Sociedades Cooperativas
Sociedades Cooperativas
Sociedades Cooperativas
Introducción al cooperativismo
El hombre, no vive aislado y por sí solo no puede sobrevivir.
Ha encontrado en la cooperación una herramienta para hacer frente a sus problemas y
necesidades que, de forma individual, no podría satisfacer plenamente.
Afirma Lasserre, que “las ideas de cooperación son hermosas y generosas, pero que
solo pueden funcionar con hombres y mujeres mejores que el promedio. En el aspecto
profundamente humano, la cooperación consiste en una superioridad que complica las
cosas, pero cuyo valor es inestimable".
La finalidad moral de las cooperativas es, "tratar de crear en las cooperativas, como en
todas partes, relaciones de colaboración confiada entre los hombres".
Nuclea todos los elementos básicos de la moral: la autoayuda; el respeto por el
hombre, la honestidad, la solidaridad, la justicia conmutativa y distributiva, la
democracia, la responsabilidad y las exigencias de una buena gestión. (George
Lasserre, El Hombre Cooperativo).
Inicio del Cooperativismo Moderno
El comienzo del cooperativismo moderno estuvo marcado por la experiencia de la
cooperativa de consumo de los “Pioneros de Rochdale”, nacida en Inglaterra en 1844.
A medida que la mecanización de la Revolución Industrial avanzaba, forzó a la
pobreza a más y más trabajadores con habilidades.
Así, 28 trabajadores de la industria textil, sometidos a difíciles condiciones de vida y a
la explotación inhumana en sus trabajos, decidieron organizar con sus propios medios,
un almacén cooperativo que abaratara sus consumos esenciales.
Les llevó 4 meses reunir un total de 28 libras de capital y abrieron su propia tienda con
una muy pobre selección de mantequilla, azúcar, harina y algunas velas. En los 3
meses posteriores, expandieron su surtido, incluyendo té y tabaco y rápidamente
fueron reconocidos por su gran calidad.
Esta primera manifestación cooperativa ha marcado el desarrollo del cooperativismo,
sus principios idealistas y las normas de funcionamiento que siguen vigentes hoy, más
allá de algunas revisiones.
https://unmtube.unm.edu.ar/videoEmbeded/1914?
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La identidad cooperativa
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI), organismo que representa a las
cooperativas en todo el mundo, durante el Congreso de 1995 en Manchester, aprobó
la Declaración de Identidad Cooperativa.
La misma incluye:
1. Definición de una cooperativa,
2.Los valores cooperativos básicos, que constituyen el fundamento sobre el que se
basan las cooperativas y,
3. Los principios cooperativos, que se describen como las pautas mediante las cuales
las cooperativas ponen en práctica sus valores.
Esta Declaración tiene como propósito esclarecer en que se diferencian las
cooperativas de otras organizaciones socioeconómicas, y fortalecer la identidad
cooperativa de la economía global La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) es la
máxima organización mundial del sector cooperativo, que representa a las
cooperativas de todo el mundo. Fue fundada en Londres en 1895. En la actualidad
tiene su sede central en la ciudad de Ginebra, y cuenta además para su mejor
funcionamiento, con 4 regiones (África, América, Asia Pacífico y Europa).
Definición
La Alianza Cooperativa Internacional (ACI) define a la cooperativa como “una
asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para satisfacer
sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes, por medio
de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente gestionada”.
Al analizar esta definición se debe destacar en primer lugar que la cooperativa es una
asociación de personas. A diferencia de las sociedades de capital, los asociados, son
quienes, de manera igualitaria, votan, deciden y controlan la cooperativa,
independientemente de las cuotas sociales que se hayan suscripto.
El hecho de que sea una asociación “autónoma”, significa que la idea de asociarse
debe nacer entre los miembros del grupo y no entre personas ajenas al mismo. Debe
existir en la decisión de asociarse conciencia, compromiso y libertad. La autonomía no
sólo debe estar presente en el momento de decidir la constitución, sino también debe
perdurar durante el desarrollo de la gestión de la organización. La cooperativa, a
través de los asociados reunidos en asamblea, siempre tendrá el poder de decidir su
funcionamiento y su futuro, independientemente de los acuerdos que firme y de los
compromisos que contraiga con otras entidades y/o personas.
La unión es voluntaria, lo que significa que nadie puede ser obligado a asociarse ni a
permanecer asociado a una cooperativa contra su voluntad.
El objetivo por el cual las personas constituyen una cooperativa es la satisfacción, en
las mejores condiciones de calidad y precio, de necesidades y aspiraciones comunes
a todos los asociados, sin buscar una ganancia o lucro. Estás necesidades pueden ser
de tipo económicas, sociales o culturales.
Las cooperativas son empresas ya que requieren, para llevar a cabo sus actividades,
de la combinación de los factores productivos: capital, trabajo, insumos, tecnologías,
etc. Al igual que otras organizaciones no cooperativas, llevan sus productos al
mercado y compiten en un marco de igualdad, para lo cual deben manejar similares
parámetros de eficiencia, eficacia y competitividad que el resto de las empresas con
las que interactúan en el mercado.
A diferencia del resto de las empresas, las cooperativas, además de servir a sus
asociados no deben olvidar su finalidad de servicio y su naturaleza social.
Todos los asociados son dueños de la cooperativa sin ningún tipo de diferenciación,
por ello la propiedad es colectiva.
La gestión democrática implica que todas las decisiones que sean tomadas, por
cualquiera de los órganos sociales, respeten el principio de “un asociado, un voto”.
Los Principios Cooperativos
Están inspirados en los claros y sencillos principios que surgen de los estatutos de la
Sociedad de Los Pioneros de Rochdale.
Son el marco dentro de cuyos límites pueden actuar las cooperativas y guiar su futuro.
Sirven como pautas para juzgar comportamientos y tomar decisiones. No son
independientes unos de otros, cuando uno se ignora los otros se debilitan.
Estos principios fueron formulados por la ACI por primera vez en el año 1937, teniendo
como base los principios de los Pioneros de Rochdale, que, si bien los pensaron para
su cooperativa, fueron tomados de ejemplo. En el año 1966, en el Congreso celebrado
en Viena, se consideró necesario adecuar los principios a las necesidades de un
mundo cambiante.
En el año 1995, surge nuevamente esta necesidad y los mismos son reformulados en
el Congreso de Manchester, en conmemoración de los cien años de la creación de la
ACI.
Desde entonces, los principios cooperativos vigentes son siete, siendo los que a
continuación mencionamos:
1. Voluntaria y abierta: Las cooperativas son organizaciones voluntarias abiertas para
todas aquellas personas capaces de utilizar sus servicios y dispuestas a aceptar las
responsabilidades de asociarse, sin discriminaciones raciales, políticas, religiosas,
sociales o de género.
2. Control democrático por parte de los asociados: Las cooperativas son
organizaciones democráticas controladas por los asociados quienes participan
activamente en la fijación de políticas y en la toma de decisiones. Los hombres y
mujeres elegidos para representar a su cooperativa responden ante los asociados. En
las cooperativas de base los asociados tienen igual derecho de voto (un asociado, un
voto), mientras en las cooperativas de otros niveles también se organizan con
procedimientos democráticos.
3. Participación económica de los asociados: Los asociados contribuyen
equitativamente a la formación del capital y lo gestionan democráticamente. Al menos
una parte de ese capital es propiedad común de la cooperativa. Usualmente los
asociados reciben una compensación limitada, si es que la hay, sobre el capital
suscripto como condición para asociarse. Asignan los excedentes a todos o algunos
de los siguientes fines: el desarrollo de la cooperativa mediante la posible creación de
reservas, de la cual al menos una parte debe ser indivisible; la distribución a los
asociados en proporción con sus operaciones con la cooperativa; y el apoyo a otras
actividades según lo aprueben los asociados.
4. Autonomía e independencia: Las cooperativas son organizaciones autónomas de
ayuda mutua, controladas por sus asociados. Si intervienen en acuerdos con otras
organizaciones, incluidos los gobiernos, o captan capital de fuentes externas, lo hacen
en términos que aseguren el control democrático por parte de sus asociados y
mantengan la autonomía de la cooperativa.
5. Educación, capacitación e información: Las cooperativas brindan educación y
capacitación a sus asociados, a sus dirigentes electos, gerentes y empleados, de tal
forma que contribuyan eficazmente al desarrollo de sus cooperativas. Informan al
público en general, particularmente a jóvenes y creadores de opinión, acerca de la
naturaleza y beneficios de la cooperación.
6. Cooperación entre cooperativas: Las cooperativas sirven a sus asociados más
eficazmente y fortalecen el movimiento cooperativo, trabajando de manera conjunta
por medio de estructuras locales, nacionales, regionales e internacionales.
7. Preocupación por la comunidad: A la vez que atienden las necesidades de sus
asociados, las cooperativas trabajan en pro del desarrollo sostenible de sus
comunidades por medio de políticas aceptadas por ellos.
Valores Cooperativos
“Las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad,
democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Siguiendo la tradición de sus fundadores
sus miembros creen en los valores éticos de honestidad, transparencia,
responsabilidad social y preocupación por los demás.”
Los valores son las ideas que rigen el comportamiento y acciones en las cooperativas.
Apuntan a dos dimensiones: por un lado, la dimensión social de la organización,
basada en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad,
equidad y solidaridad. Por el otro, la dimensión empresarial, basada en los valores
éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y preocupación por los
demás.
Lo importante es que estos valores se pongan en práctica diariamente y no queden
solamente en una expresión de deseos.
Las cooperativas en Argentina
La idea del cooperativismo en Argentina se inició en la segunda parte del siglo XIX. Se
conoció gracias a la acción de inmigrantes europeos que se trasladaron a estas
tierras.
Se desarrollaron en los albores del cooperativismo algunas experiencias fallidas; entre
ellas, la de la Cooperativa de Consumo que se instaló en la ciudad de Buenos Aires en
el año 1885 y que tuvo una corta vida. Esto se debió, entre otros factores, a que se
carecía de conocimientos sobre los caracteres y principios de las entidades
cooperativas sumado a que no existía por aquellos tiempos una legislación apropiada
que permitiera diferenciar a las cooperativas de otras entidades. Recién en el año
1926 se promulgó la primera Ley de Cooperativas (Ley Nº 11.388), la cual fue
sustituida en 1973 por el Decreto-Ley N° 20.337/73, actualmente en vigencia.
Cabe destacar que el cooperativismo en nuestro país evolucionó en forma dispar en el
ámbito urbano y rural.
La primera experiencia exitosa en el medio rural fue el “Progreso Agrícola de Pigüé” en
el año 1898 que surgió para proveer a los pequeños y medianos productores agrícolas
asociados de un seguro de granizo y con el transcurso del tiempo fue ampliando su
oferta de coberturas.
En el medio urbano, el desarrollo fue mucho más lento. Primero aparecieron las
cooperativas de Consumo y, más tarde, se organizaron las de Provisión de Servicios,
tales como Electricidad, Crédito, Seguro y Vivienda. Así, en el año 1905 nació la
reconocida cooperativa “El Hogar Obrero”, siendo ésta una de las cooperativas
referentes del país, naciendo con el propósito de contribuir a la solución del problema
de la vivienda obrera; y, con el transcurso del tiempo, desarrolló también secciones de
crédito, consumo, y una importante actividad educativa y cultural.
Por otra parte, en 1928 en la localidad de Pergamino se fundó, por la iniciativa de doce
obreros, la primera cooperativa de trabajo llamada “La Edilicia”, dedicada a la
construcción.
Esta cooperativa, en el año 1950 ya asociaba a más de 170 trabajadores de todos los
gremios de la construcción y era propietaria de una fábrica de ladrillos y de mosaicos,
dedicándose a la realización de obras públicas y privadas de gran magnitud.
En el último relevamiento realizado al 30 de junio del 2008 por la Autoridad de
Aplicación, existían en Argentina 12760 cooperativas, siendo 5256 de trabajo.
Aproximadamente 13 millones de argentinos están asociados a diversos tipos de
cooperativas (Servicios Públicos, Trabajo, Consumo, Agropecuarias, etc.).
Recepción de la naturaleza cooperativa en la República Argentina
La ley 20.337/73 fue promulgada del año 1973. Incorpora en sus distintos artículos,
todos los principios del movimiento cooperativo vigentes en ese momento: los
formulados por el Congreso de la Alianza Cooperativa Internacional realizado en Viena
de 1966. No obstante, de la lectura de la ley surgen rasgos esenciales de los principios
de 1995.
Es una ley general para todo tipo de cooperativas, y regula su funcionamiento. En su
artículo 2 establece: “Las cooperativas son entidades fundadas en el esfuerzo propio y
la ayuda mutua para organizar y prestar servicios”, y enumera las características
fundamentales:
Tienen capital variable y duración limitada.
No poseen límite estatutario al número de asociados ni al capital.
Conceden un solo voto a cada asociado, cualquiera sea el número de cuotas.
No otorgan ventajas ni privilegio alguno a los iniciadores, fundadores y consejeros.
Pueden establecer un interés limitado para retribuir al capital, si el estatuto lo
autoriza. Tiene un número mínimo de diez asociados, salvo excepciones admitidas
por la autoridad de aplicación.
Distribuyen los excedentes en proporción al uso de los servicios sociales.
No tienen por fin la propaganda de ideas políticas, religiosas, de nacionalidad,
región o raza.
Fomentan la educación cooperativa y prevén la integración cooperativa.
Prestan servicios a sus asociados y no asociados.
La responsabilidad de los asociados está limitada al monto de las cuotas sociales
suscriptas.
Son irrepartibles las reservas sociales.
En caso de liquidación, el sobrante patrimonial debe tener un destino desinteresado.
Las cooperativas desarrollan actividades en todos los ámbitos de la economía. Pueden
orientarse a satisfacer las más diversas necesidades de sus asociados. En principio
toda actividad lícita puede ser desarrollada mediante la forma cooperativa.
La ley no prevé ninguna diferenciación por tipo de cooperativa, la única distinción que
hace es entre cooperativas de primer grado o de base y cooperativas de grado
superior (formadas por otras cooperativas).
Distintos tipos de cooperativas
Los modelos de cooperativas que se han desarrollado en nuestro país son:
1. Cooperativas Agropecuarias: Asocian a los pequeños y medianos productores
agropecuarios y procuran satisfacer sus necesidades económicas y sociales mediante
la realización de diversas actividades. Se destacan principalmente en la colocación de
los productos obtenidos por cada asociado en sus explotaciones y la provisión de
elementos necesarios para el progreso de toda empresa del agro.
Entre las funciones que realizan se encuentran: abastecimiento de artículos de uso y
consumo y materiales de trabajo para el desarrollo de la actividad agropecuaria,
colocación de los productos de sus asociados en el mercado, transformación de
materias primas de sus socios, transporte de productos, provisión de créditos, uso
común de maquinarias, asesoramiento legal e impositivo, defensa de los intereses de
sus miembros y su representación ante los poderes públicos.
Las ventajas que logran este tipo de cooperativas son: utilización más eficiente de la
tierra y su conservación, mayor volumen de negocios, mejoramiento de la calidad de
los productos, utilización eficiente del capital y rebaja de los costos de producción,
ampliación de los mercados para comercializar, obtención de servicios que el
productor individualmente no está en condiciones de tener, aumento y regularización
de los ingresos de los productores, mejor desempeño de los productores que tienen
menores recursos.
Pueden distinguirse dentro de este tipo las cooperativas: algodoneras, tamberas,
tabacaleras, hortícolas, yerbateras, ganaderas, etc.
2. Cooperativas de Trabajo: Una cooperativa de trabajo es una asociación de
personas que se reúnen para trabajar en forma conjunta, con el fin de mejorar su
situación social y económica, dejando de ser asalariadas para transformarse en
dueñas de su propio destino.
El servicio que prestan estas cooperativas consiste en brindar ocupación al asociado.
No se puede ser asociado a la cooperativa si no se trabaja en la misma. Tampoco
puede trabajarse en la cooperativa sin ser asociado (salvo excepciones).
Solo pueden asociarse personas físicas, ya que se requiere para ello, que presten su
fuerza de trabajo.
Entre las ventajas que ofrecen podemos destacar: permiten obtener una fuente laboral
permanente; mayor valorización de su trabajo; contribuyen a la dignificación del
hombre; desarrollan aptitudes de los trabajadores asociados, etc.
3. Cooperativas de Servicios Públicos: Son organizadas para cumplir una función
sustitutiva del Estado. Surgieron de la unión vecinal para contrarrestar los graves
excesos que las empresas de lucro cometían contra los usuarios de los servicios y
para brindar el servicio en aquellas zonas en las cuales ni el Estado, ni las grandes
empresas del sector privado llegaban. Se destacan las eléctricas, telefónicas, de agua
potable, de servicios sanitarios, gas, Internet, de pavimentación, de transporte, etc.
Por lo general abarcan más de una actividad, son multifuncionales.
Algunas de sus ventajas son: benefician y defienden a los consumidores asociados
suministrando diversos servicios a numerosas personas, que de otra manera se verían
desprovistos de los mismos; benefician a la comunidad en general ya que posibilitan el
progreso de la región; generan empleo; brindan servicios de buena calidad.
4. Cooperativas de Vivienda: Surgen para solucionar el problema habitacional de sus
asociados, ya sea mediante la autoconstrucción de viviendas o contratando a
empresas constructoras. Las viviendas pueden ser entregadas en propiedad, alquiler o
uso. Permiten: facilitar la solución al derecho de poseer una vivienda digna, reducir los
costos de construcción, mejorar la calidad de las viviendas, evitar los abusos de las
empresas constructoras, incluir a los sectores de, escasos recursos, promover el
desarrollo de viviendas dignas, socialmente aceptables y a precios razonables.
Entre las actividades que pueden desarrollar se encuentran: adquisición o
construcción de viviendas; adquisición de terrenos para sí o para sus asociados con
destino a vivienda propia; ejecutar las obras necesarias para la mejora, ampliación y
conservación de las viviendas; solicitar créditos; comprar materiales en conjunto y
elementos de la construcción; gestionar la realización de obras viales para el lugar;
proporcionar asesoramiento técnico y asistencia jurídica. Las cooperativas de vivienda
no pueden realizar operaciones de ahorro y préstamo ya sea para vivienda u otros
fines. Ese el objeto de las cooperativas de crédito.
5. Cooperativas de Consumo: Tienen como objetivo satisfacer las necesidades de los
asociados en su carácter de consumidores. Estos se asocian para conseguir mejores
precios, calidad, medida de los bienes. Distribuyen entre los asociados artículos de
consumo o uso personal y familiar, como pueden ser: comestibles, indumentaria,
farmacia, muebles, electrodomésticos, etc.
Entre sus ventajas se destacan las siguientes: eliminan a los intermediarios, buscan la
mayor satisfacción de las necesidades de sus asociados, actúan sobre el precio de los
productos, favorecen el ahorro individual y colectivo, defienden los intereses de los
asociados -consumidores, tienen posibilidades ilimitadas de desarrollo.
6. Cooperativas de Ahorro y Crédito: Su finalidad principal es la de otorgar a sus
asociados préstamos para fines relativos a sus necesidades como consumidores, por
ejemplo para la adquisición de bienes de consumo, para la recreación, para la
adquisición de viviendas, para la atención de necesidades de la salud, entre otros; o
bien, para fines relacionados con el desenvolvimiento de la actividad económica de
sus asociados, por ejemplo: para la adquisición de máquinas, equipos, herramientas,
materias primas, etc. Proporcionan préstamos en condiciones favorables a sus
asociados, fomentando el ahorro para mejorar su productividad y elevar su nivel de
vida, remplazando la falta de créditos adecuados y evitando abusos usurarios.
Dentro de este tipo se pueden distinguir: las cooperativas de crédito, las cajas de
crédito y los bancos cooperativos.
7. Cooperativas de Seguro: Surgieron para responder a la necesidad humana de
cobertura técnica del riesgo potencial en que se desenvuelven todos los actos de la
vida. Sus servicios están destinados a proteger a sus asociados de riesgos personales
o patrimoniales, por ejemplo: vida, enfermedad, invalidez, accidentes, daños a
terceros, incendio, granizo, mortandad del ganado, etc. También pueden cubrir riesgos
individuales o colectivos, y los inherentes a las actividades que desarrollen diversos
tipos de cooperativas: incendio, mercaderías en tránsito, accidentes de trabajo, etc.
Están sujetas a un régimen especial establecido por la “ley de entidades de seguro y
su control”, además de las normas legales de las cooperativas.
8. Cooperativas de Provisión: distribuyen entre sus asociados los elementos
indispensables para el desarrollo de su actividad. Agrupan a los asociados de acuerdo
con su profesión u oficio, por ejemplo: artesanos, profesionales, comerciantes,
industriales, etc.
Dentro de las actividades que pueden desarrollar se encuentran: adquirir o producir
para distribuir entre sus asociados todos los artículos o materiales necesarios para
llevar a cabo locales, para uso de la cooperativa; asesoramiento técnico y jurídico para
sus asociados en cuestiones relacionadas con su actividad, gestionar para sus
asociados los créditos que sean necesarios, como así también los seguros que
contratará a terceros
Concepto
Las cooperativas son entidades fundadas en el esfuerzo propio y la ayuda mutua para
organizar y prestar servicios.
Regulación
Dentro de las organizaciones de carácter privado, que no tienen fines de lucro,
también podemos mencionar a las cooperativas. Estas se hallan reguladas por las
disposiciones de la Ley 20.337.
El Código Civil y Comercial de la Nación, como vimos al tratar el tema de las personas
jurídicas privadas, establece pautas generales de aplicación para las personas
jurídicas, algunas de las cuales son de directa aplicación para las cooperativas, a
pesar de tener estas últimas un régimen especial de regulación.
En los artículos 141 a 162 del Código, se hace mención a diversos aspectos de las
personas jurídicas, como ser el nombre, el domicilio, el patrimonio, el objeto, su
gobierno, administración y forma de fiscalización, la liquidación, etc. Aquí es donde
encontramos varias novedades en lo que hace al marco normativo de las
cooperativas.
Como vimos en el Capítulo 2, el Código establece la aplicación de normas obligatorias
y otras supletorias, las que a su vez deben relacionarse con las normas específicas de
los regímenes particulares; en nuestro caso, la Ley 20.337 de cooperativas.
El artículo 150 del Código Civil y Comercial de la Nación, al establecer las “Leyes
aplicables” destinadas a las personas jurídicas privadas señala que “las personas
jurídicas privadas que se constituyen en la República, se rigen:
a) por las normas imperativas de la ley especial o, en su defecto, de este Código;
b) por las normas del acto constitutivo con sus modificaciones y de los reglamentos,
prevaleciendo las primeras en caso de divergencia;
c) por las normas supletorias de leyes especiales, o en su defecto, por las de este
Título”.
Se advierte que se establece un orden de prelación en la aplicación a las personas
jurídicas privadas de principios y normativas, lo que sucede en virtud de la existencia
de diversos ordenamientos especiales que resultan de aplicación a la misma.
Para resumir, con la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación
encontramos el marco normativo de las cooperativas en las siguientes normas:
Ley N° 20.337 de Cooperativas.
Aplicación subsidiaria de los artículos 141 a 167 del capítulo sobre Persona Jurídica
del Código Civil y Comercial de la Nación; no obstante ello, tener en cuenta la
existencia de normas imperativas para todas las personas jurídicas, incluyendo las
cooperativas.
Aplicación supletoria del capítulo sobre sociedades anónimas de la Ley General de
Sociedades, conforme lo previsto en el artículo 118 de la Ley N° 20.337.
Resoluciones de la autoridad de aplicación.
Estatutos y reglamentos de cada una de las cooperativas.
Existen normas de aplicación obligatoria a todas las personas jurídicas y que tienen
una incidencia directa en las cooperativas, ellas son la que disponen:
a) Inoponibilidad de la persona jurídica: Este principio por el cual se trata de impedir
los abusos a los grupos organizados que persiguen fines lucrativos, es aplicable a las
cooperativas. Es decir que si la sociedad es usada para encubrir actos ilícitos o fuera
de sus fines societarios, el juez puede atribuirles las responsabilidades a los socios.
Se encuentra previsto en el artículo 144 del Código Civil y Comercial de la Nación:
“La actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona
jurídica, constituya un recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para
frustrar derechos de cualquier persona, se imputa a quienes a título de socios,
asociados, miembros o controlantes directos o indirectos, la hicieron posible, quienes
responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados. Lo dispuesto se
aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las
responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los
hechos por los perjuicios causados”.
Este principio ya estaba expresamente previsto para las sociedades comerciales y se
amplió desde la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial de la Nación a todas
las personas jurídicas, incluidas las cooperativas.
b) Deber de lealtad y diligencia: Conforme al artículo 159 del Código Civil y Comercial
de la Nación, los administradores de las personas jurídicas deben obrar con lealtad y
diligencia, “no pudiendo perseguir ni favorecer intereses contrarios a los de aquellas.
Si en determinada operación los tuvieran por sí o por intermedio de otra persona,
deben hacerlo saber a los demás miembros del órgano de administración o en su caso
al órgano de gobierno y abstenerse de cualquier intervención relacionada con dicha
operación”.
c) Responsabilidad de los consejeros: El artículo 74 de la Ley N° 20.337 prevé que “los
consejeros sólo pueden ser eximidos de responsabilidad por violación de la ley, el
estatuto o el reglamento, mediante la prueba de no haber participado en la reunión que
adoptó la resolución impugnada o la constancia en acta de su voto en contra”.
El artículo 160 del Código Civil y Comercial de la Nación amplía esa responsabilidad:
“Los administradores responden en forma ilimitada y solidaria frente a la persona
jurídica, sus miembros y terceros, por los daños causados por su culpa en el ejercicio
o con ocasión de sus funciones, por acción u omisión”.
Vistos los principios generales del Código Civil y Comercial de la Nación que resultan
aplicables a las cooperativas, veremos a continuación las disposiciones específicas
contenidas en la ley 20.337; pero atento a la extensión de este cuerpo normativo,
haremos un resumen de las disposiciones más significativas.
Personalidad jurídica y finalidad
Son sujetos de derecho, con el alcance fijado en esta ley, no tienen fines de lucro y los
beneficios obtenidos se reparten entre los asociados. Ellas se diferencian
fundamentalmente de las asociaciones y de las fundaciones porque no persiguen
como finalidad el bien común, sino obtener beneficios comunes que se reparten entre
los asociados. Las sociedades cooperativas cumplen una importante función en la
economía, y, muchas veces, se asocian entre sí para el mejor cumplimiento de sus
fines.
Existen distintas clases de cooperativas; las más conocidas son las de consumo (que
tienen por finalidad la adquisición de bienes para el consumo de los asociados), las de
producción (los asociados venden a la cooperativa su producción para que esta se
encargue de venderla en condiciones más favorables que la que obtendrían los
asociados en forma individual) y las dedicadas a la prestación de servicios públicos
(electricidad, telefonía).
Caracteres
Según el artículo 2 de la Ley 20.337, poseen los siguientes caracteres:
1º- Tienen capital variable y duración ilimitada,
2º- No ponen límite estatutario al número de asociados ni al capital,
3º- Conceden un solo voto a cada asociado, cualquiera sea el número de sus cuotas
sociales y no otorgan ventaja ni privilegio alguno a los iniciadores, fundadores y
consejeros, ni preferencia a parte alguna del capital,
4º- Reconocen un interés limitado a las cuotas sociales si el estatuto autoriza a aplicar
excedentes a alguna retribución al capital,
5º- Cuentan con un número mínimo de diez asociados, salvo las excepciones que
expresamente admitiera la autoridad de aplicación y lo previsto para las cooperativas
de grado superior,
6º- Distribuyen los excedentes en proporción al uso de los servicios sociales, de
conformidad con las disposiciones de esta ley, sin perjuicio de lo establecido por el
artículo 42 para las cooperativas o secciones de crédito,
7º- No tienen como fin principal ni accesorio la propaganda de ideas políticas,
religiosas, de nacionalidad, región o raza, ni imponen condiciones de admisión
vinculadas con ellas,
8º- Fomentan la educación cooperativa,
9º- Prevén la integración cooperativa,
10º- Prestan servicios a sus asociados y a no asociados en las condiciones que para
este último caso establezca la autoridad de aplicación, y con sujeción a lo dispuesto en
el último párrafo del artículo 42,
11º- Limitan la responsabilidad de los asociados al monto de las cuotas sociales
suscriptas,
12º- Establecen la irrepartibilidad de las reservas sociales y el destino desinteresado
del sobrante patrimonial en casos de liquidación.
Denominación
La denominación social debe incluir los términos “cooperativa” y “limitada” o sus
abreviaturas.
No pueden adoptar denominaciones que induzcan a suponer un campo de
operaciones distinto del previsto por el estatuto o la existencia de un propósito
contrario a la prohibición del artículo 2, inciso 7, ya que esto significaría la propaganda
de ideas políticas, religiosas, de nacionalidad, región o raza.
Acto cooperativo
Define la Ley que son actos cooperativos los realizados entre las cooperativas y sus
asociados y por aquellas entre sí en el cumplimiento del objeto social y la consecución
de los fines institucionales.
También lo son, respecto de las cooperativas, los actos jurídicos que con idéntica
finalidad realicen con otras personas.
Forma
Las cooperativas se constituyen por acto único y por instrumento público o privado,
labrándose un acta que debe ser suscripta por todos los fundadores.
Establece la Ley la prohibición de transformarse en sociedades comerciales o
asociaciones civiles.
Se consideran regularmente constituidas, con la autorización para funcionar y la
inscripción en el registro de la autoridad de aplicación. No se requiere publicación
alguna.
Los asociados
Pueden ser asociados, las personas físicas mayores de dieciocho años, los menores
de edad, por medio de sus representantes legales, y los demás sujetos de derecho,
inclusive, las sociedades por acciones, siempre que reúnan los requisitos establecidos
por el estatuto.
Dentro de tales supuestos, el ingreso es libre, pero podrá ser supeditado a las
condiciones derivadas del objeto social.
El capital
El capital se constituye por cuotas sociales indivisibles y de igual valor, que están
representadas en acciones y revisten el carácter de nominativas.
Pueden transferirse solo entre asociados y con acuerdo del consejo de administración
en las condiciones que determine el estatuto.
La estructura en las cooperativas
Las cooperativas cuentan con tres órganos sociales imprescindibles:
1.La Asamblea:
a) Asamblea ordinaria:
b) Asamblea extraordinaria:
c) Casos especiales:
2. Consejo de administración
El consejo de administración es elegido por la asamblea, con la periodicidad, forma
y número previstos en el estatuto. Los consejeros deben ser asociados y no menos
de tres.
Atribuciones
Son las explícitamente asignadas por el estatuto y las indicadas para la realización
del objeto social. A este efecto, se consideran facultades implícitas las que la Ley o
el estatuto no reservaran expresamente a la asamblea.
3. Órganos de fiscalización
Las cooperativas son fiscalizadas por un órgano privado y uno público. La
fiscalización privada está a cargo de uno o más síndicos elegidos por la asamblea
entre los asociados. Se elegirá un número no menor de suplentes, y la duración
del cargo no puede exceder de tres ejercicios.
Las mutuales son entidades sin fines de lucro fundadas bajo el concepto de "ayuda
mutua" para prestar diversos servicios a sus personas asociadas de manera solidaria.
Las entidades mutuales reúnen las siguientes características:
Gestión de préstamos
Educación
Farmacia
Fúnebres
Órdenes de compra
Proveeduria
Recreación
Salud
Subsidios
Turismo
Convenio de reciprocidad
Vivienda
Ayuda económica con fondos provenientes del ahorro de sus personas asociadas
Para constituir una entidad mutual y recibir la matrícula del INAES se deberán
seguir los siguientes pasos:
Documentación necesaria: