Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Anotaciones Generales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 11

15 Julio, 2009.

Anotaciones generales sobre los diálogos de Platón.

1: Los mitos de Platón:

En esta nota se apuntarán todos los mitos que narra Platón en sus diálogos:

Mito de Prometeo: Puede verse en Protágoras, y lo narra el sofista con el


mismo nombre.

El relato del juicio de las almas: Puede verse en Gorgias 523a y ss., y lo
narra Sócrates.

El relato del viaje del alma al «otro mundo»: Este pasaje, que guarda
relación con el relato del juicio de las almas del Gorgias, podemos verlo
en Fedón 107d y ss. La narración mítica que describe la geografía de ese
mundo comienza propiamente en 110b.

El mito del cisne: Más que como un mito, este pasaje del Fedón 84e es
una breve metáfora que corrige el pensamiento de los interlocutores de
Sócrates, que creen, pese a sus palabras, que está irritado por el hecho de
su muerte. Sócrates alude al canto de los cisnes, postulando que no
entonan lamentos, sino que cantan henchidos de júbilo porque saben,
como adivinos hijos de Apolo, que les aguarda un gran futuro.

El mito de las cigarras: En este mito (posible creación de Platón),


localizado en Fedro 258e – 259e, Sócrates habla del canto de las cigarras y
dice que en otro día fueron hombres, pero que preocupados por sus
cantos, se olvidaron de alimentarse, y las musas los transformaron en
cigarras para que pudieran cantar sin preocuparse por nada. Sócrates
dice que las cigarras avisarán a las musas de la filosofía (ver la nota de la
página correspondiente) si ellos no filosofan debidamente, honrándolas.

El pasaje de la transmigración de las almas: Está localizado en el


Menón.

El mito del andrógino: Este mito, contado por Aristófanes en los


discursos sobre Eros, está localizado en el Banquete 189d y siguientes.

El mito del nacimiento de Eros: Se lo cuenta Diotima a Sócrates en el


Banquete 203b.

El discurso de Sócrates mejorando el de Lisias: En Fedón 237b


comienza, por boca de Sócrates, este discurso que trata, en primer lugar,
de sentar lo que objetivamente es el Amor, para no perderse en
discursos inútiles y subjetivos o relativistas. Después, Sócrates pone en
entredicho la psicología de los amantes, e insta a conceder los favores a
los que no aman pues son más sensatos. Según el punto nº 5 del prólogo
del Fedro (pág. 297), Platón-Sócrates supera, dotando de intelectualidad
y contenido, el discurso de Lisias, al definir lo que es el Eros. Conviene
informarse más sobre este tema. Por otra parte, Sócrates (que estaba
siguiendo la órbita de Lisias) se retracta de ciertos aspectos de su
discurso en 243c.

El mito del auriga: El famoso mito del auriga lo podemos encontrar a


partir de Fedro 244a y en adelante, y explica la división en tres partes del
alma, como se hace también en la República. Esta división en tres partes
se opone a la teoría de la simplicidad del Fedón, posiblemente porque
entonces Platón tuvo que utilizar una teoría de la simplicidad para dar
solidez a su argumento1. La descripción de las tres partes del alma
encarnadas en el trío del auriga, así como los efectos que se tienen sobre
el amado, está localizada en 253 c y ss.

El mito de Teuth y Thamus (Thot y Amón): Este mito está localizado al


final del Fedro (274c), y en él Platón nos relata los supuestos orígenes de
la escritura, en el Antiguo Egipto. El mito trata sobre la escritura como
fuente de saber. En él, Thot intenta convencer a Amón de que el ingenio
de la escritura es un fármaco para la sabiduría, si bien éste le corrige
diciéndole que sirve para refrescar la memoria acudiendo a las palabras,
pero nunca van a proporcionar sabiduría (puesto que las letras siempre
callan y necesitan de alguien que las impulse).

El mito de Giges: Este mito, narrado por Glaucón en el Libro II de la


República (359d), surge a propósito de una teoría que postula la injusticia
como acto natural del hombre fuerte (que es el hombre auténtico. Ver
Calicles en el Gorgias).

El mito del sol: Durante la epistemología de las Ideas, Platón alude a


una clarificadora imagen del sol, al que compara como elemento
dispensador de luz, elemento necesario para que el mejor de los
sentidos, la vista, pueda entender lo que ve. Pues bien, este sol, que lleva
a la vista a la inteligencia de las cosas, es el “vástago” de la Idea del Bien.
Podemos verlo en República VI, 507c. Este mito puede complementarse
con el mito de la línea y con el mito de la caverna.

El mito de la línea: El famoso mito de la línea, en el que Platón describe


su teoría del conocimiento con claridad pedagógica, comienza en Rep. VI
509d.

Narración de la quimera: Platón juzga la justicia y la injusticia, y su


provecho para los hombres, acudiendo a una imagen fantástica con la
que ejemplificar su discurso. Este pasaje comienza en 588b.

1
En ese argumento (que comienza en 78b) Platón justifica la inmortalidad del alma al
equipararla, por su simplicidad imperecedera, a las Ideas, también extremadamente simples en
su composición.
El mito de Er: Platón concluye con este mito el final de la República:
aludiendo al destino que aguarda a las almas según haya sido su
comportamiento a ojos de los dioses, Platón narra la historia de un
hombre, Er, que volvió a la vida para relatar en qué lugar y cómo era el
proceso por el cual se juzgaba a las almas, así como la forma en que
escogían un nuevo modo de vida. El mito de Er comienza en 614b.

2: El tema de los diálogos:

En esta nota se apuntará el tema central de cada uno de los diálogos de Platón 2:

Volumen I:

Apología de Sócrates: Discurso de Sócrates defendiéndose en juicio de


sí mismo, engalanado por la escritura de un Platón joven.

Critón: En este diálogo peculiar Critón visita a Sócrates en la prisión.


Ambos discuten sus puntos de vista, puesto que Sócrates se niega a huir
(dando sus razones).

Eutifrón: Sócrates decide ser el discípulo de Eutifrón (se nos presenta


como un hombre muy religioso en diálogos posteriores) para defenderse
de las acusaciones de Meleto. Este diálogo gira en torno a la piedad y la
impiedad. Diálogo aporético.

Ion: Sócrates dialoga con el rápsodo Ion sobre la inspiración de los


poetas, defendiendo que el poeta no es un experto, sino que está poseído
por los dioses.

Lisis: Sócrates conversa, en este texto aporético, con Lisis y otros jóvenes
en torno al tema de la amistad (qué es ser amigo). El procedimiento
dialógico resulta un fracaso, puesto que al final no han encontrado lo
que querían. Entretanto se realizan algunas críticas a acepciones
comunes sobre el concepto de amistad.

Cármides3: Complicado diálogo (aporético también) que gira en torno a


la prudencia. Las conversaciones buscan infructuosamente una solución
al problema.

Hipias menor: Este diálogo es el menor por su extensión. En él, Sócrates


se encuentra con un Hipias caricaturizado. El eje de la discusión es
decidir qué personaje es mejor, si Odiseo o Aquiles. Pero hay grandes
problemas de por medio, como no especificar qué se entiende
estrictamente por mejor. El diálogo termina en un callejón sin salida.

Hipias mayor: Aquí, Sócrates e Hipias dialogan sobre lo bello en sí mismo,


sobre si hay, como su propio nombre indica, sustancia subyacente a las
2
Seguiré una estructura siguiendo los volúmenes en que Gredos divide los diálogos. Para otra
interpretación y orden, ver la Historia de la Filosofía de Copleston, vol. I, pág. 128ss (del PDF).
3
Para más información, ver la nota nº 46 del Fedro (vol. III, pág. 341).
cosas en virtud de la cual son bellas, o si por el contrario ésta no existe.
El final es inconcluso, aunque esto es un atisbo de la teoría de las Ideas
de Platón.

Laques: En este típico diálogo de juventud (aporético por tanto) se


conversa en torno a la andreía (, el valor.

Protágoras: Este diálogo, mucho más extenso que los diálogos tratados
hasta ahora, gira en torno a las figuras de Sócrates y el famoso sofista
Protágoras, si bien hay muchos personajes más involucrados, como
Pródico o Simónides. El tema principal es la virtud, sobre la cual
discutirán largamente sin resultados.

Volumen II:

Gorgias: En este extenso diálogo (el cuarto más largo) Sócrates dialoga
con Gorgias, Polo y Calicles sobre la oratoria, sobre la justicia, y sobre
otros muchos temas importantes. Un buen resumen de este diálogo lo
encontramos en su conclusión (527a y ss.).

Menéxeno: Este diálogo es controvertido y polémico donde los haya. En


él, Sócrates reproduce a Menéxeno el discurso fúnebre de Apasia, pero,
¿con qué intención? En él se ven grandes anacronismos, y parece más
bien todo un texto paródico, aunque en el elogio a los vivos puede haber
tintes morales de la doctrina platónica verdadera.

Eutidemo: En este olvidado diálogo, Sócrates y sus compañeros desean


aprender de Eutidemo y Dionisodoro, dos extranjeros de gran fama
conocidos por su sabiduría, que dicen poder enseñar el arte de
componer discursos. Es el diálogo un enfrentamiento entre la erística
sofística y la dialéctica socrática, demostrando Platón que aquella da
vueltas en círculos y sólo pretende derribar al oponente (y acaso al
emisor mismo), mientras que el método de Sócrates es, aunque más
lento y arduo, el auténtico camino hacia la verdad. En el diálogo se
pueden ver también varias exhortaciones a la filosofía por parte de
Sócrates.

Menón: En este diálogo, menos dramático y más centrado en la cuestión


filosófica que los demás (la caracterización de los personajes es nula, y la
puesta en escena de los mismos es inexistente), Menón le pregunta a
Sócrates qué es la virtud y si esta es algo connatural a los hombres o si
no y, por lo tanto, si puede ser aprendida.

Sócrates llega con Menón a la siguiente respuesta: la virtud no es algo


enseñable, puesto que no es un conocimiento. Sin embargo, Platón-
Sócrates confía en que en un futuro haya alguien capaz de transmitir la
virtud al resto de los hombres.
Importantísimas son las últimas páginas del diálogo. Además, en este
mito se encuentran dos célebres pasajes: el de la transmigración de las
almas y el pasaje en el que Sócrates hace que un esclavo (que sabe y
entiende el griego) sea capaz de resolver un problema geométrico sin
haber tenido antes ninguna noción de geometría, demostrando que el
aprendizaje es recuerdo.

Crátilo: Este diálogo pone en tela de juicio algunas teorías sobre el


lenguaje y el conocimiento que se puede derivar de éste. Sócrates
dialoga con Hermógenes y Crátilo. El primero opina que el lenguaje es
pura convención, opinión que Sócrates rechaza demostrando a
Hermógenes, con un extenso repertorio de etimologías (muchas de ellas
falaces, lo que puede inducir a la ironía del diálogo), que hay una
semejanza entre los nombres y lo que designan. Después hace frente a la
teoría naturalista de Crátilo, según la cual, los nombres expresan
exactamente la esencia de aquello que nombran, aunque a su vez niega
que Hermógenes tenga un nombre apropiado. Sócrates zanja la cuestión
negando ambas teorías, y sentando que el lenguaje no es el mejor medio
para conocer la esencia de las cosas.

Volumen III:

Fedón4: En el conocido Fedón, Sócrates conversa en su celda con sus más


cercanos compañeros (Simmias, Cebes, Fedón, Apolodoro…) durante los
últimos instantes de su vida, aguardando el momento en el que deba
beber el veneno. Por el contexto de este diálogo nada podía ser mejor
que hablar sobre el alma y su inmortalidad. Las conversaciones están
plagadas de pinceladas órficas y pitagóricas. Aquí, Sócrates rechaza la
teoría del alma como armonía, como tensión entre dos elementos de un
cuerpo, y postula que el alma, precediendo a todo cuerpo, se mantiene
siempre viva e inmortal y nunca perece o se disgrega. En este diálogo
encontramos también el mito que describe el «otro mundo», el lugar
idílico al que van a parar las almas tras su estancia dentro del cuerpo.
También, como en el Gorgias, se describe el proceso mediante el cual son
juzgadas y condenadas las almas corruptas e impías.

Banquete: El hermoso Banquete de Platón sucede tras una copiosa


comida celebrada en honor a la victoria del poeta trágico Agatón.
Erixímaco, un médico presente en la reunión, propone que cada uno de
los presentes (Fedro, Pausanias, Erixímaco, Aristófanes, Agatón y
Sócrates) haga un discurso en honor a Eros. Tras las bellas palabras de
los sabios y los poetas, Sócrates reproduce una conversación que
mantuvo con una extranjera de Mantinea, Diotima, en la que se nos
muestran las características de la Idea (o forma) de la Belleza en sí,
características que supone un paradigma en la doctrina de las Ideas de
Platón. El discurso finaliza con un elogio que Alcibíades, borracho,
4
En inglés, Phaedo.
realiza a Sócrates. Por último, hay que decir que cronológicamente el
libro parece estar escrito en torno al 385 a. C.

Fedro: El Fedro es, en teoría, el cuarto y último de los propiamente


dichos diálogos de madurez de Platón. En él, Sócrates dialoga con Fedro
bajo un sol de mediodía, amparados por un riachuelo y el canto de las
cigarras (que propicia un mito). Los estudiosos no se ponen de acuerdo
en elegir un tema central: se duda entre el amor y los discursos de
retórica (sin olvidar el alma con el mito del auriga), ya que ambos temas
están en el diálogo íntimamente relacionados (si bien, si fuera necesario,
yo me decantaría a grandes rasgos por el amor). El diálogo bien merece
una segunda lectura por la complicación que entraña, y está
estructurado en: un discurso de Lisias que saca a colación uno similar de
Sócrates y luego un tercero reprochando ciertos aspectos de los
anteriores, así como pertinentes reflexiones. En el Fedro, además, se da
gran importancia al tema de la palabra escrita y a la palabra viva,
dialogada, a la que Platón pone por encima.

Volumen IV:

República: El cuarto volumen de Gredos está dedicado en exclusiva a la


República (y a una breve introducción a la misma por Conrado Eggers
Lan). Como esta introducción resume al detalle la trama y objeto de la
República, y lo hace libro por libro, no es necesario demorarse en resumir
este diálogo cumbre de Platón.

Volumen V:

Parménides: Intrincado diálogo de Platón que puede leerse como una


crítica a su teoría de las Ideas, o bien como el peligro de transformar su
doctrina en sistema. Enlazado estrechamente con el Teeteto, y también
con el sofista y el político, el Parménides forma parte de las obras que
Platón escribe durante su vejez, en la que realiza algunas críticas y
correcciones a su pensamiento. El diálogo narra, de forma indirecta
(como el Banquete) el encuentro de un joven e inexperto Sócrates con
Parménides y Zenón, hombres venerables que acuden a Atenas durante
las Grandes Panateneas. Bajo este ambiente, Sócrates trata de superar las
aporías de Zenón utilizando su teoría de las Formas. Una vez se las vez
con Parménides, éste le hace ver que aún es joven e inexperto, y su
pensamiento, aunque correcto, aun no ha alcanzado la madurez que le
daría una buena sesión de “gimnasia dialéctica” (para cuyo ejemplo
tenemos la parte final del diálogo).

3: La tesis acrática:
Se pueden leer textos referentes a la tesis acrática (cf. apuntes de Historia de la
Ética y el trabajo de esta asignatura), así como la tesis Socrática del obrar mal
por ignorancia, en diálogos como el Protágoras. También podemos ver un
brevísimo esbozo en Gorgias 488a., o en el diálogo con Polo.

4: El superhombre de Calicles:

En Gorgias 484a y ss. se puede ver el famoso esbozo de la teoría del


superhombre, en boca de Calicles.

5: La dualidad alma-cuerpo:

El planteamiento de Platón de la dualidad del alma y el cuerpo, en tanto que el


cuerpo es “la prisión del alma”, puede verse en diálogos como el Gorgias.

6: Los bienes que todos desean:

En varios diálogos, Platón enumera una serie de cualidades que todo hombre
desearía poseer, puesto que aseguran ser dichoso: la riqueza, la salud, la belleza
y la posesión conveniente del resto de cualidades físicas (podemos verlo en
Gorgias, en Eutidemo (279a) en Menón (87e), y en Leyes (631c).

7: La concepción del arte de componer discursos en Platón:

Para Platón, la composición de discursos no era más que un arte a la altura de


los encantamientos de fieras, solo que en este caso se encantaba a los jueces.
Puede verse en Protágoras 315a y en Eutidemo 290a.

8: Fragmentos donde encontrar alusiones a la teoría de la participación de


Platón:

Podemos encontrar retazos de esta teoría en Eutidemo 301a y en Parménides 130e


y 131c.

9: El formalismo de Pausanias en el Banquete:

“Ninguna de estas cosas en sí misma es hermosa, sino que únicamente


en la acción, según cómo se haga, resulta una cosa u otra: si se hace bien y
rectamente resulta hermosa, pero si no se hace rectamente, fea” (181a).

10: El primigenio amor platónico en una frase de Diotima:

“―Entonces ―dijo―, el amor es, en resumen, el deseo de poseer siempre el bien”


(Banquete 206b). La argumentación que lleva hasta este punto está en las líneas
anteriores.

11: Las pruebas de la inmortalidad del alma:

Las pruebas que da Platón-Sócrates defendiendo la inmortalidad del arma son


un eje central en el Fedón. Acudir a él en caso de consulta. Del mismo modo, en
Fedón 72e y ss. existe una nueva argumentación a favor de la teoría de la
reminiscencia (ver Menón), que también prueba la inmortalidad del alma5.

12: La postura anti-suicidio de Platón en el Fedón:

Esta postura (que recoge en su libro Bonete) puede verse desarrollada en Fedón
61d – 62d.

13: La doctrina de las Ideas de Platón:

La doctrina de las Ideas de Platón queda recogida en diálogos como el Fedón, el


Banquete o la República. En el Fedón podemos ver su desarrollo desde 65d. Un
apunte sobre la Idea del Bien, aún en esbozo, podemos verlo en Fedón 98a-b.

14: El vulgo para Platón:

“Lo que caracteriza a la mayoría, el vulgo numeroso, es, justamente, su


mediocridad en todos los órdenes, para el bien y el mal” 6. Esto podemos verlo
en Fedón 90a y en Critón 44c.

15: Supuesto relato autobiográfico de Sócrates en el Fedón:

La narración que el mismo Sócrates cuenta sobre su desarrollo intelectual


comienza en Fedón 96a. Véase la nota 82 (pág. 101 del volumen III) para más
información.

16: La segunda navegación de Platón:

El mérito de Platón, la llamada “segunda navegación”, llevada a cabo por él


como superación de las anteriores filosofías de la naturaleza, puede verse en
Fedón 99d y ss., y en Filebo 19c.

17: Las etapas intelectuales de Platón:

Se expondrán en esta nota los diálogos de Platón agrupados por la etapa


intelectual (juventud, madurez y senectud) a la que, según los estudiosos,
pertenecen:

Etapa de madurez:

Fedón, Banquete, República y Fedro.

18: La escritura y la palabra viva en Platón:

Es sabido el aprecio que Platón tenía por el diálogo y la conversación, métodos


que ponía por encima de la palabra escrita. Para sabe más sobre esta postura
debemos acudir a la parte final del Fedro, y también, en el mismo diálogo,
consultar 288a-b7.
5
En Fedón 74d Platón prepara con una claridad encomiable la idea de que el alma, libre, entra en
contacto con la esfera de las Ideas.
6
Nota nº 72 de la edición de Gredos.
7
Y de igual modo la nota nº9 presente en ese pasaje.
19: Los enamorados como enfermos:

Sobre este tema merece profundizar más. Sin embargo, hay referencias sobre
esta cuestión en el Fedón (p. ej., 239a8) y en el Banquete.

20: La Kairós:

La ocasión, tan apreciada en la antigua Grecia, está reflejada en un pasaje del


libro II de la República (370c).

21: Notas sobre la República:

21.1: Los requisitos del Estado sano: Platón-Sócrates enumera


someramente los cuatro rasgos del Estado sano en el libro IV: ha de ser
sabio, valiente, moderado y justo (427e).

21.2: Acerca de la moderación del alma: Sobre esta cuestión podemos


ver el pasaje del libro IV (431a – b), donde se ve con claridad que las
partes del alma se ordenan bajo el alma racional.

21.3: Sobre las formas del gobierno: Al finalizar el cuarto libro, Platón-
Sócrates da por válidas dos formas concretas de gobierno: la monarquía
y la aristocracia. El célebre tema de las constituciones y de las formas de
gobierno correctas se traslada al libro VIII, dejando entre medias otros
temas que no están relacionados, como la educación de las mujeres.

21.4: Un pasaje sobre las Ideas en el libro II: Cerca del final de este libre
hay una clara alusión a la epistemología de las Ideas platónicas. Merece
la pena buscarlo.

21.5: La avidez de novedades en Platón (ver Heidegger): Platón asocia,


entre otras, esta característica generada por la riqueza (libro IV, 422a).

21.6: Nota sobre la epistemología platónica (distintas vías de


aproximación): Véase el pasaje del libro V, 477c – e.

21.7: La incapacidad para dedicarse a la filosofía: A colación de este


asunto, Platón afirma el desanimo que alguien puede encontrar al no
dedicarse a algo que les es placentero (que va con su naturaleza). Esto,
que debe investigarse más a fondo como una posible fuente de
alienación, podemos verlo en el libro VI, 486c.

21.8: Anticipo del Demiurgo platónico: En el libro VI de la República,


507c, podemos verlo.

21.8: La corruptibilidad del gobierno de los hombres: Siendo fiel a su


doctrina del devenir y lo estático, Platón tiene bien claro que los

8
“A un enfermo le gusta todo lo que no le contraría; pero le es desagradable lo que es igual o
superior a él. El que ama, pues, no soportará de buen grado que su amado le sea mejor o igual,
sino que se esforzará siempre en que le sea inferior o más débil”.
regímenes políticos que instauran los hombres, por muy excelentes que
sean, poseen una duración temporal, y terminan corrompiéndose, como
cualquier otro elemento de la naturaleza del génesis.

21.9: El paralelismo entre Estado y hombre: Platón plantea de forma


paralela la forma de gobierno del Estado con la forma de ser del hombre
que habite en él. Esta forma de paralelismo supone una aseveración
ética, teniendo en cuenta que se juzga de bueno o perverso el régimen de
gobierno y, por tanto, también la forma de ser de su ciudadano. Ver todo
el libro VIII9.

21.10: El joven democrático: El joven democrático vive igualando los


deseos nobles a los deseos perversos, entregando su alma a unos y a
otros sin orden ni concierto. Así, un día puede esta ejercitándose y otro
emborrachándose, y al siguiente meterse en política. Ver el pasaje 561b –
e, y también 563a – b.

21.11: Elogio a la parte filosófica del alma: Platón asegura que el


filósofo experimenta sus placeres de forma mucho mayor que la del
resto de hombres controlados por otras partes del alma. Esto es debido,
entre otras cosas, a que posee la inteligencia. Un pasaje en el que se
encomia este aspecto del filósofo es el 582a – 583a. Ver también 586d – e.

21.12: Los tres tipos de artes y la importancia de la utilidad: En el libro


X de la República, a tenor de la labor imitativa de los poetas, Platón
menciona, para su argumento, que existen tres tipos de artes en relación
a un objeto: el arte de quien las usa, el arte de quien las fabrica, y el arte
de quien imita a éstos. Platón pone por encima el conocimiento de las
personas que utilizan las cosas, capaces de corregir a quienes las
fabrican. Ello demuestra la importancia de la utilidad en el pensamiento
griego. Ver el pasaje 601c – e.

(Platón no te ama tanto como Ësther)

9
Indagar en orden a la relación macrocosmos-microcosmos. En otro orden de cosas, el gobierno
democrático se presenta como el más interesante, debido a la diversidad de hombres que puede
albergar. De hecho, todo el pasaje que habla sobre el régimen democrático (555b – 561e) merece
la pena.

También podría gustarte