Civil V
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TAREA 1
LA FIANZA
CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
La fianza es un contrato por el cual una persona llamada fiador o fidejusor contrae el
compromiso de pagarle al acreedor, si el deudor, llamado deudor principal, no cumple.
Hay que tomar en cuenta además que, aun cuando designa una garantía personal, el
vocablo fianza puede tener una aceptación más o menos amplia según se designe, ya sea
el conjunto de la operación que consiste en garantizar al acreedor; ya sea la garantía en
si misma de la cual se beneficia el acreedor, la garantía ya sea el contrato celebrado
entre el acreedor y el fiador, contrato que origina directamente la garantía.
Fianza simple: En la fianza simple el fiador se obliga siempre, tanto como el deudor.
En caso que el deudor incumpla, el acreedor puede demandar al fiador antes o al mismo
tiempo que el deudor, según los casos. El fiador simple, que ha garantizado la solvencia
del deudor, gozara del beneficio de excusión.
En la hora actual, la fianza, tal y como resulta de los textos del Código civil, llamada
Fianza Simple, no funciona, pues, sino en el caso de que la fianza sea legal o judicial.
Tipos de fiadores
a. Fianza voluntaria: Es aquella mediante el cual las partes de mutuo acuerdo deciden
constituir un contrato de fianza. La fianza convencional es aquella que se constituye por
la autonomía de la voluntad de los partes. El acreedor la pide al deudor y obtiene de él,
que el deudor le procure un fiador.
b. Fianza legal: es aquella que se establece por imperio de la propia ley, nace por
disposición del legislador.
c. Fianza judicial: es aquella que se construye por mandato judicial, es decir, nace por
disposición del juez competente, siempre que una norma legal se lo permita.
La fianza, sea voluntaria, legal o judicial, implica las mismas obligaciones para el fiador
y de igual manera es una garantía convencional; nadie es fiador sin haberlo querido.
CARÁCTER DE LA FIANZA
2) Puede ser menos gravosa, es decir, que puede solo garantizar una parte de la deuda;
3) Aquellas que se relacionan con la fianza de una obligación natural y con una
obligación nula. Las relativas a la extinción
En razón de su carácter accesorio, la fianza de una obligación natural no hace que surja
una obligación civil a cargo del fiador, es decir, que n o sirve de soporte para una fianza.
Sin embargo, se llega a un resultado análogo mediante una promesa de garantía a la cual
se le añade una fianza adicional. (Acerca de las fianzas de las deudas de los incapaces,
deudas que constituyen obligaciones naturales)
Lleva consigo, en principio, la nulidad de la fianza. La fianza no puede existir más qué
sobre una obligación válida.
En todos los casos la fianza es nula cuando la obligación principal se encuentra viciada
de nulidad absoluta, aun cuando esa nulidad no haya sido acreditada por el deudor.
Una obligación nula por incapacidad puede constituir el objeto de una fianza; el fiador
no puede invocar la excepción derivada de la incapacidad del deudor principal, incluso
cuando haya ignorado la incapacidad.
FORMACIÓN DE LA FIANZA
Es un contrato consensual.
No obstante, en el Artículo 2015 expresa: “La fianza no se presume, debe ser expresa;
sin que pueda extenderse más allá de los límites dentro de los cuales se constituyó.” Por
eso surge la interrogante ¿podría convertirse en un contrato solemne? Sin embargo, se
entiende que este precepto no impone ninguna formalidad para la validez del contrato.
b. La intención del fiador debe ser expresada sin ambigüedad, esta exigencia es la
misma para los compromisos solidarios.
Contrariamente al consentimiento del fiador, el del acreedor puede ser tácito; puesto que
el contrato se concluye en sus intereses.
Art. 2018.- El deudor que se obligó a prestar fianza, debe presentar una persona que
tenga capacidad de contratar […]
Hay que tomar en cuenta una excepción, que la fianza es un acto que no puede cumplir
el tutor por cuenta del pupilo.
De acuerdo con los hermanos Mazeaud, una persona que no reuniera ciertos requisitos,
sobre todo el de solvencia, resultaría un fiador ineficaz. Es decir, no cumpliría con la
finalidad única de garantizar o asegurar la relación entre el acreedor y deudor.
Es el acreedor quien no acepta entonces sino a los fiadores que le parece que presentan
suficiente garantía; en el juez de la cuestión.
Art. 2018.- […] que posea capital suficiente para responder al objeto de la obligación
[…].
En el artículo 2019 hay que tener en cuenta el contexto de redacción, pues la tierra era el
bien más valioso de la época. Sin embargo, hoy en día eso ha cambiado, pues un bien
mueble puede ser más valioso que un inmueble.
Cuando el fiador presentado por el deudor se vuelva insolvente, este debe procurar otro,
a falta de lo cual el acreedor puede pedir el pago inmediato o la resolución del contrato.
Esa regla no se aplica a la fianza voluntaria cuando el acreedor haya exigido una
determinada persona como fiador, y en razón de la voluntad expresa en este convenio
solidario o simple.
Pero esto es obviamente en dos categorías específicas: fianza judicial y fianza legal.
EXTINCIÓN DE LA FIANZA
La fianza puede llegar a extinguirse por diversos motivos que se verifican por actos u
omisiones en que incurran las partes involucradas, y que constituyen formas mediante
las cuales las instituciones de fianzas se liberan de la obligación de cumplir.
La dación en pago produce el mismo efecto que el pago y el artículo 2038 del Código
Civil dispone, como favor para el fiador, que éste seguirá estando liberado aun cuando
el acreedor llegue a sufrir la evicción de la cosa que se le haya dado en pago; en efecto,
pertenece al acreedor mostrarse prudente cuando haya aceptado la dación en pago.
La novación libera igualmente al fiador, salvo que éste consienta en garantizar el nuevo
compromiso (art. 1281 del Código Civil).
La remisión de deuda concedida al deudor principal libera al fiador (art. 1287). Sin
embargo, la condonación de deuda que resulta del concordato no beneficia a los fiadores
(art. 524 del Código de comercio); en efecto, los acreedores, que han aceptado el
concordato nada más que como una medida de salvaguardia de sus intereses, no han
querido abandonar sus créditos, sino en la medida en que se encuentran asegurados por
una garantía.
Si no resulta posible concebir una fianza sin una obligación principal que garantizar, de
tal suerte que la extinción de esa obligación lleve consigo la de la fianza; nada impide
que la fianza se extinga por sí sola, por subsistir la obligación principal desprovista de
garantía. El fiador ha contraído una obligación personal, distinta de la del deudor
principal; esa obligación es susceptible de extinguirse directamente por los modos
normales de extinción de las obligaciones (art. 2034 del Código Civil).
La remisión de deuda hecha al fiador libera a éste, aunque deje subsistente la obligación
principal.
La confusión en la persona del fiador que sucede a su acreedor, así como la confusión
en la persona del acreedor que suceda al fiador, hace que desaparezca igualmente la
obligación accesoria; pero deja subsistente la obligación principal (art. 1301, párrafo
2do, del Código Civil). Sobre el supuesto en que haya varios fiadores o en que el pago,
la remisión de deuda, la compensación o la confusión extingan la obligación de uno de
los cofiadores.
Cuando el fiador se prevale así, por no pagarle al deudor principal, del hecho de que no
se haya subrogado él (fiador) en todos los derechos, acciones y garantías con que podía
contar, se dice que le opone al acreedor la excepción o el beneficio de cesión de
acciones o subrogación.