3.1 El Derecho de Superficie
3.1 El Derecho de Superficie
3.1 El Derecho de Superficie
Constituye una derogación a la regla general (la superficie cede al suelo, todo lo que
ella se edifica cede al suelo).
Aquí se da una propiedad separada de la propiedad del suelo. La ley y la doctrina
admiten así, que no siempre el suelo y la construcción forman un todo indivisible.
“Por superficie no debe entenderse al suelo que está en contacto con el inicio del
espacio atmosférico. El objeto del derecho de superficie es el sobresuelo.
El propietario del suelo constituye sobre este un derecho a favor de un tercero que lo
autoriza y mantener construcciones sobre la misma o por debajo de ella. Se trata de un
derecho de naturaleza real.
A mediados del siglo pasado, “cuando el problema de la vivienda se ha manifestado en
forma aguda y la política de fomentar la construcción ha buscado todos los cauces
favorables, se cayó en la cuenta de que la superficie representaba uno de los mejores,
de los más aptos para tal fin”.
“El momento de la edificación, no precisa la enajenación de los terrenos; basta la
constitución del derecho de superficie. Esta figura facilita la construcción, evita la
especulación de edificios y terrenos, y reserva el aumento de valor para el propietario.
De ahí que se admita la constitución del derecho de superficie por entidades públicas y
por las particulares”.
El derecho de superficie es hoy uno de tantos medios utilizados para resolver el
problema de la vivienda, que ahora entra en una fase aguda; problema moral, toda vez
que la influencia de la habitación sobre el hombre se deja sentir poderosamente en sus
sentimientos y hábitos.
El éxito del derecho de superficie dependerá fundamentalmente de la regulación que se
le ofrezca. Este debe ser idónea y responder a la finalidad que con la institución se
pretende alcanzar.
Definimos al derecho de superficie, como un derecho real, enajenable y transmisible
por sucesión, que confiere a su titular, durante un plazo determinado que no puede
exceder al máximo fijado por la ley (se trata de un derecho temporal), el derecho de
tener y mantener en terreno ajeno, sobre o bajo la superficie, una edificación en
propiedad separada, obtenida mediante el ejercicio del derecho anexo de edificar, o
por medio de un acto adquisitorio al de arrendamiento de un terreno.
Notas características:
i) Es un derecho de naturaleza real, enajenable y también, por lo tanto, gravable y
transmisible mortis causa.
ii) Se trata de un derecho temporal.
iii) Otorga a su titular el derecho de tener y mantener una edificación en propiedad
separada, por encima o por debajo del suelo, lo que constituye precisamente el objeto
básico del derecho.
“No puede ser objeto del derecho de superficie la colocación en el suelo de elementos
transitorio y desmontables. La construcción superficiaria ha de ser de tal índole que, sin
la existencia del derecho superficie, lo edificado pasaría a ser propiedad del dueño del
terreno, lo que no sucede con la colocación de elementos transitorios que no están
sometidos a la regla general de la accesión”.
“Una cosa es el derecho de superficie que es la expresión de aquella relación jurídica
que permite al superficiario tener o mantener en terreno de otro la propiedad de la
edificación, y otra, es la propiedad de esta edificación, cuya existencia hace posible el
derecho de superficie, y que por esto , se denomina propiedad superficiaria . No es que
el derecho de superficie tenga una doble naturaleza, unas veces la propiedad de una
edificación y otras el derecho a tener esta propiedad en terreno ajeno, pues lo primero
es la propiedad superficiaria y lo segundo es propiamente el derecho de superficie. El
derecho de superficie es el soporte jurídico de la propiedad superficiaria y solo puede
esta subsistir mientras subsista aquel, de suerte que, extinguido el derecho de
superficie, desaparece la propiedad superficiaria como tal”.
El derecho de superficie se constituye por actos ínter vivos, así como por actos mortis
causas y a título gratuito u oneroso. Se llega a admitir en ciertas hipótesis que pueda
constituirse por usucapión. Algunos también consideran a la expropiación como uno de
los modos para construirlo.
La forma más común de constitución del derecho de superficie es por acto inter vivos,
mediante contrato sea como resultado del derecho de construir o, cuando el
propietario concede a una persona el derecho de edificar sobre el suelo o bajo el, o
también mediante la enajenación de una edificación preexistente, dos tipos de
elementos:
i) Elementos personales: el dominus soli (dueño del suelo) y el superficiario.
ii) Elementos reales: el suelo y la edificación.
Es posible, que se constituya un derecho de superficie de mayor elevación sobre un
edificio que pertenece a una persona en propiedad superficiaria. A este derecho se le
denomina derecho de sub- superficie o derecho de superficie de segundo grado.
Una regulación exhaustiva del derecho de superficie debe incluir, las obligaciones y
derechos más importantes del dominus soli (dueño del suelo) y del superficiario, una de
las principales obligaciones del primer nombrado la constituye la de inhibirse de
efectuar actos que imposibiliten o perturben el disfrute de su derecho al superficiario.
No hay duda de que en virtud de este derecho, el dueño del suelo pierde, si bien
temporalmente, todo derecho ya sea encima del suelo o debajo de él.
El superficiario está obligado a levantar la construcción inherente al derecho de
superficie dentro del plazo pactado o en el legal.
Tendrá derecho de gozar de alguna otra parte del suelo si ofrece ventaja para su
aprovechamiento.
El derecho de superficie puede tener una duración temporal, indefinida o perpetua.
El plazo de duración para nuestro ordenamiento es de un máximo de 99 años que
consideramos excesivamente largo.
No es necesario un plazo tan extenso para favorecer su constitución. El plazo de 30
años, por el que nos inclinamos, es a nuestro entender suficiente para contribuir al
cumplimiento de los fines de la institución superficiaria.
El derecho de superficie se extingue por:
i) Por transcurso del plazo pactado o del legal.
ii) Por resolución del título constitutivo.
iii) Por abandono: renuncia del superficiario.
iv) Otras causas: por consolidación, por mutuo disenso, por destrucción de la cosa sobre
o bajo la cual recae, por perecimiento de la edificación, por expropiación forzosa y por
prescripción o no uso.
El código civil de 1984, si bien regula el derecho de superficie como un derecho real
autónomo y sustantivo, a diferencia del Código de 1936, que lo concebía como una
desmembración más del dominio, parecida al usufructo y similar a la enfiteusis.
2.5 EL DERECHO DE SUPERFICIE COMO DERECHO REAL SOBRE COSA AJENA SUI GENERIS
Guilarte comenta sobre el particular que “indudablemente la consideración es cierta;
pero aparte de las dificultades que tal consideración puede representar respecto de un
particular derecho positivo, en atención al criterio que el mismo mantenga sobre el
números clausus y apertus de derechos reales, cuando no existe solución expresa de la
institución, resulta demasiado general y no sirve para definir y delimitar con exactitud
el derecho de superficie”.