Modulo 1 - Teoria de La Conducta
Modulo 1 - Teoria de La Conducta
Modulo 1 - Teoria de La Conducta
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Maria Graciela Cavana
Bienvenidos a este nuevo espacio curricular, están transitando su segundo cuatrimestre del
primer año de la carrera y el espacio que nos encuentra en esta oportunidad, es justamente el
motivo de estudio de nuestra disciplina, la conducta de los sujetos en sus tramas vinculares. 2
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El recorrido de Teoría de la Conducta se va a sustentar fundamentalmente en dos textos
que tome como lineamientos “Teoría del Vínculo”, de Pichon Riviere y “Psicología de la
Conducta”, de José Bleger, además de “Psicosociales Breves”, de Ronaldo Wright, “La
Personalidad”, de Jean Claude Filloux y “Subjetividad, familias y lazos sociales”, de
Alejandro Klein. Les sugiero la lectura de los dos primeros textos mencionados ya que
encontraran el sustento más fuerte de todo este espacio.
Introducción
Para Enrique Pichón Rivière la psicología social en sentido estricto se define como social a
partir de la concepción del sujeto, que es entendido como emergente,
3 configurado en una trama compleja en la que se entretejen vínculos y relaciones sociales. Según
el planteo pichoneano, la subjetividad está determinada histórica y socialmente en tanto el
sujeto se constituye como tal en procesos de interacción, en una dialéctica mundo interno-
mundo externo, en un interjuego entre sujetos, de la que el vínculo como relación bicorporal
y el grupo como red vincular constituyen unidades de análisis.
Sin embargo no es una psicología de los grupos sino una reflexión acerca del sujeto y su
comportamiento, que marca una forma de abordaje de ese sujeto en el interior de la red
vincular en la que emerge y se configura, a partir de esa contradicción interna entre la
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necesidad y la satisfacción. Para la psicología social el modo de abordar a ese sujeto
sujetado a la necesidad, que mantiene una relación dialéctica con el medio, es observar
cómo resuelve la contradicción sujeto-medio y sujetoestructura social. Resulta evidente
entonces que el análisis de las conductas, del comportamiento, debe hacerse en el contexto
social al cual el sujeto pertenece. El sujeto debe ser comprendido como emergente de la
estructura social que lo contiene.
El planteo de Pichón consiste en que hay una sola forma de abordar a ese sujetoobjeto de
reflexión de la Psicología Social: a través del vínculo y del análisis de la propia estructura de
relaciones, es decir abarcando las relaciones entre los hombres, la naturaleza y la sociedad;
porque el sujeto es naturaleza pero se construye histórica y socialmente en una praxis, en
una actividad transformadora del medio para producir su propia vida.
Hablemos entonces del Vínculo
Cómo nos comunicamos o qué conductas llevamos a cabo con ellos o en su presencia, entre
otros aspectos, afectan en gran medida al tipo de relación que tenemos con los demás.
Teniendo en cuenta que las relaciones interpersonales son un elemento de gran
importancia en nuestro desarrollo y que el ser humano
4 es un ser gregario por naturaleza, ser capaz de vincularse afectivamente de una forma correcta
y que permita el contacto normativo y relativamente continuado resulta fundamental.
Para ver claramente como Pichón responde a la teoría de las relaciones de objeto con su
teoría del vínculo, veamos las características que éste último tiene, las cuales ayudan a
definir claramente este concepto central de la psicología social pichoniana.
En cambio Pichón Rivière hace de este vínculo entre un sujeto y otro, una relación
bidireccional, de tal manera que lo que se estudia en la psicología social es cómo un sujeto
se relaciona con un objeto -que en este caso es otro sujeto- y viceversa: cómo este objeto-
sujeto afecta al sujeto que establece un vínculo con él.
Por lo anterior se puede definir claramente al objeto de estudio de la psicología social como
el estudio de “los efectos subjetivos que tiene el encuentro con el otro” en la medida en que
se lo toma como modelo o ideal, auxiliar o semejante, objeto de amor y/o deseo y como rival
o enemigo. Más adelante se desarrollará más ampliamente este punto que se apoya en una
importante cita del texto de Freud, Psicología de las masas y análisis del yo y en el que se
puede situar desde el psicoanálisis, el origen de la psicología social pichoniana. Además que
sirve para diferenciar claramente el campo de intervención de la psicología social y el del
psicoanálisis.
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se puede decir que todo niño venido al mundo establece dos tipos de relación con la madre
o el otro que lo auxilia. Freud lo dice claramente: El primer tipo de vínculo se denomina de
«indefensión» o «desamparo».
6 medida en que tiene, tiene el objeto que satisface la necesidad. El niño necesita de alimento, y
la madre lo tiene; el niño necesita de calor para sobrevivir, y la madre se lo brinda. Se trata
aquí de un vínculo con un otro que aparenta ser completo: que tiene algo que el niño necesita
y que se lo da. Es un otro que da lo que tiene. El niño se halla aquí en una posición de
completa indefensión, es decir, esta indefenso y necesita completamente de su madre para
sobrevivir.
Esto se debe a que el feto humano nace prematuro, nace inmaduro, no nace terminado de
madurar, como nacen los demás mamíferos superiores. Es como si a la madre le hubiese
faltado otro año de gestación, de tal manera que el niño pudiera caminar al nacer y pudiera
salir a buscar su alimento.
La patología del vínculo va a tener mucho que ver con los trastornos que se presentan en el
vínculo a nivel de la comunicación y a nivel del aprendizaje, como se verá más adelante.
El vínculo es “una estructura compleja”. Es decir que Pichón piensa que el vínculo no es
una estructura simple, como lo es la relación de objeto, en la que hay involucrados sólo dos
elementos: el sujeto y el objeto. El vínculo es complejo por varias razones, y la primera es
que hay más de dos elementos en juego. De hecho se trata de una estructura triangular, es
decir que hay un tercero en juego en la relación sujeto a sujeto; “…el gran tercero de todo
vínculo es la cultura”. Esto nos conduce a la siguiente característica del vínculo.
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7 triangular del vínculo en bi-corporal y tri-personal. Es bi-corporal porque hay en juego
siempre dos sujetos relacionados entre sí y afectándose mutuamente. Y es tri-personal
porque hay una tercera “persona” presente en esa relación bi-corporal. Estos tres elementos
hacen una estructura en el sentido más simple del término, es decir, una estructura es
aquella que está compuesta por una serie de elementos relacionados entre sí con la
siguiente característica: si se modifica uno sólo de los elementos de la estructura, la
estructura toda es modificada, es decir, que los otros elementos de la estructura resultarán
afectados si se afecta uno sólo de los elementos de ella.
Esta característica es probablemente una de las más importantes, ya que sostiene que La
estructura vincular es conflictiva. Las relaciones interpersonales son conflictivas. El
conflicto hace parte de la estructura vincular. Pero más allá de que el vínculo conlleve
contradicciones, diferencias, ambivalencias y odios, a nivel del vínculo entre semejantes
existe intrínsecamente una tensión agresiva, una rivalidad imaginaria entre el sujeto y el otro
que hace parte de la forma como se constituye el yo de un sujeto por la vía de una
identificación imaginaria con su propia imagen. El vínculo no se refiere únicamente a un
componente emocional sino que incorpora tanto esfera emocional como la cognitiva y
la conductual, modificándose
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comunicación, a través de la cual establecemos contacto con otros y aprendemos en base
a las consecuencias de nuestras conductas sobre ellos.
Según la teoría del vínculo la vinculación es bicorporal, dado que a nivel físico son dos los
elementos en contacto (el sujeto y el o los otros). Sin embargo, a pesar de ser dos seres los
que interactúan en todo vínculo o relación, hay al menos tres componentes que se tienen
que tener en cuenta, el yo emisor, el objeto (considerándose como tal la persona o cosa
con la que se produce la vinculación) y el tercero, que se entiende como el ideal o fantasía
construida por el yo sobre el objeto y que indica cómo vamos a relacionarnos con él. A la
hora de establecer una relación con un objeto el sujeto mantiene dos vínculos al mismo
tiempo, uno externo con el objeto en sí y uno interno con la fantasía inconsciente que va a
ser proyectada en el objeto y que va a marcar la existencia y el tipo de comunicación.
Pichón Riviere sustituye así la noción freudiana original de relación de objeto por la de
vínculo, noción cuyo estudio será el centro de toda la teoría de la salud y la enfermedad
planteada por Pichón Riviere.
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Una manera de comprender la idea de vínculo sostenida por Pichón Riviere es describiendo
su génesis y sus vicisitudes a lo largo de la vida.
Con fines simplemente didácticos, proponemos distinguir tres etapas en este proceso.
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formas particulares de relacionarse con el objeto.
Pichon definió al vínculo como una estructura compleja que incluye un sujeto, un
objeto y su mutua interrelación con procesos de comunicación y aprendizaje. Todo
encuentro es un reencuentro. Los invito a recordar la experiencia de Pichon en el
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Borda, aquí se enfrentó con la problemática del enfermo abandonado, esto llevo a
Pichon a visualizar la red vincular, pudiendo diagnosticar las fisuras, las tramas
vinculares fracturadas. Desde esta mirada, aseveramos que no hay individuos
aislados y recortados. Siempre estamos en presencia de seres entramados, de
estructuras vinculares. La Psicología Social entiende al hombre como
configurándose en una praxis, en una actividad transformadora y en una relación
dialéctica mutuamente modificante con el mundo.
Cualquier sociedad está conformada como una red vincular cuyas lógicas
contradictorias de intercambio son específicas de esa comunidad y no de otra. La
dimensión psicosocial posibilita a los profesionales de esta ciencia, en su condición
de agentes del cambio planificado, a diagnosticar las fracturas vinculares y, en
consecuencia, diseñar estrategias que permitan la rearticulación de esas fisuras,
es decir, su restablecimiento vincular. Para Pichon, el rol que se asume en la
interacción vincular es de gran importancia. Se ha de tener en cuenta a la hora
de asumir un rol el papel que cada uno de los componentes del vínculo ha de tener
y el hecho de que se pongan de acuerdo en el papel otorgado a cada uno. En una
vinculación principalmente podemos encontrar la figura del depositante, que es
quien emite la información o conducta, el depositario o destinatario de ésta y lo
depositado, el contenido transmitido o la acción llevada a cabo (teoría de las 3 D).
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la creencia de que toda comunicación se da en base a cinco principios
fundamentales.
En primer lugar destaca que lo social nos afecta y estructura desde dentro,
formando parte de nuestro ser. Queremos y necesitamos vincularnos, siendo
afectados y afectando a la vez al entorno.
Un segundo principio se refiere a que las conductas que llevamos a cabo están
determinadas por lo más interno. Nuestro inconsciente nos impulsa a actuar
comunicativamente de cara a expresar nuestras necesidades, pulsiones y deseos.
El tercero de los principios implica que todo acto o incluso la ausencia de este
son comunicativos, no pudiendo haber un acto que no transmita nada. Cada
12 actuación e interacción llevada a cabo encierra un significado profundo que puede estar
oculto.
Por último, indica que todos los individuos tratan en todo momento de comunicarse,
siendo toda actividad mental dirigida a establecer una comunicación. A través de la
comunicación extraemos un aprendizaje que nos permite una vinculación más
adaptativa. Los datos extraídos de la interacción nos permiten generar un esquema
con el que organizar los conceptos de manera que podamos ir adaptándonos a los
cambios que sufre la realidad.
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En el proceso de interacción entre los componentes de un vínculo el sujeto debe
establecer una relación entre su mente, su cuerpo y la realidad exterior. Estas
tres áreas coexisten en todo momento, si bien puede haber un predominio sobre
una u otra según llevemos a cabo determinadas conductas. Según Pichon-Riviere,
que predomine o que sea inhibido va a marcar la personalidad del individuo,
que a su vez va a afectar en gran medida a la capacidad de vinculación y puede
llegar a generar vínculos patológicos. A la hora de establecer un vínculo, la
interacción entre los elementos vinculados se da en un contexto concreto en el que
se produce el intercambio, un contexto que recibe el nombre de campo
psicológico. Se trata del contexto en el que el sujeto se comunica con el medio. De
este campo psicológico se puede extraer a partir de la observación, diferentes datos
que permiten trabajar a nivel psicosocial con grupos. Principalmente las
informaciones más relevantes a este respecto pasan por la propia conducta
13 manifestada por el sujeto, los cambios corporales que permiten analizar las emociones
y actitudes de éste, la comunicación preverbal, los hechos vividos o vivencias y el
contorno o conjunto de elementos que se encuentran en interacción permanente.
El vínculo sano
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correcta, eficiente y en la que existe feedback y el hecho de que dicha comunicación
permita la adquisición de un aprendizaje.
No todo tipo de vínculo es sano. Si bien como hemos dicho generalmente el vínculo
supone una estructura espiral en que se va dando una retroalimentación de la
relación, en ocasiones dicha estructura se ve entorpecida y paralizada por el
miedo, que haciendo que el tercero actúe como barrera provoca que el vínculo
acabe volviéndose algo estático que impide adaptarse de forma adecuada a la
realidad comunicacional. Por ello, existen diferentes maneras de relacionarse que
constituyen una vinculación patológica al no producirse un aprendizaje o al
encontrarse disfuncionalidades en la comunicación que hace que esta no sea
completamente bidireccional y no produzca una correcta modificación mutua. La
comunicación dejaría de ser totalmente permanente, sincera, directa o dialéctica.
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Vínculo esquizofrénico: Este vínculo se caracteriza por una elevada presencia de
aislamiento de la realidad. Según Pichon-Riviere, es propio de la esquizofrenia y de
otros trastornos psicóticos en que se desvincula el yo con la realidad.
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estudios para mejorar la situación de múltiples pacientes mediante el tratamiento de
sus comunicaciones, en un ámbito anteriormente poco trabajado anteriormente
Redes transferenciales
Existen grupos que permanecen el tiempo, otros grupos que nunca pueden
constituirse, algunos que se diluyen ante el caos. Las preocupaciones que
atraviesan a los coordinadores grupales se interrogan acerca del por qué existen
grupos que se constituyen y permanecen cierto tiempo y otros no, siendo esto
independiente de la tarea que se propongan.
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sienten temores, amores, indiferencias, intereses en común, historias compartidas,
rechazos y aceptaciones.
Para que se constituya la matriz del grupo tienen que cumplirse algunas condiciones
mínimas de encuadre del devenir grupal que son organizadoras del mismo. Los
miembros de un grupo junto con su coordinador se reúnen en un cierto lugar,
16 con alguna tarea explícita, en un cierto tiempo y con algún objetivo en común. Los
integrantes del grupo invisten al coordinador, al docente y/o a la institución a la que
pertenecen, de ciertos poderes reales o ilusorios a través de los cuales los sujetos
puedan incorporar aquello que esperan obtener, conocimiento, cura,
reconocimiento. Es así cómo esta matriz grupal de la que hablamos está referida a
algún tipo de organización libidinal que ese grupo se ha dado. Esta organización
libidinal está basada en los lazos afectivos de amor, odio, indiferencia que los
individuos tienen entre sí y con el coordinador. La mirada recíproca entre los
miembros del grupo junto con su coordinador precipita los procesos de identificación
y transferencia.
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Debemos diferenciar además a la red de identificaciones de una matriz
identificatoria. Mientras la red de identificaciones alude a las diferentes
identificaciones a rasgos que realizan los miembros de un grupo entre sí,
conformando una red móvil y dinámica, la Matriz Identificatoria es lo que identifica
a un grupo de otro grupo y tiene que ver fundamentalmente con la identidad grupal,
como cada grupo conforma las distintas redes junto con el proceso propio de
subjetividad, sus ilusiones, sus proyectos, su historia.
Cuando una persona ingresa a un grupo trae consigo una serie de deseos, ideas,
temores, proyectos, algunos conscientes, otros no, que transfiere sobre ciertas
figuras dentro del grupo, sobre ciertos lugares que en general son los que detentan
ciertos poderes. Es decir que estos ciertos lugares de poder, que pueden estar
situados y desde la experiencia así lo comprobamos en la coordinación y en los
líderes, atraen sobre sí el mayor caudal transferencial. Esta transferencia
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reactualiza en el aquí y ahora todos aquellos circuitos de relaciones que esa
persona ha vivido a lo largo de su historia poniendo el acento en unas o en otras.
Son las transferencias, las que permiten el primer acercamiento, las que ponen en
movimiento deseos, temores, ideales. Pero no sólo eso. También estará presente
como la persona se ve afectada por el contacto con los otros.
Por esto las identificaciones son las que van a darle al grupo movimiento, acción,
permanencia y las transferencias van a proveer del campo propicio para que estas
identificaciones se realicen. La red transferencial se construye entretejida con la
transferencia institucional que exista y con las representaciones sociales que
impregnan la vida institucional de emblemas de poder. Estos emblemas ideológicos
son “aprovechados” para garantizar la permanencia sin cambios de los grupos que
constituyen las instituciones dentro de un dispositivo ideológico institucional
determinado a los efectos de producir determinadas subjetividades.
De manera general se designa como transferencia al proceso en virtud del cual los
deseos inconscientes de una persona se actualizan sobre ciertos objetos, repitiendo
prototipos infantiles, viviendo ésta situación con un marcado sentimiento de
actualidad sobre la persona del coordinador. La transferencia en los grupos está
dirigida hacia:
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- el coordinador o docente (no todos, alguno o algunos que les represente al grupo)
- los compañeros
- ambos
- la institución
En caso de existir varios coordinadores existe una mayor pluralidad transferencial
sobre dicha coordinación. Tanto la red transferencial como la red de identificaciones
son procesos que se producen invariablemente y la red de identificaciones estaría
más puntualmente desarrollada entre los miembros del grupo en tanto que la red
transferencial tiene su punto de apoyo fundamentalmente en la coordinación. Se
denomina habitualmente Transferencia Central a la transferencia que los
miembros del grupo depositan sobre él o los coordinadores, y Transferencias
Laterales a las transferencias entre los participantes / pares del colectivo.
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Estas relaciones necesarias que se dan entre los miembros del colectivo, cargadas
de amor/odio adquieren diversas intensidades en virtud de la complejidad de lo allí
planteado. Proyecciones, introyecciones, lo social-histórico, lo personal, los juegos
de alianzas de poderes, los conflictos y obstáculos que toda tarea convoca. La
presencia de estos otros moviliza, reactiva baja la forma de identificación a
19 rasgos los sucesos que acontecen. Las transferencias realizadas con el coordinador,
con el colectivo y con los pares, organizan la intensidad afectiva del colectivo y le
dan el signo al afecto actual.
Principios de la conducta.
El sujeto, según Pichon Rivière, está siempre presente de forma total en cada
conducta y en función de esto plantea principios y conceptos que darían cuenta de
la raíz de todas las conductas, ya sean éstas normales o patológicas. La
conformación de la Teoría de la Enfermedad Única en la obra de Enrique Pichon-
Rivière forma parte de una psiquiatría psicoanalítica que posteriormente se nutre y
nutre a la psicología social. En este sentido, dicha teoría permite reconstruir una
serie de operaciones de recepción e historia de las ideas que, de algún modo,
representan los avatares en que se constituyeron estas tradiciones disciplinares en
Argentina.
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Para enmarcar las formulaciones que realiza Pichon-Rivière es conveniente dividir
su obra en dos períodos: 1) de 1930 a 1960 posee un enfoque centrado en el campo
psiquiátrico y psicoanalítico; 2) a partir de 1960 predomina una perspectiva
proveniente de la psicología social, que a su vez integra los enfoques derivados del
psicoanálisis y la psiquiatría. En este segundo período el autor formula de forma más
acabada, tanto su Teoría de los Grupos Operativos como la TEU. 1) Policausalidad
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2) Pluralidad fenoménica
Ya inicialmente en 1946, Pichon sostiene que para deshacerse de la situación
depresiva básica el psicótico puede configurar una manía, hipocondría o paranoia, y
en el caso de la esquizofrenia, se configura una mezcla de estos mecanismos.
Meses más tarde agrega que este conflicto básico de naturaleza depresiva puede
proyectarse en tres zonas: si el conflicto permanece en la mente da lugar a la
melancolía, proyectado en el cuerpo origina el cuadro hipocondríaco y su proyección
en el mundo externo da lugar a la paranoia; una manifestación combinada en las
22 tres zonas ocasiona la esquizofrenia. Esto podría considerarse como una incipiente
postulación de lo que luego llamará “pluralidad fenoménica”. En 1965 refiere
explícitamente a estas “áreas de expresión” como parte de la TEU. Corresponde al
carácter instrumental de las estructuras patológicas junto al recurso adaptativo
situacional utilizado por el sujeto. Esto determinará el predominio de la multiplicidad
sintomática en un área u otra. En 1967 amplia esta descripción considerando tres
dimensiones fenoménicas de la mente con sus respectivas proyecciones:
• área 1 mente
• área 2 cuerpo
• área 3 mundo exterior.
El comportamiento implica las tres áreas, una Gestalt en permanente interacción en
donde puede predominar una de ellas, sin que dejen de participar permanentemente
las tres. En 1970 las retoma, pero el acento se coloca en el vínculo. Cada área se
transforma en un ámbito proyectivo en el que el sujeto sitúa sus vínculos buenos y
malos a través de mecanismos de proyección e introyección
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El proceso de la enfermedad y de la cura tiene como hilo conductor la situación
depresiva, que adoptará cinco formas diferentes según el momento cronológico de
su aparición. Para Pichon tanto la salud, como la enfermedad son procesos
dinámicos y situacionales. Por tal motivo estas depresiones pueden acontecerle en
el transcurso de su vida tanto a un sujeto sano como a uno enfermo. Lo que
diferencia uno de otro es el monto de ansiedad puesta en juego, así como la
plasticidad de las técnicas defensivas del yo. Estas depresiones se encuentran en
relación dialéctica unas con otras, de modo que la depresión actual promueve la
regresión a los puntos disposicionales, suscitando la depresión básica. Este proceso
tiene diferentes desenlaces, promoviendo un mayor grado de salud mental, en el
caso que el sujeto elabore parte de la situación actual y pasada o, en su
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nexo entre ambas supone tanto el proceso de enfermarse como el proceso
terapéutico. Este principio explica que la salud evidencia movilidad y plasticidad,
mientras que la enfermedad supone repetición y estereotipia en la expresión
fenoménica de la conducta. A partir de la movilización de las estructuras
estereotipadas es posible un mayor grado de salud, ya que implica la elaboración
de la ansiedad frente al cambio (la ansiedad depresiva provocada por la pérdida
y la ansiedad paranoide que produce el sentirse desintrumentado frente a la
nueva situación).
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Teoría del apego
La teoría del apego es la teoría que describe la dinámica de largo plazo de las
relaciones entre los seres humanos. Su principio más importante declara que un
recién nacido necesita desarrollar una relación con al menos un cuidador principal
para que su desarrollo social y emocional se produzca con normalidad.
La teoría del apego es un estudio interdisciplinario que abarca los campos de las
teorías psicológicas, evolutivas y etológicas. Inmediatamente después de la
Segunda Guerra Mundial, los huérfanos y sin hogar presentaron muchas
dificultades, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le pidió al psiquiatra y
psicoanalista John Bowlby que escribiera un folleto sobre el tema, que él tituló
privación materna. La teoría del apego surgió de su trabajo posterior sobre las
cuestiones planteadas. Los bebés se apegan a los adultos que son sensibles y
receptivos a las relaciones sociales con ellos, y que permanecen como cuidadores
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consistentes por algunos meses durante el período de cerca de seis meses a dos
años de edad. Cuando el bebé comienza a gatear y caminar, empieza a utilizar las
figuras de apego (personas conocidas) como una base segura para explorar más y
regresar de nuevo a ellos. La reacción de los padres lleva al desarrollo de patrones
de apego y estos, a su vez, conducen a modelos internos de trabajo que guiarán las
percepciones individuales, emociones, pensamientos y expectativas en las
relaciones posteriores. La ansiedad por la separación o el dolor tras la pérdida de
una figura de apego se considera una respuesta normal y adaptativa de un recién
nacido apegado. Estos comportamientos pueden haber evolucionado debido a que
aumentan la probabilidad de supervivencia del niño. El comportamiento infantil
asociado al apego es principalmente la búsqueda de la proximidad a una figura de
apego.
El apego es un lazo afectivo o un vínculo emocional que establece el niño con sus
padres o figuras representativas de cuidado y protección. El cual proporciona una
25 seguridad emocional necesaria y clave para el posterior desarrollo de la personalidad del
menor. Como se sabe, las personas vienen predispuestas biológicamente para las
relaciones sociales desde su nacimiento y para el desarrollo de conductas de apego.
En esta línea, lo más importante de la teoría de John Bowlby es que el estado de
seguridad, ansiedad o temor que presente el niño, estará determinado por la
accesibilidad con su figura de apego, la cual suele ser su madre.
Los estudios que el autor de esta teoría realizó fueron sobre la crianza con los
primates, pudiendo describir la evolución de la conducta del apego, sus etapas y la
formulación entre la conducta exploratoria y el vínculo seguro. Por otro lado, se
estudió también el establecimiento de la relación entre la conducta del apego y la
conducta de angustia ante personas extrañas de los niños.
A rasgos generales, las conductas de apego son necesarias para la supervivencia
de los menores ya que al nacer éstos están totalmente desprovistos de habilidades
que los permitan sobrevivir por ellos mismos.
En esta línea, las conductas establecidas por John Bowlby fueron: el llanto, la
sonrisa, la succión, la llamada, el aferramiento y el seguimiento y las cuales se
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observan en el niño de las siguientes formas:
• La sonrisa en torno al mes del niño se va haciendo social, al igual que refuerza
al cuidador para que se produzca ese acercamiento.
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Por otra parte, en cuanto al cuidador, que puede ser la madre, también cuenta con
ciertas condiciones que le facilitan el apego desde un punto de vista biológico. Dichos
cambios en ella pueden observarse a través de los cambios hormonales que la
predisponen al cuidado de sus hijos así como la relación de interacción
prácticamente innata que se establece entre ella y el bebé.
El modelo de Bowlby
Por otro lado, el sistema del miedo a los extraños también está vinculado con los dos
sistemas anteriores, ya que si aparece tendrá como consecuencia un aumento de
las conductas del apego y una disminución en el sistema de conductas exploratorias.
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variables individuales y ambientales. A continuación se extiende un conjunto de
procesos que conducen a la selección de la figura del apego:
3. Entre los 7 meses y los 3 años: conductas de apego. En esta fase el niño
mantiene y hace lo posible por que se dé el acercamiento con su figura de
apego, ya sea por medio del llanto o gateando. Responde con temor ante los
extraños y la presencia de su madre le proporciona seguridad.
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4. Desde los 3 años en adelante: formación de pareja con corrección de
objetivos. Esta fase es de ajuste y regulación mutua, y las relaciones se
dirigen a la autonomía del niño.
Mary Ainsworth fue una psicóloga que realizó estudios de la interacción madre-hijo
mediante trabajos de observación. Dicha investigación la llevó a cabo por medio de
la creación de una situación extraña ante el niño para observar la reacción de éste
ante una serie de presentaciones, separaciones y encuentros entre su figura de
apego y otra persona ajena o desconocida para él. Las condiciones experimentales
consistían en la disposición de dos habitaciones: una de lugar de actuación de las
conductas del niño y otra comunicada con ésta donde se disponían los
observadores. Los participantes del experimento lo conformaban la madre y su hijo
y una mujer desconocida.
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6. Se produce así el segundo episodio de separación.
7. Continuación de la separación, volviendo a entrar en la habitación la persona
extraña.
Apego seguro
Apego inseguro-evitativo
Apego inseguro-resistente
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El niño muestra mucha angustia por la separación y busca el contacto tras su vuelta
pero no consigue tranquilizarlo a pesar de estar con él, mostrando resistencia ante
ella. En esta línea, los niños se aferran a su figura de apego pero luego se resisten
a que se les acerque. Ante la presencia del extraño muestran desagrado por no estar
su cuidador y además no indican conductas exploratorias de la habitación de juegos.
Apego desorganizado
Para formular una teoría completa sobre la naturaleza de los vínculos afectivos
prematuros, Bowlby exploró una variedad de campos, incluyendo la biología
evolutiva, la teoría de la relación de objeto (una rama del psicoanálisis), la teoría de
sistemas de control, y los campos de la psicología cognitiva.
Las investigaciones realizadas por la psicóloga del desarrollo Mary Ainsworth en la
década de 1960 y 70 reforzaron los conceptos básicos, introdujeron el concepto de «base
segura» y desarrollaron la teoría de un número de patrones de apego en recién nacidos:
apego seguro, apego inseguro-evitativo y apego inseguroambivalente. Posteriormente, fue
identificado un cuarto padrón, el apego 31 desorganizado.
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clasificaciones. La teoría del apego se ha modificado de manera significativa como
resultado de la investigación empírica, pero, en general, los conceptos se han vuelto
aceptados. La teoría del apego ha servido de fundamento de nuevas terapias y ha
esclarecido las ya existentes, y sus conceptos han sido usados en la formulación de
políticas y la protección social de los niños para apoyar las relaciones de vinculación
de los niños.
Si bien es común que la madre sea la primera figura de apego, los niños formarán
vínculos con cualquier cuidador que sea sensible y receptivo a las interacciones
sociales con ellos. Dentro de la teoría, apego significa un vínculo afectivo o enlace
entre un individuo y una figura de apego (por lo general un cuidador). Estos enlaces
pueden ser recíprocos entre dos adultos, pero entre el niño y el cuidador se basan
en las necesidades de seguridad y protección del niño, fundamentales en la infancia.
La teoría propone que los niños se apegan instintivamente a quien cuida de ello con
el fin de sobrevivir, incluyendo el desarrollo físico, social y emocional. La meta
biológica es la supervivencia, y la meta psicológica es la seguridad.
La teoría del apego no es una descripción exhaustiva de las relaciones humanas, ni
es sinónimo de amor o afecto, aunque estos puedan indicar que existen los vínculos.
En relación niño-adulto, el vínculo entre el niño se llama «apego» y el equivalente
recíproco del cuidador se clasifica como «enlace de cuidado».
Los recién nacidos establecen enlaces afectivos con cualquier cuidador compatible
32 que sea sensible y receptivo en interacciones sociales con ellos. La calidad del
compromiso social es más influyente que la cantidad de tiempo invertido. La madre
biológica es, normalmente, la figura principal de apego, pero el papel puede ser
tomado por cualquier persona que se comporte comparativamente de una manera
«maternal» durante un período. En la teoría del apego, esto significa un conjunto de
comportamientos que envuelven una activa interacción social con el recién nacido y
reacciones inmediatas a las señales y abordajes. Nada en la teoría sugiere que el
padre, u otros, no estén igualmente susceptibles a convertirse en las principales
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figuras de apego, basta que ellas provean la mayor parte del cuidado y de la
interacción social al niño en cuestión. Algunos bebés direccionan el comportamiento
del apego (búsqueda por proximidad) a más de una figura tan pronto como empiezan
a para discriminar entre los cuidadores, la mayoría viniéndolo a hacer durante su
segundo año. Estas cifras se organizan jerárquicamente, con la principal figura de
apego en la parte superior.
El sistema conductual del apego sirve para mantener o lograr una mayor proximidad
a la figura de apego. Los comportamientos pre-apego se producen en los primeros
seis meses de vida. Durante la primera fase (las primeras ocho semanas), los niños
sonríen, balbucean y lloran para atraer la atención de los cuidadores. Aunque los
niños de esta edad aprendan a diferenciar los cuidadores, estos comportamientos
están dirigidos a cualquier persona que esté cerca. Durante la segunda fase (dos a
seis meses), el bebé aumenta su capacidad para discriminar entre adultos conocidos
P á g i n a 34 | 66
y desconocidos, por lo que es más receptivo al cuidador; seguir y asegurarse se
añaden a la gama de comportamientos. El apego claro y cierto se desarrolla en la
tercera fase, de entre seis meses y dos años. El comportamiento del bebé en relación
con el cuidador se organiza sobre la base de un comportamiento intencional para
lograr las condiciones que lo hagan sentirse seguro. Al final del primer año, el bebé
es capaz de demostrar una serie de comportamientos de apego destinadas a
mantener la proximidad. Estos se manifiestan como protesta contra la partida del
cuidador, saludando a su regreso, aferrándose a él cuando se asusta y le
acompañará cuando pueda. Con el desarrollo de la locomoción, el bebé comienza a
usar el cuidador o cuidadores como una base segura para explorar. La exploración
del bebé es mayor cuando el cuidador está presente, debido a que su sistema de
apego está relajado y libre de explorar. Si el cuidador está inaccesible o no responde,
la conducta de apego se muestra con más fuerza.
34 más fuerte.
El sistema de apego es muy robusto y los humanos jóvenes crean vínculos con
facilidad, incluso en circunstancias nada ideales. A pesar de esta robustez, una
separación significativa de un cuidador conocido –o cambios frecuentes de
cuidadores que impiden el desarrollo del apego– pueden resultar en psicopatologías
en algún punto futuro en la vida. Los recién nacidos en sus primeros meses no tienen
preferencia por sus padres biológicos o por extraños. Las preferencias por ciertas
personas, además de los comportamientos que soliciten su atención y cuidado, son
desarrolladas durante un período considerable de tiempo. Cuando un recién nacido
se irrita por su separación del cuidador, esto indica que el enlace afectivo ya no
depende de la presencia del cuidador, pero es de naturaleza permanente. Las
experiencias prematuras con los cuidadores dan como consecuencia la aparición
progresiva de un sistema de pensamientos, recuerdos, creencias, expectativas,
emociones y comportamiento acerca de sí mismo y de los otros. El período crítico
de Bowlby, que va desde los seis meses a dos o tres años, ha sido modificado para
un abordaje menos radical. Hay un período sensible durante el cual es muy deseable
desarrollar vínculos selectivos, pero este período
La infancia y la adolescencia
Durante la tercera infancia (7-11 años), la meta del sistema conductual del apego
cambia de proximidad a la figura de apego a la disponibilidad. Generalmente, un niño
queda satisfecho con largas separaciones, con la condición de que el contacto —o
la capacidad para reunirse físicamente, si es necesario— estén disponibles. Las
conductas de apego, como aferrarse y seguir al cuidador disminuyen y aumenta la
autoconfianza. Durante la tercera infancia, puede haber un cambio en relación con
la coregulación mutua de base segura en el que cuidador y el niño negocian métodos
de mantener una comunicación y supervisión, mientras el niño se mueve hacia un
mayor grado de independencia.
En la primera infancia, las figuras paternas permanecen como el centro del mundo
37 social del niño, aunque pasen largos períodos de tiempo sobre cuidado alternativo.
Esto disminuye gradualmente, sobre todo durante la entrada del niño en la educación
formal. Los modelos de apego de la escuela de los niños pequeños suelen ser
evaluados en relación a las cifras concretas, como los padres y otros cuidadores.
Parece que hay limitaciones en el pensamiento de los niños que restringen su
capacidad para integrar las experiencias de relación en un único modelo general. En
general, los niños comienzan a desarrollar un único modelo general de las relaciones
de apego en la adolescencia, aunque esto ya se puede producir en la tercera
infancia.
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Las relaciones con los padres tienen una influencia en el niño que es distinta de la
relación padre-hijo, aunque este último pueda influenciar en la forma de la relación
del niño con sus semejantes. Aunque sus compañeros se vuelvan importantes en la
infancia media, la evidencia sugiere que no se convierten en una figura de apego,
aunque los niños puedan dirigir las conductas de apego a sus compañeros, si las
figuras parentales no están disponibles. Las relaciones con los compañeros tienden
a surgir en la adolescencia, aunque los padres sigan siendo figuras de apego. Con
los adolescentes, el papel de las figuras parentales es estar disponible cuando sea
necesario, mientras que el adolescente hace excursiones al mundo exterior
P á g i n a 39 | 66
Una explicación para los efectos de las clasificaciones de apego prematuro puede
estar en el mecanismo interno de funcionamiento. Los modelos internos no son solo
«imágenes», sino también se refieren a los sentimientos despertados. Ellos permiten
a la persona anticipar e interpretar el comportamiento del otro y planificar una
reacción. Si un recién nacido percibe a su cuidador como una fuente de seguridad y
apoyo, es más propenso a desarrollar una autoimagen positiva y espera reacciones
positivas de los otros. Por otro lado, un niño que pasa con un cuidador por una
relación de abuso, puede internalizar una autoimagen negativa y generalizar las
expectativas negativas en otras relaciones. Los modelos internos de funcionamiento
en los cuales el comportamiento de apego está basado muestran un grado de
continuidad y estabilidad. Los niños son propensos a caer en las mismas categorías
que los cuidadores primarios, lo que indica que los modelos de los cuidadores
afectan a la forma de relacionarse con sus hijos. Bowlby creía que los primeros
modelos formados son más propensos a persistir porque existen en el
subconsciente. Estos modelos no son, sin embargo, impermeables al cambio, dadas
experiencias de relacionamiento, una minoría de los niños tienen diferentes
clasificaciones de apego con diferentes cuidadores.
Existe cierta evidencia de que las diferencias de género en patrones de apego de
significancia adaptable comienzan a emerger en la infancia media. El apego inseguro
y el estrés psicosocial prematuro indican la presencia de un riesgo en torno al niño
(pobreza, enfermedad mental, inestabilidad, estatus de minoría, violencia, por
ejemplo). Esto tiende a facilitar el desarrollo precoz de estrategias de
Al final de los años 1980, Cindy Hazan y Phillip Shaver extendieron la teoría del
apego a las relaciones románticas adultas. Se identificaron cuatro estilos de apego
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en los adultos: seguro, ansioso, preocupado, evitativo-independiente y con
miedoevitación. Ellos corresponden aproximadamente con las calificaciones de los
recién nacidos: seguro, inseguro-ambivalente, inseguro-evitativo y
desorganizado/desorientado.
Los adultos con apego seguro tienden a tener una visión más positiva de sí
mismos, sus parejas y sus relaciones. Se sienten cómodos con la intimidad y la
independencia, equilibrando los dos. Los adultos preocupados-ansiosos buscan
mayores niveles de intimidad, aprobación y respuesta de la pareja, volviéndose
excesivamente dependientes. Ellos tienden a ser menos confiados, tienen una visión
menos positiva de sí mismos y de sus parejas, y pueden presentar altos niveles de
expresividad emocional, preocupación e impulsividad en sus relaciones. Los adultos
desapegados-evitativos desean un alto nivel de independencia, muchas veces
evitando el apego por completo. Ellos se ven a sí mismos como autosuficientes,
invulnerables a los sentimientos de apego y sin necesidad de relaciones cercanas.
Tienden a reprimir sus sentimientos, que trata de rechazo, distanciándose de sus
parejas de quien por lo general tienen una visión negativa.
Por último, los adultos asustados-evitativos tienen sentimientos encontrados
sobre las relaciones, tanto deseantes cuando se siente incómodos con la intimidad
emocional. Ellos tienden a desconfiar de sus compañeros y se ven a sí mismos como
algo sin valor. Como los despegados-evitativos, los asustados-evitativos tienden a
buscar menos intimidad, suprimiendo sus sentimientos.
40
Estilos de apego en las relaciones románticas adultas corresponden
aproximadamente a los estilos de apego en los niños, pero los adultos pueden
mantener diferentes modelos de trabajo internos para diferentes relaciones.
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son exploradas por los psicólogos sociales interesados en las relaciones románticas.
Los psicólogos interesados en el desarrollo del estado mental de la persona con
respecto al apego generalmente investigan cómo funciona el apego en la dinámica
de la relación y su impacto en el resultado de la relación. La organización de los
modelos mentales de funcionamiento es más estable, mientras que el estado mental
de la persona con respecto al apego fluctúa más. Algunos autores han sugerido que
los adultos no mantienen un conjunto único de modelos de funcionamiento. En
cambio, en un nivel que tienen un conjunto de reglas y suposiciones acerca de las
relaciones de apego en general. En otro nivel ellos mantienen información sobre las
relaciones o eventos específicos. La información sobre los diferentes niveles no
necesita ser coherente. Los individuos, por lo tanto, pueden mantener diferentes
modelos para cada relación.
Hay una serie de diferentes medidas de vinculación en adultos, las más comunes
son los cuestionarios de auto-informe y las entrevistas codificadas sobre la base de
la Entrevista de Apego del Adulto. Las numerosas medidas se desarrollaron
principalmente como herramientas de investigación, por ejemplo, relaciones
amorosas, parentales o entre compañeros. Algunos clasifican el estado mental de
un adulto con relación al apego y a sus normas por referencia a las experiencias de
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la infancia, mientras que otros evalúan los comportamientos en las relaciones y la
seguridad en relación a los padres y semejantes.
41
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Se han propuesto dos teorías principales las cuales representan las corrientes más
importantes, que explican cómo se forma el apego.
Teoría del aprendizaje conductista del apego: Representada por Dollard y Miller,
sugiere que el apego es un conjunto de conductas aprendidas. La base para el
aprendizaje del apego es la provisión de alimentos. Un bebé inicialmente formará un
apego con aquella persona que lo alimenta.
Los bebes aprenden por tanto a asociar al alimentador, generalmente la madre, con
la comodidad de ser nutridos a través del proceso de condicionamiento clásico, por
tanto, llegan a encontrar el contacto con la madre que los conforta.
Teoría evolutiva del apego: Representada por autores como Bowlby, Harlow y
Lorenz sugiere que los niños vienen al mundo biológicamente preprogramados para
formar vínculos con los demás, porque esto les ayudará a sobrevivir.
Bowlby sugirió que un niño inicialmente solo formaría un apego primario, además la
figura apego actuaba como una base segura que permite al niño explorar el mundo.
La relación de apego actúa como un prototipo para todas las demás relaciones
sociales futuras, por lo que su interrupción puede tener graves consecuencias.
P á g i n a 44 | 66
Esta teoría también sugiere que existe un período crítico para desarrollar el apego,
el cual se ubica alrededor de 0 meses a 5 años de edad.
43
Cindy Hazan y Phillp Shaver comprobaron que los adultos adoptan estilos de apego
característicos en el contexto de las situaciones afectivas. Los resultados de su
trabajo indicaban de forma evidente que la distribución de los estilos de apego entre
individuos maduros coincide con la de los niños.
Por desgracia, igual que la importancia del vínculo entre padres e hijos fue
desdeñada en el pasado, hoy día se pasa por alto el valor del apego adulto. En
nuestra sociedad sigue predominando la idea de que una dependencia excesiva en
el contexto de las relaciones amorosas es negativa.
Las investigaciones en torno al apego adulto han dado lugar a cientos de artículos
científicos y libros que describen al detalle cómo se comportan los adultos en sus
relaciones sentimentales. Esos estudios han confirmado, una y otra vez, la existencia
de los tres estilos de apego de apego entre los individuos de muy diversos países y
culturas.
P á g i n a 46 | 66
Así, los individuos que encajan en cada uno de estos tres estilos difieren en:
La naturaleza se encarga de que los individuos de una especie sean diferentes para
asegurar la supervivencia de unos u otros si el entorno cambia o se modifica, no
Tengo la sensación de que mis parejas se muestran reacias a vincularse tanto como
yo soy capaz, eso me lleva a angustiarme con la idea de que mi pareja no me quiera
lo bastante o no desee pasar
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conmigo la cantidad de tiempo
que necesito. Mi anhelo de crear
un vínculo tan estrecho en
ocasiones aleja a mis
pretendientes o parejas.
46
Apego evasivo o evitativo
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47 Estilo de apego seguro
Apego seguro
Me resulta relativamente
sencillo vincularme a
mis parejas y me resulta agradable
depender de
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Todo aquel que forme parte de nuestra sociedad, tanto si se encuentra en las
primeras fases de una relación como si lleva casado cuarenta años, encaja en una
de estas tres categorías o, con menor frecuencia, en una combinación de las dos
últimas (ansiosa y evasiva).
48 aún no se puede hablar de una estructuración de apego hasta que el bebé no solo
reconozca a la madre en presencia de otros, sino hasta que tienda a portarse de tal
modo que mantenga su proximidad con ella, momentos que serán expresados
mediante llanto, cuando la madre sale de la habitación y con la sonrisa del bebé
cuando regresa, estas expresiones se observaran con mayor regularidad e
intensidad con el paso del tiempo, como si cada vez el vínculo de apego fuera más
fuerte y sólido, aferrándose el bebé más a la figura de la madre.
Por otro lado para otro autor como Matas (1997), la estructuración del apego, tiene
su origen en las experiencias previas que se dan gracias al aprendizaje diario del
bebé, pero en este punto es importante considerar hasta qué momento el propio
bebé toma la iniciativa de emprender la interacción, pues este vínculo afectivo facilita
la adquisición de habilidades sociales, y las características necesarias en la
construcción de su propia identidad y autoestima, alcanzando el desarrollo de la
capacidad para la percepción de su propio ser y comprender los hechos del mundo
que le rodea.
49 Freud, señala que “El amor tiene su origen en el apego que crea la necesidad
satisfecha de alimentos, sin embargo la comida y el acto de alimentos cumplen un
papel de menor importancia, ya que la sensación de seguridad que se presenta será
condicionada hasta que el bebé experimente otra vez la compañía de la madre,
incrementando así la confianza que el bebé adquiere cuando desarrolla un buen
apego, por lo tanto esta estructuración de los distintos tipos de apego se dan de
manera temprana, determinado conductas positivas y negativas en los niños.
Indicadores de Apego
Considerando la importancia de la calidad de la relación afectiva llamada apego, que
una madre y un padre establecen con sus hijos en la salud mental, física y social,
tanto en el presente como en el futuro, Lecannelier (2002), establece herramientas
de observación que tienen gran importancia para evitar o diagnosticar problemas
actuales y futuros, evitando malas experiencias que pueden lastimar la sensibilidad
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del niño, y así eliminando la posibilidad que en el futuro sean rasgos poco
adecuados, crónicos que no se puedan cambiar.
En el recién nacido el equipo perceptual está listo para recoger y procesar estímulos
de los demás, resultando importante los tipos de estímulos que provienen de los
seres humanos.
Para describir la conducta de apego durante el primer año de vida, se plantean dos
criterios principales: observar el llanto y el seguimiento cuando se aleja la madre, y
el saludo y el acercamiento cuando esta vuelve, se pueden añadir otros criterios
también como la sonrisa, que son dirigidas a la madre observables en el cuarto mes
de vida, así también el desplazamiento en dirección a ella y el aferramiento cuando
el niño se siente alarmado y la manera diferente de su comportamiento en ausencia
o presencia materna.
Para esto intervienen algunos elementos del apego que permiten observar la
interacción entre los padres y el bebé. Los intentos de entender las relaciones
cercanas adultas, están descritas en los procesos de apego mencionados
P á g i n a 52 | 66
Los adultos reflejan un sentimiento de seguridad interna, en el desarrollo de un apego
saludable, que les permite establecerse con mayor autonomía y confianza. Como se
mencionó antes, en la adolescencia y la adultez se presenta cambios en la conducta
afectiva, esta se dirige al entorno familiar, convirtiéndose otros adultos en figuras de
mayor importancia, este hecho sucede por el proceso de aprendizaje social, este
aprendizaje se convierte en imitativo por identificación y cobra gran importancia a la
hora de elegir una pareja, en la autoestima y con otros rasgos de la personalidad.
Para deducir los distintos estilos de relación adulta, Bowlby, considera las pautas de
como las personas instauran la forma de percibir e interaccionar con su entorno de
acuerdo a las circunstancias, es así que un adulto ante la enfermedad o catástrofe
se vuelve más exigente hacia los demás y ante un peligro inesperado buscará la
proximidad de un conocido en quien confía.
Para el mismo autor, la vida adulta y el amor de pareja puede conceptualizarse como
un proceso de apego, por esto la relación de pareja es un vínculo afectivo duradero
caracterizado por complejas dinámicas emocionales, el amor de pareja puede adoptar
formas distintas, según el apego de cada sujeto, aquí se pone en juego las necesidades de
cada uno y el cómo serán satisfechas, esto será lo que 51 inspire sentimientos de confianza
y seguridad en uno mismo.
El logro del estilo de apego seguro es importante para que las personas desarrollen
una identidad, en la que logren enfrentarse a situaciones de conflicto o de peligro,
alcanzando soluciones satisfactorias, positivas y teniendo siempre un equilibrio en
sus acciones, este estilo facilita la búsqueda de la autonomía, los sujetos inmersos
en este apego, tienen autoconfianza acompañado de habilidades sociales, son
sujetos abiertos y estables en sus relaciones, estas personas están en la capacidad
de recordar el pasado con facilidad, hablando de sus experiencias sin dificultad, con
un diálogo reflexivo y cooperativo, expresan dolor y a la vez resolución, este es el
estilo de apego más adecuado para el desenvolvimiento de la vida cotidiana No se
puede dejar de reconocer que cada historia personal referente a los vínculos de
apego es única, y esta se encuentra asociada a procesos relacionados con los
recuerdos, hablamos de aspectos específicos y relaciones interpersonales
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b) La conducta referida al propio sujeto: estas se refieren al comportamiento a sí
mismo y al punto extremo como suicidarse, y otros no observables como pensarse
a sí mismo, estas conductas son autorreferentes porque incluyen la autodefensa,
autorrefuerzo y autocastigo, en donde el sujeto se toma a sí mismo como objeto para
su comportamiento
P á g i n a 56 | 66
la diferencia en cada persona, según su historia familiar, experiencias aprendidas,
así este autor define personalidad como “un estilo de funcionamiento adaptativo que
un organismo muestra en diferentes contextos”, es decir las personas tienen la
capacidad de abstracción y la forma de representar y simbolizar tanto en el mundo
interno como en el externo, evaluando y emitiendo juicios críticos y construyendo
proyectos de su propia vida.
De este modo tenemos las personalidades racionales que buscan información, con
pensamientos más abstractos y simbólicos, en los afectivos predomina el grado de
las emociones, personas despreocupadas por las relaciones sociales, otros tienen
facilidad de entablar vínculos diferentes, los seguros que son cautelosos y los
inseguros audaces y persuasivos.
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adecuado. Las experiencias positivas con las figuras de apego seguro pueden ser
uno de los factores sociales protectores más efectivos.
Teorías Psicodinámicas
Basados en la teoría de la personalidad, a través de la experiencia que tuvo Freud
con sus pacientes, quien sustenta el origen de su teoría en la agresividad y el sexo,
la misma atravesó por constantes revisiones, evolucionando en su contenido para
ayudar al entendimiento de las conductas humanas, conociendo la base de la misma
para su desarrollo.
La personalidad también está integrada por los sustratos de la mente dividida en tres
partes: El Ello, el Yo y el Superyó.
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El Ello representa la satisfacción de las necesidades sin considerar si es posible o
no, debido a que este no diferencia entre el bien o el mal, por lo tanto el juicio del
sujeto está determinado por esta instancia, que produce la energía forjadora de los
impulsos que buscan la satisfacción del “principio del placer”.
58 Para Erickson cada componente surge de otro sin dejar de lado a los iniciales,
dándose la interacción entre contrarios, es decir experiencias concordantes y
discordantes, que favorecen a una adecuada adaptación, posterior a esta relación
P á g i n a 60 | 66
aparece el ego, este será generado por los elementos antes mencionados, los que
darán alguna cualidad o virtud en cada fase, sin embargo, en cualquier fase en donde
la cualidad es demasiado débil se produce una patología, y para esto Erikson no
deja de lado el aspecto biológico de la humanidad, es así que “la identidad del ego
está formada por una gran diversidad de conflictos y hechos pasados, presentes y
futuro”, finalmente el autor considera a la llamada crisis de identidad, que se presenta
posterior a cada fase de desarrollo principalmente en la adolescencia, la etapa más
vulnerable de la vida del hombre.
La mayoría de los autores consideran que las conductas de cada sujeto, se dan a
partir de motivos internos, sin embargo, para Skinner no es importante referirse a
las necesidades o los motivos para entender la conducta, más bien analiza las
condiciones indirectas que generan las actitudes en las personas, ya que estas
deben ser observables, “El hambre, las emociones, los valores, la confianza en uno
mismo, las tendencias agresivas, la religión y el rencor existen, pero son aspectos
que no explican la conducta, ya que esta tendencia busca interpretar la conducta y
no encontrar sus causas, tenemos dos tipos de condicionamiento, el clásico y el
operante:
Otro autor como Mischel (1973) sostiene que las variadas situaciones del sujeto son
determinantes en el comportamiento, definiendo a este como “los patrones de
conducta, incluidos emociones y pensamientos, que caracterizan la adaptación del
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60 individu o a las situaciones de la vida”, entonces es el proceso que soluciona
problemas, acompañados del beneficio de la experiencia, ya que mejora la
capacidad cognitiva, y la persona se adapta a las demandas de la vida, en donde
influyen la manera de pensar, la cultura, el ambiente que a través de sus
oportunidades y expectativas desarrolla su personalidad.
Con el tiempo Mischel insistió en que las situaciones tienen influencia en las
conductas de las personas, por lo tanto es importante el interés que el sujeto le dé a
la situación, pues empiezan los objetivos, afloran las capacidades para mejora los
detalles y por lo tanto esta interacción permite predecir una conducta, es así que la
conducta no está determinada por los rasgos sino por la percepción, el autor sostiene
que “las opiniones, los valore, los objetivos, las cogniciones y los sentimientos de la
persona interactúan con los rasgos para determinar la conducta”, las personas
identifican la interrelación entre situaciones y conductas.
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Procesos que guían el aprendizaje por observación.- son cuatro los procesos: 61
atención, representación, actuación y motivación.
a) Atención.- primera instancia prestar atención a otra persona, por lo tanto debe
ser llamativa y de interés para acreditarle el valor necesario.
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La teoría humanista de la personalidad sostiene que las personas tienen una
motivación positiva y progresan hacia niveles superiores de funcionamiento, cada sujeto
experimenta la dicha de vivir potenciando el crecimiento y el cambio en sí 62 mismo,
enfatizando el presente y no el pasado.
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Roger afirma que los hombres y las mujeres desarrollan su personalidad al servicio
de metas positivas, toda persona nace con un componente genético al que se agrega
sustancias a medida que la vida progresa, y estas tienen tendencia a la realización
llamadas autorrealización, y son parte de la naturaleza humana para la
Los invito a que, en la medida que avancen con la lectura, vayan articulándola con
las nociones vistas desde el espacio de Introducción, sujeto productor- producido,
texto- contexto, con lo visto desde Teorías del Aprendizaje, en relación a como se
componen nuestras matrices de aprendizajes y cuanto estas nos determinan, con lo
visto desde Teoría de los grupos, en cuento a la conformación de los grupos
primarios y secundarios y como estos inciden en nuestra constitución psíquica y con
el espacio de Psicología a los fines de distinguir elementos constitutivos de nuestra
personalidad y su relación con matrices y ecro, y como en su conjunto, todos estos
elementos, constituyen a nuestro aquí y nuestro ahora.
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