Ruiz J. Párbole

En antropología uno de los aspectos que más son sometidos a estudio dado la vasta influencia que tiene sobre los procesos humanos en relación con su entorno es el de la productividad y el trabajo. Karl Marx fue posiblemente quien más incidió en las actividades materiales humanas, básicamente porque su concepción antropológica del hombre, es la del homo economicus, que transforma las condiciones materiales de la existencia mediante su trabajo. El hombre es una parte esencial del mundo que se ve abocado a enfrentarse con él, haciendo patente ese enfrentamiento con la puesta en práctica de la tecnología y la organización. Precisamente esta organización social es condicionante a la hora de plantear las formas de producción, ya que la naturaleza condiciona a su vez al hombre a que busque formas de resolver las restricciones que la propia naturaleza le impone. Los estudios realizados por el antropólogo Eric Wolf nos serán de gran ayuda para exponer esta reflexión.

El horizonte de la estética se ha visto desbocado por los tiempos y las nuevas formas de expresión humana que de algún modo tenían que acontecer. Parece que la rotundidad con la que se adjudica el estatus de " obra artística " hacia algo viene dada por las relaciones que se establecen entre ese concepto de arte con otros conceptos, como la belleza o la bondad. Son estos criterios relacionales los que han ido variando con el tiempo y los cuales han desvirtuado posiblemente las nociones estéticas tradicionales o que más perdurabilidad histórica han tenido. En ese sentido, el primer teórico al que podemos recurrir es a Kant, puesto que la herencia dieciochesca en lo que respecta a las categorías estéticas ha sido muy abrumadora. La identificación entre la belleza y la bondad nos propone ese criterio de corte universalista que da cuenta de la experiencia objetiva de la belleza. Sin embargo, ¿es eso un criterio suficiente para cercar el espacio de las obras de arte? Para autores como Danto no es así. Las vanguardias supusieron la ruptura de los esquemas unificadores de los valores humanistas ilustrados. La experiencia artística ha dejado de recalar únicamente en la belleza porque desde esos mismos movimientos (como el dadaísta), se pretende asesinarla. Teniendo en cuenta el contexto a partir del cual se generan estas nuevas formas de transgresión artística podemos ver que el análisis filosófico que aquí se exige incide sobre la emocionalidad sobre la que emerge la creación. El cambio de paradigma no viene dado exclusivamente porque la experiencia estética pueda basarse en otros tonos emocionales como la repugnancia de la que hablará Danto, sino porque quizá ni siquiera es necesario buscar un testigo perceptor de la obra. Hay que entender que el desafío al canon tradicional ilustrado viene provocado por una reacción ante las circunstancias bélicas que asolaban Occidente a comienzos del siglo XX, por ello el asunto merece que no nos quedemos cortos en cuanto a disquisiciones. El tema está en si dicha reacción del mundo del arte