Clase Nro 1 8lorca Poeta
Clase Nro 1 8lorca Poeta
Clase Nro 1 8lorca Poeta
Poeta1
1 Este texto fue producido única y exclusivamente con fines didácticos. No se permite su
circulación por
fuera de las clases de Literatura Española. El texto sirve de introducción y es necesario
acompañarlo con las lecturas de las fuentes bibliográficas recomendadas.
En el libro aparecen personajes pintorescos, pero, aunque pareciera un libro
costumbrista lo que lo mueve es la crueldad y la muerte. En las primeras
lecturas lo leyeron como algo nacional y netamente español, la aparición de
Poeta en Nueva York (su libro más vanguardista) se lo resignifica y se deja en
evidencia que Lorca toma a los gitanos y los reivindica. No es que se queda en
lo popular, sino que transforma al gitano en un héroe. Para Diaz Plaja (1973) la
valoración que hace de los mismos es el primer triunfo de este libro.
En sus diferentes producciones, este poeta granadino va a ir tomando
figuras marginales y las va a colocar en el centro, lo que es claramente una
actitud vanguardista. En este caso serán los gitanos, pero en otros los negros,
las mujeres y los homosexuales. Es evidente que tiene una actitud
comprometida con aquellos grupos que tradicionalmente han sido
discriminados y perseguidos. En este caso se plantea la lucha social entre el
gitano, que vive en la orilla, que equivale al mundo salvaje y los del centro
representado sobre todo por la guardia civil, son el mundo civilizado. Lorca
elegirá a los primeros sobre los segundos.
A este poeta le parecía que solo una parte de su Andalucía natal (el paisaje
que aparece es el andaluz), estaba aún viva. Y entre los andaluces ve las
cualidades más positivas en los gitanos, esos seres marginales (Cohen, 1977)
que no habían sido alcanzado por el “mundo civilizado” de la burguesía,
recordemos que la vanguardia se levanta contra todo lo burgués. Aunque el
propio Lorca aclara que, para él, los gitanos son un tema literario más, lo que le
interesan no es esta comunidad en particular sino trabajar con los excluidos.
Siguiendo con los diferentes elementos que nos permiten un abordaje de
este texto, nos encontramos con los aportes de Guillermo Díaz-Plaja (1973)
quien considera que en los romances lorquianos conviven tres fuerzas o tres
mundos:
En esta clase nos vamos a detener solamente en tres de sus romances, pero
es obligación de ustedes leerlos a todos y analizarlos.
Romance de la luna luna
La luna vino a la fragua con
su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos y
enseña, lúbrica y pura, sus
senos de duro estaño.
Como podrán ver este romance pertenece al tercero de los mundos, el de las
fuerzas oscuras, es la luna, símbolo fatídico, quien se lleva al niño, mientras la
Zumaya (ave que anuncia la desgracia) canta en un árbol. Para Díaz Plaja
(1973) este romance es un ballet (de hecho, fue escenificado de esa manera),
en el que todo pasa con un aire sonámbulo en el que aparece la muerte
acechando, el misterio y el presagio.
Para ampliar el análisis de este poema y de todos los del libro, en relación
con el mito, los invito a leer el material que tienen en la bibliografía de Gustavo
Correa (1970).
Romance Sonámbulo
*
Verde que te quiero verde. Grandes
estrellas de escarcha, vienen con el
pez de sombra que abre el camino
del alba. La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas, y el monte,
gato garduño, eriza sus pitas
agrias. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por
dónde…? Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde, soñando
en la mar amarga.
*
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas. Los
dos compadres subieron. El
largo viento, dejaba en la boca
un raro gusto de hiel, de menta
y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo, en
esta verde baranda!
A Fernando Vela
Bibliografía