Mirar y reflex ionar la jub ilación
R ecomendación de películas
para fomentar vivencias del ocio
María de los Ángeles Aguilera Velasco
Rubén Soltero Avelar
Martín Acosta Fernández
Sergio Adalberto Franco Chávez
Blanca Eliz abeth Poz os Radillo
©
María de los Ángeles Aguilera Velasco, Rubén Soltero Avelar,
Martín Acosta Fernández , Sergio Adalberto Franco Chávez
y Blanca Eliz abeth Poz os Radillo
D.R © 2017, Universidad de Guadalaj ara
CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD
Sierra Moj ada 95 0, Col. Independencia, C.P. 44340, Guadalaj ara, Jalisco, México
Teléfono: + 5 2 (33) 105 8 5 200
ISBN 978 - 607- 9442- 63- 7
Este libro fue editado para publicación digital en octubre de 2017 en
Editorial Página Seis, S.A. de C.V.
Teotihuacan 345 , Ciudad del Sol,
CP 45 05 0, Z apopan, Jalisco
Tels. (33) 365 7- 378 6 y 365 7- 5 045
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El copyright de los carteles y carátulas pertenece a los legítimos propietarios de los derechos de autor. Su uso en el presente texto es con carácter ilustrativo y
divulgativo.
Índice
Introducción
Capítulo I. El ocio: en b úsq ueda del mejor amigo de los jub ilados
El problema de la falta de ocio en los j ubilados
Beneficios del ocio durante la j ubilación
Aportaciones científicas sobre el ocio en la j ubilación
Capítulo II. El cine y la jub ilación
Promoción del ocio en los j ubilados a través del cine
Beneficios del cine en la vida cotidiana
El cine como recurso pedagógico
El cine como estrategia de educación social
El cine como medicina social
El cine como mecanismo de construcción socio-cultural de la salud y la enf ermedad
Capítulo III. Metodología para la selección de las películas
Etapa de búsqueda de las películas
Etapa de análisis de las películas
Capítulo IV. Mirar la jub ilación: películas para comprender las etapas
1. Películas sobre personas que carecen de seguridad social para j ubilarse
El último
Martha
L a j ubilada
Sr. Pig
2. Películas sobre personas que se resisten a la j ubilación
El camino
Grandes amigos
3. Películas para entender la etapa de la prej ubilación
V ivir
Simitrio
C uestión de principios
Amor a la carta
Antes del invierno
Destino anunciado
Almacenados
Si Dios q uiere
4. Películas para visualiz ar los efectos negativos de la j ubilación involuntaria y forz ada
L ugares comunes
U n f in de semana en París
U n hombre gruñón
5 . Películas para apreciar la etapa de la luna de miel en la j ubilación
L as conf esiones del Sr. Schmidt
El regalo
Recuerdos
Heritage f alls
6. Películas sobre la relaj ación y el descanso en la j ubilación
Acapulco la vida va
Ú ltimo viaj e a L as V egas
7. Películas que tratan el desencanto en la j ubilación
Están todos bien
L a esencia del amor
El amor es extraño
En un patio de París
8 . Películas para deleitarse con la etapa de la reorientación en la j ubilación
Perf ume de muj er
J ustino, un asesino de la tercera edad
C leopatra
El director
Gran Torino
El estudiante
U p, una aventura de altura
Poesía
El exótico hotel Marigold
C uatro notas de amor
El último golpe
V ivir sin parar
Pasante de moda
U n padre no tan padre
U n golpe con estilo
U na combinación perf ecta
9. Películas sobre el establecimiento de la rutina en la j ubilación
Soltero en casa
L a elegancia del erizo
Memorias de Manhattan
El exótico hotel Marigold 2
10. Películas para imaginar el final de la j ubilación
Elsa y Fred
Antes de partir
El brindis
L as f lores del cerezo
Amor
El último amor del Sr. Morgan
En el último trago
L a f iesta de despedida
L a estudiante y el Sr. Henri
L a j uventud
Capítulo V. Mirar las películas en orden cronológico
Capítulo VI. Mirar las películas desde su país de origen
Películas producidas en el continente americano
Estados U nidos
México
Argentina
C hile
Películas producidas en el continente europeo
Francia
Reino U nido
Alemania
España
Italia
Bélgica
Austria
Suecia
Películas producidas en el continente asiático
J apón
India
C orea del Sur
Israel
Capítulo VII. Mirar las películas según su género
Capítulo VIII. Guía para reflex ionar sob re la jub ilación
Guía para reflexionar sobre la j ubilación
Capítulo IX . A modo de desenlace feliz
Capítulo X . R eferencias
El cine no es un trozo de vida, sino un pedazo de pastel.
Alfred Hitchcock
Para Ángela, Manuel† , Kik o, Pamen, Pimpe† , Tere, Beto y Cristina† .
El libro se hizo pensando en ustedes, con el deseo amoroso
de q ue vivan f elices donde q uieran q ue se encuentren
Introducción
Es importante contar con esta compilación selecta de películas sobre la vida de personas j ubiladas y próximas a
j ubilarse porque representa el primer paso relevante para la promoción del ocio después del retiro laboral. El cine,
además de divertir, trasmite grandes enseñanz as y permite reflexionar sobre la propia vida. El listado de películas que
se ofrece en este libro es un recurso valioso porque orienta a las personas j ubiladas a pensar, dialogar y actuar sobre
temas que les atañen, tales como la convivencia familiar, el amor a la parej a y a los hij os, la viudez , la amistad, la falta
de ingresos, la preparación para la vej ez , el suicidio, la eutanasia y la muerte. Temas que difícilmente se pueden
abordar de forma cotidiana y que, sin embargo, con la ayuda de esta selección de películas, sin duda será una tarea
posible y accesible para casi todas las personas interesadas.
El libro se encuentra estructurado en ocho capítulos. En el primer capítulo se presenta el tema del ocio durante la
j ubilación. Se ofrecen datos sobre el problema que ocasiona la falta de ocio en las personas j ubiladas, su importancia y
algunas investigaciones sobre el mismo. En el segundo capítulo se presentan datos del cine como una estrategia de
intervención educativa y social. En el tercer capítulo se presenta la metodología que sirvió de base para realiz ar la
compilación de las películas.
En el cuarto capítulo se presenta la compilación de las películas, organiz ada en 10 categorías relacionadas con las
etapas que se viven durante la j ubilación. En cada película se distinguen sus aportaciones y se ofrece una sinopsis, su
ficha técnica y su cartel alusivo. Las sinopsis, las fichas técnicas y los carteles de las películas se obtuvieron de las
bases de datos en español de Internet Movie Database (IMDb) y FilmAffinity (FA) de España y México. El IMDb es
una base de datos en línea que almacena información relacionada con películas, personal de equipo de producción,
actores, series de televisión, programas de televisión, videoj uegos, actores de doblaj e y, más recientemente, personaj es
ficticios que aparecen en los medios de entretenimiento visual. Recibe más de 100 millones de usuarios únicos al mes
y cuenta con una versión móvil. Fue inaugurada el 17 de octubre de 1990, y en 1998 fue adquirida por Amaz on. Por
otra parte, la FA es un sitio web dedicado al cine. Cuenta con una versión en inglés, pero en este libro se utiliz ó la
versión en español de México y de España. El FA fue creado en Madrid en el año 2002 por el crítico de cine Pablo
Kurt Verdú Schumann y el programador Daniel Nicolás. Desde un principio la página constaba de un sistema de
recomendaciones de películas llamado « almas gemelas» , el cual mostraba las personas más afines en función de las
puntuaciones que se daban a las películas. Tres años después se lanz ó la sección de críticas, en donde los usuarios
expresaban su opinión sobre una película.
En el quinto capítulo se presenta la opción de mirar las películas a través de un orden cronológico. En los dos
capítulos siguientes (sexto y séptimo) las películas están agrupadas por países y por género, respectivamente. En el
capítulo ocho se propone una sencilla guía para reflexionar, de forma individual o grupal, sobre cada una de las
películas. En el noveno capítulo se ofrecen las consideraciones finales baj o el título de « desenlace feliz » , en
concordancia con la temática principal del libro: las películas. En el décimo y último capítulo se presentan las
referencias bibliográficas conforme a la sexta edición de la guía de la Asociación Americana de Psicología (APA).
Capítulo I. El ocio: en b úsq ueda del mejor amigo de los jub ilados
El prob lema de la falta de ocio en los jub ilados
La transición del servicio activo al retiro se produce, generalmente, sin ninguna preparación previa. En
consecuencia, las personas j ubiladas, de repente, se encuentran desorientadas frente a su nueva condición, y aunque
lleguen a percibir los efectos de un estilo de vida poco saludable, desconocen sus causas y, sobre todo, la manera de
mej orar y mantener su calidad de vida (Bernal, 2006). Por lo tanto, uno de los mayores problemas de las personas que
se j ubilan es la falta de conocimientos y habilidades para planificar y disfrutar de su tiempo disponible.
Las cifras demuestran que la adaptación para la j ubilación solamente se logra en dos de cada tres j ubilados, es decir,
uno de cada tres j ubilados experimenta dificultades de adaptación a su nuevo rol y algunas dificultades para hacer la
transición del final del trabaj o (Braithwaite & Gibson, 198 7; Bosse, 1991; Jensen- Scott, 1993; Theriault, 1994). Por
ej emplo, en un estudio se observó que no trabaj ar significa un problema vital para 38 % de las personas j ubiladas y
prej ubiladas. Q ue 33% de las personas consideran su j ubilación como un tiempo de descanso y recuperación y que
solamente 29% da importancia al ocio durante su j ubilación (O poaschowsk i, 198 8 ). Es decir, pocos j ubilados se
decantan por la práctica del voluntariado social o del ocio creativo y obtienen satisfacción abundante por la decisión
valiente y decidida que tomaron (Cuenca, 2009). El resto de los j ubilados, que son la gran mayoría, no saben qué hacer
con sus horas disponibles. Al respecto, el Instituto de Estudios de O cio informó que 41% de j ubilados volvería a
trabaj ar, sobre todo por falta de adaptación a la j ubilación y presencia de un concepto negativo del ocio, que en 48 % de
los casos lo identificaron como actividades para matar el tiempo (Santisteban, 1992).
La falta de adaptación a la j ubilación se manifiesta en las personas con síntomas físicos, mentales y sociales en el
denominado síndrome del j ubilado (Moragas, 2001). En las alteraciones físicas se puede presentar insomnio, cefaleas,
hipertensión, trastornos digestivos y cardiovasculares. Dentro de las alteraciones mentales se pueden hallar estrés,
ansiedad, pesimismo, depresión, alcoholismo y reducción de la libido. Como alteraciones sociales se puede encontrar
la pérdida de relaciones, soledad, dependencia y violencia doméstica. Además, la ausencia de ocio condena al ámbito
cerrado de la propia cotidianidad, por eso la educación del ocio es algo urgente para los j ubilados, y para los que están
próximos a su j ubilación, porque la ausencia de trabaj o (que llenaba casi todas las horas de su vida) los puede dej ar
con una vida sin sentido (Cuenca, 2009).
Para llevar a cabo un ocio personal, comunitario, libre y solidario se necesita formación. Por lo tanto, la integración
de la educación del ocio en el proyecto educativo de los nuevos ciudadanos debe ser una tarea urgente y necesaria. Sin
embargo, dado que no todo el ocio es bueno, un reto importante en los j ubilados es desarrollar un ocio suficientemente
significativo, capaz de ocupar el tiempo libre con sentido, sobre todo cuando entre las actividades menos practicadas
son salir a los espectáculos (teatro, cine, ópera o conciertos), visitar galerías de arte y practicar algún instrumento
musical, siendo el hogar el mayor centro de la actividad de ocio y recreación de las personas de mayor edad (Cuenca,
2009).
En sus hogares, las personas mayores leen el periódico, escuchan radio o ven televisión para sentir que disponen de
grandes beneficios como entretenimiento, compañía, información, cultura, motivos de conversación, contacto con la
realidad, acercamiento a los j óvenes y al presente, fomento de la lectura, creación de un espíritu crítico, ampliación de
conocimientos y de vocabulario, seguridad personal que proporciona saber de qué hablar, adaptarse a la sociedad,
distraerse y no perder el contacto con el mundo (Sevillano, 2004). Sin embargo, el desarrollo unilateral de esas
actividades puede provocar una visión trágica del mundo, confusión, desilusión y rabia ante la situación que se
presenta en la sociedad actual, porque muchas veces no entienden lo que ven o escuchan. Incluso los medios
electrónicos de comunicación pueden ser liberadores o enaj enantes, por eso, hoy más que nunca, es necesario ahondar
en la importancia del fomento educativo del ocio, ya que su lado positivo permite liberar a las personas, romper
barreras y recompensar la existencia de carencias y sinsabores (Cuenca, 2009).
En ese sentido, la formación no es sólo una posibilidad de ocio creativo para los mayores, es también un elemento
facilitador de la participación en ocio y un factor de prevención muy importante. Las personas mayores que tienen una
intensa participación en el ocio tienen un menor riesgo de enfermedades, una mayor apertura y capacidad de servicio y
una probabilidad menor de conflictividad. Porque la interacción es la base de todo Desarrollo Humano. Visto
económicamente, la participación en ocio reduce el gasto público en enfermedades, medicinas y atenciones, al mismo
tiempo que fortalece el desarrollo de un grupo de población solidaria, que puede ej ercer su acción en aspectos diversos
y beneficiosos para su comunidad (Cuenca, 2009).
Uno de los principales referentes que apoya la formación del ocio se encuentra en la publicación de la C arta sobre
educación de ocio, donde el ocio se define como: « un área específica de la experiencia humana con sus beneficios
propios, entre ellos la libertad de elección, creatividad, satisfacción, disfrute y placer, y una mayor felicidad.
Comprende formas de expresión o actividad amplias, cuyos elementos son frecuentemente tanto de naturalez a física
como intelectual, social, artística o espiritual» ( W orld L eisure & Recreation Association, 1993). Esta visión, si bien fue
impulsada por los pensadores estadounidenses, pronto fue aceptada en Europa tanto por la tradición anglosaj ona como
por expertos de la Europa mediterránea, considerado en toda su amplitud y desde un punto de vista general, como un
área de experiencia, un recurso de desarrollo, una fuente de salud y prevención de enfermedades físicas y psíquicas, un
derecho humano que parte de tener cubiertas las condiciones básicas de vida, un signo de calidad de vida y un posible
potencial económico. Por otro lado, el consenso se puso de manifiesto en el VI Congreso Mundial de O cio de la
WLRA, celebrado en la sede de la Universidad de Deusto, en Bilbao, en j unio del año 2000, con el tema « O cio y
desarrollo humano» . Tanto las propuestas iniciales realiz adas por expertos de diferentes países, como las publicaciones
posteriores recogidas en la colección Documentos de Estudios de O cio UD dej an constancia de ello (Cuenca, 1995 ).
B eneficios del ocio durante la jub ilación
El tiempo se estructura en cuatro áreas:
Tiempo psicobiológico para necesidades fisiológicas y psíquicas.
Tiempo socioeconómico para trabaj ar.
Tiempo sociocultural para la vida en sociedad.
Tiempo de ocio para actividades de disfrute personal y colectivo (Munné & Codina, 1996).
El tiempo de ocio no debe confundirse con el tiempo libre (este tiempo puede estar destinado a cualquiera de las
cuatro áreas y resulta cuando no se usa en ellas) ni con el tiempo disponible, aunque ambos pueden emplearse para el
ocio. El ocio es un fenómeno ambivalente porque puede ser fuente de lo más creativo o lo más patológico socialmente
ya que promueve tanto el desarrollo humano positivo (j uego y deporte) como negativo (pasividad, privacidad,
alienación). Es, además, un instrumento de terapia y formación. Es multiforme, porque cada época aporta una forma
propia del ocio y está afectado por los cambios socioculturales, y no se contrapone al trabaj o.
En la modernidad, el ocio se emplea de las siguientes formas:
1. O cio creativo.
2. O cio para recuperar las tensiones, frustraciones y fatiga del trabaj o.
3. O cio para ostentar.
4. O cio para pasar (perder) el tiempo.
5 . O cio para consumir bienes y servicios.
6. O cio para el uso de tecnología.
7. O cio para contribuir a la mej ora ecológica global (Munné & Codina, 1996).
Las investigaciones del ocio responden a cuatro tradiciones culturales distintas.
1. La tradición germánica, caracteriz ada por estudios antropológicos y pedagógicos, fundamentada en la escuela de
Frank furt, está orientada hacia la crítica social.
2. La tradición soviética, fundamentada en el pensamiento de Carlos Marx, promueve el desarrollo social e integral de
los individuos, sobre todo en los partidos políticos.
3. La tradición francesa, como escuela funcionalista, busca la formación de los adultos y la animación cultural.
4. La escuela anglosaj ona, que promueve el ocio en actividades al aire libre y centra sus investigaciones en problemas
prácticos de infraestructura y organiz ación (Munné & Codina, 1996).
1.
2.
3.
4.
En el caso de la tradición francesa existen dos teorías influyentes y hasta cierto punto complementarias. Una de
ellas es la teoría de Friedmann, realiz ada en 195 6, que propone que el ocio es una actividad necesaria que compensa la
tensión, la frustración y la alineación, provocadas por el trabaj o desmenuz ado, monótono y anónimo del maquinismo y
la industrializ ación. El extremo de la necesidad compensatoria puede ser tan intenso que lleva a una
sobrecompensación generadora de conductas patológicas que van desde las adicciones a las drogas o al j uego, hasta la
violencia urbana (Munné & Codina, 1996).
La teoría de Dumaz edier construida en 1964 distingue tres modos básicos de funcionamiento del ocio en el sistema
social, a través de las tres letras D: descanso, diversión y desarrollo. El descanso recupera de la fatiga del trabaj o e
incluye el aburrimiento y el tedio. La diversión incluye la distracción y la evasión para huir de la monotonía por medio
de los j uegos. El desarrollo personal y social para formarse y evitar la impersonalidad (Munné & Codina, 1996).
Por otra parte, desde la perspectiva subj etiva del ocio, se cuenta con la teoría de Tinsley y Tinsley (198 6) sobre las
experiencias trascendentales de ocio, quienes consideran que la participación en actividades de ocio permite a las
personas satisfacer algunas necesidades psicológicas básicas, especialmente aquellas que no se satisfacen en lugares y
momentos de no ocio. Esta teoría integra otras teorías sobre la necesidad de compensación, crecimiento personal,
aserción, formación, identidad, protección y enfrentamiento, dentro del marco de la teoría personal de adaptación al
entorno.
Estos autores vinculan el ocio como experiencia al bienestar y a la satisfacción de las necesidades psicológicas y
constituyen un importante referente de esta visión norteamericana. Fundamentan sus estudios en la idea de que el
disfrute del ocio ayuda a satisfacer las necesidades psicológicas. Sus presupuestos de investigación se apoyan en el
hecho de que, mientras la psicología se ha preocupado de analiz ar la importancia del trabaj o para la satisfacción y la
salud mental, no se ha hecho lo mismo con el ámbito de ocio. Defienden que la satisfacción que proporciona el ocio
favorece la satisfacción vital y permite estimular el crecimiento psicológico personal, ayudando a mantener y aumentar
tanto la salud mental como la salud física. Esta relación de dependencia centrada en la satisfacción permite a los
autores definir un modelo para medir el « déficit» o la « suficiencia» de ocio en un suj eto (Cuenca & Goytia, 2012).
Una forma ideal para usar el tiempo disponible, en aras de sustituir las horas que se dedicaban al trabaj o, puede ser
a través de aumentar las actividades dedicadas al ocio. El ocio en las personas j ubiladas tiene gran importancia porque
les permite expresar su identidad personal (Faché, 2002), que a veces se encuentra en crisis por dej ar atrás una
actividad a la que se dedicaron por más de 30 años, y les ayuda a afrontar con optimismo la nueva situación (Cuenca,
2009). Lamentablemente, pocas personas j ubiladas realiz an actividades de ocio, porque la mayoría no saben cómo
hacerlo y no encuentran lugares que les ofrez can ayuda especializ ada. En el ámbito rural el fomento y la participación
en actividades de ocio todavía es menor, debido a las implicaciones económicas obvias y por la escasa oferta de
servicios sociales y culturales que repercute en menores posibilidades de elección y participación (García, García, &
Tarres, 2016).
La preparación para el ocio en las personas j ubiladas es trascendente y urgente. La educación para el ocio, como
una forma de concebir la vida en las personas j ubiladas y el comienz o de un futuro más libre, se propuso desde el siglo
pasado (Mendia, 198 4). Posteriormente, se añadió la necesidad de formar para el ocio a través del fomento de nuevos
hábitos, intereses (Limón, 1993) y habilidades para emplearlo con sentido (Munné & Codina, 1996). Incluso se llegó a
concebir que, en los j ubilados, el ocio podría ser el único recurso del que dispondrían para tener un interés central en
sus vidas (Stebbins, 1997).
En el nuevo siglo, se dio a conocer que en los centros de reunión de j ubilados se promovía el tiempo de ocio con
j uegos de mesa (naipes, dominó, parchís, damas y aj edrez ), j uegos de lanz amiento (rana, petanca, bolos) y billar, pero
que la actividad más solicitada eran las cartas, por sus múltiples beneficios terapéuticos y de preparación para la vej ez
(Limón & Crespo, 2001). Sin embargo, debido a la proliferación de los casinos dentro de las ciudades, resulta
peligroso solamente promover el ocio a través de los j uegos de baraj a, porque se corre el riesgo de promover la .
Además, los beneficios de los j uegos de mesa son esencialmente individuales. Por lo tanto, una forma ideal, saludable
y accesible para promover el ocio puede ser a través de funciones grupales de cine, pues ya se ha comprobado que las
personas mayores de 65 años y más añoran asistir al cine, más que ir al teatro o a revistas musicales (Sáez &
Meléndez , 2002).
La educación para el ocio puede ayudar en lo siguiente:
1. Reducir miedos, mitos y falsas interpretaciones.
2. Corregir el desfase que se produce entre las expectativas y lo que realmente es la j ubilación.
3. Recuperar el sentido de los actos.
4. Desarrollar nuevos roles que permitan seguir sintiéndose necesarios.
5 . Encontrar diversión en otras cosas.
6. Desarrollar la creatividad en un nuevo encuentro consigo mismo y con los otros.
7. Redescubrir el mundo y el entorno de un modo más sosegado y desprendido, abriendo la posibilidad de seguir
recibiendo y seguir dando hasta el final (Cuenca, 2009).
Aportaciones científicas sob re el ocio en la jub ilación
Existe casi nula evidencia científica de intervenciones que promuevan el ocio en las personas j ubiladas. Resalta
únicamente la intervención realiz ada en Valencia, España, por Peris (198 6), fundamentada en la gerogogía (pedagogía
para la etapa post- laboral), que trató de establecer una escuela para j ubilados, la cual estuvo compuesta con 18 cursos,
con un tiempo constante todas las semanas, que incluyó, además, actividades educativas, terapéuticas y culturales. En
esta investigación se reportó mayor participación de muj eres, ausencia de nivel de estudios superiores y diferentes
niveles culturales. Las expectativas de los asistentes fueron aprender, seguir trabaj ando, relacionarse, huir de casa y
viaj ar. A través de la intervención las personas encontraron amigos y nuevas enseñanz as, a pesar de que sus familiares
opinaron que les parecía bien que fueran a clases, creían que no podrían aprender nada. Se concluyó que la
intervención consistió básicamente en un proceso de concientiz ación, porque la mayoría de los j ubilados desconocían
actividades y modos de trabaj o en el aula (Peris, 198 6).
En el ámbito de la investigación teórica sobresale únicamente el estudio comparativo entre Estados Unidos y
España, donde Kleiber, Bayón y Cuenca (2012) encontraron que existe una necesidad de incorporar la educación para
el ocio en los programas que ofrecen ambos países, así como las actitudes hacia el ocio, ya que una j ubilación feliz
puede depender de ello, sin importar, hasta cierto punto, de las circunstancias. También encontraron que las
limitaciones para el ocio (barreras) pueden ser intrapersonales, interpersonales y estructurales. Las limitaciones
intrapersonales incluyen la timidez o la ansiedad, por ej emplo. Son limitaciones interpersonales las asociadas con
responsabilidades sociales y la falta de compañeros disponibles. Mudarse a una ciudad nueva limitaría la participación
en algunas actividades debido a la falta de compañeros con los que planificarlas y participar en ellas. Las
responsabilidades asistenciales, o tener personas dependientes a tu cargo, podrían limitar gravemente las opciones de
ocio. Las barreras estructurales pueden incluir el coste de una actividad o la accesibilidad física de las instalaciones.
Proponen superar las barreras mediante un proceso de negociación de los límites.
Consideraron que, aunque existe una considerable evidencia de que la existencia de límites es común, a menudo se
supera mediante el interés en participar, lo que fuerz a a un cambio en el estado de las cosas. Concluyeron su trabaj o
mencionando que, tras la evaluación de las necesidades, la determinación de valores, la exposición y la negociación de
las barreras, la educación para el ocio puede seguir siendo importante (Kleiber et al., 2012).
Capítulo II. El cine y la jub ilación
Promoción del ocio en los jub ilados a través del cine
El cine tiene una gran relevancia para educar en valores sociales, para ayudar en la reconstrucción crítica de la
cultura y para solucionar problemas individuales y grupales (Pereira, 2005 ). Los medios cinematográficos constituyen
un recurso con marcadas potencialidades para promover la reflexión y la comprensión (Ciuffolini, Didoni, Jure, &
Piñero, 2007), facilitan la proyección de experiencias personales en cualquier nivel educativo y edades, porque las
problemáticas surgen directamente de la observación de las escenas representadas (Gonz ález , Lauretti, & Flores,
2008 ), propician el pensamiento crítico y agudiz an la observación (García et al., 2012), y favorecen la aproximación
de las personas a escenas de la vida real, al analiz ar situaciones, identificar problemáticas y esboz ar resoluciones de las
mismas (Felippa, O sorio, Sabelli, & Reboredo, 2015 ). Sin embargo, es poco aprovechado el potencial del cine en la
formación informal (García, Truj illano, & García, 2005 ).
En las personas j ubiladas, sería ideal realiz ar intervenciones de promoción del ocio a través del cine, ya que
usualmente las mediaciones para mej orar la adaptación a la etapa de la j ubilación no son fáciles de realiz ar, debido a la
falta de disposición y tiempo de las personas, puesto que su participación en un curso de intervención les implica un
mínimo 40 horas sumado al tiempo empleado para los traslados. Además, las personas j ubiladas rehúsan conducir sus
autos o subirse a taxis y autobuses, porque descansar del trabaj o implica también descansar de las formas y horarios de
traslado.
Por otra parte, se conoce que los trabaj adores próximos a j ubilarse, con necesidad de apoyo, excluyen participar en
eventos de preparación para la j ubilación como una forma de negación de su problemática, y que las personas
j ubiladas no participan en cursos porque consideran, en su mayoría, una agresión el que personas externas les digan
cómo planificar su tiempo disponible, siendo que les costó tantos años de trabaj o y sacrificios conseguirlo (Rodríguez ,
2006).
Realiz ar intervenciones socioeducativas a través del cine puede ser una forma innovadora y estimulante de
intervenir para la formación del ocio, a las que difícilmente pueden resistirse las personas j ubiladas y próximas a
j ubilarse, ya que no tienen que trasladarse, pues las sesiones de cine pueden ser en sus casas, o en la casa de algún
vecino, el tiempo empleado no sobrepasaría las tres horas. Además, dichas intervenciones se realiz arían en un
ambiente relaj ado, donde se podría detener la película en cualquier momento, se podrían consumir alimentos y podrían
estar vestidos lo más cómodo posible, en cualquier día y horario elegido.
Empero lo anterior, todavía no existe evidencia alguna de intervenciones a través del cine en personas j ubiladas. En
virtud de eso, los autores de este libro somos pioneros en la propuesta de realiz ar intervenciones socioeducativas a
través del cine para mej orar la vida de las personas j ubiladas. Con este tipo de intervenciones las personas j ubiladas y
próximas a j ubilarse podrán beneficiarse porque adquirirán una metodología de fácil aplicación para desarrollar y
acrecentar sus actividades de ocio dentro de sus propios hogares, acompañados de amistades. Dicha formación les
permitirá aprender a reflexionar sobre su problemática, compartirla y buscar soluciones personales y en conj unto.
Además, científicamente se aportarán datos útiles, desde la propia voz de las personas, sobre sus experiencias en la
vivencia del ocio, y ofrecerá datos a otros investigadores sobre la experiencia global de intervención, innovadora en
nuestro contexto, a partir de mirar películas relacionadas con la j ubilación, abriendo la posibilidad de continuar
interviniendo, en el corto, mediano y largo plaz o, en personas j ubiladas e incluso próximas a j ubilarse, en contextos y
regiones variadas.
Un primer paso importante para la formación del ocio a través del cine en las personas j ubiladas puede ser el
disponer de una filmografía amplia, sistematiz ada y orientadora, que incluya películas que propicien la reflexión sobre
el retiro laboral, y que pueda ser utiliz ada en diversas intervenciones tanto en ámbitos urbanos y rurales, como en
personas j ubiladas y próximas a j ubilarse, como la que se presenta en este libro.
B eneficios del cine en la vida cotidiana
En contraste con la casi nula evidencia científica de intervenciones de preparación para el ocio a través del cine
durante el retiro laboral, se dispone de bastantes muestras científicas de las ventaj as que ofrece el cine al menos en
cuatro ámbitos: como potente estrategia pedagógica dentro de las aulas, como un efectivo instrumento socioeducativo,
como medicina social y como mecanismo de construcción sociocultural de la salud y la enfermedad. En ese sentido, se
muestran a continuación algunos estudios, con el propósito de obtener una idea clara de lo que es posible fomentar a
través del cine, aunque sea en otros ámbitos.
El cine como recurso pedagógico
Se puede afirmar, en primer lugar, que el cine es un valioso recurso pedagógico, sobre todo en la formación
profesional de la medicina, ya que utiliz ando la metodología apropiada, a través de ciclos cinematográficos sobre
temas médicos y reuniones científicas, al igual que la televisión, posee un gran impacto social y tiene enormes
posibilidades para informar y divulgar mensaj es (García et al., 2005 ). Fomenta exitosamente la reflexión sobre
aspectos emocionales y psicosociales implícitos en la profesión médica (Loscos et al., 2006).
En los casos de mediación pedagógica en la medicina familiar, el cine tiene efectividad de 99% en la reflexión
sobre la propia práctica y 90% de vinculación entre los contenidos de medicina familiar (Ciuffolini et al., 2007). Es
una herramienta válida en la docencia de la psiquiatría, con 100% de opiniones positivas, que enriquece la cultura
general y facilita la identificación de síntomas, síndromes y situaciones causales (Hernández & Peña, 2013). Además,
permite contextualiz ar problemas de salud en toda su dimensión psicosocial y espiritual, lo cual no es posible a través
del estudio del texto correspondiente a una patología concreta. Permite, también, la oportunidad de vivir de forma
vicaria diversas y múltiples experiencias que no pueden incluirse durante los cursos académicos (Icart, 2014).
El cine, dentro de una propuesta pedagógica, ayuda para la comunicación de malas noticias médicas, facilita el
entendimiento de las complej idades del proceso (escenificación del lenguaj e no verbal y capacidad de ser empáticos),
y permite identificar comportamientos que deben ser evitados o imitados (Gómez & Estrada, 2016). Tiene una
efectividad determinada de 100% en la educación preventiva antidrogas en estudiantes de medicina (García et al.,
2016). Facilita la formación continuada en profesionales de atención primaria, propiciando participación, reflexión y
empatía (Moreta et al., 2016).
En la enseñanz a de contenidos de enfermería materno infantil, favorece aprendiz aj es significativos, perdurables y
contextualiz ados, además de reflexión, observación aguda y pensamiento crítico (Felippa et al., 2015 ).
En estudios precedentes al pregrado, se encontró que las películas, al ser portadoras de valores culturales, humanos,
técnico- científicos y artísticos, ayudan, además, a mej orar los conocimientos, estrategias, actitudes y opiniones de los
estudiantes (Cappelletti, Sabelli, & Tenutto, 2007). Por ej emplo, se ha comprobado la utilidad de algunas películas
comerciales para la enseñanz a de la biología (Baños et al., 2005 ) y la efectividad del cine en la docencia de las
ciencias, para entender el mundo y participar en la sociedad (Grilli, 2016). Asimismo, se conoce que el cine propició
actitudes positivas, optimismo y fuerz a de voluntad para superar situaciones difíciles y enfrentar problemas en
estudiantes de orientación educativa (Gonz ález et al., 2008 ).
Por su parte, el cine de televisión tiene también posibilidades educativas enormes, al ser el medio de comunicación
de masas de mayor consumo, debido a la accesibilidad casi universal, gratuidad o baj o costo, su uso confortable y
papel de acompañante personal o familiar (García, 2007).
En todo caso, tanto en salas cinematográficas como en el cine de televisión, la capacidad educativa del cine mej ora
si su visionado se convierte en una actividad dirigida y sometida a trabaj o y discusión (García & García, 2008 ), y si se
tiene en cuenta la clasificación existente como cine de investigación (el propio procedimiento se utiliz a como
instrumento de investigación de un proceso), cine de enseñanz a (comunica conocimientos; aprovecha con frecuencia
secuencias procedentes del cine de investigación) y cine de divulgación (adecúa la narración al nivel de conocimientos
de un público más amplio) (García, 2009).
Tan grandes son las aportaciones del cine en el ámbito pedagógico, que en ciertos países se ha incorporado de forma
obligatoria; se conoce el ej emplo del Reino Unido, donde el cine se encuentra firmemente asentado en la educación
secundaria y universitaria. A nivel secundaria se imparte una asignatura de cine desde el siglo X X , que permite que los
estudiantes aprendan aspectos críticos, teóricos y prácticos, tanto como medio de comunicación, manifestación
artística e institución social y económica (Evans, 2007). Por otro lado, se ha propuesto que esté presente en los
procesos de socializ ación y educación de la población infantil como un recurso educativo cotidiano (no excepcional),
utiliz ado de modo didáctico y con fundamento pedagógico, aprovechando sus posibilidades de diversión (su encanto)
y maximiz ando sus oportunidades para la enseñanz a y el aprendiz aj e de contenidos conceptuales, procedimentales y
actitudinales (Cruz - Díaz , 2011). Y se puede emplear para plantear o discutir casos específicos con implicaciones éticas
evidentes, por ej emplo, la clonación humana, la eutanasia o el aborto, sobre todo en las clases de Bioética y Biología.
Precisamente, en la Facultad de Ciencias de la Salud y de Vida de la Universidad Pompeu Fabra (España), el cine está
presente como método docente en muchas asignaturas y en los diferentes cursos de la licenciatura y actuales grados de
Biología Humana y Medicina (Farré, 2013). Existen, incluso, películas seleccionadas para promover el reconocimiento
(auscultación) médico y guías de reflexión para que los docentes aborden el tema (García et al., 2012). En la
gerontología, en los profesionales se puede enfatiz ar la mirada del envej ecimiento activo desde la salud (O gando- Díaz ,
2016).
El cine como estrategia de educación social
En segundo lugar, se reconoce que el cine tiene un valor fundamental en la educación social, acorde con la realidad
de los tiempos que vivimos. Es una muestra donde se puede observar, analiz ar y comprender el mundo, colabora en la
formación de la persona, incrementa las posibilidades y las capacidades de comunicación (Pereira, 2005 ). Como
herramienta cultural permite una mej or comprensión de la condición humana, porque aporta una dimensión
neurobiológica y social para vincular las emociones del espectador y el cine, porque permite observar la vida como un
todo, moviliz a al intelecto, al afecto y a varios sentidos a la vez , y a través de la empatía que se construye entre el
espectador y las vivencias de los actores, es capaz de facilitar una mej or comprensión del ser humano. Estimula
también la compasión y el reconocimiento de la intencionalidad de otros individuos (Astudillo & Mendinueta, 2008 ).
Incluso se cree que las películas de horror pueden ayudar a los j óvenes a superar sentimientos de miedo y terror,
porque reproducen esa emoción en sus intercambios sociales, experimentando con la identidad y la amistad. Este tipo
de apreciación del cine es identificativa, lúdica, afectiva, sensual, humorística, por oposición a lo abstracto, lo
cognitivo y lo formal, llegando a tener una importancia mediática y cultural (Burn, 2010).
El cine como medicina social
En tercer lugar, se afirma que el cine actúa como medicina social, pues ha ayudado a curar muchas heridas graves
de la sociedad. Esa acción curativa permite a la población realiz ar sus duelos (evitando daños postraumáticos mayores
y más persistentes), sentirse acompañados (en enfermedades que otros suponen desaparecidas, cuando las madres
luchan por sus hij os con enfermedades extrañas, o mostrando luchas exitosas que a veces abren esperanz as y nuevos
intentos) e identificar situaciones difíciles (Moratal, 2006). En ese sentido, existe gran cantidad de películas de
enfermedades terminales, mayormente sobre el cáncer, seguido de las enfermedades degenerativas (García & García,
2008 ).
El cine como mecanismo de construcción socio- cultural de la salud y la enf ermedad
En cuarto lugar, se valora el papel del cine en los mecanismos de construcción socio- cultural de la salud y la
enfermedad, ya que es una forma trascendental que tienen las sociedades contemporáneas de mirarse a sí mismas;
sobre todo las epidemias cinematográficas permiten explorar muy diferentes aspectos en relación con la enfermedad y
la muerte, no sólo a un nivel estrictamente médico- sanitario, incluyendo sus componentes demográficos, económicos,
políticos y culturales, sino también a nivel físico y emocional, por lo que respecta a la coloniz ación y pérdida de
control sobre el propio cuerpo y el pánico colectivo que generan la degradación individual y la muerte indiscriminada,
contribuyendo significativamente a hacerlas visibles y a modelar nuestra percepción de su origen, riesgos, alcance y
consecuencias, esto es, a definir nuestra posición al respecto como individuos y en las comunidades en las que
vivimos. Es decir, las epidemias en el cine ofrecen algunas claves explicativas sobre nuestra forma de entender,
experimentar y gestionar las dimensiones colectivas de la enfermedad, ya que la salud pública y el cine son
considerados como conj untos de prácticas y discursos esenciales e interrelacionados en los procesos de construcción y
funcionamiento de las sociedades contemporáneas (Tabernero & Perdiguero, 2011).
Capítulo III. Metodología para la selección de las películas
La compilación de las películas se realiz ó a través de un estudio documental de recopilación, en el periodo de un
año a partir de j unio de 2016, en la ciudad de Guadalaj ara, Jalisco, México. Las películas se seleccionaron a través de
un muestreo no probabilístico por conveniencia. Se incluyeron los datos de todas las películas, en idioma español o en
otro idioma con subtítulos en español, que tuvieran un argumento relacionado con la j ubilación y/o que sus
protagonistas evidenciaran vivencias conectadas con el retiro laboral. Se excluyeron los datos de las películas que
solamente trataban la vej ez , alguna enfermedad o alguna etapa del desarrollo humano, sin estar relacionadas de forma
explícita con la j ubilación. La recopilación documental fue electrónica y física. Se realiz ó en dos etapas: una de
búsqueda y otra de análisis.
Etapa de b úsq ueda de las películas
La etapa de búsqueda electrónica se realiz ó en cuatro medios:
1. Carteleras cinematográficas de la ciudad.
2. Catálogo electrónico de una empresa comercial estadounidense de entretenimiento que proporciona películas y
series (Netflix).
3. Sitio web, mundialmente conocido, dedicado a compartir los tráilers de casi todas las películas que existen
(Y ouTube).
4. Empresa reproductora de medios y tienda de contenidos multimedia desarrollada por la marca comercial Apple
(iTunes).
La búsqueda física se realiz ó en una de las más grandes distribuidoras de películas de la ciudad, ubicada en el
centro, la cual vende películas originales en formato DV D y Blu-ray.
Los medios electrónicos de búsqueda se revisaron semanalmente. A la distribuidora se acudió en dos ocasiones, a
fin de revisar todo su material. Se buscaron películas cuyo título, sinopsis y/o crítica reflej ara relación con la vivencia
de la j ubilación. En esta etapa de la búsqueda se recopilaron, se vieron y se enlistaron un total de 94 películas.
Etapa de análisis de las películas
La etapa de análisis comprendió las actividades de selección, captura y categoriz ación. Para seleccionar las
películas fue necesario verlas conforme se encontraron. Se vieron las 94 películas en alguna sala cinematográfica de la
ciudad, en internet o en DVD. Durante esta actividad se escogieron solamente las películas que cumplieron con los
criterios de inclusión. Al final de la actividad se conformó un listado de 5 7 películas elegidas.
La captura de la ficha técnica de cada filme se realiz ó después de la selección. Los datos que se consideraron para
las fichas técnicas son los que propone la Revista Medicina y C ine. La captura fue electrónica y se efectuó a través de
una sábana analítica en una hoj a de Excel, lo cual facilitó el posterior análisis.
Para la categoriz ación de las películas, en un inicio, se procedió de acuerdo con las siete etapas de la j ubilación que
plantea la teoría de la continuidad de Atchley (1976). Esta teoría es una de las principales teorías científicas para
explicar la j ubilación. La teoría establece que la mej or incidencia de la j ubilación depende de la preparación y de la
familiariz ación de las personas con los aspectos que conlleva la j ubilación. En esta teoría el tiempo libre puede resultar
una fuente de grandes satisfacciones personales. La teoría describe la j ubilación en siete fases en secuencia, de las que
varias parecen ser opcionales, es decir, que algunos — pero no todos— los retirados pasan por ellas para lograr una
adaptación exitosa, y pueden darse patologías por el estancamiento en una de las etapas. Aunque estas fases son
secuenciales, desde luego que no cabe ligarlas a edades cronológicas, no sólo porque la j ubilación ocurre a diversas
edades, sino también porque algunas personas pasarán más tiempo que otras en determinada fase. Lo que representan
las siete fases de Atchley son los procesos de asumir el rol de retirado, llevarlo adelante y, finalmente, renunciar a él.
Las fases subrayan que la j ubilación es un proceso y no un estado final. Las fases son las siguientes:
1. Prejub ilación. En esta fase el individuo empiez a a considerar su inevitable llegada y comienz a a prepararse. A
medida que se acerca la hora, dedica más tiempo y energía a fantasear sobre cómo será la vida después del trabaj o.
Las personas que se afligen por la j ubilación en esta etapa por lo regular se encuentran más preocupadas por la
salud y el ingreso que por la perspectiva de abandonar el empleo.
2. Luna de miel. Es el primer periodo después de la j ubilación. Muchas personas pasan por esta época de actividad
intensa y por lo regular placentera. La j ubilación no es sólo el fin del trabaj o pagado y el tiempo de envej ecer, sino
el momento para nuevas actividades de ocio. Es una época en la que el retirado hace todo lo que nunca tuvo tiempo
de hacer. Muchos pasan por este período con renovado vigor y brío. Pero como casi todas las lunas de miel, no
suele durar para siempre.
3. Descanso y relajación. Es cuando termina la luna de miel y llega el momento de asentarse. Atchley observó que
muchas personas pasan por un periodo de poca actividad al retirarse, que suele ser temporal y a menudo les sigue
un retorno a los niveles de mayor actividad. En esta etapa la actividad consiste en participar en organiz aciones
políticas y religiosas, colaborar con la comunidad, realiz ar pasatiempos, trabaj o voluntario, ocupaciones recreativas
y ej ercicio. Esta etapa sería ideal para ver películas sobre la j ubilación.
4. Desencantamiento. Según Atchley esta etapa no la experimentan la mayoría de personas. El desencanto es más
frecuente entre quienes tenían las fantasías menos realistas sobre lo que sería la j ubilación y entonces se
desilusionan. Además, la mala salud y pérdida del cónyuge son las causas más comunes de insatisfacción con el
retiro entre quienes reciben ingresos insuficientes.
5 . R eorientación. Es una etapa provocada cuando ocurre el desencantamiento y su solución exige una fase de
reorientación durante la cual la persona examina de nuevo su vida, explora sus opciones y comienz a a establecer
nuevos compromisos. Algunos individuos se reorientan volviendo al trabaj o, cuando es posible. O tros emprenden
carreras totalmente nuevas. Las nuevas carreras (o la reanudación de las anteriores) son importantes para que los
j ubilados conserven la independencia y el sentido de valía.
6. R utina. Esta fase se refiere a las formas predecibles y ordenadas de hacer las cosas. Muchos adultos mayores
sienten una necesidad creciente de rutinas, y a muchos les disgustan las interrupciones de sus hábitos. Una de las
características finales de los retiros más felices es el establecimiento de rutinas. Esto no significa que la vida
retirada no dej e lugar a los cambios y las emociones, sino que indica que el retiro tiende a ser estable más que
imprevisible. Atchley indica que muchos individuos pasan directamente a esta fase desde la luna de miel. Pare ellos
no hay un período breve de descanso que lleva a la reorientación. Por el contrario, hacen una transición suave de la
prej ubilación a las rutinas estables y satisfactorias.
7. Término de la jub ilación. En la última etapa, el rol del j ubilado no continúa invariablemente durante el resto de la
vida, sino que a veces es interrumpido por enfermedades y quiz á la pérdida de la independencia. En estos casos el
individuo asume roles diferentes y más dependientes, por ej emplo, los de enfermo o incapacitado.
Algunas películas importantes no encaj aron en esas siete etapas de la j ubilación, motivo por el cual se agregaron
tres categorías más:
8 . Personas q ue no se q uieren jub ilar. Existe un grupo cada vez más numeroso de trabaj adores de diversos ámbitos,
oficios y profesiones que no desean j ubilarse, ya sea porque le temen a la j ubilación, porque no tienen un proyecto
de vida o porque el retiro les representa una disminución notable de sus ingresos. Vale la pena que las personas
j ubiladas y próximas a j ubilarse discutan sobre esta temática, porque si los adultos mayores no se j ubilan cierran la
posibilidad de transferencia del empleo a la nueva generación de j óvenes.
9. Personas q ue no se pueden jub ilar. Debido a las inequidades económicas y sociales de los países pobres, existe
una gran mayoría de trabaj adores informales que no pueden j ubilarse porque carecen de un sistema de seguridad
social que los respalde. Son personas que, lamentablemente, trabaj an hasta el final de su existencia.
10
. J ub ilación forz ada. Existen datos científicos de que la j ubilación forz ada provoca insatisfacción con la vida. Es
importante alertar a la sociedad sobre los efectos nocivos de las j ubilaciones forz osas e involuntarias.
Éticamente, para la realiz ación del estudio de compilación se trabaj ó conforme al Convenio de Estocolmo de la
O rganiz ación Mundial de la Propiedad Intelectual (O MPI) de la O rganiz ación de las Naciones Unidas (O NU).
Capítulo IV. Mirar la jub ilación: películas para comprender las etapas
1. Películas sob re personas q ue carecen de seguridad social para jub ilarse
Se hallaron cuatro películas que muestran la vida de personas que carecen de seguridad social para j ubilarse:
El último (1924) de Friederich Wilhem Murnau.
Martha (2010) de Marcelino Islas Hernández .
L a j ubilada (2011) de Jairo Boisier.
Sr. Pig (2016) de Diego Luna.
Estas cuatro películas se realiz aron en Alemania (El último), México (Martha, Sr. Pig) y Chile (L a j ubilada). En la
primera película el protagonista es un empleado de hotel que es degrado de su puesto de trabaj o debido a su edad. El
segundo filme trata sobre una señora que de un día para otro es despedida de su empleo. La tercera película ofrece la
vivencia de una prostituta que se j ubila a temprana edad. La cuarta filmación aborda el caso de un granj ero pobre y
enfermo, que no puede aspirar al retiro laboral.
Los cuatro filmes muestran las experiencias de personas que viven en la pobrez a, que carecen de estudios escolares
y que la pérdida del trabaj o representa para ellos una crisis existencial, porque de repente se encuentran sin recursos
para sobrevivir y con muy poco apoyo social para salir adelante. Son producciones cinematográficas dramáticas que
muestran una cruda realidad e invitan a reflexionar sobre la necesidad urgente de un sistema de seguridad social
universal que ofrez ca el cuidado de la salud y la j ubilación para todos los adultos mayores en edad del retiro laboral.
El último
Aportaciones
La película El último, a pesar de ser una producción alemana de 1924, resulta un filme actual para mirar
profundamente el valor del trabaj o en las personas de escasos recursos que no pueden tener un retiro digno por estar
excluidos de la seguridad social. A pesar de ser una película muda y en blanco y negro, es de fácil comprensión, pues
se entienden claramente la vida y el sentir del protagonista. A través de este filme resulta fácil identificar que el
uniforme es uno de los símbolos que dan estatus laboral. De ahí que el filme abre la puerta para que las personas
j ubiladas reflexionen sobre sus propios símbolos y valoren el contar con una pensión por j ubilación, aunque sea
escasa. También ofrece la mirada cruda de la incomprensión de los parientes ante la decadencia laboral. Con esta
película se puede observar, además, que las personas solteras resultan más vulnerables a la decadencia en el trabaj o, y
se encuentran más expuestas a la pobrez a. A pesar del drama que presenta, la película tiene un final feliz , aunque sería
poco probable que sucediera así en la vida real, porque un anciano en esas condiciones de abandono y depresión habría
muerto de hambre y frío. Se trata de una obra clásica para pensar seriamente sobre el trabaj o, la vej ez , la seguridad
social y la falta de j ubilaciones universales.
Sinopsis
Este clásico del cine mudo fue el primer filme que explotó el movimiento de cámara. Narra cómo el portero de un
luj oso hotel, un anciano orgulloso de su trabaj o y respetado por todos, es bruscamente degradado a moz o de los
lavabos. Privado de su antiguo trabaj o y del uniforme que le identifica, intenta ocultar su nueva condición, pero su
vida se va desintegrando lentamente (FA, 2017).
Fich a técnica
Título: El último.
Título original: Der letzte mann.
Otros títulos: L a última carcaj ada (Argentina), Der hotelportier (Austria), L e dernier des hommes (Bélgica),
П оследният чов ек (Bulgaria), A última gargalhada (Brasil), El darrer home (Cataluña), Poslj ednj i čovj ek
(Croacia), Hotel Atlantic (Dinamarca), The last laugh (Estados Unidos), V iimeinen mies (Finlandia), L e dernier
des hommes (Francia), L e dernier rire (Francia), O telef taios ton anthropon (Grecia), Az utolsó ember (Hungría),
L ’ultima risata (Italia), Saigo no hito (Japón), Portier z hotelu Atlantic (Polonia), O último dos homens (Portugal),
Sista skrattet (Suecia), П оследний челов ек (Rusia).
País: Alemania.
Año: 1924.
Director: Friederich Wilhem Murnau.
Música: Giuseppe Becce, Florian C. Reithner, Karl- Ernst Sasse, Werner Schmidt Boelck e.
Fotografía: Karl Freund.
Montaje: Elfi Böttrich.
Guion: Carl Mayer.
Intérpretes: Emil Jannings, Maly Delschaft, Max Hiller, Emilie Kurz , Hans Unterk ircher, O laf Storm, Hermann
Vallentin, Georg John, Emmy Wyda.
Color: Blanco y negro.
Duración: 90 min.
Género: Drama.
Nominaciones: Sin nominaciones.
Premios: Sin premios.
Productora: Universum Film.
Enlaces:
http://www.imdb.com/title/tt0015 064
https://www.filmaffinity.com/mx/film5 5 9192.html
Tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=k VcV9H5 dVBA
Martha
Aportaciones
La película Martha se adentra dolorosamente en los efectos perj udiciales de la falta de seguridad social en los
adultos mayores, la cual afecta sobremanera a las muj eres solas, quienes, ante la falta de trabaj o, ingresos y apoyo
social, prefieren suicidarse. Es una película que muestra la triste y devastadora realidad de la mayoría de las personas
mexicanas que viven sin seguridad social para j ubilarse. Es un filme necesario para reflexionar sobre el
establecimiento de un sistema de seguridad social universal, a través del cual sea posible retirar del trabaj o a todas las
personas mayores, porque todas las personas tienen derecho a un ingreso estable y suficiente en la tercera edad. Es una
película cruda que muestra las terribles vivencias de las personas que padecen pobrez a y que no deberían tenerla. Por
medio de este filme también se puede reflexionar sobre la falta de sensibilidad de los empleadores hacia el retiro
laboral, quienes más que retirar a los trabaj adores, los expulsan de la peor manera sin darles preparación ni apoyo
previo. Esta película también da pie para discutir sobre la necesidad de preparación para la j ubilación, no solamente
para los trabaj adores próximos a j ubilarse, sino también para los empleadores y para la población en general.
Sinopsis
Martha es una muj er de 75 años que vive sola en una casa de interés social en las afueras de la Ciudad de México.
Ella archiva documentos en una oficina de seguros y vive su vida de forma monótona y casi aislada. Desolada, decide
que acabará con su vida el último día de trabaj o, pero le resultan imposibles varios métodos y ante la pobrez a y la
soledad que vive, decide sobrevivir como trabaj adora sexual (IMDb, 2017).
Ficha técnica
Título: Martha.
Título original: Martha.
Otros títulos: No tiene otros títulos.
País: México.
Año: 2010.
Director: Marcelino Islas Hernández .
Música: Ingrid Lowenberg.
Fotografía: Rodrigo Sandoval.
Montaje: Rodrigo Téllez .
Guion: Marcelino Islas Hernández .
Intérpretes: Magda Viz caíno, Leticia Gómez , Penélope Hernández , Carlos Cej a, Ismena Romero, Berenice Avilés,
Daniel Garrido, Marcial Casale, Raúl Adalid.
Color: Color.
Duración: 76 min.
Género: Drama.
Nominaciones: Premio de la Semana Internacional de la Crítica (FiprecsiI) (2010) a la mej or dirección y a la mej or
producción.
Premios: Premio FiprecsiI (2011) como mej or director; Premio FiprecsiI (2011) como mej or producción; Ariel de
Plata (2012) por mej or actriz .
Productoras: Centro de Diseño, Cine y Televisión; Cine Chacal; Z amora Films.
Enlaces:
http://www.imdb.com/title/tt15 478 91
https://www.filmaffinity.com/es/film78 5 371.html
Tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=UUZ tu7CQ HPQ
L a j ub ilada
Aportaciones
La película L a j ubilada es una cinta especial, porque muestra la expulsión laboral de una sexoservidora que vive
todos los efectos negativos del retiro laboral sin seguridad social. Es un filme excepcional que narra una historia
simple, pero con un gran sentido del arte. Esta película desarrollada en los Andes dej a ver, además, la necesidad de una
actividad de transición en el proceso de adaptación a la j ubilación, sobre todo cuando la j ubilación no fue deseada. De
ahí que este filme, además de mostrar los efectos negativos de la j ubilación en las sexoservidoras, permite reflexionar
sobre la discriminación hacia ellas, sobre sus necesidades y expectativas, y logra sensibiliz ar a los j ubilados sobre los
efectos del retiro laboral en otras ocupaciones.
Sinopsis
A los 30 años, Fabiola Neira retorna resignada a su pueblo natal. Ahí todos la reconocen como la muj er que actuó
en películas pornográficas tiempo atrás en la capital. Retirada de esta actividad, el camino se presenta arduo y doloroso
para esta muj er, quien debe conseguir un empleo y reconstruir afectos con su padre y hermana mayor. La genuina y
desinteresada amistad con un adolescente aparece como una oportunidad para alivianar el recorrido, aunque no todos
lo vean así (FA, 2017).
Ficha técnica
Título: L a j ubilada.
Título original: L a j ubilada.
Otros títulos: L o q ue me pasa por no estar (Título de trabaj o en Chile); L a retraitée (Festival de Francia); L a retour
de Fabiola (Francia); The retiree (Estados Unidos).
País: Chile.
Año: 2011.
Director: Jairo Boisier.
Música: Alberto Martínez Garrido.
Fotografía: Raúl Heuty.
Montaje: Luis Horta, Jairo Boisier.
Guion: Jairo Boisier.
Intérpretes: Paola Lattus, Catalina Saavedra, José Soz a, Nano Lattus, Daniel Antivilo.
Color: Color.
Duración: 8 2 min.
Género: Drama.
Nominaciones: Premio del Gran Jurado de las Primeras Películas del Año (2013) al Festival Internacional Annonay
(2013) al mej or director.
Premios: Sin premios.
Productoras: Escala Humana, Z apik Films, Forastero.
Enlaces:
http://www.imdb.com/title/tt18 47627/?ref_=fn_al_tt_1
https://www.filmaffinity.com/es/film8 17405 .html
Tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=nfZ ik UashHk
Sr. P ig
Aportaciones
A través de la película Sr. Pig se entiende el sufrimiento de una persona enferma que sabe que pronto morirá y que
no tuvo tiempo para desprenderse adecuadamente del trabaj o, ni de su hij a a quien abandonó hace muchos años. Esta
película permite sensibiliz arse hacia el dolor, los problemas económicos y la debilitada salud física de las personas
mayores carentes de seguridad social, que no pueden j ubilarse, es decir, que tienen que trabaj ar hasta morir, y que
cuando ya no tienen salud para trabaj ar viven en pobrez a extrema. El protagonista de esta película sufre carencias
económicas y culturales, y por la adicción al alcohol que padece, no aprendió a demostrar afecto a su hij a. Al único
que ama parece ser a su cerdo, de ahí el nombre de la película. Este filme ayuda a comprender también que no vale la
pena distanciarse de los hij os, ni abandonarlos ni lastimarlos, ni amar tanto a los animales, ya que al final de la vida
son los hij os quienes ayudan a bien morir a los padres. A los hij os se les dificultará ofrecerles amor y apoyo a sus
progenitores si ellos no lo recibieron de parte de ellos.
Sinopsis
Eubank s, un criador de cerdos de la viej a escuela de Georgia, al borde de perder la granj a familiar, se embarca en un
viaj e por carretera con Howard, su amado y enorme cerdo. Durante su camino a través de la frontera con México para
encontrar un nuevo hogar a « Howie» , los problemas con el alcohol y el deterioro de salud comienz an a cobrarle
factura, modificando sus planes. Su distanciada hij a, Eunice, se ve obligada a unirse a ellos en su aventura. Impulsado
por fuertes convicciones y terquedad en sus viej as costumbres, Eubank s intenta hacer las paces y reparar sus relaciones
rotas (FA, 2017).
Ficha técnica
Título: Sr. Pig.
Título original: Mr. Pig.
Otros títulos: No tiene otros títulos.
País: México.
Año: 2016.
Director: Diego Luna.
Música: Camilo Froideval.
Fotografía: Damián García.
Montaje: Douglas Crise.
Guion: Diego Luna; Augusto Mendoz a.
Intérpretes: Danny Glover, Maya Rudolph, José María Y az pik , Joel Murray, Angélica Aragón, Gabriela Arauj o,
Naian Gonz ález Norvind, Juan Pablo Medina.
Color: Color.
Duración: 100 min.
Género: Drama.
Nominaciones: Premios Edinburgh International Film Festival del Público (2016) al mej or director, Ariel de Plata
(2017) por mej or actriz de cuadro, por mej or actor y por mej or actriz .
Premios: Premio del Gran Jurado en el Dallas International Film Festival (2016) por mej or competencia narrativa del
director.
Productora: Canana Films.
Enlaces:
http://www.imdb.com/title/tt27225 04
https://www.filmaffinity.com/mx/film668 916.html
Tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=EEruj qgq1o0
2. Películas sob re personas q ue se resisten a la jub ilación
Se hallaron dos películas que muestran la reticencia a j ubilarse en algunas personas:
El C amino (2010) de Emilio Estévez .
Grandes amigos (2015 ) de Ken Kwapis.
Estas películas se realiz aron en España y Estados Unidos. En la primera película el protagonista es un oftalmólogo
adicto al trabaj o que se resiste a j ubilarse a pesar de la insistencia de su único hij o. El segundo filme trata de un
escritor que no tiene ninguna intención de j ubilarse, incluso desdeña la j ubilación, pero desea viaj ar con amigos.
Los dos filmes permiten comprender la necedad de algunas personas que se niegan a j ubilarse y muestran la
necesidad de retirarse a tiempo del trabaj o, cuando los hij os están vivos para convivir con ellos, cuando se tiene salud
y amigos, a una edad conveniente en la cual todavía se puede viaj ar, recuperar a los viej os amigos y reencontrarse con
los hij os, sobre todo si estuvieron abandonados por causas del trabaj o.
A través de este par de películas se aprecia que el desprendimiento del trabaj o se acompaña de un viaj e que termina
siendo revelador, marca la vida de los protagonistas y modifica su antigua relación con el trabaj o, con sus seres
queridos y consigo mismos. Los filmes también invitan a reflexionar sobre la propia relación con el trabaj o y el plan
de vida para la etapa de j ubilados.
El camino
Aportaciones
La película El camino permite reflexionar sobre la importancia de convivir con los hij os a tiempo, porque
lamentablemente, algunas veces, los hij os mueren antes que los padres. En esta película, el médico exitoso se resiste a
dej ar de trabaj ar a pesar de que su único hij o le reclama tiempo para viaj ar j untos, porque para el médico es más
importante su prestigio y su trabaj o. Además, el médico no acepta a su hij o tal como él es, porque el hij o tiene un
espíritu aventurero y viaj ero.
A través de esta película se comprende lo importante de saber dej ar el trabaj o a tiempo con el fin de convivir más
con los hij os y realiz ar con ellos actividades de gran placer como viaj ar y conocer personas. Siempre será mej or
disfrutar la vida en compañía de los hij os, cuando están vivos y se tiene salud, porque nunca se sabe en que momento
pueden llegar a morir de forma inesperada. Es una película con hermosos paisaj es de Francia y España que invitan a
recorrer el Camino de Santiago y llegar hasta Finisterre, para admirar la maravillosa vista hacia el océano Atlántico.
Sinopsis
Un prestigioso oftalmólogo estadounidense y viudo viaj a a Francia porque su único hij o murió en los Pirineos
durante un temporal. Decide terminar el Camino de Santiago en honor a su hij o. De ahí el nombre de la película.
Durante el viaj e, j unto con otras tres personas que también viaj an por diferentes motivos, reflexiona sobre la mala
relación con su hij o y aprende a desprenderse del trabaj o para viaj ar y disfrutar, a pesar de su dolor. Al regreso se retira
paulatinamente del trabaj o y disfruta más su vida, tal como su hij o le aconsej aba (FA, 2017).
Ficha técnica
Título: El camino.
Título original: The w ay.
Otros títulos: Dein w eg (Alemania), O caminho (Brasil, Portugal), П ъ тят (Bulgaria), Sur le chemin de C ompostelle
(Canadá), Put (Croacia), The w ay, la route ensemble (Francia), V ándorút (Hungría), Il cammino per Santiago
(Italia), Droga zycia (Polonia), П уть (Rusia), Hodocasce (Serbia).
Países: España y Estados Unidos.
Año: 2010.
Director: Emilio Estévez .
Música: Tyler Bates.
Fotografía: Juan Miguel Az piroz .
Montaje: Richard Chew y Raúl Dávalos.
Guion: Emilio Estévez .
Intérpretes: Martin Sheen, Deborah Kara Unger, James Nesbitt, Y orick van Wageningen, Simon Andreu, Emilio
Estévez , Ángela Molina, Eusebio Láz aro, Carlos Leal, Tchék y Karyo, Joaquim de Almeida.
Color: Color.
Duración: 123 min.
Género: Drama.
Nominaciones: Premios ALMA (2012) por actor de película favorito, por rol de apoyo y por película favorita. Premio
CEC (2012) por mej or guion adaptado. Premios Golden Reel (2012) por mej or edición de sonido diálogo y ADR
en un largometraj e. Mej or película para Audiencias Maduras (2012). Premio Grace (2011) por actuación más
inspiradora en películas.
Premios: Premio Port Hueneme International Film Festival (2011) por mej or fotografía.
Productora: Filmax Entertainment.
Enlaces:
http://www.imdb.com/title/tt1441912
https://www.filmaffinity.com/es/film149036.html
Tráiler:
https://www.youtube.com/watch?v=_bO x3o0j SoU
G randes amigos
Aportaciones
La película Grandes amigos, tal como señala su título, permite entender el gran valor de la amistad. A través de esta
película se puede observar el proceso de recuperación de los viej os amigos y el disfrute de la vida j unto a ellos. Es una
película sobre un viaj e lleno de aventuras y actividades chistosas al aire libre. Resulta una película ideal para las
personas que no frecuentan a sus amigos y que los extrañan, porque despertará la inquietud de buscarlos y realiz ar
aventuras j unto. También es una película óptima para las personas que trabaj an en su casa, como el escritor de esta
película, para entender que existen algunas profesiones u oficios de los cuales las personas pueden decidir el momento
de j ubilarse, o no j ubilarse, si así lo desean.
Sinopsis
Tras pasar dos décadas en Inglaterra, Bill Bryson (Robert Redford) regresa a Estados Unidos con el fin de
emprender la gran aventura de su vida: escalar los Apalaches, atravesando algunos de los paisaj es más bellos del
continente. En este viaj e cuenta con la ayuda de un viej o amigo (Nick Nolte), que es el único loco dispuesto a
acompañarlo. El único problema es que tienen una idea muy distinta de lo que significa « aventura» . La película es una
adaptación de las memorias de Bryson, un conocido escritor de libros de viaj es (FA, 2017).