Para establecer un conocimiento más comprensivo de las dinámicas de la interacción social en el pasado, los arqueólogos deben explorar las relaciones entre los artefactos, y los contextos físicos y sociales de las actividades llevadas a...
morePara establecer un conocimiento más comprensivo de las dinámicas de la interacción social en el pasado, los arqueólogos deben explorar las relaciones entre los artefactos, y los contextos físicos y sociales de las actividades llevadas a cabo. Estos componentes clave que dan forma a la identidad arqueológica y a las fronteras de diferenciación se codifican en las relaciones compartidas entre las "personas y cosas”, las cuales existen en tiempo y espacio. Dentro de este marco conceptual básico, las investigaciones en curso del Proyecto de Investigación Arqueológica Zaña (o PIAZ) se centran en cuestiones fundamentales relacionadas a la coexistencia de los pueblos Gallinazo (o Virú) y Mochica (o Moche) durante el primer milenio en la costa norte del Perú.
La pregunta principal abordada es ¿cómo pueden ser dilucidadas más eficazmente las dimensiones significativas sobre la diferenciación social y convivencia entre los Gallinazos y Mochicas a través de nuestros datos arqueológicos? En términos más generales, ¿cómo pueden ser dilucidadas las dimensiones significativas de la diferenciación social mediante el análisis de los datos cerámicas incompletas y fragmentarias que normalmente estudiamos más allá de los atributos nominales o categóricos, tipológicos, estilísticos o iconográficos? Estas preguntas se desarrollan luego de los antecedentes y de las propuestas aceptadas ampliamente en el pensamiento reciente sobre los Gallinazos y Mochicas.
Hoy en día, la convivencia entre Gallinazo y Mochica es poco entendida, lo cual limita el potencial para el entendimiento de la diferenciación social. Esta situación es una lamentable consecuencia de los primeros trabajos que se centraron casi exclusivamente en las élites Mochica y los contextos funerarios de algunos grandes centros cívicos y ceremoniales en la presumible zona central ubicada en las valles Moche y Virú, y se basaron principalmente en la interpretación estilística de artefactos y arquitectura de Gallinazo y Mochica. En su mayor parte, el trabajo arqueológico conserva esta tendencia hasta hoy, sin embargo se destacan estudios en una pequeña porción de sitios arqueológicos de Mochica y en los estudios tipológicos e iconográficos de las cerámicas Mochicas. Hasta la fecha, no tenemos línea de evidencia convincente de que los Gallinazo hubieran desarrollado una estructura con una clase dominante como la de la cultura Mochica. En gran parte, la carencia de estudios del Gallinazo, es consecuencia de la ausencia de centros urbanos tan abundantes como los centros de los Mochicas y de la ausencia de la investigación sistemática de los espacios cotidianos en donde ellos podrían haber vivido juntos.
Mientras que los estudios recientes han comenzado a reevaluar críticamente nuestras suposiciones largamente sostenidas en relación a la organización interna y a la dinámica entre Gallinazo y Mochica, así como sus relaciones, muchos sitios y regiones siguen siendo poco explorados. Por lo tanto, los contextos sociales y la importancia de los artefactos cerámicos pertenecientes a estos grupos continúan evadiendo un claro entendimiento.
Como parte de las investigaciones del proyecto PIAZ, hemos comenzado a cambiar esta dirección de los estudios de los Gallinazo a través de la investigación sistemática de espacios cotidianos como habitaciones y talleres en el sitio de Songoy-Cojal, situado en el valle medio de Zaña. Prospecciones y excavaciones recientes en el área residencial de Songoy-Cojal han producido evidencia de la convivencia Gallinazo y Mochica inesperada. Llama fuertemente la atención la variación en sus materiales cerámicos, los cuales no se ajustan bien a las categorías tipológicas tradicionales para artefactos de Gallinazo y Mochica. Con las características antes mencionadas y preguntas en mente, propongo implementar un análisis cuantitativo que combina técnicas computacionales y análisis espacial.
En este sentido, la investigación de “opciones tecnológicas” ("technological choices"), es una excelente alternativa a los estudios tradicionales de estilo en la cultura material. Las opciones tecnológicas son “las expresiones materiales de la actividad cultural", en tanto, las actividades tecnológicas producen significado cultural compartido que está inmerso en los artefactos. Al enfatizar situacionalmente y socialmente la naturaleza contingente de las opciones tecnológicas, así como su contexto espacial, es posible dilucidar los componentes materiales de tales opciones situacionalmente seleccionados, como los que caracterizan la convivencia cotidiana de Gallinazo y Mochica.
A diferencia de los tradicionales estudios de cerámica, que se limitan en gran parte al análisis de atributos binarios o datos iconográficos y estilísticos incompatibles con el análisis estadístico cuantitativo, esta investigación utiliza un sistema de clasificación fuzzy para analizar la diversidad de las opciones tecnológicas observadas en los artefactos de cerámica, el cual está mejor equipado para capturar la variación y las relaciones entre atributos.
En su forma original, la computación lógica fuzzy de Lofti Zadeh permite la exploración de tales descripciones en términos de niveles de pertenencia en lugar de oposiciones binarias. Usando medidas estadísticos de semejanza, en este caso, el coeficiente de Jaccard, establecer grados de membresía para ciertas combinaciones de atributos, establecemos un nuevo sistema de clasificación fuzzy para los artefactos. Con la capacidad de analizar los grados o niveles de pertenencia, en lugar de oposiciones binarias, es posible hablar cuantitativamente sobre fenómenos tales como decoraciones hibridas, el préstamo parcial de tecnologías, la variabilidad (o estandarización) de fabricación e incluso los resultados "estilísticos" o de coexistencia cultural. Con la implementación de un sistema de clasificación cuantitativo, también tiene datos cuantitativos como resultados que pueden ser analizados con otras líneas de datos complementarios.
En general, el trabajo constituye una desviación importante de los estudios tradicionales de la cultura Mochica, que están en gran parte restringidos por caracterizaciones descriptivas, análisis iconográficos y morfológicos de las colecciones derivadas de tumbas monumentales y contextos urbanos de la élite de más alto rango. Los enfoques que están diseñados para explorar la incertidumbre y las relaciones entre los conjuntos de datos son los más apropiados y valiosos, pero a menudo se pasan por alto en las investigaciones arqueológicas.
En esta ponente, expongo nuevos datos recuperados en excavaciones recientes y aplicar las técnicas descritas anteriormente. Encontrar el sistema de clasificación fuzzy es de gran utilidad para la comprensión de los materiales cerámicos de Songoy-Cojal, y para ampliar nuestra visión sobre la convivencia y diferenciación social de los Gallinazo y Mochica. Como muestra nuestro trabajo, la aplicación de un sistema de clasificación fuzzy que identifica atributos nominales significativos en términos de niveles de pertenencia, en lugar de expresiones de presencia o ausencia, revela matices de las similitudes y diferencias en los datos de la cerámica de la costa norte, y que se aproximan mayormente a la diversidad tecnológica observada en los objetos de estudio. En última instancia, el enfoque defendido aquí tiene mucho potencial para ser aplicado de manera más amplia en los estudios de identidad, en las relaciones compartidas entre las personas y cosas, producción artesanal, estandarización y más.