fragmentación, evitar duplicidades y favorecer una
visión de medio plazo y una priorización de los recursos
destinados a la adaptación en la costa.
La adaptación al cambio climático en el sector turístico, en
general, no se considera como un sector individual, sino,
en el mejor de los casos, transversal a través de diferentes sectores de la economía y de la sociedad. Además, los
actores locales y nacionales relacionados con la industria
del turismo no han dado prioridad al cambio climático, como
reflejan los bajos niveles de adaptación en los países de
Iberoamérica. La adaptación al cambio climático del sector
turístico es esencial para el desarrollo social y económico
de los países. Promover esta agenda y la específica de la
adaptación del turismo al cambio climático es urgente.
Es preciso mejorar el conocimiento por parte de la industria
del turismo acerca de los riesgos del cambio climático, y
generar estudios económicos acerca del valor del destino
y de los costos de adaptación y la inacción. Hay que avanzar en la adaptación dentro del binomio energía-agua, así
como en el de conservación-mitigación. Las alternativas al
alto uso de emisiones de GEI deben explorarse, aumentando
la eficiencia de cada unidad emitida.
La salud humana debe ser un área prioritaria en el contexto
de la lucha contra el cambio climático. A pesar de las incertidumbres existentes, hay evidencia suficiente para justificar
el fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas de salud
y garantizar que las acciones de adaptación y mitigación
sirvan para protegerla.
Existe la necesidad de identificar a las poblaciones vulnerables y expuestas a los riesgos del cambio climático a nivel
regional o local. Con base en esta información se deben
elaborar sistemas de información geográfica e identificar,
proponer e instrumentar medidas de adaptación que reduzcan el impacto negativo del cambio climático sobre la salud
de dichas poblaciones.
El acceso a agua potable y saneamiento es una necesidad
básica. Además, hace falta fortalecer sistemas de alerta
y vigilancia que incluyan las enfermedades asociadas al
clima.
Sumário para
Formuladores
de Políticas
José M. Moreno (Espanha), Clara Laguna-Defior (Espanha), Paulina
Aldunce (Chile), Vicente Barros (Argentina), Bibiana Bilbao (Venezuela),
Mercedes Bustamante (Brasil), Eduardo Calvo Buendía (Peru), Inés
Camilloni (Argentina), Omar Darío Cardona (Colômbia), Jorge Cortés
(Costa Rica), Gian Carlo Delgado (México), José A. Marengo (Brasil),
Carlos Mena (Equador), Jaime Mendo (Peru), Ana Rosa Moreno (México),
Úrsula Oswald Spring (México), Germán Poveda (Colômbia), Fabio R.
Scarano (Brasil), Miguel A. Taboada (Argentina) e Sebastián Vicuña
(Chile).
Recomenda-se citar este texto como:
Moreno J.M., C. Laguna-Defior, P. Aldunce, V. Barros, B. Bilbao, M. Bustamante, E. Calvo
Buendía, I. Camilloni, O.D. Cardona Arboleda, J. Cortés, G.C. Delgado, J.A. Marengo,
C. Mena, J. Mendo, A.R. Moreno, Ú. Oswald Spring, G. Poveda, F.R. Scarano,
M.A. Taboada y S. Vicuña, 2020: Resumo para os Responsáveis de Políticas. Em:
Adaptación frente a los riesgos del cambio climático en los países iberoamericanos
– Informe RIOCCADAPT [Moreno, J.M., C. Laguna-Defior, V. Barros, E. Calvo Buendía,
J.A. Marengo y Ú. Oswald Spring (eds.)]. McGraw-Hill, Madrid, España.
Resumo para os Responsáveis de Políticas
ÍND ICE DO SUMÁRI O
A) Introdução ................................................................................................................................................................................................................................. XXXIX
XXXVIII
B) O contexto dos países da RIOCC ..................................................................................................................................................................................
XL
C) Relevância dos setores e sistemas incluídos no relatório .............................................................................................................................
XLII
D) Componentes do risco e impactos das mudanças climáticas ......................................................................................................................
XLV
E) Principais riscos das mudanças climáticas.............................................................................................................................................................
XLIX
F) Opções e ações de adaptação ........................................................................................................................................................................................
LIII
G) Exemplos de experiências úteis para a adaptação ............................................................................................................................................
LVII
H) Barreiras e oportunidades da adaptação ................................................................................................................................................................
LXI
I) Necessidades futuras para avançar na adaptação .............................................................................................................................................
LXIV
INFORME RIOCCADAPT
Resumo para os Responsáveis de Políticas
A adaptação às mudanças climáticas em um
marco de risco
A) Introdução
Apresentação do relatório
O relatório RIOCCADAPT tem como objetivo avaliar as ações
de adaptação às mudanças climáticas que estão sendo realizadas nos países da Rede Ibero-americana de Escritórios
de Mudança Climática (RIOCC), isto é, os países de língua
espanhola e portuguesa das Américas, ilhas do Caribe e da
Península Ibérica (Figura 1).
As mudanças climáticas acarretam riscos, os quais surgem
como consequência da interação de três componentes:
ameaça ou perigo, exposição e vulnerabilidade (Quadro 1,
Figura 2). A materialização do risco se manifesta em forma
de impactos que, por sua vez, podem afetar as trajetórias
de desenvolvimento e governança ou as mesmas ameaças
por via direta ou indireta através das mudanças climáticas.
Com a finalidade de contextualizar as ações de adaptação,
o relatório também inclui uma análise das vulnerabilidades, assim como dos riscos e impactos das mudanças
climáticas.
Adaptação às mudanças climáticas (AMC) é toda ação, atividade, plano ou programa cujo objetivo final é reduzir ou evitar
os riscos derivados das mudanças climáticas e seus consequentes impactos através da gestão do risco ou explorar as
Andorra
Portugal
Cuba
Espanha
República
Dominicana
México
Venezuela
Colombia
Ecuador
Guatemala
Brasil
Peru
Honduras
Nicarágua
Bolívia
Chile
Paraguai
Uruguai
Costa Rica
Panamá
El Salvador
Figura 1. Países-membros da Rede Ibero-americana de Escritórios de Mudança Climática (RIOCC). Fonte: elaboração própria baseada em SMHI
(2008).
INFORME RIOCCADAPT XXXIX
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Tabela 1. Conteúdo do relatório por capítulos.
Área temática
I. Introdução geral
II. Sistemas
naturais
III. Sistemas
manejados
IV. Riscos por
desastres
de origem
climática
V. Outras áreas e
setores-chave
Capítulo
Temas dos capítulos
1
Marco conceitual e contexto regional
2
Sociedade, governança,
desigualdade e adaptação
3
Ecossistemas terrestres e aquáticos
continentais
4
Ecossistemas marinhos e costeiros
5
Biodiversidade
6
Recursos hídricos
7
Recursos agropecuários
8
Recursos pesqueiros
9
Tempestades e furacões
10
Inundações e secas
11
Instabilidade de encostas e
deslizamentos
12
Incêndios florestais
13
Assentamentos urbanos e rurais
14
Zonas costeiras
15
Turismo
16
Saúde humana
oportunidades que surjam como consequência das mudanças climáticas (Figura 3). A adaptação é concebida como
algo que é planejado frente a um futuro que será diferente.
Por outro lado, as pessoas, individual ou coletivamente, e
as comunidades reagem frente às adversidades que acontecem, podendo levá-las a desenvolver ações com um valor
adaptativo. Frequentemente, as ações de adaptação são
englobadas em outras políticas. De fato, as ações de adaptação mais atraentes costumam ser aquelas que oferecem
benefícios de desenvolvimento, bem como redução das vulnerabilidades.
B) O contexto dos países
da RIOCC
Os países da RIOCC abrangem áreas desde o paralelo 43º N
até o paralelo 55º S, com altitudes que chegam aos 6960 m
(Aconcágua, Argentina), planaltos elevados a grande altitude
(Altiplano, 3800 m) ou grandes planícies (Amazonas, Los
Llanos, La Pampa), um dos desertos mais extremos (Atacama) a zonas extremamente chuvosas (El Chocó, Colômbia).
Tudo isto faz com que exista uma grande representação dos
climas do planeta, assim como de biomas terrestres ou marinhos. Para efeitos práticos, a zona de estudo foi dividida em
nove sub-regiões (Figura 4).
Os países da RIOCC apresentam grandes diferenças socioeconômicas entre si e dentro dos mesmos. A pobreza está
amplamente distribuída. A expectativa de vida é inferior à
dos países mais desenvolvidos. A desigualdade de gênero continua predominando. Os países da RIOCC são uma
fonte de emigração, para dentro da mesma região ou fora
dela.
Quadro 1. Alguns dos principais conceitos relacionados com o risco e a adaptação
Ameaça: A ocorrência potencial de um evento ou tendência
física de origem natural ou humana, ou um impacto físico,
que podem causar a perda de vidas humanas, lesões ou
outros efeitos negativos sobre a saúde, bem como danos
e perdas em propriedades, infraestruturas, meios de subsistência, prestações de serviços e recursos ambientais.
Neste relatório, o termo é usado como sinônimo de perigo.
Exposição: A presença de pessoas, meios de subsistência,
espécies ou ecossistemas, funções, serviços e recursos
ambientais, infraestrutura ou ativos econômicos, sociais ou
culturais em lugares e entornos que poderiam ser afetados
negativamente.
Vulnerabilidade: Propensão ou predisposição a ser adversamente afetado. A vulnerabilidade engloba uma variedade
de conceitos que incluem a sensibilidade ou suscetibilidade
a danos e a falta de capacidade de resposta e adaptação.
Risco: Potencial de consequências em que algo de valor
humano (incluindo os próprios seres humanos) está em
XL
INFORME RIOCCADAPT
perigo com um desenlace incer to. Usualmente o risco é representado como a probabilidade de ocorrência
de eventos ou tendências perigosas multiplicada pelas
consequências em caso de que tais eventos ocorram
(R = P*C; onde R = risco, P = probabilidade, C = consequências ou impactos). Os riscos resultam da interação entre
a ameaça ou perigo, a exposição e a vulnerabilidade e são
expressos como: R = A*E*V (R = risco; A = ameaça; E =
exposição; V = vulnerabilidade).
Gestão de riscos: planos, medidas ou políticas aplicadas
para reduzir a probabilidade ou as consequências dos riscos
ou para responder a suas consequências.
Adaptação: processo de ajuste frente a estímulos climáticos atuais ou esperados e seus efeitos. Nos sistemas
humanos, a adaptação tem como objetivo moderar ou
evitar danos ou, ainda, explorar oportunidades benéficas.
Em alguns sistemas naturais, a intervenção humana pode
facilitar o ajuste frente a estímulos climáticos esperados
e seus efeitos.
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Figura 2. Marco conceitual de risco, expresso como o produto da interação entre as ameaças do clima e as mudanças climáticas, a exposição
e a vulnerabilidade que, nos sistemas humanos, dependem principalmente dos processos socioeconômicos que determinam as trajetórias
socioeconômicas, as ações de adaptação e mitigação e a governança. Os riscos se materializam em impactos que, por sua vez, podem afetar o
clima ou os processos socioeconômicos. Estes últimos podem afetar outros fatores que também contribuem para o risco, ao mesmo tempo que
as emissões de gases de efeito estufa, as mudanças de uso do solo e outras ameaças e estresses incidem sobre as mudanças climáticas ou
através de ações diretas sobre os próprios riscos. Fonte: modificado a partir do Cap.19, AR5, WG2, IPCC de 2014 (Oppenheimer et al., 2014).
Figura 3. As mudanças climáticas acarretam riscos maiores aos existentes ou novos riscos que precisam ser administrados para reduzir, na
medida do possível, os impactos correspondentes. A adaptação trata, portanto, de agir sobre os três componentes do risco. A intervenção sobre
as ameaças climáticas pode ser menos viável, motivo pelo qual as ações sobre os outros dois componentes do risco serão mais importantes.
Mesmo com a adaptação, não será possível evitar a totalidade do risco, restando um risco residual que deverá ser enfrentado. Fonte: elaboração
própria baseada no Cap.19, AR5, WG2, IPCC de 2014 (Oppenheimer et al., 2014).
INFORME RIOCCADAPT XLI
Resumo para os Responsáveis de Políticas
IBE
MEX
CAC
AMZ
NEB
APN
MEX = México
CAC = América Central e Caribe
AMZ = Amazônia
NEB = Nordeste do Brasil
SSA = Sudeste da América do Sul
APN = Andino-Pacífico Norte
APC = Andino-Pacífico Central
PAT = Patagônia
IBE = Península Ibérica
0
1 500
3 000
SSA
APC
PAT
6 000
9 000
12 000
15 000
km
Figura 4. Mapa topográfico dos países da RIOCC e divisão geográfica utilizada neste relatório. Fonte: elaboração própria baseada em Magrin
et ál. (2014) e Seneviratne et al. (2012).
Estão sendo verificados na região aumentos de temperatura
generalizados associados às emissões de gases de efeito
estufa de origem antrópica. As mudanças em termos de
precipitações são mais variadas e incluem tanto aumentos
(sudeste da América do Sul) como diminuições (Espanha,
Chile, México, nordeste do Brasil).
A médio prazo (meados do século XXI ou quando se excedam
os 1,5 ºC de aquecimento global) se prevê que, com as
mudanças climáticas, as temperaturas continuem aumentando, embora com variações em sua magnitude nas distintas
sub-regiões. As precipitações continuarão aumentando nas
áreas onde este fenômeno já está ocorrendo (sudeste da
América do Sul) e diminuindo nas zonas subtropicais semiáridas, tanto no continente americano quanto no europeu
(Chile, México, Península Ibérica), ou tropicais do nordeste
do Brasil e da América Central.
As emissões de gases de efeito estufa estão aumentando
per capita em alguns países, embora as emissões médias
por pessoa sejam muito menores que as de países mais
desenvolvidos. As emissões procedentes das mudanças de
uso do solo são muito elevadas em alguns países.
XLII
INFORME RIOCCADAPT
O marco político de cooperação e coordenação das políticas
de combate às mudanças climáticas está pouco desenvolvido. Em geral, a luta contra as mudanças climáticas não tem
sido um objetivo prioritário das distintas entidades regionais
nas quais participam os países da região.
C) Relevância dos setores
e sistemas incluídos no
relatório
Sociedade, governança e desigualdade
A ampla desigualdade econômica e social, os bolsões de
pobreza urbana e periurbana, a população rural, dominante
em poucos países, que depende de uma agricultura praticamente de subsistência, bem como a também numerosa
população indígena e a desigualdade de gênero são, entre
outras, algumas das principais características das socieda-
Resumo para os Responsáveis de Políticas
des de muitos dos países da RIOCC. Além disso, grande
parte desta população está assentada em zonas de risco e,
portanto, altamente exposta e é pouco resistente frente aos
acontecimentos climáticos devido à abundante moradia de
autoconstrução e de baixa qualidade. Isto a torna altamente
vulnerável frente às ameaças de tipo climático.
Sistemas naturais
Os ecossistemas terrestres e aquáticos continentais dos países da RIOCC contêm cerca de 800 milhões de hectares de
áreas de floresta, 570 milhões de hectares de savanas silvestres, 700 milhões de hectares de terras produtivas, mais
de 30 % da água doce disponível no planeta e ao redor de
40 % do total de recursos hídricos renováveis. Representam
um dos ativos mais valiosos da região por sua importância
estratégica para o desenvolvimento sustentável. Constituem
a base de uma ampla gama de atividades humanas, como a
agricultura, a pesca, a silvicultura e o turismo, entre outras,
que produzem bens e serviços de mercado e são uma fonte
importante de renda e emprego.
Os países da RIOCC contam com uma extraordinária diversidade de ecossistemas marinhos e costeiros que contribuem com serviços socioeconômicos extraordinários. Esta
diversidade de ecossistemas inclui, entre outros, mangues,
estuários, marismas, prados de gramas marinhas, recifes de
corais e florestas de macroalgas, além de águas profundas.
A Ibero-América é extremamente rica em biodiversidade. Em
geral, o continente americano alberga cerca de 29 % de
todas espécies de plantas com sementes do planeta, 41 %
dos pássaros, 35 % dos mamíferos, 51 % dos anfíbios e
35 % dos répteis, dos quais a grande maioria se encontra
na América do Sul, Mesoamérica e no Caribe. Estima-se que
a Floresta Amazônica possua ao redor de 1/10 de todas
as plantas e animais. A porção setentrional da Cordilheira
dos Andes sozinha alberga cerca de 45.000 espécies de
plantas, das quais 44 % são endêmicas. A Península Ibérica
é também a zona mais ricas em espécies da Europa, com
mais de 50 % de todas as plantas e animais do continente.
A isto se deve acrescentar a extraordinária biodiversidade
das Ilhas Canárias, Açores e Madeira. Essa biodiversidade é essencial para o fluxo de serviços ecossistêmicos e
suas funções e é vital para a segurança alimentar, para a
economia e para os valores culturais e de identidade, entre
outras coisas.
Sistemas manejados
Existe uma distribuição heterogênea dos recursos hídricos
disponíveis na região. América Central e América do Sul são
regiões com elevada disponibilidade média de recursos hídricos, porém distribuídos de maneira heterogênea dentro da
região e de cada país. A quantidade de recursos em termos
da disponibilidade per capita é muito distinta entre os paí-
ses, sendo próxima ao limite do estresse hídrico em alguns
deles (especialmente no Caribe e na Península Ibérica).
O principal setor usuário de água na região é a agricultura,
com valores próximos a 70 % do uso de água total, embora
a prática principal seja a agricultura de sequeiro, e chegando
em alguns casos a representar mais de 90 % do consumo
de recursos hídricos. O uso para geração de energia hidrelétrica é também um fator relevante na região comparado com
outras regiões do mundo. Apesar de melhorias no acesso
à água potável nas zonas urbanas, seu acesso nas zonas
rurais continua sendo um desafio importante em muitos países da região.
A população rural nos países da RIOCC alcança cerca de 130
milhões de pessoas, com uma proporção que varia de 8 a
47 %, segundo o país. Esta produz em total 250,8 milhões
de toneladas de cereais e oleaginosas, dos quais quatro
países (Brasil, Argentina, México e Espanha) são responsáveis por 84 % da produção. Três países do conjunto da
RIOCC (Brasil, Argentina e México) concentram 68,8 % das
terras agrícolas da região. Estas terras são destinadas principalmente (72,5 %) à produção de forragem para o gado
(pastagens e pastos). O setor agropecuário é responsável
por 10 % a 60 % das emissões de gases de efeito estufa
dos países, sendo a fermentação entérica dos ruminantes a
principal fonte das mesmas (34 %-55 %).
O setor agropecuário dos países da RIOCC é muito heterogêneo. Na maior parte dos países da América Latina e
do Caribe existe uma proporção mais ou menos elevada da
população rural que desenvolve algum tipo de agricultura de
pequena escala, familiar e campesina, com escassa conexão
com os mercados internacionais, frequentemente de subsistência, e com a aplicação de práticas ancestrais; embora
também exista desenvolvimento capitalista em hortas familiares. Por outro lado, existem países com menor população rural e maior extensão de terra (ex.: Argentina, Brasil e
Paraguai), cuja atividade agropecuária é de tipo empresarial,
altamente tecnificada, com maiores escalas e um forte foco
nos saldos exportáveis.
A pesca e a aquicultura são setores de enorme interesse em
alguns dos países da região, contribuindo com mais de 10 %
da produção pesqueira mundial. O setor emprega quase 2,4
milhões de pessoas na América Latina e no Caribe apenas.
Dos 25 países que lideram o ranking mundial de capturas,
6 deles pertencem à Ibero-América, nesta ordem de importância: Peru (5º produtor mundial), Chile (12º), México (16º),
Espanha (19º), Argentina (22º) e Equador (23º).
O Sistema da Corrente de Humboldt (sudeste do Pacífico) é
o ecossistema marinho mais produtivo em termos pesqueiros em nível global e está dominado por uma única espécie
(Engraulis ringens ou anchoveta peruana) que contribui com
mais de 30 % das capturas totais dos países da RIOCC. Esta
espécie está destinada principalmente à produção de farinha
e óleo de peixe utilizados na formulação de alimentos balanceados para aquicultura, avicultura, pecuária, entre outros.
INFORME RIOCCADAPT XLIII
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Riscos por desastres de origem climática
Os furacões e tempestades constituem umas das maiores
ameaças na América Latina e no Caribe. Entre 1970-2010
ocorreram 70 desastres naturais de origem climatológica na
região, com 31 deles na América Central e no México, 16 na
América do Sul e 23 no Caribe. Deles, 40 foram causados
por tempestades e furacões, 14 estiveram associados com
períodos do fenômeno El Niño, apenas 3 com períodos do
fenômeno La Niña e 14 com períodos neutros. Os desastres
por tempestades e furacões causaram 50,2 % das mortes
associadas a desastres de origem climática, 37,3 % da
população afetada, 41,3 % dos danos e 38,4 % das perdas
totais. Os desastres causados pelo El Niño e La Niña ocasionaram 4,1 % das mortes, 48,8 % da população afetada,
47,8 % dos danos e 52 % das perdas. Na Península Ibérica
também causam grandes perdas os temporais do sudoeste e as tormentas da frente polar no inverno, assim como
intensas tempestades no verão e outono, em particular na
zona mediterrânea.
Estima-se que os custos dos danos e as perdas ocasionadas
pelos desastres de origem climática na América Latina e no
Caribe durante 1972-2010 ascenderam a 106.4 bilhões de
USD, dos quais 21,0 correspondem a furacões e tempestades no Caribe, 17,6 na América Central e 3,7 no México. Em função do fenômeno El Niño, os danos chegaram a
42,5 milhões de USD na América do Sul e a 4,0 na América
Central e, em função de La Niña, a 5.5 bilhões de USD na
América do Sul. Por precipitações extremas (inundações e
deslizamentos de terra) os custos dos danos ascenderam a
11,0 bilhões de USD.
Nas últimas décadas, as inundações causaram quase a
metade dos desastres relacionados com o clima no mundo
todo. Sua importância relativa também tem aumentado, seja
em termos de perdas econômicas, de perdas de resseguros ou em número de eventos de inundação informados. No
entanto, a atribuição das mudanças observadas não é clara,
estando entre as possíveis causas os aumentos em magnitude ou frequência de precipitações extremas. Nas duas
últimas décadas foram registradas na América Latina e no
Caribe 548 eventos de inundação, afetando um total de 41
milhões de pessoas e com danos estimados em 26 bilhões
de USD. Os países mais afetados recentemente foram Brasil, México, Colômbia e Peru, sendo observados aumentos
nos caudais máximos diários na bacia do Rio da Prata ou
na Amazônia.
Nas últimas décadas, México, Amazônia e nordeste do
Brasil, centro-sul do Chile, Patagônia e Península Ibérica
experimentaram uma maior frequência de secas. Pelo contrário, a frequência diminuiu no norte da Argentina e no
Uruguai. As secas meteorológicas foram mais severas em
partes da Patagônia e no sul do Chile, no nordeste do Brasil, Nicarágua, Honduras, sul do México, Baixa Califórnia e
na Península Ibérica. Já no sudeste do Brasil, do contrário,
foram observadas secas menos severas. No período entre
2005 e 2015, a seca produziu na América Latina e no
XLIV
INFORME RIOCCADAPT
Caribe danos em cultivos e para a pecuária no valor de 13
bilhões de USD.
A Cordilheira dos Andes e outros sistemas montanhosos da
América Latina e do Caribe são especialmente suscetíveis à
apresentação de processos de instabilidade ou deslizamento
de encostas, devido a suas características geodinâmicas
e climáticas. O risco não se deve apenas ao excesso de
chuvas, mas também a processos de deterioração ambiental, desmatamento, degradação de bacias e ao aumento de
múltiplos processos de vulnerabilidade física e social dos
assentamentos humanos, que também são impulsores do
risco. Nas últimas décadas, os riscos por instabilidade de
encostas representaram pelo menos 12,6 % de todos os
desastres com mais de 10 mortos.
A gestão do risco de desastres e a adaptação às mudanças
climáticas são processos de caráter integral, interinstitucional, multissetorial e interdisciplinar. Em geral dão lugar a
políticas públicas que apresentam os mesmos objetivos. Não
é muito apropriado falar de adaptação frente à instabilidade
de encostas ou aos deslizamentos se referindo ao problema de forma genérica, sem mencionar a gestão do risco
de desastres. Promover a gestão do risco é equivalente a
promover a adaptação, embora o risco derivado da instabilidade de encostas não necessariamente esteja associado
às mudanças climáticas em todos os casos.
Os incêndios florestais estão presentes em boa parte dos
ecossistemas terrestres da região e seus impactos podem
ser positivos ou negativos, dependendo do tipo e regime de
incêndios e contexto em que ocorrem. O fogo é uma ferramenta para a gestão da paisagem e muitas comunidades
indígenas e rurais dependem dele para sua sobrevivência.
Certos ecossistemas precisam do fogo para sua estabilidade (ex.: savanas, plantações de azinheira ou de pinheiro de
certas áreas dos países da RIOCC).
Naqueles lugares onde o fogo não faz parte natural das perturbações do ecossistema ou onde a atividade humana produz mudanças em seu regime natural, tornando os incêndios
mais frequentes, extensos ou severos, o fogo representa
uma perturbação que pode produzir graves impactos sobre
os ecossistemas, alterando sua composição e estrutura, as
funções e serviços que prestam ou sua capacidade como
sumidouro de gases de efeito estufa, além de afetar bens,
valores e vidas humanas.
A incidência atual de incêndios na Ibero-América é de alta
a muito alta. Cada ano são queimados mais de 40 milhões
de hectares, o que representa 7-14 % da área queimada
mundial. Em sua maioria, as causas de ignição são humanas, embora os raios sejam importantes em algumas zonas.
Em termos de superfície queimada a cada ano, os países
mais afetados são Brasil e Bolívia (4 % de seus respectivos
territórios), seguidos por Portugal (1,6 %). A estimativa do
número de incêndios ativos através de registros satelitais
nas últimas décadas revela que Guatemala, Paraguai e Honduras passaram a liderar o número de incêndios por unidade
de superfície na região.
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Outras áreas e setores-chave
A região da RIOCC está altamente urbanizada e a perspectiva é que esta urbanização aumente cada vez mais. Em
2050, ao redor de 90 % da população será urbana em países como México, Costa Rica, Argentina, Espanha e Brasil.
Apesar disso, o peso da população rural continuará sendo
considerável em alguns países, particularmente na América
Central e no Caribe. Destaca-se também a elevada porcentagem da população que habita em grandes conurbações
de mais de 5 milhões de habitantes, de maneira que, com
exceção da América Central e do Caribe, no restante dos
países latino-americanos da RIOCC em torno de 20 % da
população mora nelas.
Muitas das grandes cidades têm experimentado um crescimento desordenado nas últimas décadas; caracterizado
pela autoconstrução, moradias de baixa qualidade, serviços
deficientes, insegurança, alto nível de pobreza e meios de
subsistência marginais. Existem cerca de 124 milhões de
pobres urbanos (entre pobreza não extrema e extrema). O
mundo rural, por sua vez, caracteriza-se também por sua deficiência em serviços, agricultura pouco tecnificada em certos
países (América Central) ou em regiões de países (Brasil) e
alta pobreza, sendo calculados 58 milhões de pobres rurais,
contexto no qual a população indígena apresenta a pobreza
mais aguda.
A costa dos países da RIOCC conta com mais de 70.000
km de extensão. É uma zona onde estão assentados alguns
dos habitats mais valiosos e únicos do planeta e onde se
localiza um desenvolvimento intensivo, uma parte importante
da atividade econômica de muitos dos países e, ao mesmo
tempo, elevados níveis de pobreza.
Com base nos dados da população do ano 2000, estima-se
que entre 29 e 32 milhões de pessoas vivem nos primeiros
10 metros de elevação da costa da América Latina e do
Caribe e mais de 6 milhões na planície de inundação de 100
anos de período de retorno, sem considerar os furacões.
Na Colômbia, Venezuela, Costa Rica, El Salvador e Panamá, mais de 30 % da população total vive nestes primeiros
10 metros de elevação da costa.
As tendências demográficas e as projeções do aumento do
nível médio do mar indicam que, na metade do século e em
ausência de adaptação, serão 10 milhões de habitantes que
estarão localizados na planície costeira inundável.
A indústria do turismo dos países da RIOCC é uma das mais
importantes desde o ponto de vista econômico. Em 2019, a
contribuição média deste setor ao PIB foi de 11,7 % nos países da Ibero-América, entre os quais se destacam Portugal
(22,9 %), Uruguai (18,5 %) e Espanha (16,2 %). O turismo
de natureza, sol e praia, cultural, esportivo ou ecológico
possui uma representação crescente na região.
Existem notáveis diferenças na solidez dos sistemas sanitários e no nível de pobreza entre os países da RIOCC. Por um
lado, existem países com sistemas sanitários mais desen-
volvidos e com baixo nível de pobreza (Espanha, Portugal,
Uruguai, Chile) e, por outro, estão aqueles onde o sistema
sanitário é deficiente e a pobreza é elevada (boa parte dos
países da América Central). Até um terço da população latino-americana possui limitações de acesso aos serviços de
saúde. O acesso é mais difícil em zonas rurais e remotas
que, além disso, possuem menor acesso à água potável e
moradias inseguras.
D) Componentes do risco e
impactos das mudanças
climáticas
Sociedade, governança e desigualdade
As ameaças das mudanças climáticas através de mudanças
tanto em termos de temperatura quanto de precipitações, em
particular acima de seus valores extremos, assim como pelo
aumento do nível do mar, se traduzem em impactos negativos
nos meios de subsistência, em insegurança alimentar e má
nutrição, particularmente em crianças, em aumento das taxas
de migração e de morbidade e mortalidade.
Os impactos são geralmente mais agudos nas populações
marginalizadas sociopoliticamente, como podem ser as
mulheres, os povos indígenas e aqueles que vivem em condições de pobreza. Isto se deve a que estes coletivos, com
frequência, não têm satisfeitas muitas de suas necessidades básicas, apresentam pobreza energética, carecem de
poder para participar na tomada de decisões, estão isolados
em termos físicos e sociais, sofrem discriminação e deslocamentos forçados, têm um acesso limitado à educação, aos
recursos naturais e ao capital financeiro. As mulheres, além
disso, estão expostas à violência de gênero.
Os povos originários são vulneráveis também pela negação
de seus direitos e de sua relação material e espiritual com
o meio ambiente. É necessário que esta diferenciação seja
incluída nas avaliações de vulnerabilidade dos países da
RIOCC uma vez que se constata que ainda não foi suficientemente considerada ou ocupa um lugar secundário nestas
avaliações.
Sistemas naturais
As mudanças de uso do solo são dominantes na região.
Durante a primeira década deste século, o desmatamento de florestas úmidas, secas, savanas e matagais afetou
mais de 0,54 milhões de km2, que foram convertidos em
cultivos ou pastos. É a região do mundo com maior taxa de
desmatamento. Paralelamente, ocorreu também o abandono
nas zonas secas ou demasiado íngremes para a agricultura,
afetando 0,36 milhões de km2.
INFORME RIOCCADAPT XLV
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Os efeitos combinados das mudanças climáticas e da perda
de habitats representam uma grande ameaça para os ecossistemas terrestres e aquáticos continentais dos países da
RIOCC. As mudanças do clima previstas antecipam uma diminuição da produtividade a curto prazo e degradação a longo
prazo. O manejo inadequado e a fragmentação diminuem as
funções ecossistêmicas, ao mesmo tempo que os tornam
mais vulneráveis às mudanças climáticas.
Os ecossistemas de alta montanha (ex.: páramo, puna)
são críticos para a regulação hídrica de amplas zonas e
apresentam uma alta capacidade de absorver carbono. Sua
persistência está ameaçada pela exploração excessiva e
pelas mudanças climáticas. As florestas tropicais, principalmente a Amazônia, encontram-se ameaçadas pela seca,
particularmente em cenários de maior emissão, bem como
por incêndios que antes não ocorriam. As florestas temperadas são ameaçadas pela perda do nicho climático, assim
como pelo fogo. Os ecossistemas áridos enfrentam um
maior risco de desertificação (ex.: a caatinga, no Brasil) e
de pressão pecuária, o que os torna ainda mais vulneráveis.
Os ecossistemas aquáticos enfrentam mudanças no regime
de caudais, o que modificará sua sazonalidade. Isto se deve
à perda de massa de gelo glaciar (Cordilheira dos Andes,
Patagônia). Está prevista uma diminuição do sedimento dos
rios amazônicos tropicais, assim como da produtividade à
jusante nas zonas alagáveis. Nas zonas temperadas, secas
extremas como resposta às mudanças climáticas ou por
eventos mais frequentes do fenômeno El Niño podem ocasionar alterações importantes nas comunidades aquáticas.
O aumento da temperatura das águas levará também a alterações da qualidade da mesma (ex.: menor capacidade de
dissolução de oxigênio).
A temperatura dos oceanos está aumentando, assim como
o nível do mar, enquanto as águas estão se tornando mais
ácidas. Como consequência, a distribuição de algumas
espécies, seu comportamento e reprodução estão mudando. Os padrões das correntes oceânicas também estão
sendo alterados. Os resultados destas transformações
apresentam impactos sobre os ecossistemas marinhos e
costeiros, reduzindo significativamente sua resiliência e
comprometendo sua capacidade de fornecer bens e serviços. Isto inclui a redução dos benefícios econômicos pela
migração das espécies de captura, a diminuição de empregos, a perda do conhecimento tradicional das populações
costeiras e uma menor coesão social das comunidades
costeiras, o que em última instância provocará maior desigualdade na região.
Os ecossistemas marinhos e costeiros dos países da RIOCC
já estão sendo impactados, de forma direta e indireta, pela
atividade humana e pelos efeitos das mudanças climáticas.
O cultivo de frutos do mar, a construção de represas, a mineração de sal em grande escala e as descargas de efluentes
contaminados no mar, o desmatamento e a conversão de
terras para a agricultura, entre outros fatores de tensão,
acentuam os impactos associados às mudanças climáticas
nos ambientes marinhos e costeiros da região.
XLVI
INFORME RIOCCADAPT
Os impactos das mudanças climáticas sobre os ecossistemas marinhos e costeiros dos países da RIOCC se manifestam em um contexto de vulnerabilidade preexistente. A
vulnerabilidade é derivada das atividades humanas desenvolvidas em torno aos ecossistemas marinhos e costeiros
(turismo, expansão urbana não planejada, poluição de fontes
terrestres e auge da aquicultura). Estas representam uma
ameaça para as populações de peixes, corais e mangues.
Já foram observados alguns desses impactos na região tais
como o branqueamento dos corais no Caribe, em consequência do aumento da temperatura, e a perda de cobertura
de mangues.
A previsão é que a temperatura do mar continue aumentando, da mesma forma que as ondas marinhas de calor, a
acidificação das águas, o nível do mar e as zonas de hipóxia. Isto causará deslocamentos de espécies marinhas para
latitudes mais setentrionais, com extinção local de espécies
nos trópicos e mares fechados, branqueamento de corais, o
que em conjunto com o aumento do nível do mar os deixará
em uma situação de alto risco. A produtividade líquida do
mar será redistribuída com uma tendência a diminuir quanto
maiores sejam as emissões de gases de efeito estufa. Tudo
isto levará a uma redução dos serviços que o mar entrega
em forma de capturas da pesca.
Apesar da considerável variação sub-regional, ecossistemas
(ex.: de montanha, costeiros, de água doce, urbano, Amazônia) e grupos taxonômicos e funcionais (corais, vertebrados,
plantas) vulneráveis às mudanças climáticas estão presentes ao longo de toda a região. Os ecossistemas com áreas
de distribuição geográfica restritas e com alto endemismo
estão entre os sistemas mais vulneráveis. Os pontos quentes (hotspots) de biodiversidade (ou seja, áreas com grande
diversidade de espécies que apresentam elevada perda de
habitat e altos níveis de espécies endêmicas), 8 no total na
região, estão entre os lugares mais vulneráveis do mundo.
A bacia do Mediterrâneo, as ilhas do Caribe, o cerrado brasileiro e os Andes tropicais estão entre os hotspots mais
vulneráveis no mundo.
As mudanças climáticas apresentam impacto direto na
biodiversidade ao causar alterações na distribuição ou
ao desencadear processos de extinção. Entre os grupos
taxonômicos, os anfíbios e os répteis já estão em declínio
e enfrentam uma maior extinção em diferentes cenários
até 2100. Entre as plantas, as árvores altas são par ticularmente vulneráveis, bem como as espécies altitude
elevada. Em um cenário de alta emissão, mais de 25 % das
espécies da América Latina enfrentam risco de extinção até
2100. Os riscos também são elevados para as espécies
da Península Ibérica e das ilhas do Atlântico (Canárias,
Açores, Madeira).
Sistemas manejados
Com relação aos recursos hídricos, foram observadas
reduções dos caudais em alguns rios na Península Ibérica,
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Colômbia, México, América Central e em rios que nascem
na Cordilheira dos Andes e descendem até o centro-sul do
Chile e da Argentina. Estas mudanças são geradas principalmente por uma redução nas precipitações, acentuadas
pelas mudanças na criosfera (glaciares e neve), gerando
alterações na sazonalidade dos caudais, com redução dos
fluxos na estação seca e aumento dos mesmos na estação
úmida.
Espera-se, com alto nível de consistência entre modelos,
uma redução da disponibilidade de recursos hídricos em
algumas zonas da região, como México, América Central e
Caribe, no nordeste do Brasil, na região andina central do
Pacífico, na Patagônia e na Península Ibérica. O aumento de
temperatura acelera o derretimento da neve e de glaciares,
alterando a temporalidade e quantidade dos caudais. Eventos extremos e mudanças na qualidade das águas também
são uma ameaça. Por outro lado, são esperados aumentos
de precipitações nos países tropicais do Pacífico (Peru,
Equador, Colômbia), bem como na bacia do Rio da Prata.
No setor agropecuário, as principais ameaças climáticas
estão associadas com o aumento do estresse térmico e
hídrico sobre cultivos e o gado, com perdas de lavouras e
fazendas pelos processos erosivos, com secas e inundações
e com maior disseminação de pragas e doenças. Não obstante, em algumas regiões também surgem novas oportunidades pelo aumento de precipitações (sudeste da América
do Sul), ou pela possibilidade de explorar novas variedades
(megatérmicas ou tropicais) em zonas onde, até o momento,
seu cultivo não era habitual.
O nível de exposição às ameaças climáticas é muito variável
em função do nível socioeconômico da população afetada,
da rigidez ou flexibilidade relativa com que seus sistemas
produtivos podem variar ou adotar tecnologia e da possibilidade de assistência ou disponibilidade de tal tecnologia,
entre outros aspectos. As populações pobres são as mais
expostas, situação que usualmente é agravada pela não
propriedade da terra ou pelo assentamento em encostas de
montanha, planícies alagáveis ou zonas áridas. Os países
mais rurais (ex.: América Central, Andes centrais) possuem
menos opções que os mais tecnificados (ex.: Argentina, partes do Brasil, Espanha).
As ameaças potenciais para a pesca e para a aquicultura
são: (i) mudanças na temperatura do mar em nível local;
(ii) acidificação do oceano; (iii) aumento no nível do mar;
(iv) alterações na concentração de oxigênio nos sistemas
aquáticos; (v) incremento na intensidade e frequência de
tempestades; (vi) mudanças nos padrões de circulação de
correntes marinhas; (vii) mudanças nos padrões de chuva;
(viii) alterações nos caudais dos rios; (ix) alterações nos
fluxos biogeoquímicos (nitrogênio) e (x) maior frequência de
eventos extremos dos fenômenos El Niño e La Niña.
Nas águas ibéricas atlânticas as mudanças na composição
e na distribuição das espécies estão se traduzindo em alterações importantes nas pescas, que terão um efeito nas
comunidades de pescadores e nos consumidores. A produ-
ção de mexilhões enfrenta um elevado risco de perda de
produtividade devido, entre outros fatores, a um aumento
dos afloramentos de algas tóxicas e da acidificação da água
marinha.
A pesca excessiva, a poluição, a introdução de espécies
exóticas e o mau uso dos corpos aquáticos na região, em
especial na América Latina, são fatores de estresse não climáticos que agravam os impactos das mudanças climáticas.
Riscos por desastres de origem climática
O aumento na temperatura do ar e do mar está contribuindo
para intensificar a ocorrência de furacões de maior categoria e para um aumento na frequência, intensidade e duração de tempestades extremas, com numerosas descargas
elétricas. Por outro lado, o aumento do nível do mar está
contribuindo, cada vez mais a curto e médio prazo, com a
destruição das infraestruturas costeiras, com a redução da
extensão dos mangues nas costas caribenhas, centro-americanas e mexicanas, tanto do Atlântico quanto do Pacífico,
e com a salinização dos aquíferos costeiros. A acidificação
do oceano levará também ao declínio dos recifes de corais.
Tudo isso aumentará a vulnerabilidade socioecológica aos
furacões.
Os impactos dos furacões são vários, entre eles: perda de
vidas humanas, aumento de refugiados, destruição de infraestruturas, perda de serviços essenciais (luz, água, comunicações), poluição das águas, aumento de doenças (ex.:
infecções gastrointestinais), perda de safras e de animais
domésticos, entre outras.
Os custos totais dos impactos das mudanças climáticas
diante de um aumento de 2,5 °C na América Latina e no Caribe poderiam chegar entre 1,5 % e 4,3 % do PIB, enquanto os
custos da adaptação não superariam 0,5 % do PIB regional.
Por outro lado, para a Península Ibérica se prevê um aumento
na ocorrência de tempestades na costa oeste e episódios de
“gota fria” (depressão isolada em níveis elevados, ou baixa
segregada), bem como ventos mais úmidos e um Mediterrâneo mais quente, produzindo chuvas torrenciais na costa
do Mediterrâneo e das Ilhas Baleares e aos denominados
“medicanes”, ciclones tropicais mediterrâneos. Isto mostra a
necessidade de implementar planos de adaptação, que deverão ser coordenados com as prioridades do Marco de Sendai
para a Redução do Risco de Desastres 2015-2030 e com o
cumprimento dos Objetivos de Desenvolvimento Sustentável.
A respeito das secas e inundações, os cenários climáticos
futuros disponíveis indicam que continuarão as alterações
nos diferentes componentes do ciclo da água, o que afetará de forma desigual os países da RIOCC. São projetados
aumentos nos caudais máximos dos rios na Colômbia, Venezuela, Equador, na região costeira do norte do Peru, na bacia
do Rio da Prata, na América Central e na Península Ibérica
(exceto na costa do Mediterrâneo) e aumento na ocorrência
de secas na Amazônia, no nordeste do Brasil, na região
mediterrânea, na América Central e no México.
INFORME RIOCCADAPT XLVII
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Os países com maior população exposta a inundações recentemente foram Guatemala, El Salvador, Honduras e Colômbia. Os países com maior população exposta à seca foram
Guatemala, Chile, Equador, México e Nicarágua.
O crescimento da população, a urbanização acelerada de
assentamentos humanos informais, a falta de infraestrutura
bem planejada e de qualidade, os altos índices de desigualdade social e de pobreza, as economias dependentes da
agricultura e as práticas ambientais inadequadas são fatores
socioeconômicos que fomentam a vulnerabilidade e fazem
com que os eventos de déficit e excessos hídricos tenham
um impacto ainda maior.
A respeito dos deslizamentos, o aumento da intensidade e
da frequência das precipitações em função do aquecimento
global é um fator que amplifica a ameaça por instabilidade
de encostas e, portanto, o risco para os elementos expostos.
Porém, o aumento da ameaça se deve também aos danos
ambientais e à ação humana. Esta ameaça é, portanto, considerada do tipo sócioambiental. Por outro lado, o aumento
do risco também se deve ao incremento da vulnerabilidade,
resultado de processos sociais e de ocupação inapropriada
do território; ou seja, este tipo de risco não é devido somente
à variabilidade do clima e às mudanças climáticas.
Com relação aos incêndios florestais, nas últimas décadas
foi observada uma diminuição da atividade de incêndios em
nível global, assim como em alguns países (ex.: Espanha),
apesar do aumento do perigo meteorológico e, em algumas
zonas, da cobertura vegetal. Não obstante, em diversas regiões naturais, rurais ou de interface rural-urbana dos países
da RIOCC, os incêndios florestais aumentaram em número,
duração, extensão e severidade, com o prolongamento da
temporada de incêndios.
Na Ibero-América, houve um aumento da exposição aos
incêndios dos ecossistemas vulneráveis ao fogo, como
as florestas úmidas tropicais, subtropicais, alto-andinas
e andino-patagônicas e as plantações florestais tropicais
e mediterrâneas. Também aumentaram sua exposição os
ecossistemas propensos ao fogo, como as savanas tropicais e os bosques de pinheiros e azinheiras da América, ou
as plantações de pinheiros e matagais mediterrâneos da
Espanha e de Portugal. O abandono das zonas rurais e das
práticas tradicionais de queimadas por comunidades indígenas ou rurais, a exclusão das queimadas, as plantações e
a introdução de espécies invasoras altamente inflamáveis
ou períodos de secas intensas e prolongadas estão levando
a incêndios particularmente devastadores (megaincêndios)
(ex.: Chile e Portugal, 2017; Amazônia 2010, 2015, 2016,
2019).
Os componentes da sociedade em situação de maior risco
pelos incêndios são os setores mais pobres, assim como
comunidades indígenas e rurais da América Latina, a população das interfaces rural-urbana e os bombeiros florestais de
toda a região. As crianças, idosos e mulheres grávidas são
os grupos mais vulneráveis à poluição atmosférica devido à
emissão de gases e partículas resultantes da combustão
XLVIII
INFORME RIOCCADAPT
da biomassa, mesmo em setores urbanos e rurais distantes
dos focos de incêndio.
Em nível global, a previsão é que as mudanças climáticas
continuem aumentando o perigo meteorológico de incêndio,
tanto mais quanto maior seja o nível de emissões. As áreas
de maior perigo dentro da região serão a Península Ibérica,
o México, a Amazônia e a zona central do Chile. Também se
projeta que a temporada de incêndios se estenda e que o
número de dias de perigo extremo aumente. A efetividade
deste aumento será maior nas zonas produtivas nas quais os
incêndios tenham estado limitados pela climatologia pouco
favorável para sua propagação.
Outras áreas e setores-chave
O nível de impacto das mudanças climáticas varia entre
assentamentos rurais e urbanos e entre cidades com
diferentes padrões de urbanização. Mais ainda, a vulnerabilidade e os potenciais riscos associados às mudanças
climáticas não apenas obedecem à tipologia e intensidade
das ameaças, mas também às características sociais, econômicas, políticas e culturais de cada caso. Por isso que
não existe uma solução única, mas sim desafios comuns.
As características biofísicas de cada região e localidade
determinam em boa medida as ameaças sobre as populações, sua escala temporal de formação (rápida ou lenta) e
potenciais impactos (ex.: construções em encostas instáveis ou em zonas alagáveis). Por outro lado, as dinâmicas
populacionais, os usos do solo e as características do espaço construído que derivam de condições socioeconômicas,
políticas, institucionais, tecnológicas e culturais em curso
agravam de maneira desigual as vulnerabilidades.
Os assentamentos humanos que experimentarão uma maior
vulnerabilidade são aqueles de rápido crescimento, pouco
planejamento e, acima de tudo, os de maior informalidade
ou aqueles localizados em zonas propensas a riscos em um
contexto de carências de infraestrutura, serviços ou ação
adaptativa apropriada. A curto prazo as inundações, deslizamentos, erosão costeira e ondas de calor são as principais
ameaças em escala local. A longo prazo, o aumento do nível
do mar, a falta d’água e a potencial propagação de vetores
infecciosos se soma aos anteriores.
Os riscos derivados das mudanças climáticas sobre os sistemas costeiros nos países da RIOCC são determinados pelo
aumento de três fatores de origem climática: o nível médio
do mar, a temperatura do oceano (temperatura superficial)
e a acidificação. As observações existentes destes fatores
mostram uma grande variabilidade geográfica na região.
Suas projeções futuras indicam aumentos consistentes para
trajetórias representativas de concentração de gases de efeito estufa mais altas e horizontes temporais mais distantes.
A inundação e a erosão induzidas pelos eventos extremos
de ondas e maré meteorológica são os impactos de origem
climática dominantes sobre os sistemas socioeconômicos
Resumo para os Responsáveis de Políticas
localizados na costa. Estes impactos são exacerbados pela
ação antrópica. Devido ao aumento do nível médio do mar,
estes eventos extremos serão cada vez mais frequentes e,
portanto, os impactos associados seguirão aumentando no
futuro.
O aumento do nível do mar, as mudanças nos regimes de
precipitação e as alterações do clima marítimo são responsáveis pelas modificações nos balanços hidro-sedimentares
e de nutrientes que incrementam a salinização de aquíferos
costeiros e afetam a morfologia da costa. Em consequência
destes processos se prevê uma diminuição na disponibilidade de água doce e a alteração ou perda de ecossistemas
costeiros.
O aumento da temperatura superficial do mar, as modificações nos regimes hidro-sedimentares, as variações na
qualidade da água e a acidificação são processos que modificam os tipos, as extensões e a saúde dos ecossistemas
costeiros. Enquanto em muitas zonas os impactos dominantes serão produzidos pelo aumento da temperatura, a ação
conjunta destes elementos é o principal fator de indução de
risco sobre recifes de corais, vegetação das dunas, mangues e prados de gramas marinhas. A mortalidade de alguns
ecossistemas costeiros se elevará também pelo aumento de
eventos extremos.
Entre as principais ameaças das mudanças climáticas que
podem afetar o setor turístico estão o aumento da temperatura, do nível médio do mar ou de eventos meteorológicos ou
climáticos extremos, como ondas de calor, chuvas intensas
ou falta de chuva em forma de neve ou água (seca). Estas
mudanças podem se manifestar em alterações do habitat
e mudanças nas espécies, assim como em doenças. Cada
uma destas ameaças e mudanças pode afetar de maneira
diferenciada os distintos tipos de turismo.
As mudanças que ocorram na climatologia do destino dos
fluxos turísticos são importantes, mas também as que ocorrem na origem, fazendo com que o resultado final dependa da interação de ambas. Por exemplo, uma melhoria nas
condições climáticas durante o verão nos locais de origem
pode valorizar seus próprios recursos frente aos do destino.
Assim, o turismo de sol e praia pode usar os recursos locais
e diminuir os fluxos para um destino tradicional, que pode
ser afetado com um agravamento na climatologia. Consequentemente, para compreender os impactos das mudanças
climáticas no turismo é necessário conhecer como estes
acontecerão conjuntamente na origem e no destino.
Alguns dos grandes destinos turísticos da Ibero-América se
encontram em zonas altamente expostas. Isto ocorre no Caribe e na costa do Pacífico, regiões afetadas por furacões que
acarretam enormes perdas para o setor, principalmente quando estes alcançam intensidades elevadas, como se antecipa
que ocorra com as mudanças climáticas. O aumento do nível
médio do mar afeta a estabilidade das praias e ameaça os
bens e ecossistemas costeiros, minando o próprio recurso
turístico. Alguns destinos de neve estão ameaçados pela
falta do recurso, em função de uma diminuição nas precipi-
tações. O excesso de calor do verão pode reduzir o conforto
climático, diminuindo as atividades ao ar livre.
A vulnerabilidade varia segundo o tipo de turismo. Enquanto
o turismo de sol, praia e cidade se baseia em um setor
hoteleiro bem desenvolvido, o turismo ambiental em sentido
amplo se fundamenta mais sobre sistemas comunitários,
com empregos mais informais e uma população de menos
recursos, cuja vida depende em grande parte desta fonte.
Por outro lado, as mudanças climáticas ameaçam o setor
de forma particular, pois podem afetar de forma direta o
recurso, por exemplo, através da perda de uma espécie
emblemática que migre para outro lugar. Isto faz com que
este tipo de turismo e a população que dele depende sejam
particularmente vulneráveis.
As ameaças mais importantes das mudanças climáticas para
a saúde humana são o aumento de temperatura, as ondas
de calor, a falta de água em quantidade (seca) e qualidade,
as inundações e a poluição atmosférica. Algumas destas
ameaças exercem seus efeitos de maneira direta (calor extremo) e outras de forma indireta, por exemplo, através de
alterações na distribuição de vetores de doenças, poluição
das águas ou insegurança alimentar.
Desde o ponto de vista da saúde, são mais vulneráveis às
mudanças climáticas as populações em condições de pobreza e com carências em infraestrutura (moradia, saneamento,
sistema sanitário deficientes), a populações indígenas (que
por sua pobreza e marginalização normalmente têm um acesso muito limitado aos principais serviços de saúde) e, no
caso das ondas de calor, idosos, crianças e pessoas com
doenças cardiovasculares preexistentes. As zonas urbanas
podem amplificar os impactos das ondas de calor pelo efeito
de ilha de calor urbana.
E) Principais riscos das
mudanças climáticas
A seguir, apresentamos uma lista dos principais riscos identificados para cada setor ou sistema analisado. A Figura 5
apresenta uma seleção de alguns destes riscos, os fatores
climáticos que os determinam, sua importância, urgência e
áreas mais afetadas (para mais detalhes, consulte a tabela
de riscos de cada capítulo).
Sociedade, governança e desigualdade
Os principais riscos no âmbito da sociedade, governança,
desigualdade e adaptação são: 1) risco de insegurança
alimentar e má nutrição da população, especialmente de
meninas e mulheres, por um clima adverso; 2) risco de perda
dos meios de subsistência e outras perdas econômicas por
eventos meteorológicos extremos, como inundações e 3)
risco de migração de zonas rurais para urbanas, por perda
dos meios de subsistência.
INFORME RIOCCADAPT XLIX
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Principais riscos identificados
Fator climático determinante
Extensão (Áreas
mais afetadas)
+
Perda de vidas humanas e aumento do número de
refugiados climáticos
Danos econômicos, destruição de moradias e
infraestrutura e perda de vidas humanas devido a
deslizamentos de terra
+
Inundações em assentamentos urbanos com
planejamento deficiente
+
+
Aumento da incidência de doenças transmitidas por
vetores
Estresse térmico sobre cultivos e o gado
!
Diminuição das capturas de peixes devido a mudanças
na produtividade marinha
!
+
Má nutrição da população, especialmente de meninas
e mulheres
Perda de produtividade primária dos ecossistemas
terrestres
Urgência
!
Mudanças na biodiversidade devido ao deslocamento
de espécies
Figura 5. Seleção e caracterização de alguns dos riscos identificados para os distintos sistemas e setores analisados. (Continua na próxima
página).
L
INFORME RIOCCADAPT
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Principais riscos identificados
Fator climático determinante
Mudanças na composição, estrutura e função dos
ecossistemas devido ao aumento da frequência ou
intensidade dos incêndios florestais
Perda do turismo baseado na natureza devido à
degradação dos ecossistemas que o sustentam
Fator climático determinante:
Inundações
+
!
Seca
Aumento da
precipitação
Elevação do
nível do mar
Diminuição da
precipitação
Acidificação
oceânica
Temperaturas
extremas
Mudanças na
sazonalidade
Tempestades severas
e furacões
!
+
Urgência; um dos três níveis
seguintes foi designado:
Extensão:
México
Aumento da
temperatura
CO2
Fertilizaçao por CO2
Extensão (Áreas
mais afetadas)
Urgência
iminente (que pode estar
ocorrendo ou pode ocorrer a qualquer
momento),
a médio prazo (espera-se que
ocorra até meados do século ou
quando 1,5°C for ultrapassado),
longo prazo (previsto para
ocorrer após meados do século ou
quando o 2°C de aquecimento for
ultrapassado).
IBE
América Central
e Caribe
Península Ibérica
MEX
CAC
AndinaPacífica Norte
Amazônia
AMZ
NEB
N.E. Brasil
APN
Andina-Pacífica APC
Central
PAT
SSA
Sudeste da América
do Sul
Patagônia
Figura 5. Seleção e caracterização de alguns dos riscos identificados para os distintos sistemas e setores analisados.
Fonte: elaboração própria. (Continuação).
Sistemas naturais
Entre os principais riscos dos ecossistemas terrestres e
aquáticos continentais se encontram: 1) risco de perda de
produtividade primária em sistemas naturais e manejados
por aumento na frequência e intensidade de eventos meteorológicos ou climáticos extremos, assim como por perda
das condições de nicho climático das espécies; 2) risco de
perdas de habitat nos ecossistemas e de deslocamento de
seus limites entre sistemas adjacentes e 3) risco de instabilidade por perda de espécies e mudanças nos regimes de
perturbação, em particular pelo fogo.
Entre os principais riscos dos ecossistemas marinhos e
costeiros se encontram: 1) risco de perda de biodiversidade local por emigração de espécies que perdem seu nicho
ecológico; 2) risco de perda de ecossistemas críticos, como
recifes de corais, prados de gramas marinhas ou florestas
de macroalgas, como consequência do aumento da temperatura, acidificação e do nível do mar e 3) risco de perda de
produtividade primária devido, fundamentalmente, ao aumento da temperatura.
Os principais riscos para a biodiversidade e para os ecossistemas dos países ibero-americanos incluem: 1) risco de
mudanças no bioma e deslocamentos de espécies; 2) risco
de extinção de espécies e 3) risco de alterações nas taxas dos
processos ecológicos. Tais riscos estão presentes em toda a
região, seja em ecossistemas terrestres, aquáticos continentais ou marinhos, e impõem os consequentes riscos diretos
e indiretos para a subsistência e o bem-estar do ser humano.
Os principais riscos associados aos recursos hídricos são: 1)
risco de redução de recursos hídricos nas áreas subtropicais
das Américas do Norte e do Sul, Península Ibérica e nordeste
do Brasil; 2) risco de mudanças na sazonalidade, particularmente em rios dependentes do gelo de altas montanhas e 3)
risco de diminuição da qualidade da água devido a eventos
pluviométricos extremos.
Sistemas manejados
Os principais riscos do setor agropecuário são: 1) risco de
perda de produtividade das lavouras e do gado devido ao
estresse térmico causado pelo aumento das temperaturas
médias e mínimas diárias (menor resfriamento noturno) e
ondas de calor; 2) risco de perda de produtividade das lavouras e do gado devido ao estresse hídrico nas plantações e
INFORME RIOCCADAPT LI
Resumo para os Responsáveis de Políticas
sede do rebanho pela diminuição das chuvas ou pelo aumento dos dias de estiagem, ao qual se soma a concorrência
com outros usos da água, podendo gerar restrições na disponibilidade deste recurso para a irrigação e o consumo animal;
3) risco de perda de safras devido ao aumento da incidência
de pragas e doenças como resultado da tropicalização climática e 4) risco de deslocamento de safras e substituição
por outras culturas devido à perda das condições climáticas.
Os principais riscos do setor pesqueiro são: 1) risco de
mudança na composição das espécies nas zonas de pesca marinha como resultado da mudança de temperatura e
afetando, consequentemente, o tipo de capturas; 2) risco
de perda do potencial de pesca em consequência da redução da produtividade devido a mudanças fisiológicas das
espécies; 3) risco de aumento de áreas hipóxicas devido à
estratificação térmica e eutrofização; 4) risco de branqueamento de corais e falta de calcificação em outras espécies
como consequência da acidificação do oceano e 5) risco de
aumento de mortalidades massivas de plantas e animais
devido a eventos extremos de temperatura.
Riscos por desastres de origem climática
Os principais riscos relacionados a furacões e tempestades
incluem: (1) risco de perda de vidas humanas causadas pelo
vento, ressacas e seus efeitos, bem como pelas inundações;
(2) risco de perda de infraestrutura, bens, equipamentos,
cultivos, gado e serviços essenciais à vida; (3) risco de
morbidade e mortalidade pelo aumento de doenças como
resultado de inundações e poluição das águas e (4) risco
de agitação social.
Os principais riscos relacionados às inundações e secas
são: 1) risco de perda de vidas humanas como resultado
de inundações; 2) risco de perda de infraestrutura, bens e
serviços devido a inundações; 3) risco de perda de safras e
de gado devido à seca e 4) risco de insegurança alimentar
como consequência de períodos de estiagem.
Os principais riscos relacionados à instabilidade ou deslizamentos de encostas são: 1) risco de perda de vidas e prejuízos econômicos devido à destruição de moradias e de outras
edificações expostas, principalmente em assentamentos
humanos precários e marginais, situados em encostas, de
cidades grandes e médias; 2) risco de perda de vidas humanas, prejuízos econômicos e destruição de infraestrutura e
de redes expostas de serviços públicos de água e esgoto em
assentamentos humanos de diferentes escalas em cidades
e pequenos povoados de zonas montanhosas; 3) risco de
danos e destruição da infraestrutura e redes expostas de
transporte, estradas, ferrovias, viadutos, polidutos, torres
de energia em áreas montanhosas; 4) risco de deterioração
de bacias hidrográficas devido à erosão e processos geodinâmicos não controlados em áreas rurais, perda de solo,
impacto em ecossistemas, cultivos e outros meios de subsistência e 5) risco de perda de vidas e prejuízos econômicos
e destruição de moradias e de outras edificações expostas
LII
INFORME RIOCCADAPT
em pequenos centros urbanos e assentamentos humanos
em áreas rurais em zonas montanhosas.
Os principais riscos decorrentes do aumento da frequência
ou intensidade dos incêndios florestais são: 1) risco de instabilidade dos ecossistemas, incluindo o surgimento de pontos críticos (que levam à não recuperação do ecossistema);
2) risco de perda de biodiversidade, de funções e serviços
ambientais (ex.: diminuição da capacidade de armazenamento de carbono pela vegetação e pelo solo); 3) risco de perda
de produtos florestais em bosques e plantações; 4) risco de
perda de meios de subsistência de populações nativas em
áreas de manejo tradicional com fogo; 5) risco de morbidade
e mortalidade de pessoas que vivem em zonas expostas a
incêndios, inclusive aquelas que vivem a certa distância,
como consequência da exposição à fumaça e 6) risco de
perda de bens e ativos na interface rural-urbana.
Outras áreas e setores-chave
Os principais riscos relacionados com os assentamentos
rurais e urbanos são: 1) risco de inundação urbana devido
a precipitações extremas combinadas com sistemas de drenagem deficientes e planejamento inadequado; 2) risco de
estresse hídrico urbano devido à infraestrutura deficiente e
ao aumento da demanda; 3) risco de morbidade e mortalidade em consequência de ondas de calor favorecidas pelo
efeito de ilha de calor das cidades e 4) risco de erosão e
invasão costeira em cidades com planejamento deficiente e
alta demanda urbana, como é o caso de algumas áreas de
turismo de praia.
Os principais riscos das mudanças climáticas no âmbito das
áreas costeiras são: 1) risco de inundação costeira com a
consequente perda de vidas e bens devido ao aumento do
nível do mar, condições climáticas adversas como tempestades e ciclones e crescente urbanização da zona costeira;
2) risco de perda de operatividade das infraestruturas devido ao aumento contínuo do nível do mar e ao aumento da
frequência de eventos extremos; 3) risco de erosão costeira
causada pelo aumento do nível do mar, associado a mudanças locais nos regimes de vento e das correntes e 4) risco
de perda de serviços ecossistêmicos pela perda de sistemas
de mangues, corais ou dunas, fundamentais para reduzir o
impacto das tempestades e dos ciclones.
Os principais riscos no setor do turismo são: 1) risco de
mudança na sazonalidade em destinos de montanha, campo,
lagos, cidade e ambientes ao ar livre devido ao aumento da
temperatura e à diminuição dos índices de conforto climático
nas estações habituais; 2) risco de perda do recurso turístico
e fluxos para o destino devido à deterioração dos recursos
(erosão de praias, perda de ecossistemas naturais, migração
ou extinção de espécies emblemáticas para o turismo baseado na natureza, falta de neve); 3) risco de perda de fluxos
para o destino devido ao aumento de eventos extremos (furacões, ondas de calor, secas, inundações); 4) risco de perda
de fluxos devido à deterioração das condições higiênicas e
Resumo para os Responsáveis de Políticas
sanitárias pela falta de recursos hídricos ou pelo surgimento
de doenças e 5) risco de perda de fluxos turísticos em virtude
de mudanças favoráveis nas condições climáticas na origem
dos mesmos.
Os principais riscos no âmbito da saúde são: 1) risco de morbidade e mortalidade em pessoas vulneráveis, como crianças, crescente população de idosos, indivíduos com doenças
preexistentes, populações de baixa renda e trabalhadores ao
ar livre, particularmente em zonas urbanas, como consequência de ondas de calor; 2) risco de morbidade e mortalidade
por doenças transmitidas por vetores, devido ao deslocamento da distribuição de populações de mosquitos e mudanças
nas condições climáticas resultantes, afetando a taxa de
mordidas e de sobrevivência, encurtando ou prolongando o
tempo de desenvolvimento dos agentes patógenos da malária, dengue, Zika, Chikungunya, leishmaniose e doença de
Chagas, entre outras; 3) risco de morbidade e mortalidade
pela poluição atmosférica causada por produtos de combustão e seus resultantes (zonas urbanas), incluindo a fumaça
dos incêndios florestais (ambientes urbanos ou rurais) e 4)
risco de morbidade e mortalidade pelo aumento de doenças
infecciosas (cólera, febre tifoide, shigelose, hepatite, diarreias, giardíase, salmonelose, campylobacter, etc.) devido à
água ou a alimentos contaminados.
F) Opções e ações de adaptação
Sociedade, governança e desigualdade
A resposta às mudanças climáticas, em particular diante de
riscos graves, mais do que adaptativa tem que ser transformacional. Isto porque existem limites para a adaptação. Por
adaptação transformacional se entende toda aquela baseada
em mudanças profundas nas estruturas sociais A adaptação
incremental e a transformacional não são concorrentes, mas
sim complementares, uma vez que cada uma delas é necessária segundo a magnitude dos impactos.
A adaptação autônoma emerge principalmente em nível local
e, muitas vezes, resulta da necessidade de responder às
adversidades frente a uma institucionalidade governamental
fraca ou inexistente. Em contextos de insegurança, as populações são forçadas a agir para diminuir os impactos das
mudanças climáticas. Algumas das práticas realizadas são
a diversificação dos meios de subsistência, maior eficiência
no uso da água, substituição de cultivos, uso de sementes
resistentes à seca, apoio às mães que são chefes de família,
entre outras. A mudança nos papéis sociais também pode
gerar conflitos sendo, portanto, necessário continuar reforçando a governança.
Sistemas naturais
A adaptação baseada em ecossistemas (AbE) provou ser
uma estratégia eficiente para enfrentar os impactos das
mudanças climáticas nos ecossistemas terrestres. A AbE
combina o uso da biodiversidade e dos serviços ecossistêmicos para a conservação, restauração e o manejo sustentável
dos ecossistemas. Também facilita uma abordagem integral
com ações em uma escala territorial principal (nível de bacia)
para diminuir os efeitos adversos das mudanças climáticas
nos ecossistemas terrestres da região.
As áreas naturais protegidas são fundamentais para garantir
a persistência dos ecossistemas frente às mudanças climáticas. As medidas de adaptação dos ecossistemas terrestres devem incluir ações para reduzir outros estresses não
climáticos, aumentando assim sua resiliência, bem como
a manutenção da conectividade entre áreas distantes. Os
planos nacionais de adaptação de vários países da RIOCC
incluem medidas e programas de adaptação que consideram
a conservação e a restauração de ecossistemas, tanto terrestres como aquáticos, incluindo medidas de AbE.
A implementação efetiva de estratégias de adaptação
para combater os impactos das mudanças climáticas nos
ecossistemas requer uma compreensão clara de como
estas mudanças influenciarão no funcionamento e distribuição futuros dos ecossistemas. A perda de conectividade
entre fragmentos de ecossistemas nativos, a introdução
de espécies invasoras, aliada a uma for te variabilidade
climática, ameaçam as funções dos ecossistemas, bem
como sua biodiversidade. A atual espiral de degradação
ambiental esgota progressivamente os serviços dos ecossistemas e reduz sua capacidade de adaptação às mudanças climáticas.
Vários países ibero-americanos contam com exemplos de
estratégias de adaptação às mudanças climáticas que
incluem ferramentas e medidas de gestão para a recuperação de ecossistemas aquáticos, tais como rios e áreas
úmidas, e de gestão para a recuperação de florestas. Existem casos de programas bem-sucedidos de conservação de
bacias que incluem ações sobre a vegetação nativa, o manejo agroecológico de lavouras, rios e zonas úmidas, além de
mecanismos de participação comunitária local. Também o
reflorestamento em microbacias e algumas ações do programa Redução de Emissões por Desmatamento e Degradação
Florestal (REDD/REDD+) que, embora visando a mitigação,
envolvem mecanismos de adaptação.
O manejo sustentável e integrado dos ambientes costeiros é
um dos pilares da adaptação baseada em ecossistemas que
permite potencializar suas funções e os serviços ecossistêmicos. A adaptação baseada em ecossistemas é uma prática
comum em áreas marinhas e costeiras e é importante para o
manejo de mangues, prados de gramas marinhas, recifes de
corais e praias de areia. Estes ecossistemas têm a capacidade natural de regular ou mitigar os impactos de, por exemplo,
tempestades e inundações ou o efeito do aumento do nível
do mar. O manejo sustentável dos ambientes costeiros (por
exemplo, pesca e aquicultura) contribui com a adaptação
baseada em ecossistemas para manter as funções e os
serviços ecossistêmicos.
INFORME RIOCCADAPT LIII
Resumo para os Responsáveis de Políticas
As áreas marinhas protegidas são um dos principais mecanismos de adaptação dos ecossistemas marinhos e costeiros.
Em regiões protegidas para a conservação, conseguiu-se recuperar espécies, populações e funções ecossistêmicas através
do uso regulamentado de organismos marinhos e costeiros.
Os países da RIOCC têm uma proporção significativa de ecossistemas marinhos e costeiros sob alguma forma de proteção
legal, embora em alguns casos a proteção não seja efetiva
na prática. De qualquer forma, esta é uma boa prática para
aumentar a adaptação nestes ecossistemas.
Entre as opções de adaptação nos ecossistemas marinhos e
costeiros estão a restauração de ecossistemas fundamentais
e o restabelecimento de espécies e populações em prol de
aumentar a resiliência destes ecossistemas, seguindo uma
adaptação baseada em ecossistemas (AbE). Em vários países
da RIOCC existem projetos focados em restaurar ecossistemas alterados, de maneira que contribuam para a adaptação
e mitigação das mudanças climáticas. Também existem projetos sustentáveis de pesca e aquicultura que poderiam levar
à recuperação de serviços ecossistêmicos.
As opções de adaptação para a biodiversidade incluem: 1)
soluções baseadas na natureza: o uso de elementos naturais para promover a sustentabilidade em áreas urbanas e
rurais pode auxiliar na adaptação às mudanças climáticas;
2) adaptação baseada em ecossistemas: iniciativas locais
na região, tanto urbanas quanto rurais, são iniciativas de
adaptação baseadas em ecossistemas, que demonstram o
valor da adaptação às mudanças climáticas; 3) redução do
risco de desastres baseada em ecossistemas: ecossistemas
(restauração de mangues, encostas, vegetação costeira,
vegetação ribeirinha, etc.) estão sendo utilizados em toda
a região para reduzir o risco de desastres impostos pelas
mudanças climáticas.
LIV
nos incluem tanto a melhoria na provisão do recurso quanto
em sua gestão para torná-lo mais eficiente e promover uma
cultura de uso sustentável da água.
As ações de adaptação às mudanças climáticas no setor
agrícola incluem: medidas preventivas de erosão do solo,
agricultura climaticamente inteligente, que visa aumentar a
produtividade e, ao mesmo tempo, reduzir os insumos e as
emissões de gases de efeito estufa, sistemas de alerta climático precoce, mudança de zonas de plantio em resposta a
mudanças no regime de chuvas, mudança de variedades e
relocalização de cultivos, sistema de plantio direto para uma
melhor conservação do solo e melhoria das variedades de
pastagem e raças de gado.
As ações de adaptação planejadas para o setor de pesca
e aquicultura, especialmente na América Latina e no Caribe, são escassas e principalmente se registram ações de
adaptação autônoma. Nos países da RIOCC existe um amplo
portfólio de políticas públicas sobre mudanças climáticas,
tanto em termos de adaptação quanto de mitigação. Porém,
apesar dos esforços dos governos, sua implementação prática no setor pesqueiro é incipiente.
A capacidade de adaptação no setor pesqueiro é limitada
por alguns fatores de estresse de origem antropogênica
relacionados com a globalização da pesca e, no caso dos
países da RIOCC em desenvolvimento, com a carência de
infraestruturas públicas, altos índices de doenças, poluição,
pobreza, fraca governança e com a pesca excessiva. Por
isto, as estratégias de adaptação ao clima devem enfatizar
a necessidade de erradicação da pobreza e da insegurança
alimentar nas comunidades pesqueiras.
Existe uma série de opções de políticas, inovações e ferramentas em toda a região para enfrentar os riscos e vulnerabilidades da biodiversidade às mudanças climáticas e também
para promover o uso da biodiversidade e dos ecossistemas
para fomentar a adaptação social. Isto inclui: 1) desenvolvimento ou implementação de instrumentos de monitoramento da biodiversidade para contribuir com as estratégias de
adaptação e também para definir as prioridades das políticas
de adaptação baseadas em ecossistemas; 2) redes de colaboração (redes científicas e políticas) para abordar soluções
baseadas na natureza para combater as mudanças climáticas. 3) inclusão do planejamento da adaptação baseado na
biodiversidade e em ecossistemas nos planos de adaptação
nacionais e subnacionais.
As principais opções de adaptação no setor pesqueiro e da
aquicultura são: cultivo de espécies com maior tolerância
térmica, salina e à hipóxia, formulação de novos alimentos
para espécies carnívoras que não utilizem peixes de baixo valor, cultivo de espécies herbívoras, planos de manejo
adaptativo e com um foco ecossistêmico, monitoramento
espacial e avaliação do estado dos recursos marinhos e da
biodiversidade marinha, redução do descarte e da pesca
incidental, análise de riscos em planos de gestão, adaptação da infraestrutura portuária, estabelecimento de sistemas
de seguros para eventos climáticos extremos, promoção do
consumo de espécies de peixes de baixo valor comercial,
uso de materiais e equipamentos de pesca amigáveis, proteção de habitats críticos ou essenciais como mangues e
estuários, melhoria dos sistemas de governança (cogestão)
e diversificação dos meios de subsistência das populações
dependentes da pesca.
Sistemas manejados
Riscos por desastres de origem climática
A principal ferramenta de adaptação sobre os recursos hídricos na maioria dos países da RIOCC consiste na elaboração
de planos de adaptação em escalas nacionais, regionais e
locais que incluem cenários climáticos futuros e medidas
adaptativas para lidar com impactos potenciais. Estes pla-
A capacidade adaptativa na região diante de tempestades
e furacões é, em sua maioria, baixa. Isto se deve à falta
de sistemas robustos de alerta precoce, ao aumento da
população em zonas de urbanização desordenada em áreas costeiras e montanhosas e ao desmatamento. Outros
INFORME RIOCCADAPT
Resumo para os Responsáveis de Políticas
fatores são: marginalidade e pobreza, debilidade e falta de
coordenação institucionais, precária gestão de riscos, falta
de cultura preventiva e preparação deficiente em tarefas de
resgate, atraso científico e tecnológico em tarefas de monitoramento e previsão hidrometeorológica, falta de recursos
humanos e tecnológicos e falta de uma cultura de cobertura
de seguro contra os riscos.
Os planos de adaptação na região da RIOCC apresentam
graus muito diferentes de desenvolvimento e implementação. Alguns mostram progressos quanto a sua formulação
(embora não necessariamente em sua implementação) e
muitos outros apresentam grandes deficiências e atrasos
consideráveis.
As medidas de adaptação com relação a furacões e tempestades compreendem ações de diversos tipos, ou seja,
baseadas em ecossistemas (adaptação verde), infraestrutura (adaptação dura) ou legalidade e informação/formação (adaptação leve). As principais medidas incluem: 1)
preservar e restaurar ecossistemas costeiros (zonas úmidas, dunas, mangues e recifes de corais) para diminuir o
impacto das marés ciclônicas; 2) recondicionar praias e
melhorar a infraestrutura de proteção costeira; 3) elevar as
defesas de construções e edifícios vulneráveis para reduzir
os danos causados pelas inundações; 4) desenhar estruturas resistentes aos ventos fortes e aos detritos voadores;
5) estabelecer políticas que desencorajem a construção em
áreas vulneráveis; 6) preparar-se antes da chegada de uma
tempestade, cobrindo janelas e limpando as propriedades
para eliminar potenciais detritos voadores e 7) ter um plano
de evacuação.
As melhorias na gestão de riscos, tanto preventivas quanto
reativas, com um suporte decisivo para o monitoramento e a previsão são essenciais. Estas medidas passam
por implementar sistemas de alerta precoce e de gestão
do risco. Estas devem incluir: 1) zoneamento das áreas
expostas e seu grau de suscetibilidade e vulnerabilidade;
2) desenvolvimento de programas, canais e estratégias
de comunicação (antes e depois dos eventos), através
dos meios de comunicação de massa, redes sociais,
redes comunitárias de telefonia celular e de rádio amador; 3) apropriação social dos planos de evacuação e de
atendimento aos refugiados climáticos; 4) atualização das
atividades locais e regionais de gerenciamento de risco e
manter simulações de evacuação; 5) estabelecimento de
programas permanentes de monitoramento hidrológico e
atmosférico; 6) implantação de redes de radares meteorológicos para o monitoramento contínuo de tempestades
e furacões e 7) manutenção de um programa de previsão
hidrometeorológica de cheias de rios, zonas de inundação
e de deslizamentos de terra.
A adaptação apresenta um elevado custo-benefício e deverá enfrentar os desafios tanto da variabilidade quanto da
mudança climática. Portanto, os países da RIOCC devem
acelerar a investigação científica relevante, disponibilizar
os orçamentos adequados e fazer os arranjos institucionais
necessários para implementar as tarefas de adaptação.
A melhoria da capacitação e da prevenção através da detenção do desmatamento e valorização de seus serviços são
outras importantes medidas adaptativas. Concretamente,
estas medidas incluem: 1) financiar a formação e capacitação científica em nível de pós-graduação em oceanografia,
ciências atmosféricas, meteorologia, climatologia e hidrologia; 2) deter o desmatamento, desenvolver programas de
reflorestamento e restauração ecológica incluindo florestas
e outros biomas, mangues e recifes de corais e 3) aumentar
o acesso ao pagamento por serviços ambientais como ferramenta econômica para deter o desmatamento e a degradação ambiental.
Embora as incertezas sobre as mudanças futuras na ocorrência de secas e inundações sejam grandes, os processos
de adaptação devem ser desenvolvidos com base no melhor
conhecimento científico disponível. Consequentemente, é
necessário dispor de ferramentas para antecipar os eventos
de inundação e de estiagem a médio e longo prazo.
Existe uma variedade de medidas de adaptação às mudanças climáticas de diversas escalas em termos de secas
e inundações que já começaram a ser implementadas na
Ibero-América. Estas incluem a melhoria da qualidade das
previsões, dos sistemas de alerta precoce e dos serviços
de informação climática, planos para a redução da vulnerabilidade e aumento da resiliência da população exposta e o
desenvolvimento de infraestrutura estratégica, bem como de
sistemas produtivos e de conservação e uso sustentável dos
ecossistemas e seus serviços ambientais.
A efetividade da gestão do risco por instabilidade de encostas, ou da adaptação frente a este risco no contexto das
mudanças climáticas, guarda muita relação com o uso de
informação correta e da aplicação idônea de modelos que
permitam um diagnóstico preciso e apropriado para a tomada de decisões. O uso de informação que não conduz a
ações claras de intervenção leva a uma má adaptação. A
avaliação apropriada da ameaça e do risco contribui para o
planejamento adequado do ordenamento territorial, a realocação de assentamentos humanos expostos, a melhoria de
bairros, o desenho e a construção de obras de estabilidade
e controle da erosão e a implementação de medidas de prevenção estrutural e não-estrutural, de seguros coletivos e de
sistemas de alerta de deslizamentos de terra, entre outros.
A intervenção da ameaça, a redução da vulnerabilidade e o
aumento da resiliência são, ao mesmo tempo, objetivos da
gestão do risco por instabilidade de encostas e da adaptação
planejada. Entretanto, existem também exemplos de adaptação autônoma associados à forma como algumas comunidades implementaram medidas para evitar a instabilidade
das encostas e sistemas de alerta comunitários eficientes,
nos quais a população esteve adequadamente envolvida. No
caso da instabilidade de encostas ou deslizamentos de terra,
o risco e as ações para a gestão do risco e a adaptação são
essencialmente locais.
Em diferentes partes dos Andes e outros locais montanhosos da região, as comunidades desenvolveram técnicas de
INFORME RIOCCADAPT LV
Resumo para os Responsáveis de Políticas
estabilidade e de terraplenagem com pedras e madeira,
inclusive com bambu, que em alguns casos foram bem-sucedidas, mas também perecíveis, com posteriores inconvenientes quando perdem sua capacidade. Sistemas de rádio
para comunicação entre locais de observação e populações
expostas permitiram a implementação de sistemas de alerta
simples com sirenes e até mesmo alto-falantes, acionados
por contatos elétricos ou ruptura de fios que desempenham
o papel de sensores. Sistemas de gestão do risco, com uma
visão abrangente e não apenas associados com a preparação e resposta de emergências, mas também com o ordenamento territorial, o planejamento urbano, a transferência do
risco, demonstraram-se eficientes na adaptação no caso da
instabilidade de encostas e deslizamentos de terra.
Existem inúmeras iniciativas supranacionais, tanto na América Latina e no Caribe como na União Europeia, para a
cooperação entre diferentes países da RIOCC ou com terceiros na gestão do risco de incêndios florestais. Em nível
europeu se destaca o sistema European Forest Fire Information System da Comissão Europeia, que armazena estatísticas e fornece regularmente alertas de perigo. Na América
Latina e no Caribe, destacam-se a Rede Latino-Americana
de Teledetecção e Incêndios Florestais, da qual participam
nove países da RIOCC, a Estratégia Mesoamericana de Sustentabilidade Ambiental (EMSA), da qual participam todos
os países do México até a Colômbia, ambos incluídos, e
cujo objetivo é desenvolver capacidades técnicas e políticas públicas na gestão de incêndios ou a Estratégia de
Cooperação Internacional para o Manejo do Fogo (projeto
TCP/RLA/3010/FAO, 2005) que estabeleceu as redes sub-regionais da América Central, América do Sul e do Caribe
para a assistência mútua com o objetivo de fortalecer as
capacidades dos países na prevenção, controle e combate
aos incêndios florestais.
Em nível nacional, uma minoria de países estabeleceu planos
de combate a incêndios, com infraestrutura básica para a
coleta de dados estatísticos, alertas de perigo de incêndio
e infraestrutura humana e física bem desenvolvidas para o
combate ao fogo. Além disso, elaboraram seus planos de
combate às mudanças climáticas, nos quais incluem especificamente os incêndios florestais. Neste sentido, destacam-se Espanha, Portugal, Brasil, Chile e México. Outros países
como Equador, Colômbia e Paraguai têm esses planos de
combate a incêndios e às mudanças climáticas avançados,
em parte devido a respostas frente a eventos catastróficos.
Por último, os planos e infraestruturas dos demais países
estão menos desenvolvidos. De qualquer forma, a implementação de planos de adaptação, além do desenvolvimento
legal, é incipiente.
Apesar dos onerosos investimentos em recursos humanos
e da alta implementação técnica, as políticas de combate e
supressão de incêndios que prevalecem na região não têm
sido suficientemente eficazes. Embora a exclusão e a supressão possam diminuir a superfície queimada, como no caso
da Espanha, em condições climáticas extremas estas políticas são ineficientes, especialmente em países com recursos
LVI
INFORME RIOCCADAPT
limitados, como é o caso da maioria dos países latino-americanos com grandes territórios para administrar. Diante de
condições meteorológicas mais severas como resultado das
mudanças climáticas, é necessária uma revisão dos planos
atuais e uma mudança no paradigma do fogo. Por outro lado,
os esforços históricos de cooperação internacional para a
América Latina, baseados principalmente na transferência de
tecnologia e capacitação de bombeiros florestais, não estão
necessariamente adaptados às condições socioambientais
locais, podendo até mesmo colocar em risco as formas de
vida das comunidades locais.
Alguns países, como o Brasil, desenvolveram localmente
planos de manejo integral do fogo que incluem o uso de
queimadas prescritas no final da estação chuvosa ou no
início da estação seca, autorização de queimadas comunitárias, incorporação de conhecimento tradicional indígena e
conformação de brigadas indígenas para o manejo do fogo,
entre outras atividades. Estes planos representam uma redução efetiva da periculosidade das paisagens geridas com
fogo, evitando a probabilidade de incêndios de grandes proporções. Venezuela e Bolívia também realizaram progressos
significativos nesse sentido.
Outras áreas e setores-chave
No que diz respeito aos assentamentos humanos, muitos
governos locais ainda não implementaram medidas de adaptação desde suas respectivas administrações, limitando-se
na melhor das hipóteses a posições reativas ante eventuais
desastres. Em outros casos, as medidas ainda são insuficientes em comparação com a dimensão dos impactos esperados. Por outro lado, em muitas ocasiões, não existe um
acompanhamento adequado das ações realizadas.
As medidas mais urgentes no âmbito de assentamentos
urbanos e rurais estão relacionadas com a implementação
de sistemas de alerta precoce, planos de contingência,
redes de abrigos, atendimento e realocação de população
vulnerável, vigilância epidemiológica, inclusão da adaptação
no ordenamento territorial e no desenho urbano, inclusão
de gênero e de grupos prioritários nas ações adaptativas,
melhoria e expansão da rede de drenagem pluvial e de outra
infraestrutura hidráulica, incluindo a captação de água ou
água reciclada.
As ações de adaptação em escala urbana são limitadas
e o planejamento e a implementação destas ainda estão
em curso ou em projeto, especialmente em assentamentos
de tamanho médio ou pequeno, onde as capacidades e o
financiamento são limitados. As medidas de adaptação são
principalmente leves, embora sejam adicionadas algumas
verdes e duras. A grande maioria são de natureza planejada,
embora isso possa ser devido ao monitoramento limitado
das medidas autônomas em escala local. Embora a adaptação planejada local tenha progredido, ainda existem diversos
assuntos e desafios pendentes. Isto inclui a falta de conhecimento robusto sobre as experiências de adaptação não
planejadas em cidades e povoados da região da RIOCC e,
Resumo para os Responsáveis de Políticas
portanto, sobre as melhores rotas para a interação e coordenação destas com as medidas de adaptação planejadas.
Existem planos e iniciativas em prol da adaptação em zonas
marinhas e costeiras em todos os países da RIOCC, mas
com escalas, alcances e níveis de implementação diversos.
Em geral, a adaptação às mudanças climáticas nas áreas
costeiras foi incorporada em planos ou estratégias de adaptação nacionais ou locais ou o componente de adaptação
faz parte de planos de gestão costeira ou de gestão de risco. Apenas a Espanha possui uma estratégia de adaptação
específica.
As opções de adaptação predominantes para as áreas costeiras atualmente na região são programadas. Estre elas:
sociais, conduzindo à avaliação de riscos e vulnerabilidades;
institucionais, visando melhorar sua capacidade institucional
e a governança; informativas, levando à criação e gestão do
conhecimento. Também foram implementadas medidas físicas, baseadas em soluções de engenharia (cinza) aplicadas
em zonas de alta exposição e vulnerabilidade e baseadas
em ecossistemas (verde).
Embora a maioria dos países ibero-americanos possuam
estratégias ou planos de mudança climática, de forma geral,
e exceto por alguns poucos países, o setor de turismo carece de planos específicos. As medidas adaptativas previstas
para este setor se encontram em fase de implementação ou
definição em outros programas setoriais nos quais o turismo
está incluído.
Algumas medidas implantadas no setor turístico com valor
adaptativo compreendem: potencialização de segmentos
turísticos alternativos ao turismo tradicional (ex.: gastronômico, esportivo, cultural, lazer, rural), desenvolvimento de
outras opções econômicas para a população (agricultura,
pesca), implantação de planos de prevenção e emergências, com planos de alerta precoce, cartografia de zonas
de risco e vulneráveis, calendários para a prática de atividades recreativas seguras ao ar livre, planos de restauração
ecológica, conservação do solo, florestamento e reflorestamento, gestão comunitária dos recursos naturais, infraestrutura verde em hotéis e praias (árvores de sombra,
jardins urbanos, entre outros), criação de fóruns para a
tomada de decisões.
As opções de adaptação no setor turístico devem ser desenhadas para promover o desenvolvimento humano e a redução da pobreza nos destinos, com a finalidade de tornar as
comunidades mais resilientes e aumentar a gestão do risco
de desastres e a gestão sustentável dos recursos naturais,
incluindo a conservação dos ecossistemas e suas espécies.
O planejamento do uso do solo e a adoção de opções tecnológicas para a construção de infraestrutura, incluindo o uso
de medidas baseadas em ecossistemas, também devem ser
incluídos como processos centrais.
Os rótulos ecológicos e os cer tificados ambientais são
especialmente importantes para os destinos baseados na
natureza, tais como “Ecolabel” ou “Biosphere Destination”
de turismo responsável. Estes estão sendo incorporados
como ferramentas eficazes na tomada de decisões para a
proteção do meio ambiente e para a luta contra as mudanças
climáticas.
No âmbito da saúde, as medidas de adaptação às ondas de
calor devem ser direcionadas para proteger os indivíduos vulneráveis através de sistemas de alerta precoce que forneçam
informações em nível populacional e conscientizem sobre as
medidas de proteção em nível individual e familiar, juntamente
com serviços de saúde preparados para identificar e atender
as pessoas que necessitem serviços de emergência.
Entre as medidas de adaptação à transmissão de doenças
se encontram a comunicação de riscos para evitar a presença de mosquitos em nível doméstico, bem como para se
proteger contra suas picadas. Além disso, deve ser mantida
uma vigilância entomológica para detectar as dinâmicas dos
vetores. Em casos de surtos epidêmicos haverá necessidade
de pulverização de praguicidas.
A comunicação dos riscos relacionados com a poluição
atmosférica é uma ferramenta para proteger a saúde da
população vulnerável, como aquelas pessoas com problemas
respiratórios crônicos e que sofrem de alergias.
A forma de enfrentar a insegurança alimentar é através da
adoção de melhores práticas de manejo agrícola. A biodiversidade agrícola, como uma estratégia de produção, poderia
apoiar a adaptação às pressões ambientais como salinização, secas e inundações; bem como a implementação de
programas e políticas para a promoção da agricultura e da
pesca sustentáveis.
No âmbito da saúde, os sistemas de alerta precoce são
uma parte fundamental da adaptação às mudanças climáticas para o atendimento das populações expostas a eventos
hidrometeorológicos extremos. Portanto, os esforços nestes
sistemas devem ser fortalecidos para proteger as populações vulneráveis em termos de manejo dos sistemas de
informação integrada e da comunicação de riscos que forneçam alertas oportunos e que promovam a ação, contar com
pessoal capacitado e equipado e uma infraestrutura para
o manejo dos evacuados, bem como para o atendimento a
médio e longo prazo da população deslocada.
G) Exemplos de experiências
úteis para a adaptação
Os capítulos deste relatório contêm uma série de estudos de
casos com os quais se demonstra a capacidade de implementar várias ações de valor adaptativo, desde o nível local
até o nacional, e de diferentes tipos (planejadas ou autônomas, leves ou duras, etc.). A Figura 6 lista alguns exemplos
ilustrativos da diversidade de estudos de casos selecionados. A seguir são resumidas as principais experiências dos
distintos setores e sistemas analisados.
INFORME RIOCCADAPT LVII
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Título do Estudo de Caso
Criação do Centro Nacional de
Monitoramento e Alertas de
Desastres Naturais (CEMADEN),
Brasil
Gestão integral do risco em
Manizales, Colômbia
País/es
Região/Regiões
Fator climático
determinante
Escopo
geográfico
Tipos de
adaptação
Aplicabilidade
+
Brasil
+
Colômbia
+
Nacional
Nacional
Municipal/
local
Municipal/local
Municipal/
local
Municipal/local
Nacional
Nacional
Local
Subnacional
Risco em troca de risco em La
Pintada, Guerrero, México
México
Atlas Nacional de Vulnerabilidade
às Mudanças Climáticas (ANVCC)
do México
México
Adaptação dos cafeicultores
no México e no Peru ao
aparecimento da ferrugem do
café associado às mudanças
climáticas: seleção de plantas
matrizes resistentes à ferrugem
México e
Peru
Seleção de germoplasma de
banana adaptado no Nordeste da
Argentina
Argentina
Local
Subnacional
Peru
Local
Nacional
Local
Nacional,
subnacional
Subnacional
Supranacional,
nacional,
subnacional
Nacional
Supranacional,
nacional
Adaptação autônoma à
variabilidade climática da
pesca de vieira (Argopecten
purpuratus) no Peru
Avaliação do risco futuro
e manejo florestal após os
incêndios de Alvares (Portugal)
+
+
!
!
Portugal
Manejo integral do Fogo em
Terras Indígenas do Brasil:
A experiência do Centro
Especializado Prevfogo
Brasil
Transversalização da perspectiva
de gênero nas políticas de
mudanças climáticas no México
México
!
+
!
Figura 6. Seleção e caracterização de alguns estudos de casos de ações com valor adaptativo entre as apresentadas nos capítulos do relatório.
(Continua na próxima página).
LVIII
INFORME RIOCCADAPT
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Título do Estudo de Caso
País/es
Doenças transmitidas por vetores
- Desafios e opções de adaptação
na Bolívia com ênfase na região
do Chaco
Estratégias
desenvolvidas no
âmbito do programa
100 Cidades
Resilientes
Fator climático
determinante
Região/Regiões
Bolívia
Argentina, Brasil,
Chile, Colômbia,
Equador, Espanha,
México, Panamá,
Portugal, República
Dominicana, Uruguai
Restauração do rio Órbigo como
medida de adaptação baseada em
ecossistemas
Escopo
geográfico
+
!
Tipos de
adaptação
Aplicabilidade
Subnacional
Regional
Municipal/
local
Municipal/local,
subnacional,
nacional,
supranacional
Subnacional
Subnacional
Nacional
Supranacional,
nacional,
subnacional
Local
Subnacional
+
Espanha
Definição de municípios
prioritários para a conservação
Brasil
Turismo de natureza nas Ilhas
Galápagos, Equador
Equador
Fator climático determinante:
Múltiplos
Extensão:
Tipos de adaptação:
Inundações
+
!
México
Seca
Aumento da
precipitação
Elevação do
nível do mar
Diminuição da
precipitação
Acidificação
oceânica
AndinaPacífica Norte
Temperaturas
extremas
Mudanças na
sazonalidade
Andina-Pacífica APC
Central
Tempestades severas
e furacões
CO2
IBE
América Central
e Caribe
Aumento da
temperatura
Península Ibérica
MEX
CAC
Fertilizaçao por CO2
Amazônia
AMZ
NEB
PAT
autônoma, ou seja, se realizados,
geralmente por indivíduos,
comunidades ou entidades privadas;
N.E. Brasil
dura (por meio de infraestrutura
ou aplicações tecnológicas);
Sudeste da América
do Sul
leve (ações políticas, sociais, de
formação, etc.);
APN
SSA
planejada, ou seja, se resultado de
decisões políticas deliberadas;
Patagônia
verde (ações baseadas em
ecossistemas).
Figura 6. Seleção e caracterização de alguns estudos de casos de ações com valor adaptativo entre as apresentadas nos capítulos do relatório.
Fonte: elaboração própria. (Continuação).
Sociedade, governança e desigualdade
Sistemas naturais
Sociedade, governança, desigualdade e adaptação: 1) Índice
de Utilidade de Práticas de Adaptação (IUPA); 2) Impactos das
inundações e secas nos meios de subsistência do grupo indígena Cocama (Peru) e 3) Transversalização da perspectiva de
gênero nas políticas de mudanças climáticas no México.
Ecossistemas terrestres e aquáticos continentais: 1) Restauração da planície de inundação do rio Órbigo (Espanha)
e 2) Cenários participativos para a gestão sustentável das
florestas no México.
INFORME RIOCCADAPT LIX
Resumo para os Responsáveis de Políticas
Ecossistemas marinhos e costeiros: 1) Aumento da resiliência na costa com base na vegetação nativa do Uruguai e 2)
Restauração de mangues com base comunitária na Baixa
Califórnia, México.
Biodiversidade: 1) Ecologização das cidades: avaliação dos
serviços florestais urbanos em Barcelona; 2) Monitoramento
de ecossistemas sentinelas: monitoramento de zonas úmidas andinas na Bolívia; 3) Uso de Agave spp. no México:
resiliência e incertezas; 4) Potencial de adaptação do sistema de conservação da biodiversidade em Cuba; 5) Definição de municípios prioritários para a adaptação baseada em
ecossistemas no Brasil; 6) Integração da conservação e do
bem-estar humano para mitigar e se adaptar às mudanças
climáticas: o caso da Reserva da Biosfera do Cabo de Hornos
no sul do Chile e 7) Preenchimento das lacunas de conhecimento: colaboração científica entre países ibero-americanos.
Sistemas manejados
Recursos hídricos: 1) Combinação de sistemas de apoio à
decisão e workshops participativos para a elaboração de
medidas de adaptação na demarcação hidrográfica do rio
Júcar (Espanha); 2) Eletricidade para uso de água subterrânea no México: oportunidades e limitações para a resposta
de adaptação às mudanças climáticas; 3) Plano Nacional
de Segurança Hídrica do Panamá; 4) Energia fotovoltaica
para extração de água para bebedouros de camelídeos no
município de Turco, na Bolívia; 5) Adaptação à variabilidade
e às mudanças climáticas através da captação e armazenamento de água da chuva na cooperativa Chortitzer no Chaco
Central, no Paraguai; 6) Mudanças na operação do sistema Cantareira para enfrentar as crises hídricas na Região
Metropolitana de São Paulo, no Brasil e 7) Desenvolvimento de infraestrutura resiliente aos impactos das mudanças
climáticas no abastecimento de água potável na cidade de
Santiago do Chile.
Setor agropecuário: 1) Análise comparativa das consequências do avanço da fronteira agropecuária na Argentina e
no Brasil; 2) Seleção de germoplasma de banana adaptado
no nordeste da Argentina; 3) Adaptação dos cafeicultores
no México e no Peru ao aparecimento da ferrugem do café
associado às mudanças climáticas, através da seleção de
plantas matrizes resistentes à ferrugem; 4) Alteração da data
de plantio para o aproveitamento da umidade na zona central
do México e 5) Controle da degradação e desertificação com
inovações agroflorestais na Amazônia peruana.
Setor pesqueiro: 1) Adaptação autônoma à variabilidade
climática relacionada com o efeito El Niño da pesca de frutos do mar (vieira) no Peru, com deslocamentos para novas
zonas e gestão dos viveiros através da implementação de
fazendas marinhas ou áreas de repovoamento; 2) Adaptação social das mulheres na cultura da coleta de frutos do
mar na Galícia (Espanha), através de controle e autogestão
das capturas, bem como de programas de capacitação e 3)
Adaptação autônoma pela comunidade de pescadores arteLX
INFORME RIOCCADAPT
sanais de El Ñuro (Piura, Peru) diante da redução da captura
de espécies de alto valor comercial devido à variabilidade
climática e à pesca excessiva. Com base em sua forte organização, desenvolveram o turismo de observação de tartarugas, o que diversificou a ocupação, reduzindo o esforço da
pesca e levando a uma melhoria da renda na comunidade.
Riscos por desastres de origem climática
Tempestades e furacões: 1) Criação de um atlas nacional
de vulnerabilidade às mudanças climáticas do México; 2)
Implementação do “Fundo de Adaptação” na Colômbia em
resposta aos impactos do fenômeno La Niña 2010-11; 3)
Criação do Centro Nacional de Monitoramento e Alertas de
Desastres Naturais (CEMADEN) no Brasil, em resposta aos
impactos de tempestades intensas na região do Rio de Janeiro e em todo o país e 4) Sistema cubano de proteção contra
furacões e ciclones tropicais.
Inundações e secas: 1) Desenvolvimento de planos integrados contra as mudanças climáticas, como o do Departamento de Chocó (Colômbia); 2) Alterações nas regras de
operação das barragens diante de condições de seca, como
o caso do Rio São Francisco (Brasil) e 3) Adaptação a inundações e secas em uma área rural sujeita à variabilidade
climática, como o nordeste da Argentina.
Instabilidade de encostas: 1) Gestão integral do risco em
Manizales, Colômbia; 2) Planejamento urbano em Vargas,
Venezuela; 3) Risco em troca de risco em La Pintada, Guerrero, México e 4) Catarse e fortalecimento institucional no
Rio de Janeiro, Brasil.
Incêndios florestais: 1) Avaliação do risco futuro e desenhos
da paisagem que maximizem o aproveitamento florestal e,
ao mesmo tempo, diminuam a periculosidade na área central de Portugal afetada pelo evento catastrófico de junho
de 2017; 2) Revisão da gestão pública do risco de incêndio
como consequência de eventos catastróficos a fim de evitar
no futuro eventos de características similares; 3) Gestão
comunitária do fogo na floresta seca de Chiquitano e na
Amazônia boliviana; 4) Manejo integral do fogo em terras
indígenas do Brasil e 5) Integração da sabedoria indígena e
dos conhecimentos técnico-científicos na gestão do Parque
Nacional de Canaima na Venezuela.
Outras áreas e setores-chave
Assentamentos urbanos e rurais: 1) Desenvolvimento de
estratégias de cidades resilientes, através da criação de
escritórios municipais e programas específicos de resiliência
urbana; 2) Plano de contingência em nível de bairro para
lidar com as inundações em um contexto de desenvolvimento urbano informal e desordenado; 3) Gestão do risco de
inundação de forma institucionalizada, através da integração
de vários agentes em nível local e de bacia; 4) Aumento da
segurança hídrica em zonas urbanas pobres, sem abastecimento adequado, através do financiamento de sistemas de
Resumo para os Responsáveis de Políticas
captação de água da chuva promovido pelo governo de uma
grande cidade e 5) Da adaptação autônoma à adaptação
planejada em nível local para reduzir o risco de desastres
por deslizamento de encostas.
te. Faltam indicadores e índices para avaliar a eficácia das
ações de adaptação relacionadas aos aspectos sociais e de
governança, o que impede determinar a eficácia das políticas
e priorizar as ações futuras.
Zonas costeiras: 1) Programa de cidades emergentes e sustentáveis, destinado a elaborar planos de sustentabilidade
urbana, dado o excepcional ritmo de urbanização da região,
em grande parte da zona costeira; 2) Seguro para o recife
de corais mesoamericano, para poder lidar com os custos
causados pelos furacões em função da perda dos benefícios
proporcionados por esses sistemas naturais e 3) Estratégia
espanhola de adaptação às mudanças climáticas, principal
instrumento para enfrentar os impactos das mudanças climáticas no litoral da Espanha.
Um aspecto crucial da governança é a participação conjunta
de todos os agentes relacionados com as mudanças climáticas, especialmente governos e comunidades locais, além de
organizações da sociedade civil e científica. A participação das
comunidades em nível local é fundamental, uma vez que tanto
a vulnerabilidade quanto a adaptação dependem do contexto
e são essas comunidades que estão na linha de frente recebendo os impactos e respondendo a eles. É necessário um
apoio mais sólido para as comunidades locais, fazendo com
que os sistemas de governança permitam que elas tenham
um papel mais relevante na tomada de decisões.
Turismo: 1) Alternativas ao turismo de neve em cenários de
redução da precipitação e 2) Limites do turismo de natureza:
o exemplo das Ilhas Galápagos.
Saúde: 1) Doenças transmitidas por vetores - desafios da
avaliação da vulnerabilidade diante de mudanças nas condições climáticas na região do Chaco, na Bolívia; 2) Avaliação do plano de ações preventivas sobre o excesso de
temperatura na saúde, do Ministério da Saúde da Espanha;
3) Aumento de resiliência às inundações através de ações
formativas em Veracruz, no México; 4) Sistema de alerta de
aeroalérgenos em Madri, na Espanha e 5) Gestão do risco de
insegurança alimentar em função da estiagem no Corredor
Seco da América Central.
H) Barreiras e oportunidades
da adaptação
Sociedade, governança e desigualdade
O conhecimento dos impactos das mudanças climáticas
sobre os aspectos sociais é deficiente. É comum aos países da RIOCC que os estudos de impacto, vulnerabilidade
e adaptação deem preferência aos aspectos biofísicos, de
infraestrutura ou ecossistêmicos, que aos aspectos sociais.
Isto representa um reducionismo da realidade que deve ser
tratado.
O desenho e a implantação das ações de adaptação precisam de um tratamento diferenciado em relação à pobreza,
aos povos originários e por gênero. Embora a adaptação planejada tenha aumentado nos países da RIOCC nos últimos
anos, especialmente em nível nacional e setorial, a inclusão
dos grupos vulneráveis continua sendo deficiente e variável
entre os diferentes países.
Uma das principais lacunas expostas neste relatório é a falta
de informação. Portanto, é necessário avançar na geração de
dados, avaliações, estudos e na documentação e sistematização dos mesmos, que sejam de boa qualidade, estejam
disponíveis oportunamente e sejam gerados periodicamen-
Sistemas naturais
Entre os obstáculos para o progresso da adaptação dos ecossistemas terrestres e aquáticos continentais às mudanças
climáticas está a falta de compromissos de longo prazo e de
recursos financeiros estáveis diante das mudanças governamentais. Além disso, o conhecimento atual de muitos deles
ou de determinadas regiões é heterogêneo. É necessário um
conhecimento científico maior sobre este assunto e também
sobre como gerir tais ecossistemas para favorecer sua adaptação às mudanças climáticas e aos múltiplos estresses
antrópicos as quais estão submetidos.
Os planos nacionais de adaptação têm progredido na estratégia de adaptação às mudanças climáticas, mas ainda não
refletem a vulnerabilidade integrada dos ecossistemas e das
populações a eles associadas. A coordenação das administrações e o avanço na gestão adaptativa do manejo dos
ecossistemas ainda é pouco significativo. A adaptação às
mudanças climáticas exige o reconhecimento de uma forma
integral dos serviços ambientais que os ecossistemas prestam, incluindo a redução do risco de desastres, ao conjunto
de atividades produtivas.
O conhecimento deficiente dos serviços prestados pelos
ecossistemas marinhos é uma barreira para a adoção de
medidas ambiciosas para sua preservação e manutenção
em um contexto de ameaças crescentes em função das
mudanças climáticas. A concorrência entre os agentes por
seu uso pode apenas ser resolvida se são adequadamente
conhecidos os impactos negativos de cada ação de curto e
médio prazo.
Em todos os países da RIOCC foram criadas áreas marinhas
protegidas, em alguns casos de grande extensão. Porém, na
maioria delas, a governança é extremamente fraca ou inexistente. Alguns países lançaram iniciativas para melhorar a
administração das zonas marinhas e costeiras. Isto é crítico
em virtude dos múltiplos interesses envolvidos nestas áreas.
A falta de monitoramento do sistema marinho e costeiro é
também um impedimento para poder agir consequentemenINFORME RIOCCADAPT LXI
Resumo para os Responsáveis de Políticas
te antes que os impactos atinjam pontos de não retorno. É
necessário desenvolver uma densa rede de dados de diferentes parâmetros físicos, químicos, biológicos e socioeconômicos para poder planejar de maneira coerente. Existe também
uma falta de especialistas e profissionais, cuja formação
deve ser uma prioridade.
A falta de capacidade local para desenhar e implementar práticas e políticas de adaptação baseadas em ecossistemas
é um grande obstáculo para a adaptação. Adicionalmente,
as políticas continuam sendo elaboradas e implementadas
predominantemente de maneira setorial e a adaptação às
mudanças climáticas requer, muitas vezes, políticas que
integrem componentes sociais, econômicos e ecológicos.
Por outro lado, a ausência de informação científica sobre o
uso da biodiversidade e dos ecossistemas para a adaptação
às mudanças climáticas ou as dificuldades no diálogo entre
ciência e política constituem também uma barreira para a
adaptação.
As soluções baseadas na natureza, tais como adaptação e
mitigação das mudanças climáticas baseadas em ecossistemas e redução de riscos de desastres baseada em ecossistemas surgem como boas oportunidades para os países
ibero-americanos. O sucesso depende do contexto e pode
desencadear transições de sustentabilidade, particularmente
nos países em desenvolvimento. Por exemplo, a conservação
e restauração de ecossistemas naturais tendem a promover
a sinergia entre mitigação, adaptação e desenvolvimento
sustentável. No entanto, também foram relatadas contrapartidas, por exemplo, entre valores de sequestro de carbono e
de biodiversidade, meios de subsistência local e segurança
na posse de terras.
Sistemas manejados
Existem barreiras, oportunidades e desafios para alcançar
uma adequada adaptação aos impactos das mudanças climáticas sobre os recursos hídricos. Um obstáculo importante é a ausência, em muitos casos, de informação na escala
apropriada para poder elaborar medidas de adaptação. Outra
barreira são os incentivos mal direcionados no que diz respeito à relação água, energia e alimentos podendo gerar
más adaptações. O uso de ferramentas para a tomada de
decisões permite avaliar os benefícios e custos associados à
implementação de medidas de adaptação. O planejamento e
a colaboração em todos os níveis (comunidade, bacia e país)
é a chave para definir estratégias bem-sucedidas.
Uma das principais barreiras à adaptação no setor agropecuário é a elevada proporção de população pobre, com
baixa escolaridade e capacidade, que não pode responder
temporalmente e de forma adequada aos impactos do clima, nem concorrer com a agricultura empresarial ao ocupar
terras pouco apropriadas para a lavoura em larga escala.
Existem oportunidades no setor agropecuário porque muitas
medidas de adaptação apresentam claros cobenefícios com
a mitigação das mudanças climáticas ou com a prevenção
LXII
INFORME RIOCCADAPT
da degradação das terras e da desertificação. Isso ocorre
muitas vezes porque as medidas que protegem os solos
frequentemente aumentam suas reservas de carbono ou
diminuem as taxas de erosão.
Outras medidas de adaptação não seguem essa direção e
geram efeitos adversos importantes. Um exemplo claro são
as mudanças no uso da terra devido ao avanço nas áreas de
cultivo que geraram perdas de biodiversidade e de reservatórios de carbono em pastagens ou florestas, novas pragas e
doenças ou resistência a elas, além de desequilíbrios hidrológicos significativos. Se não for dada a devida atenção a
esses efeitos adversos, os impactos negativos podem exceder os eventuais benefícios buscados e, em alguns casos,
até aparentemente obtidos.
Está ocorrendo uma perda de conhecimento nativo, na forma
de tradições transmitidas entre gerações, como consequência da migração e integração nos mercados, o que torna as
populações mais vulneráveis a certos extremos meteorológicos ou climáticos. A perda de práticas de diversificação de
cultivos que eram utilizadas em algumas áreas, como nos
Andes peruanos, para suprimir explosões de pragas e atenuar a transmissão de patógenos, seria um exemplo desta
situação.
A pesca e a aquicultura, na maioria dos países da região,
não têm recebido a mesma atenção que outros setores produtivos. E isto apesar de que já se observam os efeitos
das mudanças climáticas sobre a produtividade do setor. As
projeções realizadas mostram um cenário crítico para alguns
países e um alto risco para as comunidades que dependem
do setor.
As maiores barreiras à adaptação na pesca e aquicultura
residem em: 1) falta de vontade política real; 2) falta de
recursos econômicos, humanos e tecnológicos adequados;
3) escasso orçamento para investigações científicas relevantes que possam servir de base para a definição das políticas; 4) falta de informação sobre custos e benefícios e 5)
limitações institucionais.
Riscos por desastres de origem climática
O desmatamento das bacias hidrográficas vai contra a eficácia dos planos de adaptação frente a tempestades e furacões. É preciso deter o desmatamento nos países da RIOCC
ameaçados por estes fenômenos meteorológicos.
Existe uma elevada fragilidade na governança e nas instituições relacionadas à adaptação a tempestades e furacões. O
seu fortalecimento requer implementar e avaliar mudanças
institucionais e aprofundar a democracia participativa que a
ação climática necessita.
Entre as oportunidades para a adaptação no âmbito das
tempestades e furacões se encontra o Pacto Verde Europeu,
a Estratégia de Adaptação da União Europeia, sua plataforma
Climate-ADAPT e a existência de planos em todos os países
da RIOCC. Da mesma forma, os planos de adaptação em
Resumo para os Responsáveis de Políticas
relação a tempestades e furacões apresentam cobenefícios
ao favorecer o cumprimento dos Objetivos de Desenvolvimento Sustentável.
mais resilientes, bem como uma população mais informada
e formada sobre o papel do fogo.
Existem obstáculos institucionais, regulatórios, administrativos, econômicos e sociais que impõem atrasos na implementação de algumas das medidas de adaptação às secas
e inundações. Em consequência, para acelerar o processo
de adaptação, os países precisarão melhorar suas capacidades de planejamento e resposta, bem como a gestão de
catástrofes e seguros.
Outras áreas e setores-chave
Outros obstáculos são o conhecimento limitado da variabilidade climática e as incertezas sobre o clima futuro no que
diz respeito aos extremos climáticos que levam a inundações
ou secas. Por outro lado, a conscientização é insuficiente,
tanto entre os agentes políticos quanto da população em
geral, resultando na falta de regulamentações e uma comunicação frequentemente escassa sobre as necessidades de
adaptação.
Uma visão fragmentada da problemática do risco devido à
instabilidade de encostas (deslizamentos) é inconveniente
e contribui para a falta de eficácia.
O uso de resultados de modelos inadequados de avaliação
de ameaças e riscos de instabilidade de encostas (deslizamentos) leva a uma má adaptação ou não incentiva ações
claras de intervenção.
Os sistemas nacionais, subnacionais e locais (urbano e
comunitário) de gestão integral do risco de desastres são,
no caso da instabilidade de encostas (deslizamentos), uma
figura interinstitucional ou multissetorial que facilita a adaptação.
A redução do risco de incêndios florestais exige uma mudança de paradigma nas políticas nacionais de gestão do fogo.
Até agora, a política dominante continua sendo o combate e
a supressão do fogo. No entanto, reduzir a área queimada
que resulta da extinção dos incêndios pode ser negativo para
alguns ecossistemas, ao permitir um acúmulo de material
combustível que queimará quando as condições meteorológicas sejam particularmente adversas. Em um contexto
de aumento do perigo meteorológico devido às mudanças
climáticas, uma nova política de manejo do fogo exigirá um
planejamento que considere e minimize todos os riscos
humanos, ecológicos e físicos implícitos aos incêndios, e
não apenas a área afetada.
Desenvolver uma nova visão e gestão integral do fogo requer
uma coordenação de todos os setores envolvidos e afetados pelo fogo, ao invés de apenas combatê-lo. Requer a
inclusão de múltiplas perspectivas, agentes e o resgate de
conhecimentos e práticas adaptativas das culturas indígenas
e das comunidades que habitam os territórios rurais. Além
disso, requer também a articulação de esforços entre todos
os níveis do Estado e setores da sociedade civil, resultando
em políticas públicas coerentes com uma visão integral e
adaptativa na gestão do território para construir paisagens
Nos ambientes urbanos ou rurais, o agravamento esperado
dos impactos das mudanças climáticas exige que se avance
para uma transição sistêmica baseada em ações cada vez
mais rápidas e eficientes, que aproveitem ao máximo as
sinergias positivas e os cobenefícios existentes. Tal transição dependerá do conhecimento disponível, da interação da
ciência com o processo de tomada de decisões e da prática
concreta dos agentes sociais, institucionais e privados.
A informalidade e a desigualdade que prevalecem em muitas
cidades, a falta de capacidades locais e a fraca coordenação
entre os agentes, tanto governamentais quanto não governamentais, são aspectos que costumam restringir o progresso da agenda climática, particularmente a de adaptação.
Soma-se a isto uma insuficiência na produção de dados e de
modelos robustos e consistentes em escala local, especialmente no caso de pequenos assentamentos. Verifica-se um
acesso limitado a financiamentos, créditos e investimentos
para ações de adaptação de médio e longo prazo.
Com a finalidade de garantir rotas mais bem-sucedidas de
transição sistêmica para a adaptação em ambientes urbanos
e rurais, não é apenas desejável reverter as limitações acima
mencionadas, mas também equilibrar e planejar as sinergias, cobenefícios e potenciais contrapartidas entre mitigação e adaptação. Isso também deve ser feito com outras
ações emanadas da agenda de desenvolvimento, em geral,
e das agendas internacionais paralelas à agenda climática,
especificamente a agenda de resiliência frente ao risco de
desastres ou de desenvolvimento sustentável, entre outras.
As principais barreiras para a implementação de processos
de adaptação ao clima futuro nas zonas costeiras dos países da América Latina se devem a deficiências em várias
áreas como atitude e comportamento social, conhecimento,
educação e capital humano, financiamento, governança, instituições e políticas, juntamente com uma baixa capacidade
adaptativa e de desenvolvimento.
Especificamente, destacam-se como barreiras à adaptação
nas áreas costeiras: 1) recursos financeiros insuficientes;
2) recursos humanos limitados e falta de capacitação; 3)
ausência de políticas adequadas; 4) conscientização insuficiente da cidadania sobre as mudanças climáticas e o risco
de desastres; 5) coordenação e colaboração pobres entre
as instituições competentes (caos de competências); 6) dificuldade de acesso e falta de disponibilidade de informação
verídica, completa e acessível.
Em muitos países da Ibero-América é necessário reformular
o modelo turístico atual de tal forma que a operação, a geração de infraestrutura e os investimentos sejam inteligentes
do ponto de vista climático, ou seja, que sejam levadas em
conta as capacidades dos destinos e a resiliência das comuINFORME RIOCCADAPT LXIII
Resumo para os Responsáveis de Políticas
nidades e dos ecossistemas frente às mudanças climáticas.
Recomenda-se também a promoção de políticas que gerem
incentivos financeiros, que incluam seguros, bônus de catástrofe, programas para a adoção de tecnologias limpas para
operações turísticas e uso sustentável do recurso hídrico.
A compreensão dos riscos do setor turístico é muito limitada.
A escassa atenção dada ao turismo nos estudos sobre os
impactos das mudanças climáticas e a presença limitada
do setor turístico nos planos de adaptação de boa parte
dos países da RIOCC são um freio para a implantação de
medidas adaptativas. Soma-se a isto uma percepção do risco
insuficiente, além de perceber as mudanças climáticas no
setor turístico como um risco a médio prazo, com um elevado
grau de incerteza.
Existe também uma escassa integração da adaptação às
mudanças climáticas na normativa e política setorial do turismo (planejamento de recursos hídricos, ordenação de zonas
costeiras, conservação e uso sustentável da biodiversidade,
saúde, etc.) e, por sua vez, escassa consideração do turismo nas políticas de apoio, normas e regulamentações em
assuntos específicos de mudanças climáticas.
As oportunidades para o setor turístico passam pela conservação e manutenção de alguns dos recursos turísticos mais
ligados à natureza e seu valor para a mitigação (manutenção
e conservação de florestas ou prados marinhos), conservação da biodiversidade (zonas úmidas, numerosas espécies
marinhas ou terrestres que são objeto de ecoturismo) e a
redução do risco de desastres (mangues, recifes de corais).
Existe uma falta de capacitação técnica e de recursos humanos e financeiros nos Ministérios da Saúde face à adaptação às mudanças climáticas. Por outro lado, considerando
a interação deste setor com outros setores, existe uma
carência de dados relevantes para implementar medidas de
adaptação integrais. Existe também falta de um trabalho
interdisciplinar e intersetorial na implantação de medidas de
adaptação no âmbito da saúde.
A adaptação no setor da saúde e a mitigação devem estar
inter-relacionadas. A redução dos gases de efeito estufa
resulta na diminuição da poluição atmosférica, o que traz
benefícios para a saúde. A valorização destes cobenefícios
é uma oportunidade para a implantação de políticas locais
de redução de emissões.
I) Necessidades futuras para
avançar na adaptação
Sociedade, governança e desigualdade
É necessário integrar o conhecimento científico com o local
e o tradicional, a fim de permitir uma melhor compreensão
da realidade nos diferentes contextos, que favoreça a melhor
governança. A complexidade e os altos níveis de incerteza
LXIV
INFORME RIOCCADAPT
associados às mudanças climáticas dificultam que qualquer
agente possa por si só lidar com os impactos deste fenômeno.
É necessário favorecer e tornar mais transversal o combate
contra às mudanças climáticas nas políticas públicas, bem
como ressaltar os cobenefícios entre a mesma e as políticas
de desenvolvimento. Esta prioridade poderia ser concretizada, por exemplo, através da alocação sustentada de recursos
humanos e econômicos.
Sistemas naturais
O monitoramento e a avaliação das medidas de adaptação
implementadas no campo dos ecossistemas não estão muito
desenvolvidos. É preciso desenvolver métricas de avaliação
das medidas de adaptação, bem como dos fatores que possam fortalecer a resiliência ecológica e social, a fim de conceber linhas de ação que atuem sinergicamente. As linhas de
ação que incluem mecanismos de apropriação social e participação dos diferentes agentes envolvidos, especialmente
os locais, nos programas de adaptação poderiam ser menos
vulneráveis às mudanças nos governos, permitindo assim a
continuidade das ações implementadas.
A governança dos recursos naturais é fortemente influenciada
pelo fato das economias de muitos países da RIOCC serem
dominadas pelas exportações de produtos baseados em recursos naturais (petróleo, minérios e recursos agrícolas). Embora
as mudanças climáticas afetem toda a população dos países
ibero-americanos, as consequências são mais intensas onde
a dependência de recursos naturais da população local é mais
direta e onde a capacidade para desenvolver estratégias de
resiliência é menor. Sem uma estratégia adequada de conservação dos ecossistemas nativos, com medidas que permitam
sua adaptação às mudanças climáticas, a manutenção de muitos serviços ecossistêmicos é colocada em risco e aumenta a
vulnerabilidade socioecológica.
É necessário desenvolver mais pesquisa básica com o objetivo de conhecer o estado atual dos ecossistemas marinhos e
costeiros, dos serviços ecossistêmicos prestados e suas respostas às mudanças observadas e projetadas para o futuro.
Este conhecimento básico é fundamental para definir ações
de adaptação locais, nacionais e regionais. A investigação
básica e aplicada nos países da RIOCC, especialmente na
América Latina, e particularmente em ambientes marinhos
e costeiros, precisa de mais e melhor apoio institucional,
governamental e internacional. É necessária a formação de
profissionais nas diferentes áreas das ciências básicas,
sociais, econômicas e jurídicas para gerar o conhecimento
necessário com o propósito de manter, proteger, conservar,
restaurar e monitorar os ecossistemas marinhos e costeiros,
suas espécies e funções ecológicas.
A capacidade para o desenho e a implementação de políticas de adaptação baseadas em ecossistemas deve ser
construída localmente, que é onde a adaptação muitas
vezes deve ocorrer. O desenho e a implementação de políticas integradas ou combinações de políticas que mesclam
os componentes econômicos, sociais e ambientais da adap-
Resumo para os Responsáveis de Políticas
tação são uma necessidade fundamental para promover a
adaptação da biodiversidade em toda a região. É necessário estudar conjuntamente as sinergias entre mitigação,
adaptação e desenvolvimento sustentável, já que muitas
vezes, como política, estas três práticas são tratadas separadamente.
Sistemas manejados
Para melhorar a capacidade de adaptação em termos de
recursos hídricos é necessária uma série de linhas de
ação prioritárias que considerem as demandas futuras e
as mudanças que se antecipam na disponibilidade destes
recursos. É necessário trabalhar na melhoria dos projetos
institucionais que permitam incorporar medidas de adaptação de forma mais simples, especialmente aquelas relacionadas com uma maior eficiência e menor uso do recurso. Da
mesma forma, faltam melhores ferramentas para fazer uma
avaliação das necessidades de adaptação levando em conta
as perspectivas de mudanças climáticas esperadas em diferentes períodos de tempo que se ajustem à inelasticidade
do sistema diante de mudanças imperantes.
No âmbito do setor agropecuário, é necessário fortalecer
os sistemas de I+D+i para gerar respostas eficientes em
nível local ou regional, do tipo de variedades de cultivos e
de gado adaptados ao estresse térmico, hídrico e a novas
pragas. É preciso promover o uso do conhecimento local e
tradicional, assim como das reservas de biodiversidade local
que possuem muitos países da RIOCC.
É necessário fortalecer os sistemas locais de alerta precoce
para agricultores e criadores de gado diante de fenômenos
meteorológicos extremos (ondas de calor, estiagem, granizo,
tempestades severas, geadas precoces e tardias) e eventos
biológicos (irrupção de novas pragas e doenças), bem como
facilitar o acesso à internet da população de áreas rurais
distantes dos centros urbanos.
Em áreas de alta vulnerabilidade a eventos meteorológicos
extremos, tais como nas encostas de montanhas tropicais
propensas a deslizamentos de terra por tempestades e furacões, devem ser combinadas políticas que evitem ou minimizem os deslizamentos, seja construindo barragens ou
evitando o desmatamento e a falta de cobertura vegetal
por cultivos como o da banana. Em muitas destas áreas,
devem ser oferecidas opções aos agricultores para que
tenham meios de subsistência mais seguros e lucrativos. A
agricultura climaticamente inteligente pode ser uma opção
adequada em muitos destes casos.
É necessário que as administrações (em seus diferentes
níveis, nacional, provincial e municipal) estabeleçam políticas
ativas de fortalecimento dos produtos locais, com selos do
tipo “local livre de desmatamento”, “produto de baixo carbono”, etc., que permitam uma maior conexão dos habitantes
rurais com os nichos de mercado internacional. O cooperativismo é uma opção adequada para que os habitantes implementem novos sistemas de produção que lhes permitam
obter alguns destes certificados ambientais.
Os esforços de adaptação no setor da pesca e aquicultura devem ser direcionados para aumentar a capacidade de
adaptação das comunidades mais vulneráveis (seja por falta
de recursos, por gênero ou por outros fatores) fortalecendo a
governança, o desenvolvimento do conhecimento e a redução
dos níveis de pobreza e insegurança alimentar.
A capacitação local sobre os riscos das mudanças climáticas através de projetos-piloto de adaptação em pesca e
aquicultura deve ser fortalecida. Outras estratégias do setor
pesqueiro para a adaptação podem ser promover o consumo
de espécies de peixe de baixo valor comercial, como a anchoveta peruana e as sardinhas, para combater a insegurança
alimentar ou manter uma reserva de biomassa mínima de
peixes forrageiros e aumentar a extensão de áreas protegidas para permitir a recuperação dos principais predadores.
Riscos por desastres de origem climática
Entre as necessidades mais urgentes relacionadas com as
tempestades e furacões se encontram: 1) financiar a investigação científica nas ciências relevantes e formar e capacitar
científicos e profissionais de alto nível (mestrados e doutorados); 2) cobrir com radares meteorológicos as zonas mais
densamente povoadas e atualizar as redes de monitoramento
hidrometeorológico e 3) desenhar e implementar programas
integrais de gestão do risco por tempestades e furacões.
Deter o desmatamento das bacias hidrográficas ameaçadas
por furacões e tempestades. Para isso, é urgente quantificar
economicamente o valor dos serviços ecossistêmicos prestados pelas florestas naturais e compensar economicamente
as comunidades por sua preservação.
Os planos de gestão de risco deverão vincular as tarefas
de monitoramento e previsão hidrometeorológica com as
autoridades de gestão de risco, e destas com a sociedade civil, melhorando o acesso às informações disponíveis,
com dados detalhados em tempo real. Aumentar a coordenação dos governos nacionais, regionais e municipais com
a sociedade civil nas atividades de prevenção, disseminação
da informação e evacuação e mitigação dos impactos de
tempestades e furacões.
A vulnerabilidade a secas e inundações é bastante desigual
entre os diferentes países da RIOCC devido aos contrastes
nos fatores sociais e ambientais. No entanto, é essencial
que os esforços para reduzi-la sejam orientados para uma
ação coletiva da comunidade ibero-americana.
Para que as estratégias de adaptação no âmbito das secas
e inundações sejam realmente eficazes é imprescindível
reduzir as incertezas em relação às mudanças previstas.
Isso somente é possível priorizando a investigação sobre
as mudanças climáticas e seus impactos e implementando
melhorias nos sistemas de monitoramento e de alertas climáticos e hidrológicos.
Do ponto de vista da instabilidade das encostas (embora isto
possa ser estendido aos demais setores), é prioritário conseguir que a gestão de riscos seja considerada, para todos os
efeitos, como uma estratégia de adaptação e desenvolvimen-
INFORME RIOCCADAPT LXV
Resumo para os Responsáveis de Políticas
to. O risco é um denominador comum da gestão a partir da
perspectiva de diferentes abordagens, disciplinas e setores,
tais como o desenvolvimento social e econômico, a infraestrutura, a proteção ambiental, o ordenamento territorial, a
sustentabilidade, a resiliência, a adaptação às mudanças climáticas e a gestão de risco propriamente dita, entre outros.
Uma visão fragmentada da problemática é inconveniente e
contribui para a falta de eficácia.
Seria desejável que a gestão de riscos de desastres fosse
promovida cada vez mais como uma estratégia de desenvolvimento, sustentabilidade e transformação, para que além
de ser uma estratégia de antecipação do risco associado às
mudanças climáticas, também contribua para a prestação de
serviços ecossistêmicos e para aumentar a sustentabilidade
na obtenção de recursos para as gerações futuras.
Muitos países da RIOCC ainda não possuem sistemas
robustos de monitoramento de incêndios e ainda menos de
seus impactos. É imprescindível investir em monitoramento
ambiental, social e econômico, especialmente em regiões
pouco estudadas. O monitoramento permite prevenir possíveis efeitos catastróficos e, ao mesmo tempo, medir a eficácia das medidas implantadas, em termos de redução dos
riscos e de maximização do efeito de sumidouro de nossas
florestas e ecossistemas silvestres ou administrados.
É necessário e urgente contar com uma nova governança
com relação ao fogo baseada em medidas de adaptação,
para evitar um “estado de não retorno” das áreas naturais
e rurais afetadas na região e para reduzir as perdas econômicas e humanas causadas por incêndios catastróficos.
Outras áreas e setores-chave
Para dar lugar a uma governança climática mais robusta nos
assentamentos urbanos e rurais se faz necessário incentivar
a participação, as alianças, a cooperação e inclusive a coprodução de soluções pelos diferentes agentes envolvidos. A
eficácia da adaptação local terá que ser medida em termos da
melhoria concreta das populações mais vulneráveis e, portanto, a ação terá que ir além de ajustes na gestão da resposta
aos impactos do clima, para promover mudanças estruturais
ou sistêmicas profundas que modifiquem as condições que
criaram a vulnerabilidade em primeiro lugar.
No âmbito dos assentamentos urbanos e rurais também é
necessária a geração de informação local de forma robusta
e consistente, juntamente com a coprodução de conhecimento e soluções. Um primeiro passo necessário é identificar aqueles mais expostos e vulneráveis diante de eventos
meteorológicos ou climáticos de vários tipos (ex.: ondas
de calor, inundações, deslizamentos de encostas, falta de
abastecimento da água, etc.). É urgente a identificação da
LXVI
INFORME RIOCCADAPT
exposição e vulnerabilidade ambiental e humana, com mapeamentos de risco.
Na América Central, América do Sul e no Caribe, grande
parte do financiamento para adaptação em zonas costeiras é proveniente de organismos multilaterais e entidades
de cooperação internacional e está sendo implementada,
em muitos casos, por ONGs. Uma maior coordenação seria
desejável para reduzir a fragmentação, evitar duplicidades e
favorecer uma visão de médio prazo e uma priorização dos
recursos destinados à adaptação na costa.
As barreiras institucionais mais comuns à adaptação nas zonas
costeiras nos países da RIOCC são: conflito de competências
e falta de informação, mudanças frequentes ou ausência de
políticas específicas e falta de recursos e capacidades para
enfrentar as diferentes fases do ciclo da adaptação.
A adaptação às mudanças climáticas no setor turístico, em
geral, não é considerada como um setor individual, mas,
no melhor dos casos, transversal a diferentes setores da
economia e da sociedade. Além disso, os agentes locais
e nacionais relacionados à indústria do turismo não deram
prioridade às mudanças climáticas, como refletem os baixos
níveis de adaptação dos países ibero-americanos. A adaptação às mudanças climáticas do setor turístico é essencial
para o desenvolvimento social e econômico dos países. Promover esta agenda e a agenda específica de adaptação do
turismo às mudanças climáticas é urgente.
É preciso melhorar o conhecimento por parte da indústria
do turismo sobre os riscos das mudanças climáticas e gerar
estudos econômicos sobre o valor do destino e os custos
da adaptação e da inatividade. É necessário avançar na
adaptação dentro do binômio energia-água, bem como no
binômio conservação-mitigação. As alternativas ao alto uso
de emissões de GEE devem ser exploradas, aumentando a
eficiência de cada unidade emitida.
A saúde humana deve ser uma área prioritária no contexto da
luta contra as mudanças climáticas. Apesar das incertezas
existentes, há evidência suficiente para justificar o fortalecimento da resiliência dos sistemas de saúde e garantir que as
ações de adaptação e mitigação sirvam para protegê-la.
Existe a necessidade de identificar as populações vulneráveis e expostas aos riscos das mudanças climáticas em nível
regional ou local. Com base nesta informação devem ser
elaborados sistemas de informação geográfica e identificar,
propor e implementar medidas de adaptação que reduzam
o impacto negativo das mudanças climáticas sobre a saúde
dessas populações.
O acesso à água potável e ao saneamento é uma necessidade
básica. Além disso, é necessário fortalecer os sistemas de alerta e vigilância que incluam as doenças relacionadas ao clima.