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Actitudes lingüísticas de los brasileños en la frontera amazónica Francisco Moreno Fernández Universidad de Alcalá – Instituto Cervantes 1. Introducción Brasil es el país que más fronteras comparte con países hispanohablantes. De hecho es difícil encontrar otra nación en el mundo que limite con media docena de países que tengan una misma lengua oficial. Por este motivo, todo lo relativo a lo hispánico afecta a la realidad brasileña y tiene capacidad de proyectarse sobre su política, su economía, su educación o su cultura (Moreno Fernández 2000). Dentro de Brasil, el estado de mayor tamaño es Amazonas, que a su vez linda nada menos que con tres países hispanoamericanos: Colombia, Perú (Soares 1970) y Venezuela (Freitas 1998). El interés por la situación lingüística de la región amazónica ha existido desde siempre, especialmente por la presencia, intensa y extensa, de lenguas indígenas (Quiexalós y Renault-Lescure 2000; Ribeiro 1996). Los puntos de reflexión e investigación han tenido que ver con la catalogación y descripción de esas lenguas, con su mantenimiento o con su tratamiento dentro de programas de enseñanza bilingüe (González 2000; Chirinos 2001, 2002) .En la mayor parte de los casos, las cuestiones de sociolingüística o etnolingüística se han tratado bien a propósito de las lenguas indígenas de modo independiente, bien poniendo en relación estas lenguas con la lengua de cada una de las superestructuras nacionales de la zona: el español en el caso de Venezuela, Colombia o Perú, y el portugués en el caso de Brasil (Rodrígues 1988). Resulta más novedoso, sin embargo, analizar la situación lingüística del Amazonas desde un triple ángulo o, dicho de otro modo, reconociendo la implicación de tres actores lingüísticos: las lenguas indígenas, el portugués y el español. Decimos “las lenguas indígenas” porque estas son diferentes en cada área, incluso de familia diferente, aunque suelen compartir un perfil de uso social, así como una significación étnica y cultural (Bessa Freire 1991, 1999, 2001). -809- El interés de este estudio se va a centrar en las actitudes lingüísticas de los brasileños que viven en la frontera con Colombia y Perú. El trabajo se ha realizado en la localidad de Tabatinga (Brasil), población que es continuación (y viceversa) de la ciudad de Leticia (Colombia). En febrero de 2001 tuvimos la oportunidad de visitar esta región fronteriza y de proceder a la recolección de diversos materiales lingüísticos, dialectales y sociolingüísticos. Algunos de ellos ya se han presentado en el trabajo “El español en la frontera amazónica (Brasil-Colombia)” (Moreno Fernández 2001). Ahora ofrecemos con más detalle los que tienen que ver específicamente con las actitudes de los brasileños hacia la lengua española y hacia las lenguas indígenas. Al mismo tiempo se han allegado algunos datos que nos permitirán perfilar las pautas comunicativas de la localidad de Tabatinga y de otros puntos del entorno. Pero, tras las reflexiones y los datos lingüísticos que se irán presentando, se hallará una cuestión de fondo que ha preocupado sobremanera en los últimos años y que dará mucho más juego para la argumentación en el futuro. Se trata de interpretar adecuadamente el modo en que han de conjugarse en las áreas de frontera las dos tendencias económicas, políticas y socioculturales que parecen marcar el rumbo internacional del siglo XXI: la globalización y la regionalización. ¿Cómo participan las lenguas en los procesos de globalización y regionalización? ¿qué lugar ha de ocupar cada lengua y qué función ha de cumplir? ¿qué supone la coexistencia del español con el portugués y las lenguas indígenas en las fronteras hispano-brasileñas? Nuestras conclusiones aspirarán a hacer algún comentario de interés al respecto. 2. Lenguas indígenas y lenguas estatales en la frontera: el área de Tabatinga Tabatinga es la población de Brasil más importante en la frontera con Colombia. Su origen se remonta a la fundación del poblado de São Francisco Xavier de Tabatinga, en la primera mitad del siglo XVIII, como puesto de frontera entre los reinos de España y de Portugal. Hasta 1983 fue un subdistrito del municipio brasileño de Benjamim Constant. Está situada en medio de la selva amazónica, en la margen izquierda del río Solimões, que al unirse al río Negro, en Manaus, pasa a llamarse Amazonas. En 1996, su población era de 32.000 habitantes; en 2001 rondaba los 38.000. Tabatinga forma con el municipio colombiano de Leticia un área urbana única que constituye el principal centro demográfico y económico de la zona (OEA 1989; Moreno Fernández 2001). La realidad indígena de la región de Leticia-Tabatinga ofrece un panorama algo diferente a un lado y a otro de la frontera. En el lado colombiano, -810- se localizan numerosas etnias, entre las cuales destacan la de los uitotos y la de los ticunas. Los primeros son más numerosos en Colombia (6.604) que en Brasil (1.003); los ticunas, en cambio, tienen mucha más presencia en Brasil (23.000) que en Colombia (5.578) (Matos Mar 1995; Ricardo 1996). A la hora de caracterizar la situación lingüística de la frontera brasileñocolombiana, podría ser útil partir de unos modelos generales que distingan diferentes pautas de usos lingüísticos y que permitan reconocer las de nuestro territorio. Dentro de un país o estado, podría hablarse, para cada ámbito bilingüe, de una dicotomía “lengua indígena-lengua estatal”: por ejemplo, “uitoto-español”, en el sur de Colombia. Esquema 1. Coexistencia de lengua indígena y lengua estatal en un territorio lengua indígena lengua estatal En la región del Amazonas, no obstante, suele ser frecuente que, dentro de una misma Nación-Estado, conviva la lengua estatal con diversas lenguas indígenas, que entran en contraste entre sí, a la vez que comparten ciertos valores frente a la estatal. Esquema 2. Coexistencia de varias lenguas indígenas con la lengua estatal en un territorio lengua indígena X lengua indígena Y lengua estatal Ahora bien, en los terrenos de frontera, cada una de esas posibles dicotomías puede encontrar un nuevo elemento de coexistencia: la lengua estatal del país vecino (B), que comparte algunas características de su perfil con la lengua estatal del territorio en cuestión (A), pero que, al mismo tiempo, puede entrar en contraste con una lengua indígena diferente, como se refleja en el esquema 3. Aquí, las lenguas indígenas también podrían compartir algunos rasgos en cuanto a su uso social en el contexto multilingüe. -811- Esquema 3. Coexistencia de lenguas indígenas y estatales en una frontera TERRITORIO A TERRITORIO B lengua indígena X lengua indígena Y lengua estatal A lengua estatal B Finalmente, en el esquema 4 se refleja la posibilidad de que las lenguas respectivas de cada Nación-Estado convivan con una misma lengua indígena utilizada a ambos lados de la frontera. Esquema 4. Coexistencia de lenguas estatales con una misma lengua indígena en una frontera TERRITORIO A TERRITORIO B lengua indígena Z lengua estatal A lengua estatal B En los cuatro esquemas, la flecha indica coexistencia; el recuadro trazado con puntos indica que las lenguas comparten características como instrumentos de comunicación y la línea central representa la frontera. En la frontera de la región de Tabatinga-Leticia, encontramos algunas diferencias entre Colombia y Brasil. En el lado brasileño, la situación se ajusta al esquema 1, puesto que la lengua estatal (portugués) entra en contacto con una lengua indígena principalmente (ticuna): la demografía de otras etnias, como la de los cocamas o los mayorunas, apenas supera, en el mejor de los casos, los 300 individuos (Ricardo 1996:viii-x). La situación colombiana, en cambio, queda mejor reflejada en el esquema 2, puesto que la lengua estatal (español), coexiste con dos lenguas destacadas el uitoto y el ticuna, además de otras de menor entidad demográfica (bora, yagua, ocaina). Ahora bien, vista la zona fronteriza como un todo y poniendo de relieve las lenguas cuyos usos y números de hablantes son más destacados (español, portugués y ticuna), tal vez el esquema que mejor represente el conjunto de la situación sea el número 4, puesto que hay una lengua indígena presente de un modo destacado a ambos lados de la frontera: el ticuna. Tendríamos, pues, que hablar de la superposición de dos tipos de esquemas: en un primer nivel estarían el 1 y el 2, que representarían la situación en cada nación-812- estado; en un nivel más general, tendríamos el esquema 4 por el predominio ticuna en toda la zona. Según un informe de la OEA (1989), la población ticuna se concentra principalmente en tres áreas: Campo Alegre (8 aldeas), Vendaval y Belém de Solimões (8 y 14 aldeas, respectivamente, vinculadas a Tabatinga) y Umariaçú (11 aldeas). Las relaciones de los ticunas con los pobladores que no son indígenas son de conflicto, sobre todo en las zonas de pesca, aunque hay grupos de indios semi-aculturados que residen en la periferia de los municipios buscando la alfabetización de sus hijos. Socialmente, los ticunas se organizan en clanes patrilineales, que suelen prevalecer por encima de otro tipo de distinciones internas: religiosas (católicos, bautistas, Santa Cruz), geográficas (aldea, Colombia, Brasil) o lingüísticas (dialectos; sistemas de representación gráfica). Al margen del evidente peso de los ticunas, tanto en el lado brasileño como en el colombiano, es importante valorar que la población no indígena, a menudo, percibe el mundo indígena como un todo, en el que resultan secundarias (no prototípicas) las diferencias étnicas. Esto vendría a reforzar la validez del esquema 4, en el que la lengua indígena (cualquiera que sea) convive como elemento neutralizado con el español y el portugués a ambos lados de la frontera. Paralelamente, puede encontrarse entre los indígenas una percepción contraria, en la que resultan acentuadas sus diferencias interétnicas y donde se neutralizan las de las superestructuras estatales, representadas por la figura del blanco. 3. Cuestiones de método La intención de este estudio es conocer las actitudes lingüísticas de los brasileños de la frontera entre Brasil y Colombia, especialmente hacia la lengua española y hacia las lenguas indígenas, con las que tienen un contacto intenso y cotidiano. Para cumplir este objetivo general, realizamos una recogida de datos in situ mediante observación participativa, entrevistas de diversos tipos y mediante la aplicación de un cuestionario de preguntas directas. La estructura del cuestionario se basó en la que aplicó Manuel Alvar en los años setenta en la población de Leticia (Alvar 1977). El cuestionario de actitudes se divide en cuatro partes. La primera recoge los datos personales de los entrevistados, la segunda intenta recoger información sobre los usos lingüísticos de los brasileños, la tercera está formada por preguntas acerca de las lenguas indígenas y su enseñanza, y la cuarta incluye preguntas sobre la lengua española. Los cuestionarios se completaron mediante entrevistas orales, que se desarrollaron en portugués y en espa- -813- ñol, según el deseo de los entrevistados. Las preguntas que forman el cuestionario son las siguientes: Cuestiones sobre usos lingüísticos ¿En qué lengua habla en el mercado? ¿En qué lengua habla con su familia? ¿En qué lengua habla para rezar? ¿En qué lengua habla con sus amigos? Cuestiones sobre lenguas indígenas ¿Qué lenguas indígenas se hablan en esta área? ¿Se están perdiendo las lenguas de las tribus? ¿ Por qué? ¿Sabe de alguna lengua indígena que haya desaparecido? ¿Se deben enseñar las lenguas indígenas? ¿Qué le parece más importante, ser de una tribu o ser brasileño? Cuestiones relativas al español ¿Tiene ventajas hablar en español? ¿Se debe enseñar el español? ¿Qué piensa del español? ¿Cuál es la lengua de Brasil? ¿Cuál es la lengua de Colombia? El cuestionario se rellenó con ocho informantes brasileños cuyas características se especifican en apéndice. Se trata de seis mujeres y dos hombres, de entre 21 y 56 años, brasileños de nacionalidad, originarios de las localidades fronterizas de Tabatinga, Benjamim Constant, São Paulo de Olivença o Atalaia do Norte, con la excepción de una informante nacida en Bahia. Todos ellos residen en la frontera: cinco en el municipio de Tabatinga y tres, en la localidad colombiana de Leticia. El perfil de nuestros entrevistados brasileños refleja, uno a uno y en conjunto, casos y situaciones típicas de frontera: prácticamente todos se pueden comunicar en español; se dedican a la enseñanza, al apoyo a los indígenas o a una labor religiosa de misiones, aunque también hay un ama de casa y un agricultor; el origen de los padres, en la mayoría de los casos, es la propia región de la frontera o el estado de Amazonas; están casados, varios de ellos, con personas del otro lado de la frontera (Colombia, Perú); habitualmente desarrollan su vida social, como es común, entre las localidades de Leticia y de Tabatinga. Estas entrevistas se complementaron con otras realizadas a indígenas de diversas etnias de los lados colombiano y brasileño, de las cuales dimos cuenta parcialmente en 2001, y que pueden ofrecer un interesante material de contraste con el fin de llegar a una visión de conjunto más apropiada acerca de esa situación fronteriza. Nuestro modo de proceder para el análisis será fundamentalmente el de los comentarios cualitativos que, al final, se podrán en -814- relación con una de las cuestiones de fondo planteadas en la introducción: el lugar de la lengua española en los procesos de globalización y regionalización de la frontera. Los comentarios se irán refiriendo a cada una de las partes del cuestionario y a partir de las respuestas concretas de los entrevistados, que se reproducen precediéndolas del número de cada informante. 4. Usos lingüísticos de los brasileños de Tabatinga Los trazos más gruesos del uso que de las lenguas hacen los brasileños entrevistados en la frontera se pueden dibujar a partir de la información recogida en cuatro preguntas de nuestro cuestionario. 4.1. ¿En qué lengua habla en el mercado? El mercado es un ámbito de la vida social en el que entran en contacto colombianos, brasileños, indígenas y personas llegadas de otros lugares cercanos, como algunas localidades de Perú. Tanto Leticia como Tabatinga cuentan con edificios donde se ofrecen los productos del mercado, incluida la pesca recién sacada del río. Por lo general, los habitantes de cada lugar acuden al mercado más cercano, el de su municipio de residencia, aunque es frecuente visitar el mercado del municipio vecino. Las respuestas obtenidas de cada informante para la primera pregunta se reproducen a continuación: 1. Español en Leticia; portugués en Brasil. 2. Español en Leticia; portugués en Brasil. 3. Español en Leticia (cambia al portugués cuando no saben español); portugués en Tabatinga. 4. Español en Colombia; portugués en Brasil. 5. Español en Leticia; portugués en Tabatinga. 6. Portugués; ahora que estudia español, habla en español. 7. Español. 8. Portugués (no “merca”). En general, cuando se conocen –en mayor o menor grado– las lenguas española y portuguesa, lo normal es hacer uso de cada una de ellas según el lugar en que se está: en el mercado de Leticia, los brasileños intentan hablar español; en el mercado de Tabatinga, hablan en portugués. La “acomodación” al entorno en el uso de las lenguas también se aprecia en la disponibilidad a hablar el español desde el momento en que comienza a conocerse mínimamente y en la disposición a adaptarse a las posibilidades lingüísticas del interlocutor. Estos hechos son especialmente significativos por cuanto el índice de intercomprensión entre español y portugués es bastante alto y mucho -815- más en una situación de frontera en la que se está habituado a oír y leer discursos en la otra lengua. 4.2. ¿En qué lengua habla con su familia? El entorno familiar suele reflejar el lugar que ocupa la lengua materna para los individuos de una comunidad. Nuestros informantes brasileños dicen usar con su familia estas lenguas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Portugués. Portugués; novio, en portugués. Portugués (madre y marido). Español, portuñol (marido, cuñado); portugués (padres). Español (novio); portugués (padres, marido, hijos). Portugués. Portugués. Portugués (padres, hijos, marido). Si el marido no entiende algo, en español. Como es de esperar, la lengua familiar de los brasileños entrevistados es mayoritariamente el portugués, incluso cuando se convive, como le ocurre a la informante 8, con hispanohablantes. Esto no impide que se pueda hablar español con el marido o el novio si son hablantes de español o que se les pueda hacer una aclaración en su lengua si la comunicación lo exige. En general, la lengua utilizada con los hijos, cuando es el caso, es también el portugués. 4.3. ¿En qué lengua habla para rezar? Para el más íntimo de los dominios de uso, el de la reflexión personal o la oración, las respuestas proporcionadas por los informantes son las siguientes: 1. 2 3. 4. 5. 6. 7. 8. Personal, en portugués, para compartir, en portugués. Portugués. Portugués. Portugués. Portugués. Portugués. Portugués; en la iglesia, español. Español. Como se aprecia, la lengua utilizada por los brasileños de la frontera para el uso de la oración es mayoritariamente el portugués, aunque el uso del español aparece cuando la oración se realiza en un ámbito social, como la iglesia. Esto da una idea de la capacidad de adaptación al entorno, así como de la naturalidad en el paso de una lengua a la otra cuando el ámbito social cambia. El caso de la informante 8 es el de una mujer, residente en Leticia, -816- casada con un colombiano, que asiste a los oficios religiosos en su municipio de residencia, donde estos se desarrollan en español. 4.4. ¿En qué lengua habla con sus amigos? De nuevo en un ámbito social, el del contacto de las relaciones amistosas, se observa una acomodación a la lengua del otro, en este caso tanto por razones del lugar de la comunicación como por el perfil lingüístico de los interlocutores. Estas son las respuestas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. En Leticia, en español; en Tabatinga, en portugués. Con colombianos, en español; le gusta cambiar. Con colombianos, en español; con brasileños, en portugués. Portuñol. En Leticia, en español o portugués (si entienden); en Tabatinga, en portugués. En Leticia, en español; en Tabatinga, en portugués. Entre extranjeros, parte portugués y parte español; entre brasileños, portugués. En Brasil, puro en portugués. Las entrevistas nos dejan ver que, en Colombia y con colombianos, los brasileños hablan en español y que, en Tabatinga y con brasileños, lo hacen en portugués. Este patrón general no es óbice para que se pueda hablar portugués en Leticia, si los interlocutores lo entienden. Tampoco quiere decir que está garantizado un uso de la lengua española con un nivel equivalente al nativo: la informante 4 respondió que con sus amigos colombianos hablaba en “portuñol”. Con el nombre de portuñol, se suele hacer referencia, en este contexto, al resultado del dominio insuficiente de la otra lengua (en este caso, el español por parte de los brasileños) y no tanto a una mezcla habitual, mínimamente estabilizada socialmente o percibida como tal. En la frontera, lo que podría llamarse portuñol es más que nada un fenómeno individual que tendrá un aire más portugués o más español según el origen lingüístico del hablante. Desde un punto de vista social, lo que encontramos es un uso (o una intención de uso) bien del español, bien del portugués. Desde esta perspectiva, la situación es diferente en la frontera de Brasil con Uruguay, donde el contacto entre lenguas ha ido creando una modalidad con elementos mezclados, percibida como tal, aunque inestable, a la que se da el nombre de “frontrerizo” o “fronteiriço” (Elizaincín 1992). 5. Actitudes hacia las lenguas indígenas El cuestionario de actitudes ofrecía preguntas que fueron propuestas a indígenas y a brasileños no indígenas. En este momento nos interesan las respuestas de estos últimos, pero habrá lugar para la comparación con las -817- respuestas obtenidas de los indígenas. Acerca de cuestiones relativas a las lenguas indígenas, se hicieron cinco preguntas directas, cuyas respuestas, también con indicación del informante, se irán presentando a continuación. 5.1. ¿Qué lenguas indígenas se hablan en esta área? La primera pregunta busca el nivel de conocimiento que los brasileños tienen sobre la situación lingüística indígena del territorio. Estas fueron las respuestas: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. En Brasil, el ticuna; en Colombia, ticuna, matapí, uitoto (hay más variedades). Ticuna. Ticunas. Ticuna. En Umariaçú, se habla ticuna. En Brasil, ticuna. Cerca de Acre, marubu. Varias lenguas: ticuna, casetero, marubu, /bitótas/. Ticuna, en Umariaçú. Reconociendo que la situación del lado de Brasil es menos compleja que la colombiana, en general los brasileños de la frontera tienen una idea clara del peso que los ticunas tienen en la zona. Es bien conocida también la situación de Umariaçú, una de las áreas ticunas, con 11 aldeas y una población de más de 3000 indígenas. En los territorios fronterizos se tiene conciencia de la importancia del elemento indígena, en su conjunto, así como de su diversidad: el informante 1 sabe que hay más etnias indígenas en el lado colombiano; el informante 7 afirma que en el lado brasileño se utilizan varias lenguas. Este conocimiento no está reñido con una percepción del elemento indígena como un todo, percepción que se desprende de las entrevistas realizadas y de la que es difícil escapar cuando se hace una descripción general de la región. 5.2. ¿Se están perdiendo las lenguas de las tribus? ¿Por qué? En la línea de averiguar el grado de conocimiento de la realidad indígena, se incluyó esta pregunta, que proporcionó los siguientes resultados. 1. Sí. Hay influencias de la sociedad en los más jóvenes. 2. Sí. No quieren reconocerse como indígenas. No tienen preocupación. 3. No sabe. Hablan ticuna entre ellos, español en Colombia y portugués en Tabatinga. No se pierde. Se suma otra lengua, que es el portugués. 4. No, la gente cada vez lo habla más; hasta hay clases de ticuna. 5. Sí, por la influencia de nosotros. Los propios profesores meten el portugués. Se pierden las costumbres. La religión católica y evangélica. Los jóvenes tienen vergüenza. -818- 6. Sí, porque muchos ticunas están viviendo en la ciudad y lo pierden. Por el contacto con los blancos. Tienen vergüenza de hablar ticuna. 7. Sí, porque se están mezclando con brasileño y español. 8. Sí, por el ambiente que está viviendo; los profesores se han civilizado. En líneas generales, existe la percepción de que las lenguas indígenas se están perdiendo. Tan solo una de las profesoras, de 33 años, afirma de forma rotunda que el ticuna cada vez se habla más, argumentando el hecho de que se pueda estudiar. La informante 3 adopta una perspectiva más general y pone el acento en la capacidad de los indígenas para hablar su lengua, español y portugués, según el lugar en que estén. Las razones que se ofrecen para explicar el porqué de la desaparición de las lenguas indígenas apuntan al contacto con la sociedad de modelo estatal y a la influencia de la vida urbana y del portugués sobre los niños y los jóvenes, como factores clave. La escuela y la religión parecen ser elementos decisivos en el proceso. Esa convivencia con el modelo cultural de la Nación-Estado ha llevado a que se aprecie en algunos indígenas un sentimiento de vergüenza al hablar su lengua o de despreocupación hacia lo propio, según algunos de nuestros entrevistados brasileños. 5.3. ¿Sabe de alguna lengua indígena que haya desaparecido? No saben mucho nuestros brasileños sobre el devenir histórico de las lenguas indígenas de la frontera. Así lo revelan sus respuestas. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. En Brasil se perdió una que fue la lengua madre: tupí [¿]. No sabe. No se acuerda. Sólo por los libros. No. La “língua geral” /aníngato/. La de los nonuyas. No sabe. La lengua de Amazonas. La lengua guaraní. No. Se tienen nociones, por la formación escolar, de la existencia de una lengua general (língua geral, lengua madre, lengua del Amazonas), que era el tupí y que desapareció como tal lengua general. En un caso se habla de la desaparición de una lengua, la nonuya, que sigue existiendo en el Alto Amazonas, si bien con muy pocos hablantes. La respuesta que apunta la desaparición del “guaraní” (informante 7) la relacionamos con las que se refieren al “tupí”. La informante 5 llama /aníngato/ a la lengua general. Ofrecemos la respuesta en trascripción fonológica, tal y como fue emitida por la informante, porque no estamos seguros de su ortografía ni de su origen. -819- 5.4. ¿Se deben enseñar las lenguas indígenas? Las respuestas a nuestra cuarta pregunta sobre las lenguas indígenas fueron unánimes: sí hay que enseñar lenguas indígenas. Estos son los detalles: 1. Sí. 2. Sí, porque los indígenas tienen mucho que enseñar. Es enriquecedor. 3. Sí, para que no se pierda su lengua. Los de Tabatinga deberían conocer un poco de ticuna o de su cultura. 4. Sería bueno en nuestra área, por la gran concentración de ticunas. 5. Sí, tienen que conservar eso. 6. Sí, deben incentivar a los indígenas; es importante para la cultura; uno debe valorar lo que es suyo. 7. Sí, porque mucha gente no sabe, mucha gente no conoce los orígenes de los antiguos. 8. Sí, debe mantener su forma de vida, de ser, de hablar, sus costumbres. Los matices van desde el sí rotundo que no necesita explicaciones hasta el comentario menos radical sobre su conveniencia, pero siempre con respuesta afirmativa. Los brasileños de la frontera conceden un gran valor a la aportación de la cultura indígena y destacan la necesidad de conservar unos valores tradicionales y característicos, que son marca de su identidad étnica, pero también de la identidad de la región. Los indígenas enriquecen la zona y tienen mucho que enseñar, hasta el punto de que “los de Tabatinga deberían conocer un poco de ticuna y de su cultura”. 5.5. ¿Qué le parece más importante, ser de una tribu o ser brasileño? En una investigación de este tipo, es inevitable plantear la cuestión del sentimiento indígena y brasileño. Las respuestas que se recogieron fueron las siguientes: 1. Es más importante la tradición. Se considera más brasileño. 2. Para el indio, debería considerarse miembro de la tribu. Ante todo de su tribu, después de su nacionalidad. 3. Considerarse de la tribu, pero son brasileños. La tierra es más de ellos que nuestra. 4. Ser de la tribu. 5. Mejor sentirse como es: indígena. También es brasileño, pero mejor sería conservar el indígena. 6. Que se consideren de una tribu. 7. El indígena debe estar en su lugar. Tener contacto con los brasileños, pero estar en su lugar. 8. Debe sentirse primero lo que es. Con los brasileños hay que hablar portugués. Hay muchos que no quieren. Los brasileños entrevistados conceden mucha importancia a la tradición y opinan en consecuencia: para los indios debe ser más importante -820- considerarse miembros de su tribu, y, sólo en una segunda dimensión, brasileños. Se piensa que el contacto con lo brasileño debe existir y que los indígenas deben tener conocimientos de portugués, pero ante todo deben estar en su lugar. El sentimiento es, pues, de respeto y de aceptación de lo indígena en su forma natural de manifestarse, sin cerrar las puertas al contacto. Tal coincidencia de criterios contrasta con la diversidad de opiniones encontrada entre los indígenas a los que tuvimos ocasión de plantear esta misma pregunta (Moreno Fernández 2001). En las entrevistas con indígenas se nos apuntó la importancia de los dos sentimientos en la localidad de Benjamim Constant, frente a la postura de dos informantes jóvenes (16 y 19 años) que mantenían la importancia de sentirse brasileños y frente a la de dos informantes de Atalaia do Norte (38 y 49 años, marubu y mayuruna respectivamente), para quienes lo más importante es ser indígena porque es bonito. 6. Actitudes hacia la lengua española En el trabajo que presentamos en septiembre de 2001, en el Congreso de la Lengua Española de Valladolid, tuvimos la oportunidad de anticipar algunos resultados sobre las actitudes de los brasileños de la frontera hacia el español. En general, es evidente que los informantes brasileños de Tabatinga muestran una actitud muy favorable hacia la lengua española, hacia su uso y su aprendizaje. 6.1. ¿Tiene ventajas hablar en español? Es cierto que esta pregunta se planteaba en términos positivos, pero en ningún momento se observó un resquicio para lo negativo en las conversaciones con los brasileños. Estas fueron sus respuestas: 1. Sí, el dominio de la lengua, para descubrir más cosmovisión y conocimiento. Mientras más idiomas [sic] mejor. Vas rompiendo fronteras. Las enseñanzas que el español deja. Se abren campos. 2. Para mí, sí. Estudiar en el extranjero. Trae facilidades para comunicar. 3. Sí, porque alrededor de Brasil todo habla [sic] español. Es muy útil en la frontera. 4. Sí, para poder comunicarme. Por la frontera. Para tener amigos. 5. Sí, para estudiar, para el trabajo. 6. Es una lengua más para enseñar, usar, traducir, ayudar a alguien. 7. Sí, a veces se pierde un empleo por no hablar un idioma. 8. Sí, es muy bueno que uno aprenda a hablar varios idiomas. Las ventajas que se aprecian en el español son muchas y variadas: abre campos y es útil en la frontera, permite comunicarse y salir al extranjero, es bueno para el trabajo, a veces se pierde el empleo si no se habla español, porque es bueno saber idiomas, porque es una lengua para enseñar, usar, -821- traducir y ayudar a la gente, y porque alrededor de Brasil todos hablan español. Más razones, más diversas y más claras no se pueden dar y, además, en ellas se conjuga lo práctico con lo romántico. Llamamos la atención sobre las referencias al español como lengua de la frontera, por un lado (característica de la zona), y como lengua del entorno internacional de Brasil, por otro. 6.2. ¿Se debe enseñar el español? En consonancia con las respuestas anteriores se hizo una valoración unánimemente positiva sobre la enseñanza del español. 1. Sí, respetando la lengua madre. Es muy importante por la frontera. 2. Sí, en América del Sur es el idioma que más hay. Debería haber una preocupación. 3. Sí, en las escuelas municipales; no se enseña. 4. Sí. Ahora no se enseña. 5. Sí. Este año, en algunas escuelas de bachillerato están cambiando el inglés por el español. 6. Sí, porque vivimos en la frontera. Es importante que los brasileños hablan [sic] español, así como que los colombianos hablen portugués. 7. Sí, en todas las escuelas, practicar varios tipos de lenguas. 8. Sí, en Brasil, en la escuela. Es más oportuno. Los brasileños de la frontera piensan que se debe enseñar en todas las escuelas, porque es el idioma más usado en América del Sur y porque viven en la frontera, respetando la lengua madre. Una mujer de 40 años afirmaba que en la frontera es importante que los brasileños hablen español, así como que los colombianos hablen portugués. Una vez más se recogen referencias a la doble perspectiva: la regional (lengua de frontera) y la globalizadora (idioma de América del Sur). 6.3. ¿Qué piensa del español? Las impresiones subjetivas que provoca el español también son muy interesantes. 1. Es muy similar al portugués. Hay muchos “sinónimos”. Es más fácil que el brasileño entienda español. 2. Me gusta. Una lengua muy parecida al portugués. Muy fácil hablarlo. 3. Es una lengua muy rica. Muy parecida. Importante para nuestra región por Mercosur. 4. Me gusta. Siempre me ha gustado desde niñita: veía programas. 5. Es una lengua buena de aprender. Parecida al portugués. Nos queda más fácil. -822- 6. Me gusta mucho. Está creciendo mucho. 7. Es buena. Es una lengua simple. 8. Me parece bien. Le gusta por el tiempo que lleva en Colombia. Como se observa en las respuestas, se valora mucho su proximidad al portugués para el aprendizaje, su (aparente) facilidad, su gran crecimiento y su importancia dentro del Mercosur. Subjetivamente, en todos los casos se presenta como una lengua que gusta y que parece bonita y agradable. 6.4. ¿Cuál es la lengua de Brasil? Las dos últimas cuestiones son características e inevitables en los estudios de actitudes lingüísticas realizados con técnicas de encuesta directas. Se refieren al nombre de las lenguas, muy revelador de la percepción que se tiene de ellas. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Portugués. Portugués. Brasileiro: los portugueses hablan diferente. Portugués. Portugués. Portugués. Portugués. Portugués. En el caso de la lengua de Brasil, la respuesta es unánime, por más que la informante 3, profesora, haya hecho un comentario sobre la diversidad geolingüística de la lengua, apuntando incluso un nombre diferenciador (brasileiro). Como se observa, no se hizo ninguna referencia a las lenguas indígenas. 6.5. ¿Cuál es la lengua de Colombia? Estas son las respuestas de nuestros informantes brasileños. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. Español. Porque viene de España. Español. Español: hay diferencias regionales. Español. Español. Español o castellano. Español. El español. La lengua de Colombia es el español, aunque la maestra de 24 años destaque también su diversidad regional y la misionera apunte la posibilidad -823- de las dos denominaciones. Tampoco aquí hay referencia espontánea a las lenguas indígenas. Si comparamos las actitudes hacia la lengua española de los brasileños entrevistados, con las de los indígenas del lado brasileño de la frontera, apreciamos con nitidez una coincidencia en la valoración positiva hacia el español, que resulta especialmente significativa por tratarse de grupos de individuos bien diferenciados lingüística y socialmente. Los indígenas entrevistados piensan que el español es una de las lenguas principales de la frontera y que se debería enseñar a los indios para facilitar la comunicación y los contactos humanos de todo tipo. El español de la frontera ha sido capaz de aunar criterios y actitudes en todos los que habitan en la región, indígenas o blancos. 7. La lengua española en los procesos de globalización y regionalización en la frontera Los juicios de los hablantes a los que hemos tenido la oportunidad de entrevistar ponen el dedo en la llaga. El desarrollo futuro de la región amazónica fronteriza ha de contar con la lengua española como instrumento de acción social y cultural. Al mismo tiempo, no parece que ese futuro se pueda entender sin la presencia, activa también, de las lenguas indígenas. La importancia del portugués no merece mayores comentarios, por obvia. Hacíamos alusión más arriba a la doble tendencia que está marcando internacionalmente la economía, la sociedad y la cultura: globalización y regionalización (Castells 1997:146-152). Desde este punto de vista, la frontera de Brasil y Colombia debería acusar la influencia clara de unos patrones globalizadores, propuestos (o impuestos) desde las superestructuras estatales, a la vez que iría desarrollando su particular personalidad regional, que la llevaría a ocupar un lugar específico dentro de la estructura global. Afirma Abínzano (2002:2-3), haciéndose eco de una corriente de pensamiento más amplia, que toda globalización implica especializaciones regionales o locales y que esta responde a determinaciones culturales externas con el fin de adaptarse a ellas o de plantear estrategias alternativas. A este doble juego o conjugación de tendencias aparentemente inversas se le ha dado un nombre: lo ha hecho Gustavo Lins Ribeiro (1997). El nombre es “glocalización”. En nuestra opinión, la lengua española es elemento clave en la doble tendencia comentada. Por un lado, favorece la globalización porque permite o, al menos facilita, el contacto con otras regiones del continente y, finalmente, con estructuras más amplias. La región brasileña de Amazonas tiene contacto con tres países hispanohablantes (Venezuela, Colombia, Perú), a lo que hay que añadir las fronteras de Brasil con otros cuatro (Bolivia, Para-824- guay, Uruguay y Argentina). Y, más allá de los territorios limítrofes, el contacto con el español se generaliza a las relaciones comerciales y políticas con toda la América hispanohablante y con una de las más extensas comunidades lingüísticas del mundo. En la tendencia contraria, el español es elemento decisivo en la construcción de la identidad del territorio fronterizo, junto al manejo de las lenguas indígenas y, obviamente, del portugués. Hay otras regiones en Brasil en las que el portugués coexiste con lenguas indígenas. De la misma forma, existen otras regiones brasileñas en las que la lengua oficial de la República convive o estrecha nítidamente sus relaciones con la lengua española: la frontera con Uruguay es el caso tal vez más significativo, por historia y por geografía (Elizaincín 1992; Moreno Fernández 2003). Sin embargo, la peculiaridad de la región fronteriza del Amazonas es la presencia intensa y vertebradora de las lenguas indígenas, el portugués y el español, y es el español el término más netamente distinguidor. Así pues, la situación de la frontera brasileña con Colombia permite identificar el español como instrumento, a la vez, de globalización y de regionalización; como instrumento, en definitiva, de glocalización, siguiendo el juego terminológico de Lins Ribeiro. El panorama parece bien perfilado en el conjunto de las situaciones lingüísticas de Brasil, aunque no es exclusivo en el dominio del español: en algunas zonas del norte de África, la lengua española –su presencia viva y sus efectos históricos– es una de las claves en la construcción de la personalidad regional, porque marca la diferencia en áreas en las que coexisten el árabe tradicional con el francés y, en algunos lugares, también con alguna de las modalidades bereberes o tamazight. La función globalizadora y regionalizadora del español es, hoy por hoy, una realidad en diversas regiones del mundo. 8. Conclusión Las actitudes lingüísticas de los brasileños entrevistados para este estudio no dejan lugar a dudas en cuanto a su carácter favorable hacia la lengua española y hacia las lenguas indígenas. Como se ha podido comprobar, las razones que avalan la actitud favorable hacia lo indígena tienen que ver principalmente con la conservación de una identidad étnica y cultural, mientras que las razones que sustentan el favor hacia el español se basan en el amplio uso de esta lengua y en su carácter práctico dentro de la región. Nuestros informantes brasileños, hablantes de portugués y que mantienen su lengua en todo tipo de ámbitos –individuales, familiares y sociales–, dejan ver la naturalidad del uso del español en los dominios sociales de la frontera. -825- En nuestra particular opinión, las conclusiones más importantes que pueden extraerse de estas páginas se resumen en tres puntos: en primer lugar, la actitud netamente favorable hacia la lengua española por parte de los brasileños que viven en la frontera; en segundo lugar, la conveniencia de incorporar el estudio del español de una manera sistemática y adecuada a los currículos de la enseñanza primaria y secundaria en la zona; por último, la importancia del español en el área brasileña como instrumento, a la vez, de globalización y de regionalización, en un proceso armonizado con el lugar que ocupan en la frontera las lenguas indígenas y la lengua portuguesa. REFERENCIAS Abínzano, R. 2002. Globalización, regiones y fronteras, Documentos de debate. UNESCO, 27. Gestión de las Transformaciones Sociales. MOST http:// www.unesco.org/most/abinzano.htm Alvar, M. 1977. Leticia. Estudios lingüísticos sobre la Amazonia colombiana. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. Bessa Freire, J (coord.). 1991. A Amazônia no período colonial. Manaus: Metro Cúbico. Bessa Freire, J. 1999. A descoberta do museu pelos índios. Terra das Águas. Revista semestral do Núcleo de Estudos Amazónicos I,1.11-38. Bessa Freire, J. 2001. La escuela y el museo indígena en Brasil: etnicidad, memoria e interculturalidad. Estados nacionales, etnicidad y democracia en América Latina. JCAS Symposium Series, 15. Castells, M. 1997. La era de la información. Vol. 1. La sociedad red. Madrid: Alianza. Chirinos, A. 2001. Atlas lingüístico de Perú. Cusco-Lima: Ministerio de Educación del Perú. Chirinos, A. 2002. El atlas lingüístico del Perú. Lenguas, educación y desarrollo, D+C Desarrollo y Cooperación, 3.27-29. < http://www.dse.de/zeitschr/ds30210.htm> Elizaincín, A. 1992. Dialectos en contacto. Español y portugués en España y América. Montevideo: Arca. Freitas, A. 1998. Frontera Brasil / Venezuela. Encontros e desencontros. São Paulo: Corprint. González de Pérez, M. S. (dir.). 2000. Lenguas indígenas de Colombia. Una visión descriptiva Bogotá: Instituto Caro y Cuervo. Lins Ribeiro, G. 1997. Cultura, ideologia, poder e o futuro da antropología. Conversando con Eric Wolf. Série antropológica, Departamento de Antropología, Universidade de Brasilia. Matos Mar, J. 1995. Población y grupos étnicos de América. 1994. América indígena 53,4.5-234. Moreno Fernández, F. 2000. El español en Brasil. En El español en el mundo. Anuario del Instituto Cervantes, 197-228. Madrid: Instituto Cervantes. -826- Moreno Fernández, F. 2001. El español en la frontera amazónica (Brasil-Colombia). En II Congreso Internacional de la Lengua Española. Valladolid: Centro Virtual Cervantes. Instituto Cervantes:http://cvc.cervantes.es/obref/congresos/ valladolid/ponencias/unidad_diversidad_del_espanol/5_espanol_y_portugues/ moreno_f.htm. Moreno Fernández, F. 2003. Hispanismos en el portugués de Brasil. Escritos sobre variación lingüística. En honor de Humberto López Morales, Madrid: Arco/Libros. OEA = Organización de Estados Americanos. 1989. Plan Modelo para el Desarrollo Integrado del Eje Tabatinga-Apaporis. Grupos Indígenas. Washington: Departamento de Desarrollo Regional. Quiexalós, F. y O. Renault-Lescure (orgs.). 2000. As línguas amazônicas, São Paulo: IRD. Ribeiro, D. 1996. Os índios e a civilização. A integração das populações indígenas no Brasil moderno. São Paulo: Companhia das Letras. Ribeiro, D. 1999. O povo brasileiro. A formação e o sentido do Brasil. São Paulo: Companhia das Letras. Ricardo, C. A. (org.). 1996. Povos indígenas no Brasil – 1995/1996. São Paulo: Instituto Socioambiental. Rodrigues, A. D. 1988. As línguas indígenas e a Constituinte. En E. Orlandi (org.), Política lingüística na América Latina, 105-109. Campinas: Pontes Editora. Soares, T. 1970. História da formação das fronteiras do Brasil. Rio de Janeiro: Bivliteca do Exército. -827- APÉNDICE Fichas de informantes Informante 1 Nombre: Janio Caldas Luceiro. Sexo: hombre. Edad: 23 años. Lugar de nacimiento: Tabatinga (Brasil). Estudios: secundaria completa; curso de contabilidad e informática. Profesión: apoyo a los indígenas. Coordinación del proyecto “Catazonia”. Lugar de nacimiento de los padres: padre: São Paulo de Olivença (AM, Brasil); madre: Benjamim Constant (AM, Brasil). Idiomas: L1: portugués; L2: español. “De vez en cuando el inglés, pero no lo domino mucho”. Medios de comunicación: TV de Brasil; noticieros en español; prensa en portugués y en español. Residencia: Tabatinga. Informante 2 Nombre: Antónia Mariainés Goes Alves. Sexo: mujer. Edad: 21 años. Lugar de nacimiento: Tabatinga (Brasil). Estudios: secundaria completa; primer curso de lingüística. Profesión: profesora de Enseñanza Primaria. Colegio Municipal “Josiedes Andrade”. Lugar de nacimiento de los padres: Tabatinga. Novio: Leticia, de familia brasileña.. Idiomas: L1: portugués; L2: español. Aprendió en el contacto con los peruanos. Residencia: Tabatinga. Informante 3 Nombre: Patricia Rocha Spitale. Sexo: mujer. Edad: 24 años. Lugar de nacimiento: Benjamim Constant (AM, Brasil). Estudios: Magisterio. Profesión: profesora de pre-escolar: escuela del municipio de Tabatinga.. Lugar de nacimiento de los padres: madre: Tabatinga. Esposo: Rio de Janeiro (Brasil); suegros: argentinos. Idiomas: L1: portugués; L2: español; inglés. Residencia: Tabatinga, desde 1978. -828- Informante 4 Nombre: Antónia Elizete Ferreira de Lima. Sexo: mujer. Edad: 33 años. Lugar de nacimiento: Atalaia do Norte (AM, Brasil). En Tabatinga desde 1971. Estudios: Magisterio. Profesión: profesora de pre-escolar. Lugar de nacimiento de los padres: Tabatinga y Atalaya do Norte (Brasil). Esposo: Perú. Idiomas: L1: portugués; L2: español. Residencia: Tabatinga. Informante 5 Nombre: Marciclea da Silva Goes. Sexo: mujer. Edad: 33 años Lugar de nacimiento: São Paulo de Olivença (AM, Brasil). Estudios: Magisterio. Profesión: profesora de primaria para adultos; colabora con la comunidad ticuna de Umariaçú. Lugar de nacimiento de los padres: São Paulo de Olivença (padre: vive en Tabatinga; madre: vive en Manaus. Esposo: colombiano; hijo: de Tabatinga; novio actual: colombiano. Idiomas: L1: portugués; L2: español; inglés. Residencia: Tabatinga. Informante 6 Nombre: Irene Dies Rocha. Sexo: mujer. Edad: 40 años. Lugar de nacimiento: Planalto (Bahia, Brasil). Estudios: secundarios completos; primer curso de Lingüística; estudia comercio en Leticia. Profesión: misionera (Iglesia Bautista). Lugar de nacimiento de los padres: Bahia (Brasil). Idiomas: L1: portugués; L2: español; inglés. Residencia: En Benjamim Constant entre 1995 y 1998. Leticia, desde 1998. Informante 7 Nombre: Jordão Oliveira Caldas. Sexo: hombre. Edad: 56 años. Lugar de nacimiento: São Paulo de Olivença (AM, Brasil). Estudios: leer y escribir. -829- Profesión: fazenda: agricultor. Lugar de nacimiento de los padres: padre: Amazonas (Brasil); madre: Belém do Pará (Brasil). Esposa: Benjamim Constant. Idiomas: L1: portugués; L2: español. Residencia: Leticia, desde 1950. Informante 8 Nombre: Carmosinda Bautista de Whiler. Sexo: mujer. Edad: 53 años. Lugar de nacimiento: Benjamim Constant. Estudios: primarios. Profesión: ama de casa. Lugar de nacimiento de los padres: Benjamim Constant. Esposo: Leticia; 3 hijos de Leticia. Idiomas: L1: portugués; L2: español. Residencia: Leticia (Barrio Jardín), desde 1967. En el barrio habla portugués porque hay muchos brasileños. -830-