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ESTUDIOS SOBRE ARQUITECTURA
Y URBANISMO DEL DESIERTO
Volumen IV. Nmero 4 Noviembre 2012 Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen IV. Nmero 4. Noviembre 2012 ISSN: en trmite Nmero de reserva al ttulo expedida por la Direccin de Reservas de Derechos del Instituto Nacional de Derechos de Autor: en trmite Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto es una publicacin del Programa de Ar- quitectura de la Universidad de Sonora. El contenido de los artculos es responsabilidad de sus autores y no necesariamente refeja el punto de vista del Comit Editorial o de la propia institucin. Para la reproduccin del material contenido en esta publicacin se requiere la au- torizacin expresa del Comit Editorial de Arquitectura. Las colaboraciones deben dirigirse a esaud@arq.uson.mx o al Programa de Arquitectura de la Universidad de Sonora, edifcio 3-O, Centro de las Artes, Blvr. Luis Donaldo Colosio y Rosales, Colonia Centro, C. P. 83000, Hermosillo, Sonora, Mxico. Telfono y fax: +52 (662) 2592180. Imagen de portada: Dunas de San Nicols, Sonora, fotografa de Jos Manuel Ochoa. Impreso en Mxico / Printed in Mexico UNIVERSIDAD DE SONORA Rector Heriberto Grijalva Monteverde Secretario General Acadmico Enrique Velzquez Contreras Vicerrectora Unidad Regional Centro Arminda Guadalupe Garca de Len Peuri Directora de la Divisin de Humanidades y Bellas Artes Mara Rita Plancarte Martnez Director de Vinculacin y Difusin Manuel Ignacio Guerra Robles Jefe del Departamento de Produccin y Desarrollo Editorial Ral Acevedo Savn PROGRAMA DE ARQUITECTURA Editor Irene Marincic Lovriha Comit editorial Jos Manuel Ochoa de la Torre Mara Guadalupe Alpuche Cruz Alejandro Duarte Aguilar Rosa Mara Mendoza Robles Hortencia Orozco Esteban Comit cientfco Dennis C. Doxtater Te University of Arizona (Tucson, E.E. U.U.) Eloy Mndez Sinz El Colegio de Sonora (Hermosillo, Sonora, Mxico) Guillermo E. Gonzalo Universidad Nacional de Tucumn (S. M. de Tucumn, Argentina) Jorge Alberto Estrada lvarez Universidad Autnoma de Sinaloa (Culiacn, Sinaloa, Mxico) Ivn San Martn Crdova Universidad Nacional Autnoma de Mxico (Mxico, D. F.) Vctor Fuentes Freixanet Universidad Autnoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (Mxico, D. F.) Jaume Roset Universidad Politcnica de Catalua (Barcelona, Espaa) Pablo Elas Lpez Universidad Autnoma Metropolitana, Unidad Azcapotzaco (Mxico, D.F.) Glenda Yanez Ordiales Universidad del Valle de Mxico (Hermosillo, Mxico). Adolfo Gmez Amador Universidad de Colima (Colima, Mxico) ndice Arquitectura de tierra en Sonora Juan Luis Loredo Usos del agua en la imagen urbana hermosillense Alejandro Duarte Aguilar Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la Cortadura, Tampico Blanca Margarita Marn Gamundi Mara Eugenia Molar Orozco Rubn Salvador Roux Gutirrez En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora Brisa Violeta Carrasco Gallegos 9
29 47 61 6 Presentacin Habitamos el desierto, enfrentados a la aridez, a los recursos limitados. En suma, a una naturaleza que muestra inclemencias extremas. Y sin embargo, aqu es que hemos prosperado, alcanzando niveles de habitabilidad acepta- bles; pero es necesario sealar que dicha habitabilidad dista mucho de ser sustentable. Hemos enfrentado al desierto como a un enemigo a vencer y no como un medio natural al que es necesario conocer para aprovechar sus ventajas sin poner en riesgo a los que vienen despus de nosotros. Cons- truir en el desierto implica mucho ms que contar con la tecnologa para, en una suerte de ensalmo, desaparecer una realidad climtica superlativa- mente demandante en trminos energticos. Habitamos el desierto, pero en apariencia no lo conocemos, como tampoco parece que hayamos podi- do encontrar la voz para poder dialogar con l. Estudios de Arquitectura y Urbanismo del Desierto, pretende ser una voz que habla desde el desierto sobre el desierto. Con esta entrega alcanza su cuarto nmero y el segundo en formato enteramente digital, conformado por cuatro artculos que abordan materias distintas, todas ellas sugerentes, muestra representativa de la nutrida diversidad temtica de los especialistas urbano-arquitectnicos en la regin. El primer artculo aborda un tema habitual: la construccin con tierra. Si bien es cierto que sobre ello se han escrito innumerables opiniones, Arquitectura de tierra en Sonora, de Juan Luis Loredo, ensaya una aproximacin que le da a esta milenaria tc- nica constructiva argumentos para ser considerada como una posibilidad actual y renovada para la construccin. En el segundo artculo, Usos del agua en la imagen urbana hermosillense, de Alejandro Duarte, se asiste a una descripcin refexiva sobre el peso especfco que ciertas intervenciones urbano-arquitectnicas tienen cuando son utilizadas como instrumentos de propaganda poltica e ideolgica, con independencia de los benefcios 7 sociales que afrman conseguir. El tercer artculo, Espacios para renova- cin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la cortadura, Tam- pico, de Blanca Marn, Mara Eugenia Molar y Rubn Roux, tiene como objetivo analizar las condicionantes del canal tras el paulatino abandono de la poblacin, describiendo su origen, evolucin y la percepcin de la po- blacin remanente, para determinar las posibilidades de su rescate. El cuar- to artculo, En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tu- rsticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, So- nora, de Brisa Carrasco, donde utilizando las categoras de la autenticidad y a la del imaginario social, se revisar el caso de propuestas de arquitectu- ra turstica de manufactura reciente que aluden a la arquitectura mexicana, como pretendido legado de identidad. Cuatro voces hablando desde el desierto, a la espera que muchas ms se sumen en el futuro mediato, por lo que agradecemos a los lectores su inte- rs en sta publicacin, y no restando ms que invitarlos a que se integren a esta obra coral en formacin. Al fnal del ejemplar podrn encontrar el documento Instrucciones para los autores, con las caractersticas bsicas de redaccin y los datos de contacto de los editores. Comit Editorial del Programa de Arquitectura 9 Arquitectura de tierra en Sonora Juan Luis Loredo Departamento de Arquitectura y Diseo Universidad de Sonora Fig.1 Templo de la misin de nuestra Seora del Pilar y Santiago en Cocspera en Sonora. Fuente, archivo JLL Resumen El presente artculo refexiona sobre el uso que la tierra cruda ha tenido como mate- rial constructivo en las construcciones tanto del pasado como del presente. Para ello se emplea un eje de discusin que va del estereotipo frecuentado por los imaginarios sociales sobre el uso actual de la tierra como elemento constructivo, a la visin hacia el pasado demostrando que estructuras fabricadas con tierra cruda o barro an existen en la actualidad a pesar del abandono y olvido en que se encuentran. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 10 Sobre la construccin en tierra cruda se han escrito gran cantidad de docu- mentos, prcticamente en todos ellos se analiza su composicin fsica y qumica, las tcnicas para elegir los materiales base etctera. A diferencia de ellos, este art- culo pretende darle al material argumentos que le permitan ser considerado como una posibilidad actual y renovada para la construccin. Abstract Trough the historical review of clay as a building material, this article pres- ents an argument that begins looking at the stereotype frequently used social imaginaries on the current use of clay as a building element, this is followed for a view into the past, showing structures built with clay or mud which so far exist todayalthough forgetfulness and neglect of them. A large number of papers have been written on clay building, almost all of them focus on clays physical and chemical composition; this paper diferenti- ates from them because it presents the material with arguments that open the possibility for it to be considered as a real possibility for construction from now onwards. La defnicin no elegante de la arquitectura perpetuada por los pedantes como arte de construir combinando belleza y utilidad deber ser ampliada para incluir la vastedad de la especie menos ornada, la arquitectura annima. Bernard Rudofsy Constructores prodigiosos Introduccin Considerar utilizar materiales para construccin cuya base sea la tierra cru- da o barro aparece como un anacronismo en la actualidad. El tiempo pre- sente, dominado por la industrializacin y la idea de modernidad, parece antagnico al uso de materiales que no dependan de procesos industriales algunos, o de mano de obra capacitada en su ejecucin. En trminos de Jacques Ellul (2003) la modernidad se basa en la bsqueda del medio ms efcaz en todos los mbitos, incluida la tcnica. Bajo este argumento, los materiales y medios para desarrollarlos o construir anclados en la tradicin Arquitectura de tierra en sonora 11 parecieran no tener futuro. Aun as, la tierra cruda o barro en cualquiera de sus sistemas constructivos continua utilizndose en la mayor parte del mundo para construir desde lo que Rudofsky califca como arquitectura annima hasta algunas de las obras comunitarias que defnen el carcter de los pueblos. El inters por preservar las arquitecturas de tierra, as como la revalora- cin de la misma, no solo parte de inquietudes de pequeos grupos socia- les o prcticas personales, sino de organismos como la UNESCO que ve en ella valores culturales singulares dignos de ser preservados. El World Heri- tage Earthen Architecture Programme (WHEAP por sus siglas en ingls) fue instituido en 2008 con la misin inicial de conocer y ayudar a establecer las polticas de preservacin que la arquitectura de tierra requiere. WHE- AP muestra en su exposicin de motivos: La arquitectura de tierra es una de las manifestaciones ms originales y poderosas de la habilidad humana por crear y construir su entorno utilizando los recursos locales, 1 con un catlogo inicial de 106 sitios en el mundo construidos con arquitectura de tierra pa- ra el presente ao se ampla a 150 sitios confrmados y ms de 1537 en una lista tentativa para preservar este legado cultural. As, la arquitectura de tie- rra cruda pasa de un carcter utilitario a ser considerada una representa- cin simblica de las diversas culturas donde se manifesta. Arquitectura de tierra Al revisar la historia de la humanidad es posible constatar la forma en que la fuerza edifcadora del hombre ha sido marcada por dos ideas opuestas y complementarias dentro de la arquitectura (Guerrero 1997: 11). La primer idea representa la fuerza del cambio, la otra la fuerza de la permanencia. A la primera se le signifca con la modernidad, a la segunda con la tradicin. La fuerza del cambio impulsa al hombre a la bsqueda de nuevas solu- ciones y tcnicas constructivas, a ensayar nuevos materiales que se adapten mejor a los conceptos de economa y solidez que se demanda en todo que- hacer constructivo, adems de lograr una expresividad propia de la poca y los recursos materiales empleados. De manera opuesta tenemos la resisten- cia que ofrece la certidumbre del saber que no se expone a la experimenta- cin, o que avanza lentamente sobre terrenos conocidos, y que determina en gran manera la permanencia de usos y costumbres, as como modos de 1 El documento completo puede ser consultado en whc.unesco.org/uploads/activi- ties/documents/activity-2120.pdf Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 12 hacer las cosas en formas reconocibles por una comunidad; esta fuerza es opuesta a la primera, nos habla de un modo de entender la vida y su mate- rializacin, es la fuerza de la tradicin. Estas dos fuerzas son visibles en toda la actividad edilicia del ser huma- no; en ocasiones intentado los cambios necesarios, en otras consolidando los conceptos ya conocidos. Trabajando complementariamente pueden in- cluso establecer los equilibrios necesarios para, como dice Ortega y Gasset, la tradicin sea el cimiento y refugio sobre el que se construye toda innovacin y al mismo tiempo refugio seguro y estable ante la posibilidad de que los cam- bios fracasen. (Citado por Guerrero ibd.; 12) Es en medio de las tensiones que ambas fuerzas entablan, que la arquitectura realizada con tierra cruda ha sido lograda desde los inicios de la civilizacin y an perdura en nues- tros das. En su fundamento est la tierra cruda, uno de los materiales que se usa de manera ininterrumpida desde hace milenios, y adems es, de acuerdo con estudios de las Naciones Unidas el que cobija a una tercera parte de la poblacin mundial. En la segunda conferencia de las Naciones Unidas sobre asentamientos humanos conocida cmo Hbitat II 2 ya se indicaba que aproximadamente el treinta por ciento de la poblacin mundial habita en casas fabricadas con tierra cruda en cualesquiera de sus variantes constructivas: ya en su forma de bloques secados al sol, conocida como adobe, ya sea en su forma de mu- ros construidos de paja y carrizo repellado con lodoque en Mxico se co- noce como bajareque o bien en su modalidad a base de lodo vaciado den- tro de moldes y apisonado para aumentar su resistencia para formar muros continuos conocidos como muros tapialestodos ellos conforman un sis- tema nico de construccin. Sin embargo, a pesar de sus diferentes aplicaciones, la arquitectura de tierra es percibida actualmente slo como una manifestacin ms de la ar- quitectura verncula o annima, o lo que es peor an, arquitectura asocia- da a comunidades empobrecidas. No es extrao entonces que entre los conceptos de tradicin o cambio ya esbozados, la arquitectura de tierra re- ciba mayor valoracin y aprecio dentro del concepto de la tradicin. Por qu es as, s el material y sus sistemas constructivos derivados han resisti- do el paso del tiempo? Esto lo demuestra su extendido uso, y su expresivi- dad apreciada por diversos sectores de la sociedad, incluso fuera del mbi- to rural. Son varias las razones que inciden sobre la percepcin del material y sus sistemas derivados como no aptos para el mundo moderno, entre s- 2 Llevada a cabo en la ciudad de Estambul en 1996 (www.un.org/spanish/ag/habi- tat/10.htm) Arquitectura de tierra en sonora 13 tas podemos destacar la omnipresencia al menos desde el siglo XIX, de las academias de Bellas Artes que consideraron el uso de tierra cruda y sus de- rivados como materiales frgiles y deleznables, poco congruentes con la ar- quitectura grandilocuente propugnada desde sus aulas. Otra ms se da con la aparicin de los nuevos materiales de procedencia industrial como el acero y el concreto, que fueron asignados directamente a los imaginarios de modernidad y progreso desde el siglo XIX. Es precisamente en el siglo pasado que la impronta de modernidad que- d sujeta con mayor fuerza a los imaginarios sociales 3 . Tal como asegura Oc- tavio Paz, 4 la modernidad propugnada consisti ms en una idea que en la realidad. Haba que ser modernos en todo: en los modos de vida, en los ma- teriales que la hacen posible, en sus medios y fnes. Si la modernidad basada en el avance tecnolgico y cientfco se estableci en las ciudades industriales y planifcadas, al campo se relegaron las tradiciones sus usos y costumbres in- cluida la arquitectura de tierra que qued ligada de manera indisoluble al medio rural. Con tal fuerza se estableci este imaginario de modernidad y progreso asociado a las tecnologas, que en el proceso de apropiacin llevado a cabo entre culturas con diferentes grados de refnamiento, que los materia- les tradicionales como la tierra cruda o las techumbres de palma estn siendo eliminados del acervo cultural incluso en el campo. En las comunidades rurales de nuestro pas vemos como el adobe es sustituido por nuevos materiales tales como el tabique cocido, paneles pre- fabricados, block de concreto simple o block de concreto hueco. Se rompe as, una cadena de tradicin constructiva de cientos de aos y en algunas partes del mundo incluso de miles de aos. De esta manera se pierden no solo los materiales sino tambin los modos, las habilidades y conocimien- tos necesarios para trabajar con los materiales no industrializados. La crisis energtica propiciada por el embargo petrolero que los pases rabes impusieron al mundo occidental y moderno en 1973 puso en evi- dencia las enormes defciencias que plantean el progreso unidimensional y el derroche de recursos naturales. Esto represent una oportunidad para recuperar tcnicas y materiales de tradicin artesanal que haban quedado de lado. stas fueron reincorporadas a los sistemas productivos intentando replantear la manera de concebir un desarrollo menos demandante de re- 3 Tomamos el trmino imaginarios sociales en el sentido que Armando Silva lo defne; como la representacin social de la realidad. (Silva, Armando. Imaginarios urbanos. Arango editores. Bogot 2006) 4 Discurso pronunciado por Octavio Paz La bsqueda del presente en la ceremonia del premio Nobel en 1990. http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laurea- tes/1990/paz-lecture-s.htm Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 14 cursos y ms congruente con el medio ambiente. Es ah donde la construc- cin con tierra cruda se manifesta con mayor claridad en las representaciones sociales en la actualidad. Aunque el inters por la construccin con tierra ya haba iniciado un ao antes al celebrarse la primera Conferencia Internacional de Arquitectura de Tierra realizada en 1972 en Estambul, en la misma regin que vio nacer los grandes conjuntos urbanos de la civilizacin llevados a cabo con adobes. A sta primera conferencia siguieron otras ms hasta llegar fnal- mente al TERRA 2012 (11th International conference on the study and conser- vation of earthen architecture heritage) Realizada en la ciudad de Lima. Todas y cada una de dichas conferencias han sido marcadas por una ne- cesidad cada vez mayor de dar a conocer las realidades y esclarecer los mi- tos que acompaan el uso de la tierra cruda como material y del adobe co- mo su derivado ms difundido. A pesar de que en principio fueron dirigi- das a un pblico especializado, el inters que despiertan ha ido acercado a un pblico cada vez mayor, ms heterogneo y plural. El renovado inters tanto por la arquitectura verncula y sus sistemas constructivos, como por el uso de tierra cruda en la construccin, en los pases llamados del primer mundo popicia la creacin de importantes cen- Fig. 2 Fotografa Juan Rulfo. Coleccin. Fundacin Juan Rulfo, Mxico Imagen de libre acceso en internet Arquitectura de tierra en sonora 15 tros de estudio para este material. En Francia (1987) nace el Centro Inter- nacional en Construccin de Tierra en la escuela de Architecture Grenoble, (CRATerre); en los Estados Unidos nace en 1989 el Pan-American Courses Conservation Management Erthen Architectural Archeological Heritage, y co- mo consecuencia directa se instrumenta la creacin del SICRAT por sus si- glas en ingls (International Symposium Erthen Architecture). Junto a estos organismos se crean los talleres Internacionales de Cal; (TICAL) y los ta- lleres de arquitectura de tierra (TICRAT) que trabajan en la franja fronte- riza de Mxico con Estados Unidos. Todos estos organismos, talleres e instituciones, reconocen que una mi- sin importante es realizar actividades de difusin y educacin dirigidas principalmente a los profesionales de la construccin; arquitectos, ingenie- ros, y artesanos no slo en los procesos constructivos, sino tambin en la conservacin y preservacin de arquitectura fabricada en tierra. Mxico no ha sido ajeno a este movimiento y cada vez con mayor frecuen- cia se publican diversos materiales que ponen en relevancia las ventajas de construir con tierra cruda; desde El Manual para la Construccin de Viviendas con Adobe editado en 1979 por la Facultad de Arquitectura de la U.N.A.M. y que tiene su origen en la Cartilla editada por el gobierno peruano despus de los terremotos que azotaron aquel pas en 1970, ambas publicaciones dirigidas a guiar los procesos autoconstructivos en la poblacin; hasta las diversas publi- caciones que instituciones y centros educativos realizan para difundir y desmi- tifcar el uso de tierra o lodo como sistema de construccin. El inters que despierta el uso de tecnologas artesanales ha llevado a que en niveles de enseanza profesional, departamentos de escuelas y fa- cultades de arquitectura, integren entre su personal docente a profesores e investigadores especializados sobre el rea. Siendo aqu, en las instituciones de enseanza que el conocimiento y revaloracin de los sistemas construc- tivos tradicionales se realiza a partir de dos lneas fundamentales de inves- tigacin: las que por un lado ensayan nuevas maneras de utilizacin para la tierra crudaestudiando sus propiedades e intentando mejorarlas a partir de agregados nuevos como la cal, el asfalto o los polmeros (Orea 1990) ca- paces de retrasar la curva de degradacin natural del materialy, por el otro lado, las que tienen que ver con el patrimonio edifcado y el estudio del material en sus procesos de degradacin estabilizacin y recuperacin. El conocimiento en ambos casos avanza poco a poco, y es necesario reco- nocer que esta particin en reas especfcas da la impresin de que la tie- rra cruda o el adobe es asunto slo de expertos. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 16 Evitar que la arquitectura de tierra sea alejada an ms de la prctica cotidia- na de construccin en la sociedad general, conlleva a intentar una va ms emp- rica. Es importante aprovechar que todava se cuenta con comunidades artesana- les que no han perdido el contacto con sus tradiciones, y conservan la experiencia de construccin con tierra, de sta manera es posible una enseanza directa basa- da en la observacin de tcnicas y procesos constructivos, adoptando y adaptando inteligentemente las soluciones a problemas de diseo actual. Conceptos fundamentales Es un hecho reconocido por la cultura, que la civilizacin actual admite di- versos lugares de nacimiento, no existe uno que pudiese ser aceptado como el punto nico de origen. Cada sitio donde el genio humano desarroll la idea de cultura y la materializ en civilizacin, gener avances tecnolgicos que progresaron a velocidades diferentes y con diferentes resultados. Cada cultura busc en la forma y seleccin de materiales los medios de expresin que las aspiraciones desde el sentido social se requeran para crear su hbi- tat. Cre sistemas singulares dependiendo de los materiales disponibles y su adecuacin al medio, los diferentes tiempos en que se materializaron es- tas soluciones en contextos particulares nos permite agrupar los sistemas de construccin con tierra cruda o lodo, bajo criterios de factibilidad tcnica. Por lo tanto la siguiente clasifcacin es solamente para distinguir los siste- mas ms generalizados de construccin con tierra, independiente de su ori- gen o antecedente cultural. Bajareque Uno de los sistemas constructivos ms singulares por el empleo que hace de diversos materiales trabajando conjuntamente en un proceso que an hoy da es posible observar en nuestro pas se conoce como bajareque. De acuerdo con Guerrero, (1997) en comunidades rurales de los esta- dos de Morelos, Oaxaca, San Luis Potos o Veracruz an se construyen mu- ros y techumbres bajo este sistema. Para lograrlo primero se realiza la erec- cin de una estructura a base de carrizos o varas de madera para formar muros y techumbres. Estas han de estar frmemente atadas con la corteza del carrizo o bien con ixtle. Una vez teniendo la estructura en su lugar se procede a revocarla embarrado lodo por ambas caras de la retcula hasta Arquitectura de tierra en sonora 17 obtener el espesor que la experiencia local dicte como el adecuado. Este sis- tema no solamente es fcil de realizar sino que ha demostrado tener una gran durabilidad y resistencia a los agentes atmosfricos. Pero no slo pertenece a los pueblos del altiplano central,se han encon- trado restos de asentamientos humanos en el suroeste americano(100-900 D.C.) de la tribu Hohokam donde este ingenio se utiliz en la construccin de las Kivas; (Mchenry 2000; 17) especie de casas sagradas semienterradas y cubiertas con una techumbre de bajareque en forma de domo. Su uso fue ampliamente difundido en los territorios rurales de Mesoa- mrica y la Amrica septentrional y continu incorporado a la construc- cin de casas durante todo el periodo virreinal empleado principalmente como muro divisorio entre habitaciones y sus dependencias. Una variante del sistema de bajareque lo encontramos en una de las formas de construccinde origen prehispnico que tambin perdura hasta nuestros das. Son los pequeos silos con forma de olla o canasta para la guardade granos de maz conocido como cuescomateo cuexcomatl en su voz nhuatl. Originario de las culturas mesoamericanas, este granero poda encontrarse en los valles de Mxico,Toluca, Puebla y Tlaxcala, en pueblos de la costa del Golfo de Mxico y tambin en los estados de Oaxaca y Mo- Fig. 3 Esquema de construccin del muro de bajareque Fuente. http://sleekfreak.ath.cx Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 18 relos. Fuertemente anclado al simbolismo de la cosecha del maz, en la ac- tualidad su uso se concentra principalmente en algunas partes del estado de Morelos como en Chalcatzingo y Xoxocotla y en comunidades en la co- lindancia con el estado de Guerrero. (Alpuche, O. 2008) Las estructuras del cuescomate con la forma de olla se estructuran a tra- vs de tres secciones, la principal es la olla que se logran armando una red de carrizos u otates con la forma descrita y posteriormente recubierta con lodo y zacate, dejando un pequeo orifcio en la parte baja para vaciar el maz. La parte superior corresponde a una extensin lograda con carrizos u otates a la que se le embarra lodo y zacate y que se nombra naguas o capote. Finalmente se cierra con una cubierta vegetal que en el caso del cuescoma- te morelense es de varas o carrizos con zacate fuertemente atadas entre s a Fig. 4 Cuescomate tradicional en Chalcatzingo Morelos Fuente. www.ccytem.morelos.gob.mx Arquitectura de tierra en sonora 19 manera de evitar la entrada de agua de lluvia o roco. Se desplantan sobre una base de piedra de trazo circular que les sirve tanto de cimentacin co- mo para levantar la estructura del suelo y evitar la humedad por capilari- dad o el ataque de roedores. En la actualidad aunque se continan constru- yendo de la misma manera que en la poca precortesiana, la techumbre ha sido sustituida por lminas metlicas o de cartn asfltico, perdiendo en esta adecuacin tecnolgica la grcil forma del cuescomate. Tapial Otra manera de construir con tierra cruda es el llamado sistema de tapial que consiste en apisonar lodo dentro de cimbras de madera dando forma a un muro corrido de tierra. Este sistema logra una construccin monoltica y requiere de una cuidadosa planeacin adems de gran cantidad de mano de obra. Quizs por ello solo es posible rastrearlo en las grandes obras co- munitarias especialmente en las culturas del noroeste como en la Hohokam (ca. 1000 DC) que habit en la parte sur del actual estado de Arizona y que llevaron a cabo una de las estructuras de lodo apisonado ms grandes de to- Fig. 5. Ruinas de la Casa Grande en Arizona Autor desconocido. ca 1900 Fuente. www.casagrandeaz.gov Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 20 dos los tiempos, la llamada Casa Grande. Completamente construida de lodo apisonado en muros que alcanzan ms de nueve metros de altura y dos de base. Una variante del muro tapial se encuentra en la regin de Paquim en el desierto de Chihuahua, tambin conocida como Casas Grandes. La dife- rencia entre una y otra es que en la establecida en Chihuahua no se utiliz cimbra, sino en un proceso muy laborioso se deposit directamente el lo- do acumulndolo lentamente hasta lograr su forma. El lodo era transpor- tado al sitio de construccin en cestos que vertan el material fresco en hi- leras que simultneamente se afnaban con utensilios simples de madera, acumulando material hasta que se obtiene la forma y tamao buscados. Este trabajo igual que el anterior requera no solo de una planeacin cui- dadosa sino el concurso de una gran cantidad de mano de obra pues el tra- bajo una vez iniciado no era posible interrumpirlo por mucho tiempo. Estas dos caractersticas, empleo de una gran mano de obra disponible y una pla- neacin adecuada reserva este sistema solo a algunos ejemplos de gran im- portancia. Para la construccin domstica y otras obras menores siempre se pudo contar ya sea con el bajareque, o bien, con la construccin tradicional del adobe. O llegado el caso se pudo emplear una solucin mixta entre ellas. Fig. 6. Paquim. Casas Grandes Chihuahua 2008 Fuente archivo JLL Arquitectura de tierra en sonora 21 Adobe Diversos especialistas; (Guerrero 1997); (Mc Henry 2000) mencionan que el uso de adobes (como bloque de construccin independiente) ha sido po- sible rastrearlo desde las ruinas de Jeric datadas en 8000 aos de edad hasta nuestros das. El trmino adobe procede del egipcio thobe y su difusin se dio en todo el mundo mediterrneo tanto por los romanos a principios de nues- tra era como por el pueblo rabe que lo llam atob (ladrillo). Siendo el ado- be una de las formas ms difundidas de construir con tierra cruda. En nuestro pas las referencias al adobe las podemos encontrar ya en el Cdice Florentino (Prado 2000; 89) donde se muestran unas fguras que re- lacionan desde la obtencin del materia, hasta su uso en construccin. Pe- ro quizs por tratarse de un material con poco inters para los conquista- dores las crnicas de la poca prcticamente no le mencionan en otros do- cumentos. Es Sahagn en su Historia General de las Cosas de la Nueva Es- paa quien seala que el uso del adobe ya era conocido por los naturales de la Nueva Espaa an antes de la llegada de los europeos y George Kubler (1990; 173) por su parte reconoce; Ejemplos de construcciones de adobe del siglo XVI son desconocidos. Sin embargo, es de suponerse que el adobe y la tierra apisonada fueron los mate- riales ms comunes y a la vez precederos de la arquitectura mexicana Pese a ser poco mencionado en los documentos virreinales el uso del adobe continu profusamente en la construccin novohispana. En las reas alejadas de los centros metropolitanos se construan con adobes prc- ticamente todos los edifcios y es el mismo Kubler quien relaciona los arcos de adobe colocados en la iglesia de San Juan de Autln en Jalisco ya en 1545. (Kubler 1990; 175) El predominio de las construcciones de adobe en la periferia de la Nue- va Espaa tanto en las regiones montaosas del sur como en la tierra ca- liente del occidente de Mxico son prueba de la asimilacin tecnolgica que ocurri en ambos sentidos entre europeos y nativos. Israel Katzman (1973; 247) por su parte al estudiar la arquitectura en Mxico durante el siglo XIX demuestra que el adobe no solo fue empleado para la construccin domstica sino tambin algunos de los edifcios im- portantes construidos en pleno siglo XIX; como el Palacio de gobierno de Toluca, el primitivo Teatro de San Miguel de Allende construido entre Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 22 1873 y 1875, as como varios templos de la ciudad de Oaxaca fueron cons- truidos con este material. Ahora bien, s en el centro del pas la construccin con adobe fue sien- do sustituida por el empleo de materiales ms industrializados como el la- drillo comn o los sillares de piedra labrada. En el norte se continu cons- truyendo prcticamente todo tipo de edifcios con adobes, desde casas ha- bitacin a templos, de escuelas a hospitales. La arquitectura con tierra cru- da fue una realidad que alcanz a llegar a los albores del siglo XX. Fig. 7 Construccin con adobes en Ojinaga, Chihuahua Fuente www.mexicoenfotos.com.mx Arquitectura de tierra en Sonora Quizs el primer estudio sobre arquitectura en Sonora haya sido el efectua- do en 1935 por arquelogos y arquitectos del Departamento del Interior del gobierno Norteamericano; (Pickens 1993) el motivo fue recorrer las misiones del estado de Sonora para obtener datos que les permitiesen res- taurar la antigua Misin de San Jos de Tumacacori en el sur de Arizona. Di- rigiendo el grupo de exploradores el arquelogo y escritor Arthur Wood- ward, con l viajaban los arquitectos Scofeld DeLong y Lefer B. Miller cuya tarea era hacer levantamientos arquitectnicos de los restos de las mi- siones que encontraran as como su descripcin. El resultado fueron 28 l- minas y planos de las misiones con detalles y mobiliario encontrado. En el Arquitectura de tierra en sonora 23 grupo viajaba tambin el fotgrafo George A. Grant cuya merecida repu- tacin qued puesta en evidencia con ms de 300 fotografas de los tem- plos y sus vestigios arqueolgicos. El resultado fnal fue un reporte publi- cado en 1935 y que la Universidad de Arizona y Buford Pickens re editan en 2003. En este documento nico podemos constatar que prcticamente todos los templos misionales de la Pimera Alta en Sonora 5 fueron cons- truidos con adobe. Las variaciones constructivas entre unos y otros son de- bidas a las adaptaciones que los misioneros debieron incorporar por las condiciones particulares de cada sitio. As por ejemplo los aplanados en un principio de lodo o zoquete fueron sustituidos por enjarres de cal-arena con espesores hasta de 8 cm. Con la expulsin de los jesuitas en 1762 su lugar fue ocupado por misioneros franciscanos que debieron adecuar las misio- nes asignadas. A ellos debemos una interesante solucin en la portada del templo de Cocospera donde se decidi levantar un muro fabricado con ta- bique recocido que confnara y protegiera el muro original de adobe. Este mismo sistema de encapsulamiento se emplea actualmente cuando se pre- senta la necesidad de proteger un muro existente de adobe y debe ser con- fnado dentro de otro preferentemente de tabique recocido. En la composicin del barro, a la mezcla original de arena y arcilla que conforma el adobe se le agregan piedras pequeas de diversas composicio- nes, as como paja o estircol de animales con el objeto de darle mayor re- sistencia al material y sea apto de recibir los emplastes del acabado fnal. Para juntear las piezas individuales se utiliza una mezcla de igual material que el adobe en juntas que pueden tener desde 2 cm. de espesor hasta los asombrosos 15 cm. como los que es posible apreciar todava en lo que que- da de las ruinas del templo de Santa Teresa en Atil, Sonora y que supera con mucho el espesor de los propios adobes. Todos estos muros de adobe son necesariamente masivos para lograr que pese a la escasa capacidad de carga del material sean aptos para sopor- tar las cargas impuestas por la techumbre adems del propio peso que por las grandes alturas logradas se torna considerable. Un ejemplo singular del uso de tierra cruda ya no como elemento cons- tructivo sino como decoracin, es el que encontramos en el templo de Opodepe, (fg. 8) sobre el ro San Miguel en Sonora, donde a partir de la reconstruccin realizada por los franciscanos, la fachada del templo fue ador- nada con tableros de barro en los que se delinearon con piedrecillas de color 5 Histricamente fue llamada Pimera Alta a la regin norte del estado de Sonora y sur del estado de Arizona. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 24 negro y terracota, unas fguras que los investigadores suponen ilustran el ca- tecismo catlico 6 . Hoy esta fachada est prcticamente desaparecida. Pero no solo la arquitectura indgena prehispnica o las misiones fue- ron logradas con el uso de adobes. En el Catlogo de Construcciones del Instituto Nacional de Antropologa e Historia realizado para Sonora en 1984 7 es posible ver en un total de 1270 fchas de inmuebles catalogados, que el material ms empleado para la construccin registrado bajo catlo- go, es el adobe. En Sonora, ya sea en sus comunidades rurales o en las ciu- dades como Hermosillo, Caborca, lamos o Navojoa con muy pocas ex- cepciones, la construccin se llev a cabo casi enteramente en adobe hasta principios del siglo XX. C. Radding (2001; 249-259) seala que si bien los fnes militares y las necesidades de evangelizacin trajeron a Sonora nuevas tecnologas, El carrizo, el lodo, el adobe y los cimientos de cal y canto forma- ron la base de las construcciones hispanas e indgenas de las pocas histricas re- 6 Eckhart (1975) despus de analizar las pocas referencias grfcas del templo, supone que representan la oracin del Padre nuestro. En el mismo sentido se inclina la opinin del arquelogo J. C. Montaner, aunque no con la misma oracin. 7 Fecha en que se levanta el primer Catlogo de construcciones del estado como una muestra del universo construido dejando de lado muchas edifcaciones que no fueron do- cumentadas. Fig. 8 Templo de nuestra seora de La Asuncin en Opodepe Sonora. Dibujo del autor a partir de la fotografa en Eckhart, George B. & Grifth, James S (1975) donde aparece el templo de Opodepe a mediados del siglo XX Arquitectura de tierra en sonora 25 cientes, refejando el mestizaje cultural que sostiene la evolucin de la sociedad sonorense. (En Loreto 2001; 249-259) Es con el arribo de la modernidad cuando el material que se defnira para lo que restaba del siglo seran; el concreto hidrulico, el tabique co- mn recocido y en tiempos recientes el acero, el block de concreto y los di- versos tipos de paneles prefabricados. A pesar de la irrupcin de materiales estandarizados y sus tecnologas, to- dava algunos arquitectos educados bajo los preceptos del Movimiento Mo- derno realizaron magnfcas construcciones de casa habitacin en adobe en algunas de las ciudades del estado. Rompiendo la idea generalizada que el adobe es solo para el medio rural o incluso que es un material pobre y de ma- la expresividad. Entre las dcadas setentas y ochentas arquitectos como Hi- ram Marcor y Oscar Tern cada uno por su lado ensayaron y lograron con- juntar a las tradicionales bondades del adobe un diseo moderno y actual, reintegrndolo al circuito de la arquitectura moderna de Sonora. Estos ejem- plos fueron tmidamente seguidos por otros arquitectos que construyeron casas habitacin en adobe pero sin proporcionar alternativas contempor- neas, en ellos priv no la necesidad del cambio y si la reminiscencia de tiem- pos pasados. Nuevamente expresando la dicotoma entre tradicin y moder- nidad que acompaa el empleo de materiales y la falta de entusiasmo por ex- perimentar y desarrollar el potencial que tiene el adobe como materia prima. En un caso aparte es digno de mencionar el esfuerzo que un grupo de jve- nes arquitectos realiz al presentar su tesis de licenciatura en la Universidad de Sonora con el proyecto para el Centro de Artes en Huachineras, Sonora. Con- juntando un diseo moderno al empleo de adobes y sistemas tradicionales de construccin, demostrando las posibilidades del material y su fuerza expresiva. Conclusiones El uso del adobe como vemos, est lleno de verdades a medias y mitos, por sus caractersticas es un material ideal para construir en zonas desrticas donde el acarreo y transporte de otros materiales signifcara un problema. Sus notables condiciones trmicas lo hacen quizs el nico material capaz de solucionar los problemas de asoleamiento y altas temperaturas con las que se enfrentan los habitantes de las ridas regiones del norte. Por su ex- presividad es ideal para la construccin domstica y el diseo contempor- neo que busca aunar a la funcin la expresin moderna. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 26 Entonces, qu pasa con su utilizacin? Por qu no se emplea en ma- yor escala? Considero que la permanencia o no del adobe obedece a dos ideas muy generalizadas, la primera expresada por la investigadora Hayide Orea que tiene que ver con el abandono de las tcnicas antiguas de construccin por el sueo de materiales industrializados, (Orea: 1998) imaginario social que habamos anotado al inicio del presente artculo; el principio de moderni- dad, ante el cual nadie quiere ser sealado como tradicional o conservador. Ante esta idea el adobe siempre ser considerado por muchos como una opcin de segunda o francamente impensable por su acentuada tradicin. La segunda razn ya no tiene que ver con el material en s mismo sino con la idea que tenemos de l y sus procesos constructivos, el abandono de tcnicas y medios artesanales de produccin y construccin estn inmersos en un proceso de imagen que se ha construido a partir de premisas estable- cidas por los medios de comunicacin y las empresas que los contratan. Pa- ra entenderlo podemos recurrir a una analoga con la propia arquitectura verncula. Han sido las academias y sus patrocinadores los que han este- reotipado el quehacer arquitectnico durante muchos aos, encasillndolo dentro del esquema Beaux Arts con lo cual no solo se relega el registro de ms del treinta por ciento de la produccin arquitectnica mundial sino que desconoce cul es la funcin principal de la arquitectura y al hacerlo niega su propia esencia. Es sta contradiccin la que descalifca al adobe como material apto para la construccin moderna. Sin embargo, con una mayor conciencia sobre los efectos negativos de la industrializacin en el planeta, se hace imperativo la bsqueda de nuevas soluciones a los problemas de habitabilidad y sustentabilidad que deman- da una poblacin en crecimiento constante. Construir con tierra cruda o adobes o cualquiera de sus derivados, requiere de conocimientos tcnicos elementales, su edifcacin requiere de conservacin. (Otro valor en desu- sos) Su expresividad es adecuada a prcticamente cualquier tipo de proyec- to arquitectnico moderno, su nica realidad es que se degrada, pero lo ha- ce de la misma manera en que se afectan otros materiales ptreos o cocidos. El secreto sera entonces darle el mantenimiento que se requiere, construir y aplicarlo correctamente para evitar caer en errores auto infringidos por un escaso entendimiento ya sea del material o sus sistemas constructivos. Por ltimo, apreciar juiciosamente la naturaleza del material es alejarlo de los estereotipos cualesquiera que stos sean. Arquitectura de tierra en sonora 27 Bibliografa Adobe 90 Preprints. 6th International Conference on the Conservation of Earthen Architecture. Las Cruces, New Mexico. (Octubre de 1990) Orea, Hayde Te protection and conservation of the adobe structures at Paqui- m Casas Grandes, Mxico Alpuche, Oscar. (2008). El cuezcomate en Morelos. Simbolismo de una troje tradi- cional UAEM, Cuernavaca. Eckhart, George B. & Grifth, James S. (1975). Temples in the Wilderness. Span- ish Churches of Northern Sonora. Arizona Historical Society. Monograph No. 3 Tucson. Ellul, Jacques. (2003). La edad de la tcnica. Ed. Octaedro, Barcelona. Facultad de Arquitectura Autogobierno (1979). Cartilla del Adobe . UNAM, Mxico. Guiddens, A. (2000). Modernidad e identidad del yo. Ed. Pennsula, Barcelona. Guerrero, Luis Eduardo. (1997). Arquitectura de Tierra . UAM-Azcapotzalco, Mxico. Katzman, Israel. (1973). Arquitectura del siglo XIX en Mxico. UNAM, Mxico. Kubler, George. (1990). Arquitectura Mexicana del Siglo XVI. Fondo de Cultura Econmi- ca. Mxico. Loreto, Rosalva. (2001). Casas, viviendas y hogares en la historia de Mxico. El Colegio de Mxico, Mxico. Mchenry, Paul Graham. (2000). Adobe. Como construir fcilmente. Ed. Trillas. Mxico. Pickens, Buford. (1993). A 1935 Field Documentation. Te Missions of Northern Sonora. Te University of Arizona Press. Tucson. Prado Nez, Ricardo. (2000). Procedimientos de restauracin y materiales; Proteccin y con- servacin de edifcios artsticos e histricos. Ed. Trillas. Mxico. 29 Usos del agua en la imagen urbana hermosillense Alejandro Duarte Aguilar Departamento de Arquitectura y Diseo Universidad de Sonora Resumen En el marco de los confictos sociopolticos provocados por la construccin del acueducto Independencia, mismo que abastecer de agua a la capital sonorense des- de la cuenca del ro Yaqui en el sur del estado, el presente trabajo explora, desde la arquitectura, las signifcaciones simblicas que ha tenido el control, la conduccin y la distribucin de los recursos hdricos para el consumo humano en Hermosillo. Se presentan dos momentos particulares, separados por poco ms de cinco d-cadas en el tiempo: primeramente, se abordarn las reformas de infraestructura hi-drulica y de paisaje urbano durante el mandato de lvaro Obregn Tapia (1955 1961); posteriormente, en el contexto de la administracin de Guillermo Padrs Elas (2009-2015), se muestran las representaciones del cmo las autoridades esta-tales usan el vital lquido ahora entendido y promocionado como inagotable para potenciar las oportunidades tursticas y de inversin locales: el proyecto Puerta Oeste, las fuentes del bulevar Francisco Eusebio Kino y la del parque Francisco I. Madero, y por ltimo el llamado pabelln del agua. La propuesta es entonces refexionar sobre el peso especfco que dichos ejemplos han tenido en el imaginario urbano local los usos y los abusos de los recursos hdricos; objetos arquitectnico-urbanos patrocinados por los poderes circunstanciales, pbli- cos y privados, que ven en aquellos valiosos instrumentos de propaganda poltica e ideolgica, con independencia de los benefcios sociales que afrman conseguir. Abstract Te construction of the Independencia aqueductthat will supply water to the So- noran capital from the Yaqui River basin located in the southern part of the state Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 30 has caused a series of socio-political conficts. Such conficts are the context for this paper. Here is explored, from an architectural standpoint, the symbolic meanings as- signed to the control, leadership and distribution of water resources for human con- sumption in Hermosillo. I address two particular moments, separated by little more than fve decades in ti- me. First, water infrastructure and urban landscape reforms carried out under lvaro Obregn Tapia government (1955-1961); then, within the context of Guillermo Pa- drs Elass administration (2009-2015), is shown how state ofcials use the vital li- quidat the moment understood and promoted as inexhaustibleto enhance tourism and local investment as the Puerta Oeste project, the fountains on Francis- co Eusebio Kino boulevard, the one in the Francisco I. Madero park, and fnally the so-called water pavilion. Te proposal is to refect on the specifc weight that those examples have had on the local urban imaginary, on the use and abuse of water resources, and on the urban-architectural objects sponsored by temporary public and private authori- ties, who see in them valuable tools of political and ideological propaganda, irre- spective of the social benefts they claim to provide. Introduccin Hermosillo, Sonora, se localiza en los 290556N de latitud y en los 1105715 de longitud; su altitud sobre el nivel del mar es de 216 metros y su clima puede caracterizarse como clido seco a muy seco, con precipitaciones anuales entre los 200 250 milmetros de promedio (INEGI, 2006). Sin embar- go de lo anterior, durante la primera mitad del siglo XX, la economa hermo- sillense estuvo fuertemente signada por las actividades agropecuarias del distri- to agrcola de la Costa de Hermosillo gracias a la disponibilidad de recursos h- dricos que la tecnologa e infraestructura del momento pusieron a disposicin: presas, pozos con bombas, etctera. En otras palabras, la ingeniera hidrulica, smbolo importante en el imaginario de la modernidad local, hizo posible transformar, casi literalmente, desiertos en vergeles; el agua, explotada de ma- nera constante, tanto superfcial como subterrnea, sin regulaciones claras o en abierto favoritismo para ciertos grupos de empresarios, no tard en agotarse a fnales de la dcada de 1960, ya que lo anterior, aunado a la naturalmente len- ta recarga de los mantos, provoc la intrusin de agua salina y la lenta debacle de la agricultura en las dcadas siguientes (Moreno, 2000). Hacia 1991, se inicia la construccin de la presa El Molinito, ubicada ha- cia el noreste del municipio de Hermosillo, ya no para promover la bonanza agrcola, como haba sido el caso de la presa Abelardo L. Rodrguez en la d- Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 31 cada de 1940, sino como proteccin contra crecidas extraordinarias del ro Sonora y para abastecer de agua a la capital, en perjuicio de las sociedades eji- dales (Camou y Daz, 2005). Estas acciones ponen de manifesto los efectos sociales de las polticas encaminadas a preponderar a la ciudad capital, asiento de los poderes polticos regionales, por sobre otras localidades del estado. Co- menzando la dcada de 2000, la poblacin hermosillense tuvo que habituarse a los impopulares tandeos del servicio de agua potable. Diferentes gobiernos municipales y estatales, en su momento, presentaron diversas propuestas para solventar el problema: plantas desaladoras, acueductos, sistemas de tratamien- to de aguas servidas, etctera. Ya fuera por el clculo de los costos polticos o fnancieros, tales propuestas no pasaron nunca la etapa de proyecto. La puesta en marcha del programa Sonora Sistema Integral (SI), por par- te de la actual administracin estatal, pretende solucionar los problemas de desabasto y distribucin de agua a nivel estatal por medio de 22 obras de in- geniera hidrulica con un costo de 10, 600 millones de pesos.1 La obra principal del programa es la construccin del acueducto Independencia, que conducir un volumen de 75 millones de metros cbicos anuales desde la presa El Novillo, en la cuenca del ro Yaqui en el sur del estado, a la ciudad de Hermosillo, asegurando as, segn los clculos ofciales, el abasto de agua para la capital las 24 horas del da, con una inversin calculada en 3, 680 mi- llones de pesos. El conficto social y poltico no se hizo esperar y enfrent no solo a las fuerzas partidistas, sino que enardeci la ya rancia rivalidad entre los habitantes de la capital y los del sur del estado, especialmente a los de Ciudad Obregn, la segunda ciudad en importancia demogrfca. La situa- cin se torn en encarnizadas luchas de grupos de poder e intereses varios, pero la base del reclamo de los quejosos esto es, los no hermosillenses es la misma que en 1991: Por qu Hermosillo debe benefciarse a costa de otros? Mientras las obras, iniciadas en 2010 y programadas para fnalizarse en 2012, avanzan lenta y accidentadamente 2 , en Hermosillo emergen mlti- ples obras pblicas que giran en torno al agua; objetos arquitetnico-urbanos que parecen confgurar un escenario para la conmemoracin de un suceso que se piensa desde las esferas del poder trascendental en la historia de la ciudad y del estado. Pero antes, conviene detenerse brevemente para bosque- jar la relacin imaginada entre el habitante del desierto sonorense y el agua. 1 Para mayor informacin sobre las caractersticas del programa Sonora SI, conslte- se la pgina http://sonorasi.mx/web/ 2 Diversos grupos con intereses econmicos y polticos en la cuenca del ro Yaqui in- terpusieron mltiples amparos ante diversos tribunales y la Suprema Corte de Justicia de la Nacin solicitando la cancelacin de las obras del acueducto; mientras se espera el fallo del tribunal, dicha accin ha provocado mltiples retrasos en los trabajos de construccin. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 32 Simbolismos regionales Parece ser un lugar comn que escritores y ensayistas sonorenses (Estupin, 1999; Moncada, 1997) consideren que la construccin simblica del sono- rense, su cosmovisin, si se quiere, est en ntima relacin con la geografa, los recursos naturales siempre escasos y por el pragmatismo utilitarista necesario para hacer producir una tierra en condiciones tan adversas. La sa- cralizacin de la tierra, la altivez del sahuaro y otras grandes cactceas, la re- sistencia al calor, la ingesta de productos crnicos, el enorme territorio inha- bitado, la sublimacin de las tnias, etctera, son conspicuos ejemplos de lo sonorense, traducido esto a una idea central: la conquista del desierto, su transformacin en abundancia y poder. Este imaginario de identidad, a su vez, parece corresponderse con una de las caractersticas ms notorias de la modernidad: el dominio de la naturaleza por medio de la tcnica () basada en el uso de una razn que se protege del delirio mediante un au- tocontrol de consistencia matemtica, y que atiende as de manera preferente o exclusiva al funcionamiento profano o no sagrado de la naturaleza y el mundo. Lo central en este () fenmeno moderno est en la confanza, que se presen- ta en el comportamiento cotidiano, en la capacidad del ser humano de aproxi- marse o enfrentarse a la naturaleza en trminos puramente mundanos y de al- canzar, mediante una accin programada y calculada a partir del conocimiento matematizado de la misma, los fnes propuestos (Echeverra, 2008: 37). En este mismo orden de ideas, en la Cultura Occidental, el agua simboliza las potencias purifcadoras y la vida en diversas cosmovisiones y mitos fundacio- nales, mismos que pueden resumirse en dos arquetipos: renacimiento purif- cacin, y transformacin y ciclo (Gallego, 2006). En el caso sonorense, la apertura de los grandes distritos de riego en los Valles del Mayo y el Yaqui, as como en la Costa de Hermosillo entre las dcadas de 1940 y 1950, signifc una radical transformacin socioeconmica de la mano de la tecnologa y la idea moderna del desarrollo ilimitado. Se est ante la imagen del dominador del de- sierto, una imagen ciertamente histrica en Amrica Latina, arraigada desde los tiempos de la Colonia, que concibe al territorio y los recursos naturales como () pura naturaleza () idea que en la historia americana reaparecer reite- radamente bajo el concepto de desierto que nombrar as a lo extrao o aje- no, no a lo no-ocupado, es el prlogo inevitable para el montaje de una expo- liacin hiperproductivista que no poda ser sino regresiva en trminos am- bientales (Fernndez, 2000: 23). Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 33 Es en este orden de ideas que se confgura un antecedente histrico de la situacin actual donde la arquitectura y la imagen urbana son aprove- chadas para transmitir un claro mensaje de dominacin de los elementos y de las pretensiones transformadoras de los poderes en turno. La abundancia modernista Mediando el mandato del gobernador lvaro Obregn Tapia (1955 1961), la infraestructura urbana de la ciudad de Hermosillo tuvo un sobresaliente avance en los rubros de agua potable y alcantarillado. Como parte de estas obras, se construyeron cuatro plazas Morelos, 16 de Septiembre, Jardn Jurez y Andador bulevar Hidalgo cuya fnalidad principal era (de)mostrar la capacidad tcnica de la entidad y el salto cualitativo que en materia de pai- saje urbano signifcaban dichos cuerpos de agua. Las fuentes presentaban, a pesar de sus limitados elementos formales, un esquema compositivo acad- mico (ver fguras 1 4). El programa se limitaba a la fuente misma, sin ms recursos que el espejo de agua, las luces, el podio o pedestal para la imagen del prcer en turno, y el paisaje circundante con sus respectivos corredores, dispuestos radialmente, as como el equipamiento urbano necesario. La pla- za Morelos, presentaba adems en su seccin norte un desayunador para ni- os, aprovechando su ubicacin de la escuela primaria. Los proyectos corrie- ron a cargo del arquitecto Daniel Marn Botello, entonces un joven proyec- tista de la Direccin de Obras y Proyectos del estado, dirigida por el arqui- tecto Gustavo Aguilar. Una quinta fuente fue construida hacia 1959, cuando el mismo arquitecto Marn Botello particip en las obras de remozamiento del Parque Francisco I. Madero. Esta fuente (hoy desaparecida) estaba loca- lizada en la seccin suroeste, su diseo presentaba una composicin equili- brada de volumetras puristas de concreto armado, dominando el emplaza- miento inmediato a la hondonada que en otros tiempos ocupara el desapa- recido lago artifcial del parque, construido en la dcada de 1930. La recepcin de las fuentes por parte de los hermosillenses fue de bene- plcito. Estas modernas inserciones, sin importar que contrastaran con la mayora de las calles y avenidas sin pavimentar, ofrecieron nuevos espacios para la interaccin social, y que en buena medida prefguraban el ambien- te ms juvenil y abierto que caracterizara a la ciudad en la dcada de 1960, sin abandonar del todo su carcter semirural. En buena medida, el hecho de que las fuentes, con sus caractersticas similares, se ubicaran en distintas Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 34 zonas de la ciudad, sin aparentes distingos de clase, connotaba la idea de que el progreso llegaba a la sociedad por igual. Este mensaje es necesario considerarlo en un contexto en el cual la mayora de la poblacin del esta- do se abasteca del vital lquido por medio de pozos y acequias. Como ejemplo, para el trienio 1955 1958, el gobierno del estado report una inversin de $ 3, 296, 026.69 en obras de infraestructura de agua potable, pasando de 946 metros de tubera tendida a 52, 930 metros, respectiva- mente (Gobierno del estado de Sonora, 1958), en benefcio de 28, 238 ha- bitantes ; lo anterior sin contabilizar otras obras de pequea irrigacin, al- macenamiento, etctera. Las fuentes cumplan propsitos en dos rdenes complementarios, uno de utilidad pblica y otro de simbolismo poltico. El primero se evidencia en tanto que espacios pblicos. Para el segundo, Obregn solicit a la Direc- cin de Obras y Proyectos, que le construyera escenarios pblicos dignos pa- ra las conmemoraciones de dos de las fechas dilectas del calendario cvico mexicano: el 21 de marzo y el 16 de septiembre, natalicio del Benemrito e inicio del movimiento insurgente de 1810, respectivamente. El gobernador hijo del Gral. lvaro Obregn dictaba encendidos discursos, al estilo de la poca, rodeado del luminoso movimiento del agua, con el ruido de fondo de los potentes chorros; concretando as una representacin sofsticada del poder posrevolucionario en la entidad: el poder transformador del agua; po- der que el mandatario entenda bien, pues l era uno de tantos terratenientes del Valle del Mayo benefciados por las obras de riego impulsadas en su ges- tin. Se estaba literalmente, brindando a la salud del progreso, contribuyen- do a legitimar las plazas ante la opinin pblica, ms all del disfrute que los nuevos paseos ofrecan. Estos lugares marcaron claros puntos de transforma- cin urbana que, se pensaba, irradiaran modernidad al resto de la ciudad. Con el tiempo, sin embargo, las fuentes que simbolizaban el progreso y la abundancia, dejaron de funcionar por falta de recursos para su mante- nimiento o por mera negligencia, si bien funcionaron ms de un cuarto de siglo. Hacia inicios de la dcada de 1980, la comunidad hermosillense vea con recelo ahora s el dispendio del agua como elemento de ornato mientras escaseaba en las colonias de la periferia o se perda a raudales en la ya entonces obsoleta red de distribucin. La fuente del bulevar Hidalgo desapareci para dar lugar a unas canchas de basquetbol y juegos infantiles; la fuente del Jardn Jurez fue recuperada y las fuentes de las plazas More- los y 16 de Septiembre no volvieron a funcionar ms, a pesar de que su in- fraestructura sigue en pie. Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 35 Ahora, en una situacin similar a la de hace 50 aos, en medio de la po- lmica sobre cmo debe administrarse el agua para el consumo de los her- mosillenses en un contexto de escases, los gobiernos municipal y estatales han puesto en marcha varios programas de mejoramiento de espacios pbli- cos que incluyen proyectos de cuerpos de agua. A continuacin se presentan algunos de los ms conspicuos. Los lagos de la Puerta Oeste En junio de 2011, el gobernador Guillermo Padrs Elas present el deno- minado proyecto urbano incluyente Puerta Oeste, la apuesta del sol, (Arriba izquierda) Figura 1. Vista area de la Plaza Morelos (1958), con la fuente y el mural conmemorativo. Al fondo, se aprecia el edifcio de desayunador para infan- tes. (Arriba derecha) Figura 2. Vista area de la Plaza 16 de Septiembre (1958). Las vialidades circundantes no estaban an pavimentadas. (Abajo izquierda) Figura 3. Vista area del Parque Jurez (1958), ubicado en el centro de la ciudad. (Abajo de- recha) Figura 4. Primer plano de la fuente del andador del Bulevar Hidalgo, en la pudiente Colonia Centenario (1958). Al fondo se aprecia la catedral metropolitana. Fuente: Archivo personal Arq. Daniel Marn Botello. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 36 que se ubicara al poniente, al fnal de los paseos Ro Sonora sur y norte, y en paralelo al aeropuerto internacional (ver fgura 5). El conjunto, que se espera sea el hogar de 150 mil familias, contar con un parque ecolgico, plaza comercial y de negocios, una exclusiva zona residencial, adems de espacios para vivienda econmica y media; grandes reas pblicas para el deporte y el esparcimiento completan el megaproyecto, que incluye tam- bin el estadio Sonora, nuevo hogar del equipo local de beisbol, los Naran- jeros de Hermosillo. Destaca en el proyecto una enorme extensin de agua, al parecer una suerte de lagos artifciales navegables para pequeas embarcaciones con playas e islas con abigarrada vegetacin tropical (ver fgura 6). El agua, se afrma, ser colmadamente abastecida toda vez que se completen las obras del acueducto Independencia y se pongan en funcionamiento las plantas de tratamiento proyectadas por el ayuntamiento. No se tiene informacin de si estos cuerpos de agua tendrn funciones adicionales a las de paisaje, pero presumiblemente contribuirn a rehabilitar la zona rural de las desa- parecidas haciendas porfristas para alcanzar la autosufciencia agrcola. En el proceso de generacin del Plan Estatal de Desarrollo 2009-2015, la actual administracin dej muy claras cuales seran la principal priori- dad en materia de desarrollo urbano e infraestructura para Hermosillo: asegurar el abasto de agua. Sin embargo, y buenas intensiones aparte, el Figura 5. Conjunto Puerta Oeste. La vialidad que se alcanza a apreciar en la par- te superior es el bulevar Luis Donaldo Colosio. Al centro, se aprecia el sistema de lagos artifciales y los campos para la recuperacin del suelo agrcola. GSH Studio Urbanism+Architecture+Lanscape. Fuente: http://gshstudio.com/es Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 37 Figura 6. Panormica de los lagos artifciales del proyecto Puerta Oeste. En pri- mer plano, aparecen las playas de arena, ms arriba los muelles y las islas con ve- getacin tropical. GSH Studio Urbanism+Architecture+Lanscape. Fuente: http:// gshstudio.com/es propsito se estrella de frente con el dispendio hedonista que signifcan los lagos de Puerta Oeste, cabiendo apuntar que el acceso al paisaje lacustre es- tara restringido a los habitantes de la zona residencial. Las fuentes del bulevar Francisco Eusebio Kino Dentro del plan de acciones urbanas de la actual administracin municipal (2009-2012), estn los proyectos promovidos por las campaas de marke- ting urbano hmo y Hermosillo te quiero 3 , mismos cuyo objetivo es potenciar el supuesto valor turstico de ciertos puntos de la ciudad, tales como la entra- da oriente de la ciudad, la recuperacin del parque Francisco I. Madero y de la zona comercial popular del centro. El primero de los ejemplos menciona- dos fue completado con apoyos de los tres niveles de gobierno y supuso una mejora signifcativa al fujo vehicular y solucion efectivamente los confic- tos provocados por los carriles laterales que servan como vas de baja veloci- 3 Para ms detalles sobre estos programas, consultar: Garca, A. 2010. Anlisis de la marca hmo y su campaa Hermosillo te quiero en el contexto del branding de ciudad. En Estudios sobre Sonora 2010. Instituciones, procesos socioespaciales, simblica e imaginario. Alejandro Covarrubias y Eloy Mndez, editores. Hermosillo: Universidad de Sonora, pp. 229-241; y Lla- nes, Manuel. 2010. Uso de la identidad cultural en Hermosillo te quiero. En Estudios sobre Sonora 2010. Instituciones, procesos socioespaciales, simblica e imaginario. Alejandro Cova- rrubias y Eloy Mndez, editores. Hermosillo: Universidad de Sonora, pp. 243-254. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 38 dad y de accesos a los comercios adyacentes. Sin embargo, lo anterior se lo- gr sacrifcando los camellones arbolados, dejando como resultado un paisa- je yermo, decididamente inhspito, enfatizado por la seleccin de plantas xe- rflas que tmidamente se han colocado al centro del bulevar (ver fgura 7). De ah que destaquen las fuentes urbanas colocadas sobre la va. La primera de ellas, el blanco cuerpo vertical en una reducida glorieta ajardinada con pasto artifcial y que muestra el emblema de hmo. Al transitar sobre el bule- var, se hace difcil apreciar los breves chorros de agua en la base, y por la no- che, el espectculo corre a cargo de los juegos de luces LED que cambian el matiz cada tantos segundos (ver fgura 8). (Arriba) Figura 7. Panormica hacia el oriente del bulevar Francisco Eusebio Ki- no. En el centro de es posible apreciar el paisajismo desrtico elegido. Fuente: Alejandro Duarte Aguilar. (Abajo) Figura 8. Secuencia de imgenes que muestra la iluminacin nocturna del monumento fuente, y en la base se aprecian los chorros de agua, mismos que no superan los 1.50 metros de altura. Fuente: Alejandro Duarte Aguilar. Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 39 La segunda fuente, alineada a la banda norte del bulevar frente a la Torre de Hermosillo, fue donada por una asociacin de particulares afcionados a la in- dustria y el turismo cinegticos. El espejo de agua sirve de base para un conjun- to escultrico que muestra a una familia de borregos cimarrones (Ovis canaden- sis mexicana), tranquilos pero siempre alertas, justo en el momento de terminar de abrevar (ver fgura 9). El monumento, ejecutado por el escultor canadiense Rick Taylor, conmemora los esfuerzos por rescatar a la especie, a travs de la ca- za controlada, de los ndices de peligro de extincin y sirve para recordarle a los iniciados, que la ciudad es un buen destino para el turismo cinegtico. Como en el caso anterior, el monumento-fuente cuenta con iluminacin LED. Figura 9. Monumento-fuente dedicado al borrego cimarrn, sobre el bulevar Francisco Eusebio Kino. El conjunto escultrico es obra del artista canadiense Rick Taylor. Fuente: Alejandro Duarte Aguilar. La fuente del parque Francisco I. Madero A travs de sus ms de 230 aos de historia, el parque ms emblemtico de la ciudad ha sufrido sendas transformaciones dependiendo de las volunta- des e intereses polticos del momento (Escobosa, 1995). La ltima de estas, iniciada en 2011, recin ha concluido. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 40 Nada ms anunciado el proyecto en 2010 por el alcalde Javier Gndara Magaa, en el marco del programa Hermosillo Te Quiero Limpio, Ordenado y Moderno, se desat la polmica, tanto por el asunto de la colocacin de un en- rejado perimetral como por el anuncio de que se restaurara el lago artifcial de la dcada de 1930 (ver fgura 10), utilizando agua tratada en una planta que se construira ex profeso. Luego de protestas por parte de grupos ambientalistas y ante el riesgo de repetir los hechos tras la desaparicin del parque Villa de Seris para alojar el complejo cultural MUSAS, las autoridades convocaron al dilogo. Al fnal, se dio marcha atrs en el tema del lago, cambindolo por una fuente de aguas danzantes con iluminacin nocturna (ver fguras 11 y 12). (Arriba) Figura 10. Vista de conjunto del proyecto de recuperacin presentado del parque Francisco I. Madero. Arriba a la derecha se aprecia la propuesta de recupera- cin del lago artifcial en la dcada de 1930. Fuente: http://elazulestudio.blogspot. com (Abajo izquierda) Figura 11. Panormica de la calzada, en sentido oriente-po- niente que conduce a la fuente. Fuente: Alejandro Duarte Aguilar. (Abajo derecha) Figura 12. Primer plano de la fuente de aguas danzantes. La valla de seguridad fue colocada para evitar que los visitantes hicieran uso indebido del agua. Fuente: Alejandro Duarte Aguilar. Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 41 Lejos de deberse a una decisin inspirada en el ejercicio democrtico, el abandono del proyecto del lago se debi a las sugerencias de amistades cercanas al alcalde, a la vez vecinos del parque, de que el cuerpo de agua se- ra fuente constante de malos olores y criadero de mosquitos y dems fau- na nociva. La fuente fue construida exactamente en el mismo lugar que ocupara una antecesora, sobreviviente de las reformas modernizadoras de lvaro Obregn Tapia en las postrimeras de la dcada de 1950 y que esta- ba en buenas condiciones y operando; si bien es cierto no ofreca el espec- tculo de la actual, cumpla sobradamente con las mismas funciones mi- croclimticas y paisajsticas. El xito del parque tras las reformas es eviden- te. La zona de la fuente es la ms concurrida y su emplazamiento-calzada apenas brinda el espacio sufciente para que los espectadores puedan dis- frutar del espectculo de las aguas danzantes, mientras que como una me- dida emergente, se ha colocado una valla de seguridad para evitar que los animosos visitantes se introduzcan a la fuente al mismo tiempo que impi- de que se consuma el agua tratada por aquellos ciudadanos menos infor- mados sobre su nivel de potabilizacin. El pabelln del agua Hasta ahora, los ejemplos presentados pueden ser identifcados como pro- legmenos a la bonanza que traer el acueducto Independencia a la ciudad; el siguiente y ltimo objeto arquitectnico guarda en cambio una relacin directa, y en buena medida sirvi como indicador de la popularidad del proyecto ante la opinin pblica. A mediados del primer semestre de 2012, y luego de la negativa del Tri- bunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin ante la solicitud del Con- sejo Estatal Electoral de llevar a cabo un plebiscito durante el jornada electo- ral del mes de julio sobre la continuacin o no de las obras del acueducto In- dependencia, los estrategas de la ofcina de imagen institucional del ejecutivo deciden trasladar el proyecto de monumento proyectado para erigirse en el punto donde se colocara el ltimo tramo del acueducto a su conexin con la planta potabilizadora a un punto donde, adems de ser visible, visitable, etctera, sirviera como espacio de manifestacin, pues se supone que la su- perfcie del tubo sera una suerte de pliego petitorio para que la ciudadana acudiera y estampara su nombre o frma autgrafa como muestra de apoyo pblico a la controversial obra, sin mencionar la obvia promocin de los lo- gros del partido en el poder en plenas campaas electorales (ver fgura 13). Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 42 Quiz fue la intensin del gobierno estatal que sus mensajes fueran cla- ros para todos la razn por la cual el pabelln resultante ofreca recursos discursivos tan literales y simblicamente limitados: una seccin de tubera idntica a la usada en el acueducto pintada de blanco, debajo de una cu- bierta de policarbonato traslcido montado sobre una estructura metlica. Adicionalmente se colocaron lminas infogrfcas que contenan los mis- mos datos sobre el programa Sonora SI que pueden encontrarse en la pgi- na del gobierno del estado. La plaza de los cien aos, hasta antes de la llegada del tubo, comenzaba a tener una vida y dinmicas propias, que como cualquier interesado en las di- nmicas sociales comprende, potencian la construccin de lugares e identi- dades: eventos pblicos variados, vendimia de artesanas, punto de acopio para ayuda a damnifcados, entre otros. La afectacin sobre la superfcie til de la plaza, sumado a las dimensiones del elemento mismo, que no permi- tan usos alternativos, se entendieron como amenazas de regresar a la plaza infravalorada y subutilizada de antao. Luego de su inauguracin por parte de las autoridades estatales, las reacciones de la ciudadana no se hicieron es- perar: los mensajes dejados por los visitantes en su mayora estudiantes universitarios simpatizantes del movimiento yo soy 132 iban de la consig- na comprometida a la causa de izquierdas al abierto insulto; incluso se lle- g a arrojar pintura sobre la estructura. Al da siguiente a su apertura p- blica, el pabelln presentaba un estado lamentable. Figura 13. Pabelln del agua. Fue montado sobre la plaza de los cien aos y permaneci poco ms de dos meses abierto al pblico. Fuente: Archivo personal Alejandro Duarte Aguilar. Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 43 La reaccin de las autoridades se desarroll en dos frentes: convocar a jvenes afnes al partido en el poder a manifestarse en defensa del pabelln esto es, en defensa de las obras del acueducto y a colocar una valla de proteccin custodiada las 24 horas por cadetes de la academia de polica. Aunque segua abierto al pblico que quisiera manifestarse, el pabelln permaneca prcticamente en el abandono. El gobernador Padrs manifes- t que si era por voluntad popular, la estructura sera retirada y reubicada en las proximidades del complejo MUSAS, mientras en el colmo de la burla, una academia de pole dancing organiz un evento teniendo al pabelln co- mo fondo (ver fgura 14). Pocos das despus de los comicios electorales de julio pasado, al abrigo de la noche, se retir el pabelln por trabajadores y policas municipales. A manera de conclusiones Est en la naturaleza de todo rgimen el echar mano de los recursos propa- gandstico-ideolgicos a disposicin para manifestar ante la opinin pbli- ca sus proyectos de gobierno. La llegada de la modernidad urbana a Sono- Figura 14. Ejecutantes de ejercicios de pole dancing frente al Pabelln del agua (13 de junio de 2012). Fuente: Archivo personal Alejandro Duarte Aguilar. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 44 ra en la dcada de 1940 estuvo plenamente signada por las obras de infraes- tructura hidrulica que permitieron durante ms de tres dcadas la bonan- za agroindustrial que caracteriz a la entidad a nivel internacional. De lo anterior, se comprendi el valor simblico asociado al control y adminis- tracin de los recursos hdricos. Desde la construccin de la presa Abelardo L. Rodrguez, el desarrollo urbano de la ciudad de Hermosillo se ha relacionado ntimamente con la disponibilidad del agua: el control del cause del ro Sonora permiti el des- pegue de la industria de la construccin y la explotacin agrcola de la Cos- ta de Hermosillo, por mencionar dos ejemplos de peso. La capacidad de hacer producir el desierto, de la mano de las herramientas de la moderni- dad, dej en los hermosillenses una indeleble impronta de identidad y de sortear cualquier obstculo que la naturaleza imponga ante sus afanes de conseguir mejores condiciones de vida. Esta condicin es retomada por los actuales gobiernos municipales y esta- tales en el contexto de las obras del acueducto Independencia, y se ha manifes- tado a travs de distintos proyectos e intervenciones de paisaje urbano que gi- ran en torno al tema del agua. Con todo, y salvo el ejemplo de la restauracin del parque Francisco I. Madero, los objetos arquitectnico-urbanos propuestos son inaccesibles para la poblacin toda, o representan los intereses de grupos de particulares, o son meros mecanismos de propaganda electoral. Por otro lado, se insiste en la idea como se hizo en la dcada de 1950 de que es la volun- tad de los gobernantes la que realiza el milagro de proporcionar el agua, misma que se ofrece como recurso ilimitado, sin promover la ms mnima cultura de ahorro y cuidado de la misma, ofreciendo medidas irresponsablemente popu- listas como la cancelacin del pago del servicio a ciertas poblaciones del sur del estado, cuyos habitantes se dicen agraviados por las obras del acueducto. El agua en un contexto de escases, como es el caso de Hermosillo, de- manda un trabajo compartido de la ciudadana toda. Las fuentes, los lagos y otros intentos ftiles de representar a Hermosillo como un oasis en me- dio del desierto, se ha demostrado a travs del tiempo que no pueden per- vivir cuando no se cuenta, primero, con un suministro confable y regula- do, y segundo, con autoridades responsables que les den el debido mante- nimiento. Una y otra vez, estos elementos del paisaje urbano son abando- nados y convertidos en ruinas. La histrica agorafobia hermosillense nece- sita enfrentarse con ms espacios pblicos, donde el ciudadano est a salvo del caos vehicular y no necesariamente con cuerpos de agua. Cualesquiera que sean las propuestas por venir deben elaborarse con Usos del agua en la imagen urbana hermosillense 45 base en la realidad geogrfca de la ciudad y no mediante paisajismos efec- tistas dependientes de un recurso limitado. La leccin del parque recreati- vo La Sauceda, bsicamente un paseo acutico, est demasiado cerca en el tiempo para pasarla por alto. Mientras el agua sea ofrecida como un regalo y no como una responsabilidad, se habrn de esperar en el futuro mediato ms proyectos urbanos como los presentados. En cualquier caso, esto no supone en absoluto pronsticos halageos. Bibliografa Camou, E., Daz, R. (2005) El agua en Sonora: tan cerca y tan lejos. Caso de estu- dio del ejido Molino de Camou. Regin y Sociedad 34 (17): pp. 127-165. Echeverra, B. (2008) Un concepto de modernidad. Contrahistorias, 8(1): pp. 35-54. Escobosa, G. (1995) Hermosillo en mi memoria. Crnica. Hermosillo, Instituto Sonorense de Cultura. Estupin, V. (1999) Los Sonorenses y su identidad cultural. 1 edicin. Hermosil- lo, Editorial Sonora Marketing Asociados. Fernndez, R. (2000) Gestin ambiental de ciudades. Teora crtica y aportes metodolgi- cos. 1 edicin. Mxico, D.F. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente/Red de Formacin Ambiental para Amrica Latina y el Caribe. Gallego, M. (2006) Agua y espiritualidad. Revista de Ciencias Sociales 28 (1): pp. 24-48. Gobierno del estado de Sonora (1958) 36 meses al servicio del pueblo. Informe de actividades de lvaro Obregn Tapia, gobernador constitucional del estado. 1 edicin. Hermosillo. Instituto Nacional de Estadstica Geografa e Informtica (2006) Mxico de un vistazo. Mxico, INEGI. Moncada, C. (1997) Sonora bronco y culto: Crnica de la cultura en Sonora de 1831- 1997. 1 edicin. Hermosillo, Editorial Instituto Sonorense de Cultura. Moreno, Jos Luis (2000) Conocimientos y estudios sobre el agua subterrnea en la costa de Hermosillo. Regin y Sociedad 20 (12): pp. 75-110. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 46 47 Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la Cortadura, Tampico Mtra. Blanca Margarita Marn Gamundi Dra. Mara Eugenia Molar Orozco Dr. Rubn Salvador Roux Gutirrez Universidad Autnoma de Tamaulipas Resumen El crecimiento de las ciudades y lo constantes cambios morfolgicos en las ciu- dades han ocasionado cambios en espacios y que afectan de forma indirecta a la misma poblacin ya sea positiva o negativa y Tampico no se descarta de esta prob- lemtica. El objetivo general de la investigacin es analizar las condicionantes del canal de la cortadura en Tampico, Tamaulipas, que debido a una serie de circun- stancias ha sido paulatinamente abandonado por la poblacin. El presente traba- jo es un estudio integral tanto documental como de campo sobre el sitio con el fn de describir su origen, evolucin y la percepcin de la poblacin en sitio, que conlleve a determinar las posibilidades de su rescate. Palabras clave: canal, abandono, rescate. Introduccin El trmino sustentabilidad, ha sido empleado en forma repetida desde las ltimas dcadas del siglo XX hasta nuestros das , este concepto se relacio- na con la necesidad de mantener y conservar el medio ambiente para las futuras generaciones en condiciones adecuadas de habitabilidad y a conse- cuencia de este pensamiento, comenzaron a desarrollarse numerosas inves- tigaciones para identifcar aquellos elementos que de algn modo podran Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 48 contribuir a acelerar los procesos de contaminacin de los recursos natura- les para con ello proponer estrategias que impidan la degradacin del medio natural de tal modo que sea posible lograr que las futuras generaciones gocen de un espacio natural y puedan convivir en forma armnica con el medio. En este sentido, las autoridades que gobiernan las poblaciones en la mayora de las regiones del mundo han elaborado leyes, normas, planes y acciones para controlar o minimizar el impacto que las actividades del hombre puedan ejercer sobre el medio ambiente. A pesar de estas acciones, es evidente que an falta mucho por hacer; no slo las autoridades deben implementar estrategias sino tambin lo debe hacer el pueblo en general; desafortunadamente los factores econmicos infuyen en el comporta- miento del pueblo, ya que estos ocasionan cambio en la poblacin ya sea por mejora en su situacin econmica o por lo contrario. La dinmica de la poblacin ha ocasionado durante los dos ltimos si- glos una gran cantidad de cambios en numerosas ciudades; por ejemplo, cuando una ciudad observa un gran desarrollo econmico, atrae la aten- cin de personas de diferentes regiones que se acercan a ella para conseguir un cambio en su forma de vida y por el contrario, cuando la economa va a la baja, la ciudad es abandonada dejando zonas prcticamente desiertas que al paso de tiempo se van deteriorando en forma signifcativa. Con demasiada frecuencia se ha comentado el hecho evidente de los pro- blemas surgidos en algunas ciudades afectadas por cuestiones econmicas que han visto como sus centros de poblacin originales se van abandonando lo que da lugar a que muchos de sus edifcios se deterioren al paso del tiem- po de tal modo que para sus dueos resulta ms conveniente abandonarlos que rehabilitarlos, ya que consideran que el valor del terreno aumenta mien- tras el valor de la edifcacin disminuye a causa de su deterioro. Algunas poblaciones han quedado prcticamente como pueblos fan- tasmas a raz de estas situaciones de carcter econmico; otras han imple- mentado estrategias tursticas para renovar la vida de la poblacin y algu- nas ms sobreviven, ya sea por cuestiones de la ubicacin geogrfca o por la riqueza natural que las rodea, sea cual sea la razn de su supervivencia, es indudable que para continuar existiendo tienen que renovar los planes, normas, reglamentos o polticas que permitan que la poblacin continue manteniendo la vida en las ciudades. Este es el caso del problema que nos ocupa, ya que el espacio denominado Canal de la Cortadura ha sido objeto de numerosos cambios a lo largo de su tra- yectoria, pero en las ltimas dcadas es evidente que su deterioro ha sido tal que Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la cortadura, tampico 49 ha propiciado el abandono del sitio y con ello gener que la poblacin se olvide de este sitio tanto natural como artifcial en la ciudad de Tampico, Tamaulipas. Ante esta situacin y debido a la preocupacin que se le da al sitio, la presente investigacin realiza un anlisis descriptivo de la situacin que prevalece en el canal de la cortadura de la Ciudad de Tampico, Tamaulipas, Mxico, que lleve a reconocer e identifcar cules son las condiciones am- bientales y del mismo contexto que genera el abandono contribuyendo a la apata e indiferencia de la misma ciudadana sobre el lugar. Material y mtodo Para realizar la investigacin, se acudi al Departamento de proyectos es- peciales y Obras Pblicas ubicada en la Ciudad de Tampico, Tamaulipas, Mxico para analizar los Planes parciales del lugar y otros planes que se re- lacionaran con el lugar de alguna manera directa o indirecta, el periodo de estudio comprendi de Julio a Octubre del 2011. Al realizar la visita de campo en el recorrido del canal de la cortadura, se identifc la carencia de inters de los que viven tanto en su colindancia como los dems ciudada- nos, generados por los constantes cambios realizados por diversos gobier- nos que no han considerado la participacin ciudadana sobre el tema. Se utiliz un tipo de estudio de tipo observacional, retrospectivo, trans- versal, descriptivo, y de forma cuantitativa y cualitativa por medio de en- cuestas y recopilacin de datos. El tamao del universo del que se extraje- ron los datos fue de 56 individuos del lugar y la misma ciudadana duran- te la temporalidad propuesta. El objetivo general Analizar las condicionantes contextuales en el espacio del canal de la cor- tadura en Tampico, Tamaulipas, e identifcar las problemticas que inciden en el estado de abandono del sitio. Con los siguientes objetivos especfcos: ` Anlisis de la evolucin y estado actual del canal de la cortadura ge- nerado por los cambios en el entorno ` Mostrar la opinin de la ciudadana sobre el contexto del canal de la cortadura Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 50 ` Realizar una valoracin urbana del lugar ` Determinar el estado actual de las edifcaciones Resultados y discusin En la investigacin documental y de campo se observ el resultado desde la creacin del canal y sus modifcaciones realizadas en el transcurso de los aos, primero encontramos en las crnicas que Tampico era un lugar in- sano para vivir (Snchez, 1998), pues la existencia de los mantos acuferos aunado al clima de la regin, clido subhmedo de acuerdo a la clasifca- cin de Koeppen as como su tipologa pluvial ocasionaba numerosas en- fermedades en el pueblo ya que en las temporadas de estiaje, el nivel de las aguas descenda dejando en las orillas una gran cantidad de sedimentos que provocaba la presencia de mosquitos causantes de muchas epidemias. La gente que habitaba en aquellas pocas observ que la Laguna del Car- pintero no tena relacin aparente con ningn manto acufero por lo que Imagen 1. Se muestra el mapa de Tampico en el ao 1833, diez aos despus de su fundacin, mostrando la extensin que ocupaba la Laguna del Carpintero as co- mo el contorno del ro Pnuco que desembocaba en el mar del Golfo de Mxico. Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la cortadura, tampico 51 Imagen 2. Se puede observar el Tam- pico actual. Fuente: www.maps.google.com.mx Imagen 3. Mapa de 1870 aparece el Ca- nal de la Cortadura y los pequeos islo- tes que se formaban por la confuencia de los ros Pnuco y Tames Fuente: de http://mexicoenfotos.com recuperada el 19 de junio de 2011 consideraron necesario abrir un canal para desfogar las aguas de la Laguna del Carpintero hacia el ro Pnuco y as asegurar su movimiento pensando con ello evitar la ola de epidemias. La confuencia y unin de los dos ros en la parte sur de la regin oca- sionaron que se levantaran las arenas de los ros formando pequeos islotes los cules al paso del tiempo fueron acercndose a la poblacin debido al relleno que la poblacin realiz para ganarle terreno al ro, que ocasion que una vez ms la fsonoma de la ciudad se modifcara. Durante las dcadas siguientes, Tampico fue creciendo en tamao pobla- cional no en sus lmites territoriales, pues es la poblacin de menor tamao en el estado de Tamaulipas, olvidndose algn tiempo de la accin de las aguas de la Laguna del Carpintero e inclusive fue recibiendo descargas residuales lo que al paso de los aos redund en la contaminacin de este vaso lacustre. La siguiente accin del gobierno tuvo lugar en el perodo de 1990 al 92 en donde se realiz la limpieza de la Laguna del Carpintero y adems las mrgenes del canal de la cortadura fueron arregladas para dar embelleci- miento a esa parte de la ciudad incorporndoles taludes. En este proceso de realizaron levantamientos de puentes peatonales y vehiculares a lo largo del recorrido del canal. Esta rehabilitacin le permiti a la ciudadana recuperar un sitio ideal para pasear y disfrutar al aire libre de reuniones con amigos, familia, etc., prueba de ello es que la poblacin pudo disfrutar adems del sitio como tal, de espectculos como las Regatas o carreras de lanchas, ballet, ferias y encuentros artsticos diversos. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 52 Los gobiernos al ver la posibilidad de dar un giro turstico al sector del Canal de la Cortadura generaron diversos proyectos como la renovacin de los pasos vehiculares y peatonales, la creacin de marinas, los recorridos peatonales a lo largo del canal, pero a pesar de las nuevas obras como los puentes vehiculares, las plazas pblicas en el sector del antiguo mercado vila Camacho y la renovacin de mobiliario urbano, no se logr ofrecer a la ciudadana el espacio para hacerlo propio, tal y como aconteci con la recuperacin de la Laguna del Carpintero. Durante el perodo 2002-2004, se realiz parte del proyecto propuesto por el arquitecto mexicano Mario Schjetnan (Despacho Diseo Urbano); imgenes 6 y 7. Se rehabilitaron los taludes del canal y desarrollaron algunas plazoletas, pero al fnalizar el gobierno saliente, se abandon dejndolo inconcluso, el entorno que rodea a este sitio se encuentra en sumamente deteriorado de- bido a la dinmica poblacional que abandon esta zona para trasladarse a Imgenes (4 y 5) Fuente: de Jean-Grard Sidaner en Tampico, crnicas de un renacimiento.1992 Imagen (6 y 7) Proyecto para hacer turstico al canal de la cortadura del perodo 2002-2004 Fuente: (http://www.redtampico.net/?p=7666) Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la cortadura, tampico 53 otros sectores de la ciudad por lo que edifcios de tipo habitacional, comer- cial e industrial fueron quedndose deshabitados a lo largo de las dcadas siguientes; siendo importante entender como factores sociolgicos y eco- nmicos pueden ocasionar esta situacin actual, imgenes del 8 a 11. Imgenes (8, 9, 10 y 11) estado actual que guardan las acciones realizadas por las autoridades municipales en el sitio. (Propiedad de los autores, 2010) En relacin con la opinin del contexto al peatn y la misma ciudada- na los resultados son los siguientes: ` No acostumbran pasear por el rumbo del canal, lo transitan para hacer compras o para trasladarse al trabajo. ` Consideran que est muy abandonado y es algo inseguro transitar por el sitio debido a que casi no hay personas en el recorrido del canal. ` Consideran que hacen falta zonas arboladas para generar sombras porque no tienen como protegerse del asoleamiento. ` Consideran que podran participar en la recuperacin del canal ya sea poniendo un negocio o contribuyendo con la limpieza del sitio Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 54 En cuanto al estado actual de las edifcaciones podemos mencionar lo siguiente: ` Las edifcaciones tienen una antigedad de 20 a 50 aos. ` Fueron construidas con concreto ` Predominan los colores fros sobe los clidos ` Consideran los usuarios del lugar que las edifcaciones brindan un adecuado grado de confort tanto en verano como en invierno. ` Cuenta con muros de un grosor de 20 a 25 centmetros de ancho. ` Se empleaba la cal como revestimiento de las construcciones ` Se han realizado remodelaciones en la mayora de las edifcaciones, pero no se le da mantenimiento adecuado a la fachada. ` Las principales lesiones en las edifcaciones son derivadas de la pre- sencia de humedades. ` La mayora de las edifcaciones no tiene reas verdes en su predio El resultado de las observaciones realizadas en las edifcaciones colindan- tes al canal demuestran que, el concreto cuando no tiene un adecuado man- tenimiento, se deteriorar rpidamente, ofreciendo un aspecto poco agrada- ble, aunado al hecho de que la humedad hace estragos en las edifcaciones construidas con dicho material; un detalle interesante es la carencia de reas verdes, considerando el asoleamiento en la zona, es difcil pensar que alguien pretenda pasear por el canal sin contar con las protecciones debidas. Valorizacin de la calidad urbanstica y ambiental 1 : Se consider como un concepto inconstante en tiempo y contexto. En lo concerniente a las caractersticas del medioambiente urbano que se consi- deran necesarias, se especul que son subjetivas, ya que es distinta en cada persona, de acuerdo la percepcin, y experiencia en su interaccin con el medioambiente, produciendo diferenciaciones en las opiniones. Teniendo en cuenta lo anterior, se han tratado de utilizar elementos del medio natural y urbano, seleccionando indicadores habituales a un nivel general. Como unidades de estudio para la valoracin se tomaron los tres secto- res del recorrido del canal de la cortadura iniciando de la calle Perimetral donde se encuentra actualmente ubicado el Macalito, terminando en la ca- 1 Trabajo basado en la investigacin realizada por M Pilar Borderas y Manuel Gar- ca, 1997 Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la cortadura, tampico 55 lle Ignacio Zaragoza del Mercadito, que presentan caractersticas que les individualiza y diferencia entre s desde el punto de vista morfolgico, es- pacial y social. La evaluacin de la calidad ambiental del Canal de la Cortadura de Tampico, tiene como objeto conocer el grado de calidad relativa de cada una de las unidades analizadas y diferenciar la calidad del medio urbano. La valoracin que se obtenga debe tener una interpretacin cuidadosa, aunque se hayan elegido indicadores que se basan en valores conocidos, en ciertos casos pueden no coincidir con aquellas que normalmente determi- na la conducta humana. La asignacin de los indicadores se relaciona con el concepto a valorar, considerando que la relacin entre los indicadores seleccionados y el rasgo fundamental que trata de medir jams podr ser una relacin exacta. Las condiciones del medio natural urbanizado evaluadas fueron: El pri- mero el microclima en relacin con la isla de calor detectada 2 , indica indi- rectamente las distintas condiciones de ventilacin, congestin y el refejo de las caractersticas morfolgicas y de la intensidad humana. El segundo aspecto la vegetacin, que juega un papel relevante en el control de la ra- diacin directa que penetra en una ciudad, se evaluar en relacin con su grado de presencia o ausencia. La decisin de la ponderacin est vinculada a lo escaso de la vegetacin en el lugar y que es fundamental para la ciudad, ya que es uno de los elemen- tos ms afectados por los asentamientos humanos. El microclima (isla de ca- lor) est en segundo trmino aunque es unos de los elementos ms valorados en los impactos medioambientales de la ciudad, se puede ver favorecido por la implantacin de zonas verdes ya que cuanto ms densa es la bveda de r- boles mayor ser su efecto acondicionador del aire en la superfcie. Los resultados obtenidos se han agrupado en 3 intervalos: En primer lugar es el segundo sector, en segundo lugar es el tercer sec- tor y en ltimo lugar el primer sector. Las condiciones del medio humano evaluado: para valorar la calidad de la edifcacin hemos utilizado su altura, el aspecto exterior de las viviendas y el asentamiento industrial y servicios. Se consider la altura en primer lugar ya que tiene repercusin en la confguracin del paisaje urbano, en segundo lugar el aspecto exterior, por ser el que da una imagen de la cali- dad de vivienda y por ltimo la industria junto con servicios. 2 Estudio la isla de calor en Tampico, Tamaulipas en el 2008 realizado por los doc- tores Silvia Shiller, Martin Evans y Carlos Fuente en diferentes periodos del mismo ao Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 56 Los resultados obtenidos se han agrupado en 3 intervalos: En primer lugar qued el primer sector, en segundo lugar el tercer sector y ltimo lu- gar el segundo sector Sumando las dos valoraciones de cada sector se puede observar que el segundo sector es el que predomina con mejores caractersticas, por lo cual, es el sector con mejor potencial para trabajar con las alternativas del pro- yecto del canal de la cortadura. Figura1. Indicacin de las variantes en la vegetacin existentse indicadas con cr- culos rojos en el Canal de la Cortadura Fuente: Google Earth Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la cortadura, tampico 57 Partiendo de esto podemos considerar que el sitio combina lo natural co- mo artifcial siendo de una belleza tal que propicia la contemplacin del movi- miento del agua, de la fauna del sitio y de las embarcaciones que en su paso mantienen el movimiento de las aguas, pero es evidente la ausencia de vegeta- cin, ya que la cantidad de horas luz que tiene el sitio y el clima del lugar hace imposible considerar el trnsito peatonal a lo largo del da ya que el soleamien- to es intenso y genera disconfort a las personas que transitan por el sitio. Ade- ms la carencia de espacios tursticos como restaurantes o plazoletas y la canti- dad de edifcios abandonados que son objeto de vandalismo no ofrecen atrac- tivo ni seguridad a nadie que camine por el canal a altas horas de la noche. Por lo tanto podemos indicar que las causas por las que se ha abando- nado este sitio, son propias de la dinmica poblacional que tiene lugar en ciudades como esta, que transcurre en torno a cuestiones econmicas, so- ciales, polticas y evidentemente culturales que dan lugar a una forma de vida normalmente de una escasa temporalidad. Conclusiones El rescate de zonas abandonadas para mejorar las condiciones ambientales y con potencial turstico en las ciudades son un tema de anlisis recurren- te, ya que repercute en directamente en las islas de calor y en el cambio cli- mtico en todo el mundo. De acuerdo a los resultados, es importante dar un seguimiento a los efectos de los cambios generados en la morfologa ur- bana, no solo concentrndose en los resultado en el lugar sino tambin en la conducta de la ciudadana afectada por esos constantes cambios, como conocer que es lo que puede ser atractivo y adecuado de acuerdo al contex- to social y cultural de la poblacin, por lo cual lleva afrmar que esta pro- blemtica es un fenmeno que debe ser estudiado ms ampliamente para encontrar una solucin efectiva que derive medidas estratgicas con el ob- jeto de lograr una mayor aceptacin entre la poblacin de la Ciudad de Tampico, Tamaulipas; sobre los proyectos realizados por los gobiernos. Propuesta Basados en los resultados de la investigacin desarrollada y una vez anali- zado y discutidos, resalta el hecho que se requiere no solamente una pro- Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 58 puesta de diseo, o la ejecucin de la misma para renovar el sitio, sino que adems se requieren acciones de otra ndole que logren activar la economa de la poblacin por ejemplo a travs de incentivos fscales o de fnancia- miento para la apertura de negocios de ndole turstica, es pertinente tam- bin establecer un sistema para garantizar la seguridad de los paseantes por el sitio as como apoyar la rehabilitacin, reconstruccin o demolicin de algunos edifcios que han cumplido con un ciclo de vida o que requieren un remozamiento integral. Bibliografa Snchez, Mara del Pilar. Proyeccin Turstica de Tampico. Instituto de investiga- ciones histricas de la Universidad Autnoma de Tamaulipas, Mxico 1998. Tampico, Crnicas de un Renacimiento. Presidencia Municipal 1990-92 Alvaro Garza Cant. Textos de Isabel Arvide. Fotografa de Jean-Grard Sidaner. Jean sidaner editor, S.A. 1992 Revista Tamaulipas. Edicin 404. Abril de 1993. Carisma ediciones S.A. de C.V. Mxico, D.F. http://www.redtampico.net/?p=7666. Documento recuperado el 19 de junio de 2011 http://zonaturistica.travel/mapaHotel.php?id=6464. Mapa actual de Tampico. Documento recueprado el 07 de julio de 2011 Plan parcial del canal de la cortadura, 2011, Municipio de Tampico, Tamaulipas Borderas, M Pilar y Garca, Manuel. Evaluacin de la calidad de un medio ur- bano: la ciudad de Teruel. 1997 59 En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciu- dades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. Brisa Violeta Carrasco Gallegos 1 Facultad de Geografa de la Universidad Autnoma del Estado de Mxico. Resumen La arquitectura destinada al turismo busca ofrecer propuestas innovadoras, dar un plus a los visitantes, ms all que los servicios de hotelera o de los atractivos natu- rales, histricos o culturales que el sitio ofrece. En esta bsqueda se han generado desde las ms tradicionales propuestas arquitectnicas, hasta las ms vanguardistas o extravagantes. Sin embargo surgen varios cuestionamientos al respecto, por ejemplo la pertenencia del edifcio turstico con el sitio donde se emplaza, en la bsqueda por ofrecer productos novedosos para el negocio turstico, se recurre a retomar frmulas arquitectnicas del pasado, o referentes ajenos al contexto. En este ensayo se revisar el caso de las propuestas de arquitectura turstica, de manufactura reciente, en la ciudad de Puerto Peasco, Sonora, a pesar que este tipo de arquitectura, presenta un abanico de propuestas y estilos, que van desde aquellos retomados del estilo internacional, hasta los mediterrneos, o el estilo Santa Fe, el anlisis se centra en las propuestas que aluden a la arquitectura mexicana, como le- gado de autenticidad, para la creacin de los nuevos equipamientos tursticos. Para este anlisis se recurrir a la categora de la autenticidad y a la del imaginario so- cial, como punto de partida para el diseo de los nuevos edifcios, tratando de encontrar las correspondencias de dichas propuestas, con las preexistencias identitarias del pueblo transformado sbitamente en ciudad turstica. 1 Profesora Investigadora de la Facultad de Geografa de la Universidad Autnoma del Es- tado de Mxico. Arquitecta por el Instituto Tecnolgico de La Paz (2001). Maestra en Cien- cias Sociales, con especialidad en Estudios Urbanos y Ambientales, por El Colegio de Sonora (2005). Doctora en Ciencias Sociales, con especialidad en Desarrollo Regional, por la Univer- sidad de Guadalajara (2011). Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 60 Abstract Architecture destined to tourism its looking for innovator propositions, give a plus to the visitors, beyond hostelry services or natural attractions, historic or cul- tural ofered by the site. On this search has been generated since the most traditional architectonic proposals, up to the most avant-garde or extravagant. However arise some ques- tionings about it, like the touristic building pertinence to the site that its placed, in the search to ofer newfangled products for the touristic business, is used to re- take architectonic formulas from the past, or outside references to the context. On this essay will be revised the case of the touristic architecture proposals, of recent manufacture, on Puerto Peasco city, Sonora. despite the fact that this type of architecture, presents a range of proposals and styles, ranging from those taken up of the international style, until those in the mediterranean or the Santa Fe style, the analysis focuses on the proposals that allude to the Mexican architec- ture, as a legacy of authenticity, for the creation of the new tourist facilities. For this analysis it will be appealed to the authenticity and social imaginary category, as an starting point of the new buildings design, trying to fnd the cor- responding of such proposals, with the identity preexistence of the town trans- formed suddenly into touristic city. Autenticidad e imaginarios sociales aplicados a la arquitectura turstica. Los imaginarios sobre la comunidad se manifestan en las representaciones culturales, que conllevan a la construccin de las identidades, en este sen- tido las ciudades son el mayor referente cultural de una sociedad. 2 Sin em- bargo en las ciudades del turismo emergentes, la construccin de los equi- pamientos tursticos, se dejan de lado las experiencias culturales locales, para preparar el escenario ptimo para el desarrollo de un entorno arqui- tectnico que haga atractivo el sitio para un pblico internacional. En ese sentido los referentes culturales plasmados en la arquitectura, retoman elementos de distintos lugares y momentos histricos, ms acordes 2 A. Silva hace una gran aportacin a la metodologa para el estudio de los imagina- rios urbanos, a partir de la siguiente defnicin: La ciudad, a partir de los imaginarios, atiende a la construccin de sus realidades sociales y a sus modos de vivirlas y proponer- las. Lo imaginario antecede al uso social; sa es su verdad. Si se quiere ser ms determinan- te podra decirse que los imaginarios sociales son la realidad urbana construida desde los ciudadanos. El mundo se vive segn las percepciones que se tengan de l, y cuando stas participan en conglomerados amplios, complejos y de contacto, como son las ciudades, adquieren mayor contundencia en su defnicin grupal. (2003: 24) En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. 61 con el imaginario internacional de una determinada cultura. Sin embargo, esos lenguajes arquitectnicos funcionan como referente de autenticidad del espacio consumido, lo que enriquece la experiencia turstica. El turista busca en los viajes, tener un acercamiento profundo hacia los sitios que visita, envolverse en el folklore local y aprovechar al mximo la inversin econmica que representa la actividad turstica. El acercamiento supone la exploracin del sitio y el conocimiento amplio de las caracters- ticas que lo hacen especial. Esto en palabras de D. MacCanell, autentifca la experiencia turstica, al tener un verdadero encuentro con los lugares vi- sitados y sus habitantes. (1973: 589-603) El uso de las imgenes es el ins- trumento mediante el cual, en la arquitectura, se consigue la conexin di- recta entre el imaginario social que representa el emplazamiento turstico y las vivencias que los turistas tendrn en el sitio visitado. Sin embargo, como lo argumenta el autor, los descubrimientos que los turistas hacen, o creen hacer, sobre la cultura local, son precedidos de una preparacin, por parte de los anftriones, que manipula el sitio, para simu- lar una realidad que se acerca a las expectativas imaginadas por los clientes, de manera ms fel, que a la realidad del espacio geogrfco y social en el que se desarrolla la experiencia. De esta forma, la realidad observada y vi- vida por el turista, no refeja las verdaderas condiciones y experiencias de la vida cotidiana de los lugareos. (Ibd.: 597) Lo anterior no signifca que la bsqueda de la autenticidad se vea frus- trada, sino que, la propuesta hecha por el desarrollador turstico es tomada por real. J. Cass habla del tipo de oferta turstica todo incluido, como la for- ma de encontrar espacios seguros y contenidos en un mundo de caos. Donde amenazas reales como el terrorismo y el narcotrfco, persiguen a los ciudadanos comunes. Un espacio controlado y delimitado, es una cua- lidad que se valora en un viaje vacacional, en el que se busca el esparci- miento y la relajacin, y de ninguna manera, el estar expuestos a experien- cias riesgosas o violentas. (2006: 280) La autenticidad que los turistas buscan en sus viajes, est acompaa da de una puesta en escena que sus anftriones preparan para simular la reali- dad local, satisfaciendo las expectativas de los clientes. Por lo tanto en el afn de los lugareos por satisfacer las expectativas imaginadas por los tu- ristas y de ellos por satisfacer su bsqueda de la realidad autntica, el resul- tado es una simulacin, que le resta toda la autenticidad al sitio que fnal- mente el turista consume. De tal suerte que las actividades tursticas contienen una dualidad en- Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 62 tre lo que es real y lo que es una interpretacin errnea de tal realidad. Sin embargo, esta visin al ser validada por el colectivo que interviene en di- chas actividades, resulta sufcientemente autntica. La autenticidad es por tanto, una cuestin relativa al observador y el montaje elaborado es sola- mente el resultado de las interpretaciones del imaginario colectivo. De esta forma, asistimos a un cambio en la concepcin imaginaria de la aventura, que los turistas desean experimentar, y de lo que estn dispues- tos a tomar por real y representativo del sitio. El cambio se instrumenta mediante las propuestas urbanas y arquitectnicas, en las que es evidente una propuesta escnica sobre la realidad cultural del sitio. En el sentido planteado por D. MacCanell, se trata de un producto que refeja una rea- lidad mistifcada de la cultura mexicana, para el caso de Puerto Peasco. A partir del uso de elementos arquitectnicos y decorativos, recurrentes en la construccin de los desarrollos tursticos, tendientes a la representacin de la cultura mexicana, encapsulada y condensada en el diseo, que alude ms a las expectativas de los clientes que a la realidad local de un sitio turstico. Por dar un ejemplo, la arquitectura prehispnica, ha sido retomada pa- ra la construccin de edifcios tursticos, la emulacin de este tipo de arqui- tecturas ha resultado recurrente para fortalecer la imagen de la mexicani- dad en algunas construcciones recientes. Sin embargo la reminiscencia del Figura 1. Hotel Mayan Palace, Nuevo Vallarta, Nayarit, los toboganes en la zona de albercas del hotel emulan la forma de las pirmides mayas. FUENTE: http://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g154267-d226303-r4308222-Mayan_Palace_Nuevo _Vallarta-Nuevo_Vallarta_Pacifc_Coast.html Consultada el 7 de septiembre de 2010. En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. 63 pasado, no siempre se logra, sin caer en una caricaturizacin de la arquitec- tura prehispnica, teniendo ejemplos de su uso reciente en objetos cons- tructivos que resultan en una burda representacin de lo prehispnico. De igual forma encontramos reminiscencias a los estilos coloniales, neo coloniales, barrocos, etc., que replican las tendencias mundiales hacia la re- presentacin exagerada, propia del posmodernismo, haciendo uso de un tema determinado, tal como se han venido construyendo los ms impor- tantes emplazamientos destinados al turismo a nivel mundial, (Dubbai, Disneylandia, Las Vegas, etc.). 3 De tal forma que los nuevos edifcios repre- sentan las imgenes que se piensa, van a funcionar como un atractivo para el consumo nacional e internacional, del turismo, impulsadas principal- mente por los desarrolladores inmobiliarios que plasman en ellos sus ideas, para ofrecer el entorno ideal deseado por el turista. Los distintos estilos arquitectnicos que se han presentado en el pas, han tenido una infuencia en los diseadores actuales que buscan integrar a los lenguajes constructivos contemporneos, elementos de identidad cul- tural de la historia de la arquitectura mexicana. En el caso de los emplazamientos tursticos es comn que estas adapta- ciones se exageren, para recrear un ambiente ms identifcable de lo que es la cultura mexicana en el imaginario internacional. Para ello, las nuevas edifca- ciones recrean diversos momentos histricos del pasado arquitectnico, tan- to en el diseo y decoracin de los edifcios, como en los emplazamientos ur- banos en los que se encuentra el conjunto. Esta tendencia es observable en el tratamiento arquitectnico y urbano que se le da tanto a sitios que tienen un valor patrimonial histrico y/o natural. Como a los nuevos desarrollos turs- ticos planeados a nivel de proyecto o de desarrollo regional. En Mxico resulta comn el aprovechamiento de los sitios con valor cul- tural, histrico y natural como un atractivo para las actividades tursticas. El programa federal Pueblos Mgicos, ha emprendido una campaa en la que se otorga dicho reconocimiento a localidades rurales con ciertas peculiarida- des que puedan ser atractivas para el turismo. Tal como lo resea M. Amer- linck: tales programas [Pueblos Mgicos] parecen ser particularmente 3 As lo seala S. Rodrguez, al hablar de los megadesarrollos tursticos: El turista y el empresario se encuentran construyendo nuevos territorios tematizados, mismos que son expresados con falsas estructuras y elementos representativos del atractivo turstico, desta- cndose un globo de modelos, estilos, caprichos, simulaciones, que cubren el deseo y la formacin del paraso globalizado a partir del imaginario urbano arquitectnico; este ima- ginario es simbolizado por el megadesarrollo turstico como elemento urbano arquitect- nico, ancla del desarrollo a travs del atractivo que transmite al turismo a partir de la idea formada por el imaginario colectivo sobre el deseo expresado. (2008: 1) Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 64 atractivos para el desarrollo local y rural, porque se espera que benefcien a los lugareos, pero extienden la categora de mercanca a la naturaleza y al entorno. Adems, se alienta en el turista un modo particular de conocer el mundo y a la gente, generando una especie de virtualismo, conforme a mo- delos occidentales de concebir la sociedad y el mundo. (2008: 386) La autora se refere al reajuste que hay que hacer del sitio en cuestin para el fn turstico. Ya que gran parte del impacto que pueda tener en el mercado, depende de la fdelidad con la que el sitio representa el lugar ima- ginado, como parte de esa cultura, en tanto su conocimiento se pueda con- vertir en una experiencia validada colectivamente. 4 R. Goycoolea al respec- to, seala lo siguiente: En este escenario, conocer qu piensan y aspiran los turistas se convierte en algo fundamental, porque por ms que esta ima- gen pueda condicionarse manejando la informacin transmitida o trans- formndolo para adecuarlo a lo esperado, si no existe una sintona clara en- tre lo que el visitante espera del sitio y lo que en l encuentra, no hay ne- gocio posible. (2006: 2) De ah que cada vez resulta ms comn encontrar una arquitectura si- milar en lugares tan diversos del pas como Los Cabos, en Baja California Sur, o Cancn, en Quintana Roo, que aluden a un pasado arquitectnico reinterpretado, y tomado a retazos de distintos momentos y lugares de la historia de Mxico. En la mayora de los casos no coinciden con la historia local, perdiendo el valor de exponer el regionalismo, o lo vernculo, ya que las representaciones son incorrectas y por dems genricas. Dichas representaciones son las que interesa analizar en el caso estudia- do, desde la perspectiva de la recreacin de la cultura mexicana mediante la arquitectura turstica. Aunque en la mayora de los desarrollos tursticos de Puerto Peasco, los referentes culturales plasmados mediante la arqui- tectura y la decoracin, intentan escenifcar la cultura local, es decir la mexicana, las representaciones encontradas tienen mayores referentes de otros momentos histricos y lugares del pas. Por ejemplo con la historia arquitectnica del Mxico colonial, o con las culturas prehispnicas del sur del pas, como los de la cultura maya o las grandes haciendas industriales que proliferaron en el centro occidente de Mxico en los siglos XVIII y XIX, no as con la historia de Puerto Peasco, 4 Y concluye: Esta reconformacin es contradictoria, pues no conduce realmente a la conservacin de entornos valiosos por haberlos comprendido, sino a la creacin de pai- sajes conformes con ciertas idealizaciones, a travs de una poltica orientada al mercado. Es recrear un producto, no para apoyar creencias y prcticas locales, sino para venderlo y as extender y fortalecer el sistema dominante. (Ibd.) En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. 65 ms asociada a las tribus nmadas que recorran la regin como los mal- pas, sandieguito, amargoza y cia-had oodham. Y ms recientemente a la historia del nacimiento de Puerto Peasco como poblacin con la funda- cin del campamento de pescadores que le diera origen en 1927. (Munro, 2007: 5) No obstante, los lenguajes plsticos importados de otros tiempos y regiones del pas, sirven de emblema al imaginario social de los consumi- dores sobre la cultura y la arquitectura mexicana y a los promotores inmo- biliarios como elementos para el mercadeo. B. Anderson (2003), seala que las comunidades construyen una visin imaginaria, sobre si mismas, y es esta imagen la que se ofrece a los otros, que a su vez la refuerzan en el entendimiento de esas culturas, con el referente que les es mostrado. En las ciudades del turismo la construccin de las imgenes se basa sobre todo, en las expectativas que los visitantes guardan hacia el sitio. Propuesta arquitectnica para la autenticidad de Puerto Peasco como destino turstico. La interpretacin que los promotores tursticos tienen sobre la ciudad, dista mu- cho de la que tienen los residentes locales. Mientras que para estos ltimos el lu- gar est cargado de signifcado e identidad propia, 5 para los promotores tursti- cos el lugar es apenas una incipiente ciudad, carente de identidad o de referen- cias histricas valiosas. Por lo que asumen la tarea de crear un nuevo paisaje Puerto Peasco ha sido una ciudad promovida tursticamente como un lugar sin historia previa, que nace como un lugar importante en la escena nacional para servir a los turistas. Esta negacin de las preexistencias cultu- rales locales, es el pretexto para adicionar al diseo arquitectnico de los re- sorts elementos que resaltan la cultura mexicana, idealizada segn los ima- ginarios que los promotores tursticos, los diseadores de los conjuntos in- mobiliarios, las autoridades locales y los propios residentes de la ciudad, piensan que los turistas esperan del sitio. Los nuevos proyectos para los edi- 5 Para la poblacin local la identidad de Puerto Peasco est ligada al paisaje desrtico, al mar, al Pinacate, los colores del desierto y el paisaje de extensa planicie forman parte de la identidad del lugar. En entrevistas realizadas entre el 2007 y el 2010, los residentes de la ciu- dad daban cuenta de los sitios ms signifcativos, estos principalmente fueron el malecn, la bajada como se le conoce al embarcadero, y el Puerto Viejo, ncleo fundacional de la ciudad. De igual manera referen algunos edifcios emblemticos, que forman parte de la historia urbana. Todos estos elementos forman parte de la identidad del sitio, siendo para sus residentes lugares que se deben preservar y valorar, independientemente del reciente au- ge constructivo de los nuevos emplazamientos tursticos de la ciudad. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 66 fcios tursticos, experimentan con distintos tipos de arquitectura, mediante la que se pretende dotar al sitio de autenticidad. 6 La creacin de los imagina- rios de lo mexicano se manifesta desde los discursos de la creacin de im- genes idlicas que aluden a una cultura que no es representativa del sitio. 7
Como muestra de dos casos representativos tenemos el Mayan Palace Resorts y el Sonoran Sun, el primero es un mega desarrollo ubicado sobre el estero La Pinta a treinta kilmetros al este de la ciudad, mientras que el Sonoran Sun, se ubica en Sandy Beach donde se han ubicado ms de una veintena de desarrollos de condominios aledaos a la zona urbana. Mayan Palace Resorts El conjunto se compone de varios proyectos diferenciados espacialmente, en cuanto al diseo arquitectnico encontramos diversas infuencias que se han plasmado en cada uno de ellos. La zona central del proyecto que es la que est actualmente construida y en operacin, consta de una arquitectu- ra contempornea, con algunos detalles que son reminiscencias de la arqui- 6 Al entrevistar al administrador del Sonoran Sun Resort encontramos que en el dis- curso empresarial sobre la decoracin se hacen alusiones directas a los decorados tpicos mexicanos, que a decir de este informante, gustan los turistas: ENTREVISTADO: Al americano que viene aqu, le gusta lo mexicano y s usted platicara con un arquitecto di- ra que Mxico es color, entonces si hiciramos una vista rpida en todo el frente de los Resorts, que hay aqu en Peasco, tiene un colorido, el americano le gusta lo mexicano, pero fno. Muchos de nuestros turistas, con la primera vez que vienen aqu se ven grata- mente sorprendidos porque ven ese colorido. En nuestro resort lo que queremos es hacer el mexicano alegre, nuestro tercer proyecto (Sonoran Sun) es colonial, color naranja, con arqueados de color gris, con canteras, en nuestro cuarto proyecto (Sonoran Sky) ya usa- mos otro tipo de colores, usamos mas estilo hacienda, es el colorido mexicano lo que le gusta a la gente. Entrevista realizada al administrador de los desarrollos Sonoran, en Puerto Peasco, Sonora, enero de 2009. 7 Las haciendas industriales mexicanas tuvieron su auge en el centro y sur del pas en los siglos XVIII y XIX, toda vez que se haba consumado la conquista espaola, sin em- bargo la conquista del norte de Mxico fue mucho ms tarda, puesto que la regin era habitada por tribus nmadas y no existan emplazamientos urbanos, entre otros factores. El tipo de conquista que se vivi en el norte fue orquestada por los jesuitas, de una mane- ra relativamente pacfca con respecto a la que se vivi en el centro y sur del pas. Por tan- to, las imgenes mostradas corresponden a tipologas ajenas a la ciudad de Puerto Peas- co, ya que la zona fue habitada por tribus indgenas pimas, patas, apaches, que no con- solidaron desarrollos urbanos o una tipologa arquitectnica puesto que habitaban en campamentos temporales, lo que no indica una falta de identidad plstica regional, pero si una identidad muy distinta al imaginario internacional sobre lo mexicano, que se refe- ja en las nuevas construcciones. En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. 67 tectura maya, pero que funcionan solamente como elementos decorativos. El interior de este edifcio, es una mezcla de elementos decorativos que alu- den tanto a la cultura maya, como a las tribus nmadas de Norteamrica. A pesar de que la imagen arquitectnica del edifcio principal y del ac- ceso del desarrollo alude a reminiscencias mayas, los diversos proyectos, que incluye el plan maestro, presentan muchas variantes en cuanto a los es- tilos arquitectnicos. Este factor hace que el conjunto en general pierda unicidad, por ejemplo el estilo utilizado en el rea de condominios de Ma- yan Lakes, representa la arquitectura tipo Santa Fe, con detalles decorativos mayas, mismo estilo que es referido en el proyecto Central Park. Mientras que para el diseo del conjunto Delia se ha optado por el estilo spanish, pa- ra los exteriores de las viviendas y el estilo minimalista contemporneo, pa- ra los interiores. El proyecto del Club de Playa, presenta una arquitectura representativa del estilo internacional, contemporneo. Como se puede apreciar son muy distintas las infuencias que intervienen en la construc- cin, sin embargo los promotores insisten en hacer referencia la arquitec- tura mexicana, como la caracterstica ms representativa del desarrollo. Figura 2. Proyecto de acceso monumental al Mayan Palace Resort. Fuente: http://www.urbanfreak.net/showthread.php?t=2808, consultada el 13 de noviembre de 2010. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 68 Sonoran Sun Resorts El conjunto esta compuesto de dos torres de condminos con de 228 uni- dades, su diseo es similar a todos los conjuntos de Sandy Beach, condo- minios en altura, organizados en torno a un rea de equipamientos de tipo hoteleros como albercas, restaurante, bar y reas verdes. A pesar de tratarse de torres de ocho niveles, la decoracin propuesta para este conjunto se vincula a las viejas haciendas coloniales, tanto en los acabados, los elemen- tos decorativos y el mobiliario. A diferencia del caso anterior, este diseo muestra mayor unicidad decorativa. La recepcin es un saln decorado a con artesanas tpicas del estado de Jalisco, el mobiliario emula las viejas casonas coloniales, resalta la exhibi- cin de pinturas que representan, escenas buclicas de la vida campirana: la festa mexicana en la plaza del pueblo, el charro y su caballo, la pareja de rancheros enamorados rodeados de nopales y ataviados con trajes tpicos, hacen un homenaje a las pelculas de charros de los aos cincuenta que idealizaban la vida campirana. Figura 3. Mayan Palace Resort, vista del edifcio principal. Fuente: http://www.urbanfreak.net/showthread.php?t=2808, consultada el 13 de noviembre de 2010. En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. 69 Las reas comunes se componen de una sucesin de plazas que repiten elementos decorativos como fuentes de cantera, tibores de talavera, faroles y bancas de hierro fundido, que desembocan en el rea de albercas. El con- junto creado representa un marco con un decorado apropiado a un imagi- nario internacional sobre lo mexicano, que hace nfasis en el detalle orna- mental, pero que encuadra un equipamiento tipo, dotado de las comodi- dades esperadas al vivir la experiencia turstica. El diseo alude a reminiscencias de las haciendas coloniales, este tipo de decoraciones, han sido la principal propuesta arquitectnica de los desa- rrollos del Grupo Sonoran Resorts, ya que en todos ellos se presentan estas similitudes, los cuatro desarrollos, Sonoran Sun (2004), Sonoran Sea (2004), Sonoran Spa (2002) y Sonoran Sky (2006), muestran elementos decorativos tpicos de la arquitectura mexicana, como las cpulas, los arcos, la cantera, la piedra laja, campanarios, pinculos, y una variedad de objetos decorativos provenientes del centro y occidente del pas. Tanto los planteamientos arqui- tectnicos, como decorativos son similares, cambiando algunos detalles sola- mente, como el tipo de piedra de los acabados, los colores, elementos deco- rativos menores. Pero en general guardan una misma tipologa, en cuanto a la distribucin, al tamao y la forma de los edifcios, que no resulta creativa, ni singular, dentro de lo que es el grueso de los desarrollos inmobiliarios, en torre de condominio, predominante en el rea de Sandy Beach. Figura 4. Vestbulo del Sonoran Sun Resort. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 70 Conclusin Al cuestionar el origen de las formas arquitectnicas de una ciudad tursti- ca emergente, es de destacarse, que si bien en la construccin de la ciudad turstica contempornea intervienen diversos imaginarios sociales el del promotor inmobiliario, el del agente gubernamental, el del diseador, el del residente, el del turista- la intencin general en todo caso es proveer de imgenes certeras y verifcadas para que el turista lleve consigo. Es decir, se pretende crear una ciudad memorable, pero similar a la prefguracin que el turista se ha formado a partir de los relatos y las im- genes que hoy da abundan en los sitios web. La ciudad real se nutre de la fantasa y copia lo fcticio. Y por tanto, que lo que se ofrece en Puerto Pe- asco es una ciudad fccin, efmera y acomodadiza que hace tabula rasa de las condiciones culturales persistentes. (Carrasco y Yanes, 2010: 74) En este sentido, los desarrollos hoteleros y de segundas residencias, as co- mo los corredores tursticos del puerto, intentan exhibir mediante la arquitec- tura y la decoracin a la cultura mexicana. Sin embargo, las representaciones encontradas tienen como referente el momento arquitectnico colonial o pre- colombino del centro y sur del pas, y no la historia urbana o la cultura local. A diferencia de las conclusiones a las que llegan los tericos de los ima- ginarios sociales como A. Silva (2003), acerca que estos corresponden a la Figura 5. Decoracin exterior. Puerto Peasco, septiembre de 2009. En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. 71 construccin del espacio urbano desde la perspectiva que los habitantes de la ciudad tienen sobre su entorno, en las ciudades del turismo emergentes, encontramos que los dichas imgenes son recogidas desde un imaginario internacional, que en poco o nada se relaciona al sitio. Ese imaginario es materializado por los promotores inmobiliarios mediante el diseo de los edifcios y su construccin, creando enclaves ur- banos ajenos, privatizados que fnalmente, contribuyen a agudizar la pola- rizacin social. La realidad preparada ex profeso para los turistas, diluye la autenticidad del lugar que fnalmente el turista consume como real. M. Amerlinck (2008), seala que en la transformacin de los sitios tu- rsticos, la oferta que se plantea resulta genrica en todos los niveles: los ser- vicios (vinculados a la relativa comodidad y seguridad de los clientes), la gastronoma, la oferta recreativa y la propuesta arquitectnica. Dejando solo las particularidades naturales y sociales, como el nico indicio de ori- ginalidad del sitio en cuestin, pero que fnalmente se diluye ante la in- fraestructura turstica, creada a partir de dichos atractivos. Tal como lo afrma R. Goycoolea (2006) el lugar debe adaptarse para re- cibir al turismo, ya que si no existe sintona con lo que el visitante imagina encontrar y con las comodidades acostumbradas en un viaje vacacional, y la realidad que ser encontrar en el sitio en cuestin, el negocio turstico no tie- ne perspectivas de xito. En ese sentido, los lugares tursticos se reinventan, ofreciendo servicios que no son propios o tradicionales, pero que estn estan- darizados al pblico internacional, perdiendo la nocin de autenticidad. De lo anteriormente expuesto surge la interrogante, sobre cmo se refeja la identidad de un sitio que arquitectnicamente hablando no tiene grandes referentes, que a la vez se encuentra aislado en el contexto regional por la lejana a otras ciudades importantes. Quiz la experiencia del surgimiento de la arquitectura mexicana contempornea 8 sirva de referente. F. Gonzlez al referirse a este estilo iniciado en la escuela tapata de mediados del siglo XX, realza las virtudes del vernaculismo buscado en este perodo: 8 En el segundo cuarto del siglo XX, la evolucin de los estilos arquitectnicos nacionales ge- nerara diversas interpretaciones de la arquitectura mexicana, adaptada a los nuevos tiempos con un lenguaje propio y contundente. Con las aportaciones del arquitecto Luis Barragn y otros co- mo Rafael Urza y Pedro Castellanos, se iniciara la llamada escuela tapata. (Gonzlez, 1996: 254) En este movimiento se propuso un nuevo estilo, que realzaba el regionalismo y cuyas trans- formaciones, llevaran a la consolidacin del ahora conocido como mexicano contemporneo. En este tipo de arquitectura se realzaban los valores regionales como lenguaje plstico, y a travs de ellos se lograra la fusin entre el estilo moderno con las peculiaridades de la vivienda verncu- la de Mxico. El incipiente estilo arquitectnico tendra infuencias mediterrneas aportadas por Luis Barragn, que se basan en una arquitectura adaptada al clima y los materiales regionales. Estudios Sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto Volumen iv. Nmero 4. Noviembre 2012 72 Esta inicial y primigenia arquitectura regional busca resolver proble- mas bien conocidos y poco evolucionantes mediante un sencillo domi- nio del clima local, de los materiales disponibles, de las tcnicas de construccin tradicionales, de ciertas formas y colores largamente arrai- gados y colectivamente forjados y aceptados. Se trata, por lo tanto, de arquitecturas que nacen de un contexto cultural y un medio fsico per- fectamente claros y actuantes, y que, al estar lejos de ires y venires, ad- quieren un extrao carcter atemporal. (1996: 25). Este concepto de una arquitectura atemporal y dotada de las caractersti- cas locales, pudiera representar una autenticidad del sitio, creaciones que no intentasen ser imitativas, sino propositivas y representativas de un entorno natural y social peculiar. La falta de preexistencias arquitectnicas no necesa- riamente debera representar una limitante para los diseadores, sino una oportunidad de realizar creaciones originales, retomando lo mejor del verna- culismo, al igual que las nuevas tcnicas aplicables a la arquitectura. Figura 6. Fotografa Ocotillo de Jesusa Gamboa. Las primeras fotografas de paisa- jes que recuerdo de mi niez, son de El Pinacate. Nac y crec en esa rea desrtica de Sonora () saba desde nia, que cuando fuera fotgrafa, sera el proyecto de mi vi- da. Y volv muchos aos despus, con mi cmara colgada en el cuello, mi mente lle- na de imgenes por capturar y un corazn emocionado, que casi se me sala del pecho. Encontr un desierto lleno de vida, bendecido por la lluvia, tapizado de fores. Fuente: http://cid-53750853fe66977.photos.live.com/self.aspx/PINACATE/texto%20proyecto%20de%20mi %20vida.jpg, consultada el 10 de marzo de 2010. En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora. 73 Bibliografa Amerlinck, Mari-Jos, (2008), Arquitectura verncula y turismo: identidad pa- ra quin?, Destiempos, 3 Nmero 15, disponible en: http://www.destiempos. com/n15/amerlinck.pdf, consultada el 7 de septiembre de 2010. Anderson, Benedict, (2003) [primera edicin 1983] Imagined Communities. Re- fections on the Origin and Spreads of Nationalism, Londres: Verso. Carrasco Gallegos, Brisa y Glenda Yanes Ordiales, (2010) Morfognesis de una ciudad turstica: los lenguajes arquitectnicos desde el imaginario internacio- nal de lo mexicano, en Ciudades del turismo, varias aproximaciones, varias ex- periencias, de Eloy Mndez, Isabel Rodrguez y Jess Enrquez, coordina- dores, Madrid: Universidad Autnoma de Madrid, en prensa. Cass, Jefrey, (2006) Egipto en esteroides: Luxor Las Vegas y el orientalismo pos- moderno, en Arquitectura y turismo, de D. Medina y B. Mclaren, editores, Barcelona: Gustavo Gili, pp: 275-299. 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Silva, Armando, (2003) Bogot Imaginada, Bogot: Convenio Andrs Bello, Uni- versidad Nacional de Colombia, Taurus. 75 Instrucciones para los autores Son bienvenidos los artculos para la revista Estudios sobre Arquitectura y Urbanismo del Desierto que soliciten su publicacin. Los trabajos sern sometidos a arbitraje por especialistas en el tema. El requisito principal es que sea material original y no publica- do, aunque se pueden aceptar trabajos que hayan sido publicados parcialmente. La temtica de la revista abarca cuatro grandes reas del mbito de la Arquitectura y el Ur- banismo en zonas ridas: 1. Historia y restauracin 2. Teora y diseo 3. Urbanismo y planeacin 4. Tecnologa y medio ambiente Indicaciones generales El documento deber confgurarse en hojas tamao carta de 215.9 x 279.4 mm (8 x 11). Podr enviarse en ingls o espaol. Debern usarse unidades del Siste- ma Internacional. Cualquier otro tipo de unidad deber reportarse entre parntesis. El documento deber comenzar con la informacin del ttulo y de los autores. Con- tinuar con un resumen, el cual no debe de exceder de 300 palabras. Al fnal del re- sumen en espaol deber escribir una traduccin del mismo al ingls, titulado Ab- stract. El formato preferido del texto es ms Word o rtf (Rich Text Format). Ecuaciones y nomenclatura Las ecuaciones y frmulas debern seguir las especifcaciones del texto general. De- bern estar numeradas consecutivamente. La nomenclatura de los smbolos conteni- dos en las ecuaciones deber estar explicada detalladamente en el texto donde se hace referencia a la misma o, bien, en una lista por separado al fnal del texto. Figuras Todas las fguras (fotografas, grfcas, dibujos, planos, etctera) debern ser claras y de alta calidad (200 dpi o superior). La calidad de las mismas debe ser tal que pue- dan distinguirse claramente al ser impresas en blanco y negro. Deber indicarse su ubicacin en el texto y, adems, todas las imgenes debern ser enviadas en archivos originales por separado (no insertadas). Los formatos aceptados son: jpg, Tif, cdr y pdf (para imgenes), pdf (planos), xls (para grfcos). Las fguras debern estar refe- ridas dentro del texto, numeradas consecutivamente y con una leyenda. La leyenda es el ttulo o descripcin de la fgura e incluye el nmero de la fgura. Tablas Todas las tablas debern numerarse consecutivamente, estar referidas dentro del texto y tener su encabezado en la parte superior. Como con las fguras, deber in- dicarse la ubicacin de las tablas dentro del artculo y, adems, se insertarn al f- nal del artculo, de preferencia en formato Excel (no Tabla de Word) o, bien, en archivo separado de Excel. Referencias Las referencias debern estar en el mismo estilo que el texto del artculo. Le rogamos seguir los lineamientos de estilo de la apa (American Psychological Association), que se pueden consultar en: http://www.lib.berkeley.edu/TeachingLib/Guides/Ci- tations.html. Cmo enviar su artculo La manera ms efciente y segura es por correo electrnico. Si no fuera posible, po- dr hacerlo en un cd por correo normal o mensajera (preferible). Por correo elec- trnico, enve su archivo a esaud@arq.uson.mx. Por correo normal o mensajera, enviar el cd y una copia impresa del artculo a: Dra. Irene Marincic o Dr. Jos Manuel Ochoa de la Torre Programa de Arquitectura, Depto. de Arquitectura y Diseo, Universidad de Sonora, Rosales y Colosio s/n, Col. Centro, C.P. 83000, Hermosillo, Sonora, Mxico. Arquitectura de tierra en Sonora Juan Luis Loredo
Usos del agua en la imagen urbana hermosillense Alejandro Duarte Aguilar
Espacios para renovacin turstica-sustentable. Caso de estudio: el canal de la Cortadura, Tampico Blanca Margarita Marn Gamundi Mara Eugenia Molar Orozco Rubn Salvador Roux Gutirrez
En la bsqueda de la autenticidad de las nuevas ciudades tursticas. Arquitectura mexicana de reciente creacin en Puerto Peasco, Sonora Brisa Violeta Carrasco Gallegos