Scattolin, Rosario

La Semitica tiene por objeto de estudio a los signos. Complejo ha sido el desarrollo de las distintas teoras que tratan de comprender el sistema de signos que ordenan el caos, o continuum, del mundo. Semiologa, si bien trmino semejante, fue ms bien utilizado por Saussure en su Teora del Signo. Por convencin y ms afinidad hacia la otra teora principal del signo, la de Peirce, nos limitaremos a hablar slo de Semitica. Se entiende la construccin del sentido en tanto proceso producido socialmente y se toma en cuenta el desfasaje existente entre instancia de generacin e instancia de apropiacin de los discursos: Este ensayo desarrolla un conjunto de temas pertenecientes al nivel lgico-semitico y al discursivo. La consideracin de los mismos gira en torno del tratamiento de una serie de interrogantes. Los que competen al nivel lgico semitico son: en qu consiste el proceso de produccin sgnica y cmo se conoce la realidad sgnica. Los que competen al nivel discursivo son: cmo se produce socialmente sentido y cules son las estrategias discursivas que permiten construirlo. Las respuestas a estos interrogantes se despliegan poniendo en juego a) una reflexin lgico-semitica y b) una reflexin discursiva. La reflexin lgico-semitica se organiza a partir del modelo terico anglosajn, cuyo texto fundador es la obra lgico semitica de Charles Sanders Peirce. El modelo sgnico ternario que aporta Peirce no slo permite explicar el proceso de sentido y el de la construccin de la realidad, cuestiones que el modelo binario de Saussure no posibilita, sino que tambin es ms abarcador que ste, pues su definicin de signo no se restringe a las caractersticas que definen a la lengua. Saussure, considerado el padre de la Lingstica, plantea su teora del signo como una relacin, no una cosa. Es una relacin arbitraria entre imagen acstica (significante) y representacin psquica (significado). El significante es la palabra que alguien pronuncia; pero antes, tena que estar la representacin psquica, el concepto, es decir, el significado.

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La reflexin discursiva se articula sobre la base de la Teora de los discursos sociales de Eliseo Vern, cuyo marco terico integra aportes de Wittgenstein, de Peirce, de Bateson y de la Teora de la enunciacin. En lo que hace a los aspectos metodolgicos la atencin se focaliza, bsicamente, en el plano enunciativo. Segn Eliseo Vern, la semiosis es la dimensin significante de los fenmenos sociales. Estudiarla es estudiar lo social, en cuanto proceso de produccin de sentido. La produccin de sentido slo se manifiesta en la discursividad y tiene un soporte material. Si para Vern el modelo ternario de la significacin de Peirce permite enfrentarse a la problemtica de la materialidad del sentido es porque Peirce, en alguna de las definiciones que aporta sobre el signo, indica que se trata de un elemento concreto. La significacin resulta as la instancia constitutiva del proceso de conocimiento, conocer algo es construir una representacin y, a la inversa, nombrar algo supone algn grado de conocimiento del objeto nombrado. Peirce parte de la lgica, as como Saussure parte de la lingstica. Un signo, o representamen, es algo que est para alguien, por algo, en algn aspecto o disposicin dice Peirce. La importancia de la naturaleza ternaria del modelo del sentido es subrayada de manera categrica: Por semiosis entiendo: una accin o influencia que es o implica la cooperacin de tres sujetos, un signo, su objeto y su interpretante, esta influencia trirrelativa, no siendo en manera alguna reductible a acciones entre pares. El objeto, el signo, el intrprete, no son otra cosa que los soportes del proceso semitico. Dado que los tres trminos son designados como soportes, ya no tenemos nada que ver con un modelo comunicacional. No es por azar que esta relacin ternaria que es el fenmeno de signo, sea calificada de cosa.

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El objeto es aquello a lo que alude el representamen (el representamen es el signo en s mismo, una realidad terica y mental). El objeto inmediato es el objeto tal como es

representado por el signo mismo, del cual es dependiente, o sea que est dentro de la semiosis. El objeto dinmico est por fuera del signo y es el que sostiene el contenido del representamen. Desborda al signo, est conformado por todas las representaciones que han ocurrido, son todas las presentaciones previas del signo. Es independiente del signo, pero no de la semiosis. El orden de la Primeridad es, en efecto, el de las cualidades del sentimiento, apariencias puras, el orden de la pura posibilidad de ser, no materializada en ningn fenmeno concreto. Es tal como es sin relacin a ninguna otra cosa. La terceridad tiene que ver con el futuro, con el orden de la prediccin. Es lo que relaciona la primeridad con la secundidad. Entonces, si los fenmenos de la Primeridad existen en tanto posibles, si los fenmenos de la Terceridad existen en tanto expresan por leyes una tendencia real a la realizacin, los de la Secundidad corresponden a los existentes en bruto, a los eventos singulares, a los hechos. Es una cualidad en un objeto. Las tres categoras son universales, estn al mismo nivel, esto es porque son categoras del espritu, son tres ideas y pertenecen por lo tanto al orden de la Terceridad. Peirce tambin clasifica tres tipos de signo: el cono, el ndice y el smbolo. El cono tiene relacin de semejanza con su objeto exteriormente, un ejemplo sera una fotografa. El ndice tiene con su objeto una relacin real de contigidad, por ejemplo: habiendo fuego, el ndice sera el humo que de all sale. Y el smbolo es un signo simplemente porque se lo usa como tal, es producto de convenciones sociales, y ejemplo sera el smbolo de la paz, mundialmente reconocido como tal hace ya muchos aos. Todos los sistemas de signos estn destinados a pasar de un estado de caos a un estado de orden, de una situacin de fantasa a un estado de racionalidad. Nada es inalterable: todos los

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signos y sistemas de signos surgen en un estado catico, inesperado o paradjico y pasan a travs de la traduccin a un estado ms ordenado, previsible y racionalizado. El significado, tal como lo plantean las nuevas traducciones, est destinado a ser relativo, porque la verdad slo puede alcanzarse tras un largo proceso hipottico. Nuevos patrones de nuevas traducciones y nuevos traductores pueden surgir aparentemente de la nada. Las traducciones de Peirce proceden del azar, no de la eternidad. Concluyendo, el signo es la relacin necesaria entre algo inmaterial, un concepto, y algo material, que puede ser la voz de alguien o una imagen en cualquier sustrato o un estmulo de otra ndole. Es difcil que la traduccin de un formato a otro (imagen mental a representacin sensorialmente perceptible) sea exactamente correcta, ya que intervienen, en primera instancia, la buena transmisin (dependiente del lxico y su combinatoria), y en segundo grado (se dice segundo por la necesaria linealidad temporal que implica el acto de comunicar algo) la buena captacin del otro, implicando comprensin y manejo de los mismos cdigos, ya sean sociales, culturales, etc. El lenguaje, en tanto capacidad innata del humano de poder hablar, est circunscripta a la arbitrariedad caprichosa de los hablantes, y a los cambios sociales que durante el tiempo va sufriendo. Sin embargo, por ms tintes que pueda ir reflejando, algo siempre se mantendr inmutable: las cualidades que hacen al lenguaje como tal: una palabra siempre designar algo, un objeto material o una idea. Es por esto que la construccin de sentido generalmente se da de una manera defectuosa y se propician los malentendidos y equvocos en la comprensin del signo. No todos los humanos tienen la misma educacin, la misma estructura ideolgica que propicia el desarrollo de un cuerpo terico, con sus respectivas nomenclaturas, por ms precaria que sta sea. Ni hablar de que si alguno de los participantes en el hecho comunicacional tiene algn defecto fsico que le impida an ms percibir con claridad el signo que se le est otorgando, vale mencionar la sordera, alguna afeccin en el habla, problemas de diccin, etc. Est en los actores darle la

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debida importancia y dedicacin para llegar a una significacin comunicacional conjunta adecuada. Bibliografa Saussure, Ferdinand de (1994) (26 edicin): Curso de Lingstica General. (Publicado por Charles Belly y Albert Schhaye y la colaboracin de Albert Reigling) Buenos Aires. Losada. Materia y tarea de la Lingstica. Sus relaciones con las ciencias conexas. Primera parte. Captulo III: objeto de la Lingstica. Segunda Parte. Captulo I: Naturaleza del signo lingstico. Captulo II: Inmutabilidad y mutabilidad del signo. Rom, Natalia (2009): Semiosis y subjetividad. Preguntas a Charles S. Peirce y Jacques Lacan desde las ciencias sociales. Buenos Aires, Prometeo. Captulo I: Conocimiento, temporalidad y ley en la nocin de representacin de Peirce. Valds de Len, G. A (2010): Tierra de nadie. Una molesta introduccin al estudio del Diseo. Buenos Aires. Universidad de Palermo. Captulo IV: Dialctica del signo. Una teora unificada del Signo Lingstico. Vern, Eliseo (1987): El cuerpo reencontrado, en La semiosis social. Fragmentos de una teora de la discursividad, Ed. Gedisa, Buenos Aires.