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Cap 02

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1

CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN.

Los antecedentes son investigaciones previas que sustentan el estudio,

del trabajo de investigación, tratan sobre el mismo problema o se relaciona.

Sirviendo de guía, permitiendo hacer comparaciones y tener ideas sobre

cómo se trató el problema en esa oportunidad. Los antecedentes están

representados por trabajos de investigación de pregrado, doctorales y otros

trabajos de investigación de cualquier institución de estudios universitarios.

En tal sentido, dada la originalidad del tópico escogido titulado: Aná lisis

del abuso a niños, niñas y adolescentes por parte de sus padres o

representantes en el Municipio Maracaibo se presenta la dificultad de

encontrar numerosos estudios que hayan sido realizados con antelación y

que pudieran servir de antecedentes teóricos metodológicos a dicha

investigación, no obstante, obsérvese que el criterio de abuso al menor al ser

analizado tiene sus implicaciones en el maltrato desde todo punto de vista y

como se establece en el artículo 32-A de la Ley Orgánica para la Protección

a Niños, Niñas y Adolescentes, relacionado con el Derecho al Buen Tratoque

se le debe otorgar a los sujetos protegidos por esta ley. El mismo

10
11

establece la prohibición de cualquier tipo de maltrato o abuso.

El primer antecedente tomado en cuenta fue el de Avilez Sánchez (2006)

que presentó una tesis de grado titulada: Análisis del Maltrato Infantil en el

Estado Bolívar, en la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho, Facultad de

Derecho, Escuela de Derecho, la cual tuvo como objetivo Analizar el estudio

de un caso donde se evidenció el maltrato infantil, el trabajo se enmarcó en

el área del Derecho del Niño, Niña y Adolescente y se consideraron las

siguientes leyes Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Ley

Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente, y Código Civil.

El tipo de investigación fue de campo, con carácter descriptivo, en este

caso la población a estudiar fue la de niños maltratados, personas que

incurren en el delito del maltrato infantil y de las instituciones encargadas en

controlar y velar por todos aquellos niños que estén en peligro en lo que al

maltrato se refiere, en el Estado Bolívar.

La técnica de recolección de datos empleada fue la observación y la

entrevista. La observación fue realizada por los integrantes del grupo y a

través de sus sentidos, con los cuales obtuvieron respuestas pertinentes al

problema que se plantea en dicha investigación. En cuanto a la entrevista el

procedimiento a utilizar es que aquí el investigador se sitúa frente a los

investigados y le formula preguntas. A partir de estas respuestas del

entrevistado se obtuvieron datos de sumo interés para llegar a la conclusión

de la investigación.

El aporte del estudio presentado se remite al aspecto teórico donde las


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categorías en estudio son caracterizadas con estricta precisión siendo un

marco referencial pertinente a la investigación que se está realizando. Con

respecto al aporte metodológico el estudio abre un compás de oportunidades

para desarrollar la investigación bajo las perspectivas del tipo y diseño

empleado; el cual se ajusta a los requerimientos del estudio que se lleva a

cabo.

Por otra parte, Sotelo y González (2006) presentaron un estudio “Análisis

de seguimiento por denuncias de presuntos actos sexuales abusivos

cometidos contra niños, niñas y adolescentes” en la Universidad Pychologica

ubicada en la localidad de Engavita en Colombia, la cual tuvo por objeto

analizar los casos de denuncias recibidos en la Comisaría 10ma de la

localidad de Engavita relacionado con presunto abuso sexual infantil.

Esta investigación fue de campo, la cual se realizó en tres fases. La

primera, comprendió la estructuración de una base de datos y la citación a

los cuidadores del menor presuntamente agredido, la segunda fue de

intervención terciaria con el responsable del menor ya que por medio de un

guión de entrevista de seguimiento se recolecta información sobre la

atención que se le ha brindado a los casos tras haber realizado la denuncia

en la Comisaría de Familia; y la tercera constó de la elaboración de

propuestas que permitan mejorar la recepción y seguimientos de los casos

reportados con esta problemática. Como instrumento de recolección de datos

se utilizó la entrevista la cual estuvo enmarcada en las categorías de:

atención médica, atención social, atención psicológica y atención legal.


13

El aporte que genera la investigación tomada como antecedente puede

considerarse desde el punto de vista teórico y desde el metodológico, ya

que permiten ampliar la investigación que se está llevando a efecto: en lo

teórico, se analizan eventos y criterios que amplían el conocimiento en

cuanto a los criterios utilizados en el marco teórico. Y desde la óptica

metodológica implementada, constituye en un marco de referencia en cuanto

al tipo y diseño de investigación, lo mismo ocurre con los instrumentos de

recolección de datos, los cuales también son tomados como referencia para

llevar a término el estudio.

Por último, el antecedente tomado en cuenta fue realizado por Reynosa

Norma (2009) para optar por el título de Licenciado en Leyes se tituló

“Maltrato Infantil un Problema sin Resolver”, en la Universidad Autónoma de

Juárez México. Este trabajo trata sobre una situación que se vive

comúnmente en la actualidad; el maltrato a los niños, su definición, sus

consecuencias, las medidas preventivas y las propuestas para minimizar la

problemática.

La investigación es de tipo histórica descriptiva en diseño bibliográfico. La

fuente de información son documentos y textos relativos al maltrato infantil

desde épocas remotas hasta los presentes días. Las técnicas de recolección

de datos consistieron en la observación directa y en la técnica del fichaje. La

técnica de análisis de información es de manera cualitativa.

Esta investigación hace especial referencia a que no fue sino hasta 1974

que en México se aprobara una ley que garantiza los derechos del niño,
14

haciendo énfasis a la protección jurídica y civil dependiente de la Institución

denominada Desarrollo Integral de la Familia (D.I.F). Los aportes que

tomamos de esta investigación, fueron, desde el punto de vista teórico, de

gran importancia porque se observa cómo ha ido evolucionando a través de

la historia, un hecho que como el maltrato infantil ha sido siempre cometido

en todas las sociedades y culturas mundiales.

Estos aspectos son relevantes para la presente investigación y se toma

como antecedentes históricos más no metodológicos puesto que, no hay

concordancia o similitud en cuanto al tipo de investigación, ni en cuanto al

diseño ya que es desarrollado de manera diferente.

2. BASES O FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA-LEGAL-DOCTRINAL.

Las bases o fundamentos contienen el enfoque teórico sobre el cual se

apoya la investigación, los cuales se encuentran respaldados por una

doctrina calificada representada por estudios realizados por expertos en la

materia y que guardan relación con el tema entregado. Se desarrolla el

contenido doctrinal considerando los planteamientos de autores

relacionados con el Abuso a Niños, Niñas y Adolescentes. En cuanto a las

bases legales, éstas se enmarcan en la Ley Orgánica para la Protección de

Niños, Niñas y Adolescentes y en la Constitución de la República Bolivariana

de Venezuela.
15

2.1. ABUSO A NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES POR PARTE DE SUS


PADRES O REPRESENTANTESEN EL MUNICIPIO MARACAIBO.

En este trabajo de investigación se analizará la figura del abuso a niños,

niñas y a adolescentes por parte de sus padres en el Municipio Maracaibo,

utilizando como punto fundamental el deber constitucional que tienen los

padres de criar y resguardar el buen desarrollo de sus hijos e hijas en

cumplimiento a lo establecido en el Artículo 32-A de la Ley Orgánica para la

Protección de Niños, Niñas y Adolescentes acerca del Derecho al Buen Trato

del que deben ser objeto todos los sujetos protegidos por la norma indicada,

la cual expresa:

Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho al buen trato. Este
derecho comprende una crianza y educación no violenta, basada en el
amor, el afecto, la comprensión mutua, el respeto recíproco y la
solidaridad.
El padre, la madre, representantes, tutores, tutoras, familiares,
educadores y educadoras deberán emplear métodos no violentos en la
crianza, formación, educación y corrección de los niños, niñas y
adolescentes. En consecuencia, se prohíbe cualquier tipo de castigo
físico o humillante. El Estado, con la participación activa de la sociedad,
debe garantizar políticas, programas y medidas de protección dirigidas a
la abolición de toda forma de castigo físico o humillante de los niños,
niñas y adolescentes.

De igual manera, la norma establece el concepto de castigo físico, que es

aquel que se hace por medio del uso de la fuerza, en ejercicio de las

potestades de crianza o educación, con la intención de causar algún grado

de dolor o de incomodidad corporal con el fin de corregir o cambiar el

comportamiento de los niños, niñas y adolescentes. Asimismo esta prohíbe el


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castigo humillante, que es cualquier trato ofensivo, denigrante,

desvalorizador o ridiculizador.

2.1.1.ALCANCE DE LAS DIFERENTES INTERPRETACIONES


DOCTRINARIAS RELACIONADAS CON EL ABUSO A NIÑOS, NIÑAS Y
ADOLESCENTES.

Es conveniente establecer la definición entre abuso y maltrato infantil. En

un estudio realizado por los Doctores Perea y Loredo titulado: “El maltrato al

menor” para la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado, se establece

el concepto de ambos.

El abuso infantil abarca los daños cometidos en contra de un niño. Un

niño abusado es aquel a quien su madre, padre u otra persona encargada de

su custodia, le ha causado un riesgo expuesto a daño físico, o contra quien

se ha cometido un abuso sexual. Por otra parte, el maltrato infantil se refiere

a la calidad de cuidado que un niño recibe de aquellos que son responsables

por parte de él. El maltrato ocurre cuando un padre o madre u otra persona

legalmente responsable por el cuidado del niño causa un daño, o lo expone

al peligro inminente al no ejercer el mínimo estándar de cuidado en la

provisión de cualquiera de lo siguiente: comida, ropa, vivienda, educación o

atención medica.

Asimismo, otros autores utilizan como sinónimos la palabra Maltrato y la

palabra Abuso, o simplemente consideran que el abuso esta dentro de la

categoría del maltrato. En la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas


17

y Adolescentes se especifica en su artículo 32-A, el Derecho al Buen Trato

que tienen los sujetos protegidos por esta ley, en virtud de esto, está

prohibido cualquier tipo de maltrato o abuso que infrinjan en contra de los

mismos. De igual forma, en la ley mencionada se establece la inclusión de

las figuras penales en contra de quien cometa algún tipo de abuso en contra

de los Niños, Niñas y Adolescentes.

2.1.1.1. ABUSO FÍSICO.

El abuso físico es definido por varios autores, en relación a esto se

presenta un análisis del criterio de cada uno de estos:

Para Sánchez (2005, p.45) el abuso físico se:

Constituye la violación de los derechos fundamentales del niño como


personas, es un atentado contra su dignidad y autoestima, es
sumamente peligrosa porque puede causar daños graves y constituye
además en una forma de abuso psicológico que puede generar estrés y
depresiones. Los niños que sufren este tipo de castigo tienden a
reproducir comportamientos antisociales y a convertirse en adultos
violentos.

De igual forma Aguilar (2003 p.943) plantea que:

El abuso físico es cualquier acción no accidental, provocada por los


padres, cuidadores u otras personas cercanas al menor y que da lugar a
daños físicos y enfermedades. Es la acción no accidental de un adulto
que provoca un daño ó enfermedad corporal grave en el niño, o
cualquier otra causa que pone al mismo en riesgo de padecerlo como
consecuencia de Castigos Físicos intencionados, únicos, o repetido y de
magnitud con características variables que se realizan con el propósito
de corregir o controlar una conducta. En contraposición con el maltrato
físico, la práctica del castigo corporal es socialmente aceptada.
18

En este contexto , Aguilar establece que el abuso es la agresión física en

contra de un menor y que se manifiesta en una multiplicidad de lesiones, que

no necesariamente tuvieron lugar en un mismo lapso de tiempo; las más

corrientes son: hematomas, daños abdominales, daños traumatológicos,

fracturas de articulaciones, quemaduras, envenenamientos, diversas

lesiones de piel, ojos, labios y genitales externos.

Con respecto a lo expuesto se puede señalar según los investigadores

que normalmente en estos casos, se constituye en una emergencia

pediátrica por lo que deben concurrir con el niño a los servicios de urgencia y

posiblemente el niño debe ser hospitalizado. Es clásico que este cuadro

evoluciona favorablemente durante la hospitalización, pero también se

produce la reincidencia cuando el niño vuelve a su hogar.

Cada año entre 3 a 10 millones de niños a nivel mundial son testigos de

violencia domestica. El 30-59 % de las madres que maltratan, fueron en su

niñez víctimas de violencia doméstica. Adicionalmente, los niños cuyas

madres son víctimas de violencia doméstica, tienen de 6 a 15 veces mayor

posibilidad de sufrir maltrato, que los niños de madres que viven sin

violencia.

La utilización del castigo corporal permanece como un área de

preocupación, este se define como el método disciplinario que usa la fuerza

física para modificar la conducta de los niños y está en dependencia de los

patrones de conducta establecidos y la cultura del país. No existe hoy en día


19

evidencia científica creíble que demuestren que el empleo continuado de los

castigos corporales tenga algún porcentaje de efectividad.

La disciplina, sin embargo, es necesaria para el aprendizaje y la

enseñanza del niño, ya que ayuda al mismo tiempo al desarrollo de un

sentido de control propio. Cuando se usa la fuerza como método

disciplinario, puede producirse en caso de que no sea efectiva, de que el

padre o representante se sienta colérico, irritable y frustrado y reaplique otro

castigo corporal. En este caso puede perder el control y cometer abuso o

maltrato físico contra el niño.

La raíz del abuso físico no se explica por la presencia de un solo factor de

riesgo, sino más bien por la presencia de varios factores. Un número de

variables son señaladas tradicionalmente como factores de riesgo en el

abuso físico. A estos factores pertenecen: desarmonía familiar, pobreza,

drogas, madres solteras o jóvenes, aislamiento social, baja autoestima,

enfermedades psiquiátricas y la historia de abuso físico de los padres.

La asociación de violencia doméstica y abuso físico es clara y la

presencia de un niño abusado debe considerarse como una manifestación de

violencia doméstica. Otros factores determinantes del abuso físico serían: el

sexo y la edad del niño, la prematuridad, las enfermedades crónicas y las

malformaciones congénitas

Los niños, niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán

protegidos por la legislación, órganos y tribunales especializados, los cuales

respetarán, garantizarán y desarrollarán los contenidos de la Constitución de


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la República Bolivariana de Venezuela, la Convención sobre los Derechos

del Niño, La Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes

y demás tratados internacionales que en esta materia haya suscrito y

ratificado la República.

En el artículo 75 de la Constitución de la República Bolivariana de

Venezuela se manifiesta el deber del Estado junto con la familia y la

sociedad que tienen de garantizar el desarrollo pleno y efectivo de los niños,

niñas y adolescentes. De igual forma también establece el derecho que

tiene n los sujetos protegidos de ser criados o criadas en el seno de su familia

de origen y cuando esto no sea posible tendrán el derecho a una familia

sustituta como lo establece la ley.

Mientras que la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y

Adolescentes prohíbe en su artículo 32-A el castigo físico, el uso de la

fuerza, con la intención de causar algún grado de dolor o incomodidad con el

fin de corregir, controlar o cambiar el comportamiento de los niños, niñas y

adolescentes. El padre, la madre o el representante deberán emplear

métodos no violentos en la crianza, formación y educación de niños, niñas y

adolescentes.

2.1.1.2. ABUSO EMOCIONAL.

Se establece a continuación los diversos criterios sobre abuso emocional

que presentan varios autores, entre ellos, Aguilar (2003 p.943) define el

abuso emocional o maltrato psicológico “como cualquier conducta destructiva


21

con carácter crónico e intencional, por parte de sus padres o cuidadores, que

da lugar a un deterioro en el desarrollo psicológico, social o intelectual del

menor”.

Por otra parte, el abuso emocional es definido por Marchiori (2002, p. 143)

como:

Efectos adversos actuales o probables en el desarrollo emocional y


conductual del niño producido por maltrato emocional persistente y
severo. El abandono emocional es la hostilidad verbal, crónica en forma
de insulto, desprecio, crítica o amenaza de abandono, y constante
bloqueo de las iniciativas de interacciones infantiles, por parte de
cualquier miembro del grupo familiar.

En este contexto, para Garbarino (1996), el abuso emocional comprende

las siguientes conductas:

A. Rechazo: Implica actos verbales o no verbales por parte de los padres

que rechazan al niño, despreciar, degradar, y otras formas no físicas

de tratamiento hostil o rechazante. También avergonzar o ridiculizar al

niño por mostrar emociones normales, tales como, afecto, tristeza,

alegría, dolor o humillarlo públicamente.

B. Aterrorizar: Se refiere a situaciones en las que se amenaza a un niño

con un castigo extremo o uno vago pero siniestro, con abandonarle o

matarle, con el propósito de crear en él un miedo intenso o colocar al

niño en situaciones evidentemente peligrosas. Esto incluye:

• Colocar al niño en circunstancias impredecibles o caóticas.


22

• Colocar al niño en situaciones claramente peligrosas. Establecer

hacia el unas expectativas rígidas o no realistas, con la amenaza

de pérdida, daño o peligro si estas situaciones no se alcanzan.

• Amenazar o cometer violencia contra el niño.

• Amenazar o cometer violencia contra objetos queridos por el niño.

C. Aislamiento: Se refiere a negar permanentemente al niño las

oportunidades para satisfacer sus necesidades de interactuar y

comunicarse con otros niños y adultos, dentro o fuera del hogar. Esto

incluye:

• Confinar al niño o poner limitaciones no razonables sobre su

libertad de movimiento en su entorno. Poner limitaciones o

restricciones no razonables al niño respecto a las interacciones

sociales con otros niños o adultos de su comunidad.

De igual manera, Díaz (2002, p. 144) define el abuso emocional “como

cualquier acción, no accidental llevada a cabo por un adulto encargado de

cuidar al niño, de naturaleza psicológicamente destructiva y que deteriore

gravemente el desarrollo psicológico del niño o que represente un grave

riesgo para ello”. Esta autora también considera el abandono emocional

dentro de esta misma categoría y lo define como “la falta de atención

persistente a las necesidades psicológicas del niño (seguridad, afecto,

interacción) por parte de los adultos encargados de sus cuidados”.


23

La Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes

establece el derecho que tienen estos sujetos a su integridad personal, tanto

física, como psíquica y moral. En virtud de esto y del artículo 32-A que

establece el derecho al buen trato a niños, niñas y adolescentes, la

mencionada ley castiga a los autores que cometan algún delito en contra de

estos, siendo un agravante la condición de padre o representante.

2.1.1.3. ABUSO SEXUAL

El término de abuso sexua l ha sido definido y estudiado por diversos autores,

a continuación se presenta un análisis de varios de ellos.

El autor Sánchez (2008, p 321) expone que el abuso sexual:

Es todo acto de naturaleza sexual en el que son comprometidos sujetos


que se encuentran por debajo de la edad de consentimiento, (la
capacidad para consentir depende de la maduración del niño y del
vinculo que tenga con el adulto) y cuyo fin principal es la gratificación
sexual del adulto maduro, desde el exhibicionismo, tocamientos hasta el
acto sexual propiamente dicho.

En forma más entendible, se puede decir que es cualquier conducta de

tipo sexual con un niño llevada a cabo por un adulto o por otro niño. Esto

puede suceder tocando los genitales del niño; haciendo que el niño toque los

genitales de un adulto o de otro niño, contacto buco genital, frotar los

genitales del adulto con el del niño; ó penetración vaginal o anal en el niño.

Se puede aportar que estos delitos son los contactos o acciones

recíprocas entre un niño/a y un adulto, en los que el niño/a está siendo usado
24

para gratificación sexual del adulto y frente a las cuales no puede dar un

consentimiento informado. Puede incluir desde la exposición de los genitales

por parte del adulto hasta la violación del niño/a. La mayoría de estos delitos

se producen en el ámbito del hogar, siendo el abusador muchas veces un

miembro de la familia o un conocido de esta o el menor.

De igual forma, Aguilar (2003, p.943) define el abuso sexual como:

Aquella conducta, contacto o actividad sexual con un menor, producida


desde una posición de autoridad o poder sobre el pequeño. El agresor
suele ser un hombre, familiar del niño o conocido. Los padres de la
victima han podido ser víctima en su infancia de las mismas agresiones.
Pueden ser padres no biológicos, madres con algún tipo de incapacidad,
conflicto entre los padres y los hijos. El incesto suele darse con una
frecuencia similar en los padres biológicos y no biológicos.

El abuso sexual infantil acontece, en muchos casos en un ambiente familiar o

en un contexto privado, donde es difícil que sea observado en el momento

que se produce por personas ajenas, siendo probable que los niños, niñas o

adolescentes se sientan impotentes para develar el abuso. Los niños pueden

presentar un amplio rango de síntomas cuando han sido abusados

sexualmente. Dadas las pocas evidencias en investigación, no se puede

establecer una relación determinante entre la causa y el síntoma; de hecho,

estos pueden ser respuestas a otros traumas como abuso físico o emocional,

conflictos familiares, alcoholismo, etc. Esto indica que el niño esta alterado

pero no la fuente de estrés.

No obstante, si se da la presencia reiterada de cada uno de ellos, o de

diversos indicadores combinados esto debe alertar a buscar ayuda para


25

investigar sobre la posibilidad de existencia de abusos sexuales no

desvelados. Casado y Díaz (1997, p.178) presentan una enumeración de

síntomas que pueden presentar los niños y adolescentes que han sido

posiblemente abusados sexualmente:

A. Trastornos funcionales: incluyen problemas del sueño (pesadillas,

terrores nocturnos), dificultad para conciliar el sueño, temor a la

oscuridad, trastornos de la alimentación, estreñimiento.

B. Problemas conductuales: incluyen pataletas, rabietas, llanto

incontrolado, agresión física a otros niños o adultos, pueden mostrarse

retraídos, sin amigos, expresar rabia hacia la madre, negarse a

bañarse o a desnudarse, no querer hacer gimnasia, realizar dibujos

sexualizados. Como adolescentes pueden realizar escapadas de la

casa, intentos de suicidio, automutilaciones, consumo de droga o de

alcohol, robos, conductas agresivas, conductas antisociales,

delincuencia.

C. Problemas escolares: una de las consecuencias de abuso sexual

infantil puede ser la pérdida de confianza, prerrequisito fundamental

para su desarrollo posterior, que incluye su desarrollo cognitivo. Los

niños pequeños víctimas de abuso pueden presentar problemas de

concentración, atención y memoria en su desarrollo escolar. Durante

la adolescencia pueden darse escapadas del colegio.

D. Niños asintomáticos: no obstante, hay algunos niños que pueden vivir

el abuso sexual y no manifestar signos de trauma. No se debe concluir


26

por ello que estos niños no han sido afectados por el abuso; se ha de

investigar si los síntomas han sido aplazados o si el niño ha sido

socializado por el ofensor y en algunos casos por la familia para no

revelar sus signos de estrés.

Las consecuencias de abuso sexual en la infancia pueden tener un costo

muy dramático para los niños. Se ha comprobado por múltiples

investigaciones que los trastornos más graves psicopatológicos como el

trastorno disociativo de personalidad o de personalidad múltiple

correlacionan en un 98 por ciento con experiencias de intensos abusos

físicos o sexuales en la infancia de los sujetos, confirmando que muchos

llegan a ingresos hospitalarios crónicos o incluso al suicidio.

Por último, es sabido que la mayoría de los niños o adolescentes

abusados no cuentan el problema por el cual puedan estar atravesando, por

lo tanto, esto aumenta la responsabilidad del estado, la sociedad y la familia,

específicamente de padres o representantes de estar atentos a los posibles

síntomas o indicadores que estos niños o adolescentes puedan presentar,

entendiendo que, aunque estos no sean muy claros ni lo suficientemente

determinantes, a veces es el único lenguaje que ellos encuentran para llamar

la atención sobre la traumática realidad que están viviendo.

En Venezuela la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y

Adolescentes establece en su artículo 33 el Derecho que tienen estos sujetos

a ser protegidos y protegidas contra toda forma de abuso y explotación

sexual. De igual forma, el artículo 34 de la mencionada ley establece que el


27

Estado debe asegurar servicios forenses con personal especialmente

capacitado para atender a los niños, niñas y adolescentes, principalmente en

estos casos de abuso y explotación sexual.

2.1.1.4 ABUSO PRENATAL

El consumo de alcohol y drogas y la exposición a agentes

medioambientales por parte de la madre embarazada pueden ser nocivos

para el feto en desarrollo, con muchos efectos conocidos a largo y corto

plazo sobre los órganos en desarrollo, el crecimiento somático y el

neurodesarrollo.

Los responsables de la salud en muchos países conocen el significado de

la utilización de medicamentos y sustancias en la embarazada. Sin embargo,

en la mayoría de los países, muchas madres no reciben cuidados prenatales

debido a la pobreza extrema o simplemente negligencia por parte de ellas,

esto hace que el embarazo se desarrolle sin control médico alguno.

Por otra parte, en un estudio realizado para la Clínica Pediátrica de

Norteamérica por Davis y Bledsoe (13/11/11), presentaron los efectos de la

exposición prenatal al alcohol y es llamado Síndrome Alcohólico Fetal, el cual

es definido como un defecto permanente tras el nacimiento causado por el

consumo materno de alcohol durante el embarazo.

Es un síndrome definido clínicamente, caracterizado por retraso del

crecimiento, daño y disfunción del sistema nervioso central, y un grupo de

anomalías faciales menores exclusivas. Aunque el Síndrome Alcohólico Fetal


28

(S.A.F) es la expresión más extrema y reconocible de los efectos adversos

del alcohol en el desarrollo del ser humano, la exposición al alcohol puede

dar lugar a un grupo de anomalías y alteraciones que quedan bajo el

paraguas de las enfermedades relacionadas con este síndrome. El Síndrome

Alcohólico Fetal se ha descrito en todas las razas y países, ha continuado

siendo la principal causa de retraso mental prevenible y de alteración de

desarrollo.

En cuanto al abuso de drogas en el embarazo, los recién nacidos nacen

con bajo peso. Las embarazadas adictas a la heroína también tienen un

riesgo estadísticamente significativo de presentar un parto pretérmino. El

consumo de metadona parece tener un menor efecto en el crecimiento del

feto, y no ha demostrado incrementar el riesgo del parto prematuro. En los

niños nacidos después de un embarazo complicado por el consumo de

opioides, el crecimiento prenatal puede estar afectado por la malnutrición

materna e infecciones asociadas así como por la propia exposición al

opioide.

Dentro de las exposiciones a las drogas durante el embarazo está el

consumo de la cocaína, que se ha asociado a una serie de complicaciones

obstétricas, tales como, recién nacidos muertos, desprendimiento de

placenta, rotura prematura de membranas, distrés fetal, y parto pretérmino.

Otras lesiones correlacionadas son: defectos cardiacos, anomalías

genitourinarias, entre otros.


29

En cuanto a la exposición prenatal al tabaco, es una de las exposiciones

prenatales más frecuentes. Se ha asociado a una forma consistente con un

retraso de crecimiento fetal. También se ha relacionado a la muerte fetal y al

embarazo pretérmino e igualmente con un sinnúmero de complicaciones

perinatales y de problemas de salud de niños con la exposición al tabaco

durante la etapa fetal y de la niñez. Finalmente, ha y evidencia de una

creciente que se está relacionando el consumo de tabaco durante el

embarazo con una serie de resultados conductuales y cognitivos adversos.

En resumen puede decirse que el abuso prenatal, es el consumo de

drogas y/o alcohol durante el embarazo que provoca que el bebe nazca con

un crecimiento anormal, patrones neurológicos malos o con síntomas de

dependencia física. Puede producirse por acción, cuando las circunstancias

de la vida de la madre, en las que existe voluntariedad, influyen

negativamente en el embarazo y repercuten en el feto; las formas que puede

adoptar los hábitos tóxicos de la madre, como alcoholismo, tabaquismo o

drogadicción. También puede darse por omisión, cuando no se atiende a las

necesidades y cuidados del embarazo.

En Venezuela el abuso prenatal no está tipificado en la ley como tal,

puesto que el Código Civil establece en su artículo 16: “El feto se tendrá

como nacido cuando se trate de su bien; y para que sea reputado como

persona, basta que haya nacido vivo”. En virtud de esto, para que un delito

pueda ser considerado como tal debe cometerse en contra de una persona.

Por otra parte, el Código Penal Venezolano penaliza el aborto, el artículo 432
30

cita: “La mujer que intencionalmente abortare, valiéndose para ello de

medios empleados por ella misma o por un tercero, con su consentimiento,

será castigada con prisión de seis meses a dos años”.

La conducta irresponsable de la madre gestante, vulnera y viola todos los

deberes comprendidos en la Responsabilidad de Crianza, establecida en el

artículo 358 de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y

Adolescentes que comprende el custodiar, vigilar y asistir a sus hijos e hijas,

incluso antes de nacer, ya que, aunque nuestro ordenamiento jurídico no

contempla el abuso prenatal si penaliza las acciones que puedan tomarse en

contra del feto y es un derecho humano el preservar el Derecho a la Vida.

2.1.2. RESPONSABILIDAD PENAL QUE SURGE CON OCASIÓN AL


ABUSO A NIÑOS, NIÑAS Y A ADOLESCENTES.

La figura del abuso a niños, niñas y adolescentes que se genera de la

inobservancia de las normas establecidas en la Ley Orgánica para la

Protección a Niños, Niñas y Adolescentes en beneficio de estos, acarrea la

correspondiente responsabilidad penal para todas aquellas personas que

incurran en conductas que se traduzcan en abuso en contra de los sujetos

protegidos por esta ley.

Ahora bien, si bien es cierto que en el presente objetivo se analiza las

sanciones penales que acarrean las conductas de abuso en estudio, se

procede a desarrollarlo en relación estrecha con la garantía establecida en

el artículo 32-A de la ley en estudio referida al Derecho al Buen Trato que


31

todos los niños, niñas y adolescentes deben gozar para el pleno desarrollo

de todas sus facultades.

2.1.2.1. BASE CONSTITUCIONAL.

El fundamento básico establecido en nuestro ordenamiento jurídico para

garantizar el desarrollo integral de los sujetos a los cuales está dirigida la

presente investigación se encuentra en el artículo 75 de la Constitución de la

República Bolivariana de Venezuela, el cual consagra el derecho que tienen

estos niños, niñas y adolescentes a ser criados y a desarrollarse

armoniosamente en el seno de su familia y al amparo que le proporciona el

Estado al garantizarles, de ser necesario, una familia sustituta como medio

provisional o en última instancia la adopción de forma definitiva, como en

efecto reza el contenido de dicho artículo, a saber:

El Estado protegerá a las familias como asociación natural de la


sociedad y como el espacio fundamental para el desarrollo integral de
las personas. Las relaciones familiares se basan en la igualdad de
derechos y deberes, la solidaridad, el esfuerzo común, la comprensión
mutua y el respeto recíproco entre sus integrantes. El Estado garantizará
protección a la madre, al padre, o a quienes ejerzan la jefatura de la
familia.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir, ser criados o
criadas y a desarrollarse en el seno de su familia de origen. Cuando ello
sea imposible o contrario a su interés superior, tendrán derecho a una
familia sustituta, de conformidad con la ley. La adopción tiene efectos
similares a la filiación y se establece siempre en beneficio del adoptado
o la adoptada, de conformidad con la ley. La adopción internacional es
subsidiaria de la nacional.
32

2.1.2.2. TRATO CRUEL O MALTRATO.

En líneas generales el término de maltrato abarca una amplia gama de

acciones que causan daño físico, emocional o mental en niños de cualquier

edad; sin embargo, el tipo de maltrato infringido varía con la edad de los

niños. Los malos tratos en bebes, niños en edad preescolar suelen producir

fracturas, quemaduras y heridas intencionales. En casi todos los casos de

abuso sexual el agresor suele ser un hombre y la victima una niña o una

adolescente.

Lamentablemente, en los últimos años se ha incrementado la cantidad de

niños que sufren este tipo de maltrato, debido a que los padres o

representantes incumplen el deber compartido e irrenunciable que tienen de

amar, criar, educar, vigilar y asistir material, moral y afectivamente a sus hijos

e hijas, y sobrepasan los límites al momento de aplicar correctivos a sus

hijos, vulnerando así sus derechos y desarrollo integral.

De acuerdo a Torron (2001, p.17):

El maltrato infantil se configura en los actos inadecuados y en las


carencias ocasionadas por los padres y personas encargadas de su
cuidado, que dañan gravemente al niño, niña o adolescente; atentando
contra su integridad corporal, desarrollo físico, afectivo, intelectual y
moral, cuyas manifestaciones son el descuido y/o lesiones de orden
físico, psíquico y/o sexual.

En este orden de ideas, se reconoce y categoriza tanto a las acciones

como a las omisiones cometidas por los adultos responsables del cuidado
33

cotidiano del niño y niña en el ambiente familiar. De igual forma, la autora

precitada establece los tipos de maltrato de la siguiente manera:

A. Maltrato físico: comprende los actos cometidos por padres o adultos

cuidadores contra niños y niñas que les generen lesiones físicas

temporales o permanentes.

B. Maltrato psicológico o emocional: que implica las actitudes de

indiferencia, insultos, ofensas y/o desprecios producidos por los padres

o adultos cuidadores y que los dañan en su esfera emocional.

C. Abuso sexual: comprende las distintas situaciones de abuso en la

esfera de lo emocional desde lo que jurídicamente se denomina abuso

hasta el cuadro límite de la violación.

D. Abandono físico: comprendido por aquellas situaciones de omisión

producidas por los padres o adultos cuidadores en los cuales no se dio

respuesta a las necesidades físicas y básicas de niños y niñas.

E. Abandono emocional: situación de omisión producida por los padres o

adultos cuidadores que implican la no respuesta de los mismos a la

satisfacción de las necesidades básicas de niños.

F. Niños y niñas testigos de violencia doméstica: son aquellas situaciones

en las cuales los niños o niñas son testigos de violencia en el ámbito de

la familia, no siendo protagonistas de las mismas sino que son solos

observadores.

Así mismo, en virtud de lo anteriormente expuesto, se colige que de

conformidad con el artículo 32-A de la Ley Orgánica para la Protección al


34

Niño, Niña y Adolescente todos los niños, niñas y adolescentes tienen

derecho al buen trato, derecho este que comprende una crianza y una

educación no violenta, basada en el amor, el afecto, la comprensión mutua,

el respeto recíproco y la solidaridad.

Además, el Parágrafo Primero del Artículo 32 establece que los niños,

niñas y adolescentes no pueden ser sometidos a torturas, ni a otras penas o

tratos crueles, inhumanos o degradantes; de lo que se desprende que el

incumplimiento de los extremos establecidos tanto en el artículo 32-A como

en el artículo 32 y 33 de la ley en estudio acarrea para el infractor la Sanción

Penal relativa al trato cruel contemplada en su artículo 254, que plantea:

Quien someta a un niño, niña o adolescente bajo autoridad,


Responsabilidad de Crianza o vigilancia a trato cruel o maltrato,
mediante vejación física o síquica, será penado o penada con prisión de
uno a tres años, siempre que no constituya un hecho punible será
sancionado o sancionada con una pena mayor. El trato cruel o maltrato
puede ser físico o psicológico.
En la misma pena incurrirá el padre, la madre, representante, o
responsable que actúe con negligencia u omisión en el ejercicio de su
Responsabilidad de Crianza y ocasionen al niño, niñas o adolescente
perjuicios físicos o psicológicos.

2.1.2.3. TRABAJO FORZOSO.

El trabajo forzoso es todo trabajo o servicio que se desempeña en contra

de la propia voluntad y bajo amenaza de castigo, localizado en proporciones

cada vez mayores en la economía privada, en sectores de mano de obra

exclusiva y escasamente regulado en otros como por ejemplo: la


35

construcción, la agricultura, la pesca, el trabajo doméstico, la minería y la

prostitución.

El trabajo infantil hace referencia a todo trabajo realizado por niñas y

niños menores de 18 años que resulte mental, física, y/o social o moralmente

peligroso o perjudicial y que interfiera con su escolarización. El trabajo

forzoso y el trabajo infantil están estrechamente vinculados: se dan en las

mimas zonas geográficas y en los mismos tipos de industrias y su causa

principal reside en la pobreza y en la discriminación.

La mitad de las personas que realizan trabajos forzosos a nivel mundial

son niños. El trabajo forzoso infantil es una de las peores formas de trabajo

infantil tal como lo considera el convenio 182 de la Organización

Internacional del Trabajo. Sin embargo, un niño trabajador no es

necesariamente un trabajador forzoso: siempre y cuando el niño trabaje de

forma voluntaria y libre de amenazas, de castigo o coerción, el daño causado

entrara únicamente en el ámbito del trabajo infantil no del trabajo forzoso.

El trabajo infantil es un problema de inmensas proporciones y de ámbito

mundial. Tras numerosos estudios en la materia, la Organización

Internacional del Trabajo (O.I.T.) llegó a la conclusión de que era necesario

mejorar los Convenios sobre trabajo infantil existentes; de ahí que en 1.999

dictaron el Convenio número 182 sobre las peores formas de trabajo infantil,

el cual ayudó a despertar un interés internacional respecto de la urgencia de

actuar para eliminar las peores formas de trabajo infantil prioritariamente y

sin perder de vista el objetivo a largo plazo de la abolición efectiva de todo el


36

trabajo infantil. Este convenio posee hasta la fecha 174 ratificaciones de los

distintos países, incluyendo a Venezuela que lo ratificó el 26 de octubre del

2005.

Por su parte, en Venezuela el marco normativo contra la explotación

laboral de niños, niñas y adolescentes está dado por la Ley Orgánica para la

Protección a Niños, Niñas y Adolescentes, la cual establece una serie de

principios en materia de protección contra la explotación laboral, destacando

los siguientes:

En su artículo 94 se establece el derecho a la educación, a la salud y a su

desarrollo integral cuando dice:

Todos los niños, niñas y adolescentes trabajadores y trabajadoras tienen


derecho a estar protegidas o protegidos por el Estado, la familia y la
sociedad en especial contra la explotación económica y el desempeño
de cualquier trabajo que pueda entorpecer su educación, sea peligroso o
nocivo para su salud o para su desarrollo integral.

En cuanto a la edad mínima para trabajar, se establece por ley la edad de

14 años. De igual forma, se establece en el artículo 95 la armonía que debe

existir entre el trabajo y la educación, donde el Estado, la familia, la sociedad

y el patrono y patronas deben velar para que los adolescentes trabadores

tengan acceso efectivo a la continuidad de su educación. La sanción penal

referida a aquel que someta a un niño, niña o adolescente a trabajo bajo

amenaza, será sancionado con prisión de uno a tres años y está tipificada en

el artículo 255 de la mencionada ley.


37

Las investigadoras consideran que los padres como garantes de la

integridad física, psíquica y moral de los niños, niñas y adolescentes, deben

resguardar la misma, incluso en situaciones donde por pobreza extrema esté

la necesidad de que sus hijos e hijas deban buscar un trabajo para colaborar

en el sustento del hogar. Para esto La Ley Orgánica Para la Protección de

Niños, Niñas y Adolescentes otorga un régimen legal que protege a estos

sujetos en esta situación específica, y junto con la supervisión de sus padres

o representantes no tiene por qué convertirse en un trabajo forzoso o en

algún tipo de violación a sus derechos.

2.1.2.4. EXPLOTACIÓN SEXUAL DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.

Hace más de una década el problema de explotación sexual de niños,

niñas y adolescentes es considerado un tema emergente en América Latina.

Sin embargo, no es sino hasta los últimos años que el mismo ha cobrado

relevancia en la consideración político estratégica de los Estados. A medida

que la cantidad de niños y niñas que se suman a la fuerza trabajadora de la

región se va incrementando, el número de ellos y ellas que cae en las

diferentes redes de la industria de la explotación sexual se ha venido

incrementando.

Según los informe de UNICEF existen 100 millones de niños y niñas

abandonadas en todo el mundo, de los cuales 40 millones pertenecen a

América Latina. En relación con esta problemática, en un informe realizado


38

por el Instituto Interamericano del Niño en el año 2004 se recogen

resultados dramáticos, a saber:

En cuanto a la prostitución infantil o explotación sexual tradicional, ésta

comprende la comercialización de niños y adolescentes como mercancía

sexual a cambio de una remuneración en dinero o en especie, generalmente

con la participación de un intermediario. Por su parte, la explotación sexual

comercial, es una actividad esencialmente económica, de carácter comercial

y mercantil que somete a niños, niñas y adolescentes al trabajo de comercio

y a la industria del sexo, en el ámbito nacional e internacional.

Otra forma de explotación sexual es el tráfico de niños y adolescentes

para fines comerciales, que, según el estudio mencionado anteriormente es

la actividad lucrativa de transportarlos con fines sexuales comerciales. El

reclutamiento y traslado puede ser entre países o en el interior del propio

país, con o sin el consentimiento de los responsables por el menor de edad,

y mediante engaño o coerción.

Se observa también el turismo sexual que es la explotación sexual de

niños, niñas y adolescentes por visitantes en general, procedente de países

desarrollados o también visitantes del propio país, involucrando la

complicidad por acción directa u omisión de los sectores y servicios del ramo

del turismo. Puede ser a través de viajes organizados en que se incluye

dentro de los servicios a ser prestados, relaciones sexuales con los menores

de edad en el lugar de destino.


39

Por último, se observa también el caso de la pornografía infantil, que se

refiere a la representación visual u auditiva de una persona menor de edad

en un acto sexual, explícito, real o simulado, y con exhibición obscena de los

órganos genitales para el placer sexual del usuario y casi siempre con fines

lucrativos para el intermediario. Son considerados exploradores los

productores, los intermediarios, los difusores, y los consumidores del

producto final. Actualmente, el mayor y más complejo medio de difusión de la

pornografía infantil son los sitios web en internet.

En líneas generales, la explotación sexual es un tipo de maltrato, es

abusar o sacar ventaja de alguien con afán de lucro o beneficio personal,

implicándolo en la prostitución o en actividades de comercio sexual, mientras

que la pornografía, es canjear actos sexuales por dinero. Niños y niñas son

objeto de explotación sexual, utilizados por adultos para el sexo usados en

imágenes o actuaciones sexuales. Se pueden comprar o vender para

destinarlos a la esclavitud, el matrimonio o la prostitución tanto en los países

en desarrollo como en los industrializados.

En Venezuela los niños, niñas y adolescentes cuentan con un sistema

nacional de protección integral a la infancia, ya que ha ratificado la

Convención sobre los Derechos del Niño y los principales instrumentos

internacionales relativos a la explotación sexual de niños, niñas y

adolescentes, la trata de personas, las peores formas de trabajo infantil y los

derechos humanos de las mujeres, dándole una jerarquía igual a la de las

leyes nacional.
40

A nivel nacional, ha logrado integrar estos instrumentos en su marco

legal y ha desarrollado una serie de políticas públicas para prevenir y

combatir la explotación sexual comercial infantil, siguiendo las

recomendaciones de la Declaración y Programa de Acción del Primer

Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de Niños.

Venezuela protege los derechos de los niños, niñas y adolescentes por

medio de la Constitución en su artículo 78 donde establece que los niños,

niñas y adolescentes son sujetos plenos de derecho y estarán protegidos por

el Estado, órganos, tribunales y demás tratados internacionales. La Ley

Orgánica para la Protección a Niños, Niñas y Adolescentes establece tanto

medidas generales como medidas específicas ante la violación de los

derechos.

En el artículo 33 de la mencionada ley se establece el Derecho que tienen

los Niños, Niñas y Adolescentes a ser protegidos contra abuso y explotación

sexual. El Estado asume la obligación de garantizar programas permanentes

y gratuitos de asistencia y atención integral dirigidos a aquellos niños, niñas y

adolescentes que hayan sido víctimas de abuso o explotación sexual.

De igual manera, Venezuela ha modificado su legislación haciéndola más

apropiada para la penalización de los delitos de explotación sexual de niños,

niñas y adolescentes y su utilización en la pornografía, la cual es sancionada

por medio de la Ley contra la Delincuencia Organizada del 2005, quien en su

artículo 14° castiga a quién explote la industria o el comercio de la

pornografía, agravando la pena si involucra a niños, niñas y adolescentes.


41

Por otra parte, la Ley sobre Delitos Informáticos del 2001 penaliza la

utilización de niños, niñas y adolescentes, o de su imagen, con fines de

exhibición o pornográfico.

Venezuela también dispone del Plan de Acción contra el Abuso Sexual y

la Explotación Sexual Comercial de niños, niñas y adolescentes, diseñado en

el 2006 por el Consejo Nacional de Derechos del Niño y del Adolescente.

Este plan busca apuntar a articular las distintas acciones realizadas por las

instituciones públicas y organizaciones sociales para hacer frente a esta

problemática social.

Los padres o representantes tienen el deber de proteger y resguardar al

niño, niña o adolescente y es por ello que La Ley Orgánica para la Protección

al Niño, Niña y Adolescente establece en el artículo 358 el contenido de la

Responsabilidad de Crianza:

La Responsabilidad de Crianza comprende el deber y derecho


compartido, igual e irrenunciable del padre y de la madre de amar, criar,
formar, educar, custodiar, vigilar, mantener y asistir material, moral y
afectivamente a sus hijos e hijas, así como la facultad de aplicar
correctivos adecuados que no vulneren su dignidad, derechos, garantías
o desarrollo integral. En consecuencia, se prohíb e cualquier tipo de
correctivos físicos, de violencia psicológica o de trato humillante en
perjuicio de los niños, niñas y adolescentes.

Por último, la presente ley establece la responsabilidad penal que acarrea

el que incurra en el delito de explotación sexual contemplado en el artículo

258:

Quien fomente, dirija o se lucre de la actividad sexual de un niño, niña o


adolescente será penado con prisión de 5 a 8 años. Si él o la culpable
42

ejerce sobre la victima autoridad, responsabilidad de crianza o vigilancia


la prisión será de seis a diez años.

2.1.2.5. ABUSO SEXUAL A NIÑOS Y NIÑAS.

Para Sanz y Molina (1999, p.42) el abuso sexual comprende todos

aquellos actos de naturaleza sexual impuestos por un adulto sobre un niño

que, por su condición de tal, carece del desarrollo maduracional, emocional,

y cognitivo necesario como para dar su consentimiento acerca del o de los

actos en cuestión. La habilidad para enredar al niño en una vinculación de

tipo sexual está basada en la posición dominante y de poder, que tiene el

adulto sobre el niño, y que contrasta con los aspectos de vulnerabilidad y

dependencia que éste tiene. Autoridad y poder son los dos elementos que

permiten al abusador coaccionar al niño para lograr su participación en la

actividad sexual.

De igual forma, los autores citados anteriormente manifiestan que el

abuso sexual de un niño no suele ser un hecho aislado; sino que por el

contrario, necesita de un proceso de vinculación especial entre los

participantes para constituirse como tal. Un niño es vulnerable por su

condición de tal, pero lo es mucho más si desconoce medidas de

autoprotección elementales, si está desprotegido, si pertenece a una familia

con alto nivel de conflicto, con presencia de negligencia o falta de

supervisión. El abuso sexual de un niño puede ser extra o intrafamiliar; este


43

último suele implicar daño psicológico, por el conflicto de lealtades que se

juegan en el interior de la familia.

El abuso sexual debe ser entendido dentro del campo del marco de la

violencia social y no sólo como casos individuales. De igual forma, debe

considerarse en todas sus manifestaciones, es decir, el abuso intrafamiliar, el

extra familiar, y la explotación sexual comercial. Los hechos de maltrato y

violencia no son solo exclusivos ni se pueden adjudicar solo a las familias y a

los ambientes de pobreza y marginalidad social.

La violencia social también opera bajo las reglas de contextos

favorecedores. Todo espacio donde se den las relaciones de discriminación,

donde se acepten explicaciones que naturalizan y validan las formas de

abuso sexual o donde se privilegien tendencias sociales como el del

autoritarismo se convierten en ámbitos que albergan esos eventos.

La Ley Orgánica para la Protección a Niños, Niñas y Adolescentes

establece en su artículo 32 en el parágrafo segundo que el Estado, las

familias y la sociedad deben proteger a todos los niños, niñas y adolescentes

contra cualquier forma de explotación, maltratos, tortura, abusos o

negligencias que afecten su integridad personal. Por su parte, en su artículo

33 se determina el derecho que tienen a ser protegidos y protegidas contra

cualquier forma de abuso y explotación sexual. El Estado debe garantizar

programas permanentes y gratuitos de asistencia y atención integral a los

niños, niñas y adolescentes que hayan sido víctimas de abuso o explotación

sexual.
44

Por último, el artículo 259 de la mencionada Ley establece la sanción

penal para quien cometa este delito:

Quien realice actos sexuales con un niño o niña, o participe en ellos,


será penado o penada con prisión de dos a seis años.
Si el acto sexual implica penetración genital o anal, mediante acto
carnal, manual o la introducción de objetos; o penetración oral con
instrumentos que simulen objetos sexuales la prisión será de quince a
veinte años.
Si él o la culpable ejerce sobre la victima autoridad o responsabilidad de
crianza o vigilancia, la pena aumentara de un cuarto a un tercio.
Si el autor es un hombre mayor de edad y en la causa concurre victimas
de ambos sexos, conocerán los Tribunales Especiales previstos en la
Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de
Violencia.

2.1.2.6. ABUSO SEXUAL A ADOLESCENTES

La adolescencia es una etapa muy importante y decisiva en la vida de los

seres humanos, en la cual se producen cambios corporales y se caracteriza

por profundas transformaciones biológicas, psicológicas y sociales,

conjuntamente con estos cambios y transformaciones el adolescente se

encuentra expuesto a riesgos, es importante su conocimiento, tanto por sus

padres o representantes, la sociedad y el estado para mejorar la atención

integral de los adolescentes.

El adolescente es definido por la Ley Orgánica para la Protección del Niño,

Niña y Adolescente como toda persona de doce años o más y menor de

dieciocho años de edad. De igual forma la ley señalada anteriormente cita en

su artículo 33:

Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos y


protegidas contra cualquier forma de abuso y explotación sexual. El
45

Estado debe garantizar programas permanentes y gratuitos de


asistencia y atención integral a los niños, niñas y adolescentes que
hayan sido víctimas de abuso o explotación sexual.

En virtud de esto, los padres o representantes son directamente

responsables de velar por la integridad y protección de sus hijos e hijas, así

se manifiesta en el artículo 358 de la ley mencionada:

La Responsabilidad de Crianza comprende el deber y derecho


compartido, igual e irrenunciable del padre y de la madre de amar, criar,
formar, educar, custodiar, vigilar, mantener y asistir material, moral y
afectivamente a sus hijos e hijas, así como la facultad de aplicar
correctivos adecuados que no vulneren su dignidad, derechos, garantías
o desarrollo integral. En consecuencia, se prohíbe cualquier tipo de
correctivos físicos, de violencia psicológica o de trato humillante en
perjuicio de los niños, niñas y adolescentes.

Por lo tanto, el artículo 260 establece la pena para los que cometan el

delito de abuso sexual a adolescentes: “Quien realice actos sexuales con

adolescentes, contra su consentimiento o participe en ellos, será penado o

penada conforme al artículo anterior”.

La acción delictiva en el caso de abuso a adolescentes resulta igual a la

establecida en el artículo 259 en el caso de abuso a niños y niñas, es decir,

que igual puede tratarse de actos sexuales sin penetración, o acto sexual

con penetración genital, anal u oral, pero en este caso el legislador incluyó

un nuevo elemento con respecto al sujeto pasivo adolescente, que lo

diferencia del delito de abuso sexual cometido contra niños. Ese elemento

está compuesto por la voluntad del sujeto pasivo para la realización del acto

sexual. Si existe consentimiento no habrá figura delictiva.


46

2.1.3. ÍNDICE ESTADÍSTICO EN CASO DE ABUSO A NIÑOS, NIÑAS Y


ADOLESCENTES POR PARTE DE SUS PADRES O REPRESENTANTES.

En el presente objetivo se determinaran las estadísticas emanadas de los

distintos organismos receptores de denuncias en los casos de abuso a niños,

niñas y adolescentes.

2.1.3.1. ESTADÍSTICAS EMANADAS DE LOS DIFERENTES


ORGANISMOS DESDE SEPTIEMBRE 2011 A FEBRERO 2012.

Se analizaran las estadísticas recabadas de la Defensoría del Niño, Niña y

Adolescente de la Intendencia de Seguridad de Maracaibo y el Consejo de

Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del Municipio Maracaibo relativas

a las denuncias realizadas acerca de las distintas formas de abuso

cometidas en contra de niños, niñas y adolescentes, en el periodo

Septiembre 2011 a Febrero 2012. Incluyendo las mismas el total de casos

recibidos por mes, casos resueltos, casos desistidos y la especificación del

tipo de abuso denunciado.

3. SISTEMA DE CATEGORÍAS.

3.1. DEFINICIÓN NOMINAL.

El Abuso a Niños, Niñas y Adolescentes por parte de sus Padres o

Representantes.
47

3.2. DEFINICIÓN CONCEPTUAL.

Para Aguilar (2003 p. 943), El abuso en términos generales abarca una

amplia gama de maltratos que causan daño físico o mental a niños, niñas y

adolescentes considerándose, por tanto, que en casi todos los casos de

maltrato está implícito el abuso.

3.3. DEFINICIÓN OPERACIONAL.

El Estado Venezolano por mandato constitucional se aboca a dar

protección a niños, niñas y adolescentes; para ello ha diseñado en su

ordenamiento jurídico la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y

Adolescentes la cual operacionaliza a través de sus disposiciones las

sanciones respectivas a cada caso de abuso del menor por el padre o

representante considerando, que todos los niños, niñas y adolescentes

tienen derecho a un buen trato por parte de las personas que convivan con

ellos, sean padres o representantes.

Derecho este que comprende buena crianza y educación, basadas ambas

en el amor, el respeto, la comprensión y solidaridad.


48

Cuadro 1
Operacionalizacion de la Categoría
Objetivo General: Analizar el abuso a niños, niñas y adolescentes por parte
de sus padres o representantes en el Municipio Maracaibo.
Objetivos Unidad de
Categoría Subcategoría
Específicos Análisis
Analizar el
alcance de las Alcance de las Abuso físico.
diferentes diferentes
interpretaciones interpretaciones Abuso emocional.
doctrinarias doctrinarias
relacionadas con relacionadas con el Abuso sexual.
el abuso a niños, abuso a niños, niñas
niñas, y y adolescentes. Abuso prenatal.
adolescentes.
Base
Constitucional.
Trato cruel o
Analizar la maltrato.
responsabilidad Responsabilidad
Abuso a niños, Trabajo Forzoso.
penal que surge penal que surge con
niñas y
con ocasión del ocasión del abuso a Explotación sexual
adolescentes
abuso a niños, niños, niñas y de niños, niñas y
por parte de
niñas y adolescentes en adolescentes.
sus padres o
adolescentes en Venezuela.
representantes Abuso sexual a
Venezuela.
en el Municipio niños y niñas.
Maracaibo. Abuso sexual a
adolescentes.
Determinar el
índice estadístico
existente en caso
de abuso a niños, Índice estadístico en Estadísticas
niñas y caso de abuso a emanadas de los
adolescentes por niños, niñas y diferentes
parte de sus adolescentes por organismos desde
padres o parte de sus padres Septiembre 2011 a
representantes o representantes. Febrero 2012.
denunciados ante
las autoridades
competentes.
Fuente: Paradiso, Silva (2012).

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